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Full text of "Rimas humanas y divinas del licenciado tomé de burguillos"

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MIMAS 

HUMANAS Y DIVINAS 

DEL LICENCIADO 

TOMÉ DE JSURGUll-LOS./. v/ 



VOK DON RAMÓN FERNANDEZ. 



TOMO XI. 




MDCCXaL 
EN MADRID EN LA IMPRENTA REAL. 



SjiocTi 5D^..H 




<1> 

PRÓLOGO. 



áTara hacer ver á los que no creen, 
que el Licenciado Tomé de Burguillos; 
fué hombre real y no fingido, y que 
sus obras no son de Frey Lope Félix 
de Vega Carpió i se ha trabajado una 
disertación, en que se demuestra con 
bastante evidencia la vida de este autor 
y el mérito de sus obras. Como mu- 
chos de los aplicados á este bello 
ramo de literatura- no gustan de Pro-- 
logos , y ser el que está trabajado pa- 
ra esta obra demasiado voluminoso, he 
creido complacer á todos , dándole solo 
con el retrato del autor: (lo mismo se 
hará con todos los que entren en esta 

Colección) pero oo me parece ageno 

a2 



(a) 
de este lugar insertar lo que dice Lope 

de Vega en la advertencia que hace 
al Lector quando imprimió estas obras. 
Dice >> Quando se fué á Italia el Licen- 
ciado Tomé de Burguillos , le rogué 
é importuné que me dexase alguna co- 
sa de las muchas que habia escrito en 
este género de Poesía faceciosa , y solo 
pude persuadirle á que me diese la 
Gatomachía , Poema verdaderamente 
de aquel estilo singular y notable , co- 
mo vuesamerced lo podrá experimen- 
tar leyéndole. Animado con esto inqui- 
rí , y busqué entre los amigos algunas 
Rimas á diferentes sugetos: de suerte 
que se pudiese hacer , aunque pequeño, 
este libro que sale á luz como si fue- 
ra expósito, por donde conocerá el 
Lector qual es el ingenio, humor y 
condición de su dueño, y en muchas 
partes los realces de sus estudios en-^ 



^3> 
tre las sombras de los dónayres, a la 

traza que el Bosco encubría con iigU'-* 
ras ridiculas é imperfectas las mora* 
lidades filosóficas de sus celebradas 
pinturas, y sabrá también que no es 
persona supuesta, como muchos presu-* 
men, pues tantos aquí le conocieron y 
trataron, particularmente en los pre-« 
míos délas Justas, aunque él se reca* 
taba de que le viesen, mas por el des- 
lucimiento de su vestido, que por los 
defectos de su persona ; y asimismo en 
Salamanca donde yo le conocí, y tuve 
por condiscípulo, siéndolo entrambos 
del Doctor Pichardo, el año que llevó 
la Cátedra el Doctor Vera. Fué gene- 
ral en las Humanas, y no particular 
en alguna ciencia , á cuyas noticias le 
ayudaron las lenguas comunes , que 
fuera de la Griega sabia, y que nun- 
ca quiso estudiar , porque, decía que 



<4) 

liacia mas soberbios que doctos á mti<« 
chos que apenas pasaban de sus prin- 
cipios. Parecía Filosofo antiguo en el 
desprecio de las cosas que el mundo 
estima: humilde y de buena intención; 
tanto, que preguntándole yo un dia^ 
que en que lugar le parecía que esta- 
ba su ingenio con los que en España 
habian escrito y escribían , me respon- 
dió: haced una lista de todos, y po- 
nedme el ultimo. Exemplo grande para 
tantos que se prometen el primero, des- 
peñados de una lengua bárbara á la 
eterna escuridad de sus escritos , como 
algunos , que faltándoles opinión para sí, 
piensan que la pueden dar á los otros, y 
olvidados de la verdad , hacen Príncipes 
de mentira. Desfavoreció á nuestro To- 
mé de Burguillos la fortuna , quanto él 
se burlaba della , tolerando con pruden- 
cia sus trabajos, y las plumas y lenguas 



(s) 

de sus enemigos 5 que en muchas oca- 
siones engañaron los oidos de los ¥nñ^ 
cipes con testimonios para que no le 
estimasen, y aunque era naturalmente 
triste, nadie le comunicó que no le ha- 
llase alegre: su físionomia dirá ese re-^ 
trato, que se copió de un lienzo en que 
le trasladó al vivo el Catalán Ribalta^ 
Pintor famoso, entre Españoles, de la 
primera clase. Quanto á la señora Jua^ 
na, sugeto de la mayor parte destos Epi- 
gramas, he sospechado que debia dé^sei: 
mas alta de lo que á qui parece , porque 
como otros Poetas hacen á sus dama¿ 
Pastoras, él la hizo Lavandera, ó fue-^ 
se por encubrirse , ó porque quiso cóú 
estas burlas olvidarse de mayores cui-^ 
dados. Y quando sea verdad que fué 
el xabon y la esportilla su exercicio, 
Xerxes amó un árbol, y aquel mance- 
bo Ateniense la estatua publica : fuera 



(6) 

de que el alma no se halla entre la te- 
la y el oro, sino en la simple lealtad, 
que ni hace tiros, ni causa zelos. m 
empeña mayorazgos , y siendo tan cier- 
to en el fin de todo amor el arrepen^ 
timiento , menos tendrá que sentir el que 
perdió ménps. No doy disculpa de sa- 
car estas Rimas á luz, porque fui man- 
dado, y porque no era justo que no las 
gozasen los que saben agradecer los es- 
tudios ágenos, y hallar con entendimien- 
to entre la corteza Aristofánica la ver- 
dad Platónica. Si el estilo es mas cas- 
tellano que culto, perdonen los que lo 
son , porque este Poeta decia : que como 
duran poco las novedades , andando el 
tiempo caerian los liombres en la ver- 
dad, y se volverla á usar la propia 
lengua.^' 



< dMC< OMO OMC' Oxfr 0»<» ' 1>cC < > X0 > |) < » » « i 

RIMAS 

•DR TOME DE BURGUILLOS. 

Desconfianza de sus versos* 

JL^es» que en sonoro verso y dulce rima 
Hacéis conceto de escuchar Poeta 
Versificante en forma de estafeta. 
Que á toda dirección número imprima: 

Oíd de un caos la materia prima. 
No culta como cifras de receta. 
Que en lengua pura , fácil , Iknpia y neta * 
Yo invento , amor escribe , el tiempo lima, 

^ Estas en fin reliquias de la llama 
Dulce, que me abrasó, si de provecho 
No fueren á la venta, ni á la fiwua; 

Sek mi dicha tal, que á su despecho 
Me trayga en el cartón quien me desama, 
Que basta por lautel su hermoso pecho. 

Fropom lo qm ha de cancar en fe de los méritos 
del sugetc. 

Celebró de Amarilis ia hermosura 
Virgilio en su Bucólica divina, 
Propercio de su Cintia , y de Corína 
Ovidio en oro^ en roda, en nieve pura: 

Tom. XL A 



a RIMAS 

Catulo de su Lesbia la eseultnra 
A la inmortalidad pórfido inclina, 
Petrarca por el mundo peregrina 
Constituyó de Laura la figura* 

Yo pues amor me manda que presuma 
De la humilde prisión de tus cabellos 
Poeta montañés 4 con ruda pluma; 

Juana t celebraré tus ojos bellos^ 
Que vale mas de tu xabon la espuma, 
Que todas ellas, y que todos ellos. 

Dedicatoria de íü Lyra^ con que piensa celebrar 
su belleza^ 

A tí la Lyra, á tí de Delfb y Délo, 
Juana, la voz, los versos y la fama. 
Que mientras mas tu yelo me desama. 
Mas arde amor en su inmortal desvelo: 

Crióme ardiente salamandra el cielo 
Como sirena á ti , menos la escama. 
Para ser mariposa no eres llama. 
Fuerza será mariposar en yeló. 

Mi amor es fuego elementar segundo. 
De Scitia tu desden los yelos bebe. 
Tal imposible á mi esperanza funde. 

Pues á decir que fuéramos se atreve 
(Quando no los hubiera en todo el mundo) 
Yo amor, Juana desden, su pecho nieve. 



BB BURGUIUOS. g 

Disculpa la humildad del estilo con la diversión 
de alguna pena. 

Versos de almíbar, y de miel rosada 
Amor me pide^ siempre que me topa, 
Y dame acíbar en la dulce copa 
De un partido ckvel, gloria penada. 

Yo catfiaré con lyra destemplada, 
O sirena bellísima de Europa, 
Tu enfaldo ¡lustre, tu xabon , tu ropa. 
Del patrio rio en su cristal bañada. 

Quien itb me entiende, como yo me entiendo, 
Sepa, dexando lo Aristarco aparte, 
Que deí fkrofano vulgo me defiendo: 

Bien fuera justo del Flamenco ílarte 
Cantar las iras, pero yo pretendo 
Templar tristezas, despreciando el arte. 

Cuenta el Poeta la estimación que se hace en este 
tiempo de los Laureles Poéticos. 

Llevóme Febo á su Parnaso un dia« 
y vi por el cristal de unos canceles 
A Homero y á VirgUio con doseles 
'Leyendo filosófica Poesía. 

Vi luego la ímporttí^na Infantería 
De Poetas fantástícosTioveles, 
Pidiendo por principios, mas latireleSi 
Que anima Dafnes ^ y jq\xe Apolo cria# ^ 

Ai» 



4 RTMA^ 

Pedile yo también por estudiante, 

Y Jíxome un Bedel : Burgaillos^, queda^ 
Que no sois digno de Laurel triunfante: 

¿Por que? le dixe. Y respondió sin míedo^ 
Porque los lleva todos un tratante 
Para hacer escabeches en Laredo. 

Pésale de ser Poeta , y se le debe creer , habla C97i 
el Parnaso. 

Excelso tt)ónte, cuya verde cíimbre 
Pisó dificilpoca planta humana, ' 
Aunque fuera mejor que fuera Uanat 
Para subir con menos pesadumbre; 

Tú que del sol á la celeste lumbre 
Derrites loco la guedexa cana, 

Y por la yerba de color de rana ' - 
Deslizas tu risueña mansedumbre: 

A tu fuente conducen mi persoifa 
Poeta en pelo, mientras tengo siliaí. 
Vanos deseos de inmortal cjprona; 

Que para Don Quixote de Castillf * \ 
Desdichas me truxeron á Helicona 
Pudiéndome quedar en la Membrilla, 

No se atreve a pintar su dama muy hermoi^ por 
no mentir^ que u mucho para Poeta. 

Bien puedo yo pin^ una hermosura^ 
Ir de otras cinco t^txBX&i^ 4 J^eua^ 



. DE SUROUlLtOS. I 

Pues á Filis también , siendo morena, 
Ángel, Lope llamó, de nieve pura: 

Bien puedo yo fingir una escultura. 
Que disculpe mi amor, y nen dulce vena ' 
Convertir á Filene en Filomena 
Brillando claros en la sombra escura. 

Mas puede ser, que algún letor extrafte 
Estas Musas de amor hiperboléas, 
Y viéndola después se desengañe : 

Pue^ si ha de hallar algunas partes feas, 
Juana, no quiera Dios, que á nadie engañe; 
Basta que para mi tan linda seas* 

Alude í la saeta ie Filipo^ padre de Alexandro^ que 
le saca de los ojos Christobolo excelente Médico. 

Púsose amor en la nariz el dedo 
Jurando por la vida de Accidalia, 
Castigar mi rigor, aunque á Tesalia 
Fuese por yerbas para algún enredo: 

Y Juana por la puente de Toledo 
Mas en holanda, que en tabi de Italia 
Pasó con quatro puntos de sandalia. 
Máteme amor, si medio punto excedo. 

Del pie á mis ojos, de su pie despojos 
Tal flecha áe oro entonces enerbola 
Como la que á Filipo daba en ojos : 

Pero halló el Macedón Farmacopola^ 
Yo qo , que con la flecha por los ojos 
Remedio empero de la muarte Qola, 



5 RIMAS 

Dice el mes en que se enamoro, 

Eraise el mes de mas hermosos días, 
y por quien mas los campos entretíenent 
Señora^ quando os vi, para que penen 
Tantas necias de amor filaterías : 

Imposibles esperan mis porfías. 
Que como los favores se detienen. 
Vos triunfareis cruel, pues áservíeneti 
Las glorías vuestras, y las penas mías. 

No salió malo este versillo octavo^ 
Ninguna de las Musas se alborote 
Si antes del fin el sonetazo alabo* ' 

Ya saco la sentencia del cogote, 
Pero si como pienso, no le acabo, 
Echaréle desjpues un estrambote» 

Describe un monte ^ sin que^ ñipara que. 

Caen de un monte á un valle entre pizarras 
Guarnecidas de frágiles elechos 
A su margen carámbanos deshechos. 
Que cercan olmos y silvestres parras : 

Nadan en su cristal Ninfas bizarras 
Compitiendo con él candidos pechos, 
Dulces naves de amor, en mas estrechos 
Que las que salen de Españolas barras» 

Tiene este monte por vasallo á un prado. 
Que para tantas flores le importuna 



DB BURGUILLOS. 

Sangre las venas de su pecho helado* 

Y en este monte y líquida laguna, 
Para decir verdad como hombre honrado. 
Jamas me sucedió cosa ninguna* 

Türbaie el Poeta de verse favorecido* 

Dormido Manzanares discurría 
En blanda cama de menuda arena^ 
Coronado de juncia y de verbena. 
Que entre las verdes alamedas cría: 

Quando la bella pastorcilla mia. 
Tan sirena de amor, como serena. 
Sentada y sola en la ribera amena. 
Tanto quanto lavaba, nieve hacia» 

Pedíle yo que el cuello me l^ase, 

Y ella sacando el rostro del cabello. 
Me dixo, que uno de otro me quitase: 

Pero turbado de su rostro bello 
Al pedirme que el cuello le arrojase. 
Asi del alma por asir del cuello* 

Satisfacciones de zelos. 

Si entré, si vi, si hablé, señora mia. 
Ni tuve pensamiento de mudarme, 
Máteme un necio á puro visitarme, 

Y escuche malos versos todo un dia : 
Qqando de hacerlos tenga fantasía 

Dispuesto el genio, para no faltarme, 



8 RTMA« 

Cerca dé donde suelo retirarme 
Un menestril se enseñe á chirimía. 

Cerquen los ojos que os están mirando 
Legiones de Poéticos mochuelos. 
De aquellos que murmuran imitando. 

¡Oh si os mudasen de rigor los cielos! 
Porque no puede ser (ó fué burlando) 
Que quien no tiene amor, pidiese zelo5# 

lo que hiciera París ^ si viera a Juana. 

Como si fuera candida escultura 
En lustroso marfil del Bonarrota 
A París pide Venus en pelota 
La debida manzana á su hermosura: 

En perspectiva Palas su figura 
Muestra por mas honesta, mas remota 
Juno sus altos méritos acota 
En parte de la selva mas escura. 

Pero el pastor á Venus la manzana 
De oro le rinde mas galán, que honesto» 
Aunque saliera su esperanza vana. 

Pues quaita Diosa en el discorde puesto 
No solo á tí te diera, hermosa Juana, 
Una manzana, pero todo un cesto, 

Jla ira con que una noche le cerró lapuerta. 

Qué estrella saturnal, tirana hermosa» 
Se opuso en vez de Venus á la Luna, 



DR BtmCTTItLOJ?* 9 

jQue me respondes grave é importuna 
Siendo con todos fácil y amorosa? 

Cerrásteme la puerta rigurosa 
Donde me viste sin piedad alguna. 
Hasta que á Febo en su dorada cuna 
Llamó la aurora en la primera rosa. 

¿Qué fuerza imaginó tu desatino» 
Aunque ftieras de vidrio de Venecia 
Tan fácil delicado y cristalino? 

O me tienes por loco , ó eres necia^ 
Que ñi soberbio soy para Tarquino,^ 
Ni tu Romana para ser Lucrecia. 

A un pe^ne que no sabia el Poeta si era de box , 
ú de marfih 

Sulca del mar de amor las rubias ondas 
Barco de Barcelona, y por los/ bellos 
Lazos navega altivo aunque por ellos 
Tal vez te muestres, y tal vez te escondas* 

Ya no flechas amor, doradas ondas 
Tcxe de sus espléndidos cabellos. 
Tú jcon los dientes no le quites dellos. 
Para que á tanta dicha correspondas. 

Desenvuelve los rizos con decoro 
Los '.paralelos de mi sol desata. 
Box, ó colmillo de elefante Moro, 

Y en tanto que esparcidos los dilata. 
Forma por la madexa sendas de oro 
Antes que el tiempo los convierta en plata# 



;lO ItlMAS 

Quéjase áeípoeo respeto que Juana tiene í sus letras^ 
en que se ve la necedad de los que amatu 

AquLde amor, que mata la dureza 
De Juana, sin respeto de su grado, 
Al mas impertinente Licenciado, 
Que en svls leyes formó naturaleza : 

Lo de menos valor es la corteza 
En quantas cosas vemos que ha criado, 
Y á ti al contrario el corazón te ha dado 
De dura piedra en exterior belleza. 

Pues no pueden mis quejas ablandarte 
Bien merecieras, Juana rigurosa. 
Suceder en el marmol de Anaxarte: 

¿Pero en qué piedra, para ser mi losa/ 
Pudiera el dulce Ovidio transformarte ^ 
Si ya eres jaspe de azucena y rosa? 

Pregonase el Poeta porque no se halla en si 

mismo. 

Quien supiere, señores^ de un pasante, 
Que de Juana á esta parte anda perdido» 
Duro de cama, y roto de vestido, 
Que en lo demás es blando como un guante : 

De cejas mal poblado , y de elefante 
De teta la nariz , de ojos dormido. 
Despojado de boca , y mal ceñido, 
Keron de si , de su fortuna atlante* 



DH BüHGXTfLLOS. IS 

La que del 'dicho Bartulo supiere 
Por las sefias extrínsecas que digo. 
Vuélvale al dueño y el hallazgo espere. 

¿Mas que sirven las señas que prosigo^ 
Si no le quiere el dueño, ni él se quiere? 
Tan bien está con él, tan mal consigo, 

Trometieron favorectrle para quando tuviese jise. 

4 

Sefiora mia, vos habéis querido 
A cautela de amor entretenerme. 
De suerte que ya estoy para perderme 
Al mayor imposible redu<!ido: 

Para el tiempo que cobre mi sentido 
Piadosa, prometéis favorecerme. 
Si fuístes Vos quien pudo erloquecerme, 
¿Dónde hallaré lo que he por vos perdido? 

Vos sois la culpa, vos la causadora 
Deste deliquio y amordso exceso, 
Tanto vuestra hermosura me enamora: 

Pero si está mi seso, y mi suceso^ 
Bn el que me quitáis, dulce señora, 
Dexad de ser hermosa, y tendré seso. 

Dice como se engendra 4imór\ hablando como 
Füdsofo. 

Espíritus sanguíneos vaporoso^ 
Soben del corazón á la cabeza, 
Y saliendo á Ids ojos su pureza 



í^ ^ RrMAJ 

Pasan á los que miran amorbsof* 

El corazón opuesto los fogosoí 
Sayos .sintiendo en la §utíl belleza^ 
Conrio de agena son naturaleza. 
Inquiétase en ardores congoxosos. 

Esos puros espíritus que envía 
Tu corazón al mió por extrafíost 
Me inquietan como cosa que no es mía. 

¡Mira Juana qué amor, mira^qsjjé engaños! 
Pues hablo en natural filosofía 
A quien me escucha xabonando pafios. 

MnvUia á m sastre ^^ que tomaba la medida dt 
un vestido a una dama. * 

Mas eres sol que sastre ( ¡ estrarflcr caso ! ) 
Jayme, pues solo el sol, dicen, que ha sido 
Quien á la Aurora le cortó vestido 
Con randas de oro en turquesado raso: 

Tu le mides el pecho aunque^e paso^ 
Y yo en mis versos mis desdichas mido 
Cortando galas en papel perdido 
A manera de sastre del Parnaso. 

Este.^oneto,J^yme, cosa es clara^ 
Que si dixese afuí lastre ó arrastre. 
El consonante dice pn lo que para ; 

Mas si envidiar un sastre no es desastrtf - 
Quando te acerques á su hermosa cara 
Sé tu el Poeta, y dexame ser sastre. 



DB BURGUILLOS. t^ 

Por las señas ie este Soneto tmsta que se hiza 
por Navidad. 

Juana , para sufrir tu annado brfo. 
Ya no hay defensa en Bartulo ni en Baldo : 
Juana ¿qué olla te vertí? ¿qué caldo? 
Que tratas como á perro el amor mió: 

Juana, si tus «stampas sigo al rio 
Cargas de piedras el Jionesto enfaldo; 
Juana, antenoche te pedí aguinaldo, 
T me llamaste Licenciado frío* 

Cruel naturaleza en nie?e pvra 
La fábrica exterior del cuerpo informa 
Alma tan criminal, áspera y dura. ' 

¡ Qué m^hü cuerpo al alma se confiDrm^ 
Pues fué de tan hermosa arquitectural 
La materia cristal, bronce la forma. 

-rf las fugas de Juana en viendo al Poeta ^ con U 
Fábula de Daphne* 

Cow) suele correr desnudo Atleta 
Sn la. arena marcial al palio opuesto 
Con la imaginación tocaudo el'^esto, 
Tal sigue á Daphne el fúlgido planeta: 

Quítesele al cotuthola soleta^ 
Y viéndose alcanzar, turbó el incesto, 
Vualto en laurel su hermoso cuetpo honesta* 
Corona al Capitán , premio al Poeta. 



14 RIMAS 

Si corres como Daphne, y mié fortunas 
Corren también á su esperanza vana . - 1 

En seguirte anhelantes y Importunas : 

¿Quando serás laurel, dulce tirana. 
Que no te quiero yo para aceytunas , 
Sino- para mi frente, hermosa Juana? 

A Don Hctñ^ de Faldis i Caballero de la Orden Í$ 
S. Efiuban de Florencia^ exceknteJuris^'. 
consulto» 

Digna siempre será tu docta frente» 
Alciato Español, del verde engaste. 
Venciste para mi, Don Juan , triunfaste, 
y mi fortuna lo contrario intente. 

¡Qué claro, qué erudito, qué eloqüenté 
Al Senado Católico informaste ! . ; 

En cuya heroyca magestad mostraste ^ i 
Tus letras y eloqüencia ilustremente. 
i Premio tendrás, que hables, ó ^ue escribas. 
Del Senado Seal, quando ásus puertas 
El parabién de. vencedor recibas: 

Las leyes vivas siempre fueron cierta^t / 
¿Mas qué importan, Don Juan, las leyes vivas 
En pleyto donde están las dichas muertas ? 

A ta molestia de los pteytos. 

! Pleyto^ ^ á vuestros dioses procesales 
Confieso humilde la ignorancia mia, 



DE BVRGUILL09. 1 5 

Quando será de vuestro fin el día. 
Que sois como las almas inmortales: 

Hasta lo judicial perjudiciales. 
Hacéis de la ^esperanza notomia. 
Que no vale razón contra porfia 
Donde sufre la ley trampas legales. 

¡ O monte de papel y de invenciones I 
Si pluma te hace y pluma te atropella^ 
¿Qué importan Dinos, Baldos y Jasones? 

O justicia, ó verílad, 6 virgen bella, 
¿Cómo entre tantas manos y opiniones, 
Puedes llegar al tálamo doncella? 

A un avarienta rico, 

Aqiii con gran placer de su heredero 
Un avariento miserable yace, 
Requiescat in bello , que no in pace. 
Pues no supo gozar de su dinero : 

Nunca pensó llegar al fin postrero, 
Punto fatal del que á la vida nace. 
Mas ya las esperanzas satisface. 
Que en largos años le negó primero. 

O juventud lozana, desperdicia 
La plata 4 el oro con la arena iguala, 

Y en sus doblones pálidos te envicia. 
Lascivo con tus damas te regala. 

Véngate liberal de su avaricia, 

Y mas que él lo guardó, consume y tala* 



l6 RIMAS 

A un paüUo que tenia una dama en la boca. 

En un arco de perlas una flecha 
Puso el amor con un coral por mira, 
(Si es que en los arcos por coral se mira) 
Vista qtie fué de dos corales hecha : 

Ninguna de morir me dio sospecha 
Como esta de su boca dulce vira, 
Entre quantas de plumas como tira. 
Que se me vino al corazón derecha» 

Viendo que el hurto á tantos objigara. 
Con lanza en ristre amor os ha guardado, 
Juana, las perlas, porque nadie osara: 

Yo las codicio y veo el arco armado, 
¿Mas qué dicJia mayor si yo quedara. 
Flechas de amor, á vuestro palo atado? 

Quedóle mas que decir ^ y prosigue en l¿t misma 
materia. 

Si palos dais con ese palo hermoso. 
Ya no es afrenta dar de palos, Juana, 
La ley del duelo bárbara ihhumana 
Ya es gloria militar, ya es acto hernioso: 

Aquel toro de Europa fabuloso. 
Volviera tal garlocha en forma humana : 
Si tal fuera el venablo de Diana, 
¿Quién fuera entonces jabalí cerdoso? 

Yo te ofrezco oraciones desde luego 



DE BURGOTLLOS. I^ 

Si me das por Poeta entre los malos 
Con ese palo, amor, palo de ciego. 

En Tesalia los tuvo por regalos 
El asno de oro que compuso el Griego, 
Tu bestia soy, amor, dame de palos. 

Cortando la pluma ^ hablan los ios* ■ 

Pluma, las Musas de mi genio autoras 
V)|rsos me piden hoy , alto á escribillos- 
Yo solo escribiré, señor Burguillos, 
Estas que me dictó rimas sonoras^ 

¿A Gongora me acota á tales horas? 
Arrojaré tixer as y cuchillos- 
Pues en queriendo hacer versos sencillos, 
Arrímese dos Musas cantimploras- 

Dexemos la campaña, el monte, el valle^ 
Y alabemos señores- No le entiendo- 
Morir quiere de hambre, escriba y calle- 

A ttii ganso me vuelvo en prosiguiendo, 
Que es desdicha después de no premialle. 
Nacer volando, y acabar mintiendo. 

Juicio astronómico del dia* 

Tan vergonzosa Venus, tan mirlada 
Iris salió del sol ^ que parecía, - . ^ 

Que zelosa de Daphne daba al dia 
Escrúpulos de luz anticipada: 

Ni agua ardiente Francés desentonada 

Tom. XL B 



l8 RIMAS 

Vocal crepusculaba chirimía. 

Ni despertaba el Alva á la poesía. 

Ni el páxaro marcial su prenda amada. 

Tan ronco un Buhó del gaznate arranca 
La artería en voz con tal agüero en ella. 
Que le quisiera dar con una tranca. 

Dulce reynaba la amorosa estrella. 
Yo finalmente amanecí sin blanca. 
Debió de ser que me acosté sin ella. 

Hipérbole á tos píes de su dama^ que este Poeta 
debió de nacer en Sábado. 

Juanilla, por tus píes andan perdidos 
Mas Poetas qué bancos, aunque hay tantos. 
Que tus paños lavando entre unos cantos 
Escurecíó su nieve á los tendidos : 

Virgilio no los tiene tan medidos. 
Las Musas hacen con la envidia espantos. 
Que no hay picos de rosca en todos-Santos 
Como sus dedos blancos y bruñidos. 

Andar en puntos nunca lo recelas^ 
Que no llegan á quatro tus píes bellos. 
Ni por calzar penado te desvelas : 

Que es tanta la belleza que hay en ellos» 
Qué pueden ser zarcillos tus chinelas. 
Con higas de cristal pendientes dellos. 



DS BURGIHLLOS. 1 9 

Envió una dama una vigotera de ámbar a un 
galán que no la había menester^ 

Ocioso, Elena, fué vuestro presente 
Para tanto marfil lustroso y liso, 
Que los vigotes del galán Narciso 
Sostenidos están naturalmente: 

Si vos le presumís barbiponiente, 
Muy de mañana madrugó e! aviso, 

Y si á la cara hacéis moldura y friso. 

Lo mismo es en la barba , que en la frente. 

Donde concurren tantos desengaños 
Incrédula debéis de ser, Elena, 
¿Mas quién ha de creer tales engaños? 

El ámbar y el cay reí no os causen pena, 
0ue á poderlos vivir de aquí á mil años. 
Os la podrá volver tal y tan buena. 

Aun no dexó la pluma , y prosigue. 

El galati de la linda vigotera. 
Que dicen que sin ella os enamora. 
No es como vos le imagináis agora, 
Pero como vos quisierades que fuera* 

Platos suelen estar en espetera, 
y espadas en recámara, señora, 

Y así la vigotera mixtifora. 

Pues no se queda en tres á la primera. 
Debe á^ ser que agora es joven tierno. 



20 RIMAS 

Pero si no mandad, sí sois servida^ 
Que la traiga de noche por invierno* 

Para el frió será cosa escogida, 
Que vigotera en un lampiño eterno, 
£s poner parche donde no hay herida. 

A la muerte del Marques del Valle escribe 

de veras. 

A la primera luz, que al viento mueve 
Trágico ruiseñor en la ribera. 
Joven almendro erró la primavera, 
Y anticipado á florecer se atreve: 

Pero trocando en átomos de nieve 
El blando soplo al zéflro, la fiera 
Mano del austro en turbulenta esfera, 
Las flores desmayó efimera breve. 

Así mozo infeliz, quando le advierte 
El valle , el prado en flor anticipada. 
Desmaya ramas y pimpollos vierte : 

Siendo de aquella fábrica dorada 
Tan breve el fin, que aun ignoró la muerte 
Si fué con la desdicha, ó con la espada. 

Los varios efectos de la lengua. 

Por convidado un sátiro tenia 
Un hombre, á cuyo rostro estando atento 
Consideró que con un mismo aliento 
Calienta el frió, y la comida enfria: 



DH BURGUfUOS. ai 

A las fieras después, guardaos, decia. 
De un animal , que con diverso intento 
Trocando solamente el movimiento 
Varios efectos de una causa cria. 

Tal es la lengua si aborrece ó ama. 
Que lo que ama , alaba y engrandece, 

Y vitupera aquello que desama: 

Ju\io, ¿á qué fiera Antandro se parece^ 
Que porque oo se envidia, no se infama, 
y porque no se ve, no se aborrece? 

A Jion Garúa de Salcedo CoroneU Caballerizi 
del Serenísimo Infante Cardenal. 
}■ 
Compusieron de vos Palas altiva, 

V la madre de amor en Délo y Paros 
Un timbre ilustre para ingenios claros 
De salce y roble, de laurel y oliva: 

Dulce Apolo Español , de cuya viva 
Llama conceptos producís tan raros. 
Que siguiendo la voz por escucharos 
Se detuviera Daphne fugitiva. 

Ya no es ella laurel, que tanta suma 
Como «e mira en vos la envidia asombra. 
De vuestro Coronel Febo presuma: 

Ninguno como vos laurel se nombra^ 
Pues tantos coronáis, honrad mi pluma, 
Que de tal Coronel basta la sombra 



32 RIMAS 

A la muerte ¿el Rey de Suecia^ escribe en sest^J^ 

El sucesor del Gótico arrogante. 
Que fulminó dos veces Carlos Quinto, 
En Manco armado, aunque de sangre tinto *' ' 
Del sacro Imperio presumióse Atlante: ^ 

Estaba el mundo en acto circunstantet 
Si bien el voto universal distinto, * 

Quando cayó de tanto laberinto ' 

Con breve plomo el ínclito gigante. 
- Mesuróse el león dé España , el ave / ^ ^^ 
Del imperio paró las sacras plumas, 
Y el gran Melchisedech doró la llave. 

Que suelen de olas infinitas sumas; 
Pensando altivas contrastar la nave 
Nacer montanas, y morir eispumas. 

A la deéima Musa Doña Bernarda Terreara de 
la Cerda , señora Portuguesa. • 

^ Quando elegante de los dos ídiomaSt 
Bernarda celestial, versos imprimas. 
Con que los montes y árboles animas; 
Las penas mueves y las fieras domas: 
Si lyra en soledad , si bronce tomas 
Del estruendo marcial heroycas rimas, 
Rindan á tu laurel remotos climas 
Oro, perlas, coral, palmas y aromas. 

Pues ya con mas honor que alcisneenTracía^ 



PB BURGUILLOS. 3^ 

O Safo Lusitana, á las difusas 
Regiones fo valor la fama espacia : 

Serás^pues tantas te dio el cielo infusas^ 
Con la excelencia de la quarta gracia, 
La décima del coro de las Musas* 

De algunos Predicadores naturales de Madrid^ ai 
Doctor Francisco de Quintana. 

Nacieron en Madrid él docto Herrera, 
Velasco Eclesiastes, Márquez Cirilo, 
Francisco Sánchez, que facundo Nilo 
Inunda el coro de la sacra esfera : 

Montero luz en monte , primavera 
Soria Basilio, y en florido estilo 
Hortensio Fénix, que al eterno asilo 
Huyó los ojos de la envidia fiera. 

Entre estas luces coronada sale, 
Quintana, de esplendor tu nueva Aurora^ 
Porque si no los vence, los iguale: 

Que ya tu ingenio que las cumbres doray 
Y por el sol mas encendido vale. 
Honra la patria y la virtud decora. 

Desgarro de una panza un dia de toros ^ habla 
el rocín* 

Yo BragadoroValenzuela en raza, 
Diestro como galán de entrambas sillas 
En la barbada naguas amarillas 



Í?4 RIMAS 

Aciago tin martes perfumé larplaza* 
Del balcón al toril con linda traza 
Daba por los toritos carrerillas, 
Y andábame después por las orillas ^ 
Como suelen los Príncipes á caza. 

Pero mi dueño la baqueta alzada 
^ un oseo acometió con valentía 
A pagar de mi panza desdichada. 

Porque todos al tiempo que corría, 
Dixéron que era nada, yAié cornada. 
Mal haya el hombre que de cuernos fia. 

Encarece su amor para obligar a su dama a qiU 

¿ le premie. 

Juana, mí amor me tiene en tal astado. 
Que no os puedo mirar quando no os veo. 
Ni escribo, ni manduco, ni paseo. 
Entretanto que duermo sin cuidado; 

Por no tener dineros no he comprado 
( ¡ O amor cruel ! ) ni manta , ni manteo. 
Tan vivo me derrienga mi deseo 
En la concha de Venus amarrado. 

De Garcilaso es este verso, Juana, 
Todos hurtan, paciencia, yo os le ofrezco: 
Mas volviendo á mi amor, dulce tirana. 
Tanto en morir y en esperar merezco. 
Que siento, mas el verme sin sotana. 
Que qua^to fiero mal por vos padezco. 



ÜB BÜRCmUiOS. dg 

A^na dama que salió revuelta una mañana. 

Hermoso desaliño en quien se fia 
Quanto después abrasa y enamora, 
Qual suele amanecer turbada aurora 
Para matar de sol al medio día : 

Soüman natural que desconfia 
El resplandor con que los cielos dora, 
Bexaq la arquilla, no os toquéis, señora» 
Toqúese la vejez de vuestra tía. 

Mejor luce el jazmin , mejor la rosa 
Por el revuelto pelo en la nevada 
Coluna de marfil garganta hermosa. 

Para la noche estáis me|ortocada» 
Que no anocheceréis tan aliííosa. 
Como hoy amanecéis desaliñada. 

A un zapato muy grande y desaseado de una 
dama* 

i Quién eres celemin? ¿quién eres fiera? 
¿Qué pino te bastó de Guadarrama? 
¿Que buey que en Medellin pació la grama 
Te dio la suela en toda su ribera? 

Eres , ramplón , de Polifemo cuera. 
Bolsa de; arzón , alcoba , ó media cama. 
Aquí de los zapatos de mi dama. 
Que me suelen servir de vigotera. 

¡O zapato cruel, qual s^rá el anca 



ft6 RtMAS 

De muía que tiró tal zapatetat 

Y aun me aseguran que él talón le manca! ' 

Pues no te iguala bota de baqueta. 
Este verano voy á Salamanca, 
y te pienso llevar para maleta. ' 

A una dama- que se ííamaha Tat. 

Bien pensará quien viere, Paz hermosa, 
Que Jie de jugar de guerra en el soneto. 
Que pide para vos cierto discreto ' ' 

Destos que saben solamente prosa: 

Estad segura, Paz, de guerra ociosa. 
Que yo no sé escribir por mamotreto. 
Solo de vos diré que en su coriceto 
Sois Faz de muchas guerras vi torios a: 

No tanta paz , encareced retiros, 
Que os sigue juventud ociosa y loca, 
y guerra os volverán con perseguiros* 

La bella retirada á vos os toca. 
Que temo que vendréis á desluciros. 
Si siendo Paz andáis de boéa en boca. 

A una dama que llamando í su puerta te üxo 
desde la ventana , Dios le provea. 

r Señora, aunque soy pobre, no venia 
A pediros limosna, que buscaba 
Un cierto Licenciado que posaba 
En estas casas, quando Diosxjueria: 



DE BURGUrttOS. fl^ 

Estrafia siempre fué la estfella mía, 
Qoe aun pobre parecí desde la aldaba, 
Pues ya que á la ventana os obligaba, 
Truxistes desde allí la fantasía. 

No porque culpa vuestro engáfío sea. 
Que átal Dios le provea no replican 
Mis hábitos, que son de ataracea. 

No mis letras, mis penas significan : 
jPero cerno queréis que me provea. 
Si tales como vos se lo suplican ? 

Madruga á escribir el Poeta ^ y toma por acJiaqm 

el enfadarse del mundo para volverse, a 

dormir. 

Tomé la pluma, Fabio, al gallícinio. 
Pasada la intempesta nocturnancia, 
Y no para buscar pueblos en Francia, 
Que no tengo historiógrafo desinio: 

Y haciendo de las cosas escrutinio 
Deste mundo visible mi ignorancia. 
En todo hallé disgustó y repugnancia 
Con tanto descompuesto latrocinio. 

Intenté comenzar por desengaños. 
Del mar de nuestra vida breve espuma, 
Que á tantos necios consumió los años : 

Pero al mirar la innumerable suma 
De invenciones, de máquinas, de engaños, 
Dexé los libros y arro)é la pluma» 



aS RIMAS 



• 



Cénsuela á Tama^jo de que todos te maldigan 
sin culpa* 

Aquí del Rey, señores: ¿por ventura 
Fui yo Caín de mi inocente hermano? 
¿Maté yo al JRey Don Sancho el CastellanOt 
O sin alma signé falsa escritura? 

¿Púsome acaso en la tablilla el Cura? 
¿No soy hidalgo y montañés christiano? 
¿Por qué razón con maldecirme en vano» 
íío tengo vida, ni ocasión segura? 

