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Full text of "Nuevos documentos ineditos o muy raros para la historia de Mexico;"

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in  2010  with  funding  from 

University  of  Toronto 


http://www.archive.org/details/nuevosdocumentosOOcast 


NUEVOS  DOCUMENTOS 

INÉDITOS  O  MUY  ÍÍAROS 

PARA  LA  HISTORIA  DE  MÉXICO 


o-Ez^^íLi^o  c^^¿l:eioxjl.  C  I  S  G  ^  _  \<^  -^.o  J 


Las  personas  que  deseen  documentarse  más  amplia- 
mente sobre  la  guerra  de  México  con  los  Estados  Unidos, 
pueden  leer  los  siguientes  tomos  de  nuestra  anterior  publi- 
cación DOCUMENTOS  INÉDITOS  O  MUY  RAROS 
PARA  LA  HISTORIA  DE  MÉXICO,  que,  al  precio  de 
$1 .50  a  la  rústica,  y  de  $2.00  con  pasta,  están  de  ven. 
ta  en  el  despacho  del  editor,  Ignacio  B.  del  Castillo,  5a. 
del  Carmen,  75,  y  en  la  Librería  de  Bourel,  Cinco  de  Ma 
yo,  45: 

Antonio  López  de  Santa  Anna. — Mi  Historia  Mi- 
litar Y  Política. 

José  Fernando  Ramírez. — México  durante  su  Gue- 
rra CON  LOS  Estados  Unidos. 

Papeles  Inéditos  y  Obras  Selectas  del  Dr.  Mora. 

La  Revolución  de  Ayutla. 

Antonio  López  de  Santa  Anna. — Las  Guerras  de 
México  con  Tejas  y  los  Estados  Unidos. 

Memorias   del   Coronel    Manuel    María  Giménez, 
Ayudante  de  Campo  del  General  Santa  Anna. 

Y  quienes  deseen  conocer  mas  a  fondo  la  personalidad 
del  General  Paredes  y  Arrillaga,  pueden  consultar  el  to- 
mo de  los  mismos  DOCUMENTOS  titulado: 

El  GeneR/^l  Paredes  y  Arrillaga. 


ARCHIVO  DEL  GENERAL  PAREDES 


LA  SITUACIÓN 

política,  militar  y  económica 

UN  LA 

REPÚBLICA  MEXICANA 

AL  INICIARSE  SU  GUERRA  CON  LOS 
ESTADOS  UNIDOS 


MÉXICO 

IGNACIO  B.  DEL  CASTILLO,  EDITOR 

5'"^  del  Carmen,  núm.  75 

1913 


Queda  asegurada  la  propiedad 
literaria  de  esta  obra  por  haberse 
hecho  el  depósito  que  previene  la 
ley. 


Imp  .  DiRiG .  POR  J.  Aguilar  Vera,  7"  Ribera  pe  S.  Cosme,  124,  Méx. 


ADVERTENCIA. 


Al  cerrar,  a  mediados  de  1911,  el  tomo 
XXXVI  y  último  de  la  primera  serie  de  estos 
Documentos,  decía  yo  que  no  perdía  la  espe- 
ranza de  continuarla  algún  día,  para  bien  de 
la  Historia  Patria,  con  los  numerosos  docu- 
mentos  inéditos  existentes  en  mi  biblioteca. 

^sa  esperanza  se  realiza  hoy,  merced  al  cul- 
tísimo Sr.  Ministro  de  Instrucción  Pública  y 
Bellas  Artes,  Lie.  D.  Nemesio  García  Naran- 
jo, que  ha  tenido  a  bien  impartir  su  alta  ayu- 
da a  esta  publicación,  tomando  varias  subs- 
criciones de  ella  para  la  Secretaría  de  su  car- 
go. Muy  grato  nos  es  tributar  aquí  nuestro 
más  sincero  y  profundo  agradecimiento  a  tan 
ilustrado  e  inteligente  Sr.  Ministro. 


Los  documentos  que  contiene  el  presente 
tomo,  seleccionarlos  del  archivo  inédito  del 
General  Paredes,  abarcan  un  período  bastan- 
te interesante  de  nuestra  historia,  pues  se  re- 
fieren a  los  hechos  ocurridos  desde  pocos  días 
después  de  rotas  las  relaciones  entre  México  y 
los  Estados  Unidos,  y  de  que  salió  de  la  Capi- 
tal la  División  mandada  por  dicho  General, 
hasta  la  época  en  que  éste  comenzó  a  sondear 
pérfidamente  el  espíritu  público  con  el  objeto 
de  saber  si  le  era  favorable  y  le  permitiría  lle- 
var a  cabo  sus  planes  revolucionarios. 

Son  elocuentes  \'  a  la  vez  dolorosos  los  da- 
tos que  tales  documentos  nos  proporcionan 
sobre  la  situación  política  de  la  República  en 
aquel  tiempo.  Aunque  amenazados  de  cerca 
por  un  formidable  enemigo  exterior,  los  me- 
xicanos, lejos  de  dar  alguna  tregua  a  sus  di- 
sensiones intestinas,  las  recrudecían  más  v 
más  y  aun  perpetraban  motines  como  el  del 
7  de  junio,  que  hizo  perder  momentáneamente 
su  libertad  al  Presidente  \'  a  tres  de  sus  Mi- 
nistros. Obra  de  los  federalistas  fué  semejante 
atentado;  al  mismo  tiempo  los  monarquistas 
tramaban  en  secreto  la  caída  del  Gobierno, 
los  militaristas  hacían  otro  tanto,  los  pare- 
distas  seguían  su  ejemplo  y  los  gobiernistas 
aumentaban  el  descontento  público  con  actos 
arbitrarios. 

Tal  estado  de  cosas  se  veía  agravado  por  la 
inmoralidad   e  indi.'jciplina  del    P^jcrcito.    Las 


tropas  no  se  limitaban  a  desertar  en  masa, 
como  pasó  en  Guanajuato  y  casi  de  manera 
igual  en  Californias,  sino  que  llegaban  hasta 
rebelarse  con  las  armas  en  la  mano  al  recibir 
la  orden  de  marchar  a  combatir  a  los  inva- 
sores del  Norte:  obraban  así,  sencillamente  pa- 
ra secundar  los  planes  de  Paredes,  que  se  re- 
sistía a  avanzaren  busca  del  enemigo,  porque 
creía,  o  fingía  creer,  que  el  Gobierno  sólo  tra- 
taba de  alejarlo  del  Centro,  o  de  debilitarlo, 
para  estar  en  libertad  de  proclamar  la  Fede- 
ración. 

Con  sobrada  razón  decía  el  General  Rome- 
ro: «Si  el  Norte-América  hubiera  bien  pagado 
(a)  millares  de  hombres  para  que  en  esta  Re- 
pública les  ayudaran  a  sus  miras  de  rapaci- 
dad, no  les  serían  tan  fieles  servidores  como 
los  mismos  mexicanos.» 

Completaba  este  triste  cuadro  la  miseria 
más  espantosa  extendiéndose  sobre  el  Gobier- 
no y  el  Ejército.  En  algunas  partes  era  tal, 
que  el  General  Micheltorena,  por  ejemplo,  te- 
nía que  vender  su  cama  y  sus  platos  para  dar 
de  comer  a  su  tropa,  que  desde  seis  meses  an- 
tes sólo  comía  carne  sin  sal  y  sin  pan;  otros 
jefes,  como  Langbery  y  Morlet,  tenían  que  es- 
conderse para  librarse  de  sus  acreedores;  Aris- 
ta decía  que  sus  soldados  habían  aprendido  a 
no  comer,  táctica  que  se  ignoraba  en  todas  las 
partes  del  mundo;  hubo  lugares  donde  morían 
de  hambre  los  caballos,  porque  no  había  con 


qué  comprar  los  forrajes;  en  otros,  la  tropa 
estaba  desnuda,  sin  capotes  ni  mantas,  o  bien 
carecía  aún  de  chacos,  y  los  soldados  se  cu- 
brían la  cabeza  con  indecentes  gorras  o  som- 
breros de  petate;  y  en  San  Juan  deUlúa,el  Co- 
ronel Cano  vendía  a  un  buque  extranjero  cin- 
co cañones  de  la  fortaleza  para  tener  con  qué 
dar  de  comer  a  la  guarnición,  cuando  en  la 
bahía  estaba  ya  la  escuadra  americana. 

Podemos  decir,  pues,  que  fuimos  nosotros 
mismos  quienes  desde  un  principio  asegura- 
mos el  triunfo  del  invasor. 

La  lección  resulta  cruel,  pero  podemos  apro- 
vecharla para  no  repetir  jamás  el  espectáculo 
vergonzoso  que  dimos  entonces,  de  destruir- 
nos  los  unos  a  los  otros,  en  tanto  que  un  ter- 
cero mutilaba  a  la  patria. 

México,  Diciembre  de  1913. 

Genaro  García. 


^%^ 


\^ 


I 

ExMo.  Sr.  General  de  División 

D.  Mariano  Paredes  de  Arrillaga. 

León,  abril  17  de  1845. 

Ali  apreciable  General  y  señor  de  mi  respeto: 
Ayer  noche  ha  llegado  de  Guanajuato  el  ha- 
bilitado del  cuerpo,  con  sólo  quinientos  pesos 
y  una  carta  del  Sr.  General  (Teófilo)^  Romero, 

1  Las  letras  o  frases  encerradas  dentro  de  paréntesis  ( ),  no 
pertenecen  al  original  }•  son  puestas  por  nosotros  para  darle  ma- 
yor claridad  o  completar  su  sentido;  los  paréntesis  propios  del 
original  quedan  convertidos  en  crochets  [  ];  señalamos  con  puntos 

suspensivos  las  lagunas  del  original,  y  transformamos  en 

guiones los  puntos  suspensivos  de  éste.  Las  notas  son  nues- 
tras, salvo  indicación  contraria.— ÍP.  G. 

Xthvos  Doctos.— I.— 2 


J(l 

en  la  que  me  dice  que  no  puede  mandarme  más^ 
porque  V.  K.  mandó  se  remitiera  para  Lagos 
todo  cuanto  dinero  había.  Estacantida(d)  no 
me  ha  alcanzado  para  nada,  pues  desde  el  día 
28  del  pasado  hasta  esta  fecha,  es  cuanto  he 
recibido;  así  es  que  a  los  Sres.  oficiales  no  les 
he  dado  nada  de  su  paga,  y  la  tropa  [como 
manifesté  a  V.  E.]  sólo  está  a  rancho  desde  el 
día  3  del  presente,  y  yo  casi  sin  poderme  pre- 
sentar en  público,  por  los  compromisos  que 
he  contraído  con  algunos  particulares,  que  a  la 
llegada  del  habilitado  debía  cubrirles.  Por  es- 
ta causa  me  preciso  a  mandarle  a  V.  E.  al  Sr. 
Mayor  para  que  en  persona  le  haga  presente 
que  el  cuerpo  sufre  algunas  necesidades,  que  tal 
vez  éste  sea  el  motivo  de  la  deserción  que  em- 
piezo a  tener,  para  que  V.  E.  con  su  acostum- 
brada prudencia  se  sirva  remediar  esta  esca- 
sez. 

Puede  V.  E.  estar  seguro  que  la  carencia  de  re- 
cursos que  le  manifiesto,  no  es  con  objeto  de  sa- 
car numera  rio,  sólo  que  es  cierta,  pues  de  otra 
manera  no  lo  molestaría  con  tanta  exigencia; 
pero  puede  considerar  que  quinientos  pesos  pa- 
ra diez  y  nueve  días  no  son  suficientes,  aun 
cuando  yo  hubiera  tenido  dos  o  trescientos 
pesos  más  en  caja. 

V.  E.  mismo  se  sirvió  decirme  que  en  el  tér- 
mino de  seis  u  ocho  días  me  daría  los  recursos 
necesarios,  como  igualmente  que  todos  los  au- 
xilios serían   repartidos  con  igualdad   a  los 


11 

cuerpos  de  su  digno  mando,  y  estoy  persua- 
dido de  la  notoria  justificación  de  V.  E.,  que 
no  dejará  perecer  a  un  cuerpo  y  a  un  jefe  que  con 
tanto  gusto  solicitó  del  Ministerio  de  la  Gue- 
rra las  órdenes  para  acompañarlo  y  que  le  es 
tan  adicto  y  subordinado. 

Celebraré  que  Y.  E.  se  mantenga  bueno  y 
que  mande  cuanto  guste  a  su  afrao.  S.,q.b.s.  m. 

Emilio  Langbery  (rúbrica). 


II 

ExMO.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 

Lagos. 
Guanajuato,  abril  18  de  1845. 
Mi  muy  estimado  amigo: 

Hasta  esta  fecha  los  Cuerpos  Activos  de  Ce- 
laya,  Activo  de  Guanajuato,  Depósito  de  De- 
sertores y  Caballería  Activa  de  Guanajuato  no 
han  recibido  la  quinta  parte  del  haber  eco- 
nómico del  presente  mes;  los  Sres.  oficiales  y 
yo,  ni  un  real;  y  por  lo  que  producen  las  ren- 
tas ordinarias  con  que  debemos  vivir,  no  al- 
canzan para  nada.  U.  me  dijo  que  me  auxilia- 
ría; pues  bien,  es  llegado  el  tiempo,  porque  ya 
rae  llega  la  agua  al  pescuezo. 


Si  las  tropas  que  existen  en  este  Departamen- 
to deben  contarse  entre  las  de  ese  cantón,  se- 
rá muy  regular  que  para  el  entrante  mes  se 
entiendan  con  el  comisario  o  pagador  del  mis- 
mo cantón,  remitiéndose  allá  las  listas  de  re- 
vista, presupuestos,  etc.,  lo  que  espero  se  sirva 
U.  decirme  en  contestación,  para  arreglar  así 
las  cosas. 

Sin  otro  asunto  por  ahora,  concluyo  salu- 
dándolo y  repitiéndome  de  U.  afmo.  amigo  y 
atto.  S.,  q.  b.  s.  m. 

Teoñlo  Romero  (rúbrica).' 


III 

ExMü.  Sr.  General 

D,  Mariano  Paredes  v  Arrillaga. 

México,  abril  19  de  1845. 

Mi  muy  apreciable  amigo  y  señor: 
Supongo  a  U.  ya  en  ésa  y  muj^  ocupado  en 
organizar  su  cantón,  que  me  temo  muy  pron- 
to habrá  necesidad  de  él. 

Hace  doce  días  que  nos  ocupamos  de  triduos 
y  novenarios,  llenos  de  espanto  a  causa  délos 
temblores,  -  lo  que  había  dejado  descansar  a 

t  Toda  la  carta  es  de  su  purto  y  letra. 

'J  Se  refiere  a  los  que  se  mintieron  los  dias  7  de  abril  y  siguientes, 
Muc  motivaron  rogaciones  iniciadas  por  el  Gobierno  General  con 
fecha  10  del  misino  mes. 


13 

la  chismografía  política;  mas  aj'cr  un  extra- 
ordinario de  Veracruz  nos  vino  a  dispertar  de 
nuestro  letargo,  anunciándonos  la  llegada  a 
Sacrificios  de  cuatro  buques  de  guerra  ameri- 
canos, mandados  por  el  Comodoro  Cóver.  Su- 
pongo que  el  pretexto  es  cobrarnos  los  tres  pa- 
gos que  se  les  deben,  y  con  tal  pretexto,  u  otro 
quizá  más  insignificante,  tomar  el  castillo  (de 
SanJuandeUlúa)y  la  plaza  de  Veracruz,  mien- 
tras se  consuma  la  agregación  de  Texas. 

Sabrá  ü.  también  que  desde  el  miércoles  te- 
nemos aquí  al  Encargado  de  Negocios  inglés 
en  Texas,  que  el  mismo  ha  venido  a  arreglar 
el  reconocimiento  de  aquel  Departamento,  úni- 
co  medio  para  librarlo  de  las  garras  de  los 
yanquis.  Lo  que  esto  complicará  nuestros  ne- 
gocios domésticos,  U.  muy  bien  lo  puede  cal- 
cular;  mas  confío  que  si  hay  unión  y  energía, 
saldremos  bien  de  todo.  El  General  (Ignacio) 
Inclán  ha  marchado  luego  a  Veracruz. 

Que  U.  se  conserve  bueno  y  expedito  para 
todo,  como  se  lo  desea  este  su  afmo.  amigo 
y  atto.  S.,  q.  b.  s.  m. 

J.  Miguel  Arroyo  (rúbrica). 

P,  D. — El  Supremo  Gobierno  ha  dispuesto  la 
reposición  de  Acal,  cuyas  órdenes  transcribo 
por  el  correo  de  hoy,  con  la  condición  de  rever 
después  su  nombramiento.' 

{Rúhricn.) 

1  Toda  la  caita  es  de  !>u  puño  y  letra. 


14 


I Y 


Secretaria  Particular 

del  Presidente  interino 

de  la  República 

Palacio  Nacional  de  México,  a  22  de 
ABRIL  de  1845. 

ExMo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Mi  compañero  y  estimado  amigo: 
Seis  días  antes  de  recibir  la  muy  grata  de  U., 
19  del  corriente,  teníamos  ya  acordada  la  pro- 
videncia sobre  consignarle,  para  las  atencio- 
nes de  aquel  cantón,  alguna  parte  de  lo  que 
producen  las  rentas  estancadas,  y  si  estaba 
pendiente  el  asunto,  era  por  falta  de  la  Ad- 
ministración Principal,  que  no  había  expedi- 
tádolo;  mas  anoche  mismo  quedaron  puestas 
las  órdenes,  que  se  le  remiten  por  el  mismo  ex- 
traordinario, lo  cual  probará  a  U.  de  una  ma- 
nera positiva  que  en  efecto  nos  apuramos  sus 
amigos  para  que  tenga  las  menos  aflicciones 
posibles,  no  obstante  las  intinitas  y  muy  ur- 
gentes atenciones  a  que  ha  tenido  que  acudir 
el  Gobierno  con  motivo  de  haber  surtidoa  Ve- 
racruz  de  cuanto  le  era  necesario,  para  que  la 
escuadrilla  de  cuatro  buques  de  los  Estados 


15 

Unidos  que  se  le  ha  avistado,  lo  encuentre  fuer- 
te, sean  cuales  fueren  las  miras  que  traiga. 

Nuestro  Ministro  (en  los  Estados  Unidos), 
el  Sr.  (Juan  X.)  Almonte,  que  está  ya  en  Vera- 
cruz,  lo  tendremos  en  ésta  dentro  de  muy  po- 
cos días,  y  si  algo  nos  trae  de  importancia,  se 
lo  comunicaremos  a  U.  oportunamente. 

Por  el  Diario  (Oficial)  de  ayer,  que  se  le  re- 
mite, se  impondrá  U.  de  la  iniciativa  que  el  Go- 
bierno ha  tenido  que  presentar  a  las  Cámaras 
para  que  se  le  autorice  a  fin  de  oirías  proposi- 
ciones que  ha  iniciado  Texas.  En  todo  no  se 
propone  más  del  fin  laudable  de  evitar  a  toda 
costa  su  agregación  a  los  Estados  Unidos  y, 
si  fuese  posible,  una  guerra  que  hoy  no  podrá 
menos  que  serle  mu^-  funesta  a  la  República 
por  el  estado  en  que  se  halla;  mas  en  el  caso 
de  que  no  sea  dado  sacar  todas  las  ventajas 
que  convienen  a  México  y  a  su  honor  como  Na- 
ción, entonces  todo  lo  arrostraremos  antes 
que  sufrir  una  ignominia  que  nos  envilezca. 

Queda  obsequiada  la  petición  de  U.  sobre  el 
nombramiento  de  visitador  en  el  Sr.  (Luis) 
Parres,  pues  opino,  como  U.,  de  (sic)  que  tal 
medida  arreglará  bajo  un  orden  mejor  aquellas 
rentas. 

Sea  U.  muy  feliz,  y  mande  a  quien  de  veras 
es  su  afmo.  amigo  y  compañero,  q.  b.  s.  m. 

JoseJ.  de  Herrera  (rúbrica). 


1() 


\ 

Correspondencia  particular 

del  Ministro  de  Estado 

y  del  Despacho  de  Guerra  y  Marina 

P^ALACIO    XaCION'AI.   DK    MkXíCO,    A    30    DE 
ABRIL  Dlí  1845. 

(ExMO.  Sr.  General 

D.  Marl\.no  Paredes  y  Arrillaga  ) 

Mi  muy  querido  amigo: 

Como  las  escaseces  que  hasta  ahora  hemos 
sufrido  han  sido  tan  grandes,  no  se  había  po- 
dido conciliar  el  hacerle  a  U.  ninguna  remisión 
de  dinero,  y  yo  tampoco  quería  contestar  sino 
incluyéndole  alguna  cantidad,  cotno  lo  hago 
ahora  con  veinte  mil  pesos  que  contiene  el  ad- 
junto pliego. 

Están  saliendo  j^a  los  vestuarios,  y  U.  sabe 
muy  bien  que  al  Gobierno  se  le  hace  la  guerra, 
porque  se  pretexta  que  no  toma  providencias 
para  la  campaña.  Con  ellos  y  esta  remisión 
de  dinero,  espero  que  U.  va^^a  comenzando  a 
expeditar  su  marcha,  porque  el  Sr.  (General 
Vicente)  Filisola  saldrá  de  Toluca  a  San  Luis 
dentro  de  dos  o  tres  días. 

Por  esto  espero  que  me  diga  U.  lafuerzaque 
])odrá    reunir   y   lo   que   importará  su  presu- 


17 

puesto  en  tin  mes,  para  mandárselo  todo  reu- 
nido, y  de  esta  manera  v¿\ya  la  División  bien 
atendida.  Espero,  pues,  que  por  este  mismo 
extraordinario  me  dé  U.  estas  noticias,  por- 
que es  sumamente  interesante  la  situación  de 
tropas  a  las  inmediaciones  de  Texas. 

U.  conoce  tanto  como  yo  nuestra  posición 
y  la  de  nuestros  adversarios,  y  creo  que  cuan- 
do U.  haya  sabido  la  iniciativa  del  Gobierno 
para  poder  oir  las  proposiciones  que  se  le  ha- 
cen por  el  Gobierno  de  Texas,  vSe  habrá  persua- 
dido más  de  la  necesidad  que  tenemos  de  acer- 
car nuestro  Ejército  a  la  frontera. 

Por  todo  esto  es  también  muy  conveniente 
que  a^ite  U.  la  persecución  de  desertores  y  la 
exhibición  de  los  reemplazos  por  parte  de  los 
Departamentos,  pues  es  de  absoluta  necesi- 
dad reemplazar  todos  esos  cuerpos  para  que  se 
reúna  la  fuerza  que  desea  el  Gobierno. 

Las  dificultades  se  aumentan  a  cada  mo- 
mento; pero,  sin  embargo,  ahora  contamos 
ya  con  recursos,  y  siempre  confiamos  en  el 
buen  sentido  de  la  Nación  y  principalmente 
de  esos  Departamentos,  en  quienes  creo  que 
U.  no  habrá  perdonado  medios  de  inculcarlas 
ideas  de  orden  tan  necesarias  en  nuestras  cir- 
cunstancias. 

Son  las  once  de  la  noche,  estoy  sumamente 
fatigado,  y,  por  tanto,  me  limito  ahora  a  es- 
tas letras,  ofreciendo  a  U.  que  otra  vez  le  con- 
testaré los  demás  puntos  que  contienen  sus 


is 

cartas,  que,  porel  mí)tivo  que  antes  le  insinué, 
no  le  había  contestado. 

U.  siempre  esté  seguro  del  invariable  afecto 
de  su  amigo  y  S.,  que  lo  aprecia  y  atto.b.s.m. 

Pedro  García  Conde  (rúbrica).* 


VI 

ExMO.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 

Lagos. 

GUANAJUATO,  abril  30  DE  1845. 

Mi  muy  querido  amigo: 

Bien  se  conoce  por  su  carta  de  27  del  que 
hoy  fina,  que  está  U.  de  un  excelente  humor,  y 
me  es  fácil  deducir  que  se  halla  protegido  de 
la  fortuna,  a  lo  menos  por  lo  que  respecta  al 
sexo  femenino;  sea  en  buena  hora,  pero  le  ad- 
vierto que  puede  salir  U.  como  el  negro  del 
sermón. 

Se  cansa  U.  en  balde  si  quiere  divertirse  a  mi 
costa  con  el  juego  de  voces  que  usa  en  sus  car- 
tas, porque  le  aseguro  de  verdad  que  me  que- 
do como  tonto  en  vísperas,  como  me  ha  suce- 
dido con  la  que  ahora  contesto;  y  por  lo  que 
respecta  a  gratitud,  entienda  U.  que  está  por 

1  Toda  la  caria  es  de  su  puño  y  Icira. 


19 

mi  parte  perfectamente  correspondido  por  los 
grandes  socorros  que  en  esta  vez  me  ha  minis- 
trado. 

Si  yo  hiciera  púbHco  en  Lagos  el  último  pá- 
rrafo de  su  carta,  creo  que  seconcitaríaelodio 
general  de  esas  preciosas  niñas;  pero  como 
somos  amigos,  le  guardaré  a  U.  el  secreto,  no 
obstante  el  perfecto  conocimiento  que  tengo 
de  su  ingratitud.   Otra  cosa. 

Me  escriben  de  Aléxico  por  este  último  co- 
rreo que  se  dice  allí  que  se  ha  pronunciado  en 
el  Sur  el  General  (Juan)  Alvarez  por  la  federa- 
cha,  y  que  han  hecho  una  collación  (sic  por 
coalición)  estos  Departamentos  para  sepa- 
rarse de  México,  apoyados  por  Su  Merced  y 
las  tropas  de  su  mando.  Parece  que  como  han 
cesado  los  temblores  de  tierra  por  allá,  quie- 
ren tener  al  público  espantado  con  nuevos 
pronunciamientos. 

Sé  que  está  U,  divirtiéndose  muy  boniti- 
camente todos  los  domingos  y  fiestas  de  guar- 
dar, y  no  me  pesa,  aunque  yo  aquí  sufra  mis 
tristezas. 

Que  sea  U.  feliz  en  todo,  le  desea  su  muy 
afmo.  amigo  y  atto.  S.,  q.  b.  s.  m. 

Teófilo  Romero  (rúbrica).^ 


1  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


20 


VII 

ExMO.  Sr.  Gp:neral 

D.  Mariano  Paredes  Arrillaoa. 

Tepic,  abril  30  DE  1845. 

Mi  distinguido  General,  amigo  y  señor: 
¡Cuántas  veces  en  el  desierto  y  durante  tres 
años,  casi,  me  he  acordado  de  las  expresiones 
de  II.  en  Guadalajara  cuando  el  Exmo.  Sr.  Ge- 
neral (Antonio  Lópezde)  Santa  Anna  me  man- 
dó a  California  con  ambos  mandos!  «¿Dónde 

va  U. — me  dijo  U. — ,  cual  otroldomeneo? » 

Y  ¡qué  verdad!  ¡cuánto  no  he  sufrido!  ¡cómo  he- 
mos padecido  yo  ^-^  estos  beneméritos  jefes,  ofi- 
ciales y  tropa!  Vamos,  sería  nunca  acabar 
pormenorizar  a  V.  por  escrito:  algo  le  contaré 
al  tener  el  honor  de  abrazarlo. 

Aquí  me  tiene  V .  a  sus  órdenes,  en  donde,  ni 
en  San  Blas,  se  níe  ha  dado  medio,  y  vendien- 
do cuanto  tengo:  mi  cama,  mis  platos,  y  ven- 
deré hasta  mi  camisa,  pues  necesitamos  trein- 
ta pesos  diarios  para  el  rancho,  y  medio  real 
de  socorro;  los  oficiales  están  sin  medio,  y 
ocurren  únicamente  a  mí  como  su  General. 
Desde  noviembre  del  año  pasado,  de  mí  abajo 
no  hemos  tenido  más  que  carne  sin  sal,  ni  pan 


21 

siquiera,  y  en  cuarenta  y  nueve  días  de  mar, 
se  nos  figuró  que  comeríamos  mejor. 

Si  U.  puede  auxiliar  con  algo  a  estos  solda- 
dos desgraciados,  y  a  prueba  de  bomba,  se  pue- 
de decir,  dicte  sus  órdenes  para  que  nos  llegue 
algo  antes  de  llegar  a  Guadalajara,  si  eírposi- 
ble,  y  si  no,  siquiera  en  aquella  ciudad, donde 
espero  sus  órdenes;  van  muchos  oficiales  a  pie, 
y  sus  señoras  sabe  Dios  cómo. 

Tengo  mucho  gusto  de  que  U.  sea  el  General 
en  Jefe  de  este  cantón,  porque  al  llegar  nos  po- 
nemos ya  a  sus  respetables  órdenes  y  porque 
puedo  reproducirle  mi  amistad  y  sincero  afec- 
to, con  que  atentamente  b.  s.  ra, 

ManJ  Michelt.'' (rúbrica). 


VIII 

ExMO.  Sr.  D.  José  Joaquín  de  Herrera. 

México. 
Lagos,  mayo  1°  de  1845. 

Mi  muy  apreciable  compañero  y  estimado 
amigo: 

Por  su  estimada  que  acabo  de  recibir,^  es- 
toy impuesto  de  haberse  ya  librado  las  órde- 

1  Véasela  pieza  IV. 


ncs  que  provean  de  fondos  a  esta  3"  División 
y  que  seráportadorde  ellas  el  mismo  extraor- 
dinario que  puse  al  efecto;  mas  hasta  el  mo- 
mento en  que  contesto,  ellas  no  han  llegado,  y 
yo  me  hallo  hoy  en  el  extremo  de  la  aflicción, 
porque  estas  tropas  se  encuentran  ya  sin  re- 
cursos, aún  los  más  precisos  para  vivir.  Nun- 
ca me  persuadiré  que  el  Gobierno  me  olvide 
hasta  tal  grado  ni  me  condene  a  sufrir  en  el 
mismo  la  dureza  de  esta  situación  desespera- 
da, ni  menos  cuando  mi  solicitud  se  reduce  toda 
a  órdenes  que  constan  sólo  de  papel  y  para 
atenciones  que  hasta  ahora  no  han  obteniflo 
la  dedicación  de  ningún  fondo,  pues  que  esta 
3'^  División  ha  subsistido  Dios  sabe  cómo,  no 
habiéndose  consignado  el  pago  de  ella  a  nin- 
guna renta.  Yo  suplico  a  U.,  pues,  que,  pose- 
yéndose de  mis  circunstancias  y  procurando 
salvarme  de  ellas  con  el  interés  de  nuestra 
íimistad,  mandará  (sic)  luego  expedir  las  ór- 
denes que  me  libren  de  sufrir  ya  tantas  y  tan 
insoportables  mortificaciones,  pues  U.  sabe 
hasta  qué  punto  es  esto  penoso. 

Mucho  me  alegro  de  la  llegada  del  Sr.  Al- 
monte,  y  bastante  también  agradeceré  a  U. 
las  noticias  importantes  de  que  sea  portador, 
pues  a  esta  distancia  carezco  de  todo  conduc- 
to que  me  ponga  al  tanto  de  negocios  de  tal 
interés.  Yo  me  prometo  que  en  el  delicado 
asunto  de  Texas,  el  Gobierno  saldrá  airoso, 
pues  está  rodeado  del  prestigio  que  justamen- 


te  merecen  las  luces  3^  patriotismo  de  las  per- 
sonas que  lo  componen. 

{Mariano  Paredes  y  Arrillaga.) 


IX 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Celaya,  mayo  2  DE  1845. 

Mi  respetado  y  apreciable  General. 

En  el  correo  anterior  dije  a  V.  E.  de  oficio  el 
triste  estado  en  que  nos  encontramos,  el  que 
con  la  pluma  no  se  puede  manifestar,  por  mu- 
cho que  uno  diga,  y  como  cada  día  nos  pone- 
mos en  peor  estado,  he  tomado  la  pluma  para 
manifestárselo,  seguro  de  que  sólo  V.  E.  es 
quien  puede  remediarlo. 

El  Sr.  Tesorero  me  aseguró  en  Guanajuato 
que  para  el  día  1*^  sin  falta  me  daría  alguna 
cantidad  de  consideración;  en  esta  confianza, 
aseguré  a  todas  las  personas  a  quienes  les  de- 
bía, que  para  dicho  día  les  pagaría;  pero  llegó, 
y  el  expresado  Tesorero  sólo  dio  una  libranza 
de  ciento  cincuenta  pesos  contra  el  Adminis- 
trador de  Tabacos,  a  quien,  como  le  debía  yo 
mil  y  tantos  pesos,  se  abonó  esta  suma  y 
no  me  dio  un  real;  de  suerte  que  ayer  he  tenido 
que  esconderme,  porque  me  han  caído  todos 


los  acreeflores,  al  mismo  tiempo  que  los  ofi- 
ciales y  soldados,  a  quienes  les  había  ofrecido 
que  el  día  !'■'  les  pagaría  los  socorros  que  se 
les  debía,  y  permanecería  escondido  si  no  me 
hubiera  hecho  salir  el  temor  de  que,  abando- 
nando (a)  la  tropa  sola  y  sin  socorro,  vaya  a 
cometer  algún  exceso. 

La  caballada  que  V.  E.  vio  en  tan  buen  es- 
tado, no  habiendo  quien  me  quisiera  fiar  ya 
una  libra  de  paja  para  ella,  tuve  el  sentimien- 
to de  echarla  al  potrero,  en  donde  en  quince 
días  se  me  han  muerto  ya  once  de  hambre, 
que  V.  E.  verá  dados  de  baja  en  las  listas  que 
debo  mandar  a  esa  Mayoría  Gener¿d;  y  estoy 
seguro  que  dentro  de  otros  quince  días,  el 
cuerpo  se  quedará  a  pie,  porque  no  hay  en 
el  potrero  enteramente  qué  coma. 

A  más  de  la  escasez  que  hay  en  la  Tesorería 
de  Guanajuato,  pone  en  peor  estado  la  situa- 
ción de  este  cuerpo  la  parcialidad  con  que  el 
Sr.  Tesorero  distribuN'e  el  poco  dinero  que  a 
ella  entra,  pues  a  tiempo  que  los  Batallones 
1<?  y  2"?  de  Celaya  tenían  recibido  casi  todo  su 
presupuesto,  a  este  cuerpo  no  le  habían  dado 
ni  una  cuarta  parte  de  él;  y  habiéndole  recla- 
mado al  Sr.  Tesorero  esta  injusticia,  su  con-" 
testación  fué  que  nosotros  teníamos  fondosde 
forrajes,  que  echáramos  (a)  los  caballosal po- 
trero y  con  el  haber  de  ellos  mantuviéramos 
(a)  la  tropa,  y  otra  porción  de  sandeces  que 
no  venían  al  caso. 


En  fin,  mi  General,  no  quiero  ya  cansarlo,  y 
sólo  le  suplico  ponga  remedio  a  estos  males, 
pues  de  lo  contrario  creo  que  vale  más  estar 
en  un  calabozo  que  mandar  un  cuerpo  y  no 
tener  con  qué  darle  de  comer. 

Apreciaré  que  Y.  E.  se  conserve  con  salud 
para  que  dé  sus  órdenes  al  más  inútil  de  sus 
subordinados,  que  con  sinceridad  lo  aprecia  y 
s.  m.  b. 

Mariano  Morlet  (rúbrica). 


X 

Lagos. 

ExiJ.o.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

México,  mayo  6  de  1845. 

Mi  estimado  compañero  y  amigo: 
Como  creo  sean  ya  en  poder  de  U.  las  órde- 
nes sobre  aquellas  administraciones  y,  ade- 
más, algunos  auxilios  que  se  le  remitieron  en 
libranzas,  lo  juzgo  ya  desembarazado  de  la 
aflicción  que  reportaba  por  efecto  de  las  esca- 
seces; anunciándole,  además,  que,  bastante  in- 
teresado el  Gobierno  en  que  U.  tenga  lo  nece- 
sario, se  ha  acordado  hoy  mismo  la  busca  de 
más  libramientos  que  le  conduzcan  auxilios, 

Xl'kvos  Doctos. — 1.— 3 


2(i 

])()VC{ue  en  efecto  es  111113-  rlifícil   la  posición  de 
un  jefe  cuando  carece  de  ellos. 

Lle^ó  por  fin  el  Sr.  Almonte  sin  más  noti- 
cias que  las  de  confirmarnos  las  pérfidas  miras 
de  los  Estados  Unidos,  en  vista  de  las  cuales 
el  Gobierno  no  perdonará  medio  para  contra 
riarlas,  porque  es  menos  malo  que  México  des- 
aparezca de  las  naciones,  y  no  que  su  nombre 
se  conserve  envilecido. 

Aunque  nada  me  dice  U.  respecto  de  la  ma- 
nifestación que  le  hice  en  una  de  mis  anterio- 
res, sobre  las  ideas  del  Gobierno  para  fundar 
su  iniciativa,  veo  con  placer,  por  la  que  dirige 
a  nuestro  amigo  el  Sr.  (Luis  G  )  Cuevas,  que 
nuestras  opiniones  están  de  conformidad  en 
negocio  que  tanto  llama  la  atención  y  que, 
por  lo  mismo,  reclama  la  nuestra. 

Ojalá  3'  los  afanes  del  Gobierno  para  que  a 
U.  no  falten  recursos,  sean  coronados,  porque 
mucho  desea  relevarlo  de  sus  aflicciones  quien 
es  3'  será  su  sincero  afmo.  amigo,  q.  b,  s.  m. 

Josc*  y.  (ic  Hcrreni  (rúbrica). 


XI 


ExMü.  Sk.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

México,  7  de  mayo  de  1845. 

Ali  General  de  todo  mi  respeto: 

Deseoso  de  marchar  cuanto  antes  para  reu- 
nirme  con  U.  en  esa  villa,  he  hecho  varias  ten- 
tativas para  verificarlo;  pero  desgraciada- 
mente para  mí,  mis  continuas  dolencias  se  han 
vigorizado  hasta  el  caso  de  imposibilitarme  el 
andar  siquiera  como  una  mujer;  con  tal  moti- 
vo, solicité  del  Supremo  Gobierno  una  prórro- 
ga para  mi  total  curación.  Yo  espero,  mi  Ge- 
neral;  que  será  de  la  aprobación  de  U. 

Aquí  se  habla  con  variedad  sobre  la  perma- 
nencia de  ese  cantón  en  aquella  villa,  o  su 
próxima  marcha  para  el  Saltillo  y  Monterrey; 
pero,  según  el  sesgo  que  han  tomado  los  asun- 
tos de  Texas,  me  inclino  a  creer  lo  segundo. 
En  la  Cámara  de  Diputados  ha  pasado  por 
una  fuerte  mayoría  la  iniciativa  del  Ejecutivo 
para  que  se  le  autorice  a  escucharlas  proposi- 
ciones de  Texas,  aun  cuando  sea  bajq  la  base 
del  reconocimiento  de  la  independencia;  y  si 
bien  esto  último  no  va  explícitamente  indica- 
do en  la  concesión,  harto  claro  se  manifestó 


por  parte  del  Ministerio  en  el  curso  de  la  dis- 
cusión; de  este  pretexto  se  ha  agarrado  la 
oposición  y,  sobre  todo,  la  camarilla  que  vi- 
vió de  los  beneficios  del  hombre,^  para  acrimi- 
nar fuertemente  al  actual  Gobierno  sobre  sus 
miras  nada  equívocas  para  enajenar  el  terri- 
torio nacional.  A  la  verdad,  éste  es  un  pre- 
texto a  la  vez  especioso  y  plausible,  y  si  la  ac- 
tual administración  no  se  apresura  a  hacer 
manifestaciones  en  contra,  es  probable  nos 
envolvamos  en  una  serie  de  desgracias  que 
por  último  resultado  nos  encime  al  hombre  y 
su  cuadrilla,  cuyos  abusos  hoy  deploramos 
y  de  los  cuales  nuestros  nietos  recogerán  aún 
amargos  frutos:  si  esto  sucediere,  que  no  lo 
espero,  U.  sabe,  mi  General,  que  tanto  U.  como 
yo  tenemos  una  hipoteca  especial  sobre  nues- 
tros pescuezos. 

Concluyo,  señor,  deseando  a  U.  mucha  sa- 
lud, y  mientras  tiene  el  placer  de  darle  un 
estrecho  abrazo,  se  repite  de  U.  mu3''  adicto 
amigo,  S.  S.  y  subordinado,  q.  b.  s.  m. 

Jii¿iii  C.  Cano  ( rúbrica ).'-' 


1  Antonio  López  de  Sania  .Anna? 
■J  Toda  la  carta  es  de  su  puftu  y  letra. 


2í) 


XII 

Correspondencia  Particular 

del  Ministro  de  Estado 

y  del  Despacho  de  Guerra 

y  Marina 

Palacio  Nacional  de  México,  a  6  de  ju- 
nio DE  1845. 

LAGOS. 

Mi  distinguido  amigo  y  señor: 

Recibí  la  favorecida  carta  de  U.,  fecha  1*^  del 
actual,  y  tengo  el  gusto  de  contestarla  mani 
festándoleque  ya  de  oficio  se  le  aprueba  el  que 
mandara  a  Durango  al  7°  Regimiento  de  Ca- 
ballería, en  lugar  del  3°  de  la  misma  arma, 
para  que  sirva  a  las  órdenes  de  mi  hermano 
Pancho. 

Reservado. — Según  noticias  muy  frescas  que 
tenemos  con  relación  a  los  yanquis,  parece 
que  las  cosas  se  vienen  encima,  y  es  de  absolu- 
ta necesidad  que  ü.  se  translade  cuanto  antes 
a  San  Luis,  lo  cual  me  tomo  la  libertad  de  re- 
comendar a  U.  muchísimo. 

Ya  de  oficio  se  autoriza  a  U.  para  que  rhan- 
de  construir  los  útiles  de  zapa  a  que  se  contrae 
en  su  referida  carta. 

Disfruto  el   honor  de  repetirme  muy  afecto 


amigo  y  S.  de  í'..  que  le  desea  felicidades  y  b. 
s.  m. 

P.  G.  Conde  (rúbrica). 

HxMf).  Sr.  General  df-;  División  v  en  Jefe  D. 
Mariano  Paredes  v  Arrillaga. 


XIII 

Administración  General 

de  !a  Renta  del  Correo. 

Correspondencia  Particular. 

México,  7  dk  junio  de  1S4-Ó. 

Sr.  General  de  División 

D.  Mariano  Paredes  v  Arrillat.a. 

Mi  a  preciable  amigo: 

Hoy  a  las  tres,  la  guardia  de  Palacio,  com- 
puesta de  una  compañía  de  los  Supremos  Po- 
deres, mandada  por  el  Capitán  (Juan)  Ot(h)ón 
(Domínguez),  se  pronunció  por  la  Federa- 
ción y  arrestó  de  hecho  al  ['residente  y  tres 
Ministros,  Comandante  General,  etc.,  apode- 
rándosedelas  torres  de  Catedral  y  repicando. 
Cjue  supongo  sería  la  señal  convenida.  Mas  el 
Regimiento  de  Coraceros  y  el  4*^ de  Infantería, 
cuyos  cuarteles  se  comunican  con  Palacio,  en- 
traron aviva  fuerza  e  hicieron  rendir  alospro- 


31 

nunciados,  no  sin  matar  al  Capitán  Ot(h)ón, 
cuatro  soldados,  dos  artilleros — uno  de  ellos 
sargento — y  a  un  paisano,  más  veintidós  he- 
ridos. 

Como  no  fueron  secundados,  todo  se  conclu- 
yó así.  El  Sr.  Presidente  salió  dCvSpués  a  ca- 
ballo con  el  Ministro  de  la  Guerra  y  multitud 
de  pueblo;  sin  otro  acompañamiento  que  éste 
y  el  Sr.  (General  Manuel  Gómez)  Pedraza,  se 
paseó  hasta  San  Francisco  muy  victoriado. 
Aparentemente,  el  orden  se  ha  restablecido;  pe- 
ro 3^0  no  lo  creeré  seguro  hasta  que  no  se 
arreste  a  los  cabecillas  y  promotores  de  esta 
asonada,  para  que  sean  castigados  si  se  quie- 
re que  haya  orden. 

Pongo  a  U.  estas  dos  líneas,  (así)  para  que 
no  le  cuenten  mentiras  como  para  decirle 
que  la  familia,  aunque  tuvo  su  sustillo,  queda 
ya  tranquila,  3'  U.  debe  estarlo,  seguro  de  que 
tiene  aquí  (a)  un  amigo  que  en  todo  evento 
hará  lo  que  dependa  de  él  en  su  obsequio. 

De  U.  se  repite  con  el  afecto  de  siempre  su 
afmo.  amigo  y  atto.  S.,  q.  b.  s.  m. 

J.  Miguel  Arroyo  (rúbrica). 

El  General  (Joaquín)  Rangel,  de  Artillería, 
fué  el  que  estaba  a  la  cabeza,  3'  se  ha  fugado, 

(Rúbrica.)i 

1  Toda  la  caria  cí  de  su  puño  y  letra. 


(Acuerdo.) 

Junio  12. 

Las  gracias  por  las  noticias  detalladas  que 
contiene  y  por  los  cuidados  de  la  familia.  En 
efecto,  deben  castigarse  estos  escándalos  y  pe- 
netrarse de  que,  sosteniendo  las  Bases  (Orgá- 
nicas), se  conseguirá!  n)  el  orden,  la  paz  y  pros- 
peridad. 


XIV 
Sr.  Gknekai.  D.  Mariano  Paredes 

México,  7  de  junio  de  1S45. 

Estimado  hermano: 

Ya  hace  varios  días  que  con  la  mayor  desfa- 
chatez han  estado  hablando  los  jefes  y  oficia- 
les que  se  hallan  aquí  y  pertenecían  a  la  Di- 
visión de  Santa  Anna  y  ho3'  se  encuentran 
amnistiados,  sobre  formarla  revolución  y  pro- 
nunciarse por  la  Federación,  aclarando  más 
su  plan,  que  es  con  ese  motivo  destruir  al  ac- 
tual Gobierno  para  después  concluir  con  la 
Federación  y  volver  a  traer  a  D.  Antonio  Ló- 
pez de  Santa  Anna;  y  esta  tarde  han  hecho  ya 
su  intentona  pronunciándose  el  manco  Rangel 


con  parte  del  Regimiento  de  Granaderos  de 
los  Supremos  Poderes,  haciéndose  del  Palacio 
y  dando  la  voz  de  Federación.  Parece  que 
también  estaba  en  el  plan  otra  parte  del  4  de 
Infantería  y  algunos  otros  cuerpos  de  Caba- 
llería; pero  o  no  estaban  bien  acordados,  o 
fuera  que  violentamente  se  presentó  el  Coro- 
nel (José  López)  Uraga  en  su  cuartel,  que  es  el 
que  manda  el  4,  con  lo  que  ya  este  cuerpo  no 
sólo  no  secundó,  sino  que  batió  a  los  Grana- 
deros hasta  hacerlos  rendir,  habiendo  habido 
algunos  muertos,  pero  fugádose  Rangel,  con 
lo  que  concluyó  el  motín. 

El  General  (Matías  de  la)  Peña  (y  Barra- 
gán) se  manejó  con  actividad  y  decisión  para 
contener  la  sublevación;  pero  el  fuego  anda 
fuerte,  la  seducción  en  la  tropa  es  demasiada, 
y  quién  sabe  si,  no  habiéndola  logrado  en  és- 
ta, tratarán  de  asegurar  más  el  golpe  hasta 
lograrlo,  pues  en  ello  nada  aventuran:  si  se  lo- 
gra, a  coger  ascensos  y  gratificaciones,  y  si 
no,  nada  se  pierde:  una  amnistía  todo  lo  olvi- 
da y  todos  estamos  iguales,  pues  la  lenidad 
del  Gobierno  hace  que  no  vea,  para  reponer  en 
sus  destinos,  si  son  hombres  de  bien  o  no. 

Jimeno,  el  que  te  denunció  como  asesino  y  a 
quien  el  déspota  Santa  Anna,  despreciándolo, 
había  separado  de  su  destino  por  malvado,  ha 
sido  repuesto  en  él,  a  pesar  de  que  el  Ministro 
de  Hacienda  fué  informado  con  anticipación  de 
la  clase  de  sujeto  que  era,   y  por  cuya  reposi- 


34 

ción  se  le  ha  cirtitado  el  empleo  al  que  lo  es* 
taba  sirviendo  con  honradez;  pero  ha  habido 
sus  empeños,  pues  ya  empieza  a  ser  esto  el  mó- 
vil para  conseguir  destinos,  especialmente  en 
el  ramo  de  Hacienda. 

He  creído  poner  esto  en  tu  conocimiento  pa- 
ra que  te  sirva  de  gobierno.  Tu  familia,  tengo 
el  sentimiento  de  decirte  que  aun  siguen  todos 
malos  de  la  boca.  La  mía  no  tiene  novedad,  y 
todos  te  mandan  expresiones,  y  te  desea  la 
mejor  salud  tu  hermano,  que  te  estima. 

Agustín  Suarez  de  Peredo  (rúbrica). 

En  el  plan  de  los  federalistas  entra  el  poner 
a  su  cabeza  y  en  el  Gobierno  a  los  Generales 
(Valentín)  Canalizo  y  (Ignacio)  Basadre. 


XV 
Exmo.Sk.  D.  Mariano  I'aredes  v  Arrillaga. 

La(U)s. 
Mi:xico,  JUNIO  14-  DR  1S45. 

Mi  estimadi)  amigo  y  señor: 

Recibí  a  su  tiempo  la  favorecida  de  T., fecha 
IS  del  mes  pasado,  (pie  no  había  contestado 
por  esperar  la  contestación  del  Sr.  Carrera  so- 


:^5 

bre  el  encargo  de  U.;  por  fin,  me  ha  dicho  que 
escribirá  a  U.  dándole  razón  del  tronco  de  mu- 
las  que  U.  le  encargó. 

Ya  sabrá  U.  los  sucesos  que  presenciamos  el 
día  7  y  que,  gracias  al  valor  y  serenidad  del  Sr. 
Presidente,  no  tuvieron  el  resultado  que  era 
de  temer;  '  según  todos  los  anuncios,  esto  se 
repetirá,  y  así  estamos  en  continuas  vicisitu- 
des, entretanto  que  los  vecinos  del  Norte  nos 
van  comiendo  a  pedazos,  y  el  resultado  será 
que  todo  se  acabe  tristemente.  Todo  esto  me 
hace  celebrar  el  estar  separado  enteramente 
de  los  asuntos  políticos,  y  ocuparme  sólo  de 
los  de  la  Dirección  de  Industria,  cuya  Memoria 
ya  habrá U.  visto;  -  pero  aunen  esto  no  faltan 
enemigos  que,  por  tirarme  a  mí,  le  tiran  a  la 
industria  misma,  en  la  que  consiste  la  felicidad 
del  país;  pero  así  son  estos  buenos  patriotas. 

Agradezco  a  U.  mucho  sus  finos  ofrecimien 
tos,  y  recíprocamente  tendré  mucho  gusto  en 
que  U  me  mande  en  lo  que  me  crea  útil,  pues 
sabe  U.  que  lo  estimo  y  tendrá  mucho  gusto 
en  complacerlo  su  afmo.  amigo  y  S.  S.,  q.  b. 
s.  m. 

Lúeas  A  la  man  (rúbrica). 


1  Véanse  las  piezas  XIII  y  XIV. 

2  Memoria  sobre  el  estado  de  la  agricultura  é  industria  de  la 
República  en  el  año  de  18J4,  Que  la  dirección  general  de  estos  ra- 
mos presenta  al  Gobierno  Supremo,  eq  cumplimiento  del  artículo 
26  del  decreto  orgánico  de  2  de  Diciembre  de  1812.  Mégico.  1845. 
Impreso  en  papel  megicano  por  José  M.  Lara,  en  la  calle  de  la  Pal- 
ma núm  4.  En  4". 


:{(•. 


XVI 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  ArrillaTtA, 

San  Luis  Potosí,  junio  14  de  1845. 

Mi  General  3-  amio^o  de  mi  primera  atención 
y  aprecio: 

La  desnudez  en  que  se  halla  la  tropa  de  mi 
cuerpo,  me  hace  dirigirme  a  U.  en  lo  particu- 
lar para  suplicarle  me  diga  si  de  México  le 
han  traído  \'a  algún  vestuario,  pues  oficial- 
mente me  comunicó  la  Plana  Mayor  Gene- 
ral, desde  abril  último,  que  el  comisionado  de 
U.  quedaba  en  aquella  capital  y  recibiría  tam- 
bién el  asignado  para  mi  cuerpo,  por  cu\'a  ra- 
zón se  vino  el  piquete  que,  desde  que  salí  de 
México,  había  dejado  con  tal  objeto. 

Como  U.  sabe,  mi  General,  que  esta  Tesore- 
ría  no  da  más  que  lo  muy  limitado  para  el  so- 
corro y  forrajes,  y  este  último  ramo  no  deja 
hoy  nada  por  la  escasez  de  pasturas,  me  he 
visto  en  mil  apuros  para  construir  a  la  tropa 
alguna  ropa  de  lienzo  j)ara  que  hagan  el  servi- 
cio en  la  plaza;  pero  las  partidas  que  continua- 
mente salen  y  los  destacamentos  que  tengo 
fuera,  están  ya  con  las  prendas  de  paño  inuti- 
lizadas del  todo.    Por  lo  cual,  he  de  merecer  a 


U.  se  sirva  tenerlo  en  consideración,  v  ver  si 
por  sus  respetos  se  me  da  algún  vestuario,  ya 
que,  a  pesar  de  varios  pedidos  que  tengo  he- 
chos por  el  conducto  de  la  Plana  Mayor,  nada 
he  conseguido. 

Dispense  U.,  mi  General,  la  molestia  de  su 
másafmo.  subordinado  y  adicto  S.  S.,  queatto. 
s.  ra.  b. 

ManJ  Romero  (rúbrica). 


XVII 

ExMo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Monterrey,  JUNIO  16  de  1845. 

Mi  querido  compañero  y  fino  amigo: 
En  la  fecha  ya  estará U.  instruido  del  suceso 
que  tuvo  lugar  en  la  Capital  de  la  República  el 
día  7  del  corriente,  en  que  un  puñado  de  hom- 
bres, acaso  seducidos,  que  por  desgracia  per- 
tenecían al  Batallón  de  Granaderos  de  la 
Guardia  de  los  Supremos  Poderes,  cometieron 
un  acto  de  perfidia,  el  más  vergonzoso  que  pu- 
diera imaginarse;  pues  que,  constituyendo  el 
Palacio  Nacional  en  campo  de  batalla,  no  va- 
cilaron en  atropellar  la  persona  del  Exmo.Sr. 
Presidente  y  las  de  sus  Ministros,  con  lo  cual 


habrían  logrado  hundirnos  en  la  anarquía,  si 
la  Providencia  no  hubiera  velado  por  la  suer- 
te de  México. 

Cuanto  pudiera  expresar  en  esta  carta  res 
pecto  a  mis  sentimientos  en  el  particular,  lo 
hallará  U.  consignado  en  la  adjunta  nota  ofi- 
cial; agregándole  únicamente  que  es  llegada 
la  ocasión  de  desplegar  toda  nuestra  energía 
para  sofocar  en  su  cuna  cualquiera  asonada, 
porque  los  enemigos  del  orden  no  perdonan 
instantes  para  llevar  a  efecto  sus  ambiciosos 
planes;  pues  que  si  bien  no  es  conveniente  per- 
mitir que  se  entronice  la  tiranía,  tampoco  es 
regular  que  los  descamisados,  proclamando  la 
libertad,  introduzcan  la  licencia. 

Afortunadamente,  los  Generales  que  manda- 
mos las  Divisiones  del  Ejército,  estamos  en 
buen  sentido,  nos  une  la  mejor  armonía  y  to- 
dos procuramos  la  felicidad  de  nuestra  patria, 
por  el  órgano  legal  para  que  las  leyes  tengan 
su  imperio. 

Me  lisonjeo,  querido  compañero,  de  que  uni- 
dos, como  ahora  lo  estamos,  formaremos  un 
muro  inexpugnable  contra  los  avances  de  los 
enemigos  del  orden  y  repriraerós  (sic  por  re- 
primiremos) a  las  facciones  que  aspiren  a  la 
vía  de  hecho;  haciendo  respetar  al  actual  Go- 
bierno, legítimo  por  todos  títulos. 

Est03^  cierto  de  qvie  no  me  engaña  mi  cora- 
zón al  creer  que  opina  U.  de  la  misma  manera 
que  yo,  y  aun  al  escribirle  mi  carta  anterior, 


39 

ya  presagiaba  un  mal  que  estaba  sobrevinien- 
do, a  la  vez  en  que  me  ocupaba  de  explayarle 
mis  conceptos. 

Unión,  pues,  compañero;  esté  U.  seguro  de 
que  nos  haremos  respetar  de  los  enemigos  in- 
teriores 3^  exteriores  de  la  República,  quienes 
es  necesario  se  convenzan  de  que  el  Ejército 
tiene  poder  bastante  para  hacer  respetar  las 
leyes  y  defender  la  integridad  nacional. 

Tengo  el  gusto  de  repetirme  de  U.  su  afmo. 
compañero  y  amigo,  que  lo  aprecia  y  b.  s.  m, 

Mariano  Arista  (rúbrica). 


XVIII 
ExMo.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 

MaZATLAN,  18  DE  JUNIO  DE  1845. 

Estimado  amigo  y  señordetodomi  respeto: 
Por  falta  de  conducto  no  he  podido  partici- 
par a  U.  antes  mi  feliz  llegada  a  ésta,  el  11  del 
corriente.  El  Sr.  Duque  continúa  en  Sonora 
sin  que  \'0  haya  podido  dirigirme  a  Guaymas, 
ni  aun  siquiera  escribirle,  porque,  asegurándo- 
se que  salía  de  aquel  puerto  para  éste,  el  día 
15,  me  exponía  a  que  nos  cruzásemos  en  el  ca- 
mino y  que  mi  carta  no  lo  encontrase  ya  en 
aquel  punto.    Por  lo  expuesto,  no  he  podido 


41) 

aún  ciKar^^armc  del  mando,  lo  que  sí  se  verih- 
cará  dentro  de  pocos  días,  pues  de  un  momen- 
U)  a  f)tro  espero  al  referid (í  Sr.  Duque. 

Antes  de  ayer  tuve  la  satisfacción  de  recibir 
la  apreciablc  de  ('.  del  1  "  y  con  ella  su  comu- 
nicación oficial  sobre  los  últimos  sucesos  déla 
Capital  de  la  Kein'iblica.  cuya  circular  igual- 
mente recibí  directamente  del  Ministerio  por 
el  mismo  extraordinario.  Hs  escandaloso  lo 
que  sucede  en  nuestra  República;  pero  es  me- 
nester confesar  que  en  esta  ocasión  el  mismo 
(iobieruíj  tiene  la  culpa  deíjue  los  infatigables 
ananjuistas,  amigos  de  todo  desorden,  estén 
constantemente  amenazando  la  tranquilidad 
pública,  por  la  generosidad  y  aún  considera- 
ción con  que  los  ha  tratado.  Me  lisonjeo  que 
lo  ocurrido  hará  conocer  al  mismo  Gobierno  la 
necesidad  de  desplegar  un  poco  de  energía  y 
de  rigor,  j)ues  si  no  fuere  así,  me  temo  se  repi- 
tan los  atentados  en  la  crisis  que  se  presenta 
con  la  elección  de  nuevo  Presidente.  Por  mi 
parte,  estaiiilo  conforme  en  un  todocon  loque 
U.  se  sirve  indicarme  en  la  carta  que  contesto, 
y  siendo  mis  opiniones  exactamente  las  mis- 
mas de  I  .,  puede  estar  seguro  de  que  camina- 
remos de  acuerdo  y  cpie  conmigo  puede  contar 
con  toda  confianza  y  seguriilad  para  con- 
tribuir al  logro  de  sus  nol)les  líeseos. 

De  oticio  se  me  dice,  con  fecha  28  del  próxi- 
mo pasado.  (|ue  se  ponían  a  mis  órdenes  la 
Compañía  de  San  Blas, el  Batallón  deCalifor- 


41 

nias  y  el  Activo  de  Sinaloa.  Si  el  Gobierno  hu- 
biese pensado  antes  en  esto,  esto  es  sin  duda 
lo  mejor  que  pudo  hacerse,  pues  cuando  el  ci- 
tado Batallón  de  Californias  salió  de  aquel 
Departamento,  todavía  tenía  alguna  fuerza; 
pero  en  la  marcha  que  tuvo  que  emprender,  ha 
sufrido  una  deserción  escandalosa,  y  actual- 
mente se  encuentra  en  Guadalajara  con  sólo 
treinta  o  cuarenta  hombres.  La  compañía  ve- 
terana 3^a  he  dicho  a  U.  en  otra  ocasión  que 
no  tiene  mucha  gente  y  que  está  en  muy  mal 
estado,  y  respecto  al  Activo  de  Sinaloa,  sólo 
diré  a  U.  que  la  mitad  de  su  fuerza  la  tenía  el 
Sr.  (General  José)  Urrea  y  la  otra  mitad  se  la 
llevó  iiltima mente  a  Guaymas  el  Sr.  Duque. 
Parece  que  actualmente  ya.  están  todos  uni- 
dos; pero  las  disenciones  locales  de  intereses 
personales  y  Ui  costumbre,  que  siempre  ha  ha- 
bido en  Sonora,  de  seducir  a  la  tropa  para  que 
se  deserte,  ha(n)  hecho  que  el  Batallón  quede  re- 
ducido a  muy  baja  fuerza  y  en  estado  deplora- 
ble, no  pudiendo  contarse  con  un  solo  oficial 
bueno.  Tales  son  los  elementos  conque  cuento 
para  pacificar  y  poner  en  estado  dedefensa  es- 
tos Departamentos. 

Quedo  de  U.,  como  siempre  3^  con  toda  con- 
sideración, su  muy  afmo.  S.  y  amigo,  q.  s. 
m.  b. 

-  Fran^'-^  Fació  (firmado). 


XuhVos  Doctos.— 1.  — 4 


•12 


XIX 


líx.Md.  Sr.  Gkneral 

I).  Mariano  Tariidíís  dk  Arrii.la<.a. 

(JIANAJIATO,  JIMO  21    1)K   1  «45. 

Mi  rcspeta))lc  jefe  y  señor  de  mi  aprecio: 

Desde  ese  f)iinto  a  esta  Capital  he  recocido 
doscientas  treinta  y  siete  mtilas  que  he  cmbar 
liado  de  orden  de  \'.  E  Al  Ueijar,  me  presenté 
con  el  Sr.  Cotnatidante  General,  le  entrejjué 
la  conuinicacinn  ile\'  K  y  le  di  parte  de  loque 
había  hecho  para  obsequiar  la  prevenciones 
que  traía. 

Vo  hubiera  com[)Ictadf)  anoche  mismo  el  nú- 
mero de  muías  <|ue  V.  B.  me  ordenó  embarca- 
ra; pero  este  Sr.  Comandante  (yeneral  no  me 
lo  permitió,  y  las  ha  |x*dido  al  Prefecto,  quien 
ha  fiad  o  sus  órdenes  para  que  se  embarguen  por 
los  comisionados;  pero  si  para  mañana  no 
completan  el  número,  yo  mismo  iré  al  cami- 
no, y  le  aseguro  a  \'.  \l.  fjue  a  m/ís  tardar  es- 
taré en  esa  el  martes  de  la  semana  entrante; 
y  suplico  a  \'.  li.di^a  aljíuna  vez  cuáles  fueron 
sus  instrucciones,  pues  uw  pareceque  al^ohan 
dudado. 

Las  muías  que  di^jo  a  V.  E.  embargué,  las 
conduce  a  ésa  mi  compañero  D.  Luis  García. 


4H 

3'  se  quedan  conmigo  un  cabo  y  cuatro  drago- 
nes; debe  recoger  en  León  por  el  Comandante 
Militar  las  que  allí  se  hayan  embargado,  pues 
así  se  lo  ordeno. 

Deseo  a  V.  E.  toda  suerte  de  felicida(de)s,  ofre- 
ciéndole el  afecto  de  su  subordinado,  que  atto. 
b.  s.  m. 

Ig^  Apezteguia  (rúbrica). 

Nada  me  quisieron  dar  para  los  arrieros,  por 
lo  que  deben  llegar  en  mal  estado  las  muías. ^ 


XX 

México,  JUNIO  25  de  1845. 
ExMO.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 

Un  amigo  de  U.,  que  no  lo  trata,  pero  que  lo 
estima  y  que  a  su  tiempo  se  le  dará  a  conocer, 
le  dirige  estas  letras  para  llamar  su  atención 
a  la  suerte  de  la  patria  y  a  la  suya,  que  está 
más  amenazada  que  lo  que  piensa. 

La  Federación  se  aproxima,  ya  sea  por  (Va- 
lentín Gómez)  Parías  o  por  Pedraza;  el  Gabi- 
nete va  arrastrado  por  la  corriente  y,  no  pu- 
diendo  retroceder,  quita  los  obstáculos.  El 
Ejército  es  el  blanco,  y  U.,  la  víctima.  Aleja- 

1  Toda  la  caria  es  de  su  puño  y  leira. 


44 

(líjs  tf)(l()S  los  hombres  de  inllujo,  sólo  I',  es 
temible  para  un  (gobierno  tenebroso,  y  sólo  U. 
es  la  esperanza  de  los  buenos.  ¡Salve  U.  su  pa- 
tria! listos  son  los  momentos,  y  son  f)recio- 
sos,  porque  son  los  únicos;  más  adelante  no 
será  posible,  y  será  I',  tratado,  cuando  menos, 
con  un  insultante  desprecio,  injusto  después 
de  tantos  laureles,  l'n  momento  decjíle  de  la 
suerte  de  las  naciones,  y  mancha  el  nombre  de 
los  •.(randeshom))res  si  vacilan  en  la  hora  déla 
salvación  de  los  intereses  de  la  patria,  l'n  mo- 
mento decidió  la  suerte  de  la  Austria,  y  sin 
Tolón,  lionaparte  no  habría  sido  el  hombre 
del  si<j;lo. 

Para  (pie  vea  V .  que  le  hablocon  fundamen- 
to, le  diré  (jue  está  dado  el  decreto  de  la  mili- 
cia cívica,  ííun(jue  con  diverso  nombre.  Los 
nombres  nada  importan.  (El  General  Anas- 
tasio) Bustaniante  llega  mañana;  va  a  ser 
nond)rad()  jete  ile  los  tres  cantones,  residiendo 
en  (Juerétaro,  donde  irá  primero  bajo  el  pre- 
texto de  mudar  temperamento.  V.  quedará 
aislado,  nulo,  después  de  que  U.  fué  el  único 
(|uc  tuvo  valor  para  tirar  al  tirano.  ¿Trabaja- 
ría r.  para  pérfidos,  para  s.insciilottcs  y  para 
santíinistas?  No,  no,  no.  El  relevo  del  Bata- 
llón de  Celaya  por  el  que  estaba  en  León,  le  ha 
sido  a  r.  desaprolíado  para  comenzar  a  darle 
golpes  cortos  que  irán  creciendo  a  medida  que 
vayan  (|uitándole  los  medios  de  obrar.  ¿Espe- 
rará r.  esto? 


45 

¿Quién  le  hace  a  U.  hoy  penitencia?  Los  se- 
ñores (Generales  Nicolás)  Bravo  y  (Gabriel)  Va- 
lencia ni  se  mezclan  ni  se  mezclarán  en  nada; 
el  señor  Herrera  es  víctima  de  Pedraza,  y  de- 
be salvarse;  el  Gabinete  no  tiene  opinión  ni 
poder.  Si  el  Ejército  no  obra,  los  cívicos  se  le- 
vantan; se  protege  la  deserción,  se  anonada, 
y  esto  se  pierde,  y  U.  obscurece  sus  glorias. 

Salve  U.  su  patria,  eleve  U.  su  nombre  a  la 
altura  que  lo  merece:  la  ocasión  es  la  única; 
las  Bases  (Orgánicas),  el  estandarte;  el  triun- 
fo, el  premio.  No  será  ésta  la  última,  si  como 
lo  espero  dedica  su  atención  a  mis  letras,  y  sa- 
bré si  está  de  acuerdo  cuando  vea  que  comien- 
za a  escribir  a  los  hombres  de  su  confianza, 
entre  los  que  tal  vez  me  encontrará. 

Su  amigo  (rúbrica). 


XXI 

Colegio  Nacional 
de  Minería 

ExiMo.  Sr.  General  en  Jefe  de  la  3^^  Di- 
visión, General  de  División  D.  Mariano  Pa- 
redes Y  Arrillaga. 

Hacienda  del  Cubo,  junio  28  de  1845. 

Muy  señor  mío,  digno  de  mi  mayorrespeto: 
La  segunda  carta  que  escribió  ü.  por  con- 


(liifto  rio  su  cíltván.  el  Capitán  D.  Santia^^o 
Moreno,  es  la  que  ha  llegado  a  mi  poder;  y 
siento  (jue  el  estado  de  mi  fatiga  no  me  permi- 
ta contestar  a  1'.  de  mi  [)uño,  que  era  tan  dc- 
l)i(lo  hacerlo. 

( )cho  días  ha  que  meatacódeimprovisouna 
furiosa  pulmonía  en  esta  hacienda,  tantlcsha- 
hilitada,  (^ue  no  había  ni  carbón.  Las  gentes 
de  San  I'elipe  comenzaron  a  saber  mi  mal  y  a 
venir tra vendóme  (a)  un  médico  y  un  barbero 
con  un  ijcdazo  de  navaja:  éstos  hicieron  las 
primeras  operaciones,  que  quizá  fueron  las  sal- 
vadoras  por  haber  sido  las  primeras.  Se  escri- 
bió a  San  Luis,  y  vino  mi  hijo  con  uno  de  los 
mejores  médicos  de  esa  ciudad.  Como  ya  está- 
bil habilitado  de  botiquín,  la  curación  se  fué 
entablando,  y  creo  que  a  costa  de  mucha  san- 
gre, estoy  fuera  de  todo  riesgo,  y  tanto,  que 
si  me  fuese  posible,  dentro  de  dos  o  tres  días 
me  pondré  en  camino  en  una  parihuela  para 
lí\  jaral,  acercándome  a  San  Luis,  donde  será 
más  fácil  la  convalecencia. 

(Jue  r.  se  interese  tan  vivamente  porque  se 
conserve  este  cadáver  político,  es  un  favor  que 
jamás  olvidaré,  porque  la  patria  njula  bueno 
puede  esperar  ya  de  mí,  por  la  ruina  casi  si- 
multánea de  mis  potencias  físicas  y  facultades 
morales.  \í\  sentimiento  generoso  cjue  V.  me 
ha  explicado,  es  de  aquellos  que  revelan  el  ca- 
rácter (Ir  Mil  hombre. 


Mi  gratitud  es  la  que  ofrece  a  U.  su  atto.  S., 
q.  s.  m.  b. 

José  María  Torne!  (rúbrica  ). 


xxir 

Exmo.Sk. General D.  Mariano  Paredes. 
San  Luis  Potosí. 
Guanajuato,  JULIO  7  DE  1845. 

Mi  querido  amigo: 

Yo  supe  con  anticipación  el  motín  que  hubo 
en  México  el  7  del  raes  próximo  pasado;^  pero 
fjareciéndome  inverosímil,  no  se  lo  dije  a  U. 
Ahora  recibo  una  carta  de  sujeto  inteligente, 
y  la  voy^  a  insertar  a  la  letra,  para  que  for- 
me U.  juicio  de  su  contenido  y  me  diga  lo  que 
juzga,  si  la  cosa  da  lugar.    Dice  así: 

"El  Gobierno  quiere  pronunciarse  por  la  Fe- 
deración; el  sábado  29  del  pasado,  debió  pro- 
punciarse  el  Ayuntamiento  con  el  pueblo,  di- 
rigir su  acta  al  Presidente  para  que  en  seguida 
secundase  el  Gobierno;  pero  no  faltó  quien 
desbaratase  el  plan. — El  lunes  se  debe  hacer  en 
el  Congreso  una  proposición  firmada  por  sie- 
te Diputados  pidiendo  el  sistema  federal:  esto 
es  de  acuerdo  con  los  principales  del  Gobierno, 

l   \"éanse  las  piezas  XIII  y  XIV. 


4'< 


f|iK*  flan  cuenta  con  íjuc  Rustamante  tome  el 
mando  de  las  tropas,  para  de  este  modo  hala- 
garlas Se  ha  pensado  marche  a  San  Luis  a  to- 
mar el  mando  de  la  División  de  Paredes;  es- 
to se  h  i  suspendido  por  estfjs  días,  porque 
han  temido  cjuc  Paredes  no  lo  quiera  entregar, 
y  se  están  toinrindo  otras  medidas  para  qui- 
tar el  estorbo  (K-  Paredes,  y  tendremos  esta 
desgracia  si  dicho  Paredes  no  toma  las  pre- 
cnui'ioncs  necesarias,  y  es  probable  corra  I', 
igual  suerte. — Kl  motín  (Kd  ílía  7  no  tuvo  otro 
objeto  masque  con  este  motivo  pudiese  desha- 
cerse de  todos  aquellos  hombres  (pie  pueden 
contrariare)  sistema  federal,  en  términos  que 
hasta  la  orden  de  destierro  jjara  los  Generales 
\'alencia  y  Bravo  sellegóa  pí^ner, y  aunqueco- 
molasde  otrostTcnerales.le  fírobi  lad  del  Ejéc- 
cito  deben  recibir  de  la  noche  a  la  mañana  un 
golpe  horroroso,  como  mucho  cuidado  con 
los  alimentos,  etc.,  etc.  (sic;. — Hl  Gobierno  de 
mil  maneras  ha  infringido  las  Bases  Orgáni- 
cas, l'n  plan  proclamado  por  l's.  sería  secun 
dado  por  toílos  los  puntos  donde  haya  siquie- 
ra nn  soldado,  jiroclamando  la  conservación 
de  las  Bases  Orgánicas,  declarando  traidoríes) 
al  (iobierno  y  las  Cámaras  por  no  haber  lle- 
vado la  guerra  a  Texas  y  por  los  tratados  se- 
iretos  (pie  ha  tenido  con  el  (lobierno  de  a(piel 
Departamento  y,  al  mismo  tiempo,  con  el  en- 
viado inglés.— I{n  tin.  amigo,  totlo  el  mundo 
está  desesperado  por  la  mala  c<inducta  déoste 


Gobierno  y  los  funestos  resultados  que  por  es- 
to se  esperan  de  los  Estados  Unidos  }'■  de  In- 
glaterra.— De  todo  se  libra  la  Nación  si  con 
tiempo  se  alza  una  voz  militar,  que  todos  se- 
cundarán; ni  el  Sr.  Bravo  ni  el  Sr.  Valencia 
quieren  la  Presidencia,  pero  sí  desean  que  en- 
tre a  ella  el  Sr.  Paredes,  porque  así  podrán 
sujetarse  estos  malvados. — En  la  presente  se- 
mana están  trabajando  para  vercómola  guar- 
nición levanta  sus  actas  pidiendo  la  Federa- 
ción, 3' el  sastre  (Lucas)  Balderas  con  Pedraza 
han  de  hacer  se  agolpe  el  pueblo  a  la  plaza  pa- 
ra apoyar  lo  que  pida  la  guarnición." 

Por  otros  conductos  sé  que  en  México  están 
todos  los  más  días  con  acuartelamientos  y 
bullicio  d& artillería. 

La  inserción  que  he  hecho  a  U.  es  de  hombre 
de  conocimiento  en  hombres  y  cosas,  y  si  ha 
expresado  tan  mal  sus  conceptos,  entiendo  que 
será  para  no  ser  conocido  en  caso  que  a  él  no 
le  convenga. 

Ya  sabe  U  que.  aunque  soy  católico,  seré  el 
primer  hereje  si  me  predican  la  religión  con 
pronunciamientos;  pero  expondré  mi  pellejo 
en  contrariara  los  cpie  se  opongan  a  las  Bases 
cjue  nos  rigen  y  las  que  abren  la  puertíi  pa- 
ra que  se  reforme  todo  lo  que  la  experiencia  nos 
haga  conocer  que  no  conviene.  ¿Qué  más  que- 
rrán esos  condenados?  Federación  y  anarquía 
es  lo  mismo,  en  mi  concepto,  \^  juzgo  que  lo 
será  en  el  de  U. 


No  deje  r.  (le  decirme  cuanto  sepa  y  piense 
de  la  cosa  pública,  ni  de  aconsejarme  lo  quede- 
ba  yo  hacer,  porque  yo  entiendo  que  S03' razo- 
nable ejecutor,  pero  nial  pensador. 

Adiós;  hasta  otn»  día. 

Tcn/ilo  h'omcro  (rúbrica).' 


X  X I II 

EXMO.  Sk.  (jKNKK.M. 

I).    .\1.\KI.\N()   PaKHDKS  y  AKKILLAr,.\. 

.Mixico,  HLio  9  DE  184-5. 

.Mi  muy  a  preciable  amigo: 

Oportunamente  ha  sido  en  mi  poder  la  favo- 
recida de  r.  de  'J  del  actual,  y  contestando  a 
ella  debo  decirle  tpie  ya  en  mi  anterior  le  ma- 
nifesté los  motivos  (pie  me  habían  impedido 
escribirle,  sin  eml)argo  de  que  yo  también  co- 
nozco la  necesiilad  que  hay  de  nuestras  fre- 
cuentes comunicaciones. 

La  paz  se  conserva  inalterable  en  tt)da  la 
República,  a  excepción  de  la  Capital  de  Ta- 
basco,  y  se  han  tomado  y  seguirán  tomando 
las  más  eficaces  medidas  para  contener  las  in- 
tentonas de  los  revolucionarios,  quienes  si  por 
una  parte  han  podido  ser  alentados  con   la 

1    I'.kI;»  i.»  c.irt.»  r-  «li-  su  puA»  \  letra 


conducta  de  los  jueces  del  General  Rangel.  por 
otra  han  debido  conocer  que  ésta  ha  sido  ge- 
neralmente desaprobada  y  que  el  Gobierno  es- 
tá resuelto  a  impedir  la  repetición  de  un  abuso 
tan  escandaloso. 

Quedo  impuesto  de  cuanto  me  dice  U.  con 
respecto  al  General  Tornel,  cuya  grave  enfer- 
medad supe  con  bastante  sentimiento. 

Nada  tengo  que  recomendar  a  U.  respecto  de 
la  vigilancia  que  se  debe  tener  con  los  trastor- 
nadores  del  orden  público,  y  ojalá  pudiera  U. 
estar  en  esta  capital;  pero  su  presencia  al 
frente  de  ese  cantón  es  importantísima,  y  la 
posición  que  ha  tomado,  la  más  conveniente 
por  el  peligro  en  que  estamos  de  un  rompi- 
miento con  nuestros  vecinos  del  Norte. 

Sin  tiempo  para  más,  concluyo  deseando  a 
U.  todas  felicidades  y  repitiéndome  su  inva- 
riable amigo,  que  lo  aprecia  y  b.  s.  m. 

Luis  G.  Cuevas  (rúbrica). 

Con  la  presencia  de  U.  quedaría  en  ésta  ase- 
gurado el  orden  público;  pero  sabiéndose  que 
las  fuerzas  de  los  Estados  Unidos  pueden  ha- 
ber pasado  ya  el  Sabinas,  no  sería  honroso  ni 
para  U.  ni  para  nosotros  que  le  llamásemos 
en  obsequio  de  nuestra  propia  seguridad.  Aquí 
pasaremos  la  crisis  actual,  que  a  la  verdad  no 
puede  tener  otra  trascendencia  que  un  ataque 
brusco  contra  el  Gobierno;  y  U.,  en  ésa,  será 


a  un  tiempo  el  apovo  de  éste  y  de  toda  la  frí)ii- 
tcra  del  Norte. 

(Kúbriea.)' 


XXI\' 

Correspondencia  particular 

del  Ministro  de  Estado 

y  del  Despacho  de  Justicia 

e  Instrucción  Pública 

I'ALACK»    N  A»"I<  >N.\  i.    1»I      Mi  \Un,    III  Id   !)  DI-: 

1845. 

HXMO.     SiC.     I)       .\l.\KI.\Nn     l'.VRKDHS    V     AkKI- 

i.i..\(;a. 

Muy  estimado  amií^o  amigo  ("íic): 
( irande  eólera  habrá  I*  heeho  al  ver,  no  só- 
lo confirmada,  sino  aun  minorada,  la  senten- 
cia del  consejo  de  guerra  de  Kangel  por  la  cor- 
te marcial;  pero  a  la  vez  recibiría  V.  el  dis- 
curso del  Sr.  Presidente  al  abrir  las  sesiones, 
y  estola  cnlmaría,  al  leerconsignada  en  un  do- 
cumento tan  importante,  la  solemne  desapro- 
b  ición  de  hecho  tan  escandaloso.  Asimismo, 
debe   servir   a  I",  de  lenitivo   que  el   Gobierno 

1  La  pot  Jat.i  es  de  su  pi  ño  \  IctrA. 

'.'  El  i-onscjo  soiucncio  n  Raiit;cl  a  Jtcx  Nftos  de  prislon  y  pi^rdi- 
i\i\  ili-  cmplcí':  piTo  la  t  nric  rrilujo  Ih  pena  sólo  «  prUlón 


53 

acordó  y  el  Ministro  de  la  Guerra  llevó  ya  a 
efecto  la  acusación  de  la  sala  del  tribunal  que 
cometió  tamaña  falta.  En  el  Senado  está  ya 
formalizada  la  acusación,  y  esperamos  con 
fundamentóla  reparación  conveniente.  El  Co- 
mandante General  -obró  conforme  a  la  Orde- 
nanza en  el  nombramiento  de  los  vocales  del 
consejo,  pues  eran  los  llamados  conforme  a  ella. 

Amigo  mío,  en  éste  como  en  todos  los  nego- 
cios vitales  de  la  época,  parece  que  la  Provi- 
dencia exige  a  nuestros  enemigos  para  que 
obren  de  modo  que  cuando  creen  que  van  a 
dar  el  mejor  golpe  a  la  administración,  se  vuel- 
ve contra  ellos.  No  sólo  U.  ha  visto  con  indig- 
nación su  conducta  en  el  negocio  de  que  ha- 
blamos, sino  que  la  prensa  se  ha  explicado  de 
un  modo  fuertísimo,  y  todas  las  clases  se  han 
indignado  hasta  el  extremo;  por  último,  éste 
es  un  nuevo  triunfo  a  la  justicia  de  nuestra 
conducta  y  sanos  principios,  el  cual  robuste- 
cerá más  la  moral  pública,  que  tan  infamemen- 
te fué  vilipendiada. 

La  conducta  que  ha  observado  U.  con  el  Sr. 
Tornel  es  digna  de  U.  y  lo  honrará  siempre;  yo 
por  ella  me  envanezco  de  llamarme  su  amigo, 
y  desde  luego  le  agradezco  muy  mucho  que 
con  acciones  de  esta  naturaleza  pruebe  que  hay 
en  nuestra  patria  hombres  de  alma  sublime,  y 
confunda  a  sus  injustos  enemigos.  El  Gobierno, 
por  conducto  del  Sr,  Ministro  de  la  Guerra, 
acordó,  antes  de  saber  por  U.  la  desgracia  del 


.'.4 

Sr.  Toriicl,  sino  por  <jtro  conducto  anterior, 
que  suspeníliese  su  marcha  en  no  sé  qué  para- 
je hasta  su  comjileto  restal)lecimientí).  lo  cual 
jjroljará  (a)  I',  la utiilormidad  fie  sentimientos 
que  nos  unen. 

Ya  se  acordó  el  que  se  diera  al  Sr.  I'arres  la 
comisi(>n  de  visitar  las  oficinas  íle  Hacienda 
de  ese  Departamento  y  el  de  Guanajuato,  lo 
c|ue  me  fué  muy  satisfactorio,  aur-que  siento 
no  poder  verlo  tan  pronto  comí)  creía,  en  esta 
capital.  Mucho  debe  esperarse  de  la  honra- 
dez y  conocimientos  de  este  señor  en  el  desem- 
peño de  su  encardo,  y  I',  en  lo  sucesivo  tendrá 
menores  apuros.  No  así  nosotros,  pues  se  nos 
multiplican;  pero  estando  en  el  burro,  fuerza 
es  sufrirlo,  hasta  el  momento  deseado  en  que, 
volviendo  a  la  vida  privada,  pueda  ofrecerme 
fie  nuevo  de  ''.  invariable  amif^o  y  constante 
S.,  q.  b.  s.  m. 

M.  Ixivu  Palacio  (rúbrica). 

Los  revoltosos  no  cesan,  auncjue  sin  éxito. 
Tenga  V.  también  cuidado.  ¡Cuí'uito  deseára- 
mos no  estar  en  la  crisis  de  lo  de  Texas  y  los 
Estados  Unidos,  para  {|uc  I",  se  viniera!' 


1   Tüii;»  ; .i>   -.. 


XXV 

ExMO.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes  y 
Akrillaga. 

México,  JULIO  10  de  1845. 

Estimadísimo  amigo: 

Escribí  a  U.  anoche,^  y  al  Sr.  Parres;  y  aho- 
ra aprovecho  un  extraordinario  que  sale  para 
Monterrey,  para  decirle  que  contestaré  su 
carta  que  he  recibido  por  el  correo  de  hoy  y 
que  aprecio  infinito  por  su  importante  conte- 
nido. Diré  a  U.,  a  reserva  de  ser  más  extenso 
por  el  correo  próximo,  que  nada  nos  agrada- 
ría ni  nos  convendría  tanto  como  la  vuelta  de 
U.  con  su  decidida  y  valiente  División;  pero 
que  en  estos  momentos,  en  que  se  amenaza 
nuestra  frontera,  no  podríamos  justificar  este 
paso;  que  por  más  que  se  diga,  no  hay  más 
que  pocos  e  insignificantes  revoltosos,  que  no 
debemos  temer,  y  que  el  Gobierno  está  resuel- 
to a  no  variar  de  sistema  ni  de  conducta, 
cualquiera  que  sea  la  grita  de  los  desconten- 
tos, unión,  paz,  orden  y  cuantas  reformas  se 
quieran,  pero  por  las  vías  legales:  nada  de  des- 
potismo, nada  de  demagogia. 

Las  revelaciones  tienen   algo  de  exacto  y 

l  Véase  la  pieza  XXIII. 


niiulio  (le  cxíigerado.    CréiAo  V.  sin  dudarlo 
un  nuMiiento. 

Sale  el  extraordinario.    Adiós,  3*  S03',  como 
siempre,  su  mu\adietoe  invariable  amigo,  que 

lo  estima  y  h.  s    m. 

L.  Cucviis  (rúbrica).' 


XXVI 

HxMo.  Sk.  (íi;nkr.\i, 

I>.  Makiano  r.\i<Hi)i:s  V  Arkillaga. 

MoNTKKKKV.   [11  Kt   13  DE  184-5. 

Mi  querido  compañeríí  \'  tino  amigo: 
Con  la  satisfacción  más  cumplida  recibí 
la  grata  del.  ficha  o  del  corriente,  porqueella 
me  lia  impuesto  de  su  feliz  llegada  a  esa  ciu- 
dad, donde  ya  se  encuentra  la  División  de 
su  mando  en  aptitud  de  moverse  para  dondela 
llamen  las  exigencias  de  la  patria. 

En  esta  frontera  se  goza  tranquilidad,  y  só- 
lo aguardamos  el  resultad»)  de  la  agregación 
de  Texas  a  los  Estados  Tnidos  y  que  esta  i'dti- 
ma  Kcpiiblica  comience  a  desarrollar  sus  pla- 
nes de  avanzar  tropas  hasta  la  línea  del  Río 
Hravo.  para  lanzarnos  sobre  tan  pérfidos  y 
cobardes  tnemigos,  a  pesar  de  hallarnos  hun- 

1    l'fdií  la  o.u  ui  is  de  -u  pufto  y  Itir;». 


didos  en  la  miseria  más  espantosa,  porque  en 
mucho  tiempo  no  se  nos  han  mandado  cauda- 
les con  que  subsistir. 

Por  un  decreto  que  habrá  U.  visto  impreso, 
ha  suspendido  el  llamado  Presidente  de  Texas 
las  hostilidades  con  México,  y  aun  los  Esta- 
dos Unidos  han  dado  contra-orden  para  que 
sus  tropas  ya  no  pasen  el  Sabina  (s) ,  según  esta- 
ba mandado;  mas  a  pesar  de  esto,  entiendo 
que  se  consuma  la  agregación  y  que  pronto  nos 
hallaremos  al  frente  de  los  enemigos  exterio- 
res. 

Ruego  a  U.  que,  tanto  por  nuestra  amistad 
como  por  los  intereses  de  la  patria,  sean  muy 
frecuentes  nuestras  relaciones,  comunicándo- 
nos francamente  todos  los  pormenores  rela- 
tivos a  la  felicidad  de  la  República;  pues  hoy 
más  que  nunca  debemos  estar  alerta,  porque 
estamos  amenazados  de  una  guerra  nacional, 
a  la  vez  que  la  facción  descamisada  se  ocupa 
de  minar  al  Gobierno  3^  al  Ejército. 

Tengo  el  gusto  de  repetirme  de  U.  afmo. 
amigo  y  compañero,  que  mucho  lo  aprecia  y 
b.  s.  m. 

Mar.''  Arista  (rúbrica). 


Nuevos  Doctos.— I.— 5. 


5« 


XXVII 

Ex.M(j.  Sk.  Genkral 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Monterrey,  JULIO  16  de  1845. 

Mi  querido  compañero  3'  fino  ami^^o: 

Por  la  comunicacinn  adjunta,'  advertirá  I', 
que  se  acerca  el  peligro  en  esta  frcjntera,  cuan- 
do las  tropas  de  mi  mando  no  cuentan  ni  con  el 
preciso  rancho;  mas  no  obstante,  yo  cubriré 
el  honor  de  las  armas  nacionales,  con  muclujs 
o  pocos,  hambrientos  y  desnudos,  porque  no 
ha  de  ser  burlada  la  Kepúl)lica  mientras  yo 
exista. 

Ya  veril  V .  cuál  es  mi  opinión  particular 
sobre  lo  conveniente  que  es,  en  mi  juicio,  el  que 
avance  una  briscada  hasta  el  Saltillo  para 
que  cubra  el  Departamento  de  Coahuila y  que- 
de yo  expedito  con  el  corto  resto  de  las  ham- 
brientas y  desnudas  tropas  que  me  obedecen, 
l)ara  lanzarme  sobre  el  enemigo. 

N(j  se  cuáles  podrán  ser  las  instrucciones  que 
tenga  I',  sobre  el  particular;  y.  por  lt>  mismo, 
entiendo  que  obrará  U.  del  modo  que  le  parez- 
ca más  conveniente  en  estas  circunstancias. 

Tengo  el  gusto  de  repetirme  de  V .  su  afmo. 

1   \\iisc  la  picía  sijtulcnic- 


59 


compañero  y  amigo,  que  lo  aprecia  mucho  y 
b.  s.  m. 

Mary   Arista  (rúbrica). 


XXVIII 


4a.  División  Militar 
General  en  Jefe 


Exmo.  Sr.: 

Hoy  digo  al  Exmo.  Sr.  Ministro  de  la  Gue- 
rra y  Marina  lo  que  sigue: 

"Exmo  Sr.: 

"Con  fecha  12  del  corriente  me  comunica 
desde  Matamoros  el  Sr.  General  D.  Mariano 
García  la  noticia,  que  por  primera  vez  recibo, 
de  que  ha  sido  ya  ejecutada  la  agregación  de 
Texas  a  los  Estados  Unidos,  añadiendo  que 
en  Corpus  Christi  se  enarboló  el  pabellón  ame- 
ricano. Este  parte  fué  dado  por  un  empleado 
que  regresó  de  aquel  rumbo,  según  expresa  el 
mismo  Sr.  General. 

"Aunque  hasta  hoy  no  encuentro  fundamen- 
tos tales,  que  le  den  un  carácter  de  seguridad 
absoluta  al  hecho  que  se  menciona,  recordará 
V.  E.  que  en  todas  mis  comunicaciones  relati- 
vas le  he  demostrado  mi  opinión,  referente  a 
que  siempre  he  tenido  y  tengo  por  seguro  ese 
propio  resultado.  Por  consiguiente,  he  clama- 


do,  casi  en  todos  los  correos,  a  ese  Ministerio 
para  tjue  se  me  aumente  la  fuerza  de  esta  Di- 
visión, que  es  bien  reducida  y  cubre  una  línea 
de  más  de  ciento  cuarenta  leguas,  agregándo- 
se hoy  la  vasta  extensión  de  costa,  que  se  pro- 
longa desde  Matamoros  hasta  Tampico.  Tam- 
poco he  cesado  de  patentizar  a  V.  E.  que  las 
tropas  de,  mi  mando  se  hallan  careciendo  de 
recursosconíjuesubsistir,  de  vestuario  y  otros 
diversos  elementos  precisos  para  la  guerra, 
sin  los  que  difícilmente  podrán  adquirirse  re- 
sultados tan  gloriosos  como  los  que  exige  el 
honor  de  las  armas  nacionales,  sobre  ese  ene- 
migo despreciable,  en  verdad,  pero  que,  cuan- 
flo  avance  sobre  nuestra  línea,  traerá  abun- 
dantes provisiones  de  boca  y  guerra,  con  la 
seguridad  de  que  cuanto  le  falte  lo  recibirá 
prontamente,  y  más,  cuando  nosotros  todo 
tenemos  que  aguardarlo  de  la  Capital  de  la 
Kepúblicíi,de  donde  ni  aun  siquiera  he  podido 
lograr  venga  el  caudal  preciso  para  el  alimen- 
to del  soldado. 

"Las  razones  expuestas  me  han  estimulado 
a  salvar  repetidas  veces  mi  responsabilidad, 
de  la  (|ue  me  considero  enteramente  libre,  por- 
cpic  en  ticmix)  oportuno  he  tenido  la  honra  de 
consultar  a  \'.  lü.  todas  las  exigencias  de  que 
se  trata,  dirigicndí^le  por  el  correo  ordinario 
y  aftn  por  extraordinario  mis  pedidos  del  va- 
lor de  los  presupuestos  económicos  ile  mis  su- 
bordinados, para  (juíoiks  no  tengo  ni  un  solo 


fil 

real  disponible  para  sus  precisos  ranchos,  ni 
la  necesaria  fuerza  para  cubrir  la  extensa  línea 
del  Río  Bravo  del  Norte,  alistar  la  movilidad 
y  preparar  otras  probabilidades  de  buen  éxito 
al  abrir  la  campaña. 

"No  por  eso  debe  entenderse  que  me  arredra 
la  proximidad  del  peligro;  pues  si  bien  por  el 
estado  que  guardan  estas  tropas,  conozco  que 
el  enemigo  tiene  mayores  elementos  y  puede 
con  oportunidad  recibir  los  más  que  necesite, 
estoy  firmemente  persuadido  de  que  los  solda- 
dos mexicanos  son  superiores  en  valor  y  sufri- 
miento, así  como  también  que  los  que  hoy  me 
obedecen,  están  acostumbrados  a  vencer  a  la 
raza  americana,  en  todos  cuantos  combates 
han  tenido  con  ella. 

"Hasta  aquí  he  tratado  lo  relativo  a  aque- 
llos obstáculos  que  pudieran  comprometer  mi 
responsabilidad,  porque  no  estando  en  mi  ma- 
no vencerlos,  es  claro  que  jamás  gravitarán 
sobre  mí,  menos  cuando  diversas  ocasiones  he 
anticipado  a  V.  E.  exactas  demostraciones 
que  en  todo  tiempo  me  cubrirán.  Por  lo  de- 
más, puede  V.  E.  estar  seguro  de  que  sabré 
cumplir  lo  que  tantas  veces  le  tengo  anuncia- 
do, y  se  reduce  a  que  con  mucha  o  poca  fuer- 
za, y  cualquiera  que  sea  la  probabilidad  que 
haya  en  nuestra  contra,  he  de  llenar  mi  deber, 
combatiendo  hasta  el  último  extremo  en  favor 
de  la  más  justa  de  las  causas,  que  es  la  que 
hoy  defiende  la  República.   También   me  ani- 


ma  el  presentimiento rlcq "je  triunfaremos,  por- 
(]ue  haliiendo  rlecisión  y  val<jr  en  lastr(jpas,  y 
en  mí  ardiente  deseo  de  corresponder  a  la  con- 
fianza de  la  patria  del  modo  más  entusiasta, 
no  quedíi  otra  cosa  que  desear  sino  (jue  lle^íue 
el  enemigo  cuanto  antes  y  f|ue,  disparando  el 
primer  tiro,  se  abra  una  campaña  que  va  a 
decidir  nuestra  existencia  social.  Como  en  la 
^juerra  no  debe  tener  uno  ciega  confíanza.  y 
menosdcspreciardel  todo  a  los  contrarios  por 
insignificantes  c|ue  sean,  entiendo  que  ningu- 
na precaución  está  por  demás;  y,  por  lo  mis- 
mo, mi  vigilancia  diariamente  se  redobla. 

"Esta  notíi  la  traslado  hoymismoal  Exmo. 
Sr.  General  I).  .Mariano  Paredes  Arrillaga, 
dándole  mi  opinión  particular  de  (pie  sería 
muy  conveniente  avanzaralguna  brigada  has- 
ta el  Saltillo,  pues  de  un  momento  a  otro  ten- 
dré llamada  la  atención  en  el  Presidio  de  Río 
Grande  y  en  .Matamoros,  entre  cuyas  partes 
media  una  distancia  do  más  de  ciento  veinte 
leguas. 

"Dígnese  \  .  E.  dar  cuenta  con  esta  nota  al 
Exmo.  Sr.  Presidente  interino,  recabando  de 
S.  E.  que  se  me  remitan  fuerzas,  recursos,  to- 
dos  los  demás  objetos  (jue  tengo  pedidos  y, 
además,  las  órdenes  e  instrucciones  que  crea 
conveniente  dirigirme  en  este  asunto,  que  es  el 
de  niavor  gravedad  ipic  h<>v  tiene  la  Kepú 
blica."' 

Tengo  el  honor  i\i.'  trasladarlo  a  \'.    E    para 


su  conocimiento,  manifestándole  que  no  me 
sorprenden  estas  noticias,  porque  siempre  he 
estado  en  la  creencia  de  que  es  segura  la  agre- 
gación de  Texas  a  los  Estados  Unidos,  a  con- 
secuencia de  lo  cual  es  inevitable  la  guerra, 
aunque  justa  y  nacional,  por  lo  que  exige  de 
nosotros  los  sacrificios  más  grandes  para  sal- 
var el  honor  de  nuestra  patria. 

En  tal  situación,  he  opinado  tínicamente, 
según  advertirá  Y.  E.  de  la  preinserta  nota, 
que  una  brigada  de  la  División  que  V.  E.  man- 
da, avance  al  Saltillo,  para  que  con  ese  auxi- 
lio quede  reforzado  el  Departamento  de  Coa- 
huila  y  pueda  yo  circunscribir  mis  operaciones 
a  menos  extensión  de  terreno. 

Reproduzco  a  V.  E.  las  seguridades  de  mi 
aprecio. 

Dios  y  Libertad. 

Cuartel  General  en  Monterrey,  julio 
16  de  1845. 

Mar.'  Arista  (rúbrica). 

ExMO.  Sr.  General  de  División 

D.  Mariano  Paredes  Arrillaga. 


<;4 


XXIX 

HXMO.    SK".  (iHNHK.M,  I)      MaKIWO    PaííKDKS. 

Mkxico.    hlkj  19  Díí  1845. 

;Cóino  hri  porlirlo  I',  imaj^inar.  queridísimo 
amii^o,  que  el  (Gobierno  fuera  capaz  de  condu- 
cirse con  inconsecuencia  con  I'.?  ¿Niqué  razón 
puede  haber  para  que  crea  que  quiere  desa- 
(hu)ciarlo  cuando  sabe  muy  bien  que  estamos 
satisfechos  de  su  conducta  en  todos  sentidos? 
Desprecie  T.  cnanto  se  dice  por  h^s  amigos  de 
la  discordia  y  del  desorden,  y  persuádase 
de  (|ue  no  somos  capaces  de  nada  c|ue  sea  in- 
diíjfno  de  caballeros  y  hondjres  de  bien 

Hl  Sr.  Bustaniante,  a  quien  cierta  mente  a prc-- 
c¡(í  mucho,  se  halla  aquí  muy  decidido  por  el 
(Gobierno  y  muy  ílisj)uesto  a  servir  sin  preten 
siónde  niutíuna  clase  en  cuanto  se  le  crea  útil. 
Puede  U.  creer  (jue  no  ti,íne  la  menor  preven- 
ción coritra  su  persona  y  que  está  penetrado 
del  servicio  que  prestó  a  la  Nación  en  la  última 
crisis  pcílítica  '  FA  (lobierno  se  aprovechará  de 
sus  servicios,  hoy  que  son  necesarios  todos  los 
de  los  buetios  mexicanos;  pero  nunca  ofenderá 

1  Se  ictii.-r(.'  a  la  rcvuluciOn  Iniciada  por  r.<iredcs  el  '.'  de  di- 
i-icmbrc  de  IH44  y  que  dio  pur  rcsult.ido  la  caida  del  General  San- 
iH  .\nna. 


G5 

a  U.  ni  dejará  de  considerarlo  en  la  posición 
en  que  está  colocado  por  su  clase  militar  y, 
más  que  por  ésta,  por  sus  conocimientos  j  su 
buen  nombre  en  el  Ejército. 

Verá  U.  el  estado,  por  los  periódicos  que  se 
le  acompañan,  que  guardan  los  negocios  de 
Texas.  Lea  U.  mi  comunicación  a  las  Cáma- 
ras, y  dígame  con  franqueza  el  juicio  que  for- 
me sobre  ella.  El  Gobierno  está  libre  hoy  de 
todo  cargo  y  toda  responsabilidad,  y  no  se  di- 
rá nunca  que  somos  responsables  de  los  males 
de  la  guerra. 

Sabemos,  y  con  mucha  satisfacción,  que  el 
día  de  Santa  Ana  tendrá  U.  un  convite  que 
le  da  esa  oficialidad.  Merece  U.  este  obsequio, 
que  manifiesta  la  estimación  que  hace  de  su 
jefe;  \^  mi  compañero  el  Sr.  Riva  (Palacio)  y 
yo  le  felicitamos  mu3'  cordialmente  (por)  ese 
día. 

Nos  han  parecido  muy  bien  todas  las  consi- 
deraciones que  ha  gtiardado  U.  al  Sr.  Tornel, 
y  yo  he  sentido  mucho  el  quebranto  de  su  sa- 
lud. 

Procuraré  arreglar  el  negocio  de  Sancho  co- 
mo U.  desea;  me  parece  excelente  para  el  con 
salado. 

Adiós;  \^  créanos  U.  siempre  sus  muy  since- 
ros amigos  y  muy  particularmente  al  que  se 
repite  con  el  afecto  de  siempre  3^  b.  s.  m. 

Luis  G.  Ci7evas  (rúbrica). 


).(i 


Expresiones   muy   atcctuosas  al  amigo  Sr. 
Parres.' 


XXX 

Sr.  Genhkal 

D.  Mariano  Parkdes  y  Arrillaga. 

San  Luis. 

.\Ik.\ICO,  V  JULIO  19  DE  1845. 

Mi  muy  estimado  amigo: 

Por  la  apreciable  de  U..  7  del  corriente, 
quedo  impuesto  de  la  nueva  recomendación  que 
había  hecho  al  Sr.  Cuevas  en  el  asunto  de 
nuestro  Sancho,  quien,  como  yo,  agradecerá 
a  U.  estos  amistosos  pasos. 

No  me  ha  parecido  conveniente  ver  a  dicho 
Sr.  Cuevas,  porque  están,  como  es  natural, 
ocupados  con  el  grave  asunto  de  Texas.  Des- 
de ayer  tawle  se  reunió  el  consejo  pleno,  al  cjue 
llamaron  también  a  varios  particulares  que  les 
pareció  conveniente  por  su  posición,  y  aun 
hoy  a  medio  día  no  habían  concluido,  como 
lo  anunció  el  Ministerio  a  las  Cámaras,  ofre- 
ciendo hacerlo  el  lunes,  con  todas  las  iniciati- 
vas consiguientes  al  negocio.  Lo  que  se  ha 
podido  traslucir   de   las  ideas  del  consejo,  es 

1  Toilii  la  v.-iirta  rs  Av  ^u  pi:fio  \  letra 


(17 

que  muchos  opinan  que  no  se  declare  la  gue- 
rra, sino  que  se  haga  de  hecho  para  evitar 
complicaciones;  que  se  haga  un  préstamo  que 
hacen  subir  a  doce  millones,  unos  con  hipote- 
cas del  clero,  y  otros  con  las  rentas  de  la  Na- 
ción. 

Se  ha  susurrado  también  que  iba  a  ser  nom- 
brado General  en  Jefe  Bustamante,  y  segundo 
suyo,  Almonte,  lo  que  ha  extrañado  la  gente 
por  muchas  razones.  No  he  oído  hacer  men- 
ción de  U.  ni  de  Arista,  y  acaso  será  porque 
quieran  que  sigan  de  jefes  de  las  Divisiones, 
lo  que  sería  chocante,  con  un  segundo  en  jefe, 
que  por  apreciable  que  sea  bajo  otros  títulos, 
no  se  le  considera,  bajo  el  punto  militar,  para 
compararse  con  los  que  serían  sus  subordina- 
dos. 

Repito  a  U.  que  estas  especies  no  tienen  un 
carácter  que  se  pueda  considerar  de  solidez;  pe- 
ro yo  se  las  digo  a  U.  confidencialmente,  y 
sólo  para  sí,  porque  nada  que  toque  a  U.  pue- 
de serme  indiferente;  y  bajo  este  concepto,  le 
diré  que  he  sentido  que  hace  unos  días,  y  aun- 
que con  carácter  de  reserva,  traían  all.en  bo- 
ca para  un  plan  de  Federación,  que  pretendían 
trabajado  por  el  Sr.  Tornel,  y  en  que  debía  U. 
ser  dictador  ínterin  se  reunía  un  nuevo  Con- 
greso. Esto  se  me  dijo  con  mucho  aire  de  re- 
serva. Suplico  a  U.  que  todo  le  sirva  de  go- 
bierno sólo  a  U.,  pero  sin  que  le(s)  dé  a  estas 
noticias  más  valor  que  el  que  tienen,  pues  en 


!»'< 


])r]l)lii<)  nad.'i  he  oído  Vo  no  me  atrevo  a  dar 
opinión,  ¡)()r  niuthoque  meinterese(n)  l'.y  to- 
da su  aprccialjle  familia,  porque  no  me  creo 
competente  para  el  acierto. 

La  Condesa  de  la  Cortina  me  ha  encargado 
recomendara  I"  el  más  pronto  despacho  de 
un  informe  cpie  pide  a  V .  el  Ministro  de  la 
Guerra  sobre  ratificar  lo  que  tiene  I",  certifi- 
cado acercí  de  cincuenta  y  nueve  caballosque 
dio  a  la  División  de  I'.,  y  trata  de  que  le  com- 
pensen entrando  por  su  valor  en  el  fondo  del 
26'/f.  (jue  jjor  cierto  está  hierdo  (sic  por  ver- 
to?),  pues  hoy  sólo  valen  estos  créditos  la 
cuarta  parte.    Vo  lo  recomiendo  a  U. 

De  r.  siem[)re  afmo.  S.  y  amigo,  q.  b.  s.  m. 

Donnto  Mnntcrol.'t  (rúbrica).' 


XXXI 

EXMO.    Sk.    r.I.NKKAI.    D.   .\I.\Rl.\NO  P.XRkDKS. 

San  Liis  Totüsi. 

("iiANAiiATo.  in.io  'Jl  nr  1S4-5. 

