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MIMAS
HUMANAS Y DIVINAS
DEL LICENCIADO
TOMÉ DE JSURGUll-LOS./. v/
VOK DON RAMÓN FERNANDEZ.
TOMO XI.
MDCCXaL
EN MADRID EN LA IMPRENTA REAL.
SjiocTi 5D^..H
<1>
PRÓLOGO.
áTara hacer ver á los que no creen,
que el Licenciado Tomé de Burguillos;
fué hombre real y no fingido, y que
sus obras no son de Frey Lope Félix
de Vega Carpió i se ha trabajado una
disertación, en que se demuestra con
bastante evidencia la vida de este autor
y el mérito de sus obras. Como mu-
chos de los aplicados á este bello
ramo de literatura- no gustan de Pro--
logos , y ser el que está trabajado pa-
ra esta obra demasiado voluminoso, he
creido complacer á todos , dándole solo
con el retrato del autor: (lo mismo se
hará con todos los que entren en esta
Colección) pero oo me parece ageno
a2
(a)
de este lugar insertar lo que dice Lope
de Vega en la advertencia que hace
al Lector quando imprimió estas obras.
Dice >> Quando se fué á Italia el Licen-
ciado Tomé de Burguillos , le rogué
é importuné que me dexase alguna co-
sa de las muchas que habia escrito en
este género de Poesía faceciosa , y solo
pude persuadirle á que me diese la
Gatomachía , Poema verdaderamente
de aquel estilo singular y notable , co-
mo vuesamerced lo podrá experimen-
tar leyéndole. Animado con esto inqui-
rí , y busqué entre los amigos algunas
Rimas á diferentes sugetos: de suerte
que se pudiese hacer , aunque pequeño,
este libro que sale á luz como si fue-
ra expósito, por donde conocerá el
Lector qual es el ingenio, humor y
condición de su dueño, y en muchas
partes los realces de sus estudios en-^
^3>
tre las sombras de los dónayres, a la
traza que el Bosco encubría con iigU'-*
ras ridiculas é imperfectas las mora*
lidades filosóficas de sus celebradas
pinturas, y sabrá también que no es
persona supuesta, como muchos presu-*
men, pues tantos aquí le conocieron y
trataron, particularmente en los pre-«
míos délas Justas, aunque él se reca*
taba de que le viesen, mas por el des-
lucimiento de su vestido, que por los
defectos de su persona ; y asimismo en
Salamanca donde yo le conocí, y tuve
por condiscípulo, siéndolo entrambos
del Doctor Pichardo, el año que llevó
la Cátedra el Doctor Vera. Fué gene-
ral en las Humanas, y no particular
en alguna ciencia , á cuyas noticias le
ayudaron las lenguas comunes , que
fuera de la Griega sabia, y que nun-
ca quiso estudiar , porque, decía que
<4)
liacia mas soberbios que doctos á mti<«
chos que apenas pasaban de sus prin-
cipios. Parecía Filosofo antiguo en el
desprecio de las cosas que el mundo
estima: humilde y de buena intención;
tanto, que preguntándole yo un dia^
que en que lugar le parecía que esta-
ba su ingenio con los que en España
habian escrito y escribían , me respon-
dió: haced una lista de todos, y po-
nedme el ultimo. Exemplo grande para
tantos que se prometen el primero, des-
peñados de una lengua bárbara á la
eterna escuridad de sus escritos , como
algunos , que faltándoles opinión para sí,
piensan que la pueden dar á los otros, y
olvidados de la verdad , hacen Príncipes
de mentira. Desfavoreció á nuestro To-
mé de Burguillos la fortuna , quanto él
se burlaba della , tolerando con pruden-
cia sus trabajos, y las plumas y lenguas
(s)
de sus enemigos 5 que en muchas oca-
siones engañaron los oidos de los ¥nñ^
cipes con testimonios para que no le
estimasen, y aunque era naturalmente
triste, nadie le comunicó que no le ha-
llase alegre: su físionomia dirá ese re-^
trato, que se copió de un lienzo en que
le trasladó al vivo el Catalán Ribalta^
Pintor famoso, entre Españoles, de la
primera clase. Quanto á la señora Jua^
na, sugeto de la mayor parte destos Epi-
gramas, he sospechado que debia dé^sei:
mas alta de lo que á qui parece , porque
como otros Poetas hacen á sus dama¿
Pastoras, él la hizo Lavandera, ó fue-^
se por encubrirse , ó porque quiso cóú
estas burlas olvidarse de mayores cui-^
dados. Y quando sea verdad que fué
el xabon y la esportilla su exercicio,
Xerxes amó un árbol, y aquel mance-
bo Ateniense la estatua publica : fuera
(6)
de que el alma no se halla entre la te-
la y el oro, sino en la simple lealtad,
que ni hace tiros, ni causa zelos. m
empeña mayorazgos , y siendo tan cier-
to en el fin de todo amor el arrepen^
timiento , menos tendrá que sentir el que
perdió ménps. No doy disculpa de sa-
car estas Rimas á luz, porque fui man-
dado, y porque no era justo que no las
gozasen los que saben agradecer los es-
tudios ágenos, y hallar con entendimien-
to entre la corteza Aristofánica la ver-
dad Platónica. Si el estilo es mas cas-
tellano que culto, perdonen los que lo
son , porque este Poeta decia : que como
duran poco las novedades , andando el
tiempo caerian los liombres en la ver-
dad, y se volverla á usar la propia
lengua.^'
< dMC< OMO OMC' Oxfr 0»<» ' 1>cC < > X0 > |) < » » « i
RIMAS
•DR TOME DE BURGUILLOS.
Desconfianza de sus versos*
JL^es» que en sonoro verso y dulce rima
Hacéis conceto de escuchar Poeta
Versificante en forma de estafeta.
Que á toda dirección número imprima:
Oíd de un caos la materia prima.
No culta como cifras de receta.
Que en lengua pura , fácil , Iknpia y neta *
Yo invento , amor escribe , el tiempo lima,
^ Estas en fin reliquias de la llama
Dulce, que me abrasó, si de provecho
No fueren á la venta, ni á la fiwua;
Sek mi dicha tal, que á su despecho
Me trayga en el cartón quien me desama,
Que basta por lautel su hermoso pecho.
Fropom lo qm ha de cancar en fe de los méritos
del sugetc.
Celebró de Amarilis ia hermosura
Virgilio en su Bucólica divina,
Propercio de su Cintia , y de Corína
Ovidio en oro^ en roda, en nieve pura:
Tom. XL A
a RIMAS
Catulo de su Lesbia la eseultnra
A la inmortalidad pórfido inclina,
Petrarca por el mundo peregrina
Constituyó de Laura la figura*
Yo pues amor me manda que presuma
De la humilde prisión de tus cabellos
Poeta montañés 4 con ruda pluma;
Juana t celebraré tus ojos bellos^
Que vale mas de tu xabon la espuma,
Que todas ellas, y que todos ellos.
Dedicatoria de íü Lyra^ con que piensa celebrar
su belleza^
A tí la Lyra, á tí de Delfb y Délo,
Juana, la voz, los versos y la fama.
Que mientras mas tu yelo me desama.
Mas arde amor en su inmortal desvelo:
Crióme ardiente salamandra el cielo
Como sirena á ti , menos la escama.
Para ser mariposa no eres llama.
Fuerza será mariposar en yeló.
Mi amor es fuego elementar segundo.
De Scitia tu desden los yelos bebe.
Tal imposible á mi esperanza funde.
Pues á decir que fuéramos se atreve
(Quando no los hubiera en todo el mundo)
Yo amor, Juana desden, su pecho nieve.
BB BURGUIUOS. g
Disculpa la humildad del estilo con la diversión
de alguna pena.
Versos de almíbar, y de miel rosada
Amor me pide^ siempre que me topa,
Y dame acíbar en la dulce copa
De un partido ckvel, gloria penada.
Yo catfiaré con lyra destemplada,
O sirena bellísima de Europa,
Tu enfaldo ¡lustre, tu xabon , tu ropa.
Del patrio rio en su cristal bañada.
Quien itb me entiende, como yo me entiendo,
Sepa, dexando lo Aristarco aparte,
Que deí fkrofano vulgo me defiendo:
Bien fuera justo del Flamenco ílarte
Cantar las iras, pero yo pretendo
Templar tristezas, despreciando el arte.
Cuenta el Poeta la estimación que se hace en este
tiempo de los Laureles Poéticos.
Llevóme Febo á su Parnaso un dia«
y vi por el cristal de unos canceles
A Homero y á VirgUio con doseles
'Leyendo filosófica Poesía.
Vi luego la ímporttí^na Infantería
De Poetas fantástícosTioveles,
Pidiendo por principios, mas latireleSi
Que anima Dafnes ^ y jq\xe Apolo cria# ^
Ai»
4 RTMA^
Pedile yo también por estudiante,
Y Jíxome un Bedel : Burgaillos^, queda^
Que no sois digno de Laurel triunfante:
¿Por que? le dixe. Y respondió sin míedo^
Porque los lleva todos un tratante
Para hacer escabeches en Laredo.
Pésale de ser Poeta , y se le debe creer , habla C97i
el Parnaso.
Excelso tt)ónte, cuya verde cíimbre
Pisó dificilpoca planta humana, '
Aunque fuera mejor que fuera Uanat
Para subir con menos pesadumbre;
Tú que del sol á la celeste lumbre
Derrites loco la guedexa cana,
Y por la yerba de color de rana ' -
Deslizas tu risueña mansedumbre:
A tu fuente conducen mi persoifa
Poeta en pelo, mientras tengo siliaí.
Vanos deseos de inmortal cjprona;
Que para Don Quixote de Castillf * \
Desdichas me truxeron á Helicona
Pudiéndome quedar en la Membrilla,
No se atreve a pintar su dama muy hermoi^ por
no mentir^ que u mucho para Poeta.
Bien puedo yo pin^ una hermosura^
Ir de otras cinco t^txBX&i^ 4 J^eua^
. DE SUROUlLtOS. I
Pues á Filis también , siendo morena,
Ángel, Lope llamó, de nieve pura:
Bien puedo yo fingir una escultura.
Que disculpe mi amor, y nen dulce vena '
Convertir á Filene en Filomena
Brillando claros en la sombra escura.
Mas puede ser, que algún letor extrafte
Estas Musas de amor hiperboléas,
Y viéndola después se desengañe :
Pue^ si ha de hallar algunas partes feas,
Juana, no quiera Dios, que á nadie engañe;
Basta que para mi tan linda seas*
Alude í la saeta ie Filipo^ padre de Alexandro^ que
le saca de los ojos Christobolo excelente Médico.
Púsose amor en la nariz el dedo
Jurando por la vida de Accidalia,
Castigar mi rigor, aunque á Tesalia
Fuese por yerbas para algún enredo:
Y Juana por la puente de Toledo
Mas en holanda, que en tabi de Italia
Pasó con quatro puntos de sandalia.
Máteme amor, si medio punto excedo.
Del pie á mis ojos, de su pie despojos
Tal flecha áe oro entonces enerbola
Como la que á Filipo daba en ojos :
Pero halló el Macedón Farmacopola^
Yo qo , que con la flecha por los ojos
Remedio empero de la muarte Qola,
5 RIMAS
Dice el mes en que se enamoro,
Eraise el mes de mas hermosos días,
y por quien mas los campos entretíenent
Señora^ quando os vi, para que penen
Tantas necias de amor filaterías :
Imposibles esperan mis porfías.
Que como los favores se detienen.
Vos triunfareis cruel, pues áservíeneti
Las glorías vuestras, y las penas mías.
No salió malo este versillo octavo^
Ninguna de las Musas se alborote
Si antes del fin el sonetazo alabo* '
Ya saco la sentencia del cogote,
Pero si como pienso, no le acabo,
Echaréle desjpues un estrambote»
Describe un monte ^ sin que^ ñipara que.
Caen de un monte á un valle entre pizarras
Guarnecidas de frágiles elechos
A su margen carámbanos deshechos.
Que cercan olmos y silvestres parras :
Nadan en su cristal Ninfas bizarras
Compitiendo con él candidos pechos,
Dulces naves de amor, en mas estrechos
Que las que salen de Españolas barras»
Tiene este monte por vasallo á un prado.
Que para tantas flores le importuna
DB BURGUILLOS.
Sangre las venas de su pecho helado*
Y en este monte y líquida laguna,
Para decir verdad como hombre honrado.
Jamas me sucedió cosa ninguna*
Türbaie el Poeta de verse favorecido*
Dormido Manzanares discurría
En blanda cama de menuda arena^
Coronado de juncia y de verbena.
Que entre las verdes alamedas cría:
Quando la bella pastorcilla mia.
Tan sirena de amor, como serena.
Sentada y sola en la ribera amena.
Tanto quanto lavaba, nieve hacia»
Pedíle yo que el cuello me l^ase,
Y ella sacando el rostro del cabello.
Me dixo, que uno de otro me quitase:
Pero turbado de su rostro bello
Al pedirme que el cuello le arrojase.
Asi del alma por asir del cuello*
Satisfacciones de zelos.
Si entré, si vi, si hablé, señora mia.
Ni tuve pensamiento de mudarme,
Máteme un necio á puro visitarme,
Y escuche malos versos todo un dia :
Qqando de hacerlos tenga fantasía
Dispuesto el genio, para no faltarme,
8 RTMA«
Cerca dé donde suelo retirarme
Un menestril se enseñe á chirimía.
Cerquen los ojos que os están mirando
Legiones de Poéticos mochuelos.
De aquellos que murmuran imitando.
¡Oh si os mudasen de rigor los cielos!
Porque no puede ser (ó fué burlando)
Que quien no tiene amor, pidiese zelo5#
lo que hiciera París ^ si viera a Juana.
Como si fuera candida escultura
En lustroso marfil del Bonarrota
A París pide Venus en pelota
La debida manzana á su hermosura:
En perspectiva Palas su figura
Muestra por mas honesta, mas remota
Juno sus altos méritos acota
En parte de la selva mas escura.
Pero el pastor á Venus la manzana
De oro le rinde mas galán, que honesto»
Aunque saliera su esperanza vana.
Pues quaita Diosa en el discorde puesto
No solo á tí te diera, hermosa Juana,
Una manzana, pero todo un cesto,
Jla ira con que una noche le cerró lapuerta.
Qué estrella saturnal, tirana hermosa»
Se opuso en vez de Venus á la Luna,
DR BtmCTTItLOJ?* 9
jQue me respondes grave é importuna
Siendo con todos fácil y amorosa?
Cerrásteme la puerta rigurosa
Donde me viste sin piedad alguna.
Hasta que á Febo en su dorada cuna
Llamó la aurora en la primera rosa.
¿Qué fuerza imaginó tu desatino»
Aunque ftieras de vidrio de Venecia
Tan fácil delicado y cristalino?
O me tienes por loco , ó eres necia^
Que ñi soberbio soy para Tarquino,^
Ni tu Romana para ser Lucrecia.
A un pe^ne que no sabia el Poeta si era de box ,
ú de marfih
Sulca del mar de amor las rubias ondas
Barco de Barcelona, y por los/ bellos
Lazos navega altivo aunque por ellos
Tal vez te muestres, y tal vez te escondas*
Ya no flechas amor, doradas ondas
Tcxe de sus espléndidos cabellos.
Tú jcon los dientes no le quites dellos.
Para que á tanta dicha correspondas.
Desenvuelve los rizos con decoro
Los '.paralelos de mi sol desata.
Box, ó colmillo de elefante Moro,
Y en tanto que esparcidos los dilata.
Forma por la madexa sendas de oro
Antes que el tiempo los convierta en plata#
;lO ItlMAS
Quéjase áeípoeo respeto que Juana tiene í sus letras^
en que se ve la necedad de los que amatu
AquLde amor, que mata la dureza
De Juana, sin respeto de su grado,
Al mas impertinente Licenciado,
Que en svls leyes formó naturaleza :
Lo de menos valor es la corteza
En quantas cosas vemos que ha criado,
Y á ti al contrario el corazón te ha dado
De dura piedra en exterior belleza.
Pues no pueden mis quejas ablandarte
Bien merecieras, Juana rigurosa.
Suceder en el marmol de Anaxarte:
¿Pero en qué piedra, para ser mi losa/
Pudiera el dulce Ovidio transformarte ^
Si ya eres jaspe de azucena y rosa?
Pregonase el Poeta porque no se halla en si
mismo.
Quien supiere, señores^ de un pasante,
Que de Juana á esta parte anda perdido»
Duro de cama, y roto de vestido,
Que en lo demás es blando como un guante :
De cejas mal poblado , y de elefante
De teta la nariz , de ojos dormido.
Despojado de boca , y mal ceñido,
Keron de si , de su fortuna atlante*
DH BüHGXTfLLOS. IS
La que del 'dicho Bartulo supiere
Por las sefias extrínsecas que digo.
Vuélvale al dueño y el hallazgo espere.
¿Mas que sirven las señas que prosigo^
Si no le quiere el dueño, ni él se quiere?
Tan bien está con él, tan mal consigo,
Trometieron favorectrle para quando tuviese jise.
4
Sefiora mia, vos habéis querido
A cautela de amor entretenerme.
De suerte que ya estoy para perderme
Al mayor imposible redu<!ido:
Para el tiempo que cobre mi sentido
Piadosa, prometéis favorecerme.
Si fuístes Vos quien pudo erloquecerme,
¿Dónde hallaré lo que he por vos perdido?
Vos sois la culpa, vos la causadora
Deste deliquio y amordso exceso,
Tanto vuestra hermosura me enamora:
Pero si está mi seso, y mi suceso^
Bn el que me quitáis, dulce señora,
Dexad de ser hermosa, y tendré seso.
Dice como se engendra 4imór\ hablando como
Füdsofo.
Espíritus sanguíneos vaporoso^
Soben del corazón á la cabeza,
Y saliendo á Ids ojos su pureza
í^ ^ RrMAJ
Pasan á los que miran amorbsof*
El corazón opuesto los fogosoí
Sayos .sintiendo en la §utíl belleza^
Conrio de agena son naturaleza.
Inquiétase en ardores congoxosos.
Esos puros espíritus que envía
Tu corazón al mió por extrafíost
Me inquietan como cosa que no es mía.
¡Mira Juana qué amor, mira^qsjjé engaños!
Pues hablo en natural filosofía
A quien me escucha xabonando pafios.
MnvUia á m sastre ^^ que tomaba la medida dt
un vestido a una dama. *
Mas eres sol que sastre ( ¡ estrarflcr caso ! )
Jayme, pues solo el sol, dicen, que ha sido
Quien á la Aurora le cortó vestido
Con randas de oro en turquesado raso:
Tu le mides el pecho aunque^e paso^
Y yo en mis versos mis desdichas mido
Cortando galas en papel perdido
A manera de sastre del Parnaso.
Este.^oneto,J^yme, cosa es clara^
Que si dixese afuí lastre ó arrastre.
El consonante dice pn lo que para ;
Mas si envidiar un sastre no es desastrtf -
Quando te acerques á su hermosa cara
Sé tu el Poeta, y dexame ser sastre.
DB BURGUILLOS. t^
Por las señas ie este Soneto tmsta que se hiza
por Navidad.
Juana , para sufrir tu annado brfo.
Ya no hay defensa en Bartulo ni en Baldo :
Juana ¿qué olla te vertí? ¿qué caldo?
Que tratas como á perro el amor mió:
Juana, si tus «stampas sigo al rio
Cargas de piedras el Jionesto enfaldo;
Juana, antenoche te pedí aguinaldo,
T me llamaste Licenciado frío*
Cruel naturaleza en nie?e pvra
La fábrica exterior del cuerpo informa
Alma tan criminal, áspera y dura. '
¡ Qué m^hü cuerpo al alma se confiDrm^
Pues fué de tan hermosa arquitectural
La materia cristal, bronce la forma.
-rf las fugas de Juana en viendo al Poeta ^ con U
Fábula de Daphne*
Cow) suele correr desnudo Atleta
Sn la. arena marcial al palio opuesto
Con la imaginación tocaudo el'^esto,
Tal sigue á Daphne el fúlgido planeta:
Quítesele al cotuthola soleta^
Y viéndose alcanzar, turbó el incesto,
Vualto en laurel su hermoso cuetpo honesta*
Corona al Capitán , premio al Poeta.
14 RIMAS
Si corres como Daphne, y mié fortunas
Corren también á su esperanza vana . - 1
En seguirte anhelantes y Importunas :
¿Quando serás laurel, dulce tirana.
Que no te quiero yo para aceytunas ,
Sino- para mi frente, hermosa Juana?
A Don Hctñ^ de Faldis i Caballero de la Orden Í$
S. Efiuban de Florencia^ exceknteJuris^'.
consulto»
Digna siempre será tu docta frente»
Alciato Español, del verde engaste.
Venciste para mi, Don Juan , triunfaste,
y mi fortuna lo contrario intente.
¡Qué claro, qué erudito, qué eloqüenté
Al Senado Católico informaste ! . ;
En cuya heroyca magestad mostraste ^ i
Tus letras y eloqüencia ilustremente.
i Premio tendrás, que hables, ó ^ue escribas.
Del Senado Seal, quando ásus puertas
El parabién de. vencedor recibas:
Las leyes vivas siempre fueron cierta^t /
¿Mas qué importan, Don Juan, las leyes vivas
En pleyto donde están las dichas muertas ?
A ta molestia de los pteytos.
! Pleyto^ ^ á vuestros dioses procesales
Confieso humilde la ignorancia mia,
DE BVRGUILL09. 1 5
Quando será de vuestro fin el día.
Que sois como las almas inmortales:
Hasta lo judicial perjudiciales.
Hacéis de la ^esperanza notomia.
Que no vale razón contra porfia
Donde sufre la ley trampas legales.
¡ O monte de papel y de invenciones I
Si pluma te hace y pluma te atropella^
¿Qué importan Dinos, Baldos y Jasones?
O justicia, ó verílad, 6 virgen bella,
¿Cómo entre tantas manos y opiniones,
Puedes llegar al tálamo doncella?
A un avarienta rico,
Aqiii con gran placer de su heredero
Un avariento miserable yace,
Requiescat in bello , que no in pace.
Pues no supo gozar de su dinero :
Nunca pensó llegar al fin postrero,
Punto fatal del que á la vida nace.
Mas ya las esperanzas satisface.
Que en largos años le negó primero.
O juventud lozana, desperdicia
La plata 4 el oro con la arena iguala,
Y en sus doblones pálidos te envicia.
Lascivo con tus damas te regala.
Véngate liberal de su avaricia,
Y mas que él lo guardó, consume y tala*
l6 RIMAS
A un paüUo que tenia una dama en la boca.
En un arco de perlas una flecha
Puso el amor con un coral por mira,
(Si es que en los arcos por coral se mira)
Vista qtie fué de dos corales hecha :
Ninguna de morir me dio sospecha
Como esta de su boca dulce vira,
Entre quantas de plumas como tira.
Que se me vino al corazón derecha»
Viendo que el hurto á tantos objigara.
Con lanza en ristre amor os ha guardado,
Juana, las perlas, porque nadie osara:
Yo las codicio y veo el arco armado,
¿Mas qué dicJia mayor si yo quedara.
Flechas de amor, á vuestro palo atado?
Quedóle mas que decir ^ y prosigue en l¿t misma
materia.
Si palos dais con ese palo hermoso.
Ya no es afrenta dar de palos, Juana,
La ley del duelo bárbara ihhumana
Ya es gloria militar, ya es acto hernioso:
Aquel toro de Europa fabuloso.
Volviera tal garlocha en forma humana :
Si tal fuera el venablo de Diana,
¿Quién fuera entonces jabalí cerdoso?
Yo te ofrezco oraciones desde luego
DE BURGOTLLOS. I^
Si me das por Poeta entre los malos
Con ese palo, amor, palo de ciego.
En Tesalia los tuvo por regalos
El asno de oro que compuso el Griego,
Tu bestia soy, amor, dame de palos.
Cortando la pluma ^ hablan los ios* ■
Pluma, las Musas de mi genio autoras
V)|rsos me piden hoy , alto á escribillos-
Yo solo escribiré, señor Burguillos,
Estas que me dictó rimas sonoras^
¿A Gongora me acota á tales horas?
Arrojaré tixer as y cuchillos-
Pues en queriendo hacer versos sencillos,
Arrímese dos Musas cantimploras-
Dexemos la campaña, el monte, el valle^
Y alabemos señores- No le entiendo-
Morir quiere de hambre, escriba y calle-
A ttii ganso me vuelvo en prosiguiendo,
Que es desdicha después de no premialle.
Nacer volando, y acabar mintiendo.
Juicio astronómico del dia*
Tan vergonzosa Venus, tan mirlada
Iris salió del sol ^ que parecía, - . ^
Que zelosa de Daphne daba al dia
Escrúpulos de luz anticipada:
Ni agua ardiente Francés desentonada
Tom. XL B
l8 RIMAS
Vocal crepusculaba chirimía.
Ni despertaba el Alva á la poesía.
Ni el páxaro marcial su prenda amada.
Tan ronco un Buhó del gaznate arranca
La artería en voz con tal agüero en ella.
Que le quisiera dar con una tranca.
Dulce reynaba la amorosa estrella.
Yo finalmente amanecí sin blanca.
Debió de ser que me acosté sin ella.
Hipérbole á tos píes de su dama^ que este Poeta
debió de nacer en Sábado.
Juanilla, por tus píes andan perdidos
Mas Poetas qué bancos, aunque hay tantos.
Que tus paños lavando entre unos cantos
Escurecíó su nieve á los tendidos :
Virgilio no los tiene tan medidos.
Las Musas hacen con la envidia espantos.
Que no hay picos de rosca en todos-Santos
Como sus dedos blancos y bruñidos.
Andar en puntos nunca lo recelas^
Que no llegan á quatro tus píes bellos.
Ni por calzar penado te desvelas :
Que es tanta la belleza que hay en ellos»
Qué pueden ser zarcillos tus chinelas.
Con higas de cristal pendientes dellos.
DS BURGIHLLOS. 1 9
Envió una dama una vigotera de ámbar a un
galán que no la había menester^
Ocioso, Elena, fué vuestro presente
Para tanto marfil lustroso y liso,
Que los vigotes del galán Narciso
Sostenidos están naturalmente:
Si vos le presumís barbiponiente,
Muy de mañana madrugó e! aviso,
Y si á la cara hacéis moldura y friso.
Lo mismo es en la barba , que en la frente.
Donde concurren tantos desengaños
Incrédula debéis de ser, Elena,
¿Mas quién ha de creer tales engaños?
El ámbar y el cay reí no os causen pena,
0ue á poderlos vivir de aquí á mil años.
Os la podrá volver tal y tan buena.
Aun no dexó la pluma , y prosigue.
El galati de la linda vigotera.
Que dicen que sin ella os enamora.
No es como vos le imagináis agora,
Pero como vos quisierades que fuera*
Platos suelen estar en espetera,
y espadas en recámara, señora,
Y así la vigotera mixtifora.
Pues no se queda en tres á la primera.
Debe á^ ser que agora es joven tierno.
20 RIMAS
Pero si no mandad, sí sois servida^
Que la traiga de noche por invierno*
Para el frió será cosa escogida,
Que vigotera en un lampiño eterno,
£s poner parche donde no hay herida.
A la muerte del Marques del Valle escribe
de veras.
A la primera luz, que al viento mueve
Trágico ruiseñor en la ribera.
Joven almendro erró la primavera,
Y anticipado á florecer se atreve:
Pero trocando en átomos de nieve
El blando soplo al zéflro, la fiera
Mano del austro en turbulenta esfera,
Las flores desmayó efimera breve.
Así mozo infeliz, quando le advierte
El valle , el prado en flor anticipada.
Desmaya ramas y pimpollos vierte :
Siendo de aquella fábrica dorada
Tan breve el fin, que aun ignoró la muerte
Si fué con la desdicha, ó con la espada.
Los varios efectos de la lengua.
Por convidado un sátiro tenia
Un hombre, á cuyo rostro estando atento
Consideró que con un mismo aliento
Calienta el frió, y la comida enfria:
DH BURGUfUOS. ai
A las fieras después, guardaos, decia.
De un animal , que con diverso intento
Trocando solamente el movimiento
Varios efectos de una causa cria.
Tal es la lengua si aborrece ó ama.
Que lo que ama , alaba y engrandece,
Y vitupera aquello que desama:
Ju\io, ¿á qué fiera Antandro se parece^
Que porque oo se envidia, no se infama,
y porque no se ve, no se aborrece?
A Jion Garúa de Salcedo CoroneU Caballerizi
del Serenísimo Infante Cardenal.
}■
Compusieron de vos Palas altiva,
V la madre de amor en Délo y Paros
Un timbre ilustre para ingenios claros
De salce y roble, de laurel y oliva:
Dulce Apolo Español , de cuya viva
Llama conceptos producís tan raros.
Que siguiendo la voz por escucharos
Se detuviera Daphne fugitiva.
Ya no es ella laurel, que tanta suma
Como «e mira en vos la envidia asombra.
De vuestro Coronel Febo presuma:
Ninguno como vos laurel se nombra^
Pues tantos coronáis, honrad mi pluma,
Que de tal Coronel basta la sombra
32 RIMAS
A la muerte ¿el Rey de Suecia^ escribe en sest^J^
El sucesor del Gótico arrogante.
Que fulminó dos veces Carlos Quinto,
En Manco armado, aunque de sangre tinto *' '
Del sacro Imperio presumióse Atlante: ^
Estaba el mundo en acto circunstantet
Si bien el voto universal distinto, *
Quando cayó de tanto laberinto '
Con breve plomo el ínclito gigante.
- Mesuróse el león dé España , el ave / ^ ^^
Del imperio paró las sacras plumas,
Y el gran Melchisedech doró la llave.
Que suelen de olas infinitas sumas;
Pensando altivas contrastar la nave
Nacer montanas, y morir eispumas.
A la deéima Musa Doña Bernarda Terreara de
la Cerda , señora Portuguesa. •
^ Quando elegante de los dos ídiomaSt
Bernarda celestial, versos imprimas.
Con que los montes y árboles animas;
Las penas mueves y las fieras domas:
Si lyra en soledad , si bronce tomas
Del estruendo marcial heroycas rimas,
Rindan á tu laurel remotos climas
Oro, perlas, coral, palmas y aromas.
Pues ya con mas honor que alcisneenTracía^
PB BURGUILLOS. 3^
O Safo Lusitana, á las difusas
Regiones fo valor la fama espacia :
Serás^pues tantas te dio el cielo infusas^
Con la excelencia de la quarta gracia,
La décima del coro de las Musas*
De algunos Predicadores naturales de Madrid^ ai
Doctor Francisco de Quintana.
Nacieron en Madrid él docto Herrera,
Velasco Eclesiastes, Márquez Cirilo,
Francisco Sánchez, que facundo Nilo
Inunda el coro de la sacra esfera :
Montero luz en monte , primavera
Soria Basilio, y en florido estilo
Hortensio Fénix, que al eterno asilo
Huyó los ojos de la envidia fiera.
Entre estas luces coronada sale,
Quintana, de esplendor tu nueva Aurora^
Porque si no los vence, los iguale:
Que ya tu ingenio que las cumbres doray
Y por el sol mas encendido vale.
Honra la patria y la virtud decora.
Desgarro de una panza un dia de toros ^ habla
el rocín*
Yo BragadoroValenzuela en raza,
Diestro como galán de entrambas sillas
En la barbada naguas amarillas
Í?4 RIMAS
Aciago tin martes perfumé larplaza*
Del balcón al toril con linda traza
Daba por los toritos carrerillas,
Y andábame después por las orillas ^
Como suelen los Príncipes á caza.
Pero mi dueño la baqueta alzada
^ un oseo acometió con valentía
A pagar de mi panza desdichada.
Porque todos al tiempo que corría,
Dixéron que era nada, yAié cornada.
Mal haya el hombre que de cuernos fia.
Encarece su amor para obligar a su dama a qiU
¿ le premie.
Juana, mí amor me tiene en tal astado.
Que no os puedo mirar quando no os veo.
Ni escribo, ni manduco, ni paseo.
Entretanto que duermo sin cuidado;
Por no tener dineros no he comprado
( ¡ O amor cruel ! ) ni manta , ni manteo.
Tan vivo me derrienga mi deseo
En la concha de Venus amarrado.
De Garcilaso es este verso, Juana,
Todos hurtan, paciencia, yo os le ofrezco:
Mas volviendo á mi amor, dulce tirana.
Tanto en morir y en esperar merezco.
Que siento, mas el verme sin sotana.
Que qua^to fiero mal por vos padezco.
ÜB BÜRCmUiOS. dg
A^na dama que salió revuelta una mañana.
Hermoso desaliño en quien se fia
Quanto después abrasa y enamora,
Qual suele amanecer turbada aurora
Para matar de sol al medio día :
Soüman natural que desconfia
El resplandor con que los cielos dora,
Bexaq la arquilla, no os toquéis, señora»
Toqúese la vejez de vuestra tía.
Mejor luce el jazmin , mejor la rosa
Por el revuelto pelo en la nevada
Coluna de marfil garganta hermosa.
Para la noche estáis me|ortocada»
Que no anocheceréis tan aliííosa.
Como hoy amanecéis desaliñada.
A un zapato muy grande y desaseado de una
dama*
i Quién eres celemin? ¿quién eres fiera?
¿Qué pino te bastó de Guadarrama?
¿Que buey que en Medellin pació la grama
Te dio la suela en toda su ribera?
Eres , ramplón , de Polifemo cuera.
Bolsa de; arzón , alcoba , ó media cama.
Aquí de los zapatos de mi dama.
Que me suelen servir de vigotera.
¡O zapato cruel, qual s^rá el anca
ft6 RtMAS
De muía que tiró tal zapatetat
Y aun me aseguran que él talón le manca! '
Pues no te iguala bota de baqueta.
Este verano voy á Salamanca,
y te pienso llevar para maleta. '
A una dama- que se ííamaha Tat.
Bien pensará quien viere, Paz hermosa,
Que Jie de jugar de guerra en el soneto.
Que pide para vos cierto discreto ' '
Destos que saben solamente prosa:
Estad segura, Paz, de guerra ociosa.
Que yo no sé escribir por mamotreto.
Solo de vos diré que en su coriceto
Sois Faz de muchas guerras vi torios a:
No tanta paz , encareced retiros,
Que os sigue juventud ociosa y loca,
y guerra os volverán con perseguiros*
La bella retirada á vos os toca.
Que temo que vendréis á desluciros.
Si siendo Paz andáis de boéa en boca.
A una dama que llamando í su puerta te üxo
desde la ventana , Dios le provea.
r Señora, aunque soy pobre, no venia
A pediros limosna, que buscaba
Un cierto Licenciado que posaba
En estas casas, quando Diosxjueria:
DE BURGUrttOS. fl^
Estrafia siempre fué la estfella mía,
Qoe aun pobre parecí desde la aldaba,
Pues ya que á la ventana os obligaba,
Truxistes desde allí la fantasía.
No porque culpa vuestro engáfío sea.
Que átal Dios le provea no replican
Mis hábitos, que son de ataracea.
No mis letras, mis penas significan :
jPero cerno queréis que me provea.
Si tales como vos se lo suplican ?
Madruga á escribir el Poeta ^ y toma por acJiaqm
el enfadarse del mundo para volverse, a
dormir.
Tomé la pluma, Fabio, al gallícinio.
Pasada la intempesta nocturnancia,
Y no para buscar pueblos en Francia,
Que no tengo historiógrafo desinio:
Y haciendo de las cosas escrutinio
Deste mundo visible mi ignorancia.
En todo hallé disgustó y repugnancia
Con tanto descompuesto latrocinio.
Intenté comenzar por desengaños.
Del mar de nuestra vida breve espuma,
Que á tantos necios consumió los años :
Pero al mirar la innumerable suma
De invenciones, de máquinas, de engaños,
Dexé los libros y arro)é la pluma»
aS RIMAS
•
Cénsuela á Tama^jo de que todos te maldigan
sin culpa*
Aquí del Rey, señores: ¿por ventura
Fui yo Caín de mi inocente hermano?
¿Maté yo al JRey Don Sancho el CastellanOt
O sin alma signé falsa escritura?
¿Púsome acaso en la tablilla el Cura?
¿No soy hidalgo y montañés christiano?
¿Por qué razón con maldecirme en vano»
íío tengo vida, ni ocasión segura?
De oír decir á todos me desmayo.
