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Full text of "Proceedings - International Congress of Americanists"

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vl'!'!'iiiiii!i!i!i!i!i!i!ii|i!i!ili 


THE  J.  PAUL  GETTY  MUSEUM  LIBRARY 


ACTAS 


DEI. 


CONGRESO    INTERNACIONAL 

DE  AMERICANISTAS 


4.'  REUNION  — MADRID  — 1881 


II 


CONGRESO 

INTERNACIONAL 


DE 


AMERICANISTAS 


A  CTAS 

DE   LA 

CUARTA  REUNION 

IMI^IDIE^IID  — 1881 


TOMO  SEGUNDO 


MADRID  1881 


KRAUS  REPRINT 

Nendeln/Liechtenstein 

1968 


Reprinted  by  permission  of  the 
INTERNATIONAL  CONGRESS  OF  AMERICANISTS 

a  Division  of 

KRAUS-THOMSON  ORGANIZATION  LIMITED 

Nendeln  /Liechtenstein 

1968 


Printed  in  Germany 
Lessingdruckerei  in  Wiesbaden 


GETTY  CENTER  LIBRARY 


SETINIA  SESION. 


MIERCOLES    28    DE    SETIEMBRE    A    LAS    NUEVE   Y    MEDIA 
DE    LA    MANANA. " 


Ling ihistica j  paleografia,  etnografia,  historia. 


El  Sr.  Presidente  Duque  de  Veragua  manifesto 
al  Congreso,  antes  de  entrar  en  la  orden  del  dia, 
<[ue  S.  M.  el  Rey?  deseando  dar  una  prueba  de  de- 
ferencia  y' consideration  a  los  que  componen  esta 
respetable  Asamblea,  se  habia  dignado  encargarle- 
manifestara  en  sn  nombre  que  esta  noche  a  las 
nueve  y  media  tendria  mucho  gusto  en  recibir  a 
los  senores  que  quisieran  ir  a  Palacio  a  tomar  una 
taza  de  te. 

Noticio  despucs  haber  recibido  un  telegrama  del 

Sr.  Ministro  de  Espaila  en  "Washington,  participan- 

do  haber  trasmitido  al  Gobierno  de  los  Estados- 

Unidos  y  a  la  Sra.  Viuda  del  Presidente  Garfield  el 

noble  acuerdo  del  Congreso  de  Americanistas,  y 

que  habia  sido  recibido  con  prof  undo  reconoci- 

miento;  y  haciendose  interprete  del  sentimiento 
a  1  * 


(j  C0NGRES6    DE   AMERICANISTAS. 

general,  propuso  se  hiciera  constar  el  homenaje  de 
gratitud  a  S.  M.  el  Rev  y  se  reiterase  el  testimonio 
de  carifio  y  respeto  a  la  familia  del  que  fue  Presi- 
dente  de  la  Repiiblica  de  los  Estados-Unidos  de 
America,  nuestro  consocio.  (Muy  Men,  aplausos.) 
Seguidamente  rogo  al  Sr.  Leemans,  director  del 
Museo  de  Leiden,  que  se  sirviera  ocnpar  la  presi- 

dencia. 

El  Sr.  Leemans,  ocupando  el  sillon,  dio  expre- 
sivas  gracias  por  la  distincion  de  que  era  'objeto, 
atribuyendola  a  la  direction  especial  de  los  estudios 
arqueologicos  a  que  se  habia  dedicado,  y  que  for- 
raaban  la  materia  principal  de  la  orden  del  dia;  y 
concluida  su  elegante  oration  concedio  la  palabra  a 

El  Sr.  Arias  de  Miranda:  Estoy  admirado,  seflorcs, 

de  la  erudicion  y  gran  talento  que  lucen  en  los  discursos 
aqui  pronunciados,  acreditando  la  profundidad  de  los  es- 
tudios hechos  para  resolver  la  intrincada  cueslion  de  los 
■primeros  pobladorcs  del  Nuevo  Mundo  ;  pero  al  mismo 
liempo  que  me  asombra  el  afan  y  levantados  propositos  de 
la  sociedad  moderna ,  de  penetrar  en  las  interioridades  del 
tiempo  pasado,  estimo  en  mi  pobre  juicio  que  los  caminos 
que  ahora  se  siguen  no  conduciran  al  fin  que  todos  de- 
seamos. 

Creen  algunos  que  el  Antiguo  Mundo  esluvo  unido  al 
Nuevo;  pues  es  natural  investigar  que  especie  de  hom- 
bres  eran  y  de  donde  vinieron.  Hay  quien  admiteque  pro- 
ccdfan  de  Egipto ,  fundandose  en  algunas  ruinas  y  monu- 
mentos  hallados  en  America,  que  se  dice  tener  gran  seme- 
janza  con  los  de  aquel  pueblo,  y  yo  presumo  que  si  en  Es- 
pana  se  empezase  A  desenterrar  lo  que  hay  oculto,  a  reco- 
gcr  picdras  dislocadas,  llegariamos  a  averiguar  que  en  esta 


LA    ATLANTIDA.  / 

region  estuvieron  los  chinos,  los  hotentotes  y  todas  las  na- 
ciones  del  universo,  porque  de  seguro  encontrariamos  co- 
sas  parecidas  a  las  de  cada  uno  de  esos  pueblos. 

En  mi  opinion  es  necesario  volver  k  la  idea  de  la  Atldn- 
tida  de  Platon,  ya  se  busque  en  el  Atlantico,  ya  en  ese  ar- 
chipielago  inmenso  que  parece  formado  por  los  fragmentos 
de  un  continente  desconocido.  Hay,  en  efecto,  ciertas  ana- 
logias,  muy  debiles  por  cierto,  que  inclinan  a  presumir 
que  los  primeros  pobladores  del  Nuevo  Mundo  procedian 
de  los  egipcios  6  de  los  griegos;  mas  hay  en  cambio  indi- 
cios  tan  fuertes  en  contra,  que  para  mi  dan  resolucitin  ab- 
solutamente  negativa. 

<;C6mo  es  posible  que  esos  hombres  del  Mundo  Antiguo 
hubieran  ido  a"  dominar  en  America,  permaneciendo  alii 
siglos  y  siglos,  como  segiin  dicen  demuestran  los  monu- 
mentos  que  alii  han  dejado,  y  no  llevaran  consigo  lo  bueno 
que  habia  en  el  pais  que  dejaban?  <;C6mo  es  de  admitir 
que  no  llevasen  trigo,  vino,  aceite,  bueyes  y  caballos?' 
Pues  nada  de  esto  se  encuentra. 

Es  un  hecho  constante  en  las  conquistas  y  colonias  de 
todos  los  pueblos  que  los  invasores  vayan  proveidos  de  lo 
mas  litil  que  poseen,  y  que  al  mismo  tiempo  aprovechen 
lo  que  ven  en  el  pais  conquistado.  Los  espanoles  dotaron 
a  America  de  animales  y  cereales,  con  otras  cosas  utiles  al 
hombre  de  que  el  continente  carecfa.  La  Reina  Gatolica 
ordeno  que  en  el  segundo  viaje  de  Colon  fuera  un  buquc 
cargado  de  semillas  y  de  animales  para  que  se  multiplica- 
ran  en  los  paises  recientemente  descubiertos,  y  es  muy 
extrario  que  sus  habitantes  se  pasaran  sin  esas  cosas  y  ami 
sin  hierro,  metal  indispensable  a  toda  naci<5n,  si  no  es  a 
aquellas  llamadas  Mrbaras. 

Pero  hay  mis;  los  espanoles  trajeron  inmediatamente 
a  su  patria  la  batata,  el  maiz  y  otras  plantas  que  ,  como  el 
tomate  y  los  nabos,  con  las  nombradas,  se  producian  en 
Espana  al  segundo  ano. 

Para  mi  es  este  argumento  incontesUible  de  que  no  fue- 


8  CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 

ion  gentes  del  Autiguo  Mundo  las  que  poblaron  la  Ameri- 
ca, fortalecinidolo  el  de  que  la  religion  nunca  falta  en  los 
pueblos,  y  que  la  llevan  consigo'a  todas  partes.  ,;  Que  me- 
morias  existen  en  el  nuevo  continente  de  las  creencias  re- 
ligiosas  de  los  asirios,  egipcios  li  otros  pueblos  antiguos? 
Nada,  absolutamente  nada;  los  restos  de  sarcofagos  y  jero- 
glificos  examinados  hasta  ahora  nada  significan. 

En  punto  al  lenguaje,  <;que  dejaron  alii  esas  nationes? 
/.No  estamos  viendo  en  Espaiia  que,  trascurridos  dos  mil 
anos  desde  la  dominacion  de  los  romanos,  conservamos, 
sin  embargo,  mucho  de  su  lengua?  ,;,Quien  dudara  que  ha 
de  saberse  en  America  hasta  el  dia  del  juicio  final  que  los 
espaiioles  llevaron  animales,  vegetales  y  minerales? 

Tres  anos  despues  de  descubierto  el  Peru  habia  alii  un 
canario  que  por  gusto  y  sehal  encargo  uno  de  los  conquis- 
tadores ,  y  al  padre  del  inca  Garcilaso  le  regalaron  los  in- 
dios  cuatro  cargas  de  uvas ,  haciendo  tan  poco  tiempo  que 
se  habia  plantado  la  primera  vid. 

Repito,  pues,  que  es  necesario  volver  al  estudio  de  la 
Atlantida,  como  punto  de  partida  para  el  progreso  de  las 
investigaciones  de  los  Americanistas. 

El  Sr.  Presidente :  Tiene  la  palabra  el  Sr.  Montes. 

El  Sr.  Montes  (Andres  Jesus] :  Al  pasar  por  Valparaiso 
recibi  de  D.  Benjamin  Vicuna  Mackenna  la  honorifica  co- 
mision  de  presentar  al  Congreso  una  coleccion  de  sus  obras. 
He  tenido  la  satisfacci6n  de  cumplir  este  encargo  entre- 
gando  en  la  Sccretaria  veinticinco  volumenes,  y  espero 
que  el  Congreso  reciba  con  estimation  este  agasajo. 

•El  Sr.  Presidente:  El  Congreso  acepta  con  grati- 
tud  las  obras  del  Sr.  Vicuna  Mackenna.  fMmj  Men,  muy 
hi  en.) 

El  Secretario  Sr.  Fern&ndez-Duro:  Constaranlas  re- 
f'eridas  obras  en  el  catiilogo  de  las  que  han  sido  ofrecidas 
al  Congreso. 

El  Sr.  Presidente :  El  Sr.  Conde  de  Charencey  tiene 
la  palabra. 


I  DES   AfiES    OU    SOLEILS.  i> 

El  Sr.  Conde  de  Charencey  hizo  en  castellano 

un  resumen  de  la  memoria  siguiente: 

Des  Ages  ou  Soleils  d'apres  la  Mythologie  des  peu- 
ples de  la  Nouvelle  Espagne,  par  M.  le  Comte  de 
Charencey. 

AVANT-PROPOS. 

Les  Annales  de  presque  tous  les  peuples  debutent  par 
des  fables.  A  mesure  que  Ton  s'eloigne  de  l'epoque  ou  s'e- 
pauouit  la  civilisation  pour  se  plonger  dans  la  nuit  du  passe, 
on  eprouve  une  sensation  comparable  a  celle  de  l'homme 
qui  penetre  dans  une  caverne  profonde.  Nous  voyons  la 
narration  perdre  de  sa  nettete  et  de  sa  precision,  et  le  mer- 
veilleux  empieter  de  plus  en  plus  sur  le  domaine  de  l'his- 
toire.  Enfin,  arrive  le  moment  ou  ayant  acheve  de  se  subs- 
tituer  a  celle-ci,  il  regne  sans  partage,  et  ces  longues  perio- 
des  auxquelles  ne  se  rattache  plus  aucun  souvenir  certain, 
apparaissent  remplies  de  recits  purement  mythiques,  fruits 
de  l'imagination  populaire  et  de  celle  des  lettres. 

G'estque,  pour  les  nations  comme  pour  les  individus, 
l'essor  de  l'imagination  precede,  de  beaucoup,  les  progres 
de  la  froide  raison  ;  c'est  que  l'esprit  critique  sans  lequel 
il  ne  saurait  exister  d'historien  reellementdigne  de  ce  nom 
est  lent  a  se  developper.  Des  le  berceau,  les  societes  hu- 
maines  ont  eu  leurs  ai';des,  leurs  bardes,  leurs  chantres  ins- 
pires. A  ces  amis  des  Dieux ,  le  don  des  fictions  poetiques 
et  plus  tard,  celui  de  conserver  dans  leurs  vers,  on  plutot 
de  transformer  au  gre  de  leurs  caprices,  le  depot  des  anti- 
ques traditions  ,  de  celebrer  suivant  l'inspiration  de  la 
muse,  les  hauts  faits  des  heros,  fils  des  inmortels.  Sembla- 
bles  au  moine  de  la  legende,  dont  la  vie  entiere  s'ecoula, 
toute  entiere ,  de  oui'r  les  accents  de  l'oiseau  de  Paradis, 
longtemps  les  peuples  leur  prrtent  une  oreille  attentive. 


10  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  - 

11  faut  que  les  siecles  succedent  aux  siecles,  que  la  civili- 
sation ait  affermi  son  empire;  pour  qu'enfin  l'homme  se 
fatigue  des  contes  naifs  et  gracieux,  charmes  de  son  en- 
fance;  pour  que  son  esprit  se  contentant  du  simple  expose 
des  faits,  exige  du  narrateur,  ce  scrupuleux  respect  de  la 
verite  vraie  que  Ton  appelle  l'exactilude.  En  un  mot,  sui- 
vant  la  pittoresque  expression  d'un  auteur  contemporain, 
ce  n'est  qu'aptvs  avoir  lougtemps  fait  l'histoire  que  les  na- 
tions songent  a  l'ecrire. 

Au  reste,  les  recits  mythiques  eux-memes  revelent  des 
formes  bien  dinerentes,  suivant  le  genie  proprc  de  chaque 
race,  ses  tendances  et  le  caractere  de  sa  religion.  A  cot  egard. 
une  distinction  d'importance  capitale  nous  semble  devoir 
etre  etablie. 

Tantot  le  peuple  suivra  l'exemple  de  ces  families  patri- 
ciennes  donl  l'orgueil  se  complait  a  multiplier  outre  mesure 
le  nombre  de  leurs  ancetres,  et  parfois  meme  a  confondrc 
leurs  origines  avec  celles  du  genre  humain.  Croyant  attes- 
ter  d'autant  mieux  la  noblesse  de  son  extraction,  qu'il  la  fern 
remonter  plus  haut  dans  la  serie  des  ages,  il  se  declarera 
apparente  a  quelque  nation  illustre  de  l'antiquite.  G'est  ce 
qui  se  manifeste  surtout  cbez  nos  societes  occidentales  dont 
l'esprit  se  moutra  constamment  rebelle  a  l'inlluence  sacerdo- 
talc.  Affranchi  de  bonne  beure,  de  toute  tutelle  hieratique, 
il  a  volontiers  assigne  le  premier  rang  aux  questions  de 
l'ordre  politique  et  fait  du  culte  de  la  patrie,  une  partie 
essentielle  de  la  religion.  Aussi  l'amour  propre  national 
semble  t-il  le  sentiment  auquel  ont  le  plus  souvent  obei  nos 
createurs  de  legendes.  Etrangers  aux  theories  cosmogoni- 
ques,  ils  ne  s'occupent  gueres  d'expliquer  comment  le 
mondc  a  etc  forme.  Les  annales  des  peuples  voisins  ,  elles 
memes ,  n'attirent  que  mediocrement  leur  attention,  a 
moins  que  l'interot  patriotique  ne  s'y  trouve  engage.  Gelc- 
brer  la  gloire  et  les  exploits  de  ses  concitoyens,  voila  le  but 
constant  que  se  propose  le  narrateur  et  pour  l'alteindre, 
rien  ne  lui  coutera.  Nous  le  verrons,  avec  une  incroyable 


[]  DES    AGES    OU    SOLEILS.  11 

audacc,  denaturer  les  faits,  les  falsifier,  ou  inventer  de  nou- 
veaux;  en  un  mot,  se  livrer  a  toutes  les  fantaisies  d'une  ima- 
gination sans  frein.  Anssi  les  fictions  de  nos  occidentaux 
off  rent  elles,  en  general,  une  physionomie  beaucoup  plus 
romanesque  que  mythique.  Gitons,  par  exemple,  la  fable 
d'Jflnee  arrivant  avec  ses  compagnons  aux  lieux  ou  plus 
tard  s'eleva  la  ville  eternelle.  Aujourd'hui  encore,  l'habi- 
tant  du  Transtevere  se  proclame  le  descendant  direct  et  le- 
gitime, non  seulement  des  anciens  Romains,  mais  encore 
des  Troyens  fugitifs.  Sono  Romano,  anche  Trojano  repete 
t-il  avec  fierte.  On  sait  que  les  Padouans,  de  leur  cote,  attri- 
buaient  la  fondation  de  leur  ville  a  Antenor,  fils  de  Priam; 
que  les  To  scans  se  vantaient  de  leur  parente  avec  les  habi- 
tants de  Sardes  en  Lydie.  Bref,  la  grande  preocupation  des 
anciens  Italiotes  semble  aurait  ete  de  se  attacher  aux  races 
de  TAsie  Mineure  et,  specialement,  a  la  sainte  Ilion,  dont 
les  poemes  homeriques  avaient  rendu  le  souvenir  si  popu- 
laire.  Leur  exemple  se  trouva  suivi,  du  reste,  par  nos  ecri- 
\ainsdu  Moyen-age.  Les  redacteurs  des  Grandes  chroni- 
ques  de  Saint-Denis  ne  manquent  pas  de  faire  des  Franks, 
une  colonie  Troyenne ,  ainsi  nomme  d'aprcs  son  premier 
chef,  le  fabuleux  Francion,  fils  d'Hector.  La  reputation  mi- 
litaire  des  Turks  se  trouvait,  d'un  autre  cote,  trop  Men  eta- 
blie  pour  qu'on  ne  les  jugeat  pas  un  peu  apparentes  a  nos 
Francais.  D'aprcs  les  memes  auteurs,  ils  auraient  quitte  les 
Champs  Ubi  Troja  fuit,  sous  la  conduite  de  Teucer.  autre 
descendant  de  Priam. 

Pour  divers  motifs,  une  telle  origine  n'eut  pas  suffi  a  sa- 
tisfaire  la  vanite  des  Hellenes.  II  leur  fallait  remonter  plus 
loin  dans  le  passe,  et  se  rattacher  a  ces  Egyptiens  que  Ton 
considerait  comme  le  plus  sage  et  le  plus  ancien  de  tous  les 
peuples.  Aussi,  ecrivains  et  mythographes  grecs  des  epo- 
ques  posterieures  font-ils  venir  en  droite  ligne,  des  bords 
du  Nil,  les  Cecrops,  les  Danaiis  qui  policcrent  les  premiers 
habitants  de  l'Attique  ou  du  Peloponese. 

Nous  ne  nous  arreterons  pas  a  l'histoire  fabuleuse  des 


12  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  4 

peuples  Musulmans  et  Chretiens  d'Orient,  tels  que  les  Ethio- 
piens  et  les  Arnieniens,  histoire  presqu'exclusivement 
tiree  des  recits  de  la  Bible,  et  passerons  de  suite  a  l'etude 
de  l'Antique  Asie. 

La,  nous  nous  trouvons  en  presence  des  nations  soumiscs 
au  regime  des  castes  et  de  la  Theocratie  et  dont  la  religion 
se  montre,  par  suite,  fortement  impregnee  de  donnees  pan- 
theistiques.  G'est  au  sacerdoce  que  reviendra  la  plus  grande 
part  dans  l'elaboration  des  legendes.  Habitues  aux  longues 
speculations  sur  l'origine  des  choses  et  aux  meditations 
abstraites,  les  pontifes  ne  se  preoccuperent  gueres  de  ques- 
tions plus  ou  moins  historiques.  A  des  hommes  tourmen- 
tes  du  desir  de  dechiffrer  Tenigme  de  l'Univers  ,  qu'impor- 
tent,  apres  tout,  les  destinees  d'un  peuple  dont  la  vie  se 
trouve  bornee  a  un  petit  point  de  l'espace,  et  a  une  duree 
de  quelques  siecles?  Ge  qu'il  leur  importe  de  savoir,  c'est 
Thistoire  des  Dieux,  et  non  celle  de  simples  morlels  ou  memo 
d'ephemeres  dynasties. 

Ici  se  manifeste  d'une  facon  bien  tranchee,  la  difference 
enire  l'esprit  a  la  fois  belliqueux  et  politique  des  socieles 
Europeennes  et  le  genie  tout  religieux,  tout  contemplalif 
de  rOrient. 

Dans  cette  derniere  region,  d'ailleurs,  des  principes  bien 
differents  presideront  a  la  fabrication  des  recits  mythiques. 
Parfois,  nous  voyons  les  considerations  astrologiques  jouer 
an  role  preponderant,  presqu'exclusif,  et  les  lettres  redige- 
r'ont  leurs  fabuleuses  annales,  les  yeux,  pour  ainsi  dire, 
fixes  sur  le  Calendrier.  G'est  ce  qui  a  lieu  notamment  chez 
les  Semites  et  les  Iraniens.  L'histoire  legendaire  de  ce  peu- 
ple se  trouve,  comme  Ton  sait,  divisee  en  douze  periodes, 
chacune  de  mille  ans  et  repondant  a  un  signe  particulier  du 
Zodiaque. 

Par  la  physionomic  semi-historique  que  ses  ecrivains 
savent  donner  aux  veilles  conceptions  de  la  mythologie 
Aryenne  ,  leur  parti  pris  de  ne  s'occuper  que  de  leur  pays 
et  de  leur  nation,  dont  ils  semblent  systematiquement  con- 


5  DES    AGES    OU    SOLEILS.  13 

fondre  les  origines  avec  celles  de  l'humanite  entiere,  la 
Perse  fait  la  transition  entre  l'Europe  et  l'Asie  propreinent 
dite.  D'autres  nations  de  cette  partie  du  monde,  les  Indous, 
par  exemple,  plus  franchement  naturalistes  dans  leurs  con- 
ceptions, s'ils  n'ont  point  exclu  les  donnees  de  Pastrologie, 
ont  su  du  moins  leur  imprimer  un  caractere  evidemrnenl 
cosmogonique.  Rappelons,  acepropos,  les  qua! re  grands 
Ages  du  mande  ou  Kalpds  du  Bhagavata-Purana  et  que  Ton 
dirait  imaginees  par  quelque  geologue  contemporain! 

De  la  a  nous  representer  chacune  des  crises  de  la  nature 
comme  dues  a  Taction  d'un  element  parliculier,  il  n'y  avail 
qu'un  pas,  lequel  ful  bientut  franchi.  Aujourd'hui  encore, 
tous  les  peuples  Boudhistes  croient  h  des  destructions  suc- 
cessives  du  globe  par  le  feu,  l'eau  et  le  vent.  Cette  concep- 
tion dont-il  convient  peu-etre  de  chercher  la  source  primi- 
live  dans  l'antique  Chaldee  se  retrouvait,  au  moment  de  la 
decouverte,  chez  les  peuples  de  la  Nouvelle-Espagne.  Ne 
serait  ce  pas  la,  une  preuve  nouvelle  a  ajouter  a  tant  d'au- 
tres des  antiques  relations  ayant  existe  entre  TAmerique  et 
TExtrcme-Orient,  bien  avant  l'epoque  do  Colomb? 


INTRODUCTION 

L'un  de  nos  plus  savants  Americanistes ,  M.  Angrand,  a 
etabli,  le  premier,  la  double  origine  des  antiques  civilisa- 
tions du  Nouveau-Monde,  les  unes  se  rattachent  au  couranl 
Occidental  ou  des  Tetes  droites,  les  autres  au  courant  Orien- 
tal, Floridien,  ou  des  Tetes  plates  (1). 

Sans  entrer  dans  l'examen  des  divers  caracteres  propres 
;i  chacun  d'eux,  il  en  est  un  sur  lequel,  forcement,  nous 


(1)    M.  L.  Angrand:  Lett.-c  a  M.  Dnly  sin-  les  edtiquites  de  Tiagnanaco.  (Ex- 
trait  ilu  21*  vol.  de  la  Rerce  gpiifrolf  de  IWi'rJnfiTtVi'e,  etc.) 


14  CONGRES    DES   AMERICAN1STES.  t) 

devons  appeler  l'attention  du  lecteur,  puis  qu'il  sert,  pour 
ainsi  dire,  de  fondement  au  present  travail.  Nous  voulous 
parler  de  l'importance  cabalistique  attribute  a  telle  ou  telle 
serie  de  nombres,  et  par  suite ,  du  chiffre  auquel  s'elevent 
les  ages  et  revolutions  cosmiques,  d'apres  chacune  des  deux 
fractions  de  la  race  rouge. 

Si,  en  effet,  les  nations  policees  de  la  Nouvelle  Espagne 
partagaient  l'histoire  du  monde  en  plusieurs  cre^  ou  perio- 
des  terminees  chacune  par  un  cataclysme;  en  revanche, 
elles  ne  se  trouvaient  point  d'accord  enlre  elles  sur  le  nom- 
bre  de  ces  memes  periodes  et  cataclysmes.  Ainsi  que  nous 
le  rappelions  dans  un  precedent  travail,  M.  Angrand  a  cru 
reconnaitre  que  les  tribus  du  groupe  Occidental  en  admet- 
taient  jusqu'a  cinq,  tandis  que  les  Orientaux  s'en  tenaient  a 
quatre,  et  il  considere  ce  point  de  foi  comme  un  des  plus 
profondement  caracteristique  de  leurs  donnees  religieuses, 
comme  le  point  de  depart  du  grand  Schisme  dont  le  pre- 
mier Quelzalcohuatl  aurait  ete,  en  Amerique,  lepromoteur 
et  Tapotre  (1). 

Peut-etre  cette  ingenieuse  theorie  n'est-elle  vraie  qu'en 
partie,  ou,  du  moins,  demanderait-elle  a  etre  prealablement 
expliquee.  Nous  exposerons  plus  loin  les  motifs  qui  nous 
induisent  a  croire  le  systeme  occidental,  quinaire  seule- 
ment  en  apparence,  mais  en  realite,  non  moins  quateruaire 
que  celui  des  Orientaux.  Aux  yeux  *des  Indiens  a  Tete  droi- 
te,  le  premier  cycle  etant  deja  ecoule,  l'on  se  trouvait  aux 
debuts  du  second.  Suivant  les  Tetes  plates,  au  contraire, 
le  dernier  age  du  cycle  n'avait  point  encore  commence.  En 
tout  cas,  Ton  pcut  dire  d'une  facon  generale  que  les  nom- 
bres impairs  semblent  avoir  joue  un  role  preponderant 
dans  la  symbohque  Occidentale.  L'inverse  se  serait  produit 
dans  celle  des  Orientaux. 


(1)  M.  L.  Angrand :  Xotes  manuscrites  des  coulears  conside'se'es  comme  sy.iibn- 
les  des  points  de  r?to,'izon  p.  149.  lo~2,  du  t»Se,  n°  3,  des  Actes  de  la  Socicte  Phi- 
lologiijve). 


7  DES    AGES    OU   SOLEILS.  15 

Nous  repoussons,  en  principe,  du  moms-,  cela  va  sans 
dire,  l'opinion  du  docte  Abbe  Brasseur  de  Bourbourg,  rela- 
livement  au  caractere  historique  a  attribuer  a  chacun  des 
ages  ou  soleils,  comme  on  les  appelle  en  langue  mexicaine, 
ainsi  qu'a  chacune  des  crises  ou  cataclysmes  qui  les  termi- 
nent.  Nous  avons  eu  deja  l'occasion  de  nous  expliquer  a 
cet  egard  (1).  Que  parfois,  d'une  facon  plus  ou  moins  di- 
recte,  la  tradition  populaire  ait  mele  au  souvenir  des  ces 
fabuleuses  periodes ,  celui  d'evenements  authentiques  et 
dont  Fepoque  peut  meme-etre  etablie  avec  un  degre  suffi- 
sant  de  certitude,  nous  l'admettons  sans  difficulte;  mais  ce 
n'est  pas  a  dire  que  la  donnee  des  ages  cosmiques  ,  en  elle- 
meme,  ait  rien  a  demcler  avec  l'histoire  positive.  Les  In- 
dous  font  bien;  eux  aussi,  commencer  l'age  actuel,  la  Kali- 
youga  avec  la  guerre  des  Bharatides  dont  la  date  doit  etre 
raportee  du  xe  au  xne  siocle  de  notre  ere  (2).  Les  evonements- 
anterieurs  sont  ainsi  appartenir  a  Fere  precedente,  celle  du 
Treta-youga.  Concluera  t-on  de  la  qu'un  point  de.  depart 
historique  et  traditionnel  doive  etre  assigne  a  la  serie  des- 
Ages  chez  les  riverains  du  Gange  et  a  leur  fantaslique  chro- 
nologie  ? 

§.    ler.    SVSTEME    OCCIDENTAL. 

G'est  celui  qui  admet  dans  la  theorie  de  M.  Angrand, 
cinq  ages  suivis  d'autant  de  cataclysmes,  dont  quatre  deja 
ecoules.  Nous  le  retrouvons  specialement  en  vigueur  chez 
les  Culhuas  de  Mexico,  et  c'est  lui  que  suivent  les  auteurs 
qui  ont  puise  leurs  recits  a  la  source  mexicaine  propre- 


(1)  Chronologie  des  ages  ou  soleils ,  d'apres  la  Mythologie  Mexicaine.  (Extrait 
ilu  vol.  1878  des  Me'moiresde  I'Aeade'mie  Nationale  de  Caen. J 

(2)  M.  Lassen :  Indische  Aelterthnemskunde,  t.  1«  liv.  2",  p.  599 et  suivantes, 
( Leipzig,  1874.) 


16  C0NGRES   DES    AMERICANISTES.  cS 

ment  dite,  tels  que  le  ou  plutot  les  redacleurs  des  Codex 
Yaticanus  et  Chimalpopoca,  Motolinia,  etc. 

Ge  systeme  parait,  si  nous  osons  nous  servir  d'une  telle 
expression,  avoir  donne  naissance  a  deux  ecoles.  Suivanl 
Tune,  Ton  debute  par  le  «Soleil»  de  Terrc;  c'est  elle  que 
suivent  les  auteurs  du  Codex  Vaticanus,  de  «l'histoire  des 
Soleils,»  Motolinia.  L'autre,  au  contraire,  commence  par 
l'Age  de  l'eau,  ainsi  que  Ton  en  peut  juger  par  les  recits  du 
Memorial  de  Culhuacan  et  de  Gomara.  Ges  deux  ecoles,  au 
reste,  differaient  beaucoup  entre  elles,  quand  a  la  duree  du 
temps  ecoule  depuis  la  fin  du  dernier  cataclysme  jusquii 
l'epoque  contemporaine.  Motolinia,  comme  nous  le  verrons 
plus  loin ,  place  le  dernier  des  bouleversements  de  la  natu- 
re, le  deluge,  en  68  de  notre  ere.  Gomara,  de  son  cote,  nous 
declare  que  la  periode  actuelle  a  commencee  858  ans  avanl 
l'epoque  au  il  ecrivait.  La  premiere  edition  de  son  livre 
ayant  paru  en  1552,  ce  comput  nous  reporterait  au  plus  tOt 
en  l'annee  694  ap.  J.  C.  Ges  dates  ont,  en  elles-memes,  une 
grande  importance.  C'est  aux  environs  de  l'ere  chretienne 
que  semble  s'etre  repandu  dans  le  Sud-Est  de  la  Nouvelle- 
Espagne,  le  systeme  de  civilisation  personnifiee  par  le  fabu- 
leux  Quetzalcohuatl.  Au  contraire ,  le  milieu  du  vii*  siecle 
ap.  J.  G.  est  celui  de  Tarrivee  des  Tolteques  sur  le  plateau 
d'Anahuac.  Nous  pouvons  conclure  de  la  que  les  deux  eco- 
les dont-il  vient  d'etre  parle,  se  sont,  sur  ce  point  du  moins, 
inspire  de  donnees  propres  a  des  races  essentiellemenl 
differentes  par  leur  mode  de  culture,  l'epoque  de  leur  arri- 
vee  et  sans  doute  aussi  par  le  sang  et  par  le  langage.  Cette 
consideration  ne  nous  permet  gueres  de  partager  l'opinion 
de  Humboldt ,  lequel  semble  porte  a  croire  que  chez  les  di- 
verses  populations  de  la  Nouvelle  Espagne,  Ton  debutait 
par  le  Soleil  de  Terre  pour  terminer  par  le  Soleil  d'eau  el 
que  si  Ton  a  parfois  interverti  cet  ordre,  c'est  que  les  copis- 
tes  ont  la  a  rebours  les  vieilles  peintures  indigenes.  Gela 
pourrait  etre,  a  la  rigueur,  vrai  pour  le  Codex  Yaticanus, 
sans  l'etre  egalemenl  pour  les  autres  documents  ci-dessus 


<J  DES    AGES    OU    SOLEILS.  17 

mentionnes.  Encore  moins  serious  nous  portes  a  admettre 
rhypothese  emise  par  l'abbe  Brasseur  de  Bourbourg  ,  que 
certains  narrateurs  indigenes  auraient  a  tort,  fait  du  delu- 
ge, le  dernier  des  cataclysmes,  et  abrege  la  duree  des  ages, 
dans  le  but  unique  de  menager  les  croyances  de  leurs  vain- 
-queurs,  de  mettre  leurs  traditions  plus  d'accord  avec  la  Bi- 
ble (1).  Si  tel  avait  leur  mobile  en  prenant  la  plume,  n'eus- 
sent-ils  pas  aussitot  fait  d'omettre  completement  ces  des- 
tructions succesives  du  globe  par  les  tremblements  de  ter- 
rc,  le  vent,  le  feu  dont  nos  livres  saints  ne  parlent  pas? 
Nous  serions  done  tentes  d'appliquer  le  nom  d'ecole  meri- 
■dionale,  a  celle  qui  commence  par  Tage  de  la  Terre,  d'ecole 
Tolteque  a  celle  qui  place  en  premiere  ligne  ,  1'age  de  l'eau. 
II  y  a  plus,  des  divergences  assez  considerables  sembleut 
se  manifester  chez  les  auteurs  memes  qui  appartiennent  a 
la  dite  epoque  Tolteque.  D'apres  la  glose  racme  du  Codex 
Vaticanus,  l'epoque  de  la  creation  ou  tout  au  moins  celle 
-du  premier  cataclysme  devrait  etre  approximativement 
placee  35  siecles  avant  notre  ere  et  peut-etre  d'avantage. 
Au  contraire,  l'hisloire  des  Soleils  et  Motolinia  paraissent 
s'accorder  a  reporter  l'origine  des  choses  20  siecles  environ 
-avant  J.  C.  La  difference  ne  serait  pas  moindre  d'une  quin- 
zaine  de  siecles.  Quelle  est  la  cause  de  ce  desaccord?  Cer- 
tains colleges  de  pretres  possedaient-ils  un  systeme  de  chro- 
nologie  special  en  ce  qui  concernait  les  epoques  mythi- 
<}ues  ?  Tiendrait-elle  aux  localites  ou  les  traditions  out  ete 
recueuilles?  Motolinia  et  VHistoire  des  Soleils  s'inspirant, 
suivant  toute  apparence,  de  la  donnee  en  vigueur  chez  les 
Culhuas  de  Tenochtitlan,  faudrait-il  admettre  que  le  redac- 
teur  du  Vaticanus  habitait  une  province  plus  ou  moins 
eloignee  de  cette  metropole?  On  sait  que  la  mythologie 
mexicaine  n'offrait  pas  un  caractcre  bien  frappant  d'homo- 


(1)    Abb6  Brasseur:  liecltcrches  snr  les  mines  de  Paleiujt'e,  chapitre  r>e,  pagea 
Til)  et  60. 

tomo  r.  ■> 

0  2 


In  c.ongres  dks    vmi':hic.\nistes.  m> 

geneitc  el  que  chaque  region  possedait  ses  legendes  propres, 
souvent  en  disaccord  aver  colics  des  pays  limitrophes  (t). 
(Vest,  en  tout  cas,  ce  que  nous  no  sanrions  cntreprendre 
rl'olueider  ici. 

Quoiqu'il  en  soit,  un  fait  bien  digue  de  remarque,  e'est 
qin"  les  recits  apparlenant  an  systeme  quinaire  s'accordent 
tous,  sauf  peut-etre  celni  du  Codex  Vaticanus,  a  faire  do 
deluge  de  feu;  lc  troisiome  des  calaclysmes  ayant  boulversc- 
notre  globe.  An  contraire,  ceux  qui  se  rattacbent  an  syste- 
ms quaternaire ,  sans  exceptions  aucune,  ne  placent  pas  la 
destruction  par  le  feu  an  rang  des  crises  que  noire  univers 
ait  deja  subies,  niais  la  reporlent,  comme  un  evenemenl 
fulur,  a  la  fin  de  la  periode  actuelle.  G'est  un  point,  du 
resie,  sur  lequel  nous  aurons  ;'i  revenir. 

Nous  verrons  plus  loin  que  Ton  ne  retrouve  gueres  chez 
les  Yucaloques  qu'un  souvenir  bien  affaibli  et  assez  obscur 
des  ages  du  monde  et  des  catastrophes  qui  les  termiuent. 
Or,  les  Yucateques,  conuue  l'etablit  fort  bien  M.  Angrand, 
doivent  etre  rattacbes  au  raiueau  Tolloquc  Oriental,  taudis 
que  Mexicains  propres  et  Guatemaliens  sont  des  Occiden- 
taux.  Dcvrait-on  induire  de  la  que  toute  cette  tbeorie  des 
ages  eosmiqucs,  propre  d'abord  anx  nations  du  groupe  Oc- 
cidental aurait  ete  par  ellos  transmise  aux  Teles- plates:* 
(Test  cequc  nous  n'oscrions.  cerles,  pas  allirmer,  et  ce  qui, 
;*i  vrai  dire,  nous  semble  meme  fort  douleux. 


1°  Tableau  des  ages  d'apres  le  « Codex  Vaticanus. » 

Un  monument  d'originc  mexicaiue  conserve  a  la  Biblio- 
llieque  du  Vatican  nous  donne  enquatre  tableaux  l'bistoire 
cosmogonique  des  peuples  do  1'Anahuac.  D"apres  Hum- 
boldt, le  premier  qui  occupe  lc  cole  droit,  en  bas,  se  rap- 


'1      Mnulietn  :  Hixtorh:  frlrst.siitife  Iiirlhi.ir  .  caji.  \ .  p.  HI.  (Mexico,  1870.J 


II  DES    AGES    OH    SOLEILS.  !'•• 

porte  a  l'age  tic  la  Terre;  le  seconde  a  gauche  et  en  b;is 
egalement,  a  celui  du  feu.  Quant  au  troisieme  a  droite, 
mais  en  haut,  il  indique  lc  «  Soleil  du  Vent.»  Enfin,  le  der- 
nier a  gauche,  mais  en  haut  nous  retrace  l'histoire  du  De- 
luge. Notre  auteur  ajoute  que  le  P6re  Rios,  dans  son  coni- 
mentaire  sur  cet  intercssant  document,  a  commis  line  grave 
erreur ;  il  fait  de  VAtonatiuh  on  «  Soleil  d'eau,  »  le  premier 
de  tons,  tandis  qu'au  contraire  ,  e'est  lui  qui  arrive  en  der- 
nier lieu.  G'est  que  le  religieux  espagnol  avait  voulu  lire 
le  document  indigene,  de  la  meme  facon  qu'un  livre  euro- 
peen,  en  commencant  par  le  haut  et  la  gauche,  pour  termi- 
ner par  la  droite  et  la  partie  inferieure. 

Or,  ajoute  lc  savant  allemand,  les  mexicains  suivaient 
mi  ordre  tout  different.  Chez  eux,  la  lecture  d'un  documenl 
ecrit  au  plutot  peinl  se  ferait  de  droile  ;'i  gauche,  en  com- 
mencant par  le  has  de  la  page. 

Ajoutons,  pour  plus  de  clarte,  que  l'ordre  de  la  marche 
des  caractores,  ou  plutot  des  lignes  etait,  a  la  Nouvelle- 
Espagne,  horizontal  comme  clicz  nous ,  et  non  point  verti- 
cal,  ainsi  qu'il  Test  a  la  Chine,  chez  les  Mongols  et  au  Ja- 
pon  (1).  L'on  ne  passait  a  la  ligne  de  dessus  qu'apres  avoir 
fermine  la  ligne  inferieure.  Par  tan  t  de  ce  principe,  Hum- 
boldt aurait  parfaitement  raison  de  declarer  que  le  Vatica- 
aus  attribue  le  second  rang  au  « Soleil  de  feu.»  En  effet, 
nous  rencontrons  a  gauche  de  la  partie  inferieure  du  ma- 
nuscrit,  le  tableau  se  referant  a  la  dite  periode.  Toutefois 
une  grave  objection  peut  etre  fai-tc  a  cette  maniere  de  voir. 
II  faudrait  declarer,  qu'ici  le  narrateur  indigene  se  trouve 


.'])  Es&ai  lie  dechiffreinent  d'unfriigriicnt  d' inscription  Paleaq iieenue ,  pny:<!  to 
il  suivantes  du  tome  ler  des  Actes  dc  la  Socic'tr  Philologique  (Paris,  1H72.)— 
Essai  de  de'cMJremciit  du  ManuscHt  troitno,  pages  JWO  et  suivantes  de  In  Revue 
iii\  Pltilolngie  et  d 'Ethnographie ,  t.  I".  (Paris,  1871.")— Voy.  egalement  les  ileus 
articles  sur  le  de'ehiffrement  des  tcriturex  rfllculiforuies  w>  Mayas ,  dans  1'annee 
l*~R  <les   1,/iin/es  dp  Philosophi'  chn  tie:'.  ■<■■ 


•20  CONGRES    DES    AMER1CANISTES.  12 

en  opposition  avec  les  autres  annalistes  appartenant  a  la 
mome  ecole.  La  chose  est  possible,  sans  doute,  raais  nou 
pas  certaine,  car  en  definitive,  chez  les  populations  de  la 
Nouvelle-Espagne  comme  au  sein  de  toutes  les  races  fesant 
usage  des  caracteres  pictographiques  ou  d'hieroglyphes,  la 
direction  des  signes  d'ecriture  se  trouvait  sujette  a  certaines 
variations.  Differentes  raisons,  soit  artistiques,  soit  pure- 
ment  conventionnelles,  pouvaient  induire  a  placer  un  signe 
au  dessous  de  la  place  qu'il  devait  occuper  ou  faire  meme 
suivre  a  Tecriture,  une  marche  inverse  de  la  marcbe  nor- 
male;  c'est-a-dire  qu'alors  on  lisait  de  gauche  a  droitc,  a  la 
facou  europeenne  au  lieu  d'alter  de  droite  a  gauche.  N'y 
aurait-il  pas  quelque  lieu  de  supposer  que  dans  le  Codex 
Vaticanus,  par  un  motif  a  nous  inconnu,  les  lignes  ou  ta- 
bleaux se  trouvant  ranges,  non  pas  horizontalement,  raais 
bien  suivant  la  verticale?  De  la  sorte,  le  second  age  serait 
celui  de  Pair  ou  du  vent  et  la  periode  du  feu  arriverait  en 
Iroisieme  rang,  comme  cela  a  lieu  dans  les  autres  docu- 
ments du  systeme  quinaire.  Quoiqu'il  en  soit  de  cette  hy- 
pothese,  nous  ne  l'emettons  que  sous  toute  reserve  et  con- 
tinuons  a  ranger  les  Soleils  du  Vaticanas  dans  l'ordre  que 
leur  a  assigne  Humboldt. 

Ge  qui  rend  ce  monument  particulierement  precieux, 
nous  dit  le  savant  allemaud,  c'esl  que  le  nombre  d'annees 
a  assigner  a  chaque  periode  s'y  trouve  marque,  suivant  les 
regies  habituelles  de  la  numeration  mexicaine ,  l'anuee 
ayant  pour  hieroglyphe,  un  petit  point  ou  cercle  et  le  cycle 
de  quatre  siecles  apparaissant  indique  au  moyen  d'un 
pttme,  c'est-a-dire  un  cercle  ou  point  de  dimensions  plus 
grandes  et  couronne  de  quelques  lignes  droites  et  courtes, 
qui  font  assez  l'office  de  barbes  de  plumes. 

Aucun  doute ,  enfin ,  que  ce  Codex  ne  doive  etre  range 
parmi  les  documents  appartenant  au  systeme  quinaire.  Les 
quatre  compartirnents  se  rapportent  evidemment  aux  ages 
deja  ecoules.  Par  suite,  l'artiste  admettait  un  cinquieme 
cataclysme  devant  mettre  fin  a  Tepoque  actuelle,  mais,  que 


13  DES    AGES    OU    SOLEILS.  21 

naturellement,  il  ne  pouvait  encore  figurer  dans  sa  peinlu- 
re.  Gela  dit,  nous  allons  entrer  en  matiere. 

Le  premier  age  ou  Soleil  est  le  Tlatonatiuh  (sans  doute, 
une  abreviation  pour  Tlachitonatiulij  ou  «  Soleil  de  la  Ter- 
re.»  G'est,  nous  dit  Humboldt,  celui  des  geants  ou  Quina- 
mes,  que  les  Olmeques  ou  Xicalanques,  peut-etre  compa- 
gnons  de  Gucamatz,  identique  au  premier  Quelzalcoatl, 
pretendent  avoir  trouve  lors  de  leur  arrivee  dans  la  Nou- 
velle-Espagne.  La  derniere  annee  de  cet  age  aurait  ete  mar- 
quee de  l'hieroglyphe  Ce-acatl;  litt.  «une  canne.»  Elle  ame- 
na  une  famine  qui,  ayant  commence  au  jour  «4-tigre»  ou 
Nahui-Ocelotl,  fit  perir  la  premiere  generation  humaine. 
« G'est,  probablement,  a  cause  de  l'hieroglyphe  de  ce  jour, 
nous  dite  Humboldt,  que  d'autres  traditions  font  succom- 
ber  sous  la  dent  ties  tigres,  ceu\  des  geants  qu'avait  epai- 
gne  la  disette.» 

Le  Codex  Vaticanus  figure  cette  destruction  de  l'huma- 
nite  par  un  genie  malfaisant  qui  descend  surla  terre,  pour 
arracher  les  herbes  et  plantes  alimentaires.  Ne  serait-ce 
pas  Tonaciyohua,  dieu  de  la  Terre  et  de  la  region  du  Sud? 

Une  duree  de  13  X  400-}-  6,  ou  en  langage  ordinaire,  de 
5206  ?ns  serait,  ajoute  Humboldt,  attribute  a  la  periode  du 
Tlatonatiuh,  par  Tauteur  indigene.  C'est  ce  qu'attestent  les 
rbiffres  contenus  dans  la  vignette. 

La  seconde  periode  ou  a  Soleil  de  feu»  (Tletonatiuh)  se 
serait  prolongee  pendant  12  X  400  -{-4  =  4804  annees.  On 
l'appelle  aussi  Tzonchililteque  ou  «;lge  rouge, »  la  couleur 
rouge  etant  prise  pour  embleme  de  Telement  igne.  II  se 
lermine  par  ladescente  sur  terre,  de  Xiuhteuctli,  litt.  «  Sei- 
gneur de  Tberbe,*  le  dieu  du  feu,  le  Pluton  ou  plutot,  le 
Vulcain  de  la  Mythologie  Mexicaine,  en  l'an  Ce-Tecpatl 
(t  Silex),  et  au  jour  Nahui-Quiahuitl  (4  pluie).  Les  hommes 
furent  tous  transformes  en  oiseaux  et  echapperent  a  1'incen- 
die,  grace  a  leurs  ailes.  Toutefois ,  un  couple  humain  trou- 
va  asile  dans  l'int6rieur  d'une  caverne,  et  c'est  a  lui,  sans 
aucun  doute,  que  fut  confie  le  soin  de  repeupler  1'univers. 
0  2* 


-JJ  CONGIU'S    DES    AMERICANISTES.  1  '< 

Eiisuite,  arrive  YEhecatonatiuh  ,  litt.  «Solcil  d'air  ou  do 
vent,»  lequel  dure  10  X  400+  10  =  4010  ans.  II  se  termine 
au  jour  «4-vent»  ou  Nalmi-Eltecatl.  La  vignette  represente, 
quatre  fois,  Fhieroglyphe  du  vent  ou  de  l'air.  Humboldt 
verrait  volontiers  dans  le  genie  qui  decend  du  ciel,  arme 
(rune  faucille,  le  dieu  de  l'air,  Quetzalcohuatl  en  personne. 
[/instrument  dont  il  est  arme,  exprimerait  la  violence  de 
Touragan;  lequel  abat  les  arbres,  tout  comme  le  ferait  un 
outil  tranchant.  Quant  aux  homines,  ils  se  trouvent  chan- 
ges en  singes;  ces  animaux  paraissant  avoir  ete  pris  comme 
symbole  du  vent,  aussi  bien  chez  les  habitants  de  la  Nou- 
velle-Espagne  que  chez  les  Indous. 

Enfin,  le  qualrieme  age  est  celui  de  l'eau  (Atoniatuh), 
dont  la  duree  s'eleve  a  10x400+8  =  4008  annees.  II  se 
termine  par  une  grande  inondation  qui  commenoa  en  Tan 
Calli  flcmaison,»  au  jour  a4-eau»  ou  Nahui-atl.  Tous  les 
mortels  sont  metamorphoses  en  poisons,  sauf  un  individu 
el  sa  femme  auxquels  sert  de  refuge,  un  bateau  fait  d'un 
I  rone  d'Ahuehete,  litt.  «sapin  aquatique»  ou  Cypres  Chauve 
(Cupressus  disticha).  Le  dessin  represente  Matlalcueye ,  hi 
deesse  des  eaux,  compagne  de  Tlaloe,  lequel  est  a  la  fois 
le  genie  de  FOrient  et  celui  de  l'element  humide.  Elle  s'e- 
lance  vers  la  Terre,  tandis  que  Coxcox,  le  Noe  de  l'Anahuac, 
et  son  epouse  Xocluqitetzal,  litt.  « Le  Quetzal  a  la  fleur. 
Quetzal  fleuri.»  apparaissent  assis  sur  un  tronc  d'arbre, 
couvert  de  feuilles  et  flottant  au  milieu  des  eaux.  Ge  deluge 
aurait  constitueleplus  recenl  desboulversements  du  Globe. 

Plusieurs  remarques  doivent  <A,tre  faites  au  sujet  de  cette 
interessante  peinture  et  de  sou  dechiffrement.  A  priori, 
nous  devons  supposer  que  les  chilfres  donnees  pour  la  du- 
ree des  ages  du  monde  par  le  narrateur  mexicain  oll'rent  un 
caracU're  exclusivement  cabalistique  et  astronomique,  ou 
tout  au  moins.  qu'ils  se  ratta«^hent  aux  computs  du  Galen- 
drier.  Tel  est,  en  effet,  le  cas  pour  le  calcul  des  annees  cos- 
miques  chez  presque  tous.  si  non  tous  les  peuples  primitifs. 
D'ailleurs,  la  romparaisou  du  Voticanus  avec  d'autres  mo- 


15  L>KS   AGES    01!    SOLEILS.  23 

numcnts  d'origine  ou  de  provenance  indigene,  acheverait, 
nous  le  verrons  a  l'instant,  de  lever,  s'il  en  ctait  besoin, 
tout  doute  a  cet  egard.  En  definitive,  l'histoire  authentique, 
reelle  des  societes  Americaines  est  relativemeut  assez  mo- 
derne.  Elle  ne  saurait,  en  aucun  cas,  a  notre  avis,  remon- 
ter  beaucoup  plus  haut  que  les  siecles  precedant  immedia- 
tement  Tere  chretienne,  et  les  dates  fournies  par  le  Vatica- 
nv.s  offrenl  un  caractece  tout  aussi  mytbique  que  celle  de 
l'annce  955  avant  J.  G.  donnee  par  le  Codex  Chimolpopocu, 
comme  celle  ou  «le  Soleil  comraenca  a  partager  entre  les 
bommes,  les  terres  du  Nouveau  Monde »  (1).  Tel  est,  au 
reste,  l'avis  des  critiques  les  plus  competents,  et  s'il  a  pin 
h  M.  TAbbe  Brasseur  de  professor  dans  ses  derniers  ouvra- 
ges,  une  opinion  opposec  ,  ajoutons  qu'il  ne  Pappuie  d'au- 
€ui)  argument  serieux.  Nous  ne  voyons  la  qu'un  des  ecar- 
tes  d'imagination,  malbeureusement  trop  frequents  cbez  le 
docte  ecclesiastique  et  dont  il  a  donne  plus  d'une  prcuve, 
tantot  a  adinettant  la  pluralile  des  sens  a  attribuer  aux 
textes  indigenes,  tanlot  en  interpretant  le  Codex  Troano  de 
la  maniere  fantastique  que  chacuu  sail.  II  pretendait  meme 
y  toute  l'histoire  du  Mexique  pendant  la  periode  glaciai- 
re  (2).  G'etait,  chez  lui,  parli  pris,  el  cela  malgre  l'evidence 
des  faits,  de  vieillir  les  annales  americaines,  d'assigner  le 
bassin  de  la  mer  des  Antilles,  comme  berceau  a  toutes  les 
civilisations  de   l'ancien  monde.  Ge  que   nous  avons  de 
mieux  a  faire,  e'est  de  lui  laisser  la  responsabilite  entierc 
de  pareilles  hypotheses.  Le  fait  mimic  que  le  Vaticanus  fait 
du  premier  age  cosmique,  celui  des  Quinames  ou  geants 
nous  semble  de  peu  d'importancc  au  point  de  vue  historique. 
Sans  doute,  malgre  tout  le  merveillcux  dont,  par  la  suite, 


(1)  Abbe  Brasseur :  Recherches  sur  les  ,-tti,tes  de  Palenqve,  chap,  vi,  p.  61. 

(2)  Abbe  Brasseur:  Quatre  lettres  $vr  If  MextQire,  p.  401  et  suivantes  .Pieces 
.justiflcatives;;  Paris,  18>S.—  titi'd*  st>r  le  system'-  grojiliiqve  et  In  TAOigve  des 
Mayas,  %.  vm,  p.  32  et  suivantes.  (Paris.  WW.) 


",'  i  COX&It&S   DES    AMKRICANISTES.  I  i> 

les  a  revetu  La  legende,  les  Quinames  nous  represented 
bien  reellement  les  populations  primitives  du  plateau  d'A- 
nahuac,  refoulees  plus  tard  par  diverses  invasions.  Nous 
n'aurions  meme  aucune  repugnance  a  voir  en  eux,  les  an- 
ciHres  de  la  race  Othomie  actuelle  qui  aujourd'hui  encore 
continue  a  parler  une  langue,  on  ne  peut  plus  differente 
du  Mexicain  (1).  Mais  enfin,  ces  aborigines  du  Mexique 
sont,  sans  doute,  restes  dans  un  etat  de  barbarie  profonde 
jusqu'a  l'arrivee  des  Tolleques  orientaux  et  des  tribus-  de 
race  mexicaine  proprement  dite.  lis  ne  pouvaient,  par  con- 
sequent, avoir  ni  aunales  ni  chronologie  en  regie.  Les  faire 
contemporains  du  premier  age  du  monde  et  meme  de  la 
creation,  c'etaitsimplement  declarer  que  Ton  ignorait  l'epo- 
que  de  leur  etablissement  a  la  Nouvelle-Espagne  ni  quelle 
race  avait  pu  les  y  preceder.  Gela  ne  prouve  absolument 
rien  quant  a  l'authenticite  des  autres  periodes  et  des  cata- 
clysmes  qui  les  terminent. 

Une  fois  admis  que  les  nombres  en  question  offrent  un 
caractere  exclusivement  arbitraire  et  conventionnel ,  reste 
a  se  demander  au  moyen  de  quelles  combinaisons  cabalis- 
tiques  ils  ont  ete  obtenus.  C'est  ici  que  commence  la  diffi- 
culle.  A  notre  avis,  on  ne  saurait  se  contenter  de  prendre 
les  chiflres  purement  et  simplement,  tels  que  les  donne  le 


(1)  Ce  nom  de  Quiiiaint  ^en  Nahuatl  Quiaametlj,  ne  se  rattacherait-il  pasT 
nous  (lit  l'Abbe  Brasseur,  aux  memes  racines  que  les  verbes  Quigttinaca,  «ge- 
inir,  grogner;»  Quiquinatza,  «hennir,  gronder  comme  un  chien,  bramer;»  for- 
me radicale  quiii,  il'ou  Quiuantzin ,  litt.  «le  seigneur  bramant  ou  irrite, »  nom 
(Van  des  rois  de  Tezcuco.  Les  Quinames  seraient  done  les  hommes  qui  gro- 
gnent  au  lieu  de  parler  un  langage  intelligible,  et  que  les  Mexicains  ne  pon- 
vaient  comprendre.  (Test,  sans  doute,  par  une  metaphore  analogue  t  que  la 
G6nese  appelle  Emim  et  Zomzomim ,  les  plus  anciennes  populations  du  pays 
<le  Chanaam.  Les  Slaves,  aujourd'hui  encore,  qualifient  les  Allemands. 
ilont-ils  n'entendent  pas  la  langue,  de  Niemtsi  ou  «muets.>>  Pour  les  Basques, 
tout  idiome  autre  que  le  leur  est  ce  qu'ils  appellent  Erdiara  ou  «demi- 
lanfyagc.-;  Yoy.  M.  Renan,  Del'orighie  <hi  langage,  chap,  vm,  p.  180.  Paris. 
lWrfi. —  Heche, when  .?//;•  Jen  mines  <le  Palriiqut,  chap,  iv,  p.  47  et  en  na' . 


17  DES   AGES    01     SOLEILS.  25 

scribe  indigene.  L'on  diraitqu'il  s'est  coniplu  ;'i  cuveloppcr 
ses  calculs  d'un  certain  myslere,  nfln  de  derouter  ceux  qui 
n'etaient  point  inities  a  sa  melhode.  Voici,  en  effet,  le 
nombre  de  13X400-}- 6=5206  ans,  donne  comme  celui  do 
la  dwree  du  premier  age,  mais  de  ces  trois  chiffres,  sauf  le 
nombre  13,  aucun  n'offre,  d'apros  la  theorie,  un  caraclere 
cabalistique  ou  astronomique,  non  plus  que  leur  somme. 
iOO  lui-meme  n'etait  pas,  chez  les  peuples  de  la  Nouvelle- 
Espagne,  un  nombre  a  proprement  parler  astrologique  ou 
chronologique.  II  ne  constituait  que  ce  que  nous  pourrions 
appeler  une  tote  de  serie,  a  pcu  pres  comme  1000  chez  nous. 
La  memo  observation  se  peut  repeter  pour  les  chiffres  des 
annees  des  trois  ages  suivants. 

Humboldt,  il  est  vrai,  ne  se  montre  pas  si  exigeanl. 
Acceptant  le  chiffre  total  de  18028,  obtcnu  par  l'addition 
des  annees  des  quatre  ages,  le  docte  Allemand  remarque 
qu'il  equivaut  a  346  cycles  mexicains  de  52  ans,  plus  36. 
Mainteuant,  rapprochant  cettc  somme  do  18028  ans  de  celle 
de  1417  donnee,  nous  dit-il  (ce  qui  n'est  pas  absolument 
certain,  on  le  verra  tout  a  l'heure),  par  Ixtlilxochitl,  pour 
le  nombre  des  annees  ecoulees  depuis  la  creation,  il  fait 
observer  que  la  premiere  contient  a  peu  pres  autant  d'in- 
dictions  que  la  suivantc  renfermc  d'annees.  En  effet,  dans 
18028,  13  se  rencontre  1386  fois,  puisque  13x1386=18018, 
et  il  n'y  a  qu'une  adjonction  presque  insigniflante  de  10 
unites  a  faire  pour  retrouver  18028.  Or,  de  1386  -\-  10  a 
1417,  il  n'y  a  pas  loin.  Somme  toute,  n'avons-nous  pas 
egalement,  chez  d'autres  peuples,  l'exemple  de  pareilles 
multiplications  de  chiffres  en  ce  qui  concerne  les  epoques 
mythiques?  Humboldt  cite,  a  ce  propos,  les  calculs  des 
ecrivains  indous.  La  substitution  des  jours  ordinaires  aux 
annees  divines,  y  reduit  a  12  millc  ans  la  fabuleuse  periode 
de  4  millions  320  ans  (1). 


(1)    Humboldt:  Vuex  des  CnrdW^ra,  p.  '2(12  et  suiv.  (Paris,  18:0.) 


20  C0NGRES    DL5   AMERICANISTES.  1  >S 

Quelque  ingenieux  que  soit  ce  calcul,  nous  ne  nous  sen- 
tons  pas,  il  faut  l'avouer,  parfaitement  convaincus.  D';i- 
bord,  Humboldt  semble  penser  que  ce  chiffre  34G  pouvait 
avoir  un  caractere  sacre,  mais  aucun  document  a  nous 
connu  ne  permet  de  penser  qu'il  en  fut  ainsi  et  que  jamais 
un  role  cabalistique  ait  ete  assigne  a  ce  nombre,  soit  pris 
dans  son  entier,  soit  divise  par  portions  egales.  II  i'audrait 
done  que  le  redacteur  du  Vaticanus  possedat  une  symbo- 
lique  a  lui  speciale  et  opposee  a  celle  des  autres  ecrivains 
et  astronomes  de  son  pays,  ce  qui  n'est  guere  admislble. 

En  second  lieu,  il  n'est  pasdu  tout  certain  qu'Ixtlilxochiil, 
ou  plutot  l'ecrivain  auquel  Humboldt  altribue  ce  nom,  ne 
comptat  que  1417  annees  d'ecoulees  depuis  la  creation 
jusqu'aux  debuts  de  Page  actuel.  Le  contraire  nous  paraii 
indubitable,  on  verra  tout  a  1'heure  pourquoi.  D'ailleurs, 
Humboldt  se  monlre,  lui-meme,  tout  dispose  a  admeltre 
des  intercalations  et  periodes  complemenlaires.  Mais  alors. 
(juel  parti  tirer  de  chilfres  dont  l'exactitude  n'est  pas  mienx 
elablie? 

Si,  d'ailleurs,  nous  ctudions  les  autres  documents  mexi- 
cains,  nous  voyons  que  les  auteurs  employaient  toujours 
des  nombres  qui,  soit  isoles  (comme  4,  chiffre  des  points 
de  l'espace;  13,  chiffre  des  annees  de  l'indiction),  soit  par 
leur  multiplication  avec  d'autres  (tels  que  52,  nombre  des 
annees  du  petit  cycle,  et  resultat  de  la  repetition  de  13  par 
4  ou  676  qui  n'est  que  52  X  13)  possedaient  une  valeur  in- 
contestablement  astrologiq.ue.  Quant  a  la  somme  entirre, 
on  s'inquietait  peu  qu'elle  se  trouvat  dans  le  meme  cas. 
Ainsi,  Motolinia  assigne  une  duree  totale  de  1978  ans  aux 
quatre  ages  qui  out  precede  la  periode  actuelle,  et  1D7S 
n'est  pas  du  tout  un  chiffre  cabalistique. 

Laissant  done  de  cote  les  explications  proposees  par  U- 
savant  americaniste,  voyons  s'il  n'existe  pas  quelque  mo- 
yen  d'interpreter  les  dates  du  Vaticanus  d'une  facon  plus 
satisfaisanle  et  plus  conforme  aux  principes  generaux  de  la 
symbolique  mexicaine.  D'abord,  si  elles  paraissent  bien 


!'.!  DES    AGES    Oil    SOLEILS.  21 

modestes  eu  comparaison  de  celles  que  les  Indous  assigneut 
a  leur  Kalpas  et  leu  is  Yougas,  il  n'en  reste  pas  moins  vrai 
que,  par  sa  duree,  la  chronologic  du  Vaticanus  l'emporte- 
rait  encore,  d'une  facon  inexplicable,  sur  celle  des  autres 
documents.  Geux-ci  ne  comprennent  guere  qu'un  espace  de 
vingt  siecles  au  plus,  tandis  que  la  peinture  commentee  par 
Humboldt,  nous  reporterait  pour  le  premier  age  du  monde 
a  plus  de  dix-buit  mille  ans.  La  difference  serait  presque 
du  simple  au  decuple.  Gbose  digne  deremarque,  c'est  vrai- 
semblablement  dans  les  ceuvres  de  l'abbe  Brasseur  que  nous 
trouverons  la  solution  de  cette  difficulty.  A  unc  epoque  ou 
il  n'avait  pas  encore  entrepris  de  vieillir  outre  mesure  les 
souvenirs  de  l'histotre  americaine,  le  docte  abbe  remarqua 
avec  beaucoiip  de  sagacite  que  les  chiffres  du  Vaticanus 
suivent  une  proportion  toujours  decroissantc  pour  la  duire 
de  chaque  age  (1).  II  en  conclut  que  les  dits  chiffres  d&iveut 
indiquer,  nou  le  nombre  des  annees  comprises  dans  chaque 
periode,  mais  simplement  celui  des  annes  ecoulees  depuis 
le  commencement  de  chaque  age  jusqu'aux  debuls  de  l'age 
actuel.  Ces  debuts,  il  les  fixe  d'une  facon  passablement  ar- 
bitrage, il  est  vrai,  a  fan  1500  de  notre  ere.  Nulle  part, 
nous  n'avons  vu  que  les  annalistes  de  la  Nouvelle-Espagnc 
aient  songe  a  faire  entrer  en  ligne  de  compte,  dans  leurs 
calculs  chronologiques,  l'epoque  oil  ils  ecrivaient.  Le  iv- 
dacteur  du  Vaticanus  n'a,  sans  doute,  comme  tous  les 
autres,  entendu  parler  que  du  temps  ecoule  depuis  les  de- 
buts du  premier  age  jusqu'a  ceux  du  cinquicme.  Or,  Moto- 
linia,  lequel  appartient  a  la  mcme  ecole  que  notre  auteur, 
puisque,  comme  lui,  il  debute  par  le  «soleil  de  la  terre», 
fait  commencer  la  cinquieme  periode  en  Tan  G8  de  notre 
i't-e.  En  tout  cas,  si  Ton  accepte  comme  point  de  depart 
l'iugenieuse  hypothese  de  l'abbe  Brasseur,  le  premier  age 
qui  aurait commence  en  fan  5138  avant  Jesus-Cbrist,  four- 


(1)    Alibe  Brasseur:  Le  Wire  san-f,  lutrod.,  p.  lxvi  (en  note) 


28  CONGRES    DKS    AMERICAN1STES.  20 

nirait  un  total  de  402  ans  (do  5206  a  4804);  le  deuxieme  age 
precedant  notre  ere  de  4730  annes,  ea  aurait  dure  794  (de 
4804  a  4010).  II  est  vrai  que  la  duree  du  troisieme  age, 
composee  de  deux  annees  seulemeut  de  (4010  a  4008),  sem- 
blerait  bien  courte  et  Ton  pourrait  etre  tente  de  tirer  de 
cette  circoustance  une  objection  contre  le  systeme  propose. 
Quant  au  quatrieme  age,  celui  de  l'eau,  sa  duree  serait  ;'i 
elle  seule  plus  longue  que  cello  des  trois  precedents  reunis 
ensemble;  elle  embrasserait  une  periode  de  quarante  siecles 
plus  huit  ans,  puisqu'elle  aurait  debute  en  3940  avant  notre 
ere,  pour  se  terminer  en  68  de  Jesus-Christ.  Nous  ne  savons 
pas  Tepoque  precise  ou  a  ete  redige  le  Vaticanus,  mais, 
suivant  toutes  les  apparences,  ce  dut  rtre  vers  le  temps  de 
la  conquete  (1519  ou  1520  de  notre  ere),  par  consequent,  le 
cinquieme  age  aurait,  en  Tannee  presente  de  1883,  dure 
dix-hmit  siecles  plus  quinze  ans.  Du  reste,  le  tableau  ci- 
joint  permettra  au  lecteur  de  se  faire  une  idee  exacte  de 
tons  les  romputs  du  Vaticanus. 


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DES    AftES    OU    SOI.EILS. 


29 


TABLEAU  DE  LA  DUREE  DES  AGES  DU  VATICANUS 

D'APRES    l'hYPOTHESE    DE    l'aBBE    BBASSEUB. 


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Debut,  d'apres 

la  chronologic 

chretienne. 

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4804            5138  av.  J.-C. 

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Fin ,  d'apres 

la  chronologic 

mexicaine. 

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Debut,  d'apres 

la  chronologie 

mexicaine 

flxant le 

commencement 

du  5e  age 

en  l'an  68 

de  notre  ere. 

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.50  CONGRKS    DES    AMERICAN.ISTES.  22 

Malgre  la  reduction  que  nous  venons  de  lui  faire  subir, 
ce  com  put  l'emporte  encore  de  pres  du  double  en  longueur 
sur  celle  des  autres  documents  mexicains.  Nous  ignorons 
la  cause  d'une  telle  anomalie.  On  sera  surpris,  a  bon  droit, 
de  l'irregularite  de  duree  assignee  a  chacun  de  ces  Ages 
cosmiques. 

Toutefois,  rien  de  plus  obscur,  si  nous  osons  employer 
cette  expression,  que  lelangage  de  l'artiste  mexicain.  II  ne 
nous  dit  nulle  part,  d'une  facon  precise,  si  les  dates  expri- 
mees  se  rapportent  au  debut  de  chaque  periode  ou  bien  a 
l'epoque  du  cataclysme  qui  la  termine.  Ge  n'est  meme  que 
par  conjecture  que  nous  en  arrivons  a  assigner  Tan  68  de 
notre  ore,  comme  point  de  depart  du  cycle  actuel.  Les 
resultats  obtenus  se  trouveraient,  on  le  conooit,  grandement 
modifies,  au  cas  ou  Ton  adopterait  cette  nouvclle  facon  do 
voir.  Mors,  nous  ignorerions  la  duree  du  premier  age.  Une 
seule  chose  resterait  certaine,  c'est  que  l'auteur  mexicain 
le  fait  finir  5206  ans  avant  le  commencement  des  temps 
presents,  qui  ne  pourrait  plus  etre  reporte  a  l'an  68  de 
notre  ere,  mais  bien  a  4008  ans  avant  l'epoque  ou  ecrivait 
l'auteur  mexicain.  Ajoutons  que  la  comparaison  avec  les 
autres  documents  d'origine  indigene  ne  nous  permet  guvve 
de  nous  attacher  a  une  pareille  hypothese.  Ceux,  en  effet, 
dans  lesquels  figurent  des  elements  chronologiques  ne  se 
contentent  pas  d'indiquer  en  quelle  annee  se  produit  tel  ou 
lei  cataclysme,  mais  s'accordent  tous  a  nous  faire  connaitre 
egalement  le  temps  de  la  duree  de  chaque  age.  C'est  la  un 
point  sur  lequel  nous  jugeons,  en  consequence,  inutile 
d'insister  plus  longtemps. 

Ensayons  maintenant  de  determiner  au  moyen  de  quels 
procedes  cabalistiques  les  nombres  de  ces  annes  ont  ete  obte- 
nus, a  quels  calculs  ou  combinaisons  de  chiffres  astrologi- 
jues  ils  repondent.  L'entreprise  pourra  sembler  ardue ,  et 
nous  n'arriverons  peut-etre  memepas  acet  egarda  une  cer- 
titude absolue.  Du  moins,  nos  hypothrses  auront  pour  point 
de  depart  la  comparaison  avec  les  autres  ecrils  indigenes. 


;'.'{  DES    AGES    01)    S0LE1LS.  31 

Que  le  lecteur  choisisse  cello  qui  lui  agreera  davantage. 
II  nous  semble  difficile  de  ne  point  tenir  l'uiie  d'elles  pour 
conforme  a  la  verite.  Ge  serait,  nous  en  convenons,  une 
grande  temorite  a  nous  de  pretendre  avoir  mieux  devine  que 
l'illustre  Humboldt,  si  la  publication  de  nouveaux  docu- 
ments, encore  inconnus  de  son  temps,  nelait  venue  faire 
d'incontestables  progres  a  la  science  americaine. 

I"'  hypothese.  Les  794  annees  du  -2°  age  (celui  du  feu), 
auront  ete  obtenus  par  le  procede  suivant  (J). 

Au  chiffre  200,  produit  de  20  (c'etait  le  nombre  des  annees 
du  mois  mexicain),  par  13  qui  est  le  nombre  do  jours  de  la 
semaine  ou  plutot  de  l'indiction,  ajoutez  successivemenl 
104  (nombre  des  annees  du  grand  cycle),  puis  20,  puis  13. 
Celte  operation  terminee  sur  une  premiere  colonne,  on  la 
recommencera  sur  une  seconde ,  puis  Ton  additionnera 
leurs  deux  produits.  C'est  ce  que  fera  facilement  compren- 
dre  le  tableau  suivant  (I). 


■20  ><  1  *  = 

260 

2«50 

104 

104 

■20 

20 

13 

1:5 

397 

397 

- 

Total  eual  . 

794 

2e  hypothese.  On  aura  successivement  mulliplie  par  4, 
les  nombres  104,  egal  au  chiffre  des  annees  du  grand  cycle; 
52,  egal  a  celui  des  annees  du  petit  cycle;  20,  qui  est  le 
nombre  des  jours  du  mois;  13,  nombre  de  l'indiction.  Puis 


(1)    Chi'onologie  des  Oges  on  soleils.  etc  ,  i>.  39.   Exirait  des  Memoirs  de  V'Aca- 
rZc'uiie  mtionalc  de  Caen,  1878.) 


M->  CONGRES    DES    AMEHIOAMSTES.  24 

on  aura  ajoute  au  total  20  et  18,  iiombre  des  niois  ct  jours 
<lu  mois  de  l'annee  mexicaine  (1). 

104  x  4  =  416 
52  X  4  =  208 
20  X  4  =  80 
13X4=  52 

20 

18 


Total...  794 

En  cc  qui  concerne  le  nombre  4,  nous  devons  faire  res- 
sortir  le  role  a  lui  assigne  dans  la  symboliquc  mexicaine, 
corame  embleme  des  points  de  l'espace  et  des  divisions  du( 
Calcndricr,  mais  encore  comme  etant  le  chiff're  des  anuees 
du  lustre. 

3e  hypothese.     On  pourrait  encore  proposer  la  solution 
suivante  qui,  en  definitive,  rent  re  assez  dans  la  precedente. 

52  X  13  =  «76 

4  X  20  =    80 

20 

18 

Totai 794 


I'cut-etre,  le  scribe  indigene  .setait-il,  pour  mieux  de- 
router  le  lecteur,  pu  a  choisir  un  total  d'annees  susceptible 
de  se  decomposer  par  plusieurs  procedes  ditferents,  et,  dans 
ce  cas,  il  deviendrait  oiseux  de  rechercher  quel  a  pu  etre, 
d'une  facon  plus  precise,  son  mode  d'operer.  En  tout  cas, 
il  s'agissait  de  diviser  la  somme  des  annees  de  l'age  en 


(1)    Actes  de  la  Sociite  Philologiqv.e,  t.  v,  \>  1163  et 3frl.  (Proces  verbaux  ties 

sranccs.  I'aris,  1871. 


25  .       DES   AGES   OU    SOLEILS.  33 

question  par  des  nombres  ayant  chacun  une  valeur  caba- 
listique  ou  astrologiquc  et  Ton  ne  pourra  contester  que 
nous  n'eu  soyons  venus  a  bout. 

Au  reste,  il  est  un  point  sur  lequel  eclate  une  opposition 
des  plus  tranchees  entre  ce  que  nous  pourrions  appeler 
notre  symbolique  chretienne  et  celle  des  Mexicains.  lis 
leuaient  le  treize  pour  sacre;  nous  lui  altribuons  un  carac- 
tere  nefaste.  Telle  est  la  cause  pour  laquelle  certaines  per- 
sonnes  craignent  de  se  trouver  treize  ;i  table,  1'un  des  con- 
vives devant  infailliblement  mourir  dans  l'annee;  pourquoi 
encore  Ton  evite  parfois  de  se  mettre  en  voyage,  le*13  du 
mois,  surtout  s'il  tombe  un  vendredi.  Gela  provient,  suivant 
loute  apparence,  de  ce  que  le  treizieme  apotre,  c'etait  Judas 
en  personne.  Aussi  le  13  est-il  parfois  qualifie  de  nombre 
de  Judas. 

Quant  aux  nombres  d'annces  se  rapportanl  aux  deux 
autres  periodes  (la  lr«"  et  la  3C),  a  savoir  402  et  2,  il  serait 
difficile  de  les  faire  rentrer  dans  les  donnees  de  la  symbo- 
lique mexicaine,  a  moins  que  Ton  n'admelte  que  ces  deux 
chiffres  se  doivent  additionner  l'un  a  l'autre.  Ce  principe 
une  fois  accepte,  la  difficulte  disparait,  car  Ton  obtient  404 
forme  lui-meme  du  4  dont  il  vient  d'etre  question,  et  de 
400,  qui  est,  a  la  fois  point  de  depart  d'une  nouvelle  serie 
numeralc  tout  comme  1000  chez  nous,  et  produit  de  20, 
nombre  des  jours  du  mois,  par  lui-mume.  Ajoutons  par 
parenthese  que  ce  role  arithmetique,  pour  ainsi  dire,  du 
nombre  400  a  la  Nouvelle-Espagne,  n'offre  rien  que  de  tres 
naturel.  Chez  les  Mexicains,  le  systeme  de  numeration  se 
Irouvait  a  la  fois  quinquesimal  et  vigesimal.  On  disait,  par 
exemple:  Chicome  litt.  -f-  2  pour  7;  Ome  pohualli,  litt.  2 
vingts  pour  40,  etc.  Ton  peut  affirmer  que  ce  double  carac- 
tcre  (par  5  etpar20)  de  la  numeration  mexicaine,  se  re- 
trouve  plus  ou  moins  complet  chez  diverses  autres  races, 
tant  de  l'Ancien  que  du  Nouveau  Monde. 

Le  Vaticanus ,  ainsi  que  les  autres  documents  de  meme 
nature,  indique  d'ordinaire  le  jour  et  l'annee,  non  point 

TOMO  II.  3 

0  3 


Ill  CONGRKS    \)ES   AMERICANISTES.  2t> 

ou  commence  chaque  age,  mais  ou  il  se  termine.  L'on  nous 
fait  savoir  a  quel  moment  commenca  le  cataclysme  mar- 
quant  l'ouverture  d'une  nouvelle  periode,  et  parfois  aussi 
a  quel  moment  il  prit  fin.  G'est  de  l'etude  de  ces  signes 
numeriques  d'annees  et  de  jours  que  nous  allons  nous 
occuper. 

Dans  le  Vaticanus,  l'exponenl  desannees  ou  la  crise  finale 
debute  est  toujours  le  chiffre  1.  Ainsi ,  Ton  a  Ce-acatl 
(1  canne)  pour  le  soleil  de  lerre;  Cc-tecpatl  (1  silex)  pour 
la  pluie  de  feu.  On  ne  nous  indique  point  l'annee  du  3e 
cataclysme,  celui  d'air  ou  de  vent.  Quant  au  deluge  qui 
marque  la  fin  du  4°  soleil,  on  nous  dit  qu'il  se  produisit  en 
Ce-calli  (1  maison). 

Bien  qu'il  soit  assez  lemeraire  de  vouloir  oorriger  les 
auleurs  anciens  et  de  prelendre  savoir  mieux  qu'eux  ce- 
iju'ils  ont  voulu  ou  du  dire,  nous  croirions  volontiers  ici 
a  une  erreur  du  scribe.  Mais  avant  d'etablir  en  quoi  elle  a 
pu  consister,  quelques  mots  d 'explication  nous  semblent 
uecessaires. 

Ge  que  Ton  a  appelc  parfois  les  lettres  dominicales  dans- 
le  compul  chronologique  des  pen  pies  de  la  Nouvelle-Es- 
pagnc,  hieroglyphes  s'appliquant  a  chacune  des  grandes 
divisions  du  Galcndrier,  servant  a  designer  chacune  des 
ijuatre  annees  du  lustre,  et  auxquels,  par  suite,  un  carac- 
tere  particulieremenl  sacre  se  trouvait  attribue,  ce  n'elaienf 
par  les  signes  commencat  le  quint.  G'etaient,  chez  les  Me- 
xicains,  les  signes  occupant  la  3e  tranche  verticale,  ceux 
marques  des  numeros  3,  8,  13  el  18;  chez  les  Mayas  ceux 
de'la  4r  tranche,  indiques  par  les  chiffres  4,  9,  14,  19.  G'est 
cc  que  fera  facilement  comprendre  le  tableau  ci-joint. 


27 


I)ES   AOES    01'    SOLE1L&. 


.55 


.1  OURS    DU    MO  IS 

MEXICAIN. 


1"  Quint 

1 
Cipactli 

2 

Eliecatl 

3 

(.ALU 

4 

Cuotzpalin 

Coatl 

2C       » 

6 

Miquiztli 

7 
Mazatl 

8 

TOCIITLI 

9 
Atl 

10 

Itzeuintli 

3e 

11 
Ozomatli 

12 
Malinalli 

13 

ACATL 

14 
Ocelotl 

15 
Quaulitli 

4C 

10 

Cozca- 
quauhtli 

17 
Ollin 

18 
TECPATI. 

19 
Quiahuitl 

■20 

Xocliill 

MAYA. 


le'  Quint 

1 
Imox 

2 

Ik 

8 

Akbal 

4 

KAN 

5 

Chicchan 

2e 

G 
Cimi 

7 
Manik 

8 
Lamat 

9 

MULL'C 

10 

Oe 

3e       » 

11 
Chuen 

12 
Eb 

13 
Been 

14 

IX 

15 

Men 

4e         2 

16 

Cib 

17 

Caban 

18 
Ezanab 

19 

CAUAC 

20 

Ahau 

Les  Mexicains  commencaient  leur  enumeration  par  Toch- 
tli,  le  2e  des  hieroglyphes  d'indiction ,  pour  le  terminer  par 
Calli,  qui  est  le  ler.  Au  coniraire,  les  Yucateques  debutaieni 


3(i  GONf.RES   DES    AMERICANISTES.  >H 

par  le  lel  qui  elait  Kan,  et  suivaient  ensuite  l'ordre  regu- 
lier;  c'est-a-dire  qu'ils  fmissaient  par  Cauac,  lequel  se  trou- 
ve  effect! vemen  I  place  le  dernier.  Ne  serions  nous  pas  au- 
tolyses a  induire  de  la  que  la  priorite  doit  rtre  attribute  au 
systeme  yucatcque  et  que  celui  des  Mexicains  n'en  consti- 
tue,  pour  ainsi  dire,  qu'une  modification,  pour  ne  pas  dire 
une  alteration?  On  le  verra  plus  loin,  ce  n'est  point  la  le 
seul  motif  que  nous  ayons  de  raisonner.de  la  sorte. 

Maintenant,  quelle  cause  a  pu  porter  les  Mexicains  a  choi- 
sir  pour  lettre  dominicale,  la  3'  de  chaque  quint,  tandis  que 
les  Mayas  adoptaient  la  4'?  Ne  devrait-elle  point  etre  cher- 
chee  dans  les  principes  de  symbolique  propre  a  chacune 
des  deux  races?  La  preeminence  se  trouvait  attribute  aux 
impairs  et  specialement  au  nombre  3  chez  les  Tolteques 
Occidentaux,  tandis  que  les  Orientaux  accordaient  la  prefe- 
rence aux  chiffres  pairs  et  specialement  au  4  (1). 

Gela  dit,  on  remarquera  que  le  redacteur  du  Vaticanus  a 
pris  pour  annees  des  crises  terminant  les  deux  premiers 
ages,  celles  dont  les  hieroglyph.es  constituent  les  deuxieme 
et  troisieme  letlres  dorninicales,  suivant  l'ordre  d'enoncia- 
tion  habituel,  lesquelles  sont  les  troisieme  et  quatrieme 
d'apres  leur  rang  numerique.  Elles  se  suivent,  d'ailleurs, 
d'une  faron  reguliere.  Ainsi,  le  «soleil  de  terre»  qui  met 
fin  au  ler  age,  debute  en  l'annee  Acatl;  la  pluie  de  feu,  mar- 
quant  le  terme  de  la  periode  suivante ,  a  eu  lieu  en  Tannee 
Tecpatl.  Partant  de  cette  donnee,  on  devrait  s'attendre  a 
avoir  Calli  pour  l'annee  du  3*  soleil,  celui  de  l'air  ou  du 
vent,  et  Tochtli  pour  le  debut  du  deluge  qui  termine  le  4e 
age.  Tout  au  contraire,  l'auteur  du  Vaticanus  n'indique 
point  en  quelle  annee  eclata  la  crise  du  vent  et  il  assigne 
Calli  pour  celle  du  deluge.  Ge  qui  nous  ferait  volontiers 
admettre  ici  quelque  confusion  de  la  part  du  scribe ,  c'est 


(1 )    De  quelques  idf'es  sy iitboliqv.es  se  rattachant  an  no>a  des  donzeflls  de  Jacob, 
page  210  du  3'  vol.  des  Actes  de  la  Socie'te  Philolngiqv.c  (Paris  1073-74). 


'29  DES   AGES    OU    SOLE1LS.  37 

que  nous  no  voyons  aucun  motif  a  assignor  a  eette  omis- 
sion et  interversion. 

Quant  aux  hieroglyphes  de  jours,  ils  sout  tous  precedes 
de  l'exponent  4  ;  ainsi  Ton  a  Nahni-Ocelotl  ou  4-tigre, 
Nahui-atl  ou  4-pluie,  etc.,  etc.  C'est  que  4  est  lui  aussi, 
nous  l'avons  deja  vu,  un  nombre  sacre,  celui  qui  exprime 
la  plenitude  et,  en  quelque  sorte,  la  perfection,  l'acheve- 
ment.  II  convenait  done  parfaitement  pour  indiquer  les 
jours  auxquels  se  terminait  chaque  crise. 

Trois  sur  quatre  de  ces  dits  hieroglyphes  sont  pris  a  la  'r 
colonne  verticale,  a  savoir  Ocelotl,  Atl  et  Quiahuitl.  C'est 
precisement  celle   ou  les  Yucateques   inscrivaient  leurs 
lettres  dominicales.  Ainsi,  Atl  constitue,  tout  comme  le 
Muluc  des  Mayas,  le  $v  des  jours  du  mois,  Ocelotl,  aussi  bien 
que  lx  arrive  au  14e  rang,  et  Quiahuitl,  de  memo  que 
Cauac,  au  11)''.  Faudrait-il  voir,  dans  ce  detail,  une  remi- 
niscence de  l'epoque  ou  les  Mexicains  faisaient  encore 
usage  de  lettres  dominicales  occupant  le  mcrae  numero 
d'ordre  que  celles  des  Tolteques  Orientaux?  En  tout  cas, 
les  trois  hieroglyphes  de  jours  dont  nous  venons  de  parler 
se  trouvent  en  avance  d'un  chiffre  sur  trois  des  lettres  do- 
minicales et  deux  de  hieroglyphes  des  annees  des  crises 
cosmiques  correspondants.  Ainsi,  Tochtli  est  le  8e  des  jours 
du  mois  et  Atl,  le  9e;  Acatl,  le  13e  et  Ocelotl,  le  14e;  Tecpatl, 
le  18e  et  Quiahuitl,  le  19e.  L'auteur  du  Vaticanus  etablit  un 
nouveau  point  de  contact  entre  les  hieroglyphes  d'annees 
et  ceux  de  jours,  en  ce  que  deux  d'entre  eux  seulement, 
ceux  des  deux  premieres  epoques,  se  trouvent  cites  suivant 
leur  numero  d'ordre  nuraerique,  a  savoir:  Acatl  et  Ocelotl: 
Tecpatl  et  Quiahuitl.  Les  deux  derniers  out  subi  un  depla- 
cement;  ainsi  Atl  qui  correspond  a  la  lettre  dominicale 
Tochtli  et  qui,  par  suite,  aurait  du  etre  cite  en  premiere 
ligne,  n'arrive  qu'au  quatrieme  rang  et  en  dernier  lieu.  De 
plus,  il  devrait  corresponds  a  Tochtli,  et,  par  le  fait,  l'au- 
teur americain  le  met  en  relation  avec  Calli.  Enfin,  Ehecatl, 
qui  n'est  que  le  2f  jour  du  mois  et  par  suite  egalement,  le 
0  3* 


38  CONGRES  DES  AMERICAMSTES.  30 

2*  du  premier  quint,  n'aurait  guere  droit  de  figurer  ici.  11 
y  est  mentionne  cependant.  La  correlation  naturelle  devrait 
etre  avec  la  lettrc  dominicale  de  Calli  en  suivant  l'ordre  de 
parallelisme  numerique.  Toutefois,  le  scribe  ne  nous  indi- 
que  point  de  lettres  dominicales  a  laquelle  il  corresponde. 
Sans  doute,  c'est  pure  omission  de  sa  part,  et  Ehecatl  se 
rapporte  a  Tochtli ,  le  seul  des  quatre  grands  hieroglyphes 
du  Calendrier  qui  n'ait  point  encore  etc  mentionne. 

Nous  devons  faire  observer  que  l'auteuramericain  n'etait, 
sans  doute,  pas  tout  a  fait  libre  dans  le  choix  de  ses  hiero- 
glyphes de  jour.  Le  signe  Atl  aeau»,  par  exemple,  ne  con- 
venait  qu'au  deluge,  et  bien  qu'il  figure  au  2"  rang  par 
ordre  numurique,  il  ne  pouvait  etre  employe  que  pour 
marquer  la  fin  du  4"  soleil  ou  osoleil  d'eau».  De  meme  pour 
Ehecatl,  litt.  a  air,  vent»,  le  ler  en  raison  de  son  numero 
d'ordre,  le  3e  seulement  dans  le  manuscrit,  puisqu'il  indi- 
que  foicement  la  fin  du  3e  age,  celui  du  vent,  etc. 

Peut-ctre  est-ce  cette  interversion  forcee  des  signes  de 
jours  qui  a  amene  le  narrateur  ne  pas  tenir  compte  non 
plus  de  d'ordre  regulier  des  annees.  En  tous  cas,  l'inspec- 
lion  mome  du  tableau  des  jours  du  mois  pourrait  nous 
amener  a  nous  poser  une  question  dont  la  solution  semble 
de  grande  importance.  Ne  serait-on  point  porte  a  admettrc 
qu'il  nous  revele  l'ordre  primitif  suivi  dans  renumeration 
des  ages  du  monde,  des  annees  et  des  jours  des  crises  fina- 
les, sauf  bien  entendu  l'interversion  necessaire  pour  Ehecatl, 
qui  doit  forcement  remplacer  Cuetzpalin,  le  4e  des  jours  du 
mois? 


31 


DES    AGES    01.    SOLEILS. 


39 


>iumero 

d'ordre 

ou  l'uge  du 

soleil. 

Norn 

de  l'tiue  ou  soleil. 

Hieroglyphc 

dc  1'annee  oil  se 
termiue  eel  age. 

Numi'-ro 
d'ordre 
de   I'hiero- 
alyplie 
de  celle 
annec. 

Hieroglyph? 

du  jour  oil  se  lenmne 

la  crisc. 

Numi'TO 

d'urJre 

de  ce  jour. 

1 

Atonatiuh 
(soleil  d'eau). 

Cd-Calli. 

:) 

Xaltiii-Ehixatl. 

2 
9 

11 

2 

EMcatonatiuli 
(soleil  d'air). 

Ct-tochtli 

8 

Kahui-otl 

:t 

Tlatonatiuh 
(soleil  deterre). 

Ct-acatl. 

13 

is 

Kalit'i-Ocelotl. 

4 

Tlatonatiuh 
(soleil  de  feu). 

C&tccpetl 

Xalii'i-Qviahuitl. 

in 

On  verra  precisement  que  cet  ordrc  des  cataclysmes  est 
celui  que  nous  donnent  certains  documents  du  systome 
quaternaire.  Devons-nous  en  inferer,  contrairement  a  l'hy- 
pothese  enoncee  plus  haut,  qu'il  est  le  seul  primitif?  Nous 
n'oserions  rien  affirmer  a  cet  egard.  En  toutcas,  le  systeme 
quinaire,  en  raison  meme  de  son  degre  plus  grand  de  com- 
plication, olfrirait  un  caractere  qui  parait  moins  archaique. 
Du  reste,  l'usage  ou  etaient  les  peuples  de  la  Nouvclle- 
Espagne  de  donner  une  forme  circulaire  ou  de  roue  a  leurs 
caleudriers,  devait  faciliter  les  interversions,  car  chacuu 
pouvait  choisir,  suivant  sou  caprice,  le  point  de  la  roue 
qu'il  voulait. 

Une  grave  difficulte  se  presente  ici  sous  le  rapport  chro- 
nologique.  On  sait  que  dans  le  systeme  de  calendrier  en 
vigueur  chez  les  peuples  de  la  Nouvelle-Espagne ,  une 
meme  lettre  domiuicale  ne  pouvait  revenir  accompagnec 
du  meme  exposant  numerique  qu'au  bout  d'une  periode  du 
petit  cycle,  e'est-a-dire  de  52  ans  revolus.  Supposons  par 
exemple  que  l'annee  1520  soit  tomboe  en  Ce-acatl,  ou  1 


40  congre.s  des  amekicanistes.  32 

eanne,  1524  sera  designe  par  Ome-acatl  ou  2  Cannes,  et  Ton 
n'aura  de  nouveau  une  autre  annee  Ce-acatl  que  52  ans 
plus  tard,  c'est-a-dire  en  1573.  Or,  nous  avons  vu  que  les 
dates  donnees  par  le  Vaticanus  ne  peuvent  guere  se  rappor- 
ter  qu'au  commencement  de  chaque  epoque.  Si,  en  effet, 
elles  en  indiquaient  la  fin,  Ton  aurait  une  duree  de  4008 
pour  la  periode  actuelle,  depuis  la  fin  du  4e  &ge  jusqu'a 
l'epoque  ou  ecrivait  l'auteur.  La  comparaison  avec  les  autres 
documents  indigenes  semble  indiquer  que  ce  laps  de  temps 
seraitbeaucoap  trop  long.  Maintenant,  ceci  pose,  l'hierogly- 
phe  de  l'annee  ou,  suivant  le  scribe  et  ses  interpretes,  com- 
mence la  crise  finale  nest  pas  toujours  celui  qu'indique 
le  calcul.  Le  ler  age  aurait  pris  naissance  5206  ans  avant  la 
periode  presente,  periode  dont  les  debuts  doivent  probable- 
ment  etre  rapportes  a  Tan  68  de  notre  ere.  II  aurait  pris 
fin  a  Tan  Ce-acatl,  4804  aunees  avant  cette  meme  annee  68. 
Par  consequent,  le  monde,  ou  du  moins  le  cycle  cosmique 
dont  s'occupe  l'auteur  mexicain ,  duf  etre  cree  en  l'annee 
Chicnalmi-Tochtli  (9  lapin),  en  admettant  que  l'acte  meme 
de  la  creation  ou  formation  de  l'Univers  n'ait  pas  dure  un 
certain  laps  de  temps,  non  indique  par  l'auteur.  Mainte- 
nant, la  2e  periode  dure  794  ans  et  finit,  elle-meme,  en  une 
annee  Ce-tecpatl.  Ici,  le  calcul  est  tres  juste;  si  une  periode 
de  794  ans  debute  par  Ce-acatl,  on  aura,  de  nouveau,  cet 
hieroglyphe  en  l'annee  780,  et  par  consequent,  a  la  fin, 
c'est-a-dire  14  ans  plus  tard,  on  retombera  en  Ce-tecpatl. 
Cette  coincidence  est  une  nouvelle  preuve  a  invoquer  en 
faveur  de  la  legitimile  de  la  facon  de  voir  par  nous  enoncee 
plus  haul,  et  en  faveur  aussi  du  bien  fonde  de  l'hypothese 
de  l'abbe  Brasseur,  lequel  reconnait,  nous  l'avons  deja  dit, 
dans  les  nombres  du  Vaticanus  le  total  des  annees  ecoulees 
depuis  le  debut  de  chaque  age  jusqu'a  celui  de  la  periode 
actuelle.  II  ne  se  serait  trompe  que  dans  le  point  de  depart 
a  assigner  a  cette  derniere. 

En  revanche,  aucune  annee  n'est  marquee  pour  la  fin 
du  3r  age  qui  ne  dure  que  deux  ans.  Ayant  commence  en 


.'{3  DES    AGES    OU    SOLEILS.  41 

Ce-tecpatl,  il  a  du  forcement  prendre  fin  en  Yei-tochtli 
(3  lapin).  Le  4e  age  qui  debute  en  Yei-tochtli,  dure  4008  ans 
et  on  le  fait  finir  en  Ce-calli.  Ici,  le  calcul  ne  se  trouve  plus 
exact.  Si  une  periode  commence  par  Yei-tochtli ,  Ton  aura 
au  bout  de  4008  ans,  non  pas  Ce-calli,  mais  bien  Chicome- 
tochtli  (7  lapin),  et  il  faudrait  7  annees  encore  pour  en  reve- 
nir  a  Ce-tochtli.  En  presence  de  difficultes'  de  cette  nature, 
Humboldt  avait  pense  se  pouvoir  tirer  d'affairc  par  une 
hypothese  qu'il  semble  juger  de  nature  a  s'appliquer  mume 
au  Vaticanus.  II  conviendra,  dit-il,  de  tenir  compte  des 
periodes  intermediaires  qui  se  sont  ecoulees  entre  la  fin 
d'un  age  et  le  commencement  du  suivant. 

Si  nous  adoptons  ce  point  de  depart,  il  suffira  d'admettre 
qu'un  intervalle  de  quelques  annees,  en  comptant  cclle  du 
grand  ouragan,  separe  les  deux  ages  et  qu'elles  ne  sont 
point  comptees  par  l'auteur  mexicain.  Alors  la  4*  periode 
commence  en  li-tochtli  et  au  bout  de  4008  ans,  Ton  a  effec- 
tivement  une  annee  Ce-calli. 

Nous  reconnaissons  tout  ce  qu'une  pareille  explication 
presente  d'ingenieux.  Nous  verrons,  en  effet,  cette  theorie 
des  epoques  intermediaires  ou,  suivant  l'expression  indi- 
gene, des  annees  qui  seperdent,  generalement  admise  par 
les  sages  de  la  Nouvelle-Espagne ,  aussi  bien  que  par  ceux 
de  Tlnde.  Les  documents  memes  qui  ne  les  mentionnent  pas 
expressement,  semblent,  ainsi  qu'il  sera  dit  plus  loin,  en 
presupposer  l'existence.  Ajoutons,  enfin,  que  le  nombre  4, 
en  raison  de  son  caractere  eminemment  cabalistique,  pou- 
vait  parfaitement  figurer  dans  un  pareil  genre  de  comput. 

Tout  cela  est  fort  possible,  mais,  en  definitive,  les  rensei- 
gnements  fournis  par  la  peinture  mexicaine  sont  trop  concis 
pour  nous  permettre  de  decider  jusqu'a  quel  point,  dans  le 
cas  present,  1'hypothese  de  Humboldt  se  trouve  conforme 
a  la  realite  des  faits.  Elle  ne  semblerait  guere  compatible 
avec  le  langage  tenu  par  le  commentateur,  lequel  nous 
donne  les  differents  ages  comme  s'etant  suivis  sans  inter- 
valle. II  ne  faut  pas  toujours  juger  du  Vaticanm,  lequel, 


42  C0NGRES   DES   AMER1CANISTES.  34 

sous  certains  rapports,  presente  un  caraclere  si  original, 
par  les  autres  documents. 

Bornons-nous  a  faire  remarquer  que  le  scribe  semblo 
avoir  divise  i'histoire  cosmique  en  deux  periodes  bien  dis- 
tinctes,  comprenant  l'une  les  deux  premiers  ages,  et  l'autre, 
les  suivants.  Ges  deux  ages  du  commencement  se  trouvent 
unis  l'un  a  l'autre  d'une  facon  lout  a  fait  inlime.  Si,  par 
exemple,  le  premier  finil  en  une  annee  Acatl  et  un  jour 
Ocelotl  dont  les  hieroglyphes  marques  sur  noire  tableau 
par  les  numeros  13  et  14  occupenl  les  3*  et  4e  rangs  du  3e 
quint;  l'age  d'apres  se  terminera  en  une  annee  Tecpatl  el 
un  jour  Quiahuitl ,  parce  que  leurs  hieroglyphes  out  pour 
numero  d'ordre  18  et  19,  qu'en  consequence,  ils  arrivent 
juste  au  mume  rang  dans  le  4*  que  les  deux  precedents  dans 
le  3\  G'est  done  toujours  par  suite  du  mume  principe  que 
les  annees  de  ces  deux  premiers  ages  sont  additionnees  les 
unes  aux  autres,  de  manic- re  a  ce  qu'il  y  ait  correspondance 
parfaite,  au  point  de  vue  du  comput  cyclique,  entre  les 
epoques  ou  chacun  d'eux  se  termine.  Nous  donnerons,  du 
reste,  un  peu  plus  loin,  un  nouvel  exemple  de  l'etroite  cor- 
relation etablie  entre  les  deux  ages  du  commencement. 

Au  contraire,  lorsque  l'auteur  ou  plulot  le  commentateur 
passe  a  la  description  des  deux  suivants,  on  voit  tout  de 
suite  qu'il  ne  les  fait  plus  correspondre  d'une  facon  aussi 
nette  l'un  avec  l'autre,  non  plus  qu'avec  les  deux  ages  pre- 
cedents. II  se  permet  des  omissions  et  des  interversions. 
Ainsi,  Ton  ne  nous  dit  point,  par  exemple,  en  quelle  annee 
unit  le  3e  age.  Quel  rapport,  au  point  de  vue  du  classement 
numerique,  etablir  entre  le  jour  Ehecatl  (2*  des  jours  du 
mois),  ou  il  se  termine,  et  AU  qui  marque  la  fin  du  4*  &ge 
et  occupe  le  9'  rang  parmi  les  hieroglyphes  du  calendrier. 
II  nous  semble  done  fort  possible,  sinon  probable,  que  leurs 
annees  ne  soient  pas,  si  nous  osons  nous  servir  de  cette 
expression,  comprises  dans  la  memo  scrie  cyclique,  et  que 
Ton  fasse  debuter,  par  exemple,  le  4e  age  en  \l-tochtli,  sans 
s'inquieter  le  moins  du  monde  a  quelle  epoque  le  precedent 


35  des  ai;es  ou  solefls.  4.'> 

avail  pris  fin.  Inutile,  en  ce  cas,  de  recourir  a  l'hypolhese 
d'une  periode  intercalaire. 

Reste  maintenant  a  eludier  les  red  Is  du  Vaticunus  dans 
leur  relation  avec  Tensemble  de  la  symbolique  mexicaine. 
Les  peuples  de  la  Nouvelle-Espagne  semblables,  sur  ce 
point,  a  ceux  de  rExtreme-Orient,  faisaient  correspondre  a 
chaque  point  de  l'espace,  un  genie,  une  couleur  et  un  ele- 
ment particulier.  Leur  theologie,  aussi  bien  que  celle  des 
Bouddbistes,  admettait  memo  l'intervention  exclusive  d'un 
element,  comme  cause  de  la  fin  de  diverses  periodes  cosmi- 
ques.  Dans  leur  calendrier,  ainsi  que  dans  le  calendrier 
chinois  et  japonais,  le  meme  nom ,  le  meme  hieroglyphe 
servait  a  la  fois  pour  designer  une  annee  et  un  jour,  tandis 
que  les  mois,  eux,  avaient  des  noms  et  des  signes  speciaux. 
Enfin,  au  Mexique  et  au  Yucatan,  chacune  des  quatre 
lettres  dominicales  du  cycle  astronomique  se  trouvait  em- 
ployee pour  marquer  Tun  des  points  de  rhorizon.  On  a 
pretendu  contester  la  correlation  otablie  dans  la  vallee  de 
l'Auahuac,  entre  chaque  element  et  chacun  des  ages  du 
monde  (1);  mais  cette  facon  de  voir  qui  ne  s'etaye  sur 
aucun  argument  serieux,  nous  parait  suraboiidamment 
convaincue  de  faussete,  par  le  temoignage  unanime  des 
narrateurs. 

Quoi  qu'il  en  soit,  le  tableau  suivant  donnera  une  idee 
precise  du  systeme  de  symbolique  adopte  par  les  Mexicains, 
en  ce  qui  concerne  les  points  de  l'orizon  (2). 


(1)  M.  D.  Brinton:  The  myths  of  the  Kent  World,  chap,  mi  .  p.  215  (  New- 
York,  1868). 

(2)  Sahag-un:  Historia  general  de  fas  Cosas  de  Xuera  Espa'ia,  t.  ler,  lib.  7e, 
p.  253  et  257  (Mexico,  1830).— Des  eovlevrs  considtrtes  comme  sy  wholes  des  points 
d"  V horizon;  p.  159  et  suiv.  du  t.  vm  rles  Actes  d?  lo  Socie't/  philologiqite  (Pa- 
rip.  18"  . 


4i 


C.ONGRKS    D12S    AMERICANISTES. 


36 


Point 

de 

l'espace. 

Genie 
correspondent. 

Element 

auquel 

preside 

ce  dieu. 

Couleur 
corres- 
pondan- 
te. 

Hieroglyphe 

de  Tindiction 

correspondante 

avec  sa 

signification. 

Numero 

de 
Tindic- 
tion. 

SUD          Tonaciyohua 

Terre 

Bleu 

Tochtli 
Lapin) 

EST 

Tlalocanteuctli 

Eau 

Roupe 

Acatl 
(Canne,  Roseau^ 

11 

NORD 

Quetzalcoliuatl 

Ail- 

Jaune 

Tecpactl 
( Silex,  Obsidienne) 

111 

QUEST 

Xiuhteuctli 

Feu 

Vert 

Calli 
(Maison) 

IV 

Nous  voyons,  tout  d'abord,  les  quatre  elements  mis  par 
le  cycle  chronologique  en  rapport  avec  les  points  de  l'espa- 
ce, figurer  comme  causes  du  cataclysme  qui  termine  chaque 
age.  L'accord  apparait  sur  ce  point,  aussi  complet  que  pos- 
sible ,  et  la  theorie  cosmologique  nous  semble ,  de  la  facon 
la  plus  evidente,  inspiree  par  les  computs  du  calendrier. 
II  n'en  a  pas  ete  generalement  ainsi  dans  l'lnde,  ni  chez  les 
peuples  Bouddbistes,  et  voila  pourquoi  les  traditions  de 
l'Extreme-Orient  n'attribuent  qu'a  trois  elements ,  a  savoir 
le  feu,  l'eau,  et  l'air,  le  pouvoir  de  detruire  les  mondes.  En 
tout  cas,  la  dissemblance  qui  eclate  entre  les  theories  asia- 
tique  et  americaine  peut ,  ce  semble ,  etre  invoquee  comme 
un  serieux  argument  en  faveur  de  notre  maniere  de  voir. 

Ajoutons  que,  d'apres  le  Vaticanus,  quatre  genies  descen- 
dent,  tour  a  tour,  sur  terre,  comme  pour  presider  a  la  des- 
truction de  chacune  des  creations  sucessives.  Les  commen- 
tateurs  ne  nous  donnent  le  nom  que  de  deux  de  ces  deites, 
l'une  est  Xiuhteuctli,  litt.  «Seigneur  de  l'herbe»  le  genie  de 
l'element  igne,  l'autre  Matlalcueye,  l'epouse  de  Tlaloc. 


•  >  — 


DES    AGES    OU    SOLEILS.  45 


Cc  Xiuhteucili  preside  done  aii  meme  element,  et  dans  le 
cycle  astronomique  et  dans  la  serie  des  ages. 

Au  premier  abord,  il  semblerait  en  etre  tout  autremont 
pour  Matlalcueye ,  laquelle  descend  du  ciel  au  moment  du 
deluge.  Dans  le  calcndrier,  e'est  Tlalocan-Teuctli. qui  pre- 
side ;i  la  fois  a  l'eau  et  a  la  region  de  Test.  Toutefois,  le 
disaccord,  sur  ce  point,  pourrait  bien  etre  pins  apparent 
que  reel.  Tlalocan-Teuctli ,  litt.  « Seigneur  du  Tlalocan»  ou 
«  Paradis  terrestre»,  n'est,  pour  ainsi  dire,  qu'ne  simple 
epithete  de  Tlaloc,  dont  son  epouse,  Matlalcueye  ne  consti- 
tue,  apres  tout,  qu'une  forme  derivee  et  secondaire.  Dans 
la  mythologie  mexicaine  surtout,  les  deesses  n'ont  qu'une 
existence  bien  effacee,  et  leur  personnalite  se  confond  a 
peu  pres  completement  avec  celle  de  leur  epoux.  La  substi- 
tution de  Matlalcueye  a  Tlalocan-Teuctli  n'a  done,  en  fait, 
aucune  importance,  et  e'est  bien  reellement  Tlaloc  que  nous 
pouvons  considerer  dans  les  deux  documents  en  question, 
comme  le  patron  de  l'element  humide. 

Humboldt  qui,  cependant,  ne  parait  pas  s'etre  inquiete 
beaucoup  des  rapports  a  etablir  entre  les  donnees  de  la 
symbolique  astronomique  et  celle  des  periodes  cosmiques, 
if  en  reconnait  pas  moins  Quetzalcohuatl ,  le  dieu  de  l'air, 
•dans  le  personnage  dont  1'arrivee  precede  le  grand  ouragan. 
Ainsi  done,  sur  ce  point  egalement ,  parfait  accord  entre  la 
.symbolique  des  ages  cosmiques  et  celle  des  points  de  l'espace. 

Nous  venons  de  retrouver  deja  trois  de  deites  presidant 
a  ces  derniers,  et  il  n;en  manque  plus  qu'ne  pour  que  la 
liste  soit  complete.  L'on  peut,  par  analogie,  conjecturer  que 
.celle-ci,  qui  preside  a  la  fin  de  l'age  des  geants,  n'est  autre 
que  Tonaciyohua,  le  dieu  de  la  terre. 

Maintenant,  les  memes  deites  se  rapportant,  dans  les  deux 
cas,  a  des  elements  identiques,  se  doivent  forcement  trou- 
ver  en  correlation  avec  les  memes  points  de  l'orizon.  Par 
suite,  l'age  de  la  terre  repondra  au  Sud,  celui  du  feu  a 
l'Ouest,  celui  du  vent  au  Nord,  et  enfin,  l'age  de  l'eau  a 
POrient. 


46  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  38 

Nous  pourrions  done  resumer,  du  moins  en  grande  par- 
tie,  la  symbolique  cosmogonique  des  Mexicains,  an  moyen 
du  tableau  suivant: 


Norn  fie  l'tlg«. 

Numero 
rl'ordre 

de 
cet  ape. 

Deile  eorrespondante. 

Point 
de  I'espace 

corres- 
pondante. 

Age  de  la  terre. 

1 

Tonxciyohua. 

Snd. 

Age  du  feu. 
Age  de  Pair. 

2 

Xiuhteuctli. 

Ouest. 

3 

4 

Quctzalcoliuatl. 

Nord . 

Age  de  Veau. 

Matlalcueye. 
(Tlaloc). 

Est 

L'ordre  de  succession  des  points  de  I'espace  n'est  point 
ici  le  meme  que  dans  le  cycle  astronomique.  On  pent  memo 
ajouter  que  si  le  point  de  depart  est  identique,  la  region  du 
Sud,  les  divisions  de  l'liorizon  ont  subi  une  interversion 
complete,  quant  a  lenr  ordre  d'enonciation.  Ici,  en  elfet, 
on  debute  par  le  midi  pour  finir  par  Test,  tandis  que  la 
methode  ordinaire  consiste  a  passer  tour  a.  tour  du  Sud  a 
TOrient,  puis  de  la  au  Septentrion  et  enfm  a  l'Occident. 
Gela  prouve  que  si  les  deux  systemes  de  symbolisme  com- 
pares en  ce  moment,  olfrent  Tun  avec  l'autre  beaucoup 
d'affinites,  neanmoins  ils  possedent,  chacun  en  particulier, 
certains  caracteres  qui  lui  sont  speciaux.  G'est  ce  que  nous 
esperons  acbover  de  demontrer  tout  a  l'beure. 

Du  reste,  ne  pourrions  nous  pas  determiner  a  quelle  cau- 


30  DES    ACES    OU    SOLEILS.  47 

ses  est,  sans  doute,  due  l'interversion  que  nous  venous  de 
signaler?  Ge  point  de  symboliquc  americaine,  ne  serait-il 
pas  permis  de  Pelucider  par  la  comparaison  avec  la  sym- 
bolique  do  certaines  races  de  l'ancien  mondc?  M.  Brandis 
a  fort  bien  demontre  la  correlation  a  ctablir  cntre  les  sept 
sceaux  de  la  colt^re  divine  dont  parle  l'Apocalypse  et  les 
sept  deites  (1)  planetaires  de  la  Ghaldee.  Ajoutons  que  les 
quatre  premiers  de  ces  sceaux,  apres  la  rupture  de  chacun 
desquels  apparait  un  cheval  de  coleur  differente,  symboli- 
sent  visiblement  les  quatre  plages  de  l'Univers.  G'est  ce 
que  nous  croyons  avoir  etabli  dans  un  precedent  travail,  de 
facon  a  n'avoir  point  a  y  revenir  ici,  mais  on  remarquera 
que  ces  memes  regions  de  Tespace  ne  sont  pas  citees  par 
l'ecrivain  dans  l'ordre  d'enumeration  habituel.  Les  Semites 
debntent  d'ordinaire  par  l'Est,  considere  comme  la  region 
sacree  par  excellence,  puis  passent  de  la  au  Sud,  qui  est 
repute  la  plus  favorable  des  plages  de  l'Univers.  Enfin,  ils 
terminent  par  les  regions  nefastes  de  l'Ouest  et  du  Nord. 
Au  contraire,  dans  le  livre  de  l'Apocalypse,  nous  voyons 
figurer  en  premiere  ligne  le  cheva,l  blanc,  embleme  de  l'Oc- 
cident,  ainsi  que  l'attesle  la  couleur  de  son  pelage,  puis'  le 
coursier  rouge,  embleme  du  Midi,  et  le  noir  qui  marque  le 
Nord.  Enfin  arrive  en  dernier  lieu  le  cheval  jaune,  lequel 
represente  l'Orient. 

Le  motif  d'une  pareille  interversion  se  conroit,  du  reste, 
sans  peine.  La  prophetie  de  saint  Jean  avait  un  caractere 
eminemment  sinistre,  puisqu'elle  se  rapportait  aux  fleaux 
par  lesquels  le  genre  humain  devait  etrc  chatie.  G'etaient, 
par  suite,  les  emblemes  offrant  une  signification  nefaste 
qui  devaient  rtre  cites  en  premier  lieu  (2).  Le  scribe  du 


li    Brandis:  Die  Bedeutung  de?  Sieben  Thoren  Thelens,  2^  vol.  de  la  Revue 
Der  Hermes. 

{!)    Essai  s»r  la  symbolique  plane'taire  chrz  les  Semites ,  p.  390  et  399  du  to- 
me xt  de  la  Recue  de  liagaistique  et  de philologie  comparees  (Paris,  1878). 


48  CONGRES    DES   AMERICANISTES.  40 

c 

Vaticanus  sera,  sans  doute,  parti  d'un  point  de  vue  analo- 
gue. Les  destructions  successives  des  ages  du  monde  cons- 
tituaient,  a  coup  sur,  la  serie  d'evenements  la  plus  tragique 
que  Ton  put  rover.  G'est  ce  qu'indique  le  narrateur  d'uno 
facon  suffisamment  claire,  en  retournant,  pour  ainsi  dire, 
la  roue  de  calendrier  et  en  lui  faisant  suivre,  dans  son  recit, 
un  ordre  retrograde. 

Les  hieroglyphes  des  jours  auxquels  se  terminent  les 
cataclysmes  sont,  nous  l'avons  deja  fait  observer,  en  parfait 
accord  avec  le  caractere  de  Page  dont  ils  amenent  la  fin. 
Ainsi,  pour  Page  de  la  terre,  Ton  a  Nahui-Ocelotl  ou  4-tigre, 
probablement  parce  que  le  tigre  est  un  quadrupede  ,  un 
animal  vivant  sur  le  sol.  II  elait  tout  naturel  que  Ton 
assignat  pour  dernier  jour  a  la  periode  qui  se  termine  par 
une  pluie  de  feu,  celui  de  Naliui-QuiaJwitl  ou  4-pluie,  el 
celui  de  Nahui-Ehecatl  ou  «  4- vent »  a  Page  du  vent.  Enfin. 
Pepoque  du  delage  pouvait-elle  ne  pas  tomber  en  Nahui- 
Atl  ou  4-eau? 

Passons  maintenant  a  Petude  de  la  serie  des  animaux 
dans  leur  rapport  avec  chacun  des  ages.  Voila  encore  un 
point  sur  lequel  leur  symbolique  differe  notablement  de 
celle  du  cycle  chronologique.  Dans  ce  dernier,  nous  ne  vo- 
yons  figurer  qu'un  seul  animal,  le  lapin  ou  Tochtli,  pris 
comme  embleme  a  la  fois  du  Midi  et  de  la  terre,  sans  doute, 
parce  que  c'est  un  quadrupede  fouisseur.  Au  contraire,  cha- 
que  age  est  figure,  pour  ainsi  dire,  par  un  animal  particu- 
lier  et  dont  le  genre  de  vie,  le  caractere  zoologique  rappelle, 
en  quelque  sorte,  la  nature  du  cataclysme  qui  le  termine. 
Le  tigre  ou  Ocelot,  nous  l'avons  dit  deja,  et  en  fournirons 
plus  tard  de  nouvelles  preuves,  symbolise  la  lr*  periode, 
celle  du  soleil  de  terre;  puis  arrive  le  soleil  de  feu,  a  la  suite 
duquel  les  homrnes  se  changent  en  oiseaux.  Si  le  singe  ap- 
parait,  en  quelque  sorte,  comme  representant  du  3e  age,  de 
celui  du  vent,  c'est  que  cet  animal  se  trouve  a  la  Nouvelle- 
Espagne,  tout  comme  dans  l'lnde,  pris  d'ordinaire  comme 
symbole  du  vent.  Ce'te  particularite  tient,  sans  doute,  a 


41  DES   AGES   OU    SOLEILS.  4i> 

l'habitude  ou  sont  les  quadrumanes  de  vivre  sur  le  sommel 
des  arbres,  ct  pour  ainsi  dire,  dans  la  region  de  fair.  Enfin, 
il  etait  tout  naturcl  qu'au  moment  du  deluge,  les  hommes 
se  transformassent  en  poissons.  II  nous  reste  a  faire  ici  une 
observation  au  sujet  du  role  assigne  au  jour  4-Tigre,  com- 
me  marquant  la  fin  du  premier  age.  II  n'a  certainement  du 
etre  choisi  qu'a  cause  de  la  relation  que  Ton  voulait  etablir 
entre  1'hieroglyphe  du  jour  et  le  caractere  de  la  periode 
qu'il  termine.  Ge  que  nous  venons  de  dire  a  l'instant  ne 
saurait  laisser  subsister,  ce  semble,  aucun  doute  sur  ce 
point.  Nous  nous  trouverons  ici  en  contradiccion  formelle 
avec  Humboldt.  Ge  n'est  pas  a  cause  du  jour  Ocelotl  que 
Ton  fit  plus  tard  jouer  un  role  au  Tigre  ou  a  YOcelot,  dans 
la  destruction  de  la  premiere  generation  humaine,  mais 
bien,  au  contraire,  parce  que  YOcelot  ou  Tigre  mexicain 
etait  deja  pris  comme  embleme  de  l'age  de  terre,  que  celui- 
ci  est  cense  se  terminer  au  jour  en  question.  N'est-il  pas 
evident  que  le  choix  du  jour  Nahui-atl,  comme  etant  celui 
du  deluge,  dut  6tre  dicte  par  la  nature  m6me  du  cataclys- 
me,  et  que  ce  n'est  pas  h  cause  de  l'emploi  de  ce  m6me 
jour  que  Ton  imagina  le  cataclysme  precedant  la  creation 
actuelle?  D'ailleurs,  a  la  fin  du  monde  actuel,  les  hom- 
mes, nous  le  verrons  tout  a  l'heure,  devaient  aussi  perir 
.sous   la    dent   de    leurs   compagnes  metamorphosees   en 
■tigres,  et  Ton  ne  nous  dit  nulle  part  que  cet  acte  de  can- 
nibalisme   doive   necessairement    se    commettre  au   jour 
Ocelot.  Done,  ce  n'est  pas  1'hieroglyphe  qui  a  inspiro  la 
legende ,   mais  il  a,   au  contraire,    ete   choisi    a   cause 
d'elle. 

II  resulte  m&me  de  tout  ceci,  une  consequence  assez  cu- 
rieuse  et  qui  nous  montre  combien  la  symbolique  animale 
des  ages  du  monde  differe  de  celle  qui  etait  habituellement 
en  vigueur;  a  quel  point,  si  nous  osons  nous  servir  de  cette 
expression,  elle  presente  une  physionomie  originale.  Par- 
tout  ailleurs,  dans  la  symbolique  funeraire,  theologique, 
chevaleresque ,  chronologique,  l'Ocelot  ou  Tigre  repond  a 

TOMO   II.  4 

0    k 


50  CONGRftS    DES    AMERICANISTES.  i'.? 

l'Orient  (1).  Voila  pourquoi  cet  animal  est  qualifie  dans  le 
langage  emblematique  du  sacerdoce  mexicain,  de  Tlalocan- 
Ocelotl  «ou  Tigre  du  Tlalocan,  du  paradis  terrestre».  C'est, 
en  cffet,  a  l'Est  que  Ton  placait  le  Tlalocan.  Ici,  au  con- 
traire,  nous  le  voyons  mis  en  rapport  avecl'age  dela  Terre. 
Or,  nous  savons  que  l'element  terrestre  correspondait  au 
Midi.  II  est  vrai  que  Acatl,  hieroglyphe  de  l'annee  qui  ter- 
mine  le  Tlachitonethih,  est,  lui  aussi,  le  signe  de  l'Orient. 
Nous  verrons  tout  a  Theure  pour  quel  motif.  En  tout  cas, 
pour  representer  un  evenement  aussi  terrible  que  la  fin 
d'un  age  cosmique,  on  avait  naturellement  du  choisir  un 
animal  carnassier,  ct  voila  pourquoi  le  tigre  remplace,  dans 
le  cas  actuel,  le  lapin  ou  tochtli,  animal  d'ordinaire  affecte 
a  la  region  du  Sud.  Enfin ,  reste  a  examiner  la  liste  des 
annees  dans  lesquelles  se  produisent  les  crises  cosmiques. 
Ici,  nous  trouvons,  pour  ainsi  dire,  en  presence  d'une  sym- 
boliquc  speciale,  ct  differente  de  celle  que  nous  avons  <'"tu- 
diee  tout  a  l'heure. 

D'abord,  l'auteur  debute  par  l'hieroglyphe  de  l'Est  et  non 
du  Sud,  co  qui  semblc  en  contradiction  avec  l'usage  mexi- 
cain et  yucateque  de  commuueer  l'enumeration  des  points 
de  l'espacu  par  le  Midi,  considorc  ainsi  que  la  region  la 
plus  sacroe,  a  peu  pW'S  comme  l'Orient  chez  Semites.  Sans 
doute,  le  scribe  du  Vaticanus  estimait  que  l'annee  de  la 
crise  appartenait  plutot  a  l'age  commeneant  qu'a  celui  dont 
elle  marquait  la  fin.  D'un  autre  cote,  l'Orient  se  trouvant 
dans  l'ordre  d'enumcration  habituel,  cite  inmediatement 
apres  le  Midi,  Ton  en  arrivait  tout  naturellement  a  donner 
pour  caracteristique  ail  second  age,  celui  du  feu,  l'hiero- 
glyphe de  Acatl,  signe  de  l'Est.  Ici,  on  peut  le  dire,  le 
narrateur  ou  plutot  le  commentateur  met  completement  de 


1         /'•  s      iiinlUl'.  i'  Sijni  '■•  'ifjt'.t'li  'I'liiH  h  "V  relation  urn-  Irs: paints  de  Tt'SpllCC  c/lt  . 

let  .\i,iif,-iri(i,iK.  Voy.  Ri  "'  >>'<  i>hilologit>  et  d'etftnogrrqi/iic,  p.  *2s:i  et  suivantes 
•le  I'minrt!  lslT-7^.,— Salia^'nn:  Historic  general  de  l«s  Casus  >le  Xueta  Espava; 
1. 1,  liv.  vn.  p.  256  et  257.  Mexico,  lnyo. 


4H  DES    AGES   OU    SOLEILS.  51 

cote,  les  principes  de  symbolique  propres  a  la  theorie  des 
periodes  cosmiques  auxquels  il  s'etait  jusqu'alors  attache 
(l'une  facon  presque  exclusive,  pour  tenir  compte  surtout 
de  ceux  du  comput  astronomique.  De  la,  1  appareute  inco- 
herence de  son  recit.  Elle  resulte  forccment  de  la  fusion  de 
deux  elements  differents  et  meme  contradictoires  entre  eux. 
Voici  pourquoi  Acatl,  hieroglyphe  de  l'Est  et  de  l'element 
humide,  se  trouve  ici  en  relation  avec  l'age  du  feu ,  auquel 
il  semble  si  peu  convenir. 

Les  deux  premiers  ages  formant,  comme  nous  l'avons 
deja  dit,  une  sorte  de  serie  continue,  c'est  naturellement 
C<''-Tecpatl,  hieroglyphe  du  Nord,  qui  indique  ran nee  de 
la  catastrophe  separant  le  second  fige,  celui  du  feu,  du 
troisieme,  celui  de  l'air.  En  cffet,  dans  1'usage  habituel,  le 
Nord  se  trouvait  nomme  immediatement  apres  l'Est. 

Quelques  observations  doivent  etre  faites  au  sujet  des 
hieroglyphes  des  deux  demiercs  periodes.  Celle  de  l'eau  se 
termine,  nous  l'avons  vn,  en  l'annee  Cc-Calli.  On  ne  nous 
dit  point  en  quel  signe  arrive  l'annee  qui  met  tin  a  l'age 
de  l'air,  mais  Tochtli  etant  la  scule  des  lettres  d'indiction 
qui  n'ait  point  encore  figure  dans  le  recit,  nous  pouvons 
conjecturer,  sans  crainte  d'erreur,  que  cette  dite  annee 
doit  etre  Ce-tochtli. 

On  voit  que,  sous  le  rapport  du  groupement  des  annees, 
aussi  Men  que  sous  la  plupart  des  autres,  le  recit  en  ques- 
tion se  scinde,  pour  ainsi  dire,  en  deux  parties.  Dans  cha- 
cune  d'elles,  se  succedent  regulirrement  les  hieroglyphes 
d'une  region  faste  et  d'une  region  nefaste.  A  la  premiere 
appartiennent  ceux  de  l'Est  et  du  Xord,  a  la  seconde,  ceux 
du  Sud  et  de  l'Ouest.  De  plus,  si  nous  prenons  la  liste 
entiere  des  quatre  hieroglyphes  d'indiction  ,  Ton  verra  que 
l'auteur  semble  avoir  suivi  un  certain  ordre  dans  leur  enu- 
meration, ceux  des  regions  opposees  se  trouvant,  pour  ainsi 
dire,  places  en  regard  les  uns  des  autres;  ainsi  le  premier, 
c'est  le  signe  de  l'Est,  et  le  dernier,  celui  de  l'Occident. 
Quant  a  ceux  du  Nord  et  du  Midi,  ils  occupent  une  situa- 


52  congres  des  americanistes.  44 

tion  intermediaire.  Ceci  nous  donnerait  peut-(Hre  la  clef 
des  interversions  signalees  plus  haut.  L'expose  de  ces  don- 
nees  cabalistiques  parattra  peut-etre  d'un  interet  mediocre. 
Elles  n'en  avaient  pas  moins  leur  importance  chez  les  races 
aussi  soumises  aux  influences  hierartiques  que  l'etaient 
celles  de  la  Nouvelle-Espagne. 

Un  mot,  maintenant,  au  sujet  de  l'age  actuel.  On  ne  sait 
pas  trop  a  quel  element  il  pouvait  correspondre ,  les  quatre 
precedents  ayant  deja,  si  nous  osons  nous  servir  de  cette 
expression,  accapare  la  terre,  le  feu,  Fair  et  l'eau.  Rien, 
d'un  autre  cote,  ne  nous  permet  de  croire  que  les  Mexicains 
aient  songe,  comme  les  Brahmanes  de  l'lnde,  a  faire  un 
cinqui(ime  element  de  celte  mysterieuse  substance  appelee 
Ether.  Ne  conviendrait-il  pas  d'induire  de  la  qu'au  Mexi- 
que,  la  periode  presente  etait  simplement  consideree  comme 
formant  le  debut  d'un  nouveau  cycle  quaternaire? 

L'objeclion  que  Ton  tire  des  tenebres  qui  devaint  mar- 
quer  le  commencement  du  monde  actuel  ne  nous  semble 
d'aucune  valeur.  Nous  verrons  plus  loin,  en  effet,  que 
d'apirs  les  habitants  de  la  Nouvelle-Espagne,  tout  comme 
d'apres  les  Indous,  une  periode  d'obscurite  separe  la  fin  de 
chaque  age  des  debuts  du  suivant,  et  qu'alors,  le  soleil  et 
la  lune  se  trouvent  crees  a  nouveau. 

Ge  qui  nous  parait  decisif  en  faveur  de  notre  maniere  de 
voir,  c'est  que  lors  de  la  fin  de  chaque  cycle  de  cinquante- 
deux  ans,  les  habitants  de  TAnahuac,  s^attendant  a  une 
nouvelle  destruction  de  I'univers,  enfermaient  les  femmea 
dans  les  magasins  a  grain  et  leur  couvraient  le  visage  de 
masques  faits  en  fibres  de  maguey.  On  craignait  que  celles 
ci,  metamorphosees  en  tigres,  ne  vinsset  se  venger  sur  les 
hommes  des  injustices  dont  elles  avaient  pu  6tre  Tobjet. 
Ceci  nous  semble  veritablement  concluant.  L'age  actuel, 
tout  comme  le  premier  du  cycle  precedent,  etaient  done  les 
seuls  qui  dussent  voir  perir  le  genre  humain  sous  la  dent 
des  carnassiers,  et,  a  cet  egard,  ils  n'etaient,  pour  ainsi 
dire,  que  la  repetition  Tun  de  l'autre.  L'on  ne  nous  dit  pas, 


45  DES   AGES    OU    SOLEILS.  53 

il  est  vrai,  que  les  tigres  qui  devorerent  les  Quinames,  a 
la  fin  du  Tlatonatiuh,  ne  fussent  que  des  femmes  transfor- 
mers eu  animaux,  mais  on  aurait  quelque  lieu  de  presumer 
qu'il  en  dut  6tre  reellement  ainsi;  le  tigre  paraissant  avoir 
ete  au  Mexique  un  embleme  du  principe  humide,  terrestre 
et  feminin  (1).  Done,  l'age  actuel  n'est  que  le  renouvelle- 
ment  du  soleil  de  terre,  et  il  doit,  sans  doute,  comme  celui- 
ci,  etre  suivi  des  soleils  «du  feu,  du  vent  et  de  l'eau». 

Maintenant,  les  quatre  ages,  dont  parle  le  Vaticanus, 
avaient-ils  eux-m&mes  succed^  a  une  serie  innombrable  de 
cycles  anterieurs?  D'autres  periodes  cosmiques  devaient- 
elles  se  succeder  indefiniment  les  unes  aux  autres?  La  theo- 
rie  indoue  sur  les  perpetuelles  destructions  et  renovations 
des  mondes  avait-elle,  en  un  mot,  cours  au  Mexique?  C'est 
ce  que  la  penurie  des  documents  ne  permet  guere  de  deci- 
der aujourd'hui,  mais  ce  qui,  a  notre  avis,  ne  semblerait 
pas  fort  admissible.  Les  calculs  mythiques  des  Mexicains 
ne  depassent  guere  quelques  milliers  d'annees,'  et  s'appli- 
quent,  sans  aucun  doute,  uniquement  a  notre  Cosmos.  lis 
different,  sur  ce  point,  considerablement  de  ceux  des  In- 
diens.  Les  riverains  du  Gange,  en  effet,  supposant  la  ma- 
tiere  eternelle  et  infinie,  procedent  volontiers  dans  leurs 
computs  par  milliers  de  mondes,  par  millions  et  milliards 
d'annees.  Vraisemblablement,  ces  raffinements  etrangers  a 
la  donnee  primitive,  sont  dus  a  l'exuberante  imagination 
des  moines  bouddhistes,  et  la  tradition  des  habitants  de  la 
Nouvelle-Espagne  aura  conserve  davantage  sa  physionomie 
archai'que.  Ce  ne  serait  pas,  a  coup  sur,  le  seul  exemple 
que  nous  puissions  citer  de  faits  de  ce  genre.  Les  Mexicains 
pouvaient  parfaitement  admettre  un  nombre  restreint  de 
cycles  successifs  sans  en  faire  remonter  les  debuts  a  des 
myriades  de  siecles.  Nous  ne  voyons  meme  nulle  part,  que 
leurs  sages,  leurs  philosophes  aient  songe  a  agiter  la  ques- 
tion de  l'Sternite  de  Tunivers. 

(1)    M.  Angrand:  Lettre  h  M.  Daly  sur  les  antiquite's  de  Tiaguanaco. 
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54 


CONGRES   DES    AMERICANfSTES. 


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-i7  DES   AGES    OV    SOLEILS.  55 


2°.  Les  ages  d'apres  l'histoire  des  Soleils.  " 

Ge  precieux  document  fait  partie  d'un  manuscrit  designe 
par  l'abbe  Brasseur  du  uom  de  Codex  Chimalpopoca ,  dont 
l'original  est  depose  a  la  Bibliotheque  du  college  de  San 
Gregorio,  a  Mexico.  G'est  la  que  notre  savant  compatriote 
put  en  prendre  copie.  II  fut,  dit-on,  compose  par  un  ecri- 
vain  de  Quauhtitlan,  entre  les  annees  1563  et  1579,  et  ce 
serait  a  tort  que  Ton  en  voulut  faire  l'oeuvre  de  Don  Fernan 
de  Alva  Ixtlilxochitl.  Ge  Codex  contient,  pour  ainsi  dire, 
trois  ouvrages  absolument  independantes  les  uns  des  au- 
tres.  Dans  le  premier  redige  en  langue  nahuatle  et  qui  porte 
le  nom  special  de  « Historia  de  los  reynos  de  Gulbuacan  y 
Mexico, »  ou  plus  simplement  « Memorial  de  Culhuacan,» 
nous  trouvons  quelques  fragments  relatifs  a  la  Theorie  des 
ages.  Nous  ne  dirons  rien  ici  du  second,  lequel  traite  de 
matieres  absolument  etrangeres  au  sujet  qui  nous  occupe. 
Quand  au  troisieme,  l'abbe  Brasseur  lui  donne  le  titre  de 
«Histoire  des  Soleils, »  parcequ'en  effet,  on  y  trouve  un  re- 
cit  assez  detaille  des  divers  &ges  du  monde  et  des  crises  qui 
les  terminerent.  Gama  avait  deja  publie  une  traduction  de 
ce  recit  dans  sa  Description  de  las  piedras,  que  nous  regret- 
tons  de  n'avoir  pu  consulter.  Humboldt  en  cite,  a  son  tour, 
quelques  passages  et  met  l'ouvrage  sous  le  nom  Ixtlilxochitl. 
L'on  debutera  ici  par  l'etude  de  la  narration  contenue  dans 
l'«Histoire  des  Soleils. »  Elle  se  rapprocbe,  a  certains  egards, 
de  celle  du  Vaticanus,  et  plus  encore,  nous  le  verrons  tout 
al'heure,  du  recit  de  Motolinia.  D'un  autre  cote,  elle  differe 
trop  de  ce  rapporte  Ixtlilxochitl,  pour  qu'on  la  puisse  attri- 
buer  a  cet  auteur.  II  y  a  plus,  la  divergence  est  telle  entre 


(1)'  Abbe  Brasseur  de  Bourbourg1:  Histnire  des  nations  civilisr'es  d/t  Me.ri- 
que,  etc. ,  1. 1 ,  introd.,  p.  79.  Paris,  185". 