Mi  muy  estimado  amigo  y  señor: 
\eré  a  este  Sr.  Tesorero  para  el  objeto  que 
U.  me  indica  en  su  apreciable  de  IGdel  actual, 
y  en  el  siguiente  c»)rreo  avisaré  del  resultado. 

1   linl;»  1.1  i-ail:»  <•-  lU-  MI  ]'>urti'  V  Iftfa 


fiíl 

Ya  sabrá  U.  que  se  consumó  la  agregación 
de  Texas  a  los  Estados  Unidos;  no  nos  queda 
otro  recurso  más  que  hacer  la  guerra  con  las 
desventajas  que  son  notorias,  y  con  el  triste 
conocimiento  de  que  no  hay  entre  nosotros 
verdadero  patriotismo  y  espíritu  nacional. 
Dios  nos  ayude  a  los  pocos  que  con  la  mejor 
buena  fe  nos  presentemos  a  la  lid. 

No  ocurre  de  nuevo  por  aquí  qué  participar 
a  U.,  y,  por  lo  tanto,  concluyo  repitiéndome 
de  U.  muy  adicto  amigo  y  S.  S.,  q.  b.  s.  m. 

Teófilo  Romero  (rúbrica).^ 


XXXII 

EXMO.  Sr. 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

AIexico,  julio  22  de  1845. 

Mi  queridísimo  amigo: 

En  contestación  a  la  apreciable  de  U.  de  17 
de  julio,  tengo  la  satisfacción  de  decirle  que  se 
le  remiten  por  el  presente  extraordinario  cua- 
renta y  tantos  mil  pesos  y  órdenes  para  otros 
cuarenta,  como  se  impondrá  U.  por  las  comu- 
nicaciones de  Guerra  y  Hacienda.  Ya  ve  U. 
que,  atendidas  nuestras  circunstancias  y  la 

1  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


escasez  de  entradas  del  erario,  se  hace  más  de 
lo  que  se  puede  humanamente.  Descanse  U., 
pues,  en  (jue  hemos  de  hacer  ios  esfuerzos  po- 
sibles para  que  nada  falte  a  esa  l^enemérita 
[guarnic]  División,  fligna  de  todo  el  aprecio 
y  protección  del  Supremo  Gobierno. 

U.  con  ella  han  sido  hasta  ahora  un  firme 
apoyo  del  cambio  glorioso  cjue  echó  por  tierra 
la  tiranía  y  nos  restituyó  la  libertad  y  el  Ihj- 
nor;  ])ero  van  a  presentarse  a  ('.circunstan- 
cias más  halagüeñas  todavía  en  la  próxima 
campaña  de  Texas.  Por  el  Ministerio  de  Gue- 
rra se  comunican  a  l'.las  órdenes  con  venientes 
para  cjue  se  mueva  con  todas  esas  tropas  so- 
bre la  frontera  de  aquel  Departamento.  He- 
mos hecho  cuanto  se  ha  podido  honrosamen- 
te por  la  paz.  y  mi  comunicación  a  las  Cáma- 
ras, que  tengo  el  gusto  de  que  haya  sido  reci- 
bida bien  aún  por  los  mismos  enemigos  del 
Gobierno,  dará  a  U.  idea  de  todo  lo  (|ue  se  ha 
hecho  diplomáticamente.  Pero  los  Estados 
l'nidos,  cometiendo  mil  violencias  en  Texas  y 
gastando  niuchodinero,  han  obtenido  la  agre- 
gación y  provocado  con  este  hecho  una  gue- 
rra (juc  nosotros  no  podemos  ya  evitar  sino 
envileciéndonos.  Tengo  un  presentimiento  de 
(|ue  esta  vez  va  a  ser  tan  feliz  la  .Nación  como 
lo  híi  sido  por  lo  (juetoca  a  nuestras  cosas  in- 
teriores en  diciembre  del  año  p€'i>ado.  Repito 
a  r.  que,  así  sobre  recursos  ct)mo  sobre  t(xlo 
lo  demás,  no  hemos  dedescuidar  un  momento 


ni  a  U.  ni  a  esas  valientes  tropas,  que  U.  tiene 
tan  disciplinadas  y  en  tan  buen  estado  para  la 
campaña. 

Por  lo  demás,  ya  en  mis  anteriores  he  mani- 
festado a  U.,  y  mi  amigo  elSr.  Riva  (Palacio), 
los  esfuerzos  ridículos  que  se  hacen  por  los  dís- 
colos para  sembrar  la  discordia.  Por  acá  no 
se  les  hace  caso  ninguno,  y  contamos  con  que 
U.  los  verá  con  igual  desprecio.  Haremos  cuan- 
to sea  posible,  sin  embargo,  para  que  no  se 
perturbe  el  orden  interior. 

Remito  a  U.  los  diarios  en  que  están  las  úl- 
timas ocurrencias,  y  copia  de  la  circular  que 
remito  a  esos  Sres.  Gobernadores.^  Salúdeme 
U.  al  buen  amigo  Sr.  Parres,  y  sea  U.  tan  feliz 
en  todo  como  lo  desea  su  invariable  amigo  y 
S.,  q.  b.  s.  m. 

Luis  G.  Cueras  (rúbrica). 


XXXIII 

Exmo.  Sr.: 

Por  la  Secretaría  de  Hacienda  se  libran  las 
órdenes  convenientes  a  ese  Departamento  pa- 
ra que  se  presten  al  Exmo.  Sr.  General  D.  Ma- 
riano Paredes  y  Arrillaga  todos  los  auxilios 
pecuniarios  y  demás  que  pida  para  la  División 

1  VOase  la  pieza  siguiente, 


(le  su  inan(l(j,  que  marcha  hacia  Texas;  y  aun- 
que el  Hxmo.  Sr.  Presirlente  interino  tiene  la 
más  íntima  convicción  fie  (juc  dichas  órdenes 
serán  cumplidas  sin  demora  al^^una,  en  razón 
de  la  imf)ortancia  del  objeto  fjue  se  versa  v  el 
notorio  c  ilustrado  patriotismo  de  V.  E.,  ha 
creído,  no  obstante,  oportuno  que  por  mi  con- 
ducto se  ex(c)ite  el  celo  de  V.  H.  a  fin  de  que. 
teniendo  a  la  vístalas  circunstancias  actuales 
de  la  República  y  el  destino  que  lleva  dicho 
General,  dicte  V.  K.,  por  su  parte,  las  más  efi- 
caces providencias  .al  imlicado  ol)ieto. 

Dios  y  Libertad. 

México,  jilio  2.'{  di:  isió. 

Cnevus. 

Se  circuló  a  los  Srcs.  t  robcrnadores  de  Zaca- 
tecas, San  Luis  Potosí,  Jalisco  y  Guanajuato. 

(Rúbrica  de  Luis  G.  Cuevas.) 


XXXIV 


4a   División  Militar 
General  en  Jele 


Miíiistcrio  ilc  (iucrra  y  Marina. — í->cccu)n  de 
( )pcraci()ncs. 

l{.\ni()  Sr.: 

Conforme  tciiut)  a  \  .  l{.  anunciado,  el  Exmo. 


Sr.  Presidente  interino  ha  librado  sus  órdenes 
para  que  se  refuerce  la  División  del  mando  de 
V.  E.  con  las  tropas  que  deben  concurrir  a  la 
canapaña  sobre  Texas.  Al  efecto,  ha  dispuesto 
que  la  infantería  y  caballería  de  la  1^  División 
marche(n)  a  situarse  a  Matamoros  por  el  ca- 
mino de  Tula  y  Victoria,  y  que  luego  que  la  (s) 
deje  en  aquel  puerto  a  las  órdenes  de  V.  E.  el 
Sr.  General  de  Brigada  D.  Antonio  Gaona, 
contramarche  a  San  Luis  Potosí  a  incorpo- 
rarse a  la  Plana  Mayor  de  la  repetida  l'^  Di- 
visión a  que  pertenece.  El  objeto  con  que  se 
queda  en  San  Luis  el  Sr.  General  Filisola.es  el 
de  organizar  otra  División  con  los  cuerpos 
que  oportunamente  se  le  designarán. 

La  3"^  División,  al  mando  de  su  digno  Gene- 
ral en  Jefe,  el  Exmo.  Sr.  General  D.  Mariano 
Paredes  y  Arri llaga,  se  situará  en  Monterre^^ 
para  cubrir  la  retaguardia  de  V.  E  ;  y  el  Exmo. 
Sr.  Presidente  interino  manda  que  avance  V. 
E.  a  tomar  todas  las  posiciones  del  Río  Bra- 
vo, con  cu3'o  objeto  ordenará  los  movimien- 
tos que  juzgue  oportunos,  esperando  el  Su. 
premo  Gobierno  de  sus  acreditados  talentos 
militares,  que  aquéllos  serán  tan  acertados, 
que  no  dejará(n;  que  desear  a  S.  E. 

Dios  y  Libertad. 

AIexico,  julio  23  de  ISéS. 

García  Conde. 
Exmo.  Sr.  General  en  Jefe  de  la  4'-'  Divi- 
sión DEL  Ejercito  (D.  Mariano  Arista). 

XuKvos  Doctos.— 1.— 6 


71 
Es  copia.  —  M(;nterre\',  agosto  [i  de  lb4-5. 
Amonio  Cort.'ixúr  (rúbrica), 


XXXV 

Administración  General 

de  la  Renta  del  Correo 

Correspondencia  Particular 

Mlíxico.  23  i)K  iri.io  dk  1845. 

I^x.Mo.  Sk.  (tknkkal  dk  División 

I).  Makiano  I'akedks  y  Akkillac.a. 

San  Liis  ToTOSi. 

Mi  muy  querido  amigo: 

Por  las  cartas  delSr.  Tornel  he  tenido  el  pla- 
cer de  ver  la  conducta  leal  3'  generosa  con  que 
U,  lo  ha  tratado  en  su  desgracia  y  enferme- 
dad, y  no  sabe  U.  cuánto  se  lo  agradezco. 

L.i  tina  carta  de  r.  del  día  17  me  ha  sido 
muy  lisonjera,  pues  veo  la  confianza  que  le  ins. 
])iro,y  puede  T.  estar  seguro  que  sabré  corres- 
ponder a  ella  obsequiando  sus  deseos  hasta 
donde  pueda. 

Las  dos  iniciativas  (jue  verá  V .  en  el  Diario 
(Oficial)  de  ayer  no  dejan  ya  duda  de  la  guerra 
contra  los  l'st.'ubís  Tnidos,  aunque  no  faltan 


personas  intiuentes  que  opinen  porque  se  de- 
more aún,  hasta  tener  el  dinero  en  arcas  y 
aumentado  considerablemente  el  Ejército,  dan- 
do, así,  tiempo  también  para  que  Iniestra  lle- 
gue con  su  expedición  a  California,  para  don- 
de sale  la  semana  entrante. 

Por  otra  parte,  se  espera  aún  el  buque  inglés 
que  fué  a  Texas  y  debe  traer  el  resultado  de  la 
Convención,  la  que,  en  mi  concepto,  en  nada 
variará  nuestra  crítica  situación. 

Siento  decir  aU.  que  es  indudable  ya  la  elec- 
ción del  Sr.  Bustamante  para  el  mando  en 
jefe  de  dicha  expedición,  de  la  que  U.  será  el 
segundo.  Digo  que  lo  siento,  porque,  sin  li- 
sonja, ü.  sólo  me  inspira  confianza  del  éxito 
y,  además,  porque  el  General  Bustamante  está 
cascado  y  viejo.  El  General  Almonte,  si  no  es 
Ministro  de  la  Guerra,  irit  de  Cuartel  Maes- 
tre. Entiendo  que  hoy  debe  hacerse  el  nom- 
bramiento de  los  demás  jefes;  si  así  fuere,  con 
el  extraordinario  se  lo  participaré  aU.  No  du- 
do que  se  conseguirá  dinero  con  más  o  menos 
sacrificios,  excepto  si  se  atrevieran  a  hipote- 
car los  bienes  eclesiásticos  o  Californias,  lo 
que  U.  conocerá  tiene  sus  graves  inconvenien- 
tes. 

El  Ministerio  ha  bambolcíido  en  estos  días 
por  la  severidad  con  que  se  le  trató  en  el  con- 
sejo pleno,  principalmente  por  los  Sres.  Genera- 
les Valencia  y  Almonte;  mas  esto  pasó,  y  se 
conservará  hasta   que   se  sepa  oficialmente  la 


elección  de  Presidente.  De  esta  declaración  se 
hace  ílepender  todo,  y  es  indudable  que  iiasta 
entonces  no  se  obrará  con  la  energía  y  activi- 
dad que  exige  la  situación  crítica  de  la  Repú- 
blica. 

La  familia  de  I',  se  conserva  buena,  cuya 
noticia  tiene  much<j  gusto  en  darle  quien  se 
repite  de  U.  su  afnio.  amigo  y  S.  S.,  q.  b.  s.  m. 

/.  Miguel  Arroyo  (rúbrica). 
Esta  va  por  cxtraorditiario.' 


X  X  X  \  I 

ExMo.  Sk.  ('.i:skral  L).  Makiano  I'aredes. 
San  Lris  INíTosi. 

('.lANAHATO.  IlLIo  25  l)K  1845. 

Mi  ricneral  y  l)uen  amigo: 

Supuesto  cjue  \' .  cpiiere  le  dig;i  cuanto  sepa, 
lo  hago  ahora  diciéndole  c|ue  se  me  asegura 
que,  a  más  de  haberse  presentado  el  Sr.  Ba- 
randa en  México  y  hallarse  en  su  casa  sin  que 
en  nada  se  le  moleste,  él  ha  manifestaiio  a  al- 
guno que  pronto  habrá  un  cambio  de  cosas 
cu  (pie  él  ha  de  volver  a  figurar.    Vo  no  sé  c6- 

1    1  oJii  1.1  t.ii  la  o  Je  ••o  |Mirto  \  Iciri» 


nio  será  esto,  porque  no  hay  duda  en  que  fué 
uno  de  los  Ministros  que  firmaron  el  decreto 
porque  se  hallan  los  Sres.  Canalizo  y  Basadre 
presos  y  encausados;  U.,  ciue  entiende  de  ro- 
manticismo, podrá  aclarar  esa  parada,  por- 
que nosotros,  los  clásicos,  nos  atarantamos 
con  esos  resultados  que  no  van  por  el  camino 
llano,  y  mucho  más  cuando  no  se  presentó  en 
tiempo  hábil  para  acogerse  a  la  amnistía. 

La  deserción  en  nuestros  soldados  no  se 
puede  contener:  los  más  días  abandonan  las 
guardias,  y  creo  que  será  porque  no  ignoran 
el  castigo  o  el  favor  que  les  hace  la  ley  penal. 
Ayer  salieron  a  lavarse  los  reclutas  del  2?  de 
Celaya,  por  supuesto  custodiados;  pero  esto 
no  bastó  para  que  se  fueran  once  como  parva- 
da de  grullas,  pues  corrieron  todos  a  la  vez,  y 
no  se  pudo  aprehender  más  que  a  uno;  de  mo- 
do que  ya  hacen  ganga  del  oficio.  Los  deser- 
tores de  segunda,  supuesto  que  ya  no  soy 
Comandante  General,  a  U.  tocará  destinarlos 
a  los  cuerpos  a  que  deban  ir,  \^  será  muy  bue- 
no que  los  vaya  U.  destinando  a  los  cuerpos 
de  Tampico  y  otras  costas  de  ese  rumbo,  por- 
que sé  que  los  que  hemos  mandado  de  aquí 
para  los  de  Veracruz,  se  quedan  en  los  de 
México:  yo  no  sé  cómo  será  eso,  pero  así  se 
dice. 

Desde  antes  de  ayer,  con  el  mismo  soldado 
que  trajo  los  pliegos  que  me  mandó  U.  por 
cordillera,  mandé  la  orden  para  que  el  desta- 


TS 


cnnicntí>  del  Rincón  fie  Ortcf^a  me  manrlnra  un 
piquete  par.'i  (jue  escoltasen  siete  mil  pesos  que 
se  mandan  a  Vs.  de  esta  Tesorería,  y  los  de- 
sertores que  ha\'  ac|uí;  desde  ayer  lo  estoy 
esperanflo,  y  hrista  ahora  no  vienen;  pero  to 
do  está  listo  prira  que  mañana  sal;^an  de  aquí 
si  la  partida  dicha  lle«íare  esta  tarde. 

Si,  como  creo,  el  destinara  los  desertores  de 
los  cuerpos  a  los  de  las  costas  fuera  del  ramo 
judicial,  no  ha}'  duda  que  yo  deberé  hacerlo, 
r.  me  dirá  lo  que  juzgue  sobre  el  particular. 

También  irá  a  U.  hoy,  como  me  lo  ha  orde- 
nado, la  causa  instruí  la  a  un  oficial  del  2'-  de 
Celaya;  pero  creo  que  no  (K-bería  ser  así.  por 
haber  dejádose  ese  ramo  independiente,  como 
loestaba  antes,  a  las  comandancias  generales; 
pues  si  pregunté  a  V.  si  podía  mandarlo  a  esa 
ciudad  para  cpie  se  viera  su  causa  en  consejo 
de  guerra,  fué  únicamente  por  no  haber  aquí 
suficiente  número  de  generales  o  cort)neles; 
mas  I'.,  sobre  todo,  me  dirá  \o  que  ha  de  ser. 

Me  alegraré  cjue  no  tenga  I',  novedad  y 
c|ue  mande  como  guste  n  su  afmo  amigo,  q. 
b.  s.  n\. 

Teófilo  Romero  (rúbrica).* 


1  ToJa  In  iiiria  es  Je  sti  puño  y  UirA 


7!» 


XXXVII 

EXMO.  Sr.  GEíNERAT. 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 
Monterrey,  JULIO  26  de  1845. 

Mi  querido  compañero  y  fino  amigo: 

Por  una  de  mis  notas  oficiales  3^  por  la  ad 
junta   papeleta,   advertirá  U.   el  estado   que 
guarda  el  asunto  de  Texas  y  que  ya  es  preciso 
entrar  en  operaciones  que  decidan  la  suerte  de 
la  patria. 

Hay  entre  nosotros,  lo  rñismo  que  en  esa  Di- 
visión, un  entusiasmo  sin  límites;  pero  estoy 
hundido  en  la  miseria  más  espantosa,  porque 
se  deben  a  estas  tropas,  por  sus  vencimientos 
económicos  desde  diciembre  a  la  fecha,  343,532 
pesos,  en  que  sólo  ha  tocado  a  los  jefes  y  ofi- 
ciales tercera  parte  de  paga,  y  rancho  al  sol- 
dado. 

Además,  está  desnuda  mi  tropa,  sin  capotes 
ni  mantas  y  verdaderamente  miserable;  de 
modo  que  me  causa  envidia  saber  se  halla  la 
tropa  que  U.  manda,  regular  asistida,  bien 
vestida  y  en  brillante  estado  de  instrucción. 

He  clamado  sobre  el  particular  al  Gobierno; 
me  desvivo;  pero  no  he  conseguido  vestuarios 
ni  que  se  me  atienda;  por  lo  que  ruego  a  V.  in 


fHc|uc  íil;^f)  (le  cstf)  a  Iri  superioridad  para  que 
violente  el  envío  de  vestuario  y  '|ue  no  falte 
que  comer  a  la  tropa,  sif|uiera. 

Seiííin  el  estado  de  las  cosas,  estoy  aflij^ido, 
l>or(|ue  no  puedo  cubrir  a  Coahuila  y  a  Mata- 
moros, pues  por  las  dos  partes  me  amenaza  el 
peligro,  por  lo  f|ue.  y  por  falta  de  recursos,  no 
he  hecho  movimiento,  pues  sería  expuesto 
abandonar  sin  defensa  dos  Departamentos 
por  cubrir  una  ])laza  como  es  Níatamoros.  que 
cuentíi  c«jn  mil  hombres  sin  las  fuerzas  auxi- 
liares y  los  vecinos. 

Ivsto  indica  (jue  debemcjs  estar  a  cuijierto  al 
abrirla  cam[)aña,  por  lo  que  ruego  a  U.  que 
si  el  Sr.  I'ilisola  no  viene  cerca  o  está  en  mar- 
cha, me  cubra  el  Saltillo,  haciendo  salir  al*ru- 
na  fuerza  de  su  División,  mientras  me  voy  yo 
a  Matamoros,  pues  no  puedo  extenderme  con 
cerca  de  2,S0()  hombres,  que  es  toda  la  fuerza 
de  esta  División  (sin  contar  la  ¿guarnición  de 
Tampico  |.en  una  línea  de  14-0 leguas  de  exten- 
sión sobre  la  ribera  del  Bravo.  Por  lo  demñs. 
desprecio  yo  a  ese  enemigo,  porcjue  las  tropas 
de  los  Estados  I'nidos  son  punto  menos  que 
i.uestros  cívicos. 

Ciertamente  debemosestar  unidos  en  un  to- 
do para  evitar  las  intentonas  de  los  federalis- 
tas, (|ue  í-in  duda  harán  en  esta  guerra  nacio- 
nal lo(|ue  hicieron  cu.indo  la  de  I-" rancia:  armar 
bolas,  (¡uitando  la  atención,  cpie  debía  absor- 
berse sobre  el  enemigo  común,  y  (piién  sal>e  si 


81 

se  pondrán  a  la  banda  de  los  nuevos  romanos 
de  nuestro  continente. 

Estamos  decididos  todos  los  militares  a  ba- 
tir siempre,  no  sólo  a  los  federales,  que  siem- 
pre hemos  odiado,  sino  a  cualquiera  que  por 
las  vías  de  hecho  quiera  subvertir  el  orden; 
por  lo  que  deseo  obremos  de  acuerdo  las  Divi- 
siones, como  U.  me  indica, para  que  los  desca- 
misados reciban  el  desengaño. 

Ojalá  Y  U.  fuera  el  que  viniera  al  Saltillo,  y 
no  Filisola,  pues  sabe  cuánto  lo  quiero  y  los 
deseos  que  tengo  de  acreditarle  que  soy  su 
compañero  y  verdadero  amigo,  que  mucho  lo 
aprecia  y  b.  s.  m. 

Mar.''  Arista  (rúbrica). 


XXXVIll 

Gobierno  Superior  del 
Departamento  de  Zacatecas 
Correspondencia  Particular 

Zacatecas,  julio  28  de  1845. 

ExMo.  Sr.  Gexeral 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Mi  apreciado  amigo  y  señor: 

Tengo  el  gusto  de  decir  a  U.  que  esta  Exma. 
Asamblea  sufragó  antes  de  ayer  a  favor  del 
Sr.   Fernández  de  Castro    para    la    vacante 


del  Sr.  Míndez  en  la  Corte  Supreina  de  Justi- 
cia: (|nc(la,  pues,  obsequiada  la  recomendación 
que  r.  se  sirvió  hacerme. 

La  iniciativa'  de  que  I',  me  habla  en  su^^ra- 
ta  del  23,  se  hizo  al  fin,  y  hoy  se  recibirá  en 
México,  no  obstante  que  ya  vino  anunciada 
en  «Bl  Amiíío»  y  «La  Voz  del  Pueblo,!  aunque 
no  en  los  términos  conque  la  verá  V.  en  el  ad- 
junto número  del  «Observador.»  Ya  en  otra 
vez  he  manifestado  a  V.  mis  ideas  acerca  de  es- 
te paso:  csto}'  conforme  en  los  princif)ios,  pero 
no  con  los  medios  ni  en  cuanto  a  la  oportuni- 
dad. Estas  observaciones  entiendo  que  están 
generalizadas,  y  tal  i)re<utición  presagia  el 
mal  éxito  de  la  iniciativa. 

Oficialmente  transcribo  a  V.  una  solicitud  de 
la  Junta  de  I-'omento,  ccrntraída  a  que  se  si- 
túen en  esta  capital  algunas  fuerzas  para  la 
seguridad  pública.  Verdad  es  que  en  el  mes  ac- 
tual, dos  considerables  gavillas  «le  bandidos 
han  perpetrado  robos  en  la  hacienda  de  Medi- 
na, del  Distrito  de  Sombrerete,  y  en  el  rancho 
de  Las  Tilas,  distante  cuatro  leguas  de  esta 
capital;  pero  a  más  de  que  el  piquete  de  segu- 
ridad pública  (pie  tengo,  ocurrió  oportuna- 
mente y  aun  se  han  ai>rehendi<lotres  o  cuatro 
de  los  ladrones,  creo  (|ue  a  I',  no  lesera  fá- 
cil dcs[)ren(lerse  de  la  fnerzM  que  necesita  el  co- 
mercio.   Lu  mi  concepto,  sí  conviene  (jue  V.  se 

I  De-  lu  .Aüiiinbl'-a  Oepariamcnini  Je  Z4Cii(ccas  Mbr«r«suM. 
cimlcnlo  del  sUtv-ma  (vvlorrtl 


sirva  mandar  relevar  la  compañía  de  Infante- 
ría del  Activo  que  cuida  de  su  cuartel  y  de  la 
cárcel,  por  haber  en  ella  gente  desmoralizada 
que  da  bastante  quehacer  a  la  policía,  y  aun 
temo  que  la  noche  menos  pensada  no  sea  ca- 
paz de  evitar  una  fugade  muchosde  los  crimi- 
nales cpe  hay  allí.  Si  U.  dispone  que  esta  tro- 
pa se  reúna  a  su  cuerpo,  será  útil  por  la  ins- 
trucción y  disciplina  y  aún  para  que  se  le 
atienda  con  vestuario,  porque  está  entera- 
mente desnuda, y  causa  vergüenza  ver  a  estos 
hombres  dando  guardia  enredados  en  sus  fra- 
zadas y  con  unas  indecentes  gorras  o  sombre- 
ros de  petate;  así  es  que  si  a  ü.  no  le  hacen  fal- 
ta una  odoscomjDañíasdel  Batallón  de  Aguas- 
calientes,  le  agradeceré  mucho  las  mandase 
ínterin  que  se  organizan  las  fuerzas  de  policía 
de  defensores  mandada  establecer. 

No  he  recibido  contestación  de  la  carta  que 
me  tomé  la  libertad  de  incluir  a  U.  para  el  Sr, 
Tornel,  a  quien  supongo  restablecido  de  su 
salud. 

Deseo  Cjue  la  de  U.  sea  completamente  bue- 
na, y  con  toda  franqueza  me  repite  S.  S.,  q. 
b.  s.  m. 

Marcos  de  Esparza  (rúbrica). 

Ya  no  va  el  oficio  de  la  Junta  de  Fomento, 
porque  en  las  circunstancias  me  parece  una 
impertinencia  jiedirie  a  U.  se  desprenda  de  un 
escuadrón. 


H4 


XXXIX 

KxMo  Sk  Okshral  I).  Mari  \n"o  Paredes. 
México,  ago«to  2  me  1S45. 

Oucriílísimo  aini<T(): 

Cuánto  me  alepfro  de  la  resolución  de  U.  de 
venir  por  unos  días  para  que  hablemos  sobre 
la  importante  camp;iña  de  Texas  y  medios  de 
hacerla  con  éxito.  Tendremos  también  el  ífus- 
to  de  hnblar  sobre  nuestra  situación  política, 
que,  en  verdad,  es  mucho  mejor  de  lo  que  po- 
díamos esperar,  atendidas  tantas  dificultades 
como  se  nos  hrin  presentado.  Pero  crea  I'  que 
una  buena  intención  y  un  íleseo  sincero  del  bien 
valen  más  que  todo,  porque  al  fin  Dios  favo- 
rece los  esfuerzos  patrióticos,  de  que  ni  U.  ni 
nosotros  cedemos  a  nadie. 

Acaba  de  recibirse  la  noticia  de  que  todo  el 
Departamento  dcTabasco  ha  vuelto  al  orden. 
Sólo  el  Ticncral  Martínez,  y  ninguna  otra  au- 
toridad, se  resistía;  pero  creemos  que  habrá 
sucumbido  a  la  opinión,  jirincipalmcnte  si  ya 
hri  cobrailo  lo  i|ue  estaba  recociendo  por  dere- 
chos de  bu(|ues  llcfíados  allí.    ¡Qué  hombresl 

Nénjíasc  T.  inmcliitamcnte,  y  entre  tanto 


85 


le  doy  muchos  abrazos,  me  repito  su  invaria- 
ble amigo. 

L.  Cuevas  (rúbrica).' 


XL 
ExMO.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 
Jaral,  agosto  2  de  1845. 

Mi  querido  Paredes: 

Aprovechándome  de  tu  bondadosa  oferta, 
me  atrevo  a  suplicarte  que  nos  veamos  pasado 
mañana  en  San  Francisco,  en  donde  ese  día 
pienso  que  los  cuerpos  de  esta  División  pasen 
la  revista  de  comisario,  y  podremos  hablar  to- 
do lo  que  convenga  al  mejorservicio  y,  al  mis- 
mo tiempo,  tener  el  gusto  de  darnos  un  abra- 
zo. Yo  fuera  con  la  mejor  voluntad  a  verte  a 
ésa;  pero  me  hallo  algo  malo,  y  las  mulitasde 
mi  quitrincito,  estropeadas,  y  él,  necesitado 
de  una  compostura. 

Dispensa  esta  confianza  a  tu  viejo  y  buen 
amigo,  y,  si  no  tienes  inconveniente,  propor- 
ciónale el  placer  de  abrazarte,  que  te  lo  agra- 
decerá en  el  alma  qnien  con  sinceridad  tequie- 
re  y  atto.  t.  m.  b. 

VJ^  Filisola  (rúbrica). 2 

i  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra, 
'J  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


XLI 

ExMo.  Sk.  (íknkkai. 

D.  Mauiano  I'akkdks  v  Akkii.i.aoa. 

MONTIÍKKKV,  A<.t»ST<>  3  UK    IS+O. 

Mi  querido  cunipnñero  y  amigo: 

IlnllnndoiiK-  muy  nt^obiado  de  ocupaciones 
y  considerando  a  V.  en  camino,  a  virtud  de  la 
resolución  suprema  Cjuc  recibí,  de  la  cual  le 
acom[)año  copia,  apenas  tengo  tiempo  para 
manifestarle cpie llegó  a  mis  manos  suapreci.a- 
ble  de  25  del  próximo  pasadí»  julio,  en  la  que 
veo  su  ardiente  patriotismo  y  los  deseos  que  le 
animan  f)ara  reivindicar  los  derech«>s  de  la 
Nación. 

No  jniede  I',  imaginarse  los  grandes  emba- 
razos que  me  ojione  la  falta  de  recursos  pecu- 
niarios |)ara  mi  marcha;  per  >  me  t)cupo  de 
removerlos,  porque  quiero  obsequiar  debida- 
mente la  intención  del  líxmo.  Sr.  Presidente  y 
el  deber  (pie  me  impone  la  s.ilv.-icióu  di-  l.i  Re- 
pública. 

.\ntes  de  moverme,  aguardaré  la  llegada  ilc 
I  .,  tanto  porcpie  deseodarle  unestrechoabra- 
zo  como  porque  tenemos  que  conferenciar  so- 
bre la  defensa  de  la  ala  iztpiienla  del  Río  Bra- 
vo 3'  del  centrodel  DejiartamentodeCoahuila. 


Entiendo  que  pronto  nos  veremos,  por  ío 
que  no  es  más  largo  su  afmo.  compañero  y 
amigo,  que  mucho  lo  aprecia  y  b.  s.  m. 

Mar.''  Arista  (rúbrica). 

Quién  sabe  si  tendremos  tiempo  para  vernos. 
Yo  creo  que  si  U.  viene  a  esta  plaza,  pierde  to- 
da su  caballada,  porque  ni  hay  pastos  en  el 
campo  ni  se  consiguen  forrajes;  siendo  lo  con- 
trario en  el  Saltillo  y  sin  el  riesgo  diario  que 
aquí  tenemos  de  que  se  lleven  los  indios  la  re- 
monta: la  tengo  a  20  leguas  de  aquí:  L).  dirá 
si  será  conveniente. 

Siempre  sería  bueno  que  nos  pusiéramos  de 
acuerdo  antes  de  irme  a  la  frontera. 

(Rúbrica.)^ 


XLII 


Regimiento  de  Defensores 
Comandancia  accidental 


Exmo.  Sr. : 

Como  a  las  nueve  de  la  noche  del  día  2  del 
corriente,  vinieron  los  espías  que  andaban  ob- 
servando los  movimientos  del  enemigo  desde 
el  día  15  del  pasado  por  las  costas  del  Depar- 

1  La  postdata  es  de  su  puño  y  letra. 


tamento  de  Texas,  y  rlicen  que  el  día  27  del 
pasado  se  presentó  en  Corpus  Christi  un  bote 
que  conducía  ía)  un  Capitán,  un  Teniente,  un 
Sargento  y  ocho  hombres,  con  el  objeto  de  bus- 
car en  dónde  acamparan  500  hombres  por  la 
derecha  del  Río  de  las  Nueces,  y,  además,  a  in- 
formarse si  la  barra  prestaría  comodidad  pa- 
ra que  saliera  un  estimhot  que  conducía  (a) 
los  500  hombres  arriba  dichos  a  aquel  punto; 
y  que,  noha])iendí>  encontrado  campo  en  don- 
de lo  buscaban,  ni  barra  útil  parala  llegada  de 
dicho  estimhot,  se  devolvieron  a  San  José,  en 
donde  había  quedado  el  vapor,  para  dirigirse 
a  Laborpucnte  a  hacer  su  desembarco  3' venir- 
se a  acampíir  a  Las  Anacuitas  por  la  izquier- 
da del  mencionado  Río  de  las  Nueces. 

Dicen  los  mismos  espías  (|ue  también  se  in- 
formaron por  el  Capitán  ya  dicho  y  demás 
individuos  c|ue  lo  acompañaban,  quedebían  in- 
corporárseles 500  cabíillos  que  vienen  a  a(]uel 
mismo  punto  con  el  fin  3'a  dicho,  y  que  unos  y 
otros  vienen  pagados  y  racionados  por  dos 
meses;  el  armamento  de  los  soldados  esde  oc- 
za  con  balleta;  las  fornituras,  chacos  y  ves- 
tuarios, blancos,  como  los  de  nuestros  solda- 
dos, a  excepción  del  Sargento,  que  traía  vestua- 
rio azul,  cuell»)  amarillo;  y  los  oficiales,  vesti- 
dos blíUK'us  y  sombreros  de  paja. 

Su[)ieron  taml)ién  por  algunos  de  los  texa- 
nos,  (jueno  estaba conformecon la  agregación 
(k-  a(juel  Üop.'uta  mentó  a  los  Hstados  Inicios 


Si) 

la  clase  común,  protestando  que  ellos  han  tra- 
bajado para  el  beneficio  de  los  que  ahora  se 
vienen  a  hacer  dueños;  y  dicen  que  desean  que 
vayan  muchas  tropas  de  México  para  que  les 
den  una  buena  lección  de  escarmiento  a  esas 
tropas  que  están  entrando  a  Texas. 

Esto  es  cuanto  vieron  y  supieron,  bien  rati- 
ficados en  lo  primero.  Voy  a  mandar  (a)  otros 
nuevos  espías,  entre  tanto  los  que  vinieron  se 
preparan  para  que  se  vuelvan  a  su  destino. 

Todo  lo  que  tengo  el  honor  de  poner  en  el 
superior  conocimiento  de  V.  E.  para  los  fines 
que  le  sean  convenientes,  protestándole,  como 
siempre,  mi  singular  aprecio  y  debido  respeto. 

Dios  y  Libertad. 

MlEK,  AGOSTO  3  DE  1845. 

Cristohcil  Kamircz. 

ExMo.  Sr.  Genek.\l  en  Jefe  D.  Mariano 
Arista. 

Es  copia.    Monterrey,  agosto  6  de  1845. 
Antonio  Cortázar  (rúbrica), 

Siío. 


Nuevos  Doctos.— I.— 7. 


w 


XLIII 

IvxMo.  Sk.  (iKnkral  1).  Mariano  Paredes. 
San  Luis  Potosí. 

(irANAjlATO,  A(.()STO  4  I)K  1845. 

Mi  nuiy  (lucrido  amigo: 

CtJiitc'sto  su  tjrata  de  30  del  mes  próximo 
pasado,  diciéndole  que  no  he  podido  adquirir 
más  noticias  respecto  del  Sr.  Baranda,  más 
que  el  (iran  Jurado  ha  declarado  haber  lugar 
a  la  formación  de  causa  a  aquel  señor,  que  es 
regular  sepa  V .  por  los  periódicos;  p>ero  no  sé 
si  lo  híin  enipaciuctíi(h)  cííuio  era  regular,  por- 
que no  lo  dice  la  leyenda. 

Ahora  corre  por  aquí  la  noticia,  cpie  se  re- 
fiere como  cosa  positiva,  auníjue  ignoro  los 
fundamentos,  de  que  todos  los  cantones  o  di- 
visiones del  Ejército  se  van  a  pronunciar  por 
las  Bases  Orgátiicas;  pero  con  las  protestas 
de  ijue  no  se  reformen  mientras  dure  la  gue- 
rra de  Te.xas,  y  cjue  continúe  hastu  entonces 
el  iiclual  Congreso.  Estas  noticias  las  dan 
aijuí  personas  sensatas;  mas  yt)  les  he  asegu- 
rado que  eso  no  puede  ser  cierto,  porque  en- 
vue{l  )ve  en  sí  coiUrailicciones  de  gran  tamaño 
el  pronunciamiento,  porque  cíjuivaldría  a  de- 


cir:  "Queremos  Bases,  y  no  las  queremos," 
por  prohibir  lo  que  ellas  ordenan.  U.  sabrá  si 
hay  algo  de  esto;  y  aunque  hay  cosas  que 
se  deben  despreciar,  por  más  que  se  asegure 
ser  ciertas,  quiero  ponerlas  en  su  conocimien- 
tcvtales  corno  las  sé,  para  que  se  vea,  o  rectifi- 
que su  concepto  por  lo  que  por  otros  conduc- 
tos sepa. 

He  destinado  a  la  veterana  de  Tampico  a 
los  desertores  de  que  hemos  hablado,  y  ho}^ 
salen  de  aquí  para  esa  ciudad  en  que  U.  se  ha- 
lla, para  que  sigan  su  camino. 

La  causa  del  oficial  de  el  Batallón  de  Celaya 
que  se  halla  aquí,  por  el  correo  próximo  veni- 
dero la  remitiré,  después  que  el  oficial  acusado 
salga  de  aquí  para  México,  para  que  él  y  su 
causa  lleguen  a  un  tiempo. 

Por  el  correo  próximo  pasado  escribí  en  lo 
particular  al  Sr.  Presidente  y  Ministro  de  la 
Guerra,  suplicándoles  me  die(r)an  ordena  vuel- 
ta de  correo  para  entregar  el  mando  de  estas 
armas  y  (sic  por  e)  ir  con  U.  a  hacer  la  guerra 
a  nuestros  enemigos. 

He  visto  una  carta  escrita  en  México  por 
Uraga,  Coronel  del  4°  de  Infantería,  en  que 
asegura  saldrán  de  allá  dentro  de  muy  pocos 
días  nueve  milhombres  con  destino  a  la  pelea, 
entre  cuyas  fuerzas  cuenta  diez  y  seis  escua- 
drones que  denomina  con  sus  nombres  y  ape- 
llidos.   Dios  lo  quiera,  para  que  probemos  al 


mundo   (|uc  no  somos  tan   cabron(esJ   oolo- 
rado(sj. 

Consérvese  (  .  con  salud,  y  cuente  siempre 
con  la  inútil,  pero  mu}'  sincera  amistad  de  su 
subdito,  (¡ue  lo  aprecia  y  b.  s.  m. 

Tc'o/ilo  Roincrn  (rubrica).'    ^ 


XLI\ 

ExMu.  Sk.  (íenkral 

D.  Mariano  Pakkdhs  y  Arrillaga. 

MONTKRRKV,   ACOSTÓ  6  DE  1845. 

Mi  cjucrido  compañero  y  amigo: 

Acompaño  a  I',  una  copia  de  las  noticias  traí- 
das por  algunos  de  los  espías  que  he  hecho 
mover;  y  como  ellas  no  dejan  de  ser  de  alguna 
importancia,  estoy  infjuicto  por  la  pronta  lle- 
gada de  las  tropas  que  me  conduce  el  General 
(raona. 

Suplico  a  r.  me  diga  dónde  se  halla  dicho 
jefe,  y  que  si  estuviere  en  esa  ciudad,  le  mani- 
fieste que  me  dirija  continuos  avisos  de  su 
marcha  y  posibilidad  de  su  llegada;  así  como 
también  el  camino  que  trae,  para  dirigirle  mis 
comunicaciones. 

I    I  Olla  la  tana  es  lii  su  puftox  Icira. 


No  quisiera  perder  instante  en  operar;  pero 
sin  recursos,  escaso  de  parque  [que  ya  me  viene 
la  pólvora,  y  debo  hacerlo  aquí]  y  con  tanta 
atención,  temo  haya  un  mal  principio  de  hosti- 
lidades en  algún  punto  débil,  de  lo  que  forma- 
rán una  al(h)araca  los  papeluchos,  y  quién 
sabe  qué  será  de  mi  pobre  reputación. 

Por  otro  lado,  sé  que  se  ha  variado  de  plan 
en  el  Gabinete:  se  piensa  [y  ya  tal  vez  ha- 
brán dado  las  órdenes]  que  la  División  de  U. 
obre  en  Matamoros,y  la  mía  por  estos  rumbos 
hacia  la  izquierda  de  la  línea;  de  lo  que  resul- 
ta que  evidentemente  tiene  U.  que  ir  a  dicha 
plaza. 

Bajo  tal  concepto,  la  dirección  de  U.  entien- 
do que  debe  calcularla  en  la  inteligencia  de 
que,  entrando  por  la  boca  de  Santa  Rosa  a 
Linares,  que'  dista  cuarenta  leguas  de  Mata- 
moros, ahorra  sesenta  de  vuelta,  que  andaría 
de  más  viniéndose  por  el  Saltillo.  Con  tal  me- 
dida, logra  también  pasar  por  las  poblacio- 
nes más  abundantes  de  recursos  del  Departa- 
mento, como  lo  son  Galeana,  Linares  y  otras. 
Al  emprender  su  movimiento,  piense  U.  en 
esto;  pues  lo  árido  del  camino  desde  Matehua- 
la  al  Saltillo,  va  a  destruir  su  caballada  y 
nmlada;  siendo  al  contrarío  por  esa  boca  de 
Santa  Rosa,  con  el  ahorro  de  sesenta  leguas. 

La  artillería  sí  debe  venir  por  el  Saltillo, 
solas  las  piezas  con  una  escolta;  pues  los  par- 
ques darían  una  gran  vuelta,  aunque  podía 


pasarse  dicha  artillería  por  la  indicada  boca, 
con  algún  trabajo. 

Xo  deje  I',  de  decirme  dónde  está  el  General 
Gaonay  dirigirle  donde  esté,  el  adjunto  pliego, 
cí)niun¡cánd<)me  cuanto  le  ocurra;  pues  no  de- 
be cesar  nuestra  correspondencia,  diciéndf>me 
el  día  que  ha  de  salir  y,  si  gusta,  las  jornadas 
rpie  ílebe  hacer,  para  así  graduar  mis  opera- 
cií)nes,  y  no  errar. 

Tengo  el  gusto  de  repetirme  de  U,  afmo. 
compañero  y  amigo,  q.  b.  s.  m. 

Mar.     Ariyita  (rúbrica). 


XLV 

RxMo.  Sr.  Gfnhral 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaca. 

México,  agosto  9  de  1S45. 

Mi  muy  amado  amigo: 

Con  la  estimación  (lel)ida  he  leído  la  a  pre- 
ciable del'. del 2v3 último, en  que  me  transcribe 
el  contenido  de  una  que  recibió  de  Zacatecas 
informándole  de  los  rumores  (jue  allí  se  circu- 
laban; y  en  contestación,  me  es  muy  grato 
poder manilcstarlc  r|ue  sondeltodo  inexactos, 
])ues  Insta  la  foch-i  ninguna  Asamblea  ha  se- 


95 

cunrlado  la  iniciativa  de  aquel  Departamento 
sobre  Federación. 

Las  manifestaciones  que  recibe  el  Gobierno 
son  del  todo  satisfactorias;  pero,  sin  embargo, 
se  tendrán  presentes  las  observaciones  de  U., 
que  mucho  le  agradezco,  al  repetirle  la  verdad 
con  que  soy  su  muy  afecto  amigo  y  S.,  q.b.  s.  m. 

Luis  G.  Cueras  (rúbrica). 

P.  D. — Esperamos  a  U.  de  un  momento  a 
otro,  según  nos  ha  ofrecido,  y  supongo  que  ten- 
drá presente  que  luego  que  el  Sr.  Herrera  ob- 
tenga la  mayoría  de  votos  de  las  Asambleas, 
los  Ministros  actuales  (dimitirán),  conforme 
lo  han  dicho  de  oficio  muchas  veces,  y  a  S.  E. 
también.  Probablemente  me  encontrará  U. 
fuera  del  Ministerio. 

(Rúbrica.)  i 


1  La  post-lata  es  de  su  puño  y  lotia. 


XL\  I 

IvXMí).  SFí.  CiICNKKAI. 

I).  Mauia.no  I'aiuídes  V  Akkilla<;a. 
Pkñasco,  agosto  9  dk  isíñ,  \  i,as  once  de 

LA   noche. 

Mi  (icncrnl  dt-  mi  atención: 

Bsta  noche  a  las  ocho  se  decidieron  los  cuer- 
pos de  esta  División  a  i)rotestar contra  la  mar- 
cha a  Texas  en  el  estado  de  carencia  de  lo 
más  necesario  que  sufren;  y,  en  consecuencia, 
habiendo  recaído  en  mí  el  mando,  ptírque  el 
Sr.  (icneral  (laona  no  quiso  continuar  con 
el,  creí  deber  reunir  una  junta  de  jefes  y  oficia- 
les, de  la  que  resultó  la  acta  que  de  oficio  ten- 
fro  el  honor  de  acompañar  a  W 

La  persona  y  empleo  delSr.Gaona  han  sido 
respetarlos  escrupulosamente,  y  conservados 
con  esmero  el  orden  y  disciplin.a. 

r.,  a  (piien  por  tantos  respetos  debe  el  Ejér- 
cito ;j;ratitud  y  subordinación,  tenjjo  la  honra 
de  comunicarle  h)  acontecido.  1^1  movimiento 
ha  sido  tan  espontáneo  como  grandes  las  pri- 
vaciones (jue  hicieron  necesaria  la  protesta. 
Xadie  mejor  cjue  r.coiKxe  los  sufrimientos  del 
pobre  soldado,  v  cu  \' .  ponemos  nuestras  es- 
peranzas. 


97 

Espero,  en  consecuencia,  que  me  honre  con 
sus  órdenes.  Debo  decir  a  U.  que  la  división 
desea  marchar  a  ésa  a  unir  su  suerte  a  la  de 
U.,  porque  aquí  carecemos  absolutamente 
de  todo. 

Mande  U.  lo  que  guste  a  su  muy  atto.  ami- 
go 3'-  subordinado,  q.  b.  s.  m. 

Ángel  Guznian  (rúbrica). 


XLVII 

Primera  División  Militar 
General  en  Jefe 

Rxmo.  Sr.:  ' 

Los  jefes  de  los  cuerpos  de  la  División  de  mi 
mando  me  han  dirigido  representaciones  que 
originales  tengo  el  honor  de  acompañar  a  V. 
E.  Tal  paso  me  hizo  temer  que,  desvirtuada 
la  disciplina  militar,  produjese  un  desorden 
que  fuese  contra  el  honor  de  los  mismos  cuer- 
pos y  aún  del  Ejército;  pero  poniéndome  de 
acuerdo  con  el  Exmo.  Sr.  General  en  Jefe  de  la 
3^  División,  D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga, 
se  tomaron  medidas  capaces  de  contener  cual- 
quiera desacierto;  mas  afortunadamente  nada 
hubo,  y  se  ha  dispuesto  que  por  ahora  sus- 
penda su  marcha  la  referida  I'*  División  y  que 
vaj^a  a  esa  capital  el  Sr.  Coronel  D.  Luis  Pa- 


rres  para  f|uc'  instruya  al  Supremo  Gobierno 
muy  por  menor  de  todo  lo  ocurrido,  cuyo  pa- 
so creo  merecerá  la  aprf)bación  del  Exmo.  Sr, 
Presidente,  a  quien  suplico  a  V.  E.  se  sirva  dar 
cuenta  con  los  expresados  documentos  y  con 
esta  comunicíición,  recabando  la  resolución 
que  fuere  de  su  alto  a^^rado. 

Dios  y  Libertad. 

San  Liis  roTosi,  agosto  10  de  1845. 

\  icen  te  Filisola . 
Exmo.  Sr    Mi.sistro  dk  i. a  (jI'erra  y  Ma 

RIÑA. 

Es  copia.   Dolores,  agosto  17  de  lS4r>. 
Frnn."'  Schiíitinn  (rúbrica). 

Srjr.     inl  ■■ 


XLVIII 

Primera  División  Militar 
General  en  Jefe 

Exmo.  Sr.: 

Con  el  más  profundo  sentimiento  participo 
a  \'.  lí.  la  ocurrcnci.»  desairradabk-  que  tuv<i 


99 

lugar  anoche  en  la  hacienda  del  Peñasco  con 
la  1^  División,  del  mandode  V.  E.,  y  que  el  Su- 
premo Gobierno  tuvo  la  bondad  de  confiárme- 
la para  que  la  condujese  a  la  frontera  por  la 
vía  del  Saltillo  y  Monterrey,  a  las  órdenes  del 
Exmo.  Sr.  General  D.  Mariano  Arista,  a  quien 
V.  E.  tenía  dado  conocimiento  de  este  movi- 
miento para  que  me  dirigiese  sus  órdenes. 

A  las  ocho  de  la  noche  me  hallaba  en  mi  ha- 
bitación, situada  dentro  de  la  misma  hacien- 
da, en  conversación  con  varios  jefes  de  la  Di- 
visión, cuando  hoy  (sic  por  oí)  las  voces  de: 
«A  las  armas;»  en  el  acto  me  presenté  en  los 
corredores  de  la  hacienda,  que  era  el  aloja- 
miento de  la  Infantería,  la  que  tumultuosa- 
mente se  apoderaba  de  las  armas,  incitada 
por  varios  jefes  y  la  oficialidad.  Les  dirigí  la 
voz,  llamándolos  al  orden,  y  afeándoles  un 
crimen  tan  horrendo  como  era  el  que  estaban 
cometiendo,  para  excusarse  de  marchar  a  la 
campaña  de  Texas,  que  era  el  objeto  ostensi- 
ble del  motín;  nada  oían,  Exmo.  Sr.;  de  nada 
hacían  caso;  mi  autoridad  fué  completamente 
desconocida,  y  se  me  obligó  a  salirdel  cuartel, 
con  la  amenaza  de  que  se  atentaría  contra  mi 
persona  si  no  cesaba  de  reprehenderles  su  cri- 
men. Lo  hice  con  el  objeto  de  dirigirme  a  los 
locales  que  ocupaba  la  Caballería,  y  fué  en  va- 
no, porque  también  participaba  del  mismo 
desorden  de  la  Infantería.  Entonces  obligué  a 
varios  jefes  (a)  que  hablasen  a  la  tropa  3^  la 


llNI 

redujesen  al  orden;  a  pocos  momentos  se  me 
presentaron,  y  dijeron  que  no  eran  obedecidos 
y  que  sólo  la  voz  del  Sr.íieneral  D.  An^jel  íiuz- 
mán.que  por  casualidad  se  hallaba  a  mi  lado, 
que  fuese  y  redujese  aquella  tropa  insubordi- 
nada.' Cumplió  bien  su  comisión,  y  me  dijo 
iba  a  citar  una  junta  para  discutir  una  acta 
que  presentaban  los  jefes  y  oficiales  amotina- 
dos; en  efecto,  así  se  verificó,  y  a  poco  rato  se 
presentó  una  comisión  compuesta  de  cuatro 
jefes  a  hacerme  sabedor  de  que  no  marchaban 
a  la  campaña,  entre  tanto  no  les  diese  el  (io- 
bierno  abundantes  recursos,  para  no  carecer 
de  nada.  Me  invitaron  con  el  mando,  lo  que 
rehusé,  por  no  poderme  prestar  a  una  cosa  tan 
ignominiosa  para  el  Ejército  \'  la  Nación.  Pu- 
se a  la  cabeza  de  aquellos  amotinados  al  Sr. 
General  D.  .\ngel  (luzmcán  [)ara  que  les  impi- 
diese cometer  excesos;  y  a  las  once  de  la  noche 
regresé  para  esta  ciu(iad,  donde  tuve  el  honor 
de  presentarme  a  V.  II.  a  las  cuatro  de  la  ma- 
ñana. 

Sensible  me  es,  Exmo.  Sr..  dar  a  \'.  K.  parte 
de  un  suceso  tan  escandaloso,  pues  quisiera 
estuviese  oculto  pordecoro  de  la  Nación;  pero 
mi  deber  me  obliga  a  manifestarlo  a  V.  E.  pa- 
ra su  superior  conocimiento  y  el  del  Supremo 
( íobierno 

Sírvase  \  .  Iv.  Icncr  la  bondad  de  admitir  las 

1   lili  i-l  otl^jiíi.il  ap.irroc,  oi»ino  ¡iiiui.  Incompleta  c-t.»  oraci.Mi 


101 

protestas  de  mi  aprecio  y  respeto  a  su  per- 
sona. 

Dios  y  Libertad. 

San  Luis  Potosí,  agosto  10  de  1845. 

Antonio  Gaona. 

ExMO.  Sr.  General  en  Jefe  de  la  1^  Divi- 
sión, D.  Vicente  Filisola. 

Es  copia.  Ciudad  de  Hidalgo,  a  17  de  agos- 
to de  1845. 

Fran.'^°  Schiañno  (rúbrica), 

Srio.  int.'^ 


XLIX 


Primera  División  Militar 
General  en  Jefe 


Con  el  pesar  que  demanda  el  hecho  a  que  V. 
S.  se  refiere  en  su  oficio  fecha  de  ayer,i  quedo 
enterado  de  él,  y  me  es  muy  doloroso  que  la 
providencia  que  dicté  aquella  noche,  a  las  diez 
de  ella,  de  acuerdo  con  el  Exmo.  Sr.  General  en 
Jefe  de  la  3^  División,  D.  Mariano  Paredes  (y) 
Arrillaga,  no  hubiese  llegado  a  tiempo  para 
prevenirlo. 

1  Véase  la  pieza  anterior. 


Luego  cjuc  pude  entender  las  tendencias  de 
aquellos  cuerpos  y  el  escandaloso  paso  que 
premeditaban,  que  fué  a  las  nueve  de  la  noche 
del  día  9,  lo  puse  en  conocimiento  de  dicho 
Exmo.  Sr.,  y  desde  aquel  momento  mismo  co- 
menzamos a  discurrir  las  medidas  que  exigían 
las  circunstancias,  para  evitar  un  escándalo 
perniciosísimo  a  la  disciplina 3'  tras(c)e(n)den- 
tal  al  buen  nombre  del  Ejercito  y  aún  de  la 
misma  Naciwii.  El  objeto  se  (h  )a  conseguido 
en  parte,  pues  aunque  mi  orden  no  llegó  a  tiem- 
po para  evitarlo  del  todo,  los  cuerpos  han 
vuelto  a  la  (obediencia  y  se  han  contentado  con 
hacer  unas  sumisas  representaciones  de  las  ne- 
cesidades que  creen  tener,  3' de  la  imposiliilidad 
de  poder  continuar  la  marcha  antes  de  serles 
cubiertas.  En  consecuencia,  se  les  ha  mandado 
suspender;  y  como  en  la  hacienda  del  I'eñasco 
no  ha}-^  medit)s  ile  subsistencia  para  los  hom- 
bresy  caballos,  se  les  ha  prevenido  que  mañana 
la  verifiquen,  a  situarSv.'  en  Los  Pozos  y  hacien- 
da de  Las  Pilas  para  recibir  nuevas  órdenes; 
y  de  todo  se  ha  dadt)  ya  cuenta  al  Su¡)remo 
Gobierno. 

La  ocurrencia  (h)a  sido  dolorosa  para  el 
honor  y  jiairiotismode  V.  S.;  f>erodebe  calierle 
elconsuelo(iuc(h)a  cumplidocon  ambas  virtu- 
des, (|ue  ti)il()  el  nunulo  le  reconoce  y  confiesa 
y  muy  [)ariicul ármete  el  que  subscribe. 

Ci)M  este  >(.  nsible  motivo,  tengií  el  honor  de 


103 

reiterar  a  V.  S.  las  más  sinceras  protestas  de 
toda  mi  consideración  y  aprecio. 

Dios  y  Libertad, 

San  Luis  Potosí,  agosto  11  de  1845. 

Vicente  Filisola. 

Sr.  General  D.  Antonio  Gaona. 

Es  copia.  Dolores,  agosto  17  de  1845. 
Fran.'^"  Schiañno  (rúbrica), 

Srio.  ini°. 


ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga, 

Güadalajara,  12  DE  agosto  de  1845. 

Mi  respetado  General  y  fino  amigo: 
Antes  de  ayer  se  celebraron  en  esta  ciudad 
las  elecciones  primarias,  conforme  a  la  ley,  3' 
en  ellas  han  obrado,  aunque  muy  combinada- 
mente, con  inaudito  descaro  los  h.  h.  federa- 
listas; así  es  que  las  ganaron  del  todo,  pues 
sólo  les  fallaron  seis  mesas  de  las  ochenta  que 
se  establecieron  por  el  A3-untamiento.  Esto 
indica  demasiado  claramente  que  si  no  se  dic- 
ta alguna  providencia  capaz  de  contener  el 


1M4 

ímpetu  siempre  creciente  de  esta  desorganiza- 
dora facción,  veremos  las  escenas  de  1833  y 
acaso  en  forma  más  patética,  porque  las  lec- 
ciones que  han  recibido  y  el  deseo  que  deben 
tener  por  asegurar  el  poder,  los  obligará(n) 
a  dictar  providencias  más  depresivas  que  las 
de  aquella  malhadada  época. 

Xo  ocurre  otra  cosa  digna  de  comunicarse. 
Concluyo,  por  lo  mismo, deseando  a  U.  la  me- 
jor salud  y  toda  clase  de  bienes,  como  su  más 
afecto  amigo,  atto.  y  S.  S.,  q.  b.  s.  m. 

Fniifilo  Gnlindo  (  rúbrica  . 


LI 
HxMi).  Sk.  Gemíkal  D.  Makiano  I'akedks. 
México,  acostó  13  dk  184-5. 

Mi  muy  (luerido  amigo: 

Habiendo llegadoel decimotercio  voto  en  fa- 
vor del  Sr.  Presidente  interino  para  la  Presi- 
dencia Cí)iistitucional  de  la  Repx'iblica. conclu- 
yó el  pcrítxlo  del  .Ministerio  del  ü  de  diciembre 
el  lunes  último,  y  procedimos,  en  consecuencia, 
los  Ministros  a  hacer  nuestra  dimisión,  con- 
forme a  lo  convenido  y  acordado  muy  de 
antemano.      1'.    sabe    que    ésta   fué    siempre 


105 

nuestra  resolución,  que  la  anunciamos  de  mil 
modos,  y  que,  no  estando  dispuestos,  como 
no  lo  estuvimos  nunca,  a  continuar  por  todo  el 
período  constitucional,  debimos  dejar  en  liber- 
tad al  Sr.  Presidente  para  que  eligiera  su 
nuevo  Alinisterio.  Este  aun  no  está  nombra- 
do, sin  embargo  de  cjue  nuestra  renuncia  fué 
admitida  en  el  mismo  día  que  la  presentamos 
y  en  los  términos  más  honoríficos  para  nos- 
otros. Pero  puedo  asegurar  a  U.  que  el  Sr. 
Presidente,  poseído  de  las  mejores  intenciones 
y  deseoso  del  acierto,  hará  una  elección  que 
no  haga  desmerecer  nada  el  buen  nombre 
que  hasta  ahora  ha  tenido  el  Gobierno. 

Como  de  un  momento  a  otro  tendré  el  gusto 
de  darle  a  U.  un  abrazo,  no  hablo  sobre  nues- 
tra política  interior,  la  cual,  sin  embargo  de 
todo  lo  que  se  teme,  se  mejora  de  día  en  día, 
pues  vemos  que  prevalece  el  buen  sentido  de  la 
Nación,  3^  que,  si  se  exceptúan  unos  cuantos 
revoltosos,  todos  los  demás  están  conformes 
con  el  orden  existente  y  con  que  haya  paz  y 
respeto  a  las  leyes  y  garantías  individuales. 
Sobre  sistemas,  que  se  hable  cuanto  se  quiera: 
la  discusión  pacífica  no  perjudica,  y  ya  hemos 
visto  en  estos  ocho  meses  que  al  fin  ha(n)  lle- 
gado a  triunfar  la  razón  y  verdad,  de  las  exa- 
geraciones de  todos  los  partidos. 

Véngase  U.  cuanto  antes,  y,  entre  tanto  nos 
vemos,  disponga  como  siempre  de  su  invaria- 
ble y  afmo.  S.,  q.  b.  s.  m. 

Luis  G.  Cuevas  (rúbrica). 

Nuevos  Doctos.— I.— S. 


I(h; 
Exj>resiones  tic  t»j(la  mi  ianiiliu. 

(Rúbrica.)' 

LII 

liXMo.  Sk.  (  "il-.\KKAL 

D.  Makiano  Paredes  v  Akrilla<;.\. 
México,  agosto  13  i>e  184-5. 

Muy  querido  amigo: 

Torios  periódicos  verá  W  la  renuncia  que 
antier  hicimos  de  los  Ministerios.  U.,  mejor 
que  otro  alguno,  sabía  perfectamente  que  has- 
ta la  elección  del  Presidente  Constitucional 
llegíiban  nuestros  comprt)misos,  pues  recuer 
do  que  cuando  me  quise  separar  la  segunda 
vez  que  desempeñé  interinamente  el  de  Hacien- 
da y  se  interesó  V.  tanto  para  que  no  saliera, 
por  un  afecto  de  su  cariño  así  a  (sic  por  hacin) 
mi  persona,  dijo:  que  el  natural  períododel  Mi- 
nisterio era  el  interinato  del  Sr.  Herrera, 

Me  creo  en  el  delK'r  de  explicar  a  V .  por  que 
no  aguardamos  al  16  de  septiembre,  día  de  la 
posesión,  y  lo  haré  con  tanta  más  satisfacción 
cuanto  más  sincero  es  el  afecto  y  amistad  que 
le  profeso,  y  cpic  desile  la  noche  cjue  tuve  el 
gusto  de  tratarlo  por  primera  ocasión,  y  en 
momentos  bien  difíciles  y  Cíimprometidos.  la 

1  l-.i  poNiilai.i  i»  iK-  ^11  piifto  \  loir.i 


107 

conducta  de  ambos  ha  sido  igual  y  consecuen- 
te en  todo.  El  nuevo  Ministerio  tiene  que  fijar 
su  .programa;  esto  no  es  tan  sencillo,  y  como 
en  el  discurso  que  en  el  propio  día  16  debe  pro- 
nunciar ante  las  Cámaras  el  nuevo  Presiden- 
te, se  ha  de  consignar,  justo  y  mu}-  conveniente 
era  dejarle  tiempo  para  pensarlo  y  discutirlo, 
no  sirviendo  nosotros  de  obstáculo,  quedán- 
donos hasta  entonces,  para  la  marcha  de  nues- 
tros sucesores.  Un  mes  de  imponerse  en  el  Ga- 
binete del  estado  del  país,  los  guiará  para  fijar 
con  acierto  sus  ideas. 

El  otro  motivo,  y  muy  cardinal,  es  que,  ini- 
ciados por  esta  administración  los  dos  graví- 
simos negocios  de  la  guerra  y  sus  recursos,  se 
hace  preciso  que  el  nuevo  Ministerio  no  en- 
cuentre decretado(s)  ni  uno  ni  otro,  para  que 
obre  en  el  Congreso  según  sus  opiniones  en 
puntos  tan  vitales,  ora  sea  continuando  nues- 
tras ideas,  ora  contrariándolas  o  reformán- 
dolas; dejarlo  ligado  con  nuestros  pensamien- 
tos, hubiera  sido  el  peor  de  los  males  si  no 
coincidían  con  los  suyos. 

El  satisfacer  a  U.  es  un  deber  de  nuestra 
amistad;  lo  he  cumplido,  y  sólo  me  resta  ofre- 
cerme de  nuevo  a  sus  órdenes  y  aguardar  con 
ansia  el  día  en  que  tenga  la  satisfacción  de  dar- 
le un  estrecho  abrazo  su  siempre  afmo.  amigo 
y  atto.  S.,  q.  b.  s.  m. 

M.  Riva  Palacio  (rúbrica).' 

1  Toda  la  carta  es  de  jU  puño  y  letra. 


108 


Lili 

Primera  División  Militar 
General  en  Jefe 

Exmo.  Sr.: 

Ten<ío  el  lioiior  de  adjuntar  a  \'.  E.,  marca- 
da con  el  número  1,1a  copia  del  oficio  que  con 
fecha  13  del  corriente  diri^^í  al  Exmo.  Sr.  Ge- 
neral en  Jefe  de  la  3'^  División,'  y  en  vista  del 
cual  determinó  S.  E.  el  (jeneral  Paredes  mar- 
char esta  mañana  a  hablar  a  aquellos  cuerpos; 
y  estoy  imi)uesto  que  da  a  V.  E.,  con  esta 
fecha,  el  parte  de  la  resolución  que  tomó,  y  yo 
faltaría  a  mi  deber  y  a  la  justicia  si  dejare  de 
repetir  a  V.  E.  que,  en  efecto,  el  Batallón 
de  Morelia  está  en  un  estado  de  desnudez 
y  desabrigo  lastimoso,  y  el  3"^  Ligero,  poco  me- 
nos; de  manera  que  cuando  yo,  ayer,  por  un 
momento  me  llegue  a  lisonjear  que  lograría 
hacerlos  marchar  poniéndome  a  su  cabeza, 
auntiue  sin  misión  legal,  me  había  resuelto  (a) 
comprometer  mi  responsabilidail  j>crsonal  pa- 
ra maullarles  construir  las  prendas  de  lienzo 
más  indispensables  y  aprovecharme  de  la  bue- 
na disposición  delSr.  Paredes  para  proveerme 
de  otras,  a  tin  de  que  de  esta  manera  fuese 
menos  el  ilesabrigo  y  se  les  hiciese  menos  peno- 

1   N.i  i  \ínU'  «.11  il  .iiv  liivo  Jil  tiincial  Pnrivlcs 


109 

sa  la  marcha;  pues  respecto  del  haber,  con  los 
últimos  veinte  mil  pesos  que  aquí  se  recibieron 
y  con  nueve  mil  ochocientos  cincuenta  y  cinco 
que  me  trajeron  de  MoreliayGuanajuato,  que- 
dó cubierto  el  presupuesto  del  presente  mes 
con  todo  el  haber  económico  que  pasa  el  Go- 
bierno, y  ministrar  lo  necesario  para  la  sub- 
sistencia de  arrieros  y  muías  de  carga  durante 
la  marcha  hasta  el  Saltillo. 

Como  las  circunstancias  han  exigido,  y  tal 
vez  exigirán  todavía,  la  presencia  del  Sr.  Ge- 
neral Paredes  en  ésta,  no  puede  tener  efecto 
mi  mando  interino  de  la  3^  División,  que  S.  E. 
el  Presidente  se  había  dignado  confiarme,  en 
caso  de  haber  marchado  para  ésa  dicho  Exmo. 
Sr.,lo  que  creo  será  también  un  inconveniente 
para  que  eu  ésta  se  reorganice,  por  la  falta 
de  cuarteles  y  forrajes,  la  1^  División,  de  la 
que  no  existe  más  que  la  Brigada  de  Artillería 
de  a  caballo.  En  tal  concepto,  me  atrevo  a  su- 
plicar, por  el  conducto  de  V.  E.,  al  Exmo.  Sr. 
Presidente,  se  digne  permitirme  cjue  marche 
yo  con  mis  a3'udantes  a  ponerme  a  las  órde- 
nes del  Sr.  D.  Mariano  Arista,  para  prestar 
mis  servicios  en  la  frontera,  o  que  regrese  a 
algún  punto  de  la  demarcación  militar  de  la 
1^  División,  o  se  me  conceda  mi  retiro  a  cuar- 
tel en  esa  capital,  y,  en  cualquiera  de  los  tres 
casos,  lo  que  deba  hacer  con  la  Brigada  de 
Artillería  a  caballo,  por  serme  insoportable 
la  permanencia  en  una  ciudad  en  cuyas  inme- 


Iltl 

(liaciones  mi  nutorirlaíl  c  inflují)  han  sufrido 
tan  dura  prueba,  de  lo  poco  útiles  que  podrán 
ser  Vil  mis  servicios  a  la  patria,  aunque  pres- 
ta(U)s  con  el  mayor  amor  y  desinterés. 

Tf)do  lo  tjue  ten^o  el  honor  de  participar  a 
\'.  !•>.,  reiterándole,  a  la  vez,  las  protestas  de 
mi  atención. 

Dios  y  Libertad. 

San  Liis  Potosí,  .v  14-  i»jí  a<;osto  i>k  184-5, 

A   l.AS  DIFvZ  V  Cl  ARTO  DK  LA  SOCHE, 

1  Ícente  Filisold . 

Ii!x.\io.  Sk    .Minisvko  di-:  i, a  GrEKKA. 

liscopir».  Ciudad  íle  Dolores  de  Hidnlgo. 
ílJÍOStO  1  7  (le  1  Si;"). 

Fran.'"  Schinfiuo  (rúbrica), 

Sri.,     i,.;- 


l.IV 


Primera  División  Militar 
General  en  Jele 


Ivxmo.  Sr  : 

Conforme  con  los  sentimientos  de  lenidad 
(|ue  animaban  :i  V.  H  y  también  a  mí,  y  deci 
dido  a  hu-er  cl  ú!timo  esfuerzo,  me  puse  en 
luaiclii  pan»  la  villa  de  Los    Pozos,  acompa- 


Hl 

nado  de  mi  Secretario,  un  ayudante  \^  ocho 
hombres  de  escolta.  Mi  objeto,  como  Y.  E.  sa- 
bía, era  el  de  hacer  conocer  a  los  jefes  que  man- 
daban los  cuerpos  que  componían  anterior- 
mente la  1*^  División,  el  baldón  eterno  que 
imprimirían  sobre  sus  nombres  y  sobre  el  del 
Ejército  si  no  se  decidían  a  entrarde  nuevo  en 
la  senda  de  la  obediencia,  que  habían  abando- 
nado. 

Al  llegar  a  la  villa  de  Los  Pozos,  fui  recibido 
por  el  General  D.  Ángel  Guzmán  y  todos  los 
jefes  y  oficiales  de  la  caballería  acuartelada  en 
dicha  villa.  Les  dirigí  la  palabra  y  manifesté 
todo  cuanto  alcancé,  relativo  a  la  vergonzosa 
situación  que  guardaban,  y  tuve  el  placer  en 
advertir  que  se  derramaban  algunas  lágrimas. 
Después,  reuní  a  todos  los  jefes  de  Infantería 
y  Caballería,  Sres.  General  D.  Ángel  Guzmán, 
Corónelo.  Nicolás Enciso,  D.  Panfilo  Barasor- 
da,  D.José  Frontera,  Teniente  Coronel  D.José 
María  Ballesteros  y  Comandante  de  Batallón 
D.  Tomás  Andrade.  Les  manifesté  de  nuevo 
cuanto  pude,  para  disuadirlos  de  su  idea,  tra- 
zándoles el  cuadro  de  infamia  en  que  debían 
figurar  si  insistían  en  llevar  adelante  el  no 
marchar  sin  demora  a  ocupar  al  Saltillo  y 
Monterrey,  o  cuando  menos  a  las  ciudades  de 
Matehuala  y  El  Venado.  Les  manifesté  que 
las  escaseces  que  se  decía  se  padecían  en  la 
frontera,  eran  exageradas,  y  que,  en  prueba 
de  ello,  aunque  sin  misión  alguna,  me  compro- 


112 

metía  íi  acompañarlos,  [jartiendo  con  ellos 
las  penalidades  que  esperaban,  comiendo  del 
rancho  de  la  tropa,  snfriendí)  como  ellos,  in- 
virticiiílo  mi  jKiji^a  en  las  necesidades  del  sol- 
dado, y  suplicándoles  solamente  me  mantu- 
vieran mis  caballos  para  caminar,  pues  no 
podía  hacerlo  a  pie  en  razón  a  mi  avanzada 
edad;  y,  en  fin,  esforzando  todas  las  razones 
(|nc  fueron  puestas  en  mis  labios  en  aíjuel  mo- 
mentó,  muy  difíciles  de  recordarse,  pero  las 
cuales  sentía  mi  corazón.  Entonces  los  creí 
convencidos;  me  protestaron  todos  marchar 
a  la  frontera,  sin  otra  condición  que  la  de  que 
yo  fuese  su  í^uía. 

Animado  por  esta  espcrnnza.  puse  en  el  ac- 
to una  comunicación  al  (íobierno,  suplicándo- 
le mandara  vestuario  y  asc^jurándole  que 
estos  cuerpos  marclinrían  a  sacrificarse  en  de- 
fensa de  la  independencia  nacional,  lo  que  me 
había  prometido  conseguir  desde  antes,  con 
la  cooperación  de  V.  Iv  ,  para  franquearles  pren- 
díis  de  vestuario  de  primera  necesidad  que  es- 
tuviesen en  su  arbitrio.  Marchó  esta  comuni- 
cación, y  volvió  a  caer  la  vemla  de  mis  ojos. 
El  Coronel  Ivnciso  dijo  a  los  otros  jefes  que 
era  necesario  hablar  sin  embozo;  (jue  por  el 
respeto  cpic  yo  les  inspiraba,  se  hibían  conte- 
nido; que  la  francpieza  debía  reinar.  Todo^ 
entonces,  me  dijeron  terminantemente  que  su 
suerte  estaba  identificada  a  la  de  la  tV^  Divi- 
sión, del  mando  de  V.  Iv.,  lo  cjue  n)e  lonveuiió 


11.3 

que  era  ésta  una  opinión,  un  acto  de  inobe- 
diencia, en  fin,  y  no  sólo  un  error  o  necesidad. 
Después  de  haber  apurado  cuantos  recursos 
tenía  a  mi  disposición,  no  me  quedó  otro  que 
separanne  de  ellos,  habiendo  sabido  en  el  ca- 
mino que  mientras  los  jefes  conferenciaban 
conmigo,  habían  dejado  (a)  las  tropas  sobre 
las  armas  en  sus  cuarteles. 

Tengo  el  sentimiento  de  ponerlo  todo  en  co- 
nocimiento de  V.  E.para  las  medidas  que  ten- 
ga a  bien  tomar. 

Dios  Y  Libertad. 

San  Luis  Potosí,  agosto  14  de  1845. 

Vicente  Fi Usóla. 

ExMO.  Sr.  General  en  Jefe  de  la  3''  Divi- 
sión Militar,  D.  Mariano  Paredes  de  Arri- 

LLAGA. 

Es  copia.  Ciudad  de  Dolores  de  Hidalgo,  a 
17  de  agosto  de  1845. 

FranS°  Schiañno  (rúbrica), 

Srio.  int" 


in 


LV 

Primsra  División  Militar 
General  en  Jele 

Kxmo.  Sr.; 

Aunque  en  mis  partes  fechas  lU.  11,  13  y  14- 
riel  cnrrien*^e.  participó  a  \'.  E.  Ii>  sucediflo  con 
la  Infantería  3-  Caballería  de  la  !♦  División  de 
mi  mando,  que  a  las  órdenes  del  Sr.  General  D. 
AntonioGaona  iban  destinadas  a  lasdel  Exmo. 
Sr. General  de  División  D.  Mariano  Arista. Ge- 
neral en  Jefe  de  la  4»,  que  guarnece  la  frontera 
de  los  Departamentos  internos  de  Oriente,  y  del 
giro  que  lialiía  tomado  aquella  asonada  tan 
desagradable,  no  lo  verifiqué  entonces  con  la 
extensión  y  detalles  que  debía,  porque  to- 
davía me  lisonjeaba  (de)  que  el  ht)nor  y  (el) 
rimor  a  la  patria  haría(n)  retroceder  de  una 
resolución  tandeslionrosíi  a  losquela  tomaron 
como  perjudicial  a  los  intereses  de  la  Nación; 
pero  perdidas  ya  todas  las  esperanzas,  me  es 
forzoso  hacer  la  liistoria  de  tan  desagradable 
acontecimiento  y  describirlo  tal  como  ha  su- 
cedido, para  tpic,  en  vista  de  todo,  el  Exmo. 
Sr.  Presidente  pueda  tomar  las  me<lidas  que 
juzgue  convi  iiientes. 

Desde  antes  que  yo  saliese  de  San  Juan  del 
Kí<\  se  decía  allí  in'il)licamente  (pie  la  3"  Divi 


115 

sión  tenía  orden  de  marchar  a  ocupar  Monte- 
rrey, pero  que  no  lo  haría,  porque  no  se  creía 
con  los  medios  necesarios  para  ello  y  para  per- 
manecer en  la  frontera;  y  que  así  lo  había 
representado  al  Gobierno  su  General  en  Jefe. 
Otros  adelantaban  más,  pues  decían  que  aque- 
llo no  era  sino  un  pretexto  que  encubría  otras 
miras.  Desprecié  tales  especies,  reputándolas 
como  vulgaridades;  pero  en  Ouerétaro,  San 
Miguel  de  Allende,  Dolores  y,  en  fin,  en  todos 
los  puntos  del  tránsito,  se  hallaban  generali- 
zadas estas  [especies]  nuevas  y  tenidas  como 
cosa  cierta.  En  la  villa  de  San  Francisco  me 
demoré  tres  días  para  pasar  la  revista  de 
comisario  y  aguardar  recursos  para  continuar 
la  marcha;  allí  se  hablabaya  con  más  desembo- 
zo, y  se  añadía  había  en  el  Gobierno  dos  miras 
en  hacer  practicar  a  las  tropas  tales  movimien- 
tos; siendo  el  primero  aparentar  defender  la 
frontera  y  reconquistar  a  Texas  realmente;  y 
el  segundo,  el  de  alejar  al  Ejército  con  este  pre- 
texto para  destruirlo  y  proclamar  la  Federa- 
ción; que  esta  opinión  era  pública  en  San  Luis, 
y  se  manifestaba  sin  ningún  miramiento  por 
todos  los  jefes  y  oficiales  y  aún  por  el  mismo 
General  en  Jefe.  Semejantes  especies,  tan  alar- 
mantes y  repetidas,  no  pudieron  menos  que 
sorprenderme,  3'' tomé  algunas  precauciones  pa- 
ra que  no  se  generalizasen  en  la  División  de  mi 
mando,  haciéndome  el  ánimo  de  hacerla  seguir 
su  marcha  sin  tocar  a  S?\n  Luis;  por  desgracia, 


el  (lía  5  recibí  la  suprema  (jrílen  íle  substituir 
en  el  manflf)  de  la  3'  División  al  Ivxmo.  Sr.  Ge- 
neral Paredes,  mientras  S.  H.  marchaba  a 
México  a  confcrenciarasuntos  del  serviciocon 
el  (jobierno  Supremo.  Presentí  luego  las  con- 
secuencias de  esta  medida,  pero  me  era  forzoso 
cumplir,  y  al  efecto,  marché  para  San  Luis  el 
O,  dejando  orden  (de)  que  lo  verificase  el  Sr.  Ge- 
neral Gaona  con  Ka  Infantería  y  Caballería,  el 
S.para  la  hacienda  de  Las  Pilas  y  villa  de  Los 
Pozos,  para  donde  debía  continuar,  el  9,  la 
Brigada  de  Artillería  de  a  caballo,  que  en  el 
día  10  llegara  a  San  Luis.  Yo  lo  hice  el  mis- 
mo día  que  salí  de  San  Francisco,  y  observé 
con  bastante  s-Mitimiento,  en  los  días  7  y  8, 
que  las  especies  subversivas  y  sediciosas  que 
había  oído  en  todo  el  camino  y  que  tuve  por 
vulgaridades,  eran  reales  y  positivas,  pues  las 
])roducían  desde  el  (íeneral  en  Jefe  hasta  el  úl. 
timo  subteniente.  Supe  también  que,  cr(e)ídos 
en  (|uc  il)a  yo  a  substituirlo,  se  procuró  que 
todos  los  jefes  se  presentaran  al  General  para 
jiedirle  no  los  abandonase,  porque  estaban 
decididos  a  no  obedecer  a  ningún  otro.  Se  dio 
una  (livers'i('>n  de  tor(ís,  en  la  (|ue  se  le  victoreó, 
llamándolo  protector  del  liljército;  se  me  hizo 
ajiarccer  en  las  fondas  y  otros  parajes  públi' 
eos,  por  bis  oficiales  de  aquella  División,  como 
un  federalista  exaltado;  se  esforzaron  las  espe- 
cies citadas,  de  cpie  el  Gobierno  quería  destruir 
al  Ljército  p.ira  li.icer  la  I'ederación.  y  que. en 


117 

consecuencia,  importaba  primero  acabar  con 
los  liberales  que  ir  a  los  desiertos  de  Texas, 
para  lo  que  siempre  habría  tiempo. 

En  esos  mismos  días  se  hicieron  salir  muje- 
res de  la  tropa  y  aún  oficiales  emisarios  para 
la  hacienda  de  Las  Pilas  y  villa  de  Los  Pozos, 
a  fin  de  inducir  a  las  tropas  que  marchaban  a 
la  frontera  a  las  órdenes  del  Sr.  General  Gao- 
na,  para  que  se  nega  sen  a  hacerlo  y  se  les  tinie  • 
sen:  no  se  perdonaron,  en  fin,  ningunos  medios 
para  lograr  este  objeto. 

Lleno  de  angustias,  apresuré  mis  órdenes  e 
instrucciones  al  citado  General  Gaona,  para 
que  en  el  día  siguiente  de  haber  llegado  a  Las 
Pilas,  sin  tocar  a  San  Luis,  continuasen  la 
marcha  por  El  Peñasco,  Bocas,  etc.,  según 
tuve  el  honor  de  manifestar  a  V.  E.  en  mi  no- 
ta sin  número  de  10  del  corriente.  Este  digno 
y  leal  servidor  de  la  patria  lo  verificó  así,  y 
llegó  al  Peñasco  el  día  9  en  la  tarde. 

Esa  misma  noche,  a  las  nueve,  el  Coronel 
del  Regimiento  de  Caballería  de  Querétaro, 
D.  José  Frontera,  que  se  hallaba  en  San  Luis 
con  licencia  para  un  asunto  de  interés  y  me 
había  acompañado  a  hacer  una  visita  al  Sr. 
General  D.Juan  V.  Amador,  encontrándonos 
en  ella,  recibió  una  carta  del  Comandante  de 
Escuadrón  de  su  cuerpo,  D.  José  María  Bar- 
varena,  en  que  le  daba  parte  de  que  todos  los 
cuerpos  de  la  División  estaban  decididos  ano 
continuar  su  marcha  en  el  sisfuiente  día   si 


no  se  les  daban  todos  1(js  recursos  que  creían 
necesitar  para  ella,  según  expresa  la  acta  que 
dirigí  a  V.  E.  con  el  Coronel  Parres;  que  Bar- 
varena  había  prevenido  al  Regimiento  citado, 
que  era  el  mismo  del  Sr.  Frontera,  se  mantu- 
viese neutral  hasta  tanto  no  volviese  su  Coro- 
nel. Esta  resolución  me  llenó  de  amargura,  y 
deseando  prevenir  un  escándalo,  del  que  toda- 
vía no  había  un  ejemplar  en  el  Ejército  Mexi- 
cano, que  llenaría  de  vergüenza  a  la  patria  y 
de  ignominia  a  sus  autores,  me  decidí  a  confe- 
renciar con  el  Exmo.  Sr.  Paredes  para  combinar 
el  modo  de  evitarhj,  pues  yo  no  tenía  otro  ar- 
bitrio a  mi  disposición,  que  el  de  la  persuasión. 
Después  de  una  larga  conferencia,  acorda- 
mos previniese  yo  al  Sr.  Gaona,  aunque  sin 
autoridad  sobre  dicho  jefe,  se  detuviese  en  la 
hacienda  del  Peñasco,  en  donde  se  hallaba,  por 
convenir  así  al  mejor  servicio,  sin  hacerle 
por  entonces  otra  explicación.  Esta  orden  la 
llevó  un  oficial,  y  yo  me  proponía  seguirlo  en 
la  madrugada  del  siguiente  día,  para  ver  si, 
por  medio  de  la  persuasión  y  convencimiento, 
los  podía  disuadirde  un  hecho  tan  vergonzoso. 
Por  desgracia,  era  ya  tarde:  mi  oficio  fué  te- 
chado a  las  diez  de  la  noche,  y  ellos  cometieron 
su  crimen  a  las  ocho;  en  consecuencia, el  Gene- 
ral Gaona  encontró  al  oficial  que  llevaba  este 
pliego  a;las  dos  de  la  mañana,  retirándose  para 
San  Luis,  y  de  cuyos  pormenores  tengo  parte 
(lado  al  Suj)remo  Gobierno. 


Deseando,  sin  embargo,  ver  si  todavía  podía 
conseguir  hacerlos  retroceder  de  un  paso  que 
los  dejará  marcados  con  una  mancha  indele. 
ble  de  oprobio,  y  del  que  me  remitieron  la 
citada  acta,  que  recibí  en  aquella  misma  ma- 
drugada, de  acuerdo  con  el  Exmo.Sr.  General 
Paredes  hice  marchar  a  la  hacienda  del  Peñasco 
al  Coronel  D.  José  Frontera  con  el  fin  de  que 
les  representara  la  magnitud  del  atentado 
que  habían  cometido;  y  que  yo  no  me  podía  dar 
por  recibido  de  semejante  documento,  que  era 
el  testimonio  irrefragable  de  la  ignominia  que 
se  habían  echado  encima;  y  que  sólo  admitiría 
representaciones  sumisas,  hechas  con  total 
arreglo  a  Ordenanza;  que  éstas  las  elevaría 
al  Supremo  Gobierno  para  que  las  resolviese, 
y,  entre  tanto,  detendría  su  marcha.  En  efec- 
to, las  hicieron,  y  tuve  el  pesar  de  remitirlas  a 
V.  E.;  mas  todo  esto,  según  he  podido  com- 
prender, era  ya  un  valor  entendido  con  corres- 
ponsales que  tenían  en  la  3^  División,  y  que 
después  me  confesaron,  el  día  12,  como  V.  E. 
lo  habrá  visto  por  mi  comunicación  del  13  del 
corriente. 

Les  previne  marchasen  de  la  hacienda  del 
Peñasco  a  situarse  en  la  de  Las  Pilas  y  villa  de 
Los  Pozos,  por  no  existir  recursos  en  la  en  que 
se  hallaban. 

A  cada  hora  que  transcurría,  tenía  motivo 
para  convencerme  de  la  connivencia  de  indivi- 
duos de  la  3'^  División  con  los  de  la  1'^  que  ha- 


Ijían  (la(](>  aquel  paso  degradante;  |)ero  me 
era  necesario  disimular  3'  ver  si  todavía  podía 
sacar  un  resultatlo  menos  vergonzoso  para  in- 
dividuos que  había  tenido  a  mis  órdenes,  y 
(|uc  apareciese  menos  criminal  paralosque  los 
habían  inducido  a  cometer  una  falta  tan  ho- 
rrenda. 

Mis  conferencias  relativas  con  el  Sr.  I'are- 
des,  acompañado  del  Sr.  (ieneral  Gaona,  eran 
interesantes;  mas  quedábamos  siempre  en  la 
misma:  S.  K  nos  decía  (jue  pondría  a  nuestra 
disposición  toda  su  División  para  que  nos  hi- 
ciésemos obedecer;  perovomo  nosotros  no  po- 
díamos dudar  de  la  opinión  de  ella  y  de  él,  le 
contestábamos  c|ue  a  él  tocaba,  porque  tenía 
la  fuerza  y  en  su  demarcación  militar  se  ha- 
bía perpetrado  el  escándalo. 

Por  último,  no  queriendo  yo  dejar  de  tocar 
ninguno  de  los  medios  que  me  sugerían  mis 
buenos  deseos,  tenté  inducirlo  a  (pie  me  acom- 
pañase a  ir  a  ha])lar  a  los  insubordinados;  mas 
lo  evadió,  a  pretexto  de  que  padecería(n)  mi 
amor  propio  y  prestigio.  Vo  le  respondí  que 
no  tenía  d  primero,  relativamente  a  él,  y 
que  renunciaba  al  segundo,  por  prestar  a  la 
])atria  un  servicio  que  graduaba  de  suma  im- 
portancia, por  último,  el  General  Paredes,  la 
noche  del  11  al  1  2.  tal  vezcansadode la  impor- 
tunidad y  también  de  representaciones  de  los 
jefes  sublevados  sobre  el  mal  alojamiento  que 
tenían  y  la  situación  equívoca  queguardaban, 


121 

me  manifestó  que  le  parecía  preciso  que  yo  les 
fuese  a  hablar,  seg^ún  lo  había  pensado.  Lo 
verifiqué,  en  efecto,  el  día  12  por  la  mañana, 
3'  mi  entrevista  tuvo  el  resultado  de  que  ya 
tenido  dado  conocimiento  a  \'.  E. 

En  obsequio  de  la  justicia,  debo  manifestar 
(jue  en  la  conferencia  que  con  ellos  tuve,  me 
pareció  advertir  mucho  abatimiento  e  indeci- 
sión en  todos  los  jefes  y  oficiales  de  Caballería, 
y  especialmente  en  D.  Ángel  Guzmán,  y  lo 
contrarío  enlosSres.  Barasorda^*  Andrade,  je- 
fes de  Infantería. 

El  Sr.  Paredes,  aparentando  mucha  indig- 
nación y  resolución  para  hacerse  obedecer  y 
obligarlos  a  marchar  por  fuer/.a,  fué  a  hablar- 
les, en  unión  de  su  Secretario,  el  General  Zava- 
la,  el  día  14,  y  a  su  vuelta  me  dijo  que  había 
conseguido  que  el  día  siguiente  emprendieran 
la  marcha  para  El  Peñasco;  pero  a  mí  se  me 
aseguró  que  todo  aquello  era  una  farsa,  y,  en 
efecto,  esa  misma  noche  la  ciudad  se  llenó  de 
jefes  y  oficiales  de  los  cuerpos  rebeldes,  y  aho- 
ra se  acaba  de  confirmar  esta  cre(e)ncia  por 
noticias  posteriores. 

No  quedándome  ya  otra  cosa  que  hacer  ni 
que  ver,  y  completamente  desengañado  de  que 
todos  mis  esfuerzos  serían  inútiles,  supliqué  a 
V,  E.,  en  comunicación  del  14,'  que  respetuo- 
samente duplico,  lo  mismo  cjue  todas  las  que 
se  relacionan,  por  si  no  hubiesen  llegado  a  po 

1   Wase  la  pi.za  LUÍ . 

•XuEVos  Doctos.— I.— 9. 


(Icr  (lo  \'.  II.,  inclinase  a  S.  E.  el  Presidente 
para  cjue  me  permitiera  marchar  con  s61í>  mis 
ayudantes  a  la  frontera,  a  ponerme  a  las  órrle- 
nes  del  Exmo.  Sr.  General  Arista,  t)  que  me 
transladase  a  otro  punto  de  mi  demarcación 
militar,  o  se  me  concediese,  en  fin,  mi  retiro  a 
cuartel  para  esa  capital,  pues  me  era  ya  inso- 
[)ortable  la  permanencia  por  más  tiempo  en 
una  ciudafl  en  donde  había  sufrido  tantos  de- 
saires mi  autoridad. 

Bn  aquel  momento  estaba  resia^nado  a  espe- 
rar allí  la  resolución  suprema,  por  considera 
ción  a  las  compañías  de  la  Brigada  de  Artille- 
ría de  a  caballo  que  aun  permanecían  a  mis 
órdenes,  y  (ie  cuya  desobediencia  aun  nohaljía 
recibido  prueba;  mas  después  no  tardé  en  con- 
vencerme (|ue  ellas  estaban  en  el  mismo  senti- 
do que  todas  las  demás,  y  tal  vez  con  más 
exaltación.  Para  no  hacer,  pues,  por  más  tiem- 
po un  papel  insufrible  a  todo  hombre  que  aun 
conserva  santjre  en  sus  venas,  salí  de  aquella 
ciudad  en  compañía  del  Sr.  General  Gaona  y 
demás  individuos  que  forman  el  Estado  Ma- 
yor de  la  1  '  I)ivisión,delos(]ue tensío  el  honor 
fie  adjuntar  relación  ' 

.\H  intención  es  la  de  ir  a  esperar  las  órde- 
nes del  Exnio.  Sr.  IVesidente  interino  en  Que- 
rétaro  o  San  Juan  del  Río.  pues  aun  cuando 
la  opinión  cpie  tenijo  de  las  compañííis  de  Ar- 
tillería no  sea  exacta,  naia  se  aventura  en  c*- 


123 

te  paso;  pues  con  ellas  solas  nada  pudiera  yo 
hacer,  V  me  evito  un  nuevo  disgusto,  y  a  ellas, 
en  caso  contrario,  que  atrajesen  sobre  sí  la 
misma  mancha  de  oprobio  que  pesa  sobre  las 
demás  tropas  que  de  tal  manera  faltaron  a  la 
patria,  al  Supremo  Gobierno,  a  sus  Generales 
y  a  su  mismo  honor. 

Suplico,  pues,  a  V.  E.  que,  sirviéndose  dar 
cuenta  con  esta  exposición  al  Exmo.  Sr.  Pre- 
sidente de  la  República,  tenga  también  la 
bondad  de  recabar  de  S.  E.  las  supremas  ór- 
denes relativas  a  mi  persona,  a  la  del  Sr.  Ge- 
neral Gaona  \^  demás  jefes  y  oficiales  que  me 
acompañan. 

Con  este  penoso  motivo,  Exmo.  Sr.,  tengo  el 
honor  de  protestar  de  nuevo  a  V.  E.  y  al  Su- 
premo Gobierno  las  seguridades  de  mi  aten- 
ción y  respeto. 

Dios  y  Libertad. 

ClUü.\I)  DE  HlD.\LGO,  .vr.osTo  17  DH  184-;"). 

VJ''  FíHsoIh  (rúbrica). 
Ex.Mo.  Sr.  Ministro  dk  i,.^  Gukrr.\. 


12» 


Primera  División  Militar 
General  en  Jete 

Rcínción  de   los  Sres.  Generales,  jefes  y  orí 
dales   que  componen  el  Estado  Mnyor  de  la 
1^  División  y  que  se  encuentran  a  mis  órdenes 
cs¡>crnndo  las  del  Snprenio  Gobierno. 

Sr.  (icncral  de  Brigada  D.  Antonio  Gaona. 

Primer  Ayudante  de  Caballería  D.  Ramón 
C'odallos. 

Mein  I).  Antonio  (iaona. 

Teniente  Coronel,  Capitán  D.  Telesfor<í  Ala- 
vez. 

Comandante  de  Eseuadrón,  Capitán  I).  \li 
iLTiiel  Rayón. 

ídem,  ídem  I).  Maximiliano  (laona. 

Ca|)itán  I)    Franeiseo  Sehiafino. 

Ídem  D.  José  María  Jiménez. 

Comandante    (de)    Batallón,     Capit.'m     1». 
1-" r; i nei sc( >  Sa  1  a m anea . 

Teniente  D.  Máximo  Zúñiif.a. 

Ídem  I).  Joa{|nín  \'illavieeneio. 

Comisario  de., la  División  I).  Rafael  I'alaeios 

Snhteniente  O.  Rafael  Palaeios. 

rraetieante  H.  Felipe  Rivera. 

\l\  Cíijiitán  del  G"  Reirimiento  de  Cahalloría, 


VIO 

D.  Telesforo  Alavez,  y  Teniente  D.  Joaquín  Vi- 
llavicencio,  del  3°  Regimiento  Ligero  de  Infan- 
tería, ingresaron  a  mi  Estado  Mayor  por 
híiberse  separado  de  los  cuerpos  a  que  perte- 
necían, en  razón  de  no  haber  querido  tomar 
parte  en  la  sublevación  del  Peñasco. 

Hs  copia.  Ciudad  Dolores  de  Hidalgo,  a  17 
de  agosto  de  1845. 

Fr/i/2.'"  Schicitino  (rúljrica). 


LVll 

ExMO.  Sk.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillac.a. 

Monterrey,  agosto  17  de  1845. 

Mi  querido  compañero  y  fino  amigo: 

La  carta  de  U.  fecha  9  del  corriente  me  ha 
confundido,  porque  tenía  entendido  que  el  Sr. 
General  Gaona  venía  por  Victoria  con  Jas  tro- 
pas de  la  1  '  División  para  Matamoros,  y  aho- 
ra me  dicen  que  vienen  éstas  para  Monterrey. 

No  comprendo  tales  variaciones  de  las  órde- 
nes   del   Gobierno,  porque   no   tengo  noticia 


(le  ellas;  (Je  moflo  que  ruego  a  L'.  me  diga  lo 
(jue  en  el  particular  haya  ocurrido. 

Estoy  detenido,  como  U.,  por  falta  de  recur- 
sos, pues  los  20  mil  jjesos  C|uc  vienen  en  con- 
ducta, no  bastan  [)ara  diez  días  de  socorro  y 
media  paga. 

Hacía  a  U.  en  México,  pues  se  me  dijo  que  le 
había  concedido  el  Supremo  G(jbierno  permiso 
para  marchar  a  aquella  capital. 

Parece  que  a  las  trojms  de  los  Estados  l'ni- 
dos  no  les  agradó  permanecer  en  Corjius 
Christi  por  los  fuertes  ataques  que  sufrieron 
del  mosco  y  de  la  enfermedad,  por  lo  que  han 
tomado  el  rumbo  de  Béjar,  cuya  noticia  espero 
confirmar  en  el  próximo  correo. 

Acal)amos  de  sufrir  un  contratiempo,  de 
aquellos  (jue  sabe  V.  son  muy  frecuentes  en  la 
guerra,  más  cuando  se  trata  de  espías  y  de 
pequeñas  partidas  exploradoras,  porque  con 
la  misma  facilidad  que  caen  en  manos  del  ene- 
migo, se  le  aprenden  las  suyas. 

El  día  17  del  próximo  pasado  julio,  se  nu)- 
vió  de  Río  (irande  con  80  lK>nibres  un  Tenien- 
te presidial,  con  onlen  de  no  pasar  de  las  Nue- 
ces y  mantenerse  puramente  en  observación 
de  los  movimientos  ile  los  yancpiis,  para  co- 
municarlos con  prontitud;  pero  un  exceso  de 
entusiasmo  lo  hizo  avanzar  hasta  Rít)  Frío, 
que  está  muy  inmediato  a  Héjar;  y  habiendo 
(a)campado,  se  desprendió  de  un  cabo  y  siete 
lu^mbres,  (pie   fueron  a  buscar   rescs   con    que 


I 


127 

mitigar  el  hambre,  y  se  encontraron  con  una 
partida  de  60  texanos  al  mando  del  Capitán 
Gei  (sic),  que  los  hizo  prisioneros,  habiéndose- 
les fugado  después  el  cabo,  que  trajo  lanoticia. 

Se  ha  movido  fuerza  suficiente  para  prote- 
ger a  dicho  oficial  y  hacer  por  rescatar  a  los 
siete  prisioneros.  Esta  es  una  cosa  bien  insig- 
nificante; jjero  no  será  difícil  hagan  grande 
alharaca  los  que  no  conocen  el  arte  de  la  gue- 
rra, ni  saben  lo  cjue  es  (sic  por  son)  desierto  y 
frontera. 

Tengo  el  gusto  de  repetirme  de  U.  afnio.  com- 
pañero y  amigo,  que  lo  aprecia  y  b.  s.  m. 

Mar."  Arista  (rúbrica). 


LVIII 

Ministerio  de  Guerra  y  Marina 
Sección  de  Operaciones 

Exmo.  Sr.; 

El  Exmo.  Sr.  Presidente,  im{)uesto  de  la  no- 
ta de  Y.  E.  de  13  del  corriente,  así  ccjmodelos 
documentos  que  acompaña,  me  previene  le 
conteste  que  el  Supremo  Gobierno  se  halla  su- 
mamente satisfecho  del  manejo  de  V.  E.  enlos 
acontecimientos  a  que  dio  lugar  la  ocurrencia 
de  la  1"'  División,  que  ha  visto  S.  E.  con  el  ma- 
yor desagrado,  auncjue  cslá  seguro  de  cjue  la 


totalidad  de  la  tropa  y  oficialifiad  y  la  mayo- 
ría de  los  jefes  conservan  sus  sentimientos  de 
subordinación,  tan  vitales  en  ocasión  tan  clá- 
sica para  la  Repúblicn;  mas  para  cortar  el 
mal  en  su  principio  ycjue  no  se  repitan  escán- 
dalos de  tal  naturaleza,  dispone  el  Exmo.  Sr. 
Presidente  que  la  1'  División  indicada  se  re- 
funda en  la  3',  del  dijL^no  mando  de  V.  E..  for- 
mando ambas,  a  sus  órdenes,  el  Ejército  de 
Reserva,  de  que,  según  le  comunico  en  oficio 
se[)arado,  se  le  nombra  General  en  Jefe. 

Para  que  no  c|uede  impune  la  falta  cometi- 
da por  algunos  jefes  en  el  suceso  que  ha  dado 
motivo  a  la  providencia  anterior,  ha  resueltoel 
Gobierno  se  haga  a  W  E.  particular  encargo 
de  que  mande  instruir  la  correspondiente  cau- 
sa, medio  íinico  para  que  la  disciplina  se  resta- 
blezca en  su  vigor,  obrando  V.  E.  en  todo  con 
la  amplitud  de  facultades  que  le  competen  3' le 
señala  la  Ordenanza  del  P2.jcrcitü. 

Respecto  de  los  recursos  pecuniarios  que  ne 
cesitan  las  tropas  que  quedan  a  las  ordénesele 
y.  E.,  los  comisionadosque  ha  mandado  a  es- 
ta capital,  le  instruirán  verbalmentede  lo  que 
se  ha  acordado  sobre  el  particular. 

Ivl  patriotismo,  pericia  militar  y  la  decisión 
de  \'.  E.  por  la  causa  nacional,  hacen  esperar  al 
1C.\UK).  Sr.  I'resiilente  cjuc  hará  organizar 
completamente  el  Ejército  que  se  le  confía,  con 
lo  acertado  de  sus  providencias, y  darán  el  re- 
sultado que  la  República  desea,  de  ver  triun- 


12» 

fantes  sus  armas  contra  los  enemigos  de  la  in- 
tegridad de  su  territorio. 

Dios  y  Libertad. 

México,  agosto  20  de  1845. 

A  naya  (rúbrica). 

ExMo.  Sr.  General  de  División  D.  AIariano 
Paredes  y  Arrillaga,  en  Jefe  del  Ejer- 
cito DE  Reserva. 

(Acuerdo.) 

Agosto  23/45. 

Que  3'a  se  había(n)  prevenido  los  deseos  del 
Supremo  Gobierno  en  algunas  partes  de  que 
trata  este  oficio,  pues  la  causa  que  se  manda 
instruir,  ya  lo  estaba,  y  en  tal  estado,  que 
pronto  se  me  dará  cuenta  con  el  resultado. 
Que  la  Infantería  de  la  1^  División  estaba 
acuartelada  entre  las  tropas  de  la  3'^,  según 
se  tiene  manifestado;  que  ahora,  refundidas,  se- 
gún la  orden  suprema,  se  pondrán  en  mejor 
estado  de  instrucción  y  disciplina;  pero  que  es 
indispensable  la  pronta  remisión  del  vestua- 
rio, así  como  los  caudales  para  ponerla  en  dis- 
posición de  cumplir  las  órdenes  supremas  re- 
lativas a  sus  movimientos. 


Ministerio  de  Guerra  y  Marina 
Sección  de  Operaciones 

Bxnio.  Sr.: 

Con  esta  techa  di^ío  al  Sr.  Coitiandante  (te- 
neral  de  Guanajuato  lo  que  sigue: 

"Dispone  el  Exmtí.  Sr.  Presidente  que  haga 
\'.  S  marchar  para  esta  ca()ital  el  Batallón 
Activo  (le  Celaya,  que  se  halla  en  esa  ciudad. 
a  cuyo  cuerpo  vendrá  agregadí)  el  del'rbatios 
(le  la  misma. el  cual  se  retirará  lueg(iCjuehaya 
más  tropa  eii  esta  guarnición,  pues  por  ahora 
tiene  (|ue  salir  un  cuerpo  para  Veracruz.  Tam- 
bién me  orden.a  S.  H.  decir  a  \'.  S.  que,  en  el 
caso  lie  c|ue  dichos  cuerpos  no  traigan  todos 
losauxilios  necesarios  para  cíjntinuar  su  mar- 
cha hasta  llegar  a  esta  capital. eljefeencarga- 
do  de  ellos  liirija  con  oportunidad  aviso 
de  los  puntos  de  su  tránsito,  a  donde  se  le  harán 
los  situad«)s  correspondientes." 

Tengo  el  honor  de  transcribirlo  a  \'.  E.  para 
su  conocimiento,  en  concepto  de  tjue  esta  re- 
solución la  ha  tomado  el  Exmo.  Sr.  Presidente 
a  virtud  de  (|uc,  como  se  indica,  debe  marchar 
un  cuerpode  esta  capital  para  reforzar  la  guar^ 


nición  de  \'eracruz,  que  se  halla  amagada  de 
tropas  enemigas. 

Reitero  a  V.  E.,  con  tal  motivo,  las  seguri- 
dades de  mi  consideración  y  aprecio. 

Dios  3^  Libertad. 

México,  agosto  20  de  1845. 

Anaya  (rúbrica). 

ExMo.  Sr.  General  en  Jefe  de  la  3» División 
DEL  Ejercito  (D.  Mariano  Paredes  y 
Arrillaga). 


LX 


Ministerio  de  Guerra  y  Marina 
Sección  de  Operaciones 

Exmo.  Sr.: 

El  Exmo.  Sr.  Presidente,  convencido  de  los 
conocimientos,  actividad  y  patriotismo  de  V. 
E.,  ha  tenido  a  bien  nombra  rio  General  en  Jefe 
del  Ejército  de  Reserva,  que  debe  componerse 
de  la  1^  y  3^  Division(es)  militar(es),  quedan- 
do aquélla  refundida  en  ésta,  como  digo  a  V. 
E.  en  comunicación  separada,  de  esta  fecha;  y 
tengo  el  honor  de  participárselo  de  orden  de 


|:¡-J 

S.  H.,  reiterándole  mi   distinguirla  considera- 
ción y  aprecio. 

Dios  y  Libertad. 

México,  acostó  20  de  1S4-5. 

Anuya  (rúbrica). 

Bx.Mo.   Sk.  (íenhkal   kn  Jefe  del  Ejercito 
DE  Reserva.  1>.  Mariano  Paredes  y  .\rri 

LLAGA. 


I. XI 

Ministerio  de  Guerra  y  Marina 
Sección  de  Operaciones 

Hxnií;.  Sr.: 

Teniendo  el  Supremo  Gobierno  noticias  re- 
lativas a  marchas  y  proximidad  de  fuerzas 
enemigas,  de  las  que  tal  vez  algunas  habrán 
llegado  a  Béjar,  y  habiendo  solicitado  el  Exmo. 
Sr.  General  en  jefe  de  la  4-'^'  División  militar  el 
que  se  refuerce  ésta  con  algunos  cuerpos 
del  Ejército,  me  ordena  el  Exmo.  Sr,  Presiden- 
te decir  a  V.  E.  ilisponga  que  así  se  verifique, 
haciendo  marchar  a  la  frontera  el  auxilio  de 
tropa  ((uc  parezca  a  \'.  lí.  más  a  propósito;  y 


con  tal  objeto  se  lo  comunico,  de  orden  de  S. 
E.,  reiterándole  mi  consideración  y  aprecio. 