Sin qué haya lluvia, ó trueno resonante.
Que vaya á dar en casa de Tamayo :
Vuesamerced, rey mió, no se espante.
Ni tenga pena que le mate el rayo.
Que solo va á buscar su consonante.
\AI la muerte de una dama representanta única*
Yacen en t&te marnfidl la blandura.
La tierna voz, la enamorada ira.
Que vistió de verdades la mentira
En toda acción de personal figura;
La grave del coturno compostura.
Que ya de zelos , ya de amor suspira,
Y con donayre , que imitada admira.
Del tosco trage la inocencia pura.
Fingió toda figura de tal suerte.
DS BURGUTLLOS. 2^
Que muñéndose, apenas fué creída
En losí singultos de su trance fuerte :
Porque como también fingió en la vida,
Lo mismo imaginaron en la muerte,
Porque aun la muerte pareció fingida.
jí Don Francisco López de AgmUr.
Entre las soledades , Don Francisco,
Donde el último Kilo se derrama, .
Ni vive fiera en campo, ni ave en rama»
Ni Gitano pastor conduce aprisco:
Apenas nace al sol verde lentisco,
Quando es ceniza de su ardiente llama;
Aqui llorando me llamó una dama
Desde la punta de un excelso risco.
Igntérnecido yo (piedad humana)
Mas si queréis que os cuente alguna cosa.
Sabed que lo soñaba esta mañana,
Quando el rocío del aurora hermosa
£n copa de cristal teñida en grana.
Con brindis al jazmin bebió la rosa.
^ la sepultura de Marramaquiz gato famoso eit
lengua culta , que es en la que ellos si
entienden.
E^te, si bien sarcófago, no duro
Pórfido^ aquel cadáver bravo observa.
Por quien de llures tímida caterva
^O RIMAS
Becóndíta cubrió terrestre muro:
La parca t^ue ni al joven ni al maturo
Su destinado límite reserva.
Ministrándole pólvora superba.
Mentido rayo disparó seguro.
Ploren tu muerte Henares, Tajo, Tormes,
Que el patrio Manzanares que eternizas
Lágrimas mestas libará conformes.
Y no le faltarán á tus cenizas.
Pues viven tantos gatos multiformes
De lenguas largas y de manos mizas.
Prueba que amor quiere que le correspondan con
, el exemplo de la misma dama.
A Themís consultó Venus hermosa.
Viendo que el niño amor no se aumentaba,
Y que con otro que esperando estaba
Se aumentaría, respondió laBiosa:
Parió Venus á Anteros , y enfadosa
También por lo bizarro grezizaba,
Pues que correspondencia se llamaba,
Y crecieron los dos edad dichosa-
Tus dientes fueron ya perlas de oriente»
Fiíísi, pero la edad (j cruel sentencia!)
Loíí de la encía superior desmiente :
No hay verdadero amor, sí hay diferencia,
Port^ue aun para comer, de diente á diente
Es fi lerza que ha de haber correspondencia.
DS BURGUILLOS. 3 1
Al mismo sugeto de la dama que le dixo Dios
le provea*
Vuesamerced se puso á la ventana,
Y luego conoció que era Poeta,
Que la pobreza nunca fué secreta.
Sin duda se lo dixo mi sotana.
Si bien no á todos fiera é inhumana
Estrenua sigue y saturnal cometa,
A muclíps dio carroza , á mí carreta.
Para otros Venus, para mi sultana.
Soy en pedir tan poco venturoso.
Que sea por la pluma ó por la espada.
Todos rae dicen con rigor piadoso,
Dios le provea , y nunca me dan nada.
Tanto que ya parezco virtuoso.
Pues nunca la virtud se vio premiada»
A un perro que mordía a quien tomaba la mano
,á su ama.
Faso ^ Amadis , qi^e el reyno del espanto
Tiene perro á la puerta, que no el cielo.
Porque las dos figuras de su velo
Sí muerden con calor, no ladran tantos
Dexad la mano , suspended el llanto.
Que mas parece envidia que buen zelo.
De lo que no coméis menos desvelo,
O sois perro, Amadis, ó sois encanto.
33 RIMAS
Con ser melindre presumís de alano,
O en vuestra lana Júpiter se muda.
Que si es de zelos^ no ladráis en vano.
Si á mí fuego ponéis su nieve en duda.
Basta que tenga su desden la mano,
Que sois muy chico para ser de ayuda.
Desea afratelarst^ -^ no le admiten.
Muérome por llamar Juanílla á Juana,
Que son de tierno amor afectos vivos,
Y la cruel con ojos fugitivos
Hace papel de yegua galiciana :
Pues, Juana, agora que eres flor temprana
Admite los requiebros primitivos,
Porque no vienen bien diminutivos
Después que una persona se avellana.
Para advertir tu condición estraña,
Mas de alguna Juanaza de la villa
Del engaño en que estás te desengaña.
Créeme, Juana, y llámate Juanilla,
Mira que la mejor parte de España
Pudiendo casta , se llamó Castilla.
Rasgos y borrajos de la pluma.
Lazos de plata y dé esmeralda rizos
Con la yerba y el agua forma un charco.
Haciéndole moldura y verde marco
Lirios inorados, blancos y pajizos: n
DB BORCrUtLLOS* 33
Donde también les ánades castizos
Pardos y azules <:on la pompa* éo' arco^
Y palas de los pies parecen barco
En una selva , b^feitacion de epriaos. ^ * T
Hace en el agua él céfiro incfuiéM) "^
Esponja de cristal laí blanca espumaV '
Como qué está diciendo algún seci^to; * -^
En e^a selva , íén esté charco^ en suma...
Pero por D¡ofi que^ se acabó el: oDMto, *^ •
Perdona, Fabio, <fi\e*íprobé lá piurfia.
A imitación áe^a^ueí soneto y' S^erbicoíIL
Soberbias torres;-áltos edillclo^/^ í ' - ' * ¿
Que ya cubriites siete .ex<}élsos montes/ '
Y agora en ftfetnbieítos horizontes > - -
Apenas de^ habeifsklb daifriildidtoc^i ■ ' ' \ •
Griegos Liceos, célebres hospicios
©é íkitarcós, Ptaten€*;Xénóftm{es^ • V
Teatro que lidió ^Rinocerontes,
Olimpias , lusffos^^' bágos^ sacrificio^ :
¿Qué fuerzas deshicieron peregrinas
La- Ittáyor p6ft>par de^fó gloria humana.
Imperios, triunfos, armas y doctrinas?
; O gran coiístlétb^á mi esp^áik^áWao^
Que el tiempo que 0$ volvía brebes^rti&ial,''
No es mucho* que acabase mí sio^nál -
Tom. XI.
gi| RIMAS r
La nueva^ Juventud graiBa*ícapda ;; .-;
Llena de solecisflios y quillotros.
Que del Pama^ mal inopuestos: p^ro«, . , r
Dice que Apolo en susboflcones wd^,: 0,0
Pon esi:ribir como la:4)atríai iftanda , n .
(ElementDt los unos d^ ttos. otros) * t - f
De la suerte.se burlan ,de nosotro5¿ ^iS.
Que suelen de un católico en Holanda.
y^aqDeJ^.e^cribis luiH>¡c^„ys\térsos ; \^
En vuestra docta y candida poesía,
De toda per^i^tpft yp* 4ÍYersp$, , í - yi^ ?
iHtpá (si lo^ab^is,) squé^míentía; , ::
Puede tene^ leieii^lo agen^os vpr$<^, ^ /
Copiar de w)che y murimuífír de dial ; ¡ <^:_
Al saco d^ MfihtUApor 4^xkmo^ dú Císatu <«
il verso de laEgloga/^nfl.Jef^irgma: ^-' .^ .
cribe en seso aporque hcd^i^i^on fL . ./ . :
Mantua v^mser^^nimiümvkinaCremw^m
O ^ran Virgilio, sí sangrientas vieras v
De: tu primera cuñia las pizarras,
Y el águila ¡impeirial ion pico y garras :
Morder murallas y romper banderas;
Con trompa, y no con lira interrumpieras
El ocio á sombra de hayas y de parras.
BE BÜltOtiriLLOS. 3g
Y la plnma de cisne en las bizarras
Del intrépido Marte convirtieras.
Mejor (viendo que el César los soldados
Germánicos de nuevo galardona)
Hicieras versos de dolor bañados.
¡ Ay del verde laurel de. tu corona •
Entre vestigios de ceniza helados !
¡Ay Mantua la vecina deCremona!
A Don Gabriel del Corral^ en la traducción de los
versoí latinos de nuestro Santísimo Padr^
Urbano VIII ^ escribe de veras.
Yace á la sombra que la gran montaña
Las dos Castillas (arbitro de yelo)
Divide altiva en el Hesperio suelo,
Florido un valle que Pi«uerga báfia :
Aqui á tu-aurora espíritu acompaña^
Gabriel, tan vivo, que mudando cíelo
Pudo tu pluma con-' inmeníso-Vuelo
Del sol de Italia ser Faetón de España*
Si el cfarro de oro rió condutes soló^
N^ te aguarde el Bddáno occidékite, ;
Por su eclíptica vas de polo^>á polo:
Sigue sus paifalelos^ félizmetjte^
Sol castellano del latino Apóló;
\ Que á su lado tendías eterna órlente.'
Ca
^6 RIMAS
A la braveza ie un toro que rompió la Guarda
Tudesca. •
Sirvan de ramo á sufridora frente
Las aspas de la tuya^ osquillo fiero.
No á sepan-quantos de civil tintero.
Ni en pretina escolástica, pendiente :
Jamas humano pié la planta asiente
Sobre la piel del arrugado cuero,
Antes^al Mayo que vendrá primero.
Corra dos toros el planeta ardiente. .
Tu solo al vulgo misero vengaste
De tanto palo, y con tu ipedla esfera . r
La Tudesca nación atropellaste ;
Pues desgarrando jtanta calza y cu^ra,
Tantas con el temor calzas dexaster. ;, ,
Tan amarillas dentro como fuera. ... \
^. ..• - I . -; ' "^
jíl mi^Q^uc^so.
Trecp son los Tudp5COS,.que el osquillo ¡^
Hirió en 1^ ^esta, aufique en conciencia jurai
Que no lo Jii^o á drede, y nap asegura, . .
Que el iba ^ ^^s negocios al sotíllo:
Mas descortés. el socarrón torillo, ; ' /.
Sin hacer jal, b^lcpn d% promesi^ra, : ;. , >
Desbarató la firme arquitectura
Del muro colorado y amarillo.
Y como el polvo entre las nubes pardas
DB BÜRGüíIXOS. 3^
No le déxaba executar sus tretas,
Por tantas partes se metió en las guardas.
Que muchos gue mostraron las secretas.
En vez de las rompidas alabardas
Llevaban en las manos las bra....&<:,
A un secreto muy secreto.
O que secreto, damas, ó galanes.
Que secreto de amor, ó que secreto.
Que ilustre idea , que sutil conceto.
Por Dios que es hoja de me fecic Joaiies:
Oy cesan los melindres y ademanes,
Todo interés , todo zeloso efeto.
De hoy mas amor será firme y perfeto.
Sin ver jardines, ni escalar desvanes..
No es esto filosófica fatiga.
Transmutación sutil, ó alquimia vana.
Sino esenda real, que al tacto obliga.
Va de secreto; pero cosa es llana.
Que quiere el buen letor que se le diga,
Pues vayase con Dios hasta mañana*
j4 un Licenciado que le dixo por favor que iesta^
b a predicar ísm honras.
Peniso amigo, codiciar mí muerte,
Y ofrecer que á mis honras funerales
Harás una oración como otras tales.
De que tu ingenio , acción y voz me advierte :
38 RIMAS
Es : amistad que yo quisiera hacertet
Todos para morir somos iguales.
Que por la condición de ser mortales^
También te puede á ti toc^ la suerte.
No tomo la palabra , aunque me arguyas
De ingrato á los favores que me hacías.
Que quando eternidades constituyas.
Mejor es que yo escriba en tales días
Sonetos tristes á las honras tuyas.
Que no que tu prediques á las mías.
Terdcníran á un Regidor sentenciado a degolUr^
y la Guardia por las albricias empeñaba
la muía.
Era la muía de un Doctor hallada
En un zaguán , y perdonando el credo
Su Magestad al degollado, en miedo ;
Quedó por las albricias empeñada :
Corrió el Doctor con alma degollada,
Y dixo al Tasticot : soldados quedo.
Que la crió un Canónigo en Toledo
A paja en flor y almíbar de cebada.
Si mientras que yo curo se la llevan,
¿Qué delito a mi muía se acumula?
Pero pues todos la sentencia aprueban.
Sea también para la muía nula.
Porque como otros la quartada prueban.
Probaré la mulada^ de mí muía. .
DS BURGUILL09. 39
A una dama cómica vencida de útrá.
Reliquias ya de navegánf^ flotá^
Entre los píe^ de un empinado risco^
Burla del mar, colníiena de marisco.
Dorada tablazón descansa TOta:
Sin escayes, sin brújula > escota»
picada -de un pequero basilisco, '
La que fué de las nubes obelisco
Perdió del rumbo la felis^^beFrota;
En este pues desecho an^teatro.
Que entre las siete maravillas nómbrOr
Triste VOZ repitió por partes )}u$tro :
Yo soy aquella cómica de asombrd,
Keyna de las acciones del teatro.
Que hoy beso el pie de quien pisaba el hombro.
A una dama que salió a un balcón co^íditdosé
las uñas. — '
Betira del balcón la gallardía;
Hermosa madre del rapaz Cupido,
Que parece portento haber salido
£1 sol con ufías, y tan claro el dia:
Lo superfluo del nácar que creció
Sobre la nieve ^el marfil bruñido.
Daba temor al corazón que herido
A tan hermosas manos se rendía :
Venid amantes^, pretended , que quando
4o RfMAjS.
La espada está sin filos , asegura
Que el dur.Q; gal^e no será cortando.
Mas qué importa^ Leonor, si tu hermosura
Tiene en lo^o^$ uñas, que mirando
Desuellan almas con mayor blandura.
Dixole una Méá que le enviase su retrato.
Si habéis visito al Sophi sin caperuza
En dorado quartel de Boticario,
O áBarbaroja el. Ínclito cosario,
Y en nariz d^ sayón tez de gamuza:
Si hal^s visto á Merlin , si al moro Hoza,
O á Juan Francés vendiendo letuario^
Si el rostro de un corito quartanario
Que quiso ser lechon y fué lechuza:
Ese soy yo, que a la virtud atento
Solo xoncedo á su victoria palma.
Que todo lodeitia^ remito al viento.^
Pero supuesto qye el ai^en me calma.
Tengo con ropa limpia el nacimiento.
La caía en grii^go, y enromdnce el alma.
Quexósele una dama de un bofetón que le había
dado su galán. •
Para que no compréis artificiales
Sosas, señara Filis, Fabio os. puso
Las naturales , si el color infuso
Las puede eonservar por oatwales..
BB BURGVILLOS. 4I
Ya que no os dá regalos, dá señales
Be que os los ha de dar, galán al uso.
Puesto que en la venganza estoy confuso.
Viendo perhis en vos sobre corales.
Herir al sol enmedio de su esfera.
Cruel temeridad 1 matad á Fabío:
Mas ay I que vuestros brazos Fabio espera»
Y si amistades son el desagravio.
Tantos zelos me dais, que mas quisiera.
Vengar las amistades que el agravio.
Describe un Un do de este tiempo^
Galán Sansón tenéis, señora Arminda,
Toda la fuerza tiene en las guedejas.
Bravas salieron oy las dos madejas.
Llore Anaxarte , I>aphne se le rinda :
¿Que manutisa, qué clavel, qué guinda
En purpura con el corrió parejas? ^
Y mas con los vigotes á las cejas.
Que en buena fé, que no sois vos tan linda*
¿Qué bravo, qué galán, qué ayroso viene?
Pero ya vuestro amor en los luceros
De la risa dormida se previene :
Mas es forzoso lastima teneros.
Porque sabed que tanto amor se tiene*
Que no le ha de sobrar para quereros.
4^ RIMAS
Desea el Toeta que le piquen obispas^
Pensando que era flor una. malsana.
De Abril, meliflua aveja argumentosa
Hizo mayor junto áI jazmín la rosa
De la mexilla de la hermosa Juana :
Baxó al dolor (para si sola humana)
Lagrima de sus ojos amorosa,
Bebió la herida aljófar, y zelosa
En punta de zafir trocó la grana.
Juana , el cruel rigor de tus hazafías
De tan pequeño mal tu pecho arguya.
Pues tus ojos por él en perlas bañas:
Y si ha de ser la medicina suya,
Piquenme abispas, áspides y arañas.
Por una de cristal lagrima tuya»
A la muerte de Soto el de las grandes futn^^
Aquel Hércules nuevo Castellano,
Que atrás dexaba el vuelo del ginete,
£1 que baraxas quebrantaba siete.
Que no se cuenta del feroz Tébano :
£1 que delante del Monarca Hispano
Fuerza no halló que el brazo le sujete.
El que molla trigo en un bufete
Con la robusta palma de la mano:
Soto que á los Titanes aventaja,
Y que: luchara con Milon membrudo.
I El que los altos árboles desgaja.
Con la muerte corrió una vez desnudo,
Y dándole una echada de ventaja,
Quando se quiso levantar, no pudo*
Égloga sin imitación de Teocrito , FomponiOy
N'emésiano^ Bocááo^^ ni Calfurnio.
Al pie del jaspe de ün feroz peñasco.
Pelado por la fuerza del estío.
Dosel de un verde campo, tan sombrío
Que contra Febo le sirvió de casco:
Damon con su rabel , y >al lado el frasco,
Para cantar mejor en dasaíio,
Y Tirsí , claro honor de nuestro rio.
Con un violín de cedro de damasco:
Juez ElisQ , que de un verde pobo
A falta de laurel premio texia,
Zéfíro hizo de los ecos robo:
Mas quando Tirsi comenzar quería.
Ladró Melampo, y dixo Antandro, al lobo;
Y el canto se quedó para otro dia.
j4laba el Poeta lo mas esencial ¿e la hermosura,
sin ser parte de la armonía de las facciones^
Aura suave y man^, que respiras
Bn el clavel de Juana, y las lucientes
Hebras de sus mexillas transparentes
Con blando soplo esparces y retiras:
44 ItlMA^
¿Por qué á la rosa y al jazmín aspiras
Desde el coro de perlas de sus dientes,
Pudiendo reparar mis^ accidentes,
Quando en su dulce anhélito suspiras?
£1 humor de sus labios purpurantes,
Para criar aromas bebe Apolo,
Del alba ministrado eñ los diamantes:
Porque respira tan fragranté Eolo,
Que ganara un millón t;rgtamk) en guantes.
Pues fueran de ámbar con el soplo solo.
Que en este tiempo muchas saben griego sin haberlo
estudiado.
A Don Francisco -López de Aguilar*
Das en decir, Francisco, y yo lo niego^
Que nadie sabe griego en toda España,
Pues quantos Helicón Poetas baña
Todos escriben en España en griego :
Para entender al Venusino ciego.
Querrás decir, por imposible hazaña;
Si á las lenguas la ciencia^no acompaña.
Lo Imismo es saber griego que gallego.
Cierto Poeta de mayor esfera,
Cuyo dicipulado dificulto.
De los libros de Italia fama espera:
Mas porque no conozcan por insulto
Los hurtos de Estillani y del Chiabrera,
Escribe en griego , disfrazado en culto.
Enfádase, con las Musas perqué intentaban iscri^
hir un Poema.
Sefioras Musa» ,*pTOS' que siempre mienteiu
Aunque de Memnosiné hermosas hi)as^
Sepan que se han quebrado las clavijas.
Ya no hay que euter{^ar, chanzas inventen.
De las horas perdidas se lamenten.
Que al sol de kophiion miraron fijas,
Desgreñen del cabello las sortijas,
Y de mof\os doi^dos se ccmtenteh.
Miren que llevo errada la derrota.
Por ser á ^ gcand«r Ijsongeras,
Pues donde e^ptro siete, me dan. sota.
Dexemos metaCtticab .quimeras,
Vuesasmeircedes garlen «i chacota.
Que no está el mundo para hablar de veras.
Da la razón el Poeta , d^ que la boca de Suana
fitese rosa.
Tiraba rosas el Amor un dia :
Desde una peña á un liquido arroyuelo.
Que, de ün espino trasladó á su vela
En la sazón que Abril las producia:
Las rosas mansamente conduela
De risco en; risco el agua al verde suelo,
Quando Juana llegó, y al puro yelo
Puso los labios de la fuente fría.
46 RIWAS
Las rosas entre perlas y cristales
Pegáronse á los labios tan liennosas, .
Que afrentaban claveles y corales.
¡O pinturas del cielo milagrosas!
¿Qittén vio jamas transfi>rmaciones talei;
Beber cristales y bolbé»e rosas ?
! Cánsase^ £Í Poeta de íaáU^don de su esperanza.
Tanto mafiana y y nunea ser mafiana^
Amor se ha vuelto cuervo ^ ó se me antoja :
¿En que región el sol su carro alofa^
Desta imposible aurora tramontana 9
Sigúeme inútil la espenmza vana,
Como ave^orrera , ó muía coxa, ^
Porque no me tratan Barbarofa ^
Be la manera que me trntas^ Juana.
Juntos amor y yo buscando vamos
Esta mañana: fó dulcen desvarios!
Siempre mañana, y nunca mañanain^^ •
Pues si vencer no puedo. tus desvíos,
Sáquente cuervos testos verdes ramos
Los ojos; pero no, que son los mios.
Lo que han de hacer los ingenios grandes quinÍJi
los murmuran. * '
• --. í'*".
Un M>rel Irlandés de hermoso tatte, =
Bayo entre negro de la frente al mura;
Labrada en bronce y ante la carlanca •
BB sumainLLos. 4^
Pasaba por la margen de una calle:
Salió confuso ex^rcito á ládraUé,
Chusma de gozques, negra, roxa y blanca^
Como de aldea furibunda arranca
Para seguir al loba :en monte ó vall^
Y como escriben que la Diosa trina,
Globo de plata en el celeste raso,
ios parcos: de los montes desatina;
Este hidalgo lebrel sin hacer caso
Alzó la pierna^ remojt> la e»)uina, -
Y por medio se fué su pasaá pasa
Que al amor virJaáero na le olvidan, el tiempo
ni la muerte: escribe en seso.
Resuelta en polvo ya, mas siempre hermosa.
Sin dexarme vivir, vite sereña i
Aquella luz, que fué mi gloria y pena,
Y me hace guerra, quahdo en paz reposa: .
Tan vivo está el jazmín, la pura rosa.
Que blandamente ardiendo en azucena.
Me abrasa el alma de mennorias llena,
Ceniza.de su £enix amorosa.
¡O memoria cruel de mis enojos!
¿Qué honor te puede dar mi sentimienjtx^
En polvo convertidos sus despojos?
Permíteme callar solo un momento.
Que ya no tienen lágrimas mis ojos.
Ni concetos de amor mi pensamiento*
48 RIMAS
Al baño de ios JSTinfas Aloques^
Una morena y otra blanca dama^
Siendo' por sus riberas y malezas
Manzanares la tabla destas piezas.
De su breve cristal hicieron caam:
La escultura en las dos era de fama,
Compitiendo colores y bellezas.
Si bien de dos iguales gentilezas
Mas la blancura se apetece y ama.
En esta clara y fácil competencia.
Un galán que pasaba por la orilla,
Dixo por sosegar la diferencia:
Buenas entrambas son á maravilla.
La una de jazmines de Valencia,
La otra de polvillos de Sevilla.
Encarece el Poeta el amor conyugal de este
tiempo.
Fugitiva Euridice entre la amena
Yerba de un valle por la nieve herida
Del blanco pie de ún áspid escondida.
Pisándola clavel cayó azucena : . •;
Lloróla Orfeo, y ala eterna pena •
Baxó animoso, y con la voz teñida
En lágrimas, pidió su media vida.
Asi la lyra dulcemente suena. : ^ . . .
La gracia entonces con tremendo labio
DB BTAtOÜII.t,OS. 49
jPluton concede al conyugal deseo
Bef^márido más músico que sabio: ^
En fin sacó su esposa del Leteo;
Pero en aqueste tiempo , hermano Fabio«
¿Quiéti te parece kü que fuera Orfóo?
Di la buena cosecha de Poetas , co^f^nu al pro^
nóstico de los almaríakes.
'A Baltasar Elisio de Medinilla.
* * ' '^ "* '
Si de Poetas la abundancia áf^uébas.
Elisio, en nuestro Hispánico districo ,
A los pfanes y peces te remito, ' - *. ^*-
Si no sabes el núthero que llevas/ ' *
Año de brevas y^'de malas nucívás ^
Nunca le veas, tiene el vulgo ¿ácfíto.
Mas cierto Matritense inanuescilto ^
Dice Poetas 4 donde dixo brevas:
¿Piensas que alguna, en tantos i 4a^cáinpafia-
Podrá cantar de Marte en las agenas.
Con las banderas de la invicta España ^
Las. naves contra Holanda '^-^tííeá llenas?
Pero de íal acción te desengaña ' - '
Sobrar Poetas, y faltar Meceriaí/ '''
Tom. Xt
5Q RIMA-»
Quejase í V^ms el Bqeta con m poco deimm
seso que suele. ¡ ; ^ \
Luciente :tótrella, con quien nace el idiítv
Que el escuro crepúsculo interpreta.
Alma Venu^ gentil, luz que sujeta .:>.:. ^
Quanto motUl naturaleza cria;.
Dulce dispara á la enemiga mia
Flecha s.!ílU en forma de con(ieta, 't .
Así de trino estés con el Planeta,
Que parece Español en la osadía. '
Si sales^éi ,1a; tarde enelSafiro,^ i ; ,(
, Purpúreo ya , si a| alba en oro y grana, -
Siempre me \%s en uii mortal suspiro: .
¡O dul^jj^sta del cielo envidia immana í
Pues siempre al lado de tu sol te miro,
Xu á mi ja/ñas. al de mí hermqsa Juana.
jPándak Á filfa dama un anillo que sek^abia
caidoé
Este q¿uei en el jardín de vuestra cara
Zéfiro artificial, tenipló la rosa,
Rosa donde yQ ftti^ra m^rJpo§a,
Si Venus Licenciados transformara:
Este padre del ayre, en cuya clara
Segion , tanta cometa luminosa
Sale encendida de la luz hermosa.
Que de esos ojos el amor dispara^
DB Bim<mfLLOg. ^1
Pongo en mt frente, y doy áf nuestra pura ^
Nieve con el debido acataiAiento ,
Con que podéis v^eííora, estar segwát
Que no os podrá faltar éste elemento.
Ni faltara jamas "Viijestra hermosura.
Si fuera el tiempo, como soy el viento.
Juntábanse en tina casa á murmurar de los que
sabían^ mirtos nombres gue no saUan.
Cubre banda de páxaros difusa
Torre de Iglesia, ó chapitel de quinta^
De negra baña las pizarras tinta
Máquina chilladora circunfusa;
Pero al primer rumor de voz intrusa,
Quando mas el pirámide se pinta.
Partiendo el ayre de volante cinta.
Con descompuesto error huye confusa.
Asi cubren, Leonel, los» detractores
Tu casa en rudo son, y los espanta
La voz de los canoros ruiseñores:
Chillen en tantd, pues, (jüelos levanta
El rumor de las aguas y las flores,'
Para aplaudir que Fíloméiía eanta«
Que no ha^ ttmediq contra malos vecinos^
Truxo un galán de noche uína brilesta ^
Al sitio en que á una dama requebraba,
Con que de su ventana retiraba
Da
Una Tecina, ea juchar, molesta: f
Entonces ella lina caMefa puesta
En la cabeza, volvió á ver si , hablaba;
Tiraba el caballero, y resonaba
En el herido cobre la respuesta.
En carros, db'xo el Momo. {peregrino»
Que las casas debieran fabricarse,
O. como son portátiles al Chino: <
Q\ie á quien le conviniere recabarse.
De lengua y ojos de un traydor vecino,
Ko tiene mas remedio que ^ilid^rse* > !
Desdenes M Juam^ y quejas del Boeta.
Si digo á Juana, quanto hermosa 6era,
Lo que la quiero, ingrata corresponde;
Si digo que es mi vida, me resfponde.
Que se muriera, porque.no lo fuera: '
Si la busco del ^tp ^n la ribera.
Entre los verdes álamos se esconde, '
Si va á la plaza y la pregunto ¿á donde?
Con la cesta me rompe la ;nollera.
Si digo que es la hermosa. Policena,
Dice que miento, porque. no es Troyána, _
Ni Griega, si la igualo con Elena:
Eres Hircana tigre, hermosa Juana; *
¡Mas ay ! que aun para tigre no era buena^
Pues siendo de Madrid^ no fuera HirMna*^
DS ByitGUIf.LOS# S3
^M nacimien0q del Príncipe nuestra señor.
Sin pagar. nweve meses de posada
Salís á España, hermoso nifío Austrida;
Y con tener K bolsa proveída.
Según afirma una comadre honrada :
Mas no quieren que della gastéis nada,
5in(X que ht tengáis tan recogida.
Que dándoos Dios dichosa y l«ga vida,
Casado la gocéis bien empleada:
Indias y amores os ofrece España,
Y yo os (ífirezco á falta de tesoros
Un caballito, reguero y caña.
Con que podáis después, no digo toros.
Que siendo Cérlos , es su propia hazaña.
Correr los gallos, y matar los moro3.
]/íl corto premio dé un amigojuyo que te merecía.
Pobre y desnuda vas filosofía,
Dixo el Petrarca ; luego siempre ha sidos,
Pabio, la ciencia en miserable olvido
Desprecio d« la humana Moniírquía:
Llorad la vuestra, que la inútil mía
Ni aun el nombre merece que ha tenido;
Olio, tiempo y estudio habéis perdido,^
Tales efectos la esperanza-criar.*
Dicen, quando en los males no hay mudanza.
Que la paciencia es- paemio de la ciencia:
g4 RIMAS^
¿Qué hará, quién por ser premio, no la alcanza?
Aforismo crujel, cruel sentencia,
Kccípc para estítica esperanza
Ayudas de silenck) y de paciencia.
A una virtuosa ^ pobre y hermosa^ que no quería
.ser rica.
Sale á la aurora en verde error, la rosa,
Y en espinoso manto aumenta el brío.
Bebe la flor de lis luz y roció <.
En las hojas de espada mas hermosa :
No pierde en la confusa zarza hojosa
La candida mosqueta el señorío.
Ni por el sol^del abrasado Estío
La dormidera está menos pomposa.
Tus rotas galas no te causen miedos.
Puesto que hermosa y pobre al mundo espantes,
Que tu virtud no ba menester enredos"!
Porque eres, Flora, tu coftio los guantes.
Que cortados con arte por los dedos.
Por lo rompido muestran los diamantes.
A una señora manteniendo un torneo con otras
damas.
La que venció desnuda", agora armada
Venus gentil ,*bordado^el tonelete •
JDe corazones de oro, y el copete
Preso del pabellón de la celada;
Cupido por padrino de la entrada
A Juno y Palas mantener pronnete, '
Que el premio de hermosura le compete
A tres del freno y cinco de la espada. .
Palas sin mas respuestas ni preguntas
Con paso ayroso la palestra á dentro
Se opuso armada de aceradas puntas:
Retumban caxas de su esfera al centro.
Tercian las lanzas, y las rompen juntas:
¡Quién fuera valla de tan dulce encuentro!
A una dama roma y fria.
Contaba, Clori, ayer un estudiante,
Que Hércules os hizo la mamona^
De ctiya hazaña el bárbaro blasona.
Como $1 fuera trompa de elefante :
Que de veros tan frígida me espante^
No me puede negar vuestra persona }
Pero no' diré yo que fuistes mona,
l^or mas que me lo pida el consonante*
Ninguno coa razón en vos se emplea.
Calva sois de nariz, y asi no toma
Nadie vuestra ocasión por mas que os vea.
Nacistes cuervo, y presumís paloma.
Muchas faltas^ tenéis para ser fea;
Pocas gracias tenéis para ser Roma.
,56 ^IMA»'
DixoU VM dama equipara que ^stribU 3U^
paratisl . • ^
La locura del mundo me defieMde»
(Que del estudio la virtud estraga)
Que la objeción^ Lucinda, satisfaga.
Culto me vuelva y el estilo enmiende:
Si escribo veras, nadie las entiende} Z
Si burlas, vos decís que no las haga;
Si alabanzas, ninguno me las paga:
¿Pues qué. tengo de hacer, si todp ofende?
¿He de quedarme Bachiller en Alies,
Sin que, halle estilo en que este humor consuma,
!^}acido en quartajuna, aciago un Mart!e$?
Mas sí escribir es fuerza que presuma.
Écheme el dios Apolo á aquellas pai'tes,
A dc^e xñ^ se sirva de mi pluma» .
^c ■ ^ ■ ■ . ' ,
Responde el ^peta í un elogio que seMto en Ruma
a si^mmru fingid y habla de veras ^por^
^: que enia.mmrie no hay burlas.
La fama que del^Tibre á la ribera
Ele_ letjguas de mi muerte mal vestida, ■
Paulo, llegó, parece q^e^iinjgida
Me ensefja á prevenijp 1^ verdadera;
Atmque jamas pensé que ser pudiera
Mas dichosa mi muerte que mi vida.
Si á vuestro sol en fénix convertida.
Con nuevas plumas renacer espera.
La envidia que mis años, como espuma.
Ir á la playa de ola en ola advierte,
Ko es mucho que ya muerto me presutxia.
Dichoso yo , pues me mató de suerte, ^
Que puedo oir de vuestra docta pluma.
Después de muerto , elogios á mi muerte.
Desmayóse una dama de ver un ratón ^ y haHa
con il el Poeta.
Vete á roer legajos proccs|aIes,
Fiero animal, ó versos de Poetas,
las^ cartas atrasadas de estafetas,
O las cuentas de sastres inmortales:
Destruye las despensas íigónalcs^
O las £armacopólicas recetas,
Y si otra vez á Filióa inquietas,
Fulmínente sus ojos celestiales.
No halles queso, bullicioso y triste,
Caygas en ratoneras de lacayos.
Si celada de gatos no te enviste ;
Pero también te debo en sus desmayos, *
Poder liiirar al sol, quandb volviste
Kievft las rosas y cristal los rayos.
A una dama tuerta.
Habiendo hecho en ti naturaleza,
Julia, el o)o derecho tan pejfeto.
58 RIMAS
Juzgó que era bastante, ó fué defeto
De no acertar á darle igual belleza.
De Antígono pintó la gentileza
Puesto de un lado aquel pintor discreto;
Yo como necio alabo lo inperfeto.
Que no supe tener tanta destreza.
Las partes que en turostro se desean,
¿Qué lunar pudo haber que las deshaga?
Que tal vez los defetos hermosean :
Mas quando.á la objeción no satisfaga.
Basta que en el matar iguales sean.
Como quien, riñe con aspada y daga.
Enójase con ti amor ton mucha cortesía.
Vuesamerced se temple en darle penas^
'Señor amor, á un hombre de mi fama^
Que si quiso Aristóteles su dama.
También le desterraron los de Atenas:
Malas comidas y peores, cenas,
Y como calle pasear la cama,
Súfralo, amor, un toro de Xarama,
Que ya no es tiempo de templar Ximenas.
•Mande Vuesame'rced, sefíor Cupido,
Que Juana me respete como debe, í
Y valga el Montañés sobre, raido.
Si los paños Qie manda que^le lleve,
Y alguna rosa de sps labios pido,
Quanto fuego le doy, me trueca á nieve.
sx BtmevlLLos. 59
la pulga faísamtmi atntuiáa á Zcpi.
» "» •
Picó atre^do nn átomo viviente
Los blancor pechos de Leonor hermosa,
Granate en perlas, arador en rosa.
Breve lunar del invisible diente :
Ella dos puntas de marfil luciente
Con súbita inquietud bañó quejosa,
Y torciendo su vida bulliciosa,
Sn un castigo dos venganzas siente.
Al espirarla pulga, dixo, \ 2Ly triste!
I Por tati pequeño mal dolor tan fuerte?
¡ Oh pulga vdbce yo, dichosa fuiste !
Deten el alma, y á Leonor advierte.
Queme dexe picar donde estuviste,
Y trocaré mi vida con tu muerte. * ^
Qu^ase de que le aborrece Juana hablando comb
Astrólogo.
