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Tsrs<t
f
i
RUBAIYAT
DE
OMAR KHAYYAM
J
R'j. \^a
RUBAIYAT
DE
OMAR KHAYYAM
TRADUCCION
FOR
JOSE CASTELLOT
PROLOGO FOR
JOSE JUAN TABLADA
« « • " •
• • " • *
NEW YORK
1 K
c ::• I
Copyright, 1918, by
JOSE CASTELLOT
CONTENIDO
I. Pr61ogo por JOSE JUAN TABLADA.
II. Traduccion Oastellana por JOSE CASTE-
LLOT.
III. Biografia de Omar Khayyam por EDWARD
FITZ GERALD.
IV. Notas.
PROLOGO
FOB
JOSE JUAN TABLADA
^ OMAR KHAYYAM
\
La litebatura espanola atesora desde hoy la atinada
y meritisima version castellana que de los "Eubaiyat"
de Omar Khayyam, el Poeta Astronomo de Persia,
acaba de hacer Jose Castellot.
Pero, i que significa "Rubaiyat," esa palabra
donde como entre los arabescos misteriosos de los ca-
racteres cuficos, parece chispear un rtitilo de gemas
ensangrentadas ? iQuien es ese orfebre que lleva un
nombre de Calif a?. Bien lo saben los iniciados fa-
miliares de exoticas literaturas; bien conocen ellos
que se trata de ima inquietante y excelsa obra lirica
y de un poeta melancolico y vidente, que no solo
vaticino desde su epoca remota, estados de alma de
hoy; sino que, quizas por ser un astronomo, vislum-
bro a traves de las largas noches de los tiempos, el
vacilante parpadear de la actual conciencia humana,
mas lejana hoy que nunca, del nucleo solar de la fe
antigua ; mas Uena en su tiniebla espesa de verdades
que se apagan Uorando luz, como las estrellas erran-
tes ; mas poblada en su desolacion de lunas espectrales
y de cadaveres de astros.
Tambien saben los iniciados que Omar Khayyam,
ignorado hasta hoy en espanol, es conocido en
Europa, y sobre todo entre las aristocracias de los
pueblos sa Jones, al punto de haberlas fanatizado, lu-
ciendo ante sus existencias sin rumbo, una estrella
10 OMAR KHAYYAM
polar de rayos rojos, inflamando sus almas yertas con
los fuegos de ese rubi prodigioso que palpita como
im oorazon j fluye sangre generosa en las estancias
de los ^^Bubaiyat" y por fin abrazandolas en un fuego
mistico que parece un Evc^e pagano, un anhelante
delirio Dyonisiaco, un frenesi por reivindicar y re-
frendar todos los idolos palpitantes y sensuales que
el ascetismo cristiano inciner6. Extrano fuego mis-
tico que parece brotar como renaciente incendio entre
las cenizas heladas del viejo sabeismo persa y que,
indistinto y enturbiado para el ciego Iram indife-
rente, viene hoy alzando una columna de fuego sobre
el desierto de nueve siglos, a herir nuestras pupilas;
a calentar nuestros miembros entumecidos; a encen
der las lamparas extintas y a deshojar f rente a noso-
troBy a lo largo de la senda obscura, para encaminamos
hacia la unica felicidad posible, el caliz de sus rosas
encendidas. Extrano fuego mistico que desde el cora-
zon oscuro de la herm6tica Persia, renueva los inciensos
turbadores del "Cantar de los Cantares/' y evapora
el anhelo azul de la metempsicosis griega, pues en
las estancias de los "Rubaiyat" vuelven a acercarse
los labios salomon6icos al vientre luminoso de la Sula-
mita ; y si Teof ano, el poeta de la Antologia, suspira a
la bien amada, '^Quiera el Cielo que despues de
muerto me transforme en un bello lirio bianco para
que me CO j as y me pongas sobre tu seno" . . . Omar
Ehayy&m en un Rubay suspira idSnticos fervores.
Divino aliento mistico en fin, que ha creado un mundo
OMAR KHATTAM 11
de la nada de sus mismas negaciones, que ha edu-
mado ontre los escombros de la f6 perdida j de las
verdades invalidas^ una uueva deidad esplSndida y
armoniosa, hoy ergaida otra vez, entre los salmos de
nuevo culto, como la helenica Afrodita surgiendo al
sol de la antigua urbe sepultada«
Afrodita, ya no eres diosa como en los dias liuni-
nosos de Citeres, bajo el oro del sol de Qnido, sobre
las ondas de azur del mar Chipriota; pero aun des-
pojada de tu divinidad eres divina, aun arrancada
del Olimpo imperas sobre el corazon de los hombres
y desalteras sus anhelos inmortales I. Tal parece deeir
Omar Ehayyam cuando rehabilita a la vida humana
despojandola de misticismos metafisioos y de finali-
dades ulteriores y la hace eonsistir en la ^nica re-
ligion posible para el hombre, f atalmente atado a la
vida, como un etemo Prometeo, por las inquebran-
tables cadenas de los cinco sentidos I.
"No hay otro mundo sine este, ni mas Providencia
que el Destine" : es en efecto la slntesis de esa filosofia
que ostenta sobre la f rente como un diamante negro,
la musa de Omar Ehayyam. Asi, el Poeta astr6nomo,
no solo ha Uevado a la Tabema la l^para que ardfa
en el Templo, como 61 mismo lo dice; mas ha hecho,
puesto que arrancaudo con mano osada las estrellas
del cielo mistioo, y para alegrar nuestra vida, las ha
esparcido sobre la oscura tierra, convertidas en rosas
de luzl
De la filosofia de Omar Elhayy&m tal es en tiltimo
12 OMAR KHAYYAM
analisis la virtud consoladora y f ecimda ; j asi en el
fondo de su copa de vino, donde no hay heces, no
se refleja del cielo mistico mas que el orbe de la Inna
transformado en el rostro de una bella mujer, sensual
y turbadora como la vida misma.
Pero esa filosofia que, insistimos en afirmarlo, no
es en sintesis sino un Evohe delirante, rimado por la
melancolia de las flautas persas mas que por el repi-
que de los sistros paganos, ha querido ser apresada
por comentadores y exegetas cabe la red inutil de
escuelas y sistemas, de donde los "rubais" se escapan
siempre como fugaces perlas o inconstitiles rayos de
luna. Se ha pretendido relacionar a Khayyam con
griegos y romanos, con Epicuro, Lucrecio y Marco
Aurelio; se ha queiido hallar en su obra un sentido
oculto o esoterico como en el torvo Eclesiastes o en
el suntuoso y perfumado Salomon; atribuyensele el
desprecio orgulloso de Byron y la truculenta burla de
Heyne ; tachasele en ocasiones de sibarita y en otras
de mistico puro ; y es lo cierto que, irreductible a los
alambiques y a las retortas que quieren sintetizarlo,
el numen de Omar Khayyam se exhala y se difunde
como en la noche oriental, hechizada de luna, el alma
de las rosas y la musica del ruisenor.
Es que los "Eubais", esas cuartetas, esos breves
tetrasticos, son pequenos talismanes, llenos de grandes
virtudes; es que los "rubais," como los parvos cara-
coles marines, guardan en su seno concave la total
sonoridad del oceano y las quejas de todas las olas;
OMAR KHAYYAM 13
es que los "rubais/' gemas milagrosamente talladas,
reflejan en sus mil facet as los multiples aspectos del
horizonte visual y a veces los astros de alia arriba y
a veces las flores de aqui abajo, Pero asi mismo esos
"rubais" se integran armoniosamente en el poema
todo, como otros tantos petalos de una gran rosa cen-
tifolia y esa rosa, sangrienta, carnal y palpitante, se
plasma a su vez en un corazon, en un magnifico cora-
zon, que no es otra cosa sino el "corazon innumer-
able'^ de la vida humana y mortal !.
Hay que dejar las exegesis y las quintesencias
magistrales que Rabelais befo y no incurrir en la
brutal maniobra de cojer a las mariposas quitandoles
el polvo irisado de las alas. Ese consejo dimana de
la propia filosofia del Poet a Astronomo, que deja el
enjambre de sus "Rubaiyat" volar libre y estreme-
cerse con pasion sobre todas las rosas de la tierra.
Mistico y trascendental o sibarita y humano, Omar
Khayyam es un mismo genio portentoso. Maese
Tapir, el irrisorio magister de Anatole France, ha
fallado una vez mas en su mania de embotellar suspi
ros, de analizar osculos y de poner marbetes a los
ideales del genio ; y la Critica esta vez, como tantas
otras, es una agria Cleopatra que en vano intenta di-
solver en los vinagres de su analisis, el oriente impon-
derable de las perlas que son los "Rubaiyat."
De todos esos frustraneos intentos analiticos, solo
quedan ima probabilidad, un portento y una certi-
dumbre. Es la primera que Khayyam fue un Sufi,
14 OMAR KHAYYAM
un adepto de esa doctrina que como iin pendulo
de diamante parece oscilar entre el panteismo
griego y el Nirvana budico, reflejando altema-
tivamente claridades y sombras, yendo como im
astro de la luz de la aurora a la sombra noc-
tuma; toda vez que tal doctrina ama a la Divini-
dad por sus creaturas: vino, mujer, rosas, rui-
senores; y sumergiendose en ese fectaais de admira-
cion por lo creado, intenta integrarse nirvanicamente
en la esencia misma del Creador. Tal es el ^^sufismo"
en esencia; y si hay un jardin mistico en la obra de
Omar Khayyam, solo puedo haber brotado por la vir-
tud de esa semiUa; pero de todas maneras, el exote-
rismo palpable de Khayyam es mas evidente que el
pretendido esoterismo oculto; quizas el Vino es sim-
bolo de la vida; tal vez el p&mpano o la vid son la
Divinidad; aeaso la embriaguez no sea hermetica-
mente sino extasis propicio a la communion mistica ;
pero es el case que tales sutilezas son seme j antes a
la que quiere que el "Cantar de los Cantares,'^ el sen-
sual y delicioso epitalamio salomonico sea el di&logo
de la Iglesia con Cristo . . . S Es posible acaso con-
vertir en harina de hostias la came triguena de la
Sulamita, sin Uegar a las r^ones sombrias de las
Misas Negras i Tienen alguna semejanza los pechos
de la amante, estremecidos y Uenos de soUozos, con la
paloma insustancial del Paraclete f . . . Bepugnan
tales involucraciones a nuestro sentido humano, or-
guUosamente humane. . • . X6, no es el vino de
OMAR KHAYYAM 16
Omar Ehayy&m el de las liturgias cristianas; mas
bien tienen sus destellos el cruor de la Uave de rubies
con que abriera Baudelaire la puerta misteriosa de
sus "Paraisos artificiales."