Dios  y  Libertad. 

jMexico,  agosto  20  de  3  845. 

A navn  ( rúbrica ) . 

ExMo.   Sr.   General  en  Jefe  dee  Ejercito 
DE  Reskrva,  D.  Mariano  Paredes  y  Arri- 

LLAGA. 

{Acuerdo.) 

Agosto  23  4-5. 

Que  se  pondrá  de  acuerdo  con  el  Exmo.  Sr. 
General  en  Jefe  de  la  4^  División  para  que  diga 
la  fuerza  y  de  qué  armas  necesita,  y  que  con 
los  recursos  necesarios  se  pondrá  en  marcha. 
Oficio  al  Sr.  Arista  en  este  sentido.  Transcri- 
to éste,  que  si  tiene  recursos,  puede  mandar 
algún  numerario  para  expeditar  esta  marcha. 


].'A 


LXII 

Administración  General 

üe  la  Renta  del  Correo 

Correspondencia  Particular 

Mi  XRO.  'JO  DE  AGOSTO  DK   1845. 

HxMo.  Sk.  (ii;.ni:hal  dk  Divisiun 

D.  Mariano  Parhdi-s  v  Arrillaoa. 

Mi  M precia l)le  nmigo  y  señor: 

El  Homin^o,  que  recibí  las  de  V.,  vi  luego  al 
Sr.  Presidente,  no  teniendo  amistad  con  el  ac- 
tual Ministro  de  la  (juerra.  3'  al  día  siguiente, 
al  Sr.  Peña  y  Peña,  hablando  con  ambos  so- 
bre lo  ocurrido  en  ésa,  los  medios  de  evitar 
que  aquí  se  le  diera  un  diferente  colorido,  y, 
lo  c|ue  es  mAs  esencial,  de  tomar  providencias 
para  remediar  se  repitiera  un  segundo  escán- 
dalo, haciendo  desa[)arecerlas  causas  radical- 
mente, pues  si  había  de  hacerse  la  campaña, 
era  indispensable  pensar  en  todos  sus  detalles. 
.\yer  fue  el  día  señalado  paratratarde  esto,  y 
hoy  i|ui/,á  \<>lverán  a  reunirse  con  motivo  de 
los  |)liegos  llega<lt)S  est.'i  mañana  del  Sr^  Fili- 
sola  y  (.Taona.  Hstán  persuadidos  de  lo  ix'rju- 
dicial  que  sería  que  en  las  circunstancias  pre- 
sentes se  nombrara  a  otro  ipie  no  sea  1.,  Ge- 
ni ral   en    lefe,  sin  (pie  nadie  insista   ya  en  el 


¡ 


\?,r, 

nombramiento  del  Sr.  Bustamante,  ni  Cuevas, 
autor  de  él.  Mucho  siento  que  no  hubiera  U. 
venido  cuando  pensó  hacerlo,  (tanto)  por  la 
oportunidad  como  porque  en  una  hora  se  ha- 
bría hecho  más  que  escribiendo  volúmenes  de 
esa  ciudad. 

Descanse  U.  en  que  si  la  oposición  escribe  al- 
go, se  le  contestará  luego  rectificando  los  he- 
chos, aunque  siento  decir  que  de  ellos  resulta 
un  fuerte  cargo  contra  García  Conde,  por  el 
miserable  estado  en  que  iba  la  División  del  Sr. 
Filisola,  que  no  sé  cómo  contestará;  así  se  lo 
he  anticipado,  por  si  llegare  el  caso. 

Creí  que  si  U.,  por  fin,  no  venía,  habría  man- 
dado un  comisionado  de  su  confianza  para 
que  expusiera  al  Supremo  Gobierno  todas  sus 
ideas  sobre  la  campaña  y  lo  fijara  más  en  el 
modo  y  plan  de  hacerla;  esto  siempre  será  muy 
conflucente. 

El  nuevo  Ministerio  ha  comenzado  a  traba- 
jar; pero  no  lo  creo  muy  homogéneo,  y  aunque 
esto  es  más  bien  negativo,  no  por  esto  hará, 
que  se  obre  con  la  energía  que  es  necesaria,  y 
temo  que  pronto  se  modificará  o  quizá  cam- 
biará del  todo. 

La  División  de  Iniestra  está  en  Chilpancin- 
go,  debiendo  embarcarse  en  Acapulco;  él  vino 
aquí  con  los  capitanes  de  los  buques  en  busca 
de  dinero,  que  no  está  muy  abundante. 

Consérvese  U.  bueno,  como  se  lo  desea  este 


1:k; 

su  afnio.  amijjfo.  (jut*  lo  estima  y  es  S.  S.  S.,  q. 

1).  s.  ni. 

J.  Miguel  Arroyo  (rúbrica).' 


LXIII 
Sr.  Genkkal  D.  Mariano  Paredes. 

Sax  Lris. 
México,  agosto  20  de  1845. 

Mi  a  preciable  amigo  3-  señor: 

Sirve  la  presente  para  decir  a  I',  que  puedo 
venderle  todos  los  paños  que  necesite,  propios 
para  vestuarios,  de  la  fábrica  que  tienen  mis 
sobrinos  en  Celaya,cuya  clase  es  superior.  Me 
arreglaré  cuanto  me  sea  posible  en  los  precios. 
t|ue  serán  bastante  cómodos,  y  para  su  pago 
sólo  deseo  entenderme  con  V  como  particu- 
lar, y  de  esta  manera  V.  dispondrá  lo  cpie 
guste. 

Desde  el  día  7  de  diciembre  último,  me  del^e 
cl  Goi)iern<)  cjuinicntos  mil  pesos  por  el  vestua- 
rio (jue  le  he  entregado,  y  aunque hadispuesto 
su  i)ago,  tardaré  mucho  tiempo  en  cubrirme 
de  esta  suma. 

Si  I',  quiere  que  en  Uuerétaro  se  inn^ítinva 

I   Tuila  lii  i-ai  t.n  i->>  vli-  ■•u  piirto  \  Icir.-» 


I.ÍT 


algún  vestuario,  con  las  órdenes  de  U,  se  veri- 
ficará luego,  o  desde  aquí  le  remitiré  lo  que  U. 
me  pida  y  a  los  precios  de  contrata,  que  son 
muy  cómodos. 

Vea  U.  en  qué  puede  complacerle  su  siempre 
afnio.  amigo  y  atto.  S.,  q.  b.  s.  m. 

C.  Rubio  ( rúbrica ).i 


LXIV 

Exmo.  Sr.: 

Los  cuerpos  de  Húsares  de  la  Guardia,  11" 
de  Infantería,  Batallón  y  Regimiento  Acti- 
vos de  Morelia,  Batallóny  Regimiento  Activos 
de  Querétaro,  que  tienen  su  origen  de  los  De- 
partamentos de  este  último  y  de  México,  se 
hallan  en  tan  baja  fuerza,  que  casi  deben  con- 
siderarse en  cuadro,  de  que  resulta  hacerse 
onerosos  por  sus  planas  mayores.  Para  reme- 
diar este  mal  y  que  estos  cuerpos  se  pusieran 
en  el  pie  de  fuerza  que  deben  tener  para  ser 
verdaderamente  útiles,  creo  que  sería  conve- 
niente que  el  Supremo  Gobierno  excitase  a  los 
Exmos.  Sres.  Gobernadores  de  dichos  Depar- 
tamentos a  que  reemplazasen  sus  bajas.  Rue- 
go a  V.  E.  se  digne  acordarlo  así  con  el  Exmo. 

1  Toda  la  cana  es  de  su  puño  y  letra, 

XUKVOS  Docios.— 1.— 10 


Sr.  Presidente,  por  si  S.  E.  tuviere  a  bien  acor- 
dar a  mi  pedido. 

Dios,  etc. 

S.\N  Luis  Potosí,  agosto  23  de  184-5. 

{Mariano  Paredes  y  Arrillaga.) 
ExMo.   Sk.    Ministro   dk   la  Gierka  v  Ma- 

KINA. 


LXV 

ExM(j.  Sk.  (teneral 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillac.a. 

Monterrey,  agosto  24  de  184-5. 

Mi  querido  coiripañero  y  fino  amigo: 
La  grata  de  U.  fecha  18  del  corriente  me  deja 
impuesto  del  pormenor  del  suceso  lamentable 
que  tuvo  lugar  entre  las  tropas  de  la  1"  Divi- 
sión, que  conducía  el  Sr.  General  Gaona  para 
ponerlas  a  mis  órdenes. 

No  puede  r.  figurarse  lo  sensible  que  me  ha 
sido  ese  acontecimiento,  que  considero  digno 
de  un  ejemplarcastigo,  porque  de  locontrario. 
nosotros  no  tenemos  garantías,  en  virtud  de 
que  un  jete  u  oficial  ignorantee  insubordinado 
bastará  para  cjue  nuestras  providencias  sobre 


I.üt 

el  rnismo  campo  de  batalla  queden  ilusorias 
por  medio  de  un  motín  escandaloso. 

Veo  con  el  más  profundo  dolor  el  estado  mi- 
serable en  que  se  hacían  marchar  esas  fuerzas; 
pero  si  los  autores  de  semejante  desorden 
hubieran  promovido  respetuosamente,  y  con 
arreglo  a  Ordenanza,  una  petición  legal,  U. 
mismo  se  las  habría  apoyado,  así  como  supo 
enérgicamente  volverlos  al  orden  de  una  ma- 
nera que  siempre  le  hará  honor. 

Quiera  la  Providencia  que  los  perversos  y 
descarados  escritores  de  la  oposición  no  abul- 
ten los  sucesos  y  propaguen  nuestro  descrédito, 
comenzando  por  rebatir  los  artículos  tan  fun- 
dados, juiciosos  3^  decentes  que  con  tanta  ener- 
gía escribieron  unos  militares  de  la  División 
que  tiene  U.  a  sus  órdenes  y  que  hasta  hoy  no 
han  desmentido  los  principios  que  asentaron. 

Mi  buen  amigo  el  Sr.  General  D.  Anguel  (sic) 
Guzmán,  estoy  cierto  que  se  habrá  portado 
con  honor;  así  es  que  se  lo  recomiendo  a  U. 
mucho,  porque  es  una  espada  brillante  que  en 
la  guerra  nos  dará  buenos  resultados. 

Cuánto  siento  que  se  desmembrara  el  número 
de  capotes,  porque  toda  ponderación  es  nada 
para  indicar  la  desnudez  de  mis  subordinados; 
pero,  en  fin,  ruego  a  U.,  por  nuestra  amistad, 
que  las  prendas  que  quedan  me  las  remita 
prontamente,  seguro  de  que  hace  un  positivo 
servicio  a  esta  División. 

Aguardaba  con  ansia  la  llegada  delSr.  Gao- 


140 

na,  porque  la  falta  de  esas  tuerzas  me  hace  no- 
table falta  para  el  arre^^lo  de  mis  operaciones, 
que  todas  se  han  trastornado,  y  me  hallo  en 
la  inacción,  porque  no  puedo  cubrir  tan  vasta 
frontera,  ni  castij^ar  al  enemigo,  que  se  halla 
a  4-5  leguas  de  la  línea.  Conocerá  U.  cuáles  son 
mis  exigencias,  y  estoj'  cierto  que  coop>eraráa 
que  cuanto  antes  se  muevan  las  tropas. 

En  efecto,  hasta  hoy  no  se  nombra  el  nuevo 
Ministerio;  pero  debemos  descansar  en  que  el 
Sr.  Herrera,  usando  de  su  justificación  y  buenas 
intenciones,  sabrá  elegir  ciudadanos  honra- 
dos y  verdaderamente  patriotas  que  metodi- 
cen la  guerra  nacional  en  que  vamos  a  entrar, 
(jue  propi;rcione(n)  los  recursos  necesarios 
y  que  salven  el  honor  nacional. 

Sean  cuales  fueren  las  macjuinaciones  de  los 
jjartidos,  nosotros  mandamos  la  fuerza  arma- 
da, caminamos  de  entera  conformidad  y  uni- 
dos, resueltos  a  la  vez  a  sofocar  cualquiera 
intentona  del  snnsculottiíiwo,  que  es  el  que 
pretende  entronizarse  y  el  que  ha  de  tirarle  a 
todo  (Gobierno  cpie  no  se  componga  de  las  per 
sonas marcadas (|ueesosdescamisa(los  preten- 
den colocar,  y  que  mientras  no  lo  consigan  y 
encuentren  una  firme  resistencia  en  el  Ejército, 
han  de  procurar  hasta  su  destrucción. 

Despreciémoslos,  compañero;  estrechemos 
cada  día  más  y  más  nuestra  unión,  y  nada 
hay  que  temer. 

l-u  iHi.  escríbame  \' .  con  la  frecuencia    (jue 


141 


apetezco,  3'  no  dude  del  constante  afecto  que  le 
profesa  su  afmo.  amigo,  q.  b.  s.  m. 

Mar."  Arista  (rúbrica). 


LXVI 
ExMO.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 
San  Luis  Potosí. 

GUAN.\JUATO,  AGOSTO  25  DE  lcS45. 

Mi  estimado  amigo: 

El  silencio  de  U.  me  tiene  con  mucho  cuidado, 
y  tanto  más  cuando  corren  aquí  varias  noti- 
cias a  cual  peores,  que  yo  a  piejuntillas  niego, 
pero  que  aun  los  periódicos  de  la  Capital  de  la 
República  ayudan  a  dar  certeza  a  los  habla- 
dores de  por  aquí.  Se  asegura  f|ue  al  (Tcneral 
Filisola  se  le  ha  insurreccionado  su  División, 
y  que,  de  sus  resultas,  ese  Sr.  General  se  ha 
marchado  a  México.  Se  dice  por  unos  que  a 
U.  lo  ha  amarrado  su  División,  3-  por  otros, 
que  se  ha  negado  a  la  orden  del  Gobierno  para 
marchar  a  Texas,  y  que  Parres 3»^  no  sé  quién  (es) 
otros  han  marchado  a  México  a  hacer  obser- 
vaciones al  Gobierno.  Para  mí  todo  esto  es 
un  tejido  de  disparates,  pues  lo  único  que  con- 
sidero razonable  es  que  U.  haya  mandado  ci 
México  alguna  comisión,  ya   que  no  ha  podi- 


14:: 

fio  ir  personalmente  a  pedir  recursos  necesa- 
rios para  efectuar  los  movimientos. 

Cada  día  nos  ponemos  de  mejor  condición, 
pues  ya  ve  V .  cjue  es  un  gran  auxilio  para  ha- 
cer la  guerra  a  que  se  nos  provoca,  el  dejar  las 
rentas  departamentíiles,  pues  con  ese  recurso 
se  aumentan  los  grandes  que  tiene  el  Gobierno 
(General.  Qué  de  cosas  hay  que  decir  sobre  es- 
tf);  pero  V.  las  conoce  mucho  mejor  que  yo, 
pues  que  está  satisfecho  de  espíritu  nacional 
mexicano. 

W)r  este  último  correo  he  recibirlo  orden 
del  Gobierno  para  mandarle  a  .México  al  Ba- 
tallón 2^'  Activo  de  Celaya  y  el  de  Urbanos 
de  esta  ciudad.'  Más  dificultades  se  me  presen- 
tan, a  la  ve/,  que  tengo  tpie  dar  escolta  para 
mañana  a  la  conducta  de  platas  que  niarchi 
])ara  Tampico.  Estoy  haciéndolo  todo  con 
maña,  i)orquc  estos  patricios  no  son  más  que 
I)ara  las  procesiones,  y  el  2*''  Activo  se  compo- 
ne de  desertores  íiprehendidos  y  reemplazos. 

Hl  Sr.  Morales  cada  día  está  empeorandoen 
su  salud,  pues  ya  no  tiene  de  carne  más  que 
la  lengua. 

.Vuncjuc  ya  es  tarde,  vt)v  un  momento  a  h  »- 
blar  con  el  Sr.  Gobernador,  para  saber  lo  que 
contra  T.  le  dicen  de  México,  para  que,  en  bien 
de  la  patria,  desmienta  I',  esa  alarma  y  me 
mande  U.  con  frecuencia  el  periódico  de  esa 
ciudad  para  imponer  aquí  al  público  de  todo 


143 

lo  que  ocurra,  3^  los  enemigos  del  orden  no  lo. 
gren  dividir  a  los  que  obran  bien. 

Vengo  de  la  casa  del  Sr.  Gobernador,  donde 
he  sabido  le  dicen  de  México  que  allí  se  asegu- 
ra quese  ha  vuelto  U.  otroSanta  Anna;queha 
hecho  un  pronunciamiento  militar,  aunque 
no  dicen  cuál;  que  tiene  U.  preso  al  Sr.  Gene- 
ral Gaona,  y,  por  último,  que  se  ha  negado  U. 
a  ir  a  México  al  llamado  del  Gobierno.  De 
todo  eso  colijo  que,  como  se  dijo  en  el  mismo 
Diario  del  Gobierno  que  U.  iba  a  Aléxico,  y  no 
ha  ido,  piensan  que  el  Gobierno  lo  mandó  y 
U.  no  ha  obedecido.  Repito  a  U.,  mi  buen  ami- 
go, que  me  escriba  U.  con  frecuencia,  impo- 
niéndome de  todo  para  desmentir  a  los  habla- 
dores, en  el  concepto  de  que  debe  U.  contar 
con  mi  discreción  en  lo  que  merezca  reserva,  con 
tal  de  que  U.  me  lo  advierta. 

Sería  muy  útil,  o  que  me  mandase  U.  de  esa 
ciudad  a  ésta  doce  o  quince  caballos,  o  que  del 
destacamento  del  Rincón  de  Ortega  me  man- 
den aquí  la  mitad  de  su  fuerza,  para  remitir 
prontamente  (a)  los  desertores  y  reemplazos 
que  se  van  reuniendo,  y  de  los  que  de  nuevo 
tengo  unos  veinte  y  tantos  hombres. 

Apreciaré  que  no  tenga  U.  novedad  y  que 
mande  a  su  afmo.  amigo,  q.  b.  s.  m. 

Teoñlo  Romero  (rúbrica).^ 

%  Toda  la  caria  es  de  su  puño  y  letra 


u 


LWII 

Correspondencia  Particular 

del  Ministro  de  Estado 

y  del  Despacho  de  Guerra  y  Marina 

I 'alacio  -Nacional  im-:  Mlxico,  a  27  dk 
AíiOSTO  DE  1845. 

ExMí).  Sk.  Glneral 

I).  Marlv,no  Paredes  y  Arkillaga. 

Mi  anti^íuo,  tino  y  distinguido  amigo: 
\  eo  cuántf)  me  favorecer. cu  su  «jrata  de 20 
del  corriente;  y  aunque  no  puede  serme  indife- 
rente el  concepto  de  persona  tan  recomenda- 
ble como  r.  y  de  su  acreditada  inteüsjencia, 
no  puedo  linsonjearme.  sin  enibar*;o,  hasta  el 
lirado  de  variar  de  la  justa  opinión  que  tengo 
de  mí  mismo  y  que  manifesté  a  I',  en  mi  pri- 
mera carta,  escrita  no  con  espíritu  de  honesta 
siíuulación.  sino  con  la  verdad  nacida  de  mis 
más  íntimas  convicciones;  de  modo  que  tengo 
lugar  de  envanecerme  por  el  distinguido  favor 
con  que  V .  me  honra  y  yo  no  merezco. 

Por  l.i  citada  de  I'.,  tengo  ocasión  de  con- 
vencerme de  la  existencia  de  una  idea,  cpie  yo 
sólo  creía  forjada  para  hacer  la  guerra  al  Go- 
bierno, obrase  en  cualtiuier  sentido,  y  es  la  de 
(|uc  a  cierta  distancia  se  hrice  valer  la  suposi- 


14:) 

ción  de  que  se  aspira  a  la  destrucción  o  dimi- 
nución del  Ejército;  y  rae  es  al  extremo  satis- 
factorio poder  asegurar  a  U.  que  esa  suposi- 
ción es  tan  gratuita,  cuanto  que  los  designios 
del  Ejecutivo  están  en  sentido  absolutamente 
contrario.  Por  lo  que  a  mí  toca,  creo  que  el 
que  en  las  presentes  circunstancias  abrigue 
tan  bastardos  sentimientos,  es  un  traidor, 
porque  la  salvación  de  la  patria  pende  abso- 
lutamente del  poder  de  un  Ejército  numero- 
so y  bien  disciplinado.  Si  en  mi  mano  estuvie- 
se, yo  multiplicaría  los  los  (sic)  soldados  hasta 
un  término  que  excediese  los  deseos  de  cuan- 
tos saben,  como  U.,  apreciarel  mérito  de  la  ins- 
titución militar;  y  no  lo  dude  U.:  la  fuerza  se 
aumentará  hasta  donde  más  y  más  permitan 
los  recursos,  porque  tales  (son)  los  más  vehe- 
mentes deseos  del  Gobierno.  Tengo,  además, 
persuasiones  tan  idénticas  a  las  que  U.  me 
insinúa,  que  juzgo  la  necesidad  del  Ejército, 
no  sólo  por  consideración  al  extranjero  y  por 
las  exigencias  del  momento,  sino  también 
por  la  tranquilidad  y  seguridad  interior,  por- 
que nuestros  pueblos  todavía  no  están  en  dis- 
posición de  conservar  por  sí  solos  tan  precio- 
sas garantías. 

He  hablado  a  U.  con  la  franqueza  y  lealtad 
de  un  soldado  de  honor,  cuáles  son  mis  opi- 
niones y  las  que  norman  la  conducta  del  Go- 
bierno, dejando  a  U.  formar  las  ilaciones  que 
le  presentará  su  buen  juicio  y  que  bastarán, 


I4C, 

yo  lo  creo,  a  tranquilizarlo  sobre  un  punto 
tan  vital  y  que  con  sobrada  razón  llama  su 
atención. 

Para  concluir,  diré  a  U.  que  le  quedo  mu}'^ 
agradecido  a  las  expresiones  tan  finas  conque 
me  distingue,  y  que  deseo  ocasión  de  patenti- 
zarle la  singular  estimación  (|ue  le  profeso  y 
con  la  que  corrcs¡)ondo  sus  favores,  así  como 
a  los  comfjañeros  de  armas  de  quienes  haceU. 
mención.  Torios  fleben  contar,  y  con  especia- 
lidad U.,  con  que  durante  el  muy  poco  tiempo 
que  yo  desempeñe  malamente  esta  comisi.ón, 
les  serviré  gustoso  como  el  más  sincero  y  afec- 
to amigo,  que  atto.  b.  s.  m, 

Pedro  M.'  Ariíiyn  (rúbrica).' 


LXVIll 
HxMo.  Sk.  Gk.nkk.m.  D.  M.\ri.\no  Paredes. 
S.vN  Lris  Potosí. 

(irAN-NJlATO,  .\GOSTO  28  DE  1845. 

.Mi  (jucriilo  íimigo: 

Tengo  tantas  colerillas  en  el  cuerpo  y  que 
vencer  {)ers()n;dmente  algunos  inconvenientes 
paríi  cumplir  con  mis  deberes,  que  no  me  será 

I  1'oJh  la  carin  es  dt-  mi  puAo  v  Ictni 


14T 

fácil  el  arreglar  el  orden  de  esta  carta,  que  co- 
mienzo ahora;  tendré  que  interrumpir(la)  va- 
rias veces,  3^  saldrá  por  el  correo  de  mañana. 

La  falta  de  espíritu  público  es  tan  patente, 
que  sería  necesario  ser  un  imbécil  para  no 
conocerla.  Si  el  Norte— América  hubiera  bien 
pagado  (a)  millares  de  hombres  para  que  en  es- 
ta República  les  ayudaran  a  sus  miras  de  ra- 
pacidad, no  les  serían  tan  fieles  servidores 
como  los  mismos  mexicanos,  y  para  colmo  de 
desgracia,  las  autoridades,  que  debían  inspi- 
rar sentimientos  de  honor,  son  las  primeras 
que  con  su  ejemplo  corrompen  a  la  sociedad 
entera. 

Como  dije  a  U.  en  mi  anterior,  me  vino  or- 
den del  Gobierno  para  mandarle  a  los  Bata- 
llones de  Celaya  y  Urbanos  de  esta  ciudad; 
pero  como  conozco  bien  a  toda  esta  gentita, 
por  una  trampa  legal  les  cogí  (a)  cerca  de  dos- 
cientos hombres  de  esa  milicia;  y  ya  por  ese 
motivo,  por  la  reserva  con  que  lo  hacía,  por 
las  noticias  que  aquí  hacían  correr,  de  que  U. 
se  había  insurreccionado  y  de  que  yo  estaba 
en  combinación,  y,  más  claro,  por  el  empeño 
que  tienen  estos  patricios  en  embarazar  al 
Gobierno  y  en  que  no  ha\'^a  orden  alguno,  hi- 
cieron todo  cuanto  estuvo  de  su  parte  para 
que  no  marchara  esa  tropa,  y,  entre  otras  co- 
sas, reunirse  la  Asamblea  Departamental  y 
protestar  y  disponerse  a  dar  un  decreto  des- 
trux'endo  esa  milicia,   por  no  existir  con  arre- 


HK 

glo  a  las  Bases  y  leyes  posteriores;  enredarme 
al  Tesorero  para  que  no  me  diera  recurso  al- 
f<uno,  y  provocar  la  sedición  en  la  tropa. 

Preciso  fué  resolverse  a  todp.  y  comencé  por 
alguna(s)  indirectillasdeaquellasquel'.  sabe, 
contra  la  Asamblea.  Tesorero  y  oficiales  y 
tropa  urbana;  y  f)ara  abreviarle  a  V.  el  cuen- 
to, les  hice  saber  a  los  junteras  y  demás  que 
yo  habííi  dellevíirmisprovidencia(s)  adelante, 
por  lo  que  no  les  (juedaba  más  recurso  que  el 
de  ponerse  el  que  quisiera  a  la  cabeza  delosde 
la  oposición,  para  resistir  con  las  armas;  pero 
(|ue  les  aseguraba  que  j'O  había  de  insistir  y 
les  opondría  la  fuerza  a  la  fuerza.  A  tan  per- 
suasivas razones,  la  cosa  se  ha  arreglado  del 
mejor  modo  posible,  pues  he  reunido  <  a  )  dos- 
cientos cuarenta  urbanos,  que  han  pasado 
revista  y  se  pagarán  para  que,  en  unión  de 
los  de  Celaya,  salgan  mañana  de  aquí. 

Ya  que  vieron  que  no  fui  blandito,  han  dis- 
currido una  muy  graciosa  y  honrosa  salida: 
juzgue  V  (le  ella.  Dicen  que  se  habría  reunido 
mayor  número  de  urbanos  y  no  habría  habi- 
do resistencia  alguna  si  se  hubiera  sabido  que 
esa  reunión  no  ilia  a  Texas.  ¿(Jué  tal?  Pues, 
señor,  ni  eso  es  cierto,  porque  mis  primeras 
providencias  fueron  el  domingo;  el  lunes,  su- 
})ieron,  y  de  una  manera  oficial,  y  (sic  por  e/) 
objeto,  y  hasta  ahora,  que  es  jueves,  no  se  ha 
podido  reunir  más  número  del  que  he  dicho  a 
r.,  pues  aun(|ue  directamente  no   han    hecho 


14Í) 

después  la  resistencia,  sí  de  una  manera  indi- 
recta. 

Nuestro  Sr.  Gobernador  (D.  Juan  Bautista 
Morales),  muy  buen  sujeto,  muy  hombre  de 
bien  y  obrando  de  la  mejor  buena  fe  con  nos- 
otros por  el  orden;  pero  a  más  de  que  es  un 
hombre  nuevo  en  esta  clase  de  negocios,  está 
muy  enfermo,  y  me  lo  asustan  los  del  vinagri- 
llo; pero,  en  fin,  así  vamos  andando. 

Ansiaba  tener  letras  de  U.  para  ver  cómo 
acallaba  esta  grita  infernal  de  por  aquí,  y  lue- 
go que  he  recibido  su  carta  y  oficio  de  22  del 
actual,  he  influido  para  que  en  este  periódico 
se  hagan  saber  las  cosas,  como  lo  verá  U.  por 
el  impreso  que  le  adjunto.  No  deje  U.  de  decir- 
me cuanto  ocurra,  para  estar  listo  a  desmen- 
tir a  los  habladores. 

En  cuanto  a  los  re(e)mplazos  para  esa  Divi- 
sión, no  faltarán,  aunque  no  sea  como  debie- 
ra; pero  he  dicho  a  U.  y  le  repito  que  aun  para 
ese  objeto  me  serían  muy  útiles  aquí  veinticin- 
co caballos,  para  irle  remitiendo  (a)  los  re(e)m- 
plazos  que  vayan  viniendo;  de  modo  que  hoy 
diez,  y  mañana  veinte,  le  iría  mandando  fre- 
cuentemente. Cuando  llegue  la  hora  de  mar- 
char, reúna  U.  allá  estos  veinticinco  caballos. 

Al  mismo  tiempo  que  tenían  que  salir  estos 
cuerpos,  única  tropa  que  aquí  existía,  fué  ne- 
cesario escoltar  la  conducta  de  platas  que  va 
a  Tampico,  y  aunque  pedí  al  Rincón  de  Orte- 
ga quince  hombres,  no  vinieron  más  que  doce, 


porque  diz  que  se  les  han  muerto  algunos  ce- 
Ijallos;  pero,  en  fin,  con  esos  doce  y  unos  cuan- 
tos auxiliares  (|uc  [)use  en  figura  de  soldados, 
salió  ese  dinero. 

Se  ve  uno  obligado  a  veces  a  no  obrar  bien 
en  contra  de  sus  projjios  sentimientos,  por. 
que  hay  compañeros  que  lo  hacen  arrepentir 
de  hiicer  las  cosas  en  bien  del  servicio.  Recor- 
dará U.  que  le  pregunté  si  a  los  desertores  del 
Batallón  de  Guanajuato  los  mandaba  hasta 
Lagos,  p;»ra  que  de  allí  los  remitieran  a  Gua- 
dalíijara;  convino  U.  en  ello,  y  y(J  mandé  una 
cuerda,  previniendo  al  oficial  de  ia  escolta  que 
de  Líigos  regresase;  pues,  señor,  el  Sr.  Coro- 
nel Flores  lo  obligó  a  que  fuera  hasta  Tepa 
titlíin,  |)orque  así  se  le  evitaban  molestias. 
Dios  sabe  cuándfí  vendrán  esos  hombresy  del 
modo  que  vendrán  por  la  falta  de  socorros,  y 
luego,  el  hacerlos  marcharsolos  a  incorporar- 
se a  su  cuerpo. 

Son  las  cincode  la  tarde.  \'  creo  haber  hecho 
más  (pie  los  doce  pares  de  Francia,  porque. 
sin  embargo  de  (pie  aun  no  se  han  podido  pa- 
gar los  diez  mil  ])esos  que  se  mandaron  al'.; 
de  que  ha  salido  la  conducta  aN'er,  y  (de)  que, 
por  lo  mismo,  no  hay  un  real  en  el  comercio; 
(de  rpic)  no  han  venido  órdenes  del  Gobierno 
para  que  se  hagan  los  gastos,  y  'de)  las  natu- 
rales resisieneias  de  estos  prójimos,  les  he  sa- 
ca lo  ocho  mil  jjcsos,  tpie  han  sido  necesarios 
para  ([ue  estos  cuerpos  vayan  socorridos  por 


I 


•  1;J1 

un  mes  y  pagados  los  bagajes  hasta  la  Capi- 
tal de  la  República. 

Ahora,  lo  que  falta  es  que  el  Gobierno  me 
deje  comprometido,  pues  para  conseguir  este 
dinero,  les  he  ofrecido  pagárselos  bajo  mi  res- 
ponsabilidad peráonal  dentro  de  muy  pocos 
días.  Quiera  Dios  que  yo  no  salga  crucificado 
por  meterme  a  redentor.  Dejo  la  pluma  hasta 
mañana. 

Somos  (a)  29,  y  ya,  gracias  a  Dios,  han  sa- 
lido a  las  seis  de  la  mañana  los  dos  cuerpos  de 
que  he  hablado. 

Apreciaré  que  no  tenga  U.  novedad,  que  me 
escriba  con  frecuencia  y  que  mande  como  gus- 
te a  su  afmo,  amigo,  que  lo  saluda  y  b.  s.  m. 

Teotilo  Romero  (rúbrica).^ 


LXIX 

Secretaria  Particular 
del  Presidente  de  la  República 

Palacio    Nacional  en   México,  a  30  de 
agosto  de  1845. 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Mi  compañero  y  estimado  amigo: 

Los  testimonios  que  tiene  el  Gobierno  para 

1    Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


no  alimentar  la  más  leve  sospecha  res|)ecto  de 
su  conducta,  los  ha  venido  a  coronar  su  favo- 
recida (de)  17  fiel  corriente,  la  cual  he  hecho 
circular  entre  los  amibos  del  Gobierno  para 
(pie,  llep^ando  su  contenido  a  oídos  de  sus  ene- 
mi«^os,  vean  rjue  se  equivocan  con  la  desunión 
que  pretenden  sembrar  y  que  sus  maquinacio- 
nes se  estrellarán  en  sí  mismas.  porf|ue  el  Go- 
bierno y  la  escoí^ida  parte  de  sus  (Venérales 
que  supieron  hacer  triunfar  la  razón  sobre  el 
despotismo,  ni  aspiran  a  volver  (a)  aquella 
época,  ni  tampoco  a  dar  un  triunfo  a  la  dema- 
gogia desenfrenada,  cuyo  medio  juzgan  muy 
a  propósito  esos  hombres  para  llegar  a  su  fin. 

Yo  contemplo  a  U.  mortificado  con  la  grita 
que  forman  los  papeles  públicos;  pero  es  nece- 
sario que  tenga  U.  filosofía,  persuadido  de  que 
el  Gobierno  desprecia,  como  debe,  la  estrate- 
gia que  se  está  empleando  para  dividirnos  y 
triunfar.  Considere  V .,  por  otra  parte,  que  si 
la  vocería  se  dirige  así  a  su  persona,  es  tam- 
bién i)or  ser  el  General  más  caracterizado  por 
sus  hechos,  por  su  fama  y  por  el  doble  núme- 
ro de  fuerzas  fjuc  manda;  mas  todo  desprécie- 
lo,  y  diríjase,  si  le  parece  conveniente,  con  una 
exposición  al  público,  pues  así  no  sólo  calla  a 
los  que,  alucinados  con  tanto  que  se  dice, 
están  alarmados  de  buena  fe,  sino  que  da  un 
bofetón  sin  mano  a  los  que  todo  lo  esperan 
de  la  desunión  (|ue  alimentan. 

Yo  estoy  con   la  paciencia  ya  perdida,  no 


153 

por  los  chismes  que  corren  diariamente  sobre 
pronunciamientos,  ni  porque  me  designan 
también  como  uno  de  los  que  han  de  compo- 
ner un  triunvirato,  sino  por  la  total  falta  de 
recursos,  porque  en  la  política  de  los  que  pro- 
curan envolvernos,  ha  entrado  la  de  confabu- 
larse para  negar  al  Gobierno  toda  clase  de 
recursos;  de  manera  que  estoj  resuelto  a  que 
si  hoy  mismo  las  Comisiones  unidas  de  Ha- 
cienda de  ambas  Cámaras  no  nos  iluminan 
sobre  el  modo  de  salir  detantoscompromisos, 
pedir  fiutorización  para  imponer  una  contri- 
bución forzosa,  siquiera  por  seis  meses,  por- 
quedespuésdeéstos, a  más  de  los  recursos  que 
nos  puedan  venir,  contaremoscon  los  que  pro 
duzcan  las  rentas  a  virtud  del  nuevo  arancel, 
que  hasta  ese  tiempo  no  vendrá  a  surtir  sus 
efectos;  y,  entre  tanto,  se  propone  el  Gobierno 
garantizar  a  los  que  les  recaiga  aquélla,  no  só- 
lo con  las  seguridades  que  mejor  les  cuadren, 
sino  también  con  un  premio  moderado  que  les 
indemnice  en  parte  el  perjuicio  que  puedan  re- 
cibir. 

Por  las  circulares  que  últimamente  han  sa- 
lido, habrá  U.  visto  la  excitativa  que  se  hace 
a  los  Departamentos  para  que,  supuesto  a 
que  están  ys.  en  la  posesión  completa  de  sus 
rentas,  organicen  la  policía  3'  fuerzas  de  defen- 
sores que  crean  conducente(s)  para  guardar 
el  orden  interior  de  ellos  y  cuidar  de  los  cami- 
nos, pues  de  este  modo,  no  sólo  se  quita  alGo- 

XuEvos  Doctos.— I.— 11 


I".  I 

bienio  General  la  carga  de  aquellos  jjagus, 
sino  f|ue  ílcja  listas  sus  fuerzas  para  emplear- 
las doiule  juzgue  nccesari(j. 

Contiue,  mucha  filosofía  y  seguridad  de  mi 
amistad  le  encarga  su  compañero  y  amigo, 
(jue  de  veras  lo  aprecia  mucho  y  b.  s   m. 

JoscJ.  de  Ucrrcr.i  (rúbrica). 


LXX 
México,  30  de  agosto  de  18+5. 

Mi  respetable  Sr,  General  y  amigo: 
Creo  que  con  just(j  sentimiento  le(e;ría  Uen 
El  Siglo  (XIX)  de  hoy  una  exposición  harto 
injuriosa  a  su  persona  que  hizo  el  Diputado 
Boves  en  mi  Cámara,  la  que,  sufriendo  segun- 
da lectura,  fue  desechada  generalmente  por 
la  misma,  menos  por  sus  paisanos,  los  yuca- 
tecos; mas  debo  decirle  que  3'0  tomé  la  de- 
fensa del'., y  su  reputación  quedó  bien  puesta 
a  presencia  de  un  numeroso  concurso  que  me 
oyó.  Boves  ha  perdido  el  derecho  a  la  confian- 
za pública,  y  se  halla  en  tal  estado,  que  el  que 
le  hace  mucho  favor,  lo  tiene  por  un  loco  dig- 
no de  una  jaula  en  los  orates  de  San  (H)ipól¡to. 
listo  deberá  calmar  la  justa  indignación  de 
r.,  (|Mc  deberá  tloscntenderse  de  sus  baladros, 


como  la  luna  la  (sic)  de  los  perros,  que  no  im- 
piden su  marcha  majestuosa  en  el  (h)emisferio. 

La  imputación  del  asesinato  del  General 
(Esteban)  Moctezuma  la  disipé  leyéndole  un 
párrafo  áe\  Gabinete  Mexicano,  an  que  referí  el 
modo  brillante  y  denodado  con  que  U.  lo  des- 
trozó con  sus  260  caballos  en  la  acción  cam- 
pal que  le  dio,  en  31  de  mayo  de  1837,  en  las 
inmediaciones  de  su  campamento. 

Siga  U.,  por  tanto,  mi  buen  amigo,  en  sus 
empresas  militares,  vengue  el  honor  de  la  Na- 
ción hasta  las  márgenes  del  Sabinas,  y  con- 
tando con  mi  afecto,  mande  a  este  su  atto.  S., 
q.  b.  s.  m. 

Carlos  M."  de  BustamJ^  (rúbrica). 

ExMo.  Sr.  General    en   Jefe  D.    Mariano 
Paredes  Arrillaga. 

San  Luis  Potosí.' 


Tuda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


\-Mi 


LXXI 

Administración  Genera! 

de  la  Renta  del  Correo 

Correspondencia  Particular 

MkXICO,  30  DE  AGOSTO  DE  1845. 

ExMO.  Sr.  Gen fí ral  dk  División 

D.  Mariano  Paredes  v  Arrillaga. 

Muy  estimado  amigo  y  señor: 

No  se  quejará  I',  de  que  no  se  ocupan  de  su 
persona  en  ésta,  pues  todos  los  días  lo  presen- 
tan con  un  nuevo  pronunciamiento,  y  sea  mie- 
flo  en  unos,  o  deseos  en  otros,  nadie  los  apea 
de  eso.  El  Diputado  (Crescencio)  Bovcs  ase- 
gura a  todíxs  que  tiene  copia  de  el  (plan);  pero 
que  no  es  tiempo  de  publicarlo. 

Aquí  ha  habido  sus  alarmas,  estos  dos  días 
anteriores.  (|ue  han  confirmado  las  precaucio- 
nes del  Gobierno  con  el  acuartelamiento  de 
tropas,  etc.  Se  asegura  que  son  los  federalis 
tas  amigos  de  Parías  que  quieren  evitar  la  to- 
ma de  posesión  del  Sr.  Herrera  y  ver  qué  par 
tido  sacan.  Vo  creo  que  si  hay  algo,  es  muy 
aislado  c  insignificante,  v  confío  (en)  que  I'., 
desde  esa.  sabrA  imponer(sc)  a  los  anarquis- 
tas y  sostener,  como  me  ha  asegurado,  las 
Bnsos  y  ni  (V^bierno;  v  vivo  tranquilo. 


Por  mis  letras  a  nuestro  amigo  el  Sr.  Gene- 
ral Tornel,  habrá  visto  que  los  he  tenido  al 
corriente  de  todo  lo  ocurrido  por  acá. 

El  Ministro  francés  pidió  sus  pasaportes,  y 
al  fin  se  le  darán,  todo  porque  no  se  le  dio  la 
satisfacción  que  él  pedía  sobre  los  incidentes 
del  acontecimiento  del  Baño  de  las  Delicias. 

Hay  escasez  de  dinero,  y,  por  consecuencia, 
ni  quien  hable  de  guerra.  ¡Cuánto  lo  siento,  y 
más  el  oprobio,  que  debe  ser  la  consecuencia 
natural! 

El  nuevo  Ministerio  camina,  pero  muy  len- 
tamente, y  esto  me  hace  temer  que  durará 
muy  poco,  o  se  modificará,  al  menos,  muy 
pronto. 

Se  sabe  que  esa  División  está  brillante,  como 
dirigida  e  inspeccionada  por  U.;que  se  conser- 
ve y  aumente,  si  ha  de  ser  para  bien  de  este 
desgraciado  país. 

QueU.  se  mantenga  bueno,  como  se  lo  desea 
este  su  afmo.  amigo  y  S.  S.,  q.  b.  s.  m. 

/.  Miguel  Arroyo  (rúbrica).^ 


1  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


1.> 


LXXII 
México,  y  agosto  30  de  184-5. 

(EXMO.  Sk.  (jHNEKAL 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga.) 

Llevamos  6  u  8  días  de  mentiras  y  de  alar- 
mas, hasta  el  punto  de  haber  el  Gobierno 
tenido  las  tropas  en  sus  cuarteles,  y  antes  de 
íU'er  lle;^ó  a  correr  la  noticia  de  que  la  Cinda- 
dela estaba  pronunciada.  Como  no  hay  con- 
fianza, en  el  primer  momento  todo  el  mundo 
se  alarma,  si  bien  luego  vuelve  a  tranquili- 
zarse al  ver  la  falsedad  de  las  noticias  que 
la  producen.  Tratando  yo  de  indagar  antes 
de  ayer  í|ué  pretexto  se  daba  para  estas  alar- 
mas, se  me  dijo  que  I',  y  el  Gobierno  tenían 
un  pastel,  y  (jue  se  intentaba  la  revf)lución 
para  impedirlo. 

Se  añadía  que  I",  había  desobedecido  al  Go- 
biernooponiéndose  a  mandar  tropasa  Arista, 
y  que  toda  esa  División,  unida  a  la  cpie  des- 
obedeció a  I'ilisola  y  Gaona,  proclamaban  a 
r.  por  su  protector,  porcjue  les  había  U.  ofre- 
cido no  llevarlos  a  Texas,  etc. 

()tr()s,  más  mal  intencionados,  decían  (juc 
;i  estas  lioias  estaba  T.  pronunciado  por  u:i 
triunvirato,  compuesto  de  N'alencia,  Bravo  y 


ir,!  I 

U.,  y  otros,  Herrera,  U.  y  Tornel,  etc.,  etc. 
También  me  dijo  un  pasajero  de  Guadalajara 
en  la  diligencia,  que  unos  ayudantes  de  Filiso- 
la  se  expresaban  con  él  en  el  camino  en  este 
sentido  contra  U. 

Los  que  se  les  suponen  ideas  anárquicas,  vo- 
ciferaban a  U.  como  tirano  que  quería  sobre- 
ponerse a  la  Nación,  como  Santa  Anna,  pero 
que  harían  y  acontecerían. 

Como  todos  estos  pretextos  desaparecieron 
con  el  desengaño  de  pocas  horas,  que  trans- 
currieron sin  haber  conseguido  el  fin  que  se 
proponían,  y  máxime  habiéndo(se)  publicado 
en  el  Diario  del  Gobierno  los  oficios  de  U.  de 
20  (de)  agosto,  en  que  se  desmienten  todas 
estas  falsedades,  ya  hoy  está  la  gente  tran- 
quila. 

Sin  embargo,  hoy  ocupa  la  atención  pública 
la  interpelación  exaltada  que  ayer  hizo  en  la 
Cámara  de  Diputados  el  célebre  tribuno  Bo- 
yes, quien,  con  el  objeto  ostensible  de  que  la 
Cámara  llamase  a  los  Ministros  para  que  in- 
formasen de  lo  que  había  en  ese  Ejército,  y  si 
U.  había  castigado  la  insubordinación  de  las 
tropas  de  Filisola",  se  desató,  según  dicen,  en 
fuertes  diatribas  contra  U.,  en  declamaciones 
tan  ampulosas  como  exageradas,  apellidán- 
dolo tirano,  traidor,  etc.;  y  esta  mañana  co- 
rría impresa  de  mano  a  mano,  si  bien  no  he 
podido  conseguir  una,  pero  es  regular  que  al 
guno  de  los  periódicos  la  inserte  esta  noche, 


¡jara  (|ucha;ía  sucfcctoen  los  Departamentos. 
El  resultadíí  fue  íjue  la  Cámara  lo  ílesairó, 
como  siempre;  pero  por  desgracia  siempre 
queda  al^ún  mal  hecho. 

En  resumidas  cuentas,  yo  opino  que  siendo 
Boves  un  riego  instrumento  de  un  partidor 
de  unos  hombres  bien  conocidos tjuc  tienden  a 
¡-"cderación  3' en  seguida  a  la  anarquía,  se  han 
propuesto  por  estos  medios  inutilizar  a  U. 
políticamente,  introducir  la  desconfianza  en- 
tre I',  y  el  Gobierno,  3-  hacer  saltar  a  U.  a  la 
arena,  incomodándolo  de  todos  modos. 

El  antídoto,  en  mi  concepto,  para  frustír)ar 
sus  pro3'ectos,  es  el  de  que  desprecie  U.  sus 
manejos;  que  no  pierda  I,',  su  calma,  que  es  lo 
que  quisieran;  que  obre  U.  como  buen  mexica- 
co  y  patriota,  3'  que  lo  juzgue  la  Nación  por 
sus  hechos  y  sacrificios,  que  es  la  corona  más 
gloriosa  a  (jue  puede  aspirar  el  hombre  públi- 
co en  la  posición  de  U.,  sin  tlescender  al  fango 
de  los  partidos,  en  que  después  de  una  corta 
y  fugaz  adulación  que  halaga  el  amor  propio, 
nada  í|ueda  de  verdadera  gloria,  a  que  deben 
aspirar  los  hombres  de  sentimientos  elevados. 

Sé  por  un  amigo  que  el  Presidente  y  el  Go- 
bierno están  mu3'  satisfechos  de  I'.,  y  lo  mis- 
mo toda  la  gente  que  desea  el  orden,  cuno 
sostén  principal  ven  en  V. 

So.MOS   .\    1"  (I)K)    SEPTIKMnRE. 
Desde  la  fecha  de  la  antecedente,  he  tenido 


Kil 

motivos  para  confirmarme  más  en  el  juicio 
que  emito  a  U.,  de  todos  los  enredos  que  han 
puesto  en  juego  contra  U.  estos  días,  sujetos 
cuyas  tendencias  son  provocar  desconfianzas 
e  inutilizar  a  U.,  porque  en  U.  ven  el  obstácu- 
lo mayor  a  sus  fines.  Ya  nadie  habla  hoy, 
porque  el  tiempo  ha  desmentido  sus  patrañas. 
Repito  a  U  ,  pues,  lo  que  le  digo  antes  sobre 
la  conducta  que  debe  observar  para  salir 
triunfante  de  sus  enemigos. 

Sé  hoy  que  el  Gobierno  está  solicitando 
200,000  pesos  para  mandar  a  U.  de  pronto. 

Aunque  la  antecedente  va  por  el  correo  or- 
dinario, he  queri(3o  aprovechar  esta  ocasión 
que  me  ha  ofrecido  un  amigo  para  el  extra- 
ordinario que  despacha  para  ésa. 

Deseo  que  llegue  cuanto  antes  ésta  para  que 
se  tranquilice  U.  y  no  lo  violenten  las  noticias 
exageradas  que  puedan  llegarle,  3' acaso  algu- 
nas sean,  como  parte  del  plan,  de  los  que,  fin- 
giéndose  amigos,  quieran  precipitarlo. 

Suyo  siempre. 

(Donato)  Mianterola)  (rúbrica ).i 


I  Toda  la  carta,  es  de  su  puflo  v  letra. 


1'.: 


LXXIII 

ExMo.  Sk.  Oknkkal  iJ.  í^iíDKu  M.  Anava. 

México. 
San  Luis  Potosí, septifímmre  I'-"  de  1S4-5. 

Mi  fino  y  flistinguido  amij^o: 

Lleno  de  orgullo  por  lo  cjue  U.,  bondadoso, 
se  digna  expresarme  en  su  favorecida  de  fecha 
27  del  próximo  pasado  agosto,  y  agobiado, 
por  otra  parte,  con  las  miserias  que  experi- 
menta(n)  el  Gobierno  5',  porconsiguiente,  estas 
tropas,  medirijo  a  I',  hoy  por  extraordinario, 
infiriéndole  mi  primera  molestia,  por  la  cual 
le  suplico  se  sirva  dispensarme,  atendidas  mis 
angustiadas  circunstancias. 

En  mi  respectiva  comunicación  oficial,  hago 
a  r.  i)resente,  para  que  se  digne  ponerlo  en  co- 
nocimiento de  nuestro  común  amigo  el  Sr. 
Herrera,  ijuc  antes,  para  socorrer  a  la  3*^  Di- 
visión con  su  presupuesto  punimente  econó- 
mico, y  contando  con  las  rentas  do  los  cinco 
Departamentos,  me  veía  en  grandes  apuros, 
no  bastándome  tales  recursos;  hoy.  que  tengo 
(|ue  atender  a  la  1"  División,  a  los  cuadros  de 
los  Regimientos  !'•'  y  'J"  de  Caballería  y  .v  2+ 
icfes  y  oficiales  procedentes  de  la  4-*  División. 


Hi.-, 

han  subido  de  punto  mis  añicciones,  no  tenien- 
do con  qué  comenzar  los  pagos  en  el  presente 
mes.  Lo  que  produce  la  renta  del  tabaco  es 
muy  poca  cosa  respecto  de  las  erogaciones;  3' 
consignadas  a  los  Departamentos  todas  las 
rentas,  y  no  teniendo  con  qué  poder  atender 
con  sus  haberes  a  las  guarniciones  de  ellos,  se 
gún  avisos  que  tengo,  quedan  aquellas  tropas 
en  el  mayor  abandono  y  expuestas  a  cuanto 
puede  ser  consiguiente.  Todo  esto  necesita, 
compañero,  de  un  remedio  radical,  y  U.  tiene 
la  prudencia  y  los  talentos  suficientes  para 
conocer  el  tamaño  de  las  dificultades  de  esta 
penuria  que  de  día  en  día  se  aumenta. 

Yo  desearía  que  al  sueldo  de  estas  tropas  se 
consignasen  ciertas  rentas  fijas,  y  que  cesasen, 
tanto  los  apuros  del  Gobierno  como  los  míos, 
en  cada  mes.  La  idea  sólo  del  día  1°  me  quita 
el  sueño,  me  desespera. 

Hoy  he  tenido  que  dar  un  paso  bastante 
sensible,  pero  indispensable  y  forzoso:  he  obli- 
gado al  Tesorero  de  este  Departamento  (a) 
que  me  franqueara  ocho  mil  pesos. 

{Mariano  Paredes  y  Arrillaga  ) 


hA 


LXXIV 
Monterrey,  septiembre  5  de  1845. 

ExMo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Mi  estimado  compañero  \'  fino  amigo: 

Conozco,  querido  amigo,  que U.  sin  recursos 
nada  puede  hacer;  pero  considere  que  nuestra 
patria  y  nuestro  honor  militar  se  loís)  lleva  el 
diablo. 

Los  americanos  están  reconcentrados  en 
Corpus  Christi;  tienen  tres  mil  hombres  de  lí- 
nea y  25  piezas  de  artillería.  Mi  línea,  exten- 
dida en  ciento  cuarenta  leguas  sobre  el  Bravo, 
es  observada,  más  bien  que  cuidada,  por  esta 
División,  compuesta  de  menos  de  3,000  hom- 
bres. Las  fuerzas  que  cubren  a  Matamoros  y 
la  de  los  destacamentos  no  son  de  operaciones, 
y  sólo  quedan  en  este  inmenso  espacio  l,20O 
hombres  con  seis  piezas  c|ue  tengo  conmigo. 

Importa,  pues,  que  .XLatamoros,  sea  reforza- 
do por  1,000  hombres,  entre  los  que  se  necesi- 
tan 400  caballos. 

Dirá  U.  que  })c)r  (jué  no  lo  refuerzo  yo.  ¿Có- 
xno  lo  haré  ile.scul)riendo  de  un  golpe  to<la  la 
línea  al  enemigo,  pues  soy  la  única  fuerza  de 


165 

respeto  en  la  vastísima  extensión  de  140  le- 
guas? 

Para  estar  expedito,  necesito  que  se  cubra 
Coahuila  con  600  u  800  hombres,  y  entonces 
ya  podré  j'-o  acudir  al  centro  de  la  línea  3'  pre- 
parar hostilidades  al  enemigo,  que  traidora- 
mente  nos  echa  las  tribus  salvajes,  que  ha  mu- 
nicionado para  que  vengan  a  ejecutar  sus 
actos  de  barbaridad,  cosa  que  reprueba  la 
ilustración  del  siglo. 

Conciba  U.  mi  situación,  y  en  medio  de  ella 
pidiendo  al  comercio  el  rancho  diario  fiado; 
los  oficiales  sin  qué  comer,  y  todo  lo  demás 
que  es  consiguiente  a  la  miseria. 

Así  no  se  puede  hacer  la  guerra; lo  veo;  pero 
¿nos  dejamos  dominar  y  abatir  por  los  ame- 
ricanos? 

El  patriotismo  nos  pide  esfuerzos  de  gran 
cuantía:  veamos  de  qué  manera  los  hacemos, 
pues  de  otro  modo  la  patria  será  vilipendia- 
da, y  nosotros,  deshonrados,  aunque  no  ten- 
gamos la  culpa,  porque  así  juzga  la  multitud. 

Aguardo  que  ü.  todo  lo  allanará,  seguro  del 
agradecimiento  de  su  afmo.  compañero  y  ami- 
go, que  mucho  lo  aprecia  y  b.  s.  ra. 

Alar.°    Arista  (rúbrica). 


l«>li 


LXXV 

EXMO.  Sí<.    CtENKRAL 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 
Monterrey,  septiembre  5  de  1845. 

Mi  querido  compañero  y  fino  amigo: 

Al  contestar  la  grata  de  U.  fecha  27  del 
próximo  pasado  agosto,  tengo  el  gusto  de  fe- 
licitarlo dándole  la  más  cumplida  enhorabue- 
na por  el  acertado  nombramiento  que  en  su 
persona  ha  hecho  el  Supremo  Gobierno  para 
General  en  Jefe  del  Ejército  de  Reserva.  Hasta 
ahora  no  sé  cuál  será  el  Ejército  de  Vanguar- 
dia, lo  que  me  hace  cre(e)r  que  vamos  a  ope- 
rar por  inversión. 

Agradezco  los  finos  ofrecimientos  que  me 
hace  r.,  propios  de  la  íntima  amistad  y  de  la 
inalterable  armonía  que  nos  une. 

Va  en  carta  y  en  oficio  separado,  hablo  a  V . 
sobre  la  urgencia  con  que  se  necesita  mandar- 
me tropas;  mas  respecto  a  recursos,  conocerá 
la  imposibilidad  en  que  estoy  para  remitírse- 
los, porque  del  día  S  en  adelante  ni  con  el  ran- 
cho cuento  para  la  tropa;  de  modo  que  se  enter- 
necería r.  al  mirar  a  estos  sufridos  veteranos 
careciendo  de  vestuario  y  aún  de  dinero  con 
(|nc  sub.>íistir. 


Nada  importa,  compañero,  que  los  federa- 
listas continúen  sus  maquinaciones,  porque  el 
buen  sentido  de  la  mayoría  de  los  habitantes 
de  la  República  y  la  unión  nuestra  forman  un 
muro  inexpugnable  que  jamás  penetrarán  esos 
descamisados,  enemigos  de  todo  orden,  con 
especialidad  del  Ejército. 

No  dude  U.  que  todos  mis.  esfuerzos  se  redu- 
cirán a  consolidar  las  Bases  Orgánicas,  a  evi- 
tar nuestra  destrucción  y  a  impedir  el  entro- 
nizamiento de  la  facción  que  la  pretende;  pues 
afortunadamente  estamos  unísonos  en  senti- 
mientos, caminamos  a  un  propio  fin  y  tenemos 
la  más  grande  armonía. 

Por  lo  mismo,  suplico  a  U.  que  sobre  este  y 
todos  los  demás  asuntos  de  vital  interés,  es- 
criba con  frecuencia  a  su  afmo.  compañero  y 
amigo,  que  lo  aprecia  y  b.  s.  m. 

Mar°  Arista  (rúbrica). 


i(;x 


LXXVI 

Ex.Mo.  Sh.  ÍJ.  Antonio  Escobedo. 

kescrvadn. 

GUADALAJARA. 

Mfxico,  siptikmhre  6  DK  1845. 

Mi  estimado  amigo  y  señor: 

Hoy  veo  las  cosas  muy  próximas  a  reventar: 
habiendo  concluido  D.  Luis  Parres  (de)  re- 
dondear su  negocio  para  llevar  dinero  al  Ejér- 
cití)  a  San  Luis,  lo  llamó  esta  mañana  el 
Ministro  de  Hacienda  para  decirle  que  ya  no 
podía  ser  esto,  pues  que  se  hallaba  amenazada 
la  Capital  de  un  pronunciamiento,  y  era  preci- 
so atenderlo.  Antes  de  aj'cr  llegó  el  General  In- 
clán  de  Puebla.  Se  ha  mandado  llamar  al 
General  Tornel  de  San  Luis,  y  todos  ven  este 
negocio  tan  mal,  que  se  cree  la  Federación  en- 
cima. Por  de  contado,  Paredes  se  disgusta  y 
n(í  se  aviene,  y  empezamos  a  tener  tinga.  Ya 
a Igo  se  ha  a  pun  tallo  lie  las  Cámaras,  y  los  hom- 
bres sensatos  ven  la  cosa  fea;  puede  que  no  sea 
así.  Ya  veremos  lo  que  vaya  ocurriendo,  y 
avisaré  a  V.  V.  vea  la  cosa  ci>n  calma,  porque 
])iicdcn   ."^ir   buenos  deseos  de  los  hermanos. 


l()!l 


üicenque  la(s)  mesa(s)  de  eleccionesson  gana- 
ríais) por  ellos. 
Es  copia. 


LXXVII 
Sr.  D.  JMakiano  Paredes  y  Arrillaga. 

San  Luis  Potosí. 

GuaDALAJARA,    9  DE  SEPTIEMBRE  DE  1845. 

Mi  querido  y  fino  amigo: 

Hasta  el  viernes  5  de  éste,  recibí  la  grata  de 
U.  fecha  28  del  pasado,  que  contesto  ho}^  mar- 
tes. 

Los  dos  puntos  capitales  que  abraza  la  de 
U. — independencia  y  gobierno  representativo 
en  nuestro  país — ,  dan  materia  infinita  para 
escribir  como  un  abogado.  Yo  me  contraeré 
en  el  mayor  laconismo  posible,  con  dos  obje- 
tos: primero,  que  conozca  U.  a  fondo  mis 
ideas,  y  segundo,  cjue  de  ellas  infiera  U.  que 
comprendo  su  pensamiento.  Este  método-nos 
llevará  pronto  al  acuerdo  mutuo. 

La  independencia  es  un  hecho  consumado; 
pero  no  por  esto  deja  de  ser  causa  de  lo  que 
sufrimos.  Es  la  herencia  de  un  padre  inteligen- 
te, laborioso  y  económico,  recaída  en  un  hijo 
ignorante,  pródigo,  disipado  y  algo  vicioso. 

XuEvos  Doctos.  — l.—l'J 


I  TU 

Ln  in(kpcn(]cnc¡a  de  la  América  Española  es 
debida  a  la  im])otcncia  en  cjue  estuvo  España 
por  la  opresión  de  Napoleón;  no  es  el  resulta- 
do lento  y  se-  (sic)  de  la  constitución  moral 
del  jjueblo.  En  suma,  la  independencia,  tan 
Jarata  a  nuestros  corazones,  cjuizá  fué  prema- 
tura. Al  hablar  así,  no  es  mi  ánimo  disminuir 
las  «glorias  de  nuestros  í^randeshímibres,  ni  re- 
jjcler  el  únic(j  bien  jjúbiico  cjue  disfrutamos,  si- 
no revelar  el  triste  estado  de  nuestras  masas. 

Pues  bien,  a  estas  masas  déles  V.  mañana 
un  código  adaptado  a  sus  necesidades,  3'  lo 
rehusarán,  porque  quieren  Constitución  de 
1824  y  Federación;  quieren  palabras,  y  no  he- 
chos; quieren  la  libertad,  como  si  fuera  la  feli- 
cidad social,  no  siendo  más  que  un  medio  de 
obtenerla.  Yo  tengo  para  mí,  querido  amigo, 
que  una  nación  puede  ser  feliz  sin  estar  ence- 
rrada en  ese  estrecho  círculo  llamado  Federa- 
ción. La  tal  Federación  es,  a  mis  ojos,  la  más 
inmunda  cortesana,  que  se  presta  al  primero 
que  la  invoca  en  sus  torpes  necesidades.  En  38, 
amagados  por  los  franceses,  y  después  blo- 
(pieados,  rajas  se  hacían  l'rrea  y  comparsa 
proclamándola  en  Tampico;  1103-,  en  vezde  co- 
rrer a  la  frontera,  la  gritamos  en  las  calles  de 
Mé.xico,  y  nos  entregamos  a  los  chismesdelas 
elecciones. 

lín  cuanto  a  la  campaña  de  Texas,  tengo 
también  unas  ideas  bien  originales.  Todos 
gritan:  «(luerra  a  Texas!,»   y  examinándolos. 


171 

encontrará  U.  que  unos  lo  hacen  con  la  espe- 
ranza de  sacrificar  al  tesoro  público  por  el 
agiotaje;  otros,  por  hacer  a  mansalva  una 
sublevación  contra  el  Gobierno,  etc.  Para  em- 
prender la  guerra  de  Texas,  se  necesita  contar 
exclusivamente  con  los  recursos  de  tierra,  e 
inmediatos.  De  otra  suerte,  es  perder  hombres, 
reputaciones,  honor  nacional  y  dinero.  La 
guerra  de  Texas  no  la  estimo  yo  útil  para  re- 
conquistar, sino  para  negociar.  Texas  es  per- 
dido irrevocablemente:  sólo  la  fatuidad  puede 
pensar  en  triunfar  de  los  Estados  Unidos. 
Nuestro  patriotismo  andaluz  y  de  bravatas 
no  derrota  legiones  de  yankees.  Que  en  vez  de 
hablar  en  los  cafées,  en  los  periódicos  y  en  ofer- 
tas, vengan  a  San  Luis  a  filiarse  en  las  Divi- 
siones del  Ejército,  y  entonces  cambiaré  de 
modo  de  pensar. 

Por  lo  que  hace  a  la  tormenta  tribunicia  y 
periodística,  sobrepóngase  U.,mi  buen  amigo: 
es  U.  más  grande  perdonando  y  haciendo  el 
bien  de  sus  mismos  enemigos,  que  perdiéndose 
en  debates  miserables.  YayaU.  al  grano:  cum- 
plir uno  con  sus  deberes  es  ser  liberal,  es  des- 
empeñar su  misión. 

Dicho  tengo  a  TJ.  mi  modo  de  pensar:  acaso 
porque  voy  envejeciendo,  me  voy  enfadando 
de  la  fraseología  de  nuestro  tiempo  Pero  a  45 
años  han  pasado  todas  las  ilusiones:  soy  más 
positivo  y  más  seguro  hoy,  que  antes. 

Por  lo  expuesto,  U.  ve  que  le  he  contestado 


abriéndole  mi  curíizón.  ;liu  qué  quiere  U.  que 
coadyuve  al  bien  pú])lief>  mi  insignificante  nu- 
lidad'? 

''.  sabe  cuánto  lo  quiere  este  su  afmo.  amijío 

y  atto.  S.,  ([.  b.  s.  m. 

I'cdm    7'.<//ít>  (rril)rica).' 


LXXVIll 

Correspondencia  Particular 

del  Ministro  de  Estado 

y  del  Despacho  de  Guerra  y  Marina 

r.\i..\ci<)  Nacionaí.  I)H  Mi:xico,  a  10  de  sep- 

TllvMMKI-;  PH   1S4-5. 

San  Lris  Potosí. 

Mi  distinguido  amigo  y  señor: 

Recibí  las  favorecidas  cartas  de  V.  fechas  3 
y  4-  del  actual,  y  paso  a  tener  el  honor  de  con- 
testarlas manifestándole  que,  respecto  a  la 
primera,  es  decir,  sobre  el  vestuario  para  el 
8/'  Batallón  Ligero,  se  servirá  ver  por  la  ad- 
junta noticia-  que  este  cuerpo  ha  recibido  un 
ecjuipo  bítstante  en  corto  tiempo,  y  en  este 
concepto,  r.  me  dirá  lo  que  le  ocurra  sobre  el 
particidar. 

1  TuJa  la  carta  es  do  su  puAo  v  Iclra. 

■-'  Nu  c\istc  en  il  archivo  »lil  Gt-ni-ral  Piircüt>. 


17;? 

En  cuanto  a  la  cantidad  de  cuarenta  3'  tres 
mil  pesos  de  que  dispuso  U,  como  sobrante  de 
los  derechos  de  la  conducta  de  platas,  para  la 
División  de  su  digno  cargo,  le  manifestare  C{ue 
esta  providencia  la  tomó  S.  E.  el  General  Pa- 
redes, a  quien  tanto  y  tan  de  buena  fe  aprecia 
Y  considera  oficial  y  particularmenteel  Gobier- 
no, y  esto  basta  para  que  sea  aprobada,  sin 
embargo  de  que  los  apuros  pecuniarios  tocan 
al  mayor  extremo,  pues  ni  hay  dinero  en  el 
erario,  ni  posibilidad  de  que  lo  tenga  en  mu- 
chos días;  de  modocjue  lo  poquísimo  que  entra 
se  distriliuye  como  el  pan  bendito  en  cien  mil 
atenciones,  porque  U.sabe  que  la  Administra- 
ción actual  recibió  una  Hacienda  arruinada  y 
recargadísima,  y,  además,  teniendo  el  Gobier- 
no al  frente  su  programa  de  no  gravar  más  al 
mismo  erario  ni  al  pueblo,  es  indispensable 
que  marchemos  por  ahora  con  lo  poco  que  hay. 

Ya  en  una  gran  parte  se  tenían  prevenidos 
los  deseos  de  U.,  pues  se  dispuso  que  dos  ter- 
cios de  los  referidos  derechos  fuesen  jiara  esa 
División,  y  el  resto  para  el  Sr.  Arista,  que  cla- 
ma continuamente  por  recursos. 

S03'  de  U.,  con  el  afecto  más  distinguido,  S. 
S.  y  amigo  sincero,  c}.  I.  b.  1.  m. 

P.  M.  Anaya  (rúbrica). 

Eximo.  Sr.  General  de  División  y  en  Jefe  D. 
M.\Ri.\No  Paredes  y  Arrillaga. 


174 


LXXIX 

Gobierno  Superior 

de  Guanajuato 

Correspondencia  Particular 

del  Gobernador 

(ilANAirATO,  10  DE  SEPTIEMBRE  DE  1845. 
EXMO.  Sr.  (tENERAL 

D.  Mariano  Paredes  v  Arrillaca. 

Mi  estimado  amijío  y  señor: 

En  el  correo  de  anoche  recibí  un  oficio  de  I'. 
y  una  carta,  ambos  con  el  mismo  objeto  y 
tratando  una  propia  materia,  por  lo  que  la 
contestaci«')n  que  he  dado  al  oficio,  que  remito 
a  r.  por  separado  y  que  hoy  inserto  en  Líi 
Prudencia,  debe  servir  de  contestación  a  la  car- 
ta, dando  aquí  ]ior  rcfxrtido  cuanto  en  aquél 
dije. 

Añado  únicamente  que  es  necesario  no  ami- 
lanarse con  injurias  ni  calumnias.  Conozco  el 
<íenio  demasiado  quisquilloso  de  V.  en  punto 
de  honor;  mas  es  necesario  acallar  nuestros 
propios  sentimientos,  haciendo  este  costoso 
sacrificio  a  nuestra  patria.  Ya  habrá  U.  sabi- 
do lo  que  han  dicho  de  mí  en  México;  pero  yo 
tenj^o  una  alma  insensililc  a  lt>satacjues  de  los 
fieriodistas  y  habladores,  acaso  por  el  hábito 


que  he  contraído  de  batirme  con  ellos  en  todas 
épocas.  A  U.  le  cogen  de  nuevo  esos  ataques» 
y  por  eso  se  le  h  icen  tan  sensibles.  Es  preciso 
tener  alma  grande  y  despreciarlos  ladridos  de 
los  perros.  Continúe  U.  con  calma  en  su  con- 
ducta, que  al  cabo  la  verdad  triunfa  de  la  men- 
tira. Sigamos  por  regla  de  nuestra  conducta 
aquella  máxima  de  un  poeta  español:  Obrar 
bien,  que  Dios  es  Dios. 

Acabo  de  ver  dos  cartas  del  Sr.  Tornel  diri- 
gidas a  un  amigo  suyo  de  esta  ciudad,  en  que 
le  hace  a  ü.  mucho  honor,  desmintiendo  cuan- 
to se  ha  dicho  en  contra  de  esa  División.  Esto 
debe  servir  a  ü.  de  una  prueba  de  lo  que  he  di- 
cho antes:  que  al  fin  la  verdad  de  los  hechos 
ha  de  desvanecer  todas  las  falsedades  y  redu- 
cir a  nulidad  todas  las  intrigas  de  los  revol- 
tosos. 

Creo  inútil  repetir  a  U.  que  yo,  por  mi  parte, 
le  ayudaré  en  cuanto  pueda,  y  que  con  la  fran- 
queza de  la  amistad  le  manifestaré  mi  opinión 
cuando,  según  ella,  crea  que  se  extravía  en  al- 
guna cosa,  pues  esto  le  servirá  para  rectificar 
su  conducta.  Ahora  puntualmente  he  adverti- 
do que  en  su  carta  me  habla  de  una  persona 
cjue  está  en  México  dirigiendo  la  oposición; 
por  algunas  cartas  que  he  visto,  sospecho  que 
esa  persona  queU.  me  indica,  sea  el  Sr.  Pedra- 
za;  y  si  es  así,  me  parece  que  puedo  apostar 
mi  cabeza  a  que  este  señor  no  es  autor  de  na- 
da de  lo  que  se  le  atribuye.  No  crea  U.  chismes, 


ITíi 

y  par.'i  íjuctobrc  experiencia  de  ellos, sepa  que 
paní  la  revoliuión  última  fiel  día  7  de  abril, 
escribieron  de  México  a  esta  ciudad  varias  per- 
sonas dianas  de  crédito,  rjue  los  revoltosos 
contaban  con  I'.,  (jue  se  había  de  pronun- 
ciaren L'ijíos  con  su  División  por  el  sistema 
fvíderal.  ¡Tal  es  la  fuerza  de  los  chismes,  que 
aun  lieiía  a  alucinar  a  las  personas  sensatasl 
Vo,  entonces,  hice  respecto  de  I',  lo  que  ahora 
res|>ecto  de  Pedraza:  desmentir  la  idea  y  salir 
j)()r  fiador  de  la  conducta  de  V. 

Además,  pongo  en  su  cono«:imiento  que  hace 
poco  pasó  por  aquí  el  Sr.  Lie.  (Francisco)  Elo- 
rr¡ao;a,  que  va  nombrado  de  (» ibernador  a 
Dnrant^o.  P^ste  señor  y  yo  n')s  hemos  visto 
desde  el  cole«^i()  con  más  confianza  que  si  fué 
ramos  hermanos;  está  identificado  en  ideas 
con  nosotros,  y  aun  nos  pusimos  de  acuerdo 
para  obrar  en  todo  uniformes;  hablamos  mu- 
cho del  Sr.  Pedraza,  sin  que  me  hiciera  ni  aun 
la  menor  indicación  sobre  la  conducta  revolu 
cionaria  (|uc  se  le  atribuye,  tanto,  que  habién- 
dole dicho  i|uc  por  c|ué  no  lo  habían  colocado 
en  el  Ministerio  de  Relaciones,  porque  su  gv^nio 
fuerte  era  el  ni.'is  a  propósito  para  contrarres 
tar  el  orgullo  de  los  extranjeros,  me  contestó 
(|ue  el  Sr.  Pedraza  no  debía  salir  del  Sanado, 
cu  donde  hacía  una  gran  falta,  y  que,  por  lo 
mismo,  iba  a  trabajar  por  su  reelección,  encíir- 
g.'mdomc  (jiic  hiciera  yo  otro  tanto.  Va  ve  P. 
(|uc  todo  esto  prucb.i  mucho  en  su  favor. 


177 

Es  preciso,  por  lo  mismo,  dar  cuarentena  a 
las  noticias  que  se  nos  mandan  de  México, 
aun  cuando  nos  vengan  por  conducto  de  per- 
sonas sensatas  y  nos  parezcan  dignas  de  to- 
da fe. 

Yo  cada  día  estoy  peor  de  mi  enfermedad, 
que  me  ha  hecho  una  mala  obra  incalculable, 
impidiéndome  que  haga  yo  ciertas  cosas  per- 
sonalmente y  de  las  que  rara  vez  saca  uno 
todo  el  fruto  quequierecuando  las  verifica  por 
mano  ajena,  aunque  sea  mu^'-  activa.  El  vier- 
nes me  voy  a  Cuevas,  a  ver  si  su  temperamen- 
to me  sana,  o  me  alivia  por  lo  menos;  lo  que 
advierto  a  U.  para  que  esté  en  el  concepto  de 
que  el  despacho  de  este  Gobierno  sigue  sin  al- 
teración alguna,  lo  cjue  me  parece  necesario 
advertirle  a  fin  fie  que  no  vaj-an  a  paralizarse 
sus  comunicaciones  con  motivo  de  no  hallar- 
me en  esta  ciudad,  pues  los  mentirosos  de 
aquí  y  de  México  dan  ya  por  renunciado  mi 
empleo  y  por  cierto  mi  regreso  a  aquella  capi- 
tal. Nada  de  esto  hay.  Estoy  resuelto  a  tra- 
bajar en  favor  de  mi  Departamento  y  de  mi 
Nación  hasta  donde  alcancen  mis  fuerzas,  y 
solamente  en  el  caso  en  que  me  falten  del  todo, 
porque  mi  enfermedad  me  inutilice,  tendré  que 
volver  a  México,  pues  entonces,  con  mi  inuti- 
lidad, más  bien  perjudicaría  que  aprovecharía 
a  mi  Nación  y  Departamento. 

Deseo  a  U.  en  ése  y  en  cualquiera  en  que  se 


17K 

halle,  toda  felicidnrl,  como  su  verdadero  ami- 
^o  Cjuc  lo  estima  y  h.  s.  m. 

Jiain  liíiiit."  Morales  (rúbrica). 


LXXX 
ExMo.  Sk.  General  D.  Mariano  Paredes. 
México,  10  de  septiemhke  de  1S4-5. 

Estimado  hermano: 

Después  de  halDcr  puesto  el  sábado  mi  carta 
en  la  estafeta,  me  remitió  el  Sr.  Lerdo  los  ad- 
juntos impresos  y  carta,  por  lo  que  en  aquel 
correo  no  fueron. 

En  El  Siglo  XIX  del  día  8  verás  el  comuni- 
cado que  te  insinué  en  mi  anterior,  así  como 
el  editorial,  que  en  contra  hablan  algo,  pero 
no  se  atrevieron  a  hacerlo  directamente,  por 
lo  (|ue  no  he  podido  contestar.  I^ierde  cuidado, 
que  si  dijeren  algo  directamente,  por  la  res- 
puesta no  irán  a  Roma. 

Las  elecciones  a(|uí  han  sido  ganadas  por 
los  federales  ped  racistas  o  el  Gt)bierno,  que  es  lo 
mismo,  pues,  como  sabrás,  D.  José  Joaquín  de 
Herrera  no  es  más  que  un  pu[)ilo  gobernado 
por  los  bien  conocidos  honrados  IVdraza,  y 
Teña  y  Teña,  tpie  a  pasos  agigantados,  pero 


17!) 

ruinosos,  llevan  a  esta  desgraciada  Nación  a 
ponerla  en  manos  de  los  patrioteros.  ¡Dios 
nos  saque  con  bien! 

Toda  mi  familia  te  saluda;  consérvate  bue- 
no, y  manda  a  tu  hermano,  que  te  ama. 

Agustín  Svarez  de  Peredo  (rúbrica). 

El  día  1°  del  entrante  octubre,  debe  hacerse 
la  elección  de  Senadores  por  las  Juntas  Depar- 
tamentales, y  ya  verás  que  en  El  Siglo  de  hoy 
hacen  la  postulación  original,  mezclando  entre 
los  de  la  cascara  amarga  sa{n)sculotta,  tres 
o  cuatro  verenjenos.  A  ver  cómo  influyes  en 
esos  Departamentos  para  arreglar  esa  elec- 
ción. 

(Rúbrica.)^ 


LXXXI 

Gobierno  Superior 

del  Departamento  de 

Zacatecas 

Correspondencia  Particular 

/Z^.\CATECAS,  SEPTIEMBRE    11  DE  1845. 

ExMo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Mi  apreciable  amigo  y  señor: 

Son  muy  justas  y  bien  sentidas  las  quejas 

1  La  postdata  es  de  su  puño  y  letra. 


que  I),  tiene  íle  los  periíídistas  de  México,  por 
su  inoílo  tan  siniestro  como  libero  en  juzj^ar 
del  suceso  del  I'eñasco,  atribuí  eiulo  a  V.  y  a 
su  División  los  perversos  desi^jnios  que  encu- 
bren los  enemigos  del  Gobierno  y  del  orden 
actual  de  cosas.  I'or  fortuna,  el  buen  sentido 
sabe  ya  repeler  con  cordura  ese  juego  de  una 
política  suspicaz,  y  creocpielan  breve  como 
la  prensa  de  buena  fe  haga  ostensibles  los  sen- 
timientos del  Ejército,  la  Nación  acabará  de 
rectificar  el  favorable  juicio  cpie  anunció  de  su 
conduct^a  la  alocución  cpic  í'.  expidió  el  23  del 
])asado. 

Las  pruebas  (pie  I',  tienedemi  franqueza  me 
inclinan  a  creer  rpie  no  recibirá  mal  una  indi- 
cación |)uramente  amistosa  que  me  tí)mo  la 
libertad  de  hacerle,  y  es  que,  haciendo  uso  de 
su  bien  merecido  intlujo  en  el  Ejército  de  su 
mandi»,  evite  (pie  salgan  de  su  seno  impresos 
de  la  clase  de  los  (pie  han  circulado  por  el  últi- 
mo correo,  como  la  letrilla  contra  el  sistema 
federal  y  la  milicia  cívica,  pues  sabe  V.  que  en 
uno  y  en  la  otra  hubo  muchísimas  [personas 
(pie  aun  viven,  que  ¡irest-aron  a  la  Nación  ser- 
vicios distinguidos  y  de  la  mejor  buena  fe, 
ennobleciendo  sus  aspiraciones  con  la  utilidad 
(pie  constantemente  procuraron  al  país  con 
dignidad  y  decortí  Repito  que  me  he  tomado 
la  libertad  de  hacer  esta  indicac¡(')U,  en  obvio 
de  cpie  sujetos  como  el  a  quien  V.  alude  en  su 
grata  del  (»,  jueguen   esa  sAtira  con  maligni- 


I 


181 

dad.  Por  lo  demás,  las  miserables  supercherías 
que  aparecieron  el  mes  pasado,  no  han  hecho 
eco  en  ninguna  parte,  pues  yo  no  sé  que  perso- 
na alguna  de  sensatez  haya  calificado  la  ocu- 
rrencia del  Peñasco  en  más  de  lo  cjue  realmen- 
te fué,  asignándole  causas  diversas  de  las  que 
lo  influyeron. 

Ya  oficialmente  manifiesto  a  U.  la  sinceridad 
con  que  he  aceptado  los  votos  del  Ejército  que 
le  obedece,  y  esta  misma  le  reproduzco  con  el 
singular  afecto  con  que  soy  S.  S.  y  adicto  ami- 
go, que  atto.  b.  s.  m. 

Marcos  de  Esparza  (rúbrica). 

El  Gobierno  me  avisa  oficialmente  que  ya 
tenía  U.  orden  de  mandar  un  escuadrón.  Es- 
tosactivos  siguen  tan  indisciplinados  y  desnu- 
dos como  informé  a  U.  ¡Qué  bueno  sería  rele- 
varlos y  que  se  refundiesen  en  su  cuerpo,  para 
que  se  arreglen! 

(Rúbrica.  )i 


LXXXII 
Ministerio  de  Guerra  y  Marina 

Exmo.  Sr.: 

Enterado  el  Exmo.  Sr.  Presidente  déla  nota 
de  V.  E.  de  8  del  corriente  y  que  remitió  por 

1  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


extraonlinario,  se  ha  servido  resolver  se  le 
manifieste  en  contestación  que  con  setenta  mil 
pesos  que  en  dos  partidas  se  le  remiten,  y  la 
cantidad  que  \'.  K.  tomó  de  la  conducta,  po- 
drá cfjmplctar  el  j)rcst-su[)uesto  de  estemes  y 
hacer  (jue  en  el  momento  marche  el  auxilio 
pedido  ¡jor  el  lixmo.  Sr.  General  D.  Mariano 
Arista,  cuya  exigencia  no  necesita  encarecerse 
a  \'.  E.,  porque  con  la  amplitud  de  sus  conoci- 
mientos y  ton  su  celo  y  entusiasmo  por  la 
causa  de  la  República,  distin«i;uirá  muy  bien 
cuánta  es  la  iniportanciadereforzar  a  aquella 
División,  próxima  acaso  a  ser  atacada  por  los 
que  sólo  temlrán  semejante  arrojo  por  la  su- 
perioridad numérica  con  que  pueden  acome- 
terle. 

Por  las  grandes  escaseces  del  erario,  no  ha}' 
de  pronto  vestuario  que  poder  remitir;  mas  se 
autoriza  a  \'.  E.  paracjue.si  lo  cree  convenien- 
te y  oportuno,  manrle  construir  el  preciso, 
contando  para  ello  cotno  crédito  con  la  asig- 
nación de  Jalisco,  que  por  un  equívoco  de  aquel 
Tesorero  no  ha  recil)i(lo  \'.  E.;  debiendo  ser- 
virle de  norte  jiara  sus  providencias  que  en  la 
suma  de  numerario  (¡ue  hoy  se  le  remite,  va 
inclusa  la  refcriiia  asignación  por  el  mes  que 
corre  y  i)or  el  siguiente,  pasado  el  cual  puede 
V.  E.  aplicarla  a  la  satisfacción  del  crétlito  que 
para  vestuarios  contraiga. 

El  Exmo.  Sr.  Presidente  confía  y  descansa 
absolutamente  en  W  E.,  v  así  me  ordena  se  lo 


18;} 

signifique,  recomendándole  de  preferencia  el 
auxilio  que  con  tan  verdadera  necesidad  recla- 
ma el  Exmo.  Sr.  General  D.  Mariano  Arista,  y 
que  no  duda  hará  V.  E.  marche  con  los  soco- 
rros de  un  raes,  ya  que  no  sea  dable  del  mo. 
mentó  otra  cosa. 

Al  comunicar  a  V.  E.  lo  resuelto  por  el  Exmo. 
Sr.  Presidente,  me  es  muy  satisfactorio  repro- 
ducirle las  protestas  de  mi  particular  aprecio. 

Dios  y  Libertad. 

México,  septiembre  12  de  184-5. 

A  naya  (rúbrica). 

Exmo.  Sr.  General  en  Jefe  del  Ejercito 
DE  Reserva  (  D.  Mariano  Paredes  y 
Arrillaga). 


LXXXllI 

Reservada. 

Exmo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Guadalajara,  12  DE  septiembre  de  1845. 

Mi  respetado  General  y  fino  amigo: 
Impuesto  de  la  muy  estimable  de  U.,  fecha  2 
del  corriente,  debo  decirle  que  en  efecto  he  no- 
tado la  insolencia  de  los  periódicos  de  México 


y  i'l  modo  vc-nctioso  y  soc/  con  (jue  se  trata  a 
esa  bcncnicrita  DívísÍíhi.  Recordará  1.  las  sos- 
pechas que  abrigaba  desde  que  nos  pronuncia- 
mos en  el  añfí  pasado  en  esta  capital  cí)ntra 
el  tunestcj  I'edraza.  Desde  entonces,  el  partido 
del  (;rdcn  y  el  venerable  clero  sospechó  (sic  por 
sospecharon)  que  el  cambio  político  que  iba  a 
hacerse,  pudiera  convertirlo  este  perverso  en 
su  provecho;  así  es  c|ue  estamos  obligados 
a  c|uitar]e,  como  I',  dice,  la  presa  de  la  mano, 
para  lo  cual  espero  (pie  contará  V .  con  todos 
mis  débiles  esfuerzos. 

Era(n)  verdaderamente  lamentable(s)  la 
apatía  e  indiferencia  rjue  se  notaba  entre  las 
gentes  de  buen  sentido;  pero  la  grata  de  I',  de 
que  me  ocupo,  tpie  he  mostrado  con  las  debi- 
das precauciones,  ha  sido  un  destello  de  luz  cjue 
los  ha  reanimado  muchísimo:  están  entusias- 
mados, y  sería  iiiiprudencia  perdtr  momentos 
tan  favorables;  es,  por  lo  mismo,  necesario 
que  r.  economice  conmigo  lo  menos  posible 
sus  estimables  letras.  Desde kugoseprestaron 
a  escribir  con  fuerza  en  El  Jalisciense,  cuya 
lectura  le  recomienilo,  y  no  dudo  que  alcanza- 
remos (lela  parte  del  clero  la  cooperación  con- 
veniente, pues  ya  estanu)S  convenidos  el  Sr. 
(.\iitonio)  Hscobedo  y  yo,  y  tenemos  funda- 
das ríizones  jiara  creer  Cjue  obrarán  deacuerdo. 

HsteSr.  Gobernailor  sabe  de  posilivt;  que  de 
México  han  sjilido  comisiünf.dos  de  les  fide- 
ralistas  a  lodos  los  DepartanHiilos,  y  sospe- 


185 

cha  que  para  éste  lo  sea  el  Coronel  graduado 
Teniente  Coronel  D.  Juan  Aristi,  que  acaba  de 
llegar,  porque  viene  nombrado  Jefe  del  Detall 
de  Tepic.  Yo  apenas  conozco  de  vista  (a)  este 
jefe;  pero  sé  de  positivo  que  es  cuñado  de 
(Anastasio)  Zerecero  y  antiguo  sansculotte. 
U.  puede  conocerlo  mejor;  pero  principalmente 
lo  conocerá  el  Exmo,  Sr.  D.  José  María  Tornel, 
de  quien  se  queja  que  lo  desterró  a  Chiapas. 
Es  sujeto  vivo,  y  siempre  en  desempeño  de 
prefecturas  y  mesas  de  la  Plana  Mayor.  Según 
ha  asegurado,  quiere  reclamar  la  Comandan- 
cia de  Tepic,  porque  Parga  es  retirado;  pero 
yo  no  se  lo  concederé  sin  que  U.  lo  determine. 
Sería,  pues,  conveniente  que  U.  ordenara  su 
marcha  a  ese  Cuartel  General,  dándole  alguna 
comisión. 

Sé  a  no  dudarlo  que  el  hipócrita  de  el  Lie. 
(Joaquín)  Ángulo  ha  leído  enalta  voz,  y  a  pre- 
sencia de  todos  sus  satélites,  una  carta  queU. 
le  dirigió,  poniéndola  a  discusión  en  la  Quinta 
de  Batres,  que  por  compra  le  pertenece,  y  que 
la  criticaron  con  tal  acritud,  que  se  irritaron 
varios  concurrentes,  asegurándoles  Ángulo 
que  no  sabía  qué  contestar,  que  lo  pensaría. 
Avisólo  a  U.  para  que  vea,  en  lo  que  este  señor 
le  escriba,  una  cosa  estudiada  con  premedita- 
ción.^ 

Uno  de  mis  más  verídicos  corresponsales  de 
Morelia  me  avisa  que  el  Lie.  D.  Juan  B.  Ceba- 

1  Véase  la  pieza  LXXXVII. 

Nuevos  Doctos.— I.— 13 


186 

líos,  ex  Diputado  de  41  }',  por  consiguiente, 
exaltado  e  influente  federalista,  fué  comisio- 
nado por  Pcdraza  para  poner  de  acuerdo 
aquel  Departamento  con  los  mexicanos,  en 
cuanto  a  pronunciarse  por  la  Federación;  que 
concluida  su  comisión,  se  volvió  a  México,  y 
para  comprobarlo  me  incluyó  una  carta  de  un 
jefe  acreditado  del  Ejército,  escrita  desde  la 
Capital,  que  daba  igual  noticia.  Estos,  reuni- 
dos a  las  noticias  que  tiene  U.  y  me  comunica 
en  su  apreciable,  no  deja(n)  duda  de  que  Pe- 
draza  es  el  corifeo  de  la  revolución  que  se  sus- 
cita desde  la  Capital  de  la  República. 

El  General  D.  Francisco  Garay,  que  manda 
las  armas  en  Michoacán,  ha  hecho  salir  de  él 
a  los  Capitanes  Fino  3'  Fernández,  por  suges- 
tiones de  Truena,  Valcnzuela,  Valdovinos, 
Ortiz,  Elguero  y  toilos  los  patrioteros,  a  cuya 
dirección  está  completamente  entregado.  Par- 
ticipo a  U.  esto  para  que  en  caso  ofrecido  vea 
lo  (|ue  dispone,  pues  a  mi  entender  se  necesita 
allí  tropa  y  un  jefe  que  se  haga  respetar,  como 
D.  Ángel  Guzmán,  porque  (el  General  José) 
Ugarte  solo  no  podrá  hacer  nada,  aunque 
abunde  en  deseos. 

Celebrare  que  disfrute  ('.  ile  cabal  salud  y 
(jue  ordene  cuanto  guste  a  su  afmo.  y  muy 
adicto  amigo,  que  lo  estima  y  atto.  1.  b.  1.  m. 

I\'inii¡()  Gil J indo  (rúbrica). 


187 


LXXXIV 

Reservada. 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

GUADALAJARA,    SEPTIEMBRE  12  DE  1845. 

Muy  señor  mío  y  amigo,  dueño  de  todo  mi 
aprecio: 

Con  satisfacción  me  he  impuesto  de  la  esti- 
mable carta  de  U.  fecha  2  del  presente,  y  por 
ella  veo  está  U.  impuesto  de  todas  las  intrigas 
de  que  en  México  se  está  echando  mano  para 
sacrificar  (a)  el  Ejército  que  está  a  las  órde- 
nes de  U.,  y  a  U.  mismo.  Hoy,  parece,  han  va- 
riado de  sistema,  y  quieren  dar  a  entender 
que  se  encuentran  satisfechos  con  U.;pero  por 
acá  la  gente  sensata  está  persuadida  (de)  que 
no  hay  buena  fe,  y  que,  por  el  contrario,  se  es- 
tá asestando  el  tiro,  acaso  con  alevosía  y  con 
la  esperanza  de  que  sea  seguro. 

En  el  Monitor  (Republicano)  comienzan  a 
hacer  elogios  de  U.;  pero  se  dice  que  esto  es 
con  estudio  y  con  miras  siniestras. 

En  El  Siglo  (XIX)  trabaja  (el  Lie.  Maria- 
no) Otero,  y  ya  habrá  U.  visto  un  artículo 
contra  este  Gobierno,  porque  no  establece 
milicia  cívica;  no  falta  quien  crea  que  de  aquí 


se  remitió,  auncjue  le  jK^nen  fecha  en  Tepic; 
otros  creen  (que)  es  obra  del  mismo  Otero.  Se 
va  a  contestar,  y  no  lograrán  en  Jalisco  la  mi- 
licia Cjue  pretenden,  pues  ya  se  sabe  que  sería 
para  arruinarnos;  mas  la  demagogia  no  de- 
siste, y  espera  el  triunfo  lo  más  tarde  en  la 
reunión  de  los  Diputados  que  se  van  a  nom- 
brar. 

En  fin,  se  hace  indispensable  poner  remedio 
a  tanto  mal,  y  todos  los  buenos  suspiran  por- 
que llegue  el  día,  pues  el  desorden  crece  en  to- 
dos los  ramos  de  la  administración  pública  y 
cunde  a  personas  que  se  han  tenido  por  de  sa- 
nas ideas. 

Es  cuanto  por  ho^-  puetle  decirle  este  su 
afmo.,  attü.  y  S.  S..  cj.  1.  b.  1.  m. 

/.  Aiit.   Xivto  (rúbrica).* 


LXXXV 

EXMO.  Sr.  CtKNERAL 

D.  Mariano  Tareofs  y  Arrillaga. 
México,  septiembre  13  de  1845. 

Reservada. 

Estimado  compafiero  y  amigo: 

Los  revolucionarios  de  esta  capital  han  re 

1  Toda  la  cana  c-.  ^U  su  puflo  v  Ictr.i 


189 

doblado  en  estos  días  sus  trabajos  con  bas- 
tante actividad.  Anoche  se  sorprendió  una 
junta,  y  por  impericia  de  la  policía  sólo  cinco 
personas  se  aprehendieron,  entre  las  que  se 
encuentra  D.  Ramón  Ugarte,bien  conocido  en 
ese  Departamento  y  por  U.,  el  que  pocos  días 
antes  se  fugó  de  Santiago.  Estos  son  insigni- 
ficantes; otros  son  los  interesantes. 

La  voz  pública  y  los  diferentes  avisos  de  di- 
cen (sic)  manifiestan  que  D.  Valentín  G.  Pa- 
rías es  el  director  de  todo.  Dicen  que  han  reu- 
nido de  ocho  a  diez  mil  pesos  para  la  revolu- 
ción; que  cuentan  con  mucha  parte  de  la 
guarnición;  con  ningún  jefe,  pero  sí  muchos 
oficiales;  lo  que  supongo  que  es  por  alentar, 
pues  tengo  motivos  para  tener  confianza  en 
todos  los  cuerpos.  Trabajan  sin  plan,  sin 
unión  y  sin  objeto,  pues  éste  sólo  se  limita  a 
que  haya  un  trastorno  para  estorbar  que  yo 
tome  posesión  constitucionalmente  de  la  Pre- 
sidencia de  la  República,  para  que  en  su  vista 
haya  pronunciamientos  en  diferentes  puntos. 

Ahora,  que  son  las  once  de  la  noche,  se  ha 
presentado  un  oficial  que  ejecutivamente  ha  ve- 
nido del  Departamento  de  Veracruz,  manifes- 
tando al  Gobierno  que  el  General  (José  Alaría) 
Jarero  lo  invitó  para  la  revolución,  en  la  que 
se  iba  a  poner  a  la  cabeza  el  General  Canalizo, 
estando  comprometidos  los  Generales  (Anas- 
tasio) Torrejón  y  (Prancisco)  Avalos;  que 
contaban  con  seguridad  con  el  8*^  de  Caballé- 


1!H, 

ría,  que  está  en  el  camino  de  Puebla;  que  pre- 
tendía Jarero  apoderarse  de  la  conducta  de 
platas  que  salió  el  día  I*'  de  esta  capital;  pero 
merced  a  que  el  Coronel  (Francisco)  Muñoz, 
del  5"  de  Caballería,  que  está  en  Perote,  se 
opuso,  no  se  hizo,  y  la  conducta  pasó  para  Ja- 
lapa;  que  le  manifestó  que  para  el  10  estaban 
de  acuerdo  en  diferentes  puntos  a  secundar  el 
movimiento  revolucionario  que  ese  día  debía 
estallar  en  esta  capital  para  que  yo  no  ocu- 
pase la  silla  presidencial. 

Todas  las  personas  que  se  indican,  son  mar- 
cados santa-annistas  y  descamisados. 

He  creído  oportuno  poner  en  conocimiento 
de  U.  todo,  pues  aunque  estoy  creído  que  hay 
alpo,  creo  cpie  hay  también  exa^íeración;  pero 
siempre  es  conveniente  esté  V.  sobre  aviso  pa- 
ra poder  obrar,  encargando  a  todas  las  auto- 
ridades departamentales  la  viiíilíitt'^'in,  para 
no  ser  sorprendidas  con  falsos  anuncios. 

Desea  a  U.  toda  clase  de  felicidades  su  afmo. 
compañero  y  amigo,  que  lo  apreciíi  y  s.  m.  b. 

José  J.  de  Herrera  (rúbrica).' 


l  Toda  la  c.irtii  o*  Ac  su  pufto  \  letra 


191 


LXXXVI 

Reservada. 
México,  13  de  septiembre  de  1845. 

Mi  respetable  Sr.  General  y  caro  amigo: 

Al  formar  la  defensa  de  U.  en  la  Cámara  de 
Diputados,  no  he  hecho  otra  cosa  que  defen- 
der los  derechos  de  la  justicia  e  inocencia.  Las 
inculpaciones  atrevidas  que  se  le  hicieron,  es- 
tán desvanecidas  de  una  manera  victoriosa; 
y  si  sus  autores  tuvieran  vergüenza,  se  corre- 
rían de  haberlas  suscitado. 

México,  de  tiempos  muy  atrás,  es  el  país  de 
la  holgazanería  y  de  la  inmoralidad,  y,  lo  que 
es  más,  el  foco  de  las  revoluciones  fomentadas 
por  cabezas  alquitranadas  y  hombres  que  as- 
piran a  colocarse  en  puestos  eminentes  sobre 
los  escombros  de  la  pobre  Nación;  mas  por 
fortuna  son  conocidos,  y  si  logran  formalizar 
una  revolución  sangrienta,  ellos  con  sus  mis- 
mas manos  abren  un  abismo  que  probable- 
mente se  cegará  con  sus  cabezas. 

El  honor  de  U.  está  bien  puesto,  tanto  en  el 
Congreso  como  en  el  común  de  la  gente  hon- 
rada y  pensadora,  por  lo  que  no  debe  U.  hacer 
el  menor  aprecio  de  sus  imputaciones  calum- 
niosas.  Tengo  a  U.  por  dichoso  cuando  veo 


]!»2 

(jue  se  le  ha  presentado  un  vasto  campo  de 
gloria,  que  aunque  sembrado  de  cambrones  y 
espinas,  sabrá  marchar  por  él  para  recibir  al- 
gún día  los  plácemes  de  toda  una  Nación 
agradecida  y  los  aplausos  de  la  Europa,  que 
nos  observa  con  más  cuidado  del  que  se  cree 
por  el  común  de  las  gentes.  Yo  estoy  viejo;  ya 
piso  el  sepulcro,  y  no  quiero  bajar  a  él  manci- 
lladas mis  canas:  éstas,  la  experiencia  de  15 
años  en  la  Legislatura,  y  el  desprendimiento 
de  riquezas  y  honores  [pues  el  día  en  que  mue- 
ra, no  habrá  con  qué  enterrarme,  y  será  pre- 
ciso entrar  en  transacción  con  el  párroco  so- 
bre los  derechos  de  mi  funeral],  me  hacen  su- 
bir a  la  tribuna  y  con  voz  firme  y  enérgica 
tronar  contra  los  malvados;  no  les  temo,  pues 
tengo  hecho  el  desapropio  de  mi  vida. 

Ln  Fcí^c;vic/ó/7,  detestada  por  los  que  ya  he- 
mos visto  sus  estragos  por  experiencia  dolo- 
rosa,  no  es  más  cjuc  un  mero  pretexto,  es  un 
eructo  apestoso  de  la  masonería,  impulsada 
por  el  oro  extranjero,  y,  j)or  lo  mismo,  yo  me 
le  afronto  y  afrontaré  con  mi  pluma,  con  mi 
voz  y,  si  fuere  posible,  con  mi  espada.  Usted 
viva  en  ese  concepto,  y  que  cuando  no  pudie- 
ra obtener  con  estos  recursos,  mi  último  sus- 
piro y  mis  últimas  palabras  sería  decirle 
íiníitheiihi  a  la  I-'ederación.  Nada,  nada  des- 
aliente a  r.  |)ara  obraren  obsequio  de  la  jus. 
ticia,  de  la  rdigiiui  y  de  la  lilx'rtad  de  la  pa- 
tria, y  tenga  T.  presente(  s)  aíjuellas  preciosas 


193 

palabras  salidas  de  la  pluma  de  Cervantes: 

<iPor  estas  asperezas  se  camina 

de  la  inmortalidad  al  alto  asiento.» 

Tengo  un  Diario  comenzado  desde  diciembre 
de  1822  hasta  ayer,  en  que  he  consignado  to- 
dos los  hechos  históricos  dignos  de  memoria.^ 
Tres  años  ha  que  referí  por  predicción  de  una 
alma  Justa  lo  que  hoy  nos  pasa.  En  ella  es- 
tá anunciada  la  presente  revolución;  dícese 
que  se  pasarán  indecibles  trabajos  v  de  toda 
especie,  pero  que  el  triunfo  será  nuestro.  ¿Qué 
dijera  U.  si  en  este  Diario  viera  referida  cir- 
cunstanciadamente la  batalla  de  Chinaa,  un 
día  después  de  sucedida  a  las  orillas  de  Cam- 
peche, y  comprobada  al  mes  con  los  partes 
oficiales?  Pues  así  sucedió  ciertamente.  U.  no 
me  tenga  por  fanáticoy  menguado;  si  ha  leído 
la  Biblia,  habrá  ü.  visto  que  Dios,  en  su  mise- 
ricordia y  compadecido  de  los  pueblos,  les 
anuncia  las  calamidades  para  que  vuelvan 
sobre  sus  pasos  y  aberraciones.  Dígalo  Jonás 
en  Nínive  saliendo  del  seno  de  la  ballena,  y 

1  Diario  Histórico  de  México  Por  el  Lie.  D.  Carlos  María  Bus- 
tamante.  Contiene  una  relación  diaria  de  todos  los  acontecimien- 
tos políticos  ocurridos  en  la  ciudad  de  México  y  en  otros  lugares 
del  país,  rasgos  biográficos  referentes  a  muchos  personajes  pú- 
blicos y  multitud  de  noticias  y  comentarios  sobre  diversos  asun- 
tos. Abarca  esta  obra  el  período  trascurrido  desde  Diciembre  de 
1822  hasta  Agosto  de  1841.  Primera  edición  arreglada  por  Elias 
Amador.  Tomo  I.  (18l'2-1823)  Zacatecas.  Tip.  de  la  Escuela  de  Ar- 
tes y  Oficios  de  la  Penitenciaría,  á  cargo*ieJ.  Ortega.  1896.  En 
8. "—Los  tomos  restantes  permanecen  inéditos  en  poder  del  Go. 
bierno  del  Estado  de  Zacatecas. 


ll»4 

también  Isnííis,  que  murió  ascuarlo,  dándoles 
a  todos  enerj^ía  para  sobreponerse  a  los  tira- 
nos. Dios  dará  una  mirada  de  propiciación 
sobre  8  millones  de  mexicanos,  ya  U.  lo  ele^rá 
por  instrumento  de  este  triunfo.  Oiga  U.  su 
voz,  observe  su  ley  y  marche  al  enemigo. 
Es  de  U.  atto.  S.  y  amigo,  q.  b.  s.  m. 

Carlos  .\í."  de  Bustam.,,  (rúbrica). 

Por  .separaflo  remito  a  I',  un  impreso  sobre 
la   conducta  de  Flon  en  Granaditas. 

ExMo.   Sk.   Gkneral   D.   M.\riano    F.vredes 
Akrill.\g.\. 


S.vx  Luis  Potosí 


LXXXVII 

EXMO.  Sr. 

n.    -MaKIA.SO  P.\RKI)KS  V  .\rrill.\g.\. 

Gr.\l)AI.Al.\K.\,    SEPTIKMHKK  16  DE  184-5. 

.\Ii  aprecia<ile  amigo  y  de  mi  consideración: 
Con  el  mayor  gusto  recibí  la  muy  favoreci- 
da de  U.  de  29  de  agosto,  porque  con  ella  me 
persuado  de  que  hace  U.  gratos  recuerdos  de 
una  nulidad  como  la  mía.-' 

1  Toda  la  ciui;»  es  de  «u  pufto  y  Ictrn. 
J  V.Í.1SC  U  plií.»  L.K.KXIII. 


195 

No  contesté  en  el  correo  anterior,  porque  he 
estado  postrado  en  cama  con  fuertes  calentu- 
ras y  una  complicación  de  padecimientos,  que 
apenas  me  permiten  hoy  cumplir  el  deber  de 
dirigirme  a  U.,  aunque  sea  con  cuatro  letras, 
para  satisfacer  el  objeto  de  su  citada  apre- 
ciable. 

Nadie  como  yo,  mi  respetable  amigo,  ha  sido 
tan  entusiasta  por  la  Federación,  porque 
siempre  he  creído  que  de  ella  pende  el  adelanto 
de  las  localidades,  y  que  de  una  buena  unión 
resultaría  un  gobierno  fuerte,  sólido  y  consi- 
derado por  el  exterior,  que  tanto  nos  amenaza, 
como  que  tanto  envidia  el  engrandecimiento 
de  que  somos  capaces;  pero  con  la  misma  fran- 
queza conque  digo  mi  opinión  sobre  este  pun- 
to, reconozco  y  confieso  que  el  personal  del 
Gobierno,  y  no  su  forma,  en  los  años  de  33  y 
34,  hizo  males  que  han  dejado  recuerdos  tan 
funestos  y  grabados,  que  huyendo  las  clases  y 
los  propietarios  de  su  repetición,  renuncian 
cuantas  ventajas  pudiera  traer  una  Constitu- 
ción Federativa.  Este  punto  ha  pasado  para 
mí  en  autoridad  de  cosa  juzgada;  y  creo  tam- 
bién que  si  no  es  imposible,  a  lo  menos  sí  será 
sumamente  difícil  que  de  un  modo  franco, 
unánime  y  general  se  adopte  la  Federación  en 
nuestra  desgraciada  República. 

