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THE J. PAUL GETTY MUSEUM LIBRARY
ACTAS
DEI.
CONGRESO INTERNACIONAL
DE AMERICANISTAS
4.' REUNION — MADRID — 1881
II
CONGRESO
INTERNACIONAL
DE
AMERICANISTAS
A CTAS
DE LA
CUARTA REUNION
IMI^IDIE^IID — 1881
TOMO SEGUNDO
MADRID 1881
KRAUS REPRINT
Nendeln/Liechtenstein
1968
Reprinted by permission of the
INTERNATIONAL CONGRESS OF AMERICANISTS
a Division of
KRAUS-THOMSON ORGANIZATION LIMITED
Nendeln /Liechtenstein
1968
Printed in Germany
Lessingdruckerei in Wiesbaden
GETTY CENTER LIBRARY
SETINIA SESION.
MIERCOLES 28 DE SETIEMBRE A LAS NUEVE Y MEDIA
DE LA MANANA. "
Ling ihistica j paleografia, etnografia, historia.
El Sr. Presidente Duque de Veragua manifesto
al Congreso, antes de entrar en la orden del dia,
<[ue S. M. el Rey? deseando dar una prueba de de-
ferencia y' consideration a los que componen esta
respetable Asamblea, se habia dignado encargarle-
manifestara en sn nombre que esta noche a las
nueve y media tendria mucho gusto en recibir a
los senores que quisieran ir a Palacio a tomar una
taza de te.
Noticio despucs haber recibido un telegrama del
Sr. Ministro de Espaila en "Washington, participan-
do haber trasmitido al Gobierno de los Estados-
Unidos y a la Sra. Viuda del Presidente Garfield el
noble acuerdo del Congreso de Americanistas, y
que habia sido recibido con prof undo reconoci-
miento; y haciendose interprete del sentimiento
a 1 *
(j C0NGRES6 DE AMERICANISTAS.
general, propuso se hiciera constar el homenaje de
gratitud a S. M. el Rev y se reiterase el testimonio
de carifio y respeto a la familia del que fue Presi-
dente de la Repiiblica de los Estados-Unidos de
America, nuestro consocio. (Muy Men, aplausos.)
Seguidamente rogo al Sr. Leemans, director del
Museo de Leiden, que se sirviera ocnpar la presi-
dencia.
El Sr. Leemans, ocupando el sillon, dio expre-
sivas gracias por la distincion de que era 'objeto,
atribuyendola a la direction especial de los estudios
arqueologicos a que se habia dedicado, y que for-
raaban la materia principal de la orden del dia; y
concluida su elegante oration concedio la palabra a
El Sr. Arias de Miranda: Estoy admirado, seflorcs,
de la erudicion y gran talento que lucen en los discursos
aqui pronunciados, acreditando la profundidad de los es-
tudios hechos para resolver la intrincada cueslion de los
■primeros pobladorcs del Nuevo Mundo ; pero al mismo
liempo que me asombra el afan y levantados propositos de
la sociedad moderna , de penetrar en las interioridades del
tiempo pasado, estimo en mi pobre juicio que los caminos
que ahora se siguen no conduciran al fin que todos de-
seamos.
Creen algunos que el Antiguo Mundo esluvo unido al
Nuevo; pues es natural investigar que especie de hom-
bres eran y de donde vinieron. Hay quien admiteque pro-
ccdfan de Egipto , fundandose en algunas ruinas y monu-
mentos hallados en America, que se dice tener gran seme-
janza con los de aquel pueblo, y yo presumo que si en Es-
pana se empezase A desenterrar lo que hay oculto, a reco-
gcr picdras dislocadas, llegariamos a averiguar que en esta
LA ATLANTIDA. /
region estuvieron los chinos, los hotentotes y todas las na-
ciones del universo, porque de seguro encontrariamos co-
sas parecidas a las de cada uno de esos pueblos.
En mi opinion es necesario volver k la idea de la Atldn-
tida de Platon, ya se busque en el Atlantico, ya en ese ar-
chipielago inmenso que parece formado por los fragmentos
de un continente desconocido. Hay, en efecto, ciertas ana-
logias, muy debiles por cierto, que inclinan a presumir
que los primeros pobladores del Nuevo Mundo procedian
de los egipcios 6 de los griegos; mas hay en cambio indi-
cios tan fuertes en contra, que para mi dan resolucitin ab-
solutamente negativa.
<;C6mo es posible que esos hombres del Mundo Antiguo
hubieran ido a" dominar en America, permaneciendo alii
siglos y siglos, como segiin dicen demuestran los monu-
mentos que alii han dejado, y no llevaran consigo lo bueno
que habia en el pais que dejaban? <;C6mo es de admitir
que no llevasen trigo, vino, aceite, bueyes y caballos?'
Pues nada de esto se encuentra.
Es un hecho constante en las conquistas y colonias de
todos los pueblos que los invasores vayan proveidos de lo
mas litil que poseen, y que al mismo tiempo aprovechen
lo que ven en el pais conquistado. Los espanoles dotaron
a America de animales y cereales, con otras cosas utiles al
hombre de que el continente carecfa. La Reina Gatolica
ordeno que en el segundo viaje de Colon fuera un buquc
cargado de semillas y de animales para que se multiplica-
ran en los paises recientemente descubiertos, y es muy
extrario que sus habitantes se pasaran sin esas cosas y ami
sin hierro, metal indispensable a toda naci<5n, si no es a
aquellas llamadas Mrbaras.
Pero hay mis; los espanoles trajeron inmediatamente
a su patria la batata, el maiz y otras plantas que , como el
tomate y los nabos, con las nombradas, se producian en
Espana al segundo ano.
Para mi es este argumento incontesUible de que no fue-
8 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
ion gentes del Autiguo Mundo las que poblaron la Ameri-
ca, fortalecinidolo el de que la religion nunca falta en los
pueblos, y que la llevan consigo'a todas partes. ,; Que me-
morias existen en el nuevo continente de las creencias re-
ligiosas de los asirios, egipcios li otros pueblos antiguos?
Nada, absolutamente nada; los restos de sarcofagos y jero-
glificos examinados hasta ahora nada significan.
En punto al lenguaje, <;que dejaron alii esas nationes?
/.No estamos viendo en Espaiia que, trascurridos dos mil
anos desde la dominacion de los romanos, conservamos,
sin embargo, mucho de su lengua? ,;,Quien dudara que ha
de saberse en America hasta el dia del juicio final que los
espaiioles llevaron animales, vegetales y minerales?
Tres anos despues de descubierto el Peru habia alii un
canario que por gusto y sehal encargo uno de los conquis-
tadores , y al padre del inca Garcilaso le regalaron los in-
dios cuatro cargas de uvas , haciendo tan poco tiempo que
se habia plantado la primera vid.
Repito, pues, que es necesario volver al estudio de la
Atlantida, como punto de partida para el progreso de las
investigaciones de los Americanistas.
El Sr. Presidente : Tiene la palabra el Sr. Montes.
El Sr. Montes (Andres Jesus] : Al pasar por Valparaiso
recibi de D. Benjamin Vicuna Mackenna la honorifica co-
mision de presentar al Congreso una coleccion de sus obras.
He tenido la satisfacci6n de cumplir este encargo entre-
gando en la Sccretaria veinticinco volumenes, y espero
que el Congreso reciba con estimation este agasajo.
•El Sr. Presidente: El Congreso acepta con grati-
tud las obras del Sr. Vicuna Mackenna. fMmj Men, muy
hi en.)
El Secretario Sr. Fern&ndez-Duro: Constaranlas re-
f'eridas obras en el catiilogo de las que han sido ofrecidas
al Congreso.
El Sr. Presidente : El Sr. Conde de Charencey tiene
la palabra.
I DES AfiES OU SOLEILS. i>
El Sr. Conde de Charencey hizo en castellano
un resumen de la memoria siguiente:
Des Ages ou Soleils d'apres la Mythologie des peu-
ples de la Nouvelle Espagne, par M. le Comte de
Charencey.
AVANT-PROPOS.
Les Annales de presque tous les peuples debutent par
des fables. A mesure que Ton s'eloigne de l'epoque ou s'e-
pauouit la civilisation pour se plonger dans la nuit du passe,
on eprouve une sensation comparable a celle de l'homme
qui penetre dans une caverne profonde. Nous voyons la
narration perdre de sa nettete et de sa precision, et le mer-
veilleux empieter de plus en plus sur le domaine de l'his-
toire. Enfin, arrive le moment ou ayant acheve de se subs-
tituer a celle-ci, il regne sans partage, et ces longues perio-
des auxquelles ne se rattache plus aucun souvenir certain,
apparaissent remplies de recits purement mythiques, fruits
de l'imagination populaire et de celle des lettres.
G'estque, pour les nations comme pour les individus,
l'essor de l'imagination precede, de beaucoup, les progres
de la froide raison ; c'est que l'esprit critique sans lequel
il ne saurait exister d'historien reellementdigne de ce nom
est lent a se developper. Des le berceau, les societes hu-
maines ont eu leurs ai';des, leurs bardes, leurs chantres ins-
pires. A ces amis des Dieux , le don des fictions poetiques
et plus tard, celui de conserver dans leurs vers, on plutot
de transformer au gre de leurs caprices, le depot des anti-
ques traditions , de celebrer suivant l'inspiration de la
muse, les hauts faits des heros, fils des inmortels. Sembla-
bles au moine de la legende, dont la vie entiere s'ecoula,
toute entiere , de oui'r les accents de l'oiseau de Paradis,
longtemps les peuples leur prrtent une oreille attentive.
10 CONGRES DES AMERICANISTES. -
11 faut que les siecles succedent aux siecles, que la civili-
sation ait affermi son empire; pour qu'enfin l'homme se
fatigue des contes naifs et gracieux, charmes de son en-
fance; pour que son esprit se contentant du simple expose
des faits, exige du narrateur, ce scrupuleux respect de la
verite vraie que Ton appelle l'exactilude. En un mot, sui-
vant la pittoresque expression d'un auteur contemporain,
ce n'est qu'aptvs avoir lougtemps fait l'histoire que les na-
tions songent a l'ecrire.
Au reste, les recits mythiques eux-memes revelent des
formes bien dinerentes, suivant le genie proprc de chaque
race, ses tendances et le caractere de sa religion. A cot egard.
une distinction d'importance capitale nous semble devoir
etre etablie.
Tantot le peuple suivra l'exemple de ces families patri-
ciennes donl l'orgueil se complait a multiplier outre mesure
le nombre de leurs ancetres, et parfois meme a confondrc
leurs origines avec celles du genre humain. Croyant attes-
ter d'autant mieux la noblesse de son extraction, qu'il la fern
remonter plus haut dans la serie des ages, il se declarera
apparente a quelque nation illustre de l'antiquite. G'est ce
qui se manifeste surtout cbez nos societes occidentales dont
l'esprit se moutra constamment rebelle a l'inlluence sacerdo-
talc. Affranchi de bonne beure, de toute tutelle hieratique,
il a volontiers assigne le premier rang aux questions de
l'ordre politique et fait du culte de la patrie, une partie
essentielle de la religion. Aussi l'amour propre national
semble t-il le sentiment auquel ont le plus souvent obei nos
createurs de legendes. Etrangers aux theories cosmogoni-
ques, ils ne s'occupent gueres d'expliquer comment le
mondc a etc forme. Les annales des peuples voisins , elles
memes , n'attirent que mediocrement leur attention, a
moins que l'interot patriotique ne s'y trouve engage. Gelc-
brer la gloire et les exploits de ses concitoyens, voila le but
constant que se propose le narrateur et pour l'alteindre,
rien ne lui coutera. Nous le verrons, avec une incroyable
[] DES AGES OU SOLEILS. 11
audacc, denaturer les faits, les falsifier, ou inventer de nou-
veaux; en un mot, se livrer a toutes les fantaisies d'une ima-
gination sans frein. Anssi les fictions de nos occidentaux
off rent elles, en general, une physionomie beaucoup plus
romanesque que mythique. Gitons, par exemple, la fable
d'Jflnee arrivant avec ses compagnons aux lieux ou plus
tard s'eleva la ville eternelle. Aujourd'hui encore, l'habi-
tant du Transtevere se proclame le descendant direct et le-
gitime, non seulement des anciens Romains, mais encore
des Troyens fugitifs. Sono Romano, anche Trojano repete
t-il avec fierte. On sait que les Padouans, de leur cote, attri-
buaient la fondation de leur ville a Antenor, fils de Priam;
que les To scans se vantaient de leur parente avec les habi-
tants de Sardes en Lydie. Bref, la grande preocupation des
anciens Italiotes semble aurait ete de se attacher aux races
de TAsie Mineure et, specialement, a la sainte Ilion, dont
les poemes homeriques avaient rendu le souvenir si popu-
laire. Leur exemple se trouva suivi, du reste, par nos ecri-
\ainsdu Moyen-age. Les redacteurs des Grandes chroni-
ques de Saint-Denis ne manquent pas de faire des Franks,
une colonie Troyenne , ainsi nomme d'aprcs son premier
chef, le fabuleux Francion, fils d'Hector. La reputation mi-
litaire des Turks se trouvait, d'un autre cote, trop Men eta-
blie pour qu'on ne les jugeat pas un peu apparentes a nos
Francais. D'aprcs les memes auteurs, ils auraient quitte les
Champs Ubi Troja fuit, sous la conduite de Teucer. autre
descendant de Priam.
Pour divers motifs, une telle origine n'eut pas suffi a sa-
tisfaire la vanite des Hellenes. II leur fallait remonter plus
loin dans le passe, et se rattacher a ces Egyptiens que Ton
considerait comme le plus sage et le plus ancien de tous les
peuples. Aussi, ecrivains et mythographes grecs des epo-
ques posterieures font-ils venir en droite ligne, des bords
du Nil, les Cecrops, les Danaiis qui policcrent les premiers
habitants de l'Attique ou du Peloponese.
Nous ne nous arreterons pas a l'histoire fabuleuse des
12 CONGRES DES AMERICANISTES. 4
peuples Musulmans et Chretiens d'Orient, tels que les Ethio-
piens et les Arnieniens, histoire presqu'exclusivement
tiree des recits de la Bible, et passerons de suite a l'etude
de l'Antique Asie.
La, nous nous trouvons en presence des nations soumiscs
au regime des castes et de la Theocratie et dont la religion
se montre, par suite, fortement impregnee de donnees pan-
theistiques. G'est au sacerdoce que reviendra la plus grande
part dans l'elaboration des legendes. Habitues aux longues
speculations sur l'origine des choses et aux meditations
abstraites, les pontifes ne se preoccuperent gueres de ques-
tions plus ou moins historiques. A des hommes tourmen-
tes du desir de dechiffrer Tenigme de l'Univers , qu'impor-
tent, apres tout, les destinees d'un peuple dont la vie se
trouve bornee a un petit point de l'espace, et a une duree
de quelques siecles? Ge qu'il leur importe de savoir, c'est
Thistoire des Dieux, et non celle de simples morlels ou memo
d'ephemeres dynasties.
Ici se manifeste d'une facon bien tranchee, la difference
enire l'esprit a la fois belliqueux et politique des socieles
Europeennes et le genie tout religieux, tout contemplalif
de rOrient.
Dans cette derniere region, d'ailleurs, des principes bien
differents presideront a la fabrication des recits mythiques.
Parfois, nous voyons les considerations astrologiques jouer
an role preponderant, presqu'exclusif, et les lettres redige-
r'ont leurs fabuleuses annales, les yeux, pour ainsi dire,
fixes sur le Calendrier. G'est ce qui a lieu notamment chez
les Semites et les Iraniens. L'histoire legendaire de ce peu-
ple se trouve, comme Ton sait, divisee en douze periodes,
chacune de mille ans et repondant a un signe particulier du
Zodiaque.
Par la physionomic semi-historique que ses ecrivains
savent donner aux veilles conceptions de la mythologie
Aryenne , leur parti pris de ne s'occuper que de leur pays
et de leur nation, dont ils semblent systematiquement con-
5 DES AGES OU SOLEILS. 13
fondre les origines avec celles de l'humanite entiere, la
Perse fait la transition entre l'Europe et l'Asie propreinent
dite. D'autres nations de cette partie du monde, les Indous,
par exemple, plus franchement naturalistes dans leurs con-
ceptions, s'ils n'ont point exclu les donnees de Pastrologie,
ont su du moins leur imprimer un caractere evidemrnenl
cosmogonique. Rappelons, acepropos, les qua! re grands
Ages du mande ou Kalpds du Bhagavata-Purana et que Ton
dirait imaginees par quelque geologue contemporain!
De la a nous representer chacune des crises de la nature
comme dues a Taction d'un element parliculier, il n'y avail
qu'un pas, lequel ful bientut franchi. Aujourd'hui encore,
tous les peuples Boudhistes croient h des destructions suc-
cessives du globe par le feu, l'eau et le vent. Cette concep-
tion dont-il convient peu-etre de chercher la source primi-
live dans l'antique Chaldee se retrouvait, au moment de la
decouverte, chez les peuples de la Nouvelle-Espagne. Ne
serait ce pas la, une preuve nouvelle a ajouter a tant d'au-
tres des antiques relations ayant existe entre TAmerique et
TExtrcme-Orient, bien avant l'epoque do Colomb?
INTRODUCTION
L'un de nos plus savants Americanistes , M. Angrand, a
etabli, le premier, la double origine des antiques civilisa-
tions du Nouveau-Monde, les unes se rattachent au couranl
Occidental ou des Tetes droites, les autres au courant Orien-
tal, Floridien, ou des Tetes plates (1).
Sans entrer dans l'examen des divers caracteres propres
;i chacun d'eux, il en est un sur lequel, forcement, nous
(1) M. L. Angrand: Lett.-c a M. Dnly sin- les edtiquites de Tiagnanaco. (Ex-
trait ilu 21* vol. de la Rerce gpiifrolf de IWi'rJnfiTtVi'e, etc.)
14 CONGRES DES AMERICAN1STES. t)
devons appeler l'attention du lecteur, puis qu'il sert, pour
ainsi dire, de fondement au present travail. Nous voulous
parler de l'importance cabalistique attribute a telle ou telle
serie de nombres, et par suite , du chiffre auquel s'elevent
les ages et revolutions cosmiques, d'apres chacune des deux
fractions de la race rouge.
Si, en effet, les nations policees de la Nouvelle Espagne
partagaient l'histoire du monde en plusieurs cre^ ou perio-
des terminees chacune par un cataclysme; en revanche,
elles ne se trouvaient point d'accord enlre elles sur le nom-
bre de ces memes periodes et cataclysmes. Ainsi que nous
le rappelions dans un precedent travail, M. Angrand a cru
reconnaitre que les tribus du groupe Occidental en admet-
taient jusqu'a cinq, tandis que les Orientaux s'en tenaient a
quatre, et il considere ce point de foi comme un des plus
profondement caracteristique de leurs donnees religieuses,
comme le point de depart du grand Schisme dont le pre-
mier Quelzalcohuatl aurait ete, en Amerique, lepromoteur
et Tapotre (1).
Peut-etre cette ingenieuse theorie n'est-elle vraie qu'en
partie, ou, du moins, demanderait-elle a etre prealablement
expliquee. Nous exposerons plus loin les motifs qui nous
induisent a croire le systeme occidental, quinaire seule-
ment en apparence, mais en realite, non moins quateruaire
que celui des Orientaux. Aux yeux *des Indiens a Tete droi-
te, le premier cycle etant deja ecoule, l'on se trouvait aux
debuts du second. Suivant les Tetes plates, au contraire,
le dernier age du cycle n'avait point encore commence. En
tout cas, Ton pcut dire d'une facon generale que les nom-
bres impairs semblent avoir joue un role preponderant
dans la symbohque Occidentale. L'inverse se serait produit
dans celle des Orientaux.
(1) M. L. Angrand : Xotes manuscrites des coulears conside'se'es comme sy.iibn-
les des points de r?to,'izon p. 149. lo~2, du t»Se, n° 3, des Actes de la Socicte Phi-
lologiijve).
7 DES AGES OU SOLEILS. 15
Nous repoussons, en principe, du moms-, cela va sans
dire, l'opinion du docte Abbe Brasseur de Bourbourg, rela-
livement au caractere historique a attribuer a chacun des
ages ou soleils, comme on les appelle en langue mexicaine,
ainsi qu'a chacune des crises ou cataclysmes qui les termi-
nent. Nous avons eu deja l'occasion de nous expliquer a
cet egard (1). Que parfois, d'une facon plus ou moins di-
recte, la tradition populaire ait mele au souvenir des ces
fabuleuses periodes , celui d'evenements authentiques et
dont Fepoque peut meme-etre etablie avec un degre suffi-
sant de certitude, nous l'admettons sans difficulte; mais ce
n'est pas a dire que la donnee des ages cosmiques , en elle-
meme, ait rien a demcler avec l'histoire positive. Les In-
dous font bien; eux aussi, commencer l'age actuel, la Kali-
youga avec la guerre des Bharatides dont la date doit etre
raportee du xe au xne siocle de notre ere (2). Les evonements-
anterieurs sont ainsi appartenir a Fere precedente, celle du
Treta-youga. Concluera t-on de la qu'un point de. depart
historique et traditionnel doive etre assigne a la serie des-
Ages chez les riverains du Gange et a leur fantaslique chro-
nologie ?
§. ler. SVSTEME OCCIDENTAL.
G'est celui qui admet dans la theorie de M. Angrand,
cinq ages suivis d'autant de cataclysmes, dont quatre deja
ecoules. Nous le retrouvons specialement en vigueur chez
les Culhuas de Mexico, et c'est lui que suivent les auteurs
qui ont puise leurs recits a la source mexicaine propre-
(1) Chronologie des ages ou soleils , d'apres la Mythologie Mexicaine. (Extrait
ilu vol. 1878 des Me'moiresde I'Aeade'mie Nationale de Caen. J
(2) M. Lassen : Indische Aelterthnemskunde, t. 1« liv. 2", p. 599 et suivantes,
( Leipzig, 1874.)
16 C0NGRES DES AMERICANISTES. cS
ment dite, tels que le ou plutot les redacleurs des Codex
Yaticanus et Chimalpopoca, Motolinia, etc.
Ge systeme parait, si nous osons nous servir d'une telle
expression, avoir donne naissance a deux ecoles. Suivanl
Tune, Ton debute par le «Soleil» de Terrc; c'est elle que
suivent les auteurs du Codex Vaticanus, de «l'histoire des
Soleils,» Motolinia. L'autre, au contraire, commence par
l'Age de l'eau, ainsi que Ton en peut juger par les recits du
Memorial de Culhuacan et de Gomara. Ges deux ecoles, au
reste, differaient beaucoup entre elles, quand a la duree du
temps ecoule depuis la fin du dernier cataclysme jusquii
l'epoque contemporaine. Motolinia, comme nous le verrons
plus loin , place le dernier des bouleversements de la natu-
re, le deluge, en 68 de notre ere. Gomara, de son cote, nous
declare que la periode actuelle a commencee 858 ans avanl
l'epoque au il ecrivait. La premiere edition de son livre
ayant paru en 1552, ce comput nous reporterait au plus tOt
en l'annee 694 ap. J. C. Ges dates ont, en elles-memes, une
grande importance. C'est aux environs de l'ere chretienne
que semble s'etre repandu dans le Sud-Est de la Nouvelle-
Espagne, le systeme de civilisation personnifiee par le fabu-
leux Quetzalcohuatl. Au contraire , le milieu du vii* siecle
ap. J. G. est celui de Tarrivee des Tolteques sur le plateau
d'Anahuac. Nous pouvons conclure de la que les deux eco-
les dont-il vient d'etre parle, se sont, sur ce point du moins,
inspire de donnees propres a des races essentiellemenl
differentes par leur mode de culture, l'epoque de leur arri-
vee et sans doute aussi par le sang et par le langage. Cette
consideration ne nous permet gueres de partager l'opinion
de Humboldt , lequel semble porte a croire que chez les di-
verses populations de la Nouvelle Espagne, Ton debutait
par le Soleil de Terre pour terminer par le Soleil d'eau el
que si Ton a parfois interverti cet ordre, c'est que les copis-
tes ont la a rebours les vieilles peintures indigenes. Gela
pourrait etre, a la rigueur, vrai pour le Codex Yaticanus,
sans l'etre egalemenl pour les autres documents ci-dessus
<J DES AGES OU SOLEILS. 17
mentionnes. Encore moins serious nous portes a admettre
rhypothese emise par l'abbe Brasseur de Bourbourg , que
certains narrateurs indigenes auraient a tort, fait du delu-
ge, le dernier des cataclysmes, et abrege la duree des ages,
dans le but unique de menager les croyances de leurs vain-
-queurs, de mettre leurs traditions plus d'accord avec la Bi-
ble (1). Si tel avait leur mobile en prenant la plume, n'eus-
sent-ils pas aussitot fait d'omettre completement ces des-
tructions succesives du globe par les tremblements de ter-
rc, le vent, le feu dont nos livres saints ne parlent pas?
Nous serions done tentes d'appliquer le nom d'ecole meri-
■dionale, a celle qui commence par Tage de la Terre, d'ecole
Tolteque a celle qui place en premiere ligne , 1'age de l'eau.
II y a plus, des divergences assez considerables sembleut
se manifester chez les auteurs memes qui appartiennent a
la dite epoque Tolteque. D'apres la glose racme du Codex
Vaticanus, l'epoque de la creation ou tout au moins celle
-du premier cataclysme devrait etre approximativement
placee 35 siecles avant notre ere et peut-etre d'avantage.
Au contraire, l'hisloire des Soleils et Motolinia paraissent
s'accorder a reporter l'origine des choses 20 siecles environ
-avant J. C. La difference ne serait pas moindre d'une quin-
zaine de siecles. Quelle est la cause de ce desaccord? Cer-
tains colleges de pretres possedaient-ils un systeme de chro-
nologie special en ce qui concernait les epoques mythi-
<}ues ? Tiendrait-elle aux localites ou les traditions out ete
recueuilles? Motolinia et VHistoire des Soleils s'inspirant,
suivant toute apparence, de la donnee en vigueur chez les
Culhuas de Tenochtitlan, faudrait-il admettre que le redac-
teur du Vaticanus habitait une province plus ou moins
eloignee de cette metropole? On sait que la mythologie
mexicaine n'offrait pas un caractcre bien frappant d'homo-
(1) Abb6 Brasseur: liecltcrches snr les mines de Paleiujt'e, chapitre r>e, pagea
Til) et 60.
tomo r. ■>
0 2
In c.ongres dks vmi':hic.\nistes. m>
geneitc el que chaque region possedait ses legendes propres,
souvent en disaccord aver colics des pays limitrophes (t).
(Vest, en tout cas, ce que nous no sanrions cntreprendre
rl'olueider ici.
Quoiqu'il en soit, un fait bien digue de remarque, e'est
qin" les recits apparlenant an systeme quinaire s'accordent
tous, sauf peut-etre celni du Codex Vaticanus, a faire do
deluge de feu; lc troisiome des calaclysmes ayant boulversc-
notre globe. An contraire, ceux qui se rattacbent an syste-
ms quaternaire , sans exceptions aucune, ne placent pas la
destruction par le feu an rang des crises que noire univers
ait deja subies, niais la reporlent, comme un evenemenl
fulur, a la fin de la periode actuelle. G'est un point, du
resie, sur lequel nous aurons ;'i revenir.
Nous verrons plus loin que Ton ne retrouve gueres chez
les Yucaloques qu'un souvenir bien affaibli et assez obscur
des ages du monde et des catastrophes qui les termiuent.
Or, les Yucateques, conuue l'etablit fort bien M. Angrand,
doivent etre rattacbes au raiueau Tolloquc Oriental, taudis
que Mexicains propres et Guatemaliens sont des Occiden-
taux. Dcvrait-on induire de la que toute cette tbeorie des
ages eosmiqucs, propre d'abord anx nations du groupe Oc-
cidental aurait ete par ellos transmise aux Teles- plates:*
(Test cequc nous n'oscrions. cerles, pas allirmer, et ce qui,
;*i vrai dire, nous semble meme fort douleux.
1° Tableau des ages d'apres le « Codex Vaticanus. »
Un monument d'originc mexicaiue conserve a la Biblio-
llieque du Vatican nous donne enquatre tableaux l'bistoire
cosmogonique des peuples do 1'Anahuac. D"apres Hum-
boldt, le premier qui occupe lc cole droit, en bas, se rap-
'1 Mnulietn : Hixtorh: frlrst.siitife Iiirlhi.ir . caji. \ . p. HI. (Mexico, 1870.J
II DES AGES OH SOLEILS. !'••
porte a l'age tic la Terre; le seconde a gauche et en b;is
egalement, a celui du feu. Quant au troisieme a droite,
mais en haut, il indique lc « Soleil du Vent.» Enfin, le der-
nier a gauche, mais en haut nous retrace l'histoire du De-
luge. Notre auteur ajoute que le P6re Rios, dans son coni-
mentaire sur cet intercssant document, a commis line grave
erreur ; il fait de VAtonatiuh on « Soleil d'eau, » le premier
de tons, tandis qu'au contraire , e'est lui qui arrive en der-
nier lieu. G'est que le religieux espagnol avait voulu lire
le document indigene, de la meme facon qu'un livre euro-
peen, en commencant par le haut et la gauche, pour termi-
ner par la droite et la partie inferieure.
Or, ajoute lc savant allemand, les mexicains suivaient
mi ordre tout different. Chez eux, la lecture d'un documenl
ecrit au plutot peinl se ferait de droile ;'i gauche, en com-
mencant par le has de la page.
Ajoutons, pour plus de clarte, que l'ordre de la marche
des caractores, ou plutot des lignes etait, a la Nouvelle-
Espagne, horizontal comme clicz nous , et non point verti-
cal, ainsi qu'il Test a la Chine, chez les Mongols et au Ja-
pon (1). L'on ne passait a la ligne de dessus qu'apres avoir
fermine la ligne inferieure. Par tan t de ce principe, Hum-
boldt aurait parfaitement raison de declarer que le Vatica-
aus attribue le second rang au « Soleil de feu.» En effet,
nous rencontrons a gauche de la partie inferieure du ma-
nuscrit, le tableau se referant a la dite periode. Toutefois
une grave objection peut etre fai-tc a cette maniere de voir.
II faudrait declarer, qu'ici le narrateur indigene se trouve
.']) Es&ai lie dechiffreinent d'unfriigriicnt d' inscription Paleaq iieenue , pny:<! to
il suivantes du tome ler des Actes dc la Socic'tr Philologique (Paris, 1H72.)—
Essai de de'cMJremciit du ManuscHt troitno, pages JWO et suivantes de In Revue
iii\ Pltilolngie et d 'Ethnographie , t. I". (Paris, 1871.")— Voy. egalement les ileus
articles sur le de'ehiffrement des tcriturex rfllculiforuies w> Mayas , dans 1'annee
l*~R <les 1,/iin/es dp Philosophi' chn tie:'. ■<■■
•20 CONGRES DES AMER1CANISTES. 12
en opposition avec les autres annalistes appartenant a la
mome ecole. La chose est possible, sans doute, raais nou
pas certaine, car en definitive, chez les populations de la
Nouvelle-Espagne comme au sein de toutes les races fesant
usage des caracteres pictographiques ou d'hieroglyphes, la
direction des signes d'ecriture se trouvait sujette a certaines
variations. Differentes raisons, soit artistiques, soit pure-
ment conventionnelles, pouvaient induire a placer un signe
au dessous de la place qu'il devait occuper ou faire meme
suivre a Tecriture, une marche inverse de la marcbe nor-
male; c'est-a-dire qu'alors on lisait de gauche a droitc, a la
facou europeenne au lieu d'alter de droite a gauche. N'y
aurait-il pas quelque lieu de supposer que dans le Codex
Vaticanus, par un motif a nous inconnu, les lignes ou ta-
bleaux se trouvant ranges, non pas horizontalement, raais
bien suivant la verticale? De la sorte, le second age serait
celui de Pair ou du vent et la periode du feu arriverait en
Iroisieme rang, comme cela a lieu dans les autres docu-
ments du systeme quinaire. Quoiqu'il en soit de cette hy-
pothese, nous ne l'emettons que sous toute reserve et con-
tinuons a ranger les Soleils du Vaticanas dans l'ordre que
leur a assigne Humboldt.
Ge qui rend ce monument particulierement precieux,
nous dit le savant allemaud, c'esl que le nombre d'annees
a assigner a chaque periode s'y trouve marque, suivant les
regies habituelles de la numeration mexicaine , l'anuee
ayant pour hieroglyphe, un petit point ou cercle et le cycle
de quatre siecles apparaissant indique au moyen d'un
pttme, c'est-a-dire un cercle ou point de dimensions plus
grandes et couronne de quelques lignes droites et courtes,
qui font assez l'office de barbes de plumes.
Aucun doute , enfin , que ce Codex ne doive etre range
parmi les documents appartenant au systeme quinaire. Les
quatre compartirnents se rapportent evidemment aux ages
deja ecoules. Par suite, l'artiste admettait un cinquieme
cataclysme devant mettre fin a Tepoque actuelle, mais, que
13 DES AGES OU SOLEILS. 21
naturellement, il ne pouvait encore figurer dans sa peinlu-
re. Gela dit, nous allons entrer en matiere.
Le premier age ou Soleil est le Tlatonatiuh (sans doute,
une abreviation pour Tlachitonatiulij ou « Soleil de la Ter-
re.» G'est, nous dit Humboldt, celui des geants ou Quina-
mes, que les Olmeques ou Xicalanques, peut-etre compa-
gnons de Gucamatz, identique au premier Quelzalcoatl,
pretendent avoir trouve lors de leur arrivee dans la Nou-
velle-Espagne. La derniere annee de cet age aurait ete mar-
quee de l'hieroglyphe Ce-acatl; litt. «une canne.» Elle ame-
na une famine qui, ayant commence au jour «4-tigre» ou
Nahui-Ocelotl, fit perir la premiere generation humaine.
« G'est, probablement, a cause de l'hieroglyphe de ce jour,
nous dite Humboldt, que d'autres traditions font succom-
ber sous la dent ties tigres, ceu\ des geants qu'avait epai-
gne la disette.»
Le Codex Vaticanus figure cette destruction de l'huma-
nite par un genie malfaisant qui descend surla terre, pour
arracher les herbes et plantes alimentaires. Ne serait-ce
pas Tonaciyohua, dieu de la Terre et de la region du Sud?
Une duree de 13 X 400-}- 6, ou en langage ordinaire, de
5206 ?ns serait, ajoute Humboldt, attribute a la periode du
Tlatonatiuh, par Tauteur indigene. C'est ce qu'attestent les
rbiffres contenus dans la vignette.
La seconde periode ou a Soleil de feu» (Tletonatiuh) se
serait prolongee pendant 12 X 400 -{-4 = 4804 annees. On
l'appelle aussi Tzonchililteque ou «;lge rouge, » la couleur
rouge etant prise pour embleme de Telement igne. II se
lermine par ladescente sur terre, de Xiuhteuctli, litt. « Sei-
gneur de Tberbe,* le dieu du feu, le Pluton ou plutot, le
Vulcain de la Mythologie Mexicaine, en l'an Ce-Tecpatl
(t Silex), et au jour Nahui-Quiahuitl (4 pluie). Les hommes
furent tous transformes en oiseaux et echapperent a 1'incen-
die, grace a leurs ailes. Toutefois , un couple humain trou-
va asile dans l'int6rieur d'une caverne, et c'est a lui, sans
aucun doute, que fut confie le soin de repeupler 1'univers.
0 2*
-JJ CONGIU'S DES AMERICANISTES. 1 '<
Eiisuite, arrive YEhecatonatiuh , litt. «Solcil d'air ou do
vent,» lequel dure 10 X 400+ 10 = 4010 ans. II se termine
au jour «4-vent» ou Nalmi-Eltecatl. La vignette represente,
quatre fois, Fhieroglyphe du vent ou de l'air. Humboldt
verrait volontiers dans le genie qui decend du ciel, arme
(rune faucille, le dieu de l'air, Quetzalcohuatl en personne.
[/instrument dont il est arme, exprimerait la violence de
Touragan; lequel abat les arbres, tout comme le ferait un
outil tranchant. Quant aux homines, ils se trouvent chan-
ges en singes; ces animaux paraissant avoir ete pris comme
symbole du vent, aussi bien chez les habitants de la Nou-
velle-Espagne que chez les Indous.
Enfin, le qualrieme age est celui de l'eau (Atoniatuh),
dont la duree s'eleve a 10x400+8 = 4008 annees. II se
termine par une grande inondation qui commenoa en Tan
Calli flcmaison,» au jour a4-eau» ou Nahui-atl. Tous les
mortels sont metamorphoses en poisons, sauf un individu
el sa femme auxquels sert de refuge, un bateau fait d'un
I rone d'Ahuehete, litt. «sapin aquatique» ou Cypres Chauve
(Cupressus disticha). Le dessin represente Matlalcueye , hi
deesse des eaux, compagne de Tlaloe, lequel est a la fois
le genie de FOrient et celui de l'element humide. Elle s'e-
lance vers la Terre, tandis que Coxcox, le Noe de l'Anahuac,
et son epouse Xocluqitetzal, litt. « Le Quetzal a la fleur.
Quetzal fleuri.» apparaissent assis sur un tronc d'arbre,
couvert de feuilles et flottant au milieu des eaux. Ge deluge
aurait constitueleplus recenl desboulversements du Globe.
Plusieurs remarques doivent <A,tre faites au sujet de cette
interessante peinture et de sou dechiffrement. A priori,
nous devons supposer que les chilfres donnees pour la du-
ree des ages du monde par le narrateur mexicain oll'rent un
caracU're exclusivement cabalistique et astronomique, ou
tout au moins. qu'ils se ratta«^hent aux computs du Galen-
drier. Tel est, en effet, le cas pour le calcul des annees cos-
miques chez presque tous. si non tous les peuples primitifs.
D'ailleurs, la romparaisou du Voticanus avec d'autres mo-
15 L>KS AGES 01! SOLEILS. 23
numcnts d'origine ou de provenance indigene, acheverait,
nous le verrons a l'instant, de lever, s'il en ctait besoin,
tout doute a cet egard. En definitive, l'histoire authentique,
reelle des societes Americaines est relativemeut assez mo-
derne. Elle ne saurait, en aucun cas, a notre avis, remon-
ter beaucoup plus haut que les siecles precedant immedia-
tement Tere chretienne, et les dates fournies par le Vatica-
nv.s offrenl un caractece tout aussi mytbique que celle de
l'annce 955 avant J. G. donnee par le Codex Chimolpopocu,
comme celle ou «le Soleil comraenca a partager entre les
bommes, les terres du Nouveau Monde » (1). Tel est, au
reste, l'avis des critiques les plus competents, et s'il a pin
h M. TAbbe Brasseur de professor dans ses derniers ouvra-
ges, une opinion opposec , ajoutons qu'il ne Pappuie d'au-
€ui) argument serieux. Nous ne voyons la qu'un des ecar-
tes d'imagination, malbeureusement trop frequents cbez le
docte ecclesiastique et dont il a donne plus d'une prcuve,
tantot a adinettant la pluralile des sens a attribuer aux
textes indigenes, tanlot en interpretant le Codex Troano de
la maniere fantastique que chacuu sail. II pretendait meme
y toute l'histoire du Mexique pendant la periode glaciai-
re (2). G'etait, chez lui, parli pris, el cela malgre l'evidence
des faits, de vieillir les annales americaines, d'assigner le
bassin de la mer des Antilles, comme berceau a toutes les
civilisations de l'ancien monde. Ge que nous avons de
mieux a faire, e'est de lui laisser la responsabilite entierc
de pareilles hypotheses. Le fait mimic que le Vaticanus fait
du premier age cosmique, celui des Quinames ou geants
nous semble de peu d'importancc au point de vue historique.
Sans doute, malgre tout le merveillcux dont, par la suite,
(1) Abbe Brasseur : Recherches sur les ,-tti,tes de Palenqve, chap, vi, p. 61.
(2) Abbe Brasseur: Quatre lettres $vr If MextQire, p. 401 et suivantes .Pieces
.justiflcatives;; Paris, 18>S.— titi'd* st>r le system'- grojiliiqve et In TAOigve des
Mayas, %. vm, p. 32 et suivantes. (Paris. WW.)
",' i COX&It&S DES AMKRICANISTES. I i>
les a revetu La legende, les Quinames nous represented
bien reellement les populations primitives du plateau d'A-
nahuac, refoulees plus tard par diverses invasions. Nous
n'aurions meme aucune repugnance a voir en eux, les an-
ciHres de la race Othomie actuelle qui aujourd'hui encore
continue a parler une langue, on ne peut plus differente
du Mexicain (1). Mais enfin, ces aborigines du Mexique
sont, sans doute, restes dans un etat de barbarie profonde
jusqu'a l'arrivee des Tolleques orientaux et des tribus- de
race mexicaine proprement dite. lis ne pouvaient, par con-
sequent, avoir ni aunales ni chronologie en regie. Les faire
contemporains du premier age du monde et meme de la
creation, c'etaitsimplement declarer que Ton ignorait l'epo-
que de leur etablissement a la Nouvelle-Espagne ni quelle
race avait pu les y preceder. Gela ne prouve absolument
rien quant a l'authenticite des autres periodes et des cata-
clysmes qui les terminent.
Une fois admis que les nombres en question offrent un
caractere exclusivement arbitraire et conventionnel , reste
a se demander au moyen de quelles combinaisons cabalis-
tiques ils ont ete obtenus. C'est ici que commence la diffi-
culle. A notre avis, on ne saurait se contenter de prendre
les chiflres purement et simplement, tels que les donne le
(1) Ce nom de Quiiiaint ^en Nahuatl Quiaametlj, ne se rattacherait-il pasT
nous (lit l'Abbe Brasseur, aux memes racines que les verbes Quigttinaca, «ge-
inir, grogner;» Quiquinatza, «hennir, gronder comme un chien, bramer;» for-
me radicale quiii, il'ou Quiuantzin , litt. «le seigneur bramant ou irrite, » nom
(Van des rois de Tezcuco. Les Quinames seraient done les hommes qui gro-
gnent au lieu de parler un langage intelligible, et que les Mexicains ne pon-
vaient comprendre. (Test, sans doute, par une metaphore analogue t que la
G6nese appelle Emim et Zomzomim , les plus anciennes populations du pays
<le Chanaam. Les Slaves, aujourd'hui encore, qualifient les Allemands.
ilont-ils n'entendent pas la langue, de Niemtsi ou «muets.>> Pour les Basques,
tout idiome autre que le leur est ce qu'ils appellent Erdiara ou «demi-
lanfyagc.-; Yoy. M. Renan, Del'orighie <hi langage, chap, vm, p. 180. Paris.
lWrfi. — Heche, when .?//;• Jen mines <le Palriiqut, chap, iv, p. 47 et en na' .
17 DES AGES 01 SOLEILS. 25
scribe indigene. L'on diraitqu'il s'est coniplu ;'i cuveloppcr
ses calculs d'un certain myslere, nfln de derouter ceux qui
n'etaient point inities a sa melhode. Voici, en effet, le
nombre de 13X400-}- 6=5206 ans, donne comme celui do
la dwree du premier age, mais de ces trois chiffres, sauf le
nombre 13, aucun n'offre, d'apros la theorie, un caraclere
cabalistique ou astronomique, non plus que leur somme.
iOO lui-meme n'etait pas, chez les peuples de la Nouvelle-
Espagne, un nombre a proprement parler astrologique ou
chronologique. II ne constituait que ce que nous pourrions
appeler une tote de serie, a pcu pres comme 1000 chez nous.
La memo observation se peut repeter pour les chiffres des
annees des trois ages suivants.
Humboldt, il est vrai, ne se montre pas si exigeanl.
Acceptant le chiffre total de 18028, obtcnu par l'addition
des annees des quatre ages, le docte Allemand remarque
qu'il equivaut a 346 cycles mexicains de 52 ans, plus 36.
Mainteuant, rapprochant cettc somme do 18028 ans de celle
de 1417 donnee, nous dit-il (ce qui n'est pas absolument
certain, on le verra tout a l'heure), par Ixtlilxochitl, pour
le nombre des annees ecoulees depuis la creation, il fait
observer que la premiere contient a peu pres autant d'in-
dictions que la suivantc renfermc d'annees. En effet, dans
18028, 13 se rencontre 1386 fois, puisque 13x1386=18018,
et il n'y a qu'une adjonction presque insigniflante de 10
unites a faire pour retrouver 18028. Or, de 1386 -\- 10 a
1417, il n'y a pas loin. Somme toute, n'avons-nous pas
egalement, chez d'autres peuples, l'exemple de pareilles
multiplications de chiffres en ce qui concerne les epoques
mythiques? Humboldt cite, a ce propos, les calculs des
ecrivains indous. La substitution des jours ordinaires aux
annees divines, y reduit a 12 millc ans la fabuleuse periode
de 4 millions 320 ans (1).
(1) Humboldt: Vuex des CnrdW^ra, p. '2(12 et suiv. (Paris, 18:0.)
20 C0NGRES DL5 AMERICANISTES. 1 >S
Quelque ingenieux que soit ce calcul, nous ne nous sen-
tons pas, il faut l'avouer, parfaitement convaincus. D';i-
bord, Humboldt semble penser que ce chiffre 34G pouvait
avoir un caractere sacre, mais aucun document a nous
connu ne permet de penser qu'il en fut ainsi et que jamais
un role cabalistique ait ete assigne a ce nombre, soit pris
dans son entier, soit divise par portions egales. II i'audrait
done que le redacteur du Vaticanus possedat une symbo-
lique a lui speciale et opposee a celle des autres ecrivains
et astronomes de son pays, ce qui n'est guere admislble.
En second lieu, il n'est pasdu tout certain qu'Ixtlilxochiil,
ou plutot l'ecrivain auquel Humboldt altribue ce nom, ne
comptat que 1417 annees d'ecoulees depuis la creation
jusqu'aux debuts de Page actuel. Le contraire nous paraii
indubitable, on verra tout a 1'heure pourquoi. D'ailleurs,
Humboldt se monlre, lui-meme, tout dispose a admeltre
des intercalations et periodes complemenlaires. Mais alors.
(juel parti tirer de chilfres dont l'exactitude n'est pas mienx
elablie?
Si, d'ailleurs, nous ctudions les autres documents mexi-
cains, nous voyons que les auteurs employaient toujours
des nombres qui, soit isoles (comme 4, chiffre des points
de l'espace; 13, chiffre des annees de l'indiction), soit par
leur multiplication avec d'autres (tels que 52, nombre des
annees du petit cycle, et resultat de la repetition de 13 par
4 ou 676 qui n'est que 52 X 13) possedaient une valeur in-
contestablement astrologiq.ue. Quant a la somme entirre,
on s'inquietait peu qu'elle se trouvat dans le meme cas.
Ainsi, Motolinia assigne une duree totale de 1978 ans aux
quatre ages qui out precede la periode actuelle, et 1D7S
n'est pas du tout un chiffre cabalistique.
Laissant done de cote les explications proposees par U-
savant americaniste, voyons s'il n'existe pas quelque mo-
yen d'interpreter les dates du Vaticanus d'une facon plus
satisfaisanle et plus conforme aux principes generaux de la
symbolique mexicaine. D'abord, si elles paraissent bien
!'.! DES AGES Oil SOLEILS. 21
modestes eu comparaison de celles que les Indous assigneut
a leur Kalpas et leu is Yougas, il n'en reste pas moins vrai
que, par sa duree, la chronologic du Vaticanus l'emporte-
rait encore, d'une facon inexplicable, sur celle des autres
documents. Geux-ci ne comprennent guere qu'un espace de
vingt siecles au plus, tandis que la peinture commentee par
Humboldt, nous reporterait pour le premier age du monde
a plus de dix-buit mille ans. La difference serait presque
du simple au decuple. Gbose digne deremarque, c'est vrai-
semblablement dans les ceuvres de l'abbe Brasseur que nous
trouverons la solution de cette difficulty. A unc epoque ou
il n'avait pas encore entrepris de vieillir outre mesure les
souvenirs de l'histotre americaine, le docte abbe remarqua
avec beaucoiip de sagacite que les chiffres du Vaticanus
suivent une proportion toujours decroissantc pour la duire
de chaque age (1). II en conclut que les dits chiffres d&iveut
indiquer, nou le nombre des annees comprises dans chaque
periode, mais simplement celui des annes ecoulees depuis
le commencement de chaque age jusqu'aux debuls de l'age
actuel. Ces debuts, il les fixe d'une facon passablement ar-
bitrage, il est vrai, a fan 1500 de notre ere. Nulle part,
nous n'avons vu que les annalistes de la Nouvelle-Espagnc
aient songe a faire entrer en ligne de compte, dans leurs
calculs chronologiques, l'epoque oil ils ecrivaient. Le iv-
dacteur du Vaticanus n'a, sans doute, comme tous les
autres, entendu parler que du temps ecoule depuis les de-
buts du premier age jusqu'a ceux du cinquicme. Or, Moto-
linia, lequel appartient a la mcme ecole que notre auteur,
puisque, comme lui, il debute par le «soleil de la terre»,
fait commencer la cinquieme periode en Tan G8 de notre
i't-e. En tout cas, si Ton accepte comme point de depart
l'iugenieuse hypothese de l'abbe Brasseur, le premier age
qui aurait commence en fan 5138 avant Jesus-Cbrist, four-
(1) Alibe Brasseur: Le Wire san-f, lutrod., p. lxvi (en note)
28 CONGRES DKS AMERICAN1STES. 20
nirait un total de 402 ans (do 5206 a 4804); le deuxieme age
precedant notre ere de 4730 annes, ea aurait dure 794 (de
4804 a 4010). II est vrai que la duree du troisieme age,
composee de deux annees seulemeut de (4010 a 4008), sem-
blerait bien courte et Ton pourrait etre tente de tirer de
cette circoustance une objection contre le systeme propose.
Quant au quatrieme age, celui de l'eau, sa duree serait ;'i
elle seule plus longue que cello des trois precedents reunis
ensemble; elle embrasserait une periode de quarante siecles
plus huit ans, puisqu'elle aurait debute en 3940 avant notre
ere, pour se terminer en 68 de Jesus-Christ. Nous ne savons
pas Tepoque precise ou a ete redige le Vaticanus, mais,
suivant toutes les apparences, ce dut rtre vers le temps de
la conquete (1519 ou 1520 de notre ere), par consequent, le
cinquieme age aurait, en Tannee presente de 1883, dure
dix-hmit siecles plus quinze ans. Du reste, le tableau ci-
joint permettra au lecteur de se faire une idee exacte de
tons les romputs du Vaticanus.
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DES AftES OU SOI.EILS.
29
TABLEAU DE LA DUREE DES AGES DU VATICANUS
D'APRES l'hYPOTHESE DE l'aBBE BBASSEUB.
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.50 CONGRKS DES AMERICAN.ISTES. 22
Malgre la reduction que nous venons de lui faire subir,
ce com put l'emporte encore de pres du double en longueur
sur celle des autres documents mexicains. Nous ignorons
la cause d'une telle anomalie. On sera surpris, a bon droit,
de l'irregularite de duree assignee a chacun de ces Ages
cosmiques.
Toutefois, rien de plus obscur, si nous osons employer
cette expression, que lelangage de l'artiste mexicain. II ne
nous dit nulle part, d'une facon precise, si les dates expri-
mees se rapportent au debut de chaque periode ou bien a
l'epoque du cataclysme qui la termine. Ge n'est meme que
par conjecture que nous en arrivons a assigner Tan 68 de
notre ore, comme point de depart du cycle actuel. Les
resultats obtenus se trouveraient, on le conooit, grandement
modifies, au cas ou Ton adopterait cette nouvclle facon do
voir. Mors, nous ignorerions la duree du premier age. Une
seule chose resterait certaine, c'est que l'auteur mexicain
le fait finir 5206 ans avant le commencement des temps
presents, qui ne pourrait plus etre reporte a l'an 68 de
notre ere, mais bien a 4008 ans avant l'epoque ou ecrivait
l'auteur mexicain. Ajoutons que la comparaison avec les
autres documents d'origine indigene ne nous permet guvve
de nous attacher a une pareille hypothese. Ceux, en effet,
dans lesquels figurent des elements chronologiques ne se
contentent pas d'indiquer en quelle annee se produit tel ou
lei cataclysme, mais s'accordent tous a nous faire connaitre
egalement le temps de la duree de chaque age. C'est la un
point sur lequel nous jugeons, en consequence, inutile
d'insister plus longtemps.
Ensayons maintenant de determiner au moyen de quels
procedes cabalistiques les nombres de ces annes ont ete obte-
nus, a quels calculs ou combinaisons de chiffres astrologi-
jues ils repondent. L'entreprise pourra sembler ardue , et
nous n'arriverons peut-etre memepas acet egarda une cer-
titude absolue. Du moins, nos hypothrses auront pour point
de depart la comparaison avec les autres ecrils indigenes.
;'.'{ DES AGES 01) S0LE1LS. 31
Que le lecteur choisisse cello qui lui agreera davantage.
II nous semble difficile de ne point tenir l'uiie d'elles pour
conforme a la verite. Ge serait, nous en convenons, une
grande temorite a nous de pretendre avoir mieux devine que
l'illustre Humboldt, si la publication de nouveaux docu-
ments, encore inconnus de son temps, nelait venue faire
d'incontestables progres a la science americaine.
I"' hypothese. Les 794 annees du -2° age (celui du feu),
auront ete obtenus par le procede suivant (J).
Au chiffre 200, produit de 20 (c'etait le nombre des annees
du mois mexicain), par 13 qui est le nombre do jours de la
semaine ou plutot de l'indiction, ajoutez successivemenl
104 (nombre des annees du grand cycle), puis 20, puis 13.
Celte operation terminee sur une premiere colonne, on la
recommencera sur une seconde , puis Ton additionnera
leurs deux produits. C'est ce que fera facilement compren-
dre le tableau suivant (I).
■20 >< 1 * =
260
2«50
104
104
■20
20
13
1:5
397
397
-
Total eual .
794
2e hypothese. On aura successivement mulliplie par 4,
les nombres 104, egal au chiffre des annees du grand cycle;
52, egal a celui des annees du petit cycle; 20, qui est le
nombre des jours du mois; 13, nombre de l'indiction. Puis
(1) Chi'onologie des Oges on soleils. etc , i>. 39. Exirait des Memoirs de V'Aca-
rZc'uiie mtionalc de Caen, 1878.)
M-> CONGRES DES AMEHIOAMSTES. 24
on aura ajoute au total 20 et 18, iiombre des niois ct jours
<lu mois de l'annee mexicaine (1).
104 x 4 = 416
52 X 4 = 208
20 X 4 = 80
13X4= 52
20
18
Total... 794
En cc qui concerne le nombre 4, nous devons faire res-
sortir le role a lui assigne dans la symboliquc mexicaine,
corame embleme des points de l'espace et des divisions du(
Calcndricr, mais encore comme etant le chiff're des anuees
du lustre.
3e hypothese. On pourrait encore proposer la solution
suivante qui, en definitive, rent re assez dans la precedente.
52 X 13 = «76
4 X 20 = 80
20
18
Totai 794
I'cut-etre, le scribe indigene .setait-il, pour mieux de-
router le lecteur, pu a choisir un total d'annees susceptible
de se decomposer par plusieurs procedes ditferents, et, dans
ce cas, il deviendrait oiseux de rechercher quel a pu etre,
d'une facon plus precise, son mode d'operer. En tout cas,
il s'agissait de diviser la somme des annees de l'age en
(1) Actes de la Sociite Philologiqv.e, t. v, \> 1163 et 3frl. (Proces verbaux ties
sranccs. I'aris, 1871.
25 . DES AGES OU SOLEILS. 33
question par des nombres ayant chacun une valeur caba-
listique ou astrologiquc et Ton ne pourra contester que
nous n'eu soyons venus a bout.
Au reste, il est un point sur lequel eclate une opposition
des plus tranchees entre ce que nous pourrions appeler
notre symbolique chretienne et celle des Mexicains. lis
leuaient le treize pour sacre; nous lui altribuons un carac-
tere nefaste. Telle est la cause pour laquelle certaines per-
sonnes craignent de se trouver treize ;i table, 1'un des con-
vives devant infailliblement mourir dans l'annee; pourquoi
encore Ton evite parfois de se mettre en voyage, le*13 du
mois, surtout s'il tombe un vendredi. Gela provient, suivant
loute apparence, de ce que le treizieme apotre, c'etait Judas
en personne. Aussi le 13 est-il parfois qualifie de nombre
de Judas.
Quant aux nombres d'annces se rapportanl aux deux
autres periodes (la lr«" et la 3C), a savoir 402 et 2, il serait
difficile de les faire rentrer dans les donnees de la symbo-
lique mexicaine, a moins que Ton n'admelte que ces deux
chiffres se doivent additionner l'un a l'autre. Ce principe
une fois accepte, la difficulte disparait, car Ton obtient 404
forme lui-meme du 4 dont il vient d'etre question, et de
400, qui est, a la fois point de depart d'une nouvelle serie
numeralc tout comme 1000 chez nous, et produit de 20,
nombre des jours du mois, par lui-mume. Ajoutons par
parenthese que ce role arithmetique, pour ainsi dire, du
nombre 400 a la Nouvelle-Espagne, n'offre rien que de tres
naturel. Chez les Mexicains, le systeme de numeration se
Irouvait a la fois quinquesimal et vigesimal. On disait, par
exemple: Chicome litt. -f- 2 pour 7; Ome pohualli, litt. 2
vingts pour 40, etc. Ton peut affirmer que ce double carac-
tcre (par 5 etpar20) de la numeration mexicaine, se re-
trouve plus ou moins complet chez diverses autres races,
tant de l'Ancien que du Nouveau Monde.
Le Vaticanus , ainsi que les autres documents de meme
nature, indique d'ordinaire le jour et l'annee, non point
TOMO II. 3
0 3
Ill CONGRKS \)ES AMERICANISTES. 2t>
ou commence chaque age, mais ou il se termine. L'on nous
fait savoir a quel moment commenca le cataclysme mar-
quant l'ouverture d'une nouvelle periode, et parfois aussi
a quel moment il prit fin. G'est de l'etude de ces signes
numeriques d'annees et de jours que nous allons nous
occuper.
Dans le Vaticanus, l'exponenl desannees ou la crise finale
debute est toujours le chiffre 1. Ainsi , Ton a Ce-acatl
(1 canne) pour le soleil de lerre; Cc-tecpatl (1 silex) pour
la pluie de feu. On ne nous indique point l'annee du 3e
cataclysme, celui d'air ou de vent. Quant au deluge qui
marque la fin du 4° soleil, on nous dit qu'il se produisit en
Ce-calli (1 maison).
Bien qu'il soit assez lemeraire de vouloir oorriger les
auleurs anciens et de prelendre savoir mieux qu'eux ce-
iju'ils ont voulu ou du dire, nous croirions volontiers ici
a une erreur du scribe. Mais avant d'etablir en quoi elle a
pu consister, quelques mots d 'explication nous semblent
uecessaires.
Ge que Ton a appelc parfois les lettres dominicales dans-
le compul chronologique des pen pies de la Nouvelle-Es-
pagnc, hieroglyphes s'appliquant a chacune des grandes
divisions du Galcndrier, servant a designer chacune des
ijuatre annees du lustre, et auxquels, par suite, un carac-
tere particulieremenl sacre se trouvait attribue, ce n'elaienf
par les signes commencat le quint. G'etaient, chez les Me-
xicains, les signes occupant la 3e tranche verticale, ceux
marques des numeros 3, 8, 13 el 18; chez les Mayas ceux
de'la 4r tranche, indiques par les chiffres 4, 9, 14, 19. G'est
cc que fera facilement comprendre le tableau ci-joint.
27
I)ES AOES 01' SOLE1L&.
.55
.1 OURS DU MO IS
MEXICAIN.
1" Quint
1
Cipactli
2
Eliecatl
3
(.ALU
4
Cuotzpalin
Coatl
2C »
6
Miquiztli
7
Mazatl
8
TOCIITLI
9
Atl
10
Itzeuintli
3e
11
Ozomatli
12
Malinalli
13
ACATL
14
Ocelotl
15
Quaulitli
4C
10
Cozca-
quauhtli
17
Ollin
18
TECPATI.
19
Quiahuitl
■20
Xocliill
MAYA.
le' Quint
1
Imox
2
Ik
8
Akbal
4
KAN
5
Chicchan
2e
G
Cimi
7
Manik
8
Lamat
9
MULL'C
10
Oe
3e »
11
Chuen
12
Eb
13
Been
14
IX
15
Men
4e 2
16
Cib
17
Caban
18
Ezanab
19
CAUAC
20
Ahau
Les Mexicains commencaient leur enumeration par Toch-
tli, le 2e des hieroglyphes d'indiction , pour le terminer par
Calli, qui est le ler. Au coniraire, les Yucateques debutaieni
3(i GONf.RES DES AMERICANISTES. >H
par le lel qui elait Kan, et suivaient ensuite l'ordre regu-
lier; c'est-a-dire qu'ils fmissaient par Cauac, lequel se trou-
ve effect! vemen I place le dernier. Ne serions nous pas au-
tolyses a induire de la que la priorite doit rtre attribute au
systeme yucatcque et que celui des Mexicains n'en consti-
tue, pour ainsi dire, qu'une modification, pour ne pas dire
une alteration? On le verra plus loin, ce n'est point la le
seul motif que nous ayons de raisonner.de la sorte.
Maintenant, quelle cause a pu porter les Mexicains a choi-
sir pour lettre dominicale, la 3' de chaque quint, tandis que
les Mayas adoptaient la 4'? Ne devrait-elle point etre cher-
chee dans les principes de symbolique propre a chacune
des deux races? La preeminence se trouvait attribute aux
impairs et specialement au nombre 3 chez les Tolteques
Occidentaux, tandis que les Orientaux accordaient la prefe-
rence aux chiffres pairs et specialement au 4 (1).
Gela dit, on remarquera que le redacteur du Vaticanus a
pris pour annees des crises terminant les deux premiers
ages, celles dont les hieroglyph.es constituent les deuxieme
et troisieme letlres dorninicales, suivant l'ordre d'enoncia-
tion habituel, lesquelles sont les troisieme et quatrieme
d'apres leur rang numerique. Elles se suivent, d'ailleurs,
d'une faron reguliere. Ainsi, le «soleil de terre» qui met
fin au ler age, debute en l'annee Acatl; la pluie de feu, mar-
quant le terme de la periode suivante , a eu lieu en Tannee
Tecpatl. Partant de cette donnee, on devrait s'attendre a
avoir Calli pour l'annee du 3* soleil, celui de l'air ou du
vent, et Tochtli pour le debut du deluge qui termine le 4e
age. Tout au contraire, l'auteur du Vaticanus n'indique
point en quelle annee eclata la crise du vent et il assigne
Calli pour celle du deluge. Ge qui nous ferait volontiers
admettre ici quelque confusion de la part du scribe , c'est
(1 ) De quelques idf'es sy iitboliqv.es se rattachant an no>a des donzeflls de Jacob,
page 210 du 3' vol. des Actes de la Socie'te Philolngiqv.c (Paris 1073-74).
'29 DES AGES OU SOLE1LS. 37
que nous no voyons aucun motif a assignor a eette omis-
sion et interversion.
Quant aux hieroglyphes de jours, ils sout tous precedes
de l'exponent 4 ; ainsi Ton a Nahni-Ocelotl ou 4-tigre,
Nahui-atl ou 4-pluie, etc., etc. C'est que 4 est lui aussi,
nous l'avons deja vu, un nombre sacre, celui qui exprime
la plenitude et, en quelque sorte, la perfection, l'acheve-
ment. II convenait done parfaitement pour indiquer les
jours auxquels se terminait chaque crise.
Trois sur quatre de ces dits hieroglyphes sont pris a la 'r
colonne verticale, a savoir Ocelotl, Atl et Quiahuitl. C'est
precisement celle ou les Yucateques inscrivaient leurs
lettres dominicales. Ainsi, Atl constitue, tout comme le
Muluc des Mayas, le $v des jours du mois, Ocelotl, aussi bien
que lx arrive au 14e rang, et Quiahuitl, de memo que
Cauac, au 11)''. Faudrait-il voir, dans ce detail, une remi-
niscence de l'epoque ou les Mexicains faisaient encore
usage de lettres dominicales occupant le mcrae numero
d'ordre que celles des Tolteques Orientaux? En tout cas,
les trois hieroglyphes de jours dont nous venons de parler
se trouvent en avance d'un chiffre sur trois des lettres do-
minicales et deux de hieroglyphes des annees des crises
cosmiques correspondants. Ainsi, Tochtli est le 8e des jours
du mois et Atl, le 9e; Acatl, le 13e et Ocelotl, le 14e; Tecpatl,
le 18e et Quiahuitl, le 19e. L'auteur du Vaticanus etablit un
nouveau point de contact entre les hieroglyphes d'annees
et ceux de jours, en ce que deux d'entre eux seulement,
ceux des deux premieres epoques, se trouvent cites suivant
leur numero d'ordre nuraerique, a savoir: Acatl et Ocelotl:
Tecpatl et Quiahuitl. Les deux derniers out subi un depla-
cement; ainsi Atl qui correspond a la lettre dominicale
Tochtli et qui, par suite, aurait du etre cite en premiere
ligne, n'arrive qu'au quatrieme rang et en dernier lieu. De
plus, il devrait corresponds a Tochtli, et, par le fait, l'au-
teur americain le met en relation avec Calli. Enfin, Ehecatl,
qui n'est que le 2f jour du mois et par suite egalement, le
0 3*
38 CONGRES DES AMERICAMSTES. 30
2* du premier quint, n'aurait guere droit de figurer ici. 11
y est mentionne cependant. La correlation naturelle devrait
etre avec la lettrc dominicale de Calli en suivant l'ordre de
parallelisme numerique. Toutefois, le scribe ne nous indi-
que point de lettres dominicales a laquelle il corresponde.
Sans doute, c'est pure omission de sa part, et Ehecatl se
rapporte a Tochtli , le seul des quatre grands hieroglyphes
du Calendrier qui n'ait point encore etc mentionne.
Nous devons faire observer que l'auteuramericain n'etait,
sans doute, pas tout a fait libre dans le choix de ses hiero-
glyphes de jour. Le signe Atl aeau», par exemple, ne con-
venait qu'au deluge, et bien qu'il figure au 2" rang par
ordre numurique, il ne pouvait etre employe que pour
marquer la fin du 4" soleil ou osoleil d'eau». De meme pour
Ehecatl, litt. a air, vent», le ler en raison de son numero
d'ordre, le 3e seulement dans le manuscrit, puisqu'il indi-
que foicement la fin du 3e age, celui du vent, etc.
Peut-ctre est-ce cette interversion forcee des signes de
jours qui a amene le narrateur ne pas tenir compte non
plus de d'ordre regulier des annees. En tous cas, l'inspec-
lion mome du tableau des jours du mois pourrait nous
amener a nous poser une question dont la solution semble
de grande importance. Ne serait-on point porte a admettrc
qu'il nous revele l'ordre primitif suivi dans renumeration
des ages du monde, des annees et des jours des crises fina-
les, sauf bien entendu l'interversion necessaire pour Ehecatl,
qui doit forcement remplacer Cuetzpalin, le 4e des jours du
mois?
31
DES AGES 01. SOLEILS.
39
>iumero
d'ordre
ou l'uge du
soleil.
Norn
de l'tiue ou soleil.
Hieroglyphc
dc 1'annee oil se
termiue eel age.
Numi'-ro
d'ordre
de I'hiero-
alyplie
de celle
annec.
Hieroglyph?
du jour oil se lenmne
la crisc.
Numi'TO
d'urJre
de ce jour.
1
Atonatiuh
(soleil d'eau).
Cd-Calli.
:)
Xaltiii-Ehixatl.
2
9
11
2
EMcatonatiuli
(soleil d'air).
Ct-tochtli
8
Kahui-otl
:t
Tlatonatiuh
(soleil deterre).
Ct-acatl.
13
is
Kalit'i-Ocelotl.
4
Tlatonatiuh
(soleil de feu).
C&tccpetl
Xalii'i-Qviahuitl.
in
On verra precisement que cet ordrc des cataclysmes est
celui que nous donnent certains documents du systome
quaternaire. Devons-nous en inferer, contrairement a l'hy-
pothese enoncee plus haut, qu'il est le seul primitif? Nous
n'oserions rien affirmer a cet egard. En toutcas, le systeme
quinaire, en raison meme de son degre plus grand de com-
plication, olfrirait un caractere qui parait moins archaique.
Du reste, l'usage ou etaient les peuples de la Nouvclle-
Espagne de donner une forme circulaire ou de roue a leurs
caleudriers, devait faciliter les interversions, car chacuu
pouvait choisir, suivant sou caprice, le point de la roue
qu'il voulait.
Une grave difficulte se presente ici sous le rapport chro-
nologique. On sait que dans le systeme de calendrier en
vigueur chez les peuples de la Nouvelle-Espagne , une
meme lettre domiuicale ne pouvait revenir accompagnec
du meme exposant numerique qu'au bout d'une periode du
petit cycle, e'est-a-dire de 52 ans revolus. Supposons par
exemple que l'annee 1520 soit tomboe en Ce-acatl, ou 1
40 congre.s des amekicanistes. 32
eanne, 1524 sera designe par Ome-acatl ou 2 Cannes, et Ton
n'aura de nouveau une autre annee Ce-acatl que 52 ans
plus tard, c'est-a-dire en 1573. Or, nous avons vu que les
dates donnees par le Vaticanus ne peuvent guere se rappor-
ter qu'au commencement de chaque epoque. Si, en effet,
elles en indiquaient la fin, Ton aurait une duree de 4008
pour la periode actuelle, depuis la fin du 4e &ge jusqu'a
l'epoque ou ecrivait l'auteur. La comparaison avec les autres
documents indigenes semble indiquer que ce laps de temps
seraitbeaucoap trop long. Maintenant, ceci pose, l'hierogly-
phe de l'annee ou, suivant le scribe et ses interpretes, com-
mence la crise finale nest pas toujours celui qu'indique
le calcul. Le ler age aurait pris naissance 5206 ans avant la
periode presente, periode dont les debuts doivent probable-
ment etre rapportes a Tan 68 de notre ere. II aurait pris
fin a Tan Ce-acatl, 4804 aunees avant cette meme annee 68.
Par consequent, le monde, ou du moins le cycle cosmique
dont s'occupe l'auteur mexicain , duf etre cree en l'annee
Chicnalmi-Tochtli (9 lapin), en admettant que l'acte meme
de la creation ou formation de l'Univers n'ait pas dure un
certain laps de temps, non indique par l'auteur. Mainte-
nant, la 2e periode dure 794 ans et finit, elle-meme, en une
annee Ce-tecpatl. Ici, le calcul est tres juste; si une periode
de 794 ans debute par Ce-acatl, on aura, de nouveau, cet
hieroglyphe en l'annee 780, et par consequent, a la fin,
c'est-a-dire 14 ans plus tard, on retombera en Ce-tecpatl.
Cette coincidence est une nouvelle preuve a invoquer en
faveur de la legitimile de la facon de voir par nous enoncee
plus haul, et en faveur aussi du bien fonde de l'hypothese
de l'abbe Brasseur, lequel reconnait, nous l'avons deja dit,
dans les nombres du Vaticanus le total des annees ecoulees
depuis le debut de chaque age jusqu'a celui de la periode
actuelle. II ne se serait trompe que dans le point de depart
a assigner a cette derniere.
En revanche, aucune annee n'est marquee pour la fin
du 3r age qui ne dure que deux ans. Ayant commence en
.'{3 DES AGES OU SOLEILS. 41
Ce-tecpatl, il a du forcement prendre fin en Yei-tochtli
(3 lapin). Le 4e age qui debute en Yei-tochtli, dure 4008 ans
et on le fait finir en Ce-calli. Ici, le calcul ne se trouve plus
exact. Si une periode commence par Yei-tochtli , Ton aura
au bout de 4008 ans, non pas Ce-calli, mais bien Chicome-
tochtli (7 lapin), et il faudrait 7 annees encore pour en reve-
nir a Ce-tochtli. En presence de difficultes' de cette nature,
Humboldt avait pense se pouvoir tirer d'affairc par une
hypothese qu'il semble juger de nature a s'appliquer mume
au Vaticanus. II conviendra, dit-il, de tenir compte des
periodes intermediaires qui se sont ecoulees entre la fin
d'un age et le commencement du suivant.
Si nous adoptons ce point de depart, il suffira d'admettre
qu'un intervalle de quelques annees, en comptant cclle du
grand ouragan, separe les deux ages et qu'elles ne sont
point comptees par l'auteur mexicain. Alors la 4* periode
commence en li-tochtli et au bout de 4008 ans, Ton a effec-
tivement une annee Ce-calli.
Nous reconnaissons tout ce qu'une pareille explication
presente d'ingenieux. Nous verrons, en effet, cette theorie
des epoques intermediaires ou, suivant l'expression indi-
gene, des annees qui seperdent, generalement admise par
les sages de la Nouvelle-Espagne , aussi bien que par ceux
de Tlnde. Les documents memes qui ne les mentionnent pas
expressement, semblent, ainsi qu'il sera dit plus loin, en
presupposer l'existence. Ajoutons, enfin, que le nombre 4,
en raison de son caractere eminemment cabalistique, pou-
vait parfaitement figurer dans un pareil genre de comput.
Tout cela est fort possible, mais, en definitive, les rensei-
gnements fournis par la peinture mexicaine sont trop concis
pour nous permettre de decider jusqu'a quel point, dans le
cas present, 1'hypothese de Humboldt se trouve conforme
a la realite des faits. Elle ne semblerait guere compatible
avec le langage tenu par le commentateur, lequel nous
donne les differents ages comme s'etant suivis sans inter-
valle. II ne faut pas toujours juger du Vaticanm, lequel,
42 C0NGRES DES AMER1CANISTES. 34
sous certains rapports, presente un caraclere si original,
par les autres documents.
Bornons-nous a faire remarquer que le scribe semblo
avoir divise i'histoire cosmique en deux periodes bien dis-
tinctes, comprenant l'une les deux premiers ages, et l'autre,
les suivants. Ges deux ages du commencement se trouvent
unis l'un a l'autre d'une facon lout a fait inlime. Si, par
exemple, le premier finil en une annee Acatl et un jour
Ocelotl dont les hieroglyphes marques sur noire tableau
par les numeros 13 et 14 occupenl les 3* et 4e rangs du 3e
quint; l'age d'apres se terminera en une annee Tecpatl el
un jour Quiahuitl , parce que leurs hieroglyphes out pour
numero d'ordre 18 et 19, qu'en consequence, ils arrivent
juste au mume rang dans le 4* que les deux precedents dans
le 3\ G'est done toujours par suite du mume principe que
les annees de ces deux premiers ages sont additionnees les
unes aux autres, de manic- re a ce qu'il y ait correspondance
parfaite, au point de vue du comput cyclique, entre les
epoques ou chacun d'eux se termine. Nous donnerons, du
reste, un peu plus loin, un nouvel exemple de l'etroite cor-
relation etablie entre les deux ages du commencement.
Au contraire, lorsque l'auteur ou plulot le commentateur
passe a la description des deux suivants, on voit tout de
suite qu'il ne les fait plus correspondre d'une facon aussi
nette l'un avec l'autre, non plus qu'avec les deux ages pre-
cedents. II se permet des omissions et des interversions.
Ainsi, Ton ne nous dit point, par exemple, en quelle annee
unit le 3e age. Quel rapport, au point de vue du classement
numerique, etablir entre le jour Ehecatl (2* des jours du
mois), ou il se termine, et AU qui marque la fin du 4* &ge
et occupe le 9' rang parmi les hieroglyphes du calendrier.
II nous semble done fort possible, sinon probable, que leurs
annees ne soient pas, si nous osons nous servir de cette
expression, comprises dans la memo scrie cyclique, et que
Ton fasse debuter, par exemple, le 4e age en \l-tochtli, sans
s'inquieter le moins du monde a quelle epoque le precedent
35 des ai;es ou solefls. 4.'>
avail pris fin. Inutile, en ce cas, de recourir a l'hypolhese
d'une periode intercalaire.
Reste maintenant a eludier les red Is du Vaticunus dans
leur relation avec Tensemble de la symbolique mexicaine.
Les peuples de la Nouvelle-Espagne semblables, sur ce
point, a ceux de rExtreme-Orient, faisaient correspondre a
chaque point de l'espace, un genie, une couleur et un ele-
ment particulier. Leur theologie, aussi bien que celle des
Bouddbistes, admettait memo l'intervention exclusive d'un
element, comme cause de la fin de diverses periodes cosmi-
ques. Dans leur calendrier, ainsi que dans le calendrier
chinois et japonais, le meme nom , le meme hieroglyphe
servait a la fois pour designer une annee et un jour, tandis
que les mois, eux, avaient des noms et des signes speciaux.
Enfin, au Mexique et au Yucatan, chacune des quatre
lettres dominicales du cycle astronomique se trouvait em-
ployee pour marquer Tun des points de rhorizon. On a
pretendu contester la correlation otablie dans la vallee de
l'Auahuac, entre chaque element et chacun des ages du
monde (1); mais cette facon de voir qui ne s'etaye sur
aucun argument serieux, nous parait suraboiidamment
convaincue de faussete, par le temoignage unanime des
narrateurs.
Quoi qu'il en soit, le tableau suivant donnera une idee
precise du systeme de symbolique adopte par les Mexicains,
en ce qui concerne les points de l'orizon (2).
(1) M. D. Brinton: The myths of the Kent World, chap, mi . p. 215 ( New-
York, 1868).
(2) Sahag-un: Historia general de fas Cosas de Xuera Espa'ia, t. ler, lib. 7e,
p. 253 et 257 (Mexico, 1830).— Des eovlevrs considtrtes comme sy wholes des points
d" V horizon; p. 159 et suiv. du t. vm rles Actes d? lo Socie't/ philologiqite (Pa-
rip. 18" .
4i
C.ONGRKS D12S AMERICANISTES.
36
Point
de
l'espace.
Genie
correspondent.
Element
auquel
preside
ce dieu.
Couleur
corres-
pondan-
te.
Hieroglyphe
de Tindiction
correspondante
avec sa
signification.
Numero
de
Tindic-
tion.
SUD Tonaciyohua
Terre
Bleu
Tochtli
Lapin)
EST
Tlalocanteuctli
Eau
Roupe
Acatl
(Canne, Roseau^
11
NORD
Quetzalcoliuatl
Ail-
Jaune
Tecpactl
( Silex, Obsidienne)
111
QUEST
Xiuhteuctli
Feu
Vert
Calli
(Maison)
IV
Nous voyons, tout d'abord, les quatre elements mis par
le cycle chronologique en rapport avec les points de l'espa-
ce, figurer comme causes du cataclysme qui termine chaque
age. L'accord apparait sur ce point, aussi complet que pos-
sible , et la theorie cosmologique nous semble , de la facon
la plus evidente, inspiree par les computs du calendrier.
II n'en a pas ete generalement ainsi dans l'lnde, ni chez les
peuples Bouddbistes, et voila pourquoi les traditions de
l'Extreme-Orient n'attribuent qu'a trois elements , a savoir
le feu, l'eau, et l'air, le pouvoir de detruire les mondes. En
tout cas, la dissemblance qui eclate entre les theories asia-
tique et americaine peut , ce semble , etre invoquee comme
un serieux argument en faveur de notre maniere de voir.
Ajoutons que, d'apres le Vaticanus, quatre genies descen-
dent, tour a tour, sur terre, comme pour presider a la des-
truction de chacune des creations sucessives. Les commen-
tateurs ne nous donnent le nom que de deux de ces deites,
l'une est Xiuhteuctli, litt. «Seigneur de l'herbe» le genie de
l'element igne, l'autre Matlalcueye, l'epouse de Tlaloc.
• > —
DES AGES OU SOLEILS. 45
Cc Xiuhteucili preside done aii meme element, et dans le
cycle astronomique et dans la serie des ages.
Au premier abord, il semblerait en etre tout autremont
pour Matlalcueye , laquelle descend du ciel au moment du
deluge. Dans le calcndrier, e'est Tlalocan-Teuctli. qui pre-
side ;i la fois a l'eau et a la region de Test. Toutefois, le
disaccord, sur ce point, pourrait bien etre pins apparent
que reel. Tlalocan-Teuctli , litt. « Seigneur du Tlalocan» ou
« Paradis terrestre», n'est, pour ainsi dire, qu'ne simple
epithete de Tlaloc, dont son epouse, Matlalcueye ne consti-
tue, apres tout, qu'une forme derivee et secondaire. Dans
la mythologie mexicaine surtout, les deesses n'ont qu'une
existence bien effacee, et leur personnalite se confond a
peu pres completement avec celle de leur epoux. La substi-
tution de Matlalcueye a Tlalocan-Teuctli n'a done, en fait,
aucune importance, et e'est bien reellement Tlaloc que nous
pouvons considerer dans les deux documents en question,
comme le patron de l'element humide.
Humboldt qui, cependant, ne parait pas s'etre inquiete
beaucoup des rapports a etablir entre les donnees de la
symbolique astronomique et celle des periodes cosmiques,
if en reconnait pas moins Quetzalcohuatl , le dieu de l'air,
•dans le personnage dont 1'arrivee precede le grand ouragan.
Ainsi done, sur ce point egalement , parfait accord entre la
.symbolique des ages cosmiques et celle des points de l'espace.
Nous venons de retrouver deja trois de deites presidant
a ces derniers, et il n;en manque plus qu'ne pour que la
liste soit complete. L'on peut, par analogie, conjecturer que
.celle-ci, qui preside a la fin de l'age des geants, n'est autre
que Tonaciyohua, le dieu de la terre.
Maintenant, les memes deites se rapportant, dans les deux
cas, a des elements identiques, se doivent forcement trou-
ver en correlation avec les memes points de l'orizon. Par
suite, l'age de la terre repondra au Sud, celui du feu a
l'Ouest, celui du vent au Nord, et enfin, l'age de l'eau a
POrient.
46 CONGRES DES AMERICANISTES. 38
Nous pourrions done resumer, du moins en grande par-
tie, la symbolique cosmogonique des Mexicains, an moyen
du tableau suivant:
Norn fie l'tlg«.
Numero
rl'ordre
de
cet ape.
Deile eorrespondante.
Point
de I'espace
corres-
pondante.
Age de la terre.
1
Tonxciyohua.
Snd.
Age du feu.
Age de Pair.
2
Xiuhteuctli.
Ouest.
3
4
Quctzalcoliuatl.
Nord .
Age de Veau.
Matlalcueye.
(Tlaloc).
Est
L'ordre de succession des points de I'espace n'est point
ici le meme que dans le cycle astronomique. On pent memo
ajouter que si le point de depart est identique, la region du
Sud, les divisions de l'liorizon ont subi une interversion
complete, quant a lenr ordre d'enonciation. Ici, en elfet,
on debute par le midi pour finir par Test, tandis que la
methode ordinaire consiste a passer tour a. tour du Sud a
TOrient, puis de la au Septentrion et enfm a l'Occident.
Gela prouve que si les deux systemes de symbolisme com-
pares en ce moment, olfrent Tun avec l'autre beaucoup
d'affinites, neanmoins ils possedent, chacun en particulier,
certains caracteres qui lui sont speciaux. G'est ce que nous
esperons acbover de demontrer tout a l'beure.
Du reste, ne pourrions nous pas determiner a quelle cau-
30 DES ACES OU SOLEILS. 47
ses est, sans doute, due l'interversion que nous venous de
signaler? Ge point de symboliquc americaine, ne serait-il
pas permis de Pelucider par la comparaison avec la sym-
bolique do certaines races de l'ancien mondc? M. Brandis
a fort bien demontre la correlation a ctablir cntre les sept
sceaux de la colt^re divine dont parle l'Apocalypse et les
sept deites (1) planetaires de la Ghaldee. Ajoutons que les
quatre premiers de ces sceaux, apres la rupture de chacun
desquels apparait un cheval de coleur differente, symboli-
sent visiblement les quatre plages de l'Univers. G'est ce
que nous croyons avoir etabli dans un precedent travail, de
facon a n'avoir point a y revenir ici, mais on remarquera
que ces memes regions de Tespace ne sont pas citees par
l'ecrivain dans l'ordre d'enumeration habituel. Les Semites
debntent d'ordinaire par l'Est, considere comme la region
sacree par excellence, puis passent de la au Sud, qui est
repute la plus favorable des plages de l'Univers. Enfin, ils
terminent par les regions nefastes de l'Ouest et du Nord.
Au contraire, dans le livre de l'Apocalypse, nous voyons
figurer en premiere ligne le cheva,l blanc, embleme de l'Oc-
cident, ainsi que l'attesle la couleur de son pelage, puis' le
coursier rouge, embleme du Midi, et le noir qui marque le
Nord. Enfin arrive en dernier lieu le cheval jaune, lequel
represente l'Orient.
Le motif d'une pareille interversion se conroit, du reste,
sans peine. La prophetie de saint Jean avait un caractere
eminemment sinistre, puisqu'elle se rapportait aux fleaux
par lesquels le genre humain devait etrc chatie. G'etaient,
par suite, les emblemes offrant une signification nefaste
qui devaient rtre cites en premier lieu (2). Le scribe du
li Brandis: Die Bedeutung de? Sieben Thoren Thelens, 2^ vol. de la Revue
Der Hermes.
{!) Essai s»r la symbolique plane'taire chrz les Semites , p. 390 et 399 du to-
me xt de la Recue de liagaistique et de philologie comparees (Paris, 1878).
48 CONGRES DES AMERICANISTES. 40
c
Vaticanus sera, sans doute, parti d'un point de vue analo-
gue. Les destructions successives des ages du monde cons-
tituaient, a coup sur, la serie d'evenements la plus tragique
que Ton put rover. G'est ce qu'indique le narrateur d'uno
facon suffisamment claire, en retournant, pour ainsi dire,
la roue de calendrier et en lui faisant suivre, dans son recit,
un ordre retrograde.
Les hieroglyphes des jours auxquels se terminent les
cataclysmes sont, nous l'avons deja fait observer, en parfait
accord avec le caractere de Page dont ils amenent la fin.
Ainsi, pour Page de la terre, Ton a Nahui-Ocelotl ou 4-tigre,
probablement parce que le tigre est un quadrupede , un
animal vivant sur le sol. II elait tout naturel que Ton
assignat pour dernier jour a la periode qui se termine par
une pluie de feu, celui de Naliui-QuiaJwitl ou 4-pluie, el
celui de Nahui-Ehecatl ou « 4- vent » a Page du vent. Enfin.
Pepoque du delage pouvait-elle ne pas tomber en Nahui-
Atl ou 4-eau?
Passons maintenant a Petude de la serie des animaux
dans leur rapport avec chacun des ages. Voila encore un
point sur lequel leur symbolique differe notablement de
celle du cycle chronologique. Dans ce dernier, nous ne vo-
yons figurer qu'un seul animal, le lapin ou Tochtli, pris
comme embleme a la fois du Midi et de la terre, sans doute,
parce que c'est un quadrupede fouisseur. Au contraire, cha-
que age est figure, pour ainsi dire, par un animal particu-
lier et dont le genre de vie, le caractere zoologique rappelle,
en quelque sorte, la nature du cataclysme qui le termine.
Le tigre ou Ocelot, nous l'avons dit deja, et en fournirons
plus tard de nouvelles preuves, symbolise la lr* periode,
celle du soleil de terre; puis arrive le soleil de feu, a la suite
duquel les homrnes se changent en oiseaux. Si le singe ap-
parait, en quelque sorte, comme representant du 3e age, de
celui du vent, c'est que cet animal se trouve a la Nouvelle-
Espagne, tout comme dans l'lnde, pris d'ordinaire comme
symbole du vent. Ce'te particularite tient, sans doute, a
41 DES AGES OU SOLEILS. 4i>
l'habitude ou sont les quadrumanes de vivre sur le sommel
des arbres, ct pour ainsi dire, dans la region de fair. Enfin,
il etait tout naturcl qu'au moment du deluge, les hommes
se transformassent en poissons. II nous reste a faire ici une
observation au sujet du role assigne au jour 4-Tigre, com-
me marquant la fin du premier age. II n'a certainement du
etre choisi qu'a cause de la relation que Ton voulait etablir
entre 1'hieroglyphe du jour et le caractere de la periode
qu'il termine. Ge que nous venons de dire a l'instant ne
saurait laisser subsister, ce semble, aucun doute sur ce
point. Nous nous trouverons ici en contradiccion formelle
avec Humboldt. Ge n'est pas a cause du jour Ocelotl que
Ton fit plus tard jouer un role au Tigre ou a YOcelot, dans
la destruction de la premiere generation humaine, mais
bien, au contraire, parce que YOcelot ou Tigre mexicain
etait deja pris comme embleme de l'age de terre, que celui-
ci est cense se terminer au jour en question. N'est-il pas
evident que le choix du jour Nahui-atl, comme etant celui
du deluge, dut 6tre dicte par la nature m6me du cataclys-
me, et que ce n'est pas h cause de l'emploi de ce m6me
jour que Ton imagina le cataclysme precedant la creation
actuelle? D'ailleurs, a la fin du monde actuel, les hom-
mes, nous le verrons tout a l'heure, devaient aussi perir
.sous la dent de leurs compagnes metamorphosees en
■tigres, et Ton ne nous dit nulle part que cet acte de can-
nibalisme doive necessairement se commettre au jour
Ocelot. Done, ce n'est pas 1'hieroglyphe qui a inspiro la
legende , mais il a, au contraire, ete choisi a cause
d'elle.
II resulte m&me de tout ceci, une consequence assez cu-
rieuse et qui nous montre combien la symbolique animale
des ages du monde differe de celle qui etait habituellement
en vigueur; a quel point, si nous osons nous servir de cette
expression, elle presente une physionomie originale. Par-
tout ailleurs, dans la symbolique funeraire, theologique,
chevaleresque , chronologique, l'Ocelot ou Tigre repond a
TOMO II. 4
0 k
50 CONGRftS DES AMERICANISTES. i'.?
l'Orient (1). Voila pourquoi cet animal est qualifie dans le
langage emblematique du sacerdoce mexicain, de Tlalocan-
Ocelotl «ou Tigre du Tlalocan, du paradis terrestre». C'est,
en cffet, a l'Est que Ton placait le Tlalocan. Ici, au con-
traire, nous le voyons mis en rapport avecl'age dela Terre.
Or, nous savons que l'element terrestre correspondait au
Midi. II est vrai que Acatl, hieroglyphe de l'annee qui ter-
mine le Tlachitonethih, est, lui aussi, le signe de l'Orient.
Nous verrons tout a Theure pour quel motif. En tout cas,
pour representer un evenement aussi terrible que la fin
d'un age cosmique, on avait naturellement du choisir un
animal carnassier, ct voila pourquoi le tigre remplace, dans
le cas actuel, le lapin ou tochtli, animal d'ordinaire affecte
a la region du Sud. Enfin , reste a examiner la liste des
annees dans lesquelles se produisent les crises cosmiques.
Ici, nous trouvons, pour ainsi dire, en presence d'une sym-
boliquc speciale, ct differente de celle que nous avons <'"tu-
diee tout a l'heure.
D'abord, l'auteur debute par l'hieroglyphe de l'Est et non
du Sud, co qui semblc en contradiction avec l'usage mexi-
cain et yucateque de commuueer l'enumeration des points
de l'espacu par le Midi, considorc ainsi que la region la
plus sacroe, a peu pW'S comme l'Orient chez Semites. Sans
doute, le scribe du Vaticanus estimait que l'annee de la
crise appartenait plutot a l'age commeneant qu'a celui dont
elle marquait la fin. D'un autre cote, l'Orient se trouvant
dans l'ordre d'enumcration habituel, cite inmediatement
apres le Midi, Ton en arrivait tout naturellement a donner
pour caracteristique ail second age, celui du feu, l'hiero-
glyphe de Acatl, signe de l'Est. Ici, on peut le dire, le
narrateur ou plutot le commentateur met completement de
1 /'• s iiinlUl'. i' Sijni '■• 'ifjt'.t'li 'I'liiH h "V relation urn- Irs: paints de Tt'SpllCC c/lt .
let .\i,iif,-iri(i,iK. Voy. Ri "' >>'< i>hilologit> et d'etftnogrrqi/iic, p. *2s:i et suivantes
•le I'minrt! lslT-7^.,— Salia^'nn: Historic general de l«s Casus >le Xueta Espava;
1. 1, liv. vn. p. 256 et 257. Mexico, lnyo.
4H DES AGES OU SOLEILS. 51
cote, les principes de symbolique propres a la theorie des
periodes cosmiques auxquels il s'etait jusqu'alors attache
(l'une facon presque exclusive, pour tenir compte surtout
de ceux du comput astronomique. De la, 1 appareute inco-
herence de son recit. Elle resulte forccment de la fusion de
deux elements differents et meme contradictoires entre eux.
Voici pourquoi Acatl, hieroglyphe de l'Est et de l'element
humide, se trouve ici en relation avec l'age du feu , auquel
il semble si peu convenir.
Les deux premiers ages formant, comme nous l'avons
deja dit, une sorte de serie continue, c'est naturellement
C<''-Tecpatl, hieroglyphe du Nord, qui indique ran nee de
la catastrophe separant le second fige, celui du feu, du
troisieme, celui de l'air. En cffet, dans 1'usage habituel, le
Nord se trouvait nomme immediatement apres l'Est.
Quelques observations doivent etre faites au sujet des
hieroglyphes des deux demiercs periodes. Celle de l'eau se
termine, nous l'avons vn, en l'annee Cc-Calli. On ne nous
dit point en quel signe arrive l'annee qui met tin a l'age
de l'air, mais Tochtli etant la scule des lettres d'indiction
qui n'ait point encore figure dans le recit, nous pouvons
conjecturer, sans crainte d'erreur, que cette dite annee
doit etre Ce-tochtli.
On voit que, sous le rapport du groupement des annees,
aussi Men que sous la plupart des autres, le recit en ques-
tion se scinde, pour ainsi dire, en deux parties. Dans cha-
cune d'elles, se succedent regulirrement les hieroglyphes
d'une region faste et d'une region nefaste. A la premiere
appartiennent ceux de l'Est et du Xord, a la seconde, ceux
du Sud et de l'Ouest. De plus, si nous prenons la liste
entiere des quatre hieroglyphes d'indiction , Ton verra que
l'auteur semble avoir suivi un certain ordre dans leur enu-
meration, ceux des regions opposees se trouvant, pour ainsi
dire, places en regard les uns des autres; ainsi le premier,
c'est le signe de l'Est, et le dernier, celui de l'Occident.
Quant a ceux du Nord et du Midi, ils occupent une situa-
52 congres des americanistes. 44
tion intermediaire. Ceci nous donnerait peut-(Hre la clef
des interversions signalees plus haut. L'expose de ces don-
nees cabalistiques parattra peut-etre d'un interet mediocre.
Elles n'en avaient pas moins leur importance chez les races
aussi soumises aux influences hierartiques que l'etaient
celles de la Nouvelle-Espagne.
Un mot, maintenant, au sujet de l'age actuel. On ne sait
pas trop a quel element il pouvait correspondre , les quatre
precedents ayant deja, si nous osons nous servir de cette
expression, accapare la terre, le feu, Fair et l'eau. Rien,
d'un autre cote, ne nous permet de croire que les Mexicains
aient songe, comme les Brahmanes de l'lnde, a faire un
cinqui(ime element de celte mysterieuse substance appelee
Ether. Ne conviendrait-il pas d'induire de la qu'au Mexi-
que, la periode presente etait simplement consideree comme
formant le debut d'un nouveau cycle quaternaire?
L'objeclion que Ton tire des tenebres qui devaint mar-
quer le commencement du monde actuel ne nous semble
d'aucune valeur. Nous verrons plus loin, en effet, que
d'apirs les habitants de la Nouvelle-Espagne, tout comme
d'apres les Indous, une periode d'obscurite separe la fin de
chaque age des debuts du suivant, et qu'alors, le soleil et
la lune se trouvent crees a nouveau.
Ge qui nous parait decisif en faveur de notre maniere de
voir, c'est que lors de la fin de chaque cycle de cinquante-
deux ans, les habitants de TAnahuac, s^attendant a une
nouvelle destruction de I'univers, enfermaient les femmea
dans les magasins a grain et leur couvraient le visage de
masques faits en fibres de maguey. On craignait que celles
ci, metamorphosees en tigres, ne vinsset se venger sur les
hommes des injustices dont elles avaient pu 6tre Tobjet.
Ceci nous semble veritablement concluant. L'age actuel,
tout comme le premier du cycle precedent, etaient done les
seuls qui dussent voir perir le genre humain sous la dent
des carnassiers, et, a cet egard, ils n'etaient, pour ainsi
dire, que la repetition Tun de l'autre. L'on ne nous dit pas,
45 DES AGES OU SOLEILS. 53
il est vrai, que les tigres qui devorerent les Quinames, a
la fin du Tlatonatiuh, ne fussent que des femmes transfor-
mers eu animaux, mais on aurait quelque lieu de presumer
qu'il en dut 6tre reellement ainsi; le tigre paraissant avoir
ete au Mexique un embleme du principe humide, terrestre
et feminin (1). Done, l'age actuel n'est que le renouvelle-
ment du soleil de terre, et il doit, sans doute, comme celui-
ci, etre suivi des soleils «du feu, du vent et de l'eau».
Maintenant, les quatre ages, dont parle le Vaticanus,
avaient-ils eux-m&mes succed^ a une serie innombrable de
cycles anterieurs? D'autres periodes cosmiques devaient-
elles se succeder indefiniment les unes aux autres? La theo-
rie indoue sur les perpetuelles destructions et renovations
des mondes avait-elle, en un mot, cours au Mexique? C'est
ce que la penurie des documents ne permet guere de deci-
der aujourd'hui, mais ce qui, a notre avis, ne semblerait
pas fort admissible. Les calculs mythiques des Mexicains
ne depassent guere quelques milliers d'annees,' et s'appli-
quent, sans aucun doute, uniquement a notre Cosmos. lis
different, sur ce point, considerablement de ceux des In-
diens. Les riverains du Gange, en effet, supposant la ma-
tiere eternelle et infinie, procedent volontiers dans leurs
computs par milliers de mondes, par millions et milliards
d'annees. Vraisemblablement, ces raffinements etrangers a
la donnee primitive, sont dus a l'exuberante imagination
des moines bouddhistes, et la tradition des habitants de la
Nouvelle-Espagne aura conserve davantage sa physionomie
archai'que. Ce ne serait pas, a coup sur, le seul exemple
que nous puissions citer de faits de ce genre. Les Mexicains
pouvaient parfaitement admettre un nombre restreint de
cycles successifs sans en faire remonter les debuts a des
myriades de siecles. Nous ne voyons meme nulle part, que
leurs sages, leurs philosophes aient songe a agiter la ques-
tion de l'Sternite de Tunivers.
(1) M. Angrand: Lettre h M. Daly sur les antiquite's de Tiaguanaco.
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CONGRES DES AMERICANfSTES.
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-i7 DES AGES OV SOLEILS. 55
2°. Les ages d'apres l'histoire des Soleils. "
Ge precieux document fait partie d'un manuscrit designe
par l'abbe Brasseur du uom de Codex Chimalpopoca , dont
l'original est depose a la Bibliotheque du college de San
Gregorio, a Mexico. G'est la que notre savant compatriote
put en prendre copie. II fut, dit-on, compose par un ecri-
vain de Quauhtitlan, entre les annees 1563 et 1579, et ce
serait a tort que Ton en voulut faire l'oeuvre de Don Fernan
de Alva Ixtlilxochitl. Ge Codex contient, pour ainsi dire,
trois ouvrages absolument independantes les uns des au-
tres. Dans le premier redige en langue nahuatle et qui porte
le nom special de « Historia de los reynos de Gulbuacan y
Mexico, » ou plus simplement « Memorial de Culhuacan,»
nous trouvons quelques fragments relatifs a la Theorie des
ages. Nous ne dirons rien ici du second, lequel traite de
matieres absolument etrangeres au sujet qui nous occupe.