56  CONGRES    DES   AMERICANISTES.  48 

la  cosmogonie  de  l'histoire  des  Soleils  et  celle  des  rois  de 
Cualhuacan,  qu'on  ne  saurait  croire  ces  ecrits  dus  a  seul  et 
meme  personnagc.  On  y  reconnait,  ainsi  qu'il  sera  etabli 
plus  loin,  l'influence  d'ecoles  fort  diverses,  et  l'ecrivain  de 
Quauhtitlan  dont  parle  l'abbe  Brasseur  n'a  evidemment  joue 
dans  la  redaction  du  Chimalpopoca ,  que  le  simple  role  de 
copiste,  ou,  tout  au  plus,  de  compilateur. 

Le  premier  cycle,  qui  dure  13  X  52  ou  676  ans,  se  trouve, 
d'apres  l'histoire  des  Soleils,  terminee  par  un  cataclysme 
designe  dn  nora  de  «Soleil  des  Tequanes,»  litt.  aMangeurs 
d'hommes  ou  tigres.»  EfFectivement,  nousdit-on,  c'est  le 
moment  ou  ces  animaux  auraient  ete  devores.  La  crise  en 
question  aurait  dure  dix  mois  mexicains  (de  20  jours  cha- 
cun),  puis  que,  comme  le  dit  le  manuscrit,  la  mine  defini- 
tive du  monde  arriva  «au  jour  Chicome-Malinalli  (7  liane),» 
juste  200  jours  apros  celui  du  debut.  Le  meme  document 
ajoute  que  13  annees  se  perdirent  encore,  a  la  suite  de  la 
destruction  des  Tequanes,  apres  quoi,  tout  fut  fine. 

A  cet  age  «des  tigres»  succede  celui  «du  vent,»  dont  la 
duree  est  de  7  x  52  ou  364  annees.  II  aurait  pris  fin  au  jour 
Nahui-Ehecatl  ou  4-vent.  «C'est  alors,  nous  dit-on ,  que  les 
»hommes  se  perdirent,  entraines  qu'ils  furent  par  le  ventT 
»et  ils  se  transformerent  en  singes.  Les  maisons,  les  bois, 
»tout  fut  enleve  par  le  vent.  L'annee  ou  ces  evenements 
»s'accomplirent  etait  celle  de  Ce-Tecpatl  ^l-silex).»  Du  reste, 
l'age  en  question  est  dit  egalement  celui  « de  Quetzal- 
cohuatl,»  honore,  ainsi  que  le  fait  remarquer  l'abbe  Bras- 
seur, sous  le  nom  d'Ehecatl,  en  qualite  de  dieu  du  vent  ou 
de  l'air.  Designe  par  cette  epithete,  il  est  cense  preceder 
l'orage  et  la  pluie  fecondante,  personnifies  eux-memes  par 
Chalchiuhtlicuye ,  litt.  «Japonde  Jade,»  epouse  de  Tlaloc  et 
deesse  des  eaux  (J). 


(1)    Abbe  Brasseur :  Monuments  antiques  du  tfexique,  rrc/terc/ies  si<r  les  mines 
do  Palri/rji'r  ,  chap.  Ill,  i>.  V). 


49  DES   AGES'OU    SOLEILS.  57 

L'ere  du  feu  ou  des  volcans  arrive  au  troisifcme  rang  et 
dure  6  X  52  =  312  ans.  Le  Soleil  de  cette  periode  est  attri- 
bue  a  Tlalocan-Teuclli ,  sous  le  litre  de  « Seigneur  des  re- 
gions inferieures,»  d'ordinaire  reserve  a  Mictlcui-Teuctli, 
litt.  «Seigneur  de  la  region  des  morts,»  le  Pluton  de  la  my- 
thologie  mexicaine.  L'abbe  Brasseur  donne  de  cette  substi- 
tution vraiemeht  etrange,  une  explication  que  nous  repro- 
duisons  ici  sous  toute  reserve.  Dans  le  Codex  Letellier,  nous 
dit-il,  les  regions  inferieures  se  trouvent  designees  du  nom 
de  «Bassin  de  Mictlan-Teuctli.y>  G'est  la  que  ce  dieu  aurait 
ete  precipite  du  ciel.  De  la,  son  identification  avec  Tlalocan- 
Teuctli  ou  Tlaloc,  de  dieu  des  eaux  (1).  Le  Codex  Letellier, 
en  effet,  semble  appliquer  a  l'Ocean  mume,  le  nom  de  «Bas- 
sin  de  Mictlan-Teuctli.n 

Voici,  au  reste,  en  quels  termes  l'histoire  des  Soleils  nous 
raconte  la  crise  qui  mit  fin  a  cet  age. 

«Or,  c'etait  Fannee  Ce-Tecpatl  (1-silex);  c'etait  le  jour 
» Nahui-Quiahuitl  (4-pluie) ,  et  Ton  vivait  pour  la  troisieme 
»fois  au  Soleil  Nahui-Quiahuitl.  Or,  les  hommes  furent 
»perdus  et  enveloppes  dans  la  pluie  de  feu  et  ils  furent  chan- 
»ges  en  oisons'. 

»Car,  le  Soleil  se  brula,  et  les  maisons  se  brulerent.  Or, 
»il  s'etait  passe  trois  cents  ans,  plus  doUze.  Et,  en  un  seul 
»jour,  tout  fut  detruit  par  le  feu,  et  au  jour  Chicome- 
y>Tecpatl  (7-silex),  seconsuma  toute  notre  substance  (ce  qui 
»etait  de  notre  chair). 

»Et  ceci  eut  lieu  en  l'annee  Ce-Tecpatl,  et  en  ce  seul  jour 
y> Nahui-Quiahuitl  (4-pluie) ,  les  enfants  (les  nobles)  furent 
»perdus.  Or,  jusqu'a  ce  jour,  on  les  appelle  encore  pipil- 

A  la  suite  de  cette  pluie  de  feu,  qui  rappelle  un  peu  celle 
dont  parle  la  Genese ,  a  propos  de  la  destruction  des  cinq 


(1)    Abbe  Brasseur:  Rec/ierc/tes  sur  lea  mines  de  Palenque,  chap,  v,  p.  58  'en 
note}. 


58  C0NGRES    DES    AMERICAN1STES.  50 

cites  maudites  de  la  Pentapole  (1) ,  arrive  rage  de  l'eau.  II 
precede  immediatement  l'ere  actuelle.  Voici  la  traduction 
textuelle  du  recit  que  nous  fait,  a  cepropos,  l'annaliste 
me.xicain  (2). 

«Celui-ci  est  le  Soleil  appele  Nahui-atl  (4-eau).  Or,  l'eau 
»fut  tranquille  pendant  quaranle  ans;  plus  douze,  et  Ton 
»vivait  pour  la  troisicme  et  la  quatrieme  fois.  Lorsqu'arriva 
»le  Soleil  Nahuai-atl,  il  s'etait  passe  quatre  cents  ans,  plus 
»deux  siecles,  plus  soixante  et  seize  ans.  Alors,  tous  les  hom- 
»mes  furent  perdus  et  noyes,  et  se  trouverent  changes  en 
»poissons.  Le  ciel  se  rapprocha  de  l'eau.  En  un  seul  jour, 
»toutse  perdit,  et  le  jour  Nahui-Xochitl  (4-fleur)  se  consuma 
»toute  notre  chair. 

»Et  cette  annee  etait  celle  de  Ce-calli  (1  maison) ,  et  le 
»jour  Nahui-atl,  tout  fut  perdu.  Les  montagnes  meme  s'abi- 
»merent  sous  l'eau.  Et  l'eau  demeura  tranquille  pendant 
»cinquante  deux  printemps. 

»Or,  sur  la  fin  de  l'annee,  Titlahuan  (surnom  de  Tezca- 
TtlipocaJ  avait  prevenu  Nata  et  son  epouse  Nena  disant: 
»Ne  faites  plus  de  vin  d'agave  (OctliJ  (3),  mais  mettez  vous 
»a  creuser  un  grand  cypivs  chauve  ( Ahuehuetl) ,  et  vous 
»y  entrerez,  lorsqu'au  mois  Tozontli,  l'eau  se  rapprochera 
>>du  ciel. 

»Alors,  ils  y  entrerent ,  et  lorsque  (Titlacahuan)  en  eut 
»fermu  la  porte,  il  dit  a  (Nata):  Tu  ne  mangeras  qu'une 
«seule  gerhe  de  mais,  et  ta  femme  aussi. 

»Mais,  des  qu'ils  eurent  cesse,  ils  sortirent  de  la,  et  l'eau 
»demeurait  tranquille,  car  le  bois  (la  barque)  ne  remuait 
»plus,  et  l'ouvrant,  ils  commencerent  a  voir  les  poissons. 


(1)  Ge'aese,  chap,  xix,  vers.  21. 

(2)  Abbe  Brasseur:  Histnire  des  nations  civilisees  du  Mexiqv.e,  etc. ,  t.  i  (pie- 
ces justificativesj. 

(3)  C'est  la  boisson   aujourd'hui  designee  dans  toute  l'Amerique  espa- 
gnole,  du  nom  Araucanien  de  Pulque. 


51  DES    AGES    OU    SOLEILS.  59 

»Alors,  ils  allumerent  du  feu,  en  frottant  des  morceaux 
»de  bois  et  firent  rotir  les  poissons.  Les  dieux  Citlalliuicue 
»et  Citlallalonac ,  regardant  aussitot  en  bas,  dirent  «Sei- 
»gneur  divin,  quel  est  ce  feu  que  Ton  fait  la?  Pourquoi  en 
»fumet-on  ainsi  le  ciel?» 

» Aussitot,  Titlacahuan-Tezcatlipoca  descendit.  II  se  mit 
»a  gronder,  disant:  Qui  fait  ici  ce  feu?  Et,  saisissant  les 
»poissons,  il  leur  faconna  les  fesses,  leur  arrangea  la  tote, 
»et  ils  furent  transformer  en  chiens  fChichimeJ.n 

Un  mot  maintenant  sur  la  chronologie  de  l'histoire  des 
Soleils.  Si  nous  additionnons,  les  uns  par  les  autres,  tons 
les  chiffres  qu'elle  nous  donne  pour  la  duree  de  chaque 
Age,  nous  obtenons  le  total  suivant: 

Duree  de  l'age  des  tigres.  52  X  1:1  ^  67(!  ans. 

—  ducataclysmequi 

le  termine 10 moisrte  20  jours  =200 jours. 

—  des  annees  inter- 

calaires lit 

—  de  l'age  de  vent. .  52  X ~  =  3J  1 

—  de  l'age  du  feu. . .  52 X 6,=  312 

—  de  l'age  del'eau..  400  +  200+76=676 

—  du  repos  des  eaux  40  +  12=  52 

Total 2.093  ans  +  200  jours  (10  mois  mexicains  . 


Nous  obtenons  done  une  duree  d'un  peu  plus  de  20  sie- 
cles  pour  l'espace  ecoule  depuis  les  debuts  du  premier  age 
jusqu'a  ceux  de  l'age  actuel.  En  quelle  annee  commence  ce 
dernier,  e'est  ce  que  l'auteur  ne  nous  dit  pas,  mais  ce  que 
nous  pouvons  peut-etre  deviner,  en  consultant  le  recit  de 
Motolinia,  inspire,  evidemment,  par  celui  de  l'histoire  des 
Soleils  et  qui  parfois  le  rappelle  j usque  dans  les  moindres 
details?  Or,  le  vieux  missionaires  fait  commencer  l'epoque 
presente  en  Fan  68  de  notre  ere.  G'est  a  peu  pres  vers  ce 
temps  que  le  mythique  Quetzalcohuatl  apparait  sur  les  ri- 
ves du  Sud-est  de  la  Nouvelle-Espagne  et  quelques  annees 
seulement  auparavant,  que  les  documents  indigenes  placent 


60  CONGRES   DES    AMER1CANISTES.  52 

les  plus  anciennes  migrations  connues  de  la  race  Nahuatl 
auJMexique.  Si  done,  nous  voulons  faire  concorder  les  da- 
tes de  l'auteur  indigene  avec  notre  mode  de  comput,  voici 
le  resultat  auquel  nous  arrivons. 


Debuts  du  premier  age en  l'an  2026  av.  J.  C. 

—  de  l'ftge  du  vent 1336 

—  del'agedufeu 972 

—  de  l'age  de  l'eau 660 

Epoquedu  deluge  etdebutadel'epoqueactuelle.  68  de  notre  ere. 

Duree  de  l'epoque  actuelle  jusqu'ace  jour de  68  a  1879  de  notre  ere  =  1811 


D'apres  Humboldt,  l'auteur  de  l'histoire  des  Soleils  qu'il 
declare,  mais  a  tort,  suivant  nous ,  n'etre  autre  qu'Ixtlilxo- 
chitl  n'assigne  a  ses  quatre  ages  qu'une  duree  de  109  indic- 
tions  plus  13  ans=  1417.  Elle  se  diviserait  ainsi: 

Pour  le  premier  age 13  X  52  =  676  ans. 

—  la  catastrophe  qui  le  termine..  13 

—  le  seconde  age 7  X  52  =  364 

—  le  troisieme  age 6X52  =  312 

—  le  quatrieme  age 1X52=  52 

II  y  a  dans  cette  facon  de  grouper  les  chiffres,  plus  d'une 
erreur  evidente.  D'abord  Humboldt  ne  tient  pas  compte 
des  200  jours  de  duree  de  la  premiere  crise.  II  faudrait  done 
augmenter  son  total  de  plus  d'une  demi-ann6e  et  compter 
14  ans  en  sus  des  indictions;  or,  14  n'elait  pas,  du  moins, 
autant  que  13,  un  nombre  cabalistique  chez  les  mexicains. 
En  second  lieu,  le  docte  allemand  fait  des  52  ans  du  repos 
des  eaux ,  la  duree  du  quatrieme  age ,  ce  qui  n'est  gueres 
conforme  au  langage  meme  du  scribe  indigene,  lequel  dis- 
tingue parfaitement  ce  petit  cycle  des  400  -f-  200  +  76  =  676 
annees  que  dure  reellement  la  periode  de  l'eau.  II  est  vrai 
que  Humboldt  supprime  absolument  ces  676  ans  lesquels 
font  neanmoins,  le  pendant  exact  de  ceux  du  premier  dge. 

Enfiu,  alxtlilxochitl,  ajoute  t-il,  dit  qu'il  y  a  eu  entre  la 
»premiere  catastrophe  et  la  seconde ,  une  espace  de  temps 


53  DES    Af.ES    OU    SOLEILS.  61 

»de  776,  mais  que  la  famine  qui  tua  les  geanls,  dura  13  ans 
»ou  le  X  d'un  cycle.j)  Le  savant  auteur  des  Monuments  des 
cordillieres  en  conclut  qu'il  convient  de  placer  entre  l'epo- 
que  de  ces  crises,  certaines  periodes  intercalaires  non  indi- 
ques  par  le  scribe  indigene.  Effectivement,  les  364  ans  du 
seconde  age  additionnes  aux  13  que  dure  la  premiere  crise, 
ne  donnent  que  377  annees,  et  en  il  resterait  399  pour  la 
duree  de  la  periode  intercalaire  non  indiquee.  Mais  a  ce 
raisonnement,  Ton  peut  faire  bien  des  objections  et  assez 
fondees,  ce  me  semble.  D'abord,  399  n'est  pas  un  de  ces 
nombres  cabalistiques'qui  figurent  seuls  ou  a  peu  pros  seuls 
dans  les  calculs  cosmologiques  du  Mexique.  11  ne  saurait 
d'ailleurs  resulter  ni  de  la  multiplication  ni  de  la  division 
d'aucun  de  ces  nombres.  En  outre,  l'auteur  indigene  a  bien 
eu  soin  de  nous  indiquer  la  duree  des  moindres  epoques 
intercalaires ,  puis  qu'il  fait  entrer  en  ligne  de  compte  jus- 
qu'a  une  periode  de  10  mois,  et  il  serait  etrange  qu'un  laps 
de  temps  de  pres  de  4  siecles  ne  se  trouvat  mgme  point 
mentionne.  Enfin,  aucun  document  a  nous  connun'assigne 
une  duree  de  plus  de  52  ans,  d'un  petit  cycle  mexicain,  a 
ces  dites  periodes  d'intercalation.  Ilvautmieux  reconnaitre 
ici  une  confusion  dont  se  sera  rendu  coupable  soit  le  trans- 
cripteur,  soit  plutot  Humboldt  lui-meme.  Omettant  les  676 
ans  du  quatrieme  age ,  il  en  borne  la  longueur  a  52  ans. 
Le  savant  allemand  ne  s'est  pas  doute  que  ces  52  annees  se 
doivent  additionner  avec  les  312  ans  de  duree  du  troisiemc 
age.  L'on  obtient  ainsi  364  ans,  nombre  egal  a  celui  des 
annees  du  seconde  age.  Maintenant ,  ces  deux  nombres 
ajoutes  Tun  a  l'autre  donnent  bien  les  776  annees  dont  parle 
l'ecrivain  mexicain.  G'est  qu'il  s'agit  ici  de  l'espace  ecoule 
entre  la  fin  de  la  crise  qui  termine  le  premier  age  ou  debut 
de  la  seconde  periode ,  et  la  fin  du  troisieme  age ,  non  de 
l'espace  compris  entre  la  fin  du  premier  et  celle  du  se- 
cond age. 

L'on  decouvre  sans  peine  par  quels  procedes  ont  ete  ob- 
tenus  ces  chiffres  des  annees  pour  chaque  periode.  Nous 


62  CONGRES    DES    AMER1CANISTES.  54 

avons  evidemment  affaire,  repetons-le,  a  des  nombres  pu- 
rement  astronomiques  on  cabalistiques,  et  n'ayant  gueres 
d'importance  au  point  de  vue  de  l'histoire  proprement  dite. 

676,  duree  des  annees  de  la  premiere  et  de  la  quatrieme 
periode  n'est  que  le  resultat  de  la  multiplication  l'un  par 
l'autre  des  deux  nombres  sacres  13  et  52.  De  plus,  312,  duree 
des  annees  de  l'age  du  feu,  ajoute  a  3G4,  nombre  de  celles 
de  la  periode  du  vent  nous  donne  encore  ce  meme  total  de 
676.  I/intention  de  1'auteur  nous  semble  ici  bien  claire- 
ment  indiquee.  Pourquoi  n'a  t-il  pas  assigne  une  duree 
egale  de  338  annees  a  chacun  des  deux  ages  en  question? 
G'est  que  338  ne  se  fut  prete  a  aucune  combinaison  astrolo- 
gique,  tandis  que  312  se  compose  de  52  X  4  -f- 104,  chiffre 
des  annees  du  grand  cycle  plus  364,  et  que  par  consequence, 
l'un  des  facteurs,  au  moins,  se  trouve  compose  d'elements 
ayant  tous  une  valeur  cabalistique.  Enfin  52  reparait  en- 
core applique  a  la  periode  du  repos  des  eaux  et  13  a  celle 
des  annees  intercalaires  qui  suivent  le  premier  cataclysme. 
On  voit  a  quel  point,  le  scribe  avait  l'esprit  preoccupe  de 
calculs  mystiques.  Quant  aux  10  mois  (de  20  jours  chacun) 
qui  marquent  la  duree  du  soleil  des  Tequanes,  ils  semblent 
d'une  explication  moins  facile.  Peut-etre  conviendrait-il  de 
les  decomposer  ainsi  13  X  13  =  169  -f  20  -f-  4  -f-  7.  Remar- 
quons-le,  en  eiTet,  si  le  7  apparait  moins  trouvent  employe 
dans  ces  sortes  de  computs  que  4,  13,  20  et  leurs  multiples, 
parfois  cependant  il  semble  bien,  lui  aussi,  revetir  un  ca- 
ractere  sacre.  G'est  ce  qui  sera,  du  reste,  etabli  plus  loin. 

Une  difficulte  se  presente  ici  et  toujours  a  propos  de  la 
concordance  du  signe  d'annee  avec  la  duree  chronologique 
de  chaqne  periode.  Si  le  terme  de  Tage  du  vent  arrive  en 
Ce-tecpactl,  cclui  de  l'ere  du  feu  qui  lui  est  posterieure  de 
312  ans  finira  juste,  ainsi  que  l'indique  l'ecrivain  indigene, 
au  debut  d'une  autre  annee  marquee  du  meme  signe,  puis- 
que  312  forme  un  multiple  de  52. 

Par  la  mSme  raison ,  le  deluge  qui  succede  a  la  pluie  de 
feu  apres  un  intervalle  de  676  ans  devra  commencer,  lui 


55  TIES    AGES    OU    SOLEILS.  63 

aussi,  en  Ce-tecpatl.  Or,  le  redacteur  dc  l'histoire  des  Soleils 
le  fait  debuter  en  Ce-Calli. 

Serait  ce  ici  le  cas  de  recourrir  a  Fhypothese  emise  par 
Humboldt  et  d'intercaler  eritre  les  deux  ages  en  question, 
une  periode  de  13  ans  dont  le  scribe  n'aurait  point  fait 
mention?  Dans  ce  cas,  l'age  de  l'eau  debutant  en  Ce-Calli, 
devait  forcemcnt  finir  au  raf,me  signe,  apres  un  intervalle 
de  670  ans,  et  la  fabuleuse  chronologie  de  l'histoire  des 
soleils  se  trouverait  allongee  de  13  annees.  Devons  nous 
admettre,  au  contraire,  ainsi  que  nous  Favons  fait  pour  les 
computs  du  Vaticanus,  que  la  periode  de  Page  de  l'eau  etait 
considered  comme  parfaitement  independante  des  periodes 
anterieures  et  que  le  narrateur  l'a  fait  commencer  sous  le 
signe  qui  lui  convenait,  sans  ce  preoccuper  de  la  question 
de  concordance  chronologique,  ni  des  dates  anterieures? 
En  l'absence  de  renseignement  precis,  laissons  le  choix  a 
la  liberte  du  lecteur. 

II  vu  sans  dire  que  si  Ton  admet  ces  13  annees  interca- 
lates; si,  de  plus  on  interprete  le  texte  assez  obscur  de  l'an- 
naliste  Mexicain ,  dans  ce  sens ,  qu'il  y  eut  deux  epoques 
du  repos  des  eaux,  de  52  ans  chacune,  l'une  au  debut  de 
lage  de  l'eau,  l'autre  a  la  fin,  alors  la  chronologie  par  nous 
donnee  ne  sera  plus  exacte.  II  faudra  lui  ajouter  65  ans,  et 
fair  commencer  le  premier  age  non  pas  2093  ou  plutot  2094, 
mais  bien  2159  annees  avant  le  debut  de  la  periode  ac- 
tuelle.  Le  necessite  d'une  telle  modification  nous  semble, 
au  reste,  plus  que  douteuse. 

Les  comparaisons  des  deux  recits  que  nous  venons  d'etu- 
dier  et  celle  des  tableaux  qui  y  sont  joints  permet  de  saisir 
d'un  coup  d'oeil,  ce  qu'ils  ont  de  commun  et  en  quoi  ils 
different.  E-videmment,  tous  les  deux  ont  ete  puises  a  une 
source  commune,  et  les  divergences  ne  portant,  pour  ainsi 
dire,  que  sur  des  points  de  details.  Peut-etre  meme  serait- 
il  possible  de  reproduire,  au  moins  dans  ses  lineaments 
principaux,  la  tradition  primordiale. 

Le  Vaticanns,  comme  l'histoire  des  Soleils,  met  en  rela- 


6^  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  56 

lion  chacun  des  4  ages  avec  Tun  des  4  elements  ,  et  une  di- 
vinite  speciale.  Les  crises  qui  terminent  ces  ages  se  trouvent 
amenees  par  des  causes  a  peu  pres  identiques.  Dans  l'un 
comme  dans  l'autre  de  ces  documents,  c'est  le  Soleil  de  Terre 
qui  ouvre  la  serie  et  le  deluge  qui  marque  la  fin  du  qua- 
trieme  age.  Les  jours  ou  eclatent  les  crises  sont  en  partie 
les  memes,  et  dans  ce  cas,  marques  du  m6me  signe  nume- 
rique,  le  chiffre  4.  La  descente  d'un  genie  sur  terre  parait, 
dans  les  deux  recits,  preceder  chacune  des  catastrophes  et 
une  fois,  au  moins,  nous  avons  affaire  a  une  deite  identi- 
que,  a  savoir  Quetzalcohuatl  dont  l'arrivee  coincide  avec  le 
•  grand  ouragan.  En  tout  cas  ,  les  m&mes  points  de  l'espace 
repondent  aux  memes  ages,  ainsi  qu'aux  memes  animaux. 
D'une  part  comme  de  l'autre,  les  hieroglyphes  des  annees 
des  crises  sont  egalement  precedes  du  m6me  exponent,  le 
chiffre  I  et  deux  d'entre  eux  se  trouvent  juste  en  correlation 
avec  les  memos  evenements,  a  savoir  Ce-tecpatl  avec  la  pluie 
de  feu  et  Ce-Calli  avec  le  deluge.  Dans  les  deux  ouvrages 
en  question,  les  signes  d'annees  ne  se  rapportent  pas  aux 
m6mes  points  de  l'espace  que  ceux  de  jours,  ni  que  ceux 
des  ages  dont  ils  indiquent  le  terme,  et  forment,  pour  ainsi 
dire,  un  systcme  de  symbolique  speciale.  Enfin,  pour  que 
la  ressemblance  se  manifeste  jusque  dans  les  plus  petits  de- 
tails, deux  fois  seulement,  nous  l'avons  deja  vu,  il  y  a  con- 
cordance  entre  l'hieroglyphe  de  l'annee  et  le  comput  astro- 
nomique,  et  cela  dans  le  Vaticanus,  tout  comme  dans  This- 
toire  des  Soleils.  Nous  parlerons  tout  a  l'heure  de  la  ques- 
tion de  chronologic 

.  D'un  autre  c6te,  les  divergences  bien  que  d'importanee 
moindre,  ne  laissent  pas  que  d'etre  nombreuses.  L'age  des 
volcans  precede  celui  de  l'eau  d'apr^s  le  Vaticanus.  et,  au 
contraire,  le  suit,  d'apros  l'histoire  des  Soleils.  Par  suite, 
l'ordre  de  correlation  avec  les  points  de  l'espace  ne  se  trouve 
plus  lout  a  fait  le  meme  dans  ces  deux  documents.  C'est  ce 
que  fera  aisement  comprendre  le  tableau  suivant: 


hi 


DES   AGES    OU    SOLEILS. 


65 


1 

Numero 
}   d'ordre 
desag-es. 

AGES  III 

MONDE. 

POINTS  DE  LESPACE  CORRESP 

D'apres 
le  Vaticanus. 

D'apres  l'histoire 
des  soleils. 

D'apri's 

le 

Vaticanus. 

D'apres 

l'histoire 

des  Soleils. 

I 

*  A.de  la  terre  (1). 

*  A.  de  la  terre. 

*  Sud. 

*  Sud. 

II 

A.  dufeu. 

A.  du  vent. 

Ouest. 

Nord. 

1       III 

A.  du  vent. 

A.  dufeu. 

Nord. 

Ouest. 

IV 

*  A.  de  Veau. 

*  A.  de  Veau. 

*  Est. 

*  Est. 

On  voit  que  le  redacteur  de  l'histoire  des  Soleils  procede 
en  enumerant  Tun  a  la  suite  de  l'autre,  les  points  de  l'es- 
pace  opposes,  le  Nord  a  la  suite  du  Sud  et  l'Est  apres  l'Occi- 
dent. 

Les  deux  documents  different  assez  notablement  en  ce 
qui  concerne  la  partie  chronologique.  lis  ont  nSanmoins 
cela  de  commun  que  leurs  calculs  cosmologiques  semble- 
ront  bien  modestes  en  comparaison  de  ceux  des  Indous  et 
des  peuples  Bouddhistes. 

Voyons  maintenant  les  divergences.  D'abord,  les  proce- 
des  cabalistiques  mis  en  ceuvre  par  l'auteur  de  l'histoire  des 
Soleils  pour  obtenir  des  dates  cosmiques  sont  bien  moins 
difficiles  a  determiner  que  ceux  de  l'auteur  du  Vaticanus. 
Sans  doute,  Ton  a,  ici  encore,  tente  de  les  dissimuler  un 
peu,  et  il  faut  quelqu'attention  pourparvenir  a  reconnaitre 
quelle  a  ete  la  veritable  idee  du  scribe.  D'abord ,  le  chiffre 


(1)    L'aste'i'isque  marque  les  concordances  des  deux  recits. 

TOMO  II. 

0  5 


OG  CONGRES   DES   AMERICANISTES.  58 

52  figure  toujours  comme  l'un  des  termes  de  la  multiplica- 
tion dans  lc  comput.  Ainsi,  Ton  a  6  X  52  ans  pour  la  duree 
du  troisii'me  age,  7  x  52  pour  celle  du  second ,  mais  6  ne 
constitue  point  mi  nombre  sacro  et  7  ne  Test  que  dans  cer- 
tains cas  assez  exceptionnels.  Un  examen  plus  attentif  nous 
demontre  queles  deux  totaux  doivent  etre  additionnes  l'un 
a  l'autre.  De  la  sorte,  on  obtient  67G,  nombre  egal  a  celui 
des  premier  et  dernier  age  ,  C>76  lui-m&mc  n'etant  que 

52  x  13. 

Une  des  particularites  qui  distinguent  le  document  par 
nous  etudie  en  ce  moment,  c'est  l'admission  de  periodes 
intercalaires  ne  paraissant  appartenir  en  propre  en  aucun 
age.  Les  chiffres  a  elles  affectes  ont,  en  general,  un  carac- 
tere  franchement  cabalistique;  ce  sont  13  et  52.  Ceci  serait 
plus  douteux,  il  est  vrai,  en  ce  qui  coucerne  les  200  jours 
de  premiere  crise;  nous  avons  tente  deja  une  explication,  a 
ce  propos.  L'idee  des  dites  periodes  a,  sans  doute,  etc  sug- 
geree  par  les  nemontemi,  litt.  «inutiles»  ou  jours  comple- 
mentaires.  qui  terminaient  l'annee  ordinaire,  sans  apparte- 
nir a  aucun  des  20  mois.  C'est  pourquoi  on  les  regardait 
comme  nefastes.  L'on  donnait  aux  hommes  qui  naissaient 
pendant  ce  temps  la,  le  nom  de  Nemoquichtli,  litt.  «homme 
inutile »  et  aux  femmes,  celui  de  Nencihuatl,  litt.  «femme 
inutileo  et  ils  passaient,  suivant  Texpression  vulgaire,  pour 
nes  sous  une  malheureuse  etoile.  Les  monies  croyances  exis- 
taient  au  Yucatan  (1).  On  remarquera  que  notre  auteur 
reserve  le  nom  de  «Soleil»  a  la  crise  qui  termine  chaque 
age,  mais  ne  l'applique  point,  comme  font  d'autres  auteurs, 
moins  corrects  dans  leur  langage,  a  toute  la  periode  qui 
precede.  Ajoutons  qui  a  l'exemple  des  peuples  Bouddhis- 
tes,  les  Mexicains  admettaient  une  destruction  du  Soleil  et, 


(1)  Lanrta:  Relation  de  his  Cosas  de  Yucatan,  trail,  de  l*at>be  Brasseur, 
§  xxxiv,  p.  205,  Paris,  1861.  — Botturini:  Idea  de  una  nuem  historia  de  la  Ame- 
rica septentrional,  %  i,  p.  3,  Madrid,  171fi. 


59  DES   AGES    OU    SOLEILS.  07 

sans  doute  aussi,  dc  la  Lunc  a  la  fin  de  chaque  periode.  Cos 
astres  dcvaient  6tre  croes  a  nouveau,  au  debut  dc  la  periode 
suivante. 

Le  passage  ou  Ton  nous  represcnte  les  Tequanes  on  Ti- 
gres,  comme  ayant  etc  devores  a  la  fin  du  premier  age  no 
ilemanderait-il  pas  a  utre  rectifie?  II  y  a  \h;  pensons-nous, 
une  erreur  de  cOpiste,  car  il  nous  semble  beaucoup  plus 
dans  le  caractere  de  ces  carnassiers  de  devorer  les  homraes 
que  de  se  laisser  manger  par  eux.  D'ailleurs,  Motolinia, 
nous  le  verrons  un  peu  plus  loin,  fait  expressement  perir  la 
premiere  generation  humaine  sous  la  dent  des  animaux  eu 
question. 

Le  recit  du  deluge  offre  de  curieuses  coincidences  avec 
eclui  de  la  Bible  et  nous  ne  jugeons  pas  inutile  de  les  faire 
ressortir  avec  quelque  detail.  D'abord,  Nata,  le  No<';  de 
l'Anahuac  est  proven u  du  desastre  dont  le  monde  est  me- 
nace par  Titlahuan  ou  Tezcatlipoca  en  personne,  tandis  que 
Noe  dont  le  nom  ollVc  un  legere  analogie  avec  le  sien,  Test 
par  Jehovah  (I).  Or,  Tezcatlipoca,  malgre  son  caractere 
guerrier  qui  le  rapproche  un  peu  de  l'Odin  scandinave,  cons- 
titue  le  dieu  supreme  et  invisible  de  la  religion  Mexicaine, 
celui  dont  les  attributs  rappellent  le  plus  ceux  du  Tout 
Puissant,  du  Dieu  de  Moi'se.  Tezcatlipoca,  tout  comme 
Jehovah  prend  soins  de  clore  lui-meme,  l'arche  ou  coffre 
daiis  lcquel  son  serviteur  est  entre,  en  compagnio  soit  de 
se  femme  seule,  soit  de  toute  sa  famille  (2).  Ne  dirait-on 
pas  ce  detail ,  emprunte,  trait-pour  trait,  a  la  Genese?  Mais 
ce  n'est  pas  tout.  D'apres  la  Bible,  l'invention  du  vin  se 
trouve  en  relation  etroite  avec  le  deluge  et  la  sortie  de  l'ar- 
che, et  e'est  alors  que  le  restaurateur  du  genre  humain  se 
trouve  mal  d'en  avoir  fait  abus  (3).  Voila,  sans  doute, 


(1)  Ge'ntse,  cap.  vi,  vers.  xin. 

(2)  Ibid,  cap.  vn,  vers,  i,  xm  et  xvi. 

(3)  Ibid,  cap.  ix,  vers,  xx  et  xxi. 


68  CONGRES    DES    AMERICAN1STES.  GO 

pourquoi,  le  prudent  Tczcatlipoca  defend  a  Nata  et  a  son 
epouse,  prates  a  entrer  dans  leur  navire,  de  conlinuer  a  faire 
de  VOctli  on  vin  d'agave. 

Du  reste,  le  souvenir  de  l'ivresse  du  fils  de  Lemekh,  mele 
a  celui  d'autres  evenements  encore,  semble  se  retrouver 
dans  la  legende  mexicaine  concernant  Cuextecatl,  et  dont 
nous  n'avons  pas  a  nous  occuper  ici  (1).  L'auteur  indigene 
assigne  une  duree  de  40  ans'plus  12  au  repos  des  eaux  pen- 
dant laquelle,  sans  aucun  doute,  Nata  resta  enferme  dans 
son  coffre.  Or,  la  Bible  place  uu  intervalle  de  40  jours  entre 
le  moment  ou ,  par  suite  de  la  dccroissance  des  eaux,  le 
sommet  des  montagnes  commence  a  apparaitre  et  celui  ou 
Noe  ouvre  les  fenetres  de  l'arche  (2).  Les  regies  de  la  sym- 
bolique  Americaine  ne  permettant  gueres  a  l'auteur  de 
faire  du  chiffre  40,  un  nombre  cabalistique,  il  s'est  borne 
a  le  rappeler  comme  fesant  partie  du  cycle  de  52  ans.  L'Ato- 
natiuh  est  le  seul  cataclysme  a  propos  duquel  on  nous  fasse 
mention  du  mois  auquel  il  commenca.  Le  scribe  rapporte 
cet  evenement  au  mois  de  Tozontli  ou  Tozozontli  qui  parait 
corresponds  a  peu  pres  a  celui  d'Avril.  Or,  la  Bible  de- 
clare positivement  que  le  deluge  commenca  au  17*  jour  du 
2°  mois  de  l'an  GOO  de  la  vie  de  Noe.  Le  recit  Babylonien  con- 
serve par  Berose  se  rapproche  plus  encore  de  celui  de  This- 
toire  des  Soleils,  car,  des  deux  parts,  c'est  par  une  revela- 
tion que  le  dieu  supreme  annonce  au  juste  qui  doit  etre 
sauve,  en  quel  mois,  le  deluge  aura  lieu.  « Cronos,  nous 
»dit  Berose,  lui  apparut  (a  Xisuthrus)  dans  son  sommeil, 
»et  lui  annonca  que  le  15  (ou  suivant  une  autre  version) 
»le  5  du  mois  de  Dcesius,  tous  les  hommes  periraient  dans 
»un  deluge. »  Ajoutons  que  le  Cronos  n'est  autre  qu'Ilu,  le 
plus  grand  des  dieux  du  pantheon  Babylonien;  celui,  par 
consequent ,  qui  pouvait  le  mieux  etre  assimile  soit  au 


(1)  Hist,  des  nations  civilise's,  1. 1,  liv.  iv,  chap,  i,  p.  341. 

(2)  Ge'nese,  cap.  vin.  vers.  vi. 


61  DES    AGES    OU    SOLEILS.  09 

Jehovah  des  Hebreux,  soit  au  Tezcatlipoca  du  Mexique  (1). 

II  est  vrai  que  le  mois  ou  se  produit  le  grand  cataclysme 
ne  semble  point  6tre  le  m6me  dans  l'Anahuac,  et  chez  les 
Hebreux.  Le  Tozonlli  Mexicain  parait  correspondre ,  nous 
l'avons  deja  vu,  a  avril  ou  peut  tHre  a  mai ;  tandis  que 
d'apres  la  Genese,  la  chose  semble  aujourdd'hui  clairement 
demontree,  c'est  au  17*  jour  de  Marchesvan,  c'est  a  dire 
le"2  novembre  que  la  pluie  commence  a  tomber  et  que  Noe 
entre  dans  l'arche  (2).  La  concordance  serait  plus  frappanle 
avec  le  recit  Babylonien,  car  le  5  et  le  15  Dcesius  repon- 
drait  au  5  et  au  15  du  mois  chaldeen  Sivanu,  c'est  a  dire 
;'i  notre  20  mai  ou  a  notre  5  juin.  II  est  vrai  que  si  Ton 
reconnait  le  bien  fonde  de  la  correction  proposee  par 
M.  Lenormant,  et  que  Ton  admettre  une  erreur  du  copiste  ou 
du  traducteur  qui  aurait  indique  Sivanu  au  lieu  de  Kisilivu 
( novembre-decembre ) ,  la  date  Mexicaine  ne  se  rapporte 
plus  a  celle  des  Ghaldeens,  et  doit,  au  contraire  Stre  rap- 
prochee  de  celle  des  Hebreux.  Au  reste,  de  telles  divergen- 
ces entre  peuples  aussi  separes  par  le  temps  et  l'espace  que 
les  habitants  de  l'Anahuac  et  ceux  de  l'Asie  Occidentale  ne 
doit  nullement  nous  surprendre;  elle  peut  tenir  a  mille  cau- 
ses diverses  et,  en  particulier,  a  des  causes  climateriques 
ou  meteorologiques.  Le  fait  de  l'indication  du  mois  dans 
les  trois  documents  dont  nous  venons  de  parler,  n'en  reste 
par  moins  digne  d'etre  signale. 

Main  tenant,  la  prescription  faite  par  le  grand  dieu  du 
Mexique,  a  Nata  et  a  son  epouse  de  ne  a  manger  qu'une 
seule  gerbe  de  mais»  ne  semble  t-elle  pas,  en  quelque  sorte, 
une  parodie  des  instructions  de  Jehovah,  lors  qu'il  permet  a 
Noeet  ses  descendants, Pusaged'unenourriture  animale  (3)? 


(1)  Torquemada:  Monarq.  Indiana,  lib.  vi,  cap.  xx—  M.  Fr.  Lenormant: 
Essai  de  commentaire,  etc.,  de  Be'rose,  p.  63,  Paris,  18*71 . 

(2)  Essai  de  comment.,  p.  290. 

(3)  Ge'aese,  cap.  ix,  vers.  in. 
0  5  * 


70  COXGRES    DES    AMERICANISTES.  C2 

II  en  est  de  memo  pour  Ie  feu  allume  par  Nata  aiin  de 
rdtir  des  poissons  et  dont  la  fumee  semble  incommode  au\ 
immortels  et  a  Tezcallipoca  lui-meme.  Le  contraire  juste 
etait  arrive  au  restaurateur  du  genre  humain,  lors  que 
prenant  des  oiseaux  et  des  animaux  purs,  il  en  oifre  un 
holocauste  d'odeur  agreable  pour  l'Eternel  (1).  II  fallait 
bien  que  le  scribe  Mexicaiu  cut  une  connaissance  plus  ou 
nioins  directe  du  recit  de  la  Bible,  pour  le  travestir  ainsi, 
comme  a  plaisir. 

Nous  ne  nous  sommes  pas  cru  trop  temeraire,  en  admet- 
tant  une  parente  etymologie  possible  entre  le  nom  de  Nata 
ct  celui  du  Noe  hebrcu.  Peut-etre  serait  il  permis  d'aller 
jilus  loin  encore  et  de  rattacher  aussi  a  ce  dernier,  le  nom 
de  l'epouse  de  Nata,  ;i  savoir  Nena.  Phonetiquement,  il 
rapelle  tout  a  fait  le  nom  de  Nannacus,  roi  de  Phrygie  et 
contemporain  du  deluge,  d'apres  la  tradition  de  cc  pays. 
Mais  Nannacus,  comme  le  fait  observer  M.  Lenormant, 
qu'est  ce  autre  chose  qu'une  forme  redoublee  du  nom  de 
Noe  (2)? 

Notre  premiere  pensee,  c'avait  ete  de  voir  dans  l'auteur 
de  Thistoire  des  Soleils,  un  affilie  a  la  secte  des  Nagualis- 
tes.  Ges  fideles  du  vieux  polytheisme  Mexicain,  attaches  au 
culte  de  leurs  ancetres,  saisissaient,  on  le  sait,  toutes  les 
occassions  de  tourner  en  derision,  les  croyances,  pratiques, 
ceremonies  du  christianisme  (3).  Le  scribe  Mexicain  se 
serait  done  pen  a  defigurer  le  recit  biblique,  tout  eu  l'acco- 
modant  a  la  donnee  des  ages  cosmiques.  Les  quelques 
points  de  contact  tout  speciaux  qu'offre  sa  16gende  du 
deluge  avec  celles  de  la  Babylonie  et  de  la  Phrygie  ren- 
deut^nous  le  reconnaissons,  cette  opinion  peu  soutenable 


(1)    Ibid,  cai».  Tin,  vers,  xx  et  xxr. 

(2     M.  Fr.  Lenormant:  Essai  de  rouihieat..  etc.,  pages  280  et  281. 
(3)    Abbe  Braseur:  Hist,  des  nut.  rial.  t.  iv.  liv.  \vi.  chap,  vi,  i».  818  et  suiv, 
Paris.  1859. 


$3  DES   AGES   OU    SOLEILS.  71 

-et  il  faut  admettre  que  les  details  par  lui  fournis,  existaient 
deja  dans  la  tradition  indigene,  bien  avant  le  decouverte. 

M.  Maury  s'etonne,  et  non  sans  quelque  raison,  de  re- 
trouver  ainsi  «en  Amerique,  des  traditions  relatives  au 
»deluge  infiniment  plus  rapprochees  de  celles  de  la  Bible 
»et  de  la  religion  Chaldeenne,  que  chez  aucun  peuple  de 
wTancien  monde»  (1).  Sa  surprise  n'aurait  fait  que  croitre 
s'il  s'etail  donne  la  peine  de  comparer  le  mythc  de  Quetzal- 
•cohuatl  avcc  celui  de  l'lranien  Djemschid  (2),  l'histoire  de 
Votan  avec  celle  du  siamois  Phra-Ruang  (3) ,  etc.  Beau- 
€oup  de  legendes  de  Tancien  moiide  ont  passe  dans  le  nou- 
veau,  sans  qu'on  puisse  constater  aujourd'hui  leur  presence 
dans  les  regions  de  l'Extr6me  Orient,  d'oii  neanmoins,  elles 
parais^ent  avoir  passe  en  Amerique.  Quelle  cause  assigner 
a  ce  fait,  en  apparence  si  etrange?  Ne  serait  ce  pas  qu'a  la 
Chine,  au  Japon,  en  Tartarie,  la  predication  Bouddhique 
les  fit  tomber  en  oubli?  Le  race  cuivree  les  aura  reeues,  si 
non  avant  la  naissance  du  Bouddhisme,  du  moins  avant 
que  cette  religion  ne  se  fait  propagee  au  loin. 

Ce  trait  de  Tezcatlipoca  changeant  les  poissons  en  chiens 
(Chichime)  merite,  lui  aussi,  de  n'6tre  point  passe  sous 
silence,  et  semble  tout  allegorique.  Ces  Chichime  ainsi  que 
le  conjecture  l'Abbc  Brasseur  ne  seraient  ils  pas  simple- 
ment  ces  barbares  du  Nord,  connus  sous  le  nom  de  Chichi- 
meques  et  qui  fonderent  la  monarchie  de  Tezcuco?  Ce  nom, 


(1)    M.  A.  Maury,  art.  deluge  dans  V Encyclopedic  nouvellc. 

{2)  Djemschid  et  Quetzalco/iuatl,  t.  v  des  Actes  de  la  Sociele  philologiquc, 
page  203  et  suiv.  Paris,  1874. 

(3)  Le  My  the  de  Votan,  t.  n  des  Actes  de  la  Socie'te'  philologique ,  Alencon, 
1871.— Nunez  de  la  Vega:  Constituciones  diaecesanas  del  obispado  de  Chiappa, 
page  9  et  suiv.  Roma,  1702.— Cabrera:  Description  of  the  ruins  of  an  ancient 
■city,  etc. ,  p.  76. — Mor  Pallegoix:  Description  du  royaume  Thai  ou  Siam,  t.  I, 
page  61  et  suiv.  Paris,  1851.— M.  A.  Bastian:  Die  Vcelker  des  (Estlischen  Asien, 
tome  i,  p.  298.— Sir  A.  Phayre :  On  the  History  of  the  Burma  race,  dans  l'annee 
1868  du  Journal  of  the  Asiatic  Society  of  Bengal. 


72  CONGHES    DES    AMERICANISTES.  64 

Men  entendu  ne  leur  aurait  pas  ete  donne  par  des  popula- 
tions amies.  Mais  est  ce  done  la  premiere  fois  que  nous 
voyons  des  nations  recourrir  a  un  jeu  de  mots  pour  en  tirer 
an  sobriquet  qu'ils  appliquent  a  leurs  adversaires  ?  Les 
historiens  chinois  ont  bien,  par  une  legere  alteration  pho- 
netique,  transforme  le  nom  de  «Turk»  en  celui  de  Thiou- 
Kioue,  lequel,  dans  leur  langue,  signifie  «Chicns  inso- 
lents»  (1).  lis  avaient  pu,  a  la  verite,  etre  guides  dans  le 
choix  d'uue  telle  appellation  par  cette  circonstance  que  les 
Turks,  ainsi  que  diverses  autres  tribus  du  Nord  et  du 
l'Est  de  l'Asie  s'attribuaient  a  elles  memes,  une  origine 
canine  (2). 

Sans  doute,  les  Chichimeques  qui  apparaissent  sur  le 
plateau  d'Anahuac,  vers  le  xie  siecle  de  notre  ere  (3),  ne 
sauraient  passer  pour  contemporains  du  deluge;  mais  lors  . 
qu'il  s'agit  d'etymologies  populaires,  y  doit  on  regarder 
de  si  pres?  D'ailleurs,  on  sait  que  Motolinia  identifie  les 
Chicbimeques  primitit's  avec  les  Othomies,  et  ces  derniers 
pourraient  bien  avoir  ete,  comme  nous  avons  essaye  de 
l'etablir,  proches  parents  de  ces  Quinames  que  Ton  consi- 
derait  comme  aborigenes. 

Seul,  parmi  tous  les  auteurs  qui  ont  traite  de  la  doctrine 
des  ages,  celui  de  l'histoire  des  Soleils  indique,  a  la  fois, 
les  jours  ou  commencerent  la  plupart  des  cataclysmes  et 
ceux  oil  ils  prirent  fin.  Ces  derniers  sont  les  memes  que 
les  jours  donnes  par  le  Vaticanus  pour  l'epoque  des  crises, 
et  comme  eux  marques  de  l'exponent  4.  Quant  aux  seconds, 
ils  sont  marques,  soit  de  l'exponent  4  comme  dans  Nahui- 
Xochitl  soit  de  l'exponent  7;  citons  par  exemple  Chicome- 
Malinalli.  Ces  signes  de  jours  ne  fesant  point  partie  des 


(1)  Abel  Remusat:  Reclterches  sur  les  langues  tartares. 

(2)  M.  Oirard  de  Rialle :  Mtmoire  sur  I  'Asie  Ceulrale,  p.  89.  Paris,  1875. 

(3)  Torquemada:  Monarq.  Indian.,  lib.  i,  cap.  xxin ,  p.  51 ;  cap.  xxv,  p.  38$ 
cap.  xxi,  p.  47;  cap.  xxvn,  p.  51. 


05  DES   AGES    OU    SOLEILS.  73 

lettres  d'indiction  ne  figurent  pas  dans  le  coraput  ordinaire, 
quotidien  ou  annuel.  II  nous  est  difficile,  par  consequent 
de  dire  combien  de  temps  s'est  ecoule  entre  le  jour  de 
Nalmi-atl  et  celui  de  Nahui-Xochitl,  ni  par  consequent  ce 
qu'a  dure  le  deluge. 

Si  Ton  admet,  par  exemple,  tous  les  hieroglyphes  de  jours 
figurant  a  tour  de  role  parmi  les  signes  des  indictions  de 
13  jours  chacune,  il  faudra  12  indictions  de  13  jours  = 
156  -f-  4  jours  pour  tomber  de  Nahui-atl  en  Nahui-Xochitl. 
La  crise  diluvienne,  la  grande  pluie  aurait  done  dure  160 
jours  en  tout.  Dans  la  Bible,  l'eau  ne  tombe  que  pendant 
40  jours  et  40  nuits.  Au  moyen  du  meme  procede,  nous 
etablissons  que  la  pluie  de  feu  commencant  a  tomber  en 
Nahui-Quiahuitl  pour  cesser  en  Cfiicome-tecpatl^  s'est  pro- 
longed pendant  11  indictions  X  4  ou  147  jours.  Pour  l'age 
de  vent,  on  ne  nous  donne  qu'une  seule  date,  celle  de 
Nahui-Ehecatl,  laquelle,  sans  aucun  doute,  indique  le  jour 
oii  commenca  le  grand  ouragan.  En  effet,  il  n'y  a  que  les 
dates  initiales  des  crises  dont  l'hieroglyphe  se  trouve  en 
tin  rapport  naturel  avec  le  cataclysme  4ui-meme.  On  voit, 
du  premier  coup-d'ceil,  la  relation  qui  existe  entre  l'age  de 
l'eau  et  le  signe  Nahui-atl,  litt.  «4-cau»,  tandis  qu'ii  n'y  en 
ce  aucune  a  etablir  entre  ce  mSme  &ge  et  le  signe  final  du 
deluge  Nahui-Xochitl  (4-fleur).  Enfin,  l'auteur,  sans  de- 
signer le  jour  auquel  commenca  le  «Soleil  des  Tigres»  se 
borne  a  nous  dire  qu'il  precede  de  200  jours  celui  de  Chi- 
chome-Malinalli ,  lequel  termine  la  crise.  A  priori,  nous 
supposerons  que  ce  jour  initial,  pour  le  motif  indique  plus 
haut,  doit  forcement  etre  Nahui-Ocelotl  ou  «4-Tigre».  Ge- 
pendant  Ton  arrive  par  le  calcul,  a  un  resultat  different. 
Le  200"  jour  precedent  Chichime-Malinalli  e'est  evidemment 
5-Ozomatli.  Nous  ne  chercherons  pas  a  resoudre  cetle  diffi- 
culte.  Elle  ne  tient,  peut-6tre,  qu'a  l'ignorance  oil  nous 
sommes  de  la  facon  dont  se  doit  faire  le  comput  de  ces 
signes  de  jours.  Par  suite,  nous  entreprendrious  vainement 
aussi  de  le  faire  concorder  avec  celui  des  annees. 


74  CONGRES    DES   AMERICANISTES.  GO 

Eii  tout  cas,  Ton  roraarquera  ici  le  role  attribue  au  nom- 
bre  7.  Parfois,  nous  le  voyons,  en  eifet,  revStir  un  carac- 
tere  sacre,  chez  les  Mexicains.  Ainsi,  ils  donnent  le  nom 
de  Chicomoztoc  ou  «les  7  grottes»  au  pays  qui  fut  leur  ber- 
ceau  et  a  celui  ou  tomberent  du  ciel,  le  Tecpall  dont  les 
fragments  se  transformerent  en  heros  ou  demi-dieux  (1). 
De  la,  sans  doute,  l'erreur  de  Sabagun  qui  transforme  cetle 
mysterieuse  region  en  7  galeres  d'ou  seraient  sortes  les 
colonisateurs  de  la  Nouvelle-Espagne  (2).  Le  manuscrit 
Cakchiquel,  ou  memorial  de  Tecpan-Atitlan ,  redige  sous 
Finfluence  evidente  des  idees  Mexicaines,  parle,  de  son  cote, 
a  plusieurs  reprises  des  treize  tribus  des  sept  nations  (3). 
Peut-etre  convient-il  de  reconnaitre  en  toutceci,  un  souve- 
nir de  la  vieille  semaine  semitique,  souvenir  qui  semble  se 
retrouver  egalement  chez  quelques  tribus  du  Nord  (4). 

Le  Vaticanus  semble  avoir,  tour  a  tour,  choisi  pour  signe 
de  chacune  des  hieroglyphes  d'anuees  des  boulversements 
cosmiques,  l'une  des  4  lettres  dominicales.  Cette  regie  n'est 
pas  ties  scrupuleusement  observee  dans  Thistoire  des  So- 
leils.  Sans  doute,  les  annees  oii  arrivent  les  crises  ont  tou- 
jours  pour  hieroglyphe,  une  de  ces  4  lettres  dominicales; 
mais  la  liste  de  ces  dernieres  reste  forcement  incomplete, 
car  1'annee  Tecpatl  reparait  deux  fois,  d'abord  a  la  fin  de 
lage  du  vent,  puis  a  la  fin  de  celui  du  feu.  Cette  particu- 
larite  nous  induirait  a  voir  dans  les  recits  du  Vaticanus, 
une  forme  un  peu  plus  archai'que  de  la  vieille  legende  cos- 


(1)  Mendieta:  Hist,  eccles.  Indiana,  lib.  n,  cap.  xxxm,  p.  115.  Mexico,  187U.— 
Le  Mythe  d'Lnos,  p.  312  Ju  tome  iv  (6e  serie)  des  Annales  de  l'lulonophie  chre"- 
lieniie  (annee  1872;. 

l2)  Sahagun:  Historia  general  de  las  cosas  de  Xueva  Espana  (Introd.  al 
libro  i). 

(3j  Abbe  Brasseur :  Recherches  stir  les  mines  de  Palenque,  chap,  vn ,  pages 
72  et  73. 

(4)  M.  D.  Brinton:  The  national  legend  of  the  Chahta-Mnsho/tee  tribes,  p.  0 
et  suiv.  (Extr.  du  Historical  Magazine).  I\e\v-York,  1870. 


(SI  DES    AGES    OU    SOLEILS.  75 

mique  que  dans  ceux  de  I'Histoire  des  Soleils.  Ce  sont,  evi- 
demment,  les  donnees  du  symbolisme  cyclique  et  chronolo- 
gique  qui  ont  induit  les  Mexicains  a  fixer  a  4,  le  nombre  de 
leurs  grandes  periodes  et  a  placer  chacune  d'elle  en  relation 
avec  un  element  et  un  point  de  l'espace.  Or,  le  Vaticanus 
qui  fait  figurer  chacune  des  4  lettres  dominicales  correspon- 
dant  aux  points  de  Fhorizon,  semble,  sur  ce  point  du  moins, 
bien  plus  fidele  a  la  conception  primitive. 

La  duree  des  ages  s'y  trouve,  il  est  vrai,  pour  l'ensem- 
ble,  superieure  a  ce  qu'elle  est  dans  tous  les  autres  docu- 
ments, et  Ton  pourrait  nous  objecter  que  les  chiffres  exor- 
bitants  de  la  chronologie  fabuleuse  des  Indous  ne  furent 
obtenus  qu'au  moyen  de  calculs  successifs;  qu'a  l'origine, 
cclle-ci  offrait,  certainement,  un  caractere  beaucoup  moins 
fantastique. 


76 


CONGRES    DES    AMERICANISTES. 


68 


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69  DES   AGES   OU    SOLEILS.  77 

En  tout  cas,  le  Vaticanus  qui  fait  remonter  l'origine  des 
choses  a  cinquante  ou  tout  au  plus  a  cent  quatre-vingt  sie- 
cles  av'ant  l'epoque  actuelle,  ne  saurait  6tre,  sur  ce  point, 
compare  aux  livres  sacres  des  Bouddhistes  lesquels  prodi- 
guent,  pour  ainsi  dire,  les  siecles  par  myriades.  D'ailleurs, 
Motolinia  nous  l'allons  voir  a  l'instant,  semble  s'etre  inspire 
de  recits  tres  analogues  a  ceux  de  Fhistoire  des  Soleils,  ce 
qui  prouve  qu'ils  etaient  en  p4eine  vigueur,  a  l'epoque  de 
la  conquete.  Nous  ne  savons  point,  au  contraire,  le  moment 
ou  fut  redige  le  Vaticanus. 


3°.  Les  ages  cosmiques  d'apres  Motolinia. 

Le  vieux  missionaire  semble  avoir  puise  ses  renseigne- 
ments  aux  m6mes  sources  que  le  redacteur  du  precedent 
ouvrage,  et  son  recit  offre  avcc  celui  du  l'auteur  en  ques- 
tion, les  plus  frappanles  analogies.  Seulement,  on  y  cons- 
tate de  nombreux  retranchements ,  quelqucs  inversions 
dans  la  chronologie  des  ages  et  un  certain  nombre  de  ren- 
seignements  nouveaux,  dontquelques  uns  d'une  haute  im- 
portance (1).  II  vu  sans  dire  qu'en  cas  de  desaccord  entre 
Motolinia  et  le  scribe  Mexicain,  c'est  ce  dernier  que  nous 
tiendrons  en  regie  generale,  pour  le  plus  fidele  represen- 
tant  de  la  tradition  authentique.  II  devait  evidemment  etre 
fort  au  courant  des  affaires  de  son  pays ,  tandis  que  de  la 
part  du  pretre  espagnol,  on  ne  saurait  attendre  ni  la  mSme 
erudition,  ni  la  m6me  exactitude. 

Dans  Motolinia,  il  n'est  question  ni  d'epoques  interca- 
laires,  ni  des  jours  et  annees  ou  eurent  lieu  les  cataclys- 
mes,  ce  qui  rend  bien  plus  facile,  l'etude  de  sa  chronologie 
mythique.  Vraisemblablement ,  au  reste,  ses  maitres  indi- 


ct)   Motolinia:  Historia  de  los  Mexicanospor  sits  pintitras,  apud  Abbe  Bras- 
seur,  Recherches  sur  les  mines  de  Palenque",  cap.  v,  p.  53  et  suiv. 


78  C.0NGI1ES    DES   AMER1CAN1STES.  70 

genes  les  lui  auront  mentionnees,  rnais  il  aura  neglige  de 
le  rappeler. 

La  succession  des  ages  est  la  mi'rac  chez  noire  auteur  que 
dans  rhistoire  des  Soleils;  seulement,  il  y  a  une  interver- 
sion  pour  les  chiffrcs  indiquant  la  duree  de  chaqne  age,  et 
dont  nous  aurons  a  parler  tout  a  l'heure. 

II  a  deja  ete  question  plus  haut  du  service  rendu  par 
l'ecrivain  espagnol,  prusqu^il  nous  fait  connaitre  l'anncc 
precise  en  laquelle  certaines  traditions  indigenes,  fesaient 
debuter  l'epoque  presente.  Cela  dit  nous  pouvons  entrer 
en  matiere. 

Motolinia  donne  le  nora  de  «  periode  de  Tezcatlipoca  », 
au  premier  age  «parceque,  dit-il,  ce  dieu  ajouta,  pour 
»commencer  la  periode,  une  moitie  au  soleil,  qui  n'eclai- 
»rait  qu'a  demi,  et  se  fit  soleil,  a  la  suite  de  quoi,  il  crea 
»les  Qui  names  ou  geants». 

D'apres  Motolinia,  comme  d'apres  l'histoire  des  Soleils, 
la  duree  de  cette  periode  aurait  ete  de  67(!  ans.  Au  bout  de 
ce  temps  la,  Quetzalcohuatl  aurait  frappe  Tezcatlipoca  d'un 
grand  baton,  et  le  jetant  a  l'eau ,  se  serait  fait  soleil  a  sa 
place.  En  sortant  du  bain,  le  dieu  dechu  se  serait  transfor- 
me  en  tigre,  pour  aller  tuer  les  Quinames.  Le  missionaire 
ajoute  ces  paroles  que  l'Abbe  Brasseur  declare  a  peu  pres 
incomprehensibles,  quoi  qu'il  cherche  a  les  interpreter  par 
un  passage  de  Thistoire  des  Soleils.  «Et  ceci  ressemble  au 
»ciel,  parcequ'ils  discnt  que  la  vie  la  plus  longuc  descend 
»a  l'eau,  et  voila  comment  e'est  Tezcatlipoca,  et  ceci  est  en 
»memoire  de  lui. » 

L'idee  de  cette  substitution  de  Quetzalcohuatl  a  Tezcatli- 
poca a,  sans  doute,  ele  suggere  par  le  souvenir  des  luttes 
sanglantes  que  se  livierent  les  partisants  de  ces  deux  divi- 
nites,  pendant  le  periode  Tolteque.  Nous  ne  tirerons  pas  de 
ce  recit,  ainsi  qu^  l'Abbe  Brasseur,  la  conclusion  que  la 
rivalite  des  deux  cultes  remonte  au  dela  des  ages  histori- 
ques.  Rien  de  plus  marque  chez  les  vieux  chroniqucurs 
que  ce  penchant  a  transporter  dans  les  temps  antiques,  les 


71  DES    AGES    OU    SOLEILS.  70 

souvenirs  de  ceux  au  ils  vivent.  C'est  ainsi  que  nos  trouve- 
res  du  moyen-agc  font  partir  Charlemagne  pour  la  croisade, 
qu'ils  nous  parlent  du  personnage  qui  etait  cvrque  de  Je- 
rusalem sous  le  regne  de  David  et  de  Salomon,  etc. 

Motolinia  donne,  ainsi  que  VHistoire  des  Soleils ,  a  la 
seconde  periode,  le  nom  d'Age  de  Quetzalcohuatl ,  mais  il 
s'eloigne  des  donnees  transmise  par  ce  document,  en  ce 
qu'il  fait  durer  cette  mtoe  periode  67G  annees,  tout  comme 
la  precedente.  L'histoire  des  Soleils,  interpretc  plus  fidele 
sur  ce  point,  de  la  tradition  antique,  ne  la  fait  durer  que 
304  ans. 

Ensuite,  arrive  l'age  du  feu,  nommc  ici  «periode  de  77a- 
locan-Teuctlir>  que  l'auteur  qualifie  de  «dieu  des  regions 
inferieures».  Autant  que  nous  en  pouvons  juger  par  le  lan- 
gage  un  peu  obscur  de  l'Abbe  Brasseur,  Motolinia  assi- 
gnerait  a  cette  epoque,  une  duree  de  3fi4  annees;  c'est,  juste, 
celle  qu'attribue  l'histoire  des  Soleils  a  l'epoque  precedente. 
II  y  a  ici  une  inversion  dont  nous  n'hesitons  point  a  rendro 
Motolinia  seul  responsable. 

Enfin,  la  serie  des  anciens  ages  cosmiques  se  termine  par 
celui  de  l'eau.  Motolinia  le  designe  sous  le  nom  de  pe- 
riode de  Chalchiahlicue ,  cette  deite  etait  considere  comme 
le  genie  des  eaux  et  l'epouse  ou  Tune  des  epouses  de  Tlaloc. 
On  voit  que  les  dieux  cosmiques  ne  sont  pas  tons  les  m6mes 
dans  le  recit  de  Motolinia  et  dans  celui  de  l'auteur  prece- 
dent, ni  placees  toujours  dans  le  m&me  ordre. 

II  ressort,  nous  dit  l'Abbe  Brasseur,  des  calculs  faits  sur 
les  dates  du  livre  de  Motolinia,  que  le  deluge  et,  par  suite, 
Fere  actuelle  dateraient  de'l'annee  68  de  l'ere  chretienne. 
C'est  de  la  que  part  VOllin  Tonatiuh,  litt.  «Soleil  de  mouve- 
ment,  qui  se  meut»  lequel  dure  encore  et  doit  se  continuer 
jusqu'a  la  fin  de  Punivers  actuel.  Alors,  l'astre  du  jour 
disparaissant ,  le  monde  restera  enveloppe  de  tenebres, 
sans  doute,  jusqu'au  moment  d'une  nouvelle  creation. 

Le  duree  des  ages  d'apres  Motolinia  concorde  avec  celle 
de  l'histoire  des  Soleils,  abstraction  faite,  bien  entendu  des 


80  CONGRES   DES   AMERICAN1STES.  72 

periodes  intercalates.  Du  reste,  la  symbolique  des  nom- 
brcs  etant  la  mgme  exactement  dans  les  deux  recits,  nous 
n'aurons  pas  a  y  revenir  ici.  Void,  au  reste,  la  serie  chro- 
nologique  don  nee  par  l'auteur'esp.ignol. 

Age  de  Tezcatlipoca  (des  tigres) 676  ans. 

Age  de  Quetzalcohuatl  (du  vent) 676 

Age  de  Tlalocan-Teuctli  (du  feu) 364 

Age  de  Chalchiuhtlicuy6  (de  I'eau). . .  312 

Total 2028 

II  y  a  66  ans  de  moins  que  dans  l'Histoire  des  Soleils. 

4°.  Les  ages  cosmiques  d'apres  divers  auteurs. 

Jusqu'a  present,  nous  avons  vii  les  recits  unanimes  a 
faire  du  deluge,  le  quatrieme  et  dernier  cataclysme.  II  est, 
au  contraire,  cite  en  premier  rang  par  les  ecrivains  qui 
vont  suire.  Peut-etre  conviendrait-il  de  voir  dans  ce  fait, 
une  preuve  de  l'influence  exercee  6ur  lespeuples  suivant  le 
systeme  quifiaire,  par  ceux  qui  avaient  adopte  le  systeme 
quaternaire.  Nous  expliquerons  plus  loin  quels  motifs  nous 
poussent  a  adopter  une  telle  maniere  de  voir.  En  tout  cas, 
le  Soleil  de  Terrc  parait  toujours  ocuper  le  second  rang  dans 
les  legendes  dont  nous  allons  avoir  a  parler.  Cette  circons- 
tance  ne  suffirait-elle  pas  a  demontrer  que  dans  le  systeme 
originel,  la  priorite  etait  bien  accordee  a  ce  mSme  age  de  la 
terre  ou  des  tigres. 

Le  premier  document  dont-il  va  &tre  question  ici,  e'est 
VHistoire  chronologique  des  royaumes  de  Culliuacan  et  de 
Mexico,  lequel  fait  partie,  on  l'a  deja  dit,  du  Codex  Chimal- 
popoca.  Voici  en  quels  termes  s'exprime  le  narrateur  in- 
digene. 

«La  premiere  epoque,  apres  la  formation ,  est  appelee  du 


73  DES   AGES   OU   SOLKILS.  81 

i>jour  Nahui-Atl  (4-eau,  4-pluie),  Atonathth  (Soleil  d'eau). 
»C'est  alors  qu'eut  lieu  rinondation,  les  hommcs  ayant 
»flottO  commc  des  poissons.» 

L'Abbe  Brasseur  ne  nos  fait  point  savoir  quel  est  Tage 
qui  arrive  en  second  lieu.  La  comparaison  avec  le  recit  de 
Gomara  dont  il  va  etre  question  tout  a  l'heure,  tend  a  prou- 
vcr  que  c'est  le  Soleil  de  Terre  (1). 

A  propos  du  troisieme  age,  nous  lisons  ce  qui  suit: 

«  La  troisieme  epoque,  du  jour  Nahui-Quiahuitl  (4-pluie) 
»cst  appelee  Quiahtonatiuh  (Soleil  de  pluie).  Alors,  il  tornba 
»une  pluie  de  feu.  L'incendie  se  repandit  avec  une  pluie  de 
»cendres.  On  dit  que,  pendant  que  la  pierre  de  sable  se  re- 
»pandait,  on  voyait  aussi  bouillir  le  Tetzontli  (4mygdaloS- 
»de  poreuse),  et  se  former  les  rochers  de  couleur  rouge. » 

Les  phenomc'iies  indiques  offrent  un  caracture  bien  evi- 
demment  volcanique.  Le  Mexique  peut,  en  effett  si  nous 
■osons  nous  servir  de  cette  expression,  passer  pour  la  patrie, 
par  excellence,  des  volcans  et  il  n'est  pas  etonnant  que  les 
mythographes  de  ce  pays  leur  assignent  un  role  important 
dans  leurs  crises  cosmologiques.  L'Abbe  Brasseur  arrutant 
ici  ses  extraits  de  l'bistoire  chronoloqique,  on  pourrait  etre 
tente  d'en  induire  que  l'auteur  indigene  ne  partait  point 
d'un  quatrieme  cataclysme,  et  que  s'en  tenant  a  trois  ages 
seulement  d'ecoules,  il  avait  adopte  la  theorie  quaternaire. 
Demontrer  ce  qu'aurait  d'errone  une  telle  facon  de  v6ir, 
nous  semble  chose  facile.  Tous  les  ecrivains  qui  ont  adopte 
la  methode  quaternaire,  sans  exception,  admettent  trois 
crises  ayant  deja  boulverse  le  globe  et  dues  Tun  apres  l'au- 
tre,  a  Paction  de  la  terre,  de  l'eau  et  du  vent.  S'ils  different 
quant  a  l'ordre  a  assign er  a  chacune  de  ces  crises,  un  point 
•sur  lequel  nous  les  trouvons  unanimes,  c'est  que  la  des- 
truction par  le  feu  se  trouve  reservee  a  la  generation  ac- 
tuelle.  Or,  tel  n'est  pas  le  cas  pour  le  redacteur  de  l'his- 


(1)    Abbe  Brasseur:  Hist,  rfcs  mt.  civil.,  t.  i  (Piecesjustificatives  . 
tomo  n.  f. 

0  6 


82  congres  des  ameiucanistes.  74 

toirc  chronologique.  L'ere  du  feu  occupe  chcz  lui  lc  Lroi- 
sieme  rang  dans  la  serie  des  ages.  Done,  il  partageait  evi- 
demmenl  I'opinion  des  autcurs  dont  il  vient  d'etre  parle 
plus  haut  et  regardait  la  periode  actuelle,  comrae  ia  cin- 
quieme,  ou  plutot  comme  l'yge  do  la  Terre  du  second  cycle. 
Maintenant  quel  etait  Page  qu'il  considerait  comme  ayanl 
clos  ce  premier  cycle?  La  comparaison  avec  le  recit  de  Go- 
mara  nous  permet  de  conjecturer  que  ce  devait  etre  celui 
de  l'air  ou  du  vent.  Nous  n'insisterons  pas  sur  la  concor- 
dance qui  se  manifesto  entre  Fhistoire  chronologique  et  le 
Vaticanus,  pour  ce  qui  concerne  les  jours  auxquels  ecla- 
tent  les  crises.  Tous  deux  font  commencer  le  deluge  en 
Nahui-Atl,  la  pluie  de  feu  en  Nahui-Quiahuitl.  II  est  clair 
que  le  nom  meme  de  ces  jours  se  trouvant  en  rapport  in  ti- 
me avec  les  cataclysmes  qu'ils  amenent ,  les  recits  les  plus 
divergents  d'ailleurs,  doivent  tout  nalurellcmenl  tendre  a 
s'accorder  sur  ce  point. 

D'apres  Gomara,  cite  par  Humboldt,  quatre  ages  termi- 
ncs  chacun  par  un  cataclysme  se  seraient  ecoules  depuis 
l'epoque  de  la  creation  jusqu'aux  debuts  de  Fere  actuelle. 
«Le  premier  age,  nous  dit  Fauteur  espagnol,  se  pcrd  par 
»Feau ;  le  second  par  la  chute  du  Soleil  sur  la  Terre  (e'est 
»sans  doute,  l'agc  de  la  Terre  ou  des  ligres  des  documents 
»precedents) ;  le  troisieme  par  un  cmbrasement  general. » 
A  la  suite  du  quatrieme  Soleil  ou  Soleil  d'air,  lc  monde 
reste  28  ans  plonge  dans  les  tenebres.  Gomara  n'indique 
pas  combien  de  temps  ont  dure  chacune  de  ces  periodes,  et 
se  borne  a  reporter  le  commencement  de  l'age  actuel  a  858 
ailnees  avant  celle  oil  il  ecrivait.  Or,  la  premiere  edition  de 
son  livre  ayant  ete  donnee  en  1552,  cela  nous  amenerait  a 
Fan  694  de  J.  G.  De  tous  les  auteurs  a  nous  connus,  e'est 
celui  qui  assigne  a  la  periode  actuelle,  la  duree  la  plus 
courte.  II  faut  observer  que  cette  date  de  G94  pouvait  bieu 
se  rapporter  a  quelque  evenement  repute  important  de  Fhis- 
toire  des  Tolteques  proprement  dits.  D'apres  la  tradition,  ce 
peuple  aurait  paru,  pour  la  premiere  fois,  sur  le  plateau 


75  DES    AGES    OU    SOLEILS.  83 

d'Anahuac  en  Fan  648  do  notrc  ('re.  Les  dates  plus  ou  moins 
contemporaines  de  nofre  ere  so  rapporteraient,  au  contrai- 
re,  soita  L'arriveedes  compagnons  du  mythique  Grucumatz 
ou  Quetzalcohuatl  sur  les  rives  du  Tabasco  et  de  l'Uzuma- 
einta,  soit  aux  invasions  des  Totonaques ,  fondateurs  de 
Teotihuacan,  ou  des  premiers  Mixcohuas  dans  la  Nouvelle- 
Espagne.  Une  des  principales  causes  de  cette  confusion  cn- 
treles  ages  mythiqnes  et  les  evenements  de  l'histoire  reelle 
peut  bien  etro  la  suivante,  c'est  que  Mexicains  et  popula- 
tions du  Guatemala  prenaient  souvent  le  mot  do  «Soleil» 
ou  de  «jour»  comme  cmbleme  de  la  vie  policee,  des  debuts 
de  la  civilisation  ou  do  l'etablissement  a  poste  fixe  d'une 
tribu  d'emigrauts.  «  Le  jour  ne  lui  pas  encore, »  signifiait 
que  la  peuplade  est  encore  en  marche.  «L'aurorc  commence 
a  luire»  voulail  dire  qu'elle  s'est  fixee  au  sol,  qu'elle  a  com- 
mence a  se  regir,  avec  pleine  independance,  suivanl  son 
propre  regime  de  lois  poliliques  et  religieuses.  Les  rensei- 
gnements  fournis  par  Torquemada,  d'apres  Mendieta,  sont 
assez  peu  exacts.  II  est  facile,  du  reste,  de  determiner  la 
cause  des  erreurs  dans  lesqucls  est  tombe  le  vicux  mission- 
naire.  Voici  en  quels  termes  il  s'exprime  (1)  : 

«I1  y  a  eu  cinq  Soleils  dans  les  temps  passes,  pendant  les 
»quels  les  moyens  de  subsistance  et  fruits  de  la  Terre  fe- 
nsaient  defaut.  Aussi ,  les  homines  perirent-ils ,  obliges 
»qu'ils  etaient  de  se  nourrir  de  substances  malsaines.  Au 
»contraire,  le  Soleil  actuel  est  bon  et  toutes  choses  y  ont 
»prospere.» 

Evidemment,  Papotre  du  Mexique  entendant  parler  de 
cinq  ages  n'a  pas  songe  a  distinguer  ceux  qui  etaienl  deja 
ecoules  de  la  periode  contemporaine.  On  lui  aurait  raconte 
qu'a  la  fin  de  l'un  d'entre  eux,  les  hommes  etaient  morts 
de  faim.  II  en  aura  conclu  que  le  mc-me  fait  a  dil  se  repro- 


(1)    Toniuemada:  Momrquia  indiana,  t.  n,  liv.  vi,  cap.  xliv,  i>.  70.  Ma- 
rid,  im 


84  CONGRES   DES   AMERICANISTES.  7(i 

duire  pour  les  quatre  autres.  Maintenant,  comrne  il  fallait 
bien  donner  une  explication  de  ce  phenomeue  repete,  Tor- 
quemada  se  lire  d'affaire  en  accusant  rinfluence  maligne 
de  ces  Soleils  passes,  qui  ne  permettaient  pas  aux  recoltes 
de  venir  a  bien. 

§.    II.    SYSTEME    ORIENTAL. 

C'est  celui  que  nous  trouvons  generalcment  en  vigueur 
chez  les  peuples  qualifies  par  M.  Angrand,  de  Tetes-Plates, 
Orientaux  ou  nations  du  rameau  Floridien.  II  se  distingue 
du  precedent,  d'abord  par  l'admission  de  quatre  ages  seu- 
lement  au  lieu  de  cinq.  En  outre,  le  quatrieme  age  qui 
constitue  la  periode  actuelle  devait ,  dans  toutes  les  tradi- 
tions orientales,  invariablement  finir  par  le  feu.  Elom  ti 
Cab  pet,  litt.  «ce  monde  ou  cette  peninsule  destine  a  etre 
brule»  (1)  nous  dit  a  son  premier  verset,  la  prophetie  Si- 
bylline attribute  au  pretre  paien  Napuctum  qui  vivait  au 
Yucatan,  et  mourut  anterieurement  a  l'epoque  de  la  de- 
couverte. 

Ajoutons  que  cette  conflagration  de  Punivers  devait  tHre, 
d'apres  les  legendes  de  la  Nouvelle-Espagne ,  precedee  du 
retour  de  Quetzalcobuatl ,  lequel  punirait  les  coupables, 
precherait  une  nouvelle  forme  de  religion  et  unirait,  sans 
doute,  de  nouveau,  dans  ses  mains,  l'autorite  du  pontife  a 
celle  du  monarque.  On  voit  a  quel  point,  les  cfoyances  de 
ces  Orientaux  se  rapprochent  de  celles  de  nous  vieux  mille- 
naires.  Ces  derniers,  aux  aussi,  attendaient  un  second 
eVenement  du  Christ,  mille  ans  avant  la  fin  du  monde. 
Pendant  ce  temps  la,  Jesus  etait  appele  a  regner  sur  tous 
les  hommes,  comme  un  prince  temporel  regne  sur  ses  su- 
jets.  Toute  iniquite  devait  alors  disparaitre,  et  la  justice 
fleurir  dans  la  plenitude  de  son  eclat.  Aussi  les  el  us  ressu- 


(1)    Abbe  Brasseur:  Uanuscrit  Troano,  t.  n,  p.  103.  Paris,  1870. 


77  DES   AGES   OU    SOLEILS.  85 

cites  jouiraient   pendant    ces  dix  siecles  sur  cette   terre 
meme,  de  la  felicite  du  ciel. 

Les  autres  propheties  mayas  attributes  aux  pnHres  Nat- 
zin-Yabun-Chax,  Chilam-Calam  oil  mieux  Chilam-Balam 
et  Zicayan-Cauichen-May ,  renferment  des  allusions  bien 
claires  a  cette  reapparition  du  roi-pontife.  Le  premier  de 
ces  personnagcs  declare  a  ses  compatriotes  qu'alors,  ils 
devront  imudire  leurs  vieilles  divinites,  divinites  perissa- 
bles  et  faites  d'argile,  pour  adorer  «le  vrai  dieu,  le  monar- 
que  universel,  createur  de  tout  ce  qui  existe».  Le  second 
annonce,  pour  cette  epoque,  Tapparition  du  signal  de 
Hunab-Ku,  litt.  «Le  seul  saint,  le  seul  dieu»,  principale 
divinite  du  pantheon  Yucateque.  Ge  sera,  dit-il,  dans  son 
langage  enigmatique  «un  bois  descendu,  au  dessus  de  tous 
les  bois,  duquel  le  monde  en  tier  recevra  sa  lumiere.»  C'est 
alors  que  doit  perir  le  culte  6.'Itzamnu,  Itza  et  Tantun,  c'est 
a  dire,  tout  le  pays  maya  recevront  leur  «  seigneur  et  leur 
frere»,  ainsi  que  «les  hotes  barbus  venus  de  l'Orient»  par 
mer.  Enfin,  le  grand  prrtre  Nahau-pech  recommande  aux 
hommes  de  l'age  present,  «d'epier  Tarrivee  de  leur  sei- 
gneur et  maitre»  (1). 

Enfin,  ce  qui  est  assez  remarquable,  les  Totonaques  eux 
aussi,  honoraient  d'un  culte  tout  speciel,  une  de  leurs  dees- 
ses,  consideree  comme  epouse  du  Soleil,  et,  sans  doute, 
identifiee  a  la  Lune,  parcequ'elle  devait,  un  jour,  introduire 
une  forme  de  religion  nouvelle  et  plus  pure,  faire  cesser  les 
sacrifices  humains.  C'est  vraisemblablement,  cette  deite 
que  les  Totonaques  crurent  reconnaitre  dans  la  Sainte 
Vierge  dont  l'effigie  se  trouvait  brodee  sur  les  etendards 
des  soldats  de  Cortes  et  a  laquelle  ils  donnaient  le  nom  de 
Tecleciguata  (2)  ou  mieux  Teuctlisihuatl ,  litt.  «dame  sei- 
gneur, seigneur  feminin». 


(1)  Manuscrit  Troauo,  ubi  sitprft,  p.  105  et  suiv. 

(2)  Et  non  Tlatotacihuapitti,  litt.  «Grande  Dame,  reine,»  en  mexicain,  ainsi 
0  6   * 


81)  CONGRES    DES   AMERICANISTES.  78 

Quant  a  la  croyance  au  retour  de  Quetzalcohuall,  elle 
parait  avoir  ete  generale  a  la  Nouvelle-Espagne,  et  favorisa 
meme,  au  moins  dans  une  certaine  mesure,  l'etablisse- 
meut  de  la  domination  castillane.  Montezuma  reconnait  le 
demi-dieu  et  ses  compagnons  dans  Cortes  et  ses  soldats  (1). 
II  profite  meme  de  cette  circonstance  pour  inviter  les  grands 
de  son  Empire  a  se  soumettre  sans  Resistance.  Les  Tlax- 
calteques  semblent  s'etre ,  eux  aussi ,  laisse  guider  par  un 
raisonnemenl  analogue.  Les  habitants  de  Cholullan  et  des 
regions  avoisinantes  pretendirent  assimiler  le  R.  P.  Tor- 
quemada  avec  Queltzalcohuatl,  de  la  meme  facon,a  peu 
pros,  que  les  habitants  de  Lystra  voulaient  voir  dans  Saint 
Paul  et  Saint  Barnabe,  les  dieux  Jupiter  et  Mercure,  voya- 
geant  incognito  (2).  Enfin,  dans  ces  derniers  temps,  les  par- 
tisans de  l'infortune  Maximilien  s'efforcerent  de  gagner  des 
proselytes  a  leur  cause,  parmi  la  population  Indienne,  en 
rappelant  les  vieilles  propheties  concernant  le  prince  qui 
devait  arriver  par  mer,  des  regions  de  l'Orient. 

Les  anciens  ecrivains  espagnols,  tous  d'accord  a  identifier 
le  mythique  Quetzalcohuatl  avec  l'apotre  Saint-Thomas, 
n'ont  pas  manque  d'attribuer  une  origine  chretienne  a  ces 
diverses  propheties.  Sans  nier  que  quelqu'echo  de  nos 
livres  saints  ait  pu  arriver  jusqu'a  la  Nouvelle-Espagne, 
nous  ne  saurions  partager  une  telle  faeon  de  voir.  Lors- 
qu'on  les  etudie  un  peu  plus  en  detail,  ni  Tun  ni  l'autre 
des  deux  Quetzalcohuas  n'oifrcnt  reellement  la  physiono- 
mie  de  predicateurs  de  l'Evangile.  Quand  a  ce  «bois  des- 
cendu»,  a  ce  bois  mysterieux  dont  parlent  plusieurs  legen- 


que  le  suppose  M.  .lourdanet.  Voy.  Introd.  de  VHistoire  x<:ridiqi>e  de  hi  rt>»- 
'C'ctc  de  la  NourpJle-EspagHe  de  Bernal  Diaz,  chap,  xxxvi .  p.  ~9.  Paris,  187".— 
Mendieta:  Hist,  cedes,  indiana,  cap.  ix,  p.  89. 

1;     Tezozomoc:  ffistaire  d/'  Mrxiqve  ,trad.  de  Teraaux-Compans\  t.  n,  cha- 
pitre  cvii,  p. '23L  Paris,  1853.  —  Lett  res  de  Feruaud  Cortes  (trad,  de  M.  Vallec), 
chapitren,  p.  71.  Paris,  1879. 
(2)    Actes  des  (qtotres,  chap,  xiv,  vers.  10  et  suiv. 


79  DES    AGES    OU    SOLE1LS.  87 

des  indigenes ,  s'il  nous  rappele  un  peu ,  du  prime  abord, 
la  Sainte  Croix,  il  ne  faut  pas  oublier  non  plus  qu'il  joue 
le  plus  souvent,  comnie  embleme,  un  role  bien  plus  natu- 
raliste.  II  exprime  la  fecondite,  dans  son  sens  le  plus  ma- 
teriel (1).  Or,  Quetzalcohuatl,  considere  comme  genie  du 
vent,  se  trouve  en  relation  intime  avec  la  pluie,  source  de 
toute  fertilite. 

L'on  retrouvait,  egalement,  chez  les  indigenes  de  Haiti, 
une  tradition  analogue,  sous  plus  d'un  rapport,  a  celle  de 
.la  Nouvelle-Espagne.  Le  Pere  du  cacique  Guarionex,  ainsi 
qu'un  autre  roitelet  de  l'lle,  apres  avoir  jeune  cinq  jours, 
allerent  interroger  leur  idole,  sur  le  sort  reserve  a.  leurs 
peuples,  lors  qu'ils  seraient  morts.  La  fausse  divinite  leur 
repondit  que  des  hommes  barbus  et  dont  la  vaillance  serait 
irresistible,  viendraient  envahir  le  pays,  verser,  a  ilots,  le 
sang  de  ses  habitants  et  les  detruirc  enlierement.  Le  sou- 
venir de  cette  reponse  se  conservait,  dit-on,  dans  leurs 
Areytos  ou  chants  sacres  (2).  Suivant  toutes  les  apparences, 
cette  prophetie  avait  la  meme  origine  que  celle  des  Yucate- 
ques  et  Mexicains.  Naturellement,  les  ecrivains  espagnols, 
la  declarent  l'oeuvre  du  malin  esprit.  Avec  un  peu  de  bonne 
volonte,  n'auraient-ils  pu  la  faire  porter  aux  grandes  An- 
tilles par  Saint-Thomas  en  personne,  voyageant  sous  le 
nom  de  Quetzalcohuatl?  Cela  n'eiit  pas  beaucoup  allonge 
l'itineraire  du  saint  personnage. 

Nous  avons  dcja  etabli  ce  qu'il  faut  entendre,  au  juste, 
par  ces  mots  de  systemes  quaternaire  el  quinaire,  les  Orien- 
taux  fesant  du  quatrieme  age  (dernier  du  cycle),  l'epoquc 
presente,  tandis  que  d'apres  les  Occidentaux,  le  premier 


(1)  Abbe  Brasseur :  Hist,  des  not.  civil.,  etc. ,  t.  i ,  liv.  in ,  chap,  i ,  p.  202  (on 
note). 

(2)  Gomara :  Histoisc  generate  des  Lirfes  Occidcutales  (trad,  de  Funiee  ,  clia- 
pitre  xli,  p.  33.  Paris,  1589.  —  Mendieta:  Hist,  ecctes.  Indiana,  lib.  l,  cap.  vn, 
page  37. 


88  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  80 

cycle  se  trouvant  deja  ecoule  en  entier,  nous  en  etions  au 
premier  age  d'un  deuxiemo  cycle.  Les  traditions  du  sys- 
teme  quaternaire  serablent,  au  reste,  se  pouvoir  diviser  en 
deux  groupes  bien  tranches:  l8,  le  groupe  Chichimeque  qui 
ne  nous  est  connu  que  par  les  recits  d'lxtlilxochitl  et  dont 
la  theorie  cosmologique  se  rapproche  beaucoup  de  celle 
des  autres  narrateurs  Mexicains:  2°,  le  groupe  Centro-Ame- 
ricain  qui  se  distingue  par  cette  particularity,  qu'il  y  est 
surtout  question  des  destructions  et  renovations  de  l'huma- 
nite,  fort  peu  de  cataclysmes  ayant  boulverse  le  globe 
entier.  Nous  distinguerons  raome  dans  ce  dernier,  deux 
sous  groupes;  le  Guatemalien  dont  les  ages  semblent  encore 
caiques  de  plus  ou  moins  loin  par  ceux  des  Mexicains,  et 
le  Yucateque  dans  lequel  les  epidemies  jouent  en  partie  le 
role  reserve  a  d'autres  evenements  par  les  recits  anterieurs. 
Au  reste,  toute  cette  cosmologie  mythique  n'etait  evidem- 
raent  pas  aussi  populaire  chez  les  Orientaux  que  chez  les 
Occidentaux. 


1°.  Les  ages  mythiques  d'apres  Ixtlilxochitl.  (*) 

Bien  que  l'auteur  de  cet  ouvrage  habitat  TAnahuac  pro- 
prement  dit,  puis  qu'il  etait  de  la  famille  des  anciens  rois 
de  Tezcuco,  nous  le  voyons  suivre  le  systcme  assez  impro- 
prement  qualifie,  suivant  nous,  de  quaternaire.  II  affirme 
que  les  ecrivains  les  plus  distingues  du  temps  de  l'idola- 
trie,  parmi  lesquels  il  cite  Quetzalcohuatl  pour  l'epoque 
antique,  et  pour  l'epoque  moderne,  son  ancctre,  le  prince 
Nezahualcoyotl ,  ainsi  que  Xiuhcozatzin ,  fils  du  roi  Huitzi- 
lihuitl,  admettaient  quatre  ages  du  monde. 


(1)  Ixtlilxochitl:  Histoire  des  Chichimtqites  o?<  des  anciens  rois  de  Tezcuco,  t.  iT 
premiere  partie,  chap,  i,  p.  1  et  suiv.  (Collection  Ternaux-Compans).  Pa- 
ris, 1810. 


81  DES   AGES    OU    SOLEILS.  89 

Le  premier  qui  commence  a  la  creation,  s'appelle  Atona- 
tiuh  (soleil  d'eau).  II  se  termine  par  un  deluge  universel 
par  suite  duquel  perirent  tous  les  etres  animes. 

Le  seconde  age  est  le  Tlachitonatiuh  ,  lilt.  «  Soleil  de 
Terre»,  ainsi  appele,  parccqu'un  tremblement  de  terre  en 
marque  la  fin.  «Le  sol,  dit  l'annaliste  Mexicain,  s'ouvrit 
»en  plusieurs  endroits.  Les  montagnes  s'abimerent  ou 
»s'ecrouIerent,  en  ecrasant  presque  tous  les  hommcs.  C'est 
»alors  que  vivaient  les  geants  appeles  Quinametzin-Tzo- 
»cuilhioxime.» 

C'est  pendant  le  troisiomc  age  ou  Ehecatonatiuh  (soleil 
de  venl),  que  les  Ulmeques  ou  Olmeques  et  les  Xicalanques 
vinrent  de  TOrient,  s'etablir  dans  le  Sud  du  Mexique.  lis 
rencontrerent,  sur  les  bords  de  la  riviere  d'Atoyac  quelques 
geants  ou  Quinames,  derniers  survivants  du  desastre  qui 
avait  mis  fin  a  l'age  precedent.  Ges  geants  abusent  de  leur 
force  physique  pour  tenir  les  nouveaux  arrives  dans  une 
dure  serviture.  Olmeques  et  Xicalanques  recourrurent  au 
stratageme  deja  employee  par  les  Medes  pour  se  debarasser 
des  Scythes,  leurs  oppresseurs.  lis.  les  massacrerent,  avec 
leurs  propres  armes,  a  la  suite  d'un  festin  pendant  lequel 
ils  les  avaient  enivres.  C'est  apres  ces  evenements,  vers  le 
temps  de  rincarnation  de  N.  S.  J.  C.  qu'aurait  paru  le 
celebre  reformateur  Quetzalcohuatl  appele  Huemac  par 
d'autres  narrateurs.  Ce  saint  homme,  mecontent  du  peu  de 
fruit  de  ses  predications,  s'en  alia  du  cote  de  TOrient  d'ou  il 
etait  vcnu,  en  annoncant  son  retour  pour  l'annee  Ce-acalL 

Peu  de  jours  apres  son  depart,  en  l'annee  Ce  tochtli,  cor- 
respondant  a  l'an  299  (1)  de  notre  ere,  un  vent  terrible 
s'eleva  qui  renversait  les  maisons,  les  arbres  et  meme  les 
rochers.  Presque  tous  les  hommes  perirent,  et  ceux  qui 
echapperent  a  l'ouragan  furent,  d'apres  la  Iegende,  trans- 


(1)    Ce  chiffre  de  299  nous  paraitrait  erronne.  II  faudrait  peut-etre  lire  sim- 
pleraent  99. 


90  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  82 

formes  en  singes  (1).  Alors ,  egalement,  eut  lieu  la  destruc- 
tion de  l'edifice  et  de  la  tour  de  Cholullan,  qui  etait,  dit 
Ixtlilxochitl,  comme  une  seconde  tour  de  Babel.  C'est  en 
raison  de  la  nature  du  cataclysme  qui  mit  fin  au  troisieme 
age  que  celui-ci  recut  le  nom  d'Ehecatonatiuh  ou  «Soleil  de 
vent,»  et  que  Quetzalcohuatl  en  arriva  lui-meme  a.  etre 
adore  en  qualite  de  dieu  de  Fair. 

Alors  commence  l'age  actuel,  vers  Tan  191  de  notre  ere. 
On  l'appelle  Tlatonatiuli  { ou  plus  correctement  Tletona- 
tiuh),  « Soleil  de  feu,»  parcequ'cffectivement,  cet  element 
doit  causer  sa  destruction. 

On  voit  combien  sont  restreints  les  renseignements  chro- 
nologiques  fournis  par  l'auteur  Chichimeque.  II  ne  nous 
fait  pas  connaitre  .la  duree  des  trois  premiers  ages  et  ses 
assertions  semblent  se  contradire  l'une  l'autre  en  ce  qui 
concerne  le  debut  la  periode  actuclle.  Apres  avoir  fixe  la 
fin  de  l'age  de  vent  a  Tan  299  de  notre  ere,  peu  de  jours 
apres  le  depart  de  Quetzalcohuatl,  il  raporte  le  commence- 
ment de  l'age  du  feu  a  l'an  191  de  J.  C.  c'est  a  dire  18  ans 
plutot.  II  y  a  la  evidemment  une  erreur  de  chitTres  dont 
nous  n'entreprendrons  point  de  rechercher  la  cause. 

Toutefois,  il  ne  nous  semble  pas  impossible  de  tirer  par- 
lie  au  point  de  vue  de  l'histoire  et  de  la  chronologie,  des 
renseignements  fournis  par  notre  auteur.  II  ne  nous  parle 
pas  comme  les  documents  anterieurs,  de  Tezcatlipoca  qui 
etait  une  deite  purement  mexicaine,  mais  bien  de  Quetzal- 
cohuall,  qui  est,  pour  ainsi  dire,  la  personification  des  co- 
lonies fixees  sur  les  rives  du  Tabasco  et  de  l'Uzumacinta. 
D' apres  notre  auteur,  l'apparition  de  ce  heros  ou  semi-dieu 
serai t  a  peu  pros  contemporaine  des  debuts  de  notre  ere. 
G'est,  effectivement ,  vers  cette  epoque  que'd'autres  docu- 
ments encore  nous  porteraient  a  placer  les  debuts  de  la  ci- 


1)    Relation  de  Don  Aha  Ixtlilxochitl,  t.  ix  de  la  Collection  Kingsborough, 
jia^e  322.  Lomlres,  1718. 


83  DES    AGES    OU    SOLEILS.  91 

vilisation  dans  le  Sud  de  la  Nouvelle-Espagne  (1).  L'on 
admet  Tan  299  ,  comme  indiquant  l'epoque  du  depart  de  ce 
mysterieux  personnage.  Ne  serait  ce  pas  que  vers  ces  temps 
la,  en  effet,  la  puissance  des  emigrants  sechateurs  de  Quet- 
zalcohuatl,  aurait  ete'  brisee  a  la  suite  des  progros  et  con- 
quetes  accomplis  par  des  tribus  de  race  Mexicaine  et  Ame- 
ricaine  proprement  dit.  En  tout  cas ,  Ixtlilxochitl  nous 
parait  avoir  eu  le  tore  de  confondre  le  premier  Quetzalco- 
huatl,  embleme  des  origines  de  la  vie  civilisee  dans  le  Sud 
du  Mexique,  avec  son  homonyme  plus  ou  moins  mythique, 
le  QuetzalcohuaLl  fils  de  Totepach,  lequel  precha  la  reform e 
religicuse  dans  la  vallee  d'Anahuac,  vers  le  ixe  siecle  de 
notre  ere.  Nous  croyons  que  not  re  auteur  s'est  encore  trom- 
pe  en  designant  aussi  ce  demi-dieu  civilisateur  sous  le  nom 
de  Huemac.  Le  veritable  Huemac  ne  serait  autre  chose 
qu'une  personification  de  Tezcatlipoca  ou  tout  au  moins  le 
chef  des  sectateurs  de  ce  dieu  et  le  grand  adversaire  du  se- 
cond Quetzalcohuatl.  G'est  qu'Ixtlilxochitl  etait  un  prince, 
non  un  pretre  et  malgre  l'education  toute  hieratique  que 
recevait  la  jeune  noblesse  mexicaine,  il  devait  etre  moins 
au  courant  de  l'bistoire  de  son  pays  que  ne  Tent  ete  un 
membre  du  sacerdoce. 

On  remarquera,  enfin,  qu'Ixtlilxochitl  ne  songe  pas  a 
nous  indiquer,  comme  les  ecrivains  precedents ,  les  jours 
et  mois  auxquels  commence  et  finit  chaque  cataclysme. 
C'est,  qu'en  general,  les  traditions  propres  au  rameau  Tol- 
tequc  Oriental  n'apparaissent  pas  surchargees  de  ces  details 
cabalistiques  dont  abondent  les  documents  mexicains  pro- 
prement nils.  On  remarquera  egalement  le  role  important 
assigne  a  Quetzalcohuatl,  tandis  qu'il  n'est  pas  fait  positi- 
vement  mention  de  Tezcatlipoca. 


(1)  Le  Mythe  de  Votan  .  §.  iv,  p.  13G  et  suiv.  (seconde  vol.  des  Aclrs  de  fa  S»- 
riete  Philologiqaej.  —  'bA.  Aubin:  Mtfrnoire  sur  lapeintwve  ttidactiqne  des  ancieux 
mexicains,  p.  230  du  tome  in  (annee  1830)  de  la  Bevue  Amfricaiae. 


92  CONGRES    DES    AMEIUCANISTES.  84 

Le  recit  d'lxtlilxochitl  semble  un  de  ceux  qu'ont  le  plus 
volontiers  suivi ,  les  ecrivains  des  epoques  posterieures. 
Ainsi  Botturini  range  les  quatre  ages  dans  l'ordre  sui- 
vant  ()) :  1°,  Atonatiuh  ou  «Soleil  d'eau,»  de  la  creation  au 
deluge.  2°,  Tiachitonatiuh  ou  «Soleil  de  Terre, »  du  deluge 
a  la  destruction  des  geants  qui  habitaient  le  cceur  de  la 
Nouvelle-Espagne.  II  se  termine  par  des  tremblements  de 
terre.  3°,  Ecatonatiuh  (Ehecatonatiuh)  ou  «Soleil  de  vent,» 
de  la  destruction  des  geants  au  grand  ouragan,  qui  arracha 
les  arbres  et  detruisit  beaucoup  d'edifices.  4°,  enfin,  a  par- 
tir  de  cet  ouragan,  commence  l'age  actuel  qui  doit  finir  par 
une  conflagration  generate.  G'est  le  Tletonatiuh  ou  « Soleil 
de  feu.»  Afin,  nous  dit  Botturini,  de  desarmer  la  colere  ce- 
leste et  de  se  preserver  de  Pincendie,  les  indiens,  a  la  fin 
de  chaque  cycle  de  52  ans,  fesaient  de  grands  sacrifices  a 
leurs  dieux.  Si  Botturini,  comme  la  chose  semble  certaine, 
entend  parler  des  indiens  de  Mexico,  il  a  raison,  du  moins, 
pour  ce  qui  concerne  les  sacrifices  expiatoires,  mais  tort  en 
ce  qui  regarde  l'incendie  final.  Bien  loin  de  redouter  ce 
genre  de  cataclysme,  les  mexicains  s'attendaient  a  voir  a  la 
tin  d'un  de  leurs  petits  siecles  de  52,  le  monde  entier  s'en- 
vclopper  des  tenebres.  Le  temoignage  des  auteurs  est  for- 
mel  sur  ce  point  et  Ton  en  pourra  juger  notamment  par 
celui  de  Sahagun. 

A  la  fin  de  chaque  cycle  de  52  ans,  le  Mexique  entier  se 
trouvait  plonge  dans  la  consternation.  L'on  s'attendait  a 
voir  descendre  sur  terre  les  genies  ou  fantomes  appeles 
Tzimitlis  (2).  Pour  eviter  que  les  enfants  ne  se  metamor- 
phesassent  en  rats,  on  leur  couvrait  le  visage  d'un  mas- 
que de  Maguey,  et  on  les  empcchait  de  dormir.  Enfin,  nous 


(1)  Botturini :  Idea  de  una  imeca  Jiistoria  geueral  de  la  America  septentrional., 
£.  i,  p.  3.  Madrid,  1710. 

[2)  Devons  nous  rapproeher  ces  Tzimitlis  des  Zemis  ou  Zirais  Haitiens,  du 
Zanidd  Ynratr/ji(eS 


85  DES   AGES   OU    SOLEILS.  93 

avons  vu  plus  haut  quelles  precautions  Ton  prenait  a  re- 
gard des  femmes  enceintes.  Toutes  les  lumieres ,  toys  les 
feux  etaient  soigneusement  eteintsdans  chaque  habitation, 
€t  Ton  allumait  un  feu  nouveau  ,  tire  de  deux  morceaux  de 
bois  frottes  Tun  conlre  l'autre,  sur  la  poitrine  d'un  captif, 
cgorge  pour  la  circonstance  (1).  Les  pretres  seuls  et  specia- 
lement,  celui  du  Barrio  de  Copolco  avaient  droit  d'allumer 
le  feu  sacre.  C'etait  au  sommet  du  mont  Vixachtlon,  aux 
frontiercs  des  peuples  de  Jztapalapan  et  de  Colhuacan,  que 
devait  avoir  lieu  la  ccremonie.  Sitot  que  le  peuple  voyait 
luire  la  lumiere,  il  se  livrait  a  des  transports  d'allegresse, 
estimant  le  monde  assure  de  ne  pas  finir  avant  le  terme  du 
cycle  qui  venait  de  commencer. 

Glavigero,  de  son  cote,  ne  fait  gueres  que  repeter  ce  que 
dit  Bolturini  (2).  Les  Mexicains,  Acolhuas  et  autres  peu- 
ples de  la  Nouvelle-Espagne,  nous  dit-il,  distinguent  qua- 
tre  ages  avec  autant  de  Soleils.  II  est  evident  qu'ici,  l'auteur 
italien  entend  par  Soleils,  les  crises  qui  marquent  la  fin  de 
chaque  age  et  non  les  ages  eux-memes.  Voici  dans  quel 
ordre,  il  les  range. 

1°  Atonatiuh,  Soleil  ou  age  d'eau,  qui  se  termine  par 
un  deluge. 

2°  Tlatonatinh  (TlachitonatiuhJ,  du  deluge  a  la  destruc- 
tion des  geants  et  aux  grands  tremblements  de  terre. 

3°»  Ehecatonatiuh ,  de  la  destruction  des  geants  a  l'epo- 
que  des  grands  tourbillons. 

4°  Tletonatiuh,  qui  est  l'age  actuel  et  doit  finir  par  le 
feu.  Les  fetes  celebrees  a  la  fin  de  chaque  petit  siecle  de  52 
ans  ont  pour  but,  ajoute  le  narrateur,  de  remercier  le  dieu 
de  l'element  igne,  qui  se  bien  voulu  contenir  sa  voracite  et 
ne  pas  encore  devorer  l'Univers. 


(1)  Sahagun :  Relation  de  las  cosas  de  Altera  EspaTia ,  lib.  n ,  cap.  ix ,  p.  253 
et260. 

(2)  Clavigero :  Storia  antica  del  Messico,  t.  n,  liv.  vi,  p.  37.  Cesena,  1780.    , 


94  CONRRKS    DES   AMERICANISTES.  80 


2°.  Ages  du  Monde  d'apres  le  livre  sacre. 

Nous  all6ns  passer  maintenant  de  la  vallee  d'Anahuac 
aux  regions  de  l'Amerique  Gentrale  (1).  Dans  les  traditions 
de  ce  pays,  il  ne  vu  plus  etre  fait  mention  des  Quinames, 
puis  que  ces  pretendus  geants  ne  representent  autre  chose 
que  les  aborigines  du  plateau  Mexicain.  Du  reste,  a  mesure 
que  nous  nous  eioignons  des  contres  du  Nord,  la  tradition 
des  ages  du  monde  perd  de  sa  nettete  el  de  sa  precision. 

Bien  qu'exposee  d'une  facon  un  peu  obscure,  elle  so 
retrouvc  bien  certainement  dans  le  livre  sacre.  Apres  nous 
avoir  raconte  de  quelle  facon  la  terre  emcrgea  du  sein  de 
I'abime  ct  comment  furent  crces  les  montagnes  couvertes 
d'arbres,  les  vallees,  les  cours  d'eau,  l'ouvrage  Americain 
nous  represente  le  Cmur  du  del  et  le  Canir  de  la  Terre  tra- 
vaillant  a  former  les  animaux  de  toutes  sortes,  quadrupe- 
des,  reptiles,  oiscaux.  Mais  ces  etres  n'ayant  pu  parler  ni, 
par  consequent,  celebrer  les  louanges  de  leur  createur  et  de 
leur  formateur,  ceux-ci  les  condamnerent  ;'i  vivre  dans  les 
bois  ct  les  ravines  et  leur  chair  fut  destinee  ;'t  etre  broyee 
sous  la  dent. 

Le  chatiment  de  ces  etres,  habitants  des  forets  ct  qui  doi- 
vent  servir  ;'i  la  nourriture  de  l'homme,  rappelerait  un  peu 
la  catastrophe  qui  mit  fin,  d'apres  la  donnee  Mexicaine,  au 
Tlatonatiuh  on  Tlachitonatiuh  (Soleil  de  Terre). 

A  cet  evenement  succede  la  formation  de  l'homme  de 
lerre  glaise.  Gelui-ci  avait  bien  recu  le  don  de  la  parole, 
mais  rintelligence  lui  fesait  defaut.  Aussi,  les  dieux  me- 
contents  de  leur  (euvre,  le  plongerent  dans  l'eau ,  oil  il  ne 
tarda  point  a  se  dissoudre.  Cette  destruction  de  la  seconde 
race  des  creatures  nous  offre  evidemment  le  pendant  du 


(1)     Pop.  ni/i.,  liv.  i ,  ]).  "27. 


87  DKS   AGES    OU    SOLEILS.  95 

deluge  qui  termine  VAtonatiuh  ou  Soleil  d'eau  des  peuples 
d'Anahuac. 

Le  createur  et  le  formateur  prennent  alors  le  parti  do 
fabriquer  une  race  d'hommes  avec  dti  bois;  ce  qui  nous 
rappelerait  peut-rtre  un  peu,  l'homme  ne  du  frene,  d'aptes 
Hesiode  (1)  et  la  Mythologie  Scandinave  (2).  Gela  ne  nous 
rappelerait-il  pas,  davantage  encore,  la  race  indiennefet. 
sans  doute,  la  race  humaine  toute  entiere)  sortant  des  ra- 
tines du  Ceiba,  suivant  la  tradition  Tzendale  (3).  Ge  Ceiba 
n'etait,  on  le  sait,  qu'une  sorte  d'embleroe  ou  mieux  d'in- 
carnation  du  demi-dieux  Imox,  considere  par  ces  peuples, 
comme  leur  Adam  ,  le  prototype  de  l'humanite.  II  symbo- 
lisait  specialement  les  races  barbares  et  autochthones  par 
opposition  aux  populations  civilisees  qui  plus  tard  fiuirent 
par  les  detruirc  ou  les  refouler. 

Ge  qui  nous  confirmerait  dans  cette  maniere  de  voir, 
c'est  que  ces  mannequins  de  bois  se  trouvent,  comme  il 
sera  dit  a  l'instant,  metamorphoses  en  singes.  Or,  les  races 
civilisees  des  regions  chaudes  se  sont  generalement  plucs 
a  representer  sous  des  traits  simiens,  les  tribus  barbares 
et  d'origine  etrangere.  Le  fameux  Hanouman  qui,  a  la  tete 
de  son  armee  de  singes,  aida  Rama,  representant  de  la 
nation  Arietine,  a  conquerir  l'ile  de  Ceylan  n'etait,  sans 
doute,  que  le  roi  de  peuplades  soit  Dravidiennes,  soit  (4) 
Negro-Pelagiennes. 

Cependant,  pour  reprendre  notre  recit,  ces  nouveaux 
etres,  vivant  comme  des  brutes,  ne  se  souvenaient  plus  du 
Cceur  du  Ciel,  et  c'est  ce  qui  amena  leur  ruinc.  Les  attaques 


(1)  Hesiode,  v.  142  et  suiv. 

(2)  Grimm. :  Deutsche  Mythologie,  527,  537, 324.  — M.  A.  Kuhn :  Die Herab- 
kunft  des  fetters  uad  des  Gcettertran&s,  p.  21  et  25.  Berlin,  1839. 

(3)  Nunez  de  la  Vega:  Constitucioiies  diwcesams  del  Obispado  de  Chiappa, 
tome  i .  p.  9.  Roma ,  1702.  —  Le  My  the  d'Lnos,  p.  133  tlu  tome  iv  (Ge  serie)  des 
A  iiiiales  de  Philosophic  chrctieaae. 

(1)    Ibid.,  p.  72. 


i)6  CONGRES    DES   AMERICANISTES.  88 

des  animaux  ,  specialement  de  divers  oiseaux  de  proie  s'a- 
joutent  au  debordement  des  caux  et  a  d'affreux  tremble- 
ments  de  terre,  pour  leur  destruction.  Ceux  qui  echappent 
a  tous  ces  desastres,  se  trouvent  changes  en  une  espece  de 
petits  singes  vivant  dans  les  bois.  II  ne  semble  pas  douteux 
que Tepoque  oil  vecut  cette  generation  de  mannequins  tra- 
vailles  de  bois  ne  corresponde  a  YEhecatonatiuh  ou  Soleil 
d'air  des  ecrivains  de  la  Nouvelle-Espagne.  G'est  ce  que 
prouvc  la  transformation  des  humains  en  singes,  puisque 
ces  animaux  etaient  chez  les  peuplcs  du  Centre  Amerique, 
le  symbole  du  vent. 

G'est  ici  que  semble  s'arreterle  recit  des  destructions  des 
races  crees  d'apres  le  livre  sacrc.  II  n'y  en  a  que  trois  de 
mentionnees.  Sans  doute,  la  qualrieme  devait  amener  la 
fm  de  la  periode  actuelle  ct  cela  par  l'element  igne,  le  seul 
auquel  role  n'ait  point  encore  ete  assigne. 


3°.  Ages  du  Monde  d'apres  le  manuscrit  Cakchiquel. 

M.  l'Abbe  Brasseur  a  donnc  quelques  extraits  de  cet 
ouvrage,  connu  egalement  sous  le  nom  de  Memorial  de 
Tecpan-Atitlan,  et  dont  la  premiere  partie,  au  moins,  est 
bien  certainement  l'ceuvre  d'un  savant  indigene  (1). 

II  y  est  d'abord  question  des  quatre  cites  du  nom  de  Tu- 
lan,  dont  une  en  Xibalbay  (probablement  le  Yucatan  ou 
les  rives  du  Tabasco)  et  une  autre  oil  le  Soleil  se  couche  et 
qu'atteignirent  les  ancetresdela  nation  Gakchiquele,  apres 
avoir  traverse  la  mer.  Puis  l'auteur  americain  continue  en 
ces  tcrmes : 

«Le  Chay-Abah  (Pierre  d'obsidienne)  est  issu  de  Xibal- 
»bay,  le  riche  et  puissant  Xibalbay.  L'homme  est  l'ceuvre 


(1)    Alibe  Brasseur:  Hist,  des  nat.  civil.  (Pieces  justiflcatives,  n°  2),  p.  12?.— 
Rcchcrches  sur  les  mines  de  Paleaqite',  chap,  vi,  p.  65. 


%{)  DES    AGES    OU    SOLEILS.  97 

»de  son  createur  et  formateur,  et  celui  qui  sert  le  createur 
»est  ce  Chay-Abah.  Or,  il  (le  createur)  forma  l'homme  et  le 
» perfection na  dans  la  douleur.  II  essaya  le  bois,  il  essaya 
»Therbe,  la  Terre  seule  put  entrer;  mais  il  ne  parla  pas,  il 
»ne  marcha  point;  il  ne  se  faisait  ni  sang,  ni  chair,  disent 
»nos  premiers  peres,  et  nos  anciens,  6  mes  enfants. 

»On  retrouvait  rien  a  faire  entrer  (comme  aliment),  et, 
•>bien  loin  on  trouva  ce  qui  entrait.  Or  (il  n'y  avait)  que 
»deux  barbares  sachant  qu'il  se  rencontrait  de  l'alimenta- 
»tion  dans  Paxil,  nom  du  lieu  ou  elle  etait,  et  cos  barbares 
ws'appelaient  ULiuh  et  Koch.  On  la  trouva  dans  l'ordure  (re- 
»sidu)  du  mais;  alors,  le  barbare  Utiuh  fut  tue,  en  sortant 
»pour  egrener  le  mais ,  et  on  l'envoya  egrener  par  un  bar- 
»bare  du  nom  de  Tiutiuh.  De  l'interieur  de  la  mer  vint  par 
»le  moyen  de  Tiutiuh,  le  sang  du  tapir  et  du  serpent  qui 
»entra  pour  la  preparation  de  son  mais,  et  le  sang  de  l'hom- 
»me  fut  fait  par  son  createur  et  son  formateur. 

»Et  ils  savaient  bien,  eux,  le  createur  et  le  formateur, 
»Alom,  Quaholom ,  que  e'etaient  eux  qui  avaient  forme 
»l'homme  et  fait  son  alimentation.  Et  l'homme  (une  fois) 
»fait,  fut  perfectionne. 

»Treize  hommes  et  quatorce  femmes  furent  faits.  La  trte 
»exista  ensuite;  ensuite,  ils  parlerent  et  ils  marchc'rent. 
»I1  y  eut  leur  sang  et  leur  chair.  Ils  furent  maries.  (II  y  en 
»eut)  deux  qui  devinrent  les  epouses  d'un  (seul).  C'estpour- 
»quoi  l'homme  s'unit  (se  lia ,  se  joignit) ,  l'homme  d'autre- 
«fois,  dit-on,  6  mes  enfants.  Ils  eurent  des  filles,  ils  eurent 
»des  garcons,  et  ils  furent  la  premiere  population. 

»Ainsi  fut  faite  cette  population.  Ainsi,  egalement,  fut 
»fait  Chay-Abah,  qui  se  tient  debout  a  l'eniree  de  Tullan, 
»oii  nous  etions.B 

Plusieurs  observations  doivent  etre  faites  au  sujet  de  ce 
curieux  fragment,  malgre  Tobscurite  de  certains  passages. 
Les  periodes  cosmogoniques  y  paraissent  correspondre  ;"i 
celles  du  livre  sacre,  bien  qu'enumerees  dans  un  ordre  dif- 
ferent. Dans  les  deux  documents  en  question  ,  on  nous  re- 

TOMO  II.  7 

0  7 


!J8  CONGRES   DES    AMERICAN1STES.  9l> 

presente  le  ereateur  et  le  formateur  obliges  de  s'y  prendre 
a  plusieurs  reprises  pour  creer  une  humanite  capable  d'ho- 
norer  les  dieux  et,  par  suite,  digne  de  vivre  et  de  se  perpe- 
tuer.  Une  conception  analogue  se  trouve,  au  reste,  en  bien 
des  pays.  Elle  a  du  etre  inspiree  naturellement  par  le  spec- 
tacle de  tribus  vivant  a  cote  les  unes  des  autres,  mais  a  des 
degres  fort  inegaux  de  civilisation.  L'on  sait  la  theorie  cos- 
mogonique  exposec  par  un  bel  esprit  hottentot  a  des  rais- 
sionaires  protestants.  Le  Dieu  Supreme  aura,  d'abord,  dit- 
il ,  fait  le  Boschesman  sauvage  et  difforme ,  mais  il  trouva 
sa  creature  trop  iniutelligente  et  trop  semblable  par  les 
trails  au  crapaud.  Alois,  il  fabriqua  le  Hottentot,  voue  a  la 
vie  pastorale.  G'etait  deja  beaucoup  mieux  ,  mais  le  grand 
esprit  ne  se  pouvait  contenter  a  si  bon  compte.  II  fit,  en  con- 
sequence, surgir  le  blanc  tout  a  fait  civilise  qui  sait  faire 
les  armes  a  feu  et  construire  les  chariots  a  brnufs.  A  la  dif- 
ference des  narrateurs  americains,  l'enfant  du  cap  ne  par- 
lait  pas  de  la  destruction  des  types  inferieurs  ,  lors  de  l'ap- 
parition  de  chacune  des  deux  races  plus  parfaites,  et  evi- 
demment,  il  ne  possedait  pas  la  moindre  notion  des  recits- 
du  livre  sacre  ou  du  manuscrit  Gakchiquel. 

Quoiqu'il  en  soit,  la  premiere  epoque  serait,  d'apres  le- 
document  que  nous  etudions  en  ce  moment,  celle  ou  le  crea- 
teur et  le  formateur  tentent  de  faire  entrer  le  bois  dans  la 
confection  du  corps  de  1'homme.  Elle  correspond  au  troi- 
sieme  age  du  livre  sacre,  celui  des  mannequins  travailles- 
de  bois,  et  par  suite  ,  a  YEhecatonatiuh  ou  «Soleil  de  vent»' 
des  annalistes  mexicains. 

II  est  vrai  que  le  manuscrit  Cakchiquel  ne  nous  dit  pas,, 
comme  les  documents  precedents  que  ces  hommes  f>iits  do 
bois  aient  ete  metamorphoses  en  singes.  Ces  animaux  cons- 
tituent, a  nos  yeux,  le  symbole,  non  seulement  de  l'element 
aerien,  mais  encore  celui  des  populations  sauvages  rencon- 
tres par  les  colons  civilisateurs  sur  les  rives  du  Tabasco  et 
de  rUzumacinta.  De  la  viendrait  meme  le  nom  de  ce  der- 
nier cours  d'eau,  appele  en  mexicain  Otzomatzintlan ,  litt. 


91  DES   AGES    OU    SOLEILS.  9'J 

«Aupres  des  seigneurs  singes. »  Ajoutons,  qu'aujourd'hui 
encore,  les  singes  constituent  aux  yeux  des  negres  des  iles, 
une  race  d'hommes  qui  s'est  refugiee  dans  les  bois ,  pour 
vivredans  l'oisivete.  «Ces  petits  mondes,  disent-ils,  paspar- 
ler,  pour  ne  pas  travailler.»  Par  une  contradiction  digne 
d'etre  signalee ,  les  Mantras  de  la  peninsule  de  Malakka 
voient,  eux  aussi,  dans  une  certaine  espece  de  gibbons  qui 
peuplent  leurs  forets,  les  freres  de  leurs  premiers  parents  (1). 
lis  se  rapprochent  done  autant  de  theoric  Darwinienne  que 
s'en  eloignent  les  centro-americains.  La  seconde  phase,  mar- 
quee par  l'emploi  de  l'herbe  avec  laquelle  les  dieux  ne  reus- 
sirent  point  a  fabriquer  le  corps  de  1'homme  nous  rappelle- 
rait,  quoique  d'une  facon  un  peu  obscure,  la  premiere  pe- 
riode  de  creation  du  livre  sacre,  celle  des  animaux  sauvages 
spee  des  herbivores.  II  n'y  a  gueres,  ell'ectivement,  que  ces 
derniers,  dont  la  chair  puisse  se  trouver  destinee  a  etre  bro- 
yee  sous  la  dent.  Ce  deuxieme  age  du  manuscrit  Cakchiquel 
repond  done  bien  certainement  au  Tlachitonatiuh  ou  «  So- 
leil  do  Terre»  des  Mexicains. 

Enfin,  les  dieux  sont  plus  heureux  dans  leur  troisieme 
tentative,  et  ils  parviennent  a  faire  entrer  la  Terre  dans  la 
composition  du  corps  humain.  Le  recit  de  rannalisle  Gua- 
temalien  ferait  presque  TefTet  d'une  paraphrase  de  la  Bible, 
laquelle  nous  represente  le  createur  formant  1'homme  d'un 
peu  de  limon  (2).  La  correlation  de  l'age  ou  s'accomplit  ce 
grand  ceuvre  avec  le  Soleil  de  Terre  des  Mexicains  semble- 
rait,  a  priori,  chose  evidente.  Rien,  toutefois,  ne  serait  a 
notre  avis,  moins  exact.  Nous  avons  deja  vu,  dans  le  livre 
sacre,  les  hommes  de  terre  glaise  se  fondre  au  milieu  de 
l'eau,  ce  qui  rappelle  le  deluge  des  habitants  de  la  vallee 
d'Anahuac.  Par  consequent ,  cette  troisieme  periode  n'est 
autre  chose  que  YAtonatiuh  ou  « Soleil  d'eau.» 

(1)  M.  T.  de  Castelnau :  M&moire  sur  les  Mantras ,  p.  134  au  1'  vol.  de  la  Re- 
vue de  Philologie  et  d'Ethnogmphie.  Paris ,  1876. 

(2)  Ge'iiise,  chap,  ii,  vers.  7. 


100  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  92 

Toutefois,  l'homme  fait  de  terre  n'avait  ni  chair,  ni  sang, 
il  ne  marchait  pas  et  les  termes  employes  pour  le  depeindre 
par  le  narrateur  nous  font  souvenir  de  ceux  du  prophete, 
lorsque,  dans  le  psaume  in  exitu,  il  parle  des  idoles  des 
nations.  Dans  le  langage  figure  des  Americains,  cela  vent 
dire  que  l'humanite  etait  encore  barbare,  qu'elle  n'avait 
accompli  aucun  progres  dans  la  voie  de  la  civilisation.  La 
vie  policee  et,  par  suite,  le  quatrieme  ou  dernier  age  sem- 
blent  commencer  avcc  le  voyage  entrepris  par  les  deux 
barbares,  a  la  recherche  du  mai's  que  Ton  decouvre  en 
Paxil  et  Cayala.  M.  l'Abbe  Brasseur  a  constate  Pidentite  de 
cette  mysterieuse  con  tree  avec  les  fertiles  regions  du  Ta- 
basco et  de  l'Uzumacinta  on  s'etablit  la  colonie  civilisa- 
trice  (1)  venue  de  l'Orient,  par  mer,  sous  la  conduite  du 
fabuleux  Quetzalcohuatl.  G'est  le  Tlalocan  ou  Paradis  ter- 
restre  de  la  Mythologie  Mexicaine.  Quant  aux  deux  barba- 
res dont  le  nombre  se  trouve  porte  a  quatre ,  dans  d'autres 
documents,  ils  personnifient  a  la  fois  les  Bacabs  ou  genies 
des  points  de  l'espace  et  les  sauvages  indigenes  de  la  Nou- 
velle-Espagne  inities  a  la  connaissance  de  la  science  agri- 
cole  par  les  nouveaux  venus.  Le  recit  de  la  mort  de  Utiuh 
litt.  l'«  Agouti »  ne  renfermerait  elle  pas  une  allusion  a  la 
defaite  des  indigenes  contre  lesquels  les  colons  debarques 
d'Orient  eurent,  sans  doute,  a  lutter?  (2). 

L'on  ne  nous  dit  pas  que  son  compagnon  Koch,  litt.  «Gor- 
beau»  ait  eprouve  le  mrme  sort.  II  pourrait  done  (Hre  ainsi 
que  Tiuiiuh  que  Ton  envoie  egrener  le  mais  a  la  place 
d'  Utiuh  ,  l'embleine  des  races  primitives  converties  enfin  ;i 
la  vie  policee.  Nous  ne  saurions  donner  une  explication 
bien  claire  du  passage  oil  Ton  nous  represente  Tiutiuli 
fesant  venir  de  Tautre  cote  de  la  mer.  le  sang  de  serpent 


(1     A1)bC  Brasseur :  Hist,  des  nat.  civil.,  t.  i,  liv.  1,  chap,  n,  pag-es  60  et  61. 
(2     Ifemede  Philologie et d'Ethnographie,t.m.  Paris.  1S78. —  Des animanx 
■iyniOo!ifji'es  con  si  (fere's  dan  *  lent'  relation  uvr  les  points  tie  l'espace,  p.  '2H9  et  suiv. 


93  DES   AGES   OU    SOLEILS.  10] 

et  de  tapir  qui  servent  a  preparer  le  mai's.  Evidcmment,  on 
decouvre  la  une  allusion  a  l'espece  de  culte  rendu  par  les 
populations  de  ces  regions  au  serpent  et  au  tapir;  mais 
pourquoi  faut-il  rapporter  le  sang  de  ces  animaux  de  l'in- 
terieur  de  la  mer?  Serait-ce  une  preuve  que  l'Ocean  etait 
considere  par  les  Gentro-Americains,  aussi  bien  que  par 
certains  philosophes  de  l'antiquite,  comme  le  berceau  de  la 
vie  et  le  pere  de  toute  creature  animee  ?  L'interieur  de  la 
mer  voudrait-il  dire  ici  «ce  qui  est  au  dela  des  eaux»,  les 
regions  lointaines  oil  Ton  ne  peut  arriver  qu'en  vaisseau 
et  d'ou  sans  doute  etaient  venue  la  population  civilisee 
des  sectateurs  de  Quetzalcohuatl?  Precisement,  les  monu- 
ments de  terre  a  formes  animales  eleves  dans  la  vallee  du 
Mississipi,  nous  presenlent  parfois  la  figure  d'un  serpent, 
et  l'effigie  en  terre  du  tapir  a  ete  recontree  dans  l'etat  de 
Wisconsin  (1).  Pour  que  Ton  ait  songe  a  representer  ces 
animaux  au  moyen  de  Tumuli,  il  fallait  bien  qu'ils  fussent 
a  un  degre  quelconque,  considered  comme  sacres.  II  est 
vrai  qu'il  y  a  loin  du  Wisconsin  aux  regions  du  Sud-Est  du 
Mexique,  et  d'ailleurs,  les  debuts  de  la  civilisation  dans  la 
vallee  du  Mississipi  qui  ne  remontent  peut-etre  pas  au  dela 
de  la  fin  de  la  periode  Merovingienne,  semblent  beaucoup 
plus  recents  que  l'epoque  de  l'arrivee  du  fabuleux  Quetzal- 
cohuatl au  Mexique,  laquelle  serait  a  peu  pres  contempo- 
raine  de  notre  ere.  Suivant  toutes  les  apparences,  c'est  cette 
derniere  migration  a  laquelle  fait  allusion  Sahagun ,  lors 
qu'il  nous  parle  des  Nahous  qui,  montes  sur  sept  galeres 
aborderent  a  Panuco,  pour  se  rendre  de  la,  par  terre  et  en 
longeantla  cote,  jusquedans  la  region  Sud-Est  du  Mexique. 
L'abbe  Brasseur  voit  dans  Chay-Abah,  litt.  « Pierre  d'ob- 
sidienne»,  la  symbole  de  la  caste  guerriere  ou  de  la  no- 
blesse. On  sait,  en  effet,  que  la  pierre  entrait  frequemment 


(1)    MaMi-iaux  ■pour  sctira  Vltistou-ede  Vhomme,  8-9e  livraison,  18"),  M.  it  cl 
Warner,  Ua  tumulus  a  forum  d'el^phaat^  p.  369. 
0  7* 


102  CONGRES    DES    AMEIUCANISTES.  94 

dans  la  fabrication  des  amies  chez  les  peuples  de  la  Nou- 
velle-Espagne.  Souvent  ils  armaient  leurs  lances  de  pointes 
d'obsidienne.  Leur  Macuahuitl  ou  epee-scie  consistait  en 
une  espece  de  baton  muni  des  deux  cotes  de  fragments  d'ob- 
sidienne, tranchants  comme  des  rasoirs.  La  classe  militaire 
chez  les  Cakchiquels  aurait  done  tire  son  nom  des  armes 
dont  clle  se  servait  dans  les  combats.  Ainsi,  les  citoyens 
et,  a  1'origine.  les  seuls  patriciens  de  l'ancienne  Rome  ti- 
raient  leur  qualification  de  Quirites,  d'un  vieux  mot  Sabin 
significant  « pique »  ou  « lance. »  Toutefois,  une  objection 
sorieuse  nous  semble  pouvoir  ctre  faite  a  rexplication  pro- 
posed par  le  docte  abbe.  L'on  nous  represente  Chay-Abah 
comme  spccialement  consacre  au  service  divin,  a  peu  pros 
comme  Levi  et  ses  enfants  chez  les  juifs.  Or,  le  service 
divin  constitue  par  excellence  le  partage,  non  du  guerrier, 
mais  du  pretre.  Chay-Abah  serait  done  plutot,  a  notre  avis, 
l'emblome  du  sacerdoce.  N'oublions  pas  en  effet,  le  role 
important  devolu  a  I'obsidienne,  dans  les  ceremonies  du 
culte.  G'etait  au  moyen  d'un  couteau  fait  de  cette  substan- 
ce, que  le  sacrificateur  ouvrait  la  poitrine  du  captif  immole 
en  l'honneur  des  dicux,  pour  lui  arracher  le  cocur. 

Enfin,  la  facon  meme  dont  l'auteur  americain  s'exprime 
en  deux  endroits,  merite  d'etre  signalee.  Parlant  des  pre- 
miers homines  de  l'age  actuel  « ils  eurent,  nous  dit  Fanna- 
liste,  des  filles  et  des  fils».  Ge  n'est  pas  evidemment,  sans 
intention,  que  le  sexe  feminin  se  trouve  ainsi  mentionne 
avant  le  sexe  masculin.  Nous  y  voyons  une  preuve  de  la 
suprematie  attribuee  en  quelque  sortc  par  ces  peuples  au 
priricipe  femelle.  Ainsi  que  M.  Angrand  l'a  constate  le  pre- 
mier, les  Tolte-ques  du  groupe  Oriental  donnaient  la  pre- 
eminence au  ling  am,  embleme  du  Soleil  (1).  Au  contraire, 
pour  les  Tol toques  Occidentaux  dont  fesaient  partie  les 


(1      M.  1..  Aii_;-i;inil :  Y'lfrx  hiii/w.nci'iU'H.—  f)e*  rouleid's  considei'es  coaiiiie  sij"'- 
W'.vs  "'    s'li./ts  i!"  riu,  ■!;,,,!,  p.  iiji  [on  note)  du  tome  vm  des  Antes  fle  le  Socir't  ■ 


D5  DES    AGES    OU    SOLEILS.  103 

Cakchiquels,  tout  comme  les  Quiches,  bien  qu'ils  eussent 
acepte  certains  donnees  propres  au  courant  Oriental,  c'etait 
la  Lune,  embleme  de  la  puissance  femelle  qui  obtenait  la 
priorite  dans  la  formation  des  fores.  Du  reste,  dans  d'autres 
■documents  indigenes  encore,  le  sexe  faible  a  le  pas  sur 
l'autre.  Citons  quelques  exemples: 

«On  celcbre  ensemble  ceux  qui  sont  la  Grand-mere  et 

■ol'aieul,  Xpiyacoc,  Xmucane (1),  deux  fois  grand-mere, 

»deux  fois  a'ieul. 

»Comme  il  fut  dit  par  la  more,  le  pore  de  la  vie  (2). 
^Commence  done  a  parler,  6  toi  qui  engendres,  et  mets 
»au  monde,  notre  grand-mere  et  notre  a'ieul  (3). 

»Alors  ce  fut  le  moment  do  jeter  le  sort,  leur  dirent  une 
wvieille  et  un  vieillard  (4).  Aussitot,  ils  commenccrent  a 
»  parler  de  faire  et  de  former  notre  premiere  more  et  notre 
»premier  pore  (5). 

»On  les  appela  simplement  des  fores  faconnes  et  formes: 
»ils  n'eurent  ni  more  ni  pore  (6). 

nG'estla  d'abord,  qu'ils  se  f  on  din-en  t  (7),  ils  engendrerent 
»des  filles,  ils  mirent  au  monde,  des  fils,  au  sommet  du 
»(mont)  Hacavitz; »  nous  apprend  le  livre  sacre  en  parlant 
des  tribus  du  Quiche. 

«Alors  nos  mores  (8)  et  nos  pores  nous  donnorent  leurs 
»ordres»  ajoute  le  mome  ouvrage,  en  racontant  le  depart 
de  Tullon. 

A  Teotihuacan,  ville  de  civilisation  Nahuatle  (9),  une 


'D  Popol  mih.,  preambule,  p.  v. 