La  primer  consecuencia  que  saco  de  este  an- 
tecedente es  que  si,  aun  reconocidas  tan  altas 
verdades,  quieren  algunos  hacer  esfuerzos  para 


la  restitución  clara  y  terminante  de  las  insti- 
tuciones de  824,  en  lugar  de  conseguirlas,  ten- 
dremos un  sumo  despotismo,  o  una  horrorosa 
anarquía,  extremos  porque  no  estará  el  que 
merezca  el  nombre  de  verdadero  amante  de  su 
patria.  Faltará  entonces  la  paz,  base  positiva 
de  k)s  Ijienes  nacionales,  y  los  llamados  pa- 
triotas serán  los  primeramente  envueltos  en  la 
ruina  y  los  desastres  que  son  consiguientes. 
Líi  Nación  acabará  por  ser  presa  de  los  mal- 
vados que  han  procurado  desunirnos  para 
debilitarnos  y  entretenernos,  y  nuestros  hijos 
irán  a  ser  los  cjue  conozcan  nuestra  falta  de 
previsión  y  de  cordura. 

La  segunda  consecuencia  que  saco  es  que,  a 
la  vista  de  tales  resultados,  debemos  soste- 
ner las  actuales  instituciones,  porque  ellas 
abren  la  j)uerta  para  que  se  dé  a  las  localida- 
des aquella  amplitud  que  baste  a  su  felicidad 
peculiar  y  respectiva,  que  debiera  proporcio- 
narles una  buena  r\'deración.  Se  conseguirán, 
pues,  los  líienes  de  ésta,  y  faltará  aquella  fes- 
tinación que  hace  tocar  los  extremos,  que  todo 
lo  arrolla  y  cjue  da  lugar  al  imperio  de  las 
pasiones  fuertes,  c|ue  todo  lo  (juieren  de  un 
golpe,  sin  (.alcular  la  fatalidad  de  los  medios. 
Aplicaré  a(|uí  el  prudente  aforismo  del  divino 
viejodelos  médicos:  (Jiuni  ¡>:¡ul:ítiitt  ht,tútiini 
tit,  porcjue.en  efecto,  los  males  políticos  corren 
una  escala  parecida  a  la  de  los  físicos. 

Vodiré  al',  franca  mente  tjue,  contra  mis  sen- 


197 

timientos  y  contra  mi  educación,  pensé  alguna 
vez  en  violencias  y  precipitaciones,  porque  a 
tanto  me  obligaba  una  persecución  injusta 
que  se  me  suscitó  por  ruindades;  y  después 
seguí  algún  tiempo  con  mis  desatinos,  porque 
la  palabra,  las  relaciones  que  se  forman,  y  el 
mismo  honor,  todomehacía  permanecer  entre 
dificultades.  Sin  embargo,  procuré,  hasta  don- 
de pude,  calmar  las  exaltaciones  e  inspirar  la 
concordia  de  los  partidos,  logrando  en  estos 
últimos  años  algunos  momentos  de  paz  con 
mis  pequeños  esfuerzos,  aunque,  por  resulta- 
do, acabo  de  obtener  el  famoso  premio  de  que 
aquí  se  diga  que  estoy  vendido  al  Gobierno 
Departamental,  y  que  cuando  más  honor  se 
me  hace  por  otros,  se  concede  que  yo  por  mi 
buen  corazón  estoy  alucinado  esperando  la 
venida  del  Mesías;  siendo  así  que  puedo  ase- 
gurar a  U.  mi  total  independencia  del  mismo 
Gobierno,  y  que  no  he  procurado  sino  calmar, 
y  que  cuando  se  trata  de  elecciones,  se  escoja 
lo  digno,  lo  útil  y  lo  que  nos  saque  de  las  ban- 
deras de  los  léperos,  que  tanto  han  manchado 
la  libertad  y  que  han  tenido  en  alarma  a  la 
República  entera. 

No  han  faltado  liberales  en  estos  momentos 
que,  persuadidos  de  mi  buena  intención,  estén 
propuestos  a  seguir  mis  convicciones,  y  ellos 
sin  duda  serán  los  que  puedan  de  tal  modo 
prestar  algún  servicio  patriótico,  pues  yo  en 
el  día  estoy  reducido  a  nada  por  mis  males, 


l)()r  el  aburrimiento  que  me  domina  y  por  un 
humor  negro  que  ocupa  mi  corazón.  Todo  me 
desalienta,  todo  me  sensibiliza,  y  desgraciada- 
mente est<íy  lleno  de  previsiones  funestísimas, 
que  serán  disparatadas,  como  hijas  de  mi  me- 
lancolía, pero  que,  mientras  me  ocupen,  nece- 
sariamente ejercen  en  mi  espíritu  todo  el 
dominio  necesario  para  abatirme.  Veo  sólo  a 
mis  hijos,  y  me  enternezco,  pcjrque  acaso  ellos 
van  a  |)articijíar  de  la  desgracia  de  su  padre, 
siendo  unos  inocentes,  dignos  de  mejor  suerte. 
A  ellos  quisiera  consagrarme  de  una  manera 
exclusiva,  y  en  esto,  aunque  fuera,  hacer  a  mi 
patria  el  muy  corto  bien  de  dejarle  dos  ciuda- 
danos honrados,  que  siquiera  puedan  unirse 
en  algún  tiempo  a  los  patriotas  sensatos  y 
juiciosos  para  que  lloren  sus  infortunios. 

Por  lo  expuesto,  se  persuadirá  U.  de  lo 
anuente  que  estoy  con  los  principios  que  U, 
me  manifiesta;  y  agregaré  a  U.  que  veo  como 
cierto  que  si  las  elecciones  actuales  colocan  al 
frente  de  los  negocios  a  hombres  exaltados 
que  no  presten  las  garantías  que  buscan  to- 
dos con  ansia,  hal)rá  pronunciamientos.  \*  aca- 
baremos de  perder  para  siempre  la  es¡3eranza 
de  constituirnos.  Yo  llegué  a  creer,  seg^jn  las 
especies  Cjue  aquí  corrieron,  que  U.  era  el  pri- 
mero en  pronunciarse,  aun  antes  de  acjuel  re- 
sultado; pero  ya  veo  los  juiciosos  deseosde  U. 
y  que  sólo  propende  a  que  no  se  extravíe  el 
buen  sentido,    lo   cual  se  logrará  únicamente 


199 

salietido  electos  hombres  de  honor,  de  previ- 
sión y  de  prudencia. 

Dos  o  tres  correos  antes  de  recibir  la  de  U., 
le  había  3^0  escrito  una  recomendándole  a  mi 
hermano  Francisco.  Reitero  a  U.  mi  súplica 
para  que  se  sirva  cuidar  de  la  educación  de 
este  joven,  que  tiene  buenas  intenciones,  pero 
que  podrá  extraviarse  si  no  hay  alguna  per- 
sona de  la  respetabilidad  de  U.  que  se  interese 
porque,  a  lo  menos,  no  pierda  los  principios 
que  mamó.  Le  hará  U.  un  gran  servicio  al  in- 
teresado, y  yo  le  viviré  siempre  muy  agrade- 
cido. 

No  dejaré  de  escribir  a  ü.  algunas  veces, 
aunque  no  con  repetición,  porque  temo  serle 
molesto  distrayéndolo  de  sus  ocupaciones. 
Sin  embargo,  U.  me  honrará  mucho  cada  vez 
que  lo  haga  conmigo,  y  me  proporcionará  la 
ocasión  de  acreditarle  que,  a  pesar  de  mi  in- 
utilidad, abundo  en  deseos  de  complacerlo,  co- 
mo su  muy  adicto  amigo,  atto.  S.,  que  afrao. 
s.  m.  b. 

Joaquín  Ángulo  (rúbrica). 


aio 


LX  XXVI 1 1 

ExMo.  Sr.  Gíinkral 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

León,  septiembre  18  de  1845. 

Mi  muy  apreciable  amigo  y  señor: 
Es  llegado  el  caso  de  que  la  sociedad  toque 
a  su  disolución.  Estamos  al  borde  de  entrar 
en  el  labcrint(5  del  barullo  federal,  y  éste  será 
el  término  de  nuestra  independencia.  El  Ejér- 
cito está  atacado,  3'  se  piensa  destruirlo.  La 
Nación  toda  está  padeciendo,  3'  casi  se  descon- 
fía del  remedio.  Estas  circunstancias  tan  agra- 
vantes y  de  tanta  atención  me  han  decidido  a 
dirigir  a  V .  mi  pluma  y  recordarle  como  Gene- 
ral mexicano,  como  ciudadano,  y  si  U.  me  lo 
permite,  como  su  amigo,  que  es  V .  la  única 
áncora  de  salvación  para  el  país.  I'.,  y  no  más 
U.,  nos  puede  escapar  del  naufragio  político 
en  que  nos  hallamos.  Cuenta  I',  con  fuerzas 
físicas,  con  la  moral,  porque  la  parte  sana  de 
la  sociedad  está  por  otro  orden  de  cosas  del 
(en)  (jue  nos  hallamos  y  del  que  se  piensa  es- 
tablecer; el  Ejército  está  unísono  en  sentimien- 
tos, y  fija  sus  miradas  en  V.  Su  espada,  que 
tantas  veces  la  ha  desnudado  para  cuhabllu- 
bar  (sic  por  coadyuvar)  al  bien  de  los  mexica- 


1^01 

nos,  es  preciso  que  hoy  salga  de  la  vaina  y  no 
vuelva  a  ella  hasta  poner  el  remedio  que  nece- 
sitan los  males  que  nos  acjuejan.  En  suma, 
ésta  es  la  ocasión  más  favorable  que  puede 
presentarse  para  establecer  un  sistema  econó- 
mico que  pueda  dar  vida  a  la  sociedad.  Vein- 
ticinco años  de  laberinto  y  de  consideración  a 
los  Licenciados,  nos  han  dado  a  conocer  lo 
que  nos  conviene.  Esta  canalla  es  necesario 
separarla  de  la  escena  política,  y  no  dejarles 
por  ningún  motivo  que  tomen  parte  en  nues- 
tra regeneración. 

Yo  soy  bien  insignificante,  pero  estoy  pron- 
to a  todo  sacrificio  3'  en  ayudarlo  en  cuanto 
pueda;  si  mi  súplica  es  oída  y  U.  acepta  mi 
oferta,  cuente  desde  luego  con  su  sincero  ami- 
go, que  lo  aprecia,  le  apetece  salud  y  s.  m.  b. 

Fran/'^  Pacheco  (rúbrica).^ 


LXXXIX 

Panzacola,  septiembre  20  de  1845. 

Apuntes  de  una  campaña  contra  México. 

1° — Establecer  puestos  militares  en  Laredo, 
Mier  y  en  un  punto  cerca  de  Matamoros.  De 
este  modo  está  demostrada  la  primera  base 
de  operíiciones  sobre  el  Río  del  Norte. 

1  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 

Nuevos  Doctos.— I.— 14 


:(»2 

2" — Poner  un  cuerpo  de  observación  en  el 
camino  que  conduce  de  Laredo  a  San  Antonio 
de  Béjíir.  Hsto  contiene  a  hjs  comanches,  en 
caso  que  se  muestren  hostiles. 

3'^ — 10,(J00  hombres  se  mueven  de  La  redo  al 
Saltillo,  y  de  allí  a  Zacatecas. 

4" — 10,000  hombres  se  mueven  de  Miera 
Monterrey,  y  de  ídlí  a  San  Luis  í'otosí. 

5'-' — 5,000  honiljres  flesemliarcan  cerca  de 
Soto  la  Marina  [lugar  del  desembarque  del 
valiente  (General  Francisco  Javier)  Mina  en 
1817],  y  marchan  sobre  San  Luis  í'otosí. 

6'*— 5,000  hombres  desembarcan  en  Tampi- 
co,  aunque  su  pequeña  fortaleza  haga  alguna 
resistencia.  De  este  modo  está  establecida  la 
segunda  base  de  operaciones  sobre  la  línea  del 
Panuco,  o  río  de  Tampico.  extendiéndose  des- 
de Tampico  hasta  Sui  Luis  Potosí. 

En  tal  estado  del  ejército  de  operaciones, 
5,000  hombres  marchan  de  Zacatecas  a  San 
Luis;  otros5,()00se  t|uedan  en  Zacatecas  para 
observar  el  camino  de  Durango,  y  guardan  el 
camino  real  ([ue  contluce  de  la  ciudad  de  Mé- 
xico a  Santa  Fe;  15.000  hombres  se  concen- 
tran en  San  Luis;  5.000  hombres  de  Soto  la 
Marina  se  hacen  fuertes  cerca  de  Tula,  en  el 
río  Panuco;  5,000  cjuedan  de  reserva  en  Tara- 
jjico.de  donde  irán  todos  los  refuerzos  necesa- 
rios; v  una  fuerza  naval  se  estaciona  fuera  de 
la  barra. 

Durante  estas  operaciones,  se  tiene  el  mayor 


2o;5 

cuidado  de  no  hacer  daño  a  los  habitantes  en 
sus  propiedades  y  personas,  ni  molestarlos 
en  su  religión.  Se  les  hace  entender  que  la  gue- 
rra no  es  contra  ellos;  se  les  invita  a  declarar 
a  las  Provincias  de  Tamaulipas,  Nuevo  León, 
Coahuila,  Zacatecas  y  San  Luis  Potosí,  una 
república  independiente,  bajo  la  protección  de 
los  Estados  Unidos. 

El  objeto  de  marchar  el  ejército  por  el  Salti- 
llo y  Monterrey,  en  lugar  de  desembarcar  en 
Soto  la  Marina  y  Tampico,  es  producir  una 
impresión  favorable. 

Los  puntos  (sic  por  puertos)  de  Alvarado  y 
Veracruz,  en  el  Golfo  de  México,  y  los  de  Aca- 
pulco,  San  Blas,  Mazatlán  y  Gua^^mas  en  el 
Pacífico,  estarán  bloqueados.  Tampico  y  San 
Francisco  se  rendirán.  El  último  se  fortificará 
bien.  Después,  5,000  hombres  de  Independen- 
ce  marcharán  sobre  Santa  Fe  y  Paso  del  Nor- 
te; este  último  punto  domina  el  camino  de 
México  a  Santa  Fe.  De  suerte  que  el  Río  del 
Norte  será  entonces  nuestra  frontera,  y  la  po- 
sesión de  San  Francisco  se  asegura. 

Aquí  hace  México  proposiciones  de  paz. 

Si  no  las  hace,  el  camino  del  Panuco  a  la  Ca- 
pital es  fácil. 

La  ciudad  de  México  será  ocupada  por 
100,000  hombres,  si  necesario  fuese,  y  el  Go- 
bierno de  México  deja  de  existir! 

Estos  apuntes  demuestran  lo  que  los  Esta- 
dos Unidos  pueden   hacer,   si  el  caso  lo  exige. 


•2iH 

con  respecto  a  Méxic(j.  De  los 30, COO hombre? 
mciiciíjiinflos,  20,(JCÍ)  serí'in  voluntarios;  los 
10,000 (le línea  servirán  de  ejemplo,  de  í)rdeny 
de  disciplina  militar.  I'ara  cuando  toda  la 
fuerza  llegue  al  Panuco,  ya  todos  estos  hom- 
bres igualarán  (a)  la  mejor  tropa  del  mundo. 
¡Supongamos  estos  30,000  hombres  sobreel 
Panuco,  3'  un  pedido  de  voluntarios  para  mar- 
char a  la  ciudad  de  México!!! 

{Sin  ñrma.) 


EXMO.    Sk.    (JKNKKAL    D.   M.XKI.VNO  PARKDES. 

San  Lris  Potosí. 

(iIAN.VH  ATO.  SKPTIKMMKK    29  DE  1845. 

Mi  muy  (|ueri(lo  amigo  y  señor: 

A  la  hora  de  ésta  tengo  ya  reuniílos  como 
noventa  hombres,  entre  los  que  habrá  cincuen- 
ta cjue  deben  marchar  a  ese  cantantón  (sic 
por  cintnii)  cuando  se  vaya  pudiend(i  escol- 
tarlos. 

La  solicitud  de  (¡uc  me  habla  I  .  en  su  ;i pre- 
ciable de  2v{  del  actual,  a  ipie  contesto,  ya  se 
la  tengo  a  U.  remitida.' 

l  Kcliitiva  al  |Hrtni><u  Jcl  Guhicir.üquc  necesitaba  Romero  pa- 
I .»  contraer  niatrimonli». 


205 

En  nuestra  fiesta  cívica  ha  habido  su(s)discur- 
so(s)  el  16  y  el  27  del  presente  rnes;el  primero 
fué  pronunciado  por  uno  de  la  bolita,  como  lo 
manifiesta  su  conjunto,  que  verá  por  el  impre- 
so que  le  adjunto  para  que  los  militares  que 
en  ésa  escriben  al  público,  le  echen  su  rociada 
de  metralla;  porque  acusan  al  Ejército  de  no 
tener  voluntad  para  hacer  la  campaña  de  Te- 
xas; siendo  las  Bases  el  sistema  que  tenemos 
hoy  como  única  tabla  de  salvamento,  se  les 
desprestigia  como  una  cosa  aborrecible;  te- 
niendo un  Gobierno  razonable,  que  sufre  más 
de  lo  que  debiera,  se  dice  que  ahora  no  tienen 
los  pueblos  libertad;  se  dice  que  la  Nación  en- 
tera quiere  el  divino  sistema  (federal)  cuando 
sólo  las  Legislaturas  de  este  Departamento, 
Zacatecas  y  Californias  lo  han  pedido;  las  de- 
más no  lo  han  hecho,  y  lo  detestan  todos  los 
hombres  que  tienen  honradez  o  bienes  que 
perder.  Se  siembra  en  todo  el  descrédito,  la 
cizaña,  y  luego  quiere  cosechar  unión;  y  entre 
otras  cosas,  por  último,  quiere  que  todos  ce- 
dan de  sus  pretensiones,  mientras  predica  a 
supartidoque  unieran  (o  mueran)  mil  3^1uego 
(jtros  mil. 

¡Vaya  si  es  un  primor  el  discurso!  Y  siento 
no  saber  hacer  los  melones  cuando  puedo  dis- 
tinguir cuál  es  dulce  y  cuál  es  desabrido;  pero 
a  los  compañeros  de  ese  cantantón  que  tienen 
cacumen,  dígales  U.  que  no  dejen  pasar  ese  fá- 
rrago de  disparates.   Era  chulísima  cosa  que 


Jl  II , 


si;íuiéramos  el  cjenujlo  que  nos  dejó  nuestro 
Padre  Hidalgo;  ni  es  píjsihle  seguirlo  en  todas 
sus  partes,  aun  cuando  quisiéramos,  porque 
no  podemos  robarnos  lo  que  ellos  se  robaron, 
3'^  porque  entendeuKJS  la  compasión  de  otro 
modo  que  aquel  Padre  de  la  Patria,  pues  que 
por  lástima  de  c|uc  no  fueran  caminando  sus 
víctimas,  decía:  «Marroquín,  Marroquín,  de- 
güella a  esos  pobrecitos  chachujñncs  para  que 
no  anden  padeciendo.» 

Dicen  que  fueron  engañadas  sus  esperanzas 
con  el  movimiento  del  6  de  diciembre  y  que 
siempre  se  le  ha  mentido  al  yiueblo;  yo  digo 
que  nosotros  no  hicimos  ni  una  ni  otra  cosa, 
porque  no  les  ofrecimos  íederata,  y  se  engaña- 
ron porque  quisieron  voluntariamente  enga- 
ñarse. Bueníj  fuera  que,  al  comerse  una  torta 
de  pan,  se  engañaran,  y  se  comieran  una  de 
caramelo. 

El  discurso  del  día  27  aun  no  se  imprime, 
pero  lo  oí;  y.  en  mi  concepto,  es  otra  cosa,  pues 
tiene  idea  y  un  enlace  razonable  de  la  historia 
de  los  sucesos,  aunque  nodeja  también  de  oler 
a  divino,  (juizá  porque  lo  creen  de  moda.  No 
me  es  posible  olvidar  todavía  lo  de  el  discurso 
{jue  le  acom|)ano  ahora,  porque  no  se  me  hace 
posible  concebir  que  estos  hombres  nos  crean 
sin  sentido  común.  Hn  la  página  7  dice  que  la 
voluntad  del  pueblo  es  la  Federación  y  que  es- 
tá fundada,  no  en  las  teorías  ni  en  el  cnprícho 
(le  ¡os  hoinltrcs,  sino  en  nnn  fuente  más  eleva- 


207  ♦ 

da:  en  el  orden  natural  de  las  cosas  y  en  la 
organización  misma  de  las  sociedades.  Si  esto 
no  es  una  contradicción  de  principios,  yo  les 
diría  que  el  derecho  que  tiene  un  Departamen- 
to para  ser  soberano  de  sí  mismo,  lo  tienen 
los  distritos,  las  ciudades,  pueblos,  manzanas, 
calles,  casas  e  individuos;  y  sería  una  sociedad 
preciosa  de  soberanitos  sin  subditos.  Me  dan 
coraje  estos  léperos,  aunque  en  público  los 
desprecio. 

Perdone  U.,  mi  amigo,  que  le  quite  su  tiem- 
po con  mi  charla,  pues  conozco  que  mejor  se- 
ría para  U.  mandarle  el  papelucho  sin  mis  co- 
mentaciones; manténgase  bueno,  y  mande  a 
su  afmo.  amigo,  q.  b.  s.  m. 

Teófilo  Romero  (rúbrica).' 


XCI 

ExMo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

México,  1°  de  octubre  de  1845. 

Estimado  hermano: 

Al  ocurrir  por  mi  correspondencia,  el  día  25 
del  próximo  pasado  septiembre,  a  la  estafeta, 
respondieron  en  ella  haberla  sacado,  y  aunque 

1  Tocia  la  caria  es  de  su  puño  y  letra. 


ios 

se  hicieron  varias  tlili^encias,  no  se  cncíjiitró, 
hasta  que  hoy  iiu-  hi  han  traído,  viniendo  en- 
tre ella  tu  apreciable  del  día  20;  pero  no  he 
advertido  malicia  en  el  extravío,  porque  no  se 
conoce  absolutamente  hayan  abierto  las  car- 
tas. Mas  toda  esta  relación,  aunque  cansada, 
f|ue  te  haí^o,  es  con  el  objeto  de  que  veas  que 
si  ha  habido  demora  en  cumpUr  con  tu  encar- 
íjfo  entregando  la  que  me  adjuntas,  no  ha  si- 
do,en  manera  al.mnia,cul[)a  por  mi  parte,  sino 
casualidad. 

Los  principios  generales  de  política, entre  la 
gente  pensadora,  están  de  acuerdo  con  los  que 
me  manifiestas  en  la  tuya  a  que  contesto,  y 
en  los  periódicos  en  general  sucede  lo  mismo, 
pues  (sic)  excepto  El  Siglo  (XIX). cuyo  editor 
(D.  Ignacio  Cumplido)  sabes  no  es  arreglable  , 
a  las  ideas  racionales,  sino  a  su  capricho,  por 
halíerle  heclu)  cre(e)r  era  el  Salomón  mexica- 
nf),  y  La  Voz  del  Pueblo,  cuyo  periódico  se  ve 
con  demasiado  desprecio.' 

Por  ahora  parece  que  no  hay  cosa  particu- 
lar, pues  los  cal)écillas  Parías  y  Pedraza  tie- 
nen puesta  la  mira  en  las  elecciones  de  Dipu- 
tados y  Senadores;  y  lo  tínico  que  se  advierte 
son  las  muchas  reclamaciones  de  todos  los 
Ministros  extranjeros,  pues  hasta  las  más  li- 
geras frioleras  las  redaman  como  cosas  de 
importancia,   a   la   rcz   que  en   lo  particular 

1  E-no  pcTÍóáico  c't.iba  subvencionado  por  D  Valentín  Gdmcs 

l'.u  fas. 


20'J 

alguno  trata  a  los  mexicanos  con  sumo  des- 
precio. 

A  consecuencia  de  lo  que  dijo  un  periódico 
francés  acerca  de  los  mexicanos,  contestó  en 
El  Siglo,  como  editor,  Otero,  y  anoche,  en  el 
Teatro  (Nacional),  el  Barón  de Cyprey  (Minis- 
tro de  Francia),  en  unión  de  otros  franceses, 
lo  cogió  en  los  tránsitos,  le  ha  escupido  la  ca- 
ra y  dádole  dos  bofetadas  y  dos  palos;  ppr  lo 
que  tan  luego  como  se  supo,  se  halla  esto  bas- 
tante alarmado,  y  aun  han  buscado  a  Cyprey 
varios  mexicanos  con  objeto  de  vengar  el 
agravio.  Si  el  Gobierno  no  ve  con  energía  las 
demasías  de  los  extranjeros,  se  va  formando, 
o  mejor  diré,  fomentando  el  odio  que  se  les  tie- 
ne, y  quién  sabe  los  resultados  que  esto  podrá 
traer  en  el  pueblo. 

Ayer  ha  llegado  aquí  Tornel,  a  quien  han 
salido  a  recibir  y  obsequiado  sus  amigos;  pero 
la  noticia  de  su  llegada  se  ha  recibido  en  lo 
general  con  horror,  pues  sabes  lo  mal  querido 
qvie  está. 

En  toda  tu  familia  3-^  la  de  esta  tuj^ajno  hay 
novedad;  recibe  sus  expresiones,  y  que  te  man 
tengas  bueno  desea  tu  hermano,  que  te  apre- 
cia. 

Agustín  Suarez  de  Pereda  (rúbrica). 


¿hi 


XCII 

EXMO.  Sr.  Oííneral 

D.   Mariano  Paredks  y  Arrillaga. 

San  Lns  Potosí. 

La  I'RovinF.NCiA,  octihkk  2  (de)  184-5. 

Miapreciablecompañero  y  estimado ami^o: 
Ocnpaflo  en  recorrer  la  línea  de  mi  mando, 
hube  (le  alejarme  por  unos  días  y  (de)  dete- 
nerme en  la  Costa  Grande,  con  cuyo  incidente 
no  recibí  sino  tarde  las  favorecidas  letras  de 
r.  de  G  del  próximo  anterior,  contraídas  a  ha- 
cerme una  manifestación  de  los  principios  y 
firmes  resoluciones  en  que  abunda  a  favor  de 
las  Bases  ()r<íánicas  ydelliobierno  actual.  No 
debe  extrañar,  por  tanto,  la  dilación  de  mi 
respuesta,  la  que  me  apresuro  a  darle  en  la 
presentí-,  lue^o  que  he  regresado,  manifestán- 
dole que  en  efecto  se  dijo  mucho  acerca  del  su- 
ceso del  reñasco,  y  que  la  reputación  de  V.  ha 
sufrido  at.'iques  iíUjíetuosos  por  la  prensa,  que 
no  le  habrá  sido  posible  ver  sin  disgusto;  pero 
sus  amigos,  entre  ipiienes  tengo  la  honra  de 
contariue  hace  algún  tiempo,  y  aquella  parte 
de  la  Nación  que  juzga  de  los  hechos  como  de 
las   personas   con    una    sana  crítica,  indepen- 


211 

diente  de  la  animosidad  y  desenfreno  de  los 
partidos,  no  ve  en  esos  ataques  la  deshonra  de 
uno  de  los  dignos  caudillos  del  Ejército,  como 
fué  la  intención  de  sus  autores,  sino  la  culpa- 
ble ligereza  de  algunos  escritores,  o  el  odioso 
rencor  de  nuestros  bandos  políticos,  y,  de  cual- 
quiera modo,  la  desgracia  de  la  patria. 
"  Parece  que  la  razón  natural  dicta  que  pues 
en  la  voluntad  nacional  reside  la  soberanía,  y 
ésta  ha  sancionado  solemnemente  la  Consti- 
tución actual,  apoyándose  en  ella  para  derro- 
car la  administración  militar  del  General  San- 
ta Anna,  cuando  la  ambición  extranjera  ame- 
naza tan  de  cerca  nuestra  existencia  política  y 
cuando  lo  arruinado  de  nuestro  erario  nos  tie- 
ne en  el  más  triste  conflicto,  no  debiéramos 
pensar  sino  en  sostener  esa  misma  Constitu- 
ción, sacrificando  nuestras  opiniones  particu- 
lares y  dejándonos  de  argucias  para  después 
del  peligro;  sin  embargo,  éste  se  aproxima  con 
todos  sus  caracteres  de  horror  y  desolación,  y 
nosotros  no  pensamos  sino  en  desprestigiar 
al  Gobierno,  despedazar  la  nueva  Carta  en  vez 
de  reformarla,  y  en  desconceptuarnos  mutua- 
mente. 

Habrá  U.  visto,  acaso,  que  la  misma  suer- 
te nos  tocó  en  esta  parte;  mas  le  protesto  a 
U.  que  todo  ello  me  afecta  infinitamente  me- 
nos que  el  porvenir  de  la  patria,  porque  éste 
ya  no  puede  ser  dudoso,  si  lo  hemos  de  inferir 
de  la  confusión  y  desquiciamiento  en  que  nos 


21:! 

vemos  hiinrlidos  3-  de  los  débiles  esfuerzos  que 
apenas  será  dable  oponer  a  la  desplomación 
del  edificio  social,  mientras  que  el  ciudadano 
honrado  a  quien  hirióla  envidia,  o  bien  la  oje- 
riza de  partido,  encuentra  en  su  propia  con- 
ducta un  recurso  segurode  defensa,  y  con  ma- 
nifestarse a  sus  compatriotas  puede  confun- 
dir victoriosamente  a  sus  calumniadores.  Y 
fuera  de  tales  consideraciones,  U.  sabe  bien 
que  el  hombre  público,  sea  cual  fuere  su  mane- 
jo, nunca  puede  lisonjearse  de  contentar  a 
todos:  su  deber  lo  constituye  entre  opuestas 
pretcnsiones,  y  es  fuerza  que  el  despecho  acuda 
alguna  vez  a  empañarle  con  su  aliento.  Esta 
es  la  realidad  de  las  cosas,  y  si  en  los  países 
perfectamente  constituidos  no  faltan  ejempla- 
res para  comprobarlo,  en  nuestra  naciente  Re- 
pública deben  ser  menos  raros. 

De  lo  dicho  deducirá  U.  que,  calumniados 
por  una  propia  causa,  estamos  igualmente 
identificados  en  principios,  y  que  las  maquina- 
ciones C|ue  a  esa  distancia  le  hicieron  compren- 
der el  plan  a  que  alude,  tampoco  han  faltado 
por  acá.  Sea,  pues,  en  hora  buena;  yo  me  glo- 
río  de  que  nuestras  ideas  no  sean  disímbolas, 
y  fundado  en  esa  certidumbre,  espero  que  si  la 
patria,  empujada  hacia  el  precipicio  por  pre- 
tendidos innovadores,  viere  consumar  su  des- 
gracia, nosotros  bajaremos  al  sepulcro  sin  el 
remordimiento  de  haber  cooperado  a  ella. 

Doy  a  r.  las  gracias  por  el  recuerdo  conque 


213 

me  favorece;  3'  deseoso  de  ver  sus  letras  con 
frecuencia,  concluyo  con  asegurarle  que  soy, 
como  siempre,  su  afmo.  amigo,  atto.  S.  y  com- 
pañero, q.  1.  b.  1.  m. 

J.  Alvarcz  (rúbrica). 


XCIIÍ 

ExMo.  Sk.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arkillaga, 

León,  octubre  2  de  184-5. 

Mi  muy  apreciable  amigo  y  señor: 
Me  (he)  impuesto  detenidamente  de  su  muy 
apreciable  de  U.  de  23  del  mes  próximo  pasa- 
do; y  aunque  me  dice  en  ella  que  su  norte  es 
(sic  por  son)  el  Supremo  Gobierno  y  las  Bases 
Orgánicas,  yo  insisto  en  suplicarle  tome  en 
pronta  consideración  los  multiplicados  males 
del  país,  que  casi  lo  hacen  llegar  a  su  disolu- 
ción. Permítame  explicarme,  y  concédame  que 
el  Gobierno  cjue  hoy  por  desgracia  tenemos, 
no  tiene  respetabilidad  ni  acierto  en  sus  ope- 
raciones, no  ofrece  garantías  y  está  poniendo 
a  la  Nación  en  (el)  ridículo  más  espantoso  pa- 
ra con  el  mundo  entero.  ¿Qué  esperanzas  con- 
cibe U.  de  remedio  en  un  Gobierno  nulo  y  en 
un  sistema  dispendioso  y  de  barullo?  Desen- 


21 1 

^añéniotKís:  unCKjbicrno  militar  es  el  Cjue  con- 
viene en  las presentescireunstaneias, alejándo- 
nos de  los  malhadados  Licenciados  y  redu- 
ciéndonos a  un  corto  círculo  de  empleados 
(jue,  l)ien  pajeados,  sus  pretensiones  sean  las 
de  sostener  un  orden  de  cosas  convenencial 
fsic)para  ellos  y  para  la  masa  general,  que  no 
será  extorsionada  como  lo  está  siendo,  y  esta 
masa  será  otra  colucna  (sic)  de  apoyo,  luego 
que  advierta  sus  ventajas. 

Hl  Ejército  es  el  que  en  todas  nuestras  osci- 
laciones políticas  ha  fijado  en  el  país  lo  bueno 
y  lo  malo,  y  ese  pueblo  con  que  se  amenaza,  ha 
sido  un  admirador  de  lo  que  ha  sucedido,  sin 
que  haya  podido  entender  cuáles  son  sus  de- 
rechos. 

Vo  creo  que,  unidas  las  personas  de  más  res- 
petabilidad de  la  clase  militar  a  que  formen 
una  sola  persona,  y  rodeadas  de  los(ienerales 
3' jefes  del  Ejército,  pueden  establecer  la  dicha 
de  los  mexicanos,  porque,  repartidos  en  los 
Departamentos,  no  permitirán  ni  conatos  de 
revolución,  y  dejaremos  que  las  leyes  que  se 
den,  produzcan  sus  efectos  para  gozar  de  sus 
buenas  consecuencias. 

Si  U.  quisiese  ponerse  a  su  rededor  a  losSres. 
Bravo  y  Valencia,  estándolo  ya  el  Sr.  Tornel, 
y  gustare  el  (|ue  yo  sea  el  de  esta  obra,  así  co- 
mo a  los  Sres.  Ileretlia,  J uvera,  Ampudia,  Gu- 
tiérrez y  otras  personas  de  provecho,  me  em- 
plearé gustoso  en  ese  trabajo,  y  no  dejaremos 


215 

persona  alguna  de  crédito  público  que  se  pon- 
ga a  la  cabeza  de  la  parte  de  oposición;  y  de 
esta  manera,  Us.  serán  los  de  la  grande  obra, 
siendo  U.el  primero,  y  criándose  admiradores 
que  bendizcan  (sic)  su  memoria;  mas  si  U. 
repudiase  esta  unión,  yo  siempre  estaré  dis- 
puesto a  cuanto  me  disponga,  asegurándole 
que  soy  hombre  de  honor,  que  nimca  falto  a 
mis  pactos  y  que  me  sobra  resolución  en  to- 
dos los  lances,  por  difíciles  que  sean. 

El  Gobierno  tiene  fijado  su  anteojo  enU.,no 
obstante  que  lo  está  llenando  de  considera- 
ciones; y,  al  efecto,  se  están  escogiendo  los 
medios  más  finos  y  seguros  de  debilitarlo,  pa- 
ra reducirlo  a  nulidad  y  sumirlo  en  el  fango; 
no  lo  logrará,  porque  en  el  talento  tan  limpio 
de  U.,  ya  habrá  alcanzado  lo  que  se  piensa 
hacer,  y  tendrá  prevenido(s)  los  lances;  mas, 
sin  embargo,  el  tiempo  es  precioso,  y  no  se  de- 
ben de  desaprovechar  las  circunstancias;  qui- 
zá mañana  faltarán  los  elementos  que  hoy  nos 
favorecen,  y,  sobretodo,  hoy  hay  teatro  donde 
su  genio  reluzca,  y  es  preciso  lo  dé  a  conocer. 

He  sido  algo  difuso,  por  lo  que  espero  de  su 
bondad  disimulará  y  escuchará  a  su  verda- 
dero amigo,  que  lo  aprecia,  le  apetece  todas 
satisfacciones  y  s.  m.  b. 

Fran.'^'^  Pacheco  (rúbrica).^ 


1  Toda  la  caria  es  de  su  puño  y  letra. 


!lfi 


XCIV 
ExMO.  Sr,  (tknkkal  D.  Mariano  Pakhdes. 

QlKKETAKO,  OCTIURE  3  DF  184-5. 

Mi  apreciable  compañero  y  amigo: 
Va  (le  oficio  (ligo  a  I-,  ladificultarl  enrpieme 
encuentro  para  remitirle  el  armamento,  muni- 
ciones, re(e)in|)lazos  y  desertores  que  existen 
en  esta  ciudad.  La  miseria  ha  llegado  al  más 
alto  grad(í,  de  manera  que  ni  aun  para  soco- 
rrer a  los  infelices  presos,  ni  menos  a  los  reclu- 
tas, rinde  esta  Tesorería;  y  este  justo  motivo 
y  el  no  tener  un  soldado  de  que  disponer,  me 
privan  de  la  satisfacción  que  tendría  en  obse- 
(juiar  los  justos  deseos  de  V.;  jiero  si  V.  pro- 
j)orciona  los  auxilios  de  tropa  y  numerario, 
en  el  momento  (|uedará  cumplido  lo  que  I'. 
(|uiere. 

Antes  de  recibir  la  (írden  de  I',  respecto  de 
armamento,  ya  yo  había  querido  deshacerme 
de  el,  por  la  sencillísima  raz6n  de  que,  no  te- 
niendo tropas  con  que  cuidarlo,  no  hace  otra 
cosa  su  existencia  (pie  proporcionarme  com- 
promisos, como  r.  conocerá  muy  bien;  y  por 
esto  solicite  rcmiti  sic)  remitirlo  a  I',  o  a  los 
almacenes  generales  de  México,  sin  que  haya 
podido  verificarlo,  porque,  como  he  ilicho,  no 


217 

hay  dónde  sacar  un  solo  real  para  este  objeto, 
puesto  que  aquí  los  militares  estamos  sujetos 
a  ración  de  hambre. 

Por  tal  motivo,  repito  a  U.  lo  dicho:  que  si 
U.  proporciona  escolta  y  recursos,  tendré  mu- 
cho gusto  en  cumplimentar  sus  órdenes. 

Recibí  la  proclama  que  dio  U.  el  27.  Los  prin- 
cipios contenidos  en  ella  son  dignos  de  un  me- 
xicano honrado  y  celoso  de  la  prosperidad  de 
su  patria.  Felicito  a  U.  por  el  noble  fin  que  se 
propuso  al  emitirla,  porque  de  esto  le  debe  re- 
sultar aumento  en  el  aprecio  público,  y  de  aquí 
el  bien  inestimable  de  contener  los  esfuerzos 
de  la  anarquía,  quedando  U.  en  la  buena  posi- 
ción de  hacer  el  bien,  pues  que  de  U.,  del  digno 
Ejército  de  su  mando  y  de  todos  los  hombres 
patriotas  y  juiciosos  se  espera,  y  con  razón, 
la  salvación  de  la  República,  la  estabilidad 
de  la  Constitución  que  se  ha  dado  y  délas  au- 
toridades que  ésta  ha  creado  y  que  se  desean 
conservar  por  justicia  y  por  conveniencia  de 
la  comunidad  mexicana. 

Como  siempre,  y  con  el  más  cordial  afecto, 
se  repite  de  U.  adicto  amigo  y  decidido  S.,  q. 
b.  s.  m. 

Man  Anciríide  (rúbrica). ^ 


1    Toda  ia  carta  es  de  su  puño  y  letra. 

Nuevos  Doctos. -I. —15 


21x 


xcv 

Muy  reservada. 

México,  octubre  4  de  1845. 

Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 

Muy  señor  mío  y  de  mi  aprecio: 

Si  son  ciertas  las  noticias  que  han  venidode 
esa  a  esta  ciudad,  si  U.  está  penetrado  de  los 
enormes  desaciertos  de  la  actual  Administra- 
ción,  y  desea,  como  no  se  puede  dudar,  contri- 
buir a  evitar  la  ruina  total  y  pró.xima  de 
nuestra  patria,  préstese  U.  a  conferenciar  por 
escrito  y  reservadamente  con  un  hombre  que  es- 
tá resuelto  a  sacrificarse  por  la  independencia 
absoluta  de  su  país,  por  la  integridad  de  su 
territorio  y  porque  se  dé  a  sus  conciudadanos 
una  Constitución  conforme  a  la  voluntad  na- 
cional, investigando  ésta,  si  aun  se  duda  de 
ella,  por  medio  de  un  registro  enteramente  li- 
bre. Los  males,  Sr.  General,  son  muy  graves, 
son  muN'  urgentes,  y  los  diversos  planes  que 
hay  para  llevar  al  cabo  intereses  muy  encontra- 
dos, nos  perderán  indudablemente,  si  pronto, 
muy  pronto,  no  se  tremola  una  bandera,  a 
cuN'o  rededor  se  pónganlos  buenos  mexicanos 
porciue  lean  in  ella  estas  palabras:   «Paz  con 


219 

verdad,  paz  con  justicia,  paz  con  beneficencia, 
paz  acatando  la  verdadera  voluntad  nacional, 
y  guerra  eterna  a  las  naciones  que  no  respeten 
nuestros  derechos  incontestables.»  El  que  esto 
escribe  no  es  un  malvado,  no  es  un  intrigante; 
dice  lo  que  siente,  y  no  aspira  a  medrar  con 
ficciones. 

Si  U.  recibe  bien  esta  invitación,  lo  que  cele- 
braré mucho,  espero  que  se  servirá  contestar- 
me sin  firma  y  rotulando  la  carta  a  D.  Sebas- 
tián Perreault. 

Aprovecha  esta  ocasión  para  ponerse  con 
sinceridad  a  la  disposición  de  U.  su  afmo. 

( Valentín  Gómez  Parías. ) 


XCVI 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

México,  octubre  4  de  1845. 

Mi  grande  amigo  y  digno  compañero: 
Después  de  pasearme  por  Guanajuato  y  el 
Bajío,  llegué  a  esta  ciudad  el  día  30  del  pasa- 
do, sin  especial  novedad,  que  tampoco  tuvo 
mi  esposa,  que  me  encarga  para  U,  las  expre- 
siones del  más  vivo  reconocimiento,  de  que 
también  participa  mi  hijo  Manuel. 


-¿*> 


A  mi  llegada  a  esta,  mis  amigos  han  estado 
muy  expresivos  cínimigo,  y  el  Gobierno  me  ha 
recibido  medianamente  bien.  Con  la  mayor 
complacencia  he  advertido  que  en  todos  los 
pueblos  de  mi  tránsito  y  en  la  Capital  tienen 
de  U.  la  más  alta  idea,  y  que  lo  consideran 
hoy  como  la  esperanza  más  firme  de  nuestra 
malhadada  patria. 

Los  chismes  son  aquí,  como  siempre,  infini- 
tos, aunque  por  ahora  absorbe  la  atención  la 
paliza  que  solemnemente  dio  el  Barón  (de) 
Cyprey  a  su  amigo  de  U,  el  Sr,  Otero,  quien 
manifestó  que  la  humildad  cristiana  es  lamas 
brillante  de  todas  las  virtudes  que  posee.  Mer- 
ced a  esta  ocurrencia,  he  entrado  casi  des- 
apercibido, })orque  los  mexicanos  nunca  se 
ocupan  más  (|ue  de  un  negocio. 

Por  el  correo  inmediato,  más  actuado  en  la 
situación  de  nuestro  mundo  político,  escribiré 
a  U.  lo  que  o]jservare,para  que  pueda  servirle 
de  gobierno. 

U.  ha  ganado  mi  corazón  para  siempre,  3' 
mi  sentimiento  ma3'or  es  que  no  podré  jamás 
corresponder  dignamente  a  tan  multiplicados 
favores.  Esté  U.  seguro  de  que  al  menos  estoy 
sumamente  dispuesto  a  hacer  cuanto  (|uiera, 
sea  lo  que  fuere. 

Mañana  voy  a  tener  el  gusto  de  visitar  a  su 
recomendal)le  señorita;  y  recibiendo  1.  memo- 
rias de  la  mía,  sabe  que  de  todo  corazón  es 


221 


hoy  su  primer  amigo  y  apasionado  compañe- 
ro, q.  b.  s.  m. 

José  Maria  Tornel  (rúbrica).' 


XCVII 

4a   División  Militar 

General  en  Jefe 

Correspondencia  Particular 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

Monterrey,  octubre  5  de  184-5. 

Querido  compañero  y  fino  amigo: 

Estoy  temeroso  de  que  el  Gobierno  tome  a 
mal  mi  último  pedido,  porque  si  rehusé  la  ve- 
nida de  fuerza,  es  sólo  porque,  sin  medios  de 
subsistencia,  se  destruyen  y  me  comprometo 
a  lances  que  podrán  acabar  de  arruinar  la 
reputación  del  Ejército. 

Mientras  se  quiera  hacer  las  cosas  sin  diñe, 
ro,  resultarán  estas  anomalías;  y  lo  que  entre 
tanto  siento,  es  el  desenfreno  de  la  prensa,  que 
nos  pone  de  asco,  como  habrá  U.  visto  en  el 
número  40  del  Amigo  del  Pueblo. 

Creo  que  el  Ministerio  dirá  que  marchen  las 
fuerzas  con  lo  necesario  para  llegar  al  Saltillo, 

1  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


como  si  allí  hubiera  otra  cosa  que  miseria,  lo 
mismo  que  aquí.  Si  esas  tropas,  con  la  pre- 
vención que  tienen  de  las  escaseces  que  aquí  se 
sufren,  llegan  sin  dinero,  se  disuelven  en  una 
semana;  pues  a  estos  soldados  ya  les  han 
enseñado  casi  a  no  comer,  y  las  del  interior 
no  saben  esa  táctica,  que  se  ignora  en  todas 
partes  del  mundo. 

Estoy  desesperado,  compañero;  nuestra  si- 
tuación es  bien  triste:  trabajar  sin  cesar,  y 
por  recompensa,  dicterios  e  insultos. 

Respecto  a  los  enemigos,  no  hay  cosa  nota- 
ble que  participarle  a  U.,  según  le  he  ofrecido. 

Otra  ocasión  seré  más  largo,  porque  ahora 
ya  es  bien  tarde;  así  es  que  se  despide  su  afmo. 
compañero  y  amigo,  que  lo  aprecia  y  b.  s.  m. 

Mariano  Arista  (rúbrica). 


XCVIII 

ExMO.  Sr.  Gkner.vl  D.  M.xki.k.so  T.xrkdes. 

Sa.n  Luis  Potosí. 

(tianaiiato,  octubre  G  de  184-5. 

.\li  (jiierido  amigo: 

.\iMK|uc  sin  ninguna  de  I',  (jue  contestar,  le 
pongo  ésta  |)ara  insertarle  un  párrafo  de  car- 


223 

ta  que  se  me  escribe  de  México  con  relación  al 
Barón  de  Cvprey  y  Otero,  que,  aunque  le  ha- 
brán hablado  a  U.,  pero  quizá  de  distinto  mo- 
do, como  regularmente  sucede: 

«Anoche  [31  (sic)  de  septiembre]  tuvimos 
campaña  en  el  Teatro  Nacional;  y  aunque  se 
cuenta,  como  sucede  en  semejantes  casos,  de 
diversas  maneras,  daré  a  U.  la  versión  que 
tengo  de  un  testigo  de  vista,  imparcial,  que  es, 
al  mismo  tiempo,  la  más  general  acreditada. 
El  Barón  (de)  Cvprey  estaba  muy  enojado 
por  el  editorial  del  Siglo  XIX  en  que,  con  mo- 
tivo de  lo  que  había  dicho  en  París  el  Diario 
de  los  Debates,  le  dio  una  buena  carga,  y  muy 
bien  merecida,  al  Sr.  Barón.  Las  verdades 
amargan.  El  Barón  se  encontró  anoche  en  los 
corredores  del  Teatro  Nacional  con  Otero,  y 
de  buenas  a  primeras  le  preguntó  si  él  era  au- 
tor del  editorial  en  cuestión;  Otero  le  contestó 
que  no  tenía  por  qué  darle  satisfacción  a  su 
pregunta,  y  que  si  quería  averiguarlo,  fuese  a 
la  imprenta.  Entonces  el  Barón  le  escupió  a  la 
cara  y  en  seguida  le  arrimó  con  el  bastón  dos 
o  tres  palos.  Unos  dicen  que  Otero  se  sorpren- 
dió \^  no  hizo  movimiento  ninguno;  otros,  que 
se  le  fué  encima,  al  tiempo  que  muchos  de  los 
que  se  paseaban  por  los  corredores,  se  metie- 
ron por  medio  y  separaron  a  los  contendien- 
tes. La  verdad  no  está  bien  aclarada;  pero 
existe  un  hecho  grave,  y  es  que  Otero  ha  reci- 
bido un  grave  insulto  que  no  ha  devuelto  to- 


2lM 

da  vía.  Por  supuesto  que  no  faltaron  botara- 
tes en  el  Teatro  que  quisieron  hacer  del  asunto 
causa  común,  y  atacar  al  Barón  enmasa  para 
darle  una  paliza;  pero  tampoco  faltaron  per- 
sonas juiciosas  que  les  representaron  lo  inflig- 
no  que  sería  esta  acción  y  les  dijeron  que  aquél 
era  un  insulto  jjarticular  que  sólo  tocaba 
veni^ar  al  interesado,  y  si  éste  no  tenía  valor 
para  hacerlo,  a  al^^ún  amigo  suyo  que  lo  tu- 
viera y  sacara  la  cara  en  su  defensa.  Por  for- 
tuna, prevaleció  el  buen  sentido,  y  el  Barón  y 
su  familia  salieron  del  Teatro  sin  ser  insulta- 
rlos. Veremos  el  resultarloque  esto  tiene;  pero, 
según  dicen,  Otero  no  es  hombre  de  armas 
tomar,  y  j'o  dudo  que  haya  un  Quijote  que 
f|uiera  tomar  la  demanda.  El  tal  Barón  de 
Cy[)rey  es  un  cadete  viejo  muy  poco  digno 
de  representar,  no  digo  a  una  nación,  pero  ni 
a  una  compañía  de  titiriteros.»' 

Ya  ve  U.  cómo  nos  tratan  esos  prójimos; 
f|ué  ¿no  tendremos  remedio? 

Soy  de  V.  afini).  amigo,  q.  b.  s.  m. 

Teofílo  Romero  (rúbrica).' 


1  Con  ol  títulii  J'j  Kl  Rompimiento  de  l.i<i  relaciúncs  diplotnAti- 
cis  entre  Fr;inii;i  y  .MOxico  en  ISJ").»  nuestro  cilitor.  D.  lf;na<-'io  B. 
ilel  Castillo,  public;iril  próximamente  un  estudio  histórico  en  que 
Se  relat.'in  el  suceso  objeto  Je  esta  carta,  los  que  lo  motivaron  y 
los  que  fueron  su  consecuencia. 

'.'  Toda  la  carta  es  de  su  purto  v  letra. 


225 


XCIX 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

GUADALAJARA,  7  DE  OCTUBRE  DE  1845. 

Mi  respetado  General  y  fino  amigo: 
Las  pretensiones  de  los  partidos,  que  las 
más  veces  son  tumultuarias,  se  empeñan  en 
desfigurar  los  actos  públicos,  con  el  objeto  de 
llegar  a  su  intento,  aunque  se  sacrifique  la  re- 
putación de  los  ciudadanos  que  fungen  en  ca- 
lidad de  autoridades.  Un  caso  idéntico  ha  te- 
nido lugar  en  la^  elecciones  de  Diputados  al 
Congreso  General  celebradas  en  esta  ciudad 
el  5  del  corriente.  Es  el  caso  que  el  Exmo.  Sr. 
Gobernador  dispuso  que  el  colegio  electoral 
tuviese  sus  sesiones  en  uno  de  los  salones  del 
Palacio,  ordenando  que  con  este  fin  quedara 
comunicado  porla  puerta  que  da  a  su  espalda, 
para  que  no  pudiera  pretextarse  que  se  coar- 
taba la  libertad  con  que  deben  obrar.  El  re- 
sultado de  la  primera  junta  fué  funesto  a  los 
federalistas,  pues,  como  comuniqué  a  U.en  mi 
anterior,  obtuvieron  los  nombramientos  de 
presidente,  vice,  escrutadores  y  comisionados, 
hombres  de  rectos  principios;  así  es  que,  pal- 
pando aquéllos  la  ventaja  que  les  llevaba  el  par- 
tido del  Gobierno,  intentaron  inutilizar  la  elec- 


22c> 

cióri,  esforz/íuflosc  |)rinci[)nlmcnte  en  que 
transcurriesen  los  días  constitucionales,  ha- 
ciendo correr  la  voz  de  que  no  concurrirían  si 
no  se  les  vari,'il>a  el  local.  Desde  luej^o,  el 
Bxmo.  Sr.  (iobcrnaflor  ordenó  que  la  elección 
se  continuara  iii  el  Colegio  de  San  Juan,  y  es- 
tando en  ella,  los  satélites  de  los  snnsculottes, 
escribanos  }júl)licos  Barbosa  y  Blanco,  co- 
rrompidos por  el  dinero  que  a  suscrición  en 
cantidad  de  dos  mil  pesos  y  distribuidos  por 
el  Lie.  Ángulo,  pretendieron embromarel  tiem- 
po, y  titulándose  apoderados  del  pueblo,  pi- 
dieron la  palabra.  El  presidente  del  colegio 
electoral  les  contestó  que  los  reconocía  como 
una  facción  desorganizadora  quetrataba(de) 
coartar  la  libertad  de  los  electores,  v  que  la 
representación  del  pueblo  de  Jalisco  residía 
únicamente  en  el  colegio  que  presidía,  y  no  en 
la  insignificante  fracción  de  un  partido  dema- 
siado marcado.  Ocurrió  al  Exmo.  Sr.  Gober- 
nador pidiéndole  auxilio,  quien,  acompañado 
conmigo,  se  presentó  en  el  salón  y  aseguró  al 
presidente  que  podía  continuarse  la  elección, 
seguro  de  que  allí  estaban  para  sostenerlo  las 
autoridades  y  el  auxilio  que  le  tenía  {>edido. 
En  seguida,  los  desv'amisados  se  exaltaron 
hasta  el  extremo  de  proferir  expresiones  tan 
obscenas  como  insultantes  contra  los  electo- 
res, amenazándoles  con  las  sillas,  por  lo  que 
parte  de  ellos  querían  abandonar  sus  asientos, 
V  otros  se  salieron  del  salón.  En  este  acto  nos 


hallábamos  el  Exmo.  Sr.  Gobernador  y  yo  en 
los  corredores  del  edificio;  penetramos  por 
entre  la  concurrencia,  que  en  su  mayoría  era 
de  leperócratas  armados  de  tranchetes  3''  pu- 
ñales, y  con  algunos  empellones  logramos  res- 
tablecer el  orden,  fugándose  los  cabecillas  del 
motín,  con  lo  que  se  celebraron  las  elecciones 
tranquilamente,  resultando  nombrados  los 
individuos  que  manifiesta  la  lista  que  tengo 
la  satisfacción  de  acompañarle.^ 

Esto  es  todo  lo  ocurrido  sobre  el  particular; 
mas  los  inquietos,  que  aun  en  esta  misma  ciu- 
dad han  dado  val  caso  el  colorido  que  cuadra  a 
sus  intereses,  es  regular  lo  hagan  correr  abulta- 
dísimo en  el  exterior;  y  para  que  esté  U.  al 
tanto  de  lo  que  ha  habido  en  realidad,  me  apre- 
suro a  participárselo  a  fin  de  que  no  se  logren 
las  perversas  intenciones  de  los  anarquistas. 

Entre  los  vocales  déla  Asamblea,  como  verá 
U.,  soy  el  primer  nombrado;  y  aunque  me  es 
sumamente  satisfactoria  la  nueva  prueba  de 
distinción  y  aprecio  que  me  tributan  mis  pai- 
sanos, confieso  que  mi  insuficiencia  me  aleja 
a  una  distancia  inmensa  de  las  personas  tan 
juiciosas  como  sabias  que  componen  aquella 
corporación  respetable.  Sin  embargo,  en  ella 
se  ofrece  a  la  disposición  de  U.,  sin  ninguna 
reserva,  su  afmo.  y  muy  adicto  amigo,  atto. 
y  S.  S.,  q.  1.  b.  1.  m. 

Panñlo  G alindo  (rúbrica). 

1  No  existe  en  el  archivo  del  General  Paredes 


c 


ExMO.  Sr.  Gknekal 

D.  Mariano  I'akíídhs  v  Akkillaga. 

GUADALAjAKA,  OCTCHKH  7  DK  1845. 

Mi  a  preciable  ami^^o: 

II03'  he  visto  tres  cartas  de  Guaymasdiri^i- 
das  a  amigos  míos,  en  que  dicen  haberse  pro- 
nunciado todos  los  propietarios  de  aquel  De- 
partamento p(jr  la  expulsión  de  Urrea  y  depo- 
sición de  todas  las  autoridades,  dejando  al 
Departamento  en  estado  de  hacer  tina  nueva 
elección  para  constituirse.  El  día  2  del  pasado 
tuvieron  un  clioque  de  armas  en  que  fueron 
derrotados  los  de  í'rrea,  dejando  cuarenta  y 
siete  muertos  en  el  campo. 

Se  habían  pronunciado  todas  las  principa- 
les poblacionesdel  Departamento, a  excepción 
de  Alamos,  y  tenían  en  prisión  a  la  mayor 
parte  de  las  autoridades  que  habían  consegui- 
do coger;  de  modo  que  si  aquello  se  enreda  en 
una  revolución  un  poco  larga,  los  de  la  F{ede- 
ración)  vana  organizarse  al  otro  mundo.  Ures 
fué  uno  de  los  puntos  pronunciados,  y  dicen 
f|ue  hubo  en  el  bastantes  ilesgracias,  sin  de- 
signarlas. 

VA  correo  sale,    y  no  tengo  tiempo  para  ser 


229 


más  largo.  Reciba  U.  mi  afecto  y  disponga  de 
su  muy  atto.  amigo  y  S.,  ci.  b.  s.  m. 

ManJ    M.""  Gándara  (rúbrica). 


CI 
ExMO.  Sr.  D.  Mariano  Paredes. 

México,  octubre  7  de  1845. 

Mi  querido  amigo: 

Aquí  he  recibido  una  carta  de  U.  muy  atra- 
sada, dirigida  a  Guadalajara.  No  llamo  apre- 
ciable,  pues  por  sabido  debe  callarse;  pues  si 
toda  señal  de  amistad  por  parte  de  U.  lo  es 
para  mí,  mucho  más  aquélla,  que  está  unida 
con  tanta  confianza.  Los  sucesos  que  todos 
los  días  se  repiten,  nos  están  probando  que  ya 
se  realizan  los  conatos  de  tanta  gente  desgo- 
bernada para  apoderarse  del  Gobierno  de  la 
República;  y  a  la  verdad  que  demasiado  torpe 
ha  andado,  pues  según  el  sistema  desbaratado 
y  dislocado  que  resultó  del  Ministerio  pasado, 
en  que  el  honor  del  uno  de  los  Ministros  y  la 
viveza  del  otro  fueron  burlados  por  los  dos 
que  no  habían  abdicado  las  antiguas  opinio- 
nes, ni  dejaban  de  obrar  conforme  a  las  inmu- 
tables y  anárquicas  ideas  del  partido,  ya  debía 
haber  avanzado  más  en  su  conquista. 
El  pueblo  mexicano  ganó,   al    parecer,  la 


elección  del  Senado;  pero  la  plebe,  ya  la  desnu- 
da, 3'a  la  mal  vestida,  pero  de  casacas  y  levi- 
tas costosas,  se  ha  apí)deradodelas  elecciones 
para  la  Cámara  de  Diputados. 

Vo  no  vería  esto  como  un  mal,  si  el  Gobier- 
no es  lo  que  debe.  No  se  pierde  una  nación 
porque  el  partido  democrático  posea  una  Cá- 
mara, siempre  cjuc  el  elemento  aristocrático 
predomine  en  la  otra,  y  el  monárquico  en  el 
Poder  Ejecutivo.  Mas  si  este  se  desnaturaliza, 
y  las  opiniones  del  hombre  tratan  de  modifi- 
car la  institución,  y  ésta  va  a  mezclarse  con  las 
cualidades  que  sólo  y  exclusivamente  son  de  la 
democracia,  desaparece  el  ¿gobierno,  y  no  que- 
da sino  la  mano  de  una  facción  armada  con  el 
pviñal  fratricida,  para  sacrificar  la  sociedad. 

La  Constitución  del  año  de  2-4-  fué  un  mons- 
truo, aborto  de  la  inexpericia  (sic),  y  con- 
cebido en  las  pasiones  más  bajas,  y  dado  a 
luz  por  la  i«j^norancia.  La  del  año  de  36,  fun- 
dada en  principios  eminentemente  sociales, 
era  más  perfecta  de  lo  que  convenía  a  nuestra 
sociedad;  una  metafísica  verdadera,  pero  inen- 
tendible  a  la  mayor  parte  de  la  gente,  la  estaba 
despegando  de  todo  interés  y  la  dejaba  aisla- 
da; pocos  conocían  su  mérito,  y  nadie  confun- 
día sus  intereses  con  los  de  la  ley.  ¿Qué  es  todo 
esto,  si  no  ser  impracticable?  Para  cúmulo  de 
los  males,  se  encargó  su  ejecución  a  manos  tan 
débiles  como  poco  hábiles,  que  pusieron  su 
suerte,  la  nuestra   v  las  de  la  lev  en  las  tosta- 


das  y  temblorosas  de  aquel  intrigante  a  quien 
U.  dio  tan  malos  ratos  en  aquella  carta  que 
publicaron  en  esta  ciudad. 

Las  Bases  Orgánicas  sacaban  enormes  ven- 
tajas a  todas  nuestras  pasadas  legislaciones. 
No  pudo  ser  tirano  Santa  Anna  sino  despeda- 
zando la  ley,  y  los  anarquistas  no  pueden 
apoderarse  de  la  República  sino  destrozándo- 
la. ¿Qué  mayor  elogio  de  una  legislación?  No 
era  perfecta;  unas  cuantas  reformas  la  hubie- 
ran hecho,  pero  no  se  ha  querido.  Los  anar- 
quistas han  insistido — ¿en  qué? — en  vestirnos 
de  nuevo  con  los  asquerosos  andrajos  que,  ya 
con  más  fortuna  y  mayores  recursos  para 
aderezarnos,  habíamos  tirado  en  el  muladar. 
He  aquí  a  los  filósofos!  a  los  escritores!  a  los 
hombres  grandes!  Nada  aprenden  y  nada  ol- 
vidan.  ¿Haya  sabios  de  temple  más  ruin? 

«Quince  años  hace  escribí  estos  desengaños, 
y  las  repúblicas  hispano-americanas  no  han  en- 
mendado uno  solo  de  los  disparates,  que  han 
estado  repitiendo,»  dice  Simón  de  Simondi  en 
sus  consideraciones  sobre  las  constituciones, 
que  U.  habrá  leído,y  sino,  recomiendo  a  U.  lea. 

Mucho  he  charlado  ya,  querido  amigo;  ¿no 
me  lo  dispensará  U.  atendiendo  a  la  causa?  Me 
hace  hablador  el  placer  de  departir  con  mi 
querido  amigo,  cuyas  manos  besa 

F.  AIJ  de  S."Juan  Crisostomo  (rúbrica). ^ 

1  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 


232 


CU 


Sr.  Genkeal 

D.   MaKIANO   f'AKKDES  Y  ArKILLAGA. 

San  Luis. 

Mkxico,  y  octubre  8  DE  1845. 

Mi  nui3'  estimado  amigo: 

No  contesté  en  el  correo  pasado  a  su  apre- 
ciable  (del)  26,  por  esperar  si  en  éste  podía 
decir  a  U.  algo  de  noticias,  de  que  también 
hay  poco  o  nada. 

Principiare  por  dar  a  U.  las  más  expresivas 
gracias  por  su  generosa  condescendencia  en 
remitirme  las  cartas  de  recomendación  para 
los  Sres.  Presidente,  Ana3'a,  Cuevas  y  Riva 
Palacio,  de  que  voy  a  hacer  uso  en  favor  de 
nuestro  desgraciado  amigo  Rubio.  Siempre  es 
satisfactorio  ser  generoso,  como  l'.en  este  ca- 
so, y  útil,  contar  en  la  carrera  de  esta  vida  con 
el  mayor  número  de  amigos  que  se  pueda.  De 
todo  he  avisado  al  interesado,  quien,  como  su 
familia  muy  apreciable,  se  lo  agradecerán  a  T. 

Por  el  correo  de  hoy  avisan  de  Veracniz  que 
3'a  haj'  diez  l)uc|ues  de  guerra  americanos;  ve- 
remos la  empanada  que  traen. 

Canalizo  y  Basad  re  se  embarcaron  en  el  pa- 
(lucte  inglés. 


233 

Las  elecciones  de  Diputados  de  ésta  se  gra- 
dúan haber  recaído  en  la  mayoría  en  hombres 
federalistas,  pero  legales,  es  decir,  moderados, 
o  que  no  la  cjuieren  por  golpes  revoluciona- 
rios. 

Los  de  Puebla  creo  que  son  algo  más  violen- 
tos, pues  figuran  (Francisco  M.  de)  Olaguíbely 
(JoséM.)  Lafragua.  No  sé  si  con  este  motivóse 
me  ha  preguntado,  acaso  con  estudio,  si  IJ. 
se  opondría  a  la  Federación  en  caso  de  que  vi- 
niese por  resolución  de  los  poderes  constitu- 
cionales, y  he  respondido  que  no  puedo  satis- 
facer tanto  como  eso. 

Según  se  dice,  el  Gobierno  está  poco  hala- 
güeñamente respecto  de  obtener  recursos  por 
la  autorización  de  los  quince  millones,  y  eso  sí 
sería  fatal,  pues  no  sé  cómo  podría  marchar  en 
la  actual  situación  del  país.  De  los  males  que 
vendrían  de  esta  falta  de  recursos,  hemos  teni- 
do una  muestra  con  200  y  pico  de  hombres  que 
iban  a  la  mal  compaginada  expedición  de  Ca- 
lifornia y  que  parece  representaron  la  escena 
del  Peñasco,  habiéndose  dispersado,  según 
unos,  dejando  las  armas,  y  apaciguándose  el 
motín,  según  otros,  sin  dispersión. 

De  U.  afmo.  amigo,  que  lo  estima. 

Donato  Manterola  (rúbrica).^ 


i  Toda  la  carta  es  de  su  puño  y  letra. 

Nuevos  Doctos.— 1.— 16 


•2M 


CIII 

Secretaria  Particular 
del  Presidente  de  la  República 

Palacií  Nacional  dk  Mkxico.  a  11  de  oc- 
tubre DE  18  45. 

ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

San  Luis  Potosí 

Mi  compañero  y  apreciado  amigo: 

A  la  vista  de  su  estimable  de  4,  reclamé  a  los 
Sres.  Ministros  de  Guerra  y  Hacienda  sobre 
las  órdenes  para  que  del  dinero  procedente  de 
Jalisco  se  construyese  vestuario,  y  ambos  rae 
han  manifestado  que  están  ya  libradas;  lo 
que  puede  servirle  de  gobierno. 

Tanto  como  U.  deseo  fijar  de  una  manera 
radical  el  presupuesto  de  esas  fuerzas;  pero 
como  esto  sea  mediante  los  recursos  que  esta- 
mos expeditando.creo  que  con  alguna  pacien- 
cia lo  conseguiremos  pronto. 

Que  U.  se  conserve  muy  bueno  son  losdeseos 
de  su  compañero  y  amigo,  que  con  afecto 
b.  s.  m. 

Josf  J.  de  Ucrrcni  (rúbrica). 


235 

Por  este  correo  se  remiten  a  U.  cuarenta  mil 
pesos. 

(Rúbrica. )i 


CIV 

ExMo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

México,  octubre  11  de  1845. 

Mi  digno  amigo  y  muy  querido  compañero: 
Como  en  esta  ciudad,  aunque  falta  la  since- 
ridad, sobran,  sin  embargo,  las  visitas,  éstas 
no  me  dejaron  escribir  a  U.  en  el  correo  ante- 
rior, según  le  tenía  ofrecido. 

El  mundo  político  se  encuentra,  sobre  poco 
más  o  menos,  como  lo  dejó  el  Sr.  Parres,  es 
decir,  muy  confuso  y  revuelto.  El  Sr.  Pedraza 
ejerce  el  primer  influjo,  aunque  en  el  Senado  ha 
decaído  mucho,  y  en  él  está  perdiendo  todos 
los  negocios  en  que  tiene  empeño.  Lo  alienta, 
sin  embargo,  el  triunfo  que  su  partido  ha  ob- 
tenido en  las  elecciones  de  Diputados  de  Méxi- 
co, Puebla,  Morelia  y  en  algunos  otros  De- 
partamentos, en  que  han  sido  electos  los  más 
exaltados  federalistas.  La  política  del  actual 
Gabinete  es  dejar  hacer  a  todo  el  mundo  lo  que 

1  La  postdata  es  de  su  puño  y  letra 


2:{H 

le  agrade  y  no  hacer  nada  por  sí  mismo,  lo 
(|ue  pondrá  a  los  partidos  en  el  caso  de  entre- 
nzarse a  su  lucha  de  muerte.  Cuando  salí  de 
México,  los  partidos  estal)an  hasta  cierto  pun- 
to amalgamados  por  el  interés  de  resistir  id 
enemigo  común;  pero  hoy  están  colocados, 
como  lo  estaban  antes,  el  uno  frente  del  otro. 
\()  que,  en  mi  humilde  juicio,  lejos  de  ser  un 
mal,  es  un  bien,  porque  el  equilibrio  de  la  so- 
ciedad podrá  venir  de  esta  misma  oposición. 
Una  mediana  energía  en  el  Gobierno  bastaría 
para  ordenar  la  marcha  de  los  negocios,  por- 
que la  Nación,  aunque  tanto  se  ha  hecho  para 
desmoralizarla  y  desquiciarla,  conserva  toda- 
vía un  estado  normal. 

Nada,  absolutamente  nada,  se  piensa  ni  pro- 
vecta para  hacer  la  guerra  a  los  Estados  Uni. 
dos,  ni  para  recobrar  a  Texas;  y  aquí  general- 
mente se  cree  (jue  esta  cuestión  se  mantendrá 
viva  no  más  para  que  haya  un  pretexto  pa- 
ra desmembrar  a  U.  su  fuerza,  lo  que  es  el 
pensamiento  dominante  del  so/'-d/^íiní  hombre 
de  la  fibra,  que  ve  imposible  la  realización  de 
sus  designios  mientras  U.  conserve  una  acti- 
tud tan  respetable. 

Así  que,  como  3^0  me  lo  imaginaba,  es  U.  el 
obstáculo  para  que  los  perversos  acaben  de 
arruinar  a  nuestra  pobre  patria,  y  la  más  fir- 
me esperanza  de  todos  los  buenos,  que  con- 
templan en  r.  el  único  representante  de  las 
ideas  conservadoras  de  la  sociedad.    Hov  sc»n 


237 

adictos  a  U.  hasta  sus  enemigos,  y  todo  indica 
que  está  U.  llamado  por  el  imperio  de  los 
mismos  acontecimientos  a  ejercer  una  misión 
reparadora.  La  creo  muy  sencilla  por  ahora, 
porque  limitándose  U.  a  conservar  ese  pie  de 
Ejército  en  el  pie  brillante  que  tiene,  merced  a 
su  constante  trabajo,  a  su  superior  inteligen- 
cia y  a  su  castizo  patriotismo,  basta  para  evi- 
tar que  los  malos  se  atrevan  a  todo,  y  si  se 
atreven,  esa  fuerza,  conducida  por  el  prestigio 
de  U.,  sobra  para  el  escarmiento. 

La  falta  de  recursos  es  extrema,  y  ella  sí  que 
está  amenazando  la  disolución  de  la  sociedad. 
Esta  circunstancia  es  la  única  que  puede  bur- 
lar los  cálculos  sobre  el  mantenimiento  del 
orden,  y  sin  ella  podría  asegurar  a  U.  la  con- 
servación del  orden,  porque  los  inquietos  care. 
cen  de  todo  recurso  para  alterarlo. 

Por  fin  salió  ya  el  Barón  deCyprey  dejando 
bien  escupido  al  Sr.  Otero,  quien  procuró  lim- 
piarse el  rostro  con  una  farsa  de  desafío,  que 
nadie  creyó,  y  en  que  figuró  como  paladín 
nuestro  amigo  (el  Conde  de  la)  Cortina. 

Por  lo  demás,  estos  superficiales  mexicanos 
han  olvidado  que  tienen  patria,  porque  hay 
una  cantarína  llamada  (María  de  Jesús  Cepe- 
da y)  Cosío,  que  les  repite  el  sempre  bené,  y 
ellos  lo  creen. 

Yo  hasta  ahora  lo  paso  bien,  porque  me  dan 
por  difunto,  y  lo  más  que  dicen  es:   ¡Qué  ñaco 


23í< 

ha  venido  Torne!!  Si  dejan  a  mis  huesos  en 
descanso,  no  les  i)ido  más. 

El  domingo  disfrute  de  la  satisfacción  de 
saludar  j'  visitar,  acompañado  de  Catarinita 
y  de  Manuel,  a  la  Srita.  y  familia,  y  palabras 
me  faltaban  para  explicar  la  gratitud  de  que  me 
hallo  poseído  para  con  mi  ilustre  amigo. 

Ruego  a  U.  que  me  salude  a  todos  los  com- 
pañeros y  que  imponga  sus  órdenes  a  su  reco- 
nocido, afectuoso  y  sincero  amigo,  q.  b.  s.  m. 

José  Maria  Torncl  (rúbrica).' 


CV 

Ex.Mo.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  .\rrillaga. 

Lagos,  fíCTiiiRi-:  12  de  lS4r). 

Mii\'  señor  mío  y  de  toda  mi  estimación: 
Hoy  me  dirijo  a  U.  oficialmente  pintándole 
el  penosísimo  estado  en  cjue  me  hallo  con  mi 
extracto  de  Batallón,  y  ésta  servirá  sólo  para 
empeñar  el  aprecio  particular  que  V.  se  ha 
servido  disix-nsarme,  para  que  me  saque  de 
tanta  mortificación,  pues  yo  no  tengo  ya  re- 
curso para  aliviármelas.  Xo  crea  I',  que  he 
sido  indiferente  a  las  necesidades  del  cuerpo, 

1  Toda  la  v-arta  es  dt-  mi  puAn  x  letr». 


•2;{9 

pues  le  tengo  prestados  doscientos  y  pico  de 
pesos;  ya  me  es  imposible  pasar  de  esa  canti- 
dad, porque  se  me  han  agotado  los  recursos, 
y  U.,  que  los  tiene  suficientes,  es  quien  única- 
mente puede  remediar  tantas  escaseces.  U. 
sabe  muy  bien  lo  que  es  carecerde  fondos  para 
la  subsistencia  de  la  tropa,  y  U,  que  no  sufría 
ni  un  momento  semejante  estado,  tampoco 
puede  querer  que  lo  sufran  las  personas  de  su 
estimación.  Me  lisonjeo  de  ser  una  de  ellas,  y 
por  eso  aguardo  que  U.  me  auxilie  para  dejar 
de  padecer. 

U.  dirá  si  las  Juanas,  en  las  circunstancias 
en  que  me  encuentro,  podrán  divertirme.  Con 
todo,  las  visito,  les  aguanto  sus  relaciones 
extractadas  primero,  sin  novedad,  ni  interés. 
Cuando  quiero  oirías  ejercer  su  desbaratada 
cavilosidad,  les  cuento  una  mentira  gorda, 
impasable,  como  que  U.  se  pronunció  por  la 
Federación,  etc.;  al  punto  raspan  [máxime 
Juana  1^],  se  atiesan,  dan  á  sus  ojos  la  inmo- 
vilidad de  un  pensamiento  profundo,  plantan 
el  exordio  de  «Pues,  señor,  ahí  tiene  U.  no 
más,»  y  después  de  esta  introducción  acomo- 
daticia, viene  una  tormenta  de  desatinos  tan 
deshecha,  que  exclamo  con  Bretón:  «¡Bien- 
aventurados los  sordos!,»  y  por  piedad  a  raí, 
retracto  la  especie. 

Entonces  sigue  la  época  de  maldiciones:  rae 
amenazan  con  el  infierno,  rae  maltratan  con 
su  gritería,  y  no  hay  más  recurso  que  echarse 


240 

despaví)ri(lc)  a  la  calle.  Esto,  ni  más  ni  menos, 
me  cuesta  tener  que  hablar  con  las  Juaníis. 
¡Dios  no  se  los  tome  en  cuenta,  y  por  su  mise 
ricordia  infinita  las  mande  al  limbo!  Corres- 
ponden a  V.  sus  memorias,  pero  la  mía  no  es 
capaz  de  retener  los  términcís  del  retorno.  U. 
figúrese  todo  lo  que  pueda  haber  de  inconexo 
y  mal  dicho,  y  tendrá  una  idea  exacta. 

Deseo  que  U.  siga  muy  bueno,  y  reiterando 
mi  suplica,  me  repito  de  U.  su  afmo.  S.,  que 
de  veras  lo  estima  y  atto.  b.  s.  m. 

licrnanJo  Flores  (rúbrica).' 


CVI 

Ala  derecha  del  Bravo 

4a   División  Militar 

2a.  Brigada 

Exmo  Sr.: 

El  Sr.  General  Coronel  del  10*^  Regimiento 
de  Infantería,  D.  Mariano  García,  en  oficio 
fecha  11  del  actual  me  dice  lo  siguiente: 

«Exmo.  Sr.:— Varias  veces  he  manifestado 
el  estado  miserable  de  desnudez  en  que  se  en- 
cuentra la  tropa  del  Batallón  de  mi  mantlo; 
mas  hoy,  que  se  deja  sentir  la  estación  del  in- 
vierno, y   no   teniendo   aquélla  ni  mantas  ni 

1  Tod»  la  iMri*  es  de  su  piifto  v  lctr.t. 


241 

capotes  con  que  cubrirse,  me  veo  en  el  preci- 
so caso  de  dirigirme  a  V.  E.  con  el  objeto  de 
recordarle  la  lamentable  situación  que  guar- 
dan estos  servidores  de  la  Nación,  y  que  si  no 
se  les  provee  con  tiempo,  aunque  sea  de  man- 
tas, seguramente  no  podrán  resistirla  fuerza 
del  invierno,  que  se  aproxima.  En  tal  virtud, 
suplico  a  V.  E.  que  en  obsequio  de  la  justicia, 
y  de  desnudez  en  que  esta  tropa  se  halla,  se 
sirva  interponer  su  influjo  ante  el  Exmo.  Sr. 
General  en  Jefe,  a  fin  de  manifestarle  que  en  las 
tropas  de  Infantería  que  se  hallan  en  este 
punto,  no  ha}"  otras  queestén  tan  necesitadas 
de  mantas  como  las  de  este  Batallón,  en  ra- 
zón de  que  desde  que  están  en  la  frontera,  ja- 
más se  les  ha  dado  esta  clase  de  prendas.  Este 
principio  y  el  encontrarse  en  Monterrey  mucha 
jerga  a  precio  cómodo,  me  hace  creer  que  el 
Exmo.  Sr.  General  en  Jefe  no  tendrá  inconve- 
niente de  proveer  a  este  Batallón  de  trescien- 
tas mantas  de  jerga,  que  tanto  se  necesitan.» 

Tengo  el  honor  de  transladarlo  a  V.  E.  pa- 
ra su  superior  conocimiento,  asegurándole  mi 
aprecio  3^  respeto. 

Dios  y  Libertad. 

Matamoros,  octubre  13  de  1845. 
Fran.'^^  Mejía  (rúbrica). 

Exmo.   Sr     General  en  Jefe   D.    Mariano 
Arista. 


242 


CVII 

Mkxico,  ocrriJKE  14:  (de  1845). 

(Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga.) 

Fué  en  nuestro  poder  la  de  U.  del  8,  así  como 
la  recomendación  que  dio  U.  a  favor  de  D.  Se- 
cundino. 

En  todas  las  anteriores  he  hablado  a  U  de 
la  necesidad  de  aprovechar  el  tiempo:  la  acti 
vidad  y  buenas  precauciones  tomadas  de  an- 
temano, producirán  seguramente  los  resulta 
dos  más  provechosos.  Los  elementos  son 
mejores  cada  vez,  y  los  únicos  peligros  que 
vemos  aquí  son  los  de  la  dilación. 

La  escuadra  americana  que  llegó  a  Veracruz 
hace  algunos  días,  desembarcó  un  comisiona- 
do con  pliegos  para  este  Gobierno,  que  conte- 
nían proposiciones  para  que  viniese  un  pleni- 
potenciario a  arreglar  la  cuestión  de  Texas. 
Las  bases  que  se  suponen  son  las  siguientes: 
primera,  la  República  Mexicana  cede  el  anti- 
guo Departamento  de  Texas  a  los  Estados 
Unidos;  segunda,  se  fijará  como  límite  meridio- 
nal del  territorio  toxano  el  río  de  las  Nueces ; 
tercera,  los  Estados  l'nidos  se  comprometen  a 
])agar  al  (robierno  de  México,  por  vía  de  in- 


243 

demnización,  doce  millones  de  pesos,  de  cuya 
cantidad  se  rebajarán  los  créditos  reconocidos 
de  aquella  Nación.  [Estos  se  calculan  en  mi- 
llón y  medio  a  dos  millones.]  Las  comunica- 
ciones de  Washington  declaraban,  además, 
que  si  México  no  aceptaba  las  propuestas  de 
amigable  transa(c)ción  que  se  le  hacían,  los 
Estados  Unidos,  para  salir  de  la  posición  in- 
cierta en  que  se  hallaban,  se  verían  obligados 
a  empezar  las  hostilidades. 

Nada  de  esto,  nada  absolutamente,  transpi- 
ró en  el  público.  Aj^er  reunió  el  Gobierno  a  las 
Cámaras  con  el  mayor  sigilo,  y  se  presentaron 
los  cuatro  Ministros  a  darcuenta  con  las  pro- 
posiciones, manifestando  su  deseo  de  aceptar- 
las. En  consecuencia,  el  Ministro  de  Relacio- 
nes leyó  una  minuta  de  contestación  a  la  co- 
municación de  Washington,  manifestando  que 
el  Presidente  se  halla  animado  de  deseos  amis- 
tosos y  recibirá  al  plenipotenciario  que  envíen 
los  Estados  Unidos  para  tratar  de  la  cesión 
de  Texas  y  reconocimiento  de  su  agregación. 
Esta  respuesta  del  Gobierno  ha  ido  ya  a  Vera- 
cruz  a  manos  del  Almirante  americano,  y  has- 
ta se  agrega  que  el  plenipotenciario  esta  aquí 
o  llegará  muy  pronto. 

Así,  pues,  Texas  está  cedido  a  los  Estados 
Unidos.  El  Gobierno  va  a  recibir  doce  millo- 
nes de  pesos  efectivos;  el  Ejército  de  San  Luis, 
no  teniendo  ya   objeto,   puesto  que   no  ha  de 


244 

haber  campaña,  será  disuelto  dentro  de  muy 
poco. 

Para  los  planes  de  U.,  lo  primero  es  favora- 
ble, porque  le  quina  de  encima  una  gran  difi- 
cultad, se  la  encuentra  U.  resuelta  sin  haber 
tenido  en  su  resíjlución  responsabilidad  al- 
guna. 

Lo  se^un(l(j  es  muy  [)criu<iicial,  si  se  cleja 
tiempo  al  (lobierno  de  tomarlos  o  de  negociar- 
los para  sus  a|juros,  porque  con  ellos  podrá 
acallar  a  los  unos  y  hacerse  partidarios  de  los 
(jtros;  pero  si,  como  pensamos,  no  se  retarda 
el  movimiento,  se  encuentra  U.  con  esa  canti- 
dad a  su  disposición,  y  juzgue  I',  qué  fuerza 
daría  a  su  Gobierno  y  cuántas  cosas  pueden 
emprenderse  con  ella.  Xo  dudamos  un  mo- 
mento de  que  no  se  dejará  U.  arrancar  las  ar- 
mas de  las  manos;  pero  a  su  penetración  no 
se  oculta  cuánto  más  ventajosa  es  para  obrar 
la  posición  actual  de  V.,  (|ue  la  que  tendría  si 
se  diese  la  orden  de  destitución  o  se  enviasen 
a  diferentes  cantones  los  cuerpos  de  su  Ejército. 

Permítanos  U.  que  en  el  interés  fie  nuestra 
gran  causa  y  en  el  de  U.  mismo,  le  hagamos 
estas  indicaciones:  para  salvar  al  país,  para 
fundar  su  prosperidíid,  j)ara  hacer  un  Imperio 
grande,  organizado  y  respetable  de  una  Na- 
ción que  se  ve  disolver  por  miimtos,  no  hay 
ocasión  como  ésta,  ni  se  reunirá  jamás  un 
Ejército  como  el  rjue  tiene  V .  a  sus  órdenes, 
ni    sl'    pre-íciilará    un    hombre  de  las  cualida- 


245 

des  y  circunstancias  de  U.  para  llevar  a  cabo 
pensamiento  tan  fecundo  de  prosperidad  y  de 
gloria.    Esta  es  nuestra  íntima  convicción. 

No  fuera  inoportuno  que,  al  emprenderU.su 
movimiento,  enviase  algunos  ejemplares  de 
su  manifiesto  al  Obispo  de  Puebla,  Sr.  Vás- 
quez,  con  una  carta  en  que,  sin  revelarle  todo 
el  plan,  le  indicase  U.  lo  suficiente  para  que 
lo  adivinase.  Así  podría  contarse  con  su  apo- 
yo, y  este  apoyo  pudiera  evitar  en  aquella 
ciudad  algún  conflicto  que,  aun  cuando  poco 
peligroso,  sería  siempre  desagradable. 

Agobiado  por  sus  achaques,  piensa  el  Sr. 
Herrera  pedir  una  licencia  de  cuatro  meses, 
con  la  esperanza  de  reponer  en  tierra  caliente 
su  salud.  Su  deseo  y  el  del  Gobierno  es  que  se 
nombre  Presidente  interino  a  Gómez  Pedraza, 
El  Senado,  sin  embargo,  está  más  dispuesto 
en  favor  de  Ahuonte.  Este,  lisonjeando  oculta- 
mente las  pasiones  de  los  federalistas,  trabaja 
para  llegar  al  puesto  que  apetecía.  La  cues- 
tión está  así.  Si  se  asegura  la  elección  de  Pe- 
draza, Herrera  pide  inmediatamente  licencia; 
pero  mientras  tenga  Almonte  probabilidades 
de  triunfo,  se  resistirá.  Almonte  es  lo  que  U. 
sabe:  ambicioso,  sagaz  e  inquieto;  sería  nues- 
tro si  viese  la  bandera  levantada;  pero  si  lle- 
gase a  la  Presidencia,  donde  él  espera  mante- 
nerse halagando  a  los  revoltosos  y  tal  vez 
haciéndose  nombrar  Presidente  vitalicio,  sería 
un  adversario  temible  v  encarnizado. 


Esto  es  lo  fjue  hay.  La  pruflcncia  y  discre- 
ción deU.Ie  señalarán  la  ruta  que  debe  seguir. 
Nosotros,  por  lo  que  desde  aquí  debemos  juz- 
gar, vemos  la  ocasión  jjropicia  y  favorable. 
Suponemos  a  I",  con  sus  r.'imiíicaciones  exten- 
didas y  sus  cálculos  hechos.  Vigor  y  rapidez 
S(m,  en  nuestr(í  entender,  lo  necesario. 

Entre  tanto,  calculamos,  ineditamos  sin  ce- 
sar, para  que,  una  vez  en  México,  nada  falte 
a  U.  Tenemos  fundadísimas  esperanzas  de  bus- 
carle tOíl(j  lo  necesario  para  organizar  bajo  el 
jjie  más  brillante  un  Ejército  de  treinta  a  cua- 
renta mil  hombres;  creemos  poderle  preparar 
a  U.  todos  los  elementos  para  resolver  las 
cuestiones  interiores  y  exteriores;  y  tenemos 
la  convicción  de  que  vaU.a  sorprender  al  país 
fundando  una  administración  vigorosa  y  dán- 
dole una  paz,  un  orden  3' un  rango  en  el  mundo 
de  que  nunca  ha  disfrutado. 

(Sin  firma.) 


CVIII 
ExMo.  Sk.  General 

D.  M.\KI.\NO    r.MíEDES  Y  AkRILL.VGA. 

San  Liis  Potosí. 

México,  octubre  15  de  1845. 

Mi  digno  amigo  y  queridísimo  compañero: 
Sin  ninguna  de  Va  que  contestar,  y  que  ya 


247 

deseo,  le  escribo  con  el  mismo  interés  de  siem- 
pre, por  saber  de  su  interesante  salud. 

Vuelve  a  hablarse  con  bastante  generalidad 
del  designio  del  Sr.  Herrera  de  dejar  por  seis 
meses  la  Presidencia  para  atender  a  su  que- 
brantada salud,  y  presentan  como  candidatos 
a  losSres.  Pedraza.Bustamante,  Almonte, Bra- 
vo y  Valencia,  aunque  también  se  dice  que  el 
Sr,  Herrera  no  efectuará  su  salida has(ta)  que 
en  el  Senado  esté  segura  la  elección  en  favor 
de  uno  de  los  dos  primeros,  lo  que  será  muy 
difícil  conseguir,  porque  esa  corporación  está 
muy  cambiada,  y  el  hombre  de  la  fibra  ha  per- 
dido la  popularidad  que  le  dieron  las  circuns- 
tancias. 

La  falta  de  acción  en  los  Poderes  Supremos 
continúa  agravando  los  síntomas  de  disolu- 
ción social,  y  la  de  recursos  es  tal,  que  Cano, 
ComandantedelafortalezadeUlúa,vendióaun 
buque  mercante  extranjero  cinco  cañones  para 
mantener  su  guarnición.  LaDivisióndeJalapa 
está  en  suma  miseria,  y  aquí  es  también  gran- 
de la  penuria.  Ya  en  el  Diario  (Oficial)  se  ha 
hablado  de  la  hipoteca  de  los  bienes  del  clero, 
lo  que  en  nuestro  país  no  dejará  de  causar  su 
alarma  y  excitar  fuertes  contradicciones. 

El  descontento  es  sumo,  y  se  trata  al  Supre- 
mo Gobierno  con  muy  pocos  miramientos.  Yo 
he  encontrado  los  negocios  en  peor  estado  del 
en  que  los  dejé,  que  es  cuanto  puede  decirse.  A 
un  célebre  ladrón  del  barrio  de  la  Palma  lo  han 


248 

hecho  Coronel  de  cívicos,  y  cuenta  con  400 
forajidos  que  Ginés  He  Parapilla  hubiera  des- 
echado de  su  palera.  ¡Y  éstos  son  nuestros  de- 
fensores -  -  -  -  ! ! ! 

Entre  la  gente  sensata,  es U.  considerado  co- 
mo la  íínica  esperanza  social,  al  paso  que  los 
perversos  detestan  su  nombre,  porque  tiem- 
blan cuando  se  pronuncia.  Me  han  asegurado 
que  el  General  gringo,'  por  un  sentimiento  de 
venganza  rastrera,  es  el  agente  de  las  absolu- 
tas que  se  expiden  a  los  soldados  de  la  División 
que  mandó,  y  que  en  la  semana  anterior  lo- 
gró Cjue  se  exi)i(lieran  14-  para  sólo  el  Regimien- 
to de  Querétaro.  U.debe  estar  en  guardia  para 
que  no  le  vayan  anulando  ese  Ejército,  que  sir- 
ve de  único  freno  a  los  anarquistas  para  lan- 
zarse sin  estorbo  en  la  carrera  de  la  iniquidad. 

Esto  es  lo  cjue  haN'  por  aquí  hasta  ahora.  Si 
arreglo  aquí  mis  negocios,  que  he  encontrado 
en  pésimo  estado,  marcharé  10  ó  12  días  a  la 
hacienda,  lo  que  avisaré  a  U.  oportunamente. 

Catarinita,  Manuel  3-^  toda  mi  agradecida 
familia  mandan  a  U.  sus  expresiones,  y  yo  me 
repito  su  más  afectuoso  amigo  y  compañero, 
q.  b.  s.  m. 

fose  Mnri:i  Torncl  (Tnhúcix)^ 


I  Vicente  Flllsola- 

'J  Toda  la  carta  es  ik-  su  puflo  y  Ictrn. 


249 


CIX 


ExMO.  Sr.  General 

D.  Mariano  Paredes  y  Arrillaga. 

León,  octubre  16  de  1845. 

Mi  muy  estimado  amigo  y  señor: 

Con  fecha  2  del  que  corre,  dirigí  a  U.  una 
mía,  de  que  no  he  recibido  respuesta;  y  como 
no  alcanzo  a  saber  si  ésta  se  extravió,  o  acaso 
su  contenido  habrá  desagradado  a  U.,  le  pon- 
go la  presente  suplicándole  me  disimule  en  ca- 
so que  sea  lo  segundo,  pues  un  exceso  de  pa- 
triotismo me  hace  arder  en  el  deseo  de  que  se 
ponga  remedio  a  los  innumerables  males  que 
sufre  hoy  nuestra  infortunada  patria,  y  el  te- 
mor de  que  los  demagogos  sean  los  que  levan- 
ten el  estandarte  y  nos  conduzcan  a  peores 
males  que  los  que  hasta  aquí  sufrimos. 

Es  indudable  que  la  revolución  está  para 
estallar;  los  enemigos  del  Ejército  y  de  un  or- 
den moderado  de  cosas  están  para  salir  a  la 
palestra,  y  seguramente  equivocarán  la  opi- 
nión y  pondrán  dudoso  el  triunfo  de  la  gente 
sensata,  y  acaso  se  perderá  la  unidad  del  Ejér- 
cito, que  halagarán  para  después  concluirlo. 

Yo  esto3' enemistado  con  la  canalla,  y  acaso 
moriré  combatiéndola,  porque  mi  fe  política 
€s  otra   y  porque  creo  verdaderamente  que 

Nuevos  Doctos.- I.— 17 


2ó<» 

si  éstos  triunfan,  más  pronto  perderemos  nues- 
tra indepcntlencia  y  que  el  nombre  de  México 
se  Ijorrará  del  liljríj  de  las  naciones,  cosa  que, 
si  sucede,  lloraremos  con  lágrimas  de  sangre, 
pero  sin  alcanzar  su  remedio. 

Yo  no  me  he  equivocado  al  tomarme  la  li- 
bertad de  manifestar  a  V .  mis  sentimientos  y 
de  excitarlo  a  Cjue  atienda  y  cure  los  males  de 
la  Nación.  Conozco  sus  principios,  sus  talen- 
tos y  su  espada,  y  sin  haberlo  visto,  estoy 
cierto  que,  como  3^0,  siente  y  deplora  las  cir- 
cunstancias tan  angustiadas  a  que  hemos  lle- 
gado los  mexicanos,  y  advierto  el  que  motivos 
que  acaso  3^0  no  puedo  comprender,  lo  obli- 
gan a  sufrir. 

Repito  a  U.  lo  que  ya  le  tengo  dicho:  U.,  y 
no  más  I'.,  puede  fijar  la  suerte  del  país,  dar- 
nos respetabilidad  para  lo  exterior,  y  paz  y 
orden  para  lo  interior.  Yo  no  soy  adulador; 
hablo  segíin  mis  sentimientos,  y  ofrezco  lo  que 
debo  cumplir.  En  esta  virtud,  estoy  pronto  a 
seguir  su  suerte,  si  así  me  lo  indica;  deseo  que 
hechos  positivos  acrediten  esta  verdad  y 
que  sean  los  que  un.in  de  una  manera  indiso- 
luble los  ví(n)culos  de  amistad  entre  nosotros 
dos,  pues  éstos  son  los  deseos  de  su  afmo.  ami- 
go y  S.  S.,que  lo  aprecia  sinceramente,  le  ape- 
tece salud  y  s.  m.  b. 

Frun."  Pacheco  (rúbrica).  ' 

l    Tuvlii  lii  I  alta  ^•^  df  >u  puftu  \  Itira 


251 


ex 

ExMo.  Sr.  General  D.  Mariano  Paredes. 

San  Luis  Potosí, 
guanajuato,  octubre  17  de  1845. 

Mi  amigo  y  señor: 

Aunque  hace  días  que  U.  ha  entrado  en  mu- 
da conmigo,  no  quiero  tomar  su  ejemplo,  sino 
tomarme  el  gusto  de  saludarlo  y  charlar  lo 
que  ocurre.  Por  ahora  le  adjunto  ese  impreso 
para  que  vea  en  él  lo  que  dicen  desde  Oaxaca 
sobre  ocurrencias  de  Puebla  y  México  que  yo 
ignoraba,  y  paso  a  insertarle  dos  párrafos  de 
cartas  que  he  recibido  de  México  y  Guadala- 
jara: 

Guadalajara,  fecha  10  del  actual:  «Mu^^  pú- 
blicamente se  emiten  en  México,  según  escriben 
sujetos  de  toda  reputación  honorable,  concep- 
tos favorables  al  establecimiento  de  un  Gobier- 
no fuerte;  es  decir,  se  indica  como  único  remedio 
una  monarquía,  3'  ésta,  no  pudiendo  ser  diri- 
gida por  ningún  mexicano,  claro  es  que  se  pre- 
tende introducir  un  monarca  extranjero.  Estas 
ideas,  que  hoy  no  tienen  más  lugar  que  matar 
el  tiempoen  conversaciones  y  que  poco  a  poco  se 
dejan  resbalaren  el  camino  de  los  oyentes,  quie- 
nes se  familiarizarán  naturalmente  con  ellas, 


¿no  cree  U.  que  al  fin  producirán  su  efecto?  Pare- 
ce que  el  cuadernito  escrito  el  año  de  833  (sic 
por  1840y  porcl  Sr.  (José  María)  Gutiérrez  Es- 
trada, está  haciendo  ho^'  el  germen  de  unas 
ideas  que  tendrán  su  desarrollo,  tal  vez,  antes 
(le  mucho  tiempo.  Muchos  se  fundan  en  creer 
que  este  plan  empieza  a  manifestar  sus  tenden- 
cias por  el  estado  de  embrollo  en  que  se  van 
poniendo  las  relaciones  con  el  extranjero.  Se 
advierte  que,  a  la  vez  que  a  México  se  le  supo- 
ne en  guerra  con  los  Estados  Unidos,  por  el 
grosero  atentado  de  agregar  a  su  territorio 
el  Departamento  de  Texas,  el  Ministro  francés 
arma  una  riña  personal  que  da  por  resultado 
el  interrumpir  las  relaciones  diplomáticas  con 
la  Francia;  el  Ministro  i(n)glés  previene  al  Go- 
bierno que  no  consentirá  en  que  los  actos  del 
Gobierno  provisional  en  que  tuvieron  intereses 
los  subditos  británicos,  sean  revisados;  y  el 
Ministro  español  viste  de  luto  su  persona,  su 
casa  y  comitiva  el  día  del  aniversario  de  la  in- 
dependencia de  México. • 

De  México,  con  fecha  1 1  del  mismo  mes:  •  Aquí 
hay  una  escasez  espantosa.  Va  comienzan  a 
resentirse  los  efectos  del  ílisparate  de  designa- 
ción de  rentas.    Ya  todos  ven  que  en  esto  se 

1  Cariu  diri;:iJ;(  al  Hv.-Mt}(^'.  Sr.  ProiJenic  de  la  Rcpüblica,  so- 
bre la  necesidiiJ  de  buscar  en  una  Convención  el  posible  reroedio 
de  los  males  que  aquejan  A  la  República:  y  opiniones  del  autor 
acerca  del  mismo  asunto,  por  .1.  M.  Guiierreí  Entrada.  Xlcxico. 
Impreso  por  I^rniíclu  Cumplido,  calle  de  los  Rebeldes  No.  '.'.  1840. 
EnS". 


253 

hizo  un  mal,  y  algunos  quieren  enmendarlo 
quitándoles  a  los  Departamentos  lo  que  les  han 
dado.  Esto  sería  hacer  exactamente  lo  que  di 
ce  aquel  adagio:  «Un  clavo  con  otro  clavo,  etc.» 

Haga  U.  ahora  de  todo  eso  un  pastel,  y  re- 
gáleselo al  que  guste. 

Con  un  oficio  que  hoy  inserto  a  U.  del  Sr.  Go- 
bernador, van  ya  cuatro  quejascontra  el  ofi- 
cial a  quien  U.  ha  encargado  la  aprehensión  de 
desertores  por  San  Felipe, y  con  este  documento 
van  ya  cuatro  veces  que  he  dado  conocimien- 
to a  U.,  sin  que  hasta  ahora  se  me  haya  con- 
testado. Estoy  encargado  del  mando  de  las 
armas  de  este  Departamento,  y  en  lo  judicial 
me  hago  independiente  de  ü.;  pero, estimándolo 
y  respetándolo  en  lo  personal,  no  he  querido 
hacer  más  que  avisárselo,  para  que  ponga  el 
remedio  a  efecto  de  que  no  se  quejen  con  razón 
contra  los  militares. 

Ya  tengo  nuevamente  cuarenta  y  tantos 
hombres  que  mandar  a  U.;  pero  espero  que  re- 
grese la  partida  que  mandé  con  los  ochenta  y 
tantos,  para  remitírselos. 

Espero  que  no  se  olvide  a  U.  decirme  si  pue- 
do escoltar  la  conducta  deplatasquedebe  salir 
de  aquí  a  fines  de  este  mes  o  principios  del  en- 
trante, con  parte  del  destacamento  del  Rincón 
de  Ortega,  hasta  Ouerétaro. 

No  tiene  por  ahora  otra  cosa  que  decir  a  U. 
su  muy  íifmo.  amigo,  que  lo  saluda  y  b.  s.  m. 
Teoñlo  Romero  (rúbrica). 


2^4 


Aumento. —  Pregunt(j  porqué  nocambia  sus 
producciones  El  Rpaminonrlas  con  La  Prurlen- 
cia.  Lo  extrañan  acjuí  sus  editores. 

(Rúbrica.)  • 


CXI 


Colegio  Nacional 
de  Minería 


EXMO.  Sk.  (fp:NER.\L 

D.  M.vRiANo  Pakhdes  y  Arkill.\ga. 
San  Lns  Potosí. 

MkXICO,   OCTrURE  18  DE  18+5. 

.Mi  muy  querido  compañero  y  digno  amigo: 
Sin  embargo  de  que  hasta  la  fecha  no  he  te- 
nido  el  gusto  de  recibir  ninguna  carta  de  I'., 
no  quiero  carecer  de  la  satisfacción  de  escri- 
birle noticiándole  que  el  día  21  marcho  para 
mi  hacienda  del  Valle  de  San  .\Lartin,  donde 
no  permaneceré  ¿irriba  de  diez  días. 

.\quí  tenemos  la  gran  novedad  de  que  el  Go- 
bierno se  presta  ya,  según  parece,  a  recibir  (a) 
un  comisionado  para  la  compra  de  Texas  por 
los  Estados  Tnidos,  lo  que,  como  debe  V.  su- 
poner, está  causando  granile  alarma  y  las 
murmuraciones  de  costumbre. 

1  Toila  la  carta  es  de  su  pufto  v  loira. 


255 

El  héroe  de  Sonora,  cuyas  proezas  me  refirió 
U.  algunas  veces,  ha  sido  nombrado  Oficial 
Mayor  del  Ministerio  de  la  Guerra.  Veremos 
haber  (sic  por  a  ver)  qué  tal  trabaja  el  lino 
mientras  que  otros  trabajan  la  lana  para  fra- 
zadas. 

Aquí  se  dice  generalmente,  aunque  ignoro  si 
con  fiíndaraento,  que  habiendo  ü.  destinado 
al  Sr.  Coronel  Partearroyo  y  a  dos  Sres.  Te- 
nientes Coroneles  con  pliegos  para  el  Gobier- 
no, éste  ha  mandado  prenderlos  en  el  camino 
sin  dejarlos  hablar  con  nadie,  y  los  lleven  a  la 
presencia  del  Sr.  Presidente.  Esto  será  verdad 
o  mentira,  pero  yo  no  quiero  que  U.  ignore 
cosa  alguna. 

El  Sr.  (Bernardo)  Couto  deja  el  Ministerio 
de  justicia,  y  habiéndose  negado  elSr.  Monjar- 
dín  a  sucederle,  es  casi  seguro  que  lo  reempla- 
zará el  Sr.  (Octaviano)  Muñoz  Ledo. 

El  Sr.  General  Bravo  me  encargó  para  U. 
muy  afectuosas  expresiones;  y  recibiéndolas 
U.  de  toda  mi  familia,  U.  sabe  que  le  está  muy 
reconocido  su  ninigo  y  compañero,  q.  s.  m.  b. 

José  María  Tornel  (rúbrica). 

Mis  memorias  a  los  Sres.  Parres,  Zavala  y 
Escobar. 

(Rúbrica.)' 


l  La  postdata  es  de  su  puño  y  letra. 


2r)« 


CXII 

4a.  División  Militar 

General  en  Jete 

Correspondencia  Particular 

EXMO.  Sr.  (íenf.ral 

D.  MakiaS)  í*arkdes  V  Akkillaoa. 

Monterrey,  octubre  20  de  1S45. 

Mi  querido  compañero  y  anii^jo: 

El  cuerpo  que  creía  menos  agobiado  de  ne- 
cesidades, hace  la  insinuación  que  verá  U.  en 
1h  adjunta  nota.' 

Por  ella  verá  U.  la  urgencia  con  que  se  nece- 
sita la  pronta  remisión  de  las  capas  y  capo- 
tes, pues  tenemos  encima  un  invierno  muy 
cruel,  a  la  vez  C|ue  estos  sufridos  y  beneméri- 
tos soldados  sólo  cuentan  para  su  abrigo  con 
unas  hilachas  de  l^rin  que  mal  cubren  su 
cuerpo. 

Ruego  a  U.  que,  en  obsequio  de  hi  humani- 
dad y  de  las  estrechas  relaciones  que  nos  unen, 
me  remita  ese  auxilio  directamente  por  el 
Saltillo,  seguro  de  la  gratitud  de  su  afmo. 
compañero  y  amigo,  que  mucho  lo  aprecia  y 
1).  s    m. 

Mariniio  Arista  (rúbrica). 

I   Vt-ase  I:i  pie/a  C\'i 


IXDICE  ALFABÉTICO 


Págs. 
Alaiiuiíi.  Lucas,' 

Carta  al  General  Paredes.  — U  de  junio  de  1345 34 

Alvares,  Juan.  - 

Carta  al  General  Paredes  —2  de  octubre  de  1845. ....  -10 

Atiaya,  Pedro  M. 

Cartas  y  oficios  al  General  Paredes: 

20  de  agosto  de  1845 127 

20  de  agosto  de  IS 15   130 

20deíigosto   de   1845  131 

20  de  agosto  de  1845 132 

27  de  agosto  de  1845 ;............  144 

10  de  septiembre  de  1845    172 

12  de  septiembre  de  1845    , 181 

Andrade,  Manuel . 
Carta  al  General  Paredes.— 3  de  octubre  de  1845 216 

1  Véanse  otros  documentos  suyos  en  el  tomo  XXXV  ile  los  Docl'.mExtos 
In'kditos  o  muy  Raros  para  la  Historia  de  México. 

2  Véanse  otros  documentos  suyos  en  los  tomos  XXVI.  XXVII.  XXIX  y 
XXXI  de  la  colección  citada. 


258 

AiiKuiu,  Joaquín. 
Carta  al  General  Paredes.— 16  de  septiembre  de  IftíS 194 

Anónimos. 

