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iiAJBN DEL mm\m.
€ARTA A DON FELIPE II.
AHOIA PI8LMRNTR RHMPKKm.
* j - -j
A 1849
/<^
Aniich.'mivim esse perdendum , qui ly-
rannide pm oppresseral, Aniichmhnn
aulem inteUigo Machomedem , Papalum,
el omnes qui cuUui Chrisli adversanlur.
"Peir. Marlyr. Lee. Comm. p. 705.
Liis (los obras , aqiii reimpresos , se
copiaron de un lomo en 8 vo. i>spüñol ,
de 433 hojas , el cu:il contiene cnairo
oliras diversas , por esie orden.
* €armala.no, sobre la Epístola de S.
Paulo a tos Romanos, .^c. Vmecia 1356.
Pajinos 5iO , con tres hojns en blanco,
dos al principio i una al lin.
' ■•Comentario... sohre la primera
Epístola... a los Corinlhios Jj'c. Venecia
1557, = >> Pajinas 4-30, i una hoja en'
blanco al lin.
* Im(\jen del Antechristo ifc. Sonocho
hojas sin foliatura , i sin lugar ni año d»
su impresión : pero del mismo tipo i la-'
maño de letra , que las dos obras prece-'
denles. La última hoja, soto contiene en la'
plana primera los dos grabadas últimos^'
* Carla Embiailu a.. Don Phitippe.^
Scc. sin I. ni a. de su impresión. Pajinas^
92. i dos hojas en blanco, al íin. El mis-'
mo tipo i tamaño de letra c\ii(i el dñ laí'
anteriores.
i
tienen Techa d« I. ni u. de impresión ,
como las dos primeras ^ pareze que sa-
lieron de la misma Imprenta . porque el
(amano i forniu de leira , papel , número
de renglones en cada llana , i de letras,
en cadu línea , todo , es igual en todas
cuatro obras. De esto, se puede al mis-
mo tiempo deducir , como cosa mui ve-
rosímil , que si los dos Comentarios, se
imprimieron , nno después de otro , en
los años de 1556 i 1557 , las otras dos
obras, impresasen un papel que tiene ta
misma marca , i con el mismo lipo , ose
imprimieron entonces, o en el año de
15S8. Me inclino a creer, que fuesen im-
presus en este año , i a un tiempo , la
¡majen . i la Carta , [>or contenerse la
obra sobre el Antecrísto , eu solas ocho
hojas.— Ademas , en la Carta a Felipe
II. se habla de Pauto iv. como vivo i ti-
ranizando ; i ese Pupa murió el 18 del
8.* m. del a. 1559 : i no se menciona b
muerte del emperador Carlos t, acaezí-
da en el 9.* m. del año anterior. Añá-
dase a e«(o , que en la caria , se lamenta
«1 Aulor, como de cosa araezida en épo-
ca próxima , de las prisiones del Emba-
jador GarcíLaso, i del Administrador
de correos, Antonio de Tasis , atentados
hechos en Roma por Paulo iv. el año de
Í5S6. — Parcie, pues , indudable , que ,
fioto pudieroD imprimirse ambas obras ,
en el intermedio que hai , desde el co-
mienzo delañolSoS, a principios dd '
a. 1S39. — 1 , siendo todo esto cierto ,
podría ser tafobien indicio , de que ti
Dr. Juan Pérez, fué el que extendió ,
por lo menos , revisó , estas dos últimas I
obras, supuesto que lo hizo asi con las
dos primeras. En todas cuatro, hai seña-
les deque anduvo unamismu mano, i de
sujeto que estaba muí al cabo de lo que
entonces pasaba en Roma : en lodas cua-
tro, entre varios modos iguales de dezir,
se encoentra el provincialismo de mun-
cKo I munchos, por mucho i muchoi, usado
por tim pocos escritores nuestros, que ;o
00 recuerdo ahora, otro que el Dr. Juan
Pérez, para alegarle, t los que hayan leí-
do la obra del mismo Pérez , titulada
• Epístola CoNsoLtTOMt,- con fidelidad
vriiiiprcso el ;i. I!U8, olí I.oiiili'ni , por 1
ItüiiJLitijiíi li. Wirftin ; -conveiiilri'in , que I
d Auiur (le ella , puede ser el mismo i
i|ue el de lii présenle Carta ¡i Felipe u. j
i el tiaducior de la Imajen ác\ Aiitecris-
ti> : o el rcvisudor de esia obrjia , si el
di; Alonso de Peña-fiicrte , es nombre de
persona , que realmente existió , i no un
pseudónimo, puesto por Per-ez , o hijo
dePeilro; i'uyo signilicado equivulicse a
piedra dura o peña fuerte. Ya dije, que
estas oljras se copiaron , para la presen-
te roimpresiun , de un volumen , en el
que eí'tún encuadernadas junio con tas
dos do los Comcniai'ios , i en seguida de
I lias : cin:unstnn(.'in que es de nolarse ,
i'uandi) va unida a las anteriores , como
indicio de ser una misma la procedencia
tipográfica de lodas cuatro obras. Aun-
que sean muí aveuliiradas , me ha pare-
zido, quo no dcbia omitir estas últimas
coiíjeluras.
Los índices Expurgatorios, por mí vis-
tos , no nos dizcn , quienes sean los au-
tores de dicbas obras. El Indico del año
tS8S solo menciona la (Jarta , en li pú-
jiiia Gi lie ósr:i iiiinnra : ^ -Carta piu-
Itiudau DUesU'oAiigiiKiiftsimo Señor Priii-
vApu D. Phdippe , llei de España : sin
nombre (le aiilor ni inipresoru^^ FA M
a. 4651 paj. 2a4> dize : = Carta cnibiaiU
a uiiesLi-Q Augoslissimo Señor Principe
D. Felipe, Rei de España. «^ICt del año
1790 , paj. 44 di7e : — -Carta cmbiaita
a N. Au^ustissi. S. Principe D. Pliellppe
Roí lio tCüpaña. » =1 el mismo índice, en
la p'dj. 140 dize : =^nlmiijcn del Anti-
christo; Irnduc. de'l'oscano, por Alonso
de Penaliierte." = l este es el único ds
los tres Índices, que menciona la ¡majen,
aumiut! no copia a! pie de la tetra la
Puñada , de la edit^ion , vista por mi . i
iinica probablrnienic.
Sabido es, que desde el sií^lo xiv. acá,
son mudias bs obras , en las cuales, se
considera al Romano poniilice , como al
Antccristo. De una de ellas, escrita , ro-
mo la mayor parte , en latí» .«ü proba-
ble se trasladase o i'ormase en italiano ,
la qne sirvió de orijinal a la obriía-espa-
ñola. Si bien lísta , puede landiieii ser,
en \e/. ile traducción ik- una ubra sola
(Id luscanoj nun recúpilucioii, lir lo que,
sobre el asunto , se hulla en los sermones
i demás escritos del célebre Senes (r. B.
Ochíni , relijioso i doclo capuchino.— Si
es IraduccJon de obra determinada, es
probable que csia sea [amblen traduc-
ción , o deba su oríjen a un libro en la-
tín , impreso en Jinebra el año de 1557
en un vol, en 8 vo, de 88 pj'ijinas , cuyo
lilulo es: 'Anlilhuis deproBclarü Chrisíi,
tt indignis Papa faciRorihut (Sttidio Sim,
Boiario).» áfc. Imprimió este libro Zaca-
rías Durando , quien le reimprimió el a.
4558 , año, a mi parezer, en que se pu-
blicó la obi'iía Española. Veinteaños des-
pués, en el de 1578 , i también en Jine-
bra , se publicó por Eustaquio Vignon ,
tercera vez , el dicho libro latino , en ud
vol. en Svo. de 79 pajinas , i no de 14?
como asegura Brunet en su Manwl Bi-
blwgr<^kique. La edición del a. 1578
tiene , como las anteriores, 36 láminas,
o grabados en madera , i tres de estos
grabados, son idénticos, a ios que puso
aqui Peñafuerte eo su obra , en la cual
son iaminaN , 1.' 3.* i 3.* las que son
50.* 5-t,* i 5^.' en b eilic. de Vigimn,
Como esta reinipreston nuestra, es cupia
tiel (le b obi'U de Peñafuerte , en cuanto
al testo ; así lo es , en cuanto a los gra-
bados.
Esta clase de grabados en madera , f
otras semojanies producciones del Arte ,
ulusiviis al Anteoi'iitlo ; eran ya comunes,
aun aolcs de la Refoniia relijiosa en Ale-
mania :— pero , yo creo , que el famosO'
Lucas Cranacli , fué el primero . que '
aplicándolas a los Papas romanos , pu-
blicó una serie de grabados en madera ,
el a. 1320 , con el titulo de : Pasión tü'
Cristo i del AnUcrislo : ladeando en elloSr
la gloria í Tausio deliciosu del Papa , con
la liuDiillacion i padedmienlos del Rr-
iffiKiOR. Los epígrafes de esos grabadas,
los compuso Martin Luihero el cual de-
zia,quelaobradeCranach, 'era un buen
libro para la enseñanza del pueblo*.
• B<mus et pro ¡aicis liber. •■
1 aqui me pareze conveniente , ;a qin
la obra de Peñafuerte trata del Antecris- '
to , i se publicó a mediados del sigto<
1TÍ. , reeiificar el aserto de un caoóni-
go i cacrilor dacLo de nuestros LÍenipos ,
el cual , roliriént
s del :i. de
1S6Q, dize : — «Los predicadores ti
vlóljcos predicabnn publicamente contra
■el Papa , llamándole el Aiitecrislo, idi-
«ziendo que pues el Evanjelio tcniu en su
«favor una tan giando Corona cuiiio la de
■ Inglaterra , uo babia inasit'no introdu-
nzirlo con la espada en todas par les.- j(c.
[Memorias de la Academia <ie la Historia.
Tomo 7.° impreso en Madrid a. t852.
paj. 280.]
Como eslc clérigo docto , ílorezii'i unos
doscientos cincuenta años , después del
<je 1560 ; ularo es , qur, por si mismo ,
üo pudo oir a esos predicadores no cató-
Hcat , que nos asegura , dezian publica-
ipentc , que era preciso introdiizir et
Evanjelio coit la espada en todas partes.
Sin duda encontró papeles, o libros, que
üsi lo aseguren , i creyéndolos él , tam*
bien to aseguró. Esta clase de crítica, i
lójicos discursos, bastaban paia apoyo de
su palabra clerical , a causa del respeto
conquexaira nuestro pais, a la tonsura
. bechiíjen los templos. Pero no siendo yo
clérigo, debo apoyarme en
mas rundanienio, para contiadozírle.
Es , pues , de todo punto inverosioiil,
que unos Ijondires, que TorEosauíenie ha-
bían de uimeutar el ediriclo de sus doc-^
trinas , en el principio coosLílulivo ,i
esencial de libertad de conciencia i culioi
por ser, eso mismo, lo que pidiun i exij
jian para si ; — se atreviesen a predicaf
publicamente todos ellos , que era pre4
ciso introduzir en todas partes el Evuivt
jelio , con la espada. Digo , todos ellos i.
porque allrmündo , que ios predicadoreí
no católicos predicaban ; claro es , que sfl
dá a entender , fneron todos , o a lo mer-
nos , la mauor parle día ellos. — 1, cabal-
mente , es Lodo lo coulrario.
Hubo entonces , soguu leemos , i aboi
ra, sin duda, los hai, i liabrú en adelan-
te; algunos predicadores no-catúticos
que , (inconsecuentes con sus principios)
se hayan valida, i valgan, contra el Pqt
pismo, de urmas expresamenie roprobOr
das i desechadas por Cristo*, única I'Í9^.
(lia rutitluiiiejital dd CnslJaiÉÍsiao. ¿U"''^"
lo niega? Pero , la mayor t mejor parte,
de los predicadores i escritores no-cató-
licos , predicaron i escribieron siempre,
lo mismo que ahora , en contra , de ese
inicuo e inútil sistema inqoisitoriál de
compulsión i de fuerza , que es del todo
papista, i con el cual, se pretende un im-
posible : i es , forzar e¡ convencimiento ,
i maiar , para persuadir. El rellexívo
lector , que huziéndose cargo de lo que
va expuesto , quiera por si mismo exa-
minar obras y sermonarios , de antiguos
y modernos protestantes , o im-calíÁicot;
hallará, precisamente , lo contrario , de
lo que se les atribuye por ése escritor. I
aquí mismo , en la obriía de nuestro Pe-
fiafuerte, lo hallará. Léase , en prueba ,
la plana viii. de la antií^ua edición , o lai
pajina 13de la edición presente: allí don-
de diie—o Criíío no forié jamás a... ere
er> &c. I, ya como cincueula abos antes,
desde los principios de la reforma en
Alemania , venian declarándose los re-
formadores , coatrael inlenlo de forzar
las conciencias eon el uso de la espada--
pucti ajiiiiiii.-c)dose l.iuliei'ü a tuii liic» pro-
yecto, D&ci'ibia en una ocasión: yoUeinvi
ti cade pro Evangelio certari; ita scripsi ad
hominem." No quiero yo [dezia) que se
pugne por el Evanjeiio , por medio <le la
violencia i de la matanza : asi lo escribí
al sujeto." — Olías muchas citas podrían
añadirse, pero bastan ésas, para rectlü-
"cari conti-adüzir el aserio del escritor
aludido , i para advertir al lector espa-
ñol , acerca del falso Julzio , que se ex-
pone a formar, sobre las docliinas i opi-
niones de los perseguidos españoles , que
en tiempos pasados pugnaron de palabra'
i por esci'iio , contra el papismo i sus
errores ; si se fia en el teslimonio que de
ellos dan los escritores papistas. El invi-
tar a cada español , al conocimienlo de
la verdad , en materia de tamaña impor-
tancia ; es una de las razones , que me
incitan a reimprimir obras, como las <¡ue
encierra este volumen.
Et aulor de la Cauta i Felipe ii. pnc
de ser , como ya indiqué , el Dr. iuan
Peres: a lo menos, esta , no es ninguna
de las cartas , «¡ne otros protestantes es-
public
, (le las q
cnelaneos |]
conocemos , dirijitlas al mismo Rei,^
panul
Iioi
lantoen custdhiiio comaen francés. Es-
pero tener ocasión, i lugar mas adecaa-
do , para dar amplia nolizia de dichos
uuiorcs i de sus carias : uliora basla de-
zir, que ninguna de ellas, es la presente.
No es presumible, que , poi' clescono-
zer la condición del monarca, o por ar-
rogancia personal , o poi' motivos pare-
zidos , que ruvelárian Talla de cordura ;
dirijipsen nuestros españoles, publicamen'
le , cartas seiuejanles , a un Reí cual era
Don FELiPc. Oirás razones liabia . i bien
nalurak's, para que asi procediesen. Mu-
chos tuvieron , t-n todos tiempos , por
cosa, no solamente licita, sino muí eticáz,
el dirijirse públicamente a sus Principes,
por cartas , libros , i oíros impresos : —
i nuestros aludidos compatriotas , lenian
hasta necesidad de bazerlo. Veían ellos,
en la persecución i proscripción de su
creencia , i de sus pcrsoaas , asomar la
esclavitud , i ruina inminente de la l'a-
iria que amaban, i doblan amar : no les
era dable acercarse al irono, para adver-
til' tic filo a sil Piiiiripc , portiuo ésle se
liullab» poilcado sícnipie de clérigos, frai-
les, t algiiociles lie h Inquisición , que
tales ei'ün los Grandes dcEspañumo Icá
quedaba , pues , olro medio, a nuestros
protestantes , que el de la iniprenia , en
apoyo de nna causa , tan sania, a su pa-
recer , que '^D ella , cifraban la salud de
sus pro|ir¡as altnas, la de su Patria, la
del jénei-u liumann. I , vnli<lndose de tal
medio , cumplieron con un deber, mas
que con nn deseo. — Atribuir a oti'as cau-
sas , o motivos , esta clase de produccio-
nes ; no parece discurso de bnena lójica
sino antojo de la malevolencia.
Hechas estas previas consideraciones ,
sobre las dos obras , debo informar a
leílor , acerca de las pailiculai'ídades ,
qne son mas notables , en la antigua edi-
ción de ambas. I , paraque no se tache
mi escrupulosidad, como nimia, repeti-
ré, desde tnego, lo dicho en el volnmen,
que a este precedió. Yo tengo por nna de
las primeras obligaciones de un editor
qoc reimprime un escrito antiguo , se;
éste cual fuere ; el reimprimirle fielnien-
le, srgun le hallí! , sin nada uñadir, qui-
tar , o alterar en é\. Lo contrario, escof
M mui ajena de la injeniiidad literaria , i
del respeto conque deben mirarse los Ira»
bajoEde unos autores, cuya voluntad o»
podemos ya consultar. Además, esta vi(w
lacion de la verdad en las memorias pa*
sadas , aun cuando s« haga con el fin d^
correjir los defectos i errores de un e>t*
crilo , conduce a en{;añar , o extraviar
i a dar , acerca de las cosas i de los he-'
chos , ideas muí diversas , o contrarias
a las circunstancias i tiempo determina-
do , en que ese mismo escrito tuvo sa
orijen,-S¡ los Autores de losRomancerox,
i de las rimas AnTicn*s castfxlanis : si
Tirso de Molina, o Teltcz: si CEnviNTEi,
itiason primero del injenio español : pu-
diesen ver, cual se reimprimen ahora sus
obras, por nuestros mas doctos literatos;
sentirían que esios (no porque ignoran,
sino porque quieren) se conviertan en j(
suitas literarios , adoptando opinioni
mui Uxas, relativas a los deberes de u
editor. Es lástima, quehoi, sin escrúpi
lo , se quiten, añadan, alteren, o refm
nuestros ¡inti^juos Autores, cuando care-
zemos de una ñel í completa colecctOQ
de ellas. Ojalá , que los mismos que pue-
den corlar , cuando quieran , esle nial ,
se abstengan siquiera de aumentarle, con
su proceder o su pereza. — Asi , pues,
reimprimo este liliro , con la fidelidad
que reimprimí el Carrascon. Adopto una
ortografía moderna í uniforme , cuando
creo innecesario conservar la del antiguo
\olnmen : pero dfjo intactas, vozesque,
a mi parezer . lo requetian. Como p. e.
muncho , comido, deuria , a^ara , eston-
ces , acábaUa , abrille , im¡iediílos , exler-
mitiailos , déila , (tilla , virjines , sytcas ,
recebe — i alguna otra mas. I, como prue-
ba de completa lldelidad , van , a vezes ,
reimpresas diversamente unas mismas vo-
tes , porque lo están asi en la impresión
antigua. Entre otras, se bailarán v. g. las
palabras Vuestra Majestad escritas de cua-
tro modos diferentes. También restituyo
en su lugar, la manifiesta errata de Paulo,
por Julio ó." que es como debiera dezir :
i d«o los iialianismos , i latinismos mal
ospai
nolÍ7.ailos ,
hebiendo de nuettr^^
a pena , i olrus : por-
sangre ■ t
C)ue esla dase de lunares (qup por aficio'
nado a la cnusa de liberLad , que el libro
defiende , padiei-a niiii bien haber corre-
jido), pueden indicar a los lectores , o el
orijen , o el autor . o las circunstancíM
del escrito , o de su publicaciou. — La
Inisjcii del Aniecrislo , en la anttj;ua edi-
ción, no tiene seguida»., cual correspoD-
deu , i van aquí , las llanas, o pajinas ;
sino trastrocadas , de modo , unas con
otras , entre si , que haze ililicultosa la
lectura. Aunqui! yo las reimprimo por so
orden , pongo a la margen unos núnferos
romanos, que al ptiso que indican I3 ma-
nera en r|i]e se bailan impresas ullá , avi-
san la chse de variación o corrección ,
que he liecho. El dueño anterior del
ejemplar antiguo , pegó ya un papel , de
anteportada , con nota manuscrita qiie
dize asi.-" Porque csíí Tratado de la Ima-
jen del Anlechristo , eslá de lal manera
impreso i que es mui difícil coordinarlo;-
tte por el orden de los mtmeros , [q . d
los que él puso] i ¡o hallarás seguido.
[A esos iii'inieros , susiiluyeD almra , lat
pajinas : i el desorden cnn que está im-
piesa , adi'Cile o casualmente, la edicioa J
aiiligua , le seíialiin los números marji- 1
nales , i la tabla de ellos , al fín.
Porque la compos'rcioD de estas obras,
se haya tejido con ideas i expresiones 1
Tuertes , acres , i vigorosas : porqne , a ]
la primera , acompañen ires grabados ,
i , de pronto, dos de ellos , aptirezcao '
sóio rasgas saiiricos : no itnajine el lec-
tor, si desea juzgar con aeierlo , que e| j
propósito i fin de estos escnloies, fuese, |
el de presentar a la burla I mora inc
siderada de todos , aquellas crecaciaa
relijiosas , con que miraban como des-
lumbrados o encandilados los ojos del
entendimiento en ca^í todos los españo-
les. Si con sinceridad e investigación di-
lijente se le\eren ; descubrirá cualquie-
ra , que fue otro , i mas recto , el pro-
posito , i mas iioblí', ¡ útil , el fin de es-
tos escritores españoles. Quien , en sus
lecturas i estudio , deje de ser un secta-
rio, ¡se proponga merezer de si mismo,
en la sinceridad de so menle, el dictado
XVIII.
ilf írnc&ti^utlor il<: lii rnrd.id j lialhirii
i|MC a eslos fscrílores Í niúrlíres españo-
les , su edad , sn doctrina , el.tt^tínio-
iiio de sus coiitcm|ioi'óneos , )os lortiien-
tos , dcsücrroS, o muertes lioriiblesqne
por su creencia suftieron; los debe librar
de LoJn mala sospecho. Sí ellos trataron
de indicar a los españoles , ser el cristii
nismo , oira cosa de lo que eii F.spuña
enseña : i otro el culto racional que
bi'mos al CniAnon , i otros los natoralf
i spf^uros fundamentos de salvación espi-
ritual; no los movería ciertaaiente a ello,
el entusiasmo , o la liipocrQsía. Porqae
)a podiau tener ellos bien sabido , qae
ni en los calabozos ni en las hogueras de
la inquisición, iban a buscar los pruden-
tes del mundo , las mitras, las púrpu-
ras , las poderosas tiaras, las ambicio-
nadas riquezas, Que enlre aquellos cala-
bozos i hogueras , no cabían ilusiones ití
cálculos , como no cupieron entibe la soga
i la garganta de Judas.— Libre quede,
pues , de mala sospecha el relijioso in-
tento de unos varones , cuyo Credo
aporraron ni protejieron los Gobieri
ni parLidos políticos de su Patria , en
aquel tiempo. I otra razón mni poderosa,
aliona i muéstrala pureza i verdadera
sinceridad de sns acciones.
Roma combinó sagazmente, paraante-
maral suyo , nna- bien organizada Tuerza
ei> las órdenes monásticas , sobre todo ,
en l:t de Jesuítas , que nazió para opo-
nerse a toda ulase de Reformas , i ener-
varlas o minarlas. Tiene ademas el Ro-
maiiismo , un Tondo 'inagoluble de atrac-
l'vos para el pueblo , i grande caudiil de
recursos históricos, anticuarios , i esco-
lásticos : tiene hecha una fascmudora
alianza con la arquitectura , escultura ,
pintiird , i música : usa de un culto tea-
tral : tiene ritos consoladores : consagra
vistosas i variadas joyas : requiere osien-
losas vestiduras i ornamentos : lisonjea i
anima con igual seguridad al fanático mas
tétrico , que al mas \&\o i tibio de sus
aGliados : cuenta u;i crecido número de
estos , a los que sube atar con una exiji-
da UDÍdad ostensible :-i asi, la fuerza del
Roinanismo consiste, en mas , que en la
clerical astuzia , i en su variada niojiga-
Ipi'ia. Atiora bien : los pscrilores «-
paúolps rcroimisUs , pata destruir i
rnzadorns ailos del j<'suUisnio o ronianis-
iiio , ¿qiiá .it'lps pusieron en juego? Nin*
(;iiiias. Liniiiáronse , a publicar escritos
nomo los présenles , que tienen por ca-
pital objeto , enrnniinur la aieniinn de
los hombres a la lectura de lii BtsiiA ,IÁ
<;ont<>nÍdo de la Biblia , de ettos Libros «i
<'iiyos preceptos morulcs , e inspirada*
deidades , son luz ¡«nscñanza del espt«i
■'itii , i doctrina siiricienlc i innipleta pa-'
tu \;i salvación , i conocimiento virtuati
de JisEs , linico Salvador , i línico Sa-{
cerdole , i útiiea relijion maniliesia ded
ctisliunismo , que no ha menester suple*;
meatos , prácticas , ceremonias , ni adi*^
clones humitnas. Sí a eso , redujeim
todas BUS arles estos escritores nuestros ;<
si ese íaé el confesado lesiininnio de siH
i'ú , entre lasaHicciones, tormentos i s
pliuios ; ¿no queda bii-n clara la sincera
dad i pureza de su intento?— 1 el
eonozerlo asi los españoles qu(í ahor^!
existen ; es todo , cuanto , a favor d4J
i'Sios múi'tíies de la (é en Cristo se rectarV
mu , con lo que acíilm de nk-garse. No se
, ci'ea , que lu ivinipresiun ile estu.s escri-
tos , tiene por objeto , el preseiitura su»
autores, omio guias i maestros infali-
bles : prcieiision Ttieía esa , aileitus du
ridicula , aniicrisliana. Ya se dijo en el
prólogo (leCAnR«si:o», cual era el inten-
to del L'diiór. Lean obras de esLa dase ,
aquellos , quR como los españoles , leen
solo , i Torzudu mente , las obras que les
escriben , i les pei'niitcn , los clürigos j
Trjiles : léanlas , examinando ¡ culejaiido
el contenido de todas ellas , a la luz de
)u BiBut. i con el espíi'iLu pedido i ubte-
iiido , en la vjjilaute i no inipriunipida
consideración diaria , do las palabras i
pensamientos encerrados en la Biuui ■,—
i lle^-ar'iin á compinidcr , al cabo , qm:
la voz Cbistuiisuo , no es sinónima do
pí^iismo o romanismo , porque nunca
puede circunscribirsu al signiiicado de
I secta : nunca envilczerse, a designarlas
I preocupaciones o interesadas pasiones de
ninguna clase de sectarios , aunque sean
tan numerosos, como losque dan riquezas,
¡ adoran , í besan los pies del lujoso Pon-
lilicc y Süberaoo deRumn , i se au'eva_
ii llamarle Vicario de Jesucristo.! No. La
voK Cristianismo , no tendía juniús sígni-
licuilo de acepciones materiales , * sido
le D. Jiinc B.liBri. m
lirobar, que lolc l<ii itkcuIm « <J Papa de Rnma [a^t
rim>): vene [. Rp. a Ini Crinl. ii'i. 4-] k lakinFroM,
díie iii. CD li paj. ITI. da aii -Rclijloo damoitrada il iA-
nai cualquiera de !ai ¡¡¡Irgli» <{i,c i( llaman Criiti>aíi?>
"H. Nd i'Hnr : e> DHEinrío rMr ta la Tirdadera : i aXt
dad de Haioa).-^
■• (I- :
P, Tara prubar cu pocaí palabra! la Dccoldad del
Sumo roDflBcadn. jqué raioü lefialjrla V,f R. Dlri».
liguieDleui Iglcat. aln J«™ Pa^lifio,. [que, «g,o B.I-
mei , ea ía pinruut del Papa de /lomu.]— Aliura bien :
nfapfl,
lu¡;mrde MahBma,
Fspiriliiüics : no es palabra adecuadla ,
para esplicar controversias, que promue-
van tráficos provechosos paru clérigos i
Sacerdotes lumianos, cuja relijion se re-
duce a divinizar sus uiuti^rialcs ganan-
cias : es solo palabra , que nos índica .
que lodos los hombres pueden ganar la
eterna salud , aun lin Palal/ra predicada
n: Ui JorlriBii Jei Pi|>i inn »[(iTa|;ar
»¡ml<.'Ul
de íemcrfilo •od mblloiFi: d Pip. nn
. irapliJo
. .11. Jüu
lii e»t-bl«Uo el \',i.i«a« , .Jll tcbkk .0
mpiHion ,
e h hon..
allí Jr.»de
JipniJad .
Borní pan , con Lt.'a nl..r . con d^h.
« ert. tida i»>rt.l. íQuí li.»pi>»el
I-ipa de cu
oncihc . cí
•¡A el «bio Bilmcí, qoc nni r¡ií|!>n q
c él .pl¡c=
bnu. DM í/e/oí .ínWwrúlDj, leapll
ao i adapfa
fs. Pedro I, Ep. iii. i,]. — Umii:ir la \ot.
Cristianismo , al sigtiiGcado que ta áa ,
por conveiiiencia propia , un hombre ,
que entre incontables dclirias pasa la vi-
da, metido en los palacios deltoma , a-
donde , por bondad i agasajo especial ,
se deja besar los pies, de miles tle sus
interesados apo)3dores;-equivalea dezir,
que Jesucristo, fue toque fueron Téudas,
i Judas el galileo, mencionados en el cap.
T. de los Actos: o, lo que fueron los fun-
dadores de las sectas Gtosóficus de la Gre-
cia. Triste idea del Cristianismo , i blas-
femia contra su Fundador, que estrechan-
do a los cristianos , a esperar solo para
esta vida , haze déllos , tos mas misera-
bles de todos los hombres! "
En vista dep«to, i de cuanto dejaron
escrito los españoles , que compusieron
votúmones a este semejantes , me parrae
que uo debe confundirse el cristianismo ,
con ei papismo. Son dos cosas del todo
(íonlrarias: porque ser discípulo de Jesús,
i ser Jesuila , son cosas , que no pueden
1. E,.,
ciilremez.clarsc. Las obras que aquí se
presentan, attnqne no , en verdiul , orto-
doxas, para los papistas, o romanistas:
no pueden dejar de ser aprobadas, i nnn
apluudidus por los españoles , en alen-
GÍon a que su contenido se halb , en to-
da , confirmado , i superabundaniemen-
te , con lo que acerca del Papa i de Ro-
ma , escribieron los mas clásicos e irre-
cusables escritores católicos nuestros ,
desde el Arcipreste de Hita Juan Ruiz,
busta el Canónigo D. J. L. Villanueva ,
e» dezir , por espai^io de quinientos
años. Ademas de afianzarse la mate-
ria de estas , - con las obras de ésos
autores ; hai que observar , que na-
da se exagera, en contra de Felipe
II. , Paulo IV. , i otros expresamente
nombruilus : porque , acerca de díclios
personajes, á'uen , lo que este Mino, los
mpjores Documentos liisióriios rehacien-
tes, que pueden ciinsnltarse, pero no ci-
tarse aqui, a causa do su muchedumbre.
Mas,' no quioro tlejar de recordar, que los
que tanto, i lin a menudo , alaban a Fe-
lipe 2.° como lo hazen muchos pruden-
tes i JuLziusüs españoles ; (Uiún, en elli
si quieren , ana prueba de sujuizio
pmdcnclu , i (le su enlusiasmo, por I9
que suelen Ibraar ghñas españolas ; pe-
ro no , una demostración , de que el di-
cho Reí , valiese lo que ellos dizen. El
Taitiüso duque de Alba , en el a. 1509.
eiitre^fú en cinco anos, ai verdugo, en el
P^is Itujo, las cabezas de diez 1 ocuo uil
prutcsiunles! I esto lo hizo , para obedc-
zer , i agradar , a su amo Felipe II.-1 de
resultas , a los 29 años, de este inhuma
no i anticristiano hecho , en el a. 1606.
sacudió Holanda , con razón , la Teroz e
inicua dominación española , i Tue reco-
nocida por Europa, como Nación inde-
pendiente , i esta vez no se descubrió en-
tre esa política de sangre, ni la sabiduría
ni la hábil majestad atribuida al Irailero
fundador del Escorial. Arzobispo, i
aun Virrei de Valencia, fue Santo Tomas
deVillanueva : i en sus cartas de olicio
al Rei , quéjase mucho el venerado agus-
tino , de la ¡oscuridad i desamparo en
que tenia el Gobierno las valencianas
costas , i de los rrccuentes desembarcos,
i i-ubus , i cauíiveríos de cenleaurcs de
alaos i mujeres que eii ellas haziaa los
piratas berberiscos :-cosus todas, que
aboaaa muí poio la temida potencia del
aplaudido Rei D. Felipe. £1 mismo U.
Felipe , comienza a reinar , con la pér-
dida de la ¡limada católica en los Jelves ,
el a. 1S6Ü. Rompen al año siguiente las
alteraciones de Flandes : la ignorancia
baze , que el año 1562 se pierdan en la
Erradura, las Galeras de España: el año
1566, comienza con la rebelión deHo-
laada, provocada por la ^rau- politii'a ,
úe\ prudente O. Felipe, i dicha rebelión
te completa el a. 1372.* La misma poli-
gneiTH ijuí biiiiD a ln> prolentiuln iiucilnii
rigu i íftUti. í la meoDi , ]di idji ¡mpuljri'
unatroi . lo díicn ra mil pirli'i . cu^uJu hj|j
^ , fíOi milagrcí del Detp-
iá putblo. Eb i
lo,. tu
r."'
mucko,nasJi,citgu,jó-.cU
1 DÍtne , cuMD iilrtilii , Tíniíi ■ deiir , qnc
lica promueve el Levantaniierilo üe los
Moriscos el año I5G8.: el a. 1577 inven-
u el mismo Reí , el esianra iJe U) sal ,
de este don de la naiuialeza : i el estan-
co de los naipes , en prueba de su mora-
lidad : i entonces el atrevido Draek sa-
queaba i asolaba , a su placer , a Carta-
jena, la Florida, Jamaica , i otras Colo-
nias españolas. Para consuelo, regala a
España D. Felipe con varios Autos de
F¿ , en los que se quema a inoTensivos i
desarmados cristianos i judias ; i el a.
1S86, publica la uíiV Pragmática de las
CoriL'sias i Tratamientos: el a. 1SS8, la
Providencia humilla i burla los Fanáticos
designios del Prudente Reí , i destroza-
da la invencible i mal dirijida Armada ,
se deshaze el poder marítimo de este
país desventurado, hundiéndose en el
mar , con el incontable coste de las na-
ves, miles (le vidas de españoles. Hl pru-
dente vencedor en San Qiiinliu no fué en
esa Armada: pero en cambio, el a. 1589,
promueve los alborotos de Zaragoza, en-
gaña al Justicia Lanuza , por medio de
sus criados los Jesuítas , descabeza al
Justiciii , cftniosi fuera un malhechor , r
acul)u cod los liierus de Aiagon . que ha-
bía jurtuío manieiier. Nueve años antes,
en 15K0 después de acilian'ir con amar-
guras , i meiiLiías ¡Dniímerables , lus úl-
timos días de su lio el misero cardenal i
Bei , D. Eiiriique , a cosía de fraudes ,
promesas falsas , i regateailos sobornos,
contra la corona Portuguesa , I por sii
limidex i trabucado juizio , no acierta a
bien ceñirse la comprada joya , sentando
la Capital de España en Lif;boa, El Pru-
dente na sabia salir de las celdas del Es-
corial. Pur lin , a últimos de su reina-
do , como piiru esptirnr a los españoles ,
bien alto , los efectos de \a prudencia i
saliiduria, de un reí fanático i escluvo
de cli^rigoB, i liazer pag:ir, a España, del
todo , la formación do la ¡nvencihle Ar-
mada , saquea , i pisa, como quiere , et
ÍD{;les , a Cádiz . el a. ir>96. Estos
Miu algunos, délos hechos i rasgos prin-
cipales del pi-udente Felipe II. reí que
, Lodo lo gobernaba , que todo lo diríjia ,
(]iie de nadie se liaba, que fue servilmen-
te obedecido , hasta cuando mandó , co-
(lio a AiilDnio Pei^z, asesínalos i rtivenc-
iianiientos. ¿Son, por veniiir:i, ésos, ras-
gos de prudente i de sabio Polilico? Reca-j
paciten sobre la si^niricacion de [ales
¡tes, los elojiadot'fs de mn FuncslD l'r
cipe. No' es dublé , entre los liniiles de
un preúnibulo , referir las consecuencias
de esos iiechos: pero los que ahora p. e.
imprimen conio si fuera consecuencia de
notoria verdad ; queD: Felipe 11, uc3b6
con lai allcraciones de los Moriscos :
que aseguró para siempre la unidad re-
lijiosa en España, haziendo papistas las
almas ieniendiniienlos de todos los es-
pañoles : i que efectuó otras grandes co-*
sas que no designan ; olvidan lo que nos
reliere la Ilisioria, i afectan desconozer
cuál es , i cuál fué siempre , la disposi-
ción relijiosa i espiritual de la mente
humana : que se diferencia tanto en los
hombres , como se diferencian las caras
i los cuerpos , entre un hombre i otro. —
Poco seria , io que respecto a Moriscos,
hiziese de bueno i sólido D. Felipe II. el
Prudente ; cuando sabemos , que su hijo'
1>. Felipe 111. el Piadoso, echó desapia-
I
TOS MIL espnñtiles moriscos , coiiliscan-
doles de aniemano , los bienes que a sus
labmnzas, e indusLriüSos LiáQcüs debían.
I para saber , qué jénero de unidad re-
tijiosa , dejó establecida eu España D.
Felipe, no hai mas , que acudir nt mis-
mo anlicrisiiuno Sonto O^cio , el chuI ,
doscientos años , después de niuerlo di-
cho Rei , no lia cesado de alormenlar , o
quemar vivos , a cuantos españoles i es-
pañolas , quisieron dejar de ser hlpócri-
' las , o maiiirestaron, de cualquier modo,
separarse de esa notoria mentira , de
anidad rclijiosa española. Todavía , por
los años de 1780 , se víó quemar, por
causa de relijion, a una pobre ciega des-
venturada, en b fajiálica ciudad de Sevi-
lla : todavía en 1>íl8,sedíó tormento
a varios inrelines , en las cárceles de b
Inquisición , en Madrid , Murcia, i oíros
punlosI-Por loco delirante tuviéramos
hoi al rei D. Felipe, si liubiese mandado
a sus subditos , que , a pesar de su con-
vencimiento i experiencia , pusiesen to-
dos ellos, la salud i remedio de sus cucr-
WXII.
pos , cíi manos de un mvdicu iluliaoi
t|ue iiu se moviese ile lialís : — 1 cuando
ct mismo D. Felipe , sueña el sDcritpgo
imposilile , de (\ae , a su mandato , en-
tregasen , milagi'OsamoiiLe unidos sus
subditos , la liberlud, espiritualidad , i
salud de sus almas , a un clérigo italia-
no, 8 quien se llama , sin saber porqué.
Beatistuo Padre ; i cuando no se realiza,
por imposible , el sneüo del obstinado
Principe ; entonces le apellidan , a boca
llena , Rei sabio , grande , prudente ,
algunos españoles, aun en el a. de 1849!
Felipe II. mandando al duque de Alba
besiir los pies del que le nialdezia, i ado-
rándole; i quemando, al mismo tiem-
po, a loi que defendían el derecho de
libertad de conciencia, concedido por
Dios a los españoles , como a los demás
hombies ; no bizo otra cosa mas , que
dar pruebas maniHcstas de la liumana
locura, i de la individual impotencia. El
Puntillee Paulo IV. a quien adoró el reí
Felipe , como a Dios , Tormo un proceso
contra él i contra su padre el Empera-
dor Garlos V. declarándolos , enemigot
XXIUl.
lie ¡a Sania Stde , i i!.dmicni¡o a sus súb-
dilos, de la obligación <le obedeterles : Isn-
bi.-l (lo Inglaifrra , escarnezió i debeló ,
(loiido <iuiso , Va majcslad de D. FcHpe :
ilt^iiiida i Fbndcs sacudieron su yugo :
i sil nielo Felipe IV, no pudo llamarse
ya m de Poruignl: su biznieto Carlos II.
puso su nombre i Lrono a los píes de la
familia de Borbon : i cu menos de cien
años , se bnii visto dusapnrezer, hasiu
los Trailes dei Escoria!, con todas las de-
cantadas obriis de la política del som-
brio i adusto Príncipe : quedándole solo
t » España , los frutos de ella , en el fana-
tismo , bipoercsia, irrelijion , igiroran-
cia, i de^Tíidacinn, con que todavía eslíi
abrumada. No. Ninguno puede, con ver-
dad , luúslrar en las tristes provincias
de toda nuestra España, aquellas señales,
por las cuales se reconozca buena i cris-
tiana política en los que nos precedie-
ron. Cabalmente losIVíucipcs masaplau-
di^ofi, i con sus mas elogiadas acciones,
Óícronel origen i el complemento, para
esta sólida estructura de la actual degra-
<l)CÍou i miseria de España. Los calóli-
eos I). Kcniando i [>.' Isabel, riimladi
res de la Iniguisiciort , principiaron la
ohra : D. Fütipc II. , esclavo de la In-
quisición . la comluyri. Asi , por des-
{;racia , salió ciorlo el valieinio ilu nues-
lio excelcnie , i no entendido poeta ,
cuando , al hablar de los procederes de
ntiesiros reyes , en tiempo del luayor
jioderio de España , exclama :
¿Qué se saca de aquesto! ¿alguna gloria?
¿algunos premios , o agradecimientot
Sabrálo guien leyere nuestra historia.
Veráse alli , que coma polvo al viento:
asi se deshará nuestra [aliga
I , como para corrohorar ese vei'ir)c;id(
vaticinio fie G«kcil*so, Cervantes nos
dijo luego , que con dificultad se halla u»
filien Gobernador en el vmndo : 1- Felipe
II , filé mas estillado y duradero , pero,
no mas provechoso Gobernador , que el
retrato de españoles ¡gobernadores que
nos presenta el Quijote.
Acerca de Paulo IV. , ya se ha dicho
algo , conforme del Iodo , con In que re-
licrc el aulor de la presente carta a Feli -
po II. — En la puj. 310 i siguientes tom.
f
2." de la obra de Líbrente-" Keíralo;»?!-
tica de ¡os Papas«. * aunque solo bajo un
aspecto , i con moderación , se dice ,
(jitien fue Paulo IV. ; í paraque se le
conozca mas de lleno , trasladare ni pie
de la Ictia , la pintura que liaze de sus
rostumbres el bien acreditado escritor i
diplofliálico Italiano B. Navagero , qne
tan de cerca iraió al citado Poiililice.