(2)  Ibid.,  premiere  partie,  chap,  i,  \>.  7 

(3)  Ibid.,  ibid.,  chap,  n ,  p.  21. 

(4)  Ibid.,  ibid.,  chap,  n,  p.  23. 

(5)  Ibid.,  ibid.,  troisieme  partie,  chap,  i,  p.  197. 

(6)  Ibid.,  ibid.,  chap,  n,  p.  199. 

(7)  Ibid.,  ibid.,  quatrieme  partie,  chap,  v,  p.  283. 

(8)  Recherches  sur  les  mines  dc  Palenque,  chap,  vi,  p.  0o. 

(9)  Ibid.,  chap,  vi,  p.  63. 


104  CONGRES   DES   AMERICANISTES.  06 

pretresse  portait  le  sceptre,  pour  veiller  sur  les  tombeaux 
ties  hommes  de  la  nation. 

Nous  avons  parle  dans  un  precedent  ouvrage  de  la  pre- 
tresse  institute  par  Votan,  dans  le  sanctuaire  de  Huehue- 
tan,  pour  presider  le  college  des  vieillards  (i). 

11  paraitrait  meme  que  les  animaux  femelles  etaient  sou- 
vent  preferes  pour  les  sacrifices:  «donnez  nous,  disent  les 
»pretres ,  les  femelles  des  cerfs  et  les  femelles  des  ois- 
»eaux»  (2). 

L'on  voit  que  le  manuscrit  Cakchiquel  tout  comme  le 
livre  sacre  et  l'histoire  d'lxtlilxochitl  font  commencer  l'age 
present  par  l'arrivee  de  Quetzalcohuatl  et  de  ses  compa- 
gnons.  II  en  est  ainsi  dans  tous  les  documents  rediges  chez 
les  peuples  appartenant  au  systeme  de  civilisation  Occiden- 
tal et  qui  neanmoins  avaient  adopte  la  donnee  orientale 
des  quatre  cataclysmes,  chez  les  peuples,  en  un  mot,  inities 
a  la  civilisation  par  les  Nahoas  de  Sahagun. 

Le  manuscrit  Cakchiquel  est,  a  notre  connaissance,  le 
seul  ouvrage  qui  debute  par  l'age  de  Tair.  Tous  ceux  que 
nous  avons  etudies  jusqu'a  present,  commencent  soit  par 
celui  de  la  Terre,  soit  par  celui  de  l'eau. 


4°.  Ages  du  Monde  chez  les  Mayas,  d'apres  Cogolludo.  13) 

Gette  donnee  se  retrouve  egalement  chez  les  Mayas  du 
Yucatan.  lis  en  admettaient  trois  deja  ecoules,  le  quatrieme 
constituant  1'epoque  presente.  Les  deux  premiers  cycles 
auraient  ele,  d'apres  Cogolludo,  termines  par  des  terribles 
epidemies  qui  detruisirent  la  race  humain  d'une  facoo  si 
rapide  et  si  complete  que  les  buses  et  autres  oiseaux  de 
proie  vinrent  s'etablir  dans  les  maisons  des  villes,  afin  de 


(1)  Le  Mr/the  du  Votan,  t.  n  des  Actes  de  la  Soc.jrftilol.,  p.  15. 

(2)  Pop.  cic/i.,  quatrieme  partie,  chap,  v,  p.  285. 
v3)    Cogolludo:  Hist,  de  Yucathau,  lib.  iv,  cap.  v. 


97  DISS    ,*GES    OU    SOLE1LS.  1U5 

se  repaitre  des  caclavres  de  leurs  anciens  habitants.  Aussi, 
les  evenements  qui  mirent  fin  a  ces  deux  periodes  etaient 
ils  designes  du  nom  de  «morts  subites.»  Le  troisieme  age 
se  termina  par  un  ouragan  qui  souffla  des  quatre  points 
de  l'horizon  ou  suivant  d'autres,  par  un  deluge  appele  hun 
yecil,  terme  que  l'auteur  espagnol  traduit  par  « Inondation 
des  arbres».  Les  eaux  s'elevant  jusqu'au  sommet  des  mon- 
tagnes  auraient  detruit  toutes  choses.  Remarquons  qu'ici, 
tout  comme  dans  le  livre  sacrc,  Touragan  est  accompagne 
du  debordement  des  eaux ,  d'un  veritable  deluge. 


5°.  Traditions  Yucateques  recueillies  par  Landa. 

Get  auteur  ne  parle  point,  il  est  vrai,  de  la  doctrine  des 
ages,  au  moins  d'une  facon  explicite,  mais  plusieurs  des 
faits,  par  lui  rapportes  comme  historiques,  nous  semblent 
s'y  rattacher  d'une  facon  incontestable.  Ainsi ,  il  nous 
apprend  que  20  ans  environ  apres  la  mine  definitive  et 
l'abandon  de  Mayapan,  evenement  dont,  au  reste,  il  ne 
nous  donne  point  la  date  exacte,  sur  les  huits  heures  du 
soir,  par  une  nuit  d'hiver,  le  vent  commenca  a  suffler.  II 
alia  toujours  en  croissant,  pour  se  changer  bientot  en  un 
ouragan  qui  soufflait  des  quatre  points  cardinaux.  Tous  les 
arbres  parvenus  a  un  certain  degre  de  croissance  furent  ren- 
verses  par  la  violence  de  la  tempete,  ce  qui  occasionna  la 
destruction  de  beaucoup  de  betes  fauves.  Toutes  les  mai- 
sons  un  peu  elevees  dont  la  couverture  etait  de  paille  et  ou 
Ton  avait  allume  du  feu,  a  cause  de  la  temperature,  devin- 
rent  la  proie  des  fiammes.  Beaucoup  de  monde  perit  et  la 
plupart  de  ceux  qui  echapperent  au  desastre  «  resterent  es- 
tropies  des  coups  qu'ils  avaient  recus  sous  les  madders  de 
leurs  maisons.» 

«Cet  ouragan,  poursuit  le  narrateur,  dura  jusqu'au  len- 
»demain  midi.  On  trouva  que  ceux  qui  s'etaient  tires  de  la, 
»sains  et  saufs,  etaient  les  habitants  des  maisons  les  plus 


106  coxcniis  des  americanistes.  98 

»petites,  ainsi  que  les  nouveaux  maries.»  Effectivement, 
d'aprcs  l'usage  du  pays,  ces  derniers  occupaient  pendant 
les  premieres  annees  suivant  leur  union,  des  cabanes  cons- 
truites  devant  la  maison  de  leur  pere  ou  de  leur  beau-pere. 
A  la  suite  de  cet  evenement,  la  peninsule  Yucateque  aurait, 
et  pour  cause,  perdu  le  nom  de  «Terre  du  gibier,  Terre  des 
oiseaux»  qu'elle  portait  anterieurement  et  elle  resta  tene- 
ment depouillee  d'arbres,  ajoute  l'ecrivain  espagnol  «qu'il 
»semble  actuellement  que  ceux  qu'il  y  a,  furent  replantes 
»tous  ensemble,  tant  ils  sont  tous  d'egale  hauteur,  et  qu'on 
»j'etant  les  yeux  sur  le  pays  de  quelque  point  eleve,  on  di- 
»rait  que  les  bois  ont  ete  partout  tallies  avec  des  ciseaux.»  Ge 
cataclysme  aurait  done  eu  lieu  vers  l'an  1388  de  notre  ere. 
A  ces  evenements  succederent  quinze  annees  de  paix  et 
d'abondance.  Mais  voici  qu'au  moment  de  la  recolte  des 
fruits,  une  epidemie  de  fievre  pestilentielle  vers  l'an  1403, 
vint  s'abattre  sur  le  Yucatan.  Elle  ne  dura  que  vingt-quatre 
heures,  ce  qui  lui  suffit  pour  occasionner  d'horribles  rava- 
ges. Apres  que  l'acces  de  fievre  avait  cesse ,  le  corps  des 
malades  enflait,  puis  crevait  rempli  de  vers.  La  plus  gran- 
de  partie  des  recoltes  fut  perdue,  faute  de  bras  pour  la  re- 
cueillir,  tant  la  mortalite  avait  ete  considerable.  L'on  eut 
ensuite  seize  annees  d'abondance,  mais  troublees ,  par  des 
guerres  intestines,  souvent  fort  cruelles,  puisque  dans  un 
seul  combat,  il  aurait  peri,  dit  la  tradition,  jusqu'a  cent 
cinquante  mille  hommes.  La  paix  enfin  retablie,  le  pays 
gouta  vingt  annees  de  repos.  Ensuite,  survint  unenouvelle 
epidemie.  Le  corps  des  patients  se  couvrait  de  grosses  pus- 
tules, puis  entrait  en  putrefaction,  a  tel  point  qu;au  bout 
de  quatre  ou  cinq  jours,  les  membres  se  detachaient  du 
tronc,  en  exhalant  une  horrible  puanteur.  Etait  ce  une 
epidemie  de  petite  verole  que  les  espagnols  auraient  ap- 
porte  lors  de  leur  premiere  expedition* dans  le  pays?  (1). 

(1)    Landa:  Relor.  </,•  las  cows  tie  1'ncat.,  trail,  par  I'abbe  Brasseur,  §.  x,  p.  5s 
ot  suiv. 


\){)  DES    AGES    OU    SOLEILS.  11)7 

Gogolludo  ne  fournit  aucun  element  suivi  de  compu  i 
pour  les  cataclysmes  dont  il  parle.  Get  auteur  se  borne  a 
attester  la  haute  anliquite  du  deluge.  Landa,  lui,  malgre  le 
peu  de  precision  de  son  langage,  se  montre  bcaucoup  plus 
explicite.  S'il  ne  nous  donne  point  les  annees  auxquels  les 
evenements  s'accomplirent,  du  moins,  il  fournit  deux  points 
de  repere  certains:  1°,  la  destruction  de  la  ville  de  Maya- 
pan;  2",  l'epoque  on  lui-meme  ecrivait.  Tous  les  autres  fails 
se  viennent  ranger  a  leur  place  entre  ces  deux  dates  extre- 
mes. Grace  a  ces  renseignements,  nous  allons  pouvoir  sup- 
plier au  silence  de  l'auteur  et  sauf  une  legere  erreur  de  un 
ou  tout  au  plus,  deux  annees  ,  retablir  la  cbronologie  plus 
ou  moins  certaine  de  l'histoire  Yucate  jue.  Landa  fixe  la 
destruction  de  Mayapan  a  125  ans  avant  l'epoque  ou  il  re- 
digoait  son  livre.  Ici,  il  importe  de  bien  preciser  l'evene- 
ment  auquel  notrc  auteur  fait  allusion,  car  Thistoire  men- 
tionne  deux  destructions  de  la  metropole  Yucateque  ,  Tune 
definitive  et  qui  aurait  eu  lieu,  d'apres  le  calcul  de  Pio  Pe- 
rez entre  les  annees  1441  et  14G1  et  l'aulre  plus  ancienne, 
qui  doit  etre  reportee  entre  1281  et  1301.  Evidemment,  ce 
ne  peut-etre  de  celle-ci  qu'il  est  question  dans  l'ouvrage  de 
Landa,  puis  que  ce  missionaire  est  ne  en  fan  1524,  c'est-a- 
dire,  plus  de  deux  siecles  apres  cet  evenement.  Ainsi  done, 
le  point  de  depart  de  la  chronologie  de  Landa  devra  etre 
cherche  entre  cetteperiode  1441-1461.  II  est  mcrae  facile  de 
demontrer  que  Fepoque  en  question  doit  etre  abregee  de  7 
ans  au  moins,  puisque  125  ans  ajoutes  a  1461  donnent  1586 
et  que  Landa  mourut  en  1579.  Mayapan  n'a  pas  done  pu 
utre  detruite  plus  tard  que  1454  ni  plus  tot  que  1441  (1). 

Mais  il  y  a  plus,  tout  nous  porte  a  regarder  l'annee  157.S 
comme  Tune  de  celles  au  ecrivait  le  missionnaire  espagnol. 
Effectivement ,  nous  savons  qu'a  la  suite  d'un  auto-da-fe 
qui  avait  eu  lieu,  par  ordre  de  Landa,  au  Yucatan,  ce  mis- 

(1)    Se'rie  des  e'poqi'cs  de  l'histoire  Mayo .  j>.  127  de  la  Relation  dit  las  ensns  He 
Yucatan. 


108  CONGRES   DES   AMEIUCANISTES.  100 

sionnaire  fut  oblige  de  se  rendre,  sans  retard,  en  Espagne. 
On  l'accusait  d'avoir  usurpe  les  fonctions  episcopates.  Ab- 
sous  par  le  Conseil  des  Indes  ,  Landa  revint  en  Amerique, 
dans  le  cours  de  l'annee  1573,  comme  seconde  eveque  de 
Merida  (1).  Or  Landa  parle  tout  au  long  dans  sa  relation, 
de  cet  Auto-da-fe,  mais  ne  fait  pas  la  moindre  allusion  aux 
evenements  qui  suivirent.  De  la,  on  peut  inferer  qu'a  l'epo- 
que  oil  il  redigeait  sa  relation,  c'etait  la  le  dernier  acte  sail- 
lant  de  son  administration.  Dans  cette  hypothose,  la  ruine 
de  la  metropole  Yucateque  devra  etre  reportee  a  1447  ou 
1448  de  notre  ore.  En  nous  aidant  ainsi  des  donnees  four- 
nis  par  Landa  ,  nous  pouvons  dresser  la  serie  chronologi- 
que  suivante: 

1°    Ruine  de  Mayapan 1447-48 

2°     Grand  ouragan ,  1467-68 

3°     Periode  d'abondance de    1467-68   a  1482-83 

4°     Premiere  epidemie 1482-83 

5°     Periode  d'abondance  et  de  guerres  intestines 1498-99 

6°     Periode  de  paix de   1498-99   a  1518-19 

7°     Seconde  epidemie 1518-19 

8°    Epoque  ou  ecrivait  Landa 1572-73- 

9°     Epoque  du  retour  de  Landa  au  Yucatan 1573 

10°     Epoque  de  la  mort  de  Landa 1579 

Peut-etre  sera  fc-on  porte  a  se  demander  ce  que  ces  catas- 
trophes qui  ne  datent  que  de  la  fin  de  la  moyen-age,  ou 
tout  au  plus  des  debuts  de  l'epoque  moderne  ont  a  demeler 
avec  Thistoire  cosmologique  et  la  theorie  des  ages.  Mais 
tout  d'abord ,  nous  remarquerons  le  nombre  consacre  de 
trois,  donne  par  Landa,  comme  celui  de  ces  evenements 
nefastes,  car  s'en  tenant  aux  boulversements  naturels,  il 
ne  parait  point  faire  entrer  en  ligne  de  compte  les  guerres 
et  ruines  des  villes.  Or,  ce  nombre  esf  precisement  celui 


(1)    Relation  de  Ivs  cosas  de  Yucatan,  Intrort.,  p.  vn. 


101  DES  AGES  OU  SOLEILS.  109 

des  ages  deja  ecoules  et  des  cataclysmes  qui  les  terminent, 
d'apres  tous  les  recits  de  Tecolc  quaternaire.  De  plus ,  on 
reconnait  facilemenl  Tidentite  des  faits  rapportes  par  les 
deux  ecrivains  du  Yucatan.  De  part  et  d'autre,  il  est  ques- 
tion de  deux  pestes  et  d'un  ouragan  ou  deluge.  Seulement, 
ces  evenements  que  Cogolludo  parait  nous  donner  commu 
fort  anciens  et  sans  chercher  a  en  preciser  la  date,  Landa 
les  indique  presque  comme  contemporains. 

Tout  ceci  s'explique  par  la  tendance  generale  chez  les 
races  de  la  Nouvelle-Espagne,  comme  chez  bien  d'autres 
sans  doute,  a  entremiMer  les  faits  rapportes  par  la  legende 
avec  ceux  de  l'histoire  reelle.  Ainsi,  nous  avons  vu  Ixtlil- 
xochitl  faire  succeder  la  crise  du  vent  a  l'arrivee  des  Nahoas 
Orientaux  commandes  par  le  fabuleux  Quetzalcohuatl. 
Nous  admettrions  done  volontiers  que  les  deux  epidemies 
relatees  par  Landa  peuvent  avoir  bien  reellement  desole  la 
peninsule,  un  petit  nombre  d'annees  avant  la  conquete 
espagnole,  mais  vraisemblablement  l'importance  qu'il  leur 
attache ,  vient  precisement  de  la  confusion  par  lui  faite 
e ntre  ces  funestes  evenements  et  les  deux  mortalites,  pro- 
bablement  mythiques,  indiquees  par  Cogolludo.  Sans  cela, 
il  n'en  eut  parle  qu'en  passant,  comme  il  le  fait  de  la  se- 
cheresse  et  famine  qui  ravagea  le  pays,  apres  le  depart 
de.  Montejo.  En  outre,  cet  ouragan  lequel  deracine  tous 
les  arbres  de  la  peninsule  ou  les  taille,  de  la  meme  facou 
qu'un  instrument  tranchant  ne  nous  parait  pas  plus  qu'a 
M.  Brinton  du  domaine  de  la  meteorologie  reelle  (1).  Bien 
que  donne  par  Landa,  comme  anterieur  de  moins  de  20 
ans  a  la  decouverte  de  1'Amerique,  il  n'en  offre  point  un 
caractere  moins  evidemment  mythique. 

Quoiqu'il  en  soit,  le  tableau  suivant  permet  de  juger  d'un 
seul  coup  d'oeil,  de  l'ordre  assignc  a  chaque  age,  ainsi  qu'au 
cataclysme  qui  le,termine,  d'apres  les  divers  recits  appar- 
tenant  aux  deux  systemes  dont  nous  venons  de  parler. 

(1)    M.  Brinton  :  The  Myths  of  the  N.  Wor/tf.  chap.  vu.  p.  214. 


no 


CONGRES    DES   AMERICANISTES. 


102 


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103  DES   AGES    OU    SOLEILS.  ill 

§.    III.    DES   AGES    COSMIQUES    CHEZ    DIVERSES    TRIBUS    DU 
NOUVEAU    MONDE. 

I.  Legende  Tlascalteque. — Une  tradition  analogue  a  cclle 
dont  nous  venons  de  constater  l'existence  chez  les  Mexicai- 
nes,  Guatemaltrques  et  Mayas  devait  se  retrouver  egale- 
ment  chez  les  indiens  de  Tlascala.  Malheureusement,  les 
renseignements  a  nous  fournis  sur  ce  poiut,  se  reduisent  a 
fort  peu  de  chose.  Sur  la  foi  d'antiques  traditions,  les  Tlas- 
calteques,  nous  dit-on,  croyaient  le  monde  eternel;  toute- 
fois,  il  aurait  change  deux  fois  de  forme,  la  premiere  a  la 
suite  d'un  deluge,  la  seconde  par  le  fait  des  vents  et  des 
tempetes  (1).  Raisonnant  par  analogie,  nousavons  tout  lieu 
de  croire  a  quelqu'inexactitude  de  la  part  du  narrateur  et 
il  nous  parait  presque  certain  que  les  habitants  de  Tlascala 
devaient  admettre  un  plus  grand  nombre  de  crises  cosmi- 
ques.  Quoiqu'il  en  soit,  la  Nouvelle-Espagne  merite  d'etre 
considered  comme  la  terre  clasique  des  traditions  relatives 
aux  ages  du  monde.  Ge  n'est  pas  a  dire ,  au  reste,  que  Ton 
n'en  rencontre  certains  versions  propres  a  d'autres  nations 
du  nouveau  monde.  Tl  est  bien  remarquable  que,  presque 
toutes,  elles  semblent  inspirees  exclusivement  par  la  donnee 
Occidentale,  puis  qu'elles  nous  representent  d'ordinaire  la 
destruction  du  monde  par  le  feu ,  comme  un  fait  dejci  ac- 
compli. De  la,  cette  conclusion  naturelle,  que  contraire- 
ment  a  Topinion  du  savant  Humboldt  les  invasions  Tolte- 
ques,  proprement  dites,  ont  du  se  repandre  bien  plus  loin 
du  Sud  que  l'isthme  de  Panama.  Ce  n'est  pas,  on  l'a  vu 
deja,  la  seule  erreur  dans  laquelle  soit  tombe  le  docte  Alle- 
mand,  relativement  a  la  question  qui  nous  occupe. 

II.  Legendes  Peruviennes. — L'on  signale  au  Perou,la 


(1)    Herrera:  Histoire generate  des  rot/ages,  vol.  xvm,  p.  597.  (Edit.  Hollaii- 
daise.) 


112  CONGRES  DES  AMERICANISTES.  104 

presence  des  deux  legendes  relatives  aux  crisss  cosmiques 
et  qui  pourraient  bien  avoir  ete  prises,  chacune  a  une  ecole 
differente.  D'apres  l'une  on  coraptait  cinq  soleils  ou  ages  du 
monde  (y  compris  evidemment  lage  present)  dont  le  der- 
nier aurait  commence  Tan  1042  de  notre  ere,  c'est-a-dire, 
qu'en  le  fesait  contemporain  des  origines  de  la  monarchie 
Incacique  et  anterieur,  seulement ,  d'environ  cinq  siecles  a 
la  conquete  espagnole.  Les  dieux  auraient,  d'apres  la  tradi- 
tion, ete  inventes  apres  ce  dernier  Soleil,  pour  remplacer 
ceux  qui  avaient  ete  engloutes  ou  detruits  par  la  mer,  a  la 
fin  du  Soleil  precedent  (1).  Celle  signifie  simplement  que 
le  plus  ou  moins  fabuleux  Manco-Capac,  fondateur  legen- 
daire  de  la  dynastie  Qquichua,  aurait  etabli  une  nouvelle 
forme  de  religion  ou  peut-etre  simplement  restaure  un 
ancien  culte,  longtemps  dedaigne  ou  mis  en  oubli.  En  tout 
cas,  les  Peruviens  en  admettant  ainsi  la  naissance  de  nou- 
velles  divinites  allaient  beaucoup  plus  loin  que  les  habi- 
tants de  la  Nouvelle-Espagne.  Ges  deruiers,  nous  Tavons 
vu,  placaient  les  ages  ecoules  sous  la  protection  speciale  de 
quelques  unes  des  deites  de  leur  pantheon  et  n'admettaient 
de  renouvellement  que  pour  le  genre  humain,  les  corps 
celestes  et  peut-etre  le  globe  de  la  Terre. 

De  ce  que  nous  venons  de  rapporter ,  il  resulte ,  ce  sem- 
ble,  que  le  recit  Peruvien  completement  d'accord  avec  ceux 
du  Vaticanus  et  de  Phistoire  des  Soleils,  fait  immediate- 
ment  preceder  notre  epoque  de  l'age  de  l'eau  et  du  deluge. 
La  confrontation  avec  d'autres  traditions  d'origine  Qqui- 
chua tendrait  a  nous  confirmer  dans  cette  maniere  de  voir. 
Ainsi,  les  habitants  du  Perou,  dit-on,  se  regardaient  comme 
Autochthones,  crees  apres  le  deluge  et  peres  de  tous  les  au- 
tre* peuples  (2).  Sept  hommes  seulement,  auraient  echappe 


(1)  Bias  Valera:  A  pud  Garcilaso,  Commentaries  realcs,  lib.  n,  cap.  vi.  t.  i. 
p.  142.  Madrid,  1723. 

(2)  Acosta:  Historic  general  y  natural  de  Indias ,  t.  i,  lib.  i,  cap.  xxv.  Ma- 
drid, 1792. 


105  DES    AGES    OU    SOLEILS.  113 

a  la  grande  inondation,  et  repeuple  d'abord  le  Perou,  puis 
le  reste  de  l'Univers.  Pendant  le  cataclysme,  la  grotte  de 
Pacaritambo  leur  servit  de  refuge.  La  famille  des  Incas 
descend  directement  de  celui  des  hommes  qui,  le  premier, 
quitta  la  grotte  en  question,  et  c'est  un  des  titres  qui  lui 
assurent  le  droit  au  trone.  La  ville  de  Tiaguanaco  aurait  ete 
fondee  apres  le  deluge  par  un  Viracocha,  sorti  du  lac  de 
Titicaca.  Depuis  une  epoque  fort  reculee,  Ton  celebrait  des 
sacrifices  humains  dans  une  ile  de  ce  lac,  en  l'honneur  du 
Soleil  qui  avait  echappe  au  deluge. 

II  semblerait  done,  qu'a  la  difference  des  peuples  de  la 
Nouvelle-Espagne,  les  Peruviens  crussent  que  les  convul- 
sions qui  avaient  agite  notre  globe  n'etaient  pas  toujours 
accompagnees  de  la  destruction  des  corps  celestes.  Nous 
n'insisterons  pas  sur  la  pretention  qu'ils  emettaient  d'etre 
les  ancetres  de  toutes  les  autres  races.  Elle  parait  leur  avoir 
ete  commune  avec  Men  d'autres  nations.  En  tout  cas,  Ton 
pourra  etre  surpris  que  les  Peruviens  adinissent  cinq  ages 
cosmiques,  M.  Angrand  ayant  constate  qu'ils  appartenaient 
par  leur  regime  de  civilisation  au  groupe  Tolteque  Orien- 
tal (1).  Or,  nous  l'avons  deja  vu,  Tun  des  caracteres  dis- 
tinctifs  des  Orientaux,  e'etait  de  ne  reconnaitre  que  quatre 
periodes  mythiques ,  tandis  que  les  Occidentaux  en  recon- 
naissaient  cinq.  La  cause  de  cette  anomalie  ne  serait  elle 
pas  la  suivante?  La  doctrine  des  ages  semble  avoir  joue  un 
role  bien  moindre  dans  les  traditions  Orientales  que  dans 
celle  des  Tolteques  Occidentaux.  Par  consequent,  ils  de- 
vaient  naturellement  etre  disposes  a  subir,  sur  le  point  en 
question  ,  l'influence  de  ces  derniers.  Les  sujets  des  Incas 
ont  parfaitement  pu  recevoir  la  doctrine  des  cinq  ages,  des 
populations  qui  out  eleve  les  monuments  de  Tiaguanaco, 
avec  lesquelles ,  ils  ont  du  forcement  se  trouver  plus  ou 
moins  en  contact  et  dont  la  civilisation  etait  toute  mexi- 
caine  et  occidentale. 

(1)    Voy.  Lettrc  a  M.  Deli/,  sur  lex  antiquUe's  de  Tiaguanaco  (in  fine;. 

tomo  n.  s 

0  8 


l!i  coxmms  m:s  amehicanistes.  lili; 

En  tout  cas,  les  sepl  pcrsonnages  sauves  du  deluge  d'apres 
la  legende  Peruvienne  nous  rappcllent  singulirrement  les 
sept  compagnons  do  Quetzalcohuatl.  lis  avaient  debute  par 
(Hre  dix-neuf,  non  compris  leur  chef,  mais  douze  d'cntre 
eux  perissent  dans  les  eaux  diluviennes  (1).  D'apres  la  Bi- 
ble, au  contraire,  il  y  aurait  eu  huit  personnes  de  sauves, 
Nor  et  sa  femme,  ses  trois  ills  et  leurs  epouses  (2).  Une  au- 
tre legende  Peruvienne  qui  pourrait  n'etre  consideree  que 
com  me  une  forme  alteree  de  celle  des  centro-americains 
parle  de  deux  destructions  du  genre  bumain  seulement, 
l'une  par  la  famine  et  l'autre  par  les  eaux.  Suivant  les  uns, 
quelqucs  hommes  auraient  echappe  au  desastre.  D'apres  les 
autres,  au  contraire,  tout  le  monde  aurait  peri.  Trois  neufs, 
tombant  du  ciel  donnerent  naissance  a  une  nouvelle  race 
de  mortels.  Du  premier  qui  etait  d'or,  sortirent  les  pretres. 
Le  second,  lequel  etait  d'argent  donna  naissance  aux  guer- 
riers.  Enfin,  restait  un  couf  de  cuivre  d'oii  proviut  le  menu 
peuple  (3).  Des  mytbes  quelque  peu  analogues  se  retrou- 
vent  chez  les  Indous  et  les  Scandinaves  relativement  a  l'ori- 
gine  des  diverses  casles  ou  classes  sociales. 

III.  Lrgende  des  Tupis. — Ge  peuple  qui  habitait  le  Bre- 
sil  meridional,  sur  les  rives  de  l'Atlantique  possedait,  lui, 
aussi,  certaines  lcgendes  offrant  un  caractrre  cosmogoni- 
que.  L'une  aurait  trait  a  une  destruction  du  monde  par  le 
feu,  l'autre  par  l'eau  et  se  rapporterait ,  sans  aucun  doute, 
comme  nous  le  verrons  tout  a  l'heure,  ;i  une  epoque  plus 
recente.  Etaient-elles  speciales  chacune  a  une  fraction  de 
tribu  ou  bien  existaient  elles  concurrement  au  sein  de  la 
masse  de  la  nation  ?  G'est  evidemment  cette  derniere  opi- 
nion que  nous  suivrions  de  preference  ,  et,  dans  ce  cas,  il 
faudrait  admettre  necessairement  qu'unc  thcorie  des  ages- 


1;    RecJtei'ches  sur  les  suites  'le  Pi'leagnf,  chap,  vi,  p.  (53. 
"2j    H<fuise,  chap.  vn.  vers^7. 

(3)    Avenilano:  Sv,-,,io,ies  (Lima,  648)  dans  lea  AdtigRedades  pe>'a<!,t"x  de 
MM.  Rivero  et  Tschudi,  p.  111. 


107  DES  AGES  OU  SOLEILS.  115 

dii  monde,  quelquc  peu  analogue  a  ccllc  des  mexicains  se 
retrouvait  jusque  chez  les  Tupis.  No  tons,  cependant,  que 
les  narrateurs  qui  nous  rapporlent  l'uiio  de  res  legcndes 
sont  muets  sur  l'autre,  et  vice-versa.  Voici ,  on  tous  cas,  ce 
que  les  peuplcs  nous  racontenl  relativemcnt  a  la  grandc 
conflagration. 

«La  premiere  cognoissance,  doncq,  que  ces  sauvages  out 
»de  quelquc  chose  qui  surpossc  la  terre  esl,  d'ung  qu'ils 
»appellent  Monan,  auquei  ils  attribuent  les  memos  perfec- 
tions que  nous  faisons  a  Dieu,  le  disant  estre  sans  fin  ct 
osans  commencement  et  autheur  de  tout  ce  qui  est  en  cieux 
»et  terre,  sans  toutefois  faire  mention  de  la  mer  ni  d'Aman 
»Atonppan  qui  sont  les  nuees  d'eau  en  leur  langue,  disans 
»que  la  mer  a  etc  faite  par  un  inconvenient  arrive  ;i  la 
»tcrre,  qui  auparavent  etait  unie  et  plate,  sans  montagncs 
•Miuelconqucs  ,  produisanl  loutes  clioscs  pour  l'usage  de 
»l'honime.  Or,  la  cause  pour  laquclle  i'ut  faite  la  mer,  ils 
»vous  la  deduisent  en  cette  sorte.  Comme  ainsi  soit  que  les 
nhommes,  en  leur  plaisir  et  jouissance  de  ce  que  produisait 
»la  terre,  arrousee  et  aidee  de  la  rosee  du  ciel,  advint  qu'ils 
ss'oublierent  en  leur  facon  de  vivre,  vivans  desordenement. 
»Ils  tomberent  en  telle  et  si  grande  folie  qu'ils  commenc'- 
»rent  a  mespriser  Monan,  lequel  pour  lors,  ils  disent  qu'il 
»demourait  parmi  eux  et  y  frequentait  fort  familicrernenl. 
»Monan ,  voyant  l'ingratitude  des  homines,  leur  meschan- 
»cete,  et  ce  mepris  qu'ils  faisoicnt  de  lui,  (jui  les  avait  ainsi 
»bien  heures,  se  retirad'eux,  puis  fit  descendre  Tata  (1)  qui 
»est  le  feu  du  ciel,  lequel  brusla  et  consuma  toul  ce  qui 
»etait  sur  la  face  de  la  Terre,  et  y  besoigna  le  feu  de  telle 
»sorte,  qu'il  baissa  la  Terre  d'un  cote  ct  la  haussa  de  l'au- 
Dlre,  de  telle  maniere  qu'ellc  fut  redigee  en  la  forme  que 
»nous  lui  voyons,  sca3voir  en  vallons,  collines  et  monlagnes 
»et  en  longue  estendiie  de  quelques  belles  campagnes.  Or, 

(1)    Tata  siynifie  simplement  «Feu  »  en  lanyue  Tupi ,  et  non  |ta«  un  «feu 
parti  culier. 


116  CONGRES   DES    AMEHIC  AXISTES.  108 

»de  tous  les  hommes,  il  n'y  en  eut  de  sauve  qu'ung,  lequel 
»se  nommait  Irin-Monge,  lequel  Monan  avait  transporte  du 
»ciel  en  aultre  lieu  afin  qu'il  evitat  la  fureur  du  ce  feu  tout 
»consumant.  Cet  Irin-Monge  voyant-  tout  ainsi  destruit, 
»s'adressa  a  Monan,  avec  larmes  et  soupirs,  «Veux  tu  aussi 
»destruire  les  cieux  eL  leur  ornement?  He,  oii  sera  desor- 
»mais  notre  demeure?  Que  me  servira  de  vivre,  n'ayant 
»aucun  qui  me  soit  semblable?»  Monan,  a  ces  mots,  fut  tant 
»emu  de  compassion ,  que  voulant  remedier  au  mal  qu'il 
»avait  fait  a  la  terre,  a  cause  des  peches  des  hommes,  il  fit 
»pleuvoir  en  telle  abondance  sur  la  terre  que  tout  le  feu  fut 
»estaint,  et  ne  pouvans  les  eaux  s'en  retourner  en  haut,  fu- 
»rent  contraintes  de  s'arrSter  et  de  prendre  cours  par  les 
»lieux  les  plus  courans  de  la  terre,  et  y  furent  assemblies 
»de  tous  costes,  dont  ces  amas  d'eau  furent  appeles  par  eux 
»Paranan,  qui  signifie  «amertume,»  ce  que  nous  disons 
«La  Mer.»  Et,  afin  que  cognoissiez  que  ces  sauvages  ne 
»sont  pas  du  tout  si  betes  que  la  nature  ne  leur  donne  quel- 
»que  raison  pour  les  discours  des  causes  naturelles,  ils 
»disent  que  la  mer  est  ainsi  salee  et  amere  comme  nous  la 
»goustons,  parceque  la  terre  estant  resdigee  en  cendres, 
»par  la  combustion  qu'en  avait  faict  le  feu  envoye  par  Mo 
»nan,  causa  ce  mauvais  goiist  en  ce  grand  amas  de  Para- 
»nan  et  mer  courant  a  l'entour  de  la  terre. 

»Monan  voyant  que  la  terre  estait  remise  en  sa  premiere 
»beaute  et  que  la  mer  embellissait  la  face  d'icelle,  l'entou- 
»rant  de  toutes  parts,  luy  semblie  chose  incommode  que 
»tous  ces  beaux  ornements  demeurassent  sans  quelqu'un 
»qui  en  fust  le  cultivateur.  II  appela  a  soy  Irin-Monge, 
»auquel  il  donna  une  femme ,  afin  qu'ils  peuplassent  le 
»monde  d'hommes  meilleurs  que  n'avaient  pas  este  ceux 
»qui  avaient  ete  les  premiers  habitans  de  l'autre  ,  et  a  este 
»ce  mot  Moire  (1)  usurpe  depuis  leur  deluge  qu'ils  disent 


(1)    Moire-Monan  est  le  uom  de  leur  K'^islateur  plus  ou  moins  mythique. 


109  DES  AGES  OU  SOLEILS.  117 

»avoir  etc  imiversel,  par  tous  ceux  qui  estoienL  rares  en 
»ceuvres  (1).» 

D'autres  traditions  de  ces  memes  peuples  parlent,  on  l'a 
deja  dit,  d'une  destruction  du  monde  parl'eau.  M.  Brinton 
les  mentionne  d'aprcs  Hansstad  qui  fut  prisonnier  des  Tu- 
pis  vers  1550  et  pensa  perir  victime  de  leurs  habitudes  dc 
cannibalisme ,  aussi  bien  que  d'aprcs  Corcal,  lequel  est 
d'une  epoque  un  peu  plus  recente.  Ces  auteurs  nous  appren- 
nent  qu'il  y  avait  chez  les  Tupis  d'anciens  chants  affirmant 
qu'a  une  epoque  tres  reculee,  un  personnage  fort  puissant 
du  nom  de  Maire  ou  Maire,  litt.  «Etranger, »  mu  par  une 
haine  violente  contre  leurs  aieux ,  envoya  un  deluge  pour 
les  faire  perir.  Quelques  uns  echapperent,  soit  en  grimpant 
sur  le  sommet  des  arbres,  soit  en  se  retirant  dans  des  ca- 
vernes.  Une  version  un  peu  diffe  rente  dc  la  mcme  legende 
portait  qu'un  vieillard  blanc  appelc  Tamandoure  ou  Toupan 
fut  seul  averti  par  l'ctre  supreme  de  ce  qui  allait  avoir  lieu. 
II  lui  fut  recommande  de  grimper  sur  un  palmier,  ainsi 
que  sa  famille.  Le  deluge  fini,  ils  redescendirent  de  leur 
arbre  et  repeuplerent  la  Terre  (2). 

Au  dire  de  Thevet,  ce  deluge  toutefois  ne  serait  pas  si 
ancien  que  le  rapportent  les  narrateurs  precedents.  II  n'au- 
rait  eu  lieu  que  cinq  cent  ans  avant  le  temps  oil  ecrivit  le 
voyageur  francais  (3).  C'est-a-dire  qu'il  serait  a  peu  pros 
contemporain  de  Fepoque  a  laquelle  les  Peruviens  fesaient 
remonter  leur  dernier  soleil.  Aprcs  cela,  cinq  cent  ans, 
e'etait  beaucoup  sans  doute,  pour  des  peuples  aussi  peu  ha- 
bitues aux  calculs  chronologiques  que  les  Bresiliens.  Le 


(1)  M.  F.  Denis:  Uac  feste  Bre'silieiiiie  cele'bree  a,  Rouen  en  1550,  p.  82,  dans 
la  Revue  Ame'ricaine,  seconde  serie,  n°  5,  p.  318  et  319.  Paris,  1861. 

(2)  M.  Brinton  :  The  Myths  of  the  New  World,  chap,  vn,  p.  210.—  Le  Deluge 
d'apres  les  traditions  indiennes  de  VAmerique  du  Nord,  dans  la  Revue  Ame'ricai- 
ne, seconde  serie,  n°  5,  p.  317.  Paris,  18G1. 

(3)  Andre  Thevet:  Les  singularity  de  la  France  Antarctique  (Edit,  de  M.  Pau  1 
Gaffarel),  chap,  lui,  p.  2(58.  Paris.  18~8. 

0  8* 


118  CONGRES  DES  AMERICANISTES.  110 

synchronisme  que  nous  decouvrons  entre  la  donnee  Peru- 
vienne  et  celle  des  Bresilicns  serait  bien  de  nature  a  nous 
faire  supposer  qu'elle  a  ete  plus  ou  moins  directement  em- 
pruntee  par  les  Tupis  aux  Qquichuas  ou  aux  Aymaras  de 
la  Bolivie.  S'il  en  reellement  ainsi,  pour  les  suje's  des  In- 
cas,  lVige  du  feu  aurait  constitue  le  troisieme  soleil,  et  Tage 
de  l'eau  le  quatrieme.  Nulle  part  ailleurs,  nous  ne  rencon- 
trons  la  conflagration  universelle  placee  avant  le  deluge. 
Beaucoup  d'autres  details  de  la  legende  Tupi  offrent  des 
traits  de  parente  avec  certains  recits  de  nations  des  deux 
Ameriques,  recits  qui  Ires  probablement  ne  se  rattachaienl 
en  rien  a  la  theorie  des  ages  cosmiques.  Mais  on  sait  que 
les  traditions  populaires  se  forment  un  peu  comme  les 
monstres,  par  l'adjonction  aux  corps  du  fcrtus,  de  membres 
etrangers.  Quoiqu'il  en  soit,  le  palmier  sur  lequel  montent 
Tamondoure  et  sa  famille  ne  nous  rappelle  t-il  pas  un  peu 
celui  de  la  legende  des  riverains  de  l'Orenoque.  D'apres  ces 
peuples,  le  couple  echappe  au  deluge  aurait  repeuple  le 
mondc  en  jetant  derriere  lui,  des  noyaux  de  palmier  qui 
se  change-rent  aussitot  en  autant  d'etres  humains  (1).  Cer- 
tes,  l'analogie  semble  bien  grande  entre  cette  fable  et  celle 
de  Deucalion  et  Pyrrha,  fesant  comme  dit  Scarron,  ce  que 
jamais  on  n'avail  vu  faire  a  coups  de  pierre.  La  premiere 
idee  qui  se  presentera  a  l'esprit  du  lecteur  sera,  sans  aucun 
doute,  d'attribuer  au  pur  hasard,  l'accord  de  ces  deux  don- 
nees  grecque  et  americaine.  Comment  admettre,  en  effet, 
a  une  epoque  tant  soit  peu  reculee,  des  raports  assez  inti- 
mes  entre  les  riverains  de  la  mer  Egee  et  les  indiens  du 
Venezuela,  pour  expliquer  la  transmission  d'une  pareille 
legende?  L'objection  serait  bien  grave  si  nous  retrouvions 
chez  ces  memes  indiens,  une  autre  fable  qui  rappelle  trait 
pour  trait,  celle  du  serpent  Python  (2) ,  et  le  nom  meme  de 


'1;    Noi'-I  i'1  ('lioinpre:  Diet,  de  Mythologie,  nrt.  Ddli'.ge.  Paris,  18tW. 
[-1)    (Jumilla:  ffistoria  natural,  cjtil,etr.,  de  las  mc'iows  th  las  ,'ibenus  <>ri 
'h'huiiu.  •     .  ii.  iii.  Barcelona,  t~91. 


Ill  DES  AGES  OU  SOLEILS.  119 

Puru  que  porte  le  fils  du  dieu  supreme,  charge  de  tuer  le 
moustre  ne  presente  peut-rtre  pas  une  analogic  purement 
fortuite  avec  celui  d'Apollon.  Ajoutons  que  la  donnee  Hell6- 
nique  de  Python  existe  aujourd'hui  encore  chez  une  peu- 
plade  demi-barbare  de  la  Mesopotamie,  les  Sekiis-Bei-Klous 
ou  «Hommes  a  huit  bouquets  de  barbe»;  seulement,  ils  ont 
remplace  le  dieu  du  jour  par  le  patriarche  Noii  (1).  A  coup 
siir,  nous  ne  devions  pas  nous  attendre  a  rencontrer  un 
dernier  echo  des  contes  de  la  muse  grecque  jusqu'au  fond 
du  Bresil,  mas  celaest-il  beaucoup  plus  etrange  que  devoir 
la  legende  de  l'lranien  Djemschid  portee  jusqu'au  cceur  de 
la  Nouvelle-Espagne? 

Les  Tupis  croyaient  la  formation  de  la  mer  posterieure 
aux  origines  du  genre  humain.  II  parait  en  avoir  ete  de 
meme  chez  les  anciens  insulaires  de  Haiti.  D'apres  la  le- 
gende de  ces  peuples,  un  homme  du  nom  de  Giaia  ou  mieux 
Giant  avait  fait  mourir  son  fils  Giaiel  ou  Gianel,  litt.  «Fils 
de  Giani, »  coupable  d'une  tentative  de  parricide.  Les  os 
•de  Gianel  furent  enfermes  dans  une  calebasse ,  attachee 
ellc  mome  au  toit  de  la  demeure.  L'envie  ayant,  un  jour, 
pris  a  Giani  de  voir  cette  calebasse,  il  ordonna  a  sa  femme 
de  la  descendre  et  la  renversa.  Les  os  de  la  victime  s'etaient 
tous  transformer  en  une  multitude  de  poissons,  petits  el 
gros.  Les  deux  epoux  resolurent  de  les  manger,  mais  tandis 
que  Giani  etait  alle  visiter  ses  proprietes,  arriverent  quatre 
frcres  jumeux  qui,  eux  aussi  demanderent  (ju'on  leur  mon- 
trat  la  calebasse.  L'un  d'eux  appele  Dimivan-Caracaracol 
la  detacha.  Tous  se  rassasierent  des  poissons  qu'elle  conte- 
nait.  Toutefois,  Giani  etant  rentre  a  la  maison,  tandis  qu'ils 
etaient  en  train  de  festoyer,  ils  se  haterent  de  remettre  la 
calebasse  en  son  lieu  et  place.  Dans  leur  precipitation,  ils 


(1)  M.  B.  Poujoulat :  Voyage  clans  I'Asic  Mineure ,  etc. ,  lettre  xx ,  \>.  368.  Pa- 
ris, 1840.—  La  tradition  du  deluge  chez  les  riverains  de  I'Orenoqne,  p.  524  et  sui- 
vantes  du  numero  d'octobre  de  1872  de  la  Revue  des  questions  hlstoriques. 


120  CONGRES    DES    AMERICAXISTES.  112 

ne  surent  pas  bien  la  rattacher.  Elle  tomba  a  terre,  et  se 
brisant  laissa  echapper  des  flots  ainsi  qu'une  quantite  in- 
nombrable  de  poissons.  G'est  ainsi,  d'apres  ces  sauvagesr 
que  lamer  aurait  ete  formee  (1).  La  calebasse  semble  bien 
ici  prise  pour  embleme  de  la  Terre,  et  le  sens  de  la  legende 
Haitienne  comme  de  la  legende  Bresilienne  pourrait  bien 
etre  celui-ci,  que  la  mer  est  formee  par  les  fleuves  et  ruis- 
seaux  qui  serpent  a  la  surface  du  sol.  Chose  digne  de  re- 
marque,  un  mythe  des  Landjans,  du  pays  de  Lao,  dans 
l'lndo-Chine  et  dont  nous  nous  sommes  occupe  dans  un 
precedent  travail ,  fait  egalement  de  la  courge,  le  symbole 
de  l'element  terreslre  (2). 

S'etonnera  t-on,  maintenant,  que  ces  Americains  aient 
cru  leurs  ancetres  plus  anciens  que  la  mer?  Est  ce  que  les 
Arcadiens  dans  la  Grece  antique,  tout  comme  les  Muyscas 
du  Cundinamarca  ne  se  regardaient  pas  comme  nes  avant 
l'auparition  de  la  Lime? 

La  circonstance  des  poissons  qui  sortent  de  la  calebasse 
ne  nous  ferait  elle  pas,  de  son  cote,  songer  a  ces  vers  ou 
insectes  lesquels  d'apres  les  legendes  des  riverains  de  TOre- 
noque  comme  des  Sekiis-Bei-Kloas ,  naissent  du  corps  de 
serpent,  apres  qu'il  a  etc  mis  a  mort?  Ici,  l'analogie,  il  est 
vrai,  semble  un  peu  moins  marquee.  D'ailleurs,  ne  con- 
vient-il  pas  de  considerer  ce  reptile  lui-meme  comme  em- 
bleme de  la  terre  marecageuse,  au  sein  de  laquelle  grouil- 
lent,  toutes  sortes  d'animaux  rampants  et  ou  eclosent  par 
myriades,  les  insectes  nuisibles,  des  qu'elle  a  echaulfee  des 
rayons  du  Soleil? 

•  Deplus,  le  recit  Bresilien  suppose  evidemment  que  lrin- 
Monge,  le  restaurateur  du  genre  humain,  habitait  primiti- 


(1)  Ecrit  de  Frere  Romain  Pane,  chap.  ix.  p.  139  et  suiv.  a  la  suite  de  la  Re- 
lation de  las  cosas  de  Yucatan,  etc. 

(2)  Marini:  Histoire  du  Tonquin  et  Lao ,  p.  382.—  T)e  Vorigine  souterraine  de 
I'espece  /uimaine,  p.  233  de  la  Milv.siiie.  Paris,  1878. 


113  DES  AGES  OU  SOLEILS.  121 

vement  le  ciel,  puisqu'il  nous  est  rapporte  que  Mouau  le 
transporta  de  la  en  un  autre  lieu,  afin  qu'il  put  echapper  a 
la  grande  conflagration.  Or,  les  traditions  d'un  grand  nom- 
bre  de  peuples  americains,  celle  des  Iroquois  et  dcs  Hu- 
rons,  par  exemple,  nous  represente  Ataensic,  la  premiere 
femme,  torabant  de  la  voute  celeste  sur  notre  terre,  par  une 
fente  qui  se  produisit  sous  ses  pas  (1).  La  surface  du  globe 
se  trouvait  alors  couverte  par  les  eaux,  commo  elle  devait 
1'tHre  naturellement  aussi  apres  que  Monan,  touche  des  lar- 
mes  d'lrin-Mojige  eut  fait  tomber  la  grande  pluie. 

Les  mexicains,  de  leur  cote,  fesaient  naitre  les  heros  ou 
derai-dieux  des  fragments  du  Tecpatl  ou  silex  dont  etait 
accouchee  la  deesse  Citlalicue  et  qui  se  brisa  en  tombant 
du  ciel  sur  terre  (2).  Au  contraire,  les  nations  aborigines, 
les  Tzendales,  par  exemple,  etaient  censes  issus  desracines 
du  Ceiba  (3).  Gertaines  legendes  asiatiques,  par  exemple, 
celle  des  Wogoules  de  la  Siberie  Occidentale  (4),  des  Land- 
jans  du  Lao  (5),  des  Mantras  de  la  peninsule  Malaie  (6)  font 
egalement  descendre  du  ciel,  tout  ou  partie  des  ancetres  de 
l'espece  humaine.  G'est  un  des  motifs  qui  nous  portent  a 
voir  en  elles  la  source  oil  auront  puisees  les  races  du  Nou- 
veau-Monde. 

On  remarquera  la  ressemblance  des  noms  de  Tamandoure 
et  Toupan,  portes  par  le  vieillard  echappe  au  deluge  avec 
les  termes  de  Aman-Atouppan,  qui  dans  le  recit  publie  par 
M.  F.  Denis,  designent  les  nuees  celestes. 

Enfin,  une  trace  d'influence  chretienne  ne  pourrait  elle 


(1)  Charlevoix:  Histoire  de  la  Nouvelle-France,  in,  p.  345. 

(2)  Mendieta:  Hist,  eccles.  Indian.,  lib.  i.  cap.  i,  p.  "77. 

(3)  Nunez  de  la  Vega:  Constituc.  Diceces.,  p.  9. 

(4)  Une  Gdnese  Wogoule,  1. 1, 1"  cahier  de  la  Revue  de  Philologie  et  d'Ethno- 
graphie,  p.  9  et  suiv.  Paris,  1874. 

(5)  Me'lusine  (loco  citato). 

(6)  M.  de  Castelnau :  Mernoire  sur  les  Mantras ,  t.  n ,  p.  138  de  la  Revue  de 
Pkilologie  et  d'Ethnog rap/tie.  Paris,  1876. 


122  CONGRES    DES    AMERICANISTES.  114 

point  etre  signalee  dans  la  partie  du  mythe  Bresilien  on 
Ton  nous  represente  la  mine  de  l'Univers  comme  due  a 
l'impiete  des  mortels?  Gela  est  tout  a  fait  biblique  (I).  An 
contraire,  les  crises  cosmiques  d'apres  les  donnees  Indoues 
et  Mexicaines,  le  deluge,  suivant  le  recit  Ghaldeen,  ne  sem- 
•  blent  gueres  autre  chose  que  le  resultat  d'nne  ineluctable 
fatalite.  Gette  particularity  a  deja,  au  reste,  ete  plus  d'une 
fois  remarquee.  N'est-il  pas  curieux,  en  outre,  de  trouver 
les  sauvages  Bresiliens  daccord  avec  un  geologue  du  siecle 
dernier,  sur  la  regularity  de  la  surface  du  globe  avant  les 
terribles  catastrophes  qui  detruisirent  l'espece  humaine  (2). 
Somme  toute,  la  legende  Tupi,  quoique  fort  curieuse  a 
etudier,  n'olfre  pas  un  caractere  original.  Elle  s'est  sans 
aucune  doutc  formee  d 'elements  pris  a  des  tribus  et,  aussi, 
a  des  epoques  tres  difFerentes.  On  pourrait  raeme  dire  que 
c'est  ce  qui  en  fait,  en  grande  partie,  l'interet.  Des  homines 
aussi  primitifs  que  les  abori genes  du  Bresil  devaient  natu- 
rellement  etre  plus  portes  a  recevoir  les  mythes  de  nations 
voisines  qu'a  en  inventer  de  toutes  pieces.  Ne  decouvrirait, 
on  pas  une  preuve  et,  en  quelque  sorte,  un  aveude  ces  em- 
prunts,  dans  le  nom  meme  de  Maire-Monan,  litt.  ale  fabri- 
cateur  etranger»  donne  a  leur  legislateur  mythique  (3). 
Rappelons  a  ce  propos  que  le  terme  de  Oannes  par  lequel 
les  Babyloniens  designent  ces  especes  d'etres  divins  moitie 
hommes  et  moitie  poissons  qui  sortaient  de  la  mer  Ery- 
three,  pour  instruire  leurs  ancetres  dans  la  religion,  les 
sciences  et  les  arts  a  ete  rattache,  de  son  cote,  a  l'Arameen 
Onoudo  opelerin,  etranger»  (4).  Gette  etymologic  merile 
d'etre  regardee  comme  fort  douteuse,  mais  enfin,  nous  avons 


(1)  Gcni-se,  chap,  vi,  vers.  4  et  5. 

(2)  Buffon:  Histoire  naturelle  generate  et  particwMdre  (Theorie  de  la  Terre;, 
tome  iv,  art.  in,  pages  233  et  234.  (Edit,  de  Sannini ,  Paris,  an  vi:.) 

(3)  The  Myths  of  the  N.  World,  chap,  vn,  p.  211  (en  note). 

(4)  Histoire  universelle  dejmis  le  commencement  du  monde  (trad,  de  l'anglais), 
tome  i,  note  ix,  p.  389  (en  note).  Paris,  1779. 


115  DES  AGES  OU  SOLEILS.  123 

cru  bon  de  la  rapporter  ici,  simplement  pour  la  curiosite 
du  fait. 

IV.  Legende  Botocudo.  —  Les  Botocudos  ou  Endgercck- 
moungs  qui  habiteut  aux  embouchures  du  Rio-doce  et  du 
Belmonte,  semblent  avoir  conserve  quelque  souvenir,  bicn 
efface,  alaverite,  des  ages  cosmiques.  G'est  la  Lune  qui 
occupe  le  premier  rang  dit-on ,  dans  leur  theologie ,  mais 
ils  la  regardent  comme  une  divinite  plutot  funeste  que  bien- 
veillante.  On  lui  attribue  le  pouvoir  d'empecher  la  recolte 
de  certains  fruits.  De  temps  en  temps,  ajoutent  ces  indiens, 
elle  tombe  sur  la  terre  et  cause  la  destruction  d'un  grand 
nombre  d1hommes  (1). 

V.  Legende  Mocobie. —  Les  Mocobis,  nation  Paragueen- 
ne,  semblent  ne  gueres  connaitre  d'autre  destruction  de 
FUnivers  que  la  destruction  par  le  feu.  'Void  ce  qu'ils  ra- 
content.  Le  Soleil  appele  par  eux  Gdazoa  ou  «Gompagne,» 
sans  doute  parcequ'ils  le  considerent  comme  l'epouse  de 
la  Lune  ou  Cidiago  (2) ,  etant  tombe  du  ciel ,  un  mocobi  le 
ramassa  et  le  remit  en  place.  L'astre  du  jour  n'ayant  pas 
ete  assez  solidement  fixe,  tomba  une  seconde  fois  et,  alors, 
incendia  toutes  les  forets.  Quelques  mocobis  se  sauverent 
en  se  cachant  sous  les  eaux,  dans  les  rivieres,  oil  ils  furent 
changes  en  caimans  et  en  cabiais.  Seuls,  un  homme  et  une 
femme  etant  montes  sur  un  arbre,  pour  fuir  le  danger,  la 
flamme,  en  passant ,  leur  rotit  le  visage  et  ils  furent  chan- 
ges en  singes  (3).  On  ne  nous  dit  pas  qu'elle  fut  l'origine 
de  l'espece  humaine  actuelle. 

Les  mexicains  nous  represented  le  Soleil  refusant  de 


(1)  Mueller:  Amenkanisch.  UrrcUgionc ,  p.  254.  —  M.  F.  Denis:  Le  lirrsil, 
pag-e  221  de  la  Collect.  Z  'Vnixers. 

(2)  Rappelons  nous,  ace  propos.  <iu'en  Allemand,  Same  (SoleiT  est  du 
j,renre  ferainin,  tandis  que  Mmul  'Lune,'  se  trouve  du  inasculin.  Les  anciens 
cunnaissaient,  eux  aussi,  un  dieu  Lunus. 

(:3)  Guevara :  Historia  del  Paraguay,  etc..  en  la  Colec.  de  la  Historic  Argen- 
tina, t.  i,  p.  210.  Buenos-Aires,  1854. 


124  CONGRES  DES  AMERICAN'ISTES.  116 

marcher  (1).  D'apres  les  Mocobis,  il  n'aurait  pas  pu  rester 
fixe  a  la  voute  celeste.  Chez  les  uns  comme  chez  les  autres, 
regne  l'upinion  que  chaque  convulsion  de  la  nature  est 
accompagne  de  ce  que  l'Evangile  appelle  «rembranlement 
des  vertus  des  cieux»  (2).  M.  l'Abbe  Brasseur  rattache  ces 
traditions  au  souvenir  de  crises  volcaniques  qui  auraient 
ravage  la  surface  du  globe  (3).  Nous  ne  nions  pas  qu'il  ne 
puisse  y  avoir  quelque  chose  de  vrai  dans  cette  facon  de 
voir;  seulement,  il  nous  semble  que  le  docte  americaniste 
vu  beaucoup  trop  loin  dans  les  conclusions  qu'il  pretend 
tirer  de  ces  faits.  Si  le  recit  des  Mocobis  n'a  garde  la  me- 
moire  en  fait  de  boulversements  cosmiques,  que  d'une  con- 
flagration generale,  ne  serait  ce  point  parceque  ces  peuples 
avaient  sans  cesse,  sous  les  yeux,  le  spectacle  de  forets  in- 
cendiees  par  le  feu  du  ciel?  Au  reste,  l'ascension  du  dernier 
couple  humain  sur  les  arbres  oil  il  est  transforme  en  sin- 
ges, la  metamorphose  des  autres  hommes  en  divers  ani- 
maux  semblent  un  echo,  bien  efface,  a  la  verite,  des  vieilles 
legendes  mexicaines  relatees  plus  haut. 

VI.  Legende  Yuracare. — Les  Yuracares,  litt.  «Hommes 
blancs,»  qui  habitent,  au  nombre  de  deux  mille  annees 
environ ,  la  region  comprise  entre  Santa  Cruz  de  la  Sierra 
al'Est  et  la  longitude  de  Cochabamba  a  l'Ouest,  en  Bolivie, 
doivent ,  dit-on ,  a  leur  sejour  au  sein  de  forets  humides, 
cette  blancheur  de  teint  qui  les  distingue  des  tribus  avoisi- 
nantes.  Bien  que  completement  sauvages,  ils  possedent  une 
mythologie  fort  compliquee.  II  y  est  question  d'une  des- 
truction du  monde  par  le  feu.  Un  genie  malfaisant  de  nom 
de  Sararuma  aurait  cause  un  incendie  general  qui  devora 
tous  les  arbres  des  forets  et  causa  la  destruction  de  tous  les 
etres  vivants,  un  seul  homme  excepte.  Ce  dernier  avait  eu 


(]     Mendieta:  Hist,  eccles.  Indian.,  cap.  n,  p.  Id. 

(2     Etangile  seloii  •■>'.  Matkias,  cap.  xxiv,  p.  29. 

(3     Relation  de  las  cosas  de  Yucatan,  Introd.,  p.  xxx:v. 


117  DES  AGES  OU  SOLEILS.  123 

la  precaution  de  se  retirer  avec  des  provisions  dans  une 
cavcrne  ou  demeure  souterraine  fort  profonde.  Desireux 
de  s'assurer  du  moment  oil  le  fleau  prendrait  fin  ,  ce  Noe 
d'un  nouveau  genre  sortait,  de  temps  en  temps,  de  son  trou, 
une  longue  baguette.  Les  deux  premieres  fois,  il  la  retira 
enflammee,  mais  la  troisieme,  elle  etait  froide.  II  attendit 
encore  quatre  jours  avant  de  sortir  de  sa  retraite.  Parcou- 
rant  ensuile  les  champs  devastes,  sans  aliments  ni  abri,  il 
deplorait  son  isolement.  G'est  alors  que  Sararuma,  tout 
vetu  de  rouge,  lui  apparut,  et  lui  dit  «quoique  je  sois  la 
cause  de  tout  le  mal  qui  vient  d'arriver,  j'ai  neanmoins 
compassion  de  toi.»  En  meme  temps,  il  lui  donna  une  poi- 
gnee  de  graines  alimentaires ,  en  lui  ordonnant  de  les  se- 
mer.  Sitot  la  chose  faite,  on  vit  une  magnifique  foret  surgir 
comme  par  enchantement.  Ensuite  plusieurs  ctres  se  suc- 
cedent  dans  le  monde  et  y  jouent  un  grand  role.  Enfin,  un 
genie  du  nom  de  Tiri  qu'avait  eleve  la  femelle  d'un  Jaguar 
fait  sortir  tous  les  hommes  du  creux  d'un  arbre,  qu'il  re- 
ferma  des  qu'il  s'appereut  que  la  Terre  etait  assezpeuplee  (1). 
On  concoit,  sans  peine,  qu'une  peuple  vivant  dans  l'inte- 
rieur  des  terres  comme  les  Yuracares  et  separe  de  l'Ocean 
par  le  massif  des  cordilieres  ait  facilement  mis  en  oubli,  les 
traditions  concernant  le  deluge.  Au  contraire ,  son  habitat 
au  milieu  des  bois  ravivait  naturellement  chez  lui,  le  sou- 
venir d'une  destruction  de  TUnivers  par  l'element  igne.  La 
circonstance  de  l'homme  cache  dans  une  caverne  est  men- 
tionnee  aussi  par  le  recit  mexicain,  a  propos  du  Soleilde 
feu.  lies  mortels  sortant  du  creux  d'un  arbre  nous  rappel- 
lent  le  Tzendale  Ymox,  pere  de  la  race  humaine  et  auquel 
les  racinesdu  Geibaont  donne  naissance.  Enfin,  le  fait  que 
ce  creux  est  bouche,  des  que  la  Terre  se  recu  un  nombre 
suffisant  d'habitants  trouve  son  pendant  exact  dans  certai- 


1,1)    A.  d'Orbigny:  Voyage  dans  VAmdnqne  Me'ridioiiale,  t.  in,  Partie  premie- 
re, p.  107. 


126  C0NGRES  DES  AMERICAN! STES.  118 

nes  legendes  des  Mandanes,  des  Minetaris  des  Etats-Unis 
ainsi  que  des  Mundurucus  du  Bresil  septentrional  (1).  Nous 
avons  deja  parle  de  celles-ci  dans  un  precedent  travail  el 
n'avons  point  a  y  revenir  ici.  Plus  on  compare  entre  elles, 
les  traditions  des  divers  tribus  des  deux  Ameriques,  et  plus 
on  constate  que  presque  toutes,  elles  out  des  origines  iden- 
tiques.  En  general,  celles  des  Americains  du  Sud  ont  un 
caractore  moins  prrmitif.  G'est  evidemment  dans  les  regions 
du  Nord  qu'elles  on  pris  naissance  ou  ont  d'abord  ete  in- 
troduites  par  des  emigrants  venus  d'Asie. 

VII.  Les  Takahlis  de  la  cote  Nord  du  Pacifique  nous 
semblent  le  seul  peuple  de  l'Amerique  septentrionale  qui 
parlent  d'une  conflagration  universelle.  D'aprt'S  Morse 
(Rep.  on  the  Indian  Tribes,  app.,  p.  346),  cite  par  M.  Brin- 
ton,  ils  affirm ent  que  quelqucs  etres  humains  y  auraient 
seuls  echappes  en  se  retirant  dans  de  profondes  caver- 
nes  (2).  II  est  vrai  que  ce  peuple  fait  aussi  jouer  un  certain 
role  an  rat  m usque  dans  1'histoire  de  la  formation  de  la 
Terre;  ce  qui  rappelle  tout  a  fait  les  donnees  Algique  et 
Athabaskane  (3) . 

Nous  voici  arrives  ;i  la  fm  de  notre  travail  sur  les  ages 
cosmiques  d'apivs  les  traditions  americaines.  Nous  comp- 
tions  y  joindre  quelques  pages  sur  les  traditions  analogues 
qui  se  retrouvent  en  Chaldce  et  surtout  dans  l'lnde,  mais 
cela  nous  ont  entraine  trop  loin  et  il  faudra  renvoyer  l'etude 
de  cette  question  ;i  un  autre  memoire.  En  tout  cas,  l'ori- 


(\)  l)r  i'ii,-'i;i'i,)r  saitlerraltie  de  t'cspvw  hnmaiae,  p.  226  et sulv.  tie  Melusine. 
Paris,  W78.—M.  Mathews:  Hidatsa  fMinnetareJ Grammar, Introd., p. xvn. New- 
York,  1873.— M.  et  M««  L.  Agassrz:  Voyage  an  Brtsil,  trad,  de  l'anglais,  par 
M.  F.  Vojreli.  chap,  x,  p.  322.  Paris,  18(>9. 

2)    M.  Briaion :  The  Myths  uftJw.  Xem  World,  chap,  vn,  p.  201. 

'A)  Ibid.,  ih'uL.  p.  107. — Nicolas  Perrot:  Afe'iiioire  stir  Irs  tnarnrs,  etc.,  des  sau- 
mges-de V Anit'rhjuc  fieptentriwuile ,  publiee  par  le  1?.  P.Taillmn,  chap,  i,  p.4J 
et  suiv.  Leipzig  et  Paris.  1KG1.—  L.  R.  P.  Petitot :  Dictionnaire  de  la  langve  des 
Dtiie'-Diii'Jji-x,  etc.  g.  in.  pages  \xxiv  et  xxxv.  Paris,  1S~(1. 


I  lil  DES    AGES    01     SOL.fc.iLSJ.  I  .  , 

gine  asiatique  de  ces  legendes,  ainsi  que  do  beaucoup  d'au- 
tres  qui  se  retrouvent  dans  tout  le  Nouveau-Monde ,  ne 
nous  semble  pas  douteuse.  Un  Shasta  nous  parle,  par  exem- 
ple,  de  trois  destructions  du  monde,  succesivement  ame- 
nees  par  des  tremblements  de  terre,  l'air  et  l'eau,  sans  pre- 
judice de  la  fin  de  l'Univers  actuel  qui  doit  Gtre  causeo  par 
le  feu  (1).  G'est  tout  a  fait  la  theorie  Yucateque.  Nous  pen- 
sons  me  me  que  la  donnee  mexicaine  des  cinq  ages  se  rat- 
tache  plus  directement  a  celles  des  peuples  de  l'Asie  Cen- 
trale,  puisque  les  Tibetains  en  admettaient  le  meme  nom- 
bre.  Au  contraire ,  celle  des  Quiches  et  Mayas  offrirait 
d'avantage  d'analogie  avec  la  doctrine  indoue  proprement 
dite.  Nous  pensons  retrouver  ici  une  confirmation  de  notre 
facon  de  voir  sur  l'origine  des  deux  courants  civilisateurs 
de  l'Amerique,  le  courant  occidental  ayant  plutot  subi  l'iji- 
tluence  de  la  Chine,  de  la  Tartarie  et  du  Japon.  Quant  au 
courant  oriental,  c'est  surtout  dans  l'lnde,  le  Siam  et  la 
Malaisie  qu'il  conviendrait  de  chercher  son  berceau  (2). 

En  tout  cas,  cctte  theorie  des  ages  cosmiques,  aujourd'hui 
si  populaire  dans  l'lnde,  ne  semble  point  copendant  d'ori- 
gine  Indoue,  car  elle  ne  s'y  rattache  a  aucune  conception 
astronomique  bien  definie.  G'est,  pensons-nous,  en  Ghal- 
dee  qu'il  conviendrait  d'en  chercher  le  berceau.  D'apres  les 
peuples  de  ces  regions,  le  monde  devait  ctre  alternativement 
el^periocliquement  ravage  par  l'eau  et  par  le  feu,  suivant 
que  certaines  constellations  se  trouvaient  en  conjonciion 
dans  le  signe  du  Verseau  ou  celui  du  Lion.  Cela  se  trou- 
vait  on  ne  peut  plus  conforme  aux  croyances  Babylonien- 
nes  relatives  a  l'influence  qu*exercent  les  corps  celestes  sur 
les  destinees  de  notre  terre  et  de  ses  habitants.  On  peut 
dire  que  la  doctrine  des  ages  ou  Soleils  constituait  un  de- 


(1)  Dr.  Sepp:  Das  Heidenthum  und  dessen  Bedeutung  futr  das  Christhenttom, 
1. 1 ,  §.  45,  p.  191.  Regensburg',  1853. 

(2)  A ctes  de  la  Societe  Philologvjue  (Proces  verbaux),  t.  iv,  p.  348.  Paris,  1874. 


128  CONGRES   DES   AMERICANISTES.  120 

veloppement  naturel  et  logique  de  l'ensemble  du  systeme 
religieux  propre  a  la  Babylonie.  N'oublions  pas  que  certai- 
nes  donnees  architectoniques,  celle,  par  exemple  ,  du  Teo- 
calli  mexicain  compose  d'etages  successifs  supportaut  l'au- 
tel  du  dieu  ne  nous  rappelle  pas  moins  les  Ziggurat  de  la 
region  de  l'Euphrate  que  les  pagodes  de  l'lnde  ou  de  l'lndo- 
Ghine.  G'est,  en  definitive,  toujours  soit  vers  Babylone, 
soit  vers  l'Egypte  qu'il  faut  tourner  nos  regards,  lorsque 
nous  voulons  remonter  aux  sources  de  la  civilisation. 


El  Sr.  Jimenez  de  la  Espada:  He  pedido  la  palabra 
para  hacer  algunas  observaciones  acerca  del  principio  que 
ha  sentado  el  Sr.  Conde  de  Gharencey,  de  que  los  pueblos 
de  America  admiten  cuatro  edades  cosmicas,  queriendo  es- 
tablecer  con  un  hecho  ciertas  relaciones  cosmogonicas  y 
teogonicas  entre  los  pueblos  del  nuevo  continente  y  los 
europeos.  Entre  los  primeros  M.  de  Gharencey  ha  incluido 
tambien  al  Peril,  y  yo  creo  que  las  gentes  de  este  pais  ni 
de  otro  alguno  de  la  America  del  Sur  admiten  las  cuatro 
edades  dichas.  Y  sobre  este  particular  me  ocurre  una  ad- 
vertencia:  que  al  referirse  al  Peru  la  mayor  parte  de  los 
modernos  escritores  de  antiguedades  americanas,  entienden 
que  es  el  espacio  que  media  entre  los  Andes  y  el  mar,  desde 
Quito  hasta  Chile;  y  bueno  es  recordar  que  en  esa  grandi- 
sima  extension  de  tierra  se  han  desarrollado  y  han  adqui- 
rido  un  grado  considerable  de  cultura  y  dado  lugar  a  un 
activo  movimiento  historico  tres  6  cuatro  pueblos  podero- 
sos  y  de  distintos  caracteres,  dos  de  ellos  por  lo  menos,  los 
Guaranies  y  los  Aymara-Quichuas.  Hay  ademas  otras  mu- 
chas  razas  distribuidas  por  la  region  costeha,  las  llamadas 
yungas,  que  con  anterioridad  a  la  invasion  de  los  Incas ,  y 
aun  antes  queestos  aparecieran  en  el  valle  de  Cuzco,  tenian 
ya  su  religion  particular,  sus  cosmogonias  propias  y  sus 
costumbres  y  modo  de  vivir  y  gobernarse  enleramente  dis- 
tinto  del  de  sus  invasores,  a  los  cuales  se  atribuye  por  punto 


OBSERVACIONES    DEL    SENOR    JIMENEZ    DE    LA    ESPADA.        12!) 

general  todo  lo  primitivo  y  mas  antiguo  de  la  civilization 
del  Peru;  error  gravisimo,  puesto  que  los  incas  mismos 
tomaron  de  esos  pueblos  maritimos  una  multitud  de  cosas 
que  modificaron  sus  costumbres  y  leyes,  su  industria  y  su 
agricultura.  Yo  le  preguntare,  por  consiguiente,  al  seiior 
Conde  de  Charencey:  {,£  cual  de  estos  pueblos  se  ha  referido 
al  nombrar  el  peruano? 

El  principio  religioso  fundamental  de  los  incas  —  muy 
anterior  &  su  aparici6n  en  el  Peru,  y,  por  otra  parte,  el 
mas  natural  en  el  hombre  —  era  la  adoration  solar.  Los 
pueblos  de  la  costa  adoraban  primeramente  a  la  Luna ;  y 
en  muchas  de  sus  tradiciones  cosmog6nicas  descubren  nota- 
bih'simas  semejanzas  con  los  pueblos  asialicos  queprofesan 
el  budhismo;  por  ejemplo,  en  aquella  de  un  dios  encarnan- 
do  en  el  seno  de  una  virgen  sin  que  esta  deje  de  serlo;  y 
hasta  ahora  no  se  ha  podido  encontrar  la  relation  6  lazo 
que  existe  entre  las  creencias  de  los  incas  y  las  de  los  yun- 
cas  costenos. 

Es  un  error  tambien  el  en  que  hemos  estado  hasta  ahora, 
y  del  cual  tiene  la  mayor  parte  de  culpa  el  inca  Garcilaso, 
de  que  los  habitantes  de  la  costa  adoraban  en  Pachacamac 
a  un  ser  invisible  y  concebido  en  su  entendimiento  de  la 
misma  manera  que  nosotros  al  Ser  Supremo,  incorporeo, 
sin  forma  alguna.  Pero  este  dios,  que  ha  sido  visto,  es- 
tudiado  y  descrito  por  los  primeros  descubridores  y  po- 
bladores  del  Peru,  no  era  m£s  que  un  idolo  de  madera  se- 
mejante  a  los  que  se  adoraban  en  las  otras  regiones  de  la 
costa,  y  que  recibia  sacrificios  en  la  misma  forma  que  los 
demas.  Esta  religion  continuaba  hasta  cerca  de  las  sierras 
del  Peru,  en  la  cuenca  y  paso  del  Apurimac,  donde  puede 
decirse  que  principiaba  la  influencia  de  la  religidn  solar  que 
profesaban  casi  todos  los  habitantes  de  las  altas  Cordilleras. 
Tambien  se  ha  tratado  aquf,  aunque  de  una  manera  bas- 
tante  vaga,  de  las  influencias  asiaticas  y  europeas  en  la  po- 
blacitfn  de  America;  pero  respecto  a  este  punto  yo  creo  que 
no  se  tiene  en  cuenta  un  elemento  principal:  los  primitivos 

9 


TOMO  II. 

0  9 


130  r.ONGUESO    DE    AMERICANISTAS. 

habitantes  dc  America,  sus  auctoctones.  Pues  que,  ^no  ha 
podido  haber  alii  hijos  de  la  tierra,  como  los  ha  habido  en 
Asia?  ^Es  que  no  hay  unis  remedio  que  creer  que  los  pri- 
meros  habitantes  del  Nuevo  Mundo  han  venido  del  Asia  6 
de  otro  continente  de  los  antiguos?  A  mi  juicio  en  nuestros 
calculos  6  investigaciones  etnologicas  hay  que  proceder 
partiendo  tie  la  base  de  su  primera  poblacion,  de  esa  huma- 
nidad  americana.  Que  luego  en  diferentes  cpocas  ha  reci- 
bido  influenciasdelasoceanicas,  europeas,  africanas  yasia- 
licas,  en  buen  hora  ;  pero  csa  es  una  cuestidn  secundaria  y 
averiguable  median te  el  estudio  de  las  diferentes  corrientes 
marinas  y  atmosfericas,  los  movimientos  geologicos  que  alii 
pudo  haber  y  los  restos  que  alii  quedan  e  indican  los  pun- 
tos  de  contacto  que  hayan  podido  existir  con  cada  una  de 
esas  naciones  amcricanas. 

Pero  dejando  aparte  este  episodio,  vuelvo  a  preguntar  al 
Sr.  Gonde  de  Charencey :  <;a  que  pueblos  del  Peru  se  ha  re- 
ferido  al  tratar  de  las  cuatro  edades  solares  ? 

El  Sr.  Conde  de  Charencey  respondio  que  se 
habia  referido  a  los  pueblos  estudiados  por  M.  Bras- 
seur  de  Bourbourg.  Que  la  doble  corriente  de  civi- 
lizaciun  indieada  por  M.  Angrand,  que  no  puede 
desconocerse,  se  compone  ciertamente  de  elemen- 
tos  multiples;  en  cada  uno  de  ellos  han  existido 
creencias  distintas,  y  seria  singular  exageracion  tra- 
tar de  imponer  un  sistema  absoluto.  Sin  embargo, 
no  cree  menos  evidente  que  ciertas  leyendas  de  los 
Incas,  como  la  de  la  Virgen,  tienen  origen  oriental. 

El  Sr.  Jimenez  de  la  Espada:  Esa  tradicion  de  la 
virgen  que  concibe  sin  dejar  de  serlo  es  indigena  de  la  costa 
peruana;  y  en  Iluarochiri  la  recogio  el  Dr.  Francisco  de 
Avila  y  la  consigno  en  su  Tratado  y  relation  de  los  errores, 


MITOS    DE    LOS    YUNCAS.  1.51 

falsos  dioses  y  otras  supersticiones  y  rilos  diabolicos  en  qui 
vioian  antiguamente  los  indios  de  las  provincias  de  Huaro- 
chiri,  Mama  y  Chaclla,  etc.  (Ms.  1G08),  por  estos  terminos: 

«E1  Coniraya  Yiracocha dicen  que  anduvo  antiquisi- 

»mamente  en  figura  y  traje  de  un  indio  muy  pobre  y  dese- 
»chado,  vestido  de  andrajoS,  y  de  manera  que  los  que  no 
»sabian  quien  era  le  denostaban  y  llamaban  de  pobre  piojo- 
»so;  y  este  dicen  que  fue  el  criador  de  todas  las  cosas  y  que 
»con  solo  maudarlo  y  decirlo  hizo  que  en  las  medias  ladc- 
»ras  y  partes  barrancosas  se  compusiesen  los  andenes  y 
»chacras  y  se  hiciesen  las  bardas  que  tienen;  y  que  las  ace- 
»quias  y  aguaduchos  las  hacia  con  solo  arrojar  una  cafia 
»hueca  de  las  que  decimos  caha  de  Castilla;  y  asimismo 
»andaba  por  todas  partes  hacieudo  y  ordenando  diversas 
»cosas.  Y  con  su  mucho  saber  hacia  tretas  y  burlas  a  las 
»huacas  y  idolos  de  los  pueblos  donde  llegaba. — Y  en  este 
atiempo  dicen  que  asimesmo  babia  una  muger,  que  era 
»tambien  huaca,  la  cual  se  decia  Gavillaca,  y  esta  era  her- 
»mosisima  por  cabo  y  juntamente  doncella  ;  y  aunque  fue 
»muy  pretendida  y  solicitada  de  diversas  huacas  y  idolos 
»principales,  nunca  quiso  conceder  con  ninguno.  Y  que  se 
»puso  una  vez  a  tejer  una  manta  al  tronco  y  pie  de  un  ar- 
»bol  lucumo ,  donde  el  sabio  Goniraya  hallo  ocasion  de  al- 
»canzarla  desta  manera:  que  haciendose  un  muy  lindo  y 
»hermoso  pajaro  se  subio  en  el  lucumo,  donde  tomando  de 
»su  simiente  generativa  la  echo  6  metio  en  una  lucma  bien 
»sazonada  y  madura,  y  asi  la  dejo  caer  cerca  de  la  hermosa 
»Cavillaca;  la  cual  la  tomo  y  comid  con  mucho  gusto  al 
»punto;  con  lo  cual  quedo  y  se  hizo  prehada  sin  mas  obra 
»de  varon;  y  cumplidos  los  nueve  meses,  pario,  quedando 
»doncella  como  de  antes,  y  a  sus  propios  pechos  crio  el  hijo 
»un  aho  cntero  sin  saber  cuyo  fuese  ni  como  lo  hubiese 
j>engendrado.B 

Y  puesto  que,  a  mi  juicio,  una  de  las  principales  y  mas 
profundas  diferencias  entre  los  indios  maritimos  y  los  se- 
rranos  del  Peru  estriba  en  la  semejanza  de  los  mitos  religio- 


132  COXGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

sos  de  aquellos  con  los  delas  gentes  asiatico-orientales,  ana- 
dire  al  misterio  de  Gavillaca  el  de  la  Trimurti  6  Trinidad 
yunca,  segun  el  cnal  los  naturales  de  la  costa  entre  Huau- 
ra,  al  N.  de  Lima,  y  Trujillo,  antiguo  reino  del  Chimu, 
tuvieron  origen  de  tres  huevos;  porque  Vichama  6  Huicha- 
mac,  hijo  del  Sol  y  de  la  Eva  yunca,  despues  de  haber  con- 
vertido  en  piedra  las  criaturas  de  su  hermano  Pachacamac, 
acomo  viese  el  mundo  sin  hombres,  rogo  a  su  padre  criase 
nuevos  hombres,  y  el  le  envio  tres  huevos,  uno  de  oro,  otro 
de  plata  y  otro  de  cobre.  Del  huevo  de  oro  salieron  los  cu- 
racas,  los  caciques  y  los  nobles  que  llaman  segundas  per- 
sonas  y  principales;  del  de  plata  se  cngendraron  las  muje- 
res  de  estos;  y  del  huevo  de  cobre  la  gente  plebeya,  que  hoy 
llaman  mitayos,  y  sus  mugeres  y  familia.»  De  esta  oogene- 
sis hay  tambien  rastro  en  la  provincia  de  Huarochiri  y  sus 
limitrofes  costerias,  puesel  Dr.  Avila,  en  el  tratado  que  an- 
tes cite  ,  habla  de  cinco  huevos  maravillosos  aparecidos  en 
los  tiempos  fabulosos  de  aquella  comarca  en  el  cerro  de 
Gondorcoto;  y  ademds,  e  indicando  intimas  relaciones  de 
origen  6  al  menos  de  antiquisimo  contacto  de  los  pueblos 
del  Chimu  con  el  curiosisimo  de  Huamachucu  ,  su  vecino 
de  la  montaiia,  existe  el  mito  de  una  especie  de  Leda ,  11a- 
mada  Cauptaguan,  hermaua  de  los  guachemines  6  primiti- 
vos  habitantes  de  Huamachucu ,  la  cual  tuvo  que  ver  con 
Huamansuri  (un  personaje  muy  parecido  a  Goniraya),  y  por 
fruto  de  sus  amores,  a  los  cuatro  dias,  dos  huevos  que, 
arrojados  a"  un  muladar,  produjeron  dos  muchachos,  Apu 
Gataquill  [Gatachillay?]  y  Piguerao. 

'No  me  cansare  de  repetir  lo  que  ya  tuve  el  honor  de  ex- 
poner  ante  el  Gongreso  Americanista  de  Bruselas.  Es  pre- 
ciso  prestar  un  poco  mas  de  alencion,  dedicar  un  estudio 
mas  asiduo  a  las  cosas  antiguas  del  Peru;  distinguir,  sobre 
todo,  los  diferentes  elementos  etnicos  que  allihan  figurado 
cada  uno  con  su  religion,  tradicioncs,  origen,  historia  y 
caracteres  fisicos  aparte ;  para  lo  cual ,  y  ademas  de  todos 
los  medios  que  generalmente  se  emplean  con  otras  naciones 


CERAMICA.  133 

para  llegar  al  esclarecimiento  y  solution  de  este  dificil  pro- 
blema,  es  necesario  recurrir  al  poderoso  auxilio  de  las  noti- 
cias  acerca  de  las  gentes  que  todavia  viven  salvajes  en  las 
selvas  orientales,  aunque  inmediatas  y  en  contacto  con  los 
actuales  centros  de  cultura  de  aquel  gran  territorio,  que  en 
esto  se  diferencia  absolutamente  del  Norle  y  Centro-Ame- 
rica.  ^Quien  sabe  hasta  donde  llegaron  y  por  donde  vivie- 
ron  esas  Iribus  hoy  errantes  y  emboscadas  al  Oriente  de  la 
Cordillera? 

Mucho  siento  que  el  primer  tema  propuesto  en  nuestro 
programa,  y  copiado  del  de  Bruselas,  Comparaciun  de  los 
tres  reinos  del  Cuzco ,  de  Trujillo  y  del  Quito,  etc. ,  no  haya 
merecido  los  desvelos  de  alguno  de  tantos  ilustres  america- 
nistas  como  conocen  la  materia;  y  creo  que  hasta  que  estos 
puntos  y  los  que  son  su  consecuencia  no  se  diluciden ,  an- 
daremos  a  tientas  en  las  cuestiones  generales  que,  dicho 
sea  de  paso,  acostumbramos  demasiado  a  ver  por  las  de 
Nueva-Espana,  region  hasta  ahora  favorita,  con  Yucatan  y 
Guatemala,  de  los  modernos  americanistas,  naturalmente 
influidos  por  el  gran  prestigio  y  ejemplo  del  poderoso  pue- 
blo norte-amcricano.  En  cuanto  al  Peru,  el  inca  Garcilaso 
es  el  que  hasta  hoy  puede  decirse  que  exclusivamente  nos 
ha  sacado  de  apuros. 

El  Sr.  Dr.  Reiss:  Tratando  M.  Bamps,  en  la  sesi6n  de 
ayer,  de  la  interesante  Memoria  de  Ceramica  americana, 
llamo  la  atencion  del  Gongreso  sobre  la  circunstancia  de 
haber  en  el  Peru  vasos  rojos  y  negros  que  parecen  forma- 
dos  con  los  mismos  materiales  ;  expreso  que  algunas  expe- 
riencias  hechas  en  Bruselas  demostraban  que  el  barro  de 
unos  y  otros  vasos  era  el  mismo,  y  lo  que  faltaba  que  saber 
era  el  procedimiento  empleado  en  la  coloraci6n.  La  cues- 
tion  es  interesante,  y  no  solo  afecta  al  Peru ,  sino  a  otros 
muchos  paises,  porque  vasos  negros  y  rojos  se  han  fabri- 
cado  en  la  India,  en  Egipto  y  en  varias  partes,  pero  esta 
ya  resuelta.  Un  viajero  alem&n  que  se  ocupa  en  el  estudio 
de  la  industria  universal  ha  observado  de  que  manera  da- 
09   * 


134  CONGRES   DES    AMERICA.NISTES. 

ban  la  coloration  a  los  vasos  en  la  India,  descubriendo  que 
el  raetodo  que  hoy  emplean  es  identico  al  usado  de  mil  aiios 
atras,  al  que  conocian  los  griegos  ,  con  procedimientos  su- 
periores  en  finura  a  los  de  los  pueblos  medio  civilizados. 

Se  fabrican  los  vasos  de  color  rojo  y  se  sobreponen  los 
dibujos  quem&ndolos,  porque  la  arcilla  contiene  oxido  de 
hierro.  En  algunos  casos  la  arcilla  es  gris  mas  6  menos  os- 
cura,  y  la  coloration  consiste  en  la  cantidad  de  oxido  de 
hierro  empleada.  Los  indios  descubririan  por  casualidad  el 
metodo  que  a  los  europeos  ha  ensenado  la  Quimica ,  que  se 
reduce  a  poner  sobre  la  arcilla  una  capa  de  carbon.  Asi  se 
obtienen  vasos  negros  con  brillo  permanente  6  rojos  con 
dibujos  negros ,  que  fija  el  fuego  obrando  sobre  las  mate- 
rias  oxidante  6  desoxidante.  En  Berlin  se  han  verificado  re- 
petidos  ensayos,  obteniendo  vasos  identicos  a  los  de  la  In- 
dia ,  Grecia  y  el  Peru. 

M.  Bamps:  Je  snis  heureux  d'avoir  provoque  les  eclair- 
cissements  de  l'honnorable  M.  Reiss,  et  je  suis  convaincu 
que  Texperience  dont  il  nous  a  parle  a  produit  Teffet  qu'il 
nous  a  indique.  Gependant,  il  me  reste  quelques  doutes. 
J'admets,  quant  aux  poteries  en  matiere  rouge,  qu'il  peut 
y  avoir  des  differences  de  nuance  par  suite  de  Taction  de 
l'oxygene,  par  des  courants  d'air,  par  la  chaleur  mitigee  ou 
par  toute  autre  cause  que  la  chimie  et  la  physique  sont  ve- 
nues apprendre  a  des  peuplades  deja  civilisees. 

Gependant,  dans  quelques  poteries  noires  on  a  constate 
la  presence  de  cendres  de  bois,  lesquelles  faisaient  naturel- 
lement  defaut  dans  les  poteries  rouges.  D'autre  part,  si  la 
variete  de  la  couleur  a  pu  etre  obtenue  suivant  qu'on  sou- 
mettait  les  objets  ceramiques  a  un  feu  d'oxydation  ou  de 
reduction;  si  les  nuances  ont  pu  etre  variees  au  gre  du  fa- 
bricant  par  Taction  franche  ou  mitigee  de  l'oxygene ,  il  est 
pourtant  assez  difficile  d'admettre  que  les  anciens  habitants 
a  demi  civilises  du  Xouveau-Monde,  aient  pu  connaitre, 
mrme  d'une  facon  inconsciente  et  appliquer  avec  succes  des 
principes  de  chimie  et  de  physique  qui  s'e  sont  introduits  a 


CERAMIQUE.  135 

une  date  relativement  beaucoup  plus  recente  dans  les  arts 
industrielles  dcs  pcuples  du  vieux  continent. 

M.  Reiss:  Je  voudrais  constater  seulement  que  les  ma- 
tieres  chimiques  que  Ton  doit  employer  pour  produire  la 
couleur  noire,  c'est  le  charbon.  Plus  il  y  en  aura,  plus  la 
matiere  sera  foncee. 

M.  Bamps:  Gela  ne  prouve  rien  quant  u  l'agent  chimi- 
que  dont  vous  avez  parle  tout  a  l'heure. 

M.  Reiss:  Non,  Taction  est  la  meme  (1). 


(1)  Es  de  recordar  que  en  la  Relacion  descriptiva  de  la  provincia  de  Guate- 
mala que  envio  al  rey  Felipe  II  el  licenciado  Diego  Garcia  de  Palacio  el  aiio 
de  1576,  relacion  publicada  no  solo  por  el  original  espaiiol ,  sino  tambien  por 
traducciones  en  frances,  en  alem&n  y  en  ingles ,  se  explica  la  fabrica  de  alfa- 
reria  de  los  indios,  los  procedimientos  que  emplcaban ,  y  asimismo  la  manera 
de  obtener  el  barniz  amarillo  del  insecto  nombrado  Axin.  El  Sr.  D.  Leon  Fer- 
nandez, de  Costa-Rica,  comentando  la  Relacion,  dice: 

«Es  muy  probable  que  la  tierra  roja  con  la  cual  se  da  el  color  rojo  encendido 
a  la  vajilla  de  barro,  como  supone  Palacio,  sea  verdaderamente  bolarmenico, 
porque  tambien  en  Europa  se  destina  este  a  usos  semejantes.  En  Costa-Rica 
tuve  oportunidad  de  ver  varias  piezas  de  vajilla  coloreadas  con  esta  especie 
de  tierra ,  que  aun  hoy  se  usa  en  Nicoya ,  donde  se  da  a  esta  loza  de  barro  un 
rojo  muy  hermoso:  lleva  esta  tierra  en  Costa-Rica  el  nombre  de  Curio ,  y  se 
distingue  con  los  nombres  de  curio  Colorado  y  curio  negro.  Con  el  ultimo  se 
pintan  varias  figuras  sobre  el  fondo  rojo.  El  curio  negro  es  una  arcilla  negra, 
rica  en  partes  organicas,  que  al  quemar  la  vajilla  se  carboniza.  El  bol  se  dis- 
tingue de  la  arcilla  fina  del  mismo  color  en  que  no  posee  la  plasticidad  de  esta. 
y  por  esta  razon  no  se  emplea  para  fabricar  la  vajilla,  sino  para  darle  color. 

»La  opinidn  de  Palacio  del  modo  con  que  se  produce  el  bol  por  medio  de  la 
fuerza  de  las  corrientes  que  penetran  entre  las  capas  de  esta  clase  de  tierra 
es  de  todo  punto  correcta.  Se  forma  el  bol  principalmente  por  medio  de  la  des- 
integracion  del  basalto,  mientras  que  la  arcilla  por  la  del  feldespato.  Segun 
nos  ha  informado  el  profesor  Fuchs,  de  Heidelberg,  se  encuentra  este  en  Ha- 
bichtswald  en  pequenas  aglomeraciones,  y  asegura  que,  si  hubiera  en  este 
lugar  una  fuerte  corriente  que  las  despedazara,  resultaria  en  otro  lugar  el 
deposito  de  bol  que  se  iria  reuniendo  gradualmente.» 

Tambien  es  oportuno  recordar  la  Memoria  instructiva  sobre  elfamoso  barniz 
de  las  Jicaras  de  Olinala,  por  D.  Joaquin  Alejo  Meave,  impresa  en  Mejico 
en  1791.  —  C.  FeknAndez-Duro. 


136  CONGIiES    DES   AMERICANISTES.  t 

El  Sr.  Presidente  :  Tiene  la  palabra  el  R.  P.  Fita. 

El  Sr.  Fita:  Seiiores:  pensaba  hablar  esta  tarde,  y  hu- 
biese  cedido  la  palabra  ahora  a  cualquier  individuo  del 
Congreso  que  quisiera  usar  de  ella.  Creia  que  M.  Vinson 
hablaria  sobre  las  relaciones  entre  el  vascuence  y  las  len- 
guas  americanas,  y  en  tal  caso  me  reservaria  con  gusto 
para  hablar  despues;  pero  si  el  Congreso  lo  desea  antici- 
pare  mis  ideas.    " 

El  Sr.  Presidente  mega  al  R.  P.  Fita  que  las 
manifieste  desde  luego,  por  no  alterar  la  orden 
del  dia. 

El  Sr.  Fita:  Le  14  aout  de  l'annee  derniere  Mr.  Vent- 
worth  Webster  a  communique  a  la  Revue  Anglaise  The 
Academy  un  article,  qui  a  ete  debattu  entre  deux  basqui- 
sants  de  premiere  force:  M.  le  Prince  L.  L.  Bonaparte  et 
M.  Julien  Vinson.  LTorigine  du  debat  est  la  suivante:  Me 
trouvant  il  y  a  deux  ans  a  Gompostelle  (Gallicie) ,  j'y  lis 
l'etude  du  celebre  manuscrit  appele  Codex  Callixtinus,  re- 
dige  vers  l'an  1139.  Ge  volume  en  parchemin,  tres  enrichi 
par  la  main  du  calligraphe  et  du  peintre,  etait  divise  en 
cinq  livres ,  ainsi  que  l'attestent  les  nombreuses  copies 
eparpillees  dans  toute  l'Europe.  Vers  la  fin  du  xvne  siecle 
(a  ce  qu'il  parait) ,  une  main  inconnue  arracha  du  volume 
original  le  livre  iv,  qui  renfermait  les  Gesta  Karoli  Magni; 
et  pour  mieux  voiler  cet  acte,  donna  ce  numero  d'ordre  au 
dernier  livre,  ou  se  trouve  un  petit  vocabulaire  basque  (1), 
ecrit  certainement  par  un  auteur  francais,  et  vraisembla- 
blement  par  le  pretre  poitevin  Aymery  Picaud. 


(1)  «Deum  vocant  urcia,  Dei  genitricem  andrea  Maria;  panem  orgui;  vinum 
ardum;  camera  aragui;  piscem  araign;  domum  echea;  dominum  domus  iaona; 
•lominam  andrea;  ecclesiam  elicera;  presbyterum  belaterra;  quod  interpretatur 
'<pulcra  terra»;  triticura  gari;  aquam  uric;  regem  ereguia;  sanctum  Jacobum 
iaona  domne  Tacue.» 


2  LE    BASQUE    ET    LES   LANGUES   AMER1CAINES.  137 

Personne  (que  je  ne  sache)  ne  s'en  etait  apercu  jusqu'a 
present,  et  je  profitai  de  cette  occasion  pour  livrer  ce  tresor 
a  la  publicity.  On  prit  fait  et  cause,  on  se  disputa  sur  l'exac- 
titude  de  la  copie  qui  m'appartient;  aussi  me  suis-je  mis  en 
devoir  de  trancher  la  question  par  la  photographie  de  l'ori- 
ginal,  a  laquelle  ainsi  qu'au  texte  integral  du  livre,  M.  Vin- 
son veut  bien  accorder  entree  dans  la  Revue  de  Linguistic 
que  et  de  Philologie  comparee  (1),  qu'il  dirige  en  collabora- 
tion de  M.  de  Rialle.  Tous  les  mots  du  petit  glossaire  sont 
de  bon  aloi.  lis  dependent  pour  la  plupart  du  sub-dialecte 
navarrais-espagnol,  parle  dans  la  vallee  Roncalaise,  lequel 
presente  plus  que  des  nuances,  mais  bien  des  differences 
marquees  d'avec  tous  les  autres.  On  croit  qu'elles  sont  dues 
a  un  croisement  de  races;  c'est  la  du  moins  l'opinion  de 
l'auteur  du  vocabulaire.  Quoiqu'il  en  soit,  deux  mots  m'ont 
frappe  principalement.  C'est  d'abord  celui  qui  se  trouve 
ecrit  belaterra ,  et  traduit  presbyter  (pretre),  avec  une  glose 
etymologique  (pulcra  terra),  qui  en  fixe  nettement  la  pro- 
nonciation  ou  le  phonetisme.  M.  le  Prince  L.  L.  Bonapar- 
te, qui  avait  deja  trouve  ce  mot  isole  dans  la  valle  du  Ron- 
cal,  le  fait  venir  du  francais  barrette ,  mais  je  ne  saurais 
accepter  son  explication,  attendu  que  cette  coiffure  au  xne 
siecle  n'etait  pas  caracteristique  des  clercs. 

Tous  les  paysans  de  la  Gatalogne,  oil  je  suis  ne,  portent 
encore  leur  barretina:  j'ai  pu  d'ailleurs  observer  un  reste 
de  cet  usage  dans  les  departements  francais  voisins  du  Ron- 
cal.  J'avais  ensuite  pense  au  bas  latin  Bellator  (riotaire  ou 
clerc),  tire  de  l'arabe  J^'^  (baratali),  qui  signifie  breve- 
taire  (2);  mais  j'hesite  encore,  car  il  n'est  pas  demontre  que 
belaterra  ne  soit  plus  ancien  que  l'invasion  des  musulmans 
dans  la  Peninsule.  Des  lors  on  peut  le  rapprocher  du  bre- 
ton  Be'lek  (pretre);  ensuite  de  l'aquitain  [Beli]  patera  (pretre 


(1)  Voy. ,  en  effet,  tome  xv,  page  16.  Paris ,  1882. 

(2)  Dombay :  Grammatical  lingua  Mauro-arabicce.  Vienne,  1800. 


138  CONGRES  DES  AMERICANISTES.  3 

d'Apollon  Gaulois),  dont  le  sens  est  justifie  par  Ausone  (1); 
et  enfin  de  l'islandais  Veltiligr  (voltigeur) .  Ge  dernier  sens 
du  mot  belaterra  me  parait  d'autant  plus  acceptable  que  la 
danse  sacree  en  l'honneur  de  Jaun-Goiko,  qui  signifie  «Sei- 
gneur-lune»  dans  le  dialecte  du  Roncal,  est  le  seul  rite  re- 
ligieux  indeniable  et  parfaitement  avere  (2)  que  nous  aie 
transmis  l'bistoire  de  l'ancien  pays  basque.  Le  second  mot 
est  Urcia,  prononcez  Ourcia  (Dicu).  II  se  trouve,  je  crois, 
pareil  au  Tbor  Scandinave,  dans  le  cinquieme  jour  de  la 
semaine  basque  Orz-egun  (jour  d'Orz),  et  ailleurs,  comme 
dans  Orz-anz  (bruit  du  tonnerre),  Orz-adar  (arc-en-ciel)  etc. 
A  moa  avis,  Ourcia  renferme  trois  elements  primitifs:  Ourz- 
eguille-a  (le  faiseur  du  tonnerre) ,  qui  d'apres  les  lois  nor- 
males  de  la  grammaire  basque,  devinrent  tour  a  tour  ourz- 
ille-a,  ourz-ill-a,  ourz-iy-a.  Les  noms  du  soleil  eguskia  (le 
faiseur  du  jour),  et  de  la  lune  illargia  (le  faiseur  du  mois 
ou  de  la  mesure),  me  semblent  formes  d'une  maniere  ana- 
logue. La  racine  verbale  c'est  toujours  egi  (faire). 

Ces  donnees  tout-a-fait  positives  ne  sont  pas  a  dedaigner, 
lorsqu'il  s'agit  de  rattacher  au  basque  les  idiomes  ameri- 
cains.  II  ne  faut  rien  hasarder  sans  demonstration;  mais 
aussi  il  ne  faut  rien  negliger.  Je  n'ai  pas  a  revenir  sur  ce 
qui  est  a  la  portee  de  tout  le  monde.  La  clarte  phonetique, 
l'abondance  des  consonnes  sifflantes,  l'accent  a  double  por- 
tee, le  reflet  des  voyelles  harmoniques  sur  leurs  subordon- 


(1)  Commemoratio  professorum  Burdig-alensium,  iv,  9-12. 

«Beleni  sacratum  ducis  a  templo  g-enus, 

Et  inde  vobis  nomina. 
Tibi  Paterae:  sic  ministros  nuncupant 

Apollinaris  mystici.v 

(2)  "Enoi  Si  rovs  KaXXaixouj  6Aiov$  <pa<7j,  tou;  H  KsXripnoxs  xa; 
tous  7rp3i7j3o|)J-jj  twv  ofii^v  avrois  dvwuuu  rtvi  Qsu  Tocg  ncLvveXrvois 
vyxrcop  mfo  rav  ttuXuv  iravoixiovs  T£  xopivnv  xa/  ira.vv\SX&lw.  Stra- 
bcm,  in,  4,  16. 


4  LE    BASQUE    ET    LES    LANGUES   AMERICAINES.  \3'J 

nees,  des  ratines  appartenant  au  langage  de  YAge  de  Pierre, 
et  surtout  l'enchevetrement  par  syncope,  non  seulemeut 
applique  a  la  composition  du  nom,  du  verbe  et  des  particu- 
les,  mais  aussi  pousse  jusqu'au  dernier  exces,  tels  sont  les 
caracteres  speciaux  aux  langues  americaines;  or,  on  sait 
que  leurrepresentant  le  plusprochain  dans  l'Ancien  Monde 
est  le  basque.  On  sait  d'ailleurs  que  les  colonies  des  Irlan- 
dais,  etablies  en  Amerique  des  le  neuvieme  siecle,  sont  in- 
separables de  celles  des  Euskaldunak  (Vascons  et  Vardules). 
En  effet,  l'histoire  de  l'lrlande  recueillie  dans  les  traditions 
du  pays  de  Galles,  nous  rapporte  l'ctablissement  des  Bas- 
ques conduits  par  leur  chef  Partholoim  dans  les  Orcades  et 
dans  toute  l'etendue  de  la  verte  Erin  ,  ainsi  que  l'a  demon- 
tre  M.  Webster  (1).  Le  nom  de  ce  chef  derive  probablement 
du  latin  Bartholom[seus],  repond  parfaitement  aux  lois  pho- 
netiques  de  l'Euskara  qnand  il  emprunte  des  expressions  a 
une  langue  etrangere.  Exemples:  pikarda  ou  pikarta  (bi- 
garre),  pordoin  (bourdon),  paltsu  (faux),  arratoi  (rat). 

Nous  avons  pourtant  la  un  point  d'appui  pour  constater 
les  relations  du  Basque  et  du  Gaul:  entreprise  que  l'eminent 
professeur  de  Geltique  a  l'Universite  d'Oxford,  M.  Rhys, 
poursuit  maintenant  avec  succes.  En  meme  temps  nous 
pouvons  assurer  que  la  comparaison  du  basque  et  du  lan- 
gage  americain  non  seulement  n'est  pas  une  reverie,  mais 
doit  etre  une  etude  serieuse  qui  a  un  objet  important  a 
decouvrir. 

II  s'agit  surtout  de  determiner  l'analogie  qui  existe  entre 
le  verbe  basque  et  celui  des  langues  americaines.  Le  fond 
de  la  question  consiste  dans  la  ratine.  Vous  savez,  Mes- 
sieurs, qu'il  existe  deux  opinions  sur  cette  question.  Selon 
quelques  ecrivains  le  verbe  basque  n'a  pas  de  ratine  pro- 
pre,  en  sorte  que  l'idee  d'action  n'est  pas  exprimee.  Gepen- 
dant  d'autres  auteurs  acceptent  la  ratine  pour  un  seul  ver- 


(1)    Rtcue  de  linguistique  et  de p/iilo logic  coMparc'e,  tome  xiv,  page  1 10. 


140  CONGRES    DES   AMERICANISTES.-  5 

be,  unique  cfapres  eux  dans  le  basque;  c'est  izan  (avoir, 
etre).  Je  crois  que  la  dispute  se  reduit  esclusivement  au 
point  de  vue  sous  lequel  se  place  chaque  philologue.  La 
racine  existe  loujours  dans  quelque  verbe  que  ce  soit,  in- 
diquant  l'existence,  l'etat,  Taction,  non  pas  comme  une 
idee  absolue  tout  simplement,  mais  comme  lien  essentiel 
du  sujet  et  du  predicat  dans  la  proposition  objective  du  ju- 
gement  qui  percoit  et  affirme  cette  liaison.  Aussi,  lorsque 
Ton  parle  de  racine  verbale  on  peut  faire  abstraction  de  ce 
rapport  essentiel  et  s'en  tenir  a  l'actc  de  la  perception,  de- 
pouille  de  la  direction  que  lui  donne  l'acte  du  jugement;  et 
des  lors  nous  n'avons  que  la  simple  idee  d'etre,  d'etat,  d'ac- 
tion,  ce  que  l'ont  peut  appeler  nom  verbal;  parce  que,  quand 
meme  il  ne  soit  pas  applique  a  former  par  lui-meme  1'en- 
chainement  essentiel  de  la  proposition,  il  est  capable  de 
l'etablir. 

On  ne  saurait  nicr  que  le  basque  possede  en  outre  du 
verbe  Izan  d'autres,  qu'on  appelle  irreguliers,  parce  qu'ils 
ont  leur  conjugaison  independante  de  Tauxiliaire.  Je  les 
crois  parfaitement  reguliers  et  non  pas  introduits  dans  la 
langue  a. une  epoque  recente,  mais  existant  chez  elle  des  la 
plus  haute  antiquile.  lis  repondent  a  des  idees  usuelles: 
ibil  (marcher),  jo  (aller),  jaki  (savoir),  egi  (faire),  etc.  Or, 
toutes  les  langues  ont  conserve  dans  ces  verbes  plus  ou 
moins  remanies,  les  traits  caracteristiques  a  Tetat  le  plus 
ancien.  J'avancerai  encore  une  derniere  proposition  sans 
crainte  d'etre  dementi  par  la  logique  de  la  science;  toutes 
les  racines  verbales  se  conjugaient  probablement  dans  le 
basque  primitif  d'apres  les  regies  normales.  Gelles-ci  sont 
tres-simples,  et  regissent  invariablement  autant  pour  l'auxi- 
liaire  que  pour  tout  Tensemble  des  verbes  qu'on  appelle 
irreguliers.  On  les  voit  ondoyer  et  se  deployer  sur  l'idee 
d'aclion  transitive  et  intransitive;  Tidee  qui  separe  et  dis- 
tingue deux  cadres  d'application  des  prefixes  et  suffixes 
prenominaux  comme  vous  le  savez.  Get  enorme  developpe- 
ment  que  comportent  les  signes  du  sujet  pronominal  et  des 


6  LE    BASQUE    ET    LES    LANGUES   AMERICAINES.  141 

regimes  egalement  pronominaux,  attaches  a  la  racine  et 
marquant  par  leurs  differentes  positions  l'etat  transitif  on 
intransitif,  devint  forcement  un  lourd  fardeau  h  la  memoire; 
et  par  suite  on  elimina  de  la  plupart  des  racines  les  moins 
usuelles  la  conjugaison,  que  Ton  supplee  par  celle  de  l'auxi- 
liaire.  C'est  aiusi  que  les  langues  neo-latines,  par  exemple, 
ont  agi  vis-a-vis  de  leur  mere ;  et  le  latin  et  le  grec  en  ont 
fait  autant  vis-a-vis  du  Sanscrit  et  du  zend. 

Malheureusement  nous  n'avons  pas  d'ecrits  basques  re- 
montant au  dela  du  xne  siecle,  qui  puissent  nous  eclairer 
sur  le  verbe;  et  d'ailleurs  celui  des  langues  americaines 
que  notre  posterite  parviendra  peut-etre  a  decouvrir,  en 
dechiffrant  les  hieroglyphes  du  Nouveau-Monde,  n'offre 
pas  pour  le  moment  une  antiquite  plus  reculee.  II  faudrait 
rechercher  dans  toute  l'Espagne  les  manuscrits  qui  ont  trait 
a  l'ancien  Euskara.  Celui  du  xne  siocle  que  j'ai  trouve  a 
Compostelle  n'est  pas  le  seul  qu'on  puisse  utiliser.  On  con- 
nait  le  denombrement  depresque  toute  la  province  d'Alava, 
en  1025;  c'est  un  fond  magnifique  que  je  compte  pouvoir 
exploiter  quelque  jour  (1).  Les  Gartulaires  de  nos  Abbayes 
du  Nord-Est  fourmillent  de  mots  non  seulement  geogra- 
phiques,  mais  aussi  d'un  emploi  usuel  tels  que  Jaun  (sei- 
gneur), Andre  (maitresse  de  maison),  eche  (maison),  andosko 
(agneau),  etc.  II  faudrait  en  outre  explorer  les  debris  de 
l'epigraphie  romaine  du  pays  basque,  aussi  nombreux  en 
deca  que  au  dela  des  Pyrenees.  Ceux  que  M.  Luchaire  a 
rassemble  provenant  du  sol  de  la  France  demontrent  que 
VEuskara,  essentiellement  considere,  est  le  mcme  aujour- 
d'hui  qu'a  l'epoque  romaine.  Et  lorsque  ce  grand  et  beau 
travail  d'exploration  sera  parvenu  a  donner  une  base  assez 
large  pour  etablir  un  ensemble  de  mots  bien  constates  par 
leur  racine  et  leur  structure,  qui  puissent  retablir  la  vraie 
physionomie  de  la  langue  basque  a  1'epoque  de  Jules  Ce- 


(1)    Voy.  Boletia  de  la  Real  Accidentia  de  la  Historic,  t.  in,  pag\  215-213. 


142  CONGRES    DES   AMERICAN1STES. 

sar ,  le  moment  sera  venu  de  comparer  a  ces  memos  mots 
eta  leurs  accidents  grammaticaux,  ceux  qui  apparaissent 
dans  les  inscriptions  Celtiberiques  ,  dont  ^interpretation 
a  rencontre  jusqu'ici  des  diflicultes  presque  insurmonta- 
bles  (1). 

Ce  serait  done  une  ceuvre  meritoire  pour  le  gouverne- 
ment  de  S.  M.  le  Roi  d'Espagne  s'il  voulait  proteger  de  la 
sorte  le  developpement  scientifique  de  Tetude  du  basque 
que  j'ai  indique;  et  voire  meme  fonder  une  chaire  de  cette 
langue  dans  l'Univcrsite  de  Madrid,  puisque  ce  n'est  pas 
la  une  ceuvre  qu'inte.resse  seulement  l'Espagne,  mais  aussi 
les  savants  de  toutes  les  nations,  et  principalement  ceux  de 
FAmerique.  Faute  de  monuments  qui  nous  disent  claire- 
ment  quels  ont  ete  les  premiers  habitants  des  deux  Ameri- 
ques,  il  ne  nous  reste  que  la  voix  du  raisonnement  strict 
et  fonde  sur  des  faits  incontestables.  Or,  le  fait  du  langage 
est  parmi  tous  les  faits  historiques  celui  qui  se  prrte  le 
mieux  a  donner  de  la  realite  a  Tidee  sublime  d'Archimcde. 
parlant  de  la  puissance  du  levier:  «  Donnez-moi  un  point 
d'appui,  et  je  souleverai  le  monde.y*  L'Egypte  nous  a  devoile 
son  ancienne  histoire;  l'Euphrate  et  le  Gange  n'ont  plus  de 
mysteres;  la  fraternite  des  nations  Aryennes,  les  plus  civi- 
lisees  et  les  plus  civilisatrices  de  tout  l'univers,  a  ete  de- 
montree  par  la  science  du  langage;  cette  science  ralliera 
peut-etre  dans  un  jour  a  venir  la  communaute  de  rapports 
entre  les  anciens  Iberes  de  l'Espagne  et  les  aborigenes  de 
FAmerique.  (Longs  applaudissements.) 

El  Sr.  Rada  y  Delgado:  Ayer  pedi  la  palabra  con  tres 
objetos  diferentes:  primero,  presentar,  como  lo  hago,  al 


(1)  Voyez  Vfirtiolp  sur  un  jrrand  bronze  oeltiherique  que  j'ai  puhlie  dans  1<* 
RuUetl)  de  VAcadtmie  Roy  nip  de  I'Histoire,  vol.  n,  p.  33.  Ce  bronceafite  trouvf 
a  Luza^ra  pres  de  Sipiienza.  I.e.  premier  mot  (Arregorralohx),  forme  d'.Vrrr- 
go'rrad  Numance\  est  I'etlminne  des  Numantins. 


JEROGLIFICOS    MAYAS.  14o 

Congreso,  los  primeros  cuadernos  y  laminas  de  la  traduc- 
tion anotada  y  precedida  de  un  prologo  que  estoy  haciendo 
dela  notabilisima  obra  de  M.  de  Rosny  sobre  la  interpreta- 
tion de  los  jeroglificos  mayas  y  de  las  inscripciones  de  la 
America  central.  Greo  del  mayor  interes  dar  a  conocer  este 
trabajo  en  nuestra  patria,  con  algunas  observaciones  saca- 
das  del  estudio  de  los  mismos  manuscritos  espanoles,  al- 
guno  de  ellos  citado  sobre  todos  los  demas  por  M.  de  Rosny, 
cual  es  el  del  P.  Landa.  A  este  proposito  tengo  que  hacer 
algunas  indicaciones. 

La  obra  de  M.  de  Rosny,  apartandose  de  las  peregrinas 
interpretaciones  de  Brasseur  de  Bourbourg,  abre  un  nuevo 
camino  por  el  cual  acaso  un  dfa  se  ha  de  llegar  a  la  verda- 
dera  lectura  de  los  jeroglificos  de  la  America  central.  Bras- 
seur, al  publicar  el  manuscrito  del  P.  Landa,  intitulado 
Relation  de  las  cosas  del  Yucatan,  lo  hizo  casi  simultanea- 
mente  tambien  del  celebre  Codice  Maya,  llamado  el  Codice 
Troano.  Parecia  que  ambas  publicaciones  habian  de  com- 
pletarse;  que  este  codice  habi'a  de  aplicar  las  nociones  im- 
portantisimas  que  daba  el  del  P.  Landa,  pero  no  fue  asi. 
El  sabio  abate,  que  en  obras  anteriores  nos  habia  demos- 
trado  su  sagaz  critica  y  grandes  conocimientos,  se  dejo  lle- 
var  en  esta  ocasion  mas  bien  de  la  fantasia  que  de  la  reali- 
dad,  e  hizo  una  verdadera  novela  del  Codice  Troano  ,  cual 
si  se  traiara  del  jeroglifico  de  un  periodico.  Interpretado 
por  el  a  priori ,  sin  ^stablecer  el  sistema  filol6gico  y  paleo- 
grafico  que  tiene  que  preceder  a  todos  los  ensayos  de  inter- 
pretacion  de  caracteres  desconocidos,  snpuso  que  alii  se 
encontraban  nada  menos  que  relaciones  de  la  existencia  de 
la  celebre  Atlantida  que  habia  desaparecido,  y  de  cuyos  res- 
tos,  segun  el,  se  habia  formado  la  peninsula  del  Yucatan. 
Esto  no  puede  ser  asi.  La  interpretacion  de  las  escrituras 
antiguas  requieren  trabajo  mas  critico,  mas  fundamental; 
es  indispensable  proceder  de  menor  a  mayor,  de  lo  mas  co- 
nocido  d  lo  desconocido,  e  ir  fijando  jalones  en  aquel  sen- 
dero  que  se  abre  a  medida  que  se  adelanta  en  el,  para  llegar 


144  CONGRESO   DE    AMERICANISTAS. 

algiin  dia  a  la  completa  interpretacion.  De  este  modo  se 
procedio  cuando  el  descubrimiento  de  la  celebre  piedra  de 
Roseta,  que  dio  origen  al  gran  sistema  de  la  interpretacion 
de  los  jeroglificos  egipcios,  tan  perfectamente  iniciado  por 
Champollyon,  y  que  despues  ha  tenido  grandes  imitadores, 
de  los  cuales  se  encuentran  afortunadamente  entre  nosotros 
el  conservador  del  Museo  de  Leiden,  Mr.  Leemans,  nuestro 
digno  Presidente  en  este  dia,  y  el  no  menos  entendido  en 
egiptologia  M.  Dognee.  Pues  bien;  de  la  misma  manera  que 
se  procedio  a  la  interpretacion  de  los  jeroglificos  egipcios, 
hay  necesidad  de  proceder  a  la  interpretacion  de  los  anti- 
guos  jeroglificos  americanos.  La  imagination  del  hombre 
es  muy  dada  a  fantasear,  y  por  ella  se  extravi'a  el  juicio, 
porque  tiende  siempre  a  lo  desconocido,  y  en  cuanto  ve  algo 
que  parece  un  rayo  de  luz  quiere  irradiarla  a  las  tinieblas 
que  intenta  penetrar,  invadiendo  un  campo  que  linicamente 
corresponde  a  la  investigation  filosofica.  M.  Rosny,  apar- 
Uindose  de  aquella  peligrosa  senda,  ha  prestado  un  tra- 
bajo  verdaderamente  fundamental,  teniendo  presentes  los 
que  antes  de  61  se  habian  hecho ,  tanto  por  Brasseur  como 
por  algunos  otros  celebres  americanistas ,  en  Ingiaterra 
Mr.  William  Bollaurt  y  en  Francia  M.  de  Gharencey,  los 
cuales  han  continuado  por  un  camino  analogo,  a  pesar  de 
que  han  querido  apartarse  del  de  Brasseur.  La  interpreta- 
cion de  estos  jeroglificos  mayas  contaba  hasta  hace  poco 
tiempo  en  el  mundo  cientifico  con  solo  tres  documentos,  en 
los  cuales  pudiera  ejercitarse  la  sagacidad  de  los  sabios. 
Estos  documentos  eran :  el  Codice  celebre  de  Dresde,  el  Co- 
dice  Maya  de  la  Biblioteca  imperial  de  Paris  y  el  llamado 
Troano ,  por  pertenecer  a  la  notabilisima  colecci6n  paleo- 
gr.lfica  y  diplomatica  del  que  fue  mi  querido  amigo  y  llo- 
rado  compaiiero  D.  Juan  de  Tro,  el  cual  lo  comunico  a  Bras- 
seur en  uno  de  los  viajes  que  hizo  por  Espaiia.  Estos  docu- 
mentos, sobre  los  cuales  versa  la  obra  cuyas  primeras  pagi- 
nas  traducidas  tengo  la  honra  de  presentar  al  Congreso ,  se 
han  aumentado  posteriormente  con  otro  importantisimo 


JEROGLIFICOS   MAYAS.  145 

que  no  conocia  M.  Brasseur,  que  es  el  Codice  Maya  que  te- 
nemos  en  nuestro  Museo  Arqueologico  Nacional ;  cOdice 
que,  para  honra  nuestra,  debo  decir  se  conserva  en  Espana 
gracias  al  desprcndimiento  y  patriotismo  de  su  antiguo  po- 
seedor  el  Sr.  Miro ,  pues  a  pesar  de  haber  recibido  grandes 
ofertas  de  Museos  extranjeros ,  y  de  ser  mucho  menos  ven- 
tajosa  la  proposition  que  por  mi  conducto  le  hizo  el  nues- 
tro, prefirio  dejarle  en  su  patria  a  que  enriqueciera  las  co- 
lecciones  de  otros  paises.  Debido  a  tan  digna  conducta  tene- 
mos  en  nuestro  Museo  este  cuarto  documento  6  manuscrito 
maya,  de  tanto  mayor  interes  cuanto  que,  habiendo  llegado 
a  Espana  en  el  ano  anterior  el  mismo  M.  Rosny  con  motivo 
del  Gongreso  prehistorico  que  se  celebro  en  Lisboa,  vino  a 
Madrid  y  visito  el  Museo;  tuve  yo  la  honra  de  acompanar- 
le;  le  presente  el  Codice  Maya;  fue  estudiado  con  deteni- 
miento;  y  habiendo  pedido  el  Codice  Troano  a  D.  Luis  de 
Tro,  hijo  y  digno  sucesor  de  D.  Juan  de  Tro,  tuve  la  for- 
tuna  de  examinarle,  y  encontre  que  el  Codice  del  Museo 
no  es  mas  que  la  continuaciOn  del  Troano,  el  cual  estaba 
interrumpido ,  habiendo  separado,  no  se  sabe  cuando,  las 
dos  partes  que  constituian  un  solo  volumen,  resultando  un 
trozo  en  poder  de  Tro  y  el  otro  en  el  Museo.  La  comparaci6n 
de  las  paginas,  la  continuation  de  una  numeration  que 
tiene  en  caracteres  may  as  y  otros  datos  que  no  son  del  mo- 
menta, nos  demostraron  sin  genero  de  duda  que  este  Codice 
Maya  completa  el  Codice  Troano.  No  es  necesario  rcicis  que 
inducir  el  descubrimiento  para  que  se  comprenda  cuanto 
puede  contribuir  a  los  adelantos  de  la  ciencia  lingiiistica, 
de  la  arqueologica  y  de  las  historias  que  en  aquellas  en- 
cuentran  dos  de  sus  mas  seguras  y  puras  fuentes.  Por  esta 
raz6n  el  Sr.  Rosny  sac6  fotografias  de  nuestro  G6dice  con 
el  mayor  cuidado;  y  en  la  obra  que  no  esta  todavia  conclui- 
da,  y  que  yo  voy  traduciendo  al  mismo  tiempo  que  se  es- 
cribe el  original,  se  ocupard  del  G6dice  espanol ,  y  de  esta 
manera  vendrd  &  facilitate  el  conocimiento  verdadero  de 
lo  que  aquellos  signos  encierran,  aunque  no  se  consiga  leer 

TOMO  II.  10 

1  0 


146  CONGHESO    DE    AMERIGANISTAS. 

desde  luego;  pues  debo  advertir  que  M.  de  Kosny,  con  la 
prudencia  del  verdadero  sabio,  no  tiene  la  pretension  de 
romper  a  leer  desde  luego,  sino  que  trata  de  ir  estableciendo 
datos  y  observaciones  fijas  y  seguras  deducidas  del  cstudio 
de  este  Codice,  consignandolo  asi  en  el  principio  de  su  obra 
con  una  modestia  que  le  honra.  El  docto  americanista  ha 
procedido,  sin  embargo,  como  linicamente  puede  adelan- 
tarse  en  tales  estudios,  pues  ha  analizado  la  indole  de  aque- 
llos  signos  y  ha  descubierto  en  ellos  la  existencia  de  los 
mismos  tres  elementos  que  se  hallan  en  la  escritnra  egip- 
cia.  La  escritura  jeroglifica  pura  que  dicen  los  egiptologos, 
y  que  se  balla  mejor  en  los  monumentos  que  en  los  manus- 
critos;  la  hierdtica,  llamada  asi  porque,  usada  especialmen- 
te  por  los  sacerdotes,  era  como  una  abreviacion  de  la  mo- 
numental; y  la  demotica  6  popular,  cuya  existencia  no  se 
encuentra  claramente  demostrada,  pero  hay  razones  bas- 
tante  poderosas  para  creer  en  ella,  y  al  mismo  tiempo  ha 
demostrado  que  la  escritura  maya  participa  tambien,  como 
laegipcia,  de  los  tres  elementos,  simbolico,  ideografico  y 
fonetico.  Todo  esto  es  de  un  interes  trascendentalisimo  para 
nuestra  patria,  que  tuvo  la  gloria  de  descubrir  el  Nuevo 
Mundo ,  y  de  aqui  el  que  yo  haya  querido  dar  a  conocer  y 
generalizar  en  ella  una  obra  de  tanta  importancia  como  la 
de  M.  de  Rosny,  que  a  mi  juicio  viene,  si  no  a  descubrir 
por  completo  el  horizon  te,  a  dar  el  primer  paso  para  que 
pueda  marcharse  a  la  directa  interpretacion  de  estos  jero- 
glificos ,  y  por  ellos  poder  acaso  lograr  el  conocimiento  de 
las  demas  escrituras  de  la  America. 

Porque  bueno  es  decir  de  paso  que  estos  mismos  codices 
se  venian  confundiendo  en  una  sola  denomination,  Hainan* 
dolos  indistintamente  codices  mejicanos;  y  hoy,  gracias  a 
los  trabajos  de  M.  de  Rosny,  se  ha  puesto  en  claro  la  dife- 
rencia  que  existe  entre  los  jeroglificos  yucatecas  y  mayas  y 
los  de  Mejico,  a  los  cuales  llama  con  razon  M.  de  Rosny 
escrituras  didacticas,  porque,  en  efecto,  mas  que  foneticas 
son  ideograficas.  Por  dicha  en  estas  importantisimas  inves- 


JEROGLIFICOS    MAYAS.  1  47 

tigaciones  nos  cabe  la  honra  d,  los  esparioles  do  que  la  Pie- 
dra  Roseta,  de  la  que  podremos  llamar  escritura  de  los  an- 
lignos  americanos,  sea  la  obra  del  P.  Lauda  ,  con  la  difc- 
rencia  de  que  este  documento  no  ha  sido  debido  al  acaso 
como  aquella,  sino  a  la  prevision  de  un  prelado  espanol, 
del  mismo  P.  Landa;  prevision  con  la  cual  bien  puede  com- 
pensarsele  la  desgraciada  idea  que  f.uvo  de  destruir,  por  un 
celo  religioso  disculpable  en  aquella  epoca,  los  muchisimos 
manuscritos  que  habia  encontrado  en  el  Yucatan.  El  mismo 
dice  en  sus  memorias  que  creyendo  que  aquello  eran  cosas 
del  diablo  los  mando  quemar;  pero  al  lado  de  csto  consigna 
cuantas  noticias  pudo  adquirir  acerca  de  los  signos,  de  los 
ciclos  en  sus  diferentes  epocas,  de  sus  dias  y  sus  meses, 
marcando  claramente  el  alfabeto  y  dandonos  la  norma  para 
poder  entrar  en  el  camino  de  la  interpretacion. 

No  insistiendo  mas  en  este  asunto,  porque  me  parece  que 
deben  quedar  muy  pocos  minutos  de  los  que  el  Reglamento 
concede,  quiero  decir  algunas  palabras  acerca  de  otros  dos 
particulars.  Se  refieren  estos  a  las  inscripciones  en  tinta 
roja  que  ha  presentado  otro  sehor  americanista ,  el  sehor 
Reiss,  como  encontradas  en  Colombia.  En  Espaha,  hace 
muy  pocos  ahos ,  un  socio  correspondiente  de  la  Academia 
de  la  Historia,  el  Sr.  G6ngora,  persona  muy  dada  a  estu- 
dios  de  antigiiedades,  en  un  libro  curiosisimo  y  de  grande 
importancia  ha  dado  a  conocer  unas  inscripciones  que  se 
nan  encontrado  en  la  Gueva  de  los  Letreros,  cuyas  inscrip- 
ciones tienen  marcados  puntos  de  contacto  con  las  inscrip- 
ciones de  Colombia,  hasta  tal  punto  que  muchos  signos  de 
ambas  inscripciones  son  iguales.  Cual  misteriosa  linea  6 
guion  que  enlazara  unas  a  otras,  en  las  islas  Canarias  se 
han  encontrado  tambien  signos  del  mismo  genero;  y  como 
esto  pudiera  dar  lugar  a  nuevas  fantasias,  creyendo  que  ha 
habido  unas  gentes  que  de  aqui  fueron  a  Canarias  y  de  alii 
a  Colombia,  6  al  contrario,  yo  dire  que  no  conceptuo  nece- 
sario  ni  probable  que  haya  habido  gentes  que  de  aqui  lie- 
varan  esos  signos  a"  Colombia,  ni  que  de  alii  los  trajeran, 


148  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

porque  profeso  la  teoria  de  que  el  hombre ,  en  iguales  con- 
diciones  de  cultura,  en  el  principle-  de  su  civilization,  6, 
mejor  dicho,  de  sus  adelantos,  produce  las  mismas  cosas  y 
de  la  misma  6  analoga  manera.  La  inteligencia  humana 
tiene  unos  mismos  elementos  para  expresarse,  unos  mismos 
mediosde  ejecuci6n,  y  colocada  en  circunstancias  andlogas 
viene  a  producir  las  mismas  cosas.  Por  consiguiente,  no 
hay  que  dejar  volar  la  fantasia  porque  se  encuentren  en  la 
Gueva  de  los  Letreros  signos  parecidos  a  los  de  Canarias  y 
Colombia,  buscando  emigration  de  gentes  tan  innecesarias 
como  infundadas.  ^.No  es  esto  lo  mismo  que  si  quisieramos 
decir  que  habia  un  parentesco  inmediato  entre  un  niho  es- 
panol  y  otro  aleman  porque  los  dos  tenian  los  mismos  jue- 
gos,  las  mismas  aficiones  y  hacian  los  mismos  trazos?  (Muy 
bien  ,  aplausos.) 

Voy  a  tratar  ahora  de  los  vasos  peruanos.  Yo  he  tenido 
la  fortuna  en  el  aiio  1871  de  visitar  la  isla  de  Chipre,  y  me 
encontraba  alii  cuando  tuvieron  lugar  los  admirables  des- 
cubrimientos  hechos  en  Larnaca  y  sus  cercanias,  y  de  es- 
tudiar  los  magnificos  vasos  que  hatia  poco  acababa  de  des- 
cubrir  el  general  Gesnola,  consul  de  los  Estados-Unidos, 
aunque  de  origen  italiano,  notabilisima  coleccion  que,  di- 
cho sea  de  paso,  pudo  haberse  adquirido  para  Espaiia,  y 
hoy  esta  en  el  Museo  de  New  York.  Aquellos  vasos,  de  los 
cuales,  aunque  de  otra  coleccion  distinta  ,  tuve  la  fortuna 
de  adquirir  por  la  generosidad  del  consul  italiano  impor- 
tantisimos  ejemplares  para  nuestro  Museo,  tienen  grande, 
grandisimo  parecido  con  los  vasos  peruanos,  lo  mismo  los 
negros,  los  que  tienen  tintas  rojas,  que  los  que  tienen  fajas 
horizontales  6  en  zic-zac  ,  de  tal  modo,  que  a"  primera  vista 
cualquiera  los  tomaria  por  vasos  peruanos;  y  lo  mismo  su- 
cede  con  ciertos  vasos  griegos  llamados  de  estilo  primitivo. 
Digo  esto,  porque  he  oido  tambien  hablar  de  la  influencia 
griega  en  America.  Hay  vasos  peruanos  que  tienen  los  mis- 
mos caracteres  que  los  vasos  chipriotas  y  griegos,  sin  que 
por  eso  debamos  deducir  que  la  ceramica  fue  llevada  a  Ame- 


UES    LANGUES    AMEIUCAINES.  1  i!) 

rica  por  -los  islerios  do  Ghiprc  ni  por  los  helcnos.  Repito 
sobre  este  particular  lo  que  dije  antes:  el  hombre  siempre 
produce  de  analoga  manera  en  los  principios  de  su  civiliza- 
tion, colocado  en  igualdad  de  circunstancias.  (Aplausos.J 

M.  le  Comte  de  Charencey:  En  etablissant  des  re- 
gies generates  fondees  sur  l'etude  des  langues  indo-euro- 
peennes  et  des  langues  semitiques  ,  on  est  tombe  dans  une 
erreur  absolue.  L'Amerique  avait  un  etat  social  tellement 
different  de  celui  de  FEurope ,  qu'il  a  ete  impossible  que 
cette  difference  des  etats  sociaux  n'ait  pas  influence  les  lan- 
gues. A  l'epoque  de  la  pierre  polie,  alors  que  les  populations 
de  l'Europe  menaient  un  genre  de  vie  absolument  different 
de  celui  des  Peaux-Rouges ,  des  phenome-nes  analogues  se 
sont  produits  dans  les  deux  Continents.  Je  rappellerai  une 
hypothese  qui  a  etc  mise  en  avant  par  quelques  savants 
d'une  certaine  valeur;  le  syste-me  des  langues  indo-euro- 
peennes  aurait  ete  une  fusion  entre  les  langues  semitiques 
et  les  langues  touraniennes  qui  se  seraient  emprunte  reci- 
proquement  des  formes  de  grammaire.  L'ancien  monde 
aurait  ete  encore  dans  un  etat  sauvage  au  moment  de  la 
formation  de  ces  langages. 

M.  Vinson:  Deux  mots~seulement.  Les  hypotheses  dont 
vient  de  parler  l'honnorable  M.  de  Charencey  ne  sauraient 
C'tre  considerees  que  comme  des  hypotheses ,  ainsi  que 
comme  la  parente  des  langues  semitiques  avec  les  langues 
indo-europeennes  a  une  epoque  ancienne.  Je  crois  inutile 
d'insister,  et  je  n'insiste  point.  La  seule  chose  que  j'aie 
voulu  faire  remarquer  c'est  que  l'honnorable  orateur  a  parle 
des  langues  touraniennes.  C'est  une  expression  contre  la- 
quelle  nous  protestons  energiquement,  paru  qu'elle  ne  si- 
gnifie  absolument  rien ;  elle  a  ete  inventee  par  M.  Max 
Muller,  dans  le  but  de  comprendre  dans  un  groupe  les  lan- 
gues qu'on  ne  pouvait  rattacher  a  d'autres. 

M.  le  Comte  de  Charencey:  Je  repondrai  d'abord  a 
Thonnorable  M.  Vinson.  II  ne  parait  pas  aimer  le  mot  de 
touranien.  Je  dois  dire  que  ce  mot  n'a  pas  le  sens  que  veut 
1  0  * 


150  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

lui  dormer  M.  Vinson;  s'applique  simplement  an  peuple 
finnois.  Je  suis  d'accord  que  l'expression  est  mal  choisie, 
mais  il  y  a  moyen  de  nous  entendre.  Je  n'ai  d'ailleurs  voulu 
parler  que  d'une  possibilite  quant  aux  langues  touranien- 
nes  et  aux  langues  semitiques. 

El  Sr.  Presidente  (Leeman)  concede  la  palabra 
al  Sr.  Jimenez  de  la  Espada. 