Cartas  a  las  siguientes  pcr-onas: 

Al  General  Paredes: 

L'ñ  de  junio  de  1845  -13 

14  de  octubre  de  1840 242 

A  D.  Antonio  Escobedo.— 6  de  septiembre  de  18Í5 168 

Apuntes  de  una  campafln  contra  México.— 20  de  septiembre 
de  1843 201 

Apcsteguia,  iKHacio. 
Cana  al  General  Paredes— Jl  de  junio  de  184*»  42 

Ariíita,  Mariano.^ 

Cartas  y  oficios  al  General  Paredes: 

16  de  junio  de  1X1'.  37 

13  de  julio  de  1^1'.      56 

16  de  julio  de  H I'.  58 

16  de  julio  de  isl".  S9 

26  de  julio  de  18l'> 79 

3  de  agosto  de  1845 86 

6  de  agosto  de  lS4ñ 92 

17  de  agosto  de  1H4.'. .  125 

■-•4  de  agosto  de  1S4;')....  138 

rt  de  septiembre  de  181.'.  IM 

5  de  septiembre  de  IHj;  Iwj 

5  de  octubre  de  184ó 221 

20  de  octubre  de  1845 256 

.•l»>/7/(HC<i.  Mitritino  Paredes  v 
VOa-iC  Pareile.'!  y  Arrilliiiia,  Mariano. 

.{rroyo.J .  Minuel  - 

Cartas  al  General  Pnroi|p«.: 

1»»  de  abril  de  181-  12 

7  de  junio  de  181  .■!•> 
23  de  julio  de  184.. 74 

1  Vi*aiiK«  otnNi  dociimciitiw  HU.vn*  en  el  tonio  X X  VI  'lo  la  ciuwbi  colN«li.m. 

2  Vc^anm- otm<iili>rnmi'nt<» -iiviw  en  luí  tom-»  X\'l    v    XX   <\f  la   cUa» 
ili»  oolpcrlón. 


•2r>9 

20  de  agosto  de  1845 13-» 

30  de  agosto  de  1845 lát> 

Biistaiiiaitte,  Carlos  M  de. 

Cartas  al  General  Paredes: 

30  de  agosto  de  1845 ^'^^ 

13  de  septiembre  de  1845 191 

Cauo,Jiiaii  C. 
Carta  al  General  Paredes  —7  de  mayo  de  1845 27 

Conde,  Pedro  García. 
Véase  García  Conde,  Pedro, 

Cuevas,  Luis  (7. 

Cartas  al  General  Paredes: 

9  de  julio  de  1845 50 

10  de  julio  de  1845 55 

19  de  julio  de  1845 64 

22  de  julio  de   1845 69 

2  de  agosto  de   1845 84 

9  de  agosto  de  1845 94 

13  de  agosto  de  1845 104 

Circular  a  los  Gobernadores  de  Zacatecas,  San   Luis   Potosí, 

Jalisco  y  Guanajuato.— 23  de  julio  de  1845 71 

Esparsa,  Marcos  de.- 

Cartas  al  General  Paredes: 
28  de  julio  de  1845 81 

11  de  septiembre  de  1845 1'9 

Fació,  Francisco. 
Carta  al  General  Paredes.— 18  de  junio  de  1845 39 

Parias,  Valentín  Gomes. 
Véase  Gomes  Parias,   Valentín. 

1  Véanse  otras  cartas  suyas  en  el  tomo  VI  de  la  citada  colección. 

2  Véase  otra  carta  suya  en  el  tomo  XXXII  rte  la  colecciiin  citada. 


Pag». 

Füisola.    l'icenle-^ 

Carlas  y  oficios  a  las  sljjuienics  personas: 

Al  Ministro  de  la  Guerra; 

lude  agosto  de  IHIñ 97 

14  de  atrosto  de  1845  .  106 

17  de  agosto  de  Ihj:.  .   114 

Al  General  Paredes: 

•-' de  aposto  de  1»4,'. .85 

14  de  agosto  de  1H45 .110 

Al  General  Gaona. —II  de  agosto  de  IHlñ 101 

Relación  de  los  Sres.   Generales,  jefes  y  oficiales  que  compo- 
nen el  Estado  Mayor  de  la  I"  División.— 17  Je  agosto  de  1845.  124 

/•lores.  Bernardo  - 
Carta  al  General  Paredes.— 11'  de  octubre  de  184.0  .'** 

(i alindo.  Panfilo.  '^ 

Carlas  al  General  Paredes: 

12deagostode   1S4,"> 103 

12  de  septiembre  de   1M4.^  .  183 

7  de  octubre  de   lH4ó .225 

Cándara,  Manuel  M. 
Carta  al  General  Paredes.— 7  de  octubre  de  184.=» 228 

Gaona.  Antonio 

Oficio  al  General  Filisola.— 10  de  agosto  de   1845.  '>^ 

(iarcia  Conde.  Pedro. 
Cartas  al  General  Paredes: 

3rtdeabrilde  181.'i .     16 

o  de  junio  de  1H45 2«» 

Oficio  al  General  .•\rista.— 2:1  de  julio  de  1^4-■•.  ^.' 

(lome:  Farias,    X'alcnlin.^ 
Carta  al  (ieneral  Paredes  -4  de  octubre  de   1S4:>  .  218 

I  VtMiiisi'  otnw  diHniiiieiit4<s  (¡iiyiw»  v\\  los  ti>m<»s  X.\l\.  .\  X  X  \'  V 
XXXVI  lie  lii  eltailii  is>lwfi.«ii. 

'i  Veosootrn  eiirtu  hiivii  rti  i'l  tniiio  XXXII  <le  li>  (stlnvlón  eitafia. 

3  Vi!«iM>  ntnk  eivrtii  xiiyit  en  el  tomo  X  X  \'  I  <)•■  lit  ritwlH  otlcrrion. 

•I  ViaiiBo  otru»  «iirta-i  «uyiui  en  !■»  tumos  VI  y  XXN'I  loU  ellmUitMlw- 
«•lou. 


2(>1 

Págs. 

Ousntán,  Ángel. 

Carta  al  General  Paredes —9  de  agosto  de  1845 % 

Herrera,  José  Joaquín  de  A 
Cartas  al  General  Paredes: 

22  de  abril  de  1845 14 

6  de  mayo  de   1845 25 

30  de  agosto  de  1845 151 

13  de  septiembre  de  1845 188 

11  de  octubre  de   1845 234 

Langbery,  Emilio. 
Carta  al  General  Paredes.— 17  de  abril  de  1S45 9 


Mant eróla,  Donato. 
Cartas  al  General  Paredes: 

19  de  julio  de  1845 Ob 

80  de  agosto  de  1845 158 

8  de  octubre  de  1845 232 

Mejia,  Francisco. 
Oficio  al  General  Arista.— 13  de  octubre  de   1845 240 

Micheltorena,  Manuel. 
Carta  al  General  Paredes.— 30  de  abril  de  1845 20 

Morales,  Juan  B. 
Carta  al  General  Paredes.— 10  de  septiembre  de  1845 174 

Morlet,  Mariano.^ 
Carta  al  General  Paredes.— 2  de  mayo  de  1845 23 

Sájera,  Manuel. 
Véase  San  Juan  Crisóstomo  Manuel  de. 

Xieto,J.  Antonio. 
Carta  al  General  Paredes.— 12  de  septiembre  de  1845 187 

Pacheco,  Francisco.^ 
Cartas  al  General  Paredes: 
18  de  septiembre  de  1845 200 

i  Véase  otro  documento  suyo  eu  el  tomo  XXX  V  de  la  colecoiún  citada. 

2  Véase  otro  ilocumento  suyo  en  el  tomo  XX  de  la  citada  colección. 

3  Véanse  otros  documentos  suyos  eu  los  ttmios  XXVI  y  XXXI  de  la  co- 
lección citada. 


¿i'>2 


pak" 


'J  de  octubre  de   IH4.J.. 
\h  de  octubre  de   IMó '.'49 

/'alacio,  Mariano  tiiva. 
Véase  Riva  Palacio,  Mariano. 

Paredes  y  Arrilínna,  Mariatio} 
Minutas  de  cartas  y  oficios  a  las  siguientes  personas: 

Al  General  Herrera —1°  de  mayo  de  1845 21 

Al  Ministro  de  la  Guerra.— la  de  agosto  de  l»(ó 137 

Al  General  A  naya.  — 1"  de  septiembre  de  184Ó 16Ü 

l'eredo,  Agustín  Sitares  de. 
V'éasc  Suárei  de  ¡'credo,  Agustín. 

fíatnirea,  Cristóbal. 
Oficio  al  General  Arista.— 3  de  agosto  de  1845  ..  .-«T 

Riva  Palacio,  Mariaiio.- 

Cartas  al  (ieneral  Paredes: 

9  de  julio  de  184.5 52 

13  de  agosto  de  I84ó lOb 

Romero,  Manuel. 
Cana  al  General  Paredes.— 14  de  junio  de  1845 3b 

Romero,  Teófilo. 

Carlas  al  General  Paredes: 

18dc  abril  de  1H45 11 

30  de  abril  de  1845 18 

7  de  julio  de  1845 47 

21  de  julio  de  1845 (« 

'J5  de  julio  de  1845 76 

4  de  agosto  de  184."i 90 

'J5  de  agosto  de  Itvl') 141 

■J8  de  agosto  de  1845 146 

•J*»  de  septiembre  de  1845 .  AM 

b  de  octubre  de  1845 .V.' 

17  de  octubre  de  1845 .M 

1  VéaiiHOotn»  document»»  tuyos  en  lo»  t.>iu.*  \  1  y  XXXIl  'ir  tu  cx>1íc- 
cl(Sn  clttula. 

t  VeiuiM!  otriiy  liiM'uiiivnto^  mivi>k  uii  el  toiii»  X  X  \°  I  <1c  Ui  citada  coIcv- 
eimi. 


263 


Rubio,  Cayetano. 
Carta  al  General  Paredes.— 20  de  agosto  de  1845 13b 

San  Juan  Crisóstomo,  Manuel  de} 
Carta  al  General  Paredes.— 7  de  octubre  de  1845 229 

Snáres  de  Pereda,  Agustín. 

Cartas  al  General  Paredes: 

7  de  junio  de  1845 32 

10  de  septiembre  de  1845 178 

1°  de  octubre  de  1845 207 

Tatnés,  Pedro. 
Carta  al  General  Paredes.— 9  de  septiembre  de  1845 161 

Tornel,  José  María. - 

Cartas  al  General  Paredes: 

28  de  junio  de  1845 45 

4  de  octubre  de  1»45 219 

11  de  octubre  de   1845 235 

15  de  octubre  de  1845 246 

18  de  octubre  de  1845 254 

1  Véanse  otros   documentos   suyos   en  el  tomo  XXXII   de  la  colección 
citada. 

2  Véanse  su  biografía  en  el  tomo  XXI  y   otros  docvunentos  suyos  en  los 
tomos  XXIX  y  XXXII  de  la  colección  citada. 


NUEVOS  DOCUMENTOS 

INÉDITOS  O  MUY  RAROS 


PARA  LA 


HISTORIA  DE  MÉXICO 


PUBLICADOS    POR 


CARLOS  E.  CASTAÑEDA 

BIBLIOTECARIO  DE  LA  COLECCIÓN  GARCÍA 
DE  LA  UNIVERSIDAD  DE  TEXAS 


TOMO   II 


TALLERES  GRÁFICOS  DE  LA  NACIÓN 

Lie.  VERDAD  NUMERO  2. 

MÉXICO,  D.  F.— 1929 


I    c 


f 


NUEVOS  DOCUMENTOS  INÉDITOS 

O  MUY  RAROS 
PARA  LA  HISTORIA  DE  MÉXICO 


^2)1;,^^       ^^va.\^    V\\s\üvva.      at   ^'c-^'C-o       " 


Vo\.7 
HISTORIA 

DE 


4y 

TODOS  LOS  COLEGIOS 

DE    LA 

CIUDAD  DE  MÉXICO 

DESDE 

LA  CONQUISTA  HASTA  1780 


POR  EL 


V,c.       Dr.  FÉLIX  DE  OSORES  -^    ^oI^v^m 


TALLERES  GRÁFICOS  DE  LA  NACIÓN 

Lie.  Verdad  núm.  2. 

MÉXICO,  D.  F.— 1929 


sao  re/  ícu  anií^eSícuf 


ADVERTENCIA 

Con  la  publicación  del  presente  manuscrito  rea- 
nudamos, en  cierto  sentido  y  gracias  a  la  bene- 
volencia e  interés  de  la  Secretaría  de  Educación 
Pública,  la  meritoria  obra  que  la  justamente  sen- 
tida muerte  del  infatigable  y  distinguido  biblió- 
filo mexicano,  ¡Don  Genaro  García,  interrumpió. 
Bien  hubiéramos  deseado  que  mano  más  digna 
continuase  tan  magna  obra;  mas  un  azar  de  la 
suerte  nos  ha  puesto  al  cargo  de  la  valiosa  colec- 
ción que  durante  largos  años  de  concienzudo 
afán  amasó  este  insigne  bibliófilo.  Del  vasto  aco- 
pio de  manuscritos  reunidos,  sólo  una  parte  .i)uy 
insignificante  logró  publicar  en  sus  Documentos 
Inéditos  o  Muy  Raros  Para  la  Historia  de  México 
quedando,  al  tiempo  de  su  muerte,  un  sinnúmero 
por  publicar,  muchos  de  los  cuales  había  ya  em- 
pezado a  preparar  para  la  prensa. 

Con  el  traspaso  de  su  biblioteca  a  la  Univer- 
sidad de  Texas  se  pensó  que  esos  preciosos  manus- 
critos, fuentes  indispensables  para  la  historia 
patria,  se  perderían  del  todo  o  permanecerían 
indefinidamente  desconocidos.    Por  fortuna,  dado 


el  interés  de  la  Secretaría  de  Educación  Pública 
y  la  buena  y  liberal  disposición  de  la  Universidad 
de  Texas,  los  tesoros  de  esa  inestimable  colec- 
ción de  manuscritos  vuelven  hoy  a  abrirse  al 
público,  iniciándose  su  nueva  publicación  con  el 
presente  tomo. 

Al  reanudar  la  pul)licación  de  los  dichos  Do- 
cumentos Inéditos  o  Muy  Raros  principiada  por 
el  señor  (Jarcia,  hemos  creído  muy  apropiado 
hacerlo  con  el  presente  Apéndice  del  señor  Oso- 
res  a  sus  Noticias  Bio-bibliogrdficas  de  Alumnos 
Distinguidos  del  Colegio  de  San  Pedro,  San  Pablo 
y  San  Ildefonso,  que  forman  los  tomos  XIX  y  XXI 
de  dicha  colección,  por  haber  sido  la  intención 
expresa  del  señor  Cíarcía  el  haberlo  publicado. 
En  la  Advertencia  al  tomo  XIX  dice  García:  "El 
doctor  Osores,  en  un  apéndice  a  sus  Noticias  Bio- 
bibliogríificas,  que  publicaremos  próximamente 
en  estos  Documentos  Inéditos  o  Muy  Raros,  es- 
cribe la  historia  pormenorizada  de  dicho  Cole- 
gio," y  puede  agregarse  que  dicho  Apéndice  es  más 
que  la  historia  de  este  colegio,  pues  en  él  se  da 
una  idea  sucinta  de  la  fundación  de  todos  los  co- 
legios de  la  Ciudad  de  México  hasta  1780. 

El  precioso  manuscrito  del  Dr.  Osores  fué 
propiedad  del  Lie.  José  L.  Cossío,  quien  lo  rega- 
ló a  Don  Genaro  García.  Al  publicar  ahora  el 
Apéndice  nos  es  grato  expresar  nuestro  agrade- 
ciiiiionto  a  tlicho  señor  por  su  caballeroso  con- 
sentimiento y  entusiasta  aprobación. 


XI 


En  la  edición  de  este  interesante  documento 
que  ahora  presentamos  al  público,  reproducimos 
el  texto  original  sin  alteración  alguna,  respetan- 
do religiosamente  su  ortografía  y  puntuación. 
Escrito  a  mediados  del  siglo  pasado,  su  estilo  y 
lenguaje  no  presenta  ninguna  dificultad.  Nos 
hemos  permitido  agregar  algunas  notas  para 
aclarar  puntos  dudosos  y  para  enriquecer  los  in- 
formes del  original,  con  el  fin  de  hacer  la  presente 
edición  lo  más  completa  posible.  Ya  el  señor 
García  publicó  algunos  apuntes  biográficos  acer- 
ca del  autor  en  su  tomo  XIX.  No  teniendo  nada 
nuevo  que  añadir,  dispensamos  su  reproducción 
en  la  presente. 

Para  anotar  la  presente  edición  hemos  hecho 
extenso  uso  de  una  colección  de  notas  del  gran 
historiador  y  colector  mexicano  del  siglo  XVIII, 
Lie.  Mariano  Echevarría  y  Veytia,  que  encon- 
tramos entre  los  numerosos  manuscritos  de  la 
Colección  García.  Parece  que  estos  apuntes  fue- 
ron hechos  por  Veytia  en  1756,  y  en  su  mayor 
parte  se  refieren  a  la  fundación  de  nuestras  pri- 
meras iglesis,  escuelas  y  conventos.  Los  Apun- 
tes, que  llevan  por  nombre  ''Noticias  de  la  Ciu- 
dad de  México,"  constan  de  más  de  800  folios, 
muchos  de  los  cuales  contienen  noticias  muy 
curiosas  sobre  los  primeros  colegios  de  la  Ciudad 
de  México.  En  nuestras  anotaciones  nos  refe- 
riremos a  estas  noticias  meramente  como  Apun- 
tes de  Veytia. 


XII 


Reconocemos  nuestra  ineptitud  y  suplicamos 
la  indulgencia  del  lector,  siendo  nuestra  única 
disculpa  la  buena  intención  que  nos  anima  para 
acometer    tan    arriesgada    empresa. 

C.  E.  C. 


índice  de  materias 

Págs. 

Colegios  o  Seminarios  de  México 1 

Fundadores,  Patronos  y  Benefactores  del  Co- 
legio de  S.    Ildefonso 71 

Becas  Dotadas 83 

Cátedras  en  el  Colegio  de    S.   Ildefonso 93 

Maestros.  Presidentes  y  Academias 105 

Constituciones  del  Colegio 109 

Privilegios  y  Premios 113 

Ejercicios  Literarios 125 

Festividades  y  Prácticas  Religiosas 131 

Plan  de  Estudios 145 

Capellanías  en  favor  de  los  colegiales 151 

Biblioteca  o  Librería 163 

Rectores  que  ha  tenido  el  Colegio  hasta  el  se- 
ñor doctor  D.  José  María  Guzmán 169 

Colegiales  que  han  sido  religiosos 187 

índice  alfabético 205 


Este  apéndice  histórico  se  formó  con  el  objeto  de  aclarar  la  serie 
de  Rectores,  la  antigiiedad  del  Colegio,  exhibiendo  la  historia  y  erec- 
ción de  todos  los  demás  fundados  desde  la  Conquista  hasta  1780  en  que 
se  fundó  el  Seminario  de  Minería,  así  como  para  tener  algunas  noticias 
de  los  colegiales  que  fueron  religiosos,  de  los  fundadores,  patronos  y 
demás  de  que  tratan  los  siguientes  catorce  artículos. 

La  nota  anterior  precede  al  MS  del  Dr.  Félix  de  Osores. 


¡mwñwwñwñwiwiw. 


COLEGIOS  O  SEMINARIOS  DE  MÉXICO 


•      SANTA   CRUZ 

1.^  El  colegio  imperial  de  Santa  Cruz,  llama- 
do imperial  por  alguna  ayuda  de  costa  que  el  em- 
perador Carlos  Y  le  mandó  dar  para  su  funda- 
ción, ^  hubiera  sido  por  su  antigüedad  el  primero 
ó  segundo  de  México,  si  la  falta  de  sustancialidad, 
y  aun  de  realisacion  ó  hecho,  no  lo   impidiera.  ^ 


1 

Se  asegura  que  este  Colegio  recibió  real  aprobación  en  1548,  cuan- 
do Carlos  V,  por  cédula  fechada  en  Valladolid,  a  26  de  noviembre,  asig- 
nó 300  ducados  a  los  niños  educandos  de  San  José  de  San  Francisco, 
más  tarde  Colegio  de  San  Juan  de  Letrán.  Parece  que  en  esa  misma 
fecha  dió  al  Colegio  de  Santa  Cruz  1,000  ducados  de  su  real  tesoro. 
Veytia,  Apuntes  MSS.  Colección  García;  Diccionario  Universal  de 
Historia  y  de  Oeogra'ia,  II,  362-364- 

2 
Este  Colegio,  el  primero  en  que  se  enseñó  gramática  latina  a  los 
indios,  fue  e¡  resultado  de  los  esfuerzos  del  buen  Obispo  D.  Fray  Juan 
de  Zumárraga.  Se  abrió  el  6  de  enero  de  1536,  conociéndose  general- 
mente con  el  nombre  de  Colegio  de  Santa  Cruz  de  Tlatelolco.  Duró  la 
casa  basta  principios  del  siglo  XIX,  cuando  de.spués  de  pasar  por  mu- 

N'uevos  Documentos — 1 


Pero  á  este  colegio,  a.sí  como  á  otraí?  corporacio- 
nes, que  (lebieroFí  su  fundación  á  la  actividad  y 
fervor  de  los  conquistadores  y  primeros  pobla- 
dores, están  comprendidos  en  la  informalidad 
de  sus  principios,  y  se  deja  ver  de  lo  que  escribió 
el  P.  Fr.  Juan  Torquemada  en  su  monarquia 
Yndiana  (Lib.  15,  cap.  13,)  diciendo:  ''El  P.  Fr. 
Martin  de  \'aloncia,  sus  compañeros  en  México, 
y  los  (lema.s  religiosos  en  las  provincias  y  pueblos 
hicieron  sus  conventos  y  dieron  orden  con  los  SS. 
c  indios  principales,  como  a  los  niños  que  pen- 
saban ensenar,  se  recogiesen  en  una  manera  de 
colegio.  De  estos  niños  así  recogidos,  se  encerra- 
ban en  aquel  colegio  ó  escuela,  según  lo  mas  ó 
menos  de  la  gente,  seis  cientos,  ochocientos  y  mil 
muchachos.  Ix)  primero  que  en  estas  escuelas 
les  comenzaron  á  enseñar,  fue  el  signarse  y  san- 
tiguarse, á  rezar  el  padre  nuestro.  Ave  Maria, 
Credo  y  Salve,  todo  esto  en  latin,  y  después  se 
procedía  á  lo  ilemas."    Véase  X.°  92.'^ 


chiia  vicidituclps  dosaparociA     Icaibalcrta.    Lit  Inttrufcüm  PAlic*  m 
México  durantr  il  sijlo  XVI. 

Tanto  Solnno  en  sua  Suticitm  dr  México,  romo  cl  Dicaonnrio  l'ni- 
rrrsnl  df  Uiflorin  nsoguran  que  fuó  fundado  pn  1537.  En  los  Aifunlt* 
He  Vrylia.  M.S,  npnrerc  rsta  misma  fecha.  .Sin  embarso.  la  fecha  ci- 
tada por  Ii-nzhi\lreta  ron  tanta  precisión,  es  digna  de  toda  constdeni- 
ción. 


3 
Refi^rfae  ac|ul  el  autor  al  párra/o  92  lie  la  presente  «jbr*.     Toda* 
lúa  citas  siguientes  dadas  en  esta  forma  tienen  el  luianio  aicnifinido. 


2.  El  mismo  autor,  sin  embargo  en  el  cap.  43 
del  citado  libro  refiere  la  fundación  del  colegio 
de  Sta.  Cruz  en  estos  términos:  "El  virey  D. 
Antonio  de  Mendoza  dio  orden  como  se  edificase 
un  colegio  en  esta  parte  de  Tlatelolco,  donde  los 
religiosos  de  S.  Francisco  tienen  convento  de 
la  vocación  del  glorioso  apóstol  Santiago,  para 
que  el  guardián  de  este  convento  tuviese  a  su 
cargo  la  administración  del  colegio,  y  no  emba- 
razace  este  estudio  á  los  frailes  del  convento  ma- 
yor. El  mismo  virey  D.  Antonio  edificó  el  colegio 
á  su  costa,  y  le  dio  ciertas  haciendas  y  estancias 
que  tenia,  para  que  con  la  renta  de  ellas  se  sus- 
tentasen los  colegiales  indios  que  hablan  de  ser 
enseñados,  y  estos  fuesen  niños  de  diez  á  doce 
años,  hijos  de  Señores  ó  principales  de  los  ma- 
yores pueblos  ó  provincias  de  esta  N.  E.,  tra- 
yendo aquí  dos  ó  tres  de  cada  cabecera  ó  pue- 
blo principal." 

3.  "De  esta  manera  juntarían  poco  menos  de 
cien  niños  ó  mosuelos,^  para  el  tiempo  que  les 
fue  señalado.  La  fundación  se  hizo  con  mucha 
autoridad,  y  con  solemne  procesión  desde  S. 
Francisco  de  esta  ciudad,  donde  se  juntaron  el 
virey,  D.  Antonio  Mendoza  y  el  obispo  de  Mé- 
xico D."  Fr.  Juan  de  Zumarraga  y  el  obispo    de 


4 
"Comenzóse  la  fundación  con  sesenta  estudiantes,  cuyo  número 
fué  creciendo."    Icazbalceta,  La  Instrucción  Pública  en  México.   179. 


Santo  Düiiiinj^o  1).  Sohastian  Haininíz  de  Kuen- 
leal,  presidente  que  había  .sido  ile  esta  Ileal  Au- 
diencia, y  con  ellos  toda  la  ciudad  ...  &tos 
niños  colegiales  fueron  a(|uí  criados  y  «loctrina- 
dos  con  mucho  cuidado,  coniian  todos  juntos 
como  frailes.  ...  se  les  enseñaba  latín,  lógica  y 
íilo.sofia.  .  .  .pero  ha  cesado  el  enseñar  esto  á  los 
indios  (escribía  esto  Torqueniada  en  lüOó)  por 
estar  los  del  tiempo  de  ahora,  por  una  parte  muy 
solare  sí,  y  por  otra  tan  cargados  de  trabajos  y 
ocupaciones  temporales,  que  no  les  queda  tiempo 
para  pensar  en  aprovechamientos  de  ciencias, 
ni  de  cosas  do  espiriti.'" 

4.  El  P.  Torquemada  huijíera  sido  muy  ecsac- 
to,  si  huljiera  dicho  íjue  el  colegio  había  cesado 
pocos  años  después  de  su  fundación,  pues  que 
en  el  gobierno  del  virey  D.  Martin  Henríquez 
de  Mendoza  años  de  1568  á  1580.  se  suspiraba 
en  México  por  una  ca.sa  ó  colegio  en  donde  reco- 
ger niños  estudiantes.  Si  el  colegio  pudo  conser- 
var alguna  .sombra  de  lo  que  fué,  en  los  años  pos- 
teriores  á   su   fundación,   aquella   fue  dcsapare- 


5 
Si  para  D'iD.'i  habla  ÜM^ido  pI  Colegio,  no  por  MO  «e  Ir  puede  qui- 
tar U  diftincn'in  do  linbpr  lido  p|  pnnirro  y  dp  haber  leMido  ealr»  aua 
profp«orp»  "lioinbn-»  tan  niunontoi  come»  Kr  Anialdo  d^  lla*aao.  fran- 
ela: Fr  Garrln  <lc  Cisncnis.  uno  dp  loa  docp  pnmrroa  y  pnmpr  proxnn- 
rial  de  los  franriaranoa:  Fr  Andr^  Olmo*,  inaicnp  miaiooero  poHclo- 
ta:Fr.  Juan  ilnGaona.  alumno  lüatinguido  déla  l'nirpraidad  de  Pkria; 
Fr  Francinri»  dp  Huatamantp,  p|  mayor  pr«lirador  «Ir  au  lípnipo;  Fr. 
Juan  Fochrr,  doctor  pn  Irypa.  por  la  fnix-praidaíl  dp  l*mti».  y  Fr  Bel- 
nardino  dr  ."^ahagiln  •■     /f>t/ .  ISft 


ciendo,  en  términos  q.  en  1728  nada  tenia  de  lo 
formal,  sino  la  escuela  de  doctrina  cristiana,  leer 
y  escribir,  y  de  lo  material  solo  hablan  dejado 
ruinas  las  inundaciones  q.  habla  padecido  esta 
ciudad.  Véase  al  Br.  D.  Francisco  Sagun  de  Are- 
valo  en  su  gaceta  de  México  de  julio  del  citado 
año.® 

5.  Lo  cierto  es  que  en  19  de  nov.*^  de  1528  se 
abrió  el  colegio  de  la  Santa  Cruz,  celebrando  su 
apertura  con  un  acto  dedicado  al  Yllmo.  Sr. 
obispo  de  Honduras,  y  asistencia  de  los  nuevos 
colegiales,  con  manto  azul  y  beca  blanca,  y  en- 
cima al  lado  siniestro  la  cruz  encomienda  de  San- 
tiago y  una  corona  imperial,  con  alusión  al  em- 


6 

"El  Señor  D.  Juan  de  Olivan  Rebolledo,  del  Consejo  de  S.  M.  bu 
Oydor  de  esta  RI.  Audiencia,  y  Auditor  GI.  de  la  Guerra;  como  Juez 
de  Hospitales,  y  Colegios  Reales;  passó  á  reconocer  el  antiguo  Edificio 
del  Real  Colegio  de  Santa  Cruz,  (que  el  Augustissinio  Señor  Empera- 
dor Carlos  V.  mandó  fundar  de  su  Rl.  Hazienda,  y  se  fundo  en  el  sitio 
de  Santiago  Tlatilulco  en  el  año  de  1537.  á  cargo  de  sus  Religiosos  del 
Orden  de  S.  Francisco  para  educación,  y  estudios  de  Indios  Caziquea 
de  este  Reyno)  y  en  vista  de  la  ruyna,  que  padeció  por  las  inundacio- 
nes, que  ha  ávido  en  México,  y  de  las  Aulas,  que  á  sus  Pórticos  perma- 
necen, y  que  solo  existe  la  Escuela  en  que  se  les  enseña  la  Doctrina,  y 
á  leer,  y  escrivir  con  pleno  conocimiento  de  lo  referido,  y  de  los  instru- 
mentos, papeles,  y  titules  de  las  fincas,  censos,  y  rentas,  que  poseyó, 
y  con  que  se  mantuvo  en  lo  antiguo  con  lustre;  y  tan  floreciente  el  es- 
tudio de  las  Artes,  y  Ciencias,  que  empleados  sus  Nobles  Colegiales 
en  él  salieron  tan  insignes,  que  ayudaron  á  la  composición  de  los  libros 
de  su  Idioma,  como  refiere  el  P.  Juan  Baptista  en  su  Sermonario  Me- 
xicano: Ha  consultado  á  su  Excelencia  los  medios  concernientes  á  el 
restablecimiento  de  este  Colegio  para  que  en  sus  Colegiales  re\Tva  la 
memoria  de  el  beneficio  de  el  Cesar  Aue;ust!Síin:o  fundador."  Caceta 
dt  México,  Segunda  del  mes  de  Juho,  1  7¿8. 


perador  Carlos  5.°  El  citado  autor  en  la  gaceta 
de   Dic.'^  de   17287 

0.  Por  lo  dicho,  en  los  actos  y  concurrencias 
públicas,  no  tuvo  el  colegio  de  Sta.  Cruz,  mas 
que  el  penúltimo  lugar,  respecto  de  los  demás 
de  M(''XÍco,  como  se  vi6  en  las  asistencias  de  los 
entierros  ó  funerales  de  los  virreyes  Duque  de 
Linares,  D.  limando  de  I^encíustre  y  marqués 
deCasafuerte  D.  Juan  de  Acuña,  succedidos  estos 
en  21  de  marzo  de  1734  en  que  los  colegios  ocu- 
paron en  la  jjrocesion  este  orden;  el  Real  de  S. 
Juan  de  Letran:  á  su  continuación,  el  imperial 
de  Sta.  Cruz  de  indios  nobles  caciques:  el  Ylus- 
tre  de  S.  Ramón  Nonato:  el  Real  de  Cristo  Se- 
ñor Nuestro:  al  último,  el  Mayor  de  Santa  Ma- 
ria  de  todos  Santos.   Caceta  de  mar/o  de  1734  id. 

Algunos  años  se  mantuvo  este  colegio  con  lus- 
tre, y  de  tal  modo  floreciente,  que  del  salieron 
insignes  colegiales  (|ue  ayudaron  a  la  composi- 
ción de  libros  de  su  idioma  según  refiere  el  P.  Juan 
Bautista  ími  s\i  sermonario  mexicano.      Y    aun- 


I.a  rita  c-i<t:í  r<|uiv«K-a>la,  purs  la  dirlia  noliria  ñptkrrc*  en  ti  nA- 
moro  12  clr  l¡i  Cinrrta  rorrrspondicnio  al  mes  de  no^nrnibro.  I72K. 

8 
El  Srrmonnriii  Mrjiraiio  del  P  Juan  Hauíiiiln  c»  obm  nufsáma  y 
raai  iieñConocUia .  Moflinn,  en  »\l  Imprmln  rn  Mfxiro.  hite  la  pnmcni 
clrscriprión  bililingriifira  clr  olla  lierínlnin  ciire  que  fu^  iniprea*  en 
I  Oí)!!,  poro  oslo  en  «•vidrnteinonlo  un  error,  puen  la  verxladen»  fooha  de 
»u  iinproflión  (uó  KWXV  Kn  la  ColeeoiAn  Cíarrln  h.ny  un  ejemplar  alto 
avrriiulo,  HÍn  portad»  y  ron  aólo  t)l)l  ptltcinaa 


que  no  hubiera  tenido  otra  gloria,  le  bastaba 
haber  tenido  por  alumno  á  D.  Antonio  Valeria- 
no, natural  de  Azcapotzalco,  y  de  la  sangre  Real 
de  Moctezuma,  de  ingenio  vivo  y  suma  inclina- 
ción a  las  letras,  tan  buen  latino  y  retorico,  que 
sucedió  en  la  cátedra  á  los  religiosos  francisca- 
nos. Enseño  publicamente  y  por  reglas  la  lengua 
mexicana,  y  fueron  sus  discípulos  los  celebres 
P.   P.  Juan   Bautista  y  Juan  Torquemada.^ 

7.  A  pesar  de  esto,  de  los  esfuerzos  de  los  re- 
Hgiosos  franciscanos,  que  una  y  otra  vez  han 
levantado  este  colegio  echando  el  resto  ultima- 
mente  en  1785,  esta  casa  no  existe  ya,  como  es- 
cribía en  1811  el  Sr.  Beristain  en  su  biblioteca 
hispano  americana,  art.°  del  citado  Don  Anto- 
nio Valeriano.    Xi  en  1828  tiene  otra  ecsistencia 


9 
En  el  Diccionario  Unitersal  de  Historia  y  de  Ocografía,  se  dice,  ha- 
blando de  este  insigne  alumno,  que  fué  "discípulo  del  mismo  P.  Juan 
Bautista  y  el  P.  .Juan  de  Torqueniada,''  pero  Beristain  confirma  lo 
apuntado  por  Osores.  asegunndo  que  los  dichos  Padres  fueron  sus 
discípulos.  No  es  difíci!  que  el  mismo  Beristain  haya  obtenido  .=u  in- 
formación de  Osores.  pues  con  frecuencia  usó  de  sus  anotaciones  sin 
indicación  alguna. 

Entre  los  alunincs  distinguidos  de  este  Colegio  debe  mencionar»e 
a  D.  Pablo  Xazareno  de  Xallocan,  quien  en  una  carta  al  rey.  fechada 
en  México  a  11  de  febrero  de  15.56,  entre  otras  cosas,  dice:  "Fui  rec- 
tor del  colegio  de  Santa  Cruz,  dedicado  a  Vuestra  Majestad,  j-  esto 
sin  ningún  estipendio  para  conservar  mi  vida.  Así  que  yo  y  mi  mujer, 
Doña  María,  sobrina  de  Moctezuma,  hemos  llegado  a  estrecha  mise- 
ria ...  Durante  los  días  y  las  noches,  en  gran  manera  he  trabajado. 
y  para  que  durante  todo  e!  año  se  lean  en  la  Iglesia  los  Evangelios  y 
Epístolas, «los  traduje  a  mi  lengua  materna."'  Cuevas.  Hisloria  de  la 
Iglesia  en  Milico,  I,  201,  Xota  S. 


que  la  misma  (|uc  tienen  los  descendientes  de 
ricos  y  nobles,  después  de  cinco  ó  cuatro  p:f*ncra- 
ciones,  por  lo  común. 

SAN   JUAN   DE  LETRAN 

8.  Multitud  de  niños  de  diversa  calidad,  que 
iban  á  la  escuela  que  se  tenia  en  la  capilla  de  S. 
José  en  el  convento  de  S.  Francisco  de  México, 
para  recibir  las  primeras  instrucciones,  recogi- 
dos muchos  de  aquellos  en  aposentillos,  cons- 
truidos á  la  inmediación  del  convento,  de  donde  se 
dirigían  á  tránsitos  y  grandes  aposentos,  en  que 
se  les  enseñaba  ademas  de  la  doctrina  cristiana, 
algo  de  música  y  pintura,  es  lo  que  formó  la  pri- 
mer escuela  de  rudimentos, '°  que  ampliados 
después,  aunque  por  periodos  interrumpidos  y 
cortos  á  la  enseñanza  del  latin,  delineó  un  cole- 
gio, que  años  después  trató  de  formalizarse  del 
modo  que  se  ha  dicho  arriba  en  el  número  prime- 
ro: y  que  por  falta  de  fondos  y  eficaz  actividad, 
no  tuvieron  completo  efecto  los  que  solicitaron 
gracias  en  favor  de  esta  casa,  ni  los  que  la  solici- 
taron. Abandonado  muchas  veces  á  su  mezquina 
dotación,  y  á  las  inundaciones  de  aquellos  tiem- 


lU 
Ks  necesanu  ii-ix-r  pre«cnto  que  asi  como  S*at*  Crua  fué  ri  phiu«r 
oolrgiu  (ioiidc  sr  i-iisefió  «nkiiiútira  Utina  a  loa  iodioa.  San  Juaa  de  Lp- 
trán  (irne  ¡n  diftinción  áe  haber  sido  la  pnniera  recuela  primaha  par» 
incstiioa. 


pos,  ni  en  lo  material,  ha  tenido  importancia,  ni 
las  providencias  del  gobierno  que  en  1728  trató 
de  sacarlo  de  las  ruinas,  le  han  dado  mas  consi- 
deración q.  la  que  tiene  ho}^  de  un  edificio  des- 
preciable/^ En  lo  formal  de  escuela  pasó  á  co- 
legio informe, ^^  de  aquí  á  una  cofradía  piadosa 
que  varios  años  tuvo  por  destino  acompañar  los 
cadáveres  que  se  llevaban  á  enterrar,  yendo  en 
comunidad  con  una  cruz  alta,  y  una  banderilla 
negra  en  la  misma,    presidiendo  el  rector  ;^^    has- 


11 

Refiriéndose  al  edificio  de  esta  vieja  escuela,  la  primera  de  su  clase 
en  México,  uno  de  sus  últimos  rectores  dijo,  en  1853:  "Se  edificó  lo 
que  se  juzgó  necesario  para  una  escuela  y  habitación  de  niños.  Aún 
hoy  se  conserva  parte  de  esta  primitiva  construcción,  y  es  notable 
por  la  sencillez  y  soHdez  de  ella,  y  porque  sus  columnas,  a  pesar  de  te- 
ner más  de  cuatro  varas  de  altura,  son  de  una  sola  piedra."  El  Ca- 
bildo de  México  concedió  el  terreno  y  recogió  dinero  aun  de  limosna 
para  llevar  a  efecto  la  fundación  que  tuvo  lugar  en  1529,  quedando  al 
principio  bajo  el  patronato  del  dicho  Cabildo.  Diccionario  Universal 
de  Historia,  II,  369-370;  Aptintes  de  Veytia,  Colección  García. 

12 
Sin  duda  refiérese  Osores  a  la  real  cédula  del  26  de  noviembre  de 
1548,  haciendo  dotación  de  300  ducados  de  la  real  hacienda  a  la  escuela. 
A  ésta  siguieron  otras  de  igual  índole  y  para  1557  en  que  se  recibió 
constituciones  (cédula  de  8  de  septiembre  de  1557)  gozaba  de  más  de 
tres  mil  pesos  anuales  de  rentas  sobre  el  real  erario.  Apuntes  de  Vey- 
tia, Colección  García. 

13 

Las  rentas  y  otros  recursos  de  la  escuela  sufrieron  tal  mengua  en  los 
años  posteriores  a  su  fundación,  que  para  antes  del  fin  del  siglo  XVI 
los  rectores  se  vieron  obligados  a  recurrir  a  la  práctica  poco  decorosa 
de  "mandar  á  los  colegiales  á  asistir  á  los  entierros  por  cierta  limosna." 
Durante  el  rectorado  del  Dr.  Valdés  (1770-83)  se  abolió  esta  costum- 
bre y  "no  ha  vuelto  á  usarse  después."  Diccionario  Universal  de  His- 
toria y  Oeografia.  II.  368-370. 


10 


ta  (\no  ol  celo  de  alp:unos  rectores  un  poco  pro- 
tegidos del  gobierno,  á  su  diligencia  y  expen- 
sas, le  dieron  la  forma  conque  hasta  aquí  se  con- 
serva. 

9.  El  P.  Torquemada  (Lib.  3."  cap.  26,  año 
1606)  dijo  de  este  colegio:  "hay  otras  iglesias 
y  entre  ellas  el  colegio  de  los  niños  de  S.  Juan  de 
Letran,  donde  á  los  principios  se  criaban  niños 
pobres  y  otras  gentes  hijos  de  españoles,  habi- 
dos en  indias,  que  como  á  los  principios  hubo 
pocas  mugeres  españolas,  hubiéronles  los  nues- 
tros en  las  naturales  de  la  tierra,  los  cuales  todos 
se  recogieron  con  mucho  cuidado  en  este  colegio, 
y  se  admini.straban  con  regalo  y  doctrina,  y  aho- 
ra también  hay  muchos  donde  aprender  á  leer 
y  escribir." 

10.  "V  (lon(l(>  primero  se  les  enseño  á  leer  la 
gramática,  fue  en  ol  convento  de  S.  Francisco  de 
esta  ciudad,  adonde  era  su  común  recurso  para 
ser  enseñados  en  la  doctrina  cristiana  y  en  todas 
las  artes  y  ejorcisios  en  que  su  buen  padre  y  guia- 
ilor  Fr.  Pedro  de  Gante,  procuraba  imponerles." 

11.  "Por  ccílula  de  9  de  nov.*  de  152G  se  man- 
do enviar  á  España  veinte  niños  hijos  de  los  mas 
principales  indios  y  do  los  mas  hábiles,  para  que 
fuesen  tratados,  on.soñados  y  doctrinados  en 
monasterios  y  colegios  de  allá,  para  que  después 
de  bien  instruidos  y  ensoñados  volviesen  &  sus 
tierras  á  instruir  á  sus  naturales.  .  .  .  Xo  ha- 
l)¡('nd()  po(li<lo  llevar  ;'i  los  niños  indisuelos  á  Es- 


11 


paña,  el  emperador  mandó^^  que  á  los  del  cole- 
gio de  Santa  Cruz  Tlatelolco,  donde  se  les  ense- 
ñaba la  latinidad,  se  le  diesen  en  cada  un  año, 
mil  ps.  de  minas  por  ciertos  años.  A  los  que  se 
enseñaban  en  la  capilla  de  S.  José  á  leer  y  á  es- 
cribir, cantar  y  tañer  instrumentos  de  iglesia, 
trescientos  ducados,  que  se  les  dieron  también 
por  algunos  años."  El  mismo  Torquemada  Lib. 
17,  cap.  19. 

12.  En  1699  el  P.  Fr.  Agustín  Betancur  (Vetan- 
curt)  escribió  en  su  menologio  franciscano  dia  29 
de  junio  en  la  vida  del  V.*^  Herm.°  Fr.  Pedro 
Gante,  y  hablando  de  este  así  "Hizo  escuelas  y 
colegios  de  niños  y  niñas,  que  hoy  están  á  los  dos 
lados  del  convento,  y  á  petición  suA'a  la  Señora 
emperatriz  envió  renta  para  el  sustento  del  cole- 
gio de  los  niños.  "^'^ 

13.  El  citado  autor  de  las    gacetas  de    Mex.*^° 


14 
Es  esta  la  cédula,  fechada  en   Vaüadolid   a   26   de   no\'iembre   de 
154S,  a  que  ya  antes   nos   hemos   referido  (véase  la  nota  12)  y  por  la 
cual   se   le   dio   el    carácter  de  escuela   normal,  bajo  real  patronato,  a 
la  antigua  escuela  primaria  de  San  Juan  de  I.etran. 


15 
Al  citar  el  texto  original  de  Vetaneurt,  Osores  no  lo  ha  hecho  con 
toda  fidelidad,  pues  en  el  Menolngio  se  lee:  "Hizo  escuelas  j-  Colegios 
de  niños,  y  de  niñas  que  oy  están  á  los  dos  lados  del  Convento,  y  á 
petición  suya  embió  la  Señora  Emperatriz  á  su  costa  seis  Matronas, 
que  enseñaron  los  oficios  mugenles  á  las  Xiñas.  Y  al  Colegio  de  loa 
Niños  Su  Magestad,  por  petición  suj'a,  renta  para  el  sustento."  No 
hay  lugar  a  duda  de  que  no  fué  la  emperatriz  la  que  en^ió  renta,  sino 
Su  Magestad  el  rey.    Vetaneurt,  Menologio  Franciscano.  67. 


12 


en ia  de  set.^^  de  1737  ha  dicho:  "qvie  este  colegio, 
(como  es  constante  en  los  libros  de  cabildo  de 
esta  ciudad;  tuvo  su  principio  en  el  sitio,  que  hoy 
permanece,  llamado  entonces  Tianguülo  de  Seda- 
zar  año  do  1Ó29,  y  desde  el  mismo  fue  deputado 
para  recoger  los  niños,  instruirlos  en  los  rudimen- 
tos de  la  fé,  enseñarles  política  cristiana  y  demás 
de  que  (por  haber  poco  tiempo  que  dichosamente 
^;e  hallal)an  sugctos  á  las  armas  católicas)  se  ca- 
recía en  estos  reinos:  de  allí  á  veinte  años,  esto 
es,  el  de  1549  se  erigió  en  colegio  Real,  y  por  real 
cédula  de  8  de  set/''  de  1557,  le  dio  S.  M.  cons- 
tituciones para  su  gobierno:  conque  es  el  pri- 
mer colegio  de  los  seminarios  reales  de  esta  cor- 
te; y  el  mismo  año  de  549  por  bula  de  14  de 
set/"  se  agregó  su  iglesia  á  la  sacrosanta  Late- 
raiiense,  con  el  goce  de  sus  preeminencias  é 
indultos."' 

14.  I).  Juan  de  Sagun  mal  informado,  no  es 
consiguiente  ni  con  los  citados  Torquemada  y 
Betancur,  ni  aun  consigo  mismo,  pues  q.  en  su 
gaceta  de  julio  de  1728  publicó  q.  este  colegio  se 
habia  fundado  do  orden  del  Srmo.  Sr.  D.  Felipe 
2."  en  el  año  do  1557  con  dotación  do  mil  ducados 
de  renta  anual  de  su  Real  Hacienda  situados  en 
la  Real  caja  ile  México  para  educación,  doctrina 
y  estudio  iW  letras  á  niños  pobres  españoles  y  en- 
comendado su  gob.**  a  clérigos  prcsbiteros,  les 
dio  constituciones  y  ordenanzas  por  especial 
cédula  del  mismo  Sr.  rey."   ¿Quien  ignora  que  en 


1557  no  habia  Felipe  II,  ni  de  hecho  lo  hubo,  sino 
hasta  1558  en  que  murió  Carlos  V.'® 

15.  ¿Y  como  es  el  primer  Colegio  de  los  semi- 
narios Reales  de  esta  corte,  cuando  el  mismo  edi- 
tor habia  dicho  en  la  gaceta  de  marzo  de  1734, 
describiendo  el  funeral  del  Ecsmo.  Sr.  virrey  D. 
Juan  de  Acuña,  que  en  la  procesión  del  entierro 
después  de  cofradias  y  terceros  ordenes,  entraban 
los  colegios  'primero  con  su  banderilla  negra  y  pre- 
sidido de  su  rector  el  Real  de  S.  Juan  de  Letran, 
cuyos  alumnos  visten  mantos  morados  y  becas  blan- 
cas: á  su  continuación  iban  el  imperial  de  Sta.  Cruz: 
el  ilustre  de  S.  Ramón  Nonnato:  el  Real  de  Cristo 
Sr.  Nuestro:  á  lo  último  el  mayor  de  Sta.  Maria  de 
todos  Santos  mas  antiguo  en  fundación  df  los  de  es- 
ta universidad?  Aquí  como  se  vé,  el  de  Santos 
es  el  mas  antiguo,  y  el  de  Letran,  el  último  de 
todos. 


16 

Aunque  parece  contundente  esta  pregunta,  se  puede  contestar  a 
favor  de  Sagún,  pues  hay  que  tener  presente  que  desde  1543,  Carlos 
V  confió  la  regencia  de  España  al  príncipe  Felipe.  Por  orden  de  Car- 
los V  se  embarcó  Felipe  en  Rosas  para  los  Países  Bajos,  el  19  de  octubre 
de  1548,  encargando  la  regencia  a  los  príncipes  Maximiliano  y  María 
(esta  última  era  hija  del  emperador).  En  1551  regresó  Felipe  II  a  Bar- 
celona, donde  desembarcó  el  12  de  julio,  investido  de  los  más  amplios 
poderes  para  gobernar  el  reino.  Por  último,  Carlos  V  abdicó  formal- 
mente a  favor  de  Felipe  II,  el  25  de  octubre  de  1555,  en  cuya  fecha  asu- 
mió Felipe  II  el  gobierno  de  España  y  los  Países  Bajos,  siendo  procla- 
mado con  gran  regocijo  en  Valladolid,  el  28  de  marzo  de  1556.  Por 
consiguiente,  no  está  del  todo  errado  el  autor  de  la  Gaceta  al  afirmar 
lue  fué  este  soberano  el  que  dio  constituciones  y  ordenanzas  al  Colegio 
-le  San  Juan  de  Letran.  Lafuente,  Historia  Ceneral  de  España,  II, 
Caps.  XXXI  -  XXXIII. 


14 


IG.  La  ilusión  ó  indebida  atribución  de  la  fun- 
dación do  este  colegio  á  Felipe  II,  la  tomó  desde 
luego  el  editor  del  hecho  que  refiere  en  la  gaceta 
de  junio  de  1730  y  es  el  de  que  el  24  de  aquel  mes, 
a  seis  de  los  niños  colegiales  nombrados  por  S. 
Ecsia.  se  les  puso  sobre  sus  mantos  de  paño  fino 
morado,  la  Ijeca  blanca,  que  encima  á  el  lado  iz- 
quierdo siniestro  tiene  bordadas  las  armas  de  S. 
M.,  y  una  orla  que  dice:  "Philippus  II  Hiapa- 
niarum,  et  hidiarum  Rex,  para  memoria  de  su 
piadosisimo  fundador."  Esto  no  se  compone  ni  con 
el  tiempo  en  (jue  empezó  á  reinar  dicho  Principe, 
ni  con  haber  enviado  dotación  para  el  colegio  la 
Sra.  emperatriz  como  queda  ya  visto  en  Betancur, 
y  a  cuja  Princesa  debiera  haber  aludido  la  letrA 
del  escudo  con  mas  razón  que  á  Felipe  11.'^ 

17.  Pero  el  editor  de  dichas  gaceta>í  dá  en  la  de 
dic.'^*^  de  1734  otro  documento  para  convencer 
que  el  Colegio  de  S.  Juan  de  Jotran,  en  los  tiem- 
pos que  escribia,  se  había  tenido  y  tenia  por  ultimo 
de  todos,  y  por  eso  desde  luego  en  el  entierro  tlel 
Rev.""*  P.  comisario  gral.  Fr.  Fernando  Alonso 
r.oiizalez,  dice  q.  á  la  procesión  del  funeral,  daba 
principio  la  banderilla  y  Real  colegio  de  S.  Juan 
de  Letran,  y  que  detras  del  cadáver  iba  el  cole- 
gio de  Sta.  Cruz  arrastrando  beca:  ni  valdrá  decir 
(¡ue  est('  como  quo  iba  ru  ol  duelo,  y  romo  m»brr- 


17 
\  i'Me  lo  <iuc  <iuc(la  apuntaiio  rn  I.ia  notas  13  y  16  «obre  este  punto. 


15 


nado  por  los  Religiosos  de  S.  Francisco,  iba  como 
se  ha  dicho,  pues  si  en  aquella  fecha  ya  no  se  go- 
bernaba Letran  por  los  padres  franciscanos,  á 
estos  sin  embargo  debe  su  origen,  y  ello  bastaba 
para  que  á  lo  menos  hubiese  ido  delante  del  de 
Sta.  Cruz,  y  no  en  un  lugar  tan  indecoroso,  a  ser 
cierta  la  infundada  antigüedad  que  le  da  el  editor 
de  dichas  gacetas. 

18.  Tal  vez  llevado  de  ellas  fue  por  lo  que  el 
Dr.  Beristain  en  su  biblioteca,  art.*^  Fr.  Pedro 
Gante,  dijo:  que  el  colegio  de  S.  Juan  de  Letran 
es  el  primero  de  la  N.  E.  cuando  no  ó  se  guio  de 
vulgaridades  ó  vio  este  particular  con  el  descui- 
do y  superficialidad  de  muchísimos  otros  artícu- 
los de  su  biblioteca,  trabajada  casi  en  el  todo 
en  los  últimos  años  de  su  vida,  en  q.  le  ocupaban 
todos  los  momentos  multitud  de  gravísimas  co- 
misiones y  ocupaciones  de  su  dignidad. 

19.  Después  de  todo,  una  escuela  de  primeras 
letras  que  á  cierto  tiempo  se  quiso  que  fuera  co- 
legio, q.  con  tal  designio  logró  rescriptos  y  per- 
gaminos, q.  ni  á  medias  tuvieron  efecto  después 
de  algunos  años,  no  se  reputó  por  colegio  formal, 
sino  os  hasta  1709,^^  y  aun  así   volvió  á  decaer  y 


18 

En  vano  hemos  buscado  justificación  para  esta  fecha  citada  por  e  1 
•efior  Osores  como  la  del  principio  formal  del  colegio.  En  1710  el  Dr. 
Pedro  Gonz.41ez  de  Valdeosera  tomó  el  cargo  de  rector,  siendo  su  su- 
cesor el  erudito  D.  Francisco  Antomo  Eguiara  y  Eguren,  quien  asumió 
dicho  cargo  rn  1738.    Diccionario  de  Historia  y  de  Geografía,  II,  370 


16 


á  tener  que  socorrerse  con  la  asistencia  á  los  en- 
tierros, del  modo  q.  aun  hoy  lo  practican  alfanas 
cofradías.  \'olv¡ó  á  tener  forma  de  colegio  desde 
(jue  por  fortuna  tuvo  por  sus  rectores  al  Dr.  D. 
Francisco  Antonio  de  Eguiara  y  Epuren,  cate- 
drático do  decreto  en  la  Universidad,  y  á  los  DI). 
D.  José  García  Bravo,  Yllmo.  Sr.  D.  Andrés 
Llanos  Valdes,  obispo  después  del  Nuevo  Reino 
de  León,  y  particularmente  á  D.  Francisco  Ma- 
rragut  y  Boldú,  todos  catedráticos  de  dha.  uni- 
versidad, que  vieron  la  su.sistencia  y  esplendor 
del  colegio,  con  cuanta  eficacia  les  fué  posible, 
y  con  cuantiosas  erogaciones  de  su  peculio:  otro 
tanto  acaba  de  hacer  su  penúltimo  rector,  el  Sr. 
1).  Juan  Bauti.<ta  Arochederreta,*^  prebendado 
de  la  metropolitana,  dándole  un  fomento  consi- 
derable con  hai^erle  agregado  el  colegio  de  S. 
Ramón  el  año  de  (lSU)-lS25j.-'^' 


En  los  .4/>unífj«  'le  Veytia.  a  que  nos  hemos  referido  frecuentemente. 
hay  una  nota  al  fin  de  lo  relativo  a  San  Juan  de  Letrán.  firmada  por 
Voytia,  en  que  se  asegura  <iue  los  informes  que  deja  aaentadoa  le  fueroo 
dados  por  el  soflor  Eguiara.  rector  del  dicho  rolegio.  No  hajr  nada 
rn  estos  apuntes  que  indique  que  a  partir  de  1700  pnncipió  la  eriala*- 
cia  formal  de  San  Juan  de  Letrin  como  colegio. 

19 
Loa  mencionados  rectores  deaempefiaron  su*  canos  en  los  aflos  ai- 
(uienles:  Francisco  .\ntonio  Kiruiara  y  Enuren.  17ÍS-I76S-  Dr  Am- 
brosio Llano  Vald<^.  1770- 17S.}:  Dr  Jos#  GarrU  Bravo.  1783-17S*; 
Dr  Francisco  Antonio  Marracut  y  Boldú.  178S-18O0.  Dr.  Juan  Bau- 
tista Arwhederret.'i.  ISie-lSS.V 

20 
Aquí  dejó  una  laxuna  el  seflor  Osorrs.    I»  mismo  ocurre  en  la  par- 
fe  dedicada  a  S    H'im6n     La  fecha  exacta  no  la  henos  podido  encon- 


17 


SAN  RAMÓN 


20.  E\  Yllmo.  y  Rev.'"°  Sr.  Maestro  D.  Fr. 
Alonso  Enríquez  de  Toledo  y  Almendariz,  del 
orden  de  Ntra.  Sra.  de  la  Merced,  obispo  de  Si- 
donia,  Habana  y  Miehoacan,  fundó  el  colegio 
de  S.  Ramón  en  11  de  marzo  de  1654^^  para 
ocho  colegiales,  hijos  legítimos  y  pobres;  cinco 
de  la  provincia  de  Miehoacan  y  tres  de  la  de  la 
Habana,  á  cargo  y  dirección  de  los  religiosos 
mercedarios  de  la  provincia  de  la  Visitación  de 
México,  de  la  que  el  fundador  habia  sido  Visi- 
tador y  Vicario  general.  Asignoseles  a  los  alum- 
nos por  vestuario;    manto  morado,  y  beca  larga 


trar  en  ninguna  parte.  Sin  duda  el  mismo  Osores  no  la  pudo  determi- 
nar por  cuyo  motivo  la  dejó  en  blanco  para  agregarla  después.  Nin- 
gún dato  nos  da  el  Diccionario  de  Historia  y  de  f^eoffrafía  sobre  este 
punto,  ni  tampoco  lo  trata  el  señor  Icazbalceta  en  su  breve  reseña  his- 
tórica sobre  este  colegio.  Lo  único  que  se  puede  asegurar  es  que  la 
unión  de  estos  dos  colegios  se  verificó  durante  el  rectorado  del  señor 
Arechederreta,  cuyas  fechas  citamos. 

21 

En  la  Crónica  de  la  Provincia  de  la  Visitación  de  Ntra.  Sra.  de  la 
Merced,  del  P.  Pareja,  que  fué  primer  rector  de  este  colegio,  se  lee  lo 
siguiente  acerca  de  la  fundación:  "Llegando  el  día  12  de  marzo  del 
año  de  16Ó4,  se  dedicó  el  Colegio,  celebrando  misa  de  San  Ramón  en 
la  capilla  nueva  el  R.  P.  Maestro  Fr.  Juan  de  la  Calle  y  Heredia,  Vi- 
cario General,  y  asistiendo  a  todo  el  R.  P.  Provincial,  los  Padres  de 
Provincia,  j'  Padres  Maestros  dando  todos  gracias  a  Dios."  Crónica, 
II.  14.5. 

Guijo,  en  su  Diario,  dice,  no  obstante:  "A  9  de  este  mes  de  marzo 
se  fundó  el  colegio  de  San  Ramón,  que  dejó  mandado  el  Obispo  de 
Miehoacan  D.  Fr.  Alonso  Enríque^,  y  dio  el  virrey  la  licencia  el  año 
pasado  á  2"  de  octubre."    Guijo,  Diario  de  ■'Sucesos  XotabJes,  27'^. 

Nuevos  Documentos — 2 


18 


encarnada  con  palmas  y  roscas.  Sus  estudios 
eran  privados  en  ol  mismo  colegio,  yendo  a  cursar 
á  la  universidad.  Para  obtener  estas  becas  ade- 
mas del  origen  y  pobreza  referidos,  los  jóvenes  que 
las  tenian  habían  de  estudiar  precisamente  ju- 
rispnidencia.^^  El  Yllmo.  fundador  nombró 
por  patrono  al  ]{.  P.  Provincial,  que  por  tiempo 
fuese  de  la  provincia  de  la  visitaeion. 

21.  El  referido  año  de  su  fundación,  le  dio  la 
precedencia  á  los  colepos  de  S.  Juan  de  Letran 
y  Santa  Cruz,  como  se  vio  en  la  asistencia  al  fu- 
neral del  Ecsmo.  Sr.  virey  marquóz  de  Ca.safuer- 
te,  de  que  se  hablo  arriba  (n.°  6).  Tuvo  por  pri- 
mer rector  al  R.  P.  Maestro  Fr.  Francisco  Pareja, 
autor  de  la  crónica  de  los  PP.  mercedarios  de  N. 
E.:  tuvo  también  de  sus  colegiales  doctos  y 
.sabios  abogados  q."  ocuparon  los  coros  de  algimas 
catedrales  y  vistieron  la  toira  de  varias  i-hanci- 
llerias. 

22.  Pero  la  escasa  renta  de  su  fundación,  la 
falta  de  maestros  y  de  estudios  publico.s  dentro 
del  colegio,  y  la  diminución  de  rentas  por  las  vis- 
ci.situdes  de  los  tiempos,  obligaron  á  incorporar 
este  colegio  de  S.  Ramón,  que  por  sí  ya  no  podia 
ecsistir  en  lo  absoluto,  al  de  S.  Juan  de  I>etran. 


22 
"Kl   motivo  gue  tuvo  para  cata  «anta  ubra.  fu^  rl  habrrar  nato 
rn  aniboa  nbiiip«doa  ain  un  aujrtu  jiinsta  iiuo  furra  au  i*mnaor,"  dic* 
rl   P.  Pareja  rrfiíi^miosr  n  rale  r(x]uinito  para  obtrnrr  laa  bM«a.     Pa- 
reja, Crónica,  II.  la.*». 


19 


lo  q.®  se  verificó  el  año  (1816-1825).^^  A'eanse 
la  mencionada  crónica,  la  gaceta  de  México  de 
agosto  de  1730  y  la  biblioteca  mexicana  del  Sr. 
Beristain,  art."  Almendariz,  recomendando  di- 
cho Sr.  al  fundador  por  el  apellido  materno,  y 
no  por  el  paterno,  Enriquez  de  Toledo,  ó  de  Cas- 
tellanos que  es  el  q.*^  le  dá  Gil  González  Davila, 
según  el  ultimo  párrafo  del  citado  art.°  Véase 
después  n.°  86. 


CRISTO 

23.  La  fundación  de  este  colegio  es  toda  de  D. 
Cristóbal  Vargas  Valades,  que  en  la  clausula  28 
de  su  testamento,  otorgado  en  23  de  marzo  de 
1602,  dispuso  que  en  el  colegio  de  S.  Yldefonso 
entrasen  por  su  cuenta  cuatro  estudiantes  pobres, 
manteniéndoseles  por  espacio  de  diez  años,  y 
pagándose  porcada  uno  de  ellos,  cien  ps.  anuales; 
nombrándose  dos  á  voluntad  del  P.  rector,  y  dos 


2.3 

Véase  la  nota  20  sobre  este  mismo  particular.  En  los  Apéndices 
de  la  Crónica,  del  Padre  Pareja,  hay  una  interesante  nota  sacada  del 
Diario,  de  Rivera,  que  dice:  "1686. — En  12  de  agosto  los  colegiales 
de  San  Ramón  se  sublevaron  contra  el  P.  Rector,  niercedario;  acudie- 
ron a  la  asonada  el  Pro\'isor  y  un  alcalde  de  corte Este  colegio, 

llamado  de  "Comendadores,"  estaba  agregado  á  San  Juan  de  Letrán 
desde  el  tiempo  del  virrey  conde  del  Venadito."  Crónica,  Apéndice 
III,  23. 

Si  la  unión  se  verificó  durante  la  administración  del  Conde  del 
Venadito,  debe  de  haber  sido  entre  1816  y  1820.  No  hemos  podido 
aproximar  la  fecha  con  más  exactitud. 


20 


a  l:i  <1('  su  allíucea,  y  que  estas  becas  se  dístin- 
giiif>s(!n  (1p  las  dorna'*,  auinentan<lose  el  referido 
número,  al  paso  que  se  aumentara  su  caudal. 

24.  Pero  varió  la  anterior  disix).sicion  en  dos 
codicilios;  uno  de  1."  de  .set."*  di>;o  ají.'°  de  600 
3'  otro  de  11  de  Enero  de  610,  revocando  en  este 
también  una  escritura  de  concierto  que  hahia 
hecho  con  el  R.  P.  Prior  dfl  convento  de  S.  Apu.s- 
tin  de  México  para  fundación  de  la  obra  pia  de 
casar  huérfanas,  de  la  que  habian  de  ser  patronos 
los  relifíiosos  de  dicho  convento.  En  lugar  de 
esta  oi)ra  pia  mandó  fundar  un  colegio  de  estu- 
diantes poijres,  aplicando  para  él  unas  casas  en 
la  calle  de  los  donceles,  y  unos  principales,  que 
todo  haria  cosa  de  sesenta  mil  ps. :  dispiLso  asi- 
mismo que  el  colegio  se  llamase  de  Cristo:  se 
compusiese  de  un  rector  y  doce  colegiales  que 
trajesen  hal)ito  morado  con  beca  verde,  y  en  ella 
sobre  el  hombro  izquierdo  el  lambel  6  escudo  de 
sus  armas  Ijonlatlo:  describió  la  educación,  ense- 
ñanza y  obligaciones  de  los  colegiales:  y  nombró 
por  patrono  del  colegio  al  Prior  del  referido  con- 
vento con  cuatro  consultores  de  él:  y  que  renun- 
ciando estos  al  patronato,  recayera  en  el  rey. 
como  sucedió. 

2.').  El  fundador  murió  en  11  de  enero  de  610,  y 
después  por  la  renuncia  de  los  agustinos,  y  ven- 
cidas difirultad(\-í,  proveyó  ol  vircy  en  14  de  mayo 
do  Itil  1.  (lue  cuanto  antes  se  hiciese  la  fundación 
del  coloiíitK    lo  (jue  desde  luego  se  verificó  dentro 


21 


de  lino  ó  dos  años,^**  pues  en  la  referida  fecha 
nombró  el  mismo  virey  por  primer  rector  al  Lie. 
D.  Gaspar  de  Venavides,  con  la  obligación  jun- 
tamente de  la  mayordomia  y  de  la  administración 
de  las  rentas. 

26.  Erigido  el  colegio,^"'  sus  alumnos  iban  á 
recibir  lecciones  de  latinidad,  filosofía,  jurispru- 
dencia y  teología,  á  las  aulas  de  la  universidad  y 
del  colegio  jesuítico  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  go- 
bernándose este  colegio  con  armonía  y  unión  tal 
con  S.  Yldefonso,  quera  muy  frecuente  el  repu- 
tarlos casi  uno,  y  el  pasarse  alternativamente  los 
de  un  colegio  al  otro.  Blasonó  con  justicia  este 
colegio  de  haber  tenido  por  sus  alumnos  a  muchos 


24 

"Dió  orden  que  se  procedipge  a  la  fundación  en  14  de  mayo  del' 
siguiente  año,  la  cual  no  obstante  no  pudo  realizarse  sino  hasta  pasa- 
do un  año."    Diccionario  de  Historia  y  de  Geografía.  II,  378. 

Según  esto,  la  fundación  no  se  verificó  hasta  1613. 


25 

En  los  Apuntes  de  Veytia,  MSS  (1756);  hay  un  cartapacio  dedicada 
exclusivamente  a  este  colegio,  que  contiene  muchas  noticias  suminis- 
tradas al  curioso  colector  por  el  Dr.  D.  Juan  Ignacio  Aragonés,  últmio 
rector  de  dicho  colegio.  Nos  permitimos  incluir  algunos  datos  desco- 
nocidos hasta  la  fecha. 

Refiriéndose  a  la  erección  y  apertura  del  colegio,  dice:  "Luego 
se  puso  por  obra  la  fabrica  del  Collegio  a  costa  de  los  bienes  del  Fun- 
dador, de  suerte  que  en  17  de  Hen."  de  1638  se  hizo  la  apertura,  y  de- 
dic."  de  el  Collegio  con  asistencia  del  S.''  D."  Lope  Diez  de  Amenda- 
ris,  Marques  de  Cadereita  que  se  hallava  de  virey,  y  por  su  mano  puso 
la  Beca  a  uno  de  los  ocho  primeros  Collegiales  que  fueron  admitidos 
por  su  nombramiento." 


22 


varoiK'íí  ¡lustros  por  su  litoratura  y  piedad,* 
corno  es  de  verse  principalmente  en  la  biblioteca 
mexicana,    a    ecsepcion    del    Ecsmo.    Yllmo.    y 


26 

Kn  lan  iKitiriH.s  •Í!i<i:ifl  a  Vrytia  por  el  I)r.  Anicon6i,  hay  una  lista 
de  alunmoe  (li«tinKU¡<l«))  dr  este  rolesio,  la  rúa)  reprodurimoe  a<iu(  p«>r 
DO  halliirse  iniprcsa  en  ninguna  parte,  y  por  catar  tan  diaeminadoa  loa 
datofi  (lados  por  Berístain  en  su  Biblúitica  sobre  algunas  de  las  perao- 
naü  nonibradaa. 

"Ha  tenido  desde  entonces."  dice  el  Dr.  Aragón^,  "sugetoa  d* 
grandeti  letras  y  virtu<l.  como  consta  del  libro  de  entradas:  entre  elloa 
80  halla. 

"El  Illmo.  y  R."'»  S  «"  D."  Antoniodc  Monroy  y  Figueroa.  origiiia- 
riodcpMtnCiu."'  deMcx."'ri*  cniróen  el  Colegio  con  Iftulo  de  Colegial 
del  Ex.'""  S  O' Conde  dr  Salvatierra  n  los  11  de  Dic T*  de  1547:  y  (« 
la  SaK.''"  reÜRion  de  S.'°  Domingo  á  los  2C  de  Julio  de  1653  en  donde 
leyó  curso  de  antes  por  el  de  16."i8  y  en  el  de  1662  leyA  la  Cátedra  de 
Prima  de  Thcologia.  El  de  1667,  fui  Cathedratioo  de  S.'*  Thomia 
en  esta  R. '  Ini  **  y  fue  Rector  de  el  Colegio  de  Porta-Celi  y  el  de  I6>S7 
que  passó  á  Roma  por  Procurador  en  religión;  por  ser  sugeto  consuma- 
do en  letras,  y  virtud  fue  electo  ministro  general  de  ella:  Y  aviendole 
dado  el  Obispado  de  Mechoacan.  sin  pasar  á  el  fue  prrsentaiio  para 
Arpo,  de  In  S. '"  YkIcsiu  de  Santiago  de  Galicia  Fue  Padrino  de  Ntro. 
Rey  el  S.'"'  Curios  Sep.undo:  y  se  tuvo  noticia  aver  fallecido  en  dicho 
Arpdo.  el  año  de  1716. 

"E'  Lie.'*"  I)  "  Pedro  de  Avendafio  Suares  y  Zou»a  entró  en  15 
de  Marfo  de  niil  seiscientos  sesenta  y  ocho  con  titulo  del  Exmo.  8. 
Marques  de  .Manzern.  Fue  hombre  mui  docto,  y  grande  Predicador, 
como  lo  ocri'<lltnn  sus  obras. 

"El  Illmo.  .S<'ñor  I)  '  D."  Jacinto  de  Olivera  entró  con  titulo  del 
Illmo.  y  Exmo  S.''  Mro.  Dr.  Fr.  Payo  Enriqucí  de  Ribera  Arpo.  Vi- 
rrey: fuó  Canon'go  Doctoral  de  la  Sta  Yglesia  de  Guadalaxara:  Des- 
pués Chantre,  y  c!  añr)  de  17tVi  promobido  al  Deanato:  y  después  Obis- 
po electo  de  Chiapa  el  de  1773. 

"El  S.  D.'  D  "  .Vn'onio  de  Vills-Seflor  y  Monrroy  entró  en  24 
de  Diciembre  de  1604  con  titulo  del  Exmo.  Seflor  Conde  de  Cíalve:  y 
haviendo  pasado  á  los  Reynos  de  Castilla  se  graduó  de  l">oetor  en  la 
R.'  l'niversidad  <le  Avila:  vino  de  Canónigo  de  cala  Sta.  Ygicsia  de 
Mex.'''fu<'  comisario  Cen  '  de  la  Sta  Crusada:  lVo\-Í9or  Juea  de  X**- 
lam.'"*  Caprllamaa  y  obras  pios,  y  murió  siendo  Dean 

"El  S.'"    I)."  Pcílro  ."Ñinchei  de  .\Icará8    entró   con  el  titulo  del 


23 


Exmo.  S.  D."  Juan  de  Ortega:  Fue  Alcalde  de  Corte  de  la  R.  Audienda 
j'  Sala  de  Crimen  de  esta  Capital:  y  después  Prebendado  de  la  Sta.  Ygle- 
sia  de  Guadalajara. 

"El  Señor  Dr.  D.  Juan  Robles  entró  en  6  de  Noviembre  de  1698 
con  titulo  del  Exmo.  S. ""  Conde  de  Moctezuma:  Fue  Canónigo  Docto- 
ral, Juez  Provisor  de  Oaxaca,  y  después  entró  en  la  Sagrada  Compa- 
ñía de  Jesús. 

"El  Lic.*^"  D."  Joseph  Méndez  entró  en  27  de  Agosto  de  1702 
con  titulo  del  Señor  Ortega:  se  graduó  en  las  facultades  de  Cañones  y 
Leyes:  substituyo  en  diversas  ocasiones  la  Cathedra  de  Philosophia 
en  la  R.  Universidad:  Fue  Assesor  general  del  Exmo.  Señor  Márquez 
de  Casafuerte;  sugeto  verdaderam.'*^  Docto,  y  tenido  por  Mtro.  de 
Abogados. 

"El  D.'  D."  Manuel  Colon  de  la  Reateguí  en  I."  de  Junio  de  1724 
por  merced  del  Exmo.  S.""  Márquez  de  Casafuerte:  yel  de  727  salió  para 
Capellán,  y  Mro.  de  Pages  del  Illmo  S.''  D.  Nicolás  Gómez  de  Cervan- 
tes Obispo  de  Guadalajara,  después  pasó  á  ser  cura  de  la  villa  de  Aguas 
Calientes.  Un  año  empleó  (y  se  portó  con  tal  esmero  celo  y  aplicación 
q.*  el  Illmo.  Señor  Juan  Gómez  de  Pasada  le  llamaba  Mtro.  de  Curas. 
"El  Señor  Doctor  D."  Gines  Gómez  de  la  Parada  Dean  actual  dé 
la  Sta.  Yglesia  de  Guadalajara   (1756). 

"El  S.  D.""  Juan  de  Caras  Ama  y  Figueroa  Chantre  de  dha.  Sta. 
Yglesia  y  Rector  del  Colegio  Maior  y  mas  Antiguo  de  Ntra.  Señora 
de  todos  Santos. 

"El  S. '"'  D.""  D.  Agustín  Velazquez  Lorea  Canónigo  de  la  misma 
Sta.  Yglesia. 

"El  Señor  Doctor  D."  Antonio  Gil  de  Hoyos  Chantre  Dignidad 
de  la  de  Valladolid. 

"El  Señor  Lie.  D."  Rodrigo  Velazquez  Thesorero  de  la  misma 
Santa  Yglesia. 

"El  S.*"'  D."  Juan  de  Escobar  Llamas  Canónigo  de  la  misma  Ygle- 
sia y  Dean  q."^   fué  de  la  de  Campeche. 

"El  Señor  Doctor  y  Mtro.  D.  Santiago  Velazquez,  Juez  de  tes- 
tamentos etc.,  Canónigo  de  la  misma  Santa  Yglesia  de  Valladolid. 

"El  Señor  Doctor  D.  Joseph  Mercado  Prevendado  y  Juez  de  tes- 
tamentos etc.  de  la  de  la  Puebla. 

"El  Señor  Doctor  D."  Joseph  Sanchezde  Alcaráa  Canónigo  de  la 
misma  Santa  Yglesia. 

"El  Señor  Doctor  D."  Nicolás  de  Noriega  Canónigo  Doctoral  de 
la  Santa  Yglesia  de  Oaxaca. 

"Todos  han  sido  Colegiales  de  dho.  R.'  Colegio  de  Xpto.  como 
consta  del  Libro,  en  q.*  se  asientan  las  entradas. 

"También  lo  fueron  el  P. '^  Fran.''"  Camacho  sugeto  de  singular 
virtud;  el  P.*^  Valtierra  también  muí  docto  y  muí  santo:  el  P.'  Fernan- 
do Reinoso:  los  Padres  Manuel  y  Bartolomé  de  Estrada  todos  de  la 
Sagrada  Compañía  de  Jesús. 


24 


Rev."'"   Sr.    \).    Ir.   Antonio     Monroy,   que   con 
equivoco  hizo  ol  Sr.  Beri.stain,  colegial  de  Cristo."^ 

27.  No  obstante  el  colegio  decayó,  porq.  sus 
rentas  en  13  de  nov.*  de  038,  según  las  cuentas  de 
su  rector  D.  Juan  de  Rivera  Pareja,  apenas  ren- 
dían dos  mil  novecientos  ps.  cada  año.  En  la 
vi.sita  de  14  de  set.*^*  de  1739,  hecha  por  el  Juez  de 
colegios,  oidor  D.  Ambrosio  de  Melgarejo,  apose- 
sionando de  rector  al  Dr.  D.  Fran.*^°  I^edesma, 
las  rentas  apenas  alcanzaJjan  á  mantener  cuatro 
colegiales:  la  fabrica  del  colegio  estaba  desplo- 
mándose é  ¡nhal)itable,  y  los  colegiales  se  halla- 
ban en  desorden.^** 

28.  La  decadencia  fue  adelante,  de  manera  que 
en  6  de  nov.*^"^  de  1772  informó  el  rector  D.  Juan 
Ignacio  Aragonés,  recordando  que  la  audiencia 
gobernadora  en  741  que  lo  nombró  rector,  redujo 


"También  lo  fueron  Dn.  Luía  de  Larrea  Cleríco  Prcvist«ro,  Ca- 
ballero ilel  Orden  de  .\lcantara:  D."  Pbelipo  de  Elatrada.  Caballero 
del  Orden  de  Calatraba.  V  otros  niucboa,  u.''  por  no  eatar  marcmadoc 
como  el  Sefior  I).  Juan  Diei  Bracanionte  no  quiero  ponerlo*  por  fal- 
tar la  certidumbre  q.**  *e  quiere." 


Ví-ase  la  nota  <iue  precedió.  La  precisión  dr  los  datoa  dadoa  por 
el  Dr.  AraKon<''9  no  dejan  hisar  a  duda  y  prurban  que  el  •eflor  Bería- 
lain  nosee^iuivocó  al  hacer  al  s-fior  .Monroy  alumno  del  Colegio  d» 
Cristo. 


28 
"Por  el  <lescuido  y  omisión  (]uc  hubo  vino  a  tal  decadencia  q.'  en 
el  aflo  de  1740,  cstava  Desierto  sin  CoUecial  alfuno.  y  amenaiando 
Ruina  toda  su  fabrica."    Apunlr$  lit  Vrytia,  MSS,  Colección  Gartte. 


25 

las  becas  á  cuatro"^  por  no  haber  para  mas: 
que  se  le  debia  crecida  cantidad, ^°  y  que  los  fon- 
dos del  colegio  solo  ascendían  a  22,S00  p.*:  y 
que  aunque  habia  trece  colegiales,  cuatro  nada 
pagaban,  y  los  demás  contribuían  muy   poco.^^ 

29.  Esto  motivó  expedientes,  y  en  su  vista  el 
fiscal  expuso  en  3  de  marzo  de  1774  que  en  con- 
cepto de  que  las  rentas  del  colegio  de  Cristo,  no 
cubrían  sus  atenciones,  y  el  deplorable  estado  en 
que  se  hallaban  sin  esperanza  de  poder  mejo- 
rar: que  solo  uniéndose  al  de  S.  Yldefonso  podria 
verificarse  la  primera  voluntad  de  Vargas  Vala- 
des;  que  esto  a  la  sazón  era  mas  útil,  pues  los 
estudiantes  de  Cristo  podian  instruirse  mejor  en 


29 
"El  sig.'^  de  1741,  nombró  la  R.  Aud.*  Governadora  por  Rector 
al  Dr.  D.  Juan  Ygn."  Aragonés  q."  se  aplicó  a  la  restaurac."  y  redi- 
ficio  de  este  Collegio  y  aunque  ha  trabajado  muchiesimo  en  poner 
corrientes  sus  rentas  no  ha  podido  conseguir  que  lleguen  mas  q*^  a 
mil  p.^  conque  no  se  puede  mantener  todo  el  numero  de  Becas  dotadas." 
IbJ^I. 

30 
"Tengo  gastados  en  su  construcción,  y  redificio  mas  de  diez  y  seis 
mil  p.'  y  siento  no  tener  mucho  mas,  lo  q.*^  gastara  con  todo  mi  co- 
raz.'-  por  ser  el  Colegio  de  tan  soberano  dueño."  Estas  son  palabras 
textuales  de  una  carta  del  Dr.  Aragonés  a  Veytia,  fechada  en  México, 
febrero  13  de  1756.  Colección  García. 


31 
"Pero  ha  admitido  Collegiales  Pensionistas  q.^  pagan  annualm.'* 
un  tanto  para  su  manutención,  con  los  q.*"  en  el  presente  año  de  1756, 
llega  a  24  el  nuni."  de  Collegiales  q  con  el  cuidado  y  vigilancia  de  su 
Rector  salen  muchos  aprovechados."  Apuples  de  Veyiia,  Colección 
García. 


26 


S.  Yldefon.so,  el  virey  <lo  conformidaíl  decretó  la 
unión  del  colegio  de  Cristo  al  de  S.  Yldefonso, 
pasando  a  este  las  rentas,  capitales,  fincas,  dere- 
chos y  acciones,  y  a  su  rector  la  obligación  que 
respectivamente  tendria  el  de  Cristo,  y  la  de 
mantener  las  cuatro  becas  de  este  con  la  misma 
bfra  que  habian  vestido  los  de  Cristo  sobre  man- 
ió azul:  concediendo  a  su  último  rector  D.  Juan 
Ygnacio  Aragonés  en  S.  Yldefonso,  habitación 
decente,  ración  doble  y  los  honores  de  rector. 

30.  La  decretada  incorix)racion  de  Cristo,  fue 
con  calidad  de  por  ahora,  y  mientras  el  rey  de- 
cretaba lo  conveniente.  Y  en  tales  términos  con 
r('pi(|U('  (le  las  iglesias  de  México,  asistencia  de  lo 
mas  lucido,  saliendo  en  comunidad  el  col^o  de 
Cristo,  se  incorporó  solemne  y  formalmente  íil 
de  S.  Yldefonso  la  tarde  del  3  de  agosto  de  1774, 
lo  q.*  del  todo  3'  perpetuamente  aprobó  el  rey  en 
cédula  de  15  de  enero  de  1777,  con  esta  especial 
clausula,  para  q*  ceda  en  beneficio  y  mayor  au- 
menlo  (h   S.  Ildefonso. 

SANTA  MARÍA  DE  TODOS  SANTOS 

31.  El  Y  linio.  í^r.  Dr.  I).  Francisco  Rodríguez 
Santos,  tesorero  de  la  metropolitana  de  Mé.\ico  y 
obispo    do  Ciuadalajara,^*  cuando  ya  no  pensó 

32 
No  obstante  la  biocr>rU  que  cacrtbió  el   Dr.  Areebcdcfrrta.  de 
este  ilustre  varón,  y  lo  que  dejó  .ipuntado  Gonsáleí  DáriU  en  au  Tea- 
tro Ecltsiattiro  dr  ¡n  Primüint  Igirtia  en  loa  Indta*  Occtdtntain.  oo  •• 


27 


en  hacerse  jesuíta,  y  después  de  que  el  V.^  P.  Dr. 
Pedro  Sánchez  le  dio  gracias  por  la  disposición  y 
oferta  que  este  le  hacia  de  fundarle  el  colegio 
jesuítico,  para  el  que  anteriormente  se  habia  es- 
pontaneado; y  teniendo  ya  para  el  seminario  de 
S.  Pedro  y  S.  Pablo  varios  patrones  y  convictores, 
por  sus  instancias  y  consejos,  trató  el  Sr.  Santos 
de  fundar  el  colegio  de  Sta.  Maria  de  Todos 
Santos:  (Historia  de  la  prov.^  de  Jesús  de  N.  E. 
n.°  125,  cap  4.°  Lib.  3.°)  para  el  que  nombró 
colegiales  en  15  de  agosto  de  1573,  formalisando 
la  fundación  en  1."  de  nov.  de  dho.  año.  ^^  (n.°  199 


sabe  a  punto  fijo  mucho  con  exactitud.  Los  dos  autores  citados  afir- 
man que  fué  obispo  de  Guadalajara,  mas  no  es  probable,  pues  Vicente 
de  P.  Andrade,  en  sus  apuntes  a  las  Xoticias  de  Sedaño  (I,  106),  dice, 
refiriéndose  a  este  punto:  "En  las  actas  de  cabildo  de  esta  metropo- 
litana Cathedral  se  lee  el  viernes  26  de  Febrero  de  1.574,  se  dio  la  cape- 
Uania  que  sirria  D.  Francisco  Rodriguez  Santos  q  haya  gloria.  Por  esto 
se  ve  que  para  aquella  fecha  habia  muerto,  y  malamente  podía  haber 
sido  obispo  de  Guadalajara,  viviendo  el  Sr.  Mimbela,  que  hasta  1576 
murió." 

El  P.  Florencia,  en  su  Historia  de  la  Provincia  de  la  Compañía  de 
Jesús,  Lib.  in.  Cap.  IV,  dice  refiriéndose  al  mismo  punto:  "Aunque 
Gil  González  Dá\-ila,  citado,  lo  haze  Chantre  della.  Fiscal  de  la  Inqui- 
sición, y  Inquisidor  de  México  y  Obispo  electo  de  Guadalaxara,  que 
noticioso  el  Real  Consejo  de  sus  muchos  merecimientos  lo  presentó: 
dignidad  que  no  tuvo  efecto  porque  se  lo  llevó  Dios  in  senectule  bona." 
Si  agregamos  a  todo  esto  que  el  P.  Alegre  en  su  Historia  de  la  Compa- 
ñía, Lib.  I,  p.  71,  dice:  "El  primero  que  con  edificación  de  toda  la 
ciudad  pretendió  entrar  en  la  Compañía,  fué  el  Dr.  D.  Francisco  Ro- 
driguez Santos ilustre  anciano  de  mas  de  sesenta  años,"  es  evidente 

que  para  1.594  difícilmente  estaba  aún  vivo. 

33 

"El  mismo  dia  1.5  de  Agosto  de  1573,  abrió  las  puertas  del  Colegio 
dedicándolo  á  la  misma  Mrgen  Santísima  en  el  Misterio  glorioso  de 


28 


del  citado  cap.)  J^esdc  cnfoiices  dispusíj  que  el 
número  de  colegiales  sin  dos  familiares  ó  fámulos, 
fuesen  diez  graduados  por  lo  menos  de  Br.  y  de 
estas  facultades:  tres  legistas,  tres  canonistas  y 
cuatro  teólogos,  uno  de  los  que  ha  de  ser  presbí- 
tero para  q.  sea  capellán  del  colegio:^  les  seña- 
ló por  trage,  el  de  mantos  pardos.  beca.s  cortas 
de  color  de  grana,  q.*"  es  el  mismo  que  visten  los 
colegiales  del  mayor  de  Sta.  Cruz  de  Valladolid. 
Les  dio  también  constituciones  que  arregló  á  las 


su  Asunción  a  los  Cielos."  Arerhe<lerretn.  Catálogo  de  lot  ColeipaU» 
del  ingigne.  .  Mnuur  de  Santa  María  de  todoi  Santo*,  p.  8. 

Por  lo  visto  la  apertura  fué  el  15  de  .\soFto  y  no  el  prímrro  de  no- 
viembre como  asegura  el  Mr.  (Jsores.  El  P.  Florencia,  en  su  HiMon» 
de  la  Prorincin  de  Jeiut.  Lib.  III.  Cap.  .\IV,  dice:  ".\queU«  taitfe 
(noviembre  1,  1.57.'))  celebraba  el  Colexio  de  todo«  Santas  la  advor«ci¿o 
que  escoció  de  ftu  ilustro  titulo  con  una  omcion  latina  y  su  ilustre 

fundador    .  enibio  do*  de  sus  Colegiales  a  convidar  á  la  CunipaflU. 

y  a  su  novísimo  Colegio  de  San  Pedro  y  San  Pablo  i  ella."  De  (*1o 
resulta  que  no  se  fundó  el  colegio  en  esa  fecha  y  que  ya  para  entonces 
tenia  colegiales:  todo  lo  que  corrobora  su  fundación  anterior  al  primero 
de  noviembre. 

Hay  que  agregar  ijue  un  pocu  antes  dice  el  P.  Florencia,  coa  r«s 
pecto  a  la  fundación  del  Colegio  de  .San  Pedro  y  Ssn  Pablo:  "El  día 
primero  de  Noviembre,  dia  do  todos  Santos,  haviendo  cada  uno  de  los 
fundadores  prevenido  habito,  manto,  beca,  bonete,  y  turca  para  sus 
hijos Jiian  de  Hermosa,  que  fue  electo  Diputado  y  primero  Ma- 
yordomo les  junto  en  Cavildo. .  .  y  presentaron  los  nonibramientcaí 
de  Colegiales  "  No  hay  lugar  a  duda  que  en  esta  fecha  fué  la  apertura 
oficial  del  colegio  <lc  .*^an  Pe<lro  y  .*>«n  Pablo,  siendo  la  de  Sta.  Mana 
de  Todos  Santos  rl  1.1  de  ngiwto  como  nfirnia  el  Dr    Arech«lerr»ta. 

34 
Parece  mt  <|ue  la  fundación  original  se  biso  con  sólo  ocho  srsún 
.\reche<lerretn,  •lueilice:  "Eligió  para  fundadores  á  ocho  Barhillerrs, 
Patinnles  en  lii.<<  facultades  de  Teología,  Cánones  y  Leyes,  de  los  mas 
ilustres  p<ir  »u  luingrc  y  de  los  mas  distinguidos."  Catálogo,  citado  en 
In  iiotn  anterior,  p.  II. 


29 


de  dicho  colegio  de  Valladolid,  del  que  fue  alumno 
el  fundador.  Por  último  dotó  su  colegio,  dándole 
para  edificio  su  propia  habitación,  censos  o  rentas 
muy  competentes  y  libros  para  su  biblioteca.  Este 
colegio  por  Real  cédula  de  15  de  abril  de  1700, 
alcanzó  el  título  y  privilegios  de  mayor,  del  mismo 
modo  que  se  le  habían  concedido  a  S.  Felipe  de 
Lima,  a  solicitud  del  Sr.  D.  Juan  Ygnacio  Casto- 
reña y  Ursua,  colegial  de  S.  Yldefonso  (q.^° 
residía  en  Madrid)  y  como  apoderado  del  de  San- 
tos. El  Sr.  Ursua,  sin  embargo  de  no  haber  ves- 
tido aq.*  beca,  vio  siempre  con  amor  y  protección 
al  de  Santos,  y  lo  atendió  particularmente  en  sus 
empleos  y  dignidades  hasta  la  de  Obispo  de  Yu- 
catán. ¡Tiempos  justos  y  dichosos,  en  que  el 
espíritu  del  mal  no  habia  introducido  ninguna 
rivalidad,  ni  emulación! 

32.  Después  en  cédula  de  11  de  junio  de  1709 
se  declaró  por  un  colegio  político  y  secular,  per- 
teneciente al  Real  patronato:  ya  por  cédulas  de 
18  de  marzo,  15  de  junio,  9  de  nov.^,  30  de  dic.*^ 
de  1701,  y  9  de  agosto  de  1704,  entre  otros  pri- 
vilegios se  le  habían  concedido  el  q.'^  sus  alumnos 
pudiesen  recibir  los  grados  de  las  universidades, 
por  medias  propinas:  que  en  la  de  México  tu- 
viesen perpetuamente  un  conciliario  con  voto,  y 
la  regencia  de  una  Cátedra.  Mas  estas  escencio- 
nes,  no  se  realisaron  por  la  oposición  q.^  hizo  la 
insinuada  universidad,  con  esposiciones  al  rey 
contra  las  que  representó  también  el  colegio  de 


30 


Santo-s  por  incdio  de  sus  antiguos  colegiales  y  sus 
apoderados  D.  .Juan  Gómez  de  Parada  y  D.  Tris- 
tan  Manuel  de  Riva  de  Neira.  Se  recomendaba  en 
la  representación,  lo  conveniente  y  que  hasta 
aíjuel  año  de  1709  el  colegio  habia  dado  muchos 
sugetos  recomendabilísimos  por  sus  empleos  y 
saber.^^ 

33.  En  efecto  que  hasta  allí  el  colegio  con  ra- 
zón l)lasonaba  del  oitlor  I).  Gerónimo  Soria  V'e- 
lazquez,  del  magistral  de  Antequera  D.  Juan  de 
(^ara  Amo  y  Figueroa,  del  Doctoral  de  allí  D. 
Felipe  Bárrales  Vivero;  del  oidor  de  Guadalajara 
D.  Juan  Olivan  y  Rebolledo,  de  los  nominados 
(Juan)  (Jomez  Parada  y  (D.  Tristan  de)  Riva  de 
Neira,  del  oidor  de  Panamá  D.  Martin  de  Re- 
cabarren  Borroto,  del  obispo  de  León  ile  Nicara- 
gua, D.  Juan  de  Jauregui  y  Barcena. 

34.  ¿Mas  que  es  esto  en  comparación  de  los 
que  ha  tenido  hasta  estos  dias'.'  Baste  leer  el 
Catálogo  (k  los  colegiales  de  Sta.  Marin  de  Todos 
Santos,  que  en  1790,  dio  á  luz  en  México  por  la 
oficina  de  Ontiveros  su  colegial  á  la  sazón  y  pre- 
vendado  después  de  la  metropolitana  el  Sr.  D. 
Juan  Arechederreta  y  Escalada.^ 

35 

Ya  en  tivinpu  del  P.  Floit-nria  so  reconocía  vi  nióhto  de  mu  coI*- 
KÍuIrs,  pura  rn  su  Hislorin  dr  la  l'rorincia    .  I.ib    111,  Cap.  IV.  dire: 

"Podemoo  llnnmr  li  ose  Colouio  el  plantel,  ó  srminarío  de  DoctorM. 
C'atlio<lrátir<>!«.  rrclM-iuiuilofi,  t)ydon'*.  y  Obwpos." 

3« 
i;n  la  CoIci-ciAn  Ciarria  li.n.v  un  ruriono  ojrmpiar  del  CaláJtf».  al 
ruul  .«<■  lo  )i!in  mAikIícIo  un  buen  nttniero  de  alumnos  dHtinguidcw  de 


31 


35.  Verdad  es  que  á  tanta  gloria  contribuyeron 
á  la  par  la  honradez  y  literatura  de  dichos  alumnos, 
así  como  las  ideas  fastuosas  del  siglo  XVII,  por 
los  colegios  mayores,  y  el  pacto  de  unión  y  pro- 
tección mutua  entre  sus  individuos. 

36.  Esto  acaso  fué  lo  que  atrajo  al  colegio  de 
Santos  enemistades,  que  varias  veces  lo  mal  pu- 
sieron en  la  corte,  teniendo  que  vindicarse  como 
lo  hizo  efectivamente  con  el  favor  y  buenos  in- 
formes de  las  autoridades  y  prelados  de  ]\Iéxico. 

37.  Si  hoy  se  consulta  al  espíritu  del  siglo,  a 
que  este  colegio  realmente  no  es  mas  que  una 
pasada  transitoria,  mientras  que  se  obtiene  un 
regular  destino,  sin  más  ejercicios  literarios  en  el, 
que  unas  conferencias  morales  semanarias  y  una 
reelección  escolástica  cada  mes  entre  cinco  o  seis, 
bien  podra  juzgarse  que  convendría  montarlo  de 
un  modo  mas  útil  al  público,  y  para  mas  saber 
de  sus  colegiales.  Estos  que  autoridad  tienen 
por  sus  constituciones  que  son  privadas,  y  las 
alteran  y  reforman  cuando  es  necesario,  podrían 
mejorar  la  planta  de  sus  estudios  de  su  colegio, 
evitando  asi  proyectos  de  otros. 

38.  Hasta  hoy  todos  los  que  han  vestido  la 
beca  de  Santos,  han  hecho  sus  estudios  o  carrera 
literaria  en  otros  colegios.    Del  de  S.  Yldefonso 


este  ilustre  colegio,  posteriores  a  la  fecha  de  la  publicación  original. 
El  total  de  alumnos  que  en  el  Catálogo  de  Arechederreta  es  289,  ha  sido 
aumentado  hasta  309  por  el  curioso  anotador. 


32 


sin  duda  han  sido  primero  colosales  dos  tercias 
partes  de  los  que  han  sido  de  Santos. 

39.  De  este  sin  embargo,  pasaron  también  á 
S.  Yldefonso  el  Br.  D.  León  Laso  de  La  Vega, 
provisto  en  beca  real  el  año  de  1618.  por  decreto 
del  Ecsmo.  Sr.  Virey  D.  Riego  Fernandez  de  Cor- 
dova:  Y  parece  que  también  el  Lie.  D.  Tomas 
Montano,  después  obispo  de  (Jajaca.  y  otros;  en 
lo  que  hay  una  prueba  nueva  de  la  antigua  arme- 
nia entre  los  dos  colegios  sin  que  el  tran.sito  del 
uno  al  otro,  haga  de  inferior  condición  á  ninguno: 
ni  que  la  gloria  que  tenga  el  colegio  segundo  de 
un  individuo,  pueda  quitársela  al  que  primero  lo 
educó,  así  como  pueden  con  razón  vanagloriarse 
justamente  el  padre  y  el  abuelo  de  su  hijo  ilustre.'^ 


SEMINARIO    CONCILIAR 

40.  El  colegio  Seminario  conciliar  de  la  metro- 
politana de  México,  se  fundó  con  la  legalidad  y 
formal¡d:i(los  necesarias,  con  arreglo  ú  lo  (jue  pre- 
viene el  Santo  concilio  de  Trento,  v  algunas  reales 


37 

Para  ñiu-j  del  siglo  XVII  existía  gran  rivalidad  rntre 
y  otro»,  y  y:i  sp  ha  visto  (Nota  32)  cómo  se  ha  querido  na 
li:>bcr  sido  anterior  a  .San  Pedro  y  .San  Pablo. 

Dcapu^."  <lt>  2'A  aflos  de  vida  so  rerró  por  primera  vrs  oatr  eoiagio 
tn  1839,  volviendo  a  abrírso  en  l^Cil  tan  sólo  p*ra  volver  a  cerrars? 
en  1833.  En  is;)6  voUnó  a  abrirse,  pero  su  existencia  continuó  preea- 
na  e  inaetur»  liaata  que  en  1!^4;)  el  General  Santa  .Vnna  lo  suprimió 
por  orden  de  l.'i  de  .\bnl.    .''^ano.  .Vnti^iiu  d*  Uértcj.  I.  IM 


33 


ordenes  el  año  de  1699,^^  para  la  educación  y 
enseñanza  ecleciastica  en  lo  gral.  y  particular  del 
clero  de  dicha  diócesis.  Su  fundador  fue  el  Yllmo. 
y  V.®  Sr.  arzobispo  de  la  misma  metropolitana  D. 
Francisco  de  Aguiar  y  Seijas,^^  quien  aunque 
habia  fallecido  desde  8  de  agosto  del  año  anterior, 
hizo  todo  lo  preciso  para  la  fundación,  que  no 
solemnizó  por  su  fallecimiento.   Desde  1697  habia 


38 

Según  Sedaño,  o  más  bien  dicho  las  anotaciones  de  V.  de  P.  An- 
drade  a  sus  Noticias.  ]a  fundación  tuvo  efecto  10  años  antes,  pues  dice 
Andrade,  refiriéndose  a  este  punto:  "En  4  de  Diciembre  de  16S9, 
se  puso  la  primera  piedra  del  edificio.  En  29  de  Diciembre  de  1691, 
fué  nombrado  primer  rector  el  P.  Lie.  Gómez  de  León.  Por  cédula  de 
21  de  Julio  de  1691,  aprobó  el  rey  la  fundación."  Sedaño,  Noiicias 
de  Méxúo,  I,  102,  nota. 

Confírmase  lo  asentado  por  Andrade  por  el  Diario  de  Robles,  en 
que  se  lee:  "Domingo  4  (diciembre,  16S9 ). .  Principio  del  Colegio  Se- 
minario. Este  dia  sobre  tarde  fueron  virey  y  vireina  a  dar  principio 
a  la  catedral  al  Colegio  Seminario,  y  cogió  el  virey  una  barra  y  dio 
el  primer  barretazo,  y  á  ver  el  tesoro,  le  dio  la  iglesia  dos  joyas  de  oro. 

"Sábado  29  (diciembre, 1691).  Rector  del  Colegio  de  la  iyleaia  Se- 
minario. Nombró  el  .«eñor  arzobispo  al  maestro  de  ceremonias  de  la 
catedral,  Lie.  D.  Luis  de  León,  por  rector  del  colegio  real  de  la  iglesia." 
Diario  de  Robles,  en  Colección  de  Documentos  para  la  Historia  de  Mé- 
xico. Ira.  sene,  III,  27;  72. 

39 

En  los  Apuntes  de  Veytia,  encontramos  la  siguiente  anotación 
que  no  sólo  confirma  lo  asentado  acerca  de  la  fecha  de  su  fundación, 
sino  que  contradice  la  opinión  generalmente  aceptada  de  que  fué  el 
Tilmo.  Señor  Aguiar  y  Seijas  su  fundador. 

"El  Colegio  Tridentino  se  fundó  por  dirección  del  P.®  Dn.  Luis 
Gómez  de  León  que  quedó  por  Albacea  de  Dn.  Diego  Serralde  noble 
Republicano  que  en  su  testam.'"  dispuso  de  sus  bienes  esta  fundación 
conforme  a  lo  establecido  por  el  Concilio  de  Trento.  Se  comenzó  la 
fabrica  y  se  puso  la  primera  piedra  el  dia  4  de  Diz."  de  16S9,  y  avien- 
dose  concluido  fue  el  primer  Rector  dho.  P.®  Dn.  Luis  por  nombrara.*" 
del  Sr.  Seixas."  Veytia,  Apuntes,  MSS,  Col.  García. 

Nuevos  Documentos — 3 


34 


formado  las  con.stitucionos  para  el  propio  colegio, 
que  en  1710  reformó  el  cabildo  Sede  vacante. 
IJioselc  por  renta  al  colegio  el  producto  de  la  pen- 
sión llamada  conciliar  que  pagan  en  lo  principal 
curas  y  prebendados  del  arzobispado,  en  razón  de 
un  tres  por  ciento  de  la  congrua  de  sus  beneficios. 
Al  princi|)iü  se  asignaron  solas  doce  becas  de  mer- 
ced, pero  ya  como  cien  años  (ha)  í|ue  se  ampliaron 
a  diez  y  seis,  destinando  cuatro  de  ellas  precisa- 
mente para  indios.  Hay  otras  becas  de  merced 
dotadas  por  alunmos  insignes  del  mi.smo  colegio. 
Su  trage,  manto  morado  y  beca  azul,  con  escudo 
bordado  encima  de  la  beca,  y  en  alusión  á  su  Santo 
Patrono  el  Dr.  de  las  gentes  S.  Pablo,  esta  letra: 
tu  es  i'os  elcdionis,  sin  haberse  alterado,  sino  desde 
la  erección  de  becas  de  oposición,  la«  cuales  tienen 
palma  y  rosca.  Este  colegio  tiene  á  su  favor  mul- 
titud de  patronatos  eclesiásticos,  y  capellanias 
eclesiásticas. 

41.  El,  ademas,  se  ha  conservado,  progresando 
desde  su  erección,  sin  experimentar  grandes  de- 
cadencias, debido  esto  á  la  discreción  y  solidet 
conque  se  fundó,  sucediendo  ix)r  defecto  de  esto 
lo  contrario  á  casi  todos  los  demás  colegios  de 
que  se  ha  hablado.  Este  colegio  también  ha  sido 
la  norma  de  muchos  colegios,  singularmente  de 
los  conciliares.  Su  doctrina  no  solo  ha  resplande- 
cido en  muchisimos  de  sus  individuos,  colocados 
en  las  jirimeras  magistraturas  y  dignidades  inclu- 
sas las  episcopales.    Ellas  sobre  todo  es  lo  que  ha 


35 


difundido  en  el  clero  de  todo  este  continente,  y 
mas  en  México,  el  comportamiento  de  decoro 
y  religiosidad  en  los  eclesiásticos  seculares,  tanto 
que  los  es-jesuitas  Maneiro,  Castañiza,  Cantón  y 
Serrano  cuando  regresaron  de  Ytalia,  decian  que 
los  eclesiásticos  mexicanos  eran  los  capuchinos 
del  clero,  comparado  principalmente  con  el  de 
Ytalia.  Este  colegio  habia  llegado  al  apogeo  de  su 
perfección  en  los  penúltimos  años  del  pontificado 
del  Ecsmo.  é  Yllm.o.  Sr.  Nuñez  de  Haro,  restable- 
ciéndose así   conservará  y  aumentará  su  gloria.*^ 

COLEGIO    DE    INFANTES 

42.  Lo  fundó  en  1726  con  titulo  de;  colegio  de 
la  Asunción  de  infantes  músicos  de  la  metropoli- 
tana de  México  el  Sr.  arcediano  D.  José  de  Torres 


40 

Este  seminario  conciliar  o  tndentino  estaba  originalmente  conti- 
guo a  la  Catedral.  Durante  algunos  años  estuvo  dirigido  por  los  RR. 
Padres  de  la  Compañía  de  Jesús. 

En  1889  el  edificio  fué  ocupado  por  e!  gobierno  reformista,  por 
lo  cual  se  trasladó  el  seminario  al  ex-convento  de  San  Camilo.  De 
1S50  a  1852  estuvo  en  lo  que  boy  es  Escuela  de  Medicina,  mientras  se 
reparaba  el  edificio  original. 

En  1850  tenia  765  internos  y  2,259  capenses  o  externos.  En  1891 
pasó  su  dirección  a  los  ex-alumaos  del  Colegio  Pío  Latino  Americano 
de  acuerdo  con  lo  dispuesto  por  el  Sr.  Arzobispo,  D.  Próspero  María 
Alarcón.  En  esta  fecha  tenía  150  alumnos  internos  y  se  le  había  agre- 
gado al  seminario  un  departamento  de  escuela  primaria,  secundaria 
y  superior. 

Sedaño,  Noticias  de  México,  I,  102;  Fortino  Hipólito  Vera,  Itine- 
rario del  Arzobispado  de  México,  y  Reseña  Histórica,  xi;  J.  Trinidad 
Basarte,  El  Arzobispado  de  México,  180-182. 