Dize, pues, asi: «El arreglo de Paulo
■ IV. es , comer dos vezes al dia: i quie-
bre que le sirvan regaladamente: al prfn-
«cipio de su pontificado tío le bastaban
••2S platos: bebe muclio mas . que co-
iiine:i vino de mucho cuerpo i fortaleza,
«timo , i tan grueso , que ctisi podria
■ corlarse: que por eso le dizen al tal
\Íno mángiaguerra , i se trae del reino
■ de Ñapóles; a los postres belie siempre
• malvasia, quees lo que llaman sns cor-
■ tesanos enjuagarse. Comía en público ,
•I como los otros pontiQces , antes de la
«última enTermedad , que se creyó uior-
■■ tal , i en la cual penlió el apetito : pa-
D Miilrid
. iSl}. 1
rol. 8 .0
tibliir tan sin medida, recalentado coo'J
• ios mitnjants i vinos , que a vezcs deí'^l
"Culiria ranchos srcrelos df
"iniiirin." — Juzgues*?, aiioia , si a tnl
sujeLo, se lo Iraiii duramente en la cirta
A D. Felipe- Me parez-c , que bien le
<:uii«ii'an a l'anlo IV. las palabras , que
i'l romanista Senador López, proniinrió
i'ii la Sesión del H de junio del a. 1849.
«Jesuorlsto dijo , que su Reino
"de este mundo: mus, andando lostienK
-jiiis * se vil! aparczer Poniillces, qiíl
«para tnrmar antitcsis con la doctríní
■ del Salvador i el Maestro , dijeron en
alia voz, "el ninndo todo os mi rei-
"DO." — etr.
Acerca de otros , que no fueron Pa-
pas, también se verá, que la Cauta está,
en lodo , confornie con las mejores no-
lizias históricas , que de aquella época
nos quedan. F,n prueba, recordaré a Pe-
dro Luis , o Pier Luiji , mencionado en
la iril
i
XSXVIf.
ríh. Tin: liijü del |i:i|Ki l'imki llt. i pin-
mrttiííifis tltl poniiiicc s'i padre , Ücfíii :\
sur duque dü I'urma i l'¡:icciiza , rcud»!!
cnloiicos de los Papüs. Era ol Podro
Luis , lamoso eii delitos , í el alma de Ins
disturbios inleslinos que despedazaban
ciilonces a Judia. Finí uuo de los piinci-
pales fln la jenovesa conspiración án
Fiesco : luc el prolector i ayudador de
uqui'-l incansable caudilln de los lloren-
tinos proscripios, Pf-dro Strozzi : aspira
á buzerse dueño de Milán : liranlzó
f rudamente en Paiina i Pincerna. Tal
era , en suma , Pedro Luis Furuesio lii-
jo de Paulo 111.— El 18 do Seliembro
del a. 1347 , estaba muy coniplazido es-
te Papa, diziiiniloa sus cortesanos [por-
que ora también agorero), que su feliü o.s-
treJIu con] araría siempre cualquier deesas-
ire quti le amenazase :* les cniunerabn
Us diclias de su vida que comparaba a la
í (d
,1) /,
I sonilji
10 principe (¡uc
1 aquel II '
sucedió a An^
gusto :-i en aquel mismo dia 18 de Se-
tiembre , su hijo , el poseedor de tudas
sus adquisiciones , el heredero de su
buena estiella , el Duque fedro Luis ,
fué asesinado en Piaccnza, i los conjura-
dos arrojaron por un balcón su cadáver!
Véase, pues, con este nuevo ejemplo ,
la rnzon , i no la pasión, con que, acer-
ca de las personas, se habla en lus obra^
de los españoles reformadoies. I esio ,
acredita su exactitud.
Mas , algunos , sin negar ó contradi
zir , a loque antecede; ni desaprobarfl
solidúz i oportunidad de estas obras ,
entonces creerán , que ya pasó el tiempo
de ellas : que el reimprimirlas lioi , ei
capricho ridículo é inútil, aunque su pu,-^
bticaciou fuese útil i oportuna haze tN
siglos : que el poderlo de los Papas
inralibilidad , que se les atribuye, está
hoi , como por tierra , i en tal postra-
ción , que son cosas que deben antes
compadezersc , que no atacarse. Estas
razones tienen su peso , pero a
zer , no una verdad absoluta.
:stO ,
i-aaJI
Tas r
:mpo
, ei
3Slá9
tXXII
tras rrosc recoiio/cu, que soto Jestcms-
To, que cslj en los cielos, es el úvico Sa-
cerdute , i el único [>uiililÍL-e inralilile del
crísiíaDo wniienti'us , en luaterins de l'i'^
i de conciencia , sea un liombre oido i
obedezido , como infatUile ; el papismo ,
el(;r3n pecado , i los grandes males del
papismo subsistirán .--i subsistirá , por
consiguiente , la necesidad de combailr-
los , por({uc , cualesquiera que sean las
alternativas de fortuna , de los Papas ,
en Ruma, o en otras partes, con la exis-
tencia de su dignidad, exislirán siempre
b intolerancia i la persecución, — Por
oiro parle , la primera señal caracicris-
tica de un cristiano verdadero , i ile una
verdadera iglesia , es la tolerancia reli-
jiosa. Porqué , sí en cosas de relijion,
unos lilasonan de antigüedad de nombres
i Itigares, o de la pompa exterior de su
culto ; si otros se jactan de la reromia de
su disciplina ; si , estos i aquellos , ale-
gan la ortodoxia de su (é , por creerse
uada cual ortodoxo; — estas cosas, i otras
(le naturaleza semejante , mas bien son
señales , de hombres que bregan i pug-
nan, por el poder y el (Imiiínío, que d _
seiidles de cristianos , ni de crisliarus
coiígiegaciones. El Papado, o los Papas,
no solo rei'usan, sino eondeitaii expresa-
inenLc, lu Tuleraiicia relijiosa, inhcreule
s«!ñal del crisiianisnio: luego , es indis-
pensable combatirlos por medio de la
palabra, i déla imprenta: luego subsiste,
¡)or desgracia , la necesidad de difuudií'
estas obras.
Pero , a fisio, puede rcplicarae : que
este volumen , i el del Carrascoii, que le
precedió, son obras satiriuas, i aun sar-
cúslicas, i obras impropias üe la dulzura
i templanza de lenguaje , que ahora usa-
mos , c indignas de los nobles asuntos a
que se diríjen. Yo me aLre\o a esperar,
que estos reparos, tan giavcs en la apa-
riencia , se desvanezerún del lodo, siem-
pre que los lectores de ambos volúme-
nes, los examinen cou algún delcnimieu-
to , i con voluntad de cwnozcr a feudo
los intentos i lines , i {si la frase es per-
mitida) de leer en las almas de sus auto-
res. Podrán bailarse eu estas obras , vo-
zcs duras i do mal gusto; i , aun a vezes.
xxxxr.
maxímüs (iitóupus , o por ignorancia , o
por extravio del ])eiisamÍenlo, fl:ui<i(>zas
uan natural es al Itoiubre :-pera no se lia-
llarú en pajina alguna , idea, ni palabra,
que dcuiucsLi'e , habei- eslos essrilores
eiicarnezido , por odio i uialevolencia ,
pei'soiia , o cosa alguna. — No consisien,
a nii ver , la k:iI ra i el sarcasmo , en la
calidad de las vozes empicadas , sino en
la iniencion de i]uien las emplea. Snele ,
B vezes satirizarse , i con sarcasmo bien
amargo i Scre , valiéndose de tniii bue-
nas i (Inizes palabras ; i el que satiriza
i lisa del sarcasmo , está como seguro de
ser aplaudido , i auiquibr el obji^to de
su mofa , con la fuerza de su ironía. —
Pero los españoles que liazc dos i tres
siglos , desearon la reforma relijiosa de
E^>aü3 ; ¿cómo podían escribir sátiras,
ni usar de ironi»s, contra cosas tan hon-
damente arraigadas , i contra personas
tan prul'undamunte veneradas, en su tie-
rra? L.0 que liii'.ieror), fue combaiir , con
i'uanta fiicria de csiilo , razones , i pa-
labras, pareziü bien, las perversas ideas
relijtosas , que velan sautilicadas en
xsmii.
nuestra España , como ciisiianismo poi
ro. Mal podían, ademas, valerse de sáti-
ras ni de iroiitas , uiiob IioiiiIji'gü labra-
dos por el inroriunio , aflijidos cada ho-
ra i perseguidos de muerte. Confieso ,
que en cslos volúmenes , podrá señalar-
se algo escrito con censurable acrimonia
de palabras : pero nada con sátira , ni
ironías. Con la misma pureza , con la
misma grave sinceridad aparecen escri-
tos estos volúmenes , que el de B. Arias
Montano, intitulado -Lección Cbistuhi,
en el cual , se leen pasos no menos fuer-
tes , que en estos , contra unos mismos
objetos , si bien con términos diversos.
Basten esas consideraciones; pues el edi-
tor no es el apolojista , ni el aprobador,
de cnanto acá se lea.
En cuanto al estado presente de I» re-
lijion en España, casi puede asegurai-se.
que no ha variado , en el intervalo de
dos años , desde que se reimprimió la
obra de Fernanda Tejeda , hasta ahora.-
El romanismo i jcsitiiismo , continúan
perseverantes, filiránduse por todas par-
tes , en busca de oro i poder ; i en la
\XXKtIT.
uitiiaüdjil, RUS Unes ¡ planes , no liaitnn
ostúonlu humano , en la dcsnhim braja
España. Pasan dias ¡ días, i la moda de
liazerse , o apniezer , jesuiLas i jesuile-
sas , se jeneraliza cada vez mas , entre
la jonle escojida, i cobra fuerzas nuevas :
todos ya , en jeneral , liberales i no li-
berales , no tienen por bueno uj racio-
nal , al que no sea frailero , i sobreto-
do , acérrimo loyolista : los periódicos
atribuyen * la inmoralidad de España ,
a burlarse de cálizes , mitras , e imáje-
nes : las colVadias , funciones de Iglesia,
e imájenes adoradas , se cuentan ya por
miles : se invierten grandes sumas de di-
nero , i buenas dozenas de donzellas ,
en reedilicar i repoblar conventos de
monjas ; i al mismo tiempo , se anda
pordioseando , para la munncencion de
las pobres relijiosas : los fi-ailes vuelven a
• Vea» el IUni1.Tiu<leI R dt Mina de 1849- Sn M>-
XXXKIV.
SU coiiveiiimlidad , ¡ en cómodas casqi
sin cuiílui'sc de lu Lci , que se lo prohy
be : i alii vienen de tierras lejanas peí
sonas que fie dizcri mlsiüaeros i e
listas, i a pesar de verlos siempre en co- *
clie , i al aht'igo de tuda inleniperie , i
qne ocupan los primeros asientos en ios
conviles , ¡ que se revisten con caballe-
rescas insignias ; los crédulos infelizes de
España , niiían en ellos , unos liumildes
discípidos de la Cruz , amadores de la
penitencia ; i , como a laUs, los adoran,
ios besan , i los cargan de oro, en abun-
dancia : — i , si liai [iiillares de trabaja-
dores , denU'o deesia misma Península,
en el estado mas completo de uiüial í fí-
sica miseria ; no obsta eso , paraque los
frutos del sudor i afanes do esos infclizes,
se Ucveu en parte a remotas tierras , lioi
cabamente dominadas , por b mas ilus-
trada i poderosa Nación de F.uropa : — i.
luegíí , si viene algnn otro, como cansa-
do de coadyuvar a sangrientas discordias
civiles , el cual haya dispuesto el fana-
tismo i pueril vanidad de una oíonja , i
dádola cáusticos con qtic se abra llagas
XXKXV.
falsas , i fiisp(i:'u!(ib a ['cprescnur oí pa-
pel de profclisa i de sania ;-a ése , po-
niéndole lina Mili'a , se le llama Pasiop
de almas , i sri le premia con daile bue-
na renta , i úlües honores : — i al olro
Pastor , que huyó primero , disfrazado
de lacayo , i qne después , por dominar
a la fuerza, inunda debavonetns extran-
jeras la tierra donde nai\ó , i haze ame-
trallar la Ciudad de donde nadie le eclió,
i donde tiene su Silla de Obispo; a ese,
le envía pI Podei' ile España , a costa de
su éseacnraida Política, ejércitos i dine-
ro!., liste es el estado retijioso de Espa-
ña, eli la actualidad, pero cimentado en
los cfdculos í deseos lalíblcs de la ambi-
ción humana : i por consiguiente , no es
un estado sólido i duradero. Llc¡,'ará el
día de la refjrma rulijiosa de España , i
en aquel dia , espero se conozerá , que
estos nuestros antiguos, cualesquiera que
hayan sido sus desaciertosi errores , tu-
vieron mayor Iue i conocimiento del cris-
lianismo, i mas recto amor de su Patria,
que tos infelizes inquisidores i persegui-
dores suyos.
XIXXVI,
1 mtenlrns llega ese din, pueden todos ]
echar de ver , cuan improprio será de)!
buen iliscurso , áe que los españolo,.!
tánlo se precian ; el rehuir , ¡ esiorbar"
toda relijiosa reforma , apoyaudoseen ,
que rerorma , vale lanío como innova-
áon , i en , que cada uno debe seguir la
relijion de suspadrcs. No haré yo la in-
juria a mis lectores de responder a tales
argunienlos , con los que pueden cano-
nizarse los hijos del jentil i del malio-
metano, i hasta los hijcs del ladren i del
asesino , que quieran ir iras las huellas
de sus padres, lile bastará , al concluir
estas adverleni'ias , repetir las palabras
con que el A. de la carta a Felipe II.
amonestaba a los que , en su tiempo ,
pensaban de esa manera. "De nuestra
parfe (diííe en la paj. 67), nos debemos
temer a nosotros mismos , no vengamos
a tal estado , que j llamándonos ... diga-
mos: ...'Asi creyeron nuestros padres: en ,
/o fe de estas cosas murieron i oiuieron : i
no (jueremos ser mas sabios r¡ue fuero» |
ellos. Coma ellos queremos vivir i morir. ■
Antes que atenernos a esto , «ScwJríÑ»- , |
XXXXTII.
mos las escriJuras, cosa necesaria a hom-
bres libres i pensadores ; i en ellas lec-
« remos : el qüb ama a padre , o a madre
MAS QUE A MI , NO ES DIGNO DE MI. 1 eñ
ellas también encontraremos, que: «Dios
ES Espíritu : i los que le adoren, en es-
píritu I EN TBRDAD ES MENESTER QUE ADO-
AEN.»
ttSi donde está la relijlón catélica uo puede haber otra ,
DO debió estar en parte oinguna , pues donde quiera qae
se cstablexiú habia otra : digan sin rodeos que es el mono-
polio de la autoridad espiritnal el que se quiere» i los pro-
vechos que de ella cuelgan, aunque sea con descrédito de
la misma relijion« i dure ella lo que dure.»
Puigblanch. Opúsculos tom. i. p. cxxxix.
Erratas de la Epístola Comolatoria ,
reimpresa ^1 a. 1848.
N. B. — Habiéndose hecho la reimpre-
sión de la Epístola Consolatoria, con el
6n, de que sea un trasunto completo , de
la única , i rarísima edición del a. 1560
se pone aquí esta Fé de Erratas , supli-
cando a los que posean un ejemplar reim-
preso , le corrijan , con arreglo a ella.
■jioas.
RcDglooes. Dize la Edición de x56o.
^!k
12
. que QOSÁa bedezido.
id. .
26 .
. 14
I :
27
el/gio
eligió
recibieron
^9
4
. á\jco
3i
2
. por la
25 .
. 25
abonado
33 ,
24
reu^Iaste
34 ,
2
\a buena
39 .
46 .
1
1 1
. pues los
desembara... etc.
53 ,
62 .
«7
i5 ,
^in peligro
consider^inios
65 .
68 .
i3 •
7 •
persigues ?
hazienda,
70 .
>9 •
Semejant^m. etc.
7 1 Ji marjen Vano lodo lo que
ajinas.
Rcoglooet
76 .
8
86 .
^7
88 .
17
93 .
i5
99 •
17
104 .
5
107 .
la
109 .
ai
111.
10
ia4 .
. i3
i35 .
. 18
142
. i3
143 .
«4
144 .
II
147
la
i57 .
. 14
161 .
I
• 9
i6si .
4
166 .
. la
. a3
178
ao
179
ao
184
. 18
i85
. a6
186
a
187
. 3
19!»
aa
. a4
DU« la Edicioo de i56o.
ternura
se nos deuia
Seque [Equiv^n Sique]
Se^or
Cada uno
esper<ido
Lis aug. etc.
no entréis
fiast¿7te
los ojos?
vassal/os
enfermos
amorosamente
grandiss/mos
en Chri
diximos
Ídolos
uviesse
vassa1/o&
dier^rn
a \a diestra
tewemos
vuo que
a \a cárcel
a/e^'ria
hincados
ace-leríir
denuestos
aborrec^dores
Rtnglo
MS.
Dise U EdicMn dt i
igS ,
1
de \a
12
sofrirlo.
ao4 .
J
eh'gio
209 ,
20
pues no^
211 .
5
for9ados
m .
2
liceciosas
214
I
dix^ren
. 23
merecido
• ^7
acor- remos
aiS .
»9
Perecido
322 .
11-
[2
go-zemos con
224 .
. 18
•
os perfí.
Erratas en la Edición de 1560, que de-
bieron correjirse en esta de 1848.
PájÍBas. Renglones.
Debe deiir.
6 . 20 .
al revolcadero
18 . 12 .
pudiessemos
3l • 9 .
Esto mismo es
59 . 7 .
a grande
61 . 26 .
Orad bien por los
93 . 3-4 .
yel-mo
i38 . 21 .
recoj/ó. [Creóla errata.]
197 • »9 •
? (Bórrese ¡a interrogación,)
Dos Erratas notablesen la Edición «mo-
derna de GarrascoD.
En la pajina 117. linea 4. desde sotf
hasta mandamientos^ debiair, como lo an-
terior, de letra bastardilla ; i haberse ad-
venido la adición, que hui aqui, hasta la
conclusión del párrafo ^ i que no está en
la Edición hecha por Tejeda.
En la puj. 319. lineas 2. 4. 5. debe
correjirse Acarnania por Arcania : i Por-
cellus Acarnanitis: o mejor, aun, Acamia i
Acarniíis , según corrijen el Adajio , los
mejores comentadores de Luciano. -Otras
erratas del Carr. son mas obvias , í el
lector tendrá la bondad de disimular i
correjir.
Erratas de este volumen.
Prólogo fol. XXIX. lin. 2 1 léase ingles.
id. XXXXI lin. 8 léase sátira.
Carta a D. Felipe paj. 3 lin. 9 léase Reino^
donde etc.
id. paj. 19 nota a , hórrense las vozes
Peña Fuerte , porque la carta a D.
Felipe , no es de él.
id. paj. 5o lin. 5 léase contradezir.
id. id. 57 id. 22 léase necesariamente,
id. id. 62 id. 6 id. doctrina de
id. id. 1 5o nota b lin. 5 léase Prebendas.
Hai también algunas otras^ de ortografía.
En prueba, deque muchos, como se ase-
gura en la Advertencia previa, kizieron lo
que el Autor de la Carta a Felipe II. ; pon-
go a(¡w la siguiente Carta de Guillermo
Penn , dirijida al ftei de Polonia el a.
iG77 . a noinbre de varios Cuákeros de
Dantzic , perseguidos por tus creencias.
Al Bel de Polonia.
Gran Principe!
Dianas soQ (te lodos los hombres , liis
¡iccioiies de jusiicia , misericordia i ver-
Jiid; pero mucho mas lo son , de la gru-
ve consideración de los Reyes i de los
Principes. Nosotros , que componemos
cierto número de habitantes de la ciudad
(Je Dantzic , somos co gran manera atri-
bulados , no porque hayamos cometido
maldad contra la real lei de Dios, o trons-
gresion de lus leyes civiles de esta ciu-
dad , relativas a su buen gobierno , eu
cuanto concierne a lo natural i civil -, si-
no que pdczemos , pura i solamente ,
a oaiisa del escrúpulo de iiupslrns r
dCDcias pai'a con Dios.
Manirestailos estos padecimientos a los
tiiajistrados de esiu ciudad , todavin no
liemos podido conseguir, que nos alivien
en algo; dando varios a enleiider, que si
alijerasen la carga de nuestras calamida-
des , incurririaii ellos en lu desagrado ,
cuanto [u , o Rei , eres el proIe<;lor do-j
durado de nuestra ciudad. B
Hallándonos , pues , en tal necesidad^
i constreñidos en cierto modo a dirijirte
e^ta Represcntncion; no lleves a mal, que
con aquella Imniildad i paciencia , que
corresponde a los siervos i seguidores de
Jesús, i con toda mnnera de respeto cris-
tiano , i sinceridad de nieu'.e , te relirs-
mos con brevedad , nuestros principios
fundamentales , i que con mas firmeza
creemos : los cuales , esperamos , que to
conozerás , no nos liazen merecedores ,
de los castigos , que , como a malbecho^ J
res , se nos aplican.
1. Creemos , que liai un Dios i I
dre , un Señor Jesu Cristo , i u
Kspíntu, i estos tres son uno. Efes. ít. '
2. Creemos Ijabersido dadas porins-
piracion Divina , las Escrituras del Viejo
i Nnevo Tesianienlo ; i que soq prove-
chosas para enseñaiua , para reprehen-
sión , para corrección, para instituirnos
en rectiiud ; i capazcs dchazer al hom-
bre de Dios , sabio para lu salvación ,
por medio de la fé en Cristo Jesús. 2.
Tiiii. iü. 15. ÍG.
5. Que estas Escriiuras Sunlas , no
son entendidas, sino por las revelaciones,
enseñanzas, i operaciones del Kspíritii
Eterno, de donde ellas dimanan.
4, Creemos , que lodos los del lina-
je liuniano, por desobediencia al Espirilu
de Dios, tian dccaido de la gloría de
Dios , i en lal estado , se hallan sujetos
a condenación: pero, creemos, que Dios,
por su inliuita misericordia , envió a su
Hijo , luz en el uiunüo , paraque cual-
quiera , que crea i obedezca esla luz, no
permanezca ct) tinieblas , sino que tenga
luz de vida eterna.
5. Creemos , que es universal , este
don de luz i gracia , por Jesu Cristo : i
que no hai hombre o mujer, eu la tierra,
1
<|ii(! tío leiiga una porción siiíÍL-ieiile Hi
pslii luz , i en quien esla gracia no liaj'i
upurezido,pui'a reprobar ^us ¡nipiasoltras
(le osetiridad , i encaminarlos a que obe-
dezcan esta luz, purn susalvacion cierna.
I esla es la gran condenación del mundo,
al presente, no obsiaiiic siiSfTandes pro-
fesiones de Dios, Ci'islo, Ecpirilu , i Es-
críiuras : el quo , aunque Cristo les ha
(ludo luz , ron todo eso , ellos no inaiii-
iiesliin sus procederes u la luz, sino que
odian la luz , i aman sus coslunibrí ~
acciones de oscuiídad , mas que la il
porque sns obras son malas.
6. Creemos en el iiacimietito, vida
doctrina, milagros, muerte, resuirec-
cion , i ascensión de Jcsu Cristo nuestro
Señor ; i que puso su vida pur los ma-
los , no paraque coniinuasen sÍPndolo ,
sino paraque renunciasen a su maldad
e Impiedad , i comenzasen a vivir en este
mundo , modesta , recta , i piamente :
como vivierou los santos de la antigua
edad , ahora ya libres de las penalidades
de la tierra, i eu las moradas celestiales.
7. Creemos, que asi como el diablo,
qne
es ffl
5
por la desobediencia del liombre, intro-
dujo el pecado en el corazón humano ;
asi Cristo Jesús , por la creencia en él ,
í obediencia del hombre a su Sanio Ks-
piritu , luz , i i^racia, limpia al corazón
de pecado; destruyelas obras del dia-
blo ; acaba con toda trasgresion , i pro-
fluze perdurable santidad. Que , así co-
mo el diablo ha tenido su reino de tinie-
blas en el hombre ; así Cristo puede te-
ner en el corazón del hombre , su reino
de luz , vida , santidad , paz , i gozo en
el Espíritu Santo : i que Cristo Jesús sal-
vaalosbombrosde laira,i también del pe-
cado; porque la paga del pecado es muerte
para aquel corazón en el cual vive; pero la
gracia, o don de Dios es vida eterna, para
cuantos creen i ol)edezen,por Jesu Cristo.
8. Creemos, quo todo verdadero mi-
nisterio , i todo cíilto , solo consisten ,
en la sensación experimentada, opera-
ciones , i direcciones de esta santa luz ,
espíritu, o gracia , que se esparzo en los
corazones de hombres i mujeres , para
conduzirlos por el camino de la rejene-
racion , a la vida eterna. Esta fué la
anliguD doctrina aposlólici : ellos IiaM
ron lo que habían vislo , probado, i pal-
pado , de la Palabra de Dios. I esta es
nuestra Í6, doctrina i práctica hoi en dia.
1 , te pedimos , o Rei , que no te ofen-
da en nosoiros , el quo nos separemos *
de todo púlilico i coniuu niínisti'rio i cul-
to ; si düuios por ra^on de proceder asi,
el que no tenemos gusto o satior, ni sen-
tido o evidencia , de que seniejanles mi-
nisterio i cuilo , scliallcn autorizados i
ejecutados parla potestad apostólica i el
espíritu de Jesús ; sino que , mas bien ,
son invenciones , trazas , i muestras de
potestad de la naluralcia del hombre :
cosas todas , que se rcduzcn a un mero
fuego Tatuó ; Í que no pueden , por lo
tanto , avivar la llama de un sacriHcio a
Dios , verdadero i accptaljlc.
Porque el espíritu i dejenerada natu-
raleza del hombre , aun babíando i ha-
zíendo profesión délas palabras del Es-
pií'ilii (le Dios ; no ps lo qiie pnedo ser
aceptable al Señor , o dur a los homlires
una edilicadoii celestial. Ni podemos
ci-eer , que doade tienen lauto poder i
predominio, el orgullo, pasión, ira, ma-
licia , persecución , envidia, i contien-
da , deseos curnales , vanidad, desenfre-
nada licencia, i mundana volunLaricdad;
puedan cordialmenLc recibirse , i seguir»
se , la docipiíia , vida, i verdadero espí-
ritu cristiano.
I , como esia es nuestra razón , a vis-
ta i presencia dearjupl Dios, que hizo el
cielo i la tierra , i juzgara a los vivos ¡
muertos; por lo mismo, no nos es posible
unirnos al culto común i público , prac-
ticado en este pais : — 1 asi , la misnKi
luz i Espíritu de Dios , nos impone el
santo deber , o necesidad, de reunimos,
con ánítno sumiso i tranquilo, a la mane-
ra de los antiguos cristianos , que fueron
verdaderos disci putos de Jesús; i can pió
temor i reconcentrada mente , aguardar
de Dios la inspiración , i meditar en su
saiitu lei de vida , que ha escrito en núes*
tros corazón es, conl'orme a su nuevo pac-
lo i proncsn : i qiio nos alimente , no*
enseñe , corrobore i consuele en nuestro
ser inierior. I , por esie Sanio Espirilu,
según lo acosluMibr:irún bs iglesias , o
congregaciones , antiguas , cada cual de
nosotros, inclinado o movido a ello, pue-
de reprehender, exlioilar, advenir , ala-
bar , orar ; ilojos asi , ejercilarDOs en
estos santos ministerios.
Ahora ; permite, o Principe! que lii
mildes cristianos , como nosotros, del
tan algo contigo. ¿Acaso Jesu Cristo
sus bienaventurados discipulos
precepto o el ejemplo , trataron de esl
blezersu rclijion , con la espada carnalí
o material? ¿Llamó Él , acaso, trogias de
hombres o ánjeles , paraque le defen-
diesen? ¿Animó , acaso , a Pedro, a Tavo-
rezer su evasión , con la espada? ¿So le
dijo, que la envainase? ¿Apoyó, por ven-
tura, a sus demasiado zelosos discipulos,
cuando desearon bajase fuego del cielo ,
que destruyese a los que no eran de su
opinión? ¿No les rcp relien diú, mas bien,
diziendo : :í<No sabéis de que espiritu
soiS"? I, sino fué el l'!lspiritu de Cristo ,
s en
littlll
i
9
III sil propno espii'
:l que I
desear bajase lue^o del cielo; ah! ¿de
quién , entonces , puede ser aquel esf)i-
ritu , que ilosea eucender fuego en la lie'
rr3,p!ira desiiuir una opinión couiraria,
o la 11!
pacilica como Id iiueslra, por causa de con-
ciencÍa?Si niaun podemosdcsearqueDios
casiigue a los demás lionibres con oíros
juizios [en los que no haya uso de armas
carnales) , porque olios difierau de noso-
tros ; ¿cómo nos dejamos llevar tan allá
del engaño , que nos eslimemos crislia'
nos , i seguidores de Cristo ; cuando im-
pelemos a otros - a que persigan con
mundanales armas , a quienes dijeran de
Dflsolros , en cosas de relijlon '1
•O Ral '. j;cu;'tndo fué perseguidora la
relijíon verdadera? ¿cuándo la verdadera
Iglesia , usó de violencia por causa de
relÍjion?¿No fueron sus únicas armas,
oraciones , lágrimas , i paciencia? ¿No
couquisLú Jesús con esas armas , sobre-
poniéndose a la crueldad , con el sufri-
mienio? Los garrotes , varas , espadas ,
cárceles , i deslicrrns , |,;pucdcn, acaso ,
alcanzar al alma del hombre , convenir
su conzon , o convencer a su entondi-
mienlo? ¿Se liiio , nunca, por medio de
lü violecicia , iin verdadero eonvertido ;
o , con castigos corporales , un sincero
cristiano? Eslo invalidaria el Gn de la ve-
nida de Cristo , (]ue se verificó para sal-
var las vidas de los hombres , i no des-
truirlas : para pcrsuadirloK, i no forzar-
los : eslo, despojuria al Espirílu de Dios
de su oficio, que es , convencer al mun-
do : que es la espada ron que veuzieron
los antiguos cristianos. Los apóstoles die-
ron leslinionio , que sus armas no eran
carnales, sino espirituales: pero, el pro-
ceder desús pretendidos succcsores de-
muestra, qite sus armas no son cspíiitua'
les, sitio carnales.
Supongan , si quieren, que somos zi-
zana , como se lia llamado , con frecuen-
cia , al verdadero trigo : pero no , por
eso , se nos arranque, en honor de Gris>
to , que dijo : «Dejad a la zizaña I al trt-«
go crezer juntos , liasta la siega , que e
hasta el lin del nuiiido. Dése a Dios loqnj
se le debe , como al Cesar : el juzgar lal
conciencias, pertenezca Dios; porque so)
II
lo Dios, puedo cotiozer a fondo tos erro-
res sobre relijion.
I peMüitenos recordarle, ahora , atjuel
noble dicho de uno de lus antecesores ,
Esteban , reí de Polonia : «Yo soi rei de
hombres , i no de concitncias : rei de
cuerpos , i no de almas.» I , enlre los
emperadores , reyes, principes i estados
del mundo ; siempre hubo , i se hallan ,
algunos, (]ue han tenido el noble espirita
de tolerar , a aquellos , entre sus subdi-
tos , que han disentido, por conciencia,
de la relijion del pais : i, no solo dpj:iron
de perseguirlas , a imiíacion de Galio , i
Gamaliel ; sino que , niui señaladamente
los pi'otejieron i defendieron , del odio i
violencia desús enemigos. ?4o quieras tu,
ser menos noble , que ellos : considera',
con cuanta quietud i comodidad , viven
nuestros * Amigas , bajo la potestad de
otros gobiernos.
1 , realmcnie , nosotros im:tjinamos ,
que esta es la prudencia de los revés i
estados dnl mundo. l*oi
irqiic ,
i el saltHl
dize VPi'dad , "La gloria de un principe
consiste , en b mmihedumbre de su pue-
blo." Pero la práctica, de que hablamos,
equivale a dezir : "No : la ¡{loiia de un
principe consiste en la caiil'arnddad del
pueblo , a los cfinones dol clero : lo cual,
pareze atacar toda sociedad civil , com-
puesta de liombrcs ilc estudio, negocios,
artos, e industria. Mas, por dolados que
se hallan unos hombres de cualidades tan
excelentes ; por pacilicos , honrrados , e
industriosos que sean; porque reúnan en
si , cuanto puede hazer a los subditos de
un príncipe , buenos i de provecho : — a
pesar de todo , esos hombres no deben,
parezfí , vivir en el pais de su naturaleza;
a no ser, quosucrifiíguon desde luego la
paz de sus conciencias, con hipóerita su-
misión , a los cánones , í usos de la Igle-
sia. ¿No es esto, o Principe, poner a la
1i;losia sobre el esf.ido ; al obispo, sobl
elrei; i destruir, i aniquilar, la fuerza i¡
gloria de un reino?
Ojalá seas sabio en tu jenoracíoitl
uses del poder (¡ue Ríos le dá, por Di^
Í!i vcrdüd , ¡ lu rectitud : i que cn ello
;ili:aiizeü a uscuipjurle a Dios, que , couio
nos dize Pedro , «No hate acepción de
personas , siim que se ugiada de todos
los que 1c temen, i liazeii justicia ,•• sean
quienes fueren : — cuyo sol , luzc sobro
todos ; cuya lluvia cae para todos.
I por si al^'uno liaí , tan injurioso ilcia
nosotros , que nos quiera representar ,
como enemigos del goljierno civil; deties
saber , O Rci, que nosotros , lionrramos
a todos los liouibres cn el Señor , no cor
los vanos , inventados honores de este
mundo , sino con el lionor verdadero i
solido , que (liniana de lo alto : i niuclio
mas , a los reyes , i a aqncllos a quienes
Dios constituye en autoridad sobre noso-
tros. Porque creemos , que toda Majis-
tratura es legal, ¡ útil, al nii.'^mD tiempo,
pura inl'undir temor en los ui:illiechores,
i alabanza i áuínio, en losque obran bieu.
Te pedimos, O Príncipe , que consi-
derando debidamente , lo qne dejamos
expuesto ; mires con detenimiento nues-
tra atribulada situación ; i por aquel po-
der, c inllujo que tienes con los majislra-
14
dos lie esta ciiiilad , les ieí;oiiiieiide»i_
que consideren seriamenie nucsira con-
dición angtistiosü : paraqne no perma-
nezcamus sujetos , por mas [lempo , a
estos rigores no solo aniiciisiiauos , sino
antinaturales: i recibamos el pronto i efi-
caz alivio , que deben dar unos majistra-
dos cristianos , a la jente modesta i cris-
tiana qnc les está subordinada. J
La tiadticcion de la .prccedeoie caria etti
sacada <le tm libro iiiyles (]Ue conlieire unos
apuntes del viaje, por Holiinda i Alemania,
liecho por Guillermo Pcnu- El litólo del li-
bro es: — iWílliamPeiin's Journal víh\& tra-
velsio Hollaml iind GeL-inany íd 1677. etc.
foiirlh, edíiion. LonJoD 1835.' — En este 11-
hro, »e encuentra la cartu deádela p^ij 111 a
la 17. — La he traducido con la exarlitud a
nii' p risible ; pero el que entienda el urijinal,
no debe contentarse con mi pobre traduc-
ción , al cabo, un lapis mirado por el revés,
según la expresión de Cervantes- — La carta
rs de importancia suma , en el importante
asunto de la libertad relijioaa : en ella tnit|'~
Fenn de mover el corazou, i nu de ntraur 4
15
¡tijenio: habl.i mas bien al Cristiano, qne Fi-
lósofo : pero los pensamientos son tan exac-
tos, i están espresados con tal sencillez, i al
mismo tiempo con tal animación , que uno
de los mejores escritores ingleses de este
tiempo , antepone esta carta , al Tratado de
Lock sobre la Tolerancia. — Sea de esto lo
que fuere , el lector verá , que G. Penn , en
su car ta , como en sus demás escritos , con-
sidera la libertad de conciencia , romo el
proprio i natural derecho de todos los hom-
bres : i el reconocerla ; como el primer paso
que un hombre tiene que dar , para tener
relijion: porquesín absoluta libertad de con-
ciencia, la relijion de un hombre, no es pro-
pria suya ; es relijion que se le ha impuesto,
i que él no elijió.
t^
IMAJEN DEL
ANTECRISTO
COMPUESTA PRIME-
ro en Italiano : i después tradu-
zida en Romanze , por Alorso db
PeAafübrtk.
Estos batallarán contra el Cordero , i
el Cordero los venzerá : porque es el Señor
de los señores , i el Reí de los reyes. —
^pocalypsi cap. XVII.
EL SANTISSIMO PADRE,
m
4j y^í^f
i
c
p
i
í
■
>c H pidn . el diiblo , recibí el AnIKriiila lii ieyci .
BB q<H! liriolia otudendas ¿c tiuUdi I Rcjh.
I. i Ti«0(M. 4.
Aviso necesario.
Criiliaao LtcIBr; el rrmr . par ler naligua . so e
■ hechoi niHot ; no ei eltmplo de ter coKoüda po
1 , cual et. Parqué -bíHb que Diot ha dado lamo.
•aÜBt dt coñotelU i hmllo : <i leOat gut na qnltre
líe aumoi ju mai , ir/ullailts en ¡snoranaa , ga
■ama Feñliri'Ht. 1 , ¡ñas Diot afora le dedaní , 1
ue u ™n«e.< s^brr i húr ; « nwesln, .h que 1
A
i
Uca Je logue a^uiselt mscñit, i cnlendtras el lei
áe In maldad i aimnMáoa , que ka etlndo «ir«A
Dbu, ^le u ijuieit lacae, Je Un fenáciatl ieaarBf
i¡ la dallas cosat , ea qiti D)
•■ flúü
ItnUí '", -¡«I luimpadrndaHB haga maifiei>.
'naieJutsdnil ■ rfui yite muí presto perecen* , tt
^' ^enfftit, í eret íngnito a Dios popel.
' ' (a piun/iti gnmdeía, ieta
< de eslk. r»w<.»
Bn: porqué, JV veei. ea lit pnetreta hija , elftn dinno
di la liad i di la ¡>lm. La bajiia i Inumldad de Cñete
' ' ' entallada soire la' '
Tliílo. qnc es cabe:
atlezji i tniaJesa
isda ea el pmjund,
i graadesa del
aatada ea el prnfando ileí JHfier
SICULSE Li tUAJEN.
FreciientenienlG hazen iiienzian las
Escripiuras Saiictas, de la venl Ja del An-
', Fi/a la e^-uidrnu-iüt
H'ciisiü , (lizieiidu , que ba de venir , i
nef üuiür <lr> iitunclios i grandes males.
l^iii|)ero Dios nos quiso printeinnicnLe
¡ivÍHUr , a tin qiie iins pudii^srnios ¡;\¡íír-
ilur del , velando siempre, i cuidando
(Jfi no (.'a(!r en sus niunos. Por tanto ,
pues que él es ya venido , o u lo menos,
iiu lardará cusí nada , me parezió ser
tioena i ulil cosa a la Itepublica Críslia-
na , d? piularlo al vivo ron sus proprlas
volorcs , i como ponerlo delante de los
ojos de todos , lal cual es , i la pala-
lira de Dios lo pinta : piuaqnó , después
de haberlo mostrado como con el dedo ;
todos los deseosos del proveclio i salud
(le sns ánimas , y que temen a Dios , í
quieren usar de sn beneljcio , avisándo-
los con tiempo , se guarden i se retiieii
(iél.
Antccrislo , quiere dezrr lo meslno
que , contrario a Cristo. Por manera ,
que justamente podemos llamar Ante-
cristos j a todos aquellos que son con-
trarios a Cristo , no recibiéndolo como
a Hijo de Dios, i eoiiio a Salvador, ¡Re-
dcniptor del muiido , cerno está cscrip.
to cu S. luaii. • I, loh. 9. 4.— Por
iiirsiiio caso, todos losJcDlilcs.PagaiioBi
Turcos, son AiiLccrislos: mas, sobre lo-
dos, los Jiitlios : porque por las Escrip-
mi'us , ellos tuvieron conociitúento du
Cristo : i , no obstante €sto, en ninguna
ninncru le quisiuron reccbir : ans antes
lo persiguieron , i uun luas cruelmenlfi
[pie los Jentiles. Pero porque las perse-
cuciones llocllas socolor de auiismd
i'On pretexto de zclo i ilc sanctidad
son mas perniciosas, mus pelí;
mas durables (lomo son I;is de los h\si
i ünjidos cristianos , que con titulo
rolijiou i de devoción, persignen a Je!
cristo ea sus miembros)^ por esta
este noaibre de Antecristo convif
pcciulmcnle a stniejunlcs hombies , co-
mo aquellos qtic son los mas contrarios
i repugnantes adversarios de Cristo.
Asiqué , como Cristo es la cabeza d<
todos los lieles i verdaderos Cristianos
ansi los falsos cristianos i hipócritas
> Aii la ñu: } debe tcr el »ii. I: f, 3. I,, del Eti^LJ
intfi
rs iii?cpsar¡o (¡iie l<"ri_n3rt inmliicn su cn-
he/.ü, h cit¡)l , e» [odn i por iodo , sea
ronir.iria a Jesacrislo , de lal muncrn
contrarÍ:i , que no Iialn-i hombre , que
piense haber cosa pfor ni mas periiicio-
sn en el mundo. 1 , por esta causa , este
nombre do Anieoristo to convendrá , al
propio; como al ni;is excelenle , insigne
í fitoioso en loda iniquidad, f lál lo tie'
nen a tít pintado las sanctas Scriptnras,
Es, enippro, de notar, que el Antecristo,
será IioHibre, i no d<'inonio, ni monstruo;
puesto caso, que sprá rejido i gobcniado
por el diablo. Ni tampoco sera Pagiano,
ni Judio, ni Turco, ni Moro; sinoCiís-
liaiif) , i nazido entre nosotros. PdrqiKJ
si é\ viniera diNrruzado , o enmaxcaiado
de otro suerte; no pudiera tan faKÍlmen-
te engañar a los cristianos, ni inducirlos
a sus al)nsos i ratse<lait,es. Antes, lo que
es mas de mnrabillar, es: que será Sa-
cerdote, a lili, que mas Tazitmente lodos
crean u sus palabras. 1 aun esto no bas-
tará: porqué no solamente scii) Sacerdo-
te; mas aun será el principal , i en ma-
yor estima , i en mas eminente estado ,
I
lie lodo ti orden Eclesiástico : í , como
el Aposiol S. Pablo, del escribe (II. 'ícf
salón. 2." 4. ] que estará senUdo en la
' Iglesia de Dios, cooio si él fuese Dios..