Quand au troisieme, l'abbe Brasseur lui donne le titre de
«Histoire des Soleils, » parcequ'en effet, on y trouve un re-
cit assez detaille des divers &ges du monde et des crises qui
les terminerent. Gama avait deja publie une traduction de
ce recit dans sa Description de las piedras, que nous regret-
tons de n'avoir pu consulter. Humboldt en cite, a son tour,
quelques passages et met l'ouvrage sous le nom Ixtlilxochitl.
L'on debutera ici par l'etude de la narration contenue dans
l'«Histoire des Soleils. » Elle se rapprocbe, a certains egards,
de celle du Vaticanus, et plus encore, nous le verrons tout
al'heure, du recit de Motolinia. D'un autre cote, elle differe
trop de ce rapporte Ixtlilxochitl, pour qu'on la puisse attri-
buer a cet auteur. II y a plus, la divergence est telle entre
(1)' Abbe Brasseur de Bourbourg1: Histnire des nations civilisr'es d/t Me.ri-
que, etc. , 1. 1 , introd., p. 79. Paris, 185".
56 CONGRES DES AMERICANISTES. 48
la cosmogonie de l'histoire des Soleils et celle des rois de
Cualhuacan, qu'on ne saurait croire ces ecrits dus a seul et
meme personnagc. On y reconnait, ainsi qu'il sera etabli
plus loin, l'influence d'ecoles fort diverses, et l'ecrivain de
Quauhtitlan dont parle l'abbe Brasseur n'a evidemment joue
dans la redaction du Chimalpopoca , que le simple role de
copiste, ou, tout au plus, de compilateur.
Le premier cycle, qui dure 13 X 52 ou 676 ans, se trouve,
d'apres l'histoire des Soleils, terminee par un cataclysme
designe dn nora de «Soleil des Tequanes,» litt. aMangeurs
d'hommes ou tigres.» EfFectivement, nousdit-on, c'est le
moment ou ces animaux auraient ete devores. La crise en
question aurait dure dix mois mexicains (de 20 jours cha-
cun), puis que, comme le dit le manuscrit, la mine defini-
tive du monde arriva «au jour Chicome-Malinalli (7 liane),»
juste 200 jours apros celui du debut. Le meme document
ajoute que 13 annees se perdirent encore, a la suite de la
destruction des Tequanes, apres quoi, tout fut fine.
A cet age «des tigres» succede celui «du vent,» dont la
duree est de 7 x 52 ou 364 annees. II aurait pris fin au jour
Nahui-Ehecatl ou 4-vent. «C'est alors, nous dit-on , que les
»hommes se perdirent, entraines qu'ils furent par le ventT
»et ils se transformerent en singes. Les maisons, les bois,
»tout fut enleve par le vent. L'annee ou ces evenements
»s'accomplirent etait celle de Ce-Tecpatl ^l-silex).» Du reste,
l'age en question est dit egalement celui « de Quetzal-
cohuatl,» honore, ainsi que le fait remarquer l'abbe Bras-
seur, sous le nom d'Ehecatl, en qualite de dieu du vent ou
de l'air. Designe par cette epithete, il est cense preceder
l'orage et la pluie fecondante, personnifies eux-memes par
Chalchiuhtlicuye , litt. «Japonde Jade,» epouse de Tlaloc et
deesse des eaux (J).
(1) Abbe Brasseur : Monuments antiques du tfexique, rrc/terc/ies si<r les mines
do Palri/rji'r , chap. Ill, i>. V).
49 DES AGES'OU SOLEILS. 57
L'ere du feu ou des volcans arrive au troisifcme rang et
dure 6 X 52 = 312 ans. Le Soleil de cette periode est attri-
bue a Tlalocan-Teuclli , sous le litre de « Seigneur des re-
gions inferieures,» d'ordinaire reserve a Mictlcui-Teuctli,
litt. «Seigneur de la region des morts,» le Pluton de la my-
thologie mexicaine. L'abbe Brasseur donne de cette substi-
tution vraiemeht etrange, une explication que nous repro-
duisons ici sous toute reserve. Dans le Codex Letellier, nous
dit-il, les regions inferieures se trouvent designees du nom
de «Bassin de Mictlan-Teuctli.y> G'est la que ce dieu aurait
ete precipite du ciel. De la, son identification avec Tlalocan-
Teuctli ou Tlaloc, de dieu des eaux (1). Le Codex Letellier,
en effet, semble appliquer a l'Ocean mume, le nom de «Bas-
sin de Mictlan-Teuctli.n
Voici, au reste, en quels termes l'histoire des Soleils nous
raconte la crise qui mit fin a cet age.
«Or, c'etait Fannee Ce-Tecpatl (1-silex); c'etait le jour
» Nahui-Quiahuitl (4-pluie) , et Ton vivait pour la troisieme
»fois au Soleil Nahui-Quiahuitl. Or, les hommes furent
»perdus et enveloppes dans la pluie de feu et ils furent chan-
»ges en oisons'.
»Car, le Soleil se brula, et les maisons se brulerent. Or,
»il s'etait passe trois cents ans, plus doUze. Et, en un seul
»jour, tout fut detruit par le feu, et au jour Chicome-
y>Tecpatl (7-silex), seconsuma toute notre substance (ce qui
»etait de notre chair).
»Et ceci eut lieu en l'annee Ce-Tecpatl, et en ce seul jour
y> Nahui-Quiahuitl (4-pluie) , les enfants (les nobles) furent
»perdus. Or, jusqu'a ce jour, on les appelle encore pipil-
A la suite de cette pluie de feu, qui rappelle un peu celle
dont parle la Genese , a propos de la destruction des cinq
(1) Abbe Brasseur: Rec/ierc/tes sur lea mines de Palenque, chap, v, p. 58 'en
note}.
58 C0NGRES DES AMERICAN1STES. 50
cites maudites de la Pentapole (1) , arrive rage de l'eau. II
precede immediatement l'ere actuelle. Voici la traduction
textuelle du recit que nous fait, a cepropos, l'annaliste
me.xicain (2).
«Celui-ci est le Soleil appele Nahui-atl (4-eau). Or, l'eau
»fut tranquille pendant quaranle ans; plus douze, et Ton
»vivait pour la troisicme et la quatrieme fois. Lorsqu'arriva
»le Soleil Nahuai-atl, il s'etait passe quatre cents ans, plus
»deux siecles, plus soixante et seize ans. Alors, tous les hom-
»mes furent perdus et noyes, et se trouverent changes en
»poissons. Le ciel se rapprocha de l'eau. En un seul jour,
»toutse perdit, et le jour Nahui-Xochitl (4-fleur) se consuma
»toute notre chair.
»Et cette annee etait celle de Ce-calli (1 maison) , et le
»jour Nahui-atl, tout fut perdu. Les montagnes meme s'abi-
»merent sous l'eau. Et l'eau demeura tranquille pendant
»cinquante deux printemps.
»Or, sur la fin de l'annee, Titlahuan (surnom de Tezca-
TtlipocaJ avait prevenu Nata et son epouse Nena disant:
»Ne faites plus de vin d'agave (OctliJ (3), mais mettez vous
»a creuser un grand cypivs chauve ( Ahuehuetl) , et vous
»y entrerez, lorsqu'au mois Tozontli, l'eau se rapprochera
>>du ciel.
»Alors, ils y entrerent , et lorsque (Titlacahuan) en eut
»fermu la porte, il dit a (Nata): Tu ne mangeras qu'une
«seule gerhe de mais, et ta femme aussi.
»Mais, des qu'ils eurent cesse, ils sortirent de la, et l'eau
»demeurait tranquille, car le bois (la barque) ne remuait
»plus, et l'ouvrant, ils commencerent a voir les poissons.
(1) Ge'aese, chap, xix, vers. 21.
(2) Abbe Brasseur: Histnire des nations civilisees du Mexiqv.e, etc. , t. i (pie-
ces justificativesj.
(3) C'est la boisson aujourd'hui designee dans toute l'Amerique espa-
gnole, du nom Araucanien de Pulque.
51 DES AGES OU SOLEILS. 59
»Alors, ils allumerent du feu, en frottant des morceaux
»de bois et firent rotir les poissons. Les dieux Citlalliuicue
»et Citlallalonac , regardant aussitot en bas, dirent «Sei-
»gneur divin, quel est ce feu que Ton fait la? Pourquoi en
»fumet-on ainsi le ciel?»
» Aussitot, Titlacahuan-Tezcatlipoca descendit. II se mit
»a gronder, disant: Qui fait ici ce feu? Et, saisissant les
»poissons, il leur faconna les fesses, leur arrangea la tote,
»et ils furent transformer en chiens fChichimeJ.n
Un mot maintenant sur la chronologie de l'histoire des
Soleils. Si nous additionnons, les uns par les autres, tons
les chiffres qu'elle nous donne pour la duree de chaque
Age, nous obtenons le total suivant:
Duree de l'age des tigres. 52 X 1:1 ^ 67(! ans.
— ducataclysmequi
le termine 10 moisrte 20 jours =200 jours.
— des annees inter-
calaires lit
— de l'age de vent. . 52 X ~ = 3J 1
— de l'age du feu. . . 52 X 6,= 312
— de l'age del'eau.. 400 + 200+76=676
— du repos des eaux 40 + 12= 52
Total 2.093 ans + 200 jours (10 mois mexicains .
Nous obtenons done une duree d'un peu plus de 20 sie-
cles pour l'espace ecoule depuis les debuts du premier age
jusqu'a ceux de l'age actuel. En quelle annee commence ce
dernier, e'est ce que l'auteur ne nous dit pas, mais ce que
nous pouvons peut-etre deviner, en consultant le recit de
Motolinia, inspire, evidemment, par celui de l'histoire des
Soleils et qui parfois le rappelle j usque dans les moindres
details? Or, le vieux missionaires fait commencer l'epoque
presente en Fan 68 de notre ere. G'est a peu pres vers ce
temps que le mythique Quetzalcohuatl apparait sur les ri-
ves du Sud-est de la Nouvelle-Espagne et quelques annees
seulement auparavant, que les documents indigenes placent
60 CONGRES DES AMER1CANISTES. 52
les plus anciennes migrations connues de la race Nahuatl
auJMexique. Si done, nous voulons faire concorder les da-
tes de l'auteur indigene avec notre mode de comput, voici
le resultat auquel nous arrivons.
Debuts du premier age en l'an 2026 av. J. C.
— de l'ftge du vent 1336
— del'agedufeu 972
— de l'age de l'eau 660
Epoquedu deluge etdebutadel'epoqueactuelle. 68 de notre ere.
Duree de l'epoque actuelle jusqu'ace jour de 68 a 1879 de notre ere = 1811
D'apres Humboldt, l'auteur de l'histoire des Soleils qu'il
declare, mais a tort, suivant nous , n'etre autre qu'Ixtlilxo-
chitl n'assigne a ses quatre ages qu'une duree de 109 indic-
tions plus 13 ans= 1417. Elle se diviserait ainsi:
Pour le premier age 13 X 52 = 676 ans.
— la catastrophe qui le termine.. 13
— le seconde age 7 X 52 = 364
— le troisieme age 6X52 = 312
— le quatrieme age 1X52= 52
II y a dans cette facon de grouper les chiffres, plus d'une
erreur evidente. D'abord Humboldt ne tient pas compte
des 200 jours de duree de la premiere crise. II faudrait done
augmenter son total de plus d'une demi-ann6e et compter
14 ans en sus des indictions; or, 14 n'elait pas, du moins,
autant que 13, un nombre cabalistique chez les mexicains.
En second lieu, le docte allemand fait des 52 ans du repos
des eaux , la duree du quatrieme age , ce qui n'est gueres
conforme au langage meme du scribe indigene, lequel dis-
tingue parfaitement ce petit cycle des 400 -f- 200 + 76 = 676
annees que dure reellement la periode de l'eau. II est vrai
que Humboldt supprime absolument ces 676 ans lesquels
font neanmoins, le pendant exact de ceux du premier dge.
Enfiu, alxtlilxochitl, ajoute t-il, dit qu'il y a eu entre la
»premiere catastrophe et la seconde , une espace de temps
53 DES Af.ES OU SOLEILS. 61
»de 776, mais que la famine qui tua les geanls, dura 13 ans
»ou le X d'un cycle.j) Le savant auteur des Monuments des
cordillieres en conclut qu'il convient de placer entre l'epo-
que de ces crises, certaines periodes intercalaires non indi-
ques par le scribe indigene. Effectivement, les 364 ans du
seconde age additionnes aux 13 que dure la premiere crise,
ne donnent que 377 annees, et en il resterait 399 pour la
duree de la periode intercalaire non indiquee. Mais a ce
raisonnement, Ton peut faire bien des objections et assez
fondees, ce me semble. D'abord, 399 n'est pas un de ces
nombres cabalistiques'qui figurent seuls ou a peu pros seuls
dans les calculs cosmologiques du Mexique. 11 ne saurait
d'ailleurs resulter ni de la multiplication ni de la division
d'aucun de ces nombres. En outre, l'auteur indigene a bien
eu soin de nous indiquer la duree des moindres epoques
intercalaires , puis qu'il fait entrer en ligne de compte jus-
qu'a une periode de 10 mois, et il serait etrange qu'un laps
de temps de pres de 4 siecles ne se trouvat mgme point
mentionne. Enfin, aucun document a nous connun'assigne
une duree de plus de 52 ans, d'un petit cycle mexicain, a
ces dites periodes d'intercalation. Ilvautmieux reconnaitre
ici une confusion dont se sera rendu coupable soit le trans-
cripteur, soit plutot Humboldt lui-meme. Omettant les 676
ans du quatrieme age , il en borne la longueur a 52 ans.
Le savant allemand ne s'est pas doute que ces 52 annees se
doivent additionner avec les 312 ans de duree du troisiemc
age. L'on obtient ainsi 364 ans, nombre egal a celui des
annees du seconde age. Maintenant , ces deux nombres
ajoutes Tun a l'autre donnent bien les 776 annees dont parle
l'ecrivain mexicain. G'est qu'il s'agit ici de l'espace ecoule
entre la fin de la crise qui termine le premier age ou debut
de la seconde periode , et la fin du troisieme age , non de
l'espace compris entre la fin du premier et celle du se-
cond age.
L'on decouvre sans peine par quels procedes ont ete ob-
tenus ces chiffres des annees pour chaque periode. Nous
62 CONGRES DES AMER1CANISTES. 54
avons evidemment affaire, repetons-le, a des nombres pu-
rement astronomiques on cabalistiques, et n'ayant gueres
d'importance au point de vue de l'histoire proprement dite.
676, duree des annees de la premiere et de la quatrieme
periode n'est que le resultat de la multiplication l'un par
l'autre des deux nombres sacres 13 et 52. De plus, 312, duree
des annees de l'age du feu, ajoute a 3G4, nombre de celles
de la periode du vent nous donne encore ce meme total de
676. I/intention de 1'auteur nous semble ici bien claire-
ment indiquee. Pourquoi n'a t-il pas assigne une duree
egale de 338 annees a chacun des deux ages en question?
G'est que 338 ne se fut prete a aucune combinaison astrolo-
gique, tandis que 312 se compose de 52 X 4 -f- 104, chiffre
des annees du grand cycle plus 364, et que par consequence,
l'un des facteurs, au moins, se trouve compose d'elements
ayant tous une valeur cabalistique. Enfin 52 reparait en-
core applique a la periode du repos des eaux et 13 a celle
des annees intercalaires qui suivent le premier cataclysme.
On voit a quel point, le scribe avait l'esprit preoccupe de
calculs mystiques. Quant aux 10 mois (de 20 jours chacun)
qui marquent la duree du soleil des Tequanes, ils semblent
d'une explication moins facile. Peut-etre conviendrait-il de
les decomposer ainsi 13 X 13 = 169 -f 20 -f- 4 -f- 7. Remar-
quons-le, en eiTet, si le 7 apparait moins trouvent employe
dans ces sortes de computs que 4, 13, 20 et leurs multiples,
parfois cependant il semble bien, lui aussi, revetir un ca-
ractere sacre. G'est ce qui sera, du reste, etabli plus loin.
Une difficulte se presente ici et toujours a propos de la
concordance du signe d'annee avec la duree chronologique
de chaqne periode. Si le terme de Tage du vent arrive en
Ce-tecpactl, cclui de l'ere du feu qui lui est posterieure de
312 ans finira juste, ainsi que l'indique l'ecrivain indigene,
au debut d'une autre annee marquee du meme signe, puis-
que 312 forme un multiple de 52.
Par la mSme raison , le deluge qui succede a la pluie de
feu apres un intervalle de 676 ans devra commencer, lui
55 TIES AGES OU SOLEILS. 63
aussi, en Ce-tecpatl. Or, le redacteur dc l'histoire des Soleils
le fait debuter en Ce-Calli.
Serait ce ici le cas de recourrir a Fhypothese emise par
Humboldt et d'intercaler eritre les deux ages en question,
une periode de 13 ans dont le scribe n'aurait point fait
mention? Dans ce cas, l'age de l'eau debutant en Ce-Calli,
devait forcemcnt finir au raf,me signe, apres un intervalle
de 670 ans, et la fabuleuse chronologie de l'histoire des
soleils se trouverait allongee de 13 annees. Devons nous
admettre, au contraire, ainsi que nous Favons fait pour les
computs du Vaticanus, que la periode de Page de l'eau etait
considered comme parfaitement independante des periodes
anterieures et que le narrateur l'a fait commencer sous le
signe qui lui convenait, sans ce preoccuper de la question
de concordance chronologique, ni des dates anterieures?
En l'absence de renseignement precis, laissons le choix a
la liberte du lecteur.
II vu sans dire que si Ton admet ces 13 annees interca-
lates; si, de plus on interprete le texte assez obscur de l'an-
naliste Mexicain , dans ce sens , qu'il y eut deux epoques
du repos des eaux, de 52 ans chacune, l'une au debut de
lage de l'eau, l'autre a la fin, alors la chronologie par nous
donnee ne sera plus exacte. II faudra lui ajouter 65 ans, et
fair commencer le premier age non pas 2093 ou plutot 2094,
mais bien 2159 annees avant le debut de la periode ac-
tuelle. Le necessite d'une telle modification nous semble,
au reste, plus que douteuse.
Les comparaisons des deux recits que nous venons d'etu-
dier et celle des tableaux qui y sont joints permet de saisir
d'un coup d'oeil, ce qu'ils ont de commun et en quoi ils
different. E-videmment, tous les deux ont ete puises a une
source commune, et les divergences ne portant, pour ainsi
dire, que sur des points de details. Peut-etre meme serait-
il possible de reproduire, au moins dans ses lineaments
principaux, la tradition primordiale.
Le Vaticanns, comme l'histoire des Soleils, met en rela-
6^ CONGRES DES AMERICANISTES. 56
lion chacun des 4 ages avec Tun des 4 elements , et une di-
vinite speciale. Les crises qui terminent ces ages se trouvent
amenees par des causes a peu pres identiques. Dans l'un
comme dans l'autre de ces documents, c'est le Soleil de Terre
qui ouvre la serie et le deluge qui marque la fin du qua-
trieme age. Les jours ou eclatent les crises sont en partie
les memes, et dans ce cas, marques du m6me signe nume-
rique, le chiffre 4. La descente d'un genie sur terre parait,
dans les deux recits, preceder chacune des catastrophes et
une fois, au moins, nous avons affaire a une deite identi-
que, a savoir Quetzalcohuatl dont l'arrivee coincide avec le
• grand ouragan. En tout cas , les m&mes points de l'espace
repondent aux memes ages, ainsi qu'aux memes animaux.
D'une part comme de l'autre, les hieroglyphes des annees
des crises sont egalement precedes du m6me exponent, le
chiffre I et deux d'entre eux se trouvent juste en correlation
avec les memos evenements, a savoir Ce-tecpatl avec la pluie
de feu et Ce-Calli avec le deluge. Dans les deux ouvrages
en question, les signes d'annees ne se rapportent pas aux
m6mes points de l'espace que ceux de jours, ni que ceux
des ages dont ils indiquent le terme, et forment, pour ainsi
dire, un systcme de symbolique speciale. Enfin, pour que
la ressemblance se manifeste jusque dans les plus petits de-
tails, deux fois seulement, nous l'avons deja vu, il y a con-
cordance entre l'hieroglyphe de l'annee et le comput astro-
nomique, et cela dans le Vaticanus, tout comme dans This-
toire des Soleils. Nous parlerons tout a l'heure de la ques-
tion de chronologic
. D'un autre c6te, les divergences bien que d'importanee
moindre, ne laissent pas que d'etre nombreuses. L'age des
volcans precede celui de l'eau d'apr^s le Vaticanus. et, au
contraire, le suit, d'apros l'histoire des Soleils. Par suite,
l'ordre de correlation avec les points de l'espace ne se trouve
plus lout a fait le meme dans ces deux documents. C'est ce
que fera aisement comprendre le tableau suivant:
hi
DES AGES OU SOLEILS.
65
1
Numero
} d'ordre
desag-es.
AGES III
MONDE.
POINTS DE LESPACE CORRESP
D'apres
le Vaticanus.
D'apres l'histoire
des soleils.
D'apri's
le
Vaticanus.
D'apres
l'histoire
des Soleils.
I
* A.de la terre (1).
* A. de la terre.
* Sud.
* Sud.
II
A. dufeu.
A. du vent.
Ouest.
Nord.
1 III
A. du vent.
A. dufeu.
Nord.
Ouest.
IV
* A. de Veau.
* A. de Veau.
* Est.
* Est.
On voit que le redacteur de l'histoire des Soleils procede
en enumerant Tun a la suite de l'autre, les points de l'es-
pace opposes, le Nord a la suite du Sud et l'Est apres l'Occi-
dent.
Les deux documents different assez notablement en ce
qui concerne la partie chronologique. lis ont nSanmoins
cela de commun que leurs calculs cosmologiques semble-
ront bien modestes en comparaison de ceux des Indous et
des peuples Bouddhistes.
Voyons maintenant les divergences. D'abord, les proce-
des cabalistiques mis en ceuvre par l'auteur de l'histoire des
Soleils pour obtenir des dates cosmiques sont bien moins
difficiles a determiner que ceux de l'auteur du Vaticanus.
Sans doute, Ton a, ici encore, tente de les dissimuler un
peu, et il faut quelqu'attention pourparvenir a reconnaitre
quelle a ete la veritable idee du scribe. D'abord , le chiffre
(1) L'aste'i'isque marque les concordances des deux recits.
TOMO II.
0 5
OG CONGRES DES AMERICANISTES. 58
52 figure toujours comme l'un des termes de la multiplica-
tion dans lc comput. Ainsi, Ton a 6 X 52 ans pour la duree
du troisii'me age, 7 x 52 pour celle du second , mais 6 ne
constitue point mi nombre sacro et 7 ne Test que dans cer-
tains cas assez exceptionnels. Un examen plus attentif nous
demontre queles deux totaux doivent etre additionnes l'un
a l'autre. De la sorte, on obtient 67G, nombre egal a celui
des premier et dernier age , C>76 lui-m&mc n'etant que
52 x 13.
Une des particularites qui distinguent le document par
nous etudie en ce moment, c'est l'admission de periodes
intercalaires ne paraissant appartenir en propre en aucun
age. Les chiffres a elles affectes ont, en general, un carac-
tere franchement cabalistique; ce sont 13 et 52. Ceci serait
plus douteux, il est vrai, en ce qui coucerne les 200 jours
de premiere crise; nous avons tente deja une explication, a
ce propos. L'idee des dites periodes a, sans doute, etc sug-
geree par les nemontemi, litt. «inutiles» ou jours comple-
mentaires. qui terminaient l'annee ordinaire, sans apparte-
nir a aucun des 20 mois. C'est pourquoi on les regardait
comme nefastes. L'on donnait aux hommes qui naissaient
pendant ce temps la, le nom de Nemoquichtli, litt. «homme
inutile » et aux femmes, celui de Nencihuatl, litt. «femme
inutileo et ils passaient, suivant Texpression vulgaire, pour
nes sous une malheureuse etoile. Les monies croyances exis-
taient au Yucatan (1). On remarquera que notre auteur
reserve le nom de «Soleil» a la crise qui termine chaque
age, mais ne l'applique point, comme font d'autres auteurs,
moins corrects dans leur langage, a toute la periode qui
precede. Ajoutons qui a l'exemple des peuples Bouddhis-
tes, les Mexicains admettaient une destruction du Soleil et,
(1) Lanrta: Relation de his Cosas de Yucatan, trail, de l*at>be Brasseur,
§ xxxiv, p. 205, Paris, 1861. — Botturini: Idea de una nuem historia de la Ame-
rica septentrional, % i, p. 3, Madrid, 171fi.
59 DES AGES OU SOLEILS. 07
sans doute aussi, dc la Lunc a la fin de chaque periode. Cos
astres dcvaient 6tre croes a nouveau, au debut dc la periode
suivante.
Le passage ou Ton nous represcnte les Tequanes on Ti-
gres, comme ayant etc devores a la fin du premier age no
ilemanderait-il pas a utre rectifie? II y a \h; pensons-nous,
une erreur de cOpiste, car il nous semble beaucoup plus
dans le caractere de ces carnassiers de devorer les homraes
que de se laisser manger par eux. D'ailleurs, Motolinia,
nous le verrons un peu plus loin, fait expressement perir la
premiere generation humaine sous la dent des animaux eu
question.
Le recit du deluge offre de curieuses coincidences avec
eclui de la Bible et nous ne jugeons pas inutile de les faire
ressortir avec quelque detail. D'abord, Nata, le No<'; de
l'Anahuac est proven u du desastre dont le monde est me-
nace par Titlahuan ou Tezcatlipoca en personne, tandis que
Noe dont le nom ollVc un legere analogie avec le sien, Test
par Jehovah (I). Or, Tezcatlipoca, malgre son caractere
guerrier qui le rapproche un peu de l'Odin scandinave, cons-
titue le dieu supreme et invisible de la religion Mexicaine,
celui dont les attributs rappellent le plus ceux du Tout
Puissant, du Dieu de Moi'se. Tezcatlipoca, tout comme
Jehovah prend soins de clore lui-meme, l'arche ou coffre
daiis lcquel son serviteur est entre, en compagnio soit de
se femme seule, soit de toute sa famille (2). Ne dirait-on
pas ce detail , emprunte, trait-pour trait, a la Genese? Mais
ce n'est pas tout. D'apres la Bible, l'invention du vin se
trouve en relation etroite avec le deluge et la sortie de l'ar-
che, et e'est alors que le restaurateur du genre humain se
trouve mal d'en avoir fait abus (3). Voila, sans doute,
(1) Ge'ntse, cap. vi, vers. xin.
(2) Ibid, cap. vn, vers, i, xm et xvi.
(3) Ibid, cap. ix, vers, xx et xxi.
68 CONGRES DES AMERICAN1STES. GO
pourquoi, le prudent Tczcatlipoca defend a Nata et a son
epouse, prates a entrer dans leur navire, de conlinuer a faire
de VOctli on vin d'agave.
Du reste, le souvenir de l'ivresse du fils de Lemekh, mele
a celui d'autres evenements encore, semble se retrouver
dans la legende mexicaine concernant Cuextecatl, et dont
nous n'avons pas a nous occuper ici (1). L'auteur indigene
assigne une duree de 40 ans'plus 12 au repos des eaux pen-
dant laquelle, sans aucun doute, Nata resta enferme dans
son coffre. Or, la Bible place uu intervalle de 40 jours entre
le moment ou , par suite de la dccroissance des eaux, le
sommet des montagnes commence a apparaitre et celui ou
Noe ouvre les fenetres de l'arche (2). Les regies de la sym-
bolique Americaine ne permettant gueres a l'auteur de
faire du chiffre 40, un nombre cabalistique, il s'est borne
a le rappeler comme fesant partie du cycle de 52 ans. L'Ato-
natiuh est le seul cataclysme a propos duquel on nous fasse
mention du mois auquel il commenca. Le scribe rapporte
cet evenement au mois de Tozontli ou Tozozontli qui parait
corresponds a peu pres a celui d'Avril. Or, la Bible de-
clare positivement que le deluge commenca au 17* jour du
2° mois de l'an GOO de la vie de Noe. Le recit Babylonien con-
serve par Berose se rapproche plus encore de celui de This-
toire des Soleils, car, des deux parts, c'est par une revela-
tion que le dieu supreme annonce au juste qui doit etre
sauve, en quel mois, le deluge aura lieu. « Cronos, nous
»dit Berose, lui apparut (a Xisuthrus) dans son sommeil,
»et lui annonca que le 15 (ou suivant une autre version)
»le 5 du mois de Dcesius, tous les hommes periraient dans
»un deluge. » Ajoutons que le Cronos n'est autre qu'Ilu, le
plus grand des dieux du pantheon Babylonien; celui, par
consequent , qui pouvait le mieux etre assimile soit au
(1) Hist, des nations civilise's, 1. 1, liv. iv, chap, i, p. 341.
(2) Ge'nese, cap. vin. vers. vi.
61 DES AGES OU SOLEILS. 09
Jehovah des Hebreux, soit au Tezcatlipoca du Mexique (1).
II est vrai que le mois ou se produit le grand cataclysme
ne semble point 6tre le m6me dans l'Anahuac, et chez les
Hebreux. Le Tozonlli Mexicain parait correspondre , nous
l'avons deja vu, a avril ou peut tHre a mai ; tandis que
d'apres la Genese, la chose semble aujourdd'hui clairement
demontree, c'est au 17* jour de Marchesvan, c'est a dire
le"2 novembre que la pluie commence a tomber et que Noe
entre dans l'arche (2). La concordance serait plus frappanle
avec le recit Babylonien, car le 5 et le 15 Dcesius repon-
drait au 5 et au 15 du mois chaldeen Sivanu, c'est a dire
;'i notre 20 mai ou a notre 5 juin. II est vrai que si Ton
reconnait le bien fonde de la correction proposee par
M. Lenormant, et que Ton admettre une erreur du copiste ou
du traducteur qui aurait indique Sivanu au lieu de Kisilivu
( novembre-decembre ) , la date Mexicaine ne se rapporte
plus a celle des Ghaldeens, et doit, au contraire Stre rap-
prochee de celle des Hebreux. Au reste, de telles divergen-
ces entre peuples aussi separes par le temps et l'espace que
les habitants de l'Anahuac et ceux de l'Asie Occidentale ne
doit nullement nous surprendre; elle peut tenir a mille cau-
ses diverses et, en particulier, a des causes climateriques
ou meteorologiques. Le fait de l'indication du mois dans
les trois documents dont nous venons de parler, n'en reste
par moins digne d'etre signale.
Main tenant, la prescription faite par le grand dieu du
Mexique, a Nata et a son epouse de ne a manger qu'une
seule gerbe de mais» ne semble t-elle pas, en quelque sorte,
une parodie des instructions de Jehovah, lors qu'il permet a
Noeet ses descendants, Pusaged'unenourriture animale (3)?
(1) Torquemada: Monarq. Indiana, lib. vi, cap. xx— M. Fr. Lenormant:
Essai de commentaire, etc., de Be'rose, p. 63, Paris, 18*71 .
(2) Essai de comment., p. 290.
(3) Ge'aese, cap. ix, vers. in.
0 5 *
70 COXGRES DES AMERICANISTES. C2
II en est de memo pour Ie feu allume par Nata aiin de
rdtir des poissons et dont la fumee semble incommode au\
immortels et a Tezcallipoca lui-meme. Le contraire juste
etait arrive au restaurateur du genre humain, lors que
prenant des oiseaux et des animaux purs, il en oifre un
holocauste d'odeur agreable pour l'Eternel (1). II fallait
bien que le scribe Mexicaiu cut une connaissance plus ou
nioins directe du recit de la Bible, pour le travestir ainsi,
comme a plaisir.
Nous ne nous sommes pas cru trop temeraire, en admet-
tant une parente etymologie possible entre le nom de Nata
ct celui du Noe hebrcu. Peut-etre serait il permis d'aller
jilus loin encore et de rattacher aussi a ce dernier, le nom
de l'epouse de Nata, ;i savoir Nena. Phonetiquement, il
rapelle tout a fait le nom de Nannacus, roi de Phrygie et
contemporain du deluge, d'apres la tradition de cc pays.
Mais Nannacus, comme le fait observer M. Lenormant,
qu'est ce autre chose qu'une forme redoublee du nom de
Noe (2)?
Notre premiere pensee, c'avait ete de voir dans l'auteur
de Thistoire des Soleils, un affilie a la secte des Nagualis-
tes. Ges fideles du vieux polytheisme Mexicain, attaches au
culte de leurs ancetres, saisissaient, on le sait, toutes les
occassions de tourner en derision, les croyances, pratiques,
ceremonies du christianisme (3). Le scribe Mexicain se
serait done pen a defigurer le recit biblique, tout eu l'acco-
modant a la donnee des ages cosmiques. Les quelques
points de contact tout speciaux qu'offre sa 16gende du
deluge avec celles de la Babylonie et de la Phrygie ren-
deut^nous le reconnaissons, cette opinion peu soutenable
(1) Ibid, cai». Tin, vers, xx et xxr.
(2 M. Fr. Lenormant: Essai de rouihieat.. etc., pages 280 et 281.
(3) Abbe Braseur: Hist, des nut. rial. t. iv. liv. \vi. chap, vi, i». 818 et suiv,
Paris. 1859.
$3 DES AGES OU SOLEILS. 71
-et il faut admettre que les details par lui fournis, existaient
deja dans la tradition indigene, bien avant le decouverte.
M. Maury s'etonne, et non sans quelque raison, de re-
trouver ainsi «en Amerique, des traditions relatives au
»deluge infiniment plus rapprochees de celles de la Bible
»et de la religion Chaldeenne, que chez aucun peuple de
wTancien monde» (1). Sa surprise n'aurait fait que croitre
s'il s'etail donne la peine de comparer le mythc de Quetzal-
•cohuatl avcc celui de l'lranien Djemschid (2), l'histoire de
Votan avec celle du siamois Phra-Ruang (3) , etc. Beau-
€oup de legendes de Tancien moiide ont passe dans le nou-
veau, sans qu'on puisse constater aujourd'hui leur presence
dans les regions de l'Extr6me Orient, d'oii neanmoins, elles
parais^ent avoir passe en Amerique. Quelle cause assigner
a ce fait, en apparence si etrange? Ne serait ce pas qu'a la
Chine, au Japon, en Tartarie, la predication Bouddhique
les fit tomber en oubli? Le race cuivree les aura reeues, si
non avant la naissance du Bouddhisme, du moins avant
que cette religion ne se fait propagee au loin.
Ce trait de Tezcatlipoca changeant les poissons en chiens
(Chichime) merite, lui aussi, de n'6tre point passe sous
silence, et semble tout allegorique. Ces Chichime ainsi que
le conjecture l'Abbc Brasseur ne seraient ils pas simple-
ment ces barbares du Nord, connus sous le nom de Chichi-
meques et qui fonderent la monarchie de Tezcuco? Ce nom,
(1) M. A. Maury, art. deluge dans V Encyclopedic nouvellc.
{2) Djemschid et Quetzalco/iuatl, t. v des Actes de la Sociele philologiquc,
page 203 et suiv. Paris, 1874.
(3) Le My the de Votan, t. n des Actes de la Socie'te' philologique , Alencon,
1871.— Nunez de la Vega: Constituciones diaecesanas del obispado de Chiappa,
page 9 et suiv. Roma, 1702.— Cabrera: Description of the ruins of an ancient
■city, etc. , p. 76. — Mor Pallegoix: Description du royaume Thai ou Siam, t. I,
page 61 et suiv. Paris, 1851.— M. A. Bastian: Die Vcelker des (Estlischen Asien,
tome i, p. 298.— Sir A. Phayre : On the History of the Burma race, dans l'annee
1868 du Journal of the Asiatic Society of Bengal.
72 CONGHES DES AMERICANISTES. 64
Men entendu ne leur aurait pas ete donne par des popula-
tions amies. Mais est ce done la premiere fois que nous
voyons des nations recourrir a un jeu de mots pour en tirer
an sobriquet qu'ils appliquent a leurs adversaires ? Les
historiens chinois ont bien, par une legere alteration pho-
netique, transforme le nom de «Turk» en celui de Thiou-
Kioue, lequel, dans leur langue, signifie «Chicns inso-
lents» (1). lis avaient pu, a la verite, etre guides dans le
choix d'uue telle appellation par cette circonstance que les
Turks, ainsi que diverses autres tribus du Nord et du
l'Est de l'Asie s'attribuaient a elles memes, une origine
canine (2).
Sans doute, les Chichimeques qui apparaissent sur le
plateau d'Anahuac, vers le xie siecle de notre ere (3), ne
sauraient passer pour contemporains du deluge; mais lors .
qu'il s'agit d'etymologies populaires, y doit on regarder
de si pres? D'ailleurs, on sait que Motolinia identifie les
Chicbimeques primitit's avec les Othomies, et ces derniers
pourraient bien avoir ete, comme nous avons essaye de
l'etablir, proches parents de ces Quinames que Ton consi-
derait comme aborigenes.
Seul, parmi tous les auteurs qui ont traite de la doctrine
des ages, celui de l'histoire des Soleils indique, a la fois,
les jours ou commencerent la plupart des cataclysmes et
ceux oil ils prirent fin. Ces derniers sont les memes que
les jours donnes par le Vaticanus pour l'epoque des crises,
et comme eux marques de l'exponent 4. Quant aux seconds,
ils sont marques, soit de l'exponent 4 comme dans Nahui-
Xochitl soit de l'exponent 7; citons par exemple Chicome-
Malinalli. Ces signes de jours ne fesant point partie des
(1) Abel Remusat: Reclterches sur les langues tartares.
(2) M. Oirard de Rialle : Mtmoire sur I 'Asie Ceulrale, p. 89. Paris, 1875.
(3) Torquemada: Monarq. Indian., lib. i, cap. xxin , p. 51 ; cap. xxv, p. 38$
cap. xxi, p. 47; cap. xxvn, p. 51.
05 DES AGES OU SOLEILS. 73
lettres d'indiction ne figurent pas dans le coraput ordinaire,
quotidien ou annuel. II nous est difficile, par consequent
de dire combien de temps s'est ecoule entre le jour de
Nalmi-atl et celui de Nahui-Xochitl, ni par consequent ce
qu'a dure le deluge.
Si Ton admet, par exemple, tous les hieroglyphes de jours
figurant a tour de role parmi les signes des indictions de
13 jours chacune, il faudra 12 indictions de 13 jours =
156 -f- 4 jours pour tomber de Nahui-atl en Nahui-Xochitl.
La crise diluvienne, la grande pluie aurait done dure 160
jours en tout. Dans la Bible, l'eau ne tombe que pendant
40 jours et 40 nuits. Au moyen du meme procede, nous
etablissons que la pluie de feu commencant a tomber en
Nahui-Quiahuitl pour cesser en Cfiicome-tecpatl^ s'est pro-
longed pendant 11 indictions X 4 ou 147 jours. Pour l'age
de vent, on ne nous donne qu'une seule date, celle de
Nahui-Ehecatl, laquelle, sans aucun doute, indique le jour
oii commenca le grand ouragan. En effet, il n'y a que les
dates initiales des crises dont l'hieroglyphe se trouve en
tin rapport naturel avec le cataclysme 4ui-meme. On voit,
du premier coup-d'ceil, la relation qui existe entre l'age de
l'eau et le signe Nahui-atl, litt. «4-cau», tandis qu'ii n'y en
ce aucune a etablir entre ce mSme &ge et le signe final du
deluge Nahui-Xochitl (4-fleur). Enfin, l'auteur, sans de-
signer le jour auquel commenca le «Soleil des Tigres» se
borne a nous dire qu'il precede de 200 jours celui de Chi-
chome-Malinalli , lequel termine la crise. A priori, nous
supposerons que ce jour initial, pour le motif indique plus
haut, doit forcement etre Nahui-Ocelotl ou «4-Tigre». Ge-
pendant Ton arrive par le calcul, a un resultat different.
Le 200" jour precedent Chichime-Malinalli e'est evidemment
5-Ozomatli. Nous ne chercherons pas a resoudre cetle diffi-
culte. Elle ne tient, peut-6tre, qu'a l'ignorance oil nous
sommes de la facon dont se doit faire le comput de ces
signes de jours. Par suite, nous entreprendrious vainement
aussi de le faire concorder avec celui des annees.
74 CONGRES DES AMERICANISTES. GO
Eii tout cas, Ton roraarquera ici le role attribue au nom-
bre 7. Parfois, nous le voyons, en eifet, revStir un carac-
tere sacre, chez les Mexicains. Ainsi, ils donnent le nom
de Chicomoztoc ou «les 7 grottes» au pays qui fut leur ber-
ceau et a celui ou tomberent du ciel, le Tecpall dont les
fragments se transformerent en heros ou demi-dieux (1).
De la, sans doute, l'erreur de Sabagun qui transforme cetle
mysterieuse region en 7 galeres d'ou seraient sortes les
colonisateurs de la Nouvelle-Espagne (2). Le manuscrit
Cakchiquel, ou memorial de Tecpan-Atitlan , redige sous
Finfluence evidente des idees Mexicaines, parle, de son cote,
a plusieurs reprises des treize tribus des sept nations (3).
Peut-etre convient-il de reconnaitre en toutceci, un souve-
nir de la vieille semaine semitique, souvenir qui semble se
retrouver egalement chez quelques tribus du Nord (4).
Le Vaticanus semble avoir, tour a tour, choisi pour signe
de chacune des hieroglyphes d'anuees des boulversements
cosmiques, l'une des 4 lettres dominicales. Cette regie n'est
pas ties scrupuleusement observee dans Thistoire des So-
leils. Sans doute, les annees oii arrivent les crises ont tou-
jours pour hieroglyphe, une de ces 4 lettres dominicales;
mais la liste de ces dernieres reste forcement incomplete,
car 1'annee Tecpatl reparait deux fois, d'abord a la fin de
lage du vent, puis a la fin de celui du feu. Cette particu-
larite nous induirait a voir dans les recits du Vaticanus,
une forme un peu plus archai'que de la vieille legende cos-
(1) Mendieta: Hist, eccles. Indiana, lib. n, cap. xxxm, p. 115. Mexico, 187U.—
Le Mythe d'Lnos, p. 312 Ju tome iv (6e serie) des Annales de l'lulonophie chre"-
lieniie (annee 1872;.
l2) Sahagun: Historia general de las cosas de Xueva Espana (Introd. al
libro i).
(3j Abbe Brasseur : Recherches stir les mines de Palenque, chap, vn , pages
72 et 73.
(4) M. D. Brinton: The national legend of the Chahta-Mnsho/tee tribes, p. 0
et suiv. (Extr. du Historical Magazine). I\e\v-York, 1870.
(SI DES AGES OU SOLEILS. 75
mique que dans ceux de I'Histoire des Soleils. Ce sont, evi-
demment, les donnees du symbolisme cyclique et chronolo-
gique qui ont induit les Mexicains a fixer a 4, le nombre de
leurs grandes periodes et a placer chacune d'elle en relation
avec un element et un point de l'espace. Or, le Vaticanus
qui fait figurer chacune des 4 lettres dominicales correspon-
dant aux points de Fhorizon, semble, sur ce point du moins,
bien plus fidele a la conception primitive.
La duree des ages s'y trouve, il est vrai, pour l'ensem-
ble, superieure a ce qu'elle est dans tous les autres docu-
ments, et Ton pourrait nous objecter que les chiffres exor-
bitants de la chronologie fabuleuse des Indous ne furent
obtenus qu'au moyen de calculs successifs; qu'a l'origine,
cclle-ci offrait, certainement, un caractere beaucoup moins
fantastique.
76
CONGRES DES AMERICANISTES.
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69 DES AGES OU SOLEILS. 77
En tout cas, le Vaticanus qui fait remonter l'origine des
choses a cinquante ou tout au plus a cent quatre-vingt sie-
cles av'ant l'epoque actuelle, ne saurait 6tre, sur ce point,
compare aux livres sacres des Bouddhistes lesquels prodi-
guent, pour ainsi dire, les siecles par myriades. D'ailleurs,
Motolinia nous l'allons voir a l'instant, semble s'etre inspire
de recits tres analogues a ceux de Fhistoire des Soleils, ce
qui prouve qu'ils etaient en p4eine vigueur, a l'epoque de
la conquete. Nous ne savons point, au contraire, le moment
ou fut redige le Vaticanus.
3°. Les ages cosmiques d'apres Motolinia.
Le vieux missionaire semble avoir puise ses renseigne-
ments aux m6mes sources que le redacteur du precedent
ouvrage, et son recit offre avcc celui du l'auteur en ques-
tion, les plus frappanles analogies. Seulement, on y cons-
tate de nombreux retranchements , quelqucs inversions
dans la chronologie des ages et un certain nombre de ren-
seignements nouveaux, dontquelques uns d'une haute im-
portance (1). II vu sans dire qu'en cas de desaccord entre
Motolinia et le scribe Mexicain, c'est ce dernier que nous
tiendrons en regie generale, pour le plus fidele represen-
tant de la tradition authentique. II devait evidemment etre
fort au courant des affaires de son pays , tandis que de la
part du pretre espagnol, on ne saurait attendre ni la mSme
erudition, ni la m6me exactitude.
Dans Motolinia, il n'est question ni d'epoques interca-
laires, ni des jours et annees ou eurent lieu les cataclys-
mes, ce qui rend bien plus facile, l'etude de sa chronologie
mythique. Vraisemblablement , au reste, ses maitres indi-
ct) Motolinia: Historia de los Mexicanospor sits pintitras, apud Abbe Bras-
seur, Recherches sur les mines de Palenque", cap. v, p. 53 et suiv.
78 C.0NGI1ES DES AMER1CAN1STES. 70
genes les lui auront mentionnees, rnais il aura neglige de
le rappeler.
La succession des ages est la mi'rac chez noire auteur que
dans rhistoire des Soleils; seulement, il y a une interver-
sion pour les chiffrcs indiquant la duree de chaqne age, et
dont nous aurons a parler tout a l'heure.
II a deja ete question plus haut du service rendu par
l'ecrivain espagnol, prusqu^il nous fait connaitre l'anncc
precise en laquelle certaines traditions indigenes, fesaient
debuter l'epoque presente. Cela dit nous pouvons entrer
en matiere.
Motolinia donne le nora de « periode de Tezcatlipoca »,
au premier age «parceque, dit-il, ce dieu ajouta, pour
»commencer la periode, une moitie au soleil, qui n'eclai-
»rait qu'a demi, et se fit soleil, a la suite de quoi, il crea
»les Qui names ou geants».
D'apres Motolinia, comme d'apres l'histoire des Soleils,
la duree de cette periode aurait ete de 67(! ans. Au bout de
ce temps la, Quetzalcohuatl aurait frappe Tezcatlipoca d'un
grand baton, et le jetant a l'eau , se serait fait soleil a sa
place. En sortant du bain, le dieu dechu se serait transfor-
me en tigre, pour aller tuer les Quinames. Le missionaire
ajoute ces paroles que l'Abbe Brasseur declare a peu pres
incomprehensibles, quoi qu'il cherche a les interpreter par
un passage de Thistoire des Soleils. «Et ceci ressemble au
»ciel, parcequ'ils discnt que la vie la plus longuc descend
»a l'eau, et voila comment e'est Tezcatlipoca, et ceci est en
»memoire de lui. »
L'idee de cette substitution de Quetzalcohuatl a Tezcatli-
poca a, sans doute, ele suggere par le souvenir des luttes
sanglantes que se livierent les partisants de ces deux divi-
nites, pendant le periode Tolteque. Nous ne tirerons pas de
ce recit, ainsi qu^ l'Abbe Brasseur, la conclusion que la
rivalite des deux cultes remonte au dela des ages histori-
ques. Rien de plus marque chez les vieux chroniqucurs
que ce penchant a transporter dans les temps antiques, les
71 DES AGES OU SOLEILS. 70
souvenirs de ceux au ils vivent. C'est ainsi que nos trouve-
res du moyen-agc font partir Charlemagne pour la croisade,
qu'ils nous parlent du personnage qui etait cvrque de Je-
rusalem sous le regne de David et de Salomon, etc.
Motolinia donne, ainsi que VHistoire des Soleils , a la
seconde periode, le nom d'Age de Quetzalcohuatl , mais il
s'eloigne des donnees transmise par ce document, en ce
qu'il fait durer cette mtoe periode 67G annees, tout comme
la precedente. L'histoire des Soleils, interpretc plus fidele
sur ce point, de la tradition antique, ne la fait durer que
304 ans.
Ensuite, arrive l'age du feu, nommc ici «periode de 77a-
locan-Teuctlir> que l'auteur qualifie de «dieu des regions
inferieures». Autant que nous en pouvons juger par le lan-
gage un peu obscur de l'Abbe Brasseur, Motolinia assi-
gnerait a cette epoque, une duree de 3fi4 annees; c'est, juste,
celle qu'attribue l'histoire des Soleils a l'epoque precedente.
II y a ici une inversion dont nous n'hesitons point a rendro
Motolinia seul responsable.
Enfin, la serie des anciens ages cosmiques se termine par
celui de l'eau. Motolinia le designe sous le nom de pe-
riode de Chalchiahlicue , cette deite etait considere comme
le genie des eaux et l'epouse ou Tune des epouses de Tlaloc.
On voit que les dieux cosmiques ne sont pas tons les m6mes
dans le recit de Motolinia et dans celui de l'auteur prece-
dent, ni placees toujours dans le m&me ordre.
II ressort, nous dit l'Abbe Brasseur, des calculs faits sur
les dates du livre de Motolinia, que le deluge et, par suite,
Fere actuelle dateraient de'l'annee 68 de l'ere chretienne.
C'est de la que part VOllin Tonatiuh, litt. «Soleil de mouve-
ment, qui se meut» lequel dure encore et doit se continuer
jusqu'a la fin de Punivers actuel. Alors, l'astre du jour
disparaissant , le monde restera enveloppe de tenebres,
sans doute, jusqu'au moment d'une nouvelle creation.
Le duree des ages d'apres Motolinia concorde avec celle
de l'histoire des Soleils, abstraction faite, bien entendu des
80 CONGRES DES AMERICAN1STES. 72
periodes intercalates. Du reste, la symbolique des nom-
brcs etant la mgme exactement dans les deux recits, nous
n'aurons pas a y revenir ici. Void, au reste, la serie chro-
nologique don nee par l'auteur'esp.ignol.
Age de Tezcatlipoca (des tigres) 676 ans.
Age de Quetzalcohuatl (du vent) 676
Age de Tlalocan-Teuctli (du feu) 364
Age de Chalchiuhtlicuy6 (de I'eau). . . 312
Total 2028
II y a 66 ans de moins que dans l'Histoire des Soleils.
4°. Les ages cosmiques d'apres divers auteurs.
Jusqu'a present, nous avons vii les recits unanimes a
faire du deluge, le quatrieme et dernier cataclysme. II est,
au contraire, cite en premier rang par les ecrivains qui
vont suire. Peut-etre conviendrait-il de voir dans ce fait,
une preuve de l'influence exercee 6ur lespeuples suivant le
systeme quifiaire, par ceux qui avaient adopte le systeme
quaternaire. Nous expliquerons plus loin quels motifs nous
poussent a adopter une telle maniere de voir. En tout cas,
le Soleil de Terrc parait toujours ocuper le second rang dans
les legendes dont nous allons avoir a parler. Cette circons-
tance ne suffirait-elle pas a demontrer que dans le systeme
originel, la priorite etait bien accordee a ce mSme age de la
terre ou des tigres.
Le premier document dont-il va &tre question ici, e'est
VHistoire chronologique des royaumes de Culliuacan et de
Mexico, lequel fait partie, on l'a deja dit, du Codex Chimal-
popoca. Voici en quels termes s'exprime le narrateur in-
digene.
«La premiere epoque, apres la formation , est appelee du
73 DES AGES OU SOLKILS. 81
i>jour Nahui-Atl (4-eau, 4-pluie), Atonathth (Soleil d'eau).
»C'est alors qu'eut lieu rinondation, les hommcs ayant
»flottO commc des poissons.»
L'Abbe Brasseur ne nos fait point savoir quel est Tage
qui arrive en second lieu. La comparaison avec le recit de
Gomara dont il va etre question tout a l'heure, tend a prou-
vcr que c'est le Soleil de Terre (1).
A propos du troisieme age, nous lisons ce qui suit:
« La troisieme epoque, du jour Nahui-Quiahuitl (4-pluie)
»cst appelee Quiahtonatiuh (Soleil de pluie). Alors, il tornba
»une pluie de feu. L'incendie se repandit avec une pluie de
»cendres. On dit que, pendant que la pierre de sable se re-
»pandait, on voyait aussi bouillir le Tetzontli (4mygdaloS-
»de poreuse), et se former les rochers de couleur rouge. »
Les phenomc'iies indiques offrent un caracture bien evi-
demment volcanique. Le Mexique peut, en effett si nous
■osons nous servir de cette expression, passer pour la patrie,
par excellence, des volcans et il n'est pas etonnant que les
mythographes de ce pays leur assignent un role important
dans leurs crises cosmologiques. L'Abbe Brasseur arrutant
ici ses extraits de l'bistoire chronoloqique, on pourrait etre
tente d'en induire que l'auteur indigene ne partait point
d'un quatrieme cataclysme, et que s'en tenant a trois ages
seulement d'ecoules, il avait adopte la theorie quaternaire.
Demontrer ce qu'aurait d'errone une telle facon de v6ir,
nous semble chose facile. Tous les ecrivains qui ont adopte
la methode quaternaire, sans exception, admettent trois
crises ayant deja boulverse le globe et dues Tun apres l'au-
tre, a Paction de la terre, de l'eau et du vent. S'ils different
quant a l'ordre a assign er a chacune de ces crises, un point
•sur lequel nous les trouvons unanimes, c'est que la des-
truction par le feu se trouve reservee a la generation ac-
tuelle. Or, tel n'est pas le cas pour le redacteur de l'his-
(1) Abbe Brasseur: Hist, rfcs mt. civil., t. i (Piecesjustificatives .
tomo n. f.
0 6
82 congres des ameiucanistes. 74
toirc chronologique. L'ere du feu occupe chcz lui lc Lroi-
sieme rang dans la serie des ages. Done, il partageait evi-
demmenl I'opinion des autcurs dont il vient d'etre parle
plus haut et regardait la periode actuelle, comrae ia cin-
quieme, ou plutot comme l'yge do la Terre du second cycle.
Maintenant quel etait Page qu'il considerait comme ayanl
clos ce premier cycle? La comparaison avec le recit de Go-
mara nous permet de conjecturer que ce devait etre celui
de l'air ou du vent. Nous n'insisterons pas sur la concor-
dance qui se manifesto entre Fhistoire chronologique et le
Vaticanus, pour ce qui concerne les jours auxquels ecla-
tent les crises. Tous deux font commencer le deluge en
Nahui-Atl, la pluie de feu en Nahui-Quiahuitl. II est clair
que le nom meme de ces jours se trouvant en rapport in ti-
me avec les cataclysmes qu'ils amenent , les recits les plus
divergents d'ailleurs, doivent tout nalurellcmenl tendre a
s'accorder sur ce point.
D'apres Gomara, cite par Humboldt, quatre ages termi-
ncs chacun par un cataclysme se seraient ecoules depuis
l'epoque de la creation jusqu'aux debuts de Fere actuelle.
«Le premier age, nous dit Fauteur espagnol, se pcrd par
»Feau ; le second par la chute du Soleil sur la Terre (e'est
»sans doute, l'agc de la Terre ou des ligres des documents
»precedents) ; le troisieme par un cmbrasement general. »
A la suite du quatrieme Soleil ou Soleil d'air, lc monde
reste 28 ans plonge dans les tenebres. Gomara n'indique
pas combien de temps ont dure chacune de ces periodes, et
se borne a reporter le commencement de l'age actuel a 858
ailnees avant celle oil il ecrivait. Or, la premiere edition de
son livre ayant ete donnee en 1552, cela nous amenerait a
Fan 694 de J. G. De tous les auteurs a nous connus, e'est
celui qui assigne a la periode actuelle, la duree la plus
courte. II faut observer que cette date de G94 pouvait bieu
se rapporter a quelque evenement repute important de Fhis-
toire des Tolteques proprement dits. D'apres la tradition, ce
peuple aurait paru, pour la premiere fois, sur le plateau
75 DES AGES OU SOLEILS. 83
d'Anahuac en Fan 648 do notrc ('re. Les dates plus ou moins
contemporaines de nofre ere so rapporteraient, au contrai-
re, soita L'arriveedes compagnons du mythique Grucumatz
ou Quetzalcohuatl sur les rives du Tabasco et de l'Uzuma-
einta, soit aux invasions des Totonaques , fondateurs de
Teotihuacan, ou des premiers Mixcohuas dans la Nouvelle-
Espagne. Une des principales causes de cette confusion cn-
treles ages mythiqnes et les evenements de l'histoire reelle
peut bien etro la suivante, c'est que Mexicains et popula-
tions du Guatemala prenaient souvent le mot do «Soleil»
ou de «jour» comme cmbleme de la vie policee, des debuts
de la civilisation ou do l'etablissement a poste fixe d'une
tribu d'emigrauts. « Le jour ne lui pas encore, » signifiait
que la peuplade est encore en marche. «L'aurorc commence
a luire» voulail dire qu'elle s'est fixee au sol, qu'elle a com-
mence a se regir, avec pleine independance, suivanl son
propre regime de lois poliliques et religieuses. Les rensei-
gnements fournis par Torquemada, d'apres Mendieta, sont
assez peu exacts. II est facile, du reste, de determiner la
cause des erreurs dans lesqucls est tombe le vicux mission-
naire. Voici en quels termes il s'exprime (1) :
«I1 y a eu cinq Soleils dans les temps passes, pendant les
»quels les moyens de subsistance et fruits de la Terre fe-
nsaient defaut. Aussi , les homines perirent-ils , obliges
»qu'ils etaient de se nourrir de substances malsaines. Au
»contraire, le Soleil actuel est bon et toutes choses y ont
»prospere.»
Evidemment, Papotre du Mexique entendant parler de
cinq ages n'a pas songe a distinguer ceux qui etaienl deja
ecoules de la periode contemporaine. On lui aurait raconte
qu'a la fin de l'un d'entre eux, les hommes etaient morts
de faim. II en aura conclu que le mc-me fait a dil se repro-
(1) Toniuemada: Momrquia indiana, t. n, liv. vi, cap. xliv, i>. 70. Ma-
rid, im
84 CONGRES DES AMERICANISTES. 7(i
duire pour les quatre autres. Maintenant, comrne il fallait
bien donner une explication de ce phenomeue repete, Tor-
quemada se lire d'affaire en accusant rinfluence maligne
de ces Soleils passes, qui ne permettaient pas aux recoltes
de venir a bien.
§. II. SYSTEME ORIENTAL.
C'est celui que nous trouvons generalcment en vigueur
chez les peuples qualifies par M. Angrand, de Tetes-Plates,
Orientaux ou nations du rameau Floridien. II se distingue
du precedent, d'abord par l'admission de quatre ages seu-
lement au lieu de cinq. En outre, le quatrieme age qui
constitue la periode actuelle devait , dans toutes les tradi-
tions orientales, invariablement finir par le feu. Elom ti
Cab pet, litt. «ce monde ou cette peninsule destine a etre
brule» (1) nous dit a son premier verset, la prophetie Si-
bylline attribute au pretre paien Napuctum qui vivait au
Yucatan, et mourut anterieurement a l'epoque de la de-
couverte.
Ajoutons que cette conflagration de Punivers devait tHre,
d'apres les legendes de la Nouvelle-Espagne , precedee du
retour de Quetzalcobuatl , lequel punirait les coupables,
precherait une nouvelle forme de religion et unirait, sans
doute, de nouveau, dans ses mains, l'autorite du pontife a
celle du monarque. On voit a quel point, les cfoyances de
ces Orientaux se rapprochent de celles de nous vieux mille-
naires. Ces derniers, aux aussi, attendaient un second
eVenement du Christ, mille ans avant la fin du monde.
Pendant ce temps la, Jesus etait appele a regner sur tous
les hommes, comme un prince temporel regne sur ses su-
jets. Toute iniquite devait alors disparaitre, et la justice
fleurir dans la plenitude de son eclat. Aussi les el us ressu-
(1) Abbe Brasseur: Uanuscrit Troano, t. n, p. 103. Paris, 1870.
77 DES AGES OU SOLEILS. 85
cites jouiraient pendant ces dix siecles sur cette terre
meme, de la felicite du ciel.
Les autres propheties mayas attributes aux pnHres Nat-
zin-Yabun-Chax, Chilam-Calam oil mieux Chilam-Balam
et Zicayan-Cauichen-May , renferment des allusions bien
claires a cette reapparition du roi-pontife. Le premier de
ces personnagcs declare a ses compatriotes qu'alors, ils
devront imudire leurs vieilles divinites, divinites perissa-
bles et faites d'argile, pour adorer «le vrai dieu, le monar-
que universel, createur de tout ce qui existe». Le second
annonce, pour cette epoque, Tapparition du signal de
Hunab-Ku, litt. «Le seul saint, le seul dieu», principale
divinite du pantheon Yucateque. Ge sera, dit-il, dans son
langage enigmatique «un bois descendu, au dessus de tous
les bois, duquel le monde en tier recevra sa lumiere.» C'est
alors que doit perir le culte 6.'Itzamnu, Itza et Tantun, c'est
a dire, tout le pays maya recevront leur « seigneur et leur
frere», ainsi que «les hotes barbus venus de l'Orient» par
mer. Enfin, le grand prrtre Nahau-pech recommande aux
hommes de l'age present, «d'epier Tarrivee de leur sei-
gneur et maitre» (1).
Enfin, ce qui est assez remarquable, les Totonaques eux
aussi, honoraient d'un culte tout speciel, une de leurs dees-
ses, consideree comme epouse du Soleil, et, sans doute,
identifiee a la Lune, parcequ'elle devait, un jour, introduire
une forme de religion nouvelle et plus pure, faire cesser les
sacrifices humains. C'est vraisemblablement, cette deite
que les Totonaques crurent reconnaitre dans la Sainte
Vierge dont l'effigie se trouvait brodee sur les etendards
des soldats de Cortes et a laquelle ils donnaient le nom de
Tecleciguata (2) ou mieux Teuctlisihuatl , litt. «dame sei-
gneur, seigneur feminin».
(1) Manuscrit Troauo, ubi sitprft, p. 105 et suiv.
(2) Et non Tlatotacihuapitti, litt. «Grande Dame, reine,» en mexicain, ainsi
0 6 *
81) CONGRES DES AMERICANISTES. 78
Quant a la croyance au retour de Quetzalcohuall, elle
parait avoir ete generale a la Nouvelle-Espagne, et favorisa
meme, au moins dans une certaine mesure, l'etablisse-
meut de la domination castillane. Montezuma reconnait le
demi-dieu et ses compagnons dans Cortes et ses soldats (1).
II profite meme de cette circonstance pour inviter les grands
de son Empire a se soumettre sans Resistance. Les Tlax-
calteques semblent s'etre , eux aussi , laisse guider par un
raisonnemenl analogue. Les habitants de Cholullan et des
regions avoisinantes pretendirent assimiler le R. P. Tor-
quemada avec Queltzalcohuatl, de la meme facon,a peu
pros, que les habitants de Lystra voulaient voir dans Saint
Paul et Saint Barnabe, les dieux Jupiter et Mercure, voya-
geant incognito (2). Enfin, dans ces derniers temps, les par-
tisans de l'infortune Maximilien s'efforcerent de gagner des
proselytes a leur cause, parmi la population Indienne, en
rappelant les vieilles propheties concernant le prince qui
devait arriver par mer, des regions de l'Orient.
Les anciens ecrivains espagnols, tous d'accord a identifier
le mythique Quetzalcohuatl avec l'apotre Saint-Thomas,
n'ont pas manque d'attribuer une origine chretienne a ces
diverses propheties. Sans nier que quelqu'echo de nos
livres saints ait pu arriver jusqu'a la Nouvelle-Espagne,
nous ne saurions partager une telle faeon de voir. Lors-
qu'on les etudie un peu plus en detail, ni Tun ni l'autre
des deux Quetzalcohuas n'oifrcnt reellement la physiono-
mie de predicateurs de l'Evangile. Quand a ce «bois des-
cendu», a ce bois mysterieux dont parlent plusieurs legen-
que le suppose M. .lourdanet. Voy. Introd. de VHistoire x<:ridiqi>e de hi rt>»-
'C'ctc de la NourpJle-EspagHe de Bernal Diaz, chap, xxxvi . p. ~9. Paris, 187".—
Mendieta: Hist, cedes, indiana, cap. ix, p. 89.
1; Tezozomoc: ffistaire d/' Mrxiqve ,trad. de Teraaux-Compans\ t. n, cha-
pitre cvii, p. '23L Paris, 1853. — Lett res de Feruaud Cortes (trad, de M. Vallec),
chapitren, p. 71. Paris, 1879.
(2) Actes des (qtotres, chap, xiv, vers. 10 et suiv.
79 DES AGES OU SOLE1LS. 87
des indigenes , s'il nous rappele un peu , du prime abord,
la Sainte Croix, il ne faut pas oublier non plus qu'il joue
le plus souvent, comnie embleme, un role bien plus natu-
raliste. II exprime la fecondite, dans son sens le plus ma-
teriel (1). Or, Quetzalcohuatl, considere comme genie du
vent, se trouve en relation intime avec la pluie, source de
toute fertilite.
L'on retrouvait, egalement, chez les indigenes de Haiti,
une tradition analogue, sous plus d'un rapport, a celle de
.la Nouvelle-Espagne. Le Pere du cacique Guarionex, ainsi
qu'un autre roitelet de l'lle, apres avoir jeune cinq jours,
allerent interroger leur idole, sur le sort reserve a. leurs
peuples, lors qu'ils seraient morts. La fausse divinite leur
repondit que des hommes barbus et dont la vaillance serait
irresistible, viendraient envahir le pays, verser, a ilots, le
sang de ses habitants et les detruirc enlierement. Le sou-
venir de cette reponse se conservait, dit-on, dans leurs
Areytos ou chants sacres (2). Suivant toutes les apparences,
cette prophetie avait la meme origine que celle des Yucate-
ques et Mexicains. Naturellement, les ecrivains espagnols,
la declarent l'oeuvre du malin esprit. Avec un peu de bonne
volonte, n'auraient-ils pu la faire porter aux grandes An-
tilles par Saint-Thomas en personne, voyageant sous le
nom de Quetzalcohuatl? Cela n'eiit pas beaucoup allonge
l'itineraire du saint personnage.
Nous avons dcja etabli ce qu'il faut entendre, au juste,
par ces mots de systemes quaternaire el quinaire, les Orien-
taux fesant du quatrieme age (dernier du cycle), l'epoquc
presente, tandis que d'apres les Occidentaux, le premier
(1) Abbe Brasseur : Hist, des not. civil., etc. , t. i , liv. in , chap, i , p. 202 (on
note).
(2) Gomara : Histoisc generate des Lirfes Occidcutales (trad, de Funiee , clia-
pitre xli, p. 33. Paris, 1589. — Mendieta: Hist, ecctes. Indiana, lib. l, cap. vn,
page 37.
88 CONGRES DES AMERICANISTES. 80
cycle se trouvant deja ecoule en entier, nous en etions au
premier age d'un deuxiemo cycle. Les traditions du sys-
teme quaternaire serablent, au reste, se pouvoir diviser en
deux groupes bien tranches: l8, le groupe Chichimeque qui
ne nous est connu que par les recits d'lxtlilxochitl et dont
la theorie cosmologique se rapproche beaucoup de celle
des autres narrateurs Mexicains: 2°, le groupe Centro-Ame-
ricain qui se distingue par cette particularity, qu'il y est
surtout question des destructions et renovations de l'huma-
nite, fort peu de cataclysmes ayant boulverse le globe
entier. Nous distinguerons raome dans ce dernier, deux
sous groupes; le Guatemalien dont les ages semblent encore
caiques de plus ou moins loin par ceux des Mexicains, et
le Yucateque dans lequel les epidemies jouent en partie le
role reserve a d'autres evenements par les recits anterieurs.
Au reste, toute cette cosmologie mythique n'etait evidem-
raent pas aussi populaire chez les Orientaux que chez les
Occidentaux.
1°. Les ages mythiques d'apres Ixtlilxochitl. (*)
Bien que l'auteur de cet ouvrage habitat TAnahuac pro-
prement dit, puis qu'il etait de la famille des anciens rois
de Tezcuco, nous le voyons suivre le systcme assez impro-
prement qualifie, suivant nous, de quaternaire. II affirme
que les ecrivains les plus distingues du temps de l'idola-
trie, parmi lesquels il cite Quetzalcohuatl pour l'epoque
antique, et pour l'epoque moderne, son ancctre, le prince
Nezahualcoyotl , ainsi que Xiuhcozatzin , fils du roi Huitzi-
lihuitl, admettaient quatre ages du monde.
(1) Ixtlilxochitl: Histoire des Chichimtqites o?< des anciens rois de Tezcuco, t. iT
premiere partie, chap, i, p. 1 et suiv. (Collection Ternaux-Compans). Pa-
ris, 1810.
81 DES AGES OU SOLEILS. 89
Le premier qui commence a la creation, s'appelle Atona-
tiuh (soleil d'eau). II se termine par un deluge universel
par suite duquel perirent tous les etres animes.
Le seconde age est le Tlachitonatiuh , lilt. « Soleil de
Terre», ainsi appele, parccqu'un tremblement de terre en
marque la fin. «Le sol, dit l'annaliste Mexicain, s'ouvrit
»en plusieurs endroits. Les montagnes s'abimerent ou
»s'ecrouIerent, en ecrasant presque tous les hommcs. C'est
»alors que vivaient les geants appeles Quinametzin-Tzo-
»cuilhioxime.»
C'est pendant le troisiomc age ou Ehecatonatiuh (soleil
de venl), que les Ulmeques ou Olmeques et les Xicalanques
vinrent de TOrient, s'etablir dans le Sud du Mexique. lis
rencontrerent, sur les bords de la riviere d'Atoyac quelques
geants ou Quinames, derniers survivants du desastre qui
avait mis fin a l'age precedent. Ges geants abusent de leur
force physique pour tenir les nouveaux arrives dans une
dure serviture. Olmeques et Xicalanques recourrurent au
stratageme deja employee par les Medes pour se debarasser
des Scythes, leurs oppresseurs. lis. les massacrerent, avec
leurs propres armes, a la suite d'un festin pendant lequel
ils les avaient enivres. C'est apres ces evenements, vers le
temps de rincarnation de N. S. J. C. qu'aurait paru le
celebre reformateur Quetzalcohuatl appele Huemac par
d'autres narrateurs. Ce saint homme, mecontent du peu de
fruit de ses predications, s'en alia du cote de TOrient d'ou il
etait vcnu, en annoncant son retour pour l'annee Ce-acalL
Peu de jours apres son depart, en l'annee Ce tochtli, cor-
respondant a l'an 299 (1) de notre ere, un vent terrible
s'eleva qui renversait les maisons, les arbres et meme les
rochers. Presque tous les hommes perirent, et ceux qui
echapperent a l'ouragan furent, d'apres la Iegende, trans-
(1) Ce chiffre de 299 nous paraitrait erronne. II faudrait peut-etre lire sim-
pleraent 99.
90 CONGRES DES AMERICANISTES. 82
formes en singes (1). Alors , egalement, eut lieu la destruc-
tion de l'edifice et de la tour de Cholullan, qui etait, dit
Ixtlilxochitl, comme une seconde tour de Babel. C'est en
raison de la nature du cataclysme qui mit fin au troisieme
age que celui-ci recut le nom d'Ehecatonatiuh ou «Soleil de
vent,» et que Quetzalcohuatl en arriva lui-meme a. etre
adore en qualite de dieu de Fair.
Alors commence l'age actuel, vers Tan 191 de notre ere.
On l'appelle Tlatonatiuli { ou plus correctement Tletona-
tiuh), « Soleil de feu,» parcequ'cffectivement, cet element
doit causer sa destruction.
On voit combien sont restreints les renseignements chro-
nologiques fournis par l'auteur Chichimeque. II ne nous
fait pas connaitre .la duree des trois premiers ages et ses
assertions semblent se contradire l'une l'autre en ce qui
concerne le debut la periode actuclle. Apres avoir fixe la
fin de l'age de vent a Tan 299 de notre ere, peu de jours
apres le depart de Quetzalcohuatl, il raporte le commence-
ment de l'age du feu a l'an 191 de J. C. c'est a dire 18 ans
plutot. II y a la evidemment une erreur de chitTres dont
nous n'entreprendrons point de rechercher la cause.
Toutefois, il ne nous semble pas impossible de tirer par-
lie au point de vue de l'histoire et de la chronologie, des
renseignements fournis par notre auteur. II ne nous parle
pas comme les documents anterieurs, de Tezcatlipoca qui
etait une deite purement mexicaine, mais bien de Quetzal-
cohuall, qui est, pour ainsi dire, la personification des co-
lonies fixees sur les rives du Tabasco et de l'Uzumacinta.
D' apres notre auteur, l'apparition de ce heros ou semi-dieu
serai t a peu pros contemporaine des debuts de notre ere.
G'est, effectivement , vers cette epoque que'd'autres docu-
ments encore nous porteraient a placer les debuts de la ci-
1) Relation de Don Aha Ixtlilxochitl, t. ix de la Collection Kingsborough,
jia^e 322. Lomlres, 1718.
83 DES AGES OU SOLEILS. 91
vilisation dans le Sud de la Nouvelle-Espagne (1). L'on
admet Tan 299 , comme indiquant l'epoque du depart de ce
mysterieux personnage. Ne serait ce pas que vers ces temps
la, en effet, la puissance des emigrants sechateurs de Quet-
zalcohuatl, aurait ete' brisee a la suite des progros et con-
quetes accomplis par des tribus de race Mexicaine et Ame-
ricaine proprement dit. En tout cas , Ixtlilxochitl nous
parait avoir eu le tore de confondre le premier Quetzalco-
huatl, embleme des origines de la vie civilisee dans le Sud
du Mexique, avec son homonyme plus ou moins mythique,
le QuetzalcohuaLl fils de Totepach, lequel precha la reform e
religicuse dans la vallee d'Anahuac, vers le ixe siecle de
notre ere. Nous croyons que not re auteur s'est encore trom-
pe en designant aussi ce demi-dieu civilisateur sous le nom
de Huemac. Le veritable Huemac ne serait autre chose
qu'une personification de Tezcatlipoca ou tout au moins le
chef des sectateurs de ce dieu et le grand adversaire du se-
cond Quetzalcohuatl. G'est qu'Ixtlilxochitl etait un prince,
non un pretre et malgre l'education toute hieratique que
recevait la jeune noblesse mexicaine, il devait etre moins
au courant de l'bistoire de son pays que ne Tent ete un
membre du sacerdoce.
On remarquera, enfin, qu'Ixtlilxochitl ne songe pas a
nous indiquer, comme les ecrivains precedents , les jours
et mois auxquels commence et finit chaque cataclysme.
C'est, qu'en general, les traditions propres au rameau Tol-
tequc Oriental n'apparaissent pas surchargees de ces details
cabalistiques dont abondent les documents mexicains pro-
prement nils. On remarquera egalement le role important
assigne a Quetzalcohuatl, tandis qu'il n'est pas fait positi-
vement mention de Tezcatlipoca.
(1) Le Mythe de Votan . §. iv, p. 13G et suiv. (seconde vol. des Aclrs de fa S»-
riete Philologiqaej. — 'bA. Aubin: Mtfrnoire sur lapeintwve ttidactiqne des ancieux
mexicains, p. 230 du tome in (annee 1830) de la Bevue Amfricaiae.
92 CONGRES DES AMEIUCANISTES. 84
Le recit d'lxtlilxochitl semble un de ceux qu'ont le plus
volontiers suivi , les ecrivains des epoques posterieures.
Ainsi Botturini range les quatre ages dans l'ordre sui-
vant ()) : 1°, Atonatiuh ou «Soleil d'eau,» de la creation au
deluge. 2°, Tiachitonatiuh ou «Soleil de Terre, » du deluge
a la destruction des geants qui habitaient le cceur de la
Nouvelle-Espagne. II se termine par des tremblements de
terre. 3°, Ecatonatiuh (Ehecatonatiuh) ou «Soleil de vent,»
de la destruction des geants au grand ouragan, qui arracha
les arbres et detruisit beaucoup d'edifices. 4°, enfin, a par-
tir de cet ouragan, commence l'age actuel qui doit finir par
une conflagration generate. G'est le Tletonatiuh ou « Soleil
de feu.» Afin, nous dit Botturini, de desarmer la colere ce-
leste et de se preserver de Pincendie, les indiens, a la fin
de chaque cycle de 52 ans, fesaient de grands sacrifices a
leurs dieux. Si Botturini, comme la chose semble certaine,
entend parler des indiens de Mexico, il a raison, du moins,
pour ce qui concerne les sacrifices expiatoires, mais tort en
ce qui regarde l'incendie final. Bien loin de redouter ce
genre de cataclysme, les mexicains s'attendaient a voir a la
tin d'un de leurs petits siecles de 52, le monde entier s'en-
vclopper des tenebres. Le temoignage des auteurs est for-
mel sur ce point et Ton en pourra juger notamment par
celui de Sahagun.
A la fin de chaque cycle de 52 ans, le Mexique entier se
trouvait plonge dans la consternation. L'on s'attendait a
voir descendre sur terre les genies ou fantomes appeles
Tzimitlis (2). Pour eviter que les enfants ne se metamor-
phesassent en rats, on leur couvrait le visage d'un mas-
que de Maguey, et on les empcchait de dormir. Enfin, nous
(1) Botturini : Idea de una imeca Jiistoria geueral de la America septentrional.,
£. i, p. 3. Madrid, 1710.
[2) Devons nous rapproeher ces Tzimitlis des Zemis ou Zirais Haitiens, du
Zanidd Ynratr/ji(eS
85 DES AGES OU SOLEILS. 93
avons vu plus haut quelles precautions Ton prenait a re-
gard des femmes enceintes. Toutes les lumieres , toys les
feux etaient soigneusement eteintsdans chaque habitation,
€t Ton allumait un feu nouveau , tire de deux morceaux de
bois frottes Tun conlre l'autre, sur la poitrine d'un captif,
cgorge pour la circonstance (1). Les pretres seuls et specia-
lement, celui du Barrio de Copolco avaient droit d'allumer
le feu sacre. C'etait au sommet du mont Vixachtlon, aux
frontiercs des peuples de Jztapalapan et de Colhuacan, que
devait avoir lieu la ccremonie. Sitot que le peuple voyait
luire la lumiere, il se livrait a des transports d'allegresse,
estimant le monde assure de ne pas finir avant le terme du
cycle qui venait de commencer.
Glavigero, de son cote, ne fait gueres que repeter ce que
dit Bolturini (2). Les Mexicains, Acolhuas et autres peu-
ples de la Nouvelle-Espagne, nous dit-il, distinguent qua-
tre ages avec autant de Soleils. II est evident qu'ici, l'auteur
italien entend par Soleils, les crises qui marquent la fin de
chaque age et non les ages eux-memes. Voici dans quel
ordre, il les range.
1° Atonatiuh, Soleil ou age d'eau, qui se termine par
un deluge.
2° Tlatonatinh (TlachitonatiuhJ, du deluge a la destruc-
tion des geants et aux grands tremblements de terre.
3°» Ehecatonatiuh , de la destruction des geants a l'epo-
que des grands tourbillons.
4° Tletonatiuh, qui est l'age actuel et doit finir par le
feu. Les fetes celebrees a la fin de chaque petit siecle de 52
ans ont pour but, ajoute le narrateur, de remercier le dieu
de l'element igne, qui se bien voulu contenir sa voracite et
ne pas encore devorer l'Univers.
(1) Sahagun : Relation de las cosas de Altera EspaTia , lib. n , cap. ix , p. 253
et260.
(2) Clavigero : Storia antica del Messico, t. n, liv. vi, p. 37. Cesena, 1780. ,
94 CONRRKS DES AMERICANISTES. 80
2°. Ages du Monde d'apres le livre sacre.
Nous all6ns passer maintenant de la vallee d'Anahuac
aux regions de l'Amerique Gentrale (1). Dans les traditions
de ce pays, il ne vu plus etre fait mention des Quinames,
puis que ces pretendus geants ne representent autre chose
que les aborigines du plateau Mexicain. Du reste, a mesure
que nous nous eioignons des contres du Nord, la tradition
des ages du monde perd de sa nettete el de sa precision.
Bien qu'exposee d'une facon un peu obscure, elle so
retrouvc bien certainement dans le livre sacre. Apres nous
avoir raconte de quelle facon la terre emcrgea du sein de
I'abime ct comment furent crces les montagnes couvertes
d'arbres, les vallees, les cours d'eau, l'ouvrage Americain
nous represente le Cmur du del et le Canir de la Terre tra-
vaillant a former les animaux de toutes sortes, quadrupe-
des, reptiles, oiscaux. Mais ces etres n'ayant pu parler ni,
par consequent, celebrer les louanges de leur createur et de
leur formateur, ceux-ci les condamnerent ;'i vivre dans les
bois ct les ravines et leur chair fut destinee ;'t etre broyee
sous la dent.
Le chatiment de ces etres, habitants des forets ct qui doi-
vent servir ;'i la nourriture de l'homme, rappelerait un peu
la catastrophe qui mit fin, d'apres la donnee Mexicaine, au
Tlatonatiuh on Tlachitonatiuh (Soleil de Terre).
A cet evenement succede la formation de l'homme de
lerre glaise. Gelui-ci avait bien recu le don de la parole,
mais rintelligence lui fesait defaut. Aussi, les dieux me-
contents de leur (euvre, le plongerent dans l'eau , oil il ne
tarda point a se dissoudre. Cette destruction de la seconde
race des creatures nous offre evidemment le pendant du
(1) Pop. ni/i., liv. i , ]). "27.
87 DKS AGES OU SOLEILS. 95
deluge qui termine VAtonatiuh ou Soleil d'eau des peuples
d'Anahuac.
Le createur et le formateur prennent alors le parti do
fabriquer une race d'hommes avec dti bois; ce qui nous
rappelerait peut-rtre un peu, l'homme ne du frene, d'aptes
Hesiode (1) et la Mythologie Scandinave (2). Gela ne nous
rappelerait-il pas, davantage encore, la race indiennefet.
sans doute, la race humaine toute entiere) sortant des ra-
tines du Ceiba, suivant la tradition Tzendale (3). Ge Ceiba
n'etait, on le sait, qu'une sorte d'embleroe ou mieux d'in-
carnation du demi-dieux Imox, considere par ces peuples,
comme leur Adam , le prototype de l'humanite. II symbo-
lisait specialement les races barbares et autochthones par
opposition aux populations civilisees qui plus tard fiuirent
par les detruirc ou les refouler.
Ge qui nous confirmerait dans cette maniere de voir,
c'est que ces mannequins de bois se trouvent, comme il
sera dit a l'instant, metamorphoses en singes. Or, les races
civilisees des regions chaudes se sont generalement plucs
a representer sous des traits simiens, les tribus barbares
et d'origine etrangere. Le fameux Hanouman qui, a la tete
de son armee de singes, aida Rama, representant de la
nation Arietine, a conquerir l'ile de Ceylan n'etait, sans
doute, que le roi de peuplades soit Dravidiennes, soit (4)
Negro-Pelagiennes.
Cependant, pour reprendre notre recit, ces nouveaux
etres, vivant comme des brutes, ne se souvenaient plus du
Cceur du Ciel, et c'est ce qui amena leur ruinc. Les attaques
(1) Hesiode, v. 142 et suiv.
(2) Grimm. : Deutsche Mythologie, 527, 537, 324. — M. A. Kuhn : Die Herab-
kunft des fetters uad des Gcettertran&s, p. 21 et 25. Berlin, 1839.
(3) Nunez de la Vega: Constitucioiies diwcesams del Obispado de Chiappa,
tome i . p. 9. Roma , 1702. — Le My the d'Lnos, p. 133 tlu tome iv (Ge serie) des
A iiiiales de Philosophic chrctieaae.
(1) Ibid., p. 72.
i)6 CONGRES DES AMERICANISTES. 88
des animaux , specialement de divers oiseaux de proie s'a-
joutent au debordement des caux et a d'affreux tremble-
ments de terre, pour leur destruction. Ceux qui echappent
a tous ces desastres, se trouvent changes en une espece de
petits singes vivant dans les bois. II ne semble pas douteux
que Tepoque oil vecut cette generation de mannequins tra-
vailles de bois ne corresponde a YEhecatonatiuh ou Soleil
d'air des ecrivains de la Nouvelle-Espagne. G'est ce que
prouvc la transformation des humains en singes, puisque
ces animaux etaient chez les peuplcs du Centre Amerique,
le symbole du vent.
G'est ici que semble s'arreterle recit des destructions des
races crees d'apres le livre sacrc. II n'y en a que trois de
mentionnees. Sans doute, la qualrieme devait amener la
fm de la periode actuelle ct cela par l'element igne, le seul
auquel role n'ait point encore ete assigne.
3°. Ages du Monde d'apres le manuscrit Cakchiquel.
M. l'Abbe Brasseur a donnc quelques extraits de cet
ouvrage, connu egalement sous le nom de Memorial de
Tecpan-Atitlan, et dont la premiere partie, au moins, est
bien certainement l'ceuvre d'un savant indigene (1).
II y est d'abord question des quatre cites du nom de Tu-
lan, dont une en Xibalbay (probablement le Yucatan ou
les rives du Tabasco) et une autre oil le Soleil se couche et
qu'atteignirent les ancetresdela nation Gakchiquele, apres
avoir traverse la mer. Puis l'auteur americain continue en
ces tcrmes :
«Le Chay-Abah (Pierre d'obsidienne) est issu de Xibal-
»bay, le riche et puissant Xibalbay. L'homme est l'ceuvre
(1) Alibe Brasseur: Hist, des nat. civil. (Pieces justiflcatives, n° 2), p. 12?.—
Rcchcrches sur les mines de Paleaqite', chap, vi, p. 65.
%{) DES AGES OU SOLEILS. 97
»de son createur et formateur, et celui qui sert le createur
»est ce Chay-Abah. Or, il (le createur) forma l'homme et le
» perfection na dans la douleur. II essaya le bois, il essaya
»Therbe, la Terre seule put entrer; mais il ne parla pas, il
»ne marcha point; il ne se faisait ni sang, ni chair, disent
»nos premiers peres, et nos anciens, 6 mes enfants.
»On retrouvait rien a faire entrer (comme aliment), et,
•>bien loin on trouva ce qui entrait. Or (il n'y avait) que
»deux barbares sachant qu'il se rencontrait de l'alimenta-
»tion dans Paxil, nom du lieu ou elle etait, et cos barbares
ws'appelaient ULiuh et Koch. On la trouva dans l'ordure (re-
»sidu) du mais; alors, le barbare Utiuh fut tue, en sortant
»pour egrener le mais , et on l'envoya egrener par un bar-
»bare du nom de Tiutiuh. De l'interieur de la mer vint par
»le moyen de Tiutiuh, le sang du tapir et du serpent qui
»entra pour la preparation de son mais, et le sang de l'hom-
»me fut fait par son createur et son formateur.
»Et ils savaient bien, eux, le createur et le formateur,
»Alom, Quaholom , que e'etaient eux qui avaient forme
»l'homme et fait son alimentation. Et l'homme (une fois)
»fait, fut perfectionne.
»Treize hommes et quatorce femmes furent faits. La trte
»exista ensuite; ensuite, ils parlerent et ils marchc'rent.
»I1 y eut leur sang et leur chair. Ils furent maries. (II y en
»eut) deux qui devinrent les epouses d'un (seul). C'estpour-
»quoi l'homme s'unit (se lia , se joignit) , l'homme d'autre-
«fois, dit-on, 6 mes enfants. Ils eurent des filles, ils eurent
»des garcons, et ils furent la premiere population.
»Ainsi fut faite cette population. Ainsi, egalement, fut
»fait Chay-Abah, qui se tient debout a l'eniree de Tullan,
»oii nous etions.B
Plusieurs observations doivent etre faites au sujet de ce
curieux fragment, malgre Tobscurite de certains passages.
Les periodes cosmogoniques y paraissent correspondre ;"i
celles du livre sacre, bien qu'enumerees dans un ordre dif-
ferent. Dans les deux documents en question , on nous re-
TOMO II. 7
0 7
!J8 CONGRES DES AMERICAN1STES. 9l>
presente le ereateur et le formateur obliges de s'y prendre
a plusieurs reprises pour creer une humanite capable d'ho-
norer les dieux et, par suite, digne de vivre et de se perpe-
tuer. Une conception analogue se trouve, au reste, en bien
des pays. Elle a du etre inspiree naturellement par le spec-
tacle de tribus vivant a cote les unes des autres, mais a des
degres fort inegaux de civilisation. L'on sait la theorie cos-
mogonique exposec par un bel esprit hottentot a des rais-
sionaires protestants. Le Dieu Supreme aura, d'abord, dit-
il , fait le Boschesman sauvage et difforme , mais il trouva
sa creature trop iniutelligente et trop semblable par les
trails au crapaud. Alois, il fabriqua le Hottentot, voue a la
vie pastorale. G'etait deja beaucoup mieux , mais le grand
esprit ne se pouvait contenter a si bon compte. II fit, en con-
sequence, surgir le blanc tout a fait civilise qui sait faire
les armes a feu et construire les chariots a brnufs. A la dif-
ference des narrateurs americains, l'enfant du cap ne par-
lait pas de la destruction des types inferieurs , lors de l'ap-
parition de chacune des deux races plus parfaites, et evi-
demment, il ne possedait pas la moindre notion des recits-
du livre sacre ou du manuscrit Gakchiquel.
Quoiqu'il en soit, la premiere epoque serait, d'apres le-
document que nous etudions en ce moment, celle ou le crea-
teur et le formateur tentent de faire entrer le bois dans la
confection du corps de 1'homme. Elle correspond au troi-
sieme age du livre sacre, celui des mannequins travailles-
de bois, et par suite , a YEhecatonatiuh ou «Soleil de vent»'
des annalistes mexicains.
II est vrai que le manuscrit Cakchiquel ne nous dit pas,,
comme les documents precedents que ces hommes f>iits do
bois aient ete metamorphoses en singes. Ces animaux cons-
tituent, a nos yeux, le symbole, non seulement de l'element
aerien, mais encore celui des populations sauvages rencon-
tres par les colons civilisateurs sur les rives du Tabasco et
de rUzumacinta. De la viendrait meme le nom de ce der-
nier cours d'eau, appele en mexicain Otzomatzintlan , litt.
91 DES AGES OU SOLEILS. 9'J
«Aupres des seigneurs singes. » Ajoutons, qu'aujourd'hui
encore, les singes constituent aux yeux des negres des iles,
une race d'hommes qui s'est refugiee dans les bois , pour
vivredans l'oisivete. «Ces petits mondes, disent-ils, paspar-
ler, pour ne pas travailler.» Par une contradiction digne
d'etre signalee , les Mantras de la peninsule de Malakka
voient, eux aussi, dans une certaine espece de gibbons qui
peuplent leurs forets, les freres de leurs premiers parents (1).
lis se rapprochent done autant de theoric Darwinienne que
s'en eloignent les centro-americains. La seconde phase, mar-
quee par l'emploi de l'herbe avec laquelle les dieux ne reus-
sirent point a fabriquer le corps de 1'homme nous rappelle-
rait, quoique d'une facon un peu obscure, la premiere pe-
riode de creation du livre sacre, celle des animaux sauvages
spee des herbivores. II n'y a gueres, ell'ectivement, que ces
derniers, dont la chair puisse se trouver destinee a etre bro-
yee sous la dent. Ce deuxieme age du manuscrit Cakchiquel
repond done bien certainement au Tlachitonatiuh ou « So-
leil do Terre» des Mexicains.
Enfin, les dieux sont plus heureux dans leur troisieme
tentative, et ils parviennent a faire entrer la Terre dans la
composition du corps humain. Le recit de rannalisle Gua-
temalien ferait presque TefTet d'une paraphrase de la Bible,
laquelle nous represente le createur formant 1'homme d'un
peu de limon (2). La correlation de l'age ou s'accomplit ce
grand ceuvre avec le Soleil de Terre des Mexicains semble-
rait, a priori, chose evidente. Rien, toutefois, ne serait a
notre avis, moins exact. Nous avons deja vu, dans le livre
sacre, les hommes de terre glaise se fondre au milieu de
l'eau, ce qui rappelle le deluge des habitants de la vallee
d'Anahuac. Par consequent , cette troisieme periode n'est
autre chose que YAtonatiuh ou « Soleil d'eau.»
(1) M. T. de Castelnau : M&moire sur les Mantras , p. 134 au 1' vol. de la Re-
vue de Philologie et d'Ethnogmphie. Paris , 1876.
(2) Ge'iiise, chap, ii, vers. 7.
100 CONGRES DES AMERICANISTES. 92
Toutefois, l'homme fait de terre n'avait ni chair, ni sang,
il ne marchait pas et les termes employes pour le depeindre
par le narrateur nous font souvenir de ceux du prophete,
lorsque, dans le psaume in exitu, il parle des idoles des
nations. Dans le langage figure des Americains, cela vent
dire que l'humanite etait encore barbare, qu'elle n'avait
accompli aucun progres dans la voie de la civilisation. La
vie policee et, par suite, le quatrieme ou dernier age sem-
blent commencer avcc le voyage entrepris par les deux
barbares, a la recherche du mai's que Ton decouvre en
Paxil et Cayala. M. l'Abbe Brasseur a constate Pidentite de
cette mysterieuse con tree avec les fertiles regions du Ta-
basco et de l'Uzumacinta on s'etablit la colonie civilisa-
trice (1) venue de l'Orient, par mer, sous la conduite du
fabuleux Quetzalcohuatl. G'est le Tlalocan ou Paradis ter-
restre de la Mythologie Mexicaine. Quant aux deux barba-
res dont le nombre se trouve porte a quatre , dans d'autres
documents, ils personnifient a la fois les Bacabs ou genies
des points de l'espace et les sauvages indigenes de la Nou-
velle-Espagne inities a la connaissance de la science agri-
cole par les nouveaux venus. Le recit de la mort de Utiuh
litt. l'« Agouti » ne renfermerait elle pas une allusion a la
defaite des indigenes contre lesquels les colons debarques
d'Orient eurent, sans doute, a lutter? (2).
L'on ne nous dit pas que son compagnon Koch, litt. «Gor-
beau» ait eprouve le mrme sort. II pourrait done (Hre ainsi
que Tiuiiuh que Ton envoie egrener le mais a la place
d' Utiuh , l'embleine des races primitives converties enfin ;i
la vie policee. Nous ne saurions donner une explication
bien claire du passage oil Ton nous represente Tiutiuli
fesant venir de Tautre cote de la mer. le sang de serpent
(1 A1)bC Brasseur : Hist, des nat. civil., t. i, liv. 1, chap, n, pag-es 60 et 61.
(2 Ifemede Philologie et d'Ethnographie,t.m. Paris. 1S78. — Des animanx
■iyniOo!ifji'es con si (fere's dan * lent' relation uvr les points tie l'espace, p. '2H9 et suiv.
93 DES AGES OU SOLEILS. 10]
et de tapir qui servent a preparer le mai's. Evidcmment, on
decouvre la une allusion a l'espece de culte rendu par les
populations de ces regions au serpent et au tapir; mais
pourquoi faut-il rapporter le sang de ces animaux de l'in-
terieur de la mer? Serait-ce une preuve que l'Ocean etait
considere par les Gentro-Americains, aussi bien que par
certains philosophes de l'antiquite, comme le berceau de la
vie et le pere de toute creature animee ? L'interieur de la
mer voudrait-il dire ici «ce qui est au dela des eaux», les
regions lointaines oil Ton ne peut arriver qu'en vaisseau
et d'ou sans doute etaient venue la population civilisee
des sectateurs de Quetzalcohuatl? Precisement, les monu-
ments de terre a formes animales eleves dans la vallee du
Mississipi, nous presenlent parfois la figure d'un serpent,
et l'effigie en terre du tapir a ete recontree dans l'etat de
Wisconsin (1). Pour que Ton ait songe a representer ces
animaux au moyen de Tumuli, il fallait bien qu'ils fussent
a un degre quelconque, considered comme sacres. II est
vrai qu'il y a loin du Wisconsin aux regions du Sud-Est du
Mexique, et d'ailleurs, les debuts de la civilisation dans la
vallee du Mississipi qui ne remontent peut-etre pas au dela
de la fin de la periode Merovingienne, semblent beaucoup
plus recents que l'epoque de l'arrivee du fabuleux Quetzal-
cohuatl au Mexique, laquelle serait a peu pres contempo-
raine de notre ere. Suivant toutes les apparences, c'est cette
derniere migration a laquelle fait allusion Sahagun , lors
qu'il nous parle des Nahous qui, montes sur sept galeres
aborderent a Panuco, pour se rendre de la, par terre et en
longeantla cote, jusquedans la region Sud-Est du Mexique.
L'abbe Brasseur voit dans Chay-Abah, litt. « Pierre d'ob-
sidienne», la symbole de la caste guerriere ou de la no-
blesse. On sait, en effet, que la pierre entrait frequemment
(1) MaMi-iaux ■pour sctira Vltistou-ede Vhomme, 8-9e livraison, 18"), M. it cl
Warner, Ua tumulus a forum d'el^phaat^ p. 369.
0 7*
102 CONGRES DES AMEIUCANISTES. 94
dans la fabrication des amies chez les peuples de la Nou-
velle-Espagne. Souvent ils armaient leurs lances de pointes
d'obsidienne. Leur Macuahuitl ou epee-scie consistait en
une espece de baton muni des deux cotes de fragments d'ob-
sidienne, tranchants comme des rasoirs. La classe militaire
chez les Cakchiquels aurait done tire son nom des armes
dont clle se servait dans les combats. Ainsi, les citoyens
et, a 1'origine. les seuls patriciens de l'ancienne Rome ti-
raient leur qualification de Quirites, d'un vieux mot Sabin
significant « pique » ou « lance. » Toutefois, une objection
sorieuse nous semble pouvoir ctre faite a rexplication pro-
posed par le docte abbe. L'on nous represente Chay-Abah
comme spccialement consacre au service divin, a peu pros
comme Levi et ses enfants chez les juifs. Or, le service
divin constitue par excellence le partage, non du guerrier,
mais du pretre. Chay-Abah serait done plutot, a notre avis,
l'emblome du sacerdoce. N'oublions pas en effet, le role
important devolu a I'obsidienne, dans les ceremonies du
culte. G'etait au moyen d'un couteau fait de cette substan-
ce, que le sacrificateur ouvrait la poitrine du captif immole
en l'honneur des dicux, pour lui arracher le cocur.
Enfin, la facon meme dont l'auteur americain s'exprime
en deux endroits, merite d'etre signalee. Parlant des pre-
miers homines de l'age actuel « ils eurent, nous dit Fanna-
liste, des filles et des fils». Ge n'est pas evidemment, sans
intention, que le sexe feminin se trouve ainsi mentionne
avant le sexe masculin. Nous y voyons une preuve de la
suprematie attribuee en quelque sortc par ces peuples au
priricipe femelle. Ainsi que M. Angrand l'a constate le pre-
mier, les Tolte-ques du groupe Oriental donnaient la pre-
eminence au ling am, embleme du Soleil (1). Au contraire,
pour les Tol toques Occidentaux dont fesaient partie les
(1 M. 1.. Aii_;-i;inil : Y'lfrx hiii/w.nci'iU'H.— f)e* rouleid's considei'es coaiiiie sij"'-
W'.vs "' s'li./ts i!" riu, ■!;,,,!, p. iiji [on note) du tome vm des Antes fle le Socir't ■
D5 DES AGES OU SOLEILS. 103
Cakchiquels, tout comme les Quiches, bien qu'ils eussent
acepte certains donnees propres au courant Oriental, c'etait
la Lune, embleme de la puissance femelle qui obtenait la
priorite dans la formation des fores. Du reste, dans d'autres
■documents indigenes encore, le sexe faible a le pas sur
l'autre. Citons quelques exemples:
«On celcbre ensemble ceux qui sont la Grand-mere et
■ol'aieul, Xpiyacoc, Xmucane (1), deux fois grand-mere,
»deux fois a'ieul.