El portento que luce prodigiosamente en los
"Rubaiyat^consiste en la anticipacion y en la previ-
dencia de las mas flamantes filosofias. En efecto,
Omar BSiayyam, en el siglo onceno y en Persia, con-
cluye oomo Spencer en el siglo XIX, excluyendo
toda metaf isica, puesto que resulta vano y enganoso
para el hombre cuanto no este basado en el testimonio
de sus sentidos. He alii lo abstracto separado de lo
real por la cortina espesa de lo incognoscible en
ESiorazan y Neshadur, nueve siglos antes que en Man-
chester !.
Tales son la hipotesis y el milagro ; en cuanto a la
certidumbre, a la evidencia radiosa, cual mayor que
la rehabilitacion de la vida humana ante el <5oncepto
de los hombres ?. Y tal es sin duda la f uncion esen-
cial del Evangelio de Omar Blayyam, que sobre las
ruinas marmoreas del paganismo, y por encima de
los escombros fuliginosos del ascetismo cristiano, y
mas alia de las renunciaciones budistas, ha restaurado
el extinto culto de la Vida, y ha hecho los salmos de la
nueva litufgia con efluvios de vino, con cadencias de
versos y con besos de mujer.
La vida en su forma mas sensual, mas apasionada y
palpitante, en una turbadora forma femenina, viene
a nosotros con la nueva, con la etema divinidad ; su
16 OMAR KHAYYAM
came blanca se envuelve en la luminosidad de su
negra mirada; la preceden sus perfumes enervantes
y la musica arrulladora de su voz ; brotan fiores donde
se posan sus talones dcsnudos ; trae en una mano la
cratera del vino generoso y con la otra deshoja rosas
en el caliz.
Acercad a el los labios alterados, aplacad vuestra
ansia sitibunda en el tibio vaso carnal, bebed el
espasmo, sorbed el deleite unico; y luego f rente al
crepusculo de amor que diluye gus topacios y evapora
lentamente sus inciensos, repasad en vuestras manos
el rosario de cuentas de ambar de los perfumados
"Eubaiyat/'
0-0-0
0-0-00-0-0
0-0-0
Pero antes de continuar, cin^ndonos a la parte
intrmseca de la obra que hoy da a la publicidad Jos6
Castellot, hay que decir que ella es la unica version
castellana de los "Eubaiyat", pues como tal no deben
considerarse algunos intentos truncos y fallidos que
sus autores acometieron con mayor buena voluntad que
ingenio. Es la version de Castellot la unica espanola
de los "Eubaiyat/' cuando ya existian numerosas a
otros idiomas como por ejemplo: la del Rev Thomas
Hyde, en latin ; las de Sir Gore Ouseley ; el prof esor
Cowell Whinfieldj McCarthy y Gamer en ingl6s;
OMAR KHAYYAM 17
n las alemanas de Bodenstedt y Von Shack ; la del f ran
s ces Nicholas, drogman de la embajada de su patria
e en Persia; y otras en dan6s; ruso, etc., que de-
t muestran elocuentemente la universalidad del culto
s tributado a Omar Khayyam y el valor y oportunidad
de mia version que, como la de Castellot, extiende
la justa admiracion por el ntimen altisimo hasta los
paises de habla espanola.
De intento no hemos citado al mas popular e
ilustre de los traductores de Omar Khayyam : a Ed-
ward FitzGerald, reservandonos para mencionar espe-
cialmente los caracteres de su obra preclara, la cual
sirvi6 de pauta a la de Jos6 Castellot, quien sin
embargo, y por natural escrupulo, ha estudiado y
consultado casi todas las versiones que anteriormente
mencionaramos.
Mientras todas esas traducciones son "verba ad
verba" o tendentes a rendida literalidad, la de Fitz
Gerald es una parafrasis, no solo en la interpreta-
cion de los versos, sino en el orden y arreglo de estos
para la integracion armoniosa del pocma ; pues hay
que advertir que siendo los "rubais" o tetrasticos
persas, organismos independientes y valiosos por si
mismos, no se presentan en los M S,S. originales,
segun el 6rden admirable y coherente en que los supo
coordinar FitzGerald, sino en cierto enlazamiento
que solo obedece al canon alf abetico de ciertas termi-
naciones. Pocos "rubais" se presentan originalmente
en series homogeneas y entre ellos hay que
18 OMAR KHAYYAM
citar el grupo denominado "Kusa Nama'V que en-
cierra en nueve "rubais" el episodio en la casa del
Alf arero cuando la clausura del Bamazan.
Otra advertencia hay que hacer para los que com-
paren la version de Castellot con otra traduccion que
no sea la de FitzQerald. Esas traducciones han
sido hechas "d'apres" diferentes originales, el M,S.
Bodleiano, la copia litografica de Teheran etc, que
a causa de omisiones, adiciones e interpolaciones
difieren sensiblemente entre si. Cote jar pues la
"parafrasis" de Fitz Gerald no seria una verificacion
eficaz sino un simple devaneo de erudite.
En elogio de FitzGterald y de su parafrasis, nada
creemos mejor que traducir aqui las justisimas frases
del Profesor Norton: '^Llamasele '^traductor' solo en
defecto de palabra idonea: una que expresara la
poetica transf ormacion del espiritu poetico de uno a
otro idioma y la representacion de ideas e imagenes
del original en una forma no del todo diversa de la
suya propia, pero perfectamente adaptada a las nue-
vas condiciones de tiempo, lugar y peculiaridades
mentales entre las cuales reaparece. Tiene todo el
merito de una produccion original y su excelencia es
el mas alto testimonio que puede darse de la esencial
impresionabilidad y gran valia del poeta persa. Es
la obra de un poeta inspirado por la obra de otro
poeta; no una copia sino una reproduccion ; no una
traduccion sino la reproyeccion de im numen portico
en su ropaje ingles se manifiesta como la mas
OMAR KHAYYAM 19
reciente y mas fresca expresion de perplejidad y de
duda de la generacion a que pertenecemos."
Tal es el atinado juicio de Norton sobre Fitz
Gerald, juicio que a su vez es aplicable a Castellot.
De esta version eastellana, para que los lectores
tengan el pregusto de sua mieles, no puedo menos que
presentar algunas estancias, rosas cortadas al azar
enelhuertomilagroso:
VI
Estan mudos los labios de David; pero en trino
Alegre un ruisenor canta a la mtistia rosa :
Vino !. Vino ! mas Vino !. Enciende ruborosa
Tu mejilla en el fuego del encamado Vino!.
XIV
Escucha lo que dice el capuUo de rosa:
^^Mira !. Yo vengo al mundo feliz y sonriente ;
Desgarra desde luego mi escarcela sedosa
Y lanza a los jardines mi tesoro luciente."
XVII
Piensa en esta posada, de la cual los portales,
Altemativamente, son la Noche y el Dia :
Sultan tras de Sultanes, con sus pompas reales,
Aguardaron su tumo y siguieron su via,
XIX
Pienso a voces que brotan con mas carmin las rosas
Nacidas en la tumba do un Cesar ha sangrado ;
Y que el jacinto vierte con sus mieles sabrosas
Los dulces pensamientes de algun cerebro amado.
20 OMAR KHAYYAM
XXIV
«
Gocemos en la vida todo cuanto nos place
Antes de que bajemos al oscuro confin
Donde el polvo entre polvo y bajo polvo yace
Sin Vino, sin Canciones, sin Cantor y sin Fin . . .
XXXVI
Yo creo que ese Vaso en un tiempo ha vivido
Y del Vino gozado los dulces embelesos ;
Y ese labio pasivo que recibio mis besos,
Quien sabe cuantos besos ha dado y recibido !•
XCVI
Partira Primavera con sus rosas tan bellas
Su fragante leyenda Juventud cerrara;
El niisenor canoro que entono sus querellas,
Quien sabe de do vino, ni adonde volara !.
Tal es el esplendor de ese raro y precioso collar
oriental que Jose Castellot ilumina hoy con la lam-
para de Aladino de su ingenio y cuyas cuentas cinti-
lantes engarza en el oro de su bella version caste-
liana.
El traductor para crear esta obra valiosisima, que
acrece el acervo de nuestra literatura, ha puesto de su
parte cuantas cualidades se requieren para tal em-
presa : labor obstinada, perseverancia, tino y aun ins-
piracion ; pues muchas veces solo una claridad intui-
tiva puede dejar ver lo que sfmbolos o imagenes re-
celan en el fondo de sus glaucas aguas dormidas.
OMAR KHAYYAM 21
Desde sus comienzos me ha sido dado ver el gradual
desarroUo de esta obra ; y como de los botones pre-
maturos y casi informes, brotaban lentamente las
rosas^ al fin euajadas con firmeza de esmalte en la in-
variable simetria de una joya. Muchas veces la
pepita de oro, ya brillante pero aun ductil, tuvo que
ser arrojada nueva vez al crisol de donde por fin
salio tersa, refulgente y sonora. Muchas veces tam-
bien lo que se creia gema, era sal delicuescente o
cuarzo deleznable entre los dedos, y habia que bajar
otra vez a la honda mina, con el pensamiento en tinie-
bias y arrancar afanosamente a la veta prodiga la
cabal piedra preciosa que el joyero requeria. Y el,
un hombre caracterizado por impetuosas energias de
accion, se conformaba a guiar, como un mandarin en
el destierro, a los gusanos de seda del pensamiento,
de cuyo oscuro afan resultarian a la postre, las
suntuosas tunicas holosericas, tan matizadas como las
alas de las mariposas y las caudas de los pavos reales.
Arrobado en ese trabajo, paciente como un viejo
iluminador de pergaminos, vi muchas veces a mi
amigo bajo el cadente fulgor de su lampara de tra-
bajo. Tambien le distingui entregado a su labor,
junto a la ventana de su aposento, discurriendo yo en
atediados paseos a lo largo del Central Park. Encua-
dradoasi, por la arquivolta de la ventana, el recio
y barbado rostro de Jose Castellot, me recordaba la
mascula f az de los arqueros del rey Dario en el pala-
cio de Pers6polis y tal reminiscencia no era inopor-
22 OMAR KHAYYAM
tuna respecto de quien, en esos instantes velaba como
aquellos doriforos, en los regios umbrales del poeta
persa Omar Khayyam.
Asi mismo pense, al distinguir a mi amigo, absorto
en afan lirico, en Theofile Gaiitier, con quien tiene
tambien semejanza fisica, en relacion con Zeus y
Anacreonte, y pense que, como el autor de "Esmaltes
y Camaf eos/' Jos6 Castellot podria decir :
"Comme Goethe sur son divan
A Weymar s'isolait des choses
Et d'Hafiz effeuiUait les roses
Sans prendre gare a Touragan
Qui fouetait mes vitres f ermes,
Moi j^ai fait "Emaux et Cam6es.''