S. Hieronimo, sobre el Profeía Zacarías^
dize: que su silla psinrú cu Roma. I, en-
tre otras cosus, dize señaUídu mente, qua
este no será uaa cierta persona: porquá
por la brevedad grande de lu vida liumo-
iia; un solo lioaibje, no podrá ser cau-
sa, ni auLor de lunlo * in;il , como ser^
el Antecristo. 1 , por esto , él conjeturó,
que este adversario de Cristo se cum-
plirla en muncbos bombres , los cualcí
succediesen ol uno al otro , i fuesen nom-i
brados por un mesmo nombre ; de I:
manera que los lejes de EJiplo, se lla-
maban lodos Faraones. Vcrdud es, quQ
este nombre de Antecristo, cuadrará mas
propriumente al |iostrcro , que a todos
los otros: de suerte, que asi como Cristo,
según dize S. Pablo , Rom. lU. , siendo
cl blanco , fin i * rscopo ile la Lci, i de
tos Profeta:;, linsta S. Juan; ruéllumaJu^ i
el Sjmcio (jo los Sánelos : de la itiesnia' |
manera el postrar Aiitecrislo, siendo la
(in de toda snpcrsiicii»n i aborainüdün , ,
i de sus predecesores , cu iodo a él se-" '
mejanies; seríi el Infiel de los Infieles , i I
iiiieuo (le los inicuos: i linalmenie, Inen-^'
te y cal)eza de loda execración , abomi-
Bacion, impiedad. 1, lanío ser6 mas ppr-_
nioiosii í al)ominat)le sii infidelidad, que^
estando escondido debajo de la capa i !■,
aparencia deCrislo, será adorado como'
si Tucse un Dios, sin qnc jamás su lii-'
pocresia i simulación sea deseiibicria^" ¡
Él simutaj'á i (injirá (ansí como hizo Jn-'
das) que es familiar i amigo de Jesncris-'
to : mas como Judas fué el capitán (fé' ]
los que fueron a prender a Jesús ; asi el'-
Antecrislo será la cabeza, guia 1 capiíin*
de los que crU7,ilicaniii de nuevo a Jesu'-' .
cristo , en sus miembros ; i pisarán la| '
Gn. ilrtlpiiii. I
X ijc li li|l. ■
b AhnnJi
suiíftrc del Nuovo Trslamonin, ilcri'uin»>\J
lia pnrü redempcinii i lesiniirunioii din
los liomhres.
Veamos, luego, on qm- manera el Ai|r
leci'islo será , i es en iodo , conlrarÍQ,ft|
ndversarlo de Jesucrisio. Cristo, siendji
Dios, tomó forma i lígura ile siervo, cop
mo dize S. Pablo a los Filtpenscs II.
Antecrislo, siendo hombre, querrá apiiA
rc7.er, Í ser tenido por Dios , entre lo)
hombres. Cristo , siendo concebido poi
Spiritu Sánelo, nazió tle una virjen:
Antecristo , por spíritu diabólico , sci
clejído i eusalzado, parj ser ndorado cofj
mo DtoSj por voto i pnrezer de un <'oU'j
cilio ) ayuntauíicnto corrompidisim
perversisimo. Cristo , como dí/.e Davij,
en el Salmo * \\í. fué linmiMe, menos-- '
preciado, i afrcnlutlo de todo el mando;
i,como dize S. Mateo \x., vino a servir,
i no pura ser servido: el Antecrísto. por
hipocresía, se perniitirú bien, ser llnmUf J
do siervo de los siervos de Dios ; mas
por vanagloria , qnerrá mandar ,
Señor (le todos. Crísio lepiflicndiii al
que If! llamó liucrio. ilúiénilolo: qne iiiii-
f,'uno es burilo sino solo Dios : el Anic-
ri-tsio , querrá ser Ibiiiodo BcaliKÍmo i
Saiiii^íino, Ci-isio , se liuniilló i ali.ijó ,
liasta lavarlos pies de sus Apóstoles: el
Atiu-cnslo coiisti-inirj , ' a cada uno , a
que le Itese los píes; liasta [a] el Eaipc-
riidor inesnio ; uunque S. l'eJro nunca
<|uiso jamás ser adorado de Cornelio ,
como eslá escripto Act. x. Cristo , deja
la coronii de oro, i rezibe la de espinas:
el Aniect'isLo, huirá de la corona de es-
pináis , quiero dczir, de toda tribulación
i congoja-, i buscará la de este mundo ;
de suerte, que tto será contento de traer
una corona > mas aun querrá traer tres
jumamente sobre su cabeza. Cristo, l'ué
lejidu por el Spiritu Saticto: el Anlccris-
lo , se gobeinurá por las inOucncias de
las rstrcilas i planetas, i por sus apeli-
tos desordenados. Cristo , fué siempre
cuidoso i solicito de la salud i icdomp-.
10
n de ias :
:cl
Anlecr
sieaipi'e ociipitdM, en los r)C{;ocÍos y li'>v
fagos lie (!sie miiiulo. Cristo, buscó con-
tiniiamenic la gloría í lionrra de su Pa-
dre: el Anlecrislo, bascará la suya pro-
pria , con deshonor í meuuspreclo de
Dios. Crisio, dt! t:il manera fué fiobre,
que aun no tenía, dónde reclinar su cn-
heía: el Antet'iislo, amonlonurá ¡nume-
rables riquezas ; como lo profelizó Daniel
cap. \ii. i no 1(1 bastarán grandes Estados,
patrimonios, frnctos, rentas, pensiones,
comutaciones , despojes , induljencias ,
oGcios, benelii'ioH, colaciones de calon-
jias, razione^:. mcilias-razíones , *■ cara-
dos simples i no simples: dones , t'
memos, robos, simonías, diezmos,
gas intolerables, ini[>osiciones , colectas,
anuiítas : porque, por todas las viasquc
le ruet-en posibles , procurará de enrri-
qupzerse u si , i a Ins suyos , diziendo :
que las riquezas temporales, son patri-
monio de Cristo . i nn las ánimas : de
suerte, que aunque Simnn Mago fué con-
aloB-
estvI^H
(Imnilü por su nvnri7.i;i publirnmeiiie; i
iiuUis . por ellu , * fué aliorcudo; i An^
niiiR, por la mctnia nvnrizia , fué bei'idtf ¡
de niuei'ie. Nu ubslunle esto, ellu reinarü i
(;lnrios!inii'nio en el Antecrislo. Cristo I
eclió <li-l Templo , a los que vendían i
coiHprubaii como eslú escriplo por Sj (
Juan S.° ciip. : el AniecrisLo bar» de la
Iglesia una cueva de ladrones. Cristo ha
dado el p:irutso: el Antecrislo lo vedará.
Cristo piíífó irihulo al Principe, por evi-
tar el escúnilajo: el Antecrislo eseandali'
zara tildo el mnmlo con sus '' robos in-
loleralilt!s. inipoKÍcíones , diezmos , i le-
yps insoporuiliics. Cristo, no (onoite a
sus padres, se{;nn la carne: untes lihot
I Quién t-s nú madre ? / Quién son mis j
hermanos 7 El An'.ecristo , ul contrario ^
porque él no lerna otro cniíliido , que
ensalzar i establezer a los suvos, Cris-
h Ali ll mliguo impr.: prm, pireic ifK ürbcdciús]
12
lo * ilHifindc l:is contctioiciiDS : ol Airf
cristo las susiEiilará. Cristo i
tiempo de paz: i, al contrario, jamás fau'
1)0 en algún itÍiiu , lúntas discordias ,
odios, parcialidades , perras , homici-
dios, como habrá en el tiempo en que
leinnrú el Antecrislo. Cristo procuraba
de meter en paz a los hombres, i en con-
cordia: el Antecrislo, ^ curará de levan-
tar continuas (guerras , entre Principes
cristianos. Cristo cscojió por discipulos*
SUJOS, hombres llenos de simplicidad :
el Anlecrisloescojerá, por sus sustituios,
los mas astutos, linos, i cautelosos. Cris-
to envió BUS Discípulos a predicar : el
Aniecristo , por acrecentar su gloria ,
querrá que los suyos estén al derredor
de él , i empedírá la predicación del
Evanjelio. Cristo no foraó jamás, a per-
sona, a creer el Evanjelio: el Antecrislo
constriñe , a todos , a seguir su secta.
Cristo no cnvia a predicar sus Apóstoles,
sin que primero reziban el Spiriiu Sáne-
lo; el Antecrislo dará cargo de las áni-
■ Q. d. /-iiAi'k, vcJn: Es arciiimn, nn I
13
mas, ii los |iprviTSOS c. ii;iiiii'aiilfs. Cris-
ti> c'Oiiibuiu coiiiru Suluiiás , ui'iiiudu de
virludes , de humildad , de paciencia ,
«aridad, i otros dones: el Auteerisio pe-
leará coQtrn Cristo , con la fiierzu i po-
tencia del mundo. Lus arnius de Cristo,
son la Palabra de Dios : las del Anle-
crísta , las ¡nvcouioii^^ de los hombres.
Cristo quiere que so haga bien a los po-
fircs: el Anteciisio bará, que se puedan '
alienar tos bienes de la Iglesia , queiton
el patriniunio de los pobirs. Ci'isto de-
tiende toda usura: el Anlecristo la con-
sentirá , con tal que de alli le rcsultn
ganancia. Cristo sustenta las ánimas con
sa propria san;;rc : el AnIecTisto beberá
la sangre de los pobres, i cristianos líeles.
Cristo lil)erló a su pueblo de la servi-
dumbre de la l.ei: el Antecristo liga a
los bombres con inlinitos i intolerables
mandamientos. Cristo quiere, que le sea
licito 3 cada uno casarse : i , que por
adulterio de marido , o de mujer , los
14
puedan upiitUir : el Aiiieciisio , ludo lu
coiiU'3i'io. Ci'islü !iiiiuiicsL;i a cad;i uno ,
a Iiazer bien : el Anlecríslo , con * des-
comuniunes, lo piohibirú. Ciisio perdo-
na los pecados: el Antecristo los relendrá
en si niesnio. Cristo perdona tienigiia-
meiiie a todos los que orendícreu : el
Anlecristü no pemiitirii, <|ue el que ha
conjurado contra * él, pueda ser ul)snel-
to. Cristo anduvo siempre en iMiniinuo
trabajo de cuerpo, i couf'ojii de sptritu :
el Antecristo , entre todo jéncro de pla-
zeres carnales. La autoridad de Cristo
era para edilicacion ; la del Antecristo
parii destruidoii. Cristo llevó la ci-ux
Hobie sus lion.bi'ús, para morir en ella:
el Aiiieuiisto lu iiietctá debujo de sus
'' puiJtul'oR, i zupatos, liazicndo «pie cada
uno se ¡irrodille dulanle de él , para be-
iLilíinip,
la
salla. Crislu liiiinra <^ti h cruz: d Ante-
cristo en sus ilfleitus. Cristo minió jior
salvar la» úiúniíts : el Auti^ciisto vivirá
para üoiiScDitrbs. Porgue iiiieiilnis du-
rare su tiempo (i:omo S. Publo lo li:i pro*
retizado, I. a Tiinol. i.'} predicaniu doc-
ti'inas de diublüs : que él podrú dispen'-
sur sobre los juramentos, luudar las le-
yes, añedir a lusailiculos de la 1'^ : que
«1 no podrá errar, ni cometer simonía :
f]ue él podi'á condenar y salvar.
I, couifl (lÍKe E'iuias ; su imperio ere-
€«rá, su tiranta no tern;'i término: por-
í\ú6 él será lii suma de Kula alinitiina-
uion, conlunilnai;ion, i |)iil<:ria. JesucriS'
10, en una palabni , te llama Abomina-
ción: i S. Paulo II. Tefiíilon. 2.°, lo ila-
Dia 'Hombredu pecado' i 'liijo di^ perdi-
ción,' Luego : si es asi , que uua poca
de levadura, corrompe uua graixle can-
tidad de masa; imajinud, si pudicrdec ,
cuan grande será la corrupción del mun-
do. La vei'dad, será ecliaila por el sítelo:
el vízio, será Leoido porvirlnd: bl^jlesia
de los impíos , por la coluna de sancti-
dad; la verdadera doctrina será inrartt»-
dü, aborreuidu, condiniailu,
1 poiüi
de todos : b fülsa i fiíijitlii , abrjziida'l
favorezido de Lodos : los mulos , sürin
csiimados por sánelos. L.i \ur., spni vuel-
ta en tinieblas, Las estrellas eutrún. El
sol de la Iglesia militante , ser-í «ictii'e-
cido i infamado. La Ititta no alnmbinrú
^liías. Satanás , antigua serpiente , será
mudado en Anjel de luz. I^ candad se
resfriara. La iniquidad crczciá en gran-
de abundancia. I, por tanto , como dizc
Jesucristo : casi no habrá piuca de fé en
toda la tierra. 1, si estos dias, no fuesen
(como dize S. Lucas cap. 18] abreviados
i acelerados , ni " aun quedaría hombre
que seria salvo. Cada uno podrá pensar
í juzgar, cuál dt^be de ser el Aiitecríslo ,
pues que sus miembros, son llamados «i
las Sánelas Escrituras : árboles sin IVtic-
to, lobos, osos, leones , canes wmlos ,
áspides sordos , dragones , leopardos ,
beslias, jcneracionde serpientes, Ejipto,
1 Se ibidcii lii vntn de bmardllli, i|uc ua UcM el
Bnligín impr. |>ii[<[ué liilbtcmeDte 'lU, ■cliaLI« nitimct
«lí ¡Bfu, Ul \a |«r culpa Jiilt. "■- -'-' — '■ -
17
Sodüiiia, ralsosprufclas, blsositpústolps,
infieles, liipúcrius, ignoranies, siniiciiic
(IcCunaún, convento de malos, sinagoga
t i;on^Te{;aciun de Satuiiús , jcneracion
mala i adúltera , jente apostúiica , cara
de ramera , concillo de ínfleles , lalsos
docLoivs, compañia de ladrones, oprimi-
dores de los huérfanos , enemigos de b
cruz de Cristo , i por oíros munchos
nombres semejantes. Denlas d'esto , es
lie notar que el Reino del Antecrislo ,
será guarnecido, i cercado de prudencia
carnal, como de astucia, destreza , cju-
telas con elocuencia, sciencias humanas,
latsas Ínter[)rctacIones délas Escripturas
sunctas, i otros engaños: despnes de todo
lo cual , s" hará lemer por sus arliculos
áefé, reglas, leyes, decretos, decretales,
concilios, estatutos, conslituciones ; con
las cuales hará creer a los simples i ig-
norantes, que él no puede errar ea nin-
guna manerj. Él sustentará su pompa i
VUigniflcencia, con promesas, lisonjas ,
presentes , olícios, beneficios , dignida-
des, favores , conciertos , confedera clo-
nes , i alianzas de grandes señores. Los
18
üejos (le la UíTin, sfrán en -su coiiipañi
coiilra el Cordero. Kl m;inircstará sti
liia con auiciiazns , prisiones , üostier-
i'os , armas ; Ünalmente. con fuego i ron
muerte. Kl se ensalzara con lilulos niag-
iiiGeos , con nomhres de blasfemia , i
contumeliosos contra Cristo : convesli-
duras sumpluosas , pompas nnní visto-
sas i excesivas, cantos i sones mclodio^
sos de órganos, campanas: con apáren-
los i vistosas ceremouías , (techas por
sus sacerdotes, imites i monjas, i otros
beatos i bralas , i papa-sanctos inume-
rubles , * llenas de toda liipociesia.
Ítem, su reino será sustentado por niun-
clios sanctos de él canonizados : Quie-
re deüir. Lechos de priesa : porqué, por
su sanctidad finjidu , i por los falsos mi-
lagros , hechos por el instinto de Sata-
nás, como, por S. Matleo S'i." capitulo,
Jesu-Cristo ; i S. Pablo 2.' Tesa!. 2.. lo
liaitian profetizado , ellos habian anti-
j^uanienlG favorezjdo al dicho reino del
Antecristo. El Antecristo, i los suyos,
i!)
■serán (ie tal suerte adorados , que para
los abatir i destruir , o para solamente
hazellos conozer , oo será bastante el ze-
lo de " Phinees , ni la sabidiiHa de S.
J'ablo , i)i la autoridad de S. f'edro , ni
el azote material de Jesucristo. Hecesa-
ría cosa es , i mui importante , que el
Señor Dios mesmo ponga orden , de la
suerte que ha ya comenzado; a lin , que
bien presto se verifíqiie i cumpla lo que
está pi'ofetizado en el Apocali. Gap. 17.°
* nCaido ha, caído ha la grande Ií;ib¡-
lonia , madre de las fornicaciones i abo-
minaciones de la tierra :■ i a liu , ansi-
mesmo , que lo que S. Pablo profelizó ,
alcanzo su efectoi tFA Señor Jesn»; (dizc)
matará al malo con el Spiritu de su bo"
ca , i lo destruirá con la claridad y res-
bctoi ; FinjAs. Sabida es
íuatrui del 17. t. 5. — A>i bii duií cilit di|dí.
20
plandor de su advcnimienio. Yo lo hej
ligurada i pintado con sus colores, i
a lo menos , en parle : mas estúd avisa
dos, que entre todas sus ostuzias él dtr£a
que aun lia de venir el Antecrislo , a finp
qne nadie piense t\ae es él mesmo. Gm
pero, venga el que quisiere , jamás ns
vendrú uno , que \\aga lúnto mal a Í
lijlesia de Dios ; como áatequc lie pin-^
lado. Por lo cual , yo -soi constreñido da
dezir , que no es menester man esperan
otro Aniccrislo , que a ¿1. Yo niego «
Dios , que por sti grande clemencia, ten-
ga por hien de inspirar, i revelar al c"
go mundo , la lumbre de sn cono;
lo , pai'a que cada uno lo conozca; i ^
liULjia , i se guarde de ser partizipe í
su nbomitialilc abominnciun , impicdad||
i coEidenaciüii. Amen.
2t
Eibro de lu jeneracion de Jesucristo,
hijo de David , hijo de A-ln-aliDUi. Abra-
ham enjendró a Isaac : Isaac enjendró a
•lacob :» ele. — Como estú eacripto en el
Evaojelio según S. Mateo , eapilulo pri-
mero. "
De la Jeixcracio:^ dei. AinLcnisTO.
Libro de la jeneracion del AnlccristOr
Iiijo de Satanás , bijo de pecado. El pe-
cado enjendró a la* Ignorancia de la ver-
dad : la IgDorancia de la verdad , enjen-
dró a Error, i a sus hermanos : el Error,
engendró al Libero-arbitrio i a la Sober-
bia de * (iláuiia: el Libero-arbiu'ío en-
E^Iti. Se canleots con
.IT. N. p.r.(iuí,Ui=go
T^«
u 1. que
Ucrblo; tu lirailm
^al.
iUm, di lujo, ajjiiruhiDíolc.
¡tj a .«t. iini,. d.
e-pl"
«l¡n<g«,O.D.pBJM.
queJg.
/í&™-.i,ue,igni
c>: d.,
ma ! amor pmptlo. Se
io.
2'2
jendró al Mórilo de Congruo i de Con
digno : el Mírilo de Congruo i de Con-
digno , enjendró al Olvido de la grácil
del Kedemptor : cl Olviilo de la gracii
del Kedeinpior , cnjciidrú al Qiieliranu'
miento de la Lei divina : el Quebranl
miento de la Lei divina eiijcudró a Des'
coniianza : la Dcsconliunza enjendró Dn^
da de la remisión gratuita de los peci
dos : la Duda de la remisión de pecadi
gratuita , enjendró a la Inventada satii
facion por los pecados : SatisFacciol
por los pecados , enjendró al Sacrilicii
de la Misa , que es negación Í profan;
cion de la Cena de Cristo : el Sacrilicii
de la Misa , enjendró al Orden de l<
Coronados i encapillados : el Orden i
los Coronados i encapillados , enjendi
a Superstición : i Superstición , enjei
dró a üipocresia , cl liei : llipocrests'
el Rei , enjendró a la Ganancia , * de '
(¡ne l'ué de ta Ofrenda : la Ganancia , f
jciidrú !il ' lliio Purgatorio : el ítico
Piii^¿a[or!o , <'njeni)i*<'i a ]:t Fundnrioii de
aiilversuriosi Capiilluiiias: la Fundación
deanive/sarioB i Capeliniiins, enjcndró
al Patrimonio ilc la Iglesia : pI Palriiiio-
nio de la Iglesia, enjendrii a RiqíK^za de
maldad: Itiqueza de iiiuhh'id, enjendró a
Abiiftüitncia : Abundancia , enjendró á
Hariui'a : llaittira, enjendró a Crueldad:
Crueldad , enjendró á KtlesíásLiro seño-
rio : Eclesiásiico-senoiio , enjendró a
Pompa : Pompa , enjendró a Ambición:
Ambician , enjendró a Simonia : Simo-
nía , eujondró al Ponlilice, i a los Car-
denales sus hermanos , en la Iransini-
graeion deltabilonia : i , después de la
transmigración dellabitonia, el Ponlilice
enjendró aliUislcrici de Iniquidad: el Mis*
terio delniqnidnd, enjendró a \a Teolojía
Kofistica: la Teolojia sorislioa, enjendrit
al Menosprecio i prohibición de la Sánela
Esci'ipluru : el Menosprecio i proliibi-
cion de la sánela Esi.:riplnra , enjendró a
24
Tirnnia : Tirnnia , eiijendrü a la Mn^
i]e los vcriludci'os sancLos : el Matar tales
sancLos , cnjendró al Menosprecio de
Dios : el Menosprecio de Dios , cnjfindró
a Dispensación : Dispensación , enjendró
a la Licencia de pecar : Licencia de pe~
cur enjendró a la Abominación: Abomi-
nación enjendró a Confusión : Confusión
enjendró a Allicion de Spitilu . Adición
deSpiritu, enjendró a la Disputa deseosa
de Verdad: de la cual, es revelado d Pa-
pa de los que se dizeii CrislJanos, que es
Humado AnTccnisTO : el cuul, con el spt-
ritu de la boca de Jesucristo , es muerto
cada dia , en los corazones de los que
rezibcn el ü^vanjelio de vida. I al lin, ba
de ser lanzado , en esiaoqtie de luego i
azufie ardiendo , para siempre jamás :
como , en el Apocalipsi , capitulo dózi-
mo nono , lo lieae dicho el Aposto! i
Evangelista S. Juau.
25
Recuerda , o alma dormida:
Aviva , hombre ^ i despierta^
Contemplando :
Cómx) se pasa la vida ,
i nos ha preso el error
a tanjcallando.
•k *
Yo soi la Luz del mundo [dize Cris-
to,] el que me sigue , no andará en ti-
nieblas , mas tendrá la lumbre de la vi-
da. — S. Juan. viii.
Esta es la condenación : que la luz es
venida al mundo , i han amado mas los
hombres las tinieblas , que a la Luz. —
S. Juan. iii.
a SoD trova de los 6 primeros versos > de la primera
copla, de las famosas 43. Duodézimas^ de D. Jorje
Manrique: fuera del quinto verso.
Ovdea (}ue tienen fas píarnfs en fa
antigua, impresiofi de la «Imajcn del An-'
tecristo.»
Portada : plana ..... i.
hvtegOf sij^ienasi^ ^ , , . vi.
til.
IV.
V.
11.
111.
VIH.
*
IX.
XIV.
XV.
XII.
XIII.
X.
XI.
ENVIADA A
NUESTRO AUGU-
STISI MO SEÑOR
PRINCIPE DON
PhJlippe, Reí
Oe España , de Inginierra , de If apiles , i de
laslndias del l'erii, etc. en que se decla-
ran las causas de las guerras ., i calamida-
des presentes, t se descubren Ins medios i
artes con qae sor» roliatívs ¡os £span'>les,
i las mas vezes muertoi-, euttntn al cuerpo,
i cuanto al ánima: i , contra estos daños ,
se pofítn ¡anlometite altanos remedios i]»te
son firoprins i eficates ; de los rúales pue-
de uí'ir su Majestad , para ciinseroacion dr
sus Repúblicas, ivnda ano ile sus vasallos,
en particular , pal a poderlos eeitar, i ser
presercados en vida , i enrriquetidos de
tallo bien Ismpnial i eterno.
IcMuil
[i»d li Im do li Sabiduría, tvd<
ii pírpfM
A la Serenísima Mnjesiad del Principe
niiCíttr'a Ssíioi' , lici de Espiiíia , de In-
glaterra , de Ñapóles , i do tas Indias
del Perú , etc.
S. 1. D.
Una de las cosas encélenles, screnisi-
mo i Aiigiistisímo Uei , C[ue nos manda
Dios singularmente lionnar , reverencial'
i servir en esia vida; es la Majestad Real
de los Reyes Cristianos. Porque , siendo
El ( según esta escriplo ) por cuya Salii-
duría reinan los Reyes , i esiahiezen jus-
tas ordenanzas los principes i grandes
señores; quiso que conozcamos, en ellos,
su providencia , su sabiduria i bondad
para con nosotros ; i que Icnganios ma-
yor estima de ellos , que de cosa liuma-
na. Por esta causa , de parte suya , el
Apóstol S. Pablo manda , que toda áni-
ma esté snbjetu a las potestades superio-
res , porqué , no liai potestad , sino de
Dios : i las potestades que liai , son de
Dios ordenadas. 1 el Apóstol S. Pedro ,
especilica esto por oirás palabras mas
clanimciitc : porcuyn hoca , nos ninndt!
el Espírilu Sanio scrsiibJcioK a loda
denacion Inimana por Dios, (i declarad
luego, cual sea esta ordenación, dizii
do :] Agora sea a Reí , como a superior,
agora a los Goliernadorcs , como de é\
enviados. Siendo , pues , el Reí , cosa
que Dios establezió , aprueba i susteit,
ta ; por el cual quiso , que se maniTí
tase su Majcsiad i poder , i qne se
clarase la reclítml de su justicia '
do los vasallos ordenados , para íionrrar
al autor i conservador de las criaturas ,
i ser , por la potestad Real , conserva-
dos en paz , i derendidos de la fuerza ti-
ránica de los malos; con mtinctia moo,
él en mandar i administrar , i tos vasa-
llos en obedecerlo con toda fidelidad;,
deben pretender servirá Dios, ac
gloria y conlenlamicnto, se han de
derezar todas las obras , los deseoí
gobernación, de todos los que nos \\ai
mos Cristianos ; para serlo verdadefJ
mente. Ordenó la sabiduría Divina, qi
Tuesen sustentados los reinos Cristian!
en justicia , en santidad , i temor:
iev!|
(]uc para esie lin , tenga el Rei , |>ur muí
rumiliur , el libro de las Leyes de Dios ,
)):iraqiie lome de ellas , los avisos nece-
sarios, para cumplir, en el Real Gobier-
no , con la intención de Dios. Por eso se
I id pide ori^tiana solicitud en rejir, para-
i.quc asi sea prosperado , i bailado fiel
delnnle de Dios . i que tenga duración i
firmeza el Rein.odoiidc presidiere: i que
lu prosperidad i firmeza del Iteino , re-
dunde en };loria del Reí: i que , por esta
4iu , sea Dios gloriiieado en los Heinos ,
.¡tiendo tos Beyes i vasallos , lielcs instru-
jiientosi ministros de su gloria , cada
'vno en su estado , s«^un lo que hubiere
ifecebido de la Divina liberalidad , para
este lin. Habiéndonos , pues , dado a
liVuebtra Majestad, por Rei ; i habiéndo-
le puesto en la mano , el cetro del Rei-
no , paraque uos rija i gobierne con jus-
ticia ; todos sus vasallos , reconociéndo-
le por tal , estamos obligados a servirle
' tímente , como quien sirve a Dios : i .
tanto con mayor lealtad i lidelidad ,
mióla necesidad lo requiere , i cuán-
to conozenios , que la dignidad Real, es
ros» , qiio Dios taiilo iiprueba i fuvore-
XII. Visia , afjora , la présenle necesidad,
<|ue cü grande; i siendo jo , uno de los
inlimos siervos de Cjíslo , nuc&lro Dios
i Señor ; i de los meiiuriui vasallos de V.
M. ; be querido cumplir con [el] oficio
de leul y crisliano vasallo , siiviéndole
con lo que puedo , i Dios me lia dado a
entender , por su gracia. Porqué, couio
es pernicioso , i dañoso , el hablar cuan-
do no conviene ; asi es mui saluda-
ble, en el tiempo de la necesid:id: i, por
lanío , nos está mandado , de parte de
Dios , no retener , ni callar b pulabra ,
en el tiempo de la salud.
Pensando , pues , munchas vezes co-
ntigo mesmo , en la multitud y grandeza
de los juicios de Dios ; cuan jusLos son ,
i cuan de pocos entendidos ; conozco ,
ser cosas que nos debrian poner gran-
de espanto. Porqué, se vée , que mien-
tras mas anda , se enciende mas su tan
justa ira , i se fortaleze mas , su furor
contra nosotros. Hásc , su bondad, con
nosotros, como con enfermos, quo tie-
nen toudmeute perdido el apetito de co-
nicr i deber : i asi nus guisa miinclius i
(liversus muñeras de manjates , pan des-
penárnoslo , i que comamos deltas , ¡
jwdaraus vivir. Pero , vieado por otra
pacte , que no hacemos cara, a los man-
jares , ni los queremos , siquiera gusiar;
huí muucbü porqué temer, no diga Dios,
A la fin, de nosotros , lo que está escrip-
lio por el profeta David : Dsjélos ir tras
Ja presumpcion i sol>erbta de sus pcn-
amientos : sej^uirán sus invenciones,
íico es Dios en misericordia : pero inm-
ien es rico en justicia. Los que uienos-
recian las rltiuezas de su misericordia
i paciencia , se atesoran ira , para el dia
de la ira y de su justo juizio ; como lo
[ieiie declarado S. Pablo , [Ep.] a los
B'im. Muncbos avisos nos tiene Dios da-
llos , antes de agora, para conozcr su
roluntad : i , al presente nos dá mun-
cbos mas , i mui mas eficazes , si enten-
>mos lo que uos quiere dezir ; i re-
cibiésemos el enseñamiento , que nos
pretende dar por ellos. Porque, habién-
donos criado , i redcmido ; i Icnieudo
mutas causas contra nosotros para poder-
tíos coiiHpriui' , i liabcnios y» jttsiantciilo
intidenado ; Ii3zr , lodo lo qup haite con
nogotros, por librarnos de condenación,
i salvarnos por niisericordia; -testa, que
si nos hazemos sordos a sus avisos i
;ii)innes;aciones ; qne quedemos sin es-
nisa. delanto de su jnizio , i que venga-
mos a setilir siempre, el rigor He su
jnsliria. A vuestra Maj. . por ser
«iiiperior , i haherle Dios colocado en sii-
jirpwia dignidad , i héchote ojos del Bei-
iin ; Relé pide , tener mas clara , i mas
Nítida vista, que todos sus vasallos , pa-
r^iqiif- pueda racilmcnte ver los males de
sns Iteitics , i las atusas de donde pro-
ceden , i proveer , con tiempo , de re-
mi-dio quesea proprio, conque impedí-
líos i eMerminallos. Por lo que al pre-
Nenie pasa , que es liien notorio ; todos
sus vasallos, están amonestados de Dios;
pero , singularmente, endereza Dios sus
avisos a vuestra Majestad; paraque, en-
tendido lo que quiere , use del poder i
autoridad que le tiene dado ; para el
Lien i la utilidad común de sus Reinos.
A cabo de mas de seis asos de guerra ,
3 fuego i a sangre, donde, entre los ({nu
se ilaniau Crisiiunos, se han visto gran-
des diluvios de pecudus , ¡grandes cala-
midades , i desventuras , que de mun-
chas , no se podrian contar : i , liabii^n-
donos Dios , dado pocos dias faa , algún
alivio i " relacsacion , con las treguas ,
para siquiera niiiar Uü llagas hechas en
tanta conrasion , i eniplastalbs , i pen-
sar , con esto , en nuestra eunuenda , i
tornar solire nosotros , con hazer vei'da-
dera penitencia : agora , de nuevo , co-
mienzan otros nuevos castigos, í otras
nuevas i tnui mas graves calamidades so-
bre la cristiandad, para ncaballa de aso-
lar , i abrille del todo la puerta al Tur-
co , por esta vía ; paraque entre y aca-
be de consumir lo que de ella queda. En
esto se ve , claramente , que está la ma-
no del Señor todavia esteudid:i , i que
nií deja de herirnos , i dar golpes sobre
nosotros , como sobre cuerpos muertos,
quecarezen de sentido. Por no ha-
ber cntenlido los avisos (]iie Dios nos
dio , con la gu<Tra pa<^ada ; nos dá su
bondad oíros, agora de nuevo, van nue-
vas i crueles guerras , las cuales no son
otra cosa , sino gravísimos cusligos, por
el menosprecio de los avisos , í amones-
taciones , que nos dio entonces. I, pues
no entendimos los pasados , para con-
seguir el lin que Dios pretondia por
ellos ; no seamos ya mas sordos a sus
vozes ; sino entendamos agora éstos , i
aprovechémonos de la misericordia de
Dios en ellos : porque no acontezca, qne
no queriendo oír al presente , \ei)!jan
después , otros muí mayores , que no
tengan remedio ninguno , i nos acabea
de consumir.
Todos saben, cual Tué el principio de
la guerra pasada , i de todos los males
que por ella han venido , la cual tuvo sa
orijen , del que estonces presidia en la
Sede Apostólica, Vuestra Majestad líone
bien entendido , cuál es el principio de
h que agopa csLú pncendida de nuevo : i
todos taml)ien lo salicn , i lo sienten ,
[)nc)i cargan sobre ellos las calnniidades
presentes. El Rei de Francia , por no
querer guardar la lidelldud que duliia ,
' como Rei ; rompió las tre(;uas tan justas
i tan deseadas de los Cristianos. Aunque
él tuviera mayor imperio que tiene, i su
Reino fuera mui mayor que os ; sopeña
de quedar por Reí infame perpetuamen-
te , no se atreviera a hazer lo que ha he-
cho , si el Papa Paulo Cuarto no le hi-
ziera espaldas , i lo animara a ello , con
hazerle promesas tales , cuales convenia
en tal negocio : porqué , lo que redun-
da, de confederarse los Reyes Cristianos
con el Papa ; es perder la Hdelidad i el
temor que deben tener a Dios , i la ver-
gocnza a los liumbres. Dejo de dczir ,
que en lo que lian hecho , se han mos-
trado ser inferiores al Turco . que care-
za de reüjion : porque él, con ser turco,
mostrara tener alguna humanidad , i tu-
viera por cosa infame , quebrantar su fé
su palabra, en negocio tan importante.
No es de marabillar , que el Papa ha-
10
yn enccniüdo el Tucgo , i ecliáilolc a
le , paraqué siempre arda ; porqut
ha muchos años que ha vivido con des
de hazer lo que agoia liazc : piies
do Cardenal , aconsejaba al Pa(>a Vavi
Tercio , que se üpoderase dd Reino 4
Ñapóles , estando, como estaba esloi
ees toda la Cristiandad , miserablemeai
turbada i allijida. Agota que ol siil>ió I
la Silla de su predecesor , ha puesto p
obra el consejo , que él mesmo le dio e
lonccs ; porque des aquella Silla,
7,en i se ordenan mejor tales negocios^
porqué, como él mesmo dize ,
de preeminencia , la endonde está sen-"
tado. El principio , de donde procede lo
que haze el Papa, i pretende hazer ; es,
dei odio que tiene a la Majestad tmperia,
de vuestro Padre , i a V. M. i
lierr.is i Beinos : i de la (;rande i
arraigada enemistad, que tiene a la jei
te Española; cuya sangre pretende dd
iraninr , i qiierria beber , Robremanef
Apenas habiu subido en la Silla PonliÉj
cal , cuando comenzó a demostrar la n
la voluntad que tenia contra V. M. i ^
11
t)d¡o cruel coiilrLi los Españoles: porque,
desde estouces , comear.á a pcrsegtiii* a
sus deniésticos i fumilíares ; i lanío con
mayor odio , i mas brava enemisiad ;
cuanto eran mas leales , i mas estudiosos
ÜG la liunrra de V. M. i de la uiUidud de
sus Reinos. A estos tales, persRguia con
una bárbara crueldad , ecbaudolos eu las
cárceles . i privándolos de sus bienes ,
como si fueran perversas, i hubieran
cometido ulgun, o ulgnuos crimines infa-
mes. I , no contento, con haber hecho
tales agravifis a los leales vasallos de V.
M. ; levantó bandera , í propuso pre*
mios, a todos los que tienen en odio la
sangre Española, i a todos los que du
noevo la quisieren aborrecer, ¡ serle
contrarios, i batallar contra ella : dando
a onos, Beneücios Eclesíásiicos ; hazicii-
ilo promesas a otros ; corrompiendo a
otros con dineros , i con lionores. 1 a los
mayores ttaidorcs , i mayores enemigos
de los Españoliis , dándolos cargos í oti-
i-ios , en luffares donde los Españoles or-
dinal ianienie r(<cil)uii mas graves daños ,
i hnva mavores turbaciones i alborotos.
1 aun iiD sritisfcolio con esto , no ha bo-
cho , ni hMe, sino solíciiar por diversas
vias , i iiiila[ii:ir con promesas , a mun-
cbos principes Crisiianos , paraque se
conTederen con él , i se hagan TuerLes ,
en la raesma conjuracioo i odio contra
los Españoles , i contra los lieinos de V.
M. paraqué , habiéndolos yacbupado,
i sacado de ellos grande suma de dine-
ro , así líl como iiia pjedecesores , ven-
ga agora a ser alisoluio Señor déllos;
porque este es el tin de sus consejos i
deseos. Qué tratamiento bizo , al Señor
Garcilaso de la Vega , varón ilustre , i
mui leal a la Corona Real , manifiesto
es : pues siendo enviado de Vuestra Ma-
jestad , al Papa , con embajada mui im-
portante a la Crisiiandad , ¡ paz de los
Iteinos ; lo ecbó en la cárcel , i lo trató
cruelisimamentc , i con mayor inbuma-
nidad , que lo pudiera tratar un Turco
renegado. No fué esta injnria tan " atro-
ze , liccba al embajador , i a la Corona
Real , solamente ; sino a Dios , que lia-
15
ze , siifilcnL:) . i upriicbu los Bi-vi'S , por
públicos Gobernadores , y sus Lu^jares-
tenienies en lus Reinos. Üo iiuy que du-
dar , sino que liisiera el mesmo trata-
inipntD a V. M. que liizo a su embaja-
dor , si lo pudiera haber eulie bs ma-
nos : porqué el odio , i la enemistad de
qae eslá poseido , no le diera lugar
(uoino no se lo diú) a tener en reverencia,
lo que Dios tiene ordenado , í estableci-
do. Por ser Papa , es de ánimo taii
cruel. De aquí viene , que eslá lleno de
odio ^ i con ardiente deseo de beber la
sangre de los Cristianos, i singularmente
la de los Españoles , " por ser mas Cris-
tianos que lodos los otros en liaberic
sido a él mas subjelos , i obedientes que
oíros ningunos. Tal pago merL'/e, tan
prepóstera '' obediencia, i tan inr:inie
u individuo , lUC ctpoDenc, él m
14
sulijecion. Aun no hario el Papa,
las ¡Dsolinicias hechas , liízo echar en la
cárcel a Juan Antonio, maestro de postas
de Vuestra M. , i lo trató miserablemen-
te , haziéndole dar tormentos , como a
ddicueiite i enemigo sujo : i con esto,
quitó el Majislerio de postas , que de
antigüedad lian tenido V. M. , í sus pre-
decesores en Roma. En lo cual mostró
claramente, cuan malvuda y corrompida
es, la voluntad que tiene contra todos sus
vasallos , solamente por ser sus vasallos,
i por serle leales. Cuántas vezes ha dete-
nido , a los E^mbajadores i Carteras de
V. M. i les ha tomado , por fuerza, los
paquetes de curtas , i las ha abierto i
leído; i entendido lo que en ellas iba!
Lo cual , es obra que suelen hnzer; no
los amigos , no los que quieren ser teni-
dos por padres , por sanctos i sanciisi-
mos ; sino , solos , los que se han decla-
rado por capitales enemigos, i totalmen-
te contrarios. De donde se maniliesla ,
.ríuida,
f)llO sif^liüo Ins (il>rn^ tnn riiHiiignü , i tan
lie imidoi'es ; qiie v\ que las haze , o por
niyo censen I i ni íc lito se hiizrn ; fs tal .
cual Mías son , i unn mtii mus peor.
Délas ustucins i c:inleliiíi , de las lii-
pocresias , i finjiniienios de que ha usa-
do , para cubrir su enemistad , i lomar
de soliresallo a V. M. prelendinndo en-
cañarle : se miieslia qnién fs , porque
son notorias. Para dar a entender otra
casa de lo qui> pretendía , i conseguir el
tin de su deseo; " liizo que enviaba .