»Comme il fut dit par la more, le pore de la vie (2).
^Commence done a parler, 6 toi qui engendres, et mets
»au monde, notre grand-mere et notre a'ieul (3).
»Alors ce fut le moment do jeter le sort, leur dirent une
wvieille et un vieillard (4). Aussitot, ils commenccrent a
» parler de faire et de former notre premiere more et notre
»premier pore (5).
»On les appela simplement des fores faconnes et formes:
»ils n'eurent ni more ni pore (6).
nG'estla d'abord, qu'ils se f on din-en t (7), ils engendrerent
»des filles, ils mirent au monde, des fils, au sommet du
»(mont) Hacavitz; » nous apprend le livre sacre en parlant
des tribus du Quiche.
«Alors nos mores (8) et nos pores nous donnorent leurs
»ordres» ajoute le mome ouvrage, en racontant le depart
de Tullon.
A Teotihuacan, ville de civilisation Nahuatle (9), une
'D Popol mih., preambule, p. v.
(2) Ibid., premiere partie, chap, i, \>. 7
(3) Ibid., ibid., chap, n , p. 21.
(4) Ibid., ibid., chap, n, p. 23.
(5) Ibid., ibid., troisieme partie, chap, i, p. 197.
(6) Ibid., ibid., chap, n, p. 199.
(7) Ibid., ibid., quatrieme partie, chap, v, p. 283.
(8) Recherches sur les mines dc Palenque, chap, vi, p. 0o.
(9) Ibid., chap, vi, p. 63.
104 CONGRES DES AMERICANISTES. 06
pretresse portait le sceptre, pour veiller sur les tombeaux
ties hommes de la nation.
Nous avons parle dans un precedent ouvrage de la pre-
tresse institute par Votan, dans le sanctuaire de Huehue-
tan, pour presider le college des vieillards (i).
11 paraitrait meme que les animaux femelles etaient sou-
vent preferes pour les sacrifices: «donnez nous, disent les
»pretres , les femelles des cerfs et les femelles des ois-
»eaux» (2).
L'on voit que le manuscrit Cakchiquel tout comme le
livre sacre et l'histoire d'lxtlilxochitl font commencer l'age
present par l'arrivee de Quetzalcohuatl et de ses compa-
gnons. II en est ainsi dans tous les documents rediges chez
les peuples appartenant au systeme de civilisation Occiden-
tal et qui neanmoins avaient adopte la donnee orientale
des quatre cataclysmes, chez les peuples, en un mot, inities
a la civilisation par les Nahoas de Sahagun.
Le manuscrit Cakchiquel est, a notre connaissance, le
seul ouvrage qui debute par l'age de Tair. Tous ceux que
nous avons etudies jusqu'a present, commencent soit par
celui de la Terre, soit par celui de l'eau.
4°. Ages du Monde chez les Mayas, d'apres Cogolludo. 13)
Gette donnee se retrouve egalement chez les Mayas du
Yucatan. lis en admettaient trois deja ecoules, le quatrieme
constituant 1'epoque presente. Les deux premiers cycles
auraient ele, d'apres Cogolludo, termines par des terribles
epidemies qui detruisirent la race humain d'une facoo si
rapide et si complete que les buses et autres oiseaux de
proie vinrent s'etablir dans les maisons des villes, afin de
(1) Le Mr/the du Votan, t. n des Actes de la Soc.jrftilol., p. 15.
(2) Pop. cic/i., quatrieme partie, chap, v, p. 285.
v3) Cogolludo: Hist, de Yucathau, lib. iv, cap. v.
97 DISS ,*GES OU SOLE1LS. 1U5
se repaitre des caclavres de leurs anciens habitants. Aussi,
les evenements qui mirent fin a ces deux periodes etaient
ils designes du nom de «morts subites.» Le troisieme age
se termina par un ouragan qui souffla des quatre points
de l'horizon ou suivant d'autres, par un deluge appele hun
yecil, terme que l'auteur espagnol traduit par « Inondation
des arbres». Les eaux s'elevant jusqu'au sommet des mon-
tagnes auraient detruit toutes choses. Remarquons qu'ici,
tout comme dans le livre sacrc, Touragan est accompagne
du debordement des eaux , d'un veritable deluge.
5°. Traditions Yucateques recueillies par Landa.
Get auteur ne parle point, il est vrai, de la doctrine des
ages, au moins d'une facon explicite, mais plusieurs des
faits, par lui rapportes comme historiques, nous semblent
s'y rattacher d'une facon incontestable. Ainsi , il nous
apprend que 20 ans environ apres la mine definitive et
l'abandon de Mayapan, evenement dont, au reste, il ne
nous donne point la date exacte, sur les huits heures du
soir, par une nuit d'hiver, le vent commenca a suffler. II
alia toujours en croissant, pour se changer bientot en un
ouragan qui soufflait des quatre points cardinaux. Tous les
arbres parvenus a un certain degre de croissance furent ren-
verses par la violence de la tempete, ce qui occasionna la
destruction de beaucoup de betes fauves. Toutes les mai-
sons un peu elevees dont la couverture etait de paille et ou
Ton avait allume du feu, a cause de la temperature, devin-
rent la proie des fiammes. Beaucoup de monde perit et la
plupart de ceux qui echapperent au desastre « resterent es-
tropies des coups qu'ils avaient recus sous les madders de
leurs maisons.»
«Cet ouragan, poursuit le narrateur, dura jusqu'au len-
»demain midi. On trouva que ceux qui s'etaient tires de la,
»sains et saufs, etaient les habitants des maisons les plus
106 coxcniis des americanistes. 98
»petites, ainsi que les nouveaux maries.» Effectivement,
d'aprcs l'usage du pays, ces derniers occupaient pendant
les premieres annees suivant leur union, des cabanes cons-
truites devant la maison de leur pere ou de leur beau-pere.
A la suite de cet evenement, la peninsule Yucateque aurait,
et pour cause, perdu le nom de «Terre du gibier, Terre des
oiseaux» qu'elle portait anterieurement et elle resta tene-
ment depouillee d'arbres, ajoute l'ecrivain espagnol «qu'il
»semble actuellement que ceux qu'il y a, furent replantes
»tous ensemble, tant ils sont tous d'egale hauteur, et qu'on
»j'etant les yeux sur le pays de quelque point eleve, on di-
»rait que les bois ont ete partout tallies avec des ciseaux.» Ge
cataclysme aurait done eu lieu vers l'an 1388 de notre ere.
A ces evenements succederent quinze annees de paix et
d'abondance. Mais voici qu'au moment de la recolte des
fruits, une epidemie de fievre pestilentielle vers l'an 1403,
vint s'abattre sur le Yucatan. Elle ne dura que vingt-quatre
heures, ce qui lui suffit pour occasionner d'horribles rava-
ges. Apres que l'acces de fievre avait cesse , le corps des
malades enflait, puis crevait rempli de vers. La plus gran-
de partie des recoltes fut perdue, faute de bras pour la re-
cueillir, tant la mortalite avait ete considerable. L'on eut
ensuite seize annees d'abondance, mais troublees , par des
guerres intestines, souvent fort cruelles, puisque dans un
seul combat, il aurait peri, dit la tradition, jusqu'a cent
cinquante mille hommes. La paix enfin retablie, le pays
gouta vingt annees de repos. Ensuite, survint unenouvelle
epidemie. Le corps des patients se couvrait de grosses pus-
tules, puis entrait en putrefaction, a tel point qu;au bout
de quatre ou cinq jours, les membres se detachaient du
tronc, en exhalant une horrible puanteur. Etait ce une
epidemie de petite verole que les espagnols auraient ap-
porte lors de leur premiere expedition* dans le pays? (1).
(1) Landa: Relor. </,• las cows tie 1'ncat., trail, par I'abbe Brasseur, §. x, p. 5s
ot suiv.
\){) DES AGES OU SOLEILS. 11)7
Gogolludo ne fournit aucun element suivi de compu i
pour les cataclysmes dont il parle. Get auteur se borne a
attester la haute anliquite du deluge. Landa, lui, malgre le
peu de precision de son langage, se montre bcaucoup plus
explicite. S'il ne nous donne point les annees auxquels les
evenements s'accomplirent, du moins, il fournit deux points
de repere certains: 1°, la destruction de la ville de Maya-
pan; 2", l'epoque on lui-meme ecrivait. Tous les autres fails
se viennent ranger a leur place entre ces deux dates extre-
mes. Grace a ces renseignements, nous allons pouvoir sup-
plier au silence de l'auteur et sauf une legere erreur de un
ou tout au plus, deux annees , retablir la cbronologie plus
ou moins certaine de l'histoire Yucate jue. Landa fixe la
destruction de Mayapan a 125 ans avant l'epoque ou il re-
digoait son livre. Ici, il importe de bien preciser l'evene-
ment auquel notrc auteur fait allusion, car Thistoire men-
tionne deux destructions de la metropole Yucateque , Tune
definitive et qui aurait eu lieu, d'apres le calcul de Pio Pe-
rez entre les annees 1441 et 14G1 et l'aulre plus ancienne,
qui doit etre reportee entre 1281 et 1301. Evidemment, ce
ne peut-etre de celle-ci qu'il est question dans l'ouvrage de
Landa, puis que ce missionaire est ne en fan 1524, c'est-a-
dire, plus de deux siecles apres cet evenement. Ainsi done,
le point de depart de la chronologie de Landa devra etre
cherche entre cetteperiode 1441-1461. II est mcrae facile de
demontrer que Fepoque en question doit etre abregee de 7
ans au moins, puisque 125 ans ajoutes a 1461 donnent 1586
et que Landa mourut en 1579. Mayapan n'a pas done pu
utre detruite plus tard que 1454 ni plus tot que 1441 (1).
Mais il y a plus, tout nous porte a regarder l'annee 157.S
comme Tune de celles au ecrivait le missionnaire espagnol.
Effectivement , nous savons qu'a la suite d'un auto-da-fe
qui avait eu lieu, par ordre de Landa, au Yucatan, ce mis-
(1) Se'rie des e'poqi'cs de l'histoire Mayo . j>. 127 de la Relation dit las ensns He
Yucatan.
108 CONGRES DES AMEIUCANISTES. 100
sionnaire fut oblige de se rendre, sans retard, en Espagne.
On l'accusait d'avoir usurpe les fonctions episcopates. Ab-
sous par le Conseil des Indes , Landa revint en Amerique,
dans le cours de l'annee 1573, comme seconde eveque de
Merida (1). Or Landa parle tout au long dans sa relation,
de cet Auto-da-fe, mais ne fait pas la moindre allusion aux
evenements qui suivirent. De la, on peut inferer qu'a l'epo-
que oil il redigeait sa relation, c'etait la le dernier acte sail-
lant de son administration. Dans cette hypothose, la ruine
de la metropole Yucateque devra etre reportee a 1447 ou
1448 de notre ore. En nous aidant ainsi des donnees four-
nis par Landa , nous pouvons dresser la serie chronologi-
que suivante:
1° Ruine de Mayapan 1447-48
2° Grand ouragan , 1467-68
3° Periode d'abondance de 1467-68 a 1482-83
4° Premiere epidemie 1482-83
5° Periode d'abondance et de guerres intestines 1498-99
6° Periode de paix de 1498-99 a 1518-19
7° Seconde epidemie 1518-19
8° Epoque ou ecrivait Landa 1572-73-
9° Epoque du retour de Landa au Yucatan 1573
10° Epoque de la mort de Landa 1579
Peut-etre sera fc-on porte a se demander ce que ces catas-
trophes qui ne datent que de la fin de la moyen-age, ou
tout au plus des debuts de l'epoque moderne ont a demeler
avec Thistoire cosmologique et la theorie des ages. Mais
tout d'abord , nous remarquerons le nombre consacre de
trois, donne par Landa, comme celui de ces evenements
nefastes, car s'en tenant aux boulversements naturels, il
ne parait point faire entrer en ligne de compte les guerres
et ruines des villes. Or, ce nombre esf precisement celui
(1) Relation de Ivs cosas de Yucatan, Intrort., p. vn.
101 DES AGES OU SOLEILS. 109
des ages deja ecoules et des cataclysmes qui les terminent,
d'apres tous les recits de Tecolc quaternaire. De plus , on
reconnait facilemenl Tidentite des faits rapportes par les
deux ecrivains du Yucatan. De part et d'autre, il est ques-
tion de deux pestes et d'un ouragan ou deluge. Seulement,
ces evenements que Cogolludo parait nous donner commu
fort anciens et sans chercher a en preciser la date, Landa
les indique presque comme contemporains.
Tout ceci s'explique par la tendance generale chez les
races de la Nouvelle-Espagne, comme chez bien d'autres
sans doute, a entremiMer les faits rapportes par la legende
avec ceux de l'histoire reelle. Ainsi, nous avons vu Ixtlil-
xochitl faire succeder la crise du vent a l'arrivee des Nahoas
Orientaux commandes par le fabuleux Quetzalcohuatl.
Nous admettrions done volontiers que les deux epidemies
relatees par Landa peuvent avoir bien reellement desole la
peninsule, un petit nombre d'annees avant la conquete
espagnole, mais vraisemblablement l'importance qu'il leur
attache , vient precisement de la confusion par lui faite
e ntre ces funestes evenements et les deux mortalites, pro-
bablement mythiques, indiquees par Cogolludo. Sans cela,
il n'en eut parle qu'en passant, comme il le fait de la se-
cheresse et famine qui ravagea le pays, apres le depart
de. Montejo. En outre, cet ouragan lequel deracine tous
les arbres de la peninsule ou les taille, de la meme facou
qu'un instrument tranchant ne nous parait pas plus qu'a
M. Brinton du domaine de la meteorologie reelle (1). Bien
que donne par Landa, comme anterieur de moins de 20
ans a la decouverte de 1'Amerique, il n'en offre point un
caractere moins evidemment mythique.
Quoiqu'il en soit, le tableau suivant permet de juger d'un
seul coup d'oeil, de l'ordre assignc a chaque age, ainsi qu'au
cataclysme qui le,termine, d'apres les divers recits appar-
tenant aux deux systemes dont nous venons de parler.
(1) M. Brinton : The Myths of the N. Wor/tf. chap. vu. p. 214.
no
CONGRES DES AMERICANISTES.
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103 DES AGES OU SOLEILS. ill
§. III. DES AGES COSMIQUES CHEZ DIVERSES TRIBUS DU
NOUVEAU MONDE.
I. Legende Tlascalteque. — Une tradition analogue a cclle
dont nous venons de constater l'existence chez les Mexicai-
nes, Guatemaltrques et Mayas devait se retrouver egale-
ment chez les indiens de Tlascala. Malheureusement, les
renseignements a nous fournis sur ce poiut, se reduisent a
fort peu de chose. Sur la foi d'antiques traditions, les Tlas-
calteques, nous dit-on, croyaient le monde eternel; toute-
fois, il aurait change deux fois de forme, la premiere a la
suite d'un deluge, la seconde par le fait des vents et des
tempetes (1). Raisonnant par analogie, nousavons tout lieu
de croire a quelqu'inexactitude de la part du narrateur et
il nous parait presque certain que les habitants de Tlascala
devaient admettre un plus grand nombre de crises cosmi-
ques. Quoiqu'il en soit, la Nouvelle-Espagne merite d'etre
considered comme la terre clasique des traditions relatives
aux ages du monde. Ge n'est pas a dire , au reste, que Ton
n'en rencontre certains versions propres a d'autres nations
du nouveau monde. Tl est bien remarquable que, presque
toutes, elles semblent inspirees exclusivement par la donnee
Occidentale, puis qu'elles nous representent d'ordinaire la
destruction du monde par le feu , comme un fait dejci ac-
compli. De la, cette conclusion naturelle, que contraire-
ment a Topinion du savant Humboldt les invasions Tolte-
ques, proprement dites, ont du se repandre bien plus loin
du Sud que l'isthme de Panama. Ce n'est pas, on l'a vu
deja, la seule erreur dans laquelle soit tombe le docte Alle-
mand, relativement a la question qui nous occupe.
II. Legendes Peruviennes. — L'on signale au Perou,la
(1) Herrera: Histoire generate des rot/ages, vol. xvm, p. 597. (Edit. Hollaii-
daise.)
112 CONGRES DES AMERICANISTES. 104
presence des deux legendes relatives aux crisss cosmiques
et qui pourraient bien avoir ete prises, chacune a une ecole
differente. D'apres l'une on coraptait cinq soleils ou ages du
monde (y compris evidemment lage present) dont le der-
nier aurait commence Tan 1042 de notre ere, c'est-a-dire,
qu'en le fesait contemporain des origines de la monarchie
Incacique et anterieur, seulement , d'environ cinq siecles a
la conquete espagnole. Les dieux auraient, d'apres la tradi-
tion, ete inventes apres ce dernier Soleil, pour remplacer
ceux qui avaient ete engloutes ou detruits par la mer, a la
fin du Soleil precedent (1). Celle signifie simplement que
le plus ou moins fabuleux Manco-Capac, fondateur legen-
daire de la dynastie Qquichua, aurait etabli une nouvelle
forme de religion ou peut-etre simplement restaure un
ancien culte, longtemps dedaigne ou mis en oubli. En tout
cas, les Peruviens en admettant ainsi la naissance de nou-
velles divinites allaient beaucoup plus loin que les habi-
tants de la Nouvelle-Espagne. Ges deruiers, nous Tavons
vu, placaient les ages ecoules sous la protection speciale de
quelques unes des deites de leur pantheon et n'admettaient
de renouvellement que pour le genre humain, les corps
celestes et peut-etre le globe de la Terre.
De ce que nous venons de rapporter , il resulte , ce sem-
ble, que le recit Peruvien completement d'accord avec ceux
du Vaticanus et de Phistoire des Soleils, fait immediate-
ment preceder notre epoque de l'age de l'eau et du deluge.
La confrontation avec d'autres traditions d'origine Qqui-
chua tendrait a nous confirmer dans cette maniere de voir.
Ainsi, les habitants du Perou, dit-on, se regardaient comme
Autochthones, crees apres le deluge et peres de tous les au-
tre* peuples (2). Sept hommes seulement, auraient echappe
(1) Bias Valera: A pud Garcilaso, Commentaries realcs, lib. n, cap. vi. t. i.
p. 142. Madrid, 1723.
(2) Acosta: Historic general y natural de Indias , t. i, lib. i, cap. xxv. Ma-
drid, 1792.
105 DES AGES OU SOLEILS. 113
a la grande inondation, et repeuple d'abord le Perou, puis
le reste de l'Univers. Pendant le cataclysme, la grotte de
Pacaritambo leur servit de refuge. La famille des Incas
descend directement de celui des hommes qui, le premier,
quitta la grotte en question, et c'est un des titres qui lui
assurent le droit au trone. La ville de Tiaguanaco aurait ete
fondee apres le deluge par un Viracocha, sorti du lac de
Titicaca. Depuis une epoque fort reculee, Ton celebrait des
sacrifices humains dans une ile de ce lac, en l'honneur du
Soleil qui avait echappe au deluge.
II semblerait done, qu'a la difference des peuples de la
Nouvelle-Espagne, les Peruviens crussent que les convul-
sions qui avaient agite notre globe n'etaient pas toujours
accompagnees de la destruction des corps celestes. Nous
n'insisterons pas sur la pretention qu'ils emettaient d'etre
les ancetres de toutes les autres races. Elle parait leur avoir
ete commune avec Men d'autres nations. En tout cas, Ton
pourra etre surpris que les Peruviens adinissent cinq ages
cosmiques, M. Angrand ayant constate qu'ils appartenaient
par leur regime de civilisation au groupe Tolteque Orien-
tal (1). Or, nous l'avons deja vu, Tun des caracteres dis-
tinctifs des Orientaux, e'etait de ne reconnaitre que quatre
periodes mythiques , tandis que les Occidentaux en recon-
naissaient cinq. La cause de cette anomalie ne serait elle
pas la suivante? La doctrine des ages semble avoir joue un
role bien moindre dans les traditions Orientales que dans
celle des Tolteques Occidentaux. Par consequent, ils de-
vaient naturellement etre disposes a subir, sur le point en
question , l'influence de ces derniers. Les sujets des Incas
ont parfaitement pu recevoir la doctrine des cinq ages, des
populations qui out eleve les monuments de Tiaguanaco,
avec lesquelles , ils ont du forcement se trouver plus ou
moins en contact et dont la civilisation etait toute mexi-
caine et occidentale.
(1) Voy. Lettrc a M. Deli/, sur lex antiquUe's de Tiaguanaco (in fine;.
tomo n. s
0 8
l!i coxmms m:s amehicanistes. lili;
En tout cas, les sepl pcrsonnages sauves du deluge d'apres
la legende Peruvienne nous rappcllent singulirrement les
sept compagnons do Quetzalcohuatl. lis avaient debute par
(Hre dix-neuf, non compris leur chef, mais douze d'cntre
eux perissent dans les eaux diluviennes (1). D'apres la Bi-
ble, au contraire, il y aurait eu huit personnes de sauves,
Nor et sa femme, ses trois ills et leurs epouses (2). Une au-
tre legende Peruvienne qui pourrait n'etre consideree que
com me une forme alteree de celle des centro-americains
parle de deux destructions du genre bumain seulement,
l'une par la famine et l'autre par les eaux. Suivant les uns,
quelqucs hommes auraient echappe au desastre. D'apres les
autres, au contraire, tout le monde aurait peri. Trois neufs,
tombant du ciel donnerent naissance a une nouvelle race
de mortels. Du premier qui etait d'or, sortirent les pretres.
Le second, lequel etait d'argent donna naissance aux guer-
riers. Enfin, restait un couf de cuivre d'oii proviut le menu
peuple (3). Des mytbes quelque peu analogues se retrou-
vent chez les Indous et les Scandinaves relativement a l'ori-
gine des diverses casles ou classes sociales.
III. Lrgende des Tupis. — Ge peuple qui habitait le Bre-
sil meridional, sur les rives de l'Atlantique possedait, lui,
aussi, certaines lcgendes offrant un caractrre cosmogoni-
que. L'une aurait trait a une destruction du monde par le
feu, l'autre par l'eau et se rapporterait , sans aucun doute,
comme nous le verrons tout a l'heure, ;i une epoque plus
recente. Etaient-elles speciales chacune a une fraction de
tribu ou bien existaient elles concurrement au sein de la
masse de la nation ? G'est evidemment cette derniere opi-
nion que nous suivrions de preference , et, dans ce cas, il
faudrait admettre necessairement qu'unc thcorie des ages-
1; RecJtei'ches sur les suites 'le Pi'leagnf, chap, vi, p. (53.
"2j H<fuise, chap. vn. vers^7.
(3) Avenilano: Sv,-,,io,ies (Lima, 648) dans lea AdtigRedades pe>'a<!,t"x de
MM. Rivero et Tschudi, p. 111.
107 DES AGES OU SOLEILS. 115
dii monde, quelquc peu analogue a ccllc des mexicains se
retrouvait jusque chez les Tupis. No tons, cependant, que
les narrateurs qui nous rapporlent l'uiio de res legcndes
sont muets sur l'autre, et vice-versa. Voici , on tous cas, ce
que les peuplcs nous racontenl relativemcnt a la grandc
conflagration.
«La premiere cognoissance, doncq, que ces sauvages out
»de quelquc chose qui surpossc la terre esl, d'ung qu'ils
»appellent Monan, auquei ils attribuent les memos perfec-
tions que nous faisons a Dieu, le disant estre sans fin ct
osans commencement et autheur de tout ce qui est en cieux
»et terre, sans toutefois faire mention de la mer ni d'Aman
»Atonppan qui sont les nuees d'eau en leur langue, disans
»que la mer a etc faite par un inconvenient arrive ;i la
»tcrre, qui auparavent etait unie et plate, sans montagncs
•Miuelconqucs , produisanl loutes clioscs pour l'usage de
»l'honime. Or, la cause pour laquclle i'ut faite la mer, ils
»vous la deduisent en cette sorte. Comme ainsi soit que les
nhommes, en leur plaisir et jouissance de ce que produisait
»la terre, arrousee et aidee de la rosee du ciel, advint qu'ils
ss'oublierent en leur facon de vivre, vivans desordenement.
»Ils tomberent en telle et si grande folie qu'ils commenc'-
»rent a mespriser Monan, lequel pour lors, ils disent qu'il
»demourait parmi eux et y frequentait fort familicrernenl.
»Monan , voyant l'ingratitude des homines, leur meschan-
»cete, et ce mepris qu'ils faisoicnt de lui, (jui les avait ainsi
»bien heures, se retirad'eux, puis fit descendre Tata (1) qui
»est le feu du ciel, lequel brusla et consuma toul ce qui
»etait sur la face de la Terre, et y besoigna le feu de telle
»sorte, qu'il baissa la Terre d'un cote ct la haussa de l'au-
Dlre, de telle maniere qu'ellc fut redigee en la forme que
»nous lui voyons, sca3voir en vallons, collines et monlagnes
»et en longue estendiie de quelques belles campagnes. Or,
(1) Tata siynifie simplement «Feu » en lanyue Tupi , et non |ta« un «feu
parti culier.
116 CONGRES DES AMEHIC AXISTES. 108
»de tous les hommes, il n'y en eut de sauve qu'ung, lequel
»se nommait Irin-Monge, lequel Monan avait transporte du
»ciel en aultre lieu afin qu'il evitat la fureur du ce feu tout
»consumant. Cet Irin-Monge voyant- tout ainsi destruit,
»s'adressa a Monan, avec larmes et soupirs, «Veux tu aussi
»destruire les cieux eL leur ornement? He, oii sera desor-
»mais notre demeure? Que me servira de vivre, n'ayant
»aucun qui me soit semblable?» Monan, a ces mots, fut tant
»emu de compassion , que voulant remedier au mal qu'il
»avait fait a la terre, a cause des peches des hommes, il fit
»pleuvoir en telle abondance sur la terre que tout le feu fut
»estaint, et ne pouvans les eaux s'en retourner en haut, fu-
»rent contraintes de s'arrSter et de prendre cours par les
»lieux les plus courans de la terre, et y furent assemblies
»de tous costes, dont ces amas d'eau furent appeles par eux
»Paranan, qui signifie «amertume,» ce que nous disons
«La Mer.» Et, afin que cognoissiez que ces sauvages ne
»sont pas du tout si betes que la nature ne leur donne quel-
»que raison pour les discours des causes naturelles, ils
»disent que la mer est ainsi salee et amere comme nous la
»goustons, parceque la terre estant resdigee en cendres,
»par la combustion qu'en avait faict le feu envoye par Mo
»nan, causa ce mauvais goiist en ce grand amas de Para-
»nan et mer courant a l'entour de la terre.
»Monan voyant que la terre estait remise en sa premiere
»beaute et que la mer embellissait la face d'icelle, l'entou-
»rant de toutes parts, luy semblie chose incommode que
»tous ces beaux ornements demeurassent sans quelqu'un
»qui en fust le cultivateur. II appela a soy Irin-Monge,
»auquel il donna une femme , afin qu'ils peuplassent le
»monde d'hommes meilleurs que n'avaient pas este ceux
»qui avaient ete les premiers habitans de l'autre , et a este
»ce mot Moire (1) usurpe depuis leur deluge qu'ils disent
(1) Moire-Monan est le uom de leur K'^islateur plus ou moins mythique.
109 DES AGES OU SOLEILS. 117
»avoir etc imiversel, par tous ceux qui estoienL rares en
»ceuvres (1).»
D'autres traditions de ces memes peuples parlent, on l'a
deja dit, d'une destruction du monde parl'eau. M. Brinton
les mentionne d'aprcs Hansstad qui fut prisonnier des Tu-
pis vers 1550 et pensa perir victime de leurs habitudes dc
cannibalisme , aussi bien que d'aprcs Corcal, lequel est
d'une epoque un peu plus recente. Ces auteurs nous appren-
nent qu'il y avait chez les Tupis d'anciens chants affirmant
qu'a une epoque tres reculee, un personnage fort puissant
du nom de Maire ou Maire, litt. «Etranger, » mu par une
haine violente contre leurs aieux , envoya un deluge pour
les faire perir. Quelques uns echapperent, soit en grimpant
sur le sommet des arbres, soit en se retirant dans des ca-
vernes. Une version un peu diffe rente dc la mcme legende
portait qu'un vieillard blanc appelc Tamandoure ou Toupan
fut seul averti par l'ctre supreme de ce qui allait avoir lieu.
II lui fut recommande de grimper sur un palmier, ainsi
que sa famille. Le deluge fini, ils redescendirent de leur
arbre et repeuplerent la Terre (2).
Au dire de Thevet, ce deluge toutefois ne serait pas si
ancien que le rapportent les narrateurs precedents. II n'au-
rait eu lieu que cinq cent ans avant le temps oil ecrivit le
voyageur francais (3). C'est-a-dire qu'il serait a peu pros
contemporain de Fepoque a laquelle les Peruviens fesaient
remonter leur dernier soleil. Aprcs cela, cinq cent ans,
e'etait beaucoup sans doute, pour des peuples aussi peu ha-
bitues aux calculs chronologiques que les Bresiliens. Le
(1) M. F. Denis: Uac feste Bre'silieiiiie cele'bree a, Rouen en 1550, p. 82, dans
la Revue Ame'ricaine, seconde serie, n° 5, p. 318 et 319. Paris, 1861.
(2) M. Brinton : The Myths of the New World, chap, vn, p. 210.— Le Deluge
d'apres les traditions indiennes de VAmerique du Nord, dans la Revue Ame'ricai-
ne, seconde serie, n° 5, p. 317. Paris, 18G1.
(3) Andre Thevet: Les singularity de la France Antarctique (Edit, de M. Pau 1
Gaffarel), chap, lui, p. 2(58. Paris. 18~8.
0 8*
118 CONGRES DES AMERICANISTES. 110
synchronisme que nous decouvrons entre la donnee Peru-
vienne et celle des Bresilicns serait bien de nature a nous
faire supposer qu'elle a ete plus ou moins directement em-
pruntee par les Tupis aux Qquichuas ou aux Aymaras de
la Bolivie. S'il en reellement ainsi, pour les suje's des In-
cas, lVige du feu aurait constitue le troisieme soleil, et Tage
de l'eau le quatrieme. Nulle part ailleurs, nous ne rencon-
trons la conflagration universelle placee avant le deluge.
Beaucoup d'autres details de la legende Tupi offrent des
traits de parente avec certains recits de nations des deux
Ameriques, recits qui Ires probablement ne se rattachaienl
en rien a la theorie des ages cosmiques. Mais on sait que
les traditions populaires se forment un peu comme les
monstres, par l'adjonction aux corps du fcrtus, de membres
etrangers. Quoiqu'il en soit, le palmier sur lequel montent
Tamondoure et sa famille ne nous rappelle t-il pas un peu
celui de la legende des riverains de l'Orenoque. D'apres ces
peuples, le couple echappe au deluge aurait repeuple le
mondc en jetant derriere lui, des noyaux de palmier qui
se change-rent aussitot en autant d'etres humains (1). Cer-
tes, l'analogie semble bien grande entre cette fable et celle
de Deucalion et Pyrrha, fesant comme dit Scarron, ce que
jamais on n'avail vu faire a coups de pierre. La premiere
idee qui se presentera a l'esprit du lecteur sera, sans aucun
doute, d'attribuer au pur hasard, l'accord de ces deux don-
nees grecque et americaine. Comment admettre, en effet,
a une epoque tant soit peu reculee, des raports assez inti-
mes entre les riverains de la mer Egee et les indiens du
Venezuela, pour expliquer la transmission d'une pareille
legende? L'objection serait bien grave si nous retrouvions
chez ces memes indiens, une autre fable qui rappelle trait
pour trait, celle du serpent Python (2) , et le nom meme de
'1; Noi'-I i'1 ('lioinpre: Diet, de Mythologie, nrt. Ddli'.ge. Paris, 18tW.
[-1) (Jumilla: ffistoria natural, cjtil,etr., de las mc'iows th las ,'ibenus <>ri
'h'huiiu. • . ii. iii. Barcelona, t~91.
Ill DES AGES OU SOLEILS. 119
Puru que porte le fils du dieu supreme, charge de tuer le
moustre ne presente peut-rtre pas une analogic purement
fortuite avec celui d'Apollon. Ajoutons que la donnee Hell6-
nique de Python existe aujourd'hui encore chez une peu-
plade demi-barbare de la Mesopotamie, les Sekiis-Bei-Klous
ou «Hommes a huit bouquets de barbe»; seulement, ils ont
remplace le dieu du jour par le patriarche Noii (1). A coup
siir, nous ne devions pas nous attendre a rencontrer un
dernier echo des contes de la muse grecque jusqu'au fond
du Bresil, mas celaest-il beaucoup plus etrange que devoir
la legende de l'lranien Djemschid portee jusqu'au cceur de
la Nouvelle-Espagne?
Les Tupis croyaient la formation de la mer posterieure
aux origines du genre humain. II parait en avoir ete de
meme chez les anciens insulaires de Haiti. D'apres la le-
gende de ces peuples, un homme du nom de Giaia ou mieux
Giant avait fait mourir son fils Giaiel ou Gianel, litt. «Fils
de Giani, » coupable d'une tentative de parricide. Les os
•de Gianel furent enfermes dans une calebasse , attachee
ellc mome au toit de la demeure. L'envie ayant, un jour,
pris a Giani de voir cette calebasse, il ordonna a sa femme
de la descendre et la renversa. Les os de la victime s'etaient
tous transformer en une multitude de poissons, petits el
gros. Les deux epoux resolurent de les manger, mais tandis
que Giani etait alle visiter ses proprietes, arriverent quatre
frcres jumeux qui, eux aussi demanderent (ju'on leur mon-
trat la calebasse. L'un d'eux appele Dimivan-Caracaracol
la detacha. Tous se rassasierent des poissons qu'elle conte-
nait. Toutefois, Giani etant rentre a la maison, tandis qu'ils
etaient en train de festoyer, ils se haterent de remettre la
calebasse en son lieu et place. Dans leur precipitation, ils
(1) M. B. Poujoulat : Voyage clans I'Asic Mineure , etc. , lettre xx , \>. 368. Pa-
ris, 1840.— La tradition du deluge chez les riverains de I'Orenoqne, p. 524 et sui-
vantes du numero d'octobre de 1872 de la Revue des questions hlstoriques.
120 CONGRES DES AMERICAXISTES. 112
ne surent pas bien la rattacher. Elle tomba a terre, et se
brisant laissa echapper des flots ainsi qu'une quantite in-
nombrable de poissons. G'est ainsi, d'apres ces sauvagesr
que lamer aurait ete formee (1). La calebasse semble bien
ici prise pour embleme de la Terre, et le sens de la legende
Haitienne comme de la legende Bresilienne pourrait bien
etre celui-ci, que la mer est formee par les fleuves et ruis-
seaux qui serpent a la surface du sol. Chose digne de re-
marque, un mythe des Landjans, du pays de Lao, dans
l'lndo-Chine et dont nous nous sommes occupe dans un
precedent travail , fait egalement de la courge, le symbole
de l'element terreslre (2).
S'etonnera t-on, maintenant, que ces Americains aient
cru leurs ancetres plus anciens que la mer? Est ce que les
Arcadiens dans la Grece antique, tout comme les Muyscas
du Cundinamarca ne se regardaient pas comme nes avant
l'auparition de la Lime?
La circonstance des poissons qui sortent de la calebasse
ne nous ferait elle pas, de son cote, songer a ces vers ou
insectes lesquels d'apres les legendes des riverains de TOre-
noque comme des Sekiis-Bei-Kloas , naissent du corps de
serpent, apres qu'il a etc mis a mort? Ici, l'analogie, il est
vrai, semble un peu moins marquee. D'ailleurs, ne con-
vient-il pas de considerer ce reptile lui-meme comme em-
bleme de la terre marecageuse, au sein de laquelle grouil-
lent, toutes sortes d'animaux rampants et ou eclosent par
myriades, les insectes nuisibles, des qu'elle a echaulfee des
rayons du Soleil?
• Deplus, le recit Bresilien suppose evidemment que lrin-
Monge, le restaurateur du genre humain, habitait primiti-
(1) Ecrit de Frere Romain Pane, chap. ix. p. 139 et suiv. a la suite de la Re-
lation de las cosas de Yucatan, etc.
(2) Marini: Histoire du Tonquin et Lao , p. 382.— T)e Vorigine souterraine de
I'espece /uimaine, p. 233 de la Milv.siiie. Paris, 1878.
113 DES AGES OU SOLEILS. 121
vement le ciel, puisqu'il nous est rapporte que Mouau le
transporta de la en un autre lieu, afin qu'il put echapper a
la grande conflagration. Or, les traditions d'un grand nom-
bre de peuples americains, celle des Iroquois et dcs Hu-
rons, par exemple, nous represente Ataensic, la premiere
femme, torabant de la voute celeste sur notre terre, par une
fente qui se produisit sous ses pas (1). La surface du globe
se trouvait alors couverte par les eaux, commo elle devait
1'tHre naturellement aussi apres que Monan, touche des lar-
mes d'lrin-Mojige eut fait tomber la grande pluie.
Les mexicains, de leur cote, fesaient naitre les heros ou
derai-dieux des fragments du Tecpatl ou silex dont etait
accouchee la deesse Citlalicue et qui se brisa en tombant
du ciel sur terre (2). Au contraire, les nations aborigines,
les Tzendales, par exemple, etaient censes issus desracines
du Ceiba (3). Gertaines legendes asiatiques, par exemple,
celle des Wogoules de la Siberie Occidentale (4), des Land-
jans du Lao (5), des Mantras de la peninsule Malaie (6) font
egalement descendre du ciel, tout ou partie des ancetres de
l'espece humaine. G'est un des motifs qui nous portent a
voir en elles la source oil auront puisees les races du Nou-
veau-Monde.
On remarquera la ressemblance des noms de Tamandoure
et Toupan, portes par le vieillard echappe au deluge avec
les termes de Aman-Atouppan, qui dans le recit publie par
M. F. Denis, designent les nuees celestes.
Enfin, une trace d'influence chretienne ne pourrait elle
(1) Charlevoix: Histoire de la Nouvelle-France, in, p. 345.
(2) Mendieta: Hist, eccles. Indian., lib. i. cap. i, p. "77.
(3) Nunez de la Vega: Constituc. Diceces., p. 9.
(4) Une Gdnese Wogoule, 1. 1, 1" cahier de la Revue de Philologie et d'Ethno-
graphie, p. 9 et suiv. Paris, 1874.
(5) Me'lusine (loco citato).
(6) M. de Castelnau : Mernoire sur les Mantras , t. n , p. 138 de la Revue de
Pkilologie et d'Ethnog rap/tie. Paris, 1876.
122 CONGRES DES AMERICANISTES. 114
point etre signalee dans la partie du mythe Bresilien on
Ton nous represente la mine de l'Univers comme due a
l'impiete des mortels? Gela est tout a fait biblique (I). An
contraire, les crises cosmiques d'apres les donnees Indoues
et Mexicaines, le deluge, suivant le recit Ghaldeen, ne sem-
• blent gueres autre chose que le resultat d'nne ineluctable
fatalite. Gette particularity a deja, au reste, ete plus d'une
fois remarquee. N'est-il pas curieux, en outre, de trouver
les sauvages Bresiliens daccord avec un geologue du siecle
dernier, sur la regularity de la surface du globe avant les
terribles catastrophes qui detruisirent l'espece humaine (2).
Somme toute, la legende Tupi, quoique fort curieuse a
etudier, n'olfre pas un caractere original. Elle s'est sans
aucune doutc formee d 'elements pris a des tribus et, aussi,
a des epoques tres difFerentes. On pourrait raeme dire que
c'est ce qui en fait, en grande partie, l'interet. Des homines
aussi primitifs que les abori genes du Bresil devaient natu-
rellement etre plus portes a recevoir les mythes de nations
voisines qu'a en inventer de toutes pieces. Ne decouvrirait,
on pas une preuve et, en quelque sorte, un aveude ces em-
prunts, dans le nom meme de Maire-Monan, litt. ale fabri-
cateur etranger» donne a leur legislateur mythique (3).
Rappelons a ce propos que le terme de Oannes par lequel
les Babyloniens designent ces especes d'etres divins moitie
hommes et moitie poissons qui sortaient de la mer Ery-
three, pour instruire leurs ancetres dans la religion, les
sciences et les arts a ete rattache, de son cote, a l'Arameen
Onoudo opelerin, etranger» (4). Gette etymologic merile
d'etre regardee comme fort douteuse, mais enfin, nous avons
(1) Gcni-se, chap, vi, vers. 4 et 5.
(2) Buffon: Histoire naturelle generate et particwMdre (Theorie de la Terre;,
tome iv, art. in, pages 233 et 234. (Edit, de Sannini , Paris, an vi:.)
(3) The Myths of the N. World, chap, vn, p. 211 (en note).
(4) Histoire universelle dejmis le commencement du monde (trad, de l'anglais),
tome i, note ix, p. 389 (en note). Paris, 1779.
115 DES AGES OU SOLEILS. 123
cru bon de la rapporter ici, simplement pour la curiosite
du fait.
IV. Legende Botocudo. — Les Botocudos ou Endgercck-
moungs qui habiteut aux embouchures du Rio-doce et du
Belmonte, semblent avoir conserve quelque souvenir, bicn
efface, alaverite, des ages cosmiques. G'est la Lune qui
occupe le premier rang dit-on , dans leur theologie , mais
ils la regardent comme une divinite plutot funeste que bien-
veillante. On lui attribue le pouvoir d'empecher la recolte
de certains fruits. De temps en temps, ajoutent ces indiens,
elle tombe sur la terre et cause la destruction d'un grand
nombre d1hommes (1).
V. Legende Mocobie. — Les Mocobis, nation Paragueen-
ne, semblent ne gueres connaitre d'autre destruction de
FUnivers que la destruction par le feu. 'Void ce qu'ils ra-
content. Le Soleil appele par eux Gdazoa ou «Gompagne,»
sans doute parcequ'ils le considerent comme l'epouse de
la Lune ou Cidiago (2) , etant tombe du ciel , un mocobi le
ramassa et le remit en place. L'astre du jour n'ayant pas
ete assez solidement fixe, tomba une seconde fois et, alors,
incendia toutes les forets. Quelques mocobis se sauverent
en se cachant sous les eaux, dans les rivieres, oil ils furent
changes en caimans et en cabiais. Seuls, un homme et une
femme etant montes sur un arbre, pour fuir le danger, la
flamme, en passant , leur rotit le visage et ils furent chan-
ges en singes (3). On ne nous dit pas qu'elle fut l'origine
de l'espece humaine actuelle.
Les mexicains nous represented le Soleil refusant de
(1) Mueller: Amenkanisch. UrrcUgionc , p. 254. — M. F. Denis: Le lirrsil,
pag-e 221 de la Collect. Z 'Vnixers.
(2) Rappelons nous, ace propos. <iu'en Allemand, Same (SoleiT est du
j,renre ferainin, tandis que Mmul 'Lune,' se trouve du inasculin. Les anciens
cunnaissaient, eux aussi, un dieu Lunus.
(:3) Guevara : Historia del Paraguay, etc.. en la Colec. de la Historic Argen-
tina, t. i, p. 210. Buenos-Aires, 1854.
124 CONGRES DES AMERICAN'ISTES. 116
marcher (1). D'apres les Mocobis, il n'aurait pas pu rester
fixe a la voute celeste. Chez les uns comme chez les autres,
regne l'upinion que chaque convulsion de la nature est
accompagne de ce que l'Evangile appelle «rembranlement
des vertus des cieux» (2). M. l'Abbe Brasseur rattache ces
traditions au souvenir de crises volcaniques qui auraient
ravage la surface du globe (3). Nous ne nions pas qu'il ne
puisse y avoir quelque chose de vrai dans cette facon de
voir; seulement, il nous semble que le docte americaniste
vu beaucoup trop loin dans les conclusions qu'il pretend
tirer de ces faits. Si le recit des Mocobis n'a garde la me-
moire en fait de boulversements cosmiques, que d'une con-
flagration generale, ne serait ce point parceque ces peuples
avaient sans cesse, sous les yeux, le spectacle de forets in-
cendiees par le feu du ciel? Au reste, l'ascension du dernier
couple humain sur les arbres oil il est transforme en sin-
ges, la metamorphose des autres hommes en divers ani-
maux semblent un echo, bien efface, a la verite, des vieilles
legendes mexicaines relatees plus haut.
VI. Legende Yuracare. — Les Yuracares, litt. «Hommes
blancs,» qui habitent, au nombre de deux mille annees
environ , la region comprise entre Santa Cruz de la Sierra
al'Est et la longitude de Cochabamba a l'Ouest, en Bolivie,
doivent , dit-on , a leur sejour au sein de forets humides,
cette blancheur de teint qui les distingue des tribus avoisi-
nantes. Bien que completement sauvages, ils possedent une
mythologie fort compliquee. II y est question d'une des-
truction du monde par le feu. Un genie malfaisant de nom
de Sararuma aurait cause un incendie general qui devora
tous les arbres des forets et causa la destruction de tous les
etres vivants, un seul homme excepte. Ce dernier avait eu
(] Mendieta: Hist, eccles. Indian., cap. n, p. Id.
(2 Etangile seloii •■>'. Matkias, cap. xxiv, p. 29.
(3 Relation de las cosas de Yucatan, Introd., p. xxx:v.
117 DES AGES OU SOLEILS. 123
la precaution de se retirer avec des provisions dans une
cavcrne ou demeure souterraine fort profonde. Desireux
de s'assurer du moment oil le fleau prendrait fin , ce Noe
d'un nouveau genre sortait, de temps en temps, de son trou,
une longue baguette. Les deux premieres fois, il la retira
enflammee, mais la troisieme, elle etait froide. II attendit
encore quatre jours avant de sortir de sa retraite. Parcou-
rant ensuile les champs devastes, sans aliments ni abri, il
deplorait son isolement. G'est alors que Sararuma, tout
vetu de rouge, lui apparut, et lui dit «quoique je sois la
cause de tout le mal qui vient d'arriver, j'ai neanmoins
compassion de toi.» En meme temps, il lui donna une poi-
gnee de graines alimentaires , en lui ordonnant de les se-
mer. Sitot la chose faite, on vit une magnifique foret surgir
comme par enchantement. Ensuite plusieurs ctres se suc-
cedent dans le monde et y jouent un grand role. Enfin, un
genie du nom de Tiri qu'avait eleve la femelle d'un Jaguar
fait sortir tous les hommes du creux d'un arbre, qu'il re-
ferma des qu'il s'appereut que la Terre etait assezpeuplee (1).
On concoit, sans peine, qu'une peuple vivant dans l'inte-
rieur des terres comme les Yuracares et separe de l'Ocean
par le massif des cordilieres ait facilement mis en oubli, les
traditions concernant le deluge. Au contraire , son habitat
au milieu des bois ravivait naturellement chez lui, le sou-
venir d'une destruction de TUnivers par l'element igne. La
circonstance de l'homme cache dans une caverne est men-
tionnee aussi par le recit mexicain, a propos du Soleilde
feu. lies mortels sortant du creux d'un arbre nous rappel-
lent le Tzendale Ymox, pere de la race humaine et auquel
les racinesdu Geibaont donne naissance. Enfin, le fait que
ce creux est bouche, des que la Terre se recu un nombre
suffisant d'habitants trouve son pendant exact dans certai-
1,1) A. d'Orbigny: Voyage dans VAmdnqne Me'ridioiiale, t. in, Partie premie-
re, p. 107.
126 C0NGRES DES AMERICAN! STES. 118
nes legendes des Mandanes, des Minetaris des Etats-Unis
ainsi que des Mundurucus du Bresil septentrional (1). Nous
avons deja parle de celles-ci dans un precedent travail el
n'avons point a y revenir ici. Plus on compare entre elles,
les traditions des divers tribus des deux Ameriques, et plus
on constate que presque toutes, elles out des origines iden-
tiques. En general, celles des Americains du Sud ont un
caractore moins prrmitif. G'est evidemment dans les regions
du Nord qu'elles on pris naissance ou ont d'abord ete in-
troduites par des emigrants venus d'Asie.
VII. Les Takahlis de la cote Nord du Pacifique nous
semblent le seul peuple de l'Amerique septentrionale qui
parlent d'une conflagration universelle. D'aprt'S Morse
(Rep. on the Indian Tribes, app., p. 346), cite par M. Brin-
ton, ils affirm ent que quelqucs etres humains y auraient
seuls echappes en se retirant dans de profondes caver-
nes (2). II est vrai que ce peuple fait aussi jouer un certain
role an rat m usque dans 1'histoire de la formation de la
Terre; ce qui rappelle tout a fait les donnees Algique et
Athabaskane (3) .
Nous voici arrives ;i la fm de notre travail sur les ages
cosmiques d'apivs les traditions americaines. Nous comp-
tions y joindre quelques pages sur les traditions analogues
qui se retrouvent en Chaldce et surtout dans l'lnde, mais
cela nous ont entraine trop loin et il faudra renvoyer l'etude
de cette question ;i un autre memoire. En tout cas, l'ori-
(\) l)r i'ii,-'i;i'i,)r saitlerraltie de t'cspvw hnmaiae, p. 226 et sulv. tie Melusine.
Paris, W78.—M. Mathews: Hidatsa fMinnetareJ Grammar, Introd., p. xvn. New-
York, 1873.— M. et M«« L. Agassrz: Voyage an Brtsil, trad, de l'anglais, par
M. F. Vojreli. chap, x, p. 322. Paris, 18(>9.
2) M. Briaion : The Myths uftJw. Xem World, chap, vn, p. 201.
'A) Ibid., ih'uL. p. 107. — Nicolas Perrot: Afe'iiioire stir Irs tnarnrs, etc., des sau-
mges-de V Anit'rhjuc fieptentriwuile , publiee par le 1?. P.Taillmn, chap, i, p.4J
et suiv. Leipzig et Paris. 1KG1.— L. R. P. Petitot : Dictionnaire de la langve des
Dtiie'-Diii'Jji-x, etc. g. in. pages \xxiv et xxxv. Paris, 1S~(1.
I lil DES AGES 01 SOL.fc.iLSJ. I . ,
gine asiatique de ces legendes, ainsi que do beaucoup d'au-
tres qui se retrouvent dans tout le Nouveau-Monde , ne
nous semble pas douteuse. Un Shasta nous parle, par exem-
ple, de trois destructions du monde, succesivement ame-
nees par des tremblements de terre, l'air et l'eau, sans pre-
judice de la fin de l'Univers actuel qui doit Gtre causeo par
le feu (1). G'est tout a fait la theorie Yucateque. Nous pen-
sons me me que la donnee mexicaine des cinq ages se rat-
tache plus directement a celles des peuples de l'Asie Cen-
trale, puisque les Tibetains en admettaient le meme nom-
bre. Au contraire , celle des Quiches et Mayas offrirait
d'avantage d'analogie avec la doctrine indoue proprement
dite. Nous pensons retrouver ici une confirmation de notre
facon de voir sur l'origine des deux courants civilisateurs
de l'Amerique, le courant occidental ayant plutot subi l'iji-
tluence de la Chine, de la Tartarie et du Japon. Quant au
courant oriental, c'est surtout dans l'lnde, le Siam et la
Malaisie qu'il conviendrait de chercher son berceau (2).
En tout cas, cctte theorie des ages cosmiques, aujourd'hui
si populaire dans l'lnde, ne semble point copendant d'ori-
gine Indoue, car elle ne s'y rattache a aucune conception
astronomique bien definie. G'est, pensons-nous, en Ghal-
dee qu'il conviendrait d'en chercher le berceau. D'apres les
peuples de ces regions, le monde devait ctre alternativement
el^periocliquement ravage par l'eau et par le feu, suivant
que certaines constellations se trouvaient en conjonciion
dans le signe du Verseau ou celui du Lion. Cela se trou-
vait on ne peut plus conforme aux croyances Babylonien-
nes relatives a l'influence qu*exercent les corps celestes sur
les destinees de notre terre et de ses habitants. On peut
dire que la doctrine des ages ou Soleils constituait un de-
(1) Dr. Sepp: Das Heidenthum und dessen Bedeutung futr das Christhenttom,
1. 1 , §. 45, p. 191. Regensburg', 1853.
(2) A ctes de la Societe Philologvjue (Proces verbaux), t. iv, p. 348. Paris, 1874.
128 CONGRES DES AMERICANISTES. 120
veloppement naturel et logique de l'ensemble du systeme
religieux propre a la Babylonie. N'oublions pas que certai-
nes donnees architectoniques, celle, par exemple , du Teo-
calli mexicain compose d'etages successifs supportaut l'au-
tel du dieu ne nous rappelle pas moins les Ziggurat de la
region de l'Euphrate que les pagodes de l'lnde ou de l'lndo-
Ghine. G'est, en definitive, toujours soit vers Babylone,
soit vers l'Egypte qu'il faut tourner nos regards, lorsque
nous voulons remonter aux sources de la civilisation.
El Sr. Jimenez de la Espada: He pedido la palabra
para hacer algunas observaciones acerca del principio que
ha sentado el Sr. Conde de Gharencey, de que los pueblos
de America admiten cuatro edades cosmicas, queriendo es-
tablecer con un hecho ciertas relaciones cosmogonicas y
teogonicas entre los pueblos del nuevo continente y los
europeos. Entre los primeros M. de Gharencey ha incluido
tambien al Peril, y yo creo que las gentes de este pais ni
de otro alguno de la America del Sur admiten las cuatro
edades dichas. Y sobre este particular me ocurre una ad-
vertencia: que al referirse al Peru la mayor parte de los
modernos escritores de antiguedades americanas, entienden
que es el espacio que media entre los Andes y el mar, desde
Quito hasta Chile; y bueno es recordar que en esa grandi-
sima extension de tierra se han desarrollado y han adqui-
rido un grado considerable de cultura y dado lugar a un
activo movimiento historico tres 6 cuatro pueblos podero-
sos y de distintos caracteres, dos de ellos por lo menos, los
Guaranies y los Aymara-Quichuas. Hay ademas otras mu-
chas razas distribuidas por la region costeha, las llamadas
yungas, que con anterioridad a la invasion de los Incas , y
aun antes queestos aparecieran en el valle de Cuzco, tenian
ya su religion particular, sus cosmogonias propias y sus
costumbres y modo de vivir y gobernarse enleramente dis-
tinto del de sus invasores, a los cuales se atribuye por punto
OBSERVACIONES DEL SENOR JIMENEZ DE LA ESPADA. 12!)
general todo lo primitivo y mas antiguo de la civilization
del Peru; error gravisimo, puesto que los incas mismos
tomaron de esos pueblos maritimos una multitud de cosas
que modificaron sus costumbres y leyes, su industria y su
agricultura. Yo le preguntare, por consiguiente, al seiior
Conde de Charencey: {,£ cual de estos pueblos se ha referido
al nombrar el peruano?
El principio religioso fundamental de los incas — muy
anterior & su aparici6n en el Peru, y, por otra parte, el
mas natural en el hombre — era la adoration solar. Los
pueblos de la costa adoraban primeramente a la Luna ; y
en muchas de sus tradiciones cosmog6nicas descubren nota-
bih'simas semejanzas con los pueblos asialicos queprofesan
el budhismo; por ejemplo, en aquella de un dios encarnan-
do en el seno de una virgen sin que esta deje de serlo; y
hasta ahora no se ha podido encontrar la relation 6 lazo
que existe entre las creencias de los incas y las de los yun-
cas costenos.
Es un error tambien el en que hemos estado hasta ahora,
y del cual tiene la mayor parte de culpa el inca Garcilaso,
de que los habitantes de la costa adoraban en Pachacamac
a un ser invisible y concebido en su entendimiento de la
misma manera que nosotros al Ser Supremo, incorporeo,
sin forma alguna. Pero este dios, que ha sido visto, es-
tudiado y descrito por los primeros descubridores y po-
bladores del Peru, no era m£s que un idolo de madera se-
mejante a los que se adoraban en las otras regiones de la
costa, y que recibia sacrificios en la misma forma que los
demas. Esta religion continuaba hasta cerca de las sierras
del Peru, en la cuenca y paso del Apurimac, donde puede
decirse que principiaba la influencia de la religidn solar que
profesaban casi todos los habitantes de las altas Cordilleras.
Tambien se ha tratado aquf, aunque de una manera bas-
tante vaga, de las influencias asiaticas y europeas en la po-
blacitfn de America; pero respecto a este punto yo creo que
no se tiene en cuenta un elemento principal: los primitivos
9
TOMO II.
0 9
130 r.ONGUESO DE AMERICANISTAS.
habitantes dc America, sus auctoctones. Pues que, ^no ha
podido haber alii hijos de la tierra, como los ha habido en
Asia? ^Es que no hay unis remedio que creer que los pri-
meros habitantes del Nuevo Mundo han venido del Asia 6
de otro continente de los antiguos? A mi juicio en nuestros
calculos 6 investigaciones etnologicas hay que proceder
partiendo tie la base de su primera poblacion, de esa huma-
nidad americana. Que luego en diferentes cpocas ha reci-
bido influenciasdelasoceanicas, europeas, africanas yasia-
licas, en buen hora ; pero csa es una cuestidn secundaria y
averiguable median te el estudio de las diferentes corrientes
marinas y atmosfericas, los movimientos geologicos que alii
pudo haber y los restos que alii quedan e indican los pun-
tos de contacto que hayan podido existir con cada una de
esas naciones amcricanas.
Pero dejando aparte este episodio, vuelvo a preguntar al
Sr. Gonde de Charencey : <;a que pueblos del Peru se ha re-
ferido al tratar de las cuatro edades solares ?
El Sr. Conde de Charencey respondio que se
habia referido a los pueblos estudiados por M. Bras-
seur de Bourbourg. Que la doble corriente de civi-
lizaciun indieada por M. Angrand, que no puede
desconocerse, se compone ciertamente de elemen-
tos multiples; en cada uno de ellos han existido
creencias distintas, y seria singular exageracion tra-
tar de imponer un sistema absoluto. Sin embargo,
no cree menos evidente que ciertas leyendas de los
Incas, como la de la Virgen, tienen origen oriental.
El Sr. Jimenez de la Espada: Esa tradicion de la
virgen que concibe sin dejar de serlo es indigena de la costa
peruana; y en Iluarochiri la recogio el Dr. Francisco de
Avila y la consigno en su Tratado y relation de los errores,
MITOS DE LOS YUNCAS. 1.51
falsos dioses y otras supersticiones y rilos diabolicos en qui
vioian antiguamente los indios de las provincias de Huaro-
chiri, Mama y Chaclla, etc. (Ms. 1G08), por estos terminos:
«E1 Coniraya Yiracocha dicen que anduvo antiquisi-
»mamente en figura y traje de un indio muy pobre y dese-
»chado, vestido de andrajoS, y de manera que los que no
»sabian quien era le denostaban y llamaban de pobre piojo-
»so; y este dicen que fue el criador de todas las cosas y que
»con solo maudarlo y decirlo hizo que en las medias ladc-
»ras y partes barrancosas se compusiesen los andenes y
»chacras y se hiciesen las bardas que tienen; y que las ace-
»quias y aguaduchos las hacia con solo arrojar una cafia
»hueca de las que decimos caha de Castilla; y asimismo
»andaba por todas partes hacieudo y ordenando diversas
»cosas. Y con su mucho saber hacia tretas y burlas a las
»huacas y idolos de los pueblos donde llegaba. — Y en este
atiempo dicen que asimesmo babia una muger, que era
»tambien huaca, la cual se decia Gavillaca, y esta era her-
»mosisima por cabo y juntamente doncella ; y aunque fue
»muy pretendida y solicitada de diversas huacas y idolos
»principales, nunca quiso conceder con ninguno. Y que se
»puso una vez a tejer una manta al tronco y pie de un ar-
»bol lucumo , donde el sabio Goniraya hallo ocasion de al-
»canzarla desta manera: que haciendose un muy lindo y
»hermoso pajaro se subio en el lucumo, donde tomando de
»su simiente generativa la echo 6 metio en una lucma bien
»sazonada y madura, y asi la dejo caer cerca de la hermosa
»Cavillaca; la cual la tomo y comid con mucho gusto al
»punto; con lo cual quedo y se hizo prehada sin mas obra
»de varon; y cumplidos los nueve meses, pario, quedando
»doncella como de antes, y a sus propios pechos crio el hijo
»un aho cntero sin saber cuyo fuese ni como lo hubiese
j>engendrado.B
Y puesto que, a mi juicio, una de las principales y mas
profundas diferencias entre los indios maritimos y los se-
rranos del Peru estriba en la semejanza de los mitos religio-
132 COXGRESO DE AMERICANISTAS.
sos de aquellos con los delas gentes asiatico-orientales, ana-
dire al misterio de Gavillaca el de la Trimurti 6 Trinidad
yunca, segun el cnal los naturales de la costa entre Huau-
ra, al N. de Lima, y Trujillo, antiguo reino del Chimu,
tuvieron origen de tres huevos; porque Vichama 6 Huicha-
mac, hijo del Sol y de la Eva yunca, despues de haber con-
vertido en piedra las criaturas de su hermano Pachacamac,
acomo viese el mundo sin hombres, rogo a su padre criase
nuevos hombres, y el le envio tres huevos, uno de oro, otro
de plata y otro de cobre. Del huevo de oro salieron los cu-
racas, los caciques y los nobles que llaman segundas per-
sonas y principales; del de plata se cngendraron las muje-
res de estos; y del huevo de cobre la gente plebeya, que hoy
llaman mitayos, y sus mugeres y familia.» De esta oogene-
sis hay tambien rastro en la provincia de Huarochiri y sus
limitrofes costerias, puesel Dr. Avila, en el tratado que an-
tes cite , habla de cinco huevos maravillosos aparecidos en
los tiempos fabulosos de aquella comarca en el cerro de
Gondorcoto; y ademds, e indicando intimas relaciones de
origen 6 al menos de antiquisimo contacto de los pueblos
del Chimu con el curiosisimo de Huamachucu , su vecino
de la montaiia, existe el mito de una especie de Leda , 11a-
mada Cauptaguan, hermaua de los guachemines 6 primiti-
vos habitantes de Huamachucu , la cual tuvo que ver con
Huamansuri (un personaje muy parecido a Goniraya), y por
fruto de sus amores, a los cuatro dias, dos huevos que,
arrojados a" un muladar, produjeron dos muchachos, Apu
Gataquill [Gatachillay?] y Piguerao.
'No me cansare de repetir lo que ya tuve el honor de ex-
poner ante el Gongreso Americanista de Bruselas. Es pre-
ciso prestar un poco mas de alencion, dedicar un estudio
mas asiduo a las cosas antiguas del Peru; distinguir, sobre
todo, los diferentes elementos etnicos que allihan figurado
cada uno con su religion, tradicioncs, origen, historia y
caracteres fisicos aparte ; para lo cual , y ademas de todos
los medios que generalmente se emplean con otras naciones
CERAMICA. 133
para llegar al esclarecimiento y solution de este dificil pro-
blema, es necesario recurrir al poderoso auxilio de las noti-
cias acerca de las gentes que todavia viven salvajes en las
selvas orientales, aunque inmediatas y en contacto con los
actuales centros de cultura de aquel gran territorio, que en
esto se diferencia absolutamente del Norle y Centro-Ame-
rica. ^Quien sabe hasta donde llegaron y por donde vivie-
ron esas Iribus hoy errantes y emboscadas al Oriente de la
Cordillera?
Mucho siento que el primer tema propuesto en nuestro
programa, y copiado del de Bruselas, Comparaciun de los
tres reinos del Cuzco , de Trujillo y del Quito, etc. , no haya
merecido los desvelos de alguno de tantos ilustres america-
nistas como conocen la materia; y creo que hasta que estos
puntos y los que son su consecuencia no se diluciden , an-
daremos a tientas en las cuestiones generales que, dicho
sea de paso, acostumbramos demasiado a ver por las de
Nueva-Espana, region hasta ahora favorita, con Yucatan y
Guatemala, de los modernos americanistas, naturalmente
influidos por el gran prestigio y ejemplo del poderoso pue-
blo norte-amcricano. En cuanto al Peru, el inca Garcilaso
es el que hasta hoy puede decirse que exclusivamente nos
ha sacado de apuros.
El Sr. Dr. Reiss: Tratando M. Bamps, en la sesi6n de
ayer, de la interesante Memoria de Ceramica americana,
llamo la atencion del Gongreso sobre la circunstancia de
haber en el Peru vasos rojos y negros que parecen forma-
dos con los mismos materiales ; expreso que algunas expe-
riencias hechas en Bruselas demostraban que el barro de
unos y otros vasos era el mismo, y lo que faltaba que saber
era el procedimiento empleado en la coloraci6n. La cues-
tion es interesante, y no solo afecta al Peru , sino a otros
muchos paises, porque vasos negros y rojos se han fabri-
cado en la India, en Egipto y en varias partes, pero esta
ya resuelta. Un viajero alem&n que se ocupa en el estudio
de la industria universal ha observado de que manera da-
09 *
134 CONGRES DES AMERICA.NISTES.
ban la coloration a los vasos en la India, descubriendo que
el raetodo que hoy emplean es identico al usado de mil aiios
atras, al que conocian los griegos , con procedimientos su-
periores en finura a los de los pueblos medio civilizados.
Se fabrican los vasos de color rojo y se sobreponen los
dibujos quem&ndolos, porque la arcilla contiene oxido de
hierro. En algunos casos la arcilla es gris mas 6 menos os-
cura, y la coloration consiste en la cantidad de oxido de
hierro empleada. Los indios descubririan por casualidad el
metodo que a los europeos ha ensenado la Quimica , que se
reduce a poner sobre la arcilla una capa de carbon. Asi se
obtienen vasos negros con brillo permanente 6 rojos con
dibujos negros , que fija el fuego obrando sobre las mate-
rias oxidante 6 desoxidante. En Berlin se han verificado re-
petidos ensayos, obteniendo vasos identicos a los de la In-
dia , Grecia y el Peru.
M. Bamps: Je snis heureux d'avoir provoque les eclair-
cissements de l'honnorable M. Reiss, et je suis convaincu
que Texperience dont il nous a parle a produit Teffet qu'il
nous a indique. Gependant, il me reste quelques doutes.
J'admets, quant aux poteries en matiere rouge, qu'il peut
y avoir des differences de nuance par suite de Taction de
l'oxygene, par des courants d'air, par la chaleur mitigee ou
par toute autre cause que la chimie et la physique sont ve-
nues apprendre a des peuplades deja civilisees.
Gependant, dans quelques poteries noires on a constate
la presence de cendres de bois, lesquelles faisaient naturel-
lement defaut dans les poteries rouges. D'autre part, si la
variete de la couleur a pu etre obtenue suivant qu'on sou-
mettait les objets ceramiques a un feu d'oxydation ou de
reduction; si les nuances ont pu etre variees au gre du fa-
bricant par Taction franche ou mitigee de l'oxygene , il est
pourtant assez difficile d'admettre que les anciens habitants
a demi civilises du Xouveau-Monde, aient pu connaitre,
mrme d'une facon inconsciente et appliquer avec succes des
principes de chimie et de physique qui s'e sont introduits a
CERAMIQUE. 135
une date relativement beaucoup plus recente dans les arts
industrielles dcs pcuples du vieux continent.
M. Reiss: Je voudrais constater seulement que les ma-
tieres chimiques que Ton doit employer pour produire la
couleur noire, c'est le charbon. Plus il y en aura, plus la
matiere sera foncee.
M. Bamps: Gela ne prouve rien quant u l'agent chimi-
que dont vous avez parle tout a l'heure.
M. Reiss: Non, Taction est la meme (1).
(1) Es de recordar que en la Relacion descriptiva de la provincia de Guate-
mala que envio al rey Felipe II el licenciado Diego Garcia de Palacio el aiio
de 1576, relacion publicada no solo por el original espaiiol , sino tambien por
traducciones en frances, en alem&n y en ingles , se explica la fabrica de alfa-
reria de los indios, los procedimientos que emplcaban , y asimismo la manera
de obtener el barniz amarillo del insecto nombrado Axin. El Sr. D. Leon Fer-
nandez, de Costa-Rica, comentando la Relacion, dice:
«Es muy probable que la tierra roja con la cual se da el color rojo encendido
a la vajilla de barro, como supone Palacio, sea verdaderamente bolarmenico,
porque tambien en Europa se destina este a usos semejantes. En Costa-Rica
tuve oportunidad de ver varias piezas de vajilla coloreadas con esta especie
de tierra , que aun hoy se usa en Nicoya , donde se da a esta loza de barro un
rojo muy hermoso: lleva esta tierra en Costa-Rica el nombre de Curio , y se
distingue con los nombres de curio Colorado y curio negro. Con el ultimo se
pintan varias figuras sobre el fondo rojo. El curio negro es una arcilla negra,
rica en partes organicas, que al quemar la vajilla se carboniza. El bol se dis-
tingue de la arcilla fina del mismo color en que no posee la plasticidad de esta.
y por esta razon no se emplea para fabricar la vajilla, sino para darle color.
»La opinidn de Palacio del modo con que se produce el bol por medio de la
fuerza de las corrientes que penetran entre las capas de esta clase de tierra
es de todo punto correcta. Se forma el bol principalmente por medio de la des-
integracion del basalto, mientras que la arcilla por la del feldespato. Segun
nos ha informado el profesor Fuchs, de Heidelberg, se encuentra este en Ha-
bichtswald en pequenas aglomeraciones, y asegura que, si hubiera en este
lugar una fuerte corriente que las despedazara, resultaria en otro lugar el
deposito de bol que se iria reuniendo gradualmente.»
Tambien es oportuno recordar la Memoria instructiva sobre elfamoso barniz
de las Jicaras de Olinala, por D. Joaquin Alejo Meave, impresa en Mejico
en 1791. — C. FeknAndez-Duro.
136 CONGIiES DES AMERICANISTES. t
El Sr. Presidente : Tiene la palabra el R. P. Fita.
El Sr. Fita: Seiiores: pensaba hablar esta tarde, y hu-
biese cedido la palabra ahora a cualquier individuo del
Congreso que quisiera usar de ella. Creia que M. Vinson
hablaria sobre las relaciones entre el vascuence y las len-
guas americanas, y en tal caso me reservaria con gusto
para hablar despues; pero si el Congreso lo desea antici-
pare mis ideas. "
El Sr. Presidente mega al R. P. Fita que las
manifieste desde luego, por no alterar la orden
del dia.
El Sr. Fita: Le 14 aout de l'annee derniere Mr. Vent-
worth Webster a communique a la Revue Anglaise The
Academy un article, qui a ete debattu entre deux basqui-
sants de premiere force: M. le Prince L. L. Bonaparte et
M. Julien Vinson. LTorigine du debat est la suivante: Me
trouvant il y a deux ans a Gompostelle (Gallicie) , j'y lis
l'etude du celebre manuscrit appele Codex Callixtinus, re-
dige vers l'an 1139. Ge volume en parchemin, tres enrichi
par la main du calligraphe et du peintre, etait divise en
cinq livres , ainsi que l'attestent les nombreuses copies
eparpillees dans toute l'Europe. Vers la fin du xvne siecle
(a ce qu'il parait) , une main inconnue arracha du volume
original le livre iv, qui renfermait les Gesta Karoli Magni;
et pour mieux voiler cet acte, donna ce numero d'ordre au
dernier livre, ou se trouve un petit vocabulaire basque (1),
ecrit certainement par un auteur francais, et vraisembla-
blement par le pretre poitevin Aymery Picaud.
(1) «Deum vocant urcia, Dei genitricem andrea Maria; panem orgui; vinum
ardum; camera aragui; piscem araign; domum echea; dominum domus iaona;
•lominam andrea; ecclesiam elicera; presbyterum belaterra; quod interpretatur
'<pulcra terra»; triticura gari; aquam uric; regem ereguia; sanctum Jacobum
iaona domne Tacue.»
2 LE BASQUE ET LES LANGUES AMER1CAINES. 137
Personne (que je ne sache) ne s'en etait apercu jusqu'a
present, et je profitai de cette occasion pour livrer ce tresor
a la publicity. On prit fait et cause, on se disputa sur l'exac-
titude de la copie qui m'appartient; aussi me suis-je mis en
devoir de trancher la question par la photographie de l'ori-
ginal, a laquelle ainsi qu'au texte integral du livre, M. Vin-
son veut bien accorder entree dans la Revue de Linguistic
que et de Philologie comparee (1), qu'il dirige en collabora-
tion de M. de Rialle. Tous les mots du petit glossaire sont
de bon aloi. lis dependent pour la plupart du sub-dialecte
navarrais-espagnol, parle dans la vallee Roncalaise, lequel
presente plus que des nuances, mais bien des differences
marquees d'avec tous les autres. On croit qu'elles sont dues
a un croisement de races; c'est la du moins l'opinion de
l'auteur du vocabulaire. Quoiqu'il en soit, deux mots m'ont
frappe principalement. C'est d'abord celui qui se trouve
ecrit belaterra , et traduit presbyter (pretre), avec une glose
etymologique (pulcra terra), qui en fixe nettement la pro-
nonciation ou le phonetisme. M. le Prince L. L. Bonapar-
te, qui avait deja trouve ce mot isole dans la valle du Ron-
cal, le fait venir du francais barrette , mais je ne saurais
accepter son explication, attendu que cette coiffure au xne
siecle n'etait pas caracteristique des clercs.
Tous les paysans de la Gatalogne, oil je suis ne, portent
encore leur barretina: j'ai pu d'ailleurs observer un reste
de cet usage dans les departements francais voisins du Ron-
cal. J'avais ensuite pense au bas latin Bellator (riotaire ou
clerc), tire de l'arabe J^'^ (baratali), qui signifie breve-
taire (2); mais j'hesite encore, car il n'est pas demontre que
belaterra ne soit plus ancien que l'invasion des musulmans
dans la Peninsule. Des lors on peut le rapprocher du bre-
ton Be'lek (pretre); ensuite de l'aquitain [Beli] patera (pretre
(1) Voy. , en effet, tome xv, page 16. Paris , 1882.
(2) Dombay : Grammatical lingua Mauro-arabicce. Vienne, 1800.
138 CONGRES DES AMERICANISTES. 3
d'Apollon Gaulois), dont le sens est justifie par Ausone (1);
et enfin de l'islandais Veltiligr (voltigeur) . Ge dernier sens
du mot belaterra me parait d'autant plus acceptable que la
danse sacree en l'honneur de Jaun-Goiko, qui signifie «Sei-
gneur-lune» dans le dialecte du Roncal, est le seul rite re-
ligieux indeniable et parfaitement avere (2) que nous aie
transmis l'bistoire de l'ancien pays basque. Le second mot
est Urcia, prononcez Ourcia (Dicu). II se trouve, je crois,
pareil au Tbor Scandinave, dans le cinquieme jour de la
semaine basque Orz-egun (jour d'Orz), et ailleurs, comme
dans Orz-anz (bruit du tonnerre), Orz-adar (arc-en-ciel) etc.
A moa avis, Ourcia renferme trois elements primitifs: Ourz-
eguille-a (le faiseur du tonnerre) , qui d'apres les lois nor-
males de la grammaire basque, devinrent tour a tour ourz-
ille-a, ourz-ill-a, ourz-iy-a. Les noms du soleil eguskia (le
faiseur du jour), et de la lune illargia (le faiseur du mois
ou de la mesure), me semblent formes d'une maniere ana-
logue. La racine verbale c'est toujours egi (faire).
Ces donnees tout-a-fait positives ne sont pas a dedaigner,
lorsqu'il s'agit de rattacher au basque les idiomes ameri-
cains. II ne faut rien hasarder sans demonstration; mais
aussi il ne faut rien negliger. Je n'ai pas a revenir sur ce
qui est a la portee de tout le monde. La clarte phonetique,
l'abondance des consonnes sifflantes, l'accent a double por-
tee, le reflet des voyelles harmoniques sur leurs subordon-
(1) Commemoratio professorum Burdig-alensium, iv, 9-12.
«Beleni sacratum ducis a templo g-enus,
Et inde vobis nomina.
Tibi Paterae: sic ministros nuncupant
Apollinaris mystici.v
(2) "Enoi Si rovs KaXXaixouj 6Aiov$ <pa<7j, tou; H KsXripnoxs xa;
tous 7rp3i7j3o|)J-jj twv ofii^v avrois dvwuuu rtvi Qsu Tocg ncLvveXrvois
vyxrcop mfo rav ttuXuv iravoixiovs T£ xopivnv xa/ ira.vv\SX&lw. Stra-
bcm, in, 4, 16.
4 LE BASQUE ET LES LANGUES AMERICAINES. \3'J
nees, des ratines appartenant au langage de YAge de Pierre,
et surtout l'enchevetrement par syncope, non seulemeut
applique a la composition du nom, du verbe et des particu-
les, mais aussi pousse jusqu'au dernier exces, tels sont les
caracteres speciaux aux langues americaines; or, on sait
que leurrepresentant le plusprochain dans l'Ancien Monde
est le basque. On sait d'ailleurs que les colonies des Irlan-
dais, etablies en Amerique des le neuvieme siecle, sont in-
separables de celles des Euskaldunak (Vascons et Vardules).
En effet, l'histoire de l'lrlande recueillie dans les traditions
du pays de Galles, nous rapporte l'ctablissement des Bas-
ques conduits par leur chef Partholoim dans les Orcades et
dans toute l'etendue de la verte Erin , ainsi que l'a demon-
tre M. Webster (1). Le nom de ce chef derive probablement
du latin Bartholom[seus], repond parfaitement aux lois pho-
netiques de l'Euskara qnand il emprunte des expressions a
une langue etrangere. Exemples: pikarda ou pikarta (bi-
garre), pordoin (bourdon), paltsu (faux), arratoi (rat).
Nous avons pourtant la un point d'appui pour constater
les relations du Basque et du Gaul: entreprise que l'eminent
professeur de Geltique a l'Universite d'Oxford, M. Rhys,
poursuit maintenant avec succes. En meme temps nous
pouvons assurer que la comparaison du basque et du lan-
gage americain non seulement n'est pas une reverie, mais
doit etre une etude serieuse qui a un objet important a
decouvrir.
II s'agit surtout de determiner l'analogie qui existe entre
le verbe basque et celui des langues americaines. Le fond
de la question consiste dans la ratine. Vous savez, Mes-
sieurs, qu'il existe deux opinions sur cette question. Selon
quelques ecrivains le verbe basque n'a pas de ratine pro-
pre, en sorte que l'idee d'action n'est pas exprimee. Gepen-
dant d'autres auteurs acceptent la ratine pour un seul ver-
(1) Rtcue de linguistique et de p/iilo logic coMparc'e, tome xiv, page 1 10.
140 CONGRES DES AMERICANISTES.- 5
be, unique cfapres eux dans le basque; c'est izan (avoir,
etre). Je crois que la dispute se reduit esclusivement au
point de vue sous lequel se place chaque philologue. La
racine existe loujours dans quelque verbe que ce soit, in-
diquant l'existence, l'etat, Taction, non pas comme une
idee absolue tout simplement, mais comme lien essentiel
du sujet et du predicat dans la proposition objective du ju-
gement qui percoit et affirme cette liaison. Aussi, lorsque
Ton parle de racine verbale on peut faire abstraction de ce
rapport essentiel et s'en tenir a l'actc de la perception, de-
pouille de la direction que lui donne l'acte du jugement; et
des lors nous n'avons que la simple idee d'etre, d'etat, d'ac-
tion, ce que l'ont peut appeler nom verbal; parce que, quand
meme il ne soit pas applique a former par lui-meme 1'en-
chainement essentiel de la proposition, il est capable de
l'etablir.
On ne saurait nicr que le basque possede en outre du
verbe Izan d'autres, qu'on appelle irreguliers, parce qu'ils
ont leur conjugaison independante de Tauxiliaire. Je les
crois parfaitement reguliers et non pas introduits dans la
langue a. une epoque recente, mais existant chez elle des la
plus haute antiquile. lis repondent a des idees usuelles:
ibil (marcher), jo (aller), jaki (savoir), egi (faire), etc. Or,
toutes les langues ont conserve dans ces verbes plus ou
moins remanies, les traits caracteristiques a Tetat le plus
ancien. J'avancerai encore une derniere proposition sans
crainte d'etre dementi par la logique de la science; toutes
les racines verbales se conjugaient probablement dans le
basque primitif d'apres les regies normales. Gelles-ci sont
tres-simples, et regissent invariablement autant pour l'auxi-
liaire que pour tout Tensemble des verbes qu'on appelle
irreguliers. On les voit ondoyer et se deployer sur l'idee
d'aclion transitive et intransitive; Tidee qui separe et dis-
tingue deux cadres d'application des prefixes et suffixes
prenominaux comme vous le savez. Get enorme developpe-
ment que comportent les signes du sujet pronominal et des
6 LE BASQUE ET LES LANGUES AMERICAINES. 141
regimes egalement pronominaux, attaches a la racine et
marquant par leurs differentes positions l'etat transitif on
intransitif, devint forcement un lourd fardeau h la memoire;
et par suite on elimina de la plupart des racines les moins
usuelles la conjugaison, que Ton supplee par celle de l'auxi-
liaire. C'est aiusi que les langues neo-latines, par exemple,
ont agi vis-a-vis de leur mere ; et le latin et le grec en ont
fait autant vis-a-vis du Sanscrit et du zend.
Malheureusement nous n'avons pas d'ecrits basques re-
montant au dela du xne siecle, qui puissent nous eclairer
sur le verbe; et d'ailleurs celui des langues americaines
que notre posterite parviendra peut-etre a decouvrir, en
dechiffrant les hieroglyphes du Nouveau-Monde, n'offre
pas pour le moment une antiquite plus reculee. II faudrait
rechercher dans toute l'Espagne les manuscrits qui ont trait
a l'ancien Euskara. Celui du xne siocle que j'ai trouve a
Compostelle n'est pas le seul qu'on puisse utiliser. On con-
nait le denombrement depresque toute la province d'Alava,
en 1025; c'est un fond magnifique que je compte pouvoir
exploiter quelque jour (1). Les Gartulaires de nos Abbayes
du Nord-Est fourmillent de mots non seulement geogra-
phiques, mais aussi d'un emploi usuel tels que Jaun (sei-
gneur), Andre (maitresse de maison), eche (maison), andosko
(agneau), etc. II faudrait en outre explorer les debris de
l'epigraphie romaine du pays basque, aussi nombreux en
deca que au dela des Pyrenees. Ceux que M. Luchaire a
rassemble provenant du sol de la France demontrent que
VEuskara, essentiellement considere, est le mcme aujour-
d'hui qu'a l'epoque romaine. Et lorsque ce grand et beau
travail d'exploration sera parvenu a donner une base assez
large pour etablir un ensemble de mots bien constates par
leur racine et leur structure, qui puissent retablir la vraie
physionomie de la langue basque a 1'epoque de Jules Ce-
(1) Voy. Boletia de la Real Accidentia de la Historic, t. in, pag\ 215-213.
142 CONGRES DES AMERICAN1STES.
sar , le moment sera venu de comparer a ces memos mots
eta leurs accidents grammaticaux, ceux qui apparaissent
dans les inscriptions Celtiberiques , dont ^interpretation
a rencontre jusqu'ici des diflicultes presque insurmonta-
bles (1).
Ce serait done une ceuvre meritoire pour le gouverne-
ment de S. M. le Roi d'Espagne s'il voulait proteger de la
sorte le developpement scientifique de Tetude du basque
que j'ai indique; et voire meme fonder une chaire de cette
langue dans l'Univcrsite de Madrid, puisque ce n'est pas
la une ceuvre qu'inte.resse seulement l'Espagne, mais aussi
les savants de toutes les nations, et principalement ceux de
FAmerique. Faute de monuments qui nous disent claire-
ment quels ont ete les premiers habitants des deux Ameri-
ques, il ne nous reste que la voix du raisonnement strict
et fonde sur des faits incontestables. Or, le fait du langage
est parmi tous les faits historiques celui qui se prrte le
mieux a donner de la realite a Tidee sublime d'Archimcde.
parlant de la puissance du levier: « Donnez-moi un point
d'appui, et je souleverai le monde.y* L'Egypte nous a devoile
son ancienne histoire; l'Euphrate et le Gange n'ont plus de
mysteres; la fraternite des nations Aryennes, les plus civi-
lisees et les plus civilisatrices de tout l'univers, a ete de-
montree par la science du langage; cette science ralliera
peut-etre dans un jour a venir la communaute de rapports
entre les anciens Iberes de l'Espagne et les aborigenes de
FAmerique. (Longs applaudissements.)
El Sr. Rada y Delgado: Ayer pedi la palabra con tres
objetos diferentes: primero, presentar, como lo hago, al
(1) Voyez Vfirtiolp sur un jrrand bronze oeltiherique que j'ai puhlie dans 1<*
RuUetl) de VAcadtmie Roy nip de I'Histoire, vol. n, p. 33. Ce bronceafite trouvf
a Luza^ra pres de Sipiienza. I.e. premier mot (Arregorralohx), forme d'.Vrrr-
go'rrad Numance\ est I'etlminne des Numantins.
JEROGLIFICOS MAYAS. 14o
Congreso, los primeros cuadernos y laminas de la traduc-
tion anotada y precedida de un prologo que estoy haciendo
dela notabilisima obra de M. de Rosny sobre la interpreta-
tion de los jeroglificos mayas y de las inscripciones de la
America central. Greo del mayor interes dar a conocer este
trabajo en nuestra patria, con algunas observaciones saca-
das del estudio de los mismos manuscritos espanoles, al-
guno de ellos citado sobre todos los demas por M. de Rosny,
cual es el del P. Landa. A este proposito tengo que hacer
algunas indicaciones.
La obra de M. de Rosny, apartandose de las peregrinas
interpretaciones de Brasseur de Bourbourg, abre un nuevo
camino por el cual acaso un dfa se ha de llegar a la verda-
dera lectura de los jeroglificos de la America central. Bras-
seur, al publicar el manuscrito del P. Landa, intitulado
Relation de las cosas del Yucatan, lo hizo casi simultanea-
mente tambien del celebre Codice Maya, llamado el Codice
Troano. Parecia que ambas publicaciones habian de com-
pletarse; que este codice habi'a de aplicar las nociones im-
portantisimas que daba el del P. Landa, pero no fue asi.
El sabio abate, que en obras anteriores nos habia demos-
trado su sagaz critica y grandes conocimientos, se dejo lle-
var en esta ocasion mas bien de la fantasia que de la reali-
dad, e hizo una verdadera novela del Codice Troano , cual
si se traiara del jeroglifico de un periodico. Interpretado
por el a priori , sin ^stablecer el sistema filol6gico y paleo-
grafico que tiene que preceder a todos los ensayos de inter-
pretacion de caracteres desconocidos, snpuso que alii se
encontraban nada menos que relaciones de la existencia de
la celebre Atlantida que habia desaparecido, y de cuyos res-
tos, segun el, se habia formado la peninsula del Yucatan.
Esto no puede ser asi. La interpretacion de las escrituras
antiguas requieren trabajo mas critico, mas fundamental;
es indispensable proceder de menor a mayor, de lo mas co-
nocido d lo desconocido, e ir fijando jalones en aquel sen-
dero que se abre a medida que se adelanta en el, para llegar
144 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
algiin dia a la completa interpretacion. De este modo se
procedio cuando el descubrimiento de la celebre piedra de
Roseta, que dio origen al gran sistema de la interpretacion
de los jeroglificos egipcios, tan perfectamente iniciado por
Champollyon, y que despues ha tenido grandes imitadores,
de los cuales se encuentran afortunadamente entre nosotros
el conservador del Museo de Leiden, Mr. Leemans, nuestro
digno Presidente en este dia, y el no menos entendido en
egiptologia M. Dognee. Pues bien; de la misma manera que
se procedio a la interpretacion de los jeroglificos egipcios,
hay necesidad de proceder a la interpretacion de los anti-
guos jeroglificos americanos. La imagination del hombre
es muy dada a fantasear, y por ella se extravi'a el juicio,
porque tiende siempre a lo desconocido, y en cuanto ve algo
que parece un rayo de luz quiere irradiarla a las tinieblas
que intenta penetrar, invadiendo un campo que linicamente
corresponde a la investigation filosofica. M. Rosny, apar-
Uindose de aquella peligrosa senda, ha prestado un tra-
bajo verdaderamente fundamental, teniendo presentes los
que antes de 61 se habian hecho , tanto por Brasseur como
por algunos otros celebres americanistas , en Ingiaterra
Mr. William Bollaurt y en Francia M. de Gharencey, los
cuales han continuado por un camino analogo, a pesar de
que han querido apartarse del de Brasseur. La interpreta-
cion de estos jeroglificos mayas contaba hasta hace poco
tiempo en el mundo cientifico con solo tres documentos, en
los cuales pudiera ejercitarse la sagacidad de los sabios.
Estos documentos eran : el Codice celebre de Dresde, el Co-
dice Maya de la Biblioteca imperial de Paris y el llamado
Troano , por pertenecer a la notabilisima colecci6n paleo-
gr.lfica y diplomatica del que fue mi querido amigo y llo-
rado compaiiero D. Juan de Tro, el cual lo comunico a Bras-
seur en uno de los viajes que hizo por Espaiia. Estos docu-
mentos, sobre los cuales versa la obra cuyas primeras pagi-
nas traducidas tengo la honra de presentar al Congreso , se
han aumentado posteriormente con otro importantisimo
JEROGLIFICOS MAYAS. 145
que no conocia M. Brasseur, que es el Codice Maya que te-
nemos en nuestro Museo Arqueologico Nacional ; cOdice
que, para honra nuestra, debo decir se conserva en Espana
gracias al desprcndimiento y patriotismo de su antiguo po-
seedor el Sr. Miro , pues a pesar de haber recibido grandes
ofertas de Museos extranjeros , y de ser mucho menos ven-
tajosa la proposition que por mi conducto le hizo el nues-
tro, prefirio dejarle en su patria a que enriqueciera las co-
lecciones de otros paises. Debido a tan digna conducta tene-
mos en nuestro Museo este cuarto documento 6 manuscrito
maya, de tanto mayor interes cuanto que, habiendo llegado
a Espana en el ano anterior el mismo M. Rosny con motivo
del Gongreso prehistorico que se celebro en Lisboa, vino a
Madrid y visito el Museo; tuve yo la honra de acompanar-
le; le presente el Codice Maya; fue estudiado con deteni-
miento; y habiendo pedido el Codice Troano a D. Luis de
Tro, hijo y digno sucesor de D. Juan de Tro, tuve la for-
tuna de examinarle, y encontre que el Codice del Museo
no es mas que la continuaciOn del Troano, el cual estaba
interrumpido , habiendo separado, no se sabe cuando, las
dos partes que constituian un solo volumen, resultando un
trozo en poder de Tro y el otro en el Museo. La comparaci6n
de las paginas, la continuation de una numeration que
tiene en caracteres may as y otros datos que no son del mo-
menta, nos demostraron sin genero de duda que este Codice
Maya completa el Codice Troano. No es necesario rcicis que
inducir el descubrimiento para que se comprenda cuanto
puede contribuir a los adelantos de la ciencia lingiiistica,
de la arqueologica y de las historias que en aquellas en-
cuentran dos de sus mas seguras y puras fuentes. Por esta
raz6n el Sr. Rosny sac6 fotografias de nuestro G6dice con
el mayor cuidado; y en la obra que no esta todavia conclui-
da, y que yo voy traduciendo al mismo tiempo que se es-
cribe el original, se ocupard del G6dice espanol , y de esta
manera vendrd & facilitate el conocimiento verdadero de
lo que aquellos signos encierran, aunque no se consiga leer
TOMO II. 10
1 0
146 CONGHESO DE AMERIGANISTAS.
desde luego; pues debo advertir que M. de Kosny, con la
prudencia del verdadero sabio, no tiene la pretension de
romper a leer desde luego, sino que trata de ir estableciendo
datos y observaciones fijas y seguras deducidas del cstudio
de este Codice, consignandolo asi en el principio de su obra
con una modestia que le honra. El docto americanista ha
procedido, sin embargo, como linicamente puede adelan-
tarse en tales estudios, pues ha analizado la indole de aque-
llos signos y ha descubierto en ellos la existencia de los
mismos tres elementos que se hallan en la escritnra egip-
cia. La escritura jeroglifica pura que dicen los egiptologos,
y que se balla mejor en los monumentos que en los manus-
critos; la hierdtica, llamada asi porque, usada especialmen-
te por los sacerdotes, era como una abreviacion de la mo-
numental; y la demotica 6 popular, cuya existencia no se
encuentra claramente demostrada, pero hay razones bas-
tante poderosas para creer en ella, y al mismo tiempo ha
demostrado que la escritura maya participa tambien, como
laegipcia, de los tres elementos, simbolico, ideografico y
fonetico. Todo esto es de un interes trascendentalisimo para
nuestra patria, que tuvo la gloria de descubrir el Nuevo
Mundo , y de aqui el que yo haya querido dar a conocer y
generalizar en ella una obra de tanta importancia como la
de M. de Rosny, que a mi juicio viene, si no a descubrir
por completo el horizon te, a dar el primer paso para que
pueda marcharse a la directa interpretacion de estos jero-
glificos , y por ellos poder acaso lograr el conocimiento de
las demas escrituras de la America.
Porque bueno es decir de paso que estos mismos codices
se venian confundiendo en una sola denomination, Hainan*
dolos indistintamente codices mejicanos; y hoy, gracias a
los trabajos de M. de Rosny, se ha puesto en claro la dife-
rencia que existe entre los jeroglificos yucatecas y mayas y
los de Mejico, a los cuales llama con razon M. de Rosny
escrituras didacticas, porque, en efecto, mas que foneticas
son ideograficas. Por dicha en estas importantisimas inves-
JEROGLIFICOS MAYAS. 1 47
tigaciones nos cabe la honra d, los esparioles do que la Pie-
dra Roseta, de la que podremos llamar escritura de los an-
lignos americanos, sea la obra del P. Lauda , con la difc-
rencia de que este documento no ha sido debido al acaso
como aquella, sino a la prevision de un prelado espanol,
del mismo P. Landa; prevision con la cual bien puede com-
pensarsele la desgraciada idea que f.uvo de destruir, por un
celo religioso disculpable en aquella epoca, los muchisimos
manuscritos que habia encontrado en el Yucatan. El mismo
dice en sus memorias que creyendo que aquello eran cosas
del diablo los mando quemar; pero al lado de csto consigna
cuantas noticias pudo adquirir acerca de los signos, de los
ciclos en sus diferentes epocas, de sus dias y sus meses,
marcando claramente el alfabeto y dandonos la norma para
poder entrar en el camino de la interpretacion.
No insistiendo mas en este asunto, porque me parece que
deben quedar muy pocos minutos de los que el Reglamento
concede, quiero decir algunas palabras acerca de otros dos
particulars. Se refieren estos a las inscripciones en tinta
roja que ha presentado otro sehor americanista , el sehor
Reiss, como encontradas en Colombia. En Espaha, hace
muy pocos ahos , un socio correspondiente de la Academia
de la Historia, el Sr. G6ngora, persona muy dada a estu-
dios de antigiiedades, en un libro curiosisimo y de grande
importancia ha dado a conocer unas inscripciones que se
nan encontrado en la Gueva de los Letreros, cuyas inscrip-
ciones tienen marcados puntos de contacto con las inscrip-
ciones de Colombia, hasta tal punto que muchos signos de
ambas inscripciones son iguales. Cual misteriosa linea 6
guion que enlazara unas a otras, en las islas Canarias se
han encontrado tambien signos del mismo genero; y como
esto pudiera dar lugar a nuevas fantasias, creyendo que ha
habido unas gentes que de aqui fueron a Canarias y de alii
a Colombia, 6 al contrario, yo dire que no conceptuo nece-
sario ni probable que haya habido gentes que de aqui lie-
varan esos signos a" Colombia, ni que de alii los trajeran,
148 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
porque profeso la teoria de que el hombre , en iguales con-
diciones de cultura, en el principle- de su civilization, 6,
mejor dicho, de sus adelantos, produce las mismas cosas y
de la misma 6 analoga manera. La inteligencia humana
tiene unos mismos elementos para expresarse, unos mismos
mediosde ejecuci6n, y colocada en circunstancias andlogas
viene a producir las mismas cosas. Por consiguiente, no
hay que dejar volar la fantasia porque se encuentren en la
Gueva de los Letreros signos parecidos a los de Canarias y
Colombia, buscando emigration de gentes tan innecesarias
como infundadas. ^.No es esto lo mismo que si quisieramos
decir que habia un parentesco inmediato entre un niho es-
panol y otro aleman porque los dos tenian los mismos jue-
gos, las mismas aficiones y hacian los mismos trazos? (Muy
bien , aplausos.)
Voy a tratar ahora de los vasos peruanos. Yo he tenido
la fortuna en el aiio 1871 de visitar la isla de Chipre, y me
encontraba alii cuando tuvieron lugar los admirables des-
cubrimientos hechos en Larnaca y sus cercanias, y de es-
tudiar los magnificos vasos que hatia poco acababa de des-
cubrir el general Gesnola, consul de los Estados-Unidos,
aunque de origen italiano, notabilisima coleccion que, di-
cho sea de paso, pudo haberse adquirido para Espaiia, y
hoy esta en el Museo de New York. Aquellos vasos, de los
cuales, aunque de otra coleccion distinta , tuve la fortuna
de adquirir por la generosidad del consul italiano impor-
tantisimos ejemplares para nuestro Museo, tienen grande,
grandisimo parecido con los vasos peruanos, lo mismo los
negros, los que tienen tintas rojas, que los que tienen fajas
horizontales 6 en zic-zac , de tal modo, que a" primera vista
cualquiera los tomaria por vasos peruanos; y lo mismo su-
cede con ciertos vasos griegos llamados de estilo primitivo.
Digo esto, porque he oido tambien hablar de la influencia
griega en America. Hay vasos peruanos que tienen los mis-
mos caracteres que los vasos chipriotas y griegos, sin que
por eso debamos deducir que la ceramica fue llevada a Ame-
UES LANGUES AMEIUCAINES. 1 i!)
rica por -los islerios do Ghiprc ni por los helcnos. Repito
sobre este particular lo que dije antes: el hombre siempre
produce de analoga manera en los principios de su civiliza-
tion, colocado en igualdad de circunstancias. (Aplausos.J
M. le Comte de Charencey: En etablissant des re-
gies generates fondees sur l'etude des langues indo-euro-
peennes et des langues semitiques , on est tombe dans une
erreur absolue. L'Amerique avait un etat social tellement
different de celui de FEurope , qu'il a ete impossible que
cette difference des etats sociaux n'ait pas influence les lan-
gues. A l'epoque de la pierre polie, alors que les populations
de l'Europe menaient un genre de vie absolument different
de celui des Peaux-Rouges , des phenome-nes analogues se
sont produits dans les deux Continents. Je rappellerai une
hypothese qui a etc mise en avant par quelques savants
d'une certaine valeur; le syste-me des langues indo-euro-
peennes aurait ete une fusion entre les langues semitiques
et les langues touraniennes qui se seraient emprunte reci-
proquement des formes de grammaire. L'ancien monde
aurait ete encore dans un etat sauvage au moment de la
formation de ces langages.
M. Vinson: Deux mots~seulement. Les hypotheses dont
vient de parler l'honnorable M. de Charencey ne sauraient
C'tre considerees que comme des hypotheses , ainsi que
comme la parente des langues semitiques avec les langues
indo-europeennes a une epoque ancienne. Je crois inutile
d'insister, et je n'insiste point. La seule chose que j'aie
voulu faire remarquer c'est que l'honnorable orateur a parle
des langues touraniennes. C'est une expression contre la-
quelle nous protestons energiquement, paru qu'elle ne si-
gnifie absolument rien ; elle a ete inventee par M. Max
Muller, dans le but de comprendre dans un groupe les lan-
gues qu'on ne pouvait rattacher a d'autres.
M. le Comte de Charencey: Je repondrai d'abord a
Thonnorable M. Vinson. II ne parait pas aimer le mot de
touranien. Je dois dire que ce mot n'a pas le sens que veut
1 0 *
150 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
lui dormer M. Vinson; s'applique simplement an peuple
finnois. Je suis d'accord que l'expression est mal choisie,
mais il y a moyen de nous entendre. Je n'ai d'ailleurs voulu
parler que d'une possibilite quant aux langues touranien-
nes et aux langues semitiques.