De oír decir á todos me desmayo. 
Sin qué haya lluvia, ó trueno resonante. 
Que vaya á dar en casa de Tamayo : 

Vuesamerced, rey mió, no se espante. 
Ni tenga pena que le mate el rayo. 
Que solo va á buscar su consonante. 

\AI la muerte de una dama representanta única* 

Yacen en t&te marnfidl la blandura. 
La tierna voz, la enamorada ira. 
Que vistió de verdades la mentira 
En toda acción de personal figura; 

La grave del coturno compostura. 
Que ya de zelos , ya de amor suspira, 
Y con donayre , que imitada admira. 
Del tosco trage la inocencia pura. 

Fingió toda figura de tal suerte. 



DS BURGUTLLOS. 2^ 

Que muñéndose, apenas fué creída 
En losí singultos de su trance fuerte : 

Porque como también fingió en la vida, 
Lo mismo imaginaron en la muerte, 
Porque aun la muerte pareció fingida. 

jí Don Francisco López de AgmUr. 

Entre las soledades , Don Francisco, 
Donde el último Kilo se derrama, . 
Ni vive fiera en campo, ni ave en rama» 
Ni Gitano pastor conduce aprisco: 

Apenas nace al sol verde lentisco, 
Quando es ceniza de su ardiente llama; 
Aqui llorando me llamó una dama 
Desde la punta de un excelso risco. 

Igntérnecido yo (piedad humana) 
Mas si queréis que os cuente alguna cosa. 
Sabed que lo soñaba esta mañana, 

Quando el rocío del aurora hermosa 
£n copa de cristal teñida en grana. 
Con brindis al jazmin bebió la rosa. 

^ la sepultura de Marramaquiz gato famoso eit 

lengua culta , que es en la que ellos si 

entienden. 

E^te, si bien sarcófago, no duro 
Pórfido^ aquel cadáver bravo observa. 
Por quien de llures tímida caterva 



^O RIMAS 

Becóndíta cubrió terrestre muro: 

La parca t^ue ni al joven ni al maturo 

Su destinado límite reserva. 

Ministrándole pólvora superba. 

Mentido rayo disparó seguro. 

Ploren tu muerte Henares, Tajo, Tormes, 

Que el patrio Manzanares que eternizas 

Lágrimas mestas libará conformes. 
Y no le faltarán á tus cenizas. 

Pues viven tantos gatos multiformes 

De lenguas largas y de manos mizas. 

Prueba que amor quiere que le correspondan con 
, el exemplo de la misma dama. 

A Themís consultó Venus hermosa. 
Viendo que el niño amor no se aumentaba, 

Y que con otro que esperando estaba 
Se aumentaría, respondió laBiosa: 

Parió Venus á Anteros , y enfadosa 
También por lo bizarro grezizaba, 
Pues que correspondencia se llamaba, 

Y crecieron los dos edad dichosa- 

Tus dientes fueron ya perlas de oriente» 
Fiíísi, pero la edad (j cruel sentencia!) 
Loíí de la encía superior desmiente : 

No hay verdadero amor, sí hay diferencia, 
Port^ue aun para comer, de diente á diente 
Es fi lerza que ha de haber correspondencia. 



DS BURGUILLOS. 3 1 

Al mismo sugeto de la dama que le dixo Dios 
le provea* 

Vuesamerced se puso á la ventana, 
Y luego conoció que era Poeta, 
Que la pobreza nunca fué secreta. 
Sin duda se lo dixo mi sotana. 

Si bien no á todos fiera é inhumana 
Estrenua sigue y saturnal cometa, 
A muclíps dio carroza , á mí carreta. 
Para otros Venus, para mi sultana. 

Soy en pedir tan poco venturoso. 
Que sea por la pluma ó por la espada. 
Todos rae dicen con rigor piadoso, 

Dios le provea , y nunca me dan nada. 
Tanto que ya parezco virtuoso. 
Pues nunca la virtud se vio premiada» 

A un perro que mordía a quien tomaba la mano 
,á su ama. 

Faso ^ Amadis , qi^e el reyno del espanto 
Tiene perro á la puerta, que no el cielo. 
Porque las dos figuras de su velo 
Sí muerden con calor, no ladran tantos 

Dexad la mano , suspended el llanto. 
Que mas parece envidia que buen zelo. 
De lo que no coméis menos desvelo, 
O sois perro, Amadis, ó sois encanto. 



33 RIMAS 

Con ser melindre presumís de alano, 
O en vuestra lana Júpiter se muda. 
Que si es de zelos^ no ladráis en vano. 

Si á mí fuego ponéis su nieve en duda. 
Basta que tenga su desden la mano, 
Que sois muy chico para ser de ayuda. 

Desea afratelarst^ -^ no le admiten. 

Muérome por llamar Juanílla á Juana, 
Que son de tierno amor afectos vivos, 
Y la cruel con ojos fugitivos 
Hace papel de yegua galiciana : 

Pues, Juana, agora que eres flor temprana 
Admite los requiebros primitivos, 
Porque no vienen bien diminutivos 
Después que una persona se avellana. 

Para advertir tu condición estraña, 
Mas de alguna Juanaza de la villa 
Del engaño en que estás te desengaña. 

Créeme, Juana, y llámate Juanilla, 
Mira que la mejor parte de España 
Pudiendo casta , se llamó Castilla. 

Rasgos y borrajos de la pluma. 

Lazos de plata y dé esmeralda rizos 
Con la yerba y el agua forma un charco. 
Haciéndole moldura y verde marco 
Lirios inorados, blancos y pajizos: n 



DB BORCrUtLLOS* 33 

Donde también les ánades castizos 
Pardos y azules <:on la pompa* éo' arco^ 

Y palas de los pies parecen barco 

En una selva , b^feitacion de epriaos. ^ * T 

Hace en el agua él céfiro incfuiéM) "^ 

Esponja de cristal laí blanca espumaV ' 

Como qué está diciendo algún seci^to; * -^ 
En e^a selva , íén esté charco^ en suma... 
Pero por D¡ofi que^ se acabó el: oDMto, *^ • 
Perdona, Fabio, <fi\e*íprobé lá piurfia. 

A imitación áe^a^ueí soneto y' S^erbicoíIL 

Soberbias torres;-áltos edillclo^/^ í ' - ' * ¿ 

Que ya cubriites siete .ex<}élsos montes/ ' 

Y agora en ftfetnbieítos horizontes > - - 
Apenas de^ habeifsklb daifriildidtoc^i ■ ' ' \ • 

Griegos Liceos, célebres hospicios 
©é íkitarcós, Ptaten€*;Xénóftm{es^ • V 
Teatro que lidió ^Rinocerontes, 
Olimpias , lusffos^^' bágos^ sacrificio^ : 

¿Qué fuerzas deshicieron peregrinas 
La- Ittáyor p6ft>par de^fó gloria humana. 
Imperios, triunfos, armas y doctrinas? 

; O gran coiístlétb^á mi esp^áik^áWao^ 
Que el tiempo que 0$ volvía brebes^rti&ial,'' 
No es mucho* que acabase mí sio^nál - 



Tom. XI. 



gi| RIMAS r 

La nueva^ Juventud graiBa*ícapda ;; .-; 
Llena de solecisflios y quillotros. 
Que del Pama^ mal inopuestos: p^ro«, . , r 
Dice que Apolo en susboflcones wd^,: 0,0 

Pon esi:ribir como la:4)atríai iftanda , n . 
(ElementDt los unos d^ ttos. otros) * t - f 
De la suerte.se burlan ,de nosotro5¿ ^iS. 
Que suelen de un católico en Holanda. 

y^aqDeJ^.e^cribis luiH>¡c^„ys\térsos ; \^ 
En vuestra docta y candida poesía, 
De toda per^i^tpft yp* 4ÍYersp$, , í - yi^ ? 

iHtpá (si lo^ab^is,) squé^míentía; , :: 
Puede tene^ leieii^lo agen^os vpr$<^, ^ / 

Copiar de w)che y murimuífír de dial ; ¡ <^:_ 

Al saco d^ MfihtUApor 4^xkmo^ dú Císatu <« 
il verso de laEgloga/^nfl.Jef^irgma: ^-' .^ . 
cribe en seso aporque hcd^i^i^on fL . ./ . : 

Mantua v^mser^^nimiümvkinaCremw^m 

O ^ran Virgilio, sí sangrientas vieras v 
De: tu primera cuñia las pizarras, 
Y el águila ¡impeirial ion pico y garras : 
Morder murallas y romper banderas; 

Con trompa, y no con lira interrumpieras 
El ocio á sombra de hayas y de parras. 



BE BÜltOtiriLLOS. 3g 

Y la plnma de cisne en las bizarras 
Del intrépido Marte convirtieras. 

Mejor (viendo que el César los soldados 
Germánicos de nuevo galardona) 
Hicieras versos de dolor bañados. 

¡ Ay del verde laurel de. tu corona • 
Entre vestigios de ceniza helados ! 
¡Ay Mantua la vecina deCremona! 

A Don Gabriel del Corral^ en la traducción de los 

versoí latinos de nuestro Santísimo Padr^ 

Urbano VIII ^ escribe de veras. 

Yace á la sombra que la gran montaña 
Las dos Castillas (arbitro de yelo) 
Divide altiva en el Hesperio suelo, 
Florido un valle que Pi«uerga báfia : 

Aqui á tu-aurora espíritu acompaña^ 
Gabriel, tan vivo, que mudando cíelo 
Pudo tu pluma con-' inmeníso-Vuelo 
Del sol de Italia ser Faetón de España* 

Si el cfarro de oro rió condutes soló^ 
N^ te aguarde el Bddáno occidékite, ; 
Por su eclíptica vas de polo^>á polo: 

Sigue sus paifalelos^ félizmetjte^ 
Sol castellano del latino Apóló; 
\ Que á su lado tendías eterna órlente.' 



Ca 



^6 RIMAS 

A la braveza ie un toro que rompió la Guarda 

Tudesca. • 

Sirvan de ramo á sufridora frente 
Las aspas de la tuya^ osquillo fiero. 
No á sepan-quantos de civil tintero. 
Ni en pretina escolástica, pendiente : 

Jamas humano pié la planta asiente 
Sobre la piel del arrugado cuero, 
Antes^al Mayo que vendrá primero. 
Corra dos toros el planeta ardiente. . 

Tu solo al vulgo misero vengaste 
De tanto palo, y con tu ipedla esfera . r 
La Tudesca nación atropellaste ; 

Pues desgarrando jtanta calza y cu^ra, 
Tantas con el temor calzas dexaster. ;, , 
Tan amarillas dentro como fuera. ... \ 

^. ..• - I . -; ' "^ 

jíl mi^Q^uc^so. 

Trecp son los Tudp5COS,.que el osquillo ¡^ 
Hirió en 1^ ^esta, aufique en conciencia jurai 
Que no lo Jii^o á drede, y nap asegura, . . 
Que el iba ^ ^^s negocios al sotíllo: 

Mas descortés. el socarrón torillo, ; ' /. 

Sin hacer jal, b^lcpn d% promesi^ra, : ;. , > 
Desbarató la firme arquitectura 
Del muro colorado y amarillo. 

Y como el polvo entre las nubes pardas 



DB BÜRGüíIXOS. 3^ 

No le déxaba executar sus tretas, 
Por tantas partes se metió en las guardas. 
Que muchos gue mostraron las secretas. 
En vez de las rompidas alabardas 
Llevaban en las manos las bra....&<:, 

A un secreto muy secreto. 

O que secreto, damas, ó galanes. 
Que secreto de amor, ó que secreto. 
Que ilustre idea , que sutil conceto. 
Por Dios que es hoja de me fecic Joaiies: 

Oy cesan los melindres y ademanes, 
Todo interés , todo zeloso efeto. 
De hoy mas amor será firme y perfeto. 
Sin ver jardines, ni escalar desvanes.. 

No es esto filosófica fatiga. 
Transmutación sutil, ó alquimia vana. 
Sino esenda real, que al tacto obliga. 

Va de secreto; pero cosa es llana. 
Que quiere el buen letor que se le diga, 
Pues vayase con Dios hasta mañana* 

j4 un Licenciado que le dixo por favor que iesta^ 
b a predicar ísm honras. 

Peniso amigo, codiciar mí muerte, 
Y ofrecer que á mis honras funerales 
Harás una oración como otras tales. 
De que tu ingenio , acción y voz me advierte : 



38 RIMAS 

Es : amistad que yo quisiera hacertet 
Todos para morir somos iguales. 
Que por la condición de ser mortales^ 
También te puede á ti toc^ la suerte. 

No tomo la palabra , aunque me arguyas 
De ingrato á los favores que me hacías. 
Que quando eternidades constituyas. 

Mejor es que yo escriba en tales días 
Sonetos tristes á las honras tuyas. 
Que no que tu prediques á las mías. 

Terdcníran á un Regidor sentenciado a degolUr^ 

y la Guardia por las albricias empeñaba 

la muía. 

Era la muía de un Doctor hallada 
En un zaguán , y perdonando el credo 
Su Magestad al degollado, en miedo ; 
Quedó por las albricias empeñada : 

Corrió el Doctor con alma degollada, 
Y dixo al Tasticot : soldados quedo. 
Que la crió un Canónigo en Toledo 
A paja en flor y almíbar de cebada. 

Si mientras que yo curo se la llevan, 
¿Qué delito a mi muía se acumula? 
Pero pues todos la sentencia aprueban. 

Sea también para la muía nula. 
Porque como otros la quartada prueban. 
Probaré la mulada^ de mí muía. . 



DS BURGUILL09. 39 

A una dama cómica vencida de útrá. 

Reliquias ya de navegánf^ flotá^ 
Entre los píe^ de un empinado risco^ 
Burla del mar, colníiena de marisco. 
Dorada tablazón descansa TOta: 

Sin escayes, sin brújula > escota» 
picada -de un pequero basilisco, ' 
La que fué de las nubes obelisco 
Perdió del rumbo la felis^^beFrota; 

En este pues desecho an^teatro. 
Que entre las siete maravillas nómbrOr 
Triste VOZ repitió por partes )}u$tro : 

Yo soy aquella cómica de asombrd, 
Keyna de las acciones del teatro. 
Que hoy beso el pie de quien pisaba el hombro. 

A una dama que salió a un balcón co^íditdosé 
las uñas. — ' 

Betira del balcón la gallardía; 
Hermosa madre del rapaz Cupido, 
Que parece portento haber salido 
£1 sol con ufías, y tan claro el dia: 

Lo superfluo del nácar que creció 
Sobre la nieve ^el marfil bruñido. 
Daba temor al corazón que herido 
A tan hermosas manos se rendía : 

Venid amantes^, pretended , que quando 



4o RfMAjS. 

La espada está sin filos , asegura 
Que el dur.Q; gal^e no será cortando. 

Mas qué importa^ Leonor, si tu hermosura 
Tiene en lo^o^$ uñas, que mirando 
Desuellan almas con mayor blandura. 

Dixole una Méá que le enviase su retrato. 

Si habéis visito al Sophi sin caperuza 
En dorado quartel de Boticario, 
O áBarbaroja el. Ínclito cosario, 
Y en nariz d^ sayón tez de gamuza: 

Si hal^s visto á Merlin , si al moro Hoza, 
O á Juan Francés vendiendo letuario^ 
Si el rostro de un corito quartanario 
Que quiso ser lechon y fué lechuza: 

Ese soy yo, que a la virtud atento 
Solo xoncedo á su victoria palma. 
Que todo lodeitia^ remito al viento.^ 

Pero supuesto qye el ai^en me calma. 
Tengo con ropa limpia el nacimiento. 
La caía en grii^go, y enromdnce el alma. 

Quexósele una dama de un bofetón que le había 
dado su galán. • 

Para que no compréis artificiales 
Sosas, señara Filis, Fabio os. puso 
Las naturales , si el color infuso 
Las puede eonservar por oatwales.. 



BB BURGVILLOS. 4I 

Ya que no os dá regalos, dá señales 
Be que os los ha de dar, galán al uso. 
Puesto que en la venganza estoy confuso. 
Viendo perhis en vos sobre corales. 

Herir al sol enmedio de su esfera. 
Cruel temeridad 1 matad á Fabío: 
Mas ay I que vuestros brazos Fabio espera» 

Y si amistades son el desagravio. 
Tantos zelos me dais, que mas quisiera. 
Vengar las amistades que el agravio. 

Describe un Un do de este tiempo^ 

Galán Sansón tenéis, señora Arminda, 
Toda la fuerza tiene en las guedejas. 
Bravas salieron oy las dos madejas. 
Llore Anaxarte , I>aphne se le rinda : 

¿Que manutisa, qué clavel, qué guinda 
En purpura con el corrió parejas? ^ 

Y mas con los vigotes á las cejas. 
Que en buena fé, que no sois vos tan linda* 

¿Qué bravo, qué galán, qué ayroso viene? 
Pero ya vuestro amor en los luceros 
De la risa dormida se previene : 

Mas es forzoso lastima teneros. 
Porque sabed que tanto amor se tiene* 
Que no le ha de sobrar para quereros. 



4^ RIMAS 

Desea el Toeta que le piquen obispas^ 

Pensando que era flor una. malsana. 
De Abril, meliflua aveja argumentosa 
Hizo mayor junto áI jazmín la rosa 
De la mexilla de la hermosa Juana : 

Baxó al dolor (para si sola humana) 
Lagrima de sus ojos amorosa, 
Bebió la herida aljófar, y zelosa 
En punta de zafir trocó la grana. 

Juana , el cruel rigor de tus hazafías 
De tan pequeño mal tu pecho arguya. 
Pues tus ojos por él en perlas bañas: 

Y si ha de ser la medicina suya, 
Piquenme abispas, áspides y arañas. 
Por una de cristal lagrima tuya» 

A la muerte de Soto el de las grandes futn^^ 

Aquel Hércules nuevo Castellano, 
Que atrás dexaba el vuelo del ginete, 
£1 que baraxas quebrantaba siete. 
Que no se cuenta del feroz Tébano : 

£1 que delante del Monarca Hispano 
Fuerza no halló que el brazo le sujete. 
El que molla trigo en un bufete 
Con la robusta palma de la mano: 

Soto que á los Titanes aventaja, 
Y que: luchara con Milon membrudo. 



I El que los altos árboles desgaja. 

Con la muerte corrió una vez desnudo, 

Y dándole una echada de ventaja, 
Quando se quiso levantar, no pudo* 

Égloga sin imitación de Teocrito , FomponiOy 
N'emésiano^ Bocááo^^ ni Calfurnio. 

Al pie del jaspe de ün feroz peñasco. 
Pelado por la fuerza del estío. 
Dosel de un verde campo, tan sombrío 
Que contra Febo le sirvió de casco: 

Damon con su rabel , y >al lado el frasco, 
Para cantar mejor en dasaíio, 

Y Tirsí , claro honor de nuestro rio. 
Con un violín de cedro de damasco: 

Juez ElisQ , que de un verde pobo 
A falta de laurel premio texia, 
Zéfíro hizo de los ecos robo: 

Mas quando Tirsi comenzar quería. 
Ladró Melampo, y dixo Antandro, al lobo; 

Y el canto se quedó para otro dia. 

j4laba el Poeta lo mas esencial ¿e la hermosura, 
sin ser parte de la armonía de las facciones^ 

Aura suave y man^, que respiras 
Bn el clavel de Juana, y las lucientes 
Hebras de sus mexillas transparentes 
Con blando soplo esparces y retiras: 



44 ItlMA^ 

¿Por qué á la rosa y al jazmín aspiras 
Desde el coro de perlas de sus dientes, 
Pudiendo reparar mis^ accidentes, 
Quando en su dulce anhélito suspiras? 

£1 humor de sus labios purpurantes, 
Para criar aromas bebe Apolo, 
Del alba ministrado eñ los diamantes: 

Porque respira tan fragranté Eolo, 
Que ganara un millón t;rgtamk) en guantes. 
Pues fueran de ámbar con el soplo solo. 

Que en este tiempo muchas saben griego sin haberlo 
estudiado. 

A Don Francisco -López de Aguilar* 

Das en decir, Francisco, y yo lo niego^ 
Que nadie sabe griego en toda España, 
Pues quantos Helicón Poetas baña 
Todos escriben en España en griego : 

Para entender al Venusino ciego. 
Querrás decir, por imposible hazaña; 
Si á las lenguas la ciencia^no acompaña. 
Lo Imismo es saber griego que gallego. 

Cierto Poeta de mayor esfera, 
Cuyo dicipulado dificulto. 
De los libros de Italia fama espera: 

Mas porque no conozcan por insulto 
Los hurtos de Estillani y del Chiabrera, 
Escribe en griego , disfrazado en culto. 



Enfádase, con las Musas perqué intentaban iscri^ 
hir un Poema. 

Sefioras Musa» ,*pTOS' que siempre mienteiu 
Aunque de Memnosiné hermosas hi)as^ 
Sepan que se han quebrado las clavijas. 
Ya no hay que euter{^ar, chanzas inventen. 

De las horas perdidas se lamenten. 
Que al sol de kophiion miraron fijas, 
Desgreñen del cabello las sortijas, 
Y de mof\os doi^dos se ccmtenteh. 

Miren que llevo errada la derrota. 
Por ser á ^ gcand«r Ijsongeras, 
Pues donde e^ptro siete, me dan. sota. 

Dexemos metaCtticab .quimeras, 
Vuesasmeircedes garlen «i chacota. 
Que no está el mundo para hablar de veras. 

Da la razón el Poeta , d^ que la boca de Suana 
fitese rosa. 

Tiraba rosas el Amor un dia : 
Desde una peña á un liquido arroyuelo. 
Que, de ün espino trasladó á su vela 
En la sazón que Abril las producia: 

Las rosas mansamente conduela 
De risco en; risco el agua al verde suelo, 
Quando Juana llegó, y al puro yelo 
Puso los labios de la fuente fría. 



46 RIWAS 

Las rosas entre perlas y cristales 
Pegáronse á los labios tan liennosas, . 
Que afrentaban claveles y corales. 

¡O pinturas del cielo milagrosas! 
¿Qittén vio jamas transfi>rmaciones talei; 
Beber cristales y bolbé»e rosas ? 

! Cánsase^ £Í Poeta de íaáU^don de su esperanza. 

Tanto mafiana y y nunea ser mafiana^ 
Amor se ha vuelto cuervo ^ ó se me antoja : 
¿En que región el sol su carro alofa^ 
Desta imposible aurora tramontana 9 

Sigúeme inútil la espenmza vana, 
Como ave^orrera , ó muía coxa, ^ 

Porque no me tratan Barbarofa ^ 
Be la manera que me trntas^ Juana. 

Juntos amor y yo buscando vamos 
Esta mañana: fó dulcen desvarios! 
Siempre mañana, y nunca mañanain^^ • 

Pues si vencer no puedo. tus desvíos, 
Sáquente cuervos testos verdes ramos 
Los ojos; pero no, que son los mios. 

Lo que han de hacer los ingenios grandes quinÍJi 
los murmuran. * ' 

• --. í'*". 

Un M>rel Irlandés de hermoso tatte, = 
Bayo entre negro de la frente al mura; 
Labrada en bronce y ante la carlanca • 



BB sumainLLos. 4^ 

Pasaba por la margen de una calle: 

Salió confuso ex^rcito á ládraUé, 
Chusma de gozques, negra, roxa y blanca^ 
Como de aldea furibunda arranca 
Para seguir al loba :en monte ó vall^ 

Y como escriben que la Diosa trina, 
Globo de plata en el celeste raso, 
ios parcos: de los montes desatina; 

Este hidalgo lebrel sin hacer caso 
Alzó la pierna^ remojt> la e»)uina, - 

Y por medio se fué su pasaá pasa 

Que al amor virJaáero na le olvidan, el tiempo 
ni la muerte: escribe en seso. 

Resuelta en polvo ya, mas siempre hermosa. 
Sin dexarme vivir, vite sereña i 

Aquella luz, que fué mi gloria y pena, 

Y me hace guerra, quahdo en paz reposa: . 
Tan vivo está el jazmín, la pura rosa. 

Que blandamente ardiendo en azucena. 
Me abrasa el alma de mennorias llena, 
Ceniza.de su £enix amorosa. 

¡O memoria cruel de mis enojos! 
¿Qué honor te puede dar mi sentimienjtx^ 
En polvo convertidos sus despojos? 

Permíteme callar solo un momento. 
Que ya no tienen lágrimas mis ojos. 
Ni concetos de amor mi pensamiento* 



48 RIMAS 

Al baño de ios JSTinfas Aloques^ 

Una morena y otra blanca dama^ 
Siendo' por sus riberas y malezas 
Manzanares la tabla destas piezas. 
De su breve cristal hicieron caam: 

La escultura en las dos era de fama, 
Compitiendo colores y bellezas. 
Si bien de dos iguales gentilezas 
Mas la blancura se apetece y ama. 

En esta clara y fácil competencia. 
Un galán que pasaba por la orilla, 
Dixo por sosegar la diferencia: 

Buenas entrambas son á maravilla. 
La una de jazmines de Valencia, 
La otra de polvillos de Sevilla. 

Encarece el Poeta el amor conyugal de este 
tiempo. 

Fugitiva Euridice entre la amena 
Yerba de un valle por la nieve herida 
Del blanco pie de ún áspid escondida. 
Pisándola clavel cayó azucena : . •; 

Lloróla Orfeo, y ala eterna pena • 

Baxó animoso, y con la voz teñida 
En lágrimas, pidió su media vida. 
Asi la lyra dulcemente suena. : ^ . . . 

La gracia entonces con tremendo labio 



DB BTAtOÜII.t,OS. 49 

jPluton concede al conyugal deseo 
Bef^márido más músico que sabio: ^ 
En fin sacó su esposa del Leteo; 
Pero en aqueste tiempo , hermano Fabio« 
¿Quiéti te parece kü que fuera Orfóo? 

Di la buena cosecha de Poetas , co^f^nu al pro^ 
nóstico de los almaríakes. 

'A Baltasar Elisio de Medinilla. 

* * ' '^ "* ' 

Si de Poetas la abundancia áf^uébas. 
Elisio, en nuestro Hispánico districo , 
A los pfanes y peces te remito, ' - *. ^*- 
Si no sabes el núthero que llevas/ ' * 

Año de brevas y^'de malas nucívás ^ 
Nunca le veas, tiene el vulgo ¿ácfíto. 
Mas cierto Matritense inanuescilto ^ 
Dice Poetas 4 donde dixo brevas: 

¿Piensas que alguna, en tantos i 4a^cáinpafia- 
Podrá cantar de Marte en las agenas. 
Con las banderas de la invicta España ^ 

Las. naves contra Holanda '^-^tííeá llenas? 
Pero de íal acción te desengaña ' - ' 
Sobrar Poetas, y faltar Meceriaí/ ''' 



Tom. Xt 



5Q RIMA-» 

Quejase í V^ms el Bqeta con m poco deimm 
seso que suele. ¡ ; ^ \ 

Luciente :tótrella, con quien nace el idiítv 
Que el escuro crepúsculo interpreta. 
Alma Venu^ gentil, luz que sujeta .:>.:. ^ 
Quanto motUl naturaleza cria;. 

Dulce dispara á la enemiga mia 
Flecha s.!ílU en forma de con(ieta, 't . 
Así de trino estés con el Planeta, 
Que parece Español en la osadía. ' 

Si sales^éi ,1a; tarde enelSafiro,^ i ; ,( 
, Purpúreo ya , si a| alba en oro y grana, - 
Siempre me \%s en uii mortal suspiro: . 

¡O dul^jj^sta del cielo envidia immana í 
Pues siempre al lado de tu sol te miro, 
Xu á mi ja/ñas. al de mí hermqsa Juana. 

jPándak Á filfa dama un anillo que sek^abia 
caidoé 

Este q¿uei en el jardín de vuestra cara 
Zéfiro artificial, tenipló la rosa, 
Rosa donde yQ ftti^ra m^rJpo§a, 
Si Venus Licenciados transformara: 

Este padre del ayre, en cuya clara 
Segion , tanta cometa luminosa 
Sale encendida de la luz hermosa. 
Que de esos ojos el amor dispara^ 



DB Bim<mfLLOg. ^1 

Pongo en mt frente, y doy áf nuestra pura ^ 
Nieve con el debido acataiAiento , 
Con que podéis v^eííora, estar segwát 

Que no os podrá faltar éste elemento. 
Ni faltara jamas "Viijestra hermosura. 
Si fuera el tiempo, como soy el viento. 

Juntábanse en tina casa á murmurar de los que 
sabían^ mirtos nombres gue no saUan. 

Cubre banda de páxaros difusa 
Torre de Iglesia, ó chapitel de quinta^ 
De negra baña las pizarras tinta 
Máquina chilladora circunfusa; 

Pero al primer rumor de voz intrusa, 
Quando mas el pirámide se pinta. 
Partiendo el ayre de volante cinta. 
Con descompuesto error huye confusa. 

Asi cubren, Leonel, los» detractores 
Tu casa en rudo son, y los espanta 
La voz de los canoros ruiseñores: 

Chillen en tantd, pues, (jüelos levanta 
El rumor de las aguas y las flores,' 
Para aplaudir que Fíloméiía eanta« 

Que no ha^ ttmediq contra malos vecinos^ 

Truxo un galán de noche uína brilesta ^ 
Al sitio en que á una dama requebraba, 
Con que de su ventana retiraba 

Da 



Una Tecina, ea juchar, molesta: f 

Entonces ella lina caMefa puesta 

En la cabeza, volvió á ver si , hablaba; 

Tiraba el caballero, y resonaba 

En el herido cobre la respuesta. 
En carros, db'xo el Momo. {peregrino» 

Que las casas debieran fabricarse, 

O. como son portátiles al Chino: < 
Q\ie á quien le conviniere recabarse. 

De lengua y ojos de un traydor vecino, 

Ko tiene mas remedio que ^ilid^rse* > ! 

Desdenes M Juam^ y quejas del Boeta. 

Si digo á Juana, quanto hermosa 6era, 
Lo que la quiero, ingrata corresponde; 
Si digo que es mi vida, me resfponde. 
Que se muriera, porque.no lo fuera: ' 

Si la busco del ^tp ^n la ribera. 
Entre los verdes álamos se esconde, ' 
Si va á la plaza y la pregunto ¿á donde? 
Con la cesta me rompe la ;nollera. 

Si digo que es la hermosa. Policena, 
Dice que miento, porque. no es Troyána, _ 
Ni Griega, si la igualo con Elena: 

Eres Hircana tigre, hermosa Juana; * 
¡Mas ay ! que aun para tigre no era buena^ 
Pues siendo de Madrid^ no fuera HirMna*^ 



DS ByitGUIf.LOS# S3 

^M nacimien0q del Príncipe nuestra señor. 

Sin pagar. nweve meses de posada 
Salís á España, hermoso nifío Austrida; 

Y con tener K bolsa proveída. 
Según afirma una comadre honrada : 

Mas no quieren que della gastéis nada, 
5in(X que ht tengáis tan recogida. 
Que dándoos Dios dichosa y l«ga vida, 
Casado la gocéis bien empleada: 

Indias y amores os ofrece España, 

Y yo os (ífirezco á falta de tesoros 
Un caballito, reguero y caña. 

Con que podáis después, no digo toros. 
Que siendo Cérlos , es su propia hazaña. 
Correr los gallos, y matar los moro3. 

]/íl corto premio dé un amigojuyo que te merecía. 

Pobre y desnuda vas filosofía, 
Dixo el Petrarca ; luego siempre ha sidos, 
Pabio, la ciencia en miserable olvido 
Desprecio d« la humana Moniírquía: 

Llorad la vuestra, que la inútil mía 
Ni aun el nombre merece que ha tenido; 
Olio, tiempo y estudio habéis perdido,^ 
Tales efectos la esperanza-criar.* 

Dicen, quando en los males no hay mudanza. 
Que la paciencia es- paemio de la ciencia: 



g4 RIMAS^ 

¿Qué hará, quién por ser premio, no la alcanza? 

Aforismo crujel, cruel sentencia, 
Kccípc para estítica esperanza 
Ayudas de silenck) y de paciencia. 

A una virtuosa ^ pobre y hermosa^ que no quería 
.ser rica. 

Sale á la aurora en verde error, la rosa, 
Y en espinoso manto aumenta el brío. 
Bebe la flor de lis luz y roció <. 
En las hojas de espada mas hermosa : 

No pierde en la confusa zarza hojosa 
La candida mosqueta el señorío. 
Ni por el sol^del abrasado Estío 
La dormidera está menos pomposa. 

Tus rotas galas no te causen miedos. 
Puesto que hermosa y pobre al mundo espantes, 
Que tu virtud no ba menester enredos"! 

Porque eres, Flora, tu coftio los guantes. 
Que cortados con arte por los dedos. 
Por lo rompido muestran los diamantes. 

A una señora manteniendo un torneo con otras 
damas. 

La que venció desnuda", agora armada 
Venus gentil ,*bordado^el tonelete • 
JDe corazones de oro, y el copete 
Preso del pabellón de la celada; 



Cupido por padrino de la entrada 
A Juno y Palas mantener pronnete, ' 
Que el premio de hermosura le compete 
A tres del freno y cinco de la espada. . 

Palas sin mas respuestas ni preguntas 
Con paso ayroso la palestra á dentro 
Se opuso armada de aceradas puntas: 

Retumban caxas de su esfera al centro. 
Tercian las lanzas, y las rompen juntas: 
¡Quién fuera valla de tan dulce encuentro! 

A una dama roma y fria. 

Contaba, Clori, ayer un estudiante, 
Que Hércules os hizo la mamona^ 
De ctiya hazaña el bárbaro blasona. 
Como $1 fuera trompa de elefante : 

Que de veros tan frígida me espante^ 
No me puede negar vuestra persona } 
Pero no' diré yo que fuistes mona, 
l^or mas que me lo pida el consonante* 

Ninguno coa razón en vos se emplea. 
Calva sois de nariz, y asi no toma 
Nadie vuestra ocasión por mas que os vea. 

Nacistes cuervo, y presumís paloma. 
Muchas faltas^ tenéis para ser fea; 
Pocas gracias tenéis para ser Roma. 



,56 ^IMA»' 

DixoU VM dama equipara que ^stribU 3U^ 

paratisl . • ^ 

La locura del mundo me defieMde» 
(Que del estudio la virtud estraga) 
Que la objeción^ Lucinda, satisfaga. 
Culto me vuelva y el estilo enmiende: 

Si escribo veras, nadie las entiende} Z 

Si burlas, vos decís que no las haga; 
Si alabanzas, ninguno me las paga: 
¿Pues qué. tengo de hacer, si todp ofende? 

¿He de quedarme Bachiller en Alies, 
Sin que, halle estilo en que este humor consuma, 
!^}acido en quartajuna, aciago un Mart!e$? 

Mas sí escribir es fuerza que presuma. 
Écheme el dios Apolo á aquellas pai'tes, 
A dc^e xñ^ se sirva de mi pluma» . 

^c ■ ^ ■ ■ . ' , 

Responde el ^peta í un elogio que seMto en Ruma 
a si^mmru fingid y habla de veras ^por^ 
^: que enia.mmrie no hay burlas. 

La fama que del^Tibre á la ribera 
Ele_ letjguas de mi muerte mal vestida, ■ 
Paulo, llegó, parece q^e^iinjgida 
Me ensefja á prevenijp 1^ verdadera; 

Atmque jamas pensé que ser pudiera 
Mas dichosa mi muerte que mi vida. 
Si á vuestro sol en fénix convertida. 



Con nuevas plumas renacer espera. 

La envidia que mis años, como espuma. 
Ir á la playa de ola en ola advierte, 
Ko es mucho que ya muerto me presutxia. 

Dichoso yo , pues me mató de suerte, ^ 
Que puedo oir de vuestra docta pluma. 
Después de muerto , elogios á mi muerte. 

Desmayóse una dama de ver un ratón ^ y haHa 
con il el Poeta. 

Vete á roer legajos proccs|aIes, 
Fiero animal, ó versos de Poetas, 
las^ cartas atrasadas de estafetas, 
O las cuentas de sastres inmortales: 

Destruye las despensas íigónalcs^ 
O las £armacopólicas recetas, 
Y si otra vez á Filióa inquietas, 
Fulmínente sus ojos celestiales. 

No halles queso, bullicioso y triste, 
Caygas en ratoneras de lacayos. 
Si celada de gatos no te enviste ; 

Pero también te debo en sus desmayos, * 
Poder liiirar al sol, quandb volviste 
Kievft las rosas y cristal los rayos. 

A una dama tuerta. 

Habiendo hecho en ti naturaleza, 
Julia, el o)o derecho tan pejfeto. 



58 RIMAS 

Juzgó que era bastante, ó fué defeto 
De no acertar á darle igual belleza. 

De Antígono pintó la gentileza 
Puesto de un lado aquel pintor discreto; 
Yo como necio alabo lo inperfeto. 
Que no supe tener tanta destreza. 

Las partes que en turostro se desean, 
¿Qué lunar pudo haber que las deshaga? 
Que tal vez los defetos hermosean : 

Mas quando.á la objeción no satisfaga. 
Basta que en el matar iguales sean. 
Como quien, riñe con aspada y daga. 

Enójase con ti amor ton mucha cortesía. 

Vuesamerced se temple en darle penas^ 
'Señor amor, á un hombre de mi fama^ 
Que si quiso Aristóteles su dama. 
También le desterraron los de Atenas: 

Malas comidas y peores, cenas, 

Y como calle pasear la cama, 
Súfralo, amor, un toro de Xarama, 

Que ya no es tiempo de templar Ximenas. 

•Mande Vuesame'rced, sefíor Cupido, 
Que Juana me respete como debe, í 

Y valga el Montañés sobre, raido. 

Si los paños Qie manda que^le lleve, 

Y alguna rosa de sps labios pido, 
Quanto fuego le doy, me trueca á nieve. 



sx BtmevlLLos. 59 

la pulga faísamtmi atntuiáa á Zcpi. 
» "» • 

Picó atre^do nn átomo viviente 
Los blancor pechos de Leonor hermosa, 
Granate en perlas, arador en rosa. 
Breve lunar del invisible diente : 

Ella dos puntas de marfil luciente 
Con súbita inquietud bañó quejosa, 

Y torciendo su vida bulliciosa, 

Sn un castigo dos venganzas siente. 

Al espirarla pulga, dixo, \ 2Ly triste! 
I Por tati pequeño mal dolor tan fuerte? 
¡ Oh pulga vdbce yo, dichosa fuiste ! 

Deten el alma, y á Leonor advierte. 
Queme dexe picar donde estuviste, 

Y trocaré mi vida con tu muerte. * ^ 

Qu^ase de que le aborrece Juana hablando comb 
Astrólogo. 

Si en la parte duodécima tuviera 
De los peces la luna , Juana mia. 
En dignidad de Venus aquel dia. 
Que vi saliendo áluz, la luz primera: 

Y tu en la misma, indisoluble fuera 
El amor de los dos; mi suerte impía 
Te dio a Saturno, con que heladia y fria 
De tu rigor la causa persevera. 