Si en la parte duodécima tuviera
De los peces la luna , Juana mia.
En dignidad de Venus aquel dia.
Que vi saliendo áluz, la luz primera:
Y tu en la misma, indisoluble fuera
El amor de los dos; mi suerte impía
Te dio a Saturno, con que heladia y fria
De tu rigor la causa persevera.
No digo yá qjlie fuerzan las estrellas»
6o nwfA*:
Que inclinan digo; pero tu no quieres
Por tu elección, ni pprque inclinan ^\\aB,
I Amor, qué se ha de hacer de las mugeres,
Que ni vivir con ellas^ ni sin eUdf^ - :.
Pueden nuestros pesares y placeres ? -
jí una dama que le pregunta quhxiempo corrió
El mismo tiempo corre que solía, »
Que nunca de correr se vio cansado;
Deciros que es menor el que lia p^sadoi
De mas> de necedad , vejez seria 2 ^
O mayor ó menor , hay noche y dia»
Sube ú declina^. Filis, todo estado.
Dichoso el rico, el pobre desdicl^do.
Con que sabréis qual fué la estrella mía.
Hay pleytos, y de aquestos grande sumai»
Trampas , mohatras, hurtos, juegos, tretas.
Flaquezas al quitar , naguas de espumas.
Nuevas, mentiras, cartas, estafetas;
Lenguas, lisonjas, odios, varas, plumas;
Y en cad^ calle quatro mil Poetas.
Burla vengada.
Mintió Juanilla entonces, como agora:
Ella me abrió, lo que me dixD callo.
Metióme en un corral, donde no hallo
Ni aun la esperanza con que entré á deshora:
Vuelva de amor la mano vengadora
Por este Licenciado su vasallo,
Biies ciii»%'¿ie«^¿a«lljiiíB;i»n ^r gallo, V
Huerta de riisa me mb^it aurora.
Mas yo que ya la burla conocía,
Pesquele,óos'!di&ras-dc?tiii«5- tinajas, f
Vino, y,abriómeal comenitaK el día. q
Mas no sé^sii'en la;^haría'^e(airetit9jas,.
Que del motl- {Pagador ^ Juanilla miá,:
Mejor es en gatunas ,i que bo^ jen pajas.
A un ggifíffhh :á ^'un dabu ^d comer una dama
con la bocO'^^^hJhíím^f' honestidad U 1
jQuién té d^ tántá^fchá y t!)Sttd¡a •, • ^
Queden* fe de las pintadas pininas ' oses
jLlegar, xUguero , dón^e eí pi^o enfóaies
En las rosas que aínor enciende y cría?' -
Confieso, paxarillo, que no habia
Creido la coniida de los dioses ,
Mas ya- que eii ti la he visto, ansi reposes,
Qoe envidio tu ventura, y su ambtosia.
Bebe eel cristal que entre el clavel te espera.
Come en el plato n\a8 hermoso y rico.
Que abcld en rosa, y jazmin la primavera:
Pero que no te fies te suplico,
Queá un-tíempo te dará la hermosa fiera
Fuego en el corazón, y agua en el pico.
6a mrimas -
Enó)^ con $1 pirare^ pofffi^ lía jntiiS U^
,=. Ungua. . : r^' ' y^ -: '\
Desnuca los esmaltes de sÜéaérá^j i. :r I
Y el paño pardo de. tos plumas lüstet: ^
Vill^nof gorrión ^rqitt ingrato fuiste ^' ^
A tal piqdád^ryicoiDÓ ingratg .fiecort i -^ ;:'C
^ En v^ de agradaiido y Usongero /: i- 1
Éntrelas perlas el clavel mordiste.
Flecha de amor ^ \é d^iligno de jcubtísifr i' : . .
El baxo ser y eluatur^íl grosei;o, :
Haga de ti con .un .aMr sangriento
El águUa de Júpiter justicia
En árboliren tejado d: ^11 el vietit94 > ::^
¡ Mas ay ! que.«s ta^l 1^ cienci4i y la codicia
De tu siesnpre lasciva.pensaipieoto.
Que pienso que fiíé amor^^ y no malicia!
Que desfavorece la patria los hijos prúpiús cóM
él exemph del ixcfleiují ¡Camoes.
En esto de pedir, los ricos, Fabiio^,
Saben muy bien las enes y las des,
Porq^ue por mas que la grandeza loes^
lío topa con su altura mi astrolahioii
Con ser divino, q.üe llegar aliabio . .
X No tuvo el fénix Portugués Can^oes^ ;
Y envuelven su cadáver en aloes,
Después de muerto contra tanto agravio.
DK mjfmvosLos. 6^
Con dos laureles fhé tan itnfJortena
De espada iy pluma su contraria suertes í
Que no le dio favor persona algtana/ í :
De^id (.si algún filósofo Id advierte) i . .'
i Qué desatinos son deJa fórtunai > .:
Hambre^ enla vidav y marmol en la muerte?
i/í los ragnoBos ^dBpaaUaíy escritor deisatiras.
^i :f::' . b ^:.[> !v ^ ■ ...;:< i>' '»í» »*
Sefiores Espafkrfcs í¿xp<é Je hicistes ^ . >
Al Bocalino 6 boca dehinificTho^ .> .» q2s hl í:'I
Que con la espada y militar gobierno
Tantavi>casion*den5irmiKrar le* distes?/ - 1
£1 alba con que siempre amanecistes
Noche quiere valver^de^escurd invierno,
Y aquel Gonzalo ysu laurel eterno '
Con quien á Italia y Grecia escurecistes.;
Esta frialdad de Apolo y la estafeta
No sé que tenga tanta valentía.
Por mas que el decir mal se la pro^ietaj
Pero sé que un vecino que tenia, -
De cierta enfermedad sanó secreta.
Poniéndose un raguallo cada dia*
•>
Éesponde un amigo qué sentia qut haHan tan
mal di España.
Burguilios, el raguallo no me ofrece
Tanta, seguridad , ni os la permito.
Que la lengua en que viene el libro escrito
64 RIMAS
Peligroso remedio me parece :
Con poco y vil estudio le acontece
Difusa fama al sátiro delito^
Yó al bi^n hablar los hombres la remito»
Que todo lo demás no la merece.
Los que no: saben escribir en ciencia»
Por la sátira van hada la fama.
Que nunca le. faltó correspondencia : -
Aunque tiene tal vez el que disfama»
Con ser para la freiWeidiligéai^ia, '• * . '
En las espaldas der laurel la^rama. ^
La necesidad en las mugeres es discuta.
Pendope dichosa , no disputo.
Si fuiste casta ó no, porque tenias
Muy gentiles capones, que, comíais
Mientras faltaba tu marido astuto. ^
Las tocas baxas, y el funesto* luto
Dexacla falta de comer dos dias: ?
¡ Dura necesidad, que si porfías
Será traydora Porcia al mismo Bruto !
Las mugeres son t das principales :
Si alguna su valor y ser desprecia.
Necesidad la obliga á casos tales.
No estaba pobre la feroz Lucrecia,
0"e á darle Don Tarquino dos mil reales»
Ella fu^a mas blanda y menos necia.
DE BÜRGUltLO^. ^ 6$
Escribe á un amigo el suceso de ufia jornada.
Claudio , después del Rey y los tapices
De tainto grande y forastero íncautq ,
No tieire la jornada 4 ver el auto.
Que te pueda escribir que solenices :
Fué todo cortesanas meretrices
De las que pinta en sus comedias Plaúto,
Anduve casto , porque ya soy cauto
En ayunarlas , ó comer perdices.
Ya los ventores con el pico al norte
Andaban por las damas circunstantes.
Que al recibir las cartas se da el porte.
Partióse el Rey, llevóse los amantes.
Quedó al lugar un breve olor de Corte,
Como aposento en que estuvieron guantes.
A una dama que comía ceniza y sal.
¿No siendo fénix, qué imaginas, dando
Ceniza al corazón en que se queme?
Si eres la Reynatu, consolaréme.
Las de su muerto esposo manducando:
Pero Lisena, quien se va salando
Con prevención , alguna cosa teme.
Que á la mejor oveja, aunque se estrehíe,
La da sal el pastor de quando en quando.
Memoria es bien tener del Memento homo;
Pero viva anticipas la: ceniza,
Tom. M £
66 ^'WAS. ^
Y con la sal te volverás solomo.
Bien hay4 nii cabana (aunque p^jiga);.
< \ Donde por Pasqua garrovillas como,
y por Carnestolendas longaiiiz^.,:, ,^ ,,
^ un Poeta rico^ que parece impofibU.
La rueda de los orbes circunstantes.
Pare el veloz prlniero movimiento,
Déxese penetrar el pensamiento.
Iguálese la arena á los diamantes.
Tengan entendimiento los amantes,
Y falte á ía pobreza entendimiento.
No tenga fuerza el oro, y por el viento
Corran los Africanos elefantes:
Blanco sea el cuervo y negros los jazmines.
Rompan ciervos del mar los vidrps tersos., .
Y naden por la tierra los delfines.
No sufra la virtud casos adversos,
Den los señores, hagan bien los ruines.
Pues hay un hombre rico haciendo versos*
Que sienten mas los ricos la muerte que los pobres.
Compuso un sabio (cuya pobre suerte
Apenas toga concedió raida)
Un libro en vituperio de la vida,
Y dos en alabanza^de la muerte:
La muerte que infamarse siempre advierte.
De tanta exaltación desvanecida,
DE BÜRGüILtOS. 6^
Prometióle mostrarse agradecida.
En darle tarde el virotazo fuerte.
Que no lo estimaré , te certifico.
El sabio respondió, ya calvo y ciego.
Tan largo de nariz como de hocico;'
Pues por tarde que vengas será luego.
Promete, 6 muerte, esa tardanza á un rico,
Que yo ni te desprecio ni te ruego.
La primera vez que vto la mar.
Valate Dios el charco ;» el que provocas
Con verte á helar el alma de las venas,
Adán de tiburones y ballenas.
Almejas viles y estupendas focas.
Cerúleo sorbedor por tantas bocas.
De mas naves que vio tu centro arenas^' .
Teatro eft quien oyó trágicas scenas
Sentada la fortuna entre estás rocas.
Tu que enseñaste al Draque, á Magallanes
Lo mas estrecho de tu campo oblico,
A pesar de sirenas y caymánes:
En España nací con solo el pico.
Cansado estoy de traginar desvanes,
¿Dime por donde van á Fuerte-Rico?
Que no es hombre el que no hace bien í nadk.
ÍDos cosas despertaron m¡^ antojos
Estrangeras, no al alma, á los sentidos.
68 KTMÁS r
ÜVIarino gran pintor de los oídos,
Y Subens gran Poeta de los ojos :
Marino, fénix ya de sus despojos.
Yace en Italia, resistiendo olvidos,
Kubens , los héroes del pincel vencidos.
Da gloria á Flandes y á la epvidia enojos.
Mas ni de aquel la pluma ,' ó la destreza
Deste con el pincel, pintar pudieran
Un hombre, que pudiendo á nadie ay.uda:
Porque es tan desigual naturaleza, «
Que quando á retratalle se atrevieran.
Ser bombreó fiera, les pusiera en duda.
Que amando no ha^^ dificultad.
/ Carbón me pide Inés, que la criada.
Dice, que se le fué con un lacayo
Medio Francés, entre bermejo y vayo,
Del caballero de la ardiente espada.
Si me pidiera lumbre, la abrasada
Troya del alma le prestara un rayo;
Pero carbón , por Dios que me desmayo
De ir á la tienda , la sotana alzada ;
Pero pedirme fuera mas cuidado.
Que asar con él , perdone la sptana,
Perdone lo escolar, perdone el grado.
Todo lo puede amor, todo lo allana,-
Pues Hércules se puso rueca al lado»
Y Júpiter las naguas de Diana.
DE BüRGUIIXOS* 69
Que los libros sin dueño son tienda y no esiuMó.
Fabio,. notable autoridad se saca
De escribir el autor por damos mueca;
Que sacó de su propia Biblioteca
La historia de Charlin y Tacamai^:
Articular humana voz la urraca.
Es como remojar la arteria seca.
Porque es llamar al guante Quiroteca
Esto de biblipte.a óbibliotaca.
¿Qué libraría de Girador Hispano?
¿ De Senador Juris-consulto grave ?
¿Qué fénix Escurial? ¿qué Vaticano?
Por libros quiere Persio que le alabe, .
¡O misera ambiciort de aplauso humano!
Que libfcr es el que enseña, no el. que sabe.
i4 íuis f^elez áe.Guevarú^ del cérdito que tienen
bs ixirangeros.
¿Qué Tomé de Burguillos me llamase,
Pudiendo yo llamarme Paulo Emilio,
Trujana \ Otavio , Regulo ó Marsilio,
Qué el crédito al valon anticipase^
¿Qué mi estrella fatal me destmase
(Aunque no fuerzan) sin humano auxiltOf
if del Parpaso el prcw^incial concilio
A ser Tomé, sin que jamas tómase?
Luis Velez^ un Leus tuvp Sevilla
jrÓ í KlVtA9
Pobre ingeniero , que después ftié rico.
Mudando el nombre (¡estrafia maráüllá!)
Si Luis fué pobre y rico Ludovico,
Mudémonos los nombres de Castilla,
Vos Liídovico , y yo Burguitomíco,
Venció una: dama, córmaa^ ' a otra ' que. presumu*.
haberla cencido Jtíante de sus Ma-^
' ' geftudes.. . . -
A breve vida exálaciohsttjeJia^
Plaza de estrella presumió atrevida,
Y volando en apl^uáos encendida,
Risa del-ayre feneció <ometa : ^
Ta'Fenix, tu Leonarda,'tü'per£eta
Luz de la ^acción y de los Versos vida,
TriunfestQ ilusti^e al firmamento asida, /*
Que por estrella fixa te respeta.
Vuehe después de dantas tempestades* ;^
Sol del Teatro, mas hermoso en ellas, •
Desengaña las altas Magestades.
Y, sepan las que j^isas y atropellas.
Lo que va de mentiras á verdades^ • ».
Que hasta salir el sol fueron estrellas.
Decía una' dama que ne hallaba & iqiáek Querer.
Entre tantas guedejas y copetes, '
Tantos rizos , jaulillas y vigotes ,
Entre tantos ilustres Lanzaretes,
Reservando gualdrapas y bonetes:
Etitre fanto¿ sombreros cá|)acetes,
Ambares, negros, rubios, achiotes.
Lampazos , ligas ; ciíérjjds i Chamelotes,
Peones de arm'as, dej^Wlin' ginetes:
Entre tantos que '<^a"ri' eí'fíico al viento, '
Qué a que' los 'f ueguén por tlrideza esperan,
¿No halláis á'qu¡eh'güéVér?/¡estraño cuento!
¿ A tantos Vuestros ójbs vituperan t
Señora id no tenéis entendimiento,
O vendfeis á^guerer qtiando no os quieran^
' A una dama que í todo respondía zape. . .
• Del alma, ó' Lidia, son (6 cuerda 6 loca)
Las palabras espejos y Retratos; ! -
Tanto á la lengua írnportán lols récafós,
Y á quien mayor obligación le toca :
^ Qiíé ¿óstumbre tatí bárbara os provoca
Entre tantos Natósos y Patratos?
Pienso que todos os parecen gatos.
Pues nunca ós falta el zape de la boca.
TojÍQS murmuran zapé tan grosero.
Aunque por gracia algún galán le escape,
De tahtos que traéis al retortero; , "
Pero porque bejpr se encubra ^tape, ' ,
Haced que os den un gato de dinero, ^
Que con el miz Olvidareis el zape. .
^a - RIMAS
A UM dama que criaba un cernícalo^
Filis, verte cijiar ün ave admira
De tah poco y^íqy,, y.flue te fajte r
Un pardo azor, ^n^np^e gerifalte, ,
Que se pierde en. ¿1 , cielo á qujen le mira:^
C^zar con un cef n^fcalo retira
íu grave honor !de su primero esmalte, .
Una urraca es mejor, cjue parle y $^lte, , >
Y ope puedas llamar Sancha Ó.Elvira. . ^
Dirás que urracas te parecen suegras,
Y que en la ca25a de tus m^nos francas.
Mejor con un cernícalo te alegras.
Cazad los dos, pue§ no las tienes, mancas t
El paxárillo con Tas uñas negras,
Y tú las bolsas con l^s u^l^s' blan(;as.
Conjura un culto ^ y haUan los dos, df medié
\Soneto ahaxo. . -j
.f
Conjuróte , demonio culterano, , . -
Que saljgasde este mozo miserable.
Que apenas satle habíar ( ¡caso.notahlel> . v
Y ya presume de Anfión Teb^no:, ^
Por la lira de Apolo soberano
Te conjuro, cultero ¡nex6ral?le ,
Que le des libertad, para qpe hable
Hn su nativo idioma Castellano.
¿Por qué me torques bárbara tan mente«
Que Cultiborra-7. Brindalín tabaco,
Caractiquízan toda jntonsa; freiste?
Había Chrjstíana, perro.,. Soy. Pplaco.... í
Tenedle que se va*« no me ates^... tente;*» r
Suéltame... aqui de Apolp... aqui 4e Baco.
íescriie ti. ría de Madrid en Smüo.
I
X
r
¿M^s,^ro]^^]uaiiares, n9 teb^Sria
Todo jcl afío sufrir tanta, fregicma,^ > r
Tanto lacayo, y pa|[e debaloija, ; f j
Tanta ropa servil, tanta canasta ?
Agora en JuUo tus riberas gasta
Tanto prestado coche, tanta dona.
Que la que peca; Abril, Julio xatooftv -r-
Cáfila mas altiva y menos casta». . '
Escupe r^yos.de león la ira . ,, ; ^ -:?
Ferqz, aunque, de Alcide^ fué despojo, ^ »
I^ ardiente jaxena por humor suspira:
Mas como él rio es viejo, y süi antojo, ., [
A su primera f\iepte se retira, r /^
De ver tantas pescadas en remojp. ri
'a un, a>che ,de damas feas que iban al s^otp^
y habla con et cochero j¡ot m.hahlar^ -^
. con ellas. . , .
• * ■ ' . [ ..
jÁ dónde; llevas, infernal cochero, :;/;r
Esa de suegras cáfila enemiga?'
I De qué Scitia cargaste, infame auriga ^
3}^ ^ * RIMAS '"^
Tanta ser^jléfttt, y basiíiséo 'fiero ?
Si desgracia; si imperio, si dinero.
Faetón de -Trasgos , á llevarte obliga
Tanta' fiwa<:ru^P, que amor maldiga,
No* eres cochero ya, slno"Ieónero: ^
Para, Carón te de infernales barcas^
Y no lle^es-'&í Sotó , ni álas^ huertas '
Tarascas, muertes, cocos, tigres, parcas:
Que si-éh-4r á las islaílte conciertas,;'
Y en Amsterdám de Holanda desemlbárcaá,^
Con tales sierpes quédarárl i desiertas. *'^ "
■' ' ' jÍ Un maldiciente. *-' '
Bicarai*; Squandb ' salgas -de esía. vidai' - '
Tu lengua y^^lüriía de VeMadés llenas '' ^
Se volverán d($¿*' blancas a¿ücéilás, '' _
Que H^ncaNH' cíelo de pfeniíar se 'olvirdk:' '■
Como tíenéis la' honra tari' pétdída i ' ; / *
Envidias y fíérsígues las ágenas,'
Naciendo de saber su nombre abenas,' ' '
El ser de tantas honras' hólmici'd'a;''
A todos por qualquiera jiifieria
Hf andaba un gran señor dar gran dinero^;
Porque jamás Mero visto liábia.^ ^
Lo mismo de tuMenguá con^dero.
Que quien sabe que es honra, no podía
Tenerla en' J)ocb , ¿í la vió primero.
DB SüRGüILLOS. jf^
Intento el JPoetá ausentarse para olvidar^ y no
le aprovechó el remedie^ con que parece \ui -^ -
hahla de veras. - *• '^
Eíi la Troyia íi>téríor de mi sentido
Metió iin caballo amoi* con graih secreto» ^
Parto de mas soldados , solo á efeto
De Verme éftsalámáttdl'a convertido:
Salen á medianoche, y -al ruido
Despierta el alma al corazón inquieto»
Y fugitivo yo' de' tanto aprieto *
Entre la viva llama emprendía olvido. ' ^
Mi padre al hombro (que es^ mr ingenio) intento
Buscar álguft remedio á tanto estrago^ ' ^ *
Embarcado en mi propio pensámieftto ; '
Pero poctí mis daños satisfago, ^ ^ ''* .
Pues con mudar de patria^ deélemeñtX),^ -^
Me vuelvo á Tro^a, poífque *no h1ay Gártíag^.
Habla' duende en una casa y ^^müneéo preñaría
' tina doncella. > * ^^
Siete meses. Filena» son- cumplidos, 7*
Que este espíritu malo se delíeñd^'; ^
No vos del mismo á vos, por mas que enmiende
El cuidado á los ojos los vestiéd^í^
Dispútase por hombres etkendidos.
Si fué de los caidos este duende,
O vos la qué cayó ; sino^ Se-éritíénde* ^
5^.6 RIMA$ /-
Que sois los dos espíritus caídos.
. Entre tantos conjuros he notadd, i.
Que espíritu sin carne no podia
Seros tangible á vos, si os ha tocado.
No le conjuren mas, Filena mia^
Porque aunque eiste se raya v ^^ que ha dexado
podra sustituir la duenderia. . T
y, a(;aba áprn^^dq*
Digna será d^ yp$, sefior Cupido,
Digna stvk de vos tan alta hazaña,
f^antatS nieves en nú, ¿soy yo m^ntaiSa?
Herid ^ Juana^, pues me habéis herido:
No quiero exemplo contra tanto olvido
De Daphne en taviro , y de Siringa en cafia.
Sino que casta la tostel^ castaña
AX blando fuego de mi amor ps pido«
Mas Vitoria es la seda , el oro y randas,
Quedtar á vuestras armas poi; despojos ^
Estas mis escola>?es sopalandas:
Y tú, pues, no te duelen mis enojos,
Juana cruel, qpe en cinco puntos andas^ /
Caigas, auuquer tropiece?, en ipis ojos,
A un amigo 4el Foaa que. iba fuera
de buena ^a^a.
Galan^ dje . verde yají , hermano Alcyiq, , , ,
BE BÜRGVltLOS. ^7
Páxaro mudas, bnenas dichas .háyias.
Pues con lo verderón te apapagayas.
Notable comiston , bravo camino.
Bien te parece el tra^ montesino
Para entre cabrahigos , y altas hayas,*
Vuelvas mas alto, aunque también lo vayas.
Que Lanzarote de Bretaña vino.
Como un Orlando vas determinado.
Lo verde. es esperanza, no se piei'de,
Y mas en los que viven sin cuidado:
Pero dice que vas , quien siempre muerde» -
Mas que para galán, para guisado.
Porque pudieras ser carnero verde.
Casóse un galán con su dama , y después
andaba zeloso.
Puso tan grande amor ( si amor se llama )'
Un hombre, aunque no fué de los Catones,
En una gata, en perseguir ratones
Décima de las nueve de la fama;
Que á Júpiter, teniéndola en la cama,
Porque fuese muger dio tales dones,
Qu«,4 fuerza de promesas y oblaciones,
Júpiter la volvió de gata en dama:
Estando, pues, en el estrado un día
Pasó un ratón, y apenas la bíslumbre
Le dio en los o)os, quando fué su harpía.
¿De qué tienes , Ricardo, pesadumbre?
Que Cloris ha de «ser lo que solia.
^8 . RIMAS -
Por qué es jiatucaleza k costumbre.
Discúlpase cortesrrienti de no matarse ^ nijepusa
pof jel p$nsamlentú,
. Ifybis después de la amorosa que|a
De aquella su ingratísima señora.
Hallóle el sol al despertar la aurora ,
f alíllo en la almohadilla de su reja;
Luego el tronante Júpiter despeja
Las nubes con la mano vengadora,:
Y en piedra la convierte, donde agora
Dentro del mármol se lamenta y queja.
Bien me quitara yo también la vida,
Pero debe, señora, reportarme.
Qué no quedéis pn piedra convertida.
Y animóme también para escusarme.
Que aun no estaréis después arrepentida,
O me daréis mas vida por matarme.
Castiga amor un mal gusto con un mal empleo.
Quien a ninguno amó, quando podía
Tantas veces querer quantas fué amada.
De un mico inútilmente enamorada.
Su fiereza por ídolo tenia :
Fatal llegó del dicho mico el dia,
Y ella de su desdicha lastimada,
La piel bellosa én pardo hollín tiznada
Colgó llena de paja en su armería.
DE BÜROUILLO». J^gí
¡Qué hermoso salchichon^íqué ^indo emplep;.
Qué Adonis bello, ó^Capitan rpbustp.
Sino el mismo retrato de AsippdeQ{< ^ .T
Mas fué de na querer castigo lusto^ I
Que fuese un animal tan ^legro.y feo^ : . . í¡ '^
El Mico-cosmos de su necio gusto» [ » 7
la que viene primera no es la m¿fyof iesáiük^x
Hércules de Alcuniena giganteo t » ? *!
Ganapán de la Grecia musculoso;, ,: .. >. . J
Con la nudosa clava el escamoso
Cuellp deshizo del dragón Lerneoj -. . \ .i.
Pero sabiendo muchos su trofeo^,,.
No pudo ser tan presto victorioso.
Como ^n la muerte de mi a^npr zek)So
Nuevo principio nace á mi descocí : ./I
No temo las desdicjias conociida^^ ;, , ,>
Que á sierpe que produce mas. cabezas
En dafio propio se le dan heridas::. , .:
Y mis desdichas son como cereí^aA^. 1
Que voy por una, y de una et) otra asidas
Vuelvo con todo un plato de tíistea^as.
A la muerte de Timosca^ perra de agtkos famosay
matóla la rueda de un rmli^*
En esta inútil, si florida huesa, ^
Yace Timosca; ó peregrino, tente, ,
Perra , y delfin de agua , cuyo oriente
ÍOT • RIMAS^
Ftóédes/padíré Francés , madre Irlandesa.
Truxóme á EspTafía belicosa empresa.
Donde de un golpe ( 6 fértil recipiente)
Parí ditó y seis hijos del Valiente
Cardona , perro de agua del de Sesa.
Mi muerte fué un molino; mas ya creo^
Que trasladarme al can celeste ordena
Júpiter por muger : ¡ qué dulce empleo !
Ay de tí. Manzanares , porque en pena
Haré, si en la canícula mé veo.
Incendio tu cristal , polvo tu arena.
A una dama que en un balcón estaba cosiendo
unos escarpines muy pequeños.
Con el marfil, que al Africano diente
Del animal mas sabio desafia.
Que imaginado como nieve enfría.
Siendo por éf efecto fuego ardiente:
En un bakon, envidia del oriente,
La bella Antandra un escarpín cosía
Con hilo , que de perlas parecía,
Y aguja , que al amor flechas desmiente.
Bien hace, si con él en puntos anda.
De darse en acabarlos tanta~ prisa,
Pues quanto quiere, con el pié lo manda.
Saldrá la aurora con«su dulce risa,
y amor verá en sus pies con breve holanda»
Levantarse azucenas en camisa.
z)B mjKGmuLos. 8 1
jí la muerte ie un CáH¿lrá.tko^ de Escrituran
y escribe de,' veras^ ^ ;
A ti, si maá la eternidad pjudieni
Que tener 'eiv'$l<Qiisma tu memoria, ,,
Con imposible exceso de tu gloria ,
Para tu nom&re- más «ternas fuera:
Quarenta veces vio la primavera
El vellocino-de? Jason ,» Vitoria,
En tanto que te dio la sacra historia
El Magisterio V' y Cátedra primera.
'Mas ya la. muerte en tu fajbal partida
Tu vida en igmortal feníx convierte, ;
A mejoras isstcuplas reducida;
Para que honrasen de una -misma silerte^
A tu muerte la fama.de tu :vida,
Y á tuí vida laí «gloria) de vtu muerte.
JTo tiene por Jíombrés los que ^no aman , aunque
;. íi ' - no lo siente mucho.
t- ' ' ' '
Quien no ¿abe de amor^ viva entre fieras ^
Quien no ha querido bien, fieras espante,
O si es Narciso dé sí mismo amante'.
Retrátese en las aguas lisongeras :
Quien en las flores de su edad priitierás
Se niega á^amor^noes hombre.que es diamante^
Pues no lo puede ser el que ignorante
Ni vio sus .hurlas, ni tendió sus veras.
Tom. XI F
84 w 3RLMAS : ::
Yo no me alabaré, que humilde vengo
Al jduké yugov amor, de tu cadena v
Con Sancha Sanchez^;^^ y/con^Menga Mengo.
j Fuerte vivir por voluntad agena!
Pues no puedo comer, si no Ití tengd^ "^
Ni tengo gusto, mientras tengo pena.\ ..
Dis^ulpast coni Lope de Vega, de.su estila.
■'. .: ■ ■"■/ s • .y ' ''
Lope , yo quiero hablar con vosiile verás,
Y escribiros en verso numeroso^: > í
Que me dicen que estai& de mi quejoso.
Porque doy en seguir Musas- ratearas.! r
Agora invocaré las verdaderas^ - ;
Aunque os sea ( que sois escrupukiso )
Coq tanta metafísica enfados, .
Y tantas categóricas quimeras. - .i i.
Comienzo, pues: ó tú que en lar >i»suefia^
Aurora imprime^ ia celeste llama.
Que la soberbia de Faejton despena. ;..• : * .
Mas perdonadme, Lope, queme llama
Desgreñada una Musa de estameña,
Zelosa del tabí de vuestra fama. ^ - :
Prosigue la misma disculpan .
SefiorLope^ este mundo todo es ternas^
Quantos en él son fratres, son orates.
Mis Musas andarán con alpargates^.
Que los coturnos son para supremas.
DE BÜRGÜILLOS. 83
Gasten espliegos , gasten alhuzemas ,
Perfúmenlas con ambaf' los -magnates.
Mi humor escriba siempre disparates,
Y buen provecho os ha^an los poemas.
Merlin Cocayo vio , que no podía
De los Latinos ser él'srerapre augusto,
Y escribió macarróniciéi poésia.
Lo mismo intento, nó teméis disguslto.
Que Juana no estudió Filosofía,
Y no hay Mecenas como ^1 propio gusto.
Quebróse á una dama el espejo guando iba á tO'-
' car se , y escribe de veras , porque no le riñan.
Escribe con mucho tiento.
Si al espejo venís á enamoraros.
Romperse es fuerza para no ofenderos,
O porque en muchas ^rtes podáis veros,
Y él pueda en otras tantas retrataros:
Si á vuestros ojos no buscáis reparos;»
No podréis de vos misma defenderos.
Que el veros tan hermosa puede haceros
El daño , que resulta de envidiaros.
La estampa de que fuistes imitada
Rompió, quando os formó naturaleza,
Acción de vuestro espejo reiterada:
Quebrarse fué lisonja y sutileza.
Porque con ser de vos, ni aun retratada
Pueda tener igual vuestra belleza.
>x
Y
84 RIMAS
Reprehende el Toeta los que hablan enflautado.
Si cumplo con la lengua Castellana,
Sesolucion diciendo, ¿qué conceto
Es llamarla análisis, ó á qué efeto
Tópica á la invención, cosa tan vana?
Ampliar la lengua propia , es cosa urbana.
Adulterarla , es bárbaro def^to ;
Porque su idioma, y candido dialeto
Con voces peregrinas se profana.
Las nuevas frases, como al vulgo ocultas ,
De los antiguos términos abstraen ,
Y así el remedio, Fabio, dificultas.
Unas voces se inventan , y otras caen ,
Pues hasta las mugeres. andan cultas
Hurtando á las naciones lo que traen.
Quando heredó S. M. estos Reynos , intento
escribir de veras.
Purpúreo Febo despreciando el suelo
A si mismo fatal se anochecia,
Quando con plumas de oro el fénix dia
Previno á España el generoso vuelo :
^1 peso del Atlántico desvelo
En dos altos pirámides confia.
En quien pudo librar su Monarquía,
Por bien universal, piado^ el cielo.
Salió de la ignorancia, y los agravios
BE BÜRGUtLLOS. 85
El Imperio á la ciencia, y persuadida
La fama á la verdad doró los labios*
Hable la guerra, y el estudio pida.
Tendrán en el gobierno de los sabios
taurellas armas, y las letras vida*
Dixo el Bocalino^ ^ue un Español que mató un
Italiano en desafio^ no traía tamisa.
Ya, Becolin, que al Español mataste.
Fiesta que Apolo celebró con risa,
Para decir que andaba sin camisa.
Vestido (aunque mentiste) le enterraste:
A vuestra usanza al Español honraste.
Que por la banda que al sentarse frisa.
Honesta de Españoles fué divisa.
Que en lo forzoso y natural se gaste.
Si él de tu patria, Becolin, muriera, *
i Quién duda que el cambray por todo estremo
ílácia la parte occidental se viera?'
Mas estimo la burla que la temo ,
Que donde no se ve la oculta esfera ,
No ha menester camisa Polifemo.
Freguntole una dama , qué era el Aureó
Numera.
Quando pensé que os daban mas cuidado
Las rosas de Guadix y de Granada,
El Turco de Valencia, la pomada,
86 RIMAS
Y de Sevilla el resplandor comprado;
¿Ricarda , el Áureo Número os le ha dado?
¿Qué calendario no entendéis, cansada
De buscar en la letra colorada
Las fiestas «^ que jamas habéis guardado?
César le halló, pero la causa ignoro
De haceros tan curiosa é importuna.
Aunque' os parezca femenil decoro:
Que mejor sabéis vos que otra ninguna,
Hallar por este número de oro.
La conjunción del sol y de la luna.
Que unos se mueren para que otros vivan.
Enterraron un mico los Persianos
De la embaxada de aquel Rey primera ,
Dicen que era almizcleño como pera.
Bufón de hozico , y jugador de manos:
Allí supersticiosos quanto humanos >,
Higos y almendras, y una poU^ entera
Le ministraba el que de todps era
Alcoranista de sus ritos vanos.
Salia un Español de unos olivos
( ¡O consonantes que facéis de tuertos! )
Y hurtaba los piadosos donativos. ,
¡O terribles del mundo desconciertos.
Que con necesidad los hombres vivos
Coman las honras de los micos muertos!
V DB HURGlHLLpS. Bf
Si se han de tener zehs.
y ■ ■ • ■ '
O sean jiistos, Fabio , ó sean in)iistos.|
Zelos han de tener dos voluntades.
Si justos, por íemor de las verdades,
Y por^l susto,, quanda no son justos:
Si zelos suelen excusar disgustos^
Mejor e$ nó tener seguridades.
Que como son los gustos novedades, ?
No hay que fiar; á novedades gustos.
Siempre quien ama ha de tener recelos, *
No ha de vivir la voluntad segura.
Aunque ventura igual le den los cielos. - '
Axnaf,^ y no zelar no fué cordura.
Porque tener un hombre amor sin zelos.
Mas parece ignorancia que ventura.
ALcüUdda de calzar justo una dama.
¿Qué te «han hecho tus pies^ ó Clara amiga.
Que en tan estrechas cárceles los prendes? .
Los pies encoges^ y la mano extiendes?
¡Ay de la bolsa á quien pusieres liga!
¿Porqué le das tan áspera fatiga
A quien te lleva donde tu pretendes?
Que si dar á tus pies tormento emprendes.
En él confesarán lo que te obliga.
De pies viene piedad ; suéltalos , Clara ,
Que no pierden amores y cariños,
Si de tus píes apelan á tu cara. .
No pagujeu. apretados tus aliños.
Pues si los viera Herodes , los matara
For inocente ^ pero no por nifios.
Describe Wf Pctta su Juana eih forma ít sirena^
sin vaUrse d£ Ja fábula de Utises.
De dulces seguidillas perseguidos.
Lavando Juana en la ribera amena
Del rio, que entre lazos.de veii)ena
Verdes construye á los gazapos nidos;
De Ulises quise hacer mis dos sentidos,
Pero estaba tanJ^lla de sirena,
Que viendo y escuchando hasta la arena
Los yí anegados^ y lloré perdidos.
Allí el deseo y el amor iguales,
Linces del agua en círculos sutiles.
Buscaban bienes, aumentando males.
Yo con los ojos como dos candiles.