El Sr. Presidente (Leeman) concede la palabra
al Sr. Jimenez de la Espada.
El Sr. Jimenez de la Espada: He pedido la palabra
para ilustrar con unas cuantas explicaciones un dato de
Arqueologia americana, representado en el diseno que tengo
el gusto de ofrecer al Gongreso , compuesto de la planta,
alzada y algunos detalles importantes de las ruinas de cierto
edificio del tiempo de los Incas, aun en pie en la actual
Republicadel Ecuador, nuestra antigua provincia del Quito.
Aunque ni por la traza arquitectonica, ni por la grandeza
ni por la ornamentation tengan mucho que adrairar estas
ruinas , son notables , primero , porque senalan la epoca en
que los Incas invadieron el territorio de los antiguos qui-
tus, llevaron a el sus colonias 6 mitimaes y empezaron £
levantar edificios y establecerse en sus nuevos dominios de
un modo solido y permanente ; epoca que corresponde al
reinado de Huaina Gapac. Segundo, porque presentan en
los materiales y manera de acomodarlos a la construction
algunas particularidades sobre las cuales no se ha hecho
estudio ninguno , que yo sepa. Bien es verdad que el que
yo lo ignore no prueba gran cosa.
*Lo que si me consta, como £ cualquier mediano erudito
en antigiiedades americanas, es que Gieza de Leon mencio-
na el edificio de que voy tratando en el cap. xli de la pri-
mera parte de su Cronica del Peru, y le llama Aposentos de
Mulhalo; que el Dr. Rocha lo elogia en su Origen de los In-
dios (folio 50 vuelto); que los senores Juan y Ulloa lo des-
cribieron y figuraron en su Viajes a la America meridio-
nal, con el nombre de Palacio del Callo (lib. vi , cap. xi,
PALAGIO DEL CALLO. 151
l£mina xvn) : que el P. Juan de Velasco le cita varias veces
en su Historia de Quito; y que Humboldt le dedica un
articulo y varios dibujos en su obra Vue des Cordilleres et
Monuments des peuples indigenes de VAmerique; pero ni
Cieza hizo mas que mencionarlo, ni los otros autores andu-
vieron muy exactos en sus descripciones. Juan y Ulloa pin-
tan, d mi ver, un monumento fantastico y algo laberintico,
cuyas piedras son tan duras como el pedernal. Al Doctor
Rocha y al P. Velasco se les antoja obra de mano maestra
y debellas proporciones. Y Humboldt exagera y desfigura
la forma y labra de sus sillares y de otros pormenores de
construction. Guando yo visite y estudie sus ruinas por el
mes de Diciembre de 1864, hallabase el cuerpo 6 aposento
del angulo NE. (1) con su recinto cabal, aunquc descubierto
y sus cuatro paredes desigualmente caidas; el inmediato, 6
del angulo SE., convertido en despcnsa y techado de bala-
do; y el de la esquina SO. formando parte de una habitaci6n
moderna. Del cuarto 6 del NO. no halle el menor rastro,
pero supongo que existiria en razon de la simetria de la
planta. Como lo muestra la traza de nuestra primera lami-
na, los cuatro aposentos eran independientes unos de otros
y sus puertas se abrfan al patio 6 cancha, las dos orientales
frente por frente de las dos occidentales.
A juzgar por sus restos, aunque erigido en la epoca mas
floreciente y culta del imperio de los Iucas , debia ser el
palacio de Pachuzala 6 del Gallo, un edificio de aspecto
triste, b£rbaro y frfo como el caructer de sus constructors.
No tiene ni siquiera la ruda grandeza de las construcciones
cicl6peas del Guzco y Tiaguanaco , anteriores a la era de
Manco Gapac.
Y no contribuye en poco a la impresion desagradable que
las ruinas del Gallo producen, el color de sus piedras. Todas
ellas estan cortadas en sillarejos la mayor parte cubicos de
(1) El superior de la izquierda en la lamina rotulada: Planta del edijlcio.
152 CONGRESO DC AMERICANISTAS.
un palmo dc lado, 6 prismaticos de uno por dos de largo, de
una roca variedad de traquita , Uamada dolerita , negruzca,
a veces con manchas rojizas, aspera, requemada, espohjosa
como piedra pomez y tan ligera, que.flota en el agua como
corcho. Su labra fue sin duda muy facil y mas que suficien-
tes para ella las hachuelas y cinceles de cobre de los cante-
ros primitivos del Peru y Quito. Tomada de uno de los mu-
ros del cuerpo NE. conservo la muestra que puede ver el
Congreso.
Los sillarejos, dispuestos en hiladas de igual altura, estan
ajustados unos a otros por frotamiento. Las lineas de jun-
tura superior e inferior forman dos paralelas horizontales;
pero las otras son 6 normales li^oblicuas en ambos senti-
dos, y con frecuencia curvas. Las caras externas de las
correspondientes a la haz del muro son almohadilladas,
arrancando esta labor desde las lineas de juntura. La su-
perficie de las piedras que constituyen las paredes interio-
res de los aposentos estan nada mas que desbastadas, como
para sostener mejor algiin revestimiento , del cual no logre
descubrir resto 6 indicio alguno, aunque Juan de Betan-
zos (1) dice que los alarifes de los Incas acostumbraban a
enlucir el interior de los edificios con una especie de estuco
6 mezcla amasada con lana 6 paja muy menuda, despues de
baiiar 6 empapar la pared con el zumo de los cardones 11a-
mados aguacolla quizca [Cereus peruvianusj .
Mucho e.xcitaron mi atencion aquellas junturas curvas
en la fabrica del palacio del Callo, cuyo aparejo, conservan-
do grandes reminiscencias del ciclopeo, representa cierta-
mente un notable progreso 6 perfeccionamiento de este
ultimo genero de construccion; y discurriendo sobre la
anomalia de dicha curva como resultado del ajuste por fro-
tamiento de los sillares , que en materiales de igual dureza
s61o da origen d superficies planas en un solo piano 6 en
(1) Siona y narration dc los Incas, cap. xti.
CONGRESO 1NTERNACIONAL DE AM ER I CAN ISTAS DE MAORiD.
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PALACIO DEL CALLO. 153
dos 6 mas que se cortan en angulo, me he fijado en los
siguientes hechos, suficientes a mi juicio para explicarla.
Lasruinas, hoy parte de la hacienda y antiguo obraje
del Gallo, se encuentran muy cerca de uno de los mas no-
tables entre los extrahisimos lugares, frecuentes en la pro-
longada altiplanicie de la cordillera andina, llamados rumi-
pampas 6 campos de piedra. Estas pampas, de tanto interes
para el geologo como para el anticuario, sonextensasllanu-
ras en relacion con alguna de las montanas ignivomas de
aquellas comarcas , sobre cuyas vertientes se contimian en
profundos barrancos 6 guaicus, y se hallan sembradas de
enormes pedrones, cantos mas pequenos y otros materiales
volcanicos, por lo comiin de forma redondeada , aislados
unos de otros, atestiguando haber sido depositos 6 yaci-
mienlos de esas gigantescas erupciones propias de los vol-
canes andinos en que los tormos y berruecos de traquita
corren revueltos con el lodo leguas y leguas y quedan, una
vez detenida la corriente, y despues de arrastrado el barro
por las lluvias, mondos, escuetos y fijos a increibles distan-
cias del volcan de donde proceden. Como todo paraje de
aspecto extrario, maravilloso y en contraste con lo que le
rodea, y mas si tiene que ver con los cerros nevados y vol-
canes, los rumipampas y otros depositos de materias erup-
tivas han sido objeto de la adoracion 6 veneration de los
primitivos peruanos y quitenos, 6 por lo menos motivo de
alguna tradition 6 leyenda milagrosa. Voy a tomar por
ejemplo la de Cacha (mensajero en idioma aimani) y la
referire por las palabras de Gieza de Leon (1) y Juan de
Betanzos (2).
«Sin esto [el mitoto de Ticiviracocha, Tuacapa 6 Tunapa,
6Arnahuan] dicen [estos indios] que, pasados algunos tiem-
pos volvieron a ver otro hombre semejable al questa dicho,
(1) Segunda parte de la Ci'dniea del Peru, cap. v.
(2) Suma y narration de los Incas, cap. n.
154 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
el nombredel cual no cuentan, y que oyeron a sus pasados
por muy cierto, que por donde quiera que llegaba y hubiese
eufermos los sanaba , y a los ciegos con solamente palabras
daba vista; por las cuales obras tan bueiias y provechosas
era de todos muy amado ; y desta manera , obrando con su
palabra grandes cosas, llego a la provincia de los Canas, en
la cual, junto a un pueblo que ha por nombre Gacha, levan-
tandose los naturales inconsideradamente, fueron para el
con voluntad de lo apedrear, y conformando las obras con
ella, le vieron hincado de rodillas, alzadas las manos al cie-
lo, como que invocaba el favor divino, para se librar del
aprieto en que se veia. Afirman estos indios mas, queluego
parecio un fuego del cielo muy grande que pensaron ser to-
dos abrasados; temerosos y llenos de gran temblor, fueron
para el cual asi querian matar , y con clamores grandes le
suplicaron de aquel aprieto librarlos quisiese , pues cono-
cian por el pecado que habi'an cometido en lo asi querer
apedrear les venia aquel castigo. Vieron luego que man-
dando al fuego que cesase se apago, quedando con el incen-
dio consumidas y gastadas las piedras de tal manera, que a
ellas mismas se hacian testigos de haber pasado esto que se
ha escriplo, porque salian quemadas y tan livianas, que
aunque sea algo crecida es levantada con la mano como cor-
cha. Y sobre esta materia dicen mas, que saliendo de alii,
fue hasta llegar a la costa de la mar, adonde, tendiendo su
manto, se fue por entre sus ondas y que nunca jamas pare-
cio ni le vieron; y como se fue, le pusieron por nombre Vi-
racocha, que quiere decir espuma de la mar. Y luego questo
paso, se hizo un templo en este pueblo de Gacha, pasado un
rio que va junto a el, al poniente, adonde se puso un idolo
de piedra muy grande en un retrete algo angosto; y estere-
Irete [asi, por idolo] no es tan crecido y abultado como los
que estan en Tiahuanaco hechos a remembranza de Ticivi-
racocha, ni tampoco parece tener la forma del vestimento
que ellos.»
«Yo pasando por aquella provincia, fui a vcr csle idolo,
PALACIO DEL CALLO. 155
porque los espafioles publican y afirman que podria ser al-
giin ap6stol, y aun a" muchos 01 decir que tenia cuentas en
las manos, lo cual es burla, etc.»
Y en el cap. xcvn de la primera parte de su cr6nica dice
•Cieza ademas: « En el pueblo de Gacha habia grandes apo-
sentos hechos por Topainga Yupangue.» El padre del inca
que mando construir los del Callo.
Refiere Betanzos, que Con Tici Viracocha, caminando de
Tiahuanaco hacia el Cuzco «como llegase a" una provincia
que dicen Gacha, que es de indios Canas, la cual esta diez
y ocho leguas de la ciudad del Cuzco, este Viracocha, como
hubiera alii llamado estos indios Canas, que luego como
salieron, que salieron armados, y como viesen al Viracocha,
no lo conociendo , dicen que se venian a" el con sus armas
todos juntos a la matanza, y que el, como los viese venir
ansf , entendiendo a lo que venian, luego improviso hizo que
cayese fuego del cielo y que viniese quemando una Cordi-
llera de un cerro hacia do los indios estaban. Y como los
indios vieron el fuego, que tuvieron temor de ser quemados
y arrojaron las armas en tierra y se fueron derechos al Vi-
racocha, y como llegasen a el, se echaron por tierra todos;
el cual , como ansf los viese , tom6 una vara en las manos
y fue do el fuego estaba y di6 en el dos 6 tres varazos y lue-
go fue muerto. Y todo esto hecho, dijo & los indios como el
era su hacedor; y luego los indios Canas hicieron en el lu-
gar do el se puso para que el fuego cayese del cielo y de
alii partio £ matalle, una suntuosa huaca, que quiere decir
huaca adoratorio 6 idolo, en la cual huaca ofrecieron mu-
cha cantidad de oro y plata estos sus descendientes , en la
cual huaca pusieron un bulto de piedra esculpido en una
piedra grande de casi cinco varas de largo, y deancho una
vara 6 poco menos, en memoria de este Viracocha y de aque-
llo alii subcedido; lo cual dicen estar hecha esta huaca des-
de su antigiiedad hasta hoy. — Y yo he visto el cerro que-
mado y las piedras del, y la quemadura es de mas de un
cuarto de legua; viendo esta admiration, llame en este pue-
156 C0NGRES0 de americanjstas.
bio de Cacha los indios e principales mas ancianos e pre-
gunteles que hobiese sido aquello de aquel cerro quemado,
y ellos me dijeron esto que habeis oido. Y la huaca de este
Viracocha esta en derecho desta quemadura un tiro de pie-
dra della, en un llano, y de la otra parte de un arroyo que
esta entre esta quemadura y la huaca... Preguntando a los
indios que quo figura tenia este Viracocha cuando ansi lo vie-
ron los antiguos, segiin que dello ellos tenian noticia, dije-
ronme que era un hombre alto de cuerpo y que tenia una
vestidura blanca que le daba a los pies, y que esta vestidura
trafa cenida; y que traia el cabello corto y una corona he-
cha en la cabeza a manera de sacerdote y que andaba des-
tocado, etc... Y dijeronme que se llamaba Con Tici Viraco-
cha Pachayachachic, que quiere decir en su lengua Dios
hacedor del mundo.»
En fe de que el milagro de Cacha no es mas que la me-
moria de una eruption volcanica y formation de una especie
de rumipampa contada a lo mai'avilloso, vease lo que dice el
erudito D. Josef Ignacio de Lequanda, sobro el suceso y lu-
gar donde acaecio, en su Description corogrdfica de la pro-
vincia de Canas y Candies (1).
«Dos tribus conocidas por los nombres de Canas y Can-
ches poblaron en la antigiiedad este territorio. Los Canas
habitaban hacia el N. y los Canches hacia el S., sirviendo-
les de raya el rio de Vilcamayo. El nombre de los Canas
parece que alude al volcan que se descubre en el sitio de
Riacche, inmediato a San Pedro de Cancha; porque la voz
indica cana, significa incendio. Estos se distinguen de los
Canches, asi en el genio como en las costumbres y vestua-
rios. Eran muy soberbios, circunspectos y melancolicos; su
musica era lugubre y muy pausada, y aun el ropaje de que
usaban era funesto: sus camisetas y las mantas 6 capas eran
negras; sus gorras tenian tres alas largas, dos que pendian
(1) Meratriopemano, 3 de Mayo dc 17!>2.
PALACIO DEL CALLO. 157
por las orejas, y la una por cl celebro. Los Canches eran
alegres, festivos y holgazancs; pero muy pobres, pues sc
vcstiaii de harapos y pieles... Su miseria y la de los Ganas
se colige de la escasez de los sepulcros magnificos y eleva-
dos que suelen ser testimonio de la opulencia, pues por lo
general se enterraban en las cavernas de laspciias. Sin em-
bargo, existen en el centro de Riacche las ruinas del sun-
tuoso templo dedicado a Viracocha y muchos f ragmen tos
de grandes y buenos edificios que dan a entender fueron
sus moradores gente acomodada y distinguida.» Y por nola
al volcan de Riacche ariade: «En el cenlro de un cerrillo
que forma un bonete de tres picos, se ve su boca, de la que
brotan copiosas fuentes de agua muy dulce y cristalina. El
ambito del terreno por donde corrieron sus llamas, es de una
legua. Todo el esta abrasado, y por unas partes de color
rojo, y por otras de obscuro y ceniciento. Las piedras, siendo
las mas fuertes, pues son de ala de mosca (basalto, 6 tra-
quita), estan tan calcinadas, que no tienen peso; son espon-
josas, con una infinidad de agujeros que las desfiguran.
Llamase piedra ponza, y sirven para alisar maderos y cue-
ros. Hay una tradition de que, habiendo venido a estos pai-
ses el apostol San Bartolome d. predicar el Evangelio, y sien-
do desollado, bajo un fuego delcielo queabraso estedistrito
con todos sus habitantes; pero cualquiera conocera el nin-
giin fundamento de esta historia, pues aunque estan dis-
cordes los autores sobre si predico el Evangelio en la Persia
(Galmet., Hist. Univ., tit. 4.°, pag. 459), en la Armenia, en
la Arabia Feliz 6 en la Etiopia Citerior, y aun sobre el ge-
nero de su martirio, todos convienen en que murio en las
Indias Orientales, cuyo nombre, vago entonces, seaplicaba
indiferentemente a cualquiera de las regiones referidas.»
Ahora bien, y dejando aparte la cuestion del apostolado de
Viracocha (1), <;no cabe en lo posible que en el rumipampa
(1) La trate ampliamente en Meinoria presentada al Congreso de America-
nistas celebrado en Bruselas el ano 1879, cuyasactas aun estan ineditas.
158 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
de Callo haya nacido una leyenda parecida & la de Cacha?
Por de pronto, entre las ruinas de Pachuzala y el Coto-
paxi y d, la vera del rio Callo que de este volcan desciende,
existe un monti'culo de superficie tersa en forma de cupula,
llamado Panecillo del Callo 6 Callo urcu, que la tradition
tiene por artificial — y yo creo tambien que lo sea — y cons-
tituye una especie de tola 6 enterramiento de los antiguos
quitus, monumento a la vez funerario, religioso y militar, y
en cuyas cercanias y hacia la misma parte que los modernos
aposentos de Huaina Capac es casi seguro que se alzo algiin
edificio 6 fabrica contemporanea del cerrillo, a la cual esta
resguardase 6 sirviese de atalaya como despues a los apo-
sentos del inca. Ademas, en relation historico-geogrufica de
la villa de Villardompardo (Riobamba), hecha en 1605 por
orden del Consejo de Indias (Bibl. Nac, Coleccionde docu-
ments de Torres de Mendoza, t. ix, pag. 457) se lee, que
«& X legua de Hambato (pueblo y comarca vecinos de Mu-
lahalo, al Sur) esta una piedra muy grande, y en ella es-
tampadas ocho pisadas de pie humano. Veneranlas los in-
dios diciendo son del apostol San Bartolome, de cuya pre-
dication saben por su antigua tradicion» (1). Y el P. Juan
de Velasco corrobora y amplia la especie en el num. 19, § 6.°,
libro iv de su Historia natural del reino de Quito, con este
pasaje: «En el reino de Quito se conscrva todavia un estu-
pendo monumento en la llanura de Callo, de la provincia
de Latacunga. Consiste en un gran pedron, poco apartado
del camino real, donde dicen hasta hoy los indianos quesu-
bia el santo apostol a predicarles; y que la ultima vez dejo
para etema memoria estampada la huella de su pie dere-
cho, quitandose la ozhota, esto es, la sandalia. Acostumbra-
ron desde entonces venerar esa piedra, adornandola diaria-
mente con flores, como lo hacen hasta ahora. La he visto
(1) El Lie. Antonio de Leon Pinelo repite lo mimo en su Paraiso en el Nuevo
Mundo.
PALACIO DEL CALLO. 159
yo con ellas y he examinado con atencion y admiration
aquella huella, que basta verla para conocer que no es cosa
artificial, sino hecha naturalmente como en cera.»
Y si aquel edificio primitivo de los quitus, levantado al
resguardo de Callo urcu, tuvo caracter hieratico debido a" la
influencia del supuesto ap6stol, por haber este intervenido
de alguna manera en la eruption del inmediato rumipampa
li otra del Gotopaxi, <;no es natural que se emplearan en su
f&brica los materiales sagrados, bombas volcanicas, piedras
redondeadas y otros proyectiles lanzados por aquel vol-
can, acomodandolos toscamente con barro u otro cemento,
6 sencillamente como las llamadas paredes secas, dando
lugar A aquellas li'neas curvas de juntura imitadas por los
canteros del Incaal fabricar los aposentos cuyas ruinas hoy
existen , como imitaron y recordaron el aparejo ciclopeo en
las junturas oblicuas, rectas y angulosas?
Aventuro la hipotesis, advirtiendo que no estoy encari-
nado con ella; antes la someto, como otras apreciaciones
mias, al competente juicio de personas que asisten en este
Congreso y han recorrido como yo las comarcas quiteiias.
Ire m5s alld todavia confesando que para que yo acertase,
era preciso que el primitivo edificio de Callo, obra de los
quitus, no de los incas, hubiera sido diferente del famosi-
simo de Cacha, del cual sabemos por Davalos y Figueroa,
autor del hoy rarisimo libro titulado Misceldnea austral,
impreso en Lima el aiio 1602, que era una casa disforme,
asi en longitud como en latitud y altura, labrada de adobes
tan grandes «que parece imposible que indios los moviesen
y manijasen. Y tenia el edificio pilares altos en igual de las
paredes, aunque no de una pieza; cosa por mi (dice Dava-
los) no vista en otra parte* (1). Sin embargo, el Licenciado
Le<5n Pinelo, que tambien examin6 personalmente el templo
de Cacha, dice «que los pilares eran de piedra y estaban
(1) Coloquio xxxm.
1 1
160 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
embutidos en las paredes, hechas de durisimos y grandes
adobes.» <;No serian estos posteriores dlos pilares colocados
alii para cerrar los espacios que entre aquellos mediaban,
como se cierran hoy los intercolumnios de claustros y ga-
lenas, para acomodarlos a ulteriores destinos? — Estas cons-
frucciones de adobes colosales y de pasta dura parecen
propios de los edificios mas antiguos de la costa peruana y
llanos de los yuncas, y lo que es digno de reparo, caraete-
rizan tambien los monumentos quiterios anteriores a los de
los incas.
El del Callo, aparte de lo dicho, lleva el sello del gusto
arquitectonico raezquino y antipatico de estos monarcas.
Carecfa de ventanas. La luz entraba unicamente por las puer-
tas y acaso por el espacio que dejaban entre si las cumbre-
ras de los muros y los aleros del pajizo techo. En la parte
interior de aquellos, al arranque de la octava hilada, y con
dos sillarejos de altura, se encuentran, como en todos 6 casi
todos los edificios de los incas, penetrando hasta la mitad
del espesor del muro, unos huecos en figura de trapecio, a
modo de alhacenillas 6 nichos, en cuya parte superior y
alternando con ellos, sobresalen unos como marmolillos ro-
llizos, cdnicos, prolongados, de eje horizontal y formando
una sola pieza con el sillarejo colocado entre medias de los
que sirven de dinteles a las alhacenillas (1). El objeto a" que
se destinaban estos nichos (hucu, en quichua) y marmoli-
llos aun no esta bien averiguado. Recuerdo que el duefio
de la hacienda y ruinas de Pachuzala, D. Manuel Gonejo,
me dijo quede aquellos rollos colgaban los incas sus gorras.
IMede ser que, en efecto, fuesen colgaderos 6 perchas, si no
de gorras — porque los dichos soberanos ni sus siibditos no
las gastaban — de armas, vestimentas, bolsas, zurrones fchi-
gra, chuspa) y otros arreos. De los nichos quiza no seria
desacertado suponer que Servian para lo mismo que los de
' 1, Veusc la lamina segunda, Dclallc de Ion dichos.
PALACIO DEL CALLO. 1(51
Guamachuco, en el Peru. Guenta un fraileagustino, misio-
nero en esa provincia y antor de una relation de las crcen-
cias religiosas, ritos y costumbres de sus antiguos habitan-
tes, escrita hacia los aiios de 1560 (1), «que para adorar ;i la
falsa Trinidad (compuestade^KagrH/'u, Zavra y Vaunyavrad)
y mocharla, tenian grandes corrales, y estos tenian por una
parte la pared muy alta y tenian dentro unos hoyos donde
hincaban unos palos para hacer las fiestas, y en medio ponian
un palo y revolvianle con paja y atabanle, y el que habia
de sacrificar snbia encima del palo, vestido do unas vesti-
duras .blancas, y mataban un coy (conejillo de [ndias) y
ofrecian la sangre a Ataguju y 61 comiase la carne; y otros
mataban ovejas y echaban la sangre al palo y comianse la
carne, que della no habia de sobrar nada ni do alii liabian
de sacar nada. Para las sobras, habia en las paredes muchas
poyatillas para guardar las reliquias que de la oveja 6 car-
nero quedaban. Ydestos corrales estallena la tierra, y des-
baratamos muchos; y en los tambos y caminos los hay con
muchas poyatillas, y muchos en el Peru los ven hasta hoy
dia y no saben lo que es.»
Yo puedo ariadir que a un lado y a otro del camino de
Guayaquil a Quito, en sitios cercanos al Gallo, he solido
<;ncontrar en las cortes de los ribazos y laderas huccos a modo
de hornacinas excavados en el terreno, y llenos de unas,
pelos y restos de animales, que me recuerdan las ccremo-
nias de los sacrificadores de Guamachuco.
Los nichos de las ruinas de Gallo ofreceu la parlicularidad
de fallar (por lo menos en los dos cuerpos orien tales) en la
pared que mira al cuerpo inmediato. Prcsumo que en los
otros dos sucederia lo mismo, y deduzco de aquf alguna
signification simbolica, que no alcanzo.
Laspuertas, por ultimo, son estrechas y altas, y los pianos
1 1) Publicado con bastantes errores en la Col. de doc. de Torres do Mendo-
za, t. in, primer documento.
TOMO II. 11
162 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
laterales correspondientes & las jambas lisos, sin almohadi-
llado. De figara de trapecio, como los nichos, tienen el um-
bral terrizo y m5s ancho que el dintel, constituido por una
laja chata y prolongada y sin desbastar, como si el arqui-
tecto hubiera sido incapaz de concebir el trazado de una
pieza tan grande como era necesario para cerrar la parle
superior dela puerta. Una de estas, la del aposento de SE.,
convertido en despensa, ofrece la laja de su dintel despor-
tillada; y parece mentiraqueeste insignificante desperfecto
diera lugar A que cierto viajero, por lo demas muy estima-
ble y discreto, al copiar para ilustracion de su libro de viaje
una perspecliva del monumento del Gallo, aunque asegura
haberlo disegnato dal vero, figuraae dicho dintel y los demas
del edificio apuntados en angulo recto, como algunos de los
que se encuentran en los antiguos monumentos etruscos del
Asia menor. Y aiin es mucho mds extrano que esto, el que
el Sr. D. Manuel Villavicencio, ecuatoriano y conocedor,
como yo de mi casa, de los aposentos del Callo, en vez de
representarlos tales como son y estan en su Geografia del
Ecuador, se contente con copiar al Sr. Osculati, que es el
viajero a que aludo mas arriba.
Con la venia del Sr. Presidente, ya que estoy de pie, voy
a" presentar tambien al Congreso unacolecci6n de yaravies,
tonos 6 melodias quitenos recogidos a" election mia y por
mi encargo en la capital de la Repiiblica ecuatoriana. Unos
ofrecen todos los caracteres de indigenas y son primitivos;
otros son modernos, pero acusando, en mi concepto, la in-
fluencia y gusto de los antiguos. A ellos agrego otros aires
propios del Peru, criollos en su mayor parte, aunque algu-
nos con nombre indio, copiados de las ilustraciones, aiin
ineditas, a la Historia (cuyo texto se ha perdido) del obis-
YARAVIES QUITENOS.
pado de Trujillo en el Peru, mandada componer por su
erudito y coloso prelado el Si*. D. Baltasar Jaime Martinez
Companon, despues arzobispo de Santa Fe. No digo mds
acerca de esta materia, porque no paso de ser un mero afi-
cionado al divino arte.
El Sr. Reiss: Voy a" pronunciar algunas palabras res-
pecto a lo dicho por el Sr. Espada. Yo mismo he estado en
el lugar donde se encnentran esas ruinas; las he examina-
do y puedo certificar de que todo lo dicho por este serior,
esta muy de acuerdo con los hechos. El edificio se encuen-
tra en inminente rtiina, una parte de el se halla dentro de
una casa que han fabricado casi sobre sus cimientos y es
muy dificil sacar el piano de todo el. Lo que se ven son res-
tos que se van destruyendo muy aprisa, y yo mismo he 11a-
mado sobre esto la atencion del Gobierno de aquel pais,
quien ha dado una ley para que todas esas antigiiedades
sean propiedad del Estado, pero en la ciudad hay muchas
resoluciones y muy pronto no quedara nada del edificio,
por lo cual, es muy de agradecer al Sr. Espada que haya
sacado esta planta de el.
Voy a decir algunas palabras sobre la manera de cortar
las piedras. El corte de las piedras me parece que es m£s
fino y exacto de lo que quiere hacer aparecer el Sr. Espada.
Es muy dificil encontrar en la America del Sur esa exacti-
tud en el trabajo por la diferencia que existe en los mate-
rials; y no se puede establecer una verdadera comparacion
entre aquel trabajo y el de los europeos. Es preciso llevar
alii piedras de Europa \ Asia Menor, y entonces se ve que
las trabajan muy bien y que se cortan deuna manera muy
exacta, que el almohadillado esta muy bien hecho. Nos-
otros tenemos en Berlin una portion de piedras de esta cla-
se primorosamente trabajadas.
Respecto a esas curvas que se encuentran en las piedras,
debo decir, que me parece una cuestion muy accidental.
Ellos han cortado las piedras en la forma que tenian casi y
muchas veces se ve que una de estas piedras estan cortadas
1 1 *
1P)4 C0NGRES0 DE AMERICANISTAS.
en forma <lc escala, de manera que encajen bien unas en
otras. Yo recuerdo haber visLo esto, no solo en ese monu-
mento, sino en otros muchos de los incas. No se por quo
para explicar esas curvas se dice que los edificios estan
construidos con bombas volcanicas, cuando estas piedras no
suelen servir para hacer edificios. El caracter de las bom-
bas volcanicas es que en su parte exterior son mas duras y
en su parte interior mucho menos consistentes, guardando
una especie de equilibrio muy dificil de conservar, pues
con solo que se las toque muchas veces se parten; en dejan-
dolas caer al suelo se hacen pedazos y has la es casi impo-
sible traerlas desde el volcan hasta un Museo.
Debo decir tambicn, que esa tola, esa montaiia que esta
al lado del edificio, no es artificial, sino que es producto de
una eruption de lava volcanica. El tiempo en que esta se
verified no lo puedo precisar, pero ciertamente es muy an-
terior a las erupciones que ban compuesto la parte supe-
rior, porque esta montaiia se compone de dos formaciones
distin las, la superior que ha producido el cono que ve-
mos ahora en actividad y la inferior mucbo mas antigua.
(Aplausos.)
El Sr. Espada: Voy a permitirme rectificar algunos do
los conceptos del Sr. Reiss. Yo no he dicho que no fuera
pulida la obra del palacio de Gallo, y por consiguiente, que
las lineas curvas representaran una construction tosca. Esta
ultima calificacion se referia al edificio que yo suponia pu-
diera haber existido alii antes del de los incas, y en el
cual, se colocarian las piedras casi en la forma que se en-
cohtraban, como sabc el Sr. Reiss muy bien que ocurre en
las construcciones primitivas del Asia y de otras partes del
antiguo mundo y del nuevo. Las fabricas de piedra se hi-
cicron priinitivamente por la justaposicidn de aquellas y
luego por superposition y del modo que esta mejor y mas
i'.icilmentc se pudiese hacer, como en el aparcjo ciclopco;
pero despues fucron perfeccionandose poco a poco, ya por
la regularidad , ya por la simelria en la colocacidn de los
PALAC10 DEL CALLO. 1 li."i
materiales , comenzando aquella generalmente por las
li'neas de juntura horizontales.
Las lincas curvas a que me he referido, no las considero
mas que como un recuerdo, un resabio de las constmccio-
nes primilivas americanas, mas rudas aiin si cabe que las
ciclopeas de la primera epoca, y en las que he supuesto en-
trarian materiales redondeados 6 esferoides, fuese cualquie-
ra la causa de esa forma, como han entrado en varios mo-
numentos antiguos americanos. Resabios son tambien del
aparejo ciclopeo csas lineas escalonadas que nos ha citado
el Sr. Reiss , y que se encuentran en otras construcciones
del Peru. Esos vicios, digamoslo asi, arquitectonicos, y que
acusan, sin embargo, un paso en el perfeccionamicnto del
arte, se observan aim en nuestras modernas construccio-
nes, donde ciertos detalles 6 asuntos de ornamentation, por
cjemplo, de un edilicio al que se quiere dar caractcr y gusto
griego, recuerdan y representan ciertas condiciones de cons-
truction necesarias en los primitivos monumentos cuyo es-
tilo se trata de imitar.
Por lo dermis, la labra de los sillares del Gallo, nada de
particular tiene que sea pulida, relativamente; porque la
piedra, como he dicho, se presta con facilidad al ajustc por
frotamiento y al almohadillado de sus caras externas, iinico
adorno de aquel edificio.
Esta circunstancia y la de ser el material tan liviano —
aparte de otras razones — debi6 determinar el que se le eli-
giera para su fabrica sobre aquel suclo sacudido de tan tre-
mendos terremotos, que sacan a nuevo cauce los rios y der-
riban 6 levantan cerros. A cjemplo de los arquitcctos del
inca, los vecinos de Latacunga construyen hoy sus casas
con sillarejos y aun sillares de piedra pomez, cuya estruc-
tura porosa permite que el mortero trabe perfectamente
unas piezas con otras y quede el edificio como de una sola
y tan ligero, que puede desafiar impunemente los vaivenes,
sacudidas y sobresaltos de aquella tierra.
El Sr. Fernandez de Castro: He pedido la palabra
166 CONGRESO DE AMER 1CANISTAS.
para hacer una breve indication que tal vez pueda conciliar
las manifestaciones de los Sres. Espada y Reiss acerca de
los materiales empleados en el edificio de que se trata.
En Cuba, en Espana misma, yo creo que en todas partes
donde hay lerrenos hipogenicos como diorita , porfido il
otras rocas semejant.es, se encuentran esas bolas que a pesar
de no ser bombas volcanicas, afectan sin embargo su forma
por efecto de una agrupacion molecular muy comiin a ella.
En el N. de la Peninsula, en la provincia de Santander,
recuerdo en este momento que se encuentran de esas
bolas de diorita. En Cuba, hace Oviedo mention de una
gran cantidad de bolas que creia artificiales. No deben,
pues, considerarse siempre como bombas volcanicas las
piedras semejantes a las citadas por el Sr. Espada, sino
que pueden ser otra cosa muy distinta, y aunque de la
misma forma, tener un origen distinto y una consistencia
tal, que sirvan perfectamente para construcciones.
El Sr. Marim6n: Voy a presentar al Congreso una re-
lation inedita enviada por el cabildo de la ciudad de Valla-
dolid en el Yucat&n al Gobierno de S. M., sobre el estado de
aquella provincia antes de la conquista. Estas relaciones
fueron mandadas hacer, como es sabido, por el Gobierno,
conforme a formularios 6 interrogatorios por capitulos , de
los cuales se ha ocupado mi amigo el Sr. Espada al publi-
car el tomo primero de las relaciones geograficas de aquella
epoca y de principios de la conquista relativas al Peru.
Son muy interesantes estos documentos porque por ellos
vemos el estado en que se hallaban aquellas provincias, se-
giin tcstigos presenciales, y acaso mds que ninguno los que
se hicieron en Yucatan, Guatemala y America Central,
porque en ellos encontramos tratados ya muchos de los
asuntos que hoy constituyen objeto principal de la inves-
tigation de los sabios, y se acredita que £ la llegada de los
esparioles existian las ruinas que tanto cautivan la aten-
cion; ruinas descritas en la relation del licenciado Diego de
Palacio, que son distintas de las de la ciudad conquistada
VALLADOLID DE YUCATAN. 167
por el capitan Francisco de Chaves. El documento que por
vez primera sale & luz es el siguiente :
Relation de la villa de Valladolid , escrita por el
cabildo de aquella ciudad por mandado de Su Ma-
jestad y del muy ilustre Senor Don Guillen de las
Casas , Gobernador y Capitan General. — Abril
de 1579.
En la villa de Valladolid de la provincia de Yucatan Co-
zumel y Tabasco , en ocho dias del mes de abril de mil e
quinientos e setenta e nueve arios, habiendo visto el Ilustre
Senor Don Diego Sarmiento de Figueroa, Alcalde mayor en
esta dicha villa, y los Senores Justicia y Regidores de este
Ayuntamiento, conviene a saber: Francisco Vellido y Pe-
dro de Valencia, Alcaldes ordinarios, y Bias Gonzalez e
Juan Bautista de Vargas y Bernaldo Sanchez, Regidores,
lo proveido e mandado por la majestad real del Rey y el
muy Ilustre Senor Don Guillen de las Casas , Gobernador
y Capitan General por Su Majestad de estas provincias en
su real nombre, acerca de que se haga relacion verdadera de
las cosas que en estas provincias de Valladolid hay, confor-
me e los capitulos e suscrecion (1) en molde que para ello se
les dio, visto lo que verse debia, tratado e consultado sobre
ello, fue acordado, para que mas acierto fuese, se nombra-
sen tres personas de los primeros conquistadores de todas
estas provincias de Yucatan y personas honradas y de con-
fianza, las cuales fueron Bias Gonzalez e Alonso de Villa-
nueva e Franco Gutierrez Xian, vecinos de esta villa, y
juntamente con el Alcalde mayor y los senores deste Ayun-
tamiento hicieron la declaracion siguiente, lacual va firma-
da de sus nombres al fin de ella.
(1) Instruction ?
1G8 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Gapitulo I. Primeramente en los pueblos de los espauo-
les se diga el nombre de la comarca e provincia en que esttht
y que quiere decir el dicho nombre en lengxiaje de indios
y porque se llama asi.
Habiendo enviado el inviclisimo Emperador Don Carlos
Cesar quinto de este nombre que santa gloria haya a Don
Francisco de Montejo a conquistar estas provincias de Yu-
catan, Cozumel y Tabasco con titulo de Adelantado Gober-
nador y Capitan General de ellas, entro a las conquistar el
ano del Senor de mil e quinientos y veinte y Gcho anos y
metio en ellas para la dicba conquista cuatrocientos hom-
bres de a pie y de a caballo, todos espanoles de pelea, y
dandole algunas guazabaras los naturales de estas provin-
cias dc Valladolid, que fue el principio do su conquista, no
pudiendose sustentar por la gran pujanza de gente que de
naturales habia, le convino al dicho Adelantado Montejo
ansi por esto como por huirsele la mayor parte de su
gente para el Pirii y otras partes, salirse de la tierra y de
todas estas provincias de Yucatan , con perdida dc mucha
gente que le mataron los naturales; y estando en las pro-
vincias de Chiapa las cuales a la sazon gobernaba, acord(3 de
enviar a Don Francisco de Montejo, su hijo , y a Francisco
de Montejo su sobrino a conquistar las provincias de Yuca-
tan y Cozumel que eran de su descubrimiento y adelanta-
micnto, repartiendo la dicha conquista de esta manera: did
a Don Francisco de Montejo su hijo la conquista de las pro-
vincias de la ciudad de Merida y Gampeche, y a Francisco
dc Montejo su sobrino las provincias de esta villa de Valla-
dolid, las cuales fueron llamadas de estos nombres. En
ticmpo de su gentilidad llamabase este asiento de Vallado-
lid Caqnivac a imitacion de un cerro grande de piedra que
en el habia; estaba un idolo que los naturales adoraban
que se Uamaba Accaquival, y de cuatro en cuatro ahos ha-
bia cierta pelea dc los naturales unos contra otros, sobre
quien UeVaria una bandera que tenian de ordinario puesta
VALLADOLID DE YUCATAN. 169
y enarbolada en aqucl cerro alto en medio del; y ansi por
esto, corrupta la letra, llaman a esta villa de Valladolid los
indios y aun los espafioles Caqui. Habia en esta villa de
Valladolid un capitan llamado Nacahunnogh, may temido
y valiente, al cual mnchas partes de los natnrales y tzinca-
bec , que son ahcopules de la provincia de Tecemin, le te-
mian, y estos le enviaban presentes por tenerle grato, ansi
de cuzcas, que eran de mucha estima, a manera de azaleas,
y enviando a saber de este capitan y senor si estaba con
ellos enojado e les queria mover guerra. A este Nacahun-
nogh, como capitan general, particularmente le estaba enco-
mendado el gobierno de la guerra. Incluianse ansi mismo
en esta conquista de Francisco de Montejo otras tres pro-
vincias que al presente son sujetas a esta villa de Vallado-
lid llamadas destos nombres : la provincia de Cochxia , que
antiguamente se llamaba ansi y al presente se llama, se
llamo de este nombre por haber en ella muchos cerros de
piedra y tierra hechos a mano y siempre era abundosa de
maiz y los demas bastimentos mas que estotras provin-
cias, y aun en los anos esteriles; y especial se llamo de
este nombre, porque generalmente se llamaban asi los se-
nores en tiempo de su gentilidad que eran grandes guerre-
ros. Las otras dos provincias se llamaron la una de los
Tacele y la otra la provincia de Chiquinchel, que quiere
decir arboleda de poniente ; esta cae cercana a la marina a
la parte del Norte. Esto es lo que cerca destos nombres se
ha podido saber.
Capitulo II. Quien fue el descubridor y conquistador
de la dicha provincia y por cuya orden e mandado se descu-
brio y el ano de su descubrimiento y conquista lo que de tod&
buenamente se pudiere saber.
Habiendose hallado el Capitan Francisco de Montejo en
la conquista y pacification de Merida y Gampeche y ayu-
dado a poblar la dicha ciudad y villa de Gampeche, comen-
zado a darse en ella repartimientos de indios a los que las
170 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
habian conquistado , partio de la ciudad en demanda de la
conquista y descubrimiento que le era dado por el Adelan-
tado Montejo, su tio, el ano del Sefior de mil quinientos e
cuarenta 6 dos arios, con sesenta soldados y llego a Teco,
ultimo termino de la ciudad de Merida, y alii asent6 su real
para acordarla orden que ternia en principiarla conquista;
y estando alii espacio de cuatro meses, le vinieron de paz
algunos pueblos destas provincias de Valladolid siendo el
primero que dio la paz y obediencia Tepop; y a este se le
mando por el Capitan hacer ranchos para se alojar con su
gente, lo cual fue hecho por los naturales de aquel pueblo,
rescibiendo de paz en el al Capitan Francisco de Montejo,
a los cuales rescibio e puso por vasallos de su majestad.
Y estando alii un mes, poco mas 6 menos, se partio y lleg6
al pueblo de Izconti, que cae en la provincia de los Copules,
y alii le vino de paz la provincia de Chiquinchel, questos
eran senores de la mar que [en] aquella parte les caia del
Norte, y queriendo proseguir en su conquista, salio de alii
y por sus jornadas llego a un pueblo muy grande y muy
poblado de naturales llamado Chuaca en lengua de indios,
que la significacion desto propiamente quiere decir agua
larga; y paresciendo al capitan lugar acomodado para po-
blar en el con los esparioles, asento real orillas de una gran
laguna de agua dulce, a la parte del poniente de la dicha
laguna , quedando el pueblo de los naturales & la parte del
Norte a la falda de la laguna, la cual era de agua muy hon-
dable, de longitud de dos tiros de escopeta y de ancha mas
de un tiro. Griase en esta laguna un pescado mediano que
Hainan diahacal, que propiamente son mojarras, y cayma-
nes, que llaman lagartos. Esta esta laguna por tierra liana
[de] la mar del Norte espacio de tres leguas; y en este pues-
to, el ano del Sefior de mil quinientos cuarenta y tres se
poblo una villa por el Capitan General Francisco de Montejo
y la puso por nombre Chuacan, a imitacion de este pueblo
grande de naturales que junto a si tenia de la otra parte de
la laguna, como esta referido; rodeaba este lago mas de dos
VALLADOLID DE YUCATAN. 171
leguas de prado de yerba que aca llaman cabanas, muy
llanos y sin niugunos montes que los asombren en estas
dos leguas. Es tierra abundante de corzas y yerba para los
ganados y m&s fertil, sin comparaci6n, que estas otras pro-
vincias. A este asiento de Chuaca le vinieron de paz muchos
pueblos de las provincias de los Taceles, que eran alii veci-
nos, y algunos de los Copules, que estaban poblados h&cia
este asiento de Valladolid; y visto por el Capital Montejo
que los indios de la provincia de Cochua no querian dar la
paz y que estaban rebelados , a pocos dias poblada la villa
de Chuaca , partio de ella con la mayor parte de su gente
para la provincia de Cochua, dejando en Chuaca por su lu-
gar teniente a Francisco de Cieza. Y estando conquistando
la tierra, llego a la provincia de Cochua, que estaba cuarenta
leguas de Chuaca, en lo cual paso el y los que con el iban
grandes hambres y trabajos, teniendo como tuvieron, mu-
chos encuentros y escaramuzas con los naturales; y dejando
la mayor parte de ella pacifica, se volvio a la villa de Chuaca.
Y estando de asiento en ella, quiso gratificar a" los que bien
lo habian servido, dando repartimientos de indios en nom-
bre de Su Majestad a cuarenta y cinco vecinos , en este
mismo ano de mil quinientos y cuarenta y tres, a los cuales
se les dio tftulo de encomienda de ellos; y estando en esto,
le vino nueva que la provincia de los Copules y de Cochua,
estaba rebelada y no acudian como solfan a la obediencia,
y para remedio de ello y pacificarlos , determino de enviar
a Francisco de Cieza con voz de Capitan con veinte solda-
dos, el cual vino a" este asiento de Valladolid y sabido por
el dicho Capitan Francisco de Cieza quienes eran los chi-
lanes amotinadores y rebeldes, hizo castigo ejemplar en
ellos justici£ndolos, lo cual fue causa que la tierra se sose-
gara y los indios cesaran de dar guerra y acudiesen con los
tributos £ la villa de Chuaca , que estaba veinte leguas del
asiento que ahora tiene Valladolid. Y esto hecho, llevando
algunos rehenes y bastimentos, se volvio el dicho Francisco
de Cieza & la villa de Chuaca. En este mismo afio determi-
172 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
no el Capitan Montejo pasar a la isla de Cozumel y saliendo
de Chuaca, con este designio, dejando en sn lugar al Maese
de Gampo Bernaldino de Villagomez, llego a un pueblo y
puerto de mar llamado Pole, el cual esta frontero de la isla
de Cozumel y divide la una tierra y la otra un brazo de
mar del Norte de cuatro leguas; este brazo de mar es de
mucha corriente y mar alterada, y queriendo pasar con su
gente el Capitan Francisco de Montejo a la isla de Cozumel,
no teniendo canoas para cllo, determino enviar a la dicha
isla por canoas a un soldado llamado Pedro Duran, el cual
flic y trujo las dichas canoas que hallo en la costa de la isla
y de esta otra parte de la tierra firme, las cuales, asi trai-
das, se embarco el dicho Capitan Montejo y los que con el
iban , [y] dandoles un temporal en medio de este brazo do
mar, le fue forzoso al dicho Capitan volver en demanda de
la tierra firme de donde habia salido, [y] estando en riesgo
de perderse, llego con su canoay otras algunas al puerto de
Pole, habiendose de aquella refriega ahogadosele un espa-
riol y los indios que con el iban. Algunas canoas delas que
habian salido con el otro Capitan cuando arribo , tomaron
la isla de Cozumel, los cuales, trayendo los seriores y prin-
cipales de la dicha isla al reconocimiento de su Capitan y
otros muchos indios, les dio un norte con el cual se ahoga-
ron nueve hombres desafandose las canoas de como iban
y con ellos muchos indios que al remo y gobierno de ellos
llevaban, y tomando la tierra, Uevaron ante su Capitan a los
senores de la isla de Cozumel, los cuales le presentaron
maiz, micl y gallinas, y el Capitan Montejo los recibio agra-
dablemente y poniendolos por vasallos de Su Majestad y
dandoles licencia, se volvieron a la isla de Cozumel. Sabido
la muerte de los espanoles por los indios de las provincias
de los Copules y Cochua, entendiendo que se habian ahoga-
do el Capitan y la mayor parte de los espanoles, comenzaron
a alterarse y rebelarse contra la Corona Real y asi le con-
vino al Capitan Montejo antes de volver a la villa de Chuaca
entrar en el riiion de la tierra, que es este asicnto de Valla-
VALLAUOLID DE YUCATAN. \~'A
dolid, provincia de los Copides, a la cual le vinieron de paz
todos los naturales de esta provincia de los Copules, y no
acudiendo la provincia de Coclata con la obediencia, deter-
mino desde este asiento de Yalladolid enviar al Gapitan
Francisco de Cieza a la dicha provincia de Cochua con
veinte soldados, el cual fue a ella por caminos cerrados no
sabidos. Despues de enviado al dicho Francisco de Cieza, el
Gapitan Montejo se fue a la villa de Chuaca y prosiguiendo
su derrota el dicho Francisco de Gieza, llego a Tabi, ultimo
pueblo de Cochua y torao , por mandado de su Gapitan ge-
neral, en nombrc de Su Majestad, la posesion de aquella
provincia, porque no la tomase el Gapitan Gaspar Pacheco,
que iba a conquistar las provincias de Chetemal, que es
donde ahora esta poblada una villa de espaholes que se
llama la Villa de la Nueva Salamanca, que es de esta con-
quista e gobernacion; lo cual hecho, el Gapitan Francisco
de Cieza se volvio a la villa de Chuaca.
Capitulo III. Y generalmente el temperamento y calidail
de la dicha provincia 6 com area, si es muy fria 6 caliente 6
humeda 6 seca, de muchas aguas 6 pocas y cuando son mcis
6 menos, y los vientos que corren en ellas que tan violentos
H en que partes son y en que tiempos del aho.
El temperamento de esta provincia de Chiquinchel y
Chuaca es hiimedo y frio mas que estas otras provincias y
mas templado en verano; causalo haber en ella muchas
pluvias y muchas lagunas; hacense algunos cenagales en-
lamandose la tierra, que no se puede andar por ella, y se-
candose todas las mas lagunas de estas, causan malos va-
pores de la tierra; esta siempre en mi ser sin secarse esta
lagunade Chuaca. Lluevecon grandes torbellinos de viento
y continuas aguas desde Junio hasta mediado Agosto, y de
alii en adelante con aguas no tan recias , vientan grandes
nortes, lo cual causa muchas muertes de naturales y aun de
espaiioles, habiendo enfermedades de catarro y barriga entre
los naturales y aim de espanoles. Este viento Norte deslruye
174 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
los maizales, que es el sustento que los naturales y espario-
les comen y no usan de otro pan; duran hasta mediados de
Febrero, y de alii en adelante vientos Sudestes, que son unos
ventazos desabridos polvorosos ; estos causan sanidad a los
indios y agostan la tierra para la poder cultivar, labrar y
quemar para sus sementeras, asi de maiz corao de algodon,
agi y frijoles y todo genero de sustento.
GAPiTULO IV. Si es tierra liana 6 dspera, rasa 6 mon-
tosa, de muchos 6 pocos rios 6 fuentes, y abundosa 6 falta
de aguas, fertil 6 falta de pastos, abundosa 6 esteril de fru-
tos y de mantenimientos .
Este Chuaca , como atras refiero, es tierra liana, no tiene
monte en su contorno, sino muy grandes prados que Ha-
inan sabanas, donde se podrian apacentar diez rail cabezas
de ganado vacuno; no es fragosa de piedras como estas otras
provincias; es tierra liana quese puede arar; es abundanti-
sima en carnes y frutales de todas clases; en esta provincia
se daba dos veces maiz en el ano; no tiene ningunos rios,
sino estas lagunas de agua dulce, que tiene muchas: en
distancia de tres leguas, de una 6 dos de estas lagunas, sa-
len dos fuentes, y estas corren algiin tanto por la tierra
adentro, aunque no mucha distancia; tiene salidas estas
vegas; grandes montanas de arboles de copal, que es una
resina a manera de incienso y otros de frutos silvestres. En-
tiendese se podrian sacar regadios para aquestas vegas de
esta laguna de Chuaca y de algunas fuentes ; es hiimeda la
tierra, a causa de tener el agua a menos de a braza.
Capitulo Y. De muchos 6 pocos indios y si ha tenido
mas 6 menos en otro tiempo que ahora y las causas que dello
se supieran, y si los que hay estan 6 no estan poblados en
pueblos formados 6 permanentes y el talle y suerte de siis
entendimientos , ynclinaciones y manera de vivir, y si hay
diferentes lenguas en toda la provincia 6 tienen alguna ge-
neral en que hablen todos.
VALLADOLU) DE YUCATAN.
Este pueblo de Chuaca era de mil vecinos al tiempo que
el Gapit;in Francisco de Montejo poblo alii, los cuales esta-
ban en pueblo en alguna manera permanente 6 formado,
con sus casas de piedra de albaniria (sic) cubiertas de paja,
donde hacian sus congregaciones y mercados , aunque no
compasadas las calles, teniendo los vecinos de aquel pueblo
sus casas grandes de madera muy fuerte, cubiertas de gua-
no, que es la hoja de un drbol d manera de palma; estos
indios y las indias de Chuaca son de mas sutil enteudi-
miento que los de las demas provincias, y la gente de Chi-
quinchel mds cortadas en sus razones ellos y ellas , y rnds
pulida la lengua que hablan, aunque es toda la do Yucatan
una. Despoblando la villa de alii los espanoles, los frailes,
queriendolos acercar a su cabecera de doctrina, les qucma-
ban las casas, y ellos, de congoja de verse apartados de su
natural, se morian y muchos se huian, que hasta boy no
han vuelto a" su vecindad; queriendoles volver ahora tres
afios & su asiento antiguo, no sehallaron sino veinle indios,
y estos estan poblados en su cabecera; tienese creido que
el mudar de aguas y de temple y haber trabajado tanto en
pasar sus arreos, les causo la disminucion tan grande que
este pueblo tuvo.
CapItulo VI. El altura 6 elevation del polo en que estan
los dichos pueblos de espanoles , si estuviere tomada y si se
supiere 6 hubiere quien la sepa tomar 6 en que dias del
aho el sol no echa sombra ninguna al punto del medio dia.
Estaba Chuaca en elevacion del Polo 21° y medio; el Sol,
al punto del medio dia, da su sombra todo el aiio.
Capitulo VII. Las leguas que cada ciudad 6 pueblo de
espanoles estuviere de la ciudad donde residiere la Audien-
cia en cuyo distrito cayere 6 del pueblo donde residiere el
gobernador a quien estuviere sujeta y a que parte de las di-
chas ciudades 6 pueblos estuviere.
Estaba Chuaca apartada de dicha ciudad de Merida, ca-
1 2
176 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
becera de esta Gobernacion y obispado, a distancia de cua-
renta leguas poco mas 6 menos; caia la ciudad de la villa de
Chuaca algiin tanto elevadaal Esnoroeste; caia este asiento
que despues se poblo, y ahora esta poblado, de Valladolid,
con los vecinos de Chuaca, veinte leguas de Chuaca a la
parte del Sur, la tierra adentro, camino real de Cochua y
de la villa de la Nueva Salamanca, que llaman de Bacalar,
donde estan poblados los espanoles.
Capitiilo VIII. Asi mismo las leguas que dislare cada
ciudad 6 pueblo de espanoles de los otros con quien partiere
terminos, declarando a que parte cae de ellos, y si las leguas
son grandes 6 pequehas y por tierra liana 6 doblada y si por
caminos dereclios 6 torcidos, buenos 6 malos de caminar.
Los terminos y limites que tuvo la villa de Chuaca son
los que abora tiene la villa de Valladolid, los cuales corren
Este a Ueste desde su ultimo termino al otro cuarenta le-
guas hasta sus liltimos terminos; caele la ciudad de Me-
rida a la villa que se poblo y esta poblada de Valladolid,
Lesnordeste ; divididense los terminos once leguas de su
asiento, en unaventa que llaman Jocor/^yue; llamose Joqua-
jeijue, porque habiendo en el un gran lago de agua muy
hondable, dicen los naturales que cayo en el una estrella
con grandes pluvias, y asi se deja entender, pues al estrella
del alba llaman noch Eque; esta cae al Oeste, dejando cua-
renta leguas de alii al puerto de Conil, al Este, y este es el
ultimo termino de la tierra firme; a el Norte divide los
terminos el puerto de Cholcoben y rfo de Lagartos, cuarenta
leguas a la banda del Sur, quedando el rio.y puerto de
Cholcoben a la parte del Norte. Los caminos que general-
mentc se usan, sacadas tres 6 cuatro leguas de la villa de
Chuaca, de unos a otros pueblos, son fragosos de piedra,
aunque tierra liana, por ser toda la mas una peiia viva; cs
muy montuosa, los caminos torcidos y mal abiertos, la
piedra que ansi bay paresce de arrecifes muy malos de
costa de mar. La mayor parte de los naturales estan pobla-
VALLADOLID DE YUCATAN. 177
dos entre muchos periascalos , sin hallarse en ellos tierra
para una carrera de caballo.
CapItulo IX. El nombre y sobrenombre que tiene 6 hu-
biere tenido cada ciudad 6 pueblo y por que se hubiere lla-
mado assi, (si se supierej y quien le puso el nombre y fue el
fundador de ella, y por cuya orden y mandado la poblo, y
el ano de su fundacion, y con cuantos vecinos se comenzo a
poblar y los que al presenie tiene.
Viendo el Capitan Montejo que en espacio de poco mas
de un ano se le habian muerto del servicio y amigos que
habi'a llevado a Chuaca, mas de seiscientos indios y algu-
nos espanoles, y que la tierra era enferma, pluviosa y
hiimida y estar may a trasmano de los repartimientos, que
los mas caian en este asiento de Valladolid, determino pa-
sar la villa y vecinos de Chuaca a este asiento de Valladolid
ya dicho, lo uno por estar comedio de toda la tierra, y lo
otro por ser tierra mas sana y mas seca que Chuaca y de
menos pluvias, mas esteril de frutos en parte y no en todo;
y determinando pasarla, lo puso por obra y poblo la villa
de Valladolid el ano de mil y quinientos e cuarenta y cinco
arios, con treinta y nueve encomenderos de indios, dejando
en el asiento de Chuaca un alcalde para hasta ver si esto-
tro asiento era permanente; llamola el dicho Capitan Mon-
tejo la villa de Valladolid a imitation de la de Esparia, y
ansi es la mejor villa que se halla en las Indias.
Capitulo X. El sitio y asiento donde los dichos pueblos
estuviesen, si es en alto 6 en bajo, 6 llano, con la traza y de-
signo e pintura de las calles y plazas y otros lugares sehala-
dos de monasterios, como quiera que se pueda rascuhar f<i-
cilmente en un papel, en que se declare que parte del pueblo
mira al Mediodia 6 al Norte.
Esta poblada la villa de Valladolid en el comedio de toda
la tierra de los Acopules y en medio de las provincias de
TOMO II. ' 1*2
178 CUNGRESO DE AMERICANISTAS.
Cochua [y] Tacele, cayendole a la falda de la marina la pro-
vincia de Chiquinchel ; esta la villa de Valladolid en eleva-
tion del polo veinte y un grado; fue tomada la altura por
dos pilotos a diez y seis dias del mes de Febrero de este ano
de mil y quinientos setenta y nueve anos; el sol al punto
del Mediodia, da sombra todo el ano. Demorale la ciudad
de Merida, cabecera de esta demarcacion, al Oeste cuartaal
Noroeste; la villa de Bacalar al Sudoeste, la bahia de Cu-
nil, liltimos terminos de esta villa, al Este, cuarta al Nor-
deste, y el puerto y rio de los Lagartos al Norte. Dista de
esta villa la ciudad de Merida treinta y tres leguas; fundose
el pueblo de los espanoles en unos prados cercados de mu-
cha maleza de piedra y arboleda silvestre. Hay en los mon-
tes y fuera mucha piedra, asi movediza como del tamano
de un buey y mayores ; en su nacimiento situose en medio
de dos zenotes de agua dulce, que son a manera de aljibes;
tienen de su nacimiento cada uno de estos zenotes tres 6
cuatro bocas por donde sacan agua los naturales, del tamano
de un pozo de nuestra Esparia, y mayores y menores; tie-
nen el agua a trece brazas desde la boca; extiendese abajo
pasadas dos brazas que las bocas tienen de pena viva, gran
concavidad en hueco muy grande, mas de ciento y setenta
pies, habiendo abajo una tabla grandisima de agua de este
tamano que parece esta represada, de extraiia hondura; mu-
chos dicen corren las aguas debajo; tiene en hueco grandes
socarrerias y puntas de pena a manera de salitre, que crecen
y estan destilando agua todo el ano ; crfase en estos zenotes
un pescado pequerio a manera de bagres maritimos, pero no
tan grandes; hay de estos zenotes muchos; estan estos dos
zenotes apartados uno de otro dos tiros de escopeta. En me-
dio de esta villa de Valladolid, al tiempo que se poblo, en la
plaza de ella, le caia un cu de piedra, hecho a mano, muy
alto; tenia en la cumbre de el muy blanqueada y hecha una
pieza que se veia desde lejos, y alii tenian aquel idolo que
atras dije en el primer capitulo, donde los indios iban a ido-
latrar ; era este cu cerro de proporci6n redonda , ocupaba
VALLADOLID DE YUCATAN. 179
en contorno mas de cuatrocientos pasos; arriba, era seguido,
no tan ancho; llamabase cu porque ansi llamaban los indios
a susdioses que adoraban; tenian sus idolos en la casa de
arriba, hechos de barro, de la forma de macetas de albahaca,
muy bocadeadas, con sus pies, yen ellos hechos rostros
mal ajestados y disformes de malas cataduras; echaban
dentro de este idolo una resina que llaman copal, a mane-
ra de incienso, y esta reverencia ofrendaban y quemaban,
que daba de si muy gran olor, y con esto hacen contino
sus ritos, ceremonias y adoraciones; esta" aun el dia de
hoy, y que se puede bien ver lo que este cu ocupaba. Trazo
el Gapitdn Montejo esta villa de Norte a Sur y de Este a
Oeste; miran las calles al Norte y al Sur; di61e grandes ca-
lles de cuarenta pies en cuadra; tiene en la dicha plaza,
frontero de este cu, a la parte del Sur, un templo mediano
de tres naves, cubierto de teja a lo pulido, con sus pilares
de piedra bien arqueados de canteria y albaheria ; suben
a el por seis gradas; de la iglesia al nacimiento del sol, en la
calle Real , hay y se va fundando un hespital de la Santa
Veracruz; fue mandado edificar y obrar por Don Diego Sar-
miento Figueroa vecino de esta dicha villa y alcalde de la
cofradia de la Santa Veracruz que ha sido y al presente lo
es. Tiene la villa y templo esta figura (1) :
Es tierra mas sana que la de Chuaca; crianse muchos ni-
iios de espaholes y de naturales. Poblada esta villa, se fue el
Capitan Montejo a la ciudad de Merida dejando en sulugar
al Capitan Francisco de Gieza. Fuera de esta villa, poco mas
de un tiro de arcabuz, esta poblado un monasterio de frailes
franciscos menores de la Observancia, muy fuerte, con su
boveda de albaneria y canteria, con su claustro de cuatro
cuartos y corredores en lo alto, en los cuales hay muchas
celdas, todas de b6veda; tiene grandes estribos & manera de
fortaleza; son las paredes de ancho de diez pies y en partes
(1) La relacion original lleva aqui un diseiio.
1 2 *
180 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
mas; esta muy almenado; es conforme a esta figura; van a
el por una calzada hecha a mano con muchos arboles muy
sombrios, que llaman seibos, a manera de nogal.
Y cl ano de mil e quinientos e quarenta y seis, por el
mes de Noviembre, fue cuando los naturales de estas pro-
vincias de Valladolid se alzaron contra la Real Corona y
mataron a diez y oclio espanoles que estaban derramados
por sus pueblos, fuera de esta villa; friyeron dos hijos de
Magdalena do Cabrera , en copal , en el pueblo de Che-
mo x , que se hallaron alh' estudiando y aprendiendo las
letras en compania de un conquistador que los enseiiaba,
que se decia Francisco Lopez de Mena; y al uno de ellos
friyeron vivo y en los dem£s espanoles hicieron grandes
crueldades, sacandoles los corazones estando vivos, ma-
tando asimismo a mas de seiscientos indios del servicio de
los espanoles; y entre los que mataron fuelo el maestre de
campo y alcalde ordinario que a la sazon era, Bernaldino
de Villagomez, y Francisco de Yillagomez, su hermano, y
a Hernando de Aguilar, personas serialadas, no quedando
en esta villa de Valladolid mas de veinte y dos vecinos: y
visto por el Cabildo el estrago hecho y que sin socorro de
la ciudad de Merida no podfan sustentarse, enviaron con
gran diligencia a pedirlo, eligiendo a Alonso de Villanueva,
que era alcalde, por Capitan, y este sostuvo la villa veinte
dias hasta que vino el socorro, dandoles cada dia arma.
Llego de la ciudad de Merida el Capitan Francisco Tamayo
con treinta y dos hombres y algunos amigos indios; y lue-
go otro el Capitan Francisco de Montejo con veinte hom-
bres, trayendo consigo a Francisco de Cieza, que a la sazon
venfa de las provincias de Chiapa; y dejando el socorro, los
capitanes, habiendo hecho algunas salidas y rancherias,
quedo el Capitan Francisco de Cieza en lugar del Capitan
Montejo y por justicia mayor y con voz de Capitan salio a
la provincia de los Taceles, doce leguas de esta villa, y pa-
cificando los naturales, hizo algunas otras salidas, y estan-
do y volviendo de paz dentro de cuatro meses , por haber
VALLADOLID DK YUCATAN. 181
castigado el Francisco do Gieza a los culpados y hecho jus-
ticia dc ellos, quedo pacifico como al presente lo esta, y no
quedaron en csta villa y sus provincias mas dc treinta y
seis encomendcros de indios incluyendolos el Capitan Mon-
tejo en este numero los que antes habia ; y al presente no
hay mas encomenderos, aunque muchos vecinos sin enco-
mienda que sehan casado con hijasde conquistadores, que
parece habra setenta vecinos entre encomenderos y dermis
vecinos.
Capitulo XL En los pueblos delos yndios solarnente se
diga los que distan del pueblo en cuyo corregimiento 6 ju-
risdiction estuvieren y del que fuere cerca su cabecera de
doctrina.
Esta esta villa de Valladolid cercada a una Jornada de
cuarenta pueblos sin otros tantos que a veinte leguas y a
quince de su distrito tiene sujetos a esta villa, en los cuales
hay ocho mil naturales tributarios, sin otros relevados de
tributo, a los espanoles.
Capitulo XII. Y ansi mismo lo que distan de los otros
pueblos de indios 6 espanoles que entorno de si tuvieren, de-
clarando en los xinos y en los otros d que parte dellos caen,
y si las leguas son grandes 6 pequehas y los caminos por
tierra liana 6 doblada, derechos 6 torcidos.
Estan estos pueblos los mas por los caminos reales Norte
Sur y Este a Oeste hacia la ciudad de Merida; ninguna de
estas poblaciones de naturales esta apartada mas de una Jor-
nada; para ir a los dichos pueblos son los caminos fragosos
de mucha maleza de montana y piedra; lo mismo son los
que se usan para esta villa, no pudiendose muchos de ellos
andar a caballo.
Capitulo XIII. lten lo que quiere deeir en lengua de
indios el nombre del dicho pueblo de indios y por que se lla-
182 COMGRESO DK AMERICANISTAS.
ma asi si hubiere que saber en ello y como se llama la len-
gua que los indios del dicho pueblo hablan.
Llamaban antiguamente los indios de la provincia de
Chiquinchel a estos de esta villa de Valladolid y las demas
provincias de los Copules y Cochuas, Ah mayas, ultrajan-
dolos de jente soez y baja, de viles entendimientos e inten-
ciones.
Gapitulo XIV. Cuyos eran en tiempo de su gentilidad,
y el sefiorio que sobre ellos tenian sus Senores y lo que tri-
butaban, y las adoraciones, ritos y costumbres buenas y ma-
las que tenian.
El mayor Seiior que en este asiento de Valladolid y su
provincia habia en tiempo de su gentilidad, era un Atzuc
Copul; A este reconocian por Seiior, y en serial del vasallaje,
de su voluntad le haci'an una sementera con algunos pre-
sentes de venados y otras cosas. Tenian su alquinec, que
este era el que los casaba y anunciaba las cosas por venir;
y estando el enfermo muy al cabo, tenia por abuso y cos-
tumbre, antes que espirase, porque no penase, quebrarle
los lomos, y ansi lo llevaban al campo, yendo los de su casa
a cazarle pajaros, y ansi cazados, se los ponr'an junto S. este
muerto, diciendo que para tan largo camino habia menes-
ter comer.
Ansi mismo tenian sus meses, contando cada luna treiuta
dias, y el primer dra del afro, antes que amaneciese, todos
y el alquin aguardaban y esperaban el sol , haciendo gran
fiesta aquel dra. Tenian por costumbre para bendecir un cu
dondeponian los rdolos, tomar del agua y rocio que habia
en las hojas de los arboles y con esta el lugar donde habiau
de ser puestos, con un hisopo, el alquin, revestido con su
manera de alba y casulla y una manera de mitra y su mo-
nacillo, bendecir y hacer muchas ceremonias, y con gran
reverencia ponian aquellos rdolos y echaban agua en todo
aquel lugar.
VALLADOLID DE YUCATAN. 183
Tenian una corteza de arbol en el cual escribian y figu-
raban los dfas y meses con grandes figuras .
A ocho leguas de esta villa estan unos edificios llamados
Chichinica, en los cnales hay un cu hecho a mano de cante-
ria y albaneria, y en este edificio hay el mayor ediflcio:
noventa y tantos escalones, escalera toda a la redonda hasta
subir a la cumbre de el; sera de alto cada escalon poco mas
de una tercia; encima esta una manera de torre con sus
piezas; este cu cae entre dos zenotes de agua muy honda-
bles; el uno de ellos Hainan el Zenote del sacrificio; Uamose
Chichinica a imitation que un indio que al pie del Zenote
del sacrificio vivia, se llamaba Alquin Itza. En este zenote
los Senores y principales de todas estas provincias de Valla-
dolid tenian por costumbre , habiendo ayunado sesenta
dias sin alzar los ojos en este tiempo aun a mirar a susmu-
jeres ni a aquellos que les llevaban de comer; y esto hacian
para, llegandose a la boca de aquel zenote, arrojar dentro
al romper del alba algunas indias de cada un Serior de
aquellos, a las cuales les habian dicho pidiesen buen ano
de todas aquellas cosas que a ellos lesparecia, yasi arroja-
das sin ir atadas, sino como arrojadas a despenar, caian
al agua daudo gran golpe en ella; y al punto del medio
dia, la que habia de salir, daba grandes voces para que le
tirasen una soga para que la sacasen, y subida arriba me-
dio muerta, le hacian grandes fuegos a la redonda, sahu-
mandola con copal, y volviendo en si, decia que abajo ha-
bia muchos de su nation, asi hombres como mujeres, que
la recogian , y que alzando la cabeza al mirar a alguno de
estos, le daban grandes pescozones, haciendo que estuviese
inclinada la cabeza abajo, lo cual era todo dentro del agua,
en la cual se figuraba muchos socarrenos y agujeros; y res-
pondianle si ternian buen ano 6 malo, segiin las preguntas
que la india hacia, y si el demonio estaba enojado con al-
guno de los Senores de los que echaban las indias, ya sa-
bian que no pidiendo que la sacasen al punto del medio dfa,
era que estaba con ellos enojado, y esta tal no salia mas;
184 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
que parece esto figura de lo que acaecfa en la cueva de Sa-
lamanca (1) ; cntonces visto que no salfa, todos aquellos de
aquel Senor y el mismo, arrqjaban grandes piedras dentro
del agua y con grande alarido echaban a huir de alii.
Asi mismo usaban en ciertos tiempos del ano hacer de
trozos muy gruesos do lena un rimero della del alto de
un estado de un liombre y mas, y de largo y ancho de mas
de veinte y cinco pies, y haciendose una procesion de mu-
chos indios con sus hachas de unas varas que arden bien,
atadas en un palo, vienen donde esta aquel rimero de lena,
y todos quiebran sus hachas en el lugar donde esta la leiia,
(1) D.Juan Ruiz de Alarc6n,en su comedia La cueva de. Salamanca (acto
primero), pone en boca del marques de Villena los siguientes versos:
« Fuime a vivir a la corte
La parlera fania alii
Ha dicho que hay una cueva
Encantada en Salamanca,
Que mil prodigios encierra ;
Que una cabeza de bronce
Sobre una catedra puesta,
La magica sobrehumana
En humana voz ensena;
Que entran algunos a oirla ;
l'ero que de siete que entran ,
Los geis vuelven a salir
Y el uno dentro se queda.»
Habia, pues, en ef'ecto, motivo para que los autores de la relacion de Valla-
dolid de Yucatan — entre los cuales no faltarian paisanos del conquistador
D. Francisco de Montejo — liallasen semejantes la leyenda del Cenote del sa-
crijlcio y la de la cueva salmantina.
Cervantes, que introdujo en la segunda parte del Quijote el episodio de la
cabeza encantada, tiene tambien un entremes en prosa y verso titulado La
cueva de Salamanca.
VALLADOLID DE YUCATAN. 185
quedandole algiin pcdazo de palo en la mano; este llevaban
para reliquia; y encendida esta lefia, hacia una gran brasa
de altor de medio estado, de grandes ascuas del tamaiio que
era la lena, y la apaleaban y pareaban para que estuviese
parejo el fuego; y al cuarto del alba venia la misma proce-
sion trayendo al alquin delante revestido con su manera de
alba, en la parte de abajo cosidos muchos caracoles, y su
manera de casulla y mitra en la cabeza, figurada en ella
muchos rostros de demonios; y llegaba con su monacilloa
donde estaba la brasa, que no se podia llegar a ella con uu
tiro de piedra, y llegando, llevaba un hisopo atado en el
muchas colas de vibora y culebras ponzohosas, y llevandole
el monacillo una jicara del vino que usaban, mojaba con
aquel hisopo y por todas cuatro partes del fuego hacia sus
cirimonias y rociaba con el las brasas, y luego mandaba le
quitasen las alpargatas y entraba por encima de la brasa
rociando, y tras el toda la procesion de indios, y entraba
este alquin sin se hacer mal alguno. Adoraban unos idolos
hechos de barro a manera de jarrillos y de macetas de alba-
haca, hechos en ellos de la parte de afuera rostros deseme-
jados; quemaban dentro de estos una resina llamada copal,
de gran olor. Esto les ofrecian a estos idolos, y ellos corta-
ban en muchas partes de sus miembros y ofrecian aquella
sangre, haciendo los Senores y principales matar algunos
indios 6 indias esclavos que tenian, para, sacandolos el co-
razon, ofrecerselo a estos idolos; y los que no tenian destos,
ofrecian perrillos y otros generos de animales, untando con
la sangre la boca y narices de estos idolos. Habia idolos de
las labranzas, idolos de la mar, y otros muchos generos de
cada cosa, diferentes en las figuras unos idolos de otros.
Para estos sacrificios y sus areytos usaban beber y embo-
rracharse con un vino que ellos hacian de una corteza de
un arbol que llaman baleze y miel y agua; este vino dicen
les causaba sanidad, porque con el se purgaban los cuerpos
y lanzaban por la boca muchas lombrices; criabanse robus-
tos y los viejos vivian mucho tiempo y frescos. Al presente
18ti CONGRESO DE AMERICANISTAS.
aiin no estan fuera ni apartados los naturales de estas pro-
vincias de usar de estos ritos, puesgeneralmente se les han
hallado y hallan muchos idolos no tan solamente a los que
estan en los montes, pero a los que estan en pueblos for-
mados y han servido y sirven a las iglesias y monasterios;
•y en siendo las criaturas de cuatro arios, el alquin las bau-
tizaba con agua no usada, con muchas ceremonias; y del
vino dicho no se sabe si usan los naturales de elal presente.
CAPiTULO XV. Conio se gobernaban y con quien tray an
guerra y como peleaban, y el dvicto y traje que traian y el
que agora traen, y los mantenimientos que antes usaban y
ahora usan, y si han vivido mas 6 rnenos sanos antiguamen-
te que agora y la causa que de ello se entendiere.
Andaban vestidos todos los indios de estas provincias de
Chiquinchel, Tacele y Cochua y Copules, los sefioresde unos
xicoles de algodon y plumas tejidos a manera de chaqueta
de dos faldas de muchas colores; traian un mdstil entre las
•piernas, que era una gran tira de manta tejida, la cual
atandosela a la barriga y dando por debajo una vuelta les
tapaba sus vergiienzas, colgandole por detras y delante dos
puntas largas, teniendo en ellas mucha plumeria; y las in-
dias traian sus enaguas, que es a manera de un costal abierto
por ambas partes, que estas, atadas a la cintura , les tapaba
sus vergiienzas; demas de esto, muchas usaban de traer
tranzados los cabellos, que los tienen muy largos, cubrien-
doselos con un pahuelo de algodon abierto a manera de
habitillo corto, que tambien les servia de tapar los pechos.
Muchos indios andaban desnudos con solos los masteleos.
Esto se usaba general en todas estas provincias de Vallado-
lid y de estos ritos y cirimonias dichas. Traian guerra unos
con otros usando de flechas y arcos, haciendo sus albarradas
unos contra otros; ansi mismo traian rodelas tejidas de va-
ras y sus lanzuelas de vara tostada. Eran gobernados por
estos que eran tenidos por cabezas, 5 quien reconociaji se-
iiorio. Andan ahora todos los naturales generalmente ves-
VALLADOLID DE YUCATAN.
tidos de zaragiielles y camisas y sombreros y sus capas de la-
na y algodon, y algunos andan vestidos a usanza espariola y
estos son algunos gobernadores y caciques. De los manteni-
mientos de maiz que antiguamente usaban y pan usan aho-
ra de lo mismo, y de beber sus atoles, que son a mancra de
poleadas hechas de la masa del maiz molido y deshecho en
agua; beben de continuo porol todo el dia sin usar de agua
clara, sino desleyendo una pella de maiz cocido, hierben el
agua hasta que esta espesa, y esta beben, con lo cual se sus-
tentan; y faltandoles esto, por usar de comer frutos silvestres
y raices, mueren muchos, y ansi mismo por usar de un bre-
baje que llaman cacao, queesla moneda que entre ellos co-
rre, la cu^.1, por ser bebida fria, a algunos corrompe y res-
fria. Habia en estas provincias del tiempo que se conquis-
taron mucha suma de indios y al presente no hay la ven-
tena parte. Principalmente la disminucion que ha habidoy
hay al presente lo ha causado el haberlos mudado de sus
asientos y natural temple y aguas con que se multiplicaban,
quemandoles los pueblos y mandandolos quemar los reli-
giosos de la Orden de San Francisco, poblandolos donde
ellos querian, en lugares no tan sanos ni comodos como en
los que ellos vivian, trabajandolos los dichos religiosos en
los monasterios muy sumptuosos que han hecho, sin cesar
hoy dia de hacer y deshacer obras, las cuales, habiendo otro
guardian, las deshace y hace a su modo y jamas cesan de
obrar, no teniendo consideration a hacer cesar las obras en
tiempo que los indios han de acudir a sus labranzas, de lo
cual siempre se han quejado los naturales, porque les ha
causado estar faltos de bastimentos para el sustento de sus
vidas; y ansi por esto como por la mudada y junta de los
pueblos y castigos que, so color de la doctrina, los religiosos
hacian, y otras cosas de apremio y cepos de que han usado
y usan, los naturales han venido en la disminucion refe-
rida y les son tan temerosos , que no solamente se han
huido a los montes sin mas parecer, pero algunos se han
muerlo de puro pesar y tristeza y se hau despoblado muchos
188 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
indios que dicen estar poblados en las islas de la bahia de la
Ascension, que distan de esta villa treinta leguas. Y nos pa-
rece que esta ha sido la causa mas legitima de la disminu-
cion de la tierra y naturales de ella y asi es presuncion.
Gapitulo XVI. En todos los pueblos de espaholes y de
yndios se diga el asiento donde estdn poblados si es sierra
6 valle 6 tierra descubierta y liana y el nombre de la sierra
valle y comarca do estuvieren y lo que quiere decir en su
lengua el nombre de cada cosa.
En esta villa de Valladolid, no hay sierra ni valle en el
contorno de su jurisdiction.
CapItulo XVII. Si es tierra 6 puesto sano 6 enfermo y
si enfermo porque causa (si se entendiere) y las enfermeda-
des que comunmente subceden y los remedios que se suelen
hacer para ellas.
Este asiento y provincia de Valladolid es mas sano que
las demas provincias a 61 sujetas, aunque, general, andan
males contagiosos de lamparones y eticos: no se saben re-
medios para ellos. Hay mal de catarros y calenturas que
causan los Nortes; para esto usan remedios de sangrarse
y hortiganse los cuerpos con hortigas y otras yerbas , que
hay muchas.
CapItulo XVIII. Que tan lejos 6 cerca esta de alguna
sierra 6 cordillera sehalada que este cerca del, y a que parte
le cae y como se llama.
No hay sierra ni cordillera sesenta leguas en contorno
de esta villa, si no estos cues de piedra hechos a mano, que
algunos de ellos es de noventa gradas hasta subir a el con
sus escaleras de piedra.
GAPiTULO XIX. El rio 6 rios principales gue pasaren
por cerca y que tanto apartados del y d que parte y que
tan caudalosos son , y si hubiere que saber algunas cosas
VALLADOLID DE YUCATAN. 189
notables de sus nascimientos , aguas, huertas y aprovecha-
mientos de sus riberas, y si hay en ellas 6 podria haber al-
gunos regadios que fuesen de ymportancia.
Esta villa de Valladolid y sus provincias no tiene en
todo su distrito ningiin rio ni fuente de do se puedan sa-
car regadios sino son las dichas en Chuaca.
JbK
Gapitulo XX. Los lagos lagunas 6 fuentes seualadas
que hubiere en los terminos de los pueblos con las cosas no-
tables que hubiere en ellos.
Veinte leguas de esta villa esta una laguna que agua y
desagua la mar en ella, de longura de doce leguas y de an-
cho de legua y poco menos, donde se crian muchos gene-
ros de pescado, asi meros, como robalos, corbinatas, tollos
y otros muchos, de do se bastece esta villa y aun parte de
la ciudad de Merida, sacandose para fuera parte. Gae aqui
el rio que llaman de Lagartos, por haber muchos lagartos
caimanes: esta siempre en este puerto una guarda para que
no quemen las casas que alii hay: no puede entrar en el
navio que demande mas de una braza de agua y entrase en
el con viento Norte y Norueste, quedandose los demas fuera
media legua y una y dos leguas del puerto, conforme como
es el navio; no tiene este puerto de fondo mas de una braza
a pleamar poco mas 6 menos. Gorriendo de esta laguna
abajo, sale de la tierra firme un tiro de piedra de la laguna
un golpe de agua que divide y aparta el agua, pudiendo
tomar agua dulce de aquel raudal que corre mas abajo.
Gorriendo por la laguna abajo diez leguas, poco menos, esta
una palma que cae en medio de esta laguna saladay arroja
un gran golpe de agua dulce por el hueco de aquella pal-
ma, y esto esta en un ser desde que estas provincias se
conquistaron hasta el dicho dia.
Capitulo XXI. Los volcanes grutas y todas las otras
cosas notables y admirables en naturaleza que hubiere en la
comarca dinas de ser sabidas.
190 C0NGRES0 DE AMERICANISTAS.
No hay en estas provincias ningunos volcanes; hay en
la costa de la mar algunas grutas en la costa de Pole y la
bahia de la Ascension que arrojan el agua por entre soca-
rrerias que en las penas hay, mas de dos picas de alto.
Capitulo XXII. Los arboles silvestres que laibiere en la
dicha comarca comunmente y los fructos y provechos que
dellos y su madera se saca y para lo que son 6 serian buenos.
Hay muehas arboledas silvestres de frutas , que sirven
para manlenimientos en los anos esteriles, para sustento de
los naturales, como es pichel, que hechan unos piriones que
tostados son muy dulces y sirven como garbanzos, del tama-
no de piriones redondos y de su cascara; hay mameyes que,
pasado, es su carne colorada y sabrosa como came de mem-
brillo ; platanos en cantidad , capotes chicos y grandes;
camotes que son patatas como castarias; melones de Gasti-
11a, yucas y muehas raices y otras muehas frutas abundan-
temente, y mucho maiz y algodon y cera que se cria en
estos arboles silvestres, que es lo que tributan; y general-
mente se da esto abundantemenle en todas estas provincias.
Aprovechanse los cedros para edificios, y habitaciones, que
es arbol como encina, lo mismo, y ebano negro y otros
palos de color encarnado que llaman chat-te, ques palo Co-
lorado; hay arboles, en hoyas, de cacao, que es la moneda
que entre ellos se usa. Habia un arbol que de su corteza
hacian los libros atras referidos.
Capitulo XXIII. Los arboles de cidtura y frutales que
hay en la tierra y los que de Espaha y otras partes se han
llevado y se dan 6 no se dan bien en ella.
No se dan en esta tierra arboles de Espana, sino son na-
ranjos, limones, limas, cidras y algunas parras e higueras,
y estos de fuera aparte.
Capitulo XXIV. Los granos y semillas y otras hortali-
zas y verduras que sirven 6 han servido a los naturales.
VALLA DO I. ID DE YUCATAN. 191
Dase bien todo genero de hortaliza y maiz y habas y
otras cosas; no es tierra para trigo ni cebada.
Gapitulo XXV. Las que de Expand se han llevado, y si
se da en la tierra el trigo cebada vino y aceite, en que canti'
dad se coge , y si hay seda 6 granas en la tierra y en que
cantidad.
Dase muy bien grana, aunque no se beneficie ni se sabe
hacer; los morales y moreras para la seda esUin frescas todo
el ano y dan siempre boja sin regadio; hacese seda aunque
poca y las semillas de fuera parte se dan mejor.
CAPiTULO XXVI. Las yerbas 6 plantas aromdticas con
que se cur an los yndios y las virtudes ynedicinales 6 vene-
nosas dellas.
Hay mnchas yerbas medicinales con que se curan, y
otras muchas venenosas, como son: cumia, es una yerba en
un bejuco muy blanda, la hoja grande comohojade verdo-
laga, pero muy grande, y esta , majada, abre hinchazones;
hay otra yerba que Hainan maculam ; hay la berbena, y
yerbas para almorranas, y escorzonera; hay inciencios y
llanten; hay yerbas para hacer criar cabellos largos, que es
una raiz llamada cacao; y otra yerba para hacer nacer
pelo donde no lo hay, y otras yerbas muchas de que es
presuncion los indios usan para hacer parir y muchas para
matar.
Gapitulo XXVII. Los animales y aves bravos y domes-
ticos de la tierra y los que de Espana se han llevado y como
se crian y multiplican en ella.
Hay grande abundancia de caza de venados, corzos, cone-
jos, puercos de monte que tienen el ombligo en el lomo,
pavas, palomas, perdices, codornices, tortolas, tordos y
otras muchas aves, gavilanes de todas suertes y neblies,
tigres, dantas, leones, osos colmeneros y otras muchas
sabandijas; culebras de todas maneras ponzonosas. Dase
1 3
192 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
bien en esta tierra y criase el ganado vacuno y porcuno,
yeguas, cabras; no se da tan bien el ganado ovejuno; hay
pastos para ellos en la costa de la mar, diez y seis leguas
de esta villa.
CapItulo XXVIII. Las minas de oro y plata y otros
mineros de metales 6 atramentos y colores que hubiere en la
comarca y terminos de dicho pueblo.
Xo hay minas de plata, ni oro; hay una yerha de ahir
que sc saca mucha cantidad de 61, en general, en estas
provincias con mucho trabajo de los naturales y mucha
costa de dinero: hay palo negro, brasil y otras yerbas con
que tirien amarillo, y palo Colorado de tinta para curtir los
curtidores.
Capitulo XXIX. Las canteras de piedras preciosas,
jaspes , mdrmoles y oiras sehaladas y de estima que asi-
mesmo hubiere.
No hay canteras de piedras preciosas.
Capitulo XXX. Si ay salinas en el dicho pueblo 6 cerca
<lrl 6 de dunde se proveen de sal y de todas las otras cosas
de que tubieren falta para el mantenimiento 6 el vestido.
Hay salinas a vcinte leguas de esta villa en la costa de la
mar, de su nacimiento , do se provee esta villa, viniendo
de Espana todo el genero que para el sustento de la vida
humana y vestido han menester los vecinos de aqui, y vale
a excesivos precios todo, con que viven pobres y empe-
na'dos.
GAPiTULO XXXI. La forma y edificio de las casas y los
materiales que hay para edificarlas en los dichos pueblos 6
rn otras partes donde los construxeren (t).
J Tal vez por tie i/iiiulf h>s ti vxci'tin.
VALLADOLID DK YUCATAN. 193
Edificaronse las casas con lo atras referido en el capitulo
diez, de albaneria ycanteria con grandes henchimientos dc
cal y tierra y cacabo, que es una tierra blanca.
Capitulo XXXII. Las fortalezas de los dichos pueblos y
los puestos y lug ares fuertes e inexpug nobles que hay en sus
terminos y comarca.
Son los monasterios lugares fuertes, que al parecer son
inexpugnablcs, por tener gran corapas y el agua dentro de
si y no se pueden miliar por estar en pena viva; y el mo-
nasterio de esta villa, en particular, esta fundado encima
del mismo zenote de agua. Dentro en estos monasterios
pueden caber dos mil hombres, aunque entre ellos haya
dos compaiiias de hombres de armas con sus caballos
dentro.
Capitulo XXXIII. Los tratos y contratacioncs y gran-
gerias de que viven y se sustentan asi los espa holes como los
yndios naturales y de que cosas y en que pagan sus tri-
batos.
En esta tierra los naturales contrataban unos con otros
ollas de cacao, pagandolas en unas cuentas coloradas a
manera de coral, de un xeme, y estas valian a toston y al-
gunas a mas y menos y daban una 6 dos brazas por la olla
y compraban esclavos y esclavas. Asimismo, en la provin-
cia de Chichinitzel, en muriendo el Senor, vendian sus hi-
jos e hijas y todos los dc su casa por esclavos; y usaban
comprar mantas pequerias, que Hainan patiel, de algodon, y
alpargatas que ellos usaban y ahora usan, y cera y algodon
y miel y lo demas que en la tierra se da , para volverlo a
vender a los espanoles; y algunos van con ello a emplear
fuera de la tierra. Los espanoles ban dejado casi todo el
trato de entre ellos, porques gente de poca verdad y pier-
den los mas sus haciendas, las cuales dan, y al cabo de
diez afios, holgarian se les volviese el principal que dieron.
Rescatan los mas de los espanoles las cosas necesarias para
TOMO IT. 1^
194 CONGRKSO DE AMERICANISTAS.
<u sustento, como es maiz, gallinas, miel, cera, frisolc:-.
pimientos de estas partes y otras cosas de que carecen. Pa-
gan los indios los tributes en dar cada cuatro meses una
pierna de manta de algodon tejida de tres cuartas en an-
cho y cuatro varas en largo, que ellos hilan y tejen en quin-
ce dias, no haciendo otra cosa; y cada ario dan una media
de maiz y una gallina y una libra de cera cada tributario,
teniendo de su cosecha todo'lo que asi tributan alredcdor
de sus casas.
Capitulo XXXIV. La diocesis de Arzobispado 6 Obis-
pado 6 Abadia en que cada pueblo estuviere y el partido en
(pie cayere y cuantas leguas y a que parte del pueblo donde
reside la catedral y la cabezera del partido, y si las leguas
son grandes 6 pequehas por camino derecho 6 torcido y por
tierra liana 6 doblada.
Estan sujetos a este monasterio de Valladolid veinte y
nueve pueblos de naturales, el que mas lejano, esta ocho
leguas de las de esta tierra, que son en moderadas maneras;
los caminos mal abiertos y torcidos.
Gai'itulo XXXV. La iglesia catedral y la parroquial 6
parroquiales que hubiere en cada pueblo con el numero de
los beneficios y prebendas que en ellas hubiere, y si hubiere
en ellos alguna capilla 6 dotacion seualada cuya es y quien
la fundo.
Hacese en la ciudad de Merida un suntuoso templo de
gran costa, para el cual, solo esta villa ha dado veinte y cua-
tro mil tostones, habiendo hecho aqui un templo muy bue-
no con menos de doce mil tostones , y se espera se pediran
para proscguir en la obra a esta villa, estando treinta y tres
leguas de la dicha catedral. No tiene esta iglesia de Valla-
dolid mucha [ninguna?] capellania fundada, mas de las
cofi lias del Santisimo Sacramento, Nuestra Seflora, Ani-
mas y Nombre dc Jcsiis.
VALLADOLID DE YUCATAN. 19")
CapItulo XXXVI. Los monasterios de frayles 6 monjas
de cada or den que en cuda pueblo hubiere y por quien y
cuando ae fundaron y el numero de reli<ji<>sos y cosas sena-
ladas que en ellos hubiere.
Solo hay un monasterio cuyo fundador fue Fray Her-
nando de Guevara y comenzose a obrar en el ario de mill
e quinientos y cincuenta dos.
Capitulo XXXVII. Ansi mesmo los hospitales y cole-
gios y obras pias que hubiere en los dichos pueblos y por
quien y cuando fueron instituidos.
Hay un hespital de la Santa Veracruz que se va obrando;
fundose el aiio de mill e quinientos e setenta e cinco aiios,
por D. Diego Sarmiento Figueroa, alcalde mayor y alcalde
que fue en aquel ario de la hermandad de la Veracruz, cuyo
nombre tiene, y al presente como Lai alcalde de la dicha
hermandad va prosiguiendo en la dicha obra.
La cual dicha relacion fue acabada por los dichos senores
en ella contenidos en la manera que dicha es en nueve dias
del mes de Abril de mill 6 quinientos 6 setenta e nueve
aiios en presencia de mi Bartolome Martinez Espinal, escri-
bano del Juzgado Mayor desta dicha villa y del Gabildo
della. E mandaron (el dicho senor Alcalde Mayor y) los di-
chos senores de Gabildo se envie al muy Ilustre Sr. Gober-
nador destas provincias ; e lo firmaron de sus nombres. —
Va entre parentesis (el dicho sefior Alcalde Mayor y) vale.
— Don Diego Sarmiento Figueroa. — Joan Vellido. — Pedro
de Valencia. — Bernaldo Sanchez. — Bias Gonzalez. — Joan
Bautista de Vargas. — Francisco Picon. — Alonso Villa-
nueva.
Por mandado del senor Alcalde Mayor e villa de Valla-
dolid de Yucatln, Bartolome Martinez Espinal, escribano.
M. Beauvois: Vers 1850, on signala pour la premiere
fois en Danemark 1'existence de depots, qui n'avaient pas
]usque-la sollicite l'attention du monde savant et qui por-
1 3 *
S
LOG CONGRES DES AMERWANISTES.
tent le nom peu harmonieux de kjockkenmoeddings. Ce
nom, forme de la reunion de deux mots danois, signifiant:
debris culinaires, a obtenu droit de cite dans toutes les lan-
gues de l'Europe. Les kjoekkenraoeddings sont d'enormes
accumulations de debris divers, dont le depot remonte a
des epoques indeterminees. lis se composent surtout de co-
.[uillages, d'instrnments primitifs qui ont sans doute servi
a briser ceux-ci , d'ossements d'animaux, d'aretes de pois-
sons et d'autres dooris; on y trouveaussi quelques poterics
grossieres. Apres ceux du Danemark, on decouvrit egale-
ment des kjoekkenmoeddigns dans differentes autres par-
ties de l'Europe. On finit par en trouver aussi en Amerique
notamment dans la Floride, an Chili , au Bresil, dans le
Patagonie et jusque dans les lies Aleoutiennes, mais prin-
cipalement dans le bassin du tleuve Saint-Laurent.
L'explorations de ces amas de debris a constate qu'il se
composaient, suivant les lieux, de diverses couches. En
Amerique on ne rencontre aucun fragment de poterie dans
la couche inferieure, mais on y trouve par contre, ce qui
nc semble pas avoir encore ete decouvert en Europe, des
ossements humains brises. II est a supposer que ces osse-
ments constituent la preuve la plus ancienne de l'existence
du cannibalisme en Amerique. L'idee de comparer les
kjoekkenmoedings des deux mondes est necessairement
venue aux savants qui se sont occupe de cette question.
Une chose qui a frappe tout d'abord, c'est que les instru-
ments qu'on a trouves dans les amas d'Amerique sont iden-
tiques a ceux decouverts en Europe, avec la seule diffe-
rence que le taillant est forme de deux biseaux en Ameri-
que, tandis qu'en Europe il n'est formo que d'un seul.
M. Ball, qui a fait une etude comparative toute speciale
des kjoekkenmoeddings, a constate qu'ils se composent ro-
guliercment de trois couches. L'examen de la couche infe-
rieure trahit un etat de civilisation des plus miserables:
d'abord, on n'y trouve aucune trace de feu, aucun outil de
p«"che ni de chasse: cette couche renferme uniquement des
KJOEKKENMOEBDINGS D7
coquillages, susceptibles d'etre recueillis a la main, des
restes de poissons, que les races primitives mangeaicnt
crus, des couteaux de pierre et d'autres instruments tres-
grossiers. Dans la couche intermediaire, on remarque des
aretes de poissons, des ecailles, des ossements d'animaux,
des hamecons et des armes de pierre, mais nul vestige en-
core de feu ni d'instruments quelque peu perfectionnes.
Dans la couche superieure au contraire, les ossements
d'animaux terrestres et aquatiques se trouvent meles a di-
vers objets carbonises ou ayant subi Taction du feu, aux
outils de chasse et de peche et aux ustensiles de la cuisine
primitive. Ge sont les trois degres par lesquels a passe
l'homme a la premiere epoque de l'age de la pierre. La sc-
conde epoque du meme age, caracterisee par les monuments
megalithiques, nous montre deja des instruments relative-
ment perfectionnes. D'apres le savant archeologue ameri-
cain Rau, les instruments qu'on rencontre dans les kjoek-
kenmoeddings formes dans l'Amerique du Nord pendant
cette periode, son tellement semblables a ceux trouves en
Europe et principalement dans les pays scandinaves, qu'on
serait tente de les confondre. Les beaux silex provenant
des depots du Nouveau-Monde ne le cedent en rien a ceux
decouverts en Danemark. La mSme observation s'applique
a certains ossements faconnes en crochets: les petits, soi-
gneusement travailles , servaient d'amulettes ou d'orne-
ments; les grands, d'un travail plus grossier, d'harpons.
Les musees danois renferment un grand nombre de ces
crochets, mais ils abondent surtout en Amerique. Les depots
du Nouveau-Monde sont d'ailleurs plus considerables que
ceux d'Europe: dans un seul de ces depots, ila eterecueilli
plus de quatre mille objets, dans un autre environ trois
mille cinq cents; c'est a peu pres la proportion des trouvail-
les faites dans les mounds, lesquels correspondent par syn-
chronisme aux kjoekkenmoeddings d'Europe. Les depots
de l'Amerique afiectent ordinairement la forme d'iminen-
ses figures geometriques. II existe aussi de frappantes ana-
198 CONGRES DES AMERICANISTES.
logies entre la forme des depots funeraires dans les deux
mondes. En Amerique comme en Europe, l'inhumation
etait generalement pratiquee des 1'age de la pierre; mais
vers la fin dc cet fige, on trpuve encore des traces de cre-
mation dans le Nouveau-Monde, tandis qu'alors deja, en
Europe, l'inhumation etait exclusivement en usage.