El  Sr.  Jimenez  de  la  Espada:  He  pedido  la  palabra 
para  ilustrar  con  unas  cuantas  explicaciones  un  dato  de 
Arqueologia  americana,  representado  en  el  diseno  que  tengo 
el  gusto  de  ofrecer  al  Gongreso ,  compuesto  de  la  planta, 
alzada  y  algunos  detalles  importantes  de  las  ruinas  de  cierto 
edificio  del  tiempo  de  los  Incas,  aun  en  pie  en  la  actual 
Republicadel  Ecuador,  nuestra  antigua  provincia  del  Quito. 

Aunque  ni  por  la  traza  arquitectonica,  ni  por  la  grandeza 
ni  por  la  ornamentation  tengan  mucho  que  adrairar  estas 
ruinas ,  son  notables ,  primero ,  porque  senalan  la  epoca  en 
que  los  Incas  invadieron  el  territorio  de  los  antiguos  qui- 
tus,  llevaron  a  el  sus  colonias  6  mitimaes  y  empezaron  £ 
levantar  edificios  y  establecerse  en  sus  nuevos  dominios  de 
un  modo  solido  y  permanente ;  epoca  que  corresponde  al 
reinado  de  Huaina  Gapac.  Segundo,  porque  presentan  en 
los  materiales  y  manera  de  acomodarlos  a  la  construction 
algunas  particularidades  sobre  las  cuales  no  se  ha  hecho 
estudio  ninguno  ,  que  yo  sepa.  Bien  es  verdad  que  el  que 
yo  lo  ignore  no  prueba  gran  cosa. 

*Lo  que  si  me  consta,  como  £  cualquier  mediano  erudito 
en  antigiiedades  americanas,  es  que  Gieza  de  Leon  mencio- 
na  el  edificio  de  que  voy  tratando  en  el  cap.  xli  de  la  pri- 
mera  parte  de  su  Cronica  del  Peru,  y  le  llama  Aposentos  de 
Mulhalo;  que  el  Dr.  Rocha  lo  elogia  en  su  Origen  de  los  In- 
dios  (folio  50  vuelto);  que  los  senores  Juan  y  Ulloa  lo  des- 
cribieron  y  figuraron  en  su  Viajes  a  la  America  meridio- 
nal, con  el  nombre  de  Palacio  del  Callo  (lib.  vi ,  cap.  xi, 


PALAGIO    DEL    CALLO.  151 

l£mina  xvn) :  que  el  P.  Juan  de  Velasco  le  cita  varias  veces 
en  su  Historia  de  Quito;  y  que  Humboldt  le  dedica  un 
articulo  y  varios  dibujos  en  su  obra  Vue  des  Cordilleres  et 
Monuments  des  peuples  indigenes  de  VAmerique;  pero  ni 
Cieza  hizo  mas  que  mencionarlo,  ni  los  otros  autores  andu- 
vieron  muy  exactos  en  sus  descripciones.  Juan  y  Ulloa  pin- 
tan,  d  mi  ver,  un  monumento  fantastico  y  algo  laberintico, 
cuyas  piedras  son  tan  duras  como  el  pedernal.  Al  Doctor 
Rocha  y  al  P.  Velasco  se  les  antoja  obra  de  mano  maestra 
y  debellas  proporciones.  Y  Humboldt  exagera  y  desfigura 
la  forma  y  labra  de  sus  sillares  y  de  otros  pormenores  de 
construction.  Guando  yo  visite  y  estudie  sus  ruinas  por  el 
mes  de  Diciembre  de  1864,  hallabase  el  cuerpo  6  aposento 
del  angulo  NE.  (1)  con  su  recinto  cabal,  aunquc  descubierto 
y  sus  cuatro  paredes  desigualmente  caidas;  el  inmediato,  6 
del  angulo  SE.,  convertido  en  despcnsa  y  techado  de  bala- 
do;  y  el  de  la  esquina  SO.  formando  parte  de  una  habitaci6n 
moderna.  Del  cuarto  6  del  NO.  no  halle  el  menor  rastro, 
pero  supongo  que  existiria  en  razon  de  la  simetria  de  la 
planta.  Como  lo  muestra  la  traza  de  nuestra  primera  lami- 
na, los  cuatro  aposentos  eran  independientes  unos  de  otros 
y  sus  puertas  se  abrfan  al  patio  6  cancha,  las  dos  orientales 
frente  por  frente  de  las  dos  occidentales. 

A  juzgar  por  sus  restos,  aunque  erigido  en  la  epoca  mas 
floreciente  y  culta  del  imperio  de  los  Iucas ,  debia  ser  el 
palacio  de  Pachuzala  6  del  Gallo,  un  edificio  de  aspecto 
triste,  b£rbaro  y  frfo  como  el  caructer  de  sus  constructors. 
No  tiene  ni  siquiera  la  ruda  grandeza  de  las  construcciones 
cicl6peas  del  Guzco  y  Tiaguanaco ,  anteriores  a  la  era  de 
Manco  Gapac. 

Y  no  contribuye  en  poco  a  la  impresion  desagradable  que 
las  ruinas  del  Gallo  producen,  el  color  de  sus  piedras.  Todas 
ellas  estan  cortadas  en  sillarejos  la  mayor  parte  cubicos  de 


(1)    El  superior  de  la  izquierda  en  la  lamina  rotulada:  Planta  del  edijlcio. 


152  CONGRESO    DC    AMERICANISTAS. 

un  palmo  dc  lado,  6  prismaticos  de  uno  por  dos  de  largo,  de 
una  roca  variedad  de  traquita  ,  Uamada  dolerita  ,  negruzca, 
a  veces  con  manchas  rojizas,  aspera,  requemada,  espohjosa 
como  piedra  pomez  y  tan  ligera,  que.flota  en  el  agua  como 
corcho.  Su  labra  fue  sin  duda  muy  facil  y  mas  que  suficien- 
tes  para  ella  las  hachuelas  y  cinceles  de  cobre  de  los  cante- 
ros  primitivos  del  Peru  y  Quito.  Tomada  de  uno  de  los  mu- 
ros  del  cuerpo  NE.  conservo  la  muestra  que  puede  ver  el 
Congreso. 

Los  sillarejos,  dispuestos  en  hiladas  de  igual  altura,  estan 
ajustados  unos  a  otros  por  frotamiento.  Las  lineas  de  jun- 
tura  superior  e  inferior  forman  dos  paralelas  horizontales; 
pero  las  otras  son  6  normales  li^oblicuas  en  ambos  senti- 
dos,  y  con  frecuencia  curvas.  Las  caras  externas  de  las 
correspondientes  a  la  haz  del  muro  son  almohadilladas, 
arrancando  esta  labor  desde  las  lineas  de  juntura.  La  su- 
perficie  de  las  piedras  que  constituyen  las  paredes  interio- 
res  de  los  aposentos  estan  nada  mas  que  desbastadas,  como 
para  sostener  mejor  algiin  revestimiento  ,  del  cual  no  logre 
descubrir  resto  6  indicio  alguno,  aunque  Juan  de  Betan- 
zos  (1)  dice  que  los  alarifes  de  los  Incas  acostumbraban  a 
enlucir  el  interior  de  los  edificios  con  una  especie  de  estuco 
6  mezcla  amasada  con  lana  6  paja  muy  menuda,  despues  de 
baiiar  6  empapar  la  pared  con  el  zumo  de  los  cardones  11a- 
mados  aguacolla  quizca  [Cereus  peruvianusj . 

Mucho  e.xcitaron  mi  atencion  aquellas  junturas  curvas 
en  la  fabrica  del  palacio  del  Callo,  cuyo  aparejo,  conservan- 
do  grandes  reminiscencias  del  ciclopeo,  representa  cierta- 
mente  un  notable  progreso  6  perfeccionamiento  de  este 
ultimo  genero  de  construccion;  y  discurriendo  sobre  la 
anomalia  de  dicha  curva  como  resultado  del  ajuste  por  fro- 
tamiento de  los  sillares ,  que  en  materiales  de  igual  dureza 
s61o  da  origen  d  superficies  planas  en  un  solo  piano  6  en 


(1)    Siona  y  narration  dc  los  Incas,  cap.  xti. 


CONGRESO   1NTERNACIONAL  DE  AM  ER I  CAN  ISTAS   DE  MAORiD. 


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CONGRESO   INTERNACIONAL  DE  AM ERICANISTAS   DE  MADRID 


Fa  cli  a  da   de  uuo   de  los  cuerpos 

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PALACIO    DEL    CALLO.  153 

dos  6  mas  que  se  cortan  en  angulo,  me  he  fijado  en  los 
siguientes  hechos,  suficientes  a  mi  juicio  para  explicarla. 

Lasruinas,  hoy  parte  de  la  hacienda  y  antiguo  obraje 
del  Gallo,  se  encuentran  muy  cerca  de  uno  de  los  mas  no- 
tables entre  los  extrahisimos  lugares,  frecuentes  en  la  pro- 
longada  altiplanicie  de  la  cordillera  andina,  llamados  rumi- 
pampas  6  campos  de  piedra.  Estas  pampas,  de  tanto  interes 
para  el  geologo  como  para  el  anticuario,  sonextensasllanu- 
ras  en  relacion  con  alguna  de  las  montanas  ignivomas  de 
aquellas  comarcas  ,  sobre  cuyas  vertientes  se  contimian  en 
profundos  barrancos  6  guaicus,  y  se  hallan  sembradas  de 
enormes  pedrones,  cantos  mas  pequenos  y  otros  materiales 
volcanicos,  por  lo  comiin  de  forma  redondeada ,  aislados 
unos  de  otros,  atestiguando  haber  sido  depositos  6  yaci- 
mienlos  de  esas  gigantescas  erupciones  propias  de  los  vol- 
canes  andinos  en  que  los  tormos  y  berruecos  de  traquita 
corren  revueltos  con  el  lodo  leguas  y  leguas  y  quedan,  una 
vez  detenida  la  corriente,  y  despues  de  arrastrado  el  barro 
por  las  lluvias,  mondos,  escuetos  y  fijos  a  increibles  distan- 
cias  del  volcan  de  donde  proceden.  Como  todo  paraje  de 
aspecto  extrario,  maravilloso  y  en  contraste  con  lo  que  le 
rodea,  y  mas  si  tiene  que  ver  con  los  cerros  nevados  y  vol- 
canes,  los  rumipampas  y  otros  depositos  de  materias  erup- 
tivas  han  sido  objeto  de  la  adoracion  6  veneration  de  los 
primitivos  peruanos  y  quitenos,  6  por  lo  menos  motivo  de 
alguna  tradition  6  leyenda  milagrosa.  Voy  a  tomar  por 
ejemplo  la  de  Cacha  (mensajero  en  idioma  aimani)  y  la 
referire  por  las  palabras  de  Gieza  de  Leon  (1)  y  Juan  de 
Betanzos  (2). 

«Sin  esto  [el  mitoto  de  Ticiviracocha,  Tuacapa  6  Tunapa, 
6Arnahuan]  dicen  [estos  indios]  que,  pasados  algunos  tiem- 
pos  volvieron  a  ver  otro  hombre  semejable  al  questa  dicho, 


(1)  Segunda parte  de  la  Ci'dniea  del  Peru,  cap.  v. 

(2)  Suma  y  narration  de  los  Incas,  cap.  n. 


154  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

el  nombredel  cual  no  cuentan,  y  que  oyeron  a  sus  pasados 
por  muy  cierto,  que  por  donde  quiera  que  llegaba  y  hubiese 
eufermos  los  sanaba ,  y  a  los  ciegos  con  solamente  palabras 
daba  vista;  por  las  cuales  obras  tan  bueiias  y  provechosas 
era  de  todos  muy  amado ;  y  desta  manera ,  obrando  con  su 
palabra  grandes  cosas,  llego  a  la  provincia  de  los  Canas,  en 
la  cual,  junto  a  un  pueblo  que  ha  por  nombre  Gacha,  levan- 
tandose  los  naturales  inconsideradamente,  fueron  para  el 
con  voluntad  de  lo  apedrear,  y  conformando  las  obras  con 
ella,  le  vieron  hincado  de  rodillas,  alzadas  las  manos  al  cie- 
lo,  como  que  invocaba  el  favor  divino,  para  se  librar  del 
aprieto  en  que  se  veia.  Afirman  estos  indios  mas,  queluego 
parecio  un  fuego  del  cielo  muy  grande  que  pensaron  ser  to- 
dos  abrasados;  temerosos  y  llenos  de  gran  temblor,  fueron 
para  el  cual  asi  querian  matar ,  y  con  clamores  grandes  le 
suplicaron  de  aquel  aprieto  librarlos  quisiese ,  pues  cono- 
cian  por  el  pecado  que  habi'an  cometido  en  lo  asi  querer 
apedrear  les  venia  aquel  castigo.  Vieron  luego  que  man- 
dando  al  fuego  que  cesase  se  apago,  quedando  con  el  incen- 
dio  consumidas  y  gastadas  las  piedras  de  tal  manera,  que  a 
ellas  mismas  se  hacian  testigos  de  haber  pasado  esto  que  se 
ha  escriplo,  porque  salian  quemadas  y  tan  livianas,  que 
aunque  sea  algo  crecida  es  levantada  con  la  mano  como  cor- 
cha.  Y  sobre  esta  materia  dicen  mas,  que  saliendo  de  alii, 
fue  hasta  llegar  a  la  costa  de  la  mar,  adonde,  tendiendo  su 
manto,  se  fue  por  entre  sus  ondas  y  que  nunca  jamas  pare- 
cio ni  le  vieron;  y  como  se  fue,  le  pusieron  por  nombre  Vi- 
racocha,  que  quiere  decir  espuma  de  la  mar.  Y  luego  questo 
paso,  se  hizo  un  templo  en  este  pueblo  de  Gacha,  pasado  un 
rio  que  va  junto  a  el,  al  poniente,  adonde  se  puso  un  idolo 
de  piedra  muy  grande  en  un  retrete  algo  angosto;  y  estere- 
Irete  [asi,  por  idolo]  no  es  tan  crecido  y  abultado  como  los 
que  estan  en  Tiahuanaco  hechos  a  remembranza  de  Ticivi- 
racocha,  ni  tampoco  parece  tener  la  forma  del  vestimento 
que  ellos.» 

«Yo  pasando  por  aquella  provincia,  fui  a  vcr  csle  idolo, 


PALACIO    DEL    CALLO.  155 

porque  los  espafioles  publican  y  afirman  que  podria  ser  al- 
giin  ap6stol,  y  aun  a"  muchos  01  decir  que  tenia  cuentas  en 
las  manos,  lo  cual  es  burla,  etc.» 

Y  en  el  cap.  xcvn  de  la  primera  parte  de  su  cr6nica  dice 
•Cieza  ademas:  « En  el  pueblo  de  Gacha  habia  grandes  apo- 
sentos  hechos  por  Topainga  Yupangue.»  El  padre  del  inca 
que  mando  construir  los  del  Callo. 

Refiere  Betanzos,  que  Con  Tici  Viracocha,  caminando  de 
Tiahuanaco  hacia  el  Cuzco  «como  llegase  a"  una  provincia 
que  dicen  Gacha,  que  es  de  indios  Canas,  la  cual  esta  diez 
y  ocho  leguas  de  la  ciudad  del  Cuzco,  este  Viracocha,  como 
hubiera  alii  llamado  estos  indios  Canas,  que  luego  como 
salieron,  que  salieron  armados,  y  como  viesen  al  Viracocha, 
no  lo  conociendo ,  dicen  que  se  venian  a"  el  con  sus  armas 
todos  juntos  a  la  matanza,  y  que  el,  como  los  viese  venir 
ansf ,  entendiendo  a  lo  que  venian,  luego  improviso  hizo  que 
cayese  fuego  del  cielo  y  que  viniese  quemando  una  Cordi- 
llera de  un  cerro  hacia  do  los  indios  estaban.  Y  como  los 
indios  vieron  el  fuego,  que  tuvieron  temor  de  ser  quemados 
y  arrojaron  las  armas  en  tierra  y  se  fueron  derechos  al  Vi- 
racocha, y  como  llegasen  a  el,  se  echaron  por  tierra  todos; 
el  cual ,  como  ansf  los  viese ,  tom6  una  vara  en  las  manos 
y  fue  do  el  fuego  estaba  y  di6  en  el  dos  6  tres  varazos  y  lue- 
go fue  muerto.  Y  todo  esto  hecho,  dijo  &  los  indios  como  el 
era  su  hacedor;  y  luego  los  indios  Canas  hicieron  en  el  lu- 
gar  do  el  se  puso  para  que  el  fuego  cayese  del  cielo  y  de 
alii  partio  £  matalle,  una  suntuosa  huaca,  que  quiere  decir 
huaca  adoratorio  6  idolo,  en  la  cual  huaca  ofrecieron  mu- 
cha  cantidad  de  oro  y  plata  estos  sus  descendientes ,  en  la 
cual  huaca  pusieron  un  bulto  de  piedra  esculpido  en  una 
piedra  grande  de  casi  cinco  varas  de  largo,  y  deancho  una 
vara  6  poco  menos,  en  memoria  de  este  Viracocha  y  de  aque- 
llo  alii  subcedido;  lo  cual  dicen  estar  hecha  esta  huaca  des- 
de  su  antigiiedad  hasta  hoy. — Y  yo  he  visto  el  cerro  que- 
mado  y  las  piedras  del,  y  la  quemadura  es  de  mas  de  un 
cuarto  de  legua;  viendo  esta  admiration,  llame  en  este  pue- 


156  C0NGRES0  de  americanjstas. 

bio  de  Cacha  los  indios  e  principales  mas  ancianos  e  pre- 
gunteles  que  hobiese  sido  aquello  de  aquel  cerro  quemado, 
y  ellos  me  dijeron  esto  que  habeis  oido.  Y  la  huaca  de  este 
Viracocha  esta  en  derecho  desta  quemadura  un  tiro  de  pie- 
dra  della,  en  un  llano,  y  de  la  otra  parte  de  un  arroyo  que 
esta  entre  esta  quemadura  y  la  huaca...  Preguntando  a  los 
indios  que  quo  figura  tenia  este  Viracocha  cuando  ansi  lo  vie- 
ron  los  antiguos,  segiin  que  dello  ellos  tenian  noticia,  dije- 
ronme  que  era  un  hombre  alto  de  cuerpo  y  que  tenia  una 
vestidura  blanca  que  le  daba  a  los  pies,  y  que  esta  vestidura 
trafa  cenida;  y  que  traia  el  cabello  corto  y  una  corona  he- 
cha  en  la  cabeza  a  manera  de  sacerdote  y  que  andaba  des- 
tocado,  etc...  Y  dijeronme  que  se  llamaba  Con  Tici  Viraco- 
cha Pachayachachic,  que  quiere  decir  en  su  lengua  Dios 
hacedor  del  mundo.» 

En  fe  de  que  el  milagro  de  Cacha  no  es  mas  que  la  me- 
moria  de  una  eruption  volcanica  y  formation  de  una  especie 
de  rumipampa  contada  a  lo  mai'avilloso,  vease  lo  que  dice  el 
erudito  D.  Josef  Ignacio  de  Lequanda,  sobro  el  suceso  y  lu- 
gar  donde  acaecio,  en  su  Description  corogrdfica  de  la  pro- 
vincia  de  Canas  y  Candies  (1). 

«Dos  tribus  conocidas  por  los  nombres  de  Canas  y  Can- 
ches  poblaron  en  la  antigiiedad  este  territorio.  Los  Canas 
habitaban  hacia  el  N.  y  los  Canches  hacia  el  S.,  sirviendo- 
les  de  raya  el  rio  de  Vilcamayo.  El  nombre  de  los  Canas 
parece  que  alude  al  volcan  que  se  descubre  en  el  sitio  de 
Riacche,  inmediato  a  San  Pedro  de  Cancha;  porque  la  voz 
indica  cana,  significa  incendio.  Estos  se  distinguen  de  los 
Canches,  asi  en  el  genio  como  en  las  costumbres  y  vestua- 
rios.  Eran  muy  soberbios,  circunspectos  y  melancolicos;  su 
musica  era  lugubre  y  muy  pausada,  y  aun  el  ropaje  de  que 
usaban  era  funesto:  sus  camisetas  y  las  mantas  6  capas  eran 
negras;  sus  gorras  tenian  tres  alas  largas,  dos  que  pendian 


(1)    Meratriopemano,  3  de  Mayo  dc  17!>2. 


PALACIO    DEL    CALLO.  157 

por  las  orejas,  y  la  una  por  cl  celebro.  Los  Canches  eran 
alegres,  festivos  y  holgazancs;  pero  muy  pobres,  pues  sc 
vcstiaii  de  harapos  y  pieles...  Su  miseria  y  la  de  los  Ganas 
se  colige  de  la  escasez  de  los  sepulcros  magnificos  y  eleva- 
dos  que  suelen  ser  testimonio  de  la  opulencia,  pues  por  lo 
general  se  enterraban  en  las  cavernas  de  laspciias.  Sin  em- 
bargo, existen  en  el  centro  de  Riacche  las  ruinas  del  sun- 
tuoso  templo  dedicado  a  Viracocha  y  muchos  f ragmen  tos 
de  grandes  y  buenos  edificios  que  dan  a  entender  fueron 
sus  moradores  gente  acomodada  y  distinguida.»  Y  por  nola 
al  volcan  de  Riacche  ariade:  «En  el  cenlro  de  un  cerrillo 
que  forma  un  bonete  de  tres  picos,  se  ve  su  boca,  de  la  que 
brotan  copiosas  fuentes  de  agua  muy  dulce  y  cristalina.  El 
ambito  del  terreno  por  donde  corrieron  sus  llamas,  es  de  una 
legua.  Todo  el  esta  abrasado,  y  por  unas  partes  de  color 
rojo,  y  por  otras  de  obscuro  y  ceniciento.  Las  piedras,  siendo 
las  mas  fuertes,  pues  son  de  ala  de  mosca  (basalto,  6  tra- 
quita),  estan  tan  calcinadas,  que  no  tienen  peso;  son  espon- 
josas,  con  una  infinidad  de  agujeros  que  las  desfiguran. 
Llamase  piedra  ponza,  y  sirven  para  alisar  maderos  y  cue- 
ros.  Hay  una  tradition  de  que,  habiendo  venido  a  estos  pai- 
ses  el  apostol  San  Bartolome  d.  predicar  el  Evangelio,  y  sien- 
do desollado,  bajo  un  fuego  delcielo  queabraso  estedistrito 
con  todos  sus  habitantes;  pero  cualquiera  conocera  el  nin- 
giin  fundamento  de  esta  historia,  pues  aunque  estan  dis- 
cordes  los  autores  sobre  si  predico  el  Evangelio  en  la  Persia 
(Galmet.,  Hist.  Univ.,  tit.  4.°,  pag.  459),  en  la  Armenia,  en 
la  Arabia  Feliz  6  en  la  Etiopia  Citerior,  y  aun  sobre  el  ge- 
nero  de  su  martirio,  todos  convienen  en  que  murio  en  las 
Indias  Orientales,  cuyo  nombre,  vago  entonces,  seaplicaba 
indiferentemente  a  cualquiera  de  las  regiones  referidas.» 

Ahora  bien,  y  dejando  aparte  la  cuestion  del  apostolado  de 
Viracocha  (1),  <;no  cabe  en  lo  posible  que  en  el  rumipampa 


(1)    La  trate  ampliamente  en  Meinoria  presentada  al  Congreso  de  America- 
nistas  celebrado  en  Bruselas  el  ano  1879,  cuyasactas  aun  estan  ineditas. 


158  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

de  Callo  haya  nacido  una  leyenda  parecida  &  la  de  Cacha? 
Por  de  pronto,  entre  las  ruinas  de  Pachuzala  y  el  Coto- 
paxi  y  d,  la  vera  del  rio  Callo  que  de  este  volcan  desciende, 
existe  un  monti'culo  de  superficie  tersa  en  forma  de  cupula, 
llamado  Panecillo  del  Callo  6  Callo  urcu,  que  la  tradition 
tiene  por  artificial — y  yo  creo  tambien  que  lo  sea — y  cons- 
tituye  una  especie  de  tola  6  enterramiento  de  los  antiguos 
quitus,  monumento  a  la  vez  funerario,  religioso  y  militar,  y 
en  cuyas  cercanias  y  hacia  la  misma  parte  que  los  modernos 
aposentos  de  Huaina  Capac  es  casi  seguro  que  se  alzo  algiin 
edificio  6  fabrica  contemporanea  del  cerrillo,  a  la  cual  esta 
resguardase  6  sirviese  de  atalaya  como  despues  a  los  apo- 
sentos del  inca.  Ademas,  en  relation  historico-geogrufica  de 
la  villa  de  Villardompardo  (Riobamba),  hecha  en  1605  por 
orden  del  Consejo  de  Indias  (Bibl.  Nac,  Coleccionde  docu- 
ments de  Torres  de  Mendoza,  t.  ix,  pag.  457)  se  lee,  que 
«&  X  legua  de  Hambato  (pueblo  y  comarca  vecinos  de  Mu- 
lahalo,  al  Sur)  esta  una  piedra  muy  grande,  y  en  ella  es- 
tampadas  ocho  pisadas  de  pie  humano.  Veneranlas  los  in- 
dios  diciendo  son  del  apostol  San  Bartolome,  de  cuya  pre- 
dication saben  por  su  antigua  tradicion»  (1).  Y  el  P.  Juan 
de  Velasco  corrobora  y  amplia  la  especie  en  el  num.  19,  §  6.°, 
libro  iv  de  su  Historia  natural  del  reino  de  Quito,  con  este 
pasaje:  «En  el  reino  de  Quito  se  conscrva  todavia  un  estu- 
pendo  monumento  en  la  llanura  de  Callo,  de  la  provincia 
de  Latacunga.  Consiste  en  un  gran  pedron,  poco  apartado 
del  camino  real,  donde  dicen  hasta  hoy  los  indianos  quesu- 
bia  el  santo  apostol  a  predicarles;  y  que  la  ultima  vez  dejo 
para  etema  memoria  estampada  la  huella  de  su  pie  dere- 
cho,  quitandose  la  ozhota,  esto  es,  la  sandalia.  Acostumbra- 
ron  desde  entonces  venerar  esa  piedra,  adornandola  diaria- 
mente  con  flores,  como  lo  hacen  hasta  ahora.  La  he  visto 


(1)    El  Lie.  Antonio  de  Leon  Pinelo  repite  lo  mimo  en  su  Paraiso  en  el  Nuevo 
Mundo. 


PALACIO    DEL    CALLO.  159 

yo  con  ellas  y  he  examinado  con  atencion  y  admiration 
aquella  huella,  que  basta  verla  para  conocer  que  no  es  cosa 
artificial,  sino  hecha  naturalmente  como  en  cera.» 

Y  si  aquel  edificio  primitivo  de  los  quitus,  levantado  al 
resguardo  de  Callo  urcu,  tuvo  caracter  hieratico  debido  a"  la 
influencia  del  supuesto  ap6stol,  por  haber  este  intervenido 
de  alguna  manera  en  la  eruption  del  inmediato  rumipampa 
li  otra  del  Gotopaxi,  <;no  es  natural  que  se  emplearan  en  su 
f&brica  los  materiales  sagrados,  bombas  volcanicas,  piedras 
redondeadas  y  otros  proyectiles  lanzados  por  aquel  vol- 
can,  acomodandolos  toscamente  con  barro  u  otro  cemento, 
6  sencillamente  como  las  llamadas  paredes  secas,  dando 
lugar  A  aquellas  li'neas  curvas  de  juntura  imitadas  por  los 
canteros  del  Incaal  fabricar  los  aposentos  cuyas  ruinas  hoy 
existen ,  como  imitaron  y  recordaron  el  aparejo  ciclopeo  en 
las  junturas  oblicuas,  rectas  y  angulosas? 

Aventuro  la  hipotesis,  advirtiendo  que  no  estoy  encari- 
nado  con  ella;  antes  la  someto,  como  otras  apreciaciones 
mias,  al  competente  juicio  de  personas  que  asisten  en  este 
Congreso  y  han  recorrido  como  yo  las  comarcas  quiteiias. 
Ire  m5s  alld  todavia  confesando  que  para  que  yo  acertase, 
era  preciso  que  el  primitivo  edificio  de  Callo,  obra  de  los 
quitus,  no  de  los  incas,  hubiera  sido  diferente  del  famosi- 
simo  de  Cacha,  del  cual  sabemos  por  Davalos  y  Figueroa, 
autor  del  hoy  rarisimo  libro  titulado  Misceldnea  austral, 
impreso  en  Lima  el  aiio  1602,  que  era  una  casa  disforme, 
asi  en  longitud  como  en  latitud  y  altura,  labrada  de  adobes 
tan  grandes  «que  parece  imposible  que  indios  los  moviesen 
y  manijasen.  Y  tenia  el  edificio  pilares  altos  en  igual  de  las 
paredes,  aunque  no  de  una  pieza;  cosa  por  mi  (dice  Dava- 
los) no  vista  en  otra  parte*  (1).  Sin  embargo,  el  Licenciado 
Le<5n  Pinelo,  que  tambien  examin6  personalmente  el  templo 
de  Cacha,  dice  «que  los  pilares  eran  de  piedra  y  estaban 


(1)    Coloquio  xxxm. 
1   1 


160  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

embutidos  en  las  paredes,  hechas  de  durisimos  y  grandes 
adobes.»  <;No  serian  estos  posteriores  dlos  pilares  colocados 
alii  para  cerrar  los  espacios  que  entre  aquellos  mediaban, 
como  se  cierran  hoy  los  intercolumnios  de  claustros  y  ga- 
lenas, para  acomodarlos  a  ulteriores  destinos? — Estas  cons- 
frucciones  de  adobes  colosales  y  de  pasta  dura  parecen 
propios  de  los  edificios  mas  antiguos  de  la  costa  peruana  y 
llanos  de  los  yuncas,  y  lo  que  es  digno  de  reparo,  caraete- 
rizan  tambien  los  monumentos  quiterios  anteriores  a  los  de 
los  incas. 

El  del  Callo,  aparte  de  lo  dicho,  lleva  el  sello  del  gusto 
arquitectonico  raezquino  y  antipatico  de  estos  monarcas. 
Carecfa  de  ventanas.  La  luz  entraba  unicamente  por  las  puer- 
tas  y  acaso  por  el  espacio  que  dejaban  entre  si  las  cumbre- 
ras  de  los  muros  y  los  aleros  del  pajizo  techo.  En  la  parte 
interior  de  aquellos,  al  arranque  de  la  octava  hilada,  y  con 
dos  sillarejos  de  altura,  se  encuentran,  como  en  todos  6  casi 
todos  los  edificios  de  los  incas,  penetrando  hasta  la  mitad 
del  espesor  del  muro,  unos  huecos  en  figura  de  trapecio,  a 
modo  de  alhacenillas  6  nichos,  en  cuya  parte  superior  y 
alternando  con  ellos,  sobresalen  unos  como  marmolillos  ro- 
llizos,  cdnicos,  prolongados,  de  eje  horizontal  y  formando 
una  sola  pieza  con  el  sillarejo  colocado  entre  medias  de  los 
que  sirven  de  dinteles  a  las  alhacenillas  (1).  El  objeto  a"  que 
se  destinaban  estos  nichos  (hucu,  en  quichua)  y  marmoli- 
llos aun  no  esta  bien  averiguado.  Recuerdo  que  el  duefio 
de  la  hacienda  y  ruinas  de  Pachuzala,  D.  Manuel  Gonejo, 
me  dijo  quede  aquellos  rollos  colgaban  los  incas  sus  gorras. 
IMede  ser  que,  en  efecto,  fuesen  colgaderos  6  perchas,  si  no 
de  gorras — porque  los  dichos  soberanos  ni  sus  siibditos  no 
las  gastaban — de  armas,  vestimentas,  bolsas,  zurrones  fchi- 
gra,  chuspa)  y  otros  arreos.  De  los  nichos  quiza  no  seria 
desacertado  suponer  que  Servian  para  lo  mismo  que  los  de 


'  1,    Veusc  la  lamina  segunda,  Dclallc  de  Ion  dichos. 


PALACIO    DEL    CALLO.  1(51 

Guamachuco,  en  el  Peru.  Guenta  un  fraileagustino,  misio- 
nero  en  esa  provincia  y  antor  de  una  relation  de  las  crcen- 
cias  religiosas,  ritos  y  costumbres  de  sus  antiguos  habitan- 
tes,  escrita  hacia  los  aiios  de  1560  (1),  «que  para  adorar  ;i  la 
falsa  Trinidad  (compuestade^KagrH/'u,  Zavra  y  Vaunyavrad) 
y  mocharla,  tenian  grandes  corrales,  y  estos  tenian  por  una 
parte  la  pared  muy  alta  y  tenian  dentro  unos  hoyos  donde 
hincaban  unos  palos  para  hacer  las  fiestas,  y  en  medio  ponian 
un  palo  y  revolvianle  con  paja  y  atabanle,  y  el  que  habia 
de  sacrificar  snbia  encima  del  palo,  vestido  do  unas  vesti- 
duras  .blancas,  y  mataban  un  coy  (conejillo  de  [ndias)  y 
ofrecian  la  sangre  a  Ataguju  y  61  comiase  la  carne;  y  otros 
mataban  ovejas  y  echaban  la  sangre  al  palo  y  comianse  la 
carne,  que  della  no  habia  de  sobrar  nada  ni  do  alii  liabian 
de  sacar  nada.  Para  las  sobras,  habia  en  las  paredes  muchas 
poyatillas  para  guardar  las  reliquias  que  de  la  oveja  6  car- 
nero  quedaban.  Ydestos  corrales  estallena  la  tierra,  y  des- 
baratamos  muchos;  y  en  los  tambos  y  caminos  los  hay  con 
muchas  poyatillas,  y  muchos  en  el  Peru  los  ven  hasta  hoy 
dia  y  no  saben  lo  que  es.» 

Yo  puedo  ariadir  que  a  un  lado  y  a  otro  del  camino  de 
Guayaquil  a  Quito,  en  sitios  cercanos  al  Gallo,  he  solido 
<;ncontrar  en  las  cortes  de  los  ribazos  y  laderas  huccos  a  modo 
de  hornacinas  excavados  en  el  terreno,  y  llenos  de  unas, 
pelos  y  restos  de  animales,  que  me  recuerdan  las  ccremo- 
nias  de  los  sacrificadores  de  Guamachuco. 

Los  nichos  de  las  ruinas  de  Gallo  ofreceu  la  parlicularidad 
de  fallar  (por  lo  menos  en  los  dos  cuerpos  orien tales)  en  la 
pared  que  mira  al  cuerpo  inmediato.  Prcsumo  que  en  los 
otros  dos  sucederia  lo  mismo,  y  deduzco  de  aquf  alguna 
signification  simbolica,  que  no  alcanzo. 

Laspuertas,  por  ultimo,  son  estrechas  y  altas,  y  los  pianos 


1 1)    Publicado  con  bastantes  errores  en  la  Col.  de  doc.  de  Torres  do  Mendo- 
za,  t.  in,  primer  documento. 

TOMO  II.  11 


162  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

laterales  correspondientes  &  las  jambas  lisos,  sin  almohadi- 
llado.  De  figara  de  trapecio,  como  los  nichos,  tienen  el  um- 
bral  terrizo  y  m5s  ancho  que  el  dintel,  constituido  por  una 
laja  chata  y  prolongada  y  sin  desbastar,  como  si  el  arqui- 
tecto  hubiera  sido  incapaz  de  concebir  el  trazado  de  una 
pieza  tan  grande  como  era  necesario  para  cerrar  la  parle 
superior  dela  puerta.  Una  de  estas,  la  del  aposento  de  SE., 
convertido  en  despensa,  ofrece  la  laja  de  su  dintel  despor- 
tillada;  y  parece  mentiraqueeste  insignificante  desperfecto 
diera  lugar  A  que  cierto  viajero,  por  lo  demas  muy  estima- 
ble y  discreto,  al  copiar  para  ilustracion  de  su  libro  de  viaje 
una  perspecliva  del  monumento  del  Gallo,  aunque  asegura 
haberlo  disegnato  dal  vero,  figuraae  dicho  dintel  y  los  demas 
del  edificio  apuntados  en  angulo  recto,  como  algunos  de  los 
que  se  encuentran  en  los  antiguos  monumentos  etruscos  del 
Asia  menor.  Y  aiin  es  mucho  mds  extrano  que  esto,  el  que 
el  Sr.  D.  Manuel  Villavicencio,  ecuatoriano  y  conocedor, 
como  yo  de  mi  casa,  de  los  aposentos  del  Callo,  en  vez  de 
representarlos  tales  como  son  y  estan  en  su  Geografia  del 
Ecuador,  se  contente  con  copiar  al  Sr.  Osculati,  que  es  el 
viajero  a  que  aludo  mas  arriba. 


Con  la  venia  del  Sr.  Presidente,  ya  que  estoy  de  pie,  voy 
a"  presentar  tambien  al  Congreso  unacolecci6n  de  yaravies, 
tonos  6  melodias  quitenos  recogidos  a"  election  mia  y  por 
mi  encargo  en  la  capital  de  la  Repiiblica  ecuatoriana.  Unos 
ofrecen  todos  los  caracteres  de  indigenas  y  son  primitivos; 
otros  son  modernos,  pero  acusando,  en  mi  concepto,  la  in- 
fluencia  y  gusto  de  los  antiguos.  A  ellos  agrego  otros  aires 
propios  del  Peru,  criollos  en  su  mayor  parte,  aunque  algu- 
nos con  nombre  indio,  copiados  de  las  ilustraciones,  aiin 
ineditas,  a  la  Historia  (cuyo  texto  se  ha  perdido)  del  obis- 


YARAVIES    QUITENOS. 

pado  de  Trujillo  en  el  Peru,  mandada  componer  por  su 
erudito  y  coloso  prelado  el  Si*.  D.  Baltasar  Jaime  Martinez 
Companon,  despues  arzobispo  de  Santa  Fe.  No  digo  mds 
acerca  de  esta  materia,  porque  no  paso  de  ser  un  mero  afi- 
cionado al  divino  arte. 

El  Sr.  Reiss:  Voy  a"  pronunciar  algunas  palabras  res- 
pecto  a  lo  dicho  por  el  Sr.  Espada.  Yo  mismo  he  estado  en 
el  lugar  donde  se  encnentran  esas  ruinas;  las  he  examina- 
do  y  puedo  certificar  de  que  todo  lo  dicho  por  este  serior, 
esta  muy  de  acuerdo  con  los  hechos.  El  edificio  se  encuen- 
tra  en  inminente  rtiina,  una  parte  de  el  se  halla  dentro  de 
una  casa  que  han  fabricado  casi  sobre  sus  cimientos  y  es 
muy  dificil  sacar  el  piano  de  todo  el.  Lo  que  se  ven  son  res- 
tos  que  se  van  destruyendo  muy  aprisa,  y  yo  mismo  he  11a- 
mado  sobre  esto  la  atencion  del  Gobierno  de  aquel  pais, 
quien  ha  dado  una  ley  para  que  todas  esas  antigiiedades 
sean  propiedad  del  Estado,  pero  en  la  ciudad  hay  muchas 
resoluciones  y  muy  pronto  no  quedara  nada  del  edificio, 
por  lo  cual,  es  muy  de  agradecer  al  Sr.  Espada  que  haya 
sacado  esta  planta  de  el. 

Voy  a  decir  algunas  palabras  sobre  la  manera  de  cortar 
las  piedras.  El  corte  de  las  piedras  me  parece  que  es  m£s 
fino  y  exacto  de  lo  que  quiere  hacer  aparecer  el  Sr.  Espada. 
Es  muy  dificil  encontrar  en  la  America  del  Sur  esa  exacti- 
tud  en  el  trabajo  por  la  diferencia  que  existe  en  los  mate- 
rials; y  no  se  puede  establecer  una  verdadera  comparacion 
entre  aquel  trabajo  y  el  de  los  europeos.  Es  preciso  llevar 
alii  piedras  de  Europa  \  Asia  Menor,  y  entonces  se  ve  que 
las  trabajan  muy  bien  y  que  se  cortan  deuna  manera  muy 
exacta,  que  el  almohadillado  esta  muy  bien  hecho.  Nos- 
otros  tenemos  en  Berlin  una  portion  de  piedras  de  esta  cla- 
se  primorosamente  trabajadas. 

Respecto  a  esas  curvas  que  se  encuentran  en  las  piedras, 

debo  decir,  que  me  parece  una  cuestion  muy  accidental. 

Ellos  han  cortado  las  piedras  en  la  forma  que  tenian  casi  y 

muchas  veces  se  ve  que  una  de  estas  piedras  estan  cortadas 

1  1  * 


1P)4  C0NGRES0    DE    AMERICANISTAS. 

en  forma  <lc  escala,  de  manera  que  encajen  bien  unas  en 
otras.  Yo  recuerdo  haber  visLo  esto,  no  solo  en  ese  monu- 
mento,  sino  en  otros  muchos  de  los  incas.  No  se  por  quo 
para  explicar  esas  curvas  se  dice  que  los  edificios  estan 
construidos  con  bombas  volcanicas,  cuando  estas  piedras  no 
suelen  servir  para  hacer  edificios.  El  caracter  de  las  bom- 
bas volcanicas  es  que  en  su  parte  exterior  son  mas  duras  y 
en  su  parte  interior  mucho  menos  consistentes,  guardando 
una  especie  de  equilibrio  muy  dificil  de  conservar,  pues 
con  solo  que  se  las  toque  muchas  veces  se  parten;  en  dejan- 
dolas  caer  al  suelo  se  hacen  pedazos  y  has  la  es  casi  impo- 
sible  traerlas  desde  el  volcan  hasta  un  Museo. 

Debo  decir  tambicn,  que  esa  tola,  esa  montaiia  que  esta 
al  lado  del  edificio,  no  es  artificial,  sino  que  es  producto  de 
una  eruption  de  lava  volcanica.  El  tiempo  en  que  esta  se 
verified  no  lo  puedo  precisar,  pero  ciertamente  es  muy  an- 
terior a  las  erupciones  que  ban  compuesto  la  parte  supe- 
rior, porque  esta  montaiia  se  compone  de  dos  formaciones 
distin las,  la  superior  que  ha  producido  el  cono  que  ve- 
mos  ahora  en  actividad  y  la  inferior  mucbo  mas  antigua. 
(Aplausos.) 

El  Sr.  Espada:  Voy  a  permitirme  rectificar  algunos  do 
los  conceptos  del  Sr.  Reiss.  Yo  no  he  dicho  que  no  fuera 
pulida  la  obra  del  palacio  de  Gallo,  y  por  consiguiente,  que 
las  lineas  curvas  representaran  una  construction  tosca.  Esta 
ultima  calificacion  se  referia  al  edificio  que  yo  suponia  pu- 
diera  haber  existido  alii  antes  del  de  los  incas,  y  en  el 
cual,  se  colocarian  las  piedras  casi  en  la  forma  que  se  en- 
cohtraban,  como  sabc  el  Sr.  Reiss  muy  bien  que  ocurre  en 
las  construcciones  primitivas  del  Asia  y  de  otras  partes  del 
antiguo  mundo  y  del  nuevo.  Las  fabricas  de  piedra  se  hi- 
cicron  priinitivamente  por  la  justaposicidn  de  aquellas  y 
luego  por  superposition  y  del  modo  que  esta  mejor  y  mas 
i'.icilmentc  se  pudiese  hacer,  como  en  el  aparcjo  ciclopco; 
pero  despues  fucron  perfeccionandose  poco  a  poco,  ya  por 
la  regularidad ,  ya  por  la  simelria  en  la  colocacidn  de  los 


PALAC10    DEL    CALLO.  1  li."i 

materiales ,  comenzando  aquella  generalmente  por  las 
li'neas  de  juntura  horizontales. 

Las  lincas  curvas  a  que  me  he  referido,  no  las  considero 
mas  que  como  un  recuerdo,  un  resabio  de  las  constmccio- 
nes  primilivas  americanas,  mas  rudas  aiin  si  cabe  que  las 
ciclopeas  de  la  primera  epoca,  y  en  las  que  he  supuesto  en- 
trarian  materiales  redondeados  6  esferoides,  fuese  cualquie- 
ra  la  causa  de  esa  forma,  como  han  entrado  en  varios  mo- 
numentos  antiguos  americanos.  Resabios  son  tambien  del 
aparejo  ciclopeo  csas  lineas  escalonadas  que  nos  ha  citado 
el  Sr.  Reiss ,  y  que  se  encuentran  en  otras  construcciones 
del  Peru.  Esos  vicios,  digamoslo  asi,  arquitectonicos,  y  que 
acusan,  sin  embargo,  un  paso  en  el  perfeccionamicnto  del 
arte,  se  observan  aim  en  nuestras  modernas  construccio- 
nes, donde  ciertos  detalles  6  asuntos  de  ornamentation,  por 
cjemplo,  de  un  edilicio  al  que  se  quiere  dar  caractcr  y  gusto 
griego,  recuerdan  y  representan  ciertas  condiciones  de  cons- 
truction necesarias  en  los  primitivos  monumentos  cuyo  es- 
tilo  se  trata  de  imitar. 

Por  lo  dermis,  la  labra  de  los  sillares  del  Gallo,  nada  de 
particular  tiene  que  sea  pulida,  relativamente;  porque  la 
piedra,  como  he  dicho,  se  presta  con  facilidad  al  ajustc  por 
frotamiento  y  al  almohadillado  de  sus  caras  externas,  iinico 
adorno  de  aquel  edificio. 

Esta  circunstancia  y  la  de  ser  el  material  tan  liviano — 
aparte  de  otras  razones — debi6  determinar  el  que  se  le  eli- 
giera  para  su  fabrica  sobre  aquel  suclo  sacudido  de  tan  tre- 
mendos  terremotos,  que  sacan  a  nuevo  cauce  los  rios  y  der- 
riban  6  levantan  cerros.  A  cjemplo  de  los  arquitcctos  del 
inca,  los  vecinos  de  Latacunga  construyen  hoy  sus  casas 
con  sillarejos  y  aun  sillares  de  piedra  pomez,  cuya  estruc- 
tura  porosa  permite  que  el  mortero  trabe  perfectamente 
unas  piezas  con  otras  y  quede  el  edificio  como  de  una  sola 
y  tan  ligero,  que  puede  desafiar  impunemente  los  vaivenes, 
sacudidas  y  sobresaltos  de  aquella  tierra. 

El  Sr.  Fernandez  de  Castro:  He  pedido  la  palabra 


166  CONGRESO    DE   AMER 1CANISTAS. 

para  hacer  una  breve  indication  que  tal  vez  pueda  conciliar 
las  manifestaciones  de  los  Sres.  Espada  y  Reiss  acerca  de 
los  materiales  empleados  en  el  edificio  de  que  se  trata. 

En  Cuba,  en  Espana  misma,  yo  creo  que  en  todas  partes 
donde  hay  lerrenos  hipogenicos  como  diorita ,  porfido  il 
otras  rocas  semejant.es,  se  encuentran  esas  bolas  que  a  pesar 
de  no  ser  bombas  volcanicas,  afectan  sin  embargo  su  forma 
por  efecto  de  una  agrupacion  molecular  muy  comiin  a  ella. 

En  el  N.  de  la  Peninsula,  en  la  provincia  de  Santander, 
recuerdo  en  este  momento  que  se  encuentran  de  esas 
bolas  de  diorita.  En  Cuba,  hace  Oviedo  mention  de  una 
gran  cantidad  de  bolas  que  creia  artificiales.  No  deben, 
pues,  considerarse  siempre  como  bombas  volcanicas  las 
piedras  semejantes  a  las  citadas  por  el  Sr.  Espada,  sino 
que  pueden  ser  otra  cosa  muy  distinta,  y  aunque  de  la 
misma  forma,  tener  un  origen  distinto  y  una  consistencia 
tal,  que  sirvan  perfectamente  para  construcciones. 

El  Sr.  Marim6n:  Voy  a  presentar  al  Congreso  una  re- 
lation inedita  enviada  por  el  cabildo  de  la  ciudad  de  Valla- 
dolid  en  el  Yucat&n  al  Gobierno  de  S.  M.,  sobre  el  estado  de 
aquella  provincia  antes  de  la  conquista.  Estas  relaciones 
fueron  mandadas  hacer,  como  es  sabido,  por  el  Gobierno, 
conforme  a  formularios  6  interrogatorios  por  capitulos  ,  de 
los  cuales  se  ha  ocupado  mi  amigo  el  Sr.  Espada  al  publi- 
car  el  tomo  primero  de  las  relaciones  geograficas  de  aquella 
epoca  y  de  principios  de  la  conquista  relativas  al  Peru. 

Son  muy  interesantes  estos  documentos  porque  por  ellos 
vemos  el  estado  en  que  se  hallaban  aquellas  provincias,  se- 
giin  tcstigos  presenciales,  y  acaso  mds  que  ninguno  los  que 
se  hicieron  en  Yucatan,  Guatemala  y  America  Central, 
porque  en  ellos  encontramos  tratados  ya  muchos  de  los 
asuntos  que  hoy  constituyen  objeto  principal  de  la  inves- 
tigation de  los  sabios,  y  se  acredita  que  £  la  llegada  de  los 
esparioles  existian  las  ruinas  que  tanto  cautivan  la  aten- 
cion;  ruinas  descritas  en  la  relation  del  licenciado  Diego  de 
Palacio,  que  son  distintas  de  las  de  la  ciudad  conquistada 


VALLADOLID   DE    YUCATAN.  167 

por  el  capitan  Francisco  de  Chaves.  El  documento  que  por 
vez  primera  sale  &  luz  es  el  siguiente : 

Relation  de  la  villa  de  Valladolid ,  escrita  por  el 
cabildo  de  aquella  ciudad por  mandado  de  Su  Ma- 
jestad  y  del  muy  ilustre  Senor  Don  Guillen  de  las 
Casas ,  Gobernador  y  Capitan  General. — Abril 
de  1579. 

En  la  villa  de  Valladolid  de  la  provincia  de  Yucatan  Co- 
zumel  y  Tabasco ,  en  ocho  dias  del  mes  de  abril  de  mil  e 
quinientos  e  setenta  e  nueve  arios,  habiendo  visto  el  Ilustre 
Senor  Don  Diego  Sarmiento  de  Figueroa,  Alcalde  mayor  en 
esta  dicha  villa,  y  los  Senores  Justicia  y  Regidores  de  este 
Ayuntamiento,  conviene  a  saber:  Francisco  Vellido  y  Pe- 
dro de  Valencia,  Alcaldes  ordinarios,  y  Bias  Gonzalez  e 
Juan  Bautista  de  Vargas  y  Bernaldo  Sanchez,  Regidores, 
lo  proveido  e  mandado  por  la  majestad  real  del  Rey  y  el 
muy  Ilustre  Senor  Don  Guillen  de  las  Casas ,  Gobernador 
y  Capitan  General  por  Su  Majestad  de  estas  provincias  en 
su  real  nombre,  acerca  de  que  se  haga  relacion  verdadera  de 
las  cosas  que  en  estas  provincias  de  Valladolid  hay,  confor- 
me  e  los  capitulos  e  suscrecion  (1)  en  molde  que  para  ello  se 
les  dio,  visto  lo  que  verse  debia,  tratado  e  consultado  sobre 
ello,  fue  acordado,  para  que  mas  acierto  fuese,  se  nombra- 
sen  tres  personas  de  los  primeros  conquistadores  de  todas 
estas  provincias  de  Yucatan  y  personas  honradas  y  de  con- 
fianza,  las  cuales  fueron  Bias  Gonzalez  e  Alonso  de  Villa- 
nueva  e  Franco  Gutierrez  Xian,  vecinos  de  esta  villa,  y 
juntamente  con  el  Alcalde  mayor  y  los  senores  deste  Ayun- 
tamiento hicieron  la  declaracion  siguiente,  lacual  va  firma- 
da  de  sus  nombres  al  fin  de  ella. 


(1)    Instruction  ? 


1G8  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Gapitulo  I.  Primeramente  en  los  pueblos  de  los  espauo- 
les  se  diga  el  nombre  de  la  comarca  e  provincia  en  que  esttht 
y  que  quiere  decir  el  dicho  nombre  en  lengxiaje  de  indios 
y  porque  se  llama  asi. 

Habiendo  enviado  el  inviclisimo  Emperador  Don  Carlos 
Cesar  quinto  de  este  nombre  que  santa  gloria  haya  a  Don 
Francisco  de  Montejo  a  conquistar  estas  provincias  de  Yu- 
catan, Cozumel  y  Tabasco  con  titulo  de  Adelantado  Gober- 
nador  y  Capitan  General  de  ellas,  entro  a  las  conquistar  el 
ano  del  Senor  de  mil  e  quinientos  y  veinte  y  Gcho  anos  y 
metio  en  ellas  para  la  dicba  conquista  cuatrocientos  hom- 
bres  de  a  pie  y  de  a  caballo,  todos  espanoles  de  pelea,  y 
dandole  algunas  guazabaras  los  naturales  de  estas  provin- 
cias dc  Valladolid,  que  fue  el  principio  do  su  conquista,  no 
pudiendose  sustentar  por  la  gran  pujanza  de  gente  que  de 
naturales  habia,  le  convino  al  dicho  Adelantado  Montejo 
ansi  por  esto  como  por  huirsele  la  mayor  parte  de  su 
gente  para  el  Pirii  y  otras  partes,  salirse  de  la  tierra  y  de 
todas  estas  provincias  de  Yucatan ,  con  perdida  dc  mucha 
gente  que  le  mataron  los  naturales;  y  estando  en  las  pro- 
vincias de  Chiapa  las  cuales  a  la  sazon  gobernaba,  acord(3  de 
enviar  a  Don  Francisco  de  Montejo,  su  hijo  ,  y  a  Francisco 
de  Montejo  su  sobrino  a  conquistar  las  provincias  de  Yuca- 
tan y  Cozumel  que  eran  de  su  descubrimiento  y  adelanta- 
micnto,  repartiendo  la  dicha  conquista  de  esta  manera:  did 
a  Don  Francisco  de  Montejo  su  hijo  la  conquista  de  las  pro- 
vincias de  la  ciudad  de  Merida  y  Gampeche,  y  a  Francisco 
dc  Montejo  su  sobrino  las  provincias  de  esta  villa  de  Valla- 
dolid, las  cuales  fueron  llamadas  de  estos  nombres.  En 
ticmpo  de  su  gentilidad  llamabase  este  asiento  de  Vallado- 
lid Caqnivac  a  imitacion  de  un  cerro  grande  de  piedra  que 
en  el  habia;  estaba  un  idolo  que  los  naturales  adoraban 
que  se  Uamaba  Accaquival,  y  de  cuatro  en  cuatro  ahos  ha- 
bia cierta  pelea  dc  los  naturales  unos  contra  otros,  sobre 
quien  UeVaria  una  bandera  que  tenian  de  ordinario  puesta 


VALLADOLID  DE  YUCATAN.  169 

y  enarbolada  en  aqucl  cerro  alto  en  medio  del;  y  ansi  por 
esto,  corrupta  la  letra,  llaman  a  esta  villa  de  Valladolid  los 
indios  y  aun  los  espafioles  Caqui.  Habia  en  esta  villa  de 
Valladolid  un  capitan  llamado  Nacahunnogh,  may  temido 
y  valiente,  al  cual  mnchas  partes  de  los  natnrales  y  tzinca- 
bec ,  que  son  ahcopules  de  la  provincia  de  Tecemin,  le  te- 
mian,  y  estos  le  enviaban  presentes  por  tenerle  grato,  ansi 
de  cuzcas,  que  eran  de  mucha  estima,  a  manera  de  azaleas, 
y  enviando  a  saber  de  este  capitan  y  senor  si  estaba  con 
ellos  enojado  e  les  queria  mover  guerra.  A  este  Nacahun- 
nogh, como  capitan  general,  particularmente  le  estaba  enco- 
mendado  el  gobierno  de  la  guerra.  Incluianse  ansi  mismo 
en  esta  conquista  de  Francisco  de  Montejo  otras  tres  pro- 
vincias  que  al  presente  son  sujetas  a  esta  villa  de  Vallado- 
lid llamadas  destos  nombres  :  la  provincia  de  Cochxia ,  que 
antiguamente  se  llamaba  ansi  y  al  presente  se  llama,  se 
llamo  de  este  nombre  por  haber  en  ella  muchos  cerros  de 
piedra  y  tierra  hechos  a  mano  y  siempre  era  abundosa  de 
maiz  y  los  demas  bastimentos  mas  que  estotras  provin- 
cias,  y  aun  en  los  anos  esteriles;  y  especial  se  llamo  de 
este  nombre,  porque  generalmente  se  llamaban  asi  los  se- 
nores  en  tiempo  de  su  gentilidad  que  eran  grandes  guerre- 
ros.  Las  otras  dos  provincias  se  llamaron  la  una  de  los 
Tacele  y  la  otra  la  provincia  de  Chiquinchel,  que  quiere 
decir  arboleda  de  poniente ;  esta  cae  cercana  a  la  marina  a 
la  parte  del  Norte.  Esto  es  lo  que  cerca  destos  nombres  se 
ha  podido  saber. 

Capitulo  II.  Quien  fue  el  descubridor  y  conquistador 
de  la  dicha  provincia  y  por  cuya  orden  e  mandado  se  descu- 
brio  y  el  ano  de  su  descubrimiento  y  conquista  lo  que  de  tod& 
buenamente  se  pudiere  saber. 

Habiendose  hallado  el  Capitan  Francisco  de  Montejo  en 
la  conquista  y  pacification  de  Merida  y  Gampeche  y  ayu- 
dado  a  poblar  la  dicha  ciudad  y  villa  de  Gampeche,  comen- 
zado  a  darse  en  ella  repartimientos  de  indios  a  los  que  las 


170  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

habian  conquistado ,  partio  de  la  ciudad  en  demanda  de  la 
conquista  y  descubrimiento  que  le  era  dado  por  el  Adelan- 
tado  Montejo,  su  tio,  el  ano  del  Sefior  de  mil  quinientos  e 
cuarenta  6  dos  arios,  con  sesenta  soldados  y  llego  a  Teco, 
ultimo  termino  de  la  ciudad  de  Merida,  y  alii  asent6  su  real 
para  acordarla  orden  que  ternia  en  principiarla  conquista; 
y  estando  alii  espacio  de  cuatro  meses,  le  vinieron  de  paz 
algunos  pueblos  destas  provincias  de  Valladolid  siendo  el 
primero  que  dio  la  paz  y  obediencia  Tepop;  y  a  este  se  le 
mando  por  el  Capitan  hacer  ranchos  para  se  alojar  con  su 
gente,  lo  cual  fue  hecho  por  los  naturales  de  aquel  pueblo, 
rescibiendo  de  paz  en  el  al  Capitan  Francisco  de  Montejo, 
a  los  cuales  rescibio  e  puso  por  vasallos  de  su  majestad. 
Y  estando  alii  un  mes,  poco  mas  6  menos,  se  partio  y  lleg6 
al  pueblo  de  Izconti,  que  cae  en  la  provincia  de  los  Copules, 
y  alii  le  vino  de  paz  la  provincia  de  Chiquinchel,  questos 
eran  senores  de  la  mar  que  [en]  aquella  parte  les  caia  del 
Norte,  y  queriendo  proseguir  en  su  conquista,  salio  de  alii 
y  por  sus  jornadas  llego  a  un  pueblo  muy  grande  y  muy 
poblado  de  naturales  llamado  Chuaca  en  lengua  de  indios, 
que  la  significacion  desto  propiamente  quiere  decir  agua 
larga;  y  paresciendo  al  capitan  lugar  acomodado  para  po- 
blar  en  el  con  los  esparioles,  asento  real  orillas  de  una  gran 
laguna  de  agua  dulce,  a  la  parte  del  poniente  de  la  dicha 
laguna ,  quedando  el  pueblo  de  los  naturales  &  la  parte  del 
Norte  a  la  falda  de  la  laguna,  la  cual  era  de  agua  muy  hon- 
dable,  de  longitud  de  dos  tiros  de  escopeta  y  de  ancha  mas 
de  un  tiro.  Griase  en  esta  laguna  un  pescado  mediano  que 
Hainan  diahacal,  que  propiamente  son  mojarras,  y  cayma- 
nes,  que  llaman  lagartos.  Esta  esta  laguna  por  tierra  liana 
[de]  la  mar  del  Norte  espacio  de  tres  leguas;  y  en  este  pues- 
to,  el  ano  del  Sefior  de  mil  quinientos  cuarenta  y  tres  se 
poblo  una  villa  por  el  Capitan  General  Francisco  de  Montejo 
y  la  puso  por  nombre  Chuacan,  a  imitacion  de  este  pueblo 
grande  de  naturales  que  junto  a  si  tenia  de  la  otra  parte  de 
la  laguna,  como  esta  referido;  rodeaba  este  lago  mas  de  dos 


VALLADOLID  DE  YUCATAN.  171 

leguas  de  prado  de  yerba  que  aca  llaman  cabanas,  muy 
llanos  y  sin  niugunos  montes  que  los  asombren  en  estas 
dos  leguas.  Es  tierra  abundante  de  corzas  y  yerba  para  los 
ganados  y  m&s  fertil,  sin  comparaci6n,  que  estas  otras  pro- 
vincias.  A  este  asiento  de  Chuaca  le  vinieron  de  paz  muchos 
pueblos  de  las  provincias  de  los  Taceles,  que  eran  alii  veci- 
nos,  y  algunos  de  los  Copules,  que  estaban  poblados  h&cia 
este  asiento  de  Valladolid;  y  visto  por  el  Capital  Montejo 
que  los  indios  de  la  provincia  de  Cochua  no  querian  dar  la 
paz  y  que  estaban  rebelados  ,  a  pocos  dias  poblada  la  villa 
de  Chuaca ,  partio  de  ella  con  la  mayor  parte  de  su  gente 
para  la  provincia  de  Cochua,  dejando  en  Chuaca  por  su  lu- 
gar  teniente  a  Francisco  de  Cieza.  Y  estando  conquistando 
la  tierra,  llego  a  la  provincia  de  Cochua,  que  estaba  cuarenta 
leguas  de  Chuaca,  en  lo  cual  paso  el  y  los  que  con  el  iban 
grandes  hambres  y  trabajos,  teniendo  como  tuvieron,  mu- 
chos encuentros  y  escaramuzas  con  los  naturales;  y  dejando 
la  mayor  parte  de  ella  pacifica,  se  volvio  a  la  villa  de  Chuaca. 
Y  estando  de  asiento  en  ella,  quiso  gratificar  a"  los  que  bien 
lo  habian  servido,  dando  repartimientos  de  indios  en  nom- 
bre  de  Su  Majestad  a  cuarenta  y  cinco  vecinos ,  en  este 
mismo  ano  de  mil  quinientos  y  cuarenta  y  tres,  a  los  cuales 
se  les  dio  tftulo  de  encomienda  de  ellos;  y  estando  en  esto, 
le  vino  nueva  que  la  provincia  de  los  Copules  y  de  Cochua, 
estaba  rebelada  y  no  acudian  como  solfan  a  la  obediencia, 
y  para  remedio  de  ello  y  pacificarlos ,  determino  de  enviar 
a  Francisco  de  Cieza  con  voz  de  Capitan  con  veinte  solda- 
dos,  el  cual  vino  a"  este  asiento  de  Valladolid  y  sabido  por 
el  dicho  Capitan  Francisco  de  Cieza  quienes  eran  los  chi- 
lanes  amotinadores  y  rebeldes,  hizo  castigo  ejemplar  en 
ellos  justici£ndolos,  lo  cual  fue  causa  que  la  tierra  se  sose- 
gara  y  los  indios  cesaran  de  dar  guerra  y  acudiesen  con  los 
tributos  £  la  villa  de  Chuaca ,  que  estaba  veinte  leguas  del 
asiento  que  ahora  tiene  Valladolid.  Y  esto  hecho,  llevando 
algunos  rehenes  y  bastimentos,  se  volvio  el  dicho  Francisco 
de  Cieza  &  la  villa  de  Chuaca.  En  este  mismo  afio  determi- 


172  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

no  el  Capitan  Montejo  pasar  a  la  isla  de  Cozumel  y  saliendo 
de  Chuaca,  con  este  designio,  dejando  en  sn  lugar  al  Maese 
de  Gampo  Bernaldino  de  Villagomez,  llego  a  un  pueblo  y 
puerto  de  mar  llamado  Pole,  el  cual  esta  frontero  de  la  isla 
de  Cozumel  y  divide  la  una  tierra  y  la  otra  un  brazo  de 
mar  del  Norte  de  cuatro  leguas;  este  brazo  de  mar  es  de 
mucha  corriente  y  mar  alterada,  y  queriendo  pasar  con  su 
gente  el  Capitan  Francisco  de  Montejo  a  la  isla  de  Cozumel, 
no  teniendo  canoas  para  cllo,  determino  enviar  a  la  dicha 
isla  por  canoas  a  un  soldado  llamado  Pedro  Duran,  el  cual 
flic  y  trujo  las  dichas  canoas  que  hallo  en  la  costa  de  la  isla 
y  de  esta  otra  parte  de  la  tierra  firme,  las  cuales,  asi  trai- 
das,  se  embarco  el  dicho  Capitan  Montejo  y  los  que  con  el 
iban ,  [y]  dandoles  un  temporal  en  medio  de  este  brazo  do 
mar,  le  fue  forzoso  al  dicho  Capitan  volver  en  demanda  de 
la  tierra  firme  de  donde  habia  salido,  [y]  estando  en  riesgo 
de  perderse,  llego  con  su  canoay  otras  algunas  al  puerto  de 
Pole,  habiendose  de  aquella  refriega  ahogadosele  un  espa- 
riol  y  los  indios  que  con  el  iban.  Algunas  canoas  delas  que 
habian  salido  con  el  otro  Capitan  cuando  arribo ,  tomaron 
la  isla  de  Cozumel,  los  cuales,  trayendo  los  seriores  y  prin- 
cipales  de  la  dicha  isla  al  reconocimiento  de  su  Capitan  y 
otros  muchos  indios,  les  dio  un  norte  con  el  cual  se  ahoga- 
ron  nueve  hombres  desafandose  las  canoas  de  como  iban 
y  con  ellos  muchos  indios  que  al  remo  y  gobierno  de  ellos 
llevaban,  y  tomando  la  tierra,  Uevaron  ante  su  Capitan  a  los 
senores  de  la  isla  de  Cozumel,  los  cuales  le  presentaron 
maiz,  micl  y  gallinas,  y  el  Capitan  Montejo  los  recibio  agra- 
dablemente  y  poniendolos  por  vasallos  de  Su  Majestad  y 
dandoles  licencia,  se  volvieron  a  la  isla  de  Cozumel.  Sabido 
la  muerte  de  los  espanoles  por  los  indios  de  las  provincias 
de  los  Copules  y  Cochua,  entendiendo  que  se  habian  ahoga- 
do  el  Capitan  y  la  mayor  parte  de  los  espanoles,  comenzaron 
a  alterarse  y  rebelarse  contra  la  Corona  Real  y  asi  le  con- 
vino  al  Capitan  Montejo  antes  de  volver  a  la  villa  de  Chuaca 
entrar  en  el  riiion  de  la  tierra,  que  es  este  asicnto  de  Valla- 


VALLAUOLID    DE    YUCATAN.  \~'A 

dolid,  provincia  de  los  Copides,  a  la  cual  le  vinieron  de  paz 
todos  los  naturales  de  esta  provincia  de  los  Copules,  y  no 
acudiendo  la  provincia  de  Coclata  con  la  obediencia,  deter- 
mino  desde  este  asiento  de  Yalladolid  enviar  al  Gapitan 
Francisco  de  Cieza  a  la  dicha  provincia  de  Cochua  con 
veinte  soldados,  el  cual  fue  a  ella  por  caminos  cerrados  no 
sabidos.  Despues  de  enviado  al  dicho  Francisco  de  Cieza,  el 
Gapitan  Montejo  se  fue  a  la  villa  de  Chuaca  y  prosiguiendo 
su  derrota  el  dicho  Francisco  de  Gieza,  llego  a  Tabi,  ultimo 
pueblo  de  Cochua  y  torao  ,  por  mandado  de  su  Gapitan  ge- 
neral, en  nombrc  de  Su  Majestad,  la  posesion  de  aquella 
provincia,  porque  no  la  tomase  el  Gapitan  Gaspar  Pacheco, 
que  iba  a  conquistar  las  provincias  de  Chetemal,  que  es 
donde  ahora  esta  poblada  una  villa  de  espaholes  que  se 
llama  la  Villa  de  la  Nueva  Salamanca,  que  es  de  esta  con- 
quista  e  gobernacion;  lo  cual  hecho,  el  Gapitan  Francisco 
de  Cieza  se  volvio  a  la  villa  de  Chuaca. 

Capitulo  III.  Y generalmente  el  temperamento  y  calidail 
de  la  dicha  provincia  6  com  area,  si  es  muy  fria  6  caliente  6 
humeda  6  seca,  de  muchas  aguas  6  pocas  y  cuando  son  mcis 
6  menos,  y  los  vientos  que  corren  en  ellas  que  tan  violentos 
H  en  que  partes  son  y  en  que  tiempos  del  aho. 

El  temperamento  de  esta  provincia  de  Chiquinchel  y 
Chuaca  es  hiimedo  y  frio  mas  que  estas  otras  provincias  y 
mas  templado  en  verano;  causalo  haber  en  ella  muchas 
pluvias  y  muchas  lagunas;  hacense  algunos  cenagales  en- 
lamandose  la  tierra,  que  no  se  puede  andar  por  ella,  y  se- 
candose  todas  las  mas  lagunas  de  estas,  causan  malos  va- 
pores  de  la  tierra;  esta  siempre  en  mi  ser  sin  secarse  esta 
lagunade  Chuaca.  Lluevecon  grandes  torbellinos  de  viento 
y  continuas  aguas  desde  Junio  hasta  mediado  Agosto,  y  de 
alii  en  adelante  con  aguas  no  tan  recias ,  vientan  grandes 
nortes,  lo  cual  causa  muchas  muertes  de  naturales  y  aun  de 
espaiioles,  habiendo  enfermedades  de  catarro  y  barriga  entre 
los  naturales  y  aim  de  espanoles.  Este  viento  Norte  deslruye 


174  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

los  maizales,  que  es  el  sustento  que  los  naturales  y  espario- 
les  comen  y  no  usan  de  otro  pan;  duran  hasta  mediados  de 
Febrero,  y  de  alii  en  adelante  vientos  Sudestes,  que  son  unos 
ventazos  desabridos  polvorosos ;  estos  causan  sanidad  a  los 
indios  y  agostan  la  tierra  para  la  poder  cultivar,  labrar  y 
quemar  para  sus  sementeras,  asi  de  maiz  corao  de  algodon, 
agi  y  frijoles  y  todo  genero  de  sustento. 

GAPiTULO  IV.  Si  es  tierra  liana  6  dspera,  rasa  6  mon- 
tosa,  de  muchos  6  pocos  rios  6  fuentes,  y  abundosa  6  falta 
de  aguas,  fertil  6  falta  de  pastos,  abundosa  6  esteril  de  fru- 
tos  y  de  mantenimientos . 

Este  Chuaca ,  como  atras  refiero,  es  tierra  liana,  no  tiene 
monte  en  su  contorno,  sino  muy  grandes  prados  que  Ha- 
inan sabanas,  donde  se  podrian  apacentar  diez  rail  cabezas 
de  ganado  vacuno;  no  es  fragosa  de  piedras  como  estas  otras 
provincias;  es  tierra  liana  quese  puede  arar;  es  abundanti- 
sima  en  carnes  y  frutales  de  todas  clases;  en  esta  provincia 
se  daba  dos  veces  maiz  en  el  ano;  no  tiene  ningunos  rios, 
sino  estas  lagunas  de  agua  dulce,  que  tiene  muchas:  en 
distancia  de  tres  leguas,  de  una  6  dos  de  estas  lagunas,  sa- 
len  dos  fuentes,  y  estas  corren  algiin  tanto  por  la  tierra 
adentro,  aunque  no  mucha  distancia;  tiene  salidas  estas 
vegas;  grandes  montanas  de  arboles  de  copal,  que  es  una 
resina  a  manera  de  incienso  y  otros  de  frutos  silvestres.  En- 
tiendese  se  podrian  sacar  regadios  para  aquestas  vegas  de 
esta  laguna  de  Chuaca  y  de  algunas  fuentes ;  es  hiimeda  la 
tierra,  a  causa  de  tener  el  agua  a  menos  de  a  braza. 

Capitulo  Y.  De  muchos  6  pocos  indios  y  si  ha  tenido 
mas  6  menos  en  otro  tiempo  que  ahora  y  las  causas  que  dello 
se  supieran,  y  si  los  que  hay  estan  6  no  estan  poblados  en 
pueblos  formados  6  permanentes  y  el  talle  y  suerte  de  siis 
entendimientos ,  ynclinaciones  y  manera  de  vivir,  y  si  hay 
diferentes  lenguas  en  toda  la  provincia  6  tienen  alguna  ge- 
neral en  que  hablen  todos. 


VALLADOLU)    DE    YUCATAN. 

Este  pueblo  de  Chuaca  era  de  mil  vecinos  al  tiempo  que 
el  Gapit;in  Francisco  de  Montejo  poblo  alii,  los  cuales  esta- 
ban  en  pueblo  en  alguna  manera  permanente  6  formado, 
con  sus  casas  de  piedra  de  albaniria  (sic)  cubiertas  de  paja, 
donde  hacian  sus  congregaciones  y  mercados ,  aunque  no 
compasadas  las  calles,  teniendo  los  vecinos  de  aquel  pueblo 
sus  casas  grandes  de  madera  muy  fuerte,  cubiertas  de  gua- 
no, que  es  la  hoja  de  un  drbol  d  manera  de  palma;  estos 
indios  y  las  indias  de  Chuaca  son  de  mas  sutil  enteudi- 
miento  que  los  de  las  demas  provincias,  y  la  gente  de  Chi- 
quinchel  mds  cortadas  en  sus  razones  ellos  y  ellas  ,  y  rnds 
pulida  la  lengua  que  hablan,  aunque  es  toda  la  do  Yucatan 
una.  Despoblando  la  villa  de  alii  los  espanoles,  los  frailes, 
queriendolos  acercar  a  su  cabecera  de  doctrina,  les  qucma- 
ban  las  casas,  y  ellos,  de  congoja  de  verse  apartados  de  su 
natural,  se  morian  y  muchos  se  huian,  que  hasta  boy  no 
han  vuelto  a"  su  vecindad;  queriendoles  volver  ahora  tres 
afios  &  su  asiento  antiguo,  no  sehallaron  sino  veinle  indios, 
y  estos  estan  poblados  en  su  cabecera;  tienese  creido  que 
el  mudar  de  aguas  y  de  temple  y  haber  trabajado  tanto  en 
pasar  sus  arreos,  les  causo  la  disminucion  tan  grande  que 
este  pueblo  tuvo. 

CapItulo  VI.  El  altura  6  elevation  del  polo  en  que  estan 
los  dichos  pueblos  de  espanoles ,  si  estuviere  tomada  y  si  se 
supiere  6  hubiere  quien  la  sepa  tomar  6  en  que  dias  del 
aho  el  sol  no  echa  sombra  ninguna  al  punto  del  medio  dia. 

Estaba  Chuaca  en  elevacion  del  Polo  21°  y  medio;  el  Sol, 
al  punto  del  medio  dia,  da  su  sombra  todo  el  aiio. 

Capitulo  VII.  Las  leguas  que  cada  ciudad  6  pueblo  de 
espanoles  estuviere  de  la  ciudad  donde  residiere  la  Audien- 
cia  en  cuyo  distrito  cayere  6  del  pueblo  donde  residiere  el 
gobernador  a  quien  estuviere  sujeta  y  a  que  parte  de  las  di- 
chas  ciudades  6  pueblos  estuviere. 

Estaba  Chuaca  apartada  de  dicha  ciudad  de  Merida,  ca- 

1  2 


176  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

becera  de  esta  Gobernacion  y  obispado,  a  distancia  de  cua- 
renta  leguas  poco  mas  6  menos;  caia  la  ciudad  de  la  villa  de 
Chuaca  algiin  tanto  elevadaal  Esnoroeste;  caia  este  asiento 
que  despues  se  poblo,  y  ahora  esta  poblado,  de  Valladolid, 
con  los  vecinos  de  Chuaca,  veinte  leguas  de  Chuaca  a  la 
parte  del  Sur,  la  tierra  adentro,  camino  real  de  Cochua  y 
de  la  villa  de  la  Nueva  Salamanca,  que  llaman  de  Bacalar, 
donde  estan  poblados  los  espanoles. 

Capitiilo  VIII.  Asi  mismo  las  leguas  que  dislare  cada 
ciudad  6  pueblo  de  espanoles  de  los  otros  con  quien  partiere 
terminos,  declarando  a  que  parte  cae  de  ellos,  y  si  las  leguas 
son  grandes  6  pequehas  y  por  tierra  liana  6  doblada  y  si  por 
caminos  dereclios  6  torcidos,  buenos  6  malos  de  caminar. 

Los  terminos  y  limites  que  tuvo  la  villa  de  Chuaca  son 
los  que  abora  tiene  la  villa  de  Valladolid,  los  cuales  corren 
Este  a  Ueste  desde  su  ultimo  termino  al  otro  cuarenta  le- 
guas hasta  sus  liltimos  terminos;  caele  la  ciudad  de  Me- 
rida  a  la  villa  que  se  poblo  y  esta  poblada  de  Valladolid, 
Lesnordeste ;  divididense  los  terminos  once  leguas  de  su 
asiento,  en  unaventa  que  llaman  Jocor/^yue;  llamose  Joqua- 
jeijue,  porque  habiendo  en  el  un  gran  lago  de  agua  muy 
hondable,  dicen  los  naturales  que  cayo  en  el  una  estrella 
con  grandes  pluvias,  y  asi  se  deja  entender,  pues  al  estrella 
del  alba  llaman  noch  Eque;  esta  cae  al  Oeste,  dejando  cua- 
renta leguas  de  alii  al  puerto  de  Conil,  al  Este,  y  este  es  el 
ultimo  termino  de  la  tierra  firme;  a  el  Norte  divide  los 
terminos  el  puerto  de  Cholcoben  y  rfo  de  Lagartos,  cuarenta 
leguas  a  la  banda  del  Sur,  quedando  el  rio.y  puerto  de 
Cholcoben  a  la  parte  del  Norte.  Los  caminos  que  general- 
mentc  se  usan,  sacadas  tres  6  cuatro  leguas  de  la  villa  de 
Chuaca,  de  unos  a  otros  pueblos,  son  fragosos  de  piedra, 
aunque  tierra  liana,  por  ser  toda  la  mas  una  peiia  viva;  cs 
muy  montuosa,  los  caminos  torcidos  y  mal  abiertos,  la 
piedra  que  ansi  bay  paresce  de  arrecifes  muy  malos  de 
costa  de  mar.  La  mayor  parte  de  los  naturales  estan  pobla- 


VALLADOLID  DE  YUCATAN.  177 

dos  entre  muchos  periascalos ,  sin  hallarse  en  ellos  tierra 
para  una  carrera  de  caballo. 

CapItulo  IX.  El  nombre  y  sobrenombre  que  tiene  6  hu- 
biere  tenido  cada  ciudad  6  pueblo  y  por  que  se  hubiere  lla- 
mado  assi,  (si  se  supierej  y  quien  le  puso  el  nombre  y  fue  el 
fundador  de  ella,  y  por  cuya  orden  y  mandado  la  poblo,  y 
el  ano  de  su  fundacion,  y  con  cuantos  vecinos  se  comenzo  a 
poblar  y  los  que  al  presenie  tiene. 

Viendo  el  Capitan  Montejo  que  en  espacio  de  poco  mas 
de  un  ano  se  le  habian  muerto  del  servicio  y  amigos  que 
habi'a  llevado  a  Chuaca,  mas  de  seiscientos  indios  y  algu- 
nos  espanoles,  y  que  la  tierra  era  enferma,  pluviosa  y 
hiimida  y  estar  may  a  trasmano  de  los  repartimientos,  que 
los  mas  caian  en  este  asiento  de  Valladolid,  determino  pa- 
sar  la  villa  y  vecinos  de  Chuaca  a  este  asiento  de  Valladolid 
ya  dicho,  lo  uno  por  estar  comedio  de  toda  la  tierra,  y  lo 
otro  por  ser  tierra  mas  sana  y  mas  seca  que  Chuaca  y  de 
menos  pluvias,  mas  esteril  de  frutos  en  parte  y  no  en  todo; 
y  determinando  pasarla,  lo  puso  por  obra  y  poblo  la  villa 
de  Valladolid  el  ano  de  mil  y  quinientos  e  cuarenta  y  cinco 
arios,  con  treinta  y  nueve  encomenderos  de  indios,  dejando 
en  el  asiento  de  Chuaca  un  alcalde  para  hasta  ver  si  esto- 
tro  asiento  era  permanente;  llamola  el  dicho  Capitan  Mon- 
tejo la  villa  de  Valladolid  a  imitation  de  la  de  Esparia,  y 
ansi  es  la  mejor  villa  que  se  halla  en  las  Indias. 

Capitulo  X.  El  sitio  y  asiento  donde  los  dichos  pueblos 
estuviesen,  si  es  en  alto  6  en  bajo,  6  llano,  con  la  traza  y  de- 
signo  e  pintura  de  las  calles  y  plazas  y  otros  lugares  sehala- 
dos  de  monasterios,  como  quiera  que  se  pueda  rascuhar  f<i- 
cilmente  en  un  papel,  en  que  se  declare  que  parte  del  pueblo 
mira  al  Mediodia  6  al  Norte. 

Esta  poblada  la  villa  de  Valladolid  en  el  comedio  de  toda 
la  tierra  de  los  Acopules  y  en  medio  de  las  provincias  de 

TOMO  II.    '  1*2 


178  CUNGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Cochua  [y]  Tacele,  cayendole  a  la  falda  de  la  marina  la  pro- 
vincia  de  Chiquinchel ;  esta  la  villa  de  Valladolid  en  eleva- 
tion del  polo  veinte  y  un  grado;  fue  tomada  la  altura  por 
dos  pilotos  a  diez  y  seis  dias  del  mes  de  Febrero  de  este  ano 
de  mil  y  quinientos  setenta  y  nueve  anos;  el  sol  al  punto 
del  Mediodia,  da  sombra  todo  el  ano.  Demorale  la  ciudad 
de  Merida,  cabecera  de  esta  demarcacion,  al  Oeste  cuartaal 
Noroeste;  la  villa  de  Bacalar  al  Sudoeste,  la  bahia  de  Cu- 
nil,  liltimos  terminos  de  esta  villa,  al  Este,  cuarta  al  Nor- 
deste,  y  el  puerto  y  rio  de  los  Lagartos  al  Norte.  Dista  de 
esta  villa  la  ciudad  de  Merida  treinta  y  tres  leguas;  fundose 
el  pueblo  de  los  espanoles  en  unos  prados  cercados  de  mu- 
cha  maleza  de  piedra  y  arboleda  silvestre.  Hay  en  los  mon- 
tes  y  fuera  mucha  piedra,  asi  movediza  como  del  tamano 
de  un  buey  y  mayores ;  en  su  nacimiento  situose  en  medio 
de  dos  zenotes  de  agua  dulce,  que  son  a  manera  de  aljibes; 
tienen  de  su  nacimiento  cada  uno  de  estos  zenotes  tres  6 
cuatro  bocas  por  donde  sacan  agua  los  naturales,  del  tamano 
de  un  pozo  de  nuestra  Esparia,  y  mayores  y  menores;  tie- 
nen el  agua  a  trece  brazas  desde  la  boca;  extiendese  abajo 
pasadas  dos  brazas  que  las  bocas  tienen  de  pena  viva,  gran 
concavidad  en  hueco  muy  grande,  mas  de  ciento  y  setenta 
pies,  habiendo  abajo  una  tabla  grandisima  de  agua  de  este 
tamano  que  parece  esta  represada,  de  extraiia  hondura;  mu- 
chos  dicen  corren  las  aguas  debajo;  tiene  en  hueco  grandes 
socarrerias  y  puntas  de  pena  a  manera  de  salitre,  que  crecen 
y  estan  destilando  agua  todo  el  ano ;  crfase  en  estos  zenotes 
un  pescado  pequerio  a  manera  de  bagres  maritimos,  pero  no 
tan  grandes;  hay  de  estos  zenotes  muchos;  estan  estos  dos 
zenotes  apartados  uno  de  otro  dos  tiros  de  escopeta.  En  me- 
dio de  esta  villa  de  Valladolid,  al  tiempo  que  se  poblo,  en  la 
plaza  de  ella,  le  caia  un  cu  de  piedra,  hecho  a  mano,  muy 
alto;  tenia  en  la  cumbre  de  el  muy  blanqueada  y  hecha  una 
pieza  que  se  veia  desde  lejos,  y  alii  tenian  aquel  idolo  que 
atras  dije  en  el  primer  capitulo,  donde  los  indios  iban  a  ido- 
latrar ;  era  este  cu  cerro  de  proporci6n  redonda ,  ocupaba 


VALLADOLID  DE  YUCATAN.  179 

en  contorno  mas  de  cuatrocientos  pasos;  arriba,  era  seguido, 
no  tan  ancho;  llamabase  cu  porque  ansi  llamaban  los  indios 
a  susdioses  que  adoraban;  tenian  sus  idolos  en  la  casa  de 
arriba,  hechos  de  barro,  de  la  forma  de  macetas  de  albahaca, 
muy  bocadeadas,  con  sus  pies,  yen  ellos  hechos  rostros 
mal  ajestados  y  disformes  de  malas  cataduras;  echaban 
dentro  de  este  idolo  una  resina  que  llaman  copal,  a  mane- 
ra  de  incienso,  y  esta  reverencia  ofrendaban  y  quemaban, 
que  daba  de  si  muy  gran  olor,  y  con  esto  hacen  contino 
sus  ritos,  ceremonias  y  adoraciones;  esta"  aun  el  dia  de 
hoy,  y  que  se  puede  bien  ver  lo  que  este  cu  ocupaba.  Trazo 
el  Gapitdn  Montejo  esta  villa  de  Norte  a  Sur  y  de  Este  a 
Oeste;  miran  las  calles  al  Norte  y  al  Sur;  di61e  grandes  ca- 
lles  de  cuarenta  pies  en  cuadra;  tiene  en  la  dicha  plaza, 
frontero  de  este  cu,  a  la  parte  del  Sur,  un  templo  mediano 
de  tres  naves,  cubierto  de  teja  a  lo  pulido,  con  sus  pilares 
de  piedra  bien  arqueados  de  canteria  y  albaheria ;  suben 
a  el  por  seis  gradas;  de  la  iglesia  al  nacimiento  del  sol,  en  la 
calle  Real ,  hay  y  se  va  fundando  un  hespital  de  la  Santa 
Veracruz;  fue  mandado  edificar  y  obrar  por  Don  Diego  Sar- 
miento  Figueroa  vecino  de  esta  dicha  villa  y  alcalde  de  la 
cofradia  de  la  Santa  Veracruz  que  ha  sido  y  al  presente  lo 
es.  Tiene  la  villa  y  templo  esta  figura  (1) : 

Es  tierra  mas  sana  que  la  de  Chuaca;  crianse  muchos  ni- 
iios  de  espaholes  y  de  naturales.  Poblada  esta  villa,  se  fue  el 
Capitan  Montejo  a  la  ciudad  de  Merida  dejando  en  sulugar 
al  Capitan  Francisco  de  Gieza.  Fuera  de  esta  villa,  poco  mas 
de  un  tiro  de  arcabuz,  esta  poblado  un  monasterio  de  frailes 
franciscos  menores  de  la  Observancia,  muy  fuerte,  con  su 
boveda  de  albaneria  y  canteria,  con  su  claustro  de  cuatro 
cuartos  y  corredores  en  lo  alto,  en  los  cuales  hay  muchas 
celdas,  todas  de  b6veda;  tiene  grandes  estribos  &  manera  de 
fortaleza;  son  las  paredes  de  ancho  de  diez  pies  y  en  partes 


(1)    La  relacion  original  lleva  aqui  un  diseiio. 
1  2   * 


180  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

mas;  esta  muy  almenado;  es  conforme  a  esta  figura;  van  a 
el  por  una  calzada  hecha  a  mano  con  muchos  arboles  muy 
sombrios,  que  llaman  seibos,  a  manera  de  nogal. 

Y  cl  ano  de  mil  e  quinientos  e  quarenta  y  seis,  por  el 
mes  de  Noviembre,  fue  cuando  los  naturales  de  estas  pro- 
vincias  de  Valladolid  se  alzaron  contra  la  Real  Corona  y 
mataron  a  diez  y  oclio  espanoles  que  estaban  derramados 
por  sus  pueblos,  fuera  de  esta  villa;  friyeron  dos  hijos  de 
Magdalena  do  Cabrera ,  en  copal ,  en  el  pueblo  de  Che- 
mo x ,  que  se  hallaron  alh'  estudiando  y  aprendiendo  las 
letras  en  compania  de  un  conquistador  que  los  enseiiaba, 
que  se  decia  Francisco  Lopez  de  Mena;  y  al  uno  de  ellos 
friyeron  vivo  y  en  los  dem£s  espanoles  hicieron  grandes 
crueldades,  sacandoles  los  corazones  estando  vivos,  ma- 
tando  asimismo  a  mas  de  seiscientos  indios  del  servicio  de 
los  espanoles;  y  entre  los  que  mataron  fuelo  el  maestre  de 
campo  y  alcalde  ordinario  que  a  la  sazon  era,  Bernaldino 
de  Villagomez,  y  Francisco  de  Yillagomez,  su  hermano,  y 
a  Hernando  de  Aguilar,  personas  serialadas,  no  quedando 
en  esta  villa  de  Valladolid  mas  de  veinte  y  dos  vecinos:  y 
visto  por  el  Cabildo  el  estrago  hecho  y  que  sin  socorro  de 
la  ciudad  de  Merida  no  podfan  sustentarse,  enviaron  con 
gran  diligencia  a  pedirlo,  eligiendo  a  Alonso  de  Villanueva, 
que  era  alcalde,  por  Capitan,  y  este  sostuvo  la  villa  veinte 
dias  hasta  que  vino  el  socorro,  dandoles  cada  dia  arma. 
Llego  de  la  ciudad  de  Merida  el  Capitan  Francisco  Tamayo 
con  treinta  y  dos  hombres  y  algunos  amigos  indios;  y  lue- 
go  otro  el  Capitan  Francisco  de  Montejo  con  veinte  hom- 
bres, trayendo  consigo  a  Francisco  de  Cieza,  que  a  la  sazon 
venfa  de  las  provincias  de  Chiapa;  y  dejando  el  socorro,  los 
capitanes,  habiendo  hecho  algunas  salidas  y  rancherias, 
quedo  el  Capitan  Francisco  de  Cieza  en  lugar  del  Capitan 
Montejo  y  por  justicia  mayor  y  con  voz  de  Capitan  salio  a 
la  provincia  de  los  Taceles,  doce  leguas  de  esta  villa,  y  pa- 
cificando  los  naturales,  hizo  algunas  otras  salidas,  y  estan- 
do y  volviendo  de  paz  dentro  de  cuatro  meses ,  por  haber 


VALLADOLID  DK  YUCATAN.  181 

castigado  el  Francisco  do  Gieza  a  los  culpados  y  hecho  jus- 
ticia  dc  ellos,  quedo  pacifico  como  al  presente  lo  esta,  y  no 
quedaron  en  csta  villa  y  sus  provincias  mas  dc  treinta  y 
seis  encomendcros  de  indios  incluyendolos  el  Capitan  Mon- 
tejo  en  este  numero  los  que  antes  habia ;  y  al  presente  no 
hay  mas  encomenderos,  aunque  muchos  vecinos  sin  enco- 
mienda  que  sehan  casado  con  hijasde  conquistadores,  que 
parece  habra  setenta  vecinos  entre  encomenderos  y  dermis 
vecinos. 

Capitulo  XL  En  los  pueblos  delos  yndios  solarnente  se 
diga  los  que  distan  del  pueblo  en  cuyo  corregimiento  6  ju- 
risdiction estuvieren  y  del  que  fuere  cerca  su  cabecera  de 
doctrina. 

Esta  esta  villa  de  Valladolid  cercada  a  una  Jornada  de 
cuarenta  pueblos  sin  otros  tantos  que  a  veinte  leguas  y  a 
quince  de  su  distrito  tiene  sujetos  a  esta  villa,  en  los  cuales 
hay  ocho  mil  naturales  tributarios,  sin  otros  relevados  de 
tributo,  a  los  espanoles. 

Capitulo  XII.  Y  ansi  mismo  lo  que  distan  de  los  otros 
pueblos  de  indios  6  espanoles  que  entorno  de  si  tuvieren,  de- 
clarando  en  los  xinos  y  en  los  otros  d  que  parte  dellos  caen, 
y  si  las  leguas  son  grandes  6  pequehas  y  los  caminos  por 
tierra  liana  6  doblada,  derechos  6  torcidos. 

Estan  estos  pueblos  los  mas  por  los  caminos  reales  Norte 
Sur  y  Este  a  Oeste  hacia  la  ciudad  de  Merida;  ninguna  de 
estas  poblaciones  de  naturales  esta  apartada  mas  de  una  Jor- 
nada; para  ir  a  los  dichos  pueblos  son  los  caminos  fragosos 
de  mucha  maleza  de  montana  y  piedra;  lo  mismo  son  los 
que  se  usan  para  esta  villa,  no  pudiendose  muchos  de  ellos 
andar  a  caballo. 

Capitulo  XIII.  lten  lo  que  quiere  deeir  en  lengua  de 
indios  el  nombre  del  dicho  pueblo  de  indios  y  por  que  se  lla- 


182  COMGRESO    DK    AMERICANISTAS. 

ma  asi  si  hubiere  que  saber  en  ello  y  como  se  llama  la  len- 
gua  que  los  indios  del  dicho  pueblo  hablan. 

Llamaban  antiguamente  los  indios  de  la  provincia  de 
Chiquinchel  a  estos  de  esta  villa  de  Valladolid  y  las  demas 
provincias  de  los  Copules  y  Cochuas,  Ah  mayas,  ultrajan- 
dolos  de  jente  soez  y  baja,  de  viles  entendimientos  e  inten- 
ciones. 

Gapitulo  XIV.  Cuyos  eran  en  tiempo  de  su  gentilidad, 
y  el  sefiorio  que  sobre  ellos  tenian  sus  Senores  y  lo  que  tri- 
butaban,  y  las  adoraciones,  ritos  y  costumbres  buenas  y  ma- 
las  que  tenian. 

El  mayor  Seiior  que  en  este  asiento  de  Valladolid  y  su 
provincia  habia  en  tiempo  de  su  gentilidad,  era  un  Atzuc 
Copul;  A  este  reconocian  por  Seiior,  y  en  serial  del  vasallaje, 
de  su  voluntad  le  haci'an  una  sementera  con  algunos  pre- 
sentes  de  venados  y  otras  cosas.  Tenian  su  alquinec,  que 
este  era  el  que  los  casaba  y  anunciaba  las  cosas  por  venir; 
y  estando  el  enfermo  muy  al  cabo,  tenia  por  abuso  y  cos- 
tumbre,  antes  que  espirase,  porque  no  penase,  quebrarle 
los  lomos,  y  ansi  lo  llevaban  al  campo,  yendo  los  de  su  casa 
a  cazarle  pajaros,  y  ansi  cazados,  se  los  ponr'an  junto  S.  este 
muerto,  diciendo  que  para  tan  largo  camino  habia  menes- 
ter  comer. 

Ansi  mismo  tenian  sus  meses,  contando  cada  luna  treiuta 
dias,  y  el  primer  dra  del  afro,  antes  que  amaneciese,  todos 
y  el  alquin  aguardaban  y  esperaban  el  sol ,  haciendo  gran 
fiesta  aquel  dra.  Tenian  por  costumbre  para  bendecir  un  cu 
dondeponian  los  rdolos,  tomar  del  agua  y  rocio  que  habia 
en  las  hojas  de  los  arboles  y  con  esta  el  lugar  donde  habiau 
de  ser  puestos,  con  un  hisopo,  el  alquin,  revestido  con  su 
manera  de  alba  y  casulla  y  una  manera  de  mitra  y  su  mo- 
nacillo,  bendecir  y  hacer  muchas  ceremonias,  y  con  gran 
reverencia  ponian  aquellos  rdolos  y  echaban  agua  en  todo 
aquel  lugar. 


VALLADOLID  DE  YUCATAN.  183 

Tenian  una  corteza  de  arbol  en  el  cual  escribian  y  figu- 
raban  los  dfas  y  meses  con  grandes  figuras . 

A  ocho  leguas  de  esta  villa  estan  unos  edificios  llamados 
Chichinica,  en  los  cnales  hay  un  cu  hecho  a  mano  de  cante- 
ria  y  albaneria,  y  en  este  edificio  hay  el  mayor  ediflcio: 
noventa  y  tantos  escalones,  escalera  toda  a  la  redonda  hasta 
subir  a  la  cumbre  de  el;  sera  de  alto  cada  escalon  poco  mas 
de  una  tercia;  encima  esta  una  manera  de  torre  con  sus 
piezas;  este  cu  cae  entre  dos  zenotes  de  agua  muy  honda- 
bles;  el  uno  de  ellos  Hainan  el  Zenote  del  sacrificio;  Uamose 
Chichinica  a  imitation  que  un  indio  que  al  pie  del  Zenote 
del  sacrificio  vivia,  se  llamaba  Alquin  Itza.  En  este  zenote 
los  Senores  y  principales  de  todas  estas  provincias  de  Valla- 
dolid  tenian  por  costumbre ,   habiendo  ayunado  sesenta 
dias  sin  alzar  los  ojos  en  este  tiempo  aun  a  mirar  a  susmu- 
jeres  ni  a  aquellos  que  les  llevaban  de  comer;  y  esto  hacian 
para,  llegandose  a  la  boca  de  aquel  zenote,  arrojar  dentro 
al  romper  del  alba  algunas  indias  de  cada  un  Serior  de 
aquellos,  a  las  cuales  les  habian  dicho  pidiesen  buen  ano 
de  todas  aquellas  cosas  que  a  ellos  lesparecia,  yasi  arroja- 
das  sin  ir  atadas,  sino  como  arrojadas  a  despenar,  caian 
al  agua  daudo  gran  golpe  en  ella;  y  al  punto  del  medio 
dia,  la  que  habia  de  salir,  daba  grandes  voces  para  que  le 
tirasen  una  soga  para  que  la  sacasen,  y  subida  arriba  me- 
dio muerta,  le  hacian  grandes  fuegos  a  la  redonda,  sahu- 
mandola  con  copal,  y  volviendo  en  si,  decia  que  abajo  ha- 
bia muchos  de  su  nation,  asi  hombres  como  mujeres,  que 
la  recogian ,  y  que  alzando  la  cabeza  al  mirar  a  alguno  de 
estos,  le  daban  grandes  pescozones,  haciendo  que  estuviese 
inclinada  la  cabeza  abajo,  lo  cual  era  todo  dentro  del  agua, 
en  la  cual  se  figuraba  muchos  socarrenos  y  agujeros;  y  res- 
pondianle  si  ternian  buen  ano  6  malo,  segiin  las  preguntas 
que  la  india  hacia,  y  si  el  demonio  estaba  enojado  con  al- 
guno de  los  Senores  de  los  que  echaban  las  indias,  ya  sa- 
bian  que  no  pidiendo  que  la  sacasen  al  punto  del  medio  dfa, 
era  que  estaba  con  ellos  enojado,  y  esta  tal  no  salia  mas; 


184  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

que  parece  esto  figura  de  lo  que  acaecfa  en  la  cueva  de  Sa- 
lamanca (1) ;  cntonces  visto  que  no  salfa,  todos  aquellos  de 
aquel  Senor  y  el  mismo,  arrqjaban  grandes  piedras  dentro 
del  agua  y  con  grande  alarido  echaban  a  huir  de  alii. 

Asi  mismo  usaban  en  ciertos  tiempos  del  ano  hacer  de 
trozos  muy  gruesos  do  lena  un  rimero  della  del  alto  de 
un  estado  de  un  liombre  y  mas,  y  de  largo  y  ancho  de  mas 
de  veinte  y  cinco  pies,  y  haciendose  una  procesion  de  mu- 
chos  indios  con  sus  hachas  de  unas  varas  que  arden  bien, 
atadas  en  un  palo,  vienen  donde  esta  aquel  rimero  de  lena, 
y  todos  quiebran  sus  hachas  en  el  lugar  donde  esta  la  leiia, 


(1)    D.Juan  Ruiz  de  Alarc6n,en  su  comedia  La  cueva  de.  Salamanca  (acto 
primero),  pone  en  boca  del  marques  de  Villena  los  siguientes  versos: 

«  Fuime  a  vivir  a  la  corte 


La  parlera  fania  alii 
Ha  dicho  que  hay  una  cueva 
Encantada  en  Salamanca, 
Que  mil  prodigios  encierra  ; 
Que  una  cabeza  de  bronce 
Sobre  una  catedra  puesta, 
La  magica  sobrehumana 
En  humana  voz  ensena; 
Que  entran  algunos  a  oirla  ; 
l'ero  que  de  siete  que  entran , 
Los  geis  vuelven  a  salir 
Y  el  uno  dentro  se  queda.» 


Habia,  pues,  en  ef'ecto,  motivo  para  que  los  autores  de  la  relacion  de  Valla- 
dolid  de  Yucatan  —  entre  los  cuales  no  faltarian  paisanos  del  conquistador 
D.  Francisco  de  Montejo  — liallasen  semejantes  la  leyenda  del  Cenote  del  sa- 
crijlcio  y  la  de  la  cueva  salmantina. 

Cervantes,  que  introdujo  en  la  segunda  parte  del  Quijote  el  episodio  de  la 
cabeza  encantada,  tiene  tambien  un  entremes  en  prosa  y  verso  titulado  La 
cueva  de  Salamanca. 


VALLADOLID  DE  YUCATAN.  185 

quedandole  algiin  pcdazo  de  palo  en  la  mano;  este  llevaban 
para  reliquia;  y  encendida  esta  lefia,  hacia  una  gran  brasa 
de  altor  de  medio  estado,  de  grandes  ascuas  del  tamaiio  que 
era  la  lena,  y  la  apaleaban  y  pareaban  para  que  estuviese 
parejo  el  fuego;  y  al  cuarto  del  alba  venia  la  misma  proce- 
sion  trayendo  al  alquin  delante  revestido  con  su  manera  de 
alba,  en  la  parte  de  abajo  cosidos  muchos  caracoles,  y  su 
manera  de  casulla  y  mitra  en  la  cabeza,  figurada  en  ella 
muchos  rostros  de  demonios;  y  llegaba  con  su  monacilloa 
donde  estaba  la  brasa,  que  no  se  podia  llegar  a  ella  con  uu 
tiro  de  piedra,  y  llegando,  llevaba  un  hisopo  atado  en  el 
muchas  colas  de  vibora  y  culebras  ponzohosas,  y  llevandole 
el  monacillo  una  jicara  del  vino  que  usaban,  mojaba  con 
aquel  hisopo  y  por  todas  cuatro  partes  del  fuego  hacia  sus 
cirimonias  y  rociaba  con  el  las  brasas,  y  luego  mandaba  le 
quitasen  las  alpargatas  y  entraba  por  encima  de  la  brasa 
rociando,  y  tras  el  toda  la  procesion  de  indios,  y  entraba 
este  alquin  sin  se  hacer  mal  alguno.  Adoraban  unos  idolos 
hechos  de  barro  a  manera  de  jarrillos  y  de  macetas  de  alba- 
haca,  hechos  en  ellos  de  la  parte  de  afuera  rostros  deseme- 
jados;  quemaban  dentro  de  estos  una  resina  llamada  copal, 
de  gran  olor.  Esto  les  ofrecian  a  estos  idolos,  y  ellos  corta- 
ban  en  muchas  partes  de  sus  miembros  y  ofrecian  aquella 
sangre,  haciendo  los  Senores  y  principales  matar  algunos 
indios  6  indias  esclavos  que  tenian,  para,  sacandolos  el  co- 
razon,  ofrecerselo  a  estos  idolos;  y  los  que  no  tenian  destos, 
ofrecian  perrillos  y  otros  generos  de  animales,  untando  con 
la  sangre  la  boca  y  narices  de  estos  idolos.  Habia  idolos  de 
las  labranzas,  idolos  de  la  mar,  y  otros  muchos  generos  de 
cada  cosa,  diferentes  en  las  figuras  unos  idolos  de  otros. 
Para  estos  sacrificios  y  sus  areytos  usaban  beber  y  embo- 
rracharse  con  un  vino  que  ellos  hacian  de  una  corteza  de 
un  arbol  que  llaman  baleze  y  miel  y  agua;  este  vino  dicen 
les  causaba  sanidad,  porque  con  el  se  purgaban  los  cuerpos 
y  lanzaban  por  la  boca  muchas  lombrices;  criabanse  robus- 
tos  y  los  viejos  vivian  mucho  tiempo  y  frescos.  Al  presente 


18ti  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

aiin  no  estan  fuera  ni  apartados  los  naturales  de  estas  pro- 
vincias  de  usar  de  estos  ritos,  puesgeneralmente  se  les  han 
hallado  y  hallan  muchos  idolos  no  tan  solamente  a  los  que 
estan  en  los  montes,  pero  a  los  que  estan  en  pueblos  for- 
mados  y  han  servido  y  sirven  a  las  iglesias  y  monasterios; 
•y  en  siendo  las  criaturas  de  cuatro  arios,  el  alquin  las  bau- 
tizaba  con  agua  no  usada,  con  muchas  ceremonias;  y  del 
vino  dicho  no  se  sabe  si  usan  los  naturales  de  elal  presente. 

CAPiTULO  XV.  Conio  se  gobernaban  y  con  quien  tray  an 
guerra  y  como  peleaban,  y  el  dvicto  y  traje  que  traian  y  el 
que  agora  traen,  y  los  mantenimientos  que  antes  usaban  y 
ahora  usan,  y  si  han  vivido  mas  6  rnenos  sanos  antiguamen- 
te  que  agora  y  la  causa  que  de  ello  se  entendiere. 

Andaban  vestidos  todos  los  indios  de  estas  provincias  de 
Chiquinchel,  Tacele  y  Cochua  y  Copules,  los  sefioresde  unos 
xicoles  de  algodon  y  plumas  tejidos  a  manera  de  chaqueta 
de  dos  faldas  de  muchas  colores;  traian  un  mdstil  entre  las 
•piernas,  que  era  una  gran  tira  de  manta  tejida,  la  cual 
atandosela  a  la  barriga  y  dando  por  debajo  una  vuelta  les 
tapaba  sus  vergiienzas,  colgandole  por  detras  y  delante  dos 
puntas  largas,  teniendo  en  ellas  mucha  plumeria;  y  las  in- 
dias  traian  sus  enaguas,  que  es  a  manera  de  un  costal  abierto 
por  ambas  partes,  que  estas,  atadas  a  la  cintura ,  les  tapaba 
sus  vergiienzas;  demas  de  esto,  muchas  usaban  de  traer 
tranzados  los  cabellos,  que  los  tienen  muy  largos,  cubrien- 
doselos  con  un  pahuelo  de  algodon  abierto  a  manera  de 
habitillo  corto,  que  tambien  les  servia  de  tapar  los  pechos. 
Muchos  indios  andaban  desnudos  con  solos  los  masteleos. 
Esto  se  usaba  general  en  todas  estas  provincias  de  Vallado- 
lid  y  de  estos  ritos  y  cirimonias  dichas.  Traian  guerra  unos 
con  otros  usando  de  flechas  y  arcos,  haciendo  sus  albarradas 
unos  contra  otros;  ansi  mismo  traian  rodelas  tejidas  de  va- 
ras  y  sus  lanzuelas  de  vara  tostada.  Eran  gobernados  por 
estos  que  eran  tenidos  por  cabezas,  5  quien  reconociaji  se- 
iiorio.  Andan  ahora  todos  los  naturales  generalmente  ves- 


VALLADOLID    DE    YUCATAN. 

tidos  de  zaragiielles  y  camisas  y  sombreros  y  sus  capas  de  la- 
na  y  algodon,  y  algunos  andan  vestidos  a  usanza  espariola  y 
estos  son  algunos  gobernadores  y  caciques.  De  los  manteni- 
mientos  de  maiz  que  antiguamente  usaban  y  pan  usan  aho- 
ra  de  lo  mismo,  y  de  beber  sus  atoles,  que  son  a  mancra  de 
poleadas  hechas  de  la  masa  del  maiz  molido  y  deshecho  en 
agua;  beben  de  continuo  porol  todo  el  dia  sin  usar  de  agua 
clara,  sino  desleyendo  una  pella  de  maiz  cocido,  hierben  el 
agua  hasta  que  esta  espesa,  y  esta  beben,  con  lo  cual  se  sus- 
tentan;  y  faltandoles  esto,  por  usar  de  comer  frutos  silvestres 
y  raices,  mueren  muchos,  y  ansi  mismo  por  usar  de  un  bre- 
baje  que  llaman  cacao,  queesla  moneda  que  entre  ellos  co- 
rre,  la  cu^.1,  por  ser  bebida  fria,  a  algunos  corrompe  y  res- 
fria.  Habia  en  estas  provincias  del  tiempo  que  se  conquis- 
taron  mucha  suma  de  indios  y  al  presente  no  hay  la  ven- 
tena  parte.  Principalmente  la  disminucion  que  ha  habidoy 
hay  al  presente  lo  ha  causado  el  haberlos  mudado  de  sus 
asientos  y  natural  temple  y  aguas  con  que  se  multiplicaban, 
quemandoles  los  pueblos  y  mandandolos  quemar  los  reli- 
giosos  de  la  Orden  de  San  Francisco,  poblandolos  donde 
ellos  querian,  en  lugares  no  tan  sanos  ni  comodos  como  en 
los  que  ellos  vivian,  trabajandolos  los  dichos  religiosos  en 
los  monasterios  muy  sumptuosos  que  han  hecho,  sin  cesar 
hoy  dia  de  hacer  y  deshacer  obras,  las  cuales,  habiendo  otro 
guardian,  las  deshace  y  hace  a  su  modo  y  jamas  cesan  de 
obrar,  no  teniendo  consideration  a  hacer  cesar  las  obras  en 
tiempo  que  los  indios  han  de  acudir  a  sus  labranzas,  de  lo 
cual  siempre  se  han  quejado  los  naturales,  porque  les  ha 
causado  estar  faltos  de  bastimentos  para  el  sustento  de  sus 
vidas;  y  ansi  por  esto  como  por  la  mudada  y  junta  de  los 
pueblos  y  castigos  que,  so  color  de  la  doctrina,  los  religiosos 
hacian,  y  otras  cosas  de  apremio  y  cepos  de  que  han  usado 
y  usan,  los  naturales  han  venido  en  la  disminucion  refe- 
rida  y  les  son  tan  temerosos ,  que  no  solamente  se  han 
huido  a  los  montes  sin  mas  parecer,  pero  algunos  se  han 
muerlo  de  puro  pesar  y  tristeza  y  se  hau  despoblado  muchos 


188  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

indios  que  dicen  estar  poblados  en  las  islas  de  la  bahia  de  la 
Ascension,  que  distan  de  esta  villa  treinta  leguas.  Y  nos  pa- 
rece  que  esta  ha  sido  la  causa  mas  legitima  de  la  disminu- 
cion  de  la  tierra  y  naturales  de  ella  y  asi  es  presuncion. 

Gapitulo  XVI.  En  todos  los  pueblos  de  espaholes  y  de 
yndios  se  diga  el  asiento  donde  estdn  poblados  si  es  sierra 
6  valle  6  tierra  descubierta  y  liana  y  el  nombre  de  la  sierra 
valle  y  comarca  do  estuvieren  y  lo  que  quiere  decir  en  su 
lengua  el  nombre  de  cada  cosa. 

En  esta  villa  de  Valladolid,  no  hay  sierra  ni  valle  en  el 
contorno  de  su  jurisdiction. 

CapItulo  XVII.  Si  es  tierra  6  puesto  sano  6  enfermo  y 
si  enfermo  porque  causa  (si  se  entendiere)  y  las  enfermeda- 
des  que  comunmente  subceden  y  los  remedios  que  se  suelen 
hacer  para  ellas. 

Este  asiento  y  provincia  de  Valladolid  es  mas  sano  que 
las  demas  provincias  a  61  sujetas,  aunque,  general,  andan 
males  contagiosos  de  lamparones  y  eticos:  no  se  saben  re- 
medios para  ellos.  Hay  mal  de  catarros  y  calenturas  que 
causan  los  Nortes;  para  esto  usan  remedios  de  sangrarse 
y  hortiganse  los  cuerpos  con  hortigas  y  otras  yerbas ,  que 
hay  muchas. 

CapItulo  XVIII.  Que  tan  lejos  6  cerca  esta  de  alguna 
sierra  6  cordillera  sehalada  que  este  cerca  del,  y  a  que  parte 
le  cae  y  como  se  llama. 

No  hay  sierra  ni  cordillera  sesenta  leguas  en  contorno 
de  esta  villa,  si  no  estos  cues  de  piedra  hechos  a  mano,  que 
algunos  de  ellos  es  de  noventa  gradas  hasta  subir  a  el  con 
sus  escaleras  de  piedra. 

GAPiTULO  XIX.  El  rio  6  rios  principales  gue  pasaren 
por  cerca  y  que  tanto  apartados  del  y  d  que  parte  y  que 
tan  caudalosos  son  ,  y  si  hubiere  que  saber  algunas  cosas 


VALLADOLID  DE  YUCATAN.  189 

notables  de  sus  nascimientos ,  aguas,  huertas  y  aprovecha- 
mientos  de  sus  riberas,  y  si  hay  en  ellas  6  podria  haber  al- 
gunos  regadios  que  fuesen  de  ymportancia. 

Esta  villa  de  Valladolid  y  sus  provincias  no  tiene  en 
todo  su  distrito  ningiin  rio  ni  fuente  de  do  se  puedan  sa- 
car  regadios  sino  son  las  dichas  en  Chuaca. 


JbK 


Gapitulo  XX.  Los  lagos  lagunas  6  fuentes  seualadas 
que  hubiere  en  los  terminos  de  los  pueblos  con  las  cosas  no- 
tables que  hubiere  en  ellos. 

Veinte  leguas  de  esta  villa  esta  una  laguna  que  agua  y 
desagua  la  mar  en  ella,  de  longura  de  doce  leguas  y  de  an- 
cho  de  legua  y  poco  menos,  donde  se  crian  muchos  gene- 
ros  de  pescado,  asi  meros,  como  robalos,  corbinatas,  tollos 
y  otros  muchos,  de  do  se  bastece  esta  villa  y  aun  parte  de 
la  ciudad  de  Merida,  sacandose  para  fuera  parte.  Gae  aqui 
el  rio  que  llaman  de  Lagartos,  por  haber  muchos  lagartos 
caimanes:  esta  siempre  en  este  puerto  una  guarda  para  que 
no  quemen  las  casas  que  alii  hay:  no  puede  entrar  en  el 
navio  que  demande  mas  de  una  braza  de  agua  y  entrase  en 
el  con  viento  Norte  y  Norueste,  quedandose  los  demas  fuera 
media  legua  y  una  y  dos  leguas  del  puerto,  conforme  como 
es  el  navio;  no  tiene  este  puerto  de  fondo  mas  de  una  braza 
a  pleamar  poco  mas  6  menos.  Gorriendo  de  esta  laguna 
abajo,  sale  de  la  tierra  firme  un  tiro  de  piedra  de  la  laguna 
un  golpe  de  agua  que  divide  y  aparta  el  agua,  pudiendo 
tomar  agua  dulce  de  aquel  raudal  que  corre  mas  abajo. 
Gorriendo  por  la  laguna  abajo  diez  leguas,  poco  menos,  esta 
una  palma  que  cae  en  medio  de  esta  laguna  saladay  arroja 
un  gran  golpe  de  agua  dulce  por  el  hueco  de  aquella  pal- 
ma, y  esto  esta  en  un  ser  desde  que  estas  provincias  se 
conquistaron  hasta  el  dicho  dia. 

Capitulo  XXI.  Los  volcanes  grutas  y  todas  las  otras 
cosas  notables  y  admirables  en  naturaleza  que  hubiere  en  la 
comarca  dinas  de  ser  sabidas. 


190  C0NGRES0    DE    AMERICANISTAS. 

No  hay  en  estas  provincias  ningunos  volcanes;  hay  en 
la  costa  de  la  mar  algunas  grutas  en  la  costa  de  Pole  y  la 
bahia  de  la  Ascension  que  arrojan  el  agua  por  entre  soca- 
rrerias  que  en  las  penas  hay,  mas  de  dos  picas  de  alto. 

Capitulo  XXII.  Los  arboles  silvestres  que  laibiere  en  la 
dicha  comarca  comunmente  y  los  fructos  y  provechos  que 
dellos  y  su  madera  se  saca  y  para  lo  que  son  6  serian  buenos. 

Hay  muehas  arboledas  silvestres  de  frutas ,  que  sirven 
para  manlenimientos  en  los  anos  esteriles,  para  sustento  de 
los  naturales,  como  es  pichel,  que  hechan  unos  piriones  que 
tostados  son  muy  dulces  y  sirven  como  garbanzos,  del  tama- 
no  de  piriones  redondos  y  de  su  cascara;  hay  mameyes  que, 
pasado,  es  su  carne  colorada  y  sabrosa  como  came  de  mem- 
brillo  ;  platanos  en  cantidad ,  capotes  chicos  y  grandes; 
camotes  que  son  patatas  como  castarias;  melones  de  Gasti- 
11a,  yucas  y  muehas  raices  y  otras  muehas  frutas  abundan- 
temente,  y  mucho  maiz  y  algodon  y  cera  que  se  cria  en 
estos  arboles  silvestres,  que  es  lo  que  tributan;  y  general- 
mente  se  da  esto  abundantemenle  en  todas  estas  provincias. 
Aprovechanse  los  cedros  para  edificios,  y  habitaciones,  que 
es  arbol  como  encina,  lo  mismo,  y  ebano  negro  y  otros 
palos  de  color  encarnado  que  llaman  chat-te,  ques  palo  Co- 
lorado; hay  arboles,  en  hoyas,  de  cacao,  que  es  la  moneda 
que  entre  ellos  se  usa.  Habia  un  arbol  que  de  su  corteza 
hacian  los  libros  atras  referidos. 

Capitulo  XXIII.  Los  arboles  de  cidtura  y  frutales  que 
hay  en  la  tierra  y  los  que  de  Espaha  y  otras  partes  se  han 
llevado  y  se  dan  6  no  se  dan  bien  en  ella. 

No  se  dan  en  esta  tierra  arboles  de  Espana,  sino  son  na- 
ranjos,  limones,  limas,  cidras  y  algunas  parras  e  higueras, 
y  estos  de  fuera  aparte. 

Capitulo  XXIV.  Los  granos  y  semillas  y  otras  hortali- 
zas  y  verduras  que  sirven  6  han  servido  a  los  naturales. 


VALLA  DO  I.  ID    DE    YUCATAN.  191 

Dase  bien  todo  genero  de  hortaliza  y  maiz  y  habas  y 
otras  cosas;  no  es  tierra  para  trigo  ni  cebada. 

Gapitulo  XXV.  Las  que  de  Expand  se  han  llevado,  y  si 
se  da  en  la  tierra  el  trigo  cebada  vino  y  aceite,  en  que  canti' 
dad  se  coge ,  y  si  hay  seda  6  granas  en  la  tierra  y  en  que 
cantidad. 

Dase  muy  bien  grana,  aunque  no  se  beneficie  ni  se  sabe 
hacer;  los  morales  y  moreras  para  la  seda  esUin  frescas  todo 
el  ano  y  dan  siempre  boja  sin  regadio;  hacese  seda  aunque 
poca  y  las  semillas  de  fuera  parte  se  dan  mejor. 

CAPiTULO  XXVI.  Las  yerbas  6  plantas  aromdticas  con 
que  se  cur  an  los  yndios  y  las  virtudes  ynedicinales  6  vene- 
nosas  dellas. 

Hay  mnchas  yerbas  medicinales  con  que  se  curan,  y 
otras  muchas  venenosas,  como  son:  cumia,  es  una  yerba  en 
un  bejuco  muy  blanda,  la  hoja  grande  comohojade  verdo- 
laga,  pero  muy  grande,  y  esta  ,  majada,  abre  hinchazones; 
hay  otra  yerba  que  Hainan  maculam  ;  hay  la  berbena,  y 
yerbas  para  almorranas,  y  escorzonera;  hay  inciencios  y 
llanten;  hay  yerbas  para  hacer  criar  cabellos  largos,  que  es 
una  raiz  llamada  cacao;  y  otra  yerba  para  hacer  nacer 
pelo  donde  no  lo  hay,  y  otras  yerbas  muchas  de  que  es 
presuncion  los  indios  usan  para  hacer  parir  y  muchas  para 
matar. 

Gapitulo  XXVII.  Los  animales  y  aves  bravos  y  domes- 
ticos  de  la  tierra  y  los  que  de  Espana  se  han  llevado  y  como 
se  crian  y  multiplican  en  ella. 

Hay  grande  abundancia  de  caza  de  venados,  corzos,  cone- 
jos,  puercos  de  monte  que  tienen  el  ombligo  en  el  lomo, 
pavas,  palomas,  perdices,  codornices,  tortolas,  tordos  y 
otras  muchas  aves,  gavilanes  de  todas  suertes  y  neblies, 
tigres,  dantas,  leones,  osos  colmeneros  y  otras  muchas 
sabandijas;  culebras  de  todas  maneras  ponzonosas.  Dase 

1  3 


192  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

bien  en  esta  tierra  y  criase  el  ganado  vacuno  y  porcuno, 
yeguas,  cabras;  no  se  da  tan  bien  el  ganado  ovejuno;  hay 
pastos  para  ellos  en  la  costa  de  la  mar,  diez  y  seis  leguas 
de  esta  villa. 

CapItulo  XXVIII.  Las  minas  de  oro  y  plata  y  otros 
mineros  de  metales  6  atramentos  y  colores  que  hubiere  en  la 
comarca  y  terminos  de  dicho  pueblo. 

Xo  hay  minas  de  plata,  ni  oro;  hay  una  yerha  de  ahir 
que  sc  saca  mucha  cantidad  de  61,  en  general,  en  estas 
provincias  con  mucho  trabajo  de  los  naturales  y  mucha 
costa  de  dinero:  hay  palo  negro,  brasil  y  otras  yerbas  con 
que  tirien  amarillo,  y  palo  Colorado  de  tinta  para  curtir  los 
curtidores. 

Capitulo  XXIX.  Las  canteras  de  piedras  preciosas, 
jaspes ,  mdrmoles  y  oiras  sehaladas  y  de  estima  que  asi- 
mesmo  hubiere. 

No  hay  canteras  de  piedras  preciosas. 

Capitulo  XXX.  Si  ay  salinas  en  el  dicho  pueblo  6  cerca 
<lrl  6  de  dunde  se  proveen  de  sal  y  de  todas  las  otras  cosas 
de  que  tubieren  falta  para  el  mantenimiento  6  el  vestido. 

Hay  salinas  a  vcinte  leguas  de  esta  villa  en  la  costa  de  la 
mar,  de  su  nacimiento ,  do  se  provee  esta  villa,  viniendo 
de  Espana  todo  el  genero  que  para  el  sustento  de  la  vida 
humana  y  vestido  han  menester  los  vecinos  de  aqui,  y  vale 
a  excesivos  precios  todo,  con  que  viven  pobres  y  empe- 
na'dos. 

GAPiTULO  XXXI.  La  forma  y  edificio  de  las  casas  y  los 
materiales  que  hay  para  edificarlas  en  los  dichos  pueblos  6 
rn  otras  partes  donde  los  construxeren  (t). 


J    Tal  vez  por  tie  i/iiiulf  h>s  ti  vxci'tin. 


VALLADOLID  DK  YUCATAN.  193 

Edificaronse  las  casas  con  lo  atras  referido  en  el  capitulo 
diez,  de  albaneria  ycanteria  con  grandes  henchimientos  dc 
cal  y  tierra  y  cacabo,  que  es  una  tierra  blanca. 

Capitulo  XXXII.  Las  fortalezas  de  los  dichos  pueblos  y 
los  puestos  y  lug  ares  fuertes  e  inexpug  nobles  que  hay  en  sus 
terminos  y  comarca. 

Son  los  monasterios  lugares  fuertes,  que  al  parecer  son 
inexpugnablcs,  por  tener  gran  corapas  y  el  agua  dentro  de 
si  y  no  se  pueden  miliar  por  estar  en  pena  viva;  y  el  mo- 
nasterio  de  esta  villa,  en  particular,  esta  fundado  encima 
del  mismo  zenote  de  agua.  Dentro  en  estos  monasterios 
pueden  caber  dos  mil  hombres,  aunque  entre  ellos  haya 
dos  compaiiias  de  hombres  de  armas  con  sus  caballos 
dentro. 

Capitulo  XXXIII.  Los  tratos  y  contratacioncs  y  gran- 
gerias  de  que  viven  y  se  sustentan  asi  los  espa  holes  como  los 
yndios  naturales  y  de  que  cosas  y  en  que  pagan  sus  tri- 
batos. 

En  esta  tierra  los  naturales  contrataban  unos  con  otros 
ollas  de  cacao,  pagandolas  en  unas  cuentas  coloradas  a 
manera  de  coral,  de  un  xeme,  y  estas  valian  a  toston  y  al- 
gunas  a  mas  y  menos  y  daban  una  6  dos  brazas  por  la  olla 
y  compraban  esclavos  y  esclavas.  Asimismo,  en  la  provin- 
cia  de  Chichinitzel,  en  muriendo  el  Senor,  vendian  sus  hi- 
jos  e  hijas  y  todos  los  dc  su  casa  por  esclavos;  y  usaban 
comprar  mantas  pequerias,  que  Hainan  patiel,  de  algodon,  y 
alpargatas  que  ellos  usaban  y  ahora  usan,  y  cera  y  algodon 
y  miel  y  lo  demas  que  en  la  tierra  se  da ,  para  volverlo  a 
vender  a  los  espanoles;  y  algunos  van  con  ello  a  emplear 
fuera  de  la  tierra.  Los  espanoles  ban  dejado  casi  todo  el 
trato  de  entre  ellos,  porques  gente  de  poca  verdad  y  pier- 
den  los  mas  sus  haciendas,  las  cuales  dan,  y  al  cabo  de 
diez  afios,  holgarian  se  les  volviese  el  principal  que  dieron. 
Rescatan  los  mas  de  los  espanoles  las  cosas  necesarias  para 

TOMO  IT.  1^ 


194  CONGRKSO    DE    AMERICANISTAS. 

<u  sustento,  como  es  maiz,  gallinas,  miel,  cera,  frisolc:-. 
pimientos  de  estas  partes  y  otras  cosas  de  que  carecen.  Pa- 
gan los  indios  los  tributes  en  dar  cada  cuatro  meses  una 
pierna  de  manta  de  algodon  tejida  de  tres  cuartas  en  an- 
cho  y  cuatro  varas  en  largo,  que  ellos  hilan  y  tejen  en  quin- 
ce dias,  no  haciendo  otra  cosa;  y  cada  ario  dan  una  media 
de  maiz  y  una  gallina  y  una  libra  de  cera  cada  tributario, 
teniendo  de  su  cosecha  todo'lo  que  asi  tributan  alredcdor 
de  sus  casas. 

Capitulo  XXXIV.  La  diocesis  de  Arzobispado  6  Obis- 
pado  6  Abadia  en  que  cada  pueblo  estuviere  y  el  partido  en 
(pie  cayere  y  cuantas  leguas  y  a  que  parte  del  pueblo  donde 
reside  la  catedral  y  la  cabezera  del  partido,  y  si  las  leguas 
son  grandes  6  pequehas  por  camino  derecho  6  torcido  y  por 
tierra  liana  6  doblada. 

Estan  sujetos  a  este  monasterio  de  Valladolid  veinte  y 
nueve  pueblos  de  naturales,  el  que  mas  lejano,  esta  ocho 
leguas  de  las  de  esta  tierra,  que  son  en  moderadas  maneras; 
los  caminos  mal  abiertos  y  torcidos. 

Gai'itulo  XXXV.  La  iglesia  catedral  y  la  parroquial  6 
parroquiales  que  hubiere  en  cada  pueblo  con  el  numero  de 
los  beneficios  y  prebendas  que  en  ellas  hubiere,  y  si  hubiere 
en  ellos  alguna  capilla  6  dotacion  seualada  cuya  es  y  quien 
la  fundo. 

Hacese  en  la  ciudad  de  Merida  un  suntuoso  templo  de 
gran  costa,  para  el  cual,  solo  esta  villa  ha  dado  veinte  y  cua- 
tro mil  tostones,  habiendo  hecho  aqui  un  templo  muy  bue- 
no  con  menos  de  doce  mil  tostones  ,  y  se  espera  se  pediran 
para  proscguir  en  la  obra  a  esta  villa,  estando  treinta  y  tres 
leguas  de  la  dicha  catedral.  No  tiene  esta  iglesia  de  Valla- 
dolid mucha  [ninguna?]  capellania  fundada,  mas  de  las 
cofi  lias  del  Santisimo  Sacramento,  Nuestra  Seflora,  Ani- 
mas y  Nombre  dc  Jcsiis. 


VALLADOLID    DE    YUCATAN.  19") 

CapItulo  XXXVI.  Los  monasterios  de  frayles  6  monjas 
de  cada  or  den  que  en  cuda  pueblo  hubiere  y  por  quien  y 
cuando  ae  fundaron  y  el  numero  de  reli<ji<>sos  y  cosas  sena- 
ladas  que  en  ellos  hubiere. 

Solo  hay  un  monasterio  cuyo  fundador  fue  Fray  Her- 
nando de  Guevara  y  comenzose  a  obrar  en  el  ario  de  mill 
e  quinientos  y  cincuenta  dos. 

Capitulo  XXXVII.  Ansi  mesmo  los  hospitales  y  cole- 
gios  y  obras  pias  que  hubiere  en  los  dichos  pueblos  y  por 
quien  y  cuando  fueron  instituidos. 

Hay  un  hespital  de  la  Santa  Veracruz  que  se  va  obrando; 
fundose  el  aiio  de  mill  e  quinientos  e  setenta  e  cinco  aiios, 
por  D.  Diego  Sarmiento  Figueroa,  alcalde  mayor  y  alcalde 
que  fue  en  aquel  ario  de  la  hermandad  de  la  Veracruz,  cuyo 
nombre  tiene,  y  al  presente  como  Lai  alcalde  de  la  dicha 
hermandad  va  prosiguiendo  en  la  dicha  obra. 

La  cual  dicha  relacion  fue  acabada  por  los  dichos  senores 
en  ella  contenidos  en  la  manera  que  dicha  es  en  nueve  dias 
del  mes  de  Abril  de  mill  6  quinientos  6  setenta  e  nueve 
aiios  en  presencia  de  mi  Bartolome  Martinez  Espinal,  escri- 
bano  del  Juzgado  Mayor  desta  dicha  villa  y  del  Gabildo 
della.  E  mandaron  (el  dicho  senor  Alcalde  Mayor  y)  los  di- 
chos senores  de  Gabildo  se  envie  al  muy  Ilustre  Sr.  Gober- 
nador  destas  provincias ;  e  lo  firmaron  de  sus  nombres. — 
Va  entre  parentesis  (el  dicho  sefior  Alcalde  Mayor  y)  vale. 
— Don  Diego  Sarmiento  Figueroa. — Joan  Vellido. —  Pedro 
de  Valencia.  —  Bernaldo  Sanchez.  —  Bias  Gonzalez. — Joan 
Bautista  de  Vargas.  —  Francisco  Picon.  —  Alonso  Villa- 
nueva. 

Por  mandado  del  senor  Alcalde  Mayor  e  villa  de  Valla- 
dolid  de  Yucatln,  Bartolome  Martinez  Espinal,  escribano. 

M.  Beauvois:  Vers  1850,  on  signala  pour  la  premiere 
fois  en  Danemark  1'existence  de  depots,  qui  n'avaient  pas 
]usque-la  sollicite  l'attention  du  monde  savant  et  qui  por- 

1  3  * 


S 


LOG  CONGRES    DES    AMERWANISTES. 

tent  le  nom  peu  harmonieux  de  kjockkenmoeddings.  Ce 
nom,  forme  de  la  reunion  de  deux  mots  danois,  signifiant: 
debris  culinaires,  a  obtenu  droit  de  cite  dans  toutes  les  lan- 
gues  de  l'Europe.  Les  kjoekkenraoeddings  sont  d'enormes 
accumulations  de  debris  divers,  dont  le  depot  remonte  a 
des  epoques  indeterminees.  lis  se  composent  surtout  de  co- 
.[uillages,  d'instrnments  primitifs  qui  ont  sans  doute  servi 
a  briser  ceux-ci ,  d'ossements  d'animaux,  d'aretes  de  pois- 
sons  et  d'autres  dooris;  on  y  trouveaussi  quelques  poterics 
grossieres.  Apres  ceux  du  Danemark,  on  decouvrit  egale- 
ment  des  kjoekkenmoeddigns  dans  differentes  autres  par- 
ties de  l'Europe.  On  finit  par  en  trouver  aussi  en  Amerique 
notamment  dans  la  Floride,  an  Chili ,  au  Bresil,  dans  le 
Patagonie  et  jusque  dans  les  lies  Aleoutiennes,  mais  prin- 
cipalement  dans  le  bassin  du  tleuve  Saint-Laurent. 