No digo yá qjlie fuerzan las estrellas» 



6o nwfA*: 

Que inclinan digo; pero tu no quieres 
Por tu elección, ni pprque inclinan ^\\aB, 

I Amor, qué se ha de hacer de las mugeres, 
Que ni vivir con ellas^ ni sin eUdf^ - :. 
Pueden nuestros pesares y placeres ? - 

jí una dama que le pregunta quhxiempo corrió 

El mismo tiempo corre que solía, » 

Que nunca de correr se vio cansado; 
Deciros que es menor el que lia p^sadoi 
De mas> de necedad , vejez seria 2 ^ 

O mayor ó menor , hay noche y dia» 
Sube ú declina^. Filis, todo estado. 
Dichoso el rico, el pobre desdicl^do. 
Con que sabréis qual fué la estrella mía. 

Hay pleytos, y de aquestos grande sumai» 
Trampas , mohatras, hurtos, juegos, tretas. 
Flaquezas al quitar , naguas de espumas. 

Nuevas, mentiras, cartas, estafetas; 
Lenguas, lisonjas, odios, varas, plumas; 
Y en cad^ calle quatro mil Poetas. 

Burla vengada. 

Mintió Juanilla entonces, como agora: 
Ella me abrió, lo que me dixD callo. 
Metióme en un corral, donde no hallo 
Ni aun la esperanza con que entré á deshora: 

Vuelva de amor la mano vengadora 



Por este Licenciado su vasallo, 

Biies ciii»%'¿ie«^¿a«lljiiíB;i»n ^r gallo, V 

Huerta de riisa me mb^it aurora. 

Mas yo que ya la burla conocía, 
Pesquele,óos'!di&ras-dc?tiii«5- tinajas, f 

Vino, y,abriómeal comenitaK el día. q 

Mas no sé^sii'en la;^haría'^e(airetit9jas,. 
Que del motl- {Pagador ^ Juanilla miá,: 
Mejor es en gatunas ,i que bo^ jen pajas. 

A un ggifíffhh :á ^'un dabu ^d comer una dama 
con la bocO'^^^hJhíím^f' honestidad U 1 

jQuién té d^ tántá^fchá y t!)Sttd¡a •, • ^ 

Queden* fe de las pintadas pininas ' oses 
jLlegar, xUguero , dón^e eí pi^o enfóaies 
En las rosas que aínor enciende y cría?' - 

Confieso, paxarillo, que no habia 
Creido la coniida de los dioses , 
Mas ya- que eii ti la he visto, ansi reposes, 
Qoe envidio tu ventura, y su ambtosia. 

Bebe eel cristal que entre el clavel te espera. 
Come en el plato n\a8 hermoso y rico. 
Que abcld en rosa, y jazmin la primavera: 

Pero que no te fies te suplico, 
Queá un-tíempo te dará la hermosa fiera 
Fuego en el corazón, y agua en el pico. 



6a mrimas - 

Enó)^ con $1 pirare^ pofffi^ lía jntiiS U^ 
,=. Ungua. . : r^' ' y^ -: '\ 

Desnuca los esmaltes de sÜéaérá^j i. :r I 

Y el paño pardo de. tos plumas lüstet: ^ 
Vill^nof gorrión ^rqitt ingrato fuiste ^' ^ 

A tal piqdád^ryicoiDÓ ingratg .fiecort i -^ ;:'C 
^ En v^ de agradaiido y Usongero /: i- 1 
Éntrelas perlas el clavel mordiste. 
Flecha de amor ^ \é d^iligno de jcubtísifr i' : . . 
El baxo ser y eluatur^íl grosei;o, : 

Haga de ti con .un .aMr sangriento 
El águUa de Júpiter justicia 
En árboliren tejado d: ^11 el vietit94 > ::^ 

¡ Mas ay ! que.«s ta^l 1^ cienci4i y la codicia 
De tu siesnpre lasciva.pensaipieoto. 
Que pienso que fiíé amor^^ y no malicia! 

Que desfavorece la patria los hijos prúpiús cóM 
él exemph del ixcfleiují ¡Camoes. 

En esto de pedir, los ricos, Fabiio^, 
Saben muy bien las enes y las des, 
Porq^ue por mas que la grandeza loes^ 
lío topa con su altura mi astrolahioii 

Con ser divino, q.üe llegar aliabio . . 
X No tuvo el fénix Portugués Can^oes^ ; 

Y envuelven su cadáver en aloes, 
Después de muerto contra tanto agravio. 



DK mjfmvosLos. 6^ 

Con dos laureles fhé tan itnfJortena 
De espada iy pluma su contraria suertes í 
Que no le dio favor persona algtana/ í : 

De^id (.si algún filósofo Id advierte) i . .' 
i Qué desatinos son deJa fórtunai > .: 
Hambre^ enla vidav y marmol en la muerte? 

i/í los ragnoBos ^dBpaaUaíy escritor deisatiras. 

^i :f::' . b ^:.[> !v ^ ■ ...;:< i>' '»í» »* 

Sefiores Espafkrfcs í¿xp<é Je hicistes ^ . > 
Al Bocalino 6 boca dehinificTho^ .> .» q2s hl í:'I 
Que con la espada y militar gobierno 
Tantavi>casion*den5irmiKrar le* distes?/ - 1 

£1 alba con que siempre amanecistes 
Noche quiere valver^de^escurd invierno, 
Y aquel Gonzalo ysu laurel eterno ' 
Con quien á Italia y Grecia escurecistes.; 

Esta frialdad de Apolo y la estafeta 
No sé que tenga tanta valentía. 
Por mas que el decir mal se la pro^ietaj 

Pero sé que un vecino que tenia, - 
De cierta enfermedad sanó secreta. 

Poniéndose un raguallo cada dia* 

•> 

Éesponde un amigo qué sentia qut haHan tan 
mal di España. 

Burguilios, el raguallo no me ofrece 
Tanta, seguridad , ni os la permito. 
Que la lengua en que viene el libro escrito 



64 RIMAS 

Peligroso remedio me parece : 

Con poco y vil estudio le acontece 
Difusa fama al sátiro delito^ 
Yó al bi^n hablar los hombres la remito» 
Que todo lo demás no la merece. 

Los que no: saben escribir en ciencia» 
Por la sátira van hada la fama. 
Que nunca le. faltó correspondencia : - 
Aunque tiene tal vez el que disfama» 
Con ser para la freiWeidiligéai^ia, '• * . ' 
En las espaldas der laurel la^rama. ^ 

La necesidad en las mugeres es discuta. 

Pendope dichosa , no disputo. 
Si fuiste casta ó no, porque tenias 
Muy gentiles capones, que, comíais 
Mientras faltaba tu marido astuto. ^ 

Las tocas baxas, y el funesto* luto 
Dexacla falta de comer dos dias: ? 

¡ Dura necesidad, que si porfías 
Será traydora Porcia al mismo Bruto ! 

Las mugeres son t das principales : 
Si alguna su valor y ser desprecia. 
Necesidad la obliga á casos tales. 

No estaba pobre la feroz Lucrecia, 
0"e á darle Don Tarquino dos mil reales» 
Ella fu^a mas blanda y menos necia. 



DE BÜRGUltLO^. ^ 6$ 

Escribe á un amigo el suceso de ufia jornada. 

Claudio , después del Rey y los tapices 
De tainto grande y forastero íncautq , 
No tieire la jornada 4 ver el auto. 
Que te pueda escribir que solenices : 

Fué todo cortesanas meretrices 
De las que pinta en sus comedias Plaúto, 
Anduve casto , porque ya soy cauto 
En ayunarlas , ó comer perdices. 

Ya los ventores con el pico al norte 
Andaban por las damas circunstantes. 
Que al recibir las cartas se da el porte. 

Partióse el Rey, llevóse los amantes. 
Quedó al lugar un breve olor de Corte, 
Como aposento en que estuvieron guantes. 

A una dama que comía ceniza y sal. 

¿No siendo fénix, qué imaginas, dando 
Ceniza al corazón en que se queme? 
Si eres la Reynatu, consolaréme. 
Las de su muerto esposo manducando: 

Pero Lisena, quien se va salando 
Con prevención , alguna cosa teme. 
Que á la mejor oveja, aunque se estrehíe, 
La da sal el pastor de quando en quando. 

Memoria es bien tener del Memento homo; 
Pero viva anticipas la: ceniza, 

Tom. M £ 



66 ^'WAS. ^ 

Y con la sal te volverás solomo. 

Bien hay4 nii cabana (aunque p^jiga);. 
< \ Donde por Pasqua garrovillas como, 

y por Carnestolendas longaiiiz^.,:, ,^ ,, 

^ un Poeta rico^ que parece impofibU. 

La rueda de los orbes circunstantes. 
Pare el veloz prlniero movimiento, 
Déxese penetrar el pensamiento. 
Iguálese la arena á los diamantes. 

Tengan entendimiento los amantes, 

Y falte á ía pobreza entendimiento. 
No tenga fuerza el oro, y por el viento 
Corran los Africanos elefantes: 

Blanco sea el cuervo y negros los jazmines. 
Rompan ciervos del mar los vidrps tersos., . 

Y naden por la tierra los delfines. 
No sufra la virtud casos adversos, 

Den los señores, hagan bien los ruines. 
Pues hay un hombre rico haciendo versos* 

Que sienten mas los ricos la muerte que los pobres. 

Compuso un sabio (cuya pobre suerte 
Apenas toga concedió raida) 
Un libro en vituperio de la vida, 

Y dos en alabanza^de la muerte: 

La muerte que infamarse siempre advierte. 
De tanta exaltación desvanecida, 



DE BÜRGüILtOS. 6^ 

Prometióle mostrarse agradecida. 
En darle tarde el virotazo fuerte. 

Que no lo estimaré , te certifico. 
El sabio respondió, ya calvo y ciego. 
Tan largo de nariz como de hocico;' 

Pues por tarde que vengas será luego. 
Promete, 6 muerte, esa tardanza á un rico, 
Que yo ni te desprecio ni te ruego. 

La primera vez que vto la mar. 

Valate Dios el charco ;» el que provocas 
Con verte á helar el alma de las venas, 
Adán de tiburones y ballenas. 
Almejas viles y estupendas focas. 

Cerúleo sorbedor por tantas bocas. 
De mas naves que vio tu centro arenas^' . 
Teatro eft quien oyó trágicas scenas 
Sentada la fortuna entre estás rocas. 

Tu que enseñaste al Draque, á Magallanes 
Lo mas estrecho de tu campo oblico, 
A pesar de sirenas y caymánes: 

En España nací con solo el pico. 
Cansado estoy de traginar desvanes, 
¿Dime por donde van á Fuerte-Rico? 

Que no es hombre el que no hace bien í nadk. 

ÍDos cosas despertaron m¡^ antojos 
Estrangeras, no al alma, á los sentidos. 



68 KTMÁS r 

ÜVIarino gran pintor de los oídos, 
Y Subens gran Poeta de los ojos : 

Marino, fénix ya de sus despojos. 
Yace en Italia, resistiendo olvidos, 
Kubens , los héroes del pincel vencidos. 
Da gloria á Flandes y á la epvidia enojos. 

Mas ni de aquel la pluma ,' ó la destreza 
Deste con el pincel, pintar pudieran 
Un hombre, que pudiendo á nadie ay.uda: 

Porque es tan desigual naturaleza, « 
Que quando á retratalle se atrevieran. 
Ser bombreó fiera, les pusiera en duda. 

Que amando no ha^^ dificultad. 

/ Carbón me pide Inés, que la criada. 
Dice, que se le fué con un lacayo 
Medio Francés, entre bermejo y vayo, 
Del caballero de la ardiente espada. 

Si me pidiera lumbre, la abrasada 
Troya del alma le prestara un rayo; 
Pero carbón , por Dios que me desmayo 
De ir á la tienda , la sotana alzada ; 

Pero pedirme fuera mas cuidado. 
Que asar con él , perdone la sptana, 
Perdone lo escolar, perdone el grado. 

Todo lo puede amor, todo lo allana,- 
Pues Hércules se puso rueca al lado» 
Y Júpiter las naguas de Diana. 



DE BüRGUIIXOS* 69 

Que los libros sin dueño son tienda y no esiuMó. 

Fabio,. notable autoridad se saca 
De escribir el autor por damos mueca; 
Que sacó de su propia Biblioteca 
La historia de Charlin y Tacamai^: 

Articular humana voz la urraca. 
Es como remojar la arteria seca. 
Porque es llamar al guante Quiroteca 
Esto de biblipte.a óbibliotaca. 

¿Qué libraría de Girador Hispano? 
¿ De Senador Juris-consulto grave ? 
¿Qué fénix Escurial? ¿qué Vaticano? 

Por libros quiere Persio que le alabe, . 
¡O misera ambiciort de aplauso humano! 
Que libfcr es el que enseña, no el. que sabe. 

i4 íuis f^elez áe.Guevarú^ del cérdito que tienen 
bs ixirangeros. 

¿Qué Tomé de Burguillos me llamase, 
Pudiendo yo llamarme Paulo Emilio, 
Trujana \ Otavio , Regulo ó Marsilio, 
Qué el crédito al valon anticipase^ 

¿Qué mi estrella fatal me destmase 
(Aunque no fuerzan) sin humano auxiltOf 
if del Parpaso el prcw^incial concilio 
A ser Tomé, sin que jamas tómase? 

Luis Velez^ un Leus tuvp Sevilla 



jrÓ í KlVtA9 

Pobre ingeniero , que después ftié rico. 
Mudando el nombre (¡estrafia maráüllá!) 

Si Luis fué pobre y rico Ludovico, 
Mudémonos los nombres de Castilla, 
Vos Liídovico , y yo Burguitomíco, 

Venció una: dama, córmaa^ ' a otra ' que. presumu*. 
haberla cencido Jtíante de sus Ma-^ 
' ' geftudes.. . . - 

A breve vida exálaciohsttjeJia^ 
Plaza de estrella presumió atrevida, 
Y volando en apl^uáos encendida, 
Risa del-ayre feneció <ometa : ^ 

Ta'Fenix, tu Leonarda,'tü'per£eta 
Luz de la ^acción y de los Versos vida, 
TriunfestQ ilusti^e al firmamento asida, /* 

Que por estrella fixa te respeta. 

Vuehe después de dantas tempestades* ;^ 
Sol del Teatro, mas hermoso en ellas, • 

Desengaña las altas Magestades. 

Y, sepan las que j^isas y atropellas. 
Lo que va de mentiras á verdades^ • ». 

Que hasta salir el sol fueron estrellas. 

Decía una' dama que ne hallaba & iqiáek Querer. 

Entre tantas guedejas y copetes, ' 
Tantos rizos , jaulillas y vigotes , 
Entre tantos ilustres Lanzaretes, 



Reservando gualdrapas y bonetes: 

Etitre fanto¿ sombreros cá|)acetes, 
Ambares, negros, rubios, achiotes. 
Lampazos , ligas ; ciíérjjds i Chamelotes, 
Peones de arm'as, dej^Wlin' ginetes: 

Entre tantos que '<^a"ri' eí'fíico al viento, ' 
Qué a que' los 'f ueguén por tlrideza esperan, 
¿No halláis á'qu¡eh'güéVér?/¡estraño cuento! 

¿ A tantos Vuestros ójbs vituperan t 
Señora id no tenéis entendimiento, 
O vendfeis á^guerer qtiando no os quieran^ 

' A una dama que í todo respondía zape. . . 

• Del alma, ó' Lidia, son (6 cuerda 6 loca) 
Las palabras espejos y Retratos; ! - 

Tanto á la lengua írnportán lols récafós, 
Y á quien mayor obligación le toca : 
^ Qiíé ¿óstumbre tatí bárbara os provoca 
Entre tantos Natósos y Patratos? 
Pienso que todos os parecen gatos. 
Pues nunca ós falta el zape de la boca. 

TojÍQS murmuran zapé tan grosero. 
Aunque por gracia algún galán le escape, 
De tahtos que traéis al retortero; , " 

Pero porque bejpr se encubra ^tape, ' , 
Haced que os den un gato de dinero, ^ 

Que con el miz Olvidareis el zape. . 



^a - RIMAS 

A UM dama que criaba un cernícalo^ 

Filis, verte cijiar ün ave admira 
De tah poco y^íqy,, y.flue te fajte r 

Un pardo azor, ^n^np^e gerifalte, , 
Que se pierde en. ¿1 , cielo á qujen le mira:^ 

C^zar con un cef n^fcalo retira 
íu grave honor !de su primero esmalte, . 
Una urraca es mejor, cjue parle y $^lte, , > 

Y ope puedas llamar Sancha Ó.Elvira. . ^ 
Dirás que urracas te parecen suegras, 

Y que en la ca25a de tus m^nos francas. 
Mejor con un cernícalo te alegras. 

Cazad los dos, pue§ no las tienes, mancas t 
El paxárillo con Tas uñas negras, 

Y tú las bolsas con l^s u^l^s' blan(;as. 

Conjura un culto ^ y haUan los dos, df medié 
\Soneto ahaxo. . -j 

.f 
Conjuróte , demonio culterano, , . - 

Que saljgasde este mozo miserable. 
Que apenas satle habíar ( ¡caso.notahlel> . v 

Y ya presume de Anfión Teb^no:, ^ 
Por la lira de Apolo soberano 

Te conjuro, cultero ¡nex6ral?le , 
Que le des libertad, para qpe hable 
Hn su nativo idioma Castellano. 

¿Por qué me torques bárbara tan mente« 



Que Cultiborra-7. Brindalín tabaco, 
Caractiquízan toda jntonsa; freiste? 

Había Chrjstíana, perro.,. Soy. Pplaco.... í 
Tenedle que se va*« no me ates^... tente;*» r 
Suéltame... aqui de Apolp... aqui 4e Baco. 



íescriie ti. ría de Madrid en Smüo. 



I 



X 



r 



¿M^s,^ro]^^]uaiiares, n9 teb^Sria 
Todo jcl afío sufrir tanta, fregicma,^ > r 

Tanto lacayo, y pa|[e debaloija, ; f j 

Tanta ropa servil, tanta canasta ? 

Agora en JuUo tus riberas gasta 
Tanto prestado coche, tanta dona. 
Que la que peca; Abril, Julio xatooftv -r- 
Cáfila mas altiva y menos casta». . ' 

Escupe r^yos.de león la ira . ,, ; ^ -:? 
Ferqz, aunque, de Alcide^ fué despojo, ^ » 
I^ ardiente jaxena por humor suspira: 

Mas como él rio es viejo, y süi antojo, ., [ 
A su primera f\iepte se retira, r /^ 

De ver tantas pescadas en remojp. ri 

'a un, a>che ,de damas feas que iban al s^otp^ 
y habla con et cochero j¡ot m.hahlar^ -^ 

. con ellas. . , . 

• * ■ ' . [ .. 

jÁ dónde; llevas, infernal cochero, :;/;r 
Esa de suegras cáfila enemiga?' 
I De qué Scitia cargaste, infame auriga ^ 



3}^ ^ * RIMAS '"^ 

Tanta ser^jléfttt, y basiíiséo 'fiero ? 

Si desgracia; si imperio, si dinero. 
Faetón de -Trasgos , á llevarte obliga 
Tanta' fiwa<:ru^P, que amor maldiga, 
No* eres cochero ya, slno"Ieónero: ^ 

Para, Carón te de infernales barcas^ 

Y no lle^es-'&í Sotó , ni álas^ huertas ' 
Tarascas, muertes, cocos, tigres, parcas: 

Que si-éh-4r á las islaílte conciertas,;' 

Y en Amsterdám de Holanda desemlbárcaá,^ 
Con tales sierpes quédarárl i desiertas. *'^ " 

■' ' ' jÍ Un maldiciente. *-' ' 

Bicarai*; Squandb ' salgas -de esía. vidai' - ' 
Tu lengua y^^lüriía de VeMadés llenas '' ^ 
Se volverán d($¿*' blancas a¿ücéilás, '' _ 
Que H^ncaNH' cíelo de pfeniíar se 'olvirdk:' '■ 

Como tíenéis la' honra tari' pétdída i ' ; / * 
Envidias y fíérsígues las ágenas,' 
Naciendo de saber su nombre abenas,' ' ' 
El ser de tantas honras' hólmici'd'a;'' 

A todos por qualquiera jiifieria 
Hf andaba un gran señor dar gran dinero^; 
Porque jamás Mero visto liábia.^ ^ 

Lo mismo de tuMenguá con^dero. 
Que quien sabe que es honra, no podía 
Tenerla en' J)ocb , ¿í la vió primero. 



DB SüRGüILLOS. jf^ 

Intento el JPoetá ausentarse para olvidar^ y no 
le aprovechó el remedie^ con que parece \ui -^ - 
hahla de veras. - *• '^ 

Eíi la Troyia íi>téríor de mi sentido 
Metió iin caballo amoi* con graih secreto» ^ 
Parto de mas soldados , solo á efeto 
De Verme éftsalámáttdl'a convertido: 

Salen á medianoche, y -al ruido 
Despierta el alma al corazón inquieto» 
Y fugitivo yo' de' tanto aprieto * 
Entre la viva llama emprendía olvido. ' ^ 

Mi padre al hombro (que es^ mr ingenio) intento 
Buscar álguft remedio á tanto estrago^ ' ^ * 
Embarcado en mi propio pensámieftto ; ' 

Pero poctí mis daños satisfago, ^ ^ ''* . 
Pues con mudar de patria^ deélemeñtX),^ -^ 
Me vuelvo á Tro^a, poífque *no h1ay Gártíag^. 

Habla' duende en una casa y ^^müneéo preñaría 
' tina doncella. > * ^^ 

Siete meses. Filena» son- cumplidos, 7* 
Que este espíritu malo se delíeñd^'; ^ 

No vos del mismo á vos, por mas que enmiende 
El cuidado á los ojos los vestiéd^í^ 

Dispútase por hombres etkendidos. 
Si fué de los caidos este duende, 
O vos la qué cayó ; sino^ Se-éritíénde* ^ 



5^.6 RIMA$ /- 

Que sois los dos espíritus caídos. 

. Entre tantos conjuros he notadd, i. 

Que espíritu sin carne no podia 
Seros tangible á vos, si os ha tocado. 

No le conjuren mas, Filena mia^ 
Porque aunque eiste se raya v ^^ que ha dexado 
podra sustituir la duenderia. . T 

y, a(;aba áprn^^dq* 

Digna será d^ yp$, sefior Cupido, 
Digna stvk de vos tan alta hazaña, 
f^antatS nieves en nú, ¿soy yo m^ntaiSa? 
Herid ^ Juana^, pues me habéis herido: 

No quiero exemplo contra tanto olvido 
De Daphne en taviro , y de Siringa en cafia. 
Sino que casta la tostel^ castaña 
AX blando fuego de mi amor ps pido« 

Mas Vitoria es la seda , el oro y randas, 
Quedtar á vuestras armas poi; despojos ^ 
Estas mis escola>?es sopalandas: 

Y tú, pues, no te duelen mis enojos, 
Juana cruel, qpe en cinco puntos andas^ / 
Caigas, auuquer tropiece?, en ipis ojos, 

A un amigo 4el Foaa que. iba fuera 
de buena ^a^a. 

Galan^ dje . verde yají , hermano Alcyiq, , , , 



BE BÜRGVltLOS. ^7 

Páxaro mudas, bnenas dichas .háyias. 
Pues con lo verderón te apapagayas. 
Notable comiston , bravo camino. 

Bien te parece el tra^ montesino 
Para entre cabrahigos , y altas hayas,* 
Vuelvas mas alto, aunque también lo vayas. 
Que Lanzarote de Bretaña vino. 

Como un Orlando vas determinado. 
Lo verde. es esperanza, no se piei'de, 
Y mas en los que viven sin cuidado: 

Pero dice que vas , quien siempre muerde» - 
Mas que para galán, para guisado. 
Porque pudieras ser carnero verde. 

Casóse un galán con su dama , y después 
andaba zeloso. 

Puso tan grande amor ( si amor se llama )' 
Un hombre, aunque no fué de los Catones, 
En una gata, en perseguir ratones 
Décima de las nueve de la fama; 

Que á Júpiter, teniéndola en la cama, 
Porque fuese muger dio tales dones, 
Qu«,4 fuerza de promesas y oblaciones, 
Júpiter la volvió de gata en dama: 

Estando, pues, en el estrado un día 
Pasó un ratón, y apenas la bíslumbre 
Le dio en los o)os, quando fué su harpía. 

¿De qué tienes , Ricardo, pesadumbre? 
Que Cloris ha de «ser lo que solia. 



^8 . RIMAS - 

Por qué es jiatucaleza k costumbre. 

Discúlpase cortesrrienti de no matarse ^ nijepusa 
pof jel p$nsamlentú, 

. Ifybis después de la amorosa que|a 
De aquella su ingratísima señora. 
Hallóle el sol al despertar la aurora , 
f alíllo en la almohadilla de su reja; 

Luego el tronante Júpiter despeja 
Las nubes con la mano vengadora,: 

Y en piedra la convierte, donde agora 
Dentro del mármol se lamenta y queja. 

Bien me quitara yo también la vida, 
Pero debe, señora, reportarme. 
Qué no quedéis pn piedra convertida. 

Y animóme también para escusarme. 
Que aun no estaréis después arrepentida, 
O me daréis mas vida por matarme. 

Castiga amor un mal gusto con un mal empleo. 

Quien a ninguno amó, quando podía 
Tantas veces querer quantas fué amada. 
De un mico inútilmente enamorada. 
Su fiereza por ídolo tenia : 

Fatal llegó del dicho mico el dia, 

Y ella de su desdicha lastimada, 

La piel bellosa én pardo hollín tiznada 
Colgó llena de paja en su armería. 



DE BÜROUILLO». J^gí 

¡Qué hermoso salchichon^íqué ^indo emplep;. 
Qué Adonis bello, ó^Capitan rpbustp. 
Sino el mismo retrato de AsippdeQ{< ^ .T 

Mas fué de na querer castigo lusto^ I 

Que fuese un animal tan ^legro.y feo^ : . . í¡ '^ 
El Mico-cosmos de su necio gusto» [ » 7 

la que viene primera no es la m¿fyof iesáiük^x 

Hércules de Alcuniena giganteo t » ? *! 

Ganapán de la Grecia musculoso;, ,: .. >. . J 
Con la nudosa clava el escamoso 
Cuellp deshizo del dragón Lerneoj -. . \ .i. 

Pero sabiendo muchos su trofeo^,,. 
No pudo ser tan presto victorioso. 
Como ^n la muerte de mi a^npr zek)So 
Nuevo principio nace á mi descocí : ./I 

No temo las desdicjias conociida^^ ;, , ,> 
Que á sierpe que produce mas. cabezas 
En dafio propio se le dan heridas::. , .: 

Y mis desdichas son como cereí^aA^. 1 

Que voy por una, y de una et) otra asidas 
Vuelvo con todo un plato de tíistea^as. 

A la muerte de Timosca^ perra de agtkos famosay 
matóla la rueda de un rmli^* 

En esta inútil, si florida huesa, ^ 
Yace Timosca; ó peregrino, tente, , 
Perra , y delfin de agua , cuyo oriente 



ÍOT • RIMAS^ 

Ftóédes/padíré Francés , madre Irlandesa. 

Truxóme á EspTafía belicosa empresa. 
Donde de un golpe ( 6 fértil recipiente) 
Parí ditó y seis hijos del Valiente 
Cardona , perro de agua del de Sesa. 

Mi muerte fué un molino; mas ya creo^ 
Que trasladarme al can celeste ordena 
Júpiter por muger : ¡ qué dulce empleo ! 

Ay de tí. Manzanares , porque en pena 
Haré, si en la canícula mé veo. 
Incendio tu cristal , polvo tu arena. 

A una dama que en un balcón estaba cosiendo 
unos escarpines muy pequeños. 

Con el marfil, que al Africano diente 
Del animal mas sabio desafia. 
Que imaginado como nieve enfría. 
Siendo por éf efecto fuego ardiente: 

En un bakon, envidia del oriente, 
La bella Antandra un escarpín cosía 
Con hilo , que de perlas parecía, 
Y aguja , que al amor flechas desmiente. 

Bien hace, si con él en puntos anda. 
De darse en acabarlos tanta~ prisa, 
Pues quanto quiere, con el pié lo manda. 

Saldrá la aurora con«su dulce risa, 
y amor verá en sus pies con breve holanda» 
Levantarse azucenas en camisa. 



z)B mjKGmuLos. 8 1 

jí la muerte ie un CáH¿lrá.tko^ de Escrituran 

y escribe de,' veras^ ^ ; 



A ti, si maá la eternidad pjudieni 
Que tener 'eiv'$l<Qiisma tu memoria, ,, 
Con imposible exceso de tu gloria , 
Para tu nom&re- más «ternas fuera: 

Quarenta veces vio la primavera 
El vellocino-de? Jason ,» Vitoria, 
En tanto que te dio la sacra historia 
El Magisterio V' y Cátedra primera. 

'Mas ya la. muerte en tu fajbal partida 
Tu vida en igmortal feníx convierte, ; 
A mejoras isstcuplas reducida; 

Para que honrasen de una -misma silerte^ 
A tu muerte la fama.de tu :vida, 
Y á tuí vida laí «gloria) de vtu muerte. 

JTo tiene por Jíombrés los que ^no aman , aunque 
;. íi ' - no lo siente mucho. 

t- ' ' ' ' 

Quien no ¿abe de amor^ viva entre fieras ^ 
Quien no ha querido bien, fieras espante, 
O si es Narciso dé sí mismo amante'. 
Retrátese en las aguas lisongeras : 

Quien en las flores de su edad priitierás 
Se niega á^amor^noes hombre.que es diamante^ 
Pues no lo puede ser el que ignorante 
Ni vio sus .hurlas, ni tendió sus veras. 

Tom. XI F 



84 w 3RLMAS : :: 

Yo no me alabaré, que humilde vengo 
Al jduké yugov amor, de tu cadena v 
Con Sancha Sanchez^;^^ y/con^Menga Mengo. 

j Fuerte vivir por voluntad agena! 
Pues no puedo comer, si no Ití tengd^ "^ 
Ni tengo gusto, mientras tengo pena.\ .. 

Dis^ulpast coni Lope de Vega, de.su estila. 

■'. .: ■ ■"■/ s • .y ' '' 

Lope , yo quiero hablar con vosiile verás, 

Y escribiros en verso numeroso^: > í 
Que me dicen que estai& de mi quejoso. 
Porque doy en seguir Musas- ratearas.! r 

Agora invocaré las verdaderas^ - ; 
Aunque os sea ( que sois escrupukiso ) 
Coq tanta metafísica enfados, . 

Y tantas categóricas quimeras. - .i i. 
Comienzo, pues: ó tú que en lar >i»suefia^ 

Aurora imprime^ ia celeste llama. 
Que la soberbia de Faejton despena. ;..• : * . 
Mas perdonadme, Lope, queme llama 
Desgreñada una Musa de estameña, 
Zelosa del tabí de vuestra fama. ^ - : 

Prosigue la misma disculpan . 

SefiorLope^ este mundo todo es ternas^ 
Quantos en él son fratres, son orates. 
Mis Musas andarán con alpargates^. 
Que los coturnos son para supremas. 



DE BÜRGÜILLOS. 83 

Gasten espliegos , gasten alhuzemas , 
Perfúmenlas con ambaf' los -magnates. 
Mi humor escriba siempre disparates, 

Y buen provecho os ha^an los poemas. 
Merlin Cocayo vio , que no podía 

De los Latinos ser él'srerapre augusto, 

Y escribió macarróniciéi poésia. 

Lo mismo intento, nó teméis disguslto. 
Que Juana no estudió Filosofía, 

Y no hay Mecenas como ^1 propio gusto. 

Quebróse á una dama el espejo guando iba á tO'- 
' car se , y escribe de veras , porque no le riñan. 
Escribe con mucho tiento. 

Si al espejo venís á enamoraros. 
Romperse es fuerza para no ofenderos, 
O porque en muchas ^rtes podáis veros, 

Y él pueda en otras tantas retrataros: 
Si á vuestros ojos no buscáis reparos;» 

No podréis de vos misma defenderos. 
Que el veros tan hermosa puede haceros 
El daño , que resulta de envidiaros. 

La estampa de que fuistes imitada 
Rompió, quando os formó naturaleza, 
Acción de vuestro espejo reiterada: 

Quebrarse fué lisonja y sutileza. 
Porque con ser de vos, ni aun retratada 
Pueda tener igual vuestra belleza. 



>x 



Y 



84 RIMAS 

Reprehende el Toeta los que hablan enflautado. 

Si cumplo con la lengua Castellana, 
Sesolucion diciendo, ¿qué conceto 
Es llamarla análisis, ó á qué efeto 
Tópica á la invención, cosa tan vana? 

Ampliar la lengua propia , es cosa urbana. 
Adulterarla , es bárbaro def^to ; 
Porque su idioma, y candido dialeto 
Con voces peregrinas se profana. 

Las nuevas frases, como al vulgo ocultas , 
De los antiguos términos abstraen , 
Y así el remedio, Fabio, dificultas. 

Unas voces se inventan , y otras caen , 
Pues hasta las mugeres. andan cultas 
Hurtando á las naciones lo que traen. 

Quando heredó S. M. estos Reynos , intento 
escribir de veras. 

Purpúreo Febo despreciando el suelo 
A si mismo fatal se anochecia, 
Quando con plumas de oro el fénix dia 
Previno á España el generoso vuelo : 

^1 peso del Atlántico desvelo 
En dos altos pirámides confia. 
En quien pudo librar su Monarquía, 
Por bien universal, piado^ el cielo. 

Salió de la ignorancia, y los agravios 



BE BÜRGUtLLOS. 85 

El Imperio á la ciencia, y persuadida 
La fama á la verdad doró los labios* 
Hable la guerra, y el estudio pida. 
Tendrán en el gobierno de los sabios 
taurellas armas, y las letras vida* 

Dixo el Bocalino^ ^ue un Español que mató un 
Italiano en desafio^ no traía tamisa. 

Ya, Becolin, que al Español mataste. 
Fiesta que Apolo celebró con risa, 
Para decir que andaba sin camisa. 
Vestido (aunque mentiste) le enterraste: 

A vuestra usanza al Español honraste. 
Que por la banda que al sentarse frisa. 
Honesta de Españoles fué divisa. 
Que en lo forzoso y natural se gaste. 

Si él de tu patria, Becolin, muriera, * 

i Quién duda que el cambray por todo estremo 
ílácia la parte occidental se viera?' 

Mas estimo la burla que la temo , 
Que donde no se ve la oculta esfera , 
No ha menester camisa Polifemo. 

Freguntole una dama , qué era el Aureó 
Numera. 

Quando pensé que os daban mas cuidado 
Las rosas de Guadix y de Granada, 
El Turco de Valencia, la pomada, 



86 RIMAS 

Y de Sevilla el resplandor comprado; 
¿Ricarda , el Áureo Número os le ha dado? 

¿Qué calendario no entendéis, cansada 

De buscar en la letra colorada 

Las fiestas «^ que jamas habéis guardado? 

César le halló, pero la causa ignoro 
De haceros tan curiosa é importuna. 
Aunque' os parezca femenil decoro: 

Que mejor sabéis vos que otra ninguna, 
Hallar por este número de oro. 
La conjunción del sol y de la luna. 

Que unos se mueren para que otros vivan. 

Enterraron un mico los Persianos 
De la embaxada de aquel Rey primera , 
Dicen que era almizcleño como pera. 
Bufón de hozico , y jugador de manos: 

Allí supersticiosos quanto humanos >, 
Higos y almendras, y una poU^ entera 
Le ministraba el que de todps era 
Alcoranista de sus ritos vanos. 

Salia un Español de unos olivos 
( ¡O consonantes que facéis de tuertos! ) 

Y hurtaba los piadosos donativos. , 

¡O terribles del mundo desconciertos. 
Que con necesidad los hombres vivos 
Coman las honras de los micos muertos! 



V DB HURGlHLLpS. Bf 

Si se han de tener zehs. 
y ■ ■ • ■ ' 

O sean jiistos, Fabio , ó sean in)iistos.| 
Zelos han de tener dos voluntades. 
Si justos, por íemor de las verdades, 
Y por^l susto,, quanda no son justos: 

Si zelos suelen excusar disgustos^ 
Mejor e$ nó tener seguridades. 
Que como son los gustos novedades, ? 

No hay que fiar; á novedades gustos. 

Siempre quien ama ha de tener recelos, * 
No ha de vivir la voluntad segura. 
Aunque ventura igual le den los cielos. - ' 

Axnaf,^ y no zelar no fué cordura. 
Porque tener un hombre amor sin zelos. 
Mas parece ignorancia que ventura. 

ALcüUdda de calzar justo una dama. 

¿Qué te «han hecho tus pies^ ó Clara amiga. 
Que en tan estrechas cárceles los prendes? . 
Los pies encoges^ y la mano extiendes? 
¡Ay de la bolsa á quien pusieres liga! 

¿Porqué le das tan áspera fatiga 
A quien te lleva donde tu pretendes? 
Que si dar á tus pies tormento emprendes. 
En él confesarán lo que te obliga. 

De pies viene piedad ; suéltalos , Clara , 
Que no pierden amores y cariños, 



Si de tus píes apelan á tu cara. . 

No pagujeu. apretados tus aliños. 
Pues si los viera Herodes , los matara 
For inocente ^ pero no por nifios. 

Describe Wf Pctta su Juana eih forma ít sirena^ 
sin vaUrse d£ Ja fábula de Utises. 

De dulces seguidillas perseguidos. 
Lavando Juana en la ribera amena 
Del rio, que entre lazos.de veii)ena 
Verdes construye á los gazapos nidos; 

De Ulises quise hacer mis dos sentidos, 
Pero estaba tanJ^lla de sirena, 
Que viendo y escuchando hasta la arena 
Los yí anegados^ y lloré perdidos. 

Allí el deseo y el amor iguales, 
Linces del agua en círculos sutiles. 
Buscaban bienes, aumentando males. 

Yo con los ojos como dos candiles. 
Vengad (dixe) mi amor, dulces ofistales, 
Pue&que tenéis allá sus dos marfiles. 

Responde, á un Poeta que le afeaba escribir con 

claridad^ sifndo como es la mas fxcelente 

parte del que escribe. 

Libio , yo siempre fui vuestro devoto, 
Kunca, á la fe de la amistad perjuro. 
Vos en amor como en los versos duro. 



Tenéis eljázo á consonantes roto: 
Si vos imperceptible, si remoto^ 
Yo Mando, fácil, elegante y puro. 
Tan claro escribo, como vos escuro, 
La vega es Mana , é intrincado ei soto. 

También soy yo del ornamento amigo. 
Solo eii los tropos imposibles paro, 

V de este error mis números desligo» 
En la sentencia sólida reparo. 