Asi mientras la guerra conmueve al mundo y Uena
de escombros a nuestra Patria, Jos6 Castellot ha
realizado su obra de amor y de armonia. La ha
realizadoy segun su inggnua pretension^ para endulzar
las boras del destierro, para ensalmar sus dolores,
para derivar las energias sin empleo en los ocios for-
zados del exilio. Con Erasmo ha pensado, que asi
como las piedras molares de la tahona se corroen a
si mismas cuando no tienen trigo que moler, asi se
gasta y se devora a si propio el espiritu humano sin
accion«
OMAR KHAYYAM 28
Ha pensado tambien con los De Gh)ncoiirt que el
hombre tiene tres recursos para huir de la realidad:
la embriaguez, el amor, el trabajo, y noblemente ha
optado per este ultimo. Asi veis a Jose Castellot
convirtiendo su Patmos en un Tusculum, cantando
en su destierro como Ovidio j sembrando con su
mano, en su propio huerto las semiUas de las rosas
de Persia.
Feliz el que asi ha podido convertir el rosario negro
de las horas en un collar esplenderoso al sol ; feliz el
que en su soledad 7 su tristeza ha sabido cultivar las
rosas de milagro del "Hortus Conclusus," y ha di-
suelto 8U8 sinsabores en el prodigio de la Florque
canta, de la Fuente que arde y del Pajaro que habla.
Ahora, lectores^ como a una fugaz Sheherezada,
seguid a la Musa que ha plantado este Huerto y con
el alma alterada de ensueno entrad de una vez al
melanc61ico jardin, Ueno de aromas de rosas^ de can-
tos de ruisenores y de rayos de luna. . . .
JOSE JUAN TABLADA,
Nueva York
AbrU de 1916.
TRADUCCION CASTELLANA
de la Version Inglesa
de
EDWARD FITZ GERALD
Cuarta Edicion 1879
por
JOSE CASTELLOT
RUBAIYAT DE OMAR KHAYYAM
Tornados de la traduocion inglesa de Edward Fitz
Gerald Cuarta Edicion 1879
Despertad ! pues ya el Sol que en f uga ha dispersado
Del campo de la sombra las palidas estrellas^
Y ahuyento de los cielos a la Xoche con ellas,
Al torreon del Sultan lanza un rayo dorado.
n
Antes de que el f antasma del f also dia muera
Oir creo una voz que en la Tabema grita:
Si ya esta todo listo adentro de la Ermita
{Que aguardan sonolientos los feligreses fuera?.
in
Y entonces de la caUe, lu^o que el gallo canta,
Claman — "Abrid la puerta!" Ya sabeis que esta-
remos
Breve tiempo ; por eso es nuestra prisa tanta,
Y que una vez en marcha, quizas no volveremos." —
27
28 OMAR KHAYYAM
TV
Ahora que el ano nuevo vie j as ansias revive,
Las soledades busca el alma pensadora,
Donde Moises su vara y blanca mano exhibe
Y Jesus en el Huerto de los Olivos llora.
Sin duda Iram se ha ido con sus rosas j el vaso
Septianular de Jamshyd a ignorado destino ;
Pero aun arden rubies en el fondo del Vino
Y el Agua hace que broten jardines a su paso.
VI
Estan mudos los labios de David; pero en trino
Alegre, un ruisenor canta a la mustia Bosa :
— Vino! Vino! Mas Vino!. Enciende ruborosa
Tu me j ilia en el fuego del encamado vino 1.
VII
Ven y Uena la copa! Al ara en primavera,
Arroja tus vestidos de contricion, de inviemo;
El Ave tiempo, tremula, solo un instante espera,
Y ya tendio las alas para su vuelo etemo.
VIII
Ya sea en Babilonia, Naishapur o en alguna
Otra parte ; Uene el vaso acre o dulce bebida,
Gota a gota destila el vino de la vida,
Las hojas de la vida caen una por una.
OMAR KHAYYAM 29
IX
Cada manana-dices-trae un miliar de rosas.
Es cierto, pero i adonde las de ayer ha dejado ?
Y el verano al pasar con sus flores hermosas
A Jamshyd y Kaikobad tambien se habra Uevado.
Y bien, que se los Ueve !. No le hagas ningun caso
A Kaikoshru o Kaikobad en su regia tarea;
Prosigan Zal y Kustum llamando a la pelea
Y Hatim a la mesa — i nos importa algo acaso ?.
XI
Para mi considero que es sobrado tesoro
El herbaje que el prado del desierto divide
Do los nombres de esclavo y de Sultan se olvide
Y paz sea con Mahmoud en su trono de oro.
XII
Bajo la verde fronda, un libro de poesia
Un pedazo de pan y una copa de vino,
Y tu, a mi lado siempre, con tu cantar divino:
Oh! paramo! que dulce Paraiso seria!.
XIII
Unos aman las glorias del mundo. Suspirando
Estan otros por cielos Mahoma ha prometido.
De atambores lejanos no te seduzca el ruido:
Mas vale un ave en mano que cien aves volando.
30 OMAR KHAYYAM
XIV
Escucha lo que dice el capullo de rosa
— Mira ! Yo vengo al mundo f eliz y sonriente
Desgarra desde luego mi escarcela sedosa
Y lanza a los jardines mi tesoro luciente.
XV
Y a los que se desposan con los granos del oro,
Y a quienes lo derraman como una Uuvia al viento,
Una vez enterrados — depreciado tesoro —
Ninguno de exhumarlos concebira el intento.
XVI
La esperanza, en que el hombre funda su goce in-
cierto,
Se transf orma en cenizas o subito florece :
Cual nieve que refresca el polvo del desierto,
Brilla una o dos horaa y luego desparece.
XVII
Piensa en esta Posada, de la cual los portales
Altemativamente son la Noche j el Dia :
Sultan tras de Sultanes con sus pompas reales
Aguardaron su tumo j siguieron su via.
XVIII
Del palacio en que Jamshyd bebio con real grandezn
Los sauries y leones son hoy finico dueno ;
Y los asnos salvajes patean la cabeza
Del cazador Bahram sin perturbar su sueiio.
OMAR KHAYYAM 81
XIX
Pienso a veces que brotan con mas carmin las rosas
Nacidas en la tumba do un Cesar ha sangrado,
Y que el Jacinto vierte con sus mieles sabrosas
Los dulces pensamientos de algun cerebro amado.
XX
Al cesped delicado que naciente verdea
Y cubre la ribera adonde te reclinas,
Tratalo dulcemente! Nadie sabe si sea
De labios adorados floraciones divinas.
XXI
— Llena, Amada, la oopa que el Presente depura
De f uturos temores y viejos desenganos !
Manana ? Y bien ! Quizas este en la sepultura
Con los que son de Ayer desde ha siete mil anos !.
XXII
A los seres dilectos siempre hemos of recido
El mas sabroso vino que el tiempo ha cosechado ;
Y luego que una ronda 6 dos han saboreado
Uno a uno, al reposo, bajaron sin ruido.
XXlII
Nosotros que hoy vivimos alegres disf rutando
Sus puestos, que verano viste con nuevas flores,
Tambien descenderemos a formar lecho blando
Para desconocidos y nuevos moradores.
32 OMAR KHAYYAM
XXIV
Gocemos en la vida todo cuanto nos place
Antes de que bajemos al oscuro confin
Donde el polvo entre polvo y bajo polvo yace
Sin Vino, sin Canciones, sin Cantor j sin Fin . . .
XXV
Lo mismo a quien tan solo en el presente piensa,
Como al que en un Manana pone toda su cuita,
Un Muezlin, en la torre de las Tinieblas grita:
— Necios ! . . . ni aqui ni alia esta la recompensa 1.
XXVI
Filosofos J Santos que en vida discutieron
Sabiamente ambos mundos, se vieron expulsados
Como falsos prof etas, sus dogmas despreciados ;
Y en el polvo sus bocas por siempre enmudecieron.
XXVII
Yo mismo, cuando joven, con ardor frecuentaba
De Sabios y Doctores las solemnes sesiones,
Y despues de escuchar sus graves discusiones
Salia por la misma puerta por donde entraba.
XXVIII
Sembre con ellos la semilla de la Ciencia,
Y con mis proprias manos cuide su crecimiento,
Y por cosecha obtuve tan solo esta sentencia :
"Yo vine como el agua y paso como el viento."
OMAR KHAYYAM 83
XXIX
En el mimdo oomo agua que corre indif erente
De su ignorado origen y su final destine;
Fuera de el come viento que nace inconsciente
Y a la yentura sopla sin saber su camino.
XXX
Sin aviso, hasta aqui desde all& f ui lanzado ;
Sera igual, de aqui a alia, al fin de mi existencia !
Cu&ntas y cuantas copas de ese licor vedado
Ahogaran el recuerdo de esta yana insolencia !.
XXXI
Hasta el septimo cielo subi desde la Tierra.
De Satumo en el trono radiante me he sentado ;
Enigmas muy oscuros en el viaje aclarado;
Pero no el que el destine de los hombres encierra.
XXXII
Alii estaba la puerta de que no encontre llave,
Alli el velo tupido tras el cual nadie vi6 ;
Hablaban del Yo y Tu lo poco que se sabe,
Despues, ni una palabra oi del Tu y del Yo.
XXXIII
"No responde la Tierra, ni la Mar cuando Uora
Con oleaje de purpura, de su Dies el olvido,
m el Cielo giratorio, por sus signos leido
Que hoy oculta la Koche y mailana la Aurora.
3i OMAR KHAYYAM
XXXIV
EntoncGS al Tti y Yd que bajo el velo opera
Pedi que en las tinieblas alumbrara algun f uego ;
Y por toda respuesta escuche que de afuera
Dijo una voz : — ^El Yo dentro de Ti esta ciego.
XXXV
Pedi a los bordes de esta pobre copa de arcilla
Que de la vida ignota me ensenara lo cierto:
Murmuro, labio a labio, esta verdad sencilla:
-"Bebe mientras que vivas, ya no regresas muerto !.
XXXVI
Yo creo que ese vaso en un tiempo ha vivido
Y del vino ha gozado los dulces embelesos ;
Y ese labio pasivo que recibio mis besos,
Quien sabe cuantos besos ha dado y recibido 1
XXXVII
Recuerdo que una vez me detuve observando
A un alf arero rudo que su barro estrujaba
Y el barro con acento muy debil murmuraba:
— "Mas blando, por favor, Hermano se mas blando !.
XXXVIII
i Y no es esta la misma sabida y viqa. historxa,
Que por generaciones en el mundo ha rodado,
De un pufiado de tierra que, para etema gloria.
El Hacedor Supremo en hombre ha modelado ?.
OMAR KHAYYAM 35
XXXIX
Cuando el vino vertemos antes de haber bebido,
Las gotas que a la tierra penetran dulcemente
Quizas calmen la angustia de algun germen viviente
Que, ha tiempo, alia muy Hondo, encuentrase escon-
dido.
XL
Cual tulipan que lo alto contempla desde el suelo
Con el riego celeste que la Aurora le envia
Te alzas devotamente, hasta que place, al Cielo
Volverte hacla la tierra como copa vacia.
XLI
Ya mas no te preocupes con lo humane o divino ;
A los vientos entrega el azar del man ana,
Y pierdanse tus dedos en la trenza lozana
Del Cipres delicado, escanciador del vino.