On peut done conclure de ces faits que rhumanite a tra-
verse les memes phases primitives dans les deux mondes et
que la civilisation a suivi a peu pres la meme marche pro-
gressive sur les deux continents. Toutefois, le developpe-
ment social s'est fait d'une faeon completement indepen-
dante dans l'Ancien et dans le Nouveau-Monde, e'est ce
qui explique les divergences de plus en plus accusees a me-
sure que Ton s'eloigue des premiers ages. Deja a 1'a.ge des
metaux, les dissemblances sont flagrantes: les peuples du
nord de l'Amerique ne connaissaient a cette epoque que la
pierre et le cuivre, ils ignoraient la fussiondu metal. Aussi,
les instruments amcricains de cet age different complete-
ment des instruments contemporains de FEurope, alors
que les nombreux outils de l'age de la pierre , decouverts
sur les deux continents, off rent des caracteres d'une analo-
gie frappante. Les progress inegaux et dissemblables de la
civilisation dans les deux mondes, tiennent sans doute a des
influences differentes que l'histoire, l'etnographie et l'an-
thropologie feront connaitre un jour; mais faut-il induire
des similitudes incontestables, qui existent partout a l'au-
rore de l'humanite et durant les epoques rudimentaires de
la civilisation, que toutes les races humaines ont une ori-
gine commune, ou bien faut-il simplement admettre que
les analogies resultent d'une identite de circonstances et
de conditions? Tel est le grand et important probl6me que
les etudes americanistes peuvent largement conlribuer a
resoudre.
El Sr. Presidente: Se levanta la sesion.
Eran las once v treinta v cinco minutos.
OCTAVA Y ULTIMA SESlON.
MIERCOLES 28 DE SETIEMBRE, A LAS DOS DE LA TARDE.
Lingilistica. — Paleografia. — Etnografia. —
Asunlos pendientes.
Abierta la sesion por el President^ Sr. Duque de
Veragua, invito a ocupar el sillon al Sr. Pacheco Ze-
garra, autor de la notable 'publication del Ollantay.
El Sr. Pacheco Zegarra expreso que no espe-
raba aquella honra, por no considerar que la me-
reciera, y era tanta mayor su gratitud y la necesidad
de pedir la benevolencia del Congreso. Rogo des-
pues a los senores que habian de usar de la palabra
la posible brevedad en los discursos, porque no
quedara asunto pendiente en esta sesion, ultima del
Congreso de 1881 .
El Secretario, Sr. Fernandez Duro, noticiu que
elSr. Golmeiro, decano de la Facultad de Giencias
y director del Jardin Botanico, ofrecia a los miem-
bros del Congreso ejemplares del Discurso pronun-
ciado con motivo de la celebration del centenario
de aquel establecimiento.
200 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
El Sr. Rodriguez Ferrer: Greo necesario haceralgu-
iias observaciones al informe emitido por el Sr. de Saussure
acerca de la mandibula humana que he presentado. Su opi-
nion es que la fosilizacion es evidente ; asi lo nan recono-
cido otras personas de gran competencia: e*n cuanto a la
modification artificial que ha sufrido, a su juicio, no en-
cuentroque pase de una conjeturaque no tiene explication,
porque la extraction de los molares tendria que haberse
efectuado en la edad de piedra, en que se careeiade instru-
mentos a proposito. Jlablando el historiador Oviedo de las
hachas de piedra, dice que mas magullaban que cortaban,
y admitiendo la hipotesis de M. de Saussure, se entenderia
que estas hachas sirvieron para cortar los incisivos.
En verdad, la antiguedad de este fdsil humanoes tal, que
todas las suposiciones parecen igualmente permitidas y ex-
cusables. La imagination se abisma Lratando de sorprender
los secretos de la creation. El gran naturalista Guvier, sos-
tuvo constantemente que el hombreno habiacoexistidocou
las grandes especies destruidas, ni aparecio en la tierra
hasta los primeros tiempos del periodo Guaternario; mas
hoy es discutible esta opinion, y cada dfa se descubreu en
las capas geologicas nuevas pruebas del hombre primitivo
y de su industria, aunque parece razonable que no tuviera
nacimiento en la tierra hasta la epoca cuaternaria, cuando
la fauna y la flora que le eran necesarias, habian alcanzado
su desarrollo, y cuando el tipo de los vertebrados tenia re-
corrida la escala de sus manifestaciones. Nada es tan admi-
rable como esa correlation de los seres vivientes, que em-
pieza en el pez, cuya forma horizontal se levanta gradual-
mente hasta la position vertical, limite que haceal hombre
rey de la creation.
Concretandonos ;i la isla de Cuba, no puede disputarsele
la prioridad de descubrimiento en el Nuevo Mundodecier-
tas especies paleontol6gicas, tales como el hipopotamo, cu-
yos restos se hallaron antes que el profesor Cope publicase
el encuentro de sus hipotamides en la fauna del eoceno-
MANDIBILA FUSIL. 201
mioceno de los Estados-Unidos. ^Por que no hemos do rei-
vindicar tambien para csa isla la prioridad del descubri-
miento del hombre terciario?
Pues el examen del Sr. de Saussure no alcanza a disipar
las dudas que en este particular puedan ocurrir, me pro-
pongo sacar fotografias y reproducciones en yeso de la man-
dibula, a fin de someterlas al estudio de los especialistas de
todos los paises, en la creencia de que el examen interna-
cional producira convicci6n cientifica que corrobore la mia.
El Sr. Fabie: Omito todo genero de preambulos para
explicar por que tomo parte en estos asuntos, por razon de
mis primitivos estudios de ciencias naturales que nuncahe
abandonado. Por virtud de ellos , he prestado atencion es-
pecial al curiosisimo objeto expuesto por mi amigo el seiior
Ferrer; y estoy, no solamente conforme, sino muy deseoso
de que haga lo que ha propuesto este senor, y porlasmues-
tras que ha dado el Congreso, supongo que lo aceptara.
Pero yo quiero que consten las reservas necesarias, en
cuanto a los caracteres y circunstancias de la mandibula
fosil de que se trata.
Siento no poder entrar en algunas consideraciones res-
pecto de este asunto. Apuntare solo que, en mi concepto,
las formas anatomicas de esa mandibula son tales, que si
en efecto se demostrase que pertenecia a la epoca terciaria
6 cuaternaria, habria, en mi concepto, que modificar pro-
fundamente, si no destruir, todas las ideas que se tienen
acerca de los caracteres del tipo humano eu aquellas epo-
cas. Ycomo esta es una cuestiongravisima, quiero yo que
conste que los que en Espaiia nos dedicamos mas 6 menos
a estos asuntos, consideramos esto como un problema que
hay que resolver.
El Sr. Vinson: Principiare, senores, pidiendo os sir-
vais excusarme si me atrevo, aunque frances, a dirigiros la
palabra, usando el idioma de Cortes y de Pizarro ; pero, a
pesar del escasisimo conocimiento que de el tengo, me ha
parecido que os agradaria mas lo que tengo que deciros si
202 CONGRESO DE AMERICAN'!; 'J aS.
me expresaba en la dificil lengua castellana. Por otros mo-
tivos tambien puede justificarse mi osadia. El primero, es
que, habiendome acordado la Real Academia de la Historia
de esta corte el honor de admitirme en las filas de sus co-
respondientes, creo cumplir con mi deber haciendo todo lo
posible para demostrarla mi gratitud. El segundo es que-
siento profunda simpatia hacia el idioma devuestra patria:
celebrare que lo que voy a deciros merezca conformidad, no
solo a los obreros de la inteligencia, sino a los hombrespo-
liticos de todos matices, y es, a saber, que a mi juicio es
necesario, aun bajo el punto de vista material, el conoci-
mieuto de tres idiomas que resumen todo el espiritu de la
sociedad moderna; representa el idioma ingles el senlido
practico de las razas septentrionales; el frances el de inicia-
tiva y de action, y el espanol responde a los sentimientos
de nobleza y dignidad personales, sin los cuales los pueblos
parecen condenados a irremediable decadencia.
Otra razon, senores , me incita a valerme del habla del
gran poeta hispano-americano Alonso de Ercilla, y es la
que encontrareis por ventura mas fuerte y eficaz, el ser el
espanol la lengua national de la mayor parte de America.
Lo poco que sabemos respecto al antiguo estado del nuevo
mundo nos ha sido trasmitido por escritores esparioles, y
los documentos donde debemos buscar las huellas de las
primitivas sociedades de America, hoy completamente ex-
tinguidas, est&n escritas en su mayoria en espanol. Por
ejemplo, y para limitarme al objeto de mi disertacion, en
espanol han sido redactadas las gramaticas de los antiguos
idiomas americanos.
Tratando de estos libros, se nos pregunta en el programa
del presente Congreso si se puede llegar al cabal conoci-
miento del organismo y textura de los idiomas indigenas de
las Americas por medio de las gramaticas neo-latinas, con
que han sido estudiados por los investigadores y filologos'
europeos. Quisiera contestar lo mas brevemente posible a
esta cuestion.
LINftfilSTICA. ~03
lie dicho «lo mas brevemente posible», pucstoque,si
hubiera de conlestar sencilla y unicamente a lo que se pide,
bastaria responder negativamente. Pero hay que justificar
esta negativa, hay que explicar por que no cumplen con el
senalado proposito las artes , las gramdticas, de los siglos
anteriores al nuestro; hay en fin que razonar como pueden y
deben ser utilizados dichos libros por los lingiiistas de hoy.
No se puede adquirir un cabal conocimiento de las len-
guas americanas por medio de los libros existentes , obras
de decididos misioneros de los dos liltimos siglos, porque
fueron compuestos segun el patron de las gramaticas lati-
nas de la epoca. La ciencia pedagogica no habia llegado
aim al puesto en que se encuentra boy; ademas, las len-
guas europeas antiguas no corresponden ni por su edad, ni
por sus idiotismos, ni por su genio, ni por su textura, a las
de America. Las primeras habian entrado en el periodo de
decadencia morfologica , en el periodo analitico , mientras
las segundas permanecian en el estado de progreso morfolo-
gico, en el periodo de agrupacion sintetica y espontanea de
sus elementos primitivos, en el periodo de desarrollo de las
formaciones radicales. Las unas han abandonado la deri-
vation median te los sufixos 6 los afixos; las otras por el
contrario suelen usarla con mucha frecuencia. Tal es la
causa principal de que valgan tan poco los libros a que me
rcfiero: en ellos no aparece bien comprendida la naturaleza
de las declinaciones y de las conjugaciones; sehan buscado
articulos, adverbios, y no se que mas, donde no existfan; y
se han construido esos asombrosos ediiicios de conjugacio-
nes ante los cuales queda el hombre estudioso absorto y
desalentado. Esto mismo ha sucedido tambien con muchas
otras lenguas europeas y asiaticas , por ejemplo, con el
chino, el japones, los idiomas de las Indias Orientales y
con este vecino nuestro mas parecido a los americanos , el
muy curioso lenguaje vasco.
Sin embargo, al mismo tiempo, hay que hacer juslicia a
los autores de dichos libros. No podian hacer sino lo que
204 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
han hecho, puesto que la ciencia lingliistica estaba aiin en
panales. No olvidemos a la vez que estos autores eran mi-
sioneros cuyo proposito principal no era el estudio de los
idiomas indigenas.
<;Pero, que uso debemos hacer de sus obras, que partido
hemos de sacar de ellas bajo el doble punto de vista teorico
y practico? teorico y practico, he dicho; en efecto, no debe
nunca separarse la practica de la teoria, y en mi concepto
vale m.'is siempre conocer las causas y razones de todo lo
que se presenta ante nuestros ojos. En particular se pro-
fundiza mas el conocimiento de una lengua a medida que
se comprende el origen , la ley , la historia de sus formas
y propias locuciones.
Fijandonos pues en las grama ticas americanas formadas
con arreglo a las antiguas griegas y latinas, cumple mani-
festar que no debemos satisfacernos con ellas. Lo que pro-
cede es adquirir y conocer cuanto se ha escrito sobre un
idioma dado, cuantos ejemplos han sido recogidos, cuantas
traducciones se hayan hecho en este idioma. Estudiando
todos estos documentos detenidamente, con ahinco, con
metodo, poco a poco iremos hasta la completa luz. Si afor-
tunadamente aiin vive el idioma, es menester procurarse
ejemplos de su estado actual, textos originales y espontd-
neos (es decir, cantos, refranes, cuentos y leyendas popula-
res, frases usuales) y no contentarse con traducciones en
que obran influencias extranjeras, ni con palabras sueltas
a veces mal escritas y en que no pueden manifestarse las
formas derivativas, es decir las de conjugaciones y de de-
clinaciones. Asi podra ordenarse la gramatica razonada, y
comparandola despues con los antiguos libros se descubri-
ra sin error ninguno cuales han sido las variaciones que el
idioma en cuestion habra experimentado en el trascurso de
dos 6 tres siglos.
Permitidme, seilores, insistir en la idea de que, acaba-
dos dichos estudios, acabado el sobredicho analisis, pongan
cuidado los estudiosos de no buscar a la ligera parentesco
LINGUiSTICA. 205
6 relaciones, y de no hacer precipitadas etimologias. La
etimologia es la parte mas delicada de la ciencia lingiiisli-
ca, la mas dificil y hasta la que seduce mas a la mayor
parte de los investigadores. No faltan, entre los literatos,
etimologistas atrevidos y temerarios para quienes los voca-
bularios no tienen secretos y los cuales no rehuyen el afir-
mar parentescos extraordinarios de lenguas, valiendose de
tres 6 cuatro palabras quizas citadas con inexactitud. Ellos
son los que descubren relaciones de los judios con los ame-
ricanos, de los fenicios con los griegos, de los chinos con
los latinos, de los vascos con los antiguos pobladores del
Asia, etc. De estos, no me ocupo, sino por la pena que me
causa lo infructuoso de sus trabajos; su empeiio queda re-
ducido, segun ha dicho un maestro nuestro, el gran lingiiis-
ta aleman Schleicher, a ser etimologistas en el vacio, etimo-
logizirungen ins blane hinaus. Esto no es ciencia, pues para
ser etimologista hay primero que ser lingiiista; y la lingiiis-
tica es una ciencia distinta, muy dificil, que no es dado a
todos adqnirir, pues necesita vocacion y aptitudes particu-
lares. Ademas, la linguistica tiene su metodo, sus princi-
pios, sus reglas, y no basta para salir airoso en ella el
conocer muchos idiomas. Existen lingiiistas ilustres que
nunca pudieron pronunciar una sola palabra extranjera.
La mania de que me estoy lamentando tiene su origen
en preocupaciones muchas veces inscientes, en habitos del
entendimiento; es el resultado de una education poco cien-
tifica, sobre todo de tener miedo a la duda, al no afirmar,
al no creer. Los hombres de ciencia no deben ocuparse de
los que asi proceden, su deber es adquirir la conviction de
todas las verdades por otros puestas fuera de discusion; no
buscar la razon de las cosas, sino en las cosas mismas, no
edificar teorias, sino sobre la robusta base de la observa-
tion y de la experiencia; y, para decirlo de una vez, fijarse
siempre en la frase del poeti aleman:
das werden zu verstahen
solbn wis das gewordene erkennen ,
206 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
«para comprender el porvenir, es menester explicate lo
pasado.'>
Siento mucho, senores, haber ocupado vuestra atencion
exponiendo muy de pasada temas tan arduos y escabrosos.
A muchos pareceran cstas especulaciones filosoficas, sin
vesultado practico. Tened la bondad de excusar la molestia
que os lie causado, reeordando que la ciencia desinteresada
es egoista, que el trabajador dedicado a ciertos estudios
especiales esta sujeto a afirraar lo que a el le parece indubi-
table.
No ha sido otro mi proposito, sino el exponer las cxigen-
cias naturales de la ciencia lingmstica, de la ciencia inde-
pendiente, de la que prescinde de acepcion de personas y
de cosas. Xada mas intento, sino levantar en el oentro de
esta autorizada asamblea, el estandarte de la ciencia pura.
de la ciencia que, fundandose en la libertad, formando
alianza con esta primera y esencial cualidad del hombre
moderno, dene, por unico y verdadero objetivo, el progreso
continuo de todas las razas humanas.
El Sr. Fabi6: Senores: he oido con el mayor placer la
disertacion del Sr. Vinson; con tanto mas placer cuanto que
dedicado, sino con la intensidad que deseara, a, los estudios
filologicos, presto a ellos hace muchos anos especial aten-
cion y coincido sustancialmente con las opiniones que aca-
bais de oir. Quizas vaya en alguna parte mas lejos, pues
entiendo que la manera de llegar a crear la filologia ame-
ricana no pucde ser otra, sino el estudio de las lenguas
que se hablan 6 se han hablado en aquel continente y de
que quedan rastros; pero esto sin ningiin genero de pre-
ocupaciones ni prejucios ni comparaciones con las lenguas
de otros continentes y de otras regiones, porque esta pre-
ocupacion no puede menos de ser causa de gravisimos erro-
res. Y la razon es obvia, y esta indicada perfectamente por
el Sr. Vinson.
Uno de los elementos de todo lenguaje, y esto es cosa
sabida, es lo que se llama onomatopeya; y por consiguiente,
LINGUISTICA. 207
es claro que en todas las lenguas que habla el hombre, tie-
ne que haber palabras analogas 6 de una grande analogia
en su sonido. Pero esto no puede ni debe presuponer rela-
ciones entre ellas. Asi que yo insisto, y este es uno de los
primeros propositos que tengo, en que se emprenda el es-
tudio do esas lenguas como se emprenden los estudios de
ciencias naturales. Conviene a saber, procediendo al estu-
dio individual de cada una de ellas, con sus caracteres, con
sus condiciones, con todas aquellas circunstancias que pue-
dan darnoslas a conocer, asi en su fonetica, como en la par-
te de su estructura material.
Tenia razon el Sr. Vinson cuando en cierta manera re-
chazaba el nombre de lenguas turanias. En efecto, esta
palabra es una rubrica que comprende, digamoslo, el caput
mortum de la Jinguistica.
Las lenguas americanas est;iu comprendidas en ellas,
porque se puede decir que no constituyen, por lo que de
ellas sabemos hasta ahora, una de aquellas familias tan
definidas y estudiadas como lo estan las semiticas y las
aryanas. Pero dicho esto, y conviniendo tambien en que
las gramaticas que nos han legado los misioneros que tu-
vieron por principal proposito al estudiar aquellas lenguas,
hacerse entender de los que las hablaban , si bien creo que
no sirven para darnos una idea cabal de esas lenguas y de
las relaciones que entre ellas existan con arreglo a los ele-
mentos de filologia moderna, creo que la justicia mas es-
tricta exigc que rindamos un tributo de reconocimienlo ;i
aquellos hombrcs, que cuando menos, han hecho una cosa
que no puede menos de ser importante; recoger el mayor
numero posible de palabras y su correspondeucia con las
castellanas 6 latinas mas exactas 6 aproximadas; pucs este
es el elemento material sobre que habran de fundarse los
estudios futuros, especialmente todo en aquellas lenguas
que han dejado de hablarse 6 que estan proximas a desapa-
recer. Porque todos sabeis que en esas lenguas, que estan
todavia en su primero 6 segundo peri'odo de formacion , el
1 k
?08 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
movimiento dialectal, las deforma, las destruye, y las hace
desaparecer en breve periodo.
Pcro no solo pido yo que se tribute este reconocimiento
a aquellos misioneros, sino que en mi concepto, no pode-
mos omitir cl nombre de un espanol ilustre, que es acaso
el que mas contribuyo, con sus estudios, a la creation de la
lingiiistica moderna, y que sin duda, porquc no es posible
decirlo todo, no ha hecho mention de el el Sr. Vinson. Me
refiero, y en la mente de todos estara, al Abate Herbas. El
Abate Herbas, con su Catdlogo de las lenguas, levanto el pri-
mer monumento, antes de que Adhelug, con su Milridates,
su verdadera filologia cientifica; y por consiguiente, todos
los espanoles debemos recordar este hecho y decir en pri-
mer lugar que las lenguas americanas fueron en gran parte
objeto de los estudios del Abate Herbas; porquc aunqueno
hubiera sido misionero en aquellas tierras, como lo han
creido la mayor parte de sus biografos, conocio, no solo los
idiomas 6 dialectos, sino las gramaticas 6 diccionarios ya
publicados, asi como otros muchos, y llamd la atencion de
algunas cosas y hechos notables, tales como el gran nume-
ro de dialectos y lenguas que se hablaban en las orillas del
Misisipi, siendo el que mas hizo adelantar esta ciencia de
su liempo. Pues antes que ningiin otro escrilor, establecio
que los estudios de las lenguas deben hacerse comparando
sus respectivas gramaticas, y no por la supuesta 6 real ana-
logia de sus palabras, y a su valor puramente fonetico, que
puede decirse que es lo fundamental de la filologia mo-
derna.
* Yo he creido de mi deber hacer estas observaciones , vol-
viendo, aun cuando no era necesario, estando entre perso-
nas tan ilustradas, por los antecedentes cientificos de nues-
tra patria y por el honor de los sabios que la han ilus-
trado.
El Sr. Vinson: Estoy enteramente conforme con el se-
fior Fabiu en cuanto a la justicia que es debida a los auto-
ros de esos liljros antiguos. y muy espccialmente a los tra-
LINGUISTICA. 209
bajos del abale llerbas y de los otros espaiioles ilustres que
han fundado los estudios de las lenguas americanas, y pues
que de linguist ica se trata, algo mas he de decir.
El R. Padre Fita ha teuido la bondad de eomuuicarme
cl objeto de una proposition que hizo en la sesion de esta
manana, y el apoyo de la misma no he de excusar aunque
sea el tiempo contado. So ha ocupado de las lenguas ame-
ricanas y de la lengua y antigiiedades vascongadas, de las
que yo tambien con predilection vengo eslndiando mucho
tiempo hace. Si de algo puede servir mi indication, me
permito llamar la atencion del Gobierno cspanol, tan inte-
resado siempre en el progreso de las ciencias , acerca de la
importancia de la proposition, esperando la acogera-, y la
acogera la nation toda, pues con profunda emotion he cs-
cuchado el discurso de S. M. el Rey don Alfonso XII, en
que late cl sentimiento entusiasta por cuanto a la ciencia
moderna ataiie; sentimiento poco comun en los soberanos,
cuyo tiempo absorben de ordinario otras cuestiones.
El Sr. Fabi6: La acogida y apoyo que merece a persona
tan competente como el Sr. Vinson la propuesta del Reve-
rendo P. Fita, es prueba de la adhesion que merece, y
serf a conveniente que, aceptandola el Gongreso, dirigiera
una excitation al Gobierno de S. M., para que en alguna
de las universidades del reino se cree catedra de lengua
vascongada.
El Sr. Espada: Pido la palabra para una cuestion prac-
tica.
El Sr. Presidente (Pacheco Zegarra): Puede hacer uso
-de la palabra el Sr. Espada, y le suplico que sea breve , en
razon al poco tiempo de que podemos disponer.
El Sr. Espada: Asi lo hare.
Los fnndamentos de la lingiiistica moderna no estriban
precisamente en la pronunciation ni en esa multitad de
accidentes de las voces que tanto han preocupado a los an-
tiguos filologos; pero no por eso, senores, hemos de descui-
dar el exacto conocimiento de la forma de la palabra: con-
TOMO II. II
210 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
vieae tenerlo cabal y preciso para poder discurrir sobre
ella, y en los iciiomas amcricanos esla cuestion so eleva a
uno do los mas importantes y dificiles problemas de lin-
giiistica. Yo he podido coavencerme por diferentes nolicias
y referencias de estudios hechos por los misioneros ameri-
canos, que la inteligencia del verdadero sentido fonetico de
las palabras es casi en la mayoria do los casos, si no dis-
tinta, diferente en la apariencia, y sobre todo de su propio
sonido; que no puede referirse la misma palabra — oida por
uno 6 por otro, — a una misma idea, a la linica que con ella
se queria expresar.
Hace muy pocos anos (antes de que nosotros loscomisio-
nados por el Gobierno espanol fueramosa la expedici6n del
Pacifico, en 1863), cruzo por las orillas del Napo, y por las
comarcas que bana este hermoso rio, el italiano Sr. Oscu-
lati, recogiendo las producciones naturales de aquella apar-
tada region, y con toda minuciosidad y conciencia los elc-
mentos filologicos que pudo en las varias naciones que pue-
blan sus bosques y quebradas. Tengo el vocabularioimpreso
por aquel atrevido viajero ; lo creo veridico, y sin em-
bargo, declaro que muchas de las voces escritas por el y las
que tengo en mis nolas, procedentes del idioma de una mis-
ma nation, aplicadas a identico significado, y que uno y otro
oimos, no se parecen absolutamente en nada. Como que el
oia y traducia en italiano y yo en espanol sonidos nasales,
guturales y aun estomacales; ejemplo el vocabulario zdparo.
Pues bien, en vista de esto <;c6mo vamos a discutir, como
vamos a resolver acerca de los elementos esenciales de una
lengua si no conocemos, como hemos dicho antes, su ver-
dadera forma fonetica?
El Sr. Fabie ha hecho memoria del abate Herbas, y debo
advertir al Gongreso que este esclarecido y docto jesuita, de
cuyo talento y vastisima erudition no hay espanol que
dude, no estuvo en America. Para su celebre Catdlogo de
ha, lenguas, se valio de los elementos y noticias que le pro-
porcionaron les misioneros del Nuevo Mundo; y aunque yo
LINGUISTICA. 211
s61o conozco una parte relativamente muy pequena de este
vastisimo continente, la del Ecuador, refiriendome & ella,
puedo asegurar al Sr. Fabie, que los materiales en que baso
el abate Herbas sus investigaciones, son, no dire que todos,
pero en su mayor parte, equivocados. Suministrole los de
la parte del rio Napo y misiones de Mainas, el P. Juan de
Velasco, autor de la Historia de Quito; el cual, aunque muy
diligente y entusiasta de su patria (era quiteno), adolecia
de excesivo candor y demasiada credulidad , sobre todo en
los datos que le comunicaban sus companeros de religion,
y que no se cuidaba de sometera" la critica, con ser, no obs-
tante, conocedor en persona de los pafses y naciones de
donde procedian. Asi pues, las deducciones que el abate
Herbas ha podido hacer sobre las lenguas de los pueblos
banados por el alto Amazonas y sus grandes afluentes, caen
por su base, toda vez que no conocia la verdadera forma de
sus elementos foneticos, y que, desconociendolos, no pudo
discurrir fundadamente acerca de ellos.
En los afios inmediatamente sucesivos a la expulsion de
los misioneros jesuitas de las orillas del Napo y Amazo-
nas, hubo algunas personas seglares, — como los iia ha-
bido siempre y con anterioridad a" las misiones, — que se
ocuparon en el estudio de esas lenguas; porque, dicho sea
de paso, los misioneros no han hecho mds que seguir el
camino abierto por los capitanes de conquista y otros ex-
ploradores , y no han entrado en los territories donde des-
pues establecieron sus reducciones y doctrinas, sino con el
auxilio de las armas...
El Padre Manovel: ;Protesto! jLos misioneros entra-
ron s61o con la Cruz en la mano !
El Padre Fita: jProlesto! ;La Cruz lo ha podido todo!
El Sr. Espada: A mi me basta afirmar con la historia.
Mas, por si acaso mi afirmaci6n resulta debil al lado de las
solemnes protestas de un respetable y reverendo Padre de
la Orden de Santo Domingo y de un esclarecido hijo de
San Ignacio, procurare reforzarla con dos testimonios, que
1 k *
212 C0NGRES0 DE AMERICANISTAS.
no recusara ciertamente mi bondadoso amigo el P. Fita.
En el « Informe de las misiones del Maranon 6 n'o de las
Amazonas» que el V. P. Francisco de Figueroa, visitador
y reclor de ellas, bizo cl aiio de 1661 por mandado de su
provincial el P. Hernando Cavero, al tratar de la disposi-
tion que se hallaba en las naciones de aquel rfo para reci-
bir el Evangelio, escribi'a: «Es error y temeridad, por falta
de experiencia (si no es por milagro que Dios obre) el tra-
tar de predicar y entablar cosa de importancia en estas
gentes, sin escolla y brazo de espanoles; porque la mesma
brutalidad y costumbres fuera de razon de estos indios, en
que se cri'an, esta clamando por justicia que los gobierne,
corrija y reprima
<;.Que podra conseguir un sacerdote solo de tal genio de
gente sino mucbo trabajo de lidiar con fieras, si no se vale
de los medios convenientes para domarlos, que es la vara
y las fuerzas de la justicia? »
Esto era unos veinte arios despues de baber conienzado
la Gompailia de Jesus en la provincia de Mainas su tarea
evangelica. Al cabo de un siglo, el P. Manuel Joaquin de
Uriarte, misionero jesuita en Tiriri del rio Napo, exclama-
ba en carta dirigida a su bermano el Sr. D. Josef Agustin,
inquisidor de Zaragoza , fecba en 6 de Xoviembre de 1752:
« Pero esta gente es tan voluble, que de boy a mariana hay
novedades ; ya cerca de cien anos que la Compaiiia intenta
su reduction, pero ni la sangre, ni el sudor de tantos jesui-
tas ha bastado, por no haber alguna ayuda del brazo seglar.
Aqui estamos solos tres sujetos divididos seis y ocho dias
de camino unos de otros , con solo tal cual muchacho que
por Dios nos acompaiia. Con todo esto estamos alegres y
con mas valor (Dios le da) que un soldado de Flandes : la
necesidad nos ha ensenado a manejar la escopeta y el al-
fanje con que se matan las lieras y se espantan los hom-
bres. — No oye esta barbara gente las voces del Evangelio
si primero no sucna el eco de la polvora.»
Yolviendo al abate llerbas, insisto en que sus trabajos
LINGU1STICA. 213
filologicos relativos a las lenguas americanas pecan por di-
cho original defecto, que investigation's posteriores, he-
chas por hombrcs tan imparcialos y lidedignos como pue-
dan serlo los revestidos del sagrado caracter del misio-
nero, han demostrado, haciendo constar que es casi im-
posible que oidos europeos perciban y puedan apreciar las
desinencias de las palabras pronunciadas por los indios
de aquellas regiones; que unos las oyen de una manera y
otros de otra, amen de que despues las escriben cada uno
segun su particular ortografia; y que, por lo tanto, aquellos
elementos que llegan hasta nosotros los que estudiamos en
Europa las cuestiones filologicas, son cnteramente falsos,
no siendo licito fundar sobre cllos una razonable deduction
lingiiislica. En mi opinion, al estudio de los idiomas ame-
ricanos debe preceder la fonografia de sus voces. Esto es
cuanto tenia que decir.
El Sr. Fabi6: Como me ha aludido nominalmente y de
una manera tan directa el Sr. Espada, me creo en la nece-
sidad de hacerme cargo de algunas de sus observaciones.
No discutire con el Sr. Espada, acerca de si el Padre
Herbas estuvo 6 no en America, por mas que acabo de leer
en un autor tan competente como Max-Muller, que dicho
Abate estuvo en el nuevo Continente siguiendo en esto la
opinion general, pero en la minuciosa y erudita biografia
del famoso Abate que escribio nuestro inolvidable colega
el Sr. D. Fermin Gaballero, aparece, en efecto demostrado,
como se pueden demostrar los asertos negatives, que Her-
bas no estuvo en America y que recogio las noticias de las
lenguas del Nuevo Mundo comprando todos los libros que
sobre ellas se habian publicado y consultando en Roma
donde residio tantos anos y publico muchas de sus obras,
a cuantos misioneros habian estado en aquellas tierras.
Respecto al fondo de la cuestion, dire, que la dificultad
que el Sr. Espada manifiesta, no es peculiar de las lenguas
americanas sino que se extiende a todas, porque cada una
tiene sus propios elementos foneticos, y si por ventura hay
214 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
algunas que entresi los tienen muy semejantes, esto se ex-
plica porque son dialectos de una raisma y sola lengua.
Por lo tanto, tocamos aqui la gran dificultad que hay
para los analisis filologicos y para la creation de los alfa-
betos necesarios al estudio de la linguistica.
Pero se me ocurre una cosa respecto a los que han escrito
gramaticas y diccionarios de las lenguas americanas , y es
que esta dificultad sube de punto , porque no es hoy el so-
nido de algunas letras, tal como se hallan representadas en
las gramaticas y diccionarios de los siglos xvi y xvn. Mas
esto tiene una explication: consiste en que muchas de las
letras 6 elementos foneticos de aquella epoca, no suenan
ahora como sonaban entonces. Apelo para demostrar esto,
a obras conocidas de todos: principalmentelas de los poetas
de los siglos xvi y xvn. Esto mismo manifiesta en el apen-
dice de explicaciones gramaticales foneticas, que puso Ulloa
a una de sus traducciones a los que en Italia aprenclian el
castellano, donde se ve que algunas palabras se pronuncia-
ban entonces de distinta manera que ahora y ademas se
daba valor fonetico a letras que hoy no lo tienen v. g. la h.
Por lo demas, yo no he podido menos de deplorar el hi-
dden te que aqui se ha suscitado esta tarde, y con tal moti-
vo debo decir, que es preciso que conste, que la espada y la
cruz marcharon siempre de consuno en el descubrimiento
y civilization del Nuevo Mundo, y que si los hombres de
guerra llevaron alii nuestro poder y nuestra civilization
por la fuerza de las armas, los representantes del clero re-
gular y secular hicieron lo mismo ; y todavia se conserva
eil nuestros mapas, el nombre de la provincia de «La Vera-
Paz,» que es una gallarda muestra, que es una verdad que
los hechos acreditan, que por medio de la paz y por medio
de la palabra divina, se puede sojuzgar y reducir al conoci-
miento de las verdades eternas, a los pueblos todos del
mundo. (Aplaitsos.)
El Sr. Minguez levo un razonamiento en prueba
LINGUISTICA. 215
de la relation que a su juicio existe entre la lengua
euscara y las egipcias, y de las que asimismo reco-
miendan el esludio general, terminando con esta
pregunta. Si admitimos lo que ban sentado los
Sres. Vinson y Rada, y lo discutido por los Sres. Fa-
bie y Fita; si admitimos la doctrina de que las len-
guas americanas deben estudiarse en si mismas,
^como se compagina el estudio de ellas en relation
con las vascongadas?
El Sr. de la Rada (D. Juan de Dios). Senores: sieiito
mucho tener que molestar nuevamente la atencion de esle
Congreso; pero aludido tan directamente por el Sr. Min-
guez, no puedo prescindir de hacerlo.
El Sr. Minguez ha querido establecer una contradiction
entre la teoria que he sostenido esta manana y lo que con
mucha oportunidad sostuvo el Padre Fita; mas esta con-
tradiccion no existe, y bastara para corrobararlo, aplicar
un axioma 6 una formula que en el foro se emplea a cada
instante: distingue tempora et concordabis jura.
<;C6mo he de negar yo, que estoy dedicado hace mas de
veinte anos & los estudios arqueologicos — las relaciones
que cxislen entre las artes? Lo que dije es que los princi-
pios de las sociedades, los clementos de las artes son peque-
iios esbozos, y que cuando las sociedades estan ya adelan-
tadas, se compenetrau. Esto no puede negarse, y por la
misma causa, cuando las lenguas se forman y se desarro-
llan, su influencia pasa de unas a otras. Tampoco puede
negarse esto. Pero de aqui a querer fantasear la historia,
aprovechandose de unos cuantos trazos que se nan hecho
por unos pueblos sin conocimiento ninguno de otros, va
mucha diferencia; porque la analogia y la identidad existe
en todas las obras del ingenio, puesto que el ingenio huma-
no cs uno y liene que serlo siempre en todas sus manifes-
taciones.
216 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Y ya que estoy en el uso de la palabra, indicare cuan
expuesto es fiarse de esos primeros esbozos, que no se si
pueda llamar caligrafias , refiriendome a lo que acaba de
suceder, 6 tengo noticia que ocurre con los signos de la
cueva de los letreros, de que se habla en la obra de Gongo-
ra, los cuales se han traducido tambien a priori, leyendo-
las como escritura clara y corriente egipcia y es que exa-
minadas nuevamente se ha visto que no hubo fidelidad en
la copia que facilitaron a Gongora, lo cual ha hecho caer
aquella opinion como Castillo de naipes. Vease a lo que
estan expuestos los que se dejan Uevar de impresiones del
momento sin depurar antecedentes y sin hacer estos estu-
dios de una manera fundamental y critica. (Muy Men,
muxj bien.J
El Sr. Fita: Dos palabras solamente para manifestar
lo que todo el mundo recuerda.
Cuando se toma en manos la obra mas reciente, escrita
por M. Beauvois, inmediatamente salta a la vista que alii
(al poner delante de la consideration, los datos historicos
quo acreditan la colonization escandinava en America), la
historia precede a la filologia, y que sobre tamaiia cuestion
los estudios filologicos, naturalmente encuentran su ver-
dadero punto de apoyo. Pues de una manera parecida he
dicho esta manana, que aun cuando muchos Pilologos en
Europa, fundandose en hechos incontestables de raices y
de vocablos, que han liegado vivos hasta nosotros, asi como
en la sintesis de las diferentes gramaticas de lenguas ha-
bladas, no han pasado mas all;i de un resultado bueno,
pero no excelente por carecer de la clase de las trasforma-
ciones lingiiisticas en las edades remotas; todavia no faltan
quienes por medio de las lapidas y otros monumentos han
esparcido sino toda, por lo menos gran parte de la luz que
la ciencia requiere, y he desarrollado la idea, de que la his-
toria no es inutil para esto. Que si encontramos relaciones
entre los dialectos euscaricos y las lenguas americanas,
procede estudiarlas, no tanto en la fisonomfa moderna que
LiNGiiisTiCA. 217
presentan, cuanto en la antigua que tuvieron. Natural-
mente, en esta fisonomi'a antigua, el enlendimiento busca
datos para ver y reconocer si realmente asf fue, y por csto
he sentado las dos h'neas en que estos datos se encuentran,
—la primera linea por lo que hace a los documentos escri-
tos, y la segunda, por lo que atane a los monumentos epi-
graficos, — y las he presentado a la consideration do todos,
diciendo que conviene recoger estos documentos anliguos,
asi como lo ha verificado M. Mahn, para que no esten
ocultos en el seno de las bibliotecas. Por ejemplo: en el
Fuero de Navarra, del siglo xiv, se encierran tantas y tan
antiguas palabras euscaricas, que conviene se saquc la flor
de lo que alii hay, y en el codice de Galixto del siglo xn un
glosario de palabras en vascuence se contiene preciosisimo,
que df, no ha mucho a luz. Asi de siglo en siglo se nos
vendra expedita e inequivoca la verdad que todos busca-
rnos, y por lo que toca a los monumentos epigraficos, que
suelen remontarse a tiempos mucho mas antiguos, he ana-
dido, y lo deseo con vivas ansias, que — asi como lo ha
hecho M. Mahn allende los Pirineos — lo hagamos no-
sotros aquende la sierra Pirenaica; porque sin duda nos
hallaremos con las mismas 6 parecidas palabras euscaricas
que en aquellos se encuentran. Esto tiene que ver real-
mente con el estudio de las lenguas americanas, puesto que
de haber alguna analogia, conviene averiguar si se apoya
en la verdad de los hechos.
No puedo extenderme mas; pero un nuevo argumento de
la conveniencia del plan de exploration que Uevo trazado,
pucde y debe sentarse en el sentido de que no es iniitil
para Espaha , buscar los elementos de su abolengo para
que realmente veamos lo que fuimos, y para que la raza
iberica se encuentre por medio de la filologia con la gloria
inmensa, que solo rastreamos ahora 6 conjeturamos, de
haber poblado alia en edades remotisimas la America. He
dicho. (Muy bien; prolongados aplausos.)
El Sr. Minguez: Seriores: he sentido mucho que el se-
218 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
nor Rada se haya dado por aludido, cuando precisamente
,qo me r.eferi a ninguno de los tres sefiores que , acerca de
esta cuestidn, han hecho uso de la palabra.
En cuanto a lo que toca a las inscripciones, ni aun tan
siquiera he mauifestado que las de la Cueva de los letreros
esten traducidas, ni creo que se pueda verificar esa traduc-
tion , como tampoco la de otros que hay por ese estilo en
las Guevas de Govadonga. ^Como habia yo de decir esto,
cuando de ningiin modo se puede fijar? Indudablemente
que nada sc sabe, porque en lo que se ha venido haciendo
por medio de tantas relaciones como ha significado el senor
Rada — a quien yo respeto muchisimo por su grande inte-
ligencia, — no cabe decir que esas inscripciones que America
presenta, tienen una semejanza completa con las de la Cueva
de los letreros. Sin embargo, se reconoce semejanza, que no
quiere decir analogia; hay semejanza, si, pero no deduzca-
mos ninguna consecuencia, porque podria ser peligrosa
cuando la ciencia se halla extraviada en la comparacion,
por mas que sin esta comparacion, ni aun tenemos juicio
en la vida.
El Sr. Manovel: Guando vi con alegria el anuncio del
Congreso de Americanistas de Madrid, no conocia las ma-
terias que en el se habian de discutir, y no me ocurrid
que pudiera ponerse en duda el influjo que tuvo la Iglesia
en el hecho que considero mas grande en la historia uni-
versal, despues del nacimiento y redencion del Mundo por
Jesucristo; en el descubrimiento delNuevo Mundo. En este
trascendentalacontecimiento, apenashay pormenor que no
este relacionado con el nombre de Salamanca, yen la cues-
tion linguistica que se debate, los misioneros que salieron
del convento de San Esteban de dicha ciudad , que se acer-
can al niimero de cuatrocientos, como se demostrara en su
dia, en una mitad se ocuparon de las lenguas indias, des-
collando el P. Delgado, que formo el primer diccionario y
la primera gramatica de la lengua del Peru, presentandola
a la audieucia de Mejico.
LINGUISTICA. 219
Aqui se ha dicho que los misioneros no hicieron mas
que fundarse en lo hecho, y no es exacto. Recuerdo bien
los cuatro que siguieron A Colon, a su salida de Salaman-
ca, que eran los PP. Montero, Valverde, Mendoza y Pedro
de Cordova, y que formaron un diccionario llamando a los
indios y anotando los sonidos de las palabras que pronun-
ciaban sin atenerse a las reglas de formation del habla cas-
tellana. Lo mismo han hecho las misiones de Asia, forman-
do las gramaticas de las lenguas que se hablan en Filipi-
nas, y no se dira que alii ha precedido la espada. — ;Ah,
seriores! que triste hubiera sido la suerte de America sino
hubiera ido la Cruz. De ella se dijo y se dira siempre Cruz
vincit. La espada infunde temor, y es la que priva al hom-
bre de la libertad, por consiguiente, no estoy conforme con
el Sr. Jimenez de la Espada en cuanto a. la afirmacidn de
que la espada haya civilizado a America.
El Sr. Arias de Miranda, ha atentado tambien a la mayor
gloria de Fr. Bartolome de las Casas; a su catecismo; pero
tengase presente que lo que en este sentido se ha escrito
del Apostol de las Indias, es una calumnia. (Rumores.) La
verdad se dice donde quiera. No, no era hombre que se pu-
diera calificar de atrabiliario; hacerlo, ha sido una indigni-
dad de autores extranjeros. (Murmullos.) A nadie he ofen-
dido, mas no proseguire en la explanation de lo que me
ocurre, y acabo presentando a la mesa una Memoria, con
el ruego de que se sirva recomendarla como tema del futu-
ro Gongreso.
Influencia de los Conventos de la Rabida y de San
Esteban de Salamanca en el descubrimiento de
America.
Siendo cvidente que Colon, desoido 6 rechazado en varias
naciones de Europa fue atendido al tin y apoyado en Es-
paha, resta poner en claro un punto tan importante para
220 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
la historia, como oscaro Je suyo y embrollado cada vez
mas por los historiadores; a saber, £que individuos 6 cor-
poraciones , y de que manera influyeron cada uno en la
historica resolution de Isabel la Gatolica? y sobre todo,
,;, que parte cave a los conventos de la Rabida y de San Es-
teban de Salamanca en la gloria del descubrimiento de la
America?
Seria ofender la ilustracidn de este respetabih'simo Cuer-
po si me propusiera hacer un largo discurso en apoyo de
la proposicion que os acabo de leer. Me limitare por tanto
A unas ligeras observaciones con el unico objeto de fijar la
atencion de esta ilustre Academia sobre un punto cuya
trascendencia historica habran comprendido los que me es-
cuchan a la simple lectura de esta proposicicjn.
Que esta altamente interesada la honra de nuestra patria
en sacar a luz y presentar en la escena de la historia los
nombres do aquellos preclaros varones, sin cuya ilustra-
cion y concurso no hubiera quedado para siempre ligada
a Espaila la gloria del descubrimiento , es una verdad gra-
bada en la conciencia de todos nosotros, y en la cual por
tanto no debo insistir mas. Solo me fijarc, pues, en laspa-
labras de la proposicion que pudieran a primera vista pa-
recer exageradas, pero que por desgracia son una tristerea-
lidad, y son el que los patronos y sostenedores del proyecto
del gran marino no ocupan en el gran cuadro de la histo-
ria el puesto de honor que de derecho les corresponde, y
que los historiadores todos al trazar los pasos que did en
Espaila el ilustre genoves hasta la consccucion de suanhe-
lado proyecto, han envuelto en las sombras de la mas lasti-
mosa confusion un periodo tan interesante a nuestra his-
toria, embrollandole mas y mas a proporcion que se han
propuesto ilustrarlo.
Nada diremos del famoso Herrera, cronista de Felipe II,
que le toca solo de paso; nada de Muiioz, que si bien algo
mas extenso tampoco detalla los hcchos, nada de Navarrete,
cuyo unico objeto fue amontonar documentos; tampoco me
LA RAHIDA Y SALAMANCA. 221
ocupo de los historiadores generales de la talla de Cesar
Gantii, que sin examinar concienzudamente el punto,
acepto sin examen las ideas comunmente recibidas. Pasare
en fin por alto hasta los liltimos historiadores contempora-
neos como D. Modesto Lafuente, Gabanilles, Gebhart, Ga-
ballero, Prescot, etc., que bebiendo en fuentes no puras. y
fiandose de autoridades de no buena critica dejanel mismo
vacio e incurren en las mismas inexactitudes.
Me fijare solo en dos linicos biografos de Colon que des-
pues de la vida que escribio su hijo D. Fernando se han
ocupado exclusivamente del asunto, separando de la Ilis-
toria general del descubrimiento , la vida del descubridor,
concretan toda su atencion a este su exclusivo objeto. Com-
prendereis, seriores, que hablo de Washington Irving y del
Conde Roselly. El tftulo de biografos del Duplicador del
Mundo, parece que les imponia el deber de puntualizar los
hechos y aclarar este interesante episodio historico; oscon-
vencereis, sin embargo, de que lejos de haber esclarecido el
asunto siguiendo el orden cronologico y conciliando las fe-
chas y los nombres que flguran en este importante aconte-
cimiento, andan por el contrario tan desorientados que ni
siquiera advierten ellos mismos las contradicciones en que
incurren.
Asi, por via de ejemplo, Washington Irving introducien-
do a Colon en Espana, por el convento dela Rabida, le hace
ir despues a Cordoba, donde le pone por primera vez en re-
lation con la corte. Lib. n, cap. i dice: Colon permanecio
en la Rabida hasta la primaveradel 86;» y en el cap. in lie-
go Colon dice «a Cordoba a principios del 86. » Roselly de
Lorgues, cap. v, pag. 8G, dice: a fines de Noviembre del aho
1486 se desposaron, y nacio D. Fernando el 29 de Agosto
del 87. El mismo, pag. 91 del capitulo citado, fijo las fechas
de las conferencias de Salamanca a fines de Noviembre del
mismo 86, y en la pag. 89 hablando de estas conferencias,
tenia Colon adice» en su favor la calidad, ya que no la can-
tidad de los votos, y a seguida en la pag. 100, ahade: «la
222 CONGRES DES AMERICANISTES.
Comision se separo sin haber resuelto nada; pues por una-
nimidad condenaba el proyecto.»
Si la Academia tuviera la dignacion de proponer al Con-
greso de Americanistas de 1883 que una de las primeras
cuestiones fuese la proposition que he tenido la honra de
leer, es evidente el servicio que con ella prestan'a a la hon-
ra de Espana y a la verdad hist6rica del acontecimiento
mSs grande del mundo.
El que tiene la honra de dirigir la palabra, cree que hay
datos suficientes para derramar alguna luz sobre este com-
plejo y hasta hoy involucrado asunto, con tanto mas moti-
vo, cuanto que en las obras hechas recientemente en el
convento de San Esteban de Salamanca, han aparecido
restos venerandos del antiguo edificio, que honro Colon con
su presencia, y principalmente la celda del Maestro de Es-
tudiantes que a la saz6n ocupaba Deza, y cuyas paredes
fueron, & no dudarlo, testigos mudos de los sublimes colo-
quios que mediaron antes que el sabio comprendiese al
genoves. — Doctor Pedro Manovel.
El Sr. Arias de Miranda: Siento mucho que elsenor
Manovel se haya expresado con tanto calor, y hare constar
que solo por ser ajeno a la discusion de este dia lo referente
a la personalidad del R. P. Fray Bartolome de las Gasas,
dejo de decir la opinion que me merecen sus escritos.
M. Dognee: Messieurs: J'ai demande la parole, non
pas pour vous transporter sur le terrain des querelles reli-
gieuses, qui doivent nous etre interdites ici, mais pour vous
declarer que nous tous tant que nous sommes ici, Espagnols
et etrangers, nous devons nous tendre la main et nous esti-
mer pour rechercher ensemble la verite. J'ai done voulu
faire un retour aux questions de linguistique, et je de-
mande pardon, moi, qui ne suis pas une autorite en la ma-
tiere, de vous arreter quelques instants pour parler de ces
questions.
Lorsque nous nous occupons des langues americaines,
LINGUISTIQUE. 223
nous eprouvons une difficulte que nous n'eprouvons pas
lorsque nous recherchons des langues anciennes en Euro-
pe. J'en appelle a tous ceux qui ont fait une etude speciale
de ces questions : ils savent les obstacles que presente l'etu-
de de langues qui ne sont pas representees par un alpha-
bet, et les beaux raisonnements qu'on peut faire sans rien
prouver quand on est en presence d'un langage dont on ne
connait point l'orthographe et qui n'a pour ainsi dire , pas
de monuments ecrits. II faut que nous puissions dire, com-
me le pere Rosette: voila un mot, je le lis, je le comprends;
en voici l'equivalent; par consequent, voila une base pour
creer une science. «I1 y a la la revelation d'un systeme.»
Qu'avions-nous pour aider nos decouvertes en Amerique?
Nous avions un vocabulaire fait au commencement de la
conquete , un ouvrage plus ou moins correct , avec une or-
thographe espagnole, permettez-moi de le dire; cette ortho-
graphe est tres variee et pas du tout certaine. (Observations
dans I' assistance.) G'est ce qui fait la difficulte" de l'etude
qu'il y a a faire sur les langues americaines. Votre ortho-
graphe n'est pas celle des Russes, ni celle des Anglais, ni
celle des Scandinaves, qui ont ecrit l'orthographe a laquelle
ils etaient habitues.
Qu'est ce qu'on devrait faire? Presenter les choses le
mieux qu'on peut, mais ne pas donner comme absolument
certain, comme un criterium ce qui n'est que l'effet du
hasard. La linguistique est une science nouvelle, qui con-
siste a rechercher les analogies phonetiques, avec d'autres
langues, et a reconstituer l'orthographe d'un mot qu'on a
devine malgre lui, si je puis dire. Permettez moi de vous
rappeler comment on procede en archeologie. Autrefois,
on etait archeologue avec plus de legerete qu'aujourd'hui.
Qu'on regarde les ecrits des archeologues du xvie siecle: ils
croyaient toujours que c'etait arrive. Aujourd'hui, on agit
avec plus de patience, on dessine. Mais quelle que soit la
facilite du dessinateur, quelle que soit l'habilite de sa main,
il est de son siecle. Et nous sommes tous de notre siecle,
1 5
224 CONGRES DES AMERICANISTES.
nous en suivons tons plus on raoins la mode, mais nous la
suivons, et nous croyons dc bonne foi cc qui nous parait
possible. Ici , Ton copie une inscription: on trouve les tra-
ces d'une lellre qu'on prend pour une M; mais si Ton frotte
bien le materiel, on decouvre que ce n'est pas du tout une M,
mais une II. Sous cc rapport, nous avons a rectifier bien des
inexactitudes de nos devanciers , et des inexactitudes com-
miscs de bonne foi. Un Gouvernement que je nommerai pas,
parce (ju'il faut yardonner a un Gouvernement qui commet
une erreur, avait achete un diptyque en ivoire du xvie sic*-
cle qui etait parfaitement faux. On avait reproduit l'origi-
nal au moyen d'un dessin dc la fin du xvie siecle. Je fus
appele a la collection oil se trouvait l'objet, et je dus recon-
naitre qu'il etait faux parce qu'on avait trouve l'original
ailleurs; l'original ressemblait bien mieux au dessin qu'on
me presentait. Gelui qui avait fait la reproduction avait
bien dossine la cliose, c'est vrai; mais il avait travaille avec
l'orthograpbe de son temps, si je puis m'exprimer ainsi.
De meme il faut se defier en inatiere de linguistique plus
qu'en toute autre matiere : il faut traiter cctte langue pas a
pas et s'anvter a cbaque instant en route pour rellechir; il
faut douter, parce que c'est en doutant qu'on arrive a la
verite.
Or, nous avons a cote des faits precis qui nous ont ete
laisscs par le passe des donnees parfaitement erronees, et
pcrmettez moi de dire un cbose qui paraitra paradoxale
mais qui est parfaitement juste: je crois parfaitement a l'e-
rudition de mes amis qui s'occupent de langues anciennes,
mais je doute d'eux en science. Je ne dis pas qu'il ne doive
y avoir une tradition des langues anciennes, des lan-
gues classiques, dans les langues modernes, qui sont par-
lees encore aujourd'bui; il doit evidemment resterdes tra-
ces au moytui desquelles on puisse determiner les rayon-
nerncnts des langues qui se parlaient dans le Sud, dans le
centre ou dans le Nord d'une contree. On doit baser ces re-
chercbcs sur les auciens monuments, l'avenir de la science
LINGUISTIQUE. 225
est la. Quanta nous, nous devons tacher de retrouver la
tradition des langues anciennes dans les langues modernes.
II faut faire avee les langues de TAmerique ce qu'on a fait
avec le cophle pour l'anc.ien egyptien. Le cophte lui-mrme
n'esl plus parle dans l'Egypte, mais il en reste des traces
qui out permis a Ghampollion de reconstituer d'abord cet
idiome pour retrouver ensuite l'ancienne languc egyptien-
ne. En Amerique, on doit pouvoir reussir de la meme facon,
car les quelques langues qui y res tent encore doivent nous
donner quelques lumieres pour chercher ce qu'on y parlait
autrefois. Les voyageurs qui parcourcnt les differentes con-
trees de TAmerique devraient prendre soin de recueillir des
alphabets afin que nous puissions avoir quelques indices
pratiques pour arriver a preciser les questions de linguisti-
que avec une certaine verite.
Si nous examinons les alphabets des differentes langues
europeennes, nous trouvons des difficultes. Je no vous par-
lerai pas de la jota espagnole, ni du e italien , ni du th an-
glais, ni de toutes les langues qui sont connues de nous.
Mais si quelqu'un etait assez polyglotte pour nous donner
un Mezzofante nouveau, il aurait un vaste champ et pour-
rait nous renseigner sur une foule de choses. Malheureuse-
ment, la science est rare. On dit qu'un cardinal rccemment
mortpossedait cette remarquable connaissance des langues.
Je ne l'ai pas verifie, mais je doute que quelqu'un se trouve
encore pour entreprendre une pareille tuche. Ccpendant, si
les grands connaisseurs de langues font defaut, nous avons
aujourd'hui une science nouvelle — permettez moi de re-
monter encore une fois a l'archeologie — nous avons le des-
sin qui est une science positive et qui nous fournit des ele-
ments d'appreciation qu'on ne peut dementir, nous avons
la photographic Pour l'ecriture , nous avons la meme
chose, une science tout a fait exacte, la stenographic Ici,
je parle encore par experience, parce que j'ai essaye d'ap-
prendre la stenographic etant enfant. Cette science pourra
fort bien venir en aide a la linguistique , parce qu'elle a
TOMO II. 15
22G C0NGRES DES AMERIGANISTES.
pour objet la reproduction des sons sans se preoccuper de
l'orthographe; les caracteres dont elle se sert sont fort nom-
breux et merac assez compliques, et Ton peut les multiplier
a Finfini. Je ne vous parle pas de la stenographic telle
qu'on la fait actuellement, ou l'on escamote une partie des
sons intermediates comme l'orateur escamote lui-meme
une partie des mots. Mais les elements de la stenographie
permettent d'ecrire nettement les sons qu'on en tend, comme
la photographie rend exactement l'image refletee par le so-
leil sur l'objectif.
Et bien, je demanderai que les voyageurs qui veulent
bien se devouer pour aller faire des investigations au sujet
des langues existantes veuillent bien se donner la peine
d'apprendre les elements de la stenographie — ce sera une
etude de quelques jours — pour qu'ils puissent nous rappor-
ter des fragments de langage. lis constitueraient ces frag-
ments en rendant exactement ce qu'ils auront senti. Ce n'esfc
qu'un moyen auxiliaire, mais dans la science actuelle, il
n'est plus permis de dedaigner les ressources qui se pre-
sentent, quelques petites qu'elles soient ; il faut etre prati-
que, rompre avec le passe et jeter de cote les idees precon-
cues. II faut marcher pas a pas dans la methode positiviste
qui est la vraie; il faut voir, avoir, tenir dans la main, et
alors, petit a petit, etablir son ceuvre. La vie humaine est
courte, mais l'humanite est grande, et Ton doit chercher a
leguer a ses successeurs ce qu'on a pu faire pour frayer la
route du progres. ( Applaudissements prolonges.)
•El Sr. Vinson: Debo manifestar que hace proximamente
un ano que existe una comision expresamente encargada
de hacer investigaciones historicas para el estudio de las
lenguas americanas. Esperemos confiadamente en que esa
Comision nos facilitara datos seguros en que sen tar los ci-
mientos de estos estudios.
El Sr. Quijano Otero: Tengo la satisfaccion de ofre-
cer al Congreso una gramatica y vocabulario de la lengua
LINGUiSTICA. 227
Ghibcha, copiados del original inedito atribuido al P. Fray
Joaquin de San Joaquin, que se escribi6 el ano de 1620, y
otra grama tica y vocabulario de la lengua que hablan los
indios Darienes , obra tarabien inedita del Sr. D. Jose Vi-
cente Uribe.
Colombia, mi patria, quiso subsanar en lo posible la in-
justicia de los slglos pasados, cuando reclamaba como titulo
primero de su gloria el haber tornado el nombre de su ilus-
tre descubridor, el cual debia llevar toda America, y parece
que esto me da liber tad para suplicar al Sr. Duque de Ve-
ragua, a nuestro ilustre Presidente, a" quien tiene el alto
honor de llamarse Cristobal Colon, que sea el 6rgano que
haya recibido en el Congreso presente los votos de agrade-
cimiento, los m£s sinceros de mi pais, por ser el ultimo que
recibio el calor del regazo materno de la madre patria , Es-
paria. No temo ser desmentido por ninguno de los america-
nos, cada uno de los cuales vale mas que yo, cuando en el
momento en que va a terminar este Congreso sus tareas,
cuando venimos a asistir a" una de las fiestas de la civiliza-
tion , me haga eco de toda la America al hacer un voto por
la paz y por la prosperidad de todas las naciones de Europa
y America. (Fue sumarnente aplandido.)
1 5 *
GRAMMATICA
FRASES. ORACH. G4THEZISH0 , COPESSOMBIO
Y BOCABULARIO DE LA LENGUA
C X3I I B C ZE3I ^l
1620.
Copiado del manuscrito original
POR J. M . QUIJANO
EN BOGOTA.
LIBRO PRIMERO.
DE LA GRAMATICA BREVE DE LA LENGUA «MOSCA».
DOS PRONUNCIACIONES Y ESCRITURAS.
Pronunciaci6n.
La primera una i vale por una letra que ni es e ni i;
v. g., quye, el palo.
La segunda es la hy, diction que se pronuncia con soplo
algo gutural; v. g., hyca, el nombre.
Los nombres no tienen mimeros ni casos.
Pronombres sustantivos.
Hycha, yo. Chie , nosotros.
Muy, tii. Mie, vosotros.
Assi, aquel. Assi, aquellos.
Significan por si, y sirven para el verbo sustantivo.
Adyacentes.
Son los adyacentes de dos maneras:
Ze, yo; Um, tu; a, aquel; Chi, nosotros; Mi, 4.
Sirven para los nombres y para los verbos todos , fuera
de los pasivos y los participios.
Cha, yo; Ma, tii; Cliia, nosotros; Mia, vosotros; no tie-
nen tercera persona. Del uso de estos pronombres se dira
en la sintaxis.
232 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Del verbo sustantivo uGuen.»
No tiene mas que dos voces del modo indicativo : la pri-
mera es gue , y sirve para todas las personas y para el pre-
serve, preterito imperfecto, perfecto y pluscuamperfecto;
v. g., Hycha guen: yo soy, era, fuf y habia sido.
!\ga. La segunda voz es el futuro; v. g. , Hyclia ngd: yo
sere, etc. Esta voz es el ngd.
Optative Puesta la silaba be en el precedents futuro; v. g.,
Hycha ngabe: ojala yo sea, etc.
Subjuutivo Si. La particula sola sa 6 san suple para los pre-
teritos y pluscuamperfectos; v. g., Hycha san: si yo fuese 6
hubiese, fuera 6 hubiese sido, etc.
Aunque. Nohocan sirve para presente y preterito perfecto;
v. g., Hycha nohocan: aunque yo sea 6 fuese, etc.
Para el preterito perfecto y pluscuamperfecto sirven el
san y el nohocan juntos, 6 el san y el cuan- v. g. , Hycha
sannohocan vel Hycha sancuan: aunque yo fuera 6 hubiera
sido.
Las interrogaciones.
Oa vel na sirve de verbo e interrogacion y para todas las
personas y tiempos que estan antes del futuro; v. g., ^Hycha
ca? <.;soy, era, fui, habia sido yo? etc.
Nua sirve para el futuro; v. g. , iJlycha nua? ^sere yo?
Negaciones.
Nza sirve para todos los tiempos y personas que la pri-
mera interrogacion; v. g., Hycha nza: yo no soy, etc.
Nzinga sirve para el futuro; v. g., Hycha nzinga: yo no
sere, etc.
Subjuntivo negativo. Nzacan sirve para presente y preterito
perfecto de subjuntivo; v. g. , Hycha nzacan: si yo no soy
6 no fuere.
gramatica mosca. 233
Nzasan sirve para el mismo subjuntivo en preterito im-
perfecto y pluscuamperfecto; v. g., Hycha nzasan: si yo no
fuera 6 hubiera sido, etc.
Aunque no. Nzanan nohocan sirve para preterito perfecto y
presente; v. g. , Hycha nzanan noliocan: aunque yo no sea
6 fuere.
Nzasan noliocan sirve para preterito y pluscuamperfecto;
v. g., Hycha ncasan nohocan: aunque yo no fuera 6 hubiera
sido, etc.
Oulalivo negative Nzanehe; v. g. , Hycha nzanebe: ojala yo
no sea 6 fuese.
Hycha nzavanaco.
Ngabanai significa lo mismo; v. g. , Hycha ngabanai: 6
si yo no fuese; Muy ngabanai: 6 si tu no fueses, etc.
Del verbo segundo sustantivo «Zeguene».
Acompanase con los pronombres adyacentes ze, urn, a,
chi, mi, a. Significa, no ser absolutamente, sino afirmar
una cosa de otra, y la cosa afirmada tiene una c despues de
si; v. g. , Muysca c zeguene: soy, fui 6 habia sido hombre;
Muysca cumguone, Muysca c aguene, Muysca c chi gue-
ne, etc.
Futuro, muysca c zgueninga. Imperativo, tiene el segun-
do no mas, muysca c chaguecua.
Supino. Muysca c zeguenuia: sin ser 6 para ser hombre.
Participio presente, preterito imperfecto, perfecto y plus-
cuamperfecto, Muysca c chaguecua: yo que soy, era, fui y
habia sido hombre, etc.
Futuro de participio, Muysca c chaguecua ninga: que sere
yo 6 tengo de ser hombre.
Modo optativo se suple con la particula be en la primera
voz de preterito; v. g., Muysca c hoc zeguenebe: 6 si yo fuese
hombre de bien.
El negativo se dice asi: Culiupqua czeguenzanebe: o si no
fuese sordo, vel Chnpqua czegueninga banai.
234 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
ftubjuntivo.
Como si, cuando. Con la parti'cula nan despues de la primera
voz sirve para presente, preterito perfecto; v. g. , Muysca
c hoc zeguennan: como si, 6 cuando yo soy 6 fuere hombre
de bien, etc.
Siendo hombre de bien con ponderacion , Muysca c hoc
zeguensan.
San sirve para el preterito imperfeclo y pluscuamperfecto
del subjuntivo: si yo fuera, hubiera sido hombre de bien,
Muysca c hoc chaguecua san.
El futuro, si yo hubiera de ser, Muysca choque chague-
cua ningasan.
Aunque, de prescDte. Muysca c hoc guennan nohocan vel cuan:
aunque yo sea hombre de bien.
Aunque, de preterito. Muysca c hoc chaguecua san nohocan vel
cuan.
Aunque, de futuro. Muysca c hoc chaguecuaninga san nohocan
vel cuan: aunque yo hubiera de ser hombre de bien.
Frecuentalivo. Zeguensuca: suelo ser, etc.
De las conjugaciones.
Scua, Suca. Son dos: acaba la primera en squa, y la segun-
da en suca. Tienen los tres modos, indicativo, imperativo
e infinitivo propios ; los demas se suplen como vimos en el
verbo zeguene.
PRIMERA CONJUGACION.
Presente j preterito imperfecto.
S. 1 .a Zebcuisca Yo hago.
2.a Umcuiscua Tii haces.
3.* Abcuiscua. El hace.
GRAMATICA MOSCA. 235
P. 1 .a Chibcuiscua . Nosotros hacemos 6 haciamos.
2.' Mibcuiscua. . Yosotros haceis 6 haciais.
3.a Abcuiscua. . . Aquellos hacen 6 hacian.
Prelerilo perfecto.
Zebcui, yo hice. — Umcui, tii hiciste. — Abcui, el hizo. —
Chibcui, nosotros hicimos, — Mibcui, vosotros hicisteis. —
Abcui, ellos hicieron.
Fuluro.
Zebcuinga. ...... Yo hare. Chibcuinga. . . Nos haremos.
Umcuinga Tii haras. Mibcuinga.. . . Yos hareis.
Ab cuing a El hard. Abcuinga Ellos haran.
Impcrativo.
El primero, Cuyu, haz tii. — Cuyuva, haced vosotros.
El segundo, Chaquisca, estime yo hacieado.
Otro segundo, Chacuyia, haga yo. — Maquyia, haz tii. —
Quyia, Chiquyia, etc.
Modo infinitive
Presente, Chaquisca Que yo hago 6 hacia.
Preterito, Chaquica Que yo hice 6 hube hecho.
Futuro, Chaquinga Que yo hare 6 tengo de hacer.
Futuro 2.°, Chaquinguepcua. Que yo habia 6 debia hacer.
Snpinos.
El primero, Zebquyiva: para hacer algo.
El segundo, Quica: a hacer.
Del modo subjuntivo y optativo diremos despues de la
segunda conjugacion, porque se suple en las dos conjuga-
ciones con las mismas particulas.
236 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
SEGUNDA CONJUGACION EN SUCa.
Iloilo indicativo.
Presente y preterito imperfecta, Zeguitysuca: yo azoto 6
azotaba.
Preterito perfecto, Zeguiti: yo azote.
Futuro, Zeguitininga: yo azotare.
Imperative
El primero, Guitu: azota Ui. — Guituva: azotad vosotros.
El segundo, Chaguitisuca: estime yo azotando.
El otro segundo, Chaguitua: azote yo.
Infinilivo.
Presente, yo que azoto 6 azotaba: Chaguitisuca.
Preterito, yo el que azote 6 habia azotado: Chaguitua.
Futuro, que yo azotare 6 tengo de azotar : Chaguitininga.
Futuro 2.°, que yo habia 6 debfa azotar: Chaguitinin-
guepqua.
REGLAS COMUNES A LAS DOS CONJUGACIONES.
1." El futuro perfecto se suple de esta manera: ienga
ahuque: ya habra venido.
2." Sia. — El imperativo primero sirve para la action in-
mediata; el segundo para cuando ha de mediar alguna ac-
cion; si se inandan muchas cosas a uno, el primer impera-
tivo fabozema cubusaj ha de ser el primero; y los demas
son segundos, si no es que se manda a muchos, que enton-
ces mejor es ponerlos todos segundos (misocas migurtua).
El mandar para adelante se usa por el tiempo de futuro;
v. g., confesar: Umcuinga.
C.RAMATICA M0SCA. 2j7
3." El modo permisivo va por imperalivo primero 6 se-
gundo, Pcuinsin, vel Ma'saia , y el negative* por preterito
con negation y la par taenia sa; v. g., pcuinanazasa.
4.a Subjuntivo para las dos conjugaciones, con varias
particulas.
Nan, si, cuando, como. Presente, bcuiscuanan : si yo esloy ha-
ciendo.
Preterito, bcuinan: si yo nice 6 hiciere.
Futuro, bcuinganan: si yo he 6 hubiere de hacer.
Sa, I, sari. Con participios y particula.
Otro presente (falta en el original): siyo estuviera hacien-
do 6 si yo biciera, id est, si yo acostumbrara, frecuentara.
Preterito imperfecto y pluscuampcrfecto , Chaqwjia san:
si yo hiciera 6 hubiera hecho.
Futuro, Chaquinga san: si yo hubiera de hacer.
Xin. Otro presente, Chaquiscaxin : estando yo haciendo.
Otro preterito, Chacuicaxin: cuando yo hice 6 hiciere, 6
haciendo yo, id est, luego que hice.
Nsan. Nsan sirve para ponderar la accion y para todos los
tiempos, bcuiscuansan : haciendolo yo; bcuinsan: habien-
dolo yo hecho; bcuingansan: habiendolo de hacer.
Scie; esta particula, puesta y aiiadida al preterito, denota
modo como se hace la cosa; v. g. , acui chcui sie: vino co-
miendo; y si el perfecto tiene la particula cui aiiadida, en-
tonces se le quita; v. g., zegu sie ina: me fui diciendo; y no
se dice zegucui sie ina.
Nuca, zebcuiscuanuca : estando yo haciendo actualmente;
y tambien sirve esta particula nuca para los preteritos que
tienen sentido de presentes; v. g., isucun nuca: estando yo
actualmente.
Nan nohocan. — Presente, bauscua nan nohocan: aunque
yo este haciendo.
Preterito, bcuinan nohocan: aunque yo hice, haga 6 haya
hecho.
Futuro, bcuinganan nohocan: aunque yo he de hacer 6
haya de hacer.
238 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Con participios. Presente, chacuisca san nohocan: aunque yo
estuviera haciendo.
Preterito imperfecta y pluscuamperfecto , chacui i asan
nohocan: aunque yo hiciera 6 hubiera hecho.
Futuro, chacuinyasan nohocan: aunqae yo hubiera de
hacer.
Otro modo para decir aunque. Guexin, bcuisuguixin : aunque yo
estoy haciendo ; bcuiquexin : aunque yo hice (mas bien
Guenxin?)
Suhjuntivo*
Siguen algunas particulas que hacen sentido elegante en
compaiiia de algunos tiempos.
Ubina. — Mientras yo hacia, baiisque ubina; mientras yo
fui, ina ubina; mientras tii no vienes, umhuzan ubina.
Pero cuando es abverbio, esta particula ubina se pone antes
del verbo; v. g., sina mazona, ubina ipcua bie bating a: es-
tate aqui (i?), entretanto hare alguna cosa.
Porque no, id est, ne. — Se dice de una de tres maneras:
la primera, changuiti quihichaca: porque no me azotasen;
la segunda, changuiti zaninga empcuaque; la tercera, chan-
guitininga empcuaque: porque no me azoten.
Luego que se fue, 6 al punto. — Se dice de tres maneras:
la primera es anabohoza; la segunda es umnacu; la tercera
es aiiadiendo esta particula, cuaxin, al participio de prete-
rito, y hace sentido de preterito y de fnturo; v. g. , bgie
cuaxin fihiste misea zegucui, 1. , zeginga: luego que muri6
dije misa por el, 6 luego que muriere dire misa por el. Ysi
el participio acaba en a se quita; v. g., masai cuaxin: luego
que te fuiste.
Hasta que murio 6 hasta que muera. — Se dice de tres
maneras: la primera, abginga nxie; la segunda, abginginca
nxie; la tercera, abgingicui hica nxie.
No vayas hasta que yo te lo diga; no saldra de alii hasta
que pague; y otras semejantes. — Se dice de esta manera:
GRAMATICA MOSCA. 23'J
la primera, umnazinga mahaque zeguquynquy hinga; la
segunda, umnazinga mahaque zeguquyn quy hien umnan-
ga; la tercera, umnazinga mahaque zeguquyn quyhique
umnanga; item por los tres modos arriba dichos , masac
zegunganxic umzaninga, etc.
Pero si se dice: No se fue hasta que yo se lo dije, se dice
de esta manera : anaza yquy zeguquyn quybyque ana; item
por los tres modos arriba dichos , yquy zegunga nxie ana-
za, etc.
OPTATIVO COMUN PARA AMBAS CONJUGACIONES.
Lo mismo que se dijo en el vcrbo zeguene es comiin a las
dos conjugaciones. Item suelenlo decir con las particulas
siguientes: haco angas abgybe, 6 si se muriese ; haconya
bgas bgube, 6 si yo lo matase; guasgua nga zeguitibe, 6 si
yo azotase aquel muchacho.
Del modo c6mo se forman los preteritos e imperativos se
dira despues de la sintaxis.
De la voz pasiva.
No admite persona que hace, como la latina; esto es, de
quien es hecha la cosa. F6rmase del verbo cercenando, esto
es , quitando la b y la m cuando las tuviere el verbo en el
principio 6 por primera letra.
Tiene los pronombres cha, mu, etc., anadiendoles otra n
al fin, y la tercera persona ha de ser an, aunque en los par-
ticipios se quita la a con la tercera persona y queda sola
la n; v. g., nquyia: el que fue hecho.
Presente , chanquyscua , manquyscua. No hay dificultad
en conjugar todos los otros tiempos al que sabe la voz activa
con las observaciones dichas,
Cuando el verbo cercenado comienza por i despues de
1 6
240 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
la n de la pasiva, se ha de poner una n ; v. g. , clianhiscua:
yo soy buscado , etc. Pero cuando despues de la i se sigue
a vel o, se pierde entonces la i; v. g. , del verbo zebiascua,
la pasiva cs chanhascua; del verbo zebiotysuca , channoty-
suca, etc.
Pero el verbo zemoncasuca , en su pasiva, pierde la m y
la convierte en w, despues de la cual se pone la n de la pa-
siva; v. g , chauncane: conocieron, me mauncane, aunca-
ne, etc.
DE LAS NEGACIONES COMUNES A AMBAS CONJUGACIONES.
Son za para el presente y preterito, y zinga para el futu-
ro; v. g., bcuiscuaza, bcuiza, bcuinzinga.
Si el preterito tuviere la particula quy anadida, en la ne-
gation la pierde; v. g., zegncui: yo dije; zeguza: no dije; y
lo mismo es en la lelra o cuando se anade al preterito, por-
que se quita en la negacion; v. g. , cumpquao: yo entendi;
mnipcuaza : yo no entendi.
No hay imperativos negativos propios , y asi van por fu-
turo, como umquyzinga: no lo hagas.
Los supinos primeros convierten la particula iva, 1, iua
on zaniva, 1, zaniua; v. g. , Pcuizaniva: para que yo no
haga.
No hay segundos supinos negativos. No hay participios
negativos propiamente, sino que el mismo verbo de indica-
tivo negativo sirve de participio; v. g., Ahuscuaza: el que
no viene; aliuza: el que no vino; abcuyiza : el que no
hi-zo, etc.; abquyzinga: el que no ha de hacer.
El futuro segundo de participio se dice asi: abquyzin-
guepcua : el que no habia de hacer, etc.
NEGACIONES PARA EL SL'BJL'NTIVO.
Zacan: si no. Sirve para presente y preterito perfecto y
fu'uro; v. g., bquyscua zacan: si yo no estoy haciendo, 6 si
GRAMATICA MOSCA. 241
yo no estuviere haciendo; bquyzacan: si yo no hice 6 hi-
ciere.
Zanan: cuando no, 1, como no; v. g. , bquyscua zanan:
cuando yo no estoy haciendo; bquy zanan: cuando yo no
hice 6 hiciere.
Zasan. — Sirve para presente , con el romance estuviera;
v. g. , bquyscua zasan: si yo no estuviera haciendo. Para
preterito perfecto y pluscuamperfecto; v. g. , bcuizasan: si
yo no hiciera 6 hiciese, 6 no hubiera 6 hubiese hecho. Para
futuro; v. g., bcuizingasan: si no lo hubiera de hacer.
Zanan, otro futuro. — Si no lo he de hacer: bcuizinganan.
Zansan. — Para todos los tiempos con ponderacion. Bcuis-
cuazansan: no haciendolo yo; bcuizansan: no habiendolo yo
hecho; bcuizingazan: si yo no lo he de hacer.
Nohocan: aunque; va con todas las particulas y romances
de ellas; v. g., bcuiscuazasan nohocan: aunque yo no estu-
viera haciendo; bcuizanan nohocan: aunque yo no lo haga;
bcuizasan nohocan: aunque yo no lo hiciera 6 hubiera he-
cho; bcuizingazan nohocan: aunque yo no lo hubiera de
hacer.
OPTATIVO NEGATIVO.
Zanebe, banai; v. g., ojala yo no haga; bcuizanebe , vel
b cuing ab anai : ojala yo no haga.
No hay optativo de preterito propio, aunque suelen decir
el vanaco despues del preterito negativo; v. g., bcuizavana-
co: mira de que yo no haya hecho.
DE LAS INTERnOGACIONES COMUNES A AMBAS CONJUCtACIONES.
Son ua para presente y preterito, y nua para futuro;
v. g. , abcuiua: ^hizolo? abcuiziyxua: ,;no lo ha de ha-
cer? abcuizaua: <;no lo hizo? abcuinua: ^halo de hacer? El
presente suelen sincopar dejando de la particula scua. 1,
TOMO II. ic>
242 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
suca solo la s; v. g., abcuisua: ^hacelo? aguihsua: ^azota?
Y la (y?J respuesta, sincopan de esta suerte; abcuisuguen:
haciendo esta.
La particula ua suelen sincopar y convertir en o; v. g.,
umchienso: ^estas borracho? ahuno: iha, de venir?
Y esto mismo usan en el verbo negativo, y entonces mas
es afirmacion que negacion , cuando se entiende una tacita
respuesta; v. g., <;la uso? <<ya no vino? y de este modo afir-
man la negacion; v. g., ahuzanzo: pues no es asi, que no
ha venido, etc.
De algunos verbos an6malos e irregulares.
Ixicui-ixicui : yo vengo actualmente; umxicui: tu, etc.;
ixicuinan: viniendo yo; chasixinga : yo el que vengo 6
venia.
El frecuentativo de este es zuhuscua: yo suelo venir.
Bxi-bxi: yo llevo 6 llevaba actualmente; bxinan: lle~
vando yo; chaxinga: yo el que llevo.
El frecuentativo es muiscua: yo suelo llevar.
Bsocui-bsocui siguifica traer actualmente.
Zemascua es el frecuentativo.
Y estos dos verbos se ayudan el uno al otro en los impe-
ratives, dando el uuo lo que le falta al otro; v. g., soco: traele
tu; no dicen vacu, masuca; no dicen sin mavana. Chasonga:
yo el que traigo, traia; y asi no dicen chavasca. Chanaca:
yo el que truxe 6 habia traido; y no dicen chasoca en este
participio, aunque lo dijeren en el imperativo. Chasonga:
yo el que tengo de traer, y no chavanga. Ihascua: el fre-
cuentativo quiere decir: yo suelo ir. El presente y preterito
es ina.
Imperativo, sin; el segundo es masaia.
Participio, cftasienga: yo voy, 6 iba, 6 he de ir; porque
sirve tambien para futuro; porque chasiesca es participio
frecuentativo de presente.
GRAMATICA MOSCA. 24,'>
Mahasuque, noliosuque, chiboasuque. Chahasuque: yo digo. Este
verbo suple las faltas de bgascua, cuando significa decir:
Chahasguen: yo dije; mahasguen, nohogue, etc.
Chahaninga: yo dire; mahaninga, nohonga, etc.
Chahasca, mahasca, nohosca: yo el que digo 6 decia;
tii, etc.
Chahaia, mahaia, nohoca, etc.: yo el que dije 6 habia di-
cho, etc.
Chahaninga: yo el que tengo de decir; mahaninga , no-
honga, chianinga, etc.
De los verbos finitivos.
Llamanse asi porque sigiiificau cosa ya acabada y hecha,
como ya esta escrita, ya esta hecha, etc.
Presente, aquine: hecho esta; aquinza: no esta hecho.
Participio, aquinca: cosa hecha.
Y quit&ndole al participio la particula ca , y anadiendole
el verbo sustantivo guen, se junta dicho participio a todas
las personas; v. g., chanquinguen : hecho esta; maquingue,
aquinguen, etc. Y porque son pocos estos verbos los pon-
dre aqui.
la aquine: ya est& hecho. Participio, aquinca.
la agenane: ya estd encendido. Participio, agenocan.
la acahacane: ya est£ trasquilado. Participio, acahacocan.
la abuquene: ya esta empajada. Participio, ahuquenan.
la axizene: ya esta sembrado. Participio (i'alta en el ori-
ginal).
la achihiquene: ya esta escrito 6 pintado. Participio,
achihincua.
Modo de componer en la lengua.
Primero se pone la persona que hace; luego la persona
que padece ; despues el adverbio , si le hay, y ultimamente
16*
2'i4 CONGRESO DK AMERICANISTAS.
el verbo; v. g., Pedro azoto muy bien a Juan: Pedro, Juan,
choque aguih. Y si hay muchos verbos en la oracion , el
principalmente pretendido ha de estar en postrer lugar;
v. g.: si te confiesas bien, Dios te perdonara ; el principal
verbo es perdonara.
LIBRO SEGUNDO.
DE LOS NOMBRES V VERBOS Y DEMAS PARTES DE LA ORACldN.
Del nombre sustantivo.
Genitivo de posesitk Dos nombres sustantivos cuando estan
juntos y no como personas agente y paciente, el primero
es de posesion; v. g., Pedro boy: la manta de Pedro.
Cuando estos genitivos de posesion acaban en a y son de
muchas silabas, 6 de mas de tres letras, se suelc quitar la a;
v. g. , muysc cubnn zepab ipgua. Aunque algunas veces,
para pronunciar bien la letra que estaba antes de la a que
se quita, se afiade otra letra vocal, la u 1 y; v. g. , zepabu-
chuta , ichutigui.
En los nombres cha y guecha, cuando son genitivo de
posesion, se les anade por adorno una s; v. g., chasguen:
la casa del varon; zuechasgui: la mujer de mi tio; chasuaia:
la madre del varon.
En los nombres acabados en e de dos 6 tres letras , en el
genitivo de posesion se pierde la e; v. g. , i ie: camino del
humo; zicuhuca: el asa de la mucura; sucubun: lengua de
espanol.
Y asi cuando le quitan la e es seiial que no significa po-
sesion, sino que pertinent ad eandem rem, como (f); sue
fucha: mujer espaiiola; pero sue fucha significa mujer del
espanol. Y asi, siempre que pudiere haber equivocacion, se
guardaran estas reglas del genitivo de posesion.
Sustantivo y adjetivo juntos, se pondra primero el sus-
tantivo; v. g., muisca cho : hombre bueno.
^46 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Sacanse los participios, que suelen ponerse primero que
los sustantivos; v. g. , huca muisca: el indio que vino. Sa-
canse tambien los pronombres , que siempre se anteponen
al sustantivo; v. g., sis muisca.
Los nombres numerales siempre se posponen al sustan-
tivo; v. g., muisca boza: dos hombres, etc.
De los nombres adjetivos.
Los nombres adjetivos unos son simples, como pcuihisio,
muihisio. Otros compuestos, y estos en dos maneras: unos
compuestos del nombre sustantivo y de la particula qi'iin;
v. g., iza quin: sarnoso; qilihiecuin: barbudo. Esta manera
de nombres son pocos, y siempre significan cosa defec-
tuosa. La otra manera de nombres adjetivos se compone
del preterito de algunos verbos y de la particula mague;
v. g., apcuihizin mague: cosa blanca; ataban mague: mez-
quino, etc.
Cuando se pregunta y responde por esta segunda manera
de nombres adjetivos , se aiiade a la particula mague la si-
labane; v. g., sacaguen umtaban maguene: ,;como eres mez-
quino, y responde pobre que zeguen npcuaque itaban ma-
guene.
Los nombres negativos contrarios a los compuestos del
preterito del verbo y de la particula mague se dicen ana-
diendo al preterito del verbo la negacion za} y no la ma-
gueza; v. g., itabanza: no soy mezquino; y no se ha de de-
cir: itaban magueza.
Del nombre adjetivo «Fuiza»
que es lo mismo que «omnis et tolies >> .
Tiene esta construccion : que pospuesto al nombre sus-
tantivo, 6 adjelivo, 6 participio que hay, antepuesto al ver-
GRAMATICA MOSCA. 247
bo si le hay, se le quita la a, y en su lugar se pone una e
cuando es necesario para pronunciar bien la f; y esto se en-
tiende cuando la oraci6n no acaba con el nombre fuiza;
v. g., cho fuize inaca asucune. Anabiza muisca Pedro fuize
guen ahica, 1, ahica Pedro fuize guen.
Cho fuzua? ipcua fuizua? xie fuizua. Xie fuizua inacuza,
ipcua fuizo mavaca , ipque fuizo netting a. Sis tan muine
fuizeguen. Siscui ubanzina fuizeguen. Muicui tutaba fuiza,
id est, plena floribus.
De los norabres finitivos.
Son los que descienden de participios de verbos finitivos,
y admiteu los pronombres cha y ma, y son los siguientes:
Chitupcua: cosa caliente; zichupcua: cosa fria; sotupcua:
cosa pequena; iotupcua: cosa mojada; guespcua y cuhupcua,
cuando significa cosa semejante; y asi se dice zeguezuguen,
zecuhuque : es como yo.
Los sobredichos nombres y los participios de los verbos
finitivos se parten quitando a estos la particula ca y a aque-
llos la particula pcua, y poniendo en su lugar al verbo sus-
tantivo, v. g. , chachituguen , 6 el verbo aguene, 6 el verbo
agascua con una c antes de ellos, que es su construccion
ordinaria; v. g., iotucaguene, hichucagascua, etc.; la misma
construccion piden algunos nombres numerales; v. g., atu-
gue, atacaguene, micacuhupcua , ubchica, etc.
De los superlativos.
Hacense los nombres positivos superlativos anadiendoles
al fin la particula in; v. g. , cho: bueno; choin: bonisimo.
El adverbio hata, 1, hataca, con el positivo, hace superla-
tive, v. g. , hata cho; y si se junta al nombre superlativo,
anade grande exceso; v. g., hata choin.
248 GONGRESO DE AMERICANISTAS.
Los nombres adjetivos compuestos del preterito de algun
verbo y de la particula mague se hacen superlativos, con-
virtiendo la particula mague en el verbo inapucuine ; v. g.,
amuihizion mague: bianco; amuihizin ineapucuine: muy
bianco.
Nota. Que este verbo ineapucuine con nombres signi-
fica mullitud y no exceso de superlativo; v. g., muiscaz
ineapucuine: muchos nombres.
Los adverbios postpositivos y transitivos se hacen super-
lativos con ahadirles la particula ie; v. g., cJioque, choquie;
isca, isquie; zuhuca achuene, zuhuquie achuene.
De los nombres comparatives.
Hailos propiamente :
i.° Supuesto que se hace la comparacion entre dos , di-
cen vesuacho: ^cual es mejor? y responde: sisgue c/io, vel
choin: este es mejor 6 bonisimo.
2.° Usan de una de tres postposiciones: quihica, cuihisa,
cuihicai; v. g., Juangue isi cuihica zona: mejor es Juan que
ese. Hychaz mue umcuihicai izone: mejor voy yo que tii.
3.° Las tres sobredichas particulas son adverbios cuando
no se pone la cosa excedida; v. g., Pedrogue cuihique zona:
mejor es Pedro.
Los negativos comparativos se dicen asi: Pedro apcuihi-
zinz, Juan filiista apcuaza, vel, Juan muis apcuaza: no es
tan bianco Pedro como Juan.
No es tanto, isquienza, cuando es comparative; y cuando
no lo es, unquienza , aiquienza; v. g., unquie zemucanza:
no se tanto; aiquienza: no esta alia; aiquiechocagueza : no
es tanto alia, no es muy bueno.
Los cuantitativos 6 numerales negativos de exceso se di-
cen asi: iscugue: no es mas que esto; atugue bozugue: uno
no mas, dos no mas, son, etc., porque los alirmativos son
iscuza, atmiza, bogunza, etc.
GRAMATICA MOSCA. 249
De los pronombres.
El pronombre ze en rigor no es mas que una z; y asi,
cuando sigue vocal hiere en ella; v. g., zabe: mi maiz.
Cuando sigue despues de este pronombre ze una g que
hiere en vocal siguiente, se pierde la g; v. g. , zuaca: mi
madre.
Cuando se sigue despues del pronombre una i , y tras de
esta una a 6 una o, se pierde la tal i; v. g. , zansuca: yo
husgo; zoque: mi cuero.
Cuando despues del pronombre ze se sigue una 7* que
hiere en vocal , la dicha vocal que esta despues de la h se
pone tambien luego despues del pronombre ze para pro-
nunciarse bien; v. g. , zuhuina: en mi poder; zihizegoscua:
yo orino.
Cuando la diction comienza por u, en la tercera persona
se convierte en o ; y si comienza por i se convierte en a; y
si por i en e; y esto se entiende cuando a la dicha tercera
persona no se le anade nombre sustantivo antecedente;
v. g., zupcua, opcua, ziba, aba, zipcua, epcua, Pedro upcua,
Pedro iba, Pedro ipcua.
El pronombre um en rigor no es mas que m; y asi, lo
mismo que dijimos del pronombre ze, cuando se sigue des-
pues de el vocal 6 g y vocal 6 h , se ha de acomodar a este
pronombre m; v. g. , miba: tucuerpo; muaca: tu madre;
y esta m se pronuncia con las narices; muchuina: en tu
poder.
El pronombre ze se suele perder cuando el verbo comien-
za por b 6 por m; v. g., bcuiscua, muiscua.
Cha suelese poner en las cosas que pertenecen a la com-
posicion humana, en lugar del pronombre clii; v. g., cha-
pxiicui: nuestro corazon; cha upcua: nuestros ojos.
Ma, aunque es segunda persona, muchas veces sirve de
tercera persona del participio; v. g., maquisca: el que hace;
250 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
algunas veces, aunque raras, se junta al verbo en tercera;
v. g., ie mabsuscuaza: no come cosa de mantenimiento; y
otras veces, aunque rarisimamente, sirve de segunda per-
sona al verbo; v. g., abas mazizinga: no codiciaras.
Estos dos pronombres, cha y ma, del niimero singular,
son supuestos de los nombres y participios no mas; v. g.,
mamuisca cltoa: eres hombre de bien; cha muisca choque:
si que soy hombre de bien; ipcuo maquisca: «<que haces?
chaqulsca inagneza: no hago cosa.
Chia y mia del numero plural sirven de agente cuando
sejuntan con nombres; v. g.,chien, chia, muisca, guen:
nosotros somos hombres; y no se juntan con participios
(porque en el niimero plural sirven en los participios los
pronombres chi y mi; v. g. , chiquisca micuiaj, si no es en
los participios de algunos verbos neutros que significan
estar; v. g., chiguccua, miabiza, etc.
Cuando estos pronombres chia, cha, mia, ma, han de ser
persona paciente, ha de ser respecto del verbo y no del par-
ticipio; v. g. , Pedroz chaguiti; Pedro me azoto; umnanga
mabgazo: no te dije que te fueras; Pedroz miaguitua: ,;azo-
toos Pedro? chiaguitiguen: si no azoto. Pero base de adver-
tir que el chia y mia del plural s61o sirven de persona pa-
ciente respecto del verbo en la tercera persona, y no en la
primera ni segunda; porque cuando el verbo es de primera
6 segunda persona, sirven de persona paciente los pronom-
bres sustantivos del plural chie, mie; v. g., chia umguiti...
ni mia zeguiti, no se dice; sino chie umguiti; a nosotros nos
azotaste; nie zeguiti: yo os azote a vosotros. Ejemplo del
participio xieoaz muiguihia : ^quien te azoto?
Los imperativos quieren por persona paciente a los pro-
nombres sustantivos en todos los niimeros y personasi
v. g., hicha git: matame; chie guitu: azotanos; mie chagui-
tua: azoteos yo, etc.
ORAMATICA MOSCA. 251
Ap6ndice de algunos pronombres y de los
pronombres partitivos.
Zitas, mitas, atas, chitas , miytas , es lo mismo que ipse,
a um: yo mismo, tii mismo, etc.
Lo mismo significa este pronombre chanica pospuesto a
los pronombres sustantivos; v. g., hicha chanica: yo mismo;
mui chanica, etc.; y tambien pospuesto a cualquier nombre
sustantivo; v. g., Pedro chanica: Pedro mismo.
Este nombre fuiza, vol huiza, significa el propio; y asi no
se puede decir hicha huiza: yo propio; como ni en latin ego
propriuSy sino que se junta a nombres de posesion; v. g.,
zepaba huiza: mi propio padre.
Esta palabra inuc significa el mismo y se junta solamente
con los verbos neutros; v. g., inuc zuhucui: yo propio vine;
inuc ana: el propio y de su voluntad se fue. Este romance
de su propia voluntad 6 motivo se dice tambien asi: zepcui
cuin ina: yo me quise ir; apuicuin ahucui: el se vino.
Por mi mismo, id est, meo marte, mea industria, se dice
tambien de esta manera: zepuicuin zemucane: por mi mis-
mo lo supe; zepuicui nugue... por mi mismo no mas, etc.
Cuando hay duda de la action del supuesto si es acerca
de si mismo 6 no, por faltar pronombre reciproco que cj-
rresponda al sums, a, um, latino, quitan la duda y huyen
de ella, no haciendo la oration por verbo activo , sino por
neutro, y cuando este les falta suele hacerse fingido ; y si
esto no pueden hacer buenamente, procuran quitar la duda
dando al verbo activo algun pronombre sustantivo 6 adje-
tivo ademas del pronombre primero, que era supuesto, que
sirva de persona paciente. Ejemplos de toda esta nota:
v. g., yo propio me hice mal ; no dicen zitas achuenzaque
bga, sino zitas achuenzaque zega; yo me azoto , fingierou
este verbo: zuitisuca, muitisuca; no tiene mas personas;
atas agu abgu : el propio se mato , vel , atas abgy (abgu) es
252 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
el verbo neutro; muitas atizu pro, tizu: ten lastima de ti;
zitas hicha bcacao: yo propio me trasquile.
De los nombres partitivos.
Este nombre fie es lo mismo que multus, a, urn; y el, con
los dermis nombres numerales, tiene una n al fin; v. g.,
muisca fien ana: muchos hombres fneron; muisca atari ze-
misti: a un hombre vi.
Exceptiiasc cuando se juntan con los verbos guen, zegue-
ne y agascua, que entonces se les quita la n; v. g., ate gue,
fie caguene, mica caga: ya son tres.
Exceptilase tambien cuando se les sigue alguna posposi-
cion; v. g., chiemicas, vel chiemicaxie: de otro de tres meses.
Exceptilase tambien cuando se juntan a verbos que signi-
fican tiempo; v. g., fiez acuine: mucho tiempo hace; zocam
bozaz acuine: dos anos ha.
Notese tambien que antepuestos los sobredichos nombres
al verbo significan ndmero de cosas 6 personas, y pospues-
tos significan veces; v. g., zeguiti ate gue: una vez azotado;
pero si se antepusiese, tendria otro sentido; v. g. , muisca
fien zeguiti: a muchos hombres he azotado; muisca atan
zeguiti: a uno he azotado, etc.
De lo dicho se sigue que esta oracion y otras semejantes,
una vez le he azotado. se puede decir de dos maneras: la
primera, ic ata que zeguiti; la segunda, zeguiti ategue, 1,
ataz acuine.
Este nombre, fina, significa cuantos; v. g. , fina umcui:
cuantos has hecho.
Ficua significa cuanto, y algunas veces cuantos, como se
atienda mas a la cantidad que al numero; v. g. , cuantos
pesos son: peso ficua.
Fica significa cuanto 6 cuantos, pero entiendese solo de
tiempo; v. g., fican xicoao: en cuanto tiempo, id est, quan-
dia; ficaz acuine: cuanto tiempo; ficaz abgi'i : que hora es;
GRAMATICA MOSCA. 253
zocam fica imcui: cuantos arios has cumplido. El mismo
nombrc con unacariadida significa cu;into, preterito; v. g.,
ficac oumcui: en cnanto lo comprastc.
Ficaoa quiere decir que tamano es 6 de que manera es;
pero significa cuantos son, como fina, 1, ficua, ut supra.
LIBRO TERCERO.
DE LIS F0RMAC10NES DE LOS TIEMPOS
Del preterito.
Formase del presente quitandole la termination scua y el
suca; v. g., bcuiscua bcui; zeguitisuca zeguiti.
Sacanse los verbos que tienen a antes del suca, £los cua-
les se les anade una o; v. g., mnipcuasuca , preterito mnip-
cuao, aunque algunas veces sincopan estos preteritos y di-
cen mnipcua, y otras mnipcuo.
Sacanse tambien alguuos verbos £ los cuaJes , quitada la
termination scua, se afiade la particula cui, y son los si-
guientes:
Zeguscua, preterito zegucui: decir.
Zuhuscua: venir ; zemascua, en cualquier signification.
Btoscua: hender, rasgar, rompen, y en cualquier signi-
fication.
ltoscua: neutro , henderse, etc.
Bchoscua: siempre; ichoscua: neutro; bsoscua: sienipre.
Bcuscua, cuando significa (en bianco) y pagar.
Zemiscua, cuando es activo, excepto cuando significa co-
ger cosas esparcidas.
Zebiscua. Bchihiscua.
Zemihiscua. Zebioscua.
Bziscua. Iniscua.
Iziscua. Zemniscua , cuando significa poner.
Itihiscua lsuhuscua.
Bsuhuscva. Bquihiscua.
GRAMATICA MOSCA. 255
Zepcuiscua. Chipcuiscua, significa ponerse en plural.
Bcascua, cuando es neutro. Chibiscua significa lo mismo.
Bxiscua, en cualquier signification.
Bguscua, cuando significa tomar 6 quitar.
Zeguascua, dar de comer.
Zemoscua , cuando es neutro.
Zoscua, mioscua , aioscua.
Porque zoscua por baiiarse no anade.
Chibuscua. Isbzihiscua.
Zecascua. Isaguscua.
Bchuscua, excepto cuando significa mascar hayo.
Bchuhuscua, lavar y refregar.
Jaqnechibguscua , salir multitud de donde nan estado
juntos.
Zemuscua, por empajar.
Item algunos compuestos de bcuiscua; v. g. :
Guatebcuiscua , levantar en alto.
Cambcuiscua, asir.
Icuibcuiscua, lo mismo.
Sichibcuiscua, apretar hacia abajo.
Etacbcuisciia, asir de abajo.
Siecbcuiscua, llegarlo acci.
Aebcuiscua , llegarlo aca.
Chahasbcuiscua , participar de algo.
Hichiquebcuiscua, apartarlo a un lado.
Esbcuiscua , abrazar.
Fihistebcuiscna , cenar.
Angabcuiscua , sentir la cosa.
Puipcuasbcuiscua, parar con la cosa que lleva.
Del liiluro del Indlcativo.
Formase el futuro del presente, convirtiendo la termina-
cion scua en nga; v. g. , bcuiscua, bcuinga, y convirtiendo
la terminacion suca en ninga ; v. g. , zeguitisuca, zeguiti-
ninga.
1 7
256 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
llel primer imperative.
NOTAS COMUNES A AMBAS CONJUGACIONES.