Porque dexen la pluma y el castigo 
Escuro el borrador, y el verso claro. 

Justificase el Poeta át qtte ne nacen flores^ , quan^ 
do las damas pisan los campos^ porque estima 
en mas la verdad de Atistóteles que d " 
respeto de Platón^ 

Abría , el sot dexandp el alba á sota?. 
Con manos de oro la oriental ventana, 
y en el primero albor de la mañana 
Trinaban filomenas y tórtolas: 

Quando cantando xacaras y andolas. 
Calva una piedra acicalaba Juana, 
Dando á los campos mas jazmín, mas grana; 
Mas risa al rio, y mas nevadas olas: 

Aunque decir que entonces ítoreciéron , 

Y por ella cantaron ruiseñores;, 
Será mentira, porque no lo hicieron. 

Pero es verdad, que en viendo sus colores 
A mí me pareció, que se rieron 



^ó RIMAS ^ 

Selvas , aves , cristal , campos^ y flores. 

Al retrato de una dama^ después de muerta.' 

Duerme el sol de Belisa en noche escura ♦, 

Y Ebandro, su marido, con estraño 
Dolor pide á Felipe de Liaño 
Eetrate (aunque sin alma) su figura. 

Felipe restituye á su hermosura 
La mtierta vida^ con tan raro engaño. 
Que pensando negar el desengaño. 
La vista de los ojos se perjura. 

Tu dices que mejor fuera olvidalla. 
Octavio , pues ya queda helada y fría. 
Que no dexar espejo en que miraila* 

y yo digol, con paz de tu porfía. 
Que tuvo muy buen gusto en retratalla 
Al t^empo que mejor le parecia. 

jí Doña Antonia Clara de Novares saliendo 
una mañana al descuido. 

Quien amanece al sol , quien al sol dora, 
Dexando libre discurrir el pelo 
Por el blanco marfil , y debe al cielo 
Las rosas que la noclie le colora: 

Parece ( con las gracias que atesora ) 
Que a la naturaleza dio desvelo, 

Y que en las luces del celeste velo 
Buscó ella misma su primera aurora. 



mt BURGUILLOS. 9 1 

Si sois amor para robar despojos 
En hábito de niña, hoy cesa , hoy para 
QuaTito de su rigor causaba enojos: 

Que si fuerades vos Antonia Clara 
La nifíq^ de las niñas de sus ojos, 
Eoropiera el arco amor, mirar bastara. 

Zeios del Poeta porque vio a Juana tolumpiíñ^ 
dose una tarde con otra^ doncellas. 

Para el columpio, que no es justo, para 
Que al Zéfiro que engendras bulliciosa, 
Dulce abanillo de tu cara hermosa. 
Le pongas quatro puntos en la cara. 

Yo vi tu pié, que me ocultaste avara, 
Y la roseta del zapato ayrosa,. 
Que á tus mexillas trasladó la rosa. 
Como si mas que viera imaginara. 

Mas ya zeloso de la dicha mia. 
Viendo que de otro pudo ser gozada 
Diré á tu tia ( aunque de ti se fia) ,^ 

Que andabas mal compuesta, y bien sentada: 
Mas ¿qué sirve decirselo a tu tia? 
Que pienso que la tienes preparada. 

Sentimientos de ausencia a imitación 
de Garcilasü^ 

Señora mia, si de vos ausente 
En esta vida duro, y no me muero. 






9^ RIM AS 

Es porque como y duermo, y nada eíjpéto, 
^ Ni pleyteante soy , ni pretendiente. 

Esto se entiende, en tanto que accidente 
No siento de la falta del dinero, 
Que entonces se me acuerda lo que os quiero, 
Y estoy perjudicial é impertinente. 

Sin ver las armas, ni sulcarlos mares, , 
Mis pensamientos á las Musas fio. 
Sus lyras son mis caxas militares. 

Eico en invierno, y pobre en el estip, 
Parezco en mi fortuna á Manzanares, 
Que con agua, ó sin ella, siempre es rio. 

Aconseja á tin amigo como cortesano viejo. 

Don Juan , no se le dar á un hombre ínada 
De quanto va, ni viene, es cuerdo efefo, - 
Que toda la quietud del que es discreto 
Bn solo este aforismo está fundada: 

¿Qué gobierno? ¿qué exército? ¿qué armada 
Corre por vuestra cuenta? lo perfeto 
Es el descuido, y el tener secreto 
Quanto da pesadumbre, y quanto enfada. 

Nunca os halléis en juntas ni en corrillos, 
Que es cuerdo de las bestias el rodeo. 
Ni en estas ruedas de amolar cuchillos. 

Haced de la virtud secreto empleo. 
Que yo en mi pobre hogar con dos librillos 
Ni murmuro, ni temo, ni deseo. 



DB JIIURGVILLOS. 93 

Heprehnde los Filósofos- antiguos. 

A aquel filosofar antiguo, Otavio, 
Jamas le diera ya tan falso nombre. 
Plantar el hombre^, sin que el verlo asombre. 
Mas parece de bestia que de sabio: ^ 

Sacar los pjíos', dar silencio al labio : 
Un lustro, acción de bárbaro se nombre, 
Buscar d^ di^ <Km un hacha un Jiombre, 
De quantos han nacido fuera agravio. 

Qon propia mano en una Cuente mi dia 
Vio un 3ábÍQ P9 bombre que bebiendo estaba]^ 
Y quebró le. escudilla que tenia. . ; 

¡Qué herjpnosa necedad! pues se obligaba \ 
A quebrarse la mano si bebía. 
Porque también la- boca le sobraba. 

Laméntase Manzanarts de tener tan gran puente. 

^ . Habla el rio. 

Quítenme aquesta puente^, que me mata, 
Señores Segidores de la Villa, . 
Miren que x^^ ha quebrado una costilla. 
Que aunque me viene grande, me maltrata: 

De vola en vola tanto se dilata. 
Que no la alcanza á ver mi verde orilla; 
Mejor es, que la lleven á Sevilla, 
Si cabe en el camino de la plata. 



p4 RIMAS 

Pereciendo de sed en el estío. 
Es falsa la causal y el argumento, 
De que en las tempestades tengo brío. 

Pues yo con la mitad estoy contento. 
Tráiganle sus mercedes otro rio, 
Que le sirva de huésped de aposento. 

A Don Francisco de Quevedo Villegas , señor 
de U Villa de la Torre de Juán Abad^ Caba- 
llero del Orden de Santiago. 

Pdra cortar la pluma , en un profunda 
Ideal concepto, y trasladarle en rima 
Hallé ( peregrinando el patrio clima ) , 
Que erades vos^lo mas sutil del mundo: 

Atento os miro, y tan valiente infundo 
Alma al ingenio , al instrumento prima. 
Que á escribir, á cantar, á ser me anima 
De vuestro claro sol Faetón segundo. 

Para alabaros hoy, pedíle al coro 
De Apolo ( si es <|ue tanto emprender puedo ) 
Permitiese mi pluma á su tesoro; 

^Y respondióme con respeto y miedo:^ 
Burguillos, si queréis teñirla en oro. 
Bañadla en el ingenio de Quevedo. 



DE BURGUILLOS. 9§ 

Lloraba Juana por una camisa yuele fmriironen 
el rio^ y quitóse el Poeta la sü^a porque no - 
la riñesen en su casa. 

¿ Perlas ^ Jaanai en tus ojos, cuya risa 
Hizo llorar de amor al mas diamante? - ^ 
¿Qué holanda, qué cambray, ó qué brabante 
De lágrimas sembró tu manutisa? 

¿Mas qué nlayór fineza, y mas aprisa, 
Cómo quedarse en cueros un amante? 
A%í 'pintan á amor, nadie se espanté. 
Pues menos es que el alma la camisa. 

Desnudo estoy , amor , por hoy te pido 
Te dignes de ponerte mi sotana , 

Y darme el arco para ser Cupido. 

Por dicha (aunque es tan fiera é inhumana ) 
Viendo tan grande amor contra su olvido, 
Rendirá su desden mi hermosa Juana. 

Preguntóle un Caballero si haria comedias , por 
el principio de una que le en-viaba. 

¿Si harás comedias, me preguntas. Cloro, 

Y un acto de Penelope me envias? 
¿Qué fama te engaiíó, que en tales dias, 
De Falaris te metes en el toro? 

Después que un autoron cantante loro 
Con idiotismos y objeciones frias 
La exponga al vulgo , comerante harpías 



q6 KIMAS 

£1 dulce néctar del castalio coro. 

Es el teatro iJe ámbar un escudo 
En un carro de estiércol ó en un coche» ;: 
Donde habla ^1 ganso, y está, el cisne mudo» 

Y quando mas tu ingenio se trasnoche, . 
Vérasteen una esquina con engrudQ, 

Y no te faltará para la noche. 

Exclamación dd Poeu por un hombre que mm* 
jpre andaba diciendo que. era muerto. 

O tú, buen hombre, ó. tú qualquier que seas* 
Trágico de mi fin Mfsrcurio alado, 
Que ^in ofensa, herencia, ni cuidado r 
La voz en referir mi muerta empleas: 

Primero que te goces y la veas, 
Pases la barca de Carón tiznado, 

Y si no tienes óbolos , á nado . 
Te trasladen las piárgenes Letheas. 

¿Qué te ha hecho Burguillos, bestia fiera, 
Que quitas á la muerte su trpf<o, 
Quando menos la teme, que la «spera? 

Dexale honrar el coro Pegaseo, 
Que como aguardes á que Dios lo q-Ui^ríi,; 
El se lo morirá sin tu deseo. 

Al Príncipe de Esquiladle. 

Sijro en mi vida vi la Poliantea, 
Sudo villano me convierta en rana. 



DB BÜRGUILLOS. PJT 

}Qué aplauso pide aquella gente vana, 
Que por lo tragínado^ sé pasea? 

Vuestro clatro esplendor , arbitro sea» 
Principe de la lengua Castellana, 
Que si Goda nación vive Tebána, 

Y siendo Esfinge morirá Guinea, 
Qoa^do vos fiíistes por Virey á Lima, . 

Penelope quedó, mas de a^^uel cielo 

Antartico voiviradeá nuestro clima. 

Adúltero iiiddareis su casto velo^ 

Y á mí llorando: su perdida estima: 
¡O patria quanto debes< á mi zelo! 

Disculpase 4l Poeta del estilo humilde^ 

Sacras luces del cielo , yo he cantado 
En otra lyra , lo que habéis, oido. 
Saltó la prima, y el bordón lo ha sido 
Al nuevo estilo, si le habéis culpado: 

He xTfí mismo se, burla mi cuidado. 
Viéndome á tal estado reducido; 
Pero pues no me habéis favorecido. 
Porque disculpo loque habéis cs^isado? 

Bntre tantos estudios os admire, ^ 
Yemre tantas lisonjas de señores, 
Quef de necesidad tal vez suspire: 

Mas tengo un bien en tantos disfavores,- 
Que no es posible que la envidia mire 
Dos libros, tres pinturas, quatro floreSt 

Tonu XI G 



98 



RIMAS 



Murmuraban al Poeta Uparte donde. amaba per 
los versos qUe hacia^l ) ' 



CANCIÓN.. , 

a pues que todo el mundo mis pasiones 
De mis versos presume, a > - 'j? -: 
Culpa de mis hipérboles' caüsewta^/ n 

Quiero mudar de estilo y de r^aízohes; * 

Y pues la misma pena me consume^ í. 
Tomar la lyra menos bien templaba. 

O vos rubia manada, 

Y todos los demás que paáoá paso 
Pacéis los alcazeres del Parnaso, 
Prestadme vuestra ayuda sobre prenda, í 
Para que el vulgo bárbaro no eútienda . 
Por mis necios efetos : ' j *. 
El alma de mis versos y concetos. í \ 

Que si animando tan humilde estilo, C 
Segunda vez pretende 
Comentar mis desdichas desde agora, . 

De los que habitan el Egipcio Nilo, r. ' 

O los que en Etiopia el sol enciende, í 

Y en los bordados reynos del aurora. 
Que Febo Infante dora, 
Aprenderé la lengua no entendida, 
Dexando escura fama en larga vida. 
Mas yo fio, Piérides, que en tanto - '^ 

Añoxareis las cinchas á mi canto. 



DÉ BUROyiLLOS. 99 

Y que en este lenguage. 

El Lete me dará franco pasage. 

Sib^ra$ del estrecho ManzanareSi 
Por donde antiguarnepte 
Alborotó sus límites postreros 
La que tuvo á Joñas en Iqs hijares, 
Escure^ciendo su cristal corriente 
La paja y vino del albarda y cueros, 
A fuerza de les fieros. í 
Dardos y chuzos de la gente armada 
Que por la puente le estorbó la entrada: 
Un soto lleno de verdura y caza, 
Donde prueban los toros de la plaza. 
Cubre la orilla aipeita 
De chopos» sauces, lirios y verbena. 

En este qn Martes pardo, aciago y malo 
Para casar doncellas, 
Entre la grama y los menudos juncos 
Vi el sol,, 4 cuya vista me regalo, 

Y aquellos, ojos como dos estrellas^ - . 

Y ^s poco si dixera dos* carbuncos, ; 

No desde los Arv»nC(9S, f . 

A nuestros Montañeses vieron da|na : - 
Tan bella, los anto)<>s,dela fama:..; i- » 
Al fift.yo vi sij rp$tro y su, ^guilefift- ^^ ^ ,., 
Nariz como remate de cermeña, ; .^ , .; i 

Y aquella boca hermosa, . .i r: /.. 
Que dexó de ser gujnda por ser rosa^p . : 

Mas si. Cupido entonces. lisoogerAíi^i r, 
En vez cíe U sangrienta . -■■..' 



loo RIMAS 

Ballesta de sangrar rocines y acás, ^ - " 

Tiróme con la mano de un mortero. 

Que durmiendo una noche en una venta 

Hurtó para tirar á las urracas: 

Tal en Indias amacás 

Suele devanecerse ó en la nave 

Quien ni del mar ni del columpio sabe, 

Quedanda yo tan triste y descompuesto. 

Como después de las vendimias cesto, * 

Dando mías estornudos. 

Que los tabacos dan por ios embudos. 

No suele el sol mas libre y licencioso 
Entrar por un resquicio 
En un zaquizamí de texa vana. 
Que el rayd ilustre de su rostro hermoso, 
Haciendo en mí piramidal solsticio^ 
Con dulce fuerza de opresión tirana. 
Entró poí* la ventana 
De aquestos ojos á mi helado pecho. 
Suave ardor de mis sentidos hecho. 
Aunque el fuego que el humo interrutnpiii 
En densa nube el ayre convertía. 
Si alguno Me ttiirába 
Del tufo de mi mal estornudaba. 

Sapaz alnor, ¿qué es; esto, quién tef há 4ado 
Fuerza tan poderosa . . ' 

Desde la roxa purpura al plebeyo 
Sayal, quft sigue d buey con el arado? 
¿Que ?aBcheo produce aquella rosa»- " - 
Astolfb, del sentido d^ Aprúef^t-- -^ - ^ - 



DE BUKGUILLOS. 1 01 

¿Qué Césa^ ♦ qué Ppropeyo, 
Qué pastor , qué rocín rucio ó castaño 
No hirió tu flecha, ni rindió tu engaño? 
¿Qué Adonis? ¿Qué Narciso ó Filomena 
En flor ó en pluma no lloro tu pena? 
Todos mueren de amores, 
César^ rocin» pastores, aves, flores* 
Allí con los ardores del veneno» 
Aunque dulce contrario, 
A la quietud del corazón rendido 
Quéjeme al soto, al prado, al campo ameno 
Be aquel mortal arquero Sagitaria, 
Desnudo de temor, de error vestida 
Bl rio condolido 
De lástima corrió como solia^ 

Y las aves con dulce melodía 
Animaban los zéfiros suaves. 

Que también en las flores eran aves, 

Y patos y conejos 
Escuchaban mis penas desde lexos. 

Álamo no quedó, no quedó fuente. 
Pastor ni labandera. 
Novillo en soto ni borrico en prado. 
Que no se condoliese tiernamente 
De ver en su ribera 

Llorar de amor un hombre Licenciado, 
Tan docto y tan barbado. 
Como si el alma fuese vieja 6 niña, 
Barbada por los lados ó lampiña. 
Ni es centro el cuerpo del amor heroycft» 



102 RIMAS 

Aunque no soy Platónico n¡ Estóycó^ 
Siguiendo en esta tema 
Aquel Aristotélico teorema. 
' Dixo este tal autor que en Griego escribe. 
Por no ser de la Mancha, 
y ser la lengua en que nacido había. 
Que amor en conyugales lazos vive, 

Y sin ellos también, que tanto ensancha 
De su jurisdicción la Monarquía, 

Que fué sentencia fría. 
Aunque la diga el Rey filosofante. 
No porque la condeno repugnante; 
Pero siendo juez naturaleza. 
Amable, pors.er bien, es la belleza, 

Y sin comunicarse 

Pudiera de Aristóteles quejarse. 

Viéndome en fin qtie por las selvas solas 
Sátiro parecía,, 

Amante sin dinero, pobre y roto. 
Envidiaba las candidas tórtolas. 
Aunque mayor envidia me afligía 
Be los que merendaban en el soto. 
Mas quando mas remoto 
De todo bien sin esperanza estaba. 
Vi que la bella Juana merendaba 
Una empanada con Leonor su tía, 

Y aunque era el alba de quien sale el día, 
Dexando amor antojos, 

A la empanada me llevó los ojos. 
Si ¿on hambre no hay Venus que aproveche» 



BE BURGUILLOS. XOJ 

Tanta descortesía 

Disculpe, sí de amor fuere culpada. 

En pan de azúcar un capoh de leche, 

Y aunque Juana tan linda parecía. 
Be mas sazón estaba la empanada; 
Invención regalada, 

Y mas que para oír tiples eunucos. 
Si merendaran habas ó almendrucos, 
Pudiérnsc quejar de mi deseo; 

Pero entre quantos platos dulces veo, 

Puede comer el Fúcar 

Tiple de teta en círculos de azúcar. 

No de otra suerte gozque hambriento esgrime 
Blanda flexible cola ^ 

En torno de la mesa de su dueño, 

Y con lengua anhelante gruñe y gime. 
Ya con ladrido y ya con cabriola. 

Que yo con muda queja el alma enseño. 

Ella coo el risueño 

Semblante entonces, me tiró tirana 

(Aunque fué de marfil la cerbatana) 

Del cadáver pretérito la Troya, 

A manera de torno de tramoya, 

¡O terribles excesos! 

Esperando pechinas hallar huesos. 

Dióme en la nne^ el golpe que me hizo 
Sacar toda la lengua. 
Como perro con hueso atravesado; 
Mas el favor la pena satisfizo. 
Que no es amando mengua 



I04 RIMAS 

Salir favorecido y agraviado, 
Sentime consolado 

Del golpe que en señal de mi victoria 
Sonó como quien muerde zanahoria, 
Mas apacible que al villano oido 
El dulce son del rábano partido» 

Y como hirió en lo hueco. 
Opuesta resonó la Ninfa Eco. 

Mas habiéndole dicho mi Accidente, 
Se levnntó furiosa» 
Como suele perdiz, que d^l sonante 
Rocin del cazador la estampa siente. 
Formando aquella rueda sonorosa 
Del velo fugitivo retumbante. 
El soto que delante 
Sintió SMS cayreladas zapatillas. 
Tocaba sus azules cajipanillas, 

Y al pasar cada flor le daba un beso, 
£n fe de que era el pie candido queso. 
Aunque en tales rebatos. 

No sé si eran coturnos ó zapatos. 

No suele algún sardesco de mañana 
De su chozuela pobre 
Salir brioso dando mil carreras, 
Repicando á su son como campana 
Los abollados cántaros de cobre 
Entre las sonadoras aguaderas; 
Ni fuépn tan ligeras ^ 

De Daphne las castizas cosetadas^ 
Como de mi enemiga las pisadas^ 



DE BURnuiLLOS. XOg 

y aquel brioso zahareño brio. 
Que allá se lleva el pensamiento mío, 
Dexando á mi deseo 
La pluma que dexó Progne á Terco. 
Yo despechado por la selva fuime, 

Y hallé en la verde grama 

La hermosa Venus, y el rapaz Cupido: 
Ella le riñe, y él solloza y gin^e, 

Y viendo que al amor amor desama^ 
En la yerva senígena tendido 
Acomodé el oído, 

Qual se suele poner tierno gazapo^ 

Y vi que Venus sacudiendo un trapo 
Limpiaba coa sus manos delicadas 
De aquel rapaz las cartas atrasadas» 

Y triste en ser su madre. 
Maldecía al herrero de su padre. 

No soy^ decía el nifio^ sino engendra 
De Marte, furibundo. 
De polvo y sangre, y de sudor teñido. 
Bien lo saben las ramas de este almendra « 

Y Júpiter y vos , y todo el mundo ^ 
Quando mejor hubiera producido. 
De carmesí vestido 

Vuestro rostro las rosas del Pancheo^ 

Si la vid y la risa juntas veo, ^ 

Y no es mucho que yo tei^a por Mayo, 
Bara mayor salud algún desmayo: 

Que la Ninfa mas linda ,. y mas mirlada 
Suele estar amarilla y colorada* 



lO^ RIMAS 

Eeimc entonces yo de un Licenciado, 
Que en todo su juicio 
Me dixo, que su dama cristalina 
Nunca tuvo tal género de enfado. 
Sabiendo que el timón del edificio 
Consiste en disparar la culebrina. 
Aunque amor desatina* 
O vasallos de Venus, no os engafie, 
Ni el bien que os venga,ni el rigor que os dafíe. 
Que amor es un compuesto de accidentes, 
A quien los zelos dan chanzas corrientes, 

Y fénix de sus brasas 

Purga desdenes con ciruelas pasas. 

Amor tuvo razón , y yo lo fundo. 
En que por no ser tales. 
Para pañales del señor Cupido 
Se hicieron muchos versos en el mundo , 
Que como de otros lienzos principales 
Los Poetas tal vez los han rompido , 
y es cosa que ha venida 
A ser fragmento inútil á su dueño, 
Quando Venus al niño rinde al sueño : 
Quitando el borrador pone el traslado. 
Aunque todo después queda borrado: 
Dichoso aquel conecto. 
Que se pudo librar de tanto aprieto. 

Canción si acaso vas á pasearte 
AI prado, 6 á otra parte, ' 

Pásate por eneas de un aloxero, 

Y dile como muero. 



,|)E mjKGülttOS. 10^ 

Di Doña Teresa Verecundia al Licenciado 
Tome de Burguillos 

I 

I SONEXa 

Con dulce voz , y pluma diligente^ 
Y no vestida de confusos caos. 
Cantáis, Tonié, tas bodas, los saraos 
De Zapaquilda y Mizifuf valiente. 

Si á Hornera coronó la ilustre frente,. 
Cantar las armas de las Griegas naos^ 
A vos de los insignes marramaos 
Guerras de amor por súbita accidente. 

Bien merecéis un gato de doblones. 
Aunque ni Lope celebréis, ó el Taso, 
Xicardos , 6 Gofredos de Bullones; 

Pues que por vos segundo Gatilaso 
Quedarán para siempre de ratones 
Libres las Bibliotecas del Parnaso. ; 



íoB . aiMAs 

LA GATOMAQUIA 

DEL LICENCIADO TOMÉ DE BUR6UILLOS. 

A Don Lope Félix del Carpió , soldado en It 
armada de S, Mí 



SILVA PSIMBSA. 



Y 



O aquel que en los pasados 
Tiempos canté las selvas y los prados^ 
Bstes vestidos de árboles mayores, 
Y aquellas de ganadosly de flores, 
Las armas y las leyes. 
Que conservan los Beynos y los Seyesv 
Agora en instrumento menos grave 
Canto de amor suave 
Las iras y desdenes. 
Los males y los bienes. 
No del todo olvidado 
El fiero Taratantara templado 
Con el silvo del pífano sonoro. 
Vosotras Musas del Castalio coro, 
Dadme favor en tanto, 
Que con el genio que me distes canto 
Xa guerra, los amores y accidentes 
De dos gatos valientes. 
Que como otros están dados á perros, 
O por ágenos, 6 por propios yerros. 



DB BÍJRGUILLOS. IO9 

También hay hombres que sé dan á gatM 

Por olvidos de Principes ingratos , 

O porqué ios persigue la fortuna 

Desde el columpio del la tierna cuna* 

Tu, Don Lope, si acaso 

Te dexa divertti* por -él Parnaso 

El Holandés pirata, ^ z ^ 

Gato de nuestra plata. 

Que infesta las marinas. 

Por donde con la armada peregrinas; 

Suspende un rato a^uel valiente acero. 

Con que al asalto Uegfas el primero, 

Y escucííá mi famosa Gatomaquiá: 
Asi de$de las Indias á Yalaquia 
Corra tu nombre y fánia. 

Que ya por nuestra patria se derrama. 

Desde que viste la Morisca puerta 

De Túnez y Bi^rta, 

Armado y nifio en forma de Cupido, 

Con el Marques £amo5o 

De mejor apellido , 

Como su padre por la mar dichoso. ^ 

No siempre has de atender á Marte ayrado,^ 

Desde tu tierna edad ex^rcitado, 

Vestido de diamante. 

Coronado de plumas arrogante. 

Que alguna vez el ocio 

£s de las armas cordial socrocio, 

Y Venus en la paz como San Telmo 
Con manos de marfil le quita el yelmo* 



lio RIMAS 

Estaba sobre un alto caballete 
De un tejado mentada 
La bella Zapaquilda al fresco viento^ 
Lamiéndose la cola y el.copetet 
Tan fruncida y mirlada , 
Como si fuera gata de Convento: ;.^ 
Su mesmo pensamiento 
De espejo le servia, 
Puesto que un roto casco le trait 
Cierta urraca burlona ^^ 
Que no dexaba toca ni valona ^ 
Que lío escondía por aquel tejado^ 
Confín del corredor de un Licenciado» 
Ya que lavada estuvo, 
Y con las manos que lamidas tuvo. 
De su ropa de martas aliñada. 
Cantó un soneto en voz medio formada 
En la arteria vocal, con tanta gracia^ 
Como pudiera el músico de Tracia, 
De suerte que qualquiera que laoyerag 
Que era solfa gatuna conociera. 
Con algunos cromáticos disqnes. 
Que se daban al diablo Ips ratones* ; 
Asomábase ya la primavera 
Por un balcón de rosas y alelíes , 
Y Flora con dorador borceguíes . 
Alegraba risueña la ribera. 
Tiestos de talavera 
Preveuia el verano; 
Quañdo Marramaquiz gato Soniaiio,. ,:. 



DB BÜRGVILLOS. III 

Aviso tuvo cierto de Maulero, 

Un gatp de la Mancha , su escudero. 

Que al ,3ol salía Zapaquilda hermosa, 

Qual suele amanecer purpúrea rosa 

Entre las hojas de la verde cama , 

Rubí t^n vivo, que parece llama, 

Y que con una dulce cantilena. 

En el arte mayor de Juan de Mena, 

Enamoraba el viento. 

Marramaquiz atento t 

A las nuevas del page. 

Que la fama enamora desde lejos. 

Que fuera de las naguas de pellejos 

Del campanudo trage, 

Introducciqn de sastres y roperos. 

Doctos maestros de sacar dineros, 

Alababa su gracia y hermosura 

Con tanta melindrífera mesura; 

Pidió caballo, y luego fué traída 

Una mona vestida 

Al uso de su tierra. 

Cautiva en una guerra, . 

Que tuvieron las monas y los gatos; 

Pusóscí borceguíes y zapatos 

De dos dediles de segar abiertos. 

Que con pena calzó por estar tuertos» 

Una cuchar, de plata por espada. 

La capa colorada 

A la Franc^esa, de una calza vieja, 

Tan íguaU tan lucida y tan pareja. 



"ll^ RIMAS 

Que no será lisonja 

Decir, que Adonis en limpieza y gala. 
Aunque perdone Venus, no le iguala; 
Por gorra de Milán media toronja. 
Con un penacho roxo, verde y vayo 
De un muerto por sus uñas papagayo. 
Que diciendo, quien pasa, cierto dia. 
Pensó qué el Rey venia, 

Y era Marramaquiz que andaba á caza, ~ 

Y halló para romper la xaula traza. 
Por cuera dos mitades, que de un guante 
Le ataron por detrás y por delante , 

Y un puño de una niña por valona. 
Era el gatazo de gentil persona, 

Y no menos galán que enamorado, 
Vigote blanco, y rostro despejado. 
Ojos alegres , niñas mesuradas , 

De color de esmeraldas diamantadas; 

Y á caballo en la mona parecía 
El Paladin Orlando que venia 

A visitar á Angélica la bella. 

La recatada ninfa, la doncella. 

En viendo el gato se mirlo de forma 

Que en una grave dama se transforma, 

Lamiéndose á manera de manteca 

La superficie de los labios seca, 

Y con temor de alguna carambola , 
Tapó las indecencias con la cola, 

Y baxando los ojos hasta el suelo. 
Su mirlo propio la sirvió de velo. 



BB BUKcnnLLos. X13 

Que ha de ser la doncella yiitaosa 
Mas recatada mientras mas liermosa* . 
Marramaquiz entonces ,con ligeras 
Plantas batiendo el Tetuan caballo, 
Que no era pié de^^lerro ó pié de gallo, 
Le dio jquatro carreras 
Con otras gentilezas y escarceos , 
Alta demostración de sus deseos, 

Y la gorra en la mano 
Acercóse galán y cortesano. 
Donde le dixo amores. 
Ella con las colores. 

Que imprime la vergüenza. 

Le dio de sus guedexas una trenza : 

Y al tiempo que los dos márramizaban, 

Y con tiernos singultos relamidos 
Alternaban sentidos. 

Desde unas claraboyas, qué adornaban 
La azutéa de un Clérigo vecípo. 
Un bodocazo vino 
Disparado de súbita ballesta. 
Mas que la vista de los ojos presta. 
Que dándole a. la mona en la almohada^ 
Por de dentro morada, 
Por defuera pelosa, 
Dexó caer la carga, y presurosa 
Corrió por los tejados , 
Sin poder los lacayos y criados 
Detener el furor con que corría. 
No de otra suerte que en sereno dia 
Tom. XL H 



Il4 • 'RIMAS 

Bala^ de nieve escupe , y de lo$ senos 

De las nubes reláhíipagos y truenas 

Súbita tempestad en monte ó prado » 

Obligando que el tímido ganado 

Atónito se $sf^rza. 

Ya dexando en la zarza - 

De sus pungentes laberintos vana 

La blanca ó negra lana, 

Que alguna vez la lana ha de ser negra ; 

Y hasta que el sol ren arco verde alegra 
Los campos que reduce á sus colores. 
No vuelven á los prados ni á las flores. 
Asi los gatos iban alterados 

Por corredores , puertas y terrados, 

Con trágicos maullos. 

No dando como tórtolas arrullos; 

Y la mona la mano en la almohada. 
La parte occidental descalabrada, 

Y los húmidos polos circunstantes 
Bañados de medio ámbar como guantes. 
En tanto que pasaban estas cosas, 

Y el gato en' sus amores discurría. 
Con ansias amorosas , 

Porque no hay alma tan helada y fria , 
Qiie amor no agarre, prenda y engarrafe, 

Y el mas alto tejado enternecía. 
Aunque fuesen las tejas de Xetafe , 

Y ella con ñifi fiafe 

Se defendía con semblante ayrado. 
Aquel de cielo y tierra monstruo alado. 



BE 9VRCUILL09. Ilg 

Qiie vestido de lenguas y de ojQSi 

Ya decrépito viejo con antojos^ 

Ya lince penetrante. 

Por los tr^s eteoieotos^is pasea. 

Sin que nadie le vea. 

Con la forma elegante 

De Zap^uilda«. discurrió ligero 

Uno y otro emisfero. 

Aunque con la^. verdades lisongera^, 

Y en quanto baña en la terrestre esfera 9 
Sin excepción de promontorio alguno. 

El cerúleo Neptuno , 

í^lasmante uní\iersal de toda fuente. 

Desde Bootes á la: austral Corona, 

Y de la Zona frígida á la ardiente* 
Esto dixb la^fama , que pregona 

El bien y el mal , y en viendo su retrato. 

Se herizó todo gato, 

y dispuso venir con esperanzíi 

Del galardón que un firme amor alcanza* 

Los que vinieron por la tierra en postas, 

Truxéron por llegar á la ligera 

Solo plunias y vanda , calza y cuera. 

Los que habitaban de la mar las costas, 

( Tanto pupden de amor dieces empre;sas, ) 

Vinieron en artesas, 

ílas no por eso menos 

Hasta la cola de riquezas llenos; 

Y otro por bizarría. 

Para mostrar después la gallardía. 

Ha 



Il6 RIMAS 

En cofres y baúles 

Sulcando las azules 

Montañas de Anfitrite; 

Y alguno que á disfraces se remite. 

Por no ser conocido, 

En una caxa de orinal metido. 

Con esto en muchos siglos no fué vista. 

Como en esta conquista. 

Tanta de gatos multitud famosa 

Por Zapaquilda hermosa. 

Apenas hubo teja ó chimenea 

Sin gato enamorado. 

De bodoque tal vez precipitado. 

Como Calisto fué por Melibea; 

Ni ratón parecia. 

Ni el balbuciente hocico permitía. 

Que del nido saliese, 

,Ni queso, ni papel se agujeraba 

Por costumbre, ó por hambre que tuviese; 

Ni Poeta por todo el universo 

Se lamentó que le royesen verso. 

Ni gorrión saltaba , 

Ni verde lagartija 

Salía de la cóncaba rendija. 

Por otra parte el daño compensaba. 

Que de tanto gatazo resultaba , 

Pues no estaba segura 

En Sábado morcilla ni asadura. 

Ni panza, ni quaxar, ni aun en lo sumo 

2>e la alta chimenea 



DK BUROUÍLLOS. 11^ 

La longaniza al humo. 

Por imposible qwe alcanzarla sea. 

Exento á h porfia en la esperanza. 

Que tanto quanto mira tanto alcanza. 

Entre esta generosa ilustre gente 

Vino un gato valiente. 

De hocico agudp y de narices romo, 

Blanco de pecho y pies, negro de lomo. 

Que Micifuf tenia 

Por nombre, en gala, cola y gallardía 

Célebre en toda parte 

Por un Zapinarciso y Gatimarte.' 

Esté luego que vio la bella gata. 

Mas reluciente que fregada plata. 

Tan perdido quedó , que noche y dia 

Paseaba el tejado en que vivía. 

Con pages y lacayos de librea. 

Que nunca sirve mal quien bien desea; 

Y sucedióle bien , pues luego quiso, 
; O gata ingrata! á Micifuf Narciso, 
bando á Marramaquiz zelos y enojos. 
No sé por qual razón puso los ojos 
En ISIucifuf , quitándole al primero 
Con súbita mudanza 

El antiguo favor y la esperanza. • 
jO quanto. puede un gato forastero I 

Y mas siendo galán y bien hablado. 
De pelo rizo y garbo ensortijado; 
Siempre las novedades son gustosas. 
No, hay que fiar de gatas melindrosas. 



Il8 RIMAS 

¿Quién pensara que fuera tan mudable 
Zapaquilda cruel é inexorable ? 

Y que ai galán Marramaquiz dex^ra 
Por un gato que vio de buena cara, 
Pespues de haberle dado 

Un pie de puerco hurtado. 
Pedazos de tocino y de salchichas? 
¡O quan poco en las dichas 
Está firme el amor y la fortuna! 
¿En qué muger habrá firmeza alguna? 
¿ Quién tendrá confianza, 
Si quién díxo muger, dixo mudanza? 
Marramaquiz con ansias y desvelos 
Vino á enfermar de zelós. 
Porque ninguna cosa le alegraba. 
Finalmente Merlin que le curaba, 
Gato de cuyas canas, nombre y <;ienc¡a 
Era notoria á todos la experiencia, 
Mandó que se sangrase, 

Y como no bastase. 
Vino á verle su dama, 

Aunque tenia en un desván la cama, 

A donde la carroza no podia 

Subir por alta y por la estrecha vía: 

Pero en fin* apeada 

Entró de su escudero acompañada» 

Mirándose los dos severamente. 

Después de sosegado el accidente. 

El con mahullo habló , y ella con mirlo. 

Que fuera harto mejor pegarla un chirlo; 



DK BÜR0U»I.LOS. II9 

Pero por alegtaile la sangría, - ; 

Le truxo su criada Busalia 

Una pata de ganso y dos ostiwes* 

£1 se guéxó con tímidas razooes 

En su lenguage mizo, 

A que ella con vergüenza satisfizo ; 

Quejas que deducidas del y della 

Así decían: Zapaquildabella, 

¿Por qué me dexas tan injustamente? 

Es Micifuf mas sabio, es mas v^Uentéi, 

Tiene mas ligereza, mejor cola? 

¿No sabes que te quise elegir soja 

Entre quantas se precian de mirladas. 

De bien vestidas y de bien tocadas^ . 

Esto merece que un invierno helado 

De tejado en tejado 

Me hallaba el alba al madrugar el día, 

Con espada, brdquehy bizarría. 

Mas cubierto.de escarcha 

Que soldado Español que en glandes marcii^ 

Con arcabuz y frascos? 

Sino te he dado telas y damascos. 

Es porque tú no quieres vestir galas 

Sobre las naturales martingalas. 

Por no ofender, ingrata á tu belleza. 

Las naguas qi^e te dio naturaleza. 

Pero en lo que es regalos ¿quién ha sido 

Ma5 cuidadoso, como tú lo sabes? 

En quanto en las cocinas atrevido 

Pude garrafiñar ^ de pece3 y ^^s^ 



X^O RIMAS 

Qué pastel no te tnixe, qué salchicha? 

¡ O terrible desdicha ! 

Pues no soy yo tan feo. 

Que ayer me vi, mas no como me veo^ 

En un caldero de agua, que de un pozo 

Sacó para regar mi casa un mozo, 

y dixe: ¿Esto desprecia Zapaquilda? 

Ó zelos, ó piedad, ó amor, refíiida! 

Ko suele desmayarse al sol ardiente 

La flor^lel mismo nombre y la arrog^ntt 

Cerviz baxar humilde, que la gente 

Por la loca altitud llamó gigante; 

Ki queda el tierno infante 

Mas cansado después de haber llorado 

I>e su madre en el pecho regalado. 

Que el amante quedó sin alma : ó cielos. 

Que dulce cosa amor, que amarga zelos! 

Ella como le vio que ya exálaba 

Blandamente el espíritu en suspiros, 

y ^c piramizaba 

Entre dulces de amor fingidos tiros. 

Porque no se le rompa vena ó fibra. 

El mosqueador de las ausencias vibra. 

Pasándole dos veces por su cara. 