Vengad (dixe) mi amor, dulces ofistales,
Pue&que tenéis allá sus dos marfiles.
Responde, á un Poeta que le afeaba escribir con
claridad^ sifndo como es la mas fxcelente
parte del que escribe.
Libio , yo siempre fui vuestro devoto,
Kunca, á la fe de la amistad perjuro.
Vos en amor como en los versos duro.
Tenéis eljázo á consonantes roto:
Si vos imperceptible, si remoto^
Yo Mando, fácil, elegante y puro.
Tan claro escribo, como vos escuro,
La vega es Mana , é intrincado ei soto.
También soy yo del ornamento amigo.
Solo eii los tropos imposibles paro,
V de este error mis números desligo»
En la sentencia sólida reparo.
Porque dexen la pluma y el castigo
Escuro el borrador, y el verso claro.
Justificase el Poeta át qtte ne nacen flores^ , quan^
do las damas pisan los campos^ porque estima
en mas la verdad de Atistóteles que d "
respeto de Platón^
Abría , el sot dexandp el alba á sota?.
Con manos de oro la oriental ventana,
y en el primero albor de la mañana
Trinaban filomenas y tórtolas:
Quando cantando xacaras y andolas.
Calva una piedra acicalaba Juana,
Dando á los campos mas jazmín, mas grana;
Mas risa al rio, y mas nevadas olas:
Aunque decir que entonces ítoreciéron ,
Y por ella cantaron ruiseñores;,
Será mentira, porque no lo hicieron.
Pero es verdad, que en viendo sus colores
A mí me pareció, que se rieron
^ó RIMAS ^
Selvas , aves , cristal , campos^ y flores.
Al retrato de una dama^ después de muerta.'
Duerme el sol de Belisa en noche escura ♦,
Y Ebandro, su marido, con estraño
Dolor pide á Felipe de Liaño
Eetrate (aunque sin alma) su figura.
Felipe restituye á su hermosura
La mtierta vida^ con tan raro engaño.
Que pensando negar el desengaño.
La vista de los ojos se perjura.
Tu dices que mejor fuera olvidalla.
Octavio , pues ya queda helada y fría.
Que no dexar espejo en que miraila*
y yo digol, con paz de tu porfía.
Que tuvo muy buen gusto en retratalla
Al t^empo que mejor le parecia.
jí Doña Antonia Clara de Novares saliendo
una mañana al descuido.
Quien amanece al sol , quien al sol dora,
Dexando libre discurrir el pelo
Por el blanco marfil , y debe al cielo
Las rosas que la noclie le colora:
Parece ( con las gracias que atesora )
Que a la naturaleza dio desvelo,
Y que en las luces del celeste velo
Buscó ella misma su primera aurora.
mt BURGUILLOS. 9 1
Si sois amor para robar despojos
En hábito de niña, hoy cesa , hoy para
QuaTito de su rigor causaba enojos:
Que si fuerades vos Antonia Clara
La nifíq^ de las niñas de sus ojos,
Eoropiera el arco amor, mirar bastara.
Zeios del Poeta porque vio a Juana tolumpiíñ^
dose una tarde con otra^ doncellas.
Para el columpio, que no es justo, para
Que al Zéfiro que engendras bulliciosa,
Dulce abanillo de tu cara hermosa.
Le pongas quatro puntos en la cara.
Yo vi tu pié, que me ocultaste avara,
Y la roseta del zapato ayrosa,.
Que á tus mexillas trasladó la rosa.
Como si mas que viera imaginara.
Mas ya zeloso de la dicha mia.
Viendo que de otro pudo ser gozada
Diré á tu tia ( aunque de ti se fia) ,^
Que andabas mal compuesta, y bien sentada:
Mas ¿qué sirve decirselo a tu tia?
Que pienso que la tienes preparada.
Sentimientos de ausencia a imitación
de Garcilasü^
Señora mia, si de vos ausente
En esta vida duro, y no me muero.
9^ RIM AS
Es porque como y duermo, y nada eíjpéto,
^ Ni pleyteante soy , ni pretendiente.
Esto se entiende, en tanto que accidente
No siento de la falta del dinero,
Que entonces se me acuerda lo que os quiero,
Y estoy perjudicial é impertinente.
Sin ver las armas, ni sulcarlos mares, ,
Mis pensamientos á las Musas fio.
Sus lyras son mis caxas militares.
Eico en invierno, y pobre en el estip,
Parezco en mi fortuna á Manzanares,
Que con agua, ó sin ella, siempre es rio.
Aconseja á tin amigo como cortesano viejo.
Don Juan , no se le dar á un hombre ínada
De quanto va, ni viene, es cuerdo efefo, -
Que toda la quietud del que es discreto
Bn solo este aforismo está fundada:
¿Qué gobierno? ¿qué exército? ¿qué armada
Corre por vuestra cuenta? lo perfeto
Es el descuido, y el tener secreto
Quanto da pesadumbre, y quanto enfada.
Nunca os halléis en juntas ni en corrillos,
Que es cuerdo de las bestias el rodeo.
Ni en estas ruedas de amolar cuchillos.
Haced de la virtud secreto empleo.
Que yo en mi pobre hogar con dos librillos
Ni murmuro, ni temo, ni deseo.
DB JIIURGVILLOS. 93
Heprehnde los Filósofos- antiguos.
A aquel filosofar antiguo, Otavio,
Jamas le diera ya tan falso nombre.
Plantar el hombre^, sin que el verlo asombre.
Mas parece de bestia que de sabio: ^
Sacar los pjíos', dar silencio al labio :
Un lustro, acción de bárbaro se nombre,
Buscar d^ di^ <Km un hacha un Jiombre,
De quantos han nacido fuera agravio.
Qon propia mano en una Cuente mi dia
Vio un 3ábÍQ P9 bombre que bebiendo estaba]^
Y quebró le. escudilla que tenia. . ;
¡Qué herjpnosa necedad! pues se obligaba \
A quebrarse la mano si bebía.
Porque también la- boca le sobraba.
Laméntase Manzanarts de tener tan gran puente.
^ . Habla el rio.
Quítenme aquesta puente^, que me mata,
Señores Segidores de la Villa, .
Miren que x^^ ha quebrado una costilla.
Que aunque me viene grande, me maltrata:
De vola en vola tanto se dilata.
Que no la alcanza á ver mi verde orilla;
Mejor es, que la lleven á Sevilla,
Si cabe en el camino de la plata.
p4 RIMAS
Pereciendo de sed en el estío.
Es falsa la causal y el argumento,
De que en las tempestades tengo brío.
Pues yo con la mitad estoy contento.
Tráiganle sus mercedes otro rio,
Que le sirva de huésped de aposento.
A Don Francisco de Quevedo Villegas , señor
de U Villa de la Torre de Juán Abad^ Caba-
llero del Orden de Santiago.
Pdra cortar la pluma , en un profunda
Ideal concepto, y trasladarle en rima
Hallé ( peregrinando el patrio clima ) ,
Que erades vos^lo mas sutil del mundo:
Atento os miro, y tan valiente infundo
Alma al ingenio , al instrumento prima.
Que á escribir, á cantar, á ser me anima
De vuestro claro sol Faetón segundo.
Para alabaros hoy, pedíle al coro
De Apolo ( si es <|ue tanto emprender puedo )
Permitiese mi pluma á su tesoro;
^Y respondióme con respeto y miedo:^
Burguillos, si queréis teñirla en oro.
Bañadla en el ingenio de Quevedo.
DE BURGUILLOS. 9§
Lloraba Juana por una camisa yuele fmriironen
el rio^ y quitóse el Poeta la sü^a porque no -
la riñesen en su casa.
¿ Perlas ^ Jaanai en tus ojos, cuya risa
Hizo llorar de amor al mas diamante? - ^
¿Qué holanda, qué cambray, ó qué brabante
De lágrimas sembró tu manutisa?
¿Mas qué nlayór fineza, y mas aprisa,
Cómo quedarse en cueros un amante?
A%í 'pintan á amor, nadie se espanté.
Pues menos es que el alma la camisa.
Desnudo estoy , amor , por hoy te pido
Te dignes de ponerte mi sotana ,
Y darme el arco para ser Cupido.
Por dicha (aunque es tan fiera é inhumana )
Viendo tan grande amor contra su olvido,
Rendirá su desden mi hermosa Juana.
Preguntóle un Caballero si haria comedias , por
el principio de una que le en-viaba.
¿Si harás comedias, me preguntas. Cloro,
Y un acto de Penelope me envias?
¿Qué fama te engaiíó, que en tales dias,
De Falaris te metes en el toro?
Después que un autoron cantante loro
Con idiotismos y objeciones frias
La exponga al vulgo , comerante harpías
q6 KIMAS
£1 dulce néctar del castalio coro.
Es el teatro iJe ámbar un escudo
En un carro de estiércol ó en un coche» ;:
Donde habla ^1 ganso, y está, el cisne mudo»
Y quando mas tu ingenio se trasnoche, .
Vérasteen una esquina con engrudQ,
Y no te faltará para la noche.
Exclamación dd Poeu por un hombre que mm*
jpre andaba diciendo que. era muerto.
O tú, buen hombre, ó. tú qualquier que seas*
Trágico de mi fin Mfsrcurio alado,
Que ^in ofensa, herencia, ni cuidado r
La voz en referir mi muerta empleas:
Primero que te goces y la veas,
Pases la barca de Carón tiznado,
Y si no tienes óbolos , á nado .
Te trasladen las piárgenes Letheas.
¿Qué te ha hecho Burguillos, bestia fiera,
Que quitas á la muerte su trpf<o,
Quando menos la teme, que la «spera?
Dexale honrar el coro Pegaseo,
Que como aguardes á que Dios lo q-Ui^ríi,;
El se lo morirá sin tu deseo.
Al Príncipe de Esquiladle.
Sijro en mi vida vi la Poliantea,
Sudo villano me convierta en rana.
DB BÜRGUILLOS. PJT
}Qué aplauso pide aquella gente vana,
Que por lo tragínado^ sé pasea?
Vuestro clatro esplendor , arbitro sea»
Principe de la lengua Castellana,
Que si Goda nación vive Tebána,
Y siendo Esfinge morirá Guinea,
Qoa^do vos fiíistes por Virey á Lima, .
Penelope quedó, mas de a^^uel cielo
Antartico voiviradeá nuestro clima.
Adúltero iiiddareis su casto velo^
Y á mí llorando: su perdida estima:
¡O patria quanto debes< á mi zelo!
Disculpase 4l Poeta del estilo humilde^
Sacras luces del cielo , yo he cantado
En otra lyra , lo que habéis, oido.
Saltó la prima, y el bordón lo ha sido
Al nuevo estilo, si le habéis culpado:
He xTfí mismo se, burla mi cuidado.
Viéndome á tal estado reducido;
Pero pues no me habéis favorecido.
Porque disculpo loque habéis cs^isado?
Bntre tantos estudios os admire, ^
Yemre tantas lisonjas de señores,
Quef de necesidad tal vez suspire:
Mas tengo un bien en tantos disfavores,-
Que no es posible que la envidia mire
Dos libros, tres pinturas, quatro floreSt
Tonu XI G
98
RIMAS
Murmuraban al Poeta Uparte donde. amaba per
los versos qUe hacia^l ) '
CANCIÓN.. ,
a pues que todo el mundo mis pasiones
De mis versos presume, a > - 'j? -:
Culpa de mis hipérboles' caüsewta^/ n
Quiero mudar de estilo y de r^aízohes; *
Y pues la misma pena me consume^ í.
Tomar la lyra menos bien templaba.
O vos rubia manada,
Y todos los demás que paáoá paso
Pacéis los alcazeres del Parnaso,
Prestadme vuestra ayuda sobre prenda, í
Para que el vulgo bárbaro no eútienda .
Por mis necios efetos : ' j *.
El alma de mis versos y concetos. í \
Que si animando tan humilde estilo, C
Segunda vez pretende
Comentar mis desdichas desde agora, .
De los que habitan el Egipcio Nilo, r. '
O los que en Etiopia el sol enciende, í
Y en los bordados reynos del aurora.
Que Febo Infante dora,
Aprenderé la lengua no entendida,
Dexando escura fama en larga vida.
Mas yo fio, Piérides, que en tanto - '^
Añoxareis las cinchas á mi canto.
DÉ BUROyiLLOS. 99
Y que en este lenguage.
El Lete me dará franco pasage.
Sib^ra$ del estrecho ManzanareSi
Por donde antiguarnepte
Alborotó sus límites postreros
La que tuvo á Joñas en Iqs hijares,
Escure^ciendo su cristal corriente
La paja y vino del albarda y cueros,
A fuerza de les fieros. í
Dardos y chuzos de la gente armada
Que por la puente le estorbó la entrada:
Un soto lleno de verdura y caza,
Donde prueban los toros de la plaza.
Cubre la orilla aipeita
De chopos» sauces, lirios y verbena.
En este qn Martes pardo, aciago y malo
Para casar doncellas,
Entre la grama y los menudos juncos
Vi el sol,, 4 cuya vista me regalo,
Y aquellos, ojos como dos estrellas^ - .
Y ^s poco si dixera dos* carbuncos, ;
No desde los Arv»nC(9S, f .
A nuestros Montañeses vieron da|na : -
Tan bella, los anto)<>s,dela fama:..; i- »
Al fift.yo vi sij rp$tro y su, ^guilefift- ^^ ^ ,.,
Nariz como remate de cermeña, ; .^ , .; i
Y aquella boca hermosa, . .i r: /..
Que dexó de ser gujnda por ser rosa^p . :
Mas si. Cupido entonces. lisoogerAíi^i r,
En vez cíe U sangrienta . -■■..'
loo RIMAS
Ballesta de sangrar rocines y acás, ^ - "
Tiróme con la mano de un mortero.
Que durmiendo una noche en una venta
Hurtó para tirar á las urracas:
Tal en Indias amacás
Suele devanecerse ó en la nave
Quien ni del mar ni del columpio sabe,
Quedanda yo tan triste y descompuesto.
Como después de las vendimias cesto, *
Dando mías estornudos.
Que los tabacos dan por ios embudos.
No suele el sol mas libre y licencioso
Entrar por un resquicio
En un zaquizamí de texa vana.
Que el rayd ilustre de su rostro hermoso,
Haciendo en mí piramidal solsticio^
Con dulce fuerza de opresión tirana.
Entró poí* la ventana
De aquestos ojos á mi helado pecho.
Suave ardor de mis sentidos hecho.
Aunque el fuego que el humo interrutnpiii
En densa nube el ayre convertía.
Si alguno Me ttiirába
Del tufo de mi mal estornudaba.
Sapaz alnor, ¿qué es; esto, quién tef há 4ado
Fuerza tan poderosa . . '
Desde la roxa purpura al plebeyo
Sayal, quft sigue d buey con el arado?
¿Que ?aBcheo produce aquella rosa»- " -
Astolfb, del sentido d^ Aprúef^t-- -^ - ^ -
DE BUKGUILLOS. 1 01
¿Qué Césa^ ♦ qué Ppropeyo,
Qué pastor , qué rocín rucio ó castaño
No hirió tu flecha, ni rindió tu engaño?
¿Qué Adonis? ¿Qué Narciso ó Filomena
En flor ó en pluma no lloro tu pena?
Todos mueren de amores,
César^ rocin» pastores, aves, flores*
Allí con los ardores del veneno»
Aunque dulce contrario,
A la quietud del corazón rendido
Quéjeme al soto, al prado, al campo ameno
Be aquel mortal arquero Sagitaria,
Desnudo de temor, de error vestida
Bl rio condolido
De lástima corrió como solia^
Y las aves con dulce melodía
Animaban los zéfiros suaves.
Que también en las flores eran aves,
Y patos y conejos
Escuchaban mis penas desde lexos.
Álamo no quedó, no quedó fuente.
Pastor ni labandera.
Novillo en soto ni borrico en prado.
Que no se condoliese tiernamente
De ver en su ribera
Llorar de amor un hombre Licenciado,
Tan docto y tan barbado.
Como si el alma fuese vieja 6 niña,
Barbada por los lados ó lampiña.
Ni es centro el cuerpo del amor heroycft»
102 RIMAS
Aunque no soy Platónico n¡ Estóycó^
Siguiendo en esta tema
Aquel Aristotélico teorema.
' Dixo este tal autor que en Griego escribe.
Por no ser de la Mancha,
y ser la lengua en que nacido había.
Que amor en conyugales lazos vive,
Y sin ellos también, que tanto ensancha
De su jurisdicción la Monarquía,
Que fué sentencia fría.
Aunque la diga el Rey filosofante.
No porque la condeno repugnante;
Pero siendo juez naturaleza.
Amable, pors.er bien, es la belleza,
Y sin comunicarse
Pudiera de Aristóteles quejarse.
Viéndome en fin qtie por las selvas solas
Sátiro parecía,,
Amante sin dinero, pobre y roto.
Envidiaba las candidas tórtolas.
Aunque mayor envidia me afligía
Be los que merendaban en el soto.
Mas quando mas remoto
De todo bien sin esperanza estaba.
Vi que la bella Juana merendaba
Una empanada con Leonor su tía,
Y aunque era el alba de quien sale el día,
Dexando amor antojos,
A la empanada me llevó los ojos.
Si ¿on hambre no hay Venus que aproveche»
BE BURGUILLOS. XOJ
Tanta descortesía
Disculpe, sí de amor fuere culpada.
En pan de azúcar un capoh de leche,
Y aunque Juana tan linda parecía.
Be mas sazón estaba la empanada;
Invención regalada,
Y mas que para oír tiples eunucos.
Si merendaran habas ó almendrucos,
Pudiérnsc quejar de mi deseo;
Pero entre quantos platos dulces veo,
Puede comer el Fúcar
Tiple de teta en círculos de azúcar.
No de otra suerte gozque hambriento esgrime
Blanda flexible cola ^
En torno de la mesa de su dueño,
Y con lengua anhelante gruñe y gime.
Ya con ladrido y ya con cabriola.
Que yo con muda queja el alma enseño.
Ella coo el risueño
Semblante entonces, me tiró tirana
(Aunque fué de marfil la cerbatana)
Del cadáver pretérito la Troya,
A manera de torno de tramoya,
¡O terribles excesos!
Esperando pechinas hallar huesos.
Dióme en la nne^ el golpe que me hizo
Sacar toda la lengua.
Como perro con hueso atravesado;
Mas el favor la pena satisfizo.
Que no es amando mengua
I04 RIMAS
Salir favorecido y agraviado,
Sentime consolado
Del golpe que en señal de mi victoria
Sonó como quien muerde zanahoria,
Mas apacible que al villano oido
El dulce son del rábano partido»
Y como hirió en lo hueco.
Opuesta resonó la Ninfa Eco.
Mas habiéndole dicho mi Accidente,
Se levnntó furiosa»
Como suele perdiz, que d^l sonante
Rocin del cazador la estampa siente.
Formando aquella rueda sonorosa
Del velo fugitivo retumbante.
El soto que delante
Sintió SMS cayreladas zapatillas.
Tocaba sus azules cajipanillas,
Y al pasar cada flor le daba un beso,
£n fe de que era el pie candido queso.
Aunque en tales rebatos.
No sé si eran coturnos ó zapatos.
No suele algún sardesco de mañana
De su chozuela pobre
Salir brioso dando mil carreras,
Repicando á su son como campana
Los abollados cántaros de cobre
Entre las sonadoras aguaderas;
Ni fuépn tan ligeras ^
De Daphne las castizas cosetadas^
Como de mi enemiga las pisadas^
DE BURnuiLLOS. XOg
y aquel brioso zahareño brio.
Que allá se lleva el pensamiento mío,
Dexando á mi deseo
La pluma que dexó Progne á Terco.
Yo despechado por la selva fuime,
Y hallé en la verde grama
La hermosa Venus, y el rapaz Cupido:
Ella le riñe, y él solloza y gin^e,
Y viendo que al amor amor desama^
En la yerva senígena tendido
Acomodé el oído,
Qual se suele poner tierno gazapo^
Y vi que Venus sacudiendo un trapo
Limpiaba coa sus manos delicadas
De aquel rapaz las cartas atrasadas»
Y triste en ser su madre.
Maldecía al herrero de su padre.
No soy^ decía el nifio^ sino engendra
De Marte, furibundo.
De polvo y sangre, y de sudor teñido.
Bien lo saben las ramas de este almendra «
Y Júpiter y vos , y todo el mundo ^
Quando mejor hubiera producido.
De carmesí vestido
Vuestro rostro las rosas del Pancheo^
Si la vid y la risa juntas veo, ^
Y no es mucho que yo tei^a por Mayo,
Bara mayor salud algún desmayo:
Que la Ninfa mas linda ,. y mas mirlada
Suele estar amarilla y colorada*
lO^ RIMAS
Eeimc entonces yo de un Licenciado,
Que en todo su juicio
Me dixo, que su dama cristalina
Nunca tuvo tal género de enfado.
Sabiendo que el timón del edificio
Consiste en disparar la culebrina.
Aunque amor desatina*
O vasallos de Venus, no os engafie,
Ni el bien que os venga,ni el rigor que os dafíe.
Que amor es un compuesto de accidentes,
A quien los zelos dan chanzas corrientes,
Y fénix de sus brasas
Purga desdenes con ciruelas pasas.
Amor tuvo razón , y yo lo fundo.
En que por no ser tales.
Para pañales del señor Cupido
Se hicieron muchos versos en el mundo ,
Que como de otros lienzos principales
Los Poetas tal vez los han rompido ,
y es cosa que ha venida
A ser fragmento inútil á su dueño,
Quando Venus al niño rinde al sueño :
Quitando el borrador pone el traslado.
Aunque todo después queda borrado:
Dichoso aquel conecto.
Que se pudo librar de tanto aprieto.
Canción si acaso vas á pasearte
AI prado, 6 á otra parte, '
Pásate por eneas de un aloxero,
Y dile como muero.
,|)E mjKGülttOS. 10^
Di Doña Teresa Verecundia al Licenciado
Tome de Burguillos
I
I SONEXa
Con dulce voz , y pluma diligente^
Y no vestida de confusos caos.
Cantáis, Tonié, tas bodas, los saraos
De Zapaquilda y Mizifuf valiente.
Si á Hornera coronó la ilustre frente,.
Cantar las armas de las Griegas naos^
A vos de los insignes marramaos
Guerras de amor por súbita accidente.
Bien merecéis un gato de doblones.
Aunque ni Lope celebréis, ó el Taso,
Xicardos , 6 Gofredos de Bullones;
Pues que por vos segundo Gatilaso
Quedarán para siempre de ratones
Libres las Bibliotecas del Parnaso. ;
íoB . aiMAs
LA GATOMAQUIA
DEL LICENCIADO TOMÉ DE BUR6UILLOS.
A Don Lope Félix del Carpió , soldado en It
armada de S, Mí
SILVA PSIMBSA.
Y
O aquel que en los pasados
Tiempos canté las selvas y los prados^
Bstes vestidos de árboles mayores,
Y aquellas de ganadosly de flores,
Las armas y las leyes.
Que conservan los Beynos y los Seyesv
Agora en instrumento menos grave
Canto de amor suave
Las iras y desdenes.
Los males y los bienes.
No del todo olvidado
El fiero Taratantara templado
Con el silvo del pífano sonoro.
Vosotras Musas del Castalio coro,
Dadme favor en tanto,
Que con el genio que me distes canto
Xa guerra, los amores y accidentes
De dos gatos valientes.
Que como otros están dados á perros,
O por ágenos, 6 por propios yerros.
DB BÍJRGUILLOS. IO9
También hay hombres que sé dan á gatM
Por olvidos de Principes ingratos ,
O porqué ios persigue la fortuna
Desde el columpio del la tierna cuna*
Tu, Don Lope, si acaso
Te dexa divertti* por -él Parnaso
El Holandés pirata, ^ z ^
Gato de nuestra plata.
Que infesta las marinas.
Por donde con la armada peregrinas;
Suspende un rato a^uel valiente acero.
Con que al asalto Uegfas el primero,
Y escucííá mi famosa Gatomaquiá:
Asi de$de las Indias á Yalaquia
Corra tu nombre y fánia.
Que ya por nuestra patria se derrama.
Desde que viste la Morisca puerta
De Túnez y Bi^rta,
Armado y nifio en forma de Cupido,
Con el Marques £amo5o
De mejor apellido ,
Como su padre por la mar dichoso. ^
No siempre has de atender á Marte ayrado,^
Desde tu tierna edad ex^rcitado,
Vestido de diamante.
Coronado de plumas arrogante.
Que alguna vez el ocio
£s de las armas cordial socrocio,
Y Venus en la paz como San Telmo
Con manos de marfil le quita el yelmo*
lio RIMAS
Estaba sobre un alto caballete
De un tejado mentada
La bella Zapaquilda al fresco viento^
Lamiéndose la cola y el.copetet
Tan fruncida y mirlada ,
Como si fuera gata de Convento: ;.^
Su mesmo pensamiento
De espejo le servia,
Puesto que un roto casco le trait
Cierta urraca burlona ^^
Que no dexaba toca ni valona ^
Que lío escondía por aquel tejado^
Confín del corredor de un Licenciado»
Ya que lavada estuvo,
Y con las manos que lamidas tuvo.
De su ropa de martas aliñada.
Cantó un soneto en voz medio formada
En la arteria vocal, con tanta gracia^
Como pudiera el músico de Tracia,
De suerte que qualquiera que laoyerag
Que era solfa gatuna conociera.
Con algunos cromáticos disqnes.
Que se daban al diablo Ips ratones* ;
Asomábase ya la primavera
Por un balcón de rosas y alelíes ,
Y Flora con dorador borceguíes .
Alegraba risueña la ribera.
Tiestos de talavera
Preveuia el verano;
Quañdo Marramaquiz gato Soniaiio,. ,:.
DB BÜRGVILLOS. III
Aviso tuvo cierto de Maulero,
Un gatp de la Mancha , su escudero.
Que al ,3ol salía Zapaquilda hermosa,
Qual suele amanecer purpúrea rosa
Entre las hojas de la verde cama ,
Rubí t^n vivo, que parece llama,
Y que con una dulce cantilena.
En el arte mayor de Juan de Mena,
Enamoraba el viento.
Marramaquiz atento t
A las nuevas del page.
Que la fama enamora desde lejos.
Que fuera de las naguas de pellejos
Del campanudo trage,
Introducciqn de sastres y roperos.
Doctos maestros de sacar dineros,
Alababa su gracia y hermosura
Con tanta melindrífera mesura;
Pidió caballo, y luego fué traída
Una mona vestida
Al uso de su tierra.
Cautiva en una guerra, .
Que tuvieron las monas y los gatos;
Pusóscí borceguíes y zapatos
De dos dediles de segar abiertos.
Que con pena calzó por estar tuertos»
Una cuchar, de plata por espada.
La capa colorada
A la Franc^esa, de una calza vieja,
Tan íguaU tan lucida y tan pareja.
"ll^ RIMAS
Que no será lisonja
Decir, que Adonis en limpieza y gala.
Aunque perdone Venus, no le iguala;
Por gorra de Milán media toronja.
Con un penacho roxo, verde y vayo
De un muerto por sus uñas papagayo.
Que diciendo, quien pasa, cierto dia.
Pensó qué el Rey venia,
Y era Marramaquiz que andaba á caza, ~
Y halló para romper la xaula traza.
Por cuera dos mitades, que de un guante
Le ataron por detrás y por delante ,
Y un puño de una niña por valona.
Era el gatazo de gentil persona,
Y no menos galán que enamorado,
Vigote blanco, y rostro despejado.
Ojos alegres , niñas mesuradas ,
De color de esmeraldas diamantadas;
Y á caballo en la mona parecía
El Paladin Orlando que venia
A visitar á Angélica la bella.
La recatada ninfa, la doncella.
En viendo el gato se mirlo de forma
Que en una grave dama se transforma,
Lamiéndose á manera de manteca
La superficie de los labios seca,
Y con temor de alguna carambola ,
Tapó las indecencias con la cola,
Y baxando los ojos hasta el suelo.
Su mirlo propio la sirvió de velo.
BB BUKcnnLLos. X13
Que ha de ser la doncella yiitaosa
Mas recatada mientras mas liermosa* .
Marramaquiz entonces ,con ligeras
Plantas batiendo el Tetuan caballo,
Que no era pié de^^lerro ó pié de gallo,
Le dio jquatro carreras
Con otras gentilezas y escarceos ,
Alta demostración de sus deseos,
Y la gorra en la mano
Acercóse galán y cortesano.
Donde le dixo amores.
Ella con las colores.
Que imprime la vergüenza.
Le dio de sus guedexas una trenza :
Y al tiempo que los dos márramizaban,
Y con tiernos singultos relamidos
Alternaban sentidos.
Desde unas claraboyas, qué adornaban
La azutéa de un Clérigo vecípo.
Un bodocazo vino
Disparado de súbita ballesta.
Mas que la vista de los ojos presta.
Que dándole a. la mona en la almohada^
Por de dentro morada,
Por defuera pelosa,
Dexó caer la carga, y presurosa
Corrió por los tejados ,
Sin poder los lacayos y criados
Detener el furor con que corría.
No de otra suerte que en sereno dia
Tom. XL H
Il4 • 'RIMAS
Bala^ de nieve escupe , y de lo$ senos
De las nubes reláhíipagos y truenas
Súbita tempestad en monte ó prado »
Obligando que el tímido ganado
Atónito se $sf^rza.
Ya dexando en la zarza -
De sus pungentes laberintos vana
La blanca ó negra lana,
Que alguna vez la lana ha de ser negra ;
Y hasta que el sol ren arco verde alegra
Los campos que reduce á sus colores.
No vuelven á los prados ni á las flores.
Asi los gatos iban alterados
Por corredores , puertas y terrados,
Con trágicos maullos.
No dando como tórtolas arrullos;
Y la mona la mano en la almohada.
La parte occidental descalabrada,
Y los húmidos polos circunstantes
Bañados de medio ámbar como guantes.
En tanto que pasaban estas cosas,
Y el gato en' sus amores discurría.
Con ansias amorosas ,
Porque no hay alma tan helada y fria ,
Qiie amor no agarre, prenda y engarrafe,
Y el mas alto tejado enternecía.
Aunque fuesen las tejas de Xetafe ,
Y ella con ñifi fiafe
Se defendía con semblante ayrado.
Aquel de cielo y tierra monstruo alado.
BE 9VRCUILL09. Ilg
Qiie vestido de lenguas y de ojQSi
Ya decrépito viejo con antojos^
Ya lince penetrante.
Por los tr^s eteoieotos^is pasea.
Sin que nadie le vea.
Con la forma elegante
De Zap^uilda«. discurrió ligero
Uno y otro emisfero.
Aunque con la^. verdades lisongera^,
Y en quanto baña en la terrestre esfera 9
Sin excepción de promontorio alguno.
El cerúleo Neptuno ,
í^lasmante uní\iersal de toda fuente.
Desde Bootes á la: austral Corona,
Y de la Zona frígida á la ardiente*
Esto dixb la^fama , que pregona
El bien y el mal , y en viendo su retrato.
Se herizó todo gato,
y dispuso venir con esperanzíi
Del galardón que un firme amor alcanza*
Los que vinieron por la tierra en postas,
Truxéron por llegar á la ligera
Solo plunias y vanda , calza y cuera.
Los que habitaban de la mar las costas,
( Tanto pupden de amor dieces empre;sas, )
Vinieron en artesas,
ílas no por eso menos
Hasta la cola de riquezas llenos;
Y otro por bizarría.
Para mostrar después la gallardía.
Ha
Il6 RIMAS
En cofres y baúles
Sulcando las azules
Montañas de Anfitrite;
Y alguno que á disfraces se remite.
Por no ser conocido,
En una caxa de orinal metido.
Con esto en muchos siglos no fué vista.
Como en esta conquista.
Tanta de gatos multitud famosa
Por Zapaquilda hermosa.
Apenas hubo teja ó chimenea
Sin gato enamorado.
De bodoque tal vez precipitado.
Como Calisto fué por Melibea;
Ni ratón parecia.
Ni el balbuciente hocico permitía.
Que del nido saliese,
,Ni queso, ni papel se agujeraba
Por costumbre, ó por hambre que tuviese;
Ni Poeta por todo el universo
Se lamentó que le royesen verso.
Ni gorrión saltaba ,
Ni verde lagartija
Salía de la cóncaba rendija.
Por otra parte el daño compensaba.
Que de tanto gatazo resultaba ,
Pues no estaba segura
En Sábado morcilla ni asadura.
Ni panza, ni quaxar, ni aun en lo sumo
2>e la alta chimenea
DK BUROUÍLLOS. 11^
La longaniza al humo.
Por imposible qwe alcanzarla sea.
Exento á h porfia en la esperanza.
Que tanto quanto mira tanto alcanza.
Entre esta generosa ilustre gente
Vino un gato valiente.
De hocico agudp y de narices romo,
Blanco de pecho y pies, negro de lomo.
Que Micifuf tenia
Por nombre, en gala, cola y gallardía
Célebre en toda parte
Por un Zapinarciso y Gatimarte.'
Esté luego que vio la bella gata.
Mas reluciente que fregada plata.
Tan perdido quedó , que noche y dia
Paseaba el tejado en que vivía.
Con pages y lacayos de librea.
Que nunca sirve mal quien bien desea;
Y sucedióle bien , pues luego quiso,
; O gata ingrata! á Micifuf Narciso,
bando á Marramaquiz zelos y enojos.
No sé por qual razón puso los ojos
En ISIucifuf , quitándole al primero
Con súbita mudanza
El antiguo favor y la esperanza. •
jO quanto. puede un gato forastero I
Y mas siendo galán y bien hablado.
De pelo rizo y garbo ensortijado;
Siempre las novedades son gustosas.
No, hay que fiar de gatas melindrosas.
Il8 RIMAS
¿Quién pensara que fuera tan mudable
Zapaquilda cruel é inexorable ?
Y que ai galán Marramaquiz dex^ra
Por un gato que vio de buena cara,
Pespues de haberle dado
Un pie de puerco hurtado.
Pedazos de tocino y de salchichas?
¡O quan poco en las dichas
Está firme el amor y la fortuna!
¿En qué muger habrá firmeza alguna?
¿ Quién tendrá confianza,
Si quién díxo muger, dixo mudanza?
Marramaquiz con ansias y desvelos
Vino á enfermar de zelós.
Porque ninguna cosa le alegraba.
Finalmente Merlin que le curaba,
Gato de cuyas canas, nombre y <;ienc¡a
Era notoria á todos la experiencia,
Mandó que se sangrase,
Y como no bastase.
Vino á verle su dama,
Aunque tenia en un desván la cama,
A donde la carroza no podia
Subir por alta y por la estrecha vía:
Pero en fin* apeada
Entró de su escudero acompañada»
Mirándose los dos severamente.
Después de sosegado el accidente.
El con mahullo habló , y ella con mirlo.
Que fuera harto mejor pegarla un chirlo;
DK BÜR0U»I.LOS. II9
Pero por alegtaile la sangría, - ;
Le truxo su criada Busalia
Una pata de ganso y dos ostiwes*
£1 se guéxó con tímidas razooes
En su lenguage mizo,
A que ella con vergüenza satisfizo ;
Quejas que deducidas del y della
Así decían: Zapaquildabella,
¿Por qué me dexas tan injustamente?
Es Micifuf mas sabio, es mas v^Uentéi,
Tiene mas ligereza, mejor cola?
¿No sabes que te quise elegir soja
Entre quantas se precian de mirladas.
De bien vestidas y de bien tocadas^ .
Esto merece que un invierno helado
De tejado en tejado
Me hallaba el alba al madrugar el día,
Con espada, brdquehy bizarría.
Mas cubierto.de escarcha
Que soldado Español que en glandes marcii^
Con arcabuz y frascos?
Sino te he dado telas y damascos.
Es porque tú no quieres vestir galas
Sobre las naturales martingalas.
Por no ofender, ingrata á tu belleza.
Las naguas qi^e te dio naturaleza.
Pero en lo que es regalos ¿quién ha sido
Ma5 cuidadoso, como tú lo sabes?
En quanto en las cocinas atrevido
Pude garrafiñar ^ de pece3 y ^^s^
X^O RIMAS
Qué pastel no te tnixe, qué salchicha?
¡ O terrible desdicha !
Pues no soy yo tan feo.
Que ayer me vi, mas no como me veo^
En un caldero de agua, que de un pozo
Sacó para regar mi casa un mozo,
y dixe: ¿Esto desprecia Zapaquilda?