A los- verbos que comienzan por b y por m, despues de
la cnal se sigue una n, se les quitan las tales letras para que
se forme el imperative).
Sacanse los verbos neutros, que estos conservan la b si
la tuvieren, y a la b se les antepone una a; v. g. , btiscua,
abtincatatu.
Y no solo se anade esta a a los verbos neutros cuando
comienzan por b, sino siempre, aunque comiencen por cual-
quiera otra letra.
Algunos imperativos neutros hay irregulares que no des-
cienden de los verbos cuya significacion tienen; v. g., sin,
ve tu, sirve para el verbo inascua, que no tiene otro impe-
rative Zomca, ven aca, sirve para zuliuscua y para iniscua,
que no tienen otros imperativos sino ese. Sabo: agu&rdame;
reychachy: ve tu primero; ze: toma.
Nota 2.* Los verbos que comienzan por m que hiere en
vocal, en el imperativo se convierte en b; v. g. , zemahazi-
suca, valiazu: barre tu.
Sacanse algunos verbos que la conservan: zemiusuca,
por desmenuzar, que hace miu ; zermiingasuca , por (en
bianco), que hace muingao; zemnihizisuca , por ensuciar,
que hace muihizu; yezemuinsuca , por apagar la candela 6
vela, que hace yemui; zemnisuca , por (en bianco), que
hace muin.
Otros hay que pierden la m, que son: zemnisuca, por
criar, que hace iu; zemiscua, buscar, que hace icu ; icaize-
miscua, echar de un vaso en otro, que hace icaicu; zemos-
cua, baiiar a otro, que hace o; zemuscua, hilar, que hace w;
zemuiscuisuca, por oler, que hace iscu; zemimisuca, trocar,
que hace imu; zemonasuca , cocer hierbas, que hace onao;
zemubiasuca, hurlar, que hace ubiao; zemohocnisuca, cocer,
GRAMATICA MOSCA. 257
i \ lie hace ohocu; jezemohosisuca, untar, que hace icohosu.
Otros verbos hay que no solo pierden la m, sino tambien
toda la primera silaba; v. g., zemiliiscasiica, curar, siscao;
zemohoisuca, correr tras de otro, hoiu; zemohosisuca , raer,
Iwsu; zemihizisuca, apresurar a otro, hizu; zemuhuzusuca,
huzao.
Nota 3." Algunos verbos que comicnzan por g la pier-
den, y son: zegunsuca, derribar arrancando, unu: zeguscva,
decir, uzu ; zegucuisuca, tomar la medida, ucu.
El verbo bgascua convierte la g en s; so, di tu, y zegas-
cua , hace, aso,
DE LA. PRIMERA CON.1 UGAOION.
I." regla. A los verbos cercenados. como se ha dicho, aca-
hados en i 6 en y se les afiade una u: v. g., bziscua, impc-
rativo, ziw, bcuyscua, cuyu.
2." rogla. Los verbos acabados en ascua , cuyo preterito
cercenado es de una silaba y acaba en a, convierte la a en o:
v. g., bcascua, hace co.
Sacase de esta segunda regla zebiascua, cl cual no pierde
la a, sino que se ariade una o, y asi hace iao: pero cuando
significa coger hojas hace to, conforme la regla.
3.a regla. Los que acaban en w , cercenado el preterito es
iinperativo; v. g., bguscua hace gu, mata tii.
4.a regla. Los que acaban en y de muchas silabas la con-
vicrlen en u; v. g., bgitscua, bgucui, iinperativo gucu: toma
tu. Sacanse zegitscua, decir, que hace w~u, y bxiscua. scm-
brar, que hace anew, y zemasctia , cuando es neulro, que
hace amazu, y algunas veces, aunque raras, dice amacu.
DE LA SEGUNDA CONJ PGACION.
i.a regla. Los que tienen el preterito acabado en y, de mu-
chas silabas, la convierten en u; v. g. , zeguitisuca, hace
guitu: azota tii.
TOMO II. 17
258 CUNGRESO UE americanistas.
2.* regla. Los que tienen el preterito acabado en i, de mu-
ohas silabas, se les anade una u; v. g., bzoisuca, zoiu, bgxji-
suca, gylu.
3.* regla. Los que acaban en e tambien se les anade una u:
v. g., bsiesuca, sieu.
4." regla. Los acabados en nsuca , neutros , eu lugar de
toda esa parlicula se les anade la particula su; v. g., zecun-
hansuca hace acubusu.
Los acabados en nsuca, activos, anaden a la n del prete-
rito una u; v. g., bxinxuca, xmu, bginsuca, ginu.
Del imperativo sogundo y participio de preterito.
que es lo mismo.
NOTAS COMLNES A AMBAS CONJUGACIONES.
En los segundos imperativos no se anade la a al princi-
pio de los verbos neutros sino es cuaudo tiene el dicho verbo
neutro algiin correlativo activo , que tiene el mismo impe-
rative, porque entonces se anade al verbo neutro en la ter-
cera persona la a por quitar equivocation; v. g., izaacua
hace el scgundo imperativo, como bzascua , y asi cste hara
zaia y aquel azaia.
Los verbos bgascua y zegascua no convierten la g eu s»
como lo hicieron en el primer imperativo.
DE LA PRIMERA CONJUGACION.
l.a regla. Al preterito cercenado acabado en y, de una si-
laba, se le ;made una e; v. g., mnyscua hace nye.
Sacanse bcuiscua, que hace cnyia, y zeaiiscua, que hace
acuyia.
2.* regla. Los acabados en i, convertida en y, se les anade
una e; v. g., bziscuu, zie.
3.a regla. Los acabados en u se les anade una e; v. g.. bgns-
cna, matar, hace gue.
GRAMATICA MOSCA. 259
Sacanse zemuscua, que hace uia, hile aquel; y bhuscua,
cargar, que hace huia y huichi; bguscua, que hace huichi-
guia; y faquechiguscua, que hace faquechiguia .
4/ regla. A los verbos acabados en ascua 6 en oscua se les
ariade la silaba ia; v. g., bzascua, caia; zemoscua, variar a
otro, oia.
Sacanse inascua, que hace saia, y zebiascua, que cuando
tiene por primer imperative- mo, el segundo es moa, porque
cuando es io, el segundo es iaia, conforme ;i esta regla.
5.a regla. Los verbos acabados en goscua que mudan esta
termination en gaia; v. g., inihizagoscua, nihizagaia.
6.a regla. Si el preterito es de muchas silabas , el segundo
imperativo es como el primero, mudando la u en a; v. g.,
guatebcuisca, gnatexuicu, guatemacuica; zeguscua hace uza,
bxiscna, xiza; zemoscua, neutro, moza; y zemascua, neu-
tro, maza.
DE LA SEGUNDA CONJUGACION.
\." regla. Los acabados en asuca aiiaden al primer impe-
rativo una a: v. g., zemniscasuca, niscao, maniscaoa, aun-
que algunas veces suelen sincopar este segundo imperativo
como el primero, y dicen manisco.
2.a regla. Los acabados en nsuca, activos, aiiaden al pri-
mer imperativo una a; v. g., bxinsuca, xinu, maxinua.
3.* regla. Los acabados en nsuca , neutros , vuelven la u
del primer imperatiuo en a: v. g. , zecubunsuca , cubusu,
macubusa.
S&canse los verbos de estar, los cuales, por tener particu-
lares imperativos, los ponemos aqui.
Apuicuine hace puica.
Asoane — soana.
Zeguensuca — aguecna.
Apuine — puina.
Apcuapcuane — pcuacua.
Chipcuingane hace pcuinga.
1 7 *
Izonsuca
hace
zona.
Isncunsuca
—
zuza.
Zepcuane
—
pcuaoa.
Chibizine
—
biza.
Chipcuicuane
—
pcuica.
■2(50 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Sacase tambien isinsuca, que hace por segundo impera-
tive sie; el primero no le tiene, y este sirve para primero y
para segundo y para participio de presente y preterilo.
4." regla. Los acabados en nsuca no tienen a ni n delante
del suca, auaden al primer imperativo una a; v. g., zeguiti-
suca, guitu, maguihia.
Sacanse algunos que no anaden la a , sino que la u del
primer imperativo la convierten en a, y son los siguientes:
Bgyisuca
Zebihotisvca. . .
Zecuihicuisuca.
Bgamisuca. . . .
lnihisisuca.. . .
Zemimisuca.. .
Zebcuibisuca . .
Zeaimusuca.. .
Zemohosisuca.
[czebcuibisuca.
Bchibisuca. . . .
Zemihishsuca. .
leu Magyia.
loin Maiota.
Cuichicu Macuichica.
Gamu Magama.
Anihis)' Manihisa.
Imu Maima.
Acuibu Macuiba.
Cumu Macuma.
Hosit Mohosa.
lecuibu lemacuiba.
Chibii Machiba.
Mahista.
DE LA FORMClOS DE LOS PART1CIP10S DE PRESENTE.
Furmase del presente del indicalivo cercenando la b y m
cuando las hubiere.
PRIMERA conjugaci6n.
1.J regla. La terminacion scua se muda en sea.
Sacase zemascua, que hace maza . por parlicipio de pre-
?enle y preterito. Sacase tambien inascua, que hace sienga,
y alirunas veces siesca, y entonces sirve de frecuentativo.
GRAMATICA MOSCA. 26 ]
Sacase tambien bsoscua, por traer, que hace songa.
V rcgla. Los acabados en iscua hacen en isca; v. g., bzis-
cua, zisca.
3." regla. Sacanse bcuisca, que hace cuisca, y este verbo
anomalo ixicui, que hace xinga, y el verbo anomalo bxi,
que tambien hace xinga.
4.a regla. Todos los demas verbos conservan la si'laba pe-
nultima en su participio de presente.
Sacanse los acabados en goscua, que hacen en guesca. a
los cuales se juntan blascua, que hace tesca, y bcascua, que
hace quiesca; y pcuascua, pcuesca; y zemoscua, oesca; y zos-
cua, por banarse, que tambien hace oesca; bgascua, y tam-
bien bzascua; bcoscua hace bcuesca, y tambien bcosca; ze-
guscua, cuando significa decir, hace guisca: y zemuscua,
por hilar, hace uisca; bhuscua, por cargar, hace huisca.
SUGUNDA CONJUGACION.
1." regla. Los que no tienen n antes del suca hacen como
el presente de indicativo; v. g., chaguitisuca.
2.a regla. Los que tienen n antes del suca, si son activos,
tambien hacen como el presente del indicativo; v. g., bxin-
suca, chaxinsuca: yo que cojo.
Pero si son neutros pierden la s del suca; v. g. , zecun-
suca, chacubunuca.
Sacanse los verbos de estar, que pusimos arriba, cuyo
participio de presente es el de preterito. Aunque isucunsuca
tiene por participio de presente frecuentativo suzasuca, izon-
suca, zonasuca, y lo mismo se puede hacer de los otros ver-
bos de estar.
Sacase tambien zemucansuca, que hace uco en el presente
y preterito, y atizinsuca , que hace tisuca, aunque tambien
hace tizinuca) conforme a la regla general.
■?62 CONGRESO DE AMERICANFPTAS.
!»«■! futuro.
Formase del participio de presente mudando en la pri-
mera conjugation la terminacion sea en nga, y en la se-
gunda conjugacion la uca 6 suca en ninga ; v. g. , cuisca,
cuinga; cuitisuca, cuitininga.
A los verbos de estar que tienen el participio de presente
extraordinario , para el de futuro se les anade un ninga;
v. g., suza, suzaninga: zemucansuca hace uconinga; zemis-
tisnea hace histaninga ; inascua hace sienga, participio de
presente y futuro; zemascua, neutro, hace manga; bzoscua,
por traer, hace songa , por participio de presente y de fu-
turo; y zemoscua, neutro, hace monga.
Primer supino.
Formase del presente del indicativo, mudada la termina-
cion scua y suca en iva: v. g. , bcuiva, zeguitiva, zecubu-
niva, etc.
■ >«-! seguntlo supino.
Formase del participio de presente de la tercera persona,
mudada la terminacion suca 6 sea, 6 la que tuviere, con
esta terminacion ca; v. g., cuisca hace cuica; guitisuca,
guitica.
Del segundo futuro.
Formase del futuro primero, convirtiendo su ultima si-
laba ga en guepcua , y tiene la pemiltima silaba breve;
v. g., quinga, guinguepcua; guitininga, guitininguepcua.
1'IN DE LAS 10RMACIONES.
GRAMATICA MOSCA.
US FORMACIOMS DE LOS T1EHP0S U VERSO.
Floquio quisquis chibcho cupis esse dissertur
En tibi que is possitu form are tempora norma.
De prseteritis.
Regula.
Preteritum formas, scua et suca facile domptis
Addideris vero nonnullis id quy prioris.
Inquibus A suca prezit an zemnipcuasuca
Turn dare pro suca 6 him tollere srepe videbis
Indos tumque alias o summunt a que relinquunt
Zemnipcua, zemnipcuo, zemnipctiao dicunt.
De futuro.
Pro scua vel suca, nga aut ninga redde futuris
Bcuiscua, bcuinga; zeguitisuca, zeguitininga.
Regula coes imperativi primi
Imperii tempus fiat pronomine dempto.
Prreterili ex aliis nullam contemnito normis.
l.a regula. Primo B dimittas, si B est verbi littera prima
illud at observant, atque A neutra insuper addunt.
V regula. Verba per cepta desumunt relinquunt.
\S exceptio. Excipias primo quedam que amittere nolunt,
nee tamen v. sumunt: sunt ist hec muingao, muyu atque
264 CONGRESO UE AMERICANISTAS.
mux qnanclo iubens commisure dicis semper muihizu: ad-
heret iis comes est icui muyu.
2." exceptio. Alia que non servant m dicte excipe vursum^y
ohozu, imu, v. onao, hocu camque ubiao iscu atque icu, hi
ate sonans, istis quoque icaucu, o hinges. Excipe postremo
quedam, que is sylaba prima m comes haud placet, obquod
talia utrumque relinquunt ic hosu cum huzao, houi, hizuy
hizcao iungitur illis.
Ast g allis tollas verbis que is littera prima est suntque
zegunsuca, zeguquesuca atque zeguscua, unu, ucu , uzuy
bgascua so facit aso zegascua.
■mperativa irregularia.
Denique qua normas non servant sumito pauca sunt luee
zomcct, siu, ze, sabo nee non mehichachi.
REGUL.E PniM.E CONJUGACIONIS.
1." regula. / vel y preterita u sisint monosyllaba summunt
inde cuyu, bcuiscua, bziscua, que ziu dato semper. Ast id y
prseteriti u sisint pollisyllaba fiat sic cape significans dices
a, bgascua, gucu.
Exceplio. Excipe zeguscua et bxiscua , quibus adde zemas-
cua dant uzu, xizu, amazu, amacu que aliquando.
2.1 regula. A quoque preterito a verbis monosyllabo in
ascua, o data pro a vel uti, co, cuia bgascua presens.
Exceplio. Excipe sparge sonans iao cui idioma biascua.
•V regula. Atqui preteritis quibus u posterior adsit prono-
men tolle et iubendo tempus habebit.
REGUL.E SECUND.E CON.TUGACIONIS.
Preterilum y in u sisint pollisyllaba muta.
Ast e pieteritum tumque i pollisyllaba summunt u nl
xiea, bxiesuca turn zom, bzoisuca.
GRAMATICA MOSCA. 265
Denique pneterito (si activi in suca finentis) adde u sic
bginsuca, ginu; bxinsuca que xinu: sin vero neutris nsuca
tunc facitosw seu zecubunsuca, acabusu quod in re reposcit.
De imperalivo seeundo seu participio preterit!
quod idem est.
Hoc ex praeterito secto formare tenens iunctis servatis
qme de illo diximus ante circa iam dicta imperativa prima.
Prater quam absit neutris a adsit ni sequivocatio, qua*que
aderit quoties eradem themati adsint activum et neutrum
vel uti zebzascua, izascita persona in 3." illud habet zaia
ist ut azaia. Tandem g haud mutent in s hie zegascua,
bgascua.
PRO PRIMA CONJUGATIONE.
1." regula. Prseteritis m, y linitis e addito solunt, si tamen
hsec fuerint monosyllaba ceunyemny.
Exceptio. Bcuiscua, cuyia dabit et acuyia, zeguiscua.
2 tt regula. Dein i finitis adda e, w, y verso.
3.a regula. Insuper u finitis e super addito tantum.
Exceptio. Excipe zemuscua, uia. Huia facit atque zebhus-
cua, turn faque chiguscua, faque chiguia dabit, atque hui
chiguia dices a hui chiguscua verbo.
i.a regula. la dato pneterito a finitis ascua et oscua.
Exceptio. Si zebiascua demos quod iao: saia que inascua.
"».a regula. Goscua iit gaia in verbis at hem ate goscva.
6.* regula. Prseterito impollisyllabo idem servare debebis
quando secundum formes, ac primum imperativum. Praeter
quam quod in a versum u debet esse prioris seu cam cuicu,
cam cuica, turn bxiscua, xiza: ica, zeguscua; moza, semos-
cua y maza, zemascua.
266 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
i
PRO SEGINDA CONJUGATIONS.
i.a regula. — Manipcuasa. Imperativum fiat idem primum atque
secundum verbi in asuca, a solum super adde secundo.
2." regula. — Mayuitua. Atque idem in illis que non habebunt
a nee n ante suca prestabis. Piu isdam tamen haud super
addas a sed in ipsum u mutes: suntque cam abcamisuca,
zebguisuca, zebchibisaca, zebgamisuca, atque zebihotisuca
tumque icui zebcuibisuca.
Dein zemohosisuca tumque zecuichecuisuca cum zebco-
mosuca, his inihisisuca que junges, atque zemistisuca sem-
per fit comes illis cum zemimisuca , zecuibisuca addito
tandem.
3.a regula. Id quoque in activo servabis nsuca finenti, in
neutro verbo a pro u primi dato secundu.
Exceplio. Excipe isucunsuca, suza, queque sequunt est,
penaoa, zepcuane; et chibihine, biza det pcuica , chipcuica-
ne, izonsuca que zona fiat, turn sona, a soane, atque apui-
cuinepuica. Puina , apuine dabit , preter chipcuingane,
paring a atque zeguensuca, aguecua; apcua, pcuane que
pcuapcua turn sie isinsuca dat primum datque secundum.
De partieipio prsrscntis , sen imperativo
I.'1, *.» quod idem est.
Forma ex presenti presentis participium istud iuxta pre-
cedents normas m. B. que demptis.
PRO PRIMA CONJUCtATIONE.
1.a regula. Fac scua prasentis sea, solum hsec excipiantur.
Exceptio. Dat zebsosaia, songa dat quoque maza, zemascua,
sienga, siesca vc ceddat denique inascua prasens.
2.a regula. Isaia finitis istud dato tempus in isca.
GRAMATICA MOSCA. 267
3." regula. Iscua sed isca dona: cuisca, xinga que demptis,
istud ad ixicui aut bcci ad bcui reducitur illud.
4/ regula. Insuper in reliquis penultima syllaba verbis
servetur. Finita tamen diinittito goscua, qua' cum bgascua,
bzascua, btascua, cum relativis ipsorum neutris danl istud
tempus in esca. Turn bcascua, cuiesca facit, et zepcuascua,
pcuesca dat esca, zoscua datque oesca , zemoscua.
Huisca, zebhuscua; uisca, zemuscua; guisca, zeguscua.
Demqup zebcoscua, bcuesca , bcosca ve tenebit.
PRO SECUNDA CON.J UGATIONE.
l.a regula. Verborum pra?sens, qua- ante illud suca care-
bunt n sit et imperativum, gintisuca ita docet.
2." regula. Non caret licet n modo sint acLiva tenento re-
gula eandem: neutra tamen pro suca habuerunt uca, si ex-
cipias quodam que is esse notatur. Prsesentis et pneteriti
idem sit participium illis uco , zemucansuca: tisuca excipe
tandem exasisinsuca: tisinsuca dat licet ipsum.
Participiuiu futuri.
Pnesentis de participio istud participium esto si facias
sea illis nga; uca, suca que ninga.
Verbi existendi pnesentis participium adduntm'ngra dum
boc formant: nee non zebsoscua, songa det, comes in ascua
sit semper, cui eslo sienga atque zemislisuca, zemucansuca,
zemascua dent hista ninga, uconinga , denique manga.
Omnibus adiunges quod habebit monga zemoscua.
V ri 111 ant supinum.
Prima supina tenes scua et suca sivi ioa mutes.
■208 r.ONGRESO DE AMERICANISTAS.
Secundum supinum.
Tumque secunda tenes si quidquid terminet ilium perso-
nam tertiam praesentis participis in ca mutes ut cuica, gui-
tisuca, guitica.
Parlieipium secundum fiiluri.
Denique pro ga, guepcua, dans formato futurum ut gui-
tininguepcua.
FINIS.
DE LA COKSTRUCClfa DE LOS VERBOS.
Fuera de los pronombres que estan puestos al principio
del arte hay olros pronombres transitivos , los cuales son
de cinco maneras, conforme a los cuales dividiremos los
verbos con quien se juntan en cinco clases:
Primera cla.se de pronombres.
1." persona Ma Chia.
2.'1 persona Ma Mia.
3.a persona Caret Caret.
Esta manera de pronombres pidenlos los verbos activos
que no tienen mas que una persona que padece, para la
cual persona, cuando es pronombre, sirve la dicha manera
de pronombres.
Pero hase de advertir que solamente sirven estos pronom-
bres con el verbo de tercera persona, y algunas veces con
el de segunda persona del singular. En todos los demas se
GRAMVriCA MOSCA. 269
ha dc poner por persona quo padece a los pronombres sus-
tantivos.
Item los participios no pueden tener persona que padece,
estos pronombres cha, ma, etc., sino entonccs se han de
poner los suslantivos, salvo cuando el participio fnere de
pasiva, como changuitua, mangi'iitua, etc.
Segunda manera de pronombres.
1." persona Chahac Chihac.
•?.a persona Mahac Mihac.
3. a persona Icui leui.
Los verbos de la segunda clase que piden esta clase de
pronombres :
1. Icuizeguscua : decidle a el.
2. Icui zecubunsuca: hablale a el.
3. Icui blascua: dejale alguna cosa, y asi pegar enferme-
dad, pegar fuego, poniendo la persona que padece.
4. Icui itizinsuca: soy amado de el.
5. Icui abcuisca: asidle.
G. Icui zebcuibgoscua: despedirse de el.
7. Icui zemiscua: entrar en cosa que no es cosa.
8. Icui biaiquesuca: encargar alguna cosa & otro.
9. Icui zebquibisuca: lo mismo.
10. Icui zefihisuagoscua: reprender.
11. Icui aguensuca: hacerse largo, prolijo.
12. Icui bziscua: pedir 6 preguntar.
13. Icui abahaquensuca: olor
14. Icui achansuca: tener hambre.
15. Icui azascua: pasarse?
16. Icui abcuscua: pagarle 6 comprarle.
17. Icui abtiliipcuasuca: alancealo.
18. Icui abtinsuca: tomar prestado de el.
270 CONGRESO DE AMERIGANISTAS.
19. Icui bzascua: ponle alguna cosa.
20. Icui zemniscua: » » »
21. Icui zemohosisuca: untar.
22. Icui zebcuscua: soplarle.
23. Icui zebtihisuca: blandear alguna cosa; v. g. , una lan-
za, etc.
24. Icui zinsuca : vocear a otro.
25. Icui zecuihinsuca: » »
En la segunda persona , si se pone el nombre de la per-
sona que padece, bastara poner al fm del nombre esta letra
c en lugar del icui, y asi podemos decir: Pedro icui uzu, 1,
Pedroc uzu: dile a Pedro; y gala icui cu, 1, gatac cu: sopla
la candela.
Tercera manera. de pronombres.
l.a persona Chahas Chihas.
2.a persona Mahas Mihas.
3. a persona Is Is.
Los verbos siguientes son de tercera clase, que piden esta
manera de pronombres.
! . Is bgyisuca: golpear alguna cosa, 1, amanar alguna cosa.
2. Is apcuihistansuca: pegarsele algo.
3. Is amascua: » »
4. Is abuscua: pegarsele muchos animales li hombres.
5. Is zecuisinsuca: rebelarse contra el.
I). Is acuinsuca: acontecerle.
7.- Is zebiascua: echar 6 esparcir una cosa en otra.
8. Is afihiszansuca : pesarle la carga.
9. Is amuiscua; v. g. , cuica is amuisca: dar sobre ellos
pestilencia.
10. Is zemihibisuca : pegarle alguna cosa.
11. Is afihibinsuca: pegarsele alguna cosa.
GRAMATICA MOSCA. 271
12. Is bchichisuca: escurrir.
13. Is ackichinsuca: escurrirse.
14. 7s zebiotesuca: beber tabaco por el.
15. 7s amuinsuca: amor tenerse.
16. 7s zeginssuca: reirse de el.
17. 7s bziscua: cobijarlo.
18. Isizascua: topar, dar en alguna cosa, como un cie-
go, etc., tapias iza.
19. 7s zepcuansuca: cuidar de alguno.
20. 7s zebcuiscua: hacerle algo mal 6 bien.
21. 7s zemahahasesuca: limpiar algo con el.
22. 7s zegiiitisuca: amanar a otra cosa algo.
23. 7s zeguquesuca: tomar la medida , 1, decir mal de otro
cuando se miden tierras, 1, similia. No se dice mas
de zeguquesuca, imperativo, ucu, mancua.
24. 7s abcoscua: morirse; cliahas abcoscua, etc., et hoc est
magis in usu, quam dicere is zebcoscua.
25. 7s btascua: escoger, achicar.
26. 7s zemioasuca: escoger.
27. 7s zebioasuca: »
28. 7s aiansuca: quitarsele la enfermedad.
29. 7s abquisca: aprovecharse algo.
Con la tercera persona , si se pone el nombre de la per-
sona que padece, basta poner al fin de ella esta letra s en
lugar de is; v. g., Pedro me echo polvo en los ojos: Pedron
fuscui zupquias avia.
Cuarta manera de pronombres.
1 .* persona Chahan Chilian.
2." persona Mahan Mihan.
3.* persona In In.
Los verbos que piden esta cuarta manera de pronombres
l loi
1 8
son los siguientes:
-)-->
GONGRESO DE AMERICANISTAS.
1. In zebzahanosuca: acocear.
2. In zemahabensuca: vocear contra alguno.
3. In zebsiscua: achacar, hacerle cargo, echarle la culpa.
4. 7/i asucune: tengo tal cosa en mi; v. g., calentura.
5. In azoscua: pegarsele.
('). hi aniscua: »
7. in bcuiscua; v. g., zeguepcua in bcuhcuu: vuevele las es-
paldas.
Quintet manera de pronombres.
1 .a persona Zuhuque.
2." persona Muhuque.
3.' persona Iloqve.
Siguen los verbos de la quinta claso:
1. Hoque zemniscua: dar.
2. Hoque bguscua: ensenar.
3. Hoque chozebcuisciia: agradar y hacer con que agrade
a otro.
4. Hoque chuenzazebcuiseua : desagradar, ofenderlc.
.">. Hoque acluiensuca. : agradar, darle gusto, recibir con-
tento.
(5. Hoque itizinsuca: soy amado de el.
7. Hoque zeminasuca: encargar A otro cnalquier cosa.
8. Hoque acliuenza: desagradarle, descontentarse.
I>. Hoque zeguaJiaicansuca: soy aborrecido de el.
JO. Hoque chogue: darle gusto, plarel illi.
Del verbo «Zebtascua».
Zebtascua nihil significat esse, sed cum particulis se-
qucntibus.
GRAMATICA MOSCA. 273
1. Hui zebtascua: entrar 6 meter alguna cosa 6 encarcelar.
2. Cuihicui zebtascua: cerrar.
3. Ai zebtascua: arrojar hacia adelante y perder.
4. Syi zebtascua: echar aca.
5. lcui zebtascua: echar 6 meter algo en otra cosa, cqjear.
6. Is zebtascua: achicar, disminuir, faltar; doclrina is bta:
falte a la doclrina.
7. Has zebtascua: abrir fuera de lo que es puerta; idem
significat itas zemascua.
8. Iban zebtascua: apartar, ab aliquo.
14. Guas zebtascua: alcanzar de lo alto 6 echar alguna cosa
abajo no arrojandola.
15. Ubin zebtascua: pasar alguna cosa de un lado a otro.
16. Umcui zebtascua: trastornar una cosa.
17. Uzebtascua : sollar.
18. In zebtascua: liundir.
19. Vaque zebtascua: echar fuera.
Poniendo la persona que padece con zebtascua tan sola-
mente significa sacar de una vasija en otra; pero no es ella
sino echcindolo en ella; porque para sacar con vaso hay ze-
gasesuca, cuyo imperativo es gasu, magazua.
22. Chues zebtascua: destetar.
23. Etas zebtascua: poner 6 meter alguna cosa basta la ul-
tima de la tal cosa.
24. Cuicas zebtascua: desterrar, echar de la tierra.
29. Ichichi btascua : revivir.
30. Muyian zebtascua: aclarar.
31. Siste zebtascua: doblar.
32. Agotaque zebtascua: engaiiar.
33. Hicui zebtascua: volver al reves, 6 lo de adenlro afuera.
34. Zehuen zebtascua: rebosarse la capa 6 manta.
35. Un zebtascua: pasar otra cosa de la otra banda.
36. Cuichicui zebtascua: pasar otra cosa de la otra banda.
37. Chisque zebtascua: desnudar, empelotar (achve).
38. Achichaai zebtascua: atravesar, pasar a uno de parte a
parte.
TOMO II. IH
274 CONGRESO DE americanistas.
39. Gannique zebtascua: pasaren tres reaglones, saltear.
41. Guate zebtascua: arrojar hacia arriba.
42. Agei zebtascua: echar encima de otra cosa.
43. Vins zebtascua: tragar y desollar ol pellejo.
44. Atis zebtascua: enjuagar cualquier cosa.
Del verbo <(Zemiscua».
1 . Significa buscar; preterite-, zemique; imperative- primero
y en el segundo, maica; el participio de presente,
isia; participio de futuro, inga: el que ha de buscar.
2. leui zemiscua: entrar en cosa que noes cosa. Preterito,
icui zemi; imperativo primero, icuamiu; segundo,
icuamamie ; participio de presente, icui misca; de
futuro, icuiminga.
3. Con adverbios de lugar significa pasar, ir andando;
v. g., sihica miscua: por aqui va; ui zemiscua: pasar
adelante.
4. Puicas zemiscua: irse por ese mundo.
5. Abolwza zemiscua: haber encumillo, 1, ilia.
6. Bui zemiscua: entrar.
7. Guas zemiscua: bajar.
8. Asac zemiscua: atentar.
13. Amuis zemiscua: acometer.
14. Zegis amiscua: pasarseme, y se aplica al tiempo.
15. Chigis mie: cosas pasadas.
16. Suaz guan amiscua: salir el sol.
17. Achumis amiza: no han salido las pares.
18. Siliique zemiscua: pasar por aqui.
19. lensas zemisca: ir descaminado.
20. Afihista amiscua: cerrarse la herida 6 llaga.
21. lban zemiscua: apartarse de el.
22. Zupcua zemiscua: abrir los ojos; imperativo, mupcua,
vizu, maviza, etc.
23. Ziton zemiscua: caer de cabeza.
GRAMATICA MOSCA. 275
24. Zepuicuiz icui amiscua : venirme al pensamiento, dar
en cllo, advertirlo, etc.
25. Zemiscua: coger cosas derramadas , esparcidas. Impe-
rativo, biu, 1, fiuy mafie, etc.
34. Hiechaque zemiscua: hundirse en la tierra.
35. Etaquia zemiscua: hundirse en el prof undo.
38. Achicha ai amiscua: pasarle el instrumento 6 la cosa
de parte a parte.
39. Etaquia icui zemiscua: penetrar.
40. Ipcuabie z amiscua: perderse alguna cosa.
41. Hua z ai amiscua: ponerse el sol.
42. Agicui, I, agei zemiscua: subir (hubir?).
43. Hica chachac amiscua: romadizarse.
44. Hz amiscua: temblar la tierra.
45. Zibs amiscua: pasar por mi.
46. Zepcuacua z amiscua: dame latidos el pulso en el brazo,
et sic de aliis membris corporis.
47. JJbia zamiscua: entrar en casa el ladron, dar asalto,
et non disit Pedro zami, sed Pedro hui amiu.
54. Abi chichiami: entrarse dentro del maiz.
57. Zecuhucas ami, I, zecuhucuitas ami: entendido he.
58. Zecuihis ami: pas6 por delante de mi; xiecuihis ami:
pas6 por la orilla del rio; finalmente, por delante 6
junto de cualquier cosa , a, a cuihisami.
59. Acuihisuca aizemi: pasepor delanteomuyjuntico de ella.
60. Zegantes ami: pas6 por debajo de mis piernas.
61. Aganicui ami: metiose entre ellos.
62. Achichi ami: idem.
63. Chiginimi ai ami: paso por medio de nosotros.
68. Umis amiscua: pasar por el gargiiero.
69. Fuchoque zemiscua: andar perdido tras mujeres.
70. Zecuihinamiscua: pas6 por mi lado.
71. Zegis icui amiscua: hacerle senas.
72. Zepcuaca, 1 zepcuapcua icui amiscua: idem, con el bra-
zo 6 sombrero.
73. His amiscua: deshincharse y agacharse.
1 8 *
V?7G CONGRESO HE AMERICAN1STAS.
Del verbo «Bcuiscua».
1. Angua bcui&cua: sentir ruido.
2. Can bcuiscua: asir; icuibcuiscua, lo mismo.
3. Cltalias abcuiscua: entrar en provecho, 6 aprovecharse
Je algo.
4. Guatc bcuiscua: levantar.
5. Risclii bcuiscua: apretar hacia abajo.
G. Etaque bcuiscua: asir de abajo.
7. Sieque bcuiscua: llegarlo aca.
8. Aac bcuiscua: llegarlo alia.
9. Hischque bcuiscua: apartar a un lado.
10. Es bcuiscua: abrazar.
12. Cliicc, bcuisca: proseguir adelante.
PRECEPTOS SUELTOS DE LA LENGUA «M0SCA».
1 . Cuando se pregunla la causa 6 responde y si se da la
causa, se afiade al fin esta parti'cula ne, pero se entiende, se
post negationem.
2. Hacer para alguno , despues de la particula guaca,
ha de haber una c 6 una que, la cual ha de estar inmedia-
tamente antes del verbo.
3. Achahansuca significa acabarse; y este verbo, puesto
al'fin de algiin verbo, denota la perfeccion de la accion de
aquel verbo ; y asi algunas veces es lo mismo que omnino;
olras lo mismo que totus, a, um; otras que omnis, segiin
el supuestc 6 persona que padece, del verbo que precede al
verbo chansuca.
4. Cuando en la interrogation precede diccioti interro-
gativa, eomo ipcua. cie, fes. etc., al cabo de la pregunta se
pone casi siempre la interrogation be.
GRAMATICA MOSCA. 277
5. Zebsiscua, puesto al fin del verbo zebcuiscua , signi-
fica la action con estos adictos; bravamente, poderosamen-
te, felizmente, fuertementc, etc.
6. Todo lo que so pregunta con esta particula ipcua, el
tiempo que tras ella inmediatamente sigue ha de ser par-
ticipio.
De los adornos.
El ornalo de la z se pone despues de la n cuando inme-
diatamente se sigue vocal (maxime a). Suelen tambien po-
nerla despues de la vocal cuando se sigue s.
El ornato de la n se pone al fin del participio (maxime
cuando comienzan a hablar), y al fin del supuesto, cuando
comienzan a hablar, si el supuesto acaba en vocal.
El adorno de la s se pone, cnando hay dos verbos juntos,
al fin del primero; y aunque los dos hablen de futuro, el
primero se pone en preterito con la s dicha al fin.
MODOS DE HABLAR DE LA LENGUA k MOSCA » Y ALGUNAS FRASES.
1. ,;Que nombrc 1c pondremos, cdmo lo llamaremos?: ipcua
ahicaque chihaninga?
2. Cnando hnbieres de ir a alguna parte avisame primero:
Epcuaque cumnangana cuihin chahas fismungaco.
3. Amar;is a Dios sobre todas las cosas: chipaba Dios ma-
haca tisininga epcua vie ago mica cuihica azon aya.
4. Pudiendo tii oir misa , ^has dejado alguna vez de oir?:
Misa machibasa chongaxin inchibiza, cne, aguenua?
Misa umchibis chocaguenan, misa umchibiva?
5. Traelo asi como esta, esto es, sin mudarle: iscagues
nuque masoca.
G. Traelo sea lo que fuere: haqueva aquenxin masoca.
278 CONGRESO DK AMERICANISTAS.
7. Traelo como qaieras 6 estuviere (hablando de un en-
fermo): haqueva aguenxin masoca.
8. Traelo como quiera que estuviere (hablando de otras
cosas) : haqueva agaxin masoca.
9. Traelo, sea lo que fuere; esto es, suceda lo que suce-
diere: haqueva agangaxin masoca.
10. Matale adonde quiera que le hallares: epcuanva asu-
cun inmistiningaxin umganga.
11. Llevalo cuando vos quisieres: Vesvaxin mpcuis azu-
cumninga, 1, sic, vesva inning axin umpcuis azacu
mninga.
12. Haga lo que el quisiere: apcuis azacu cuyia.
13. Lo que el quisiere: apcuis azacua, apcuis azancua, 1,
apcuis azanxicui.
14. No me deja ir : in azabgaza.
15. Ya sabe que yo no gusto que vos vais: rnnas zepcuis
azazan ia amucane.
16. Vos sois a mi gusto, que sois diligente : muem miten
umten (1, umtium) mague zuhuque chocunguene.
17. A tu parecer, ,; cuantas veces seran?: mcuicuinaz tea
sicaque nua? 1, mchibicaz , 1, icuimsunecaz ica sica-
cuipcuava?
18. «;, Adonde dice que fue?: epcuaque gue anan noliobe?
19. ,; Adonde dice que esta?: epcuanegue asucun nohobe?
20. ^Quien dice que es?: xiegue nohobe?
21. ,;Quien dice que fue?: xiegue saca nohobe?
22. ^Quien dice que la derramo?: xieguen hischain iaua
nohobe?
23. ,;,Quien dice que hace?: ipcuague quisca nohobe?
24. <;Guyo hijo dice que es?: xie chuta guen nohobe?
25. ^Guyo dice que es?: xupcua gue nohobe?
26. ,;Quien me fiara?: xupcua nga zemahobe?
27. Est3is en lugar hiimedo, mirad que no os haga mal:
lotupcuagin msucuns iuque mabgazingaco.
28. Si fuere indio que tuviere le echare de pena medio
peso, y si fuere pobre le azotaran: epcua vie zague-
GHAMATICA M0SCA. 279
nan a pena medio peso que bganga; nga pobre ca-
guenan anguitininga.
29. De esta manera sabreis todas las oraciones en poco
tiempo; de otra manera no sabreis: fasihique agues-
nuque rezar apui nucasa sicuenzaque mimucaninga
uchasague cuan mimucanzinga.
30. Dos anos hace que estamos aqui, y ni aun rezar sabeis:
zocam boza zaquins sinaca chibicine, ngarezar uchias
mimucanzane.
31. Mejor fuera que no hubiera venido: ahuzasan chonga.
32. Vosotros los indios cuando estais solos soleis decir asi:
mie muiscan achquis misuquenan sihique migascua.
33. Fuese triste: apuicui zachanmague cana.
34. ^Gomo te atreves tii a pecar?: iahacanguens hisquic
umguens pecar umcuiscua.
35. Dios sabe todas las cosas pasadas, presentes y futuras:
Dios ipcua vie azonuca chigismia nga fauguecua,
nga fa chicuihicanaia cuininga uco caguene.
36. El pecado que yo hago a solas ,;,quien lo sabe?: achcuis
ze pecado chacuisca xie o neon.
37. Alumbra acd para que vea: gata xieque cuicus achieque
chachiba.
38. Este tu hijo anda hecho bellaco, esun holgazan, no
hace nada, es un bebedor: sis mchuta muisca ma-
chuenza caguenza sine fuchuago cabcuiscua hataque
quisca guesca magueza fupcua iohotu cabcuiscua.
39. Aliimbrale alia para que vea: gata nigue aicuiai achie-
que chiba.
40. Pon un espantajo para que teman los pajaros: ucacuius
pcuiliista sie suan.
41. ^Podrase dejar por de fuera?: faquis annisco chonocha.
42. Lavalo muy bien por de dentro y por de fuera: tyinnxie
faquin nxie choque umchungaco.
43. Tengo los pies llenos de lodo: zequihicha usua fuiziguen.
44. Traed lo que hubieredes: ipcuava mihuin aguecuaxin
mibsonga.
280 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
45. Apartate para que esle claro: ihiehca fuhucu muiias
cuisa.
46. Tengo los pies muy frios: zecuihicha zanyian gachane.
47. Entremos (dijo) en tu casa: umguetaque huichimic abgu.
18. Entro, y mirando a una parte y a otra, y no le contes-
tando nada de lo que habia, se salio: huia misnga
aixi chibaxin ngagitetaqv.e in pacaoa apuinuca apuis
azazan vacaiane.
49. La casa 6 aposento estaba muy clara : hataque gueta
muyian apcuane.
50. Dijo que lo pusiera debajo de la barbacoa; piisolo debajo
de la barbacoa, y alii esta debajo de la barbacoa: pui-
puiniuszo abga, cuinius abza nga eque cuinius azone.
51. Entro, y no hallando donde esconderse, entrose en otra
casa: hui amisnga inchisguenga amistizan gueta ata-
que huiami.
52. Una persona vino a quejarse de ti, esto es, a acusarte:
muisca atan chahaque mabsipcuon.
53. Ya estan en sus casas de vuelta, hablando de muchos,
guesacuine , es lo que se dice de pocos 6 de uno,
iaguecapcua, 1, iaguec]\aliaque.
54. Lo deje olvidado en mi casa: gueneguen zemaha cuis
inicui.
55. <<Que tamaiio eras cuando te casaste?: fique umganua
casar umcui?
56. ^Cuantos anos tenias cuando te casaste?: in momuis
cuisa, 1, etc., zocam ficaza cuininuca casar umcui?
in fac mazaia.
57. Llevalo con tiento : is maguoque umningaio. Dfcese de
lo que tiene peligro de romperse, 6 derramarse, 6
ensuciarse, pero no de perderse, pues entonces so
dice: aguezaque apuicuinza umgazingaco.
58. i Que edad tenias cuando te casaste?: in maynuis cuisa,
1, in fac mazaia ficaza cuininua casar umcui?
59. Ya lo he confesado: ie confesarque bga.
60. Vengarse: zintabcuiscua, minta umcuiscua , enta zabes.
ilRAMATICA MOSCA. 281
til. <;A quien se lo dijiste? : xieco urnuque?
(»2. ,;Has dicho en toda tu vida alguna mentira?: muis-
cuinxie chief icago mauza zaguenua?
63. Mira, no hay quien en toda su vida no haya dicho men-
tira: cfiibu: amuiscuinxie sa acliichcago zan agueza.
64. Mira, no hay quien en toda su vida no se haya cnoja-
do, renido con algnno: chibu: amuiscuinxie lxata
uchas muiscabhoza ainago zanegueza.
65. Por tanto, es imposible que en toda tu vida hayas de-
jado de haber dicho alguna mentira: is npcuaque
muen muiscuinxie umchich cagozanen aguezinga.
66. Es imposible que dejes de haber renido con alguien on
toda tu vida: muiscuinxie hat a uchas muiscabo hoza
minago zanen aguezinga.
67. Por tanto, pues que has dicho alguna mentira en toda
tu vida, di que si es verdad, que si has mentido: is
npcttauca muiscuinxie u, 1, cumchiclicagonan ocas
guen ichiclicagon ximganga.
1)8. Ya ahora vamos por buen camino : fan ie chosguen
china.
60. Lleva la yerba adonde estan los caballos: chuhuchua
hicabaio in aguecuaque niu.
70. Ponla donde estan los caballos: hycabaio inaguecanzo.
71. Porque se ha llegado el tiempo cuando soleis confesar,
os quiero tratar de la confesion : confesar inmiquin-
gaca pcuanpeuaque confesion ica mihaque chauza.
La misma frase es para decir que ya es tiempo, que
ya es hora; v. g., ya es hora 6 tiempo de decir misa:
misa in nquingaca pewa, etc. Todo esto se entiende
cuando se ha de confesar 6 decir misa; pero para de-
cir que ya es tiempo, ya se ha llegado la hora cuando
soleis confesar, ha de decir: confesar in miquisca
capcuan.
72. Decid misa a la hora que soleis: misa in maquisca cap-
cuan macuyia.
73. Pecid misa donde soleis : misa in maquiscan macuyia.
282 CONGRESO DE AMEIUCANISTAS.
74. Ya esta cerca el tiempo de vuestras confesiones: ia con-
fesar in miquinga zalequene , 1, confesar miqitinga
zalequene , 1, confesar mibcuinga zalequene.
75. No tiene sabor ni nada: apcuachapcua magueza.
76. Tiendola y acueslome.sobre ella: zemuis afihistan izas-
cwrt, zemuis afihistan izaszecui bisuca.
77. Con solo la mochila no se podra?: chiso hocan achuenza?
78. ^Cuantos seran?: finua?
79. Anda tras mujeres y se va haciendo un ladron: fuchoca
miscua ubia cagascua.
Tiempo.
Ahora: fa.
Ahora: i, id, est presto, faspquina, 1, spquina.
Ahora: sa cum verbis de praesentis; v. g. , ahora esta di-
ciendo misa: sa misa zaguscua.
Anteayer: monna.
El otro dia: mon mina.
Los dias pasados: mon minia.
Y mas tarde: sasin.
Mas alia: bazanquia.
Antes: sasa.
Mucho tiempo: banzaca.
Antiguamente : sasbequia, zaitania.
Antes que: zacuca; v. g., umcui zacuca , 1, sa umcui za-
cuca: antes que hagas 6 hicieres.
Manana en la noche: mazinaca.
Anteanoche: mozinzinaca, 1. muihicazaca.
Anochecer: azinansuca, 1, acliis scuinsuca.
Anochecer del todo: azacansuca aumzansuca.
Anoche & la noche: zasca.
Anoche (hablando absolutamente): zahasa.
Anoche toda la noche, 1, todo anoche: zasiuca.
De aqui adelante d las nueve subire al piilpito y nom-
brare d todos ; y despues de haber llamado d todos , a cada
GRAMATICA MOSCA. 28.'{
iino por su propio nombre, predicare, y luego diremos misa,
y el que faltare lo tengo de cumplir de justiciar fachicui
hica naia acagyiaxin pulpitoque zoszaninga , muisca pui-
nuca ahica zegunga , nga muisca achau achcui ahicanuca
bzis achahanacuanan predicar chibcuinga nga apcuanan
misa chibcuinga.
A estas horas: sihicua sina.
Maiiana a estas horas: aica sihicua sina.
A buen tiempo: esupcuan, 1, acuipctianuca, 1, acuipcuan,
1, cuipco, choca.
Todo el dia: suansiuca.
Toda la noche: zansiuca.
Todo el dia y toda la noche: suansiuca zansiuca.
Dia: sua.
Noche: za.
Mes: chie.
Aiio: zocam.
Antario: zocamana.
1. En tiempo de Pedro: Pedro fihistaca.
2. Primero me morire que venga yo a ser eso : hiscui ze-
gazinga bhi.
3. Mirad que vengais antes de una hora: chucta zapcua-
zinga m hucuico.
4. Ahora mientras vinimos: fa chiupcua zavizine fihistaca.
5. En esta vida: fa chicuicui fihistaca, 1, fa sis inchiabiza
sihistaca.
6. En este dia: fazona suacan.
7. En ese dia: ina zona suacan.
8. En el postrer dia, que entre nosotros llamaremos dia
del juicio: bgiuque zona suacan chiechihuin dia del
juicio chihasca.
9. Este dia: fazona sua.
284 CONGRESO DE AMERICANISTAS
10. Ese dia: inazona sua.
1!. El ultimo dia: bgyuque zona sua.
12. <;De cuanto a cuanto os eonfesais?: ficuque ficucua con-
fesar umcuiscua , 1 , sua fina ganeque asuosca confe-
sar umcuiscua. Uesponde: cada ocho dias: sua su
hu:a que, 1, zuhuzoque zuhuzoque gue.
13. Cada rato: spquin spquina.
14. Cada dia: suaspnina, 1, suapinuca, 1, sua ata suaata.
15. Cada manana: aica puinuca.
16. Cada tarde: sua meca sua meca.
17. ,;De cuautas a cuantas noches pecabas?: zafuia gane-
que asuasca pecar umguiscua.
18. Todas las noches: zine puinuca, 1, zinaca puinuca; esto
es, despurs de puesto el sol, antes que anochezca.
19. Todas las noches: zapuinuca, 1, zape puinuca.
20. Cada tres dias: mozuque mozuca, 1, .sitate suafa gfa/ie-
que azone.
21. Cada cuatro dias: muihicuque muihicuca.
22. Cada semana ^cuantas veces sen'an'?: Domingo ata ate
fihistaca ica ficaque nuabe.
23. No todas las semanas eran iguales; semana habia de
algo, y semana hubo de nada , y semana de a ve-
ces, etc.: Domingo apuinuca mahate caguenza; do-
mingo ata fihistaca peca bcuiscua; domingo ata fihis-
tacan mague zan zaguene, 1, domingo ata ganeque
azas cua pecar bcuizan zaguene semana ata fihista*
can ica bozaque bcui.
24. Manana en aquel dia: aique zona suacan.
25. El dia de manana: aique zona sua.
26. De aqui adelante: fa naia, 1, fachicuihi canaia; y ha-
blando uno de si: fa zecuihi canaia.
27. Vino a media noche: zapcuan ahuque.
28. Llama me aunque sea a media noche: zapcuanan noho-
can zeJiica umzinga.
29. Vino a la madrugada: suas agasque tisahuan, 1, ticaa-
hucui.
GRAMATICA MOSCA. 2S."»
30. Vino antes de amanecer: suas agazaque ahucui.
31. En amaneciendo: suas agacua, 1, suas agan, 1, suas
agaxin.
32. Todas las noches me levanto a media noche: zaque pui-
nuca zapcuana zecui Jdsinsuca.
33. Todas las madrugadas me levanto: suas agazaque fxtizi
zecui hisinsuca , 1, suas agasque tisafin zi zecui lii-
sinsuca.
34. Ayer por la manana me levante de madrugada: mux hi
caica suas agasque lis zecuihisine.
35. De manana : zacoca.
36. Todas las mananas: aique puinuca.
37. Uni6 (Vino?) a las siete, 6 las ocho 6 nueve: suaz sinia
nicuin ahucui, 1, suaz zosia nicuin ahucui, 1, suaz ie
ni anicuin aliucui.
38. Vino a las diez 6 las once del dia: cuihicui muis ahucui.
39. Vino a medio dia: cuihicuis ahucui.
40. Vino a las tres de la tarde: suaz a tequen ahucui.
41. Vino luego que anochecio: azacan bohoze ahucui.
42. Todas las mananas, esto es, en siendo de dia: suas aga
puinuca, 1, asua san puinuca.
43. Vino al poner del sol : suaz ai aquen sucan ahucui . 1,
suaz chicas aquen sucan ahucui, 1, suaz i ibans amis-
can ahucui.
44. Vino de noche: umzac ahucui, 1, zaca hucui.
45. Si viniere Pedro llamame annque sea a media noche:
Pedroz ahuicuinan, zapcuanan nohocan, achiban za-
que zehica umzinga, 1, pcuinuque zehica umzinga.
46. Aunque sea de noche: um zacaguen nan nohocan, 1,
zaca guen nan nohocan.
47. Desde entonces para aca: inan xien.
48. Desde entonces para alia: inacaia.
49. Desde que yo confess: confesar bcuinxien .
")0. Manana: aica.
286 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Nombres de parentesco y afinidad.
1. Padre: paba.
2. Madre: guaia.
3. Padrastro: zecuihic pcuaia zepaba.
4. Madrastra: zecuihic pcuaia zoaia.
5. Hermano mayor: guia.
6. Hermano menor: cuhuba.
7. Hermanos mayor y menor: guias cuhua asa.
8. Hermano respecto de la hermana: nicui pcuihita.
9. Hermana respecto del hermano: guahaza.
10. Hermana mayor respecto del hermano 6 hermana: guia.
11. Hermana menor respecto del hermano 6 hermana ma-
yor: cuhuba.
12. Hijo 6 hija: chuta.
13. Abuelo: guexica.
14. Abuela: caca.
15. Nieto 6 nieta: chune.
16. Hijo 6 hija primogenitor chiti.
17. Tio. hermano de mi padre: zepaba.
18. Tio, hermano de mi madre: zuecha.
19. Tia, hermana de mi madre: zuaia.
20. Tia, hermana de mi padre: zepaba fucha.
21. Tia, mujer de mi tio: zegii fzeguiji?).
22. Suegro respecto del yerno: chica.
23. Suegro respecto de la nuera: guaca.
'24. Suegra respecto de la nuera: chasuaia.
25. Yerno respecto del suegro: chica.
26. Yerno respecto de la suegra : guaca.
27. Sobrino 6 sobrina, hijos de hermana respecto del tio:
guabxique.
28. Sobrino 6 sobrina de otra cualquiera manera: chuta.
29. Primos hermanos, hijos de dos hermanos 6 de dos her-
mana?, se llaman hermanos.
GRAMATICA MOSCA. 287
30. Primos hermanos, el uno hijo de hermano y el otro
hijo de hermana, si son am bos varones, se llaman
ad in vicem ubso; y si ambos son hembras se llaman
pabcha; y si el uno es varon y el otro hembra, el va-
r6n respecto de la hembra se llama sahaona, y la"
hembra respecto del varon , pabcha.
33. Primos segundos 6 primas segundas se han de conocer
preguntando si son hijos 6 hijas de sus primos her-
manos 6 de sus primas hermanas.
34. Cunado respecto del otro cunado: ubso.
35. Guiiada respecto de la otra cunada: gycan.
36. Entenado 6 entenada: zecuihic pcuara ichuta.
37. La bisabuela de parte de madre: zueheza.
38. Bisabuelo dicese padre de mi abuelo, y bisabuela ma-
dre de mi abuela.
39. Biznietoo biznieta, de la misma manera, diciendo hijo
de mi nieto 6 hija de mi nieto.
Palabras afrentosas id est filia fornicationis.
Nistitisa. Jisas titisa
Nacuasmaza. Zimsuas maza.
Sihuas maza. Iomtago.
Sihucuas titisa. Ionogo.
Sihitas titisa. Jiago.
Icui iomtago, maicvi iomtago.
Umsihiia umcuihisa apuine itmsine.
Mi apa umcuihisa apuine umsene.
Machihiscan categui, 1 , umchihiscan catecunguene.
Aliqua vocabula et modi dicendi circa res
venereas.
Nacua: membrum virile hominis.
Nieta, 1, me; membrum virile parvuli.
1 9
288 C0NGRES0 DE AMERICANISTAS.
Sihua: natura fcemine provecta' a;tatis.
Sihi: natura fa'inine infantis.
Xanica, 1, sultupciia: muslo li horcajadura entre las pier-
nas (zachichan).
Bchiscua: peccatum fornicationis.
Chuguo agoscua , 1 , mohozcuinsuca , 1 , suasque goscua:
peccatum puerorum nescientium talem actum.
Chinta bziscua: virginem corrumpere.
loho: as behiscua: peccatum sodomie.
Nacuas maza, siliuas maza: iilia fornicationis.
Hie iesan bcliiscua: peccare nefande cum fsemina.
An ubina nacua getascua: tactus impudica decorum ho-
minum, 1, mahateca migeta.
Particulas diferentes para decir « No mas»,
para ver c6mo se usa de ellas.
1 . His aguesnuque timuscua: puntualmente dices la verdad.
2. Servar ncuihicas vacagu: Salid solamente los reser-
vados.
3. Sie uchias abiothesuca: solamente bebe agua.
i. hn peua cultua, infierno que chinanga? : ipov eso solo
nos hemos de ir al infierno?
5. Achuta atugui mnisca caga: solo el hijo se hizo hombre.
6. Um anima uchias ain suca: tu anima sola esta enferma.
7. Chiliicoho hogu cliimninga: hemos de darles solo came.
8. Jnohoca (ai no mas): ahi no mas.
9. Muicu zosa aiasu: sube til no mas.
10. Chie cu aguitisuca: a nosotros solos nos azota.
11. Chie bolioz quis chibiotisuca: no somos nosotros solos
los que bebemos.
12. Aqui choguen ana: a pie no mds fue.
13. Hichoque chasienga: yo no mas tengo de ir; chacui
iocao: yo solo hice.
14. Is cugui: eso no mas es, eso no mas hay.
GRAMATICA MOSGA. 289
15. Is cunga: basta, no haya mds.
16. Bozugui: dos no mds; atugui: uno no mds.
18. Achuto caguen iua: para tener hijos no mas.
19. Epcuo cagaina: para tener hacienda no mds.
20. Abiohotininga npcua culiua? : para beber no mas?
21. Is cugazonsuca: en eso no mas suele estar.
22. As cuganzosuca: en aquel (lo) no mds suele estar.
23. Sis cuganzonsuca: en esto no mds suele estar.
24. Sis sihucugazonsuca: en esto no mas estd, 1, sis atague
sinaca azone. Azonsuca: suele estar.
25. Hichogui chasaia : yo no mds fui.
26. Hichoguen chasaia: yo no mas quiero ir.
27. Is cugui cltiguscua: eso no mas es lo que decimos.
28. Is cugui zemucane: eso no mas es lo que se.
29. Is cugui zecui hicata: no tengo mayor (cosa?) bo...?
Composici6n humana.
Ziscui: cabeza.
Zita: coronilla.
Zila pcuana: calva.
lzita pcuana suca: encanecer.
Azita pcuana: el calvo.
Mue: mollera.
Agua: la sien.
Zoipcua: eolodrillo.
Zoipcuita: cogote.
Culiica: oreja.
Cuhuquenta: delrds de la oreja.
Zie : cabello.
Auichua : la cana.
Ckuhua: galillo 6 campanilla.
Cuinhua: barba 6 quijada.
Cuihie: barba, id esl pili.
Cuihiecuin: barbado.
TOMO II. 19
290 CONGRESO UE AMERICANISTAS.
Zote: los sesos.
Zotuguen: la tela de los sesos.
Fiza, 1, bizcuin: garganta.
Gye, 1, gycuin: pescuezo 6 todo el cuello.
Bozine 1, fizicuin: el gaznate.
Penohoza: gargiiero.
Ibza: los labios.
Penaca: brazos.
Huichua cuin, 1, huichua gui: persona cana.
Zuhuichiiansuca: encanecer.
Zita bosacdhoca: corona del sacerdote.
Uba, 1, bique: cara.
Augira: f rente.
Saca: nariz.
Upcua: ojos.
Icliua: carrillos.
Guicuin: ceja.
Upcuaboi: parpado.
Upcuaga: peslaiias.
Quihica: boca.
Pcua: lengna.
Sica: dientes.
Hico: muelas.
CuUiicata: paladar.
Puihipa: parte superior de las espaldas.
Timifihista: parte inferior de las espaldas.
Gutacuin: espaldas sobre los riiiones.
Zita: la cintura.
.Chue: los pechos.
Puicui fihista: la tabla del pecho.
Pcuaqueva: hombros.
Muihizua: los molledos 6 miisculos.
Chispcua: el codo.
Ispcna: muueca
Ita: la mano.
lta fihista: la palma de la mano.
GRAMATICA MOSCA.
Ttu saca: la vuelta de la mano.
Itiyy, 1, itigyna, 1, iticum: el dedo de la mano.
/fiva, 1, cocuiva: la pimta del dedo.
6'oc«; una.
Chuba: artejo.
Gota: la rodilla.
Gyminta: las corvas.
Gocor: la pierna.
Gocui sosua: la pantorrilla.
Gocui cuine: la espinilla.
Quichcua: el cuello 6 garganta del pie.
Quiclicua cuin: el calcariar.
Quichcua saca: el empeine del pie.
Quicha fihista: la planta del pic.
QuiJiichiva : el dedo del pie.
/lfra: cuerpo generalmente.
.Abacitm; cuerpo de animal.
7e, 1, ie<o; barriga.
Mue, 1, tomsa: ombligo.
Chichiba: las entraiias, la asadura, higado 6 higados.
Nimsucui : el corazon del animal.
Fumi, 1, fuscui: bofes.
Chahasa: bazo.
Ti hicui, 1, hosca: hiel.
Zimsua: tripas.
Jlete: los ririones.
Hisuguen: la vejiga.
Tihibisica, 1, tihibicuine : la paletilla.
Zj'fi, 1, cum: el espinazo.
7o6m cum: las costillas.
Quihique: los muslos.
Ga fihista: la tabla del muslo.
Zica: la ingle.
Zinua: la caspa.
Xium: el sudor.
Upcuaxin: lagrimas.
1 $ *
292 C0NGRES0 I>£ AMERKA.VJSTAS.
Xima: legarias.
Cuihiza: la saliva.
Quihitimi: el gargajo.
Buta: los mocos.
Ziba zecuin: mi cuerpo.
Cuine: el hueso.
Chimo: la pulpa.
Huca: el pellejo.
Chihiza: nervios y venas.
lba: la sangre.
Suhuca: la cola del animal.
lohoza: la trasera del animal.
Gepcua: las ancas.
76sa: el pelo del animal.
76sa ctuw: peludo.
Cuihie: el cuerno del animal.
Fihisca: anima y guelgo.
Pciucui: entendimiento y voluntad.
Otiza: la verruga.
Pquaque gue: el lunar.
Cuinta, 1, zique: ruga (arruga?)
Zecuintensuca, 1, iziquemuca: arrugarse.
Sahaza: los mocos claros.
Hisu; la orina.
Gye: estiercol del animal.
Cue: piojo de la cabeza.
Cumne: el del cuerpo (piojo).
Cuiga: liendre.
Muiza: pulga y nigua.
Descripci6n de un hombre.
<;Qu6 senas tiene?: ipcua oque , 1, oque z ialiaco aguene?
lJ)Q que manera es?: Haca aguecua, \, hacague cuabe, 1,
ficaoa?
GRAMATICA MOSCA. 293
iQne hombre es? i Do que manera cs? ^Que talle tiene?:
muisca ficaoa? 1, fica muiscaoa? 1, fica cliaoa?
Es un hombre alio do cuerpo: cha a cuin z aga sasin
mague.
Tiene el cabello crespo: a zie cota caguene.
Es calvo: a zitapcuana caguene, 1, a zita chugua caguene.
Es pequeiio de cuerpo 6 mediano : acuin z anupcua gut.
Es bianco de rostro: oba apcuihizin mague.
Es de buen cuerpo: acuin quipcua sugue.
Persona descolorida : a fique z achan mague.
De color negro: oba amuihizin mague.
Es amulatado: amuinin mague.
Parece negro: sue inza cuhuca aguene , 1, sue muihiza
cuhuca aguene.
Es motilon (el cabello cortado): cantiba gui.
Tuerto de un ojo: opcua hanna.
Tuerto que mira asi (vizco?) : opcua behela.
El que tiene nube en un ojo : opcua suta.
El que tiene un ojo menos: opcua quinta.
El que tiene un ojo medio cerrado: opcua ima.
El ciego: opcua muihiza, 1, opcuaza , 1, opcua magueza.
Hocicudo: ibsa cuin.
El befo: ibsa pcuinuan.
Barrigudo : ie puica.
De boca grande: cuihica puica.
Desdentado: acuihica tacupuina, 1, acuihica tacupcuaoa,
1, acuihica tacupuica, 1, xinhua.
Desorejado: cuhuca pompui, 1, cuhuca bohochua, 1, cu-
huca mone caguecua.
De nariz chata: saca pahama, 1, sacapinse.
Desnarigado: saca pompui, 1, ut supra desorejado.
De grande frente: aquigua fihista cuhuma.
Perniquebrado: gocagyu.
294 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
EQUfVOCOS DE LA LENGU A «CHIBCHA».
Ai zemniscua : pagar y dar.
Cahacua, participio delvcrbo zebcahachisuca: desgranar,
dosmoronar, 1, coger friita del arbol.
Cliacltin mague: cosa aspera al gusto, 1, hediondo, as-
queroso.
Chie: nosotros. Honra, ortiga, luna, luz.
Chihica: venado. carne.
Esichoscua, 1, esizascua, 1, eszebcuiscua: abrazar, abarcar.
Eta: en las cosas que tienen fondo 6 hueco significa lo
mas interne De aqui es que el ayo y el que tiene cuidado
de los demas le llaman tambien eta y guasgua ita , ayo de
muchachos.
Hisque quienza: no es tanto, 6 no son tantos.
Hiscui gue: asi es, tanto es.
Hica: nombre, piedra; significa tambien la accion de ha-
blar, el habla, pero no se usa esta sino compuesla.
Ze hicaque, zemaque, umhicaque cum maque, etc. : qui-
tarsele el habla.
Hica cuiniguecan: recio con la palabra.
Hicasie, 1, hicuibzi: despenadero.
Zebcascua: despenarse.
Huich cut zaziscua: acertar, atinar, percibir.
•Oba: cara; companero, id est comparte de un tercio.
Hatuca ubuca: siempre con verbo afirmativo; nancum
negativis significat nillo modo.
le: barriga, camino, humo, comida, danza, y en general
cualquier orden de cosas; asi llaman a las orationes ie.
Ieta: barriga por la parte de dentro. Es abreviatura de
icata.
Iua: participio que significa alzado.
GRAMA.TICA MOSCA. 295
Zepinzesaca: machacar, reventar nacidos y animalejos,
quebrar huevos. Participio, pinzua.
Zegycaza: es el neutro; hi'zole el encargo , carg6seme el
oficio.
Ubuca anzenza: sin termino, sin cuento, infinito.
Zebtmsuca: mandar, tomar prestado, tener necesidad.
Btitisuca: sacudir, colar, cerner.
Fihiza: juncos grandes, 1, cosa nueva; preposicion sin.
Fihista: el pecho; preposicion por.
Hacapo: arco 6 ballesta.
Hachcui achcui: cada uno, 1, uno a uno.
Hehe: palabra de concesion y para aprobar lo pedido; se
ha de pronunciar con las narices. Hehe zebgascua: conce-
der, decir de si.
Hichu: hielo, 1, cosa fria.
Hichana: en la tierra.
Hichan chibizine, 1, cliipcui hicane: sentados estar al-
gunos.
Huia: acarreador y aguador.
Ja huia: el lenador.
Husa: preposicion hacia, de la parte.
FIN.
GUIiTICl Y TOGABDLABIO
DE LA LENGUA QUE HABLAN LOS INDIOS
ID^E^IZEZlSTIES,
QUE HABITAN LA REGION COMPRENDIDA ENTRE LAS OESEMBOCAOURAS
DEL ATRATO, EN El ATUM1C0, Y DEL SAN JUAN, EN EL PACIFICO,
Y LA CORDILLERA EN QUE LIMITAN LAS ANTIGI'AS PROVINCIAS
DEL CHOC6 Y ANTIOQUI'A.
OBRA ESCRITA POR EL SENOR DOCTOR
DON JOSE VICENTE URIBE,
durante su residencia en aquella comarca.
Copiada de los manuscritos originales, y bajo la inspection del autor,
POR
J. M. QUIJANO OTERO.
IXDICACIONES GENERALES.
SIGNOS.
-++- Este signo, puesto sobre una silaba, indica que se debe
pronunciar manteniendo los dientes apretados durante la
fonacion.
^ Este signo indica que la silaba sobre que se pone se
pronuncia muy nasalmente.
Estos son los unicos signos modales. Para la acentuacion
pinto el acento alii donde lo he oido de viva voz , pues por
regla general puede asentarse que el acento carga sobre la
ultima silaba.
LETRAS.
La J siempre es fuerte y pectoral entre los indios.
F, P, B, dan un sonido en que se percibe algo de cada
una de ellas. .
La N la hacen sentir los indios.
Los sonidos de la D, P, T, B, los mezclan con frecuencia;
y por esta razon , copiando palabras 6 pidiendolas a varios
indios, siempre recelosos aun de su lengua, han pronun-
ciado con la misma mezcla, aunque esten observandose
unos a otros ; sin embargo , he escrito estas palabras como
las pronuncian los indios que viven mas retirados de trato
con los neo-colombianos.
Estos indios tienen mucha facilidad para expresar de di-
300 CONdRESO DE AMERICANISTAS.
ferentes maneras una misma frase; sin embargo, he esco-
gido la manera mas usual de hablar para escribirlas.
No he podido conseguir escribir conjugaciones comple-
tas; no poseo sino fragmentos, y no estoy satisfecho de
ellos, pero tengo esperanzas de conocer esto mas tarde.
Formaci6n del plural.
I. Los sustantivos terminados en a hacen el plural en ra.
ejemplo :
Udrra: muchacho; uarrdra: muchachos; tdma: culebra:
tamdra: culebras.
II. La manera general de pluralizar es hacer seguir la
particula atuara al nombre que se quiere que exprese mas
de un objeto.
ejemplo :
Te: casa; te atuara: casas, muchas casas; anjdu : banco,
asiento; anjdu atuara: bancos, muchos bancos.
III. En los pronombres personales hay una irregulari-
dad completa.
ejemplo :
§. l.° Mu: yo; hace el plural tax: nosotros.
Tambien hay otro plural, que es:
§. 2." Tachi: nosotros; de esta palabra, quitando las letras
c/i, queda tai, manera muy usada entre los indios para con-
traer las palabras.
§. 3.° Tachicabdna: nosotros; tambien se usa, aunque
muy raras veces, en lugar de tax y de tachi, y parece una
frase que pudiera traducirse literalmente asi : nosotros
no uno.
§. 4.° Bichi: tii, usted, vos, su; hace el plural tdira; de
GRAMATICA DAR1EN. 301
manera que su raiz esta en la primera persona del plural
tax, con la adicion de la silaba re, usada para pluralizar los
nombres terminados en a.
§. 5.° Ja 6 jan: aquel ; hace el plural jara , siguiendo la
regla general de aiiadir la termination ra a los nom-
bres en a.
§. 6.° Chandn: ellos, aquellos; se usa tambien como plu-
ral dejdra.
Pronombres posesivos.
§. 1 .° Los pronombres personales se hacen posesivos asi:
-H- T+
Mere: mio; que viene de mu: yo.
En la pronunciation se nota mejor que en lo escrito, pues
las vocales serialadas con este signo -++- se pronuncian te-
niendo los dientes apretados. Suprimiendo el re del plural,
la radical es la misma fonelicamente hablando.
+t-
Bere: suyo; de bichi: tii.
Asi, pues, se dice:
-H-
Nante mere Aquella casa es mia.
+
Nante here Aquella casa es vuestra.
§. 2.° Ademas estas voces radicales se usan como pose-
sivos, sin descomposicion alguna; asi:
Mutendn Aquella casa es mia.
Bichitendn Aquella casa es vuestra.
§. 3.° Anadiendo la silaba di a bichi se hace igualmente
posesivo; asi:
Tebichidi Su casa.
Este pronombre es muy usado por los indios.
302 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
§. 4.° Jan: aquel; tambicn se hace posesivo agregandole
la partfcula di; asi:
Jandite La casa suya.
§. 5.° Lo mismo se hace con el pronombre tachi: nos-
otros; asi:
Tachidite Nuestra casa.
§. 6.° Con los demas pronombres no se puede hacer lo
mismo.
§. 7.° Los nombres cualitativos los ponen siempre des-
pues del sujeto que es calificado; asi, cunesd, frio, se co-
loca de este modo:
Tocunesd Rio frio.
Aumentativos y diminutivos.
I. Los aumentativos y los diminutivos los forman los
indios con las palabras churumd, grande, y chaque, pequeno.
ejemplo :
it
Muquira churumd. Hombron, hombronazo.
Muquira chaque... Hombrecito, hombrecillo.
Esto en lo que hace relacion al tamano, fuerza, etc., pues
en lo relativo a los sentidos del oido, tacto y gusto, usan
adudra, piporoara.
ejemplo:
Itua ptvoroara. ....
_. . Ghicha muy buena.
Piporoara itua.. .
GRAMATICA DARIEN. 303
La palabra mo, piedra, tiene un modo especial de recibir
aumentativo; asi:
Mogard: piedra muy grande 6 pedron; tambien dicen mo-
churamd.
Articulos y conjunciones.
No hay arU'culo en esta lengua, ni verdaderas conjuncio-
nes, si no son algunos nombres numericos, como ome: dos,
dos juntos; aba: uno, uno solo; y el verbo que es conjun-
tivo muchas veces, sobrc todo la voz buma y la voz md, que
sirven de auxiliares en demasia en esta lengua.
ejemplo:
-ff d«
Mui ambd ancone ome nunsia : mi hermano y mi padre
se fueron; que traducido literalmente quiere decir: mi her-
mano padre dos se fueron.
Adverbios y preposiciones.
Los adverbios y las preposiciones se mezclan , y se usan
unos en lugar de otros, y nombres objetivos hacen sus
veces.
Son los siguientes:
Eda: adentro.
Ampuda: afuera.
De: en.
Uru: arriba.
barrea: atr£s.
hare: arriba.
Idu: en al.
Namand: por alia.
Namani: por alii.
20
304 CONGRESO DE AMERIGANISTAS.
Bari: nada.
Adiiara: mucho.
Ensdtra: la mitad.
Ornd: todo.
Cade: menos.
Manguiribu: mediano.
Sam: cuanto.
Sdma: donde.
Samdne: por donde.
Samdrama: de donde.
Samcanea: por que.
Ensabiude: anoche.
Namacd: por aqui.
Nueda: ayer.
Sacdide: cuando.
Cdiba: quien.
Jdi: hoy.
Nit: manana.
Nunu: pasado manana.
Nunueda: el cuarto dia.
Jedeco aba: una lima (15 dfas).
Carrd: seis meses.
Tafedi: el empezar el dia.
Quebdre: la tarde (al perder la luz).
G6nero de los nombres.
•No hay terminacion que indique el genero de los nom-
bres. Se anade muquira para indicar el masculino, y uena
para el femenino. Esto en general.
EJEMPLO:
Bitjui: venado; bigui uena: venada: etere: gallina; etere
muquira: el gallo.
GRAMATICA DARIEN. 305
Se aparla y forma exception a csta regla general, ambit:
hermano; ambiema: hermana.
En esta lengua no hay nombres ordinales.
Los Darienes no tienen alfabeto, ni quipns, ni mdscalen-
dario qne el Carta (G meses).
Numeraci6n.
Los indios cuentan con facilidad hasta veinte. De alii en
adelanle lo hacen con dificullad; pero nosotros podemos
contar indefinidamente con sus nombres numerales y ser
comprendidos por los mas inteligentes de ellos.
Sus nombres numerales son eslos:
1 Aba.
2 Ome.
3 Ompea.
-H-
4 Quimdne.
5 Jua soma.
0 Jua soma aba.
7 Jua soma ome.
8 Jua soma ompea.
9 Jua soma quimdne.
10 Ome jua soma.
11 Ome jua soma aba .
12 Ome jud soma ome.
13 Ome jud soma ompea.
14 Ome jud soma quimdne.
15 Ompea jud soma.
16 Ompea jud soma aba.
17 Ompea jud soma ome.
18 Ompea jud soma ompea.
19 Ompea jud soma quimdne.
20 Quimdne jud soma.
TOVO II. ao
306 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Para decir veinte usan esta otra forma:
20 Omd jud soma jini.
De aqui en adelante dicen atudra, esto es: muchos.
Supresiones.
Los indios suprimen con freeuencia en los nombres pro-
pios de hombres muchas silabas; asi:
Azdgama Azama.
Querdgama Querama.
Manugama Manuma.
Chinchirdgama Chinchirama.
Sidgama Siama.
En sustantivos y adjetivos:
Nante Nate Aquella casa.
Muquira Mitquia Hombre.
Todalli Toi Beber.
Chipajo Chijo Pina.
Chicocode Codai Comer.
Caindalli Quidalli Acostarse.
Frases enteras contraidas.
Tono chastribida. Tono esds. Toca el tambor.
Otras veces afiaden una 6 mas silabas a" las voces; asir
Curu Cucuru... Olla.
Pind Pidaga. . . Aji.
Este juego en el hablar es el que ha hecho ver d personas
GRAMATICA DARIEN.
307
poco observadoras un dialecto a cada paso entre los indios
de Colombia.
Fragmento de conjugaci6n.
Uandalli: Ir.
Presenle de indicalivo.
+(-
Mu uanama. . .
-H-
Bichi uanacd..
Jan burimd. . .
Yo voy.
Tii vas.
El va.
Tai uandd. ... N. vamos.
Taira uandd. . V. vais.
Java uandd. . . E. van.
-H-
Mu ara uchia...
Bichi ara uchi. .
Jan ara uchia. .
Preterite
Yo fuf.
Tii fuiste.
El fue.
Tai uchia N. fuimos.
Taira uchia. . . V. fufsteis.
J ara uchia. ... E. fueron.
Imperative
Uche .
Yen.
Uandamaera . . Vamos.
Infinitive
Uandalli Ir.
Es lo ma's completo que he podido recoger sobre este par-
ticular ; mas si esto interesa a la ciencia , yo trabajare en
conseguir los datos que sean suficientes.
20 it
308 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
DIALOGOS.
Ember a bide: Lengua de indios.
1.°
I, Pin bdrimd?: <;c6mo esta usled?
Pie bu: cstoy bueno.
l.Piu barijd?: «;esta usted bueno?
Pie bu: cstoy bueno.
iPichi juita embera bede berriellif: ,;sabe usted bablar
la lengua de los indios ?
Mujuitd: yo se.
Juitd md: no se.
Pichi trin cai: «;c6mo se llama usted?
Guaticamd bidd: me llamo Guaticama.
{Pichi treia sama? : <; de que tierra eres?
-|-L
Mu treia Chamindo: soy de Chami.
?Pichi ancone parabitja? : justed tiene padre?
•i- 6
Mu ancone parabuma: si, tengo padre.
^Sama buma?: ^donde esta?
■h- &
Mu ancone eda buma: mi padre esta afuera.
<,Sdma?: idonde?
Toi du logo yeda buma: esta en el rfo pescando.
{Sacalla uche md?: ^cuando regrcsara?
-Nu nueda: pasado manana.
Sajd lleni: hasta luego.
2.°
I Ui sama pe<ana? : <:eti donde matd el oso?
Toidtt peese: lo mato en el rio.
i,Ui caiba pesma? : <;quien mato el oso?
GRAMATICA DARIEN. 300
Panchi aba pesma: Panchi mat6 uno.
frChitrd atuara vodsima?: i tenia mucha mantcca?
Atuara vodsima: tenia mucha.
Ui e td eneiama mua nentolli: traiga la piel del oso para
comprarla yo.
4f
Miiapoapidaullipoavcse etolli: la estoy secando; cuando
cste seca la traere.
fy Ui e chi churumdf: cl cuero del oso <;es grande?
Caibe quiruma: es algo grande.
<t,Sam be ui he:? icuanto vale la piel del oso?
Bari nese: la traje regalada.
310 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
El Secretario Sr. Fern&ndez-Duro presento al
Gongreso las Memorias que siguen, a saber: una
del Sr. J. Parisot, sobre El gtnero en la lengua
Haslri 6 Taensa; otra de D. Antonio Bachiller y
Morales, acompanando a su libro Cuba primiliva,
y comunicacion del Sr. D. Manuel R. Zarco del Va-
lle, bibliotecario de S. M. el Rey, ofreciendo al Con-
greso, para sus Actas, una noticia de setenla curio-
sos e importantes manuscritos ineditos de lenguas
americanas.
El Sr. Feruandez-Duro anadio que, deseandocon-
tribuir tambien por su parte a los trabajos de la
presente sesion, habia copiado cuidadosamente un
vocabulario de las lenguas Runsien y Eslem, for-
mado por el P. Fr. Prancisco Garces en sus cxpedi-
ciones a California el aiio de 1774, del manuscrito
que se conserva en la Direccion de Hidrografia de
Madrid.
Du genre dans la langue Hastri ou Taensa.
La langue Hastri dans la distinction qu'elle fait des gen-
res ne connait ni la separation en deux classes, «l'anime <&
rinanime», ni la classification a masculine, feminine, neu-
tre»; elle distingue le genre « noble » et le genre « non-
noble)).
Mais avant d'examiner les deux membres de cctte divi-
sion il est bon de savoir que pour former des noms d'ani-
maux femelles on suffise aux noms d'animaux mules la
syllabe d: isual «bceuf» , isuald « vache». — Gette voyelle a
est en outre employee pour faire avec la forme simple et
radicale du pronom une seconde forme, qui s'unit aux noms
DE LA LANGUE TAENSA. 311
du genre non-noble de la maniere que nous verrons ci-
apres:
Sing. le p. La premiere personne ne forme pas de genre
non-noble; et ce serait bien inutile, il ne peut y avoir de
doute sur la personne qui parle:
ho, honi, yehoni ;
2e p. wi, vi, vini, yevlni; wia, (via?), vina, yevina;
3e p. sou, (ye)souni; soua, (ye)souna;
Plur. le p. hog(i), honigln, &c;
2e p. wig(i), vinigin, &c. ; wiag(i), vinagin;
3C p. soug(i), (ye)sounigin(i); souag(i), (ye)sounagin(i).
La diphthongue ao qui sert a former les substantifs noms
de choses ou d'instruments donne de plus:
3e p. sing.: souao, yesounao; plur. rare: souaog,
pour exprimer les pronoms se rapportant a des choses. Nous
reviendrons plus bas sur l'emploi de ces pronoms.
On se sert en 3e lieu de cette terminaison pour donner
un feminin aux noms verbaux: Rewari «ami»; rewaria
«amie»; mityabi «fils»; mityabia afille»; tyangar «chan-
teur»; tyangara, «chanteuse»; wotnar «beau»; wotnara.
«belle». La Grammaire enseigne que les exemples tels que
les deux derniers donnes ici sont assez peu employes; mais
■encore plus rare est la tournure qui fait de ces noms ver-
baux des adjectifs unis au nom: «Une belle femme» vov&m-
rura wotnara, au lieu de l'expression habituelle vovamrura-
wotua «beaute d'une femme». La langue Hastri n'a point
de vrais adjectifs.
Voici maintenant la distinction des genres: Au genre
noble appartiennent les genies ou esprits, les hommes, les
^uimaux males; — au genre non-noble on rapporte ordi-
nairement les femmes , les animaux femelles , les plantes,
les objets inanimes. A ce propos la langue Hastri emploie
un procede remarquable, qui, toutefois , ne lui est pas spe-
cial: elle met au genre noble certains mots de la seconde
classe par honneur d'abord pour la chose exprimee. Ex. : le
312 CONGRES DES AMERICANISTES.
« Soleil » hebutoni (que nous n'avons jamais vu qu'au genre
noble); le «Ciel», les « grands arbres», les «grandes plan-
tes». Ex.: Muluaglouktouv av tareka wek igisser tyabanta-
skat myesounigin? «est ce que la terre de la folle-avoine-
produit l'arbrc-a-cire et la vigne sauvage?» (Cancionero, vu);
— par honneur aussi pour celui a qui Ton adresse la paro-
le: «Gucrrier, ton arc et tes traits sont forts », hastrironi-
nnnyamoni vo nyobetaralki sowgrt-lettro. Ajoutons que si
Ton parle a un vieillard de sa sagcsse, de son air venerable,
on met toujours le pronom au genre noble , car en realite
il se rapporte au vieillard: « Venerable vieillard, quand tu
auras parle » yevini-yakna hham oueouven-soimi (ta sa-
gesse, quand elle (il) aura fini de parler). On dirait aussi
bien a la seconde personne: yevlni-yakna hham oueouven-
vini (quand tu auras fini de parler).
Nous tenons a faire remarqucr que l'expression «mascu-
liniser les feminins» doit signifier pour etre vraie : « clever
du genre non-noble au genre noble », car il ne s'agit pas de
faire disparaitre la syllabe suffise a indice du sexe.
On sait que le Quechua rapporte a une premiere catego-
ric les hoinmes, les animaux, les plantes, les arbres, la
mer, les fleuves, le ciel, les astres, & a une seconde les mi-
neraux, les objets inanimes, & aussi celles des creatures-
oii la vie se presente a un plus faible degre, comme les pe-
tites betes, les petites plantes. En Hastri il n'en est pas de
racme: on peut mettre au genre noble jusqu'aux papillons
et aux mouches. La preuve en est tiree du texte «La Dio-
nee»: Wig... nerbiryin, wig par-tyubgini «vous papillons,
vous petites mouches »; ici le pronom est au genre noble.
Bien que la Grammaire ne caracterise pas d'une facon
fondameniale les noms de l'une et l'autre classe, elle fait
cependant certaines differences. Ainsi les noms du genre
noble exigent la premiere forme du pronom (wi, vi, vini,
yesoun, &c), dans l'expression de la possession et dans la
conjugaison; les noms du genre non-noble veulent la forme
en a (wia, yeviuA, souna, &c.) , forme qui n'est pas en rea-
DE LA LANftUE TAENSA. 313
lite une forme feminine mais une forme non-noble. La
preuve en est que le texte «LaGuerre» dit: Vovamrurag
kn'ibettor-sowgi «les femmes qui suivent les guerriersi>.
(Substantif au feminin, pronom-sujet au genre noble). —
La forme «emphatique» yevina, yesouna, vina, souna, n'est
cependant pas une forme ignoble; elle tient lc milieu entre
(ye)vlni, (ye)souni et wia, soua; d'ou Ton peut inferer qu'il
y a quatre degres de forme pronominale : 1°, villi, yevini
(noble emphatique); 2°, vi, wi (noble simple).; 3°, vina, ye-
vina (non-noble distinctif); 4°, wia (non-noble, ignoble);
& de meme pour la 3e personne, et pour i'une et l'autre au
pluriel.
En second lieu, dans la declinaison, le suflixe «augmenta-
tif» ni ou oni qui est d'un usage frequent «ne se emploie
qu'avec les noms masculins ou masculinises », c'est-a-dire
qu'adjoint aux substantifs du genre non-noble, il exige la
forme noble du pronom. Soit comme excmple cette phrase
ou le pronom est a la seconde forme : « L'arbre est tombe a
terre» ktouvi skatakamab-soua ; on dira en employant
l'augmentatif: ktouvoni skatakamab-yesouni (lere forme).
Au contraire le pluriel gin, gini, qui correspond pour le
sens a l'augmentatif singulier oni affecte sans les masculi-
niser — je veux dire elever au genre noble — les noms de
la seconde classe. Ex. : Vovdmruragini, vindgini (ou ividgi)
— ssakno ! « femmes, reposez-vous ! » — Le locatif aral, le
directif yol et autres suffixes de declinaisons (au moins rou,
delatif, et ski, comitatif ) n'affectent non plus les noms du
genre ignoble qu'en les anoblissant.
La conjugaison simple qui ne distingue ni le nombre ni
la personne , si ce n'est par le pronom , ne designe pas a
plus forte raison le genre par des formes speciales comme
fait 1' Algonquin pour l'anime et l'inanime. 11 y a neanmoins
dans le Hastri une distinction dans l'emploi du verbe uni-
personnel, c'est-a-dire, exprimant une action independante
de la volonte; par exemple, on dit d'un homme qu'il est blanc
de figure: hastrironi, mepyan idoukkar-souao msouni, «le
314 C0NGRES DES AMERICANISTES.
Guerrier ccla lui est blanc (a) la figure»; on dit d'ane feuille
verte: twuatoyo-ayar cewo-soua, «feuillecette, verdure (est)
elle»; ou twatoyo ayar soua-cewo «feuille cette, sa verdure,
ou elle verdure ». La premiere tournure speciale au genre
noble conjugue pleinement le verbe; les deux autres expres-
sions, qui sont seules employees au genre non-noble (quoi
qu'elles puissent 1'etre au genre noble) ne sont qu'une con-
jugaison incomplete, une apposition. — De raeme on dit par
analogie: «LesGenies sont bons» ikwar-e-nreisglu. «Les
fruits sont beaux » itewegi parre.
Le Hastri n'a pas de «particules allocutives» ou suffixes
speciaux indiquant le sexe de l'auditeur, mais il supplee a
ces formations par son pronom noble et non-noble. Exem-
ple: «Viens, toi, homme!» vorte-vi! « Donne moi quelque
chose, fern me! mhoni pva vina mo! — Les sens de ce pro-
nom se modifie en outre d'idees accessoires par les suffixes
(diminutifs, depreciatifs...) du substantia «Viens, 6 homrae
respectable!)) vorte vlni (yevini). « Parle done miserable
femme!» wowove wiayupi (wialuk!) «Puis-je te repondre,
chez enfant? wek eouven-ho mviniloyo mwove?
II y a une autre sorLo de pronom appelee la forme « ex-
pletive». Nous avions cru voir dans la triple forme de ce
pronom veza, hand, tald, un masculin, un feminin & un
neutre: veza (hoveza, wevesa, svesa; wevesaa; hovesagi &c,
quant a moi, quant a toi, a lui, a elle, a nous, 6c c) etait,
pensions-nous le masculin ou pronom du genre noble; —
kand (hokand, skand, &c.) la forme du genre non-noble; —
et stala, stalagi , une troisieme expression pour les choses.
Mais il n'est pas difficile de reconnaitre l'inexactitude de
cette distinction: «veza» s'emploie (comme oni, aral,&c.)
avec les masculins & avec les feminins masculinises; mais
dans ce second cas il prend l'a final de la meme maniere
que le pronom ; un passage du «Gancionero» ne laisse pas
de doute sur ce sujet (wevezaa crava nrab-o-wikta «pleure
pauvre fleur») ; — «kand» implique une idee de mepris aux
noms des deux genres auxquels il s'applique; — «tala» qui
CUBA PRIM1TIVA. 315
n'a guere que la forme de la 3e personne sert simplement
pour les choses, et encore faut-il qu'on ne personnifie pas
la chose, comme c'est le cas dans le passage plus haut alle-
gue. On pourrait done voir dans ces trois formes une dis-
tinction se rapprochant de celle de l'anime et de l'inanime
(anime: veza (noble), kand (non-noble); inanime: tala); mais
on ne saurait accorder a «tala», pas plus qu'a «souao», une
importance assez considerable pour constituer une troisic-
me classe qui au «masculin» et au «feminin» opposerait le
«neutre» — d'ailleurs «soua» s'emploie au lieu de «souao»;
— nous nous en tenons a la division en deux classes ou
genres: noble et non-noble; deux genres qu'il faut distin-
guer des sexes masculin & feminin , de telle sorte que les
substantifs affectes de la desinence feminine a peuvent re-
cevoir les suffixes reserves au genre noble, ou en d'aulres
termes que les noms du sexe feminin peuvent cXre du genre
noble quoi qu'ils n'en soient pas ordinairement.
J. Parisot.
Cuba primitiva .
El objeto de este libro es la conservation de las voces, los
recnerdos y las antigiiedades de los indios tainos que po-
blaron las grandes Antillas. El autor se ocupa de este asunto
y estudio desde 1838, en cuyo ano, al recorrer la isla de
Cuba, noto el gran mimero de palabras indias que se mez-
claban en la lengua vulgar del pueblo. Greyo que debia
comenzar su trabajo extractando en Estudios preliminares
cuanto se habia escrito, a su alcance, sobre el origen de los
indios y sus lenguas, y de las relaciones entre los dos mun-
dos. Asi lo ha verificado en los XIV capitulos de la primera
parte.
Al iniciar sus trabajos tuvo que combatir un error se-
guido entonces por todos; suponiau que era maya la lengua
316 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
de Cuba, y sobre este pun to la opinion cambio despuesy
hasta para los antiguos sostenedores de la creencia. Gomo
es de suponerse, no ha olvidado esa polemica ni los estu-
dios propios y ajenos en Cuba.
La base de los trabajos de los Americanistas sobre len-
guas antillanas tiene que ser la relacion sobre las antigiie-
dades delos indios hecha por Roman Pane, lego que acom-
pano ;i Colon, que le mando escribir sus tradiciones. Le ha
parecido al autor que esa relacion debia scr la primera de
las secciones de la segunda parte de la obra , como venera-
ble monumento de las antigiiedades de los tainos, que com-
prende multitud de nombres que ticnen que figurar en el
Diccionario 6 listas alfabeticas que se proponia escribir. Al
efecto ha traducido de nuevo y coufrontado la. relacion con
otras traducciones , pues el original se ha perdido ; de ellas
y sus comentarios acepta 6 impugna, segun su juicio, lo
que le parece en los lugares respectivos.
La segunda parte contiene las secciones y apendices si-
guientes:
Section l.a Relacion de R. Pane: Antigiiedades de los
indios.
Section 2." Lista enciclopedica alfabetica de los nom-
bres historicos, las tradiciones y el idioma de los indios
tainos 6 paefficos.
Section 3.a Palabras usuales en Cuba de origen indio;
sus diversas acepciones en los departamentos; vegetales,
rios, animales, pueblos y lugares.
Section 4.a Apendices:
A. Lista de palabras indfgenas de Cuba fC), de Jamai-
ca (J), de los Lucayas (L), recogidos por M. Rafinesque de
los cronistas y viajeros. Se rectifican errores.
B. Algunas analogias de la lengua Tupy, del Brasil,
con las de las Antillas mayores.
C. Etimologias de varias palabras usuales en Cuba no
espanolas , traidas de otras regiones americanas y de las
Canarias.
VOCABULARIOS RUNSIEN Y ESLEM. 317
D. Discurso pronunciado en las fiestas de inauguration
de la Academia Pretorial de la Habana en 1839, en que se
usd de la lengua maya por creerse la de Cuba: se pone solo
el original castellan o.
Habana 14 de Julio de 1881.
ANTOiNIO Bachiller.
Vocabidario de los idiomas Runsien y Eslem for-
madopor el P. Fr. Francisco G (tree's en sus ex-
pediciones a California el ano 1774.
CASTEI.LANO. RUNSIEN. ESLEM.
Uno Enjald Pek.
Dos Ultis U-lhaj.
Tres Kappes Julep.
Cuatro Ultitim Jamajuj.
Cinco Hali-izu Pe majald.
Seis Hali-shakem Pegualanai.
Siete Kapkamai-shakem Jula-jualanai.
Ocho JUltumai-shakem . Julep-jualanai.
Nueve Pakke Jamajuj-jualanai.
Diez Tan-chanjt, Tomoila.
Once Petelenay.
Doce Julaj-elenay.
Trece Julep -elenay .
Catorce Jamaj-elenay.
Quince Mamak-elenay.
Diez y seis Peshish.
Veinte Peh-efejedes.
Treinta Julep-tomoila.
Hombre Muguyamk , Ejemotek.
Mujer Latziyamamk. . . . Tanutek.
Hijo Enshinsh Panna.
Hija Kaana Tapannd.
Mujer mia Kajaguan Nitsckta.
318 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
CASTELLANO. RUNSIEN. ESLEM.
Marido mio Kanrrin Nitscheke.
Mfo Ka Nitschd.
Tuyo Me Nimetahd.
Dia, sol Ishmen Asatza.
Rayo del sol, res-
plandor Sushpii Ashi.
Luna Orpetuei-lshmen.. Tomanis-ashi.
Noche Orpetuei Tomanis.
Estrellas Pajanas Atimulai.
Grande Ishac Putuki.
Chico Pishit Ojusk.
Padre Appan A-hay.
Madre Adn . A-zia.
Suegro Paap Lashdn.
Hermano Taan Mi-itz.
Hermana Td.
Hermano menor. Tanchens.
Fuego Hello Ma-mamanes.
Luz Shorto Jetza.
Agua Ziy Azanax.
Ballena Tim . Pushuc-Pashishis.
Nutria Shustu Cchitfu.
Lobo marino .... Tominsh Op-obus.
Oso Arresh Coltdla.
Liebre Cheish Samds.
Conejo Werren Chish.
Ardilla Hej Mexe.
Leon Heksh Jekess.
Perro Matchd Shootsh.
Gato montes Horn Tollomas.
Gielo Terras Imita.
Arco Laguan Payunas.
Flecha Teps Lottos.
Pedernal Tijo Cumaltess.
Morir Lakim Chuneipa.
Muerto *.. Lakumsin Chuneipa.
Matar Nim Hik-ke.
Robar.... Attay Ju-md.
Robado Meatiyan.
VOCABULARIOS RUNSIEN Y ESLEM. 319
CASTELLANO. RUNSIEN. ESLEM.
Fornicar Yappe Teimashd.
Prenada Paish Sallamasek.
Parir Izin Aozapd.
Aiio (dudoso como
lo determinan). Shiin.
Piel Chittul Ze-kesh.
Amigo Kank Mish-fe.
Comer Amjai Ampd.
Beber Hukesh Etze.
Yerba Hun Amitchanas.
Flor Tiush Hy-i.
Raiz Hekto Tpi-mi.
Monte Hutcha Pol-lomo.
Llano Turk Ayolaj.
Nieve Yokop Matzeijo.
Salmon Urrak Killinay.
Sardina Tupur Tupin.
Pescar Urk Takaldama.
Gazar Punni Takampa.
Escribir Enn Chempa (pintar),
Cipres Zummir Zummir.
Pino ( no tienen
nombres gene-
ricos de arbo-
les,pescados,&). Ix Ix-ay.
Enfermo Tin Matochis.
Madera Moyor 1-i.
Cabello Hutt Hakkd.
Cara Rukka Aud.
Gabeza Chojon Hatarex.
Ojos Xin Sixpd .
Narices Huis Hoske.
Boca Haye Sshi.
Lengua Lasj Villel.
Dientes Zit Ahui.
Orejas Tuxus Tuxus.
Cuello Katkd Wowel.
Pecho Tukd Shejosaj.
Brazos Izu.... Jushu.
2 1
320 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
CASTELLANO. RUNSIEN. ESLEM.
Manos Tursi Tu-chullis.
Corazon Rutzushim . .... Tikas.
Barriga Pittin Ityanes.
Pellejo Turrum Zek-jass.
Tripas Redcu Abjazcu.
Micmbro viril . . . Pillin Ka-we.
Testiculos Shokosk.
Muslos Pay an Wek-hee.
Piernas Corro Pi-ydss.
Pies Talt Nenepassuj.
Unas Vatcharim Olloja.
Hueso Chatclne Hiyd.
Sombrero Chepels.
Canasto line, Apif-makus.
Canoa Canon.
Piedra lrrex lllex.
Es muy notable, dice el P. Garces, que en naciones ve-
cinas y sin determinados limites haya una diferencia tan
grande en idiomas; de lo que puede inferirse la diferencia
an el origen del establecimiento en estas tierras.
La Mision de San Carlos, quecomprende en conjunto los
indios de los idiomas Eslem y Runsien, da mucho que hacer
a. los Padres misioneros por la dificultad de instruirse en
las dos lenguas, y mucho mas por la reciproca ojeriza y
antagonismo de las dos naciones, que tienen costumbres
distintas; sin embargo, se les explica la doctrina del mejor
modo que se ha podido, y rezan en castellano el Padre
nuestro, el Ave-Maria, el Credo y la Salve , y con facilidad
y en poco tiempo lo hablan para dejarse entender. Vease el
principio de la explicacion de la doctrina:
VOCAHL'LAFlIOS RUNSIEN Y ESLEM.
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TOMO II.
21
322 congiies des americanistes.
M. Bamps: Un de mes savants compatriotes dont J;i
collaboration fait honneur an Congres, Mgr. le chanoine-
de Harley, professeur a rUniversite de Louvain , avail
Finteution d'envoyer une memoire a notre reunion. J'ai
reeu do lui une lettre par laquelle il m'informe que son
etat de sante ne lui a pas pcrmis d'achever son travail. Le
savant professeur tiendra ce travail en reserve et l'enverra
au Congies si non dans la presente session dans la session
prochaiue. C'est la uue promesse que Tassemblee rccevra,.
j'en suis sur, avcc faveur et qu'a ce litre j'ai crude voir lui
commuuiquer. (Muy bien.J
El Sr. Pacheco Zegarra: Ruego al Sr. Duque de Ve-
ragua que se sirva recobrar la Presideucia, con cuya cesion
me ha honrado, y que me conceda la palabra con objeto de
leer una memoria.