36 


\'ergara,  para  diez  y  seis  niños  pobres  que  quisie- 
.sen  aplicarse  al  servicio  del  altar  y  del  coro,  con 
el  tragc  de  mantos  de  i^raDa  y  l>ecas    azules.*' 

Noinhroseles  por  primer  rector  al  Dr.  D.  Jos^* 
Manuel  Molledo,  cura  del  saprario.  Del  colegio 
salen  casi  siempre  con  ca|x'llanius  y  destinos  en  el 
coro,  que  le  proporcionan  otros  mayores  la  bene- 
ficencia del  Yllmo.  cabildo  q.  es  su  patrón.  En 
la  fíaceta  de  México  de  seí."  de  17;lü  se  publicó 
como  cosa  particular  que  el  Ylimo.  Sr.  D.  Juan 
de  Castoreña,  obispo  de  Yucatán  en  los  ordenes 
menores  (jue  Imbia  conferido  aquel  mc-^,  los  habia. 
conferido  también  á  todos  los  infantes  del  colegio 
de  Nuestra  Sra.  de  la  Asunción.  Acaso  con  esto 
se  qui.so  llamar  la  atención  para  que  en  lo  ecle- 
siástico se  decretase  lo  conveniente,  para  evitar 
la  arbitrariedad  y  aun  ligeresa  con  que  á  las  veces 
se  han  conferido  los  ordenes  á  titulo  de  servicio 
de  la  iglesia,  tomjwral  y  de  ningún  modo  compa- 
rable al  beneficio,  ni  aun  en  rigor  al  cuasi  beneficio. 
No  se  dice  si  el  orden  que  se  les  confirió  á  los  in- 
fantes fue  el  de  tonsura,  como  es  probable,  y  con- 


41 

El  prinirro  <|uo  c-nntribu.\Y>  para  rita  fundación  fu^  rl  Ot.  Juaa  de 
AldRvr.  <|uo  donó  2,00()  p<>8<in  rl  19  d<'  moro  de  1725.  En  la  niiama  fprha 
donó  f\  Sr  TorroH  10,()0()  prson  El  manjuA*  dr  Caaafucrtp  dio  au 
«probnrii'in  <•!  l."i  d«'  febrrro  do!  niiamo  aflo.  El  iniport«>  dr  la  obra,  qu» 
fui  0..'><)()  p«iop,  fuo  sufraitado  p<ir  el  .«ortor  Torrra  Asrrcó  una  oapr- 
lUnla  <lr  rapitii!  dr  3.0X1  p.-n>i  p-irn  rl  rfctor  drl  colrrio  El  Dr  D 
.\ntonio  Villiuonur  y  Monroy  lutii^nó  2.()UU  pmaa  H  .10  de  enero  d« 
I72fi.  y  rl  M-Oor  Torrta  oiroa  .'i.OOO. 

Diccionario  Vnirrrtni  itf  Hiwloria,  IV.  t*f . 


37 


ferido  por  un  obispo,  no  choca  como  choca  la 
coronita  o  tonsura  que  por  sí  se  confieren  varios 
de  los  colegiales  de  algunos  seminarios,  de  los 
acólitos  de  algunas  parroquias  y  de  los  jóvenes  de 
algunos  oratorios  de  S.  Felipe  Neri,  que  desde 
luego  no  se  han  creído  inferiores  á  los  regulares, 
novicios  y  coristas,  que  se  hacen  cerquillo  ó  co- 
rona no  siendo  esto  otra  cosa  q.  la  tonsura  anti- 
gua, clerical  secular. 


SAN    ILDEFONSO 

43.  La  multitud  de  jóvenes  que  ocurría  á  los 
colegios  que  los  jesuítas  fundaron  muy  luego  de 
su  venida,  no  obstante  a  estar  ya  fundados  los 
colegios  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  S.  Gregorio,  S. 
Bernardo  y  S.  Miguel,^^  el  año  de  1588,  según 
se  verá  después,  tuvo  necesidad  el  P.  Provincial 
de  dichos  PP.  Antonio  de  Mendoza,  de  fundar 
otro  colegio. 

44.  Al  efecto  tuvo  licencia  del  Ecsmo.  Sr.  Vi- 
rey  D.  Alvaro  Manrique  de  Lara  espedida  en 
29  de  julio  de  1588  y  fundó  el  colegio  de  S.  Ylde- 
fonso  con  esta  denominación  y  la  de  S.  Bernardo 


42 
El  Colegio  de  San  Podro  y  San  Pablo  fué  fundado  el  6  de  septiem- 
bre, 1573;  el  de   San  Gregorio    (el  antiguo)  el  10   de  enero  de   157.5;  los 
de  San  Bernardo  y   San  IMiguel,  el  28  de   noviembre  de  1576.     Vey- 
tia.  Apuntes,   MSS  ,  Col.  García. 


38 


en  1."  de  agosto  del  espresado  año;"  uniéndo- 
sele al  mismo  dia  el  colegio  de  S.  Bernardo,  al  que 
antes  se  habian  agregado  los  de  S.  Miguel,  si  es 
que  este  era  distinto  del  de  S.  Bernardo  y  el  de 
S.  Gregorio.  Se  erigió  con  treinta  colegiales  y 
muchos  seminaristas  ó  porcionistas,  teniendo 
todos  por  trage  el  de  mantos  de  color  leonados  y 
becas  moradas,  rector  jesuita  distinto  del  de  los 
otros  colegios  y  una  dotación  de  rentas  regular  y 
de  mejor  susistencia  q.  la  de  los  otros. 

45.  Así  había  florecido  con  edificio  mas  capaz 
y  decente  cjue  el  que  tenian  los  colegios  anteriores, 
pero  carecia  de  las  preeminencias  de  antigüedad 
ó  canas  en  protección  y  patrona.sgo  Jíeal  que  no 
tenia:  y  al  mismo  tiempo  el  de  S.  Pedro  y  S. 
Pablo  estaba  muy  arruinado  en  lo  material  por 
las  inundaciones  que  en  aquellos  tiempos  huljo 
en  México.  Y  en  lo  formal  pedia  mucho  remedio, 
el  resultado  de  desavenencias  entre  sus  primeros 
patronos  fundadores  y  los  jesuitas  encargados  de 


43 

Hubluniio  tic  San  Circicorío,  (iic«  Vrytia  rn  sus  ApunU*  "Dur6 
hasta  el  uAo  de  1.5S2  en  que  loo  Jesuitaii  tu\-irron  orden  de  su  Geni.  p*r« 
deshaser  ratr  rolexio  y  otro  que  avian  fundado  bazo  la  advocación  de 
S."  Bcrnanlo,  y  re<luoírlos  a  uno  solo,  como  lo  hirieron,  sacando  de  cate 
de  San  On-Korío  lus  roloKialco.  y  tmaindándolos  al  de  S."  Bernardo, 
que  estaba  rontinuo  al  de  colegiala»  llani.ido  entonre»  de  S."  Pedro 
y  S."  Pablo,  y  de  loo  dcw  S.''  Uernnnlo  y  ."<  "  Grojrorio  se  hito  uno  solo 
pero  mudada  la  advoourión.  poniur  dcMlo  ontonrcs  w-  llamó  el  colecio, 
«|p  S."  YKIpfoiiso  •■ 

No  hciiKvt  po<li<lc>  encontrar  ninitún  romprohante  que  ron&rme 
lo  asentado  n<|u(  n-appcto  a  la  denominarión  <lc  f-t»-  rolrrio  pnmera- 
incnfe  ooni»  ."^  "  IKIrfonso  y  S."  Bernardo. 


39 


su  dirección,  la  que  alternativamente  estuvo  ya 
en  estos,  ya  en  clérigos  seculares,  por  nombra- 
miento de  los  patronos  y  ya  en  fin  en  la  de  dos 
SS.  Ministros  de  la  audiencia  D.  Francisco  Vi- 
llagra  y  D.  Juan  de  Quesada,  en  calidad  de  de- 
posito y  mientras  el  Rey  providenciaba  lo  conve- 
niente.   Véase  el  n.°  80. 

46.  Los  PP.  Jesuítas  hablan  ocurrido  a  S.  M. 
deduciendo  el  derecho  que  tenian  por  la  mucha 
parte  que  tuvieron  en  la  fundación  del  de  S.  Pedro 
y  S.  Pablo,  para  gobernarlo.  Por  otra  parte  va- 
rios de  los  patronos,  convencidos  prácticamente 
de  que  el  gobierno  de  muchos  no  puede  ser  acer- 
tado, ora  se  volvían  á  los  jesuitas,  ora  se  desis- 
tían; llegando  hasta  á  implorar  q.  los  PP.  domi- 
nicos se  encargasen  de  la  administración  del  co- 
legio: por  fin,  unos  se  desentendieron  de  sus  de- 
rechos y  los  mas   dieron  sus  patronasgos  en  el 

44 

rey. 

47.  En  concepto  de  todo  Felipe  III  mandó 
por  cédula  de  29  de  mayo  de  1612,  q.  el  colegio 
de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  se  uniese  al  de  S.  Ylde- 


44 
"Se  menoscabaron  mucho  las  rentas,  y  se  perdieron  muchos  prin- 
cipales, por  la  mala  administración,  y  aviendo  muchos  de  los  Patronos 
cedido  su  derecho  en  el  Rey,  mandó  el  Marq.^  de  Montes  Claros  que 
de  las  rentas  que  se  fuesen  cobrando,  se  pagase  el  pra.'  á  los  que  no 
avian  cedido  en  el  Rey  su  derecho,  y  quedóse  la  provisión,  y  presen- 
tación de  todos  los  colegiales  á  favor  de  S.  M.  como  se  exequtó,  y  assi 
se  dio  qu.*"  al  Rey  por  el  Rl.  Acuerdo."  Veytia,  Apuntes,  MSS,  Co- 
lección García. 


40 


fonsD,  sin  que  niiiKuno  de  lo.s  dos  colegios  jxTdiese 
ninguna  de  sus  escenciones,  sino  que  antes  se  las 
comunicaran,  quedando  desde  allí  formado  un 
solo  colegio,  bajo  la  inmediata  y  real  protección, 
a  cargo  y  administración  de  los  PP.  de  la  compa- 
ñía en  México.  En  tales  términos  se  hizo  la  unión 
de  los  colegios  jurídica  y  privadamente,  por  los 
años  de  G 14,  el  17  de  enero  del  mismo  año,  aunque 
por  otras  congeturas  parece  que  había  sido  desde 
el  año  de  1G12.  Como  quiera  que  haya  sucedido 
esto,  consta  de  docuuicntos  ecsistentes  que  en  17 
de  enero  de  1G18  se  unieron  dichos  colegios  ha- 
ciendo uno  ci.  llevó  desde  entonces  la  denomina- 
ción del  Real  colegio  de  S.  Pedro,  S.  Pablo  y  S. 
Yldefonso  de  México,  cuyo  acto  se  solemnizó 
con  la  autorización  de  lo  principal  de  México  que 
asistió  a  ello.'*''  Sobre  este  art."  véanse  la  his- 
toria del  P.  Francisco  B'lorencía,  un  testimonio 
con  el  título:  Licencias  para  la  fundación  de  los 
colegios,  pieza  no.  1,  p.  65  a  G7,  y  la  copia  sacada 
del  Lib.  dea  4."  llamado  de:  Usos  y  Costumbres  del 


4.". 

El  P.  Florrn"in  dicr  sobrt*  c^tc  particular'  "Í.Iamaso  Colpfio  de 
i*^.  Ildefonso  por  niaixlado  do  su  Majestad,  y  pcnlirron  todoa  los  tí- 
tulos mic  t<>iiian  antea  de  .S.  Pedro  y  S.in  Pablo.  S.  Bernardo,  efe  A 
lo  i|ue  parerr  di-  los  papeles  anlÍKuna  ....  y  debió  de  m&ndar  rl  Rey 
se  llnniaso  luwi."  ]'  Fioreneia.  llittoiia  'U  la  Compañía.  Ijb  III.  p. 
177 

Veytia.  en  mu»  Apuniff,  confirma  oiia  opiniAn  diciendo:  "Por 
una  cédula  del  aAo  de  lOIK  mandó  el  Roy  que  (unte  un  solo  Cot«(io 
baxo  la  advocación  de  .S  "  Vlclefon-to  y  le  eripó  en  Colesio  Re«J."  Vey- 
tia, Apuiitm.  .M.*<S.  Colección  García. 


41 


año  de  1750,  p.  36  y  374,  y  la  gaceta  de  México 
de  enero  de  1730.*^ 


46 

Copiamos  a  renglón  seguido  la  noticia  do  la  Gaceta  de  México, 
de  enero  de  1730,  por  ser  extensa  y  dar  algunos  detalles  interesantes. 

"El  23  se  celebro  con  toda  solemnidad  en  esta  Santa  Iglesia  Me- 
tropolitana al  Señor  S.  Ildefonso,  y  también  en  su  Real  Colegio  Semi- 
nario, fundado  á  17  de  Enero  de  618  por  el  Exemo.  Señor  Virrey  Don 
Diego  Fernandez  de  Cordova,  Marqués  de  Guadalcazar  con  diez  y 
ocho  establecimientos  muy  oportunos  para  la  educación  de  sus  Cole- 
giales, en  que  mandó  que  (pues'as  sobre  su  puerta  las  Armas  Reales 
por  el  Patronazgo  universal  de  su  Magestad)  huviese  doze  Colegiales 
que  traxesen  Veca  verde,  y  fuesen  artistas,  y  Theologos  oyentes  de 
estas  facultades,  y  sus  colegiaturas  se  diesen  por  seis  años,  bastantes 
para  sus  estudios,  y  cursos,  y  graduarse  de  Bachilleres,  y  uno  que  se 
les  dio  de  Hospedaje,  y  pasados,  se  proveyesen  luego  sus  colegiaturas  en 
otros,  y  que  estuviesen  sugetos  al  govierno.  y  corrección  del  Padre  Rec- 
tor, y  sus  Delegados,  y  pudiese  el  Rmo.  P.  Provincial  despedirlos;  pero 
dando  cuenta  á  S.  Exc.  que  es  el  que  ha  de  nombrarlos  absolutamente, 
considerando  fuesen  \-irtuosos,  buenos  Estudiantes,  é  hijos  de  perso- 
nas calificadas  de  este  Reyno,  que  fuesen  criados  del  Rey,  y  que  luego 
que  vacase  por  ausencia,  muerte,  6  cumplimiento  de  los  seis  años  algu- 
na colegiatura  el  P.  Rector  diese  a\nso  á  >S.  Exc.  para  que  la  proveyese 
luego,  y  que  se  cantase  una  Misa  dia  de  San  Ildefonso  por  su  Mages- 
tad,  y  se  orase  por  su  Real  salud,  y  que  el  P.  Rector  administrse  lo  es- 
piritual, y  temporal,  y  tuviese  todos  los  bienes  por  inventario  para 
dar  razón  á  S.  Exc.  en  caso  de  diminución,  ó  aumento  para  el  acre- 
ce, 6  acreces  «ie  las  colegiaturas,  y  que  siempre  que  S.  Exc.  qui.siese, 
pudiese  embiar  uno  de  los  Señores  Oydores  de  esta  Audiencia,  y  que 
no  se  pudiesen  enagenar  los  bienes  sin  orden  de  S.  Exc.  y  que  esté  uni- 
do al  Seminario  de  San  Ildefonso,  y  guarde  sus  estatutos  y  ordenes,  y 
los  que  guardan  los  Colegiales  que  S.  M.  mantiene  en  el  Colegio  de 
San  Martin  de  Lima,  y  que  se  juren,  y  haya  libro  en  que  esté  la  funda- 
ción, nominaciones,  entradas,  y  salidas  de  los  Colegiales,  y  q.  fuese 
Rector  de  este  Colegio  Real,  y  su  nueva  fundación  el  P.  Diejo  I/urios, 
y  el  Rmo.  P.  Provincial  Nicolás  Arnaya  la  aceptó,  y  sus  estableci- 
mientos, y  el  Señor  Fiscal  de  S.  M.  D.  Juan  Suarez  de  Ovalle  presentes 
á  este  acto,  celebrado  ante  Martin  López  de  Gaona,  Escribano  de  Ge- 
vernacion  "    Gacft'i  de  México,  Enero,  1730. 


42 


SAN   BERNARDO  Y  SAN   MIGUEL 

48.  Xo  ciihieiMlo  en  los  colegios  anteriormente 
fundados  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo  y  de  S.  Ciregorio 
la  multitud  de  estudiantes  que  ocurrían,  tuvo 
necesidad  el  P.  Pedro  Sánchez  de  fundar  este 
colegio  que  denominó  de  S.  Bernardo  y  S.  Mi- 
guel, y  en  efecto  fundó,  sin  saberse  el  día  en  que 
lo  verificó,'*'  constanrlo  solo  que  la  fundación  la 
habia  hecho  sin  autorización  del  superior  gobierno 
y  solo  consta  que  subsanó  el  tal  defecto  en  la  li- 
cencia que  con  tal  calidad  le  concedió  el  virey  en 
2S  de  nov.*"  de  1576.  El  citado  testimonio,  pieza 
n.°  1,  f.  17  vta. 

49.  F^ste  colegio  de  S.  Bernardo  y  S.   Miguel 


47 

"Fundó  el  Padre  Pedro  Sanchei  en  los  »Bos  ««.'"  de  1575  y 
1Ó/6  otro»  doe  CoIpríos  con  el  titulo  de  fVmiiiftrios  de  Convirtom  6 
porcionistns  el  uno  f-n  una  rasa  contigua  á  su  Yf.'  de  8."  Gretono 
baxo  la  advocación  de  S."  Bernardo  en  la  r.isa  en  que  hmsta  entonce* 
avia  estado  el  de  ."^n  Pedro  y  S."  Bernardo  en  la  casa  en  que  hasta 
entonces  avia  estado  el  de  .San  Pedro  y  S."  Pablo  y  al  principio  aerna 
como  he  dicho  p.'  alg '""cstudiantea  q."  estaban  de  pupilos,  q.  baata 
oste  tiempo  no  tubo  nombre  de  Coleirio  y  oy  es  conocido  por  el  de  el 
Rosano.  como  dirí  después."  Veytia.  ApunJe»,  M.SS.  ColeceiAn   Garría 

El  Padre  Florencia  se  refiere  a  dos  colejrios  distintos  uno  San  B«"r- 
nardo  y  otro  Siin  .Miguel.  "En  los  dos  aflos  siguientes.  '  dice  el  P.  Flo- 
rencia, "ya  tenia  el  P  .Sanchci  fundados  otros  tres  seminarias  de  coo- 
victorra  uno  con  nombre  S.  Gregorio,  otro  de  S.  Bernardo,  y  el  otro 
de  S.  Miguel." 

En  los  ApunU4  de  Veytia  ya  citados  no  h»y  niencióa  alguna  de 
San  Miguel  y,  como  vemos.  Osorc»  cree  que  San  Bernardo  y  San  .Miguel 
fuó  uno  solo.  .No  ne  puede  asegurar,  pues,  nada  acerca  de  SuiMiguel. 
fundado  sobre  los  datos  contradictorios  que  lenemoa  a  la  rtata. 


43 


se  agregó  al  de  S.  Yldefonso  el  dia  de  la  solemne 
erección  de  este,  ó  en  primero  de  agosto  de  1588. 
No  antes  de  esta  fecha,  porque  entonces  no  hu- 
biera podido  escribir  bien  el  P.  Florencia  en  la 
historia  de  la  provincia  de  los  Jesuítas  de  X.  E. 
(X.°  291)  que  los  cuatro  seminarios  jesuíticos 
habían  hecho  gran  expresión  de  dolor  con  el  fa- 
llecimiento del  P.  Diego  López  en  9  de  abril  de 
1576:  Luego  hasta  allí  ecsístían  separados  los 
cuatro  colegios  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  S.  Grego- 
rio, S.  Bernardo  y  S.  Miguel,  y  S.  Yldefonso,  y 
la  fecha  del  fallecimiento  en  que  ya  ecsístían  dichos 
cuatro  colegios,  convence  que  el  de  S.  Bernardo 
y  S.  Miguel  aunque  sin  licencia,  se  fundó  antes 
áe  abril  de  1576.^1 

50.  Tampoco  se  puede  procrastinar  su  agre- 
gación a  S.  Yldefonso  hasta  el  año  de  1612  como 
escribió  dicho  P.  Florencia  en  su  citada  historia 
(n.°  183),  en  virtud  de  la  cédula  de  Felipe  III 
dada  en  ^Madrid  á  29  de  mayo  del  citado  año, 
en  lo  que  se  ha  padecido  grande  equivocación, 
pues  en  tal  cédula  ni  siquiera  se  nombran  los  co- 
legios de  S.  Gregorio  y  de  S.  Bernardo  y  S.  Miguel; 
á  la  data  de  la  cédula  ya  no  ecsistian  separados 
mas  que  S.  Yldefonso  y  S.    Pedro  y  S.  Pablo.^^ 


48 

Véanse  las  dos  notas  anteriores   y  la  43  sobre  el  particular. 

49 
Si  San  Ildefonso  se  fundó  en  1588,  lo  que  asienta  Osores  es  indis- 
cutible, pero  segiin  Vej-tia.  el  P.  Florencia  y  el  P.  Alegre,    fué  en  1532 
o  1583.    Véase  la  nota  43. 


44 


Desde  luegf)  cpie  el  de  S.  Bernardo  y  S.  Miguel  se 
hahia  unido  al  de  San  Yldefonso  antes  de  feb." 
de  \')9'A,  pues  fjue  el  capital  de  607  ps.  con  que 
Vsabcl  Acevedo  niuger  de  Diego  Orellana  fundó 
una  capellania  dejando  el  patronato  de  ella  aJ 
rector  y  cf)lefíiales  de  S.  Hernartlo  y  S.  Miguel,  «• 
redimió  al  colenio  de  S.  Yldefonso  en  20  del  citado 
mes,  y  el  P.  Martin  Pelaes  lo  impuso  en  bienes 
de  Alonso  Ijopez  Calderón,  quien  lo  redimió  en 
18  de  mayo  de  1598  al  P.  Juan  ile  Agorondo, 
rector  segunda  vez  de  S.  Yldefonsí).  Consta  así 
del  cuad."^  ó.°  de  8Ü  ff,  á  la  49  vta.  que  contiene 
la  razón  de  censos  y  rentas  que  el  colegio  actual 
tenia  en  pro  y  contra,  hasta  8  de  set.'^"  de  1751. 
formado  cuando  la  ocupación  del  colegio  por  el 
estrañamiento  de  los  jesuitas. 

51.  A  este  colegio  de  S.  Bernanii»  y  >.  Mi- 
guel se  le  habia  uniílo  el  de  S.  Cwegorio  antes  que 
el  mencionado  de  S.  Bernardo  se  uniese  al  de  S. 
Yldefonso:"^*  de  consiguiente,  antes  de  agosto 
de  15SS,  y  no  en  1G12  como  equivocadamente 
quiso  el  P.  Ijorencia. 


.V) 
Según  Wytia.  San  GroRorio  y  San  Bernardo  50  iinirjvn  par»  for- 
mar San  IltlcfoiLiu.  Qur  p:ira  1612  no  oxisttan  más  r<^lrtrir«  Jrsuttaa 
<ivic  San  Iltlcídiiso  y  Sjín  I'o<lro  y  San  Pablo  roníirnia  r»tp  dalo  .  Ea 
ilr  lómame  rn  cuenta  ijur  rl  hecho  de  no  hallarse  dalos  eonrrrloii  sobre 
la  uniñn  de  e^(l>^  <lo«  euleciiis  a  San  Ildefun.<o  prueba  i|Ue  eran  parte 
inleurante  ile  fvir  cli-xile  sil  fundaeíAn  en  l.^Sj. 


45 


SAN  GREGORIO 


52.  Este  colegio  no  es  el  mismo  que  presén- 
teme*' ecsiste  en  México:  fué  otro  muy  distinto 
y  no  como  el  insinuado  que  es  para  indios  sola- 
mente. El  colegio  de  S.  Gregorio  de  que  aquí  se 
habla,  lo  fundó  por  los  motivos  que  el  anterior,  el 
provincial  de  los  jesuítas  P.  Pedro  Sánchez,  con 
licencia  del  virey  dada  en  19  de  enero  de  1575, 
con  calidad  de  que  el  patronato  de  este  colegio 
de  S.  Gregorio  se  le  reservaba  al  rey,  quien  apro- 
barla y  confirmarla  sus  constituciones,  pudiendo 
los  vireyes  visitar,  corregir  y  tomar  las  cuentas 
del  colegio.  El  espresado  testimonio  en  la  pieza 
n.°l."f.  16v. 

53.  Se  agregó  al  de  S.  Bernardo  y  San  Miguel 
antes  que  este  se  uniese  al  de  S.  Yldefonso.^^ 
Ciertamente  no  se  unió  hasta  1612  como  dijo  el 
P.  Florencia,  y  se  ha  manifestado  arriba;  pero 
tampoco  consta  determinadamente  el  año  que 
se  incorporó.  Se  tienen  sin  embargo  estas  noticias : 
que  un  capital  de  500  ps.  con  que  el  mencionado 
P.  Sánchez  fundó  una  capellanía  en  favor  del  Co- 
legio de  S.  Gregorio,  pasó  al  colegio  de  S.  Bernar- 
do, siendo  rector  de  este  el  P.  Bernardino  Llanos, 
quien  lo  gastó  en  provecho  del  colegio  de  S.  Ber- 


51 

Véase  la  nota  47;  también  la  50  sobre  este  particular. 


46 

nardo,  (juc  (lucdó  con  la  obligación  de  la  capella- 
nia.  El  referido  cuad.°  5.°  f.  44;  y  de  contado 
ol  P.  Llanos  fin'  rector  antes  del  año  de  1G05.  Que 
otro  capital  de  300  ps.  do  una  capellanía  á  favor 
del  colegio  de  S.  Gregorio  que  reconoció  Francisco 
Duián,  se  le  redimió  y  entregó  al  rector  de  S. 
Yldcfonso  en  9  de  oct/^  de  1591,  según  el  recibo 
que  dice:  "Yo  Martin  Felaes,  rector  del  colegio 
de  S.  Yldcfonso  de  México  en  el  cual  está  incor- 
porado el  de  S.  Gregorio  de  esta  ciudad,  roí-ihí 
etc."  Dho.  Cuad.*»  f.  49. 

ó4.  Así  que  resulta  de  lo  dicho  que  S.  Gregorio 
se  unió  al  de  S.  Bernardo  y  S.  Miguel,  que  estos 
se  unieron  al  de  S.  Yldefonso,  y  que  con  ellos  se 
unió  el  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo  privadamente  en 
1012,  juridicamcnte  y  sin  solemnidad  en  1014,  y 
con  toda  ella,  en  17  de  enero  de  1618.*' 

55.  Si  los  jesuítas  posteriormente  h  1588  resu- 
citaron el  colegio  de  S.  Gregorio,  el  mismo  de  que 
se  ha  hablado,  no  es  cosa  constante,  pero  si  lo  es 
que  en  la  gaceta  de  díc/'"  de  1728  impresa  en  Me- 
.\íco  se  habla  como  de  una  cosa  mucho  antes 
ecsistente  del  colegio  de  S.  Gregorio  de  la  Com- 
jiañía  do  Jesús,  dotado  de  la  obra  pía  que  dejó 
I).  Juan  ih  Ghavarría  para  sustento  de  los  reli- 


52 
Esta  conriusión  va  ermdn  en  cjur  asume  <iu«  San  Ildcfooao  fué  un 
colegio  distinto  de  loa  otros  y  (|uc  a  ^1  se  unieron  loa  demia.  Lo  mia 
probable  en  viatn  de  los  datos  de  (]Ue  disponenice  es  que.  eomo  Ve)-tia 
afirnin,  los  otros  se  unieron  e  ineorpontron  bnjo  la  nueva  advocación 
de  San   Ildefonso.     \'ías«'  la  nota  A3 


47 

giosos  de  la  misma  Compañía,  porque  instruyan 
y  prediquen  á  los  indios:  que  entonces  se  mante- 
nían en  el  mismo  colegio  de  limosna  catorce  pe- 
queños indios  con  renombre  de  colegiales,  pero  sin 
forma  ni  insignia  de  tales,  enseñándoseles  la  doc- 
trina cristiana.    Véase  el  n.°  87  y  el  n.°  91.* 

56.  Cuando  la  espatriacion  de  los  jesuítas  en 
1767  el  colegio  fue  también  ocupado  y  duró  algún 
tiempo  cerrado,  hasta  q.  la  junta  superior  de  apli- 
caciones de  lo  q.  hablan  administrado  los  jesuítas, 
tomó  en  consideración  este  colegio,  mandándolo 
abrir,  reorganisandolo,  mejorándolo  y  dándole 
constituciones  que  formó  el  Eminentísimo  Sr. 
Lorenzana,  y  se  aprobaron  en  real  cédula  de  15 
de  abril  de  1770,  titulada:  Para  gob.*'  del  colegio 
Seminario  de  S.  Gregorio  de  México»  de  indios 
caciques,    principales    y    maseguales.^^ 

*  [Nota  del  original]  El  citado  D.  Juan  Chavarria  y  \'a!ero  dio 
p."  fundación  del  colegio  de  Sn.  Gregorio  40,000  ps.  fuera  de  mas  de 
30,000  q.  dio  p."  [El  original  está  cortado  aquí]  en  el  Zodiaco  Mariano, 
dado  a  luz  por  el  P.  Juan  Antonio  Obiedo.  Parte  2.*  Cap.  S  párrafo  3. o 
Por  estar  averiado  el  original  ponemos  la  cita  completa  que  lee:  El 
Capitán  D.  Juan  de  Chavarria  Valero  (fué  movido)  a  que  hiciese  nue- 
va iglesia  al  Colegio  de  S.  Gregorio,  en  que  gastó  mas  de  treinta  mil 
pesos,  y  que  después  añadió  para  fundación  <!el  mismo  colegio  otros 
quarenta  mil  peso.s."  0\'íedo  Zodiaco  Mariano  108. 

53 
"Esta  contiguo,  [El  Colegio  de  San  Gregorioj  a  la  iglesia  de  xa- 
calthepan,  que  quedó  para  religiosos  Jesuitas  destinados  á  la  instruc- 
ción, y  enseñanza  de  los  Yndios,  assi  en  el  cathecismo  y  doctrina  Chris- 
tiana,  como  en  las  primeras  letras,  de  leer,  y  escrivir,  y  de  el  mismo 
modo  continua.  El  Colegio  casi  se  ha  fabricado  de  nuevo,  en  estos 
últimos  años  y  en  la  Yglesia  se  han  hecho  los  techos  de  bóveda,  y  otras 
obras  que  la  han  mejorado,  pero  en  lo  substancial  de  sus  medidas,  y 
fabrica  es  la  misma  que  labró  el  cazique  D."  Antonio  Cortes."  Vey- 
tia,  Apuntes,  MSS,   1756,  Colección  García. 


48 

57.  En  nov.''  de  1824  el  conp-eso  gral.  mexicano 
mandó  agrefíar  á  este  coleíjio  las  casas  y  rentas 
(\w  peculiannente  hiihian  [X'rtenecido  al  hospital 
gral.  de  naturales  q.  se  hallaba  vacio,  y  en  enero 
de  1828  se  ha  hecho  iniciativa  en  la  cámara  de 
diputados,  para  q.  al  colegio  de  S.  Pedro,  S.  Pablo 
y  S.  Yldcfonso,  se  unan  el  de  Santos  y  este  de  S, 
Gregorio;  si  así  se  decretare,  volverá  al  estado 
de  su  segunda  época. 


SAN    PEDRO    Y    SAN    PABLO 

58.  En  2.3  de  .set."  de  1572  que  llegaron  a  Mé- 
xico los  primeros  jesuitas,  los  seminarios  de  esta 
ciudail  si  anteriormente  tuvieron  alguna  vez  for- 
malidad y  no  eran  esclusivos  en  los  lugares  de  su 
dotación  para  indios  principales  de  10  á  12  años, 
y  otro  para  huérfanos  mestizos,  las  historias  de 
aquellos  tiempos  y  suerte  que  han  tenido  hasta 
acjuí,  persuaden  enteramente  hallarse  en  aquella 
fecha  y  mucho  después  en  un  estado  de  nulidad 
absoluta,  que  hacia  no  poder  contar  con  ellos  pa- 
ra nada. 

59.  En  tal  concepto,  dichos  jesuitas  para  em- 
pezar la  enseñanza  de  los  niños  como  su  principal 
instituto,  solicitaron  la  fumlacion  de  colegios  en 
los  sermones  que  predicaban  en  la  catedral,  sin- 
gularmente el  \.'  P.  Pedro  Sánchez,  que  en  varias 
de  sus  ecsortacioncs  hei'has  ante  los  tribunali^  y 
autoridades,  que  asistian  a  dicha  iglesia,  propuso: 
"(^ue  ó  los  ricos  (|ue  no  tuviesen  herederos  funda- 


49 


sen  colegios,  ó  los  que  no  tuviesen  tanta  propor- 
ción se  mancomunasen  y  fundasen,  ó  juntos  ó 
cada  uno,  una,  dos  o  las  mas  becas  que  pudiesen 
para  sus  hijos,  nietos  ó  parientes,  de  que  tuviesen 
el  patronato  y  sucediesen  en  él  sus  legítimos  he- 
rederos ....  y  para  que  no  pareciese  que  en  lo 
que  se  proponía  se  quedaba  la  compañía  fuera, 
esta  ofrecía  la  industria  y  cuidado  de  los  jesuítas 
en  la  dirección,  en  la  enseñanza  y  fomento  que 
de  su  parte  pudiese  aplicar."  El  P.  Florencia  n.° 
170. 

60.  Oído  esto  por  los  SS.  Virey  y  arzobispo 
poco  después  le  dijeron  al  P.  Sánchez  cada  uno 
á  su  vez,  que  los  habla  sacado  de  un  cuidado ;  que 
era  el  tener  donde  recoger  á  la  juventud  estudiosa. 
El  mismo  autor  n.°  161. 

61.  Antes  que  el  P.  Florencia,  habla  escrito 
el  P.  Andrés  Pérez  de  Rivas  en  su  historia  de  la 
provincia  de  jesuítas  de  N.  E.  muchas  veces  vista 
por  los  PP.  Florencia  y  Alegre,  lo  que  se  lamen- 
taba al  advenimiento  de  los  jesuítas  la  falta  de 
colegios,  añadiendo:  "Tanto  mayor  lástima  era 
y  dolor  causaba  á  la  novilisima  ciudad  de  Méxi- 
co el  no  tener  en  aquel  tiempo  quien  se  encarga- 
se de  su  cultura  y  crianza.  .  .  .  Las  sagradas 
religiones  que  eran  las  que  podian  tomar  a  su 
cargo  esta  empresa,  estaban  santisimam.'^  ocu- 
padas en  doctrinar  una  inmensidad  de  buenos 
cristianos,  que  hablan  engendrado  en  Cristo.  En 
la  Universidad  solo  habla  un  preceptor  de  gramá- 

Nuevos  Documentos — -t 


50 


tica,  fjuc  no  era  bastante  para  enseñar  una  tan 
numerosa  Juventud,  como  la  de  México.''  ídem. 
n."  206. 

62.  Por  otra  parte,  experimentaban  los  Je- 
suítas, que  ol  mucho  ropalo  de  las  casas  de  los 
acomodados,  y  la  falta  de  proporciones  y  reco- 
gimiento en  las  de  los  pobres,  así  como  la  jo'an 
falta  de  ca.sas  de  estudiantes  que  habia  entonces 
en  México,  impelió  al  P.  Sánchez  á  "conferir  la 
fundación  de  un  colegio  con  el  virey  D.  Martín 
Henriqucz  que  lo  deseaba  y  con  el  arzobispo  elec- 
to D.  Pedro  Moya  Contreras,  y  con  el  cabildo 
eclesiástico,  quienes  por  falta  de  medios,  aunque 
quisieran  ejecutar  lo  que  dispone  el  concilio  de 
Trento  acerca  de  la  erección  de  seminarios,  no 
podia.  Ix)  confirió  también  con  algunas  |)ersonas 
de  la  ciudad  que  veian  con  evidencia  la  importan- 
cia do  la  fundación,  sin  alcanzar  para  ella  el  me- 
dio. "    ídem  n.°  169. 

63.  Este  lo  proporcionaron  los  ofrecimien- 
tos de  muchos  republicanos  que  se  presentaron 
á  los  jesuítas  de  resultas  do  los  sermones  en  so- 
licitud <lo  líi  funilacion.    Id.  n."  172. 

64.  Contando  con  lo  referido  se  acordó  y  rea- 
lizó la  fundación  del  colegio  en  el  dia  y  forma  que 
constaba  escrita  en  un  libro  de  caja,  formado  en 
1."  de  enero  de  1.584,  con  el  titulo  de:  "Libro  de 
Hacienda  del  colegio  de  los  glorio.'íos  y  bienaven- 
ttnados  apostóles,  en  que  esta  la  razón  de  su  fun- 
dación, fundadores  etc.  "    Rxta  razón,  que  es  bien 


51 


difusa  y  consta  desde  la  primer  foja  de  dho.  libro, 
la  transcribió  el  P.  Florencia  (n.°  172,  cap.  14, 
Lib.  3.°)  insertando  literalmente  la  licencia  que 
el  virey  D.  Martin  Henriquez  dio  para  la  funda- 
ción en  12  de  agosto  de  1573,  ante  Juan  de  Cuevas, 
escribano  de  la  gobernación.   N."  173. 

65.  El  mismo  P(adre)  en  los  números  siguientes 
da  razón  de  que  en  6  de  set."^^  de  1573  en  que  se 
formalizó  la  erección  del  colegio,  se  juntaron  los 
primeros  patrones,  que  nomina,  que  estos  tenian 
hasta  allí  situada  renta  para  ocho  colegiales:  se 
declararon  patronos,  comenzaron  a  celebrar  ca- 
bildos, dieron  varias  providencias  y  entre  ellas 
q.^  el  habito  de  los  colegiales  habia  de  ser  de  bu- 
riel; paño  obscuro,  las  becas  de  paño  morado,  las 
mangas  de  añascóte  negro,  y  para  dentro  del  co- 
legio chamarras;  turcas  negras.  En  aquel  mismo 
cabildo  pidieron  al  P.  Provincial  Pedro  Sánchez 
la  casa  que  tenia  para  Seminario  de  convictores, 
que  franqueo  desde  luego  con  calidad  de  que  los 
patronos  diesen  mil  ps.  para  sustentar  convicto- 
res  pobres  que  morarían  juntos  con  los  colegiales, 
los  dos  ó  tres  años  siguientes,  hasta  hallar  casa 
para  separarlos. 

66.  Posteriormente  hicieron  otros  cabildos  en 
que  se  aumentó  el  número  de  patronos  hasta 
veintiocho,  que  dotaron  al  colegio  con  un  capital 
de  42  mil  ps.  sin  el  edificio,  para  veintiocho  cole- 
giales y  dos  fámulos:  recibieron  también  los  co- 
legiales hasta  completar  el  referido  número,  y 


52 


fueron  los  que  ILsta  dicho  Padre  y  para  la  primer 
función  pul)lica  en  quo  salieron  en  comunidad  los 
colegiales  (jue  fue  en  1."  de  nov.*  de  l.'>73,  para 
ir  á  felicitar  á  los  alumnos  del  colegio  de  Santos, 
(jue  en  este  (lia  hal)¡a  instalado,  se  les  bendijeron 
los  hábitos  ({W  vistieron  i>or  la  primera  vez, 
designándoles  por  el  orden  y  lugar  en  q.  habian 
de  ir.  N."  174  á  1S4."^* 

67.  También  consta  la  fundación  de  este  cole- 
gio en  un  capitulo  del  lib.  de  á  4.°  titulado  de  usos 
y  costumbres  formado  el  año  de  1750,  desde  la 
foja  30,  así  como  del  primer  libro  de  cabildos  que 
principió  en  G  de  set."""  de  1573  que  ecsiste  en  el 
archivo.  De  este  lii)ro  y  primer  cabildo  se  saca 
ademas  de  lo  dicho,  que  los  colegiales  habian  de 
tener  doce  años  de  edad.  f.  1."  Que  la  antigüedad 
ú  orden  no  se  les  fijó,  sino  hasta  16  de  ab.  del  año 
siguiente:  cj.  los  familiares  habian  de  vestir  man- 
to de  paño  buriel  con  un  escudo  de  plata  y  las 
imágenes  de  S.  Pedro  y  S.  Pal)lo,  sin  Ix'ca:  que 
estos  durarian  tres  años,  dándoseles  un  manto  al 
entrar,  y  seis  ps.  cada  año  para  zapatos,  f.  3. 
Que  dichos  patronos  dieron  al  colegio  constitu- 
ciones en  2  de  octubre  ile  15S2  que  se  copian  en  la 
f.  49  y  en  la  constitución  12  se  añade  que  la  beca 
de  los  colegiales  sea  morada  con  rosca,  y  sin  ella 
los  convictores. 


Florfiicin.  //M/i>rm  (/»• /n /VoriiiCKi         I.ib   III.  Caps   XIV  \  XVI 


53 


68.  Este  colegio  alternando  su  gobierno  á 
dirección  ya  de  los  jesuítas,  ya  de  los  patronos 
por  medio  de  rectores,  unas  veces  clérigos  secula- 
res y  otras  jesuítas,  se  puso  en  decadencia,  y  fué 
el  objeto  de  pleitos  ruidosos  entre  la  compañía 
y  los  patronos,  lo  q.  hizo  necesario  para  su  bene- 
ficio y  el  de  S.  Yldefonso  el  unirlos,  del  modo  q. 
se  hizo  y  va  referido  desde  los  num.^  45  á  47. 

69.  Mientras  permaneció  separado  tuvo  diez 
y  ocho  rectores:  diez  presbíteros,  seculares  y 
ocho  jesuítas,  y  ademas,  por  visitadores,  gober- 
nadores y  depositarios  á  los  dos  oidores  D. 
Fran.*^"  Villagra  y  D.  Juan    Quezada  Figueroa. 

70.  De  los  referidos  colegios  de  S.  Pedro  y  S. 
Pablo,  S.  Gregorio,  S.  Bernardo  y  S.  Miguel,  S. 
Yldefonso  y  el  de  Cristo,  se  forma  hoy  el  deno- 
minado de  S.  Pedro,  S.  Pablo,  y  S.  Yldefonso;  y 
es  del  que  habla  la  biblioteca  del  Sr.  Beristain 
en  el  siguiente  art.°  que  se  transcribe  á  la  letra, 
con  notas  de  glosa  ó  remisión  para  salvar  varios 
yerros  y  ampliar  varios  particulares. 


SAN  PEDRO,  SAN  PABLO  Y 
SAN  ILDEFONSO 

71.  "S.  Yldefonso  (colegio  de)  uno  de  los  de 
México  y  llamado  el  mas  antiguo  por  estar  reu- 
nidos en  él  los  primeros  colegios  (a)  que  se  fun- 


54 


daron  cu  el  siglo  16,  llamados  de  S.  Geroiiirao, 
(b)  S.  Justo  y  S.  Pastor,  (c)  S.  Miguel,  (d)  el 
Rosario,  (e)  y  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  y  últimamente 
el  de  Cristo  que  se  fundó  en  1636,  (f).  Gobernóse 
primeramente  por  clérigos  seculares,  después  por 
jesuítas,  (g)  y  goza  el  titulo  de  Real  con  los  pri- 
vilegios concedidos  al  de  S.  Martin  de  Lima,  desde 
1012,  en  f|ue  Felipe  3."  lo  recibió  bajo  su  Real 
protección.'"'  Kn  él  se  ha  educado  la  llor  de  la 
juventud  de  la  N.  E.,  y  ha  dado  una  multitud  de 
hombres  insignes  por  su  piedad,  literatura  y  em- 
pleos distinguidos,  (h).  Sus  rentas  eran  en  otro 
tiempo  muy  pingües;  hoy  se  sostiene  a  fuerza 
do  economía,  (i).  El  número  de  sus  alumnos  de 
varía.s  cloí^os  de  becas,  (j)  ascendía  á  trescientos. 
Mantiene  aún  cátedras  de  humanidades,  (k)  de 
filosofía,  do  teología,  de  levos  y  de  cañones  y  el 


55 
"Vino  redula  fha  en  Miulríd  a  "29  de  Maio  de  1612  en  qu«  el  Key 
encarga  cIGoviprno  absoluto  del  oollegio  de  S."  Pedro  y  S."  Pablo  á  loa 
Jesuítas  reservando  en  ai  y  en  sus  %'irrcies  la  prox'isioD  de  las  becaa.  jr 
manda  a  los  P."  se  hagan  rargo  del  Govierno  del  Collecio  uniendo  i 
el  el  Seminario  de  Sun  Ildefonso,  y  a  la  Au  I  *  pon«a  en  poaoaion  a  loa 
P.**  romo  con  efecto  se  ejecuto,  y  la  tomaron  los  P.*^  Nicolás  de  An*- 
ya  y  Gí-roninm  Ramírez  nue  "«e  titulA  entonces  Rector  de  los  Collecios 
de  S."  Pe<lro  y  S  "  Pablo  y  San  YIdeforwo  hasta  que  por  otra  cédula 
del  aAo  de  1618  mandó  el  Rey  <)ue  fuese  un  solo  Collecio  baxo  la  ad- 
vocación de  S."  Vldefonsu.  y  le  enció  en  Collr«io  Re<ü  coaoadMKlal* 
todas  las  preeminencias  que  el  de  Santa  María  de  Ijma  jr  dcscto  en- 
tonces  los  Collecialea  que  el  Rey  provee  llevan  U  be<«  verde  o  coa 
rosca,  para  diferenciarse  de  Km  demás  q.  son  conviclom  o  pomooistas 
i|ue  la  llevan  murada  "    Veytia,   Apunlri,  MSS,  ColeeriAn  Gante. 


55 


corresponda '^  núm.^  de  academias  con  sus  i^re- 
sidenteci  El  edificio  material  es  de  los  mas  espa- 
ciosos y  magnificos  de  México,  (1)  y  sus  claustros, 
capilla  y  auU  gral.  corresponde  á  la  grandeza  de 
animo  de  los  religiosos  y  sabios  jesuítas  q.  lo 
levantaron.  "^"^ 

72.  (a).  La  antigüedad  de  este  colegio,  es  le- 
gitima y  verdadera,  por  susistir  en  él  unidos  el 
de  S.  Yldefonso,  con  los  que  á  este  se  hablan 
agi'egado,  y  el  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  que  aunque 
tuvo  licencia  para  fundarse  desde  12  de  agosto, 
no  contándole  su  ecsistencia  sino  desde  su  formal 
y  perfecta  instalación,  habiéndose  verificado 
esta  en  6  de  set.""®  de  1573,  lo  que  no  puede  con- 
tar ninguno  de  los  otros  de  México,  se  llama 
antiguo  porque  lo  es,  y  no  porque  se  le  llame  sin 
razón,  por  vulgaridad  ú  otro  motivo,  como  tal 
vez  pudiera  quererse  entender  la  espresion  llama- 
do, contra  lo  que  ya  se  ha  visto  en  los  anteriores 


56 

"Su  fabrica  es  el  día  de  hoy,"  decía  Veytia  en  1756,  "de  las  maa 
suntuosas  de  la  Ciudad,  porque  el  P.*  Christoval  de  Escobar  y  Llamas 
que  fue  muchos  años  su  Rector  se  empeñó  en  levantarle  desde  los  ci- 
mientos como  lo  consiguió  dedicando  la  capilla  y  General  en  el  mes  de 
Diz.''  del  año  de  1739  con  dos  actos  Maiores  que  defendieron  Dn.  Caie- 
tano  de  Torres,  natural  de  Panamá  en  el  Reino  del  Perú,  y  Dn.  Franc."^" 
Xavier  de  Gamboa,  natural  de  Guadalaxara  en  este,  ambos  CoUegia- 
les  actuales,  y  oy  el  primero  Prebendado  desta  Sta.  Yg.*,  y  el  seg. 
Abogado  desta  Rl.  Aud.^  El  resto  de  la  obra  se  fue  continuando  en 
los  años  sig.^'^^  siendo  Rectores  los  P.^^  Joseph  Carrillo  y  Joseph  de 
Utrera  que  lo  concluió  el  de  1749,  y  como  he  dicho  es  una  de  las  mejo- 
res fabricas  de  la  Ciudad.    Veytia,  Apuntes,  MSS,  Colección  García. 


56 


art."  y  se  von'i  después  en  el  resumen  que  vá  mas 
abajo." 

73.  (b;.  En  este  colegio,  jamas  se  ha  refundido 
ningímo  quo  haya  tenido  el  nombre  de  S.  fJero- 
nimo;  ni  hay  noticia  la  mas  minima  de  que  en 
México  haya  ecsLstido  algún  seminario  con  esta 
denominación. 

74.  (c).  Sucede  lo  mismo  en  cuanto  al  colegio 
de  S."  Justo  y  S.  Pastor,  sin  saljerse  porq.  el  Sr. 
Berisfain  d¡6  á  la  ciudad  de  México  del  siglo  16 
un  colegio  de  S.  (Jerónimo  y  otro  de  S.  Ju-to  y  S. 
Pastor. 

75.  (d).  Kn  efecto,  (\ue  en  el  actual  colegio  de 
S.  Yldefonso  está  incorporado  el  antiguo  colegio; 
no  de  S.  Miguel  solo,  sino  de  S.°  Bernardo  y  S. 
Miguel,  que  según  se  manifestó  arriba,  se  unió  al 
primitivo  de  S.  Yldefon.«;o  el  1."  de  agosto  de  1588. 
Podrá  congeturarse  que  el  Sr.  Beristain  cambió 
el  nombre  de  S.  Bernardo  en  S.  (ieronimo,  y  de 
un  colegio  hizo  dos. 

76.  (e).  El  colegio  del  Rosario  cjue  ecsiste  y 
lleva  todavía  (>ste  nombre  algunas  veces,  y  otras 
el  de:  Colegio  Chico,  jamas  ha  sido  un  seminario 
separado  del  de  S.  Pedro,  San  Pablo  y  S.  Yiáe- 
fí)nso  de  México,  sino  im  departamento  de  este, 


67 

El  I>r.  Osorcs.  llevado  por  su  pntusiasnio.  tr«t«  de  hnorr 
por  mus  antiguo  n  nte  rolrKÍo,  pero  r\  punto  r*  dudoso  romo  •«  p«irde 
ver  leyendo  la  nota  4.3  i|ue  trata  sobre  este  tniamo  particular. 


57 


destinado  en  un  tiempo  á  los  colegiales  grama- 
ticos  y  posteriormente  á  estos  y  á  los    filosofos.^^ 

77.  (f).  El  colegio  de  Cristo  no  se  fundó  en 
1636  como  escribe  el  Sr.  Beristain,  sino  de  1611 
á  1612  como  consta  de  lo  referido  en  su  art.° 
Hace  fuerza  que  dho.  Sr.  Beristain  en  los  art.^ 
de  su  Biblioteca;  Monroy,  Ecsmo.Yllmo.  D.  Fr. 
Antonio  y  Barberi,  D.  Juan,  poniendo  la  funda- 
ción del  colegio  de  Cristo  en  1636  en  dhos.  art.* 
le  llame  el  antiguo,  cuando  ni  poniéndola  en  1612 
podia  llamársele  asi,  habiéndose  fundado  antes 
seis  ó  siete  colegios. 

78.  (g).  El  colegio  se  ha  gobernado  por  jesuitas 
y  por  presbíteros  seculares,  no  sucesiva,  sino  al- 
ternativamente, hasta  1618:  desde  allí  siguió 
gobernándose   por  jesuitas,   hasta   1767:     desde 


58 
"Contiguo  a  él  (Colegio  de  San  Ildefonso),  está  el  que  llaman  de 
Rosario,  y  era  el  antiguo  Seminario  que  se  llamó  prim."  S."  Bernardo, 
y  luego  Sn.  Yldefonso  en  el  que  están  los  estudiantes  gramáticos  al 
cuidado  de  otro  jesuíta  pero  sugeto  al  Rector  de  Sn.  Yldefonso,  con 
q.®  es  uno  mismo  este  Seminario  que  aunq.'^  tiene  puerta  distinta  a  la 
calle,  se  comunican  ambos  por  dentro.  Esta  separación  que  ay  ha 
parecido  conv.**  assi  por  la  variación  de  horas  de  unos  y  otros  como 
porque  regularm.**  los  Gramáticos  son  mui  niños  y  han  menester  mas 
particular  cuidado  que  los  otros,  pero  en  lo  formal  es  un  solo  Collegio, 
ba.xoel  Govierno  de  un  solo  Rector,  aunque  para  diferenciarse  los  Gra- 
máticos tienen  la  beca  azul  del  mismo  color  del  manto,  y  el  llamarse 
Collegio  del  Rosario  entre  el  vulgo  es  no  por  otra  razón  que  el  aver  so- 
bre la  puerta  separada  que  tenian  a  la  calle  una  Ymagen  de  N.'"'*  Sra. 
del  Rosario  que  hizo  poner  por  su  particular  devos."  el  P.''  Pedro  Zo- 
rrilla que  siendo  Rector  lo  redifico  a  principios  de  este  siglo  de  1700, 
pero  en  lo  formal  como  queda  dicho,  es  un  solo  Collegio  del  titulo  de 
San  Yldefonso,  y  Governado  por  un  solo  Rector."  Veytia,  Apuntes 
MSS,  Colección  García. 


entonces  se  golxrnó  por  clérigos  hasta  1816,  y: 
desde  allí  hasta  1H21,  por  jesuitas;  y  desde  en- 
tonces hasta  hoy,  por  presbíteros  seculares,  de 
manera  que  do  sesenta  y  nueve  rectores  sin  contar 
entre  estos  los  tíos  oidores  Villagra  y  Quesada. 
diez  y  siete  han  sido  clérigos  y  52  jesuitas.  Véase 
la  serie  de  rectores  del  mismo  colegio  en  su  res- 
pectivo cuaderno. 

79.  (h).  De  mas  de  doce  ó  trece  mil  colegiales 
(juc  hasta  aquí  han  vestido  la  l)eca,  es  conside- 
rabilisiiiio  el  numrro  de  maestros,  doctores  y 
rectores  de  universidades  literarias:  de  regido- 
res, sindicos,  procuradores,  alcaldes,  corregidores, 
intendentes  y  gobernadores  de  las  principales 
villas  y  ciudades :  el  de  oficiales,  gefes  y  generales 
de  ejercito:  de  abogados,  relatores,  alcaldes, 
oidores,  regentes  y  |íres¡dentes  ile  audiencias, 
chancillerias.  consejos  y  tribunales  supremos:  el 
de  guardiaiios,  priores,  provinciales  y  lo  menos 
dos  genérale.^:  y  es  incontable  el  número  de  curas 
ó  párrocos:  ni  es  muy  inferior  el  de  medios 
racioneros,  racioneros,  canónigos  y  dignidades 
de  muchas  catedrales  de  America  y  Rspaña:  y  de 
bastantes  arzobis|x)s  y  obispos,  como  lo  persuade 
aun  á  primera  vista  el  catalogo  de  colegiales  de  S. 
Yhlcfonsd.  formado  cu  1S27  y  eso  que  no  contiene 
mas  que  sois  mil  individuos:  lo  que  acabará  de 
evidencinrlo,  os  la;  Ri'lacion  do  nuiohos  colegia- 
les de  8."  Vldofonso,  dignos  de  eterna  memoria, 
é  insignes  ix)r  su  piedad,  gran  saber  y  distinguidos 


59 


empleos,  en  la  cual  se  medita  y  trabaja,  y  segura- 
mente contendrá  algunos  centenares  de  ilustres 
alumnos,  (en  1827). 

80.  (i).  Sobre  las  rentas  del  actual  colegio,  se 
observara  que  el  solo  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo  á  su 
erección,  tenia  un  dote  de  42  mil  ps.  de  capitales: 
que  á  su  unión  con  S.  Yldefonso  en  1618  con  los 
de  uno  y  otro  colegio,  y  sin  unas  cuantas  casas  de 
alquiler,  tenia  como  60  mil  ps.  Al  tiempo  de  la 
espatriacion  de  los  jesuítas  y  poco  después,  lo 
dotal  en  censos  y  casas,  abordaba  á  73  mil  ps., 
en  estos  hay  capitales  de  capellanias,  funcio- 
nes eclesiásticas  y  lo  de  la  licenciatura,  así  por  lo 
que  hace  a  lo  dotal,  el  colegio  nunca  ha  tenido 
rentas  muy  pingües :  lo  que  sí  ha  sido  muy  pingüe, 
es  el  producto  de  colegiaturas  de  porcionistas,  que 
en  tiempo  de  los  jesuítas  q.  habia  mas  de  300 
colegiales,  un  año  con  otro  llegaba  esto  á  30  y 
tantos  mil  ps.  lo  que  junto  con  lo  demás  de  las 
rentas,  hechos  todos  los  gastos  del  colegio,  dejó 
siempre  un  sobrante  considerable  que  algunos 
años  no  bajó  de  20  mil  ps.  liquidos,  y  esto  fué  lo 
que  erogó  el  grandioso  y  solido  edificio  que  ecsiste 
y  costó  algunos  centenares  de  miles  de  pesos.  El 
sobrante  en  tanta  cantidad  no  debe  hacer  fuerza, 
respiecto  de  aquel  tiempo,  en  que  el  número  de 
colegiales  no  bajaba  de  300,  y  en  que  no  habia 
que  pagar  rectores,  vices,  maestros  de  aposentos, 
ni  catedráticos,  como  después,  en  que  con  180 
colegiales  poco  mas  o  menos,  y  con  los  referidos 


60 


gasios,  no  han  faltado  años  como  los  del  tiempo 
del  Dr.  Rangel  y  el  mayordomo  D.  Pedro  Larra- 
ñaga,  que  on  1797  presentó  ecsistentes  y  sobran- 
tes en  mas  de  dos  tercias  partes,  15,019  ps.  y  de 
estas  favorables  resultas,  es  de  lo  q.  el  colegio 
tiene  á  su  favor  al  presente,  juntamente  con  lo 
destinado  i'i  la  particular  fundación  de  alp.*  becas 
y  cátedras  en  capitales  impuestos,  176,500  ps.: 
en  el  valor  de  las  casíis  (\.  alquila,  54  ó  75  ps.  y  en 
réditos  q.  hasta  ahora  se  le  deben  por  la  Hacienda 
nacional,  mas  de  70  mil  ps.  con  lo  de  Cristo  su- 
mado todo  sin  los  réditos  que  se  del)en,  tiene  un 
capital  de  mas  de  160  mil  ps.;  pero  como  no  se 
le  pagan  dhos.  n'ditos  y  el  número  de  colegiales 
porcioiiistas  es  muy  corto,  en  la  actualitlad  tiene 
un  deficiente  de  cuatro  á  cinco  mil  ps.  q.  no  al- 
canza á  cul)rir  ni  la  economia  mas  miserable. 

81.  (j).  Las  clases  de  becas,  y  aun  de  mantos. 
han  sido  diversas,  resp<'cto  á  los  divei-sos  colegios 
de  (¡ue  .se  forma  el  actual.  No  hay  noticia  algu- 
na de  haberse  señalado  traje  particular,  ni  para  los 
colegiales  de  S."  (íreporio.  ni  para  los  del  ile  S. 
Bernanlo  y  S.  Miguel,  imto  ya  se  ha  dicho  que 
á  los  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  se  les  dio  manto  par- 
do, beca  morada,  larga;  con  palma  y  rosca  h 
coh^giales  y  ;'i  convictores  sin  esto,  á  los  familiares 
6  fánuilos  solo  manto  con  un  escudo.  Ix>s  cole- 
giales de  S.  Yld(>fon.so,  tuvieron  desde  la  funda- 
ción y  lo  mismo  los  convictores  ó  seminaristas, 
mantos  azules  y  l)ecas  verdes  largas;    con  palma 


61 


y  rosca  los  primeros,  y  sin  esto,  los  segundos;  pero 
desde  la  solemne  reunión  de  estos  colegios  en  IGIS 
los  llamados  antes  colegiales  y  desde  allí  becas  rea- 
les ó  de  merced,  y  los  que  se  denominaban  convic- 
iores,  y  desi^ues  se  han  nombrado  setninaristas, 
pensionistas  ó  porcionistas,  todos  sin  diferencia 
alguna  han  vestido  manto  azul:  las  becas  reales 
que  son  de  tres  clases,  de  erección,  rnerced  ó  gracia: 
de  oposición:  y  de  honor,  todos  han  tenido  l^eca 
larga  con  palma  y  rosca:  los  restantes  que  son 
seminaristas,  siendo  solo  gramáticos,  tienen  beca 
azul:  y  de  filósofos  arriba  deben  traerla  morada, 
unos  y  otros  larga,  sin  palma  ni  rosca.  Desde 
fines  de  1821  por  orden  del  generalísimo  primer 
gefe  del  ejercito  trigarante,  se  permitió  que  los 
alumnos  de  este  colegio  pudiesen  vestir  casaca  y 
centro  negro,  como  se  verificó  con  grande  atrazo 
de  la  instrucción  y  moralidad  hasta  principios  del 
año  de  1824  en  q.  la  visita  por  petición  del  mismo 
colegio  3'  aprobación  del  gobierno  restableció  el 
antiguo  trage,  añadiendo:  que  el  rector  y  cate- 
dráticos tuviesen  la  beca  de  terciopelo  verde  y 
usasen  de  bolilllos  ó  puños  blancos  en  las  asisten- 
cias ó  funciones  públicas.  Véase  el  cuad.°  Becas 
dotadas. 

82.  (k).  Las  cátedras  de  humanidades  que  ha 
mantenido,  son  propiamente  de  latinidad,  y  aunq. 
varias  veces  se  ha  tratado  de  fundar  una  q.  rigo- 
rosamente tuviese  aquel  nombre,  jamas  ha  tenido 
efecto,  manteniéndose   solamente  la  academia  de 


62 


Humanidades,  de  q.  después  se  hablará :  tiene  sí 
tres  de  filosofia,  con  la  del  curso  q.  acaba:  tres  de 
teología:  una  do  escolástica,  otra  de  lugares  teo- 
lógicos y  otra  de  dogmática.  Antiguamente  los 
alumnos  de  este  colegio  regenteaban  en  1& 
universidad  de  México,  la  cátedra  del  maestro 
de  las  sentencias,  teniendo  en  24  de  febrero  de 
1730,  dos  mil  ps.  de  capital  para  su  salario,  que 
el  P.  Escobar  dejó  en  el  nuevo  edificio  de  este. 
La  erección  de  esta  cátedra  se  hizo  con  formalidad, 
estipuladas  entre  el  colegio  y  universidad  las  res- 
pectivas condiciones.  Se  está  inquiriendo  ¿por  que 
no  susiste  ya"*  No  tiene  cátedra  de  moral,  pero 
sí  una  academia:  tiene  también  cátedra  de  ju- 
risprudencia civil  y  canónica,  y  hubiera  tenido 
tres  mas  bien  calificadas,  si  el  caudal  del  Sr. 
oidor  D.  José  Maria  Fagoaga,  no  hubiera  deme- 
ritado tanto  desde  la  revolución  de  ISIO  acá, 
pues  hal)ia  ofrecido  fundarlas  y  aún  un  año  pagó 
salario  para  ellas,  que  fueron  ni  ok\as  ni  vistáis. 
Tendria  asimismo  catedrático  de  |)ráctica  foren- 
se, dotado  con  la  misma  cantidad  y  en  el  mismo 
año  q.  la  del  maestro  de  las  sentencias;  pero  se 
solicita  saber  lo  mismo  <].  aquella,  pues  ni  una  ni 
otra  ecsisten.  l'^l  Yllmo.  Sr.  Márquez  de  Ca^- 
tañiza,  siendo  rector  informó  al  visitador  D. 
Manuel  Campo  Riva  en  30  de  dbre.  de  1S15, 
(jue  era  necesaria  la  fundación  de  la  cátedra  de 
practica,  para  que  los  pasantes  juristas  no  se 
estraviasen,  por  ir  :'i  practicar  fuera  del  colegio. 


63 


Pero  si  se  atiende  á  que  igual  cátedra  que  hay  en 
el  seminario  conciliar,  no  produce  utilidad  alguna, 
ni  puede  dar  la  práctica  q.  se  necesita,  debe  de- 
sistirse  de  semejante  arbitrio.  Ademas  de  cáte- 
dras y  de  academias  de  filosofia,  jurisprudencia 
y  teología,  que  en  cada  una  de  estas  facultades  se 
tienen  dos  veces- á  la  semana,  hay  otras  dos  aca- 
demias muy  celebres,  q.  son  las  siguientes. 

83.  Academia  de  Moral.  Hasta  el  rectorado 
del  P.  Cristóbal  Escobar,  hay  noticias  de  una 
academia  de  moral  que  se  gobernaba  por  particu- 
lares constituciones  que  tenia,  sin  saberse  des- 
pués otra  cosa,  sino  que  esta  academia  se  com- 
ponía de  todos  los  colegiales  ordenados  de  menores 
para  arriba,  de  pasantes,  de  quintianistas  juristas 
y  de  cuartianistas  teólogos,  con  un  presidente 
que  lo  es  uno  de  los  cuatro  becas  de  oposición  que 
presiden  p.''  turno,  y  ocho  dias  antes  de  su  aca- 
demia publican  un  caso  moral  en  buen  latin,  cuya 
resolución  se  solicita,  y  se  hace  en  la  academia 
juntamente  con  la  esplicacion  del  cap.  del  concilio 
de  Trento,  y  proposición  condenada,  que  parecen 
muy  análogas  al  caso  en  pro  ó  en  contra.  La  las- 
tima es  q.  en  todos  tiempos  ha  habido  épocas 
de  descuido ;  cuando  no  la  emulación  y  la  mucha 
sabiduría  q.  en  esta  academia  se  mostraba,  y  su 
celebridad  llevaba  de  la  calle  una  gran  concurren- 
cia de  sabios. 

84.  La  Academia  de  humanidades.  Ni  es  ni  fue 
la  misma  que  hubo  en  S.  Felipe  Nerí,  pasó  des- 


64 


piu's  á  la  I  iiiví  rsidad,  y  la  que  tiene  un  art.**  en 
la  Bihliíjtcca  del  Sr.  Beristain.'*  La  de  este  co- 
legio os  tan  aiitifiuo.  como  los  colegios  primitivos 
de  S.  Pedro  y  S.  Pal)lo  y  S.  Yldofonso:  desde 
entonces  se  ejercitaron  en  ella  el  YUmo.  I).  Ber- 
nardo Balhuena  después  obispo  do  Puerto  Rico: 
el  erudito  D.  Cristóbal  de  la  Plaaa,  secret."  de  la 
Universidad,  el  primero  de  este  nombre  y  apellido, 
y  otros.  Dioronle  nuevo  ser  á  esta  academia  á 
mitad  del  siglo  pasado  los  doctísimos  jesuítas 
Castro,  Abad,  Alegre  y  otros,  que  con  este  objeto 
y  el  de  dar  á  luz  obras  importantísimas,  moraban 
entonces  en  el  colegio.  La  desidia  en  unas  épocas 
la  ha  hecho  olvidar  á  veces,  manteniéndose  en  un 
estado  tibio:  otras  se  ha  atendido  con  empeño  y 
actividad  como  sucedió  principalmente  desde 
1795  hasta  los  procsimos  dias  de  la  muerte  del 
Sr.  Dr.  D.  José  Patricio  Fernandez  de  l'rilíe,  que 
fué  entonces  presidente  ile  diía.  acatlemia,  alter- 
nándose con  el  insigne  D.  José  Sartorio,  los  PP. 
D.  Zambrano.  Bravo  y  otros.  Volvió  á  animarse 
á  principios  de  1798  en  que  tuvo  por  presid.*' 
al  Dr.  D.  Fran.*^°  Guerra  y  a  mí  se  me  dispensó 
el  honor  de  ser  rector  ile  ella.  Esta  academia  se 
compone  de  los  grailuados,  sacerdotes  y  pasantes 
q.  voluntariamente  quieren  asistir  á  ella,  con  un 


80 

R<>rí8tain,   Joa^   Mariano.   BMiott«t   HUpano   Amtrrieaiuí  S€pUm' 

Irional,  .^nipcnnipca,  1SS.1.  I,  434-35 


65 


rector  y  dos  ó  tres  presidentes  q.  sean  ó  hayan 
sido  colegiales  y  teng.°  mas  opinión  de  saber 
entre  los  amantes  del  buen  gusto  ó  buena  litera- 
tura. Empiezan  sus  ejercicios  por  la  esplicacion 
del  Terensio,  tiene  por  obligación  la  de  formar 
una  oración  o  panegiris  latina,  consagrada  á 
nuestra  Sra.  de  Guadalupe  de  México,  que  uno 
de  los  académicos  debe  pronunciar  en  la  capilla 
del  colegio,  el  primer  dia  festivo  de  la  octava 
de  la  insinuada  festividad.  Véase  n.°  89. 

85.  Academias  de  los  corazones  de  Jesús  y  Ma- 
ría, de  Juan  Nepomuceno,  de  S.  Xavier  y  de  S. 
Luis  Gonzaga.  No  han  sido  mas  q.  unas  congrega- 
ciones ó  cofradías  domesticas,  que  la  devoción  su- 
girió p.^  conservar  la  piedad  y  aumentar  el  culto 
de  dichos.  Santos.  La  primera  tuvo  formal  erec- 
ción como  se  verá  en  otro  lugar,  y  las  demás  han 
dependido  de  permiso  de  los  rectores  y  convenio 
particular  de  los  colegiales,  susistiendo  en  unos 
tiempos  unas,  y  en  otros,  ningunas. 

86.  (i).  La  magnificencia  del  edificio  del  cole- 
gio, á  mas  de  lo  q.  se  ha  dicho  en  la  nota  (i)  seria 
completa,  si  se  llegase  á  concluirse  el  4.°  patio  q. 
está  empezado,  y  debe  hacer  frente  á  la  calle  de 
montealegre,  aprovechando  el  sitio  suyo  q.  en 
la  actualidad  sirve  de  carroseria  y  en  donde  pu- 
diera hacerse  el  local  necesario  para  una  buena 
biblioteca,  en  que  acomodara  los  6,0Ü0  cuerpos  de 
libros,  q.  apenas  tiene  hoy,  debidos  en  parte  á  la 
diligencia  de  dos  ó  tres  rectores  y  á  la  generosidad 

Nuevos  Documentos — 5 


66 


del  Ecsmo.  ('  Vllnio.  Sr.  I).  Manufl  Antonio  Hojo, 
Kio  y  Vicira,  arzobispo  y  capitán  gral.  de  Manila, 
q.  desde  allí  mandó  á  su  colegio  toda  su  librería: 
otro  tanto  hizo  el  ex-jesuita  y  ex-rector  de!  mismo 
colegio  P.  José  Julián  Parreño,  mandando  .«us 
esquisitos  libros:  y  últimamente:  el  \llmo. 
Sr.  oljispo  de  Durango  Márquez  de  Castañiza. 
dejándole  gran  parto  de  los  suyos. 

SAN  RAMÓN 

87.  Añádese  al  número  22  que:  según  la  citada 
crónica  del  P.  Pareja,  el  primer  móvil  de  este  co- 
legio fue  el  vicario  general  visitador  P.  Mtro.  Fr. 
Juan  (le  la  Callo  }•  Heredia,  quien  sin  autoridad 
alguna  bautizó  una  casa  particular  de  colegio,  po- 
niendo en  olla  una  campana  y  por  cuidador  y 
caso  rector  do  aquella,  al  P.  Presentado  Fr.  Juan 
de  Rivera,  sin  poder  ni  siquiera  dar  nombramien- 
to de  colegiales;  esto  se  hizo  en  1024;  ma.>í  la  tal 
casa  ó  colegio  vino  al  suelo  en  las  inundaciones 
que  padeció  México  en  1630  y  hasta  12  de  marzo 
de  1654  no  se  hizo  la  verdadera  fundación  del  co- 
legio, con  los  réditos  vencidos  en  algunos  años 
del  capital  de  21  mil  ps.  que  para  esto  habia  dejado 
el  fundador,  YUmo.  D.  Fr.  Alonso  Henriquez  de 
Toledo.  Al  trago  roforiilo  do  los  colegiales,  se  desig- 
nó también  el  escudo  de  la  Merced  que  debian 
traer  sobro  la  beca  al  hombro  izquierdo.  IjOs  ejer- 
cicios do  (^^tds  colegiales  por  sus  estatutos,  y  d^n- 


67 


tro  del  colegio  deben    ser,  una    conferencia    cada 
semana  y  tres  horas  de  estudio  diarias.^^ 

88.  La  especie  de  convictorio  ó  seminario  de 
S.  Gregorio  de  indios  de  q.  se  habló  en  el  n.°  55 
se  desvanece,  quedando  apenas  en  un  pupilage 
ó  como  las  preceptorias  de  cajas  particulares,  por 
lo  que  resulta  del  catalogo  de  las  personas  y  casas 
jesuitas  que  habia  en  1751  impreso  aq.'  año  en 
S.  Yldefonso  de  México,  pues  que  poniéndose  en  el 
n.°  5  el  colegio  mexicano  de  S.  Gregorio  no  se 
le  llama,  ni  seminario  ni  convictorio,  ni  entre  los 
ocho  jesuitas  que  allí  habia,  se  destina  algún  je- 
suíta para  rector  o  director  del  soñado  seminario, 
y  apenas  se  pone  un  maestro  de  escuela  o  de  ru- 
dimentos de  leer  y  escribir.^^ 

60 

Pareja,  Fr.  Francisco  de,  Crónica  de  la  Provincia  de  la  Visitación 
de  Ktra.  Sra.  de  la  Merced,  II,  136-149. 

Hablando  de  ¡os  colegiales  de  este  colegio  dice  el  P.  Pareja;  "Han 
salido  de  él  grandes  sujetos  juristas,  pues  de  cuarenta  y  dos  colegiales 
que  en  tan  breve  tiempo  de  fundación,  ha  habido  (escribía  en  1688) 
han  salido  los  más  para  provisores  de  dichos  obispados,  jueces  ecle- 
siásticos, curas  beneficiados  de  ellos,  etc." 

61 

El  catálogo  a  cjue  se  refiere  es  el  interesante  y  bien  raro  CATA- 
LOGUS  PERSONARUM  ET  DOMICILIORUM  IN  QUIBUS  SUB 
A.  R.  P.  SOCIETATIS  JESV  PRAEPOSITO  GENERALI  XVI., 
impreso  en  1751  en  el  Colegio  de  San  Ildefonso.  Su  autor  es  el  P. 
Juan  Antonio  Balthazar.  El  señor  Medina  en  La  Imprenta  en  México 
describe  en  detalle  esta  rara  obra.  En  la  Colección  García  hay  un 
ejemplar  perfecto  de  este  Catálogo  que,  como  Medina  dice,  es  "bas- 
tante interesante  por  las  noticias  biográficas  y  de  otro  orden  que  en- 
cierra." 

Respecto  al  Colegio  de  San  Gregorio  de  indios  a  que  se  refiere 
Osores,  véase  la  nota  53.  El  que  no  haya  tenido  rector  separado  no 
le  quita  el  haber  continuado  como  colegio  para  niños  indios. 


68 


acad/  de  humanidades 


89.  Fuf  la  (lo  lo  dicho  en  el  n.*  84.  Recomien- 
da esta  acadrniia  ol  crédito  q.  .se  había  grangea- 
do  por  el  acierto  con  q.  desempeñaba  los  encargos 
de  inscripciones,  poesias  y  oraciones  fúnebres  de 
j)ersonas  reales  y  otras  muy  distinguidas.  Entre 
otras,  las  ecsequias  de  la  Serenísima  Sra.  D.*  Ysa- 
bcl  Farnecio,  Reina  de  españa,  impresas  en  Mé- 
xico por  Onti veros  en  1707:*'"  igualmente  q.  las 
piezas  de  poesia  castellana  y  latina,  añadidas  al 
Sermón  de  honras  al  YUmo.  Sr.  Rojo  celebradas 
en  Manila;  impreso  todo  en  la  imprenta  del  mis- 
mo colegio  año  de  1760.®"* 


SAN    YLDEFONSO 

9U.  Se  dijo  en  el  n."  45  que  este  colegio,  ni  por 
sí  ni  por  el  de  S.  Gregorio,  ni  por  el  de  S.  Bernardo 
y  S.  Miguel  que  se  le  unieron,  tenia  la  preeminen- 


62 
KxÍ8(c  en  la  Coiroción  García  un  ejemplar  de  MtM  Rmlt»  Extquim* 
quo  consiste  de  tri-«  p.irtes,  las  exequias,  el  ¡audatio  funtbri*,  y  una  eu- 
login  del  carácter  de  la  reina. 

63 
Hcfi^Teae  el  I")r.  Ostoros  n  laí  .\[fm<<ri'j$  /untbrtt.  o  exfijuiat,  dt  rl 
Iluslrinsimo  Sffior  Dr.   D.   Manufl   Antonio  Ro;o.  Rio,  y   Vtryra,  pu- 
blicadas en  1"6.>  y  no  en  1760  por  .\ndré«  Josí  Rojo  y  Calderón,  tu  •<>- 
briiiu     Fueron  inipresa-i  en  el  Colegio  de  San  Ildefonso. 


69 


cia  de  real;  pero  el  P.  Florencia  en  la  historia 
citada  N.°  192  dice  que  el  colegio  de  S.  Yldefonso 
por  sí  solo  era  del  Patronato  real,  algunos  años 
antes  de  su  agregación  al  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo.®^ 


SAN   GREGORIO.  SAN  BERNARDO  Y 
SAN   MIGUEL 

91.  En  la  unión  de  estos  dos  colegios  al  de  S. 
Yldefonso,  advierte  el  P.  Florencia  que  tuvieron 
los  jesuítas  el  miramiento  de  dejar  el  nom.bre  de 
S.  Gregorio  para  el  de  naturales,  que  se  fundó 
en  la  iglesia  de  Xacalteopan,  el  mismo  lugar  donde 
ecsiste  en  1828:^''  y  el  nombre  del  de  S.  Miguel, 
para  la  iglesia  de  los  indios  en  la  Puebla,  lo  que 
se  tendrá  presente  para  lo  dicho  en  el  n."  55. 


SANTA  CRUZ  Y  SAN  JUAN    DE    LETRAN 

92.  En  confirmación  á  lo  dicho  en  el  n.°  1.°  y 
sobre  que  estos  colegios,  aunque  muy  á  los  prin- 
cipios de  la  conquista  se  trataron  de  bosquejar, 
no  tuvieron  formalidad  sino  hasta  épocas  muy 


64 
Véase  la  nota  43. 


65 
V6asc  la  nota  53. 


70 


postcrioreH,  puede  leerse  en  el  tomo  5."  de  la  his- 
toria general  de  la  America,  por  el  P.  Touron 
lih.  1."  n."  84,  en  donde  dice:  "La  escuela  en  q. 
los  franciscanos  habían  desde  el  principio  ense- 
ñado los  primeros  elementos  de  la  religión,  á  los 
infantes  ó  niños  indios,  no  fue  mas  q.  como  un 
ensayo    del    nuevo    colegio." 


^t¿*^■*ltA;'¿#^  im 


FUNDADORES,  PATRUiNOS  Y  BENEFACTORES 
DEL  COLEGIO 


La  justicia  y  la  gratitud  piden  que  el  colegio 
conserve  grata  memoria  de  sus  patronos  y  funda- 
dores, y  de  sus  insignes  benefactores,  para  eterno 
agradecimiento,  y  para  que  con  sus  descendientes 
se  tenga  la  mayor  consideración  al  proveerse  las 
becas  llamadas  reales,  y  las  demás  de  merced  ó 
gracia.  En  cuanto  á  los  benefactores,  se  listan 
solo  los  que  han  llegado  á  noticia  de  la  Visita  por 
orden  alfabético  de  sus  apellidos,  para  que  no 
se  note  parcialidad.  En  la  lista  de  patrones  fun- 
dadores, no  se  sigue  el  testimonio  de  la  fundación 
del  colegio,  pieza  n.°  1,  por  estar  muy  diminuta: 
tampoco  se  copia  la  que  pone  el  P.  Florencia  en 
su  historia,  desde  el  número  174,  porque  ademas 
de  alterada,  es  también  diminuta.  La  que  sigue, 
es  sacada  del  primer  libro  original  de  cabildos. 


72 


PATRONOS  FUNDADORES 

V.'=  P.''  Pedro  Sánchez. 

El  ¡lustre  Sr.  D.  García  de  Albornoz. 

El  muy  maKiiifico  Sr.  D.  Pedro  López. 

I'^l  muy  magnifico  Sr.  Juan  de  Avendaño. 

El  muy  magnifico   Sr.  Alonso  Domínguez. 

El  muy  magnifico   Sr.  Alonso  Ximcnez. 

PjI  muy  magnifico  Sr.  Francisco  Pcrez  del  Castillo. 

El  muy  magnifico  Sr.  Melchor  de  Valdes. 

El  Sr.  Araguscl. 

Martin  Cano. 

Juan  de  Hermosa. 

Alonso  de  Rívas. 

Juan  Nieto. 

Diego  de  San  Román. 

Pedro  Ortiz. 

Juan  Jaranullo,     Cap." 

Pedro  Gallo  de  Escalada. 

Dr.  Damián  de  Torres. 

Melchor  Pérez. 

Juan  Ramírez  de  Alarcon. 

Alon.'ío  Rodríguez. 

Diego  López  .Vlcaráz. 

Juan  de  Rentería 

Alon.so  lie  Oeampo. 

Juan  Santos  Franco. 

Pedro  de  Egurrola. 

Gabriel  Gutiérrez. 


73 


Baptista  Duarte. 

Constantino  Bravo  de  Lagunas. 

Diego  de  Burgos. 

Juan  Martinez  de  Arrazola. 

Hernando  de  Vargas. 

D.'*  Catarina  Avendaño,  viuda  de  Martin  de 
Ayanguren,  por  la  que  y  á  su  nombre  fundó  D. 
Juan  de  Avendaño.  Con  los  siete  primeros  pa- 
tronos, se  celebró  el  primer  cabildo  en  6.  de  set.'^ 
de  1573:  los  mas  de  dichos  patronos  fundaron 
con  capital  de  dos  mil,  cuatrocientos  pesos,  una 
colegiatura:  para  otra  se  juntaron  dos,  y  entre 
todos  pusieron  como  dotal  del  colegio,  cuarenta 
y  dos  mil  pesos,  ademas  de  los  costos  del  edifi- 
cio, y  correspondientes  utencilios,  menage,  adornos, 
paramentos  y  alhajas  de  sacristía  y  demás  ofi- 
cinas. El  tratamiento  con  que  se  han  puesto  los 
primeros  patronos,  es  el  mismo  que  se  les  dá  en 
dichos  testimonios  y  libros,  y  en  algunos  instru- 
mentos públicos,  como  las  escrituras  de  sus  pa- 
tronatos, ó  fundaciones  de  sus  becas.  Esto  ar- 
guye q.  los  insinuados  patronatos  eran  de  los  prin- 
cipales de  México  por  sus  empleos  ó  caudal; 
algunos  fueron  oidores,  oficiales  de  la  tesorería 
real,  regidores  etc.  Los  demás  patronos  ni  en 
los  citados  documentos,  ni  por  el  P.  Florencia, 
se  hallan  con  tratamiento,  ni  con  Don  alguno, 
sin  que  por  eso  dejasen  de  tenerlo,  ni  de  ser  tam- 
bién varios  de  ellos  personas  muy  recomenda- 
bles por  lo  mismo  que  los  anteriores,  por  el  pres- 


74 


biterado  de  algunos,  sus  grados  mayores,  ó  pro- 
fesiones cientificarí. 


hi:ni:factoues 

Acevedo,  P.  Diego,  jesuíta,  rector  del  colegio, 
á  euj'O  beneficio  compuso  ó  imprimió  el  precioso 
librito,  titulado:    El  cortesano  eMudianU: 

Acevedo,  D."  Maria  Ysabel,  fundó  una  cape- 
llanía Humando  á  su  goce  á  los  alumnos  del  co- 
legio. 

Aguilar  (le  (  asiio,  1).-'  Maiia,  íundó  una  ca- 
pellanía couK)  la  anterior. 

Aguilar  Marmolejo,  D.  Bernardino,  fundó 
una  capellanía  como  la  anterior. 

Álzate,  D.  Juan  Felipe,  también  fundó  una 
capellanía. 

Arosqueta,  Hr.  i).  .Jn.>,'  Muría,  capellán  del 
colegio  de  niñas  de  la  archicofradia  del  Smo. 
Sacramento,  una  capellanía. 

Artave.   D.   Gabriel,   una  cajx'llania. 

Butiz,  Br.  D.  Jacinto,  maestro  de  aposentos  y 
vice  rector  del  colegio,  cura  de  la  capital  de  So- 
nora gastó  algunos  milc^  en  reparo  del  edificio 
del  colegio  chico:  lo  proveyó  ile  varios  útiles 
necesarios  y  de  adorno,  como  el  gran  cuadro  de 
la  Purísima,  conforme  á  la  apocalijísis  de  S.  Juan. 
colocado  en  el  colegio  chico. 

Boforges.  H.  P.  I"r.  Luis,  fundó  una  capellanía 
en  favor  tle  los  colegíales. 


75 


Cabrera,  D.  José,  una  capellanía  como  la  ante- 
rior. 

Campa,  Da.  María  Guadalupe,  fundó  una  beca. 

Castañiza,  Yllmo.  Sor  Dr.  D.  Juan  Francisco 
de  Castañiza,  marquéz  de  Castañiza,  obispo  de 
Durango.  Desde  luego  que  vistió  la  beca,  míen- 
tras  que  fue  mayordomo,  catedrático  de  latinidad. 
Ídem  de  filosofía  y  rector  del  colegio,  hasta  que 
falleció,  no  cesó  de  beneficiar  al  colegio  con  gran- 
des erogaciones  de  su  propio  patrimonio.  Estu- 
vieron para  secuestrarse  las  rentas  del  colegio  por 
alcances  en  su  contra,  que  cubrió  dejándolas 
saneadas  y  aumentadas. 

Los  temblores  hicieron  grandes  perjuicios  en 
los  tres  colegios,  los  remedió,  se  blanquearon  y 
pintaron  de  nuevo;  en  todos  ellos  se  puso  alum- 
brado con  buenos  cristales.  En  la  aula  general 
se  pusieron  sillas,  alfombras  y  otros  necesarios. 
Lo  mismo  en  la  capilla,  principalmente  en  los 
altares  de  Nuestra  Señora  de  Guadalupe  y  de  S. 
Luis  Gonzaga,  colocando  en  el  nicho  de  este  una 
singular  estatua  del  Santo,  bajo  buenas  vidrieras, 
poniendo  otras  alhajas  en  la  misma  capilla.  Ha 
fundado  una  cátedra  de  teología,  y  premios  para 
los  estudiantes  de  esta  facultad:  y  puso  en  la 
biblioteca  del  colegio,  buena  parte  de  sus  libros. 
Véanse  las  notas  de  rectores,  cátedras,  premios  y 
bibliotecas. 

Cevallos,  D.»  María  Gertrudis,  fundó  una  ca- 
pellanía para  colegiales. 


7S 


Chimal.  I).  AgiL'^tin,  hizo  igual  fundación  que 
la  anterior. 

Diaz  de  Espinoza,  D.  Ventura  Pablo,  fundó 
una  capHlaiiia  á  favor  de  colegiales. 

E.scobar  y  Llamas,  P.  Cri.stohal,  rector  del  co- 
legio y  provincial  de  la  compañia  en  esta  de  N.  E: 
parece  que  nació  .solo  para  dar  lu.stre  al  colegio, 
no  solo  por  haber  vestido  .su  boca  y  halx'rlo  go- 
bernado, con  una  discreción  incomparable,  .sino 
también  por  haberlo  levantado  al  mayor  grado 
de  grandeza  en  lo  material  y  formal.  El  hizo  el 
actual  edificio,  en  que  gastó  mas  de  cuatrocientos 
mil  pesos"  solicitó  fondos  con  que  dotar  la«  cuan- 
tiosas espen.sas  de  una  borla,  ó  grado  de  Dr.  que 
á  cada  cuatro  años  se  habia  de  dar  por  oposición 
al  alumno  que  manifestase  ma<  sabidnria;  este 
premio  halaría  tenido  efecto  y  duraria  hasta  hoy, 
sí  el  generoso  P.  Encobar  hubiera  continuado  de 
rector  algunos  años  ma**.  Este  beneficio  sin  em- 
bargo, no  se  perdió  enteramente:  destinase  á. 
un  grado  de  licenciatura  q.*  por  oposición  se  d& 
cada  año:  dos  seguidos  á  teólogos,  y  el  que  sigue 
a  juristas.  I^os  premios  para  los  actos  de  estatuto 
mayores  y  menores  de  teologia  y  jurisprudencia, 
que  se  designan  todos  los  años,  son  debidos  á  su 
beneficencia.  Ix)  son  también  los  capitales  con 
que  dejó  dotada  renta  para  el  catedrático  del 
maestro  de  las  SenteiK'¡;us  en  la  universidad,  y 
para  el  de  practica  forense,  en  el  colegio.  Véanse 
las  notas  .sobre  varios  particulares,  y  en  todas  ellas 


77 


se  hallarán  testimonios  de  la  buena  memoria  del 
P/  Escobar,  y  de  su  amor  y  liberalidad  acia  el 
colegio. 

Fagoaga,  el  Sr.  Lie.  D.  José  María,  colegial  be- 
nemérito, abogado  y  oidor  de  la  Audiencia  de  Mé- 
xico: entre  muchos  buenos  oficios  que  dispensó 
á  su  colegio,  uno  fue  el  de  pagar  varios  años  de 
renta  de  tres  catedráticos  de  jurisprudencia,  á 
cuatrocientos  pesos  anuales  á  cada  uno:  habría 
continuado  esto,  y  verificaría  la  fundación  per- 
petua de  estas  cátedras,  como  tenia  ofrecido,  si 
las  revoluciones  de  diez  y  ocho  años  á  esta  parte, 
no  hubieran  demeritado  enormemente  su  caudal. 

Cambarte,  D.  Miguel,  nombró  á  los  colegiales 
por  capellanes  de  la  capellanía  que  fundó. 

García  de  Arellano,  Dr.  D.  Gabriel,  fundo  una 
capellanía  en  beneficio  de  los  colegiales. 

García,  capitán  D.  Antonio,  dejó  caudal  para 
fundación  de  becas  á  favor  de  los  originarios  de 
S.  Luis  Potosí,  y  real  de  Guadalcazar.  La  visita 
ha  providenciado  para  inquirir  donde  para  el  tal 
caudal,  y  que  la  voluntad  del  fundador,  se  cum- 
pla.   Véase  la  nota  sobre  becas. 

Güereña,  Sr.  D.  Juan  José,  originario  de  Duran- 
go,  colegial  de  S.  Ygnacio  de  la  Puebla,  y  catedrá- 
tico del  de  S.  Juan  de  Letran  de  México:  cate- 
drático de  cañones  en  la  Universidad,  promotor 
fiscal  de  la  curia  metropolitana,  cura  de  S.  Angel- 
despues  de  S.  Miguel  de  México,  de  donde  pasó 
á  doctoral  de  la  Puebla,  de  allí  electo  diputado 


n 


por  su  patria  á  las  cortes  estraordi nanas  de  Cádiz, 
cuya  comisión  le  ganó  grandes  créditos  de  lite- 
ratura, y  una  canonjíia  en  la  primada  de  Toledo. 
I'allc'ció  en  Cádiz,  dejando  mandada  fundar  dos 
becas  en  el  colegio  que  han  de  vestir  sus  paisanos, 
y  de  las  que  son  patronos  los  \llmos.  SS.  obispos 
de  Durango.    Véase  la  nota  de  becas. 

Hernández  Diosdado,  Dr.  D.  Alon-so,  fundó  ima 
capellanía  en  favor  de  sus  concolegas. 

Ycaza.  Dr.  y  Maestro,  D.  Ysidro,  colegial  y 
catedrático  de  filosofia  y  tcologia  del  colegio, 
rector,  de  la  Universidad,  caballero  del  orden  de 
Carlos  3.°  cura  de  Sta.  Maria  la  Redonda  de  Mé- 
xico, y  después  de  Atlixco,  fundó  la  cátedra  de 
lugares  teológicos,  y  premios  para  los  tres  filóso- 
fos mas  adelantados,  que  acaban  el  curso  de  artes. 
Véase  las  notas  de  cátedra  y  premios.  Ha  hecho 
y  aun  hace  otras  erogaciones  por  el  colegio. 

S.  Yldefonso,  la  R.  M.*"  Maria  de,  religiosa  pro- 
fesa del  convento  de  Ball>anera  de  México.  Lla- 
mó colegiales  al  goce  de  una  capellanía  que  fundó. 

López  Llergo,  Dr.  D.  Ceronimo.  colegial  ReaJ, 
canónigo  de  \'alladolid  de  Michoacan  etc.  dejó  al 
colegio  varias  alhajas  y  paramentos  sacerdotales: 
en  su  vida  fundó  una  beca,  y  A  su  muerte  dispuso 
(jue  todo  su  caudal  se  invirtiese  en  funtiar  las  be- 
cas que  en  aquel  cupiesen.  Caben  efectivamente 
doce  ó  trece,  y  la  \'is¡ta  ha  providenciado  lo  con- 
veniente para  que  cuanto  antes  se  exijan  y  dis- 
fruten de  este  beneficio  los  originarios  de  Yucatán 


79 


y  Michoacan,  que  el  Sr.  fundador  llama  á  su  goce. 

López  Montano,  D.  Luis,  fundó  una  capellanía, 
y  nombra  por  capellanes  de  ella  á  los  colegiales. 

Mariscal  de  Castilla.  Este  Sr.  por  su  comisario 
el  P.  Agustín  Jauregui,  fundó  una  capellanía  co- 
mo el  precedente. 

Molina  Balderrama,  Lie.  D.  Juan,  fundo  la  be- 
ca llamada  de  S.  Juan  ó  de  Balderrama,  y  la 
festividad  de  S.  Juan  Bautista.  Véanse  las  notas 
de  becas  y  festividades. 

Montano,  Yllmo.  Sor.  Dr.  Y  maestro  D.  Tomas, 
vistió  las  becas  del  colegio  y  del  de  Santos,  y  fue 
obispo  de  Oajaca.  Fundó  la  beca  llamada  de 
Montano,  de  la  Escalera,  y  de  oaxaqueños,  para 
quienes  el  Yllmo.  Sor.  la  fundó. 

Montes,  Br.  D.  Benito  José,  fundo  una  capella- 
nía para  colegiales. 

Morquecho,  D.  Antonio,  lo  mismo  que  el  pre- 
cedente. 

Muñoz  de  Castañeda,  D.  Manuel,  idem. 

Neira  y  Galludo,  D.  Bernardo,  idem. 

Ocampo,  P.  José,  rector  del  colegio,  fundó  las 
dos  últimas  becas  de  oposición. 

Oviedo,  V.®  P.*^  Juan  Antonio,  rector  del  colegio, 
gastó  cantidades  muy  considerables  en  esquisitas 
alhajas  de  culto  divino,  y  preciosos  ornamentos 
sacerdotales. 

Padilla  o  Rabadilla,  D.^  Maria  Ysabel,  la  se- 
gunda que  fundó  capellanía  en  favor  de  los  cole- 
giales. 


80 


Parreño,  P.  Jos^?  Julián,  era  rector  cuando  la 
ocupación  del  colegio  en  el  estrañamicnto  de  los 
josuitas:  murió  cerca  de  Ferrara,  dejando  al 
coIcKÍo  su  muy  selecta  iibreria,  que  hace  hoy  la 
parte  mas  apreciable  de  la  biblioteca  del  colepo. 

Picazo  Timcrmans,  Dr.  D.  Juan,  alumno  y 
catedrático  de  latinidad  en  el  colegio,  rector  del 
de  S.  Juan  de  Ixítran,  cura  interino  de  Zumpan- 
go  (lo  la  Laguna  de  Tlalnepantla,  fundó  una  cape- 
ilaiiiii  para  colegiales  después  de  sus  dias. 

Plaza,  Lie.  D.  Cristóbal  de  la,  Secretario  de  la 
l'nivorsidad,  dotó  la  fiesta  que  allí  hace  el  colegio 
á  la  Purisima  Concepción.  Vea^e  la  nota  de  fes- 
tividades. 

Plaza,  P.  Ygnacio,  colegial  y  Maestro  de  apo- 
sentos del  colegio,  y  después  ya  jesuita,  rector  de 
él;  dejó  al  colegio  algunos  buenos  libros,  y  ricos 
ornamentos  sacerdotales. 

Kamires,  D.  Pedro,  fundó  una  capellania  k 
favor  de  los  del  colegio. 

Ilangel,  Dr.  D.  Pedro,  fué  colegial  del  Semina- 
rio Tridentino,  capellán  de  Santa  Hrigida,  y  rec- 
tor del  colegio,  «lió  para  culto  de  la  prodigiosa 
imagen  de  S.  Francisco  Xavier,  seis  blandoncillos 
do  plata,  de.>íompeñó  las  rentas  del  colegio  y  las 
dejó  muy  auinontailas.    \'ease  la  nota  de  rectores. 

Homo.  Ivioy  \'ioira,  Vllmo.  Sor.  Dr.  D.  Manuel, 
arz<)l)isp()  y  capitán  gonoral  de  Manila,  dotó  la 
festividad  i\c\  patronato  do  S.  Luis  (lonzaga  en 
la  Universidad,  que  solemnisa  el  colegio  el  21  de 


81 


noviembre,  y  dio  al  colegio  su  copiosa  librería. 
Véanse  las  notas  de  festividades  y  biblioteca. 

Ruiz  de  Castañeda,  P.^  Pedro,  al  hacerse  je- 
suíta fundó  una  capellanía  en  favor  de  los  cole- 
giales. 

Sicilia,  Lie.  D.  Miguel,  fundó  capellanía  como 
la  anterior. 

Silva,  Lie.  D.  Nicolás,  fundó  la  solemnidad  del 
Sr.  S.  José.  Véase  festividades. 

Soto,  Ana  de,  por  su  comisario  y  hermano 
Antonio  de  Soto,  fundó  la  primer  capellania  á 
favor  del  colegio. 

Torres  Fuñón,  Sr.  Dr.  D.  Luis,  colegial  real  de 
oposición  y  canónigo  de  México,  dejó  cincuenta  y 
tantos  mil  pesos,  para  fundar  las  becas  á  que  al- 
canzara el  capital,  y  están  ya  fundadas  y  en  co- 
rriente seis,  y  por  las  providencias  de  la  Visita,  se 
aumentarán  dos.  Véanse  becas  dotadas. 

Torres,  el  Sr.  Gral.  D.  Juan  de,  fundó  dos  ca- 
pellanías en  favor  de  colegiales. 

Vargas  Valadés,  D.  Cristóbal;  dispuso  en  su 
testamento,  primero  la  dotación  de  cuatro  becas, 
después  la  fundación  del  colegio  de  Cristo,  lo  q. 
se  ejecutó;  pero  no  pudiendo  susistir  por  si  este 
colegio,  se  agregó  al  de  S.  Ildefonso.  Véanse  las 
notas  de  becas  y  colegios. 

Vasquez,  Br.  D.  Juan  Antonio,  fundó  una  ca- 
pellania, como  las  que  se  han  referido. 

Velasquez,  D.  Juan,  idem. 

Nuevo>  Documentos — 6 


S2 


Velasco,  V.'"  Podro,  colonial  y  rector  del  cole- 
gio, aumentó  la  lihroria  y  capilla  de  6\. 

Vidal  Figueroa,  V.^  P."  Pedro  José:  hizo  repa- 
ros de  consideración  en  el  edificio  antiguo  del  cole- 
gio, mereció  sor  testigo  prosoncial  de  la  prodigiosa 
renovación  y  sudor  de  la  imagen  de  S.  Francisco 
Xavier. 

Villar,  Sr.  Dr.  D.  Pedro  Pablo  Pérez  del  cole- 
gial, canónigo  de  la  metropolitana  de  México  etc. 
fundó  seis  becas,  una  cátedra  de  teoloeia,  premioí» 
á  los  estudiantes  teólogos,  y  dejó  algunos  libros  a 
la  biblioteca  del  colegio.  Véase  becas,  cátedra*. 
premios,  y  bibliotecas. 

Xardon.  P.  Antonio,  siendo  rector  del  colegio 
fundó  las  dos  primeras  becas  de  oposición.  Véase 
becas   dotadas. 

Zorrilla,  Br.  1).  Manuel,  fimdó  una  beca.  Véa- 
se becas  dotadas. 

Zorrilla,  P.  Br.  Pedro,  fue  pn-vi-ndado  de  Mé- 
xico, y  después  jesuita  y  rector  del  colegio,  á 
beneficio  de  cuyos  colegiales,  fundó  una  cape- 
llanía. 