Km bajado res a la Corto de V M, : i ,
después de haber estado mucho tiempo
en el camino ; nn habiendo aun apenas
llegado a su Corte Real ; los hizo llamar
secretamente , que diesen la vueha , i los
mandó ir con las mesmas cartas , a otra
parte , donde él antes tenia pensado. El
trujamán de este negocio i disimulación
infame , fué sin duda , la hipocresía ,
que debe tener por mui familiar , i por
su fiel secretaria ; con cuyo consejo Iiaie
disimuladamente sus negocios , dando a
16
entcndor unns cosas niui con[rar¡:)s a las
que Uar.e a la verdad, ¡ a las que pre-
tende hazer. Esta obra, no puede ser de
su Santidad, siendo tan contraria a ella,
sino del que I» rije, i de la que se lo
aconseja. Pareciéndole al Papa , que no
liastaba lo hecho , abrió la boca en blas-
femias contra vuestras Maj : diziéndoles,
en público , injurias muí aliozes , i mui
calÜicadas , indignas no solamente de
Vuestras Maj. sino también, de hombres
debajisima, i miserabilisima suerte. De
donde se maniliesta clarisimameiite, que
es el Pupa del número , í el principal ,
de aquellos conlnmazes i atrevidos, que,
en su Canónica, dize S. Judas, « que
menosprecian la potestiíd , i vituperan
las potestades excelentes. ¿ Ilai cosa ,
que tenga por mas vil i menospreciada
el Papa , que la honrra debida , según
Dios , a los Reyes Cristianos , estableci-
dos i ordenados por el mcsmo Dios? Ho
17
es de niDraliilbr, í)ue pit.cs los Reyes,
tienen tan poca estima de su propria
dignidad , que , " contra Dios, se aha-
jan basta besalle el zapato , en señal de
subjecion ; que él los tenga debajo del
pie , i que se atreva a acozear i pisar su
dignidad Real , cosa que Dios aprueba ,
i en quien quiso que se manifestase su
Majestad i poder. CieriainenEe, son es-
tos , frucLos de la obediencia dada al
Papa , i a sus leyes ; con olvido i poca
cuenta de las de Dios : de donde , como
de mal árbol , nnzen tan biasremos fruc-
tos. Pareciéndole al Papa , ser aun po-
co , lo que liabia beclio , quiso pasar
mas adclunie , i dar mayores lesiimonios
de su voluntad : i asi , con encendido
, 17(3, Ctfloi III. (quí fué
1. En taSg-KIConJcdeToR
18
deseo de liazer odiosas a Yiie^tnis S
i de inl'aiiiar mus , i haier lodi
aborrecíl)l<! la nacioo Espabola ; declaró
por escriplo. en los Decretos con ira As-
canio ' Coriano, a Vuestras Maje:<l'jdes
por enemigos de la Sede AposLólira.
Cosa raniiliar es , al Papa , i a los
que te ban precedido; s^un su arbitrio,
declarar por ami({os a los que le pare-
ciere : i , al conlrario , publicar por
enemigos , a los que quisiere : hazer a
unos Caióiicoü , í a otros herejes : ab-
solver a unos , i condenar a oíros. Por-
que siendo, como se dizc i se pitusa de
la jcnLc sin sentido , Dios en la tierra ;
claro está , que tiene absoluta poiesud ,
de liazer toda injusticia , i de comtUer
cualesquiera crimines,! hazer cualesquie-
ra agravios , a quién , i como le pare-
ciere.
Quien no niega , ni contradize , nin-
I!)
j;nno ile Ior ariiculos de nucslra íó Cató-
lica ; ni rfipndi;! ni resiste , a lo que la
Iglesia tiene ordenado, de parte de Dios,
i eonfonne á su Palabn ; no es enrmigo
di' Dios , ni de sn Iglesia , ni tampoco
de la " Sede Apostólica. ¿Por coál [vea-
mos) de los artículos de la le de la Igle-
sia de Diüs , que V. M, haya negado, le
declaró , tan desacatadamente, por ene-
migo de la Sede Apostólica '! Manifiesto
es , que nunca negó , ni niega , ninguna
de todas las cosas de la Iglesia de Dios.
* Cree todos los artículos de la K Cató-
lica , contenidos en el Sinibolo de los
Apóstoles : DO ha sido , en nada , con-
ti-ario ni rebelde a ellos ; ni a ella : i
con ser esto ansí ; el Papa le lia declara-
do por enemigo de la Sede Apostólica.
Luego, de necesidad liemos de entender,
que la enemistad es , con otra Sede , í
i
lio con lu Apostólica : i que V. M. debe
de hiiiier negado otros arlíciilos, que los
de los Apóstoles ; i debe de haber con-
tradicho a otra Iglesia, que a la de Dios.
Viendo esto , los que juzgan de las cosas
con Cristiana prudencia ; i lienen de
ellas Miuchas i miii ciertas experiencias:
sienten i entienden con verdad, que
aunque el Pnpa liobiera entrado en la
lítlesia , por lu puerta , como lejrtimo
ininistro ; i no , por donde entran [como
i\he Cristo por S. Juan. X.] , los que
[■iitran a robar, amalar, i dostniir ; i
que , aunque con propósito deliberado
pretendiera huzer lo que ha hecho; no
pudiera ni supiera huzer niavor servicio
a Vuestras Majestades ; que el que les ha
hecho, declarándolos ppr eucniigos. I asi
dizeu, que como al demonio le sucede
al revés , en los males que haze i pre-
tende hazer a los verdaderos Crislíaoosj
convirticndoles Dios . por su potencia ,
aquellos males en bienes -,-que, désta
manera , el Papa, pensando hazer odio-
sas a Vuestras M. con declararlos por
eiiemigoB ; tos ha declarado , en lo mes-
2(
mo , (sin peiisiillo él, ni (|nei'el!o liazer )
por aiiiiuisitiius de lu Sede Aposlólicu,
i (Ig la Iglesia. De donde es manilieslo ,
4)iie liat otros arliculos, quo el Papa, i
sus predeceROfes han hecho ; los cuales
(scgiui él quiere] se han de creer mas ,
que los (le Dius , i nej^ar lotalmenle los
de Dios , por 110 contiudezir a los suyos:
so pena , que el que los rautradijere en
poco , o en niuclio ; seu tenido i decía-
nido por enemigo ; i por mui mas que
«tieuiigo de la Sode Aposlólica ; como
vemos haberlo hecho al pr'eseiite. Diísios
anicnlos , dii'ií alguuns adplanie , parsi-
qné , por ellos , se conozcan los demás ,
i que V. M. vea, qué tiile.s son , i eómo
no se debe lener temor , donde uo hai
qué temer.
Munülio ¡niporla , a los que quieren
tener amistad con Dios , i pretenden ser
salvos; conozer esta Sede Aposlólica ,
déla cual, el Papa le ha declarado por
enemigo ; paraque estando llegados a
Dios no tengan parte con ella. I asi, no
vengan a ser participes, con ella, de
los horribles i eternos castigos , que le
liLin <l(! VGiiir presto; como lo lietic pri
lidlizado S. i'edro , en su sc^und:) ^Ca-
nónica , 'Capítulo •¿. diciendo : que la
coTideuaeton, ya de br^^ tiniipo , tío se
lardií , i (]iic su perdición , no se duer-
me. Todos los que somos crisiianos , i
creemos vcrdaderaniciite en Jesu Cristo,
Keeonciliador de los Iiomlires, "solo
Mediador «iiLrc Dios i ellos. Autor de
nuestra salud , i de todo nuestro bien ;
i esperamos ser salvos , por solo el sa-
crifíciu (le su muerte : sincera i (irmt-
uiente creemos , i confesamos , que de-
liemos l>onor , obediencia i reverencia a
b Scd« Aposiúlica , * pero , con lal que
dril , Jauííaiíiai. Pe» , creo, que , la> CrUtiinu. de-
ilicoda I honor, i lai AnlDrididii , igue Diai prmiiun
spa Aposiólira , ¡ que no discrepo, de
lo que loK Apóstoles enseñaron , i Cristo
mniidó que se ensenase. La C^Uedra <ie
Moisén , sobre que se sentaban los Es-
cribas i Fariseos , no stgniiícaba la ma-
dera de que estaba lieclia ; sino la doc-
trina de Moisen , que Gelniente se había
en ella de enseñar , según que Moisen de
parte lie Dios lo babia declarado. I asi,
sentarse en la C:itedra de Muisén , es
tener vocación de Dios i oficio de ense-
ñar lo que él mesmo ordenó i mandó.
Semejantemente, la Sede Apostólica, no
es los palos i labias, de que está hecha
la silla , sino , el mintsíerio Apostólico;
la doctrina de los Apóstoli'S , qne ellos
mesnios enseñaron ; í la imitación de
Cristo. 1 asi , gI qne es llamado de Dios
a este ministerio , i entra en la Iglesia ,
por la puerta , que es Cristo ; como es-
tá escriplo poi' S. Juan X, ; i trata fiel-
mente lu doctrina do los Apóstoles , sin
quitar , ni poner nada en ella ; i enseñu
a imitar a Cristo , i a estar pendientes
ilét , como de su sola snlud ; éste tai .
está sentado en la Sede Apostólica. I el
24
i|iie esU'i sentado désia manera, i con i
tus cooij ilíones, lia Ke de oir, como quien
oye 3 los Apóstoles , i al mesmo CHüio :
porque , estonces , es con verdad , Se-
do Apostólica. I , en oiría , siendn tal ,
oímos a Cristo: i en obedezerb, i hon-
rrarla ; obedecemos i honrramosa Cris-
to : i , en apartanios dalla , nos aparta-
mos de Cristo. Porque , los que repu-
dian la doctrina de Cristo , i no oyen ,
a los que, a ejemplo de los Apóstoles ,
la tratan pura i fielmente ; repudian al
mesmo Cristo , están ex co mu latidos , i
son anatemas delante de Díoh. De los
que, con lates condiciones la enseñan .
se entiende lo que dize Crísio por S. Lu-
cas , X. El que a vosotros oye , a mí
oye : i el que a vosotros menosprecia ,
a mí menosprecia. Pero , cuando la que
tiene nombre de Sede Apostólica , es ,
en todo o en parte , contraria a la doc-
trina de los Apóstoles , i trae guerra ca-
pital contra Cristo : silla es , perú no
Apostólica , ni de Cristo , " sino Apos-
roqu.. r™,
Lúiicn , i <]g S'.ilntiiís, No os Aposlúlicn hi
Sede , lie la cual V. H. es declarado
rneiiiigí) . sino Aposnilica i enemiga de
Cristo. En ella, tiene el Demonio el cep-
tro de su reino. De ella , salen sus leyes
i sus ordenanzas , con que enseñorea i
tiene dominio en las ronsclencias Ai: los
hombres, echando déllasa Ci'isto , o no
dando lugar, que entre a reinar en ellas.
En ella se sientan sus ' Lugares-tenien-
tes : i asi , los que suben a sentarse en
ella , él los haze subir , i no Dios: i ,
por tanto , ellos i ella , son enemigos
capitales de Cristo , i pervertidores de
su doctrina , i matadora de sus miem-
bros. Dília procedió la con'upción i
perversión de la Sanclísínia ^ Cena de
2(J
Jcsu-Cristi) , de luí maiieru , que uo nOl
quetla ya , ni aun el nombre ilc'llu. I , dé
ella ha salido, la profanación ác las Sáne-
las ordenanzas de Dios. £1 Papa Paulo
4.° no es deseniejante a sus predeceso-
res , ni llene oiro spíritu, que el que
ellos tuvieron , ni haze oirás oliras , que
las que le inspira , el que lo subió en
ella. Horror es , dezír las cosas de aque-
lla Sede : pero , porqué de no saberlas ,
resulla la perdición de las áuimas : i
porque , dezirlas , conviene a la glori,i
de bíos , i a la honrra de la dignidad
Real de V. M. , i a la s:itud de nuestra
España ; diré algunas : paraqu¿ asi vean
los españoles , quídn es, a quien hun
servido hasta agora lan lielinenle , con
gmndcdeti'imeuio daño de sus proprias
conscíencius, i con prrdicion de sus áni-
mas : i que conozcan , cuan juslos son
los castigos que Dios envia sobre la Cris-
IsUri de Dioi
27
liaitdnii , i cuan bii^ti incrczidos lus leiie-
niús ; pues lo habernos dejado a Él , que
es fui^nie de agua viva , i bullemos ha-
cho nljibes , de los cuales hemos sacado
c(^uediid, i privación de entendímlünto,
()ue DOS han iaipcdidu , para no poiíer
ver cosas lan groseras , como son , las
con que hemos sido engañados aiilcs de
agora. Si^^ndo pues el demonio , el que
sube en la Silla , a los que en ella se
sientan ; necesario es , que anles i des-
pués de subidos en ella; oslen institui-
dos i bien enseñados , no en el Evanje-
l¡o . porque está desterrado déllos i dé-
lla ; sino en las arles del meanio demo-
nio. De aquí es , que el arte de " Nigro-
mancia i de Májia , son muí familiares
i comunes a aquella Silla , como parcze
n bniDÜre , >1
28
por muchos ejemplos, asi nniij^uos t
nio iRodcrnos , <lc muchos que en elU
han presidido , i tenido universal mando
en la Iglesia. El Papa Benito nono , era
Májico i Nigromántico : del cual se Ice ,
({UG en los mouLns i en los liosqnes, ofre-
zia sacriGcius a los demonios , para ha-
zcr , por medio dellos , venir las muje-
res Iras de sí , para fornicar i adulterar
con ellas. Este vendió , por dinero de
contado , el olicio i dignidad Papal , al
Papa Gregor'iu sexto ; el cual fué no de-
semejante a su predecesor. El Papa Sil-
veslro segundo , prometió al demonio ,
deentr^ársele en cuerpo i en ánima , sí
lo promovía en la Sede Apostólica , i lo
hazia Papa : i el demonio como tiene por
oficio hazer Papas , " por no perder tan
buen bocado ; le cumplió sn deseo . i no
paró hasta que lo hizo Papa ; gober-
nándolo siempre en lodo lo que hazía
ejercitando el olicio PontiTical. El Papa
Gre};orio séptimo, Fué también de los
confederados con el demonio: el cual,
2ÍÍ
ora ¡Vi^Tomiiniico, i tenia por Breviario,
en qii<! dozia sus ii iras . i por líiblía en
<|iie leia , para bien gobernar la Iglesia ,
iin libro de Ki^romaocia. Éste , con el
■ spirita que lo rejia, que era del derno-
aio , introdujo en la Iglesia la niajor
parte de la idolairia , la mas horrible, la
mas secreta i menos cooozida , que hai
en ella el dia de hoi. Kl Papn Alejandre
sexto , era también Nigromántico : i el
demonio (ai el que lo sentó en la Silla
PontiGcal. Éste tenia mui estrecha fumi-
liaridad i amistad ron los demonios, i los
ronjnraba pura saber dellos cómo habia
de gobernar su Iglesia. Uaziatos venir a
que hablasen con el , en forma i vestidos
de p rolo-no tari os , a una casa que tenia
en el Monte-Cavallo, donde se iba a re-
crear con ellos, lü^te tuvo una bija llama-
da Lucrecia: la cual, era bu hija, porque
la babia enjendrado : i era su mujer ,
porque dormia con ella : i era su nuera,
porqu6 tenia también parto con ella el
duqne Valentino , hijo del mesmo Ale-
I imljigllll nqni:
30
ticiiim (^iintita. Kste iiizo Cardenal , a\
Papa Paulo Tei-cio. por intercesión i
medio de la Señora Julia , su hormana ,
luujer sanciisima , i manceba de su San-
tidad. " ÉsLe , era un traslado del que
lo hlw Cardeoál , i siguió en todo sus
pisadas , i Tuc también Mugo i nigro-
mántico , como él. Ilazia venir de Por-
tugal los conjuradores de los demonios ,
para i-ecebir déllos aviso , como debia
hazer sus elecciones i rejirse en ellas ,
por ellos. Dóstefué hijo Pedro Luis, ^
hombre mostruosisimo , ¡nfamia de los
hombres , i capitán de los Sodomitas :
el cual , por justo juizio de Dios , Tué
muerto mlserubilisimamente. El Papa
Clemente séptimo , no dejeneró de sus
predecesores, porque también era en-
tremetido en las altes májicas. T.ra hom-
bre verdaderamente Epicúreo: que teuia
hecho pacto i compañía con los demo-
puo paHo retiTiriu. a Im frímcnM del D. Víilcnlinn '
n 1 loidciu pailre rlPipo AlnjanJrni puM imb'ji (ucrna
luüguoi pniDDDaibaD qui» — uAierfandra.-
- II. d. Piula iii -
£ Vcu
Pieriuiei I
m l.<ii
■iioprtiiü
51
nios. I.OS Oliispüs, í Curtleiialcs, que és-
tos baziau; de nrucsidad Iiab!an de icner
el spiritii de sus hazednres : porqae ,
comunmente sin discrepar , cada uno
cnjendra a su scmejaulc. ¿ Quién no
sabe , los parricidios , las iraícioiies ,
las hechizerias , i otros elimines mas
que inrernalcs , que esle Clemente Sép-
timo cometió desver^onzadísimamcnte?
¿Quien liai que ignore , las muertes tan
bárbaras , los -homicidios * ordinarios ,
i la crueldad mas que diabólica , del
Papa Julio 11.7 Manifiesta es , la embria-
guez, la glotoneriu, i la vida disotutisima
i totalmente deiesmblc , del Papa León
Décimo. Al Papa Silveslro Tercio, hom-
bre viciosisimo, el demonio fué, el que,
a poder de dones , i de presentes, i de
ambición ardcotisima-, lo subió en la Si-
lla Pontifical. El Papa BoniTacio Octavo,
no fué desemejante a sus predecesores :
hombre blasfemo i perversísimo , mas
bárbaro i cruel, que la mesma crueldad.
El Papa Dámaso Segundo , a fuerza de
* 1, d. (Rcucnlcs.
;ii'iJKis i (In uiiiliiciun , \iiio a ser Paf
con el uyudií i I'avor del demonio. Hubd"
también oíros muchos P:ip3s, liombres
perversisimos , i puseidos del demonio
que seria laryo i molesio coniarlos. I
para niostiar Dios, por su justo jiiíeío ,
quclos i^ue sesientun en aquella Silla ;
con ires coronas, no de agudas espinas
como la de Grisio , sino de oro i pedre-
ría ; liazen apartar los lionibrcs de Dios
i de Cristo, como una pública ramera,
liaze fornicar i caer en pecado i conde-
nación , a los que se juntan i tienen par-
te con ella; -permitió que subiese a sen-
tarse en aquella Silla , una mala mujer
ramera , a ser Papa. En el tiempo del
Emperador Lotario, el demonio íiíko
Papa , a una mala mujer Májica que se
llamaba Giliberta de Maguncia , la cual,
con un mancebo , se salió de casa de su
padre , i se fué a Inglaterra, donde es-
tudió : i de atlí , muerto el mancebo ,
se fuó a Roma , en hábito de hombre ,
<londe aprendió la Májia i Nigromancia:
porqué Roma suele ser Escuela afamada
(le tales arles , donde el demonio es el
Iteclor. Kll:i , [lut's, con mucha dilijen-
ciü aprendió la Ki^Tomancia , i por me-
dio délla , negoció con el demonio , que
era su rufián , que la hiziese Papa : ti
cual , HÍn diGcidiad ninguna , i de muí
liuena gana , hizo to que ella le había
pedido : porque son sus deleites , em-
plearse en el servicio i gobernación de
aquella Silla . cumplíen<!o en todo la
voluntad de tos que él haze sentar en
ella ; paniqué , también ellos , hagan su
voluiita<l ili-1 , en todo lo que les man-
dare, Llamóse , pues , esta mujer el Pa-
pa Juan Octavo. Rijió su Silla, dos anos,
i un mes, i cuatro dins. I, siendo Papa,
usaba del oficio de ramera , con la hi-
pocresía i simulación , que en lal caso
se requeria. Peio nn pudo tanto disi-
mular , que no se hubiese de descubrir.
Porqué . al fin del tiempo , después de
harta , se empreñó su Sanctidad de la
Sanctisima padre : i venida la hora del
parir , yendo en uua procesión , vestida
de Pontifical , le dieron dolores de par-
to , i parió un mochadlo , en medio
la calle , junto al Coliseo , par de la casa
(lol Papa Clempnle, tliinde ell;i , i lo qnc.
Iiabtu parido, nitirieron luego. 1, es bien
de creer, que esta sanciisima padre,
infundiu su spiriiu en los que ordenaba:
i serian , por ventura , lierniurroditos ,
que parliciparian de ambos sexos . mas-
culino i femenino. " Qué triste quedaría
ul demonio , viendo que se le liabia des-
cubierto su juego , i su encantamento !
Pero, no por eso, desmayó , ni desam-
paró su Silla : antes , aprendió de aquel
caso , a haier sus cosas recatadamente :
paraquó , puesto que sean peores , do
las puedan l'acilniente conocer. Pues ;
cuanto al arte de emponzoñar , que sale
de aquella So<le -, por ser cosa , que , de
tan común , no hay nadie que no la se-
pa , la dejará de dezir.
Siendo , pues , el domonío , el que
los sienta en la Silla , Apostólica , que
ellos dizen ; no es para otra cosa . sino
para servirse déllos mas a su plazer, te-
ic Jfaig-
tullios mas obligudus , i luas a su man-
dar , i , por su medio i su industria ,
('iii;añai' mas iinamenle, i sepultar en el
iniieruo mayor número de ánimas. Del
demonio , son las leves i ordenan .as ,
constituciones i doctrinas, que proceden,
i se divulgan , en virtud i nombre de la
tal Sede. Porque , no es tan necio el de-
monio, como se piensa comunmente : ni
trabaja tanto por sentarlos en la Silla
Poniilical ; para dar lugar, que se ensé-
ñenla doctrina de Jesu-Crislo , siendo
tan enemigo suyo, i tan contrario a to-
do lo que él tiene mandado ; sino paia-
qué se enseñen sus doctrinas , t sean
recebidas i aprobadas por el medio i
autoridad desús Pontífices. Como Cris-
to , cuando envia sus Discípulos i minis-
tros a predicar , les da su doctrina ¡ su
Spíritu Sancto, paraque , por medio
del i délla , sea Él conozido , por Señor
. i único Redemptor; así el demonio , ha-
ziendo Papas , paraque enseñoreen en
la iglesia ; les dá también su doctrina i
su spíritu paraque sea enseñada i di-
vulgada , a titulo de Cristo i de la Igle-
£
siu; i i|uc asi , él sou H (iiio reine
lionibres. Jesii Criólo siempre nsisle a los
suyos con su Tuvor , los ampara i los de-
liciiilo ; i liiiie, ()tte la doctrina del Evan-
jelio , que ellos predicaren por su man-
dado , sea dicaz, en aí|uellosa quien se
piedicu , paraquií vengan a ser sus sier-
vos , i sus miembros. De la mcsma ma-
nera , el demonio está siempre al lado
de suK Papas, los favorexe en lodu lo que
Iiaiicn : los ampara i deliende a Tu^o i
a san;;re , paraquc nadie ose seniir
dczir mal iléllos , aunque sean peoí
que ó! niesnio. 1 ha^e , que en los oyen<
tes , sean elicazcs las doclrinas i iradí-
ciones que enseñaren , i que vengan !i
.ser siervos de las tiadiciones del Papa i
del Demonio , los que las recibieren ;
como lo son de Crisio , los que reciben
su Evanjelio. 1 asi se vé , que obra en
ellos la eficazia de error i de engaño .
que liene dicho S. Publo en la Epístola
ii. a los Tlies. Cap. ii. Manlliesto es,
(jue pues el Demonio es el que los sube
cu la Silla ; que las doctrinas í tradicíO''
ncs , que de alli proccdeu , no puedt'"
srr lie Dios, sinu ilcl mesmu , quu los
h-M.e scnlar en ella. S. P:ib1o , en la L
Rpist. a Tini. cap. iiii. declara , que la
ilocli'ina de la Sede Aposiálica, que por
uiro nombre abusivo llaman Aposlólica;
«s doctrina de demonios, el lin de la cual
os, " defcndei" que no hagan los liombrcs
lo que Dios manda , ni confien en él lo-
Jalmcnie : i con esto ; compelerlos a qne
hagan lo qne Dios driirndc i prohibe en
su LeL Aplicaránse f iliee el Apóstol ) a
-spfi'ims engañadores i a doctrinas de
demonios, enseñaniio mentiras, en hi-
f)ocresia , teniendo cauterizada la con-
ciencia, prohibiendo el matrimonio fqne
no se puedan casar los que llenen liber-
tad i licencia de Dios para elloj, man-
dando no oonier viandas , que Dios crió
puraque usen déllas los fieles , con ha-
zimienlo de gracias : porque toda cria-
tura es buena , i ninguna cosa es de
desechar , si se toma con acción de gra-
cias ; porque es sanclilicada , por la pa-
labra de Dios, i la oración. En la II.
Kpístolii n Tiiimliii'O ("ii'. ii¡. |iiiiic IjuTI
i'üiidicioiirs lie aqiic-lb Sede , i de lo»
i|uc ella enjondru. 1 dize (iiialmcnte , que
como latinos i Maiiibivs, Magos de Fa-
raón , rcs'islian a Moisen , lid ministro
enviado de Dios ; así lamliien esios re-
sisten 3 la verdad : liombres corrompi-
dos de eniendinuento, ri'prohadi)s man-
ió a la fé , &r,
S. l'edro , en su spgnnda Canónica
Cap, iii. dectai~4 lo que )>azen. 1 S. Ju-
das , en su CanÓLiica , dá a enlciider
quifii sea la Sede Apostática , i cual es
fa naiiira i condición de sus crialuras.
S. Pedro en su set;unda Epístola cap. ü.
dize , que por ella , " i ellos , es blasfe-
mado el camino de la verdad . i que por
aoricia , liazen mercadena de los hom-
bres , con palabras finjidas, ¿Qué otra
cosa se ve en la Sede Romana , sino ar-
dentísima avaricia? La mercadería que
trata , es couiprar i vender ánimas de
lionibres , como to dice S. Juan en el
Apoc. " (liiji xvüi. I'or H I'rol'ela lízc-
quiel c.ip. \\\iv. '' lualilize Dios a los
p:istores que se visten d<t la luna de lus
üvpjüs , comen el queso i Ij lecbe délbs,
ordenándolas hu&ta sacailes la sangre ; i
no las apacicDlan : comen lo grueso ¡ lo
mejor ; i el resto lo pisan, i acozean con
los pies , paruque nadie use dcllo. Si
los pastores, que hazen esto, son maldi-
tos de Dios ; el Pupa , que pretende ser
sobre lodos ellos , es mas maldito t\ue
lodos , pues es Caudillo.de la perdición
de los hombres , cuyo olicio es tener
compañía con el di-iuonio, para priva-
tlos de la palabra de Dios , por la cual
podrían tener vida : i por otra parte ,
dalles doctt'ina, que no e.s otra cosa,
sino ponzoña con que mueran, i queden
por i:aplivos suyos . i del demonio.
n Papa es la ramera, que mostró el
Anjel a S. Juan , en el Apocalip. Cap.
xvii. La cual estaba vestida de púrpura
i de grana, i compuesta con oro i pie-
m
liras preciosas , i icnia im rali/ de
en su mano , Heno <le abomínaciünes, i
de la suciedad de su fornicación : i es-
taba embriagada con la sangi'c de los
sancCos, i de tos Mártires de Jesús. EsUi
es , la que derrama la sangre de los
miembros de Cristo , i la que haze idola-
trar alos hombres, apartándolos deüios.
Este es el hombre de pecado , que di/.e
S. Pablo , en la ii a los Tliesal , cap. íí.
que está sentado en el templo de Dios ^
mostrándose como si Tuese Dios , i en-
salzándose sobre todo lo que es Dios , o
Deidad ; pervirtiendo i ' anihilando las
Leyes de Dios , por eslablezer liis suyas.
Por esta causa le llama el Profeta Zacjiá-
rias pastor i ídolo : porqué quiere ser
adorado , como Dios en la tierra , i
fuerza a los hombres a adurar i servir
a los ídolos , contra el primer precepto
de la Lei. Éste es , el que se usurpa po-
41
icsii'nl Olí (íl ciclo , lili la tierra , i en el
iiilifirno : i el que Ueitc las llaves del
p(>/o ilel Abismo , para despeñar en el,
a los que le creyeren i obedezieren. Por-
que ¿sie es el lin de la clica/.¡a de error,
en los que nu aman i si¡,'ncn la verdad.
Este es, del que habla el proft^ta Zacha-
rias en el Cap. xi, donde iihe , que será
levantado en la tierra un Pastor, que no
visitará el ganado desamparado ; i que
no buscará lo que esiú descarriado i
esparzido ; i que no sanará lo que está
molido i despedazado ; i que, lo que está
en pie , no (o apacentará , ni lo susten-
inrj : comerá lo grueso i la sustancia de
las ovejas , i con su crueldad las que-
brantará i despedazará. ¡Maldíeion , sa-
bré tal Ídolo i pastor , que desampara
el ganado , i tiene el cuchillo en su bra-
zo , i sobre su ojo derecho! su brazo se
" secará , i su ojo derecho se obscureze -
rá , &c.
Bien se vé , por experiencia , no solo
agora, sino muncho antes de agora , que
^2
rl papa , os tic quien enliendc el Proffr- 1
13 , que tiene el espada sacnda , en \a¡ I
iniíno , paraniaiai-i destruir por untí
pnrtc , sullear i roltar por olra. De don-
de pareze , que es el principal , de \osM
que dize Cristo pnr San Juan ; pues \etM
cnadrnn , siendo Dios dn la lierra , estos!
ircs nliciot! , en snpremo ¡{rado , Matar : I
Destruir : Uobar : no sulu cneipos i lia- j
hiendas de hombres ; sino tamUien tas T
iiniínas. Silla , pues ; de la cual se veri- I
lican , estas cosas dichas por los Profe-* I
las, i Apóstoles de Dios ; no ps, ni pne- ]
de ser Apostólica, sino Apostática i día-'
bólica. Siendo , pues , Vuestra Majes-
tad, declarado, del que preside en ella ,
por enenii^'o de la Ij^lesin , i dcMa nies-
ma; notorio es , que no puede tener mas
cierto testimonio , para conozer por é
que es amigo de la Iglesia , i de la Sede
Apostólica.
Si el Demonio , notase i det^larase a
un hombre , por enemigo suyo i de sn
reino ; en lo mesnio , declarnba que ei
amigo de Dios . i vasallo liel del Iteíno
i\e Dios. Por Id ciiiil , snn latilo df le-
iiipr [:is ex coni linio ríes i anaiciii;i5 del l'n-
pa , i (!e lodns sus siervos , i " LuyarTS-
lenientps ; cu^nio las del Demonio : poi-
qué, no solo lio apañan de Dios . ni son
señal (le esiar apartados ; pero son tes-
timonio averiguado i cierto', que uque*
líos, sobre los rúales son enviadas; están
allegados a Dios , son suyos , i vasallos
de su Reino.
Ld Té de Vuestra Majestad es la de la
](;lesia : no lia hecho , ni haite nada ,
contra ninguno de. sus artículos : no ha
' Jamás querido , ni pensado , quitar al
Papa lo que es suyo , sí , empero , es
suyo : sino defender con justicia lo que
le es proprio , i le pertencze por mun-
chos, mui justos i antiguos títulos, con-
tra su rabiosa llrunia i ambición : i, por
esta causa , le ha declarado por enemij-o
de la Sede Apostólica. Luego , no ha-
biendo hecho , en esto , cosa contraria,
a ninguno t\p los artículos ún la le Cató-
lica ; ha cometido pecado contra alguno
de los artículos del Piqia, con los cuales
44
consoi'v,') su Iglcsh i sti Kciiio. Por lo
cual , coMvienis que Vueslra Mujeslud oi-
ga algunos dcllos, paraqué " se vea, que
en excomulgar, i dtfclarür por eaeniigoB.
a los que , en alguno dallos le conlra-
dizen ; no Ya Tuera de camino , ni er
ello es rejido por otro spirilu , que pop
el Spiritu Sánelo , como lo piensan los
que esián engañados , i encantados con
los errores i falsas persuasiones de sanc-
tidad.
Dios , como supremo Señor i Hazedor
del Universo mundo , quiere tener toda
autoridad en el cielo , i en la tierra ; ia
cual dio a su Hijo Jesu-CHsto , como ¿1
inesmo lo tesiilicú después de resucita-
do, cuando envió u sus discípulos
predicar el Evanjelio.
Contra esta autoridad , se opone el
Papa, en el titulo •de niaioriíaie et obe-
dientia , u Capitulo. " Unam Sanclam ,
donde dize , que toda persona esté sub-
Jeta al PonliHce Romano sopeña de can-
denaclon; i que odedezca necesariamen-
4S
te ¡I toili) Ii> que él dizc í nianib. Esle e»
nii ni'tii'ulo , 1 íU\ se deriva otro , i es :
(]ue el Cristiauo deje de servir a Dios,
por servir a él , i que le obedezca a 6\ ,
de necesidad . i sopeña de condenación.
I'orqué , si como dize Crislo , nin^^uno
puede servir á dos señores ; siendo Dios
) el Papa lan coníiarios ; i las cosas que
manda et l*upa, tan contrarias a las que
manda Dios ; sígnese , que el qite Iiaze
las del Papa, no puede bazer las de Dios:
i , que el que oliedcze al Papa está en
desgracia i enemistad de Dios. ítem xv.
Quseslione octava, capitulo "omni ,» dí-
ze-el Papa , hablando de si : Nosotros
absolvemos a todos tos espiíiiuales de
lodos los juramentos que bubieren jura-
do. E^te es oiro articulo de su fé :
que todas las blasfemias, todos los jura-
mentos i perjurios, son impunes i per-
mitidos en su reino , cutre sus vasallos :
i que pueden jurar i perjurarse contra el
octavo mandamicnlo , sin pecar en ello;
porqué , ya que h:iya pecado contra
Dios , el Papa no lo tiene por pecado ,
ni se lo imputa al que lo comete. Usnr-
piínilo, ul l\ij);i iUitüiidail sulire llJO!
taml>ien se la atribuye sobre los Reyes
Cristianos : de aqui e», que puede absol-
ver , i absuelve , a los vasallos de lus
Reyes Cristianos , de los justos lícitos i
debidos jurameiilos, i)iie hubieren lieclio
a sus Reyes , paraqtié , así ahsuellos , o
por mejor dezir, añudados; puedan lia-
zer guerra , sin coiiscienciu a los que no
se subjetnrcn a su tiranía del : i esto , a
título de lu Iglesia.
Ítem , en el Capitulo. « Quanto de
translalionibus ," dize : Yo soi Lugar-
teniente de Dios crt la tierra : este arti-
culo de su fu es , (|ue teniendo el lugar
do Dios , puede liazer todo lo que qui-
siere.sin que nadie piense que liaze mal,
como se vé el dia de hoi por enjemplo ;
porque siendo, como es, todo malo , so
giin que lo muusira ; claro está , que no
puede liazei' cosa " mala , cumo piensan
u:El f
l'mciudn'dc li
litm) ; prfO si
I Ids fiim
ílc ciiU'nUi"
Iteiii i\. (Jusest. iii. CLip. Cuiictii, Ke-
mo alioiuin facía , dizp : Yo lengn el Se-
ñorío de toda la lipn-a , porque ü mi
pcrlene/.E! jnígai- do lodas causas , i a
ningiiiio peiU'iiP7.e juzgar de mi , ni de
mi juizio. lili cs\i: aiiidilo están Tunda-
dos , oíros muchos de sus ariiculos :
i|iie pueda liazer i n-^ar de loda injusli-
(áa , sin icnioi' de Dios ni de sus juízios;
i|ue pueda robar , i lolie , liaziendas , a
f|uími quisiere, i como quisiere; que
i)iiile'li(>n'us i Reinos , :i quien quisiejc,
i por las cansas que le [>ari>ziere , con-
forme a lo que le inspirare el qnc lo rije:
que pueda mainr , i maie , a los que
quisiere , sin que nailie se atreva a juz-
gar, si haze mal -, mas antes , que lodos
tengan por hueno lo que haze ; que des-
truya ciudades , villas , castillos ; por-
que siendo señor de toda la tierra (como
é\ miente a imitacian de su PadreJ puc-
<1(1 ileMniirl:! lodü , i ü Iws tiinnidor^
ilélla , sin que iiudíG se pueda, ni deba,
quejar, por muiicho que le duela. Deste
seaorio , niiíc que pueda hazer , i haga
ordinari ámenle leyes iiijuslisímas ; i que
las pueda vender , i las venda , por los
precios que señalare.
llera , XT. Quxst, vi. cap. luratos ;
xxxiiii Distinciione. cap. Lecior; i en la
Extravaganie, de voto et voij redemplio-
ne ; díze , í se gloria : que puede dis-
pensar en todo lo que Dios tiene orde-
nado, Este articulo lo pralica mui ordi-
nariamente , i del , manan jeneralaiente
todas sus leyes, i tradiciones; como son:
derender el casarse : i la " observacioa
de los días , a la manera Judaica : &c.
como arriba se hizo mención. \ las cua-
les , llamas. Paulo , ^doctrinas de de-
monios.'
ítem , es articulo de su fé, que pueda
vender , i venda , por dinero de conta-
do , todo lo que liai en la Iglesia ; i que
ninguno , que no lo hobierc del compra-
(lo , lu ])ii('(la poíicor i'otí juslo liLiilo : I
(¡ue pueOu eiigañur a Espufia , todas las
vezes qtie le pai'eziero , con fnvialle
tuntas Billas , tiiie por su proprio nom-
bre , se llaman " burlas ; i con jubileos,
dispensaciones, compras i venias de Be-
nellcios , Calonjias , ChanLcias , Racio-
nes, Curados , i oirás cosas seniejanles:
i (lUc , aunque sea dinero seco , el que
cnircvcnga en tales ' couipredas ; que
no se lliinien , por nombre de vender i
comprar ; sino por nombre de conmu-
tación , colación , transmutación , pen-
sión , &c. Paraque asi los hombres ,
crean mas l'acilmenteal encaño , i pien-
sen que no hai , sino sancliilad en ellas,
ítem , que prohiba con grande oruel-
Llsii
:ío
d;i<l í violnida. b |'r(>(li':;<L'¡uii il.'l tl^
jdio de Jc&u-Ci'ibtu , |>ai'ii<itio Itnjjiín lu-
f(ar de fircdiciir.se libt'enienic , sus doc-
Iriiius de demonius , üiii qtte iiudie ose
cantradi'zir.
lieui , que puc^'la sniiclilicar . i kuiic-
tilique , huesos de usnos , de caballas ,
de perros , i. de olios aaiDiales bi-uLos ^
püi'a , por su auioi'idad , ser letddos i
venerados , por reliquias de Saoctos.
Ileiii , que sea teuido, i Ibiiiado Sane-
lisiuio Pudre ; i que , de su sanciidad,
t|ue por su verdadero nombre se tlama
SuCunidad ; uingiino dude, ni pueda de-
2ir cosa alguna . sopeña de caer en las
luauos de sus Lugan»-Lenieiiies , para
ser castigado como lierélico.
llera , que obligue a los hombres a
pecado, i a condenación , por cosas que
jamas Dios mandó , ni quiso.
ítem , que tenga por previlejio singu-
lar , que no pueda ser derogado ; quitar
la paz de la Cristiandad , mover gue-
rras, indamar los Principes i Reyes, unos
rontia otros, i hazer que se maien |oi
hondircs unos a otros. D'él , CDtieaJfl
S:iii Juan R<i el Apoc^il. cap. vi que iutdu
fii lili c;ibullu iK^riiiej» , t:ou \\n:\ esp:id;i
di-sunvuiíiucl:! i-n lu muño , haziendo es-
ma üikins ; i que tu si^'Ue lu muerte i el
iiilioruo.
Kstos son algunos. lie los arlículos de
la ré del Pupa, los cuales no son , en
liíida , semejanLcs a los de la Té CulóIícu:
i así , de iiGi:esÍdud , son hechos i fra-
guados, con spirii,!] coiiiraiio al Spírilu
Suneto , pur cuya voluntad fueron hc-
dius los de tos Apóstoles , que tiene la
l(j;lcsia de Dios. Para liuzer estos ar-
tículos , i pralicallus , tinue el Papa dos
r^las. La una , es eoiiiuii a lodos los
r i>p roba dos , que es, dezir en su cora-
iun: "No liai Dios." I lu otra, es coimiu
a todos los tiiarios , i a él como a prin-
oipúl , eslu es :
En el Reino ik-l Papa , no es liciln
a ninguno dclender , con justicia , sus
propi'ias cosas : como tampoco es lici-
to vivir puramente , como Dios manda ,
sopeña de ser casti^'ado por ello. 1,
porque V. M. con justicia , deficodc su
lidiiu (le i\á])ol£s , yu ie cusiijju oí Pu|q
ron liuberlo (Í<ícIai'U(li> por em
In Sede Aposu'ilica. En esto, puede V.
M. ver clui'^iiiieiiLe, qué luí es \a Sede
Apostólica, i qud lal es la Iglesia , que
«s Rtislenladu con tules ariieulos de fé ;
i quián es,ei que rigt- a la una i a la otra.
Suelen dezii" , el Papa í sus predece-
sores , que en su pocho cléllos , icsidii
todo el dereclifi Civil , Canónico , i DííÍ-
110 ; i que , por uuilo , Lodo cuauLo
tnandaii i hazen , lia de ser mandudo i
liedlo , siu que n:idÍR les pi(l;i ruzuii ,
poiqué lo liazen , puesto caso , que sea
injuslísimo, í inn execiable, que el mes-
nu) Demonio en peisonu , no losaltrio,
ni lo podría liazer peor. Mus el Papa
Pauto [iv.],que hoi \ive,como liel íntér-
preie de sus predecesores, ha declara-
do , al presente, por muchas obras i pa-
labras, qué Derecho es el que reside en
su pecho di!l i dóllos : dando firmado
por sus obras , cautelas , astucias, hipo-
cresías ; que el Derecho que reside eii.
ellos, es un depósilo i nu semini
injusticias , de discordias , de e
tades , de guci'ius , de robos , de iira-
tiias , de ducuiíius de demonios , de ÍiJ-
ceslos , de adulterios , de corrupción de
duiizelliis , i de niociiuclios , de niuerles
toniporalrs i eternas , i GiialmenlG , de
^rundes diluvios , de abominables cri-
tiiiaüR^i de liorribles pecados. Kn tul pe-
cho se Tniguan i se empollan los artícu-
los sobre- dic líos. 1 siendo lúl la raiz, do
iiecesjjj^d han de ser tales lus Truetos.