Solvióle en si, que aquel favor bastara 

Para libralle de la muerte dura; 

y luego con melífera blandura 

Le dixo en lengua culta : 

Si tu amor dificulta * 

El que me debes, eo tu agravio piensas 



Tan in|ustas ofensas; 

Que anque es verdad que Micifuf me quiere* 

Y dice á todos que por mí sé muere. 
Yo te guardo la fe como tu esposa. 
Cesó con esto Zapaqailda hermosa. 
Sellando honesta las dos rosas bellas. 
Que siempre hablaron poto las doncellas. 
Que , como las viudas y casadas. 

No están en el amor excretadas. 
Baxabit ya la noche, 

Y las ruedas del coche 
Tachonadas de estrellas, * 
Brilladores diamantes y centellas 
Detrás de las montafías resonaban^ 
Los páxaros callaban, 

Dexando el campo yermo: 

Quando los pages del galán enfermo 

En el alto desván hachas metían. 

Que alumbíar la carroza prevenían; 

Bntonces los amantes. 

Que son los cumplimientos importantes, 

Ella por irse y el quedarse á solas, ^ 

Se hicieron reverencia con las colas. 

SILVA SEGUNDA. 

Convaleciente ya de las heridas» 
l>e los crueles zelos 
De Micifuf, Marramaqute valiente, 
(Aqueho$ i|ue han cocada tantas vidas, 



13^ RIWAS 

Y que en los mismos cielos 

A Jópíter, señor del rayo ardiente. 

Con disfraz indecente. 

Fugitivo de luno. 

Su rigor importuno 

Tantas veces mostraron. 

Que en fuego, en cisne, en buey le trasformáron 

(Por Europa, por Leda y por Egina,) 

Con pálida color y vanda verde. 

Para que la sangría se le acuerde. 

Que amor enfermo á condoler se inclina,: 

Paseaba el texadb y la buharda 

De aquella ingrata quanto hermosa fiera, 

¿Quién ama fieras qué firmeza espera? 

¿Qué fin, qué premio aguarda? 

Zapaquilda gallarda 

Estaba en su balcón , que no atendia 

Mas de á saber si Micifuf venia;. 

Quando Garraf su page, 

Si bien de su linage, / 

Llegó con un papel y una vandeja ; 

Ella la cola , y el confin despeja, 

Y la vandeja toma 

Sobre negro color labrada de oro 

Por el Indio Oriental, y con decoró 

Mira sí hay algo que primero coma. 

Ofensa del cristal de la belleza: 

Propia naturaleza 

De gatas ser golosas. 

Aunque ai tomar se finxan melhidrosas. 



PB BURGUftLOS. 133 

Y antes de oír al page. 

Ver las alhajas que el galán cnvia. 

Qué joya ^ qué invención, qué nuevo trage* 

En fin vio que traía 

Un pedazo de queso 

De razonable peso, 

Y un relleno de huevos y tocino, 
Atis en fruta que produce el pino 
Entre menuda rama 

En la falda del alto Guadarrama, 
Por donde van al bosque de Segovia; 

Y luego en fe de que ha de ser su novia. 
Dos cintas que lesirban de arracadas. 
Gala que solo á gatas regaladas, 
Quando peqúefias, las mugeres ponen. 
Que de rosas de nácar las componen. 
Tomó luego el papel, y con sereno 
Sostro apartando el queso y el relleno. 
Vio que el papel decia: 

Dijlce señora, dulce prenda mía. 
Sabrosa, aunque perdone Garcilaso, 
Si el consonante mismo sale al paso. 
Mas qué la fruta del cercado ageno, 
Ese queso , mi bien , ese relleno, 
Y esas cintas de nácar os envió. 
Señas de la verdad del amor mío. 
Aqui llegaba Zapaquilda^ quando 
jMarramaquiz zeloso, que miranda 
Estaba desde un alto caballete 
Tan gran traycion, colérico arrcmietei 



1^4 RIMAS 

Y echa veloz, de ardiente furia llenos 
Una mano al papel y otra al relleno. 
Garraf se pasma y queda sin sentido. 
Como el que oyó del arcabuz el trueno 
Estando divertido; 

A quien él ofendido 
Tiró una manotada con las fieras 
Uñas, de suerte, que formando esferas 
Por la región del ayre vagaroso 
-Le arrojó tan furioso. 
Que en el claro cristal, de sus espejos 
Pudo caMr vencejos, 
Menos apasionado y mas ocioso. 
No de otra suerte el jugador ligero 
Le vuelve la pelota al que la saca 
Herida de la pala resonante. 
Quejase el ayre que del golpe fiero 
Tiembla hasta tanto que el furpr se aplaca, 

Y chaza el que interviene el pié delante; 
El gatazo arrogante. 

Sin soltar el relleno, despedaza 

El papel que en los dilates 

Con la espuma zelosa vuelve estraza, 

Y á Zapaquilda atónita amenaza. 
Como se suele ver en las corrientes 
De los undosos ríos quien se aboga. 
Que asiéndose de rama, yerba ó soga. 
La tiene firme de sentido ageno; 

Así Marra maquiz tiene el relleno. 
Que ahogándose en congojas y desvetos, 



No soltaba la causa de los zelos. . ^ 
j O quanto amor un alma desespera! 
Pues quando ya se ve sin esperanza» 
En un relleno tomará venganza. 
Mas quién imaginara, qué pudiera 
Bar zelos el amor en ocasiones 
Con rellenos de huevos y pifiones? 
Mas ay de quien le habia 
Hecho para la cena de aquel dia ! 
Ifuyóse al ün la gata, y con el miedo 
TocMas tejas con el pje tan quedo^ 
Que la Amazona bella parecía, 
Que por los trigos pálidos corría 
Sin doblar las^ espigas de las cañas; 
Que de tierras estrafias 
Tales gazapas las historias cuentan. 
Los miedos que á la gata. desalientan. 
La hicieron prometer, si la libraba, 
Al niño amor un arco y una aljaba. 
De aquel zeloso Sodamonte fiero. 
Hasta pasar las furias del Enero, 
El qual juró olvidarla, y en su vida. 
Desnuda ni vestida. 
Volver á verla ni tener memoria 
De la pasada historia, 

Y buscar algún sabio. 

Para satisfacción de tanto agravio; 

Pero fueron en vano sus desvelos. 

Que amor no cumple lo que juran zt\o%.i 

Y tanto puede una muger que Hora, 



126 RIMAS 

Que vienen á reñirla y enamora» 
Creyendo et que ama en sus zelo^as irsis^ 
Por una lagrimilla mil mentiras ; 

Y como Ovidio escribe en su Epistolio»^ 
Que no me acuerdo el folio. 

Estas heridas del amor protervas 

No se curan con yerbas, 

Que no hay para olvidar á amor remedio^ 

Como otro nuevo amor ó tierra en medio» 

Garraf, en tanto que esto se trataba. 

Estropeado k Micifuf llegaba» 

Mayando tristemente 

En acento hipocóndrico y doliente» 

Como suelen andar los galloferos» 

Para sacar dineros» 

Manqueando de un brazo 

Colgado de un retazo, 

Y débiles las piernas» 

Una cerrando de las dos linternas» 
Por mirar á lo vizco. 
Luego en el corazón le dio un pellizco 
La mala ^ueva que adelanta el daño» 
Haciendo el aposento al desengaño» 

Y díxole: ¿qué tienes, 

Garraf amigo, que tan triste vienes? 
Entonces él moviendo tremolante 
Blanda cola detras, lengua delante» 
Le refirió el suceso, 

Y que Marramaquiz papel y queso 

Y relleno también le iiabia tomado» 



DB BURGUILLOS. 12^ 

Como zeloso ayrado. 
Como agraviado necio. 
Con infame desprecio. 
Con descortés porfía; 

Y que de tan estrafia gatería 
Zapaquilda admirada. 

Huyó por el desván la saya alzada. 

Que lo que en las mugeres son las nagua» 

De raso, tela ó camelote de aguas. 

Es en las gatas la flexible cola. 

Que ad libitum se enrosca ó se enarbok. 

Contóle que de aquella manotada 

Con su cuerpo afligido. 

De miedo helado y de licor teñido» 

Descalabró los ayres, 

Y con otros agravios y desayres. 
Que prometió vengarse por la espada 
De haberle enamorado á Zapaquilda, 

Y hablarla en el tejado de Casilda, 
(Una tendera que en la esquina estaba^) 

Y dixo que pensaba, 

En desprecio y afrenta de sus dones. 

Hacer de los listones 

Cintas á sus zapatos. 

¡O zelos ! si erttre gatos 

De burlas ú de veras 

Formáis tales quimeras, 

¿Qué haréis entre los hombres^ 

De hidalgo proceder y honrados nombres? 

No estuvo mas ayrado 



I.(2d RIMAS 

Agamenón en Troya, 

Al tiempo que metiendo, la tramoya 

Del gran Paladión de armas preñado, 

echaron fuego á la Ciudad de Eneas, 

De ardientes hachas y encendidas teas. 

Causa fatal del miserable estrago 

De Dido y de Cartago, 

Por quien dixo Yirgilio, 

Destituida de mortal auxilio. 

Que llorando decia, 

Ay dulces ¡prendas, quando Dios quería! 

Ni Barbarroja en Túnez, 

Ni el fuerte Pirro, ni Simón Antuner,. 

Este bravo Español , y Griego el otro. 

Que MicifuiFcomo si fuera potro 

Relinchando de colera en oyendo 

El fiero y estupendo 

Furor de su enemigo: 

Mas prometiendo darle igual castigo. 

Se fué á trazar el modo 

De vengarse de todo. 

Que á un pecho noble, á un ínclito sugeto. 

Mayor obligación mas zelo alcanza. 

De poner en efeto. 

Desempeñar su honor con la venganza* 

Marramaquiz en tanto. 

Desesperado por las selvas iba. 

Para buscar el sabio Garfiñanto, 

Al tiempo que el aurora fugitiva 

De su cansado esposo 



BE BÜRGUlttOS. 129 

Arrojaba la luz á los mortales, 

Y el sol infante en líquidos pañales 
De zelages azules 

Mandaba recoger en sus baúles. 
Para poder abrir los de oro y rosa. 
El manto dé la noche temerosa , 
Aunque era todo el manto de diamantes , 
En el záfiro nitido brillantes 
Ojos del sueño el hurto y el espanto. 
Este gatazo, y sabio Garfifianto, 
Cano de barba, y de mostachos yerto. 
De un ojo remellado y de otro tuerto. 
Bien que de ilustre cola venerable, 

Y que sabia con rigor notable 
Natural y moral Filosofía i 
Por los montes vivía. 

En una cueva oculta. 

Cuya entrada á las fieras dificulta. 

Como el de Folifemo, un alto risco; 

No se le daba un prisco 

De riquezas del mundo, que estimaba' 

Solo el sol que Alexandro le quitaba 

A aquel que de los hombres puesto en fuga 

Metido en un tonel era Tortuga. 

Bien haya quien* desprecia 

Esta fábula necia 

De honores, pretensiones y lugares 

Por estudios y acciones militares. 

Sabia Garfiñanto Astrologia, 

JVIas no pronosticaba, 

Tofn. XI I 



130 RIMAS 

Que decía que el cielo gobernaba 

Una sola virtud que le movía, 

A cuya voluntad está sujeto 

Quanto crió, que todo fué perfeto. 

No sacaba almanaques. 

Ni decía, que en Troya y los Alfaques 

Verían abundancia 

De. pepinos y brevas. 

Muchas lentejas en Paris y en Tebas, 

Y que cierta cabeza de importancia. 
Sin decirnos a donde, faltaría; 

Que por mugeres Venus prometía 

Pendencias y disgustos. 

Como si por sus zelos ó sus gustos 

Fuese en el mundo nuevo. 

Pero volviendo á nuestro sabio Febo, 

Después de consultado, 

Díxo á Marramaquiz , que su cuidado 

En vano á Zapaquilda pretendía, 

Y que solo seria 

jRemedio que pusiese en otra parte. 
Vengándose con arte. 
Los ojos, dívirtiendo el pensamiento, 
Que amar era cruel desabrimiento 
Mas que traer un áspid en las palmas'. 
En no reciprocándose las almas , 
Que amor se corresponde con Anteros, 

Y mas sí Ip negocian ios dineros. 
Destituido el gato 

Ya de mortal socorro. 



DE BURGUILLOS. J3I 

Se fué calando el morro, 

Y dióle una salchicha, 

Por no mostrarse á Garfiñanto ingrato; 

Que no pagar la ciencia 

Es cargo de conciencia, 

Mas dicen que de sabio? es desdicha. 

Pensando en quien pusiese finalmente. 

De toda la gatesca vizarria , 

La dulce enamorada fantasía. 

Para verse de amor convaleciente 9 

Se le acordó, que enfrente 

De su casa vivia un boticario. 

De cuyo codeante vestuario 

Una gata salia. 

Que la bella Mizildá se decía, 

Y sentada tal veí: en sü tejado 

Miraba como dama en el esti'ado { 

Los nidos de los sabios gorriones, 
Dexando pulular los embriones; 

Y en viendo abiertos los matemos huevos , 
Comerse algunos de los ya mancebos. 
Admitiendo este nuevo pensamiento. 
Mas que su voluntad, su entendimiento. 
Que ámot qué én las venganzas se resfria ' 
Emprende mucho y executa poco, ' ^ 
Por entonces templó la fantasía. 

Que aquello es cuerdo lo que duerme un loco; 

Estaba el sol ardiente 

Una siesta de Mayo calurosa , 

Aunque amorosamente 

la 



f ^3 RIMAS 

Plegando el nácar de la fresca rosa. 
Que producen los niños abrazados , 
Huevos del Cisne , y huevos estrellados. 
Pues que los hizo estrellas; 
Quándo Micilda con las manos bellas 
La cara se lavaba y componía 
Nojéjos del tejado en que vivía . 
Marramaquiz , que ya con m^ cuidado 
La miraba y servia 

En fe del Garfifíanto consultado:. l 

Quando al mismo tejado 
Zapaquilda Uegp por accidente. 
El gato viendo la ocasión presente. 
Para que su deseo 
La diese zelos con q1 nuevo empleo, 
. Llegándose mas tierno y relamido. , 
A Micilda , que ya de vergonzosa 
Estaba mas hermosa, 

Y equívoco fingiendo 

Falso desprecio, descuidado Qlvido, 

En su venganza misma padeciendo .. 

Amorosos deseos. 

Tales son del amor los devaneos, , 

Requebrando á Micilda, á quien pensaba 

Ofrecer los despojos 

De aquella guerra , paz de sus enojos, 

Y á Zapaquilda á lo traydor miraba 
En las intercadencias de lo3 ojos. 
Tan extraño sentido. 

Que es menos entendido . . 



DE ift/RtíUltLOS. Í33 

Mientras que mas parece que se entiende, - 

Pues siempre con engaños se defiende. 

Que si las luces de los ojos niiras 

Basta ser niñas, para ser mentiras. ^ 

Micilda, á quien tocaba en lo mas vivo 

El amor primitivo. 

Porque como doncella fácilmente 

A lo que entonces siente 

La tierna edad, se rinden y avasallan. 

Hablando con los ojos quando callan; 

De buena gana dio fácil oido 

A los requi<»bros del galán fingido. 

Con que ya andaban de los dos las colas 

Mas turbulentas que del mar las olas. 

Zapaqtiilda sentida 

De aquella libertad (que es propio efeto 

De la que fué querida ' 

Sentir desprecio donde vio respeto ) 

Murmurando entre dientes 

Amenazaba casos indecentes 

Entre personas tales 

En calidad , y en nacimiento iguales. 

Como se ve gruñir perro de casa. 

Mirando el que se entró de fuera en frente. 

Estando en medio de los dos el hueso, 

Que ninguno por él de miedo pasa, 

Parando finalmente 

Las iras del canículo suceso. 

En que ninguno de los dos le come» 

Obligando á que tome 



134 niMitt 

Un palo algún criado, >t , . 

Que los desparte ayrado, ^ ^ 

Y dexa divididos^ ...; . 
Quedando el hueso en paz, y ellos, .mordidosí 
Asi feroz ^rufiia , , „ ,:, 
Zapaquilda envidiosa. 

Efecto de zelosa, ^ ... 

Aunque al gallardo Micifuf quería; 

Que hay mugeres de modo. 

Que aunque no han de querer, la quieren todo, 

Porque otras no lo quieran, i 

Y luego que rindieron lo que esperan,- 
Vuelvan á estar mas tibias y olvida^das. 
Finalmente las gatas encontradas. 
Siendo Marramaquiz el hueso en medio« 
(Tal suele ser de zelos el remedio,) 

A pocos lances de mirarse ayradas^ 
Vinieron á las manos, dando al viento ; 
Los cabellos y faldas, 

Y en tanto arañamiento 

. Turbadas de color las esmeraldas. 
Maullando en tiple, y el gatazo en baam. 
Cayeron juntas del tejado abaxo 
Con ligereza tanta. 
Aunque decirlo espanta. 
Por ser como era el Salto 
Cinco suelos en alto. 
Hasta el alero del tejado fines. 
Que no perdió ninguna los chapines; 
Quedando el negro amante 



Despaes de ton estrafios desconsuelos, 
Muerto de risa en acto semejante: 
Tan dulce es la venganza de los zelos ! 

SILVA TERCERA. 

Distaba dé lois Polos igualmente 
La máscara del sol y Cinosura, 
Primera quadrilátera figura. 
Con la estrella 'luciente. 
Que mira el navegante. 
Bordaba la celeste arquitectura; 
Velaba todo amante 
Por el silencio de la noche oscura, 

Y en el Indiano clima el sol ardia 
En dos mitades dividido el dia ; 
Quando gallardo Micifuf valiente 
Paseaba el tejado de su dama. 
Que sangrada en la cama 

La tuvo el accidente 

Dos días, que faltó sol al tejado, 

Y estuvo la cocina sin t:u¡dado. 
No por la altura de los siete cielos. 
Mas por el sobresalto de les zelos. 
Iba galán y bravo. 

Un cucharon sih cabo 

Destos de yerro de sacar buñuelos 

Por casco en la cabeza. 

Que en ella tiene la mayor flaqueza. 

Pues no suelen morir de siete heridas^ 



Ií?6 RfMAS 

(Por quien dicen que tienen siete Yidas,) 

Y on golpe en la cabeza los atontat 
, Así la tienen á desmayos pronta. 

Broquel de cobertera. 
Espada de á caballo qii^e antes. era " 
Cuchillo viejo de limpiar zapatos. 
Que él solia llamar timebunt gatos, 

Y por las ipanchas de los píes y el anca 
Natural media blanca, 

Y capa de un bonete colorada. 
Abierto por un lado. 

Plumas de un pardo gorríon,c(^do 

Por ligereza, pero no por arte. 

Así rondaba el nuevo Durandarte, 

Galán favorecido, 

Porque son los favores de la dama 

Guarnición de las galas, de quien ama. 

Dos músicos traían instrumentos, 

A cuyo son, y acentos 

Cantaban dulcemente, 

Y así llegando del balcón enfrente 

De Zapaquilda bella. 

Cantaron un romance, que por ella 

Compuso Micifuf, Poeta al uso. 

Que él tampoco entendió lo que compuso* 

Mas puesta á la ventana 

Coo serenero de su propia lana, 

Hasta que Bufalía 

Le truxo un rocadero. 

Que por mas gravedad y fantasía 



Sirvió de capirote y serenero : 

Y en medio de lo grave 
Del romance 5uave 
Les dixo con despejo, 
Pareciéndole versos á lo viejo. 
Que xácara cantasen picaresca, 

Y así cantaron la mas nueva y fresca. 
Que para que lo heróyco y grave olviden. 
Hasta las gatas xácaras les piden: 

¡ Tanto el mundo decrépito delira! 
Aquí se resolvió la dulce lyra, 

Y en dos lascivos ayes, 
Andolas, guirigayes," 

Y otras tales baxezas. 

Cantaron pues las bárbaras proezas, 

Y hazañas de rufianes^ 

Que estos son los valientes Capitanes, 

Que celebran Poetas, 

De aquellos que en extremas 

Necesidades viven arrojados 

Al vulgo como perros á leones. 

Que la virtud y estudios mal premiados 

31 ueren por hospitales y mesones. 

Verdes laureles de Virgilios y Enios 

Perecer la virtud y los ingenios. 

¿Mas quien le mete á un hombre Licenciado 

Mas que en hablar de solo su tejado? 

Que no le dio la escuela mas licencia. 

Que es todo lo demás impertinencia. 

Quando aquesto pasaba, 



i::j8 RIMAS 

Marramaquiz estaba 

Inquieto y acostado, 

Treguas pidieiído á su mortal cuidado; 

Pero como el amor le desvelaba. 

Dio de sentido falto 

Desde la cama un salto. 

Compuesta de pellejos. 

Otro tiempo conejos. 

Que en el Pardo vivían, 

Y en la cola su cédula traían 
Para seguridad de sus personas; 

Mas ay muerte cruel ¿á quién perdonas? 
Saltó en efeto como el Conde Claros, 

Y arfnándose de ofensas y reparos. 
Vino de ronda al puesto por la posta. 
Por ver si había Moros eii la costa; 

Y no siendo ilusión el pensamiento. 
Que del alma el primero movimiento 
Pocas veces engaña : 

No suele débil caña. 

En las espadas verdes esparcidas 

Del ayre sacudidas. 

Hacer manso ruido 

Con mas veloz sonido. 

Como rugió los dientes: 

K¡ entre los accidentes 

Del erizado frió 

Al enfermo sucede 

Aquel ardor contrario. 

Como de ver tan loco desvario. 



Que apenas le concede 

Entre una y otra pensamiento vario 

Sespiracion y aliento» ^ 

De la vida instrumento. 

Helado y abrasado 

Entre ardores y yelos. 

Que al frió de los zelos 

Frígido fuego sucedió mezclado: 

Que con distinto efeto 

En un mismo sugeto /■ 

Viven siendo contrarios, ■ , " 

La causa es una, y los efectos varios. ' 

Miraba á Zapaquilda en la ventana 

Hablando con su amante, , 

Sin miedo de la luz de la mañana, / 

Que coronaba el último diamante 

I>el manto de la noche que iba huyendo, 

Y cantando y tañendo 

Los músicos con tanto desenfado, 

Como sí fuera su -tejado el prado : 

Que nunca los amantes 

Previnieron peligros semejantes. 

Asi losenveleca 

Amor, de ceca en meca, 

Como olvidado Antonio con Cleopatra^ 

La gitana de Meníis que idolatra, 

Que ciego de su gusto no temia 

Al César que siguiéndole venia; 

Porque si fué Komano Octaviano, 

También Marrama^uiZ; era romano; 



14^ RIMAS 

Y si valiente César y phid©nte. 

No menos fué prudente que vafliénte; 
Que en su tanto los méritos mirados, 
César pudiera ser de lo^ tejados. 
Como detras del árbol escondido ' 
Mira y advierte con atento oido 
El cazador de páxaros el ramo. 
Donde tiene la liga y el reclamo. 
Para en viendo caer el inocente 
Xilguero, que los dulces sihos siente " 
Del amigo traydor que le convida 
A dura cárcel con la voz fingida ; 

Y apenas de tas plumas revolando 
Entre la liga, quando 
Arremete y le quita no piadoso. 
Sino fiero y cruel ; así el zefoso 
Marramaquiz atento. 
Esperaba el primero movimiento 
Del venturoso amante que decia 
Con dulce mirlamiento: 

Dulce Señora mia, 

¿Quando será de nuestra boda el día ? 

¿Quando querrá mí suerte que yo pueda 

Llamaros dulce esposa. 

Que entonces para mí serk dichosa ? 

jAy tanto bien él cielo me conceda! 

Mas fué nuestra fortuna. 

Que Júpiter jamas por ninfa alguna, - 

Aunque se transformaba 

En buey que el mar pasaba, 



DE BUROWLLOS. 14.1 

En sátiro, y ert águila y enp^to, . ^ 

Nunca le vieron transformarse ,^ gato, r 

Porque si alguna yez gatiquisier^ - 

De los amantes, g^tos se doiipr^. í 

Con voz enamorada, , ^ - t 

Doliente y desmayad^, 

La gata respond¡4: , . . - 

]Vlafiana fuera el dia 

De nuestra alegre boda, » 

Pero todo mi bi^n desacpmo4í^ i "^ 

Aquel infame gato fementida,; - : ., ?" 

Marramaquiz zelQ$p die miiolvidoi .. . ; 

Que en llegando á saber mi (^a^amiento ^ 

Hubiera temerario arafiamiiento, » 

Y estimo vuestra vida: 

Me tiene tenierosa y encogida, , : , ■ / .< 
Que es robusto y valiente, • » ' 

Y en materia de zelos impaciente. 

Mejor será m^talje cqn veneno.' - 

Aqui de furia lleno 

Respondió Micifuf: ¿por un villano 

Pierdo el favor de vuestra hermosa mano? 

¿El segora lo estorba? , » 

¿Es por ventura, mas que yo valiente ? . - ? 

¿Tiene la uña corva .... 

Mas dura qi§^ k mia, 

O mas agudo y. penetrante ^1 diente? 

Entre la mostachosas artillería, 

¿Qué hueso de laj pierna ó espinazo 

Se me resiste á mi? ¿.qué fuerte b3?azo? 



14^ ' klMAÍ 

¿Yo no soy Micifuf? ¿yo no decíénda 
Por línea recta que pregar pretehdo, 
Be Zapiron él gato blanco y rubio. 
Que después de las aguas del diluvio 
Fué padre universal de todo gato ? 
I Pues cómo agora con desden ingrato 
Tenéis temor de un mauUador gallina^ 
Valiente en la cocina, / 

Cobarde en la campaffa, 
Y referir por ifirencible liazafía. 
Dar á Gárraf ( un gato mi escudero^ 
Que fuera de' áer gato forastero. 
Es agora tan mozo. 
Que apenas tiene bozo,) 
Una guarxtada con las uñas cinco, 
S¡ de repente dio sobre él un brinco? 
¿Qué Cipion del Africano estrago? 
¿Qué Anibaf de Cartagó? 
¿Qué fuerte Pero Vázquez Escartiilla/ 
El bravo de Sevilla? ' * 

Por esos ojos que á la verde falda 
I>e las selvas hurtaron la esmeralda. 
Que si entonces me hallara en el tejado 
Que no llevara ,- cotno .se ha llevado 
El queso y el relleno: 
¿Y queréis que le mate cott vtñéno? 
Esa es muerte de Príncipes y Reyes^ 
Con quien no valen las humanas leyes. 
No para un gato, Mrbaro cobarde, 
Cuyas orejas os traeré está tarde^ ^ 



D6 BURGUILLOS. 2^43 

Y de cuyo pellejo. 

Sino lae huye con mejor consejo, 
Haré para conier con mas gobierno 
Una ropa de. martas este invierno. 
Aquí Marramaquiz desatinado, 
Qual suele arremeter el Xarameño 
Toro feroz de media luna armado 
Al caballero con ayrado ceño. 
Andaluz ó Estremefio, 
Que la pítria jamas pregunta el toro; 

Y por la frafija deLbordado de oro 
Caparazón meterle en la barriga 
Dos palmos de madera de tinteros^ 
(Acudiendo al socorro caballeros, . . 
A quien la sangre ó la razón obliga,) 

Al caballo inocente que pensaba, 

Quando le vio venir, que se burlaba: 

Gallina Micifuf, dixo furioso, ;i 

El hocico limpiándose espumoso. 

Blasonar en ausencia : 

No tiene de mugeres diferencia. 

Yo soy Marramaqqiz, yo noble al doblcí 

De todo gato de ascendienjte nobl^. 

Si tú de Zapiron, yo de Malándro, 

Gato del Macedón Magno Alexandrp, 

Deciendoconao. tengo en pergamino 

Pintado de colores y oío fino 

Por armas un morcón y un pié de puerco^ 

De Zamora ganados en el cerco. 

Todo en campo de golas, 



144 RÍMAS 

Sangriento mas que roxas amapolas. 
Con un quartel de quesos asaderos. 
Róeles en Castilla les primeros. 
No fü^oa en cocinas mis hazañas, 
Stnó en galeras, naves y campañas; 
No con Garraf tú page. 
Con gatos Moros las mejores laneas. 
Que yo maté en Granada á Tragapanzas, 
Gatazo Abencerrage, 

Y cuerpo á cuerpo en Córdoba á Murcifo» 
Gato que fué del Regidor Kengtfo, 

Y de dos uñaradas 

Deshice á Golosillo las quixadas. 
Por gusto de una Miza mí respeto, 

Y le quité una oreja á Boquineto, 
Gato de un albañil de Salobreña; 
La cola en Fuentidueña 

Quité de un estirón á Lameplatos, 

Mesonero de gatos. 

Sin otras cuchilladas que he tenido, 

Y la que di á Garrido, 

Que d^l corral de los naranjos era 
Por la espada priúvera 
Único gatizidav 

Pero es hablar en cosa tan sabida 
Decir que el tiempo vuela y no ^é páía, 
Que no hay cara mas fea que la cara 
De la necesidad, y la mas bella. 
Aquella del nacer con buena estrella. 
Que alumbra el sol y queia nieve enfria. 



DE BURGUfLLOS. I45 

Qne es oscura la noche y claro el dia* 

£sa gata cruel , que me ha d^xado 

Por tu poco valor, verá muy presto. 

Siendo aqueste tejado 

£1 teatro funesto, 

Como te doy la muerte que mereces. 

Porque mi vida á Zapaquilda ofreces. 

Llevando tu cabeza presentada 

A Micílda, que es ya mi prenda amada; 

Micilda , que es mas bella 

Que al vespertino sol candida estrella^ 

Venus , que rutilante 

Es de su anillo espléndido diamante* 

Esta si que merece la fe mia. 

Mi constancia, mi amor, mi vizarria. 

Que no gatas mudables, 

Que si por su hermosura son amables. 

Son por su condición aborrecibles. 

Amigas de iBud^anzas ^ impipsibles. 

Aquí sacó la espada ruginosa 

De la bay na mohosa , : ' 

Y á los golpes primeros; .. 
Se llamaron fulleros, . • - . . 

Si bien no hay desh(w>r desembaynado; 

Y Zapaquilda huyendo /. 

Del súbito temor la sangff helada, 
Dexóse el serenero en ^1 tejado. 
Los músicos en viendo. 
£1 belicoso duelo comenzado. 
Huyeron co^u> spcijien, . 

Tom.XL K 



T46 HIMAS ' 

Que no hay garzas que vuelen 

Tan altas por los vientos; 

Dicen , que pof; guardar los instrumentos, 

Y mil razones tienen, 

Pues que solo á cantar en ellos viehen. 
Que mal cantará un hombre si supiera. 
Que había luego ée sacar la espada, - 
Que tanto el pecho altera, 
Ni pudiera formar la voz turbada; 
Que hay mucha diferencia, sí se mira. 
De dar «en los broqueles ó en las cuerdas. 
Pasar la espada el pecho ó por la lyra; 
El arco hiriendo las pegadas cerdas. 
Andaba entonces Guruguz de ronda 
Con una esquadrá vil de sus esbirros. 
Cuyo abuelo nacido en Trapisonda 
Curaba hipocohdrtácos y cirros, 

Y viéndolos andar á la redonda. 
Como si fueran Césares ó Pirros, 
Los dos valientes gatos. 

Con fuerte anhelo descansando á- ratos. 
Llegaron á ponerse de pof medio, 
Que fué difícil, pero fué remedio* 
Mas como respetar á^ la justicia 
De gente principal respeto seía-, 

Y lo contrario bárfeará malicia. 
Luego Marramaquiz rindió la espada: 
¿Quién habrá que lo crea? 

Mas viendo Guruguz, que no qtiería. 
Que la amistad quedase 'confirmada, 



DB BURGUfLLOS. 147 

Sino permanecer en su porfía» 

Llevólos á la cárcel enojado: 

Quando Febo dorado 

Asomaba la frente 

Por las ventanas del rosado oriente^ 

Como si azúcar fuera , y de colores 

En campo verde iluminó las flores. 

SILVA QUARTA. 

Quien dice que el amor no puede tanto. 
Que nuestro entendimiento 
No pueda sujetarle, es imposible 
Que sepa qué es amor , que reyna en quanta 
Compone alguna parte de elemento 
En el mundo visible. 
¡O fuerza natural incomprehensible! 
Que en todo quanto tiene 
Una de las tres almas, 
A ser el alma de sus almas viene. 
¿Quién no se admira de mirar las palmas 
En la región del África desnuda, 
Quando su fruto en oro el color muda. 
Con :solo aquel ardor vegetativo 
Amarse dulceníenté? 
Que en lo demás que siente. 
No es mucho que de amor el fuego vivo 
Imprima sentimiento, - 

Y flatural deseo " ' 

Con lazos de pacifico Himeneow . - - 



148 RIMAS 

La fiera, el av^ , el pez en su elemento 

Todos aman y quieren 

Por la razón de bien lo que es amable^ 

Pues ama lo que es solo vegetable: 

Si de ningún sentido el bien infieren 

Entre las cosas que por; él adquieren 

Algún conocimiento; ^ 

Perdonen quantas aves y animales 

De su distinto gozan elemento, 

Ningunas son iguales 

En amor á los gatos» 

Exceptando las monas^ 

Que hasta en esto se precian de personas, 

Y ya q^ no en esencia, en ser retratos; 
Porque acontece con el hijo al pecho 
Abrazalle con lazo tan estrecho, 

Q ue le hacen exálar la sensitiva 
Alma vital, así el amor las priva;' 
Que fué en la estimativa conocido 
Del natural sentido, 

Y si por opinión crítico alguno 
Tiene, que amor tan loco 

No pupde haber en animal ninguno. 
Vayase poco a poco 
Al Africano Tetuan, á donde 
Verá como á los árboles trepando 
Est^del hombre semejanza propia. 
De que hay allí gran copia. 
Ya sale con el hijo^ ya se esconde, 
Yá los que van ó vienen caminando* 



DE BURCUItLOS. I49 

Can risa de monesco regocijo. 

Muestra el pel«)$o hijo» 

Mas fuera disparate. 

Sino es que en ellas tr^te. 

Ir por ver una mona 

Hasta el África un hombre: 

Que si de Tito Livio llevó el nombre 

Muchos hombres á Soma , fué corona 

De los Historiadores, 

Que solo aquellas cosas superiores. 

Dignas por fama de admirable espanto. 

Es bien que cuesten tanto. 

Como ver á Venecia, 

Perche chi non la vede non la prezia, 

Que al cíelo desde el agua se avecina, 

Y en Góndolas por coches se camina. 
Los gatos en efeto 

Son del amor un índice perfeto. 
Que á ios demás prefiere, 

Y quien no lo creyere 
Asómese á^un tejado 

Bn frias noches de un invierno helado, 
Quando miren las Hélices nocturnas 
Las estrelladas urnas 
Del frígido Aquario, 
Verá de gatos el concurso vario 
Por los melindres de la amada gata. 
Que sobre tejas de escarchada plata 
Su estrado tienen puesto, 

Y con mirlado gesto 



I fijo RIMAS 

Sesponde á los maullos amorosos * 

De los competidores; 

No de otra suerte oyendo sus amores, 

Que Angélica la bella 

De Ferragut y Orlando, 

Amantes belicosos, 

Quando andaban por ella 

Siji comjpr y dormir, acuchillando 

Franceses y Españoles, 

De que no se le dio dos caracoles. . 

¿Qué cosa puede haber con que se iguale 

La paciencia de un gato enamorado. 

En la canal metido de un. tejada 

Hasta que el alba sale, 

Que en vez de rayos coronó el oriente 

De carámbanos frígidos la frente? 

Pues sin gabán , abrigo ni sombrero, 

Febo oriental le mirará primero. 

Que él dexe de obligar con tristes queja» 

Las de sus gatirígidas orejas. 

Por mas que el cielo llueva 

Mariposas de plata quando nieva. 

Mas d exando cansadas digresiones. 

Que el Retórico tiene por viciosas, 

Aunque en breves paréntesis gustosas; 

Presos los dos gatíferos Campiones, 

Por no querer ha¿er las amistades, 

Y responder soberbias libertades; 

Dicen que Zapaquilda,^ 

y la beUa Micilda, ,: . , , 



DT? BITRGUÍLtOS. 15 1 

Tapadas de medio ojo 

Con sus mantos de humo. 

Que es llegar á lo sumo 

De un amoroso antojo. 

Fueron á ver sus presos. 

Que en tanta autoridad tales excesos 

Parecen desatino. 

En fin Micilda enamorada vino. 

Con que á toda objeción amor responde; 

Asi la Infanta Dona Sancha al Conde 

Garcifernandez preso visitaba 

En la oscura prisión del Rey su padre; 

Dicen que con deseos de ser madre, 

Que habia dias qu^ sin él estaba. 

Cada qual de las dos imaginaba, 

Que la otra venia 

Por el que ella quería, 

Y con este engañado pensamiento, 
(Que nunca tienen mucho fundamento 
Los zelos ) comenzaron á mirarse 

En manifestación de sus enojos. 

Tirándose relámpagos los ojos. 

¡O quien las viera entonces levantarse 

Sobre los pies derechas, 

A ver si eran verdades las sospechas, 

Y de ser descubiertas recatarse! 
Condición de los zelos esconderse. 
Quererse declarar, y no atreverse. 
Que como son desprecio del paciente 
Huye de que se entienda lo que siente; 



ig^ Rimas 

Que amar siempre se tuvo por nobleza^ 
V Y los zelos por actotJe baxeza. 
Como si amor pudiese estar sin zelos. 
Que mas pueden estar sin sol los cielos. 
Testigo Juno y Pocrís, á quien llora 
Céfalo por los zelos de la Aurora. 
En fin después' de sufrimiento tanto 
Quitó Micilda de la cara el manto 
A la siempre zelosa Zapaquilda, 
Y ella echando las ufias á Micilda 
Con el rebozo el moño. 
No suele por los fines del otoño 
Quedar la vid ñudosa en los sarmientos 
De los marchitos pámpanos robada 
Sin resistencia á los primeros vientos. 
Que con nevado soplo y boca helada 
Cierto dexó cadáver con la fiera 
Mano que. floreció la primavera. 
Como las dos quedaron en la rifa: 
Ni Fátima y Xarifa 
- Por el Abencerrage Avindarraez, 
Ni por Martin Pelaez, 
Que delCid heredó la valentía. 
Doña Urraca y María de Meneses, 
Aquella á quien pedia 
Con palabras cortejes * 

Las nueces su galán sino baylaba: 
¡ Así zeloso amor las provocaba! 
En fin á puros tajos y rebeses ' 
I>e las rapantes ufias aguileñas^ 



DB jnmcuittos. i§3 

]>esmofia<)a$ las greñas, 

Y el solimán raido. 

