El estudio etnográfico de las tribus y pueblos del Suroeste de Estados Unidos y norte de México puede ayudar mucho a aclarar aspectos claves de la comprensión que se tiene del mundo antropológico de las culturas yuto-aztecas, que como es sabido tiene presencia en ambas repúblicas desde siglos atrás. Así, publicaciones como ésta que tratan sobre los pueblos pápagos y sus vecinos emparentados los pimas, profundizan en variados aspectos de la vida social y psicológica de dichos pueblos, centrándose sobre todo, como es de esperar en este tipo de culturas, en elementos como los modos de subsistencia a través de la caza y el cultivo, las formas de vivienda y habitación, y secundariamente, las tradiciones guerreras, lúdicas, así como aspectos religiosos. Una consideración de la más notable a tener en cuenta, es la narración de la inundación y el exterminio de la primera forma de humanidad que hubo sobre la tierra; narración casi común a todas las tribus y culturas que poblaron desde dicha región hasta bien entrados en la región mesoamericana. Ello, sin lugar a dudas, puede arrojar las pistas más señaladas para revelar el misterio de los orígenes en común de los pueblos de filiación azteca/náhuatl.