Ó zelos, ó piedad, ó amor, refíiida!
Ko suele desmayarse al sol ardiente
La flor^lel mismo nombre y la arrog^ntt
Cerviz baxar humilde, que la gente
Por la loca altitud llamó gigante;
Ki queda el tierno infante
Mas cansado después de haber llorado
I>e su madre en el pecho regalado.
Que el amante quedó sin alma : ó cielos.
Que dulce cosa amor, que amarga zelos!
Ella como le vio que ya exálaba
Blandamente el espíritu en suspiros,
y ^c piramizaba
Entre dulces de amor fingidos tiros.
Porque no se le rompa vena ó fibra.
El mosqueador de las ausencias vibra.
Pasándole dos veces por su cara.
Solvióle en si, que aquel favor bastara
Para libralle de la muerte dura;
y luego con melífera blandura
Le dixo en lengua culta :
Si tu amor dificulta *
El que me debes, eo tu agravio piensas
Tan in|ustas ofensas;
Que anque es verdad que Micifuf me quiere*
Y dice á todos que por mí sé muere.
Yo te guardo la fe como tu esposa.
Cesó con esto Zapaqailda hermosa.
Sellando honesta las dos rosas bellas.
Que siempre hablaron poto las doncellas.
Que , como las viudas y casadas.
No están en el amor excretadas.
Baxabit ya la noche,
Y las ruedas del coche
Tachonadas de estrellas, *
Brilladores diamantes y centellas
Detrás de las montafías resonaban^
Los páxaros callaban,
Dexando el campo yermo:
Quando los pages del galán enfermo
En el alto desván hachas metían.
Que alumbíar la carroza prevenían;
Bntonces los amantes.
Que son los cumplimientos importantes,
Ella por irse y el quedarse á solas, ^
Se hicieron reverencia con las colas.
SILVA SEGUNDA.
Convaleciente ya de las heridas»
l>e los crueles zelos
De Micifuf, Marramaqute valiente,
(Aqueho$ i|ue han cocada tantas vidas,
13^ RIWAS
Y que en los mismos cielos
A Jópíter, señor del rayo ardiente.
Con disfraz indecente.
Fugitivo de luno.
Su rigor importuno
Tantas veces mostraron.
Que en fuego, en cisne, en buey le trasformáron
(Por Europa, por Leda y por Egina,)
Con pálida color y vanda verde.
Para que la sangría se le acuerde.
Que amor enfermo á condoler se inclina,:
Paseaba el texadb y la buharda
De aquella ingrata quanto hermosa fiera,
¿Quién ama fieras qué firmeza espera?
¿Qué fin, qué premio aguarda?
Zapaquilda gallarda
Estaba en su balcón , que no atendia
Mas de á saber si Micifuf venia;.
Quando Garraf su page,
Si bien de su linage, /
Llegó con un papel y una vandeja ;
Ella la cola , y el confin despeja,
Y la vandeja toma
Sobre negro color labrada de oro
Por el Indio Oriental, y con decoró
Mira sí hay algo que primero coma.
Ofensa del cristal de la belleza:
Propia naturaleza
De gatas ser golosas.
Aunque ai tomar se finxan melhidrosas.
PB BURGUftLOS. 133
Y antes de oír al page.
Ver las alhajas que el galán cnvia.
Qué joya ^ qué invención, qué nuevo trage*
En fin vio que traía
Un pedazo de queso
De razonable peso,
Y un relleno de huevos y tocino,
Atis en fruta que produce el pino
Entre menuda rama
En la falda del alto Guadarrama,
Por donde van al bosque de Segovia;
Y luego en fe de que ha de ser su novia.
Dos cintas que lesirban de arracadas.
Gala que solo á gatas regaladas,
Quando peqúefias, las mugeres ponen.
Que de rosas de nácar las componen.
Tomó luego el papel, y con sereno
Sostro apartando el queso y el relleno.
Vio que el papel decia:
Dijlce señora, dulce prenda mía.
Sabrosa, aunque perdone Garcilaso,
Si el consonante mismo sale al paso.
Mas qué la fruta del cercado ageno,
Ese queso , mi bien , ese relleno,
Y esas cintas de nácar os envió.
Señas de la verdad del amor mío.
Aqui llegaba Zapaquilda^ quando
jMarramaquiz zeloso, que miranda
Estaba desde un alto caballete
Tan gran traycion, colérico arrcmietei
1^4 RIMAS
Y echa veloz, de ardiente furia llenos
Una mano al papel y otra al relleno.
Garraf se pasma y queda sin sentido.
Como el que oyó del arcabuz el trueno
Estando divertido;
A quien él ofendido
Tiró una manotada con las fieras
Uñas, de suerte, que formando esferas
Por la región del ayre vagaroso
-Le arrojó tan furioso.
Que en el claro cristal, de sus espejos
Pudo caMr vencejos,
Menos apasionado y mas ocioso.
No de otra suerte el jugador ligero
Le vuelve la pelota al que la saca
Herida de la pala resonante.
Quejase el ayre que del golpe fiero
Tiembla hasta tanto que el furpr se aplaca,
Y chaza el que interviene el pié delante;
El gatazo arrogante.
Sin soltar el relleno, despedaza
El papel que en los dilates
Con la espuma zelosa vuelve estraza,
Y á Zapaquilda atónita amenaza.
Como se suele ver en las corrientes
De los undosos ríos quien se aboga.
Que asiéndose de rama, yerba ó soga.
La tiene firme de sentido ageno;
Así Marra maquiz tiene el relleno.
Que ahogándose en congojas y desvetos,
No soltaba la causa de los zelos. . ^
j O quanto amor un alma desespera!
Pues quando ya se ve sin esperanza»
En un relleno tomará venganza.
Mas quién imaginara, qué pudiera
Bar zelos el amor en ocasiones
Con rellenos de huevos y pifiones?
Mas ay de quien le habia
Hecho para la cena de aquel dia !
Ifuyóse al ün la gata, y con el miedo
TocMas tejas con el pje tan quedo^
Que la Amazona bella parecía,
Que por los trigos pálidos corría
Sin doblar las^ espigas de las cañas;
Que de tierras estrafias
Tales gazapas las historias cuentan.
Los miedos que á la gata. desalientan.
La hicieron prometer, si la libraba,
Al niño amor un arco y una aljaba.
De aquel zeloso Sodamonte fiero.
Hasta pasar las furias del Enero,
El qual juró olvidarla, y en su vida.
Desnuda ni vestida.
Volver á verla ni tener memoria
De la pasada historia,
Y buscar algún sabio.
Para satisfacción de tanto agravio;
Pero fueron en vano sus desvelos.
Que amor no cumple lo que juran zt\o%.i
Y tanto puede una muger que Hora,
126 RIMAS
Que vienen á reñirla y enamora»
Creyendo et que ama en sus zelo^as irsis^
Por una lagrimilla mil mentiras ;
Y como Ovidio escribe en su Epistolio»^
Que no me acuerdo el folio.
Estas heridas del amor protervas
No se curan con yerbas,
Que no hay para olvidar á amor remedio^
Como otro nuevo amor ó tierra en medio»
Garraf, en tanto que esto se trataba.
Estropeado k Micifuf llegaba»
Mayando tristemente
En acento hipocóndrico y doliente»
Como suelen andar los galloferos»
Para sacar dineros»
Manqueando de un brazo
Colgado de un retazo,
Y débiles las piernas»
Una cerrando de las dos linternas»
Por mirar á lo vizco.
Luego en el corazón le dio un pellizco
La mala ^ueva que adelanta el daño»
Haciendo el aposento al desengaño»
Y díxole: ¿qué tienes,
Garraf amigo, que tan triste vienes?
Entonces él moviendo tremolante
Blanda cola detras, lengua delante»
Le refirió el suceso,
Y que Marramaquiz papel y queso
Y relleno también le iiabia tomado»
DB BURGUILLOS. 12^
Como zeloso ayrado.
Como agraviado necio.
Con infame desprecio.
Con descortés porfía;
Y que de tan estrafia gatería
Zapaquilda admirada.
Huyó por el desván la saya alzada.
Que lo que en las mugeres son las nagua»
De raso, tela ó camelote de aguas.
Es en las gatas la flexible cola.
Que ad libitum se enrosca ó se enarbok.
Contóle que de aquella manotada
Con su cuerpo afligido.
De miedo helado y de licor teñido»
Descalabró los ayres,
Y con otros agravios y desayres.
Que prometió vengarse por la espada
De haberle enamorado á Zapaquilda,
Y hablarla en el tejado de Casilda,
(Una tendera que en la esquina estaba^)
Y dixo que pensaba,
En desprecio y afrenta de sus dones.
Hacer de los listones
Cintas á sus zapatos.
¡O zelos ! si erttre gatos
De burlas ú de veras
Formáis tales quimeras,
¿Qué haréis entre los hombres^
De hidalgo proceder y honrados nombres?
No estuvo mas ayrado
I.(2d RIMAS
Agamenón en Troya,
Al tiempo que metiendo, la tramoya
Del gran Paladión de armas preñado,
echaron fuego á la Ciudad de Eneas,
De ardientes hachas y encendidas teas.
Causa fatal del miserable estrago
De Dido y de Cartago,
Por quien dixo Yirgilio,
Destituida de mortal auxilio.
Que llorando decia,
Ay dulces ¡prendas, quando Dios quería!
Ni Barbarroja en Túnez,
Ni el fuerte Pirro, ni Simón Antuner,.
Este bravo Español , y Griego el otro.
Que MicifuiFcomo si fuera potro
Relinchando de colera en oyendo
El fiero y estupendo
Furor de su enemigo:
Mas prometiendo darle igual castigo.
Se fué á trazar el modo
De vengarse de todo.
Que á un pecho noble, á un ínclito sugeto.
Mayor obligación mas zelo alcanza.
De poner en efeto.
Desempeñar su honor con la venganza*
Marramaquiz en tanto.
Desesperado por las selvas iba.
Para buscar el sabio Garfiñanto,
Al tiempo que el aurora fugitiva
De su cansado esposo
BE BÜRGUlttOS. 129
Arrojaba la luz á los mortales,
Y el sol infante en líquidos pañales
De zelages azules
Mandaba recoger en sus baúles.
Para poder abrir los de oro y rosa.
El manto dé la noche temerosa ,
Aunque era todo el manto de diamantes ,
En el záfiro nitido brillantes
Ojos del sueño el hurto y el espanto.
Este gatazo, y sabio Garfifianto,
Cano de barba, y de mostachos yerto.
De un ojo remellado y de otro tuerto.
Bien que de ilustre cola venerable,
Y que sabia con rigor notable
Natural y moral Filosofía i
Por los montes vivía.
En una cueva oculta.
Cuya entrada á las fieras dificulta.
Como el de Folifemo, un alto risco;
No se le daba un prisco
De riquezas del mundo, que estimaba'
Solo el sol que Alexandro le quitaba
A aquel que de los hombres puesto en fuga
Metido en un tonel era Tortuga.
Bien haya quien* desprecia
Esta fábula necia
De honores, pretensiones y lugares
Por estudios y acciones militares.
Sabia Garfiñanto Astrologia,
JVIas no pronosticaba,
Tofn. XI I
130 RIMAS
Que decía que el cielo gobernaba
Una sola virtud que le movía,
A cuya voluntad está sujeto
Quanto crió, que todo fué perfeto.
No sacaba almanaques.
Ni decía, que en Troya y los Alfaques
Verían abundancia
De. pepinos y brevas.
Muchas lentejas en Paris y en Tebas,
Y que cierta cabeza de importancia.
Sin decirnos a donde, faltaría;
Que por mugeres Venus prometía
Pendencias y disgustos.
Como si por sus zelos ó sus gustos
Fuese en el mundo nuevo.
Pero volviendo á nuestro sabio Febo,
Después de consultado,
Díxo á Marramaquiz , que su cuidado
En vano á Zapaquilda pretendía,
Y que solo seria
jRemedio que pusiese en otra parte.
Vengándose con arte.
Los ojos, dívirtiendo el pensamiento,
Que amar era cruel desabrimiento
Mas que traer un áspid en las palmas'.
En no reciprocándose las almas ,
Que amor se corresponde con Anteros,
Y mas sí Ip negocian ios dineros.
Destituido el gato
Ya de mortal socorro.
DE BURGUILLOS. J3I
Se fué calando el morro,
Y dióle una salchicha,
Por no mostrarse á Garfiñanto ingrato;
Que no pagar la ciencia
Es cargo de conciencia,
Mas dicen que de sabio? es desdicha.
Pensando en quien pusiese finalmente.
De toda la gatesca vizarria ,
La dulce enamorada fantasía.
Para verse de amor convaleciente 9
Se le acordó, que enfrente
De su casa vivia un boticario.
De cuyo codeante vestuario
Una gata salia.
Que la bella Mizildá se decía,
Y sentada tal veí: en sü tejado
Miraba como dama en el esti'ado {
Los nidos de los sabios gorriones,
Dexando pulular los embriones;
Y en viendo abiertos los matemos huevos ,
Comerse algunos de los ya mancebos.
Admitiendo este nuevo pensamiento.
Mas que su voluntad, su entendimiento.
Que ámot qué én las venganzas se resfria '
Emprende mucho y executa poco, ' ^
Por entonces templó la fantasía.
Que aquello es cuerdo lo que duerme un loco;
Estaba el sol ardiente
Una siesta de Mayo calurosa ,
Aunque amorosamente
la
f ^3 RIMAS
Plegando el nácar de la fresca rosa.
Que producen los niños abrazados ,
Huevos del Cisne , y huevos estrellados.
Pues que los hizo estrellas;
Quándo Micilda con las manos bellas
La cara se lavaba y componía
Nojéjos del tejado en que vivía .
Marramaquiz , que ya con m^ cuidado
La miraba y servia
En fe del Garfifíanto consultado:. l
Quando al mismo tejado
Zapaquilda Uegp por accidente.
El gato viendo la ocasión presente.
Para que su deseo
La diese zelos con q1 nuevo empleo,
. Llegándose mas tierno y relamido. ,
A Micilda , que ya de vergonzosa
Estaba mas hermosa,
Y equívoco fingiendo
Falso desprecio, descuidado Qlvido,
En su venganza misma padeciendo ..
Amorosos deseos.
Tales son del amor los devaneos, ,
Requebrando á Micilda, á quien pensaba
Ofrecer los despojos
De aquella guerra , paz de sus enojos,
Y á Zapaquilda á lo traydor miraba
En las intercadencias de lo3 ojos.
Tan extraño sentido.
Que es menos entendido . .
DE ift/RtíUltLOS. Í33
Mientras que mas parece que se entiende, -
Pues siempre con engaños se defiende.
Que si las luces de los ojos niiras
Basta ser niñas, para ser mentiras. ^
Micilda, á quien tocaba en lo mas vivo
El amor primitivo.
Porque como doncella fácilmente
A lo que entonces siente
La tierna edad, se rinden y avasallan.
Hablando con los ojos quando callan;
De buena gana dio fácil oido
A los requi<»bros del galán fingido.
Con que ya andaban de los dos las colas
Mas turbulentas que del mar las olas.
Zapaqtiilda sentida
De aquella libertad (que es propio efeto
De la que fué querida '
Sentir desprecio donde vio respeto )
Murmurando entre dientes
Amenazaba casos indecentes
Entre personas tales
En calidad , y en nacimiento iguales.
Como se ve gruñir perro de casa.
Mirando el que se entró de fuera en frente.
Estando en medio de los dos el hueso,
Que ninguno por él de miedo pasa,
Parando finalmente
Las iras del canículo suceso.
En que ninguno de los dos le come»
Obligando á que tome
134 niMitt
Un palo algún criado, >t , .
Que los desparte ayrado, ^ ^
Y dexa divididos^ ...; .
Quedando el hueso en paz, y ellos, .mordidosí
Asi feroz ^rufiia , , „ ,:,
Zapaquilda envidiosa.
Efecto de zelosa, ^ ...
Aunque al gallardo Micifuf quería;
Que hay mugeres de modo.
Que aunque no han de querer, la quieren todo,
Porque otras no lo quieran, i
Y luego que rindieron lo que esperan,-
Vuelvan á estar mas tibias y olvida^das.
Finalmente las gatas encontradas.
Siendo Marramaquiz el hueso en medio«
(Tal suele ser de zelos el remedio,)
A pocos lances de mirarse ayradas^
Vinieron á las manos, dando al viento ;
Los cabellos y faldas,
Y en tanto arañamiento
. Turbadas de color las esmeraldas.
Maullando en tiple, y el gatazo en baam.
Cayeron juntas del tejado abaxo
Con ligereza tanta.
Aunque decirlo espanta.
Por ser como era el Salto
Cinco suelos en alto.
Hasta el alero del tejado fines.
Que no perdió ninguna los chapines;
Quedando el negro amante
Despaes de ton estrafios desconsuelos,
Muerto de risa en acto semejante:
Tan dulce es la venganza de los zelos !
SILVA TERCERA.
Distaba dé lois Polos igualmente
La máscara del sol y Cinosura,
Primera quadrilátera figura.
Con la estrella 'luciente.
Que mira el navegante.
Bordaba la celeste arquitectura;
Velaba todo amante
Por el silencio de la noche oscura,
Y en el Indiano clima el sol ardia
En dos mitades dividido el dia ;
Quando gallardo Micifuf valiente
Paseaba el tejado de su dama.
Que sangrada en la cama
La tuvo el accidente
Dos días, que faltó sol al tejado,
Y estuvo la cocina sin t:u¡dado.
No por la altura de los siete cielos.
Mas por el sobresalto de les zelos.
Iba galán y bravo.
Un cucharon sih cabo
Destos de yerro de sacar buñuelos
Por casco en la cabeza.
Que en ella tiene la mayor flaqueza.
Pues no suelen morir de siete heridas^
Ií?6 RfMAS
(Por quien dicen que tienen siete Yidas,)
Y on golpe en la cabeza los atontat
, Así la tienen á desmayos pronta.
Broquel de cobertera.
Espada de á caballo qii^e antes. era "
Cuchillo viejo de limpiar zapatos.
Que él solia llamar timebunt gatos,
Y por las ipanchas de los píes y el anca
Natural media blanca,
Y capa de un bonete colorada.
Abierto por un lado.
Plumas de un pardo gorríon,c(^do
Por ligereza, pero no por arte.
Así rondaba el nuevo Durandarte,
Galán favorecido,
Porque son los favores de la dama
Guarnición de las galas, de quien ama.
Dos músicos traían instrumentos,
A cuyo son, y acentos
Cantaban dulcemente,
Y así llegando del balcón enfrente
De Zapaquilda bella.
Cantaron un romance, que por ella
Compuso Micifuf, Poeta al uso.
Que él tampoco entendió lo que compuso*
Mas puesta á la ventana
Coo serenero de su propia lana,
Hasta que Bufalía
Le truxo un rocadero.
Que por mas gravedad y fantasía
Sirvió de capirote y serenero :
Y en medio de lo grave
Del romance 5uave
Les dixo con despejo,
Pareciéndole versos á lo viejo.
Que xácara cantasen picaresca,
Y así cantaron la mas nueva y fresca.
Que para que lo heróyco y grave olviden.
Hasta las gatas xácaras les piden:
¡ Tanto el mundo decrépito delira!
Aquí se resolvió la dulce lyra,
Y en dos lascivos ayes,
Andolas, guirigayes,"
Y otras tales baxezas.
Cantaron pues las bárbaras proezas,
Y hazañas de rufianes^
Que estos son los valientes Capitanes,
Que celebran Poetas,
De aquellos que en extremas
Necesidades viven arrojados
Al vulgo como perros á leones.
Que la virtud y estudios mal premiados
31 ueren por hospitales y mesones.
Verdes laureles de Virgilios y Enios
Perecer la virtud y los ingenios.
¿Mas quien le mete á un hombre Licenciado
Mas que en hablar de solo su tejado?
Que no le dio la escuela mas licencia.
Que es todo lo demás impertinencia.
Quando aquesto pasaba,
i::j8 RIMAS
Marramaquiz estaba
Inquieto y acostado,
Treguas pidieiído á su mortal cuidado;
Pero como el amor le desvelaba.
Dio de sentido falto
Desde la cama un salto.
Compuesta de pellejos.
Otro tiempo conejos.
Que en el Pardo vivían,
Y en la cola su cédula traían
Para seguridad de sus personas;
Mas ay muerte cruel ¿á quién perdonas?
Saltó en efeto como el Conde Claros,
Y arfnándose de ofensas y reparos.
Vino de ronda al puesto por la posta.
Por ver si había Moros eii la costa;
Y no siendo ilusión el pensamiento.
Que del alma el primero movimiento
Pocas veces engaña :
No suele débil caña.
En las espadas verdes esparcidas
Del ayre sacudidas.
Hacer manso ruido
Con mas veloz sonido.
Como rugió los dientes:
K¡ entre los accidentes
Del erizado frió
Al enfermo sucede
Aquel ardor contrario.
Como de ver tan loco desvario.
Que apenas le concede
Entre una y otra pensamiento vario
Sespiracion y aliento» ^
De la vida instrumento.
Helado y abrasado
Entre ardores y yelos.
Que al frió de los zelos
Frígido fuego sucedió mezclado:
Que con distinto efeto
En un mismo sugeto /■
Viven siendo contrarios, ■ , "
La causa es una, y los efectos varios. '
Miraba á Zapaquilda en la ventana
Hablando con su amante, ,
Sin miedo de la luz de la mañana, /
Que coronaba el último diamante
I>el manto de la noche que iba huyendo,
Y cantando y tañendo
Los músicos con tanto desenfado,
Como sí fuera su -tejado el prado :
Que nunca los amantes
Previnieron peligros semejantes.
Asi losenveleca
Amor, de ceca en meca,
Como olvidado Antonio con Cleopatra^
La gitana de Meníis que idolatra,
Que ciego de su gusto no temia
Al César que siguiéndole venia;
Porque si fué Komano Octaviano,
También Marrama^uiZ; era romano;
14^ RIMAS
Y si valiente César y phid©nte.
No menos fué prudente que vafliénte;
Que en su tanto los méritos mirados,
César pudiera ser de lo^ tejados.
Como detras del árbol escondido '
Mira y advierte con atento oido
El cazador de páxaros el ramo.
Donde tiene la liga y el reclamo.
Para en viendo caer el inocente
Xilguero, que los dulces sihos siente "
Del amigo traydor que le convida
A dura cárcel con la voz fingida ;
Y apenas de tas plumas revolando
Entre la liga, quando
Arremete y le quita no piadoso.
Sino fiero y cruel ; así el zefoso
Marramaquiz atento.
Esperaba el primero movimiento
Del venturoso amante que decia
Con dulce mirlamiento:
Dulce Señora mia,
¿Quando será de nuestra boda el día ?
¿Quando querrá mí suerte que yo pueda
Llamaros dulce esposa.
Que entonces para mí serk dichosa ?
jAy tanto bien él cielo me conceda!
Mas fué nuestra fortuna.
Que Júpiter jamas por ninfa alguna, -
Aunque se transformaba
En buey que el mar pasaba,
DE BUROWLLOS. 14.1
En sátiro, y ert águila y enp^to, . ^
Nunca le vieron transformarse ,^ gato, r
Porque si alguna yez gatiquisier^ -
De los amantes, g^tos se doiipr^. í
Con voz enamorada, , ^ - t
Doliente y desmayad^,
La gata respond¡4: , . . -
]Vlafiana fuera el dia
De nuestra alegre boda, »
Pero todo mi bi^n desacpmo4í^ i "^
Aquel infame gato fementida,; - : ., ?"
Marramaquiz zelQ$p die miiolvidoi .. . ;
Que en llegando á saber mi (^a^amiento ^
Hubiera temerario arafiamiiento, »
Y estimo vuestra vida:
Me tiene tenierosa y encogida, , : , ■ / .<
Que es robusto y valiente, • » '
Y en materia de zelos impaciente.
Mejor será m^talje cqn veneno.' -
Aqui de furia lleno
Respondió Micifuf: ¿por un villano
Pierdo el favor de vuestra hermosa mano?
¿El segora lo estorba? , »
¿Es por ventura, mas que yo valiente ? . - ?
¿Tiene la uña corva ....
Mas dura qi§^ k mia,
O mas agudo y. penetrante ^1 diente?
Entre la mostachosas artillería,
¿Qué hueso de laj pierna ó espinazo
Se me resiste á mi? ¿.qué fuerte b3?azo?
14^ ' klMAÍ
¿Yo no soy Micifuf? ¿yo no decíénda
Por línea recta que pregar pretehdo,
Be Zapiron él gato blanco y rubio.
Que después de las aguas del diluvio
Fué padre universal de todo gato ?
I Pues cómo agora con desden ingrato
Tenéis temor de un mauUador gallina^
Valiente en la cocina, /
Cobarde en la campaffa,
Y referir por ifirencible liazafía.
Dar á Gárraf ( un gato mi escudero^
Que fuera de' áer gato forastero.
Es agora tan mozo.
Que apenas tiene bozo,)
Una guarxtada con las uñas cinco,
S¡ de repente dio sobre él un brinco?
¿Qué Cipion del Africano estrago?
¿Qué Anibaf de Cartagó?
¿Qué fuerte Pero Vázquez Escartiilla/
El bravo de Sevilla? ' *
Por esos ojos que á la verde falda
I>e las selvas hurtaron la esmeralda.
Que si entonces me hallara en el tejado
Que no llevara ,- cotno .se ha llevado
El queso y el relleno:
¿Y queréis que le mate cott vtñéno?
Esa es muerte de Príncipes y Reyes^
Con quien no valen las humanas leyes.
No para un gato, Mrbaro cobarde,
Cuyas orejas os traeré está tarde^ ^
D6 BURGUILLOS. 2^43
Y de cuyo pellejo.
Sino lae huye con mejor consejo,
Haré para conier con mas gobierno
Una ropa de. martas este invierno.
Aquí Marramaquiz desatinado,
Qual suele arremeter el Xarameño
Toro feroz de media luna armado
Al caballero con ayrado ceño.
Andaluz ó Estremefio,
Que la pítria jamas pregunta el toro;
Y por la frafija deLbordado de oro
Caparazón meterle en la barriga
Dos palmos de madera de tinteros^
(Acudiendo al socorro caballeros, . .
A quien la sangre ó la razón obliga,)
Al caballo inocente que pensaba,
Quando le vio venir, que se burlaba:
Gallina Micifuf, dixo furioso, ;i
El hocico limpiándose espumoso.
Blasonar en ausencia :
No tiene de mugeres diferencia.
Yo soy Marramaqqiz, yo noble al doblcí
De todo gato de ascendienjte nobl^.
Si tú de Zapiron, yo de Malándro,
Gato del Macedón Magno Alexandrp,
Deciendoconao. tengo en pergamino
Pintado de colores y oío fino
Por armas un morcón y un pié de puerco^
De Zamora ganados en el cerco.
Todo en campo de golas,
144 RÍMAS
Sangriento mas que roxas amapolas.
Con un quartel de quesos asaderos.
Róeles en Castilla les primeros.
No fü^oa en cocinas mis hazañas,
Stnó en galeras, naves y campañas;
No con Garraf tú page.
Con gatos Moros las mejores laneas.
Que yo maté en Granada á Tragapanzas,
Gatazo Abencerrage,
Y cuerpo á cuerpo en Córdoba á Murcifo»
Gato que fué del Regidor Kengtfo,
Y de dos uñaradas
Deshice á Golosillo las quixadas.
Por gusto de una Miza mí respeto,
Y le quité una oreja á Boquineto,
Gato de un albañil de Salobreña;
La cola en Fuentidueña
Quité de un estirón á Lameplatos,
Mesonero de gatos.
Sin otras cuchilladas que he tenido,
Y la que di á Garrido,
Que d^l corral de los naranjos era
Por la espada priúvera
Único gatizidav
Pero es hablar en cosa tan sabida
Decir que el tiempo vuela y no ^é páía,
Que no hay cara mas fea que la cara
De la necesidad, y la mas bella.
Aquella del nacer con buena estrella.
Que alumbra el sol y queia nieve enfria.
DE BURGUfLLOS. I45
Qne es oscura la noche y claro el dia*
£sa gata cruel , que me ha d^xado
Por tu poco valor, verá muy presto.
Siendo aqueste tejado
£1 teatro funesto,
Como te doy la muerte que mereces.
Porque mi vida á Zapaquilda ofreces.
Llevando tu cabeza presentada
A Micílda, que es ya mi prenda amada;
Micilda , que es mas bella
Que al vespertino sol candida estrella^
Venus , que rutilante
Es de su anillo espléndido diamante*
Esta si que merece la fe mia.
Mi constancia, mi amor, mi vizarria.
Que no gatas mudables,
Que si por su hermosura son amables.
Son por su condición aborrecibles.
Amigas de iBud^anzas ^ impipsibles.
Aquí sacó la espada ruginosa
De la bay na mohosa , : '
Y á los golpes primeros; ..
Se llamaron fulleros, . • - . .
Si bien no hay desh(w>r desembaynado;
Y Zapaquilda huyendo /.
Del súbito temor la sangff helada,
Dexóse el serenero en ^1 tejado.
Los músicos en viendo.
£1 belicoso duelo comenzado.
Huyeron co^u> spcijien, .
Tom.XL K
T46 HIMAS '
Que no hay garzas que vuelen
Tan altas por los vientos;
Dicen , que pof; guardar los instrumentos,
Y mil razones tienen,
Pues que solo á cantar en ellos viehen.
Que mal cantará un hombre si supiera.
Que había luego ée sacar la espada, -
Que tanto el pecho altera,
Ni pudiera formar la voz turbada;
Que hay mucha diferencia, sí se mira.
De dar «en los broqueles ó en las cuerdas.
Pasar la espada el pecho ó por la lyra;
El arco hiriendo las pegadas cerdas.
Andaba entonces Guruguz de ronda
Con una esquadrá vil de sus esbirros.
Cuyo abuelo nacido en Trapisonda
Curaba hipocohdrtácos y cirros,
Y viéndolos andar á la redonda.
Como si fueran Césares ó Pirros,
Los dos valientes gatos.
Con fuerte anhelo descansando á- ratos.
Llegaron á ponerse de pof medio,
Que fué difícil, pero fué remedio*
Mas como respetar á^ la justicia
De gente principal respeto seía-,
Y lo contrario bárfeará malicia.
Luego Marramaquiz rindió la espada:
¿Quién habrá que lo crea?
Mas viendo Guruguz, que no qtiería.
Que la amistad quedase 'confirmada,
DB BURGUfLLOS. 147
Sino permanecer en su porfía»
Llevólos á la cárcel enojado:
Quando Febo dorado
Asomaba la frente
Por las ventanas del rosado oriente^
Como si azúcar fuera , y de colores
En campo verde iluminó las flores.
SILVA QUARTA.
Quien dice que el amor no puede tanto.
Que nuestro entendimiento
No pueda sujetarle, es imposible
Que sepa qué es amor , que reyna en quanta
Compone alguna parte de elemento
En el mundo visible.
¡O fuerza natural incomprehensible!
Que en todo quanto tiene
Una de las tres almas,
A ser el alma de sus almas viene.
¿Quién no se admira de mirar las palmas
En la región del África desnuda,
Quando su fruto en oro el color muda.
Con :solo aquel ardor vegetativo
Amarse dulceníenté?
Que en lo demás que siente.
No es mucho que de amor el fuego vivo
Imprima sentimiento, -
Y flatural deseo " '
Con lazos de pacifico Himeneow . - -
148 RIMAS
La fiera, el av^ , el pez en su elemento
Todos aman y quieren
Por la razón de bien lo que es amable^
Pues ama lo que es solo vegetable:
Si de ningún sentido el bien infieren
Entre las cosas que por; él adquieren
Algún conocimiento; ^
Perdonen quantas aves y animales
De su distinto gozan elemento,
Ningunas son iguales
En amor á los gatos»
Exceptando las monas^
Que hasta en esto se precian de personas,
Y ya q^ no en esencia, en ser retratos;
Porque acontece con el hijo al pecho
Abrazalle con lazo tan estrecho,
Q ue le hacen exálar la sensitiva
Alma vital, así el amor las priva;'
Que fué en la estimativa conocido
Del natural sentido,
Y si por opinión crítico alguno
Tiene, que amor tan loco
No pupde haber en animal ninguno.
Vayase poco a poco
Al Africano Tetuan, á donde
Verá como á los árboles trepando
Est^del hombre semejanza propia.
De que hay allí gran copia.
Ya sale con el hijo^ ya se esconde,
Yá los que van ó vienen caminando*
DE BURCUItLOS. I49
Can risa de monesco regocijo.
Muestra el pel«)$o hijo»
Mas fuera disparate.
Sino es que en ellas tr^te.
Ir por ver una mona
Hasta el África un hombre:
Que si de Tito Livio llevó el nombre
Muchos hombres á Soma , fué corona
De los Historiadores,
Que solo aquellas cosas superiores.
Dignas por fama de admirable espanto.
Es bien que cuesten tanto.
Como ver á Venecia,
Perche chi non la vede non la prezia,
Que al cíelo desde el agua se avecina,
Y en Góndolas por coches se camina.
Los gatos en efeto
Son del amor un índice perfeto.
Que á ios demás prefiere,
Y quien no lo creyere
Asómese á^un tejado
Bn frias noches de un invierno helado,
Quando miren las Hélices nocturnas
Las estrelladas urnas
Del frígido Aquario,
Verá de gatos el concurso vario
Por los melindres de la amada gata.
Que sobre tejas de escarchada plata
Su estrado tienen puesto,
Y con mirlado gesto
I fijo RIMAS
Sesponde á los maullos amorosos *
De los competidores;
No de otra suerte oyendo sus amores,
Que Angélica la bella
De Ferragut y Orlando,
Amantes belicosos,
Quando andaban por ella
Siji comjpr y dormir, acuchillando
Franceses y Españoles,
De que no se le dio dos caracoles. .
¿Qué cosa puede haber con que se iguale
La paciencia de un gato enamorado.
En la canal metido de un. tejada
Hasta que el alba sale,
Que en vez de rayos coronó el oriente
De carámbanos frígidos la frente?
Pues sin gabán , abrigo ni sombrero,
Febo oriental le mirará primero.
Que él dexe de obligar con tristes queja»
Las de sus gatirígidas orejas.
Por mas que el cielo llueva
Mariposas de plata quando nieva.
Mas d exando cansadas digresiones.
Que el Retórico tiene por viciosas,
Aunque en breves paréntesis gustosas;
Presos los dos gatíferos Campiones,
Por no querer ha¿er las amistades,
Y responder soberbias libertades;
Dicen que Zapaquilda,^
y la beUa Micilda, ,: . , ,
DT? BITRGUÍLtOS. 15 1
Tapadas de medio ojo
Con sus mantos de humo.
Que es llegar á lo sumo
De un amoroso antojo.
Fueron á ver sus presos.
Que en tanta autoridad tales excesos
Parecen desatino.
En fin Micilda enamorada vino.
Con que á toda objeción amor responde;
Asi la Infanta Dona Sancha al Conde
Garcifernandez preso visitaba
En la oscura prisión del Rey su padre;
Dicen que con deseos de ser madre,
Que habia dias qu^ sin él estaba.
Cada qual de las dos imaginaba,
Que la otra venia
Por el que ella quería,
Y con este engañado pensamiento,
(Que nunca tienen mucho fundamento
Los zelos ) comenzaron á mirarse
En manifestación de sus enojos.
Tirándose relámpagos los ojos.
¡O quien las viera entonces levantarse
Sobre los pies derechas,
A ver si eran verdades las sospechas,
Y de ser descubiertas recatarse!
Condición de los zelos esconderse.
Quererse declarar, y no atreverse.
Que como son desprecio del paciente
Huye de que se entienda lo que siente;
ig^ Rimas
Que amar siempre se tuvo por nobleza^
V Y los zelos por actotJe baxeza.
Como si amor pudiese estar sin zelos.
Que mas pueden estar sin sol los cielos.
Testigo Juno y Pocrís, á quien llora
Céfalo por los zelos de la Aurora.
En fin después' de sufrimiento tanto
Quitó Micilda de la cara el manto
A la siempre zelosa Zapaquilda,
Y ella echando las ufias á Micilda
Con el rebozo el moño.
No suele por los fines del otoño
Quedar la vid ñudosa en los sarmientos
De los marchitos pámpanos robada
Sin resistencia á los primeros vientos.