Quedaron desmayadas sin sentido. 
Haciendo cada qual la gata-morta. 
No fué con esto la prisión mas corta, 
Pero salieron della finalmente, 
Que el tiempo con los bienes 6 los males 
Dexando siempre atibas todo accidente. 
Que fué final acción de los mortales. 
Vuela sin detenerse, 
Dexándose llegar para perderse. 
Así pasó la gloria de Numancia, 

Y la brava arrogancia 
De la fuerte Sagunto, 

Porque la tierra toda es solo un punto 

De la circunferencia de los cielos. 

¿Pero qué desatino de las Musas 

Me lleva á tan estrafias garatusas? 

Las ¡ras del amor y de los zelos 

Pasaron adelante 

En uno y otro amante. 

Pero Marramaquiz aconsejado 

De sus amigos, remitió el cuidado 

AI amor de Micilda; 

Mas como el que tenia á Zapáquilda 

Era del alma verdadero efeto* 

Aunque disimulaba á lo discreto. 

Andaba triste y de congojas lleno. 

¡Mísero del que vive en cuerpo ageno, 

Y por un amoroso desvario 



1^^ ,- «IMAS 

Pierde la libertad del aWedrío! 

Que no la compra el oro. 

Porque es de todos el niayor tesoro. 

Tenia las mandíbulas de suerte 

Que era nn retrato de la muerte fiera. 

Aunque es error pintarla calavera. 

Porque aquella es el muerto y no la muerte: 

La muerte ha de pintarse una figura 

Robusta , de cruel semblante ayrado. 

Los fuertes pies en una piedra dura. 

Sino sepulcro en pórfido labrado. 

Con Reyes y Monarcas 

Hasta el que calza rusticas abarcas: 

Damas que sujetaron Capitanes, 

Y ásperas naciones, 
Poir bárbaras regiones 

De fieros Mamelucos y Soldanes; 

Y pintadas al uno y otro lado 

La enfermedad, la guerra y la desgracia, 
Parcas que tantas muertes han causado 
Por tantos desconciertos; 
Que huesos ya no es muerte, sino muertos. 
No aprovechaba la hermosura y gracia 
De Micilda á quitar al pobre amante 
La memoria tenaz que amor escribe 
Con la flecha cruel en el diamante 
Del alma donde vive, 

Y compitiendo con ei tiempo quiere 
Que viva en ella quando el cuerpo muere. 
En estos medios Micifuf intenta, 



A SU competidor viendo remoto. 

Por medio de Garrullo su compadre^ 

Que habia sido gato en una venta. 

Pedirla por muger á Ferramoto 

De Zapaquilda padre. 

Propúsole Garrullo 

Con prudente mabullQ 

Las partes de su amigo. 

Como dellas testigo, 

Sin otras conseqllencias. 

Que atajaban zelo§as diferencias» . 

Ferramoto era un gato 

De buen entendimiento y de buen trato» 

Cano de barba y negro de pellejo. 

Persona que en la verde primavera 

De sus años jamas en la ribera 

De Manzanares se le fué conejo; 

Porque sirvió de galgo 

A cierto pobre y miserable hidalgo* 

Que con el se alumbraba, 

Y de suerte de noche relumbraba. 

Que pensando una moza que era lumbre 

Las nifías de los ojos que brillantes 

En la ceniza estaban plumbrantes. 

Yendo al hogar como era su costumbre. 

Sin pensar darle enojos, ^ 

Le metió la pajuela por los ojos. 

Nunca sin esto gato Marquesote 

Oposición le hizo. 

Oyó de buena gana lo propuesto. 



Í<6 RtMAS 

Y del novio galán se satisfizo. 
Aunque llegando á concertar el dotCt 
De seca mimbre un cesto 

Díxo que le daría. 

Que de cama de campo le servía. 

Seis sábanas de lienzo de naricesj 

Con algunos fragmentos por tapices 

De viejos reposteros, 

Quatro quesos añejos casi enteros, 

y una mona cautiva que tenia. 

Que hablaba eh lengua calta, y la entendía^ 

Sin otras menudencias. 

Con estas conveniencias 

Las capitulaciones se firmaron, 

Y el día de la boda concertaron. 
Marramaquiz estaba 

£n ocasión tan triste 

Como por burla y chiste 

Jugando á la pelota 

Con un ratón á quien pescó dé paso. 

Que de un baúl de versos del Parnaso 

A una maleta rota. 

Aunque llena de pleytos y escrituras, 

Pasaba haciendo gestos y figuras. 

Tal suele acontecer un triste caso 

En medio de la vida. 

Que no hay seguridad en cosa humana- 

Ya con veloz corrida 

Daba esperanza vana 

Al misero animal; ya le v(Hvia, 



BE ;«mGWLtOS. J^T 

Ya le arrojaba en alto 

Mojado de temor, de aliento falto» 

Y en medio del camino 1^ cogia. 
Como quien tira al vuelo. 
Diciendo tente, como el agua al yelo; 
Ya con las manos mizas 

Le daba por los lados 

Algunos bofetones regalados ; 

Quando llegó Tomizas, 

Tomizas su escudero ^ y sin aliento 

Le dixo el casamiento concertado 

De Micifuf y Zapáquílda ingrata: 

Y sintiendo perder su dulce gata, 
Dexó el pobre animal, que des^mayado 
Apenas acertaba con la vida. 

Mas puesto en fuga la libró perdida. 

Que quien ao ha de morir, si la fortuna 

Kevoca la sentencia. 

Nunca le falta diversión alguna 

En aquella dichosa intercadencia. 

A Tomizas en fin la diligencia : 

Valió una manotada con la zurda, ^ 

Que quando no le aturda. 

No es poco, para zurda manotada. 

Que le dexó la cara desgatada. :; 

Esto gana traer del mal albricias: 

lO qnanto amor de la razón desquicias 

Un noble caballero i 

íor eso ningún page ni escudero 

Se fie en la privanza, 



ig8 RiWAs 

Que es fácil en señores la mudanza^ 

Y el sol es gran señor, y nunca paré 
En rueda mas mudable: á la fortuna 
Se parece la dama Doña Luna, 

Que nunca vemos de una misma cara. 
Dexando la pelota el triste amante. 
De zelos y de amor perdido y loco. 
Que la vida y la honra tiene en poco; 
Vino á su casa con tristeza tanta. 
Que se metió debaxo de una manta, 

Y luego provocado á mayor furia 
De una carrera se subió al tejado. 
Asi desnudo Orlando provocada 
De no menor injuria, 

Quando leyó los rótulos del Moí:o, 
Que decian: amor, que sin decoro 
En la buena fortuna te gobiernas^ 
Aquí gozó de Angélica Médoro; 
En el papel de las cortezas tiernas 
De aquellos olmos de su bien testigos^ 
Para el Francés Orlando cabrahigos. 
Baxó Marramaquiz desesperado, 

Y entrando en la cocina. 

Sin respeto de Paula y de Marina, 
Esclavas del ausente Licenciado, 
Como laureles y álamos las míra^ 
Donde Climene por Faetón suspira: 
Los pucheros y cántaros quebraba. 
Vertió la olla en la sazón queTiervra, 

Y llamando á Borbon borbor decía* 



Y á taíito mal llegó su desatino. 
Que sacó media libra de tocino. 

Que andaba como. nave en las espumas; 

Y sino se le.quitan se le mama: 
Tanto pueden los zelos de quien ama. 
Una perdiz con plumas 

Quiso tragarse, y no dexaba cosa 
Que no 4a deshiciese. 
Por alta que estuviese : 
Trepaba la lustrosa 
Reluciente espetera. 
Derribando sartenes y asadores, 

Y con estas demencias y furores 
En una de fregar cayó caldera, 

( Trasposicidn se llama esta figura) 

jDe agua acabada de quitar del fuego. 

De que salió pelado. 

Pero viniendo luego 

El señor Liceneiado, 

Díxo que era vejieno que tendría 

Algún vecino, que matar quería 

Ratones de so casa^ 

Hecha de rexalgar traydora masa, 

Y á su servicio ingrato. 

Por matar los ratones, mató el gato. 

Y dixo bien spguri los aforismos 

De Nicandro, que son los zelos mismos 
Un veneno tan súbito, que apenas 
Toca la lengua-, quando ya las venas 

Y el corazón abrasan, ^ 



l6o ftlMAS 

Tan presto al centro de la vida pasan; 

Que no hay friars cicutas ni ana pelos ^ 

Como solo un escrúpulo de zelos. 

En fin, de ver el gato lastimado. 

Que le habia criado. 

Envió por triaca. 

Que todo venenoso ardor aplaca. 

De la magna que hacen en Yalenciat 

De que tenia una redonda sola 

Cierto Farmacopola. 

El gato con paciencia^ 

Sespeto de su dueño. 

Tomó dos onzas, y rindióse al suefío^ 

SILVA QUINTA. 

O til Don Lope , sf por dicha agora 
Por los mares Antarticos navegas, 
O surto en tierra quando al puerto llegas. 
Preguntas á la aurora. 
Qué nuevas trae de la bella España^ 
Donde tus prendas amorosas dexas, 
Y por regiones bárbaras te alejas; 
O miras en los golfos 
De la naval campafta, . . 
Por donde vino Júpiter á Europa, 
Encima de la popa 
Sin velas de Mauricios ni Rodolfos, 
Mas traydores que fué Vellido de Olfbs, 
Sereno el rostro en ía dormida Tetis, 



DB BURGUILLOS. t6 1 

De laiayrada Anfitrite, 
Mas que en Sevilla corre humilde el Betis, 
Quando k la mar permite 
La luna barquerola , 
No por las nubes de color de Angola, 
Una punta 4 k tierra, y otra al cielo^ 
De pocas luces salpicando el velo: 
Escucha en , vo? mas clara que confusa, 
Mi gatifera Musa, 

Y no permitas , Lope , que te espante, 
Que tal sugeto un Licenciado cante 
De mi opinión y nombre, 
Pudiendo celebrar mi lyra un hombre 
De los que honraron el valor Hispano, 
Para que al resonar la trompa asombre, 
Arma virumque cano. 
Que como no se usa 
£1 premio, se acobarda toda Musa; 
Porque si premio hubiera , 
Del TaJQ' la ribera 
La oyera *en trompa bélica sonora 
Divinos versos hijos de la Aurora: 
Por esto quiere mas que ver ingratos, 
Cantar batallas de amorosos gatos. 
Fuera de que escribieron mucltos sabios. 
De los que dice Persio, que los labios 
Pusieron en la fuente Cabalina , 
En materias humildes grandes versos; ' 

Mira si de Virgilio fueron tersos. 
Cuya princesa pluma fué divina, 
Tom. XL L 



1 62 RIMAS 

Quando escribió el Moreto, que en ianlenguá 

De Castilla decimos almodrote. 

Sin que por él le resultase mengua. 

Ni por pintar al picador mosquito. 

¿Y quién habrá que note. 

Aunque fuese satírico Aristarco , 

De Ulises el dialogo á Plutarco? 

La calva en versos alabó Sinesio« ' 

Gran defecto Tartesio; 

Quiere decir, que hay calvos en España 

En grande cantidad , que es cosa estrafia^ 

O porque nacen de celebro ardiente; 

Y también escribió del transparente 
Camaleón Demócríto, 

Y las cabanas, rústicas Teocrito, 

Y tanta filosófica fatiga 
Diocles puso en alabar el nabo. 
Materia apenas para un vil esclavo; 
El rábano Marcioa , Fanias la ortiga, 

Y la pulga Don Diego de Mendoza, 
Que tanta fama justamente goza* 

Y si el divino Homero 

Cantó con plectro á nadie lisongero 

La Batracomyomaquia , 

¿Por qué no cantaré la Gatomaquia? 

Fuera de que Virgilio conocía 

Que á cada qual su genio le movía* 

Ya todo prevenido 

Para el tálamo estaba, 

Y el dia estatuido 



DK BÜRdülLLOS» 163 

la posesión llamaba 
A la esperanza dé los dos amantes, 
Mas muchas veces con peligro toca 
El vidrio lleno de licor lá boca. 
Alegres les vecinos circunstantes. 
Convidados los deudos y parientes, 

Y escrito á los ausentes. 

Que. en tales ocasiones mas atentos 

Están que á la verdad los cumplimientos. 

Solo Marramaquiz, gato furioso, 

Lartientiaba zeloso 

Sus penas y cuidados 

Por altos caballetes de tejados, 

Fn que su voz resuena, 

Qual suele por las selvas Filomena 

Que ha perdido su dulce compañía, * 

Con triste melodía 

Esparcir los acentos de su pena. 

Trinando ia, dulcísima garganta. 

Que á un tiempo llora y canta. 

Y como perro braco 
Que ha perdido su duei5o, 
O Flamenco ó Polaco, 
Que ni se rinde al sueño. 

Ni el natural sustento solícita. 

Aunque en cantar no imita 

Al ruiseñor suave. 

Que una cosa es el perro y otra el ave, 

Y á cada qual su propio oficio quadra. 
Porque si canta el ave, el perro ladra. 

L a 



164 RIMAS 

Tenia ya Ferralo 

En un zaquizami curiosamente 

Lámala aderezada 

De uno y otro retrato 

De belicosa, quanto ilustre , gente 9 

Que las efigies son de los mayores . 

El mas heroyco exemplo. 

De la perpetuidad glorioso templo* 

Como se ven del Tamerlan y £neas,' , 

Y en Calvo el de las fuerzas gigante^^j 

En Juan de Espera en Dios y el Xransilvano» 

En Pirí'o Griego, y Scevola Somano. 

Allí estaba Gafurio, 

Que ganó la batalla de las Monas, 

De grave gesto y de nación Ligurío, 

Y otros gatos con cívicas coronas. 
Navales y murales, 

Y al laurel de los Césares iguales. 
No faltaban el Tumíre y el Mocho, 
Ni con el descolado Hoziquimocho, 
Que asistía en las casas de Cabildo» 

Y el armado Muflido 
Mas de valor que acero. 

Ni Garavillos, gato Perulero. 

Estaba el rico estrado 

I>e dos pedazos de una vieja estera 

Hecha la varanJilla, 

De ricas almohadas adornado 

En tarimas de cortho, y por defuera 

El grave adorno de una y otra silla « 



DE BÜRÓÜILtOS. 165 

Con tantat maravilla. 

Que si un culto le viérá. 

Es cierto que dixera. 

Por únicoá'Retóricos pleonasmos. 

Pestañeando asombros guiñó pasmos. 

Ya las sombras cayendo 

De los mayores montes * 

A los humilde^ valles 

Enlutaban los claros orlzontes, 

Y el mecánico estruendo 
En las vulgares calles 
Cesaba á los oficios; 
Tráfagos y bullicios 

Encerraba el silencio en mudos pasos , 

Y á diferentes casos 

La ronda, y los amantes prevenían 

Las armas que tenian ; 

Quando á la lixz huyendo la tiniebla 

De alegren deudos el salón se puebla. 

Vino Calvillo de fustán vestido 

De patas de conejos guarnecido, 

Grigiesco y saltambarca. 

Mas amante de Uaui'a que el Petrarca, 

Por una gata deste nombre propio, 

aunque parezca en gatos nombre impropio, 

Pero si llaman á una perra linda ^ 

Diana, Kosa, Fátima y Celinda, - 

Bien se pudo llamar Laura una gata» 

Pe pie bruñida como tersa plata. 

Maus de bocaci truxo grigiesco, 



i66 - atma^ 

Cuera de cordobán, gorrón Tudesco ♦ « 
Y de negro con mucl^a vizarría: 
Zurrón, gato mirlado, 
' De medias, y de estomítgo colchado; 
Ranillos que baxó de Andalucía 
De conejo en conejo , 

Por la Sierra Morena 
A ver del Tajo la ribera amena. 
Con el cano Alcubil su padre viejo: 
Gruíiillos y Cachorro , 
La nota y flor del esquadron vizarro: 
JVIarrullos y Malvillo , 
tJno de raso azul y otro amarillo: 
, Garrón , Cerote y Burro, 
Gatos de un zapatero. 
Mas para que discurro . 

Con verso torpe, y proceder grosera» 
Quando lo menos de lo mas refiero. 
Si me aguardan las damas , que aquel día 
Mostraron cuidadosa vizarría? 
Vino Mi turria bella, 
Motrilla y Palomilla, 
La flor de la canela y de la Villa, 

Y cada qual en la opinión doncella, 
Cosa dificultosa: 

Por eso es bien que la muger hermosa 

Quando honesta se llama. 

Tema por^ obras el perder la fama. 

Y entre todas fué rara la hermosura 
De la bella y discreta Gatifura, 



"V vestida de nácar Zarandilla, 
Xta gata mas golosa de Castilla. 
Ocupadas las sillas y^el estrado 
Salió Trevejos, gato remendado, 

Y sacando a la bella Gatiparda, 
Comenzaron los dos una gallarda. 
Como en París pudiera Melisendra : 

Y luego con dos cascaras de almendra 
Atadas en los dedos, resonando 

El eco dulce y blando 

Bayláron la chacona 

Trapillos y Maimona 

Cogiendo el delantal con las dos manos. 

Si bien murmuración de gatos canos. 

Mas ya. Musas, es justo. 

Que me deis vuestro aliento y vuestro gusto^ 

Canoro si , mas claro. 

Que parezca de un nuevo Sanazaro : 

Denme vuestros cristales en los labios. 

Que de ignorantes me los vuelvan sabios. 

Que Zapaquilda de la mano sale 

De Dofía Golosilla su madrina. 

Saya entera de tela columbina, 

De perlas arracadas 

En liatones de nácar enlazadas. 

La cabeza- de rosas primavera. 

Mas estrellada que se veja esfera. 

El blanco pelo rubio á pura gualda, 

Y un alma en cada niña de esmeralda. 
De cuyos garabatos 



l68 RIMAS 

Colgar pudieran las de muchos gatos; 
Chapines de tabí con sus virillas. 
Entre una y otra descubriendo espacios 
De la roxa color de los topacios. 
De nuestra edad, y siglo maravillas; 
Que lo que ser soliai) 
Un medio celemin con ataugia. 
Un pirámide es hoy de tela de oro, 

Y cuestan sus adornos un tesoro. 

Que ponen miedo de casarse á un hombre. 
Subiendo el dote á un número sin nombre» 
Si piensa sustentar trage tan rico. 
Sentóse al fin , mirlándose de hozico, 

Y prosiguió la fiesta de la danza 
Contra la posesión de la esperanza. 
¡Mas quién dixera que saliera incierta! 
Marramaquiz entrando por la puerta, 
Vencido de un frenético erotismo, 
(Enfermedad de amor ó el amor mismo) 
Suspendo , y, como atónito el senado. 
De ver de acero y de furor armado 
Un gato en una boda. 

Donde es propia la gala y no el acero* 
Alborotóse todo, 

Y Zapaquilda viéndole tan fiero 
Humedeció el estrado, y con mesura 
Comunicó su miedo á Gatifura, 

Si bien consideraba. 

Que entonces Micifuf ausente estaba. 

Porque solo esperaban que viniese. 



^ DE BüRCiÜItLOS. 169 

V que la mfino prática le diese. 

De que ya la teórica sabia. 

Que confirmase tan alegre día, 

En esta suspensión todos turbados, 

Marramaquiz abrió los encendidos 

Ojos, vertiendo de furor centellas, 

los dexó temerosos y admirados. 

Imprimiendo esta voz en sus oídos 

Al aliento feroz de sus querellas: 

Villanos descorteses. 

Mas falsos y traidores 

Que Moros y Holandeses, 

Porque siendo fautores 

No sois en las maldades inferiores; 

Esquadron de gallinas. 

Junta de gatos viles, / 

Que no de bien nacidos, 

Baxos habitadores de cocinas 

Entre asadores, ollas y candiles. 

Donde como á cobardes y abatidos ' 

La mas humilde esclava os apalea; 

No trocando jamas la chimenea 

Por la guerra marcial y sus rebatos, • 

Lamiendo lo que sobra de los platos, 

Y durmiendo el invierno, quando heriza 

Los cabellos el yelo, 

Sevueltos en la cálida ceniza. 

Hasta que ardiente el sol corona el cielo: 

Yo soy Marramaquiz, yo soy, villanos^ 

£1 asombró del orbe. 



ITa RIMAS • 

Que come vidas y amenazas sorbe. 

Aquel, de cuyos 'garfios inhumanos 

León en el valor. Tigre en las manos. 

Hoy tiemblan justamente 

Las Repúblicas todas. 

Que desde el norte al sur por varios mares 

IVljra de Febo la dorada frente^ 

Y el que ha de hacer que tan infames bodas 

Y con tantos bazares 
Sean las de Hipodamia, 

Esta en vosotros resultando infamia. 
O Musas, este gato babia leido 
A Ovidio, y por ventura 
De la fábula de Hércules quería 
El exen pío tomar, pues atrevido 
Hércules se figura, 

Y los gatos Centauros que aquel dia 
Murieron á sus manos; 

Porque no fueron pensamientos vanos 

Los de sus. zelos locos , 

Pues de sus manos se escaparon pocos. 

Llamándolos traydores Mauregatos; 

•Que levantando una cuchar de hierro 

A eterno condenándolos destierro. 

Fué Tamerlan de gatos , 

Haciendo mas estrago su arrogancia. 

Que en Cartago y Numancía 

El Romano famoso. 

A un gato que llamaban el Raposo^ 

Mas que por el color por el oficio, . 



La cara , que no tuvo reparada % ^ 
Quitó de una valiente cuchillada. 
Imposible quedando al beneficio; 

Y de un revés que sacudió á Garullo, 
Dio el último maullo; 

Cortó una pierna al misero Trevejos^ 
Gran cazador de gansos y conejos* 
Desbarató el estrado. 
Que pensaron guardar gatos visónos. 
Con cuchares de palo por espadas , 
Que de galas quedó todo sembrado. 
Naguas, xaulillas, guantes, ligas, moños, 
Kosetas , gargantillas y arracadas. 
Chapines , orejeras y zarcillos: 

Y porque defendió llegar Malvillos 
A robar á la novia , )d¡ó dps caves. 
Como Hércules á Licas , 

Y quebrando con él á dos boticas 
Desde una claraboya 

Quanto componen purgas y xarabcs. 

Ni á vista de sus naves 

Fué mas furioso Aquües, quando en Troya 

Le dixéron la muerte de Patroclo^ 

Ni con mazo y escoplo 

Tantas bastillas quita el carpintero. 

Como vida? quitó zeloso y fiero; 

Ni mas sangriento Ñero 

La mísera plebeya 

Gente miró quemar desde Ta^rpeya. 

En fin llegando dond^ ya tenia 



iy2 Htívias 

Zapaquílda la vida por segufa. 

Le dixo: ¿Tente, dónde vas perjura? 

Ella temblando respondió turbada: 

Huyendo el filo de tu injusta espada. 

Que se quiere vengar de mi inocencia 

Con tan fiera insolencia, 

Quitándome mi esposo; 

Pero yo me sabré quitar la vida, 

Polifemo de gatos. 

Ojos hermosos siempre y siempre ingratos, 

(Le respondió furioso,) 

¿De esa manera habláis en mi presencia? - 

O gata la más loca y atrevida. 

Yo solo soy tu esposo , fementida: 

Y al villano que piensa, que á sacarte 
Con este casamiento será parte 
Bestas enamoradas uñas mias. 

Que vencen las har|)ias. 
Verás sino me huye, 

Y el bien que me quitó me restituye. 
Cómo le mato, y desollando el cuero . 
Le vendo para gato de dinero. 

Si tú, le respondió, á mi dulce esposQ 
Me matares tirano. 
Yo con mi propia mano 
^e quitaré la vida. 
Furioso entonces sobre estar zeloso. 
De donde estaba (ay misera! ) escondida. 
Trasladóla á sus hrazos inhumano, 
Qual suele yedrd á los del olmo asida 



DE BURGtHLLOS. 1^3 

Trepar lasciva á Ja pomposa copa. 
Vistiendo el tronco de su verde ropa 
De tiernos lazos y corimbos llepa. 
Así París robó la bella Elena, 
Las naves agoardando en la marina ; 

Y así fiefo Pluton á proserpina. . . 
Ella entonces llamaba 

A Micifuf á voces. 

Que no la ola , por que ausente estaba. 

Al fin timando coces 

Se le cayó un zapato,. 

Mas ni por eso se dolió el ingrato. 

Viendo correr las lágrimas por ella, 

Y él corriendo C9n;0lla, 

Que ni deudo ni amigo la socorre, 
La puso de su casa en una. torre. 
Como tvivo Galban á Moriana*. 
Tal es del mundo la esperanza vana. 
Porque quien mas en los principios fia, 
No.sabe dojule ha de acabar el dia. 

SILVA SEXTA. 

Quando el sobervio bárbafS gallardo 
Llamado Rodamonte, 
Porque rodó de un monte. 
Supo que le llevaba Mandricardo • 
La bella Doralice, 
Como Ariosto dice 
A diez y seis de Agosto, 



1^4 RIMAS 

Que fué mtty puntual él Aríosto; 

. Cuenta que díxo cosas tan estrañas. 
Que movieran de un bronce la entrañas. 
Prometiendo arrogante. 
No ver toros jamas n¡ jugar cañas. 
Aunque se lo mandasen Agramante, 
Kugero y S«icr¡pante, 
Ni comer á manteles. 
Ni correr sin pretal de cascabeles. 
Ni pagar ni escuchar á quien debiese, 
(Porque mas el^ enojo encareciese,) 
Ni jdar á censo, ni tomar mohatra. 
Ni pintar con el áspid á Cleopatra, 
Y lo mismo decia , quando el rapto 
De Elena fementida. 
El Gviego Bey Atrida 

Contra el pastor para trayciones apto. 

Que dio en el monte Ida 

Enf vor de Accidalia la sentencia; 

Que hay muchas de la Vera de Plasencíar^v 

Que vienen mas tempranas 

Si las hacen los ojos 

De juveniles bárbaros antojos. 

Que aun no repara en canas 

Esto que todos llaman apetito, 

Y mas donde no tiene por delito. 
Que la sínta verdad corrompa el premio. 

Mas todo este proebiio 

Quiere decir en suma, 

(Aunque era campo de extender la pluma , ) 



DE BUROtriLLOS. IjTj 

Lo que el valiente Micifuf , oyendo 

El suceso estupendo 

Del robo de su esposa, 

Elena de las gatas, 

Dixo con voz furiosa, 

Quando galán venía á desposarse. 

Tan imposible ya de remediarse. 

De las tremantes ratas 

Fugitivo esquadron con pies ligeros 

Temeroso ocupó los agujeros;. 

Y arrojando lá gorra. 

Que fué de un Ministril de Calahorra» 

Hizo temblar la tierra, 

A fuego y sangre prometiendo guerra. 

Ferrato ya perdida la esperanza. 

Mesándose las barbas y cabellos. 

Blancos , que nunca blancos fueron bellos, 

Culpaba su tardanza. 

Porque las dilaciones 

Pierden las ocasiones. 

Porque en la calva tienen un copete. 

Que solo se le coge el que acometev 

Porque aguardar. á que la espalda vuelva. 

Es seguir un venado por la selva, 

Que alcanzarle no fuera maravilla 

Quien le fuera siguiendo potóla villa. 

Micifuf la tardanza disculpaba 

Con que lejos vivia 

El zapatero que esperando estaba, 

(] O quantos males causa uo zapatero !) 



1^6 HIMAS ^ 

Y que después calzarle no podia. 

Aunque los dientes remitiese al cuero» 

Las botas justas que con calza larga 

Era la gala entonces , cjue por fresco 

Dicen autores que mató el grigiesco, 

Por quitar la opresión de tanta carga. 

¡ O quién para olvidar melancolías 

De las que no se acaban con los dias^ 

Un gato entonces viera 

Con bota y calza entera! 

¿Pero dónde me llevan niñerías. 

Que en ItaKa se llaman vagatelas» 

Ingiriendo novelas 

En tan funestos casos. 

Mas dignos de Marinos y de Tasos» 

Que de Helicona son solos y soles. 

Que, de mis versos rudos Españoles? 

Lloraba Micifuf, lloraba fuego. 

Que fuego lloran siempre los andantes. 

Arrojando los guantes, 

(A quien los cultos llaman Quirotecas; 

O bien hayan lUescas y Vallecas) 

Sin admitir un punto de sosiego. 

Como en París el Moro , én Troya el Griego* 

No suele de otra suerte pasearse 

Quien tiene algún estrafio desconcierto. 

Sin que pueda apartarse 

Del negocio que tfata. 

Pálido el rostro de sudor cubierto. 

Como yg por su iionor, ya por su gata 



DE BUR^mitor* l^jr 

Inquieto Micífíif se condolía 
Por dilatar de su venganza el día* 
£n tanto, pues, que amigos y parientes 
Consultaban el modo, 
Como acabar del todo 
Agravios tan in&mes é insolentes ; 
Marramaquis estaba 
Solicitando el pechó 
De Zapaquilda de diamantes hecho. 
Que en la dura pris'on perlas lloraba 
A guisa de la aurora. 
Que parece mas bella quando lloraj 
Que la muger hermosa 
Quando baña la rosa 
De las mexiUas con el tierno llanto. 
Aumenta la hermosura. 
Sino da voces, y en el llanto dura. 
Marramaquiz en tanto 
Produciendo concetos 
De su locura efetos. 
Ya en prosa, ya en poesía. 
Desvelado la noche, y triste el dia 
Se alambicaba el misero celebro; 
No dexaba requiebro, 
.Que no imitase tierno á los orates, 
Que el mundo amantes llama, 
Y de la tierna dama 

Amores y cariños, ^ 

Hasta los disparates 
Que les dicen las amas á los niños, 
Tonu 2a, M 



Quando les dan el pecho las máfianas 
Con intrínseco amor » diciendo ufanas: 
Mi Reyi, mi amqr^ mi Duque, mi. regalo» 
Mi Gonzalo, mas esto solamente ? 
Si se llama Gonzalo, 
Porque fuera requiebro impertinente 
Si se llamara Pedro, Juan ió Hernando, 
Que convienen las flores á los frutos» 

Y á las cosas también sus ati*ibatós. 
Estaba el sol apenas matizando ^ 
Las plumas de las alas de los vientos, 
Dando á los dos primeros elementos 
Esmeraldas al uno, al otro plata, ., 
Quando salia por su amada gata i - 
Ai soto de Lnzon el triste amante, > 
Sin respetar el arcabuz tronante, 

A buscar el gazapo entre las venas 
De la tierra , que apenas 
Salir al campo osaba, 

Y de una manotada le pescaba. 
No había pez ni pieza 

De vaca en la cocina. 

Que en volviendo Marina 

A buscar otra cosa la cabeza. 

Ko caminase ya por los tejados 

Para el dueño cruel de sus cuidados: ^ 

Tan ligero y veloz, tan atrevido. 

Que no paraba, sin hacer ruido. 

Hasta sacar la carne de la olla. 

Del asador la polla. 



DE BÜRGUILLOS. 

Aanque sacase, por estar ardiendo, ' 

O pelada la mano, ó con ampollay 

Fufü, fufú, diciendo. 

¡O amor! ¡Oquántas veces 

De la misma sartén sacó los peces 

Sin cuchares de hierro ni de plata! 

Y la cruel á mas amor mas gata. 
Es posible, decia. 

Con lastimosas quejas, 

O mas dura que mármol á mis quejas 

( Porque el gate las Églogas sabia ) 

Y al amoroso fuego que me enciende , 
Has helada que nieve Gatalea, 

Que de mi fuego el yelo te de6ende 
Dése pecho cruel , que me de^ea 
La muerte , que antes sea 
La de tu Adonis, Micifuf cobarde. 
Que gozarás cruel, ó nunca ó tarde. 
Que no te duelen tantas penas mias. 
Ni el verte tantos dias 
Cautiva en esta torre. 
Que ni te viene á ver ni te socorre. 
Qué para aborrecerle te bastaba? 
Micilda me buscaba , 
Micilda me queria. 
Por tí la aborrecía , 
Siendo gata de bien , siendo estimada 
Por honesta doncella, y retirada 
De amigas , de papeles y paseos. 
Que clandestinos trazan Himeneos. 

M o, 



^T9 



lg<3 RIMAS 

?Qué no dexé por tí que te has casado 

Con un gato afrentado, que si fuera 

Afrenta entre los hombres el ser gato. 

Que la costumbre toda ley altera, 

Solo este fuera gato por ingrato? 

No te canses, la gata respondía 

Con ojos zurdos de Nerón Eomano, 

Marramaquiz tirano. 

Que siendo como es justa mi porfia. 

Ni he de temer tus daños. 

Ni me podrás vencer con tus engaños* 

¿Qué (Astitíacion , qué furia 

Te obliga, Zapaquilda, á tanta injuria? 

Mira que la nobleza 

De tu zeloso amante. 

Siendo tan arrogante 

A su misma cruel naturaleza, 

Se revela teniéndote respeto. 

Añadiendo al ser noble el ser discreto. 

Este apostrofe ha sido 

Justamente advertido 

A la gata cruel desamorada. 

Por lo que a los Retóricos agrada. 

Que adornan la oración con voces puras, 

Y sacan un retablo de figuras; 

Que quanto á mí, jamas me atravesara 

Con gente de uñas y de mala cara. 

Ya Micifuf en casa de Ferrato 

juntaba deudos , provocaba amigos, 

De su dolor testigos. 



As BURGUILLOS. j8j 

Acusando el cruel bárbaro trato 

Del común enemigo , que este nombre 

Como al Turco le daba; 

Y porque mas de su maldad se asombre, 

El robo de su esposa exageraba , 

Que cada qu^l en su 4olor y pena 

H^sta una gata puede hacer Elena. 

Estando, pues, sentados en secreto 

En el zaquizamí de su posada, 

Dixo á la noble ^unta lastimada. 

Con triste voz de su desdicha efeto : 

Aquel justo conceto. 

Que de vuestro valor tengo formado. 

Me excusa de Retóricos ambajesv 

Amigos y parientes. 

Sí estuvisteis presentes 

A la dura ocasión de mi cuidado, 

De que tan tarde me avisaron pages , 

Que siempre llegan tarde los avisos 

A los que son para su bien remisos. 

¿Con qué podré moveros? 

¿Con qué podré obligaros? 

¿O qué podré deciros 

Que pueda enterneceros. 

Que pueda provocaros? 

Si no son, los suspiros 

Medias voces del alma, 

Quando con el dolor la lengua calma* 

Este que aqui no explico 

Está diciendo el pálido semblante 



l82 RIMAS 

Lo que con muda lengua significo; 
Pues quando mas la encubre y adelante. 
Mas corto he de quedar, que los enojos 
Semiten la Retórica á los ojos. 
Que la miyla tristeza muchas veces 
El Demostenes fué de la eloqüencía, 

Y mas donde son sabios los Jueces, 
Que excusan de captar benevolencia. 
Pues no pudiera en Grecia en su Liceo, 
Ver mas dotrina que en vosotros veo. 
Todos Platones sois, todos Catones, 
Mas podrá la rázon que las razones. 
Yo vine provocado de la fama 

A ver de Zapaquílda la hermosura. 
Por alta mar del hado conducido. 
Donde mis ojos encendió su llama 
Fuego de Fénix , que á los siglos dura. 
Opuestos á la muerte y al olvido. 
Si fui favorecido. 

Si agradeció mi amor y pensamiento. 
Bien lo dice el tratado casamiento. 
Pues que nos veis con la ocasión perdida» 
Ella sin libertad, y yo sin vida: 
Cortés la quise sin violencia alguna. 
Que nunca fué violenta la fortuna. ' 
Quando pagó mi amor, yo no sabia, 
(Como quien era gatoforastpro,) 
Que este tirano á Zapaquilda amaba. 
Con esto la primera luz del día, 

Y con ella su candido lucero 



DB BURGUILLOS. fg^ 

En mis ojos brillaba v 

Primero que en las flores 

A su ventana repitiendo amores. 

AHÍ también en su primera estrella 

La noche me buscaba divertido 

Adorando las tejas. 

De sus balcones rejas , 

Y dulce elevación de mi sentido; 
Hasta que hablar con ella 
Envidioso traidor, y fementido 
Me vio en su celosía. 

Donde probó mi amor su valentía* 
Kesultó la prisión y es tan villano. 
Que ha engañado á Micilda, 

Y dándola su fe, palabra y mano 
De que será su esposo. 

Siendo cumplirla el acto mas honroso: 
Quando me vio casar con Zapatuda 
En afrenta de todos sus parientes 

Y amigos, que presentes 
Estuvieron atónitos al caso. 
Echando los mas graves por la tierra. 
Como estaban de boda y no de guerra^ 
Padeciendo mi sol tan triste ocaso, 
Se la llevo con atrevido paso: 
Zeloso el corazón , la vista ayrada. 
Hiriendo á quien delante se le puso. 
Tanto, que con Garraf de una gatada 
Los botes y redomas descompuso 

De un boticario que vivia en frente, 



l84 UIMAS 

Y como de repente 

En un perol cayese desde un banco. 
Todo le revistió de ungüento blanco. 
Vertió una^ melecina, 

Y paró medio muerto en la cocina* 
En ocasión tan dura, V 
En ocasión tan triste. 

Que es marmol quien las lágrimas resiste,..» 
Mas quiero epitomar mí desventura: 
Mí esposa me han robada: 
Sin honra estoy: aquí sino fué mengua, 
Fu^ el silencio la voz , los ojos lengua^ 
Porque la grave pena 
Cortando la razón dexóle mudo. 
Enternecióse el ínclito senado. 
Haciendo propia la desdicha agena, 
LuegQ que v¡¿ que proseguir no pudoV 

Y respondió TPanzudo, 

Un gato venerable de persona, 
f Aunque pelado de cabeza estaba. 

Cosa que á muchos buenos acontece, 
. Sí bien esto no fué lo que parece, 
i Quando á un amante viene la pelona ; 
Mas golpe que le dio cierta fregona. 
Que de un menudo que lavar pensaba 
Quando menos atenta le miraba. 
Asido del principio de una tripa. 
Que á la vista las manos anticipa. 
Le fué desenvolviendo hasta el tejado. 
Como cordel de un cabo y otro atadOt 



Del ovillo de sebo el laberinto : 

Y cada qual de todos participa 
Deste dolor, como si propio fuera, 
Dixo con el semblante mesurado. 
En prudentes palabras desatado : 
Con justa causa Mícifuf espera 
Verse favorecido, 

Y vengado también del atrevido 
Que le robó su esposa. 

Fatal desdicha de muger hermosa. 

Y respondió Tomillo, 

Propia razón de gato mozalvillo: 

Por mí ya lo estuviera. 

Porque con estas uñas se la diera; 

Pero Zurrón que le miraba enfrente, 

Le dixo : Con un gato el mas valiente. 

Que han visto los tejados desta villa. 

Mejor es á la usanza de Castilla 

Escribirle un papel de desafio. 