El Sr. Duque de Veragua volvio a ocupar el si-
llun presidencial, concediendo la palabra solicitada
al Sr. Pacheco Zegarra, que diu lectura al trabajo
siguiente, muy aplaudido.
Museo Mace do.
ceramica americana.
Senores:
•Necesito tanto mas vuestra benevolcncia cuanto la mate-
ria de que voy a tratar es ajena a los estudios que sobre
America he hecho, si tales pueden llamarse las investiga-
ciones arqueologo-filologicas a que como simple aficionado
me he dedicado , impulsado mas bien por una irresistible
inclinacion a las antiguallas que por la aspiracion, que ha-
bria sido inmoderada en verdad, a que esas investigaciones
pudieran un dia ahadir algo importante a la verdadera cien-
CERAMICA AMERICANA. 32U
cia amcricana. Sin conocer, pues, el arte del alfarero, ni
como artifice ni como arqueologo, voy a hnblaros de cera-
mica. Veome precisado a ello por el cumplimiento de un
deber, sin lo cual me habria ahorrado ciertamente el tra-
])ajo de emprcnder una tarea superior a mis fuerzas , y el
sentimiento de abusar tal vez de vuestra atencion.
El doctor D. Jose Mariano Macedo, uno de los medicos
mas aventajadamente reputados de Lima, y persona respc-
table ademas, tanto en el terreno de la vida ordinaria como
en el dela ciencia, hace como veinticinco anos que ha dcdi-
cado su bien conocida laboriosidad al estudio de las anti-
giiedades peruanas; las ha buscado, agrupado y clasificado
con ese carino casi monomaniatico de los que a tal clasc de
estudios se consagran, y con la suficiencia y discretion del
verdadero arqueologo. Asi ha logrado formar un mnseo
particular, que no por serlo deja de contener importantes
colecciones, acaso las mas importantes que en punto a an-
tigiiedades se han formado en el Peru , no solo por el nii-
mero sino por la calidad de los objetos.
El Museo Macedo, como ordinariamente se le ha Uamado,
posee, entre otras cosas:
Un quipu perfectamente conservado, el mejor conservado
de cuantos hasta el presente se conocian.
Cinco momias, once cabezas, cuatro brazos momificados
y varios craneos , cuyo estudio servira indudablemente de
base a la craneologia peruana.
La coleccion de tejidos, que consta de cerca de cuarenta
objetos, algunosdelos cuales est.in reproducidos en la obra
de Wienner Le Perou et la Bolivie, con el caracter, segun
este autor, de lienzos epicedicos 6 especie de epitafios, en
que se envolvia a los cadaveres para enterrarlos, y que con-
tenian la biografia del difunto.
La coleccion de orfebreria: ajorcas, pendientes, brazalo-
tes, imagenes y otros objetos, los mas de los cuales estan
hechos de laminaciones tan tenues de oro que admiran , y
otros muchos de plata, cobre y nacar.
2 1 •
'.)!'{ CUNGIIESO DK AMERICANISTAS.
La coleccion dc objetos de madera, piedra y cobrc, cuyo
niimero pasa dc ciento sesenta objetos.
La coleccion de vcstidos, armas, uni formes, insignias y
dcmas cosas del uso ordinario dc los monarcas, guerreros,
magistrados y matronas del tiempo de los Incas.
Pcro lo mas completo 6 importante, y lo quo mayor campo
ofrece, segiin mi pobre opinion, al estudio arqueologico, es
?u coleccion ccnlmica, la misma que tambien sirvio de base
;i Wienncr, en el libro citado, para la repioduccion de al-
gunos huacos, pero dograciadamento acompaiiados de ob-
servaciones que estcin muy lejos de ballarse a la altura dc
tan importante materia. El mismo doctor Macedo, en cl
oatalogo que de su museo publico en Paris en 1881 , haee
no tar muc.has inexactitudes y errores que ha comctido el
autor citado respecto a los huacos, cuya fotografia le permi-
tio mandar sacar en Lima.
Aboi'a bien, senores: llegado apenas el Sr. Macedo ;i Pa-
ris, y i>or molivos ineludibles privado del honor de concu-
rrir a este Gongreso, snpo que me dirigia a Madrid, y me
rogo, como viejo amigo mio y compatriota, presentara ;i
esta asamblea siqiiiera una de sus coleccioncs, la (jue el
tambien considera como la mas completa 0 intercsante: la
coleccion de ceramica. Con esle objeto solo pude piocurar-
me las fotograffas, boy exhibidas en vuestra exposicion, dc
los huacos mas notables; y abora me cabe la honra de tra-
lar, con vucstro permiso, de una materia tan arida para mi.
Como cs natural que haya en csta ilustrada congregacion
mucbas personas que se encucntren enteramente ajenas a
mi asunto, forzoso me es dar una nocion sucinta de la in-
lluencia historica y arqueologica de la ceramica en general,
para que asi ocupe el lugar a que esta Uamada la particu-
lar do la America precolombiana, y muy especialmente la
del Pen! antiguo.
Es la ceramica esc arte que ensena a formar y a modelar
las pastas de arcilla 6 greda, ablandandolas con el agua y
oiulureciendolas por medio del i'nego para destiuarlas en
CERAMICA AMERICANA. 325
forma de vasos (3 de objetos de analoga naturaleza a los me-
nesteres de la vida. Si consideramos que la uecesidad ile
beber ha side tal vez la primera que experimenlo el bombiu
y la mas facil de satisfaccr, es indudable que los vasos de
barro, por bastos que aparozcan en su origen, ftieron los
primeros artefactos que de su mauo salieron, y que, como
dice Platon, el arte ceramica hubo de ser una de las prime-
ras que se cultivaron en el mundo.
Audaudo el tiempo las pastas se iban purificando y reli-
naudo hasta el punto de que puede decirse que caiubiaron
de naturaleza; las formas fuerou ganando estilo, severidad
y elcgancia, segiin la indole especial de los pueblos; el arte
de la ornamentacion, ayudado de la galvanoplastica, del
dibujo, de la pintura y de la escultura misma, que comenzo
a dar a los vasos formas esencialmeiite artisticas, contribuyo
a t]ue la ceramica llegara al mayor grado de adelauto; y el
peusamieuto se abisina al considerar el inmenso camiuo
recorrido desde las hidroceramias, 6 sean los barros ordina-
rios exclusivameute destiuados a la conservation del agua
fresca, pues su porosidad tieue la virtud de bajar la tempe-
ratura, hasta la fabrication de las magnificas porcelanas de
que boy se enorgullecen tantos pueblos cultos de la tierr.i.
Eso es, seuores, porqueese camiuo uo es olroque el que la
bumanidad ha tenido que recorrer en las varias fases de su
peregrination sobre la tierra. Ese arte, humilde eu su ori-
gen , acompana al hombre desde la infancia de las socieda-
des, y sigue con el los adelanlos paulatinos de la civiliza-
tion, representando de una manera intima, antique incons-
ciente, el estado de cultura de cada pueblo eu tal 6 cual
epoca de su historia; y esta representation ha sido tanto
mas real cuanto la ornamentacion, con los recursos de que
acabo de hablar, ha hecho de cierto rnodo palpable, por me-
dio del colorido, de los bajo-relieves , de las figuras esculto-
reas, ya usadas como adornos, ya en la forma misma de los
vasos, y hasta por medio de los jaspes y dorados, lo que ci-
vilization y cultura se llama. Y aqui entra precisamente en
,'>2G CONGRESO DE AMER ICANISTAS.
cl pleno dominio de la arqueologia. Dejese al simple alfa-
rcro el estudio de las diversas clases de arcilla para su cla-
sificacion: de los varios melodos que ha de cmplear en la
fabrication, y la consiguiente division de los objetos que
fabrica en barros cocidos, cacharros vidriados , lozas y por-
celanas; el arqueologo ceramista no debe aceptar mas clasi-
ficacion ni division que la que establece la ciencia, la histo-
ria, las creencias y hasta la indole del pueblo cuya ceramica
estudia. ^.Gorno no reconocer, por ejemplo, en la ceramica
de los chinos , cuya perfection en punto a fabrication no
tuvo rival en la antigiiedad, ni la tuvo hasta hace muy poco
en los tiempos modernos, el cspiritu apocado de una civili-
zacidn casi yerta, cuyas transiciones durante cuatro mil
anos no se sienten, siendo tan lento su progreso que apenas
puede apreciarse con el transcurso de las generaciones ? Lo
que si se puede apreciar es la habilidad para las artes ma-
nuales y de imitation , y la riqueza del colorido en los ma-
lices. Y bajo el punto historico, ,; quien podia negar el co-
mercio del celeste imperio con el Egipto antiguo, mientras
mal avisados anticuarios aiirmaban que en las sepulturas
egipcias se enconlraron vasos chinos que tal'vez gozabau
en los remotos tiempos de los Radameses y Faraones del
mismo aprecio que en la Europa mode una. Asi una cuestion
historica de gran trascendcncia ha dependido del descubri-
miento de la verdadera procidentia de objetos ceramicos.
^Gdmo negar, en epocas mas recientes, al examinar la ce-
ramica de los arabes, la indole de ese pueblo meridional,
cuya alma ardiente, corno su sol, parcce reilejarse en la bri-
llantez de la ornamentation, en la riqueza del colorido y en
el barniz estahifero que, desde los ladrillos esmaltados hasta
los celebres vasos de la Alhambra, anuncian un pueblo dia-
metralmente opuesto al de Tung-Tchien y Confucio?
He aqui por quo el estudio de la ceramica, bajo el punto
de vista historico, ha merecido en todos tiempos la predi-
lection de los alicionados a las investigacioncs arqueologi-
ras, y ya son conocidas y apreciadas las muestras que en
CERAMICA AMERICANA. 327
•esta materia nos han dejado los romanos, y especialmentc
los ctruscos, los fenicios, los lacedemonios y los persas, los
celtas, galos, bretones y otros pueblos mas 6 menos remo-
tos de la antigiiedad. ;Cuantas veces dos 6 tres cacharros
cncontrados en una excavation babraii decidido no solo de
la civilization , sino hasta de la existencia de alguna pobla-
cion ya sumergida en el oceano del no ser, y que sin tales
reliquias babn'a quedado completamente ignorada!
Es, sin embargo, en el pueblo padre de la belleza artis-
tica, en la Grecia antigua, en donde llega tambien el arte
ceramica a la misma altura que las otras, y en donde se
levantan estatuas en bonor de alfareros celebres, cuyos
nombres conservan cuidadosamente los escritores contem-
poraneos; asi, Kerestrato, Korxbo , de Atenas , considorado
como el inventor de la alfareria, Dibutado, de Sicyon, Talo
y Tericles, de Gorinlio, figuran en los escritos de Pbrinico,
•de Teofrasto y de otros autores de aquella epoca. La cera-
mica, bajo el punto de vista artistico, puede considerarsc
como la bermana mayor de la escultura, pues que la mode-
lacion de los vasos en las epocas menos adelantadas del
arte debio de-dar paso a la de los yesos , segiin los cuales
debian esculpirse las estatuas. La imaginacion mas vigo-
rosa sc fatigaria al querer seguir las innumerables transfor-
maciones morales y ffsicas que se babrian operado en el
hombre mientras que el mismo barro empleado primitiva-
mcnte por el para la fabrication de toscos vasos, y basta de
lejas y ladrillos, haya llegado al traves de los siglos y en
las manos del genio a servir de modelo para los marmolcs
vivientes de los Fidias y Praxiteles griegos y de los Buona-
rotis y Canovas de nuestra era.
Pasando abora a la ceramica americana, facil es conside-
rar que si la sabia Europa esta aun may lejos de baber di-
cbo la ultima palabra en materia tan compleja, los estudios
americanos relativos a ella puede asegurarse que se encuen-
tran en plena infancia; pero siendo el campo de observacio-
nes vastisimo, es indudable que la ciencia mucho tendra
328 CONGRESO DE AMERIGAMSTAS .
que explorar en lo venidero. Ea la America septentrional
muchas excavaciones se han hecho ya en diversas epocas y
localidades ; y aunqne por todas partes se han encontrado
cacharros antiguos, los mas muestran claramente que el
arte eslaba en sumo atraso; no obstante, no merecen echar-
se al desprecio algunos encontrados por lo general en las
tumbas, en el territorio ocupado por los antiguos iroqueses,
hoy llamado Mingo, en el Ohio, en Luisiana, en Virginia,
en Tenesseo y en cl condado de Knox. Pero asi como en la
del Sur, el Peru, en la America del Norte Mexico, es el pais
que nos ofrece lo mas importante a nuestra observation ; y
lo que desde luegc es muy digno de notarse es que tambien
en las regiones septentrionales parecen hormignear las na-
cionalidades como en las meridionales, y que las antigiie-
dades mexicanas, por ejemplo , ningun punto de contacto
tienen con las de otros pueblos casi circunvecinos, los cuales
por su parte tampoco lo tienen entre si, al extremo de que
toda investigation concluye con la conviction de que en
territorios relativamente reducidos se encuentran naciones
completamente extranjeras; y si alguuas semejanzas se des-
eubren entre ellas, parecen mas bien el resultado de Li ca-
sualidad; asi, es digno de que mencionemos aqui los inmen-
sos vasos iroqueses que Servian de incubadoras, tan seme-
jantes por sus grandes proporciones a los vasos que entre
los brasileros Servian de tumbas , muchos de los cuales se
han encontrado con dos momias en el vientre.
Lo que acabamos dc decir se puede repetir con respecto a
los territorios ocupados hoy dia por las republicas del Pla-
ta, Chile y el Paraguay; de Colombia, el Ecuador y Vene-
zuela; del Peru y de Bolivia; los araucanos , los guaranis,
los collas, los qucchuas, los chimus, los chipchas , los gua-
jiros, los moxas, los iquiches, los paes y otros, son en los
restos de ceramica que hasta aqui conocemos tan heteroge-
neos como lo son en lengua, tradiciones, creencias, costum-
bres e indole: nacionalidades a cual mas rara, a cual mas
dit'erente, esos pueblos ya parecen delineados, por lo menos
CONGRESO INTERNACIONAL OE AM ERICAN ISTAS DE MADRID
i) iiipn del M iiS(M» M .iced
CERAMICA AMERICANA. 3"2!>
bajo el aspecto de su heterogeneidad para la ciencia ame-
ricana.
Pareceme este el lugar de hacer una observacidn que crco
importante: la analogia entre Mexico y el Peru para los es-
tudios cerdmicos. Los aztecas en el Norte y los incas en el
Sur, por lo que de su ceramica conocetnos, muy atrasados
se encontraban relativamente a otros pueblos que parecen
haber ocupado rospectivamente los mismos territorios en
siglos mas remotos. Si las ruinas de Mitla y de Palenque,
en Mexico, no nos dieran testimonio de un gran imperio,
tal vez mas poderoso y adelantado que el de los aztecas , y
mucho mas antiguo, bastarian los vasos sacados de las tum-
bas excavadas en esas localidades para convencernos de esa
verdad. Lo propio pasa en el Peru: hay monumeutos gran-
diosos que difieren esencialmente de los del imperio de los
incas, y que anuncian la morada de pueblos de gran cul-
tura y poderio; y lo mismo se puede deducir del estudio de
los huacos, por mas que, como ya lo he dicho, se halle en
la infancia. El pueblo mas adelantado en el ramo que nos
ocupa parece ser el que dominaba el Gran Ghimu, y su ce-
ramica, hasta" el presente, es lo mas importante que se co-
noce en la arqueologfa americana, y por ella el Peru pre-
colombiano puede rivalizar ventajosamente con los pueblos
mas adelantados de la antigiiedad ; y si bien por su aspecto
artistico es bastante inferior a los pueblos helenicos, no
sucede lo mismo en cuanto a su importancia historica, pues
parece que no habia cosa, ni aun idea, por metafisica que
pareciera, que los antiguos peruanos no representaran en
su ceramica; y en la coleccion de Macedo pueden verse los
reinos animal y vegetal, reproducidos con tal perfeccion,
que hay que convenir en que el arte en si mismo estaba
sumamente adelantado. Igual propiedad se encuentra en la
reproduction de tipos de caras, alegorfas, divinidades mi-
tologicas , genios que representan el mar, la tierra y otros
elementos, Priapos, Dianas, Sirenas , cabezas de Medusa,
Prometeos y otras ficciones mitoldgicas, d. las cuales no po-
o3U C0NGRES0 L)E AMERICANISTAS.
demos bautizar con otros nombres, puesto que se presentan
con el mismo caracter que las del paganismo , y que ten-
dran que ser objcto de gran ties esludios. Tambien se en-
cuentran representados hasta castigos legales y sintomas
de cnfermedades en cabezas y cuerpos perfectamente mode-
lados; y si la obscenidad r.o siempre prueba el atraso de
los pueblos, tampoco carcce de tales dijes la coleeeion de
Macedo.
He aqui, seriores, lo que ofrezco a los arqucologos que en
csla asamblea se dedican a los esludios tic la ceramica arae-
ricana.
El Secrctario general Sr. Fern&ndez-Duro: A fin de
que en las Actas del Congreso quede inemoria de los do-
cuments traidos del Arcbivo de Indias a la Exposition, se
han sacado las copias y facsimile que presento a la Mesa.
Acta de posesion y carta de la nuera tierra de Santa
Cruz (cxtremo meridional de California) , des-
cubierta por Hernan Cortes el dia 3 de Mayo
dc 1535. — Sacadas del proceso que sobre la dicha
tierra le promorieron KuTio de Guzman, Pedro
de Alvarado y otros.
«En tress dias del mes de mayo ano del senor de mill e
quinientos c treinta e cinco auos en estc dicho dia podia ser
aora de medio dia poco mas o menos el muy ilustrc senor
don hcrnando cortes marques del valle de gnaxaca capitan
general de la nueva espana e mar del stir por su magestad
etc llego en un puei'lo e baya de una tierra nuevamente
descubierta en la dicba mar del sur con nabio e armada del
dicbo senor marques al qual dicho puerto su senoria llego
con nabios e armada e llegado sal to en tierra con gente e
caballos e estando en ella en la playa de la mar en presen-
cia de my martin de Castro escrivano de sus magestades e
DESCUBRIMIENTO DF. CALIFORNIA. 331
escrivano de la governacion del dicho senor marques e de
los tesligos de yuso escriplos luego el dicho seiior marques
Razono de palabra e dixo que El en nonhre de su mages-
tad e por vir'tud de su Real provysion y en cumplimiento
de lo capitulado con su magestad sobre el descubrimiento
en la dicha mar del sur abia descubierto con su nabio e ar-
mada la dicha tierra e para la conquistar e poblar e prose-
guir el dicho descubrimiento sa seiioria ha venydo con ar-
mada e gente / por tan to que El en nonhre de su magestad
quiere tomar posesion de la dicha tierra e de todas las de-
mas que desde alii prosiguen e se hallare e descubrieren
por tanto que pidia e pidio e mando a my el dicho escrivano
que de lo que dicho ha e adelante pasare le de testimonio.=
E luego el dicho senor marques tomando la dicha posesion
•en nonbre de su magestad e por virtud de las dichas pro-
visiones e capilulacioncs dyxo que El toma e aprehende en
nonbre de su magestad la tenencia e posesyon de la dicha
tierra nuevamente descubierta donde estamos e de todas las
demas que desde ella se comunican e caen en aquellas co-
marcas e demarcaciones para desde esta como principio
proseguir los descubrimientos conquistas e poblaciones de-
ltas en nonbre de su magestad y en serial e abto de la dicha
posesyon el dicho senor marques puso por nonbre al dicho
puerto e baya el puerto e baya de santa cruz e se anduvo
paseando por la dicha tierra de una parte a otra e cchando
arena de una parte a otra e con su espada dio en ciertos
arboles que ally estaban e mando a la gente que ally estaba
le tubiesen por governador de su magestad de aquellas di-
chas tierras e hizo otros abtos de posesyon e ansi estando
su senoria dixo que El en nonbre de su magestad e por vir-
tud de las dichas probisyones e capitulaciones se tenia e
tubo por apoderado y eutregado en la thenencia e posycyon
desta dicha tierra en que estamos con todus las demas a ella
cercanas e comarcanas e que en proseguimiento del dicho
descubrimiento descubriere e hallare con protestacion de
proseguir la conquista e poblacion dellas / todo lo qual paso
332 CONGRESO DE americanistas.
paciflcamente syn contradicion de persona alguna que endc
estuviese ny paresciese e el dicho senor marques lo pidio
por testimonio e yo el dicho escrivano le dy lo susodieho
segund que ante mi paso que es fecho en el dicho dia e mes
e ano susodichos / testigos que fueron presentes a lo que
dicho es el doctor Valdibieso alcalde mayor e Juan de Taso
e alonso de navarrete e fernan Darias de Saavedra e bernar-
dino del Castillo e francisco de Ulloa e otros muchos del
dicho exercito e armada ==E yo martin de castro escrivano
de su magestad y de la dicha Governacion y exercito pre-
sente fuy a lo susodieho e lo fize escrevir e fiz aqui mio
signo a tal» = Hay un signo — « En testimonio de verdad=
Martin de Castro escrivano de su magestad » = Flay dos ni-
bricas.
»Es copia literal del documento original a que se refiere
existente en este Archivo General de Indias, bajo la rotula-
cion de : « Patronato = Simancas= Descubrimientos — Nue-
va Espaua = Descubri mientos , descripciones y poblaciones-
de este Reino — Anos mil quinientos veintisiete a mil seis-
cientos treinta y oclw. = P. el Archivero Jefe , Jimenez
Placer.
Carta del Marques del Valle, D. Hernando Cortes..
A Cristobal dc Onale, en la ciudad de Composlda [Niieva Galicia]:
« Noble senor = Con la pricsa que tuve en mi partida no
»os escrevi desdel puerto de Spiritu Santo y agora no se
»ofrece mas de haceros saber como lleguo a este puerto y
»bahia de Santa Cruz dia de Santa Cruz de Mayo por cuyo
>respeto se le puso este nombre. Reconosci la tierra 1." de
•Mayo dia de los dos Apostoles; y porque en la parte que
»reconoscimos era en las mas altas sierras desta tierra, se
»le puso nombre Sierras de San Felipe. En este mismo dia
»descubrimos una isla que esta cerca desta tierra, y se llamo
PHOPOSICION DE IUBLIOTECA. 333
»isla de Santiago. Y luego vimos otras dos, que la una so
»llama isla de San Miguel, y la otra de San Gristoval. Tarde
»cn el viaje 16 dias a causa de las muchas cahnas y tiempos
»contrarios quo tuvc. Faltaronme de toda la compania seis
»caballos entre los que fue el uno el Hoverico que no lo hive
»por poca perdida. Todos los demas caballos y toda la gente
»llegaron muy buenos.» Dice que no puede aun decir de la
manera y disposicion de la tierra, sino que ban visto mu-
cba gente y algunos con cantidad de perlas, prueba de que
hay pesquen'a dellas. Que en Irani tierra adentro en partien-
dose estos dos navios. Encargale dar sus encomiendas al
gobernador y al protector, y que envie unas cartas que le
dirige al licenciado Altamirano, sli primo del marques.
«Desle puerto y bahia de Santa Cruz 14 de Mayo de 1535.
— A lo que, Senor, mandaredes = El Marques. »
(Extracto de letra de D. Juan Baustista Murioz ; tomo 80
de su coleccion, folio 137. — Academia de la Historia.)
El Sr. Gutierrez (D. Carlos) : Antes de que se disuelva
el Congrcso, me atrevo a apoyar una proposition que creo
ha de reporlar beneficio a las reuniones sucesivas, y es la
de formar un arcbivo y biblioteca en que se reunan las
obras de consulta. Por mi parte estoy dispuesto a contri-
buir a la realization , entregando la mayor parte de los
libros que hasta ahora se han escrito sobre la arqucologia
de mi amada patria centro-americana y algunos otros refe-
rentes al Peril, Bolivia y los Estados-Unidos. Espero que
el Congreso me honrara aceptandolos, como debil testimo-
nio del vivfsimo interes que tomo en sus trabajos, a los
cuales he dedicado muchos anos de mi vida.
M. Bamps : Je desire presenter une motion d"ordre.
Si j'ai bien compris, un de nos honorables collegues nous
a propose de constitucr des archives du Congres des Ame-
ricanistes. Cette proposition, que je suis loin de combattre
en elle-meme, est en contradiction avec nos statuls , qui
disent que lous les livres ct obicts dont-il est fait hommage
2 2
334 CONGRES DliS AMERICANISTES.
an Congivs, ainsi que les memoires presentes aux seances
sont acquis a la ville on s'est tenue la session. Ainsi, tou-
tes les pieces qui scront offcrtes au Congres durant la ses-
sion de Madrid, deviendront la propriete de la ville de Ma-
drid. Si le Congres prend en consideration la proposition
a laquelle j'ai fait allusion, il faut que les statuts soient
revises; le Congres en a ccrtainement le pouvoir, mais je
me permettrai de faire remarquer qu 'il est toujours dange-
reux de reviser des reglements, surtout lorsqu'il s'agit d'une
n'uvre aussi jeune que l'americaniste. Je prierai instam-
nient l'honorablc assembloe de ne pas distraire les archives
du Congres de la destination naturelle qui leur est indi-
quee par les statuts.
M. le Prince Gortchakow: Je suis heureux que le
Congres ne se separe pas sans avoir touche le point que
riionorable M. Bamps vient de discuter; je suis d'autant
plus satisfait des explications que vient de nous donner no-
Ire honorable colK'gue beige que s'est moi-mrme qui avais
fait la proposition en question et qui aurais ainsi, sans le
vouloir, transgresse le reglement. Seulement, je me per-
ineural de faire remarquer que je n'avais pas fait une pro-
position formelle, mais que j'avais prie seulement le Gon-
grrs de reflechir sur une idee que j'avais emise. Pour le
cas oil des personnes plus compefentes que moi auraient
trouve utile de donner suite a cette idee, on aurait pu aviser
pendant notre sejour a Madrid. En ceci, je ne fais que sui-
vre l'article 18 du reglement.
El Presidcnte Sr. Duque de Veragua: Gomo el Con-
greso ha oido del Sr. Bamps, la proposicion se opone real-
mente a las prescripciones del reglamento , y no me parece
que debamos pensar en modificarlas en este ni en ningiin
otro concepto. ^. Lo acuerda asi el Gongreso? — (Si, si, afir-
macion general.) — En ese caso, con sentimiento no se ad-
mite la mocion, reconociendo los honrosos moviles que la
ban inspirado, y esto no obsta para que el Congreso eslime
y agradezca inlinito el generoso ofrecimiento del Sr. Gu-
VOTO dl; GRACIAS. -U-")
tierrez. Con arreglo al reglamento mismo, las obras que la
Mesa del Congrcso reeiba scran depositadas en la biblio-
teca dc la Real Academia dc la Historia, en cuya casa esla-
mos reunidos, y este destino lendran las que el Sr. Gutie-
rrez quiera poner a disposicion de los que cultivan nuestros
estudios. (Muy bien, muy Men.)
Ahora, no habiendo otros asuntos de que tratar, es lle-
gado el penoso momento de declarar terminadas las tareas
de la cuarta reunion.
El Sr. Montes (D. Andres Jesus) : Antes he de permi-
tirmc dirigir una siiplica a la asamblea. Ha fallecido en
Caracas el Sr. D. Cecillo Acosta, delegado del Congrcso, y
esta triste noticia requiere constancia en las Actas.
El Sr. Duque de Veragua: Si es siernpre sensible la
perdidade cualquiera de los que forman esta asociacion in-
ternational trabajadora, el fallecimiento del Sr. Acosta, tan
laborioso y distinguido por las prendas pcrsonales y gran
saber que atesoraba, lo es doblemente. El Congreso recibe,
por tanto, con profundo sentimiento la noticia, deseando
llegue al conocimiento de su familia la parte que toma en
su legitima afliccion. (Muy bien, asentimiento undnime.)
El Sr. Varela (D. Hector) : Pido la palabra.
El Sr. Presidente: £En que concepto?
El Sr. Varela: En el de que esten terminados los asun-
tos del Congreso. Voy a rogar a los que hemos venido do
fuera, a los extranjeros, aim cuando, francamente, me duele
emplear esta palabra, porque creo que hoy no lo son, y que
los pactos internacionales, la geografia, las convenciones,
si han establecido hasta ahora distintas fronteras, el soplo
de la fraternidad las va borrando; y donde quiera que los
hombres de corazon se encuentren , son hermanos en Dios,
en la libertad y en la democracia. Llamarelos huespedes, y
a estos les pediria que me acompariasen a ofreccr un voto
ardiente de gratitud al Presidente de esta asamblea , ;i los
senores que componen la Mesa, y especialmente al ilustre
Secretario Sr. Fernandez-Duro.
').'}() CONGRESO DE AMEIUCANISTAS.
Serioros, hemos sido recibidos no solamente como socios
que venimos a tomar parle en un Congreso cientifico, sino
como amigos y como hermanos, y el recuerdo de esta hos-
pitalidad sera grato para todos fuera de aqui'; pero debemos
piiblicamente manifestar esta gratitud a los senores que
nos ban hospedado asf.
Crco deber hacer otra motion que me parece , no ya de
galanteri'a, sino de cstricta justicia.
;.Quien preside los destinos de este pais? El rev Alfouso.
;.Qui6n es el protector del Congreso de Americanistas, se-
giin veo? El rcy Alfonso. ^Quien ha tenido la defereucia de
recibirnos galantcmente tambien en todas partes? El rcy
Alfonso. Propongo, pues, senores , que se nombre una co-
mision del Congreso qu0, vaya personalmente a Palacio a
agradeccr al Rcy de Espana la defereucia con que ha reci-
])ido a los miembros del Congreso. (Entusiastas y undni-
mes aplansos.)
El Sr. Fita: Hablo, no como individuo de la Academia
<le la Historia, sino como socio americanista, y creo expre-
sar el sentimiento que esta en el animo de todos haciendo
lambien publico el agradecimiento que todos tenemos a esta
regia corporation por la galanteria que ha tenido en conce-
dernos este local , ella la representante de los antiguos his-
toriadores de Iudias.
Creo que el Congreso acogera con favor este sentimiento
personal, que cs el de un socio, aunque el menor y el infimo
de todos vosotros. (Muy bien, muy bien. Aplansos.)
El Sr. Presidente: Con respecto al voto de gracias pro-
puesto por el Sr. Varela, debo decir, por lo que a mi afecta,
ya que iumerccidamente ocupo este puesto, que la Mesa ha
hecho bien poco para que este pensamiento haya podido
realizarse. Unicamente hago yo especial mencion , como la
liacc el Sr. Varela, do nuestro Secretario, cuyo celo, cuya
evidencia, ademas de una ilustracion reconocida , sc .ha
puesto en cstos debates bien patente. Por consiguienle,
aunque yo declino la honrn del voto de gracias en cuanto a
VOTO DE GIUCIAS. 337
mi se refiere, la acepto toda entera para el Sr. Fernandez-
Duro.
El Sr. FernAndez-Duro: Pi do la palabra.
El Sr. Presidente : Comprendiendo el fin con que la
va & usar S. S. , no se la concede
El Sr. Varela ha hecho otra proposicion ; me refiero al
reconocimiento que se ha de tributar a S. M. el Rey, quien,
-como protector del Gongreso, ha hecho, a favor de sus altas
prerogativas y do su mucha ilustracion, cuanto pudiera es-
perarse para que fueran fructuosas sus tareas; pero, como
el Congreso sabe, en virtud de esa misma deferencia con
que el Rey de Espana trata a la Asociacion Americanista,
nos invita a que vayamos todos a su Palacio esta noche,
deseando volvernos a ver, y me parece innecesario el nora-
bramiento de Comisi6n, cuando por la totalidad podran
significarse a S. M. los sentimientos tan elocuentemente
expresados por el Sr. Varela.
Ya que estamos a punto de separarnos, tambien yo he de
pedir a]go. Pido un saludo rcspetuoso para SS. MM. el
emperador del Brasil, para los reyes de Portugal y de Bel-
gica y para S. A. R. el conde de Flandes , que se han dig-
nado inscribir sus augustos nombres en la lista de socios
de nuestro Gongreso, y que antes de ahora han acordado
su eficaz protection & la obra de los americanistas. (Triple
salva de aplausos; entusiastas aclamacionesj
Por ultimo, me toca manifestar, y lo hago con profunda
emotion , mi gratitud a todos los senores que han aceptado
nuestra convocatoria y han ilustrado las cuestiones del pro-
grama, contribuyendo a realzar los trabajos de esta asocia-
ci6n universal, y a que eti ella quede para siempre memo-
ria honrosa y util del Congreso de Madrid.
Especialmente doy gracias al Sr. Quijano Otero por la
mention de mi persona y por el testimonio de respeto £ mi
ilustre antecesor, que acepto, no como gaje de abolengo,
sino como tributo de gloria a mi patria, en quien refluyen
los sentimientos nobles que ha expresado. En nombre de la
TOMO II. 22
22 *
338 CONGRESO DE AMERICANISTAS
patria le repito las gracias, y aunque no todos los pueblos
de America llevan el nombre de su descubridor, como en
todos se guarda y se mantiene con veneration su recuerdo,
a todos es extensivo nuestro reconocimiento y nuestro afecto
fraternal, que espero y deseo ardientemente se robustezca
mas y m£s a favor de los estudios que nos congregan.
Ahora, senores, con la perspectiva de reanudar los tra-
bajos en la reunion de Gopenhague, queda terminada la de
Madrid de 1881. (Aplausos, aclamaciones.)
EECEPC10N EN PALACIO
A las nueve de la noche del 28 de Setiembre se
reunieron de nuevo los miembros del Gongreso en
el Palacio Real, en virtud de la honorifica invitation
de S. M. , siendo conducidos al salon de tapices,
donde los Sres. Duque de Sexto, Marques de Santa
Cruz, Conde de Sepulveda, altos dignatarios de la
Casa Real, los recibieron cortesmente. Asistian tam-
bien a la velada los ministros de la Corona y las
personas de la corte y cuarto militar, senadores,
diputados, representantes del Ayuntamiento y Di-
putacion provincial de Madrid, teniendo alii repre-
sentation asimismo las ciencias, las letras, las artes,
en individuos de las academias y centros de instruc-
tion, la milicia y la magistratura.
A poco de estar reunidos entraron SS. MM. y AA.
seguidos de los funcionarios de servicio, contandose
entre las damas a las marquesas de Santa Cruz, del
Remedio y de Calderon, duquesa de Hijar y con-
desa de Daun. S. M. el Rey vestia de negro con las
insignias del Toison de Oro, y desde el momento
340 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
converso con los americanistas que ya conocia, pre-
sentando por si mismo algunos a sa augusta esposa
y a SS. AA. las infantas Dona Isabel, Dona Paz y
Dona Eulalia, y haciendolo con otros el Sr. Duque
de Veragna y otros senores de la Mesa del Congre-
so. Los forasteros pudieron estimar la afectuosa
cortesia de la familia real de Espana y la vasta ins-
truction de D. Alfonso, que hablaba a cada uno en
su lengua, y de la materia de sn especial profesion.
A las once se abrieron las puertas del comedor,
en que estaba dispuesto el refresco, y mientras la
musica de Alabarderos amenizaba el acto, a su albe-
drio recorrieron algunos los salones, examinando
las obras de arte que los adornan. SS. MM. y AA. se
retiraron a las once y media, y poco despues lo bi-
cieron los invitados a tan agradable reception.
BANQUETE.
Por termino de la reunion americanista de Ma-
drid y ceremonia de despedida, dispuso la Mesa
del Gongreso un banquete fraternal para la noche
del 29 de Setiembre, eligiendo el gran salon del
Conservatorio de Musica, a cuvo ordinario adorno
agrego iluminacion esplendida. La mesa, en forma
de herradura, tenia ciento ocheuta cubiertos v mos-
traba por principal atractivo de la vista flores y fru-
tas con que las islas de Cuba y Puerto-Rico y ios
BANQUBTE. 341
jardines de aclimatackm de la capital contribuian
al festejo. Llamo la atencion de los comensales el
programa calinario, no tanto de momento por lo
que ofrecia, siquiera lo hacia de platos, dulces y
licores americanos, como por la materialidad del
dibujo, obra del consocio arquitecto D. Artaro Me-
lida, cayo buen gusto se habia inspirado en las rui-
nas de Palenque y en los codices aztecas y mayas,
disponiendo la cromo-litografia de guerreros meji-
canos, animales e insectos monstruosos en combi-
nation ingeniosa, escribiendo con los caracteres de
la peninsula yucateca la fecha del Gongreso bajo
dos buitres enlazados, bianco y negro, simbolismo
americano del pro y el contra, de la afirmacion y
la negation, del eslabon y la piedra que chocan y
producen luz, como las discusiones del Congreso.
A las siete y media toino asiento en la presiden-
cia de la Mesa el Ministro de Fomento Sr. D. Jose
Luis Alvareda, teniendo a su derecha al Principe
Gortchacow, ministro plenipotenciario de Rusia; el
Ministro de Gratia y Justicia, Sr. Alonso Martinez;
el Duque de Veragua; el Conde de Xiquena, gober-
nador civil de la provincia, y los concejales Santi-
banez y Arroyo. A la izquierda el ministro plenipo-
tenciario de Costa-Rica, Sr. Peralta; el Ministro
de Marina, D. Francisco de P. Pavia; el Duque de
Moctezuma; el teniente alcalde primero Sr. Marti-
nez Brau.
La segunda cabecera estaba ocupada por el Conde
de Toreno, teniendo a su derecha al ministro del
Brasil, Sr. Lopez Gama; D. Fermin Lasala; D. Ra-
342 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
mon Correa, Subsecretario de Ultramar; D. Antonio
Fabie, consejero de Estado; D. A. Paje, Director
general de Obras publicas; y a la izquierda, al Pre-
sidente del Senado, Marques de laHabana; Director
del Banco de Espana, Romero Ortiz; los consejeros
de Estado D. Pedro de Madrazo y D. Jose E. de San-
tos; el Director general de Instruction publica don
Juan F. Riano, y de Agricultura Sr. de Acuila. Los
, demas puestos fueron ocupados sin distincion y sin
otro cuidado que alternar con los huespedes foras-
teros a los socios de Madrid.
Fue la comida animadisima; y llegado el momen-
to de los brindis, los initio el Principe Gortchacow,
en castellano, por S. M. el Rev D. Alfonso XII, ami-
go y protector ilustrado de la ciencia, por la Reina
Dona Cristina y por toda la Real familia, pidiendo
a Dios les conceda larga vida para ventura y pros-
peridad de la gran nation espanola.
Poco despues brindo el Sr. Duque de Veragua en
honor de los americanistas, especialmente de los
extranjeros que de todos los puntos del globo nos
ban traido el concurso de sus conocimientos para
esclarecer las cuestiones planteadas en la resolution
de los problemas en que se cifra el pasado del mundo
descubierto por Colon.
El Sr. D. Manuel de Peralta, ministro de Costa-
Rica, dedico recuerdo honroso al actual Ministro
de Fomento, Sr. Alvareda, ya su antecesor, Gonde
de Toreno, a los que atribuyo justificadamente los
buenos resultados del Congreso de Madrid.
Contesto el Gonde de Toreno agradeciendo la cor-
HiNQUETE. 343
tes y elegante peroration del Sr. Peralta, y felici-
tandose de ver reunidas tantas ilustraciones de am-
bos mundos.
El Sr. Dognee, arqueologo belga, se hizo inter-
prete de los huespedes extranjeros, pronunciando
un notable discurso en frances, en el que daba gra-
cias expresivas al Duque de Veragua y a la Junta
organizadora del Congreso por la acogida amable
que les habian dispensado, que jamas olvidarian,
felicitandoles entusiastamente por el exito de la
reunion cuarta del Congreso de Madrid.
Brindo el Sr. Quijano Otero por la union y fra-
ternidad de los pueblos de uno y otro lado del At-
lantico, significando la grata impresion que en el,
como en sus colegas de la America latina , babia
producido el recibimiento afeetuoso que habian en-
contrado en Madrid, y en nombre de todos ofrecio
la expresion de su respeto y profunda simpatia a
S. M. el Rey D. Alfonso y a la nacion espanola.
Con un torrente de elocuencia continuo el senor
D. Hector F. Varela trazando un bellisimo cuadro
de las relaciones futuras de los pueblos hispano-
americanos con la madre patria, cada vez.mas inti-
mas y afectuosas, a favor del reconocimiento de in-
tereses comunes y de manifestaciones que, como
la presente, ponen en contacto a los que no otra
cosa necesitan.
El Principe Gortchacow tuvo la bondad de hacer
mention en segundo brindis del Secretario general
Sr. Fernandez-Duro, el cual declino la honra que
inmerecidamente le dispensaba, reclamandola para
344 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
el Presidente del Congreso, a qiiien de justicia per-
tenecla.
Por fin, el Sr. Alvareda resumid las impresiones
en elegante discurso, dando gracias a los delegados
extranjeros por la ilustrada cooperation de su asis-
tencia, haciendo notar el caracter de esta congre-
gation de los hombres de ciencia de casi todas las
naciones civilizadas, inspirados por un mismo pen-
samiento , atraidos por una sola aspiration , la in-
vestigaci6n de la verdad en los origenes, modo de
ser y de vivir en sociedad de los pueblos del nuevo
continente. Aseguro que la continuation de estas
reuniones conseguira rasgar el espeso velo que ocul-
ta todavia el conocimiento yerdadero de la mitad
de nuestro planeta, ofreciendo con sus lecciones
sucesivas una muestra mas de lo que consigue la
solidaridad de las naciones, esa gran palanca de
nuestro siglo. Afirrau tambien que Espana no ha
de qaedar atras en esa via fecunda del progreso que
animosamente hnellan todas a porfia, brindando
por su amistad, y muy especialmente por la de las
republicas americanas.
«Tengo inquebrantable fe, dijo al terminar, en el destino
de mi patria; creo que en el augusto joven que ocupa el
trono de San Fernando tiene segura guia que la volverd al
lugar brillante que ocupo en otras edades ; creo, si, que
D. Alfonso XII alcanzara para ella la ventura de una paa
inalterable. »
Entusiastas aplausos y calorosas felicitaciories
contestaron a la oracion del Sr. Ministro de Fomen-
HOMENAJE A COLON. 345
to, con que acabo la signification oficial del ban-
quete, mas no la reunion, prolongada todavia hasta
las doce de la noche en amenisimos coloquios. So-
licitando un momento de atencion, leyo entonces
el joven americanista D. Tomas Montejo el gran-
dioso y noble proyecto que sigue, aplaudido tam-
bien con unanime aquiescencia.
Senores Americanistas:
En gracia del asunto de que voy a hablar, aunque para
hacerlo me reconozco el menos competente de cuantos es-
tamos aqui reunidos, os ruego que me concedais unos mi-
nutos de atencion, anticipandoos por ello, con toda la efu-
sion de mi alma, cordial y sincera gratitud.
Impulsado, como vosotros, por inextinguible anhelo de
aclarar con la luminosa antorcha del saber el sin mimero
de misteriosos problemas que guarda la historia del Nuevo
Mundo, anterior a su descubrimiento; movido, como vos-
otros, por el mas vehemente deseo de conocer, depurar y
aquilatar con rigorosa justicia indicios, sospechas , antece-
dentes, momentos y actos, hasta hoy inciertos, oscuros,
confusos 6 no consignados aiin, que se refieran 6 puedan
referirse a este snceso ; sujeto por el dulce lazo de la admi-
ration al estudio del caracter y condiciones del inmortal
navegante genoves, que, fundiendo en el potente crisol de
soberano espirilu las inciertas y no comprobadas creencias
de sabios antiguos y contemporaneos sobre la redondez de
latierra, pidio por mucho tiempo, con tan singular como
sufrida perseverancia, a republicas y a cortes unos cuantos
hombres y dos 6 tres naves para lanzarse al Oceano en
busca de nunca abierto derrotero por donde traer a Europa
las maravillosas y ponderadas riquezas del Oriente; preocu-
pado por la incomparable sorpresa del exito, que se repro-
346 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
duce en mi animo siempre que me detengo a pensar como
logro Colon (a la vez que en serial de posesion y dominio
izaba el estandarte de la fe y enclavaba el pendon castellano
en las islas por el descubiertas en 1492) confrontar, unir y
asociar para siempre dos razas, dos porciones de la propia
especie, que dentro del mismo globo habian vivido y vivian
jDios sabe desde cuando! tan absolutamente ignoradas una
de otra como si bubieran habitado en astros distintos y las
hubiese separado, en la sucesion de los siglos, la infran-
queable inmensidad del eter; dolorosamente conmovido al
leer en el diario de Colon el sombrio boceto de la pavorosa
serie de lormentas desencadenadas, cuyo incansable, furio-
so y siniestro coraje (postrando las fuerzas fisicas de aque-
llos heraldos de la civilizacion cristiana , en su viaje de re-
torno, y poniendolos en la aflictiva y desesperada situation
de apelar, como en las postrimerias de la vida, a los liltimos
recursos de la religion y de la fe) pretendi6 6 intento aho-
gar la nolicia de su inmortal descubrimiento en los profun-
dos abismos de los mares; con ten to con el risuerio y pla-
centero recuerdo de la milagrosa arribada de Colon , y del
seguro y bonancible anclaje de la NiFia en el tranquilo sur-
gidero de Rastelo, termino de tantas angustias y zozobras;
partLcipe de la universal alegri'a que produjo su triunfal y
glorioso desembarco en Palos, Sevilla y Barcelona; asociado
a las fervorosas creencias de la noble y catolica reina Isabel
de Castilla, que, arrodillada en medio del pueblo barcelo-
nes, daba solemnes gracias al Altisimo porque babia permi-
tido que se descubriera la nueva derrota para las Indias,
hecho poco menos que sobrenatual, y, a juicio suyo, pre-
mio otorgado por la Providencia a sus heroicos y constan-
tes esfuerzos por la propagacion y pureza de la fe ; asom-
brado de la progresiva multiplicidad y de la extension y
magnitud, mayores cuanto mas conocidos fueron siendo,
de los continentes e islas descubiertos, que en breves anos
(desvanecida por complete la preocupacion de que corres-
pondian a la India del Oriente) obtuvieron el altisimo y
HOMENA.JE A col6n. 347
legitimo titulo de Nuevo Mundo; maravillado de aquella
universal, activa y perseveranle cruzada de valor y ciencia,
de religion y cultura, de artes y comercio, con que la civi-
lization del viejo continente quiso asimilarse , mejorandolo
y perfeccionandolo en brevisimo tiempo, ese mundo casi
primitivo, por el corto desarrollo que en el habian alcan-
zado las naturales y prodigiosas facullades del hombre; y,
en fin, seriores, cons Ian le admirador del genio extraordina-
rio que acometio aquella empresa, y de tantos y tantos prin-
cipes insignes, habiles cosmografos , audaces marineros,
exploradores atrevidos , capitanes valerosos, adelantados
resuelLos , discretos colonizadores , virtuosos niisioneros,
santos martires, naturalistas expertos , activos mercade-
res, historiadores diligentes, sagaces filologos, doctos maes-
tros, etc. , etc. , que contribuyeron a desarrollar y ennoble-
cer este grande hecho de la historia de la humanidad, voy
a manifestaros , con esperanza de afortunada reparation,
un juicio que de dia en dia, de instante en instante, crece
y se arraiga en mi espiritu llenandolo de tristeza , porque,
a no dudarlo, expresa y pone en relieve la mayor de las
ingratitudes: «el descubrimiento del Nuevo Mundo, a pesar
de algunos esfuerzos parciales y generosos dignos de aplau-
so, no ha sido todavia honrado, enaltecido, glorificado como
de justicia se merece por su trascendencia universal y pro-
gresiva, y por su sobrehumana y prodigiosa grandeza.*
Y tras este juicio desconsolador, cuya dolorosa evidencia
habra llegado instantaneamente al fondo del alma de cuan-
tos habeis prestado atencion a mis palabras , escuchad un
vehementisimo ruego mio, vosotros que, por espontanea,
sincera y nobilisima vocacion , habeis querido asociaros
cordialmente a aquel gran suceso consagrando vuestros
desvelos, tareas y sesiones asu estudio: «que este Gongreso
de Americanistas , que por priniera vez se celebra en Espa-
na, a cuyo pais y a cuyos monarcas se debio en grandisima
parte el descubrimiento del Nuevo Mundo, acuerde ahora,
por aclamacion unanime , la solemne celebracion del Gen-
348 CONGRESO DE AMERICA.NISTAS.
tenario historico de tan memorable suceso en los ya proxi-
mos aiios de 1892 y 1893.»
Y no creais ni por un solo momento que mi propuesta
sea prematura, no. Por lo mismo que se trata de un hecho
que puede considerarse como el de mas trascendencia de
cuantos registra la historia, y de cuya realizacion tanto el
viejo como el Nuevo Mundo han tenido, tienen y tendran
cada dia mas motivos de congratularse; por lo mismo que
delas incalculables consecuencias de semejante suceso han
participado y participaran continuamcnte todos los medios,
todos los ramos, todas las esferas de nuestra actividad , asi
la religion como las ciencias , las artes como las letras , las
industrias como el comercio; por lo mismo que cuantos
mas aiios pasan aumenta, en vez de disminuir, la admira-
cion y el entusiasmo que en todo animo noble y amante del
progreso causa la realizacion de aquella sorprendente era-
presa concebida por un humilde y oscuro marinero geno-
ves, no solo porque maravilla que se ejecutara en la epoca
y el siglo en que se ejecuto, sino porque solo Dios sabe los
innumerabies bienes que por su virtud recibe desde enton-
ces la bumanidad incesantemente ; y por lo mismo, en fin,
que aiin no ha sido honrado y glorificado aquel hecho como
por su sobrehumana y prodigiosa grandeza se merece , es
preciso, sehores, y todos desde luego lo comprendereis asi,
que la festividad con que os propongo que se solemnice,
que la celebracion del Gentenario historico del descubri-
miento del Nuevo Mundo sea, en lo posible, digna.del su-
ceso celebrado, ya por la universalidad de las fiestas, A
cuya preparation y realizacion deben concurrir todos los
pueblos cultos y todas las clases sociales, ya por la indole
y caracter de las fiestas mismas, que si por una parte deben
ser pop'ulares y de universal regocijo, deben por otra ser de
utilidad permanente, ahora alzandose monumentos y crean-
dose instituciones que al perpetuar la memoria del descu-
brimiento contribnyan al desarrollo de multitud de esferas
del saber y de la actividad humana, ahora emprendiendose
HOMENAJIi A COLON. 349
con tan fausto motivo con ahinco y decidido entusiasmo
una general y brillante cruzada de estudio y de reflexidn
sobre la historia del Nuevo Mundo, sobre la reciproca in-
fluencia que unos en otros ban ejercido 6 estan llamados £
ejercer el viejo y los mievos continentes, y sobre lo que el
progreso y la realization de los ideales del hombre en el
planeta en que vivimos han ganado 6 pueden prometerse,
por consecuencia del feliz e inesperado exito de la maravi-
llosa empresa de Colon.
Paes si esto ha de ser asi, recae a juicio mio en todos y
en cada uno de nosotros, cualesquiera que sean nuestra na-
cionalidad, ideas y position, la obligation sacrosanta , la
nobilisima tarea de acoger, propagar y dar calor y vida al
pensamiento de esta festividad solemne. Semejante tarea
de propaganda, atraccion y convencimiento, es demasiado
grande para que pueda ser desempefiada con fortuna en
breve espacio. A su vez, habiendo necesidad de que la di-
plomacia tome parte en el asifnto, y de que los Gobiernos
de todas las naciones, y especialmente los de aquellas que
por uno u otro titulo tengan derecho a participation directa
y decisiva, se pongan de acuerdo y aunen sus esfuerzos,
para que la brillantez y esplendor de las fiestas sean una
realidad, es prcciso que con tiempo comiencen las mutuas
gestiones, procuren todo genero de recursos y coadyuven £
nuestra obra dirigiendo la opinion de sus respectivos pafses
a la consecution del fin propuesto. Por o^a parte , Espana,
a" quien (corao ya habreis pensado) corresponde por dere-
cho de paternidad y primogenitura historicas la iniciativa
oficial para esta secular coumemoracion, ;por iiue ocultarlo!
atraviesa todavia una situacidn financiera poco holgada , y
necesitairremisiblementc de todo el tiempo que media desde
hoy hasta el momento en que las fiestas se celebj-en , si se
ha de preparar convenientemente y ha de allegar los recur-
sos indispensables para que, dado su puesto de preferencia,
quede, cual sabra hacerlo, tan honrada y dignamento como
cl becho que trato de que se conmemore pueda requerir.
2 3
350 CONGRESO DE AMKRICANISTAS.
Y por ultimo, hago mi mocitin en los actuales momentos
porq^ie es seguro que los Americanistas no podriamos lison-
jearnos con otra ocasion mas propicia y de mayor oportu-
nidad que la que nos ofrece la celebracidn en Madrid de
este Gongreso, bajo el prolectorado de un joven monarca
tan animoso para emprender obras grandes y buenas, conio
amante de las glorias de su pais; de D. Alfonso XII.
Abora bicn; sin que yo prctenda decidiros desde luego a
que aprobeis todos mis pensamientos, concebidos en los
instantes eu que la lectura de la historia del descubrimiento
del Nuevo Mundo, y la contemplation interna de aquel por
tanlos conceptos memorable viaje de Colon, me ban becho
sentir las multiples impresiones que relate al principio, me
creo en el deber de manifeslaros la inanera como a juicio
miodebe celcbrarse el Centeuario. Siestas indicacioncs, ya
que no se acepten, vienen a ser como la primera piedra del
edificio que en definitiva llegue a levantarse, mi satisfac-
tion sera inmensa, y mi agradecimiento a vosotros, en
quiencs lanto confi'o, completamente impcrecedero.
Que los Gobiernos de todos los pueblos cultos declaren
fiesta universal el 12 de Octubre de 1892, por corresponder
A ese dia el cuarto Centeuario del descubrimiento del Nuevo
Mundo, y quo asistati con representation oficial ;l las gran-
des liestas que en Italia, islas de San Salvador, Santo Do-
mingo y Cuba, Portugal y Esparia, deberan celcbrarse en
conmemoraciOn d£ aquel suceso. Que en el mismo dia se
efectue en Genova, cuna de Cristobal Colon , la inaugura-
tion de un monumento A la gloria, con inscripciones alusi-
vas al Centeuario y a la eterna fama del inmortal genoves.
Que se conmemore el descubrimiento en los actos prelimi-
nares de compromiso de Colon con los Reyes en Granada y
salida de las carabelas de la Rabida y de la Gomera, con la
publica y solemne colocacion de ldpidas que indiquen a la
posteridad los primeros pasos de aquella magnibca empresa.
Que en las islas de San Salvador. Santo Domingo y Cuba,
se erijan estatuas en celebration de su descubrimiento. Que
HOMENAJE A C0L6N. 351
se eleve en Lisboa una columna de triunfo en recuerdo de
la feliz arribada de Colon, en el surgidero de Ilastelo. Que
se inauguren modeslos monumentos de igual indole en
Palos, Huelva y Sevilla. Que se enaltezca en Barcelona la
memoria de la entrada de Colon en dicha ciudad con la
construccitfn del arco de los descubridores ; y si se consi-
dera oportuno y hacedero, con el desembarco de los restos
del mismo Colon, que deberau transportarsc dcsde Cuba
a Espaiia con funebre y regia pompa. Y que en Madrid,
como capital de la propia Espaiia y de sus colonial, y asien-
to de la corte, se celebre, por ultimo, el descubrimiento,
construyendose una suntuosa basilica 6 catedral bajo la ad-
vocation de San Salvador 6 de San Cristobal, donde vengan
a ser depositadas las cenizas del celebre almirante: inaugu-
randose monumentos de triunfo y gloria a tan insigne hom-
bre y a Isabel la Catolica ; abriendose un vasto museo de
objetos del Nuevo Mundo; fundandoseun piadosoasilo para
inutilizados en faenas de la mar, y celebrandose durante el
primer semestre de 1893 una exposition universal. Ya que
hoy son las exposiciones universales los mas grandes cer-
tamenes que se conocen, adonde ciencias, artes e industrias
concurren a mostrar sus respectivos progresos, parece muy
apropiada al objeto del Centenario la celebracion de una de
ellas en la capital del reino espanol. Asi habra tambien oca-
sion de admirar tangiblemente, en no pocas cosas , la in-
lluencia eje;-cida en la civilization de los pueblos modernos
por el descubrimiento del Nuevo Mundo.
A estas festividades, que bien pueden tenerse por de igual
naturaleza y caracter, deben anadirse la de celebracion en
Madrid de congresos cientificos, artisticos y literarios de
todas clases, y entre ellos este de Americanistas, que puede
acordar desde luego que su decima sesion , 6 sea la corres-
pondiente a 1893, se celebre aqm' en la epoca determinada;
la de celebracion tambien de conferencias piiblicas sobre
asuntos apropiados, y aun sobre otros divcrsos temas, da-
das por hombres cminentes de todos los paises; la de publi-
352 CONGRESO DE AMER ICANISTAS.
cation y reparto gratuito 6 venta a bajo precio de libros y
folletos alusivos al objeto del Gentenario, 6 de historias y
biografias notables referentes k sucesos y persouajes que
tengaa relation con el descubrimiento del Nuevo Mundo;
la de repartition de premios en solemne y piiblica sesion
por las Academias y corporaciones docentes de Espana a los
autores de los mejores trabajos, en los concursos que deben
abrir con anterioridad , sobre los temas que propongan
como propios de su respectivo instituto, y otras semejantes.
Por ultimo, fiestas religiosas, marinas, militares, civicas
6 puramente populares que , ora contribuyan a solemnizar
y realzar el Centenario, ora den ocasi6n a que se manifies-
ten la expansion, alegria, regocijo y entusiasmo de que to-
dos los hombres y pueblos cultos deben encontrarse posei-
dos, apenas vuelvan los ojos k la historia de lo pasado y
reflexionen sobre la inmensa trascendencia del grandioso
hecho realizado en 1492.
Si este ideal se realizara ; si esta festividad tuviera efecto
(y conste que confio en que, mediante vuestros desinteresa-
dos y valiosos esfuerzos, la protection de los Gobiernos y
autoridades, la propaganda que sin duda alguna hara la
prexisa en general, el patriotismo de los unos, el amor a las
obras grandps de los otros y el buen deseo de todos, llegara
a realizarse), no vacileis en creerlo, ademas de quedar digna
y convenientemente celebrada la memoria de Col6n, de Isa-
bel la Gatolica y de los demas insignes persouajes que co-
operaron a la sacrosanta empresa de asociar y unir el mun-
do antiguo con el nuevo, repararia la humanidad una de
sus mayores injusticias; se daria un gran paso hacia la de-
seada fraternidad universal; la civilization presente recibi-
ria muchos e importantes beneficios, y cuando con el tras-
curso del tiempo viniera la posteridad a juzgarnos, recono-
ceria que los pueblos y generaciones actuales se habian he-
cho acreedores a la mayor consideration , entr^ otras cosas
por haber demostrado su amor a la justicia y su elevation
de miras recordando y enalteciendo pasadas glorias ; que
HOMENAJE A COLON. 353
quien sabe honrar justamente revela espiritu noble y culto
y merece ser honrado. En ultimo extremo, con la celebra-
tion del Centenario historico del descubrimiento del Nuevo
Mundo vendrian A cumplirse (pues aiin no se han cumplido
verdaderamente) los deseos del mismo descubridor, del in-
mortal Colon, que en su carta de 15 de Febrero de 1493,
fechada en la carabela frente a las islas Azores, y dirigida
A Luis de Santangel, decia: «Asi' que, puesnucstro Reden-
tor dio esta victoria & nuestros ilustrisimos Rev e Reina,
e A sus reinos famosos de tan alta cosa, adonde toda la cris-
tiandad debe tomar alegria y facer grandes fiestas, dar gra-
cias solemnes a la Santa Trinidad, con muchas oraciones
solemnes, por el tanto ensalzamiento que habran ayuntan-
dose tantos pueblos a nuestra santa fe, y despues por los
bienes temporales; que non solamentela Espaiia, mastodos
los cristianos ternun aqui refrigerio y ganancia.» Ante es-
tas palabras seria palido cuanto yo anadiese. — He dicho.
tomo :i. ?3
2 3 *
EXCURSION A ANDALUCIA.
Invitados los senores delegados extranjeros a vi-
sitar el archive- de Indias en Sevilla, aquellos que
podian disponer de su tiempo salieron en el tren
expreso de Andalucia el 30 de Setiembre, acompa-
ilandoles por la Mesa el Sr. D. Antonio Maria Fa-
bie, a la vez diputado a Cortes por Sevilla, y el se-
cretario D. Andres Domee. El Ayantamiento de
aquella ciudad les dispensu toda clase de atencio-
nes; visitaron cuanto de notable encierra la antigua
corte del Guadalquivir; se trasladaron sucesivamen-
te a Cordoba, Granada y Alcala de Henares, y de-
jando grato recuerdo de su visita a Espana, mitiga-
ron el sentimiento de la separacion con el propo-
sito de estrechar otra vez las manos en Copenhague.
BIBLIOGRAFlA DEL CONGRESO.
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de l'amateur de Livres relatifs a l'Asie, a l'Afrique, a
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Voyages, Archeologie, Linguistique, Portraits, Autogra-
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E. Dufosse, 27, Rue Guenegaud, Paris. Un cuaderno.
Arias y Miranda (Jose).— Examen critico-bistorico del influjo
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su dominacion en America. Obra premiada por la Real
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I). Jose Arias y Miranda, jefe civil cesante del distrito de
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La quatrieme session du Congres International des
Americanistes et les Expositions de la Flore et des Anti-
quites americaines, a Madrid.— Bruxelles, 1882-1883. En 8."
Bastian (A.).— Die Zeicben-Felsen Columbiens.— Un cuader-
no de 23 paginas y dos laminas de las antigiiedades de
Boyaca.
Bastrina (Joaquin Maria).— America precolombiana. Confe-
rencia pronunciada en el Ateneo de Barcelona. — Barce-
lona, 1881.
Biauvois (E.)-— Les colonies europeennes du Marklaild et de
l'Escociland (Domination canadienne) au xive siecle et les
vestiges qui en subsisterent jusqu'aux xvie et xvne siecles,
par E. Beauvois, Chevalier des ordres du Dannebrog et de
Saint-Olaf; Membre des Societes des Antiquairesdu Nord
( Copenhague); des Autiquites suedoises (Stockholm);
dHistoire et d'Archeologic de 1'arrondissement du depar-
temeut de la Cote-d'Or, et des Societes de Litterature fin-
BIBLIOGHAFIA. 357
noise (Helsingfors); d'Histoire et d'Archeologie de Chalon-
sur-Saone; dcs Antiquairesde France; des Sciences histo-
riques et naturelles de Semur. — Nancy, tipog. de G. Cre-
pin-Leblond , 1817. Un cuaderno de (50 pags. C.
Beauvois (E.). — Origines et fondation du plus ancien ev6ch6
du Nouveau Monde. Le diocese de Gardhs en Groenland,
980-112(5, par E. Beauvois.— Paris, E. Dufosse, 1816. Un
cuaderno de 35 pag-s. R.
La Norambegue. — Decouverte d'une quatrieme
colonie precolombienne dans le Nouveau Monde , avec
des preuves de son origine scandinave fournies par la
langue, les institutions et les croyances des indigenes de
l'Acadie ( Nouvelle-Ecosse, Nouveau-Brunswick et Etat
du Maine), par E. Beauvois.— Bruxelles, 1880. Un cuaderno
de 42 pags. En la cubierta se notician otras die/, y siete
publicaciones del mismo autor, las mas relativas al Nuevo
Mundo.
Les Skrrelings , anc^tres des esquimaux , par
E. Beauvois. Extrait de la Revue Orientate et Americaine.
Paris. 1871. Un cuaderno de 48 pags.
La decouverte du Nouveau Monde par les Irian-
dais et les premieres traces du Cliristianisme en Ameri-
que avant* l'an 1000, par E. Beauvois. — Nancy, 1875. Un
cuaderno con mapa.
Les derniers vestiges du Cliristianisme preche du
xe au xive siecle dans le Markland et la Grande Irlande.
Les Porte-Croix de la Gaspesie et de l'Acadie (Domination
Canadienne), par E. Beauvois.— Paris, 1817. Un cuaderno
de 27 pags.
La Vendette dans le Nouveau Monde au xie siecle
d'apres les textes scandinaves , par Eugene Beauvois. —
Louvain,-1882. Un cuaderno en 8." de 28 pags.
Berton (Francis).— VocabUlaire des Indiens de la Valine de
Napa et du Clear Lake en Californie, recueilli par Francis
Berton, Consul Suisse a San Francisco.— Geneve. Un cua-
derno en 8." de 8 pags.
Brinton-Daniel (G. A. M., M. 1).). — American Hero-Myths.
A Study in the native religions of the western continent.
Philadelphia H. C. Watts & C°, 1882, 8.°, 251 pags.
358 CONGRESO DE AMERIGANISTAS.
Brinton-Damel (G. A. M., M. D.).— Aboriginal American Au-
thors and their productions; especialy those in the native
languages. A Chapter in the History of Literature.— Phi-
ladelphia, 1888, 60 pags.
Canella Secades (F.).— Asturias y el Congreso de Americanis-
tas de Madrid, por D. Fermin Canella Secades, profesor
de la Universidad de Oviedo. Publicado en la Revista de
Asturias. — Oviedo. Agosto, 1881.
Cardim (Fernao). — Do principio e origem dos Indios do Bra-
zil e de seus costumes, adoracao e ceremonias. — Rio de
Janeiro, typographia da Gazeta de Noticias, 1881. En 8.°
mayor, 121 pags.
Carrasco y Guisasola (Francisco). — Documontos referentes al
reconocimiento de las costas de las Californias, desde el
cabo de San Lucas al de Mendocino, recopilados en el ar-
chivo de Indias por D. Francisco Carrasco y Guisasola,
coronel y capitan de fragata. — Madrid, Direccidn de Hi-
drografia, 1882. En 8.° mayor.
Charencey (H. de). — Les traditions relatives au tils de la Vier-
g-e, par H. de Charencey. Extrait des Annates de Philoso-
phic chrc'tienne.—'PtiViS, 1881. Un cuaderno de 40 pags.
Etymologies basquaises. — Louvain, typographic
de Charles Peeters, 1882. En 8.°, 18 pags.
Recherches sur les noms des points de Tespace. —
Caen, imprimerie de F. le Blanc-Hardel, 1882. En 8.°, 86
paginas.
Coleccion de documentos ineditos relativos al descubrimiento,
conquista y organizacion de las antiguas posesiones espa-
holas de America y Oceania, sacados de los archivos del
reino, y muy especialmente del de Indias. Competente-
mente autorizada. — Hasta el ano de 1880 van publicados
34 tomos.
Contenson.— Les restes de Christophe Colomb, par le Capitai-
ne Baron G. de Contenson. Extrait du Bulletin de la So-
cietc de Geoyraphie de Paris. Aout, 1880. Un cuaderno de 8
paginas.
Crevaux (Jules). — Langues des Indigenes de la Guyane fran-
caise, par M. le Docteur Jules Crevaux, Medecin de pre-
miere classe de la Marine et Officier de la Legion d'Hon-
IUBLIOGRAFIA. 359
neur. — Un cuaderno impreso en 52 paginas, sin portada.
Contiene :
Vocabulaire Franeais-Roucouyenne, par M. le Dr. Cre-
vaux.
Grammaire de la langue roucouyenne, par M. Lucien
Adam.
Vocabulaire de la langue Apalai, par M. le Dr. Crevaux.
Vocabulaire de la langue Carijona, par M. le Dr. Cre-
vaux.
Quelques mots de la langue des indiens Trios, par M. le
Dr. Crevaux.
Langue des indiens Oyampis de L'Oyapock , par M. le
Dr. Crevaux.
Vocabulaire Francais-Oyampi , extrait du Vocabulaire
latin-Oyampi, publie par M. Martius.
Quelques mots de la langue des Emerillons, par M. le
Dr. Crevaux.
Quelques mots de la langue Tama, par M. le Dr. Cre-
vaux.
Doncel y Ordaz (Domingo). — La Universidad de Salamanca en
el tribunal de la bistoria. Colon en Salamanca. — Salaman-
ca, imp. de Cerezo, 1881. En 4."
Fabie (A. M.). — Vida y escritos de Fray Bartolome de las Ca-
sas, Obispo de Chiapa, por D. Antonio Maria Fabie , de la
Academia de la Historia.— Madrid, imp. de Miguel Gines-
ta, 1879. Dos voliimenes.
Fernandez (Leon).— Coleccion de documentos para la historia
de Costa-Rica, publicados por el Licenciado D. Leon Fer-
nandez. Tomo r, San Jose de Costa-Rica.— Imprenta Na-
cional, 1881. Dos vol. en 4.°, 442 pags. Tomo n, 1882, 483
pags.
Fernandez -Bur o (C). — Disquisiciones nauticas, por el capitan
de navio Cesareo Fernandez-Duro.— Madrid, imp. de Ari-
bau y C.a, 1877-1881. vi voliimenes.
Esta obra contiene algunas monografias de asuntos de
America, a saber:
Tomo i. T.a carta de Juan de la Cosa existente en cl
Museo Naval. — Juicio de este documento. — Vicisitudes
que ha tenido. — Quien era Juan de la Cosa. — Sus cono-
360 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
cimientosy navegacioiies. — Coino se construia una carta
de marear en el siglo xv. — Padrones.— Valor que alcan-
zaron.
Carabelas y carabelones. — Disparidad en las definicio-
nes y juicios de estos buques. — Razones para estimar que
el nombre no se relacionaba con la forma. — Las carabelas
de Colon.— Su porte, aparejo, banderas, etc.
Tomo ii. Galeoues y flotas de Indias. — Navegaciones,
combates, naufragios, asientos, preerainencias, relaciones
curiosas de viajes.
Animal ej os navegantes — Mortificacion y danos que cau-
san en los buques.
Tomo in. Vicisitudes de los restos mortales de algunos
marinos celebres, entre ellos Colon, Hernan-Cortes, Juan
Diaz de Solis, Fernando Magallanes, Juan Sebastian del
Cano, Santiago de Liniers, Juan Gutierrez de la Concha,
Rodrigo de Bastidas, Juan Ponce de Leon , Pedro Menen-
dez de Avil6s, etc.
Tomo iv. Instrumentos nauticos , cronometros, el pro-
blemade lalongitud, cartas de marear inMitas de pilotos
espanoles.
La Universidad de mareantes, el Colegio de San Telmo
y la Casa de la Contratacion de las Indias en Sevilla.
Tomo v. Itinerario de navegacidn de los mares y tie-
rras occidentales, compuesto por el capitan Juan de Esca-
lante de Mendoza en ISlo, inedito.
Tomo vi. Cartografia espanola.
Documentos acerca de las navegaciones y pesca de los-
vascongados.
Indice general.
Fernandez-Duro (C.).— Las joyas de Isabel la Catolica, las na-
ves de Cortes y el Salto de Alvarado. Epistola dirigida al
Ilmo. Sr. D. Juan de Dios de la Raday Delgado. — Madrid,
imprenta de Manuel G. Hernandez, 1882. Un cuaderno
en 8.°, 53 pags.
Don Diego de Penalosa y su descubrimiento del
reino de Quivira. Informe presentado a la Real Academia
de la Historia. — Madrid, imp. de Tello, 1882, 4." mayor,
160 pags.
B1BLI0GRAFIA. 361
Fernandez Duro (C.).-Coldn y Pinzdn.— Informe relativo a los
pormenores del descubrimiento del Nuevo Mundo, pre-
sentado a la Real Academia de la Historia.— Madrid, im-
prenta de Tello, 1883. 4.* mayor,- 167 pags.
Fita (Fidelj.— Fray Bernal Boyl, 6 el primer apdstol del Nue-
vo Mundo. Coleccidn de documentos raros e in6ditos, re-
lativos a este vardn ilustre, por D. Fidel Fita. Publicados
en el Boletin Aistdrico — Madrid, 1880-1881.
Don Pere de Margarit y Fra Bernat Buyl. Inserto
en Los Reys de Aragd y la Sen, de Girona desde I any 1462
fins al 1482. Colleccid de actes capitulars escritas per lo
doctor Andreu Alfonsello, Vicari General de Girona, pu-
blicadas y anotadas por D. Fidel Fitay Colome, de la Real
Academia de la Historia.— Segonaedicid. Barcelona, 1873.
Force (M. F.). — Campaigns of the Civil War. From Fort Henry
to Corinth, by M. F. Force late Brigadier-General and
brevet Major General U. S. V. Commanding first Division,
Seventeenth Corps.— New York, 1881. Un vol.
Fox (G. U.). — United States Coast and Geodetic Survey-An
attempt to solve the problem of the first landing place of
Columbus in the New World, By Capt. G. V. Fox, Assis-
tant Secretary of the Navy from May, 1861, to November,
1866, Member of the Massachusetts Historical Society, etc.
Apendix num. 18. Report for 1880. — Washington. Govern-
ment Printing Office, 1882. En folio, 68 pags. y una carta
de las islas de Bahama.
Fort y Rolddn (Nicolas). — Cuba indigena, por Nicolas Fort y
Roldan , Oficial primero de Administracidn militar del
ejercito de Cuba, 6 individuo del Congreso internacional
de Americanistas de 1881. — Madrid, imp. de R. Moreno,
1881. Un vol. en 8.°4e 200 pags. Fue presentado en Memo-
ria manuscrita al Congreso e impreso posteriormente por
su autor.
Frejes (Fr. Francisco). — Historia breve de la Conquista de los
Estados independientes del imperio mexicano, escritapor
Fr. Francisco Frejes, cronista del Colegio de Nuestra Se-
nora de Guadalupe de Zacatecas. — Edicidn del Estado de
Jalisco.— Guadalajara, tip. de S. Banda, 1878. En 4.", 277
paginas.
3G2 CONGRESO DE A MElt ICANISTAS.
Fueusanta del Valle (El Marques de la). — Guerra de las Sali-
nas, por Cieza de Leon. — Madrid, 1877. Forma el tomo 08
de la Coleccion de documentos ineditos para la Historia de
Espafta.
— ■ Historia de las Indias, por Fr. Bartolome de las Ca-
sas. — Madrid, 1875-76. Cinco volumenes de la misma Co-
leccion.
Guerra de Chupas, por Fr. Bartolome de las Casas,
Sitioy defensa de la ciudad de la Paz, por D. Sebastian de
Segurola. — Tomo 76 de la misma Coleccion.
Relacion del viaje de Fr. Alonso Ponce por la Nue-
va Espana.— Madrid, 1875. Dos vol.
Varias relaciones del Peru y Chile. — Madrid , 1879.
Un vol.
Gaff ar el (Paul). — Etude sur les rapports de lAmerique et de
l'ancien continent avant Christophe Colomb , par Paul
Gatfarel, ancien eleve de l'Ecole normale, Agrege d'his-
toire, Docteur en lettres , Membre de la Societe de Geo-
graphic, de la Societe d'Histoire de France, de la Societe
d'Emulation du Doubs, etc., etc.— Paris, Ernest Thorin,
1809. Un vol. de 316 pages.
La mer des Sargasses, par Paul Gaffarel. Extrait du
* Bulletin de la Societe de Geographie de Paris. — Decembre,
1872. 35 pags.
Nunez de Balboa. La premiere traversee de Fisthme
americain. — Paris, librairie de la Societe Bibliographique,
1882. En 12.°, 172 pag-s. y un mapa.
Les singularites de la France Antartique, par An-
dre Thevet. Nouvelle edition avec notes et commentaires
par Paul Gaffarel , professeur a la Faculte des Lettres de
Dijon. — Paris, Maisonneuve & C'% libraires-editeurs, 25
quai Voltaire, 1878. Un vol. 8.° fran., lxii-459 pags.
Galindo (Anibal). — Alegato presentado por parte de Colom-
bia en el arbitramento de limites con Venezuela. — Bogo-
ta, imp. de La Luz, 1883. 4." mayor, 206 pags.
Garcia Icazhalceta (Joaquin). — Don Fray Juan de Zumarrag-a,
primer obispo y arzobispo de Mexico. Estudio biograflco
y bibliografico, por Joaquin Garcia Icazhalceta, secretario
de la Academia Mexicana: individuo corresi)ondiente de
niHLior.nAFiA. 3G3
las Reales Academias Espanolay dc laHistoria, de Ma-
drid; miembro de la American Antiquarian Society (R. U.);
honorario de la Academia Colombiana correspondiente
de Bog-ota, &c. Con un apendice de documentos ineditosd
raros.— Mexico, antigua libreria de Andrade y Morales;
impreso por Francisco Diaz de Leon, 1881. En 4.°, 371 pa-
ginas de texto y 270 de documentos.
Garcia Icazbalceta (Joaquin). — La instruccion piiblica en Me-
xico durante el siglo decimosexto. Discurso leido por el
secretario de la Academia Mexicana en las Juntas cele-
bradas en 6 de Junio, 20 del mismo y 4 de Julio de 1882. —
Mexico. Memorias de la Academia Mexicana, 1883. En 4."
Garrick Mallery. — Address by Col. Garrick Mallery, U. S. A.
(Chairman of subsection of anthropology) before the Ame-
rican Association for the advancement of Science at Cin-
cinnati, Ohio.— Salem, 1881. Un cuaderno de 33 pags.
Sign language among North American Indians,
compared with that among other peoples and deaf-mutes
by Garrick Mallery, Brevet Lieut. Col. U. S. Army.— Was-
hington, Government printing Office, 1881. Un vol. folio,
552 pags., con grabados.
Gelcich (Eugene). — Colon y Pinzon. Mitgeteilt von Prof. Eu-
genGelcich, Director der Navigationsschule in Lussin-
piccolo. Fr. Winiker & Schickardt, K, K, Hofbuchdrucker,
Briinn.
Gilmary Shea (John).— Fac-similes of the Spanish Letter of
Columbus published in 1493, from de only known copy in
the Ambrosiam Library. — Milan. Va seguido de descrip-
cion y comentarios, en 12 pags. de hermosa impresion.
Novum Belgium: An Account of New Netherland
in 1643-4 By Rev. Father Isaac Jogues, of the Society of
Jesus. With a Facsimile of his Original Manuscript his
Portrait a Map and Notes by John Gilmary Shea.— New
York, Privately Printed, 18G2. Texto frances y traduccion
en ingles, con notas y biografia de Jogues. 53 pags.
A Relation of the successful! beginnings of the
Lord Baltemore's Plantation in Mary-Land ; Being an ex-
tract of certaine Letters written from thence, by some of
the Adventurers to their friends in England. — Anno Do-
364 C3NGRES0 DE AMERICANISTAS.
mini 1634. Edition 150 copies 4." 30 copies large paper.
Al fin. Printed by Joel Munsell, Sept. 1865, from a trans-
cript of the original work in the British Museum. 23 pa-
ginas.
Gilmary Shea (John). — The Sot-Weed Factor: Or, a Voyage
to Maryland. A. Satyr. In which is describ'd the Laws,
Government, Cours and Constitutions of the County, and
also the Buildings, Feasts, Frolicks, Entertainments and
Drunken Humours of the Inhabitants of that Part of Ame-
rica. In Burlesque Verse. By Eben. Cook, Gent. — London:
Printed and Sold by D. Bragg, at the Raven in Pater-
Noster. — Row. 1708. Reproduccion con un glosario. 2* pa-
ginas, 4.°
Affairs at Fort Chartres. 1768-1781. Albany, J. Mun-
sell, 1864. 12 pags. k dos col. fol.
Epistola Rev. P. Gabrielis Dreuillettes, Societatis
Jesu Presbyteri, ad Dominum Illustrissimum, Dominum
Joannem Wintrop ; Scutarium, Neo-Eboraci in Insula
Manhattan : Typis Cramoisianis Joannis-Marise Shea.
M.DCCC.LXIV. Inedita. 13 pags.
The Commodities of the Hand called Manati ore
Long He which is in the continent of Virginia.— Imprin-
ted by J. M. for J. G. S. 16 pags. y un mapa.
Extrait de la Relation des Aventures et voyage de
Mathieu Sagean. — Nouvelle York: Ala Presse Cramoisy
de J. M. Shea, 1863. Inedita. 32 pags.
An Address fron the Roman Catholics of America
to George Washington, Esq. President of the United Sta-
tes.—London, Printed by J. P. Coghlan. M.DCCXC. Repro-
duccion con facsimile y retratos. 11 pags. fol.
Relation des Affaires du Canada en 1696. Avec des
lettres des Peres de la Compagnie de Jesus depuis 1696
jusqu'en 1702.— Nouvelle York. De la presse Cramoisy de
Jean Marie Shea. M.DCCC.LXV. 8.°, 91 pags. Documentos
ineditos.
Nicholas Upsall, By Augustine Jones— Boston 1880.
12 pags. y un grabado.
Qvelqves particvlaritez dv pays des Hvrons en la
Novvelle France Remarquees par le Sieur Gendron , Doc-
bibliografi'a. 36!)
teur en Medecine, qui a demeure dans ce Pays-la fort long-
temps. Redigees par lean Baptiste de Rocoles, Conseiller
& Aumosnier du Roy, & Historiographe de Sa Majeste. —
A Troves & A Paris, M.DC.LX. Reimpreso en Albany por
J. Munsell, 1868. 26 pags.
Gilmary Shea (John). — Copie d'vne lettre ecrite par le Pere
Jacques Bigot, de la Compagnie de Jesus l'an 1684, pour
accompagner un collier de pourcelaine envoiee par les
Abnaquis de la Mission de Sainct Francois de Sales dans
la Nouvelle France au tombcau de leur Sainct Patron a.
Annecy. Manate, de la Presse Cramoisy de Jean Marie
Shea. M.DCCC.LVI1I. 9 pags.
Relation de sa Captivite parmi les Unneiouts en
1690-1. Par le R. P. Milet, de la Compagnie de Jesus. —
Nouvelle- York. Presse Cramoisy de Jean Marie Shea.
M.DCCCLIV. 56 pags.
Relation de la Mission du Missisipi du Seminaire
de Quebec en 1700. Par MM. de Montigny, de St. Cosmo,
et Thaumur de la Source. — Nouvelle York. A la Presse
Cramoisy de Jean Marie Shea. M.DCCCLXI. GO pags.
■ Journal de la guerre du Misissippi contre les Olii-
cachas, en 1739 et ftnie en 1740, le ler d'avril. Par un Orri-
cier de l'Armee de M. de Nouaille. — Nouvelle York. De la
Presse Cramoisy de Jean Marie Shea. M.DCCC.LIX. 92 pa-
gmas.
Relation du voyage des premieres Ursulines a la
Nouvelle Orleans et de leur etablissement en cette ville,
par la Rev. Mere St. Aug-ustin de Tranchepain, Superieu-
re. Avec les lettres circulaires de quelques unes de ses
Soeurs, et de la dite Mere.— Nouvelle York. De la Presse
Cramoisy de Jean Marie Shea. M.DCCC.LIX. Tire a 100
exemplaires. 62 pags.
Recueil de pieces sur la Negotiation entre la Nou-
velle France et la Nouvelle Augleterre en annees 1648 et
suivantes.— Nouvelle York. De la Presse Cramoisy de Jean
Marie Shea. M.DCCC.LXVI. 63 pags.
Relations diverses sur la bataille de Malangueule
gagne le 9 juillet, 1755, par les Francois sous M.de Beau-
jeu, Commandant du Fort du Quesne sur les Anglois sous
2 h
.!U, CO •'■'I O ''I. AMI UK \ .1 I \M.
m Braddock , General on Chef des troup< Ho
cuoilllci pai Joan Muriel lica Nouvolle Sfork. Do Is Pr<
i Cramoisy, M.DCCCLX Tire a 100 exemplaires 5] pagl
n.i y re1 rato do m do Bcaujeu.
(illmary Shea John), La vie du R. P. Pierre Jo eph Mario
Chaumouot, de In i ompajrnlo do Jei us, Ml lonnaire dan
in Nou voile 1 'nn 1 re. eerito par 1 11 1 memo, par ordre do son
Hup6riour l'ati 108 Nouvolle York. Ala Press/; Cramol 5
de Jonn Marie Hhen M.DCCC.LVIII. Con un ap6ndice en
t < - 1 1 ; • 1 1 . 1 burona y In rontiuuacion do i;i Vida por un P. do
111 in 1 iii;i ' 'ntii|i;i 11 i;i (lr Jc t'lfl 108 (Mi
liolation d<! eo qui s'oi 1 pa 6 de plus remarquablo
;ui\ Mi Ions de Perc de la Compag'niG do J61 us en la
Nouvollo Franco le anuee I072ei 1075J par lo It. P. Claude
Dablon, Kectour do Ml Ion de la Compagnic de Je* us
do In Nouvolli1 l*'riinee. A la Nouvelle 5Torl De la Pre •■
Cramoisy do Joan Mario Bhea m DCCC.LXI. Tire" a 100
1 1 inplaire mm \,.\--
- ,\ < lharaetor of tha Provineoof Marj land described
in four dl inn 1 pari , b; Georfio Usop, 100*0. A new edl
in mi with an Introduction and copioui bi torical notes bj
John Gilmarj Bhoa. <<-\\ Vork: William Gowaui 1800
c,i eopioH printed ou larg'e paper Ito Con retrato y mapa
roproducidos de la nntlp/iui edicion \ un catalog do libro
ainorlcano 1 '•> 10 pa/j
\ I'l'cinii Onondaga Dictionary, from a manui
erlpl of the seventeenth conl ury, by John Gilmary Bhoa.
\<-w STork, Cramoisy Pre 8, 1880 103, fol.
— Arte de la leng'uii N6vomo, Que 1 0 dice Pima , pro-
pi:! de Bonora, run la Doctrina Cristiana y Confesonario
afladidos. Ban Agaistln de la Florida, afio do 1802. Do un
manuscrlto antfnimo del slg'lo tvin Publicada por Buc
k in," ban 1 iiniii con dedldatoria fi Juan de Horrera, Mar
1 n 1 1 ■ .■ . do Horrera. Nueva Vork, l8jB2. 07-32 pag'B., fol.
Grammar and Dictionary of the Language of the
Hidal a (Minnetarocs, Grosventrcs ol tii" Missouri) witli
nn Introductory sketch of the Tribe, by Washington Mai
thews. New ¥ork, Cramol y Pro , 1813 Edition of 100
copies K 6 pegs, , fol.
bibliografia. 367
Gilmary Shea (John). — The History of the Five Indian Nations
Depending on the Province of New-York, by Cadwallader
('olden. Reprinted exactly from Bradjord's New York edi-
tion (1727) with an Introduction and Notes by Jonh Gil-
mary Shea. -New York, J. H. Morrel], 1866. — One handed
and twenty Copies, xi-xviii, 141 pags. y retrato del autor.
Crammar and Dictionary of the Iacama Language
by Rev. M. C. Pandosy, Translated by George Gibbs and
J. (I. Shea.— New York. Cramoisy. Press. 1862. 59 pags. fol.
A Dictionary of the Chinook Jargon or Trade lan-
guage of Oregon by George Gibbs.— New York, Cramoisy
Press. 1863. l\ pags. fol.
Alphabetical Vocabularies of the Clallam and Lam-
mi by George Gibbs. — New York. Cramoisy. Press. \H(".i.
40 pags., fol.
Radices Verborum rroqureorum, Auctorc R. P. Ja-
cobo Pruyes, Societatis Jesu. Neo-Eboraci, Typis. J. M.
Shea, 1863. 123 pags., fol.
Alphabetical Vocabulary of the Chinook language
by George Gibbs. — New York. Cramoisy Press. 1863. 23
paginas, fol.
A grammatical Sketch of the Heve Language,
Translated from an unpublished Spanish Manuscript, by
Buckingham Smith. —New York, Cramoisy. Press. 1861.
26 pags. fol.
Extracto de la gramatica Mutsun, d de la lengua de
los naturales de la Mision de San Juan Bautista, com-
puesta por el R. P. Fray Felipe Arroyo de la Cuesta, del
orden serafico de N. P. San Francisco, Ministro de dicha
Misidn en 1816. — Nueva York, 1861. Tiradadc 100 ejcmpla-
res. jk pags., fol.
Alphab. Rivulus Obeundus, exprimationum causa
horum indorum Mutsun Missionis Sanct Joan Baptists,
exquisitarum A Fr. Philipp. Ah Arroyo de la Cuesta. A no
de 1815. — New York. Cramoisy Press. 1862. 96 pags., folio.
Mutsun y castellano.
A description of Louisiana, by Father Louis Hen-
nepin, Recollect Missionary. Translated from the edition
ot 1683, and compared with the Nouvclle decouverte, the
368 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
La Salle documents and other contemporaneous papers,
by John Gilmory Shea —New York, John G. Shea, 1880.
40(5 pags. y un mapa en facsimile.
Gilmary Shea (John).— First Establishment of the Faith in
New France by Father Christian le Clercq , Recollect
Missionary, Now first translated, with notes by John Gil-
mary Shea.— New York. John G. Shea, 1881. Dos vol. con
retratos y mapas.
History and general description of New France by
the Rev. P. F. X. de Charlevoix, S. J. Translated, with
notes, by John Gilmary Shea, in six volumes.— New York.
John Gilmary Shea, 1866. .
The bursting of Pierre Margry's La Salle Bubble
by John Gilmary Shea.— New York, 1819. 24 pags.
The expedition of Don Diego Dionisio de Penalosa,
Governor of New Mexico from Santa Fe to the River Mis-
chipi and Quivira in 1662 as described by Father Nicholas
de Freitas, 0. S. F. With an account of Pehalosa's projects
to aid the French to conquer the Mining Country in Nor-
thern Mexico; and his connection with Cavelier de la
Salle. By John Gilmary Shea.— New York, John G. Shea,
1882. En 8.°, 101 pags.
Guzman (Antonio L.).— Limites cntre Venezuela y Nueva Co-
lombia, por Antonio L. Guzman, publicacion ordenada
por el ilustre americano pacificador, regenerador y pre-
sidente de los Estados-Unidos de Venezuela, general Guz-
man Blanco. Edicion oficial.— Caracas, imp. de la Union
Nacional, 1880. En 8.", 336 pags.
Guzman Blanco (Antonio).— Titulos de Venezuela en sus limi-
tes con Colombia, reunidos y puestos en orden por dis-
posicion del ilustre americano y regenerador de Vene-
zuela, general Antonio Guzm6n Blanco.— Caracas, im-
prenta de la Concordia, 1816. Tres tomos, 4." mayor.
Haumonte, Parisnt (Adam).— Grammaire et vocabulaire de la
langue Taensa, avec textes traduits et commentes par
J.-D., Haumonte, Parisot, L. Adam.— Paris, Maisonneuve
et C'e, libraires, editeurs, 1882.
.Jimenez de la Espada (M.).— Biblioteca Hispano-Ultramarina.
Tercero libro de las Guerras civiles del Peru, el cual se
BIDLIOGRAFIA. 361)
llama La Gueira de Quito, hecho por Pedro de Cieza de
Le6n, coronista de las cosas de las Indias, y publicado por
Marcos Jimenez de la Espada. — Tomo i.— Madrid, imp. de
M. G. Hernandez, 1817. Un vol. 4.°, cxix-176-120 pags. '
Jimenez de la Espada (M.). — Biblioteca Hispano-Ultramarina.
Segunda parte de la Cronica del Peru, que trata del sefio-
rfo de los Incas Yupanquis y de sus grandes hechos y
g-obernacion, escrita por Pedro de Cieza de Leon. Seguida
de la Suma y narration de los Incas que los indios llama-
ron Capaccuna, por Juan de Bet&nzos. Los publica Marcos
Jimenez de la Espada.— Madrid, imp. de M. G. Hernan-
dez, 1880. Un vol. de 140 pags. C.
Tres relaciones de antigiiedades peruanas. Publf-
.calas el Ministerio de Fomento con motivo del Congreso
Internacional de Americanistas que ha de celebrarse en
Bruselas el presente ano. — Madrid, imp. de Tello, 18^9.
Un vol. de 328 pags. Con carta introduction de D. M. Ji-
menez de la Espada.
Relaciones geograficas de Indias. Publicalas el Mi-
nisterio de Fomento. — Peru, tomo r, Madrid, imp. de
G. Hernandez, 1881. Dedicados al Congreso Internacional
de Americanistas de Madrid. Un vol. fol. Con introduc-
cion, notas y apendices de D. M. Jimenez de la Espada,
CLIV-216-CZ/A-.
Memorias historiales y politicas del Peru, por el
licenciado D. Fernando Montesinos, seguidas de las infor-
maciones acerca del senorio de los Incas, hechas por man-
dado de D. Francisco de Toledo, virey del Peru. Publica-
das en la Coleccion de libros espanoles raros 6 curiosos,
tomo decimosexto. — Madrid, imp. de Ginesta, 1882. En 8',
259 pags.
Jorriii (Jose Silverio).— Cristobal Colun y la critica conteni-
poranea.— Habana, 1883. En 4.°, 42 p&gs.
Larrainzar (Manuel). — Estudios sobre la historiade America,
sus ruinas y antiguedades, comparadas con lo mas nota-
ble que se conoce del otro Continente en los tiempos mas
remotos, y sobre el origen de sus habitantes, por Manuel
Larrainzar. — Mexico, imp. de Villanueva, 18"75-"<9. Cinco
voliimenes con laminas.
TOMO II. 21
2 k #
370 CONGRESO DE AMERICAN'ISTAS.
Leclerc (Ch.). — Biblioteea Americana. Histoire, Geographier
Voyages, Archeologie et Linguistique des deux Ameri-
ques et des lies Philippines. Redigee par Ch. Leclerc. —
Paris, Maisonneuve et Cie, libraires-editeurs, 1S78. Un vol.
de 737 pags. C.
Lc Plongeon (Augustus). — Mayapan and Maya inscriptions by
Augustus Le Plongeon, M. D. Worcester. Press of Chas. —
Hamilton, 1881. Un cuaderno de 39 pags., con grabados y
retratos en fotograffa de Mr. y Mss. Plongeon. Enviado al
Congreso por Mr. Stephen Snlisbury. Jr.
Lope: Prieto (Antonio). — Informe que sobre los restos de Co-
lon presenta al Excmo. Sr. Gobernador general D Joaquin
Jovellar y Soler, despues de su viaje a Santo Domingo,
D. Antonio Lopez Prieto, de la Real Sociedad economica
de la Habana. Impreso por orden del gobierno general
(escudo dearmas de Colon). — Habana, imp. del Gobierno,
1878. Un vol. de 109-xi pags. y 10 laminas.
Los restos de Colon. Examen historico critico, por
D. Antonio Lopez Prieto. Segunda edicion. — Habana, imp.
del Gobierno, 1878. Un cuaderno de 83 pags.
Direccidn general de Hacienda de la Is'a de Cuba.
Subdireccidn. Seccidn de estadistica preparatoria. Pobla-
cidn. Estudios estadistico-demograficos correspondientes
a 1879. Extractos de los cuadros generales remitidos al
Excmo. Sr. Ministro de Ultramar (escudo de armas reales).
— Habana. La propaganda literaria, 1881. Un cuaderno de
27 pags., cubierta en negro y rojo. Firma la dedicatoria
al referido Ministro, el jefe de la seccidn D. Antonio Lopez.
Prieto. Publicacion oflcial.
Parnaso cubano. Coleccidn de poesias selectas de
autores cubanos desde Zequeira a nuestros dias, precedida
de una introduccidn historico-critica sobre el desarrollo
de la poesia en Cuba, con biografias y notas criticas y
literarias de reputados literatos, por D. Antonio Lopez
Prieto, correspondiente de la Real Academia de la Histo-
ria, de la Sociedad geografica de Madrid y socio de merito
de la Real Sociedad economica de la Habana. — Tomo r.
Habana. Editor, Miguel de Villa, 1881. Un vol. de 370 pa-
ginas.
BIBUOGRAFIA. 371
Markham (Clements R.).— Expeditions into the Valley of the
Amazons, 1539, 1540, 1639. Translated and edited, with no-
tes, by Clements R. Markham, T. R. Gr. S , author of «Cuzco
and Lima.» — London: printed for the Hakluyt Societi,
M.DCCC.LIX. Un vol. 4.°
Narratives of the rites and laws of the Yncas. Trans-
lated from the original Spanish manuscripts, and edited
with notes and an Introduction , by Clements R. Mar-
kham, C. B., T. R. S.— London: printed for the Hakluyt
Societi, M.DCCCLXXIII. Un vol. 4.°
The second part of the Chronicle of Peru, by Pedro
de Cieza de Leon. Translated and edited, with notes and
an Introduction, by Clements R. Markham, C. B., T. R. S.
London: printed for the Hakluyt Societi, M.DCCCLXXXIII.
Un vol. 4.°
Murillo (M.).— Limites entre Colombia y Venezuela.— Bogo-
ta, 1875, imp. de Medardo Rivas. 4.° mayor, 211 pags.
Murillo (Mariano).— Boletin de la libreria (publicacidn men-
sual). Obras antiguas y modernas.— Madrid , imp. de For-
tanet, Setiembre, 1881. Numoro extraordinario, con rela-
cion alfabetica de obras raras de asuntos de America.
Napp (Richard).— Die Argentinische republik im auftrag des
Argentin central comite's fur die Philadelphia-austellung
und mit dein beistand mehrerer mitarbeiter bearbeitet
von Richard Napp. (Mit 6 Karten.) — Buenos Aires, 1816.
Un vol. de 495 pags., con 6 mapas.
Navarro Viola (Alberto).— Anuario bibliografico de la Repii-
blica Argentina. Director, Alberto Navarro Viola, aboga-
do, secretario de la Facultad de Derecho y Ciencias So-
ciales, corresponsal del Ateneo del Uruguay. — Buenos
Aires, imp. de M. Biedma, 1881. Un vol. en 8.°, 395 pags.
Anuario bibliografico de la Republica Argentina.
Ano III, 1881. Director, Alberto Navarro Viola, aboga-
do, etc., etc., 1882.— Buenos Aires, en 8.°, 621 pags.
Nbvo y Colson (Pedro de). — Congreso Internacional de Ame-
ricanistas. Ramo de historia. Tenia VI. Sobre los viajes
apdcrifos de Juan de Fuca y de Lorenzo Ferrer Maldona-
do. RecopilaciOn y estudio, por D. Pedro de Novo y Col-
son, teniente de navio, academico correspondiente de la
372 CONGRESO DE AMERICAN1STAS.
Real de la Historia, etc. Contiene tambien este libro la
disertacion del mismo autor titulada Ultima teorla sobre
la Atlantida. — Madrid, imp. de Fortanet, 1881. Un vol. de
223 pags.
Qrozco y Berra (M.). — Historia antigua y de la conquista de
Mexico, por el licenciado Manuel Orozcoy Berra, vicepre-
sidente de la Sociedad de Geografia, etc Se imprime esta
obra a expensas y por orden del supremo gobierno de la
Republica Mexicana. — Mexico, tipog. de Gonzalo A. Es-
teva, 1880. Dos volumenes.
Orton (James). — The Andes and the Amazon; or Acros the
Continent of South America. By James Orton, M. A., pro-
fesor of Natural History in Vassar College, Poughkeepsic,
N. V., etc.— London: Sampson Low, son, & Marston. — New
York: Harper & Brothers, 1870. Un vol. 4.', xxiv-356 pags.
Pacheco Zegarra (Gavino). — Ollanta'i.Drame en vers quechuas
du temps des Incas. Texte original ecrit avec les caracte-
res d'un alphabet phonetique special pour la langue que-
chua; precede dune Etude du Drame, au point de vue de
l'histoire et de la langue; suivie dun Appendice en deux
parties et d'un Vocabulaire de tous les mots contenus
dans le drame. Traduit et commente par Gavino Pacheco
Zegarra. — Paris, Maisonneuve & Cie, libraires £diteurs.
M.DCCCLXXVIII. Un vol. de clxxiv-265 pags.
Palau (Melchor de).— La Atlantida, poema de Mossen Jacinto
Yerdaguer, ab la traduccio castellana. — Barcelona, imp.
de Jepiis, 1878. Un volumen.