Que con nevado soplo y boca helada
Cierto dexó cadáver con la fiera
Mano que. floreció la primavera.
Como las dos quedaron en la rifa:
Ni Fátima y Xarifa
- Por el Abencerrage Avindarraez,
Ni por Martin Pelaez,
Que delCid heredó la valentía.
Doña Urraca y María de Meneses,
Aquella á quien pedia
Con palabras cortejes *
Las nueces su galán sino baylaba:
¡ Así zeloso amor las provocaba!
En fin á puros tajos y rebeses '
I>e las rapantes ufias aguileñas^
DB jnmcuittos. i§3
]>esmofia<)a$ las greñas,
Y el solimán raido.
Quedaron desmayadas sin sentido.
Haciendo cada qual la gata-morta.
No fué con esto la prisión mas corta,
Pero salieron della finalmente,
Que el tiempo con los bienes 6 los males
Dexando siempre atibas todo accidente.
Que fué final acción de los mortales.
Vuela sin detenerse,
Dexándose llegar para perderse.
Así pasó la gloria de Numancia,
Y la brava arrogancia
De la fuerte Sagunto,
Porque la tierra toda es solo un punto
De la circunferencia de los cielos.
¿Pero qué desatino de las Musas
Me lleva á tan estrafias garatusas?
Las ¡ras del amor y de los zelos
Pasaron adelante
En uno y otro amante.
Pero Marramaquiz aconsejado
De sus amigos, remitió el cuidado
AI amor de Micilda;
Mas como el que tenia á Zapáquilda
Era del alma verdadero efeto*
Aunque disimulaba á lo discreto.
Andaba triste y de congojas lleno.
¡Mísero del que vive en cuerpo ageno,
Y por un amoroso desvario
1^^ ,- «IMAS
Pierde la libertad del aWedrío!
Que no la compra el oro.
Porque es de todos el niayor tesoro.
Tenia las mandíbulas de suerte
Que era nn retrato de la muerte fiera.
Aunque es error pintarla calavera.
Porque aquella es el muerto y no la muerte:
La muerte ha de pintarse una figura
Robusta , de cruel semblante ayrado.
Los fuertes pies en una piedra dura.
Sino sepulcro en pórfido labrado.
Con Reyes y Monarcas
Hasta el que calza rusticas abarcas:
Damas que sujetaron Capitanes,
Y ásperas naciones,
Poir bárbaras regiones
De fieros Mamelucos y Soldanes;
Y pintadas al uno y otro lado
La enfermedad, la guerra y la desgracia,
Parcas que tantas muertes han causado
Por tantos desconciertos;
Que huesos ya no es muerte, sino muertos.
No aprovechaba la hermosura y gracia
De Micilda á quitar al pobre amante
La memoria tenaz que amor escribe
Con la flecha cruel en el diamante
Del alma donde vive,
Y compitiendo con ei tiempo quiere
Que viva en ella quando el cuerpo muere.
En estos medios Micifuf intenta,
A SU competidor viendo remoto.
Por medio de Garrullo su compadre^
Que habia sido gato en una venta.
Pedirla por muger á Ferramoto
De Zapaquilda padre.
Propúsole Garrullo
Con prudente mabullQ
Las partes de su amigo.
Como dellas testigo,
Sin otras conseqllencias.
Que atajaban zelo§as diferencias» .
Ferramoto era un gato
De buen entendimiento y de buen trato»
Cano de barba y negro de pellejo.
Persona que en la verde primavera
De sus años jamas en la ribera
De Manzanares se le fué conejo;
Porque sirvió de galgo
A cierto pobre y miserable hidalgo*
Que con el se alumbraba,
Y de suerte de noche relumbraba.
Que pensando una moza que era lumbre
Las nifías de los ojos que brillantes
En la ceniza estaban plumbrantes.
Yendo al hogar como era su costumbre.
Sin pensar darle enojos, ^
Le metió la pajuela por los ojos.
Nunca sin esto gato Marquesote
Oposición le hizo.
Oyó de buena gana lo propuesto.
Í<6 RtMAS
Y del novio galán se satisfizo.
Aunque llegando á concertar el dotCt
De seca mimbre un cesto
Díxo que le daría.
Que de cama de campo le servía.
Seis sábanas de lienzo de naricesj
Con algunos fragmentos por tapices
De viejos reposteros,
Quatro quesos añejos casi enteros,
y una mona cautiva que tenia.
Que hablaba eh lengua calta, y la entendía^
Sin otras menudencias.
Con estas conveniencias
Las capitulaciones se firmaron,
Y el día de la boda concertaron.
Marramaquiz estaba
£n ocasión tan triste
Como por burla y chiste
Jugando á la pelota
Con un ratón á quien pescó dé paso.
Que de un baúl de versos del Parnaso
A una maleta rota.
Aunque llena de pleytos y escrituras,
Pasaba haciendo gestos y figuras.
Tal suele acontecer un triste caso
En medio de la vida.
Que no hay seguridad en cosa humana-
Ya con veloz corrida
Daba esperanza vana
Al misero animal; ya le v(Hvia,
BE ;«mGWLtOS. J^T
Ya le arrojaba en alto
Mojado de temor, de aliento falto»
Y en medio del camino 1^ cogia.
Como quien tira al vuelo.
Diciendo tente, como el agua al yelo;
Ya con las manos mizas
Le daba por los lados
Algunos bofetones regalados ;
Quando llegó Tomizas,
Tomizas su escudero ^ y sin aliento
Le dixo el casamiento concertado
De Micifuf y Zapáquílda ingrata:
Y sintiendo perder su dulce gata,
Dexó el pobre animal, que des^mayado
Apenas acertaba con la vida.
Mas puesto en fuga la libró perdida.
Que quien ao ha de morir, si la fortuna
Kevoca la sentencia.
Nunca le falta diversión alguna
En aquella dichosa intercadencia.
A Tomizas en fin la diligencia :
Valió una manotada con la zurda, ^
Que quando no le aturda.
No es poco, para zurda manotada.
Que le dexó la cara desgatada. :;
Esto gana traer del mal albricias:
lO qnanto amor de la razón desquicias
Un noble caballero i
íor eso ningún page ni escudero
Se fie en la privanza,
ig8 RiWAs
Que es fácil en señores la mudanza^
Y el sol es gran señor, y nunca paré
En rueda mas mudable: á la fortuna
Se parece la dama Doña Luna,
Que nunca vemos de una misma cara.
Dexando la pelota el triste amante.
De zelos y de amor perdido y loco.
Que la vida y la honra tiene en poco;
Vino á su casa con tristeza tanta.
Que se metió debaxo de una manta,
Y luego provocado á mayor furia
De una carrera se subió al tejado.
Asi desnudo Orlando provocada
De no menor injuria,
Quando leyó los rótulos del Moí:o,
Que decian: amor, que sin decoro
En la buena fortuna te gobiernas^
Aquí gozó de Angélica Médoro;
En el papel de las cortezas tiernas
De aquellos olmos de su bien testigos^
Para el Francés Orlando cabrahigos.
Baxó Marramaquiz desesperado,
Y entrando en la cocina.
Sin respeto de Paula y de Marina,
Esclavas del ausente Licenciado,
Como laureles y álamos las míra^
Donde Climene por Faetón suspira:
Los pucheros y cántaros quebraba.
Vertió la olla en la sazón queTiervra,
Y llamando á Borbon borbor decía*
Y á taíito mal llegó su desatino.
Que sacó media libra de tocino.
Que andaba como. nave en las espumas;
Y sino se le.quitan se le mama:
Tanto pueden los zelos de quien ama.
Una perdiz con plumas
Quiso tragarse, y no dexaba cosa
Que no 4a deshiciese.
Por alta que estuviese :
Trepaba la lustrosa
Reluciente espetera.
Derribando sartenes y asadores,
Y con estas demencias y furores
En una de fregar cayó caldera,
( Trasposicidn se llama esta figura)
jDe agua acabada de quitar del fuego.
De que salió pelado.
Pero viniendo luego
El señor Liceneiado,
Díxo que era vejieno que tendría
Algún vecino, que matar quería
Ratones de so casa^
Hecha de rexalgar traydora masa,
Y á su servicio ingrato.
Por matar los ratones, mató el gato.
Y dixo bien spguri los aforismos
De Nicandro, que son los zelos mismos
Un veneno tan súbito, que apenas
Toca la lengua-, quando ya las venas
Y el corazón abrasan, ^
l6o ftlMAS
Tan presto al centro de la vida pasan;
Que no hay friars cicutas ni ana pelos ^
Como solo un escrúpulo de zelos.
En fin, de ver el gato lastimado.
Que le habia criado.
Envió por triaca.
Que todo venenoso ardor aplaca.
De la magna que hacen en Yalenciat
De que tenia una redonda sola
Cierto Farmacopola.
El gato con paciencia^
Sespeto de su dueño.
Tomó dos onzas, y rindióse al suefío^
SILVA QUINTA.
O til Don Lope , sf por dicha agora
Por los mares Antarticos navegas,
O surto en tierra quando al puerto llegas.
Preguntas á la aurora.
Qué nuevas trae de la bella España^
Donde tus prendas amorosas dexas,
Y por regiones bárbaras te alejas;
O miras en los golfos
De la naval campafta, . .
Por donde vino Júpiter á Europa,
Encima de la popa
Sin velas de Mauricios ni Rodolfos,
Mas traydores que fué Vellido de Olfbs,
Sereno el rostro en ía dormida Tetis,
DB BURGUILLOS. t6 1
De laiayrada Anfitrite,
Mas que en Sevilla corre humilde el Betis,
Quando k la mar permite
La luna barquerola ,
No por las nubes de color de Angola,
Una punta 4 k tierra, y otra al cielo^
De pocas luces salpicando el velo:
Escucha en , vo? mas clara que confusa,
Mi gatifera Musa,
Y no permitas , Lope , que te espante,
Que tal sugeto un Licenciado cante
De mi opinión y nombre,
Pudiendo celebrar mi lyra un hombre
De los que honraron el valor Hispano,
Para que al resonar la trompa asombre,
Arma virumque cano.
Que como no se usa
£1 premio, se acobarda toda Musa;
Porque si premio hubiera ,
Del TaJQ' la ribera
La oyera *en trompa bélica sonora
Divinos versos hijos de la Aurora:
Por esto quiere mas que ver ingratos,
Cantar batallas de amorosos gatos.
Fuera de que escribieron mucltos sabios.
De los que dice Persio, que los labios
Pusieron en la fuente Cabalina ,
En materias humildes grandes versos; '
Mira si de Virgilio fueron tersos.
Cuya princesa pluma fué divina,
Tom. XL L
1 62 RIMAS
Quando escribió el Moreto, que en ianlenguá
De Castilla decimos almodrote.
Sin que por él le resultase mengua.
Ni por pintar al picador mosquito.
¿Y quién habrá que note.
Aunque fuese satírico Aristarco ,
De Ulises el dialogo á Plutarco?
La calva en versos alabó Sinesio« '
Gran defecto Tartesio;
Quiere decir, que hay calvos en España
En grande cantidad , que es cosa estrafia^
O porque nacen de celebro ardiente;
Y también escribió del transparente
Camaleón Demócríto,
Y las cabanas, rústicas Teocrito,
Y tanta filosófica fatiga
Diocles puso en alabar el nabo.
Materia apenas para un vil esclavo;
El rábano Marcioa , Fanias la ortiga,
Y la pulga Don Diego de Mendoza,
Que tanta fama justamente goza*
Y si el divino Homero
Cantó con plectro á nadie lisongero
La Batracomyomaquia ,
¿Por qué no cantaré la Gatomaquia?
Fuera de que Virgilio conocía
Que á cada qual su genio le movía*
Ya todo prevenido
Para el tálamo estaba,
Y el dia estatuido
DK BÜRdülLLOS» 163
la posesión llamaba
A la esperanza dé los dos amantes,
Mas muchas veces con peligro toca
El vidrio lleno de licor lá boca.
Alegres les vecinos circunstantes.
Convidados los deudos y parientes,
Y escrito á los ausentes.
Que. en tales ocasiones mas atentos
Están que á la verdad los cumplimientos.
Solo Marramaquiz, gato furioso,
Lartientiaba zeloso
Sus penas y cuidados
Por altos caballetes de tejados,
Fn que su voz resuena,
Qual suele por las selvas Filomena
Que ha perdido su dulce compañía, *
Con triste melodía
Esparcir los acentos de su pena.
Trinando ia, dulcísima garganta.
Que á un tiempo llora y canta.
Y como perro braco
Que ha perdido su duei5o,
O Flamenco ó Polaco,
Que ni se rinde al sueño.
Ni el natural sustento solícita.
Aunque en cantar no imita
Al ruiseñor suave.
Que una cosa es el perro y otra el ave,
Y á cada qual su propio oficio quadra.
Porque si canta el ave, el perro ladra.
L a
164 RIMAS
Tenia ya Ferralo
En un zaquizami curiosamente
Lámala aderezada
De uno y otro retrato
De belicosa, quanto ilustre , gente 9
Que las efigies son de los mayores .
El mas heroyco exemplo.
De la perpetuidad glorioso templo*
Como se ven del Tamerlan y £neas,' ,
Y en Calvo el de las fuerzas gigante^^j
En Juan de Espera en Dios y el Xransilvano»
En Pirí'o Griego, y Scevola Somano.
Allí estaba Gafurio,
Que ganó la batalla de las Monas,
De grave gesto y de nación Ligurío,
Y otros gatos con cívicas coronas.
Navales y murales,
Y al laurel de los Césares iguales.
No faltaban el Tumíre y el Mocho,
Ni con el descolado Hoziquimocho,
Que asistía en las casas de Cabildo»
Y el armado Muflido
Mas de valor que acero.
Ni Garavillos, gato Perulero.
Estaba el rico estrado
I>e dos pedazos de una vieja estera
Hecha la varanJilla,
De ricas almohadas adornado
En tarimas de cortho, y por defuera
El grave adorno de una y otra silla «
DE BÜRÓÜILtOS. 165
Con tantat maravilla.
Que si un culto le viérá.
Es cierto que dixera.
Por únicoá'Retóricos pleonasmos.
Pestañeando asombros guiñó pasmos.
Ya las sombras cayendo
De los mayores montes *
A los humilde^ valles
Enlutaban los claros orlzontes,
Y el mecánico estruendo
En las vulgares calles
Cesaba á los oficios;
Tráfagos y bullicios
Encerraba el silencio en mudos pasos ,
Y á diferentes casos
La ronda, y los amantes prevenían
Las armas que tenian ;
Quando á la lixz huyendo la tiniebla
De alegren deudos el salón se puebla.
Vino Calvillo de fustán vestido
De patas de conejos guarnecido,
Grigiesco y saltambarca.
Mas amante de Uaui'a que el Petrarca,
Por una gata deste nombre propio,
aunque parezca en gatos nombre impropio,
Pero si llaman á una perra linda ^
Diana, Kosa, Fátima y Celinda, -
Bien se pudo llamar Laura una gata»
Pe pie bruñida como tersa plata.
Maus de bocaci truxo grigiesco,
i66 - atma^
Cuera de cordobán, gorrón Tudesco ♦ «
Y de negro con mucl^a vizarría:
Zurrón, gato mirlado,
' De medias, y de estomítgo colchado;
Ranillos que baxó de Andalucía
De conejo en conejo ,
Por la Sierra Morena
A ver del Tajo la ribera amena.
Con el cano Alcubil su padre viejo:
Gruíiillos y Cachorro ,
La nota y flor del esquadron vizarro:
JVIarrullos y Malvillo ,
tJno de raso azul y otro amarillo:
, Garrón , Cerote y Burro,
Gatos de un zapatero.
Mas para que discurro .
Con verso torpe, y proceder grosera»
Quando lo menos de lo mas refiero.
Si me aguardan las damas , que aquel día
Mostraron cuidadosa vizarría?
Vino Mi turria bella,
Motrilla y Palomilla,
La flor de la canela y de la Villa,
Y cada qual en la opinión doncella,
Cosa dificultosa:
Por eso es bien que la muger hermosa
Quando honesta se llama.
Tema por^ obras el perder la fama.
Y entre todas fué rara la hermosura
De la bella y discreta Gatifura,
"V vestida de nácar Zarandilla,
Xta gata mas golosa de Castilla.
Ocupadas las sillas y^el estrado
Salió Trevejos, gato remendado,
Y sacando a la bella Gatiparda,
Comenzaron los dos una gallarda.
Como en París pudiera Melisendra :
Y luego con dos cascaras de almendra
Atadas en los dedos, resonando
El eco dulce y blando
Bayláron la chacona
Trapillos y Maimona
Cogiendo el delantal con las dos manos.
Si bien murmuración de gatos canos.
Mas ya. Musas, es justo.
Que me deis vuestro aliento y vuestro gusto^
Canoro si , mas claro.
Que parezca de un nuevo Sanazaro :
Denme vuestros cristales en los labios.
Que de ignorantes me los vuelvan sabios.
Que Zapaquilda de la mano sale
De Dofía Golosilla su madrina.
Saya entera de tela columbina,
De perlas arracadas
En liatones de nácar enlazadas.
La cabeza- de rosas primavera.
Mas estrellada que se veja esfera.
El blanco pelo rubio á pura gualda,
Y un alma en cada niña de esmeralda.
De cuyos garabatos
l68 RIMAS
Colgar pudieran las de muchos gatos;
Chapines de tabí con sus virillas.
Entre una y otra descubriendo espacios
De la roxa color de los topacios.
De nuestra edad, y siglo maravillas;
Que lo que ser soliai)
Un medio celemin con ataugia.
Un pirámide es hoy de tela de oro,
Y cuestan sus adornos un tesoro.
Que ponen miedo de casarse á un hombre.
Subiendo el dote á un número sin nombre»
Si piensa sustentar trage tan rico.
Sentóse al fin , mirlándose de hozico,
Y prosiguió la fiesta de la danza
Contra la posesión de la esperanza.
¡Mas quién dixera que saliera incierta!
Marramaquiz entrando por la puerta,
Vencido de un frenético erotismo,
(Enfermedad de amor ó el amor mismo)
Suspendo , y, como atónito el senado.
De ver de acero y de furor armado
Un gato en una boda.
Donde es propia la gala y no el acero*
Alborotóse todo,
Y Zapaquilda viéndole tan fiero
Humedeció el estrado, y con mesura
Comunicó su miedo á Gatifura,
Si bien consideraba.
Que entonces Micifuf ausente estaba.
Porque solo esperaban que viniese.
^ DE BüRCiÜItLOS. 169
V que la mfino prática le diese.
De que ya la teórica sabia.
Que confirmase tan alegre día,
En esta suspensión todos turbados,
Marramaquiz abrió los encendidos
Ojos, vertiendo de furor centellas,
los dexó temerosos y admirados.
Imprimiendo esta voz en sus oídos
Al aliento feroz de sus querellas:
Villanos descorteses.
Mas falsos y traidores
Que Moros y Holandeses,
Porque siendo fautores
No sois en las maldades inferiores;
Esquadron de gallinas.
Junta de gatos viles, /
Que no de bien nacidos,
Baxos habitadores de cocinas
Entre asadores, ollas y candiles.
Donde como á cobardes y abatidos '
La mas humilde esclava os apalea;
No trocando jamas la chimenea
Por la guerra marcial y sus rebatos, •
Lamiendo lo que sobra de los platos,
Y durmiendo el invierno, quando heriza
Los cabellos el yelo,
Sevueltos en la cálida ceniza.
Hasta que ardiente el sol corona el cielo:
Yo soy Marramaquiz, yo soy, villanos^
£1 asombró del orbe.
ITa RIMAS •
Que come vidas y amenazas sorbe.
Aquel, de cuyos 'garfios inhumanos
León en el valor. Tigre en las manos.
Hoy tiemblan justamente
Las Repúblicas todas.
Que desde el norte al sur por varios mares
IVljra de Febo la dorada frente^
Y el que ha de hacer que tan infames bodas
Y con tantos bazares
Sean las de Hipodamia,
Esta en vosotros resultando infamia.
O Musas, este gato babia leido
A Ovidio, y por ventura
De la fábula de Hércules quería
El exen pío tomar, pues atrevido
Hércules se figura,
Y los gatos Centauros que aquel dia
Murieron á sus manos;
Porque no fueron pensamientos vanos
Los de sus. zelos locos ,
Pues de sus manos se escaparon pocos.
Llamándolos traydores Mauregatos;
•Que levantando una cuchar de hierro
A eterno condenándolos destierro.
Fué Tamerlan de gatos ,
Haciendo mas estrago su arrogancia.
Que en Cartago y Numancía
El Romano famoso.
A un gato que llamaban el Raposo^
Mas que por el color por el oficio, .
La cara , que no tuvo reparada % ^
Quitó de una valiente cuchillada.
Imposible quedando al beneficio;
Y de un revés que sacudió á Garullo,
Dio el último maullo;
Cortó una pierna al misero Trevejos^
Gran cazador de gansos y conejos*
Desbarató el estrado.
Que pensaron guardar gatos visónos.
Con cuchares de palo por espadas ,
Que de galas quedó todo sembrado.
Naguas, xaulillas, guantes, ligas, moños,
Kosetas , gargantillas y arracadas.
Chapines , orejeras y zarcillos:
Y porque defendió llegar Malvillos
A robar á la novia , )d¡ó dps caves.
Como Hércules á Licas ,
Y quebrando con él á dos boticas
Desde una claraboya
Quanto componen purgas y xarabcs.
Ni á vista de sus naves
Fué mas furioso Aquües, quando en Troya
Le dixéron la muerte de Patroclo^
Ni con mazo y escoplo
Tantas bastillas quita el carpintero.
Como vida? quitó zeloso y fiero;
Ni mas sangriento Ñero
La mísera plebeya
Gente miró quemar desde Ta^rpeya.
En fin llegando dond^ ya tenia
iy2 Htívias
Zapaquílda la vida por segufa.
Le dixo: ¿Tente, dónde vas perjura?
Ella temblando respondió turbada:
Huyendo el filo de tu injusta espada.
Que se quiere vengar de mi inocencia
Con tan fiera insolencia,
Quitándome mi esposo;
Pero yo me sabré quitar la vida,
Polifemo de gatos.
Ojos hermosos siempre y siempre ingratos,
(Le respondió furioso,)
¿De esa manera habláis en mi presencia? -
O gata la más loca y atrevida.
Yo solo soy tu esposo , fementida:
Y al villano que piensa, que á sacarte
Con este casamiento será parte
Bestas enamoradas uñas mias.
Que vencen las har|)ias.
Verás sino me huye,
Y el bien que me quitó me restituye.
Cómo le mato, y desollando el cuero .
Le vendo para gato de dinero.
Si tú, le respondió, á mi dulce esposQ
Me matares tirano.
Yo con mi propia mano
^e quitaré la vida.
Furioso entonces sobre estar zeloso.
De donde estaba (ay misera! ) escondida.
Trasladóla á sus hrazos inhumano,
Qual suele yedrd á los del olmo asida
DE BURGtHLLOS. 1^3
Trepar lasciva á Ja pomposa copa.
Vistiendo el tronco de su verde ropa
De tiernos lazos y corimbos llepa.
Así París robó la bella Elena,
Las naves agoardando en la marina ;
Y así fiefo Pluton á proserpina. . .
Ella entonces llamaba
A Micifuf á voces.
Que no la ola , por que ausente estaba.
Al fin timando coces
Se le cayó un zapato,.
Mas ni por eso se dolió el ingrato.
Viendo correr las lágrimas por ella,
Y él corriendo C9n;0lla,
Que ni deudo ni amigo la socorre,
La puso de su casa en una. torre.
Como tvivo Galban á Moriana*.
Tal es del mundo la esperanza vana.
Porque quien mas en los principios fia,
No.sabe dojule ha de acabar el dia.
SILVA SEXTA.
Quando el sobervio bárbafS gallardo
Llamado Rodamonte,
Porque rodó de un monte.
Supo que le llevaba Mandricardo •
La bella Doralice,
Como Ariosto dice
A diez y seis de Agosto,
1^4 RIMAS
Que fué mtty puntual él Aríosto;
. Cuenta que díxo cosas tan estrañas.
Que movieran de un bronce la entrañas.
Prometiendo arrogante.
No ver toros jamas n¡ jugar cañas.
Aunque se lo mandasen Agramante,
Kugero y S«icr¡pante,
Ni comer á manteles.
Ni correr sin pretal de cascabeles.
Ni pagar ni escuchar á quien debiese,
(Porque mas el^ enojo encareciese,)
Ni jdar á censo, ni tomar mohatra.
Ni pintar con el áspid á Cleopatra,
Y lo mismo decia , quando el rapto
De Elena fementida.
El Gviego Bey Atrida
Contra el pastor para trayciones apto.
Que dio en el monte Ida
Enf vor de Accidalia la sentencia;
Que hay muchas de la Vera de Plasencíar^v
Que vienen mas tempranas
Si las hacen los ojos
De juveniles bárbaros antojos.
Que aun no repara en canas
Esto que todos llaman apetito,
Y mas donde no tiene por delito.
Que la sínta verdad corrompa el premio.
Mas todo este proebiio
Quiere decir en suma,
(Aunque era campo de extender la pluma , )
DE BUROtriLLOS. IjTj
Lo que el valiente Micifuf , oyendo
El suceso estupendo
Del robo de su esposa,
Elena de las gatas,
Dixo con voz furiosa,
Quando galán venía á desposarse.
Tan imposible ya de remediarse.
De las tremantes ratas
Fugitivo esquadron con pies ligeros
Temeroso ocupó los agujeros;.
Y arrojando lá gorra.
Que fué de un Ministril de Calahorra»
Hizo temblar la tierra,
A fuego y sangre prometiendo guerra.
Ferrato ya perdida la esperanza.
Mesándose las barbas y cabellos.
Blancos , que nunca blancos fueron bellos,
Culpaba su tardanza.
Porque las dilaciones
Pierden las ocasiones.
Porque en la calva tienen un copete.
Que solo se le coge el que acometev
Porque aguardar. á que la espalda vuelva.
Es seguir un venado por la selva,
Que alcanzarle no fuera maravilla
Quien le fuera siguiendo potóla villa.
Micifuf la tardanza disculpaba
Con que lejos vivia
El zapatero que esperando estaba,
(] O quantos males causa uo zapatero !)
1^6 HIMAS ^
Y que después calzarle no podia.
Aunque los dientes remitiese al cuero»
Las botas justas que con calza larga
Era la gala entonces , cjue por fresco
Dicen autores que mató el grigiesco,
Por quitar la opresión de tanta carga.
¡ O quién para olvidar melancolías
De las que no se acaban con los dias^
Un gato entonces viera
Con bota y calza entera!
¿Pero dónde me llevan niñerías.
Que en ItaKa se llaman vagatelas»
Ingiriendo novelas
En tan funestos casos.
Mas dignos de Marinos y de Tasos»
Que de Helicona son solos y soles.
Que, de mis versos rudos Españoles?
Lloraba Micifuf, lloraba fuego.
Que fuego lloran siempre los andantes.
Arrojando los guantes,
(A quien los cultos llaman Quirotecas;
O bien hayan lUescas y Vallecas)
Sin admitir un punto de sosiego.
Como en París el Moro , én Troya el Griego*
No suele de otra suerte pasearse
Quien tiene algún estrafio desconcierto.
Sin que pueda apartarse
Del negocio que tfata.
Pálido el rostro de sudor cubierto.
Como yg por su iionor, ya por su gata
DE BUR^mitor* l^jr
Inquieto Micífíif se condolía
Por dilatar de su venganza el día*
£n tanto, pues, que amigos y parientes
Consultaban el modo,
Como acabar del todo
Agravios tan in&mes é insolentes ;
Marramaquis estaba
Solicitando el pechó
De Zapaquilda de diamantes hecho.
Que en la dura pris'on perlas lloraba
A guisa de la aurora.
Que parece mas bella quando lloraj
Que la muger hermosa
Quando baña la rosa
De las mexiUas con el tierno llanto.
Aumenta la hermosura.
Sino da voces, y en el llanto dura.
Marramaquiz en tanto
Produciendo concetos
De su locura efetos.
Ya en prosa, ya en poesía.
Desvelado la noche, y triste el dia
Se alambicaba el misero celebro;
No dexaba requiebro,
.Que no imitase tierno á los orates,
Que el mundo amantes llama,
Y de la tierna dama
Amores y cariños, ^
Hasta los disparates
Que les dicen las amas á los niños,
Tonu 2a, M
Quando les dan el pecho las máfianas
Con intrínseco amor » diciendo ufanas:
Mi Reyi, mi amqr^ mi Duque, mi. regalo»
Mi Gonzalo, mas esto solamente ?
Si se llama Gonzalo,
Porque fuera requiebro impertinente
Si se llamara Pedro, Juan ió Hernando,
Que convienen las flores á los frutos»
Y á las cosas también sus ati*ibatós.
Estaba el sol apenas matizando ^
Las plumas de las alas de los vientos,
Dando á los dos primeros elementos
Esmeraldas al uno, al otro plata, .,
Quando salia por su amada gata i -
Ai soto de Lnzon el triste amante, >
Sin respetar el arcabuz tronante,
A buscar el gazapo entre las venas
De la tierra , que apenas
Salir al campo osaba,
Y de una manotada le pescaba.
No había pez ni pieza
De vaca en la cocina.
Que en volviendo Marina
A buscar otra cosa la cabeza.
Ko caminase ya por los tejados
Para el dueño cruel de sus cuidados: ^
Tan ligero y veloz, tan atrevido.
Que no paraba, sin hacer ruido.
Hasta sacar la carne de la olla.
Del asador la polla.
DE BÜRGUILLOS.
Aanque sacase, por estar ardiendo, '
O pelada la mano, ó con ampollay
Fufü, fufú, diciendo.
¡O amor! ¡Oquántas veces
De la misma sartén sacó los peces
Sin cuchares de hierro ni de plata!
Y la cruel á mas amor mas gata.
Es posible, decia.
Con lastimosas quejas,
O mas dura que mármol á mis quejas
( Porque el gate las Églogas sabia )
Y al amoroso fuego que me enciende ,
Has helada que nieve Gatalea,
Que de mi fuego el yelo te de6ende
Dése pecho cruel , que me de^ea
La muerte , que antes sea
La de tu Adonis, Micifuf cobarde.
Que gozarás cruel, ó nunca ó tarde.
Que no te duelen tantas penas mias.
Ni el verte tantos dias
Cautiva en esta torre.
Que ni te viene á ver ni te socorre.
Qué para aborrecerle te bastaba?
Micilda me buscaba ,
Micilda me queria.
Por tí la aborrecía ,
Siendo gata de bien , siendo estimada
Por honesta doncella, y retirada
De amigas , de papeles y paseos.
Que clandestinos trazan Himeneos.
M o,
^T9
lg<3 RIMAS
?Qué no dexé por tí que te has casado
Con un gato afrentado, que si fuera
Afrenta entre los hombres el ser gato.
Que la costumbre toda ley altera,
Solo este fuera gato por ingrato?
No te canses, la gata respondía
Con ojos zurdos de Nerón Eomano,
Marramaquiz tirano.
Que siendo como es justa mi porfia.
Ni he de temer tus daños.
Ni me podrás vencer con tus engaños*
¿Qué (Astitíacion , qué furia
Te obliga, Zapaquilda, á tanta injuria?
Mira que la nobleza
De tu zeloso amante.
Siendo tan arrogante
A su misma cruel naturaleza,
Se revela teniéndote respeto.
Añadiendo al ser noble el ser discreto.
Este apostrofe ha sido
Justamente advertido
A la gata cruel desamorada.
Por lo que a los Retóricos agrada.
Que adornan la oración con voces puras,
Y sacan un retablo de figuras;
Que quanto á mí, jamas me atravesara
Con gente de uñas y de mala cara.
Ya Micifuf en casa de Ferrato
juntaba deudos , provocaba amigos,
De su dolor testigos.
As BURGUILLOS. j8j
Acusando el cruel bárbaro trato
Del común enemigo , que este nombre
Como al Turco le daba;
Y porque mas de su maldad se asombre,
El robo de su esposa exageraba ,
Que cada qu^l en su 4olor y pena
H^sta una gata puede hacer Elena.
Estando, pues, sentados en secreto
En el zaquizamí de su posada,
Dixo á la noble ^unta lastimada.
Con triste voz de su desdicha efeto :
Aquel justo conceto.
Que de vuestro valor tengo formado.
Me excusa de Retóricos ambajesv
Amigos y parientes.
Sí estuvisteis presentes
A la dura ocasión de mi cuidado,
De que tan tarde me avisaron pages ,
Que siempre llegan tarde los avisos
A los que son para su bien remisos.
¿Con qué podré moveros?
¿Con qué podré obligaros?
¿O qué podré deciros
Que pueda enterneceros.
Que pueda provocaros?
Si no son, los suspiros
Medias voces del alma,
Quando con el dolor la lengua calma*
Este que aqui no explico
Está diciendo el pálido semblante
l82 RIMAS
Lo que con muda lengua significo;
Pues quando mas la encubre y adelante.
Mas corto he de quedar, que los enojos
Semiten la Retórica á los ojos.
Que la miyla tristeza muchas veces
El Demostenes fué de la eloqüencía,
Y mas donde son sabios los Jueces,
Que excusan de captar benevolencia.
Pues no pudiera en Grecia en su Liceo,
Ver mas dotrina que en vosotros veo.
Todos Platones sois, todos Catones,
Mas podrá la rázon que las razones.
Yo vine provocado de la fama
A ver de Zapaquílda la hermosura.
Por alta mar del hado conducido.
Donde mis ojos encendió su llama
Fuego de Fénix , que á los siglos dura.
Opuestos á la muerte y al olvido.
Si fui favorecido.
Si agradeció mi amor y pensamiento.
Bien lo dice el tratado casamiento.
Pues que nos veis con la ocasión perdida»
Ella sin libertad, y yo sin vida:
Cortés la quise sin violencia alguna.
Que nunca fué violenta la fortuna. '
Quando pagó mi amor, yo no sabia,
(Como quien era gatoforastpro,)
Que este tirano á Zapaquilda amaba.
Con esto la primera luz del día,
Y con ella su candido lucero
DB BURGUILLOS. fg^
En mis ojos brillaba v
Primero que en las flores
A su ventana repitiendo amores.
AHÍ también en su primera estrella
La noche me buscaba divertido
Adorando las tejas.
De sus balcones rejas ,
Y dulce elevación de mi sentido;
Hasta que hablar con ella
Envidioso traidor, y fementido
Me vio en su celosía.
Donde probó mi amor su valentía*
Kesultó la prisión y es tan villano.
Que ha engañado á Micilda,
Y dándola su fe, palabra y mano
De que será su esposo.
Siendo cumplirla el acto mas honroso:
Quando me vio casar con Zapatuda
En afrenta de todos sus parientes
Y amigos, que presentes
Estuvieron atónitos al caso.
Echando los mas graves por la tierra.
Como estaban de boda y no de guerra^
Padeciendo mi sol tan triste ocaso,
Se la llevo con atrevido paso:
Zeloso el corazón , la vista ayrada.
Hiriendo á quien delante se le puso.
Tanto, que con Garraf de una gatada
Los botes y redomas descompuso
De un boticario que vivia en frente,
l84 UIMAS
Y como de repente
En un perol cayese desde un banco.
Todo le revistió de ungüento blanco.
Vertió una^ melecina,
Y paró medio muerto en la cocina*
En ocasión tan dura, V
En ocasión tan triste.
Que es marmol quien las lágrimas resiste,..»
Mas quiero epitomar mí desventura:
Mí esposa me han robada:
Sin honra estoy: aquí sino fué mengua,
Fu^ el silencio la voz , los ojos lengua^
Porque la grave pena
Cortando la razón dexóle mudo.
Enternecióse el ínclito senado.
Haciendo propia la desdicha agena,
LuegQ que v¡¿ que proseguir no pudoV
Y respondió TPanzudo,
Un gato venerable de persona,
f Aunque pelado de cabeza estaba.
Cosa que á muchos buenos acontece,
. Sí bien esto no fué lo que parece,
i Quando á un amante viene la pelona ;
Mas golpe que le dio cierta fregona.
Que de un menudo que lavar pensaba
Quando menos atenta le miraba.
Asido del principio de una tripa.
Que á la vista las manos anticipa.
Le fué desenvolviendo hasta el tejado.