XLII
Si el vino que bebiste y el labio que has besado
Acaba en lo que todo acaba j todo empieza.
Que hoy seras lo que ayer, ten la plena certeza,
Y manana lo mismo ; y nada habras cambiado.
XLIII
Asi es que cuando el Angel de la negra bebida
Te encuentre al fin, al horde de la oscura ribera,
Y brinde a tu alma el vaso, bSbela toda enteta,
Y no tiembles, pensando que alli acaba la vida.
36 OMAR KHAYYAM
XLIV
Porque si el alma puede librarse por completo
Del polvo, y volar libre de humana vestidura,
i'No seria verguenza, vergiienza y desventura,
Unirla para siempre al misero esqueleto?.
XLV
Esto es solo una tienda^ donde un dia se para
El Sultan, en su viaje al reino de la muerte:
Parte ; y el negro Ferrash que su salida advierte,
Para otro nuevo huesped al punto la prepara.
XLVI
No temas que al cortarse mi existencia o la tuya
El etemo Saki su vino haya concluido:
Cual nosotros, millones de burbujas vertido
Habra'y sigue virtiendo, sin que jamas concluya.
XLVII
Cuando el oscuro velo hayamos traspasado,
El mundo seguira su perdurable vida;
Nuestro entrar y salir ninguno habra notado
Como el mar no se ocupa de la guija perdida.
XLVIII
Alto por un minuto ! I^a momentanea prueba
Del Ser, en el desierto, junto a la fuente ansiada
En que la caravana un poco de agua abreva,
Y retoma de nuevo a su origen. . .la Nada 1.
OMAB KHAYYAM 37
XLIX
Gastarias el tiempo de tu vivir incierto
En saber el secrete ? Pues amigo, de prisa !
Tin cabello separa lo false de lo cierto,
Y de el esta pendiente nuestra vida indeeisa.
L
Un cabelle separa lo false de lo cierto ;
Y un solo Alif nos guia al guardado tesoro
Y a su Dueno tal vez ; pero esa Have de ore
Habremos, per ventura, nosotros descubierto ?.
LI
Tesoro misterioso, de poder admirable^
Que cual azogue corre del mundo per las venas ;
Toma todas las formas^ elude nuestras penas;
Y mientras todo muere, El existe inmutablel
LII
En cualquiera memento, detras de la cortina,
En el oscuro f ondo, se desarroUa el drama
Que para el goce de la Etemidad, se trama
Solo, solo se representa, . . .y no tormina.
LIII
Y si terco persistes, con insistencia vana.
En deslindar el HOY, en la Tierra o el Cielo,
Mientras Tu seas Tu, que sera de tu anhelo
Cuando desaparezcas para siempre manana ?.
38 OMAR KEAYTAM
LIV
No malgastes el tiempo en discusiones largas
Sobre esto o sobre aquello; aon f utiles disputas.
Mejor es alegrarse con la Vid y sus fnitas
Que sufrir porque algunas f altan o son amargas.
LV
Sabeis-amigos mios — ^la alegre barahunda
Con que segundas nupcias en casa he celebrado :
Arroje de mi eama la Bazon infecunda
Y a la Hija del Vino por esposa he tornado.
LVI
Porque el Ser j no Ser, el Arriba j Abajo,
Con auxilio de r^las y logica define :
En sondear misterios no pierdo mi trabajo;
Solo busco mas hondo en el f ondo del vino.
LVII
Las gentes aseguran que mis computaciones
Cuentan mejor el ano. No es verdad ; es lo cierto,
Que quite al calendario con mis innovaciones
Un Manana nonato y un Ayer que era muerto.
LVIII
Ha poco, hendiendo la oscuridad externa,
Y en el hombro Uevando una fragrante cuba,
El espeetro de un Angel penetro a la taberna
Y me ofreci6 su vaso: probe y. . .era al Uva.
OMAR KHAYYAM 89
LVIX
La XJvK que con 16gioa infalible confuta
Las setenta j dos seotas de credo diyergenie ;
Soberano Alquimista que en su crisol transmuta
El plomo de la vida en oro reluciente.
LX
El Mahmoud poderoso^ el de ali^ito divino
Quien las malignas hordas de penas j temores
Que del alma arrebatan los momentos mejores,
Dispersa con su espada que gira en torbellino*
LXI
Si es producto de Dios este nectareo jugo,
Blasf ema de la cepa quien la presume un lazo ;
Si es bendicion, gozarla ; porqu6 no ?. Y si acaso
Es maldicion, — decidme — a qui6n d&mosla plugo?.
LXII
Preciso es abjurar del Balsamo de Vida
Si el temor de un castigo future nos aterra ;
con plena esperanza, de la sacra bebida
Kebozar bien la copa cuando vuelva a la tierra.
LXIII
Oh temores de Infiemo y ansias de Paraiso 1
Ouan fugaz es la Vida!. Eso es lo tinico cierto.
Bien cierto ; y lo restante es enganoso hechizo :
Flor que abrio su corola para siempre Iiabra muerto !.
40 OMAB KHAYYAM
LXIV
No es raro ? En las miriadas que antes de nosotros
Cruzaron por la puerta del oscuro Destine,
Ninguno ha regresado a ensenar el camino :
Per conocerlo es fuerza andarlo cual los otros.
LXV
Son las revelaciones de Beatos y Sabios
Que ante el mundo surgieron cual profetas ar dientes,
Suenos que, al despertar, eontaron a sus gentes . . .
Y siguieron dormidos al cerrarse sus labios.
LXVI
Mande mi alma a traves del invisible etemo
A leer algo en el libro de la Vida f utura ;
Al cabo de algun tiempo volvio, con amargura
Dijo : — "Yo misma soy el Cielo y el Infiemo !".
LXVII
El Cielo, la vision del ideal conseguido:
El Infiemo, el fantasma de un espiritu que arde
Perdido en la tiniebla ; de que salimos tarde
Para expirar tan pronto como hubimos salido.
LXVIII
No somos otra cosa que una larga cadena
De magicos f antasmas, que gira, que va y viene,
A los rayos del Sol, lintema que sostiene
En medio de la noche el Director de escena.
OMAB KHAYYAM 41
LXIX
Cual fichas desvalidas de su juego^ nos trata
En el tablero que hace con la Noche y el Dia ;
De aqui y alli nos mueve, nos da jaque, nos mata. . .
Y una por una vamos a la caja vacia.
LXX
En los tantos o fallas no piensa la pelota
Ni si sera su marcha vertiginosa o suave:
Va de aqui para alia, do el jugador la bota:
Quien te puso en la arena, sabe todo. . . El lo sabe!.
LXXI
Escribe. . .y pasa el movil dedo del infinite!;
Y despues, ni con toda tu piedad o tu ciencia
Lograras que regrese para cambiar lo escrito :
Ni con todas tus lagrimas borraras la sentencia.
LXXII
Y a esa copa invertida a la que Uaman CIELO,
Bajo la cualj a rastras, vive y muere la gente,
No levantes las manos en suplicante anhelo
Pues cual tu, y como yo, es del todo impotente,
LXXIII
Del primer barro se hizo la Ultima forma humana,
De la postrer cosecha puesta alli la simiente ;
Y escribio la Creacion en la primer manana
Lo que en la Ultima Aurora se leera en el Oriente.
42 OMAR KHAYYAM
LXXIV
AYEB oan sus tristezas prepara la locura;
MAN ANA en su ailencio triimf o o dolor esconde :
Bebe! Al venir no sabes ni porque ni de dond«:
Bebe ! Te iras lo mismo, ciego y a la ventura.
LXXV
Afirmo que al partir de la celeste meta
Las Pleyades y Jupiter, sobre el eorcel ardiente,
Quedo predestinado, definitivamente,
Mi lote de Alma y Polvo en aqueste planeta.
LXXVI
Si el Vino hirio una fibra, y esto mi ser anula,
Que se burle el Derviche. Quien de lo arcane sabe ?
Con mi bajo metal quizas se haga la llave
Que ha de abrir esa puerta, ante la cual ulula.
LXXVII
Yo se que si esa Luz, verdadera y etema,
Se consume al Amor o a la pasion ardiente,
Mejor es disfrutarla dentro de la Tabema
Que dejarla en el Templo gastarse inutilmente.
LXXVIII
iEs justo permitir que el NADA sin sentido
Obligue al SEB consciente a arrastrar la cadena
De placeres vedados, y si cae rendido,
Condenarlo a sufrir interminable pena?.
OMAR KHAYYAM 43
LXXIX
Que! Obliga a devolver a su infeliz creatura
Oro puro en reintegro del "cobre recibido ?
STjB. peraigue por deuda que nunca ha contraido
Y que pagar no puede ?. Cuan implacable usura !.
LXXX
Oh TU ! que de peligros y trampas has Uenado,
El sendero tortuoso de nuestra pobre vida
No has de querer rodeamos del Mai predestinadc
Y despues a pecado imputar la caida!.
LXXXI
Oh TU ! que hiciste al hombre del mas impure lodo,
Y con el Paraiso creaste la Serpiente I
Para todas las culpas que manchan nuestra frente,
Da y recibe el perdon que purifica todo!.
KUZA NAMA
LXXXII
Mientras entre las sombras del moribundo dia
Eamazan el hombriento furtive se escapaba,
Una vez mae estuve, dentro la Alf areria,
Eodeado de los moldes de barro que guardaba.
LXXXIII
Formas de todas clases y de todos tamanos :
Unas yacentes y otras al muro reclinadas;
Unas locuaces y otras, con aspectos extranos,
Escuchando tal vez, pero siempre calladas.
44 OMAB KHAYYAM
LXXXIV
Entre ellas, una dijo: — "No en vano, de s^uro,
Mi sustancia del barro comun fuera tomada
Para hacerla pedazos despues de modelada
O volverla de nuevo, amorfa, al polvo oscuro."
LXXXV
Y dijo una segnnda: — ^^'No hay nino antojadizo
Que destruya la copa en que bebio contento ;
Y Aquel que, con sus manos, esta vasija hizo
No querra destrozarla, airado, en un memento."
LXXXVI
Tras de breves instantea que el silencio reinaba,
Un vaso murmuro en tono quejumbroso:
"Hacen mofa de mi porque soy defectuoso,
Que temblo el Alfarero cuando me modelaba?.
LXXXVII
Entonces, una voz, en el grupo parlero,
(Una OUita Sufi) dijo con valentia:
"Todo eso de Alfarero y Vaso'' es tonteria;
Decidme — Quien es Vaso y quien es Alfarero ?.
LXXXVIII
Porque — dijo otra voz — se repite la errada
Version, de que al Infiemo tira como deshecho
El vaso inf ortunado que El hace contrahecho : ?
Bah ! Todo saldra bien ! El es buen camarada !.
OMAR KHAYYAM 46
LXXXIX
Dijo otro: — "Quede en paz quien nos compra o nos
hace!
Con tan largo abandono mi vaso se ha secado!