£1 íStpa Pimío iiii , inveterado Manie-
lluco , no discrepa en nada de sus pre-
decesores , ni es i'ejidu con otro spíritu,
(J11U con el que ellos l'ueron rejtdos. l-!s
liombre rene;f;ido: el cual , Itabieiido ,
*n tin tiempo , c(i(io/.idü a Dios , lo nc-
f;ó , i se cnLr("¿<) al Uemonio . parai]iié
lo üizlese Papa , ayuíludo juntamente do
la hipocresía , i de la ardontísiraa ambi-
ción que lo tienen poscido. I , no es ma-
labilla , que retiij-use de Dios, por ser
vasallo del Demonio ; porque " el mcnur
Hiiil , i (I p(>>:nililli) iii:is li\i:ino , ili
de la Corte líumuiiu ; os no creer en
Dios : caino lo liizeti los que han esiado
cii ella , i lifiien ojos para ver ; i como
lüiiiliien se niaiiiliesia por las ubras i ex-
pti'ieiicias , que por acá se veeti conii-
iiiiaiiicnce. Por esia causa no quiso el Pa-
pa (lar mal (^cmplo a sus cortesanos ,
con liazer profi-sioii de conoecr » Dios :
por no lia^ei' nira t-osa , siendo Papú ,
qnc lo qnc lií/Jcron miiclios de sus niite^
pasados ; i Lanibicn , porque la Silla
qufí so sientii, no puede \a sofrir a li
lite , que tenga verdadero conociinleí
lie Dios. I, porque se ¡ílorian los Papas*
de ser snccesores de San Pedro, quiso el
Papa Paulo* pareíeile , en renegar de
Cristo i de Dios ; |)cro uo nn servir a
Cristo, como S. Pedro le sirvió después,
lielmeiile.i le gloriHcó con su muerte. El
Papa , CD ser traidor , fedifrago , cruel,
Híe-
liípiíi^ni;] , ri'iiiciiiiiln . bhtsl'cmminr il(>
l;i!> pntestados CKi^clcnles ; ha ({iipriflo
Tiiiis imiiTii-:) JuiluK, Capiuiii di- Iuk trui-
(lores ; ijiH! lio :i S. I*«li'ii , verdadero
pcniteatc , i Tiel iiiiiiistro i Apóstol t\f
Cristo, i sobremanera zelador de sn i;!"-
Hn i de su honrra.
¿Qué es (votimos) , d(^ la doctrina de
S, Pedro, {^loriándose tanto de su suc-
«esion? ¿Qué es de I» doctrina de S. Pa-
blo? iQu¿ es de la doctrina de Cristo i
de su imiíacioii? S. Pedro , i S:in Pablo,
Cristo i sil doctrina , i todos sus Após-
toles , cstaii destei'mdos de aquella Silla
i Corte. En ella , siendo , como son ,
titles las leyes ; i'eiuu el Demonio ; ([Hí^
m ( como está dicho ] el autor déllas. "
I b Ictri , lie Idi p»ds eurtUiriilri. a i|iic el Anl"r iludcr :
pací livinprc , i'n Lia Kirriiiiris . Iji etprisipiici G¡;ur9d'>
JnEniMi w|[BÍliraD, muí iin>|>ÍjiMBlc, lu fliiiida íIih
fieim. I'iir Bi»lin di,' I» nlrluijn: pirm, c|ii«c] homhn.
«itri, o nli dÍ3|innli) ■
iTDfl Orijín
iM PiJm iirimlli-
.■ifi
Conli'a rila , prevalezcii las puertas a
Iniierno , pues es la escuela de todos los
vicios , fornicaciones , i abominaciones
de la tierra : luego , no es Iglesia de
Dios , como falsamente se piensa , ni los
ministros dclla , son ministros de Dios:
i asi , no har porqué temerla a ella, ni
a sus cosas, si ícniemos a Dios, i bus-
ramos dónde está su Iglesia , contra la
cual , no pueden prevalezer las puertas
del iniierno , ni es rejida por tales n '
nistros.
No son tan sin sentido los liombí
que no * veen , quien es el Fapa ,'
elijo lugar ocupa. Porque , aunque no
hubiese Lei de Dios , con que reglar lo
que haze , i lo que mand:i , i ver cuan
contrario es a ella , i a Dios ; por la ra-
zón que tienen , aunque ciega ; veen ,
claramente, cuáles son sus obras, cuáles
sus palabras , sus leyes , sus tradlcioi
les 10^^^
pa.^H
Bt] prefalc^a: Oí. ¡ tio= Caiurn dlr.
InbicDCuroiJn, ai.nqne sii
Asi iliic el irnp. pfn. mejor tsuria:
«ijw. are»;»™", mas bimí p.ir; -
I orilciianziis , irnuo todas , íncainma-
ou oiin lili, ijiic II eiirriquczct'so!)
a los suyos , con lus llanos i iiiucr-
1 rporalw i cspiíilunles, de los liom-
l)reS que Cristo mliinió : i lodo , ii lilii-
lo de Vicario de Cristo : Como si Cris-
to , tuviese cu tanto odio a sus ovejas ,
habiendo muerto por elliis , que se las
entregase 3 im lobo carnicero , que se
las tornase a matar, 1 a meter en las mu-
llos del Demonio ; habiéndolas ju El ,
sacado una vez de su poder, por el sacri-
licio de su muente.
Cuales son las obras , que cada uno
baza ; tul es rl Spiritu con que es re-
jido a hazerliis. ti que liaze las obras
que Dios maitda , i si;;ue su Lei , i su»
Palabras; es , de necesidad , rrjido con
sa spiritu , 1 con su luz. 1 el que liaze
sbrjs , contrarias a las de Dios , i signe
otras leyes , contrarias a tas que Él tie-
ne dadas ; nesesaiíumenle es rejido i
animado , con spiritu enemigo i contra-
rio al de Dios. Las obras , las leyes, las
tradiciones , i las palabras del Papa ;
son totalmente contrarias a las de Dios :
luego , no son Iicclias con
hius , sino con spírilu <le su i'onlr.irl
l*or lauto, el Papa conlra qi
101113 armns ; no es putlra , sino lirtu
encarnizado , peor qne Iloniiriniio i Ne-
rón : i enemigo . no solo de V. M. I át
RUS Reinos , siou tainhien de Dios vivo,
i de la sangre que derrumú sit Hijo Semi-
(]i'islo. Los que conocen la verdiida so-
lo Dios tienen por Padre, por oiediode
Crislo : i a él lo conocen, i tienen por
eupitul eneniit;o de Dioü , i por conti
rio a Cristo ntiesiro Señor. Pon[\
pues , nos mandn Crislo conocer poi'
obras a sus niinislros que él envía
los que no son sus ministros , ni son del
eaviudüs : siendo tns obras i palabras del
Papa lan contrarías i repugnantes a las
que bizD Crislo , i n las que manda ha-
zer ; sígnese necesuri;iinenie , que no es
su mini-stio , sino de aquel cuyas son liu
obras : i , que no es padre , sino
migo (le los Cristianos , como lo es
Cristo.
(Jne sean lali's sus oliras , paróse
ro , pfirqní como en el desierto teotóí
por
I)t;iiii)iii(> :i CiisUi , ili/,itniíol(í : V<i li-
<lur¿ toduR csiüs Ucinos , i su gloria ,
por{[iié me son dados ; si prnslrado en
lierra me adorui'es. ! Cristo le respon-
dió : qne solo Dios del>i¡i sor adorado ,
como pstá esr.rifiio : Al SeñorDios tuyo
udomrás , i a- ^1 solo servirás. Asi , a
imitación del Demonio , ha temado el
Papa ■ú\ Rei de Francia , diziéodole : Yo
le duré el Reino de Ñapóles , i su gloria,
jiorr^ué me es dada; si prostrado en tier-
ra me adorares. 1 el Rei , oido esto , se
prustró en tierra, i lo adoró, por haber
del , por medio de In autoridad dchi
Sede Apostólica , loque le promeiia. I
autora el Papa , aunqnc sea mentiroso ,
i hijo del padre de ta mentira, pretende
mostrarse con el , verdadero ; ron tra-
bajar de cumplirle la promesa. Para es-
te lin , el lino , eon ser Crisiianiamo ; i
el otro , eon llamarse Sandísimo ; lian
negado la lo , cjue delien a Dios , i la li-
delidad i amor qne debci) a los hombres,
f.na (an ^rundes dafins i calamidades de
la Cristiandad.
Por manera, iine aunque el Papa i mi-
til ul Dinlilo m tciilai' :il Reí : v\ l\e
quiso imitar a Críslo en tío ilejurse veo'i
zer. fíp (loiidc se confluyo , tiaeqiip-^
da por siervo del Papa , i del ücmoniá
con cuyo spíriiu fué tentado i veBztilH
por tal medio. Porque, de quien algu-
no es venzido, queda por siervo del qoe
lo venzió , como dize S. Pedro. Fkíú
mesmo suele liazer cünlitiiiamente,
lodos los que recüjon sus engaños , daV
Té i crédito a sus palabras, i a las cosaS|i
que de Roma suele enviar todos los añal
a nuestra España. I asi , de la m^m
manera , los que los ereen i reciben'
quedan por esclavos drl Papa , ne^
do , en lo mesmo, láciíamente u CristVi^
no embargante que lo que haze , lo h^
a titulo de Cristo , i a titulo de llain:d
se , Siervo de los Siervos de Dios ,
tendiendo tener dominio sobre los Rt
yes, Príncipes i Señores de la tierra olw
dado (por no ser discípulo de Cristo) d^^
lo que dízc Cristo a sus discípitlos , pol
S. Lucas , ciipitulo veinte i dos : «Eatn
vosotros , no asi : sino , el qae es niajS
entre vosotros , sea lieclio corno metí
01
i sifivo (le Lfidiis., Poro (';l , iiiiiin noiii-
hre <le Siervo de tos Siervos ; i , en la
verdiid, es Señor de Señores. Porqué los
señores lo quieren asi : creyendo nías ,
)u iiienlirii quL> en esto dize, que a lo qiiu
por sus obras , claramente mnniliesta.
Todas ésuis , i las demns obras del
Papú , sus (?ngaños , sus mentiras , sus
hipocresías , sus doririnas de demo-
nios, guerras , muertes , enemistades ,
traiciones , i blasfemias contra Dios i
contra Cristo : o las liaíe , en cuanto
persona p:irticuinr ; o , en cuanto su-
cesor de S. Pedro ; o , en cuanto Pa-
pa. En cuanto persona particular; no
lüB haze , ni las podría hnzer ; porque
al primer hurto, siendo como son lodos
califrcados , seria ahorcado , como se
suele liazcr con los salteadores, i con los
ladrones, que no son autorizados. Tam-
poco las liazc , como sucesor de S, Pfs
dro ; poi-qué , para ser sucesor de San
Pedro, no fuera Papa, como San Pe-
dro" no lo (ué : pues . como dize San
3
62
Pahlo a los Guíalas, riiú Aposlol de h'i
ludios , cnmoél fuií Aposlol i doctor de
los Jentilcs. 1 si jtiese asi , que fui^fí su-
cesor de San Podro ; no las liaria , como
San Pedro no lus hizo, ni las enseñó a
har.er : antes , i-iiseñana la doctrina Pe-
dro , que es la que le diú Cristo ; i se-
ria verdaderameiUG , siervo de a<iuellos
a quien predicase ; como lo fué San Pe-
dro, a imitación de Cristo, nuestro Maes-
tro , Dios i Señor, Luego , pues ; no
tiene parentesco con San Pedro , ni le
pareze en su vida , ni en seguir i ense-
ñar su doctrina : tampoco lo tiene con
Cristo , que era calieza do San Pedro ,
i loes de su Sánela l^lpsia. 1 asi, »o
puede de/.ir con Sun Pablo , [sino es en-
trañando i mintiendo) : «Sed mis ímila-
ilores, eonio yo lo sol de Cristo : » puw
todo lo que Uazr i di/.e, como vemos, o
contrario a Cristo. Sigúese , que todas
ihllimir ■ unbonhre, ■ li to, Papa 1 Sucaier^Sí*
Ptdm: i mtntlur i esMSeír eslj neptlni rafllim. i
05
bs olji'iiK i]in' li[i/i' , cii^iiÍKiiiilo a tkiilo
dcCi-islo, tiirbundo la crisiiandud . ma-
viendo giierrus , tirmiizamlo b«i cons-
cicnciás , siciul» autor de iimenes tciii
porafes i eternas de tanta iiiulLtiud de
jcnle ; Lis ha'.e, solanioiito , en i.iiúnltj
Pupa. Porque, en cuanto Papa , tteni;
Tfiriud inTusu , dd ijuc lo subió en la Si-
lla Pontifical , para lueniír, niaiai- , des-
truir, robar , engañar , sin que nadie se
atreva a contradezUle. I aun, lo que mas
caluDiíto^o i niisoiable es, que todos
mesa lenidoi; de aproltar por aaitcLo , to-
do coanln Iiízíiti- i dijere, aunque sea
que Pudiiibl;Klo. I , en esto , noso-
tros los lú<i)añoles , suuiu:í , singulares
aprobadorcs de lalnscusas , i " llevamos
la ventaja n kkIus la»^ oirás naeimies dii
Cristianos. Porqué, viendo; no (lueieniOR
ver; i oyendo -, no queremos entender.
Siendo tan espesas las linieblas que vie-
nen lie Roma ; d('7.imos , que son luz :
Oycudo tales ubomiiiuciones ; deziniüs
I /ííta
i[ue |ior liuzfllas " vi \l'ít¡ia\ , Siiii
[idudcs : Eiiteiidiciiilu tuii crasus í tai
groseras iiiciiiirug , como «oii , lus coi
que DOS eujíiiñu ; ileKinios , ijue son ver
(lades : vitiieiiito , de Itooia , Bulas
luo lluviüys ; deziiiios , que son ^erát
de pt'ciidos , siendo , cun verdad , ai
cenlamiento áe culpas i de pecados ;
poÉ' el consiguicrilG , de condenación
eterna, en los qne las crecu í renílten:
iioqneriendo dejur de pensar , que Dios
no perdona pecadus por dineros , sino
por ia fé, que olira por caridad , la cual
liu (le ser , en la sanj^re de su liijo Uni-
jcnitu. Aun ^ eniendenios , que no lia-
tiiendu Crislo dado, a sus Apóslules ,
potestad de perdonar los pecados , de
nlLgu., f.ll
. P,.F^,
b Tj ADlig, imprciioD dÍH: =
tal miiiici'ü , ni |>i)r E:i1os cusus ; lumpo-
co lu liiü al Pa|)a , no sioiido su Após-
tiil : ni aunijue lo liiera : cüino no la diú
ii ellos. 1 , i|ite siendo un traslado del
demonio, eii pululirns i uEiras ; di^'umos,
i|ue es vicario de Crisío ; biusl'tjmuiido,
en csio tuesuio , desacaladamciite , a
Cristo , i negando cl beiieücio de su
muerte , con creer , que un tul hombre
os su Vicario : habiendo muerto Cristo,
por d;ir vidn , i desengañar a los hom-
lircs ; i viviendo " él , por matarlos i
encañarlos , i de malarios i engranarlos.
I ()ite no saiiejidu verdad de su buca ;
digamos qnc no piiede salir mentira : I,
quu viviejjdü 1 bubiendo de nuestra san-
gre ; ci'eaiiiDS , que si no Tucse por ú\ ,
seriamos ya muertos. 1 . que im|)idién-
dcnoj la entrada en el cielo , como lihe
íuiiríi Biiinr:=¡ viiienÜQ él , para malirliu^'i elr. E>-
nmk , hifi nlgnn Vif i|ue na lo iiuÍEra ; n gaa icr-
Btu cl Cipiilu; u, que uu bHbU'seDklouDuucg lA Eiiu-
úiu : c. i:, tpn dcjjnt de icr , lo que Ow , Nq 4iie n-
e.a
I' Siiii M^U(M) <M|)¡iuli
i ii-L'í IlubUuido uuii sus sciiitijaiues j
ubrtúiidonüs , con toilu la ({iie Uaze , i
«inseñu las (iiierlus del ¡alionio ; creniitü
que si no rue.sc por él , sei-íamos jicrdi-
tíos, i no poil riamos sor sulvos. I, que
pregonnndo el por el mando , con sus
leyes , cotí sus pahibnis i oUrus . quien
os , i'Uiin üoniruriu ú Dios, i a ludu ver-
dad, i cuau eiieiui¡;o de los hombres que
redimió CrisU) »;oti su Siiiigru : le des-
meniimos, diziendo , que no es tul
«I mesmo se dize ser ; sino que es
lisittiohidre, &c.
Esto , no es olru uusa , sino que
bemos cslur iiiiiiidos cu lun cspcsus ti-
nieblas , cuides fueran bs lie hlgipto. I
asi , leñemos porqué icniür , no se diga
de uosoiros , lo que dize David , de los
que so ciegan i ensordecen adrede: «que
lio quieren entender , por uo liazer
bien.u 1 debemos tener rezelo , no nos
cuadre lo que dize el ProTetu Esulus cap.
V. ■Maldición sobre los que dizen al mal
bien ; i al bien , mal : que poi
liiiivlihis, por liii^ ; i ;i Id luz p
des-
9
(i7
blas : (|iie á'viea , las cosas amaras ser
(lulces; i las dulces amargas: i que, por
esta vía, iiiijlgnado Dios mucbo mas ,
iiüii tiuesiia {jci'tinacia en el mal , i con
nttestra ceguedad, de pensado ; diga,
contra nosciros , lo que eslá dicho por
Esaias , Cap. I. -AA! yo me vengaré ile
mis enemigos , i me coDsolaré sobre mis
adversarios , casligúndnlos i lomando
vengaiiita dellos! De uiiesira parle , nos
deísmos lemer a nosotros meamos , uo
vengamos a lal estado , i a liazer callos
tan duros en el mal ; que llamándonos
Diosa penitencia por muchas vías, i es-
jjerándonos con lanía paciencia, i en-
vlandonos castigos , tan amenudo , para
este lin ; vengamos a respondclie, uon
dezir , lo que eslá dicho pur Uieremius
Cap. xviii. "liemos ya desesperado-, ire-
mos tras nuestros pensamientos, i lodos
haremos , cada uno por si , la perversi-
dad de su mal corazón.» I , que auii lla-
mándonos mas , con deseo de darnos su
salud ; digamos todavía ; Asi creyeron
nuestros padres : en la fé deslas cosas "
iiiiirieron i vivierun : uu qiieifniüs sor
«lias subios que fiieron ellos: como ellos,
«luerenios vivir i morir.
¡ Quién DOS fertiÜL'a , que los padres,
(|iie nos enjcndiarott, de quien túuto noi
liamos ; tuvieron In fó verdadera , qne
Dios pide , i «o la del Papa? 1 , si tu*
vieron la de Dios ; ii ellos solos les sir'
vio pnra su salvación : I , si In del Pa-
pa ; paru su condenación. Cuanlo mas ,
que no nos lieiie dicho Dios , que serení
tnos s:>tvos en la Té de nuestros padi
sino en la suya , habiéndola liecbo nues^
ti'a : porque cada uno será salvo por sK
íé : i su Té ha de ser en Cristo , como
(Iíkc i-\ mrsmo , piir S. Juan cap. " iii.
II El que cree rn mi , tiene vida eterna
i no viene en condenación, sino es pasa-
<lo de muerte a vida. " Las virjincs locas,
por eso se perdieron , i no entraron
i: Ji, pnojlie el ríjimtn f
6Ü
las bodas uon el Ksposo : porque, cuaii-
10 3 esio, fslabao en la mcsma opinión
que nosotros : vanamante seguras con
ímajinacioii de Cristiiinas , i con vivir en
la fé lie sus padres : i , con esto , oye-
ron de Ct'islo , nuevas muí conlranas a
sus pensamienlos, cuando les dijo , cer-
radas ja las puertas : " >Andai-os ; No
os conozco. i- No conoze Cristo, a los
que tienen tal opinión , i son tan por-
fiados en mala seguridad ; sino a los que
oyen i viv^n porsn Palabra , i la toman
- |)or regla , en todo lo que haxen. No di-
gamos pncs : •Como nucsli'os padres,
qneremos vivir i morir.» Porque, si no
vivieron i murieron en Cristo; mal vivie-
ron i murieron , i asi perecieron. Diga-
mos , antes : «Nosotros , queremos vi-
vir i morir con Cristo, que vivió i murió
por nosotros.» No diyanios : ^no que-
^dMj^i'^ ; n
=(,„■
KBiPulirBienle en CiistiU»: pnís dd u oje en lus p«e-
n i «Ulras. ip^b, que: anJat, iiadiiisos , andui npt-
71)
icniDS
suliLT mus i[iie iiitrsli'os \tain
porque , o niiEslros padrcf supieron . i
ronoziet'on a Crislo ; o no : si supieron
a Cristo ; no es menester snlier mus ,
parn ser snlvos : porque El solo nos bas-
tii , i no se nos pide mas : porque cono-
i'oHo :i Él, i al pjiflre , (como di ze Él
itiesmo por S. Juan Cup. vi.), es vida
cierna. Si no supieron , ni (.'onozicron a
C.risto ; por mucho que supieron , no
supioroi) nada : i su sul>«r , les sirvió de
mayor condenación , pues no se api
\ccliáron del, para ti liii qtie les fné
fio. I asi, no nos conienlemos con
salier'nada , maifomicnte en el n^;od
de nuestra saUnl , qu ■ consiste en cono-
cer a Cristo , por tal , cual Dios nos lo
dio : ! en estar en Él , arraigados i fir-
mes por It! , como dÍ7.e S. Pablo : í te-
nello por ejemplo en lo que hubiéremos
(le hazer , para servir i agradar a Dios.
Porque, de otra manera ; si persistimos
en nuestra porGa , i Fantástica opinioa ;
se dirá de nosotros, lo mesmoque está es-
cripto por Hitr. Cap. ¡i.*; que ilizen los
i de
i
pnrlipdus i rebcItli'S a Dios ; "Ya lie dp-
sesperíido : en uinj^imn inanem lo liai'é :
rsloi eiinmorado da ios osiraños : tras
liellos tiic ten^'o de ir. {En esio na/J, i en
eslo me he criado : nn me upailari; dé-
11o.» Eslraño es , lodo lo que nos apar-
ta de la verdad , o nos impide , de co~
nozerla i obodeEerla. No liai , quien con
mayor unloridaí) i poder , ni con mayor
. desvergüenza , nos liaya apartado de
Dios ; que el Papa, fn cuanto Papa. Con
sos meuliras , i engaños , i falsos titu-
las , nos lia tanto cej^ado ; que , en me-
dio " el día , cuando el sol de la vci'dad
■"esplanileze con toda su fuerza , i difun-
de sus rayos por todas partes ; andamos
nosotros palpando, en tinieblas, comu
si Fuese media noche. 1 , nos Jia hecho
estar , i fids estamos, atollados . i como
andados en los cenagares podridos i
hediondos Jesús leyes i tradiciones ; nu
menos pi-riinazes i porliados en ellas ,
que los Hebreos con su Moiseti , i con
BUS ceremonias Mosaicas.
7'¿
Hai inudios , lan zdosos de su fifí
pria perdición , i de b de los otros ; i
Lán grandes susleiUadoics de las linie-
blas, i de los engaños ; que riendo ma-
les lan grandes como los sobredichos ,
que proüedcii de la Sede Itoiiiana, i des-
peñan a los hombres en eterna perdi-
ción ; se están en su portia , dizienda :
que no son males , sino biciif^s : i , que
aunque sean males , los que él hsie , i
los que hazen los suyos; son hechos con
buena intención ; i que la sanciidad del
Papa tos sanclitica todos ; t que con sus
Bulas ; todos se desvanczerán , i se irín
en humo. I no quieren mirar , que con
las Bulas , son burlados : i que la buena
intención , con que los otros hazen loa
males ; dejándose ellos engañar , resulta
en propria perdición de los engañados :
i que unos i otros , lian de venir a caer
en el hoyo del inüemo , como lo tiene
dicho Cristo por S. Mat. Cap. xv. Por-
qué , el engañado , si no deja al engaño,
i se torna a Dios ; no- quedará exeppto
de la pena eterna , en que incurrirá el
engañador , por haberle engañado. Por-
73
()uc , si en esio, liitliinu exeaipciori pa-
ra los erigafiailus ; no nos hubiera Ciis-
10 avisutlo lanías vezes, que nos guarde-
mos de ser engañados , i que hulgantos
los engañadores , poique , perdiéndose
ellos , no seamos nosotros juntamenie
perdidos con ellos,
> Si conozer todas estas abominaciones
dichas , i otras uiuclias que no se dizen;
i detestarlas , i Imillas a ellas i a sus
autores , es sor Lulheranos ; por esta
niesma razou , bs piedras , los montes r
los peñascos,, serán también Lulheranos;.
porqué r con no tener sentido , las co-
iiozen ; i sienten la iniicion , i corrup-
ción de su hedor. Las aves del aire , los
animales de los campos , hasta las bes-
tias liera<s de las selvas no tas pucden^
sufrir , sino que huven tan lejos , por
no verlas, i se meten tan adentro de los
bosques i desiertos , i se esconden por
no participar dbllas : i asi , serán por
la mesma razón Lutheranas. Los Anjeles
del cielo , que las conozcn , i tienen en
horror i en abominación , I las huyen
como a tales ; serán , por lo mesnio Lu-
7Í
ilieíatios : porriué quieren mas servir r
Dios , que consenLÍr , en nnda , con el
adversario de su Hijo Jeau-Cristo. To-
das las crialuras, asi las que están sobre
los cielos, como las que están debajo de
los cielos ; serán , por b mesma razón.
Lutheranas. i aun hasta el mesmo ' Dios
íivo i verdadero , de necesidad , por 1*^
mesma razón . es Liitherano : porque
nos tiene mandado , expresamente
nozer tales abominaciones , aliorrezf
las , detestallas , i huillas : i conozer >
los antores dellas , por sus enemigos ,
abominallos i huíllos como a tales. 1 nos
liene dicho, no una , sino muchas vezes,
(]ue si queremos ser salvos , que lo har
liemos de ser , por solo Cristo , pues ¿I
solo fué el que ñus rescató : I , que ti
e¿M
;er^|
iriii ri nombrida
7.»
queremos veidadpramente sor snyns í
que liiibenios de hazer sus obras , las
que él nns tiene mandadas : i , que los
servicios que ól nos mandó ; no los co-
noze por servicios ; sino que son inúti-
les i vanos , i que se cansan por demás
los hombres en hazerlos ; i que los tiene
por malos , enojosos i reprobados ; co-
mo esta dicho por Ésaiss "Cap. I. i le-
remias Capítulo sexto , i San Mateo Ca-
pítulo XV. Previlt^io es de desear, mas
que todos los bienes déste mundo ; ser
Lutherano , ° con Dios i con sus Ánje-
les : hazer lo que él manda : í seguir lo
que ellos hazen i siguen. Porqué ya , ser
verdadero cristiano , i s^r Lutherano ;
es todo uno: puesto que los que nbor-
rezen i persignen a Cristo, por deshon-
rrallo mas , llaman Lutherauos , a sus
cristianos , n los qne le siguen i obi-de-
zen. No ser Lutherano , désia manera ,
ea , ser bestia , que de todo punto pe-
reze ; i aun de peor condición que las
bestias : porque a las bestias , con la
70
niuei'te se les acaba lodo su ser : pero
" astoLros ; en b luuerie , comienzan
nuevos i clcinus males, pai-u ellos. Lue-
go, mas vale ser Luilierano que bestia: i,
ser pariicipe de la salud i bienaventa-
ranza que gozan los Anjeles; que vivir en
tan coudenuda ignorancia. Mejor es, ser
siervos de Aquel, a quien aman i sirven
los Anjeles;que no ser siervos del Papa,
i de sus engaños i nienliras , siendo co-
iHu es, en todo.conlrario a Cristo, nues-
tro Dios i Señor. I siendo esio . como
es , asi : Jesu-Crisio vino al mundo , i
murió en Cruz, a Un de bazer Lulhera-
nos a los que le crejescn i recibiesen ,
(huziendolos amadores de la verdad , i
aborrecedores de loda maldad ,) í qui-
siesen mas SCI' suyos, que no del Papa ,
i creer mas a su Evaiijelio , que es el se-
minario de sus verd;idcs i de su salud :
que a las nienliras i engaños del Papa.
En eslo , puede V. M. ver, cuan de-
77
meiit:i(los ¡ enea (i indos nos tiene el l'apa
L'on su auioriiJiíü : pues nos liü persuj-
didu, que el patrimonio del Ci'uciücado;
son las tierras , los " castillos , Ins ciu-
dudes i las reñían : i que , por defender
esie patrimonio , i ^ augmentallo; haxe
todo lo que haze : i que lo puede i debe
hazer asi : porqué él es Vicario de Dios
en b lierra , para ser curador del. I asi,
pra deretidcrlo i augnienturlo ; mata i
sepulta lautos cuerpos i ánimas de liom-
bresen el inlierno,
Aquellas cosas , por las cuales Cristo
vino al mundo, ¡ muriú muerte deCiui;
son sn patrimonio i heredad. Manifiesto
es , que no murió por ios caslillos : no.
por las remas , ni por las tierras: por-
qué no era Reí temporal , ni su Reino
era Reino de este mundo : i asi , no eo-
noze, ni tienetaies cosas por su lieredad.
i De augeo , dukii
II BDligaoi . augun
78
La que es heredad de Cristo cruciSi
do , i que éi conoie por suya : la que él
ama , i par» la cual liene apnrcjado su
Reino ; son los hombres : por quien dio
su vida : que están encorporados en él.
Matar los hombres , i engañarlos^ por
los cuales CrisLo murió -, por conservar
i augmentar las tierras i rentas, que son
cosas de que Dios no iiaze caso ',-es suma
perversión , i profundisima maldad. En
el Pupa , que lo haze asi , i nos lo ha
dado a entender Talsamenle , es suj
mo delicio , i crimen , muí mayor que
puede dezir : i en nosotros , que lo '
bemos creída , i le habernos dado coó^
sentimiento i aprobación ; es profundi-
sima c^uedad, i camino de venir á par-
ticipar con él (si no nos arrepentimos
con tiempo , i nos tornumos a Dios) de
las penas infernales, que la divina justi-
cia le tiene aparejadas. De donde se ma-
niliesia , claiamente , que el Papa , es el
cruel AntíochA.iel feraz. Senncliérib;que
persiguen i matan al pueblo de Dios ; i
que es el sucesor de Pliái'aon,qiie oprime
crueliEÍmaniontP a la heredad de Dios .
7fí
por ()iiii'ii tiiiirió Ci'islo. i'Lste es rl suce-
sor de Heíodes , que por no perder su
Reino , procura de matar a Cristo , i lo
ahuyenia ; i , por hallarlo , mata lanía
inultilud de inocentps : i , con lodu es-
to , nnsoiros creemos . que es Sanctisi-
nio, que su Sancildad lo ba7.e, i , que no
puede errar en cuanto Papa , haziendo
todos tos engaños i muertes que haze ,
en cuanto Papa, como cslá dicho arriba.
Su Señoría ilustrisíma, del Señor Du-
que de Alea , dize : que el Papa , ha ya
iraido , de tal manera, el agua a su mo-
lino; que sin peligro de infamia , de la
hoorra.de los bienes.de la salud pública,
temporal i eterna , no se puede ya mas
disimular. Claro está, que lasarles , de
que , en esto , ha usado , son tales ,
cuales convenía a su estado i dignidad :
i que ha usado déllassolamente.cu cuan-
to Papa , clave non errante , porqué no
hay en él , ni hubo jamás , clave acer-
tante. Porqué , donde no hai Kvanjelío,
que es la llave ; ni se enseña lo que et
manda; ni se sigue lo que él enseña ; no
hai clave accriante. FÁ Papa , como está
80
tIJchu, \]¡)U' giiei'ia ul Evanjelio: lut'ga, to-
do lo que Uaie I dizc, de cualquier suerw
quesea; es hectio ¡dicho sin eIEvangelí<^
clave nOn enante. Porqué , su clave non
errante, esta ganzúa de que usa para ro-
bar las conscienciiis, i bs hnziendas, ¡ 1^
ner dominio sobre todo. De suerte, qu9
dize su Señoría llusuisima , que no se
puede ya mas disimular : sino , que ei
menester poner remedio; parqué el Cal»^
cer del Papa , ha corroni[j¡do ya , i co-
mido, la mayor parte de la tierra. -Muiw
cho ha, Augustísima M. , que no se ha?
Ma de haber disimulado , con lamas i
tan horribles abominaciones. " Dolido
nos había de habir la perdición de tantas
ánimas , habiendo sido compradas coB'
precio tan caro, cual fué , el que did
Jesu Cristo por ellas; siendo su verda-
dero palrimonio i heredad.
El señor Duque de Alúa , príncipe
intejérrimo , i inui leal a Vuestras Maj. ;
viendo lo que pasa, movido con zelo del
81
Itreii |iúhlicf> de la Cristiandad, i con
deseo de sel* leid , como siempre lo lia
sido, en lo que le estú encargado ; para
mover al Papa , ;i ijue relrene su ambi-
ción , i que pierda la sed de derramar ,
) de beber sangre humana ; le propone,
en la carta que le escribió ; los muchos
males , el cierto peligro de perdición de
coerpos i de ánimas de lautn multitud
déjenle; la efusión de tanta sangre de
Cristianos ; la desiruicJon i violación de
tantas virjines i donzellas ; la multipli-
cación de tantos adulterios i rornicacio-
oes ; los robos , los hurtos , los incen-
dios ; i otras inunierables calamidades,
que Tendrán npcesoriamenle por la Cris-
tiandad , si él persiste en lo que ha eo-
menzado, i no deja, de querer snbír don-
de pretende , i de querer sublimar i en-
rriquezer , a si , i a los suyos. El zelo
de su Señoría llustrisima , en proponer
láDtos males al Papa ; ios cuales, deben
poner horror, a todo hombre, que cree,
qtie hai Dios , i que " hai juizio final ;
82
f& verdnclci'u mente Süiidu. 1 , su sultei-
lud i illligencia , eu este caso , es CríS'
liana, i digna de quien él es, i cosa pro>
pria de su bondad i prudencia : pero,
sin duda ninguna , es por demás ; por«
<]U¿ no se Gojen hitaos de los abrojos ,
uvas de las espinas : como liene dichS'
Cristo nuestro Señor poi' S. Míiteo. Pr»
supone su Señoria llustrisíma , dos co*
sas , en lo que dize : la una , que el POv
pa , es hombre , como seria j«ista que ]A
fuese ; i que tiene aiicion natural <'
hombre , con que moverse a piedad)
vista la calamidad i la miseria d« lfl(
males humanos. I , la otra ; que es Pas^
tor ; i que como pastor, ha de evitar IM
daños i muertes de las ovejas , i ocih
parse eu apacentarlas. Sí estas c
cosas tuviera ; ganado liabia su Senorini
con él , lo que pretendía : porqué siei
do tal ; menos males , que te propusiert
en su carta, de los que le propuso ; ba»*
taban para retraerlo del mal propósilOf.
ya comenzado , i mucho tiempo faa üTf
io <DdlvÍd
83
ilido. Pei'o , eslj privado désiasdüs co-
sas , que su Scnoria piensa que tiene.
Porqué , cuanto n lo primero ; no es
hombre , ni liene liuniana aficíoo ; pues
lio se mueve a compasión, de ver n los
Ci'islianos , envueltos en tantos males i
miserias , i en tan cierto peligro de
muerte eterna , por causa suya , como
lo muestra claramente , a todos los que
lo quieren ver : antes , ba ya negado In
afición natural de bonibrc , i es capitán
i cabeza , üe los que dize S. Pablo a los
Romanos , cap. i. ; Que están llenos de
toda iiijusiLcia , de m^ilicia, de avaricia,
de maldad ; sin entendimiento , deslea-
les, sin afición natural, sin (idelidad, sin
misericordia , "Ikc. I , de los que dize
en la ii. a Timot. cap. iii. «Que son ,
amadores de si incsmos , avarientos ,
vanagloriosos, soberbios, ingratos , me-
nospreciado res de Dios , sin afición na-
tural , sin fidelidad, calumniadores, sin
lemplania , crueles , aborrecedore^ del
bien , traidores , atrevidos , binchados,
amadores de deleites mas que amadores
de Dios , teniendo aparencía de relijion,
licTo bultíeiidu itejjudu su l'ut^r/.a .
Cuanlo a lo segundo ; no siendo , como
no es , hombre ; ni teniendo aticion na-
turui de hombre ; no es , ni puede ser,
Pusloi' de las ovejas de Dios , como fal-
it^imente se fiiensa : sino , iobo cruelísi-
mo , qua se niaiiliene de la sungre dé-
llus j i vive , con darles diversos jéneros
de innertes. Por lo cual , es mus duro ,
mas diricil, i ann mas imposible; mover
ul Papa , a que deje lo comenzado , con
proponerle , tantas avenidas de males i
(le muertes , que déllo se han de seguir;
que querer persuadir , con buenas i jus-
tas rizones , u un lobo carnicero , que
eslá hambriento entre lus ovejas ; que
no les haga mal , ni las degnelle , pura
comérselas. Porqué, aun hasta en esto,
quiere el Papa parezer a Cristo : el cual,
habiendo sido muerto , i desangrado en
la Cruz , por dar vida a sus ovejas , i
niantenellascoa su propria saugre ; él,
se las cruciGca , i se las mala ; por be-
berles la sangre , i vivir en grande esta-
do i bonrra mundana.
Dizele mas su Señoría : que en esto
83
licRipos lurLuleiilísinios, donde liai tan-
la variedad de sedas , de opiniones, de
errores, i lierejias; se debria el Papa ocu-
par, untes, en quiíallas , con enseñar la
Terdad , que Cristo mandó que se ense-
ñase ; que no , emplearse , en turbar el
mundo , í quitar la paz de la Cristian-
dad. Dezirle al Papa, que se ocupe, cu
quitar los errores , i las herejías ; es
tanto como dezirle : que se male a si
mesDio. Porqué, son estas, cosas con
qae se sustenta : i quitándolas, por me-
dio del Rvanjelio , quecl tanto aborrece
i persigue ; seria quitarse la vida, I asi,
su proprio olicio es, hazer lo que liaze ;
, i no , lo que su Señoría llusirisima le
aconseja crisiianamente que boga. Por-
-qué , aquella Sede, tal cual la vemos,
es el manantial de los errores , i de las
opiniones , tan diversas í repugnantes a
I la verdad , como vemos que hai. Por-
1 <]Tié , estando como está, por una parte,
embriagada con la sangre de los Sanctos
i mártires deJesují , como dize S. Juan
'«n su Apocaiipsi : i , por otra , defen-
oliendo con barbarísima crueldad , i coa
Sfi
vaiiisiiiius üxci 1111111] iones, los veiiladrros
medios con que los hombres son sanc-
lificados i desengañados , que son la Lei
de Dios, i el Cvanjelio ; no resta , sino
que vengan , coniinuaiuenlc , inumera-
Itles errores i opiniones , lierejins i abo-
ininables desvarios ; hasta que del todo
(si posible faesc) acaben de destruir I3
Cristiandad, i De dónde viene . qae en
Italia , hai lun grande número de per-
sonas , quR son verdaderos Rpicúreos;
que niegan a Dios, i a su providencia (lo
cual es el origen de Iodos los errores, i
opiniones perversas, que puede haber
en el mundo] j sino de , que por estar
en ella Roma , que por otro nombre es
llamada Babilonia ; participan mas , de
las inlluencias de la Sede, que está en
ella , i del que en ella preside : ~ i son
enseñados , con mayor í'aerza , i con
mas eücaiia , en todos los enormes cri-
mines , i en lodas las hediondezes de
vicios , que se" platican en ella ordina-
riamente ? ; De dónde , también , viene,
fi7
i)ue esl;i .Icsu-Ciistii dosiprrado , de los
liombres que resoiLú can su sangre ; i
que no es conocido dallos , por tal cual
es; siuo, de" defender el Papa , con
satánica fuerza, la verdadera intelíjcneia
del Evanjelio , por no perder , por me-
dio del , lit ganancia de sus burladoras
Bulas , i de sus engañosas doclrinas ?
¿Quién Itaze , que el demonio , tengu
pleno dominio sobre los bombres, i que
los posea lán en paz , i que eslén latí
llenos de falsas opiniones ; sino , el te-
' nellos el Papa , con su tiránica autori-
dad , alejados de Dios , i enemistados
con el Evanjelio de su Hijo ?