Jío es ese el voto mío, 

GarruUo replicó v ni que se intente 

Venganza de Vitoria contingente. 

Que siempre ha estado en varias opiniones 

Si ha de haber desafio en las trayciones. 

Soy de voto, que tome el agraviado 

Un arcabuz y aguarde 

Al gato mas valiente ó mas cobarde. 

Castigo del que vive descuidado* 

Sin miedo del que agravia, 

Y propia efeto de la noche oscura. 



l86 RIMAS 

Si se pudiera executar segura. 

Fuera venganza sabia, 

Dixo Chapuz valiente. 

Gato de buenas partes; 

Mas son tantas las artes 

Dése Marramaquizj gato insolente. 

Que no dará ocasión que se execute. 

Por mucho que la noche el rostro enlute, 

y de mi parecer mejor seria 

Querellarse del robo , y castigalle 

Por términos jurídicos, y dalle 

Muerte que corresponda 4 l^ osadía. 

Dirán que es cobardía, 

Trevejos replicó , ni esa querella . 

Está bien al honor de una doncella. 

Que es poner su defensa en opiniones. 

Que se averigua-mal con las rabones 

Aquello que la causa pone w duda; 

Que no liay para mugeres lengua muda. 

Que ha dado el mundo en bárbaras querellas, 

No pudiendo excusar el nacer dellas, 

P ley tos aun no son buenos para gatos. 

Porque es gastar la vida y la paciencia: 

No hay que tratar de tratos ni contratos. 

Ni andar en pruebas ni esperar sentencia} 

Si aquesta injuria ha de quedar vengada^ 

Remítase á la pólvora ó la espada. 

Bien dice, respondió Raposo, (haciendo 

Debido acatamiento al gran senado,) 

Trevejos, y no es Justo, 



DB BUUGÜILLOS. iSjT 

Aunque se pruebe io que estáis diciendo, 

Y quede á vuestro gusto sentenciado, 
Que deis al pueblo gusto, 

Al teatro sacando neciamente 
Un gato con capuz y caperuza ; 

Y no menor locura que se intente. 
No siendo Micifuf el Moro Muza, 
Tratar de desafiois 

Con quien sabéis que tiene tantos bríos. 
Perdóneme Zurrón , Chapuz perdone, 

Y aunque la edad le abone. 
Me perdone Panzudo^ 

Si de su parecer mi intento mudo, 

Que el mió es juntar gente. 

Para tan grave empresa conveniente; 

Y formando esquadrones 

De caballos, y armada infantería 

De toda la parienta gatería. 

Hacer guerra al traydor, cercar la tierra: 

Y asestándole tiros y cañones 
Batirle la muralla noche y dia. 
Hasta saber qué gente le socorre. 
Porque si el campo Micifuf le corre, 

Y el sustento le quita, 

Y á que dexe la plaza necesita; 
O en forma de batalla 

Asalta la muralla; 

El se dará á partido, 

O le castigareis siendo vencido. 

Sacad banderas, pues, toqúense caxas 



l88 RIMAS ' 

Haciendo las baquetas 
Los pergaminos rajas. 
Terciad las picas, disparad cometas. 
Que así cobró su esposa en Troya el Griego 
Publicando la guerra á sangre y fuego. 
Calló Kaposo, y lu^o del senado 
'El voto conferido. 
En la guerra quedó determinado. 
Por ser de todos el mejor partido, 
Mas justo y mas honroso. 

Y dando Micifuf , como era justo. 
Los brazos y las gracias á Raposo, 
Brotando humor adusto, 

A hacer la leva de la gente parte. 
Perdona, amor, que aqui comienza Marte, 

Y sale Tesifonte 

A salpicar de fuego el orizonte: 
Suspende entre las armas los concetos. 
Pues das la causa, escucha los efetos. 

SILVA SÉPTIMA. 

Al arma toca el campo Micigriego 
Contra Marramaquiz gato Troyano, 
Violento sube , aunque oprimido enr vano, 
A la región elementar el fuego; 
Inquietan de los ayres el sosiego 
Con firme agarro de la ufiosa mano 
Banderas que con una y otra lista 
Trémulas se defiendan á la vista. 



DE BVRGOtLLOS. 1IS9 

No permitiendo, pues no dexan verse^ 
Que las colores puedan conocerse: 
Respondiéndose á coros' 
Las caxas y los pífanos sonoros, 

Y al paso que ^e alternan, 

^ Siguiendo el son Marcial los que gobiernan, 

Y luego los soldados 

De acero, y de ante y de valor armados. 
Agujas del cabello por espadas, 

Y solo descubriendo las zeladas 
Por delante ^mostachos, 

Y por detras plumíferos penachos; 
Marchando con tal orden que la planta 
Donde el que va delante la levanta 
Estampa el que le sigue. 

Sin que el bastón del Capitán le obligue; 

Y al son de las trompetas resonantes. 
Las picas á los hombros los infantes. 
En quien la variedad y los colores 
Formaban un jardín de varias flores, 
A la manera que el Abril le pinta 
£n cultivada quinta. 

Las picas de los bravos Marquesotes 
De varas de medir y de virotes, 

Y ya de los plebeyos. 
Baquetas de Babiecas y Apuleyos, 
Sin esquadras gallardas. 

Que llevaban en forma de alabardas 

Aquellos cucharones 

Con que suelen sacar alcaparrones; 



tQO RTMAS 

Y con las palas como medias lunas 
Las sabrosas de Córdoba. áceytunas, 
(Córdoba^ donde nacen Andaluces 
Góngoras y Lucanos) 

Y encendidas las cuerdas en las manos. 
No de Milán dorados arcabuces: 
Llevaba la lucida Infantería, 

Mas de liüesois de piernas de carnero. 
Que gatos de uno y otro pastelera 
Truxeron á porfía. 
Que no fueron de gato de ventero 
Sospechosos en tales ocasiones, 

Y de huesos de vaca los cañones. 
Para batir la torre. 

Con esto Micifuf el campo corre, 

Y pone cerco al muro. 

Armado de un arnés cóncavo y duro 

De un galápago fuerte. 

Que sin salir de sí le halló la muerte. 

La cabeza adornada 

De un sombrero la falda levantada, 

De un trencellín ceñido. 

El pasador y evílla guarnecido. 

Con pluma verde escura. 

Señales de esperanza con tristeza, 

Aunque la justa causa le asegura. 

Con tanta gentileza 

Al caballo arrimaba 

La estrella de la espuela, 

Y con la negra uíenda le animaba 



DB BURGUILLOJ. 

A la obediencia del dorado freno 
I De espuma y sangre lleno , 

Que sin tocar los céspedes volaba. 
Ni es nuevo el ver que vuela. 
Pues que pintan con alas al Pegaso 
Volando por las cumbres del Parnaso; 
Que vemos en Orlando el Hipogrifo» 
Monstro compuesto de caballo y grifot 
Mas si dudare alguno de que hubiese 
Caballos tan pequeños, 
Pareciéndole sueflos, 

Y á la naturaleza le quisiese 
Quitar de milagrosa el atributo; 
Aunque sea sin fruto. 

La tácita objeción quedará llana 
Con irse de aqui á Tracia una mañana. 
Que esté desocupado 
De los negocios de mayor cuidado, 
. Y verá los Pigmeos, . 
Que en la región dé Trogloditas feos 
También los pone Plinió, 
Que hizo destos monstros escrutinio, 

Y en las lagunas del Egypcio Nilo 
Otros autores por el mismo estilo. 
Que escriben que trayendo de Etiopía, 
Dcriide hay bástante copia , 

Dos Pigmeos á Roma , gente grave. 
Se murieron de cólera en la nave. 
Homero les da patria al medio dia. 
Con su intérprete Estacio, 



191 



1Q2 RIMAS 

Mela de Arabía en el ardiente espacio. 
Que el sol Fénix mayores ihonstros cria; 
Puesto que aunque confiesa tales nombres, 
Aristóteles niega que son hombres* 
Vi en su Ciudad de Dios pasó en olvido 
£1 divino Africano los Pigmeos, 

Y Juvenal Umbripedes los Uaniat 
Sin otros «que han negado y defendido 
Esta opinión que divulgó la fama. 
Pero, pues, pintan monstros Semideos,^ 
Que por los montes van de rama en rama» 
Las Poéticas Trulla^, 

Diciendo, que batallan con las Grullas; 
Ko será mucho que haya senaihombres. 
Estos con cierta patria y ciertos nombres 
En la misma región caballos tienen , 
De donde nuestros gatos se previenen: 
Qué hacer de solo un codo 
Hombres naturaleza, 
(Como Pintor que muestra la destreza 
A un naype todo un cuerpo reducido,) 

Y los caballos na del propio modo. 
Mayor monstrosidad hubiera sido 

De su instrumento ilustre y poderoso; 

Que mal pudiera andar hombre muñeca 

En el lomo espacioso 

De un gigante Babieca. 

Asi que la objeción es de provecho. 

Pues queda el argumento satisfecho: 

Demás de que el lector puede t si quiere. 



DB BURGU1LL09. Z93 

Creer lo que mejor le pareciere; 
Porqae si se perdiese la mentira. 
Se hallaría en Poéticos papeles. 
Como se vé en Homero describiendo 
A la casta Penelope que admira 
Por los amantes necios y crueles, 
Texiendo y destexiendo. 
Sin dexarla dormir de puro casta. 

Y lo contrario para exemplo basta. 
Haciendo deshonesta 

Virgilio á Dido, Elisa por Eneas, 
Como le riñe Ausonio, 
Aunque logró tan falso testimonio, 
^ Henos las aguas que pasó Leteas, 
Sonde escribió Merlin con quales iras 
Castigan al Poeta sus mentiras. 
Mas vuelve, ó Musa, tú para que pueda 
Ayudarme el favor de tu Gimnasio, 
Que para lo que queda. 
Aunque parece poco, 
Al señor Anastasio 
P^ntaleon de la Parrilla invoco. 
Porque de su tabaco 
He dé siquiera quanto cubra un taco. 
Harramaquiz aunque lo supo tarde, > 

Habia hecho alarde « 

De sus gatos amigos, . ■ ^^ 

Y halló que para tantos enemigos 
Era su gente poca: 

Has como la defensa le provoca, . 

Tom. XL N / 



Ip4 RIMAÍ 

Las armas al asalto prevenía. 

Supuesto que tenia 

Poco su3tento para cerco largo* 

Y cuidadoso de su nuevo cargo 
Mas triste y desabrido. 

Que Poeta afligido. 
Que ha parecido mal comedia suya, 
O bien la de su cómico enemigo. 
Andaba por la torre: 

Y viendo que su esposo la socorre, 
Zapaquilda mas llena de Aleluya, 
Mas alegre, contenta, y mas quieta 
Que aquel mismo Poeta, 

Si ha parecido mal, siendo él testigo. 

La del mayor amigo. 

Prevenido en efeto 

De toda defensión y parapeto. 

Sacó sus gatos animoso al muro 

Por todas las almenas y troneras. 

Vestido de banderas. 

Que en alto y de diversos tornasoles 

Eran entre la3 nubes arreboles; 

Y coronado de diversos tiros 
Soldados de valor y Archimargíros, 
Opuestos á la furia del contrario. 
Como se mira altivo campanario 
De aldea donde hay viñas. 

Para baxar después á las campiñas 
Cubierto por el tiempo de las ubas, • 
Del esquadron de tordos, 



DE BURGUILLOS. Ipg 

Que en aquella sazón están mas gordos, 

Quando los labradores 

Limpian lagares y aperciben cubas: 

Asi la negra Cúpula tenia. 

De soldados , de tiros y atámbores 

No menos valerosa gatería. 

Quien viera el pié, que el esquadron ceñía 

De Micifuf, y el chapitel armado 

De uno y otro gatífero soldado, 

Dixera que tal vista no fué vista 

De Dario ni de Xerxes^ 

Ni tanto perdigón haciendo asperges 

En ninguna conquista 

Ni la vio Cipion ni el Rey Ordoño, 

Como en Cartago aquel , este en Logroño; 

Y aunque entre la de Osténde, 

Pero sin nobis domine se entiende. 

Ver tanto gato negro, bíanco y pardo 

En conturso gallardo ' 

De dos colores y de itiil remiendos, 

Dando juntos maullos estupendos, 

¿A quien no diera gusto, 

Por triste que estuviera, 

Aunque pierdido injustamente hubiera 

Un pleyto, que es disgusto 

Después de muchos pasos y dineros. 

Para leones fieros ? 

Prevenidos en fin para el asalto. 

Mueven á sobresalto 

líos ánimos valientes 

Na 



196 RIMAS 

Las retumbantes caxas. 
Previenen uñas y acicalan dientes. 
Calando juntas las zeladas baxas, 
iQue en las frentes visofias 
,Mas eran de sartén que de Borgoñas. 
Pero en silencio los clarines. roncos. 
Que sonaban á modo de zamponas. 
Puesto á la margen de unos verdes troncos. 
Que no importa saber de lo que fueron. 
De pies en uno Micifuf vizarro, 
Quando del sol el carro. 
Que Ethontes y Flegon amanecieron. 
Atrás iba dexando el mediodia, 
Dixo á su belicosa infantería, 
Que atenta le escuchaba. 
Que aunque era gato. Cicerón hablaba: 
Generosos amigos,. 
De' mis afrentas y dolor testigos. 
La honra, que los ánimos produce, 
A tan ilustre empresa me conduce: 
Esta sola me anima. 

Quien no sabe que es honra no la estima : 
Miente el que dixo, y miente el que lo estampa 
Que un bel fugir tutta la vita scampa; 
Pues mejor viene agora. 
Que un bel morir tutta la vita honora. 
Es la virtud del hombre 
La que le inclina á los ilustres hechos. 
Digna es la fama de valientes pechos. 
Hoy habéis de ganar glorioso nombre. 



DB BURGUILLOS. 1^ 

Ninguna fuerza ni amenaza asombre^ 

El que tenéis de gatos bien nacidos. 

Que estos viles alardes 

(Porque en siendo traydores son cobardes) 

Ya están medio vencidos 

Con solo haber llegado á sus oidos, 

Que yo soy quien os guia, 

A Aníbal preguntó Cipíon un dia^ 

Qué qual era ^él mundo el mas valiente, 

Y respondió feroz con torva frente: 
Alexandro el primero. 

El segundo fué Pirro , y yo el tercero : 

Si entonces yo viviera, 

Quarto lugar me diera. 

Al arma, acometed , yo voy delante, 

Y el no tener escalas no os espante, 
Que no son necesarias las escalas. 
Sí en vuestra ligereza tenéis alas. 
Dixo , y vibrando un fresno en la ñudosa 
Mano, al muro arremete, 

Y con el mata siete, 

Maus, Zurrón, Maufrido, Garrafosa, 
Ociquimocho, Zambo y Colituerto, 
Gatazo que de roxa piel cubierto 
Crió la mondongifera Garrida, 
Aunque toda su vida 
Mas enseñado á manos y quajares. 
Que á nobles exercícios militares. 
Mas son tan eficaces las razpnes 
Formadas deios Ínclitos varones. 



198 ItlMAS 

Como Alcíató escribe^ quando asidos 

Llevaba de una cuerda de lo$ labios. 

El Anfitrioniade Alcídes 

Quantos hombres prestaban los oídos 

A la eloqüencía de los hombres sabios^ 

Pero ya los agravios 1 

De Mícifuf la guerra comenzaban. 

Ya los gatos trepaban 

La> torre por escalas de sus ufiás. 

Mas fuertes garabatos, 

Que los de Tundidores y garduñas: í 

Ya por la piedra entre la cal metidas 

Sin estimar las vidas, 

Subian gatos y baxaban gatos, 

tos unos como bueyes agarrados, 

Que clavan en las cuestas las pesuñas. 

Los otros como baxan despeñados 

Fragmentos de edificio t}ue derriban. 

Que de su misma asiento se derrumba, 

A qual sirven de tumba. 

Después que del vital aliento privan, 

Las losas que le arrojan, 

A qual de vida y alma le despojan 

En medio del camino. 

No despide en oscuro remolino 

Mas balas tempestad de puro yelo, 

Que baxan plomos de la torre al suelo. 

Allí murió Galban, alli Trevejos, 

Que le acertó la muerte desde lejos, 

Dándole con un cántaro en los ^scos. 



DE BÜRGUILLOS. JOa 

Y otros con ollas ^búcaros y frascos. 
Así suelen correr por varias partes 
En casa qUéte quema ios vecinos. 
Confusos sin saber á donde acudan; 
No valen los remedios ni las artes. 
Arden las tablas,, y los fuertes pinos 
De la tea interior el humor sudan: 
Los bienes muebles mudaii 

£n medio de las llamas. 

Estos llevan las arcas y las camas, 

Y aquellos con el agua los encuentran^ 
Estos salen del fuego, aquellos entran. 
Crece la confusión , y mas si el viento 
Favorece al flamígero elemento. 

Mas como el alto Júpiter mirase 

Desde su Olimpo y estrellado asiento 

La batalla cruel desangre llena. 

Temiendo que quedase 

En competencia tan feroz y ayrada ¡ 

La máquina terrestre desgatada, | 

Justo remedia á tanto mal ordena* 

Dioses, no es justo ,. dixo, que la espada ' 

Sangrienta de la guerra 

Se muestre aquí tan fiera y rigurosa, ¡i 

Aunque es la misma de la Griega hermosa; 

Y que muertos los gatos, esta tierra |1 

Se coma de ratonen, i 

í erque se volverántan arrogantes^ . 

Que ya considerándose gigantes, 

^0 teniendo enemigos de quien huyan, j 



Y el número infinito disminuyan. 
Serán nuevos Titanes, 

Y querrán habitar nuestros desvanes. 
Con esto luego envia 

De oscuras nieblas una selva espesa* ,« 

Y la batalla cesa, 

Revuelto en nombras de la noche eldia, 

Y desde aquel con inmortal porfia 
Los unos y los otros prosiguieron 
Aquellos ea la ofensa, 

Y estos en 1^ defensa. 

Pero durando el cerco no tuviéroi^ 

Semedio ni sustento los cercados. 

Tanto , que á Zapaquilda desfigura 

La hambre la hermosura^ 

Vueltas las rosas nieve» 

Por onzas come , por adarmes bebe* 

Marramaquiz que ya morir lavia. 

Con amante osadiav 

Pero sin que le viesen los soldados. 

Salió por un resquicio á los tejados 

De una tronera que en la torre habia. 

Para coger algunos paxarillos« 

Iba con el Malvülos^ 

Que á este solo fió su atrevimiento, 

Y por partir la caza del sustento: 

Y estando [O dura suerte! 
Acechando á la punta de un alero 
Un tordo que cantaba, 

La inexorable muerte 



DB BXJRGUILLOS. gOJt 

Flechando el arco fiero, 

Traydora le acechaba* 

jQué prevenciones, qué armas, qué soldados 

Kesistirán la fuerza de los hados ? 

Un Príncipe que andaba 

Tirando á los vencejos, 

(Nunca hubieran nacido, 

K¡ el ayre tales aves sustenido,) 

Le dio un arcabtizazo desde lejos. 

Cayó para las guerras y consejos. 

Cayó súbitamente 

£1 gato mas discreto y mas valiente. 

Quedando aquel feroz aspecto y bulto 

Entre las duras tejas insepulto^ 

Pero muerto también , como era justo, 

A las manos de un César siempre Augusto. 

Llevó Malvillos páliHa la nueva. 

Que de su fe y amor llorando en prueba 

Se mesaban las barbas a porfía. 

Como Tudescos, muerto el que los guia. 

Has deseando verse satisfechos 

Del sustento forzoso, 

Sindiéron las almenas , y los pechos 

Al héroe sin vitoría ^¡torioso, 

Y Micifuf con todos amoroso. 

Porque le prometieron vasallage. 

Hizo luego traer, de su bagage 

Con mano liberal peces y queso. 

Alegre Zapaquilda del suceso 

Mudó el pálida luto en rico trage. 



Q02 HIMAS 

Dióle sus brazos , y á su padre amado» . 

Y el viejo á ella en lágrimas bañado: - 

Y para celebrar el casamiento. 
Llamaron á un Autor de los famosos. 
Que estando todos en debido asiento. 
En versos numerosos . 

Con esta acción dispuso el ai^umento^ . 
Dexando alegre en el postrero acento 
ios Ministriles , y de quatraen quatro 
Adornado de lucea el teatrjcK 



A, 



A Don Snan Jnfantt dt Olivares. 
ESPINELAS. 



^yer vi la librería, 
Don Juan, de su Magestad 
Con tanta curiosidad. 
Que pintada parecía; 
Si entre tanta Monarquía 
Ko puede natumleza 
Extenderse a mas riqueza. 
El saber tanto la excede» 
Que solo el ser sabio puede 
Añadir á un Rey grandeza^ 

El Filósofo decia 
( Ya lo sabéis ) que en nacer 
Nadie puede .merecer, * . 
Pues no supo que nacía: 
En la virtud que adquiría 



o: 



DE BURGÜILLOS. 303 

Después del conocimiento. 
Fundaba el merecimiento. 
De suerte que en esta acción 
Merece su inclinación, 
Y luce su entendimiento. 

El estudio no es igual 
Al Vaticano de Roma, 
Porque el nombre no le toma 
Para edificio Keal. 
Remitida al Escurial 
La grandeza, ^ ha trazado 
Curioso y proporcionado. 
Que en excediendo esta ley. 
Mas fuera, que estudio á un Rey, 
Ostentación de Letrado, 

En debida proporción 
Los estantes le ofrecian 
Los libros, que no excedián 
Del respeto y la razón : 
Sin cansancio y dilación 
Se le previenen tan llanos 
A sus^ manos, y tan vanos 
De merecer sus favores. 
Que á ser vivos los Autores 
Riñeran sobre las manos. 

Por guarnecerlos sospecho 
Que se transformó en vitela 
Júpiter, ó fué cautela 
Pasar de Europa el estrecho. 
No hay cintas, y fué bien hecho. 



í)04 RIMAS 

Que es en colores distintas. 
Sacar naypes por las pintas. 
Ni es gravedad, ni es favor 
Hacer j^egacho un Autor 
Con su capotillo y cintas. 
Otros haciéndolos aves 
ios enxaulan , porque estén 
Seguros , y rio hojeen bien. 
Habiendo puertas y llaves» 
El prender Autores graves, 
Don Juan, por crueldad tened ^ 
Que no es hacerles merced 
Ese modo de lisonjas. 
Que no son los libros Monjas, 
Que se han de hablar por la red. 

En camarines vizarros. 
Es cortesano aforismo. 
Sino sirven de lo mismo. 
Que los vidros y los barros. 
Hay estantes que son carros 
Cargados de impertinentes 
Libros , que espantan las gentes; 
Aquí para el mismo Apolo 
Está lo selecto solo 
De materias diferentes. 

Dos globos grandes,Don Juan, 
Celeste y Terrestre vi. 
Aunque no los conocí. 
Cubiertos de tafetán: 
Con justa causa lo están. 



DE BURGUILLOS. 20$ 

Que si en el segundo toco, 
A imaginar me provoco. 
Que fué porque á su valor 
El ser de un mundo señor 
No le pareciese poco. 

Que si Alexandro lloraba 
Porque solo un mundo habia. 
Quien el terrestre cubría 
Mayor pecho imaginaba: ^ 

Pero yo los dos juzgaba, 
No para darle desvelo 
Como de Alexandro el zelo. 
En quien mas valor encierra. 
Por su Rey al de la tierra, 
Y por su sol al del cielo. 

El estudio contenia 
]^ aquel carioso espacio 
Dos bufetes, que en Palacio 
Claro está que los habría: 
El uno un pomo tenia 
De agua de ámbar , y no acaso, 
Porque el cristalino vaso 
Fuese fuente de Aganipe, 
Quando el Apolo Felipe, 
Se retirase al Parnaso. 

El otro la escribanía, 
A quien venerando atento 
Su divino entendimiento 
Un roxo terliz cubría: 
Aqui traducido habia 



2o6 RIMAS 

Al Guichardino, crisol 
De ia verdad como el sol. 
Del honor del Rey hazaña. 
Que porque habló bien de España 9 
Hizo que hablase Español. 

El índice que á su mano 
Traiga el libro sin congoja. 
Fué cuidado de Sioja 
Nuestro docto Sevillano. 
Este es el Museo Hispano, 
Diamante de librerías. 
En quien de dos Monarquías 
Dexe el peso peregrino 
Un estudiante divino 
Las horas de algunos días.. 

A la fuente de Garcilaso que está en Batres. 

ESPINELA» 

c 

^-^on respeto se retrata 
En esta fuente la aurora. 
Mientras su deidad sotiora 
Dulces números dilata; 
Sus ondas de viva plata 
Caracteres cristalinos 
Trasladad, ó peregrinos, 
y á vuestros dichosos labios» 
En perlas conceptos sabios, 
Y en cristal versos divinos. 



DE BVRGUILLOS. dO^ 

Mato su Magestad un venado , y mandó llevar 

parte de el al P. M, Hortensio ; y hallándose 

allí el Licenciado Burguillos partid con el^ 

y él le envió estos versos. 

Cisne Palavícino, 
Pensil Hortensio al estrellado muro 
Del orbe cristalino. 
Como su misma intdigencia puro. 
Cuyo ingenio es idea 
Be quantas formas fabricar desea: 

No menos gracias , quantas 
Maravillas de vos la invidia admira. 
Si vestida de tantas 
Luces , argos la noche el mundo mira. 
Con el alma os %nvio, 
Por el favor de vuestro dueño y mío. 

Sagrada estar debiera 
Al frontispicio de la Diosa Trina 
Esta de aquella fiera 
Reliquia, que mató mano divina. 
No como á verla llego. 
En ara humilde de mi pobre fuego. 

Aquí solo se via 
Nadar la carne en liquido potage, 
Que apenas descubría 
Limitada ración de inútil page, 
De mísero escudero. 
Con berza en Julio , y nabo por Enero* 



3p8 JUMAS 

Agora quien creyera 
Que de tiro Seal la muerta caza 
£1 asador vistiera, 

Que no la ve por magestad la plaza, 
Vi en pintados sibiles 
La ponen Eegidores ni Alguaciles. 

El joven de Austria, divo \ 
César de nuestra Palas siempre armada, 
A cuyo rayo vivo 

Tiemblan las fieras de la Scitia helada. 
Que es poco á su decoro 
El Alpe Galo, y el Atlante Moro. 

£1 cazador Apolo 
De quien jamas huyera el alnaa verde. 
De aquella por quien solo 
Samas abraza, y paralelos pierde; 
Ya que gasta las llamas, * 
Mate^ venados de invencibles. ramas. 

El bozo de oro aplique 
A la suave caza, que de soles 
Felipes multiplique 
Los dilatados orbes Españoles, 
No el plomo ardiente en fieras, 
Que el Tajo le produce en sus riberas. 

Verdad es que le mira 
El Libio atentamente y el Sueco, 
Qué al de Alemania admira. 
De quien nos llega eslabonado el eco. 
Que de una y otra nueva. 
Trayendo fama admiraciones lleva. 



BE BURGV1LL08« áOO 

Y asi es justo que sepa 

Cómo jíge el caballo, y que víarro 

Montes fragosos trepa. 

Antes que enfrene el sol los de su carro, 

Y como por su^bnza 

Toma del )aval¡ "Venus veiiganza* 
Por el laurel agrado, : 

Que me dio Salamanca en sus escuelas* 
Que el cazador soldado 
Puede poner al H^ogKfo espuelas, 

Y con éstos ensayos 

Partir después á Júpiter los rayos. 

Y vos, mí amado amiga. 
Perdonad el retorno, que al cuidado 
El alma toda obligo^ 

Sino es que irregular mate unvenado^ : . 

Que porque de él mp acuerdié, . 

Le vi ea el soto dé Santiago d Yerde. . *^ 



• I. 



Tom. XI. 



jaiOt JlIMAS^ 

Al áia qae^ una ruña cumplió trece añoí^ 
aunque ya no se usan niñas. 

ffoy cumple trece , y merecer < ' 
Antonia dos nal cumplir^' u..- -r . . . . 
Jíi hubiera mas que pedir^ ^ /- : ^' ^ 
Si fe. quedara en sus tneuí'.'>l^'^ ' '' 



;I;ií: 



A tanta arrogancia í^ieneit I i 
Muchos , que de sí confian v 

Y tan mal su bien previenen, j 
Que cumplir no merecían ^ .4 : 
Mas años qué los que tienen: 

Pero tan linda se ofreqci 
Tan hermosa , tan i gentil^ * f •* 

Y tanto en virtudes crece^^ 
Que Antonia» y teuer dos mil» 
Hoy cumple trece, y merece. 

Con razón fiesta se ordena 
A los trece , pues asi. 
Como parece que suena. 
Tomara yo para mi 
Estos trece por docena. 

Afios de Fénix vivir 
A pesar del tiempo intente. 
Porque es muy poco decir. 
Que merece justamente 
Antonia dos mil cumplir. 

Ella y su madre en despojos 



)/K 'J' 



DB B0R6VILLOS. 2It 

Venus y Cupido bellos 
Truecan efetos y enojos, "^ 

Pues Venus quedó sin ellos, 
Después ^ii6 le dio sus ojos: 

Mas si con ellos herir 
Venus J)udiera, y mirar ^ 
Como sus gracias oír. 
Ni hubiera que desear., " 
Ni hubiera mas que pedir» - 

Su hermosura celestial 
A vivir un siglo venga,* 
Mas es cosa desigual 
£1 desearle que tenga 
Lo que le ha de estar tan mal. 

Estarse en sus trece ofrece 
Bendición mas generosa^ 
Aunque porfia pare¿e. 
Porque síetppre fuera hermosa. 
Si se quedara en sus trece. 



Oa 



212 RIMAS 

Al nacimiento de nuestro Señor* . 
ÉGLOGA PRIMERA. , 



D. 



"espierta Gil , y veras 
Una cosa nunca vista, , h 
Si puede ser que resista 
El águila de mas vu^lo v 
Ver bordado todo el cielo 
De soles á media noch^, 
Y que de la luna el coche 
Las cubiertas levantadas. 
Entre nubes esmaltadas 
Conduce cantando amores 
Aves de tantos colores. 
Como flores tiene el prado. 
Deben de haberse casado 
La luna y el sol, Ai|4res, 
El sayo traigo al revés 
Con la prisa que me diste. 
Toda la nieve se viste 
De claveles y de rosas , 
O que lindas mariposas,* 
Con alas de azul y oro 
Van por el ayre sonoro; 
¡Quién una dellas cogiera J 
lio hables desa manera. 
Que con rostros, y cabellos 
Parecen Angeles bellos, 



DE BURCUILLOS. 2I3 

Y dorados Querubines^ 
Como aquellos Serafines, 
Que adornan el Arca santa. 
Ya Llórente se levanta; 
Buenos días , Mayorales : 
Tan buenos que nunca tales 
Se vieron como se ven 

En los montes de Belén, 
Cosa que lleguen los dias, 
Que nos promete Esaías , 

Y el divino Emanuel. 
Venga á comer leche ^ miel. 
Date prisa , enciende fuego. 
Ya sobre pajas allego 

La yesca, y al dulce son 

Del pedernal y eslabón 

Responde en el valle el eco. 

Arrima de lo mas seco. ^ 

Desas mal enjutas ramas. 

Pon el caldero en las llamas 

Mientras que los ajos mondo. 

Allí viene Juan Redondo 

Cubierto con una manta. 

De mañana se levanta. 

Quien madruga Dios le ayuda. 

¿Luego no quieres que acuda 

Repicanda en el Otero 

La campana del mortero? 

El agua está ya caliente. 

Pues echa el queso Lloresste, 



314 RIMAS 

Y Gil desmigagc el pan: 
No fué la noche de Juan , 
En casa de Zacarías, 

Ni en todos aquellos dia$ 
Tan solene el regocijo; 
Cosa que naciese el hijo 
Del mismo Dios en la tierra. 
O qual baxa por la sierra 
Desatinado el ganado. 
Ya retozan en el prado» 
Los corderos y cabritos , 
Los blancos y los escritos 
Piezas de axedrez parecen. 
Ola Gil, que se enloquecen 
Las vacas y los vecerros , 

Y los lobos y los perros 
Hacen un bayle famoso. 
Pqn las migas, en reposo 
Para que estén avahadas. 
Ya con sus manos lavadas 
Se llega Antón Colorado. 
Por San Junco que es Peynado 
El que viene hasta el cogote 
Zabullido en su capote. 

Saca presto las cuchares , 
Que decenderan á pares 
Como han olido el almuerzo. 
Ande el ajó, y brame el cierzo^ 
Poca sal , échale mas. 
Vale cara 9 hermano Bras, 



Muestra la botó y bebamos, ' 
Con la bota buenos vamos, . ,. 
Ya yo bebo, cío, cío, cIOk, ./. . 
A buen tiempo Antón llegar 
jQué hacéis pastores aquí? ^ >: , . 
Venid á ver lo que vi, i l 
Que vengo con tal placer. 
Que no me puedo' tener í ; 
J)e risa,. y de regocijo. . . 
Sabed que en nuestro cortijo ' 
Un ave se apareció. 
Que si bay Fénix, pienso yo. 
Que esta lo debe de ser. 
Que acababa de nacer, 
Dixo con mil alegrías 
•El esperado Mesías 
Remedio de nuestros daños, 
\ que envuelto en pobres paños 
En un portal en Belén, 
De Madre y Virgen tambíeip . 
Le bañaríamos al yelo. 
Haciendo un pesebre cielo. 
Quien de un Hijo de tal Padrev 
Mereció ser Virgen Madre, 
i Quién ¿ La prima de Isabel, 
Quedeste hermoso clavfel 
Fué rosa de Jericó;. 
Que María le parió. , , 
Pastores á verle parto 
La virginidad y el parto , 



»i6 aiif AS T 

Y el ser Madre hermosa y bella^ 
Con el honor de dencelia 

Se juntaron en Mana. 
La Sibila lo decia , 

Y los Profetas también. 
Vamos juntos á Belén, 
Que será grande consueto 
Ver que venga Dios al suelo, ' 

Y que diga mama y tayta. . 
Toca Peynado la gayta, 

Y lleven Llórente y Gil 
Sonajas y tamboril^ 

La zapateta daré. 
Que al dimufío con el pié 
Desbaga toda la cara. 
En los presentes rapara : 
Yo le llevaré de un arfio 
Un lechon de mi tamafio^ 
Que el Rey le pueda comer; 

Y yo porque es Justa hacer 
Torrijas á la parida. 

Miel de romero escogida. 
Con una cesta de huevos. 
Yo á los Angeles nmncebos 
Pan de higos y turrón. 
Pastores, Dios ha imddo. 
Venid todos que ha venido 
El Cordero de Sion. 



De los mismos pastorea. 

ÉGLOGA SEGUNDA. , 

I. Lleno voy de tal placer, 
Que no sé si he de llegar 
Con vida para adorar 
Aquel soberano Infante» 
Aquel divino diamante. 
Engastado en la baxeza 
Be nuestra naturaleza, 
a* Que mucho que vengan, Bras, 
Con tal placer, si, jamas 
Pudimos pensar 1q$. dos. 
Ver al mismo Dios de Dios, 
Luz á% luz, á Dios igual , 
Hombre pasible mortal, 
Y que un mayoral tan rico 
Nuestro tan pobre pelli<;o 
Vistiera el divino ser. 

I. No se quiso detener 
El soberano gigante » 

En el Ángel circunstante, 
Quando tan veloz corrió, 
Qtle desde el cielo baxó 
A las entrañas del Ave, 
Que fu4 siempre limpia nave. 
Que truxo el pan de los cielos. 

i. Pisando flores y yelos 



Ya Diciembre con AbriU 
Habernos llegado Gil 
A las torres de Belén, 

1. Agora si que también 
No es la menor de Judá» 
Pu^s en sus muros está 

El Capitán de IsraeK 

2. Desembózate Miguel, 
Que presto verás al sol. 
Que del dorado arrebol 
Borda nuestros pobres sayos. 

• I. Si no templara losrayoSi 
2 Qué Serafín de su cara 
Los resplandores mirara? 

2. O gual baxan por k cuesta 
Los pastores sobre apuesta, ' 
Con las voces y relinchos. 
Rompen capotes y cinchos^ 

1. Disfrazadc^ viene Anton,^ 
Diciendo versos al soa 

Del tamboril de Gines. 

2. De que te espantas, si ves 
Tanta música sonora. 

Antes que salga el aurora 
Por las puertas orientales. 
Cantan mirlas y zorzales^ 
Calandrias y xilguerillos. 
Ruiseñores y pardillos. 
Hasta ios rudos mochuelos 
A los tiples arroyuelos 



BE BURGUILLOS. 2íg 

Presumen llevar los baxos» . ^ 

í. Echa por esos atajos. 
Que ya el resplandor nos lleva 
A la venturosa cueva. 

»• Tardado habernos nosotros^ 
Primero llegaron otros^ 

I. No con el alma alómenos, . 
Los portales están llenos 
Destas dichosas ruinas 
De mejor templo cortinas, 
A donde el santa santorum^ 
Que in sécula seculorum 
Será divino maná. 
Be mil Zagales que ya 
Con sonoras Aleluyas r 
Repiten las voces suyas 
Los mas apartados montes. 
De los altos orizontes. 
Por donde del cielo el hacha 
Tantos luceros despacha 
Con nuevas del mejor día. 
Que para eterna alegría 
Vi6 la tierra en tantos afios. 

«. Ya, Llórente, en pobres^paÜos 
Envuelto el sagrado Nifío, 
Parece candido armiño^ 
Que con el lodo de Adán 
Los honjbres cogiendo est^n. 

I. Échate por ese suelo. 

»• Mejor dirás por el cielo, 



ÍÍ20 RIMAS 

Cifra de tanta deidad. 

li. Que divina Trinidad 
Jesús, Joseph y -María. 

a. Llorando estoy de alegría. 
Salve estrella de la itiar. 

!• Salve quien viene á salvar 
£1 mundo desde su trono. 

Salve soberano abono ^ 
Pe nuestras deudas y penas. 

I. Qué claveles, qué azucenas 
Vio famas la Primavera, 
En la mas fértil ribera. 
Como en mi Niño se ven. 

a. O nuevo y mejor Moysen^ 
Que en la orilla deste rio > 
Tiritando estáis al frío, 
Dexando inmenso* espacios 
De aquellos sacros palacios. 
Con tantas armas y timbres^ 
Y en la cestilla de, mimbres 
Desta cuna que de pajas 
Os da el mundo en pobres fajas 
3Vlostrais con tanta piedad 
Ceñida la inmensidad. 
Que todo el cielo no pudo. 

I. ¿Qué hacéis, corderito mudot 
Prevenís por dicha el ara. 
Que desde aquí se prepara 
Para ser sangriento jaspe, 
Quando el mundo injusto os aspe. 