L'explorations  de  ces  amas  de  debris  a  constate  qu'il  se 
composaient,  suivant  les  lieux,  de  diverses  couches.  En 
Amerique  on  ne  rencontre  aucun  fragment  de  poterie  dans 
la  couche  inferieure,  mais  on  y  trouve  par  contre,  ce  qui 
nc  semble  pas  avoir  encore  ete  decouvert  en  Europe,  des 
ossements  humains  brises.  II  est  a  supposer  que  ces  osse- 
ments  constituent  la  preuve  la  plus  ancienne  de  l'existence 
du  cannibalisme  en  Amerique.  L'idee  de  comparer  les 
kjoekkenmoedings  des  deux  mondes  est  necessairement 
venue  aux  savants  qui  se  sont  occupe  de  cette  question. 
Une  chose  qui  a  frappe  tout  d'abord,  c'est  que  les  instru- 
ments qu'on  a  trouves  dans  les  amas  d'Amerique  sont  iden- 
tiques  a  ceux  decouverts  en  Europe,  avec  la  seule  diffe- 
rence que  le  taillant  est  forme  de  deux  biseaux  en  Ameri- 
que, tandis  qu'en  Europe  il  n'est  formo  que  d'un  seul. 
M.  Ball,  qui  a  fait  une  etude  comparative  toute  speciale 
des  kjoekkenmoeddings,  a  constate  qu'ils  se  composent  ro- 
guliercment  de  trois  couches.  L'examen  de  la  couche  infe- 
rieure trahit  un  etat  de  civilisation  des  plus  miserables: 
d'abord,  on  n'y  trouve  aucune  trace  de  feu,  aucun  outil  de 
p«"che  ni  de  chasse:  cette  couche  renferme  uniquement  des 


KJOEKKENMOEBDINGS  D7 

coquillages,  susceptibles  d'etre  recueillis  a  la  main,  des 
restes  de  poissons,  que  les  races  primitives  mangeaicnt 
crus,  des  couteaux  de  pierre  et  d'autres  instruments  tres- 
grossiers.  Dans  la  couche  intermediaire,  on  remarque  des 
aretes  de  poissons,  des  ecailles,  des  ossements  d'animaux, 
des  hamecons  et  des  armes  de  pierre,  mais  nul  vestige  en- 
core de  feu  ni  d'instruments  quelque  peu  perfectionnes. 
Dans  la  couche  superieure  au  contraire,  les  ossements 
d'animaux  terrestres  et  aquatiques  se  trouvent  meles  a  di- 
vers objets  carbonises  ou  ayant  subi  Taction  du  feu,  aux 
outils  de  chasse  et  de  peche  et  aux  ustensiles  de  la  cuisine 
primitive.  Ge  sont  les  trois  degres  par  lesquels  a  passe 
l'homme  a  la  premiere  epoque  de  l'age  de  la  pierre.  La  sc- 
conde  epoque  du  meme  age,  caracterisee  par  les  monuments 
megalithiques,  nous  montre  deja  des  instruments  relative- 
ment  perfectionnes.  D'apres  le  savant  archeologue  ameri- 
cain  Rau,  les  instruments  qu'on  rencontre  dans  les  kjoek- 
kenmoeddings  formes  dans  l'Amerique  du  Nord  pendant 
cette  periode,  son  tellement  semblables  a  ceux  trouves  en 
Europe  et  principalement  dans  les  pays  scandinaves,  qu'on 
serait  tente  de  les  confondre.  Les  beaux  silex  provenant 
des  depots  du  Nouveau-Monde  ne  le  cedent  en  rien  a  ceux 
decouverts  en  Danemark.  La  mSme  observation  s'applique 
a  certains  ossements  faconnes  en  crochets:  les  petits,  soi- 
gneusement  travailles  ,  servaient  d'amulettes  ou  d'orne- 
ments;  les  grands,  d'un  travail  plus  grossier,  d'harpons. 
Les  musees  danois  renferment  un  grand  nombre  de  ces 
crochets,  mais  ils  abondent  surtout  en  Amerique.  Les  depots 
du  Nouveau-Monde  sont  d'ailleurs  plus  considerables  que 
ceux  d'Europe:  dans  un  seul  de  ces  depots,  ila  eterecueilli 
plus  de  quatre  mille  objets,  dans  un  autre  environ  trois 
mille  cinq  cents;  c'est  a  peu  pres  la  proportion  des  trouvail- 
les faites  dans  les  mounds,  lesquels  correspondent  par  syn- 
chronisme  aux  kjoekkenmoeddings  d'Europe.  Les  depots 
de  l'Amerique  afiectent  ordinairement  la  forme  d'iminen- 
ses  figures  geometriques.  II  existe  aussi  de  frappantes  ana- 


198  CONGRES    DES    AMERICANISTES. 

logies  entre  la  forme  des  depots  funeraires  dans  les  deux 
mondes.  En  Amerique  comme  en  Europe,  l'inhumation 
etait  generalement  pratiquee  des  1'age  de  la  pierre;  mais 
vers  la  fin  dc  cet  fige,  on  trpuve  encore  des  traces  de  cre- 
mation dans  le  Nouveau-Monde,  tandis  qu'alors  deja,  en 
Europe,  l'inhumation  etait  exclusivement  en  usage. 

On  peut  done  conclure  de  ces  faits  que  rhumanite  a  tra- 
verse les  memes  phases  primitives  dans  les  deux  mondes  et 
que  la  civilisation  a  suivi  a  peu  pres  la  meme  marche  pro- 
gressive sur  les  deux  continents.  Toutefois,  le  developpe- 
ment  social  s'est  fait  d'une  faeon  completement  indepen- 
dante  dans  l'Ancien  et  dans  le  Nouveau-Monde,  e'est  ce 
qui  explique  les  divergences  de  plus  en  plus  accusees  a  me- 
sure  que  Ton  s'eloigue  des  premiers  ages.  Deja  a  1'a.ge  des 
metaux,  les  dissemblances  sont  flagrantes:  les  peuples  du 
nord  de  l'Amerique  ne  connaissaient  a  cette  epoque  que  la 
pierre  et  le  cuivre,  ils  ignoraient  la  fussiondu  metal.  Aussi, 
les  instruments  amcricains  de  cet  age  different  complete- 
ment des  instruments  contemporains  de  FEurope,  alors 
que  les  nombreux  outils  de  l'age  de  la  pierre ,  decouverts 
sur  les  deux  continents,  off  rent  des  caracteres  d'une  analo- 
gie  frappante.  Les  progress  inegaux  et  dissemblables  de  la 
civilisation  dans  les  deux  mondes,  tiennent  sans  doute  a  des 
influences  differentes  que  l'histoire,  l'etnographie  et  l'an- 
thropologie  feront  connaitre  un  jour;  mais  faut-il  induire 
des  similitudes  incontestables,  qui  existent  partout  a  l'au- 
rore  de  l'humanite  et  durant  les  epoques  rudimentaires  de 
la  civilisation,  que  toutes  les  races  humaines  ont  une  ori- 
gine  commune,  ou  bien  faut-il  simplement  admettre  que 
les  analogies  resultent  d'une  identite  de  circonstances  et 
de  conditions?  Tel  est  le  grand  et  important  probl6me  que 
les  etudes  americanistes  peuvent  largement  conlribuer  a 
resoudre. 

El  Sr.  Presidente:  Se  levanta  la  sesion. 

Eran  las  once  v  treinta  v  cinco  minutos. 


OCTAVA  Y  ULTIMA  SESlON. 

MIERCOLES  28   DE  SETIEMBRE,   A  LAS  DOS  DE  LA  TARDE. 


Lingilistica. — Paleografia. — Etnografia. — 
Asunlos  pendientes. 


Abierta  la  sesion  por  el  President^  Sr.  Duque  de 
Veragua,  invito  a  ocupar  el  sillon  al  Sr.  Pacheco  Ze- 
garra,  autor  de  la  notable 'publication  del  Ollantay. 

El  Sr.  Pacheco  Zegarra  expreso  que  no  espe- 
raba  aquella  honra,  por  no  considerar  que  la  me- 
reciera,  y  era  tanta  mayor  su  gratitud  y  la  necesidad 
de  pedir  la  benevolencia  del  Congreso.  Rogo  des- 
pues  a  los  senores  que  habian  de  usar  de  la  palabra 
la  posible  brevedad  en  los  discursos,  porque  no 
quedara  asunto  pendiente  en  esta  sesion,  ultima  del 
Congreso  de  1881 . 

El  Secretario,  Sr.  Fernandez  Duro,  noticiu  que 
elSr.  Golmeiro,  decano  de  la  Facultad  de  Giencias 
y  director  del  Jardin  Botanico,  ofrecia  a  los  miem- 
bros  del  Congreso  ejemplares  del  Discurso  pronun- 
ciado  con  motivo  de  la  celebration  del  centenario 
de  aquel  establecimiento. 


200  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

El  Sr.  Rodriguez  Ferrer:  Greo  necesario  haceralgu- 
iias  observaciones  al  informe  emitido  por  el  Sr.  de  Saussure 
acerca  de  la  mandibula  humana  que  he  presentado.  Su  opi- 
nion es  que  la  fosilizacion  es  evidente ;  asi  lo  nan  recono- 
cido  otras  personas  de  gran  competencia:  e*n  cuanto  a  la 
modification  artificial  que  ha  sufrido,  a  su  juicio,  no  en- 
cuentroque  pase  de  una  conjeturaque  no  tiene  explication, 
porque  la  extraction  de  los  molares  tendria  que  haberse 
efectuado  en  la  edad  de  piedra,  en  que  se  careeiade  instru- 
mentos  a  proposito.  Jlablando  el  historiador  Oviedo  de  las 
hachas  de  piedra,  dice  que  mas  magullaban  que  cortaban, 
y  admitiendo  la  hipotesis  de  M.  de  Saussure,  se  entenderia 
que  estas  hachas  sirvieron  para  cortar  los  incisivos. 

En  verdad,  la  antiguedad  de  este  fdsil  humanoes  tal,  que 
todas  las  suposiciones  parecen  igualmente  permitidas  y  ex- 
cusables.  La  imagination  se  abisma  Lratando  de  sorprender 
los  secretos  de  la  creation.  El  gran  naturalista  Guvier,  sos- 
tuvo  constantemente  que  el  hombreno  habiacoexistidocou 
las  grandes  especies  destruidas,  ni  aparecio  en  la  tierra 
hasta  los  primeros  tiempos  del  periodo  Guaternario;  mas 
hoy  es  discutible  esta  opinion,  y  cada  dfa  se  descubreu  en 
las  capas  geologicas  nuevas  pruebas  del  hombre  primitivo 
y  de  su  industria,  aunque  parece  razonable  que  no  tuviera 
nacimiento  en  la  tierra  hasta  la  epoca  cuaternaria,  cuando 
la  fauna  y  la  flora  que  le  eran  necesarias,  habian  alcanzado 
su  desarrollo,  y  cuando  el  tipo  de  los  vertebrados  tenia  re- 
corrida  la  escala  de  sus  manifestaciones.  Nada  es  tan  admi- 
rable como  esa  correlation  de  los  seres  vivientes,  que  em- 
pieza  en  el  pez,  cuya  forma  horizontal  se  levanta  gradual- 
mente  hasta  la  position  vertical,  limite  que  haceal  hombre 
rey  de  la  creation. 

Concretandonos  ;i  la  isla  de  Cuba,  no  puede  disputarsele 
la  prioridad  de  descubrimiento  en  el  Nuevo  Mundodecier- 
tas  especies  paleontol6gicas,  tales  como  el  hipopotamo,  cu- 
yos  restos  se  hallaron  antes  que  el  profesor  Cope  publicase 
el  encuentro  de  sus  hipotamides  en  la  fauna  del  eoceno- 


MANDIBILA   FUSIL.  201 

mioceno  de  los  Estados-Unidos.  ^Por  que  no  hemos  do  rei- 
vindicar  tambien  para  csa  isla  la  prioridad  del  descubri- 
miento  del  hombre  terciario? 

Pues  el  examen  del  Sr.  de  Saussure  no  alcanza  a  disipar 
las  dudas  que  en  este  particular  puedan  ocurrir,  me  pro- 
pongo  sacar  fotografias  y  reproducciones  en  yeso  de  la  man- 
dibula,  a  fin  de  someterlas  al  estudio  de  los  especialistas  de 
todos  los  paises,  en  la  creencia  de  que  el  examen  interna- 
cional  producira  convicci6n  cientifica  que  corrobore  la  mia. 

El  Sr.  Fabie:  Omito  todo  genero  de  preambulos  para 
explicar  por  que  tomo  parte  en  estos  asuntos,  por  razon  de 
mis  primitivos  estudios  de  ciencias  naturales  que  nuncahe 
abandonado.  Por  virtud  de  ellos ,  he  prestado  atencion  es- 
pecial al  curiosisimo  objeto  expuesto  por  mi  amigo  el  seiior 
Ferrer;  y  estoy,  no  solamente  conforme,  sino  muy  deseoso 
de  que  haga  lo  que  ha  propuesto  este  senor,  y  porlasmues- 
tras  que  ha  dado  el  Congreso,  supongo  que  lo  aceptara. 
Pero  yo  quiero  que  consten  las  reservas  necesarias,  en 
cuanto  a  los  caracteres  y  circunstancias  de  la  mandibula 
fosil  de  que  se  trata. 

Siento  no  poder  entrar  en  algunas  consideraciones  res- 
pecto  de  este  asunto.  Apuntare  solo  que,  en  mi  concepto, 
las  formas  anatomicas  de  esa  mandibula  son  tales,  que  si 
en  efecto  se  demostrase  que  pertenecia  a  la  epoca  terciaria 
6  cuaternaria,  habria,  en  mi  concepto,  que  modificar  pro- 
fundamente,  si  no  destruir,  todas  las  ideas  que  se  tienen 
acerca  de  los  caracteres  del  tipo  humano  eu  aquellas  epo- 
cas.  Ycomo  esta  es  una  cuestiongravisima,  quiero  yo  que 
conste  que  los  que  en  Espaiia  nos  dedicamos  mas  6  menos 
a  estos  asuntos,  consideramos  esto  como  un  problema  que 
hay  que  resolver. 

El  Sr.  Vinson:  Principiare,  senores,  pidiendo  os  sir- 
vais  excusarme  si  me  atrevo,  aunque  frances,  a  dirigiros  la 
palabra,  usando  el  idioma  de  Cortes  y  de  Pizarro ;  pero,  a 
pesar  del  escasisimo  conocimiento  que  de  el  tengo,  me  ha 
parecido  que  os  agradaria  mas  lo  que  tengo  que  deciros  si 


202  CONGRESO    DE   AMERICAN'!; 'J  aS. 

me  expresaba  en  la  dificil  lengua  castellana.  Por  otros  mo- 
tivos  tambien  puede  justificarse  mi  osadia.  El  primero,  es 
que,  habiendome  acordado  la  Real  Academia  de  la  Historia 
de  esta  corte  el  honor  de  admitirme  en  las  filas  de  sus  co- 
respondientes,  creo  cumplir  con  mi  deber  haciendo  todo  lo 
posible  para  demostrarla  mi  gratitud.  El  segundo  es  que- 
siento  profunda  simpatia  hacia  el  idioma  devuestra  patria: 
celebrare  que  lo  que  voy  a  deciros  merezca  conformidad,  no 
solo  a  los  obreros  de  la  inteligencia,  sino  a  los  hombrespo- 
liticos  de  todos  matices,  y  es,  a  saber,  que  a  mi  juicio  es 
necesario,  aun  bajo  el  punto  de  vista  material,  el  conoci- 
mieuto  de  tres  idiomas  que  resumen  todo  el  espiritu  de  la 
sociedad  moderna;  representa  el  idioma  ingles  el  senlido 
practico  de  las  razas  septentrionales;  el  frances  el  de  inicia- 
tiva  y  de  action,  y  el  espanol  responde  a  los  sentimientos 
de  nobleza  y  dignidad  personales,  sin  los  cuales  los  pueblos 
parecen  condenados  a  irremediable  decadencia. 

Otra  razon,  senores ,  me  incita  a  valerme  del  habla  del 
gran  poeta  hispano-americano  Alonso  de  Ercilla,  y  es  la 
que  encontrareis  por  ventura  mas  fuerte  y  eficaz,  el  ser  el 
espanol  la  lengua  national  de  la  mayor  parte  de  America. 
Lo  poco  que  sabemos  respecto  al  antiguo  estado  del  nuevo 
mundo  nos  ha  sido  trasmitido  por  escritores  esparioles,  y 
los  documentos  donde  debemos  buscar  las  huellas  de  las 
primitivas  sociedades  de  America,  hoy  completamente  ex- 
tinguidas,  est&n  escritas  en  su  mayoria  en  espanol.  Por 
ejemplo,  y  para  limitarme  al  objeto  de  mi  disertacion,  en 
espanol  han  sido  redactadas  las  gramaticas  de  los  antiguos 
idiomas  americanos. 

Tratando  de  estos  libros,  se  nos  pregunta  en  el  programa 
del  presente  Congreso  si  se  puede  llegar  al  cabal  conoci- 
miento  del  organismo  y  textura  de  los  idiomas  indigenas  de 
las  Americas  por  medio  de  las  gramaticas  neo-latinas,  con 
que  han  sido  estudiados  por  los  investigadores  y  filologos' 
europeos.  Quisiera  contestar  lo  mas  brevemente  posible  a 
esta  cuestion. 


LINftfilSTICA.  ~03 

lie  dicho  «lo  mas  brevemente  posible»,  pucstoque,si 
hubiera  de  conlestar  sencilla  y  unicamente  a  lo  que  se  pide, 
bastaria  responder  negativamente.  Pero  hay  que  justificar 
esta  negativa,  hay  que  explicar  por  que  no  cumplen  con  el 
senalado  proposito  las  artes ,  las  gramdticas,  de  los  siglos 
anteriores  al  nuestro;  hay  en  fin  que  razonar  como  pueden  y 
deben  ser  utilizados  dichos  libros  por  los  lingiiistas  de  hoy. 

No  se  puede  adquirir  un  cabal  conocimiento  de  las  len- 
guas  americanas  por  medio  de  los  libros  existentes ,  obras 
de  decididos  misioneros  de  los  dos  liltimos  siglos,  porque 
fueron  compuestos  segun  el  patron  de  las  gramaticas  lati- 
nas  de  la  epoca.  La  ciencia  pedagogica  no  habia  llegado 
aim  al  puesto  en  que  se  encuentra  boy;  ademas,  las  len- 
guas  europeas  antiguas  no  corresponden  ni  por  su  edad,  ni 
por  sus  idiotismos,  ni  por  su  genio,  ni  por  su  textura,  a  las 
de  America.  Las  primeras  habian  entrado  en  el  periodo  de 
decadencia  morfologica ,  en  el  periodo  analitico ,  mientras 
las  segundas  permanecian  en  el  estado  de progreso  morfolo- 
gico,  en  el  periodo  de  agrupacion  sintetica  y  espontanea  de 
sus  elementos  primitivos,  en  el  periodo  de  desarrollo  de  las 
formaciones  radicales.  Las  unas  han  abandonado  la  deri- 
vation median te  los  sufixos  6  los  afixos;  las  otras  por  el 
contrario  suelen  usarla  con  mucha  frecuencia.  Tal  es  la 
causa  principal  de  que  valgan  tan  poco  los  libros  a  que  me 
rcfiero:  en  ellos  no  aparece  bien  comprendida  la  naturaleza 
de  las  declinaciones  y  de  las  conjugaciones;  sehan  buscado 
articulos,  adverbios,  y  no  se  que  mas,  donde  no  existfan;  y 
se  han  construido  esos  asombrosos  ediiicios  de  conjugacio- 
nes ante  los  cuales  queda  el  hombre  estudioso  absorto  y 
desalentado.  Esto  mismo  ha  sucedido  tambien  con  muchas 
otras  lenguas  europeas  y  asiaticas  ,  por  ejemplo,  con  el 
chino,  el  japones,  los  idiomas  de  las  Indias  Orientales  y 
con  este  vecino  nuestro  mas  parecido  a  los  americanos ,  el 
muy  curioso  lenguaje  vasco. 

Sin  embargo,  al  mismo  tiempo,  hay  que  hacer  juslicia  a 
los  autores  de  dichos  libros.  No  podian  hacer  sino  lo  que 


204  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

han  hecho,  puesto  que  la  ciencia  lingliistica  estaba  aiin  en 
panales.  No  olvidemos  a  la  vez  que  estos  autores  eran  mi- 
sioneros  cuyo  proposito  principal  no  era  el  estudio  de  los 
idiomas  indigenas. 

<;Pero,  que  uso  debemos  hacer  de  sus  obras,  que  partido 
hemos  de  sacar  de  ellas  bajo  el  doble  punto  de  vista  teorico 
y  practico?  teorico  y  practico,  he  dicho;  en  efecto,  no  debe 
nunca  separarse  la  practica  de  la  teoria,  y  en  mi  concepto 
vale  m.'is  siempre  conocer  las  causas  y  razones  de  todo  lo 
que  se  presenta  ante  nuestros  ojos.  En  particular  se  pro- 
fundiza  mas  el  conocimiento  de  una  lengua  a  medida  que 
se  comprende  el  origen ,  la  ley ,  la  historia  de  sus  formas 
y  propias  locuciones. 

Fijandonos  pues  en  las  grama ticas  americanas  formadas 
con  arreglo  a  las  antiguas  griegas  y  latinas,  cumple  mani- 
festar  que  no  debemos  satisfacernos  con  ellas.  Lo  que  pro- 
cede  es  adquirir  y  conocer  cuanto  se  ha  escrito  sobre  un 
idioma  dado,  cuantos  ejemplos  han  sido  recogidos,  cuantas 
traducciones  se  hayan  hecho  en  este  idioma.  Estudiando 
todos  estos  documentos  detenidamente,  con  ahinco,  con 
metodo,  poco  a  poco  iremos  hasta  la  completa  luz.  Si  afor- 
tunadamente  aiin  vive  el  idioma,  es  menester  procurarse 
ejemplos  de  su  estado  actual,  textos  originales  y  espontd- 
neos  (es  decir,  cantos,  refranes,  cuentos  y  leyendas  popula- 
res,  frases  usuales)  y  no  contentarse  con  traducciones  en 
que  obran  influencias  extranjeras,  ni  con  palabras  sueltas 
a  veces  mal  escritas  y  en  que  no  pueden  manifestarse  las 
formas  derivativas,  es  decir  las  de  conjugaciones  y  de  de- 
clinaciones.  Asi  podra  ordenarse  la  gramatica  razonada,  y 
comparandola  despues  con  los  antiguos  libros  se  descubri- 
ra  sin  error  ninguno  cuales  han  sido  las  variaciones  que  el 
idioma  en  cuestion  habra  experimentado  en  el  trascurso  de 
dos  6  tres  siglos. 

Permitidme,  seilores,  insistir  en  la  idea  de  que,  acaba- 
dos  dichos  estudios,  acabado  el  sobredicho  analisis,  pongan 
cuidado  los  estudiosos  de  no  buscar  a  la  ligera  parentesco 


LINGUiSTICA.  205 

6  relaciones,  y  de  no  hacer  precipitadas  etimologias.  La 
etimologia  es  la  parte  mas  delicada  de  la  ciencia  lingiiisli- 
ca,  la  mas  dificil  y  hasta  la  que  seduce  mas  a  la  mayor 
parte  de  los  investigadores.  No  faltan,  entre  los  literatos, 
etimologistas  atrevidos  y  temerarios  para  quienes  los  voca- 
bularios  no  tienen  secretos  y  los  cuales  no  rehuyen  el  afir- 
mar  parentescos  extraordinarios  de  lenguas,  valiendose  de 
tres  6  cuatro  palabras  quizas  citadas  con  inexactitud.  Ellos 
son  los  que  descubren  relaciones  de  los  judios  con  los  ame- 
ricanos,  de  los  fenicios  con  los  griegos,  de  los  chinos  con 
los  latinos,  de  los  vascos  con  los  antiguos  pobladores  del 
Asia,  etc.  De  estos,  no  me  ocupo,  sino  por  la  pena  que  me 
causa  lo  infructuoso  de  sus  trabajos;  su  empeiio  queda  re- 
ducido,  segun  ha  dicho  un  maestro  nuestro,  el  gran  lingiiis- 
ta  aleman  Schleicher,  a  ser  etimologistas  en  el  vacio,  etimo- 
logizirungen  ins  blane  hinaus.  Esto  no  es  ciencia,  pues  para 
ser  etimologista  hay  primero  que  ser  lingiiista;  y  la  lingiiis- 
tica  es  una  ciencia  distinta,  muy  dificil,  que  no  es  dado  a 
todos  adqnirir,  pues  necesita  vocacion  y  aptitudes  particu- 
lares.  Ademas,  la  linguistica  tiene  su  metodo,  sus  princi- 
pios,  sus  reglas,  y  no  basta  para  salir  airoso  en  ella  el 
conocer  muchos  idiomas.  Existen  lingiiistas  ilustres  que 
nunca  pudieron  pronunciar  una  sola  palabra  extranjera. 

La  mania  de  que  me  estoy  lamentando  tiene  su  origen 
en  preocupaciones  muchas  veces  inscientes,  en  habitos  del 
entendimiento;  es  el  resultado  de  una  education  poco  cien- 
tifica,  sobre  todo  de  tener  miedo  a  la  duda,  al  no  afirmar, 
al  no  creer.  Los  hombres  de  ciencia  no  deben  ocuparse  de 
los  que  asi  proceden,  su  deber  es  adquirir  la  conviction  de 
todas  las  verdades  por  otros  puestas  fuera  de  discusion;  no 
buscar  la  razon  de  las  cosas,  sino  en  las  cosas  mismas,  no 
edificar  teorias,  sino  sobre  la  robusta  base  de  la  observa- 
tion y  de  la  experiencia;  y,  para  decirlo  de  una  vez,  fijarse 
siempre  en  la  frase  del  poeti  aleman: 

das  werden  zu  verstahen 

solbn  wis  das  gewordene  erkennen , 


206  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

«para  comprender  el  porvenir,  es  menester  explicate  lo 

pasado.'> 

Siento  mucho,  senores,  haber  ocupado  vuestra  atencion 
exponiendo  muy  de  pasada  temas  tan  arduos  y  escabrosos. 
A  muchos  pareceran  cstas  especulaciones  filosoficas,  sin 
vesultado  practico.  Tened  la  bondad  de  excusar  la  molestia 
que  os  lie  causado,  reeordando  que  la  ciencia  desinteresada 
es  egoista,  que  el  trabajador  dedicado  a  ciertos  estudios 
especiales  esta  sujeto  a  afirraar  lo  que  a  el  le  parece  indubi- 
table. 

No  ha  sido  otro  mi  proposito,  sino  el  exponer  las  cxigen- 
cias  naturales  de  la  ciencia  lingmstica,  de  la  ciencia  inde- 
pendiente,  de  la  que  prescinde  de  acepcion  de  personas  y 
de  cosas.  Xada  mas  intento,  sino  levantar  en  el  oentro  de 
esta  autorizada  asamblea,  el  estandarte  de  la  ciencia  pura. 
de  la  ciencia  que,  fundandose  en  la  libertad,  formando 
alianza  con  esta  primera  y  esencial  cualidad  del  hombre 
moderno,  dene,  por  unico  y  verdadero  objetivo,  el  progreso 
continuo  de  todas  las  razas  humanas. 

El  Sr.  Fabi6:  Senores:  he  oido  con  el  mayor  placer  la 
disertacion  del  Sr.  Vinson;  con  tanto  mas  placer  cuanto  que 
dedicado,  sino  con  la  intensidad  que  deseara,  a,  los  estudios 
filologicos,  presto  a  ellos  hace  muchos  anos  especial  aten- 
cion y  coincido  sustancialmente  con  las  opiniones  que  aca- 
bais  de  oir.  Quizas  vaya  en  alguna  parte  mas  lejos,  pues 
entiendo  que  la  manera  de  llegar  a  crear  la  filologia  ame- 
ricana  no  pucde  ser  otra,  sino  el  estudio  de  las  lenguas 
que  se  hablan  6  se  han  hablado  en  aquel  continente  y  de 
que  quedan  rastros;  pero  esto  sin  ningiin  genero  de  pre- 
ocupaciones  ni  prejucios  ni  comparaciones  con  las  lenguas 
de  otros  continentes  y  de  otras  regiones,  porque  esta  pre- 
ocupacion  no  puede  menos  de  ser  causa  de  gravisimos  erro- 
res.  Y  la  razon  es  obvia,  y  esta  indicada  perfectamente  por 
el  Sr.  Vinson. 

Uno  de  los  elementos  de  todo  lenguaje,  y  esto  es  cosa 
sabida,  es  lo  que  se  llama  onomatopeya;  y  por  consiguiente, 


LINGUISTICA.  207 

es  claro  que  en  todas  las  lenguas  que  habla  el  hombre,  tie- 
ne  que  haber  palabras  analogas  6  de  una  grande  analogia 
en  su  sonido.  Pero  esto  no  puede  ni  debe  presuponer  rela- 
ciones  entre  ellas.  Asi  que  yo  insisto,  y  este  es  uno  de  los 
primeros  propositos  que  tengo,  en  que  se  emprenda  el  es- 
tudio  do  esas  lenguas  como  se  emprenden  los  estudios  de 
ciencias  naturales.  Conviene  a  saber,  procediendo  al  estu- 
dio  individual  de  cada  una  de  ellas,  con  sus  caracteres,  con 
sus  condiciones,  con  todas  aquellas  circunstancias  que  pue- 
dan  darnoslas  a  conocer,  asi  en  su  fonetica,  como  en  la  par- 
te de  su  estructura  material. 

Tenia  razon  el  Sr.  Vinson  cuando  en  cierta  manera  re- 
chazaba  el  nombre  de  lenguas  turanias.  En  efecto,  esta 
palabra  es  una  rubrica  que  comprende,  digamoslo,  el  caput 
mortum  de  la  Jinguistica. 

Las  lenguas  americanas  est;iu  comprendidas  en  ellas, 
porque  se  puede  decir  que  no  constituyen,  por  lo  que  de 
ellas  sabemos  hasta  ahora,  una  de  aquellas  familias  tan 
definidas  y  estudiadas  como  lo  estan  las  semiticas  y  las 
aryanas.  Pero  dicho  esto,  y  conviniendo  tambien  en  que 
las  gramaticas  que  nos  han  legado  los  misioneros  que  tu- 
vieron  por  principal  proposito  al  estudiar  aquellas  lenguas, 
hacerse  entender  de  los  que  las  hablaban ,  si  bien  creo  que 
no  sirven  para  darnos  una  idea  cabal  de  esas  lenguas  y  de 
las  relaciones  que  entre  ellas  existan  con  arreglo  a  los  ele- 
mentos  de  filologia  moderna,  creo  que  la  justicia  mas  es- 
tricta  exigc  que  rindamos  un  tributo  de  reconocimienlo  ;i 
aquellos  hombrcs,  que  cuando  menos,  han  hecho  una  cosa 
que  no  puede  menos  de  ser  importante;  recoger  el  mayor 
numero  posible  de  palabras  y  su  correspondeucia  con  las 
castellanas  6  latinas  mas  exactas  6  aproximadas;  pucs  este 
es  el  elemento  material  sobre  que  habran  de  fundarse  los 
estudios  futuros,  especialmente  todo  en  aquellas  lenguas 
que  han  dejado  de  hablarse  6  que  estan  proximas  a  desapa- 
recer.  Porque  todos  sabeis  que  en  esas  lenguas,  que  estan 
todavia  en  su  primero  6  segundo  peri'odo  de  formacion ,  el 

1  k 


?08  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

movimiento  dialectal,  las  deforma,  las  destruye,  y  las  hace 
desaparecer  en  breve  periodo. 

Pcro  no  solo  pido  yo  que  se  tribute  este  reconocimiento 
a  aquellos  misioneros,  sino  que  en  mi  concepto,  no  pode- 
mos  omitir  cl  nombre  de  un  espanol  ilustre,  que  es  acaso 
el  que  mas  contribuyo,  con  sus  estudios,  a  la  creation  de  la 
lingiiistica  moderna,  y  que  sin  duda,  porquc  no  es  posible 
decirlo  todo,  no  ha  hecho  mention  de  el  el  Sr.  Vinson.  Me 
refiero,  y  en  la  mente  de  todos  estara,  al  Abate  Herbas.  El 
Abate  Herbas,  con  su  Catdlogo  de  las  lenguas,  levanto  el  pri- 
mer monumento,  antes  de  que  Adhelug,  con  su  Milridates, 
su  verdadera  filologia  cientifica;  y  por  consiguiente,  todos 
los  espanoles  debemos  recordar  este  hecho  y  decir  en  pri- 
mer lugar  que  las  lenguas  americanas  fueron  en  gran  parte 
objeto  de  los  estudios  del  Abate  Herbas;  porquc  aunqueno 
hubiera  sido  misionero  en  aquellas  tierras,  como  lo  han 
creido  la  mayor  parte  de  sus  biografos,  conocio,  no  solo  los 
idiomas  6  dialectos,  sino  las  gramaticas  6  diccionarios  ya 
publicados,  asi  como  otros  muchos,  y  llamd  la  atencion  de 
algunas  cosas  y  hechos  notables,  tales  como  el  gran  nume- 
ro  de  dialectos  y  lenguas  que  se  hablaban  en  las  orillas  del 
Misisipi,  siendo  el  que  mas  hizo  adelantar  esta  ciencia  de 
su  liempo.  Pues  antes  que  ningiin  otro  escrilor,  establecio 
que  los  estudios  de  las  lenguas  deben  hacerse  comparando 
sus  respectivas  gramaticas,  y  no  por  la  supuesta  6  real  ana- 
logia  de  sus  palabras,  y  a  su  valor  puramente  fonetico,  que 
puede  decirse  que  es  lo  fundamental  de  la  filologia  mo- 
derna. 

*  Yo  he  creido  de  mi  deber  hacer  estas  observaciones ,  vol- 
viendo,  aun  cuando  no  era  necesario,  estando  entre  perso- 
nas  tan  ilustradas,  por  los  antecedentes  cientificos  de  nues- 
tra  patria  y  por  el  honor  de  los  sabios  que  la  han  ilus- 
trado. 

El  Sr.  Vinson:  Estoy  enteramente  conforme  con  el  se- 
fior  Fabiu  en  cuanto  a  la  justicia  que  es  debida  a  los  auto- 
ros  de  esos  liljros  antiguos.  y  muy  espccialmente  a  los  tra- 


LINGUISTICA.  209 

bajos  del  abale  llerbas  y  de  los  otros  espaiioles  ilustres  que 
han  fundado  los  estudios  de  las  lenguas  americanas,  y  pues 
que  de  linguist  ica  se  trata,  algo  mas  he  de  decir. 

El  R.  Padre  Fita  ha  teuido  la  bondad  de  eomuuicarme 
cl  objeto  de  una  proposition  que  hizo  en  la  sesion  de  esta 
manana,  y  el  apoyo  de  la  misma  no  he  de  excusar  aunque 
sea  el  tiempo  contado.  So  ha  ocupado  de  las  lenguas  ame- 
ricanas y  de  la  lengua  y  antigiiedades  vascongadas,  de  las 
que  yo  tambien  con  predilection  vengo  eslndiando  mucho 
tiempo  hace.  Si  de  algo  puede  servir  mi  indication,  me 
permito  llamar  la  atencion  del  Gobierno  cspanol,  tan  inte- 
resado  siempre  en  el  progreso  de  las  ciencias ,  acerca  de  la 
importancia  de  la  proposition,  esperando  la  acogera-,  y  la 
acogera  la  nation  toda,  pues  con  profunda  emotion  he  cs- 
cuchado  el  discurso  de  S.  M.  el  Rey  don  Alfonso  XII,  en 
que  late  cl  sentimiento  entusiasta  por  cuanto  a  la  ciencia 
moderna  ataiie;  sentimiento  poco  comun  en  los  soberanos, 
cuyo  tiempo  absorben  de  ordinario  otras  cuestiones. 

El  Sr.  Fabi6:  La  acogida  y  apoyo  que  merece  a  persona 
tan  competente  como  el  Sr.  Vinson  la  propuesta  del  Reve- 
rendo  P.  Fita,  es  prueba  de  la  adhesion  que  merece,  y 
serf  a  conveniente  que,  aceptandola  el  Gongreso,  dirigiera 
una  excitation  al  Gobierno  de  S.  M.,  para  que  en  alguna 
de  las  universidades  del  reino  se  cree  catedra  de  lengua 
vascongada. 

El  Sr.  Espada:  Pido  la  palabra  para  una  cuestion  prac- 
tica. 

El  Sr.  Presidente  (Pacheco  Zegarra):  Puede  hacer  uso 
-de  la  palabra  el  Sr.  Espada,  y  le  suplico  que  sea  breve ,  en 
razon  al  poco  tiempo  de  que  podemos  disponer. 

El  Sr.  Espada:  Asi  lo  hare. 

Los  fnndamentos  de  la  lingiiistica  moderna  no  estriban 
precisamente  en  la  pronunciation  ni  en  esa  multitad  de 
accidentes  de  las  voces  que  tanto  han  preocupado  a  los  an- 
tiguos  filologos;  pero  no  por  eso,  senores,  hemos  de  descui- 
dar  el  exacto  conocimiento  de  la  forma  de  la  palabra:  con- 

TOMO  II.  II 


210  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

vieae  tenerlo  cabal  y  preciso  para  poder  discurrir  sobre 
ella,  y  en  los  iciiomas  amcricanos  esla  cuestion  so  eleva  a 
uno  do  los  mas  importantes  y  dificiles  problemas  de  lin- 
giiistica.  Yo  he  podido  coavencerme  por  diferentes  nolicias 
y  referencias  de  estudios  hechos  por  los  misioneros  ameri- 
canos,  que  la  inteligencia  del  verdadero  sentido  fonetico  de 
las  palabras  es  casi  en  la  mayoria  do  los  casos,  si  no  dis- 
tinta,  diferente  en  la  apariencia,  y  sobre  todo  de  su  propio 
sonido;  que  no  puede  referirse  la  misma  palabra — oida  por 
uno  6  por  otro, — a  una  misma  idea,  a  la  linica  que  con  ella 
se  queria  expresar. 

Hace  muy  pocos  anos  (antes  de  que  nosotros  loscomisio- 
nados  por  el  Gobierno  espanol  fueramosa  la  expedici6n  del 
Pacifico,  en  1863),  cruzo  por  las  orillas  del  Napo,  y  por  las 
comarcas  que  bana  este  hermoso  rio,  el  italiano  Sr.  Oscu- 
lati,  recogiendo  las  producciones  naturales  de  aquella  apar- 
tada  region,  y  con  toda  minuciosidad  y  conciencia  los  elc- 
mentos  filologicos  que  pudo  en  las  varias  naciones  que  pue- 
blan  sus  bosques  y  quebradas.  Tengo  el  vocabularioimpreso 
por  aquel  atrevido  viajero ;  lo  creo  veridico,  y  sin  em- 
bargo, declaro  que  muchas  de  las  voces  escritas  por  el  y  las 
que  tengo  en  mis  nolas,  procedentes  del  idioma  de  una  mis- 
ma nation,  aplicadas  a  identico  significado,  y  que  uno  y  otro 
oimos,  no  se  parecen  absolutamente  en  nada.  Como  que  el 
oia  y  traducia  en  italiano  y  yo  en  espanol  sonidos  nasales, 
guturales  y  aun  estomacales;  ejemplo  el  vocabulario  zdparo. 
Pues  bien,  en  vista  de  esto  <;c6mo  vamos  a  discutir,  como 
vamos  a  resolver  acerca  de  los  elementos  esenciales  de  una 
lengua  si  no  conocemos,  como  hemos  dicho  antes,  su  ver- 
dadera  forma  fonetica? 

El  Sr.  Fabie  ha  hecho  memoria  del  abate  Herbas,  y  debo 
advertir  al  Gongreso  que  este  esclarecido  y  docto  jesuita,  de 
cuyo  talento  y  vastisima  erudition  no  hay  espanol  que 
dude,  no  estuvo  en  America.  Para  su  celebre  Catdlogo  de 
ha,  lenguas,  se  valio  de  los  elementos  y  noticias  que  le  pro- 
porcionaron  les  misioneros  del  Nuevo  Mundo;  y  aunque  yo 


LINGUISTICA.  211 

s61o  conozco  una  parte  relativamente  muy  pequena  de  este 
vastisimo  continente,  la  del  Ecuador,  refiriendome  &  ella, 
puedo  asegurar  al  Sr.  Fabie,  que  los  materiales  en  que  baso 
el  abate  Herbas  sus  investigaciones,  son,  no  dire  que  todos, 
pero  en  su  mayor  parte,  equivocados.  Suministrole  los  de 
la  parte  del  rio  Napo  y  misiones  de  Mainas,  el  P.  Juan  de 
Velasco,  autor  de  la  Historia  de  Quito;  el  cual,  aunque  muy 
diligente  y  entusiasta  de  su  patria  (era  quiteno),  adolecia 
de  excesivo  candor  y  demasiada  credulidad ,  sobre  todo  en 
los  datos  que  le  comunicaban  sus  companeros  de  religion, 
y  que  no  se  cuidaba  de  sometera"  la  critica,  con  ser,  no  obs- 
tante, conocedor  en  persona  de  los  pafses  y  naciones  de 
donde  procedian.  Asi  pues,  las  deducciones  que  el  abate 
Herbas  ha  podido  hacer  sobre  las  lenguas  de  los  pueblos 
banados  por  el  alto  Amazonas  y  sus  grandes  afluentes,  caen 
por  su  base,  toda  vez  que  no  conocia  la  verdadera  forma  de 
sus  elementos  foneticos,  y  que,  desconociendolos,  no  pudo 
discurrir  fundadamente  acerca  de  ellos. 

En  los  afios  inmediatamente  sucesivos  a  la  expulsion  de 
los  misioneros  jesuitas  de  las  orillas  del  Napo  y  Amazo- 
nas, hubo  algunas  personas  seglares,  —  como  los  iia  ha- 
bido  siempre  y  con  anterioridad  a"  las  misiones, — que  se 
ocuparon  en  el  estudio  de  esas  lenguas;  porque,  dicho  sea 
de  paso,  los  misioneros  no  han  hecho  mds  que  seguir  el 
camino  abierto  por  los  capitanes  de  conquista  y  otros  ex- 
ploradores ,  y  no  han  entrado  en  los  territories  donde  des- 
pues  establecieron  sus  reducciones  y  doctrinas,  sino  con  el 
auxilio  de  las  armas... 

El  Padre  Manovel:  ;Protesto!  jLos  misioneros  entra- 
ron  s61o  con  la  Cruz  en  la  mano ! 

El  Padre  Fita:  jProlesto!  ;La  Cruz  lo  ha  podido  todo! 

El  Sr.  Espada:  A  mi  me  basta  afirmar  con  la  historia. 
Mas,  por  si  acaso  mi  afirmaci6n  resulta  debil  al  lado  de  las 
solemnes  protestas  de  un  respetable  y  reverendo  Padre  de 
la  Orden  de  Santo  Domingo  y  de  un  esclarecido  hijo  de 
San  Ignacio,  procurare  reforzarla  con  dos  testimonios,  que 
1  k  * 


212  C0NGRES0    DE    AMERICANISTAS. 

no  recusara  ciertamente  mi  bondadoso  amigo  el  P.  Fita. 

En  el  « Informe  de  las  misiones  del  Maranon  6  n'o  de  las 
Amazonas»  que  el  V.  P.  Francisco  de  Figueroa,  visitador 
y  reclor  de  ellas,  bizo  cl  aiio  de  1661  por  mandado  de  su 
provincial  el  P.  Hernando  Cavero,  al  tratar  de  la  disposi- 
tion que  se  hallaba  en  las  naciones  de  aquel  rfo  para  reci- 
bir  el  Evangelio,  escribi'a:  «Es  error  y  temeridad,  por  falta 
de  experiencia  (si  no  es  por  milagro  que  Dios  obre)  el  tra- 
tar de  predicar  y  entablar  cosa  de  importancia  en  estas 
gentes,  sin  escolla  y  brazo  de  espanoles;  porque  la  mesma 
brutalidad  y  costumbres  fuera  de  razon  de  estos  indios,  en 
que  se  cri'an,  esta  clamando  por  justicia  que  los  gobierne, 

corrija  y  reprima 

<;.Que  podra  conseguir  un  sacerdote  solo  de  tal  genio  de 
gente  sino  mucbo  trabajo  de  lidiar  con  fieras,  si  no  se  vale 
de  los  medios  convenientes  para  domarlos,  que  es  la  vara 
y  las  fuerzas  de  la  justicia?  » 

Esto  era  unos  veinte  arios  despues  de  baber  conienzado 
la  Gompailia  de  Jesus  en  la  provincia  de  Mainas  su  tarea 
evangelica.  Al  cabo  de  un  siglo,  el  P.  Manuel  Joaquin  de 
Uriarte,  misionero  jesuita  en  Tiriri  del  rio  Napo,  exclama- 
ba  en  carta  dirigida  a  su  bermano  el  Sr.  D.  Josef  Agustin, 
inquisidor  de  Zaragoza ,  fecba  en  6  de  Xoviembre  de  1752: 
«  Pero  esta  gente  es  tan  voluble,  que  de  boy  a  mariana  hay 
novedades  ;  ya  cerca  de  cien  anos  que  la  Compaiiia  intenta 
su  reduction,  pero  ni  la  sangre,  ni  el  sudor  de  tantos  jesui- 
tas  ha  bastado,  por  no  haber  alguna  ayuda  del  brazo  seglar. 
Aqui  estamos  solos  tres  sujetos  divididos  seis  y  ocho  dias 
de  camino  unos  de  otros ,  con  solo  tal  cual  muchacho  que 
por  Dios  nos  acompaiia.  Con  todo  esto  estamos  alegres  y 
con  mas  valor  (Dios  le  da)  que  un  soldado  de  Flandes :  la 
necesidad  nos  ha  ensenado  a  manejar  la  escopeta  y  el  al- 
fanje  con  que  se  matan  las  lieras  y  se  espantan  los  hom- 
bres. —  No  oye  esta  barbara  gente  las  voces  del  Evangelio 
si  primero  no  sucna  el  eco  de  la  polvora.» 

Yolviendo  al  abate  llerbas,  insisto  en  que  sus  trabajos 


LINGU1STICA.  213 

filologicos  relativos  a  las  lenguas  americanas  pecan  por  di- 
cho  original  defecto,  que  investigation's  posteriores,  he- 
chas  por  hombrcs  tan  imparcialos  y  lidedignos  como  pue- 
dan  serlo  los  revestidos  del  sagrado  caracter  del  misio- 
nero,  han  demostrado,  haciendo  constar  que  es  casi  im- 
posible  que  oidos  europeos  perciban  y  puedan  apreciar  las 
desinencias  de  las  palabras  pronunciadas  por  los  indios 
de  aquellas  regiones;  que  unos  las  oyen  de  una  manera  y 
otros  de  otra,  amen  de  que  despues  las  escriben  cada  uno 
segun  su  particular  ortografia;  y  que,  por  lo  tanto,  aquellos 
elementos  que  llegan  hasta  nosotros  los  que  estudiamos  en 
Europa  las  cuestiones  filologicas,  son  cnteramente  falsos, 
no  siendo  licito  fundar  sobre  cllos  una  razonable  deduction 
lingiiislica.  En  mi  opinion,  al  estudio  de  los  idiomas  ame- 
ricanos  debe  preceder  la  fonografia  de  sus  voces.  Esto  es 
cuanto  tenia  que  decir. 

El  Sr.  Fabi6:  Como  me  ha  aludido  nominalmente  y  de 
una  manera  tan  directa  el  Sr.  Espada,  me  creo  en  la  nece- 
sidad  de  hacerme  cargo  de  algunas  de  sus  observaciones. 

No  discutire  con  el  Sr.  Espada,  acerca  de  si  el  Padre 
Herbas  estuvo  6  no  en  America,  por  mas  que  acabo  de  leer 
en  un  autor  tan  competente  como  Max-Muller,  que  dicho 
Abate  estuvo  en  el  nuevo  Continente  siguiendo  en  esto  la 
opinion  general,  pero  en  la  minuciosa  y  erudita  biografia 
del  famoso  Abate  que  escribio  nuestro  inolvidable  colega 
el  Sr.  D.  Fermin  Gaballero,  aparece,  en  efecto  demostrado, 
como  se  pueden  demostrar  los  asertos  negatives,  que  Her- 
bas no  estuvo  en  America  y  que  recogio  las  noticias  de  las 
lenguas  del  Nuevo  Mundo  comprando  todos  los  libros  que 
sobre  ellas  se  habian  publicado  y  consultando  en  Roma 
donde  residio  tantos  anos  y  publico  muchas  de  sus  obras, 
a  cuantos  misioneros  habian  estado  en  aquellas  tierras. 

Respecto  al  fondo  de  la  cuestion,  dire,  que  la  dificultad 
que  el  Sr.  Espada  manifiesta,  no  es  peculiar  de  las  lenguas 
americanas  sino  que  se  extiende  a  todas,  porque  cada  una 
tiene  sus  propios  elementos  foneticos,  y  si  por  ventura  hay 


214  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

algunas  que  entresi  los  tienen  muy  semejantes,  esto  se  ex- 
plica  porque  son  dialectos  de  una  raisma  y  sola  lengua. 

Por  lo  tanto,  tocamos  aqui  la  gran  dificultad  que  hay 
para  los  analisis  filologicos  y  para  la  creation  de  los  alfa- 
betos  necesarios  al  estudio  de  la  linguistica. 

Pero  se  me  ocurre  una  cosa  respecto  a  los  que  han  escrito 
gramaticas  y  diccionarios  de  las  lenguas  americanas ,  y  es 
que  esta  dificultad  sube  de  punto ,  porque  no  es  hoy  el  so- 
nido  de  algunas  letras,  tal  como  se  hallan  representadas  en 
las  gramaticas  y  diccionarios  de  los  siglos  xvi  y  xvn.  Mas 
esto  tiene  una  explication:  consiste  en  que  muchas  de  las 
letras  6  elementos  foneticos  de  aquella  epoca,  no  suenan 
ahora  como  sonaban  entonces.  Apelo  para  demostrar  esto, 
a  obras  conocidas  de  todos:  principalmentelas  de  los  poetas 
de  los  siglos  xvi  y  xvn.  Esto  mismo  manifiesta  en  el  apen- 
dice  de  explicaciones  gramaticales  foneticas,  que  puso  Ulloa 
a  una  de  sus  traducciones  a  los  que  en  Italia  aprenclian  el 
castellano,  donde  se  ve  que  algunas  palabras  se  pronuncia- 
ban  entonces  de  distinta  manera  que  ahora  y  ademas  se 
daba  valor  fonetico  a  letras  que  hoy  no  lo  tienen  v.  g.  la  h. 

Por  lo  demas,  yo  no  he  podido  menos  de  deplorar  el  hi- 
dden te  que  aqui  se  ha  suscitado  esta  tarde,  y  con  tal  moti- 
vo  debo  decir,  que  es  preciso  que  conste,  que  la  espada  y  la 
cruz  marcharon  siempre  de  consuno  en  el  descubrimiento 
y  civilization  del  Nuevo  Mundo,  y  que  si  los  hombres  de 
guerra  llevaron  alii  nuestro  poder  y  nuestra  civilization 
por  la  fuerza  de  las  armas,  los  representantes  del  clero  re- 
gular y  secular  hicieron  lo  mismo ;  y  todavia  se  conserva 
eil  nuestros  mapas,  el  nombre  de  la  provincia  de  «La  Vera- 
Paz,»  que  es  una  gallarda  muestra,  que  es  una  verdad  que 
los  hechos  acreditan,  que  por  medio  de  la  paz  y  por  medio 
de  la  palabra  divina,  se  puede  sojuzgar  y  reducir  al  conoci- 
miento  de  las  verdades  eternas,  a  los  pueblos  todos  del 
mundo.  (Aplaitsos.) 

El  Sr.  Minguez  levo  un  razonamiento  en  prueba 


LINGUISTICA.  215 

de  la  relation  que  a  su  juicio  existe  entre  la  lengua 
euscara  y  las  egipcias,  y  de  las  que  asimismo  reco- 
miendan  el  esludio  general,  terminando  con  esta 
pregunta.  Si  admitimos  lo  que  ban  sentado  los 
Sres.  Vinson  y  Rada,  y  lo  discutido  por  los  Sres.  Fa- 
bie  y  Fita;  si  admitimos  la  doctrina  de  que  las  len- 
guas  americanas  deben  estudiarse  en  si  mismas, 
^como  se  compagina  el  estudio  de  ellas  en  relation 
con  las  vascongadas? 

El  Sr.  de  la  Rada  (D.  Juan  de  Dios).  Senores:  sieiito 
mucho  tener  que  molestar  nuevamente  la  atencion  de  esle 
Congreso;  pero  aludido  tan  directamente  por  el  Sr.  Min- 
guez,  no  puedo  prescindir  de  hacerlo. 

El  Sr.  Minguez  ha  querido  establecer  una  contradiction 
entre  la  teoria  que  he  sostenido  esta  manana  y  lo  que  con 
mucha  oportunidad  sostuvo  el  Padre  Fita;  mas  esta  con- 
tradiccion no  existe,  y  bastara  para  corrobararlo,  aplicar 
un  axioma  6  una  formula  que  en  el  foro  se  emplea  a  cada 
instante:  distingue  tempora  et  concordabis  jura. 

<;C6mo  he  de  negar  yo,  que  estoy  dedicado  hace  mas  de 
veinte  anos  &  los  estudios  arqueologicos — las  relaciones 
que  cxislen  entre  las  artes?  Lo  que  dije  es  que  los  princi- 
pios  de  las  sociedades,  los  clementos  de  las  artes  son  peque- 
iios  esbozos,  y  que  cuando  las  sociedades  estan  ya  adelan- 
tadas,  se  compenetrau.  Esto  no  puede  negarse,  y  por  la 
misma  causa,  cuando  las  lenguas  se  forman  y  se  desarro- 
llan,  su  influencia  pasa  de  unas  a  otras.  Tampoco  puede 
negarse  esto.  Pero  de  aqui  a  querer  fantasear  la  historia, 
aprovechandose  de  unos  cuantos  trazos  que  se  nan  hecho 
por  unos  pueblos  sin  conocimiento  ninguno  de  otros,  va 
mucha  diferencia;  porque  la  analogia  y  la  identidad  existe 
en  todas  las  obras  del  ingenio,  puesto  que  el  ingenio  huma- 
no  cs  uno  y  liene  que  serlo  siempre  en  todas  sus  manifes- 
taciones. 


216  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Y  ya  que  estoy  en  el  uso  de  la  palabra,  indicare  cuan 
expuesto  es  fiarse  de  esos  primeros  esbozos,  que  no  se  si 
pueda  llamar  caligrafias ,  refiriendome  a  lo  que  acaba  de 
suceder,  6  tengo  noticia  que  ocurre  con  los  signos  de  la 
cueva  de  los  letreros,  de  que  se  habla  en  la  obra  de  Gongo- 
ra,  los  cuales  se  han  traducido  tambien  a  priori,  leyendo- 
las  como  escritura  clara  y  corriente  egipcia  y  es  que  exa- 
minadas  nuevamente  se  ha  visto  que  no  hubo  fidelidad  en 
la  copia  que  facilitaron  a  Gongora,  lo  cual  ha  hecho  caer 
aquella  opinion  como  Castillo  de  naipes.  Vease  a  lo  que 
estan  expuestos  los  que  se  dejan  Uevar  de  impresiones  del 
momento  sin  depurar  antecedentes  y  sin  hacer  estos  estu- 
dios  de  una  manera  fundamental  y  critica.  (Muy  Men, 
muxj  bien.J 

El  Sr.  Fita:  Dos  palabras  solamente  para  manifestar 
lo  que  todo  el  mundo  recuerda. 

Cuando  se  toma  en  manos  la  obra  mas  reciente,  escrita 
por  M.  Beauvois,  inmediatamente  salta  a  la  vista  que  alii 
(al  poner  delante  de  la  consideration,  los  datos  historicos 
quo  acreditan  la  colonization  escandinava  en  America),  la 
historia  precede  a  la  filologia,  y  que  sobre  tamaiia  cuestion 
los  estudios  filologicos,  naturalmente  encuentran  su  ver- 
dadero  punto  de  apoyo.  Pues  de  una  manera  parecida  he 
dicho  esta  manana,  que  aun  cuando  muchos  Pilologos  en 
Europa,  fundandose  en  hechos  incontestables  de  raices  y 
de  vocablos,  que  han  liegado  vivos  hasta  nosotros,  asi  como 
en  la  sintesis  de  las  diferentes  gramaticas  de  lenguas  ha- 
bladas,  no  han  pasado  mas  all;i  de  un  resultado  bueno, 
pero  no  excelente  por  carecer  de  la  clase  de  las  trasforma- 
ciones  lingiiisticas  en  las  edades  remotas;  todavia  no  faltan 
quienes  por  medio  de  las  lapidas  y  otros  monumentos  han 
esparcido  sino  toda,  por  lo  menos  gran  parte  de  la  luz  que 
la  ciencia  requiere,  y  he  desarrollado  la  idea,  de  que  la  his- 
toria no  es  inutil  para  esto.  Que  si  encontramos  relaciones 
entre  los  dialectos  euscaricos  y  las  lenguas  americanas, 
procede  estudiarlas,  no  tanto  en  la  fisonomfa  moderna  que 


LiNGiiisTiCA.  217 

presentan,  cuanto  en  la  antigua  que  tuvieron.  Natural- 
mente,  en  esta  fisonomi'a  antigua,  el  enlendimiento  busca 
datos  para  ver  y  reconocer  si  realmente  asf  fue,  y  por  csto 
he  sentado  las  dos  h'neas  en  que  estos  datos  se  encuentran, 
—la  primera  linea  por  lo  que  hace  a  los  documentos  escri- 
tos,  y  la  segunda,  por  lo  que  atane  a  los  monumentos  epi- 
graficos, —  y  las  he  presentado  a  la  consideration  do  todos, 
diciendo  que  conviene  recoger  estos  documentos  anliguos, 
asi  como  lo  ha  verificado  M.  Mahn,  para  que  no  esten 
ocultos  en  el  seno  de  las  bibliotecas.  Por  ejemplo:  en  el 
Fuero  de  Navarra,  del  siglo  xiv,  se  encierran  tantas  y  tan 
antiguas  palabras  euscaricas,  que  conviene  se  saquc  la  flor 
de  lo  que  alii  hay,  y  en  el  codice  de  Galixto  del  siglo  xn  un 
glosario  de  palabras  en  vascuence  se  contiene  preciosisimo, 
que  df,  no  ha  mucho  a  luz.  Asi  de  siglo  en  siglo  se  nos 
vendra  expedita  e  inequivoca  la  verdad  que  todos  busca- 
rnos,  y  por  lo  que  toca  a  los  monumentos  epigraficos,  que 
suelen  remontarse  a  tiempos  mucho  mas  antiguos,  he  ana- 
dido,  y  lo  deseo  con  vivas  ansias,  que — asi  como  lo  ha 
hecho  M.  Mahn  allende  los  Pirineos  —  lo  hagamos  no- 
sotros  aquende  la  sierra  Pirenaica;  porque  sin  duda  nos 
hallaremos  con  las  mismas  6  parecidas  palabras  euscaricas 
que  en  aquellos  se  encuentran.  Esto  tiene  que  ver  real- 
mente con  el  estudio  de  las  lenguas  americanas,  puesto  que 
de  haber  alguna  analogia,  conviene  averiguar  si  se  apoya 
en  la  verdad  de  los  hechos. 

No  puedo  extenderme  mas;  pero  un  nuevo  argumento  de 
la  conveniencia  del  plan  de  exploration  que  Uevo  trazado, 
pucde  y  debe  sentarse  en  el  sentido  de  que  no  es  iniitil 
para  Espaha ,  buscar  los  elementos  de  su  abolengo  para 
que  realmente  veamos  lo  que  fuimos,  y  para  que  la  raza 
iberica  se  encuentre  por  medio  de  la  filologia  con  la  gloria 
inmensa,  que  solo  rastreamos  ahora  6  conjeturamos,  de 
haber  poblado  alia  en  edades  remotisimas  la  America.  He 
dicho.  (Muy  bien;  prolongados  aplausos.) 

El  Sr.  Minguez:  Seriores:  he  sentido  mucho  que  el  se- 


218  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

nor  Rada  se  haya  dado  por  aludido,  cuando  precisamente 
,qo  me  r.eferi  a  ninguno  de  los  tres  sefiores  que ,  acerca  de 
esta  cuestidn,  han  hecho  uso  de  la  palabra. 

En  cuanto  a  lo  que  toca  a  las  inscripciones,  ni  aun  tan 
siquiera  he  mauifestado  que  las  de  la  Cueva  de  los  letreros 
esten  traducidas,  ni  creo  que  se  pueda  verificar  esa  traduc- 
tion ,  como  tampoco  la  de  otros  que  hay  por  ese  estilo  en 
las  Guevas  de  Govadonga.  ^Como  habia  yo  de  decir  esto, 
cuando  de  ningiin  modo  se  puede  fijar?  Indudablemente 
que  nada  sc  sabe,  porque  en  lo  que  se  ha  venido  haciendo 
por  medio  de  tantas  relaciones  como  ha  significado  el  senor 
Rada — a  quien  yo  respeto  muchisimo  por  su  grande  inte- 
ligencia, — no  cabe  decir  que  esas  inscripciones  que  America 
presenta,  tienen  una  semejanza  completa  con  las  de  la  Cueva 
de  los  letreros.  Sin  embargo,  se  reconoce  semejanza,  que  no 
quiere  decir  analogia;  hay  semejanza,  si,  pero  no  deduzca- 
mos  ninguna  consecuencia,  porque  podria  ser  peligrosa 
cuando  la  ciencia  se  halla  extraviada  en  la  comparacion, 
por  mas  que  sin  esta  comparacion,  ni  aun  tenemos  juicio 
en  la  vida. 

El  Sr.  Manovel:  Guando  vi  con  alegria  el  anuncio  del 
Congreso  de  Americanistas  de  Madrid,  no  conocia  las  ma- 
terias  que  en  el  se  habian  de  discutir,  y  no  me  ocurrid 
que  pudiera  ponerse  en  duda  el  influjo  que  tuvo  la  Iglesia 
en  el  hecho  que  considero  mas  grande  en  la  historia  uni- 
versal, despues  del  nacimiento  y  redencion  del  Mundo  por 
Jesucristo;  en  el  descubrimiento  delNuevo  Mundo.  En  este 
trascendentalacontecimiento,  apenashay  pormenor  que  no 
este  relacionado  con  el  nombre  de  Salamanca,  yen  la  cues- 
tion linguistica  que  se  debate,  los  misioneros  que  salieron 
del  convento  de  San  Esteban  de  dicha  ciudad ,  que  se  acer- 
can  al  niimero  de  cuatrocientos,  como  se  demostrara  en  su 
dia,  en  una  mitad  se  ocuparon  de  las  lenguas  indias,  des- 
collando  el  P.  Delgado,  que  formo  el  primer  diccionario  y 
la  primera  gramatica  de  la  lengua  del  Peru,  presentandola 
a  la  audieucia  de  Mejico. 


LINGUISTICA.  219 

Aqui  se  ha  dicho  que  los  misioneros  no  hicieron  mas 
que  fundarse  en  lo  hecho,  y  no  es  exacto.  Recuerdo  bien 
los  cuatro  que  siguieron  A  Colon,  a  su  salida  de  Salaman- 
ca, que  eran  los  PP.  Montero,  Valverde,  Mendoza  y  Pedro 
de  Cordova,  y  que  formaron  un  diccionario  llamando  a  los 
indios  y  anotando  los  sonidos  de  las  palabras  que  pronun- 
ciaban  sin  atenerse  a  las  reglas  de  formation  del  habla  cas- 
tellana.  Lo  mismo  han  hecho  las  misiones  de  Asia,  forman- 
do  las  gramaticas  de  las  lenguas  que  se  hablan  en  Filipi- 
nas,  y  no  se  dira  que  alii  ha  precedido  la  espada. —  ;Ah, 
seriores!  que  triste  hubiera  sido  la  suerte  de  America  sino 
hubiera  ido  la  Cruz.  De  ella  se  dijo  y  se  dira  siempre  Cruz 
vincit.  La  espada  infunde  temor,  y  es  la  que  priva  al  hom- 
bre  de  la  libertad,  por  consiguiente,  no  estoy  conforme  con 
el  Sr.  Jimenez  de  la  Espada  en  cuanto  a.  la  afirmacidn  de 
que  la  espada  haya  civilizado  a  America. 

El  Sr.  Arias  de  Miranda,  ha  atentado  tambien  a  la  mayor 
gloria  de  Fr.  Bartolome  de  las  Casas;  a  su  catecismo;  pero 
tengase  presente  que  lo  que  en  este  sentido  se  ha  escrito 
del  Apostol  de  las  Indias,  es  una  calumnia.  (Rumores.)  La 
verdad  se  dice  donde  quiera.  No,  no  era  hombre  que  se  pu- 
diera  calificar  de  atrabiliario;  hacerlo,  ha  sido  una  indigni- 
dad  de  autores  extranjeros.  (Murmullos.)  A  nadie  he  ofen- 
dido,  mas  no  proseguire  en  la  explanation  de  lo  que  me 
ocurre,  y  acabo  presentando  a  la  mesa  una  Memoria,  con 
el  ruego  de  que  se  sirva  recomendarla  como  tema  del  futu- 
ro  Gongreso. 

Influencia  de  los  Conventos  de  la  Rabida  y  de  San 
Esteban  de  Salamanca  en  el  descubrimiento  de 
America. 

Siendo  cvidente  que  Colon,  desoido  6  rechazado  en  varias 
naciones  de  Europa  fue  atendido  al  tin  y  apoyado  en  Es- 
paha,  resta  poner  en  claro  un  punto  tan  importante  para 


220  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

la  historia,  como  oscaro  Je  suyo  y  embrollado  cada  vez 
mas  por  los  historiadores;  a  saber,  £que  individuos  6  cor- 
poraciones ,  y  de  que  manera  influyeron  cada  uno  en  la 
historica  resolution  de  Isabel  la  Gatolica?  y  sobre  todo, 
,;,  que  parte  cave  a  los  conventos  de  la  Rabida  y  de  San  Es- 
teban  de  Salamanca  en  la  gloria  del  descubrimiento  de  la 
America? 

Seria  ofender  la  ilustracidn  de  este  respetabih'simo  Cuer- 
po  si  me  propusiera  hacer  un  largo  discurso  en  apoyo  de 
la  proposicion  que  os  acabo  de  leer.  Me  limitare  por  tanto 
A  unas  ligeras  observaciones  con  el  unico  objeto  de  fijar  la 
atencion  de  esta  ilustre  Academia  sobre  un  punto  cuya 
trascendencia  historica  habran  comprendido  los  que  me  es- 
cuchan  a  la  simple  lectura  de  esta  proposicicjn. 

Que  esta  altamente  interesada  la  honra  de  nuestra  patria 
en  sacar  a  luz  y  presentar  en  la  escena  de  la  historia  los 
nombres  do  aquellos  preclaros  varones,  sin  cuya  ilustra- 
cion  y  concurso  no  hubiera  quedado  para  siempre  ligada 
a  Espaila  la  gloria  del  descubrimiento ,  es  una  verdad  gra- 
bada  en  la  conciencia  de  todos  nosotros,  y  en  la  cual  por 
tanto  no  debo  insistir  mas.  Solo  me  fijarc,  pues,  en  laspa- 
labras  de  la  proposicion  que  pudieran  a  primera  vista  pa- 
recer  exageradas,  pero  que  por  desgracia  son  una  tristerea- 
lidad,  y  son  el  que  los  patronos  y  sostenedores  del  proyecto 
del  gran  marino  no  ocupan  en  el  gran  cuadro  de  la  histo- 
ria el  puesto  de  honor  que  de  derecho  les  corresponde,  y 
que  los  historiadores  todos  al  trazar  los  pasos  que  did  en 
Espaila  el  ilustre  genoves  hasta  la  consccucion  de  suanhe- 
lado  proyecto,  han  envuelto  en  las  sombras  de  la  mas  lasti- 
mosa  confusion  un  periodo  tan  interesante  a  nuestra  his- 
toria, embrollandole  mas  y  mas  a  proporcion  que  se  han 
propuesto  ilustrarlo. 

Nada  diremos  del  famoso  Herrera,  cronista  de  Felipe  II, 
que  le  toca  solo  de  paso;  nada  de  Muiioz,  que  si  bien  algo 
mas  extenso  tampoco  detalla  los  hcchos,  nada  de  Navarrete, 
cuyo  unico  objeto  fue  amontonar  documentos;  tampoco  me 


LA    RAHIDA    Y    SALAMANCA.  221 

ocupo  de  los  historiadores  generales  de  la  talla  de  Cesar 
Gantii,  que  sin  examinar  concienzudamente  el  punto, 
acepto  sin  examen  las  ideas  comunmente  recibidas.  Pasare 
en  fin  por  alto  hasta  los  liltimos  historiadores  contempora- 
neos  como  D.  Modesto  Lafuente,  Gabanilles,  Gebhart,  Ga- 
ballero,  Prescot,  etc.,  que  bebiendo  en  fuentes  no  puras.  y 
fiandose  de  autoridades  de  no  buena  critica  dejanel  mismo 
vacio  e  incurren  en  las  mismas  inexactitudes. 

Me  fijare  solo  en  dos  linicos  biografos  de  Colon  que  des- 
pues  de  la  vida  que  escribio  su  hijo  D.  Fernando  se  han 
ocupado  exclusivamente  del  asunto,  separando  de  la  Ilis- 
toria  general  del  descubrimiento ,  la  vida  del  descubridor, 
concretan  toda  su  atencion  a  este  su  exclusivo  objeto.  Com- 
prendereis,  seriores,  que  hablo  de  Washington  Irving  y  del 
Conde  Roselly.  El  tftulo  de  biografos  del  Duplicador  del 
Mundo,  parece  que  les  imponia  el  deber  de  puntualizar  los 
hechos  y  aclarar  este  interesante  episodio  historico;  oscon- 
vencereis,  sin  embargo,  de  que  lejos  de  haber  esclarecido  el 
asunto  siguiendo  el  orden  cronologico  y  conciliando  las  fe- 
chas  y  los  nombres  que  flguran  en  este  importante  aconte- 
cimiento,  andan  por  el  contrario  tan  desorientados  que  ni 
siquiera  advierten  ellos  mismos  las  contradicciones  en  que 
incurren. 

Asi,  por  via  de  ejemplo,  Washington  Irving  introducien- 
do  a  Colon  en  Espana,  por  el  convento  dela  Rabida,  le  hace 
ir  despues  a  Cordoba,  donde  le  pone  por  primera  vez  en  re- 
lation con  la  corte.  Lib.  n,  cap.  i  dice:  Colon  permanecio 
en  la  Rabida  hasta  la  primaveradel  86;»  y  en  el  cap.  in  lie- 
go  Colon  dice  «a  Cordoba  a  principios  del  86. »  Roselly  de 
Lorgues,  cap.  v,  pag.  8G,  dice:  a  fines  de  Noviembre  del  aho 
1486  se  desposaron,  y  nacio  D.  Fernando  el  29  de  Agosto 
del  87.  El  mismo,  pag.  91  del  capitulo  citado,  fijo  las  fechas 
de  las  conferencias  de  Salamanca  a  fines  de  Noviembre  del 
mismo  86,  y  en  la  pag.  89  hablando  de  estas  conferencias, 
tenia  Colon  adice»  en  su  favor  la  calidad,  ya  que  no  la  can- 
tidad  de  los  votos,  y  a  seguida  en  la  pag.  100,  ahade:  «la 


222  CONGRES  DES  AMERICANISTES. 

Comision  se  separo  sin  haber  resuelto  nada;  pues  por  una- 
nimidad  condenaba  el  proyecto.» 

Si  la  Academia  tuviera  la  dignacion  de  proponer  al  Con- 
greso  de  Americanistas  de  1883  que  una  de  las  primeras 
cuestiones  fuese  la  proposition  que  he  tenido  la  honra  de 
leer,  es  evidente  el  servicio  que  con  ella  prestan'a  a  la  hon- 
ra de  Espana  y  a  la  verdad  hist6rica  del  acontecimiento 
mSs  grande  del  mundo. 

El  que  tiene  la  honra  de  dirigir  la  palabra,  cree  que  hay 
datos  suficientes  para  derramar  alguna  luz  sobre  este  com- 
plejo  y  hasta  hoy  involucrado  asunto,  con  tanto  mas  moti- 
vo,  cuanto  que  en  las  obras  hechas  recientemente  en  el 
convento  de  San  Esteban  de  Salamanca,  han  aparecido 
restos  venerandos  del  antiguo  edificio,  que  honro  Colon  con 
su  presencia,  y  principalmente  la  celda  del  Maestro  de  Es- 
tudiantes  que  a  la  saz6n  ocupaba  Deza,  y  cuyas  paredes 
fueron,  &  no  dudarlo,  testigos  mudos  de  los  sublimes  colo- 
quios  que  mediaron  antes  que  el  sabio  comprendiese  al 
genoves. — Doctor  Pedro  Manovel. 

El  Sr.  Arias  de  Miranda:  Siento  mucho  que  elsenor 
Manovel  se  haya  expresado  con  tanto  calor,  y  hare  constar 
que  solo  por  ser  ajeno  a  la  discusion  de  este  dia  lo  referente 
a  la  personalidad  del  R.  P.  Fray  Bartolome  de  las  Gasas, 
dejo  de  decir  la  opinion  que  me  merecen  sus  escritos. 

M.  Dognee:  Messieurs:  J'ai  demande  la  parole,  non 
pas  pour  vous  transporter  sur  le  terrain  des  querelles  reli- 
gieuses,  qui  doivent  nous  etre  interdites  ici,  mais  pour  vous 
declarer  que  nous  tous  tant  que  nous  sommes  ici,  Espagnols 
et  etrangers,  nous  devons  nous  tendre  la  main  et  nous  esti- 
mer  pour  rechercher  ensemble  la  verite.  J'ai  done  voulu 
faire  un  retour  aux  questions  de  linguistique,  et  je  de- 
mande pardon,  moi,  qui  ne  suis  pas  une  autorite  en  la  ma- 
tiere,  de  vous  arreter  quelques  instants  pour  parler  de  ces 
questions. 

Lorsque  nous  nous  occupons  des  langues  americaines, 


LINGUISTIQUE.  223 

nous  eprouvons  une  difficulte  que  nous  n'eprouvons  pas 
lorsque  nous  recherchons  des  langues  anciennes  en  Euro- 
pe. J'en  appelle  a  tous  ceux  qui  ont  fait  une  etude  speciale 
de  ces  questions :  ils  savent  les  obstacles  que  presente  l'etu- 
de  de  langues  qui  ne  sont  pas  representees  par  un  alpha- 
bet, et  les  beaux  raisonnements  qu'on  peut  faire  sans  rien 
prouver  quand  on  est  en  presence  d'un  langage  dont  on  ne 
connait  point  l'orthographe  et  qui  n'a  pour  ainsi  dire ,  pas 
de  monuments  ecrits.  II  faut  que  nous  puissions  dire,  com- 
me  le  pere  Rosette:  voila  un  mot,  je  le  lis,  je  le  comprends; 
en  voici  l'equivalent;  par  consequent,  voila  une  base  pour 
creer  une  science.  «I1  y  a  la  la  revelation  d'un  systeme.» 
Qu'avions-nous  pour  aider  nos  decouvertes  en  Amerique? 

Nous  avions  un  vocabulaire  fait  au  commencement  de  la 
conquete ,  un  ouvrage  plus  ou  moins  correct ,  avec  une  or- 
thographe  espagnole,  permettez-moi  de  le  dire;  cette  ortho- 
graphe  est  tres  variee  et  pas  du  tout  certaine.  (Observations 
dans  I' assistance.)  G'est  ce  qui  fait  la  difficulte"  de  l'etude 
qu'il  y  a  a  faire  sur  les  langues  americaines.  Votre  ortho- 
graphe  n'est  pas  celle  des  Russes,  ni  celle  des  Anglais,  ni 
celle  des  Scandinaves,  qui  ont  ecrit  l'orthographe  a  laquelle 
ils  etaient  habitues. 

Qu'est  ce  qu'on  devrait  faire?  Presenter  les  choses  le 
mieux  qu'on  peut,  mais  ne  pas  donner  comme  absolument 
certain,  comme  un  criterium  ce  qui  n'est  que  l'effet  du 
hasard.  La  linguistique  est  une  science  nouvelle,  qui  con- 
siste  a  rechercher  les  analogies  phonetiques,  avec  d'autres 
langues,  et  a  reconstituer  l'orthographe  d'un  mot  qu'on  a 
devine  malgre  lui,  si  je  puis  dire.  Permettez  moi  de  vous 
rappeler  comment  on  procede  en  archeologie.  Autrefois, 
on  etait  archeologue  avec  plus  de  legerete  qu'aujourd'hui. 
Qu'on  regarde  les  ecrits  des  archeologues  du  xvie  siecle:  ils 
croyaient  toujours  que  c'etait  arrive.  Aujourd'hui,  on  agit 
avec  plus  de  patience,  on  dessine.  Mais  quelle  que  soit  la 
facilite  du  dessinateur,  quelle  que  soit  l'habilite  de  sa  main, 
il  est  de  son  siecle.  Et  nous  sommes  tous  de  notre  siecle, 

1  5 


224  CONGRES    DES    AMERICANISTES. 

nous  en  suivons  tons  plus  on  raoins  la  mode,  mais  nous  la 
suivons,  et  nous  croyons  dc  bonne  foi  cc  qui  nous  parait 
possible.  Ici ,  Ton  copie  une  inscription:  on  trouve  les  tra- 
ces d'une  lellre  qu'on  prend  pour  une  M;  mais  si  Ton  frotte 
bien  le  materiel,  on  decouvre  que  ce  n'est  pas  du  tout  une  M, 
mais  une  II.  Sous  cc  rapport,  nous  avons  a  rectifier  bien  des 
inexactitudes  de  nos  devanciers  ,  et  des  inexactitudes  com- 
miscs  de  bonne  foi.  Un  Gouvernement  que  je  nommerai  pas, 
parce  (ju'il  faut  yardonner a  un  Gouvernement  qui  commet 
une  erreur,  avait  achete  un  diptyque  en  ivoire  du  xvie  sic*- 
cle  qui  etait  parfaitement  faux.  On  avait  reproduit  l'origi- 
nal  au  moyen  d'un  dessin  dc  la  fin  du  xvie  siecle.  Je  fus 
appele  a  la  collection  oil  se  trouvait  l'objet,  et  je  dus  recon- 
naitre  qu'il  etait  faux  parce  qu'on  avait  trouve  l'original 
ailleurs;  l'original  ressemblait  bien  mieux  au  dessin  qu'on 
me  presentait.  Gelui  qui  avait  fait  la  reproduction  avait 
bien  dossine  la  cliose,  c'est  vrai;  mais  il  avait  travaille  avec 
l'orthograpbe  de  son  temps,  si  je  puis  m'exprimer  ainsi. 
De  meme  il  faut  se  defier  en  inatiere  de  linguistique  plus 
qu'en  toute  autre  matiere :  il  faut  traiter  cctte  langue  pas  a 
pas  et  s'anvter  a  cbaque  instant  en  route  pour  rellechir;  il 
faut  douter,  parce  que  c'est  en  doutant  qu'on  arrive  a  la 
verite. 

Or,  nous  avons  a  cote  des  faits  precis  qui  nous  ont  ete 
laisscs  par  le  passe  des  donnees  parfaitement  erronees,  et 
pcrmettez  moi  de  dire  un  cbose  qui  paraitra  paradoxale 
mais  qui  est  parfaitement  juste:  je  crois  parfaitement  a  l'e- 
rudition  de  mes  amis  qui  s'occupent  de  langues  anciennes, 
mais  je  doute  d'eux  en  science.  Je  ne  dis  pas  qu'il  ne  doive 
y  avoir  une  tradition  des  langues  anciennes,  des  lan- 
gues classiques,  dans  les  langues  modernes,  qui  sont  par- 
lees  encore  aujourd'bui;  il  doit  evidemment  resterdes  tra- 
ces au  moytui  desquelles  on  puisse  determiner  les  rayon- 
nerncnts  des  langues  qui  se  parlaient  dans  le  Sud,  dans  le 
centre  ou  dans  le  Nord  d'une  contree.  On  doit  baser  ces  re- 
chercbcs  sur  les  auciens  monuments,  l'avenir  de  la  science 


LINGUISTIQUE.  225 

est  la.  Quanta  nous,  nous  devons  tacher  de  retrouver  la 
tradition  des  langues  anciennes  dans  les  langues  modernes. 
II  faut  faire  avee  les  langues  de  TAmerique  ce  qu'on  a  fait 
avec  le  cophle  pour  l'anc.ien  egyptien.  Le  cophte  lui-mrme 
n'esl  plus  parle  dans  l'Egypte,  mais  il  en  reste  des  traces 
qui  out  permis  a  Ghampollion  de  reconstituer  d'abord  cet 
idiome  pour  retrouver  ensuite  l'ancienne  languc  egyptien- 
ne.  En  Amerique,  on  doit  pouvoir  reussir  de  la  meme  facon, 
car  les  quelques  langues  qui  y  res  tent  encore  doivent  nous 
donner  quelques  lumieres  pour  chercher  ce  qu'on  y  parlait 
autrefois.  Les  voyageurs  qui  parcourcnt  les  differentes  con- 
trees  de  TAmerique  devraient  prendre  soin  de  recueillir  des 
alphabets  afin  que  nous  puissions  avoir  quelques  indices 
pratiques  pour  arriver  a  preciser  les  questions  de  linguisti- 
que  avec  une  certaine  verite. 

Si  nous  examinons  les  alphabets  des  differentes  langues 
europeennes,  nous  trouvons  des  difficultes.  Je  no  vous  par- 
lerai  pas  de  la  jota  espagnole,  ni  du  e  italien ,  ni  du  th  an- 
glais, ni  de  toutes  les  langues  qui  sont  connues  de  nous. 
Mais  si  quelqu'un  etait  assez  polyglotte  pour  nous  donner 
un  Mezzofante  nouveau,  il  aurait  un  vaste  champ  et  pour- 
rait  nous  renseigner  sur  une  foule  de  choses.  Malheureuse- 
ment,  la  science  est  rare.  On  dit  qu'un  cardinal  rccemment 
mortpossedait  cette  remarquable  connaissance  des  langues. 
Je  ne  l'ai  pas  verifie,  mais  je  doute  que  quelqu'un  se  trouve 
encore  pour  entreprendre  une  pareille  tuche.  Ccpendant,  si 
les  grands  connaisseurs  de  langues  font  defaut,  nous  avons 
aujourd'hui  une  science  nouvelle — permettez  moi  de  re- 
monter  encore  une  fois  a  l'archeologie — nous  avons  le  des- 
sin  qui  est  une  science  positive  et  qui  nous  fournit  des  ele- 
ments d'appreciation  qu'on  ne  peut  dementir,  nous  avons 
la  photographic  Pour  l'ecriture ,  nous  avons  la  meme 
chose,  une  science  tout  a  fait  exacte,  la  stenographic  Ici, 
je  parle  encore  par  experience,  parce  que  j'ai  essaye  d'ap- 
prendre  la  stenographic  etant  enfant.  Cette  science  pourra 
fort  bien  venir  en  aide  a  la  linguistique ,  parce  qu'elle  a 

TOMO  II.  15 


22G  C0NGRES   DES    AMERIGANISTES. 

pour  objet  la  reproduction  des  sons  sans  se  preoccuper  de 
l'orthographe;  les  caracteres  dont  elle  se  sert  sont  fort  nom- 
breux  et  merac  assez  compliques,  et  Ton  peut  les  multiplier 
a  Finfini.  Je  ne  vous  parle  pas  de  la  stenographic  telle 
qu'on  la  fait  actuellement,  ou  l'on  escamote  une  partie  des 
sons  intermediates  comme  l'orateur  escamote  lui-meme 
une  partie  des  mots.  Mais  les  elements  de  la  stenographie 
permettent  d'ecrire  nettement  les  sons  qu'on  en  tend,  comme 
la  photographie  rend  exactement  l'image  refletee  par  le  so- 
leil  sur  l'objectif. 

Et  bien,  je  demanderai  que  les  voyageurs  qui  veulent 
bien  se  devouer  pour  aller  faire  des  investigations  au  sujet 
des  langues  existantes  veuillent  bien  se  donner  la  peine 
d'apprendre  les  elements  de  la  stenographie — ce  sera  une 
etude  de  quelques  jours  —  pour  qu'ils  puissent  nous  rappor- 
ter  des  fragments  de  langage.  lis  constitueraient  ces  frag- 
ments en  rendant  exactement  ce  qu'ils  auront  senti.  Ce  n'esfc 
qu'un  moyen  auxiliaire,  mais  dans  la  science  actuelle,  il 
n'est  plus  permis  de  dedaigner  les  ressources  qui  se  pre- 
sentent,  quelques  petites  qu'elles  soient ;  il  faut  etre  prati- 
que, rompre  avec  le  passe  et  jeter  de  cote  les  idees  precon- 
cues.  II  faut  marcher  pas  a  pas  dans  la  methode  positiviste 
qui  est  la  vraie;  il  faut  voir,  avoir,  tenir  dans  la  main,  et 
alors,  petit  a  petit,  etablir  son  ceuvre.  La  vie  humaine  est 
courte,  mais  l'humanite  est  grande,  et  Ton  doit  chercher  a 
leguer  a  ses  successeurs  ce  qu'on  a  pu  faire  pour  frayer  la 
route  du  progres.  ( Applaudissements  prolonges.) 

•El  Sr.  Vinson:  Debo  manifestar  que  hace  proximamente 
un  ano  que  existe  una  comision  expresamente  encargada 
de  hacer  investigaciones  historicas  para  el  estudio  de  las 
lenguas  americanas.  Esperemos  confiadamente  en  que  esa 
Comision  nos  facilitara  datos  seguros  en  que  sen  tar  los  ci- 
mientos  de  estos  estudios. 

El  Sr.  Quijano  Otero:  Tengo  la  satisfaccion  de  ofre- 
cer  al  Congreso  una  gramatica  y  vocabulario  de  la  lengua 


LINGUiSTICA.  227 

Ghibcha,  copiados  del  original  inedito  atribuido  al  P.  Fray 
Joaquin  de  San  Joaquin,  que  se  escribi6  el  ano  de  1620,  y 
otra  grama  tica  y  vocabulario  de  la  lengua  que  hablan  los 
indios  Darienes ,  obra  tarabien  inedita  del  Sr.  D.  Jose  Vi- 
cente Uribe. 

Colombia,  mi  patria,  quiso  subsanar  en  lo  posible  la  in- 
justicia  de  los  slglos  pasados,  cuando  reclamaba  como  titulo 
primero  de  su  gloria  el  haber  tornado  el  nombre  de  su  ilus- 
tre  descubridor,  el  cual  debia  llevar  toda  America,  y  parece 
que  esto  me  da  liber  tad  para  suplicar  al  Sr.  Duque  de  Ve- 
ragua,  a  nuestro  ilustre  Presidente,  a"  quien  tiene  el  alto 
honor  de  llamarse  Cristobal  Colon,  que  sea  el  6rgano  que 
haya  recibido  en  el  Congreso  presente  los  votos  de  agrade- 
cimiento,  los  m£s  sinceros  de  mi  pais,  por  ser  el  ultimo  que 
recibio  el  calor  del  regazo  materno  de  la  madre  patria ,  Es- 
paria.  No  temo  ser  desmentido  por  ninguno  de  los  america- 
nos,  cada  uno  de  los  cuales  vale  mas  que  yo,  cuando  en  el 
momento  en  que  va  a  terminar  este  Congreso  sus  tareas, 
cuando  venimos  a  asistir  a"  una  de  las  fiestas  de  la  civiliza- 
tion ,  me  haga  eco  de  toda  la  America  al  hacer  un  voto  por 
la  paz  y  por  la  prosperidad  de  todas  las  naciones  de  Europa 
y  America.  (Fue  sumarnente  aplandido.) 


1  5  * 


GRAMMATICA 


FRASES.  ORACH.  G4THEZISH0 ,  COPESSOMBIO 


Y  BOCABULARIO  DE  LA  LENGUA 


C  X3I  I  B  C  ZE3I  ^l 


1620. 


Copiado  del  manuscrito  original 
POR    J.     M .     QUIJANO 

EN     BOGOTA. 


LIBRO  PRIMERO. 

DE  LA  GRAMATICA  BREVE  DE  LA  LENGUA  «MOSCA». 


DOS  PRONUNCIACIONES  Y  ESCRITURAS. 
Pronunciaci6n. 

La  primera  una  i  vale  por  una  letra  que  ni  es  e  ni  i; 
v.  g.,  quye,  el  palo. 

La  segunda  es  la  hy,  diction  que  se  pronuncia  con  soplo 
algo  gutural;  v.  g.,  hyca,  el  nombre. 

Los  nombres  no  tienen  mimeros  ni  casos. 

Pronombres  sustantivos. 

Hycha,  yo.  Chie  ,  nosotros. 

Muy,  tii.  Mie,  vosotros. 

Assi,  aquel.  Assi,  aquellos. 

Significan  por  si,  y  sirven  para  el  verbo  sustantivo. 

Adyacentes. 

Son  los  adyacentes  de  dos  maneras: 

Ze,  yo;  Um,  tu;  a,  aquel;  Chi,  nosotros;  Mi,  4. 

Sirven  para  los  nombres  y  para  los  verbos  todos ,  fuera 
de  los  pasivos  y  los  participios. 

Cha,  yo;  Ma,  tii;  Cliia,  nosotros;  Mia,  vosotros;  no  tie- 
nen tercera  persona.  Del  uso  de  estos  pronombres  se  dira 
en  la  sintaxis. 


232  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


Del  verbo  sustantivo  uGuen.» 

No  tiene  mas  que  dos  voces  del  modo  indicativo :  la  pri- 
mera  es  gue ,  y  sirve  para  todas  las  personas  y  para  el  pre- 
serve, preterito  imperfecto,  perfecto  y  pluscuamperfecto; 
v.  g.,  Hycha  guen:  yo  soy,  era,  fuf  y  habia  sido. 

!\ga.  La  segunda  voz  es  el  futuro;  v.  g. ,  Hyclia  ngd:  yo 
sere,  etc.  Esta  voz  es  el  ngd. 

Optative  Puesta  la  silaba  be  en  el  precedents  futuro;  v.  g., 
Hycha  ngabe:  ojala  yo  sea,  etc. 

Subjuutivo  Si.  La  particula  sola  sa  6  san  suple  para  los  pre- 
teritos  y  pluscuamperfectos;  v.  g.,  Hycha  san:  si  yo  fuese  6 
hubiese,  fuera  6  hubiese  sido,  etc. 

Aunque.  Nohocan  sirve  para  presente  y  preterito  perfecto; 
v.  g.,  Hycha  nohocan:  aunque  yo  sea  6  fuese,  etc. 

Para  el  preterito  perfecto  y  pluscuamperfecto  sirven  el 
san  y  el  nohocan  juntos,  6  el  san  y  el  cuan-  v.  g. ,  Hycha 
sannohocan  vel  Hycha  sancuan:  aunque  yo  fuera  6  hubiera 
sido. 

Las  interrogaciones. 

Oa  vel  na  sirve  de  verbo  e  interrogacion  y  para  todas  las 
personas  y  tiempos  que  estan  antes  del  futuro;  v.  g.,  ^Hycha 
ca?  <.;soy,  era,  fui,  habia  sido  yo?  etc. 

Nua  sirve  para  el  futuro;  v.  g. ,  iJlycha  nua?  ^sere  yo? 

Negaciones. 

Nza  sirve  para  todos  los  tiempos  y  personas  que  la  pri- 
mera  interrogacion;  v.  g.,  Hycha  nza:  yo  no  soy,  etc. 

Nzinga  sirve  para  el  futuro;  v.  g.,  Hycha  nzinga:  yo  no 
sere,  etc. 

Subjuntivo  negativo.  Nzacan  sirve  para  presente  y  preterito 
perfecto  de  subjuntivo;  v.  g. ,  Hycha  nzacan:  si  yo  no  soy 
6  no  fuere. 


gramatica  mosca.  233 

Nzasan  sirve  para  el  mismo  subjuntivo  en  preterito  im- 
perfecto  y  pluscuamperfecto;  v.  g.,  Hycha  nzasan:  si  yo  no 
fuera  6  hubiera  sido,  etc. 

Aunque  no.  Nzanan  nohocan  sirve  para  preterito  perfecto  y 
presente;  v.  g. ,  Hycha  nzanan  noliocan:  aunque  yo  no  sea 
6  fuere. 

Nzasan  noliocan  sirve  para  preterito  y  pluscuamperfecto; 
v.  g.,  Hycha  ncasan  nohocan:  aunque  yo  no  fuera  6  hubiera 
sido,  etc. 

Oulalivo  negative  Nzanehe;  v.  g. ,  Hycha  nzanebe:  ojala  yo 
no  sea  6  fuese. 

Hycha  nzavanaco. 

Ngabanai  significa  lo  mismo;  v.  g. ,  Hycha  ngabanai:  6 
si  yo  no  fuese;  Muy  ngabanai:  6  si  tu  no  fueses,  etc. 

Del  verbo  segundo  sustantivo  «Zeguene». 

Acompanase  con  los  pronombres  adyacentes  ze,  urn,  a, 
chi,  mi,  a.  Significa,  no  ser  absolutamente,  sino  afirmar 
una  cosa  de  otra,  y  la  cosa  afirmada  tiene  una  c  despues  de 
si;  v.  g. ,  Muysca  c  zeguene:  soy,  fui  6  habia  sido  hombre; 
Muysca  cumguone,  Muysca  c  aguene,  Muysca  c  chi  gue- 
ne,  etc. 

Futuro,  muysca  c  zgueninga.  Imperativo,  tiene  el  segun- 
do no  mas,  muysca  c  chaguecua. 

Supino.     Muysca  c  zeguenuia:  sin  ser  6  para  ser  hombre. 

Participio  presente,  preterito  imperfecto,  perfecto  y  plus- 
cuamperfecto, Muysca  c  chaguecua:  yo  que  soy,  era,  fui  y 
habia  sido  hombre,  etc. 

Futuro  de  participio,  Muysca  c  chaguecua  ninga:  que  sere 
yo  6  tengo  de  ser  hombre. 

Modo  optativo  se  suple  con  la  particula  be  en  la  primera 
voz  de  preterito;  v.  g.,  Muysca  c  hoc  zeguenebe:  6  si  yo  fuese 
hombre  de  bien. 

El  negativo  se  dice  asi:  Culiupqua  czeguenzanebe:  o  si  no 
fuese  sordo,  vel  Chnpqua  czegueninga  banai. 


234  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

ftubjuntivo. 

Como  si,  cuando.  Con  la  parti'cula  nan  despues  de  la  primera 
voz  sirve  para  presente,  preterito  perfecto;  v.  g. ,  Muysca 
c  hoc  zeguennan:  como  si,  6  cuando  yo  soy  6  fuere  hombre 
de  bien,  etc. 

Siendo  hombre  de  bien  con  ponderacion ,  Muysca  c  hoc 
zeguensan. 

San  sirve  para  el  preterito  imperfeclo  y  pluscuamperfecto 
del  subjuntivo:  si  yo  fuera,  hubiera  sido  hombre  de  bien, 
Muysca  c  hoc  chaguecua  san. 

El  futuro,  si  yo  hubiera  de  ser,  Muysca  choque  chague- 
cua ningasan. 

Aunque,  de  prescDte.  Muysca  c  hoc  guennan  nohocan  vel  cuan: 
aunque  yo  sea  hombre  de  bien. 

Aunque,  de  preterito.  Muysca  c  hoc  chaguecua  san  nohocan  vel 
cuan. 

Aunque,  de  futuro.  Muysca  c  hoc  chaguecuaninga  san  nohocan 
vel  cuan:  aunque  yo  hubiera  de  ser  hombre  de  bien. 

Frecuentalivo.     Zeguensuca:  suelo  ser,  etc. 


De  las  conjugaciones. 

Scua,  Suca.  Son  dos:  acaba  la  primera  en  squa,  y  la  segun- 
da  en  suca.  Tienen  los  tres  modos,  indicativo,  imperativo 
e  infinitivo  propios ;  los  demas  se  suplen  como  vimos  en  el 
verbo  zeguene. 

PRIMERA     CONJUGACION. 

Presente  j  preterito  imperfecto. 

S.  1  .a  Zebcuisca Yo  hago. 

2.a  Umcuiscua Tii  haces. 

3.*  Abcuiscua. El  hace. 


GRAMATICA    MOSCA.  235 

P.  1  .a  Chibcuiscua .     Nosotros  hacemos  6  haciamos. 
2.'  Mibcuiscua. .     Yosotros  haceis  6  haciais. 
3.a  Abcuiscua. . .     Aquellos  hacen  6  hacian. 

Prelerilo  perfecto. 

Zebcui,  yo  hice. —  Umcui,  tii  hiciste. — Abcui,  el  hizo. — 

Chibcui,  nosotros  hicimos, —  Mibcui,  vosotros  hicisteis. — 

Abcui,  ellos  hicieron. 

Fuluro. 

Zebcuinga.  ......  Yo  hare.       Chibcuinga. . .  Nos  haremos. 

Umcuinga Tii  haras.     Mibcuinga.. . .  Yos  hareis. 

Ab  cuing  a El  hard.       Abcuinga Ellos  haran. 

Impcrativo. 

El  primero,  Cuyu,  haz  tii. — Cuyuva,  haced  vosotros. 
El  segundo,  Chaquisca,  estime  yo  hacieado. 
Otro  segundo,  Chacuyia,  haga  yo. — Maquyia,  haz  tii. — 
Quyia,  Chiquyia,  etc. 

Modo  infinitive 

Presente,  Chaquisca Que  yo  hago  6  hacia. 

Preterito,  Chaquica Que  yo  hice  6  hube  hecho. 

Futuro,  Chaquinga Que  yo  hare  6  tengo  de  hacer. 

Futuro  2.°,  Chaquinguepcua.  Que  yo  habia  6  debia  hacer. 

Snpinos. 

El  primero,  Zebquyiva:  para  hacer  algo. 

El  segundo,  Quica:  a  hacer. 

Del  modo  subjuntivo  y  optativo  diremos  despues  de  la 
segunda  conjugacion,  porque  se  suple  en  las  dos  conjuga- 
ciones  con  las  mismas  particulas. 


236  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 


SEGUNDA     CONJUGACION    EN    SUCa. 
Iloilo  indicativo. 

Presente  y  preterito  imperfecta,  Zeguitysuca:  yo  azoto  6 
azotaba. 

Preterito  perfecto,  Zeguiti:  yo  azote. 
Futuro,  Zeguitininga:  yo  azotare. 

Imperative 

El  primero,  Guitu:  azota  Ui. —  Guituva:  azotad  vosotros. 
El  segundo,  Chaguitisuca:  estime  yo  azotando. 
El  otro  segundo,  Chaguitua:  azote  yo. 

Infinilivo. 

Presente,  yo  que  azoto  6  azotaba:  Chaguitisuca. 
Preterito,  yo  el  que  azote  6  habia  azotado:  Chaguitua. 
Futuro,  que  yo  azotare  6  tengo  de  azotar :  Chaguitininga. 
Futuro  2.°,  que  yo  habia  6  debfa  azotar:   Chaguitinin- 
guepqua. 

REGLAS    COMUNES   A    LAS    DOS    CONJUGACIONES. 

1."  El  futuro  perfecto  se  suple  de  esta  manera:  ienga 
ahuque:  ya  habra  venido. 

2."  Sia. — El  imperativo  primero  sirve  para  la  action  in- 
mediata;  el  segundo  para  cuando  ha  de  mediar  alguna  ac- 
cion; si  se  inandan  muchas  cosas  a  uno,  el  primer  impera- 
tivo fabozema  cubusaj  ha  de  ser  el  primero;  y  los  demas 
son  segundos,  si  no  es  que  se  manda  a  muchos,  que  enton- 
ces  mejor  es  ponerlos  todos  segundos  (misocas  migurtua). 

El  mandar  para  adelante  se  usa  por  el  tiempo  de  futuro; 
v.  g.,  confesar:  Umcuinga. 


C.RAMATICA    M0SCA.  2j7 

3."  El  modo  permisivo  va  por  imperalivo  primero  6  se- 
gundo,  Pcuinsin,  vel  Ma'saia ,  y  el  negative*  por  preterito 
con  negation  y  la  par  taenia  sa;  v.  g.,  pcuinanazasa. 

4.a  Subjuntivo  para  las  dos  conjugaciones,  con  varias 
particulas. 

Nan,  si,  cuando,  como.  Presente,  bcuiscuanan :  si  yo  esloy  ha- 
ciendo. 

Preterito,  bcuinan:  si  yo  nice  6  hiciere. 

Futuro,  bcuinganan:  si  yo  he  6  hubiere  de  hacer. 

Sa,  I,  sari.     Con  participios  y  particula. 

Otro  presente  (falta  en  el  original):  siyo  estuviera  hacien- 
do  6  si  yo  biciera,  id  est,  si  yo  acostumbrara,  frecuentara. 

Preterito  imperfecto  y  pluscuampcrfecto ,  Chaqwjia  san: 
si  yo  hiciera  6  hubiera  hecho. 

Futuro,  Chaquinga  san:  si  yo  hubiera  de  hacer. 

Xin.     Otro  presente,  Chaquiscaxin :  estando  yo  haciendo. 

Otro  preterito,  Chacuicaxin:  cuando  yo  hice  6  hiciere,  6 
haciendo  yo,  id  est,  luego  que  hice. 

Nsan.  Nsan  sirve  para  ponderar  la  accion  y  para  todos  los 
tiempos,  bcuiscuansan :  haciendolo  yo;  bcuinsan:  habien- 
dolo  yo  hecho;  bcuingansan:  habiendolo  de  hacer. 

Scie;  esta  particula,  puesta  y  aiiadida  al  preterito,  denota 
modo  como  se  hace  la  cosa;  v.  g. ,  acui  chcui  sie:  vino  co- 
miendo;  y  si  el  perfecto  tiene  la  particula  cui  aiiadida,  en- 
tonces  se  le  quita;  v.  g.,  zegu  sie  ina:  me  fui  diciendo;  y  no 
se  dice  zegucui  sie  ina. 

Nuca,  zebcuiscuanuca :  estando  yo  haciendo  actualmente; 
y  tambien  sirve  esta  particula  nuca  para  los  preteritos  que 
tienen  sentido  de  presentes;  v.  g.,  isucun  nuca:  estando  yo 
actualmente. 

Nan  nohocan. — Presente,  bauscua  nan  nohocan:  aunque 
yo  este  haciendo. 

Preterito,  bcuinan  nohocan:  aunque  yo  hice,  haga  6  haya 
hecho. 

Futuro,  bcuinganan  nohocan:  aunque  yo  he  de  hacer  6 
haya  de  hacer. 


238  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Con  participios.  Presente,  chacuisca  san  nohocan:  aunque  yo 
estuviera  haciendo. 

Preterito  imperfecta  y  pluscuamperfecto ,  chacui  i  asan 
nohocan:  aunque  yo  hiciera  6  hubiera  hecho. 

Futuro,  chacuinyasan  nohocan:  aunqae  yo  hubiera  de 
hacer. 

Otro  modo  para  decir  aunque.  Guexin,  bcuisuguixin :  aunque  yo 
estoy  haciendo ;  bcuiquexin :  aunque  yo  hice  (mas  bien 
Guenxin?) 

Suhjuntivo* 

Siguen  algunas  particulas  que  hacen  sentido  elegante  en 
compaiiia  de  algunos  tiempos. 

Ubina. — Mientras  yo  hacia,  baiisque  ubina;  mientras  yo 
fui,  ina  ubina;  mientras  tii  no  vienes,  umhuzan  ubina. 
Pero  cuando  es  abverbio,  esta  particula  ubina  se  pone  antes 
del  verbo;  v.  g.,  sina  mazona,  ubina  ipcua  bie  bating  a:  es- 
tate aqui  (i?),  entretanto  hare  alguna  cosa. 

Porque  no,  id  est,  ne. — Se  dice  de  una  de  tres  maneras: 
la  primera,  changuiti  quihichaca:  porque  no  me  azotasen; 
la  segunda,  changuiti  zaninga  empcuaque;  la  tercera,  chan- 
guitininga  empcuaque:  porque  no  me  azoten. 

Luego  que  se  fue,  6  al  punto. — Se  dice  de  tres  maneras: 
la  primera  es  anabohoza;  la  segunda  es  umnacu;  la  tercera 
es  aiiadiendo  esta  particula,  cuaxin,  al  participio  de  prete- 
rito, y  hace  sentido  de  preterito  y  de  fnturo;  v.  g. ,  bgie 
cuaxin  fihiste  misea  zegucui,  1. ,  zeginga:  luego  que  muri6 
dije  misa  por  el,  6  luego  que  muriere  dire  misa  por  el.  Ysi 
el  participio  acaba  en  a  se  quita;  v.  g.,  masai  cuaxin:  luego 
que  te  fuiste. 

Hasta  que  murio  6  hasta  que  muera.  —  Se  dice  de  tres 
maneras:  la  primera,  abginga  nxie;  la  segunda,  abginginca 
nxie;  la  tercera,  abgingicui  hica  nxie. 

No  vayas  hasta  que  yo  te  lo  diga;  no  saldra  de  alii  hasta 
que  pague;  y  otras  semejantes.  —  Se  dice  de  esta  manera: 


GRAMATICA    MOSCA.  23'J 

la  primera,  umnazinga  mahaque  zeguquynquy  hinga;  la 
segunda,  umnazinga  mahaque  zeguquyn  quy  hien  umnan- 
ga;  la  tercera,  umnazinga  mahaque  zeguquyn  quyhique 
umnanga;  item  por  los  tres  modos  arriba  dichos ,  masac 
zegunganxic  umzaninga,  etc. 

Pero  si  se  dice:  No  se  fue  hasta  que  yo  se  lo  dije,  se  dice 
de  esta  manera :  anaza  yquy  zeguquyn  quybyque  ana;  item 
por  los  tres  modos  arriba  dichos ,  yquy  zegunga  nxie  ana- 
za, etc. 


OPTATIVO    COMUN   PARA    AMBAS   CONJUGACIONES. 

Lo  mismo  que  se  dijo  en  el  vcrbo  zeguene  es  comiin  a  las 
dos  conjugaciones.  Item  suelenlo  decir  con  las  particulas 
siguientes:  haco  angas  abgybe,  6  si  se  muriese ;  haconya 
bgas  bgube,  6  si  yo  lo  matase;  guasgua  nga  zeguitibe,  6  si 
yo  azotase  aquel  muchacho. 

Del  modo  c6mo  se  forman  los  preteritos  e  imperativos  se 
dira  despues  de  la  sintaxis. 


De  la  voz  pasiva. 

No  admite  persona  que  hace,  como  la  latina;  esto  es,  de 
quien  es  hecha  la  cosa.  F6rmase  del  verbo  cercenando,  esto 
es ,  quitando  la  b  y  la  m  cuando  las  tuviere  el  verbo  en  el 
principio  6  por  primera  letra. 

Tiene  los  pronombres  cha,  mu,  etc.,  anadiendoles  otra  n 
al  fin,  y  la  tercera  persona  ha  de  ser  an,  aunque  en  los  par- 
ticipios  se  quita  la  a  con  la  tercera  persona  y  queda  sola 
la  n;  v.  g.,  nquyia:  el  que  fue  hecho. 

Presente ,  chanquyscua ,  manquyscua.  No  hay  dificultad 
en  conjugar  todos  los  otros  tiempos  al  que  sabe  la  voz  activa 
con  las  observaciones  dichas, 

Cuando  el  verbo  cercenado  comienza  por  i  despues  de 
1  6 


240  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

la  n  de  la  pasiva,  se  ha  de  poner  una  n  ;  v.  g. ,  clianhiscua: 
yo  soy  buscado  ,  etc.  Pero  cuando  despues  de  la  i  se  sigue 
a  vel  o,  se  pierde  entonces  la  i;  v.  g. ,  del  verbo  zebiascua, 
la  pasiva  cs  chanhascua;  del  verbo  zebiotysuca ,  channoty- 
suca,  etc. 

Pero  el  verbo  zemoncasuca ,  en  su  pasiva,  pierde  la  m  y 
la  convierte  en  w,  despues  de  la  cual  se  pone  la  n  de  la  pa- 
siva; v.  g  ,  chauncane:  conocieron,  me  mauncane,  aunca- 
ne,  etc. 

DE    LAS   NEGACIONES    COMUNES    A    AMBAS   CONJUGACIONES. 

Son  za  para  el  presente  y  preterito,  y  zinga  para  el  futu- 
ro;  v.  g.,  bcuiscuaza,  bcuiza,  bcuinzinga. 

Si  el  preterito  tuviere  la  particula  quy  anadida,  en  la  ne- 
gation la  pierde;  v.  g.,  zegncui:  yo  dije;  zeguza:  no  dije;  y 
lo  mismo  es  en  la  lelra  o  cuando  se  anade  al  preterito,  por- 
que  se  quita  en  la  negacion;  v.  g. ,  cumpquao:  yo  entendi; 
mnipcuaza :  yo  no  entendi. 

No  hay  imperativos  negativos  propios ,  y  asi  van  por  fu- 
turo,  como  umquyzinga:  no  lo  hagas. 

Los  supinos  primeros  convierten  la  particula  iva,  1,  iua 
on  zaniva,  1,  zaniua;  v.  g. ,  Pcuizaniva:  para  que  yo  no 
haga. 

No  hay  segundos  supinos  negativos.  No  hay  participios 
negativos  propiamente,  sino  que  el  mismo  verbo  de  indica- 
tivo  negativo  sirve  de  participio;  v.  g.,  Ahuscuaza:  el  que 
no  viene;  aliuza:  el  que  no  vino;  abcuyiza :  el  que  no 
hi-zo,  etc.;  abquyzinga:  el  que  no  ha  de  hacer. 

El  futuro  segundo  de  participio  se  dice  asi:  abquyzin- 
guepcua :  el  que  no  habia  de  hacer,  etc. 

NEGACIONES    PARA    EL    SL'BJL'NTIVO. 

Zacan:  si  no.  Sirve  para  presente  y  preterito  perfecto  y 
fu'uro;  v.  g.,  bquyscua  zacan:  si  yo  no  estoy  haciendo,  6  si 


GRAMATICA    MOSCA.  241 

yo  no  estuviere  haciendo;  bquyzacan:  si  yo  no  hice  6  hi- 
ciere. 

Zanan:  cuando  no,  1,  como  no;  v.  g. ,  bquyscua  zanan: 
cuando  yo  no  estoy  haciendo;  bquy zanan:  cuando  yo  no 
hice  6  hiciere. 

Zasan. —  Sirve  para  presente ,  con  el  romance  estuviera; 
v.  g. ,  bquyscua  zasan:  si  yo  no  estuviera  haciendo.  Para 
preterito  perfecto  y  pluscuamperfecto;  v.  g. ,  bcuizasan:  si 
yo  no  hiciera  6  hiciese,  6  no  hubiera  6  hubiese  hecho.  Para 
futuro;  v.  g.,  bcuizingasan:  si  no  lo  hubiera  de  hacer. 

Zanan,  otro  futuro. — Si  no  lo  he  de  hacer:  bcuizinganan. 

Zansan. — Para  todos  los  tiempos  con  ponderacion.  Bcuis- 
cuazansan:  no  haciendolo  yo;  bcuizansan:  no  habiendolo  yo 
hecho;  bcuizingazan:  si  yo  no  lo  he  de  hacer. 

Nohocan:  aunque;  va  con  todas  las  particulas  y  romances 
de  ellas;  v.  g.,  bcuiscuazasan  nohocan:  aunque  yo  no  estu- 
viera haciendo;  bcuizanan  nohocan:  aunque  yo  no  lo  haga; 
bcuizasan  nohocan:  aunque  yo  no  lo  hiciera  6  hubiera  he- 
cho; bcuizingazan  nohocan:  aunque  yo  no  lo  hubiera  de 
hacer. 

OPTATIVO    NEGATIVO. 

Zanebe,  banai;  v.  g.,  ojala  yo  no  haga;  bcuizanebe ,  vel 
b cuing ab anai :  ojala  yo  no  haga. 

No  hay  optativo  de  preterito  propio,  aunque  suelen  decir 
el  vanaco  despues  del  preterito  negativo;  v.  g.,  bcuizavana- 
co:  mira  de  que  yo  no  haya  hecho. 


DE  LAS   INTERnOGACIONES   COMUNES  A  AMBAS    CONJUCtACIONES. 

Son  ua  para  presente  y  preterito,  y  nua  para  futuro; 
v.  g. ,  abcuiua:  ^hizolo?  abcuiziyxua:  ,;no  lo  ha  de  ha- 
cer? abcuizaua:  <;no  lo  hizo?  abcuinua:  ^halo  de  hacer?  El 
presente  suelen  sincopar  dejando  de  la  particula  scua.  1, 

TOMO  II.  ic> 


242  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

suca  solo  la  s;  v.  g.,  abcuisua:  ^hacelo?  aguihsua:  ^azota? 

Y  la  (y?J  respuesta,  sincopan  de  esta  suerte;  abcuisuguen: 
haciendo  esta. 

La  particula  ua  suelen  sincopar  y  convertir  en  o;  v.  g., 
umchienso:  ^estas  borracho?  ahuno:  iha,  de  venir? 

Y  esto  mismo  usan  en  el  verbo  negativo,  y  entonces  mas 
es  afirmacion  que  negacion ,  cuando  se  entiende  una  tacita 
respuesta;  v.  g.,  <;la  uso?  <<ya  no  vino?  y  de  este  modo  afir- 
man  la  negacion;  v.  g.,  ahuzanzo:  pues  no  es  asi,  que  no 
ha  venido,  etc. 


De  algunos  verbos  an6malos  e  irregulares. 

Ixicui-ixicui :  yo  vengo  actualmente;  umxicui:  tu,  etc.; 
ixicuinan:  viniendo  yo;  chasixinga :  yo  el  que  vengo  6 
venia. 

El  frecuentativo  de  este  es  zuhuscua:  yo  suelo  venir. 
Bxi-bxi:  yo  llevo  6  llevaba  actualmente;  bxinan:  lle~ 
vando  yo;  chaxinga:  yo  el  que  llevo. 

El  frecuentativo  es  muiscua:  yo  suelo  llevar. 

Bsocui-bsocui  siguifica  traer  actualmente. 

Zemascua  es  el  frecuentativo. 

Y  estos  dos  verbos  se  ayudan  el  uno  al  otro  en  los  impe- 
ratives, dando  el  uuo  lo  que  le  falta  al  otro;  v.  g.,  soco:  traele 
tu;  no  dicen  vacu,  masuca;  no  dicen  sin  mavana.  Chasonga: 
yo  el  que  traigo,  traia;  y  asi  no  dicen  chavasca.  Chanaca: 
yo  el  que  truxe  6  habia  traido;  y  no  dicen  chasoca  en  este 
participio,  aunque  lo  dijeren  en  el  imperativo.  Chasonga: 
yo  el  que  tengo  de  traer,  y  no  chavanga.  Ihascua:  el  fre- 
cuentativo quiere  decir:  yo  suelo  ir.  El  presente  y  preterito 
es  ina. 

Imperativo,  sin;  el  segundo  es  masaia. 

Participio,  cftasienga:  yo  voy,  6  iba,  6  he  de  ir;  porque 
sirve  tambien  para  futuro;  porque  chasiesca  es  participio 
frecuentativo  de  presente. 


GRAMATICA    MOSCA.  24,'> 

Mahasuque,  noliosuque,  chiboasuque.  Chahasuque:  yo  digo.  Este 
verbo  suple  las  faltas  de  bgascua,  cuando  significa  decir: 

Chahasguen:  yo  dije;  mahasguen,  nohogue,  etc. 

Chahaninga:  yo  dire;  mahaninga,  nohonga,  etc. 

Chahasca,  mahasca,  nohosca:  yo  el  que  digo  6  decia; 
tii,  etc. 

Chahaia,  mahaia,  nohoca,  etc.:  yo  el  que  dije  6  habia  di- 
cho,  etc. 

Chahaninga:  yo  el  que  tengo  de  decir;  mahaninga ,  no- 
honga, chianinga,  etc. 


De  los  verbos  finitivos. 

Llamanse  asi  porque  sigiiificau  cosa  ya  acabada  y  hecha, 
como  ya  esta  escrita,  ya  esta  hecha,  etc. 

Presente,  aquine:  hecho  esta;  aquinza:  no  esta  hecho. 

Participio,  aquinca:  cosa  hecha. 

Y  quit&ndole  al  participio  la  particula  ca ,  y  anadiendole 
el  verbo  sustantivo  guen,  se  junta  dicho  participio  a  todas 
las  personas;  v.  g.,  chanquinguen :  hecho  esta;  maquingue, 
aquinguen,  etc.  Y  porque  son  pocos  estos  verbos  los  pon- 
dre  aqui. 

la  aquine:  ya  est&  hecho.  Participio,  aquinca. 

la  agenane:  ya  estd  encendido.  Participio,  agenocan. 

la  acahacane:  ya  est£  trasquilado.  Participio,  acahacocan. 

la  abuquene:  ya  esta  empajada.  Participio,  ahuquenan. 

la  axizene:  ya  esta  sembrado.  Participio  (i'alta  en  el  ori- 
ginal). 

la  achihiquene:  ya  esta  escrito  6  pintado.  Participio, 
achihincua. 

Modo  de  componer  en  la  lengua. 

Primero  se  pone  la  persona  que  hace;  luego  la  persona 
que  padece ;  despues  el  adverbio ,  si  le  hay,  y  ultimamente 
16* 


2'i4  CONGRESO    DK    AMERICANISTAS. 

el  verbo;  v.  g.,  Pedro  azoto  muy  bien  a  Juan:  Pedro,  Juan, 
choque  aguih.  Y  si  hay  muchos  verbos  en  la  oracion ,  el 
principalmente  pretendido  ha  de  estar  en  postrer  lugar; 
v.  g.:  si  te  confiesas  bien,  Dios  te  perdonara  ;  el  principal 
verbo  es  perdonara. 


LIBRO  SEGUNDO. 

DE  LOS  NOMBRES  V  VERBOS  Y  DEMAS  PARTES  DE  LA  ORACldN. 


Del  nombre  sustantivo. 

Genitivo  de  posesitk  Dos  nombres  sustantivos  cuando  estan 
juntos  y  no  como  personas  agente  y  paciente,  el  primero 
es  de  posesion;  v.  g.,  Pedro  boy:  la  manta  de  Pedro. 

Cuando  estos  genitivos  de  posesion  acaban  en  a  y  son  de 
muchas  silabas,  6  de  mas  de  tres  letras,  se  suelc  quitar  la  a; 
v.  g. ,  muysc  cubnn  zepab  ipgua.  Aunque  algunas  veces, 
para  pronunciar  bien  la  letra  que  estaba  antes  de  la  a  que 
se  quita,  se  afiade  otra  letra  vocal,  la  u  1  y;  v.  g. ,  zepabu- 
chuta ,  ichutigui. 

En  los  nombres  cha  y  guecha,  cuando  son  genitivo  de 
posesion,  se  les  anade  por  adorno  una  s;  v.  g.,  chasguen: 
la  casa  del  varon;  zuechasgui:  la  mujer  de  mi  tio;  chasuaia: 
la  madre  del  varon. 

En  los  nombres  acabados  en  e  de  dos  6  tres  letras ,  en  el 
genitivo  de  posesion  se  pierde  la  e;  v.  g. ,  i  ie:  camino  del 
humo;  zicuhuca:  el  asa  de  la  mucura;  sucubun:  lengua  de 
espanol. 

Y  asi  cuando  le  quitan  la  e  es  seiial  que  no  significa  po- 
sesion, sino  que  pertinent  ad  eandem  rem,  como  (f);  sue 
fucha:  mujer  espaiiola;  pero  sue  fucha  significa  mujer  del 
espanol.  Y  asi,  siempre  que  pudiere  haber  equivocacion,  se 
guardaran  estas  reglas  del  genitivo  de  posesion. 

Sustantivo  y  adjetivo  juntos,  se  pondra  primero  el  sus- 
tantivo; v.  g.,  muisca  cho :  hombre  bueno. 


^46  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Sacanse  los  participios,  que  suelen  ponerse  primero  que 
los  sustantivos;  v.  g. ,  huca  muisca:  el  indio  que  vino.  Sa- 
canse tambien  los  pronombres ,  que  siempre  se  anteponen 
al  sustantivo;  v.  g.,  sis  muisca. 

Los  nombres  numerales  siempre  se  posponen  al  sustan- 
tivo; v.  g.,  muisca  boza:  dos  hombres,  etc. 


De  los  nombres  adjetivos. 

Los  nombres  adjetivos  unos  son  simples,  como  pcuihisio, 
muihisio.  Otros  compuestos,  y  estos  en  dos  maneras:  unos 
compuestos  del  nombre  sustantivo  y  de  la  particula  qi'iin; 
v.  g.,  iza  quin:  sarnoso;  qilihiecuin:  barbudo.  Esta  manera 
de  nombres  son  pocos,  y  siempre  significan  cosa  defec- 
tuosa.  La  otra  manera  de  nombres  adjetivos  se  compone 
del  preterito  de  algunos  verbos  y  de  la  particula  mague; 
v.  g.,  apcuihizin  mague:  cosa  blanca;  ataban  mague:  mez- 
quino,  etc. 

Cuando  se  pregunta  y  responde  por  esta  segunda  manera 
de  nombres  adjetivos ,  se  aiiade  a  la  particula  mague  la  si- 
labane;  v.  g.,  sacaguen  umtaban  maguene:  ,;como  eres  mez- 
quino,  y  responde  pobre  que  zeguen  npcuaque  itaban  ma- 
guene. 

Los  nombres  negativos  contrarios  a  los  compuestos  del 
preterito  del  verbo  y  de  la  particula  mague  se  dicen  ana- 
diendo  al  preterito  del  verbo  la  negacion  za}  y  no  la  ma- 
gueza;  v.  g.,  itabanza:  no  soy  mezquino;  y  no  se  ha  de  de- 
cir:  itaban  magueza. 


Del  nombre   adjetivo   «Fuiza» 
que  es  lo  mismo  que  «omnis  et  tolies  >> . 

Tiene  esta  construccion :  que  pospuesto  al  nombre  sus- 
tantivo, 6  adjelivo,  6  participio  que  hay,  antepuesto  al  ver- 


GRAMATICA    MOSCA.  247 

bo  si  le  hay,  se  le  quita  la  a,  y  en  su  lugar  se  pone  una  e 
cuando  es  necesario  para  pronunciar  bien  la  f;  y  esto  se  en- 
tiende  cuando  la  oraci6n  no  acaba  con  el  nombre  fuiza; 
v.  g.,  cho  fuize  inaca  asucune.  Anabiza  muisca  Pedro  fuize 
guen  ahica,  1,  ahica  Pedro  fuize  guen. 

Cho  fuzua?  ipcua  fuizua?  xie  fuizua.  Xie  fuizua  inacuza, 
ipcua  fuizo  mavaca ,  ipque  fuizo  netting  a.  Sis  tan  muine 
fuizeguen.  Siscui  ubanzina  fuizeguen.  Muicui  tutaba  fuiza, 
id  est,  plena  floribus. 


De  los  norabres  finitivos. 

Son  los  que  descienden  de  participios  de  verbos  finitivos, 
y  admiteu  los  pronombres  cha  y  ma,  y  son  los  siguientes: 

Chitupcua:  cosa  caliente;  zichupcua:  cosa  fria;  sotupcua: 
cosa  pequena;  iotupcua:  cosa  mojada;  guespcua  y  cuhupcua, 
cuando  significa  cosa  semejante;  y  asi  se  dice  zeguezuguen, 
zecuhuque :  es  como  yo. 

Los  sobredichos  nombres  y  los  participios  de  los  verbos 
finitivos  se  parten  quitando  a  estos  la  particula  ca  y  a  aque- 
llos  la  particula  pcua,  y  poniendo  en  su  lugar  al  verbo  sus- 
tantivo,  v.  g. ,  chachituguen ,  6  el  verbo  aguene,  6  el  verbo 
agascua  con  una  c  antes  de  ellos,  que  es  su  construccion 
ordinaria;  v.  g.,  iotucaguene,  hichucagascua,  etc.;  la  misma 
construccion  piden  algunos  nombres  numerales;  v.  g.,  atu- 
gue,  atacaguene,  micacuhupcua ,  ubchica,  etc. 


De  los  superlativos. 

Hacense  los  nombres  positivos  superlativos  anadiendoles 
al  fin  la  particula  in;  v.  g. ,  cho:  bueno;  choin:  bonisimo. 
El  adverbio  hata,  1,  hataca,  con  el  positivo,  hace  superla- 
tive, v.  g. ,  hata  cho;  y  si  se  junta  al  nombre  superlativo, 
anade  grande  exceso;  v.  g.,  hata  choin. 


248  GONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Los  nombres  adjetivos  compuestos  del  preterito  de  algun 
verbo  y  de  la  particula  mague  se  hacen  superlativos,  con- 
virtiendo  la  particula  mague  en  el  verbo  inapucuine ;  v.  g., 
amuihizion  mague:  bianco;  amuihizin  ineapucuine:  muy 
bianco. 

Nota.  Que  este  verbo  ineapucuine  con  nombres  signi- 
fica  mullitud  y  no  exceso  de  superlativo;  v.  g.,  muiscaz 
ineapucuine:  muchos  nombres. 

Los  adverbios  postpositivos  y  transitivos  se  hacen  super- 
lativos con  ahadirles  la  particula  ie;  v.  g.,  cJioque,  choquie; 
isca,  isquie;  zuhuca  achuene,  zuhuquie  achuene. 


De  los  nombres  comparatives. 

Hailos  propiamente : 

i.°  Supuesto  que  se  hace  la  comparacion  entre  dos ,  di- 
cen  vesuacho:  ^cual  es  mejor?  y  responde:  sisgue  c/io,  vel 
choin:  este  es  mejor  6  bonisimo. 

2.°  Usan  de  una  de  tres  postposiciones:  quihica,  cuihisa, 
cuihicai;  v.  g.,  Juangue  isi  cuihica  zona:  mejor  es  Juan  que 
ese.  Hychaz  mue  umcuihicai  izone:  mejor  voy  yo  que  tii. 

3.°  Las  tres  sobredichas  particulas  son  adverbios  cuando 
no  se  pone  la  cosa  excedida;  v.  g.,  Pedrogue  cuihique  zona: 
mejor  es  Pedro. 

Los  negativos  comparativos  se  dicen  asi:  Pedro  apcuihi- 
zinz,  Juan  filiista  apcuaza,  vel,  Juan  muis  apcuaza:  no  es 
tan  bianco  Pedro  como  Juan. 

No  es  tanto,  isquienza,  cuando  es  comparative;  y  cuando 
no  lo  es,  unquienza ,  aiquienza;  v.  g.,  unquie  zemucanza: 
no  se  tanto;  aiquienza:  no  esta  alia;  aiquiechocagueza :  no 
es  tanto  alia,  no  es  muy  bueno. 

Los  cuantitativos  6  numerales  negativos  de  exceso  se  di- 
cen asi:  iscugue:  no  es  mas  que  esto;  atugue  bozugue:  uno 
no  mas,  dos  no  mas,  son,  etc.,  porque  los  alirmativos  son 
iscuza,  atmiza,  bogunza,  etc. 


GRAMATICA    MOSCA.  249 


De  los  pronombres. 

El  pronombre  ze  en  rigor  no  es  mas  que  una  z;  y  asi, 
cuando  sigue  vocal  hiere  en  ella;  v.  g.,  zabe:  mi  maiz. 

Cuando  sigue  despues  de  este  pronombre  ze  una  g  que 
hiere  en  vocal  siguiente,  se  pierde  la  g;  v.  g. ,  zuaca:  mi 
madre. 

Cuando  se  sigue  despues  del  pronombre  una  i ,  y  tras  de 
esta  una  a  6  una  o,  se  pierde  la  tal  i;  v.  g. ,  zansuca:  yo 
husgo;  zoque:  mi  cuero. 

Cuando  despues  del  pronombre  ze  se  sigue  una  7*  que 
hiere  en  vocal ,  la  dicha  vocal  que  esta  despues  de  la  h  se 
pone  tambien  luego  despues  del  pronombre  ze  para  pro- 
nunciarse  bien;  v.  g. ,  zuhuina:  en  mi  poder;  zihizegoscua: 
yo  orino. 

Cuando  la  diction  comienza  por  u,  en  la  tercera  persona 
se  convierte  en  o ;  y  si  comienza  por  i  se  convierte  en  a;  y 
si  por  i  en  e;  y  esto  se  entiende  cuando  a  la  dicha  tercera 
persona  no  se  le  anade  nombre  sustantivo  antecedente; 
v.  g.,  zupcua,  opcua,  ziba,  aba,  zipcua,  epcua,  Pedro  upcua, 
Pedro  iba,  Pedro  ipcua. 

El  pronombre  um  en  rigor  no  es  mas  que  m;  y  asi,  lo 
mismo  que  dijimos  del  pronombre  ze,  cuando  se  sigue  des- 
pues de  el  vocal  6  g  y  vocal  6  h ,  se  ha  de  acomodar  a  este 
pronombre  m;  v.  g. ,  miba:  tucuerpo;  muaca:  tu  madre; 
y  esta  m  se  pronuncia  con  las  narices;  muchuina:  en  tu 
poder. 

El  pronombre  ze  se  suele  perder  cuando  el  verbo  comien- 
za por  b  6  por  m;  v.  g.,  bcuiscua,  muiscua. 

Cha  suelese  poner  en  las  cosas  que  pertenecen  a  la  com- 
posicion  humana,  en  lugar  del  pronombre  clii;  v.  g.,  cha- 
pxiicui:  nuestro  corazon;  cha  upcua:  nuestros  ojos. 

Ma,  aunque  es  segunda  persona,  muchas  veces  sirve  de 
tercera  persona  del  participio;  v.  g.,  maquisca:  el  que  hace; 


250  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

algunas  veces,  aunque  raras,  se  junta  al  verbo  en  tercera; 
v.  g.,  ie  mabsuscuaza:  no  come  cosa  de  mantenimiento;  y 
otras  veces,  aunque  rarisimamente,  sirve  de  segunda  per- 
sona al  verbo;  v.  g.,  abas  mazizinga:  no  codiciaras. 

Estos  dos  pronombres,  cha  y  ma,  del  niimero  singular, 
son  supuestos  de  los  nombres  y  participios  no  mas;  v.  g., 
mamuisca  cltoa:  eres  hombre  de  bien;  cha  muisca  choque: 
si  que  soy  hombre  de  bien;  ipcuo  maquisca:  «<que  haces? 
chaqulsca  inagneza:  no  hago  cosa. 

Chia  y  mia  del  numero  plural  sirven  de  agente  cuando 
sejuntan  con  nombres;  v.  g.,chien,  chia,  muisca,  guen: 
nosotros  somos  hombres;  y  no  se  juntan  con  participios 
(porque  en  el  niimero  plural  sirven  en  los  participios  los 
pronombres  chi  y  mi;  v.  g. ,  chiquisca  micuiaj,  si  no  es  en 
los  participios  de  algunos  verbos  neutros  que  significan 
estar;  v.  g.,  chiguccua,  miabiza,  etc. 

Cuando  estos  pronombres  chia,  cha,  mia,  ma,  han  de  ser 
persona  paciente,  ha  de  ser  respecto  del  verbo  y  no  del  par- 
ticipio;  v.  g. ,  Pedroz  chaguiti;  Pedro  me  azoto;  umnanga 
mabgazo:  no  te  dije  que  te  fueras;  Pedroz  miaguitua:  ,;azo- 
toos  Pedro?  chiaguitiguen:  si  no  azoto.  Pero  base  de  adver- 
tir  que  el  chia  y  mia  del  plural  s61o  sirven  de  persona  pa- 
ciente respecto  del  verbo  en  la  tercera  persona,  y  no  en  la 
primera  ni  segunda;  porque  cuando  el  verbo  es  de  primera 
6  segunda  persona,  sirven  de  persona  paciente  los  pronom- 
bres sustantivos  del  plural  chie,  mie;  v.  g.,  chia  umguiti... 
ni  mia  zeguiti,  no  se  dice;  sino  chie  umguiti;  a  nosotros  nos 
azotaste;  nie  zeguiti:  yo  os  azote  a  vosotros.  Ejemplo  del 
participio  xieoaz  muiguihia :  ^quien  te  azoto? 

Los  imperativos  quieren  por  persona  paciente  a  los  pro- 
nombres sustantivos  en  todos  los  niimeros  y  personasi 
v.  g.,  hicha  git:  matame;  chie  guitu:  azotanos;  mie  chagui- 
tua:  azoteos  yo,  etc. 


ORAMATICA    MOSCA.  251 


Ap6ndice    de    algunos    pronombres    y    de    los 
pronombres   partitivos. 

Zitas,  mitas,  atas,  chitas ,  miytas ,  es  lo  mismo  que  ipse, 
a  um:  yo  mismo,  tii  mismo,  etc. 

Lo  mismo  significa  este  pronombre  chanica  pospuesto  a 
los  pronombres  sustantivos;  v.  g.,  hicha  chanica:  yo  mismo; 
mui  chanica,  etc.;  y  tambien  pospuesto  a  cualquier  nombre 
sustantivo;  v.  g.,  Pedro  chanica:  Pedro  mismo. 

Este  nombre  fuiza,  vol  huiza,  significa  el  propio;  y  asi  no 
se  puede  decir  hicha  huiza:  yo  propio;  como  ni  en  latin  ego 
propriuSy  sino  que  se  junta  a  nombres  de  posesion;  v.  g., 
zepaba  huiza:  mi  propio  padre. 

Esta  palabra  inuc  significa  el  mismo  y  se  junta  solamente 
con  los  verbos  neutros;  v.  g.,  inuc  zuhucui:  yo  propio  vine; 
inuc  ana:  el  propio  y  de  su  voluntad  se  fue.  Este  romance 
de  su  propia  voluntad  6  motivo  se  dice  tambien  asi:  zepcui 
cuin  ina:  yo  me  quise  ir;  apuicuin  ahucui:  el  se  vino. 

Por  mi  mismo,  id  est,  meo  marte,  mea  industria,  se  dice 
tambien  de  esta  manera:  zepuicuin  zemucane:  por  mi  mis- 
mo lo  supe;  zepuicui  nugue...  por  mi  mismo  no  mas,  etc. 

Cuando  hay  duda  de  la  action  del  supuesto  si  es  acerca 
de  si  mismo  6  no,  por  faltar  pronombre  reciproco  que  cj- 
rresponda  al  sums,  a,  um,  latino,  quitan  la  duda  y  huyen 
de  ella,  no  haciendo  la  oration  por  verbo  activo  ,  sino  por 
neutro,  y  cuando  este  les  falta  suele  hacerse  fingido ;  y  si 
esto  no  pueden  hacer  buenamente,  procuran  quitar  la  duda 
dando  al  verbo  activo  algun  pronombre  sustantivo  6  adje- 
tivo  ademas  del  pronombre  primero,  que  era  supuesto,  que 
sirva  de  persona  paciente.  Ejemplos  de  toda  esta  nota: 
v.  g.,  yo  propio  me  hice  mal ;  no  dicen  zitas  achuenzaque 
bga,  sino  zitas  achuenzaque  zega;  yo  me  azoto ,  fingierou 
este  verbo:  zuitisuca,  muitisuca;  no  tiene  mas  personas; 
atas  agu  abgu :  el  propio  se  mato ,  vel ,  atas  abgy  (abgu)  es 


252  CONGRESO  DE  AMERICANISTAS. 

el  verbo  neutro;  muitas  atizu  pro,  tizu:  ten  lastima  de  ti; 
zitas  hicha  bcacao:  yo  propio  me  trasquile. 

De  los  nombres  partitivos. 

Este  nombre  fie  es  lo  mismo  que  multus,  a,  urn;  y  el,  con 
los  dermis  nombres  numerales,  tiene  una  n  al  fin;  v.  g., 
muisca  fien  ana:  muchos  hombres  fneron;  muisca  atari  ze- 
misti:  a  un  hombre  vi. 

Exceptiiasc  cuando  se  juntan  con  los  verbos  guen,  zegue- 
ne  y  agascua,  que  entonces  se  les  quita  la  n;  v.  g.,  ate  gue, 
fie  caguene,  mica  caga:  ya  son  tres. 

Exceptilase  tambien  cuando  se  les  sigue  alguna  posposi- 
cion;  v.  g.,  chiemicas,  vel  chiemicaxie:  de  otro  de  tres  meses. 

Exceptilase  tambien  cuando  se  juntan  a  verbos  que  signi- 
fican  tiempo;  v.  g.,  fiez  acuine:  mucho  tiempo  hace;  zocam 
bozaz  acuine:  dos  anos  ha. 

Notese  tambien  que  antepuestos  los  sobredichos  nombres 
al  verbo  significan  ndmero  de  cosas  6  personas,  y  pospues- 
tos  significan  veces;  v.  g.,  zeguiti  ate  gue:  una  vez  azotado; 
pero  si  se  antepusiese,  tendria  otro  sentido;  v.  g. ,  muisca 
fien  zeguiti:  a  muchos  hombres  he  azotado;  muisca  atan 
zeguiti:  a  uno  he  azotado,  etc. 

De  lo  dicho  se  sigue  que  esta  oracion  y  otras  semejantes, 
una  vez  le  he  azotado.  se  puede  decir  de  dos  maneras:  la 
primera,  ic  ata  que  zeguiti;  la  segunda,  zeguiti  ategue,  1, 
ataz  acuine. 