Después de habelle su Señoría Ihistri-
sima, dado muchas razones , mui justas
i saludables a la Cristiandad ; le cncarfjn
la consciencia diziendole : que si no )ia-
ze lo que le pide , siendo , como es , tan
justo j que todos los daños que uazieren
de su perlinazia ; vendrán sobre él : i ,
que lodos los pecados que se hizieren i
cometieren en la guerra , serán a su
cuenia ; i que la culpn rifi todo caiftai
sobre sus " cuestas. Por muchos i mi
graves que sean los pecados , no son o
sa pesada para el Pupa. Porqué tod<
los pecados de todas las guerras , pue
los sobre é] , son como poner una pti
ma sobre un grau monte , que ^ en nif
guna manera , sentirá su peso : í asi , at
haze cuenta dellos , por muchos qw
sean. Ya el Papa , i su Sede, lieneo lia
ehos callos en los pecados. Ya ' están
acostumbrados , él i ella , a llevar pecS*
dos a cuestas : porqué su olicio es cftíf
nonizar pecados, vender TacuUad , i dst
licencias dehazellos. Por tanto , encaí
galle la conscieucia en este negocio ; <
alegarle por inconveniente, lu que sin
para susteniacion de su Reino , sin I
cual , no se podriu sustentar , ni podH
durar un momento. Porqué , quítadc
los pecados , quitadas las abominado
«»
fi hai en él ;
> coiiipred
liabri
Ins
I Papal ,
qu(! hai en el ; nu liabn» remo I
ni habría P;ipa. Porqm; su reino esia
hecho de pecados , de abominaciones ,
de canonización de injiislicias, de cruel-
dad vestida con nombre de misericor-
dia , i de compras i ventas. Como , al
contrario , el de Jesucristo , consisto to-
do en justicia, en misericordia , en sanc-
lidad , en destruicion de pecados , en
libertad de lodo mal , i en tener copia
de bienes i tesoros espirituales , que se
dan graciosos i debalde , por misericor-
dia , a cuantos los reciben. De aqui es ,
que por ser tan contrarios eslos reinos,
no se pueden compadezor juntos , sino
que siempre trae guerra el uno contra el
otro. I tos que sirven al de Cristo , snrt
perseguidos , i padezen muchos males ,
injustamente , de los qne sirven al rei-
no del Papa. Porqué , siendo las cabe-
xas de los reinos, tan contrarias ; de ne-
cesidad, los vasallos han de ser también
cúutrarios , siendo los unos hijos de luz,
i los otros de tinieblas: llevando los unos,
el ;u(;o de la mansedumbre ¡ pncieucia
(le Ci'islo ; i lus otros , el yii^o de la
crueldad i odio del Papa. Los unos lia-,
zen proresion de perseguir i calumniar .
i de ser ramilinres del Papa , i de sus *■
tugares tenienles , i por el consiguientep
del demonio : i los oíros , de ser perse-
guidos i calumniados , i de ser familia*
res de la paciencia i sufrimiento deCrisn
to. Los unos, 3 imitación de Cristo^
aman a los que les hazen mal , i les soBi
enemigos -, los otros , a imitación deit
Papa , aborrezen i son traidores con los
amigos. Por manera, qne no licne e(
Papa por ¡nconvenicnle , los pecados ,-,
los males i culpas que le alega ; porqué^,
antes , es esa su ganancia , i la granjeri»
con que vive i se sustenta , en pompa t>
en estado JcnLilico. Por los ínconve*.
nientes que le alega , se ¡nUama i se e
ciende mas su apetito , para ser m
contumaz en el mal , i derramar mayor
abundancia de sangre humana. I , com».
la4>etÍ(:Íon de su Señoiia lluslrisim
tan jusla i tan necesaria para la Cris-
liandail ; líale ofiezido lodos los iiindios
razonables i justos , para )>ode1lo cou-
ducir i atraer a buen camino: i esto, no
una vez , .sino niui muchas , como hom-
bre deseoso del bien público , i do la
conservación de las tierras de Vuestra
Alajestad. I . al lin le dize , liado de su
buena cansa : cjite presente su carta al
Colejio ; i que les dé entera libertad .
paraqué cada uno responda , lo que vie-
re que conviene al bien público. De ma-
nera , que para tratar de las cosas to-
cantes a la paz de la Iglesia , ¡ al bien
común ; no haí libertad en el Consisto-
rio , o Colejio , donde se suelen tratar,
En esto se maniliesta , que el Spíritu
Sánelo, está ausente del tal Colejio o
Consistorio, i qtie en el no se congregan
en el nombre de Dios, paraque Cristo se
baile en medio déllos , como lo tiene
prometido a los que asi se juntaren. Si-
no, que allí se con^reji;an en el nombre
del Papa , i que es rejido del spiritu ti-
ránico del Papa , i del spiritu que rije
al Papa. I asi , la determinación i el
consejo , que de a1li puede resultar , ha
i)2
lie ser neccsariaiiienio, muí pci'nicio!
dañoso a la Cristiandad, i hade traer
singulares calamidades i males a los Es^
pañoles , cuya sangre, en unta manera
desea beber el Papa , por la grande ene
mistad i odio que les tiene a ellos i asit
Rei. Dependiendo pues la libertad
de todos , en negocio tan impórtame,
de la voluntad del Papa ; i siendo su vo'
luntad tan mala , i tan contraria a \i.
Corona Iteal , i a la sangre española ; \í
determinación se ha de fraguar en su
pecho , donde se frajj;uan todas las lej^es
i ordenanzas de injusiicia , con que eS
rejido su reino. Siendo pues mala la v
luntad , como ya consta claramente}
¿cómo puede ser bueno , el Tructo ! de^
terminación que détia saliere 1 Porque |!
cual es el árbol , tal es el Triicto que lle-
va : siendo malo i pernicioso , de nectf
sidad ha de dar mal friicto , i muí pePÍ
nicioso a la Cristiandad , i parliciilai4
mente a los Españoles. Siendo el PaJ
pa sobre el Concilio ( como lo dizenf
alirman sus esclavos i sus jornaleros ,
los qne tiene alquilados para estabtezett
9^
i stisteutar &a iLiaiiiL) por lod^s parles) ;
también lo sera, sobro el Consistorio de
sus Cardenales , que es menos que el
Concilio. 1 si , por esta razón , en el
Concilio se haze i se determina lo que él
quiere ; con mas jnslo titulo en su Con-
sistorio , donde tiene mas privada auto-
ridad. Por manera , que ni del , ni
de su Consistorio , se puede, ni se debe
de esperar cosa , que sea útil , i saluda-
ble a la Cristiandad , sino toda calami-
dad i perversión. Porque , aunque pa-
rezeque son muchos los que alli sejun-
lan , i que siendo muchos , serán mu-
chas i libres las voluntades ; no es em-
pero, a la verdad , sino una, i ésa ma-
la , como es maniliesto por tantos testi-
monios como él mesmo lia dudo délb ,
i singularmente con haber tratado tan
malamente a muchos i muí leales vasa-
llos de V. Majestad , parte por ser bue-
nos vasallos , i parte por ser españoles.
Muchas vezes , dize su Señoría llustrísl-
ma, que le ha ofrezido al Papa medios
proprios de paz : pero , de la mesma
manera , se los pupde ofrezer muchas
!)4
mas , i sci'ú en vano i sin ningún frucui
porque (como se dhe¡ en el ProverlM(
comuo] , por demás e& la citóla al c
no, cuando el molinero es sordo. 1
hombre , oye con las ot'c^'as : careziei
el Papa déllas para oír cosas justas ,
siendo todo voluntad para ejecutar c
malas i perniciosas : no sirven de i
amonestaciones , ni ofrecimientos de o
sas juRias , honestas, i necesarias al b
comuiiL I así, dado que los medios de p
son tan justos, que debrían mover i
cualquier hombre por perverso que fi
se ; quédanse , de necesidad , sin efeC
to , porque el Papa not:scapa:i de c
cosas Justas , ni tiene virtud , ya que Im
oyese , paia hazerlas, porqué do es tal
su vocación , ni puede tener su afición
en ellas , sino en las contrarias , en las
cuales medita de dia i de noche , i está
totalmente empleado.
Cosa es , cierto , de marabillar, con-
siderar cuiin envejezida es , la ceguedad
qne esUi en solos los Españoles : pues
que hazieiido el Papa burla dellos , con
grande daño i perdición de sus cons-
ciencias, pioiisaii niuchus tlellos.que
en ésto Qicsnio los sanciiiica, i a capa i
espada lo deliendeo, a él , i a sus enga-
ños i burlas. Suélese gloriar el Pa-
pa , por una pane , diziendo : que Es-
paña es su hija obcdíenLc , i que trenc
sns dos pies dentro détia : i , por otra,
aborreze lún crudamente a los Españo-
les , que querría bebelles la sangre , i
dar cabo dellos , sin que quedase dellos
mamante ni piante. " Siendo pues estas
dos cosas verdaderas, i entre sí tan con-
trarias ; es de ver cómo se \eriiican am-
bas , i en qué consiste la contrariedad :
i si es por culpa délla, o por culpa suya
del, la rabiosa enemistad, i el bravo
odio que le tiene , i en que consiste la
fibacion i la puicrnidod entre él i ella.
La razón de tenella por hija obediente ,
i de tener sus dos pies dentro dclla , es
abrigaba D «inlrn luí EipnKoIca i conLn EipaBi. Ha! cd
m
(torqui! ileiiama i reviesa en ella , líltre
i desvergonzadainenle , todas sus abomi-
naciones , i sus doctrinas de demonios :
todas sus burlas , digo sus Bulas , sus
Jubileos , sus estaciones, sus induljen-
das , i sus dispensaciones , i se las ven-
de por lo que él quiere, i son recebidas
en ella , con gran sumisión , contento, i
aplauso de todos. I , por esta via , le sa-
ca los dineros , i ella se los dá de gana,
i con gran reverencia, como a su padre:
con dalle , por ellos , un papel o perga-
mino , sellado con cera o con plomo , el
cual , uo es de mayor valor , que la ce-
ra o el plomo del sello. I también , por-
que tiene en ella sus lugares-tenientes , i
sus Visopapas , que son los Inquisido-
res , los cuales , contra Cristo , i contra
su Evanjelio , tienen hccbo , público i
secreto pleito homenaje, de defender
todos los engaños , todas las falsas doc-
trinas , i todas las impiedades del Papa,
i de serle en lodo i por todo Retes ; i de
defender , no la fé de Cristo {de cujo
conocimiento están ayunos, porqué si lo
conociesen i lo amasen , no lo condena-
riun , i li> iLLDiarinii cuela día en stis au-
diencias a imitación de Herodes i Pila-
to ,} sino la del Papa : no la doctrina de
Cristo , sitii] la del Papa ; no la Leyes
de Dios , sino las de su adversario. De
donde viene , que son lán subios en las
tradiciones i leyes del PapD , i tan ig-
norantes en las de Dios : i del todo bo-
tos! contrarios n ellas: pnes niunchos
dallos, después de lialier sido Inquisi-
dores , seis i ocho años, no se habían
~ desayunado de la lección de la Biblia ,
ni la tuvieron , ni sabían si la había , ni
«n qué lengua i^stubu. Bien se sigue ,
que no habiéndola visto ni oído , no sa-
' bian lo qne en ella se contenia , que son
las palabras de Dios, i las cosas con que
manda i quiere ser servido , sustentada'
i defendida su l'é. I con estar tan vazios,
i tan lejos désto ; sabían de coro las le-
yes i tradiciones del Papa. Estando ,
pnes , tan ignorantes de las palabras i
Leyes de Dios , i por el consiguiente ,
de su conocimiento ; ¿con qué , veamos,
defendian la fé, gloriándose tanto de ser
defensores délla ? Porqué la fé no es de-
fcndidu ni suslctiladu uuti olía cosü, que
con la que se enjendra en el corazón deT
hombre. San Pablo a los ttoninnos x.'
dize : que la Té es por el oír -, i el oír
es por la palabra de Dios : i asi , por*
ella , cuando es oída i entendida ; se r^
cibe, por la operación del Spirilu SaDC**
to , la ré verdadera en el corazón. No'
sabiendo ellos las palabras de Dios , no'
la podían defender con ellas. Lo , con
que h defendían , i liaziun oGcio de Id'
quisidores ; eran las leyes í tradicionei
del Papa , de las cuales estaban atesta-
dos i rellenos. I defenderla con ellas , es'
mas repugnante , que querer encender'
el fuego , i hazer que no se apague, con
derramar encima gran cantidad de agna,
La palabra de Dios , i la foque por ella
se recibe, es luz, como diie David Psal-
mo xi\. CKviii. Canónica segunda de S&o
Pedro Cap, i. , a los efesios v. Las Le-
yes i tradiciones del Papa , son tinie-
blas : ¿ cómo puede ser conservada , i'
sustentada con ellas? Porqué , ¿qué par
licipacion tiene la justicia con la inja»-
ticia? o , ¿qué comunicación tiene la tuzt
«9
con lus liiiieblus? o, ¿quécoDCOiilij tiene
CrisLc/coii Beliúl? Los nianüaiuieatos del
l'apa i sas iradiciones , tas llama San
Pablo , en la primera a Timoteo Cup.
iiii. , doctrinas de demonios. Lnego , de
newsidad , son injusticia , son tinieblas,
son Bellal. i'or tanto , no es, ni puede
8er sustentada ni deft:nd¡da con ellas ,
la íé de Üios i de Cristo ; sino ealla-
quezida i destruida. Porque , como el
demonio es enemijjo de Cristo , i con-
trario a él i a su Reino ; asi lo son sus
doctrinas i leyes. I coa ser esto ansí , es
lan ciega nuestra ceguedad, ¡ nuestro
entender tan escuro i confuso ; que cre-
emos, i{ue son Inquisidores de la íé do
Dios I i que la deQenden i sustentan ;
siendo, a la verdad . los que lu quitan
i la arrancan del corazón de los Cristia-
nos , i los que destruyen i apaj^au la ca-
ridad , que proceile délia. Por manera ,
que no siendo defensores de la (ó de
Dios, ni de la relijion , que enseñó su
Hijo ; no es necesario que sepan sus le-
yes, i siendo vasallos Getes del Papa ; es
justo , que sepan bien sus ordenanzas ,
sii^ uliiuzolofi , ^ii.s Lradtüíoncs í nianJa"'
■líjenlos , pai'íi t>ieii gübernalle sii-teiuo,
conira ci reino de Cristo. De aquí viene,
<|[ie ilizíeodu un t-ristiano , ilebnte dé-
líos, una pura verdad del Evanjelio , o
<>n su ausencia , i que I» vengan ellos a
siiber ; luego es condenudo déllos , a
pérdida de liaziendu , o ile vida . o de
todo junio , vida i huzieudu , sin ape-
laciotí ninguna : porque , couiu no co-
ijosen aCrislo, lieiien a su doctrina por
sospechosa i por herética , i coudenaa
por heréticos a los que la ensenan . i s
Íi)S que vivtn por ella , o hublan alguoa
cosa délla , que sea pura, i sin mésela
de error i de falsedad. De aquí tumbieu
\ie»e . que como abürre^ten tanto a Cris-
to , i a Dios ; no querrian que hubiese
Biblia en el mundo : i así las defienden
todas , i la que dejan , es por vei^uenza
i empacho que tieucn de la jente, no
embargante , que la defensa es a false
i mentirosos títulos. 1 con haber tante
libros , i tan grandes, de las leyes i tn
dicioncs del Popa, que diez acémilas o
los podrían llevar, cargados; los sus^
teiitan , i quieren que crezcan caJa dia,
porqué son del Papa , paraque sea di-
hilado Ru reino: con estar llenos de maa-
duniKiittis de Iionibres , i de opiniones ,
tan contrarias entre si mesmas , " como
lo es el fuego , i el agua ; lo blanco i lo
prieto. I la Biblia con ser un solo Libro,
i de Dios verdadero, i no tener en si,
sino puras verdades , * ¡ todas palabras
<le Dios ; lo echan del mundo , í no lo
pueden suTiir, ni lo querrían ver ni oir,
ni que nadie lo leyese , ni entendiese lo
que en él está : pero el que lee en ella ,
i aprende algunas puras verdades i las
dize , que ellos las sepan ; luego lo con-
denan según arriba está dicho. Como los
que están ci^os , o tienen mui llagados
los ojos, se ofenden con la luz i resplan-
dor del sol ; i cuanto mayor es la luz ,
mus se ofenden con ella , i no querrían
que saliese , porque oo les hizlese mal ;
así ellos, cuanto mas puras son las ver-
<02
ílaiiíís (le! l'Aatijpüo, que se Jizen (leían-
le déilos; túnio mas se ofenden con ellas;
i cuanto es mas conforme a la verdad
de Dios ia conresion do (6 , f\ae se hace
en su presencia , lamo mas braman. I
asi, son mas gravemente condenados los
i|ue la liazeii i dizcn, porque hallan ellos
iiqoellas cosas que son tan puras i laa
divinas ; sar en grande manera contra-
rias a la íé del Papa , i a la suyu déilos ,
que es (oda una : de aqiii es , que no las
pueden oír , ni quieren que ninguno las
di(,'a , porque pretenden . en todo, ser
líeles al Papa, í no quieren , en ninguna
muñera, dar lugar a la doctrina de Cris-
to , porqué es contraria a la suya. Pero,
si " caso es , que le dan ali^un lugar ;
dánselo debajo de una tácita condición,
i es : que los que la predicaren í ense-
ñaren , la enseñen del tal manera , i con
tanto miramiento i recalo ; que por ella,
no se derogue nada a la tiranía del Papa,
ni se descubran sus engaños i doctrinas,
105
sino que oslen sieiiipre en su fuerza. És-
ta condiciou'incliiVG otra, que es: que
la (locLrína de Cristo, do se enseñe con
aquella pureza que liene , i bl manda
que se enseñe , sopeña de incurrir en
crimen de falsurios los que así no la ea-
seilaren. Tienen ellos por bien , que se
predique una verdad de Cristo, pero en-
vuelta con cincuenta mentiras del Papa :
de suerte , que no asome ni pareica la
verdad , ni nadie h emienda, para apro-
vecharse délla ; ní Cristo, su autor , sea
por ella conozido. Que sea eslo asi , se
nianiüesta por los castigos que iiazen ,
en los que liablan i ensenan las puras
verdades, preliriéndolas a las mentirosas
doctrinas del Papa , i a sus engaños.
Pura i sincera verdad , 1 conforme a
la sana i recta intelijencia de la doctrina
de los Profetas i Apostóles de Dios ; es,
dezir i creer , que Cristo , con su muer-
te, satisfízo a Dios por culpa i por pena
de todos los que , por viva fé , creen i
creyeren en El , i conlian en su sangre ,
i lomaren el yugo de su obediencia : í
que no hai otra satisfacion por los pe-
HI4
cadus , sino el sacrílicio de su muerte;
i que Dios iio es aplacado sinu cod elli,
ni recibe olra por satisfacion , en su jui-
zio, sino a ella , como ■ lo diten Esaias.
San Pablo , San Juan , i todos los Pro-
fetas y Evanjelistas , de un ronsenti-
niienlo . Pero, los que diien esla verdad,
)a creen I la publican ; son repudiados,
excomulgados, i condenados por heréti-
cos. 1 el Papa , con enviar a vender
continuamente Jubileos , que fueron in-
vención de un hombre malvado i cami-
nero , que fue el Papa Bonifacio viii. es
tenido por sancto, i ellos son recebidoB.
1 enviando cada db Bulas , i Cruzadas .
que fueron en la Iglesia invención de un
hombre disolutísimo i perverso , conce*
didas después de bien cenado i borra-
cho , a petición de tres ramer;is ; son
aprobadas por sánelas : i vendiendo rn
ellas , a titulo de Cristo , por dos rea-
les , perdón de pecados , a culpa i a pe-
na i son compradas, comprando en ellas
no otra cosa, sino una multitud de men-
UYá
liras i i'ii^iiiiiis invfmaiíos de. pei'versi-
siinos lionibres. I toila estn , es suslen-
lado , reverenciado i rficebido , pop \a
autorjdad , crueldad i tiranía , de tu»
Inquisidores , luj^ares-ienientes del Pu-
pa : los cuales eslán tan ci^os , i tan
dados en reprobado sentido , que no
ooHceden a Ciisto lo que conceden ai
Papa , con ser Cristo el autor del per-
don , de toda justicia i sanctídod ; i ser
el Papa, ladrón , destruidor i matador
de Cuerpos i de ánimas , en la l^^iesia de
Dios. Pues conceden al Papa , poder
perdonar, a culpa i a pena, a los que te
compran sus bulas por dineros ; ¿por-
qué , veamos , Cristo no perdonará gra-
ciosamente , cidpa i pena de los que
creen en el? Lo que puede el Papa por
dineros, a título de Cristo; ¿porqué, vea-
mos , no lo podrá bazer Cristo mesmo
I sin ellos? ¿Privóse por ventura Cristo de
I la autoridad de perdonar los pecados
I por si mesmo , (como está dicho por
Esaias Cap. x I iii.) a culpa i a pena , a
los que n^ciben su Evanjelio , i confian
en Él ; por liarla al Papa, paraque la
fOfi
venda por tlineros/ ;Pür ventura
rreze Cristo a Ion que redimió : i tiene
gana , de empobrezerlo*! i engañarlos ;
por enrriquezello a él , con el sudor de
sns pobres ? Conceder " este perdón al
Papa , cstablezerlo i defenderlo , i so
graves penas [como se platica i se veb
por experiencia) timarlo a Cristo , au-
tor de toda justicia ; ¿qué otra cosa es,
sino usurpar autoridad sobre Cristo ;
despojándole (como los sayones de su
Testidura] de la autoridad que le es na-
tural i propria?;-i ahuyentar a los hom-
bres . paraque iio se (leguen a Él ; i
atraerlos a si , para sacalles i roballes
los dineros , i dejallos engañados? De
donde pareze , que aqnellos por cuya
autoridad esto se haze i sustenta ; están
en la mesma conjuración que el Papa ,
contra Dios i contra Cristo. Porque ¿I
i ellos , hazen por una parte guerra a
Dios , i se entienden sin haberse visto;
i por otra , destruyen las liaziendas, \3S
ítíl
vidas , i lüs coiiscicnctas «le los CrisLi a-
nos. I asi, se demuestra daramE:nie , que
les con\iene a olios tan al [iroprio el
nombres de padres, que se usurpan;
■ como al Pnpa , su hazedor, el nombre
de Sanciisimo. Porque , a la verdad ,
'^ están él i ellos tan lejos de la Sanctidad
de Dios . 1 de tener ánimos , afectos i
oGcio de padres , como lo está el demo-
nio , de Cristo ; i como lu está la men-
lira de la verdad , i tas liuieblas de la
luz ; si no ({iieremos dezir , que el sal-
teador , es padre de los que saltea ; i
que et ladrón , es padre i del'ensor de
los que roba : i que los encantadores i
hechizeros , son padres de los que en-
cantan i enhechizan: i que los tiranos,
Bon padres de los que tiranizan cruel-
mente : i si no queremos dr'zir i creer .
que los engañadores i carniceros de con-
sciencias (cuales son ellos], son padres
de los que engañan , tutores i curas de
tas animas que entregan en manos del
demonio. Por manera , que ellos i el
Papa , son muchos cuerpos i un cora-
zón, un ánimo i una voluntad. Kl Papa,
lUH
pone i saca los huevos ile toda im
dad, tneniiraN i engaños : i sus Viso-pt-
paslu^arcs-teiiientes.con diabólica cruel-
dad . los crían i los suslentan , en el
Reino de V. M. Por esla causa , son lan
zeUdores de la falsedad de los engaños ¡
i lan crudos defensores de la ií^norancia
del bien ; i tan susieruadores de los e-
rrores i mentiras del l'itpa , i de sus le-
yes i Iradiciones. Movidos con esie zelo,
sí alguno quebranta alguna ác las leyes
i tradiciones del Papa: luego es castigado
¡condenado déllos por herético. I, puesto
caso, que quebrante muclios de tos man-
damientos de Dios ; no hazen caso de-
llo , porqué no son inquisidores para
defender la fé de Dios , ni para sustetr-
tar las cosas , que Dios quiere que se
guarden enire los hombres , sino para
defender las leyes del Papa. I también
porqué fcomo tienen , por su plática ,
iiecho creer a la jeme) que el liazer con'
tra las tradiciones Papales , es incurrir
en berejia. I haxcr contra los mandil'
míenlos de Dios: es ser Católico. Si nao,
come carne úe animales muertos , en
109
di.is proliiliidns jkii' el l'ap.i ;i liiiilo iIp
la Iglesia ; se entremeten luego los In-
quisidores , porqué es caso de Intjiiisi-
cion , como ellos dízen. I si come la
carne de sus prójimos todos los dias ,
murmurando , blasfemando , i diziendo
contra ellos falsos testimonios; baziendo,
en esto , contra los mandiimienios de
Dios ; no les loca a ellos entremeterse ,
porque , por ser cosa que toca a ta hon-
rra de Dios , ¡ a la salud del prójimo ;
no es caso de Inquisición. SÍ uno hiere
a su prójimo , o lo mata ; no tienen que
ver los Inquisidores con él , porqué no
es caso de Inquisición : pero , si des-
honrra a un ídolo , de los que , por au-
toridad del Papa, son levantados, i
adorados en los templos, contra el pri-
mer mandamiento de Dios [que díze :
oNo te liarás imajen , ni similitud de las
cosas que están en el cielo arriba , ni de
las que están en la tierra abajo , ni de
las que están en las aguas debajo de la
tierra. Note inclinarás delante déllas, ni
las harás honor. Yo soi el Señor Dios
tuyo , fuerte , zeloso , que visito la mal-
lio
fiad de los padres en los hijos , Sta^
lut^o se enlremetcD los Inquisidores ;
castigan como a liérético , porque hito
contra los mandamientos del Papa ; i
guardó, en lo mesmo, los de Dios. Don-
de se maniBesta , que son tan enemigos
de Dios en lo que hazen; como el Papa,
por cuya voluntad i autoridad lo hazeii:
pues tienen en mas , a los ídolos de pa*
lo i de piedra que estableze el Papa, que
a los hombres , criados a l:i imajen i se-
mejanza de Dios : pues , por defender
los ídolos, " matan a los Cristianos, por
los cuales, lué niuerlo Jesu-Cristo. 1 asi
vemos , que si alguno dize mat a Dios ,
i blasfema su sancto Nombre; la justicia
seglar ^ le echa en la cárcel , paraque
estci alli treinta dias en pena de su c
su c^^
bUifcmiai bi>rriU«.. ^■da ni*! mmuD
MI
pa : i después ele cuniplidú el lieiiipo ;
queda libre i sin iiirmnia. Pero si atguDo,
diie del l'apa algún mu! , por liviano
que Ec^ , (sieudo, él inesuio , auior de
todos los que dúl se dijeren , por ^'raves
i enormes que sean) : luego se enlreme-
ten los Inquisidores, porque dizen , que
en caso de luquisicitm , i lo casiigan co-
mo a herético. Por la mesnia razón , es
caso de Inquisición , dezir nial del De-
monio ; porque entre i^l i el Papa , hai
dir^enciu , como entre siiperioi' i infe-
rior: i eniie las obras del uno i del otro,
faai diTerencia ; en quu el uno , es el au-
tor , i el otro, es volnnlario instrumen-
to , que le obcdc'Ze en todo lo que man-
da. I)e manera, qnc siendo los sobredi-
chos , i oíros scnjcjanies (como i>s ma-
níBesto) , casos de Inquisición ; se de-
muestra, que los Inquisidores, son sus-
tentadores de la honrra , i del reino del
Papa ; siendo tan contrario a Dios i a
Cristo .' 1 que son Inquisidores de sus
leyes , i de sus tradiciones, i de sus ar-
tículos de fé : i que no les loca a ellos
la honrra de Dios , ni la sustentación de
tis
los ¡iriíciilus (le la íi: de Dius , sino <le{
los de la íé del Pupa, que es su Üíus dé^
líos. Siendo , pues , esto , como es ,
verdad; maiiilicsto es . que
Ilion dellos no entra en la coDsciencia*
ni tiene virtud de ligar ni de apartar d
Dios, ni de declarar apartados a losqiw
excomulgan : i asi , nln^nno es ligado^
con ella , sino el que se deja ligar , i I»
cree tontamente , siendo mentira , i Ddi
teniendo fundamento verdadero en lii
Paluüía de Dios , sino solamente eo e(>
Papa , i en sus artículos de fé (como S8i
diru adelante), pues se muestra, allendaf
de lo dicho, que el fin porque excomulH
gan.es por sustentar al Papa,! a su reinos
con deshonna i destruicion del reino dM
Cristo. Pero como el Papa i ellos , sodi
tan astutos i enseñados por el spírila del
engaño i de error ; tan grandes daños'
como hazen , en cuerpos , ánimas ■ b
ziendas ; los hazeo a titulo de Cristo H
de la Iglesia , diziendo meuti rosamente,)
que él es cabeza i Rsposo de I;
■ Vicario de Cristo : i que por esto lo «
puede todo : í que ellos son Inquiíido-
115
res i &ii»li'ii[:tcli>rf's de lü fu de Dios i de
Crisio : puiaquú así con oslas mciilíras,
echando sueño a la jenle , ninjjuno les
ose coniradezii', i que ellos por esu vía,
con mayor iíbetlad , i con licencia mas
desenrren.iila , puedan desiruir i malar,
mas a su pbzer , i hazer mayores 'daños
en el reino de V. M. sin incurrir en pe-
ligro de sus pei'souas.
Con estas arles han hecho lanío , que
han desterrado de los hombres el verda-
dero Icmor de Dios , la obediencia de
sus mandamienios , rl verdadero cono-
cimieuto de Orislo , la verdadera fé i
confianza que él pide , la verdadera in-
teligencia de la Lei de Dios, el odio i el
temor del pecado , i el amor de lodas
las cosas , con que Dios manda i quiere
ser servido de los que reduuió con la
sangre i muerte de su Hijo. I , por otra
parte , los h^n henchido de temor del
Papa , i de sus excomuniünes , maldi-
ciones i declaraciones : i los han hecho
amadores i defensores de sus leyes, en-
gaños, mentiras, i iradicioneii. Ue suer-
te , que se ha venido a tal csiailo , cniíc
«M
N»5f» »ifaM Crbliaiios . que do w
^•¿^«■dk 4t lour cualesquiera peo-
<ik..>«.M». porque ™soü «•
•«■MM . <to iMrr o decir alguna e«6i
.«n<<M(K ioWn sos Viso-pp»
-«n^>A • «Ib», ttUs cuales soi).D*
-alMMitto* te mido, que i>o huya a
H «Ite. ^«Mhf hd^niui j^raiide. dclK
iUor»^«gg
■ÍI«n*»V- _
r
■ de b Igla .^^^H
■ que él es ^ ^^^^^H
■ i Vicaria • ^^^^1
■ punir 10<>° ^^V
1 JP
luieotos de ' . - J
,nieow»a " . e»
115
wn i obedezcn. I asi , queda aieriguaüo
por verdad . lo que dize i afirma el Pa-
pa •■ 'Que lieiie sus dos pies deutro de
«■España;, i aun podría dezir también .
•Con verdad ; que tiene " sos cuatro píes
■dentro d«lla. ¡>ara huzerse mas fuerte en
Klfa , i tenella siempre sabjela.
í. Todas las naciones de Crisiianos. co-
Wozeii al Papa por quien es ; i a sus I,u-
|gr»-ten lentes , por tales cuales son ; i
■■* lo abominan a él , i a ellos , como
■«Bemigos (le Dios , i adversarios de
B^to ; i tienen sus cosas en la estima
■lo qnc ellas son , i las pisan con los
^Bb (^onio 3 cosa pestilencial , i que
^^Vor ÜQ apartar de Dios a los hom-
^^^Kola^puña , que está ignorante
^^^BlUlf^ de maldad del Papa .
^^■b» ^ños del , i de los su-
2
,Já,p, //.=Qubl. coa ^H
114
los que se Jizeii Crisliaiios . que no j
les dó nada, de iiazer cualesquiera peca-
dos contra Dios , porque no non casos
de Inquisision ; i que tcuiaii , en graud»
manera , de liazer o dezir alguna cosa
contra el Papa, i contra sus Yiso-papas,
siendo el i ellos , tales cuates sod. De
aquí también h» venido, que no liaya en
los hombres temor de las culpas contra
Dios ; i que lo haya mui grande . de las
penas que dan los Inquisidores , por ha-
ber hecho o dicho , contra los manda-
mientos de los hombres. I, porque eo
sola España, tiene el Papa, i ellos, pleno
dominio ; muchos , de los que tienen
verdadera inlelijencia de las cosas de
Dios , piensan i osan dezir, que del rei-
no de España está desteri-ado Dios , i
Cristo, i por el consiguiente el Spiritu
Sánelo. Porque en los lugares , de don-
de está desterrado el verdadero conoci-
miento de Cristo , i h obediencia de las
leyes Divinas ; no reina Dios, ni su Spi-
ritu sancto : porque , por el verdadero
conocimiento i obediencia de Cristo ,
reina Dios «n los hombres que lo cono-
113
ten i cibcilezt'n. I así , queda averiguado
por verdad , lo qiie dize i aGrnia el Pa-
pa : «Que liene sus dos pies denlro de
España;» ¡ nuii podria de/.ir también ,
con vflrdad ; que liene " sus cuatro pies
dentro délla, para Imzersc mas fuerte en
ella , i tcnella siempre sulijeta.
Tojas las naciones de Cristianos, co-
nozen al Papa por quien es ; i a sus l.u-
garej-tenieotes , por tales cuales son ; i
así lo abominan a ¿1 , i n ellos , como
a enemigos de Dios , i adversarios de
Cristo ; i tienen sus cosas en la estima
de lo qoc ellas son , i las pisan con los
pies , como a cosa pestilencial , i que
tiene por fm apartar de Díor a los hom-
bres. ^ Sola Kspaña , que está ignorante
de los misterios de maldad ücl Papa , i
de las artes I engaños del , I de los su-
B e. c.=áot de el \ ¡ des dt Felipe ¡I.=Qaai, ata
' ta tiprcilon anibi^ui , lyusa eabrKalenilfMt. el pipií-
BO dplBei, 1 tal ici, uo lei mji, qui [a qijii te eipmi.
tic
vos : las tibnizu . \m esiima ., i I
f'Gnciu para mi (j^niJc mal : i las reaAn
todas , no con menor hambre i ansia (
que recebia el pueblo de Ismael, el mi
nú que venía di?l cielo. 1 , cun esto , s
contradicion ninguna , le dá al Papa l
do lo que le pide ; icnitJndose persuadh
do , que cOn recebir sus mentiras, *
engaños , con tanta reverencia . i darift
ella sus dineros con tanta voluntad ; r
tibe (;rande bpnelicio, i lún ^ande, i
el nicsmo Dios no se lo podria liazer ma*
yor. Por esta causa , no se olvida dél ^
en muerte ni en vida , pues se maudaí
enterrar con las Bulas " atadas al cuello^
por no olvidarse en la muerte de I
mentiras que tanto amaron i siguter
en vida. De aqui es también, que teaieiHt
dolo por l'adie Sancto , siendo tan c
que iDuHd ri i5, lasin. 184I.,
HD hlbito ititja, de SanU Tero
dlu: -He rHJbidn de PidIi Aodi
iiaiiü ;i disto , autor de la Saticiidad ;
8G aLi'eve a hazer pecados de los que
Dios prohibe en su Leí, por defeodello
ü éf i a sus cosas , siendo , conio son
lodas , lan hediondas i aboniiuables de-
lante de Dios , i de los que conozen i
aman a Dios. Con esto , lienc otra vanu
persuasión , que es , creer falsamenle ,
que con recebir del Papa su bendición ,
o absolución , seriin puestos en olvido ,
delante de Dios, todos los pecados , por
enormes que sean , que hubieren hecho
i dicho contra su sancia Lei. 1 , como
con su bendición i absolución , se forti-
Gcan para el nial , i le pierden el temor;
asi , con su excomunión , desmayan , se
coflaquczen , i pierden el ánimo para el
bien. En excomulgando a un ejército
que pelea contra él ; lueyo ileja las ar-
mas de miedo : " cosa infame, mujeril.
lanM i piiln , i
118
i arpiiiiiiudii. Pues los pajarillos no le-
Hieii por unu hoja de árbol meneada dd
viento ; ¿cuánto miónos, deben temer loft
hombres la excomunión Pnpnl . que es
mucho menos , que hi hoja meneada del
viento? Porque , como la hoja no daña I
los pajaríllos ; lani])oco la exoomunJon
a los que la coiiOEeii, i saben que es co-
sa vana. Pero , como siendo Cristianos,
i^'noran la Lei de Dios , i lo qui! píde
por ella ; no entientlen , que las exco-
muniones , comniiiones , absoluciones
maldiciones i bendiciones del Papa , soi
mentira i vanidad , i como humo que si
devanezc en el aire. Viendo ¿t , que \oi¡,
haze temblar , con sus exconianiones
coheles j i que están tan ciegos i engsñln^
dos, que lio tas eniiendcn ; hinchase
hállese mas bravo contra ellos. Deaqní'
viene , que por estar tan acreditado en'
España, i con los Españoles : i por creer_<
ellos , i ella , por verdad , todas las co-
, porque en eljkeffn , j« yrveha el or
piabtfi, en la fragua de l¡i afieát».
lid
sus que Uuze, i tud;\& l:is que le envía , i
las que mas le quisiere enviar ; i por no
osai-lc contnulezir , ni resisljr en núigu
na dallas , por peores i por mas repug-
nantes que sean a ta verdad; la llama él,
a boca llena : <Mi hija olN.'dicnte : mi
(¡uerida ; i , mi amada. >
No diré aquí , cuan gran deshonrra ,
i vituperio , es du la nación Española ,
que el que es enemigo de Dios , i tan
contrario a Grisio , que trae ^nerra ca-
pital contra Él, i sus miembros ; se glo-
rie , que la tiene por bija obediente : i ,
que mintiendo su sauctidad en todas las
cosas que dize i trata , i siendo tan re-
lino hipócrita ; que, en esta sola , diga
verdad , i que no tenga hipocrcsia. Por-
que , ser obediente a tul padre, ;. quó
otra cosa i?s , sino estar fuera de la obe-
diencia do Dios vivo? 1 estar fuera de la
obediencia do Dios , ¿ que otra cosa es ,
sino estar privado dt'l verdadero cono-
cimiento , i coufianxa ile Cristo? 1 estar
sin este conocimiento i confianza , es lo
mesmo que estar sin Spiritu Sancto ,
que la enjVndra i sustenta en el c
fSO
hnmaDO. I , estar sin esto , es, a la ver-
dad , ser hija det Papa , i obedienic a
sus cosas : porqué de tales liijas , i de
tales obediencias , se suele gloriar : sas-
tcnlarseél i sn Reino.
El vasallo que bien obedeze a su Itei i
neñor ; justamente ineieze ser premiado.
I el hijo que obedeze a sus padres; me-
reze ser bien tratado i amado. Porque ,
como por la desobediencia a los (ales ,
se incurre en graves castigos; asi, al con-
trarío, por la obediencia , mereze el que
es obediente muchos furores i premios. I
asi, será contra natura, castigar i tratar
nía), al que es obediente. Siendo, pues, la
gloriacion del Papa verdadera , cuanto
D la obediencia que le dá España , como
ella nicsma lo testifica , i lo defenderá tt
fuerza de armas ; ¿porqué , veamos ,
afaorrezc a los Españoles tan crudamen'
leí Porqué , " les querría beber la san-
gre? ¿Porqué haze tantos males i traicio-
nes contra ellos? ¿Porqué blasfema, vilu-
eijiitiiaiitt de PiuId IV. i
121
pera i nialdiie , la M^ Real Jel que íos
rigeí ¿Porqué , los quiere privar a ellos,
ÚB la vida, i n 6\ de sus Reinos? ¿Pofque
los engaña , a él i a ellos , siendo pa-
dre ; i queriendo ser llamado i tenida
por Sancto? La causa verdadera de esta
eneniisud i traicioneE(si la entendemos),
€stú Riui clara. La causa , está en el Pu*
pa , i en nosotros : pero , mas en noso-
tros , que en él. En que él, por ser lál ,
cual es ; nos ha engañado libremente
tantos tiempos , i liéchonos olvidar de
Dios , i de los bienes que nos hizo Cris-
to. 1 nosotros , por ser tules cuales so-
mos , nos habernos dejado engañar del ,
a ojos vistas , voluntariamente ; i habe-
mos querido mas , ser siervos del Papa,
í de sus engaños , i Iiazernos, todos ore-
jas, para oirlos i si'guirlos ; que no ser
siervos de Dios i de sus verdades. Habe-
■nos tenido en menos, pecar contra Dios,
que hazer la menor cosa del mundo con-
tra el Papa. Habernos dejado dé adorar
a Dios , como Él manda i quiere ser
adorado; por adorar al Papa. Finalmen-
te , hemos d<'jado a Dios, por los ido-
Ir>s, I la& invenciones liutuunas. De sua}
te , que la menor culpa , es del Papa ;
i la mayür, es la nuestr». Porque, volen-
ti non lit dolns , iiec iníurjii : al que
quiere una cosa , no le hazeo engaño ni
agravio con olVezérsela. Al que quiere
fornicnr con nna mala mujer, no le haze
olla injuria en esiar puesta en el " lugar
público , para ello. Culpa llene ol de-
monio en engañar a los hombres , i lia-
zellos pecar : pero mayor culpa tienen
ellos en dejarse engañar ; mayormente ,
teniéndoles dicho Dios , que el demonio
es engañador , que no le dea orejas , ni
crean sus engañas : i , que andn como
Iton rabioso , bramando , buscando a
quien tragar : que se deüeiidan del , i
que se Torliüquen , en la fé. * Teniendo
a Ka tiemblo de] Autor , as piTrpiLím Isga/meale lu
rimitriH , t\u^ liabiLabaii fl ua edJIÍEria, o cjsia tli^ieroii-
DidtX > lo qt» (dlUnuba -Lagar PábÜco , o alupll-
its, Rtlai íddiams , ni Im aduluiiu , ni Ia4 n/imi^
•i bnrmclioi . ni Im 'maldidmíci . ai'le.
123
iiosoli'üs, luuciius i mtii bastantes avisos
(li^Diüs , en su Escriptura , para cono-
zer los engañadores , i gnardamos dé-
líos; habernos echado detras bs espaldas
ludes los avisos , menospreciado a Dios,
i a su Escriptura, para dar así mas libre
entrada a los engañadores , i que hayan
jugado con nosotros el juego de pasapa*
sa : de donde es maniliesto, i)uc nuestra
culpa es mucho mayor , que podemos
entender. ¿ No nos tiene dicho Cristo ,
que vendrán muchos falsos profeías, i
engañarán a muchos ?¿1, que vendrán
uiucbos fidsüs Cristos , que dirán , que
ellos son Cristo? ¿No nos tieno dicho S.
Juan , que aun ya en su tiempo , habia
muchos Ániecrislos? ¿No nos tiene man-
dado Dios , que velemos , por no ser
engañados ; i , que si queremos saber ,
lo que a El le agrada , i lo , con que
quiere ser servido de nosotros , que
escudriñemos su palabra i* ¿ 1 . que
si no lo hiziéremos asi , que anda-
remos en tinieblas , i que nunca nos
saldrá la luz :' ¿ No nos tiene man-
dado Cristo , que si tenemos sed ,
I
iU
(|UG " vai/amüs u Kl , a beber , que
es la rúente ile vida ; i que nos liar-
urá , dcbaldc, sin llevarnos plata ni oro
pop lo que nos diere? ¿No nos liene ense-
ñado , que cuanto mas pobres i mas
miserables nos sinlíercmos , que " vaja-
mos a El , con mayor conlianza , a rece^
bir lo que nos Talla? ¿No nos tiene pi-o-^
metido , que los que a Él fueren, nunca
los desechará ? ¿ No nos tiene avisado «*
por S. Juan , que el que cree en Él, lie^
ne vida eterna : i que el que no cree ed''
Él , ya es condenado , i que la ira do
Dios reposa sobre él? ¿No nos liene Dio»
avisado , por la bora de S. Pedro , qtn
no hat satud en otro , debajo del cielo ^
i que no liai nombre dado a los liombres,
por el cual es necesario ser salvos , siiH
«1 nombre de Cristo? ¿No nos tiene dicho-
por S. Juan , que Él solo es el Cordera
de Dios, que quita los pecados del mun-
do? ¿No nos tiene profetizado , por Esa-
ias , que Él solo pisó en el lagar suí
enemigos i nuestros ; i que ninguoo le
ayudó a venzellos? ¿No nos tiene dicho-
123
San Pulilo i Sai> Jiiuri , que el saciilicio
del cuerpo de Crisio , es la saiisracion
por nuestros peondos ; i que con Él esti'i
Dios cumpt id» mente satisfecho? ¿No nos
dize San Juan , que los sanetos blan-
quearon sus estolas en la sangre del Cor-
dero ? &c. * La gloriacíon , pues , del
Papa es mui evidente , i darisímo testi-
monio , que habernos menospreciado ,
todos estos avisos i enseñamientos , i al
mesmo Dios , que nos los dio. Por tan-
to , aunque el Papa tenga grande culpa,
la nuestra es , sin comparación , mayor.