BB BlfftCUILLOS. 1231 

En dos leños con tres clavos? 

a. Ya no seremos esclavos ' 

De aquel Príncipe protervo. 
Pues con la forma de si^vo 
Venís á satisfacer . . 
Lo que solo pudo hacer 
Dios á Dios, pagando vos ^ '' 

Como Dios igual áI>ios; i . . .. . 

1. Qué perlas t^hJiudas Uocat - ' 
Maiaño para el aurora,. .t -/- - 'O 
Que con su precio compita. J 

2. O Magestad infiúita, < ' 
¿Cómo os abreviasteis tanto? ; 

I. Agora si, Nigo santo. 
Que sois libro y sois cordero,: , ' < 
Vos al principio primérov /: . "^. 
Y muerto también eaél, : i vj ^.i^ 
Como primitivo Abel, . ' * * 

Cerca de Dios estuvistes. 

a. Emperatriz, que nos distes 
Bsta Magestad cifrada, 
fieyna ilustre preservada 
De la culpa original, ' ' t 

Solo este pobre portal, 
íara tanto Eey iíallastes. 

1. Vos que el feudo no pagastes 
líe culpa que no tuvistes, 
A dar tributo venistes. 
Al César mortal de Roma, 
Como candida paloma 



• í » 



a22 ' RIBfJIS 

Tan pobre el cielb os dispuso < 

£1 nido en la piedra incluso^ 

Y en tan humilde rne^tnv ' ^ l 

a. Vos trono de Sglomont - ' . r i ■ : 
En vez de tantos leones, . .. < l ¿ .3 

De gradas de oro blasona ' • ^ '■ 
Tenéis puesto vuestro Sey 
Entre una muía y un buey. * •' » 

I. Esees el milagro, Gil^ 
Que esta santa Abigail,.. 
Que sirven Angeles bellos,. 
Ko trae cargados camellos > 
De regalos y presentes; 
Que cubran las altas frentes "^ 
De los montes del Cármetá,- \ 
Al David que tiembla' alyciOi^^^' 
Sino aquellos pobres pafíos. : • 

a. Ay humanos desengañas * 
De la soberbia mortal, ' :: 
Impulsos me danPasqual; 

1. ¿De qué? 

2. De besar al buey, * 
Que piadoso al niño Rey 
Con el blando aliento adula. 

2. Y á mí de besar la müla. 
Que tan devota la veo, 
Pero la vela al deseo 
Por los pastores amaino. 

I. Que siendo animal tan zaino 
Esté con tanto sosiego! 



DE BURGVtM-OS, QÍ2^ 

fz. A darle el presente Uegfj': 
Secibid, Virgen divina, » 

Esta miel alexandrina, * -^ 

Porque tome bien el pecho, - ; 

Aunque sus labios sospédío' 
Que tienen miel de rocío. ^ ^ " 

I. Yo os presento, Niík> «[lío, ^^ 

Y Dios, que es alto requiebro, 
Aquesta cuchar de enebro 

Para que sopas comáis, "* - 

Vos que el mundo sustentáis; ' /-: ' '■ \ 

Que pondrá vinagre y hiél . ; .* 

En ese dulce clavel, 

Y recien abierta rosa. ' - 

í2. Perdonad, Virgen hermoia. 
Amorosos desatinos, " 

Que estos mancebos dívinos^ ' • • 

Se deben ya de reir js / » "^ • 

De quan tonos .ven decir. * ' . ' 

I, Si yo lo que ellos supiera. 
Altas cosas os dixera 
Del libro de los Cantares, 
Pues racimos y millares 
Dellos asisten aquí: 
Hablen, señora por mí,* 
Pues sirven de Sumilleres. 

a. ¿Ese nombre darles quieres, 
No ves que están sin cortina t 

£l Hey y Reyna divina ? 

!• Y vos, viejo venerable. 



• 



^^4 RIMAS. 

Dadme licencia que OS hable, 
Pero que diré de vos. 
Si sois Rafael de Dios 
En este nuevo camino ? 

a. jPues como al Niíío divino 
Le queréis hacer Tobías? 

I.- Quando envidias como h^rpíns 
A su inocencia acomodes, 
Y pretenda el pez de Herodes 
Tragársele tierno Infante, 
No es bien que vaya delante 
Del divino Emanuel 
Josephcomo Rafael? 

a. Bien dices, habla quedito. 
Que el Zagalejo^ bendito 
Se ha dormido. 

I. A Dios señora. 
Torre de David, aurora. 
Ciprés, huerto, fuente, palma. 
Puerta oriental , virgen alma. 
Zarza, rosa, oliva, estrella, , 
Mar de graaia, Raquel bella, 
Judit , Abisag , Ester: 
Luna que pudo tener 
En su virgíneo crisol * 
Nueve meses todo el sol 
Dentro de su vientre intacto 
Deificado á su contacto: 
Cielo animado divino, 
^ara de Aaron, Vellocino, 



DE BURGülttOS. a4§ 

Arca en que el mundo se fealva, I , . 

a. Ya las campanas del alba - 

Sepican, á Dios,» mi Dios/ ^- ^ 

I. Pues son fK)bres para voíi . 
Estos presentes humildes,- ' "" 
Con tiernos llantos decildes, ^ "^ 

Que estas palmas idumeas- 
En las ramas giganteas 
No tienen de oro racimos 
De dátiles mas opimos, • - ^ 

Que haciendo los brazos 'palmas 'y 

JLes damos racimos de almas, t i ^ 

Villancico al mismo sugeto. 

r - • - 

Déxate caer, Pasqual, ' - ' 

En viendo al Niño de flores, ' 
Llora y rie, y dile amores, '• ^ '. "■ ' 

Que es Nifio y Dios celestial, ^ 

Pues todo nuestro orizonte 
Bañan celestiales cantos, 
Ven conmigo, y vengan quanto* 
Pastores hay en el monte ; ' 

Pero primero disponte 
A dexar por mi consejo 
De Adán el capote viejo, 
Y vestido 
Mas lucido, 
Alma y sentido 
Diferentes, 

Tom. XL P 



s 

Sd6 RIMAS» 

Le llevaremos presentes 
Al nuevo Adán inmortal. 
Que es Niño y Dios celestial, 
Déxate caer, &c. 

En viendo el sol y á su aurora. 
Llora y ríe, aunque te asombres. 
Pues hace reir los hombres 
Ver la gracia con que Hora : 
Es tan linda la Señora, 
En cuyos brazos se ve. 
Que quisiera de su pié 
Como jazmin. 
Ser chapin 
Un Serafin, 

Y el mancebo. 
Aunque vestido de nuevo* 
Con su Padre tan igual. 
Que es Niño y Dios celestial. 
Déxate caer, &c. 

Bras, Gil, Llórente y Violante» 
Todos á Belén venid. 
Veréis al niño David, 
Que ha de matar al gigante, 

Y el Verbo de Dios diamante 
En el anillo de cobre. 

De nuestro círculo pobre, 
Pero al ver 
Tanto placer 
Déxate caer 
Con el temor 



V 



DE BURGUILLOf. 22 f 

Que este humanado Pastor 
Es tan divino Zagal, 
• Que es Nifio y Dios inmortal. 
Déxate caer, &c. 

Torrijas le UéVe Juan, 
Que las guardará zeloso^ 
Que yo quedé muy goloso 
Desde el bocado de Adán. 
- Lleve Antón un mazapán. 
Pues baxa el pan de los cielos^ 
Y una sartén de buñuelos 
Xleve Inés 
Para los tres. 
Que después 
Lamiendo el plato 
Veré bien si me arrebato 
Metido en este costal. 
Que es Nifio y Dios celestial. 
Déxate caer, &c. 

Mucho se holgara Abralian 
De ver en tan dulce día 
El nuevo Isaac de Maria, 
Mas no le perdonarán 
Metido el leño en el pan. 
Dicen que han de verle alli; 
Pero quien me mete á mi 
En Tologías, 
Que estos dias 
De alegrías 
Todo es gloria, 

Pa 



228 RIMAS 

Ande la gaita de Ontoria, 
Celébrese el mayoral. 
Que es Niño y Bios celestial. 
Déxate caer, &c. 

Mi jumento que cansado 
Suele andar por el lugar^ 
Al niño pienso llevar 
I>& quanto me den cargado, 

Y aunque no tan bien calzado 
Pienso dar la zapateta, 
Como si fuera muleta 
Suelta en prado, 

Y luego echado 
Por un lado 
Junto al buey^- 

Le daré calor al Rey , 
De la esfera universal. 
Que es Niño y Dios celestial. 
Déxate caer, &g. 

Dos cordeVillos- escritos 
De amor y temor llevemos, 

Y aunque pecados tenemos, 
No le llevemos cabritos. 
Que despertarán á gritos 
Al Niño, si duerme acaso, 

Y con Dios se ha de hablar paso: 
Mas después 

'Toca Gines, 
Que los pies 
Me están bullendo. 



DE BURGUIUOS. 229 

I^co soy que*, yo me entiendo, 
Quando miro aquel panal^ 
Que es Niño y t)ios cetestiak 
Déxate caer, &c. 

Loco me vuelvo por ros. 
Hoy mi Niño el seso pierdo, ' 

Porque no puede ser cuerdo 
El que no es loco por Dios: 
Trocado habernos los dos, , 
Yo el sayal , vos el brocado, 
Quien no hará, Jesús amado^ 
Firme y fixo 
Kegocijo, 
Por un hijo 
De tal madre. 

Que es tan Dios como su Padre, 
Y no le ha hurtado el caudal. 
Que es Niño y Dios celestial, 
Déxate caer , &c. 

Truzéron tinos devotos a la Corte el santo Niño 

de la Cruz , que habló a la Santa Juana , para 

hacerle una gran fiesta^ y entre los versos que 

pusieron los demás Poetas ^ puso estos elLiceU' 

ciado Tomé de Burguillos. 

SONETO. 

Dulce pastor que nuestro valle pisa 
Desde las flores de su prado eterno, 



2gO . RIMAS 

Esposo 4 & quien el alba del invierno 
Entre rizos de sol perlas divisa : 

Dulce amor^ dulce Niño, dulce r¡sa« 
Dulce Jesús, dulce Cordero tierno, 
¿Qué cuidado del alma, qué gobierno 
Mueve los dulces pies á; tanta prisa? 

¿Cómo dexais á vuestra dulce Madre? 
¿Es bueno que le deis estos enojos? 
¿De La Cruz á la Corte habéis venido? 

A fe que se lo diga á vuestro Padre: 
Mas ay de mí , que respondéis mis ojos^ 
Que por hallarme á mi, venís perdido. 

Esjpinelas al mismo Niño^ 

Quien hubiere visto un Nifio 
Perdido de ayer acá. 
Mas blanco y ruhio que está 
Sol dorado en blanco armiño. 
Vestido con limpio aliño. 
Que es Príncipe de la luz, 
Y por dixes una cruz. 
Aunque della se ha venido. 
Tendrá hallazgo prometido. 
Mas ay engañó cruel. 
Que quien pregunta por él. 
Es el que viene perdido. 



BE BURGUILLOS. ^3! 

Espinelas al mismo Niño^ quaníó te truxiron ieí 

Monasterio de Santa Juana délaCtuz^ al de la 

Santisima. Trinidad, de Descalzas. 

Kifio, pastor soberano, 
'2 Cómo si estábades /vos 
En el desierto^ mi Dios, 
Venís á ser cortesano? 
Huir del nuevo tirano 
Es imposible que os.quadrc. 
Ni refiiros. vuestro. Padre , 
Y aunque escusa habréis, tenido,, 
Hucho. parece, perdido 
Niño. que. viene sin. madre. 

I Qué decís , no respondéis ?; 
Pues en verdad que la risa. 
Que sabéis, hablar ,, me avisa : 
Hablad, pues., hablar podéis. 
Palabra spis,, bien, podéis. 
Tan sabia, que <ifra. y sella 
Quanto sabe Píos, en. ella:. 
Hablad lengua soberana, 
Pues.que vuestra esposa Juana. 
Dixo que bablastes; con ella. 

Powros. de hoy mas convienjet 
¡O Príncipe de ía luz í. 
Este niño es de la Cruz, r 
Que en las espaldas la tiene ; 
No diga alguno que Viene 



Á ver vuestra Magestad 

La Corte por no vedad, ^ 

^^• de otras damas los velos. 

Porque la Gruz tendrá zelos 

De la misma Trinidad. 

Ay Dios que el pié me enseñó ! 

Soto está , la boca alabo. 

Que imitando el dulce clavo, 

Tan gran reliquia partió. 

Angeles santos quien vio. 

Misterio tan soberano, 

Que venga á un pintor humano 

De la Cruz donde e^to fué, 

A que le aderece un pié 

Quien tiene el mundo en la mano. 

A LO MISMO GLOSA. 

"Aunque nunca andáis sin luz^ 
Por gente de malos tratos^ 
Guardad Niño los zapatos^ 
Que hay ladrones en la Cruz. 

Luz verdadera 03 tlamó 
Vuestro amado Evangelista, 
Quando del Bautista habló. 
Cosa que nunca pensó 
Ninguna Monja Bautista: 
Mas como amor os desvela. 
Podrá ser que con la Cruz. 



DE BURCÜILLOS. 33.3 

Si algún alma se os rebela 
Caygais en su callejuela. 
Aunque nunca andáis sin luz. 
Conozco que sois linterna 
De vuestra Divinidad^ 
Mas sabed , bondad eterna. 
Que hay gente que se gobierna 
Por su misma escuridad : 
Hay mil géneros de ingratos^ 
Bien sabéis vos quien lo es, 

Y qual os tr^tó Pilatos 
Desde el cabello á los pies 
Por gente de malos tratos. 

Si de la Cruz que dilata 
El Imperio c^n que asistís 
Con zapatico de plata 
A la Corte me venís. 
Volvereis con alpargata : 
Si vendido por los tratos 
De un infame Calabrés 
Los pies os claven ingratos, / 

Aunque no guardéis los pies, 
Guardad Nifio los zapatos. 

Si de ladrones, mi Dios, 
Apenas seguro veis 
El cielo , cielo sois vos. 
Que en la Cruz tuvisteis dos, 

Y en Madrid dos mil tenéis: 
Tened , que es gente sin ley» 
Buen cuidado con la luz. 



9^4 RIMAS 

Que si os descuidáis^ miSey, 
Bien sabe el memento mei 
Que hay ladrones en la Cruz. 

Romance á lo mismo. 

Corderito, corderito. 
Quien os truxo entre los lobos 
Del pecho de vuestra madre. 
Que llora por vos, mis ojos? 

¿Que pensáis que hay por acá^ 
Sino falsos testimonios? 
Muchos Judas, pocos Juanes, 
Muchos Malcos, Pedros pocos. 

No hallareis, un Cirineo, 
Que parta con vo^ tos hombros» 
Sino quien diga á Filatos, 
Que quite el Rcx Judeoíqm^. 

Hombre hallareis que; os. predique 
Por Christo y Jesús ,. tan loco. 
Que crea que aun osi estáis. 
De vuestro Padre en el Trono. 

No os fiéis destos, mi Niño, 
Que en no creyéndoos glorioso. 
Irán á decir á Herodes^ 
Que vuelva á haceros el coco. 

De Rabinos presumidos 
Guardad mi Jesús el rostro. 
Aunque en diciendo, Ego sum,. 
Caerán por el suelptodos. 



DE BÜKGVILLOS. 235 

Mejor estáis por allá 
Paciendo tiernos cogollos 
Entre las pardas ovejas. 
Que os llaman divino esposo. 

Que no donde si hoy entrando 
Siembran ramos, cantan coros, ^ 
Mañana os lleven cordero 
A asar con clavos al horno. 

Votumfeci^ gratiam accepL 

Otra Glosa al mismo proposito^ 

JTiño^ de mis ojos luz^ 
Volved y pues la Cruz amáis ^ 
Que si por la Corte andáis^ 
Dirán qiie dexais la Cruz^ 

Porque no echéis á perder 
Vuestros zapatos de plata. 
Pues dais en ir y volver. 
Hoy mi alma quiero hacer 
Be vuestros pies alpargata ^ 
El zapatero abestruz. 
Que anduvo con vos en puntos^ 
Vaya á comer alcuzcuz, 
Y vos y yo andemos juntos, 
Kiño , de mis ojos luz. 

De vuestro^ pies gloria es 
Ser Burguillos cordobán ; 
Pero no os salgan después 



236 RfMA» 

Be las manzanas de Adán 
Sabañones en los pies : 
Preveridré, si ver gustáis^ 
Alforjas para mañana. 
Para que á la Cruz volváis. 
Mirad que os aguarda Juana, 
Volved, pues la Cruz amáis. 

Sin que \oé arrendadores 
Os vean , mi bien , venir. 
Que délas flores, amores, 
Hay alcabala en Madrid, 

Y vos sois flor de las flores: 
Por Xetafe no volváis. 
Que Leganes es mejor; 

Si lloviendo camináis. 
Porque es peligro mayor. 
Que si por la Corte andáis. 

Hay dé dos caras ingratos. 
Que os darán paz, y después 
Os venderán á Pilatos, 

Y aun os besarán los pies 
Por qqitaros los zapatos: 
Que algunos haciendo el buz. 
Si aqui os ven con tal sosiego. 
Jurarán que sois su luz, 

Y á vuestras espaldas luego 
Dirán que dexaís la Cruz. 



; DE BUaGUILLOS. 2^»^ 

A San Wermenegildo , en los premios ie la Justa 
A la Santa Madre Teresa de JESÚS. 

Leovigildo Rey cruel. 
Nombre que en león comienza, 
Mas símbolo de crueldad. 
Que de heroyca fortaleza. 

Manda que muera su hijo, 
Mas con mucha diferencia 
De Dios , que no perdonó 
Al que eternamente engendra. 
Porque Dios á Dios pagase 
De nuestras culpas las deudas, 
Pues solo el caudal de Dios 
Pudiera satisfacerlas- 

Temiendo perder el Reyno 
} Mandó, que su hijo muera. 
Porque con el Rey del cielo 
Le han dicho que se cartea. . 

Parte un verdugo á sangrar 
De Hermenegildo las venas. 
Que tienen sangre del Padre, 
y quiere Dios que se vierta. 
Iba sobre el monte Moria 
£1 tierno Isaac con la leña, 
Y el viejo Abrahan su padre 
Alegre de su obediencia. 

Para que diga el Apóstol, 
Que una fe tan verdadera 



Í^S^ KIMAS 

Se le atribuya á justicia. 
Que en tantos hijos se premia: 

Y de la Ciudad de Dios, 
Para que el brazo le tenga, ^ 
Vil Ángel toma la posta 
En su misma ligereza. 

Tiene el brazo de Abrahan, 
Que Dios corazones prueba. 
Mas al Rey Godo al contrarié 
Libre execucion le dexa, 

Pero quién me mete á mí 
En negocios para escuelas. 
Latines para romances. 
Es hablar Griego en lUescas. 

Pinten , Príncipe de España, 
Otros famosos Poetas 
Vuestra hermosura en la cárcel. 
Vuestra fe, vuestra paciencia. 

Los Angeles que os animan, 

Y que por los ayres siembran 
Maná de lirios azules, 

Y candidas azuceiíjas: 
Yo Poeta adocenado 

Solo tomaré licencia. 
Para pintar los verdugos 
De vuestra heroyca tragedia. 
Va de sayón en bosquejo, 
A quien el Rey encomienda 
Vuestra muerte y vuestra vida, 
Una breve , y otra eterna. 



DB BURGUILLOS.. 939 

Erase tin fiero verdugo 
Con la color verdinegra 
De mulato con quartana, 
La cara á remiendos hecha* 

Por ánimas de sus ojos 
Estaban dos niñas viejas. 
Que á penar en ^1 infierno. 
Tuviera el infierno pena. 

Para vestidos de agora, 
Que de guarnición los pueblan. 
Poco valieran los ojos. 
Porque sin pestañas eran. 

La moquifera nariz 
Era un pepino badea. 
Esmaltada de berrugas, 
Form^ fco\oT de cerezas. 

Mas de blasfemias que barbas '. 

La boca estaba compuesta. 
Los labios de dos salchichas, 
Y de un pimiento la lengua: 

Los dientes eran hidalgos 
De Avila, de quien se cuenta. 
Que están sobre los asientos 
Toda la vida en pendencia. 

Desnudo el sangriento braeo. 
Mas que de muger casera 
£1 dia que hace menudo. 
De curtidor de baquetas. 

Una cota á lo Somano 
A las rodiles no llega, 



Q¿^0 tllMAS 

Por no ver piernas tan malas^ 
j O sayón de malas piernas ! 

Pendiente un alfange alarbe 
De un tahali puesto que lleva, 
Un hacha de armas, que Dios 
Tiene montes y hace leña* 

Cortar quiso el árbol santo. 
Mas de golpe diferencia. 
Que á otros dan por las raices, 
Y á este dan por la cabeza. 

El mancebo ilustre entonces. 
Por señas de su pureza. 
Con una tánica blanca 
La estola de sangre espera. 
Déxale el golpe la frente 
Como una granada abierta. 
Porque fruta coronada 
Bien es que de Séyes sea. 

Los granos vueltos granates 
Bordan entre el oro y perlas 
La tal^r túnica , y vuelven 
Púrpura la blanca tela. 
Este espectáculo vivo 
Mirando estaba Teresa, 
Teresa muger de chapa, 
Teresa madre y doncella. 

Del hacha tenéis codicia; 
Pues madre tened paciencia, 
Que habéis vos de ser un hacha 
Que alumbre toda la Iglesia^ 



DB BVRGUILLOS. Q^l 

Que á morjrvos de $¡<ste años, 
Ko hubiera esta tarde fiesta 
En el Convento del Carmen, 
Ni tanto Poeta hubiera: 

Tanto que los hijos vuestros, 
Sino es que Dios lo remedia, 
Como á otros comen piojos. 
Se han de comer de Poetas. 

A la dichosa muerte de Sor Inés del Espíritu 

Santo ^ Monja Descalza de la SantU^ 

sima Trinidad. 

Espíritus celestiales. 
Que en la aurora de ser vuestro, 
A la Humanidad de Christo 
Eeconocistes imperio: 

Sembrad de azucenas blancas 
De los jardines eternos. 
Hasta el campo de la luna. 
Las tres regiones del viento. 

Sor Inés sube á su Esposo, 
Cantad Serafines bellos. 
Que quien os parece tanto. 
Merece tan dulces versos. 

Testigos vosotros mismos 
Sois del abrasado zelo 1 

De su ardiente caridad. 
Su fuego sube á su centro* 

Alma bienavi^nturad^ •-. 

Tom. XI. O 



2/^2 RIMAS 

Que en el mas humilde cuerpo. 
Diste vida á sus sentidos, 
Y luz á su entendimiento. 

Desde tus primeros años 
Dedicada como templo 
Divino á tu santo Esposo 
Con amorosos deseos. 

Que poco estimaste el mundo. 
Ni tu noble nacimiento. 
Que quien nace para Dios, 
Previene tales desprecios. 

Esposo te daba el mundo, 
Pero ya tus años tiernos 
Sabian que no era justo 
Dar al de los cielos zelos. 

Consagraste, Inés, tu vida. 
Tu puro y candido pecho 
A toda la Trinidad, 
¡Qué discreto pensamiento! 

Al Padre como á Señor, 
Como á Esposo al santo Verbo, 
Y del Espíritu Santo 
Tomando el nombre y el fuego. 

Descalzaste, Inés, tus pies. 
Por ir á los arroyuelos 
Humildes como paloma. 
Para quedar limpia en ellos. 
Los cabellos despreciaste, 
Que fué soberano acierto. 
Que no halla ocasión el mundo 



DE BURGUILLOS. ¿46 

Donde no le dan cabellos. 

Bien lo sabe aquel amante 
Que pensaba, Inés, muy necio. 
Hacer competencia á Christo, 
Ya de tus acciones dueño. 

El sayal enriqueciste 
Con los remiendos groseros. 
En tus hábitos diamantes. 
Que dan el cielo por ellos. 

De tus remiendos, Inés, 
Estaba envidioso el cielo. 
Porque daban sus estrellas 
Menos luz que tus remiendos. 

Una cestilla tenias. 
Que para todo suceso 
Era la calle Mayor 
Llena de milagros hechos. 

Allí tus Indias tuviste: 
jO que de veces por juego 
Tu Esposo Niño estaría 
Entretenido con ellos! 

Seis años fuiste en un torno . 
Sol á sus vueltas y cercos, 
Así dabas luz en él, 
Como él por sus paralelos. 

Galán fingido venia 
El que cayó por soberbio, 
A pensar que por el torno 
Pasaran necios requiebros: 

Pero tü por él pasabas, 



244 RIMAS 

Inés , con zelo diverso. 
La caridad á los pobres, 
Yá Christo los pensamientos. 

No quiso tornar al torno 
Aquel ignorante huyendo 
De tu inocente pureza, • 

Y tu discreto silencio. 
Pintar tu abstinencia, Inés, 

Es retratar en el yermo 
Aquellos padres antiguos. 
Que por milagro vivieron. 

No te calzaste por nuevas 
Unas sandalias, diciendo. 
Que después que tú faltases. 
No diesen fastidio al dueño. 

.0 que profunda humildad ! 
Pues siendo tuyas sospecho. 
Que las calzara el aurora, 
Para dar flores al suelo. 

Heredó Pablo de Antonio, 
Después de su santo entierro. 
Una túnica de p^lma. 
Que estimaba en tanto precio. 

Que solo se la vestia 
Para divino ornamento 
Algunas fiestas del año, 
¿Serán tus sandalias menos? 

Del amor con tus hermanas, 

Y el abrasado deseo 

De su regalo y descanso, 



DE BÜRGUILL05. ^245 

Falta á la pluma el ingenio. 

Viendo una niña Novicia, 
Por darla entretenimiento, 
Niña con ella te hiciste. 
De sus alfileres juego. 

Quien duda que era Jesusa 
Niño deste juego el tercio. 
Que hasta el cruzar alfileres 
Tiene de su cruz misterios. 

Pero si es de las virtudes 
La caridad fundamento, 
jQué virtudes no tendria» 
Quien la tuvo en tanto extremo? 

No es posible que ha tenido 
Alma cuerpo tan sujeto. 
Qué á no ser por su alegría 
Pensaran que estaba muerto. 
Tu devoción, tu oración. 
Tu humildad, tu sufrimiento 
Discursos de libros piden. 
Que no tan breves compendios. 

Ser Santísima entre Santas 
Es alto encarecimiento. 
Que quien con estrellas luce, 
O ha de ser luna ó lucero. 

Pues en llegando á tu muerte 
Lágrimas sirvan de versos. 
Muertes que parecen vidas. 
Porque han de dar sentimientos. 

A los padres celestiales 



246 RIMAS 

Te fuiste con tu requiebro. 
No eres la primera, Inés, 
Que se fué con su cordero. 

Dichoso yo que te di 
Tal vez el pan de los cielos. 
Porque pienso hacerte cargo 
De haberte dado sustento. 

Acuérdate que nos dexas 
En eterno desconsuelo, 
Fe , Esperanza y Caridad 
Llevaste en glorioso aumento: 

Y aunque la Esperanza y Fe 
No entran de la puerta á dentro. 
La Caridad si , no es j'usto^ 
Que la olvides en tu Éeyno. 



247 

índice. 

Sonetos. JL/os que en sonoro verso 

y dulce rima, Pág. i. 

Celebró de Amarilis la her- 
mosura, ibiJ. 

A ti la Lyra, á ti de Belfo 
y Délo, 2. 

Versos de almíbar, y de miel 
rosada, 3. 

Llevóme Febo á su Parnaso 
un dia, ibid. 

Excelso monte, cuya verde 
cumbre, 4. 

Bien puedo yo pintar una 
hermosura, ibiá. 

Púsose amor en la nariz el 
dedo, 5. 

Erase el mes de mas hermo- 
sos di as, 6. 

Caen de un monté á un va- 
lle entre pizarras, ibid. 

Dormido Manzanares dis- 
curria, 7. 

Si entré, si vi, si hablé, se- 
ñora mia, ibid. 

Como si fuera candida es- 
cultura, 8. 



S48 ÍNDICE. 

Qué estrella natural, tirana 
hermosa, ibidm 

Sulca del mar de amor las 
rubias ondas, g. 

Aquí de amor, que mata la 
dureza, io# 

Quien supiere , señores , de 
un pasante, ibid^ 

Señora mía , vos habéis que- 
rido, II. 

Espíritus sanguíneos vaporo- 
sos, itid. 

Mas eres sol que sa¿tre ( ¡es- 
trafio caso!) la. 

Juana , para sufrir tu arma- 
do brio, 13. 

Como suele correr desnudo 
Atleta, ibid. 

Digna simpre será' tu docta 
frente, 14. 

Pleytos, á vuestros dioses 
procesales, ibid^ 

Aquí con gran placer de su 
heredero, 15. 

En un arco de perlas una 
flecha, 16. 

Si palos dais con ese palo 
hermoso, ibid. 

Pluma , las Musas de mi 
genio autoras, 17* 



índice. a49 

Tan vergonzosa Venus , tan 
mirlada, ibiá. 

Juanilla , por tus pies andan 
perdidos, i8. 

Ocioso,. Elena, fué vuestro 
presente, 19. 

£1 galán de la linda vigote- 
ra, ibid. 

A la primera luz, que al 
viento mueve, ao. 

Por convidado un sátiro te* 
nia, ibid. 

Compusieron de Vos Palas 
altiva^ 21. 

El sucesor del Gótico arro- 
gante, 12, 

Quando elegante de los dos 
idiomas, ibid. 

Nacieron en Madrid el doc- 
to Herrera, ^23. 

Yo Bragadoro' Valenzuela 
en raza, ibid, 

Juana, mi amor me tiene 
en tal estado, 24. 

Hermoso desaliño en quien 
se ña, 25. 

¿Quién eres celemin, ¿quién 
eres fiera? ibid. 

Bien pensará quien viere. 
Faz: hermosa, 26. 



^$o índice. 

Señora, aunque soy pobre, 
no venía, fWil 

Tomé la pluma, Fabío, al 
galUcinio, ^7. 

Aquí del Rey, señores: ¿por 
Ventura, 128. 

Yacen en este mármol la 
- * blandura, ibid. 

Entre las soledades, Don 
Francisco, 29. 

Este, si bien sarcófago, no 
duro, ibid. 

A Themis consultó Venus 
hermosa, 30. 

Vuesamerced se puso á la 
ventana, 31^ 

Paso , Amadis , que el rey^ 
no del espanto, ibiá. 

Muérome por llamar Juani- 
11a á Juana, 3a. 

Lazos de plata y de esmeral- 
da rizos, ibid. 

Soberbias torres , altos edi- 
ficios, 33, 

La nueva /uventud grama- 
ticanda, 34. 

O gran Virgilio, si sangrien- 
tas vieras, ibid. 

Yace á la sombra que la gran 
montaña^ 35. 



índice. asi 

Sirvan de ramo á sufridora 
frente, • 3^. 

Trece son los Tudescos, 
que el osquillo, ibid. 

O que secreto, damas, ó 
galanes, 37. 

Peniso amigo , codiciar mi 
muerte, ibid. 

Era la muía de Un Doctor 
hallada, 3^- 

IReliquias ya de navegante 
flota, 39^ 

Ketira del balcón la gallar- 
día, ibiá. 

Si habéis visto al Sophí sin 
, caperuza, 40» 

Para que no compréis arti- 
ficiales, ibid. 

Galán Sansón tenéis, señora 
Arminda, 41^ 

Pensando que era flor una 
mañana, 4a. 

Aquel Hércules nuevo Cas- 
tellano, ibid. 

Al pie del jaspe de un fe- 
roz peñasco, 43* 
. Aura suave y mansa, que 
respiras, ibid. 

Das en decir, Francisco, y 
yo lo niego, 44» 



ts^ índice. 

Señoras Musas , pues que 
siempre mienten, 45. 

Tiraba rosas el Amor un 
día, ibid. 

Tanto mañana , y nunca ser 
mañana, 46. 

Un lebrel Irlandés de her- 
moso talle, ibid. 

Sesuelta en polvo ya , mas 
siempre hermosa, 47. 

Una morena y otra blanca 
dama, 48. 

Fugitiva Euridice entre la 
amena, * ibid. 

Si de Poetas la abundancia 
apruebas, 49. 

Luciente estrella , con quien 
nace el dia, 50. 

Esté que en el jardin de 
vuestra cara, ibid. 

Cubre banda de páxaros di- 
fusa, 51. 

Truxo un galán de noche 
una ballesta, ibid. 

Si digo á Juana , quanto her- 
mosa fiera, 5 a. 

Sin pagar nueve meses de 
posada, 53. 

Pobre y desnuda vas filoso- 
fía, ibií 



índice. aS3 

Sale á la aurora en Terde er- 
ror la rosa, 54. 

La que venció desnuda, 
agora armada, ibiJ. 

Contaba, Clori, ayer un es^ 
tudiante, 55. 

La locura del mundo me 
defiende, 56. 

La fama que del Tibre á la 
ribera, ibid. 

Vete á roer legajos procesa- 
les, 57. 

Habiendo hecho en ti natu- 
raleza, ibid. 

Vuesamerced se temple en 
darle penas, 58. 

Picó atrevido un átomo vi- 
viente, 59. 

Si en la parte duodécima 
tuviera, ibid. 

El mismo tiempo corre que 
solía, óo. 

Mintió Juanilla entonces, 
coma agora, ibid. 

I Quién te dio tanta dicha y 
osadía, 61. 

Desnuda los esmaltes de xU- 
güero, 61. 

En esto de pedir , los ri- 
cos, Fabio, ibid. 



a54 índice. 

Señores Españoles ¿qué le 
hicistes, 63. 

Burguillos, el raguallo no me 
ofrece, ibi¿ 

Penelope dichosa, no dis- 
puto, 64. 

Claudio, después del Rey y 
los tapices, 65. 

¿No siendo fénix, qué ima- 
ginas, dando, ibid. 

La rueda de los orbes cir- 
cunstantes, 66. 

Compuso un sabio (cuya po- 
bre suerte, ibU. 

Válate Dios el charco , el 
que provocas, 6y. 

Dos cosas despertaron mis 
antojos, ibid. 

Carbón me pide Inés, que la 
criada, 68. 

Fabio , notable autoridad se 
saca, 6^. 

¡Que Tomé de Burguillos 
me llamase, ibid* 

A breve vida exhalación su- 
jeta, yo. 

Entre tantas guedejas y co- 
petes, ibid. 

Del alma, ó Lidia, son (ó 
cuerda 6 loca) 71» 



índice. 1255 

Filis, verte criar un ave 
admira, 72. 

Conjuróte, demonio cultera- 
no, ibid. 

¿Mísero Manzanares, no te 
basta, 73. 

¿A dónde llevas. Infernal 
cochero, ibid. 

Sicardo, <]uando salgas de 
esta vida^ 74. 

En la Troya interior de mi 
sentido, 75. 

Siete meses ^ Filena , son 
cumplidos, ibid. 

Digna será de vos, señor 
Cupido, y6. 

Galán de verde vas, herma- 
no Alcino, ibid. 

Puso tan grande amor (sí 
amor se llama) 77. 

Iphis después de la amorosa 
queja, 78. 

Quien á ninguno amó, quan- 
do podía, ibid. 

Hércules de Alcumena gi- 
ganteo, 79. 

En esta inútil , si florida 
huesa, ibid. 

Con el marfil, que al Afri- 
cano diente» 8o. 



aS« ÍNDICE- 

A ti, sí mas la eternidad 
pudiera, 8i. 

Quien no sabe de amor , vi* 
va entre fieras, ibid. 

Lope » yo quiero hablar con 
vos de veras, 82. 

Señor Lope, este mundo to- 
do es temas, ibid. 

Si al espejo venis á enamo- 
raros, 83. 

Si cumplo con la lengua Cas- 
tellana, 84. 

Purpúreo Febo desprecian- 
do el suelo, ibid. 

Ya , Becolín , que al Espa- 
ñol mataste, 85, 

Quando pensé que os daban 
mas cuidado, ibid. 

Enterraron un mico los Per- 
sianos, 86, 

O sean justos , Fabio , ó 
sean injustos, 87. 

¿Q4ié te han hecho tus pies, 
ó Clara amiga, ibid. 

De dulces seguidillas perse- 
guidos, S8« 

Libio; yo siempre fui vues- 
tro devoto, ibiJ. 

Abría el sol , dexando el al- 
ba á solas, 9g. 



Canción. 



Soneto. 



Tom. XI. 



índice. 


^57 


Duerme el sol de Belisa en 




noche escura. 


90. 


Quien amanece al sol, quien 


• 


al sol dora. 


ihii. 


Para el columpio, que np.es 




justo , para. 


91- 


Señora mia, si de vos ausen- 




te. 


Mi, 


Don Juan , no se le dar á 




un hombre nada. 


92. 


A aquel filosofar antiguo, 




Otavio, 


93. 


Quítenme aquesta puente. 




que me mata. 


ibli. 


Para cortar la pluma , en 




un profundo. 


94. 


¿Perlas , Juana , en tus ojos. 




cuya risa. 


95. 


¿Si harás comedias , me 




preguntas , Clbro, 


ibiá. 


tú , buen hombre , ó tú 




qualquíer que seas. 


96. 


Si yo en mi vida vi la Po- 




liantea, 


ibid. 


Sacras luces del cielo , yo he 




cantado. 


97- 


Ya pues que todo el mundo 




mis pasiones. 


98. 


Cpn dulce voz , y pluma di- 




ligente, 


107. 


K 





iS8 - índice. 

Silva L Yo aquel qoc en los pasa- 
dos, 

Siha 11. Convaleciente ya de las he- 
ridas. 

Silva ilL Distaba de los Polos igual- 
mente. 

Silva IV. Quien dice que el amor no 
puede tanto. 

Silva V. O tú Don Lope, si por dicha 
agora. 

Silva VI. Quando el soberbio bárbaro 
gallardo. 

Silva Vn. Al arma toca el cimpo Mi- 
cigriego. 

Espinelas. Ayer vi la librería, 

'Espinela. Con respeto se retrata, 

A tanta arrogancia vienen, 

Égloga. 1. Despierta Gil , y verás. 

Égloga II. I- Lleno voy de tal placer, 
Déxate caer, Pasqual, 

Soneto. Dulce pastor que nuestro 

valle pisa. 

Espinelas. Quien hubiere visto un 
Nifio, 
Niño , pastor soberano, 

Gtosa. Luz verdadera os llamó. 

Romance. Corderito, corderito, 

Ghsa. Porque no echéis á perder, 

leovigildo Rey cruel. 
Espíritus celestiales, 



1 08. 
lai. 

135- 
147- 
160. 

173- 

188, 
ao2. 
206. 
210. 

312. 

317. 
325. 

aap. 

530. 
331. 

asi. 
^34- 
235- 
í^37- 
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