Este  nombre,  fina,  significa  cuantos;  v.  g. ,  fina  umcui: 
cuantos  has  hecho. 

Ficua  significa  cuanto,  y  algunas  veces  cuantos,  como  se 
atienda  mas  a  la  cantidad  que  al  numero;  v.  g. ,  cuantos 
pesos  son:  peso  ficua. 

Fica  significa  cuanto  6  cuantos,  pero  entiendese  solo  de 
tiempo;  v.  g.,  fican  xicoao:  en  cuanto  tiempo,  id  est,  quan- 
dia;  ficaz  acuine:  cuanto  tiempo;  ficaz  abgi'i :  que  hora  es; 


GRAMATICA    MOSCA.  253 

zocam  fica  imcui:  cuantos  arios  has  cumplido.  El  mismo 
nombrc  con  unacariadida  significa  cu;into,  preterito;  v.  g., 
ficac  oumcui:  en  cnanto  lo  comprastc. 

Ficaoa  quiere  decir  que  tamano  es  6  de  que  manera  es; 
pero  significa  cuantos  son,  como  fina,  1,  ficua,  ut  supra. 


LIBRO  TERCERO. 

DE   LIS  F0RMAC10NES  DE  LOS  TIEMPOS 


Del  preterito. 

Formase  del  presente  quitandole  la  termination  scua  y  el 
suca;  v.  g.,  bcuiscua  bcui;  zeguitisuca  zeguiti. 

Sacanse  los  verbos  que  tienen  a  antes  del  suca,  £los  cua- 
les  se  les  anade  una  o;  v.  g.,  mnipcuasuca ,  preterito  mnip- 
cuao,  aunque  algunas  veces  sincopan  estos  preteritos  y  di- 
cen  mnipcua,  y  otras  mnipcuo. 

Sacanse  tambien  alguuos  verbos  £  los  cuaJes ,  quitada  la 
termination  scua,  se  afiade  la  particula  cui,  y  son  los  si- 
guientes: 

Zeguscua,  preterito  zegucui:  decir. 

Zuhuscua:  venir ;  zemascua,  en  cualquier  signification. 

Btoscua:  hender,  rasgar,  rompen,  y  en  cualquier  signi- 
fication. 

ltoscua:  neutro ,  henderse,  etc. 

Bchoscua:  siempre;  ichoscua:  neutro;  bsoscua:  sienipre. 

Bcuscua,  cuando  significa  (en  bianco)  y  pagar. 

Zemiscua,  cuando  es  activo,  excepto  cuando  significa  co- 
ger  cosas  esparcidas. 

Zebiscua.  Bchihiscua. 

Zemihiscua.  Zebioscua. 

Bziscua.  Iniscua. 

Iziscua.  Zemniscua  ,  cuando  significa  poner. 

Itihiscua  lsuhuscua. 

Bsuhuscva.  Bquihiscua. 


GRAMATICA    MOSCA.  255 

Zepcuiscua.         Chipcuiscua,  significa  ponerse  en  plural. 
Bcascua,  cuando  es  neutro.  Chibiscua  significa  lo  mismo. 
Bxiscua,  en  cualquier  signification. 
Bguscua,  cuando  significa  tomar  6  quitar. 
Zeguascua,  dar  de  comer. 
Zemoscua ,  cuando  es  neutro. 
Zoscua,  mioscua ,  aioscua. 
Porque  zoscua  por  baiiarse  no  anade. 
Chibuscua.  Isbzihiscua. 

Zecascua.  Isaguscua. 

Bchuscua,  excepto  cuando  significa  mascar  hayo. 
Bchuhuscua,  lavar  y  refregar. 

Jaqnechibguscua ,  salir  multitud  de  donde  nan  estado 
juntos. 

Zemuscua,  por  empajar. 

Item  algunos  compuestos  de  bcuiscua;  v.  g. : 

Guatebcuiscua ,  levantar  en  alto. 

Cambcuiscua,  asir. 

Icuibcuiscua,  lo  mismo. 

Sichibcuiscua,  apretar  hacia  abajo. 

Etacbcuisciia,  asir  de  abajo. 

Siecbcuiscua,  llegarlo  acci. 

Aebcuiscua ,  llegarlo  aca. 

Chahasbcuiscua ,  participar  de  algo. 

Hichiquebcuiscua,  apartarlo  a  un  lado. 

Esbcuiscua ,  abrazar. 

Fihistebcuiscna ,  cenar. 

Angabcuiscua ,  sentir  la  cosa. 

Puipcuasbcuiscua,  parar  con  la  cosa  que  lleva. 

Del  liiluro  del  Indlcativo. 

Formase  el  futuro  del  presente,  convirtiendo  la  termina- 
cion  scua  en  nga;  v.  g. ,  bcuiscua,  bcuinga,  y  convirtiendo 
la  terminacion  suca  en  ninga ;  v.  g. ,  zeguitisuca,  zeguiti- 
ninga. 

1  7 


256  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

llel  primer  imperative. 

NOTAS    COMUNES    A   AMBAS    CONJUGACIONES. 

A  los-  verbos  que  comienzan  por  b  y  por  m,  despues  de 
la  cnal  se  sigue  una  n,  se  les  quitan  las  tales  letras  para  que 
se  forme  el  imperative). 

Sacanse  los  verbos  neutros,  que  estos  conservan  la  b  si 
la  tuvieren,  y  a  la  b  se  les  antepone  una  a;  v.  g. ,  btiscua, 
abtincatatu. 

Y  no  solo  se  anade  esta  a  a  los  verbos  neutros  cuando 
comienzan  por  b,  sino  siempre,  aunque  comiencen  por  cual- 
quiera  otra  letra. 

Algunos  imperativos  neutros  hay  irregulares  que  no  des- 
cienden  de  los  verbos  cuya  significacion  tienen;  v.  g.,  sin, 
ve  tu,  sirve  para  el  verbo  inascua,  que  no  tiene  otro  impe- 
rative Zomca,  ven  aca,  sirve  para  zuliuscua  y  para  iniscua, 
que  no  tienen  otros  imperativos  sino  ese.  Sabo:  agu&rdame; 
reychachy:  ve  tu  primero;  ze:  toma. 

Nota  2.*  Los  verbos  que  comienzan  por  m  que  hiere  en 
vocal,  en  el  imperativo  se  convierte  en  b;  v.  g. ,  zemahazi- 
suca,  valiazu:  barre  tu. 

Sacanse  algunos  verbos  que  la  conservan:  zemiusuca, 
por  desmenuzar,  que  hace  miu ;  zermiingasuca ,  por  (en 
bianco),  que  hace  muingao;  zemnihizisuca ,  por  ensuciar, 
que  hace  muihizu;  yezemuinsuca ,  por  apagar  la  candela  6 
vela,  que  hace  yemui;  zemnisuca ,  por  (en  bianco),  que 
hace  muin. 

Otros  hay  que  pierden  la  m,  que  son:  zemnisuca,  por 
criar,  que  hace  iu;  zemiscua,  buscar,  que  hace  icu  ;  icaize- 
miscua,  echar  de  un  vaso  en  otro,  que  hace  icaicu;  zemos- 
cua,  baiiar  a  otro,  que  hace  o;  zemuscua,  hilar,  que  hace  w; 
zemuiscuisuca,  por  oler,  que  hace  iscu;  zemimisuca,  trocar, 
que  hace  imu;  zemonasuca ,  cocer  hierbas,  que  hace  onao; 
zemubiasuca,  hurlar,  que  hace  ubiao;  zemohocnisuca,  cocer, 


GRAMATICA    MOSCA.  257 

i \ lie  hace  ohocu;  jezemohosisuca,  untar,  que  hace  icohosu. 

Otros  verbos  hay  que  no  solo  pierden  la  m,  sino  tambien 
toda  la  primera  silaba;  v.  g.,  zemiliiscasiica,  curar,  siscao; 
zemohoisuca,  correr  tras  de  otro,  hoiu;  zemohosisuca ,  raer, 
Iwsu;  zemihizisuca,  apresurar  a  otro,  hizu;  zemuhuzusuca, 
huzao. 

Nota  3."  Algunos  verbos  que  comicnzan  por  g  la  pier- 
den, y  son:  zegunsuca,  derribar  arrancando,  unu:  zeguscva, 
decir,  uzu ;  zegucuisuca,  tomar  la  medida,  ucu. 

El  verbo  bgascua  convierte  la  g  en  s;  so,  di  tu,  y  zegas- 
cua ,  hace,  aso, 

DE    LA.    PRIMERA    CON.1  UGAOION. 

I."  regla.  A  los  verbos  cercenados.  como  se  ha  dicho,  aca- 
hados  en  i  6  en  y  se  les  afiade  una  u:  v.  g.,  bziscua,  impc- 
rativo,  ziw,  bcuyscua,  cuyu. 

2."  rogla.  Los  verbos  acabados  en  ascua ,  cuyo  preterito 
cercenado  es  de  una  silaba  y  acaba  en  a,  convierte  la  a  en  o: 
v.  g.,  bcascua,  hace  co. 

Sacase  de  esta  segunda  regla  zebiascua,  cl  cual  no  pierde 
la  a,  sino  que  se  ariade  una  o,  y  asi  hace  iao:  pero  cuando 
significa  coger  hojas  hace  to,  conforme  la  regla. 

3.a  regla.  Los  que  acaban  en  w ,  cercenado  el  preterito  es 
iinperativo;  v.  g.,  bguscua  hace  gu,  mata  tii. 

4.a  regla.  Los  que  acaban  en  y  de  muchas  silabas  la  con- 
vicrlen  en  u;  v.  g.,  bgitscua,  bgucui,  iinperativo  gucu:  toma 
tu.  Sacanse  zegitscua,  decir,  que  hace  w~u,  y  bxiscua.  scm- 
brar,  que  hace  anew,  y  zemasctia ,  cuando  es  neulro,  que 
hace  amazu,  y  algunas  veces,  aunque  raras,  dice  amacu. 

DE    LA    SEGUNDA    CONJ  PGACION. 

i.a  regla.  Los  que  tienen  el  preterito  acabado  en  y,  de  mu- 
chas silabas,  la  convierten  en  u;  v.  g. ,  zeguitisuca,  hace 
guitu:  azota  tii. 

TOMO  II.  17 


258  CUNGRESO   UE  americanistas. 

2.*  regla.  Los  que  tienen  el  preterito  acabado  en  i,  de  mu- 
ohas  silabas,  se  les  anade  una  u;  v.  g.,  bzoisuca,  zoiu,  bgxji- 
suca,  gylu. 

3.*  regla.  Los  que  acaban  en  e  tambien  se  les  anade  una  u: 
v.  g.,  bsiesuca,  sieu. 

4."  regla.  Los  acabados  en  nsuca ,  neutros ,  eu  lugar  de 
toda  esa  parlicula  se  les  anade  la  particula  su;  v.  g.,  zecun- 
hansuca  hace  acubusu. 

Los  acabados  en  nsuca,  activos,  anaden  a  la  n  del  prete- 
rito una  u;  v.  g.,  bxinxuca,  xmu,  bginsuca,  ginu. 

Del  imperativo  sogundo  y  participio  de  preterito. 
que    es   lo  mismo. 

NOTAS    COMLNES    A    AMBAS    CONJUGACIONES. 

En  los  segundos  imperativos  no  se  anade  la  a  al  princi- 
pio  de  los  verbos  neutros  sino  es  cuaudo  tiene  el  dicho  verbo 
neutro  algiin  correlativo  activo ,  que  tiene  el  mismo  impe- 
rative, porque  entonces  se  anade  al  verbo  neutro  en  la  ter- 
cera  persona  la  a  por  quitar  equivocation;  v.  g.,  izaacua 
hace  el  scgundo  imperativo,  como  bzascua ,  y  asi  cste  hara 
zaia  y  aquel  azaia. 

Los  verbos  bgascua  y  zegascua  no  convierten  la  g  eu  s» 
como  lo  hicieron  en  el  primer  imperativo. 

DE    LA    PRIMERA    CONJUGACION. 

l.a  regla.  Al  preterito  cercenado  acabado  en  y,  de  una  si- 
laba,  se  le  ;made  una  e;  v.  g.,  mnyscua  hace  nye. 

Sacanse  bcuiscua,  que  hace  cnyia,  y  zeaiiscua,  que  hace 
acuyia. 

2.*  regla.  Los  acabados  en  i,  convertida  en  y,  se  les  anade 
una  e;  v.  g.,  bziscuu,  zie. 

3.a  regla.  Los  acabados  en  u  se  les  anade  una  e;  v.  g..  bgns- 
cna,  matar,  hace  gue. 


GRAMATICA    MOSCA.  259 

Sacanse  zemuscua,  que  hace  uia,  hile  aquel;  y  bhuscua, 
cargar,  que  hace  huia  y  huichi;  bguscua,  que  hace  huichi- 
guia;  y  faquechiguscua,  que  hace  faquechiguia . 

4/  regla.  A  los  verbos  acabados  en  ascua  6  en  oscua  se  les 
ariade  la  silaba  ia;  v.  g.,  bzascua,  caia;  zemoscua,  variar  a 
otro,  oia. 

Sacanse  inascua,  que  hace  saia,  y  zebiascua,  que  cuando 
tiene  por  primer  imperative-  mo,  el  segundo  es  moa,  porque 
cuando  es  io,  el  segundo  es  iaia,  conforme  ;i  esta  regla. 

5.a  regla.  Los  verbos  acabados  en  goscua  que  mudan  esta 
termination  en  gaia;  v.  g.,  inihizagoscua,  nihizagaia. 

6.a  regla.  Si  el  preterito  es  de  muchas  silabas  ,  el  segundo 
imperativo  es  como  el  primero,  mudando  la  u  en  a;  v.  g., 
guatebcuisca,  gnatexuicu,  guatemacuica;  zeguscua  hace  uza, 
bxiscna,  xiza;  zemoscua,  neutro,  moza;  y  zemascua,  neu- 
tro,  maza. 

DE   LA    SEGUNDA    CONJUGACION. 

\."  regla.  Los  acabados  en  asuca  aiiaden  al  primer  impe- 
rativo una  a:  v.  g.,  zemniscasuca,  niscao,  maniscaoa,  aun- 
que  algunas  veces  suelen  sincopar  este  segundo  imperativo 
como  el  primero,  y  dicen  manisco. 

2.a  regla.  Los  acabados  en  nsuca,  activos,  aiiaden  al  pri- 
mer imperativo  una  a;  v.  g.,  bxinsuca,  xinu,  maxinua. 

3.*  regla.  Los  acabados  en  nsuca ,  neutros ,  vuelven  la  u 
del  primer  imperatiuo  en  a:  v.  g. ,  zecubunsuca ,  cubusu, 
macubusa. 

S&canse  los  verbos  de  estar,  los  cuales,  por  tener  particu- 
lares  imperativos,  los  ponemos  aqui. 

Apuicuine        hace      puica. 
Asoane  —        soana. 

Zeguensuca        —    aguecna. 
Apuine  —       puina. 

Apcuapcuane     —   pcuacua. 
Chipcuingane  hace  pcuinga. 

1  7   * 


Izonsuca 

hace 

zona. 

Isncunsuca 

— 

zuza. 

Zepcuane 

— 

pcuaoa. 

Chibizine 

— 

biza. 

Chipcuicuane 

— 

pcuica. 

■2(50  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Sacase  tambien  isinsuca,  que  hace  por  segundo  impera- 
tive sie;  el  primero  no  le  tiene,  y  este  sirve  para  primero  y 
para  segundo  y  para  participio  de  presente  y  preterilo. 

4."  regla.  Los  acabados  en  nsuca  no  tienen  a  ni  n  delante 
del  suca,  auaden  al  primer  imperativo  una  a;  v.  g.,  zeguiti- 
suca,  guitu,  maguihia. 

Sacanse  algunos  que  no  anaden  la  a ,  sino  que  la  u  del 
primer  imperativo  la  convierten  en  a,  y  son  los  siguientes: 


Bgyisuca 

Zebihotisvca. . . 
Zecuihicuisuca. 
Bgamisuca. . . . 
lnihisisuca.. . . 
Zemimisuca.. . 
Zebcuibisuca . . 
Zeaimusuca.. . 
Zemohosisuca. 
[czebcuibisuca. 
Bchibisuca. . . . 
Zemihishsuca. . 


leu Magyia. 

loin Maiota. 

Cuichicu Macuichica. 

Gamu Magama. 

Anihis)' Manihisa. 

Imu Maima. 

Acuibu Macuiba. 

Cumu Macuma. 

Hosit Mohosa. 

lecuibu lemacuiba. 

Chibii Machiba. 

Mahista. 


DE  LA  FORMClOS  DE  LOS  PART1CIP10S  DE  PRESENTE. 


Furmase  del  presente  del  indicalivo  cercenando  la  b  y  m 
cuando  las  hubiere. 

PRIMERA  conjugaci6n. 


1.J  regla.     La  terminacion  scua  se  muda  en  sea. 

Sacase  zemascua,  que  hace  maza  .  por  parlicipio  de  pre- 
?enle  y  preterito.  Sacase  tambien  inascua,  que  hace  sienga, 
y  alirunas  veces  siesca,  y  entonces  sirve  de  frecuentativo. 


GRAMATICA    MOSCA.  26  ] 

Sacase  tambien  bsoscua,  por  traer,  que  hace  songa. 

V  rcgla.  Los  acabados  en  iscua  hacen  en  isca;  v.  g.,  bzis- 
cua,  zisca. 

3."  regla.  Sacanse  bcuisca,  que  hace  cuisca,  y  este  verbo 
anomalo  ixicui,  que  hace  xinga,  y  el  verbo  anomalo  bxi, 
que  tambien  hace  xinga. 

4.a  regla.  Todos  los  demas  verbos  conservan  la  si'laba  pe- 
nultima  en  su  participio  de  presente. 

Sacanse  los  acabados  en  goscua,  que  hacen  en  guesca.  a 
los  cuales  se  juntan  blascua,  que  hace  tesca,  y  bcascua,  que 
hace  quiesca;  y  pcuascua,  pcuesca;  y  zemoscua,  oesca;  y  zos- 
cua,  por  banarse,  que  tambien  hace  oesca;  bgascua,  y  tam- 
bien bzascua;  bcoscua  hace  bcuesca,  y  tambien  bcosca;  ze- 
guscua,  cuando  significa  decir,  hace  guisca:  y  zemuscua, 
por  hilar,  hace  uisca;  bhuscua,  por  cargar,  hace  huisca. 


SUGUNDA    CONJUGACION. 

1."  regla.  Los  que  no  tienen  n  antes  del  suca  hacen  como 
el  presente  de  indicativo;  v.  g.,  chaguitisuca. 

2.a  regla.  Los  que  tienen  n  antes  del  suca,  si  son  activos, 
tambien  hacen  como  el  presente  del  indicativo;  v.  g.,  bxin- 
suca,  chaxinsuca:  yo  que  cojo. 

Pero  si  son  neutros  pierden  la  s  del  suca;  v.  g. ,  zecun- 
suca,  chacubunuca. 

Sacanse  los  verbos  de  estar,  que  pusimos  arriba,  cuyo 
participio  de  presente  es  el  de  preterito.  Aunque  isucunsuca 
tiene  por  participio  de  presente  frecuentativo  suzasuca,  izon- 
suca,  zonasuca,  y  lo  mismo  se  puede  hacer  de  los  otros  ver- 
bos de  estar. 

Sacase  tambien  zemucansuca,  que  hace  uco  en  el  presente 
y  preterito,  y  atizinsuca ,  que  hace  tisuca,  aunque  tambien 
hace  tizinuca)  conforme  a  la  regla  general. 


■?62  CONGRESO    DE    AMERICANFPTAS. 


!»«■!    futuro. 


Formase  del  participio  de  presente  mudando  en  la  pri- 
mera  conjugation  la  terminacion  sea  en  nga,  y  en  la  se- 
gunda  conjugacion  la  uca  6  suca  en  ninga  ;  v.  g. ,  cuisca, 
cuinga;  cuitisuca,  cuitininga. 

A  los  verbos  de  estar  que  tienen  el  participio  de  presente 
extraordinario ,  para  el  de  futuro  se  les  anade  un  ninga; 
v.  g.,  suza,  suzaninga:  zemucansuca  hace  uconinga;  zemis- 
tisnea  hace  histaninga ;  inascua  hace  sienga,  participio  de 
presente  y  futuro;  zemascua,  neutro,  hace  manga;  bzoscua, 
por  traer,  hace  songa ,  por  participio  de  presente  y  de  fu- 
turo; y  zemoscua,  neutro,  hace  monga. 

Primer  supino. 

Formase  del  presente  del  indicativo,  mudada  la  termina- 
cion scua  y  suca  en  iva:  v.  g. ,  bcuiva,  zeguitiva,  zecubu- 
niva,  etc. 

■  >«-!  seguntlo  supino. 

Formase  del  participio  de  presente  de  la  tercera  persona, 
mudada  la  terminacion  suca  6  sea,  6  la  que  tuviere,  con 
esta  terminacion  ca;  v.  g.,  cuisca  hace  cuica;  guitisuca, 
guitica. 

Del  segundo  futuro. 

Formase  del  futuro  primero,  convirtiendo  su  ultima  si- 
laba  ga  en  guepcua ,  y  tiene  la  pemiltima  silaba  breve; 
v.  g.,  quinga,  guinguepcua;  guitininga,  guitininguepcua. 

1'IN   DE   LAS    10RMACIONES. 


GRAMATICA    MOSCA. 


US  FORMACIOMS  DE  LOS  T1EHP0S  U  VERSO. 


Floquio  quisquis  chibcho  cupis  esse  dissertur 
En  tibi  que  is  possitu  form  are  tempora  norma. 

De  prseteritis. 

Regula. 

Preteritum  formas,  scua  et  suca  facile  domptis 
Addideris  vero  nonnullis  id  quy  prioris. 
Inquibus  A  suca  prezit  an  zemnipcuasuca 
Turn  dare  pro  suca  6  him  tollere  srepe  videbis 
Indos  tumque  alias  o  summunt  a  que  relinquunt 
Zemnipcua,  zemnipcuo,  zemnipctiao  dicunt. 

De  futuro. 

Pro  scua  vel  suca,  nga  aut  ninga  redde  futuris 
Bcuiscua,  bcuinga;  zeguitisuca,  zeguitininga. 


Regula  coes  imperativi  primi 

Imperii  tempus  fiat  pronomine  dempto. 

Prreterili  ex  aliis  nullam  contemnito  normis. 

l.a  regula.  Primo  B  dimittas,  si  B  est  verbi  littera  prima 
illud  at  observant,  atque  A  neutra  insuper  addunt. 

V  regula.    Verba  per      cepta       desumunt      relinquunt. 

\S  exceptio.  Excipias  primo  quedam  que  amittere  nolunt, 
nee  tamen  v.  sumunt:  sunt  ist  hec  muingao,  muyu  atque 


264  CONGRESO    UE    AMERICANISTAS. 

mux  qnanclo  iubens  commisure  dicis  semper  muihizu:  ad- 
heret  iis  comes  est  icui  muyu. 

2."  exceptio.  Alia  que  non  servant  m  dicte  excipe  vursum^y 
ohozu,  imu,  v.  onao,  hocu  camque  ubiao  iscu  atque  icu,  hi 
ate  sonans,  istis  quoque  icaucu,  o  hinges.  Excipe  postremo 
quedam,  que  is  sylaba  prima  m  comes  haud  placet,  obquod 
talia  utrumque  relinquunt  ic  hosu  cum  huzao,  houi,  hizuy 
hizcao  iungitur  illis. 

Ast  g  allis  tollas  verbis  que  is  littera  prima  est  suntque 
zegunsuca,  zeguquesuca  atque  zeguscua,  unu,  ucu ,  uzuy 
bgascua  so  facit  aso  zegascua. 

■mperativa   irregularia. 

Denique  qua  normas  non  servant  sumito  pauca  sunt  luee 
zomcct,  siu,  ze,  sabo  nee  non  mehichachi. 

REGUL.E    PniM.E    CONJUGACIONIS. 

1."  regula.  /  vel  y  preterita  u  sisint  monosyllaba  summunt 
inde  cuyu,  bcuiscua,  bziscua,  que  ziu  dato  semper.  Ast  id  y 
prseteriti  u  sisint  pollisyllaba  fiat  sic  cape  significans  dices 
a,  bgascua,  gucu. 

Exceplio.  Excipe  zeguscua  et  bxiscua ,  quibus  adde  zemas- 
cua  dant  uzu,  xizu,  amazu,  amacu  que  aliquando. 

2.1  regula.  A  quoque  preterito  a  verbis  monosyllabo  in 
ascua,  o  data  pro  a  vel  uti,  co,  cuia  bgascua  presens. 

Exceplio.    Excipe  sparge  sonans  iao  cui  idioma  biascua. 

•V  regula.  Atqui  preteritis  quibus  u  posterior  adsit  prono- 
men  tolle  et  iubendo  tempus  habebit. 

REGUL.E    SECUND.E    CON.TUGACIONIS. 

Preterilum  y  in  u  sisint  pollisyllaba  muta. 
Ast  e  pieteritum  tumque  i  pollisyllaba  summunt  u  nl 
xiea,  bxiesuca  turn  zom,  bzoisuca. 


GRAMATICA    MOSCA.  265 

Denique  pneterito  (si  activi  in  suca  finentis)  adde  u  sic 
bginsuca,  ginu;  bxinsuca  que  xinu:  sin  vero  neutris  nsuca 
tunc  facitosw  seu  zecubunsuca,  acabusu  quod  in  re  reposcit. 


De    imperalivo    seeundo    seu    participio    preterit! 
quod    idem    est. 

Hoc  ex  praeterito  secto  formare  tenens  iunctis  servatis 
qme  de  illo  diximus  ante  circa  iam  dicta  imperativa  prima. 

Prater  quam  absit  neutris  a  adsit  ni  sequivocatio,  qua*que 
aderit  quoties  eradem  themati  adsint  activum  et  neutrum 
vel  uti  zebzascua,  izascita  persona  in  3."  illud  habet  zaia 
ist  ut  azaia.  Tandem  g  haud  mutent  in  s  hie  zegascua, 
bgascua. 

PRO    PRIMA    CONJUGATIONE. 

1."  regula.  Prseteritis  m,  y  linitis  e  addito  solunt,  si  tamen 
hsec  fuerint  monosyllaba  ceunyemny. 

Exceptio.     Bcuiscua,  cuyia  dabit  et  acuyia,  zeguiscua. 

2  tt  regula.     Dein  i  finitis  adda  e,  w,  y  verso. 

3.a  regula.     Insuper  u  finitis  e  super  addito  tantum. 

Exceptio.  Excipe  zemuscua,  uia.  Huia  facit  atque  zebhus- 
cua,  turn  faque  chiguscua,  faque  chiguia  dabit,  atque  hui 
chiguia  dices  a  hui  chiguscua  verbo. 

i.a  regula.    la  dato  pneterito  a  finitis  ascua  et  oscua. 

Exceptio.     Si  zebiascua  demos  quod  iao:  saia  que  inascua. 

"».a  regula.     Goscua  iit  gaia  in  verbis  at  hem  ate  goscva. 

6.*  regula.  Prseterito  impollisyllabo  idem  servare  debebis 
quando  secundum  formes,  ac  primum  imperativum.  Praeter 
quam  quod  in  a  versum  u  debet  esse  prioris  seu  cam  cuicu, 
cam  cuica,  turn  bxiscua,  xiza:  ica,  zeguscua;  moza,  semos- 
cua  y  maza,  zemascua. 


266  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

i 
PRO    SEGINDA     CONJUGATIONS. 

i.a  regula. — Manipcuasa.  Imperativum  fiat  idem  primum  atque 
secundum  verbi  in  asuca,  a  solum  super  adde  secundo. 

2."  regula. — Mayuitua.  Atque  idem  in  illis  que  non  habebunt 
a  nee  n  ante  suca  prestabis.  Piu  isdam  tamen  haud  super 
addas  a  sed  in  ipsum  u  mutes:  suntque  cam  abcamisuca, 
zebguisuca,  zebchibisaca,  zebgamisuca,  atque  zebihotisuca 
tumque  icui  zebcuibisuca. 

Dein  zemohosisuca  tumque  zecuichecuisuca  cum  zebco- 
mosuca,  his  inihisisuca  que  junges,  atque  zemistisuca  sem- 
per fit  comes  illis  cum  zemimisuca ,  zecuibisuca  addito 
tandem. 

3.a  regula.  Id  quoque  in  activo  servabis  nsuca  finenti,  in 
neutro  verbo  a  pro  u  primi  dato  secundu. 

Exceplio.  Excipe  isucunsuca,  suza,  queque  sequunt  est, 
penaoa,  zepcuane;  et  chibihine,  biza  det  pcuica  ,  chipcuica- 
ne,  izonsuca  que  zona  fiat,  turn  sona,  a  soane,  atque  apui- 
cuinepuica.  Puina ,  apuine  dabit ,  preter  chipcuingane, 
paring  a  atque  zeguensuca,  aguecua;  apcua,  pcuane  que 
pcuapcua  turn  sie  isinsuca  dat  primum  datque  secundum. 

De    partieipio    prsrscntis ,    sen    imperativo 
I.'1,    *.»   quod    idem  est. 

Forma  ex  presenti  presentis  participium  istud  iuxta  pre- 
cedents normas  m.  B.  que  demptis. 

PRO    PRIMA    CONJUCtATIONE. 

1.a  regula.     Fac  scua  prasentis  sea,  solum  hsec  excipiantur. 
Exceptio.     Dat  zebsosaia,  songa  dat  quoque  maza,  zemascua, 
sienga,  siesca  vc  ceddat  denique  inascua  prasens. 
2.a  regula.     Isaia  finitis  istud  dato  tempus  in  isca. 


GRAMATICA    MOSCA.  267 

3."  regula.  Iscua  sed  isca  dona:  cuisca,  xinga  que  demptis, 
istud  ad  ixicui  aut  bcci  ad  bcui  reducitur  illud. 

4/  regula.  Insuper  in  reliquis  penultima  syllaba  verbis 
servetur.  Finita  tamen  diinittito  goscua,  qua'  cum  bgascua, 
bzascua,  btascua,  cum  relativis  ipsorum  neutris  danl  istud 
tempus  in  esca.  Turn  bcascua,  cuiesca  facit,  et  zepcuascua, 
pcuesca  dat  esca,  zoscua  datque  oesca ,  zemoscua. 

Huisca,  zebhuscua;  uisca,  zemuscua;  guisca,  zeguscua. 
Demqup  zebcoscua,  bcuesca ,  bcosca  ve  tenebit. 


PRO    SECUNDA    CON.J  UGATIONE. 

l.a  regula.  Verborum  pra?sens,  qua-  ante  illud  suca  care- 
bunt  n  sit  et  imperativum,  gintisuca  ita  docet. 

2."  regula.  Non  caret  licet  n  modo  sint  acLiva  tenento  re- 
gula eandem:  neutra  tamen  pro  suca  habuerunt  uca,  si  ex- 
cipias  quodam  que  is  esse  notatur.  Prsesentis  et  pneteriti 
idem  sit  participium  illis  uco ,  zemucansuca:  tisuca  excipe 
tandem  exasisinsuca:  tisinsuca  dat  licet  ipsum. 


Participiuiu  futuri. 

Pnesentis  de  participio  istud  participium  esto  si  facias 
sea  illis  nga;  uca,  suca  que  ninga. 

Verbi  existendi  pnesentis  participium  adduntm'ngra  dum 
boc  formant:  nee  non  zebsoscua,  songa  det,  comes  in  ascua 
sit  semper,  cui  eslo  sienga  atque  zemislisuca,  zemucansuca, 
zemascua  dent  hista  ninga,  uconinga  ,  denique  manga. 
Omnibus  adiunges  quod  habebit  monga  zemoscua. 


V  ri  111  ant   supinum. 

Prima  supina  tenes  scua  et  suca  sivi  ioa  mutes. 


■208  r.ONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Secundum  supinum. 

Tumque  secunda  tenes  si  quidquid  terminet  ilium  perso- 
nam tertiam  praesentis  participis  in  ca  mutes  ut  cuica,  gui- 
tisuca,  guitica. 

Parlieipium  secundum  fiiluri. 

Denique  pro  ga,  guepcua,  dans  formato  futurum  ut  gui- 
tininguepcua. 

FINIS. 


DE  LA  COKSTRUCClfa  DE  LOS  VERBOS. 


Fuera  de  los  pronombres  que  estan  puestos  al  principio 
del  arte  hay  olros  pronombres  transitivos ,  los  cuales  son 
de  cinco  maneras,  conforme  a  los  cuales  dividiremos  los 
verbos  con  quien  se  juntan  en  cinco  clases: 

Primera  cla.se  de  pronombres. 

1."  persona Ma Chia. 

2.'1  persona Ma Mia. 

3.a  persona Caret Caret. 

Esta  manera  de  pronombres  pidenlos  los  verbos  activos 
que  no  tienen  mas  que  una  persona  que  padece,  para  la 
cual  persona,  cuando  es  pronombre,  sirve  la  dicha  manera 
de  pronombres. 

Pero  hase  de  advertir  que  solamente  sirven  estos  pronom- 
bres con  el  verbo  de  tercera  persona,  y  algunas  veces  con 
el  de  segunda  persona  del  singular.  En  todos  los  demas  se 


GRAMVriCA    MOSCA.  269 

ha  dc  poner  por  persona  quo  padece  a  los  pronombres  sus- 
tantivos. 

Item  los  participios  no  pueden  tener  persona  que  padece, 
estos  pronombres  cha,  ma,  etc.,  sino  entonccs  se  han  de 
poner  los  suslantivos,  salvo  cuando  el  participio  fnere  de 
pasiva,  como  changuitua,  mangi'iitua,  etc. 


Segunda  manera  de   pronombres. 

1."  persona Chahac Chihac. 

•?.a  persona Mahac Mihac. 

3. a  persona Icui leui. 

Los  verbos  de  la  segunda  clase  que  piden  esta  clase  de 
pronombres : 

1.  Icuizeguscua :  decidle  a  el. 

2.  Icui  zecubunsuca:  hablale  a  el. 

3.  Icui  blascua:  dejale  alguna  cosa,  y  asi  pegar  enferme- 

dad,  pegar  fuego,  poniendo  la  persona  que  padece. 

4.  Icui  itizinsuca:  soy  amado  de  el. 

5.  Icui  abcuisca:  asidle. 

G.  Icui  zebcuibgoscua:  despedirse  de  el. 

7.  Icui  zemiscua:  entrar  en  cosa  que  no  es  cosa. 

8.  Icui  biaiquesuca:  encargar  alguna  cosa  &  otro. 

9.  Icui  zebquibisuca:  lo  mismo. 

10.  Icui  zefihisuagoscua:  reprender. 

11.  Icui  aguensuca:  hacerse  largo,  prolijo. 

12.  Icui  bziscua:  pedir  6  preguntar. 

13.  Icui  abahaquensuca:  olor 

14.  Icui  achansuca:  tener  hambre. 

15.  Icui  azascua:  pasarse? 

16.  Icui  abcuscua:  pagarle  6  comprarle. 

17.  Icui  abtiliipcuasuca:  alancealo. 

18.  Icui  abtinsuca:  tomar  prestado  de  el. 


270  CONGRESO    DE   AMERIGANISTAS. 

19.  Icui  bzascua:  ponle  alguna  cosa. 

20.  Icui  zemniscua:  »         »  » 

21.  Icui  zemohosisuca:  untar. 

22.  Icui  zebcuscua:  soplarle. 

23.  Icui  zebtihisuca:  blandear  alguna  cosa;  v.  g. ,  una  lan- 

za,  etc. 

24.  Icui  zinsuca  :  vocear  a  otro. 

25.  Icui  zecuihinsuca:    »      » 

En  la  segunda  persona ,  si  se  pone  el  nombre  de  la  per- 
sona que  padece,  bastara  poner  al  fm  del  nombre  esta  letra 
c  en  lugar  del  icui,  y  asi  podemos  decir:  Pedro  icui  uzu,  1, 
Pedroc  uzu:  dile  a  Pedro;  y  gala  icui  cu,  1,  gatac  cu:  sopla 
la  candela. 

Tercera   manera.   de   pronombres. 

l.a  persona Chahas Chihas. 

2.a  persona Mahas Mihas. 

3. a  persona Is Is. 

Los  verbos  siguientes  son  de  tercera  clase,  que  piden  esta 
manera  de  pronombres. 

! .  Is  bgyisuca:  golpear  alguna  cosa,  1,  amanar  alguna  cosa. 

2.  Is  apcuihistansuca:  pegarsele  algo. 

3.  Is  amascua:  »  » 

4.  Is  abuscua:  pegarsele  muchos  animales  li  hombres. 

5.  Is  zecuisinsuca:  rebelarse  contra  el. 
I).  Is  acuinsuca:  acontecerle. 

7.-  Is  zebiascua:  echar  6  esparcir  una  cosa  en  otra. 

8.  Is  afihiszansuca :  pesarle  la  carga. 

9.  Is  amuiscua;  v.  g. ,  cuica  is  amuisca:  dar  sobre  ellos 

pestilencia. 

10.  Is  zemihibisuca :  pegarle  alguna  cosa. 

11.  Is  afihibinsuca:  pegarsele  alguna  cosa. 


GRAMATICA    MOSCA.  271 

12.  Is  bchichisuca:  escurrir. 

13.  Is  ackichinsuca:  escurrirse. 

14.  7s  zebiotesuca:  beber  tabaco  por  el. 

15.  7s  amuinsuca:  amor  tenerse. 

16.  7s  zeginssuca:  reirse  de  el. 

17.  7s  bziscua:  cobijarlo. 

18.  Isizascua:  topar,  dar  en  alguna  cosa,  como  un  cie- 

go,  etc.,  tapias  iza. 

19.  7s  zepcuansuca:  cuidar  de  alguno. 

20.  7s  zebcuiscua:  hacerle  algo  mal  6  bien. 

21.  7s  zemahahasesuca:  limpiar  algo  con  el. 

22.  7s  zegiiitisuca:  amanar  a  otra  cosa  algo. 

23.  7s  zeguquesuca:  tomar  la  medida  ,  1,  decir  mal  de  otro 

cuando  se  miden  tierras,  1,  similia.  No  se  dice  mas 
de  zeguquesuca,  imperativo,  ucu,  mancua. 

24.  7s  abcoscua:  morirse;  cliahas  abcoscua,  etc.,  et  hoc  est 

magis  in  usu,  quam  dicere  is  zebcoscua. 

25.  7s  btascua:  escoger,  achicar. 

26.  7s  zemioasuca:  escoger. 

27.  7s  zebioasuca:         » 

28.  7s  aiansuca:  quitarsele  la  enfermedad. 

29.  7s  abquisca:  aprovecharse  algo. 

Con  la  tercera  persona ,  si  se  pone  el  nombre  de  la  per- 
sona que  padece,  basta  poner  al  fin  de  ella  esta  letra  s  en 
lugar  de  is;  v.  g.,  Pedro  me  echo  polvo  en  los  ojos:  Pedron 
fuscui  zupquias  avia. 

Cuarta  manera   de    pronombres. 

1  .*  persona Chahan Chilian. 

2."  persona Mahan Mihan. 

3.*  persona In In. 


Los  verbos  que  piden  esta  cuarta  manera  de  pronombres 
l  loi 
1  8 


son  los  siguientes: 


-)--> 


GONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


1.  In  zebzahanosuca:  acocear. 

2.  In  zemahabensuca:  vocear  contra  alguno. 

3.  In  zebsiscua:  achacar,  hacerle  cargo,  echarle  la  culpa. 

4.  7/i  asucune:  tengo  tal  cosa  en  mi;  v.  g.,  calentura. 

5.  In  azoscua:  pegarsele. 
(').  hi  aniscua:        » 

7.   in  bcuiscua;  v.  g.,  zeguepcua  in  bcuhcuu:  vuevele  las  es- 
paldas. 


Quintet   manera    de   pronombres. 

1  .a  persona Zuhuque. 

2."  persona Muhuque. 

3.'  persona Iloqve. 

Siguen  los  verbos  de  la  quinta  claso: 

1.  Hoque  zemniscua:  dar. 

2.  Hoque  bguscua:  ensenar. 

3.  Hoque  chozebcuisciia:  agradar  y  hacer  con  que  agrade 

a  otro. 

4.  Hoque  chuenzazebcuiseua :  desagradar,  ofenderlc. 

.">.  Hoque  acluiensuca. :  agradar,  darle  gusto,  recibir  con- 

tento. 
(5.  Hoque  itizinsuca:  soy  amado  de  el. 

7.  Hoque  zeminasuca:  encargar  A  otro  cnalquier  cosa. 

8.  Hoque  acliuenza:  desagradarle,  descontentarse. 
I>.  Hoque  zeguaJiaicansuca:  soy  aborrecido  de  el. 

JO.  Hoque  chogue:  darle  gusto,  plarel  illi. 


Del  verbo  «Zebtascua». 

Zebtascua  nihil  significat  esse,  sed  cum  particulis  se- 
qucntibus. 


GRAMATICA    MOSCA.  273 

1.  Hui  zebtascua:  entrar  6  meter  alguna  cosa  6  encarcelar. 

2.  Cuihicui  zebtascua:  cerrar. 

3.  Ai  zebtascua:  arrojar  hacia  adelante  y  perder. 

4.  Syi  zebtascua:  echar  aca. 

5.  lcui  zebtascua:  echar  6  meter  algo  en  otra  cosa,  cqjear. 

6.  Is  zebtascua:  achicar,  disminuir,  faltar;  doclrina  is  bta: 

falte  a  la  doclrina. 

7.  Has  zebtascua:  abrir  fuera  de  lo  que  es  puerta;  idem 

significat  itas  zemascua. 

8.  Iban  zebtascua:  apartar,  ab  aliquo. 

14.  Guas  zebtascua:  alcanzar  de  lo  alto  6  echar  alguna  cosa 

abajo  no  arrojandola. 

15.  Ubin  zebtascua:  pasar  alguna  cosa  de  un  lado  a  otro. 

16.  Umcui  zebtascua:  trastornar  una  cosa. 

17.  Uzebtascua :  sollar. 

18.  In  zebtascua:  liundir. 

19.  Vaque  zebtascua:  echar  fuera. 

Poniendo  la  persona  que  padece  con  zebtascua  tan  sola- 
mente  significa  sacar  de  una  vasija  en  otra;  pero  no  es  ella 
sino  echcindolo  en  ella;  porque  para  sacar  con  vaso  hay  ze- 
gasesuca,  cuyo  imperativo  es  gasu,  magazua. 

22.  Chues  zebtascua:  destetar. 

23.  Etas  zebtascua:  poner  6  meter  alguna  cosa  basta  la  ul- 

tima de  la  tal  cosa. 

24.  Cuicas  zebtascua:  desterrar,  echar  de  la  tierra. 

29.  Ichichi  btascua :  revivir. 

30.  Muyian  zebtascua:  aclarar. 

31.  Siste  zebtascua:  doblar. 

32.  Agotaque  zebtascua:  engaiiar. 

33.  Hicui  zebtascua:  volver  al  reves,  6  lo  de  adenlro  afuera. 

34.  Zehuen  zebtascua:  rebosarse  la  capa  6  manta. 

35.  Un  zebtascua:  pasar  otra  cosa  de  la  otra  banda. 

36.  Cuichicui  zebtascua:  pasar  otra  cosa  de  la  otra  banda. 

37.  Chisque  zebtascua:  desnudar,  empelotar  (achve). 

38.  Achichaai  zebtascua:  atravesar,  pasar  a  uno  de  parte  a 

parte. 

TOMO  II.  IH 


274  CONGRESO  DE  americanistas. 

39.  Gannique  zebtascua:  pasaren  tres  reaglones,  saltear. 

41.  Guate  zebtascua:  arrojar  hacia  arriba. 

42.  Agei  zebtascua:  echar  encima  de  otra  cosa. 

43.  Vins  zebtascua:  tragar  y  desollar  ol  pellejo. 

44.  Atis  zebtascua:  enjuagar  cualquier  cosa. 


Del  verbo  <(Zemiscua». 

1 .  Significa  buscar;  preterite-,  zemique;  imperative-  primero 

y  en  el  segundo,  maica;  el  participio  de  presente, 
isia;  participio  de  futuro,  inga:  el  que  ha  de  buscar. 

2.  leui  zemiscua:  entrar  en  cosa  que  noes  cosa.  Preterito, 

icui  zemi;  imperativo  primero,  icuamiu;  segundo, 
icuamamie ;  participio  de  presente,  icui  misca;  de 
futuro,  icuiminga. 

3.  Con  adverbios  de  lugar  significa  pasar,  ir  andando; 

v.  g.,  sihica  miscua:  por  aqui  va;  ui  zemiscua:  pasar 
adelante. 

4.  Puicas  zemiscua:  irse  por  ese  mundo. 

5.  Abolwza  zemiscua:  haber  encumillo,  1,  ilia. 

6.  Bui  zemiscua:  entrar. 

7.  Guas  zemiscua:  bajar. 

8.  Asac  zemiscua:  atentar. 

13.  Amuis  zemiscua:  acometer. 

14.  Zegis  amiscua:  pasarseme,  y  se  aplica  al  tiempo. 

15.  Chigis  mie:  cosas  pasadas. 

16.  Suaz  guan  amiscua:  salir  el  sol. 

17.  Achumis  amiza:  no  han  salido  las  pares. 

18.  Siliique  zemiscua:  pasar  por  aqui. 

19.  lensas  zemisca:  ir  descaminado. 

20.  Afihista  amiscua:  cerrarse  la  herida  6  llaga. 

21.  lban  zemiscua:  apartarse  de  el. 

22.  Zupcua  zemiscua:  abrir  los  ojos;  imperativo,  mupcua, 

vizu,  maviza,  etc. 

23.  Ziton  zemiscua:  caer  de  cabeza. 


GRAMATICA    MOSCA.  275 

24.  Zepuicuiz  icui  amiscua :  venirme  al  pensamiento,  dar 

en  cllo,  advertirlo,  etc. 

25.  Zemiscua:  coger  cosas  derramadas ,  esparcidas.  Impe- 

rativo,  biu,  1,  fiuy  mafie,  etc. 

34.  Hiechaque  zemiscua:  hundirse  en  la  tierra. 

35.  Etaquia  zemiscua:  hundirse  en  el  prof  undo. 

38.  Achicha  ai  amiscua:  pasarle  el  instrumento  6  la  cosa 

de  parte  a  parte. 

39.  Etaquia  icui  zemiscua:  penetrar. 

40.  Ipcuabie  z  amiscua:  perderse  alguna  cosa. 

41.  Hua  z  ai  amiscua:  ponerse  el  sol. 

42.  Agicui,  I,  agei  zemiscua:  subir  (hubir?). 

43.  Hica  chachac  amiscua:  romadizarse. 

44.  Hz  amiscua:  temblar  la  tierra. 

45.  Zibs  amiscua:  pasar  por  mi. 

46.  Zepcuacua  z  amiscua:  dame  latidos  el  pulso  en  el  brazo, 

et  sic  de  aliis  membris  corporis. 

47.  JJbia  zamiscua:  entrar  en  casa  el  ladron,  dar  asalto, 

et  non  disit  Pedro  zami,  sed  Pedro  hui  amiu. 
54.  Abi  chichiami:  entrarse  dentro  del  maiz. 

57.  Zecuhucas  ami,  I,  zecuhucuitas  ami:  entendido  he. 

58.  Zecuihis  ami:  pas6  por  delante  de  mi;  xiecuihis  ami: 

pas6  por  la  orilla  del  rio;  finalmente,  por  delante  6 
junto  de  cualquier  cosa  ,  a,  a  cuihisami. 

59.  Acuihisuca aizemi: pasepor delanteomuyjuntico de ella. 

60.  Zegantes  ami:  pas6  por  debajo  de  mis  piernas. 

61.  Aganicui  ami:  metiose  entre  ellos. 

62.  Achichi  ami:  idem. 

63.  Chiginimi  ai  ami:  paso  por  medio  de  nosotros. 

68.  Umis  amiscua:  pasar  por  el  gargiiero. 

69.  Fuchoque  zemiscua:  andar  perdido  tras  mujeres. 

70.  Zecuihinamiscua:  pas6  por  mi  lado. 

71.  Zegis  icui  amiscua:  hacerle  senas. 

72.  Zepcuaca,  1  zepcuapcua  icui  amiscua:  idem,  con  el  bra- 

zo 6  sombrero. 

73.  His  amiscua:  deshincharse  y  agacharse. 
1  8   * 


V?7G  CONGRESO    HE  AMERICAN1STAS. 


Del  verbo   «Bcuiscua». 

1.  Angua  bcui&cua:  sentir  ruido. 

2.  Can  bcuiscua:  asir;  icuibcuiscua,  lo  mismo. 

3.  Cltalias  abcuiscua:  entrar  en  provecho,  6  aprovecharse 

Je  algo. 

4.  Guatc  bcuiscua:  levantar. 

5.  Risclii  bcuiscua:  apretar  hacia  abajo. 
G.  Etaque  bcuiscua:  asir  de  abajo. 

7.  Sieque  bcuiscua:  llegarlo  aca. 

8.  Aac  bcuiscua:  llegarlo  alia. 

9.  Hischque  bcuiscua:  apartar  a  un  lado. 
10.  Es  bcuiscua:  abrazar. 

12.  Cliicc,  bcuisca:  proseguir  adelante. 


PRECEPTOS  SUELTOS  DE  LA  LENGUA  «M0SCA». 


1 .  Cuando  se  pregunla  la  causa  6  responde  y  si  se  da  la 
causa,  se  afiade  al  fin  esta  parti'cula  ne,  pero  se  entiende,  se 
post  negationem. 

2.  Hacer  para  alguno ,  despues  de  la  particula  guaca, 
ha  de  haber  una  c  6  una  que,  la  cual  ha  de  estar  inmedia- 
tamente  antes  del  verbo. 

3.  Achahansuca  significa  acabarse;  y  este  verbo,  puesto 
al'fin  de  algiin  verbo,  denota  la  perfeccion  de  la  accion  de 
aquel  verbo ;  y  asi  algunas  veces  es  lo  mismo  que  omnino; 
olras  lo  mismo  que  totus,  a,  um;  otras  que  omnis,  segiin 
el  supuestc  6  persona  que  padece,  del  verbo  que  precede  al 
verbo  chansuca. 

4.  Cuando  en  la  interrogation  precede  diccioti  interro- 
gativa,  eomo  ipcua.  cie,  fes.  etc.,  al  cabo  de  la  pregunta  se 
pone  casi  siempre  la  interrogation  be. 


GRAMATICA    MOSCA.  277 

5.  Zebsiscua,  puesto  al  fin  del  verbo  zebcuiscua  ,  signi- 
fica  la  action  con  estos  adictos;  bravamente,  poderosamen- 
te,  felizmente,  fuertementc,  etc. 

6.  Todo  lo  que  so  pregunta  con  esta  particula  ipcua,  el 
tiempo  que  tras  ella  inmediatamente  sigue  ha  de  ser  par- 
ticipio. 

De  los  adornos. 

El  ornalo  de  la  z  se  pone  despues  de  la  n  cuando  inme- 
diatamente se  sigue  vocal  (maxime  a).  Suelen  tambien  po- 
nerla  despues  de  la  vocal  cuando  se  sigue  s. 

El  ornato  de  la  n  se  pone  al  fin  del  participio  (maxime 
cuando  comienzan  a  hablar),  y  al  fin  del  supuesto,  cuando 
comienzan  a  hablar,  si  el  supuesto  acaba  en  vocal. 

El  adorno  de  la  s  se  pone,  cnando  hay  dos  verbos  juntos, 
al  fin  del  primero;  y  aunque  los  dos  hablen  de  futuro,  el 
primero  se  pone  en  preterito  con  la  s  dicha  al  fin. 


MODOS  DE  HABLAR  DE  LA  LENGUA  k  MOSCA »  Y  ALGUNAS  FRASES. 


1.  ,;Que  nombrc  1c  pondremos,  cdmo  lo  llamaremos?:  ipcua 

ahicaque  chihaninga? 

2.  Cnando  hnbieres  de  ir  a  alguna  parte  avisame  primero: 

Epcuaque  cumnangana  cuihin  chahas  fismungaco. 

3.  Amar;is  a  Dios  sobre  todas  las  cosas:  chipaba  Dios  ma- 

haca  tisininga  epcua  vie  ago  mica  cuihica  azon  aya. 

4.  Pudiendo  tii  oir  misa ,  ^has  dejado  alguna  vez  de  oir?: 

Misa  machibasa  chongaxin  inchibiza,  cne,  aguenua? 
Misa  umchibis  chocaguenan,  misa  umchibiva? 

5.  Traelo  asi  como  esta,  esto  es,  sin  mudarle:  iscagues 

nuque  masoca. 
G.  Traelo  sea  lo  que  fuere:  haqueva  aquenxin  masoca. 


278  CONGRESO    DK    AMERICANISTAS. 

7.  Traelo  como  qaieras  6  estuviere  (hablando  de  un  en- 

fermo):  haqueva  aguenxin  masoca. 

8.  Traelo  como  quiera  que  estuviere  (hablando  de  otras 

cosas) :  haqueva  agaxin  masoca. 

9.  Traelo,  sea  lo  que  fuere;  esto  es,  suceda  lo  que  suce- 

diere:  haqueva  agangaxin  masoca. 

10.  Matale  adonde  quiera  que  le  hallares:  epcuanva  asu- 

cun  inmistiningaxin  umganga. 

11.  Llevalo  cuando  vos  quisieres:   Vesvaxin  mpcuis  azu- 

cumninga,  1,  sic,  vesva  inning axin  umpcuis  azacu 
mninga. 

12.  Haga  lo  que  el  quisiere:  apcuis  azacu  cuyia. 

13.  Lo  que  el  quisiere:  apcuis  azacua,  apcuis  azancua,  1, 

apcuis  azanxicui. 

14.  No  me  deja  ir :  in  azabgaza. 

15.  Ya  sabe  que  yo  no  gusto  que  vos  vais:  rnnas  zepcuis 

azazan  ia  amucane. 

16.  Vos  sois  a  mi  gusto,  que  sois  diligente :  muem  miten 

umten  (1,  umtium)  mague  zuhuque  chocunguene. 

17.  A  tu  parecer,  ,;  cuantas  veces  seran?:  mcuicuinaz  tea 

sicaque  nua?  1,  mchibicaz ,  1,  icuimsunecaz  ica  sica- 
cuipcuava? 

18.  «;,  Adonde  dice  que  fue?:  epcuaque  gue  anan  noliobe? 

19.  ,;  Adonde  dice  que  esta?:  epcuanegue  asucun  nohobe? 

20.  ^Quien  dice  que  es?:  xiegue  nohobe? 

21.  ,;Quien  dice  que  fue?:  xiegue  saca  nohobe? 

22.  ^Quien  dice  que  la  derramo?:  xieguen  hischain  iaua 

nohobe? 

23.  ,;,Quien  dice  que  hace?:  ipcuague  quisca  nohobe? 

24.  <;Guyo  hijo  dice  que  es?:  xie  chuta  guen  nohobe? 

25.  ^Guyo  dice  que  es?:  xupcua  gue  nohobe? 

26.  ,;Quien  me  fiara?:  xupcua  nga  zemahobe? 

27.  Est3is  en  lugar  hiimedo,  mirad  que  no  os  haga  mal: 

lotupcuagin  msucuns  iuque  mabgazingaco. 

28.  Si  fuere  indio  que  tuviere  le  echare  de  pena  medio 

peso,  y  si  fuere  pobre  le  azotaran:  epcua  vie  zague- 


GHAMATICA    M0SCA.  279 

nan  a  pena  medio  peso  que  bganga;  nga  pobre  ca- 
guenan  anguitininga. 

29.  De  esta  manera  sabreis  todas  las  oraciones  en  poco 

tiempo;  de  otra  manera  no  sabreis:  fasihique  agues- 
nuque  rezar  apui  nucasa  sicuenzaque  mimucaninga 
uchasague  cuan  mimucanzinga. 

30.  Dos  anos  hace  que  estamos  aqui,  y  ni  aun  rezar  sabeis: 

zocam  boza  zaquins  sinaca  chibicine,  ngarezar  uchias 
mimucanzane. 

31.  Mejor  fuera  que  no  hubiera  venido:  ahuzasan  chonga. 

32.  Vosotros  los  indios  cuando  estais  solos  soleis  decir  asi: 

mie  muiscan  achquis  misuquenan  sihique  migascua. 

33.  Fuese  triste:  apuicui  zachanmague  cana. 

34.  ^Gomo  te  atreves  tii  a  pecar?:  iahacanguens  hisquic 

umguens  pecar  umcuiscua. 

35.  Dios  sabe  todas  las  cosas  pasadas,  presentes  y  futuras: 

Dios  ipcua  vie  azonuca  chigismia  nga  fauguecua, 
nga  fa  chicuihicanaia  cuininga  uco  caguene. 

36.  El  pecado  que  yo  hago  a  solas  ,;,quien  lo  sabe?:  achcuis 

ze  pecado  chacuisca  xie  o  neon. 

37.  Alumbra  acd  para  que  vea:  gata  xieque  cuicus  achieque 

chachiba. 

38.  Este  tu  hijo  anda  hecho  bellaco,  esun  holgazan,  no 

hace  nada,  es  un  bebedor:  sis  mchuta  muisca  ma- 
chuenza  caguenza  sine  fuchuago  cabcuiscua  hataque 
quisca  guesca  magueza  fupcua  iohotu  cabcuiscua. 

39.  Aliimbrale  alia  para  que  vea:  gata  nigue  aicuiai  achie- 

que chiba. 

40.  Pon  un  espantajo  para  que  teman  los  pajaros:  ucacuius 

pcuiliista  sie  suan. 

41.  ^Podrase  dejar  por  de  fuera?:  faquis  annisco  chonocha. 

42.  Lavalo  muy  bien  por  de  dentro  y  por  de  fuera:  tyinnxie 

faquin  nxie  choque  umchungaco. 

43.  Tengo  los  pies  llenos  de  lodo:  zequihicha  usua  fuiziguen. 

44.  Traed  lo  que  hubieredes:  ipcuava  mihuin  aguecuaxin 

mibsonga. 


280  CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 

45.  Apartate  para  que  esle  claro:  ihiehca  fuhucu  muiias 

cuisa. 

46.  Tengo  los  pies  muy  frios:  zecuihicha  zanyian  gachane. 

47.  Entremos  (dijo)  en  tu  casa:  umguetaque  huichimic  abgu. 
18.  Entro,  y  mirando  a  una  parte  y  a  otra,  y  no  le  contes- 

tando  nada  de  lo  que  habia,  se  salio:  huia  misnga 
aixi  chibaxin  ngagitetaqv.e  in  pacaoa  apuinuca  apuis 
azazan  vacaiane. 

49.  La  casa  6  aposento  estaba  muy  clara :  hataque  gueta 

muyian  apcuane. 

50.  Dijo  que  lo  pusiera  debajo  de  la  barbacoa;  piisolo  debajo 

de  la  barbacoa,  y  alii  esta  debajo  de  la  barbacoa:  pui- 
puiniuszo  abga,  cuinius  abza  nga  eque  cuinius  azone. 

51.  Entro,  y  no  hallando  donde  esconderse,  entrose  en  otra 

casa:  hui  amisnga  inchisguenga  amistizan  gueta  ata- 
que  huiami. 

52.  Una  persona  vino  a  quejarse  de  ti,  esto  es,  a  acusarte: 

muisca  atan  chahaque  mabsipcuon. 

53.  Ya  estan  en  sus  casas  de  vuelta,  hablando  de  muchos, 

guesacuine ,  es  lo  que  se  dice  de  pocos  6  de  uno, 
iaguecapcua,  1,  iaguec]\aliaque. 

54.  Lo  deje  olvidado  en  mi  casa:  gueneguen  zemaha  cuis 

inicui. 

55.  <<Que  tamaiio  eras  cuando  te  casaste?:  fique  umganua 

casar  umcui? 

56.  ^Cuantos  anos  tenias  cuando  te  casaste?:  in  momuis 

cuisa,  1,  etc.,  zocam  ficaza  cuininuca  casar  umcui? 
in  fac  mazaia. 

57.  Llevalo  con  tiento  :  is  maguoque  umningaio.  Dfcese  de 

lo  que  tiene  peligro  de  romperse,  6  derramarse,  6 
ensuciarse,  pero  no  de  perderse,  pues  entonces  so 
dice:  aguezaque  apuicuinza  umgazingaco. 

58.  i Que  edad  tenias  cuando  te  casaste?:  in  maynuis  cuisa, 

1,  in  fac  mazaia  ficaza  cuininua  casar  umcui? 

59.  Ya  lo  he  confesado:  ie  confesarque  bga. 

60.  Vengarse:  zintabcuiscua,  minta  umcuiscua ,  enta  zabes. 


ilRAMATICA    MOSCA.  281 

til.  <;A  quien  se  lo  dijiste? :  xieco  urnuque? 
(»2.  ,;Has  dicho  en  toda  tu  vida  alguna  mentira?:  muis- 
cuinxie chief  icago  mauza  zaguenua? 

63.  Mira,  no  hay  quien  en  toda  su  vida  no  haya  dicho  men- 

tira: cfiibu:  amuiscuinxie  sa  acliichcago  zan  agueza. 

64.  Mira,  no  hay  quien  en  toda  su  vida  no  se  haya  cnoja- 

do,  renido  con  algnno:  chibu:  amuiscuinxie  lxata 
uchas  muiscabhoza  ainago  zanegueza. 

65.  Por  tanto,  es  imposible  que  en  toda  tu  vida  hayas  de- 

jado  de  haber  dicho  alguna  mentira:  is  npcuaque 
muen  muiscuinxie  umchich  cagozanen  aguezinga. 

66.  Es  imposible  que  dejes  de  haber  renido  con  alguien  on 

toda  tu  vida:  muiscuinxie  hat  a  uchas  muiscabo  hoza 
minago  zanen  aguezinga. 

67.  Por  tanto,  pues  que  has  dicho  alguna  mentira  en  toda 

tu  vida,  di  que  si  es  verdad,  que  si  has  mentido:  is 

npcttauca  muiscuinxie  u,  1,  cumchiclicagonan  ocas 

guen  ichiclicagon  ximganga. 
1)8.  Ya  ahora  vamos  por  buen  camino :  fan  ie  chosguen 

china. 
60.  Lleva  la  yerba  adonde  estan  los  caballos:  chuhuchua 

hicabaio  in  aguecuaque  niu. 

70.  Ponla  donde  estan  los  caballos:  hycabaio  inaguecanzo. 

71.  Porque  se  ha  llegado  el  tiempo  cuando  soleis  confesar, 

os  quiero  tratar  de  la  confesion :  confesar  inmiquin- 
gaca  pcuanpeuaque  confesion  ica  mihaque  chauza. 
La  misma  frase  es  para  decir  que  ya  es  tiempo,  que 
ya  es  hora;  v.  g.,  ya  es  hora  6  tiempo  de  decir  misa: 
misa  in  nquingaca  pewa,  etc.  Todo  esto  se  entiende 
cuando  se  ha  de  confesar  6  decir  misa;  pero  para  de- 
cir que  ya  es  tiempo,  ya  se  ha  llegado  la  hora  cuando 
soleis  confesar,  ha  de  decir:  confesar  in  miquisca 
capcuan. 

72.  Decid  misa  a  la  hora  que  soleis:  misa  in  maquisca  cap- 

cuan macuyia. 

73.  Pecid  misa  donde  soleis :  misa  in  maquiscan  macuyia. 


282  CONGRESO    DE    AMEIUCANISTAS. 

74.  Ya  esta  cerca  el  tiempo  de  vuestras  confesiones:  ia  con- 

fesar  in  miquinga  zalequene ,  1,  confesar  miqitinga 
zalequene ,  1,  confesar  mibcuinga  zalequene. 

75.  No  tiene  sabor  ni  nada:  apcuachapcua  magueza. 

76.  Tiendola  y  acueslome.sobre  ella:  zemuis  afihistan  izas- 

cwrt,  zemuis  afihistan  izaszecui  bisuca. 

77.  Con  solo  la  mochila  no  se  podra?:  chiso  hocan  achuenza? 

78.  ^Cuantos  seran?:  finua? 

79.  Anda  tras  mujeres  y  se  va  haciendo  un  ladron:  fuchoca 

miscua  ubia  cagascua. 

Tiempo. 

Ahora:  fa. 

Ahora:  i,  id,  est  presto,  faspquina,  1,  spquina. 

Ahora:  sa  cum  verbis  de  praesentis;  v.  g. ,  ahora  esta  di- 
ciendo  misa:  sa  misa  zaguscua. 

Anteayer:  monna. 

El  otro  dia:  mon  mina. 

Los  dias  pasados:  mon  minia. 

Y  mas  tarde:  sasin. 

Mas  alia:  bazanquia. 

Antes:  sasa. 

Mucho  tiempo:  banzaca. 

Antiguamente :  sasbequia,  zaitania. 

Antes  que:  zacuca;  v.  g.,  umcui  zacuca ,  1,  sa  umcui  za- 
cuca:  antes  que  hagas  6  hicieres. 

Manana  en  la  noche:  mazinaca. 

Anteanoche:  mozinzinaca,  1.  muihicazaca. 

Anochecer:  azinansuca,  1,  acliis  scuinsuca. 

Anochecer  del  todo:  azacansuca  aumzansuca. 

Anoche  &  la  noche:  zasca. 

Anoche  (hablando  absolutamente):  zahasa. 

Anoche  toda  la  noche,  1,  todo  anoche:  zasiuca. 

De  aqui  adelante  d  las  nueve  subire  al  piilpito  y  nom- 
brare  d  todos ;  y  despues  de  haber  llamado  d  todos ,  a  cada 


GRAMATICA    MOSCA.  28.'{ 

iino  por  su  propio  nombre,  predicare,  y  luego  diremos  misa, 
y  el  que  faltare  lo  tengo  de  cumplir  de  justiciar  fachicui 
hica  naia  acagyiaxin  pulpitoque  zoszaninga ,  muisca  pui- 
nuca  ahica  zegunga ,  nga  muisca  achau  achcui  ahicanuca 
bzis  achahanacuanan  predicar  chibcuinga  nga  apcuanan 
misa  chibcuinga. 

A  estas  horas:  sihicua  sina. 

Maiiana  a  estas  horas:  aica  sihicua  sina. 

A  buen  tiempo:  esupcuan,  1,  acuipctianuca,  1,  acuipcuan, 
1,  cuipco,  choca. 

Todo  el  dia:  suansiuca. 

Toda  la  noche:  zansiuca. 

Todo  el  dia  y  toda  la  noche:  suansiuca  zansiuca. 

Dia:  sua. 

Noche:  za. 

Mes:  chie. 

Aiio:  zocam. 

Antario:  zocamana. 


1.  En  tiempo  de  Pedro:  Pedro  fihistaca. 

2.  Primero  me  morire  que  venga  yo  a  ser  eso :  hiscui  ze- 

gazinga  bhi. 

3.  Mirad  que  vengais  antes  de  una  hora:  chucta  zapcua- 

zinga  m  hucuico. 

4.  Ahora  mientras  vinimos:  fa  chiupcua  zavizine  fihistaca. 

5.  En  esta  vida:  fa  chicuicui  fihistaca,  1,  fa  sis  inchiabiza 

sihistaca. 

6.  En  este  dia:  fazona  suacan. 

7.  En  ese  dia:  ina  zona  suacan. 

8.  En  el  postrer  dia,  que  entre  nosotros  llamaremos  dia 

del  juicio:  bgiuque  zona  suacan  chiechihuin  dia  del 
juicio  chihasca. 

9.  Este  dia:  fazona  sua. 


284  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS 

10.  Ese  dia:  inazona  sua. 

1!.  El  ultimo  dia:  bgyuque  zona  sua. 

12.  <;De  cuanto  a  cuanto  os  eonfesais?:  ficuque  ficucua  con- 

fesar  umcuiscua ,  1 ,  sua  fina  ganeque  asuosca  confe- 
sar  umcuiscua.  Uesponde:  cada  ocho  dias:  sua  su 
hu:a  que,  1,  zuhuzoque  zuhuzoque  gue. 

13.  Cada  rato:  spquin  spquina. 

14.  Cada  dia:  suaspnina,  1,  suapinuca,  1,  sua  ata  suaata. 

15.  Cada  manana:  aica  puinuca. 

16.  Cada  tarde:  sua  meca  sua  meca. 

17.  ,;De  cuautas  a  cuantas  noches  pecabas?:  zafuia  gane- 

que asuasca  pecar  umguiscua. 

18.  Todas  las  noches:  zine  puinuca,  1,  zinaca  puinuca;  esto 

es,  despurs  de  puesto  el  sol,  antes  que  anochezca. 

19.  Todas  las  noches:  zapuinuca,  1,  zape  puinuca. 

20.  Cada  tres  dias:  mozuque  mozuca,  1,  .sitate  suafa  gfa/ie- 

que  azone. 

21.  Cada  cuatro  dias:  muihicuque  muihicuca. 

22.  Cada  semana  ^cuantas  veces  sen'an'?:  Domingo  ata  ate 

fihistaca  ica  ficaque  nuabe. 

23.  No  todas  las  semanas  eran  iguales;  semana  habia  de 

algo,  y  semana  hubo  de  nada ,  y  semana  de  a  ve- 
ces, etc.:  Domingo  apuinuca  mahate  caguenza;  do- 
mingo  ata  fihistaca  peca  bcuiscua;  domingo  ata  fihis- 
tacan  mague  zan  zaguene,  1,  domingo  ata  ganeque 
azas  cua  pecar  bcuizan  zaguene  semana  ata  fihista* 
can  ica  bozaque  bcui. 

24.  Manana  en  aquel  dia:  aique  zona  suacan. 

25.  El  dia  de  manana:  aique  zona  sua. 

26.  De  aqui  adelante:  fa  naia,  1,  fachicuihi  canaia;  y  ha- 

blando  uno  de  si:  fa  zecuihi  canaia. 

27.  Vino  a  media  noche:  zapcuan  ahuque. 

28.  Llama  me  aunque  sea  a  media  noche:  zapcuanan  noho- 

can  zeJiica  umzinga. 

29.  Vino  a  la  madrugada:  suas  agasque  tisahuan,  1,  ticaa- 

hucui. 


GRAMATICA    MOSCA.  2S."» 

30.  Vino  antes  de  amanecer:  suas  agazaque  ahucui. 

31.  En  amaneciendo:  suas  agacua,  1,  suas  agan,  1,  suas 

agaxin. 

32.  Todas  las  noches  me  levanto  a  media  noche:  zaque  pui- 

nuca zapcuana  zecui  Jdsinsuca. 

33.  Todas  las  madrugadas  me  levanto:  suas  agazaque  fxtizi 

zecui  hisinsuca ,  1,  suas  agasque  tisafin  zi  zecui  lii- 
sinsuca. 

34.  Ayer  por  la  manana  me  levante  de  madrugada:  mux  hi 

caica  suas  agasque  lis  zecuihisine. 

35.  De  manana  :  zacoca. 

36.  Todas  las  mananas:  aique  puinuca. 

37.  Uni6  (Vino?)  a  las  siete,  6  las  ocho  6  nueve:  suaz  sinia 

nicuin  ahucui,  1,  suaz  zosia  nicuin  ahucui,  1,  suaz  ie 
ni  anicuin  aliucui. 

38.  Vino  a  las  diez  6  las  once  del  dia:  cuihicui  muis  ahucui. 

39.  Vino  a  medio  dia:  cuihicuis  ahucui. 

40.  Vino  a  las  tres  de  la  tarde:  suaz  a  tequen  ahucui. 

41.  Vino  luego  que  anochecio:  azacan  bohoze  ahucui. 

42.  Todas  las  mananas,  esto  es,  en  siendo  de  dia:  suas  aga 

puinuca,  1,  asua  san  puinuca. 

43.  Vino  al  poner  del  sol :  suaz  ai  aquen  sucan  ahucui .  1, 

suaz  chicas  aquen  sucan  ahucui,  1,  suaz  i  ibans  amis- 
can  ahucui. 

44.  Vino  de  noche:  umzac  ahucui,  1,  zaca  hucui. 

45.  Si  viniere  Pedro  llamame  annque  sea  a  media  noche: 

Pedroz  ahuicuinan,  zapcuanan  nohocan,  achiban  za- 
que zehica  umzinga,  1,  pcuinuque  zehica  umzinga. 

46.  Aunque  sea  de  noche:   um  zacaguen  nan  nohocan,  1, 

zaca  guen  nan  nohocan. 

47.  Desde  entonces  para  aca:  inan  xien. 

48.  Desde  entonces  para  alia:  inacaia. 

49.  Desde  que  yo  confess:  confesar  bcuinxien . 
")0.  Manana:  aica. 


286  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


Nombres  de  parentesco  y  afinidad. 

1.  Padre:  paba. 

2.  Madre:  guaia. 

3.  Padrastro:  zecuihic  pcuaia  zepaba. 

4.  Madrastra:  zecuihic  pcuaia  zoaia. 

5.  Hermano  mayor:  guia. 

6.  Hermano  menor:  cuhuba. 

7.  Hermanos  mayor  y  menor:  guias  cuhua  asa. 

8.  Hermano  respecto  de  la  hermana:  nicui  pcuihita. 

9.  Hermana  respecto  del  hermano:  guahaza. 

10.  Hermana  mayor  respecto  del  hermano  6  hermana:  guia. 

11.  Hermana  menor  respecto  del  hermano  6  hermana  ma- 

yor: cuhuba. 

12.  Hijo  6  hija:  chuta. 

13.  Abuelo:  guexica. 

14.  Abuela:  caca. 

15.  Nieto  6  nieta:  chune. 

16.  Hijo  6  hija  primogenitor  chiti. 

17.  Tio.  hermano  de  mi  padre:  zepaba. 

18.  Tio,  hermano  de  mi  madre:  zuecha. 

19.  Tia,  hermana  de  mi  madre:  zuaia. 

20.  Tia,  hermana  de  mi  padre:  zepaba  fucha. 

21.  Tia,  mujer  de  mi  tio:  zegii  fzeguiji?). 

22.  Suegro  respecto  del  yerno:  chica. 

23.  Suegro  respecto  de  la  nuera:  guaca. 
'24.  Suegra  respecto  de  la  nuera:  chasuaia. 

25.  Yerno  respecto  del  suegro:  chica. 

26.  Yerno  respecto  de  la  suegra :  guaca. 

27.  Sobrino  6  sobrina,  hijos  de  hermana  respecto  del  tio: 

guabxique. 

28.  Sobrino  6  sobrina  de  otra  cualquiera  manera:  chuta. 

29.  Primos  hermanos,  hijos  de  dos  hermanos  6  de  dos  her- 

mana?, se  llaman  hermanos. 


GRAMATICA    MOSCA.  287 

30.  Primos  hermanos,  el  uno  hijo  de  hermano  y  el  otro 
hijo  de  hermana,  si  son  am  bos  varones,  se  llaman 
ad  in  vicem  ubso;  y  si  ambos  son  hembras  se  llaman 
pabcha;  y  si  el  uno  es  varon  y  el  otro  hembra,  el  va- 
r6n  respecto  de  la  hembra  se  llama  sahaona,  y  la" 
hembra  respecto  del  varon ,  pabcha. 

33.  Primos  segundos  6  primas  segundas  se  han  de  conocer 

preguntando  si  son  hijos  6  hijas  de  sus  primos  her- 
manos 6  de  sus  primas  hermanas. 

34.  Cunado  respecto  del  otro  cunado:  ubso. 

35.  Guiiada  respecto  de  la  otra  cunada:  gycan. 

36.  Entenado  6  entenada:  zecuihic  pcuara  ichuta. 

37.  La  bisabuela  de  parte  de  madre:  zueheza. 

38.  Bisabuelo  dicese  padre  de  mi  abuelo,  y  bisabuela  ma- 

dre de  mi  abuela. 

39.  Biznietoo  biznieta,  de  la  misma  manera,  diciendo  hijo 

de  mi  nieto  6  hija  de  mi  nieto. 

Palabras  afrentosas  id  est  filia  fornicationis. 

Nistitisa.  Jisas  titisa 

Nacuasmaza.  Zimsuas  maza. 

Sihuas  maza.  Iomtago. 

Sihucuas  titisa.  Ionogo. 

Sihitas  titisa.  Jiago. 

Icui  iomtago,  maicvi  iomtago. 
Umsihiia  umcuihisa  apuine  itmsine. 
Mi  apa  umcuihisa  apuine  umsene. 
Machihiscan  categui,  1 ,  umchihiscan  catecunguene. 


Aliqua  vocabula  et  modi  dicendi  circa  res 

venereas. 

Nacua:  membrum  virile  hominis. 
Nieta,  1,  me;  membrum  virile  parvuli. 

1  9 


288  C0NGRES0    DE    AMERICANISTAS. 

Sihua:  natura  fcemine  provecta'  a;tatis. 

Sihi:  natura  fa'inine  infantis. 

Xanica,  1,  sultupciia:  muslo  li  horcajadura  entre  las  pier- 
nas  (zachichan). 

Bchiscua:  peccatum  fornicationis. 

Chuguo  agoscua ,  1 ,  mohozcuinsuca ,  1 ,  suasque  goscua: 
peccatum  puerorum  nescientium  talem  actum. 

Chinta  bziscua:  virginem  corrumpere. 

loho:  as  behiscua:  peccatum  sodomie. 

Nacuas  maza,  siliuas  maza:  iilia  fornicationis. 

Hie  iesan  bcliiscua:  peccare  nefande  cum  fsemina. 

An  ubina  nacua  getascua:  tactus  impudica  decorum  ho- 
minum,  1,  mahateca  migeta. 


Particulas  diferentes  para  decir  «  No  mas», 
para  ver  c6mo  se  usa  de  ellas. 

1 .  His  aguesnuque  timuscua:  puntualmente  dices  la  verdad. 

2.  Servar  ncuihicas  vacagu:  Salid  solamente  los  reser- 

vados. 

3.  Sie  uchias  abiothesuca:  solamente  bebe  agua. 

i.  hn  peua  cultua,  infierno  que  chinanga? :  ipov  eso  solo 
nos  hemos  de  ir  al  infierno? 

5.  Achuta  atugui  mnisca  caga:  solo  el  hijo  se  hizo  hombre. 

6.  Um  anima  uchias  ain  suca:  tu  anima  sola  esta  enferma. 

7.  Chiliicoho  hogu  cliimninga:  hemos  de  darles  solo  came. 

8.  Jnohoca  (ai  no  mas):  ahi  no  mas. 

9.  Muicu  zosa  aiasu:  sube  til  no  mas. 

10.  Chie  cu  aguitisuca:  a  nosotros  solos  nos  azota. 

11.  Chie  bolioz  quis  chibiotisuca:  no  somos  nosotros  solos 

los  que  bebemos. 

12.  Aqui  choguen  ana:  a  pie  no  mds  fue. 

13.  Hichoque  chasienga:  yo  no  mas  tengo  de  ir;   chacui 

iocao:  yo  solo  hice. 

14.  Is  cugui:  eso  no  mas  es,  eso  no  mas  hay. 


GRAMATICA    MOSGA.  289 

15.  Is  cunga:  basta,  no  haya  mds. 

16.  Bozugui:  dos  no  mds;  atugui:  uno  no  mds. 

18.  Achuto  caguen  iua:  para  tener  hijos  no  mas. 

19.  Epcuo  cagaina:  para  tener  hacienda  no  mds. 

20.  Abiohotininga  npcua  culiua? :  para  beber  no  mas? 

21.  Is  cugazonsuca:  en  eso  no  mas  suele  estar. 

22.  As  cuganzosuca:  en  aquel  (lo)  no  mds  suele  estar. 

23.  Sis  cuganzonsuca:  en  esto  no  mds  suele  estar. 

24.  Sis  sihucugazonsuca:  en  esto  no  mas  estd,  1,  sis  atague 

sinaca  azone.  Azonsuca:  suele  estar. 

25.  Hichogui  chasaia :  yo  no  mds  fui. 

26.  Hichoguen  chasaia:  yo  no  mas  quiero  ir. 

27.  Is  cugui  cltiguscua:  eso  no  mas  es  lo  que  decimos. 

28.  Is  cugui  zemucane:  eso  no  mas  es  lo  que  se. 

29.  Is  cugui  zecui  hicata:  no  tengo  mayor  (cosa?)  bo...? 


Composici6n  humana. 

Ziscui:  cabeza. 

Zita:  coronilla. 

Zila  pcuana:  calva. 

lzita  pcuana  suca:  encanecer. 

Azita  pcuana:  el  calvo. 

Mue:  mollera. 

Agua:  la  sien. 

Zoipcua:  eolodrillo. 

Zoipcuita:  cogote. 

Culiica:  oreja. 

Cuhuquenta:  delrds  de  la  oreja. 

Zie :  cabello. 

Auichua :  la  cana. 

Ckuhua:  galillo  6  campanilla. 

Cuinhua:  barba  6  quijada. 

Cuihie:  barba,  id  esl  pili. 

Cuihiecuin:  barbado. 

TOMO  II.  19 


290  CONGRESO    UE    AMERICANISTAS. 

Zote:  los  sesos. 

Zotuguen:  la  tela  de  los  sesos. 

Fiza,  1,  bizcuin:  garganta. 

Gye,  1,  gycuin:  pescuezo  6  todo  el  cuello. 

Bozine  1,  fizicuin:  el  gaznate. 

Penohoza:  gargiiero. 

Ibza:  los  labios. 

Penaca:  brazos. 

Huichua  cuin,  1,  huichua  gui:  persona  cana. 

Zuhuichiiansuca:  encanecer. 

Zita  bosacdhoca:  corona  del  sacerdote. 

Uba,  1,  bique:  cara. 

Augira:  f rente. 

Saca:  nariz. 

Upcua:  ojos. 

Icliua:  carrillos. 

Guicuin:  ceja. 

Upcuaboi:  parpado. 

Upcuaga:  peslaiias. 

Quihica:  boca. 

Pcua:  lengna. 

Sica:  dientes. 

Hico:  muelas. 

CuUiicata:  paladar. 

Puihipa:  parte  superior  de  las  espaldas. 

Timifihista:  parte  inferior  de  las  espaldas. 

Gutacuin:  espaldas  sobre  los  riiiones. 

Zita:  la  cintura. 

.Chue:  los  pechos. 

Puicui  fihista:  la  tabla  del  pecho. 

Pcuaqueva:  hombros. 

Muihizua:  los  molledos  6  miisculos. 

Chispcua:  el  codo. 

Ispcna:  muueca 

Ita:  la  mano. 

lta  fihista:  la  palma  de  la  mano. 


GRAMATICA    MOSCA. 

Ttu  saca:  la  vuelta  de  la  mano. 

Itiyy,  1,  itigyna,  1,  iticum:  el  dedo  de  la  mano. 

/fiva,  1,  cocuiva:  la  pimta  del  dedo. 

6'oc«;  una. 

Chuba:  artejo. 

Gota:  la  rodilla. 

Gyminta:  las  corvas. 

Gocor:  la  pierna. 

Gocui  sosua:  la  pantorrilla. 

Gocui  cuine:  la  espinilla. 

Quichcua:  el  cuello  6  garganta  del  pie. 

Quiclicua  cuin:  el  calcariar. 

Quichcua  saca:  el  empeine  del  pie. 

Quicha  fihista:  la  planta  del  pic. 

QuiJiichiva :  el  dedo  del  pie. 

/lfra:  cuerpo  generalmente. 

.Abacitm;  cuerpo  de  animal. 

7e,  1,  ie<o;  barriga. 

Mue,  1,  tomsa:  ombligo. 

Chichiba:  las  entraiias,  la  asadura,  higado  6  higados. 

Nimsucui :  el  corazon  del  animal. 

Fumi,  1,  fuscui:  bofes. 

Chahasa:  bazo. 

Ti  hicui,  1,  hosca:  hiel. 

Zimsua:  tripas. 

Jlete:  los  ririones. 

Hisuguen:  la  vejiga. 

Tihibisica,  1,  tihibicuine :  la  paletilla. 

Zj'fi,  1,  cum:  el  espinazo. 

7o6m  cum:  las  costillas. 

Quihique:  los  muslos. 

Ga  fihista:  la  tabla  del  muslo. 

Zica:  la  ingle. 

Zinua:  la  caspa. 

Xium:  el  sudor. 

Upcuaxin:  lagrimas. 

1  $  * 


292  C0NGRES0    I>£  AMERKA.VJSTAS. 

Xima:  legarias. 

Cuihiza:  la  saliva. 

Quihitimi:  el  gargajo. 

Buta:  los  mocos. 

Ziba  zecuin:  mi  cuerpo. 

Cuine:  el  hueso. 

Chimo:  la  pulpa. 

Huca:  el  pellejo. 

Chihiza:  nervios  y  venas. 

lba:  la  sangre. 

Suhuca:  la  cola  del  animal. 

lohoza:  la  trasera  del  animal. 

Gepcua:  las  ancas. 

76sa:  el  pelo  del  animal. 

76sa  ctuw:  peludo. 

Cuihie:  el  cuerno  del  animal. 

Fihisca:  anima  y  guelgo. 

Pciucui:  entendimiento  y  voluntad. 

Otiza:  la  verruga. 

Pquaque  gue:  el  lunar. 

Cuinta,  1,  zique:  ruga  (arruga?) 

Zecuintensuca,  1,  iziquemuca:  arrugarse. 

Sahaza:  los  mocos  claros. 

Hisu;  la  orina. 

Gye:  estiercol  del  animal. 

Cue:  piojo  de  la  cabeza. 

Cumne:  el  del  cuerpo  (piojo). 

Cuiga:  liendre. 

Muiza:  pulga  y  nigua. 

Descripci6n  de  un  hombre. 

<;Qu6  senas  tiene?:  ipcua  oque ,  1,  oque  z  ialiaco  aguene? 
lJ)Q  que  manera  es?:  Haca  aguecua,  \,  hacague  cuabe,  1, 
ficaoa? 


GRAMATICA    MOSCA.  293 

iQne  hombre  es?  i Do  que  manera  cs?  ^Que  talle  tiene?: 
muisca  ficaoa?  1,  fica  muiscaoa?  1,  fica  cliaoa? 

Es  un  hombre  alio  do  cuerpo:  cha  a  cuin  z  aga  sasin 
mague. 

Tiene  el  cabello  crespo:  a  zie  cota  caguene. 

Es  calvo:  a  zitapcuana  caguene,  1,  a  zita  chugua  caguene. 

Es  pequeiio  de  cuerpo  6  mediano :  acuin  z  anupcua  gut. 

Es  bianco  de  rostro:  oba  apcuihizin  mague. 

Es  de  buen  cuerpo:  acuin  quipcua  sugue. 

Persona  descolorida :  a  fique  z  achan  mague. 

De  color  negro:  oba  amuihizin  mague. 

Es  amulatado:  amuinin  mague. 

Parece  negro:  sue  inza  cuhuca  aguene ,  1,  sue  muihiza 
cuhuca  aguene. 

Es  motilon  (el  cabello  cortado):  cantiba  gui. 

Tuerto  de  un  ojo:  opcua  hanna. 

Tuerto  que  mira  asi  (vizco?) :  opcua  behela. 

El  que  tiene  nube  en  un  ojo :  opcua  suta. 

El  que  tiene  un  ojo  menos:  opcua  quinta. 

El  que  tiene  un  ojo  medio  cerrado:  opcua  ima. 

El  ciego:  opcua  muihiza,  1,  opcuaza ,  1,  opcua  magueza. 

Hocicudo:  ibsa  cuin. 

El  befo:  ibsa  pcuinuan. 

Barrigudo :  ie  puica. 

De  boca  grande:  cuihica  puica. 

Desdentado:  acuihica  tacupuina,  1,  acuihica  tacupcuaoa, 
1,  acuihica  tacupuica,  1,  xinhua. 

Desorejado:  cuhuca  pompui,  1,  cuhuca  bohochua,  1,  cu- 
huca mone  caguecua. 

De  nariz  chata:  saca  pahama,  1,  sacapinse. 

Desnarigado:  saca  pompui,  1,  ut  supra  desorejado. 

De  grande  frente:  aquigua  fihista  cuhuma. 

Perniquebrado:  gocagyu. 


294  CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 


EQUfVOCOS   DE  LA   LENGU A   «CHIBCHA». 


Ai  zemniscua :  pagar  y  dar. 

Cahacua,  participio  delvcrbo  zebcahachisuca:  desgranar, 
dosmoronar,  1,  coger  friita  del  arbol. 

Cliacltin  mague:  cosa  aspera  al  gusto,  1,  hediondo,  as- 
queroso. 

Chie:  nosotros.  Honra,  ortiga,  luna,  luz. 

Chihica:  venado.  carne. 

Esichoscua,  1,  esizascua,  1,  eszebcuiscua:  abrazar,  abarcar. 

Eta:  en  las  cosas  que  tienen  fondo  6  hueco  significa  lo 
mas  interne  De  aqui  es  que  el  ayo  y  el  que  tiene  cuidado 
de  los  demas  le  llaman  tambien  eta  y  guasgua  ita ,  ayo  de 
muchachos. 

Hisque  quienza:  no  es  tanto,  6  no  son  tantos. 

Hiscui  gue:  asi  es,  tanto  es. 

Hica:  nombre,  piedra;  significa  tambien  la  accion  de  ha- 
blar,  el  habla,  pero  no  se  usa  esta  sino  compuesla. 

Ze  hicaque,  zemaque,  umhicaque  cum  maque,  etc. :  qui- 
tarsele  el  habla. 

Hica  cuiniguecan:  recio  con  la  palabra. 

Hicasie,  1,  hicuibzi:  despenadero. 

Zebcascua:  despenarse. 

Huich  cut  zaziscua:  acertar,  atinar,  percibir. 

•Oba:  cara;  companero,  id  est  comparte  de  un  tercio. 

Hatuca  ubuca:  siempre  con  verbo  afirmativo;  nancum 
negativis  significat  nillo  modo. 

le:  barriga,  camino,  humo,  comida,  danza,  y  en  general 
cualquier  orden  de  cosas;  asi  llaman  a  las  orationes  ie. 

Ieta:  barriga  por  la  parte  de  dentro.  Es  abreviatura  de 
icata. 

Iua:  participio  que  significa  alzado. 


GRAMA.TICA    MOSCA.  295 

Zepinzesaca:  machacar,  reventar  nacidos  y  animalejos, 
quebrar  huevos.  Participio,  pinzua. 

Zegycaza:  es  el  neutro;  hi'zole  el  encargo  ,  carg6seme  el 
oficio. 

Ubuca  anzenza:  sin  termino,  sin  cuento,  infinito. 

Zebtmsuca:  mandar,  tomar  prestado,  tener  necesidad. 

Btitisuca:  sacudir,  colar,  cerner. 

Fihiza:  juncos  grandes,  1,  cosa  nueva;  preposicion  sin. 

Fihista:  el  pecho;  preposicion  por. 

Hacapo:  arco  6  ballesta. 

Hachcui  achcui:  cada  uno,  1,  uno  a  uno. 

Hehe:  palabra  de  concesion  y  para  aprobar  lo  pedido;  se 
ha  de  pronunciar  con  las  narices.  Hehe  zebgascua:  conce- 
der,  decir  de  si. 

Hichu:  hielo,  1,  cosa  fria. 

Hichana:  en  la  tierra. 

Hichan  chibizine,  1,  cliipcui  hicane:  sentados  estar  al- 
gunos. 

Huia:  acarreador  y  aguador. 

Ja  huia:  el  lenador. 

Husa:  preposicion  hacia,  de  la  parte. 


FIN. 


GUIiTICl  Y  TOGABDLABIO 

DE  LA  LENGUA  QUE  HABLAN  LOS  INDIOS 
ID^E^IZEZlSTIES, 

QUE  HABITAN  LA  REGION  COMPRENDIDA  ENTRE  LAS  OESEMBOCAOURAS 

DEL  ATRATO,  EN  El  ATUM1C0,  Y  DEL  SAN  JUAN,  EN  EL  PACIFICO, 

Y  LA    CORDILLERA    EN    QUE    LIMITAN    LAS    ANTIGI'AS    PROVINCIAS 

DEL      CHOC6      Y      ANTIOQUI'A. 


OBRA  ESCRITA  POR  EL  SENOR  DOCTOR 
DON     JOSE     VICENTE     URIBE, 

durante  su  residencia  en  aquella  comarca. 


Copiada  de  los  manuscritos  originales,  y  bajo  la  inspection  del  autor, 


POR 


J.  M.  QUIJANO  OTERO. 


IXDICACIONES  GENERALES. 


SIGNOS. 

-++-  Este  signo,  puesto  sobre  una  silaba,  indica  que  se  debe 
pronunciar  manteniendo  los  dientes  apretados  durante  la 
fonacion. 

^  Este  signo  indica  que  la  silaba  sobre  que  se  pone  se 
pronuncia  muy  nasalmente. 

Estos  son  los  unicos  signos  modales.  Para  la  acentuacion 
pinto  el  acento  alii  donde  lo  he  oido  de  viva  voz  ,  pues  por 
regla  general  puede  asentarse  que  el  acento  carga  sobre  la 
ultima  silaba. 

LETRAS. 

La  J  siempre  es  fuerte  y  pectoral  entre  los  indios. 

F,  P,  B,  dan  un  sonido  en  que  se  percibe  algo  de  cada 
una  de  ellas.   . 

La  N  la  hacen  sentir  los  indios. 

Los  sonidos  de  la  D,  P,  T,  B,  los  mezclan  con  frecuencia; 
y  por  esta  razon  ,  copiando  palabras  6  pidiendolas  a  varios 
indios,  siempre  recelosos  aun  de  su  lengua,  han  pronun- 
ciado  con  la  misma  mezcla,  aunque  esten  observandose 
unos  a  otros ;  sin  embargo ,  he  escrito  estas  palabras  como 
las  pronuncian  los  indios  que  viven  mas  retirados  de  trato 
con  los  neo-colombianos. 

Estos  indios  tienen  mucha  facilidad  para  expresar  de  di- 


300  CONdRESO   DE   AMERICANISTAS. 

ferentes  maneras  una  misma  frase;  sin  embargo,  he  esco- 
gido  la  manera  mas  usual  de  hablar  para  escribirlas. 

No  he  podido  conseguir  escribir  conjugaciones  comple- 
tas;  no  poseo  sino  fragmentos,  y  no  estoy  satisfecho  de 
ellos,  pero  tengo  esperanzas  de  conocer  esto  mas  tarde. 


Formaci6n  del  plural. 

I.  Los  sustantivos  terminados  en  a  hacen  el  plural  en  ra. 

ejemplo  : 

Udrra:  muchacho;  uarrdra:  muchachos;  tdma:  culebra: 
tamdra:  culebras. 

II.  La  manera  general  de  pluralizar  es  hacer  seguir  la 
particula  atuara  al  nombre  que  se  quiere  que  exprese  mas 
de  un  objeto. 

ejemplo  : 

Te:  casa;  te  atuara:  casas,  muchas  casas;  anjdu :  banco, 
asiento;  anjdu  atuara:  bancos,  muchos  bancos. 

III.  En  los  pronombres  personales  hay  una  irregulari- 
dad  completa. 

ejemplo  : 

§.  l.°    Mu:  yo;  hace  el  plural  tax:  nosotros. 

Tambien  hay  otro  plural,  que  es: 

§.  2."  Tachi:  nosotros;  de  esta  palabra,  quitando  las  letras 
c/i,  queda  tai,  manera  muy  usada  entre  los  indios  para  con- 
traer  las  palabras. 

§.  3.°  Tachicabdna:  nosotros;  tambien  se  usa,  aunque 
muy  raras  veces,  en  lugar  de  tax  y  de  tachi,  y  parece  una 
frase  que  pudiera  traducirse  literalmente  asi :  nosotros 
no  uno. 

§.  4.°    Bichi:  tii,  usted,  vos,  su;  hace  el  plural  tdira;  de 


GRAMATICA    DAR1EN.  301 

manera  que  su  raiz  esta  en  la  primera  persona  del  plural 
tax,  con  la  adicion  de  la  silaba  re,  usada  para  pluralizar  los 
nombres  terminados  en  a. 

§.  5.°  Ja  6  jan:  aquel ;  hace  el  plural  jara  ,  siguiendo  la 
regla  general  de  aiiadir  la  termination  ra  a  los  nom- 
bres en  a. 

§.  6.°  Chandn:  ellos,  aquellos;  se  usa  tambien  como  plu- 
ral dejdra. 


Pronombres  posesivos. 

§.  1 .°    Los  pronombres  personales  se  hacen  posesivos  asi: 

-H-  T+ 

Mere:  mio;  que  viene  de  mu:  yo. 

En  la  pronunciation  se  nota  mejor  que  en  lo  escrito,  pues 

las  vocales  serialadas  con  este  signo  -++-  se  pronuncian  te- 

niendo  los  dientes  apretados.  Suprimiendo  el  re  del  plural, 

la  radical  es  la  misma  fonelicamente  hablando. 

+t- 
Bere:  suyo;  de  bichi:  tii. 

Asi,  pues,  se  dice: 

-H- 

Nante  mere Aquella  casa  es  mia. 

+ 
Nante  here Aquella  casa  es  vuestra. 

§.  2.°    Ademas  estas  voces  radicales  se  usan  como  pose- 
sivos, sin  descomposicion  alguna;  asi: 

Mutendn Aquella  casa  es  mia. 

Bichitendn Aquella  casa  es  vuestra. 

§.  3.°    Anadiendo  la  silaba  di  a  bichi  se  hace  igualmente 
posesivo;  asi: 

Tebichidi Su  casa. 

Este  pronombre  es  muy  usado  por  los  indios. 


302  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

§.  4.°  Jan:  aquel;  tambicn  se  hace  posesivo  agregandole 
la  partfcula  di;  asi: 

Jandite La  casa  suya. 

§.  5.°  Lo  mismo  se  hace  con  el  pronombre  tachi:  nos- 
otros;  asi: 

Tachidite Nuestra  casa. 

§.  6.°  Con  los  demas  pronombres  no  se  puede  hacer  lo 
mismo. 

§.  7.°  Los  nombres  cualitativos  los  ponen  siempre  des- 
pues  del  sujeto  que  es  calificado;  asi,  cunesd,  frio,  se  co- 
loca  de  este  modo: 

Tocunesd Rio  frio. 

Aumentativos  y  diminutivos. 

I.  Los  aumentativos  y  los  diminutivos  los  forman  los 
indios  con  las  palabras  churumd,  grande,  y  chaque,  pequeno. 

ejemplo  : 

it 

Muquira  churumd.     Hombron,  hombronazo. 
Muquira  chaque...     Hombrecito,  hombrecillo. 

Esto  en  lo  que  hace  relacion  al  tamano,  fuerza,  etc.,  pues 
en  lo  relativo  a  los  sentidos  del  oido,  tacto  y  gusto,  usan 
adudra,  piporoara. 

ejemplo: 


Itua  ptvoroara. .... 

_.  .  Ghicha  muy  buena. 

Piporoara  itua.. . 


GRAMATICA    DARIEN.  303 

La  palabra  mo,  piedra,  tiene  un  modo  especial  de  recibir 
aumentativo;  asi: 

Mogard:  piedra  muy  grande  6  pedron;  tambien  dicen  mo- 
churamd. 

Articulos  y  conjunciones. 

No  hay  arU'culo  en  esta  lengua,  ni  verdaderas  conjuncio- 
nes, si  no  son  algunos  nombres  numericos,  como  ome:  dos, 
dos  juntos;  aba:  uno,  uno  solo;  y  el  verbo  que  es  conjun- 
tivo  muchas  veces,  sobrc  todo  la  voz  buma  y  la  voz  md,  que 
sirven  de  auxiliares  en  demasia  en  esta  lengua. 

ejemplo: 

-ff  d« 

Mui  ambd  ancone  ome  nunsia :  mi  hermano  y  mi  padre 
se  fueron;  que  traducido  literalmente  quiere  decir:  mi  her- 
mano padre  dos  se  fueron. 

Adverbios  y  preposiciones. 

Los  adverbios  y  las  preposiciones  se  mezclan ,  y  se  usan 
unos  en  lugar  de  otros,  y  nombres  objetivos  hacen  sus 
veces. 

Son  los  siguientes: 

Eda:  adentro. 
Ampuda:  afuera. 
De:  en. 
Uru:  arriba. 
barrea:  atr£s. 
hare:  arriba. 
Idu:  en  al. 
Namand:  por  alia. 
Namani:  por  alii. 
20 


304  CONGRESO    DE   AMERIGANISTAS. 

Bari:  nada. 
Adiiara:  mucho. 
Ensdtra:  la  mitad. 
Ornd:  todo. 
Cade:  menos. 
Manguiribu:  mediano. 
Sam:  cuanto. 
Sdma:  donde. 
Samdne:  por  donde. 
Samdrama:  de  donde. 

Samcanea:  por  que. 

Ensabiude:  anoche. 

Namacd:  por  aqui. 

Nueda:  ayer. 

Sacdide:  cuando. 

Cdiba:  quien. 

Jdi:  hoy. 

Nit:  manana. 

Nunu:  pasado  manana. 

Nunueda:  el  cuarto  dia. 

Jedeco  aba:  una  lima  (15  dfas). 

Carrd:  seis  meses. 

Tafedi:  el  empezar  el  dia. 

Quebdre:  la  tarde  (al  perder  la  luz). 

G6nero  de  los  nombres. 

•No  hay  terminacion  que  indique  el  genero  de  los  nom- 
bres.  Se  anade  muquira  para  indicar  el  masculino,  y  uena 
para  el  femenino.  Esto  en  general. 

EJEMPLO: 

Bitjui:  venado;  bigui  uena:  venada:  etere:  gallina;  etere 
muquira:  el  gallo. 


GRAMATICA    DARIEN.  305 

Se  aparla  y  forma  exception  a  csta  regla  general,  ambit: 
hermano;  ambiema:  hermana. 

En  esta  lengua  no  hay  nombres  ordinales. 
Los  Darienes  no  tienen  alfabeto,  ni  quipns,  ni  mdscalen- 
dario  qne  el  Carta  (G  meses). 


Numeraci6n. 

Los  indios  cuentan  con  facilidad  hasta  veinte.  De  alii  en 
adelanle  lo  hacen  con  dificullad;  pero  nosotros  podemos 
contar  indefinidamente  con  sus  nombres  numerales  y  ser 
comprendidos  por  los  mas  inteligentes  de  ellos. 

Sus  nombres  numerales  son  eslos: 

1 Aba. 

2 Ome. 

3 Ompea. 

-H- 

4 Quimdne. 

5 Jua  soma. 

0 Jua  soma  aba. 

7 Jua  soma  ome. 

8 Jua  soma  ompea. 

9 Jua  soma  quimdne. 

10 Ome  jua  soma. 

11 Ome  jua  soma  aba . 

12 Ome  jud  soma  ome. 

13 Ome  jud  soma  ompea. 

14 Ome  jud  soma  quimdne. 

15 Ompea  jud  soma. 

16 Ompea  jud  soma  aba. 

17 Ompea  jud  soma  ome. 

18 Ompea  jud  soma  ompea. 

19 Ompea  jud  soma  quimdne. 

20 Quimdne  jud  soma. 

TOVO  II.  ao 


306  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Para  decir  veinte  usan  esta  otra  forma: 

20 Omd  jud  soma  jini. 

De  aqui  en  adelante  dicen  atudra,  esto  es:  muchos. 

Supresiones. 

Los  indios  suprimen  con  freeuencia  en  los  nombres  pro- 
pios  de  hombres  muchas  silabas;  asi: 

Azdgama Azama. 

Querdgama Querama. 

Manugama Manuma. 

Chinchirdgama Chinchirama. 

Sidgama Siama. 

En  sustantivos  y  adjetivos: 


Nante Nate Aquella  casa. 

Muquira Mitquia Hombre. 

Todalli Toi Beber. 

Chipajo Chijo Pina. 

Chicocode Codai Comer. 

Caindalli Quidalli Acostarse. 


Frases  enteras  contraidas. 

Tono  chastribida.     Tono  esds.    Toca  el  tambor. 
Otras  veces  afiaden  una  6  mas  silabas  a"  las  voces;  asir 

Curu Cucuru...     Olla. 

Pind Pidaga. . .     Aji. 

Este  juego  en  el  hablar  es  el  que  ha  hecho  ver  d  personas 


GRAMATICA    DARIEN. 


307 


poco  observadoras  un  dialecto  a  cada  paso  entre  los  indios 
de  Colombia. 


Fragmento  de  conjugaci6n. 


Uandalli:  Ir. 


Presenle  de  indicalivo. 


+(- 


Mu  uanama. . . 

-H- 

Bichi  uanacd.. 
Jan  burimd. . . 


Yo  voy. 
Tii  vas. 
El  va. 


Tai  uandd. ...     N.  vamos. 
Taira  uandd. .     V.  vais. 
Java  uandd. . .     E.  van. 


-H- 


Mu  ara  uchia... 
Bichi  ara  uchi. . 
Jan  ara  uchia. . 


Preterite 


Yo  fuf. 
Tii  fuiste. 
El  fue. 


Tai  uchia N.  fuimos. 

Taira  uchia. . .     V.  fufsteis. 
J  ara  uchia. ...     E.  fueron. 


Imperative 


Uche . 


Yen. 


Uandamaera . .     Vamos. 


Infinitive 


Uandalli Ir. 


Es  lo  ma's  completo  que  he  podido  recoger  sobre  este  par- 
ticular ;  mas  si  esto  interesa  a  la  ciencia ,  yo  trabajare  en 
conseguir  los  datos  que  sean  suficientes. 
20  it 


308  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


DIALOGOS. 


Ember  a  bide:  Lengua  de  indios. 


1.° 

I, Pin  bdrimd?:  <;c6mo  esta  usled? 
Pie  bu:  cstoy  bueno. 
l.Piu  barijd?:  «;esta  usted  bueno? 
Pie  bu:  cstoy  bueno. 

iPichi  juita  embera  bede  berriellif:  ,;sabe  usted  bablar 
la  lengua  de  los  indios  ? 
Mujuitd:  yo  se. 
Juitd  md:  no  se. 

Pichi  trin  cai:  «;c6mo  se  llama  usted? 
Guaticamd  bidd:  me  llamo  Guaticama. 
{Pichi  treia  sama? :  <;  de  que  tierra  eres? 

-|-L 

Mu  treia  Chamindo:  soy  de  Chami. 

?Pichi  ancone  parabitja? :  justed  tiene  padre? 

•i-        6 
Mu  ancone  parabuma:  si,  tengo  padre. 

^Sama  buma?:  ^donde  esta? 

■h-        & 
Mu  ancone  eda  buma:  mi  padre  esta  afuera. 

<,Sdma?:  idonde? 

Toi  du  logo  yeda  buma:  esta  en  el  rfo  pescando. 

{Sacalla  uche  md?:  ^cuando  regrcsara? 

-Nu  nueda:  pasado  manana. 

Sajd  lleni:  hasta  luego. 

2.° 

I  Ui  sama  pe<ana? :  <:eti  donde  matd  el  oso? 

Toidtt  peese:  lo  mato  en  el  rio. 

i,Ui  caiba pesma? :  <;quien  mato  el  oso? 


GRAMATICA    DARIEN.  300 

Panchi  aba  pesma:  Panchi  mat6  uno. 

frChitrd  atuara  vodsima?:  i  tenia  mucha  mantcca? 

Atuara  vodsima:  tenia  mucha. 

Ui  e  td  eneiama  mua  nentolli:  traiga  la  piel  del  oso  para 
comprarla  yo. 

4f 

Miiapoapidaullipoavcse  etolli:  la  estoy  secando;  cuando 
cste  seca  la  traere. 
fy  Ui  e  chi  churumdf:  cl  cuero  del  oso  <;es  grande? 
Caibe  quiruma:  es  algo  grande. 
<t,Sam  be  ui  he:?  icuanto  vale  la  piel  del  oso? 
Bari  nese:  la  traje  regalada. 


310  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

El  Secretario  Sr.  Fern&ndez-Duro  presento  al 
Gongreso  las  Memorias  que  siguen,  a  saber:  una 
del  Sr.  J.  Parisot,  sobre  El  gtnero  en  la  lengua 
Haslri  6  Taensa;  otra  de  D.  Antonio  Bachiller  y 
Morales,  acompanando  a  su  libro  Cuba  primiliva, 
y  comunicacion  del  Sr.  D.  Manuel  R.  Zarco  del  Va- 
lle,  bibliotecario  de  S.  M.  el  Rey,  ofreciendo  al  Con- 
greso,  para  sus  Actas,  una  noticia  de  setenla  curio- 
sos  e  importantes  manuscritos  ineditos  de  lenguas 
americanas. 

El  Sr.  Feruandez-Duro  anadio  que,  deseandocon- 
tribuir  tambien  por  su  parte  a  los  trabajos  de  la 
presente  sesion,  habia  copiado  cuidadosamente  un 
vocabulario  de  las  lenguas  Runsien  y  Eslem,  for- 
mado  por  el  P.  Fr.  Prancisco  Garces  en  sus  cxpedi- 
ciones  a  California  el  aiio  de  1774,  del  manuscrito 
que  se  conserva  en  la  Direccion  de  Hidrografia  de 
Madrid. 

Du  genre  dans  la  langue  Hastri  ou  Taensa. 

La  langue  Hastri  dans  la  distinction  qu'elle  fait  des  gen- 
res ne  connait  ni  la  separation  en  deux  classes,  «l'anime  <& 
rinanime»,  ni  la  classification  a  masculine,  feminine,  neu- 
tre»;  elle  distingue  le  genre  « noble »  et  le  genre  « non- 
noble)). 

Mais  avant  d'examiner  les  deux  membres  de  cctte  divi- 
sion il  est  bon  de  savoir  que  pour  former  des  noms  d'ani- 
maux  femelles  on  suffise  aux  noms  d'animaux  mules  la 
syllabe  d:  isual  «bceuf»  ,  isuald  «  vache». —  Gette  voyelle  a 
est  en  outre  employee  pour  faire  avec  la  forme  simple  et 
radicale  du  pronom  une  seconde  forme,  qui  s'unit  aux  noms 


DE    LA    LANGUE    TAENSA.  311 

du  genre  non-noble  de  la  maniere  que  nous  verrons  ci- 
apres: 

Sing.  le  p.  La  premiere  personne  ne  forme  pas  de  genre 

non-noble;  et  ce  serait  bien  inutile,  il  ne  peut  y  avoir  de 

doute  sur  la  personne  qui  parle: 
ho,  honi,  yehoni ; 
2e  p.  wi,  vi,  vini,  yevlni;      wia,  (via?),  vina,  yevina; 
3e  p.  sou,  (ye)souni;  soua,  (ye)souna; 

Plur.  le  p.  hog(i),  honigln,  &c; 

2e  p.  wig(i),  vinigin,  &c. ;      wiag(i),  vinagin; 

3C  p.  soug(i),  (ye)sounigin(i);  souag(i),  (ye)sounagin(i). 

La  diphthongue  ao  qui  sert  a  former  les  substantifs  noms 
de  choses  ou  d'instruments  donne  de  plus: 

3e  p.  sing.:  souao,  yesounao;  plur.  rare:  souaog, 
pour  exprimer  les  pronoms  se  rapportant  a  des  choses.  Nous 
reviendrons  plus  bas  sur  l'emploi  de  ces  pronoms. 

On  se  sert  en  3e  lieu  de  cette  terminaison  pour  donner 
un  feminin  aux  noms  verbaux:  Rewari  «ami»;  rewaria 
«amie»;  mityabi  «fils»;  mityabia  afille»;  tyangar  «chan- 
teur»;  tyangara,  «chanteuse»;  wotnar  «beau»;  wotnara. 
«belle».  La  Grammaire  enseigne  que  les  exemples  tels  que 
les  deux  derniers  donnes  ici  sont  assez  peu  employes;  mais 
■encore  plus  rare  est  la  tournure  qui  fait  de  ces  noms  ver- 
baux des  adjectifs  unis  au  nom:  «Une  belle  femme»  vov&m- 
rura  wotnara,  au  lieu  de  l'expression  habituelle  vovamrura- 
wotua  «beaute  d'une  femme».  La  langue  Hastri  n'a  point 
de  vrais  adjectifs. 

Voici  maintenant  la  distinction  des  genres:  Au  genre 
noble  appartiennent  les  genies  ou  esprits,  les  hommes,  les 
^uimaux  males; — au  genre  non-noble  on  rapporte  ordi- 
nairement  les  femmes ,  les  animaux  femelles ,  les  plantes, 
les  objets  inanimes.  A  ce  propos  la  langue  Hastri  emploie 
un  procede  remarquable,  qui,  toutefois ,  ne  lui  est  pas  spe- 
cial: elle  met  au  genre  noble  certains  mots  de  la  seconde 
classe  par  honneur  d'abord  pour  la  chose  exprimee.  Ex. :  le 


312  CONGRES    DES    AMERICANISTES. 

«  Soleil »  hebutoni  (que  nous  n'avons  jamais  vu  qu'au  genre 
noble);  le  «Ciel»,  les  « grands  arbres»,  les  «grandes  plan- 
tes».  Ex.:  Muluaglouktouv  av  tareka  wek  igisser  tyabanta- 
skat  myesounigin?  «est  ce  que  la  terre  de  la  folle-avoine- 
produit  l'arbrc-a-cire  et  la  vigne  sauvage?»  (Cancionero,  vu); 
—  par  honneur  aussi  pour  celui  a  qui  Ton  adresse  la  paro- 
le: «Gucrrier,  ton  arc  et  tes  traits  sont  forts »,  hastrironi- 
nnnyamoni  vo  nyobetaralki  sowgrt-lettro.  Ajoutons  que  si 
Ton  parle  a  un  vieillard  de  sa  sagcsse,  de  son  air  venerable, 
on  met  toujours  le  pronom  au  genre  noble ,  car  en  realite 
il  se  rapporte  au  vieillard:  « Venerable  vieillard,  quand  tu 
auras  parle »  yevini-yakna  hham  oueouven-soimi  (ta  sa- 
gesse,  quand  elle  (il)  aura  fini  de  parler).  On  dirait  aussi 
bien  a  la  seconde  personne:  yevlni-yakna  hham  oueouven- 
vini  (quand  tu  auras  fini  de  parler). 

Nous  tenons  a  faire  remarqucr  que  l'expression  «mascu- 
liniser  les  feminins»  doit  signifier  pour  etre  vraie  :  «  clever 
du  genre  non-noble  au  genre  noble »,  car  il  ne  s'agit  pas  de 
faire  disparaitre  la  syllabe  suffise  a  indice  du  sexe. 

On  sait  que  le  Quechua  rapporte  a  une  premiere  catego- 
ric les  hoinmes,  les  animaux,  les  plantes,  les  arbres,  la 
mer,  les  fleuves,  le  ciel,  les  astres,  &  a  une  seconde  les  mi- 
neraux,  les  objets  inanimes,  &  aussi  celles  des  creatures- 
oii  la  vie  se  presente  a  un  plus  faible  degre,  comme  les  pe- 
tites  betes,  les  petites  plantes.  En  Hastri  il  n'en  est  pas  de 
racme:  on  peut  mettre  au  genre  noble  jusqu'aux  papillons 
et  aux  mouches.  La  preuve  en  est  tiree  du  texte  «La  Dio- 
nee»:  Wig...  nerbiryin,  wig  par-tyubgini  «vous  papillons, 
vous  petites  mouches »;  ici  le  pronom  est  au  genre  noble. 

Bien  que  la  Grammaire  ne  caracterise  pas  d'une  facon 
fondameniale  les  noms  de  l'une  et  l'autre  classe,  elle  fait 
cependant  certaines  differences.  Ainsi  les  noms  du  genre 
noble  exigent  la  premiere  forme  du  pronom  (wi,  vi,  vini, 
yesoun,  &c),  dans  l'expression  de  la  possession  et  dans  la 
conjugaison;  les  noms  du  genre  non-noble  veulent  la  forme 
en  a  (wia,  yeviuA,  souna,  &c.) ,  forme  qui  n'est  pas  en  rea- 


DE    LA    LANftUE    TAENSA.  313 

lite  une  forme  feminine  mais  une  forme  non-noble.  La 
preuve  en  est  que  le  texte  «LaGuerre»  dit:  Vovamrurag 
kn'ibettor-sowgi  «les  femmes  qui  suivent  les  guerriersi>. 
(Substantif  au  feminin,  pronom-sujet  au  genre  noble). — 
La  forme  «emphatique»  yevina,  yesouna,  vina,  souna,  n'est 
cependant  pas  une  forme  ignoble;  elle  tient  lc  milieu  entre 
(ye)vlni,  (ye)souni  et  wia,  soua;  d'ou  Ton  peut  inferer  qu'il 
y  a  quatre  degres  de  forme  pronominale :  1°,  villi,  yevini 
(noble  emphatique);  2°,  vi,  wi  (noble  simple).;  3°,  vina,  ye- 
vina (non-noble  distinctif);  4°,  wia  (non-noble,  ignoble); 
&  de  meme  pour  la  3e  personne,  et  pour  i'une  et  l'autre  au 
pluriel. 

En  second  lieu,  dans  la  declinaison,  le  suflixe  «augmenta- 
tif»  ni  ou  oni  qui  est  d'un  usage  frequent  «ne  se  emploie 
qu'avec  les  noms  masculins  ou  masculinises »,  c'est-a-dire 
qu'adjoint  aux  substantifs  du  genre  non-noble,  il  exige  la 
forme  noble  du  pronom.  Soit  comme  excmple  cette  phrase 
ou  le  pronom  est  a  la  seconde  forme  :  « L'arbre  est  tombe  a 
terre»  ktouvi  skatakamab-soua ;  on  dira  en  employant 
l'augmentatif:  ktouvoni  skatakamab-yesouni  (lere  forme). 
Au  contraire  le  pluriel  gin,  gini,  qui  correspond  pour  le 
sens  a  l'augmentatif  singulier  oni  affecte  sans  les  masculi- 
niser  —  je  veux  dire  elever  au  genre  noble  —  les  noms  de 
la  seconde  classe.  Ex. :  Vovdmruragini,  vindgini  (ou  ividgi) 
—  ssakno  !  « femmes,  reposez-vous ! » —  Le  locatif  aral,  le 
directif  yol  et  autres  suffixes  de  declinaisons  (au  moins  rou, 
delatif,  et  ski,  comitatif )  n'affectent  non  plus  les  noms  du 
genre  ignoble  qu'en  les  anoblissant. 

La  conjugaison  simple  qui  ne  distingue  ni  le  nombre  ni 
la  personne ,  si  ce  n'est  par  le  pronom ,  ne  designe  pas  a 
plus  forte  raison  le  genre  par  des  formes  speciales  comme 
fait  1' Algonquin  pour  l'anime  et  l'inanime.  11  y  a  neanmoins 
dans  le  Hastri  une  distinction  dans  l'emploi  du  verbe  uni- 
personnel,  c'est-a-dire,  exprimant  une  action  independante 
de  la  volonte;  par  exemple,  on  dit  d'un  homme  qu'il  est  blanc 
de  figure:  hastrironi,  mepyan  idoukkar-souao  msouni,  «le 


314  C0NGRES   DES    AMERICANISTES. 

Guerrier  ccla  lui  est  blanc  (a)  la  figure»;  on  dit  d'ane  feuille 
verte:  twuatoyo-ayar  cewo-soua,  «feuillecette,  verdure  (est) 
elle»;  ou  twatoyo  ayar  soua-cewo  «feuille  cette,  sa  verdure, 
ou  elle  verdure ».  La  premiere  tournure  speciale  au  genre 
noble  conjugue  pleinement  le  verbe;  les  deux  autres  expres- 
sions, qui  sont  seules  employees  au  genre  non-noble  (quoi 
qu'elles  puissent  1'etre  au  genre  noble)  ne  sont  qu'une  con- 
jugaison  incomplete,  une  apposition.  —  De  raeme  on  dit  par 
analogie:  «LesGenies  sont  bons»  ikwar-e-nreisglu.  «Les 
fruits  sont  beaux »  itewegi  parre. 

Le  Hastri  n'a  pas  de  «particules  allocutives»  ou  suffixes 
speciaux  indiquant  le  sexe  de  l'auditeur,  mais  il  supplee  a 
ces  formations  par  son  pronom  noble  et  non-noble.  Exem- 
ple:  «Viens,  toi,  homme!»  vorte-vi!  « Donne  moi  quelque 
chose,  fern  me!  mhoni  pva  vina  mo! — Les  sens  de  ce  pro- 
nom se  modifie  en  outre  d'idees  accessoires  par  les  suffixes 
(diminutifs,  depreciatifs...)  du  substantia  «Viens,  6  homrae 
respectable!))  vorte  vlni  (yevini).  « Parle  done  miserable 
femme!»  wowove  wiayupi  (wialuk!)  «Puis-je  te  repondre, 
chez  enfant?  wek  eouven-ho  mviniloyo  mwove? 

II  y  a  une  autre  sorLo  de  pronom  appelee  la  forme  «  ex- 
pletive».  Nous  avions  cru  voir  dans  la  triple  forme  de  ce 
pronom  veza,  hand,  tald,  un  masculin,  un  feminin  &  un 
neutre:  veza  (hoveza,  wevesa,  svesa;  wevesaa;  hovesagi  &c, 
quant  a  moi,  quant  a  toi,  a  lui,  a  elle,  a  nous,  6c  c)  etait, 
pensions-nous  le  masculin  ou  pronom  du  genre  noble;  — 
kand  (hokand,  skand,  &c.)  la  forme  du  genre  non-noble; — 
et  stala,  stalagi ,  une  troisieme  expression  pour  les  choses. 
Mais  il  n'est  pas  difficile  de  reconnaitre  l'inexactitude  de 
cette  distinction:  «veza»  s'emploie  (comme  oni,  aral,&c.) 
avec  les  masculins  &  avec  les  feminins  masculinises;  mais 
dans  ce  second  cas  il  prend  l'a  final  de  la  meme  maniere 
que  le  pronom  ;  un  passage  du  «Gancionero»  ne  laisse  pas 
de  doute  sur  ce  sujet  (wevezaa  crava  nrab-o-wikta  «pleure 
pauvre  fleur»)  ;  —  «kand»  implique  une  idee  de  mepris  aux 
noms  des  deux  genres  auxquels  il  s'applique;  —  «tala»  qui 


CUBA   PRIM1TIVA.  315 

n'a  guere  que  la  forme  de  la  3e  personne  sert  simplement 
pour  les  choses,  et  encore  faut-il  qu'on  ne  personnifie  pas 
la  chose,  comme  c'est  le  cas  dans  le  passage  plus  haut  alle- 
gue.  On  pourrait  done  voir  dans  ces  trois  formes  une  dis- 
tinction se  rapprochant  de  celle  de  l'anime  et  de  l'inanime 
(anime:  veza  (noble),  kand  (non-noble);  inanime:  tala);  mais 
on  ne  saurait  accorder  a  «tala»,  pas  plus  qu'a  «souao»,  une 
importance  assez  considerable  pour  constituer  une  troisic- 
me  classe  qui  au  «masculin»  et  au  «feminin»  opposerait  le 
«neutre» — d'ailleurs  «soua»  s'emploie  au  lieu  de  «souao»; 
—  nous  nous  en  tenons  a  la  division  en  deux  classes  ou 
genres:  noble  et  non-noble;  deux  genres  qu'il  faut  distin- 
guer  des  sexes  masculin  &  feminin ,  de  telle  sorte  que  les 
substantifs  affectes  de  la  desinence  feminine  a  peuvent  re- 
cevoir  les  suffixes  reserves  au  genre  noble,  ou  en  d'aulres 
termes  que  les  noms  du  sexe  feminin  peuvent  cXre  du  genre 
noble  quoi  qu'ils  n'en  soient  pas  ordinairement. 

J.  Parisot. 


Cuba  primitiva . 

El  objeto  de  este  libro  es  la  conservation  de  las  voces,  los 
recnerdos  y  las  antigiiedades  de  los  indios  tainos  que  po- 
blaron  las  grandes  Antillas.  El  autor  se  ocupa  de  este  asunto 
y  estudio  desde  1838,  en  cuyo  ano,  al  recorrer  la  isla  de 
Cuba,  noto  el  gran  mimero  de  palabras  indias  que  se  mez- 
claban  en  la  lengua  vulgar  del  pueblo.  Greyo  que  debia 
comenzar  su  trabajo  extractando  en  Estudios  preliminares 
cuanto  se  habia  escrito,  a  su  alcance,  sobre  el  origen  de  los 
indios  y  sus  lenguas,  y  de  las  relaciones  entre  los  dos  mun- 
dos.  Asi  lo  ha  verificado  en  los  XIV  capitulos  de  la  primera 
parte. 

Al  iniciar  sus  trabajos  tuvo  que  combatir  un  error  se- 
guido  entonces  por  todos;  suponiau  que  era  maya  la  lengua 


316  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

de  Cuba,  y  sobre  este  pun  to  la  opinion  cambio  despuesy 
hasta  para  los  antiguos  sostenedores  de  la  creencia.  Gomo 
es  de  suponerse,  no  ha  olvidado  esa  polemica  ni  los  estu- 
dios  propios  y  ajenos  en  Cuba. 

La  base  de  los  trabajos  de  los  Americanistas  sobre  len- 
guas  antillanas  tiene  que  ser  la  relacion  sobre  las  antigiie- 
dades  delos  indios  hecha  por  Roman  Pane,  lego  que  acom- 
pano  ;i  Colon,  que  le  mando  escribir  sus  tradiciones.  Le  ha 
parecido  al  autor  que  esa  relacion  debia  scr  la  primera  de 
las  secciones  de  la  segunda  parte  de  la  obra ,  como  venera- 
ble monumento  de  las  antigiiedades  de  los  tainos,  que  com- 
prende  multitud  de  nombres  que  ticnen  que  figurar  en  el 
Diccionario  6  listas  alfabeticas  que  se  proponia  escribir.  Al 
efecto  ha  traducido  de  nuevo  y  coufrontado  la.  relacion  con 
otras  traducciones ,  pues  el  original  se  ha  perdido ;  de  ellas 
y  sus  comentarios  acepta  6  impugna,  segun  su  juicio,  lo 
que  le  parece  en  los  lugares  respectivos. 

La  segunda  parte  contiene  las  secciones  y  apendices  si- 
guientes: 

Section  l.a  Relacion  de  R.  Pane:  Antigiiedades  de  los 
indios. 

Section  2."  Lista  enciclopedica  alfabetica  de  los  nom- 
bres historicos,  las  tradiciones  y  el  idioma  de  los  indios 
tainos  6  paefficos. 

Section  3.a  Palabras  usuales  en  Cuba  de  origen  indio; 
sus  diversas  acepciones  en  los  departamentos;  vegetales, 
rios,  animales,  pueblos  y  lugares. 

Section  4.a    Apendices: 

A.  Lista  de  palabras  indfgenas  de  Cuba  fC),  de  Jamai- 
ca (J),  de  los  Lucayas  (L),  recogidos  por  M.  Rafinesque  de 
los  cronistas  y  viajeros.  Se  rectifican  errores. 

B.  Algunas  analogias  de  la  lengua  Tupy,  del  Brasil, 
con  las  de  las  Antillas  mayores. 

C.  Etimologias  de  varias  palabras  usuales  en  Cuba  no 
espanolas ,  traidas  de  otras  regiones  americanas  y  de  las 
Canarias. 


VOCABULARIOS    RUNSIEN    Y    ESLEM.  317 

D.  Discurso  pronunciado  en  las  fiestas  de  inauguration 
de  la  Academia  Pretorial  de  la  Habana  en  1839,  en  que  se 
usd  de  la  lengua  maya  por  creerse  la  de  Cuba:  se  pone  solo 
el  original  castellan o. 

Habana  14  de  Julio  de  1881. 

ANTOiNIO   Bachiller. 


Vocabidario  de  los  idiomas  Runsien  y  Eslem  for- 
madopor  el  P.  Fr.  Francisco  G (tree's  en  sus  ex- 
pediciones  a  California  el  ano  1774. 

CASTEI.LANO.  RUNSIEN.  ESLEM. 


Uno Enjald Pek. 

Dos Ultis U-lhaj. 

Tres Kappes Julep. 

Cuatro Ultitim Jamajuj. 

Cinco Hali-izu Pe  majald. 

Seis Hali-shakem Pegualanai. 

Siete Kapkamai-shakem  Jula-jualanai. 

Ocho JUltumai-shakem .  Julep-jualanai. 

Nueve Pakke Jamajuj-jualanai. 

Diez Tan-chanjt, Tomoila. 

Once Petelenay. 

Doce Julaj-elenay. 

Trece Julep  -elenay . 

Catorce Jamaj-elenay. 

Quince Mamak-elenay. 

Diez  y  seis Peshish. 

Veinte Peh-efejedes. 

Treinta Julep-tomoila. 

Hombre Muguyamk , Ejemotek. 

Mujer Latziyamamk. . . .  Tanutek. 

Hijo Enshinsh Panna. 

Hija Kaana Tapannd. 

Mujer  mia Kajaguan Nitsckta. 


318  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

CASTELLANO.  RUNSIEN.  ESLEM. 


Marido  mio Kanrrin Nitscheke. 

Mfo Ka Nitschd. 

Tuyo Me Nimetahd. 

Dia,  sol Ishmen Asatza. 

Rayo  del  sol,  res- 

plandor Sushpii Ashi. 

Luna Orpetuei-lshmen..  Tomanis-ashi. 

Noche Orpetuei Tomanis. 

Estrellas Pajanas Atimulai. 

Grande Ishac Putuki. 

Chico Pishit Ojusk. 

Padre Appan A-hay. 

Madre Adn . A-zia. 

Suegro Paap Lashdn. 

Hermano Taan Mi-itz. 

Hermana Td. 

Hermano  menor.  Tanchens. 

Fuego Hello Ma-mamanes. 

Luz Shorto Jetza. 

Agua Ziy Azanax. 

Ballena Tim . Pushuc-Pashishis. 

Nutria Shustu Cchitfu. 

Lobo  marino ....  Tominsh Op-obus. 

Oso Arresh Coltdla. 

Liebre Cheish Samds. 

Conejo Werren Chish. 

Ardilla Hej Mexe. 

Leon Heksh Jekess. 

Perro Matchd Shootsh. 

Gato  montes Horn Tollomas. 

Gielo Terras Imita. 

Arco Laguan Payunas. 

Flecha Teps Lottos. 

Pedernal Tijo Cumaltess. 

Morir Lakim Chuneipa. 

Muerto *..  Lakumsin Chuneipa. 

Matar Nim Hik-ke. 

Robar.... Attay Ju-md. 

Robado Meatiyan. 


VOCABULARIOS   RUNSIEN    Y   ESLEM.  319 

CASTELLANO.  RUNSIEN.  ESLEM. 


Fornicar Yappe Teimashd. 

Prenada Paish Sallamasek. 

Parir Izin Aozapd. 

Aiio  (dudoso  como 

lo  determinan).  Shiin. 

Piel Chittul Ze-kesh. 

Amigo Kank Mish-fe. 

Comer Amjai Ampd. 

Beber Hukesh Etze. 

Yerba Hun Amitchanas. 

Flor Tiush Hy-i. 

Raiz Hekto Tpi-mi. 

Monte Hutcha Pol-lomo. 

Llano Turk Ayolaj. 

Nieve Yokop Matzeijo. 

Salmon Urrak Killinay. 

Sardina Tupur Tupin. 

Pescar Urk Takaldama. 

Gazar Punni Takampa. 

Escribir Enn Chempa  (pintar), 

Cipres Zummir Zummir. 

Pino    ( no  tienen 

nombres  gene- 

ricos  de  arbo- 

les,pescados,&).      Ix Ix-ay. 

Enfermo Tin Matochis. 

Madera Moyor 1-i. 

Cabello Hutt Hakkd. 

Cara Rukka Aud. 

Gabeza Chojon Hatarex. 

Ojos Xin Sixpd . 

Narices Huis Hoske. 

Boca Haye Sshi. 

Lengua Lasj Villel. 

Dientes Zit Ahui. 

Orejas Tuxus Tuxus. 

Cuello Katkd Wowel. 

Pecho Tukd Shejosaj. 

Brazos Izu.... Jushu. 

2  1 


320  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

CASTELLANO.  RUNSIEN.  ESLEM. 


Manos Tursi Tu-chullis. 

Corazon Rutzushim .  ....  Tikas. 

Barriga Pittin Ityanes. 

Pellejo Turrum Zek-jass. 

Tripas Redcu Abjazcu. 

Micmbro  viril . . .  Pillin Ka-we. 

Testiculos Shokosk. 

Muslos Pay  an Wek-hee. 

Piernas Corro Pi-ydss. 

Pies Talt Nenepassuj. 

Unas Vatcharim Olloja. 

Hueso Chatclne Hiyd. 

Sombrero Chepels. 

Canasto line, Apif-makus. 

Canoa Canon. 

Piedra lrrex lllex. 


Es  muy  notable,  dice  el  P.  Garces,  que  en  naciones  ve- 
cinas  y  sin  determinados  limites  haya  una  diferencia  tan 
grande  en  idiomas;  de  lo  que  puede  inferirse  la  diferencia 
an  el  origen  del  establecimiento  en  estas  tierras. 

La  Mision  de  San  Carlos,  quecomprende  en  conjunto  los 
indios  de  los  idiomas  Eslem  y  Runsien,  da  mucho  que  hacer 
a.  los  Padres  misioneros  por  la  dificultad  de  instruirse  en 
las  dos  lenguas,  y  mucho  mas  por  la  reciproca  ojeriza  y 
antagonismo  de  las  dos  naciones,  que  tienen  costumbres 
distintas;  sin  embargo,  se  les  explica  la  doctrina  del  mejor 
modo  que  se  ha  podido,  y  rezan  en  castellano  el  Padre 
nuestro,  el  Ave-Maria,  el  Credo  y  la  Salve  ,  y  con  facilidad 
y  en  poco  tiempo  lo  hablan  para  dejarse  entender.  Vease  el 
principio  de  la  explicacion  de  la  doctrina: 


VOCAHL'LAFlIOS    RUNSIEN    Y    ESLEM. 


321 


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TOMO  II. 


21 


322  congiies  des  americanistes. 

M.  Bamps:  Un  de  mes  savants  compatriotes  dont  J;i 
collaboration  fait  honneur  an  Congres,  Mgr.  le  chanoine- 
de  Harley,  professeur  a  rUniversite  de  Louvain ,  avail 
Finteution  d'envoyer  une  memoire  a  notre  reunion.  J'ai 
reeu  do  lui  une  lettre  par  laquelle  il  m'informe  que  son 
etat  de  sante  ne  lui  a  pas  pcrmis  d'achever  son  travail.  Le 
savant  professeur  tiendra  ce  travail  en  reserve  et  l'enverra 
au  Congies  si  non  dans  la  presente  session  dans  la  session 
prochaiue.  C'est  la  uue  promesse  que  Tassemblee  rccevra,. 
j'en  suis  sur,  avcc  faveur  et  qu'a  ce  litre  j'ai  crude  voir  lui 
commuuiquer.  (Muy  bien.J 

El  Sr.  Pacheco  Zegarra:  Ruego  al  Sr.  Duque  de  Ve- 
ragua  que  se  sirva  recobrar  la  Presideucia,  con  cuya  cesion 
me  ha  honrado,  y  que  me  conceda  la  palabra  con  objeto  de 
leer  una  memoria. 

El  Sr.  Duque  de  Veragua  volvio  a  ocupar  el  si- 
llun  presidencial,  concediendo  la  palabra  solicitada 
al  Sr.  Pacheco  Zegarra,  que  diu  lectura  al  trabajo 
siguiente,  muy  aplaudido. 