Como cordel de un cabo y otro atadOt
Del ovillo de sebo el laberinto :
Y cada qual de todos participa
Deste dolor, como si propio fuera,
Dixo con el semblante mesurado.
En prudentes palabras desatado :
Con justa causa Mícifuf espera
Verse favorecido,
Y vengado también del atrevido
Que le robó su esposa.
Fatal desdicha de muger hermosa.
Y respondió Tomillo,
Propia razón de gato mozalvillo:
Por mí ya lo estuviera.
Porque con estas uñas se la diera;
Pero Zurrón que le miraba enfrente,
Le dixo : Con un gato el mas valiente.
Que han visto los tejados desta villa.
Mejor es á la usanza de Castilla
Escribirle un papel de desafio.
Jío es ese el voto mío,
GarruUo replicó v ni que se intente
Venganza de Vitoria contingente.
Que siempre ha estado en varias opiniones
Si ha de haber desafio en las trayciones.
Soy de voto, que tome el agraviado
Un arcabuz y aguarde
Al gato mas valiente ó mas cobarde.
Castigo del que vive descuidado*
Sin miedo del que agravia,
Y propia efeto de la noche oscura.
l86 RIMAS
Si se pudiera executar segura.
Fuera venganza sabia,
Dixo Chapuz valiente.
Gato de buenas partes;
Mas son tantas las artes
Dése Marramaquizj gato insolente.
Que no dará ocasión que se execute.
Por mucho que la noche el rostro enlute,
y de mi parecer mejor seria
Querellarse del robo , y castigalle
Por términos jurídicos, y dalle
Muerte que corresponda 4 l^ osadía.
Dirán que es cobardía,
Trevejos replicó , ni esa querella .
Está bien al honor de una doncella.
Que es poner su defensa en opiniones.
Que se averigua-mal con las rabones
Aquello que la causa pone w duda;
Que no liay para mugeres lengua muda.
Que ha dado el mundo en bárbaras querellas,
No pudiendo excusar el nacer dellas,
P ley tos aun no son buenos para gatos.
Porque es gastar la vida y la paciencia:
No hay que tratar de tratos ni contratos.
Ni andar en pruebas ni esperar sentencia}
Si aquesta injuria ha de quedar vengada^
Remítase á la pólvora ó la espada.
Bien dice, respondió Raposo, (haciendo
Debido acatamiento al gran senado,)
Trevejos, y no es Justo,
DB BUUGÜILLOS. iSjT
Aunque se pruebe io que estáis diciendo,
Y quede á vuestro gusto sentenciado,
Que deis al pueblo gusto,
Al teatro sacando neciamente
Un gato con capuz y caperuza ;
Y no menor locura que se intente.
No siendo Micifuf el Moro Muza,
Tratar de desafiois
Con quien sabéis que tiene tantos bríos.
Perdóneme Zurrón , Chapuz perdone,
Y aunque la edad le abone.
Me perdone Panzudo^
Si de su parecer mi intento mudo,
Que el mió es juntar gente.
Para tan grave empresa conveniente;
Y formando esquadrones
De caballos, y armada infantería
De toda la parienta gatería.
Hacer guerra al traydor, cercar la tierra:
Y asestándole tiros y cañones
Batirle la muralla noche y dia.
Hasta saber qué gente le socorre.
Porque si el campo Micifuf le corre,
Y el sustento le quita,
Y á que dexe la plaza necesita;
O en forma de batalla
Asalta la muralla;
El se dará á partido,
O le castigareis siendo vencido.
Sacad banderas, pues, toqúense caxas
l88 RIMAS '
Haciendo las baquetas
Los pergaminos rajas.
Terciad las picas, disparad cometas.
Que así cobró su esposa en Troya el Griego
Publicando la guerra á sangre y fuego.
Calló Kaposo, y lu^o del senado
'El voto conferido.
En la guerra quedó determinado.
Por ser de todos el mejor partido,
Mas justo y mas honroso.
Y dando Micifuf , como era justo.
Los brazos y las gracias á Raposo,
Brotando humor adusto,
A hacer la leva de la gente parte.
Perdona, amor, que aqui comienza Marte,
Y sale Tesifonte
A salpicar de fuego el orizonte:
Suspende entre las armas los concetos.
Pues das la causa, escucha los efetos.
SILVA SÉPTIMA.
Al arma toca el campo Micigriego
Contra Marramaquiz gato Troyano,
Violento sube , aunque oprimido enr vano,
A la región elementar el fuego;
Inquietan de los ayres el sosiego
Con firme agarro de la ufiosa mano
Banderas que con una y otra lista
Trémulas se defiendan á la vista.
DE BVRGOtLLOS. 1IS9
No permitiendo, pues no dexan verse^
Que las colores puedan conocerse:
Respondiéndose á coros'
Las caxas y los pífanos sonoros,
Y al paso que ^e alternan,
^ Siguiendo el son Marcial los que gobiernan,
Y luego los soldados
De acero, y de ante y de valor armados.
Agujas del cabello por espadas,
Y solo descubriendo las zeladas
Por delante ^mostachos,
Y por detras plumíferos penachos;
Marchando con tal orden que la planta
Donde el que va delante la levanta
Estampa el que le sigue.
Sin que el bastón del Capitán le obligue;
Y al son de las trompetas resonantes.
Las picas á los hombros los infantes.
En quien la variedad y los colores
Formaban un jardín de varias flores,
A la manera que el Abril le pinta
£n cultivada quinta.
Las picas de los bravos Marquesotes
De varas de medir y de virotes,
Y ya de los plebeyos.
Baquetas de Babiecas y Apuleyos,
Sin esquadras gallardas.
Que llevaban en forma de alabardas
Aquellos cucharones
Con que suelen sacar alcaparrones;
tQO RTMAS
Y con las palas como medias lunas
Las sabrosas de Córdoba. áceytunas,
(Córdoba^ donde nacen Andaluces
Góngoras y Lucanos)
Y encendidas las cuerdas en las manos.
No de Milán dorados arcabuces:
Llevaba la lucida Infantería,
Mas de liüesois de piernas de carnero.
Que gatos de uno y otro pastelera
Truxeron á porfía.
Que no fueron de gato de ventero
Sospechosos en tales ocasiones,
Y de huesos de vaca los cañones.
Para batir la torre.
Con esto Micifuf el campo corre,
Y pone cerco al muro.
Armado de un arnés cóncavo y duro
De un galápago fuerte.
Que sin salir de sí le halló la muerte.
La cabeza adornada
De un sombrero la falda levantada,
De un trencellín ceñido.
El pasador y evílla guarnecido.
Con pluma verde escura.
Señales de esperanza con tristeza,
Aunque la justa causa le asegura.
Con tanta gentileza
Al caballo arrimaba
La estrella de la espuela,
Y con la negra uíenda le animaba
DB BURGUILLOJ.
A la obediencia del dorado freno
I De espuma y sangre lleno ,
Que sin tocar los céspedes volaba.
Ni es nuevo el ver que vuela.
Pues que pintan con alas al Pegaso
Volando por las cumbres del Parnaso;
Que vemos en Orlando el Hipogrifo»
Monstro compuesto de caballo y grifot
Mas si dudare alguno de que hubiese
Caballos tan pequeños,
Pareciéndole sueflos,
Y á la naturaleza le quisiese
Quitar de milagrosa el atributo;
Aunque sea sin fruto.
La tácita objeción quedará llana
Con irse de aqui á Tracia una mañana.
Que esté desocupado
De los negocios de mayor cuidado,
. Y verá los Pigmeos, .
Que en la región dé Trogloditas feos
También los pone Plinió,
Que hizo destos monstros escrutinio,
Y en las lagunas del Egypcio Nilo
Otros autores por el mismo estilo.
Que escriben que trayendo de Etiopía,
Dcriide hay bástante copia ,
Dos Pigmeos á Roma , gente grave.
Se murieron de cólera en la nave.
Homero les da patria al medio dia.
Con su intérprete Estacio,
191
1Q2 RIMAS
Mela de Arabía en el ardiente espacio.
Que el sol Fénix mayores ihonstros cria;
Puesto que aunque confiesa tales nombres,
Aristóteles niega que son hombres*
Vi en su Ciudad de Dios pasó en olvido
£1 divino Africano los Pigmeos,
Y Juvenal Umbripedes los Uaniat
Sin otros «que han negado y defendido
Esta opinión que divulgó la fama.
Pero, pues, pintan monstros Semideos,^
Que por los montes van de rama en rama»
Las Poéticas Trulla^,
Diciendo, que batallan con las Grullas;
Ko será mucho que haya senaihombres.
Estos con cierta patria y ciertos nombres
En la misma región caballos tienen ,
De donde nuestros gatos se previenen:
Qué hacer de solo un codo
Hombres naturaleza,
(Como Pintor que muestra la destreza
A un naype todo un cuerpo reducido,)
Y los caballos na del propio modo.
Mayor monstrosidad hubiera sido
De su instrumento ilustre y poderoso;
Que mal pudiera andar hombre muñeca
En el lomo espacioso
De un gigante Babieca.
Asi que la objeción es de provecho.
Pues queda el argumento satisfecho:
Demás de que el lector puede t si quiere.
DB BURGU1LL09. Z93
Creer lo que mejor le pareciere;
Porqae si se perdiese la mentira.
Se hallaría en Poéticos papeles.
Como se vé en Homero describiendo
A la casta Penelope que admira
Por los amantes necios y crueles,
Texiendo y destexiendo.
Sin dexarla dormir de puro casta.
Y lo contrario para exemplo basta.
Haciendo deshonesta
Virgilio á Dido, Elisa por Eneas,
Como le riñe Ausonio,
Aunque logró tan falso testimonio,
^ Henos las aguas que pasó Leteas,
Sonde escribió Merlin con quales iras
Castigan al Poeta sus mentiras.
Mas vuelve, ó Musa, tú para que pueda
Ayudarme el favor de tu Gimnasio,
Que para lo que queda.
Aunque parece poco,
Al señor Anastasio
P^ntaleon de la Parrilla invoco.
Porque de su tabaco
He dé siquiera quanto cubra un taco.
Harramaquiz aunque lo supo tarde, >
Habia hecho alarde «
De sus gatos amigos, . ■ ^^
Y halló que para tantos enemigos
Era su gente poca:
Has como la defensa le provoca, .
Tom. XL N /
Ip4 RIMAÍ
Las armas al asalto prevenía.
Supuesto que tenia
Poco su3tento para cerco largo*
Y cuidadoso de su nuevo cargo
Mas triste y desabrido.
Que Poeta afligido.
Que ha parecido mal comedia suya,
O bien la de su cómico enemigo.
Andaba por la torre:
Y viendo que su esposo la socorre,
Zapaquilda mas llena de Aleluya,
Mas alegre, contenta, y mas quieta
Que aquel mismo Poeta,
Si ha parecido mal, siendo él testigo.
La del mayor amigo.
Prevenido en efeto
De toda defensión y parapeto.
Sacó sus gatos animoso al muro
Por todas las almenas y troneras.
Vestido de banderas.
Que en alto y de diversos tornasoles
Eran entre la3 nubes arreboles;
Y coronado de diversos tiros
Soldados de valor y Archimargíros,
Opuestos á la furia del contrario.
Como se mira altivo campanario
De aldea donde hay viñas.
Para baxar después á las campiñas
Cubierto por el tiempo de las ubas, •
Del esquadron de tordos,
DE BURGUILLOS. Ipg
Que en aquella sazón están mas gordos,
Quando los labradores
Limpian lagares y aperciben cubas:
Asi la negra Cúpula tenia.
De soldados , de tiros y atámbores
No menos valerosa gatería.
Quien viera el pié, que el esquadron ceñía
De Micifuf, y el chapitel armado
De uno y otro gatífero soldado,
Dixera que tal vista no fué vista
De Dario ni de Xerxes^
Ni tanto perdigón haciendo asperges
En ninguna conquista
Ni la vio Cipion ni el Rey Ordoño,
Como en Cartago aquel , este en Logroño;
Y aunque entre la de Osténde,
Pero sin nobis domine se entiende.
Ver tanto gato negro, bíanco y pardo
En conturso gallardo '
De dos colores y de itiil remiendos,
Dando juntos maullos estupendos,
¿A quien no diera gusto,
Por triste que estuviera,
Aunque pierdido injustamente hubiera
Un pleyto, que es disgusto
Después de muchos pasos y dineros.
Para leones fieros ?
Prevenidos en fin para el asalto.
Mueven á sobresalto
líos ánimos valientes
Na
196 RIMAS
Las retumbantes caxas.
Previenen uñas y acicalan dientes.
Calando juntas las zeladas baxas,
iQue en las frentes visofias
,Mas eran de sartén que de Borgoñas.
Pero en silencio los clarines. roncos.
Que sonaban á modo de zamponas.
Puesto á la margen de unos verdes troncos.
Que no importa saber de lo que fueron.
De pies en uno Micifuf vizarro,
Quando del sol el carro.
Que Ethontes y Flegon amanecieron.
Atrás iba dexando el mediodia,
Dixo á su belicosa infantería,
Que atenta le escuchaba.
Que aunque era gato. Cicerón hablaba:
Generosos amigos,.
De' mis afrentas y dolor testigos.
La honra, que los ánimos produce,
A tan ilustre empresa me conduce:
Esta sola me anima.
Quien no sabe que es honra no la estima :
Miente el que dixo, y miente el que lo estampa
Que un bel fugir tutta la vita scampa;
Pues mejor viene agora.
Que un bel morir tutta la vita honora.
Es la virtud del hombre
La que le inclina á los ilustres hechos.
Digna es la fama de valientes pechos.
Hoy habéis de ganar glorioso nombre.
DB BURGUILLOS. 1^
Ninguna fuerza ni amenaza asombre^
El que tenéis de gatos bien nacidos.
Que estos viles alardes
(Porque en siendo traydores son cobardes)
Ya están medio vencidos
Con solo haber llegado á sus oidos,
Que yo soy quien os guia,
A Aníbal preguntó Cipíon un dia^
Qué qual era ^él mundo el mas valiente,
Y respondió feroz con torva frente:
Alexandro el primero.
El segundo fué Pirro , y yo el tercero :
Si entonces yo viviera,
Quarto lugar me diera.
Al arma, acometed , yo voy delante,
Y el no tener escalas no os espante,
Que no son necesarias las escalas.
Sí en vuestra ligereza tenéis alas.
Dixo , y vibrando un fresno en la ñudosa
Mano, al muro arremete,
Y con el mata siete,
Maus, Zurrón, Maufrido, Garrafosa,
Ociquimocho, Zambo y Colituerto,
Gatazo que de roxa piel cubierto
Crió la mondongifera Garrida,
Aunque toda su vida
Mas enseñado á manos y quajares.
Que á nobles exercícios militares.
Mas son tan eficaces las razpnes
Formadas deios Ínclitos varones.
198 ItlMAS
Como Alcíató escribe^ quando asidos
Llevaba de una cuerda de lo$ labios.
El Anfitrioniade Alcídes
Quantos hombres prestaban los oídos
A la eloqüencía de los hombres sabios^
Pero ya los agravios 1
De Mícifuf la guerra comenzaban.
Ya los gatos trepaban
La> torre por escalas de sus ufiás.
Mas fuertes garabatos,
Que los de Tundidores y garduñas: í
Ya por la piedra entre la cal metidas
Sin estimar las vidas,
Subian gatos y baxaban gatos,
tos unos como bueyes agarrados,
Que clavan en las cuestas las pesuñas.
Los otros como baxan despeñados
Fragmentos de edificio t}ue derriban.
Que de su misma asiento se derrumba,
A qual sirven de tumba.
Después que del vital aliento privan,
Las losas que le arrojan,
A qual de vida y alma le despojan
En medio del camino.
No despide en oscuro remolino
Mas balas tempestad de puro yelo,
Que baxan plomos de la torre al suelo.
Allí murió Galban, alli Trevejos,
Que le acertó la muerte desde lejos,
Dándole con un cántaro en los ^scos.
DE BÜRGUILLOS. JOa
Y otros con ollas ^búcaros y frascos.
Así suelen correr por varias partes
En casa qUéte quema ios vecinos.
Confusos sin saber á donde acudan;
No valen los remedios ni las artes.
Arden las tablas,, y los fuertes pinos
De la tea interior el humor sudan:
Los bienes muebles mudaii
£n medio de las llamas.
Estos llevan las arcas y las camas,
Y aquellos con el agua los encuentran^
Estos salen del fuego, aquellos entran.
Crece la confusión , y mas si el viento
Favorece al flamígero elemento.
Mas como el alto Júpiter mirase
Desde su Olimpo y estrellado asiento
La batalla cruel desangre llena.
Temiendo que quedase
En competencia tan feroz y ayrada ¡
La máquina terrestre desgatada, |
Justo remedia á tanto mal ordena*
Dioses, no es justo ,. dixo, que la espada '
Sangrienta de la guerra
Se muestre aquí tan fiera y rigurosa, ¡i
Aunque es la misma de la Griega hermosa;
Y que muertos los gatos, esta tierra |1
Se coma de ratonen, i
í erque se volverántan arrogantes^ .
Que ya considerándose gigantes,
^0 teniendo enemigos de quien huyan, j
Y el número infinito disminuyan.
Serán nuevos Titanes,
Y querrán habitar nuestros desvanes.
Con esto luego envia
De oscuras nieblas una selva espesa* ,«
Y la batalla cesa,
Revuelto en nombras de la noche eldia,
Y desde aquel con inmortal porfia
Los unos y los otros prosiguieron
Aquellos ea la ofensa,
Y estos en 1^ defensa.
Pero durando el cerco no tuviéroi^
Semedio ni sustento los cercados.
Tanto , que á Zapaquilda desfigura
La hambre la hermosura^
Vueltas las rosas nieve»
Por onzas come , por adarmes bebe*
Marramaquiz que ya morir lavia.
Con amante osadiav
Pero sin que le viesen los soldados.
Salió por un resquicio á los tejados
De una tronera que en la torre habia.
Para coger algunos paxarillos«
Iba con el Malvülos^
Que á este solo fió su atrevimiento,
Y por partir la caza del sustento:
Y estando [O dura suerte!
Acechando á la punta de un alero
Un tordo que cantaba,
La inexorable muerte
DB BXJRGUILLOS. gOJt
Flechando el arco fiero,
Traydora le acechaba*
jQué prevenciones, qué armas, qué soldados
Kesistirán la fuerza de los hados ?
Un Príncipe que andaba
Tirando á los vencejos,
(Nunca hubieran nacido,
K¡ el ayre tales aves sustenido,)
Le dio un arcabtizazo desde lejos.
Cayó para las guerras y consejos.
Cayó súbitamente
£1 gato mas discreto y mas valiente.
Quedando aquel feroz aspecto y bulto
Entre las duras tejas insepulto^
Pero muerto también , como era justo,
A las manos de un César siempre Augusto.
Llevó Malvillos páliHa la nueva.
Que de su fe y amor llorando en prueba
Se mesaban las barbas a porfía.
Como Tudescos, muerto el que los guia.
Has deseando verse satisfechos
Del sustento forzoso,
Sindiéron las almenas , y los pechos
Al héroe sin vitoría ^¡torioso,
Y Micifuf con todos amoroso.
Porque le prometieron vasallage.
Hizo luego traer, de su bagage
Con mano liberal peces y queso.
Alegre Zapaquilda del suceso
Mudó el pálida luto en rico trage.
Q02 HIMAS
Dióle sus brazos , y á su padre amado» .
Y el viejo á ella en lágrimas bañado: -
Y para celebrar el casamiento.
Llamaron á un Autor de los famosos.
Que estando todos en debido asiento.
En versos numerosos .
Con esta acción dispuso el ai^umento^ .
Dexando alegre en el postrero acento
ios Ministriles , y de quatraen quatro
Adornado de lucea el teatrjcK
A,
A Don Snan Jnfantt dt Olivares.
ESPINELAS.
^yer vi la librería,
Don Juan, de su Magestad
Con tanta curiosidad.
Que pintada parecía;
Si entre tanta Monarquía
Ko puede natumleza
Extenderse a mas riqueza.
El saber tanto la excede»
Que solo el ser sabio puede
Añadir á un Rey grandeza^
El Filósofo decia
( Ya lo sabéis ) que en nacer
Nadie puede .merecer, * .
Pues no supo que nacía:
En la virtud que adquiría
o:
DE BURGÜILLOS. 303
Después del conocimiento.
Fundaba el merecimiento.
De suerte que en esta acción
Merece su inclinación,
Y luce su entendimiento.
El estudio no es igual
Al Vaticano de Roma,
Porque el nombre no le toma
Para edificio Keal.
Remitida al Escurial
La grandeza, ^ ha trazado
Curioso y proporcionado.
Que en excediendo esta ley.
Mas fuera, que estudio á un Rey,
Ostentación de Letrado,
En debida proporción
Los estantes le ofrecian
Los libros, que no excedián
Del respeto y la razón :
Sin cansancio y dilación
Se le previenen tan llanos
A sus^ manos, y tan vanos
De merecer sus favores.
Que á ser vivos los Autores
Riñeran sobre las manos.
Por guarnecerlos sospecho
Que se transformó en vitela
Júpiter, ó fué cautela
Pasar de Europa el estrecho.
No hay cintas, y fué bien hecho.
í)04 RIMAS
Que es en colores distintas.
Sacar naypes por las pintas.
Ni es gravedad, ni es favor
Hacer j^egacho un Autor
Con su capotillo y cintas.
Otros haciéndolos aves
ios enxaulan , porque estén
Seguros , y rio hojeen bien.
Habiendo puertas y llaves»
El prender Autores graves,
Don Juan, por crueldad tened ^
Que no es hacerles merced
Ese modo de lisonjas.
Que no son los libros Monjas,
Que se han de hablar por la red.
En camarines vizarros.
Es cortesano aforismo.
Sino sirven de lo mismo.
Que los vidros y los barros.
Hay estantes que son carros
Cargados de impertinentes
Libros , que espantan las gentes;
Aquí para el mismo Apolo
Está lo selecto solo
De materias diferentes.
Dos globos grandes,Don Juan,
Celeste y Terrestre vi.
Aunque no los conocí.
Cubiertos de tafetán:
Con justa causa lo están.
DE BURGUILLOS. 20$
Que si en el segundo toco,
A imaginar me provoco.
Que fué porque á su valor
El ser de un mundo señor
No le pareciese poco.
Que si Alexandro lloraba
Porque solo un mundo habia.
Quien el terrestre cubría
Mayor pecho imaginaba: ^
Pero yo los dos juzgaba,
No para darle desvelo
Como de Alexandro el zelo.
En quien mas valor encierra.
Por su Rey al de la tierra,
Y por su sol al del cielo.
El estudio contenia
]^ aquel carioso espacio
Dos bufetes, que en Palacio
Claro está que los habría:
El uno un pomo tenia
De agua de ámbar , y no acaso,
Porque el cristalino vaso
Fuese fuente de Aganipe,
Quando el Apolo Felipe,
Se retirase al Parnaso.
El otro la escribanía,
A quien venerando atento
Su divino entendimiento
Un roxo terliz cubría:
Aqui traducido habia
2o6 RIMAS
Al Guichardino, crisol
De ia verdad como el sol.
Del honor del Rey hazaña.
Que porque habló bien de España 9
Hizo que hablase Español.
El índice que á su mano
Traiga el libro sin congoja.
Fué cuidado de Sioja
Nuestro docto Sevillano.
Este es el Museo Hispano,
Diamante de librerías.
En quien de dos Monarquías
Dexe el peso peregrino
Un estudiante divino
Las horas de algunos días..
A la fuente de Garcilaso que está en Batres.
ESPINELA»
c
^-^on respeto se retrata
En esta fuente la aurora.
Mientras su deidad sotiora
Dulces números dilata;
Sus ondas de viva plata
Caracteres cristalinos
Trasladad, ó peregrinos,
y á vuestros dichosos labios»
En perlas conceptos sabios,
Y en cristal versos divinos.
DE BVRGUILLOS. dO^
Mato su Magestad un venado , y mandó llevar
parte de el al P. M, Hortensio ; y hallándose
allí el Licenciado Burguillos partid con el^
y él le envió estos versos.
Cisne Palavícino,
Pensil Hortensio al estrellado muro
Del orbe cristalino.
Como su misma intdigencia puro.
Cuyo ingenio es idea
Be quantas formas fabricar desea:
No menos gracias , quantas
Maravillas de vos la invidia admira.
Si vestida de tantas
Luces , argos la noche el mundo mira.
Con el alma os %nvio,
Por el favor de vuestro dueño y mío.
Sagrada estar debiera
Al frontispicio de la Diosa Trina
Esta de aquella fiera
Reliquia, que mató mano divina.
No como á verla llego.
En ara humilde de mi pobre fuego.
Aquí solo se via
Nadar la carne en liquido potage,
Que apenas descubría
Limitada ración de inútil page,
De mísero escudero.
Con berza en Julio , y nabo por Enero*
3p8 JUMAS
Agora quien creyera
Que de tiro Seal la muerta caza
£1 asador vistiera,
Que no la ve por magestad la plaza,
Vi en pintados sibiles
La ponen Eegidores ni Alguaciles.
El joven de Austria, divo \
César de nuestra Palas siempre armada,
A cuyo rayo vivo
Tiemblan las fieras de la Scitia helada.
Que es poco á su decoro
El Alpe Galo, y el Atlante Moro.
£1 cazador Apolo
De quien jamas huyera el alnaa verde.
De aquella por quien solo
Samas abraza, y paralelos pierde;
Ya que gasta las llamas, *
Mate^ venados de invencibles. ramas.
El bozo de oro aplique
A la suave caza, que de soles
Felipes multiplique
Los dilatados orbes Españoles,
No el plomo ardiente en fieras,
Que el Tajo le produce en sus riberas.
Verdad es que le mira
El Libio atentamente y el Sueco,
Qué al de Alemania admira.
De quien nos llega eslabonado el eco.
Que de una y otra nueva.
Trayendo fama admiraciones lleva.
BE BURGV1LL08« áOO
Y asi es justo que sepa
Cómo jíge el caballo, y que víarro
Montes fragosos trepa.
Antes que enfrene el sol los de su carro,
Y como por su^bnza
Toma del )aval¡ "Venus veiiganza*
Por el laurel agrado, :
Que me dio Salamanca en sus escuelas*
Que el cazador soldado
Puede poner al H^ogKfo espuelas,
Y con éstos ensayos
Partir después á Júpiter los rayos.
Y vos, mí amado amiga.
Perdonad el retorno, que al cuidado
El alma toda obligo^
Sino es que irregular mate unvenado^ : .
Que porque de él mp acuerdié, .
Le vi ea el soto dé Santiago d Yerde. . *^
• I.
Tom. XI.
jaiOt JlIMAS^
Al áia qae^ una ruña cumplió trece añoí^
aunque ya no se usan niñas.
ffoy cumple trece , y merecer < '
Antonia dos nal cumplir^' u..- -r . . . .
Jíi hubiera mas que pedir^ ^ /- : ^' ^
Si fe. quedara en sus tneuí'.'>l^'^ ' ''
;I;ií:
A tanta arrogancia í^ieneit I i
Muchos , que de sí confian v
Y tan mal su bien previenen, j
Que cumplir no merecían ^ .4 :
Mas años qué los que tienen:
Pero tan linda se ofreqci
Tan hermosa , tan i gentil^ * f •*
Y tanto en virtudes crece^^
Que Antonia» y teuer dos mil»
Hoy cumple trece, y merece.
Con razón fiesta se ordena
A los trece , pues asi.
Como parece que suena.
Tomara yo para mi
Estos trece por docena.
Afios de Fénix vivir
A pesar del tiempo intente.
Porque es muy poco decir.
Que merece justamente
Antonia dos mil cumplir.
Ella y su madre en despojos
)/K 'J'
DB B0R6VILLOS. 2It
Venus y Cupido bellos
Truecan efetos y enojos, "^
Pues Venus quedó sin ellos,
Después ^ii6 le dio sus ojos:
Mas si con ellos herir
Venus J)udiera, y mirar ^
Como sus gracias oír.
Ni hubiera que desear., "
Ni hubiera mas que pedir» -
Su hermosura celestial
A vivir un siglo venga,*
Mas es cosa desigual
£1 desearle que tenga
Lo que le ha de estar tan mal.
Estarse en sus trece ofrece
Bendición mas generosa^
Aunque porfia pare¿e.
Porque síetppre fuera hermosa.
Si se quedara en sus trece.
Oa
212 RIMAS
Al nacimiento de nuestro Señor* .
ÉGLOGA PRIMERA. ,
D.
"espierta Gil , y veras
Una cosa nunca vista, , h
Si puede ser que resista
El águila de mas vu^lo v
Ver bordado todo el cielo
De soles á media noch^,
Y que de la luna el coche
Las cubiertas levantadas.
Entre nubes esmaltadas
Conduce cantando amores
Aves de tantos colores.
Como flores tiene el prado.
Deben de haberse casado
La luna y el sol, Ai|4res,
El sayo traigo al revés
Con la prisa que me diste.
Toda la nieve se viste
De claveles y de rosas ,
O que lindas mariposas,*
Con alas de azul y oro
Van por el ayre sonoro;
¡Quién una dellas cogiera J
lio hables desa manera.
Que con rostros, y cabellos
Parecen Angeles bellos,
DE BURCUILLOS. 2I3
Y dorados Querubines^
Como aquellos Serafines,
Que adornan el Arca santa.
Ya Llórente se levanta;
Buenos días , Mayorales :
Tan buenos que nunca tales
Se vieron como se ven
En los montes de Belén,
Cosa que lleguen los dias,
Que nos promete Esaías ,
Y el divino Emanuel.
Venga á comer leche ^ miel.
Date prisa , enciende fuego.
Ya sobre pajas allego
La yesca, y al dulce son
Del pedernal y eslabón
Responde en el valle el eco.
Arrima de lo mas seco. ^
Desas mal enjutas ramas.
Pon el caldero en las llamas
Mientras que los ajos mondo.
Allí viene Juan Redondo
Cubierto con una manta.
De mañana se levanta.
Quien madruga Dios le ayuda.
¿Luego no quieres que acuda
Repicanda en el Otero
La campana del mortero?
El agua está ya caliente.
Pues echa el queso Lloresste,
314 RIMAS
Y Gil desmigagc el pan:
No fué la noche de Juan ,
En casa de Zacarías,
Ni en todos aquellos dia$
Tan solene el regocijo;
Cosa que naciese el hijo
Del mismo Dios en la tierra.
O qual baxa por la sierra
Desatinado el ganado.
Ya retozan en el prado»
Los corderos y cabritos ,
Los blancos y los escritos
Piezas de axedrez parecen.
Ola Gil, que se enloquecen
Las vacas y los vecerros ,
Y los lobos y los perros
Hacen un bayle famoso.
Pqn las migas, en reposo
Para que estén avahadas.
Ya con sus manos lavadas
Se llega Antón Colorado.
Por San Junco que es Peynado
El que viene hasta el cogote
Zabullido en su capote.
Saca presto las cuchares ,
Que decenderan á pares
Como han olido el almuerzo.
Ande el ajó, y brame el cierzo^
Poca sal , échale mas.
Vale cara 9 hermano Bras,
Muestra la botó y bebamos, '
Con la bota buenos vamos, . ,.
Ya yo bebo, cío, cío, cIOk, ./. .
A buen tiempo Antón llegar
jQué hacéis pastores aquí? ^ >: , .
Venid á ver lo que vi, i l
Que vengo con tal placer.
Que no me puedo' tener í ;
J)e risa,. y de regocijo. . .
Sabed que en nuestro cortijo '
Un ave se apareció.
Que si bay Fénix, pienso yo.
Que esta lo debe de ser.
Que acababa de nacer,
Dixo con mil alegrías
•El esperado Mesías
Remedio de nuestros daños,
\ que envuelto en pobres paños
En un portal en Belén,
De Madre y Virgen tambíeip .
Le bañaríamos al yelo.
Haciendo un pesebre cielo.
Quien de un Hijo de tal Padrev
Mereció ser Virgen Madre,
i Quién ¿ La prima de Isabel,
Quedeste hermoso clavfel
Fué rosa de Jericó;.
Que María le parió. , ,
Pastores á verle parto
La virginidad y el parto ,
»i6 aiif AS T
Y el ser Madre hermosa y bella^
Con el honor de dencelia
Se juntaron en Mana.
La Sibila lo decia ,
Y los Profetas también.
Vamos juntos á Belén,
Que será grande consueto
Ver que venga Dios al suelo, '
Y que diga mama y tayta. .
Toca Peynado la gayta,
Y lleven Llórente y Gil
Sonajas y tamboril^
La zapateta daré.
Que al dimufío con el pié
Desbaga toda la cara.
En los presentes rapara :
Yo le llevaré de un arfio
Un lechon de mi tamafio^
Que el Rey le pueda comer;
Y yo porque es Justa hacer
Torrijas á la parida.
Miel de romero escogida.
Con una cesta de huevos.
Yo á los Angeles nmncebos
Pan de higos y turrón.
Pastores, Dios ha imddo.
Venid todos que ha venido
El Cordero de Sion.
De los mismos pastorea.
ÉGLOGA SEGUNDA. ,
I. Lleno voy de tal placer,
Que no sé si he de llegar
Con vida para adorar
Aquel soberano Infante»
Aquel divino diamante.
Engastado en la baxeza
Be nuestra naturaleza,
a* Que mucho que vengan, Bras,
Con tal placer, si, jamas
Pudimos pensar 1q$. dos.
Ver al mismo Dios de Dios,
Luz á% luz, á Dios igual ,
Hombre pasible mortal,
Y que un mayoral tan rico
Nuestro tan pobre pelli<;o
Vistiera el divino ser.
I. No se quiso detener
El soberano gigante »
En el Ángel circunstante,
Quando tan veloz corrió,
Qtle desde el cielo baxó
A las entrañas del Ave,
Que fu4 siempre limpia nave.
Que truxo el pan de los cielos.
i. Pisando flores y yelos
Ya Diciembre con AbriU
Habernos llegado Gil
A las torres de Belén,
1. Agora si que también
No es la menor de Judá»
Pu^s en sus muros está
El Capitán de IsraeK
2. Desembózate Miguel,
Que presto verás al sol.
Que del dorado arrebol
Borda nuestros pobres sayos.
• I. Si no templara losrayoSi
2 Qué Serafín de su cara
Los resplandores mirara?
2. O gual baxan por k cuesta
Los pastores sobre apuesta, '
Con las voces y relinchos.
Rompen capotes y cinchos^
1. Disfrazadc^ viene Anton,^
Diciendo versos al soa
Del tamboril de Gines.
2. De que te espantas, si ves
Tanta música sonora.
Antes que salga el aurora
Por las puertas orientales.
Cantan mirlas y zorzales^
Calandrias y xilguerillos.
Ruiseñores y pardillos.
Hasta ios rudos mochuelos
A los tiples arroyuelos
BE BURGUILLOS. 2íg
Presumen llevar los baxos» . ^
í. Echa por esos atajos.
Que ya el resplandor nos lleva
A la venturosa cueva.
»• Tardado habernos nosotros^
Primero llegaron otros^
I. No con el alma alómenos, .
Los portales están llenos
Destas dichosas ruinas
De mejor templo cortinas,
A donde el santa santorum^
Que in sécula seculorum
Será divino maná.
Be mil Zagales que ya
Con sonoras Aleluyas r
Repiten las voces suyas
Los mas apartados montes.
De los altos orizontes.
Por donde del cielo el hacha
Tantos luceros despacha
Con nuevas del mejor día.
Que para eterna alegría
Vi6 la tierra en tantos afios.
«. Ya, Llórente, en pobres^paÜos
Envuelto el sagrado Nifío,
Parece candido armiño^
Que con el lodo de Adán
Los honjbres cogiendo est^n.
I. Échate por ese suelo.
»• Mejor dirás por el cielo,
ÍÍ20 RIMAS
Cifra de tanta deidad.
li. Que divina Trinidad
Jesús, Joseph y -María.
a. Llorando estoy de alegría.
Salve estrella de la itiar.
!• Salve quien viene á salvar
£1 mundo desde su trono.
Salve soberano abono ^
Pe nuestras deudas y penas.
I. Qué claveles, qué azucenas
Vio famas la Primavera,
En la mas fértil ribera.
Como en mi Niño se ven.
a. O nuevo y mejor Moysen^
Que en la orilla deste rio >
Tiritando estáis al frío,
Dexando inmenso* espacios
De aquellos sacros palacios.