Porque habernos antes temido , reveren-
eiado i obcdezido , a los hombres malos
i engañadores , que a Dios , que nos crió
i redimió, i nos es Padre infinitamente
buena. Habiendo sido tan fieles a los
hombres malos ; habernos sido tan infie-
les al Dios que es de naturaleza bueno.
Habemos tanto amado i servido a quien
nos aborreze ; i habemos lúnto aborre-
zido i deservido al Dios , que tanto nos
ama. ¿'^que titulo somos tan subjetos
al Papa , sino a título de ser. Vicario de
Cristo, i sucesor de San Pedro? ¿Rnqu¿,
i'¿6
veamus , purczc a Cristo ; pues an:
habernos querido dejar engañar? Crisl
tiene dicho , por S. Juan xü. , «Gl qm
me sirve , sígame. " I S. Juan , en sn
Canónica, escribió; «El que dize.queestá
en Cristo , ha de andar como Él andu-
vo.» la BU8 discípulos mandó Cristo,
porS. Mateo cap. xsvíii. i por S. Mar-
cos xtí. que fuesen por el mundo , i
predicasen: no las leyes i tradiciones del
Papa, ni las invenciones humanas i aioo
el Evanjelio, a toda criatura. lÉlmesmo
dize, porS. Mat. Capitulo xtí. i por S.
Lucas capítulo ix. Que el que no toma
su cruz , 1 le sigue ; no es digno de ser
su discípulo : i que el que no renuncia-
re a si , i a todas las cosas que posee ;
que no puede ser su discípulo. Et Papa,
no parezca Cristo , en obras , ni en pa-
labras. No enseña sus obras, ni sigue
su doctrina : luego es , estraño de Cris-
to : i asi, nuestra obediencia í subjecion
a él , ha sillo prepóstera , perversa, ma-
la t ciega. Cristo Tué tan pobre , que no
luvo en que reclinar su cabeza: el PapSíJ"
es riquisiniu de bienes dt'slc mundo ,
127
aun por c<iir¡(iii raerse mas, roba i inatn
a los crjsiianos. Cristo Itiiscó en lodo ,
la gloria i cooienlo de su Padre : el Papa
tío se ocupa en oLi'a cosa , que en bascar
sil propia gloria , con inrainia i deshon-
rra de Dios. Cristo nos ensena a adorar
- al Padre en spiritu i verdad : el Papa
nos lo manda adorar en carne i en nien-
lira: i asi, nos lia apartado del. Porque,
el que no adora al Padre, como Él quie-
re ser adorado ; por mticlio que adore ,
no lo adora. Como , et que no sin'e a
Dios , como Él manda , i quiere ser
servido ; por mucho qun sirva , no le
sirve, como dice S. Hiit. cap. xv. Cris-
to \¡vió i murió , por darnos vida : ot
Papa vive, i muere por matarnos, Cris-
to predicó , i mundo predicar, su Rvan-
jelio , " graciosamenle : el Papa ' defíen-
de , a fuego i a sangre , la predicación
de) Evanjelio : ¡ manda predicar sus
doctrinas de demonios, i sus Dulas , por
dineros. Cristo, a poder de azotes, eclió
del templo , a los compradores i vende-
=p,nhn,,= .
iá8
dores : el Pupa los susteiiu , i no recíbi
otros , en b Iglesia , sino a los que le
compran i venden sus mercaderías. Cris-
10 dú el Reino de los cielos , " de gracia,
a sus discípulos : el Papa , lo vende por
dineros, í no deja entrar a ninguno allú,
como está escripto por S. Mat. El Iteíno
de Cristo . en csie mundo , es reino de
aOiccionps i do cruz : el reino del Papa,
es reino de gloria mundanal , de placeres
inrames , i de deleites nefandos. Cristo ,
huyó la corona del reino temporal , j
abrazó la corona de espinas : el Papa
liuye la corona de espinas , i abomina
loda aflicion cristiana , por tener reino
temporal i Pagano. Cristo , envió sus
discípulos a predicar el Evanjelio , ba-
biendoles primero dado el Spirilu sáne-
lo ; el Papa envia a predicar sus líeles
uiinislros , hombres , desvergonzadísi-
mos como públicas rameras , mentirosí-
simos , i en grande manera blasfemos ,
contra Dios i contra sus palabras ; cua-
les son sus eclia cuervos. Eti lodo lo que
i 29
liiro i (lijo Ci'iílo , se iiiostrú , sor , ver-
daderameiiie, auior de paz , i de vida.
En todo lo que liaze i dize (>l Papa , se
muestra ser no liiijido autor de discor-
dias i muertes. Cristo , condena sola-
mente a los incrédulos : el Papa , con-
dena i mata a lo.i creyentes. Cristo, quie-
re i manda, que los cristianos conozcan,
sepan i enliendan , sus leyes i so Evan-
jelio : el Papa quiere , i manda a fuerza
de excomuniones , que estén ignorantes
dét , i (léllas. Ci'isto ama , I liuze bien ,
a sus enemigos : el Papa aborreze, i tra-
ta cruelmente, a los amigos. Cristo man-
da lionrrar las potestades excelentes ,
que Dios cstablcze i aprueba : el Papa
es el Capitán dp los que las vituperan i
blasrcman. Las leyes de Dios, son orde-
nadas , pai'a dar vida : las leyes i tradi-
ciones del Papa , son ordenadas , para
despeñar en perdición i en muerte. Ama
Dios tanto a lo.s hombres . por ser sus
criaturas , i por haber padezido su Hijo
por ellos ; que , por socorrerlos en la
necesidad corporal, tiene por bien , que
no se guarden algunas de las cosas que
150
Él mesmu ordenó: como aconlczíó al
vid , i a los que ib.iii con él , en el tíen-
po de " Actiimelecli Sacerdoie de Dios :
que los panes de proposición , de los
cuales , por niandaniienlo de Dios , nin-
guno podía usar, sino solos los sacerdo-
tes ; usó déllos David i los que iban con
el , sin serlo. Bste hecho ^ aprobó Cristo
des[>ues , por S. Mattti. cap. xii. I por
S. Lucas, cap. vi defendiendo a sus
discipulos contra las calumnias de los
Fariseos. El Papa , aborreze tanto » los
hombres ; que las leyes i ti-adicioncü que
haie , con que totalmente los tiraniza i
no quiere que se quebranten : aunque
con ellas perezcan , como perezcn , ¡nu-
merables cuerpos i i'mimas; i se couielea
gravísimos crimines públicos i secretos ;
i notablemente , por medio de la virjini-
dad , volada con inliel i loe? persuasión.
De donde se manifiesta , que su intento
1 AUmclíc: j
. peradchi
131
i propósito . en todo lo que haie , orde-
na , i manda ; va encaminado a matar
los cuerpos i ¡iuimas , de tos que se le
Hujetan i obedczen. Quiere Diof, que los
que El crió a su imajen i semejanza ,
sean ayudados en todas sus necesidades
spiriluales i coiporales. I , sí por la
necesidad del cuerpo , le plugo que no
se guardase lo que Él mesmo habia or-
denado ; ¿cuánto menos , se debe de
guardar lo que ordena el Papa? Si en
tanto tiene Dios la vida del cuerpo , que
quiere, que pura su conservación le sir-
van sus mandamientos ; ¿en cuanto mas
eslima la del ánima , por la cual murió
Cristo ? Para cuyo liien i conservación ,
se ban de quebrantar , i meter debajo
de los pies todos los del Papa. Poiqué ,
si los de Dios sirven para el ayuda Í pre-
servación del cuerpo ; mucbo mas , los
del Papa , ban de ser esclavos , í subje-
tos al ánima. Porque , en esta parte , no
oblijjan , ni pueden obligar al Cristiano,
li tienen tal virtud, ni fuerza.
obligan ,
a aquellos, que por estar
1 Eq li mpr. lUtigai falla la prF|
cief;ns , ellos mcsmos seqnifren i se d
jan obligar. Noeniran en la conscieucia"
donde reina Cristo : ni la prieden ligar
en aingnna manera. Porque no hai con*
cordia enlie Cristo i Beliál : i porque lo
que Crísio libenó ; es verdaderamente
libre , como dizc el Apo&tol. I asi , no
puede ni debe estar subjeclo a tan per-
versas le\cs í tradiciones : porque , los
que Dios redimió , quiere que sean rejí-
líos , uo con las ti^yes de su adversario ,
que son mataduras , sino con las suyas
proprías. K\ lieclio de " Actiimelecli, que
fué , porque nn pereziese la vida corpo-
ral de David i de los suyos , uo haber
guardado lo que Dios antes ordenó ;
aprobó Cristo por bueno i sancto. Lue-
go , pereziendú , como percze , la vida
del ánima, por guardar los mandamieo'
los i leyes del Papa ; es abominable i
aborrecible a Dios, tal obediencia i guar-
da: i así, peca i incurre en condenación,
el que las guarda. De donde . el que con
esto se somete a ellas , por su propria
" pig. I
153
culpa pereze, pues quiere mas esiar sub-
jecto a las leyes de condeuacion i de
muerte , que ul Evanjelio de Cristo, que
es lei de spíritu i de vida.
Cristo vino a desengañarnos i ense-
ñarnos su verdad. El Papa vino para en-
gañarnos, i enseñarnos sus mentiras.
Sieoclo, pues, el Papa, en todo i por
■todo, tan desemejante i contrario a Cris-
to ; ¿cómo, le habcmos lanío obedezido ,
i dejádonos engañar, con tan cierta per'
dicion de nuestras ánimas? ¿Pretende el
Papa , con los que le obedezen , i creen
sus leyes , quitarles no solo , las cosas
corporales, sino también el eniendimicn-
lo? ¿Porqué, pues, nosotros solos , dán-
dole fé , nos hemos privado del entendi-
miento , que Dios nos dio ; por el cual
nos dircrenciamos délas otras criaturas
quecarezoj) del? ¿Porqué, veamos, cuan-
do el Papa , i sus Lugares-tenientes ,
condenan , o absuelven , a algunos ; los
damos luego, por condenados o absuel-
tos? Cuando declaran a algunos, por ami-
gos, o por enemigos ; luego los tenemos
por lales. ¿Porqué no tomamos la palabra
ilcbios, por ithIu de liien jui^-ar , ^
:ipi'obar , o condciinr? Habiendo decla-
rudocl Papa , a la Mujeslud del Eaipe-
ladoi' , i al Ilei don Phitippe su hijo ,
por enemigos de la Sede Apostólica ;
¿porque no se mira, quien son los decla-
rados , i quien es el que los declaró , i
qué lát , es la Sede , de la cual son ene-
inigos? Poraque , así , con recto juizio ,
iiproliemos , lo que el Papa reprueba i
condena , i condenemos i reprobemos ,
lo que él absuelve i aprueba. Porqué es
pervet-so , i contrario a Dios su juizio ,
i enemigo de las potestades eminentes
(|ue Él estubleze. ¿Qué mentira mas cra-
sa , i que engaño mas perjudizial se pu-
do dezir ; que creer, que de lo que el
Papa , i sus lugaies-ienicntes hizíeren ,
condenaren , o aprobaren ; no se ha de
dudar , sino que se ha de tener por bue-
no, D por malo, por amigo , o por ene-
migo , por católico o herético , según
que ellos lodeclaren? ¿Porqué {como ellos
dizen), no pueden errar en lo qu* hi-
zíeren? jiQuién , veamos , les díó lal p
vílegio , de no errar en susjuizios? ¿Q
Hio no pueden errar , oslando poseídos
del error ; i , siendo v;isos de la ira de
Dios, i el Assiir, í varn de su furor, eoii
que es allijído su pueblo? ¿Cómo tío pue-
den engañar, do viviendo de otra cosa? ;
siendo ellos , como a la verdad lo son, de
tos que d¡z<3 S. Paulo ü. Timoili. Cap.
iii. -Que eslundo el tos iiiesmos errados ,
induzen en error a los otros; í,que apru-
veeharán de mal en peor? ¿Quién fueron
los que condenaron a Cristo , sino los
Ponlilices i Fariseos , i los juezes Inqui-
sidores de la relijion? Así, el dia de Ii'jí,
estos niesmos que les sucedieron , son los
que condenan a Cristo , condenan su
Evanjelio , lo inranian, i matan a los que
lo siguen i ensenan. — De manera , que
los que pasan , poi' lo que ellos hazcn ,
i lo aprueban ; aprueban , en lo mes-
mo, su propría coiulf nación , i nít^an a
Cristo, i el beueñcio de su redempcion,
i de su muerte. Como en Híerusalem ,
los que aprobaron la condenación que
los Fariseos liizieron de Cristo , en lo
mesmo , negaron a Cristo , i quedaron
subjetos a condenación : de lu cual sola-
13C
mente fueron libres , los que se {
lieron a Él, habiéndose arrepcntiiJo d
nial juizio i reprobación que habian he-
cho del , i le pidieron perdón. Semejan-
temente , los que creen al Papa , i a sus
Ingares-tcniGnles , están debajo de con-
denación:! asi, a lodos los que les creen,
los llevan aniecojidos, como manada de
ganado, al despeñadero del inüerno. f^s
qno son lun contrarios a Cristo (como
habemos visto i mostrado) todo lo que
hazen a titulo suyo , es contra Cristo :
sino que , como son astutos i cautelosos,
toman el nombre de Cristo i do la Igle-
sia , para cubrirse : como los ladrones ,
que se meten en cuevas, por no ser vis-
tos , i de allí salen a sahear , a robar, i
a matar. Pues , romo la obediencia que
habernos dado al Papa, ha sido tan con-
traria a Dios , i tan contra la naluraleía
de laCr1sLianda<l; i habernos tanto i con
tanta porlia pecado en ésta parte ; nos
castiga Dios con las guerras i calamida-
des presentes. Porque habemos desobfr-
dezido a Dios , i puesto en olvido sus
l^eyes i mandamtenlos, i tenido los man-
157
flaniípnlos i Icjes pitpisiicas sobre b ca-
beza ; Él Ricsmo despierU , agoru , al
Papa ' Senactiiírib , que es la vara de su
indignación , para castigarnos con gne-
rras , i con Iodo lo que üéllas se sigue.
Porque (como pslá escripio) , Dios suele
castigar a los hombres , con aquellas co-
sas , pop las cuales se apartaron del , i
dejaron su obediencia , su conocimiento
i temor : como hizo en el desierto con su
, pueblo , castigándolo con diversos jane-
ros de castigos , por sus pecados i re-
beldía. Nosotros hnbi'nios dejado a Dios
i a su Lei, por el Papa i sus tradiciones:
habernos , antes , creido sus inenlíras i
engaños , qite las verdades de Dios. El
Papa , nos ha vendido mentiras muí
caras : i nosotros las liemos comprado
de buena gana. Dios , nos ha ofrezido
sus verdades, i el benchcio de la muer-
te de su Hijo, sin dineros i de bal-
de ; i no las hemos querido recebir :
isa
antes , lai hemos desecliado iiifielment^
i habernos atapado las orejas por no
oirías. Dios nos lienc mandado adora-
lle , i servirle a El solo , porqué dól te-
nemos nuestro ser , conservación i re-
dempcion; i no lo hemos querido bazer.
El Papa nos manda adorar las criaturas,
tos ídolos i estatuas r\ae él levanta, j nos
enseñu a confiar en ellas; i nosotros, con
olvido i menosprecio de Dios, lo haze-
raos, i lo buhemos siempre hecho. Por
eso, Dios por su justo juizio, lo despier-
ta agora, para manifestar en él su po-
tencia , como en Pbilraon ; i paraqiie
seamos, como delincuentes i criminosos,
castigados por su mano. Pero , si con
esto azote que es tan grave , persistiére-
mos, todavía , en nu querer entender;
de tal manera, que se verifique de noso-
tros lo que dize Dios por Esaias Profeta
cap. V. ■=IIerilos: i no volvieron ta ca-
beza a mirar al que los hería : ^ » su ira
se encenderá , muncho mas de lo que es-
tá , sobre nosotros.
No querer entender , que somos cas-
ligados , por nuestra mala í pervci'sa
139
olieilietiüia , i cretlulldnd, al Papa i a
sus cosas ; i por la incredulidad que lia-
bemos tenido a las palabras de Dios , i
por los munclios pecados que por esta
causa comeiemos, i liabenios conieiido ;
es no volvpr la cabeza a Dios , que nos
castiga, i pasar adelante en nuestro mal,
i en nuestra ceguedad condenada. SI por
estos casttgos'de agora , no quisiéremos
todavía dejar el yugo del Papa , lleno de
toda maldad , de crueldad , de conde-
nación, de ceguedad, de pecado, de
muerte, i de injusticia ; i tomar el yugo
de Cristo , lleno de suavidad , de justi-
cia, de mansedumbre , i de perdón, i de
misericordia; para ser sanctiQcados isal-
vos , por sa muerte : Dios , siendo , co-
mo es , del todo poderoso , i de inGnita
justicia; despertará munclios Pbaraones,
Papas , i muncbos Nerones, porque tie-
ne en el mundo muncbos vasos de su
ira , de los cuales se puede servir , para
castigamos mas duramente , i cumplir
en nosotros, lo que tiene dicho en el
tercer Libro de la Í,ei, cap, xxii. Yo soí
el Señor, Dios vuestro, que os saqué de
140
la tierra de triplo , de la Rerviduinlri
del pecado , i del demonio , paraqué no
les sirriésedes : i qticbíé las cadenas ,
que teniades al cuello , paraque andu-
viésedes derechos. I , si no me oyerdes,
i hizicredes todos mis mandamientos ; si
metiospreciáredes mis Leyes , i no os
diéredes nada , por mis juizios , para
no hazer lo que yo len^o- ordenado , i
liiziéredes vana mi conrederacion ; yo
también os haré estos males : Visitaros
he Hjeramentecon pobreza, i cod ardor
que consuma vuestros ojos , i consuma
vuestras ánimas. Sembrareis en vano si-
miente , i será tragada de los enemigos.
Pondré mi cara contra vosotros , i cai-
reis delante de vuestros enemigos , > se-
réis snlijectos a los que os aborrezen (co-
mo agora lo sois al Papa , que os tiene
en tanto odio) i huiréis , sin que ningu-
no os persiga. Pero , si aun con esto no
me obedezierdes , añadiré sobre voso-
tros siete doblados castigos , por vues-
tros pecados : i quebrantaré la soberbia
de vuestra dureza , i haré , que el cielo
que esiú sobre vosotros , sea de hierro
141
(qaiere tlpzír , que no envié lluvias . »
sns tiempos). I haré la tierra de metal
(quiere dezír , que sea estéril : qire no
lié fructos con que viváis). Será consu-
mido en vano vuestro trahajo. La tierra
no produzirá nada , i los árboles no Ite-
Tarán Trucios. Si anduvitiredes al con-
trario de mi , i no me quisiérdes oir ;
añadiré siete tantas placas por vuestros
pecados , i enviaré , contra vosotros ,
bestias lleras del campo , que os consu-
man a vosotros i a vuestros ganados , i
lo disminuyan todo , i queden vuestros
caminos desiertos. I , si ni aun con es-
to , quisicredes recebir mi disciplina i
avisos , pero anduvierdes contra mi ; yo
también andaré contra vosotros , i os
heriré siete vezes por vuestros pecados,
I enviaré sobre vosotros el cuchillo ,
que será el vengador de mi confedera-
ción. I cuando buyerdes a las ciudades,
enviaré pestilencia en medio de voso-
tros : i seréis entregados en manos de
vueütros enemigos. Quitaré la sustenta-
ción " de pan , i comeréis , i no seréis
142
haríüs. I, si aun con todas esias plaid
no me qiiisiií redes oír, pero ünduvierdes
contra mí ; yo también andaré contra
vosotros con l'iiror coolrario , i os cas-
ligarií con siete plagas (quiere dezír, con
inui munchas] , por vuestros pecados :
de tal manera ; que comáis las carnes
de vuestros hijos i de vuestras hijas.
Destruiré vuestros altares , i haré peda-
zos vuestros Ídolos : i caireis muertos en
medio de los pedazos de vuestros ídolos,
i abominaros lia mi ánima en tanta ma-
nera; que haré desiertas vuestras ciuda*
des , i liaré desiertos vuestros saoclua-
rios , i no recehiré vuestros sacrificios.
Destruiré vuestra tierra , i viéndola, se
espantarán vuestros enemigos : &c. Es-
tos, i otros miinchos castigos , i otras
munchas graves plai^as, qu6 se siguen en
el mesmo capitulo ; tiene Dios amenaza-
dos , contra los que porGan en el mal ,
i se quieren estar en su ceguedad.
Cumpliólos contra su pueblo , por
ser porfiado en el mal , ser conia-
máz i rebelde a sus palabras : i vá-
los cumpliendo también contra naso-
1i3
ú lio (enomos iKisiiiado el eiiten-
Hmiento, para entenderlos i conozerlos.
> Ya vimos la guerra pasuda ,■ i los nia-
es que con ella vinieron , que serian
h^B do coiiLür. La guerra présenle es
Ras brava , i mas cruel que la pasada ;
torqué estamos ya , en resbaladeros de
tecados ; que niienlra mas anda , *son
aayores los que se cometen. La hambre
omienzu a reinar por todas partes En
[Has partes , vemos ser el rielo de hie-
ro: en oirás, la tierra lie metal. Las
ocmistadesi odios, de unos contra otros
rezen mas í mas cada dia : la verdad i
lalabra de Dios , están desterradas de
fttre los hombres : las mentiras , i los
^iños i engañadores ; son reccbidos
En conlradicioii : la fé está como muer-
I : la caridad está, casi del lodo, apa-
^a , que apenas se halla , ni se puede
ér , entre los hombres , que se dizen
¡ristianos : la pestilencia anda ya esecu-
ipa dd libro iuti
,, Í,S. i
144
cando la jnslicia Je Dios, i lomnmlo v
gaiita de los pecados i pecadores: i otros
niui niunchos i gravísimos males , que
acompañan a los sobredichos , los cua-
les, puede cada uno ver , i considerar
delante de los ojos. Resta , que si imita-
mos al Pueblo de Isrrael en la porBa i
pertinazia en el mal, ¡ en no querer en-
tender lo que nos dize Dios , i en no se-
guir lo que DOS tieni! tan mandado ; que
envié mas espesos castigos , i mas gra-
ves plagas , liasta consumirnos del todo,
lomando , como toma , por verdugos de
nuestra maldad , a los ¡dolos que habC"
flios tanto ha servido , con grande me-
nosprecio de sus sánelos mandamientos.
No nos quiere Dios condenar ni matar :
porque no es autor de muerte ni de con-
denación. Dios , nos es Dios para sal-
varnos (como diíe el Profeta David) ; si
nosotros queremos obedezelle, i conver-
tirnosa Él por verdadera penitencia. Pe-
ro , si quisiéremos pasar adelante en el
mal , i ser todavía ciegos i sordos , para
ver i oír el bien ; comprehendernos ha
la muerte ; i la condenación saldrá de
nosotros , Cíimo de principio; i vendrá
a parar sobi-e nosotros. De suerte que
se diga i veriGque de nosotros , lo que
está dicho , " de Dios , por el prureta
Oseas Capítulo xiii. "Tn perdición , de
ti ha procedido sobmente , o Isrrael :
pero , tu salad i socorro , de mi.
A V. Majestad perleneze poner reme-
dio , lúl cual conviene , a estos males ;
paraqué se aplaque la ira Divina, i cesen
Lintas plagas: pues, le llene Dios, pues-
to en la mano el cucliillo , para ejecutar
justicia , i servir con él , a su gloria. I ,
pues lo ha hecho , ojos, i cabeza desús
Reinos ; siendo Dios el autor i conser-
vador de la potestad que V. M. tiene ,
i usando della , para el (in que se la tie-
ne dada ; no h;ji porqué temer lus potes-
tades contrarias , porque, por esta via ,
serj Dios de nuestra parle: i, siendo
Dios por nosotros , ¿quién será contra
nosotros? ¿ni , quién podrá prcvalezer
en contrario? La potestad , que vuestra
Majestad tiene en sus Reinos: no depen-
146
de de otra potcsud superior sobre^
tierra ; sino , de la de Dios del cielo,
que la eslablezió , i la gobierna por su
providencial. El Papa , como cautelo-
so tirano , a titulo de Cristo , se ha en-
tremetido en sus Reinos ; i , a titulo
de la Iglesia ; los roba i los saquea mi-
serableniento , sacando déllos, tan gran-
de cantidad de dinero , como lleva, con
lao grande perjuizio i daño de los mes-
mos Reinos , i de V. Majestad , que no
mira en ello. Lo que dellos se saca , no
le es debido por ningún justo titulo :
i así , lo lleva injustisi mámente. Porqué,
auoquc 6\ , fuese lal , cual piensan los
hombres : qué , de verdad , fueae suce-
sor de San Pedro , i le pureziese en la
doclriiia i en las costumbres Apostóli-
cas , dignas " [de un discípulo] de Cris-
to ; no se le debia , sino solo el mante-
nimiento : Cuánto mas , siendo tal cual
es. Si , caso fuese , que se le debiese lo
que lleva ; habia de ser, por razón de
¡D *IUrir gruí con el KPtida , )puc» arfiic awbi.»
147
haberlo nsí instiliiido i mandudo Cristo,
pues lo lleva a titulo suyo. Pero , no se
manda tal cosa, en la Sancta Escripiura.
I'orque Cristo , no tlejó mandado , ni
ordenado , robar , tiranizar, ni desollar
las ovejas : sino apacentárselas , con el
pasto que Él inesnio tas apacentó, cuan-
do conversaba en el mundo. AS, Pedro,
BO le mandó , que le robase , ni desolla-
se sits ovejas : sino , que sí lo amaba
mas que los otros ; que se lus apacenta-
se con la mesma doctrina del Evanjelio,
que Él , te hubia dado i enseñado. Sien-
do el Papa , no el que ama las ovejas de
Cristo, mas que los oíros, sino el que
las aborreze mas c]uo todos , como lo
muestra por sus obias , i por sus hipo-
cresías : i , siendo , no el que las upu-
cienta con el Evanjelio , como San Pe-
dro hizo ; sino el que se las mata con
veneno de doctrinas de demonios , i con
tiránica crueldad ; manifiesto es, que no
se le debe lo que a San Pedro , que es
el mantenimiento , i el vestido. 1 si no
se le debe esto , que es lo menos , tam-
poco se le deben tantos i tan calilicados
148
robus : lio ciiiburgnuie , qitc él los Ibma
por oíros noiiibreE mus molosos i mas
aleitados : pretcmliorido', por tul vía ,
Gng:inar a Dios i a los lioiiibrps, i liazer-
los cnlenilor , que lo prieto , es blanco ,
i que los robos i biirios , son limosnas i
subsidio conli-Q el Turco. No nos man-
dó Cristo , que muninviésctiios u los lo-
bos robadores , que vienen ron nombre
i vesliduraü de ovejas : sino , que los
ronoziésenios i liiiyésemos : por(¡De son
I.i peniicic i la desiruicíon <te la doctri-
na de Dios , i de las conscienrias i ha-
Kiendus de los hombres. Siendo d Papa
lobo robador , no se le debe nianleni-
niieiilo debido al que es buen pastor,
sino el p^í^o que áan los mastines , al
lobo que (li^iiplla las ovejas. Por Dere-
cho Canónico humano , tampoco le es
debida cosa ninguna ; porque , para ser
jnsto , no ba de mandar , cosa que sea
contraria a Dios ; ni prohibir cosa man-
dada por su Palabra : luc^o , si él nos
Tuei-za , a dalle los robos que él pide i
lleva de España ; sigúese , que es injus-
lisimo , i conLrario a Dios , porcjué Él
nos tk'nc iiintiduda , no iiianlener lus
lobos robadores, sino cotio/cllos, i Iiuípt
loü : luego , no obliga el Lal Dereelio , a
lüs (]iie creen cu Crislo , dau fé a sus
pulabras , ¡ llevan el yugo de su obe-
diencia ; sino a los que voiunlariamente
están snbjeciosD la liíaida de los lobos
robadores. Pop Derecho Canónico Divi-
oo, ninguna obligación hay de darle na-
da. La iglesia de Dios , conoze por De-
recho CanóuicQ, al Evanjelio de Ciislo
con ((ue es rejida , i a la Lei del mesmo
Dios ; i por él , sobmcnie se debe sus-
icntai'ion , a los que administran lo uno
i lo olio , IJcImenLe , en la forma i ma-
nera qne Crislo tiene mandado. 1 a los
que hazen lo loniratio , no se les deben
premios , como a fieles minisiros , sino
castigos i penas , como a graves lobos ,
delincuenles i criminosos , i muí perju-
diciales a la República Cristiana.
Resia , que V. M. , como Rei solicito
de la utilidad i provecho de sus Reinos;
puede, i debe, en la presente necesi-
dad , usar de dos remedios, proprios i
eflcazes , contra el Papa , su enemigo , t
(le la sanj^rc ['>panula. El uno , es mau-
llar " expresamente en sus Reinos , ijne
ninguno sea osado de sacar déllos dine-
ros , por nin¡i;uTia via, para enviar a Bo-
ma ; i , que ninguno los pueda llevar :
porque no acontezca que se diga por
vuestra Majestad , que quien a su ene-
migo popa , a sus manos muere. Aquel
popa a su enemigo , que lo prevee de
armas , o de dinero, con que le haga
guerra , i KUüirnte su campo. Por esta
vía , hará justicia a los que injustamen-
te ^ son rollados í saqueados, i junta-
mente enllaqueierá a su enemigo. El
dios del Papa , es su vientre , sus ro-
.0 q« «,.r.
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h» mioda
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bos , su honrru, i sii gloría. Enlrelanlo,
que vuestra Miíjestiid consintiere , qu»f
le lleve provisión de sus Iteínos , sucúu-
dose dineros déllus, para él ; crezerá su
Dios , i furtiBcarse lia : i siendo mas
fuerte , hazerse ha mas bravo í mas
cruel , i asi usará de mas sutiles caute-
las , liipocresius i disimulaciones ; i in-
ventará mayores traiciones , contra V.
Majestad i contia sus Reinos ; i asi , le
vendrá por esta via a oprimir mas cruei-
meate : i , en lo porvenir (sino proveo
con liempo) le pondrá en mayor trabajo,
i alcanzará lo que pretende i desea. I'ur
lanío , debe vuestra Majestad , por el
poder que tiene de Dios del Cielo; bata-
llar contra el Dios del Papa ; no permi-
tiendo que haga en sus Reinos , mas
robos i hurtos de los que liasu a^jora
tiene hechos : i luego , sin duda nin^ju-
na , se le rendirá.
Cosa es ésta , que han hecho , i sue-
len hazer tos Reyes Cristianos , que son
solícitos por la salud i bien de sus Rei-
nos. Philippe, Reí de Franua , lo hizo
asi, con el Papa Bouiraciu Octavo, bom-
1S2
bre pervcrsisiino , no deseniPJaRte al I
pa Paulo Quai'to , que agora lia levao-
tado el cuerno. " Éste, mandó por todo
su Reino , que ninguno del, fuese a Ro-
ma , ni Fuese osado a sacar dineros,
para llevar , ni enviar allá , por ningu-
na via, que Tucse: lo cual se liÍ7.o, i cum-
plió, ^ en la lorma i manera , que ¿1
liabta mandaiJo. Henrrico Segundo ,
Rei de Fr;incia , que agora vive , hizo lo
mesmo , con el Papa '^ Julio Teicio, un
poco después del principio , de la guer-
ra pasada,— Pero, viendo el Papa , que
el Rei de Francia , peleaba contra su
Dios, defendiendo , que no le llevasen
del Reino , la provisión do dineros acos-
lumbrada ; iio le pudo rosislir : i asi ,
luego se le rindió, habiéndose antes nios-
trjdü , tan bravo i tan fcrúz contra él ,
como al presente, su sut^esor , ronlra
Vuestra Majestad. I el Rei , viendo que
se le rendía, por verse librado de la Ta-
cullad que untes tenia , de robarle su
Reino ; mudó su paiezer , i revocó el
niaadato que antes habia iiecho ; no ,
porqué pensase que liazia bien en mu-
dallo i revocallo en cosa tan justa i tan
útil para sus vasallos ; sino porqué pre-
tendía , i urdia , secretamente nego-
ciando con el Pupa, lo que agora lia ma-
niTestado , contra Vuestra Majestad , í
contra su Reino de Nápolcs. El otro
remedio proprio i de grandísima efica-
zia , con que necesariamente vencerá u
su enemt};o ; os , ayudarse de Cristo i
Porque el Papa tiene por principal i»-
tento batallar contia Él, como contra su
enemif;;a , i endereza a Él todos sus ti-
ros : i porque no le puede haber a Vi a
las mauos ; emplea toda su rabia , en
malar, i derramar la sangre de los hom-
bres que Él redimió con su muerte, por
lo*
ser , en csLo, seniejuntc a Ilerodes , que
por od¡o que lenia a Crista , recién na-
zido , i con temor , que cuando fuese
grande , no le quitase su Reino , el cual
tenia tirunizadu ; mundo matar tanta
multitud de niños por todo " el Reino
de Judea.por matar entrellos a Cristo: -
asi , el Papa , con tul ánimo , i con in-
tención de alcanzar lo que desea , i de
no perder el Reino que posee tiránica-
mente ; se ayuda del favor del mundo ,
i del demonio , porque está destituido
del favor de Dios , i está encarnizado en
la sangre de los Españoles , por la causa
que urriba se dijo. Favoreziéndose.pues,
V. M. del poder de Dios , i baziéndose
a una con Jesu Cristo , que es el que
siempre venció, vence , i lia de vencer a
lodos sus enemigos spirituales i corpo-
rales ; de necesidad , por esta vía , sal-
drá con la victoria , i poseerá ea paz su
Reino.
iianjeliUi , it deduie: qu> li en
Jn podu teou ««biili. en mui paa
155
La maticru du lüizor esto , como con-
viene , es : que , pura gloria de Dios ,
Dse V. M. de la potestad que le Im da-
do , mandando : que el Evanjelio de Je-
su Cristo , sea puramenLe predicado en
sus Reinos ¡ i que sea Jesu Cristo cono-
zido, por solo Redemptor i Sefior; i que
le sirvan todos sus vasallos, según lo que
£1 dejó ordenado i mandado , antes de
su subida a los cielos. El Rei Cristiano ,
que esto no procura , ante todas cosas ,
en sus Reinos , no mereze nombre de
Rei : i su reinar , le servirá para mayor
condenación suya , i para devastación i
desiruicion de su Reino. Justo es , pues
que Dios ha lionrrado tanto a V. M. en
hazerle Rei , que procure con suma di-
lijencia , que sea honrrado , i bien co-
nozido, su Hijo Jesu Cristo. Si esjusto,
que los que somos sus vasallos , le sir-
vamos fielmente , se^jun su voluntad ;
¿cuanto mas Justo es, que iodos sirva-
■nos a Cristo , le Iionrremos i conozca-
mos , conforme a su voluntad , pues es,
nuestro Supremo i único Rei i Señor?
I , si a vuestra Majestad , par rejtrnos
156
temporalmciile , i ser iiucstcü Rei lei
pora! , le debemos fiüelisinios i leales
servicios ; ¿cuunlo mus líeles i leales ,
todos los cristianos , se los debemos a
CrÍsio:pues es nuestro Rei spiritual ,
que nos redimió del poderio del demo-
nio , i del inlierno ; dol pecado , i de la
niuerle ; que nos susietila spiritualmen-
te ; i somos , por amor suyo , defendi-
dos en el reino temporal. Si vuestra Ma-
jestad liiziere esto , liariü lo que debe ,
como Reí cristiano , i rorliRcarse ha , en
grande manera , contra su enemigo : t
haziéndolo , se puede Lener ya , por vic-
torioso : porque e! i*upa , por si , i "
por sus Lugares tenieíiles los Inquisido-
res , han procurado , de ecliar a Jesu-
cristo de España , no dando lu^r , qtl^
se predicase puramente el Evanjeliü. |^|
ScfUD
D EipiHi,
ni ti lila , Riil Fnulorcí i lugm
qna clírigiu i tniitt , nbiiiMa í i
Ddnigoi: pamoa ija-
157
pues el Püpu no es et [tel ilc España ,
DUiíqite lo prcleiidc , ni los luijuisidores
son Reyes de España , aunque inanduit í
son temidos mas que Reyes , sino , V.
M. que es el solu Itei en ella; mande
como Reí , s^un Dios , coaLra ellos ; i
asi , será cnrriquezído i prosperado su
Reino , pur tenct* a Dios de su parte ,
liaziendo , que sea Jesucristo servido ,
como Él matida. A todos los Reyes
que hau tenido guerras contra Papas , i
les lia sucedido mal ; ha sido , por uo
liaberse querido ni sabido aproveuhar de
esto* dos remedios de tan grande virtud
ieitcazia : porqué no liai , ni puede ha-
ber otros , que sean mas proprios , ni
de tanta fuerza contru ellos. No hai por-
qué temer la declaraciou del Papa , con
que le declaró por ■ enemigo de la Sede
Apostólica : porqué , como V. M. lia ya
visto, es cosa vanísima, no soloclla, sino
lambieu susexcomuniones, ilasdesus lu-
gares-ten i en tos, los inquisidores. Porque*
el PrftiDEi..
igpor Mriiijai[i.c. drlPipi],
IS8
por ser siiy»R, no son de Dios : i no siea-^
(lo de Dios , como , a la verdad , no lo
son ; no liai porqué bs teman los Cris-
tianos. Las excomuniones dallos, son
como dominguillos en sembrado , que
espantan a los pujaros que no entienden
qué cosa son. Pero no espantan a los
hombres, porque saben, que son hechos
de puja, i de viejo cañamazo. De la mes-
mii manera , las excomuniones dóstos ,
por ser tales cuales son, i servir , no a
Cristo , sino a su adversario ; no espan-
tan a los hombres que tienen conoci-
mienio de Dios , ni les pueden dañar.
Porque , lo que no es de Dios , no pue-
de, en ninguna manera , empezer ni da-
ñar , a los que le conozen i le temen.
La excomunión de Crista i de su pala-
bra , es muí Tormidable. Esta se debe te-
mer , i se debe huir , en todas maneras,
de los Cristianos. Porque es testimonio
cierto , que aquellos sobre quien es en-
viuda, están apartados de Dios i de Cris-
to , i sin derecho de entrar en la vida
eterna; í que son miembros cortados d
cuerpo de Cristo. Bsta excomunión e
159
im cono/rr a Ciislo, ni rcccbir sit Evan-
jelio , ni sr^tiii' lo que Él manda , ni vi-
vir cunib É\ enseña. Crislo por S. Hai.
X. i por S. Lucas is. i x. enviando sus
Discípulos a predicar el Evanjelio ; les
mandó que en la ciudad , casa , o villa
donde entrasen , i no los oyesen , ni re-
cibiesen sus palubras ; que salidos de
^iquella casa o ciudad , sacudiesen el
polvo de sus pies , en testimonio contra
ellos , declarúndotos en esto por exco-
mulgados , i apartados de Dios ; i de-
nunciándoles , en lo mesiRo , que en el
dia del juir.io , serian los tales, mas gra-
vemente castigados , que los de Sodoma
i Gomorra. Ksla excomunión no teme-
mos , con estar por ventura en ella ,
pues no damos orejas al Ivvanjdio ; i te-
memos los ' liumariaches de las exco-
muniones del Papa , i de sus Inquisido-
res , por cuya culpa í tiránica crueldad,
: , i lignlSciDdií la
1. Etpinoli.--T<cD<
160
calamos en b excomunión de Dios , ^^
conozciiios a su Hijo Jesu Ciislu , ni te-
nemos en El , la l'é i confianza que nos
pide. De aqui viene , que por estar en
Ja úe Dios , tememos tunto la de sus ad-
versarios. Porqué, si estuviésemos fuera
de la de Dios , en niDguiia maneta los
temeríamos a ellos , ni a ella. I , sí ca-
so Tuese, que tuviésemos algún temor ,
seria como sueño que luego se devaneze.
I asi , en este vaoo temor , que tenemos
de cosus vanas , se cumple una de las
plagas que Dios amenazó arriba, dizien-
do : que los que no le oyesen ni oliede-
ziesen , huirían , sin que ninguno los
persiguiese , ni fuese tras déllos. Cuan-
do excomulga el Papa , i sus lugares-te-
nieuLes , no nos persigue nadie, porque
es nada su excomunión: i con ser nada,
huimos i tememos , como si fuese algo ,
i como si alguno fuese Iras de nosotros :
i nos tenemos vana i falsamente por con-
tlenados, siendo a la verdad excomulga-
dos , no aquellos a quien ellos excomul-
gan ; sino los mesmos que excomulgan ,
i por cuja autoridad excomulgan. Ellos
1GI
ilizen , (jue su e\rcniiinioii tiene elira-
KÍa , i que ea de Dios : pero , como en
tollas cosas niieiiLen , asi también en es-
la , porque son hijos lejiíiiiios tlel hijo
del padre de la nieniiivi. Porque no sien-
do de Dios, (como está dicho) , no pue-
de tener elicacia , ni condenar ; " pero
es cosa vnna , i testimonio de vanidad.
La Tuerza qtie tiene, rs de su lirania dé-
líos. Que esto sea así verdad , lo mostró
Jesti Ci'islo por S. Juan , capitulo ix. :
donde los Pliitriseos, que eran los Inqui-
sidores de la fe , por et odio que lenian
a Cristo , excomul^'aron o nn líi^o de
nucimlonio , que El habia sanado, i res-
lUuidole b vista. El cual , pensaba que
estaba exeomti liando, i temía. Pero Cris-
to , se bizo eni'uutradizo con el , i le de-
claró , que era vana la excomunión que
lemia , i que , no por eso , estaba exco-
mulgado , ni apañado de Dios, sino que
los inquisidores, que lo habian excomnU
162
gado , eran anatemas iltlanle de Dioi
sus enemigos , i que estaban ci
apartados áé\. Esto mesnio se veiifica
de los Inquisidores de agora , que son
sucesores de los otros, i de sus excomii-
niones, semejantes a aquellas de eslon-
ces, i de una mesma naturaleza. No hai,
pues, porqué temerlos a ellos, ni a ellas.