Museo  Mace  do. 
ceramica    americana. 

Senores: 

•Necesito  tanto  mas  vuestra  benevolcncia  cuanto  la  mate- 
ria de  que  voy  a  tratar  es  ajena  a  los  estudios  que  sobre 
America  he  hecho,  si  tales  pueden  llamarse  las  investiga- 
ciones  arqueologo-filologicas  a  que  como  simple  aficionado 
me  he  dedicado ,  impulsado  mas  bien  por  una  irresistible 
inclinacion  a  las  antiguallas  que  por  la  aspiracion,  que  ha- 
bria  sido  inmoderada  en  verdad,  a  que  esas  investigaciones 
pudieran  un  dia  ahadir  algo  importante  a  la  verdadera  cien- 


CERAMICA    AMERICANA.  32U 

cia  amcricana.  Sin  conocer,  pues,  el  arte  del  alfarero,  ni 
como  artifice  ni  como  arqueologo,  voy  a  hnblaros  de  cera- 
mica.  Veome  precisado  a  ello  por  el  cumplimiento  de  un 
deber,  sin  lo  cual  me  habria  ahorrado  ciertamente  el  tra- 
])ajo  de  emprcnder  una  tarea  superior  a  mis  fuerzas ,  y  el 
sentimiento  de  abusar  tal  vez  de  vuestra  atencion. 

El  doctor  D.  Jose  Mariano  Macedo,  uno  de  los  medicos 
mas  aventajadamente  reputados  de  Lima,  y  persona  respc- 
table  ademas,  tanto  en  el  terreno  de  la  vida  ordinaria  como 
en  el  dela  ciencia,  hace  como  veinticinco  anos  que  ha  dcdi- 
cado  su  bien  conocida  laboriosidad  al  estudio  de  las  anti- 
giiedades  peruanas;  las  ha  buscado,  agrupado  y  clasificado 
con  ese  carino  casi  monomaniatico  de  los  que  a  tal  clasc  de 
estudios  se  consagran,  y  con  la  suficiencia  y  discretion  del 
verdadero  arqueologo.  Asi  ha  logrado  formar  un  mnseo 
particular,  que  no  por  serlo  deja  de  contener  importantes 
colecciones,  acaso  las  mas  importantes  que  en  punto  a  an- 
tigiiedades  se  han  formado  en  el  Peru ,  no  solo  por  el  nii- 
mero  sino  por  la  calidad  de  los  objetos. 

El  Museo  Macedo,  como  ordinariamente  se  le  ha  Uamado, 
posee,  entre  otras  cosas: 

Un  quipu  perfectamente  conservado,  el  mejor  conservado 
de  cuantos  hasta  el  presente  se  conocian. 

Cinco  momias,  once  cabezas,  cuatro  brazos  momificados 
y  varios  craneos ,  cuyo  estudio  servira  indudablemente  de 
base  a  la  craneologia  peruana. 

La  coleccion  de  tejidos,  que  consta  de  cerca  de  cuarenta 
objetos,  algunosdelos  cuales  est.in  reproducidos  en  la  obra 
de  Wienner  Le  Perou  et  la  Bolivie,  con  el  caracter,  segun 
este  autor,  de  lienzos  epicedicos  6  especie  de  epitafios,  en 
que  se  envolvia  a  los  cadaveres  para  enterrarlos,  y  que  con- 
tenian  la  biografia  del  difunto. 

La  coleccion  de  orfebreria:  ajorcas,  pendientes,  brazalo- 
tes,  imagenes  y  otros  objetos,  los  mas  de  los  cuales  estan 
hechos  de  laminaciones  tan  tenues  de  oro  que  admiran  ,  y 
otros  muchos  de  plata,  cobre  y  nacar. 
2  1   • 


'.)!'{  CUNGIIESO    DK    AMERICANISTAS. 

La  coleccion  dc  objetos  de  madera,  piedra  y  cobrc,  cuyo 
niimero  pasa  dc  ciento  sesenta  objetos. 

La  coleccion  de  vcstidos,  armas,  uni formes,  insignias  y 
dcmas  cosas  del  uso  ordinario  dc  los  monarcas,  guerreros, 
magistrados  y  matronas  del  tiempo  de  los  Incas. 

Pcro  lo  mas  completo  6  importante,  y  lo  quo  mayor  campo 
ofrece,  segiin  mi  pobre  opinion,  al  estudio  arqueologico,  es 
?u  coleccion  ccnlmica,  la  misma  que  tambien  sirvio  de  base 
;i  Wienncr,  en  el  libro  citado,  para  la  repioduccion  de  al- 
gunos  huacos,  pero  dograciadamento  acompaiiados  de  ob- 
servaciones  que  estcin  muy  lejos  de  ballarse  a  la  altura  dc 
tan  importante  materia.  El  mismo  doctor  Macedo,  en  cl 
oatalogo  que  de  su  museo  publico  en  Paris  en  1881  ,  haee 
no  tar  muc.has  inexactitudes  y  errores  que  ha  comctido  el 
autor  citado  respecto  a  los  huacos,  cuya  fotografia  le  permi- 
tio  mandar  sacar  en  Lima. 

Aboi'a  bien,  senores:  llegado  apenas  el  Sr.  Macedo  ;i  Pa- 
ris, y  i>or  molivos  ineludibles  privado  del  honor  de  concu- 
rrir  a  este  Gongreso,  snpo  que  me  dirigia  a  Madrid,  y  me 
rogo,  como  viejo  amigo  mio  y  compatriota,  presentara  ;i 
esta  asamblea  siqiiiera  una  de  sus  coleccioncs,  la  (jue  el 
tambien  considera  como  la  mas  completa  0  intercsante:  la 
coleccion  de  ceramica.  Con  esle  objeto  solo  pude  piocurar- 
me  las  fotograffas,  boy  exhibidas  en  vuestra  exposicion,  dc 
los  huacos  mas  notables;  y  abora  me  cabe  la  honra  de  tra- 
lar,  con  vucstro  permiso,  de  una  materia  tan  arida  para  mi. 
Como  cs  natural  que  haya  en  csta  ilustrada  congregacion 
mucbas  personas  que  se  encucntren  enteramente  ajenas  a 
mi  asunto,  forzoso  me  es  dar  una  nocion  sucinta  de  la  in- 
lluencia  historica  y  arqueologica  de  la  ceramica  en  general, 
para  que  asi  ocupe  el  lugar  a  que  esta  Uamada  la  particu- 
lar do  la  America  precolombiana,  y  muy  especialmente  la 
del  Pen!  antiguo. 

Es  la  ceramica  esc  arte  que  ensena  a  formar  y  a  modelar 
las  pastas  de  arcilla  6  greda,  ablandandolas  con  el  agua  y 
oiulureciendolas  por  medio  del  i'nego  para  destiuarlas  en 


CERAMICA    AMERICANA.  325 

forma  de  vasos  (3  de  objetos  de  analoga  naturaleza  a  los  me- 
nesteres  de  la  vida.  Si  consideramos  que  la  uecesidad  ile 
beber  ha  side  tal  vez  la  primera  que  experimenlo  el  bombiu 
y  la  mas  facil  de  satisfaccr,  es  indudable  que  los  vasos  de 
barro,  por  bastos  que  aparozcan  en  su  origen,  ftieron  los 
primeros  artefactos  que  de  su  mauo  salieron,  y  que,  como 
dice  Platon,  el  arte  ceramica  hubo  de  ser  una  de  las  prime- 
ras  que  se  cultivaron  en  el  mundo. 

Audaudo  el  tiempo  las  pastas  se  iban  purificando  y  reli- 
naudo  hasta  el  punto  de  que  puede  decirse  que  caiubiaron 
de  naturaleza;  las  formas  fuerou  ganando  estilo,  severidad 
y  elcgancia,  segiin  la  indole  especial  de  los  pueblos;  el  arte 
de  la  ornamentacion,  ayudado  de  la  galvanoplastica,  del 
dibujo,  de  la  pintura  y  de  la  escultura  misma,  que  comenzo 
a  dar  a  los  vasos  formas  esencialmeiite  artisticas,  contribuyo 
a  t]ue  la  ceramica  llegara  al  mayor  grado  de  adelauto;  y  el 
peusamieuto  se  abisina  al  considerar  el  inmenso  camiuo 
recorrido  desde  las  hidroceramias,  6  sean  los  barros  ordina- 
rios  exclusivameute  destiuados  a  la  conservation  del  agua 
fresca,  pues  su  porosidad  tieue  la  virtud  de  bajar  la  tempe- 
ratura,  hasta  la  fabrication  de  las  magnificas  porcelanas  de 
que  boy  se  enorgullecen  tantos  pueblos  cultos  de  la  tierr.i. 
Eso  es,  seuores,  porqueese  camiuo  uo  es  olroque  el  que  la 
bumanidad  ha  tenido  que  recorrer  en  las  varias  fases  de  su 
peregrination  sobre  la  tierra.  Ese  arte,  humilde  eu  su  ori- 
gen ,  acompana  al  hombre  desde  la  infancia  de  las  socieda- 
des,  y  sigue  con  el  los  adelanlos  paulatinos  de  la  civiliza- 
tion, representando  de  una  manera  intima,  antique  incons- 
ciente,  el  estado  de  cultura  de  cada  pueblo  eu  tal  6  cual 
epoca  de  su  historia;  y  esta  representation  ha  sido  tanto 
mas  real  cuanto  la  ornamentacion,  con  los  recursos  de  que 
acabo  de  hablar,  ha  hecho  de  cierto  rnodo  palpable,  por  me- 
dio del  colorido,  de  los  bajo-relieves ,  de  las  figuras  esculto- 
reas,  ya  usadas  como  adornos,  ya  en  la  forma  misma  de  los 
vasos,  y  hasta  por  medio  de  los  jaspes  y  dorados,  lo  que  ci- 
vilization y  cultura  se  llama.  Y  aqui  entra  precisamente  en 


,'>2G  CONGRESO    DE    AMER  ICANISTAS. 

cl  pleno  dominio  de  la  arqueologia.  Dejese  al  simple  alfa- 
rcro  el  estudio  de  las  diversas  clases  de  arcilla  para  su  cla- 
sificacion:  de  los  varios  melodos  que  ha  de  cmplear  en  la 
fabrication,  y  la  consiguiente  division  de  los  objetos  que 
fabrica  en  barros  cocidos,  cacharros  vidriados ,  lozas  y  por- 
celanas;  el  arqueologo  ceramista  no  debe  aceptar  mas  clasi- 
ficacion  ni  division  que  la  que  establece  la  ciencia,  la  histo- 
ria,  las  creencias  y  hasta  la  indole  del  pueblo  cuya  ceramica 
estudia.  ^.Gorno  no  reconocer,  por  ejemplo,  en  la  ceramica 
de  los  chinos ,  cuya  perfection  en  punto  a  fabrication  no 
tuvo  rival  en  la  antigiiedad,  ni  la  tuvo  hasta  hace  muy  poco 
en  los  tiempos  modernos,  el  cspiritu  apocado  de  una  civili- 
zacidn  casi  yerta,  cuyas  transiciones  durante  cuatro  mil 
anos  no  se  sienten,  siendo  tan  lento  su  progreso  que  apenas 
puede  apreciarse  con  el  transcurso  de  las  generaciones  ?  Lo 
que  si  se  puede  apreciar  es  la  habilidad  para  las  artes  ma- 
nuales  y  de  imitation  ,  y  la  riqueza  del  colorido  en  los  ma- 
lices. Y  bajo  el  punto  historico,  ,;  quien  podia  negar  el  co- 
mercio  del  celeste  imperio  con  el  Egipto  antiguo,  mientras 
mal  avisados  anticuarios  aiirmaban  que  en  las  sepulturas 
egipcias  se  enconlraron  vasos  chinos  que  tal'vez  gozabau 
en  los  remotos  tiempos  de  los  Radameses  y  Faraones  del 
mismo  aprecio  que  en  la  Europa  mode  una.  Asi  una  cuestion 
historica  de  gran  trascendcncia  ha  dependido  del  descubri- 
miento  de  la  verdadera  procidentia  de  objetos  ceramicos. 
^Gdmo  negar,  en  epocas  mas  recientes,  al  examinar  la  ce- 
ramica de  los  arabes,  la  indole  de  ese  pueblo  meridional, 
cuya  alma  ardiente,  corno  su  sol,  parcce  reilejarse  en  la  bri- 
llantez  de  la  ornamentation,  en  la  riqueza  del  colorido  y  en 
el  barniz  estahifero  que,  desde  los  ladrillos  esmaltados  hasta 
los  celebres  vasos  de  la  Alhambra,  anuncian  un  pueblo  dia- 
metralmente  opuesto  al  de  Tung-Tchien  y  Confucio? 

He  aqui  por  quo  el  estudio  de  la  ceramica,  bajo  el  punto 
de  vista  historico,  ha  merecido  en  todos  tiempos  la  predi- 
lection de  los  alicionados  a  las  investigacioncs  arqueologi- 
ras,  y  ya  son  conocidas  y  apreciadas  las  muestras  que  en 


CERAMICA   AMERICANA.  327 

•esta  materia  nos  han  dejado  los  romanos,  y  especialmentc 
los  ctruscos,  los  fenicios,  los  lacedemonios  y  los  persas,  los 
celtas,  galos,  bretones  y  otros  pueblos  mas  6  menos  remo- 
tos  de  la  antigiiedad.  ;Cuantas  veces  dos  6  tres  cacharros 
cncontrados  en  una  excavation  babraii  decidido  no  solo  de 
la  civilization ,  sino  hasta  de  la  existencia  de  alguna  pobla- 
cion  ya  sumergida  en  el  oceano  del  no  ser,  y  que  sin  tales 
reliquias  babn'a  quedado  completamente  ignorada! 

Es,  sin  embargo,  en  el  pueblo  padre  de  la  belleza  artis- 
tica,  en  la  Grecia  antigua,  en  donde  llega  tambien  el  arte 
ceramica  a  la  misma  altura  que  las  otras,  y  en  donde  se 
levantan  estatuas  en  bonor  de  alfareros  celebres,  cuyos 
nombres  conservan  cuidadosamente  los  escritores  contem- 
poraneos;  asi,  Kerestrato,  Korxbo ,  de  Atenas  ,  considorado 
como  el  inventor  de  la  alfareria,  Dibutado,  de  Sicyon,  Talo 
y  Tericles,  de  Gorinlio,  figuran  en  los  escritos  de  Pbrinico, 
•de  Teofrasto  y  de  otros  autores  de  aquella  epoca.  La  cera- 
mica, bajo  el  punto  de  vista  artistico,  puede  considerarsc 
como  la  bermana  mayor  de  la  escultura,  pues  que  la  mode- 
lacion  de  los  vasos  en  las  epocas  menos  adelantadas  del 
arte  debio  de-dar  paso  a  la  de  los  yesos ,  segiin  los  cuales 
debian  esculpirse  las  estatuas.  La  imaginacion  mas  vigo- 
rosa  sc  fatigaria  al  querer  seguir  las  innumerables  transfor- 
maciones  morales  y  ffsicas  que  se  babrian  operado  en  el 
hombre  mientras  que  el  mismo  barro  empleado  primitiva- 
mcnte  por  el  para  la  fabrication  de  toscos  vasos,  y  basta  de 
lejas  y  ladrillos,  haya  llegado  al  traves  de  los  siglos  y  en 
las  manos  del  genio  a  servir  de  modelo  para  los  marmolcs 
vivientes  de  los  Fidias  y  Praxiteles  griegos  y  de  los  Buona- 
rotis  y  Canovas  de  nuestra  era. 

Pasando  abora  a  la  ceramica  americana,  facil  es  conside- 
rar  que  si  la  sabia  Europa  esta  aun  may  lejos  de  baber  di- 
cbo  la  ultima  palabra  en  materia  tan  compleja,  los  estudios 
americanos  relativos  a  ella  puede  asegurarse  que  se  encuen- 
tran  en  plena  infancia;  pero  siendo  el  campo  de  observacio- 
nes  vastisimo,  es  indudable  que  la  ciencia  mucho  tendra 


328  CONGRESO    DE    AMERIGAMSTAS . 

que  explorar  en  lo  venidero.  Ea  la  America  septentrional 
muchas  excavaciones  se  han  hecho  ya  en  diversas  epocas  y 
localidades ;  y  aunqne  por  todas  partes  se  han  encontrado 
cacharros  antiguos,  los  mas  muestran  claramente  que  el 
arte  eslaba  en  sumo  atraso;  no  obstante,  no  merecen  echar- 
se  al  desprecio  algunos  encontrados  por  lo  general  en  las 
tumbas,  en  el  territorio  ocupado  por  los  antiguos  iroqueses, 
hoy  llamado  Mingo,  en  el  Ohio,  en  Luisiana,  en  Virginia, 
en  Tenesseo  y  en  cl  condado  de  Knox.  Pero  asi  como  en  la 
del  Sur,  el  Peru,  en  la  America  del  Norte  Mexico,  es  el  pais 
que  nos  ofrece  lo  mas  importante  a  nuestra  observation  ;  y 
lo  que  desde  luegc  es  muy  digno  de  notarse  es  que  tambien 
en  las  regiones  septentrionales  parecen  hormignear  las  na- 
cionalidades  como  en  las  meridionales,  y  que  las  antigiie- 
dades  mexicanas,  por  ejemplo ,  ningun  punto  de  contacto 
tienen  con  las  de  otros  pueblos  casi  circunvecinos,  los  cuales 
por  su  parte  tampoco  lo  tienen  entre  si,  al  extremo  de  que 
toda  investigation  concluye  con  la  conviction  de  que  en 
territorios  relativamente  reducidos  se  encuentran  naciones 
completamente  extranjeras;  y  si  alguuas  semejanzas  se  des- 
eubren  entre  ellas,  parecen  mas  bien  el  resultado  de  Li  ca- 
sualidad;  asi,  es  digno  de  que  mencionemos  aqui  los  inmen- 
sos  vasos  iroqueses  que  Servian  de  incubadoras,  tan  seme- 
jantes  por  sus  grandes  proporciones  a  los  vasos  que  entre 
los  brasileros  Servian  de  tumbas ,  muchos  de  los  cuales  se 
han  encontrado  con  dos  momias  en  el  vientre. 

Lo  que  acabamos  dc  decir  se  puede  repetir  con  respecto  a 
los  territorios  ocupados  hoy  dia  por  las  republicas  del  Pla- 
ta, Chile  y  el  Paraguay;  de  Colombia,  el  Ecuador  y  Vene- 
zuela; del  Peru  y  de  Bolivia;  los  araucanos  ,  los  guaranis, 
los  collas,  los  qucchuas,  los  chimus,  los  chipchas ,  los  gua- 
jiros,  los  moxas,  los  iquiches,  los  paes  y  otros,  son  en  los 
restos  de  ceramica  que  hasta  aqui  conocemos  tan  heteroge- 
neos  como  lo  son  en  lengua,  tradiciones,  creencias,  costum- 
bres  e  indole:  nacionalidades  a  cual  mas  rara,  a  cual  mas 
dit'erente,  esos  pueblos  ya  parecen  delineados,  por  lo  menos 


CONGRESO   INTERNACIONAL  OE  AM ERICAN ISTAS   DE  MADRID 


i)  iiipn    del    M  iiS(M»    M  .iced 


CERAMICA    AMERICANA.  3"2!> 

bajo  el  aspecto  de  su  heterogeneidad  para  la  ciencia  ame- 
ricana. 

Pareceme  este  el  lugar  de  hacer  una  observacidn  que  crco 
importante:  la  analogia  entre  Mexico  y  el  Peru  para  los  es- 
tudios  cerdmicos.  Los  aztecas  en  el  Norte  y  los  incas  en  el 
Sur,  por  lo  que  de  su  ceramica  conocetnos,  muy  atrasados 
se  encontraban  relativamente  a  otros  pueblos  que  parecen 
haber  ocupado  rospectivamente  los  mismos  territorios  en 
siglos  mas  remotos.  Si  las  ruinas  de  Mitla  y  de  Palenque, 
en  Mexico,  no  nos  dieran  testimonio  de  un  gran  imperio, 
tal  vez  mas  poderoso  y  adelantado  que  el  de  los  aztecas ,  y 
mucho  mas  antiguo,  bastarian  los  vasos  sacados  de  las  tum- 
bas  excavadas  en  esas  localidades  para  convencernos  de  esa 
verdad.  Lo  propio  pasa  en  el  Peru:  hay  monumeutos  gran- 
diosos  que  difieren  esencialmente  de  los  del  imperio  de  los 
incas,  y  que  anuncian  la  morada  de  pueblos  de  gran  cul- 
tura  y  poderio;  y  lo  mismo  se  puede  deducir  del  estudio  de 
los  huacos,  por  mas  que,  como  ya  lo  he  dicho,  se  halle  en 
la  infancia.  El  pueblo  mas  adelantado  en  el  ramo  que  nos 
ocupa  parece  ser  el  que  dominaba  el  Gran  Ghimu,  y  su  ce- 
ramica, hasta"  el  presente,  es  lo  mas  importante  que  se  co- 
noce  en  la  arqueologfa  americana,  y  por  ella  el  Peru  pre- 
colombiano  puede  rivalizar  ventajosamente  con  los  pueblos 
mas  adelantados  de  la  antigiiedad  ;  y  si  bien  por  su  aspecto 
artistico  es  bastante  inferior  a  los  pueblos  helenicos,  no 
sucede  lo  mismo  en  cuanto  a  su  importancia  historica,  pues 
parece  que  no  habia  cosa,  ni  aun  idea,  por  metafisica  que 
pareciera,  que  los  antiguos  peruanos  no  representaran  en 
su  ceramica;  y  en  la  coleccion  de  Macedo  pueden  verse  los 
reinos  animal  y  vegetal,  reproducidos  con  tal  perfeccion, 
que  hay  que  convenir  en  que  el  arte  en  si  mismo  estaba 
sumamente  adelantado.  Igual  propiedad  se  encuentra  en  la 
reproduction  de  tipos  de  caras,  alegorfas,  divinidades  mi- 
tologicas ,  genios  que  representan  el  mar,  la  tierra  y  otros 
elementos,  Priapos,  Dianas,  Sirenas ,  cabezas  de  Medusa, 
Prometeos  y  otras  ficciones  mitoldgicas,  d.  las  cuales  no  po- 


o3U  C0NGRES0    L)E   AMERICANISTAS. 

demos  bautizar  con  otros  nombres,  puesto  que  se  presentan 
con  el  mismo  caracter  que  las  del  paganismo ,  y  que  ten- 
dran  que  ser  objcto  de  gran  ties  esludios.  Tambien  se  en- 
cuentran  representados  hasta  castigos  legales  y  sintomas 
de  cnfermedades  en  cabezas  y  cuerpos  perfectamente  mode- 
lados;  y  si  la  obscenidad  r.o  siempre  prueba  el  atraso  de 
los  pueblos,  tampoco  carcce  de  tales  dijes  la  coleeeion  de 
Macedo. 

He  aqui,  seriores,  lo  que  ofrezco  a  los  arqucologos  que  en 
csla  asamblea  se  dedican  a  los  esludios  tic  la  ceramica  arae- 
ricana. 

El  Secrctario  general  Sr.  Fern&ndez-Duro:  A  fin  de 
que  en  las  Actas  del  Congreso  quede  inemoria  de  los  do- 
cuments traidos  del  Arcbivo  de  Indias  a  la  Exposition,  se 
han  sacado  las  copias  y  facsimile  que  presento  a  la  Mesa. 

Acta  de  posesion  y  carta  de  la  nuera  tierra  de  Santa 
Cruz  (cxtremo  meridional  de  California) ,  des- 
cubierta  por  Hernan  Cortes  el  dia  3  de  Mayo 
dc  1535. — Sacadas  del  proceso  que  sobre  la  dicha 
tierra  le  promorieron  KuTio  de  Guzman,  Pedro 
de  Alvarado  y  otros. 

«En  tress  dias  del  mes  de  mayo  ano  del  senor  de  mill  e 
quinientos  c  treinta  e  cinco  auos  en  estc  dicho  dia  podia  ser 
aora  de  medio  dia  poco  mas  o  menos  el  muy  ilustrc  senor 
don  hcrnando  cortes  marques  del  valle  de  gnaxaca  capitan 
general  de  la  nueva  espana  e  mar  del  stir  por  su  magestad 
etc  llego  en  un  puei'lo  e  baya  de  una  tierra  nuevamente 
descubierta  en  la  dicba  mar  del  sur  con  nabio  e  armada  del 
dicbo  senor  marques  al  qual  dicho  puerto  su  senoria  llego 
con  nabios  e  armada  e  llegado  sal  to  en  tierra  con  gente  e 
caballos  e  estando  en  ella  en  la  playa  de  la  mar  en  presen- 
cia  de  my  martin  de  Castro  escrivano  de  sus  magestades  e 


DESCUBRIMIENTO    DF.    CALIFORNIA.  331 

escrivano  de  la  governacion  del  dicho  senor  marques  e  de 
los  tesligos  de  yuso  escriplos  luego  el  dicho  seiior  marques 
Razono  de  palabra  e  dixo  que  El  en  nonhre  de  su  mages- 
tad  e  por  vir'tud  de  su  Real  provysion  y  en  cumplimiento 
de  lo  capitulado  con  su  magestad  sobre  el  descubrimiento 
en  la  dicha  mar  del  sur  abia  descubierto  con  su  nabio  e  ar- 
mada la  dicha  tierra  e  para  la  conquistar  e  poblar  e  prose- 
guir el  dicho  descubrimiento  sa  seiioria  ha  venydo  con  ar- 
mada e  gente  /  por  tan  to  que  El  en  nonhre  de  su  magestad 
quiere  tomar  posesion  de  la  dicha  tierra  e  de  todas  las  de- 
mas  que  desde  alii  prosiguen  e  se  hallare  e  descubrieren 
por  tanto  que  pidia  e  pidio  e  mando  a  my  el  dicho  escrivano 
que  de  lo  que  dicho  ha  e  adelante  pasare  le  de  testimonio.= 
E  luego  el  dicho  senor  marques  tomando  la  dicha  posesion 
•en  nonbre  de  su  magestad  e  por  virtud  de  las  dichas  pro- 
visiones  e  capilulacioncs  dyxo  que  El  toma  e  aprehende  en 
nonbre  de  su  magestad  la  tenencia  e  posesyon  de  la  dicha 
tierra  nuevamente  descubierta  donde  estamos  e  de  todas  las 
demas  que  desde  ella  se  comunican  e  caen  en  aquellas  co- 
marcas  e  demarcaciones  para  desde  esta  como  principio 
proseguir  los  descubrimientos  conquistas  e  poblaciones  de- 
ltas en  nonbre  de  su  magestad  y  en  serial  e  abto  de  la  dicha 
posesyon  el  dicho  senor  marques  puso  por  nonbre  al  dicho 
puerto  e  baya  el  puerto  e  baya  de  santa  cruz  e  se  anduvo 
paseando  por  la  dicha  tierra  de  una  parte  a  otra  e  cchando 
arena  de  una  parte  a  otra  e  con  su  espada  dio  en  ciertos 
arboles  que  ally  estaban  e  mando  a  la  gente  que  ally  estaba 
le  tubiesen  por  governador  de  su  magestad  de  aquellas  di- 
chas tierras  e  hizo  otros  abtos  de  posesyon  e  ansi  estando 
su  senoria  dixo  que  El  en  nonbre  de  su  magestad  e  por  vir- 
tud de  las  dichas  probisyones  e  capitulaciones  se  tenia  e 
tubo  por  apoderado  y  eutregado  en  la  thenencia  e  posycyon 
desta  dicha  tierra  en  que  estamos  con  todus  las  demas  a  ella 
cercanas  e  comarcanas  e  que  en  proseguimiento  del  dicho 
descubrimiento  descubriere  e  hallare  con  protestacion  de 
proseguir  la  conquista  e  poblacion  dellas  /  todo  lo  qual  paso 


332  CONGRESO   DE  americanistas. 

paciflcamente  syn  contradicion  de  persona  alguna  que  endc 
estuviese  ny  paresciese  e  el  dicho  senor  marques  lo  pidio 
por  testimonio  e  yo  el  dicho  escrivano  le  dy  lo  susodieho 
segund  que  ante  mi  paso  que  es  fecho  en  el  dicho  dia  e  mes 
e  ano  susodichos  /  testigos  que  fueron  presentes  a  lo  que 
dicho  es  el  doctor  Valdibieso  alcalde  mayor  e  Juan  de  Taso 
e  alonso  de  navarrete  e  fernan  Darias  de  Saavedra  e  bernar- 
dino  del  Castillo  e  francisco  de  Ulloa  e  otros  muchos  del 
dicho  exercito  e  armada  ==E  yo  martin  de  castro  escrivano 
de  su  magestad  y  de  la  dicha  Governacion  y  exercito  pre- 
sente  fuy  a  lo  susodieho  e  lo  fize  escrevir  e  fiz  aqui  mio 
signo  a  tal»  =  Hay  un  signo  — «  En  testimonio  de  verdad= 
Martin  de  Castro  escrivano  de  su  magestad  »  =  Flay  dos  ni- 
bricas. 

»Es  copia  literal  del  documento  original  a  que  se  refiere 
existente  en  este  Archivo  General  de  Indias,  bajo  la  rotula- 
cion  de :  «  Patronato  =  Simancas=  Descubrimientos  —  Nue- 
va  Espaua  =  Descubri  mientos ,  descripciones  y  poblaciones- 
de  este  Reino  —  Anos  mil  quinientos  veintisiete  a  mil  seis- 
cientos  treinta  y  oclw.  =  P.  el  Archivero  Jefe  ,  Jimenez 
Placer. 


Carta  del  Marques  del  Valle,  D.  Hernando  Cortes.. 

A  Cristobal  dc  Onale,  en  la  ciudad  de  Composlda  [Niieva  Galicia]: 

«  Noble  senor  =  Con  la  pricsa  que  tuve  en  mi  partida  no 
»os  escrevi  desdel  puerto  de  Spiritu  Santo  y  agora  no  se 
»ofrece  mas  de  haceros  saber  como  lleguo  a  este  puerto  y 
»bahia  de  Santa  Cruz  dia  de  Santa  Cruz  de  Mayo  por  cuyo 
>respeto  se  le  puso  este  nombre.  Reconosci  la  tierra  1."  de 
•Mayo  dia  de  los  dos  Apostoles;  y  porque  en  la  parte  que 
»reconoscimos  era  en  las  mas  altas  sierras  desta  tierra,  se 
»le  puso  nombre  Sierras  de  San  Felipe.  En  este  mismo  dia 
»descubrimos  una  isla  que  esta  cerca  desta  tierra,  y  se  llamo 


PHOPOSICION    DE    IUBLIOTECA.  333 

»isla  de  Santiago.  Y  luego  vimos  otras  dos,  que  la  una  so 
»llama  isla  de  San  Miguel,  y  la  otra  de  San  Gristoval.  Tarde 
»cn  el  viaje  16  dias  a  causa  de  las  muchas  cahnas  y  tiempos 
»contrarios  quo  tuvc.  Faltaronme  de  toda  la  compania  seis 
»caballos  entre  los  que  fue  el  uno  el  Hoverico  que  no  lo  hive 
»por  poca  perdida.  Todos  los  demas  caballos  y  toda  la  gente 
»llegaron  muy  buenos.»  Dice  que  no  puede  aun  decir  de  la 
manera  y  disposicion  de  la  tierra,  sino  que  ban  visto  mu- 
cba  gente  y  algunos  con  cantidad  de  perlas,  prueba  de  que 
hay  pesquen'a  dellas.  Que  en  Irani  tierra  adentro  en  partien- 
dose  estos  dos  navios.  Encargale  dar  sus  encomiendas  al 
gobernador  y  al  protector,  y  que  envie  unas  cartas  que  le 
dirige  al  licenciado  Altamirano,  sli  primo  del  marques. 
«Desle  puerto  y  bahia  de  Santa  Cruz  14  de  Mayo  de  1535. 
—  A  lo  que,  Senor,  mandaredes  =  El  Marques. » 

(Extracto  de  letra  de  D.  Juan  Baustista  Murioz  ;  tomo  80 
de  su  coleccion,  folio  137. — Academia  de  la  Historia.) 

El  Sr.  Gutierrez  (D.  Carlos) :  Antes  de  que  se  disuelva 
el  Congrcso,  me  atrevo  a  apoyar  una  proposition  que  creo 
ha  de  reporlar  beneficio  a  las  reuniones  sucesivas,  y  es  la 
de  formar  un  arcbivo  y  biblioteca  en  que  se  reunan  las 
obras  de  consulta.  Por  mi  parte  estoy  dispuesto  a  contri- 
buir  a  la  realization  ,  entregando  la  mayor  parte  de  los 
libros  que  hasta  ahora  se  han  escrito  sobre  la  arqucologia 
de  mi  amada  patria  centro-americana  y  algunos  otros  refe- 
rentes  al  Peril,  Bolivia  y  los  Estados-Unidos.  Espero  que 
el  Congreso  me  honrara  aceptandolos,  como  debil  testimo- 
nio  del  vivfsimo  interes  que  tomo  en  sus  trabajos,  a  los 
cuales  he  dedicado  muchos  anos  de  mi  vida. 

M.   Bamps :  Je  desire  presenter  une  motion  d"ordre. 

Si  j'ai  bien  compris,  un  de  nos  honorables  collegues  nous 

a  propose  de  constitucr  des  archives  du  Congres  des  Ame- 

ricanistes.  Cette  proposition,  que  je  suis  loin  de  combattre 

en  elle-meme,  est  en  contradiction  avec  nos  statuls  ,  qui 

disent  que  lous  les  livres  ct  obicts  dont-il  est  fait  hommage 
2  2 


334  CONGRES    DliS    AMERICANISTES. 

an  Congivs,  ainsi  que  les  memoires  presentes  aux  seances 
sont  acquis  a  la  ville  on  s'est  tenue  la  session.  Ainsi,  tou- 
tes  les  pieces  qui  scront  offcrtes  au  Congres  durant  la  ses- 
sion de  Madrid,  deviendront  la  propriete  de  la  ville  de  Ma- 
drid. Si  le  Congres  prend  en  consideration  la  proposition 
a  laquelle  j'ai  fait  allusion,  il  faut  que  les  statuts  soient 
revises;  le  Congres  en  a  ccrtainement  le  pouvoir,  mais  je 
me  permettrai  de  faire  remarquer  qu 'il  est  toujours  dange- 
reux  de  reviser  des  reglements,  surtout  lorsqu'il  s'agit  d'une 
n'uvre  aussi  jeune  que  l'americaniste.  Je  prierai  instam- 
nient  l'honorablc  assembloe  de  ne  pas  distraire  les  archives 
du  Congres  de  la  destination  naturelle  qui  leur  est  indi- 
quee  par  les  statuts. 

M.  le  Prince  Gortchakow:  Je  suis  heureux  que  le 
Congres  ne  se  separe  pas  sans  avoir  touche  le  point  que 
riionorable  M.  Bamps  vient  de  discuter;  je  suis  d'autant 
plus  satisfait  des  explications  que  vient  de  nous  donner  no- 
Ire  honorable  colK'gue  beige  que  s'est  moi-mrme  qui  avais 
fait  la  proposition  en  question  et  qui  aurais  ainsi,  sans  le 
vouloir,  transgresse  le  reglement.  Seulement,  je  me  per- 
ineural de  faire  remarquer  que  je  n'avais  pas  fait  une  pro- 
position formelle,  mais  que  j'avais  prie  seulement  le  Gon- 
grrs  de  reflechir  sur  une  idee  que  j'avais  emise.  Pour  le 
cas  oil  des  personnes  plus  compefentes  que  moi  auraient 
trouve  utile  de  donner  suite  a  cette  idee,  on  aurait  pu  aviser 
pendant  notre  sejour  a  Madrid.  En  ceci,  je  ne  fais  que  sui- 
vre  l'article  18  du  reglement. 

El  Presidcnte  Sr.  Duque  de  Veragua:  Gomo  el  Con- 
greso  ha  oido  del  Sr.  Bamps,  la  proposicion  se  opone  real- 
mente  a  las  prescripciones  del  reglamento  ,  y  no  me  parece 
que  debamos  pensar  en  modificarlas  en  este  ni  en  ningiin 
otro  concepto.  ^.  Lo  acuerda  asi  el  Gongreso?  —  (Si,  si,  afir- 
macion  general.)  —  En  ese  caso,  con  sentimiento  no  se  ad- 
mite  la  mocion,  reconociendo  los  honrosos  moviles  que  la 
ban  inspirado,  y  esto  no  obsta  para  que  el  Congreso  eslime 
y  agradezca  inlinito  el  generoso  ofrecimiento  del  Sr.  Gu- 


VOTO    dl;    GRACIAS.  -U-") 

tierrez.  Con  arreglo  al  reglamento  mismo,  las  obras  que  la 
Mesa  del  Congrcso  reeiba  scran  depositadas  en  la  biblio- 
teca  dc  la  Real  Academia  dc  la  Historia,  en  cuya  casa  esla- 
mos  reunidos,  y  este  destino  lendran  las  que  el  Sr.  Gutie- 
rrez quiera  poner  a  disposicion  de  los  que  cultivan  nuestros 
estudios.  (Muy  bien,  muy  Men.) 

Ahora,  no  habiendo  otros  asuntos  de  que  tratar,  es  lle- 
gado  el  penoso  momento  de  declarar  terminadas  las  tareas 
de  la  cuarta  reunion. 

El  Sr.  Montes  (D.  Andres  Jesus) :  Antes  he  de  permi- 
tirmc  dirigir  una  siiplica  a  la  asamblea.  Ha  fallecido  en 
Caracas  el  Sr.  D.  Cecillo  Acosta,  delegado  del  Congrcso,  y 
esta  triste  noticia  requiere  constancia  en  las  Actas. 

El  Sr.  Duque  de  Veragua:  Si  es  siernpre  sensible  la 
perdidade  cualquiera  de  los  que  forman  esta  asociacion  in- 
ternational trabajadora,  el  fallecimiento  del  Sr.  Acosta,  tan 
laborioso  y  distinguido  por  las  prendas  pcrsonales  y  gran 
saber  que  atesoraba,  lo  es  doblemente.  El  Congreso  recibe, 
por  tanto,  con  profundo  sentimiento  la  noticia,  deseando 
llegue  al  conocimiento  de  su  familia  la  parte  que  toma  en 
su  legitima  afliccion.  (Muy  bien,  asentimiento  undnime.) 

El  Sr.  Varela  (D.  Hector) :  Pido  la  palabra. 

El  Sr.  Presidente:  £En  que  concepto? 

El  Sr.  Varela:  En  el  de  que  esten  terminados  los  asun- 
tos del  Congreso.  Voy  a  rogar  a  los  que  hemos  venido  do 
fuera,  a  los  extranjeros,  aim  cuando,  francamente,  me  duele 
emplear  esta  palabra,  porque  creo  que  hoy  no  lo  son,  y  que 
los  pactos  internacionales,  la  geografia,  las  convenciones, 
si  han  establecido  hasta  ahora  distintas  fronteras,  el  soplo 
de  la  fraternidad  las  va  borrando;  y  donde  quiera  que  los 
hombres  de  corazon  se  encuentren ,  son  hermanos  en  Dios, 
en  la  libertad  y  en  la  democracia.  Llamarelos  huespedes,  y 
a  estos  les  pediria  que  me  acompariasen  a  ofreccr  un  voto 
ardiente  de  gratitud  al  Presidente  de  esta  asamblea  ,  ;i  los 
senores  que  componen  la  Mesa,  y  especialmente  al  ilustre 
Secretario  Sr.  Fernandez-Duro. 


').'}()  CONGRESO    DE    AMEIUCANISTAS. 

Serioros,  hemos  sido  recibidos  no  solamente  como  socios 
que  venimos  a  tomar  parle  en  un  Congreso  cientifico,  sino 
como  amigos  y  como  hermanos,  y  el  recuerdo  de  esta  hos- 
pitalidad  sera  grato  para  todos  fuera  de  aqui';  pero  debemos 
piiblicamente  manifestar  esta  gratitud  a  los  senores  que 
nos  ban  hospedado  asf. 

Crco  deber  hacer  otra  motion  que  me  parece ,  no  ya  de 
galanteri'a,  sino  de  cstricta  justicia. 

;.Quien  preside  los  destinos  de  este  pais?  El  rev  Alfouso. 
;.Qui6n  es  el  protector  del  Congreso  de  Americanistas,  se- 
giin  veo?  El  rcy  Alfonso.  ^Quien  ha  tenido  la  defereucia  de 
recibirnos  galantcmente  tambien  en  todas  partes?  El  rcy 
Alfonso.  Propongo,  pues,  senores ,  que  se  nombre  una  co- 
mision  del  Congreso  qu0,  vaya  personalmente  a  Palacio  a 
agradeccr  al  Rcy  de  Espana  la  defereucia  con  que  ha  reci- 
])ido  a  los  miembros  del  Congreso.  (Entusiastas  y  undni- 
mes  aplansos.) 

El  Sr.  Fita:  Hablo,  no  como  individuo  de  la  Academia 
<le  la  Historia,  sino  como  socio  americanista,  y  creo  expre- 
sar  el  sentimiento  que  esta  en  el  animo  de  todos  haciendo 
lambien  publico  el  agradecimiento  que  todos  tenemos  a  esta 
regia  corporation  por  la  galanteria  que  ha  tenido  en  conce- 
dernos  este  local ,  ella  la  representante  de  los  antiguos  his- 
toriadores  de  Iudias. 

Creo  que  el  Congreso  acogera  con  favor  este  sentimiento 
personal,  que  cs  el  de  un  socio,  aunque  el  menor  y  el  infimo 
de  todos  vosotros.  (Muy  bien,  muy  bien.  Aplansos.) 

El  Sr.  Presidente:  Con  respecto  al  voto  de  gracias  pro- 
puesto  por  el  Sr.  Varela,  debo  decir,  por  lo  que  a  mi  afecta, 
ya  que  iumerccidamente  ocupo  este  puesto,  que  la  Mesa  ha 
hecho  bien  poco  para  que  este  pensamiento  haya  podido 
realizarse.  Unicamente  hago  yo  especial  mencion  ,  como  la 
liacc  el  Sr.  Varela,  do  nuestro  Secretario,  cuyo  celo,  cuya 
evidencia,  ademas  de  una  ilustracion  reconocida ,  sc  .ha 
puesto  en  cstos  debates  bien  patente.  Por  consiguienle, 
aunque  yo  declino  la  honrn  del  voto  de  gracias  en  cuanto  a 


VOTO   DE    GIUCIAS.  337 

mi  se  refiere,  la  acepto  toda  entera  para  el  Sr.  Fernandez- 
Duro. 
El  Sr.  FernAndez-Duro:  Pi  do  la  palabra. 

El  Sr.  Presidente :  Comprendiendo  el  fin  con  que  la 
va  &  usar  S.  S. ,  no  se  la  concede 

El  Sr.  Varela  ha  hecho  otra  proposicion ;  me  refiero  al 
reconocimiento  que  se  ha  de  tributar  a  S.  M.  el  Rey,  quien, 
-como  protector  del  Gongreso,  ha  hecho,  a  favor  de  sus  altas 
prerogativas  y  do  su  mucha  ilustracion,  cuanto  pudiera  es- 
perarse  para  que  fueran  fructuosas  sus  tareas;  pero,  como 
el  Congreso  sabe,  en  virtud  de  esa  misma  deferencia  con 
que  el  Rey  de  Espana  trata  a  la  Asociacion  Americanista, 
nos  invita  a  que  vayamos  todos  a  su  Palacio  esta  noche, 
deseando  volvernos  a  ver,  y  me  parece  innecesario  el  nora- 
bramiento  de  Comisi6n,  cuando  por  la  totalidad  podran 
significarse  a  S.  M.  los  sentimientos  tan  elocuentemente 
expresados  por  el  Sr.  Varela. 

Ya  que  estamos  a  punto  de  separarnos,  tambien  yo  he  de 
pedir  a]go.  Pido  un  saludo  rcspetuoso  para  SS.  MM.  el 
emperador  del  Brasil,  para  los  reyes  de  Portugal  y  de  Bel- 
gica  y  para  S.  A.  R.  el  conde  de  Flandes ,  que  se  han  dig- 
nado  inscribir  sus  augustos  nombres  en  la  lista  de  socios 
de  nuestro  Gongreso,  y  que  antes  de  ahora  han  acordado 
su  eficaz  protection  &  la  obra  de  los  americanistas.  (Triple 
salva  de  aplausos;  entusiastas  aclamacionesj 

Por  ultimo,  me  toca  manifestar,  y  lo  hago  con  profunda 
emotion ,  mi  gratitud  a  todos  los  senores  que  han  aceptado 
nuestra  convocatoria  y  han  ilustrado  las  cuestiones  del  pro- 
grama,  contribuyendo  a  realzar  los  trabajos  de  esta  asocia- 
ci6n  universal,  y  a  que  eti  ella  quede  para  siempre  memo- 
ria  honrosa  y  util  del  Congreso  de  Madrid. 

Especialmente  doy  gracias  al  Sr.  Quijano  Otero  por  la 
mention  de  mi  persona  y  por  el  testimonio  de  respeto  £  mi 
ilustre  antecesor,  que  acepto,  no  como  gaje  de  abolengo, 
sino  como  tributo  de  gloria  a  mi  patria,  en  quien  refluyen 
los  sentimientos  nobles  que  ha  expresado.  En  nombre  de  la 

TOMO  II.  22 

22  * 


338  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS 

patria  le  repito  las  gracias,  y  aunque  no  todos  los  pueblos 
de  America  llevan  el  nombre  de  su  descubridor,  como  en 
todos  se  guarda  y  se  mantiene  con  veneration  su  recuerdo, 
a  todos  es  extensivo  nuestro  reconocimiento  y  nuestro  afecto 
fraternal,  que  espero  y  deseo  ardientemente  se  robustezca 
mas  y  m£s  a  favor  de  los  estudios  que  nos  congregan. 

Ahora,  senores,  con  la  perspectiva  de  reanudar  los  tra- 
bajos  en  la  reunion  de  Gopenhague,  queda  terminada  la  de 
Madrid  de  1881.  (Aplausos,  aclamaciones.) 


EECEPC10N  EN  PALACIO 


A  las  nueve  de  la  noche  del  28  de  Setiembre  se 
reunieron  de  nuevo  los  miembros  del  Gongreso  en 
el  Palacio  Real,  en  virtud  de  la  honorifica  invitation 
de  S.  M. ,  siendo  conducidos  al  salon  de  tapices, 
donde  los  Sres.  Duque  de  Sexto,  Marques  de  Santa 
Cruz,  Conde  de  Sepulveda,  altos  dignatarios  de  la 
Casa  Real,  los  recibieron  cortesmente.  Asistian  tam- 
bien  a  la  velada  los  ministros  de  la  Corona  y  las 
personas  de  la  corte  y  cuarto  militar,  senadores, 
diputados,  representantes  del  Ayuntamiento  y  Di- 
putacion  provincial  de  Madrid,  teniendo  alii  repre- 
sentation asimismo  las  ciencias,  las  letras,  las  artes, 
en  individuos  de  las  academias  y  centros  de  instruc- 
tion, la  milicia  y  la  magistratura. 

A  poco  de  estar  reunidos  entraron  SS.  MM.  y  AA. 
seguidos  de  los  funcionarios  de  servicio,  contandose 
entre  las  damas  a  las  marquesas  de  Santa  Cruz,  del 
Remedio  y  de  Calderon,  duquesa  de  Hijar  y  con- 
desa  de  Daun.  S.  M.  el  Rey  vestia  de  negro  con  las 
insignias  del  Toison  de  Oro,  y  desde  el  momento 


340  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

converso  con  los  americanistas  que  ya  conocia,  pre- 
sentando  por  si  mismo  algunos  a  sa  augusta  esposa 
y  a  SS.  AA.  las  infantas  Dona  Isabel,  Dona  Paz  y 
Dona  Eulalia,  y  haciendolo  con  otros  el  Sr.  Duque 
de  Veragna  y  otros  senores  de  la  Mesa  del  Congre- 
so.  Los  forasteros  pudieron  estimar  la  afectuosa 
cortesia  de  la  familia  real  de  Espana  y  la  vasta  ins- 
truction de  D.  Alfonso,  que  hablaba  a  cada  uno  en 
su  lengua,  y  de  la  materia  de  sn  especial  profesion. 
A  las  once  se  abrieron  las  puertas  del  comedor, 
en  que  estaba  dispuesto  el  refresco,  y  mientras  la 
musica  de  Alabarderos  amenizaba  el  acto,  a  su  albe- 
drio  recorrieron  algunos  los  salones,  examinando 
las  obras  de  arte  que  los  adornan.  SS.  MM.  y  AA.  se 
retiraron  a  las  once  y  media,  y  poco  despues  lo  bi- 
cieron  los  invitados  a  tan  agradable  reception. 


BANQUETE. 


Por  termino  de  la  reunion  americanista  de  Ma- 
drid y  ceremonia  de  despedida,  dispuso  la  Mesa 
del  Gongreso  un  banquete  fraternal  para  la  noche 
del  29  de  Setiembre,  eligiendo  el  gran  salon  del 
Conservatorio  de  Musica,  a  cuvo  ordinario  adorno 
agrego  iluminacion  esplendida.  La  mesa,  en  forma 
de  herradura,  tenia  ciento  ocheuta  cubiertos  v  mos- 
traba  por  principal  atractivo  de  la  vista  flores  y  fru- 
tas  con  que  las  islas  de  Cuba  y  Puerto-Rico  y  ios 


BANQUBTE.  341 

jardines  de  aclimatackm  de  la  capital  contribuian 
al  festejo.  Llamo  la  atencion  de  los  comensales  el 
programa  calinario,  no  tanto  de  momento  por  lo 
que  ofrecia,  siquiera  lo  hacia  de  platos,  dulces  y 
licores  americanos,  como  por  la  materialidad  del 
dibujo,  obra  del  consocio  arquitecto  D.  Artaro  Me- 
lida,  cayo  buen  gusto  se  habia  inspirado  en  las  rui- 
nas  de  Palenque  y  en  los  codices  aztecas  y  mayas, 
disponiendo  la  cromo-litografia  de  guerreros  meji- 
canos,  animales  e  insectos  monstruosos  en  combi- 
nation ingeniosa,  escribiendo  con  los  caracteres  de 
la  peninsula  yucateca  la  fecha  del  Gongreso  bajo 
dos  buitres  enlazados,  bianco  y  negro,  simbolismo 
americano  del  pro  y  el  contra,  de  la  afirmacion  y 
la  negation,  del  eslabon  y  la  piedra  que  chocan  y 
producen  luz,  como  las  discusiones  del  Congreso. 

A  las  siete  y  media  toino  asiento  en  la  presiden- 
cia  de  la  Mesa  el  Ministro  de  Fomento  Sr.  D.  Jose 
Luis  Alvareda,  teniendo  a  su  derecha  al  Principe 
Gortchacow,  ministro  plenipotenciario  de  Rusia;  el 
Ministro  de  Gratia  y  Justicia,  Sr.  Alonso  Martinez; 
el  Duque  de  Veragua;  el  Conde  de  Xiquena,  gober- 
nador  civil  de  la  provincia,  y  los  concejales  Santi- 
banez  y  Arroyo.  A  la  izquierda  el  ministro  plenipo- 
tenciario de  Costa-Rica,  Sr.  Peralta;  el  Ministro 
de  Marina,  D.  Francisco  de  P.  Pavia;  el  Duque  de 
Moctezuma;  el  teniente  alcalde  primero  Sr.  Marti- 
nez Brau. 

La  segunda  cabecera  estaba  ocupada  por  el  Conde 
de  Toreno,  teniendo  a  su  derecha  al  ministro  del 
Brasil,  Sr.  Lopez  Gama;  D.  Fermin  Lasala;  D.  Ra- 


342  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

mon  Correa,  Subsecretario  de  Ultramar;  D.  Antonio 
Fabie,  consejero  de  Estado;  D.  A.  Paje,  Director 
general  de  Obras  publicas;  y  a  la  izquierda,  al  Pre- 
sidente  del  Senado,  Marques  de  laHabana;  Director 
del  Banco  de  Espana,  Romero  Ortiz;  los  consejeros 
de  Estado  D.  Pedro  de  Madrazo  y  D.  Jose  E.  de  San- 
tos; el  Director  general  de  Instruction  publica  don 
Juan  F.  Riano,  y  de  Agricultura  Sr.  de  Acuila.  Los 
,  demas  puestos  fueron  ocupados  sin  distincion  y  sin 
otro  cuidado  que  alternar  con  los  huespedes  foras- 
teros  a  los  socios  de  Madrid. 

Fue  la  comida  animadisima;  y  llegado  el  momen- 
to  de  los  brindis,  los  initio  el  Principe  Gortchacow, 
en  castellano,  por  S.  M.  el  Rev  D.  Alfonso  XII,  ami- 
go  y  protector  ilustrado  de  la  ciencia,  por  la  Reina 
Dona  Cristina  y  por  toda  la  Real  familia,  pidiendo 
a  Dios  les  conceda  larga  vida  para  ventura  y  pros- 
peridad  de  la  gran  nation  espanola. 

Poco  despues  brindo  el  Sr.  Duque  de  Veragua  en 
honor  de  los  americanistas,  especialmente  de  los 
extranjeros  que  de  todos  los  puntos  del  globo  nos 
ban  traido  el  concurso  de  sus  conocimientos  para 
esclarecer  las  cuestiones  planteadas  en  la  resolution 
de  los  problemas  en  que  se  cifra  el  pasado  del  mundo 
descubierto  por  Colon. 

El  Sr.  D.  Manuel  de  Peralta,  ministro  de  Costa- 
Rica,  dedico  recuerdo  honroso  al  actual  Ministro 
de  Fomento,  Sr.  Alvareda,  ya  su  antecesor,  Gonde 
de  Toreno,  a  los  que  atribuyo  justificadamente  los 
buenos  resultados  del  Congreso  de  Madrid. 

Contesto  el  Gonde  de  Toreno  agradeciendo  la  cor- 


HiNQUETE.  343 

tes  y  elegante  peroration  del  Sr.  Peralta,  y  felici- 
tandose  de  ver  reunidas  tantas  ilustraciones  de  am- 
bos  mundos. 

El  Sr.  Dognee,  arqueologo  belga,  se  hizo  inter- 
prete  de  los  huespedes  extranjeros,  pronunciando 
un  notable  discurso  en  frances,  en  el  que  daba  gra- 
cias  expresivas  al  Duque  de  Veragua  y  a  la  Junta 
organizadora  del  Congreso  por  la  acogida  amable 
que  les  habian  dispensado,  que  jamas  olvidarian, 
felicitandoles  entusiastamente  por  el  exito  de  la 
reunion  cuarta  del  Congreso  de  Madrid. 

Brindo  el  Sr.  Quijano  Otero  por  la  union  y  fra- 
ternidad  de  los  pueblos  de  uno  y  otro  lado  del  At- 
lantico,  significando  la  grata  impresion  que  en  el, 
como  en  sus  colegas  de  la  America  latina ,  babia 
producido  el  recibimiento  afeetuoso  que  habian  en- 
contrado  en  Madrid,  y  en  nombre  de  todos  ofrecio 
la  expresion  de  su  respeto  y  profunda  simpatia  a 
S.  M.  el  Rey  D.  Alfonso  y  a  la  nacion  espanola. 

Con  un  torrente  de  elocuencia  continuo  el  senor 
D.  Hector  F.  Varela  trazando  un  bellisimo  cuadro 
de  las  relaciones  futuras  de  los  pueblos  hispano- 
americanos  con  la  madre  patria,  cada  vez.mas  inti- 
mas  y  afectuosas,  a  favor  del  reconocimiento  de  in- 
tereses  comunes  y  de  manifestaciones  que,  como 
la  presente,  ponen  en  contacto  a  los  que  no  otra 
cosa  necesitan. 

El  Principe  Gortchacow  tuvo  la  bondad  de  hacer 
mention  en  segundo  brindis  del  Secretario  general 
Sr.  Fernandez-Duro,  el  cual  declino  la  honra  que 
inmerecidamente  le  dispensaba,  reclamandola  para 


344  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

el  Presidente  del  Congreso,  a  qiiien  de  justicia  per- 
tenecla. 

Por  fin,  el  Sr.  Alvareda  resumid  las  impresiones 
en  elegante  discurso,  dando  gracias  a  los  delegados 
extranjeros  por  la  ilustrada  cooperation  de  su  asis- 
tencia,  haciendo  notar  el  caracter  de  esta  congre- 
gation de  los  hombres  de  ciencia  de  casi  todas  las 
naciones  civilizadas,  inspirados  por  un  mismo  pen- 
samiento ,  atraidos  por  una  sola  aspiration ,  la  in- 
vestigaci6n  de  la  verdad  en  los  origenes,  modo  de 
ser  y  de  vivir  en  sociedad  de  los  pueblos  del  nuevo 
continente.  Aseguro  que  la  continuation  de  estas 
reuniones  conseguira  rasgar  el  espeso  velo  que  ocul- 
ta  todavia  el  conocimiento  yerdadero  de  la  mitad 
de  nuestro  planeta,  ofreciendo  con  sus  lecciones 
sucesivas  una  muestra  mas  de  lo  que  consigue  la 
solidaridad  de  las  naciones,  esa  gran  palanca  de 
nuestro  siglo.  Afirrau  tambien  que  Espana  no  ha 
de  qaedar  atras  en  esa  via  fecunda  del  progreso  que 
animosamente  hnellan  todas  a  porfia,  brindando 
por  su  amistad,  y  muy  especialmente  por  la  de  las 
republicas  americanas. 

«Tengo  inquebrantable  fe,  dijo  al  terminar,  en  el  destino 
de  mi  patria;  creo  que  en  el  augusto  joven  que  ocupa  el 
trono  de  San  Fernando  tiene  segura  guia  que  la  volverd  al 
lugar  brillante  que  ocupo  en  otras  edades ;  creo,  si,  que 
D.  Alfonso  XII  alcanzara  para  ella  la  ventura  de  una  paa 
inalterable. » 

Entusiastas  aplausos  y  calorosas  felicitaciories 
contestaron  a  la  oracion  del  Sr.  Ministro  de  Fomen- 


HOMENAJE    A    COLON.  345 

to,  con  que  acabo  la  signification  oficial  del  ban- 
quete,  mas  no  la  reunion,  prolongada  todavia  hasta 
las  doce  de  la  noche  en  amenisimos  coloquios.  So- 
licitando  un  momento  de  atencion,  leyo  entonces 
el  joven  americanista  D.  Tomas  Montejo  el  gran- 
dioso  y  noble  proyecto  que  sigue,  aplaudido  tam- 
bien  con  unanime  aquiescencia. 

Senores  Americanistas: 

En  gracia  del  asunto  de  que  voy  a  hablar,  aunque  para 
hacerlo  me  reconozco  el  menos  competente  de  cuantos  es- 
tamos  aqui  reunidos,  os  ruego  que  me  concedais  unos  mi- 
nutos  de  atencion,  anticipandoos  por  ello,  con  toda  la  efu- 
sion  de  mi  alma,  cordial  y  sincera  gratitud. 

Impulsado,  como  vosotros,  por  inextinguible  anhelo  de 
aclarar  con  la  luminosa  antorcha  del  saber  el  sin  mimero 
de  misteriosos  problemas  que  guarda  la  historia  del  Nuevo 
Mundo,  anterior  a  su  descubrimiento;  movido,  como  vos- 
otros, por  el  mas  vehemente  deseo  de  conocer,  depurar  y 
aquilatar  con  rigorosa  justicia  indicios,  sospechas ,  antece- 
dentes,  momentos  y  actos,  hasta  hoy  inciertos,  oscuros, 
confusos  6  no  consignados  aiin,  que  se  refieran  6  puedan 
referirse  a  este  snceso ;  sujeto  por  el  dulce  lazo  de  la  admi- 
ration al  estudio  del  caracter  y  condiciones  del  inmortal 
navegante  genoves,  que,  fundiendo  en  el  potente  crisol  de 
soberano  espirilu  las  inciertas  y  no  comprobadas  creencias 
de  sabios  antiguos  y  contemporaneos  sobre  la  redondez  de 
latierra,  pidio  por  mucho  tiempo,  con  tan  singular  como 
sufrida  perseverancia,  a  republicas  y  a  cortes  unos  cuantos 
hombres  y  dos  6  tres  naves  para  lanzarse  al  Oceano  en 
busca  de  nunca  abierto  derrotero  por  donde  traer  a  Europa 
las  maravillosas  y  ponderadas  riquezas  del  Oriente;  preocu- 
pado  por  la  incomparable  sorpresa  del  exito,  que  se  repro- 


346  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

duce  en  mi  animo  siempre  que  me  detengo  a  pensar  como 
logro  Colon  (a  la  vez  que  en  serial  de  posesion  y  dominio 
izaba  el  estandarte  de  la  fe  y  enclavaba  el  pendon  castellano 
en  las  islas  por  el  descubiertas  en  1492)  confrontar,  unir  y 
asociar  para  siempre  dos  razas,  dos  porciones  de  la  propia 
especie,  que  dentro  del  mismo  globo  habian  vivido  y  vivian 
jDios  sabe  desde  cuando!  tan  absolutamente  ignoradas  una 
de  otra  como  si  bubieran  habitado  en  astros  distintos  y  las 
hubiese  separado,  en  la  sucesion  de  los  siglos,  la  infran- 
queable  inmensidad  del  eter;  dolorosamente  conmovido  al 
leer  en  el  diario  de  Colon  el  sombrio  boceto  de  la  pavorosa 
serie  de  lormentas  desencadenadas,  cuyo  incansable,  furio- 
so  y  siniestro  coraje  (postrando  las  fuerzas  fisicas  de  aque- 
llos  heraldos  de  la  civilizacion  cristiana ,  en  su  viaje  de  re- 
torno,  y  poniendolos  en  la  aflictiva  y  desesperada  situation 
de  apelar,  como  en  las  postrimerias  de  la  vida,  a  los  liltimos 
recursos  de  la  religion  y  de  la  fe)  pretendi6  6  intento  aho- 
gar  la  nolicia  de  su  inmortal  descubrimiento  en  los  profun- 
dos  abismos  de  los  mares;  con  ten  to  con  el  risuerio  y  pla- 
centero  recuerdo  de  la  milagrosa  arribada  de  Colon  ,  y  del 
seguro  y  bonancible  anclaje  de  la  NiFia  en  el  tranquilo  sur- 
gidero  de  Rastelo,  termino  de  tantas  angustias  y  zozobras; 
partLcipe  de  la  universal  alegri'a  que  produjo  su  triunfal  y 
glorioso  desembarco  en  Palos,  Sevilla  y  Barcelona;  asociado 
a  las  fervorosas  creencias  de  la  noble  y  catolica  reina  Isabel 
de  Castilla,  que,  arrodillada  en  medio  del  pueblo  barcelo- 
nes,  daba  solemnes  gracias  al  Altisimo  porque  babia  permi- 
tido  que  se  descubriera  la  nueva  derrota  para  las  Indias, 
hecho  poco  menos  que  sobrenatual,  y,  a  juicio  suyo,  pre- 
mio  otorgado  por  la  Providencia  a  sus  heroicos  y  constan- 
tes  esfuerzos  por  la  propagacion  y  pureza  de  la  fe ;  asom- 
brado  de  la  progresiva  multiplicidad  y  de  la  extension  y 
magnitud,  mayores  cuanto  mas  conocidos  fueron  siendo, 
de  los  continentes  e  islas  descubiertos,  que  en  breves  anos 
(desvanecida  por  complete  la  preocupacion  de  que  corres- 
pondian  a  la  India  del  Oriente)  obtuvieron  el  altisimo  y 


HOMENA.JE  A   col6n.  347 

legitimo  titulo  de  Nuevo  Mundo;  maravillado  de  aquella 
universal,  activa  y  perseveranle  cruzada  de  valor  y  ciencia, 
de  religion  y  cultura,  de  artes  y  comercio,  con  que  la  civi- 
lization del  viejo  continente  quiso  asimilarse  ,  mejorandolo 
y  perfeccionandolo  en  brevisimo  tiempo,  ese  mundo  casi 
primitivo,  por  el  corto  desarrollo  que  en  el  habian  alcan- 
zado  las  naturales  y  prodigiosas  facullades  del  hombre;  y, 
en  fin,  seriores,  cons  Ian  le  admirador  del  genio  extraordina- 
rio  que  acometio  aquella  empresa,  y  de  tantos  y  tantos  prin- 
cipes  insignes,  habiles  cosmografos ,  audaces  marineros, 
exploradores  atrevidos ,  capitanes  valerosos,  adelantados 
resuelLos ,  discretos  colonizadores ,  virtuosos  niisioneros, 
santos  martires,  naturalistas  expertos ,  activos  mercade- 
res,  historiadores  diligentes,  sagaces  filologos,  doctos  maes- 
tros,  etc. ,  etc. ,  que  contribuyeron  a  desarrollar  y  ennoble- 
cer  este  grande  hecho  de  la  historia  de  la  humanidad,  voy 
a  manifestaros  ,  con  esperanza  de  afortunada  reparation, 
un  juicio  que  de  dia  en  dia,  de  instante  en  instante,  crece 
y  se  arraiga  en  mi  espiritu  llenandolo  de  tristeza  ,  porque, 
a  no  dudarlo,  expresa  y  pone  en  relieve  la  mayor  de  las 
ingratitudes:  «el  descubrimiento  del  Nuevo  Mundo,  a  pesar 
de  algunos  esfuerzos  parciales  y  generosos  dignos  de  aplau- 
so,  no  ha  sido  todavia  honrado,  enaltecido,  glorificado  como 
de  justicia  se  merece  por  su  trascendencia  universal  y  pro- 
gresiva,  y  por  su  sobrehumana  y  prodigiosa  grandeza.* 
Y  tras  este  juicio  desconsolador,  cuya  dolorosa  evidencia 
habra  llegado  instantaneamente  al  fondo  del  alma  de  cuan- 
tos  habeis  prestado  atencion  a  mis  palabras ,  escuchad  un 
vehementisimo  ruego  mio,  vosotros  que,  por  espontanea, 
sincera  y  nobilisima  vocacion ,  habeis  querido  asociaros 
cordialmente  a  aquel  gran  suceso  consagrando  vuestros 
desvelos,  tareas  y  sesiones  asu  estudio:  «que  este  Gongreso 
de  Americanistas ,  que  por  priniera  vez  se  celebra  en  Espa- 
na,  a  cuyo  pais  y  a  cuyos  monarcas  se  debio  en  grandisima 
parte  el  descubrimiento  del  Nuevo  Mundo,  acuerde  ahora, 
por  aclamacion  unanime ,  la  solemne  celebracion  del  Gen- 


348  CONGRESO    DE    AMERICA.NISTAS. 

tenario  historico  de  tan  memorable  suceso  en  los  ya  proxi- 
mos  aiios  de  1892  y  1893.» 

Y  no  creais  ni  por  un  solo  momento  que  mi  propuesta 
sea  prematura,  no.  Por  lo  mismo  que  se  trata  de  un  hecho 
que  puede  considerarse  como  el  de  mas  trascendencia  de 
cuantos  registra  la  historia,  y  de  cuya  realizacion  tanto  el 
viejo  como  el  Nuevo  Mundo  han  tenido,  tienen  y  tendran 
cada  dia  mas  motivos  de  congratularse;  por  lo  mismo  que 
delas  incalculables  consecuencias  de  semejante  suceso  han 
participado  y  participaran  continuamcnte  todos  los  medios, 
todos  los  ramos,  todas  las  esferas  de  nuestra  actividad ,  asi 
la  religion  como  las  ciencias ,  las  artes  como  las  letras ,  las 
industrias  como  el  comercio;  por  lo  mismo  que  cuantos 
mas  aiios  pasan  aumenta,  en  vez  de  disminuir,  la  admira- 
cion  y  el  entusiasmo  que  en  todo  animo  noble  y  amante  del 
progreso  causa  la  realizacion  de  aquella  sorprendente  era- 
presa  concebida  por  un  humilde  y  oscuro  marinero  geno- 
ves,  no  solo  porque  maravilla  que  se  ejecutara  en  la  epoca 
y  el  siglo  en  que  se  ejecuto,  sino  porque  solo  Dios  sabe  los 
innumerabies  bienes  que  por  su  virtud  recibe  desde  enton- 
ces  la  bumanidad  incesantemente  ;  y  por  lo  mismo,  en  fin, 
que  aiin  no  ha  sido  honrado  y  glorificado  aquel  hecho  como 
por  su  sobrehumana  y  prodigiosa  grandeza  se  merece ,  es 
preciso,  sehores,  y  todos  desde  luego  lo  comprendereis  asi, 
que  la  festividad  con  que  os  propongo  que  se  solemnice, 
que  la  celebracion  del  Gentenario  historico  del  descubri- 
miento  del  Nuevo  Mundo  sea,  en  lo  posible,  digna.del  su- 
ceso celebrado,  ya  por  la  universalidad  de  las  fiestas,  A 
cuya  preparation  y  realizacion  deben  concurrir  todos  los 
pueblos  cultos  y  todas  las  clases  sociales,  ya  por  la  indole 
y  caracter  de  las  fiestas  mismas,  que  si  por  una  parte  deben 
ser  pop'ulares  y  de  universal  regocijo,  deben  por  otra  ser  de 
utilidad  permanente,  ahora  alzandose  monumentos  y  crean- 
dose  instituciones  que  al  perpetuar  la  memoria  del  descu- 
brimiento  contribnyan  al  desarrollo  de  multitud  de  esferas 
del  saber  y  de  la  actividad  humana,  ahora  emprendiendose 


HOMENAJIi    A    COLON.  349 

con  tan  fausto  motivo  con  ahinco  y  decidido  entusiasmo 
una  general  y  brillante  cruzada  de  estudio  y  de  reflexidn 
sobre  la  historia  del  Nuevo  Mundo,  sobre  la  reciproca  in- 
fluencia  que  unos  en  otros  ban  ejercido  6  estan  llamados  £ 
ejercer  el  viejo  y  los  mievos  continentes,  y  sobre  lo  que  el 
progreso  y  la  realization  de  los  ideales  del  hombre  en  el 
planeta  en  que  vivimos  han  ganado  6  pueden  prometerse, 
por  consecuencia  del  feliz  e  inesperado  exito  de  la  maravi- 
llosa  empresa  de  Colon. 

Paes  si  esto  ha  de  ser  asi,  recae  a  juicio  mio  en  todos  y 
en  cada  uno  de  nosotros,  cualesquiera  que  sean  nuestra  na- 
cionalidad,  ideas  y  position,  la  obligation  sacrosanta ,  la 
nobilisima  tarea  de  acoger,  propagar  y  dar  calor  y  vida  al 
pensamiento  de  esta  festividad  solemne.  Semejante  tarea 
de  propaganda,  atraccion  y  convencimiento,  es  demasiado 
grande  para  que  pueda  ser  desempefiada  con  fortuna  en 
breve  espacio.  A  su  vez,  habiendo  necesidad  de  que  la  di- 
plomacia  tome  parte  en  el  asifnto,  y  de  que  los  Gobiernos 
de  todas  las  naciones,  y  especialmente  los  de  aquellas  que 
por  uno  u  otro  titulo  tengan  derecho  a  participation  directa 
y  decisiva,  se  pongan  de  acuerdo  y  aunen  sus  esfuerzos, 
para  que  la  brillantez  y  esplendor  de  las  fiestas  sean  una 
realidad,  es  prcciso  que  con  tiempo  comiencen  las  mutuas 
gestiones,  procuren  todo  genero  de  recursos  y  coadyuven  £ 
nuestra  obra  dirigiendo  la  opinion  de  sus  respectivos  pafses 
a  la  consecution  del  fin  propuesto.  Por  o^a  parte ,  Espana, 
a"  quien  (corao  ya  habreis  pensado)  corresponde  por  dere- 
cho de  paternidad  y  primogenitura  historicas  la  iniciativa 
oficial  para  esta  secular  coumemoracion,  ;por  iiue  ocultarlo! 
atraviesa  todavia  una  situacidn  financiera  poco  holgada  ,  y 
necesitairremisiblementc  de  todo  el  tiempo  que  media  desde 
hoy  hasta  el  momento  en  que  las  fiestas  se  celebj-en ,  si  se 
ha  de  preparar  convenientemente  y  ha  de  allegar  los  recur- 
sos indispensables  para  que,  dado  su  puesto  de  preferencia, 
quede,  cual  sabra  hacerlo,  tan  honrada  y  dignamento  como 
cl  becho  que  trato  de  que  se  conmemore  pueda  requerir. 
2  3 


350  CONGRESO    DE    AMKRICANISTAS. 

Y  por  ultimo,  hago  mi  mocitin  en  los  actuales  momentos 
porq^ie  es  seguro  que  los  Americanistas  no  podriamos  lison- 
jearnos  con  otra  ocasion  mas  propicia  y  de  mayor  oportu- 
nidad  que  la  que  nos  ofrece  la  celebracidn  en  Madrid  de 
este  Gongreso,  bajo  el  prolectorado  de  un  joven  monarca 
tan  animoso  para  emprender  obras  grandes  y  buenas,  conio 
amante  de  las  glorias  de  su  pais;  de  D.  Alfonso  XII. 

Abora  bicn;  sin  que  yo  prctenda  decidiros  desde  luego  a 
que  aprobeis  todos  mis  pensamientos,  concebidos  en  los 
instantes  eu  que  la  lectura  de  la  historia  del  descubrimiento 
del  Nuevo  Mundo,  y  la  contemplation  interna  de  aquel  por 
tanlos  conceptos  memorable  viaje  de  Colon,  me  ban  becho 
sentir  las  multiples  impresiones  que  relate  al  principio,  me 
creo  en  el  deber  de  manifeslaros  la  inanera  como  a  juicio 
miodebe  celcbrarse  el  Centeuario.  Siestas  indicacioncs,  ya 
que  no  se  acepten,  vienen  a  ser  como  la  primera  piedra  del 
edificio  que  en  definitiva  llegue  a  levantarse,  mi  satisfac- 
tion sera  inmensa,  y  mi  agradecimiento  a  vosotros,  en 
quiencs  lanto  confi'o,  completamente  impcrecedero. 

Que  los  Gobiernos  de  todos  los  pueblos  cultos  declaren 
fiesta  universal  el  12  de  Octubre  de  1892,  por  corresponder 
A  ese  dia  el  cuarto  Centeuario  del  descubrimiento  del  Nuevo 
Mundo,  y  quo  asistati  con  representation  oficial  ;l  las  gran- 
des liestas  que  en  Italia,  islas  de  San  Salvador,  Santo  Do- 
mingo y  Cuba,  Portugal  y  Esparia,  deberan  celcbrarse  en 
conmemoraciOn  d£  aquel  suceso.  Que  en  el  mismo  dia  se 
efectue  en  Genova,  cuna  de  Cristobal  Colon  ,  la  inaugura- 
tion de  un  monumento  A  la  gloria,  con  inscripciones  alusi- 
vas  al  Centeuario  y  a  la  eterna  fama  del  inmortal  genoves. 
Que  se  conmemore  el  descubrimiento  en  los  actos  prelimi- 
nares  de  compromiso  de  Colon  con  los  Reyes  en  Granada  y 
salida  de  las  carabelas  de  la  Rabida  y  de  la  Gomera,  con  la 
publica  y  solemne  colocacion  de  ldpidas  que  indiquen  a  la 
posteridad  los  primeros  pasos  de  aquella  magnibca  empresa. 
Que  en  las  islas  de  San  Salvador.  Santo  Domingo  y  Cuba, 
se  erijan  estatuas  en  celebration  de  su  descubrimiento.  Que 


HOMENAJE    A    C0L6N.  351 

se  eleve  en  Lisboa  una  columna  de  triunfo  en  recuerdo  de 
la  feliz  arribada  de  Colon,  en  el  surgidero  de  Ilastelo.  Que 
se  inauguren  modeslos  monumentos  de  igual  indole  en 
Palos,  Huelva  y  Sevilla.  Que  se  enaltezca  en  Barcelona  la 
memoria  de  la  entrada  de  Colon  en  dicha  ciudad  con  la 
construccitfn  del  arco  de  los  descubridores ;  y  si  se  consi- 
dera  oportuno  y  hacedero,  con  el  desembarco  de  los  restos 
del  mismo  Colon,  que  deberau  transportarsc  dcsde  Cuba 
a  Espaiia  con  funebre  y  regia  pompa.  Y  que  en  Madrid, 
como  capital  de  la  propia  Espaiia  y  de  sus  colonial,  y  asien- 
to  de  la  corte,  se  celebre,  por  ultimo,  el  descubrimiento, 
construyendose  una  suntuosa  basilica  6  catedral  bajo  la  ad- 
vocation de  San  Salvador  6  de  San  Cristobal,  donde  vengan 
a  ser  depositadas  las  cenizas  del  celebre  almirante:  inaugu- 
randose  monumentos  de  triunfo  y  gloria  a  tan  insigne  hom- 
bre  y  a  Isabel  la  Catolica ;  abriendose  un  vasto  museo  de 
objetos  del  Nuevo  Mundo;  fundandoseun  piadosoasilo  para 
inutilizados  en  faenas  de  la  mar,  y  celebrandose  durante  el 
primer  semestre  de  1893  una  exposition  universal.  Ya  que 
hoy  son  las  exposiciones  universales  los  mas  grandes  cer- 
tamenes  que  se  conocen,  adonde  ciencias,  artes  e  industrias 
concurren  a  mostrar  sus  respectivos  progresos,  parece  muy 
apropiada  al  objeto  del  Centenario  la  celebracion  de  una  de 
ellas  en  la  capital  del  reino  espanol.  Asi  habra  tambien  oca- 
sion  de  admirar  tangiblemente,  en  no  pocas  cosas ,  la  in- 
lluencia  eje;-cida  en  la  civilization  de  los  pueblos  modernos 
por  el  descubrimiento  del  Nuevo  Mundo. 

A  estas  festividades,  que  bien  pueden  tenerse  por  de  igual 
naturaleza  y  caracter,  deben  anadirse  la  de  celebracion  en 
Madrid  de  congresos  cientificos,  artisticos  y  literarios  de 
todas  clases,  y  entre  ellos  este  de  Americanistas,  que  puede 
acordar  desde  luego  que  su  decima  sesion ,  6  sea  la  corres- 
pondiente  a  1893,  se  celebre  aqm'  en  la  epoca  determinada; 
la  de  celebracion  tambien  de  conferencias  piiblicas  sobre 
asuntos  apropiados,  y  aun  sobre  otros  divcrsos  temas,  da- 
das  por  hombres  cminentes  de  todos  los  paises;  la  de  publi- 


352  CONGRESO    DE    AMER  ICANISTAS. 

cation  y  reparto  gratuito  6  venta  a  bajo  precio  de  libros  y 
folletos  alusivos  al  objeto  del  Gentenario,  6  de  historias  y 
biografias  notables  referentes  k  sucesos  y  persouajes  que 
tengaa  relation  con  el  descubrimiento  del  Nuevo  Mundo; 
la  de  repartition  de  premios  en  solemne  y  piiblica  sesion 
por  las  Academias  y  corporaciones  docentes  de  Espana  a  los 
autores  de  los  mejores  trabajos,  en  los  concursos  que  deben 
abrir  con  anterioridad  ,  sobre  los  temas  que  propongan 
como  propios  de  su  respectivo  instituto,  y  otras  semejantes. 

Por  ultimo,  fiestas  religiosas,  marinas,  militares,  civicas 
6  puramente  populares  que  ,  ora  contribuyan  a  solemnizar 
y  realzar  el  Centenario,  ora  den  ocasi6n  a  que  se  manifies- 
ten  la  expansion,  alegria,  regocijo  y  entusiasmo  de  que  to- 
dos  los  hombres  y  pueblos  cultos  deben  encontrarse  posei- 
dos,  apenas  vuelvan  los  ojos  k  la  historia  de  lo  pasado  y 
reflexionen  sobre  la  inmensa  trascendencia  del  grandioso 
hecho  realizado  en  1492. 

Si  este  ideal  se  realizara ;  si  esta  festividad  tuviera  efecto 
(y  conste  que  confio  en  que,  mediante  vuestros  desinteresa- 
dos  y  valiosos  esfuerzos,  la  protection  de  los  Gobiernos  y 
autoridades,  la  propaganda  que  sin  duda  alguna  hara  la 
prexisa  en  general,  el  patriotismo  de  los  unos,  el  amor  a  las 
obras  grandps  de  los  otros  y  el  buen  deseo  de  todos,  llegara 
a  realizarse),  no  vacileis  en  creerlo,  ademas  de  quedar  digna 
y  convenientemente  celebrada  la  memoria  de  Col6n,  de  Isa- 
bel la  Gatolica  y  de  los  demas  insignes  persouajes  que  co- 
operaron  a  la  sacrosanta  empresa  de  asociar  y  unir  el  mun- 
do  antiguo  con  el  nuevo,  repararia  la  humanidad  una  de 
sus  mayores  injusticias;  se  daria  un  gran  paso  hacia  la  de- 
seada  fraternidad  universal;  la  civilization  presente  recibi- 
ria  muchos  e  importantes  beneficios,  y  cuando  con  el  tras- 
curso  del  tiempo  viniera  la  posteridad  a  juzgarnos,  recono- 
ceria  que  los  pueblos  y  generaciones  actuales  se  habian  he- 
cho acreedores  a  la  mayor  consideration ,  entr^  otras  cosas 
por  haber  demostrado  su  amor  a  la  justicia  y  su  elevation 
de  miras  recordando  y  enalteciendo  pasadas  glorias ;  que 


HOMENAJE    A    COLON.  353 

quien  sabe  honrar  justamente  revela  espiritu  noble  y  culto 
y  merece  ser  honrado.  En  ultimo  extremo,  con  la  celebra- 
tion del  Centenario  historico  del  descubrimiento  del  Nuevo 
Mundo  vendrian  A  cumplirse  (pues  aiin  no  se  han  cumplido 
verdaderamente)  los  deseos  del  mismo  descubridor,  del  in- 
mortal  Colon,  que  en  su  carta  de  15  de  Febrero  de  1493, 
fechada  en  la  carabela  frente  a  las  islas  Azores,  y  dirigida 
A  Luis  de  Santangel,  decia:  «Asi'  que,  puesnucstro  Reden- 
tor  dio  esta  victoria  &  nuestros  ilustrisimos  Rev  e  Reina, 
e  A  sus  reinos  famosos  de  tan  alta  cosa,  adonde  toda  la  cris- 
tiandad  debe  tomar  alegria  y  facer  grandes  fiestas,  dar  gra- 
cias  solemnes  a  la  Santa  Trinidad,  con  muchas  oraciones 
solemnes,  por  el  tanto  ensalzamiento  que  habran  ayuntan- 
dose  tantos  pueblos  a  nuestra  santa  fe,  y  despues  por  los 
bienes  temporales;  que  non  solamentela  Espaiia,  mastodos 
los  cristianos  ternun  aqui  refrigerio  y  ganancia.»  Ante  es- 
tas  palabras  seria  palido  cuanto  yo  anadiese.  —  He  dicho. 


tomo  :i.  ?3 

2  3  * 


EXCURSION  A  ANDALUCIA. 


Invitados  los  senores  delegados  extranjeros  a  vi- 
sitar  el  archive-  de  Indias  en  Sevilla,  aquellos  que 
podian  disponer  de  su  tiempo  salieron  en  el  tren 
expreso  de  Andalucia  el  30  de  Setiembre,  acompa- 
ilandoles  por  la  Mesa  el  Sr.  D.  Antonio  Maria  Fa- 
bie,  a  la  vez  diputado  a  Cortes  por  Sevilla,  y  el  se- 
cretario  D.  Andres  Domee.  El  Ayantamiento  de 
aquella  ciudad  les  dispensu  toda  clase  de  atencio- 
nes;  visitaron  cuanto  de  notable  encierra  la  antigua 
corte  del  Guadalquivir;  se  trasladaron  sucesivamen- 
te  a  Cordoba,  Granada  y  Alcala  de  Henares,  y  de- 
jando  grato  recuerdo  de  su  visita  a  Espana,  mitiga- 
ron  el  sentimiento  de  la  separacion  con  el  propo- 
sito  de  estrechar  otra  vez  las  manos  en  Copenhague. 


BIBLIOGRAFlA  DEL  CONGRESO. 


OBRAS  OFREG1DAS  AL  MISMO  0  PRESENTADAS  EN  U  EXPOSICION. 

Academia  de  la  Historia.— 1,0s  restos  de  Colon.  Iuforme  do  la 
Real  Academia  de  la  Historia  al  Gobierno  de  S.  M.  sob  re  el 
supuesto  ballazgo  de  los  verdaderos  restos  de  Cristobal 
Colon  en  la  iglesia  catedral  de  Santo  Domingo.  Publicado 
por  el  Ministerio  de  Fomento. -Madrid,  imprenta  y  fundi- 
cidn  de  M.  Tello,  1879.  Un  volumen  de  19;  paginas  y  6  la- 
minas. 

Americana.  Bulletin  du  Bouquiniste  americain  et  colonial  et 
de  l'amateur  de  Livres  relatifs  a  l'Asie,  a  l'Afrique,  a 
l'Oceanie  et  au  nord  de  FEurope.  Histoire,  Geographie, 
Voyages,  Archeologie,  Linguistique,  Portraits,  Autogra- 
pbes  ,  Manuscrits  ,  Cartes  et  Gravures.  —  Librairie  de 
E.  Dufosse,  27,  Rue  Guenegaud,  Paris.  Un  cuaderno. 

Arias  y  Miranda  (Jose).— Examen  critico-bistorico  del  influjo 
que  tuvo  en  el  comercio,  industriay  poblacion  de  Esi)afia, 
su  dominacion  en  America.  Obra  premiada  por  la  Real 
Academia  de  la  Historia  en  el  eoncurso  de  1853.  Su  autor 
I).  Jose  Arias  y  Miranda,  jefe  civil  cesante  del  distrito  de 
Igualada,  de  la  Sociedad  Economica  Matritense.— Madrid, 
imprenta  de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  1854.  Un  vo- 
lumen de  176  pags. 

Armas  (Juan  Ignacio  de).— Las  cenizas  de  Cristobal  Colon  su- 
plantadas  en  la  Catedral  de  Santo  Domingo.  Estudio  his- 
torico-critico  por  J.  I.  de  Armas.— Caracas,  imprenta  de  la 
Gaceta  o/icial,  1881.  Un  cuaderno  de  72  paginas  y  2  laminas. 


356  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Arosemeua  (J.). — Limites  entre  los  Estados-Unidos  de  Colom- 
bia y  los  Estados-Unidos  de  Venezuela.  Estudio  critico 
para  servir  de  fundamento  a  un  proyecto  de  tratado. — 
Bogota,  1881,  imp.  de  Colunje  y  Vallarino.  4.°  mayor,  72 
paginas. 
Asensio  (J.  M.). — Los  restos  de  Cristoval  Colon  estan  en  la  Ha- 
bana.  Demostracion  por  D.Jose.  Maria  Asensio. — Valencia, 
imprenta  de  Domenech,  1881.  Un  cuaderno  de  51  pags. 
Bachiller  y  Morales  (Antonio). — Cuba  primitiva.  Origen,  len- 
guas,  tradiciones  e  historia  de  los  indios  de  las  Antillas 
mayores  y  las  Lucayas,  por  D.  Antonio  Bacbiller  y  Mora- 
les. (Publicado  en  la  Revista  de  Cuba).— Habana,  imprenta 
militar,  1880.  Un  volumen. 

Idem,  id.— Segunda  edicion  corregida  y  aumenta- 

da.— Habana.  Editor,  Miguel  de  Villa,  1883.  En  4.°,  399 
paginas. 
Baguet  (A.).—  Oil  sont  les  restes  de  Cbristophe  Colomb?  Par 
M.  A.  Baguet. — Anvers,  imp.  Veuve  de  Backer,  1882.  En 
8.°  mayor. 
Barnes  (Anatole). — La  Science  Americaniste  a  propos  du  Con- 
gres  International  de  Madrid.  (Extrait  du  Museon). — Lou- 
vain,  1882,  24  pags. 

La  quatrieme  session  du  Congres  International  des 

Americanistes  et  les  Expositions  de  la  Flore  et  des  Anti- 
quites  americaines,  a  Madrid.— Bruxelles,  1882-1883.  En  8." 
Bastian  (A.).— Die  Zeicben-Felsen  Columbiens.—  Un  cuader- 
no de  23  paginas  y  dos  laminas  de  las  antigiiedades  de 
Boyaca. 
Bastrina  (Joaquin  Maria).— America  precolombiana.  Confe- 
rencia  pronunciada  en  el  Ateneo  de  Barcelona.  —  Barce- 
lona, 1881. 
Biauvois  (E.)-— Les  colonies  europeennes  du  Marklaild  et  de 
l'Escociland  (Domination  canadienne)  au  xive  siecle  et  les 
vestiges  qui  en  subsisterent  jusqu'aux  xvie  et  xvne  siecles, 
par  E.  Beauvois,  Chevalier  des  ordres  du  Dannebrog  et  de 
Saint-Olaf;  Membre  des  Societes  des  Antiquairesdu  Nord 
( Copenhague);  des  Autiquites  suedoises  (Stockholm); 
dHistoire  et  d'Archeologic  de  1'arrondissement  du  depar- 
temeut  de  la  Cote-d'Or,  et  des  Societes  de  Litterature  fin- 


BIBLIOGHAFIA.  357 

noise  (Helsingfors);  d'Histoire  et  d'Archeologie  de  Chalon- 
sur-Saone;  dcs  Antiquairesde  France;  des  Sciences  histo- 
riques  et  naturelles  de  Semur.  — Nancy,  tipog.  de  G.  Cre- 
pin-Leblond ,  1817.  Un  cuaderno  de  (50  pags.  C. 
Beauvois  (E.). — Origines  et  fondation  du  plus  ancien  ev6ch6 
du  Nouveau  Monde.  Le  diocese  de  Gardhs  en  Groenland, 
980-112(5,  par  E.  Beauvois.— Paris,  E.  Dufosse,  1816.  Un 
cuaderno  de  35  pag-s.  R. 

La  Norambegue.  —  Decouverte  d'une  quatrieme 

colonie  precolombienne  dans  le  Nouveau  Monde  ,  avec 
des  preuves  de  son  origine  scandinave  fournies  par  la 
langue,  les  institutions  et  les  croyances  des  indigenes  de 
l'Acadie  (  Nouvelle-Ecosse,  Nouveau-Brunswick  et  Etat 
du  Maine),  par  E.  Beauvois.— Bruxelles,  1880.  Un  cuaderno 
de  42  pags.  En  la  cubierta  se  notician  otras  die/,  y  siete 
publicaciones  del  mismo  autor,  las  mas  relativas  al  Nuevo 
Mundo. 

Les   Skrrelings ,    anc^tres   des   esquimaux ,    par 


E.  Beauvois.  Extrait  de  la  Revue  Orientate  et  Americaine. 
Paris.  1871.  Un  cuaderno  de  48  pags. 
La  decouverte  du  Nouveau  Monde  par  les  Irian- 


dais  et  les  premieres  traces  du  Cliristianisme  en  Ameri- 
que  avant*  l'an  1000,  par  E.  Beauvois.  — Nancy,  1875.  Un 
cuaderno  con  mapa. 
Les  derniers  vestiges  du  Cliristianisme  preche  du 


xe  au  xive  siecle  dans  le  Markland  et  la  Grande  Irlande. 
Les  Porte-Croix  de  la  Gaspesie  et  de  l'Acadie  (Domination 
Canadienne),  par  E.  Beauvois.— Paris,  1817.  Un  cuaderno 
de  27  pags. 
La  Vendette  dans  le  Nouveau  Monde  au  xie  siecle 


d'apres  les  textes  scandinaves ,  par  Eugene  Beauvois.  — 
Louvain,-1882.  Un  cuaderno  en  8."  de  28  pags. 

Berton  (Francis).— VocabUlaire  des  Indiens  de  la  Valine  de 
Napa  et  du  Clear  Lake  en  Californie,  recueilli  par  Francis 
Berton,  Consul  Suisse  a  San  Francisco.— Geneve.  Un  cua- 
derno en  8."  de  8  pags. 

Brinton-Daniel  (G.  A.  M.,  M.  1).).  — American  Hero-Myths. 
A  Study  in  the  native  religions  of  the  western  continent. 
Philadelphia  H.  C.  Watts  &  C°,  1882,  8.°,  251  pags. 


358  CONGRESO    DE    AMERIGANISTAS. 

Brinton-Damel  (G.  A.  M.,  M.  D.).— Aboriginal  American  Au- 
thors and  their  productions;  especialy  those  in  the  native 
languages.  A  Chapter  in  the  History  of  Literature.— Phi- 
ladelphia, 1888,  60  pags. 

Canella  Secades  (F.).— Asturias  y  el  Congreso  de  Americanis- 
tas  de  Madrid,  por  D.  Fermin  Canella  Secades,  profesor 
de  la  Universidad  de  Oviedo.  Publicado  en  la  Revista  de 
Asturias. —  Oviedo.  Agosto,  1881. 

Cardim  (Fernao). — Do  principio  e  origem  dos  Indios  do  Bra- 
zil e  de  seus  costumes,  adoracao  e  ceremonias. — Rio  de 
Janeiro,  typographia  da  Gazeta  de  Noticias,  1881.  En  8.° 
mayor,  121  pags. 

Carrasco  y  Guisasola  (Francisco). — Documontos  referentes  al 
reconocimiento  de  las  costas  de  las  Californias,  desde  el 
cabo  de  San  Lucas  al  de  Mendocino,  recopilados  en  el  ar- 
chivo  de  Indias  por  D.  Francisco  Carrasco  y  Guisasola, 
coronel  y  capitan  de  fragata. —  Madrid,  Direccidn  de  Hi- 
drografia,  1882.  En  8.°  mayor. 

Charencey  (H.  de). — Les  traditions  relatives  au  tils  de  la  Vier- 
g-e,  par  H.  de  Charencey.  Extrait  des  Annates  de  Philoso- 
phic chrc'tienne.—'PtiViS,  1881.  Un  cuaderno  de  40  pags. 

Etymologies  basquaises. — Louvain,  typographic 

de  Charles  Peeters,  1882.  En  8.°,  18  pags. 

Recherches  sur  les  noms  des  points  de  Tespace. — 


Caen,  imprimerie  de  F.  le  Blanc-Hardel,  1882.  En  8.°,  86 
paginas. 

Coleccion  de  documentos  ineditos  relativos  al  descubrimiento, 
conquista  y  organizacion  de  las  antiguas  posesiones  espa- 
holas  de  America  y  Oceania,  sacados  de  los  archivos  del 
reino,  y  muy  especialmente  del  de  Indias.  Competente- 
mente  autorizada.  —  Hasta  el  ano  de  1880  van  publicados 
34  tomos. 

Contenson.— Les  restes  de  Christophe  Colomb,  par  le  Capitai- 
ne  Baron  G.  de  Contenson.  Extrait  du  Bulletin  de  la  So- 
cietc  de  Geoyraphie  de  Paris.  Aout,  1880.  Un  cuaderno  de  8 
paginas. 

Crevaux  (Jules). — Langues  des  Indigenes  de  la  Guyane  fran- 
caise,  par  M.  le  Docteur  Jules  Crevaux,  Medecin  de  pre- 
miere classe  de  la  Marine  et  Officier  de  la  Legion  d'Hon- 


IUBLIOGRAFIA.  359 

neur. — Un  cuaderno  impreso  en  52  paginas,  sin  portada. 
Contiene : 

Vocabulaire  Franeais-Roucouyenne,  par  M.  le  Dr.  Cre- 
vaux. 

Grammaire  de  la  langue  roucouyenne,  par  M.  Lucien 
Adam. 

Vocabulaire  de  la  langue  Apalai,  par  M.  le  Dr.  Crevaux. 

Vocabulaire  de  la  langue  Carijona,  par  M.  le  Dr.  Cre- 
vaux. 

Quelques  mots  de  la  langue  des  indiens  Trios,  par  M.  le 
Dr.  Crevaux. 

Langue  des  indiens  Oyampis  de  L'Oyapock ,  par  M.  le 
Dr.  Crevaux. 

Vocabulaire  Francais-Oyampi ,  extrait  du  Vocabulaire 
latin-Oyampi,  publie  par  M.  Martius. 

Quelques  mots  de  la  langue  des  Emerillons,  par  M.  le 
Dr.  Crevaux. 

Quelques  mots  de  la  langue  Tama,  par  M.  le  Dr.  Cre- 
vaux. 
Doncel  y  Ordaz  (Domingo). — La  Universidad  de  Salamanca  en 
el  tribunal  de  la  bistoria.  Colon  en  Salamanca. — Salaman- 
ca, imp.  de  Cerezo,  1881.  En  4." 
Fabie  (A.  M.). — Vida  y  escritos  de  Fray  Bartolome  de  las  Ca- 
sas,  Obispo  de  Chiapa,  por  D.  Antonio  Maria  Fabie ,  de  la 
Academia  de  la  Historia.— Madrid,  imp.  de  Miguel  Gines- 
ta,  1879.  Dos  voliimenes. 
Fernandez  (Leon).— Coleccion  de  documentos  para  la  historia 
de  Costa-Rica,  publicados  por  el  Licenciado  D.  Leon  Fer- 
nandez. Tomo  r,  San  Jose  de  Costa-Rica.— Imprenta  Na- 
cional,  1881.  Dos  vol.  en  4.°,  442  pags.  Tomo  n,  1882,  483 
pags. 
Fernandez -Bur o  (C). — Disquisiciones  nauticas,  por  el  capitan 
de  navio  Cesareo  Fernandez-Duro.— Madrid,  imp.  de  Ari- 
bau  y  C.a,  1877-1881.  vi  voliimenes. 

Esta  obra  contiene  algunas  monografias  de  asuntos  de 
America,  a  saber: 

Tomo  i.  T.a  carta  de  Juan  de  la  Cosa  existente  en  cl 
Museo  Naval.  — Juicio  de  este  documento.  — Vicisitudes 
que  ha  tenido. —  Quien  era  Juan  de  la  Cosa. — Sus  cono- 


360  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

cimientosy  navegacioiies.  —  Coino  se  construia  una  carta 
de  marear  en  el  siglo  xv. —  Padrones.— Valor  que  alcan- 
zaron. 

Carabelas  y  carabelones. —  Disparidad  en  las  definicio- 
nes  y  juicios  de  estos  buques. —  Razones  para  estimar  que 
el  nombre  no  se  relacionaba  con  la  forma. —  Las  carabelas 
de  Colon.— Su  porte,  aparejo,  banderas,  etc. 

Tomo  ii.  Galeoues  y  flotas  de  Indias. —  Navegaciones, 
combates,  naufragios,  asientos,  preerainencias,  relaciones 
curiosas  de  viajes. 

Animal ej os  navegantes  —  Mortificacion  y  danos  que  cau- 
san  en  los  buques. 

Tomo  in.  Vicisitudes  de  los  restos  mortales  de  algunos 
marinos  celebres,  entre  ellos  Colon,  Hernan-Cortes,  Juan 
Diaz  de  Solis,  Fernando  Magallanes,  Juan  Sebastian  del 
Cano,  Santiago  de  Liniers,  Juan  Gutierrez  de  la  Concha, 
Rodrigo  de  Bastidas,  Juan  Ponce  de  Leon ,  Pedro  Menen- 
dez  de  Avil6s,  etc. 

Tomo  iv.  Instrumentos  nauticos ,  cronometros,  el  pro- 
blemade  lalongitud,  cartas  de  marear  inMitas  de  pilotos 
espanoles. 

La  Universidad  de  mareantes,  el  Colegio  de  San  Telmo 
y  la  Casa  de  la  Contratacion  de  las  Indias  en  Sevilla. 

Tomo  v.  Itinerario  de  navegacidn  de  los  mares  y  tie- 
rras  occidentales,  compuesto  por  el  capitan  Juan  de  Esca- 
lante  de  Mendoza  en  ISlo,  inedito. 

Tomo  vi.    Cartografia  espanola. 

Documentos  acerca  de  las  navegaciones  y  pesca  de  los- 
vascongados. 

Indice  general. 
Fernandez-Duro  (C.).— Las  joyas  de  Isabel  la  Catolica,  las  na- 
ves de  Cortes  y  el  Salto  de  Alvarado.  Epistola  dirigida  al 
Ilmo.  Sr.  D.  Juan  de  Dios  de  la  Raday  Delgado. — Madrid, 
imprenta  de  Manuel  G.  Hernandez,  1882.  Un  cuaderno 
en  8.°,  53  pags. 

Don  Diego  de  Penalosa  y  su  descubrimiento  del 

reino  de  Quivira.  Informe  presentado  a  la  Real  Academia 
de  la  Historia. —  Madrid,  imp.  de  Tello,  1882,  4."  mayor, 
160  pags. 


B1BLI0GRAFIA.  361 

Fernandez  Duro  (C.).-Coldn  y  Pinzdn.— Informe  relativo  a  los 
pormenores  del  descubrimiento  del  Nuevo  Mundo,  pre- 
sentado  a  la  Real  Academia  de  la  Historia.— Madrid,  im- 
prenta  de  Tello,  1883.  4.*  mayor,- 167  pags. 

Fita  (Fidelj.— Fray  Bernal  Boyl,  6  el  primer  apdstol  del  Nue- 
vo Mundo.  Coleccidn  de  documentos  raros  e  in6ditos,  re- 
lativos  a  este  vardn  ilustre,  por  D.  Fidel  Fita.  Publicados 
en  el  Boletin  Aistdrico  —  Madrid,  1880-1881. 

Don  Pere  de  Margarit  y  Fra  Bernat  Buyl.  Inserto 

en  Los  Reys  de  Aragd  y  la  Sen,  de  Girona  desde  I  any  1462 
fins  al  1482.  Colleccid  de  actes  capitulars  escritas  per  lo 
doctor  Andreu  Alfonsello,  Vicari  General  de  Girona,  pu- 
blicadas  y  anotadas  por  D.  Fidel  Fitay  Colome,  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia.— Segonaedicid.  Barcelona,  1873. 

Force  (M.  F.). — Campaigns  of  the  Civil  War.  From  Fort  Henry 
to  Corinth,  by  M.  F.  Force  late  Brigadier-General  and 
brevet  Major  General  U.  S.  V.  Commanding  first  Division, 
Seventeenth  Corps.— New  York,  1881.  Un  vol. 

Fox  (G.  U.). — United  States  Coast  and  Geodetic  Survey-An 
attempt  to  solve  the  problem  of  the  first  landing  place  of 
Columbus  in  the  New  World,  By  Capt.  G.  V.  Fox,  Assis- 
tant Secretary  of  the  Navy  from  May,  1861,  to  November, 
1866,  Member  of  the  Massachusetts  Historical  Society,  etc. 
Apendix  num.  18.  Report  for  1880. — Washington.  Govern- 
ment Printing  Office,  1882.  En  folio,  68  pags.  y  una  carta 
de  las  islas  de  Bahama. 

Fort  y  Rolddn  (Nicolas).  — Cuba  indigena,  por  Nicolas  Fort  y 
Roldan ,  Oficial  primero  de  Administracidn  militar  del 
ejercito  de  Cuba,  6  individuo  del  Congreso  internacional 
de  Americanistas  de  1881. — Madrid,  imp.  de  R.  Moreno, 
1881.  Un  vol.  en  8.°4e  200  pags.  Fue  presentado  en  Memo- 
ria  manuscrita  al  Congreso  e  impreso  posteriormente  por 
su  autor. 

Frejes  (Fr.  Francisco). — Historia  breve  de  la  Conquista  de  los 
Estados  independientes  del  imperio  mexicano,  escritapor 
Fr.  Francisco  Frejes,  cronista  del  Colegio  de  Nuestra  Se- 
nora  de  Guadalupe  de  Zacatecas. —  Edicidn  del  Estado  de 
Jalisco.— Guadalajara,  tip.  de  S.  Banda,  1878.  En  4.",  277 
paginas. 


3G2  CONGRESO    DE    A  MElt  ICANISTAS. 

Fueusanta  del  Valle  (El  Marques  de  la). — Guerra  de  las  Sali- 
nas, por  Cieza  de  Leon. —  Madrid,  1877.  Forma  el  tomo  08 
de  la  Coleccion  de  documentos  ineditos  para  la  Historia  de 
Espafta. 

— ■  Historia  de  las  Indias,  por  Fr.  Bartolome  de  las  Ca- 

sas. — Madrid,  1875-76.  Cinco  volumenes  de  la  misma  Co- 
leccion. 
Guerra  de  Chupas,  por  Fr.  Bartolome  de  las  Casas, 


Sitioy  defensa  de  la  ciudad  de  la  Paz,  por  D.  Sebastian  de 
Segurola. — Tomo  76  de  la  misma  Coleccion. 
Relacion  del  viaje  de  Fr.  Alonso  Ponce  por  la  Nue- 


va  Espana.— Madrid,  1875.  Dos  vol. 
Varias  relaciones  del  Peru  y  Chile. — Madrid  ,  1879. 


Un  vol. 

Gaff ar  el  (Paul). —  Etude  sur  les  rapports  de  lAmerique  et  de 
l'ancien  continent  avant  Christophe  Colomb ,  par  Paul 
Gatfarel,  ancien  eleve  de  l'Ecole  normale,  Agrege  d'his- 
toire,  Docteur  en  lettres ,  Membre  de  la  Societe  de  Geo- 
graphic, de  la  Societe  d'Histoire  de  France,  de  la  Societe 
d'Emulation  du  Doubs,  etc.,  etc.— Paris,  Ernest  Thorin, 
1809.  Un  vol.  de  316  pages. 

La  mer  des  Sargasses,  par  Paul  Gaffarel.  Extrait  du 

*  Bulletin  de  la  Societe  de  Geographie  de  Paris. — Decembre, 
1872.  35  pags. 

Nunez  de  Balboa.  La  premiere  traversee  de  Fisthme 


americain. — Paris,  librairie  de  la  Societe  Bibliographique, 
1882.  En  12.°,  172  pag-s.  y  un  mapa. 
Les  singularites  de  la  France  Antartique,  par  An- 


dre Thevet.  Nouvelle  edition  avec  notes  et  commentaires 
par  Paul  Gaffarel ,  professeur  a  la  Faculte  des  Lettres  de 
Dijon. — Paris,  Maisonneuve  &  C'%  libraires-editeurs,  25 
quai  Voltaire,  1878.  Un  vol.  8.°  fran.,  lxii-459  pags. 

Galindo  (Anibal). —  Alegato  presentado  por  parte  de  Colom- 
bia en  el  arbitramento  de  limites  con  Venezuela.  — Bogo- 
ta, imp.  de  La  Luz,  1883.  4."  mayor,  206  pags. 

Garcia  Icazhalceta  (Joaquin). — Don  Fray  Juan  de  Zumarrag-a, 
primer  obispo  y  arzobispo  de  Mexico.  Estudio  biograflco 
y  bibliografico,  por  Joaquin  Garcia  Icazhalceta,  secretario 
de  la  Academia  Mexicana:  individuo  corresi)ondiente  de 


niHLior.nAFiA.  3G3 

las  Reales  Academias  Espanolay  dc  laHistoria,  de  Ma- 
drid; miembro  de  la  American  Antiquarian  Society  (R.  U.); 
honorario  de  la  Academia  Colombiana  correspondiente 
de  Bog-ota,  &c.  Con  un  apendice  de  documentos  ineditosd 
raros.— Mexico,  antigua  libreria  de  Andrade  y  Morales; 
impreso  por  Francisco  Diaz  de  Leon,  1881.  En  4.°,  371  pa- 
ginas  de  texto  y  270  de  documentos. 

Garcia  Icazbalceta  (Joaquin). — La  instruccion  piiblica  en  Me- 
xico durante  el  siglo  decimosexto.  Discurso  leido  por  el 
secretario  de  la  Academia  Mexicana  en  las  Juntas  cele- 
bradas  en  6  de  Junio,  20  del  mismo  y  4  de  Julio  de  1882. — 
Mexico.  Memorias  de  la  Academia  Mexicana,  1883.  En  4." 

Garrick  Mallery. —  Address  by  Col.  Garrick  Mallery,  U.  S.  A. 
(Chairman  of  subsection  of  anthropology)  before  the  Ame- 
rican Association  for  the  advancement  of  Science  at  Cin- 
cinnati, Ohio.— Salem,  1881.  Un  cuaderno  de  33  pags. 

Sign  language  among  North  American  Indians, 

compared  with  that  among  other  peoples  and  deaf-mutes 
by  Garrick  Mallery,  Brevet  Lieut.  Col.  U.  S.  Army.— Was- 
hington, Government  printing  Office,  1881.  Un  vol.  folio, 
552  pags.,  con  grabados. 

Gelcich  (Eugene). — Colon  y  Pinzon.  Mitgeteilt  von  Prof.  Eu- 
genGelcich,  Director  der  Navigationsschule  in  Lussin- 
piccolo.  Fr.  Winiker  &  Schickardt,  K,  K,  Hofbuchdrucker, 
Briinn. 

Gilmary  Shea  (John).— Fac-similes  of  the  Spanish  Letter  of 
Columbus  published  in  1493,  from  de  only  known  copy  in 
the  Ambrosiam  Library. — Milan.  Va  seguido  de  descrip- 
cion  y  comentarios,  en  12  pags.  de  hermosa  impresion. 

Novum  Belgium:  An  Account  of  New  Netherland 

in  1643-4  By  Rev.  Father  Isaac  Jogues,  of  the  Society  of 
Jesus.  With  a  Facsimile  of  his  Original  Manuscript  his 
Portrait  a  Map  and  Notes  by  John  Gilmary  Shea.— New 
York,  Privately  Printed,  18G2.  Texto  frances  y  traduccion 
en  ingles,  con  notas  y  biografia  de  Jogues.  53  pags. 

A  Relation  of  the  successful!  beginnings  of  the 


Lord  Baltemore's  Plantation  in  Mary-Land ;  Being  an  ex- 
tract of  certaine  Letters  written  from  thence,  by  some  of 
the  Adventurers  to  their  friends  in  England. — Anno  Do- 


364  C3NGRES0    DE    AMERICANISTAS. 

mini  1634.  Edition  150  copies  4."  30  copies  large  paper. 
Al  fin.  Printed  by  Joel  Munsell,  Sept.  1865,  from  a  trans- 
cript of  the  original  work  in  the  British  Museum.  23  pa- 
ginas. 

Gilmary  Shea  (John). —  The  Sot-Weed  Factor:  Or,  a  Voyage 
to  Maryland.  A.  Satyr.  In  which  is  describ'd  the  Laws, 
Government,  Cours  and  Constitutions  of  the  County,  and 
also  the  Buildings,  Feasts,  Frolicks,  Entertainments  and 
Drunken  Humours  of  the  Inhabitants  of  that  Part  of  Ame- 
rica. In  Burlesque  Verse.  By  Eben.  Cook,  Gent. — London: 
Printed  and  Sold  by  D.  Bragg,  at  the  Raven  in  Pater- 
Noster. — Row.  1708.  Reproduccion  con  un  glosario.  2*  pa- 
ginas,  4.° 

Affairs  at  Fort  Chartres.  1768-1781.  Albany,  J.  Mun- 
sell, 1864.  12  pags.  k  dos  col.  fol. 

Epistola  Rev.  P.  Gabrielis  Dreuillettes,  Societatis 


Jesu  Presbyteri,  ad  Dominum  Illustrissimum,  Dominum 
Joannem  Wintrop  ;  Scutarium,   Neo-Eboraci  in   Insula 
Manhattan  :    Typis   Cramoisianis  Joannis-Marise    Shea. 
M.DCCC.LXIV.  Inedita.  13  pags. 
The  Commodities  of  the  Hand  called  Manati  ore 


Long  He  which  is  in  the  continent  of  Virginia.— Imprin- 
ted by  J.  M.  for  J.  G.  S.  16  pags.  y  un  mapa. 
Extrait  de  la  Relation  des  Aventures  et  voyage  de 


Mathieu  Sagean. — Nouvelle  York:  Ala  Presse  Cramoisy 
de  J.  M.  Shea,  1863.  Inedita.  32  pags. 
An  Address  fron  the  Roman  Catholics  of  America 


to  George  Washington,  Esq.  President  of  the  United  Sta- 
tes.—London,  Printed  by  J.  P.  Coghlan.  M.DCCXC.  Repro- 
duccion con  facsimile  y  retratos.  11  pags.  fol. 
Relation  des  Affaires  du  Canada  en  1696.  Avec  des 


lettres  des  Peres  de  la  Compagnie  de  Jesus  depuis  1696 
jusqu'en  1702.— Nouvelle  York.  De  la  presse  Cramoisy  de 
Jean  Marie  Shea.  M.DCCC.LXV.  8.°,  91  pags.  Documentos 
ineditos. 
Nicholas  Upsall,  By  Augustine  Jones— Boston  1880. 


12  pags.  y  un  grabado. 
Qvelqves  particvlaritez  dv  pays  des  Hvrons  en  la 


Novvelle  France  Remarquees  par  le  Sieur  Gendron ,  Doc- 


bibliografi'a.  36!) 

teur  en  Medecine,  qui  a  demeure  dans  ce  Pays-la  fort  long- 
temps.  Redigees  par  lean  Baptiste  de  Rocoles,  Conseiller 
&  Aumosnier  du  Roy,  &  Historiographe  de  Sa  Majeste. — 
A  Troves  &  A  Paris,  M.DC.LX.  Reimpreso  en  Albany  por 
J.  Munsell,  1868.  26  pags. 

Gilmary  Shea  (John). — Copie  d'vne  lettre  ecrite  par  le  Pere 
Jacques  Bigot,  de  la  Compagnie  de  Jesus  l'an  1684,  pour 
accompagner  un  collier  de  pourcelaine  envoiee  par  les 
Abnaquis  de  la  Mission  de  Sainct  Francois  de  Sales  dans 
la  Nouvelle  France  au  tombcau  de  leur  Sainct  Patron  a. 
Annecy.  Manate,  de  la  Presse  Cramoisy  de  Jean  Marie 
Shea.  M.DCCC.LVI1I.  9  pags. 

Relation  de  sa  Captivite  parmi  les  Unneiouts  en 

1690-1.  Par  le  R.  P.  Milet,  de  la  Compagnie  de  Jesus. — 
Nouvelle- York.  Presse  Cramoisy  de  Jean  Marie  Shea. 
M.DCCCLIV.  56  pags. 

Relation  de  la  Mission  du  Missisipi  du  Seminaire 


de  Quebec  en  1700.  Par  MM.  de  Montigny,  de  St.  Cosmo, 
et  Thaumur  de  la  Source.  —  Nouvelle  York.  A  la  Presse 
Cramoisy  de  Jean  Marie  Shea.  M.DCCCLXI.  GO  pags. 
■  Journal  de  la  guerre  du  Misissippi  contre  les  Olii- 


cachas,  en  1739  et  ftnie  en  1740,  le  ler  d'avril.  Par  un  Orri- 
cier  de  l'Armee  de  M.  de  Nouaille. —  Nouvelle  York.  De  la 
Presse  Cramoisy  de  Jean  Marie  Shea.  M.DCCC.LIX.  92  pa- 


gmas. 


Relation  du  voyage  des  premieres  Ursulines  a  la 

Nouvelle  Orleans  et  de  leur  etablissement  en  cette  ville, 
par  la  Rev.  Mere  St.  Aug-ustin  de  Tranchepain,  Superieu- 
re.  Avec  les  lettres  circulaires  de  quelques  unes  de  ses 
Soeurs,  et  de  la  dite  Mere.— Nouvelle  York.  De  la  Presse 
Cramoisy  de  Jean  Marie  Shea.  M.DCCC.LIX.  Tire  a  100 
exemplaires.  62  pags. 

Recueil  de  pieces  sur  la  Negotiation  entre  la  Nou- 


velle France  et  la  Nouvelle  Augleterre  en  annees  1648  et 
suivantes.— Nouvelle  York.  De  la  Presse  Cramoisy  de  Jean 
Marie  Shea.  M.DCCC.LXVI.  63  pags. 
Relations  diverses  sur  la  bataille  de  Malangueule 


gagne  le  9  juillet,  1755,  par  les  Francois  sous  M.de  Beau- 
jeu,  Commandant  du  Fort  du  Quesne  sur  les  Anglois  sous 
2  h 


.!U,  CO  •'■'I     O    ''I.    AMI  UK    \   .1     I  \M. 

m   Braddock ,  General  on  Chef  des  troup<  Ho 

cuoilllci  pai  Joan  Muriel  lica     Nouvolle  Sfork.  Do  Is  Pr< 
i  Cramoisy,  M.DCCCLX  Tire  a  100  exemplaires  5]  pagl 
n.i    y  re1  rato  do  m   do  Bcaujeu. 
(illmary  Shea  John),     La  vie  du  R.  P.  Pierre  Jo  eph  Mario 
Chaumouot,  de  In  i  ompajrnlo  do  Jei  us,  Ml    lonnaire  dan 
in  Nou voile  1 'nn  1  re.  eerito  par  1 11 1  memo,  par ordre do  son 
Hup6riour l'ati  108      Nouvolle  York.  Ala  Press/;  Cramol  5 
de  Jonn  Marie  Hhen    M.DCCC.LVIII.  Con  un  ap6ndice  en 
t < - 1 1 ; •  1 1 . 1  burona  y  In  rontiuuacion  do  i;i  Vida  por  un  P.  do 

111   in  1    iii;i  '  'ntii|i;i  11  i;i  (lr  Jc    t'lfl     108  (Mi 

liolation  d<!  eo  qui  s'oi  1  pa  6  de  plus  remarquablo 
;ui\  Mi  Ions  de  Perc  de  la  Compag'niG  do  J61  us  en  la 
Nouvollo  Franco  le  anuee  I072ei  1075J  par  lo  It.  P.  Claude 
Dablon,  Kectour  do  Ml  Ion  de  la  Compagnic  de  Je*  us 
do  In  Nouvolli1  l*'riinee.  A  la  Nouvelle  5Torl  De  la  Pre  •■ 
Cramoisy  do  Joan  Mario  Bhea  m  DCCC.LXI.  Tire"  a  100 
1    1  inplaire     mm  \,.\-- 

-  ,\  <  lharaetor  of  tha  Provineoof  Marj  land  described 
in  four  dl  inn  1  pari  ,  b;  Georfio  Usop,  100*0.  A  new  edl 
in  mi  with  an  Introduction  and  copioui  bi  torical  notes  bj 
John  Gilmarj  Bhoa.  <<-\\  Vork:  William  Gowaui  1800 
c,i  eopioH  printed  ou  larg'e  paper  Ito  Con  retrato  y  mapa 
roproducidos  de  la  nntlp/iui  edicion  \  un  catalog  do  libro 
ainorlcano     1  '•>  10  pa/j 

\  I'l'cinii      Onondaga  Dictionary,  from  a  manui 
erlpl  of  the  seventeenth  conl  ury,  by  John  Gilmary  Bhoa. 
\<-w  STork,  Cramoisy  Pre  8,  1880  103,  fol. 

—  Arte  de  la  leng'uii  N6vomo,  Que  1  0  dice  Pima  ,  pro- 
pi:!  de  Bonora,  run  la  Doctrina  Cristiana  y  Confesonario 
afladidos.  Ban  Agaistln  de  la  Florida,  afio  do  1802.  Do  un 
manuscrlto  antfnimo  del  slg'lo   tvin   Publicada  por  Buc 
k in," ban  1  iiniii  con  dedldatoria  fi  Juan  de  Horrera,  Mar 
1  n  1 1  ■  .■ .  do  Horrera.    Nueva  Vork,  l8jB2.  07-32  pag'B.,  fol. 

Grammar  and  Dictionary  of  the  Language  of  the 
Hidal  a  (Minnetarocs,  Grosventrcs  ol  tii"  Missouri)  witli 
nn  Introductory  sketch  of  the  Tribe,  by  Washington  Mai 
thews.    New  ¥ork,  Cramol  y    Pro    ,  1813  Edition  of  100 
copies   K  6  pegs, ,  fol. 


bibliografia.  367 

Gilmary  Shea  (John). — The  History  of  the  Five  Indian  Nations 
Depending  on  the  Province  of  New-York,  by  Cadwallader 
('olden.  Reprinted  exactly  from  Bradjord's  New  York  edi- 
tion (1727)  with  an  Introduction  and  Notes  by  Jonh  Gil- 
mary Shea. -New  York,  J.  H.  Morrel],  1866. — One  handed 
and  twenty  Copies,  xi-xviii,  141  pags.  y  retrato  del  autor. 

Crammar  and  Dictionary  of  the  Iacama  Language 

by  Rev.  M.  C.  Pandosy,  Translated  by  George  Gibbs  and 
J.  (I.  Shea.— New  York.  Cramoisy.  Press.  1862.  59  pags.  fol. 

A  Dictionary  of  the  Chinook  Jargon  or  Trade  lan- 


guage of  Oregon  by  George  Gibbs.— New  York,  Cramoisy 
Press.  1863.  l\  pags.  fol. 
Alphabetical  Vocabularies  of  the  Clallam  and  Lam- 


mi  by  George  Gibbs.  — New  York.  Cramoisy.  Press.  \H(".i. 
40  pags.,  fol. 
Radices  Verborum  rroqureorum,  Auctorc  R.  P.  Ja- 


cobo  Pruyes,  Societatis  Jesu.  Neo-Eboraci,  Typis.  J.  M. 
Shea,  1863.  123  pags.,  fol. 
Alphabetical  Vocabulary  of  the  Chinook  language 


by  George  Gibbs.  — New  York.  Cramoisy  Press.   1863.  23 
paginas,  fol. 
A  grammatical   Sketch   of  the   Heve   Language, 


Translated  from  an  unpublished  Spanish  Manuscript,  by 
Buckingham  Smith. —New  York,  Cramoisy.  Press.  1861. 
26  pags.  fol. 
Extracto  de  la  gramatica  Mutsun,  d  de  la  lengua  de 


los  naturales  de  la  Mision  de  San  Juan  Bautista,  com- 
puesta  por  el  R.  P.  Fray  Felipe  Arroyo  de  la  Cuesta,  del 
orden  serafico  de  N.  P.  San  Francisco,  Ministro  de  dicha 
Misidn  en  1816. — Nueva  York,  1861.  Tiradadc  100  ejcmpla- 
res.  jk  pags.,  fol. 

Alphab.  Rivulus  Obeundus,  exprimationum  causa 

horum  indorum  Mutsun  Missionis  Sanct  Joan  Baptists, 
exquisitarum  A  Fr.  Philipp.  Ah  Arroyo  de  la  Cuesta.  A  no 
de  1815. — New  York.  Cramoisy  Press.  1862.  96  pags.,  folio. 
Mutsun  y  castellano. 

A  description  of  Louisiana,  by  Father  Louis  Hen- 


nepin, Recollect  Missionary.  Translated  from  the  edition 
ot  1683,  and  compared  with  the  Nouvclle  decouverte,  the 


368  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

La  Salle  documents  and  other  contemporaneous  papers, 
by  John  Gilmory  Shea  —New  York,  John  G.  Shea,  1880. 
40(5  pags.  y  un  mapa  en  facsimile. 
Gilmary  Shea  (John).— First  Establishment  of  the  Faith  in 
New  France  by  Father  Christian  le  Clercq ,  Recollect 
Missionary,  Now  first  translated,  with  notes  by  John  Gil- 
mary Shea.— New  York.  John  G.  Shea,  1881.  Dos  vol.  con 
retratos  y  mapas. 

History  and  general  description  of  New  France  by 

the  Rev.  P.  F.  X.  de  Charlevoix,  S.  J.  Translated,  with 
notes,  by  John  Gilmary  Shea,  in  six  volumes.— New  York. 
John  Gilmary  Shea,  1866.     . 

The  bursting  of  Pierre  Margry's  La  Salle  Bubble 


by  John  Gilmary  Shea.— New  York,  1819.  24  pags. 

The  expedition  of  Don  Diego  Dionisio  de  Penalosa, 


Governor  of  New  Mexico  from  Santa  Fe  to  the  River  Mis- 
chipi  and  Quivira  in  1662  as  described  by  Father  Nicholas 
de  Freitas,  0.  S.  F.  With  an  account  of  Pehalosa's  projects 
to  aid  the  French  to  conquer  the  Mining  Country  in  Nor- 
thern Mexico;  and  his  connection  with  Cavelier  de  la 
Salle.  By  John  Gilmary  Shea.— New  York,  John  G.  Shea, 
1882.  En  8.°,  101  pags. 

Guzman  (Antonio  L.).— Limites  cntre  Venezuela y  Nueva  Co- 
lombia, por  Antonio  L.  Guzman,  publicacion  ordenada 
por  el  ilustre  americano  pacificador,  regenerador  y  pre- 
sidente  de  los  Estados-Unidos  de  Venezuela,  general  Guz- 
man Blanco.  Edicion  oficial.—  Caracas,  imp.  de  la  Union 
Nacional,  1880.  En  8.",  336  pags. 

Guzman  Blanco  (Antonio).— Titulos  de  Venezuela  en  sus  limi- 
tes con  Colombia,  reunidos  y  puestos  en  orden  por  dis- 
posicion  del  ilustre  americano  y  regenerador  de  Vene- 
zuela, general  Antonio  Guzm6n  Blanco.— Caracas,  im- 
prenta  de  la  Concordia,  1816.  Tres  tomos,  4."  mayor. 

Haumonte,  Parisnt  (Adam).— Grammaire  et  vocabulaire  de  la 
langue  Taensa,  avec  textes  traduits  et  commentes  par 
J.-D.,  Haumonte,  Parisot,  L.  Adam.— Paris,  Maisonneuve 
et  C'e,  libraires,  editeurs,  1882. 

.Jimenez  de  la  Espada  (M.).— Biblioteca  Hispano-Ultramarina. 
Tercero  libro  de  las  Guerras  civiles  del  Peru,  el  cual  se 


BIDLIOGRAFIA.  361) 

llama  La  Gueira  de  Quito,  hecho  por  Pedro  de  Cieza  de 
Le6n,  coronista  de  las  cosas  de  las  Indias,  y  publicado  por 
Marcos  Jimenez  de  la  Espada. — Tomo  i.—  Madrid,  imp.  de 
M.  G.  Hernandez,  1817.  Un  vol.  4.°,  cxix-176-120  pags.  ' 
Jimenez  de  la  Espada  (M.). — Biblioteca  Hispano-Ultramarina. 
Segunda  parte  de  la  Cronica  del  Peru,  que  trata  del  sefio- 
rfo  de  los  Incas  Yupanquis  y  de  sus  grandes  hechos  y 
g-obernacion,  escrita  por  Pedro  de  Cieza  de  Leon.  Seguida 
de  la  Suma  y  narration  de  los  Incas  que  los  indios  llama- 
ron  Capaccuna,  por  Juan  de  Bet&nzos.  Los  publica  Marcos 
Jimenez  de  la  Espada.— Madrid,  imp.  de  M.  G.  Hernan- 
dez, 1880.  Un  vol.  de  140  pags.  C. 

Tres  relaciones  de  antigiiedades  peruanas.  Publf- 

.calas  el  Ministerio  de  Fomento  con  motivo  del  Congreso 
Internacional  de  Americanistas  que  ha  de  celebrarse  en 
Bruselas  el  presente  ano. — Madrid,  imp.  de  Tello,  18^9. 
Un  vol.  de  328  pags.  Con  carta  introduction  de  D.  M.  Ji- 
menez de  la  Espada. 

Relaciones  geograficas  de  Indias.  Publicalas  el  Mi- 


nisterio de  Fomento.  —  Peru,  tomo  r,  Madrid,  imp.  de 
G.  Hernandez,  1881.  Dedicados  al  Congreso  Internacional 
de  Americanistas  de  Madrid.  Un  vol.  fol.  Con  introduc- 
cion, notas  y  apendices  de  D.  M.  Jimenez  de  la  Espada, 

CLIV-216-CZ/A-. 

Memorias  historiales  y  politicas  del  Peru,  por  el 


licenciado  D.  Fernando  Montesinos,  seguidas  de  las  infor- 
maciones  acerca  del  senorio  de  los  Incas,  hechas  por  man- 
dado  de  D.  Francisco  de  Toledo,  virey  del  Peru.  Publica- 
das  en  la  Coleccion  de  libros  espanoles  raros  6  curiosos, 
tomo  decimosexto. — Madrid,  imp.  de  Ginesta,  1882.  En  8', 
259  pags. 

Jorriii  (Jose  Silverio).— Cristobal  Colun  y  la  critica  conteni- 
poranea.— Habana,  1883.  En  4.°,  42  p&gs. 

Larrainzar  (Manuel). — Estudios  sobre  la  historiade  America, 
sus  ruinas  y  antiguedades,  comparadas  con  lo  mas  nota- 
ble que  se  conoce  del  otro  Continente  en  los  tiempos  mas 
remotos,  y  sobre  el  origen  de  sus  habitantes,  por  Manuel 
Larrainzar. — Mexico,  imp.  de  Villanueva,  18"75-"<9.  Cinco 
voliimenes  con  laminas. 

TOMO  II.  21 

2  k  # 


370  CONGRESO    DE    AMERICAN'ISTAS. 

Leclerc  (Ch.). — Biblioteea  Americana.  Histoire,  Geographier 
Voyages,  Archeologie  et  Linguistique  des  deux  Ameri- 
ques  et  des  lies  Philippines.  Redigee  par  Ch.  Leclerc. — 
Paris,  Maisonneuve  et  Cie,  libraires-editeurs,  1S78.  Un  vol. 
de  737  pags.  C. 

Lc  Plongeon  (Augustus). — Mayapan  and  Maya  inscriptions  by 
Augustus  Le  Plongeon,  M.  D.  Worcester.  Press  of  Chas. — 
Hamilton,  1881.  Un  cuaderno  de  39  pags.,  con  grabados  y 
retratos  en  fotograffa  de  Mr.  y  Mss.  Plongeon.  Enviado  al 
Congreso  por  Mr.  Stephen  Snlisbury.  Jr. 

Lope:  Prieto  (Antonio). — Informe  que  sobre  los  restos  de  Co- 
lon presenta  al  Excmo.  Sr.  Gobernador  general  D  Joaquin 
Jovellar  y  Soler,  despues  de  su  viaje  a  Santo  Domingo, 
D.  Antonio  Lopez  Prieto,  de  la  Real  Sociedad  economica 
de  la  Habana.  Impreso  por  orden  del  gobierno  general 
(escudo  dearmas  de  Colon). — Habana,  imp.  del  Gobierno, 
1878.  Un  vol.  de  109-xi  pags.  y  10  laminas. 

Los  restos  de  Colon.  Examen  historico  critico,  por 

D.  Antonio  Lopez  Prieto.  Segunda  edicion. — Habana,  imp. 
del  Gobierno,  1878.  Un  cuaderno  de  83  pags. 

Direccidn  general  de  Hacienda  de  la  Is'a  de  Cuba. 


Subdireccidn.  Seccidn  de  estadistica  preparatoria.  Pobla- 
cidn.  Estudios  estadistico-demograficos  correspondientes 
a  1879.  Extractos  de  los  cuadros  generales  remitidos  al 
Excmo.  Sr.  Ministro  de  Ultramar  (escudo  de  armas  reales). 
— Habana.  La  propaganda  literaria,  1881.  Un  cuaderno  de 
27  pags.,  cubierta  en  negro  y  rojo.  Firma  la  dedicatoria 
al  referido  Ministro,  el  jefe  de  la  seccidn  D.  Antonio  Lopez. 
Prieto.  Publicacion  oflcial. 

Parnaso  cubano.  Coleccidn  de  poesias  selectas  de 

autores  cubanos  desde  Zequeira  a  nuestros  dias,  precedida 
de  una  introduccidn  historico-critica  sobre  el  desarrollo 
de  la  poesia  en  Cuba,  con  biografias  y  notas  criticas  y 
literarias  de  reputados  literatos,  por  D.  Antonio  Lopez 
Prieto,  correspondiente  de  la  Real  Academia  de  la  Histo- 
ria,  de  la  Sociedad  geografica  de  Madrid  y  socio  de  merito 
de  la  Real  Sociedad  economica  de  la  Habana.  —  Tomo  r. 
Habana.  Editor,  Miguel  de  Villa,  1881.  Un  vol.  de  370  pa- 
ginas. 


BIBUOGRAFIA.  371 

Markham  (Clements  R.).— Expeditions  into  the  Valley  of  the 
Amazons,  1539,  1540, 1639.  Translated  and  edited,  with  no- 
tes, by  Clements  R.  Markham,  T.  R.  Gr.  S ,  author  of  «Cuzco 
and  Lima.»  — London:  printed  for  the  Hakluyt  Societi, 
M.DCCC.LIX.  Un  vol.  4.° 

Narratives  of  the  rites  and  laws  of  the  Yncas.  Trans- 
lated from  the  original  Spanish  manuscripts,  and  edited 
with  notes  and  an  Introduction ,  by  Clements  R.  Mar- 
kham, C.  B.,  T.  R.  S.— London:  printed  for  the  Hakluyt 
Societi,  M.DCCCLXXIII.  Un  vol.  4.° 

The  second  part  of  the  Chronicle  of  Peru,  by  Pedro 

de  Cieza  de  Leon.  Translated  and  edited,  with  notes  and 
an  Introduction,  by  Clements  R.  Markham,  C.  B.,  T.  R.  S. 
London:  printed  for  the  Hakluyt  Societi,  M.DCCCLXXXIII. 
Un  vol.  4.° 

Murillo  (M.).—  Limites  entre  Colombia  y  Venezuela.—  Bogo- 
ta, 1875,  imp.  de  Medardo  Rivas.  4.°  mayor,  211  pags. 

Murillo  (Mariano).— Boletin  de  la  libreria  (publicacidn  men- 
sual).  Obras  antiguas  y  modernas.— Madrid ,  imp.  de  For- 
tanet,  Setiembre,  1881.  Numoro  extraordinario,  con  rela- 
cion  alfabetica  de  obras  raras  de  asuntos  de  America. 

Napp  (Richard).— Die  Argentinische  republik  im  auftrag  des 
Argentin  central  comite's  fur  die  Philadelphia-austellung 
und  mit  dein  beistand  mehrerer  mitarbeiter  bearbeitet 
von  Richard  Napp.  (Mit  6  Karten.)  — Buenos  Aires,  1816. 
Un  vol.  de  495  pags.,  con  6  mapas. 

Navarro  Viola  (Alberto).— Anuario  bibliografico  de  la  Repii- 
blica  Argentina.  Director,  Alberto  Navarro  Viola,  aboga- 
do,  secretario  de  la  Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  So- 
ciales,  corresponsal  del  Ateneo  del  Uruguay.  —  Buenos 
Aires,  imp.  de  M.  Biedma,  1881.  Un  vol.  en  8.°,  395  pags. 

Anuario  bibliografico  de  la  Republica  Argentina. 

Ano  III,  1881.  Director,  Alberto  Navarro  Viola,  aboga- 
do,  etc.,  etc.,  1882.— Buenos  Aires,  en  8.°,  621  pags. 

Nbvo  y  Colson  (Pedro  de). — Congreso  Internacional  de  Ame- 
ricanistas.  Ramo  de  historia.  Tenia  VI.  Sobre  los  viajes 
apdcrifos  de  Juan  de  Fuca  y  de  Lorenzo  Ferrer  Maldona- 
do.  RecopilaciOn  y  estudio,  por  D.  Pedro  de  Novo  y  Col- 
son, teniente  de  navio,  academico  correspondiente  de  la 


372  CONGRESO    DE   AMERICAN1STAS. 

Real  de  la  Historia,  etc.  Contiene  tambien  este  libro  la 
disertacion  del  mismo  autor  titulada  Ultima  teorla  sobre 
la  Atlantida. — Madrid,  imp.  de  Fortanet,  1881.  Un  vol.  de 
223  pags. 