LLenadme con el jugo familiar que me place,
T recobrare pronto mi vigor agotado !.
XC
En tanto que los Vasos, uno tras otro hablaron,
Brillo la nueva Luna^ por todos deseada;
Y chocando sus bordes: "Hermanos-exclamaron —
Ya se acerca el Portero con su carga preciada !.
• ••••••
XCI
La VID reanimara mi ser desfalleciente
Y lavara mi cuerpo, donde la vida ha muerto;
Bajo sus frescos pampanos dormire dulcemente
En apartado sitio del solitario Huerto.
XCII
Mis sepultas cenizas brotaran en la Vina
Como verdes retonos, por el aire ascendiendo,
Y los buenos Creyentes, al cruzar la campina,
No estaran sorprendidos las nuevas cepas viendo.
XCIII
iQue me dieron los Idolos que he venerado tanto ?.
A mi mundane credito hicieron mal muy hondo :
Ahogar mi gloria en vaso de bien escaso fondo
Vender mi nombre al precio de un irrisorio canto.
46 OMAR KHAYYAM
XCIV
Que jure arrepentirme al hacer muchas cosas!
Pero, ^estaba al jurar en mi plena conciencia ?.
Tan pronto como vienen Primavera y sus Bosas
Destrozo mi gastado sayal de penitencia.
xcv
Sin duda el Vino infiel su objeto ha cons^uido
Kobandome habilmente mi ropaje de honores :
Me admira ver comprando a los vendimiadores
Cosas muy inf eriores a aquellas que ban vendido.
XCVI
Partira Primavera con sus rosas tan bellas,
Su fragante leyenda Juventud cerrara,
El ruisenor canoro que entono sus querellas,
Quien sabe de do vino, ni adonde volara !.
xcvn
Si al menos el Desierto dejase ver la fuente,
Aunque lejana, cierta; el Viajero extenuado
De alii proseguiria la rata sonriente
Cual renace en los campos el cesped pisoteado.
XCVIII
Si antes da ser mas tarde algun Angel alado
El arcane registro del Hado detuviere;
Anotar de otro mode los sucesos hiciere,
O borrar por completo cuanto hubiese marcado.
OMAB KHAYYAM 47
XCIX
Oh Amor ! Con El iinidos tu y yo conseguiriamos
Este misero mundo tomar en nuestra mano ;
Y hacerlo mil pedazos: luego lo rehariamos
Conforme a los deseos del corazon humane.
C
LUNA ! que fiel nos buscas, en memento oportimo !
Cambiaras muchas veces en menguante y creciente
Desde hoy,. . .nos buscaras tambien frecuentemente
En el mismo jardin. . .pero en vano por UNO !
CI
Oh SAKI ! Si como ella vagando, en tu camino
Pasares por El Huerto de huespedes Estrellas,
Al encontrar el sitio en que sere UNA de ellas,
Dorrama a mi memoria una Copa de Vino.
New York Febrero de 1916
JOSE CASTELLOT.
Fourth Edition,
Wake I For the Sun who scattered into flight
The stars before him from the field of Night.
Drives Night along with them from HeaVn, and
strikes
The Sultan's Turret with a Shaft of Light.
II
Before the phantom of False morning died,
Methought a Voice within the Tavern cried,
"When all the Temple is prepared within, ^_^
Why nods the drowsy Worshipper outside ?"
Ill
And, as the Cock crew, those who stood before
The Tavern shouted — "Open then the Door!
You know how little while we have to stay.
And, once departed, may return no more."
49
4
*> 1
60 OMAB KHAYYAM
TV
Now the New Year reviving old Desires,
The thoughtful Soul to Solitude retires,
Where the White Hand of Moses on the Bough
Puts out, and Jesus from the ground suspires.
Iram indeed is gone with all his Hose,
And Jamshyd's Sev'n-ring'd Cup where no one
knows:
But still a Kuby kindles in the Vine,
And many a garden by the water blows.
VI
And David's lips are lockt ; but in divine
High-piping Pehlevi, with "Wine! Wine! Wine!
Red Wine !" — ^the Nightingale cries to the Rose
That sallow cheek of hers to' incarnadine.
VII
Come, fill the Cup, and in the fire of Spring
Your Winter-garment of Repentance fling:
The Bird of Time has but a little way
To flutter — and the Bird is on the Wing.
vin
Whether at Naishapiir or Babylon,
Whether the Cup with sweet or bitter run.
The Wine of Life keeps oozing drop by drop.
The Leaves of Life keep falling one by one.
OMAR KHAYYAM 51
IX
Each Morn a Aousand Roses brings^ you say;
Yes, but where leaves the Hose of Yesterday ?
And this first Summer month that brings the Eose
Shall take Jamshyd and Kaikobad away.
Well, let it take them ! What have we to do
With Kaikobad the Great, or Kaikhosru ?
Let Zal and Rustum bluster as they will.
Or Hatim call to Supper — ^heed not you.
XI
With me along the strip of Herbage strown
That just divides the desert from the sown.
Where name of Slave and Sultan is forgot —
And Peace to Mahmud on his golden Throne 1
XII
A Book of Verses underneath the Bough,
A Jug of Wine, a Loaf of Bread — and Thou
Beside me singing in the Wilderness —
Oh, Wilderness were Paradise enow!
XIII
Some for the Glories of this World ; and some
Sigh for the Prophet's Paradise to come ;
Ah, take the Cash, and let the Credit go,
Nor heed the rumble of a distant Drum!
62 OMAR KHAYYAM
xrv
Look to the blowing Rose about us — "Lo,
Laughing," she says, "into the world I blow,
At once the silken tassel of my Purse
Tear, and its Treasure on the Garden throw."
XV
And those who husbanded the Gulden grain.
And those who flung it to the winds like Bain,
Alike to no such aureate Earth are turned
As, buried once. Men want dug up again.
XVI
The Worldly Hope men set their Hearts upon
Turns Ashes — or it prospers ; and anon.
Like Snow upon the Desert's dusty Face,
Lighting a little hour or two — ^was gone.
xvn
Think, in this batter'd Caravanserai
Whose Portals are alternate Night and Day,
How Sultan after Sultan with his Pomp
Abode his destin'd Hour, and went his way.
XVIII
They say the Lion and the Lizard keep
The Courts where Jamshyd gloried and drank deep :
And Bahram, that great Himter — ^the Wild Ass
Stamps o'er his Head, but cannot break his Sleep.
OMAR KHATYAM 53
XIX
I sometimes think that never blows so red
The Rose as where some buried Ctesar bled ;
That every Hyacinth the Garden wears
Dropt in her Lap from some once lovely Head.
XX
And this reviving Herb whose tender green
Fledges the Eiver-Lip on which we lean —
Ah, lean upon it lightly! for who knows
From what once lovely Lip it springs unseen!
XXI
Ah, my Beloved, fill the Cup that clears
To-day of past Regret and future Fears :
To-morrow ! — ^Why, To-morrow I may be
Myself with Yesterday's Sev'n thousand Years.
XXII
For some we loved, the loveliest and the best
That from his Vintage rolling Time hath prest.
Have drunk their Cup a Round or two before,
And one by one crept silently to rest.
XXIII
And we that now make merry in the Room
They left, and Summer dresses in new bloom.
Ourselves must we beneath the Couch of Earth
Descend — ourselves to make a Couch — ^f or whom ?
64 OMAB KHAYYAM
XXIV
Ah, make the most of what we yet may spend,
Before we too into the Dust descend ;
Dust into Dust, and under Dust, to lie,
Sans Wine, sans Song, sans Singer, and — sans End !
XXV
Alike for those who for To-day prepare,
And those that after some To-moeeow stare,
A Muezzin from the Tower of Darkness cries,
"Fools! your Eeward is Neither Here nor There."
XXVI
Why all the Saints and Sages who discuss'd,
Of the two Worlds so wisely — they are thrust
Like foolish Prophets forth ; their Words to Scorn
Are scatter'd, and their Mouths are stopt with Dust
XXVII
Myself when yoimg did eagerly frequent
Doctor and Saint, and heard great argument
About it and about : but evermore
Came out by the same door where in I went.
XXVIII
With them the seed of Wisdom did I sow.
And with mine own hand wrought to make it grow ;
And this was all the Harvest that I reap'd —
"I came like Water, and like Wind I go."
OMAR KHAYYAM 65
XXIX
Into thie Universe, and Why not knowing
Nor Whence, like Water willy-nilly flowing
And out of it, as Wind along the Waste,
I know not Whither, willy-nilly blowing.
XXX
What, without asking, hither hurried Whence?
And, without asking. Whither hurried hence 1
Oh, many a Cup of this forbidden Wine
Must drown the memory of that insolence!
XXXI
I
<
Up from Earth's Centre through the Seventh Gate
I rose, and on the Throne of Saturn sate, i
And many a Knot unravFd by the Boad:
But not the Master-knot of Human Fate.
XXXII
There was the Door to which I found no Key;
There was the Veil through which I might not see :
Some little talk awhile of Me and Thbb
There was — and then no more of Thee and Me.
XXXIII
Earth could not answer ; nor the Seas that mourn
In flowing Purple, of their Lord forlorn;
Nor rolling Heaven, with all his Signs revealed
And hidden by the sleeve of Night and Mom.
56 OMAR KHAYYAM
XXXIV
Then of the Thede in Me who works behind
The Veil, I lifted up my hands to find
A Lamp amid the Darkness; and I heard,
As from Without — "The Me within Thee blind !"
XXXV
Then to the Lip of this poor earthen Urn
I lean'd, the Secret of my Life to learn :
And Lip to Lip it murmur'd — "While you live.
Drink ! — for, once dead, you never shall return."
XXXVI
I think the Vessel, that with fugitive
Articulation answer'd, once did live,
And drink; and Ah! the passive Lip I kiss'd,
How many Kisses might it take — and givel
XXXVII
For I remember stopping by the way
To watch a Potter thumping his wet Clay :
And with its all-obliterated Tongue
It murmur'd — "Gently Brother, gently, prayl"
XXXVIII
And has not such a Story from of Old
Down Man's successive generations roU'd
Of such a cloud of saturated Earth
Cast by the Maker into Human mould ?
OMAR KHAYYAM 57
XXXIX
And not a drop that from our Cups we throw
For Earth to drink of, but may steal below
To quench the fire of Anguish in some eye
There hidden — ^f ar beneath, and long ago.
XL
As then the Tulip for her morning sup
Of Heav'nly Vintage from the soil looks up,
Do you devoutly do the like, tiU Heav'n
To Earth invert you — ^like an empty Cup.
XLI
Perplext no more with Human or Divine,
To-morrow's tangle to the winds resign,
And lose your fingers in the tresses of
The Cypress-slender Minister of Wine.
XLII
And if the Wine you drink, the Lip you press,
End in what All begins and ends in — Yes ;
Think then you are To-day what Testebday
You were — To-morrow you shall not be less.