83 


BECAS  DOTADAS 


o 


Nacionales.  Las  becas  llamadas 
así  hoy,  y  antes  reales,  debieron 
nombrarse  en  su  principio  de  Erec- 
ción, y  actualmente  de  Merced  ó 
gracia.  En  6  de  setiembre  de  1573 
en  que  se  instaló  el  colegio,  fueron 
solamente  ocho  para  "colegiales,  y 
dos  mas  para  familiares  ó  fámulos. 
Pocos  dias  después  se  aumentó  el  nú- 
mero para  los  primeros  hasta  el 
de  veintiocho,  por  otras  tantas  do- 
taciones que  situaron  en  fincas  y  á 
réditos  los  Patronos.  Por  las  visci- 
situdes  de  los  tiempos  antes  de  tener 
el  patronato  el  Rey  y  posteriormen- 
te, se  ha  disminuido  el  número  hasta 
doce,  diez,  seis  y  aún  cuatro,  según 
el  estado  que  han  tenido  las  rentas 
del  colegio,  el  que  para  el  edificio 
que  ahora  tiene,  consumió  casi  todos 
los  capitales  de  las  dotaciones  que 
no  se  hablan  perdido,  obligándose 
á  mantener  los  colegiales  que  se 
asignasen  con  sus  rentas.  Estas  be- 
cas debieran  ser  privativamente  pa- 


84 


■£«     |s    -Él 

o-      5-      í-5 

C  y.  :. 

ra  los  descendiontes  ó  parientes  de 
los  patronos:  poro  los  vireyes  ó 
viccpatronos,  ya  como  dos  siglos  ha 
las  han  dado  á  pobres  y  niños  de 
escaccsos.  Los  vi  reyes  han  señalado 
el  número  de  becas  á  seis  solamonte. 
que  están  en  corriente  0      0      0 

De  Oposición.  Kn  los  rectorados 
de  los  PP.  Antonio  .lardón  y  Pedro  de 
Ocampo,  se  fundaron  y  dotaron 
con  ties  mil  pesos  cada  una  de  estas 
becas:  dos  en  1691  para  piusantes 
teólogos,  y  dos  en  1725  para  pasan- 
tos,  uno  canonista  y  otro  logista. 
I /OS  capitales  de  estas  becas  se  con- 
sumieron en  la  obra  del  colegio, 
obligándose  á  mantenerlas  con  sus 
rentas,  dando  ciento,  cincuenta  pe- 
sos por  cada  una  anualmente,  y  es- 
tán en  corriente t       O      O 

De  Balderramn,  ó  S.  Juan.  La 
fundó  con  tres  mil  ilesos  el  Lie.  D. 
Juan  Molina  y  Halderrama  el  año 
de  lt>21,  llamando  á  su  goce  á  las 
estudiantí's  pobres  y  virtuosos:  es- 
tá en  corriente 1       O      O 

Para  los  de  Poto.^tf  ó  (tuadalrazar. 
Mandó  funtlar  una  l)eca  el  capitán 


R5 


D.  Antonio  Garda  en  1763,  dejando 
para  ello  seis  mil  pesos,  de  cuya 
fundación,  ni  diligencia  alguna  al 
efecto,  y  mucho  menos  de  ecsistir 
ó  haber  ecsistido  esta  ])eca,  hay 
constancia  la  mas  minima  en  los 
muchisimos  libros  y  espedientes 
que  ha  visto  la  Visita;  y  mientras 
se  hacen  las  averiguaciones  preci- 
sas, se  reputa  perdida O      O       1 

Para  los  del  Parral,  Guadalajara 
y  Chihuahua.  Se  dice  que  habia  be- 
cas en  el  colegio,  según  la  nota  que 
se  lee  en  el  libro  titulado;  Razón 
del  archivo  é  inventario  de  la  libre- 
ría y  capilla,  hecho  por  el  Dr.  R án- 
gel en  1797  se  cree  que  por  lo  menos 
serian  tres,  y  que  por  lo  dicho  en  lo 
de  la  anterior,  se  reputan  perdidas ...     O       O       3 

Del  Sr.  Montano.  De  Oajaca,  o  de 
la  Escalera,  como  indiferentemente 
han  llamado,  la  que  con  seis  mil  pesos 
fundó  el  Yllmo.  Sr.  D.  Tomás  Mon- 
tano, obispo  de  Oajaca,  verificando 
la  fundación  en  1742,  llamando  á 
ella  á  los  pobres  de  aquella  diócesis 
que  hubiesen  estudiado  hasta  artes, 
ó  por  lo  menos  latinidad  en  el  semi- 


86 


o  f.  zL 

nario  de  la  misma  íliocesis.  El  ca- 
pital se  ha  perdido  en  un  concurso, 
y  esto  tiene  suspensa  la  beca:  pero 
por  lo  quo  consta  y  ha  providencia- 
do la  Visita  en  cuanto  á  la  responsa- 
bilidad que  tiene  el  colegio,  no  debe 
estar  suspensa  mas  (|uc  hasta  l:i 
resolución  de  la  superioridad,  confor- 
me á  lo  que  instruye  el  respectivo  es- 
pediente       o       1       O 

De  Llergo.  El  Dr.  y  maestro  D. 
Gerónimo  López  Llergo  en  1766  fun- 
dó para  sus  parientes,  y  en  defecto 
para  los  originarios  de  Yucatán  y 
Michoacan,  una  beca  con  capital  de 
tres  mil  pesos,  que  han  disfrutado 
sus  parientes  y  algimos  de  Yucatán, 
esta  en  corriente 1       O      O 

Dicho  Señor  Llergo  á  su  falleci- 
miento en  176S  dejó  todo  su  cau- 
dal para  que  se  fundara  una  6  cuan- 
tas becas  en  él  cupieran:  mjis  des- 
de dicha  fcha.  hasta  la  presente,  no 
se  ha  hecho  ni  la  fundación  de  una 
sola,  habiéndose  consumido  tantos 
afíos  en  aseguraciones  y  purifica- 
ciones del  caudal,  como  aparece  de 
los  varios  esi)edientes  de  que  se  ha 


87 


impuesto  la  Visita.  Sin  fundación 
formal  se  mandó  por  el  virey  que  se 
diera  una  beca  á  un  pariente  del 
fundador,  ademas  de  la  anterior. 
Está  provista  y  por  lo  mismo  en 
corriente 1       O       O 

Los  referidos  espedientes  acredi- 
tan que  al  presente  hay  caudal  bas- 
tante para  que  desde  luego  se  proce- 
da á  la  fundación  de  doce  ó  trece 
becas  mas,  sobre  que  estensa  y  do- 
cumentadamente se  ha  instruido  al 
Sr.  Presidente O     13       O 

De  Cristo.  Desde  1774  en  que  se 
agregó  el  colegio  de  Cristo  al  de  S. 
Yldefonso,  con  obligación  de  man- 
tener cuatro  colegiales,  en  la  confor- 
midad que  lo  dispuso  Cristóbal  Var- 
gas Valadés,  fundador  del  de  Cristo, 
y  asi  se  ejecuta 4       O       O 

La  Visita  consulta  al  Sr.  Presi- 
dente, que  le  parece  deberse  aumen- 
tar por  lo  menos  otras  dos  becas, 
por  el  grande  aumento  que  posterior- 
mente han  tenido  las  rentas  que  fue- 
ron de  Cristo 0      2      0 

De  Zorilla.  El  Dr.  D.  Manuel 
Zorilla  enfundó  con  tres  mil  pesos 


M 


fí     II     ti 

Ü  X  - 

una  beca,  cuyo  capital  con  otros  re- 
conocía el  consulado  de  esta  ciudad. 
J''.s  patrona  de  dicha  beca  la  mesa  de 
Aranzazu,  y  esta  solo  contribuye 
armalmente  por  ahora  con  cincuenta 
y  seis  ps.  dos  rs.  jjorque  no  le  paga 
el  rédito  completo,  y  por  esto  ha 
estado  y  está  suspensa  la  beca,  de 
que  por  separado  instruyela  Visita..     O       1       O 

De  Villar.  El  Dr.  D.  Pedro  Pa- 
blo Villar  y  Santilises,  por  su  testa- 
mento en  1776  y  codicilo  en  1780. 
mandó  fundar  seis  becas  con  tres 
mil  pesos  de  capital,  lo  que  verificó 
su  último  albacoa  el  Yllmo.  Sr.  Cas- 
ta ñiza;  pero  de  ellas  están  suspen- 
sas dos,  porque  la  mesa  de  Aranzazu 
que  es  la  patrona,  solo  acude  con  lo 
suficiente  para  cuatro,  que  están  en 
corriente 4       2       ü 

De  Güercña.  El  Dr.  1).  Juan  Cíüe- 
reña  que  murió  en  España,  mandó 
fundar  tíos  becas  para  los  diocesanos 
de  Durando,  y  para  realizar  su  fun- 
dación, recibió  el  Sr.  Castañiza  á 
reconocer  sobre  sus  bienes,  los  seis 
mil  pesos  de  su  dotación.  E^^tan 
suspensas  estas  becas,  y  la  Visita  ha 


89 


providenciado  para  que  se  formalice 
la  fundación,  y  se  provean  las  be- 
cas,  (a) O 

De  Torres.  D.  Luis  de  Torres  dejó 
para  varias  limosnas  y  fundación 
de  becas,  sesenta  y  dos  mil  pesos  en 
varias  fincas  de  que  es  administra- 
dor el  rector  del  colegio.  Las  limos- 
nas importan  anualmente,  cuatro- 
cientos, cuarenta  y  cinco  ps.  q.  uni- 
dos á  docientos  de  honorario  al  rec- 
tor, son  seiscientos  cuarenta  y  cinco, 
que  restados  de  1680  que  se  regulan 
al  3  por  ciento  de  rédito  de  dicho 
capital  por  huecos,  drogas  y  repa- 
ros de  casas,  restan  12L5  ps.  que 
dan  para  ocho  becas  á  L50  ps.  cada 
una,  y  un  sobrante  de  15  ps.  pero 
no  hay  en  corriente  mas  que  seis 
becas;  sobre  las  dos  suspensas,  y 
demás  de  este  particular,  consulta 
la  Visita 6 

De  Campa.  Así  podrá  llamarse  la 
de  la  beca  descubierta  por  la  Visita, 
y  que  el  Lie.  D.  Nicolás  Olaez,  como 
albacea  de  Da.  Guadalupe  Campa 
fundó  desde  8  de  febrero  de  1825, 
con  dos  mil  cuatrocientos  pesos  de 


90 


ES 

o  - 


a  2      t- 


capital  para  un  estudiante  pí)brc, 
cuya  colegiatura  e;?tá  pagando,  re- 
servándose por  sus  dias  el  nombra- 
miento del  colegial,  que  harán  des- 
pués el  rector  y  catedráticos 1       O      O 

De  la  Capilla.  El  colegio  d:'i  á 
uno  de  sus  alumnos  el  piso  y  comida 
de  sus  propias  rentas,  con  obliga- 
ción de  que  cuide  de  la  capilla,  y 
está  en  corriente 1       O       O 

De  la  Librería.  Otra  se  dá  al  que 
cuida  de  ella  del  modo  que  la  ante- 
rior, y  está  en  corriente  1       O       O 

De  Honor.  A  los  dos  catedráticos 
de  latinidad,  tres  de  filosofia.  con  el 
que  ha  acubado  últimamente,  á  los 
dos  de  jurisprudencia  y  dos  de  teo- 
logia.  al  maestro  de  aposentos  y  al 
vice-rector.  se  les  dá  ademas  de  su 
honorario,  una  ración  y  beca  verde 
como  á  los  nacionales,  y  esto  se  lla- 
ma beca  de  honor,  que  están  en  co- 
rriente     11       O      O 

De  diezmo.'^.  Por  cédula  real  está 
mandado  (jue  á  los  pobres  se  dé  en 
los  colegios,  lie  gracia  una  boca  por 
cada  diez  porcionistas,  6  de  paga: 
habiendo  hov  24  do  noviembre  de 


91 


Ü  CK  Oi 

1827  treinta  y  un  porcionistas,  debie- 
ra tener  el  colegio,  tres  de  diezmo, 
mas  sus  escasas  rentas  lo  han  obli- 
gado á  suspenderlas,  lo  que  según 
informará  la  Visita,  deberá  cesar  si 
el  Senado  aprueba  los  cuatro  mil 
pesos  que  para  fomento  del  colegio 
ha  concedido  la  cámara  de  diputa- 
dos      O       3       O 

RESU^IEX 

En  corriente 41.0 

Suspensas 26.0 

Perdidas 14.0 

Total 81.0 

(a).  El  Dr.  Güereña,  en  el  poder  para  testar 
que  otorgó  en  la  Puebla,  poco  antes  de  irse  a 
España,  en  29  de  octubre  de  1810,  y  en  la  memoria 
reservada  á  que  sugetó  á  sus  albaceas,  dispuso 
lo  siguiente:  "Con  los  seis  mil  pesos  que  reconoce 
el  capitán  D.  Diego  Fernandez  de  Cevallos,  es 
mi  voluntad  se  funden  dos  becas,  para  que  cada 
colegial  con  ciento  y  cincuenta  pesos  de  su  rédito 
paguen  su  colegiatura  en  el  colegio  real  de  Sn. 
Yldefonso  de  México,  uno  ha  de  estudiar  teolo- 
gía, y  otro  cañones,  ambos  han  de  ser  nativos  de 


!>2 


Durando,  y  en  falta  do  ellos  que  lo  sean  del  niísmu 
obispadíi,  han  (!<•  disfrutar  do  esto  auxilio  los  que 
concluida  su  filosofia  estudien  facultad  mayor, 
y  lo  gocen  por  el  tiempo  de  sus  cursos  y  pasantía, 
pues  cumplida  esta  deben  proveerse  la.s  l)ecas  en 
otros,  poríjue  mi  animo  es  que  la  iglesia  y  el  pú- 
blico de  mi  amada  patria,  .se  provean  de  literatos, 
y  estos  tengan  carrera  para  beneficio  suyo  y  do 
sus  familias,  siendo  como  es  mi  intención  que  si* 
prefieran  mis  parientes,  que  á  la  calificación  del 
Yllmo.  Sr.  oi)ispo  don  esperanza  por  sus  talentos 
y  conducta  de  (|Uo  podrán  ser  hombres  útiles. 
Y  para  que  e.sta  fundación  tenga  efecto  cuiden 
mis  albaceas  de  entregar  á  dicho  Sr.  Yllmo.  el 
capital,  para  que  se  imponga  á  su  .'satisfacción, 
y  así  mismo  esté  á  la  mira  de  su  Yllma.  de  que  el 
rector  de  S.  Yldefonso  informe  sobre  la  aplica- 
ción y  juicio  de  los  agraciados,  siendo  pues  e«ta*! 
do  malas  costumbres,  dei>on  privarse  de  las  be- 
cas y  proveerse  en  jóvenes  de  otras  esperanzas." 
— Así  del  testimonio  que  corre  en  el  espediente 
de  esta  beca,  presentado  á  la  Visita. 


CÁTEDRAS 

Los  colegios  de  México  fundados  á  imitación 
(le  los  de  España,  para  recoger  en  ellos  estudiantes, 
cuidar  de  su  conducta  y  facilitarles  tiempo  y 
medios  de  estudiar,  no  tuvieron  todos  en  sus 
principios  cátedras,  ó  maestros  que  las  enseñaran, 
ocurriendo  para  esto  á  la  Universidad. 

Elsta,  desde  su  erección  en  1555  hasta  el  presente, 
solo  ha  tenido  un  preceptor,  catedrático,  ó  maes- 
tro de  gramática  latina,  llamado  de  retorica.  Los 
jesuítas  hasta  mas  de  un  año  después  de  fundado 
el  colegio  de  estudios  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  no 
fundaron  en  el  suyo  jesuítico,  estoes, en  1^  de  oc- 
tubre de  1574  dos  cátedras  de  gramática,  de 
una  de  las  que  fue  el  primer  mae.stro  el  Ve.  P. 
Pedro  Mercado.  Mucho  después  fue  cuando 
pusieron  en  su  mismo  colegio  cinco  cátedras  de 
gramática  latina,  .separadas  y  clasificadas  por 
el  orden  de  los  cinco  libros  del  arte  de  Nebrija. 
Los  colegiales,  pues,  de  S.  Pedro,  S.  Pablo  y  S. 
Yldefon.so  de  México  ha.sta  el  estrañamiento  de 
los  Jesuítas  intimado  la  mañana  del  25  de  junio 
1767,  tuvieron  que  cursar  dichas  cinco  cátedras 
y  la  llamada  de  retorica  de  la  Universidad. 

En  el  acto  que  se  intimó  dicho  e.strañamiento, 
á  los  ocho  jesuítas  que  se  hallaban  en  el  colegio, 
despidieron  á  los  colegiales  que  estaban  en  él, 
menos  á  los  foráneos  que  no  tenian  en  México, 


94 


ni  tutores  ni  parientes,  manteniéndose  en  el  co- 
legio algunos  (lias. 

Pero  el  Ecsnio.  Sor.  Virey  Marcjui^'Z  de  Croix 
noticioso  del  yerro  que  se  habia  cometido  por  la 
mala  ¡ntoÜKencia  que  los  comisionados  dieron  á 
uno  de  los  artículos  de  la  real  cédula  de  estraña- 
miento,  dio  las  convenientes  providencias  y  reor- 
ganizó el  21  de  julio  de  17t)7  el  mismo  colegio, 
no  en  su  edificio,  sino  en  el  de  la  casa  Profesa, 
donde  estuvo  el  colegio  hasta  la  tarde  del  17  de 
julio  de  1771  en  que  pasó  á  su  antiguo  edificio 
proccsionalmcnte,  con  repiques  de  todas  las  igle- 
sias y  acompañamiento  de  los  mas  distinguido 
de  la  ciudad,  dándoseles  jurídica  posesión  del 
colegio  y  sus  anecsidades  al  rector  y  colegiales, 
por  dos  SS.  Ministros  togados. 

Desde  luego  que  se  reunió  el  colegio  en  la  casa 
Profesa,  los  actuales  colegiales  graduados  con 
algunos  de  los  antiguos,  movidos  de  su  celo  y 
amor  al  colegio  y  d  la  literatura,  sin  embargo  de 
que  ni  las  rentas  del  colegio,  ni  ninguna  otra 
sufragaban  para  dotar  sueldos  de  catedráticos, 
ni  aun  para  gratificarlos  en  lo  mas  mínimo,  sin 
salario  alguno  sirvieron  con  el  mayor  empeño  y 
lustre  las  siguientes  cátedras. 

De  miiiinios  y  menores. 

De  medianos. 

De  mayores  y  retorica. 

De  Lógica. 

De  fisíca  v  nietafisíca. 


95 


De  cañones. 

De  teología  escolasticodogmatica. 

Mas  por  determinación  del  real  acuerdo  de  27 
de  noviembre  de  1770,  á  virtud  del  art.°  30  de 
la  cédula  de  9  de  julio  de  1769  en  que  se  mandó 
conservar  al  colegio  su  primitivo  destino  y  ad- 
mitir colegiales  porcionistas,  restituyéndole  sus 
rentas,  derechos  y  cuanto  le  perteneciese,  dán- 
dole al  mismo  tiempo  reglas  para  su  gobierno, 
entre  otras  cosas,  se  mandaron  establecer  con 
docientos  pesos  y  ración  doble,  que  habían  de 
erogar  los  fondos  del  colegio,  las  mismas  siete 
cátedras  que  se  espresaron  arriba. 

Se  acordó  también  que  la  provisión  ó  nombra- 
mientos de  rector,  vice  rector  y  catedráticos,  se 
hiciese  por  una  junta  superior  compuesta  del 
Yllmo.  Sr.  arzobispo,  que  tendría  voto  de  cali- 
dad, y  de  los  SS.  oidor  decano  de  la  audiencia  y 
deán  de  la  metropolitana,  quienes  en  terna  pro- 
pondrían al  Sr.  Virey  para  que  su  Ecsia.  nombrara 
al  que  de  la  terna  le  pareciese  mejor  para  el  des- 
tino que  se  le  consultaba. 

Los  que  aspirasen  á  cátedras,  debían  hacer 
oposición  del  modo  que  se  hace  en  la  Universi- 
dad, asistiendo  á  la  función  en  el  general  del  co- 
legio el  rector,  vicerector  y  todos  los  catedráti- 
cos, si  no  estuvieren  impedidos  por  ser  oposito- 
res, ó  por  enfermedad:  concluidas  las  oposiciones 
cada  catedrático  separadamente  formará  su  in- 
forme v  censura,  que  pasará  al  Sr.  arzobispo, 


ͻB 


paiíi  <|U('  (MI  la  referida  junta,  y  con  asistencia 
ílol  rector  del  colejíio  y  su  informe  verbal,  se  for- 
me la  insinuada  lerna. 

Así  se  practicó  hasta  el  pronunciamiento  de 
la  indi 'pi'ndeiicia.  sin  haberse  alterado  hasta  allí 
mas  (|ue  las  cátedras  de  gramática,  que  unos 
cuantos  afios  fueron  cuatro,  dividiéndose  la  pri- 
HH'ra  en  dos.  una  de  niinimos,  y  otra  de  menores: 
en  jurisprudencia  se  aumentaron  tres,  y  en  teo- 
lf)iíia.  dos. 

Por  eso  el  ^'ihno.  Sr.  ( "íustañiza,  obispo  de  Du- 
rando en  el  informe  (jue  dio  al  Sr.  Visitador  Don 
Manuel  del  ('ampo  y  Hiva,  en  30  de  Dic/  de 
1816,  como  actual  rector  del  colegio,  espuso  q. 
habia:  tres  cátedras  de  teología. 

De  lugares  teológicos. 
De  te<jlogia  escolástica. 
J)e  t(>ologia  dogmática. 

("ualro  cateilras  de  jurisprudencia,  que  no  es- 
pecifica con  clasificación. 

Tres  de  filosofía  con  la  del  curso  q.  acaba. 

V  tres  de  gramática  latina. 

La  de  lugares  teológicos,  la  fundó  el  Dr.  y  Maes- 
tro T").  Ysidro  Ycaza  en  G  <le  mayo  de  1808  con 
estas  condiciones: 

1."  La  cátedra  .será  de  lugares  teológicos  y 
asistirán  á  ella  los  cursantes  t(xilogos  de  primer 
año:  2."  Se  usará  en  ella  del  mismo  autor  que 
se  usare  en  la  de  escolástica:  3."  El  fundador 
mientras    viva  tendrá  el  derecho  de  projwner  las 


97 


variaciones  que  juzgue,  tanto  en  el  método  que 
se  haya  de  observar  en  la  cátedra,  y  autor 
que  en  ella  se  esplique,  cuanto  en  las  demás  con- 
diciones, mientras  no  se  decrete  el  plan  de  estu- 
dios; facultad  que  tendrán  el  rector  y  catedrá- 
ticos, si  el  fundador  no  hubiere  usado  de  ella  en 
su  vida:  4.^  Mientras  viva  el  fundador  propon- 
drá al  Sr.  Virey  en  las  Vacantes  de  esta  cátedra, 
tres  sugetos  de  los  que  hayan  leido  curso  de  artes 
y  sean  colegiales  actuales:  5.^  asignó  por  dota- 
ción seis  mil  pesos  de  capital  cuyo  rédito  de  300, 
se  dará  al  catedrático,  con  la  ración  que  dá  el 
colegio.  El  capital  se  reconoce  en  lo  del  consu- 
lado de  México :  y  el  Virey  en  oficio  de  28  de  feb/° 
de  1807  aprobó  esta  fundación  y  nombró  al  mismo 
Dr.  Ycaza  por  primer  catedrático,  y  lo  es  aún 
en  1828. 

El  mencionado  Sr.  marquéz  de  Castañiza  en  el 
informe  que  dio  al  Sr.  visitador  Campo  y  Riva, 
advirtió  que  la  dotación  de  la  cátedra  de  dogma- 
tica,  la  habia  hecho  el  mismo  Sr.  y  dejaba  ya 
fundada  de  su  propio  caudal  con  cuatro  mil  pesos 
de  capital  y  docientos  del  rédito  ó  salario  anual: 
y  con  mas  cien  pesos  que  le  aplicaba  de  los  do- 
cientos  anuales  que  dejó  el  Sr.  Dr.  D.  Pedro  Pablo 
del  Villar  y  Santalises,  al  catedrático  de  teologia 
escolástica,  quedando  este  con  los  cien  restantes, 
y  los  docientos,  se  le  dan  de  los  fondos  del  cole- 
gio, é  igualados  los  tres  catedráticos  de  teologia 
á  300  ps.  anuales  cada  uno. 

Nuevos  Documentos — 7 


98 


Mas  respetando  el  saber  y  justificación  del 
Sr.  niíirquóz  y  c(;n  vista  de  lo  que  se  vá  á  citar, 
es  indispensable  decir  que  padeció  equivoco,  pues 
por  la  memoria  del  Sr.  \'illar,  citada  en  su  tes- 
tamento (\c  29  do  enero  de  1770,  por  la  que  citó 
en  su  codicilo  de  (j  de  abril  de  1780,  por  el  testa- 
mento de  su  albacea  el  Sr.  Dr.  Uribe  de  22  de 
abril  de  179(5  y  por  la  fundación  que  hizo  el  al- 
bacea de  este,  dicho  Sr.  Márquez,  en  4  de  marzo 
de  1798  perfeccionado  en  24  de  enero  de  1806, 
consta  que  el  Dr.  Villar  no  quiso  fundar  con  el 
capital  de  cuatro  mil  ps.  ó  sus  réditos  de  200  ps, 
mas  que  un  aumento  de  renta,  para  el  catedrático 
de  teologia  escolástica,  y  a.sí  k  este  deben  dársele 
los  200  ps.  de  Villar,  y  tocarle  de  renta  400  anua- 
les, sin  arbitrio  á  poderle  quitar  los  ciento  en 
favor  del  de  dogmática,  que  no  debe  creerse  do- 
tado, mas  que  con  los  200  ps.  conque  desde  el 
principio  fundó  esta  cátedra  el   Sr.   Castañiza. 

Sin  embargo  dicho  Sr.  requerido  por  el  Dr.  D. 
Simón  de  la  Garza,  catedrático  de  teologia  esco- 
lástica, porque  se  le  diese  el  aumento  integro  de  los 
200  ps.  dejados  por  el  Sr.  Villar,  insistiendo  en 
partirlo,  como  se  ha  dicho,  llevado  desde  luego 
de  que  en  la  memoria  del  Dr.  Villar  se  facultó  al 
Sr.  Uribe  para  hacer  la  fundación  de  las  becas, 
y  del  referido  aumento  con  las  clausulas,  condi- 
ciones y  calidades  que  le  pareciera;  y  que  el  Sr. 
Uribe  autorisó  al  Sor.  marquéz  para  poder  va- 
riar, quitar  ó  ainnentar  lo  que  le  pareciera.  Con 


todo,  la  variación  no  está  autorizada  por  la  su- 
perioridad, y  así  lo  consultará  la  Visita,  para  la 
aclaración  conveniente. 

También  se  providenciará  para  que  se  forma- 
lice pr.  escritura  la  fundación,  situación  é  hipo- 
teca de  los  cuatro  mil  pesos,  con  cuyo  rédito  dotó 
el  espresado  Sr.  Castañiza  la  cátedra  de  teologia 
dogmática,  pues  no  hay  mas  seguridad  por  ella 
que  el  citado  informe  de  dho.  Sor.  quien  desde 
entonces  hasta  su  fallecimiento  pagó  dicho  re- 
dito,  al  que  no  se  niegan  sus  testamentarios. 

El  repetido  Sr.  Castañiza  en  el  n.°  17  de  su  ci- 
tado informe,  dio  á  entender  que  las  cuatro  cá- 
tedras de  jurisprudencia,  la  fundó  el  Sr.  oidor 
honorario  Lie.  D.  José  maria  Fagoaga,  con  capital 
correspondiente.  Dho.  Sr.  en  las  juntas  de  que 
habla  el  referido  informe,  n.°  26,  solo  hizo  la 
promesa  de  dotar  tres  cátedras  de  jurisprudencia, 
con  24  mil  ps.  para  q.  cada  catedrático  tuviera 
400  anuales,  y  aun  aumento  al  catedrático  de 
cañones  que  paga  el  colegio,  asignando  para  esto, 
4  mil  ps.  de  modo,  q.  con  el  rédito  de  estos,  y  lo 
que  dá  el  colegio,  tuviera  también  400  ps.  con- 
cluyó este  informe  el  Sr.  Castañiza,  asegurando 
que  el  aumento  para  la  antigua  cátedra,  y  las 
otras  de  nueva  fundación,  "estaban  aprobadas 
por  el  Ecsmo.  Sor.  Virrey,  y  provistas  conforme 
al  nuevo  establecimiento."  Y  (advierte)  "las  es- 
crituras de  reconocimiento,  no  están  hechas,  pero 
constan  las  ofertas  y  aceptaciones   de  los  docu- 


100 


mentes  que  paran  on  el  archivo.  "  ÍNo  hay  el 
ma«  miniíno)  que  ha«ta  que  principió  la  insu- 
rrección satisfizo  el  Sr.  Fa^oaga  la  renta  para  di- 
chos catedráticos,  y  añade  {xjr  último,  aunque 
siempre  rcconocin  la  deuda. 

La  \'isita  ha  contestado  «obre  etste  particular 
con  el  kSr.  Fagoaga,  y  esto  Sr.  asegura  que  ofreció 
las  referidas  fundaciones,  mientras  estuviera  en 
ewtado  de  ixxlerlas  hacer;  reconociendo  los  capi- 
tales sobre  sus  fincas,  cuando  lo  fonnalisara,  y 
(lue  por  beneficio  del  colegio  pagó  los  salarios  de 
los  catedráticos  desde  su  oferta,  hasta  que  em- 
pezó la  insurrección:  pero  como  esta  ha  defalcado 
sus  intereses  enormemente  y  le  ha  traido  respon- 
sabilidades y  perjuicios  gravisimos.  ya  no  está  en 
estado  ni  tic  continuar  con  las  rentas  que  daba, 
ni  de  realisar  la.s  fundaciones,  como  había  ofre- 
cido hacerlo,  estando  en  la  posibilidad  en  que  se 
liallaba  cuando  su  mero  ofrecimiento. 

De  consiguiente,  no  hay  en  el  colegio  en  cuanto 
á  jurisprudencia,  mas  que 

1."  Cal  (Mira  de  cañones. 


C.VTKnilA    DKL    MAESTHO    DE    LAS    SENTE.\CI.\8 

El  colegio  de  1730  obtuvo  facuItAd,  sin  que 
aparesca  de  quien  ni  como,  para  mantener  y  re- 
gentear en  la  Universidad  una  cátedra  de  toolo- 
gia,  con  el  nombre:  Del  Maestro  de  las  Seni^^twias, 


101 


en  que  habían  de  hacer  un  curso  todos  los  cur- 
santes teólogos,  y  ser  perpetuamente  catedrático 
de  ella,  un  colegial  actual,  con  dotación  de  cien 
pesos  anuales,  para  lo  que  impuso  el  P.  Cristóbal 
de  Escobar  y  Llamas  á  la  sazón  rector  del  colegio, 
dos  mil  pesos:  y  celebró  obligación  á  favor  de  la 
Universidad  de  mantener  dicha  cátedra  por  es- 
critura pública  de  1736,  según  el  Quad.°  5.°  de 
8.°  fs.  sobre  censos  en  favor  y  contra  del  colegio, 
sus  rentas  y  cargas  hasta  8  de  septiembre  de  1751, 
y  el  Quad.°  10.°  de  18  fs,  con  el  n.°  8.  El  primer 
catedrático  de  dicha  cátedra  fué  el  Dr.  y  Maestro 
D.  Jacinto  García  de  Rojas,  que  está  retratado 
en  el  general  del  colegio:  también  fue  catedrático 
de  la  misma,  D.  Luis  Antonio  Pimentel  y  Soto- 
mayor,  de  quienes  el  Sr.  Beristain  en  su  biblioteca 
forma  dos  artículos  por  su  saber,  escritos  y  em- 
pleos. Hubo  otros  catedráticos,  pero  desde  la 
expatriación  de  jesuítas  en  1767,  no  ha  vuelto  á 
existir  semejante  cátedra  en  la  Universidad,  ni 
se  sabe  que  por  parte  de  esta  ó  del  colegio  se  haya 
hecho  reclamación  alguna,  ni  avm  por  el  capital 
de  sus  dos  mil  pesos,  que  hasta  ahora  no  parecen 
bonificados,  sobre  cuyo  particular  debe  solicitarse 
completa  instrucción  para  providenciar  conve- 
nientemente. 

DE    PRACTICA    FORENSE 

Por  el  citado  Quad."  5.°  fs.  33  vta.  aparece  q. 
el  mencionado  P.  Escobar  impuso  dos  mil  pesos. 


102 


dotando  esta  cátedra  con  ciento  anuales,  sobre 
esto  no  tiene  la  Visita  mas  noticias,  y  forma  el 
mismo  juicio,  que  respecto  de  la  anterior.  El  Sr. 
marqués  de  Castañiza,  en  su  citado  informe  al 
Sor.  oidor  visitador  Campo  y  Riva,  manifestó 
deseos  de  que  en  el  colegio  hubiese  esta  cátedra, 
para  evitar  la  disipación  y  tal  vez  estravio  de 
alg.'  pasantes  juristas  por  la  obligación  que  tienen 
de  ir  á  practicar  al  estudio  de  algún  abogado.  Su 
Sria.  Yllma.  no  refleccionó  sobre  lo  poco  6  nada 
que  semejante  cátedra  produce  en  el  colegio  Se- 
minario conciliar;  deseando  por  el  contrario  los 
abogados  mas  prácticos  y  sabios,  que  la  insinuada 
practica  foren^^c  ademas  de  tenerse  con  mas  cui- 
dado en  sus  estudios,  se  ampliase  á  tenerla  por 
algunos  meses  bien  di.sf rutados;  primero  en  los 
oficios  de  buenos  escribanos,  después  en  los  de 
cámara  y  gobierno  y  tribunales  superiores,  así 
como  en  las  relatorias  y  fiscalías.  Esto  con  la 
erección  y  cientifico  estudio  en  las  cátedras  de 
derecho  natural,  de  gentes  y  civil  en  sus  varios 
ramos  respecto  á  la  teórica,  daria  sin  duda  aboga- 
dos y  magistrados  ecselentes. 

DE  HrMANID.\DES  Y  BELLAS  LETRAS 

I^sta  cátedra  que  el  Yllmo.  Sr.  Castañiza  en  su 
mencionado  informo  pedia  se  estableciera  en  el 
colegio,  y  que  la  junta  sujíorior  de  Temporalida- 
des desde  1770  mandó  se  fundara  siempre  que 
las  rentas  del  colegio  fueran  en  aumento,  no  se 


103 


ha  fundado  ni  existido  jamas,  sin  embargo  de 
que  el  mismo  Sr.  marqués  en  la  lista  de  colegiales 
ilustres  que  presentó  á  la  Visita  del  Sr.  Campo 
y  Riva,  lista  al  R.  P.  Francisco  Alegre  por  Cate- 
drático en  el  colegio,  de  Humanidades  y  bellas  le- 
tras, pues  en  el  Quad.°  1.°  de  lo  practicado  por  el 
oidor  D.  Jacinto  ISIartinez  de  la  Concha  en  la 
ocupación  del  colegio  por  el  arresto  de  los  jesuítas, 
á  la  foja  5.^  consta,  que  entre  los  ocho  jesuítas 
que  allí  moraban,  estaba  dicho  P.  Francisco  Xa- 
vier Alegre,  titulándolo;  Prefecto  de  letras  humanas 
y  cronista  de  la  provincia  jesuita  mexicana,  y  la 
tal  prefectura  se  sabe  que  no  tuvo  otro  ejercicio 
que  el  de  promover  y  aficionar  al  estudio  de  pro- 
piedad, buen  gusto  y  buenas  letras,  del  modo  que 
lo  han  hecho  los  presidentes  de  la  academia  de 
Humanidades,  de  la  q.  se  ha  dicho  algo  en  la  nota 
de  colegios,  y  se  dirá  mas  en  la  de  academias  y 
presidencias. 

La  Visita,  si  no  esperara  de  las  cámaras  ó  del 
gobierno  el  plan  general  de  estudios,  y  el  particu- 
lar de  México  á  que  debe  arreglarse  el  particula- 
rismo del  colegio,  desde  ahora  propondría  las  cá- 
tedras que  no  harian  falta  en  el  colegio,  y  las  mas 
que  necesita,  empezando  desde  rudimentos  ó  pri- 
mera enseñanza,  sin  olvidarse  de  las  lenguas  doc- 
tas y  eruditas,  de  la  geografía,  de  la  historia,  de- 
recho natural,  común  y  de  varios  de  sus  ramos,  no 
menos  que  del  de  gentes  y  del  nacional  pragmá- 
tico constitucional.    Diria  también  que  todas  las 


104 


cátedras  deben  ser  temporales  ó  de  cursos  en  de- 
terminado número  de  años,  y  que  ninguna  debe 
dotarse  con  menos  de  seiscientos  pesos  anuales. 
En  tiempo  de  los  jesuitas,  los  que  cursaban  teo- 
logia,  lo  hacian  en  las  cátedras  de  la  Universidad 
y  del  colegio  de  jesuitas,  con  el  ejercicio  de  aca- 
demias en  el  colegio:  los  juristas  solo  cursaban  en 
la  Universidad,  y  no  tenian  cátedras  ni  en  el  má- 
ximo, ni  en  el  de  S.°  Yldefonso:  en  este  asistiatí 
á  sus  respectivas  academias,  como  se  ha  dicho 
en  el  papel  de;  presidentes  y  Academias;  sin  em- 
bargo desde  el  rectorado  del  P.  Cristóbal  Escobar, 
se  estableció  una. 

REGENCIA  O  PREFECTURA  DE  CAÑONES 

En  el  mismo  colegio  de  S.  Yklefonso;  el  ultimo 
regente  fue  el  P.  Francisco  Xavier  Alegre,  quien 
desde  su  aposento  unas  veces,  y  otras  en  aula  se- 
parada dirigió  este  estudio  como  catedrático  y 
regenteó  la<^  academias. 


105 


MAESTROS,  PRESIDENTES  Y 
ACADEMIAS 

En  los  tiempos  que  los  jesuítas  gobernaron  el 
colegio  desde  su  erección,  hasta  1767,  no  mantu- 
vieron en  61  catedráticos  ó  preceptores,  sino  una 
especie  de 

MAESTROS 

Estos  eran  uno,  y  á  veces  dos  jesuítas,  que  to- 
davía, se  hallaban  en  estudios  mayores,  pero  de 
los  mas  sobresalientes  en  latinidad,  filosofía,  ju- 
risprudencia y  teología,  para  que  á  los  cursantes 
de  estas  facultades,  les  pasasen  algunas  materias, 
explicándoselas  en  sus  aposentos,  les  aclarasen 
algunos  puntos,  les  disolviesen  algunas  cuestiones, 
y  en  general  cuidaran  de  que  todos  estudiasen 
sin  perder  el  tiempo. 

Eran  lo  que  en  algunos  colegios  son  los  maestros 
de  estudiantes,  teniendo  un  lugar  medio,  inferior 
á  los  del  rector  y  více-rector  y  superior  á  los  de 
presidentes,  graduados  y  demás  colegíales.  En- 
tre tantísimos  maestros  que  tuvo  el  colegio,  son 
recomendables  los  PP.  Julián  Parreño,  Salvador 


106 


Dávila,  Juan  Francisco  Yragorri  y  otros.  To- 
davía discurrieron  los  jesuítas  otro  genero  de 
maestros,  ú  otro  atisilio  de  la  enseñanza,  en  los 
que  llamaron: 

PRESIDENTES 

De  los  colegiales  pasantes,  de  la  mayor  instruc- 
ción, graduados  en  gran  parte  de  doctores,  maes- 
tros ó  licenciados,  ordenados  in  sacris  examina- 
dos de  abogados,  ó  distinguidos  con  la  beca  real 
de  oposición,  nombraban,  uno,  con  el  nombre 
de  presidente  examinador  para  cada  curso  de 
artes  que  se  abría:  cuatro  para  la  cátedra  de  ju- 
risprudencia y  otros  tantos  para  la  de  teología. 
Estos  tenían  por  obligación: 

Consultar  y  votar  los  lugares  que  merecían  sus 
respectivos  cursantes,  entre  ellos  mismos  y  para 
sustentar  los  actos  menores  y  mayores  de  esta- 
tuto. 

Examinar  á  los  propios  en  los  examenes  de 
jurí  sobre  lo  que  han  estudiado  en  el  año,  y  en 
los  de  gratis  sobre  las  materias  á  que  voluntaria 
y  espontáneamente  se  presentan,  formando  en 
unos  y  otros  su  censura  ó  crisis  que  se  lee  en  el 
general  del  colegio,  cuando  acaba  el  año  escolar. 

Presidir  una  lección  en  el  refectorio  del  colegio 
grande  cada  semana:  los  de  teología  en  lunes,  los 
de  jurisprudencia  en  martes,  los  del    primer  cur- 


107 


SO  de  artes  en    miércoles  y  los  del  segundo,  en 
sábado. 

Presidir  los  previos  examenes  de  actos,  llama- 
dos actillos. 

Presidir  también  los  examenes  públicos  de  los 
q.  acaban  el  curso  de  artes,  que  no  teniendo  asig- 
nación para  acto,  ó  no  pudiendo  sustentar,  se 
ofrecen  á  estos  ejercicios  W&m&áos:  Oposición  de 
todo  el  curso. 

Presidir  por  último,  ó  asistir  dentro  del  colegio 
a  dos  academias  cada  semana,  de  seis,  á  siete  y 
media  de  la  noche  los  filósofos  de  cada  uno  de  los 
dos  cursos,  y  los  juristas,  martes  y  viernes,  los  teó- 
logos, lunes  y  jueves. 

De  la  expatriación  de  los  jesuítas  acá,  conser- 
vándose los  nombramientos  de  presidentes,  es- 
tos tienen  ademas  la  obligación  de : 

Turnar  á  replicar  en  los  actos  de  los  conventos 
y  colegios  de  S.  Francisco,  S.  Agustín  y  la  ^ler- 
ced,  después  de  que  lo  hayan  hecho  los  catedrá- 
ticos, pues  están  convenidos  unos  y  otros  á  su- 
brogar la  réphca  que  á  dichas  comunidades  daban 
los  jesuítas. 

Sustituir  sus  respectivas  clases  ó  cátedras  cuan- 
do los  catedráticos  se  enfermen  ó  ausenten. 

Y  finalmente,  concluir  los  cursos  de  artes  si  por 
algún  motivo  no  lo  pudieren  hacer  los  respectivos 
catedráticos. 


108 


El  nombramiento  de  presidente  de  acatlemias, 
es  el  segundo  en  honor  y  aprecio  literario;  e«  de 
los  empleos  de  carrera,  y  el  inmediato  para  ob- 
tener cátedra.  Su  asistencia  ó  presidencia  en  las 
academias,  es  utilisima  y  de  la  mayor  importancia 
literaria:  puede  ponerse  en  duda  ¿si  las  academias 
son  nms  útiles  que  las  clases  ó  cátedras?  Y  si  la 
duda  se  contrae  á  las  de  facultad  mayor,  la  expe- 
liencia  está  por  las 

ACADEMIAS 

Ya  se  ha  dicho  las  que  tienen  los  cursos  de  ar- 
tes, jurispiiidencia  y  teologia  y  en  la  nota  sobre 
Colepnos  ó  Seminarios,  se  habla  suficientemente 
de  iíi  Academia  do  Moral  en  el  N."  83,  y  Acade- 
mia de  Ilunianidados  en  el  84  y  80. 


109 


CONSTITUCIONES 

Por  ninguna  otra  cosa  florecen  mas  las  ca- 
sas de  comunidad,  que  por  los  buenos  reglamen- 
tos que  las  dirigen:  por  eso  convendrá  saber  que 
desde  12  de  agosto  de  1573  en  que  el  Exmo.  Sor. 
Virey  D.'^  Martin  Henriquez,  dio  licencia  para 
la  fundación  del  colegio,  previno  á  los  patronos 
fundadores  la  formación  de  aquellas.  En  efecto, 
formaron  desde  luego  algunas,  que  poco  después 
perfeccionaron,  y  se  leen  en  el  libro  primero  de 
sus  cabildos,  y  en  el  testimonio  de  la  fundación 
del  colegio,  pieza  n.°  1.°,  desde  la  foja  13. 

Después,  siendo  rector  del  colegio  el  P.  Pedro 
Diaz  en  18  de  oct.''®  de  1583,  se  leyeron  en  el  co- 
legio veintitrés  constituciones,  por  las  que  de  nue- 
vo se  gobernó  desde  allí  el  colegio,  según  el  P. 
Florencia  en  la  historia  de  la  compañía  de  Jesús 
de  N.  E.  n.°  190. 

Reunidos  los  dos  colegios  de  S.  Pedro  y  S.  Pa- 
blo con  el  de  S.  Yldefonso,  refundidas  las  ante- 
riores constituciones  y  mejoradas  en  gran  parte, 
se  reduieron  á  solos  diez  y  ocho  establecimientos 


lio 


que  se  creyeron  mu}'  oportunos  para  la  educación 
literaria  de  los  colegiales,  y  aprobó  el  EIcsmo.  Sr. 
Virey  D.  Diego  Fernandez  de  Cordova,  marqués 
de  Ciuadalcazar,  insortos  en  la  diligencia  de  la 
insinuada  reunión,  conq.  dá  principio  el  libro  de 
colegiales  reales. 

Por  dichos  establecimientos,  por  preceptos  q.* 
varias  veces  impusieron  los  RR.  PP.  Provinciales 
de  jesuítas  y  los  visitadores  de  ellos  cuando  visi- 
taron el  colegio,  y  por  usos  y  costumbres  que  in- 
trodujeron sus  rectores,  se  rigió  el  mismo  colegio 
por  los  jesuítas  hasta  su  estrañamiento.  Esto  for- 
mó un  buen  cuaderno  titulado;  "Reglas  primiti- 
vas del  colegio,  sus  usos  y  costumbres."  A  esto  se 
añadieron  las  constituciones  del  colegio  de  San 
Martin  de  Lima,  y  el  libro  que  contenia  uno  y 
otro,  y  la  fórmula  del  juramento  de  los  colegiales 
reales,  forrado  en  terciopelo  carmesí  con  canto- 
neras de  plata,  se  pasaron  dicho  año  al  Ecsrao. 
Sr.  Virey  marquez  de  Croi.x,  según  el  cuaderno 
de  ocupación  del  colegio  fs.  39  vta.  sin  saberse 
mas  de  su  paradero. 

El  colegio  reorganizado  pocos  dias  después  de 
intimado  el  arresto  á  los  jesuítas,  se  gobernó  los 
cuatro  años  que  estuvo  en  la  Casa  Profesii,  por 
las  anteriores  reglas  en  lo  que  les  fu(5  adaptable; 
pero  desde  que  se  trasladó  a  su  antiguo  etlificio 
ó  pocos  nie.ses  después,  se  dirigió  ¡xir  las  consti- 
tuciones {|uc  el  real  acuerdo  habia  mandado  for- 
mar al  rrcfor,  vice-rector  y  catedráticos  del  co- 


111 


legio,  con  vista  de  otras  constituciones  que  se  les 
indicaron,  y  con  arreglo  á  la  real  cédula  ó  plan 
de  estudios  de  15  de  abril  de  1770. 

Estas  constituciones  se  aprobaron  por  la  real 
junta  de  aplicaciones  de  Temporalidades  en  1777: 
ellas  gobernaron  también  en  el  tiempo  que  los 
jesuítas  tuvieron  el  colegio  á  su  cargo,  desde  su 
reposición  en  1816  hasta  su  segunda  secularisa- 
cion  en  1821,  y  siguen  gobernando  hasta  hoy  con 
unas  cuantas  reformas,  que  ocurrencias  sobreve- 
nidas obligaron  á  hacer  á  varios  EE.  SS.  Vice- 
Patronos. 

Los  buenos  resultados  que  el  colegio  ha  tenido 
en  la  observancia  de  estas  constituciones,  las 
aprueban  de  nuevo,  y  apenas  unas  pocas  adicio-. 
nes  y  reformas,  bastarían  para  hacerlas  mejores. 


113 


PRIVILEGIOS  Y  PREMIOS 

I.  Prescindiendo  del  patronato  real,  á  que  esta- 
ba sometido  el  colegio  de  S.  Yldefonso,  antes  de 
unirse  con  el  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  según  dá  á 
entender  el  P.  Florencia,  sin  escribir  constancia, 
lo  cierto  es  que  el  colegio  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo 
se  puso  bajo  la  inmediata  y  Real  protección  del 
Rey,  como  consta  del  testimonio  de  la  fundación 
de  dicho  colegio,  pieza  n.°  1.°  fs.  19,  y  del  citado 
P.  Florencia  en  su  historia  de  la  Compañia  de 
N.  E.  n.°  200,  desde  29  de  mayo  de  1612  por  ce- 
dula  de  esta  fecha,  mandada  espedir  por  Felipe 
3.°  que  forma  hoy  la  ley  13  tit.  23  Lib.  1.°  de  la 
R(ecopilacion  de)  Y(ndias)  quedice asi  "Encomen- 
damos y  encargamos  el  gobierno  y  administra- 
ción del  colegio  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo  de  México, 
á  la  Compañia  de  Jesús,  y  sus  religiosos,  reser- 
vando para  nos  y  los  reyes  nuestros  sucesores,  el 
patronazgo  de  él,  y  es  nuestra  voluntad  que  los 
virej'^es  de  la  N.  E.  presenten  los  colegiales  con- 
forme á  nuestro  patronazgo  real,  para  que  estu- 
dien artes  y  teología."  Esto  es  lo  principal  de 
dicha  cédula,  que  consta  de  varios  capítulos,  y 
se  halla  á  la  letra  en  dicha  pieza,  y  en  el  principio 
del  libro  de  colegiales  reales,  en  que  se  halla  au- 
torizada la  reunión  de  los  colegios  de  S.  Pedro  y 
S.  Pablo  con  el  de  S.  Yldefonso.  En  esta  consi- 
deración, pues,  tocan  al  colegio  todos  los  privi- 

Nuevos  Documentos — 8 


114 


legios  de  que  gozan  los  colegios  de  especial  6  in- 
mediato patronazgo  real. 

II.  Los  vireyes  porloniismo  deben  tener  parti- 
cular afecto  y  cuidado  del  colegio  y  sus  colegia- 
les, honrándolos  y  promoviéndolos  &  beneficios 
y  otras  ocupaciones  y  comodidades.  Cap.  de  la 
citada  cédula  y  la  ley  G,  tit.  23  Lib.  1.°  R.  Y,  que 
dice:  "los  virreyes,  presidentes  y  gobernadores, 
presenten  para  las  doctrinas  á  colegiales  de  los 
seminarios  y  otros  colegios  de  sus  distritos,  te- 
niendo las  partes  de  habilidad  y  suficiencia,  que 
disponen  las  leyes  de  nuestro  patronazgo  real,  y 
en  igualdad  de  calidades,  los  prefieran  á  otros 
opositores,  que  no  hubieren  sido  colegiales.  Y 
rogamos  y  encargamos  á  los  prelados  eclesiásti- 
cos, que  en  las  proposiciones  de  sugetos,  hagan 
lo  mismo."  La  citada  cédula  en  el  cap.  16  repite 
y  encarga  la  insinuada  preferencia  de  los  colegia- 
les en  igualdad  de  circunstancias,  en  la  provisión 
de  piezas  eclesiásticas  y  seculares. 

III.  Los  colegios  reales  y  sus  colegiales  por  ser 
del  inmediato  patronazgo  del  rey,  deben,  prece- 
der y  preferir  á  los  que  no  lo  sean:  por  eso  en  una 
de  las  competencias  sobre  preferencia  de  lugar  que 
tuvo  el  colegio  con  el  de  Santos,  el  fiscal  de  lo  civil 
informaba  al  virey,  respecto  de  S.  Pedro,  S.  Pa- 
blo y  S.  Yldefon.so,  expresándose  asi:  "De  suerte 
que  este  colegio  debe  ser  preferido,  por  mas  an- 
tiguo, por  el  patronato  real  y  por  haber  siempre 
preferido  en  todo;  consta  lo  primero  por  decreto 


115 


del  Sr.  marquéz  de  Cadereita,  en  que  impide  la 
incorporación  del  colegio  Omnium  Sanctorum  con 
la  real  Universidad,  porque  no  prefiriese  al  cole- 
gio real.  Y  el  Sr.  conde  de  Baños  impidió  que  se 
graduasen  los  colegiales  del  colegio  Omnium  Sanc- 
torum por  la  mitad  de  las  propinas,  porque  debia 
ser  preferido  el  colegio  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo, 
que  desde  el  año  de  1612  tiene  hecha  esta  gracia 
ó  merced  de  S.  M.  gozando  los  privilegios  del  co- 
legio de  S.  Martin  de  Lima.  Lo  segundo,  porque 
el  Sr.  marqués  de  Mancera,  impidió  á  dichos  co- 
legiales la  réplica  en  los  actos,  por  contradicción 
que  hizo  este  colegio  como  mas  antiguo:  fuera 
de  esto  ha  preferido  en  todos  los  concursos  este 
colegio,  al  de  Santos  por  declaración  de  los  SS. 
vireyes."  Hasta  aquí  el  testimonio  del  pedimento 
fiscal,  que  vi  en  poder  del  teniente  del  regimiento 
del  Comercio  de  México  D.  José  Can  el  en  1787. 

IV.  El  graduarse  de  BB.  en  artes  el  7  de  enero 
primero  que  ningunos  otros  estudiantes.  Este 
privilegio  es  consecuencia  de  los  anteriores,  y  se 
ha  ejecutoriado  varias  veces  en  juicio  contradicto- 
rio con  los  colegios,  Seminario  conciliar,  y  el  de  S. 
Juan  de  Letran,  antes  y  después  del  rectorado  del 
V.  P.  Juan  Antonio  Oviedo,  en  cuya  vida  cap.  16 
se  refiere:  "que  dicho  P.®  se  desvelaba  en  conser- 
var indemnes  los  fueros  de  su  colegio.  Sucedió 
por  entonces  q.  con  ocasión  de  haberse  exijido 
cátedras  de  facultades  mayores  en  dicho  semina- 
rio Tridentino,  se  pretendía  primada  para  recibir 


116 


ol  ^raílo  do  BB.  on  artes,  por  los  do  dicho  Semi- 
nario, favorecido  por  el  Sr.  rector  de  la  Universi- 
dad: pero  el  Ecsino.  Sr.  Virey  conde  de  Mocte- 
zuma en  vista  de  la  antigüedad  y  posecion  de  los 
artistas  de  S.  Yldefonso,  resolvió  á  favor  de  éste 
y  quedo  incontrastablemente  ejecutoriado,  lo  que 
se  usa  hasta  el  tiempo  presente,  y  es  que:  en  el 
dia  siete  de  enero,  cuando  se  dá  principio  á  los 
grados  de  BB.  en  artes,  comienzan  por  el  colegial 
de  S.  Yldefonso,  primer  lugar  del  curso  que  fina- 
lisa  en  el  máximo  de  S.  Podro  y  S.  Pablo." 

V.  Las  prerrogativas  de  los  colegiales  mayores 
en  razón  de  tales,  pues  al  colegio  le  está  concedido 
este  titulo,  y  los  privilegios  de  colegio  mayor,  se- 
gún el  re¡)ctido  testimonio  fs.  22.  Por  lo  tanto, 
y  para  no  perder  el  colegio  estas  gracias,  ha  repu- 
tado por  colegio  mayor,  á  lo  que  se  ha  llamado 
colegio  real,  en  que  se  incluyen  los  becas  de  opo- 
sición, de  honor,  los  graduados  de  licenciados  arri- 
ba 3'  los  ecsaminados  de  abogados,  todos  los  q.* 
.«se  tienen  y  compartan  como  colegiales  mayores. 

\'l .  \'estir  becas  largas  con  roscas  al  cabo,  como 
se  usa  en  los  colegios  mayores  de  la  Universitlad 
de  Salamanca.  La  citada  cédula  y  su  testimonio 
fs22 

\  11.  De  los  privilegios  que  tiene  el  colegio  de 
S.  Martin  de  la  ciudad  de  Lima,  le  están  conce- 
didos al  de  S.  Yldefonso  todos  los  que  le  sean  com- 
patibles, mas  útiles  y  convenientes,  como  consta 


117 


de  lo  referido  ya  en  el  n.°  III,  y  del  mencionado 
testimonio,  fs.  74  vta. 

VIII.  El  recibir  grado  de  la  Universidad  por 
la  mitad  de  propinas.  Este  privilegio  consta  de 
los  documentos  que  se  citan  en  el  núm."  anterior, 
en  varios  lugares,  y  de  la  real  cédula  de  8  de  abril 
de  1701.  E.  testimonio  fs.  50  vta.  Pero  este  pri- 
vilegio solo  lo  pueden  disfrutar  los  colegiales  que 
por  lo  menos  hayan  vestido  la  beca  dos  años, 
como  lo  advierten  las  citadas  constancias  y  la  Ley 
24  tit.  22  lib.  1.°  R.  Y,  diciendo:  "Declaramos 
que  ningún  colegial  pueda  gozar  del  privilegio  de 
graduarse  por  la  mitad  de  propinas  y  derechos, 
concedido  al  real  colegio  ma3^or  de  la  ciudad  de  Li- 
ma, que  por  lo  menos  no  hubiere  asistido  en  él  co- 
mo tal  colegial  dos  años  continuos.  Y  porque  de  al- 
gún tiempo  á  esta  parte  se  ha  concedido  este  pri- 
vilegio a  algunas  becas  que  sustentamos  en  el 
colegio  de  S.  Martin,  que  está  á  cargo  de  los  re- 
ligiosos de  la  compañía  de  Jesús  de  la  dicha  ciudad, 
declaramos  asimismo  que  no  puedan  gozar  del 
dicho  privilegio  los  que  por  lo  menos  no  hubieren 
tenido  dos  años  continuos  una  de  las  becas,  á  que 
está  concedido,  aunque  con  otra  haya  asistido 
muchos  años  en  un  mismo  colegio."  La  ley  si- 
guiente, aclara  otro  particular  sobre  dicho  pri- 
vilegio, que  no  se  expresa  por  poco  interesante. 

Este  privilegio  se  le  concedió  mucho  después 
que  á  S.  Yldefonso,  al  de  Santos,  con  otros  va- 
rios que  ya  se  insinuaron  en  su  art.°  en  la  nota  de; 


118 


Colegios  y  Seminarinn.  La  Universidad  luego  que 
supo  la  concesión  de  estos  privilegios  los  tuvo 
por  exorbitantes  y  perjudiciales  á  los  otros  sus 
miembros,  que  no  habían  sido  alumnos  de  es- 
tos dos  colegios.  Rstos  mismos,  muy  ágenos  de 
coadyuvar  á  la  Universidad  y  antes  queriéndola 
contrariar  por  una  innoble  emulación  o  rivali- 
dad, propia  y  resto  de  los  siglos  de  ignorancia  y 
barbaridad,  se  contradijeron  mutuamente,  liti- 
gando con  la  Universidad,  y  este  dL«pendioso  y 
ruidoso  pleito  se  llevó  á  los  tribunales  de  la 
Corte  de  Madrid,  sin  saberse  hoy  ma^  que  por 
él  quedaron  en  suspenso  y  sin  efecto  alguno  de 
los  privilegios  de  media  propinas  y  ademas. 

IX.  Que  el  colegio  tenga  imprenta  propia.  En 
efecto  la  tuvo  de.sde  1750  ha.«?ta  17G7,  tan  surtida 
y  bien  habilitada,  que  solo  los  utencilios  de  la  im- 
prenta, malbaratados,  se  le  dieron  al  Br.  D.  José 
Antonio  de  Nogal  en  cuatro  mil,  ciento,  noventa 
y  un  pesos,  sin  22  balones  de  papel,  su  tienda  de 
libros  impresos,  y  otros  muchos  efectos  que  se 
hallaron  el  expresado  año  al  tiempo  del  arresto 
do  los  jesuítas,  como  consta  del  (^uad.°  1."'  sobre 
este  particular.  La  letra,  punzones,  matrices  y 
domas  todo  ora  ecsolonte  y  del  mejor  gusto,  y  por 
l)rim¡cias  díó  á  luz  el  catalogo  de  jesuítas  y  cole- 
gíales que  había  en  1751.  Opúsculo  que  el  pro- 
pio colegio  dodi('6  á  la  Provincia  de  la  Compañía 
de  .lesus  {\v  N.  E. 

X.  Ymprimír  exclusivamente   todo  lo   perte- 


119 


neciente  á  estudios  menores,  como  cuadernillos 
de  oraciones  colectivos,  cuartos,  quintos  etc.  Gra- 
cia que  se  concedió  después  de  dicho  arresto  á  la 
imprenta  de  Puebla  de  D.  Pedro  de  la  Rosa.  Los 
que  hayan  pertenecido  á  los  gobiernos  absolutos 
mas  que  otros,  se  harán  concepto  de  la  importan- 
cia del  privilegio  de  la  imprenta,  y  de  la  utilidad 
que  el  exclusivo,  respecto  á  lo  de  estudios  menores, 
pudiera  dar  al  colegio. 

Los  referidos  privilegios  eran  sin  duda  algún  es- 
timulo á  la  juventud  estudiosa,  á  los  que  añadi- 
das las  becas  de  gracia  ó  merced,  todavía  se  les 
dio  un  ensanche  mas  con  el  establecimiento  de 
los  siguientes 

PREMIOS 

Las  dos  becas  de  oposición  para  pasantes  teo. 
logos  que  en  1694  fundó  el  rector  del  colegio  P- 
Antonio  Jardon.  Véase  la  nota  de;  Becas  do- 
tadas. 

Las  dos  becas  de  oposición  para  pasantes  ju- 
ristas que  en  1725  fundó  el  P.  rector  Pedro  de 
Ocampo.    Ydem. 

La  de  Balderrrama  ó  S.  Juan,  fundada  p.'  el 
Lie.  D.  Juan  Molina  y  Balderrama.    Ydem. 

Las  destinadas  á  los  de  Potosí  y  Guadalcazar, 
por  su  fundador,  capitán  D.  Antonio  Garcia. 
Ydem. 

Las  destinadas  á  los  del  Parral,  Guadalajara 
y  Chihuahua.    Ydem. 


120 


La  del  Sr.  Montano,  para  los  de  Oajaca,  fun- 
dada por  el  YUrno.  Sr.  obispo  de  allí  D.  Tomas 
Montano.    Ydem. 

Las  trece  o  catorce  para  Yucatanos  y  Michoa- 
canos,  fundadas  por  el  Sr.  Dr.  y  Maestro  D.  Ge- 
rónimo López  Llergo.  Ydem. 

Las  cuatro  de  Cristo,  debidas  al  fundador  del 
colegio  de  dicha  denominación,  D.  Cristóbal  Var- 
gas Valadez.    Ydem. 

La  de  Zorrilla,  fundada  por  el  Br.  D.  Manuel 
Zorrilla.    Ydem. 

Las  seis  de  Villar,  para  promover  el  mejor  ofr- 
tudio  de  teologia  escolástica  y  dogmática,  fun- 
dadas por  el  Dr.  D.  Pedro  Pablo  del  Villar  y  San- 
telises.    Ydem. 

Las  dos  de  Güereña  para  los  de  Durango,  fun- 
dadas por  el  Dr.  D.  Juan  Güereña.    Ydem. 

Las  seis  ú  ocho  de  Torres,  fundadas  por  el  Dr. 
D.  Luis  de  Torres.    Ydem. 

La  de  Campa,  fundada  por  D.'  María  Guada- 
lupe de  Campa.    Ydem. 

Las  seis  de  erección,  debidas  h  los  primeros  pa- 
tronos, llamadas  reales  ó  nacionales.    Ydem. 

Las  de  capilla,  librería,  honor,  y  de  diezmo. 
Yd. 

XL  La  borla  de  teologia.  El  genio  benefi- 
cioso, ó  el  P.  rector  Cristóbal  de  Escobar  y  Lla- 
mas por  escritura  de  7  de  mayo  de  1732,  la  fundó 
con  diez  mil  pesos  de  capital,  y  el  rédito  de  cuatro 
años  para  que  en  cada  cuadrieño  se  diese  al  cele- 


121 


gial  pobre  entre  los  demás  suficiencia,  haciéndose 
para  ella  oposición  con  puntos  de  veinticuatro 
horas  tomados  á  suerte  del  INIaestro  de  las  Sen- 
tencias. 

Esta  fundación  se  hizo  en  parte  de  los  fondos 
del  colegio  q.  llamaban  seminario  y  en  lo  res- 
tante de  lo  que  dio  un  bienhechor;  por  lo  que  en 
esto  no  habian  de  preferir  los  colegiales  reales  á  los 
seminaristas.  El  que  sacase  esta  borla  habia  de 
jurar  no  llevar  propinas  á  los  colegiales  actuales, 
cuando  se  borlasen,  y  que  al  fin  de  su  vida  dejaría 
al  colegio  alguna  señal  de  agradecimiento,  ya 
para  restaurar  ó  aumentar  el  capital  de  la  funda- 
ción, ó  para  hacer  otras  semejantes,  y  que  por 
último  permanecería  en  el  colegio  después  de 
borlarse,  un  año.  El  Cuad."°  5.°  sobre  censos 
etca.  fs.  31.  Pero  dicho  p.®  en  24  de  febro.  de 
1736,  varió  la  fundación  que  ya  no  se  trató 
de  hacer  sino  con  bienes  de  la  Compañía  y  del  Se- 
minario puramente,  porque  la  persona  que  habia 
ofrecido  ayudar,  murió  sin  poderlo  hacer:  expresó 
que  esta  fundación  la  eximia  de  toda  jurisdic- 
ción real  y  eclesiástica  é  hizo  otras  leves  altera- 
ciones sin  variar  en  lo  demás  la  fundación,  fs.  32 
vta.  Sin  embargo  el  P.  rector  Xavier  Evang.^* 
Contreras  consultó  en  9  de  mayo  de  763,  fs.  34 
á  su  provincial,  para  que  redujese  a  esta  borla  a 

XII.  Licenciaturas,  suponiendo  que  se  habia 
fundado  una  para  juristas,  de  que  no  hay  cons- 
tancia y  tratando  de  que  se  uniesen  ambos  ca- 


122 


pítales  y  que  con  su  rédito  de  setecientos  cincuen- 
ta, se  licenciasen  dos  teólogos  en  los  dos  años  pri- 
meros, y  en  el  siguiente  un  jurista:  y  que  si  llegare 
el  caso  de  faltar  teólogos  hábiles,  y  abundaren 
los  juristas,  de  estos  pudiesen  licenciarse  dos  años 
continuos,  recuperando  en  los  años  siguientes  su 
vez,  los  teólogos.  Esto  lo  aprobó  el  provincial 
fs.  34.  Y  en  la  anterior  ya  se  habla  de  la  licen- 
ciatura de  juristas  con  el  rédito  de  cinco  mil  ps. 
de  capital  cada  trienio,  expresándose  (jue  en  la 
dación  de  esta  se  hubiesen  de  observar  las  mismas 
condiciones  que  en  la  borla  de  teologia.  Así  que, 
con  los  diez  mil  de  esta  y  cinco  mil  de  la  licencia- 
tura de  juristas,  hubo  un  capital  de  quince  mil,  que 
desde  entonces  hasta  ahora  han  estado  impuestos 
sobre  haciendas  de  D.  Juan  Francisco  Retana,  y 
con  el  Rédito  de  setecientos  cincuenta,  se  han 
dado  desde  entonces  una  licenciatura  k  teólogos 
en  dos  años  continuos,  y  una  á  juristas  en  el  si- 
guiente. 

Premios  que  distribuía  antiguamente  entre  los 
colegiales  el  Ecsmo.  Ayuntamiento  de  esta  ciudad. 

2.°  XII.  En  la  dedicatoria  h  dicho  cuerpo  del 
Sermón  do  Nuestra  Señora  de  Guadalupe,  predi- 
cado p.'  el  P.'  fr.  José  Manuel  Rodríguez  é  im- 
pre.'ío  por  (^ntivoros  en  17<)8  con  el  titulo  de:  El 
Pais  afurtunndo  .se  lee  "Este  muy  noble,  muy  leal 
é  insigne  ayuntam.*"  de  la  ciudad  de  Mé.xico,  ha 
sido  en  la  mayor  parto  :'\  quien  este  real  colegio 
debe  su  fabrica  en  su  primer  erección:  Después 


123 


hizo  todos  los  correspondientes  informes  para  que 
la  nueva  fabrica  no  se  destinase  á  cuartel,  y  el 
colegio  saliendo  de  la  Profesa  volviese  á  aquella. 
A  los  principios  del  establecimiento  de  este  cole- 
gio, en  ciertas  oportunidades  distribuía  entre  al- 
gunos de  los  colegiales,  premios  que  sirviesen  de  es- 
timulo, igualmente  que  á  su  aplicación,  al  interés 
común  de  su  adelantamiento." 

XIII.  Veinticinco  pesos  á  cada  uno  de  los  dos 
que  hubieren  merecido  ser  nombrados  para  sus- 
tentar los  actos  llamados  de  estatuto,  menor  y 
mayor  de  teología:  é  igual  cantidad  á  cada  uno 
de  los  dos,  mayor  y  menor  de  cañones.  La  res- 
pectiva dotación  y  capital  para  esto  se  debe  tam- 
bién al  insigne  P.®  rector  Cristóbal  de  Escobar 
y  Llamas.  Cuad."°  5.°  de  censos,  fs.  33  vta. 

XIV.  Veinticinco  pesos  á  cada  uno  de  los  dos 
becas  del  Sr.  Villar,  que  fueren  designados  para 
tener  acto  de  teología.  El  Yllmo.  Sr.  Castañiza, 
como  albacea  del  Sr.  Villar,  y  por  sí,  se  obligó  á 
aumentar  mil  pesos  de  fondo  á  la  dotación  de  las 
insinuadas  becas,  para  q.  los  réditos  de  cincuenta 
ps.  sirvan  á  dar  veinticinco  ps.  á  cada  uno  de  los 
dos  actos  que  hizo  juicio  habria  á  lo  mas  cada 
año  de  los  becas  de  Villar;  advirtiendo  que  si  al- 
guna vez  hubiere  mas  de  dos  actos,  con  lo  que  se 
haya  reservado  y  no  se  haya  destinado  en  los  años 
q.  no  hubiera  habido  mas  y  en  los  que  no  se  sus- 
tentase ninguno  por  estar  aún  de  cursantes  los 
que  las  tuvieren,  se  destinarán. 


124 


X\  .  Los  mismos  cincuenta  ps.  á  dos  premios 
de  á  veinticinco,  por  votación  que  harán  el  rector, 
vico  rector  y  catedrático  de  teologia  entre  los 
teólogos.  ('uad."°  de  la  fundación  de  l)ecas  del 
Sr.  \illar.  fs.  37  y  38. 

X\'I.  A  los  tres  cursantes  filosofas  mas  apro- 
vechados (|.  acaban  ol  curso  de  artes,  al  primero 
cuarenta  pesos,  al  .segundo  treinta  y  cinco  y  al 
tercero  veinticinco,  que  se  los  han  de  dar  precisa- 
mente orí  libros,  llevando  al  principio  de  ellos  la 
respectiva  certificación  que  de  la  graduación  y 
calificación  do  ellos  hubiere  hecho  su  maestro. 
La  distribución  de  estos  premios,  se  hará  fijamente 
el  (lia  de  la  conclusión  del  curso,  al  tiempo  de  la 
función  f|U('  llaman  Vejamen,  por  mano  de  la  per- 
.sona  (\w  nombrare  el  gobernador  superior  de  esta 
ciudad;  y  el  Ecsmo.  Sor,  Virey  en  11  de  Enero 
do  1805  para  lo  sucesivo  nombró  al  efecto  al  oidor 
juez  do  colegios:  dio  las  gracias  al  fundador  de 
estos  premios  Dr.  y  maestro  D.  Ysidro  Ycaza.  y 
aprobó  la  fundación,  que  está  en  corriente  im- 
puesta .sob.*^  lo  del  consulado. 


125 


EJERCICIOS  LITERARIOS 

Como  el  plan  mejor  de  estudios  es  sin  duda  el 
que  mas  hace  aprovechar  el  tiempo,  y  mantiene 
á  los  jóvenes  en  estudio  continuo,  en  el  colegio 
para  cursantes  y  pasantes  respectivamente,  hay 
ios  ejercicios  peculiares. 

De  las  clases,  aulas  ó  cátedras  de  la  Universi- 
dad, del  colegio  máximo  de  jesuítas  antes  de  su 
extinción,  y  del  colegio  desde  entonces  hasta  ahora. 

De  las  academias  que  hay  en  el  mismo  colegio, 
y  se  espresan  en  la  nota  de  cátedras. 

De  lecciones  de  refectorio,  reducidas  á  que  un 
cursante  del  segundo,  del  primero  curso  de  filo- 
sofía, de  jurisprudencia  y  de  teología,  defiendan 
una  conclusión,  arguyendole  dos  de  sus  condis- 
cípulos y  presidiendo  el  respectivo  presidente  á 
la  hora  de  comer  en  el  refectorio  del  colegio  grande. 
En  el  del  chico,  tienen  los  gramáticos  las  suyas. 

De  sabatinas,  llamadas  asi  porque  en  lo  anti- 
guo se  tenian  estas  funciones  en  sábado:  ahora 
se  tienen  las  mañanas  de  los  tres  domingos  de 
cada  mes  mas  desocupados:  en  uno  de  filosofía, 
en  otro  de  jurisprudencia,  y  en  el  tercero,  de  teo- 


126 


logia:  un  cursante,  presidido  de  un  pasante  por 
turno,  defiende  una  conclusión,  arguyendole  uno 
de  los  respectivos  presidentes,  y  tres  de  sus  con- 

discipulos. 

De  examenes,  tanto  de  jure,  como  de  gralis. 

De  oposiciones  de  todo  el  curso  de  filosofía ;  fun- 
ciones (\\ie  ya  algunos  años  han  dado  en  omitirse 
y  deben  no  omitirse  por  su  gran  importancia.  Es- 
tas consistían  en  que  aquellos  que  acababan  el 
curso,  y  que  no  podían  tener  acto  de  todo  él  ó 
por  su  pobreza,  ó  por  no  juzgárseles  muy  aptos 
para  ello,  presididos  de  su  respectivo  presidente 
y  en  el  general  del  colegio,  pronunciaban  una  es- 
pecie de  arenga  en  vez  de  castellano,  que  llaman 
alegada,  en  la  que  refieren  los  méritos  que  han 
contraído  en  el  estudio,  de  su  curso,  las  distin- 
ciones que  en  él  tuvieron,  y  ofrecen  decir  de  me- 
moria cualesquiera  párrafo  de  su  curso  que  se  les 
pida,  y  defender  todas  las  conclusiones  que  aquel 
contenga,  con  escepcion  de  lo  que  advierte,  y  les 
argiwyen  un  pasante  y  tres  bachilleres  cursantes 
que  los  mismos  opositores  eligen  y  con\'idan. 

De  actillos:  estas  funciones  son  ensayos  que 
cuatro  ó  seis  días  antes  tienen  los  que  han  de  sus- 
tentar acto,  se  tienen  de  noche  en  las  respectivas 
clases,  preside  su  presidente  y  arguye  un  pasante 
y  tres  bachilleres,  que  convidan  los  mismos  ac- 
tuantes. 

De  actos,  de  filosofía,  jurisprudencia  y  teolo- 


127 


gia,  que  se  tienen  en  los  generales  de  la  Univer- 
sidad y  del  colegio.  En  este  antiguamente  habia 
uno  que  llamaban  actillo  de  proemiales,  á  que 
asistía  en  cuerpo  la  comunidad  de  PP.  jesuítas, 
como  consta  de  la  historia  de  la  vida  del  P.  Ovie- 
do. En  todos  tiempos  ha  habido  mucho  exceso 
en  la  facilidad  conque  los  maestros  dan  actos  á 
sus  discípulos  y  la  multitud  de  estas  funciones  en 
estos  paises,  ha  hecho  pasar  como  motivo  de  irri- 
sión y  censura  en  Alcalá,  Salamanca  y  otras  par- 
tes de  España,  respecto  á  los  estudiantes  ameri- 
canos; de  manera  que  allá;  cuando  alguno  blasona 
de  alguna  función  literaria,  se  le  responde  ó  burla 
diciendole:  ¿Que  tuviste  acto  en  México?  Esto 
en  lo  general  es  impostura,  pero  no  se  puede  negar 
que  cuando  se  reduzcan  á  menos  de  la  decima 
parte  que  hoy  se  tienen,  será  lo  mejor. 

De  sustituciones  de  cátedras  en  la  Universidad, 
y  desde  la  extinción  de  los  jesuítas,  en  las  del  co- 
legio. 

De  replicar  en  actos  en  el  colegio,  en  los  con- 
ventos de  S.  Francisco,  S.  Agustín  y  la  Merced, 
en  las  funciones  ordinarias  y  en  las  q.  llaman  de 
capitulo,  y  en  los  colegios  de  Tlaltelolco,  S.  Pablo 
y  Belén. 

Pero  lo  que  mas  emulaba  y  tenia  mas  en  vela 
y  en  estudio  continuo  a  los  colegiales  de  S.  Ylde- 
fonso,  de  pasantes  arriba,  eran  las  oposiciones  á 
cátedras  vacantes  en  la  Universidad,  á  curatos 


128 


q.  estaban  para  proveerse  en  Méjico  y  en  las  dió- 
cesis ininodiatíis  y  á  las  canonpíias,  doctoral,  pe- 
nitenciaria, lectoral  y  magistral,  no  solo  de  las 
catedrales  de  este  continente,  sino  tamlMen  k 
las  de  las  principales  ifílosias  de  España:  no  una  vez 
sola  fueron  opositores  los  alumnos  de  este  colegio 
á  las  canongias  de  Sevilla,  Valencia  y  Toledo. 
Bien  sabida  es  la  carrera  literaria  y  sabor  profundo 
de  los  doctores  D.  Francisco  Antonio  Vallejo,  D. 
Luis  Antonio  de  Torres  Fuñón  y  sobre  todo  D. 
Antonio  Teobaldo  Rivera  Huzman.  En  las  uni- 
versidades de  Valladolid.  Alcalá,  Salamanca  y 
demás  de  España,  se  han  opuesto  á  sus  cátedras 
muchos  colegiales. 

El  empeño  con  q.  los  jesuitas  vieron  por  el  es- 
plendor del  colegio  mientras  lo  golx'rnaron,  les 
hizo  discurrir,  mantener  y  activar  los  referidos 
ejercicios  literarios,  y  pareciendoles  todavia  poco 
el  q.  no  hubiese  por  acá  concursos  de  cátedras, 
curatos  y  canongias  en  que  la  mayor  y  mas  res- 
jíetable  parte  de  opositores  fuera  de  los  de  S.  Yl- 
defonso,  á  sus  espensas  trasladaron  á  varios  k 
España,  ya  para  las  insinuadas  oposiciones,  ya 
también  para  que  los  pobres  que  no  podian  en 
M(^xico  recibir  grados  mayores  por  los  muchísi- 
mos costos,  la  moderación  ile  estos  allá  se  los  fa- 
cilitasen, como  lo  hicieron  con  varios  que  dieron 
k  conocer,  recomendaron  y  protegieron  hasta  su 
lustrosa  colocación.  ¡Que  otro  argumento  mas  de 
bulto  pudo  presentarse  á  mitad  del  siglo  anterior 


129 


contra  la  ignorancia  del  deán  de  Alicante,  D. 
Alonzo  Marti,  y  contra  las  falsedades  que  escri- 
bió en  sus  cartas  sobre  la  falta  de  instrucción  y 
aún  de  proporción  para  la  literatura  de  los  mexi- 


canos 


Nuevos  Documentos — 9 


131 


FESTIVIDADES  Y  PRACTICAS  DE  RELI- 
GIÓN 

El  colegio  celebra  en  cada  año  las  festividades 
siguientes. 

De  S.  Yldefonso.  Con  misa  solemne,  asistencia 
del  Sr.  Virey  y  Real  audiencia  el  dia  del  Santo, 
establecida  así  por  el  Ecsmo.  Sr.  Virey  D.  Diego 
Fernandez  de  Cordova,  mp.rques  de  Guadalcazar 
desde  17  de  enero  de  1618,  mandando  que  asi  se 
hiciese  cada  año,  y  que  el  rector  acompañado  de 
todos  los  colegiales  antes  del  ofertorio  de  la  misa, 
presente  al  Virey  una  vela  en  reconocimiento  del 
patronazgo  real.  Principio  del  libro  de  colegiales 
reales  en  la  diligencia  de  unión  de  los  colegios,  y 
el  testimonio  de  su  fundación,  pieza  n.°  1,  fs.  23. 
Así  se  practicó  desde  el  dia  23  de  enero  de  aquel 
año,  y  en  muchos  siguientes,  sin  saberse  porqué 
ni  desde  que  año  se  ha  omitido  la  asistencia  de 
Virey  y  audiencia,  limitando  la  festividad  á  la  mi- 
sa y  presentación  de  vela  que  del  modo  dicho  ha- 
ce el  rector  al  Santo  en  su  mismo  altar.  Para  esto 
no  hay  renta  particular,  sacándose  sus  costos  del 
fondo  del  colegio.  Cuad."°  1.°  de  lo  practicado 
por  el  oidor  D.  Jacinto  Martinez  de  la  Concha 
en  la  ocupación  del  colegio,  fs.  115. 

De  S.  Francisco  Xavier.    El  12  de  marzo  con 


132 


misa  solemne  y  exposición  del  Smo.  Sacramento 
por  UhU)  el  dia,  en  memoria  del  prodigioso  sudor 
de  la  imagen  del  Santo,  cuya  historia  se  ha  ira- 
preso  varias  veces  conforme  á  la  autentica  del 
milagro.  El  3  de  diciembre  se  le  canta  también 
una  misa,  y  todo  se  expensa  de  las  limosnas  que 
ofrecen  al  Santo  principalmente  los  enfermos,  a 
quienes  se  los  lleva  su  imagen,  si  falta  algún  di- 
nero, se  saca  de  los  fondos  del  colegio,  pues  tam- 
poco para  esto  hay  dotación  particular. 

De  Sr.  S.  José.  Con  misa  cantada  el  dia  del 
Santo  ó  el  de  su  patrocinio,  la  fundó  el  Lie.  D. 
Nicolás  de  Silva  con  seiscientos  pesos  de  capital 
en  IG  de  enero  de  1703,  que  en  1707  reconocia  aun 
D.  Juan  Francisco  Kctana  sobre  sus  haciendas. 
El  citado  cuad."°  fs.  49.  Sobre  estos  seiscientos 
pesos  hay  espediente  particular,  formado  en  la 
visita  de  los  SS.  Mier  y  Uribe,  y  aclaración  dt»! 
actual. 

De  Nuestra  Sra.  de  los  Dolores.  Con  novena, 
misa  solemne,  nueve  soruíones  en  las  noches  de 
los  (lias  (le  la  novena  tres  horas  y  sermón,  que  en 
tiempo  de  los  jesuitas  se  hacia  en  el  domingo  de 
ramos,  y  después  en  la  tarde  del  martes  Santo, 
dia  en  (lue  los  colegiales  van  al  Sagrario  á  cumplir 
con  la  iglesia.  Ix)s  nueve  sermones  de  la  novena, 
los  predican  los  nueve  colegiales  que  .«salen  por 
suerte  lu'clia  por  el  rector  previamente,  entrantio 
A  la  ánfora  todos  los  pasantes,  cuartianistas  teó- 
logos, y  (juintianistas  juristas. 


133 


Este  es  á  mas  de  un  ejercicio  religioso,  también 
literario,  poniéndose  en  ello  el  mayor  empeño  y 
emulación,  lo  que  exita  á  muchas  personas  de 
gusto  delicado  de  fuera  del  colegio,  á  escucharlos 
aun  con  preferencia  al  sacerdote  que  se  designa 
para  el  dia  de  la  solemnidad.  Esta  no  tiene  do- 
tación, y  es  uno  de  los  gravámenes  de  los  fondos 
del  colegio.  Cuad.""  5.°  de  dicha  ocupación,  fs, 
en  gravámenes  del  colegio  seminario. 

De  resureccion  del  Señor.  En  el  primer  dia  de 
esta  pascua.  La  erogan  los  fondos  del  colegio 
como  gravamen  de  él.    El  citado  cuad."" 

De  S.  Juan  Nepomuceno.  Con  misa  cantada 
en  su  dia,  es  también  gravamen  del  colegio.  El 
espresado  cuad."°  5.°  añadiéndose  en  el  1.°  tam- 
bién citado  fs.  9  vta,  que  habia  sesenta  pesos  para 
culto  del  Santo  en  la  capilla,  por  limosna  dada 
para  ello.  Desde  luego  se  invertiría  en  esto,  aña- 
dido de  lo  que  la  devoción  particular  de  los  cole- 
giales recolecta  como  por  una  especie  de  Corna- 
dillo, que  contribuj^en  los  que  forman  una  como 
cofradía  ó  congregación  privada  que  cuida  de  la 
misa  rezada  del  dia  16,  de  la  decencia  y  adorno 
del  altar;  cuyo  retablo  é  imagen  del  Santo  son 
hermosos,  recomendándolos  el  capelo  ó  Ínfulas  que 
tiene,  pues  son  las  mismas  que  vistió  el  Sr.  Dr.  y 
Maestro  D.  Antonio  López  Portillo,  cuando  esta 
Universidad  en  premio  de  sus  celebradisimos  ac- 
tos mayores  sobre  cuatro  facultades,  le  dio  las 
cuatro  borlas  con  aprobación  del  Rey.    Esta  fué 


134 


una  manifestación  de  dicho  Señor  á  su  muerte, 
después  de  haber  sido  canónigo  de  V^alencia  desde 
donde  remitió  las  Ínfulas  por  amor  á  su  colegio 
y  devoción  al  Santo.  El  nicho  que  está  debajo 
del  Santo  ricamente  adornado,  es  donación  de, 
Yllmo.  S.  D.  Man.'  Antonio  Rojo,  Hio  y  Vieiral 
arzobispo  de  Manila  y  antiguo  colegial. 

De  la  Ascención  del  Sefwr.  Con  misa  cantada 
el  dia  de  esta  festividad,  de  los  fondos  del  colegio 
como  gravamen  de  ellos,  el  citado  cuad."**  1.° 
fs.  115. 

Del  Sr.  de  Sta.  Teresa.  Con  misa  cantada  que 
se  ha  de  celebrar  en  su  capilla  del  convento  anti- 
guo de  Teresa,  y  el  colegio  por  haber  recibido 
capital  para  ello,  debe  erogar  con  siete  pesos  y 
mas  lloco  reales  para  dos  misas  rezada.s  en  la  mis- 
ma capilla.    El  citado  cuad."''  1.°  fs.  117. 

De  los  Sagrados  corazones  de  Jesús  y  Marta.  En 
la  historia  de  la  vida  del  X."  P.*  Juan  Antonio 
Oviedo,  cap.  16  párrafo  4.°  se  dice:  "celebra  tam- 
bién el  real  colegio  de  S.  Yldefonso  cada  año  des- 
pués de  erigida  en  él  la  muy  ilustre  congregación 
de!  corazón  de  Jesús,  agregada  á  la  primaria  de 
la  anunciata  de  Roma,  una  pomposisima  fiesta 
en  el  templo  de  nuestro  colegio  Máximo,  la  do- 
minica del  Corpus,  sin  penlonar  á  ga^^tos  ni  luci- 
mientos, los  que  se  manifiestan  al  público  en  las 
riquisimas  alhajas  de  su  sacristia.  Son  vistosí- 
simos sus  ornamentos,  los  ciriales  y  otra  plata, 
trabajada  á  la  perfección:  la  patena  y  calía  de 


135 


purísimo  oro,  la  sillería  no  tiene  igual,  y  es  muy 
singular  el  altar  del  corazón  de  Jesús  que  tiene 
la  congregación  en  el  colegio."  En  el  citado 
cuad.°°  5.°  "Misa  solemne  del  sagrado  corazón 
de  Jesús  el  día  de  su  celebridad  en  mayo  ó  junio 
y  á  la  tarde  salve."  En  el  mismo  cuad."°  fs.  33 
vta.  "los  costos  de  las  letanías,  misas,  cera  y  gas- 
tillos  de  la  congregación  de  los  sagrados  corazones 
de  Jesús  y  Maria,  con  las  dotaciones  q.  se  habían 
impuesto,  sin  contribución  de  algún  bienhechor 
de  los  bienes  libres  de  la  compañía  y  su  Semina- 
rio." Y  por  fin  en  el  mismo  cuad."^"  fs.  50  "con- 
gregación de  los  corazones  de  Jesús  y  María;  la 
fundó  en  el  colegio  su  rector  el  P.  Cristóbal  Ra- 
mírez con  delegación  del  general  de  los  jesuítas, 
agregándola  á  la  primitiva  de  la  anunciata  de 
Roma,  intitulándola  también  de  los  Dolores  de 
María  Santísima;  esto  fué  el  año  de  1753.  De 
los  pocos  fondos  que  tuvo  esta  congregación,  se 
impusieron  para  sus  respectivos  gastos  tres  mil 
pesos  sobre  haciendas  de  D.  Pedro  de  Loria  San- 
din,  que  los  exibió  después,  y  en  la  visita  del  P. 
Provincial  Antonio  de  Peralta,  se  dieron  por  con- 
sumidos, sin  embargo  en  la  entrega  q.  liizo  el  es- 
presado P.  Ramírez  en  diciembre  de  1753,  pone 
entre  los  censos  á  favor  cuatro  mil,  ochocientos 
ps.  con  destino  á  los  gastos  de  la  propia  congrega- 
ción, ad virtiendo  q.®  los  cuatro  mil  pesos  estaban 
impuestos  sobre  el  colegio  Real  de  S.  Ygnacio 
de  la  Puebla  y  los  ochocientos  restantes,  sobre 


136 


haciendas  de  D.  Juan  Francisco  Retana."  Des- 
pués á  la  fs.  05  vta.  en  que  se  pone  la  Visita  del 
P.  Provincial  Ignacio  Calderón  en  25  de  ag/°  de 
1756,  se  expresa  haberse  redimido  hasta  allí  tres 
mil  ps.  de  los  que  reconocia  el  colegio  de  S.  Igna- 
cio, los  mismíjs  que  quedaron  en  la  masa  común 
del  Seminario,  y  por  eso  y  por  suponerse  lo  mismo 
respecto  á  los  mil  que  hahian  quedado  en  S.  Yg- 
nacio,  y  los  ochocientos  reconocidos  por  Retana, 
entre  los  gastos  del  Seminario  de  S.  \ldefon80,  se 
ponen  los  de  la  novena  de  Dolores  y  fiesta  de  los 
Corazones,  suponiendo  también  estar  sobre  sus 
fincas  6  fondos  la  dotación  de  dha.  congregación. 
De  S.  Luis  Gonznga.  Como  el  colegio  siendo 
su  rector  el  P.  .losó  Carrillo,  tomó  y  juró  por  pa- 
trón de  sus  estudios  al  glorioso  S.  Luis  Gonzaga, 
tanto  en  lo  particular  respecto  de  sus  alumnos, 
como  en  lo  general  y  como  inilividuos  de  la  real 
Universidad,  desde  aquel  año  celebró  y  celebra 
en  la  capilla  de  este  con  misa  solemne  y  sermón 
tt)dos  los  (lias  veintitrés  de  noviembre.  f\  su  pa- 
trón, ofreciondole  por  mano  del  rector  de  la  uni- 
versidad, una  vela  esquisitamente  adornada  y 
escamada.  Hist.*  de  la  vida  del  V.'  P.  Oviedo, 
cap.  10  párrafo  2  á  5.  Ix)s  gastos  de  esta  función 
los  dotó  el  espresado  Yllmo.  Sr.  Rojo  con  mil  ps. 
sobre  que  otorgó  escritura  de  fundación  en  12  de 
febrero  de  1750.  nombrando  por  patronos  de  esta 
fundación,  í\  los  PP.  rectores  de  S.  Yldefonso,  ís. 
117  V  fs.  33  délos  citados  cuadernos  1."  v  5.»  En 


137 


demostración  del  patronato  particular  del  cole- 
gio, se  le  canta  una  misa  el  2Í  de  junio,  cuyos 
costos  erogan  los  fondos  del  colegio  como  grava- 
men de  ellos,  cuad."°  5.°  fs.  2. 

De  S.  Juan  Bautista.  En  1621  el  provincial 
del  Carmen  Fr.  Rodrigo  de  S.  Bernardo  como 
albacea  del  Lie.  D.  Juan  Molina  Balderrama, 
presbítero  de  este  arzobispado,  ademas  de  una 
beca  que  fundó  con  cuatro  mil  ps.  asignando 
ciento  y  cincuenta  del  rédito  para  colegiatura, 
y  los  cincuenta  restantes  para  vestuario  del  co- 
legial; fundó  también  con  dos  mil  ps.  una  misa 
cantada  el  dia  de  S.  Juan  Bautista,  panegírico  en 
el  refectorio,  algún  platillo  mas  y  merienda  á  la 
tarde  á  los  colegiales,  para  lo  q.  asignó  cincuenta 
ps.  del  rédito,  y  los  cincuenta  restantes,  al  colegio 
por  el  cuidado  que  debe  tener  de  esta  fundación. 
El  capital  por  una  y  otra  de  las  fundaciones,  lo 
reconoce  hoy  el  Sr.  Conde  del  Valle  de  Orizava. 
El  citado  cuad°°.  5.°  fs.  26. 

De  S.  Ygnacio  de  hoyóla.  ]\Iisa  cantada  el  dia 
del  Santo,  costeada  de  los  fondos  del  colegio,  como 
uno  de  sus  gravámenes.  El  citado  cuad."°  1.°  fs. 
2,  digo  cuad.°  5.° 

De  la  Asunción.  Misa  cantada,  que  se  saca  de 
los  fondos  del  colegio,  como  gravamen  de  él. 
Cuad.°  1.°  citado  fs.  115. 

De  nuestra  Sra.  de  Loreto.  En  la  iglesia  del  co- 
legio llamado  de  S.  Gregorio,  en  un  dia  de  la  no- 
vena de  la  Natividad  de  nuestra  Señora,  el  Sr. 


138 


D."  Juan  Francisco  de  Castañiza,  después  mar- 
qués de  este  titulo  y  obispo  de  Durango,  promovió 
qup  ol  colegio  yendo  allí  en  comunidad  celebrase 
(1  in.sjnuado  día  de  la  novena  con  misa  y  sermón, 
cuyos  gastos  hizo  dicho  Sr.  algunos  años. 

De  Santa  Rosalía  de  Palermo.  En  el  dia  4  de 
septiembre  misa  cantada,  la  que  con  otraá  de  las 
referidas,  se  pond  en  el  mencionado  cuaderno  5.* 
fs.  2. 

De  S.  Carlos  Borromco.  Con  misa  cantada  el 
4  de  noviembre,  por  la  intención  del  Rey.  Antes 
do  la  expatriación  de  los  jesuitas,  en  cuyo  tiempo 
la  de  S.  Yldcfonso  se  aplicaba  por  S.  M.  no  hay 
noticia  alguna  de  la  de  S.  Carlos,  pero  se  estuvo 
celobrando  ha.'íta  ol  año  de  1821,  á  costa  de  los 
fondos  del  colegio. 

De  la  Concepción  de  nuestra  Señora.  El  colegio 
asiste  en  comunidad  con  la  religión  de  S.  Fran- 
cisco y  claustro  do  la  Universidad,  que  &  esta  v& 
desde  el  convento  de  dicha  comunidad.  En  la 
Universidad  se  le  hace  á  la  8ma.  Virgen  novena 
con  núsñ.  y  sermón,  tocándole  esto  al  colegio  en 
ol  'sábado  infraoctavo  de  la  misma  festividad. 
Esta  función  la  dotó  el  Lie.  D.  Cristóbal  de  la 
Plaza  socrot."  que  fue  de  dicha  Universidad  con 
ochocientos  pesos,  de  que  se  perdieron  seiscientos 
en  un  concurso  de  acredores,  quedando  los  do- 
ciontos  restantes,  sobre  los  fondos  del  colegio, 
como  consumidos  en  el  reparo  do  un  aposento  del 
colegio  real  y  do  la  casa  de  la  calle  de  la  Acequia 


139 


perteneciente  al  mismo  colegio,  el  que  ha  hecho  y 
hace  todos  los  costos.  El  citado  cuad.°°  5.°  fs. 
39  vta. 

De  Nuestra  Sra.  de  Guadalupe.  Según  el  cua- 
derno 1.°  ya  citado  fs.  117,  el  colegio  erogaba  como 
gravamen  propio  doce  pesos  para  una  misa  en  el 
Santuario  de  nuestra  Señora. 

De  la  Natividad  de  nuestro  Señor.  El  repetido 
Cuad.°°  1.°  y  mas  claramente  el  5.°  citado,  en 
la  fs.  2  pone  entre  los  gravámenes  del  colegio  Se- 
minario el  de:  Calenda  rj  fandango  el  dia  de  noche 
buena.  En  efecto  se  ha  practicado  y  practica  con 
los  fondos  del  colegio;  reduciéndose  esta  función 
á  que  uno  de  los  músicos  de  las  escoletas  de  la 
ciudad  en  el  pulpito  del  refectorio  del  colegio  gran- 
de al  que  van  tal  noche  los  del  Chico,  cante  la  ca- 
lenda, y  sus  compañeros  forman  allí  concierto 
mientras  dura  la  cena. 

Ademas  de  la  referida  misa  del  Santuario  de 
nuestra  Señora  de  Guadalupe,  cuando  la  acade- 
mia de  Humanidades  está  en  ejercicio,  la  domi- 
nica infraoctava  de  la  insinuada  festividad  en  la 
capilla  del  colegio  celebra  una  misa  solemne,  y 
concluida,  una  de  sus  academias  pronimcia  una 
oración  latina.  Véanse  las  notas  sobre  colegios 
y  sobre  cátedras  de  academia. 


140 


PROCESIONES 


Dp  S.  Felipe  de  Jesun  el  ó  de  fcb.^'*  Varias  veces 
se  ha  pretendido  que  todo  el  colegio  asista  á  esta 
procesión  como  uno  de  los  mas  interesados  en  los 
mayores  cultos  de  tanto  Santo,  que  si  no  vistió 
la  beca  del  colegio,  por  lo  menos  no  se  puede  ne- 
gar fiue  fue  condiscipulo  de  sus  alumnos;  pero  las 
etiquetas  sol>re  precedencias  de  lugar,  lo  ha  fnis- 
trado  siempre,  asistiendo  una  que  otra  vez  sola- 
mente los  colegiales  gramáticos  en  el  pa«o  ó  lugar 
que  se  representa  al  Santo  de  estudiante. 

De  Semana  Santa  que  salia  del  Colegio  de  S.  Gre- 
gorio. Antiguamente  autorizaba  el  colepo  una 
procesión,  que  en  una  tarde  de  dicha  semana  sa- 
lia del  Seminario  de  indios  de  S.  Ciregorio,  lle- 
vando un  beca  real  del  colegio  el  estandarte.  lo 
(|ue  se  ejecutó  por  pocos  años,  quitándose  del 
todo  para  los  demás.  La  citada  hist.  de  la  vida 
del  P.  Oviedo,  cap.  líi  parr.  8. 

J)c  S.  Luis  Gonzagn.  La  mañana  del  21  de  no- 
\¡eml)rc  se  lleva  á  la  í'niversidad  en  procesión  la 
imagen  del  Santo  para  la  festivida<l  del  patronato 
de  que  ya  se  habló,  y  se  vuelve  al  colegio  del  mis- 
mo modo.    Véase  el  citado  cap.  ¡larr.  2. 

Di  h¡  Purisimn.  Ya  se  dijo  de  esta  procesión 
lo  suficiente  en  el  art."  ([ue  va  puesto  arriba  sobre 
la  festividail  de  la  misma  advocación. 


141 


EJERCICIOS    DE    RELIGIÓN 

Para  promoverlos  y  cuidar  exactamente  de 
formar  é  ilustrar  no  solo  la  mente,  sino  también 
el  corazón  de  los  niños  y  jóvenes,  tuvo  el  colegio 
desde  su  erección  hasta  la  unión  de  los  colegios 
en  1618,  un  capellán  (iiist.''  del  P.  Florencia  n.° 
190  y  los  dos  libros  de  cabildos  de  aquel  tiempo) 
y  esto  tanto  cuando  los  rectores  eran  presbiteros 
seculares,  como  cuando  eran  jesuítas,  notándose 
que  cuando  el  P.  capellán  era  jesuíta,  este  se  daba 
el  aire  y  titulo  de  Vice-rector. 

Después  hasta  el  estrafuimiento  de  los  jesuítas 
en  1767,  la  insinuada  incunvencia  hiw  el  princi- 
palísimo deber  de  su  oficio,  sin  excluir  de  este  cargo 
á  ninguno  de  los  PP.  rectores,  los  que  en  esto  fue- 
ron siempre  celosísimos,  y  todos  tan  recomenda- 
bles ó  poco  menos,  que  el  Venerable  P.^  Pedro 
de  Velazco  que  no  contento  con  enriquecer  la 
colegio  con  libros  y  alhajas  exquisitas  domesticas 
y  de  iglesia,  le  procuró  los  mayores  aumentos 
espirituales.  El  P.  Diego  de  Acevedo,  se  esmeró 
muy  mucho  en  perfeccionar  la  piedad  y  buena 
educación  de  sus  subditos,  y  á  este  proposito  com- 
puso el  apreciable  librito  titulado;  El  cortesano 
estudiante,  que  se  ha  impreso  algunas  veces,  y  que 
con  el  de;  Máximas  de  buena  educación  hay  para 


142 


ella  lo  bastante  y  auncjue  fKjr  primera  vez  impri- 
mió el  regidor  alférez  Keal  de  Queretaro  D.  Pedro 
Antonio  Setien,  eomo  autor  dól,  el  verdadero  au- 
tor fue  realmente  el  P.  Diego  José  de  Abad.  El 
V.  P.  Juan  de  Oviedo,  se  recomienda  en  la  men- 
cionada historia  de  su  vida,  que  ademas  de  haber 
gastado  en  el  colegio  cantidaíl  notable  de  dinero, 
en  paramentos  sacerdotales  y  demás  del  culto 
divino,  no  perdia  punto  en  el  adelantamiento  de 
virtud  y  letras  de  sus  colegiales,  animándolos  con 
continuas  platicáis  espirituales.  El  incomparable 
Pe.  Cristóbal  de  Escobar  y  Llamas  en  los  muchos 
años  de  su  rectorado,  procuró  en  todos  mientras 
las  vacaciones,  que  altera.se  su  colegio  la  figura 
y  pareciese  ima  casa  de  ejercicios;  entraban  en 
el  mismo  colegio  los  mas  de  los  convictores  á  prac- 
ticarlos; seguiase  publicamente  la  distribución  y 
en  el  refectorio  se  hacia  la  elección,  ejecutándose 
lo  demás  que  se  acostumbra  en  la  casa  de  ejer- 
cicios.   Asi  en  la  vitla  del  P.  Oviedo. 

Desde  el  espre.sado  año  hasta  acá  los  rectores 
han  sido  y  .son  juntamente  capellanes  del  colegio, 
y  con  el  vicerector.  maestro  de  aposentos  y  ca- 
tedráticos, han  cuidatlo  de  promover  la  piedad 
de  los  colegiales,  celando  del  buen  cumplimien- 
to de  las  siguientes  pn'icticas. 

Cada  dia  asistcucia  de  todo  el  colegio  á  la  misa 
de  6  d  6}  2  ^^  ^^  mañana.  Al  metlio  dia  y  á  la  no- 
che lección  espiritual  ó  ile  buena  eilucacion  en 
los  dos  refectorios,  cuando  en  ellos  no  hav  las 


143 


lecciones  de  que  se  habla  en  la  nota  de  ejercicios 
literarios,  y  cuando  no  son  dias  de  asueto.  De 
siete  y  media  o  ocho,  rosario  en  la  capilla  con  po- 
quísimas devociones,  y  tal  vez  alguna  novena.  A 
la  noche  en  las  salas  de  gramáticos  y  filósofos  de 
nueve  á  nueve  y  cuarto,  ya  que  están  incorpo- 
rados en  sus  camas,  se  les  lee  un  libro  espiritual 
preparatorio  para  oración  mental,  como  Nepuen, 
con  que  pueda  tenerla  el  que  voluntariamente 
quiera.  Para  lo  demás  del  colegio  que  espon- 
táneamente gusten  hacerla,  se  toca  la  campana 
á  las  nueve  y  cuarto,  y  en  la  capilla  se  leen  los 
puntos,  durando  la  meditación  media  hora. 

Cada  semana.  Los  sábados  de  tres  á  cuatro  de 
la  tarde  en  las  clases  de  estudios  menores,  hay 
ecsamenes  y  esplicacion  de  doctrina  cristiana.  El 
primer  domingo  tienen  comunión  de  regla  los 
gramáticos:  el  2.°  los  filósofos:  el  3.°  los  bachilleres; 
y  el  4.°  los  pasantes.  En  tiempo  del  gobierno 
de  los  jesuítas,  el  domingo  que  no  tocaba  salir  á 
filósofos  y  gramáticos  y  los  demás  que  esos  dias 
quedaban  en  el  colegio,  se  les  enviaba  al  Máximo 
de  S.  Pedro  y  S.  Pablo  á  oir  la  platica  que  allí  se 
hacia  la  tarde  de  dichos  días. 

Cada  mes.  Asistían  cuatro  colegíales  el  dia  de 
retiro  que  se  hace  en  la  casa  de  ejercicios,  y  otros 
tantos  que  entraban  á  cada  tanda  de  ejercicios 
en  la  misma  casa.  Así  se  observó  mientras  fue- 
ron directores  de  ejercicios  los  PP.  Escontría  y 
Pereda,  pero  en  tiempo  del  P.  D.  Antonio  Rubí 


144 


en  varios  años,  so  tuvo  una  tanda  entera  de  co- 
legiales entre  enero  y  febrero,  habiendo  facilitado 
sus  espensas  en  el  todo  ó  en  la  mayor  parte,  el 
hermano  político  del  Yllmo.  Sr.  D.  Juan  de  Cas- 
tañiza,  D.  Antonio  Basoeo;  por  falta  de  sus  au- 
silios  y  porque  la  esi)eriencia  acreditó  que  era 
mas  conveniente  la  entrada  de  cuatro  en  cada 
tanda  mensual,  se  restableció  esta  practica,  q. 
aun  se  observa. 

Cada  año.  Se  hace  (como  ya  se  ha  dicho)  el 
cumplimiento  do  iglesia,  por  todo  el  colegio  en 
la  iglesia  del  sagrario,  el  martes  Santo. 

Procesión  de  la  Purísima  Concepdov .  Añádese 
que  esta  termina  al  llegar  á  la  Universidad,  re- 
citándose inmediatamente  en  la  capilla  una  ora- 
ción latina  por  un  pasante  del  colegio,  á  quien 
para  ella  elige  de  antemano  el  rector. 


145 


PLAN  DE  ESTUDIOS 

Por  mas  manifiesta  que  haya  sido  la  necesidad 
de  un  plan  general  de  estudios,  aun  carecen  de  él 
las  naciones  mas  cultas  de  la  Europa.  En  todas 
se  han  hecho  esfuerzos  por  obtenerlo,  y  hasta 
ahora  no  han  logrado  el  cumplimiento  de  sus  de- 
seos. 

España  con  el  mismo  objeto  ha  reformado  va- 
rias veces  sus  estudios  generales  en  Universida- 
des y  colegios :  mucho  se  consiguió  en  Salamanca, 
Valladolid  y  Alcalá,  y  aun  en  México  con  la  re- 
forma que  hizo  en  la  Universidad  el  V.^  Sor.  D. 
Juan  de  Palafox;  mas  todo  esto  ha  sido  nada, 
respecto  á  lo  que  pide  el  indicado  plan. 

Lo  han  promovido  también  muchísimos  sabios, 
como  el  benedictino  D.  Juan  de  Mavillon  en  su 
tratado  de  estudios  monásticos,  Mr.  Rollin  en 
su  tratado  de  estudios,  el  P.  Xavier  Ydiaques  y 
otros  muchos;  pero  ninguno  de  ellos  ha  tratado 
ni  es  adaptable  para  un  plan  general  de  estudios. 

Lo  mismo  puede  decirse  de  las  muchas  reales 
ordenes  que  para  España  é  Yndias  se  han  espe- 
dido en  distintas  ocasiones,  y  la  que  particular- 
mente se  libró  en  1770  en  15  de  abril  de  aquel 

Nuevos  Documentos — 10 


146 


año,  prescribiendo  el  método  de  estudios  que  ha- 
bía de  observarse  en  los  colegios  y  seminarios  que 
antes  haVjian  administrado  los  jesuitas. 

Las  cortes  de  España  de  821  y  22  tampoco  han 
sido  mas  felices  en  sus  proyectos  y  decretos  sobre 
este  particular:  la  comisión  nombrada  por  nuestro 
Supremo  Poder  Ejecutivo,  presentó  en  824  un 
copicso  volumen  que  contiene  la  mayor  brillantes 
y  grandiosidad,  sin  que  pueda  ser  plan  general, 
ni  realisable  en  muchos  años.  Cotejado  con  este 
el  proyecto  que  la  Cí'imara  de  diputados  presentó 
en  lü  de  octubre  de  1826,  sobre  la  instrucción 
pública  y  general:  lo  mismo  que  el  plan  de  estu- 
dios que  por  la  Secretaria  de  relaciones  presentó 
en  marzo  de  828  el  E.  S.  Presidente  de  la  comisión 
que  al  efecto  nomijró,  pues  que  ningimo  de  estos 
trabajos  son  realmente  de  instniccion  general, 
ni  accequibles,  puede  asegurarse  que  ni  aun  en 
teoriíi,  hay  un  vertladero  plan  general  de  instruc- 
ción. 

Ni  es  de  esperar  que  lo  haya  en  algunos  siglos 
para  toda  una  nación,  ni  aun  para  una  provincia 
entera.  Ix)  que  va  referido,  lo  persuade  en  gran 
parte;  mas  esto  se  convence  del  todo  con  consi- 
derar solamente  lo  imposible  que  es  el  conseguir, 
convinar  y  ejecutar  cuanto  se  necesita,  para  dar 
la  instrucción  general,  en  cuanto  á  esta  se  nece- 
sita previamente  hacerse  cargo  de  allanar  mil  di- 
ficultades, respecto. 


147 


1.  A  quienes  se  ha  de  dar  la  instrucción. 

2.  Cual  ha  de  ser  esta. 

3.  En  que  tiempo  se  ha  de  dar. 

4.  Cual  ha  de  ser  el  orden  de  ella. 

5.  Cual  el  método  de  enseñar  y  de  aprender. 

6.  Y  cuales  los  caudales,  medios,  ó  arbitrios  y 
de  su  completo  desempeño. 

¿Quien  se  atreverá  á  escluir  ni  aún  solo  individuo 
de  una  ciudad  ó  pueblo  de  la  instrucción  respec- 
tiva á  su  esfera?  En  efecto,  si  todos  han  de  tener 
deberes  que  cumplir,  como  sucede  realmente,  to- 
dos deben  ser  instruidos  en  ellos.  Si  no  ha}'  un 
solo  hombre  que  deje  de  tener  necesidades  que  cu- 
brir, á  ninguno  puede  negársele  el  modo  de  reme- 
diarlos. 

Nos  componemos  de  dos  sustancias,  espiritual 
y  material,  y  con  ellas  tenemos  relaciones,  obli- 
gaciones ó  necesidades  que  atender,  respecto  á 
Dios  nuestro  Criador,  nuestro  redentor  y  nuestro 
remunerador:  en  cuanto  á  la  república  ó  sociedad 
civil  á  que  pertenecemos,  y  por  últim^o,  en  cuanto 
á  nosotros  mismos  que  debemos  ejercer  nuestra 
mente  y  procurarle  á  nuestro  cuerpo  su  conser- 
vación por  el  sustento,  el  vestido  y  la  habitación. 

¿Que  instrucción  desde  la  primera  infancia  y 
en  las  siguientes  edades  corresponde  respectiva- 
mente á  cada  clase  de  ciudadanos,  según  lo  que 
se  acaba  de  decir?  ¿A  todos  se  ha  de  enseñar  en 
universidades,  colegios  ó  estudios  públicos,  y  para 
todos  será  conveniente?    Quintiliano  ha   dispu- 


148 


tatlo  mucho  sobre  esto;  pero  nosotros  aunque 
dividamos  los  vecindarios  reduciéndolos  a  tres 
solas  clases,  á  sal^er;  de  jornaleros,  ó  mejor,  de 
rutineros,  cuyo  destino  es  hacer  hoy  y  mañana 
lo  mismo:  de  artistas,  en  que  se  incluyan  todo 
género  de  artesanos,  y  todos  los  profesores  de 
cualquiera  arte  ó  ciencia:  y  por  último,  de  arbi- 
tristas en  (|ue  se  inchn'cn  todo  peñero  de  emplea- 
dos ó  asalariados  públicos,  los  comerciantes  y  los 
agricultores  y  á  todos  estos  en  su  infancia  no  se 
les  ha  de  dar  cierta  instrucción  común  cuando 
mas  en  los  mas  ovios  principios  de  religión,  y  muy 
distinta  á  los  restantes  en  rudimentos  religiosos 
y  en  las  demás  facultades? 

Habrá  por  lo  dicho  necesidad  de  que  se  sepa 
que  cosas  se  han  de  enseñar  mas  á  unos  que  á 
otros,  y  cual  respectivamente  sea  el  tiempo  mas 
oportuno  para  su  enseñanza. 

Quizá  no  se  aprende  la  gramática,  porq.  se  en- 
seña á  veces,  cuando  el  niño  se  puede  decir  que 
no  tiene  lengua:  se  le  enseña  lógica  ó  á  que  dis- 
curra bien,  cuando  por  su  edad  todas  sus  opera- 
ciones son  inquietiu*;,  aun  no  puede  fijar  ideas  ni 
tiene  caudal  con  que  sostenerlas,  estando  aún 
tan  vacio  de  conocimientos:  estos  deben  ser  no 
muy  escasos  y  aun  selectos  para  que  fecunden  bien 
los  cimientos  de  la  retorica,  poesia  y  todas  las 
bellas  letras,  lo  (jue  no  hay  á  la  edad  de  trece  ni 
lie  (juince  años. 