Con tantas armas y timbres^
Y en la cestilla de, mimbres
Desta cuna que de pajas
Os da el mundo en pobres fajas
3Vlostrais con tanta piedad
Ceñida la inmensidad.
Que todo el cielo no pudo.
I. ¿Qué hacéis, corderito mudot
Prevenís por dicha el ara.
Que desde aquí se prepara
Para ser sangriento jaspe,
Quando el mundo injusto os aspe.
BB BlfftCUILLOS. 1231
En dos leños con tres clavos?
a. Ya no seremos esclavos '
De aquel Príncipe protervo.
Pues con la forma de si^vo
Venís á satisfacer . .
Lo que solo pudo hacer
Dios á Dios, pagando vos ^ ''
Como Dios igual áI>ios; i . . .. .
1. Qué perlas t^hJiudas Uocat - '
Maiaño para el aurora,. .t -/- - 'O
Que con su precio compita. J
2. O Magestad infiúita, < '
¿Cómo os abreviasteis tanto? ;
I. Agora si, Nigo santo.
Que sois libro y sois cordero,: , ' <
Vos al principio primérov /: . "^.
Y muerto también eaél, : i vj ^.i^
Como primitivo Abel, . ' * *
Cerca de Dios estuvistes.
a. Emperatriz, que nos distes
Bsta Magestad cifrada,
fieyna ilustre preservada
De la culpa original, ' ' t
Solo este pobre portal,
íara tanto Eey iíallastes.
1. Vos que el feudo no pagastes
líe culpa que no tuvistes,
A dar tributo venistes.
Al César mortal de Roma,
Como candida paloma
• í »
a22 ' RIBfJIS
Tan pobre el cielb os dispuso <
£1 nido en la piedra incluso^
Y en tan humilde rne^tnv ' ^ l
a. Vos trono de Sglomont - ' . r i ■ :
En vez de tantos leones, . .. < l ¿ .3
De gradas de oro blasona ' • ^ '■
Tenéis puesto vuestro Sey
Entre una muía y un buey. * •' »
I. Esees el milagro, Gil^
Que esta santa Abigail,..
Que sirven Angeles bellos,.
Ko trae cargados camellos >
De regalos y presentes;
Que cubran las altas frentes "^
De los montes del Cármetá,- \
Al David que tiembla' alyciOi^^^'
Sino aquellos pobres pafíos. : •
a. Ay humanos desengañas *
De la soberbia mortal, ' ::
Impulsos me danPasqual;
1. ¿De qué?
2. De besar al buey, *
Que piadoso al niño Rey
Con el blando aliento adula.
2. Y á mí de besar la müla.
Que tan devota la veo,
Pero la vela al deseo
Por los pastores amaino.
I. Que siendo animal tan zaino
Esté con tanto sosiego!
DE BURGVtM-OS, QÍ2^
fz. A darle el presente Uegfj':
Secibid, Virgen divina, »
Esta miel alexandrina, * -^
Porque tome bien el pecho, - ;
Aunque sus labios sospédío'
Que tienen miel de rocío. ^ ^ "
I. Yo os presento, Niík> «[lío, ^^
Y Dios, que es alto requiebro,
Aquesta cuchar de enebro
Para que sopas comáis, "* -
Vos que el mundo sustentáis; ' /-: ' '■ \
Que pondrá vinagre y hiél . ; .*
En ese dulce clavel,
Y recien abierta rosa. ' -
í2. Perdonad, Virgen hermoia.
Amorosos desatinos, "
Que estos mancebos dívinos^ ' • •
Se deben ya de reir js / » "^ •
De quan tonos .ven decir. * ' . '
I, Si yo lo que ellos supiera.
Altas cosas os dixera
Del libro de los Cantares,
Pues racimos y millares
Dellos asisten aquí:
Hablen, señora por mí,*
Pues sirven de Sumilleres.
a. ¿Ese nombre darles quieres,
No ves que están sin cortina t
£l Hey y Reyna divina ?
!• Y vos, viejo venerable.
•
^^4 RIMAS.
Dadme licencia que OS hable,
Pero que diré de vos.
Si sois Rafael de Dios
En este nuevo camino ?
a. jPues como al Niíío divino
Le queréis hacer Tobías?
I.- Quando envidias como h^rpíns
A su inocencia acomodes,
Y pretenda el pez de Herodes
Tragársele tierno Infante,
No es bien que vaya delante
Del divino Emanuel
Josephcomo Rafael?
a. Bien dices, habla quedito.
Que el Zagalejo^ bendito
Se ha dormido.
I. A Dios señora.
Torre de David, aurora.
Ciprés, huerto, fuente, palma.
Puerta oriental , virgen alma.
Zarza, rosa, oliva, estrella, ,
Mar de graaia, Raquel bella,
Judit , Abisag , Ester:
Luna que pudo tener
En su virgíneo crisol *
Nueve meses todo el sol
Dentro de su vientre intacto
Deificado á su contacto:
Cielo animado divino,
^ara de Aaron, Vellocino,
DE BURGülttOS. a4§
Arca en que el mundo se fealva, I , .
a. Ya las campanas del alba -
Sepican, á Dios,» mi Dios/ ^- ^
I. Pues son fK)bres para voíi .
Estos presentes humildes,- ' ""
Con tiernos llantos decildes, ^ "^
Que estas palmas idumeas-
En las ramas giganteas
No tienen de oro racimos
De dátiles mas opimos, • - ^
Que haciendo los brazos 'palmas 'y
JLes damos racimos de almas, t i ^
Villancico al mismo sugeto.
r - • -
Déxate caer, Pasqual, ' - '
En viendo al Niño de flores, '
Llora y rie, y dile amores, '• ^ '. "■ '
Que es Nifio y Dios celestial, ^
Pues todo nuestro orizonte
Bañan celestiales cantos,
Ven conmigo, y vengan quanto*
Pastores hay en el monte ; '
Pero primero disponte
A dexar por mi consejo
De Adán el capote viejo,
Y vestido
Mas lucido,
Alma y sentido
Diferentes,
Tom. XL P
s
Sd6 RIMAS»
Le llevaremos presentes
Al nuevo Adán inmortal.
Que es Niño y Dios celestial,
Déxate caer, &c.
En viendo el sol y á su aurora.
Llora y ríe, aunque te asombres.
Pues hace reir los hombres
Ver la gracia con que Hora :
Es tan linda la Señora,
En cuyos brazos se ve.
Que quisiera de su pié
Como jazmin.
Ser chapin
Un Serafin,
Y el mancebo.
Aunque vestido de nuevo*
Con su Padre tan igual.
Que es Niño y Dios celestial.
Déxate caer, &c.
Bras, Gil, Llórente y Violante»
Todos á Belén venid.
Veréis al niño David,
Que ha de matar al gigante,
Y el Verbo de Dios diamante
En el anillo de cobre.
De nuestro círculo pobre,
Pero al ver
Tanto placer
Déxate caer
Con el temor
V
DE BURGUILLOf. 22 f
Que este humanado Pastor
Es tan divino Zagal,
• Que es Nifio y Dios inmortal.
Déxate caer, &c.
Torrijas le UéVe Juan,
Que las guardará zeloso^
Que yo quedé muy goloso
Desde el bocado de Adán.
- Lleve Antón un mazapán.
Pues baxa el pan de los cielos^
Y una sartén de buñuelos
Xleve Inés
Para los tres.
Que después
Lamiendo el plato
Veré bien si me arrebato
Metido en este costal.
Que es Nifio y Dios celestial.
Déxate caer, &c.
Mucho se holgara Abralian
De ver en tan dulce día
El nuevo Isaac de Maria,
Mas no le perdonarán
Metido el leño en el pan.
Dicen que han de verle alli;
Pero quien me mete á mi
En Tologías,
Que estos dias
De alegrías
Todo es gloria,
Pa
228 RIMAS
Ande la gaita de Ontoria,
Celébrese el mayoral.
Que es Niño y Bios celestial.
Déxate caer, &c.
Mi jumento que cansado
Suele andar por el lugar^
Al niño pienso llevar
I>& quanto me den cargado,
Y aunque no tan bien calzado
Pienso dar la zapateta,
Como si fuera muleta
Suelta en prado,
Y luego echado
Por un lado
Junto al buey^-
Le daré calor al Rey ,
De la esfera universal.
Que es Niño y Dios celestial.
Déxate caer, &g.
Dos cordeVillos- escritos
De amor y temor llevemos,
Y aunque pecados tenemos,
No le llevemos cabritos.
Que despertarán á gritos
Al Niño, si duerme acaso,
Y con Dios se ha de hablar paso:
Mas después
'Toca Gines,
Que los pies
Me están bullendo.
DE BURGUIUOS. 229
I^co soy que*, yo me entiendo,
Quando miro aquel panal^
Que es Niño y t)ios cetestiak
Déxate caer, &c.
Loco me vuelvo por ros.
Hoy mi Niño el seso pierdo, '
Porque no puede ser cuerdo
El que no es loco por Dios:
Trocado habernos los dos, ,
Yo el sayal , vos el brocado,
Quien no hará, Jesús amado^
Firme y fixo
Kegocijo,
Por un hijo
De tal madre.
Que es tan Dios como su Padre,
Y no le ha hurtado el caudal.
Que es Niño y Dios celestial,
Déxate caer , &c.
Truzéron tinos devotos a la Corte el santo Niño
de la Cruz , que habló a la Santa Juana , para
hacerle una gran fiesta^ y entre los versos que
pusieron los demás Poetas ^ puso estos elLiceU'
ciado Tomé de Burguillos.
SONETO.
Dulce pastor que nuestro valle pisa
Desde las flores de su prado eterno,
2gO . RIMAS
Esposo 4 & quien el alba del invierno
Entre rizos de sol perlas divisa :
Dulce amor^ dulce Niño, dulce r¡sa«
Dulce Jesús, dulce Cordero tierno,
¿Qué cuidado del alma, qué gobierno
Mueve los dulces pies á; tanta prisa?
¿Cómo dexais á vuestra dulce Madre?
¿Es bueno que le deis estos enojos?
¿De La Cruz á la Corte habéis venido?
A fe que se lo diga á vuestro Padre:
Mas ay de mí , que respondéis mis ojos^
Que por hallarme á mi, venís perdido.
Esjpinelas al mismo Niño^
Quien hubiere visto un Nifio
Perdido de ayer acá.
Mas blanco y ruhio que está
Sol dorado en blanco armiño.
Vestido con limpio aliño.
Que es Príncipe de la luz,
Y por dixes una cruz.
Aunque della se ha venido.
Tendrá hallazgo prometido.
Mas ay engañó cruel.
Que quien pregunta por él.
Es el que viene perdido.
BE BURGUILLOS. ^3!
Espinelas al mismo Niño^ quaníó te truxiron ieí
Monasterio de Santa Juana délaCtuz^ al de la
Santisima. Trinidad, de Descalzas.
Kifio, pastor soberano,
'2 Cómo si estábades /vos
En el desierto^ mi Dios,
Venís á ser cortesano?
Huir del nuevo tirano
Es imposible que os.quadrc.
Ni refiiros. vuestro. Padre ,
Y aunque escusa habréis, tenido,,
Hucho. parece, perdido
Niño. que. viene sin. madre.
I Qué decís , no respondéis ?;
Pues en verdad que la risa.
Que sabéis, hablar ,, me avisa :
Hablad, pues., hablar podéis.
Palabra spis,, bien, podéis.
Tan sabia, que <ifra. y sella
Quanto sabe Píos, en. ella:.
Hablad lengua soberana,
Pues.que vuestra esposa Juana.
Dixo que bablastes; con ella.
Powros. de hoy mas convienjet
¡O Príncipe de ía luz í.
Este niño es de la Cruz, r
Que en las espaldas la tiene ;
No diga alguno que Viene
Á ver vuestra Magestad
La Corte por no vedad, ^
^^• de otras damas los velos.
Porque la Gruz tendrá zelos
De la misma Trinidad.
Ay Dios que el pié me enseñó !
Soto está , la boca alabo.
Que imitando el dulce clavo,
Tan gran reliquia partió.
Angeles santos quien vio.
Misterio tan soberano,
Que venga á un pintor humano
De la Cruz donde e^to fué,
A que le aderece un pié
Quien tiene el mundo en la mano.
A LO MISMO GLOSA.
"Aunque nunca andáis sin luz^
Por gente de malos tratos^
Guardad Niño los zapatos^
Que hay ladrones en la Cruz.
Luz verdadera 03 tlamó
Vuestro amado Evangelista,
Quando del Bautista habló.
Cosa que nunca pensó
Ninguna Monja Bautista:
Mas como amor os desvela.
Podrá ser que con la Cruz.
DE BURCÜILLOS. 33.3
Si algún alma se os rebela
Caygais en su callejuela.
Aunque nunca andáis sin luz.
Conozco que sois linterna
De vuestra Divinidad^
Mas sabed , bondad eterna.
Que hay gente que se gobierna
Por su misma escuridad :
Hay mil géneros de ingratos^
Bien sabéis vos quien lo es,
Y qual os tr^tó Pilatos
Desde el cabello á los pies
Por gente de malos tratos.
Si de la Cruz que dilata
El Imperio c^n que asistís
Con zapatico de plata
A la Corte me venís.
Volvereis con alpargata :
Si vendido por los tratos
De un infame Calabrés
Los pies os claven ingratos, /
Aunque no guardéis los pies,
Guardad Nifio los zapatos.
Si de ladrones, mi Dios,
Apenas seguro veis
El cielo , cielo sois vos.
Que en la Cruz tuvisteis dos,
Y en Madrid dos mil tenéis:
Tened , que es gente sin ley»
Buen cuidado con la luz.
9^4 RIMAS
Que si os descuidáis^ miSey,
Bien sabe el memento mei
Que hay ladrones en la Cruz.
Romance á lo mismo.
Corderito, corderito.
Quien os truxo entre los lobos
Del pecho de vuestra madre.
Que llora por vos, mis ojos?
¿Que pensáis que hay por acá^
Sino falsos testimonios?
Muchos Judas, pocos Juanes,
Muchos Malcos, Pedros pocos.
No hallareis, un Cirineo,
Que parta con vo^ tos hombros»
Sino quien diga á Filatos,
Que quite el Rcx Judeoíqm^.
Hombre hallareis que; os. predique
Por Christo y Jesús ,. tan loco.
Que crea que aun osi estáis.
De vuestro Padre en el Trono.
No os fiéis destos, mi Niño,
Que en no creyéndoos glorioso.
Irán á decir á Herodes^
Que vuelva á haceros el coco.
De Rabinos presumidos
Guardad mi Jesús el rostro.
Aunque en diciendo, Ego sum,.
Caerán por el suelptodos.
DE BÜKGVILLOS. 235
Mejor estáis por allá
Paciendo tiernos cogollos
Entre las pardas ovejas.
Que os llaman divino esposo.
Que no donde si hoy entrando
Siembran ramos, cantan coros, ^
Mañana os lleven cordero
A asar con clavos al horno.
Votumfeci^ gratiam accepL
Otra Glosa al mismo proposito^
JTiño^ de mis ojos luz^
Volved y pues la Cruz amáis ^
Que si por la Corte andáis^
Dirán qiie dexais la Cruz^
Porque no echéis á perder
Vuestros zapatos de plata.
Pues dais en ir y volver.
Hoy mi alma quiero hacer
Be vuestros pies alpargata ^
El zapatero abestruz.
Que anduvo con vos en puntos^
Vaya á comer alcuzcuz,
Y vos y yo andemos juntos,
Kiño , de mis ojos luz.
De vuestro^ pies gloria es
Ser Burguillos cordobán ;
Pero no os salgan después
236 RfMA»
Be las manzanas de Adán
Sabañones en los pies :
Preveridré, si ver gustáis^
Alforjas para mañana.
Para que á la Cruz volváis.
Mirad que os aguarda Juana,
Volved, pues la Cruz amáis.
Sin que \oé arrendadores
Os vean , mi bien , venir.
Que délas flores, amores,
Hay alcabala en Madrid,
Y vos sois flor de las flores:
Por Xetafe no volváis.
Que Leganes es mejor;
Si lloviendo camináis.
Porque es peligro mayor.
Que si por la Corte andáis.
Hay dé dos caras ingratos.
Que os darán paz, y después
Os venderán á Pilatos,
Y aun os besarán los pies
Por qqitaros los zapatos:
Que algunos haciendo el buz.
Si aqui os ven con tal sosiego.
Jurarán que sois su luz,
Y á vuestras espaldas luego
Dirán que dexaís la Cruz.
; DE BUaGUILLOS. 2^»^
A San Wermenegildo , en los premios ie la Justa
A la Santa Madre Teresa de JESÚS.
Leovigildo Rey cruel.
Nombre que en león comienza,
Mas símbolo de crueldad.
Que de heroyca fortaleza.
Manda que muera su hijo,
Mas con mucha diferencia
De Dios , que no perdonó
Al que eternamente engendra.
Porque Dios á Dios pagase
De nuestras culpas las deudas,
Pues solo el caudal de Dios
Pudiera satisfacerlas-
Temiendo perder el Reyno
} Mandó, que su hijo muera.
Porque con el Rey del cielo
Le han dicho que se cartea. .
Parte un verdugo á sangrar
De Hermenegildo las venas.
Que tienen sangre del Padre,
y quiere Dios que se vierta.
Iba sobre el monte Moria
£1 tierno Isaac con la leña,
Y el viejo Abrahan su padre
Alegre de su obediencia.
Para que diga el Apóstol,
Que una fe tan verdadera
Í^S^ KIMAS
Se le atribuya á justicia.
Que en tantos hijos se premia:
Y de la Ciudad de Dios,
Para que el brazo le tenga, ^
Vil Ángel toma la posta
En su misma ligereza.
Tiene el brazo de Abrahan,
Que Dios corazones prueba.
Mas al Rey Godo al contrarié
Libre execucion le dexa,
Pero quién me mete á mí
En negocios para escuelas.
Latines para romances.
Es hablar Griego en lUescas.
Pinten , Príncipe de España,
Otros famosos Poetas
Vuestra hermosura en la cárcel.
Vuestra fe, vuestra paciencia.
Los Angeles que os animan,
Y que por los ayres siembran
Maná de lirios azules,
Y candidas azuceiíjas:
Yo Poeta adocenado
Solo tomaré licencia.
Para pintar los verdugos
De vuestra heroyca tragedia.
Va de sayón en bosquejo,
A quien el Rey encomienda
Vuestra muerte y vuestra vida,
Una breve , y otra eterna.
DB BURGUILLOS.. 939
Erase tin fiero verdugo
Con la color verdinegra
De mulato con quartana,
La cara á remiendos hecha*
Por ánimas de sus ojos
Estaban dos niñas viejas.
Que á penar en ^1 infierno.
Tuviera el infierno pena.
Para vestidos de agora,
Que de guarnición los pueblan.
Poco valieran los ojos.
Porque sin pestañas eran.
La moquifera nariz
Era un pepino badea.
Esmaltada de berrugas,
Form^ fco\oT de cerezas.
Mas de blasfemias que barbas '.
La boca estaba compuesta.
Los labios de dos salchichas,
Y de un pimiento la lengua:
Los dientes eran hidalgos
De Avila, de quien se cuenta.
Que están sobre los asientos
Toda la vida en pendencia.
Desnudo el sangriento braeo.
Mas que de muger casera
£1 dia que hace menudo.
De curtidor de baquetas.
Una cota á lo Somano
A las rodiles no llega,
Q¿^0 tllMAS
Por no ver piernas tan malas^
j O sayón de malas piernas !
Pendiente un alfange alarbe
De un tahali puesto que lleva,
Un hacha de armas, que Dios
Tiene montes y hace leña*
Cortar quiso el árbol santo.
Mas de golpe diferencia.
Que á otros dan por las raices,
Y á este dan por la cabeza.
El mancebo ilustre entonces.
Por señas de su pureza.
Con una tánica blanca
La estola de sangre espera.
Déxale el golpe la frente
Como una granada abierta.
Porque fruta coronada
Bien es que de Séyes sea.
Los granos vueltos granates
Bordan entre el oro y perlas
La tal^r túnica , y vuelven
Púrpura la blanca tela.
Este espectáculo vivo
Mirando estaba Teresa,
Teresa muger de chapa,
Teresa madre y doncella.
Del hacha tenéis codicia;
Pues madre tened paciencia,
Que habéis vos de ser un hacha
Que alumbre toda la Iglesia^
DB BVRGUILLOS. Q^l
Que á morjrvos de $¡<ste años,
Ko hubiera esta tarde fiesta
En el Convento del Carmen,
Ni tanto Poeta hubiera:
Tanto que los hijos vuestros,
Sino es que Dios lo remedia,
Como á otros comen piojos.
Se han de comer de Poetas.
A la dichosa muerte de Sor Inés del Espíritu
Santo ^ Monja Descalza de la SantU^
sima Trinidad.
Espíritus celestiales.
Que en la aurora de ser vuestro,
A la Humanidad de Christo
Eeconocistes imperio:
Sembrad de azucenas blancas
De los jardines eternos.
Hasta el campo de la luna.
Las tres regiones del viento.
Sor Inés sube á su Esposo,
Cantad Serafines bellos.
Que quien os parece tanto.
Merece tan dulces versos.
Testigos vosotros mismos
Sois del abrasado zelo 1
De su ardiente caridad.
Su fuego sube á su centro*
Alma bienavi^nturad^ •-.
Tom. XI. O
2/^2 RIMAS
Que en el mas humilde cuerpo.
Diste vida á sus sentidos,
Y luz á su entendimiento.
Desde tus primeros años
Dedicada como templo
Divino á tu santo Esposo
Con amorosos deseos.
Que poco estimaste el mundo.
Ni tu noble nacimiento.
Que quien nace para Dios,
Previene tales desprecios.
Esposo te daba el mundo,
Pero ya tus años tiernos
Sabian que no era justo
Dar al de los cielos zelos.
Consagraste, Inés, tu vida.
Tu puro y candido pecho
A toda la Trinidad,
¡Qué discreto pensamiento!
Al Padre como á Señor,
Como á Esposo al santo Verbo,
Y del Espíritu Santo
Tomando el nombre y el fuego.
Descalzaste, Inés, tus pies.
Por ir á los arroyuelos
Humildes como paloma.
Para quedar limpia en ellos.
Los cabellos despreciaste,
Que fué soberano acierto.
Que no halla ocasión el mundo
DE BURGUILLOS. ¿46
Donde no le dan cabellos.
Bien lo sabe aquel amante
Que pensaba, Inés, muy necio.
Hacer competencia á Christo,
Ya de tus acciones dueño.
El sayal enriqueciste
Con los remiendos groseros.
En tus hábitos diamantes.
Que dan el cielo por ellos.
De tus remiendos, Inés,
Estaba envidioso el cielo.
Porque daban sus estrellas
Menos luz que tus remiendos.
Una cestilla tenias.
Que para todo suceso
Era la calle Mayor
Llena de milagros hechos.
Allí tus Indias tuviste:
jO que de veces por juego
Tu Esposo Niño estaría
Entretenido con ellos!
Seis años fuiste en un torno .
Sol á sus vueltas y cercos,
Así dabas luz en él,
Como él por sus paralelos.
Galán fingido venia
El que cayó por soberbio,
A pensar que por el torno
Pasaran necios requiebros:
Pero tü por él pasabas,
244 RIMAS
Inés , con zelo diverso.
La caridad á los pobres,
Yá Christo los pensamientos.
No quiso tornar al torno
Aquel ignorante huyendo
De tu inocente pureza, •
Y tu discreto silencio.
Pintar tu abstinencia, Inés,
Es retratar en el yermo
Aquellos padres antiguos.
Que por milagro vivieron.
No te calzaste por nuevas
Unas sandalias, diciendo.
Que después que tú faltases.
No diesen fastidio al dueño.
.0 que profunda humildad !
Pues siendo tuyas sospecho.
Que las calzara el aurora,
Para dar flores al suelo.
Heredó Pablo de Antonio,
Después de su santo entierro.
Una túnica de p^lma.
Que estimaba en tanto precio.
Que solo se la vestia
Para divino ornamento
Algunas fiestas del año,
¿Serán tus sandalias menos?
Del amor con tus hermanas,
Y el abrasado deseo
De su regalo y descanso,
DE BÜRGUILL05. ^245
Falta á la pluma el ingenio.
Viendo una niña Novicia,
Por darla entretenimiento,
Niña con ella te hiciste.
De sus alfileres juego.
Quien duda que era Jesusa
Niño deste juego el tercio.
Que hasta el cruzar alfileres
Tiene de su cruz misterios.
Pero si es de las virtudes
La caridad fundamento,
jQué virtudes no tendria»
Quien la tuvo en tanto extremo?
No es posible que ha tenido
Alma cuerpo tan sujeto.
Qué á no ser por su alegría
Pensaran que estaba muerto.
Tu devoción, tu oración.
Tu humildad, tu sufrimiento
Discursos de libros piden.
Que no tan breves compendios.
Ser Santísima entre Santas
Es alto encarecimiento.
Que quien con estrellas luce,
O ha de ser luna ó lucero.
Pues en llegando á tu muerte
Lágrimas sirvan de versos.
Muertes que parecen vidas.
Porque han de dar sentimientos.
A los padres celestiales
246 RIMAS
Te fuiste con tu requiebro.
No eres la primera, Inés,
Que se fué con su cordero.
Dichoso yo que te di
Tal vez el pan de los cielos.
Porque pienso hacerte cargo
De haberte dado sustento.
Acuérdate que nos dexas
En eterno desconsuelo,
Fe , Esperanza y Caridad
Llevaste en glorioso aumento:
Y aunque la Esperanza y Fe
No entran de la puerta á dentro.
La Caridad si , no es j'usto^
Que la olvides en tu Éeyno.
247
índice.
Sonetos. JL/os que en sonoro verso
y dulce rima, Pág. i.
Celebró de Amarilis la her-
mosura, ibiJ.
A ti la Lyra, á ti de Belfo
y Délo, 2.
Versos de almíbar, y de miel
rosada, 3.
Llevóme Febo á su Parnaso
un dia, ibid.
Excelso monte, cuya verde
cumbre, 4.
Bien puedo yo pintar una
hermosura, ibiá.
Púsose amor en la nariz el
dedo, 5.
Erase el mes de mas hermo-
sos di as, 6.
Caen de un monté á un va-
lle entre pizarras, ibid.
Dormido Manzanares dis-
curria, 7.
Si entré, si vi, si hablé, se-
ñora mia, ibid.
Como si fuera candida es-
cultura, 8.
S48 ÍNDICE.
Qué estrella natural, tirana
hermosa, ibidm
Sulca del mar de amor las
rubias ondas, g.
Aquí de amor, que mata la
dureza, io#
Quien supiere , señores , de
un pasante, ibid^
Señora mía , vos habéis que-
rido, II.
Espíritus sanguíneos vaporo-
sos, itid.
Mas eres sol que sa¿tre ( ¡es-
trafio caso!) la.
Juana , para sufrir tu arma-
do brio, 13.
Como suele correr desnudo
Atleta, ibid.
Digna simpre será' tu docta
frente, 14.
Pleytos, á vuestros dioses
procesales, ibid^
Aquí con gran placer de su
heredero, 15.
En un arco de perlas una
flecha, 16.
Si palos dais con ese palo
hermoso, ibid.
Pluma , las Musas de mi
genio autoras, 17*
índice. a49
Tan vergonzosa Venus , tan
mirlada, ibiá.
Juanilla , por tus pies andan
perdidos, i8.
Ocioso,. Elena, fué vuestro
presente, 19.
£1 galán de la linda vigote-
ra, ibid.
A la primera luz, que al
viento mueve, ao.
Por convidado un sátiro te*
nia, ibid.
Compusieron de Vos Palas
altiva^ 21.
El sucesor del Gótico arro-
gante, 12,
Quando elegante de los dos
idiomas, ibid.
Nacieron en Madrid el doc-
to Herrera, ^23.
Yo Bragadoro' Valenzuela
en raza, ibid,
Juana, mi amor me tiene
en tal estado, 24.
Hermoso desaliño en quien
se ña, 25.
¿Quién eres celemin, ¿quién
eres fiera? ibid.
Bien pensará quien viere.
Faz: hermosa, 26.
^$o índice.
Señora, aunque soy pobre,
no venía, fWil
Tomé la pluma, Fabío, al
galUcinio, ^7.
Aquí del Rey, señores: ¿por
Ventura, 128.
Yacen en este mármol la
- * blandura, ibid.
Entre las soledades, Don
Francisco, 29.
Este, si bien sarcófago, no
duro, ibid.
A Themis consultó Venus
hermosa, 30.
Vuesamerced se puso á la
ventana, 31^
Paso , Amadis , que el rey^
no del espanto, ibiá.
Muérome por llamar Juani-
11a á Juana, 3a.
Lazos de plata y de esmeral-
da rizos, ibid.
Soberbias torres , altos edi-
ficios, 33,
La nueva /uventud grama-
ticanda, 34.
O gran Virgilio, si sangrien-
tas vieras, ibid.
Yace á la sombra que la gran
montaña^ 35.
índice. asi
Sirvan de ramo á sufridora
frente, • 3^.
Trece son los Tudescos,
que el osquillo, ibid.
O que secreto, damas, ó
galanes, 37.
Peniso amigo , codiciar mi
muerte, ibid.
Era la muía de Un Doctor
hallada, 3^-
IReliquias ya de navegante
flota, 39^
Ketira del balcón la gallar-
día, ibiá.
Si habéis visto al Sophí sin
, caperuza, 40»
Para que no compréis arti-
ficiales, ibid.
Galán Sansón tenéis, señora
Arminda, 41^
Pensando que era flor una
mañana, 4a.
Aquel Hércules nuevo Cas-
tellano, ibid.
Al pie del jaspe de un fe-
roz peñasco, 43*
. Aura suave y mansa, que
respiras, ibid.
Das en decir, Francisco, y
yo lo niego, 44»
ts^ índice.
Señoras Musas , pues que
siempre mienten, 45.
Tiraba rosas el Amor un
día, ibid.
Tanto mañana , y nunca ser
mañana, 46.
Un lebrel Irlandés de her-
moso talle, ibid.
Sesuelta en polvo ya , mas
siempre hermosa, 47.
Una morena y otra blanca
dama, 48.
Fugitiva Euridice entre la
amena, * ibid.
Si de Poetas la abundancia
apruebas, 49.
Luciente estrella , con quien
nace el dia, 50.
Esté que en el jardin de
vuestra cara, ibid.
Cubre banda de páxaros di-
fusa, 51.
Truxo un galán de noche
una ballesta, ibid.
Si digo á Juana , quanto her-
mosa fiera, 5 a.
Sin pagar nueve meses de
posada, 53.
Pobre y desnuda vas filoso-
fía, ibií
índice. aS3
Sale á la aurora en Terde er-
ror la rosa, 54.
La que venció desnuda,
agora armada, ibiJ.
Contaba, Clori, ayer un es^
tudiante, 55.
La locura del mundo me
defiende, 56.
La fama que del Tibre á la
ribera, ibid.
Vete á roer legajos procesa-
les, 57.
Habiendo hecho en ti natu-
raleza, ibid.
Vuesamerced se temple en
darle penas, 58.
Picó atrevido un átomo vi-
viente, 59.
Si en la parte duodécima
tuviera, ibid.
El mismo tiempo corre que
solía, óo.
Mintió Juanilla entonces,
coma agora, ibid.
I Quién te dio tanta dicha y
osadía, 61.
Desnuda los esmaltes de xU-
güero, 61.
En esto de pedir , los ri-
cos, Fabio, ibid.
a54 índice.
Señores Españoles ¿qué le
hicistes, 63.
Burguillos, el raguallo no me
ofrece, ibi¿
Penelope dichosa, no dis-
puto, 64.
Claudio, después del Rey y
los tapices, 65.
¿No siendo fénix, qué ima-
ginas, dando, ibid.
La rueda de los orbes cir-
cunstantes, 66.
Compuso un sabio (cuya po-
bre suerte, ibU.
Válate Dios el charco , el
que provocas, 6y.
Dos cosas despertaron mis
antojos, ibid.
Carbón me pide Inés, que la
criada, 68.
Fabio , notable autoridad se
saca, 6^.
¡Que Tomé de Burguillos
me llamase, ibid*
A breve vida exhalación su-
jeta, yo.
Entre tantas guedejas y co-
petes, ibid.
Del alma, ó Lidia, son (ó
cuerda 6 loca) 71»
índice. 1255
Filis, verte criar un ave
admira, 72.
Conjuróte, demonio cultera-
no, ibid.
¿Mísero Manzanares, no te
basta, 73.
¿A dónde llevas. Infernal
cochero, ibid.
Sicardo, <]uando salgas de
esta vida^ 74.
En la Troya interior de mi
sentido, 75.
Siete meses ^ Filena , son
cumplidos, ibid.
Digna será de vos, señor
Cupido, y6.
Galán de verde vas, herma-
no Alcino, ibid.
Puso tan grande amor (sí
amor se llama) 77.
Iphis después de la amorosa
queja, 78.
Quien á ninguno amó, quan-
do podía, ibid.
Hércules de Alcumena gi-
ganteo, 79.
En esta inútil , si florida
huesa, ibid.
Con el marfil, que al Afri-
cano diente» 8o.
aS« ÍNDICE-
A ti, sí mas la eternidad
pudiera, 8i.
Quien no sabe de amor , vi*
va entre fieras, ibid.
Lope » yo quiero hablar con
vos de veras, 82.
Señor Lope, este mundo to-
do es temas, ibid.
Si al espejo venis á enamo-
raros, 83.
Si cumplo con la lengua Cas-
tellana, 84.
Purpúreo Febo desprecian-
do el suelo, ibid.
Ya , Becolín , que al Espa-
ñol mataste, 85,
Quando pensé que os daban
mas cuidado, ibid.
Enterraron un mico los Per-
sianos, 86,
O sean justos , Fabio , ó
sean injustos, 87.
¿Q4ié te han hecho tus pies,
ó Clara amiga, ibid.
De dulces seguidillas perse-
guidos, S8«
Libio; yo siempre fui vues-
tro devoto, ibiJ.
Abría el sol , dexando el al-
ba á solas, 9g.
Canción.
Soneto.
Tom. XI.
índice.
^57
Duerme el sol de Belisa en
noche escura.
90.
Quien amanece al sol, quien
•
al sol dora.
ihii.
Para el columpio, que np.es
justo , para.
91-
Señora mia, si de vos ausen-
te.
Mi,
Don Juan , no se le dar á
un hombre nada.
92.
A aquel filosofar antiguo,
Otavio,
93.
Quítenme aquesta puente.
que me mata.
ibli.
Para cortar la pluma , en
un profundo.
94.
¿Perlas , Juana , en tus ojos.
cuya risa.
95.
¿Si harás comedias , me
preguntas , Clbro,
ibiá.
tú , buen hombre , ó tú
qualquíer que seas.
96.
Si yo en mi vida vi la Po-
liantea,
ibid.
Sacras luces del cielo , yo he
cantado.
97-
Ya pues que todo el mundo
mis pasiones.
98.
Cpn dulce voz , y pluma di-
ligente,
107.
K
iS8 - índice.
Silva L Yo aquel qoc en los pasa-
dos,
Siha 11. Convaleciente ya de las he-
ridas.
Silva ilL Distaba de los Polos igual-
mente.
Silva IV. Quien dice que el amor no
puede tanto.
Silva V. O tú Don Lope, si por dicha
agora.
Silva VI. Quando el soberbio bárbaro
gallardo.
Silva Vn. Al arma toca el cimpo Mi-
cigriego.
Espinelas. Ayer vi la librería,
'Espinela. Con respeto se retrata,
A tanta arrogancia vienen,
Égloga. 1. Despierta Gil , y verás.
Égloga II. I- Lleno voy de tal placer,
Déxate caer, Pasqual,
Soneto. Dulce pastor que nuestro
valle pisa.
Espinelas. Quien hubiere visto un
Nifio,
Niño , pastor soberano,
Gtosa. Luz verdadera os llamó.
Romance. Corderito, corderito,
Ghsa. Porque no echéis á perder,
leovigildo Rey cruel.
Espíritus celestiales,
1 08.
lai.
135-
147-
160.
173-
188,
ao2.
206.
210.
312.
317.
325.
aap.
530.
331.
asi.
^34-
235-
í^37-
^41'
a
u
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