XLIII
So when the Angel of the darker Drink
At last shall find you by the river-brink,
And, offering his Cup, invite your Soul
Forth to your Lips to quaff — you shall not shrink.
58 OMAR KHAYYAM
XLIV
Why, if the Soul can fling the Dust aside,
And naked on the Air of Heaven ride.
Were H not a Shame — ^were 't not a Shame for him
In this clay carcase crippled to abide ?
XLV
'Tis but a Tent where takes his one day's rest
A Sultan to the realm of Death addrest ;
The Sultan rises, and the dark Ferrash
Strikes, and prepares it for another Guest.
ZLVI
And fear not lest Existence closing your
Accoimt, and mine, should know the like no more
The Eternal Saki from that Bowl was pour'd
Millions of Bubbles like us, and will pour.
XLVII
When You and I behind the Veil are past,
Oh, but the long, long while the World shall last
Which of our Coming and Departure heeds
As the Sea's self should heed a pebble-cast.
XLVIII
A Moment's Halt — a momentary taste
Of Being from the Well amid the Waste —
And Lol — the phantom Caravan has reach'd
The Nothing it set out from — Oh, make haste !
OMAR KHAYYAM 59
XLIX
Would you that spangle of Existence spend
About THE SECBBT — quick about it, Friend !
A Hair perhaps divides the False and True;
And upon what, prithee, does life depend?
A Hair perhaps divides the Fal^e and True;
Yes ; and a single Alif were the clue —
Could you but find it — ^to the Treasure-house,
And peradventure to The Master too ;
LI
Whose secret Presence, through Creation's veins
Eunning Quicksilver-like eludes your pains;
Taking all shapes from Mah to Mahi ; and
They change and perish all — ^but He remains ;
LII
A moment guess'd — then back behind the Fold
Immerst of Darkness round the Drama rolPd
Which, for the Pastime of Eternity,
He doth Himself contrive, enact, behold.
LIII
But if in vain, down on the stubborn floor
Of Earth, and up to Heav'n's unopening Door,
You gaze To-day, while You are You — ^how then
To-MOBBow, You when shall be You no more ?
60 OMAR KHAYYAM
LIV
Waste not your Hour, nor in the vain pursuit
Of This and That endeavour and dispute ;
Better be jocund with the fruitful Grape
Than sadden after none, or bitter, Fruit.
LV
You know, my Friends, with what a brave Carouse
I made a Second Marriage in my house ;
Divorced old barren Eeason from my Bed,
And took the Daughter of the Vine to Spouse.
LVI
For "Is'' and "Is-not'' though with Eule and Line.
And "TJp-and-down" by Logic I define,
Of all that one should care to fathom, I
Was never deep in anything but — Wine.
LVII
Ah, but my Computations, People say
Eeduced the Year to better reckoning ? — Nay,
'Twas only striking from the Calendar
Unborn To-morrow and dead Yesterday.
LVIII
And lately, by the Tavern Door agape.
Came shining through the Dusk an Angel Shape
Bearing a Vessel on his Shoulder ; and
He bid me taste of it; and 't was — the Grape 1
OMAR KHAYYAM 61
LIX
The Grape that can with Logic absolute
The Two-and-Seventy jarring Sects confute :
The sovereign Alchemist that in a trice
Life's leaden metal into Gold transmute:
LX
The mighty Mahmud, Allah-breathing Lord,
That all the misbelieving and black Horde
Of Fears and Sorrows that infest the Soul
Scatters before him with his whirlwind Sword.
LXI
Why, be this Juice the growth of God, who dare
Blaspheme the twisted tendril as a Snare?
A Blessing, we should use it, should we not ?
And if a Curse — ^why, then. Who set it there ?
LXII
I must abjure the Balm of Life, I must,
Scared by some After-reckoning taken on trust.
Or lured with Hope of some Diviner Drink,
To fill the Cup — ^when crumbled into Dust I
LXIII
Oh, threats of Hell and Hopes of Paradise 1
One thing at least is certain — This Life flies,
One thing is certain and the rest is Lies ;
The Flower that once has blown for ever dies.
62 OMAR KHAYYAM
LXIV
Strange, is it not ? tiiat of the myriads who
Before us pass'd the door of Darkness through,
Not one returns to tell us of the Boad,
Which to discover we must travel too,
LXV
The Revelations of Devout ainl Leam'd
Who rose before us, and as Prophets bum'd,
Are all but Stories, which, awoke from Sleep
They told their comrades, and to Sleqp retum'd,
LXVI
I sent my Soul through the Invisible,
Some letter of that After-life to spell :
And by and by my Soul retum'd to me,
And answer'd *^I Myself am Heav'n and Hell:"
Lxvn
TTcav'n but the Vision of fulfill'd Desire,
And Holl the Shadow from a Soul on fire
Cast on the Darkness into which Ourselves,
So late cmcrg'd from, shall so soon expire.
LXVIII
We are no other than a moving row
Of Magic Shadow-shapes that come and go
Round with the Sun-illumin'd Lantern held
In Midnight by the Master of the Show;
OMAR KBAYYAM 68
LXIX
But helpless Pieces of the Game He plays
UpoH this Chequer-boaTd of Nights and Days.
Hither and thither moves, and checks, and slays
And one by one back in the Closet lays.
LXX
The Ball no question makes of Ayes and Noes,
But Here or There as strikes the Player goes,
And He that toss'd you down into the Field,
He knows about it all — ^hb knows — ^HE knows !
LXXI
The Moving Finger writes ; and, having writ.
Moves on : nor all your Piety nor Wit
Shall lure it back to cancel half a Line,
Nor all your Tears wash out a Word of it.
LXXII
And that inverted Bowl they call the Sky,
Whereunder crawling coop'd we live and die.
Lift not your hands to IT for help — for it
As impotently moves as you or I.
LXXIII
With Earth's first Clay They did the Last Man knead.
And there of the Last Harvest soVd the Seed :
And the first Morning of Creation wrote
What the Last Dawn of Reckoning shaU read.
64 OMAR KHAYYAM
LXXIV
Yestebdat This Day's Madness did prepare;
To-MOBROw's Silence, Triumph, or Despair:
Drink! for you know not whence you came, nor
why:
Drink I for you know not why you go, nor where.
LXXV
I tell you this — ^When, started from the (}oal,
Over the flaming shoulders of the Foal
Of Heav'n Parwin and Mushtari they flung,
In my predestined Plot of Dust and Soul
LXXVI
The Vine had struck a fibre : which about
If clings my Being — ^let the Dervish flout;
Of my Base metal may be filed a Key,
That shall unlock the Door he howls without.
LXXVII
And this I know : whether the one True Light
Kindle to Love, or Wrath-consume me quite.
One flash of It within the Tavern caught
Better than in the Temple lost outright.
LXXVIII
What I out of senseless Nothing to provoke
A conscious Something to resent the yoke
Of unpermitted Pleasure, under pain
Of Everlasting Penalties, if broke 1
OMAB KHAYYAM 66
LXXIX
What ! from his helpless Creature be repaid
Pure Gold for what he lent him dross-allay'd —
Sue for a Debt we never did contract.
And cannot answer — Oh, the sorry trade!
LXXX
Oh Thou, who didst with pitfall and with gin
Beset the Road I was to wander in,
Thou wilt not with Predestined Evil round
Enmesh, and then impute my Fall to Sin 1
LXXXI
Oh, Thou, who Man of baser Earth didst make,
And ev'n with Paradise devise the Snake:
For all the Sin wherewith the Face of Man
Is blacken' d — ^Man's forgiveness give — and take!
LXXXII
As under cover of departing Day
Slunk hunger-stricken Ramazan away.
Once more within the Potter's house alone
I stood, surrounded by the Shapes of Clay.
LXXXIII
Shapes of all Sorts and Sizes, great and small.
That stood along the floor and by the wall;
And some loquacious vessels were ; and some
Listen'd perhaps, but never talk'd at all.
66 OMAR KHAYYAM
LXXXIV
Said one among them— "Surely not in vain
My substance of the common Earth was ta'en
And to this Figure moulded, to be broke,
Or trampled back to shapeless Earth again."
LXXXV
Then said a Second — "Ne'er a peevish Boy
Would break the Bowl from which he drank in joy ;
And He that with his hand the Vessel made
Will surely not in after Wrath destroy."
LXXXVI
After a momentary silence spake
Some Vessel of a more imgainly make:
"They sneer at me for leaning all awry:
What I did the Hand then of the Potter shake V
LXXXVII
Whereat some one of the loquacious Lot —
I think a Sufi pipkin — waxing hot —
"All this of Pot and Potter— Tell me then,
Who is the Potter, pray, and who the Pot ?"
LXXXVIII
"Why," said another, "Some there are who tell
Of one who threatens he will toss to Hell
The luckless Pots he marr'd in making — Pish !
He's a Good Fellow, and 't will all be well."
OMAR KHAYYAM 67
LXXXIX
"Well/' munnurM one, "Let whoso make or buy,
My Clay with long Oblivion is gone dry :
But fill me with the old familiar Juice,
Methinks I might recover by and by."
XC
So while the Vessels one by one were speaking.
The little Moon looked in that all were seeking:
And then they jogg'd each other, "Brother!
Brother !
Now for the Porter's shoulder-knot a-creaking!"
• •••••••
XCI
Ah, with the Grape my fading Life provide.
And wash the Body whence the Life has died.
And lay me, shrouded in the living Leaf,
By some not unfrequented Garden-side.
XCII
That ev'n my buried Ashes such a snare
Of Vintage shall fling up into the Air
As not a True-believer passing by
But shall be overtaken unaware.
XCIII
Indeed the Idols I have loved so long
Have done my credit in this world much wrong :
Have drown'd my Glory in a shallow Cup,
And sold my Reputation for a Song.
68 OMAR KHAYYAM
XCIV
Indeed, indeed, Eepentanoe oft before
I swore — ^but was I sober when I swore ?
And then and then came Spring, and Kose-in-hand
My thread-bare Penitence apieces tore.
xcv
And much as Wine has play'd the Infidel,
And robb'd me of my Robe of Honour — ^Well,
I wonder often what the Vintners buy
One half so precious as the stuff they sell.
XCVI
Yet Ah, that Spring should vanish with the Hose !
That Youth's sweet-scented manuscript should close !
The Nightingale that in the branches sang,
Ah whence, and whither flown again, who knows !
XCVII
Would but the Desert of the Fountain yield
One glimpse — if dimly, yet indeed, reveal'd,
To which the fainting Traveller might spring.
As springs the trampled herbage of the field !
XCVIII
Would but some winged Angel ere too late
Arrest the yet unfolded Eoll of Fate,
And make the stem Recorder otherwise
Enregister, or quite obliterate I
OMAR KHAYYAM 69
XCIX
Ah Love! could you and I with Him conspire
To grasp this sorry Scheme of Things entire,
Would not we shatter it to bits — and then
Re-mould it nearer to the Heart's desire !
• •••••t«
C
Yon rising Moon that looks for us again —
How oft hereafter will she wax and wane;
How oft hereafter rising look for us
Through this same Garden — and for one in vain!