Temamos antes a Dios. Ya se vee , i
conoze , la perversión i confusión que
liai. Cada una se " alza con el conoci-
mietito que tiene de la verdad, agora sea
poco , agora mucho , i no lo quiere ni
osa comunicar a su prójimo para que sea
salvo. I esto , por temor del Papa , i de
RUS Uigarestonienies : temiéndolos antes
a ellos , que no pueden matar sino al
cuerpo , que a Dios , que puede matar
cuerpo i ánima , i después de muertos ,
sepultarlos en el inGerno. Ellos se dizen
ser las lumbreras por donde los otros
veen a Dios , pero verdaderamente son
autores i catidillas de la perdición de
1G5
España : i es cieno , que van camino de
(icrdícion , los que los creen i dejan de
conozer i seguir a Cristo , por el lemor
«téllos. Porque el lemor que se tiene dé-
llos , ahúmenla del tiombre el temor de
Dios ; i la fé que se dú , a sus cosas i
leyes , destruye i ap:iga la Té de Dios en
el corazón humano , como cstú dicho.
I , pues esto es asi , 1 la liarca está rota,
süjvese quien pudiere. Porque no liai
salud , sino en soto Dios , i en su Pala-
bra : i por ella , es Él conozido ¡ servi-
do, s^un su voluntad : i con ella , co-
mo con clarísima luz , somos guiados a
la vida eterna. Los que por temor la de-
j:iren , o no la recibieren ; por temor
perezerán, i incuri'irán en la excomunión
espantable de Dios. Como, los que, pur
temor de tas excomuniones de los Fari-
seos , dejaron de oir i conozer a Sesu-
Cristo , perezieron , (porque no hai vi-
da, sino en su conocimiento); -asi acon-
tezerá agora : que todos los que temie-
ren mas , las excomuniones de los Fari-
seos, que la de Dios ; i dejaren de oir a
Cristo , oyendo su pura Palabra , i de
Ifíí
cnno/f^rlfi ; sei';m privados del Retna
los cielos. I los que, menospreciado lodo
temor , i todas rantaxinas de excomunto-
ires ; Inibajareñ de conozcr a Jesu-Cris-
10 , de entendrr sw docinna , de saber
sus verdades , i de vivir por ellas , i mo-
rir en ellas \ serán salvos , i entrarán en
f'l Reino de los ciclos , que Él les granó ,
con si( miierlc i pasión : porc]Lie asi se lo
tiene El mesnio prometido , diziendo ,
por S. Juan, rapiínlo xii. que en la glo-
ria . donde ^j\ estuviera, estarán también
ion Él KU5 siervos.
Ora pues , cosa justa es , llamar a las
cosas por sns proprios nombres, I
en llamar a la verdad , verdad : se hi
ira la verdad, i Dios, que es el Autor
lia, I en llamara lo malo, malo ; no
te liazc injuria a lo malo. I en llamara
lo prieto , prieto; i a la mentira , men-
tira -, no se les haze agravio. 1 en llamar
al Tiprco , Turco ; no tiene do queque-
jarse el Turco. I en llamar a la ovf^a ,
oveja ; i al lobo , lobo ; no se haze con-
tra ellos. Porque en Humar las cosas p
sus proprios nombres no Iiai pervers
las
ni mal iiinguiio. Anlcs, seriu perversión,
Ibmar a lo malo bueno: a lo prielo.blun-
t'o ; a las liuieblas , I112 : i a la mentira,
Terijad. I por aquí se vendría a incnrrir
en la maldición que estü escripia por
Ksaias ProFela , contra los que juzgan laii
al revés. Aqui lie[1)aniado las cosas, por
sus proprios nombres , i por sus oficios,
i obras , i afectos : como las llaiiiarou
los Profetas i Apóstoles de Dios , i como
Cristo por S. Mateo eap. xxiii. nos tione
enseñado. I asi , tengo por cierto , ha-
ber servido a Dios en ello , i a V, M. , i
a todos los Cristianos , que , leidus "
[estas cosas], se quiiierjn aprovecliar
(léllas. Cosa sería impía, Humar alle-
rodes , ayo de Cristo , habiendo hecho
lo que hizo contra Él, por malario. 1 ini
menos impio, seria llamar a Pílalo hom-
bre iiioccuie (aunque él se dijo ser ino-
cente^ ; pues condenó a muerte a Cristo,
autor de la vida. Cosa seria e:tecral)le ,
i mentira prodijiosa , llamar a los Tari-
ItiG
seos Inquisidores , defensores de Cristo
i de su fe ; pues exeomulgab:ui, aljorre-
zian , perseguiun , condenaban i mata-
ban, a los que oian a Cristo, i te creían ,
recibiendo su Evanjelio. Cosa seria, fuera
de toda razón , llamar I ten(T, a Judas ,
por liel ministra i Apóstol de Cristo ,
habicndolo vendido. Cs , pues , justo ,
llamar a las cosas , por sus propríos
nombres , por hazer en esto lo que tiene-
mandado Cristo ; i no parecer al ení
go de V. M. , que a los dineros que re-
cibe por lo que es pura venta , le llama'
limosna , conmutación , colación ,
Si un sittil i secreto eniponzoñador T
venéfico, viniese a servir de copero, o de
maestresala a V. M. , con intento i deseo'
de emponzoñarle , i fuese recebido en el
oñcio , i estuviese en aniorídad i en cré-
dito acerca de todos ; i olro , que supie-
se su intención i deseo, lo descubriese;
manifiesto es , que el tal, por haber des-
cubierto el secreto ; haría sumo servicio
a V. M. i a sus Reinos , puesto que el
emponzoñador i hecbízero, se indignaría,
gravemente i se quejaría : pero su indig"
unción I qiiojii
1G7
< í]iiiialia , que no Iiu-
) I ¡ese dicho vcrdiid ol i|iie lo dcscuhtió .
i fíiibie'^c hecho bueno , digno , justo i
ngradable servicio. De la mesma mane-
ra , el cri^dtto que lia ganado el Papa ,
i sus lugares -ten lentes , i la autoridad
<]ue tienen usurpaila, a l'ulsos títulos ; no
quiti , que las cosas aqui dichas üéllos,
en nombre i de parte de Dios ; no sean
verdad : i que no sean einponzuñadores,
i carnicerüs de consutencias , contrarios
a Dios i a Cristo , i a la salud i bien i\fí
sus vasallos. — Los Magos de PhSraón ,
autoridad i crédito tenían , acerca de
Pháraón i de todo el pueblo ; pero Ma-
gos i encantadores erun , i contrarios »
Moisen i a Aacón , que eran ministros
enviados de Dios : i contraríos eran tam-
bién , al pueblo de Dios , pues servían a
Ph^raón , a lin de leii(<rlo toditvi;; capti-
vo, i de resistir i de contradezir a Dios.
¿Qaé cosa puede ser mas linda , i de mas
hermoso parecer , qne la Mujer , que
dize S. Juan, que estaba sentada sobre In
bestia? -pues estaba muí bien ufeÍLada ,
vestida de grana í de púrpura, compues-
168
ta con oro , con perlas i piedras precítil
sas , i COD UD cáliz riquísimo de i
su mano. Siendo tan hermosa i un rica,
¿quién pudiera pensar , que es tal como
dize S. Juani' Porque él mesmo , decla-
ra, que es una grande i famosa Ramera;
i que cofl ella han fornicado , í fornican,
todos los Reyes de la tierra. Quiere de-
zir , que por ella ; han dejado a Dios :
por adoralla a ella ; no han adorado a
Dios : i por servilla , i obedeierla a ella;
no han servido ni obedczido a Dios: i
que por creer sus nienlirus; no han creí-
do las verdades de Dios : i que los Pue-
blos, por temerla a ella, viéndola lan ri-
ca , favorezida , i poderosa , fornicando
con ella tan grandes Príncipes ; no han
temido a Dios , que es el Todo-podero-
so. ¿Quién creyera {sino nos lo dijera el
Spiritu Santo) , que el cáliz de oro , tan
rico i lan hermoso por de fuera , que te-
nia en su mano ; está lleno de inmun<ií-
cia , i de la suziedad de su fornícucioa?-
Que son : los engaüos, las mentiras , los
errores, i las falsas opiniones, con qm
haze apartar a tos homhres, de Dios j,
se [os entrega en las manos del Demonio,
i los haze olvidar , de la redempcion i sa-
lud hedía por Cristo, i buscar otras va-
nas saludes, que no pueden en nada ayu-
dar , sino antes, dañan a los que las
buscan. 1 si ésta Itamera, con ser tál co-
mo dize S. Juan , se vende , i quiere ser
tenida por virjun i por casta; por mucho
que se enoje i se indigne , brame i se
desbaga ; no deja dezir verdad S. Juan ,
en dezir quién i cual es , i lo que haze ,
i el Gn porqué se atavia , i se compone
tan ricamente, t el que , por lo que dize
S. Juan , la descubre ; sirve a Dios en
ello , i a los Cristianos, paraque se guar-
den, de no fornicar mas con ella , si no
quieren perezer, i llevur parte de su con-
denación ; i paraque salgan de en medio
della, por no participar de sus castigos,
como lo tiene mandado Dios a su pueblo.
Sal [dize Dios) pueblo mió , de enmedio
della , i apartaos della , i no toquéis ca-
sa suzia. El pueblo de Dios , estando i
tratando con ella i con sus rosas ; no
puede dejar de contaminarse i ensuziar-
se : porque (como está escriptoi H que
170
tociirc a la pe/ , será cnsiizindo con ella,
En la edad présenle , para manilestai
Dios , que ama a los Cristianos, lia d<
cubierto, mediante las guerras ya
didas , i las hipocresías ¡ traiciones qi
han entrevenido; -quien i cual es, el qu<
8 titulo suyo , los tiene captivos i líraul
zado^ , i los haze andar doscaminadosl'
errados ; paraque asi entiendan i conoz-
can , que el solo , es Dios , i él solo, Se-
ñor i Redemptor , a quien han de cono-
zer : i juntamente , huir del que los '
enagenado del , i los tiene un secreí
mente engañados. I que , visto esto ,
que lo quisieren servir, i salir de tan
duro i condenado capiivcrio ; sean de-
sengañados, i lo puedan hazer : i los que
lo rehusaren, ¡ menospreciaren tales me-
dios , como al presóme les dá ; que que-
den sin escusa delante de sujnizio, i
que se tengan por despedidos de entrac
en su Reino ; por haber querido an^f
ser siervos de las tinieblas , de las mea
tiras i de la niuerte;que hijos de " la Itri
no-
171
(le la veiduil , i ilti b vida. Asi los Reye-s
Ci'isiiunos, i los grandes Señores, como
sus vusailos i subjeLos , son todos llama-
dos a cooozer a Dios i a Cristo, ü Sí"^uir
su leí, i recebir su Evanjelio, i a servirle
como í.\ manda. Déste llamamiento , tie-
neo todos, i cada uno, su señal i su mar-
ca , que es " el suncto Baptisuio , que
recibieron ul principio. Los que respon-
dieren debidamente a su Itamauííento ; ,
estén ciertos , que recebii-án a la Gn , el
premio que tiene Dios aparejado a sus
sanctos; i que los bará , en esta i en la
otra vida, pmliuipantes' del cumplimien-
to de sus promesas : i los librará de la
condenación de la grande Kamera, i de
todos los engaños con que eu[;aña , i ha
engañado a los bombres , hasta agora : i
« En
i^dD.
qil.
;. ibl
CIOD
,
le jene
aloiRitc le
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Con
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Critln,!
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Diu.
tip«.
lo>
limbo
iu. c™
lo 00 hw-
172
con esto , inientrai vivieren , les dará su
palabra i su luz , para coaozerlos i huir-
los , tciiléndolos por tales cuales
iirg
Esto dize el Señor : Estad en los cami-
nos, Qiirad , i preguntad por las sendas
anlígjas , cual es el buen camino : i an-
dad por él, i hallareis refrijerlo para
vuestras ánimas. Jeremías, vi.
Yo soi el camino [dize Cristo) , i la
verdad , i la vida. Ninguno viene al Pa-
dre , sino por mi. S. Juan. xiiü.
SIGLO XV. — AÑO DE 1430.
Notizia de Biblia de aquel tiempo
en Códice ms. en vitela , que hoy
existe como propriedád vinculada ;
en la casa del Duque de Alba.
Siglo XV. A. de i i50.
JLn la Casa-palacio de Liria , pro-
pria de su habitadúr el actual duque
de Alba , existe hoy , como uno de
sus bienes vinculados según me ase-
gura D. Juan Ortiz de Zarate, (que
me la enseñó] -, una Biblia en Roman-
ce , en códice ms. en vitela , del si-
glo XV. — Es un vol. en fol. encua-
dernado en terciopelo rojo , i mane-
cillas de metal dorado , i metido ade-
más en una caja de caoba. Esta Bi-
blia , tiene una portada mollenta , í
de mala frase , que díze : = «Biblia
Sacra - mandada escribir en Roman-
ce y glosada - pop el Maestre de Cala-
trava D. Luis de Guzmán ; - al muy
saljiuRabíMosóAiTajól.-qiiela ron-
cluyó en la villa de Maqucda , a dos
de Junio de 1450." := Al piiucipio
de esla Biblia , se lialla pegado , i do-
blado á manera de mapa , im largo
i estrecho perf^amino , que contiene
una licencia , buleto o pnvilejio del
InquisidúrJenerúlquebabiaelañode
1624; o sease , casi doscientos años
después que se escribió esta Biblia.
Es además dicha Licencia Inquisito-
ria , carta de donación formal : pues
dellasesaca;queen 1 tí de Enero del
año de 1624 el llusLrisinio obispo D.
Andr(!S Pacheco, entonces Inquisidor
Jenerál ^ recojió o quito esta Biblia
(nu dize de dónde ni á quién} ; i se
la dio al Conde Duque de Olivares
D. Gaspar de Guzniún , paraque la
pudiese lenér , leer , poseer i guar-
th'ii' en su Librería , en alención á los
favores i gracias , que S. E. y su Pa-
dre el Conde de Olivares , siendo
embajador en Roma ; hablan hecho
al Sanio Oticio : i eii consideración
además , a haber pertenecido dicha
Biblia , a uno de los de la casa de
Gnzmán , que l'ué el que la mandó
trasladar , i pagó por ella excesivos
gastos, etc. E^ta licencia estú firma-
da por el mismo Obispo Inquisidor
Pacheco , i refrendada , por manda-
do de S. Señoría , por su Secretario
Fernando de Villegas. — De suerte,
que unos Inquisidores , o ua Inqui-
sidor , se apoderan , no se sabe cómo
ni dónde , de una Biblia : confiesan
ellos mismos : si : ellos : los Inquisido-
res españoles , que tantos centenares
de lectores, i de cjerapWíres del San-
to Libro, quemaban-,que esa Biblia,
es Tolnmen de gran precio , i don
nest mable — on o tjl , se lo re-
galan al n as mpud nte , 1 quizá al
mis poderoso al mas funesto entre
lodos los rej os val dos que ^rava-
on ca enro las lH¿as de esta
TI e T m o — c lo regalan ai
paga de los servicios i favores , qae-
ése mismo valido , i su padre , hizie-
1*00 a la Inquisición! No hay
para qué apurar cuanta sea la certeza
de la lisonja de Pacheco , en esa car-
ta al Olivares : ni , si en caso de ser
el conde-dnqne , real i efectivo des-
cendiente de la Casa de Guzmán ; se
dijo , por eso , aquello de :
•Porque si hay Guzmanes bueaos,
También hay Guzmanes malos.»
Bastará al amigo de la Biblia , pa-
ral" un poco la consideración , sobre
ese conjunto providencial de circuns-
tancias , i de aparentes anomalías ;
que salvaron de las hogueras inquisi-
toriales , un precioso Códice de la
Biblia.
El
Antigí
libros
niponc solo del
loliimen se co
o Testamento ;
, á la manera de los bebreí
1 poco mas o meóos, i
o est:í en las
biblias hebreas ; i no según el orden
I de la Vulgata. Además de la Trasla-
Hi , o Texto , hay , por todo el vo-
lamen , copiosos comentos o glosas:
i viñetas , o tíguras iluminadas , con
vivos i variados colores. Las glosas
o Gómenlos deben ser de dos clases :
(loas judaicas , o enteramente del
tradnctór Rabí Mosé Arrajél ; i otras
dictadas por el Muy Reverendo Mto.
Fray Arias de Enzinas , prior enton-
ces en el Convento de S. Francisco
de Toledo. Las viñetas son intere-
santes , por lo que respecta ; ya á las
ideas i tradiciones bíblicas , que en-
tonces teninn los judíos , de las cosas
que representan ; ya a los trajes ,
instrumentos , armas , etc. usados en
tiempo de D. Juan el 3.°, que es el de
la Traslación. Alguna que otra viñe-
ta , son bien libres i atrevidas , en
diversos conceptos : i es admirable ,
que el dibujante o rainiadór , se atre-
viesen a diseñarlas o iluminarlas. Son
p. e. bien desenvueltas las dos vine-
6
tas que represeotan ^= un parlo de
Eva: i la desnudez de Noe embriagado.
I es bien atrevida ; la que para figu-
rar la gran bestia , i la gran ramera,
de qiie hablan Ezequiél , i otros Pro-
fetas ; pone al Papa magnificameate
vestido , con sus hábitos ponlidcios
i su tiara ; i rodeado de Cardenales,
cubiertos con sus grandes capelos , o
Bombrerones , i sus espléndidas púr-
puras. Recuérdese , que por aquél
tiempo estaban los llamados Católi-
cos , escandalizando, i alborotando
el mundo , con tener , á la vez , tres
Papas tenidos por leJLtiinos cada uno,
o ilejitimos ; según los países i hom-
bres , les eran parciales o enemigos.
En España obedecían entonces , pri-
mero al Papa Pedro de Luna [Beni-
to xiii] , que murió en el Castillo de
Peñiscolü en el año de 1424 ; i lue-
go , al Papa Gil Muñoz [Clemente
\iii] , que se reputó Pontifico , hasta
el año de 1429 en que renunció , a
raegos del rey de Aragón Alfonso V.
quedándose de Cardenúl , í Obispo
de Tortosa. Probablemente el mismo
año de 1429 se eslaria ilumiDando
la precitada viñeta de la gran bestia;
pues la Biblia que la contiene, se con-
cluyó , como queda dicho , a media-
dos del año de 14-50.
Entre las cosas que preceden a la
Traducción o Texto de la Biblia , i
en la segunda hoja del volumen ,
principian las carias del Maestre i el
Rabi ; que además , de contener co-
sas de mucho intercís , para conocer
el estado literario , relijioso , i poli-
tico de España \en aquél entonces ;
nos instruyen lo bastante , acerca de
lo que dio orijen a esta Translación
delV. Testamento.
La primera Carta es del D. Luis
de Guzmán , Maestre de Calatrava ,
a! citado «Raby Mose Arragel , iimcs-
ITQ vasallo en lanra. villa de Maque-
: [son p. del Maestre]. El cual ,
después de elojíár mucho al rrabi .
pop su saber , etc. le pide , que le
haga una TraducciÓD de ia Biblia : i
alega varias razones , que tiene , pa-
ra pedírsela ; diziendole entre otras
cosas : = « Sabed que abemos cob-
< diciado una Biblia en Romance....
«et a la asi demandar , nos movió
■ dos cosas : una, quelasBibbasque
• hoy son falladas , el su Romancees
•muy corrupto.... otra....'i\. nos ,
■mas querríamos dar en acucia de
"Oir de Ríblia ,a fin de con Dios con-
ntemplár , q. ir a caza , o oir los li-
«bros ystoriales , o poetas , o jugar
■axedres , o Tablas , o sus semejan-
" tes juegos, q. nianilicsto es, q. por
'lo uno , se gana la bien andanza , et
■ la relizidat; et es esta bienandau^
«verdadera, por seerley de Dios: et
«por lo otro se desusa et apta, [apar-
ata] el üñTe de esta bienandanza
«q. nos veemos , que los rreyes et
"señores sso color de ociosidat desc-
it millos [tensa
n su acucia i
"cho es , et
apenas
Lcuerdan de
«leer en la Ley de Dios.u = etc.
€ontÍDua k carta con alguna esten-
sión , prometiendo en ella el Maes-
tre Guzmán , al judio Arrajél , re-
munerarle , o pagarle , muy bien
su trabajo ; i previniéndole , que
para liazer su Translación con mas
i'acilidad , se vaya á Tuledo , a ase-
sorarse i a consultar , sobre ella ,
con Don Vasto de Gnzmán , Arci-
diaiio de Toledo (pariente del mismo
Maestre) ; i con el famoso , muy Re-
verendo Maestro Frai Arias de Euüí-
nas ; dos amigos del Maestre , que
pareze , fueron , los que le aconseja-
ron mandase hazer la Traducción a
Arrajél , pues era su vasallo en la vi-
lla de Maqueda , propria entonces de
la Orden de Calatrava. Esta carta del
Maestre concluye asi :
«Escripia
• en el monesterio de Sant Agustín de
\0
■ Toledo , do oy es la Corle de oru.
"Señor el Rey ; Domingo cinco días
«do Abril , año del nascimiento del
■ñro- Saluadórftín. Xp5. de mili et
"(|ual°cientOB et veynte et dos años.
"Ños el Maestre."
De esta carta se inliere , que en el
siglo décimo-tercio, o , tal vez, aun
antes ; corrían ya en España , traduc-
ciones de la Biblia , en Romance , o
lengua vulgúr : puesto que dize -las
• Biblias , que hoy son faltadas , el su
'Romance esmuycorruplo.' ele. Ime
parece , que esto no puede ofrecer
duda , si se entiende soto del Viejo
Testamento. Eran muctios los judíos,
que en antiguos tiempos , i liasta d
siglo xvii. hubo en España : algunas
de sus sinagogas , como v. g. la de
Tole<lo , i otras de Castilla , eran fa-
mosísimas : se sabe el ap^o de los
judíos a su Ley relijiosa : conocido
es el poder suyo , hasta en los pala-
cios de nuestros Reyes i Grandes , a
11
' causa de ser los principales judíüs ,
los dueños de leda la riqueza det
pais en oro i piala ; i ser los mas
activos e industriosos comerciantes:
¿ no es , pues , muy natural , que por
todas esas circunstancias ; i siendo
españoles ya , por espacio de diver-
sas jeneraciones ; i (fuera de los Ka-
bies principales) , no conociendo , o
entendiendo , como propria , otra
lengua que el romance , o la vulgar ;
tradujesen en ella la Biblia ; esto es,
el Viejo Testamento? Las dos traduc-
ciones , que corren impresas . con el
nombre de Biblia de los Judias de Fe-
rrara, son, sin duda, bien antiguas,
i prueban lo dicho. Los judios que
hoy existen en el mundo , casi los
mas de ellos usan del español anti-
guo , como de lengua propria. Mu-
chos son los libros judaicos , que hay
escritos en español ; i hasta en una
especie de dialecto español qiic lian
formado , i en el cual , escriben c
13
imprimen litros , con caracterM í
bitios. Nada parece , pues , mas ve-
rosímil , que el que corriesen ya , Bi-
blias en Romance , en los siglos xüt
i xiv. aunque sin contener mas , que
la primera parte de toda la Biblia :
eslo es , el A. Testamento : i aunque
las traslaciones son obras de Israeli-
tas , como lo es ésta de Arrajél.
La carta qae subsigue, a la que se
acaba de mencionar ; es la respuesta
del R. Mosé Arrajél , al Maestre D.
L. de Guzman. La carta es bástanle
larga , i Arrajél muestra en ella una
instrucción , en diversas materias ,
nada vulgar. Parece , que de propó-
sito , se extiende el Rabí , eo hablar
al Maestre lar¡;;amente , acerca de
la caza, del estado de prosperidad i
poder , que habían gozado los judios
en la noble Castilla , i en lo demás de
España ; i de otras materias relati-
vas, por último , a la translación de
la Biblia i su ditícultiíd ; — para, de
15
csLg modo , coUonesLár la resuella
e\cusa que dá al Maesire , por nu
complacerle , y eximirse do empren-
der la Traducción. Las pi'incipules
razones , en que apoya ArrajiJI su
excusa , son tres , sí no me equivo-
co , por la lectura rápida que hize
de su carta. — 1.* Su propria insu-
ticiencia , o falta de saLér para tia-
zer la Translación. — 2.' E! ser di-
cha obra , demasiada , para un solo
hombre. — i 3.' Que si hazia la tra-
ducción , conforme a su creencia , o
apegado a los dogmas e intelijencia
de los hebreos ; desagradarla á los
cristianos ; o sea , al mismo Maes-
tre , á los clérigos , i a la jenerali-
dád de los españoles : — i si en la
traducción se inclinaba a los dogmas
cristianos , según se profesan en Es-
paña ; desagradaría á los de su pro-
pria nación , o sease , á los tiebreos.
Añade Arrajél a estas razones ; que
la traducción sobredicha ; era mas
I
propno i convenible, la encalcase ct
Maestre , n los Teólogos que se la
aconsejaban , o a otros, — Por falta
de (ionipo , no liize extracto alguno
de esta carta , que finaliza de este
modo : «Será fallado q. este vFó. di-
asideriotan glorioso debe seer de-
"mandado , por cierto , non en la
iiebrea nasción et nln déllos, menos
n en my ; mas debe seer demandado
.de muchos scientiiicos prudealissi-
iiinos dioses , [asi pareze dezir] , pop
• vías separadas, maestros , docto-
nres , en la tu misma x^tiana nas-
■ción , en lü sania Tl ieologí a : et
■ aqui fago punto Estpta. en la
■ vra. villa de Maqueda : cartorze
■días de Abril , ano de mili et qua-
ntrocientos et x\ii años : vra. hu-
nmill Svidor , Itoby Mesé , q. besa
'pies et manos vras." Á esta carta ,
se sigue otra, en contrarréplica; que
escribe el Maestre : en la que le dize
a Arrajrjl : que no admite escusas m
reíóricas -. que se dejü de miedos í
achaques judaicos: i que para ocurrir
a sus dificultades , cuidarían deglo-
sai' cienos puntos , el Prior Enziuas
i el arcediano Guzmán , con quienes
debía consultar : que , para ello, se
fuese innie<Uaiamente a Toledo, don-
de el Maestre le doria pan , i sufra-
garla a sus demás gastos : i , por úl-
timo , le amenaza asegurándole, que
si no pone , desde luego , manos a la
obra ; le perseguirá judicialmente.
Al principio de esta carta dize el
Maestre ; que Arrajél , en sus excu-
sas , faa hecho lo que todos los sa-
bios i doctos : que, cuanto mas capa-
zes son de una obra , mas se excusan
de hazerla. Pero que su carta excu-
satoria , llena de saber , demostraba
que sabia lo bastante, para hazer la
translación ; i por consiguiente , la
contrario de lo que alegaba. — A es-
ta cana del Maestre , se sigue otra
del Prióp Enzioas , a el mismo Arra-
16
jé¡ , invitándole a ir a Toledo , i des-
vaneciendo uno por uno todos sus
reparos. La carta del buen Prior, es
festiva. Se chaneca con Atraje) , so-
bre su relijioso reparo , de ope^o ala
Ley Mosaica ; pues le dize , que el
dicho apego no obsia para que tra-
duzca ; i que , aun cuando serla muy
bueno, que Arrsjtíl dejase de ser Ju-
dio , i creyese en la Trinidad -, él i
los demás judios se parezen, en esto,
a un hombre , que preguntado una
vez , ¿ porqué comia feo ? (Esto es, su-
ciamente) : — respondió , que, por-
gue asi habian comido su padre i abuc'
lo. — A creer , que soto los judios
pueden negar el dogma de la S. Tri-
nidad ; i a no concebir , que se pue-
de ser buen cristiano , sin creer en la
Trinidad ; i a sujetar la Escritura, a
las interpretaciones de Nicolás de
Lira ; es a todo lo que se acercaba
la ciencia del famoso Bevcrendo Prior
Eiiziiias. Frayles menos doctos, i aun
17
de mas limitadora ciencia dügmálica,
liemos conocido ea nueslros tiempos,
i los iiubo en el siglo xvi -El Prior En-
zinas p. e. sabia i crcia , muy bien ,
que uno de los pnntos cardinales de
discordancia , entre cristianos roma-
aistas , i judíos ; era ese de la Tri-
nidad. I en ese solo , bubiera exiji-
do la conformidad de Arrajél , tal
vez. — Pero , si al Padre Humarán;
p. e. Doctor i catedrático en la Uni-
versidad de Alcalá , en el año de
1826. le hubiera acontecido semejan-
te negocio bíblico ; qué se yo cual
bubiera sido , el Gn trájico de la Bi-
blia , el traductor , i los promovedo-
res de ello ; en cuyo número , cierta-
mente , nunca podría haberse con-
tado al muy Rev. Humarán , ni aun
a los exfrayles , clérigos i obispos es-
pañoles del dia , en su mayor parte.
— Pero no nos maravillemos de un
clérigo, frayle^o obispo de estos
tiempos , aunque nos digan que una
18
1 Biblia no está completa, sí no coiitie-
ne los Libros apócrifos, desde el lla-
mado 5.* de Esdras , hasta el 2.° de
los Macabeoa. No nos maravillemos
de esto, repito ; pues mas de maravi-
llar es, que el Cardenal D. Fr. Fran-
cisco Jiménez de Cisneros DOS diga
en la Prefación de su Poliglota Com-
plutense, -que colocó ht versión latina
Vulgata , entre el orijiml hebreo , i la
versión griega de ¡os LXX ; cmno co-
locaron a Jesús , para ervcificarU ,
entre dos ladrones." Admirable coni-
paraiaón ! Aunque no tan mala.qne
no nos revele , sin haberlo intentado
Su Eminencia , la fuerza de la ver-
dad. Asi , efectivamente , crucilicü
Cisneros su predilecta Vulgata ! —
Hay jdespues de la carta del Prior,
otra de Arrajél : el cual hubo de ce-
der , por fin ; i hazer la traducción,
que acabó en el año de 1450. Lo
t]tie quiere dezír , que hizo su traba-
o en solos siete años . o poco mas.
19
— Como DO- he visto , sino por un
rato de la mañana del 26 ésta Bi-
blia , no puedo afirmar otra cosa ;
sino que la traducción , no se pare-
ce a la impresa con el nombre de los
Judíos de Ferrara, Leí el cap. 1 .** del
Jénesis , i algún otro pedazo : i ni la
sintaxis , ni las vozes , se parecen a
las usadas en las Biblias de Ferrara.
Mas bien se asemeja , en ambas co-
sas , al estilo i vozes de las Siete Par-
tidas. El texto está en medio , cerca-
do en cada pajina de acotaciones ¡
glosas. — Al fol. xxiv en parte del
prólogo de Arrajél , se leen estas pa-
labras : «que , fasta oy , mili doblas
"he comido , desde que se comentó,
«fasta la poner en el estado que vee-
«des.» etc. Si estas Doblas , eran las
llamadas de la Banda ; habria gasta-
do Arrajél , pasados de sesenta mil
rs.vn. de nuestra moneda , que aten-
dido el precio que entonces tenían
las cosas, representaban las mil do-
Illas , «nos Irficientos mil rs. ! enor-
me siimu,conKÍ(Im'ndos aquellos tiem-
pos ; i que boy un Grnnde de este
Itcyno , no empicaría seguramente
cu costear obra semejante. 1 dizen
que el acinál Duque de Alba , posee-
dor de esta Biblia, gasta mas anual-
mente , en la manutención de sus lu-
josas caballerizas ! Dizen que gagu
veinte mil duros. — No sé si exaje-
ran : pero dichas (caballerizas están,
sin duda , con el mayor lujo : tiene
en ellas , como treinta caballos ; mo-
chos mozos que los cuidan ; adornos
de maderas ; lámparas elegantes ;
bronzes muy limpios ; pieza de guar-
darnos ; pieza de enfermeria , o al-
beiteria ; i otras cosas , que son de
mucho costo. Vi también el muy lu-
joso cuarto o despacho de Su Exce-
lencia , donde tiene armaduras anli-
ifuas , muebles de costo , cuadros i
pinturas , i espejos , i otras cosas ,
qno aumentan la esplendidez de a-
21
quellas alfombradas salas ; pero no
vi una Biblia en su mesa : i del Có-
dice de Arrajél , no baze seguramen-
te el actual duque de Alba el apre-
cio, que dezia el Maestre de Galatra-
va D. Luis de Guzmán, hazer de ella.
Este Maestre , según reBeren Rades
i Andrada , i otros ; debió ser hom-
bre un tanto particular , ú orijínál
en sus hechos. Fué guerreador , i
matador de moros : fué grande ami-
go de D, Alvaro de Luna , i el año
de 1434 , e. e. cuatro años después
que Arrajél concluyó su obra ; dio al
condestable D. Alvaro , la villa de
Maqueda i aldea de San Silvestre ,
que eran de la Orden de Calatrava.
Es verdad , que en cambio , le sacó
al rey D. Juan , la villa de Arjona i
su tierra ; Jimena y Recena en Anda-
luzia ; i la Escribanía mavór de Giu-
dad Real : i ya , en el año citado de
1430 , le había sacado al Rey , la
ciudad de Andujar por juro de here-
22 _^^^
diid ; ¡nLilulúiiilose, desdo cnlODbes,
Mmstre de Calatrava , y Señor de An-
dujoT. También fué muy amigo del
inoro Yu<;ar Al)en-al-mau , i le ayu-
<li^ coRlra el Hey de Granada , que
llamaban , el Izquierdo, l'umbién al-
caiiKÓ una Bula del Papa , para ca-
sai'üc : i se casó . i tuvo muchos hi-
jos. r.n suma , este Maestre , que
murió muy viejo el año de 1443 ;
aunque mandó al Rabí Hosé Arrajcl,
le tradujese la Biblia de que aqai se
dá noticia ; o no leyó mucho en ella,
con meditación, i deseo de seguir las
Divina» inspiraciones , que están cob-
slgnadas en este libro del lUma , o
solo leyó , o se hizo leer, si ignoraba
el ali'abeto , a manera de los antiguos
caballeros nuestros , que según des-
cribe , con verdad , el injeniosisi-
mo Cervantes , leian algún rato , de
los que estaban ociosos , que eraii tos
mm (klaiio. Este buen Maestre mató
hombres ; anduvo guerreando hasta
el mismo año en que murió , contia
todo jéiiero dejeutes ; destrozó pue-
blos i comarcas ; robó cuanto topa-
ba , i que podía robar ; i bizo otras
fechorías: — pero no gustándole ju-
gar a las Tablas , ni al Ajedrez ;
mandó trabajar la traducción de la
Biblia al H. Arrajcl : i cuando salía
a matar jente , nunca se olvidaba de
mandar bendecir el pendón de su
Lueste , en la Iglesia de Vorcuna , o
en otra : — de forma , que pasó en
aquellos benditos tiempos por un
muy bueno i cristiano caballero ; i
en estos nuestros tiempos , como si-
ga España al paso que va , na seria
extraño , que se gastase dinero para
comprar su canonización en Roma ;
i le llamaríamos entonces Don San
Luis de Guzmán.
En cuanto á este Códice de la Bi-
blia , que mandó liazér el dicho
Maestre ; que lu^o quitó , no sabe-
mos a quien , el Inquisidor Pacb^
co ; que regaló después , el mismo
Inquisidor , al valido de Felipe IV
Conde-Duque de Olivares ; i que aho-
vs posee el actual Duque de Alba ;
nada se que pueda añadir a las no-
ticias que aqtii do¡ , por haberle vis-
to. I'iics ni Kodriguez de Castro , en
su Biblioteca , ni otro , que yo sepa;
linblan , ni de esta traducción de la
Biblia , ni del Rabí Mose Arrajél.
No todas las viñetas de este pre-
cioso Códice ; están coloridas, o ilu-
minadas. Alguna que otra , hay solo
trazada , o perfilada. Las letras ca-
pitales , al comienzo de cada capitu-
lo , son floreadas , i sobrepuestas de
oro , a manera del Códice aurto de
los Evanjelios, quehayen el Escorial.
La importancia de este volumen ,
<{neda tan' demostrada , con solo ésta
lijen noticia ; que seria por demás
el ponderarla. Ño son tantas las o-
bras , que nos quedan del tiempo de
D. Juan el 11 ; que pueda atribuirse
25
a ranatismo bíblico , o a idolatri:i
por la Biblia , si en eso cabe idola-
tría , — el dezir : qne si esia Traduc-
ción , se acerca en algo á la dignidad
i nobleza , i no se aparta , adrede ,
de la tidelidád , con que deben tras-
ladarse los Libros Santos ; en ese
caso , esla obra , debe ser conside-
rada , como la primera de aquellos
tiempos. No se defraude , enhora-
buena , al Ennio Español , al poeta
J. de Mena , del nombre que niere-
ze : pero ni su sobrada afectación .
ui su misma cualidad de poeta de
Corle ; permiten tener la importan-
cia a sus versos ; que se prestan ,
i cobran las vozes de un lenguaje ,
desde el punto que trasladan a él ,
la sentenciosa fuerza de las verdades
inspiradas de la Escritura. La len-
gua española , se habría ya lijado
mas , i como santificado ; si tuviése-
mos la dicha , de poseer en Español,
una traducción buena i iiel , de las
2(S
Siinlas KscHluras , que aciisolaila
por el trascurso del tiempo , ¡ cspai-
cida , i estabiecida por cilicioDes iti-
iiumerables ; fuese en el día , no solo
nnesti'o Testo de Lengua ; sino tam-
biiín , el primer Código , la princi-
pal noi'ma i regla de nuestra vida
pública i domestica. Ni toda la fuer-
za poderosa del jenio de un MictEL
DE Cervantes ; ni toda la atraedora
dulzura de un Garcilaso ; ni toda la
fecundidad portentosa de un Lope
de Vega ; wi todas las románticas
fantasías de un Calderón ; pueden
inmortalizar, o siquiera prolongar la
vida, o duración natural , de una len-
gua. =Perecen las Leiiiíuas, porque:
mortalia facta pcríbunt.»
y obras son de los hombres , las de-
rivaciones i corrupciones de las to-
zos del primitivo , primero , 1 no in-
ventado lenguaje (cualquiera que él
haya sido) ; i como obras iinmanas
perecerán , i se sucederán unas len-
guas a oLras , modilicándose , i tor-
rompicndose , i como maiándose
unas a otras ; si bien el liabla fin-
mana , i los humanos , acenUiaüos
sonidos; no perecerán .ciertamente,
sino con el jénero humano. —
Pero si todo esto es verdad : i al
propi'io tiempo , no puedo yo alirmúr
lu Itiljlia conservará hasta el ílü
Y de los siglos , aquellos idiomas en
los cuales se traduzca; — con todo;
Id que a mi entendimiento i observa-
ción se presenta , como cosa , fuera
de toda duda, es :=Que la Biblia ,
es el único medio capaz de establecer,
por largo tiempo , la duración , i ,
en cierto modo . la perpetuidad de
una Lengua. — A la liiblia : ¡ solo a
habernos conservado lu Biblia, debe
su vida i duración , el semítico dia-
lecto, llamado Z^n<7uaMn»]. N¡ me-
moria , quizá , habria hoy de esta
Lengua , si no la hubiera santi/icado,
el conservarse cd ella , las verdades
2S
¡ris|>¡i-:nlas del AiiIíí;uo Ti « lamo lito .
Sin la Kibliu , solo exisLirin hoy ol
li^'lireo , como lo sucede ii su liermii-
110 el lenguují' Fenicio ; i'.iiandü mas,
OQ los luezquiQOS i desunidos frag-
menlos de alguna exólica inscrip-
ción , desenterrada por algún docto,
i^ue a Tuerza de vijilias i conjeturas
injeniosas , lograse darles cuerpo , í
un soplo de vida. — Lo mismo pue-
de decirse del dialecto griego , que
se hablaba en tiempo de los Evanje-
lisias i Apóstoles , en varios puntos
del Asia. Sin d Testamento Nuevo ,
que lo santificó , liabria ya despare-
cido , tal TÓz , aun de la memoria
de los hombres.
En vista de esto ; ¿ no hay razón
para creer , que la Biblia , o sease,
fas buenas i fieles Translaciones de la
Santa Escritura ; son el único pres^-
vaiivo de la propriedád i belleza de
una Lengua ? ¿ No se conservaría hoy
la lengua Castellana , qne tan bella
2í)
üpareco en nuestros cHebrados es-
critores clásicos ; i ([ue ya va desa-
pareciendo de las bocas i libros de
los españoles moderiios ; si ta hnbie-
sen saitíi^cado , nuestros mayores , i
como embalsamádola , i cubierto de
amianto.coD una buena i fiel Traduc-
ción de la Biblia ? Con esa traduc-
ción , puesta , por medio de la im-
prenta , en cada casa de esta infeliz
España ; no solo creo yo , qne se
conservara , abora , en toda su fuer-
za , sobria gravedad , y vigorosa
hermosura , la lengua de los Grana-
das i Cervantes ; — sino que tam-
biiín nuestra Nación descollaria , en-
tre las mejores , sin verse mísera-
mente debilitada , i llagada , i aun
casi herida de muerte , por las hor-
rendas artes de la esclavitud , el fa-
natismo , la incredulidad , i la in-
tolerante superstición.
Asi , pues , yo doy suma impor-
tancia , (sin que nadie pueda extra-
ñnrla , ai ¡iLirJuU- ii In dicho), a esta
rt'.iiliK'rión de Arrajél , i a cnaatu
puctle ser relativo ¡i la hüttoria de ta
llililia en España.
Madrid 20. S.'iii.delario del847.
N. II. — Cuatro meses después
de haber escrito la Notizia antece-
dente ; supe , que en una obra del
Sr. Cauónigo ViUauueva , sobre los
Libros Santos ; se habla de la obra
de Arrajél , i de este mismo Códi-
ce, 'fodavia : apesúr de que un va-
rón tan docto habrá escrito como
nunca podría yo hazerlo , sobre la
materia ; su misma erudita obra , i
el ver en esa mi NotÍKia , alguna cir-
ciinstancia , de hecho , que no men-
ciona el docto eclesiástico , me mue-
ven a darla a la prensa , sin retocar-
la , ni añadirla.