Qrozco  y  Berra  (M.).  —  Historia  antigua  y  de  la  conquista  de 
Mexico,  por  el  licenciado  Manuel  Orozcoy  Berra,  vicepre- 
sidente  de  la  Sociedad  de  Geografia,  etc  Se  imprime  esta 
obra  a  expensas  y  por  orden  del  supremo  gobierno  de  la 
Republica  Mexicana. — Mexico,  tipog.  de  Gonzalo  A.  Es- 
teva,  1880.  Dos  volumenes. 

Orton  (James).  —  The  Andes  and  the  Amazon;  or  Acros  the 
Continent  of  South  America.  By  James  Orton,  M.  A.,  pro- 
fesor  of  Natural  History  in  Vassar  College,  Poughkeepsic, 
N.  V.,  etc.— London:  Sampson  Low,  son,  &  Marston. — New 
York:  Harper  &  Brothers,  1870.  Un  vol.  4.',  xxiv-356  pags. 

Pacheco  Zegarra  (Gavino).  — Ollanta'i.Drame  en  vers  quechuas 
du  temps  des  Incas.  Texte  original  ecrit  avec  les  caracte- 
res  d'un  alphabet  phonetique  special  pour  la  langue  que- 
chua;  precede  dune  Etude  du  Drame,  au  point  de  vue  de 
l'histoire  et  de  la  langue;  suivie  dun  Appendice  en  deux 
parties  et  d'un  Vocabulaire  de  tous  les  mots  contenus 
dans  le  drame.  Traduit  et  commente  par  Gavino  Pacheco 
Zegarra. —  Paris,  Maisonneuve  &  Cie,  libraires  £diteurs. 
M.DCCCLXXVIII.  Un  vol.  de  clxxiv-265  pags. 

Palau  (Melchor  de).— La  Atlantida,  poema  de  Mossen  Jacinto 
Yerdaguer,  ab  la  traduccio  castellana.  —  Barcelona,  imp. 
de  Jepiis,  1878.  Un  volumen. 

Parisot  (J.). — Taensagini-Tyangagi.  Cancionero  americano 
en  lengua  taensa.  — Imp.  de  V.  Collot,  en  Epinal  (Francia), 
1881.  Un  cuaderno  de  15  pags. 

Peralta  (Manuel  M.  de).— Costa-Rica,  Nicaragua  y  Panama  en 
"  el  siglo  xvi,  su  historia  y  sus  limites  segun  los  documen- 
tos  del  archivo  de  Indias  de  Sevilla,  del  de  Simancas,  etc., 
recogidos  y  publicados  con  notas  y  aclaraciones  histori- 
cas  y  geograficas,  por  D.  Manuel  M.  de  Peralta,  enviado 
extraordinario  y  ministro  plenipotenciario  de  Costa- 
Rica,  etc. —  Madrid,  imp.  de  Manuel  Gines  Hernandez, 
1883.  En  4.°,  832  pags.  y  un  mapa. 

El  rio  San  Juan  de  Nicaragua,  derechos  de  sus  ri- 


BIBLIOr.BAFIA.  373 

berefios,  las  republicas  de  Costa-Rica  y  Nicaragua  segun 
los  documentos  historicos,  por  D.  Manuel. M.de  Peralta, 
enviado  extraordinario  y  ministro  plenipotenciario  de 
Costa-Rica  en  Espafia,  Francia",  BeJgica  y  los  Estados- 
Unidos  de  America,  correspondiente  de  la  Academia  de 
la  Historia,  etc.,  etc.,  1882. —  Madrid,  libreria  de  Murillo. 
En  4.°,  28  pags. 

Perrira  (Ricardo  S.).—  Documentos  sobre  lfmites  de  los  Esta- 
dos-Unidos  de  Colombia  copiados  de  los  originates  que  se 
encuentran  en  el  Archivo  de  Indias  de  Sevilla,  y  acompa- 
nados  de  breves  consideraciones  sobre  el  verdadero  Uti 
posidetisde  i810,  por  Ricardo  S.  Pereira,  Secretario  de  Le- 
gacion  de  primera  clase,  Consul  general  de  los  Estados- 
Unidos  de  Colombia  en  Espafia.  Primera  serie:  lfmites  en- 
tre  el  antiguo  Vireinato  de  Nueva  Granada  y  las  Capita- 
nias  generales  de  Venezuela  y  Guatemala.  —  1883.  En  8.°, 
1C7  pags.  y  un  mapa. 

Perez  Junquera.  —  Origen  de  los  americanos.  Esperanza  de 
Israel.  Reimpresion  a  plana  y  renglon  del  libro  de  Me- 
nasseh  Ben  Israel,  teologo  y  filosofo  hebreo,  s,obre  el  ori- 
gen de  los  americanos,  publicado  en  Amsterdam  5410 
(1650).  Con^un  preambulo,  una  noticia  bibliografica  de  las 
principales  obras  que  sobre  los  origenes,  historia  y  con- 
quistas  de  America  y  Asia  se  han  impreso,  y  el  retrato  y 
la  biografia  del  autor,  por  Santiago  Perez  Junquera.— 
Madrid,  1881.  Un  vol.  de  126  pags. 

Perez  Verdia  (Luis).  —  Compendio  de  la  historia  de  Mexico 
desde  sus  primeros  tiempos  hasta  la  caida  del  segundo 
imperio,  escrito  para  uso  de  los  colegios  de  instruccion 
superior  de  la  Republica,  por  el  licenciado  Luis  Perez 
Verdfa,  profesor  de  Historia  y  Cronologia  en  el  Liceo  de 
Varones  del  Estado  de  Jalisco,  etc.,  etc. — Guadalajara,  ti- 
pografia  del  autor,  1883.  En  4.°,  346  pags. 

Pcrojo  (Jose  del).— La  Colonisation  espagnole—  Amsterdam, 
Schroder  freres,  1883.  35  pags. 

Pinart  (A.  L.).— Coleccion  de  lingiifstica  y  etnografia  ameri- 
canas,  publicada  por  A.  L.  Pinart.  Tomo  iv.  Noticias  de  los 
indios  del  departamento  de  Veragua  y  vocabularios  de 
las  lenguas  Guaymi,  Norteno,  Sabanero  y  Dorasque.— San 


374  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Francisco,  imp.  de  A.  L.  Bancroft  y  C.a,  1882.  Un  cuaderno 
en  folio,  73  pags. 

Plaza  (Ramon  de  la).  — Ensayos  sobre  el  arte  en  Venezuela, 
por  el  general  Ramon  de  la  Plaza.  Ofrenda  al  libertador 
en  su  primer  centenario,  impresa  por  disposition  del  ilus- 
tre  americano,  regenerador,  paciticador  y  Presidente  de 
los  Estados-Unidos  de  Venezuela,  general  Guzman  Blan- 
co.—Caracas,  imp.  de  La  Opinion  Nacional,  1883.  En  folio, 
262-48  pags.,  con  grabados  y  musica. 
'Quesada  (Vicente  G.).— Vireinato  del  Rio  de  la  Plata,  1776- 
1810.  Apuntamientos  critico-historicos  para  servir  en  la 
cuestioD  de  limites  entre  la  Republica  Argentina  y  Chile. 
—Buenos  Aires,  tip.  de  M.  Biedma,  1881.  Un  vol.  de  654 
paginas. 

Quijano  Otero  (Jose  Maria).— Memoria  historica  sobre  limites 
entre  la  Republica  de  Colombia  y  el  Imperio  del  Brasil, 
por  Jose -Maria  Quijano  Otero,  bibliotecario  nacional,  1869. 
—  Bogota,  imp.  de  Gaitan.  Un  vol.  en  4.°,  558  pag-s. 

Limites  de  la  Republica  de  los  Estados-Unidos  de 

Colombia,  por  J.  M.  Quijano  Otero,  individuo  correspon- 
diente  cfe  la  Academia  Espaiiola  de  la  Historia.  Tomo  i. 
Bases  generales.  Los  tratados  hispano-lusitanos.  El  uti 
possidetis  de  1810.— Sevilla,  1881,  imp.  de  Francisco  Alva- 
rez. En  4.°  mayor,  430  pags. 

Rada  y  Delgado  (J.  de  D.).— Ensayo  sobre  la  interpretation  de 
la  escritura  hieratica  de  la  America  Central,  por  M.  Leon 
de  Rosny.  Traduction  anotada  y  precedida  de  un  prologo, 
por  D.  Juan  de  Dios  de  la  Rada  y  Delgado  (escudo  de 
armas  reales).— Madrid,  imp.  y  fundicion  de  M.  Tello,  1881. 
En  folio  con  lamiuas  al  cromo. 

Rem  (W.).— Ein  Besuch  bei  den  Jivaros-Indianern—  Berlin, 
1880.  Un  cuaderno  de  13  pags. 

Todtenbestattung  zu  Ancon  (Peru).— Berlin,  1879. 

Un  cuaderno  de  6  pags. 

Bericht  iiber  den  Vierten  internationalem  Ameri- 


kanisten-Congress  und  die  damit  verbundene  Ausste- 
llung  in  Madrid  (September  1881),  erstallet  in  der  Sitzung 
der  Gesellschaft  fiir  Erdkunde  in  Berlin.  — Berlin,  1882. 
Un  cuaderno  de  14  pags. 


BIBLIOGRAFIA.  375 

Reiss  et  Stilbel.—1&  necropole  d'Aneon  au  Perou.  Recueil  de 
materiaux  pour  servir  a  l'histoire  de  la  civilisation  et  de 
l'industrie  dans  l'empire  des  Incas,  par  W.  Reiss  et  A. 
Stiibel,  d'apres  les  resultats  de  leurs  propes  explorations. 
Publie  avec  Tassistance  de  l'Administration  generate  des 
Musees  royaux  de  Berlin.  A.  Asher  &  C'e. — Berlin,  5,  unter 
den  Linden.  Ediciones  en  aleman  e  ingles  con  hermosos 
cromos. 

Reinoso  ( Alvaro).— Notas  acerca  del  cultivo  en  Camellones. 
Agricultura  de  los  indigenas  de  Cuba  y  Haiti,  por  el  doc- 
tor D.  Alvaro  Reynoso,  delegado  en  Paris  por  el  Congreso 
Iuternacional  de  Americanistas,  correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  la  Historia  de  Madrid,  etc.,  etc.— Paris, 
Ernesto  Leroux,  editor,  1881.  Un  cuaderno  de  111  pags. 

Rivera. — Compendio  de  la  bistoria  antigua  de  Mexico  desde 
los  tiempos  primitivos  hasta  el  desembarco  de  Juan  de 
Grijalva,  escrito  por  el  Dr.  Agustin  Rivera.  Tomo  i.— San 
Juan  de  los  Lagos,  tip.  de  Jose  Martin,  1878.  En  4°,  447  p. 

Roca  (Julio  A.). —  Informe  oficial  de  la  comision  cientifica 
agregada  al  Estado  Mayor  General  de  la  expedicion  al 
Rio  Negro  { Patagonia),  realizada  en  los  meses  de  Abril, 
Mayo  y  Junio  de  1879,  bajo  las  ordenes  del  general  don 
Julio  A.  Roca.  Entrega  I.  Zoologia.— Buenos  Aires,  imp.  de 
Ostwald,  1881.  Fol.,  168  pags.  y  4  lams. 

Entrega  II.  Botanica. —  Fol.,  294  pags.  y  12  lams., 

por  el  Dr.  Pablo  G.  Lorentz  y  Gustavo  Niederlein. 

Sanchez  Nunez  (Manuel). — Ojeada  sobre  la  parte  argentina  de 
la  region  hidrografica  del  Rio  de  la  Plata,  por  D.  Manuel 
Sanchez  Nunez,  director  de  obras  publicas,  cesante  de  la 
isla  de  Puerto-Rico,  antiguo  oficial  del  Cuerpo  de  Inge- 
nieros,  etc.— Madrid,  imp.  del  Memorial  de  Ingenieros, 
1879.  Un  vol.  de  289  pags.,  con  8  mapas  de  las  regiones 
que  describe. 

Sancho  Rayon  (Jose). — Pintura  del  Gobernador,  Alcaldes  y 
Regidores  de  Mexico.  Reproduccion  de  un  codice  existen- 
te  en  la  biblioteca  del  Duque  de  Osuna. 

Reproduccion  fotografica  de  la  Doctrina  Cristiana 

en  lengua  guasteca  y  castellana,  por  Fr.  Juan  de  la  Cruz, 
impresa  en  Mexico  en  1571. 


376  TOMGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

San  Junuario  (Mision  du  vicomte  de).— Aupres  des  Republi- 
ques  de  FAmerique  du  Sud  (1878  et  1819).  Rapport  sur  les- 
conditions  geographiques,  economiques,  connnerciales  et 
politiques  de  la  Republique  Argentine. —  Buenos  Airesy 
imp.  du  Courrier  de  la  Plata,  1881.  4.°,  66  pags. 

Saussure  (Henri  de). — M6moires  pour  servir  a  l'Histoire  na- 
turelle  du  Mexique,  des  Antilles  et  des  Etats  Unis.  par 
Henri  de  Saussure,  Membre  de  la  Societe  de  Physique  et 
d'Histoire  naturelle  de  Geneve,  etc. 

Orthopteres  de  TAmerique  moyenne.  —  Geneve,. 

imp.  Ramboi  et  Schuchard,  1864.  Un  vol.  fol.  de  279  pagi- 
nas  y  dos  laminas  iluminadas. 

Synopsis  des  Mantides  Americains.  —  Geneve  et 


Bale.  H.  Georg,  libraire-editeur,  1871.  Un  vol.  fol.  de  186- 
paginas  y  una  lamina. 
Memoire  sur  divers  crustaces  nouveaux  du  Mexi- 


que et  des  Antilles  — Geneve,  imp.  Jules  Gme  Fick.  Un  vo- 
lumen  folio  de  82  pags.  y  6  laminas.  C. 

En  las  cubiertas  se  anuncian  varias  otras  obras  del  mis- 
mo  autor. 
Decouverte  des  mines  dune  ancienne  ville  mexi- 


caine  situee  sur  le  plateau  de  1  Anahuac — Paris,  imp.  de 
L.  Martinet,  1858.  Un  cuaderno  de  24  pag. 
Coup  d'oeil  sur  l'hydrologie  du' Mexique,  principa- 


lementde  la  partie  Orientale,  accompagne  des  quelques 
observations  sur  la  nature  physique  de  ce  pays.  Premiere 
partie.— Geneve,  imp.  de  Jules  Gme  Fick,  1862.  Un  vol.  de 
196  pags.  y  dos  mapas. 
Mission  scientiflque  au  Mexique  et  dans  lAmeri- 


que  centrale.  Ouvrage  publie  par  ordre  de  S.  M.  l'Empe- 
reur  et  par  les  soins  du  Ministre  de  l'lnstruction  publique. 
Sixieme  partie.  Etudes  sur  les  insectes  Orthopteres  et  les. 
Myriapodes,  par  M.  Henri  de  Saussure.— Paris,  imprime- 
rie  Imperiale,  M.DCCC.LXX.  Gran  volumen  en  folio  con 
laminas. 
Etudes  sur  les  Myriapodes,  par  MM.  Henri  de  Saus- 


sure et  Alois  Humbert.— Gran  vol.  en  fol.  con  laminas. 

Le  Congres  des  Americanistes  tenu  a  Madrid  en 

septembre  1881— 8.°  mayor,  48  pags. 


BIBLIOfiRAFiA.  377 

Schott  (Charles  A.).— United  States  Coast  and  Geodetic  Sur- 
vey.—An  Inquiry  into  the  variation  of  the  Compass  of  the 
Bahama  Islands,  at  the  time  of  the  landfall  of  Columbus 
in  1492.  By  Charles  A.  Schott,  Assistant.  Apendix  num.  19 
Report  for  1880. — Washing-ton,  Government  Printing-  Offi- 
ce, 1882.  En  fol.,  8  pags.  y  una  carta  del  cambio  secular 
de  la  Curva  magnetica  en  el  Atlantico  septentrional. 
Sociedad  Geografica. —  Boletin  de  la  Sociedad  Geografica  de 
Madrid.— Madrid,  imp.  de  Fortanet,  1870-1881.  Once  vo- 
liimenes. 

Esta  publicacion  contiene  los  siguientes  articulos  con 
relacion  k  America. 

Tomo  r.  Descripcion  de  la  isla  de  Puerto-Rico  redac- 
tada  el  aho  1582,  por  Juan  Ponce  de  Leon,  presbitero  y  el 
bachiller  Antonio  de  Santa  Clara,  abogado. 

Tomo  vi.  Noticias  geograflcas  de  la  isla  de  Santo  Do- 
mingo, por  D.  Manuel  Fernandez  de  Castro. 

Excursion  por  las  repiiblicas  del  Plata,  hecha  y  descrita 
por  el  capitan  de  fragata  I).  Francisco  Carrasco  y  Gui- 
sasola. 

Sesion  solemne  en  honor  de  Sebastian  de  Elcano. 

Retrato  de  Cristobal  Colon. 

Tomo  vn.  Ultima  teoria  de  la  Atl&ntida,  por  D.  Pedro 
de  Novo  y  Colson. 

El  desierto  de  Atacama,  por  D.  Francisco  Vidal  Gormaz. 

Tomo  viii.  Descripcion  de  las  islas  Bermudas  escrita 
el  afio  de  1040,  por  el  Escribano  del  Rey  Juan  de  Rivera 
y  Saavedra,  comentada  por  D.  Cesareo  Fernandez  Duro. 

Memoria  descriptiva  de  la  isla  de  la  Mona  en  el  freu 
que  media  entre  Puerto-Rico  y  Santo  Doming-o,  por  don 
Indalecio  Nunez  Zuloaga. 

Memoria  descriptiva  de  las  islas  del  Pasaje  en  lo  mos 
occidental  del  Archipielago  de  las  Virgenes,  por  D.  Inda- 
lecio Nunez  Zuloaga. 

Memoria  del  reconocimiento  del  interior  de  la  isla  de 
la  Culebra,  por  D.  Cesar  de  Guillerna. 

Memoria  del  reconocimiento  de  la  costa  de  la  isla  de  la 
Culebra,  por  D.  Antonio  Eulate. 

Congreso  Internacional  de  Americanistas. 


378  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

El  Iza  6  Putumayo,  por  D.  M.  Jimenez  de  la  Espada. 

Torao  ix.    Ampliaciones  a  las  noticias  de  la  isla  Mona. 

El  camino  de  Bolivia  al  Atlantico,  por  D.  Enrique 
Dupuy. 

Viaje  del  capitan  Pedro  Teixeira,  aguas  arriba  del  rio 
de  las  Amazonas  (1638-1639),  por  D.  M.  Jimenez  de  la 
Espada. 

Torao  x.  Noticias  sobre  el  istmo  de  Tehuantepec,  por 
D.  Francisco  de  Paula  Arrangoiz. 

Descripcion  del  mapa  de  una  parte  de  la  America  me- 
ridional, trazado  para  la  cuestion  de  limites  con  Por- 
tugal. 

Tomo  xr.  El  istmo  de  Tehuantepec,  por  D.  Francisco 
de  Paula  Arrang-oiz. 

La  isla  Guanahani. 

Descripcion  universal  de  las  Indias.  Manuscrito  anoni- 
mo  del  siglo  xvi. 

Canales  interoceanicos,  por  D.  Justo  Zaragoza. 


MAPAS. 

Mapa  de  la  isla  de  Puerto-Rico  publicado  en  1851 ,  por 
D.  Francisco  Coello. 

Mapa  del  desierto  de  Atacama. 

Piano  de  las  islas  Mona  y  Monito. 

Piano  de  las  islas  del  Pasaje. 

Piano  de  la  isla  Culebra. 

Mapa  de  una  parte  de  la  Repiiblica  Boliviana,  formado 
por  Juan  B.  Miuchui,  para  acompahar  al  informe  dirigido 
al  gobierno  de  Bolivia,  por  F.  J.  Bravo. 

Mapa  inedito  que  acompafia  al  «Descubrimiento  del  rio 
de  las  Amazonas  y  sus  dilatadas  provincias»,  dirigido  al 
Presidente  del  Consejo  de  Indias,  por  D.  Martin  de  Saave- 
dra  y  Guzman,  Gobernador  y  Capitan  general  del  Nuevo 
Reino  de  Granada  y  Presidente  de  la  Real  Audiencia  y 
Chancillerfa  de  Santa  Fe  de  Bogota,  publicado  por  don 
M.  Jimenez  de  la  Espada. 


BIBLIOGRAFIA.  379 

Soto  (M.  A.).— iDesembarco  Cristobal  Colon  en  tierra  firme 
del  continente  americano?  — Tegucigalpa,  tip.  Nacional, 
1882.  En  8.°  mayor,  34  pags. 

Es  discusion  iniciada  por  el  Dr.  D.  Marco  Atfrelio  Soto, 
Presidente  de  la  Republica  de  Honduras. 

Stargardt  (J.  A.).— Amerika  und  Orient.  Enthiilt  audi  origi- 
nal Manuscripte  und  Werke  von  Professor  J.  C.  E.  Busch- 
mann  (Konigl.  Bibliothekar,  Mitglied  der  Akademie), 
Wilh.  v.  Humboldt  u.  Alex.  v.  Humboldt.  Zu  verkaufer 
durcb  J.  A.  Stargardt  in  Berlin  W.  Jiigerstrasse  53.  — Ber- 
lin, 1881.  Un  cuaderno  de  33  pags.  C. 

Tschudi  (J.  J.  von). —  Ollanta.  Ein  altpernaniscber  Drame  ans 
ans  der  Keclmasprache.  Ubersetzt  und  Commentirt  von 
J.  J.  von  Tschudi. — Wien.,  1875.  Un  vol.  fob,  220  pags. 

Vicuna  Mackenna  (B.).— Ensayo  histdrico  sobre  el  clima  de 
Chile  desde  los  tiempos  prehistoricos  basta  el  gran  tem- 
poral de  Julio  de  1877,  por  B.  Vicuna  Mackenna.— Valpa- 
raiso, imp.  del  Mercuric,  1877.  Un  vol.  de  490  pags. 

Cambiaso.  Relation  de  los  acontecimientos  y  de 

los  crimenes  de  Magallanes  en  1851,  escrita  sobre  nume- 
rosos  documentos  ineditos,  por  B.  Vicuna  Mackenna.— 
Santiago  de  Chile,  imp.  de  la  libreria  del  Mercurio,  1877. 
Un  vol.  de  3(30  pags. 

Diez  meses  de  mision  a  los  Estados-Unidos  de  Nor- 


te America  como  agente  confidencial  de  Chile,  por  B.  Vi- 
cuna Mackenna.  Con  mas  de  doscientos  documentos  ine- 
ditos — Santiago,  imp.  de  la  Libertad,  1867.  Dos  vols. 
Historia  de  los  diez  anos  de  la  administracion  de 


D.  Manuel  Monti,  por  B.  Vicuna  Mackenna.— Santiago  de 
Chile,  imp.  Chilena,  1802-1863.  Cinco  vols. 
Introduccion  a  la  historia  de  los  diez  anos  de  la 


administracion  Monti.   D.  Diego  Portales.  Con  mas  de 

quinientos  documentos  ineditos,   por  Benjamin  Vicuna 

Mackenna.— Valparaiso,  imp.  del  Mercurio,  1863.  Dos  vols. 

•  La  Patagonia.  Estudios  geograficos  y  politicos  di- 


rigidos  a  esclarecer  la  «Cuesti6n-Patagonia»  con  motivo 
de  las  amenazas  reciprocas  de  guerra  entre  Chile  y  la 
Republica  Argentina,  por  B.  Vicuna  Mackenna.— Sautia- 
g-o,  imp.  del  Centro  Editorial,  1880.  Un  vol. 


380  CONGRESO   DE    AMERICANISTAS. 

Vicuna  Mackenna  (V.).— Historia  general  de  la  Republica  de 
Chile  desde  su  independencia  hasta  nuestros  dias,  pot  Los 
Sres.  D.  J.  V.  Lastania,  D.  M.  A.  Tocornal,  D.  J.  Benavente, 
D.  M.  L'.  y  D.  G.  V.  Amunategui,  D.  S.  Sanfuentes,  D.  B.  Vi- 
cuna Mackenna,  D.  A.  Garcia  Reyes,  D.  D.  Santa  Maria, 
D.  D.  Ramos  Arana,  D.  M.  Concha  y  Toro,  D.  J.  Enazu- 
riz,  etc,  etc.  Edicion  autorizada  por  la  Universidad  de 
Chile,  corregida  y  considerablemente  aumentada  por  sus 
autores,  publicada  con  notas  ilustrativas  y  comentarios 
segun  documentos  originates  e  ineditos,  porD.  B.  Vicuna 
Mackenna,  miembro  de  Facultad  de  Humanidades.  Tomo 
tercero.— Santiago  de  Chile,  imp.  Nacional,  1868.  Un  vol. 
de  755  pags. 

Historia  de  Valparaiso.  Crdnica  politica,  comercial 

y  pintoresca  de  su  ciudad  y  de  su  puerto  desde  su  des- 
cubrimiento  hasta  nuestros  dias,  1530-1868,  por  B.  Vicuna 
Mackenna.  Tomo  n.— Valparaiso,  imp.  del  Mercurio,  1872. 
Un  vol.  de  367  pags 

Catalogo  razonado  de  la  Exposicidn  del  Coloniage 


celebrada  en  Santiago  de  Chile  en  Setiembre  de  1873. — 

Santiago,  imp.  del  Sud  America,  1873.  Un  vol.  de  114  pags. 

Catalogo  del  Museo  histdrico  del  Santa  Lucia.— 


Santiago,  imp.  de  la  Republica,  1875.  Un  cuaderno  de  32 
paginas. 
El  Santa  Lucia.  Guia  popular  y  breve  descripcidn 


de  este  paseo  para  uso  de  las  personas  que  lo  visiten,  con 
indicacidn  de  todos  los  caminos,  senderos,  plazas,  jardi- 
nes,  estatuas,  edificios  y  demas  objetos  de  interes.— San- 
tiago, imp.  del  Mercurio,  1874.  Un  cuaderno  de  44  pags. 
Los  Lisperguer  y  la  Quintanilla  (Dona  Catalina  de 


los  Rios).  Episodio  histdrico-social  con  numerosos  docu- 
mentos ineditos,  por  B.  Vicuna  Mackenna.  Segunda  edi- 
cion extensamente  aumentada  y  corregida. — Valparaiso, 
imp.  del  Mercurio,  1877.  Un  vol.  de  285  pags. 
Publicaciones  politicas.  Ocho  opusculos  dados  a 


luz  en  los  anos  de  1875  a  1879. 

Obras  completas  de  D.  Benjamin  Vicuna  Mackenna. 


Cinco  series,  40  volumenes  en  cuarto—  Santiago,  imp. del 
Mercurio,  1876.  Un  cuaderno  catalogo. 


BIBLIOGRAFiA.  381 

Vigil  (Jos6  M.).— Biblioteca  mexicana.  Crdnica  mexicana  es- 
crita  por  D.  Hernando  Alvarado  Tezozomoc,  hacia  el  ano 
de  MDXCVIII,  anotada  por  el  Sr.  Licenciado  D.  Manuel 
Orozco  y  Berra,  y  precedida  del  Codice  Ramirez,  manus- 
crito  del  siglo  xvi  intitulado  «Relacion  del  origen  de  los 
indios  que  habitan  esta  Nueva  Espafia ,  segun  sus  histo- 
rias»,  y  de  un  exaraen  de  ambas  obras,  al  cual  va  anexo 
un  estudio  de  cronologia  mexicana  por  el  mismo  Sr.  Oroz- 
co y  Berra.— Jose  M.  Vigil,  editor.  Mexico,  Imp.  y  litog.  de 
Ireneo  Paz,  1881.  Un  vol.  4."  mayor,  712  pags.  y  lam. 

Virchow  (Rud.).  — Verbandlungen  der  Berliner  Gesellscbaft 
fiir  Anthropologic,  Ethnologie  und  Urgeschichte.  Redi- 
girt  von  Rud.  Virchow.  — Berlin.  Wiegaudt,  Hempel  & 
Parey,  1877.  Un  cuaderno  con  laminas  litografiadas  de  va- 
sos  peruanos  y  otros  objetos. 

Viso  (J.).— Alegato  de  Venezuela  en  su  controversia  sobre 
limites  con  Colombia.  Impreso  por  disposicion  del  ilustre 
americano  regenerador,  pacificador  y  Presidente  de  los 
Estados-Unidos  de  Venezuela,  general  Guzman  Blanco  — 
Madrid,  por  los  Sucesores  de  Rivadeneyra,  1883.4.°  ma- 
yor, 282  pags. 

Refutacion  del  folleto  del  Br.  Dr.  Galindo  sobre 

limites  entre  Venezuela  y  Colombia.— Madrid,  imp.  de  los 
Sucesores  de  Rivadeneyra,  1883.  4.°  mayor,  141  pags. 

Refutacion  del  folleto  del  Sr.  Dr.  Arosemena  sobre 


limites  entre  Venezuela  y  Colombia.— Madrid,  imp.  de  los 
Sucesores  de  Rivadeneyra,  1883.  4."  mayor,  131  pags. 

Voss.— Steing-erathe  ans  Yucatan.— Una  hoja  con  grabados 
que  representan  los  objetos  de  piedra  que  describe. 

Zaragoza  (Justo).— Biblioteca  Hispano-Ultramarina.  Historia 
del  descubrimiento  de  las  regiones  australes  hecho  por  el 
g-eneral  Pedro  Fernandez  de  Quirds,  publicada  por  don 
Justo  Zaragoza.— Madrid,  imp.  de  Manuel  G.  Hernandez, 
1870-1880.  Tres  vol. 

Los  Congresos  de  Americanistas.  Articulo  publi- 

cado  en  la  Hevista  Hispano-Americaua.— ^Madrid,  Setiembre 
de  1881. 

Biblioteca  de  los  Americanistas.  Historia  de  Gua- 


temala 6  Recordacion  florida,  escrita  en  el  siglo  xvn  por 
2  5 


;{82  CONOR  ESO    DE   AMERICAN!  STAS. 

el  capitan  D.  Francisco  Antonio  <le  Fuentes  y  (iuzman, 
que  publica  por  vez  primera  con  notas  e  ilustraciones  don 
Justo  Zaragoza.-Madrid,  Luis  Navarro,  editor,  1882.  Ma- 
drid, imp.  central,  a  cargo  de  Victor  Saiz.  Dcs  vol.  4."  es- 
pauol  y  un  mapa  en  colores. 

Zaragoza  (Justo).— Piraterias  y  ag-resiones  de  los  ingleses  y 
de  otros  pueblos  de  Europa  en  la  America  espanola  desde 
el  siglo  xvi  al  xvm,  deducidas  de  las  obras  de  D.  Dionisio 
de  Alsedo  y  Herrera.  Publicalas  D.  Justo  Zaragoza.— Ma- 
drid, imp.  do  Manuel  G.  Hernandez,  1883.  En  4.°  mayor, 
con  trcs  maim-. 

Noticias  historicas  de  la  Nueva  Espana,  etc.— Ma- 
drid, imp.  de  Manuel  G.  Hernandez,  1818.  En  folio  menor. 


LISTA  DE  LOS  SENORES  SOGIOS 


It  EL 


GONGRESO  DE  AMERIGANISTAS  DE  MADRID 


(i) 


ALEMANIA. 

Bentfeldt  (Gustav),  corresponsal  de  la  Allgemeine  Zei- 
tung,  de  Augsburgo,  y  de  la  Jaegliche  Rundschau,  de 
'  Berlin;  Madrid,  Tudescos,  30. 

KuNNe  (Carl);  Charlottenburg,  12,  Eagliche-Strasse. 

Neussel  (Otto),  geografo,  caballerode  Carlos  III,  Buckebur- 
go;  Madrid,  Santa  Isabel,  41. 

Rapp  (Theodore);  Hambourg,  Papenstrassen,  70. 

Reiss  (Wilhem),  vice-president  geographische  Gesellschaft, 
Berlin. 

Strebel  (Hermann);  Hambourg,  Papenstrasse,  70. 


(1)  El  sensible  fallecimiento  de  D.  Andres  nomec,  secretario  adjuntoy  con- 
tador  (|ue  fue  del  Congreso,  lia  retrasado  la  publication  de  este  volumen,  por 
extravio  de  algunas  adhesiones.  Los  sefiores  que  no  se  hallen  inscritos  en  la 
lista,  podran  dirigir  la  reclamacion  a  la  Secretaria  general,  calle  del  Sauco, 
mimero  13  triplicado.  En  la  misma  se  hard  entrega  delos  dos  volumenes  pu- 
hlicados  a  presentacion  de  la  tarjeta  personal. 


384  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


ARGENTINA  (REPtJBLICA). 

Llado  (Juan),  vice-consul  en  Philippeville  (Argelia.) 

Peterken  (E.),  agente  general  en  Belgica  y  Holanda;  Bru- 
se»as. 

Varela  (Excmo.  Sr.  D.  Hector  F.),  consul  general  y  dele- 
gado  del  Gobierno  de  la  Republica  en  el  Congreso;  Ma- 
drid, Principe,  12. 

Vocos  (Florentino);  Madrid,  Cruz,  12. 


AUSTRIA. 

Rieman  (Guillermo),  viajcro;  Madrid,  Espejo,  2. 
Tschudi  (Diego  de),  literato;  Edlitz,  Jacobshof-Post. 

BELGICA. 

S.  M.  EL  REY. 

S.   A.   R.   EL  conde  de  Flandes. 

Adan  (E.),  coronel  de  E.  M.,  director  del  Instituto  Gartogra- 
fico;  Rruselas. 

Alvin  (L.),  conservador  de  la  Biblioteca  Real;  Bruselas,  rue 
du  Trone. 

Arnould  (G.),  ingeniero  principal  de  minas;  Mons. 

Bamps  (Anatole),  miembro  del  Comite  central  de  la  Socie- 
"dad  belga  de  Geografia,  delegado  del  Gobierno  belga  en 
el  Congreso  de  Madrid,  y  secretario  general  del  Congre- 
so internacional  de  Bruselas;  rue  du  Marteau,  31. 

Bamps  (S.  A.),  procurador  del  Rey;  Hasult. 

Berchem,  ingeniero  principal  de  minas;  Namur. 

Bethune  (Le  Cbanoine),  Brujas. 

BiscHorrsuEiM  (J.  R.),  senador;  Bruselas,  boulevard  de 
rObscrvatoirc,  49. 


LISTA    DE    LOS   SENORES   SOCIOS.  385 

Borghgrane  (Emile  de),  ministro  de  Belgica  en  Belgrade 

Bordian  (Gedeon),  arquitecto;  Bruselas. 

Bormans  (Stanislas),  archivero  dc  Estado  de  la  Academia 
Real  de  Belgica;  Namur. 

Cannart  d'Amale  (F.  J.  P.),  senador;  Malines. 

Coenen  (J.  P.  M.),  cure  de  Notre  Dame;  Verviers-Luttich. 

Couchet  (D.  Th.),  cure  de  Saint  Hubert;  Verviers-Luttich. 

Chalon  (Renier),  presidenle  dc  la  sociedad  Real  de  Numis- 
matica,  de  la  Academia  Real;  Bruselas. 

Delguer  (Dr.  Louis),  vice-presidente  de  la  Sociedad  de  Geo  - 
grafia,secretariode  la  Academia  deArqueologia;  Amberes. 

Delvigne  (Adolphe),  Chanoine;  Bruselas. 

Dognee  (Eugene  M.  0.),  miembro  del  Instituto  Arqueolo- 
gico  de  Lieja,  de  la  Academia  de  Arqueologia  de  Belgi- 
ca, etc.,  etc.;  Lieja. 

Dupont  (E.) ,  director  del  Museo  Real  de  Historia  Natural; 
Bruselas. 

Felix  (Dr.  Jules),  medico  de  la  casa  real;  Bruselas. 

Gachard  (L.  P.),  archivero  general  del  Estado,  secretario  de 
la  Comision  Real  de  Historia;  Bruselas. 

Genard  (P.).  archivero  de  la  ciudad  de  Amberes. 

Goethals  (El  Baron),  teniente  general,  ayudante  de  campo 
de  S.  M.  el  Rey.  Bruselas. 

Hveghen  (F.  Van  der),  bibliotecario  de  la  Universidad  de 
Gante. 

Harlez  (Le  Chanoine  G.  de),  profesorde  la  Universidad  de 
Lovaina. 

Henschling,  director  honorario  en  el  Ministerio  del  Inte- 
rior; Bruselas. 

Hissenhoven  (Van);  Amberes. 

Le  Roy  (Alphonse),  profesor  de  la  Universidad  yde  la  Aca- 
demia Real  de  Belgica;  Bruselas. 

Liagre,  teniente  general,  secretario  perpetuo  de  la  Acade- 
mia Real;  Bruselas. 

Lonneux  (L'Abbe),  profesor  del  Instituto  de  San  Luis;  Bru- 
selas. 

TOMO  II.  25 

2  5   * 


386  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Meester  de  Ravestein,  ministro  plenipotenciario  de  Bel- 

gica;  Brabante. 
Mullendorff  (Prosper),  redactor  del  Moniteur  des  Interets 

Materiels;  Bruselas,  rue  dela  Banque,  6. 
Neyt  (Georges),  ministro  plenipotenciario  de  Belgica  en 

Mejico. 
Rutten  (Albert),  abogado;  Bruselas. 
Schmitz  (L'Abbe),  misionero  apostolico;  Bruselas. 
Societe  Royal  Beige  de  Geographie;  Bruselas. 
Tandel  (Emile),  comisario  de  distrito;  Arlon. 
Ursel  (El  conde Charles  de),secretario  delegation;  Bruselas. 
Vervoort  (D.),  ex-presidente  de  la  Camara  de  Representan- 

tes;  Bruselas. 
Warlomont  (El  doctor),  de  la  Academia  Real  de  Medicinar 

Bruselas. 
Vanwermans  (El  coronel),  presidente  de  la  Academia  de  Ar- 

queologia  y  de  la  Sociedad  Geografica  de  Amberes. 
Wilkins  (Mme.  Marcella  J.),  nee  Nujent;  Bruselas. 

BOLIVIA. 

Herrero  (Joaquin  Eusebio);  Madrid,  Alcala,  49. 
Lysen  (E.),  consul  de  la  Repiiblica  del  Ecuador;  Lieja. 

BRASIL. 

S.  M.  EL  EMPERADOR. 

Lopes  Gama  (C.),  ministro-presidente,  delegado  del  Gobierno 
del  Brasil;  Madrid. 

COLOMBIA  (ESTADOS-UNIDOS  DE). 

Giraud  (Julio),  viceconsul  de  los  Estados-Unidos  de  Colom- 
bia en  Ordn,  rue  d'Orleans. 

Hoben  (Baron  de),  consul  general;  Argel,  rue  Roland  de 
Bussy,  1. 


LISTA    DE    LOS   SENORES   SOGIOS.  387 

Labarriere  (Miguel  Sabas),  Panama;  Paris,  65,  boulevard 
Arago. 

Perez  (Jose  Joaquin),  consul  de  los  Estados-Unidos  de  Co- 
lombia en  Liverpool. 

Quijano  Otero  (J.  M.),  comisionado  oficial  de  Colombia  en 
Esparia;  Madrid,  hotel  de  la  Paz. 

Villegas  (Rafael). 

COSTA-RICA. 

S.  E.  EL  PRESIDENTE  DE  LA  REPUBLICA,   general 

Tomas  Guardia. 
Peralta  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel  M.  de),  enviado  extraordi- 

nario  y  ministro  plenipotenciario  de  la  Republica  de 

Costa-Rica;  Madrid. 

CHILE. 

Cardozo  (Luis),  ex-diputado  del  Congreso  Nacional  de  la  Re- 
publica de  Chile;  Madrid,  San  Miguel,  18. 

DIN  AM  ARC  A. 

Carstensen  (W.),  capitan  de  navio,  secretario  general  del 
Congreso  de  Copenhague. 

ESPANA. 

S.  M.  EL  REY. 

Abain  (D.  Jose  G.),  profesor  delenguas;  Manila  (Filipinas). 

Abella  (D.  Marcelino  de),  oficial  de  la  interpretation  de 

lenguas,  comendador  de  San  Estanislao  de  Rusia;  Madrid, 

Chinchilla,  6. 
Academia  (Real),  de  la  Hisloria;  Madrid,  Leon,  21. 
Agacio  y  Ramos  (D.  Antonio),  viceconsul,  que  ha  sido,  de 

Espaha  en  Valparaiso;  Madrid,  Olozaga,  3. 


388  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

Aguirre  (D.  Eduardo),  propietario  y  agente  de  Bolsa;  Ma- 
drid, Carrera  de  San  Jeronimo,  53. 

Aguirre  (D.  Ezequiel  de),  propietario;  Bilbao. 

Aheran  y  Rurio  (D.  Julio  de),  capitan  graduado  de  infan- 
teria;  Davao,  isla  de  Mindanao  (Filipinas). 

Ainat  y  Benedito  (D.  Jose);  Madrid,  Gostanilla  de  Santa 
Teresa,  3. 

Alana  (D.  Lope  de),  empleado  municipal  y  artista;  Bilbao. 

Alrareda  (Excmo.  S.r.  D.  Jose  Luis),  ministrodeFomento, 
presidente  del  Gongreso;  Madrid. 

Algay  (D.  Antonio);  Habana,  Sol,  121. 

Alonso  Manjon  (D.  Jose),  catedratico;  Zamora,  Rua,  6. 

Alonso  Sanjurjo  (Ilmo.  Sr.  D.  Eugenio);  jefe  de  seccion  en 
el  Ministerio  de  Ultramar;  Madrid,  Urosas,  5. 

Alvarez  Marino  (Excmo.  Sr.  D.  Jose),  diputado  a  Cortes, 
consejero  del  Monte  de  Piedad  y  Gaja  de  Ahorros  de  Ma- 
drid; Paseo  de  la  Gastellana,  25. 

Alvaro  (D.  Jose  Manuel),  licenciado  en  ciencias  y  director 
de  la  Escuela  Profesional;  Habana,  Gampanario,  DO. 

Alzola  (D.  Pablo  de),  presidente  de  la  Escuela  de  Artes  y 
Oficios,  ingeniero  y  propietario;  Bilbao. 

Apesteguia  (Sr.  D.  Julio),  diputado  por  Cuba;  Madrid,  Re- 
coletos,  Hotel,  14. 

Arellano  (D.  Ricardo),  ingeniero  y  propietario;  Bilbao. 

Arias  y  Alruerne  (D.  Aquilino),  propietario;  Madrid,  Fuen- 
carral,  50. 

Arias  de  Miranda  (D.  Jose),  correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia,  archivero  que  me  del  Ministe- 
rio de  Ultramar,  delegado;  Oviedo,  Grado. 

Arizcun  e  Iturralde  (D.  Joaquin);  Madrid,  Aduana,  29, 
tercero  derecha. 

Arnedo  (D.  Fermin  de),  fabricante,  individuo  de  la  Asocia- 
cion  para  reforma  arancelaria;  Bilbao. 

Arrangoiz  y  Berzaral  (D.  Francisco  de),  diplomatico  y  es- 
critor,  academico  honorario  de  la  Real  Academia  de  la 
Historia;  Madrid,  Goya,  13. 


LISTA    DE    LOS    SENORES    SOCIOS.  389 

Arrieta  (Excmo.  Sr.  D.  Emilio),  director  dela  Escuela  Na- 
cional  de  Miisicay  Declamation;  Madrid,  San  Quintin,  8, 
segundo. 

Asensio  y  de  Toledo  (D.  Jose  Maria),  abogado  y  diputado 
provincial,  academico  de  las  Reales  de  Buenas  Letras  y 
de  Bellas  Artes  de  Sevilla;  Sevilla,  O'Donnell,  18. 

Ayarragaray  (D.  Manuel  de),  capitalista  y  viajero;  Bilbao. 

Ayuntamiento  de  Madrid  (Excelentisimo). 

Azana  (D.  Esteban),  jefe  de  Administration  ;  Alcala"  de 
Henares. 

Bachiller  y  Morales  (D.  Antonio),  literato  americano,  ex- 
presidente  de  la  Sociedad  EconOmica  de  Amigos  del  Pais 
de  la  Habana,  delegado;  Habana,  Industria,  128. 

Barrieri  (Excmo.  Sr.  D.  Francisco  Asenjo),  compositor  de 
miisica,  de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fer- 
nando; Madrid,  Plaza  del  Rey. 

Barrantes  (Excmo.  Sr.  D.  Vicente),  de  las  Reales  Acade- 
mias  Espaiiola  y  de  la  Historia,  gobernador  civil  de  Ma- 
nila (Filipinas). 

Batlles  (D.  Mariano);  Barcelona. 

Beltran  y  ROzpide  (D.  Ricardo) ,  doctor  en  Filosofia  y  Le- 
tras, de  la  Sociedad  Geografica  de  Madrid;  Madrid,  Lope 
de  Vega,  24. 

Bermudez  de  Sotomayor  (D.  Francisco);  Madrid,  Huer- 
tas,  16. 

Betera  (Vizconde  de),  Sr.  D.  Pascual  Dasi  y  Puigmolto, 
abogado  y  ex-diputado  a  Cortes;  Valencia. 

BibUoteca  Central  de  Marina;  Madrid. 

Biblioteca  National;  Madrid. 

BibUoteca  del  lnstituto;  Zamora. 

Biblioteca  de  la  Universidad;  Madrid,  Toledo,  45,  lnstituto 
de  San  Isidro. 

Blas  y  Melendo  (D.  Juan  de  Dios) ,  abogado;  Madrid,  Hu- 
milladero,  19. 

Bolivar  (D.  Ignacio),  naturalista;  Madrid,  Santo  Domin- 
go, 3,  tercero. 


390  CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 

Bonet  (D.  Joaquin);  Barcelona. 

Borrego  (D.  Andres),  escritor;  Madrid,  Hortaleza,  39. 

Bosch  y  Arroyo  (D.  Mariano) ;  Madrid,  Hortaleza,  134. 

Botella  (D.  Federico),  inspector  general  de  minas,  de  la 
Real  Academia  de  Giencias;  Madrid,  San  Andres,  34. 

Brotons  (D.  Jose),  capitan  de  la  marina  mercante;  Alican- 
te, Santa  Pola. 

Cabello  y  Bruller  (Dr.  D.  Vicente),  medico  mayor  de  la 
Armada;  Madrid,  Carrera  de  San  Jeronimo,  32,  tercero. 

Callejon  (D.  Ventura  de),  consul  de  Esparia  en  Amberes. 

Calleja  y  Sanchez  (D.  Julian),  catedralico  en  la  Universi- 
dad  de  Madrid  y  senador  del  reino;  Madrid,  Plaza  de  Ma- 
tute,  9,  segundo. 

Calonje  (D.  Nazario),  profesor  de  la  Escuela  de  Estado  Ma- 
yor; Madrid,  Gravina,  20. 

Gampillo  (D.  Toribio  del),  jefe  de  section  del  cuerpo  de  Ar- 
chiveros,  Bibliotecarios  y  Anticuarios,  y  profesor  de  la 
Escuela  de  Diplomatica;  Madrid,  Toledo,  42. 

Campo  (D.  Lucas  del);  Alcala  de  Henares. 

Cancio  Villamil  (Excmo.  Sr.  D.  Mariano),  ex-intendente  de 
la  isla  de  Gaba;  Madrid. 

Cano  y  Pelayo  (D.  Silvestre),  medico,  delegado;  Oviedo, 
Plaza  Mayor. 

Canovas  del  Castillo  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio) ,  presidente 
del  Gonsejo  de  ministros  y  presidente  de  honor  del  Gon- 
greso;  Madrid,  Fuencarral ,  4. 

Ganamaque  (D.  Francisco),  diputado  a  Cortes  y  escritor; 
Madrid. 

Carb6  (D.  Narciso) ;  Barcelona. 

Cardenas  (Excmo.  Sr.  D.  Jose  de),  ex-director  general  de 
Instrucci6n  publica,  diputado  a  Cortes,  vicepresidente 
del  Congreso;  Madrid,  Fernando  el  Santo. 

Carrasco  (D.  Francisco),  coronel capitan  defragata;  Madrid, 
Silva. 

Carreras  y  Gonzalez  (Excmo.  Sr.  D.  Mariano) ,  catedratico 
en  el  Instituto  de  San  Isidro,  cx-diputado  a  Cortes,  in- 


LISTA    DE    LOS    SENORES    SOCIOS.  301 

tendente  de  Hacienda  que  ha  sido  de  las  islas  Filipinas; 
Madrid,  Quevedo,  1. 

Carreras  Sanchis  (Dr.  D.  Manuel),  escritor;  Madrid,  Cer- 
vantes, 22,  bajo. 

Casan  y  Alegre  (D.  Joaquin),  doctor  en  Filosofia  y  Letras, 
y  oficial  del  cuerpo  de  Archiveros,  Bibliotecarios  y  Anti- 
cuarios;  Alcala  de  Henares  (Madrid). 

Casana  (D.  Julian),  rector  de  la  Universfdad  de  Barcelona; 
delegado. 

Castaneda  (D.  Julio  de),  ingeniero;  Florencia,  Via  Bugo,  55, 
Apostoli. 

Castillo  (D.  Jose  Alberto  del);  Habana  (Cuba). 

Castro  (D.  Raimundo  de),  catedratico  de  la  Universidad  de 
la  Habana  (Cuba). 

Castrobeza  y  Fernandez  (D.  Carlos) ,  del  cuerpo  de  Archi- 
veros y  Bibliotecarios;  Madrid,  Hortaleza,  87,  prin- 
cipal. 

Catalina  (D.  Mariano),  academico  de  la  Espanola,  director 
general  de  Agricultura;  Madrid,  Huertas,  14,  principal 
derecha. 

•Catalina  Garcia  (D.  Juan),  archivero-bibliotecario  y  anti- 
cuario,  correspondiente  de  la  Real  Academia  de  la  Hislo- 
ria,  secretario  adjunto;  Madrid,  Areneros,  32. 

Centeno  Garcia  (D.  Jose);  Madrid,  San  Mateo,  22,  segundo. 

Cerralbo  (Marques  de),  Excmo.  Sr.  D.  Enrique  Aguilera  y 
Gamboa,  marques  de  Almarza  y  de  Campofuerte,  conde 
de  Yillalobos,  de  Alcudia  y  de  Foncalada,  Grande  de  Es- 
pana;  Madrid,  Pizarro,  19. 

Coello  y  Quesada  (Excmo.  Sr.  D.  Francisco),  coronel  dein- 
genieros,  retirado,  academico  de  la  Historia,  presidenle 
honorario  de  la  Sociedad  Geografica  de  Madrid;  Madrid, 
Reina,  43. 

Coll  y  Domenech  (J.  Ramon);  Barcelona. 

Coll  y  Pujol  (D.  Ramon);  Barcelona. 

Collantes  (D.  Antonio),  abogado;  Sevilla. 

Collantes  de  Teran  (D.  Francisco),  de  la  Economica  de 


392  cONrTRESO  de  americanistas. 

Amigos  del  Pais  de  Sevilla  y  correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia,  delegado;  Sevilla. 

Golmeiro  y  Penido  (Excmo.  Sr.  D.  Miguel),  decano  de  la 
Facultad  de  Giencias  de  la  Universidad  de  Madrid  y  di- 
rector del  Jardin  Botanico,  de  las  Reales  Academias  de 
Ciencias  y  de  Medicina;  Madrid,  Clavel,  2. 

Contreras  de  Diego  (D.  Eduardo),  escritor  y  propietario; 
Jadraque,  Guadalajara. 

Gornellas  y  Ruiz  (D.  Enrique),  profesor  de  idiomas;  Ma- 
drid, Carbon,  8,  principal  derecha. 

Gorradi  y  Gomez  (Excmo.  Sr.  D.  Fernando),  ex-ministro 
plenipotenciario,  senador  del  reino  y  academico  de  la 
Historia;  Madrid,  Lope  de  Vega,  45. 

Cortes  Llanos  (Excmo.  Sr.  D.  Bonifacio),  intendente  de  la 
Real  Casa  y  Patrimonio  y  ex-director  general  de  Hacien- 
da de  la  isla  de  Cuba;  Madrid. 

Couto  Salcedo  (D.  Emilio);  Leon. 

Dasi  y  Puigmolto  (D.  J.) ;  Valencia. 

Delgado  (D.  Francisco),  oficial  del  Archivo  general  de  In- 
dias,  delegado;  Sevilla. 

Diaz  (D.  Jacinto);  Barcelona. 

Diaz  (D.  Laureano);  Madrid,  Pozas,  17. 

Di'az  Moreu  (Ilmo.  Sr.  D.  Luis),  doctor  en  Derecho  civil  y 
can6nico,  abogado  de  la  Beneficencia  provincial  de  Ma- 
drid; Madrid,  Luzon,  9. 

Diaz  y  Perez  (Excmo.  Sr.  D.  Nicolds),  escritor,  bibliotecario 
de  la  Economica  Matritense;  Madrid,  Manzana,  21. 

Diez  de  Escudero  (D.  Facundo);  Zaragoza,  Alfonso  I,  36. 

DOmec  (D.  Agustin),  medico  mayor  de  la  Armada,  y  de  la 
Sociedad  Geografica  de  Madrid:  Davao,  isla  de  Mindanao 
(Filipinas). 

Domec  (D.  M.  Andres),  oficial  del  Guerpo  de  archiveros,  bi- 
bliotecarios  y  anticuarios  y  secretario  de  la  Sociedad  Geo- 
grafica de  Madrid;  Madrid,  Florin,  2  duplicado. 

Ecay  (Ilmo.  Sr.  D.  Antonio  Ambrosio),  jefe  superior  de 
Administration  civil;  Habana,  Sol,  121. 


LISTA    DE    LOS    SENORES    SOCIOS.  393 

Elegido  y  Lizcano  (D.  Antonio),  abogado  y  escritor;  Madrid, 

Plaza  del  Progreso,  19,  segnndo. 
Escobar  (D.  Alfredo),  redactor  de  La  Epoca;  Madrid,  Liber- 
tad,  18. 
Escudero  de  la  Pena  (D.  Jose  Maria),  director  del  Archivo 

general  central  de  Alcala. 
Esperabe  (D.  Mames);  Salamanca. 
Esquerdo  (D.  Pedro);  Barcelona. 
Fabie  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Maria),  diputado  a  Cortes,  de 

la  Real  Academia  de  la  Historia  y  consejero  de  Estado; 

Madrid,  San  Onofre,  5. 
Fe  (D.  Fernando),  librero;  Madrid,  Garrera  de  San  Jeroni- 

mo,  2. 
Fernandez  Bremon  (D.  Jose),  escritor;  Madrid. 
Fernandez  de  Castro  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel),  inspector 

general  de  minas,  director  de  la  Comision  del  mapa  geo- 

logico  de  Espafia,  consejero  de  Instruction  publica  y  se- 

nador;  Madrid,  Infantas,  13,  terceroderecha. — Seis  ejem- 

plares. 
Fernandez  de  Cordova  (D.   Luis),  comandante  graduado, 

capitan  de  infanteria.  Madrid. 
Fernandez  Duro  (D.  Cesareo),  capitan  de  navio,  secretario 

general,  de  la  Real  Academia  de  la  Historia;   Madrid, 

Sauco,  13  triplicado. 
Fernandez  Florez  (D.  Ignacio),  teniente  de  navio;  Ferrol. 
Fernandez  y  Gonzalez  (D.  Manuel),  novelista,  poetayautor 

dramatico;  Madrid,  Pacifico,  12  duplicado. 
Fernandez  y  Gonzalez  (D.  Modesto),  ex-oficial  del  Minis- 

terio  de  Ultramar,  escritor,  licenciado  en  derecho  y  en 

administration;  Madrid,  Costanilla  de  Sanli;igo,  G. 
Fernandez  Mendiburu  (D.  Jose);  Madrid,  San  Bernardo,  2, 

entresuelo. 
Fernandez  de  Velasco  (Dr.  D.  Saturnino),  catedratico  en  la 

Universidad  de  Sevilla. 
Ferreiro  (D.  Martin),  constructor  de  cartas  de  laDireccion 

de  Hidrografia,  correspondiente  de  la  Real  Academia  de 


394  COV7RESO   DE   AMERIGANISTAS. 

la  ITistcHi  y  secretario  de  la  Sociedad  Geografica  de  Ma- 
drid;  Madrid,  Lope  de  Vega,  41. 

Fita  (R.  P.  D.  Fidel),  de  la  Real  Academia  de  la  Histo- 
ria;  Madrid,  Lobo,  34. 

Flores  Davila  (Marques  de),  Excmo.  Sr.  D.  Manuel  Agui- 
lera  y  Gamboa,  propietario;  Madrid,  Cruzada,  4. 

Foronda  (D.  Manuel),  diputado  provincial,  de  la  Academia 
Matritense  de  Jurisprudencia;  Madrid,  Argensola,  2. 

Fort  y  Roldan  (D.  Nicolas) ,  oficial  primero  de  Administra- 
tion Militar  en  la  Isla  de  Cuba;  Madrid. 

Fontagud  y  Gargollo  (D.  Jose  de),  propietario;  Madrid, 
Barquillo,  1. 

Fournier  (D.  Gervasio);  Valladolid,  Recoletos,  3. 

Fuensanta  del  Valle  (Marques  de  la),  Excmo.  Sr.  D.  Feli- 
ciano  Ramirez  de  Arellano,  director  general  de  los  Re- 
gistros  Civil  y  de  la  Propiedad  y  del  Notariado;  Madrid, 
Alcala. 

Galdo  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel  Maria  Jose  de),  senador  del 
Reino,  catedratico  en  el  Instituto  del  Cardenal  Cisneros, 
de  las  Reales  Academias  de  Giencias  y  de  Medicina;  Ma- 
drid, Hortaleza,  78. 

Garcia  Abadia  (D.  Anacleto),  catedratico  del  Instituto,  de- 
legado;  Zamora. 

Garcia  Bernardo  (D.  Claudio);  Oviedo. 

Garcia  Gil  (D.  Antonio),  ex-diputado  a  Cortes,  publicista  y 
propietario;  Zaragoza,  Alfonso  I,  13. 

Garcia  Gutierrez  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio),  director  del 
Museo  Arqueologico  Nacional,  academicodelaEspanola; 
Madrid,  Espejo,  5. 

Garcia  Martjn  (D.  Luis),  del  ciierpo  Juridico  Militar;  Ma- 
drid, Amnistia,  10,  principal. 

Garcia  Moreno  (Dr.  D.  Alejo);  Madrid,  Ancha  de  San  Ber- 
nardo, 52. 

Garcia  Ponte  (D.  Miguel);  Zaragoza,  Coso,  81. 

Garcia  Rizo  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio),  consejero  de  Estado; 
Madrid,  Barquillo,  4  y  6. 


LISTA   DE    LOS   SENORES   SOCIOS. 

Gasca  (D.  Juan  Jose);  Zaragoza,  Independencia,  21. 

Gayangos  (Excmo.  Sr.  D.  Pascual  de),  ex-director  de  Ins- 
truction publica,  senador,  de  la  Real  Academia  de  la  His- 
toria;  Madrid,  Barquillo,  4. 

Gea  (D.  Francisco);  Zaragoza,  Plaza  de  Sas,  4. 

Gine  (D.  Juan);  Barcelona. 

Giro  (D.  Jose);  Barcelona. 

Gisbert  (Excmo.  Sr.  D.  Lope),  ex-director  general;  Madrid, 
Recoletos,  12. 

Goicoechea  (D.  Manuel),  oficial  de  la  secretaria  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia;  Madrid. 

Gomez  Arias  (D.  Federico);  Barcelona. 

Gomez  de  Arteche  (Excmo.  Sr.  D.  Jose)  mariscalde  campo, 
de  la  Real  Academia  de  la  Historia;  Madrid,  Lope  de  Ve- 
ga, 59  y  61,  principal. 

Gomez  y  Velasco  (D.  Juan),  abogadoy  propietario;  Madrid, 
Recoletos,  12. 

Gomez  Velasco  (D.  Manuel);  Madrid,  Alcala,  27. 

Gonzalez  (D.  Antonio);  Barcelona. 

Gonzalez  (D.  Isidro);  Salamanca. 

Gonzalez  Encinas  (Ilmo.  Sr.  D.  Santiago),  doctor  en  medi- 
cina,  catedratico  de  la  Universidad  de  Madrid,  ex-dipu- 
tado  a  Cortes;  Madrid. 

Gonzalez  y  Gonzalez  (D.  Nicolas);  Madrid,  Amnistia,  3, 
tercero  izquierda. 

Gonzalez  Llana  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel),  ex-gobernador 
civil,  secretario  adjunto;  Madrid,  Lope  de  Vega,  23  y  25. 

Gonzalez  Rodriguez  (D.  Jose);  Oviedo,  Calle  de  Uria. 

Gonzalez  Sierra  (D.  Vicente),  fabricante;  Madrid,  Espar- 
teros,  1. 

Gonzalez  Velasco  (Excmo.  Sr.  D.  Pedro),  doctor  en  medi- 
cina  y  propietario  del  Museo  Antropologico  de  su  nombrs, 
ex-catedratico  y  ex-director  de  los  Museos  de  la  Facultad 
de  Medicina  de  la  Universidad  de  Madrid;  Madrid,  Paseo 
de  Atocha. 

Gonzalez  de  Vera  (Excmo.  Sr.  D.  Francisco),  jefe  de  la 


396  CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 

Section  de  Archivos  del  Cuerpo  de  Archiveros,  Bibliote- 
carios  y  Anticuarios;  Madrid,  Atocha,  63. 

Gorostidi  (D.  Francisco  de  Asis);  Madrid,  Madera,  1,  se- 
gundo. 

Gorostizaga  (D.  Angel),  oficial  del  Museo  Arqueologico; 
Madrid,  Mayor,  131. 

Guaqui  (Gonde  de),  Excmo.  Sr.  D.  Jose  Manuel  Goyeneche 
y  Gamio,  grande  de  Espana,  senador  del  reino;  Madrid, 
Plaza  de  las  Cortes,  4. 

Guervos  (D.  Mariano);  Salamanca. 

Guirao  Navarro  (Exflmo.  Sr.  D.  Angel),  senador  del  reino, 
catedratico  y  director  del  Instituto  de  Murcia,  de  la  Real 
Academia  de  Ciencias  y  presidente  de  la  Sociedad  Espa- 
nola  de  Historia  Natural;  Madrid,  Prado,  24. 

Gutierrez  (Excmo.  Sr.  D.  Carlos),  propietario;  San  Sebas- 
tian, Paseo  de  la  Concha. 

Gutierrez  Arascal  (D.  Jose),  secretario  adjunto;  Madrid, 
San  Ildefonso,  8. 

Hernandez  Callejo  (D.  Andres);  Madrid,  Peralta,  6,  se- 
gundo. 

Herreros  de  Tejada  (Excmo.  Sr.  D.  Feliciano),  subsecre- 
tario  de  la  presidencia  del  Consejo  de  ministros  y  minis- 
tro  plenipotenciario  y  enviado  extraordinario ,  que  ha 
sido,  de  Espana  en  Mejico,  ex-senador  del  reino  y  ex-di- 
putado  a  Cortes;  Madrid,  Ventura  Rodriguez,  11. 

Homs  (D.  Nicolas);  Barcelona. 

Irarra  y  Cruz  (D.  Manuel) ,  abogado  y  diputado  a"  Cortes; 
Alcala  de  Henares. 

Inzenga  y  Castellanos  (D.  Carlos),  jefe  de  negociado  de 
Hacienda;  Madrid,  Hortaleza,  102  y  104,  segundo. 

Inzenga  y  Castellanos  (Ilmo.  Sr.  D.  Jose) ,  profesor  de  la 
Escuela  National  de  Miisica  y  Declamation ,  academico 
de  Bellas  Artes  de  San  Fernando;  Madrid,  Desenga- 
no,  22  y  24. 

Isabal  (D.  Marceliano) ;  Zaragoza,  Independencia,  25. 

Trio  y  Bausa  (D.  Luis);  Madrid,  Cervantes,  2,  tercero. 


LISTA   DE    LOS   SENORES   SOGIOS.  397 

Jimenez  de  la  Espada  (D.  Marcos);  Madrid,  Ayala,  15. 

Labra  (D.  Rafael  M.  de) ,  diputado  A  Cortes;  Madrid. 

Lacadena  (D.  Ram6n);  Zaragoza,  Plaza  de  la  Constitu- 
tion, 2. 

Laguna  (D.  Pablo) ,  medico;  Madrid,  Alcala,  7. 

Landeta  (Dr.  D.  Juan  Bautista) ;  Habana  (Cuba). 

Lassala  (Excmo.  Sr.  D.  Fermin),  ex-ministro  de  Fomento, 
vicepresidente  de  honor  del  Congreso;  Madrid. 

Lebenfeld  (D.  Valeriano);  Madrid,  Torres,  7,  segundo. 

Leguina  (Excmo.  Sr.  D.  Enrique),  gobernador  civil  de  Se- 
villa. 

Liceo  de  Manila  (Filipinas). 

Leon  y  Castillo  (Excmo.  Sr.  D.  Fernando),  ministro  de 
Ultramar;  Madrid,  Sordo,  33. 

Lopez  (D.  Leocadio),  librero;  Madrid,  Carmen,  13. 

Lopez  de  Letona  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio) ,  teniente  gene- 
ral; Madrid,  Serrano,  12. 

Lopez  Prieto  (D.  Antonio);  Habana,  Obispo,  85. 

Lopez  Villabrille  (D.  Fausto),  escritor,  correspondiente  de 
la  Real  Academia  Espanola;  Madrid,  Carranza,  21. 

Lora  y  Castro  (D.  Cecilio  de),  capitan  de  navio,  diputado  a 
Cortes;  Madrid,  Cuesta  de  Santo  Domingo,  3,  principal. 

Llera  (D.  Juan  de  Dios) ;  Madrid,  Pelayo,  3. 

Mac-Pherson  (D.  Guillermo),  consul  de  Inglaterra;  Madrid, 
Salon  del  Prado,  12. 

Mac-Pherson  (D.  Jose),  ingeniero  de  minas;  Madrid. 

Madrazo  (Excmo.  Sr.  D.  Pedro  de),  de  las  Reales  Acade- 
mias  Espanola  y  de  San  Fernando,  y  secretario  perpetuo 
de  la  de  la  Historia;  Madrid,  Sordo,  23. 

Magaz  y  Jayme  (D.  Jose),  consejero  de  Estado,  ex-senador 
del  reino;  Madrid,  Leon,  13,  principal. 

Maldonado  Macanaz  (Ilmo.  Sr.  D.  Joaquin),  ex-director  ge- 
neral de  Administration  y  Fomento  del  Ministerio  de  Ul- 
tramar; Madrid,  Infantas,  18. 

Manovel  y  Prida  (D.  Pedro) ,  catedratico  de  la  Universidad 
de  Salamanca. 
2  6 


398  congreso  de  americanistas. 

Marim6n  Tudo  (D.  Sebastian),  doctor  en  Medicina  y  Ciru- 

gia  por  la  facultad  de  Paris;  Sevilla,  Alvareda,  52. 
Marin  Baldo  (D.  Jose),  arquitecto;  Madrid,  Sordo,  4,  ter- 

cero. 
Martin  Esperanza  y  Diaz  (D.  Ignacio),  jefe  de  Administra- 

cion ,  subdirector  primero,  letrado  de  la  Direction  gene- 
ral de  la  Deuda;  Madrid,  Santa  Isabel,  9,  segundo  iz- 

quierda. 
Martinez  (Excmo.  Sr.  D.  Diego  A.),  diputado  a  Cortes; 

Madrid,  Prado,  10. 
Martinez  Pacheco  (D.  Luis) ;  Madrid,  Plaza  de  Bilbao,  4, 

principal. 
Martinez-Vigil   (Excmo.  Sr.  D.  P.   Ramon),   obispo  de 

Oviedo. 
Mazpule  (D.  Jose);  Salamanca. 
Medina  (D.  Leon);  Madrid,  Princesa,  11. 
Medina  Vitores  (D.  Ricardo),  senador  del  reino,  doctor  en 

Leyes;  Madrid,  Alfonso  XII,  8,  principal  izquierda. 
Mello  (P.  Vicente  Tomas  de),  profesor  de  Sagrada  Escritu- 

ra;  Salamanca,  San  Esteban. 
Menendez  Valdes  (D.  Baltasar)  oflcial  del  Gonsejo  de  Esta- 

do;  Madrid,  Infantas,  19  y  21. 
Merchan  y  Rico  (D.  Eulogio),  teniente  de  navio;  Madrid, 

Rio,  12. 
Merediz  (D.  Felipe);  Sevilla,  calle  de  San  Pedro,  4. 
Merediz  (D.  Honorio);  Sevilla,  calle  de  San  Pedro,  4. 
MInguez  (D.  Bernardino  Martin),  profesor  de  Lenguas  Indo- 

Europeas;  Valladolid,  Orates,  20. 
M-iravete  (D.  Joaquin);  Zaragoza. 
Miro  (D.  Agustin);  Barcelona. 
Miro  (D.  Jose  Ignacio);  Madrid,  Montera,  4. 
Moctezuma  (Duque  de),  Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Marcilla  de 

Teruel,  grande  de  Esparia,  vicepresidente  de  Honor  del 

Congreso;  Madrid,  Lobo,  21. 
Moles  (D.  Crescendo  Maria  de);  Barcelona. 
Mompe6n  iD.  Juan);  Zaragoza,  Coso,  115. 


LISTA    DE    LOS   SENORES   SOCIOS.  399 

Monreal  (Dr.  D.  Bernardo),  catednitico  en  el  Instituto  del 
Cardenal  Gisneros,  correspondiente  de  la  Real  Acadcmia 
de  la  Historia;  Madrid,  cuesta  de  Santo  Domingo,  13. 
Montejo  y  Rica  ^D.  Tomas),  licenciado  en  Derecho  civil, 
canonico  y  administrativo;  Madrid,  Almirante,  3. 

Montejo  y  Robledo  (Excmo.  Sr.  D.  Bonifacio);  Madrid. 

Montejo  y  Robledo  (Excmo.  Sr.  D.  Telesforo),  senador; 
Madrid. 

Morales  (D,  Jose  S.  de);  Habana. 

Morales  Lopez  (D.  Francisco),  catedratico  del  Instituto; 
Habana,  Luz,  91. 

Morales  y  Morales  (Dr.  D.  Vidal),  secretario-contador  del 
Golegio  de  Abogados  de  la  Habana. 

Moran  (D.  Emilio);  Madrid,  puerta  de  Moros,  9. 

Moreno  Nieto  (Excmo.  Sr.  D.  Jose),  diputado  a  Cortes, 
presidente  del  Ateneo,  de  la  Real  Academia  de  la  Histo- 
ria; Madrid. 

Morphy  (Gonde  de),  Excmo.  Sr.  D.  Guillermo  Morphy  Fe- 
rriz  de  Guzman,  secretario  particular  de  S.  M.  el  Rey; 
Madrid,  Palacio  Real. 

Munuz  Orea  (D.  Timoteo);  Salamanca. 

Murga  (D.  Gonzalo),  oficial  del  Deposito  Hidrografico;  Ma- 
drid, Libertad,  29,  segundo  derecha. 

Murga  (Sr.  D.  Manuel  de),  propietario  y  diputado  provin- 
cial; Bilbao. 

Murillo  (D.  Mariano),  librero;  Madrid,  Alcala,  7. — Tres 
ejemplares, 

Nava  (D.  Eduardo  de  la);  Leon. 

Navarro  y  Ochoteco  (Excmo.  Sr.  D.  Emilio),  diputado  a 
Cortes,  ex-director  general  de  los  Registros  de  la  Propie- 
dad  y  del  Notariado  en  el  Ministerio  de  Gracia  y  Justicia; 
Zaragoza,  plaza  de  Sas. 

Nombela  (D.  Julio),  escritor;  Madrid,  Rollo,  2,  tercero  de- 
recha. 

Novo  y  Golson  (D.  Pedro),  teniente  de  navio,  correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  la  Historia  y  secretario  de 


400  CONGRESO    DE   AMERIGANISTAS. 

la  Sociedad  Geografica  de  Madrid;  Madrid,  Cedaceros,  3. 
Nunez  (D.  Francisco);  Salamanca. 
Oceania  Espanola  (La);  periodico;  Manila,  (Filipinas). 
Oliva  (D.  Telesforo);  Salamanca. 
Ollero  Morente  (D.  Manuel),  oficial  de  artilleria;  Madrid, 

Jacometrezo,  73. 
Onis  (D.  Jose  Maria);  Salamanca. 

ONis  y  Onis  (D.  Federico),  abogado;  Cantalapiedra  (Sa- 
lamanca). 
Ortiga  y  Rey  (D.   Pablo),  jefe  de  Administracion,  ex-go- 

bernador  civil  de  Manila,  vicepresidente  del  Gonsejo  de 

Filipinas;  Madrid,  Barquillo,  24. 
Ortiz  de  Gimenez  (D.  Agapito);  Gorvera  (Santander). 
Osa  (Excmo.  Sr.  D.  Ramon),  brigadier;  Madrid. 
Ovilo  y  Canales  (D.  Felipe),  subinspector  de  segunda  clase 

del  Guerpo  de  Sanidad  Militar,  medico  que  fue  del  Con- 

sejo  Sanitario  de  Marruecos;  Madrid,  San  Leonardo,  9. 
Ovilo  y  Otero  (D.  Manuel),  jefe  de  la  Biblioteca  Universal 

de  Santiago;  Madrid. 
Padilla  (Dr.  D.  Emilio  H.  de),  individuo  de  varias  corpo- 

raciones  cientificas  espariolas  y  extranjeras;  Madrid,  Fo- 

mento  de  las  Artes,  Luna,  11. 
Pardo  de  Figueroa  (D.  Mariano),  doctor  en  Jurisprudencia, 

escritor  y  bibliofilo;  Medina-Sidonia,  Cadiz. 
Parraga  y  Acuna  (D.  Gelestino),  doctor  en  Medicinay  Ciru- 

gia  y  en  Derecho  civil  y  canonico;  Cadiz,  Murguia,  5. 
Parral  (D.  Luis);  Castellon,  Mayor,  53. 
Paso  y  Delgado  (D.  Nicolas  de);  Granada. 
Perez  Acevedo  (D.  Jose);  Madrid,  Puebla,  4,  bajo  derecha. 
Perez  de  Guzman  (Ilmo.  Sr.  D.  Leonardo),  jefe  superior 

honorario  de  Administracion  civil;  Ronda  (Malaga). 
Perez  de  Guzman  (D.  Juan),  escritor;  Madrid,  Reina. 
Perez  Hernandez  (D.  Enrique);  Madrid,  Colegiata,  7,  se- 

gundo. 
Perez  Jlnquera  (D.  Santiago),  librero;  Madrid,  Salud,  14. 
Perez  Lopez  de  Rohledo  (D.  Manuel),  oficial  de  Adminis- 


LISTA    DE   LOS    SENORES    SOCIOS.  401 

tracionmilitar;  Madrid,  Panaderos,  10,  principal  derecha. 
Perez  Rioja  (D.  Antonio),  escritor;  Madrid,  Pelayo,  2,  prin- 
cipal. 
Pezuela  y  Lobo  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel  de  la),  coronel  re- 

tirado,' academico  de  la  Historia;  Madrid. 
Pi  y  Margall  (Excmo.  Sr.  D.  Francisco),  abogado;  Madrid, 

Preciados,  25. 
Pinilla  yElias  (D.  Manuel),  escritor  y  oficial  que  ha  sido 

de  Hacienda  en  Ultramar;  Madrid,  Almendro,  12. 
Pirala  (Ilmo.  Sr.  D.  Antonio),  ex-gobernador  deprovincia, 

jefe  de  Administration;  Madrid. 
Planellas  (D.  Jose);  Barcelona. 

Ponce  de  Leon  (D.  Juan);  Madrid,  Gaballero  de  Gracia,  2G. 
Ponce  de  Leon  (D.  Nestor),  abogado;  Nueva-York. 
Puente  y  Pellon  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel  de  la),  alcalde- 

Presidente  del  Ayuntamiento  de  Sevilla. 
Portilla  (Excmo.  Sr.  D.  Segundo  de  la),  teniente  general, 

capitan  general  de  la  isla  de  Puerto-Rico. 
Pulido  (D.  Mamerto);  Madrid,  Almagro,  3. 
Pulido  Fernandez  (Dr.  D.  Angel),  director  de  la  Escuela 

libre  de  matronas,  correspondiente  de  la  Real  Academia 

de  Medicina;  Madrid,  Infantas,  11,  principal  derecha. 
Quijano  y  Rivas  (Dona  Manuela);  Madrid,  travesia  de  la 

Ballesta,  8. 
Rada  y  Delgado  (Excmo.  Sr.  Dr.  D.  Juan  de  Dios  de  la), 

de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  Bellas  Artes  de 

San  Fernando,  director  de  la  Escuela  de  Diplomatica,  jefe 

de  section  en  el  Museo  Arqueologico  Nacional;  Madrid, 

Gorredera  de  San  Pablo,  12. 
Ramirez  de  Arellano  (D.  Enrique);  Manila  (Filipinas). 
Ramirez  de  Villaurrutia  (D.   Ramon);  Madrid,   Argen- 

sola,  19. 
Rane  (D.  Antonio);  Barcelona. 
Reinoso  (D.  Alvaro),  historiador  de  Cuba;  Madrid,  fonda 

de  Paris. 
Riano  (Illmo.  Sr.  D.  Juan  Facundo),  director  de  Instruc- 

TOMO  II.  26 

26   * 


CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 

cion  piiblica,  vicepresidente  del  Congreso;  Madrid,  Bar- 

quillo,  4. 
Rico  y  Sinovas  (Illmo.  Sr.  D.  Manuel),  catedratico  de  la 
-  Universidad  de  Madrid,  de  la  Real  Academia  de  Ciencias; 

Madrid,  Estudios,  3. 
Riquelme  (D.  Joaquin);  Barcelona. 
Rivas  y  Rivas  (Dona  Dolores);  Madrid,  travesia  de  la  Ba- 

llesta,  8. 
Rivas  de  Rubio  (Dona  Antonia):  Madrid,  travesia  de  la  Ba- 

llesta,  8. 
Robert  (D.  Bartolome);  Barcelona. 
Robledo  (D.  Santos  Maria) >  oficial  de  Secretaria  en  el  Mi- 

nisterio  de  Fomento;  Madrid,  Argensola,  19. 
Rodriguez  (D.  Gabriel);  Madrid,  Santa  Catalina,  8. 
Rodriguez  Gorrea  (Excmo.  Sr.  D.  Ramon),  subsecretario 

del  Ministerio.de  Ultramar,  vicepresidente  del  Congreso; 

Madrid,  Claudio  Goello,  7,  bajo. 
Rodriguez  Ferrer  (Excmo.  Sr.  D.  Miguel),  secretario  gene- 
ral del  Gonsejo  Superior  de  Agricultura,  Industria  y  Go- 

mercio,  correspondieute  de  las  Reales  Academias  de  la 

Historia  y  Bellas  Artes  de  San  Fernando;  Madrid,  Cruz. 
Rodriguez  Laguna  (Illmo.  Sr.  D.  Julian),  jcfe  superior  de 

Administration,  honorario;  Madrid,  Fuencarral,  55. 
Rodriguez  Mendez  (D.  Rafael);  Barcelona. 
Romero  (Excmo.  Sr.  D.  Juan),  capitan  de  navio  de  primera 

clase,  director  del  Deposito  Hidrografico;  Madrid,  Alca- 

la,  56. 
Romero  (D.  Vicente);  Barcelona. 

Rosell  (Excmo.  Sr.  D.  Cayetano),  director  de  la  Biblioteca 
National  y  academico  de  la  Historia;  Madrid,  Leon,  21. 
Rubio  (D.  Joaquin);  Barcelona. 
Rubio  y  Rivas  (D.  Enrique);  Madrid,  travesia  de  la  Ba- 

llesta,  8. 
Rubio  y  Rivas  (Dona  Luz);  Madrid,  travesia  de  la  Balles* 

ta,  8. 
Rub:o  y  Seva  (D.  Toma's);  Madrid,  travesia  de  la  Ballesta,  8. 


LISTA    DE    LOS   SEN0RES   SOCIOS.  403 

Ruiz  de  Leon  (D.  Jose),  ingeniero  de  Minas,  literato,  co- 
rrespondiente  de  la  Real  Academia  Espanola;  Cordoba. 

Ruiz  SALAVERRiA  (Excmo.  Sr.  D.  Eusebio);  Madrid,  Plaza  de 
la  Villa,  1. 

Ruiz  de  Salazar  (Ilmo.  Sr.  D.  Emilio),  doctor  en  Ciencias, 
licenciado  en  Derecho,  catedratico  de  la  Universidad  de 
Madrid,  ex-jefe  del  negociado  de  segunda  ensenanza  y  es- 
pecial en  el  Ministerio  de  Fomento;  Madrid,  Barco. 

Rull  (D.  Juan);  Barcelona. 

Saavedra  (Excmo.  Sr.  D.  Eduardo),  ingeniero  jefe  de  cami- 
nos,  academico  de  la  Espanola,  de  la  Historia  y  de  Cien- 
cias; Madrid,  San  Joaquin,  14. 

Sagasta  (Excmo.  Sr.  D.  Praxedes  Mateo),  ex-presidente  del 
Consejo  de  ministros;  Madrid,  Alcala. 

Sainz  de  los  Terreros  (Dj  Manuel),  propietario  y  abogado; 
Madrid,  Barquillo,  9,  segundo  derecha. 

Salinas  (D.  Victor);  Madrid,  Madera  Baja,  11  ,  segundo  iz- 
quierda. 

Sanchez  (D.  Gabriel),  propietario  y  librero-editor;  Madrid, 
Carretas,  21,  libreria. 

Sanchez  Cantalejo  (D.  Antonio);  Manzanares,  Duran,  4 
(Ciudad-Real). 

Sanchez  Mora  (Excmo.  Sr.  D.  Pedro),  consejero  de  Estado; 
Madrid,  Columela,  4. 

Sancho  Rayon  (D.  Jose),  jefe  de  la  biblioteca  del  Ministerio 
de  Fomento;  Madrid,  Cuesta  de  la  Vega,  7. 

Sanjurjo  e  Izquieruo  (Lie.  D.  Rodrigo),  director  y  catedrd- 
tico  del  Instituto  de  Sevilla;  Lista,  9. 

San  Roman  (Marques  de),  Excmo.  Sr.  D.  Eduardo  Fernan- 
dez San  Roman,  teniente  general,  senador  del  reino;  Ma- 
drid, Plaza  de  Santa  Barbara,  2. 

Santa  Eulalia  (Marques  de),  Excmo.  Sr.  D.  Rodrigo  Uha- 
gon,  banquero,  de  la  Sociedad  espanola  de  Historia  Na- 
tural, etc.;  Madrid,  Jorge  Juan,  7. 

Santiranez  (D.  Arturo  Gil);  Madrid,  Plaza  del  Conde  de 
Miranda,  3. 


404  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Santos  (Excmo.  Sr.  D.  Jose  Emilio  de) ,  consejero  de  Esta- 

do;  Madrid,  Lista. 
Sarda  y  Llaberia  (D.  Agustin),  abogado  y  ex-diputado  a 

Cortes;  Madrid,  Piamonte,  7,  principal. 
Saro  (D.  Antonio),  secretario  de  la  Junta  general  de  Bene- 

ficencia;  Habana,  Zaragoza,  25. 
Scheidnagel  (D.  Manuel),  teniente  coronel  comandante  de 

infanteria,  y  escritor;  Manila. 
Sebastian  (D.  Candido),  teniente  coronel  de  artilleria,  dela 

Junta  directiva  de  la  Sociedad  Geografica  de  Madrid;  Ma- 
drid, Colmillo,  3. 
Serrano  y  Morales  (D.  Jose  Enrique),  abogado,  correspon- 

diente  de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  y  biblioteca- 

rio  del  Ateneo  cientifico,  literario  y  artistico  de  Valencia. 
Siloniz  (D.  Carlos);  Barcelona. 
Simpson  (D.  Luis),  quinta junto  al  Asilo  de  Simpson;  Ma- 

tanzas  (Cuba). 
Sociedad  Geografica;  Madrid. 
Solano  y  Eulate  (D.  Jose  M.) ,  catednitico  en  la  Universi* 

dad  de  Madrid;  Jacometrezo,  41. 
Solis  y  Arias  (D.  Pedro),  vice-consul  de  Esparia  en  Nueva 

Orleans. 
Soraluce  (D.  Nicolas);  San  Sebastian. 
Soto  y  Gonzalez  (D.  Jose) ,  comerciante,  propietario  y  na- 

viero;  Davao,  isla  de  Mindanao  (Filipinas). 
Stor  Redondo  (D.  Angel),  licenciado  en  Filosoffa  y  Letras, 

profesor  de  la  Institucion  Libre  de  Ensenanza;  Madrid. 
Suarez  Inclan  (Excmo.  Sr.  D.  Estanislao),  consejero  de  Es- 

tado  y  senador  del  reino;  Madrid,  Fernando  el  Santo,  5, 

principal. 
Tolosa  Latour  (D.  Manuel);  Madrid,  Atocha,  96,  segundo 

derecha. 
Toreno  (Excmo.  Sr.  Conde  de) ,  grande  de  Espana ,  presi- 

dente  del  Congreso  de  Diputados,  etc.;  Madrid,  San  Ber- 
nardino. 
Torres  de  Mendoza  (D.  Luis),  diputado  a  Cortes,  editor  y 


LISTA    DE   LOS   SENORES    SOCIOS.  405 

propietario  de  la  «Coleccion  de  documentos  ineditos  del 

archivo  de  Indias»;  Madrid,  Serrano,  78. 
Tro  y  Mqx6  (D.  Luis  Maria  de)  ,  abogado  y  secretario  pri- 

mero  de  la  Sociedad  Economica  Matritense;  Madrid,  San 

Miguel,  27. 
Tcbino  (D.  Francisco  M.),  de  la  Real  Academia  de  Bellas 
■    Artes  de  San  Fernando;  Madrid,  Ferraz,   12,  entresuelo 

lzquierda. 
Tubino  (D.  Manuel),  jefe  honorario  de  Administration,  de 

la  Sociedad  de  Escritores  y  Artistas;  Madrid,  Lobo,  27. 
Ugalde  (D.  Toribio),  comerciante;  Bilbao. 
Uhagon  (D.  Francisco);  Madrid,  Alcala,  65. 
Uhagon  iD.  Serafin),  banquero,  tesorero  de  la  Sociedad  Es- 

panola  de  Historia  Natural,  y  miembro  delas  sociedades 

entomologicas  de  Francia  y  de  Berlin;  Madrid,  Jovella- 

nos,  7. 
Urquijo  (Excmo.  Sr.  Marques  de),  banquero,  tesorero  del 

Congreso;  Madrid,  Montera,  22. 
Vado  (Sr.  Marques  del);  Salamanca. 
Val  (Excmo.  Sr.  D.  Geledonio  del) ,  propietario  en  Cuba; 

Madrid,  Arenal,  22. 
Valcerrada  (Marques  de),  Excmo.  Sr.  D.  Julian  de  Mores 

y  Sanz;  Alcala  de  Henares  (Madrid). 
Valdes  Rodriguez  (D.  F.),  profesor  en  Teologia,  Filosofia 

y  Derecho;  Habana,  Amistad,  72. 
Valenti  (D.  Ignacio);  Barcelona. 
Valero  de  Tornos  (D.  Juan);  Madrid,  Plaza  de  San  Grego- 

rio,  24,  triplicado. 
Valle  y  Cardenas  (Dr.  D.  Manuel  Maria),  catedratico  de  la 

Universidad  de  Madrid,    diputado   a   Cortes;    Madrid, 

Sal ,  28. 
Valles  (Excmo.  Sr.  D.  Enrique),  ministro  plenipotentiary 

de  Espana  en  el  Peru  (Lima). 
Vazquez  Queipo  (Excmo.  Sr.  D.  Vicente),  de  las  Reales 

Academias  de  la  Historia  y  de  Ciencias;  Madrid,  Horta- 

leza,  71. 


406  CONORESO    DE    AMER ICANISTAS. 

Velasco  y  Santos  (D.  Miguel) ,  jefe  del  archivo  central  de 
Alcala,  presidente  del  Ateneo  Cientifico,  Literario  y  Ar- 
tistico  de  Valencia,  correspondiente  de  la  RealAcademia 
de  la  Historia;  Alcala. 

Velaz  de  Medrano  (D.  Rafael),  propietario;  Tudela  (Na- 
varra). 

Vera  y  Lopez  (Dr.  D.  Vicente),  catedr&tico  del  Instituto  de- 
San  Isidro,  quimico  del  Ayuntamiento;  Madrid,  Estu- 
dios,  17. 

Veragua  (Duque  de),  Excmo.  Sr.  D.  Cristobal  Colon,  almi- 
rante  y  adelantado  mayor  de  Indias,  grande  de  Esparia, 
senador  del  reino,  doctor  en  Derecho  administrativo,  vi- 
cepresidente  de  honor  del  Congreso. 

Vergara  (D.  Eusebio),  de  la  biblioteca  de  la  Universidad  de 
Salamanca. 

Victoria  de  Lecea  (Excmo.  Sr.  D.  Eduardo),  alcalde-presi- 
dente  del  Ayuntamiento  de  Bilbao. 

Vidal  (D.  Francisco  de  P.);  Barcelona. 

Vidart  (D.  Luis),  jefe  de  artilleria  retirado,  literato;  Ma- 
drid, Mayor,  117,  segundo  derecha. 

Vignau  y  Ballester  (Dr.  D.  Vicente),  profesor  de  laEscuela 
de  Diplomatica;  Madrid,  Fuencarral,  57. 

Vilanova  y  Piera  (D.  Juan),  profesor  de  Paleontologia; 
Madrid,  San  Vicente,  12. 

Villaboa  (D.  Luis  G.);  Zamora,  San  Torcuato. 

Villavaso  (D.  Camilo  de),  secretario  del  Ayuntamiento  de 
Bilbao. 

Vinaza  (Excmo.  Sr.  Conde  de  la),  delegado;  Zaragoza. 

Vives  Ciscar  (Dr.  D.  Jose) ,  secretario  honorario  del  Monte 
de  Piedad  de  Valencia,  de  la  Arqueologica  Valencia- 
na,  etc.;  Valencia,  Poeta  Quinta,  1. 

Zabala  (Excmo.  Sr.  D.  Martin  de),  propietario  y  senador 
del  reino;  Bilbao. 

Zalvidea  (D.  Melesio),  parroco  de  Nasugbii;  Batangas,  isla 
de  Luzon  (Filipinas). 

Zaragoza  (D.  Justo),  ordenador  de  pagos  del  Ministerio  de 


LISTA    DE    LOS   SENORES   SOCIOS.  407 

la  Gobernacion,  de  la  Sociedad  raejicana  de  Geografia  y 

Estadistica,  de  la  Geografica  de  Madrid,   etc.;  Madrid, 

Monte  ra. 
Zarco  del  Valle  (D.  Manuel  R.),  bibliotecario  de  S.  M.  el 

Rey;  Madrid,  Palacio. 
Zeno  Garcia  (Dr.  M.),  escritor  y  doctor  en  Medicina  y  Ci- 

rugia;  Puerto-Rico. 

ESTADOS-UNIDOS   DE   AMERICA. 

S.  E.  EL  PRESIDENTE  DE  LA  REPUBLIGA,  J.  A.  Gar- 
field; Washington. 

S.  E.  EL  EXPRESIDENTE  DE  LA  REPUBLICA,  Hon. 
R.  B.  Hayes;  Fremont  (Ohio). 

Barber   (Edwin  A.),  4.008  Ghestnutstreet;  Philadelphia, 
Pensylvania. 

Bishop  (Levy);  Detroit,  Michigan. 

Bruhl  (Gustav  M.  D.) ;  Cincinnati  Ohio. 

Butler  (James  L.);  Madrid,  Cruz,  14. 

Clarke  (Robert);  Cincinnati,  Ohio. 

Cox  (Hon.  Joseph),  judge  of  Court;  Cincinnati,  Ohio. 

Dexter  (Julius),  esq.;  Cincinnati,  Ohio. 

Force  (Honorable  M.  T.),  judge  superior  court  of  Cincin- 
nati; Cincinati,  Ohio,  delegado. 

Hoadley  (Hon.  George);  Cincinnati,  Ohio. 

Kimball  (John  C),  esq.;  Brockfield,  Massachusetts. 

Pope  (John),  general  del  ejercito  de  los  Estados-Unidos, 
comandante  general  delDepartamento  de  Missouri;  Fuer- 
te  Leavenworth,  Kansas. 

Putnam  (James  0.),  ministro  de  los  Estados-Unidos  en 
Bruselas. 

Rusell  Lowell,  Ministro  de  los  Estados-Unidos  en  Madrid, 
vicepresidente  de  honor  del  Congreso. 

Salisbury  (Hon.  Stephen);  Worcester,  Massachusetts. 

Whittlesey  (Charles),  coronel  del  ejercito  de  los  Estados- 
Unidos;  Cleveland,  Ohio. 


CONT.RESO    DE    AMERICANISTAS. 


FRANCIA. 


Adam  (Lucion),  secretario  general  del  Congreso  de  Ameri- 

canistas  de  Nancy,  ministro  dela  Academia  de  Stanislas; 

Nancy,  rue  des  Tierceluis,  34. 
Beauvois  (Eugene),  caballero  de  las  ordenes  de  Dannebrog 

y  de  Saint-Olaf,  y  miembro  de  varias  sociedades  cienti- 

ficas  y  literarias,  vice-presidente  del  Congreso ,   Corbe- 

ron  (Cote  d'Or). 
Cartailhac  (Emile),  director  de  la  revista  Materiaux  pour 

I' histoire  primitive  et  naturelle  de  Vhomme;  Toulouse,  rue 

de  la  Chaine,  5. 
Croizier  (Le  Marquis  du),  president  dela  Societe  Academi- 

que  Indo-Chinoise;  Paris,   Boul.  de  la  Saussaye,   10, 

Pare  de  Neuilly. 
Charencey  (Le  Comte  de);  Saint-Maurice  le  Charencey 

(Orne). 
Dilhan  (Le  Comte  de),  de  la  Societe  Indo-Chinoise;  Paris, 

rue  de  Rivoli,  19. 
Donay  (Leon);  Avenue  Marie  Therese  a  Nice  (Alpes  Mari- 

times). 
Dumast  (Baron  del,  presidente  del  Congreso  Internacional 

de  Americanistas  en  Nancy,  correspondiente  del  Institu- 

to  de  Francia,  y  caballero  de  Carlos  III;  Nancy,  Place  de 

la  Carriere,  38. 
Dupuy  (M.  A.  M.),  sacerdote  de  la  mision,  rector  de  San 

Luis  de  los  franceses;  Madrid,  Tres  Cruces,  8. 
Durando,  profesor  de  Historia  Natural;  Argel,   rue  Tan- 

ger,  19. 
Fedou  (Jean);  Toulouse,  rue  Puits  Clos,  13. 
Gaffarel  (Paul),  professeur  a  la  Faculte  des  Lettres;  Dijon, 

rue  Buffon,  5  (Cote  d'Or.). 
Gerhard  (M.),  pharmacien;  Epinal  (Vosgosl. 
Gibert  (Eugene),  secretaire  de  la  Societe  Academique  Indo- 
Chinoise;  Paris,  rue  de  Lafayette,  87. 


LISTA    L»E    LOS    SENORES    SOCIOS.  409 

Guimet  (Emile);  Lyon,  Musee  Guimet. 

Lebriin  (J.  F.),  arcbitecte;  Luneville ,  Meurthe  et  Moselle. 

Lebrunt  (Ch.),  presidente  de  la  Sociedad  de  Emulacion  de 
los  Vosgos;  Epinal,  rue  de  la  Prefecture,  41. 

Louvot  (L'Abbe  Ferdinand);  Besancon,  college  Saint-Fran- 
cois Xavier  (Deubs). 

Maisonneuve  et  Cie,  editeur;  Paris,  25,  quai  Voltaire. 

Marx  de  Riveaupierre  (M.  Gabriel);  Paris,  rue  de  Lafayet- 
te, 33. 

Mofras  (Eugene  de),  ministro  plenipotenciario,  correspon- 
diente  de  la  Real  Academia  de  la  Historia;  Paris,  rue  de 
l'Universite,  101. 

Morillot  (L'Abbe  Louis),  cure  de  Beize-le-Chatel;  par  Mi- 
rebeau  (Cote  d'Or.). 

Nougenot  (Leon),  viceconsul  de  Espana,  correspondiente 
de  los  Anticuarios  de  Francia;  Nancy,  Melzeville,  dele- 
gado. 

Paquis  (Gustave) ,  a  Chalons-sur-Saone;  Place  Saint-Vin- 
cent, 7  (Saone  et  Loire). 

Par i sot  (M.  L'Abbe  Jean);  Plombieres  (Vosges). 

Pasier  (Alphbnse);  Paris,  rue  Bellechasse,  42. 

Pecoul  (Excmo.  Sr.  Auguste),  delegado;  Paris,  rue  de 
Ponthieu,  58. 

Rosny  (Leon  de),  professeur  a  TEcole  des  langues  orienta- 
tes, president  de  la  Societe  d'Ethnograpbie  a  Paris. 

Sipiere  (Clement),  presidente  de  la  Sociedad  Academica 
Hispano-Portuguesa  de  Tolouse;  rue  des  Tourmeux,  45. 

Societe  Americaine  de  France;  Paris,  rue  Monsieur,  19. 

Societe  d 'Emulation  des  Vosges;  Epinal. 

Societe  d'EMmographie;   Paris,  avenue  Duquesne,  47. 

Societe  Academique  Indo-Chinoise;  Paris,  rue  de  Rennes,  44. 

Thessalus  (Felix),  literato;  Paris,  avenue  de  la  Republi- 
que,  20. 

Vernier  (Frederic),  ingeniero  y  arquitecto;  Oran,  rue  Saint- 
Marie,  1  bis. 

Vinson  (Julieii),  profesor  de  la  Escuela  nacional  de  lenguas 


410  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

vivas  orientales,  dclegado  cantonal  del  setimo  distrito; 
Paris,  rue  de  Lille,  2. 


GUATEMALA.. 

Carrera  (Excmo.  Sr.  D.  Jose),  ministro  residentede  laRe- 
piiblica  de  Guatemala  en  Madrid;  San  Nicolas,  15. 

Coll  y  Plans  (D.  Tomas  de  A.),  viceconsul  en  Barcelona, 
calle  de  Ariao,  4. 

Herrera  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel),  ministro  de  Fomento  de 
la  Republica  de  Guatemala. 

Jove  (D.  Manuel),  consul  en  Barcelona. 

Luna  (D.  Emilio),  licenciado  en  Derecho. 

Monsalve  (D.  Pedro),  viceconsul  en  Sevilla. 

Moreno  Mazon  (D.  Miguel),  consul  en  Malaga. 

Ravello  (D.  Enrique),  viceconsul  en  Alicante. 


HOLA.NDA. 

Boot  (Dr.  J.  F.  G.),  secretario  de  la  Real  Academiade  Gien- 

cias;  Amsterdam.  Delegado. 
Bredins  (A.);  La  Haya. 
Dirks  (Dr.);  Leeuwarden,  Friesland. 
Godefroi  (Dr.  M.  J.);  Bois  le  Due. 
Kan  (C.  M.);  Amsterdam. 
Leemans  (Dr.  en  Meor.  G.),  director  del  Real  Museo  Neer- 

landes  de  Antigiiedades  y  correspondiente  de  la  Real 

Academia  de  la  Historia;  Leide. 

f  K 

Leemans  de  Vi«±sn  (Mad.me  Cornelia  Maria);  Leide. 
Leemans  (Mad.lle  Maria  Hillegonda);  Leide. 
Meyboom  (Dr.  1L  IL);  Assen. 
Ostercee  (Gmo.  A.  van);  Amsterdam. 


LISTA    DE    LOS    SENORES    SOCIOS.  411 


HONDURAS. 

Castel  y  Saenz  (Obdulio),  consul  en  Malaga. 

Corona  y  Blasco  (Francisco),  viceconsul  en  Madrid;  Madrid, 

Tutor,  42,  hotel. 
Nicolatj  (Federico),  c6nsul  en  Barcelona. 
Torres  de  Navarra  (Francisco),  viceconsul  en  Malaga. 


INGLATERRA. 

Aikins  (Thomas  B.),  Esq.  D.  C.  L.,  commissioner  of  Public 

Records;  Halifax  (Nova  Scotia). 
Allen  (Francis  A.),  del  Instituto  Antropologico  de  la  Gran 

Bretaha  e  Irlanda;  117,  Waddon  New  Road-Groydon. 
Bulmer  (J.  J.),  Esq.,  secretary  of  the  Nova  Scotia  Histori 

cal  Society;  Halifax. 
Gillman  (Frederic);  Madrid,  Orellana,  9. 
Houghton  (Arturo);  Madrid,  Concordia,  4. 
Jelly  (William),  M.  D.,  academico  del  Real  Colegio  deMe- 

dicina,  y  miembro  del  de  Cirujfa  de  Londres;  Madrid, 

Hortaleza,  17. 
Morrow  (Robert),  del  comercio;  Halifax  (Nova  Scotia). 
O'Leary  (Charles),  consul  de  Inglaterra  en  Bogota. 
Phene  (Dr.  John);  Londres,  S.  W. ,  3,  Carlton  Terrace 

Oakley  Street. 
Staniland  Wake  (Charles);  Hull. 


MEJICO. 

Garcia  Icazralceta  (D.  Joaquin);  Mejico. 
Hijar  y  Haro  (D.  Juan) ,  delegado  oficial  de  la  Republi- 
ca  mejicana,  secretario  de  la  legation  de  Mejico  en  Italia. 


412  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Hijar  y  Milan  (D.  Alfredo) ;  Mejico. 
Nunez  Ortega;  ministro  de  Mejico  en  Bruselas. 
Ortiz  y  Jimenez  (A.);  Madrid,  Lope  de  Vega,  39. 
Romo  (Apolonio),  director  del  Observatorio  de  Mejico. 
Zenil  (D.  Jesiis),  secretario  de  la  Legation  en  Madrid. 


NORUEGA. 

Hansteen  (Pierre  N.);  Madrid,  Huertas,  31,  principal. 

peru. 

Castel  (D.  Isidoro),  viceconsul  en  Oran  (Argelia). 
Larrabure  y  Unanue  (E.),  secretario  de  la  Legaci6n  en 

Madrid. 
Olivan  (D.  J.  A.),  consul  en  Santander. 
Pacheco  Zegarra  (Dr.  D.  Gabino),  miembro  del  Guerpodi- 

rectivo  del  Congreso  de  Nancy  y  antiguo  secretario  dela 

Legation  del  Peru  en  Francia;  Madrid,  Alcala,  72  du- 

plicado. 
Thorel  (Gabriel),  viceconsul;  en  Philippeville-Constantina 

(Argelia). 

PORTUGAL. 

S.  M.  EL  REY. 

RUSIA. 

Gortchacow  (S.  E.  Le  Prince  Michel) ,  enviado  extraordi- 
nario  y  ministro  plenipotenciario  de  Rusia  en  Madrid, 
delegado  oficial  en  el  Congreso  y  vicepresidente  del 
mismo;  Madrid,  Leganitos. 

Donner  (Otto),  profesor  de  Sanscrito  y  de Lengiiistica  com- 
parada  en  Helsingfors  (Finlandia). 


LISTA    DE    LOS    SENORES    SOCIOS.  413 

Koskinen  (Irjo),  profesor  de  la  Universidad ,  iudividuo  de 
la  Dieta  finesa,  presidente  de  la  SocQnesa  de  Literatura; 
Helsigfors  (Finlandia). 


SUIZA. 

Lardet  (Charles  Ed.),  consul  general  de  Suiza  en  Madrid, 

y  socio  corresponsal  de  la  Geogrdfica  de  Berna;  Madrid, 

Victoria,  2. 
Satissure  (Henri),  presidente  de  la  Sociedad  de  Historia 

Natural  de  Ginebra,  delegado  oficial  y  vicepresidente 

del  Congreso;  Geneve,  Cite,  24. 


URUGUAY. 

ANTONiNr  y  Diez  (Excmo.  Sr.  D.  Pablo),  ministro  plenipo- 
tenciario  en  Roma. 

Nin  (Francisco  S.),  c6nsul  general  en  Amberes. 


VENEZUELA   (ESTADOS-UNIDOS   DE). 

Fombona  (Manuel);  Caracas. 

Fombona  (Evaristo);  Caracas. 

Hye  (Leon),  consul  y  comendador  de  la  Ordon  de  Bolivar; 
rue  du  Chaume,  58,  Gand. 

Montes  (Dr.  Andres  Jesus),  consul  dc  Chile;  Ciudad,  Bo- 
livar. 


2  7 


INDICE 


Pfigg. 

S£tima    sesi6n 5 

Discurso  del  Sr.  Arias  y  Miranda . G 

Des  Ages  ou  Soleils  d'apres  la  Mithologie  des  peuples  de 

la  Nouvelle  Espagne,  par  M.  le  Comte  de  Charencey.  9 

Observaciones  del  !Sr.  Jimenez  de  la  Espada 128 

Otras  del  Dr.  Reiss  sobre  ceram'yca  americana 133 

Contestaci6n  de  M.  Bamps 134 

Discurso  del  R.  P.  Fita  acerca  de  las  relaciones  del  vas- 

cuence  con  las  lenguas  americanas 136 

Discurso  del  Sr.  Rada  y  Delgado  tratando  de  los  c6dices 

Mayas,  de  su  interpretaci6n  y  de  los  vasos  peruanos. .  142 
Observaciones  del  Sr.  Conde  de  Charencey  respecto  a  la 

filologia 149 

Contestaci6n  de  M.  Vinson 149 

Descripcibn  del  Palacio  del  Callo  por  el  Sr.  Jimenez  de  la 

Espada 150 

Presentacion  por  el  misrao  senor  de  una  coleccirtn  de  ya- 

ravtes  6  melodias  quitenas 1 G2 

Noticias  del  Palacio  del  Callo  por  el  Dr.  Reiss 1G3 

Rectificac-i6n  del  Sr.  Jimenez  de  la  Espada 164 

Observaciones  del  Sr.  Fernandez  de  Castro 165 

Relaci6n  de  la  villa  de  Valladolid  en  Yucatan,  presentada 

por  el  Dr.  Marim6n 166 

Discurso  de  M.  Beauvois  acerca  de  los  kjoekkenmoeddiugs 

de  Dinamarca 195 


41G  iNDICE. 

Ot'TAVA     8E816N 199 

Adici6n  del  Sr.  Rodriguez  Ferrer  respecto  a  los  f6siles  de 

la  isla  de  Cuba 200 

Observaciones  del  Sr.  Fabie 201 

Discurso  de  M.  Vinson  sobre  el  conocimiento  de  los  idio- 

mas  americanos 201 

Contestaci6n  del  Sr.  Fabie 206 

Observaciones  del  Sr.  Jimenez  de  la  Espada 209 

Replica  del  Sr.  Fabie 213 

Razonamiento  del  Sr.  Minguez  sobre  relaci6n  entre  la  len- 

gua  euskara  y  las  egipcias 244 

Contestaci6n  del  Sr.  Rada  y  Delgado 215 

Observaciones  del  R.  P.  Fita 216 

Rectificacidn  del  Sr.  Minguez 217 

Memoria  sobre  la  influencia  de  los  conventos  de  la  Rabida 
y  de  San  Esteban  de  Salamanca  en  el  descubrimiento 

de  America 218 

Discurso  de  M.  Dognee  sobre  lingiiistica. 222 

Presentaci6n  de  una  gramatica  por  el  Sr.  Quijano  Otero..      226 
Gramatica,  frases,  oraciones,  catecismo,  confesonario  y  vo- 

cabulario  de  la  lengua  Chibcha 229 

Gramatica  y  vocabulario  de  la  lengua  que  bablan  los  in- 

dios  Darienes,  por  el  Dr.  D.  Jose  Vicente  Uribe 297 

Du  genre  dans  la  langue  Hastri  ou  Taensa,  par  M.  J.  Pa- 

risot 310 

Cuba  primitiva,  por  D.  Antonio  Bacbiller  y  Morales 315 

Vocabulario  de  los  idiomas  Runsien  y  Eslem,  por  el  Padre 

Fray  Francisco  Garces 317 

Memoria  descriptive  del  Museo  Macedo,  por  el  Sr.  Pacheco 

Zegarra 322 

Acta  de  posesi6n  y  carta  de  la  nueva  tierra  de  Santa  Cruz 

(California)  ,  por  Hernan  Cortes 330 

Carta  del  Marques  del  Valle  a  Crist6bal  de  Onate 332 

Proposici6n  del  Sr.  Gutierrez  de  una  biblioteca  america- 

nista 333 

Observaciones  de  M.  Ramps 333 


INDICE.  417 

Testimonio  de  sentimiento  por  muerte  de  D.  Cecilio  Acosta.  335 

Voto  de  gratitud  propuesto  por  el  Sr.  Varela 335 

Contestaci6n  del  Sr.  Duque  de  Veragua 336 

Kecepci6n  en  Palacio 339 

Banquets 340 

Proyecto  del  Sr.  Montejo  de  homenaje  a  Col6n 345 

Excursi6n  A  Andaluoi a 354 

BibliografIa  del  Congreso. — Obras  ofrecidas  al  mismo 

6  presentadas  en  la  exposici6n 355 

Lista  de  socios  del  Congreso 383 


TOMO  II.  27 

2  7* 


LAMINAS. 


rags. 

Planta  del  Palacio  del  Callo,  fachada  y  detalles  de  los  ni- 

chos 152 

Quipu  del  Museo  Macedo 328 

Facsimile  de  la  figura  de  la  nueva  tierra  de  Santa  Cruz. .  332 

Croquis  geol6gico  de  la  isla  de  Cuba J    del 

(  tomo. 


YARAVIES  QUITENOS. 


I. 


Pecidnos  las  canciones  de  un 
pueblo  y  os  diremos  sus  leyes, 
sus  costumbres  y  su  historia. 


Esta  antigua  frase  que  desde  largos  anos  viene  repitien- 
dose  por  hombres  ilustrados  de  lodos  los  paises ,  d'emuestra 
la  verdadera  importancia  de  la  miisica  popular  y  la  gran 
utilidad  que  de  su  estudio  se  desprende.  El  historiador,  el 
viajero,  el  artista  y  cuantos  intentan  penetrar  en  la  vida 
intima  de  los  pueblos,  no  pueden  menos  de  buscar  y  aco- 
ger  con  verdadero  interes  estas  espontaneas  manifestacio- 
nes  de  su  sentimiento,  en  las  que  con  tan  vivos  colores  se 
refleja  cuanto  contribuye  a  caracterizar  su  manera  de  ser, 
su  propia  nacionalidad.  Bajo  este  punto  de  vista  y  respecto 
tambien  al  beneficio  que  al  arte  miisico  puede  reportar; 
digna  es  de  todo  elogio  la  Coleccion  de  Yaravies  Quitenos 
que  hoy  publicamos  y  que  fue  presentada  por  D.  Marcos 
Jimenez  de  la  Espada  en  el  ultimo  Congreso  de  America- 
nistas,  verificado  en  Madrid  en  Setiembre  de  1881. 

Estos  cantos,  tan  intimamente  ligados  a  los  usos  y  cos- 
tumbres de  los  diversos  pueblos  que  desde  remotas  epocas 
debieron  ocupar  el  vasto  continente  americano,  constituyen 
un  ramo  especial  y  digno  de  detenido  estudio  por  su  gran 
interes  arqueologico-musical. 


IV  GONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Ya  desde  largo  tierapo  D.  Mariano  Eduardo  de  Rivero 
en  sus  Antiguedades  peruanas;  Paz  Soldan  en  su  Geogra- 
fia  del  Peru;  Saeling  en  su  Coleccion  de  cantos  peruanos, 
como  asimismo  M.  Bernier  de  Valois,  Oscar  Gommettant, 
Fetis  en  su  Historia  general  de  la  musica  y  otros  muchos 
autores  que  serfa  prolijo  enumerar,  los  dieron  a  conocer  en 
sus  obras,  pudiendo  desde  entonces  apreciar  el  profundo 
sentimiento  y  las  tonalidades  extranas  que  tanto  los  carac- 
terizan.  Al  dedicarnos  al  examen  de  los  que  contiene  la 
presente  coleccion,  nuestro  primer  intento  fue  el  de  pene- 
trar  en  su  particular  estructura  y  en  las  demas  condiciones 
que  constituyen,  por  decirlo  asi,  su  especial  fisonomia,  su 
verdadero  tipo,  a"  fin  de  investigar  la  escala  6  sistema  tonal 
de  donde  proceden ;  mas  pronto  nos  detuvimos  ante  la  falta 
de  datos  positivos  para  llevar  a  cabo  nuestro  proposito. 

Para  discurrir  con  acierto  sobre  la  musica  de  America, 
fuerza  es  remontarse  a  investigar  las  multiples  razas  y  di- 
versos  pueblos  que  habitaron  aquel  inmenso  territorio, 
siglos  antes  de  su  descubrimiento  por  los  espanoles.  Ahora 
Men:  si  nos  detenemos  a  considerar  que  el  origen  de  dichas 
razas  y  pueblos  ha  dado  margen  a  diversos  sistemas  apoya- 
dos  todos  en  hipotesis  y  probabilidades  que  no  pueden  desco- 
nocerse,  pero  que  ninguno  de  ellos  ha  resuelto  hasta  ahora 
tan  ardua  dificultad;  si  reconocemos  tambien  que  la  musica 
es  una  de  las  manifestaciones  mas  genuinas  y  expresivas 
de  dichos  pueblos,  cuya  procedencia  aiin  no  puede  fijarse 
de  un  modo  positivo  y  de  cuya  existencia  han  de  arrancar 
necesariamente  cuantos  razonamientos  intentemos  hacer 
relativos  a  dicho  arte,  no  debera  pues  extrariarse  que  care- 
ciendo  de  base  para  deducir  de  ella  ninguna  consecuencia 
solida,  abandonemos  tan  escabroso  terreno  para  no  anadir 
en  tan  oscura  materia  nuevas  hip6tesis  que  a  nada  util  ni 
practico  habian  de  conducirnos. 

Hechas  estas  declaraciones  que  hemos  creido  necesarias, 
pasemos  a  dar  cuenta  a  nuestros  lectores  de  los  cantos  y 
bailes  que  encierra  la  apreciable  coleccion  del  Sr.  Espada. 


II. 


En  la  miisica  y  poesia  popu- 
lar es  tanta  su  espontaneidad, 
que  es  como  las  mariposas  en 
las  que  al  menor  contacto  pier- 
den  el  polvo  que  colora  sus  alas. 

Fernan  Caballero. 


Conformes  en  un  todo  con  esta  bellisima  y  exacta  apre- 
ciacion  de  tan*ilustre  escritora,  al  encargarnos  de  la  publi- 
cacion  de  estos  cantos  hemos  considerado  como  deber  de 
conciencia,  prescntarlos  tal  y  como  fueron  recogidos  por 
el  Sr.  Espada,  no  permitiendonos  introducir  en  ellos  ni  la 
menor  modification  que  pudiera  desvirtuar  en  lo  mas  mi- 
nimo  su  extranoy  tipico  caracter  que  es  lo  verdaderamente 
interesante  en  estas  espontaneas  manifestaciones  del  senti- 
miento  popular,  dignas  siempre  de  perpetuarse  en  la  histo- 
ria  y  en  el  arte,  cual  preciosos  restos  de  tiempos  que  pasa- 
ron  y  de  razas  proximas  a  extinguirse  para  siempre. 

Mas  si  nuestro  respeto  a  estos  cantos  de  los  primitivos 
moradores  de  America  nos  ha  impulsado  a  darlos  a  luz  en 
la  forma  adoptada  por  un  celoso  coleccionador,  no  vaya 
a  deducirse  de  esto  que  nos  hallemos  en  un  todo  conformes 
con  ella,  pues  segiin  nuestro  criterio,  creemos  que  hubiera 
sido  mucho  mas  conveniente  presentarlos  enteramente  des- 


VI  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

pojados  de  todo  acompanamiento  y  armonizacion ,  a  fin  de 
que  conservaran  todo  el  caracter  de  autenticidad  posible, 
tan  esencial  ccmo  muy  apreciado  siempre  en  esta  clase  de 
colecciones  que  pudieramos  denominar  artistico-arqueolo- 
gicas  por  la  gran  relation  que  entranan  con  los  usos,  cos- 
tumbres  e  historia  de  los  antiguos  pueblos. 

La  coleccion  del  Sr.  Espada  se  halla  dividida  en  dos  sec- 
ciones.  La  primera  que  es  a  nuestro  juicio  la  mas  curiosa, 
contiene  veinte  yaravies  y  cuatro  bailes,  que  el  mismo  re- 
cogio  en  tan  apartadas  regiones.  La  segunda  consta  de  doce 
tonadas,  dos  bailes,  cinco  cdcltuas  y  lanchas  para  bailar, 
tomadas  de  la  Historia  inedita  del  obispado  de  Trujillo, 
que  a  fines  del  siglo  pasado  ordenaba  el  obispo  de  aquella 
diocesis  D.  Baltasar  Jaime  Martinez  Compaiion.  Eslos  can- 
tos y  bailes  se  hallan  presenlados  en  muy  diferentes  formas. 
En  la  primera  de  estas  secciones,  unos  parecen  arreglados 
para  piano,  siendo  la  mano  derecha  la  que  lleva  el  canto  y 
haciendo  la  izquierda  una  especie  de  acompanamiento  sin 
acordes,  6  mas  bien  un  bajo  ritmado  que  les  sirve  de  base. 
Otros  estan  escritos  en  tres  pentagramas,  hallandose  en  el 
primero  el  canto  y  en  los  dos  restantes  el  acompanamiento. 
Un  canto  tan  solo  vemos  anotado  para  voz  y  coro ,  tambien 
en  tres  pentagramas  pero  sin  acompanamiento  alguno. 
Todos  ellos  carecen  de  letra,  excepto  el  Canto  de  la  siega, 
y  el  Cuxnico  que  la  tiene  en  lengua  quichua,  y  el  Amor 
fino  en  espanol.  En  todos  estos  cantos  no  se  advierte  ni  el 
menor  rastro  de  la  influencia  europea,  pues  en  ellos  domina 
una  monotonia  melancolica  que  se  desprende  de  su  vaga 
tonalidad  y  de  su  constante  termination  en  las  notas  bajas 
de  la  voz  por  medio  de  intervalos  de  tercera  6  cuarta,  lo 
cual  les  da  un  caracter  tan  original  como  extraiio.  La  ma- 
yor parte  de  ellos,  y  en  particular  El  Yupaichisca,  El  Cux- 
nico ,  El  Yumbo  y  El  Masalla  pueden  considerarse  como 
tipos  de  musica  de  los  primitivos  indigenas,  conservados  al 
traves  de  los  tiempos  liasta  nosotros  por  medio  de  la  tradi- 
tion. El  yaravi  de  Guayaquil  que  tiene  por  nombrc  /Alza 


YARAVJES    QUITENOS.  VII 

que  ie  han  visto!  debe  ser  uu  baile  de  origen  moderno,  pues 
tiene  alguna  semejanza  con  el  Zapaieo  del  monte  de  los 
guajiros  de  la  isla  de  Cuba. 

De  las  doce  tonadas  que  forman  paiic  de  la  segunda  sec- 
cion,  tan- solo  conservan  algiin  caracter  indio  las  que  tienen 
por  nombre  El  Diamante,  El  Huicho  y  El  Chimo.  De  estas, 
las  dos  primeras,  originarias  de  Chachapoyas  estan  escritas 
para  una  sola  voz  con  acompanamiento  de  violin  y  bajo,  y 
la  terccra  para  dos  voces  con  bajo  y  tamboril. 

La  Donosa,  La  Lata  y  El  Conejo  son  tonadas  cantables  y 
bailables  que  suponemos  de  procedencia  moderna,  pues  en 
ellas  se  advierte  cierta  reminiscencia  de  la  jota,  como  asi- 
mismo  La  Celosa  vEl  Palomo  que  recuerdan  aunque  vaga- 
mente  el  popular  baile  delas  Sevillanas.  Las  demas  carecen 
de  importancia.  Las  cdchnas  son  unas  canciones  que  se 
cantan  y  bailan  en  coro.  De  las  cinco  que  insertamos,  dos 
de  ellas  son  una  especie  de  villancicos  y  suletra  versa  sobre 
el  nacimiento  de  Nuestro  Serior  Jesucristo,  en  otra  se  en- 
salzan  las  virtudes  de  la  Virgen  y  las  dos  rcstantes  pertene- 
cen  al  genero  profano  6  amatorio.  Casi  todas  estan  anotadas 
para  una  6  dos  voces  y  coro  con  acompanamiento  de  violin 
y  bajo.  Su  miisica  no  tiene  valor  alguno.  Nada  hallamos 
tampoco  de  particular  en  los  bailes  denominados.  El  Chimo, 
Los  Danzantes  y  Las  Lanchas,  si  bien  en  la  estructura  rit- 
mica  de  este  ultimo,  notase  tambien  algiin  pequeno  .rasgo 
de  lo  que  constituye  al  caracter  especial  de  los  bailes  de  los 
ya  referidos  guajiros.  Las  letras  de  todas  estas  canciones 
estan  generalmente  en  mal  castellano,  alternando  con  algu- 
nas  palabras  quicbuas,  exceplo  en  la  tonada  del  Chimo  que 
esui  toda  en  dicba  lengua. 

De  este  sucinto  examen  de  la  coleccion  del  Sr.  Espada  se 
desprende,  que  si  bien  en  su  segunda  seccion  notanse  algu- 
nos  cantos  de  escaso  valor  por  ser  de  procedencia  moderna 
y  no  descubrirse  en  ellos  ningiin  rasgo  caracter istico  digno 
de  especial  mencion,  no  puede  negarse  el  interes  y  gran 
curiosidad  que  despiertan  muchos  de  los  contenidos  en  la 


VIII  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 

primera,  y  cuyo  origen  no  creemos  aventurado  asegurar 
que  reconozcan  una  antigiiedad  remota. 

De  todos  modos,  y  sea  cual  fuere  el  aprecio  que  logren 
merecer  de  los  inteligentes  en  esta  clase  de  investigaciones, 
nunca  podra  desconocerse,  que  su  celoso  coleccionador  al 
suministrar  con  ellos  nuevos  datos  a  los  que  ya  poseiamos 
respecto  de  la  miisica  de  tan  primitivos  pueblos,  ha  prestado 
un  senalado  servicio  digno  de  consignarse  en  lasinteresan- 
tes  actas  del  referido  Gongreso. 

J.  Y. 


YARAVIES    QUITENOS. 


IX 


EL  MASALLA. 


Acostumbran  a  cantarlo  los  indios  en  sus  casamientos 
a  manera  de  consejo  a  sus  hijos. 


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CONGRESO    DE    AMEIUCANISTAS. 


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YARA.VIES    QUITENOS. 


XI 


EL  ALBACITO. 


Con  este  yaravi  despiertan  los  indios  a  los  novios 
al  otro  dia  de  casados. 


Airoso. 


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XII  CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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YARAViES    QLITENOS. 


XIII 


EL  LLANTO. 

Que  expresa  el  tono  y  sentimieuto  con  que  lloran 

las  iucjias. 


Lacrimoso. 


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CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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13 


YAIUVIES    QUITENOS. 


XV 


YUPAICHISCA. 


Con    este   yaravi    cantan    los  indios   de    las  haciendas 

inmediatas  a  Quito  el  «A1  divino»  todos  los  dias 

de  fiesta  a  las  tres  de  la  maiiana. 


Andante. 


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CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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YARA.VIES    QUITENOS. 


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a  cuyo  compas  acostumbran  a  segar  los  indios 
de  las  haciendas. 


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XVIII 


CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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Nuca  ulpisi  tulli. 
Maipi  charitian. 
Mana  ricurcani. 
Xuingumi  huacan  (1). 


Mi  tierna  tortolita 
adonde  estara, 
pues  ya  no  la  veo 
y  el  coraz6n  llora? 


(1)  Conviene  advertir  que  la  len£rua  de  esta  copla  no  es  la  quichua  pura 
sino  su  dialecto  quiteno,  y  aun  corrompido.  En  aquella,  por  ejemplo,  itlpisue- 
na  itrpi:  ccivtlffU,  soncco.  etc 


YARAVIES    QUITENOS. 


XIX 


EL  YUMBO. 


Antiguo  yaravi  que  usan  hasta  hoy  los  indios  en  el  baile 
de  los  «Danzantes»,  tocado  con  el  pito  y  acompaflamiento 

de  tamboril. 


Moderate. 


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YARAVIES   QUITENOS. 


XXI 


EL  SAN  JUANITO. 


Baile  de  los  indios  de  Otavalo,  que  en  los  dias  de  la 
festividad  de  San  Juan  Bautista  lo  usan  cada  ario  y 
con  mucha  novedad,  tanto  en  Otavalo  como  en  los 
demas  pueblos  de  Imbabura. 


Allegro. 


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XI 


YAIUVIES    QUITENOS. 


XXIII 


EL  MAYORDOMO. 


YARAVI  ANTIGUO. 


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CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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XXVI 


CONGRESO   DE   AMERIf.ANISTAS. 


BARTOLA 


YARAVl   ANTIGUO. 


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XXvIlI 


CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


DONA  LORENZA. 


Yaravi  antiguo,  conservado  con  una  tradicion 
de  cierto  suceso. 


Lamentabile. 


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YARAVIES   QUITENOS. 


XXIX 


CALLIMAN-LLUGCIXPA. 


YARAVf  ANTIGUO. 


PIANO. 


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XXX 


CONGRESO   DE   AMEIUCANISTAS. 


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YARAV1ES   QUITENOS. 


XXXI 


EL  CUXNICO. 


YARAVI  ANTIGUO. 


Amoroso. 


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XXXII 


CONGRESO    DE  AMERICANISTAS. 


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YARAVIES   QUITENOS. 


XXXIII 


OTRO  CUXNICO. 


YARAVt  ANTIGUO. 


voz. 


Amoroso. 


PIANOS 


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1."  En  su-mag  pa- lacio  cux-x-ni-co      cau-sa-jnn-gui 
2.a   Su-mag  pan  de  huevo  cux-x-ni-co        mi  -  cu-jun-gui 


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XXXIV 


CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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can-cha  cux  -  ni  -  co 


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yu  -  ya 


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YARAVIES   QUITENOS. 


XXXV 


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cancha  cux-ni-co 


yu-ya-rm-gui 

yu  -  ya-rin-gui 

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TRADUCC10N  DE  LA  LETRA  DE  ESTE  CUXNICO. 


1." 

En  rico  palacio, 
viviendo  estaras, 
de  mi  pobre  choza 
tu  te  acordaras. 


2.1 

Eico  pan  de  huevo 
comiendo  estaras 
de  mi  maiz  tostado 
tu  te  acordaras  (1). 


(1)  Repetimos  aqui  acerca  de  la  letra  de  este  yaravi  lo  que  dijimos  por  nota 
a  otro  de  los  anteriores.  En  cuanto  a  la  traduccion  hay  que  observar,  que 
sumag  (6  sumac)  noes  «rico»,  sino  «hermoso»;  que  chaglla  guasi  (6  chaclla 
huasij  es  propiamente  «casatechadacon  varejones».—  Cuxnico  (6  coznicoj  viene 
con  seguridad  de  kcoznichini  «ocuparse  en  comer  y  beber  6  tratarse  bien». 


XXXVI 


CONGRESO  DE   AMERICANISTAS. 


LOS  PASTORES. 


YARAVI. 


Allegretto. 


PIANO. 


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YARAVIES   QUITENQS. 


XXXVII 


DON  JACINTO. 


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YARAVt. 


Amoroso. 


PIANO 


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(!)  Seyun  las  noticias  que  hemos  podido  adquirir,  este  D.  Jacinto  era  la 
diversion  del  pueblo  por  ser  de  una  extremada  inocencia  a  pesar  de  su  avan- 
zada  edad.  Andaba  por  las  plazas  y  tiendas  alarprando  la  mano  para  que  le 
diesen  algo  de  comer,  lo  cual  metia  inmediatamente  en  pus  bolsillos;  no  se 
quitaba  jamas  los  zuecos  y  andaba  siempresin  sombrero.  Su  conversacion  era 
tematica  y  patriotica.  A  su  muerte,  el  pueblo  que  le  queria  mucho,  manifesto 
su  duelo  con  este  yaravi. 


XXXVIII 


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CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 


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YARAVIES    QUITENOS. 

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XXXIX 


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C0NGRE90   DE   AMERICANISTAS. 


AMOR   MIO 


YARAVI  ANTIGUO. 


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XLII 


CONGRESO   DE    AMERICANISTAS. 


AMOR  FINO. 


BAILE  POPULAR. 


CANTO. 


PIANO. 


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XLIII 


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Al  que  te  quiere  que  -  re-lo 

T"«  T   » 


XLIV 


CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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y  al  que  no  no  le  hagas  fuerza. 


Al  que  te  quiere  que- 


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y  al  que  no  no  le  hagas    fuer-za. 


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YARAVIES   QUITENOS. 


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XLVI 


CONGRESO    DE   AMERIGANISTAS. 


EL  DESENGANO. 


YARAVI. 


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PIANO 


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XLVIII 


CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 


CUANDO  ME  MUEEA. 


YARAVt. 


Moderato. 


PIANO 


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CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


LA  PURIFICADOEA. 


YARAVf. 


PIANO, 


Moderato. 


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LII 


CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 


LA  ROBADORA. 


YARAVi. 


PIANO 


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LIV 


CONGRESO    DE    AMEMCANISTAS. 


LA    PARRANDA. 


BAILE  POPULAR. 


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Allegro. 
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YARAVIES    QUITENOS. 

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LV 


fe^ilgl^^Nii 


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LVI 


CONGRESO   DB  AJCERICANISTAS. 


iALZA  QUE  TE  HAN  VISTO! 


MUSICA  DE  GUAYAQUIL. 


PIANO. 


Introduction. 


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CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 


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LIX 


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LX 


CONGRESO  de  americanistas. 


BA1LE  DE  LOS  INDIOS  DE  QUIJOS. 


AIRE  DE  CACHUA. 


Allegro. 


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TONADA    DE    CHACHAPOYAS. 


LXI 


EL  DIAMANTE  (D- 


TONADA  DE  CHACHAPOYAS  PARA  BAILAR  CANTANDO. 


voz. 


VIOLIN.< 


BAJO. 


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Andantino. 

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(1)  Deseando  no  diferir  por  mas  tiempo  la  publicacion  de  este  segundo 
tomo,  desistimos  de  insertar  integros,  segun  nos  habiamos  propuesto,  todos 
los  cantos  y  bailes  que  contiene  la  segunda  seccion,  limitandonos  a  dar  &  co- 
nocer  de  ella,  El  Diamante,  El  Huir.ho,  El  Chimo  y  Las  Lauchas,  que,  en  nues- 
tro  concepto,  son  los  mas  interesantes  de  la  Historia  inedita  del  obispado  de 
Trujillo,  anteriormente  citada  y  de  donde  los  tomo  el  ilustrado  y  celoso  colec- 
cionador  Sr.  Espada. 


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LXII 


CONGRESO   DE   AMERICANISTAS. 


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LXIV 


CONGRESO   DE    AMERICANISTAS. 


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LXV 


EL  HUICHO  DE  CHACHAPOYAS. 


TONADA 


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LXVI 


CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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LXVIII 


CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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TONADA    DEL    CHIMO. 


LXIX 


TONADA  DEL  CHIMO. 


A  dos  voces,  bajo  y  tamboril,  para  bailar  cantando. 


voz  i.« 


voz  2.» 


BAJO. 


TAMBORIL. 


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LXXII 


CONGRESO    DE    AMERICANISTAS. 


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LXXIII 


LAUCHAS  PARA  BAILAR. 


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BAJO. 


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LXXX  CONGRESO  DE   AMERICANISTAS. 

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FIN. 


INDICE 

de  los  yaravies  y  demas  cantos  y  bailes  contenidos 
en  esta  coleccion. 


PAGINAS. 

Introduction UI 

El  Masalla. —  Acostumbran  a  cantarlo  los  indies  en  sus 

casamientos  a  manera  de  consejo  a  sus  hijos jx 

El  Albactto.— Con  este  yaravi  despiertan  los  indios  a  los 

novios  al  otro  dia  de  casados xi 

El  Llanto.— Que  expresa  el  tono  y  sentiniiento  con  que 

lloran  las  indias xin 

Yupaichisca.— Con  este  yaravi  cantau  los  indios  de  las  ha- 
ciendas inmediatas  a  Quito  el  cAl  divino»  todos  los 

dias  de  fiesta  a  las  tres  de  la  manana xv 

Canto  a  cuyo  compas  acostumbran  a  segar  los  indios  de 

las  haciendas xvn 

El  Yumbo. — Antiguo  yaravi  que  usan  hasta  hoy  los  indios 
en  el  baile  de  los  <Danzantes»,  (tocado  con  el  pito  y 

acornpanamiento  de  tamboril) xix 

El  San  Juanito. — Baile  de  los  indios  de  Otavalo xxi 

El  Mayordomo. — Yaravi  antiguo xxm 

Bartola. — Yaravi  antiguo xxvi 

Dona  Lorenza. — Yaravi  antiguo,  conservado  con  una  tra- 
dition de  cierto  suceso xxvm 

Calllman-llugcixpa. — Yaravi  antiguo xxix 

El  Cuxnico. — Yaravi  antiguo x.wi 

Otro  Cuxnico. — Yaravi  antiguo xxxm 

Los  pastores. — Yaravi xxxvi 

Don  Jacinto. — Yaravi : .    ...  xxxvn 

Amor  Mio. — Yaravi  antiguo xl 

Amor  fino. — Baile  popular xlii 

El  desengano. — Yaravi xlvi 


LXXXII  CONGRESO    DE   AMERICANISTAS. 

Cuando  me  muera. — Yaravi XLV1U 

La  Purikicadora. — Yaravi l 

La  Robadora.— Yaravi lii 

La  Parranda.— Baile  popular liv 

|Alza  que  te  han  visto !  —  Miisica  de  Guayaquil lvi 

Baile  de  los  indios  de  Quijos. — Aire  de  cachua lx 

El  diamante. — Tonada  de  Chachapoyas  para  bailar  cau- 

tando lxi 

El  Huicho  de  Chachapoyas. — Touada lxv 

Tonada  del  Chimo lxix 

lauchas  para  bailar lxx11i 


Terminada  la  colecci6n  de  cantos  y  bailes  indios  pre- 
.<entada  al  Congreso  de  Americanistas  por  el  Sr.  Espada, 
justo  es  mencionar  al  ilustrado  impresor  D.  Ricardo 
Fortanet,  &  cuyo  acreditado  celo  por  los  adelantos  de 
su  arte,  debemos  el  que  dicha  colecci6n  se  haya  publi- 
cado,  por  primera  vez  en  Espana,  con  caracteres  tipo- 
graficos,  que  tanto  armonizan  con  el  texto  g-eneral  de 
la  obra.  Este  feliz  ensayo  debe  animar  al  Sr.  Fortanet  k 
propagar  en  trabajos  de  mayor  importancia,  un  proce- 
dimiento  que  tan  beneficiosos  resultados  ha  de  reportar 
a  los  profesores,  compositores  y  aficionados  al  bello  arte 
de  la  miisica. 


J.  Y. 


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