CI
And when like her, oh Saki, you shall pass
Among the Guests Star-scatter'd on the Grass,
And in your joyous errand reach the spot
Where I made One — turn down an empty Glass!
TAMAM
BIOGRAFIA
DE
OMAE KHAYYAM
EL POETA ASTRONOMO DE PERSIA
escrita en ingles por EDWARD FITZ GERALD
y traducida al castellano por JOSE CASTELLOT,
OMAR KHAYYAM
El Astronomo Poeta de Persia *
Biografia por EDWARD FITZ GERALD.
Omar Khayyam nacio en Naishapur, en Korassan,
en la ultima mitad de la undecima centuria, y murio
dentro del primer cuarto de la duodecifaia. La brejg,
historia de su vida esta curiosamente hermanada con
la de dos figuras muy importantes de su pais, de esa
misma epoca : una de las cuales ha contado la historia
de los tres. Este fue Nizam-ul-Muck, visir de Alp
Arslau el hijo, y Malik Shah el nieto de Toghrul Beg
el Tartaro, quien habia arrancado el gobierno de
Persia de las manos del debil sucesor de Mahmtid el
Grande y f undado esa dinastia Seljukiana, que al fin
arrastro a Europa a las cruzadas. Este Nizam-ul-
Mulk en su "Wasiyat," que escribio y dejo como
"Memorial para futuros hombres de Estado/' relata
la historia de los Asesines de Nirkond segtin apa-
rece de la Revista de Calcuta, No. 59 :
"Uno de los mas gi'andes sabios de Khorassan fue
el Iman, Mowaffat, de Naishapur, hombre altamente
honrado y reverenciado, (quiera el Cielo premiar su
alma) ; sus ilustres anos excedieron de ochenta y
cinco. Era la creencia que todo nifio que leia el
7Z
74 OMAR KHAYYAM
Koran^ o estudiaba las tradiciones en su presencia,
seguramente alcanzaria honores y f elicidad. Por esta
causa mi padre me envio de Tus a Naishapur, con
Abdus-Samad, el Doctor en leyes, para que pudiese
estudiar y aprender bajo la direccion de tan ilustre
maestro. Siempre me miro con favor y bondad, y
como su discipulo sent! grande afecto y devocion por
el; de manera que pase cuatro anos a su servicio.
Cuando Uegue alli encontre dos alumnos de mi misma
edad, llegados recientemente : Hakin Omar Khayyam
y el inf ortimado Ben Sabbah. Ambos estaban dotados
de sutil talento y de las mas altas facultades natu-
rales, y los tres llevamos una intima amistad/'
"Cuando el Iman terminaba sus clases orales acos-
tumbrabamos reunirnos y repetimos, mutuamente,
las lecciones que habiamos oido. Omar era natural de
Naishapur, mientras que el padre de Ben Sabbah era
un Ali: un hombre de vida y costumbres austeras,
aimque hereje en sus credos y doctrinas. Tin dia
Hasan nos dijo, a Khayyam y a mi : "Es creencia uni-
versal que los discipulos del Iman Mowaffak alcanza-
ran fortuna. Ahora bien, si no la alcanzamos todos
sin dudauno de nosotros la obtendra, cual sera entonces
nuestra promesa y lazo de union ?" Y contestamos :
"Sea como gustes" — "Bien, dijo, hagamos el voto de
que quien quiera que obtenga la fortuna, la dividira
igualmente entre los tres sin guardar prominencia
alguna para si." — "Sea, replicamos y sobre esta base
dimes nuestra palabra.'' Pasaron anos y yo fui de
\
s
OMAR KHAYYAM 76
Eharassan a Transoxiana, recorri de Ghazni a Cabal ;
y cuando regrese fui investido con el cargo de Ad-
ministrador de negocios durante el Sultanate de Alp
Arslan/'
"Continua afirmando que pasaron anos, y que bus
dos companeros de colegio, vinieron a reclamarle su
parte de f ortuna, como f ue acordado en el pacto de la
escuela. El Vizir era generoso y cumplio su palabra.
Hasan pidio un puesto en el gobiemo, que el Sultan
concedio a solicitud de su Vizir, pero descontento de
un ascenso gradual, se mezcld en cierta intriga de una
corte oriental con el objeto de derrocar a su benefac-
tor, cayo en desgracia, y fue destituido. Despues de
muchos contratiempos y aventuras, Hasan Uego a ser
el Jefe de la Secta persa de los "Ismailianos," un
partido de fanaticos, que habia murmurado en la
obscuridad por mucho tiempo pero que llego a una
malvada prominencia bajo la direccion de su fuerte y
maligno espiritu. En el ano de 1090, se apodero del
Castillo de Alamud, en la provincia de Eudbar, situ-
ado en el camino montanoso, al sur del Mar Caspio ;
Cruzados, como el ''Viejo de la Montana,'' y derramo
y en esa guarida obtuvo fatal celebridad entre los
el terror en el mundo Mahometano, y atin se discute
si la palabra "Asesinos" que ellos ban dejado en el
lenguaje de la Modema Europa, como su sombria
memoria, es derivada del "hashish," o sea narcotico
de las hojas del canamo (el indio "bhang") con el
eual se enloquecian ellos mismos, hasta el maximo
76 OMAR KHAYYAM
estado desesperacion oriental, o del nombre del
fundador de la Dinastia, a quien hemos visto en sua
pacificos dias de colegio en Naishapur. Una de las
incontables victimas del punal de los "Asesinos'^ fue
Nizam-ul-Mulk el viejo camarada de colegio.
"Omar Khayyam, vino tambien al Vizir, y pidio
8u parte ; pero no pretendio titulos ni empleos. "El
mayor bien que me puedes hacer — di jo — es dejarme
vivir en un rincon, al amparo de tu fortuna, para
derraraar los benefieios de la ciencia y orar por tu
larga vida y prosperidad. — "El Vizir nos dice, que,
cuando se convencio de la sinceridad de su negativa,
no insistio mas, y le asigno ima pension de 1200
mithkals de oro, del tesoro de Naishapur."
"En Naishapur pues, vivio y murio Omar Khay-
yam, ocupado — anadio el Vizir — en esparcir conoci-
mientos de todo genero, especialmente Astronomia en
la cual alcanzo una gran prominencia. Bajo el peri-
odo del Sultan Malik Shah, vino a Merv, y obtuvo
grandes alabanzas por su instruccion en ciencias y
el Sultan le concedio muchos f avores.
"Cuando Malik Shah resolvio modificar el Calen-
dario, Omar Kiayyam fue uno de los ocho sabios em-
pleados en este trabajo, cuyo resultado fue la era
"Jalali" (Uamada asi por Jalal-ud-din, el nombre de
uno de los reyes) una computacion del tiempo, segun
Gibbons, que es superior a la Juliana, y se aproxima
en precision al estilo Gregoriano. El es tambien autor
de algunas tablas Astronomicas, tituladas "Ziji-
OMAR KHAYYAM 77
Malik-shahi/' j los franceses han publicado de nuevo
J traducido un tratado siiyo de Algebra.
"Su Takhallus o nombre poetico (Khayyam) signi-
iica un ^^Hacedor de Tiendas" y se dice que tuvo tal
negocio por algun tiempo, quizas antes que la genero-
sidad de Nizan-ul-Mulk le permitiese vivir con toda
independencia. Muchos poetas persas derivan su
nombre de sus ocupaciones: asi tenemos Altar dro-
guista, Assar, molinero de aceite, etc. (2) — Omar
mismo alude a su nombre en las siguientes lineas
humoristicas :
Khayyam, que de las Ciencias las tiendas ha cons-
truido
Cayo al horno del duelo y fue tambien quemado,
Los hilos de su Tienda el Destine ha cortado,
Y el que ajusta Esperanzas por nada lo ha vendido.
"Tenemos solamente una anecdota mas que anadir
a su vida y esta la pinta hasta en lo mas intima; se
habla de ella en el Prefacio anonimo que algunas
voces se antepone a sus poemas ; esta impresa en persa
en el Apendice del "Veterum Persarum Religio"
de Hyde — p. 499 ; y D'Herbelot alude a ella en su
Biblioteca; bajo Khiam: (3)
"Esta escrito en las cronicas que este Rey de los
Sabios, Omar Khayyam, murio en el ano 517 de la
Hegira (A. D. 1123) ; en ciencias no conocio rival, el
verdadero modelo de su epoca en la materia — ^Khwa-
78 OMAB KHAYYAM
jah Nizami de Samarkand, que fne uno de sns di-
scipulos, relata la sigoiente historia : ^^A menudo acos-
tumbraba conversar con mi maestro Omar Khayyam,
en un jardin ; y im dia me dijo "Mi tumba estara en
mi sitio donde 6l viento del Norte pueda espareir
rosas sobre ella. — "Me admiraron sus palabras pues
sabia que no eran vacias — ^Anos despues, cuando tuve
ocasion de visitar Naishapur fui al sitio de su etemo
descanso, y ah ! estaba precisamente fuera de un jar-
din y arboles cargados de frutos extendian sus ramas
sobre el muro y esparcian sus flores sobre su tumba y
con ellas estaba cubierta su lapida.
Hasta aqui — sin temor de extralimitamos — de la
Revista de Calcuta. Quien la escribe, al leer en India
esta historia de la Tumba de Omar, recordo, segun
dice, la narracion de Ciceron que encontro en Sira-
cusa la tumba de Archimedes, enterrado en el cesped
y la hierba. Pienso que Thorwaldsen, deseo que cre-
cieran rosas sobre el, anhelo que creo se ha cumplido
religiosamente hasta el presente dia. Pero volvamos
a Omar. >i^
Aunque el Sultan le prodigo favores, la epicurea
audacia de pensamiento y palabra de Omar motivo
que mientras vivia le mirasen con recelo en su pais.
Se dice que fue especialmente odiado y temido por
los Sufis, cuyas practicas ridiculizaba y cuya fe valia
tanto como la suya propia, al ser desnudada del misti-
cismo y formal reconocimiento del Islamismo bajo
c! cual Omar no se habia ocultado — Sus poetas, Hafiz
OMAR KHAYYAM - 79
inclusive, que son (con excepcion de Firdausi) los
mas considerables en Persia, tomaron ampliamente
materiales de Omar, pero dandoles el uso mistioo con-
veniente a ellos mismos j al pueblo a quien se diri-
jian; un pueblo tan facil para la duda como para la
creencia; tan vivo en el sentido material como en el
intelectual, y gozandose en una nebulosa composicion
de ambos, en lo que pudieron fiotar deleitosamente
entre el Cielo j la Tierra, j este Mundo y el Veni-
dero, en alas de una expresion poetica que conviniera
a ambos indiferentemente. Omar para esto, era de-
masiado honrado de corazon y de espiritu. Habiendo
fallado en encontrar (por error, sin duda) ninguna
otra Providencia mas que el Destine, y ningun otro
mimdo mas que este, el hizo de ellos lo mas que pudo ;
preiiriendo complacer su alma con el conocimiento de
las cosas tales como las veia, que confundirla con
vanas inquietudes sobre lo que pudieran ser. Se ha
visto, sin embargo que su ambicion mimdana no f ue
exhorbitante, y que frecuentemente disfruta de un
humoristico y perverse placer en exaltar la compla-
cencia de los Sentidos sobre la Inteligencia, en lo que
debio tener gran deleite ; aunque excuso contestar las
cuestiones en las cuales el, asi como el comun de las
gentes estaban interesado vitalmente.