Deben  también  observarse  no  el  tiempo,  ni  el 


149 


orden  con  que  se  ha  enseñado;  atiéndase  á  la 
misma  naturaleza,  y  se  verá  que  los  niños  se  in- 
troducen al  mundo  de  la  razón  haciendo  el  papel 
de  los  pericos;  es  decir,  repitiendo  pocas  palabras 
ó  breves  sentencias  que  se  les  inculcan  muchas 
veces:  entonces  llama  preferentemente  su  aten- 
ción el  color  mas  vivo  y  chocante:  lo  relumbroso 
ó  brillante,  el  sonido  armonioso  y  uno  de  sus  de- 
ditos  aunque  sea  en  el  suelo  empieza  á  formar 
figurillas,  y  esto,  esto  no  está  gritando  que  una 
parte  del  canto,  del  dibujo  y  pintura  debiera  ser 
su  primera  enseñanza.  Con  esto  mismo  acos- 
tumbrados á  rectificar  sus  ideas  por  la  propor- 
ción de  tamaños  en  los  bosquejos,  empezaría  á 
ejercer  en  ellos  la  lógica. 

Sobre  todo,  nada  importa  mas  que  se  averigüe 
y  establesca  el  arte  ó  método  científico  con  que 
el  maestro  enseñe,  y  el  discípulo  aprenda;  porque  el 
solo  hecho  de  leerles  un  libro  para  que  ellos  lo 
repitan,  no  es  arte,  de  enseñar. 

Así  que,  volviendo  al  principio,  es  preciso  re- 
petir que  todavía  es  imposible  dar  un  plan  ge- 
neral de  estudios:  que  en  los  particulares,  aquel 
será  mejor,  que  remedie  mas  defectos  de  los  q.  se 
han  tolerado ;  el  que  mas  haga  aprovechar  el  tiem- 
po a  los  jóvenes  y  el  que  con  menos  libros  y  me- 
jores maestros,  con  menos  años  y  pocas  tareas, 
aproveche  mas  ó  dé  mas  saber,  que  con  las  ruti- 
nas anteriores. 

Sobre  estas  bases  hubiera  la  Visita  Ensayado 


150 


la  reforma  del  plan  de  enseñanza  q.*  practica  el 
colegio,  sin  disimular  el  cjue  en  cuanto  á  autores 
propuso  en  su  Visita  el  Sr.  Campo  Kiva;  pero 
mientras  el  Supremo  Gobierno  no  decrete  sobre 
ol  plan  que  este  año  se  le  ha  presentado  y  se  sepa 
en  el  estado  en  que  hayan  de  quedar  la  Univer- 
sidad y  colegios;  nada  con  acierto  puede  consul- 
tarse. 


151 


capellanías  fundadas  en  favor 
de  colegl\les  de  s.  yldefonso,  de 
que  hay  razón  en  los  libros  y  pa- 
peles, vistos  por  la  visita. 

Antonio  Soto.  En  5  de  set/®  en  1574  en- 
tregó Francisco  Soto  al  colegio  800  ps,  dote 
de  la  capellania  que  con  cargo  de  cuarenta 
misas,  le  mandó  fundar  Antonio  de  Soto.  Lib. 
1.°  de  cabildos  de  S.  Pedro  y  San  Pablo,  fs, 
10 800 

Ysabel  Rabadilla.  En  14  de  abril  de  1575 
fundó  Ysabel  Rabadilla  para  el  colegio  una 
capellania,  así  dicho  Lib.  fs.  16;  pero  esta  y 
la  anterior  son  una  misma  cosa,  pues  en  el  es- 
pediente n.°  3  Quad.''"  5.°  de  80  fs,  sobre  cen- 
sos y  rentas  en  favor  y  contra  del  colegio, 
hasta  8  de  set.""^  de  1751  á  la  foja  36  vta. 
se  dice:  Capellania  de  Antonio  Soto,  boti- 
cario y  su  muger  Ysabel  de  Padilla,  la  fun- 
daron estos  en  23  de  abril  de  1575  con  capi- 
tal de  800  ps.  y  carga  de  cuarenta  misas  resa- 
das,  y  una  en  cada  pascua  de  Navidad  y  Re- 
surrección, y  en  la  Asunción  y  Ascención. 


152 


Sus  patrones  los  del  colegio,  y  capellanes,  el 
rector  6  alguno  de  los  colegiales:  laa  misas  se 
han  de  celebrar  en  la  capilla.  Este  capital 
se  consumió  en  el  mismo  colegio,  el  que  que- 
do con  la  obligación  de  la  capellania  q.  estu- 
vo corriente,  ha-sta  la  espatriacion  de  los  Je- 
suitas. 

De  S.  Gregorio.  Desile  el  tiempo  del  P. 
Dr.  Pedro  Sánchez,  impuso  este  sobre  los 
fondos  del  colegio  de  S.  Gregorio,  500  ps.  que 
habia  recibido  de  un  amigo,  con  carga  de  20 
misas  resadas,  la  que  pasó  al  colegio  de  S." 
Bernardo,  siendo  rector  el  P.*  Bernardino 
Llanos  cuando  se  unió  el  de  S.  Gregorio. 
Hasta  entonces  habia  reconocido  dicho  capi- 
tal Francisco  de  la  Barrera,  que  lo  redimió 
entregándolo  á  dicho  P.*  Llanos,  quien  lo 
gastó  en  |)rovecho  del  colegio  de  S.  Bernardo 
que  quedó  por  la  obligación  de  las  20  misas. 
El  citado  Quad.»  5."  fs.  44 .500 

De  N.  Aguilor  de  Castro.  R^ta  Señora 
vecina  de  Chalco  fundó  una  con  (KX)  ps.  en 
tiempo  q ;  el  P.'  Gabriel  Ix)groño  era  rector 
del  colegio  de  S."  Bernardo  hipotecando  di- 
cho capital  en  unji^  casas,  tierras*  y  una  es- 
clava ;  con  cargo  de  diez  misas  resadas  y  dos 
cantadas;  una  en  el  dia  do  la  Goncepcion  de 
Ntra.  Sra.  y  otra  el  de  S.  Juan  Bautista.  Se 
vendió  la  esclava,  tierras  y  casas,  y  el  produc- 
to se  consumió  en  el  colegio  de  S.  Bernardo, 


153 


el  q.  para  esta  capellanía  no  llevó  renta  algu- 
na cuando  se  unió  al  de  S.  Yldefonso.  Dho. 
Quad.''fs.44v 600 

De  S.  Gregorio.  El  colegio  de  este  nombre 
con  300  ps.  que  le  dio  un  devoto,  fundó  por 
el  alma  de  este  una  capellanía  con  cargo  de 
quince  misas  resadas.  El  capital  estuvo  im- 
puesto en  casas  de  Francisco  Duran,  cu\'0  he- 
redero Lie.  °  Melchor  de  los  Reyes  los  redimió 
en  9  de  oct/®  de  1591,  entregándoselos  al 
rector  del  colegio  de  S.  Yldefonso  que  le  acu- 
só el  recibo  en  estos  términos:  "Yo  Martín 
Felaes,  rector  del  colegio  de  S.  Yldefonso 
de  México,  en  el  cual  está  incorporado  el  de 
S.  Gregorio  de  esta  ciudad,  recibí"  a  Dho 
Quad.°  fs.  45 300 

De  Ysabel  Acevedo.  Muger  que  fue  de  Die- 
go Orellana,  que  la  fundó  con  607  ps.  y  obli- 
gación de  veinticinco  misas,  unas  resadas  y 
otras  cantadas,  dejando  el  patronato  al  rec- 
tor y  colegiales  de  S.  Bernardo,  nombrando 
capellanes  y  por  primero  á  Juan  Ángel,  que 
se  ausentó  al  Perú;  por  lo  q.  entró  el  capital 
y  servicio  de  la  capellanía  en  calidad  de  de- 
posito al  colegio  de  S.  Yldefonso  en  20.  de 
feb.°  de  1593,  y  el  P.  Martín  Pelaes  impuso 
el  capital  sobre  bienes  de  Alonso  López  Cal- 
derón que  los  redimió  en  18  de  mayo  de  1598 
al  P.  Juan  de  Cigorondo,  rector  segunda  ve¿ 
de  S.  Yldefonso,  Dh.°  Quad."  fs.  45  v.  .  .       607 


154 


Estas  cuatro  ultimas  capcUanias,  cuyas 
misas  se  retardaron  machos  tiempos  y  se 
desempeñaban  mal  por  los  colegios,  obligó  al 
P.  rector  Cristóbal  de  Escobar  y  Llamas,  con 
aprobación  de  su  provincial  á  entregarlas  & 
los  curas  de  Sta.  Catarina  Mártir,  como  de 
hecho  entregó  por  ollas  1250  ps.  á  los  párro- 
cos Dr.  D.  Jo.só  Alonso  de  Valladolid  y  Lie. 
D.  Ygnacio  Carrillo  de  Vcnitua  en  10.  de 
Dbre.  de  1732,  nombrando  á  dichos  curas  por 
patronos  y  capellanes  perpetuos  de  las  mis- 
mas capellanías,  o  memorias  de  misas:  im- 
poniendo desde  luego  el  mencionado  capital 
sobre  casas  de  D.  Juan  de  Alt  una,  en  el  calle- 
jón delJapon.    Dho.  Quad.^fs.  48 

Del  P.  Pedro  Ruiz  de  Castañeda.  E^te  P. 
al  hacerse  jesuíta  mandó  a  su  apoderado  Lie. 
D.  Gabriel  de  rivera  Calderón  q.  con  4000 
mil  ps.  fundara,  como  fundó  una  capollania 
de  q.  han  de  ser  patronos  los  rectores  del  cole- 
gio, y  capellanes  los  colegiales,  que  .«salgan  por 
suerte,  hal)iendo  recaído  el  primer  nombra- 
miento en  D.  Juan  Torrescano,  el  2."  en  el 
Lie.  D.  Joaquín  Cuevas  y  el  3.°  en  D.  José 
Prudencio  Medrano.  El  capital  lo  recono- 
cían las  haciendas  de  1).  Alonso  Garcia  Cor- 
tes, en  dbre.  de  1770  que  estaban  concursa- 
das. Quad."  1.°  de  lo  practicado  por  el  oidor 
D.  Jacinto  Martínez  de  la  Concha,  cuando 
la  ocupación  del  colegio  en  1767.  con  304  f?, 


155 


á  la  f.  36  V.    Y  el  esped/*^  n.°  4  Quad.°  9  f. 

15 4000 

Del  gral.  D.  Juan  de  Torres,  quien  con 
3000  ps.  que  recibió  á  censo  el  colegio  de  je- 
suitas  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo  de  México  la 
fundó,  reservándose  el  patronato  por  sus  dias 
y  dejándolo  para  después  á  los  rectores  del 
colegio;  nombrando  por  primer  capellán  al 
Br.  D.  Man.^  Meave,  y  en  su  falta,  al  q.  nom- 
bre el  rector  del  colegio.  Dhos.  cuad.^  1." 
fs.  37  y  4.°  fs.  15  V 3000 

Dr.  D.  Gabriel  Garda  de  Arellano.  Con 
1000  ps.  que  impuso  sobre  su  rancho  de  Me- 
tepec  en  jurisdicción  de  Zempoala,  fundó  una 
capellanía  en  que  se  instituyó  patrón  y  cape- 
llán por  sus  dias,  y  para  después  el  patrona- 
to á  los  rectores  del  colegio  y  la  capellanía 
para  los  q.  nombró,  después  á  sus  parientes 
hasta  el  4.°  grado.  Dhos.  Quad.^  1.°  fs.  36 
y  4.°fs.  16 1000 

D.  Juan  Antonio  Vázquez.  El  P.  Agus- 
tín Jaureguí  á  nombre  y  como  albacea  del 
Br.  D.  Juan  Antonio  Vázquez,  fundó  con 
4000  ps.  una  capellanía,  cuyo  capital  tomó 
á  censo  y  reconoció  el  oratorio  de  S.  Felipe 
Neri  de  México.  El  patronato  se  dio  á  los 
rectores  del  colegio  en  unión  de  los  rectores 
del  jesuítico  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo :  nombró- 
se por  primer  capellán  á  D.  Juan  Soroa,  lla- 
mándose para  después  al  colegial  que  saliese 


ir,  6 


por  sorteo,  hecho  por  dichos  rectores.  Ix)s 
citadosQuad."l.°fs.36v.  y4.°fs.  16v.     .       4000 

El  P.  Agustín  de  Jauregui  con  2000  ps.  de 
capital  fundó  una  capcllania,  imponiendo  el 
principal  sobre  bienes  del  Sr.  mariscal  de 
Castilla,  nombrando  por  patrono?  de  ella  á 
los  rectores  dol  colep;io,  y  por  capellanes  al 
Br.  D.  Jos6  Ygnacio  Jauregui  y  después 
al  colonial  q.  nombrase  el  rector.  El  citado 
Quad.M."  fs.  16  V 2000 

De  D.  Ventura  Pablo  Díaz  Espinosa.  En 
marzo  de  17G0  los  PP.  Juan  Francisco  López 
y  Juan  de  Zcpeda,  á  nombre  de  D.  Ventura 
Pablo  Diaz  Espinosa  fundaron  una  capella- 
nía de  4000  ps.  nombrando  por  patronos  de 
ella  á  los  UH.  de  los  colegios  de  jesuita5  de  S. 
Pedro  y  S.  Pablo  y  del  Seminario  de  S.  Ilde- 
fonso, por  capellán  1.°  al  Br.  D.  José  Saenz 
Manso,  y  p."  después  á  los  que  por  suerte 
sacaren  dhos.  RR.  El  capital  lo  reconocia 
en  dha.  fcha.  la  Universidad  de  México.  El 
citado  Quad.°  4.°  fs.  1(3  v 4000 

De  Luis  López  Montano  y  Da.  Gertrudis 
Cevallos.  Con  4000  ps.  y  k  nombre  de  Luis 
Ix)pez  Montano  y  do  D.'  Ocrtrudis  Cevallos 
su  mugor,  fundó  en  junio  do  1704  el  Br.  D. 
Juan  Antonio  Rada,  Velez  y  Escalante  una 
capollania,  nombrándose  patrón  y  capellán 
1."  d(>  olla,  y  para  ilospuos  de  patronos  á  lo» 
]{\{.  dol  colegio,  sin  decirse  nada  sobre  cape- 


157 


Uanes  en  lo  sucesivo.  El  capital  se  impuso 
sobre  una  tocinería  del  barrio  de  Sta.  Cata- 
rina Mártir.    El  citado  Quad.°  4.°  fs.  17..  .  4000 

De  D.  Man}  Muñoz  de  Castañeda.  El  no- 
minado con  3000  ps.  fundó  una  capellanía 
en  22  de  fbro.  de  1747,  cuyo  capital  impuso 
sobre  los  propios  del  mismo  colegio,  siendo 
rector  el  P.  José  Carrillo,  el  q.  se  redimió  des- 
pués sin  decirse  donde  se  impuso  nueva- 
mente. Se  nombró  por  patrona  á  la  M.*" 
abadesa  del  convento  de  Sta.  Erigida;  por 
primer  capellán  al  Br.  D.  José  Recio  y  Tre- 
jo,  y  para  después  al  uno  de  los  tres  que  el 
rector  proponga  á  dicha  abadesa  en  tres  ce- 
dulas  separadas  é  iguales,  para  q.  saliere, 
se  le  dará  la  capellanía;  pero  no  podrán  pro- 
ponerse ningunos  que  no  sean  colegiales  po- 
bres.   El  citado  Quad."  4.°  fs.  7 3000 

Dos  colectivas  de  la  laica.  Hubo  en  el 
colegio  una  capellanía  laica  de  6000  ps.  que 
sirvió  al  Br.  D.  José  Meave,  en  cuyo  falleci- 
miento se  convirtió  en  dos  colativas  eclesiás- 
ticas de  á  3000  ps.  que  se  dieron  á  los  bachi- 
lleres D.  Juan  Benito  Diaz  Gamarra  y  D. 
José  Benito  Davalos.  El  Capital  de  estas 
se  impuso  sobre  la  hacienda  de  D.  Juan 
Francisco  Retana.  El  citado  Quad.*^  1.°  fs. 
118 6000 

Del  Dr.  Dn.  Alonso  Hernández  Diosdado. 
En  el  libro  titulado;    Razón  del  archivo  é 


158 


inventario  de  la  librería  y  capilla,  hecho  p/ 
el  Dr.  Rangol  en  1797,  se  hace  mención  de 
una  capellanía  que  fundó  el  Dr.  D.  Juan 
Alonso  Hernández  Diosdado,  sin  decirse  ni 
de  su  capital,  ni  de  otra  cosa  alguna.  .  .  . 
Del  P.  Pedro  Zorrilla.  Entre  los  espe- 
dientes del  legajo  de  cinta  y  gruesa  pasados 
á  la  Visita,  hay  un  Quad."°  con  el  n.°  23, 
y  es,  testimonio  de  3000  ps.  q.  el  rector  del 
colegio,  P.  Pedro  Zorrilla,  reconoció  sobre 
los  fondos  del  mi.smo  colegio,  ^  favor  do  una 
capellania  y  obra  pia,  por  compra  de  unas 
casas  en  la  misma  calle  del  colegio,  cuyo  cen- 
so redimió  el  P.  rector  Ygnacio  Cochet  en 
1780.  Nada  mas  se  sabe  ni  aun  de  las  ca 
sas  que  reconocieron  el  capital,  sospechándose 
que  seguramente  fueron  de  las  q.  se  com- 
praron para  ampliar  el  edificio  del  colegio.   .  .  3000 

Del  Br.  D.  José  M."  Arosqueta.  Dho.  Br. 
en  el  rectorado  del  P.  José  Maria  Maya,  en 
1820  ó  21  fundó  una  capellania  de  4000  ps, 
destinando  su  rédito  á  el  socorro  de  una  so- 
brina mientras  viva:  imponiendo  el  capital 
q.  recibió  dho.  rector,  sobre  los  fondos  del 
mismo  colegio,  nombrando  por  patronos  á  los 
rectores  del  propio  colegio,  y  llamando  por 
capellanes  (\  los  colegiales  en  los  t(^rminos 
que  espresa  la  fundación,  y  de  que  hay  en  el 
archivo  testimonio  de  una  pieza  suelta 4000 

De  Miij.^  Gumbuíte.    En  el  repetido   es- 


159 


peá}^  de  ocupación  y  Quad.°  1.°,  se  hace 
mención  ademas  de  las  referidas  capellanias, 
de  la  q.  fundó  Miguel  Cambarte,  fs,  36  v.. .  . 

Del  P.  Juan  de  Castañeda.  Con  la  misma 
generalidad  se  hace  en  dicho  Quad.'^"  men- 
ción de  la  capellania  q.  fundó  el  P.  Juan  de 
Castañeda,  y  se  habia  dado  al  Br.  Medrano 
fs.  37.  acaso  el  P.  Juan  de  Castañeda  se  puso 
por  equivoco,  en  lugar  de  el  P.  Pedro  Ruiz 
de  Castañeda,  pues  como  se  ha  visto  arriba 
en  la  fundación  de  este,  el  tercer  nombra- 
miento de  aquella  capellania,  recayó  en  el 
Br.  ISIedrano,  el  mismo  de  quien  se  habla  en 
la  citada  foja  37 

Del  gral.  D.  Juan  de  Torres.  Con  igual 
generalidad  se  dice  en  dicho  Quaderno,  las 
capellanias  del  Gral.  D.  Juan  de  Torres,  fs. 
37.  Parece  que  solo  fueron  dos  estas  cape- 
llanias, y  acaso  de  iguales  capitales,  patro- 
natos y  capellanes,  á  la  que  que  se  ha  puesto 
arriba,  la  que  descontada  corresponderá  aquí 
otra  de  3000  ps 3000 

De  la  M."  María  de  S.  Yldefonso.  En  el 
Quaderno  de  entrega  del  rectorato  q.  hizo 
el  Dr.  Couto  al  Vice-rector  D.  Jacinto  Ba- 
tís, se  hace  la  siguiente  relación  de  capella- 
nias; La  que  fundó  la  R.*  M.®  Maria  de  S. 
Yldefonso,  religiosa  de  Balbanera  fs.  4  v.^. 

La  que  fundó  D.  Bernardino  de  Neira  Ga- 
lindo  fs.  4  v." 


160 


La  que  fundó  D.  Pedro  Ramírez,  fs.  4  id .  . 

Otra  fundada  por  el  mismo  Ramírez  fs.  id. .  . 
La  que  fundó  D.  Ayitonio  Morquecho  fs.  5. 
La  que  fundó  D.  Bernardino  Aguilar  Mar- 

molejo    fs.    5 

La  de  D.  Juan  Antonio  Velazquez  fs.  id..  . 

La  de  D.  Agustin  Chimal  fs.  id 

La  que  fundó  fr.  Luis  Bojorges 

La  de  D.  José  Cabrera,  fs .  5 

La  que  mandó  fundar  el  Br.  D.  Benito  José 
Montes,  para  la  q.  dejó  las  casas  del  barrio 
del  Hornillo,  y  nombró  al  rector  por  patrón 
de  ella 

La  que  fundó  D.  Gabriel  Artave  fs.  17.  .  .  . 
La  de  D.  Juan  Felipe  Álzate  fs.  18 

Total 43807 

Ailemas  de  las  34  capellanias  de  q.  se  ha 
hecho  insinuación,  hay  en  favor  de  los  cole- 
giales de  S.  Yldefonso  otras  muchas  que  no 
bajarán  de  ciento,  y  de  las  que  la  Visita  p.' 
falta  de  los  informes  del  rector  y  antiguas 
omisiones  en  el  colof^io,  no  ha  podido  adqui- 
rir notic¡:is;  ha  oido  vagamente  de  una  q. 
fundó  el  Br.  D.  Miguel  Sicilia,  y  no  puede 
decir  mas  hasta  hoy  2ñ  de  enero  de  1828. 

Del  Dr.  D.  Juan  Timcrmans  Picoso.  Dho. 
Dr.  en  1828  cura  de  Tlalnepantla,  para  orde- 
narse, siendo  aún  do  la  diócesis  de  Michoa- 


161 


can,  con  cuatro  mil  pesos  de  su  patrimonio, 
fundó  una  capellania,  á  cuyo  goce  llamó  des- 
pués de  sus  dias  á  sus  parientes  hasta  el  cuar- 
to grado,  siendo  precisamente  colegiales  ó 
haciéndose  inmediatamente :  y  á  falta  de  pa- 
rientes, el  colegial  actual  que  nombre  el  rec- 
tor del  mismo  colegio,  y  á  quien  dejó  el  pa- 
tronato. En  la  referida  fcha.  reconoce  el  ca- 
pital una  finca  del  Dr.  D.  Juan  Timermans 
Picaso  Morales,  cura  que  fue  de  Potosí,  y  en 
el  dia  prebendado  de  Valladolid 4000 


Nuevos  Documentos — 11 


163 


BIBLIOTECA  O  LIBRERÍA 

La  generosidad  de  los  primeros  patronos  ó  fun- 
dadores del  colegio,  no  se  limitó  a  darle  suelo, 
edificio,  departamentos  necesarios,  capilla,  uten- 
cilios,  dote  de  dos  mil  cuatrocientos  pesos  para 
cada  una  de  las  colegiaturas  de  los  treinta  alum- 
nos de  su  colegio;  sino  que  tuvieron  también  mu- 
cho cuidado  de  proveerlo  de  libros,  como  lo  acre- 
dita una  de  sus  primeras  juntas  o  cabildos  en  el 
primer  libro  de  estos:  y  he  aquí  el  principio  de  su 
Bibhoteca. 

Desde  luego  la  aumentaron  después  conside- 
rablemente, pues  en  la  entrega  que  de  este  colegio 
se  hizo  a  los  jesuítas  en  17  de  enero  de  1618  cuan- 
do se  unió  con  el  de  S.  Yldefonso,  se  hace  particu- 
lar  mención  del  recibo  de  los  libros,  lo  que  en  la 
sencillez  de  aquellos  tiempos  y  en  el  modo  con 
que  en  dicha  entrega  se  espresan  como  poco  im- 
portantes sus  caudales  de  mas  de  treinta  mil 
pesos,  deja  entender  q.  la  librería  no  seria  tan 
despreciable. 

En  el  rectorado  del  V.^  P.  Pedro  de  Velazco, 
fué  cuando  esta  librería  recibió  un  considerable 
aumento,  y  esto  es  lo  que  el  autor  de  la  historia 
de  su  vida  tuvo  por  uno  de  los  principales  mo- 
tivos,  para  recomendar  su  generosidad. 


1C4 


Mas  la  de  su  alumno  después  arzobispK)  y  ca- 
pitán general  de  Manila,  el  Ecsmo.  é  Yllrao.  Sr. 
Dr.  D.  Manuel  Antonio,  Rojo,  Rio  y  Vieira,  fue 
tanta,  que  la  lihrcria  empezó  á  merecer  el  nombre 
de  Biblioteca.  Dicho  Señor,  el  23  de  enero  de 
1750  Cjue  celebró  en  la  capilla  del  colegio  de  Pon- 
tifical, la  festividad  de  S.  Yldefonso.  añadiendo 
manifestaciones  de  su  amor  al  colegio,  fuera  de 
otras  donaciones,  le  hizo  la  de  su  copiosa  y  esc-jui- 
sita  libreria,  haciendo  pasar  inmediatamente  á  la 
del  colegio  la  mayor  parte  en  muchisimos  cuerpos, 
reservándose  los  restantes  como  prestados,  6  pre- 
cariamente mientras  viviese;  y  no,  no  se  descuidó 
en  dejar  de  prevenir  a  sus  albaceas,  para  que  á 
su  costa  se  pusiese  el  insinuado  residuo  en  el  co- 
legio. Este  que  sé  yo  porque  dejó  de  hacer  cum- 
plir á  los  albaceas  este  particular,  y  que  los  libros 
se  hayan   apolillado  ó  perdido  en  Manila. 

Otro  aumento  le  dio  á  esta  libreria  el  Sr.  Dr. 
D.  Pedro  Pal)lo  del  Villar  Santelises,  en  los  mu- 
chos, esquisitos  y  costosos  libros  que  le  dejó,  no 
contentándose  con  haber  acreditado  su  amor  al 
colegio  con  las  dotaciones  que  en  favor  de  él  ha 
hecho  de  las  seis  becas,  una  cátedra  de  teologia 
y  premios  á  cursantes  teólogos,  de  que  se  habla 
en  las  respectivas  notas. 

Así  se  habia  iilo  aumentando  la  libreria  del  co- 
legio, de  manera  que  al  ocupar  sus  temporalidades 
en  1707.  el  Sr.  oiilor  comi^ionado  D.  Jacinto  Mar- 
tínez de  la  Concha,  hizo  formar  Índice  alfabetice 


165 


de  olla,  ocupando  muchos  días  varias  plumas  re- 
sultando un  grueso  volumen  en  folio;  siendo  la- 
mentable que  de  este  índice  no  quedase  copia  en 
el  colegio,  conjeturándose  solo  que  con  otros  do- 
cumentos se  despachase  á  Madrid. 

Pero  todavia  es  mas  lamentable  el  doble  de- 
falco que  esta  librería  padeció  en  los  cuatro  años 
siguientes  al  arresto  de  los  jesuítas.  Como  á  po- 
cos días  de  esto  el  edificio  del  colegio  se  convirtió 
en  cuartel  de  los  del  regimiento  de  Flandes,  todos 
los  libros  de  la  Biblioteca  se  encerraron  en  una 
bodega  baja  y  muj^  húmeda,  mal  arrumbados,  sin 
orden  ni  colocación.  Cuatro  años  de  este  estado, 
inutilisó  multitud  de  libros  que  pudrió,  sin  poder 
aprovechar  una  sola  hoja  y  truncó  muchas  obras. 
Todavia  hubo  mas,  como  á  los  jesuítas  se  sindicó 
en  aquel  tiempo  mas  que  en  otro,  de  autores  y 
tenedores  de  libros  probabílistas  ó  de  doctrina 
lacsa,  el  real  acuerdo  de  México  mandó  que  se 
reconociesen  los  libros  de  la  biblioteca  del  colegio, 
y  que  separados  los  que  pareciesen  de  dicha  doc- 
trina, quedase  el  resto.  Ya  se  deja  entender,  que 
los  revisores  serían  sino  tusioristas,  por  lo  menos 
rígidos,  pues  que  en  aquellos  días  no  lisongeaba 
sino  lo  que  mas  apodaba  á  los  espatriados. 

La  liberalidad  deotroñ  muy  ben-'meritos  del  co- 
legio, ha  indemnísado  las  anteriores  perdidas  muy 
ventajosamente.  El  P.  José  Julián  Parreño,  que 
era  rector  en  1767  hasta  el  día  de  su  estraña- 
miento  en  su  ultima  disposición  en  Ferrara  dís- 


166 


puso  cjue  se  trajoni  al  colegio,  como  se  verificó, 
toda  su  selecta  y  numerosa  librería,  poniendo  de 
puño  en  la  carátula  do  cada  uno  de  los  libros; 
Defferatur  S.   Yldcfonsi  Mexicano  Seminario. 

(>on  este  aumento,  la  librería  del  colegio  con- 
taba en  1797  sogun  el  indico  que  de  olla  formó 
el  rector  Dr.  D.  Pedro  Ilangel,  cincuenta  estantes 
de  cinco  cajones,  y  mas  de  cuatro  mil  y  trescientos 
cuerpos.  El  índice  fuera  de  no  ser  alfabético,  ni 
estar  clasificado  por  materias  cientificas,  tiene 
multitud  de  defectos  de  varias  clases,  y  por  eso 
la  Visita  ha  mandado  se  forme  uno  como  corres- 
ponde. 

Recientemente  se  ha  aumentado  esta  librería 
por  la  beneficencia  de  uno  de  los  mas  amantes  y 
distincuidos  alumnos  y  rectores  del  colegio,  el 
Yllino.  Sr.  Dr.  D.  Juan  Francisco  de  Castañiza, 
marquóz  de  Castañiza,  dignísimo  obispo  de  Du- 
rango,  quien  en  el  informo  que  como  rector  dio 
al  Sr.  Visitador  D.  Manuel  Campo,  y  Riva  en 
30  de  diciembre  de  1815,  aseguró  tener  donada 
al  colegio  su  grande  y  muy  selecta  librería,  para 
cuando  fallocíoso;  pero  en  el  testamento  que  ^  su 
muerte  hizo  en  Durango  alteró  y  modificó  dicha 
donación,  constituyendo  legatarios  de  sus  libros  al 
Seminario  conciliar  de  Durango,  de  los  libros 
que  el  YUmo.  Sr.  tenia  alli,  que  eran  Casi  todos, 
y  íi  este  di"  S.  Yldofonso  do  los  que  la  librería  del 
mismo  ei)legio  había  dejado  hi  primera  vez  que 
fuó  á  su  obispado,  que  ser:\n  docientos  y  tantos 


167 


cuerpos,  pero  de  obras  muy  esquisitas  y  aprecia- 
bles,  los  que  se  incluirán  ya  en  el  mencionado 
Índice  que  se  ha  mandado  formar. 

Ni  aun  así  merece  esta  librería  con  el  rigor  de- 
bido el  nombre  de  Biblioteca.  En  nada  corres- 
ponde á  la  estension  de  enseñanza  y  saber  de  Se- 
minario tan  renombrado:  menos  corresponde  á 
la  ecselencia  y  grandiosidad  de  su  edificio,  ha- 
ciendo alguna  fuerza  que  la  grande  alma  del  in- 
comparable rector  de  él  P.  Cristóbal  Escobar  y 
Llamas,  tan  generoso  que  no  dudó  en  gastar  so- 
lamente en  el  grandioso  edificio  actual  del  colegio 
mas  de  cuatrocientos  mil  pesos,  que  después  de 
veinticinco  años,  en  1767  de  orden  del  Superior 
gob.°  se  abaluó  en  docientos,  noventa  y  seis  mil 
setecientos,  cincuenta  y  ocho  ps,  un  real,  cuatro 
granos,  todo  lo  material  del  edificio  (fs,  105  vta. 
cuad.''°  de  ocupación  del  colegio  en  dicho  año.) 
sin  descuidarse  en  dotación  de  borla,  licenciatu- 
ras, cátedras,  premios  y  festividades  del  colegio 
nada  hiciese  por  perfeccionar  la  biblioteca. 

Tal  vez  preparaba  hacerlo  conforme  á  sus  mag- 
nificas ideas,  construyendo  local  digno  y  con  las 
conveniencias;  de  que  el  actual  carece  entera- 
mente, pues  el  edificio  del  colegio  no  está  concluido 
del  todo,  restándole  el  patio  que  debia  seguir  á 
los  dos  arcos  que  hay  construidos  y  daría  frente 
á  la  calle  de  Montealegre,  aprovechando  el  solar 
que  se  alquila  para  carroseria.  Si  esto  se  hubiera 
conseguido,   por  sentado  que  ni  las  bibliotecas 


les 


de  la  Universidad,  de  la  catedral  y  del  colegio  de 
Santos,  fueran  menos  imperfectas  q.  la  de  S.  Ylde- 
fonso;  ix)r  ventura  seria  tanto  ó  mejor  que  la  del 
Seminario  conciliar  Palafoxiano  de  Puebla. 

No  se  puedo  sin  embargo  negar,  que  el  colegio 
ha  dejado  pasar  oportunidades  y  momentos  de 
liberalidad,  en  que  pudo  haber  engrandecido  mu- 
cho su  libreria.  Nada  hizo  cuando  se  asignaron 
á  otras  partes  con  menos  derechos  que  él,  y  cuan- 
do se  malbarataron  ó  tiraron  á  la  calle  los  Ubros 
de  la  Casa  Profesa,  de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  de  Te- 
pozotlan  y  otras  partes.  La  Visita  se  chasqueó 
en  las  solicitudes  que  hizo  por  agregarle  las  libre- 
rías de  los  estinguidos  conventos  de  S.  Juan  de 
Dios,  Belemitas  y  S.  Hipólito,  hallando  que  los 
libros  de  que  aquellas  se  componen,  no  son  casi 
en  el  todo,  mas  que  aseticos  muy  vulgares,  con 
los  que  poco  ó  nada  se  iba  a  abanzar. 

Se  estará  a  la  mira  luego  que  se  apruebe  el  plan 
de  estudios  de  esta  ciudad,  y  aprovechará  la  oca- 
sión que  presente,  para  promoveer  una  buena 
biblioteca  aprovechando  el  sitio  de  la  espalda  del 
cole<;io,  en  el  mencionado  patio  emj)ezado  á  cons- 
truir. 


169 


RECTORES  y  GOBERNADORES  QUE  HA  TENIDO  EL 
COLEGIO  DE  S.  PEDRO  Y  S.  PABLO  Y  S.  YLDE- 
FONSO  DE  MÉXICO  DESDE  SU  ERECCIÓN  EN  6 
DE    SEPTIEMBRE    DE    1573    HASTA    1829. 


Cíe-   Jesui-  Civi- 
rigos      tas       les 


El  P."  Dr.  Pedro  Sánchez,  fun- 
dador y  primer  Provincial  de  los 
Jesuitas  de  N.  España,  principal 
fundador  del  Colegio,  que  rigió  in- 
mediatamente por  SÍ  desde  la  erec- 
ción hasta  12  de  Octubre  de  1573, 
en  que  verbalmente  nombró  al  pri- 
mer Rector,  q.®  lo  fué. 

El  Lie.  Gerónimo  López  Ponce, 
gobernó  desde  dicho  dia  12  de  Oc- 
tubre de  1573,  sin  titulo  formal,  y 
con  él  dado  en  cabildo  de  Patronos 
desde  19  de  Marzo  de  1574  hasta 
5  de  Enero  de  1577.  Se  hizo  je- 
suíta en  el  siguiente  año  de  1578. 

El  Lie.  Felipe  Osorio,  también 
presbítero  secular  del  arzobispado 


170 


Cíe-    Jesui-  Civi- 
rigoa      tas       les 


íle  México  como  el  anterior,  go- 
bernó sin  titulo  formal  desde  5  de 
Enero  de  1577  ha.sta  25  de  Junio 
de  dicho  año,  en  que  con  toda  for- 
malidad se  le  nombró  Rector  y  jun- 
tamente capellán  del  Colegio,  por 
la  que  para  el  mismo  colegio  fundó 
Antonio  de  Soto:  duró  en  el  Rectora- 
do hasta  2  de  Marzo  de  1578. 

Padre  Vinconcio  Lanuchi  I>a  Nuk, 
6  La  Nuz,  jesuita,  italiano,  lo  nom- 
bró Rector  del  colegio  el  reterido 
P.  Pedro  Sánchez  en  2  de  Marzo  de 
1578,  en  que  los  Patronos  entrega- 
ron la  administración  de  su  colegio 
á  los  PP.  de  la  Compañia  de  Jesús: 
duró  hasta  31  de  Marzo  de  1579. 

P.  Alonso  Ruiz,  jesuita,  desde  31 
de  Marzo  de  1579  hasta  13  de  Oc- 
tubre de  1580,  en  que  los  jesuítas 
devolvieron  el  Colegio  á  sus  Pa- 
tronos. 

Lie.  Bernabí^  Sánchez  de  Betan- 
sos,  presbítero  secular  de  dicho  ar- 
zobispado, fué  Rector  desde  13  de 
Octubre  de  1580,  hasta  18  de  Agos- 
to de  1581  en  que  volvió  &  ponerse 
el  colegio  A  cargo  de  los  jesuítas. 


cíe-     Jesiii-   Civi- 
rigos    tas  lea 


171 


P.  Pedro  Diaz,  jesuíta,  desde  18 
de  Agosto  de  1581,  hasta  11  de  No- 
viembre de  1585:  y  tubo  por  Vice- 
Rectores  al  expresado  Rector  Lie. 
Bernabé  Sánchez,  clérigo  secular,  al 
P.  Antonio  del  Rincón,  al  P.  Geró- 
nimo López  y  al  P.  Alonso  de  San- 
tiago, jesuítas,  que  sin  embargo  en 
los  cabildos  se  firmaban  Rectores. 
En  el  Rectorado  del  P.  Diaz  se  pu- 
blicaron y  pusieron  en  ejecución  las 
primeras  constituciones  del  Colegio, 
compuestas  de  23  artículos,  que  se 
hallan  en  el  libro  de  cabildos  desde 
foxas  49. 

P.  Dr.  Pedro  Ortigosa,  jesuíta, 
desde  11  de  Noviembre  de  1585 
hasta  15  de  Junio  de  1586:  tubo  por 
Vice-Rectores,  que  se  firmaban  Rec- 
tores, á  los  PP.  Alonso  de  Santiago 
y  Gabriel  de  Logroño,  también  je- 
suítas. 

P.  Martin  Pelaez,  jesuíta,  desde 
15  de  Junio  de  1586  hasta  4  de  Oc- 
tubre de  1587:  tubo  por  Vice-Rec- 
tores al  P.  Gabriel  de  Logroño,  P. 
Pedro  López  y  al  P.  Francisco  Baes; 
sino  que  este  P.  Francisco  Baes  fué 


172 


Cíe-   Jc»ui-     Civi- 
rÍKOs     taa  les 


Rector  del  colegio  como  Rector  del 
colegio  de  Jesuítas,  cambiando  el  P. 
Martin  Pelaez  Rector  á  Vice- Rec- 
tor, y  de  entonces  el  Rectorado  de 
este  acabó  no  en  4  de  Octubre  de 
1587,  sino  en  15  de  Junio  del  mis- 
mo año,  en  cuya  fecha  firmaron  el 
cabildo,  primero  el  P.  Baes  y  después 
el  P.  Pelaez  fs.  84  vta. 

P.  Francisco  Baes,  jesuíta,  desde 
15  de  Junio  de  15S7  hasta  4  de  Oc- 
tubre del  mismo  año. 

P.  Juan  de  Loaiza,  empezó  su 
Rectorado  en  4  de  Octubre  de  1587, 
y  lo  concluyó  en  30  de  Julio  de  1588, 
en  que  les  dejó  el  colegio  á  los  Pa- 
tronos de  resultas  de  no  haber  con- 
venido estos  en  entregar  la  entera 
administración  del  colegio  l\  los  je- 
suítas con  las  condiciones  que  lo 
exijia  el  P.  Proval.  Antonio  de  Men- 
doza, 3'  limitaban  demasiado  el  de- 
recho de  presentación  de  los  Pa- 
tronos. 

Lie.  Francisco  Nuñez,  presbítero 
secular  de  dicho  arzobispado,  cole- 
gial que  habia  siilo  del  mismo  cole- 
gio de  S.  Pedro  y  S.  Pablo,  fue  Rec- 


173 


Cíe-   Jesui-     Civi- 
rigos     tas         les 


tor  desde  30  de  Julio  de  1588  hasta 
18  de  Octubre  de  1589. 

Br.  Juan  Rafael  Gallo,  presbítero 
secular  de  México,  fué  Rector  desde 
18  de  Octubre  de  1589  hasta  16  de 
Octubre  de  1590.  Fué  el  primer 
Rector  á  quien  el  colegio  recibió 
y  dio  posecion  con  solemnidad:  du- 
rante su  gobierno  solicitaron  los 
Patronos  con  el  mayor  calor  y  deseo 
de  la  prosperidad  del  colegio  que 
este  se  encargase  á  los  jesuítas,  quie- 
nes lo  deseaban  mas  que  los  Patro- 
nos, pero  afectaban  artificiosamente 
lo  contrario  con  el  objeto  de  hacerse 
del  colegio,  sin  dejar  en  los  Patronos 
sino  el  derecho  de  presentar,  limi- 
tado demasiadamente  por  las  ca- 
torce condiciones  que  el  Provincial 
de  la  Compañía  propuso  para  recibir 
el  colegio,  haciéndose  de  rogar. 

Br.  Francisco  de  Porras,  también 
clérigo  presbítero  de  dicho  arzobis- 
pado, gobernó  desde  16  de  Octubre 
de  1590  hasta  Mayo  de  1591  en  que 
se  hizo  Carmelita  descalzo. 

Br.  Diego  Gutiérrez  de  Bocane- 
gra,  presbítero  secular  del  referido 


174 


Cíe-    Jesui-     Civi- 
ri:{Ofl     tas  les 


arzobispado,  fué  nombrado  Rector 
desde  4  de  Mayo  de  1591,  y  duró 
hasta  12  de  Marzo  de  1592.  Mien- 
tras su  gobierno  los  Patronos  tra- 
taron en  diversas  ocasiones  de  que 
por  fin  la  Compañia  de  Jesús  se  en- 
cargase del  colegio,  salvo  su  derecho 
de  Patronato  respectivo  en  las  co- 
legiaturas que  habian  fundado.  Tra- 
taron el  asunto  con  el  Visitador  de 
los  jesuítas,  que  estaba  entonces 
en  México;  mas  dicho  P.  insistien- 
do en  las  condiciones  duras  con  que 
los  de  la  Compañia  quisieron  entrar 
en  el  colegio,  disgustó  enteramente 
á  los  Patronos,  quienes  por  lo  dicho 
juzgaron  por  mejor  encargar  el  go- 
bierno del  colegio  á  la  provincia 
de  PP.  Dominicos  de  México.  Pla- 
ticoseles  el  asunto,  y  venian  en  ello 
si  se  aguardaba  que  consiguieran 
la  licencia  necesaria,  que  deberían 
pedir  en  el  capitulo  general  de  su 
orden  que  se  oelebraria  de  allí  en 
un  año.  No  pareció  bien  a  los  Pa- 
tronos esperar  tanto,  y  así  aplicaron 
todos  sus  arbitrios  a  todas  las  me- 
joras del  Colegio. 


175 


Cíe-    Jesui-  Civi- 
rigos       tas       les 


8  . .      .  .       Br.   Hernando   Caballero,   sacer- 

dote secular  del  clero  mexicano,  í\i6 
nombrado  Rector  en  12  de  Marzo 
de  1592,  y  consta  que  gobernara 
todavía  en  5  de  Mayo  de  1593,  y  por 
e]  libro  2."  de  cabildos  se  acredita 
que  duró  de  Rector  hasta  20  de 
Agosto  de  1594. 

9  Lie.  Miguel  Sánchez  de  Trujillo, 
fué  Rector  desde  20  de  Agosto  de 
1594  hasta  16  de  Agosto  de  1597,  por 
haber  sido  nombrado  poco  antes  cu- 
ra del  Sagrario  de  la  Metropolitana 
de  México. 

10       .  .  Br.  Diego  Sánchez  de  Avila,  fué 

nombrado  Vice -Rector  del  colegio 
por  renuncia  del  Lie.  Trujillo,  y 
gobernó  desde  16  de  Agosto  de 
1597,  sin  saberse  cuando  acabó  su 
destino. 
1  Dr.  D.  Francisco  de  Villagra, 
Oydor  de  la  Audiencia  de  México, 
nombrado  por  el  Virrey  Visitador 
y  Administrador  del  colegio,  que 
gobernó  desde  8  de  Agosto  de  1598 
hasta  principios  de  1605. 
. .  2  Dr.  D.  Juan  Quezada  Figueroa, 
Oydor  de  México,  Visitador,  Juez 


176 


Cíe-    Jesui-    Cívi- 
rigoa     tas       lea 


y  Protector  dol  Colegio,  desde  10  de 
Mayo  de  1605  ha.sta  1614:  parte  de 
«u  gobierno  y  del  anterior  estubo 
cerrado  el  colegio  por  lo  ruinoso  del 
edificio  y  diferencias  de  lo.s  jesuitas. 
9  .  .  Padre  Gerónimo  Rarairez,  jesuí- 
ta, iu6.  Rector  por  lo  menos  desde 
7  de  Enero  de  1614,  en  que  el  Oydor 
Quedada  dio  posecion  del  Colegio 
á  los  jesuitas  á  virtud  de  Real  Ce- 
dula  de  Felipe  III.  espedida  en  29 
de  Mayo  de  1612,  confirmando  la 
cesión  del  derecho  de  presentar  que 
los  Patronos  hicieron  en  el  Rey; 
libre  unos,  y  otros  con  alguna  in- 
demnisacion.  concluyó  su  Rectorado 
en  17  do  Enero  de  161S. 
10  .  .  P.  Diego  Larios,  jesuíta,  empezó 
su  Rectorado  en  17  de  Enero  de 
1618.  en  que  se  unieron  los  colegios 
de  S.  Pedro  y  S.  Pablo  y  el  de  S. 
Ildefonso:  h  este  se  habían  unido 
ya  desde  15S2  los  otros  colegios 
nombrados  8.  Bernardo,  S.  Grego- 
rio y  S.  Miguel.  El  P.  Larios  era 
desde  antes  de  la  reunión  de  los 
colegios  Rector  del  de  S.  Yldefonso. 
y  ya  unidos  los  colegios  duró  en 


177 


Cíe-    Jesui-    Civi- 
rigos      tas         les 


dicho  destino  desde  el  espresado 
dia  17  de  Enero  de  1618  hasta  1621. 

11  .  .       Ve.  P.  Pedro  de  Velasco,  jesuita, 

habiasido  colegial  de  San  Ildefonso, 
fué  Rector  de  los  colegios  ya  unidos, 
desde  1621  hasta  27  de  Septiembre 
de  1625.  Aumentó  considerable- 
mente la  libreria  del  colegio,  los 
paramentos  y  alajas  de  la  capilla. 

12  Padre  Rodrigo  Vivero,  siguió  de 
Rector  al  anterior,  no  aparece  desde 
cuando  principió,  pero  sí  que  era 
Rector  en  1632,  también  jesuíta. 

13  .  .       Padre  Pedro  Gaera,  jesuita,  cons- 

ta que  era  Rector  en  29  de  Octubre 
de  1632. 

14  .  .       Ven.  P.  Miguel  Godines,  consta 

que  era  Rector  en  1638,  y  parece 
habia  empezado  en  Abril  de  1633. 

15  .  .       P.  Pedro  Antonio  Diaz,  era  Rec- 

tor en  1635,  y  lo  fué  por  lo  menos 
hasta  Diciembre  de  1636. 

16  .  .       El  P.   Juan  de  Figueroa,   desde 

Mayo  de  1639  hasta  1645. 

17  .  .       P.  Juan  Tamayo,  gobernó  desde 

1646  hasta  1648. 

18  .  .       Pedro   de   Valencia,    fué   Rector 

desde  1649  á  1652. 

Nuevos  Documentos — 12 


178 


Cíe-    Jeaui-      Civi 
rigo«      tas         les 


19  .       P.   Manuel  Arteaga,  desde  1653 

á  lüóó. 

20  .  .       P.  Rstevan  de  Aguilar,  era  Rec- 

tor en  1GÓ6. 

21  P.  Francisco  Aguirre,  era  Rector 
en  1657,  no  aparece  desde  cuando 
empezó,  ni  en  que  época  acabó  su 
gobierno,  pero  sí  que  murió  en  1666: 
que  desempeñó  las  rentas  del  cole- 
gio y  las  dejó  en  un  estado  flore- 
ciente. 

22  .  .       P.    José    Alberto,    gobernaba   en 

1660,  sin  saberse  cuando  empezó, 
ni  cuando  acabó  su  Rectorado;  pero 
se  sabe  que  murió  en  el  mismo  co- 
legio siendo  Rector  de  él. 

23  .  .       P.    Luis   de    Legaspi,   estaba   de 

Rector  en  el  año  de  1667. 

24  .  .       Ven.   P.  José  Vidal  Figueroa,  go- 

bernó dü^fidc  1668  hasta  1670:  y  en 
su  rectorado  sucedió  el  sudor  ó  mi- 
lagrosa renovación  de  la  imagen 
de  San  Francisco  Xavier.  Después  de 
1070  volvió  h  ser  Rector,  pero  se 
ignora  la  época  del  segundo  recto- 
rado. 

25  . .       P.  Diego  de  los  Ríos.  Rector  des- 

de 1671  hasta  1672. 


179 


Cíe-    Jesui-  Civi- 
rigos       tas        les 


26  .  .       P.    Diego    de    Almonariz,    desde 

1672  hasta  1677. 

27  .  .       P.  Martin  de  Renteria,  de  1678 

á  1680. 

28  .  .       P.  Pedro  de  Ossa,  de  1680  á  1683. 

29  .  .       P.   Juan   Antonio   Caballero,    de 

1683  á  1689. 

30  .  .   P.  Antonio  Jardon,  desde  1690 

á  1695. 

31  .  .       P.   José   del   Riveio,   de    1696   á 

1697. 

32  .  .       Ven.    P.    Juan   Antonio    Oviedo, 

empezó  su  rectorado  en  1697,  era 
Rector  en  4  de  Marzo  de  1700,  y 
duró  hasta.  .  ,  . 

33  .  .       P.  Diego  Caballero,  desde   1703 

á  1705. 

34  .  .       P.    Francisco    de    Cervantes,    de 

1705  á  1706. 

35  .  .       P.    Matias   Esquerra,   estaba   de 

Rector  en  13   de   Agosto   de    1706. 

36  .  .       P.  Gaspar  Rodero,  desde  13  de 

Octubre  de  1708  hasta  6  de  Fe- 
brero de  1711. 

37  .  .       P.     Antonio    Arios,     estaba    de 

Rector  en  25  de  Mayo  de  1711. 

38  .  .       P.    Pedro    Zorrilla,    desde    1712 

á  1718.    Fué  antes  Prebendado  de 


180 


Cíe-    Jesui-    Civi- 
rigos     taa  les 


la  Santa  Yglesia  Metropolitana 
de  México:  sugeto  recomendabi- 
lísimo por  sus  singulares  virtudes 
de  humildad,  mortificación,  silen- 
cio y  pobreza,  como  por  su  gran 
literatura  y  admirable  don  de  go- 
bierno, acreditado  en  el  rectorado 
de  este  colegio  y  otros,  en  la  maes- 
tría de  novicios  y  prepositura  de 
la  casa  Profesa.  Falleció  en  Pue- 
bla á  15  de  Junio  de  1734. 

39  . .       P.   Ygnacio  Cochet,   desde   1719 

á  1722. 

40  .  .       P.   Diego  de  Acevedo,  fué  Rec- 

tor en  1722  y  1723.  Amplió  el 
refectorio  y  dormitorios,  edificó 
de  bóveda  la  capilla  y  sala  rectoral, 
aumento  también  el  numero  de 
colegiales,  hasta  el  numero  de  160; 
en  beneficio  de  los  cuales  escribió 
y  dio  á  luz  en  1722  el  precioso  li- 
brito  que  contiene  máximas  y  re- 
glas de  buena  educación,  con  el 
titulo  de:   El  Cortesano  Estudiante. * 

41  P.  Pedro  de  Ocampo,  gobernó 
desde  Febrero  de  1723,  hasta  1726. 
Fué  también  Rector  de  los  cole- 
gios de  Guatemala  y  Guadalajara, 


181 


Cíe-     Jesui-  Civi- 
rigos       tas       les 


y  Prefecto  de  la  Congregación  del 
Salvador:  fué  uno  de  los  sugetos 
mas  señalados  en  letras  y  virtudes 
de  la  provincia  jesuítica  de  N. 
España. 

42  .  .       P.  Cristóbal  Escobar  y  Llamas, 

fué  Rector  desde  1727  hasta  1742. 
A  sus  afanes  y  arbitrios  debe  la 
ciudad  de  México  el  grandioso 
edificio  del  Colegio  que  hasta  hoy 
la  adorna. 

43  .  .       P.    Diego    Verdugo,    era    Rector 

en  16  de  Enero  de  1743. 

44  .  .       P.  José  Carrillo,   era  Rector  en 

8  de  Septiembre  de  1743,  y  siguió 
hasta  1746. 

45  .  .       P.    José    María    Aramburu,    es- 

taba de  Rector  en  13  de  Junio  de 
1747. 

46  .  .       P.   José   de   Utrera,    desde    1748 

á  1751,  Promovió  y  celebró  el 
Certamen  poético  por  la  procla- 
mación del  Sr.  D.  Fernando  6."^ 
las  muchas  y  esquisitas  poesías 
latinas  y  castellanas  que  contiene 
han  sido  aplaudidas  por  los  sabios, 
con  preferencia  á  las  de  otros  cer- 
támenes. 


182 


Clc-    Joflui-    Civi- 
ri«os      tas         lea 

47  . .       P.  Oi.stobal  llamirez,  desde  1752, 

hasta  1756. 

48  .  .       P.   Antonio   Zcpeda,   fué   Rector 

en    1757,    y   siguió    hasta    1759. 

49  .  .        P.    XíivifT    Kvangolista    Contre- 

ra.s,  en  Marzo  de  1760  hasta  1763. 

50  .  .       P.    José    Julián    Parreño,    desde 

16  de  Febrero  de  1764  hasta  24 
de  Junio  de  1767  en  que  p)or  el 
estrañamiento  de  los  jesuitas  acabó 
su  rectorado,  pasando  con  los  de- 
mas  á  Ytalia,  en  donde  murió  en 
un  convento  de  las  inmediaciones 
de  Ferrara,  dejando  dispuesto  que 
su  selecta  librería  .se  trajese  á  su 
colegio  de  San  Yldefonso  de  Mé- 
xico, y  poniendo  de  su  puño  en  la 
carátula  de  cada  uno  de  los  libros: 
Dcfferntur  S.  YUicfonsi  Mexicano 
Seminario,  como  se  verificó,  ha- 
ciendo hoy  una  de  las  partes  mas 
principales  de  la  biblioteca  del 
mismo  colofrio. 
11  Ylmo.  Sr.  D.  Juan  Ygnacio  Ro- 

cha, fué  Rector  del  Colegio  desde 
muy  poco  tiempo  después  del  arres- 
to de  los  jesuitas,  por  el  que  se 
dispersaron  los  colegiales,  que  á 
p)oco   se    mandaron    reunir,    no   en 


183 


Cíe-    Jesui-    Civi- 
rigos     tas         les 

el  edificio  de  su  colegio  que  per- 
maneció algún  tiempo  cerrado,  sino 
en  el  de  la  Casa  Profesa,  que  habia 
sido  de  los  jesuítas,  lo  que  se  ve- 
rificó en  el  citado  año  de  1767; 
concluyendo  el  rectorado  del  Sr. 
Rocha  muy  á  los  principios  de  1774: 
cuando  se  le  nombró  Rector  era 
Cura  de  Santa  Catarina  Mártir, 
de  donde  fué  promovido  al  coro  de 
la  Metropolitana  de  México,  y 
de  allí  á  la  Mitra  de  Michoacan. 

12  .  .      .  .       Dor.  D.  Antonio  Eugenio  de  Mel- 

garejo, fué  Rector  desde  28  de  Ju- 
nio de  1774  hasta  1782. 

13  .  .      .         Dor.  D.  Pedro  Rangel  y  Alcaráz, 

tomó  posecion  del  rectorado  en  22 
de  Diciembre  de  1782  y  gobernó 
hasta  1804.  Recibió  el  colegio  con 
sus  rentas  muy  empeñadas  y  lo  en- 
tregó con  sobrantes  muy  conside- 
derables  en  arcas,  y  con  capitales 
de  nuevas  imposiciones:  también 
aumentó  el  numero  de  colegiales 
hasta  cerca  de  docientos. 

14  .  .      .  .       Dor.  D.  José  Maria  Couto,  fué 

Rector  desde  1804  hasta  1807.  El 
Dr.  Couto  estudió  en  el  conciliar 
de  Puebla,  estubo  en  España  dos 


184 


Cíe-    Jesui-  Civi- 
rigos       tas       In 


veces,  fué  Cura  interino  de  San  Se- 
bastian de  México  y  después  de  uno 
de  los  de  la  (Jiudad  de  Puebla:  Doc- 
tor Teólogo  de  México,  y  Catedrá- 
tico de  Retorica  en  su  Universidad: 
en  la  segunda  vez  que  fué  á  España 
logró  el  Arcedianato  de  Malaga, 
que  permutó  por  una  Canongia  de 
Valladolid  de  Michoacan:  murió 
en  Septiembre  de  1828  en  la  ciudad 
de  la  Puebla. 
15  .  .  .  .  Ylmo.  S.  Dr.  D.  Juan  Fran.'° 
de  Castañiza,  Marques  de  Ca*ta- 
ñiza,  gobernó  desde  1807  hasta 
1816  en  que  entregó  el  colegio  por 
la  reposición  de  los  Jesuitas,  y  por  su 
ascenso  al  obispado  de  Durango. 
Al  S.  Castañiza  le  es  deudor  el 
colegio  en  lo  material  y  formal  de 
tanto,  tanto,  que  si  no  ha  sido 
su  fundador,  há  sido  ciertamente  su 
ilustre  Regenerador,  añadiendo  el 
lustre  por  haber  vestido  su  beca. 
51  P.  José  Mana  Castañiza,  primer 

Provincial  de  la  Compañia  y  pri- 
mer Rector  del  Colegio  por  la  repo- 
sición de  jesuitas  desde  19  de  Mayo 
hasta  4  de  Noviembre  de  1810. 


185 


Cíe-    Jesui-    Civi- 
rigos     tas         les 


52  .  .       P.  Ygnacio  de  la  Plaza,  jesuíta, 

gobernó    desde    1816    hasta    1817. 

53  .  .       P.   José   María   Amaya,   jesuíta, 

estubo  de  Rector  desde  23  de  Sep- 
tiembre de  1817  hasta  1821  en  que 
volvieron  á  secularísarse  los  jesuítas. 

16  ....       P.  Dr.  D.  José  M.»  Buchelí,  Ca- 

nónigo, Provisor  y  Vicario  general 
del  Arzobispado  de  México:  tomó 
posesión  del  Rectorato  y  gobernó 
ha.sta  1822. 

17  .  .      .  .       Dor.  y  Maestro  D.  José  María 

Torres  Torija,  Cura  de  Santa  Ana 
de  México  y  catedrático  substituto 
de  Prima  de  Teología  en  la  Univer- 
sidad, fué  Rector  desde  1822  hasta 
Junio  de  1829. 

18  .  .      .  .       Dr.  Y  Mtro.  D.  José  María  Guz- 

man,  Catedrático  de  Teología  en  la 
Universidad  y  Senador  por  Duran- 
go,  desde  1829. 

Añadiendo  á  los  diez  y  ocho  Rec- 
tores clérigos  y  cincuenta  y  tres 
Jesuítas  los  dos  seculares  ú  Oydores 
Víllagra  y  Quezada,  son  por  todos 
setenta  y  tres  los  que  ha  habido 
hasta  el  Sr.  Dr.  Y  Mtro.  D.  José 
María  Guzman. 


187 


COLEGIALES  DE  S.  YLDEFONSO  QUE  SE 
HAN  HECHO  RELIGIOSOS 


DOMINICOS. 

Aguirre  y  Nuñez,  fr.  Juan  Valentín,  1753.  Patz- 
cuaro. 

Alfaro,  fr.  Miguel,  1710.    Oajaca. 
Andrade  Moctezuma,  fr.  Nicolás,  1634. 
Armentia,  fr.  José  1667. 
Callejo,  fr.  Pedro,  1755,  Veracruz. 
Castro  Calderón,  fr.  Nicolás,  Toluca. 
Cervantes,  Dr.  Fr.  Gabriel. 
Cesarini,  fr.  Felipe,  1708. 
Cuen,  fr.  Manuel  Antonio,  1714,  Parral. 
Esteban,   fr.   Juan   Francisco,    1665,    Madrid. 
Gómez,  fr.  Bartolomé,  1754. 
Monroy,  Ecsmo  é  Yllmo.  D.  fr.  Antonio,  Que- 
retaro. 

Palacios,  fr.  Andrés,  1650,  Queretaro. 
Regalado,  fr.  Joaquín,  1751. 
Vela,  fr.  Luis,  1633. 


188 


FRANCISCANOS,     OBSERVANTES 

Artadia,  fr.  Miguel,  lüül,  Veracruz. 
Barreda,  fr.  Juan,  1682,  Lonsonate. 
Barrio.  Fr.  Manuel  Antonio,  1734,  México. 
Castillo,  fr.  Alonso,  ltiS9,  Oajaca. 
Chavarria,  fr.  Juan,  1642. 
Fernandez  Mantilla,  fr.  José  Joaquin.  1747. 
García,  fr.  Pedro,  1635,  Queretaro. 
García  CastríÜon,  fr.  Cosme,  1715,  Zamora  Cos- 
mita. 

Garrido,  fr.  Joaquín,  1720,  México. 

González  fr.  Diego,  1647 id. 

González  Floral,  fr.  Joaquin,  1716. 
Gutiérrez  Gongora,  fr.  Juan  Jo.sé,  1719,  Com- 
postela. 

Gutiérrez  Desa,  fr.  Tom.\s  Miguel,  1736. 

Heríis,  fr.  Manuel,  1710,  Patzcuaro. 

Hermída,  P.  fr.  Antonio  1748,  México. 

Hermo.sa,  fr.  Antonio,  1574. 

Ybañez,  fr.  Diego,  162Ü,  Potosí. 

Lerum,  fr.  José.  1714. 

López,  fr.  Pablo  Bauti.sta,  México. 

Ixipez,  Portillo,  Yllmo.  D.  fr.  Antonio. 

Martin.  V.*^  fr.  Juan. 

Medol,  fr.  Juan  Antonio,  México. 

Nava,  fr.  Francisco,  Queretaro. 


189 


Ordoñez  Herrera,  V.*'  fr.  Diego,    S.  Luis  de  la 
Paz. 

Pro,  fr.  José. 

Quiles,  Galindo,  Yllmo.  D.  fr.  Andrés. 

Ramirez,  V.®  fr.  Juan  Antonio. 

Rea  ó  la  Rea,  fr.  Alonso,  1625. 

Ruano,  fr.  Francisco,  1647. 

Siaurris,  fr.  Joaquín,  1735. 

Sierra,  fr.  Diego,  1675. 

Suares,  fr.  José  Xavier,  1735. 

Tello,  fr.  Mallas,  Zelaya. 

Vázquez  Rico,  fr.  Juan  Francisco,  1714. 

Villafuerte,  fr.  Antonio  José,  1752. 

Zeron,  fr.  Antonio,  1624. 


DIEGUINOS    o    DESCALSOS. 


San  Felipe  de  Jesús,  ilustre  proto -mártir  del 
japón,  que  si  no  se  puede  comprobar  que  honró 
al  colegio  vistiendo  una  de  sus  becas,  ó  estudiando 
en  él  latinidad,  consta  ciertamente  que  le  dio  mu- 
cho honor  á  los  alumnos  del  mismo  colegio,  que 
fueron  sus  condiscípulos  cuando  estudió  dicha 
facultad  con  el  P.®  Pedro  Gutiérrez,  que  contó 
entre  sus  discípulos  al  glorioso  mártir,  de  lo  cual 
se  gloriaba  mucho,  según  consta  en  la  breve  me- 
moria de  dho.  Padre  en  el  menologio  jesuítico  del 


190 


P.*  Francisco  de  Florencia,  imp.  en   Barcelona 
año  1661. 

Arscdekin,  fr.  José  Manuel,  1761. 
Aveza  Villafucrtc,  fr.  José  Ygnacio,  1748. 
Calcaño,  fr.  José  Antonio,  1765,  Toluca,  Die- 
guino. 

Carabantes,  fr.  Joaquin  Marcial,  1749,  México. 

Carcaño,  fr.  José  Anaíítacio,  1762. 

Cosío,  fr.  Juan  Antonio,  1695. 

Elefalde,  fr.  Luis,  1753. 

Francisco,  fr.  Esteban  de,  1639. 

Calvan,  fr.  Tomás  Manuel,  1731.  Tepexi. 

Garoia  Castrillon,  fr.  Domingo,  1715,  Zamora. 

Gomendio,  fr.  Ygnacio,  1749,  México. 

Gomcndio,  fr.  José,  1759,  México. 

Gómez  Garcia,  fr.  Pedro,  1748  id. 

Guraya,  fr. Ygnacio,  1745.  .  .id. 

Llano,  fr.  Vicente,  1746. 

Martinez  de  Lejarzar,  fr.  José,  1697. 

Medrano,  fr.  Pedro,  1740,  México. 

Merlán,  fr.  Antonio,  1720. 

Muñoz,  fr.  Juan. 

Ordoñez,  fr.  Félix  José. 

Pastrana,  fr.  José  Anacleto,  1747.  Parral. 

Peña,  fr.  Eugenio  Nicolás,  1719. 

Pérez  Benavidez,  fr.  Tomas. 

Roldan,  fr.  José  Juan.  1744,  Me.xico. 

V^idaña.  fr.  Gabriel,  1754. 


191 


MISIONEROS    DE    PROPAGANDA. 

Borruel,  fr.  Cosme,  1713,  Zaragoza. 

Campa,  fr.  Cosme.  1742,  fernandino. 

Encinas,  fr.  Miguel,  1756.  .  .id. 

Espiella,  Arguelles  y  Llanos,  fr.  Toribio,  1731, 
id. 

Ydoeta,  fr.  José  Mariano,  1757,  Gualupano. 

Marmolejo,  fr.  Yldefonso,  Villa  de  León,  id. 

Marticorena,  fr.  Juan  Miguel,  crucifero. 

Pérez  de  Castro,  fr.  Francisco  Xavier,  1751, 
fernand. 

Pompa,  fr.  Estanislao,  1758,  Villa  de  León.  .id. 

Prieto,    fr.    Lorenzo.  .  1757 id. 

Rada,   fr.    1747,   Zacatecas id. 

Somera,  fr.  José  Ángel,  1757,  Mará  vatio,  .id. 

Sopeña,  fr.  Agustín,  Queretaro,  crucifero. 

Urtiaga,  YUmo.  D.  fr.  Pedro,  id.  id. 


AGUSTiNOS. 


Arce,  fr.  Gonzalo  Martin,  1666. 
Arizabala,  fr.  Juan,  1724,  México. 
Centeno,  fr.  Lucas,  Queretaro. 
Echeverría,  fr.  José,  1713. 


19: 


Lcon  y  Cano,  fr.  Mi^uol,  1717. 
Peñalosa,  fr.  Diego,  1682. 
Rodríguez  de  Vera,  fr.  Juan,  1666. 
Lomoano,  fr.  Benito  José,  Sevilla. 
Velarde,  fr.  Franci.sco,  Tepozotlan. 


MERCEDARIOS 

Aviles,  fr.  Pedro  Martin,  1623. 

Arias  Pardo,  fr.  Lucas,  1662. 

Bernal,  fr.  Tomas,  1708. 

Burgos,  fr.  Diego,  1574,  Guanajuato. 

Hierro,  fr.  Agustín,  1694. 

Llana  y  Mcndieta,  fr.  Juan,  1626.  Lagos. 

Lelo  de  la  Rea,  fr.  Cosme,  1736,  México. 

Mercadillo,  Dr.  fr.  Manuel,  1754,  id. 


CARMELITAS. 

Alsazua,  fr.  Domingo  de,  1763. 
Contreras,  fr.  Juan  de,  1699. 
Figueroa,  fr.  Francisco  de,  1641. 
Gómez,  fr.  Antonio  de,  1762,  Malaga. 
Herrera,  fr.  Nicolás  de,   1635,  Guanajuato. 
Yglesias,  D.  Ygnacio  Miguel,  que  se  mudó  en 


193 


el  Yllmo.  D.  Fr.  Antonio  de  S.  Miguel,  1758,  Es- 
tella. 

Pérez  Navas,  fr.  Juan  de. 

Pérez  Navas,  fr.  Domingo,  1759. 

Ramos,  fr.  Lorenzo  de,  1726. 

Recio,  fr,  Antonio  de,  1753. 

Vargas,  fr.  Francisco  de,  1645,   Guadiana. 

Vergara,  fr.  Juan  de,  1641. 

BELEMITAS 

Hermida,  fr.  Francisco,   1735,   Guanajuato. 

HIPÓLITOS 

Balbuena,  fr.  José,  era  colegial  en  1725. 

D.  S.    JUAN  DE  DIOS 

Ruiz  Guerra,  fr.  Cristóbal,  1693. 

jesuítas 

Abad  Garcia,  P.  Diego  José,  1740,  Xiquilpan. 

Acosta,  P.  Antonio,  1713. 

Acosta,  P.  José  Antonio,  1740,  Villa  de  León. 

Acosta,  P.  Franc.°'  Havana,  1708. 

Aguilar,  P.  José,  1666. 

Aguirre,  P.  Pedro  José,  1758, 

Aguirre,  P.  José  Antonio,  1752,  Yrapuato, 

Albarrán,  P.  ]\Ianuel,  1749. 

Albear,  P.  Pedro,  1710. 

Nuevos  Documentos— 13 


194 


Alcalá,  P.  Juan,  IGGS,  Colima. 
Alcocer,  P.  José,  1692. 

Acocer,  P.  Fran.*^"  Miguel,  1730,  Villa  de    Leen. 
Alegre,  P.  Franci.sco  Xavier,    1744,    Veracruz. 
Almon,  P.  Manuel,  1755. 
Alvarez  de  la  Valdera,  P.  Prudencio,  1689. 
Alzaga,  P.  José,  1711,  Queretaro. 
Amaya,  P.  José  Ygnacio,  1766. 
Anuez,  P.  Juan,  163G. 

Aragón  Y  Santollo,    P.   Luis  Fernando,  1753, 
Guanaj.*° 

Aranzeta,  P.  José,  1726,  Viscaj-a. 

Arenas,  P.  Ygnacio,  1755. 

Arias,  P.  Antonio,  1690. 

Arrece,  P.  Juan  Bautista,   1707,   Habana. 

Basori,  P.  José,   1720. 

Ba¿;uasabal,  P.  Andrés  José  Maria,   1760. 

Blanco  de  Arenas,  P.  Ygnacio,  1738. 

Burgos,  P.  Joaquin,  1730,  Veracruz. 

Cabanas.  P.  Tomas,  1756,  México. 

Calderón,  P.  Ygnacio,  1711. 

Camargo,  V.*  P.  Joaquin.  1()93,  Zela\'a. 

Campoy,  P.  José,  1735,  Cinaloa. 

Cano,  P.  Agustin,  1573,  México. 

Cárdenas,  P.  Francisco,  1700. 

Cárdenas.  P.  Antonio,  1704. 

Cartagena,  P.  Manuel,  1721. 

Carreo.  P.  Cabriel,  1720,  Sombrerete. 

Casimiro,  P.  José. 

Castañeda,  P.  Juan,  1632. 


195 


(,^astañiza,  P.  José  María,  1759,  México. 

Chaide,  P.  Nicolás,  1625. 

Conde,  P.  Vicente  Mariano,  1749,  S.  Luis  de 
la  Paz. 

Contreras,  P.  Francisco  Xavier,  1729,  Atlixco. 

Coronel,  P.  Lorenzo,  1663. 

Cosío  y  Guerra,  P.  Alejo,  1725. 

Santa  Cruz  Polanco,  P.  Pedro,  1729,  S.  Juan 
de  los  Llanos. 

Santa  Cruz  Somera,  P.  Miguel,  1714,  Tlalpu- 
jahua. 

Cubian,  P.  Andrés,  1627,  México. 

Cueva,  P.  Juan  Bautista,  1634,  Potosí. 

Diaz  León,  P.  Vicente,  1748,  Aguas  Calientes. 

Diaz  León,  P.  Cosme,  1749.  .  .id. 

Diaz  Pimienta,  P.  Francisco. 

Diez,  P.  Domingo,  1748. 

Echagoyan,  P.  Juan. 

Eguarte,  P.  Bernardino,  1633. 

Elisalde,  P.  Miguel,  1686,  Queret.» 

Elisarde,  P.  Andrés. 

Encinas,  P.  José  Antonio,  1754.    » 

Estrada,  P.  José  Fernando,  1734,  México. 

Estrada,  P.  Bartolomé,  1631. 

Faria,  P.  Francisco  Xavier,  1635. 

Florencia,  P.  Francisco,  1636. 

Fontecha,  P.  Mariano,  1754,  Queretaro. 

Fuente,  P.  Andrés  Prudencio,  1734.  Guanajuato. 

Fuentes,  P.  Juan,  1736 id. 

Gadea,  P.  Miguel  Antonio,  1742. 


19< 


Gallardo,  P.  Manuel,  1713,  Guadalajara. 
Ganancia.  P.  Francisco  Antonio.  1740.  México. 
Garcia  de  Ángulo,  P.  Juan.  1018. 
Gama,  P.  José  Mariano,  1816,  México. 
Gómez,  P.  Juan.  1623. 
Gómez,  P.  Ygiiacio,  1748,  Lagos. 
Gómez,  P.  Franci.'ífo.  1746,  Calimalla. 
Gonzalos,  P.  Baltasar.  1010,  Tlaxcala. 
González  de  iu  I'j¿;ai,  P.  Manuel.  1722,  Guanaj.'" 
González  Mexia,  P.  Bernabé.  1731,  Chalco. 
González  de  Zaya^.  P.  Joaquín.  1753. 
González  HermosUla,  P.  Narciso,  id.    Tecual- 
ticiii. 

González  Rubalcaba,  P.  Miguel  Gerónimo, 
1747,  Lagos. 

González,  P.  Y.^idro.  17.51. 

González,  P.  Vicente  Ferrer.  1751.  S.  Mig.'  el 
Grande. 

Guajardo.  P.  Antonio,  1695. 
Guerrero,  P.  Diego,  1714,  Lagos. 
Guerrero  Y  Castro,  P.  Jo^é  ^L1ria.  1762. 
Guralla,  P.*Juan  Francisco.  1739.  México. 

Guralla,  P.  Manuel,  1743 id. 

Henloñana.  V."^  P.  Antonio.  1726,  México. 

Hitlalgo.  P.  Tomas,  1639.  Colima. 

Hidalgo,  P.  Ygnacio  Xavier.  1713,  Valladolid. 

Hidalgo,  P.  Jüsí^,  1750,  Queretaro. 

Hierro.  P.  Cristóbal.  1720. 

Hoyo  y  Azoca,  P.  Nicolás. 

Hurtado.  P.  Francisco.  1714.  Toluca. 


191 


Hurtasum,  P.  José  Ygnacio,  1748. 

Ybarra,  P.  Diego,  1619,  Guadalajara. 

Yragorri,  P.  Juan  Francisco,  1733,  Sierra  de 
Pinos. 

Yrizar,  P.  Ygnacio  Mariano,  1743,  Oajaca. 

Izquierdo,  P.  Juan  Pedro,  1749,  Rioja. 

Jardon,  P.  Antonio. 

Jugo,  P.  Antonio,  1749,  Parral. 

Jugo,  P.  Juan  Francisco,  1752,  id. 

Llantada,  P.  Juan,  1754. 

Lanza  y  Espinosa,  P.®  Félix,  1669. 

Landivar,  P.  Rafael,  Guatemala. 

Lanuza,  P.  Pedro,  1755. 

Lascano,  P.  Bernabé,  1655. 

Legaspi  y  Albornoz,  P.  Luis,  1634. 

Legaspi,  P.  Luis,  1633. 

Levarlo,  P.  Juan,  1646,  Nueva  Viscaya. 

López  Aguado,  P.  Ygnacio  Manuel,  1708,  Ma- 
rá vatio. 

López,  P.  Lorenzo,  1625,  Tepozotlan. 
López,  P.  Gregorio,  1582,  Cuenca. 
Lizardi,  V.^  P.  Antonio,  1714,  Oajaca. 
López,  P.  Baltasar,  Culiacán. 
Luberiaga,  P.  Miguel,  1695,  Puerto  Rico. 
Lugo,  P.  Juan,  1627,  Guadiana. 
Malavear,  P.  José  Ygnacio,  1759. 
Maldonado  Zapata,  P.  Alonso,  1742. 
Maneiro,  V.^  P.  Juan,  1753. 
Manan,  P.  José  Antonio,  1747,  Oajaca. 
Marin,  P.  Lucas  José,  1759. 


198 


Martin,  P.  Andrés,  1747,  Queretaro. 
Martínez  de  Figueroa,  P.  FrancLsco,  1064.  Za- 
mora. 

Martínez  de  Figueroa,  P.  Francisco,  1664. 

Martínez,  P.  Luís,  1752. 

Martínez  Vielma,  P.  Gabriel,  1700,  Tasco. 

Maya  y  Orsua,  P.  José. 

Medina,  P.  Diego,  1041. 

Medinilla,  P.  Miguel,  1059,  Oajaca. 

Mcdrano,  P.  Diego,  1030,  Guadalajara. 

Medrano,  P.  Francisco,  1007. 

Méndez,  P.  Rafael  Antonio,  1733,  Cuernavaca. 

Méndez,  P.  Alonso,  1703. 

Mesa,  P.  Miguel,  1701,  Culiacan. 

Mier  y  Domínguez.  P.  Félix  José,  1733,  México. 

Miguel  8an,  P.  Juan,  Puebla. 

Migueo,  P.  José,  1729,  Zacatecas. 

Molina,  P.  Francisco,  Potosí. 

Monroy,  P.  Juan,  1034,  Queretaro. 

Moreno  Monroy,  P.  Luis,  1637,  México. 

Morgucio  y  Corte,  P.  Francisco,  1634. 

Muñoz  Rolóles,  P.  José,  1759. 

Murguia,  P.  Juan.  1095. 

Navarrete,  P.  Juan.  102S,  Zacatecas. 

Nevé,  P.  Manuel,  17.50,  Calpulalpa. 

Niño  de  Castro,  P.  Pedro,  México. 

Norioga,  P.  Antonio,  1700. 

Norioga,  P.  Juan  Antonio,  1752,  Tabasco. 

Ochoa,  P.  Francisco,   1032,  Valladolid. 

Ochoa,  P.  Juan  Ángel.  1743,  Zamora. 


199 


Olazarán,  P.  Bernardo  1734. 
Ordonez  de  Valois,  P.  Ygnacio. 
Ortiz  Cantor,  P.  Lorenzo,  1618. 
Ortiz,  P.  Felipe  Antonio,  1711. 
Ortiz   Belmonte,    P.    Juan   Antonio   Mariano, 
1762. 

Osio  y  Ocampo,   1699,  Zelaya,  P.  José. 
Osio  y  Ocampo,  P.  Magdaleno  Andrés,  1762. 
Palma,  P.  José  Antonio,  1765. 
Pardo,  P.  Alvaro,  1633. 
Pérez  de  Castro,  V.^  Agiistin,  Cordova. 
Pérez  de  Castro,  P.  Miguel  1757. 
Pérez,  P.  Dionisio,  1749,  Veracruz. 
Pérez,  P.  Marrin,  1581. 
Pérez  de  Rivero,  P.  Nicolás. 
Pozo  Sánchez,  P.  Juan  Bautista,  1654,  Estre- 
madura. 

Pozo,  P.  Juan  Joaquín,  1730. 
Prendis,  P.  Antonio,  1754. 
Pruneda,  P.  Juan  de  Dios,  1711. 
Puga,  P.  Gregorio,  1697,  Tepic. 
Quiles  de  Cuellar,  P.  Pedro,  1647. 
Quintana,  P.  José,  1732,  Oajaca. 
Quintero,  P.  Antonio,  1730,  Zacatecas. 
Ramírez,  P.  José,  1758. 
Ramírez,  P.  Policarpo,  1764. 
Ramírez,  P.  Antonio,  1682. 
Ramos,  P.  Alonso,  Queretaro. 
Ramos,  P.  Sebastian,  1738. 
Rascón,  P.  Juan  Felipe,  México. 


200 


Reinoso,  P.  Sancho,  1736,  Villa  de  Lagos. 

Kesa,  P.  Diego,  1635. 

Riva,  P.  Juan,  Sombrerete. 

Piivcra,  P.  Nicolás,  Huehuetoca. 

Rincón,  P.  Lucas,  1701. 

Rincón,  P.  José  Gerbasio,  1732,  México. 

Robledo  y  Lobo,  P.  Juan,  1628,  Topia. 

Robledo  y  Lobo,  P.  Manuel,  1629,  Id. 

Robles,  P.  Sebastian,  1623,  Veracruz. 

Robles,  P.  Juan,  Queretaro. 

Rojas,  P.  Alon.so  Francisco,  Tacubaya. 

Romero,  P.  Juan,  1704,  Galicia. 

Ruiz  Hernández,  P.  Antonio,  1633,  Potosi. 

Ruiz  Calderón,  P.  José,  1705. 

Ruiz  Castañeda,  P.  Juan. 

Ruiz  de  Alegria,  P.  Fran.*^°,  1754. 

Salceda,  P.  Pablo,  1637,  Valladolid. 

Sánchez  de  la  Vaquera,  P.  Mig.'  Mariano,  1757. 

Sánchez  de  la  Vaquera,  P.  Pedro  Jos»'*,  175S. 

Serrato,  P.  Juan  José,  1764. 

Sierra,  P.  José  Francisco,  1760. 

Sierra  y  Elorraiga,  P.  José  Miguel,  1763. 

Somora,  P.  Francisco. 

Talla,  P.  Juan,  1626,  Michoacan. 

Tagle  y  Bracho,  P.  Ygnacio,  1756,  Zacatecas. 

Tamaris,  P.  Jo.sé,  1747,  México. 

Telles  Girón,  P.  Juan,  1708,  Cuernavaca. 

Torres,  P.  Nicolás,  1625,  Zelaya. 

Ubiarco.  P.  Francisco  Ygnacio,  1713. 

Ugarte,  P.  Hilario,  1756,  Parral. 


201 


Urbina,  P.  Benito,  1762,  Veracruz. 
Ureña,  P.  Roque,  1628,  Guadalajara. 
Valdes,  P.  Antonio,  1683,  Parral. 
Valdes,  P.  Miguel,  1731,  Zelaya. 
Valiente,  P.  Miguel,  1720. 
Valtierra,  P.  Manuel. 
Vega,  P.  Pedro,  1627. 
Velasco,  V.^  P.  Pedro,  1596,  México. 
Velasco,  P.  Pedro,  1625,  Nagera. 
Velasco  y  Tejada,  P.  Mariano,  1760. 
Velasquez,  P.  Juan,  1636,  Toluca. 
Velez,  P.  Agustín  José,  1763. 
Vergara,  P.  Miguel,  1698. 
Victoria,  P.  Alonso,  1647,  Colima. 
Villalobos,  P.  Juan,  1625. 
Villar,  P.  José,  1701. 

Villaurrutia,  P.  Francisco,  1745,  Villa  de  León, 
Ximenez,  P.  Diego,  1619,  Veracruz. 
Zamoano,  P.  Ygnacio  José  María,   1756,  Te- 
pozotlan. 
Zavala,  P.  Agustín,  1619,  Zacatecas. 
Zuazu,  P.  Vicente,  1736,  Patzq.'° 


ADICIONES. 

J.  Mendizabal  P.  Luis,   1815,  Potosí,   Jesuíta 

Olaguibel. 
J.  Plaza,  P.  Ygnacio,  1779,  México,  jes.** 
F.  Muñoz,  fr.  Diego,    franc.°°  y  provincial 

Michoacan. 


202 


M.  Pareja,  Fr,  Francisco,  mercedario,  Dr.  y 
provincial. 

J.  Eátrada,  P.  Juan,  1629,  Puebla,  pro\'incial, 
jesuita. 

J.  Alavez,  V."  P.  Luis,  jes." 

F.  Avila,  fr.  Alon.so,  franciscano. 

D.  Barrera,  fr.  Alon.«io,  dominico. 

F.  Rea,  fr.  Alonso,  franciscano. 

J.  Figueroa  Valdes,  P.  Antonio,  jesuita. 

J.  Riva  de  Neira.  P.  Antonio,  id. 

D.  Mazo.  fr.  Antonio,  dieguino. 

D.  Samano,  fr.  Antonio,    id. 

F.  Salazar,  fr.  Antonio,  íranci.scano. 

M.  Hierro,  fr.  Agiistin,  mercedario. 

J.  E.soobar  y  Llamas,  P.  Cristóbal.  Jes.'* 

A.  ^L'^callanes,  Dr.  y  Mtro.  fr.  Juan,  agustino. 

J.  Alegría,  P.  Joaquin,  Jes.'*  1748. 

J.  Pérez  Aragón,  P.  Fran.*^°,   id. 

J.  Rivero,  P.  Francisco  Xavier,  jesuita. 

J.  Castro,  P.  Agustin  Pablo,  id. 

J.  Butlcr,  P.  Ygnacio, id. 

C.  Recico  ó  Recio,  fr.  Aniceto,  carmelita. 

J.  Rodríguez  de  Molina.  P.*'  Juan    Pablo,  jes.** 
M.  Caballero,  fr.  Diego,  mercedario. 
^L  González,  fr.  Diego,  ídem. 

M.  Valencia,  fr.  Juan id. 

D.  I>orruto.  fr.  Juan,  díeguino. 
J.  Arrióla,  P.  Juan,  jes.'* 

J.  Andoneguí,  P.  Roíiue.  Jes.'* 


203 


jesuítas 

Alcocer,  P.  Fran.'"°  Jes.** 

Aguierr,  P.  José  Luis, 

Acosta,  H.°  Fran.*'° id 

Basurto,  P.  Joaquín 

Bolado,  P.  Pedro id 

Bernal  Lobo,  H.°  Juan 

Castro  Lid,  P,  José 

Calderón,  P.  José 

Cosió,  P.  Domingo 

Coba,  P.  Ygnacio 


d. 

d. 

d. 

d. 

d. 

Castro,  P.  Agustin id. 

González,  P.  José id. 

Garcia,  P.  Lorenzo id. 

Guerra,  P.  Nicolás 

Galiano,  P.  Antonio 

Gutiérrez,  P.  Fran.'^" id 

Yguerategui,  P.  Juan id 

Yguerategui,  P.  Fran.*^° 

Ybarburu,  P.  Ygnacio  Carlos.  . 

Yañez  de  Vera,  P.  José 

Jove,  P.  Miguel id 

Lascano,  P.  Ygnacio id 

Lai tundo,  P.  Juan 

Rio.s,  P.  Antonio 

Ruanova,  P.  Felipe 


Saravia  Cortes,  P.  Jo¿e    id 


204 


Sardaneta,  P.  José id. 

Urisar,  P.  Miguel id. 

Vega,  P.  José id. 

J.  Zamorano,  P.  José  María. 

J.  Alegría,  P.  Francisco. 

J.  Alcgria,  P.  José  Simón,  17.51. 

J.  Batres,  P.  Diego. 

J.  Castro  Riendi.sabal,  P.  Antonio  1755. 

J.  Ca.stro,  P.  Joaquin,  1755. 

J.  Diez,  P.  Juan  Jo>é,  1752. 

Diez,  P.  Pedro,  175fi. 

Gámez,  P.  Manuel,  1751. 

Guerrero,  P.  José,  1752. 

Ganuza,  P.  Pedro.  1755. 

Ybarburo,  P.  Miguel,  1754. 

Legaspi,  P.  José  Mariano,  1752. 

Rodríguez  Muuriño,  P.  I^and;o,  1754. 

Malo,  P.  Juan,  175(5. 

Noroña,  P.  Nicolás,  1753. 

Nevé,  P.  José,  1755. 

Pascua,  P.  Francisco  Xavier,  1753. 

Patino,  P.  Benito,  1755. 

Pozo,  P.  José  Ygnacio,  1755,  Veracruz. 

Lyon,  P.  Juan  Ygnacio,  1816. 

Mendizabal,  P.  Francisco,  1816. 

J.  .\rsdekin.  D.  Tomaí!,  coadjutor  Jesuíta. 

Arrióla,  P.  José.  1678. 


^Í^(^f'^(^Í^i^¡^^f^(^/^(^Í^^¡(&^f^(^f^: 


ÍNDICE  ALFABÉTICO 


Abad,  Diego  José,  142. 

Academias,  63 — 65;  68;  108. 

Acevedo,  Diego,  74;  141. 

Acevedo,  Isabel,  44. 

ActilloS;  126. 

Actos  de  Filosofía,  26. 

Acuña,  Juan  de,  6;  13. 

Advertencia,  IX. 

Agorondo,  Juan  de,  44. 

Aguías  y  Seijas,  Francisco  de,  33. 

Agustinos,  e.x-alumnos  de  Ildefonso,  193-194. 

Alarcón,  Próspero  María,  35. 

Alearás,  Véase  Sánchez  de  Alearás. 

Aldave,  Juan  de,  36. 

Alegre,  Francisco,  103. 

Alonso  González,  Fr.  Fernando,  14. 

Anaya,  Nicolás  de,  54. 

Andrade,  Vicente  de  P.,  33. 

Apéndice  de  Osores,  X;  descripción,  XI. 

Aragonés,  Juan  Ignacio,  21;  24;  25. 

Arechederreta,  Juan  Bautista,  16;  26;  28;  30. 

Arévalo,  Francisco  Sahegún  de,  5;  12. 

Ascensión  del  Señor,  fiesta  de  la,  134. 

Asunción,  fiesta  de  la,  137. 

Avendaño,  Catarina,  73. 


20H 


Avendaño,  Juan  de,  73. 

Avendaño  Suares  y  Zou.sa,  Podro,  22. 

.\yuntamiento  de  Mé.xico,  Prencios  de,  122-123. 

B 

Bárrales  Vivero,  Pelipe,  30. 

Ba.sar¡(),  Fr.  .\maldo,  4. 

Bauti.stu,  P.  Juan,  5;  6;  7. 

Bcras,  San  Pedro,  San  Pablo  y  San  Juan  íldefon.<?o,  60-61; 
dotadas,  83-92;  Nacionales,  82;  de  oposición,  84; 
para  los  Potosí  o  Guadalcazar,  84;  para  lo«  de  Parral, 
Guadalajara  y  Chihuahua,  85;  de  Cristo,  87;  de  la 
capilla,  00;  de  la  librería,  90;  de  honor,  90. 

Belcmitas,  ex-alumnos  de  San  Ildefonso,  195. 

Benavides,  Gaspar  de,  21. 

Benefactores  de  San  Ildefonso,  74-82. 

Beristain  de  Souza,  Josó  Mariano,  7;  15;  19;  56;  64;  101. 

Bil)lioteca.s  o  Librerías,  161-169;  donación  de  Pedro  de 
Velazco,  164;  donación  de  Rojo  Río  y  Vieira,  164; 
donación  de  Villar  y  Santilises,  165;  deterioro  de, 
166;  donación  de  Parreño,  166;  estado  de,  en  1797, 
167;  donación  de  Castañiza,  167. 

Bustamante,  Fr.  Francisco,  4. 


Ciille  y  Heredia,  Juan  de  la,  66. 

('a|M»llanías,  de  San  Gregorio,  152;  153;  de  N.  .\guilar 
de  Castro,  152;  de  Isabel  Acevedo,  153;  de  Pedro 
Ruiz  de  Castañeda,  154;  de  Juan  de  Torres.  155;  de 
Gabriel  García  de  Arellano,  155;  de  Juan  Antonio 
Vázquez,  155;  tle  .Vgustín  de  Jami^uí.  156;  de  Ven- 
tura Pablo  Díaz  R-jiinosa,  156;  de  Luis  Lópeí  Mon- 
tano y  Gertrudis  Cevallos,  156;  de  Dn.  Manuel  Mu- 
ñoz de  Castañeda,  157;  Laicas,  157;  de  .\lonsi>  Her- 
nández Dios  Dado,  l.')7;  de  Peilro  Zorrilla,  158;  de 


207 


José  María  Arosqueta,  158;  de  Miguel  Cambarte, 
158;  de  Juan  de  Castañeda,  159;  de  María  de  San 
Ildefonso,  159;  Bernardino  de  Neira  Galindo,  159; 
de  Benito  José  Montes,  160;  de  Juan  Timermans 
Picaso,  160. 

Caras  Ama  y  Figueroa,  Juan  de,  23;  30. 

Carlos  V,  1;  6. 

Carmelitas,  ex-alumnos  de  San  Ildefonso,  194-195. 

Casafuerte,  Marqués  de,  6;  18;  36. 

Castañiza,  Juan  Francisco,  Marqués  de,  66;  75;  88;  96; 
97;  99;  102;  123;  138;  167. 

Castoreña  y  Ursúa,  Juan  Ignacio,  29;  36. 

Cátedras,  93-104;  de  Teología,  Jurisprudencia  y  Filosofía, 
96;  del  Maestro  de  las  Sentencias,  100-101;  121;  de 
práctica  forense,  101-102;  de  San  Pedro,  San  Pablo, 
San  Ildefonso,  61-63. 

Cisneros,  Fr.  García  de,  4. 

Colegios,  historia  de,  X;  1. 

Colón  de  la  Reategui,  Manuel,  23. 

Concepción  de  Nuestra  Señora,  fiesta  de  la,    138. 

Conde  del  Venadito,  19. 

Constituciones,  109. 

Cortesano  Estudiante,  el,  141. 

Cossío,  José  L.,  X. 

Cristo,  Colegio  de,  historia  de,  19-26;  Unión  a  San  Ilde- 
fonso, 26;  57;  Beca  de,  87;  120. 

Croix,  Marqués  de,  94;  110. 

Cuevas,  Juan  de,  51. 

Ch 

Chavarría,  Juan  de,  46. 
Chihuahua,  Becas  para  los  de,  85. 

D 

De  Humanidades  y  Bellas  Letras,  102-104. 
Dieguinos  o  Descalzos,  ex-alumnos     de     San     Ildefonso, 
191-192. 


208 


Diez  de  Aimt-mláriz,  Ixjfxj,  Miircjué»  de  Cadereita,  21. 

Docunjciitos  inéditos  o  muy  raros,  X. 

Dcniíinico.s,  ox-aluranos  de  San  Ildefonso,  180. 

Duque  de  Linaies,  6. 

Durango,  Bccaa  para  los  de,  88;  91-92;  120. 

E 

Echevarría  y  Veytia,  Mariano,  apuntes  de,  XI. 
Educación  Pública,  Secretaría,  IX;  X. 
í^guiara  y  Eguren,  Francisco  Antonio,  15;  16. 
Ejercicios  de  Religión,  141-144. 
Ejercicios  Literarios,  12.5-129. 

Enríqucz  de  Toledo  y  .Mmendáriz,  Fr.  .\loni<o,  17;  66. 
Escobar  y  Llamas,  Cristóbal,  55;  03;  76;  101 ;  104;  120;  123. 
Escobar  y  Llamas,  Juan  de,  23;  142;  154;  168. 
Estudiantes,  sublevación,  19. 

F 

Fag();i{;;i,  .losé  .Maií.i,  (12;  77;  99. 

Felipe  II,  12-13;  14. 

Felipe  III,  39;  54;  113. 

Fernández  de  Córdoba,  Diego,  109;  131. 

Festividades  y  ¡irácticas  religiosas,  131-144. 

Florencia,  P.  Francisco,  27;  2S;  40;  43;  45;  49;  109. 

Fücher,  Fr.  Juan,  4. 

Franciscanos  Observantes,  e.\-aluninos  de  San  Ildefonso, 

190-191. 
Fuenleal.  Sebastián  Ramírez  de,  4. 
Fundación  de  San  Ildefon.><o,  71-74. 


Caceta  de  Mc.xico,  5;  6;  11;  14;  li>;  Mt;  H;  46. 
CamlK)a,  Francisco  Xavier,  55. 
(Sanie,  Fr.  Petiro  de,  U);  11;  15. 

<  ¡MDUa,  l'r.  Juan  de,  4. 


209 

García,  Antonio,  84. 
García,  Genaro,  IX. 
García  Bravo,  José,  16. 
García  de  Rojas,  Jacinto,  101. 
Gil  de  Hoyos,  Antonio,  23. 
Gómez  de  León,  Luis,  33. 
Gómez  de  Parada,  Juan,  30. 
Gómez  de  la  Parada,  Gines,  23. 
González,  Fr.  Fernando  Alonso,  14. 
González  Dávila,  Gil,  19;  26. 
Guadalajara,  Becas  para  los  de,  85;  120. 
Guadalcazar,  Becas  para  los  de,  84;  119. 
Güereña,  Juan  José,  77;  88;  91;  120. 

H 


Henríquez  de  Mendoza,  Martín,  4;  £ 
Hipólitos,  ex-alumnos  de  San  Ildefoní 


51. 

so,  195. 

I 


Icaza,   Isidoro,    78. 

Imprenta,  118. 

índice  Alfabético,  207. 

Infantes,  Colegio  de,  historia  de,  35-37. 

índice  de  materias,  XIII. 


Jáuregui  y  Barcena,  Juan  de,  30. 

Jesuitas,  ex-alumnos  de  San  Ildefonso,  195-206. 


Ledesma,    Francisco,    24. 
Lancastre,  Fernando  de,  6. 
López  Calderón,  Alonso,  44. 
López  Llergo,  Jerónimo,  78;  86;  120. 
López  Portillo,  Antonio,  133. 
Lorenzana,  Francisco  Antonio  de,  47. 


Llanos,  Bernardino,  45. 
Llanos  V'aldez,  Andrés,  10. 


210 

Ll 

M 


Maestros,  105-106. 

Maestros,  Presidentes  y  Academias,  105-108. 

Miinrique  de  Lara,   Alvaro,  37. 

Manuscritos,  Colección  García,  IX;  X;  XL 

Marfni(''.s  do  Ca-íiafuerte,  Véase  Casafuerte. 

MarraRut  y  Boldú,  Franci.sco,  16. 

Malgarcjo,  .\ml)rosio,  24. 

Méndez,  Jo.-íeph,  23. 

Mendoza,  .\ntonio  de,  Vil  rey,  3. 

Mendoza,  P.  Antonio  de,  37. 

Mendoza,  Martín  Henríquez  de,  4. 

Menoiogio  Franciscano,  11. 

Mercado,  Jo.^ejih,  23. 

Mercado,  Pedro,  93. 

Merced,  Orden  de  Nuestra  Señoia  de.  17. 

Mercedarios,  ex-alumnos  de  San  Ildefonso,  194. 

México,  ciudad  de,  colegios,  X;  noticias,  XI;  condiciones 
en  el  siglo  XI,48;  50. 

Michoacán,  Becjis  para  los  de,  86;  120. 

Misioneros  de  Propaganda,  ex-alumnos  de  San  Ildefon- 
so, 193. 

Molledo,  José  Manuel,  36. 

Monarquía  Indiana,  2. 

Monroy  y  Pigueroa  .\ntonio,  22. 

M.intaño,  Tomás,  32;  79;  S.5;  120. 

Montes  Claros,  Marqués  de,  39. 

Moya  de  Contreras,  Pedro,  50 

N 

Natividades  de  Nuestro  Señor,  fíesta  de,  139. 
Nuestra  Señora  de  Guadalupe,  fíesta  de.  139. 


211 


Nuestra  Señora  de  Loieto,  fiesta  de,  138. 
Nuestra  Señora  de  los  Dolores,  fiesta  de,  132-133. 
Noriega,  Nicolás,  23. 
Noticias  de  la  Ciudad  de  México,  XI. 

O 

Olivan  Rebolledo  Juau  de,  visita  al  colegio  de  Santa  Cruz, 

5;  30. 
Olivera,  Jacinto  de,  22. 
Olmos,  Fr.  Andrés,  4. 

Oposiciones,  126;  A  vacantes  en  la  Universidad,  127. 
Orellana,  Diego,  44. 

Osores,  Félix,  X;  biología,  XI;  7;  9;  11;  17. 
Oviedo,  Juan  Antonio,  79;  115;  127;  134;  142. 


Palafox  y  Mendoza,  Juan  de,  145. 
Pareja,  P.  Francisco,  17;  18. 
Parral,  Becas  para  los  de,  85;  120. 
Parreño,  José  Julián,  66;  80;  105;  166. 
Felaes,  Martín,  44;  46. 
Picazo  Timermans,  Juan,  80. 
Pimentel  y  Sotomayor,  101. 
Plan  de  Estudios,  103-104;  145-150. 
Plaza  y  Jaén,  Cristóbal  de  la,  64;  80;  138. 
Potosí,  Becas  para  los  de,  84;  120. 
Presidentes,  106-107. 
Premios,  119-124. 
Privilegios  y  Premios,  113-123. 
Privilegios,  113-119. 

Procesiones,  de  San  Felipe  de  Jesús,  140;  de  Semana  San- 
ta, 140;  de  San  Luis  Gonzaga,  140;  de  la  Purísima,  140. 

Q 

Quesada,  Juan  de,  39;  58. 


212 


R 


Rabadilla,  Isabel,  CajM'llanía  fundada  por,  151. 

Rarníiez,  Gerónimo,  54. 

Ramírez  de  Fuenleal,  Sebastián,  4. 

Raiigel,  Pedro,  80;  S5. 

Recabarren  Bórralo.  Martín  de,  30. 

Rectores  y  Gobernadores  de  San  Pedro,  San  Pablo  y  San 
Ildefonso,  171-187. 

Religiosos  de  San  Juan  de  Dio.s,  ex-alumnos  de  San  Ilde- 
fonso, 195. 

Resurrección  del  Señor,  fiesta  de,  133. 

Rivadeneiía,  Tristan  Manuel  de,  30. 

Rivera,  Juan  de,  06. 

Rivera  Pareja,  Juan  de,  24. 

Robles,  Juan,  23. 

Rodríguez  Santos,  Francisco,  26. 

Rojo  Río  y  Vieira,  Manuel  Antonio,  66;  134;  136;  164. 

Romo  Río  y  Vieira,  Manuel,  80. 

Ro.sario,  Colegio  del,  56;  57. 


Sabatinas,  125. 

Sagrados  Corazones  de  Jesús  y  María,  fic-^ia  de  los.  134- 

135. 
Sahagún,   I*"r.   Bernardino,   4. 
San  Agustín,  Convento  de  México,  20. 
San  Bernardo  y  San  Miguel,  Colegio  de  37;  historia  de. 

45;  Unión  con  San  Ildefonso.  42-43;  69. 
San  Carlos  Borromeo,  138. 
San  Felipe  de  Lima,  Colegio  de,  29. 
San  Felipe  Neri,  37;  63. 
San  Franci.sco,  convento  de,  8;  10. 
San  Fiancisco  Xavier,  fiesta  de,  132. 
San  Gregorio,  colegio  de,  37;  38;  42;  Histeria  de,  45-48; 

67;  69. 
San  Ignacio  de  Loyola,  fiesta  de,  137. 


2Í3 


fSan  Ildefonso,  Colegio  de,  19;  21;  25;  unión  con  Cristo, 

26;  31;  historia  de,  37-42;  Unión  con  San  Pedro  y 

San  Pablo,  40;  42;  Unión  con  San  Bernardo  y  San 

Miguel,  43;  53;  68;  Fundadores  y  benefactores,  71; 

84;  Becas  84-93;  capellanías  fundadas  en  favor  de, 

151-161. 
San  Ildefonso,  fiesta  de,  131-132. 
San  José,  capilla  de,  8;  11. 
San  José,  ñesta  de,  132. 
San  José  de  San  Francisco,  1. 
San  Juan  Bautista,  fiesta  de,  137. 
San  Juan  de  Letrán,  1;  6;  historia  de,  8-17;  18;  Unión 

con  San  Ramón,  18;  19;  69-70. 
San  Juan  Xepomuceno,  fiesta  de,  133;  134. 
San  Luis  Gonzaga,  fiesta  de,  136. 
San  Martín  de  Luna,  54;  110;  116. 
San  Pedro  y  San  Pablo,  Colegio  de,  21;  28;  37;  39;  Unión 

con  San  Ildefonso,  40;  42;  Historia  de,  48-53;  54; 

59;  93;  Protección  real,  113. 
San  Pedro,  San  Pablo  y  San  Ildefonso,  X;  fundación,  40; 

historia  de,  53;  66;  L^nión,   118;  Rectores  y  Gover- 

nadores  de,  171-187. 
San  Ramón  Nonato,  colegio  de,  6;  13;  16;  historia  de,  17- 

19;  Unión  con  San  Juan  de  Letián,   18;  19;  Notas 

adicionales,  66-67. 
Sánchez,  Pedro,  27;  42;  45;  48;  51. 
Sánchez  de  Alearás,  Joseph,  23. 
Sánchez  de  Alearás,  Pedro,  22. 
Santa  Anna,  Antonio  López  de,  32. 
Santa  Cruz  de  Tlaltelolco,  Colegio,  histoi'ia  de,  1-8;  visita 

al,  5;  11;  13;  14;  18;  69-70. 
Santa  María  de  Todos  los  Santos,  colegio,  6;  13;  historia 

de,  26-32;  52. 
Santa  Rosalía  de  Palermo,  fiesta  de,  138. 
Santa  Teresa,  fiesta  del  Señor  de,  134. 
Santos,  Colegio  Mayor  de  Santa  María  de  Todos  los,  6; 

13;  Historia  de,  26-32;  52 


211 

Secretaría  de  Educación  Pública,  IX  X. 

Seminario  Conciliar,  historia  <lo,  32-30. 

Seminario  Mexicanf),  5;  ti. 

Silva,  Nicolás  de,  132. 

Soria  Velazquez,  Gerónimo,  30. 

S<ito,  .Antonio,  Capellanía  fundada  ynjr,  151. 

Sublevación  de  Estudiantes,  19. 


Tianguillo   de   Salazar,    12. 

Tlaltelolco,  Colegio  de  Santa  Cruz  de,  1-8;  vii^ita  al,  5; 

11;  18. 
Torquemada,  Fr.  Juan,  2;  4;  7;  10;  II;  12. 
Torres,  Cayetano,  55. 
Torres  Verga ra,  José,  35;  36. 

U 

Universidad  de  México,  Ki;  21;  29;  49;  64;  93;  95;  101; 

104;    117;    127;    13S. 
Universidad  de  Salamanca,  116;  127-12H. 
l'niversidad  de  Texas,  IX;  .X. 


Valdeascra,    Pedro    González,    15. 
Vargas  Valades,  Cristóbal,  19,  25;  SI;  S7;  120. 
Valencia,  Fr.  Martín,  2. 
Valeriano,  .Vntonio,  7. 
Velazco,  Pedro  de,  141;  164. 
Velazquez,  Roilrigo,  23. 
Velazquez,  Santiago,  23. 
Velazquez  Lorea,  .Agustín,  23. 
Venaviiles,  Gaspar  de,  21. 
Vetancurt,  Fr.  .Agustín,  11;  12;  14. 

Veytia,  apuntes  de,  9;  16;  21;  24;  25;  33;  38;  39;  40;  42; 
44;  47;  54;  57. 


215 


Villagrá,  Francisco,  39;  58. 

Villar  y  Santilises,  Pedro  Pablo,  88;  97;  120:  165. 

Villaseñor  j'  Monroy,  Antonio,  22;  36. 

X-Y-Z 

Xaltocan,  Pablo  Nazareno,  7 
Yucatán,  Becas  para  los  de,  86;  120. 
Zorrilla,  Pedro,  57. 
Zumárraga,  Fr.  Juan,  1;  3. 


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