Parisot (J.). — Taensagini-Tyangagi. Cancionero americano
en lengua taensa. — Imp. de V. Collot, en Epinal (Francia),
1881. Un cuaderno de 15 pags.
Peralta (Manuel M. de).— Costa-Rica, Nicaragua y Panama en
" el siglo xvi, su historia y sus limites segun los documen-
tos del archivo de Indias de Sevilla, del de Simancas, etc.,
recogidos y publicados con notas y aclaraciones histori-
cas y geograficas, por D. Manuel M. de Peralta, enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario de Costa-
Rica, etc. — Madrid, imp. de Manuel Gines Hernandez,
1883. En 4.°, 832 pags. y un mapa.
El rio San Juan de Nicaragua, derechos de sus ri-
BIBLIOr.BAFIA. 373
berefios, las republicas de Costa-Rica y Nicaragua segun
los documentos historicos, por D. Manuel. M.de Peralta,
enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de
Costa-Rica en Espafia, Francia", BeJgica y los Estados-
Unidos de America, correspondiente de la Academia de
la Historia, etc., etc., 1882. — Madrid, libreria de Murillo.
En 4.°, 28 pags.
Perrira (Ricardo S.).— Documentos sobre lfmites de los Esta-
dos-Unidos de Colombia copiados de los originates que se
encuentran en el Archivo de Indias de Sevilla, y acompa-
nados de breves consideraciones sobre el verdadero Uti
posidetisde i810, por Ricardo S. Pereira, Secretario de Le-
gacion de primera clase, Consul general de los Estados-
Unidos de Colombia en Espafia. Primera serie: lfmites en-
tre el antiguo Vireinato de Nueva Granada y las Capita-
nias generales de Venezuela y Guatemala. — 1883. En 8.°,
1C7 pags. y un mapa.
Perez Junquera. — Origen de los americanos. Esperanza de
Israel. Reimpresion a plana y renglon del libro de Me-
nasseh Ben Israel, teologo y filosofo hebreo, s,obre el ori-
gen de los americanos, publicado en Amsterdam 5410
(1650). Con^un preambulo, una noticia bibliografica de las
principales obras que sobre los origenes, historia y con-
quistas de America y Asia se han impreso, y el retrato y
la biografia del autor, por Santiago Perez Junquera.—
Madrid, 1881. Un vol. de 126 pags.
Perez Verdia (Luis). — Compendio de la historia de Mexico
desde sus primeros tiempos hasta la caida del segundo
imperio, escrito para uso de los colegios de instruccion
superior de la Republica, por el licenciado Luis Perez
Verdfa, profesor de Historia y Cronologia en el Liceo de
Varones del Estado de Jalisco, etc., etc. — Guadalajara, ti-
pografia del autor, 1883. En 4.°, 346 pags.
Pcrojo (Jose del).— La Colonisation espagnole— Amsterdam,
Schroder freres, 1883. 35 pags.
Pinart (A. L.).— Coleccion de lingiifstica y etnografia ameri-
canas, publicada por A. L. Pinart. Tomo iv. Noticias de los
indios del departamento de Veragua y vocabularios de
las lenguas Guaymi, Norteno, Sabanero y Dorasque.— San
374 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Francisco, imp. de A. L. Bancroft y C.a, 1882. Un cuaderno
en folio, 73 pags.
Plaza (Ramon de la). — Ensayos sobre el arte en Venezuela,
por el general Ramon de la Plaza. Ofrenda al libertador
en su primer centenario, impresa por disposition del ilus-
tre americano, regenerador, paciticador y Presidente de
los Estados-Unidos de Venezuela, general Guzman Blan-
co.—Caracas, imp. de La Opinion Nacional, 1883. En folio,
262-48 pags., con grabados y musica.
'Quesada (Vicente G.).— Vireinato del Rio de la Plata, 1776-
1810. Apuntamientos critico-historicos para servir en la
cuestioD de limites entre la Republica Argentina y Chile.
—Buenos Aires, tip. de M. Biedma, 1881. Un vol. de 654
paginas.
Quijano Otero (Jose Maria).— Memoria historica sobre limites
entre la Republica de Colombia y el Imperio del Brasil,
por Jose -Maria Quijano Otero, bibliotecario nacional, 1869.
— Bogota, imp. de Gaitan. Un vol. en 4.°, 558 pag-s.
Limites de la Republica de los Estados-Unidos de
Colombia, por J. M. Quijano Otero, individuo correspon-
diente cfe la Academia Espaiiola de la Historia. Tomo i.
Bases generales. Los tratados hispano-lusitanos. El uti
possidetis de 1810.— Sevilla, 1881, imp. de Francisco Alva-
rez. En 4.° mayor, 430 pags.
Rada y Delgado (J. de D.).— Ensayo sobre la interpretation de
la escritura hieratica de la America Central, por M. Leon
de Rosny. Traduction anotada y precedida de un prologo,
por D. Juan de Dios de la Rada y Delgado (escudo de
armas reales).— Madrid, imp. y fundicion de M. Tello, 1881.
En folio con lamiuas al cromo.
Rem (W.).— Ein Besuch bei den Jivaros-Indianern— Berlin,
1880. Un cuaderno de 13 pags.
Todtenbestattung zu Ancon (Peru).— Berlin, 1879.
Un cuaderno de 6 pags.
Bericht iiber den Vierten internationalem Ameri-
kanisten-Congress und die damit verbundene Ausste-
llung in Madrid (September 1881), erstallet in der Sitzung
der Gesellschaft fiir Erdkunde in Berlin. — Berlin, 1882.
Un cuaderno de 14 pags.
BIBLIOGRAFIA. 375
Reiss et Stilbel.—1& necropole d'Aneon au Perou. Recueil de
materiaux pour servir a l'histoire de la civilisation et de
l'industrie dans l'empire des Incas, par W. Reiss et A.
Stiibel, d'apres les resultats de leurs propes explorations.
Publie avec Tassistance de l'Administration generate des
Musees royaux de Berlin. A. Asher & C'e. — Berlin, 5, unter
den Linden. Ediciones en aleman e ingles con hermosos
cromos.
Reinoso ( Alvaro).— Notas acerca del cultivo en Camellones.
Agricultura de los indigenas de Cuba y Haiti, por el doc-
tor D. Alvaro Reynoso, delegado en Paris por el Congreso
Iuternacional de Americanistas, correspondiente de la
Real Academia de la Historia de Madrid, etc., etc.— Paris,
Ernesto Leroux, editor, 1881. Un cuaderno de 111 pags.
Rivera. — Compendio de la bistoria antigua de Mexico desde
los tiempos primitivos hasta el desembarco de Juan de
Grijalva, escrito por el Dr. Agustin Rivera. Tomo i.— San
Juan de los Lagos, tip. de Jose Martin, 1878. En 4°, 447 p.
Roca (Julio A.). — Informe oficial de la comision cientifica
agregada al Estado Mayor General de la expedicion al
Rio Negro { Patagonia), realizada en los meses de Abril,
Mayo y Junio de 1879, bajo las ordenes del general don
Julio A. Roca. Entrega I. Zoologia.— Buenos Aires, imp. de
Ostwald, 1881. Fol., 168 pags. y 4 lams.
Entrega II. Botanica. — Fol., 294 pags. y 12 lams.,
por el Dr. Pablo G. Lorentz y Gustavo Niederlein.
Sanchez Nunez (Manuel). — Ojeada sobre la parte argentina de
la region hidrografica del Rio de la Plata, por D. Manuel
Sanchez Nunez, director de obras publicas, cesante de la
isla de Puerto-Rico, antiguo oficial del Cuerpo de Inge-
nieros, etc.— Madrid, imp. del Memorial de Ingenieros,
1879. Un vol. de 289 pags., con 8 mapas de las regiones
que describe.
Sancho Rayon (Jose). — Pintura del Gobernador, Alcaldes y
Regidores de Mexico. Reproduccion de un codice existen-
te en la biblioteca del Duque de Osuna.
Reproduccion fotografica de la Doctrina Cristiana
en lengua guasteca y castellana, por Fr. Juan de la Cruz,
impresa en Mexico en 1571.
376 TOMGRESO DE AMERICANISTAS.
San Junuario (Mision du vicomte de).— Aupres des Republi-
ques de FAmerique du Sud (1878 et 1819). Rapport sur les-
conditions geographiques, economiques, connnerciales et
politiques de la Republique Argentine. — Buenos Airesy
imp. du Courrier de la Plata, 1881. 4.°, 66 pags.
Saussure (Henri de). — M6moires pour servir a l'Histoire na-
turelle du Mexique, des Antilles et des Etats Unis. par
Henri de Saussure, Membre de la Societe de Physique et
d'Histoire naturelle de Geneve, etc.
Orthopteres de TAmerique moyenne. — Geneve,.
imp. Ramboi et Schuchard, 1864. Un vol. fol. de 279 pagi-
nas y dos laminas iluminadas.
Synopsis des Mantides Americains. — Geneve et
Bale. H. Georg, libraire-editeur, 1871. Un vol. fol. de 186-
paginas y una lamina.
Memoire sur divers crustaces nouveaux du Mexi-
que et des Antilles — Geneve, imp. Jules Gme Fick. Un vo-
lumen folio de 82 pags. y 6 laminas. C.
En las cubiertas se anuncian varias otras obras del mis-
mo autor.
Decouverte des mines dune ancienne ville mexi-
caine situee sur le plateau de 1 Anahuac — Paris, imp. de
L. Martinet, 1858. Un cuaderno de 24 pag.
Coup d'oeil sur l'hydrologie du' Mexique, principa-
lementde la partie Orientale, accompagne des quelques
observations sur la nature physique de ce pays. Premiere
partie.— Geneve, imp. de Jules Gme Fick, 1862. Un vol. de
196 pags. y dos mapas.
Mission scientiflque au Mexique et dans lAmeri-
que centrale. Ouvrage publie par ordre de S. M. l'Empe-
reur et par les soins du Ministre de l'lnstruction publique.
Sixieme partie. Etudes sur les insectes Orthopteres et les.
Myriapodes, par M. Henri de Saussure.— Paris, imprime-
rie Imperiale, M.DCCC.LXX. Gran volumen en folio con
laminas.
Etudes sur les Myriapodes, par MM. Henri de Saus-
sure et Alois Humbert.— Gran vol. en fol. con laminas.
Le Congres des Americanistes tenu a Madrid en
septembre 1881— 8.° mayor, 48 pags.
BIBLIOfiRAFiA. 377
Schott (Charles A.).— United States Coast and Geodetic Sur-
vey.—An Inquiry into the variation of the Compass of the
Bahama Islands, at the time of the landfall of Columbus
in 1492. By Charles A. Schott, Assistant. Apendix num. 19
Report for 1880. — Washing-ton, Government Printing- Offi-
ce, 1882. En fol., 8 pags. y una carta del cambio secular
de la Curva magnetica en el Atlantico septentrional.
Sociedad Geografica. — Boletin de la Sociedad Geografica de
Madrid.— Madrid, imp. de Fortanet, 1870-1881. Once vo-
liimenes.
Esta publicacion contiene los siguientes articulos con
relacion k America.
Tomo r. Descripcion de la isla de Puerto-Rico redac-
tada el aho 1582, por Juan Ponce de Leon, presbitero y el
bachiller Antonio de Santa Clara, abogado.
Tomo vi. Noticias geograflcas de la isla de Santo Do-
mingo, por D. Manuel Fernandez de Castro.
Excursion por las repiiblicas del Plata, hecha y descrita
por el capitan de fragata I). Francisco Carrasco y Gui-
sasola.
Sesion solemne en honor de Sebastian de Elcano.
Retrato de Cristobal Colon.
Tomo vn. Ultima teoria de la Atl&ntida, por D. Pedro
de Novo y Colson.
El desierto de Atacama, por D. Francisco Vidal Gormaz.
Tomo viii. Descripcion de las islas Bermudas escrita
el afio de 1040, por el Escribano del Rey Juan de Rivera
y Saavedra, comentada por D. Cesareo Fernandez Duro.
Memoria descriptiva de la isla de la Mona en el freu
que media entre Puerto-Rico y Santo Doming-o, por don
Indalecio Nunez Zuloaga.
Memoria descriptiva de las islas del Pasaje en lo mos
occidental del Archipielago de las Virgenes, por D. Inda-
lecio Nunez Zuloaga.
Memoria del reconocimiento del interior de la isla de
la Culebra, por D. Cesar de Guillerna.
Memoria del reconocimiento de la costa de la isla de la
Culebra, por D. Antonio Eulate.
Congreso Internacional de Americanistas.
378 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
El Iza 6 Putumayo, por D. M. Jimenez de la Espada.
Torao ix. Ampliaciones a las noticias de la isla Mona.
El camino de Bolivia al Atlantico, por D. Enrique
Dupuy.
Viaje del capitan Pedro Teixeira, aguas arriba del rio
de las Amazonas (1638-1639), por D. M. Jimenez de la
Espada.
Torao x. Noticias sobre el istmo de Tehuantepec, por
D. Francisco de Paula Arrangoiz.
Descripcion del mapa de una parte de la America me-
ridional, trazado para la cuestion de limites con Por-
tugal.
Tomo xr. El istmo de Tehuantepec, por D. Francisco
de Paula Arrang-oiz.
La isla Guanahani.
Descripcion universal de las Indias. Manuscrito anoni-
mo del siglo xvi.
Canales interoceanicos, por D. Justo Zaragoza.
MAPAS.
Mapa de la isla de Puerto-Rico publicado en 1851 , por
D. Francisco Coello.
Mapa del desierto de Atacama.
Piano de las islas Mona y Monito.
Piano de las islas del Pasaje.
Piano de la isla Culebra.
Mapa de una parte de la Repiiblica Boliviana, formado
por Juan B. Miuchui, para acompahar al informe dirigido
al gobierno de Bolivia, por F. J. Bravo.
Mapa inedito que acompafia al «Descubrimiento del rio
de las Amazonas y sus dilatadas provincias», dirigido al
Presidente del Consejo de Indias, por D. Martin de Saave-
dra y Guzman, Gobernador y Capitan general del Nuevo
Reino de Granada y Presidente de la Real Audiencia y
Chancillerfa de Santa Fe de Bogota, publicado por don
M. Jimenez de la Espada.
BIBLIOGRAFIA. 379
Soto (M. A.).— iDesembarco Cristobal Colon en tierra firme
del continente americano? — Tegucigalpa, tip. Nacional,
1882. En 8.° mayor, 34 pags.
Es discusion iniciada por el Dr. D. Marco Atfrelio Soto,
Presidente de la Republica de Honduras.
Stargardt (J. A.).— Amerika und Orient. Enthiilt audi origi-
nal Manuscripte und Werke von Professor J. C. E. Busch-
mann (Konigl. Bibliothekar, Mitglied der Akademie),
Wilh. v. Humboldt u. Alex. v. Humboldt. Zu verkaufer
durcb J. A. Stargardt in Berlin W. Jiigerstrasse 53. — Ber-
lin, 1881. Un cuaderno de 33 pags. C.
Tschudi (J. J. von). — Ollanta. Ein altpernaniscber Drame ans
ans der Keclmasprache. Ubersetzt und Commentirt von
J. J. von Tschudi. — Wien., 1875. Un vol. fob, 220 pags.
Vicuna Mackenna (B.).— Ensayo histdrico sobre el clima de
Chile desde los tiempos prehistoricos basta el gran tem-
poral de Julio de 1877, por B. Vicuna Mackenna.— Valpa-
raiso, imp. del Mercuric, 1877. Un vol. de 490 pags.
Cambiaso. Relation de los acontecimientos y de
los crimenes de Magallanes en 1851, escrita sobre nume-
rosos documentos ineditos, por B. Vicuna Mackenna.—
Santiago de Chile, imp. de la libreria del Mercurio, 1877.
Un vol. de 3(30 pags.
Diez meses de mision a los Estados-Unidos de Nor-
te America como agente confidencial de Chile, por B. Vi-
cuna Mackenna. Con mas de doscientos documentos ine-
ditos — Santiago, imp. de la Libertad, 1867. Dos vols.
Historia de los diez anos de la administracion de
D. Manuel Monti, por B. Vicuna Mackenna.— Santiago de
Chile, imp. Chilena, 1802-1863. Cinco vols.
Introduccion a la historia de los diez anos de la
administracion Monti. D. Diego Portales. Con mas de
quinientos documentos ineditos, por Benjamin Vicuna
Mackenna.— Valparaiso, imp. del Mercurio, 1863. Dos vols.
• La Patagonia. Estudios geograficos y politicos di-
rigidos a esclarecer la «Cuesti6n-Patagonia» con motivo
de las amenazas reciprocas de guerra entre Chile y la
Republica Argentina, por B. Vicuna Mackenna.— Sautia-
g-o, imp. del Centro Editorial, 1880. Un vol.
380 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Vicuna Mackenna (V.).— Historia general de la Republica de
Chile desde su independencia hasta nuestros dias, pot Los
Sres. D. J. V. Lastania, D. M. A. Tocornal, D. J. Benavente,
D. M. L'. y D. G. V. Amunategui, D. S. Sanfuentes, D. B. Vi-
cuna Mackenna, D. A. Garcia Reyes, D. D. Santa Maria,
D. D. Ramos Arana, D. M. Concha y Toro, D. J. Enazu-
riz, etc, etc. Edicion autorizada por la Universidad de
Chile, corregida y considerablemente aumentada por sus
autores, publicada con notas ilustrativas y comentarios
segun documentos originates e ineditos, porD. B. Vicuna
Mackenna, miembro de Facultad de Humanidades. Tomo
tercero.— Santiago de Chile, imp. Nacional, 1868. Un vol.
de 755 pags.
Historia de Valparaiso. Crdnica politica, comercial
y pintoresca de su ciudad y de su puerto desde su des-
cubrimiento hasta nuestros dias, 1530-1868, por B. Vicuna
Mackenna. Tomo n.— Valparaiso, imp. del Mercurio, 1872.
Un vol. de 367 pags
Catalogo razonado de la Exposicidn del Coloniage
celebrada en Santiago de Chile en Setiembre de 1873. —
Santiago, imp. del Sud America, 1873. Un vol. de 114 pags.
Catalogo del Museo histdrico del Santa Lucia.—
Santiago, imp. de la Republica, 1875. Un cuaderno de 32
paginas.
El Santa Lucia. Guia popular y breve descripcidn
de este paseo para uso de las personas que lo visiten, con
indicacidn de todos los caminos, senderos, plazas, jardi-
nes, estatuas, edificios y demas objetos de interes.— San-
tiago, imp. del Mercurio, 1874. Un cuaderno de 44 pags.
Los Lisperguer y la Quintanilla (Dona Catalina de
los Rios). Episodio histdrico-social con numerosos docu-
mentos ineditos, por B. Vicuna Mackenna. Segunda edi-
cion extensamente aumentada y corregida. — Valparaiso,
imp. del Mercurio, 1877. Un vol. de 285 pags.
Publicaciones politicas. Ocho opusculos dados a
luz en los anos de 1875 a 1879.
Obras completas de D. Benjamin Vicuna Mackenna.
Cinco series, 40 volumenes en cuarto— Santiago, imp. del
Mercurio, 1876. Un cuaderno catalogo.
BIBLIOGRAFiA. 381
Vigil (Jos6 M.).— Biblioteca mexicana. Crdnica mexicana es-
crita por D. Hernando Alvarado Tezozomoc, hacia el ano
de MDXCVIII, anotada por el Sr. Licenciado D. Manuel
Orozco y Berra, y precedida del Codice Ramirez, manus-
crito del siglo xvi intitulado «Relacion del origen de los
indios que habitan esta Nueva Espafia , segun sus histo-
rias», y de un exaraen de ambas obras, al cual va anexo
un estudio de cronologia mexicana por el mismo Sr. Oroz-
co y Berra.— Jose M. Vigil, editor. Mexico, Imp. y litog. de
Ireneo Paz, 1881. Un vol. 4." mayor, 712 pags. y lam.
Virchow (Rud.). — Verbandlungen der Berliner Gesellscbaft
fiir Anthropologic, Ethnologie und Urgeschichte. Redi-
girt von Rud. Virchow. — Berlin. Wiegaudt, Hempel &
Parey, 1877. Un cuaderno con laminas litografiadas de va-
sos peruanos y otros objetos.
Viso (J.).— Alegato de Venezuela en su controversia sobre
limites con Colombia. Impreso por disposicion del ilustre
americano regenerador, pacificador y Presidente de los
Estados-Unidos de Venezuela, general Guzman Blanco —
Madrid, por los Sucesores de Rivadeneyra, 1883.4.° ma-
yor, 282 pags.
Refutacion del folleto del Br. Dr. Galindo sobre
limites entre Venezuela y Colombia.— Madrid, imp. de los
Sucesores de Rivadeneyra, 1883. 4.° mayor, 141 pags.
Refutacion del folleto del Sr. Dr. Arosemena sobre
limites entre Venezuela y Colombia.— Madrid, imp. de los
Sucesores de Rivadeneyra, 1883. 4." mayor, 131 pags.
Voss.— Steing-erathe ans Yucatan.— Una hoja con grabados
que representan los objetos de piedra que describe.
Zaragoza (Justo).— Biblioteca Hispano-Ultramarina. Historia
del descubrimiento de las regiones australes hecho por el
g-eneral Pedro Fernandez de Quirds, publicada por don
Justo Zaragoza.— Madrid, imp. de Manuel G. Hernandez,
1870-1880. Tres vol.
Los Congresos de Americanistas. Articulo publi-
cado en la Hevista Hispano-Americaua.— ^Madrid, Setiembre
de 1881.
Biblioteca de los Americanistas. Historia de Gua-
temala 6 Recordacion florida, escrita en el siglo xvn por
2 5
;{82 CONOR ESO DE AMERICAN! STAS.
el capitan D. Francisco Antonio <le Fuentes y (iuzman,
que publica por vez primera con notas e ilustraciones don
Justo Zaragoza.-Madrid, Luis Navarro, editor, 1882. Ma-
drid, imp. central, a cargo de Victor Saiz. Dcs vol. 4." es-
pauol y un mapa en colores.
Zaragoza (Justo).— Piraterias y ag-resiones de los ingleses y
de otros pueblos de Europa en la America espanola desde
el siglo xvi al xvm, deducidas de las obras de D. Dionisio
de Alsedo y Herrera. Publicalas D. Justo Zaragoza.— Ma-
drid, imp. do Manuel G. Hernandez, 1883. En 4.° mayor,
con trcs maim-.
Noticias historicas de la Nueva Espana, etc.— Ma-
drid, imp. de Manuel G. Hernandez, 1818. En folio menor.
LISTA DE LOS SENORES SOGIOS
It EL
GONGRESO DE AMERIGANISTAS DE MADRID
(i)
ALEMANIA.
Bentfeldt (Gustav), corresponsal de la Allgemeine Zei-
tung, de Augsburgo, y de la Jaegliche Rundschau, de
' Berlin; Madrid, Tudescos, 30.
KuNNe (Carl); Charlottenburg, 12, Eagliche-Strasse.
Neussel (Otto), geografo, caballerode Carlos III, Buckebur-
go; Madrid, Santa Isabel, 41.
Rapp (Theodore); Hambourg, Papenstrassen, 70.
Reiss (Wilhem), vice-president geographische Gesellschaft,
Berlin.
Strebel (Hermann); Hambourg, Papenstrasse, 70.
(1) El sensible fallecimiento de D. Andres nomec, secretario adjuntoy con-
tador (|ue fue del Congreso, lia retrasado la publication de este volumen, por
extravio de algunas adhesiones. Los sefiores que no se hallen inscritos en la
lista, podran dirigir la reclamacion a la Secretaria general, calle del Sauco,
mimero 13 triplicado. En la misma se hard entrega delos dos volumenes pu-
hlicados a presentacion de la tarjeta personal.
384 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
ARGENTINA (REPtJBLICA).
Llado (Juan), vice-consul en Philippeville (Argelia.)
Peterken (E.), agente general en Belgica y Holanda; Bru-
se»as.
Varela (Excmo. Sr. D. Hector F.), consul general y dele-
gado del Gobierno de la Republica en el Congreso; Ma-
drid, Principe, 12.
Vocos (Florentino); Madrid, Cruz, 12.
AUSTRIA.
Rieman (Guillermo), viajcro; Madrid, Espejo, 2.
Tschudi (Diego de), literato; Edlitz, Jacobshof-Post.
BELGICA.
S. M. EL REY.
S. A. R. EL conde de Flandes.
Adan (E.), coronel de E. M., director del Instituto Gartogra-
fico; Rruselas.
Alvin (L.), conservador de la Biblioteca Real; Bruselas, rue
du Trone.
Arnould (G.), ingeniero principal de minas; Mons.
Bamps (Anatole), miembro del Comite central de la Socie-
"dad belga de Geografia, delegado del Gobierno belga en
el Congreso de Madrid, y secretario general del Congre-
so internacional de Bruselas; rue du Marteau, 31.
Bamps (S. A.), procurador del Rey; Hasult.
Berchem, ingeniero principal de minas; Namur.
Bethune (Le Cbanoine), Brujas.
BiscHorrsuEiM (J. R.), senador; Bruselas, boulevard de
rObscrvatoirc, 49.
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 385
Borghgrane (Emile de), ministro de Belgica en Belgrade
Bordian (Gedeon), arquitecto; Bruselas.
Bormans (Stanislas), archivero dc Estado de la Academia
Real de Belgica; Namur.
Cannart d'Amale (F. J. P.), senador; Malines.
Coenen (J. P. M.), cure de Notre Dame; Verviers-Luttich.
Couchet (D. Th.), cure de Saint Hubert; Verviers-Luttich.
Chalon (Renier), presidenle dc la sociedad Real de Numis-
matica, de la Academia Real; Bruselas.
Delguer (Dr. Louis), vice-presidente de la Sociedad de Geo -
grafia,secretariode la Academia deArqueologia; Amberes.
Delvigne (Adolphe), Chanoine; Bruselas.
Dognee (Eugene M. 0.), miembro del Instituto Arqueolo-
gico de Lieja, de la Academia de Arqueologia de Belgi-
ca, etc., etc.; Lieja.
Dupont (E.) , director del Museo Real de Historia Natural;
Bruselas.
Felix (Dr. Jules), medico de la casa real; Bruselas.
Gachard (L. P.), archivero general del Estado, secretario de
la Comision Real de Historia; Bruselas.
Genard (P.). archivero de la ciudad de Amberes.
Goethals (El Baron), teniente general, ayudante de campo
de S. M. el Rey. Bruselas.
Hveghen (F. Van der), bibliotecario de la Universidad de
Gante.
Harlez (Le Chanoine G. de), profesorde la Universidad de
Lovaina.
Henschling, director honorario en el Ministerio del Inte-
rior; Bruselas.
Hissenhoven (Van); Amberes.
Le Roy (Alphonse), profesor de la Universidad yde la Aca-
demia Real de Belgica; Bruselas.
Liagre, teniente general, secretario perpetuo de la Acade-
mia Real; Bruselas.
Lonneux (L'Abbe), profesor del Instituto de San Luis; Bru-
selas.
TOMO II. 25
2 5 *
386 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Meester de Ravestein, ministro plenipotenciario de Bel-
gica; Brabante.
Mullendorff (Prosper), redactor del Moniteur des Interets
Materiels; Bruselas, rue dela Banque, 6.
Neyt (Georges), ministro plenipotenciario de Belgica en
Mejico.
Rutten (Albert), abogado; Bruselas.
Schmitz (L'Abbe), misionero apostolico; Bruselas.
Societe Royal Beige de Geographie; Bruselas.
Tandel (Emile), comisario de distrito; Arlon.
Ursel (El conde Charles de),secretario delegation; Bruselas.
Vervoort (D.), ex-presidente de la Camara de Representan-
tes; Bruselas.
Warlomont (El doctor), de la Academia Real de Medicinar
Bruselas.
Vanwermans (El coronel), presidente de la Academia de Ar-
queologia y de la Sociedad Geografica de Amberes.
Wilkins (Mme. Marcella J.), nee Nujent; Bruselas.
BOLIVIA.
Herrero (Joaquin Eusebio); Madrid, Alcala, 49.
Lysen (E.), consul de la Repiiblica del Ecuador; Lieja.
BRASIL.
S. M. EL EMPERADOR.
Lopes Gama (C.), ministro-presidente, delegado del Gobierno
del Brasil; Madrid.
COLOMBIA (ESTADOS-UNIDOS DE).
Giraud (Julio), viceconsul de los Estados-Unidos de Colom-
bia en Ordn, rue d'Orleans.
Hoben (Baron de), consul general; Argel, rue Roland de
Bussy, 1.
LISTA DE LOS SENORES SOGIOS. 387
Labarriere (Miguel Sabas), Panama; Paris, 65, boulevard
Arago.
Perez (Jose Joaquin), consul de los Estados-Unidos de Co-
lombia en Liverpool.
Quijano Otero (J. M.), comisionado oficial de Colombia en
Esparia; Madrid, hotel de la Paz.
Villegas (Rafael).
COSTA-RICA.
S. E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, general
Tomas Guardia.
Peralta (Excmo. Sr. D. Manuel M. de), enviado extraordi-
nario y ministro plenipotenciario de la Republica de
Costa-Rica; Madrid.
CHILE.
Cardozo (Luis), ex-diputado del Congreso Nacional de la Re-
publica de Chile; Madrid, San Miguel, 18.
DIN AM ARC A.
Carstensen (W.), capitan de navio, secretario general del
Congreso de Copenhague.
ESPANA.
S. M. EL REY.
Abain (D. Jose G.), profesor delenguas; Manila (Filipinas).
Abella (D. Marcelino de), oficial de la interpretation de
lenguas, comendador de San Estanislao de Rusia; Madrid,
Chinchilla, 6.
Academia (Real), de la Hisloria; Madrid, Leon, 21.
Agacio y Ramos (D. Antonio), viceconsul, que ha sido, de
Espaha en Valparaiso; Madrid, Olozaga, 3.
388 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Aguirre (D. Eduardo), propietario y agente de Bolsa; Ma-
drid, Carrera de San Jeronimo, 53.
Aguirre (D. Ezequiel de), propietario; Bilbao.
Aheran y Rurio (D. Julio de), capitan graduado de infan-
teria; Davao, isla de Mindanao (Filipinas).
Ainat y Benedito (D. Jose); Madrid, Gostanilla de Santa
Teresa, 3.
Alana (D. Lope de), empleado municipal y artista; Bilbao.
Alrareda (Excmo. S.r. D. Jose Luis), ministrodeFomento,
presidente del Gongreso; Madrid.
Algay (D. Antonio); Habana, Sol, 121.
Alonso Manjon (D. Jose), catedratico; Zamora, Rua, 6.
Alonso Sanjurjo (Ilmo. Sr. D. Eugenio); jefe de seccion en
el Ministerio de Ultramar; Madrid, Urosas, 5.
Alvarez Marino (Excmo. Sr. D. Jose), diputado a Cortes,
consejero del Monte de Piedad y Gaja de Ahorros de Ma-
drid; Paseo de la Gastellana, 25.
Alvaro (D. Jose Manuel), licenciado en ciencias y director
de la Escuela Profesional; Habana, Gampanario, DO.
Alzola (D. Pablo de), presidente de la Escuela de Artes y
Oficios, ingeniero y propietario; Bilbao.
Apesteguia (Sr. D. Julio), diputado por Cuba; Madrid, Re-
coletos, Hotel, 14.
Arellano (D. Ricardo), ingeniero y propietario; Bilbao.
Arias y Alruerne (D. Aquilino), propietario; Madrid, Fuen-
carral, 50.
Arias de Miranda (D. Jose), correspondiente de la Real
Academia de la Historia, archivero que me del Ministe-
rio de Ultramar, delegado; Oviedo, Grado.
Arizcun e Iturralde (D. Joaquin); Madrid, Aduana, 29,
tercero derecha.
Arnedo (D. Fermin de), fabricante, individuo de la Asocia-
cion para reforma arancelaria; Bilbao.
Arrangoiz y Berzaral (D. Francisco de), diplomatico y es-
critor, academico honorario de la Real Academia de la
Historia; Madrid, Goya, 13.
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 389
Arrieta (Excmo. Sr. D. Emilio), director dela Escuela Na-
cional de Miisicay Declamation; Madrid, San Quintin, 8,
segundo.
Asensio y de Toledo (D. Jose Maria), abogado y diputado
provincial, academico de las Reales de Buenas Letras y
de Bellas Artes de Sevilla; Sevilla, O'Donnell, 18.
Ayarragaray (D. Manuel de), capitalista y viajero; Bilbao.
Ayuntamiento de Madrid (Excelentisimo).
Azana (D. Esteban), jefe de Administration ; Alcala" de
Henares.
Bachiller y Morales (D. Antonio), literato americano, ex-
presidente de la Sociedad EconOmica de Amigos del Pais
de la Habana, delegado; Habana, Industria, 128.
Barrieri (Excmo. Sr. D. Francisco Asenjo), compositor de
miisica, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fer-
nando; Madrid, Plaza del Rey.
Barrantes (Excmo. Sr. D. Vicente), de las Reales Acade-
mias Espaiiola y de la Historia, gobernador civil de Ma-
nila (Filipinas).
Batlles (D. Mariano); Barcelona.
Beltran y ROzpide (D. Ricardo) , doctor en Filosofia y Le-
tras, de la Sociedad Geografica de Madrid; Madrid, Lope
de Vega, 24.
Bermudez de Sotomayor (D. Francisco); Madrid, Huer-
tas, 16.
Betera (Vizconde de), Sr. D. Pascual Dasi y Puigmolto,
abogado y ex-diputado a Cortes; Valencia.
BibUoteca Central de Marina; Madrid.
Biblioteca National; Madrid.
BibUoteca del lnstituto; Zamora.
Biblioteca de la Universidad; Madrid, Toledo, 45, lnstituto
de San Isidro.
Blas y Melendo (D. Juan de Dios) , abogado; Madrid, Hu-
milladero, 19.
Bolivar (D. Ignacio), naturalista; Madrid, Santo Domin-
go, 3, tercero.
390 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Bonet (D. Joaquin); Barcelona.
Borrego (D. Andres), escritor; Madrid, Hortaleza, 39.
Bosch y Arroyo (D. Mariano) ; Madrid, Hortaleza, 134.
Botella (D. Federico), inspector general de minas, de la
Real Academia de Giencias; Madrid, San Andres, 34.
Brotons (D. Jose), capitan de la marina mercante; Alican-
te, Santa Pola.
Cabello y Bruller (Dr. D. Vicente), medico mayor de la
Armada; Madrid, Carrera de San Jeronimo, 32, tercero.
Callejon (D. Ventura de), consul de Esparia en Amberes.
Calleja y Sanchez (D. Julian), catedralico en la Universi-
dad de Madrid y senador del reino; Madrid, Plaza de Ma-
tute, 9, segundo.
Calonje (D. Nazario), profesor de la Escuela de Estado Ma-
yor; Madrid, Gravina, 20.
Gampillo (D. Toribio del), jefe de section del cuerpo de Ar-
chiveros, Bibliotecarios y Anticuarios, y profesor de la
Escuela de Diplomatica; Madrid, Toledo, 42.
Campo (D. Lucas del); Alcala de Henares.
Cancio Villamil (Excmo. Sr. D. Mariano), ex-intendente de
la isla de Gaba; Madrid.
Cano y Pelayo (D. Silvestre), medico, delegado; Oviedo,
Plaza Mayor.
Canovas del Castillo (Excmo. Sr. D. Antonio) , presidente
del Gonsejo de ministros y presidente de honor del Gon-
greso; Madrid, Fuencarral , 4.
Ganamaque (D. Francisco), diputado a Cortes y escritor;
Madrid.
Carb6 (D. Narciso) ; Barcelona.
Cardenas (Excmo. Sr. D. Jose de), ex-director general de
Instrucci6n publica, diputado a Cortes, vicepresidente
del Congreso; Madrid, Fernando el Santo.
Carrasco (D. Francisco), coronel capitan defragata; Madrid,
Silva.
Carreras y Gonzalez (Excmo. Sr. D. Mariano) , catedratico
en el Instituto de San Isidro, cx-diputado a Cortes, in-
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 301
tendente de Hacienda que ha sido de las islas Filipinas;
Madrid, Quevedo, 1.
Carreras Sanchis (Dr. D. Manuel), escritor; Madrid, Cer-
vantes, 22, bajo.
Casan y Alegre (D. Joaquin), doctor en Filosofia y Letras,
y oficial del cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Anti-
cuarios; Alcala de Henares (Madrid).
Casana (D. Julian), rector de la Universfdad de Barcelona;
delegado.
Castaneda (D. Julio de), ingeniero; Florencia, Via Bugo, 55,
Apostoli.
Castillo (D. Jose Alberto del); Habana (Cuba).
Castro (D. Raimundo de), catedratico de la Universidad de
la Habana (Cuba).
Castrobeza y Fernandez (D. Carlos) , del cuerpo de Archi-
veros y Bibliotecarios; Madrid, Hortaleza, 87, prin-
cipal.
Catalina (D. Mariano), academico de la Espanola, director
general de Agricultura; Madrid, Huertas, 14, principal
derecha.
•Catalina Garcia (D. Juan), archivero-bibliotecario y anti-
cuario, correspondiente de la Real Academia de la Hislo-
ria, secretario adjunto; Madrid, Areneros, 32.
Centeno Garcia (D. Jose); Madrid, San Mateo, 22, segundo.
Cerralbo (Marques de), Excmo. Sr. D. Enrique Aguilera y
Gamboa, marques de Almarza y de Campofuerte, conde
de Yillalobos, de Alcudia y de Foncalada, Grande de Es-
pana; Madrid, Pizarro, 19.
Coello y Quesada (Excmo. Sr. D. Francisco), coronel dein-
genieros, retirado, academico de la Historia, presidenle
honorario de la Sociedad Geografica de Madrid; Madrid,
Reina, 43.
Coll y Domenech (J. Ramon); Barcelona.
Coll y Pujol (D. Ramon); Barcelona.
Collantes (D. Antonio), abogado; Sevilla.
Collantes de Teran (D. Francisco), de la Economica de
392 cONrTRESO de americanistas.
Amigos del Pais de Sevilla y correspondiente de la Real
Academia de la Historia, delegado; Sevilla.
Golmeiro y Penido (Excmo. Sr. D. Miguel), decano de la
Facultad de Giencias de la Universidad de Madrid y di-
rector del Jardin Botanico, de las Reales Academias de
Ciencias y de Medicina; Madrid, Clavel, 2.
Contreras de Diego (D. Eduardo), escritor y propietario;
Jadraque, Guadalajara.
Gornellas y Ruiz (D. Enrique), profesor de idiomas; Ma-
drid, Carbon, 8, principal derecha.
Gorradi y Gomez (Excmo. Sr. D. Fernando), ex-ministro
plenipotenciario, senador del reino y academico de la
Historia; Madrid, Lope de Vega, 45.
Cortes Llanos (Excmo. Sr. D. Bonifacio), intendente de la
Real Casa y Patrimonio y ex-director general de Hacien-
da de la isla de Cuba; Madrid.
Couto Salcedo (D. Emilio); Leon.
Dasi y Puigmolto (D. J.) ; Valencia.
Delgado (D. Francisco), oficial del Archivo general de In-
dias, delegado; Sevilla.
Diaz (D. Jacinto); Barcelona.
Diaz (D. Laureano); Madrid, Pozas, 17.
Di'az Moreu (Ilmo. Sr. D. Luis), doctor en Derecho civil y
can6nico, abogado de la Beneficencia provincial de Ma-
drid; Madrid, Luzon, 9.
Diaz y Perez (Excmo. Sr. D. Nicolds), escritor, bibliotecario
de la Economica Matritense; Madrid, Manzana, 21.
Diez de Escudero (D. Facundo); Zaragoza, Alfonso I, 36.
DOmec (D. Agustin), medico mayor de la Armada, y de la
Sociedad Geografica de Madrid: Davao, isla de Mindanao
(Filipinas).
Domec (D. M. Andres), oficial del Guerpo de archiveros, bi-
bliotecarios y anticuarios y secretario de la Sociedad Geo-
grafica de Madrid; Madrid, Florin, 2 duplicado.
Ecay (Ilmo. Sr. D. Antonio Ambrosio), jefe superior de
Administration civil; Habana, Sol, 121.
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 393
Elegido y Lizcano (D. Antonio), abogado y escritor; Madrid,
Plaza del Progreso, 19, segnndo.
Escobar (D. Alfredo), redactor de La Epoca; Madrid, Liber-
tad, 18.
Escudero de la Pena (D. Jose Maria), director del Archivo
general central de Alcala.
Esperabe (D. Mames); Salamanca.
Esquerdo (D. Pedro); Barcelona.
Fabie (Excmo. Sr. D. Antonio Maria), diputado a Cortes, de
la Real Academia de la Historia y consejero de Estado;
Madrid, San Onofre, 5.
Fe (D. Fernando), librero; Madrid, Garrera de San Jeroni-
mo, 2.
Fernandez Bremon (D. Jose), escritor; Madrid.
Fernandez de Castro (Excmo. Sr. D. Manuel), inspector
general de minas, director de la Comision del mapa geo-
logico de Espafia, consejero de Instruction publica y se-
nador; Madrid, Infantas, 13, terceroderecha. — Seis ejem-
plares.
Fernandez de Cordova (D. Luis), comandante graduado,
capitan de infanteria. Madrid.
Fernandez Duro (D. Cesareo), capitan de navio, secretario
general, de la Real Academia de la Historia; Madrid,
Sauco, 13 triplicado.
Fernandez Florez (D. Ignacio), teniente de navio; Ferrol.
Fernandez y Gonzalez (D. Manuel), novelista, poetayautor
dramatico; Madrid, Pacifico, 12 duplicado.
Fernandez y Gonzalez (D. Modesto), ex-oficial del Minis-
terio de Ultramar, escritor, licenciado en derecho y en
administration; Madrid, Costanilla de Sanli;igo, G.
Fernandez Mendiburu (D. Jose); Madrid, San Bernardo, 2,
entresuelo.
Fernandez de Velasco (Dr. D. Saturnino), catedratico en la
Universidad de Sevilla.
Ferreiro (D. Martin), constructor de cartas de laDireccion
de Hidrografia, correspondiente de la Real Academia de
394 COV7RESO DE AMERIGANISTAS.
la ITistcHi y secretario de la Sociedad Geografica de Ma-
drid; Madrid, Lope de Vega, 41.
Fita (R. P. D. Fidel), de la Real Academia de la Histo-
ria; Madrid, Lobo, 34.
Flores Davila (Marques de), Excmo. Sr. D. Manuel Agui-
lera y Gamboa, propietario; Madrid, Cruzada, 4.
Foronda (D. Manuel), diputado provincial, de la Academia
Matritense de Jurisprudencia; Madrid, Argensola, 2.
Fort y Roldan (D. Nicolas) , oficial primero de Administra-
tion Militar en la Isla de Cuba; Madrid.
Fontagud y Gargollo (D. Jose de), propietario; Madrid,
Barquillo, 1.
Fournier (D. Gervasio); Valladolid, Recoletos, 3.
Fuensanta del Valle (Marques de la), Excmo. Sr. D. Feli-
ciano Ramirez de Arellano, director general de los Re-
gistros Civil y de la Propiedad y del Notariado; Madrid,
Alcala.
Galdo (Excmo. Sr. D. Manuel Maria Jose de), senador del
Reino, catedratico en el Instituto del Cardenal Cisneros,
de las Reales Academias de Giencias y de Medicina; Ma-
drid, Hortaleza, 78.
Garcia Abadia (D. Anacleto), catedratico del Instituto, de-
legado; Zamora.
Garcia Bernardo (D. Claudio); Oviedo.
Garcia Gil (D. Antonio), ex-diputado a Cortes, publicista y
propietario; Zaragoza, Alfonso I, 13.
Garcia Gutierrez (Excmo. Sr. D. Antonio), director del
Museo Arqueologico Nacional, academicodelaEspanola;
Madrid, Espejo, 5.
Garcia Martjn (D. Luis), del ciierpo Juridico Militar; Ma-
drid, Amnistia, 10, principal.
Garcia Moreno (Dr. D. Alejo); Madrid, Ancha de San Ber-
nardo, 52.
Garcia Ponte (D. Miguel); Zaragoza, Coso, 81.
Garcia Rizo (Excmo. Sr. D. Antonio), consejero de Estado;
Madrid, Barquillo, 4 y 6.
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS.
Gasca (D. Juan Jose); Zaragoza, Independencia, 21.
Gayangos (Excmo. Sr. D. Pascual de), ex-director de Ins-
truction publica, senador, de la Real Academia de la His-
toria; Madrid, Barquillo, 4.
Gea (D. Francisco); Zaragoza, Plaza de Sas, 4.
Gine (D. Juan); Barcelona.
Giro (D. Jose); Barcelona.
Gisbert (Excmo. Sr. D. Lope), ex-director general; Madrid,
Recoletos, 12.
Goicoechea (D. Manuel), oficial de la secretaria de la Real
Academia de la Historia; Madrid.
Gomez Arias (D. Federico); Barcelona.
Gomez de Arteche (Excmo. Sr. D. Jose) mariscalde campo,
de la Real Academia de la Historia; Madrid, Lope de Ve-
ga, 59 y 61, principal.
Gomez y Velasco (D. Juan), abogadoy propietario; Madrid,
Recoletos, 12.
Gomez Velasco (D. Manuel); Madrid, Alcala, 27.
Gonzalez (D. Antonio); Barcelona.
Gonzalez (D. Isidro); Salamanca.
Gonzalez Encinas (Ilmo. Sr. D. Santiago), doctor en medi-
cina, catedratico de la Universidad de Madrid, ex-dipu-
tado a Cortes; Madrid.
Gonzalez y Gonzalez (D. Nicolas); Madrid, Amnistia, 3,
tercero izquierda.
Gonzalez Llana (Excmo. Sr. D. Manuel), ex-gobernador
civil, secretario adjunto; Madrid, Lope de Vega, 23 y 25.
Gonzalez Rodriguez (D. Jose); Oviedo, Calle de Uria.
Gonzalez Sierra (D. Vicente), fabricante; Madrid, Espar-
teros, 1.
Gonzalez Velasco (Excmo. Sr. D. Pedro), doctor en medi-
cina y propietario del Museo Antropologico de su nombrs,
ex-catedratico y ex-director de los Museos de la Facultad
de Medicina de la Universidad de Madrid; Madrid, Paseo
de Atocha.
Gonzalez de Vera (Excmo. Sr. D. Francisco), jefe de la
396 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Section de Archivos del Cuerpo de Archiveros, Bibliote-
carios y Anticuarios; Madrid, Atocha, 63.
Gorostidi (D. Francisco de Asis); Madrid, Madera, 1, se-
gundo.
Gorostizaga (D. Angel), oficial del Museo Arqueologico;
Madrid, Mayor, 131.
Guaqui (Gonde de), Excmo. Sr. D. Jose Manuel Goyeneche
y Gamio, grande de Espana, senador del reino; Madrid,
Plaza de las Cortes, 4.
Guervos (D. Mariano); Salamanca.
Guirao Navarro (Exflmo. Sr. D. Angel), senador del reino,
catedratico y director del Instituto de Murcia, de la Real
Academia de Ciencias y presidente de la Sociedad Espa-
nola de Historia Natural; Madrid, Prado, 24.
Gutierrez (Excmo. Sr. D. Carlos), propietario; San Sebas-
tian, Paseo de la Concha.
Gutierrez Arascal (D. Jose), secretario adjunto; Madrid,
San Ildefonso, 8.
Hernandez Callejo (D. Andres); Madrid, Peralta, 6, se-
gundo.
Herreros de Tejada (Excmo. Sr. D. Feliciano), subsecre-
tario de la presidencia del Consejo de ministros y minis-
tro plenipotenciario y enviado extraordinario , que ha
sido, de Espana en Mejico, ex-senador del reino y ex-di-
putado a Cortes; Madrid, Ventura Rodriguez, 11.
Homs (D. Nicolas); Barcelona.
Irarra y Cruz (D. Manuel) , abogado y diputado a" Cortes;
Alcala de Henares.
Inzenga y Castellanos (D. Carlos), jefe de negociado de
Hacienda; Madrid, Hortaleza, 102 y 104, segundo.
Inzenga y Castellanos (Ilmo. Sr. D. Jose) , profesor de la
Escuela National de Miisica y Declamation , academico
de Bellas Artes de San Fernando; Madrid, Desenga-
no, 22 y 24.
Isabal (D. Marceliano) ; Zaragoza, Independencia, 25.
Trio y Bausa (D. Luis); Madrid, Cervantes, 2, tercero.
LISTA DE LOS SENORES SOGIOS. 397
Jimenez de la Espada (D. Marcos); Madrid, Ayala, 15.
Labra (D. Rafael M. de) , diputado A Cortes; Madrid.
Lacadena (D. Ram6n); Zaragoza, Plaza de la Constitu-
tion, 2.
Laguna (D. Pablo) , medico; Madrid, Alcala, 7.
Landeta (Dr. D. Juan Bautista) ; Habana (Cuba).
Lassala (Excmo. Sr. D. Fermin), ex-ministro de Fomento,
vicepresidente de honor del Congreso; Madrid.
Lebenfeld (D. Valeriano); Madrid, Torres, 7, segundo.
Leguina (Excmo. Sr. D. Enrique), gobernador civil de Se-
villa.
Liceo de Manila (Filipinas).
Leon y Castillo (Excmo. Sr. D. Fernando), ministro de
Ultramar; Madrid, Sordo, 33.
Lopez (D. Leocadio), librero; Madrid, Carmen, 13.
Lopez de Letona (Excmo. Sr. D. Antonio) , teniente gene-
ral; Madrid, Serrano, 12.
Lopez Prieto (D. Antonio); Habana, Obispo, 85.
Lopez Villabrille (D. Fausto), escritor, correspondiente de
la Real Academia Espanola; Madrid, Carranza, 21.
Lora y Castro (D. Cecilio de), capitan de navio, diputado a
Cortes; Madrid, Cuesta de Santo Domingo, 3, principal.
Llera (D. Juan de Dios) ; Madrid, Pelayo, 3.
Mac-Pherson (D. Guillermo), consul de Inglaterra; Madrid,
Salon del Prado, 12.
Mac-Pherson (D. Jose), ingeniero de minas; Madrid.
Madrazo (Excmo. Sr. D. Pedro de), de las Reales Acade-
mias Espanola y de San Fernando, y secretario perpetuo
de la de la Historia; Madrid, Sordo, 23.
Magaz y Jayme (D. Jose), consejero de Estado, ex-senador
del reino; Madrid, Leon, 13, principal.
Maldonado Macanaz (Ilmo. Sr. D. Joaquin), ex-director ge-
neral de Administration y Fomento del Ministerio de Ul-
tramar; Madrid, Infantas, 18.
Manovel y Prida (D. Pedro) , catedratico de la Universidad
de Salamanca.
2 6
398 congreso de americanistas.
Marim6n Tudo (D. Sebastian), doctor en Medicina y Ciru-
gia por la facultad de Paris; Sevilla, Alvareda, 52.
Marin Baldo (D. Jose), arquitecto; Madrid, Sordo, 4, ter-
cero.
Martin Esperanza y Diaz (D. Ignacio), jefe de Administra-
cion , subdirector primero, letrado de la Direction gene-
ral de la Deuda; Madrid, Santa Isabel, 9, segundo iz-
quierda.
Martinez (Excmo. Sr. D. Diego A.), diputado a Cortes;
Madrid, Prado, 10.
Martinez Pacheco (D. Luis) ; Madrid, Plaza de Bilbao, 4,
principal.
Martinez-Vigil (Excmo. Sr. D. P. Ramon), obispo de
Oviedo.
Mazpule (D. Jose); Salamanca.
Medina (D. Leon); Madrid, Princesa, 11.
Medina Vitores (D. Ricardo), senador del reino, doctor en
Leyes; Madrid, Alfonso XII, 8, principal izquierda.
Mello (P. Vicente Tomas de), profesor de Sagrada Escritu-
ra; Salamanca, San Esteban.
Menendez Valdes (D. Baltasar) oflcial del Gonsejo de Esta-
do; Madrid, Infantas, 19 y 21.
Merchan y Rico (D. Eulogio), teniente de navio; Madrid,
Rio, 12.
Merediz (D. Felipe); Sevilla, calle de San Pedro, 4.
Merediz (D. Honorio); Sevilla, calle de San Pedro, 4.
MInguez (D. Bernardino Martin), profesor de Lenguas Indo-
Europeas; Valladolid, Orates, 20.
M-iravete (D. Joaquin); Zaragoza.
Miro (D. Agustin); Barcelona.
Miro (D. Jose Ignacio); Madrid, Montera, 4.
Moctezuma (Duque de), Excmo. Sr. D. Antonio Marcilla de
Teruel, grande de Esparia, vicepresidente de Honor del
Congreso; Madrid, Lobo, 21.
Moles (D. Crescendo Maria de); Barcelona.
Mompe6n iD. Juan); Zaragoza, Coso, 115.
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 399
Monreal (Dr. D. Bernardo), catednitico en el Instituto del
Cardenal Gisneros, correspondiente de la Real Acadcmia
de la Historia; Madrid, cuesta de Santo Domingo, 13.
Montejo y Rica ^D. Tomas), licenciado en Derecho civil,
canonico y administrativo; Madrid, Almirante, 3.
Montejo y Robledo (Excmo. Sr. D. Bonifacio); Madrid.
Montejo y Robledo (Excmo. Sr. D. Telesforo), senador;
Madrid.
Morales (D, Jose S. de); Habana.
Morales Lopez (D. Francisco), catedratico del Instituto;
Habana, Luz, 91.
Morales y Morales (Dr. D. Vidal), secretario-contador del
Golegio de Abogados de la Habana.
Moran (D. Emilio); Madrid, puerta de Moros, 9.
Moreno Nieto (Excmo. Sr. D. Jose), diputado a Cortes,
presidente del Ateneo, de la Real Academia de la Histo-
ria; Madrid.
Morphy (Gonde de), Excmo. Sr. D. Guillermo Morphy Fe-
rriz de Guzman, secretario particular de S. M. el Rey;
Madrid, Palacio Real.
Munuz Orea (D. Timoteo); Salamanca.
Murga (D. Gonzalo), oficial del Deposito Hidrografico; Ma-
drid, Libertad, 29, segundo derecha.
Murga (Sr. D. Manuel de), propietario y diputado provin-
cial; Bilbao.
Murillo (D. Mariano), librero; Madrid, Alcala, 7. — Tres
ejemplares,
Nava (D. Eduardo de la); Leon.
Navarro y Ochoteco (Excmo. Sr. D. Emilio), diputado a
Cortes, ex-director general de los Registros de la Propie-
dad y del Notariado en el Ministerio de Gracia y Justicia;
Zaragoza, plaza de Sas.
Nombela (D. Julio), escritor; Madrid, Rollo, 2, tercero de-
recha.
Novo y Golson (D. Pedro), teniente de navio, correspon-
diente de la Real Academia de la Historia y secretario de
400 CONGRESO DE AMERIGANISTAS.
la Sociedad Geografica de Madrid; Madrid, Cedaceros, 3.
Nunez (D. Francisco); Salamanca.
Oceania Espanola (La); periodico; Manila, (Filipinas).
Oliva (D. Telesforo); Salamanca.
Ollero Morente (D. Manuel), oficial de artilleria; Madrid,
Jacometrezo, 73.
Onis (D. Jose Maria); Salamanca.
ONis y Onis (D. Federico), abogado; Cantalapiedra (Sa-
lamanca).
Ortiga y Rey (D. Pablo), jefe de Administracion, ex-go-
bernador civil de Manila, vicepresidente del Gonsejo de
Filipinas; Madrid, Barquillo, 24.
Ortiz de Gimenez (D. Agapito); Gorvera (Santander).
Osa (Excmo. Sr. D. Ramon), brigadier; Madrid.
Ovilo y Canales (D. Felipe), subinspector de segunda clase
del Guerpo de Sanidad Militar, medico que fue del Con-
sejo Sanitario de Marruecos; Madrid, San Leonardo, 9.
Ovilo y Otero (D. Manuel), jefe de la Biblioteca Universal
de Santiago; Madrid.
Padilla (Dr. D. Emilio H. de), individuo de varias corpo-
raciones cientificas espariolas y extranjeras; Madrid, Fo-
mento de las Artes, Luna, 11.
Pardo de Figueroa (D. Mariano), doctor en Jurisprudencia,
escritor y bibliofilo; Medina-Sidonia, Cadiz.
Parraga y Acuna (D. Gelestino), doctor en Medicinay Ciru-
gia y en Derecho civil y canonico; Cadiz, Murguia, 5.
Parral (D. Luis); Castellon, Mayor, 53.
Paso y Delgado (D. Nicolas de); Granada.
Perez Acevedo (D. Jose); Madrid, Puebla, 4, bajo derecha.
Perez de Guzman (Ilmo. Sr. D. Leonardo), jefe superior
honorario de Administracion civil; Ronda (Malaga).
Perez de Guzman (D. Juan), escritor; Madrid, Reina.
Perez Hernandez (D. Enrique); Madrid, Colegiata, 7, se-
gundo.
Perez Jlnquera (D. Santiago), librero; Madrid, Salud, 14.
Perez Lopez de Rohledo (D. Manuel), oficial de Adminis-
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 401
tracionmilitar; Madrid, Panaderos, 10, principal derecha.
Perez Rioja (D. Antonio), escritor; Madrid, Pelayo, 2, prin-
cipal.
Pezuela y Lobo (Excmo. Sr. D. Manuel de la), coronel re-
tirado,' academico de la Historia; Madrid.
Pi y Margall (Excmo. Sr. D. Francisco), abogado; Madrid,
Preciados, 25.
Pinilla yElias (D. Manuel), escritor y oficial que ha sido
de Hacienda en Ultramar; Madrid, Almendro, 12.
Pirala (Ilmo. Sr. D. Antonio), ex-gobernador deprovincia,
jefe de Administration; Madrid.
Planellas (D. Jose); Barcelona.
Ponce de Leon (D. Juan); Madrid, Gaballero de Gracia, 2G.
Ponce de Leon (D. Nestor), abogado; Nueva-York.
Puente y Pellon (Excmo. Sr. D. Manuel de la), alcalde-
Presidente del Ayuntamiento de Sevilla.
Portilla (Excmo. Sr. D. Segundo de la), teniente general,
capitan general de la isla de Puerto-Rico.
Pulido (D. Mamerto); Madrid, Almagro, 3.
Pulido Fernandez (Dr. D. Angel), director de la Escuela
libre de matronas, correspondiente de la Real Academia
de Medicina; Madrid, Infantas, 11, principal derecha.
Quijano y Rivas (Dona Manuela); Madrid, travesia de la
Ballesta, 8.
Rada y Delgado (Excmo. Sr. Dr. D. Juan de Dios de la),
de las Reales Academias de la Historia y Bellas Artes de
San Fernando, director de la Escuela de Diplomatica, jefe
de section en el Museo Arqueologico Nacional; Madrid,
Gorredera de San Pablo, 12.
Ramirez de Arellano (D. Enrique); Manila (Filipinas).
Ramirez de Villaurrutia (D. Ramon); Madrid, Argen-
sola, 19.
Rane (D. Antonio); Barcelona.
Reinoso (D. Alvaro), historiador de Cuba; Madrid, fonda
de Paris.
Riano (Illmo. Sr. D. Juan Facundo), director de Instruc-
TOMO II. 26
26 *
CONGRESO DE AMERICANISTAS.
cion piiblica, vicepresidente del Congreso; Madrid, Bar-
quillo, 4.
Rico y Sinovas (Illmo. Sr. D. Manuel), catedratico de la
- Universidad de Madrid, de la Real Academia de Ciencias;
Madrid, Estudios, 3.
Riquelme (D. Joaquin); Barcelona.
Rivas y Rivas (Dona Dolores); Madrid, travesia de la Ba-
llesta, 8.
Rivas de Rubio (Dona Antonia): Madrid, travesia de la Ba-
llesta, 8.
Robert (D. Bartolome); Barcelona.
Robledo (D. Santos Maria) > oficial de Secretaria en el Mi-
nisterio de Fomento; Madrid, Argensola, 19.
Rodriguez (D. Gabriel); Madrid, Santa Catalina, 8.
Rodriguez Gorrea (Excmo. Sr. D. Ramon), subsecretario
del Ministerio.de Ultramar, vicepresidente del Congreso;
Madrid, Claudio Goello, 7, bajo.
Rodriguez Ferrer (Excmo. Sr. D. Miguel), secretario gene-
ral del Gonsejo Superior de Agricultura, Industria y Go-
mercio, correspondieute de las Reales Academias de la
Historia y Bellas Artes de San Fernando; Madrid, Cruz.
Rodriguez Laguna (Illmo. Sr. D. Julian), jcfe superior de
Administration, honorario; Madrid, Fuencarral, 55.
Rodriguez Mendez (D. Rafael); Barcelona.
Romero (Excmo. Sr. D. Juan), capitan de navio de primera
clase, director del Deposito Hidrografico; Madrid, Alca-
la, 56.
Romero (D. Vicente); Barcelona.
Rosell (Excmo. Sr. D. Cayetano), director de la Biblioteca
National y academico de la Historia; Madrid, Leon, 21.
Rubio (D. Joaquin); Barcelona.
Rubio y Rivas (D. Enrique); Madrid, travesia de la Ba-
llesta, 8.
Rubio y Rivas (Dona Luz); Madrid, travesia de la Balles*
ta, 8.
Rub:o y Seva (D. Toma's); Madrid, travesia de la Ballesta, 8.
LISTA DE LOS SEN0RES SOCIOS. 403
Ruiz de Leon (D. Jose), ingeniero de Minas, literato, co-
rrespondiente de la Real Academia Espanola; Cordoba.
Ruiz SALAVERRiA (Excmo. Sr. D. Eusebio); Madrid, Plaza de
la Villa, 1.
Ruiz de Salazar (Ilmo. Sr. D. Emilio), doctor en Ciencias,
licenciado en Derecho, catedratico de la Universidad de
Madrid, ex-jefe del negociado de segunda ensenanza y es-
pecial en el Ministerio de Fomento; Madrid, Barco.
Rull (D. Juan); Barcelona.
Saavedra (Excmo. Sr. D. Eduardo), ingeniero jefe de cami-
nos, academico de la Espanola, de la Historia y de Cien-
cias; Madrid, San Joaquin, 14.
Sagasta (Excmo. Sr. D. Praxedes Mateo), ex-presidente del
Consejo de ministros; Madrid, Alcala.
Sainz de los Terreros (Dj Manuel), propietario y abogado;
Madrid, Barquillo, 9, segundo derecha.
Salinas (D. Victor); Madrid, Madera Baja, 11 , segundo iz-
quierda.
Sanchez (D. Gabriel), propietario y librero-editor; Madrid,
Carretas, 21, libreria.
Sanchez Cantalejo (D. Antonio); Manzanares, Duran, 4
(Ciudad-Real).
Sanchez Mora (Excmo. Sr. D. Pedro), consejero de Estado;
Madrid, Columela, 4.
Sancho Rayon (D. Jose), jefe de la biblioteca del Ministerio
de Fomento; Madrid, Cuesta de la Vega, 7.
Sanjurjo e Izquieruo (Lie. D. Rodrigo), director y catedrd-
tico del Instituto de Sevilla; Lista, 9.
San Roman (Marques de), Excmo. Sr. D. Eduardo Fernan-
dez San Roman, teniente general, senador del reino; Ma-
drid, Plaza de Santa Barbara, 2.
Santa Eulalia (Marques de), Excmo. Sr. D. Rodrigo Uha-
gon, banquero, de la Sociedad espanola de Historia Na-
tural, etc.; Madrid, Jorge Juan, 7.
Santiranez (D. Arturo Gil); Madrid, Plaza del Conde de
Miranda, 3.
404 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Santos (Excmo. Sr. D. Jose Emilio de) , consejero de Esta-
do; Madrid, Lista.
Sarda y Llaberia (D. Agustin), abogado y ex-diputado a
Cortes; Madrid, Piamonte, 7, principal.
Saro (D. Antonio), secretario de la Junta general de Bene-
ficencia; Habana, Zaragoza, 25.
Scheidnagel (D. Manuel), teniente coronel comandante de
infanteria, y escritor; Manila.
Sebastian (D. Candido), teniente coronel de artilleria, dela
Junta directiva de la Sociedad Geografica de Madrid; Ma-
drid, Colmillo, 3.
Serrano y Morales (D. Jose Enrique), abogado, correspon-
diente de la Real Academia de la Historia, y biblioteca-
rio del Ateneo cientifico, literario y artistico de Valencia.
Siloniz (D. Carlos); Barcelona.
Simpson (D. Luis), quinta junto al Asilo de Simpson; Ma-
tanzas (Cuba).
Sociedad Geografica; Madrid.
Solano y Eulate (D. Jose M.) , catednitico en la Universi*
dad de Madrid; Jacometrezo, 41.
Solis y Arias (D. Pedro), vice-consul de Esparia en Nueva
Orleans.
Soraluce (D. Nicolas); San Sebastian.
Soto y Gonzalez (D. Jose) , comerciante, propietario y na-
viero; Davao, isla de Mindanao (Filipinas).
Stor Redondo (D. Angel), licenciado en Filosoffa y Letras,
profesor de la Institucion Libre de Ensenanza; Madrid.
Suarez Inclan (Excmo. Sr. D. Estanislao), consejero de Es-
tado y senador del reino; Madrid, Fernando el Santo, 5,
principal.
Tolosa Latour (D. Manuel); Madrid, Atocha, 96, segundo
derecha.
Toreno (Excmo. Sr. Conde de) , grande de Espana , presi-
dente del Congreso de Diputados, etc.; Madrid, San Ber-
nardino.
Torres de Mendoza (D. Luis), diputado a Cortes, editor y
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 405
propietario de la «Coleccion de documentos ineditos del
archivo de Indias»; Madrid, Serrano, 78.
Tro y Mqx6 (D. Luis Maria de) , abogado y secretario pri-
mero de la Sociedad Economica Matritense; Madrid, San
Miguel, 27.
Tcbino (D. Francisco M.), de la Real Academia de Bellas
■ Artes de San Fernando; Madrid, Ferraz, 12, entresuelo
lzquierda.
Tubino (D. Manuel), jefe honorario de Administration, de
la Sociedad de Escritores y Artistas; Madrid, Lobo, 27.
Ugalde (D. Toribio), comerciante; Bilbao.
Uhagon (D. Francisco); Madrid, Alcala, 65.
Uhagon iD. Serafin), banquero, tesorero de la Sociedad Es-
panola de Historia Natural, y miembro delas sociedades
entomologicas de Francia y de Berlin; Madrid, Jovella-
nos, 7.
Urquijo (Excmo. Sr. Marques de), banquero, tesorero del
Congreso; Madrid, Montera, 22.
Vado (Sr. Marques del); Salamanca.
Val (Excmo. Sr. D. Geledonio del) , propietario en Cuba;
Madrid, Arenal, 22.
Valcerrada (Marques de), Excmo. Sr. D. Julian de Mores
y Sanz; Alcala de Henares (Madrid).
Valdes Rodriguez (D. F.), profesor en Teologia, Filosofia
y Derecho; Habana, Amistad, 72.
Valenti (D. Ignacio); Barcelona.
Valero de Tornos (D. Juan); Madrid, Plaza de San Grego-
rio, 24, triplicado.
Valle y Cardenas (Dr. D. Manuel Maria), catedratico de la
Universidad de Madrid, diputado a Cortes; Madrid,
Sal , 28.
Valles (Excmo. Sr. D. Enrique), ministro plenipotentiary
de Espana en el Peru (Lima).
Vazquez Queipo (Excmo. Sr. D. Vicente), de las Reales
Academias de la Historia y de Ciencias; Madrid, Horta-
leza, 71.
406 CONORESO DE AMER ICANISTAS.
Velasco y Santos (D. Miguel) , jefe del archivo central de
Alcala, presidente del Ateneo Cientifico, Literario y Ar-
tistico de Valencia, correspondiente de la RealAcademia
de la Historia; Alcala.
Velaz de Medrano (D. Rafael), propietario; Tudela (Na-
varra).
Vera y Lopez (Dr. D. Vicente), catedr&tico del Instituto de-
San Isidro, quimico del Ayuntamiento; Madrid, Estu-
dios, 17.
Veragua (Duque de), Excmo. Sr. D. Cristobal Colon, almi-
rante y adelantado mayor de Indias, grande de Esparia,
senador del reino, doctor en Derecho administrativo, vi-
cepresidente de honor del Congreso.
Vergara (D. Eusebio), de la biblioteca de la Universidad de
Salamanca.
Victoria de Lecea (Excmo. Sr. D. Eduardo), alcalde-presi-
dente del Ayuntamiento de Bilbao.
Vidal (D. Francisco de P.); Barcelona.
Vidart (D. Luis), jefe de artilleria retirado, literato; Ma-
drid, Mayor, 117, segundo derecha.
Vignau y Ballester (Dr. D. Vicente), profesor de laEscuela
de Diplomatica; Madrid, Fuencarral, 57.
Vilanova y Piera (D. Juan), profesor de Paleontologia;
Madrid, San Vicente, 12.
Villaboa (D. Luis G.); Zamora, San Torcuato.
Villavaso (D. Camilo de), secretario del Ayuntamiento de
Bilbao.
Vinaza (Excmo. Sr. Conde de la), delegado; Zaragoza.
Vives Ciscar (Dr. D. Jose) , secretario honorario del Monte
de Piedad de Valencia, de la Arqueologica Valencia-
na, etc.; Valencia, Poeta Quinta, 1.
Zabala (Excmo. Sr. D. Martin de), propietario y senador
del reino; Bilbao.
Zalvidea (D. Melesio), parroco de Nasugbii; Batangas, isla
de Luzon (Filipinas).
Zaragoza (D. Justo), ordenador de pagos del Ministerio de
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 407
la Gobernacion, de la Sociedad raejicana de Geografia y
Estadistica, de la Geografica de Madrid, etc.; Madrid,
Monte ra.
Zarco del Valle (D. Manuel R.), bibliotecario de S. M. el
Rey; Madrid, Palacio.
Zeno Garcia (Dr. M.), escritor y doctor en Medicina y Ci-
rugia; Puerto-Rico.
ESTADOS-UNIDOS DE AMERICA.
S. E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLIGA, J. A. Gar-
field; Washington.
S. E. EL EXPRESIDENTE DE LA REPUBLICA, Hon.
R. B. Hayes; Fremont (Ohio).
Barber (Edwin A.), 4.008 Ghestnutstreet; Philadelphia,
Pensylvania.
Bishop (Levy); Detroit, Michigan.
Bruhl (Gustav M. D.) ; Cincinnati Ohio.
Butler (James L.); Madrid, Cruz, 14.
Clarke (Robert); Cincinnati, Ohio.
Cox (Hon. Joseph), judge of Court; Cincinnati, Ohio.
Dexter (Julius), esq.; Cincinnati, Ohio.
Force (Honorable M. T.), judge superior court of Cincin-
nati; Cincinati, Ohio, delegado.
Hoadley (Hon. George); Cincinnati, Ohio.
Kimball (John C), esq.; Brockfield, Massachusetts.
Pope (John), general del ejercito de los Estados-Unidos,
comandante general delDepartamento de Missouri; Fuer-
te Leavenworth, Kansas.
Putnam (James 0.), ministro de los Estados-Unidos en
Bruselas.
Rusell Lowell, Ministro de los Estados-Unidos en Madrid,
vicepresidente de honor del Congreso.
Salisbury (Hon. Stephen); Worcester, Massachusetts.
Whittlesey (Charles), coronel del ejercito de los Estados-
Unidos; Cleveland, Ohio.
CONT.RESO DE AMERICANISTAS.
FRANCIA.
Adam (Lucion), secretario general del Congreso de Ameri-
canistas de Nancy, ministro dela Academia de Stanislas;
Nancy, rue des Tierceluis, 34.
Beauvois (Eugene), caballero de las ordenes de Dannebrog
y de Saint-Olaf, y miembro de varias sociedades cienti-
ficas y literarias, vice-presidente del Congreso , Corbe-
ron (Cote d'Or).
Cartailhac (Emile), director de la revista Materiaux pour
I' histoire primitive et naturelle de Vhomme; Toulouse, rue
de la Chaine, 5.
Croizier (Le Marquis du), president dela Societe Academi-
que Indo-Chinoise; Paris, Boul. de la Saussaye, 10,
Pare de Neuilly.
Charencey (Le Comte de); Saint-Maurice le Charencey
(Orne).
Dilhan (Le Comte de), de la Societe Indo-Chinoise; Paris,
rue de Rivoli, 19.
Donay (Leon); Avenue Marie Therese a Nice (Alpes Mari-
times).
Dumast (Baron del, presidente del Congreso Internacional
de Americanistas en Nancy, correspondiente del Institu-
to de Francia, y caballero de Carlos III; Nancy, Place de
la Carriere, 38.
Dupuy (M. A. M.), sacerdote de la mision, rector de San
Luis de los franceses; Madrid, Tres Cruces, 8.
Durando, profesor de Historia Natural; Argel, rue Tan-
ger, 19.
Fedou (Jean); Toulouse, rue Puits Clos, 13.
Gaffarel (Paul), professeur a la Faculte des Lettres; Dijon,
rue Buffon, 5 (Cote d'Or.).
Gerhard (M.), pharmacien; Epinal (Vosgosl.
Gibert (Eugene), secretaire de la Societe Academique Indo-
Chinoise; Paris, rue de Lafayette, 87.
LISTA L»E LOS SENORES SOCIOS. 409
Guimet (Emile); Lyon, Musee Guimet.
Lebriin (J. F.), arcbitecte; Luneville , Meurthe et Moselle.
Lebrunt (Ch.), presidente de la Sociedad de Emulacion de
los Vosgos; Epinal, rue de la Prefecture, 41.
Louvot (L'Abbe Ferdinand); Besancon, college Saint-Fran-
cois Xavier (Deubs).
Maisonneuve et Cie, editeur; Paris, 25, quai Voltaire.
Marx de Riveaupierre (M. Gabriel); Paris, rue de Lafayet-
te, 33.
Mofras (Eugene de), ministro plenipotenciario, correspon-
diente de la Real Academia de la Historia; Paris, rue de
l'Universite, 101.
Morillot (L'Abbe Louis), cure de Beize-le-Chatel; par Mi-
rebeau (Cote d'Or.).
Nougenot (Leon), viceconsul de Espana, correspondiente
de los Anticuarios de Francia; Nancy, Melzeville, dele-
gado.
Paquis (Gustave) , a Chalons-sur-Saone; Place Saint-Vin-
cent, 7 (Saone et Loire).
Par i sot (M. L'Abbe Jean); Plombieres (Vosges).
Pasier (Alphbnse); Paris, rue Bellechasse, 42.
Pecoul (Excmo. Sr. Auguste), delegado; Paris, rue de
Ponthieu, 58.
Rosny (Leon de), professeur a TEcole des langues orienta-
tes, president de la Societe d'Ethnograpbie a Paris.
Sipiere (Clement), presidente de la Sociedad Academica
Hispano-Portuguesa de Tolouse; rue des Tourmeux, 45.
Societe Americaine de France; Paris, rue Monsieur, 19.
Societe d 'Emulation des Vosges; Epinal.
Societe d'EMmographie; Paris, avenue Duquesne, 47.
Societe Academique Indo-Chinoise; Paris, rue de Rennes, 44.
Thessalus (Felix), literato; Paris, avenue de la Republi-
que, 20.
Vernier (Frederic), ingeniero y arquitecto; Oran, rue Saint-
Marie, 1 bis.
Vinson (Julieii), profesor de la Escuela nacional de lenguas
410 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
vivas orientales, dclegado cantonal del setimo distrito;
Paris, rue de Lille, 2.
GUATEMALA..
Carrera (Excmo. Sr. D. Jose), ministro residentede laRe-
piiblica de Guatemala en Madrid; San Nicolas, 15.
Coll y Plans (D. Tomas de A.), viceconsul en Barcelona,
calle de Ariao, 4.
Herrera (Excmo. Sr. D. Manuel), ministro de Fomento de
la Republica de Guatemala.
Jove (D. Manuel), consul en Barcelona.
Luna (D. Emilio), licenciado en Derecho.
Monsalve (D. Pedro), viceconsul en Sevilla.
Moreno Mazon (D. Miguel), consul en Malaga.
Ravello (D. Enrique), viceconsul en Alicante.
HOLA.NDA.
Boot (Dr. J. F. G.), secretario de la Real Academiade Gien-
cias; Amsterdam. Delegado.
Bredins (A.); La Haya.
Dirks (Dr.); Leeuwarden, Friesland.
Godefroi (Dr. M. J.); Bois le Due.
Kan (C. M.); Amsterdam.
Leemans (Dr. en Meor. G.), director del Real Museo Neer-
landes de Antigiiedades y correspondiente de la Real
Academia de la Historia; Leide.
f K
Leemans de Vi«±sn (Mad.me Cornelia Maria); Leide.
Leemans (Mad.lle Maria Hillegonda); Leide.
Meyboom (Dr. 1L IL); Assen.
Ostercee (Gmo. A. van); Amsterdam.
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 411
HONDURAS.
Castel y Saenz (Obdulio), consul en Malaga.
Corona y Blasco (Francisco), viceconsul en Madrid; Madrid,
Tutor, 42, hotel.
Nicolatj (Federico), c6nsul en Barcelona.
Torres de Navarra (Francisco), viceconsul en Malaga.
INGLATERRA.
Aikins (Thomas B.), Esq. D. C. L., commissioner of Public
Records; Halifax (Nova Scotia).
Allen (Francis A.), del Instituto Antropologico de la Gran
Bretaha e Irlanda; 117, Waddon New Road-Groydon.
Bulmer (J. J.), Esq., secretary of the Nova Scotia Histori
cal Society; Halifax.
Gillman (Frederic); Madrid, Orellana, 9.
Houghton (Arturo); Madrid, Concordia, 4.
Jelly (William), M. D., academico del Real Colegio deMe-
dicina, y miembro del de Cirujfa de Londres; Madrid,
Hortaleza, 17.
Morrow (Robert), del comercio; Halifax (Nova Scotia).
O'Leary (Charles), consul de Inglaterra en Bogota.
Phene (Dr. John); Londres, S. W. , 3, Carlton Terrace
Oakley Street.
Staniland Wake (Charles); Hull.
MEJICO.
Garcia Icazralceta (D. Joaquin); Mejico.
Hijar y Haro (D. Juan) , delegado oficial de la Republi-
ca mejicana, secretario de la legation de Mejico en Italia.
412 CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Hijar y Milan (D. Alfredo) ; Mejico.
Nunez Ortega; ministro de Mejico en Bruselas.
Ortiz y Jimenez (A.); Madrid, Lope de Vega, 39.
Romo (Apolonio), director del Observatorio de Mejico.
Zenil (D. Jesiis), secretario de la Legation en Madrid.
NORUEGA.
Hansteen (Pierre N.); Madrid, Huertas, 31, principal.
peru.
Castel (D. Isidoro), viceconsul en Oran (Argelia).
Larrabure y Unanue (E.), secretario de la Legaci6n en
Madrid.
Olivan (D. J. A.), consul en Santander.
Pacheco Zegarra (Dr. D. Gabino), miembro del Guerpodi-
rectivo del Congreso de Nancy y antiguo secretario dela
Legation del Peru en Francia; Madrid, Alcala, 72 du-
plicado.
Thorel (Gabriel), viceconsul; en Philippeville-Constantina
(Argelia).
PORTUGAL.
S. M. EL REY.
RUSIA.
Gortchacow (S. E. Le Prince Michel) , enviado extraordi-
nario y ministro plenipotenciario de Rusia en Madrid,
delegado oficial en el Congreso y vicepresidente del
mismo; Madrid, Leganitos.
Donner (Otto), profesor de Sanscrito y de Lengiiistica com-
parada en Helsingfors (Finlandia).
LISTA DE LOS SENORES SOCIOS. 413
Koskinen (Irjo), profesor de la Universidad , iudividuo de
la Dieta finesa, presidente de la SocQnesa de Literatura;
Helsigfors (Finlandia).
SUIZA.
Lardet (Charles Ed.), consul general de Suiza en Madrid,
y socio corresponsal de la Geogrdfica de Berna; Madrid,
Victoria, 2.
Satissure (Henri), presidente de la Sociedad de Historia
Natural de Ginebra, delegado oficial y vicepresidente
del Congreso; Geneve, Cite, 24.
URUGUAY.
ANTONiNr y Diez (Excmo. Sr. D. Pablo), ministro plenipo-
tenciario en Roma.
Nin (Francisco S.), c6nsul general en Amberes.
VENEZUELA (ESTADOS-UNIDOS DE).
Fombona (Manuel); Caracas.
Fombona (Evaristo); Caracas.
Hye (Leon), consul y comendador de la Ordon de Bolivar;
rue du Chaume, 58, Gand.
Montes (Dr. Andres Jesus), consul dc Chile; Ciudad, Bo-
livar.
2 7
INDICE
Pfigg.
S£tima sesi6n 5
Discurso del Sr. Arias y Miranda . G
Des Ages ou Soleils d'apres la Mithologie des peuples de
la Nouvelle Espagne, par M. le Comte de Charencey. 9
Observaciones del !Sr. Jimenez de la Espada 128
Otras del Dr. Reiss sobre ceram'yca americana 133
Contestaci6n de M. Bamps 134
Discurso del R. P. Fita acerca de las relaciones del vas-
cuence con las lenguas americanas 136
Discurso del Sr. Rada y Delgado tratando de los c6dices
Mayas, de su interpretaci6n y de los vasos peruanos. . 142
Observaciones del Sr. Conde de Charencey respecto a la
filologia 149
Contestaci6n de M. Vinson 149
Descripcibn del Palacio del Callo por el Sr. Jimenez de la
Espada 150
Presentacion por el misrao senor de una coleccirtn de ya-
ravtes 6 melodias quitenas 1 G2
Noticias del Palacio del Callo por el Dr. Reiss 1G3
Rectificac-i6n del Sr. Jimenez de la Espada 164
Observaciones del Sr. Fernandez de Castro 165
Relaci6n de la villa de Valladolid en Yucatan, presentada
por el Dr. Marim6n 166
Discurso de M. Beauvois acerca de los kjoekkenmoeddiugs
de Dinamarca 195
41G iNDICE.
Ot'TAVA 8E816N 199
Adici6n del Sr. Rodriguez Ferrer respecto a los f6siles de
la isla de Cuba 200
Observaciones del Sr. Fabie 201
Discurso de M. Vinson sobre el conocimiento de los idio-
mas americanos 201
Contestaci6n del Sr. Fabie 206
Observaciones del Sr. Jimenez de la Espada 209
Replica del Sr. Fabie 213
Razonamiento del Sr. Minguez sobre relaci6n entre la len-
gua euskara y las egipcias 244
Contestaci6n del Sr. Rada y Delgado 215
Observaciones del R. P. Fita 216
Rectificacidn del Sr. Minguez 217
Memoria sobre la influencia de los conventos de la Rabida
y de San Esteban de Salamanca en el descubrimiento
de America 218
Discurso de M. Dognee sobre lingiiistica. 222
Presentaci6n de una gramatica por el Sr. Quijano Otero.. 226
Gramatica, frases, oraciones, catecismo, confesonario y vo-
cabulario de la lengua Chibcha 229
Gramatica y vocabulario de la lengua que bablan los in-
dios Darienes, por el Dr. D. Jose Vicente Uribe 297
Du genre dans la langue Hastri ou Taensa, par M. J. Pa-
risot 310
Cuba primitiva, por D. Antonio Bacbiller y Morales 315
Vocabulario de los idiomas Runsien y Eslem, por el Padre
Fray Francisco Garces 317
Memoria descriptive del Museo Macedo, por el Sr. Pacheco
Zegarra 322
Acta de posesi6n y carta de la nueva tierra de Santa Cruz
(California) , por Hernan Cortes 330
Carta del Marques del Valle a Crist6bal de Onate 332
Proposici6n del Sr. Gutierrez de una biblioteca america-
nista 333
Observaciones de M. Ramps 333
INDICE. 417
Testimonio de sentimiento por muerte de D. Cecilio Acosta. 335
Voto de gratitud propuesto por el Sr. Varela 335
Contestaci6n del Sr. Duque de Veragua 336
Kecepci6n en Palacio 339
Banquets 340
Proyecto del Sr. Montejo de homenaje a Col6n 345
Excursi6n A Andaluoi a 354
BibliografIa del Congreso. — Obras ofrecidas al mismo
6 presentadas en la exposici6n 355
Lista de socios del Congreso 383
TOMO II. 27
2 7*
LAMINAS.
rags.
Planta del Palacio del Callo, fachada y detalles de los ni-
chos 152
Quipu del Museo Macedo 328
Facsimile de la figura de la nueva tierra de Santa Cruz. . 332
Croquis geol6gico de la isla de Cuba J del
( tomo.
YARAVIES QUITENOS.
I.
Pecidnos las canciones de un
pueblo y os diremos sus leyes,
sus costumbres y su historia.
Esta antigua frase que desde largos anos viene repitien-
dose por hombres ilustrados de lodos los paises , d'emuestra
la verdadera importancia de la miisica popular y la gran
utilidad que de su estudio se desprende. El historiador, el
viajero, el artista y cuantos intentan penetrar en la vida
intima de los pueblos, no pueden menos de buscar y aco-
ger con verdadero interes estas espontaneas manifestacio-
nes de su sentimiento, en las que con tan vivos colores se
refleja cuanto contribuye a caracterizar su manera de ser,
su propia nacionalidad. Bajo este punto de vista y respecto
tambien al beneficio que al arte miisico puede reportar;
digna es de todo elogio la Coleccion de Yaravies Quitenos
que hoy publicamos y que fue presentada por D. Marcos
Jimenez de la Espada en el ultimo Congreso de America-
nistas, verificado en Madrid en Setiembre de 1881.
Estos cantos, tan intimamente ligados a los usos y cos-
tumbres de los diversos pueblos que desde remotas epocas
debieron ocupar el vasto continente americano, constituyen
un ramo especial y digno de detenido estudio por su gran
interes arqueologico-musical.
IV GONGRESO DE AMERICANISTAS.
Ya desde largo tierapo D. Mariano Eduardo de Rivero
en sus Antiguedades peruanas; Paz Soldan en su Geogra-
fia del Peru; Saeling en su Coleccion de cantos peruanos,
como asimismo M. Bernier de Valois, Oscar Gommettant,
Fetis en su Historia general de la musica y otros muchos
autores que serfa prolijo enumerar, los dieron a conocer en
sus obras, pudiendo desde entonces apreciar el profundo
sentimiento y las tonalidades extranas que tanto los carac-
terizan. Al dedicarnos al examen de los que contiene la
presente coleccion, nuestro primer intento fue el de pene-
trar en su particular estructura y en las demas condiciones
que constituyen, por decirlo asi, su especial fisonomia, su
verdadero tipo, a" fin de investigar la escala 6 sistema tonal
de donde proceden ; mas pronto nos detuvimos ante la falta
de datos positivos para llevar a cabo nuestro proposito.
Para discurrir con acierto sobre la musica de America,
fuerza es remontarse a investigar las multiples razas y di-
versos pueblos que habitaron aquel inmenso territorio,
siglos antes de su descubrimiento por los espanoles. Ahora
Men: si nos detenemos a considerar que el origen de dichas
razas y pueblos ha dado margen a diversos sistemas apoya-
dos todos en hipotesis y probabilidades que no pueden desco-
nocerse, pero que ninguno de ellos ha resuelto hasta ahora
tan ardua dificultad; si reconocemos tambien que la musica
es una de las manifestaciones mas genuinas y expresivas
de dichos pueblos, cuya procedencia aiin no puede fijarse
de un modo positivo y de cuya existencia han de arrancar
necesariamente cuantos razonamientos intentemos hacer
relativos a dicho arte, no debera pues extrariarse que care-
ciendo de base para deducir de ella ninguna consecuencia
solida, abandonemos tan escabroso terreno para no anadir
en tan oscura materia nuevas hip6tesis que a nada util ni
practico habian de conducirnos.
Hechas estas declaraciones que hemos creido necesarias,
pasemos a dar cuenta a nuestros lectores de los cantos y
bailes que encierra la apreciable coleccion del Sr. Espada.
II.
En la miisica y poesia popu-
lar es tanta su espontaneidad,
que es como las mariposas en
las que al menor contacto pier-
den el polvo que colora sus alas.
Fernan Caballero.
Conformes en un todo con esta bellisima y exacta apre-
ciacion de tan*ilustre escritora, al encargarnos de la publi-
cacion de estos cantos hemos considerado como deber de
conciencia, prescntarlos tal y como fueron recogidos por
el Sr. Espada, no permitiendonos introducir en ellos ni la
menor modification que pudiera desvirtuar en lo mas mi-
nimo su extranoy tipico caracter que es lo verdaderamente
interesante en estas espontaneas manifestaciones del senti-
miento popular, dignas siempre de perpetuarse en la histo-
ria y en el arte, cual preciosos restos de tiempos que pasa-
ron y de razas proximas a extinguirse para siempre.
Mas si nuestro respeto a estos cantos de los primitivos
moradores de America nos ha impulsado a darlos a luz en
la forma adoptada por un celoso coleccionador, no vaya
a deducirse de esto que nos hallemos en un todo conformes
con ella, pues segiin nuestro criterio, creemos que hubiera
sido mucho mas conveniente presentarlos enteramente des-
VI CONGRESO DE AMERICANISTAS.
pojados de todo acompanamiento y armonizacion , a fin de
que conservaran todo el caracter de autenticidad posible,
tan esencial ccmo muy apreciado siempre en esta clase de
colecciones que pudieramos denominar artistico-arqueolo-
gicas por la gran relation que entranan con los usos, cos-
tumbres e historia de los antiguos pueblos.
La coleccion del Sr. Espada se halla dividida en dos sec-
ciones. La primera que es a nuestro juicio la mas curiosa,
contiene veinte yaravies y cuatro bailes, que el mismo re-
cogio en tan apartadas regiones. La segunda consta de doce
tonadas, dos bailes, cinco cdcltuas y lanchas para bailar,
tomadas de la Historia inedita del obispado de Trujillo,
que a fines del siglo pasado ordenaba el obispo de aquella
diocesis D. Baltasar Jaime Martinez Compaiion. Eslos can-
tos y bailes se hallan presenlados en muy diferentes formas.
En la primera de estas secciones, unos parecen arreglados
para piano, siendo la mano derecha la que lleva el canto y
haciendo la izquierda una especie de acompanamiento sin
acordes, 6 mas bien un bajo ritmado que les sirve de base.
Otros estan escritos en tres pentagramas, hallandose en el
primero el canto y en los dos restantes el acompanamiento.
Un canto tan solo vemos anotado para voz y coro , tambien
en tres pentagramas pero sin acompanamiento alguno.
Todos ellos carecen de letra, excepto el Canto de la siega,
y el Cuxnico que la tiene en lengua quichua, y el Amor
fino en espanol. En todos estos cantos no se advierte ni el
menor rastro de la influencia europea, pues en ellos domina
una monotonia melancolica que se desprende de su vaga
tonalidad y de su constante termination en las notas bajas
de la voz por medio de intervalos de tercera 6 cuarta, lo
cual les da un caracter tan original como extraiio. La ma-
yor parte de ellos, y en particular El Yupaichisca, El Cux-
nico , El Yumbo y El Masalla pueden considerarse como
tipos de musica de los primitivos indigenas, conservados al
traves de los tiempos liasta nosotros por medio de la tradi-
tion. El yaravi de Guayaquil que tiene por nombrc /Alza
YARAVJES QUITENOS. VII
que ie han visto! debe ser uu baile de origen moderno, pues
tiene alguna semejanza con el Zapaieo del monte de los
guajiros de la isla de Cuba.
De las doce tonadas que forman paiic de la segunda sec-
cion, tan- solo conservan algiin caracter indio las que tienen
por nombre El Diamante, El Huicho y El Chimo. De estas,
las dos primeras, originarias de Chachapoyas estan escritas
para una sola voz con acompanamiento de violin y bajo, y
la terccra para dos voces con bajo y tamboril.
La Donosa, La Lata y El Conejo son tonadas cantables y
bailables que suponemos de procedencia moderna, pues en
ellas se advierte cierta reminiscencia de la jota, como asi-
mismo La Celosa vEl Palomo que recuerdan aunque vaga-
mente el popular baile delas Sevillanas. Las demas carecen
de importancia. Las cdchnas son unas canciones que se
cantan y bailan en coro. De las cinco que insertamos, dos
de ellas son una especie de villancicos y suletra versa sobre
el nacimiento de Nuestro Serior Jesucristo, en otra se en-
salzan las virtudes de la Virgen y las dos rcstantes pertene-
cen al genero profano 6 amatorio. Casi todas estan anotadas
para una 6 dos voces y coro con acompanamiento de violin
y bajo. Su miisica no tiene valor alguno. Nada hallamos
tampoco de particular en los bailes denominados. El Chimo,
Los Danzantes y Las Lanchas, si bien en la estructura rit-
mica de este ultimo, notase tambien algiin pequeno .rasgo
de lo que constituye al caracter especial de los bailes de los
ya referidos guajiros. Las letras de todas estas canciones
estan generalmente en mal castellano, alternando con algu-
nas palabras quicbuas, exceplo en la tonada del Chimo que
esui toda en dicba lengua.
De este sucinto examen de la coleccion del Sr. Espada se
desprende, que si bien en su segunda seccion notanse algu-
nos cantos de escaso valor por ser de procedencia moderna
y no descubrirse en ellos ningiin rasgo caracter istico digno
de especial mencion, no puede negarse el interes y gran
curiosidad que despiertan muchos de los contenidos en la
VIII CONGRESO DE AMERICANISTAS.
primera, y cuyo origen no creemos aventurado asegurar
que reconozcan una antigiiedad remota.
De todos modos, y sea cual fuere el aprecio que logren
merecer de los inteligentes en esta clase de investigaciones,
nunca podra desconocerse, que su celoso coleccionador al
suministrar con ellos nuevos datos a los que ya poseiamos
respecto de la miisica de tan primitivos pueblos, ha prestado
un senalado servicio digno de consignarse en lasinteresan-
tes actas del referido Gongreso.
J. Y.
YARAVIES QUITENOS.
IX
EL MASALLA.
Acostumbran a cantarlo los indios en sus casamientos
a manera de consejo a sus hijos.
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XI
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Que expresa el tono y sentimieuto con que lloran
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YAIUVIES QUITENOS.
XV
YUPAICHISCA.
Con este yaravi cantan los indios de las haciendas
inmediatas a Quito el «A1 divino» todos los dias
de fiesta a las tres de la maiiana.
Andante.
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Maipi charitian.
Mana ricurcani.
Xuingumi huacan (1).
Mi tierna tortolita
adonde estara,
pues ya no la veo
y el coraz6n llora?
(1) Conviene advertir que la len£rua de esta copla no es la quichua pura
sino su dialecto quiteno, y aun corrompido. En aquella, por ejemplo, itlpisue-
na itrpi: ccivtlffU, soncco. etc
YARAVIES QUITENOS.
XIX
EL YUMBO.
Antiguo yaravi que usan hasta hoy los indios en el baile
de los «Danzantes», tocado con el pito y acompaflamiento
de tamboril.
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XXI
EL SAN JUANITO.
Baile de los indios de Otavalo, que en los dias de la
festividad de San Juan Bautista lo usan cada ario y
con mucha novedad, tanto en Otavalo como en los
demas pueblos de Imbabura.
Allegro.
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Yaravi antiguo, conservado con una tradicion
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TRADUCC10N DE LA LETRA DE ESTE CUXNICO.
1."
En rico palacio,
viviendo estaras,
de mi pobre choza
tu te acordaras.
2.1
Eico pan de huevo
comiendo estaras
de mi maiz tostado
tu te acordaras (1).
(1) Repetimos aqui acerca de la letra de este yaravi lo que dijimos por nota
a otro de los anteriores. En cuanto a la traduccion hay que observar, que
sumag (6 sumac) noes «rico», sino «hermoso»; que chaglla guasi (6 chaclla
huasij es propiamente «casatechadacon varejones».— Cuxnico (6 coznicoj viene
con seguridad de kcoznichini «ocuparse en comer y beber 6 tratarse bien».
XXXVI
CONGRESO DE AMERICANISTAS.
LOS PASTORES.
YARAVI.
Allegretto.
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(!) Seyun las noticias que hemos podido adquirir, este D. Jacinto era la
diversion del pueblo por ser de una extremada inocencia a pesar de su avan-
zada edad. Andaba por las plazas y tiendas alarprando la mano para que le
diesen algo de comer, lo cual metia inmediatamente en pus bolsillos; no se
quitaba jamas los zuecos y andaba siempresin sombrero. Su conversacion era
tematica y patriotica. A su muerte, el pueblo que le queria mucho, manifesto
su duelo con este yaravi.
XXXVIII
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CONGRESO DE AMERICANISTAS.
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CONGRESO DE AMERICANISTAS.
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(1) Deseando no diferir por mas tiempo la publicacion de este segundo
tomo, desistimos de insertar integros, segun nos habiamos propuesto, todos
los cantos y bailes que contiene la segunda seccion, limitandonos a dar & co-
nocer de ella, El Diamante, El Huir.ho, El Chimo y Las Lauchas, que, en nues-
tro concepto, son los mas interesantes de la Historia inedita del obispado de
Trujillo, anteriormente citada y de donde los tomo el ilustrado y celoso colec-
cionador Sr. Espada.
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LXII
CONGRESO DE AMERICANISTAS.
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FIN.
INDICE
de los yaravies y demas cantos y bailes contenidos
en esta coleccion.
PAGINAS.
Introduction UI
El Masalla. — Acostumbran a cantarlo los indies en sus
casamientos a manera de consejo a sus hijos jx
El Albactto.— Con este yaravi despiertan los indios a los
novios al otro dia de casados xi
El Llanto.— Que expresa el tono y sentiniiento con que
lloran las indias xin
Yupaichisca.— Con este yaravi cantau los indios de las ha-
ciendas inmediatas a Quito el cAl divino» todos los
dias de fiesta a las tres de la manana xv
Canto a cuyo compas acostumbran a segar los indios de
las haciendas xvn
El Yumbo. — Antiguo yaravi que usan hasta hoy los indios
en el baile de los <Danzantes», (tocado con el pito y
acornpanamiento de tamboril) xix
El San Juanito. — Baile de los indios de Otavalo xxi
El Mayordomo. — Yaravi antiguo xxm
Bartola. — Yaravi antiguo xxvi
Dona Lorenza. — Yaravi antiguo, conservado con una tra-
dition de cierto suceso xxvm
Calllman-llugcixpa. — Yaravi antiguo xxix
El Cuxnico. — Yaravi antiguo x.wi
Otro Cuxnico. — Yaravi antiguo xxxm
Los pastores. — Yaravi xxxvi
Don Jacinto. — Yaravi : . ... xxxvn
Amor Mio. — Yaravi antiguo xl
Amor fino. — Baile popular xlii
El desengano. — Yaravi xlvi
LXXXII CONGRESO DE AMERICANISTAS.
Cuando me muera. — Yaravi XLV1U
La Purikicadora. — Yaravi l
La Robadora.— Yaravi lii
La Parranda.— Baile popular liv
|Alza que te han visto ! — Miisica de Guayaquil lvi
Baile de los indios de Quijos. — Aire de cachua lx
El diamante. — Tonada de Chachapoyas para bailar cau-
tando lxi
El Huicho de Chachapoyas. — Touada lxv
Tonada del Chimo lxix
lauchas para bailar lxx11i
Terminada la colecci6n de cantos y bailes indios pre-
.<entada al Congreso de Americanistas por el Sr. Espada,
justo es mencionar al ilustrado impresor D. Ricardo
Fortanet, & cuyo acreditado celo por los adelantos de
su arte, debemos el que dicha colecci6n se haya publi-
cado, por primera vez en Espana, con caracteres tipo-
graficos, que tanto armonizan con el texto g-eneral de
la obra. Este feliz ensayo debe animar al Sr. Fortanet k
propagar en trabajos de mayor importancia, un proce-
dimiento que tan beneficiosos resultados ha de reportar
a los profesores, compositores y aficionados al bello arte
de la miisica.
J. Y.
GETTY CEN
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BRARY
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