Sin embargo, por una u otra razon, Omar, como se
dijo antes, nunca fue popular en su propio pais;
y de alii que haya sido muyescasamente dif imdido en
cl extranjero. Los manuscritos de sus poemas, mu-
80 OMAR KHAYYAM
tilados mas de lo habitnal por las contingencias de la
Transcripcion Oriental, son tan raros en el Oriente
como escasos en el Occidente, a despecho de todas las
eonquistas de las armas j de las ciencias. No hay
ninguna copia en la casa India, ninguna en la Biblio-
teca Nacional de Paris. Solo conocemos una en In-
glaterra : No. 140 del Manuscrito Ouseley en el Bod-
leian, escrita en Shiraz en 1460. Esta contiene sola-
mente 158 Rubaiyat. Una de la Libreria de la So-
ciedad Asiatica en Calcuta (de la cual tenemos una
copia) contiene (incompletos a6n) 516, aunquelleva-
dos a este numero por repeticiones y corrupciones.
Asi Von Hammer habla de su copia, como conteni-
endo cerca de 200, mientras que el Dr. Sprenger cata-
loga el manuscrito Lucknow con el doble de este
numero (4). Los amanuenses de los manuscritos de
Oxford y Calcuca, parecen hacer sus trabajos bajo
ima especie de protesta; cada uno comienza con un
tetrastico, (genuino o no) tomado de su orden alfa-
betico ; el de Oxford con uno de Apologia, el de Cal-
cuta con uno de reconvencion, que se suponen (segun
dice una noticia que antecede en el Manuscrito)
proceder de un sueno, en el cual la madre de Omar,
pregunto sobre su future destine — Puede traducirse
asi:
Te inflamas por las almas que arden en el Infiemo
En el f uego en que un dia tu mismo habras de arder,
Y exijes para ellas la piedad del Etemo, • .
Quien eres para maestro ? — Quien El para aprender ?
OMAR KHAYYAM 81
El cuarteto Bodleiano defiende al Panteismo, por
via de justificacion:
Si To mismo al amparo de un credo mas holgado,
He lucido, las joyas de sus buenas acciones,
Pennitidme que aduzca en mis exculpaeiones,
Que nunca uno por dos haya tergiversado.
El articulista, a quien debo los detalles de la vida
de Omar concluye su Eevista comparandole con
Lucrecio asi en genio como en caracter, y por sus
hechos, en las diversas circunstancias de su vida. En
efecto, ambos fueron hombres de sutil, poderosa y
cultivada inteligencia, fina imaginacion y corazon
apasionado por la Verdad y la Justicia, que se reve-
laron contra la falsa religion de sus paises, y contra
la ficticia y loca devocion a ella ; pero que se sintieron
pequenos para remplazar lo que habian destruido, con
mejores esperanzas que otros, sin mejor revelacion
que los guiase, a lo que habian constituido en ley para
ellos mismos. Sin duda Lucrecio, con el material que
Epicureo suministro, se satisfizo con la teoria de una
maquina, casualmente construida y obrando conf orme
a leyes que no requerian legislador, y aceptando asi
una actitud mas bien estoica que epicurea, se detuvo
en la contemplacion del drama mecanico del imiverso
del cual el mismo era Actor, el y cuanto lo rodeaba
(como en su sublime descripcion del Teatro Ko-
mano) ; desvanecidos ante el vivido reflejo del telon
82 OMAR KHAYYAM
suspendido entre el espectador y el Sol. Omar, mas
desesperado, o mas descuidado de im tan complicado
sistema como el que resultaba de la necesidad sin espe-
ranza, lanzo su saber y su genio con im gesto amargo
o humorlstico entre la ruina general que sus miradas
insuficientes le revelaban; y pretendiendo que los
placeres son serios objetos de la vida, solamente di-
vago con los problemas especulativos de la Divinidad
destine, materia, espiritu, Dios y el mal, y otras
cuestiones semej antes; listo para alejarse mas que
para caer en ellas, y haciendo, al fin de su averigua-
ci6n un entretenimiento.
Con relacion a la presente traduccion, diremos que
los rubaiyat originales (como les falta el gutural
arabico estos Tetrasticos son considerados mas musi-
cales) son estrofas independientes, consistiendo cada
una en cuatro lineas de igual, aunque variada pro-
sodia; algunas veces rimando todas; pero con mas
frecuencia, la tercera libre. Algunas veces, como en
el verso alcaico griego, en el cual la penultima linea
parece levantar y sostener la cadencia que cae en la
tiltima. Como de costumbre en esos versos orientales,
los Rubaiyat siguen uno al otro conf orme a una rima
Alfab^tica — ^una extrana sucesion de agudos y graves.
Los esoogidos aqui est&n coordinados en ima especie
de ^loga, con quizes menos proporcion del "Bebe y
alfigrate'* — que genuine o no — existe con demasiada
frecuencia en el original. De todos modes el resul-
tado es bastante triste: quizds mas triste mientras
OMAR KHAYYAM 83
mas ostentosamente alegres: mas apropiados para
producir pena que colera contra el pobre "Hacedor de
Tiendas" quien, deepues de haber tratado vanamente
de libertar sus pasos del Destino, j de alcanzar algima
vision real del Manana, cayo en el Hoy (que ha
sobrevivido a tantos Mananas) como el unico suelo
en que sostenersO; aunque a cada instante huyera bajo
sus plantas^
DELA TEECEEA EDICION
Cuando estaba preparandose la segunda edicidn de
esta version, el Sr. Nicholas, consul f ranees en Eesht,
publico una muy buena y cuidadosa edicion del Texto
de una copia litografica de Teheran, conteniendo 464
Bubaiyat con traduccion y notas propias.
El Sr. Nicholas, cuya edicion me recuerda varias
cosas y me ensena otras, no considera a Omar como
el Epicureo que literalmente ha sacado de el, sino
como un mistico que ocultaba la Deidad bajo las
figuras del Vino, Portador del Vino, etc., como se
supone que Hafiz hace, en suma un Sufi poeta, como
Hafiz y los demas.
No encuentro motivo para modificar mi opinion,
formada hace mas de doce anos, cuando Omar me
f ue mostrado la primera vez por alguien a quien debo
cuanto conozco de oriental y de alguna otra litera-
tura. Admiraba tanto a Omar, que si hubiera podido
habria aceptado con gusto la interpretaci6n de Mons.
Nicholas. Que no pudo aceptarla, se deduce de sus
escritos en la revista de Calcuta, tantas veces citada,
en las cuales arguye con los poemas mismos, asi como
con dates que existen de la vida del Poeta.
Y si algo mas se necesita para refutar la teoria
de Mons. Nicholas, se encuentra en la noticia bio-
84
OMAR KHAYYAM 85
grafica que el mismo inserta y que esta en contradicion
con la interpretacion de sus poesias, dada en sus
notas. (Vease pp. XIII y XIV de su Prefacio). En
efecto dificilmente se sabe si Omar avanzara tanto
como su Apologista me informo. Pero de aqui se
ve que, cualquiera que fuera el Vino que Hafiz bebio
y canto, el que uso Omar, fue verdadero jugo de uva,
no solamente para alegrar a sus amigos, sino (dice
el mismo Mons, Nicholas) para excitarse el mismo
hasta ese estado de devocion que otros alcanzaban por
medio de gritos y alaridos Y como donde quiera que
aparece "Vino, Portador de Vino" — ^lo cual ocurre
con mucha frecuencia — Mons. Nicholas tan cuidado-
samente anota "Dios," "la Divinidad," esta uno ten-
tado a creer que estaba sugestionado por el Sufi con
quien leyo los poemas — (Nota el Rub. 11 — ^pag. 8) —
Un persa desea naturalmente vindicar a un ilustre
compatriota y un Sufi envolverlo en su propia secta,
que ya comprende a los mas notables poetas de Persia.
Que historica autoridad tiene Mons. Nicholas para
decir que Omar se entrego'' con pasion al estudio de
la filosofia de los Sufis? (Prefacio p XIII.) Las
doctrinas de panteismo, materialismo, necesidad, etc.,
no eran peculiares a los Sufies, ni a Lucrecio antes
de ellos, ni a Epicureo antes que este, sino que proba-
blemente fue la irreligion original de los hombres
pensadores desde el principio; y muy probablemente
f ueron el espontaneo crecimiento de una filosofia que
vivia en una edad de barbaric politica y social, a la
86 OMAR KHAYYAM
sombra de una de las Setenta y do6 Sectas en que se
suponia dividido el mundo. Von Hammer (s^un el
eatalogo Oriental de Sprenger) habla de Omar oomo
un libre pensador j un gran opositor al Sufismo: qui-
zas porque, aunque dudando mucho de su doctrina, no
pretende imponer ninguna ineonsistente severidad
moral. Sir Ouselej ha escrito una nota^ con igual
tendencia, en la hoja volante del manuscrito Bodle-
iano. Y en doe Kubaiyat de Mons. Nicholas, en sn
propia edicion, Suf y Sufi, estan ambos, usados de
distinto modo.
"No hay duda que muchas de estas cuartetas parecen
ininteligibles, si no son interpretadas en sentido mis-
tico ; pero mucho mas lo serian si no lo f uesan literal-
mente. Si el Vino fuese espiritual — ^por ejemplo:
como lavar con el el cuerpo despues de muerto?
Porqu6 hacer copas de barro muerto para llenarlas
con — ^la Divinidad — ^por algun mistico posterior? —
Mons. Nicholas esta impresionado por algunas alu-
siones e imagen bizarras y demasiado orientales de
una sensualidad repulsiva a voces ; que sin duda ^^as
conveniencias" no le permitieron traducir; pero que
el lector no puede ref erir a la Divinidad. Sin duda,
alguna de las cuartetas, tanto en las copias de Te-
heran como de Calcuta, son espureas; y con tales
Eubaiyat, la forma comun del epigrama en Persia.
Pero esto a lo mejor dice lo mismo en un sentido que
en el otro, y ni el Sufi que puede ser considerado el
discipulo y hombre de letras en Persia seria mas
avanzado que el mismo descuidado epicureo para in-
OMAB KHAYYAM 87
terpolar lo que favorece en su propia opinion al
poeta. Observo que muy pocas de las mas misticas
cuartetas estan en el manuscrito Bodleiano, que debe
de ser uno de los mas antiguos pues esta fechado
en Sliiraz-865 ano de Hegira — o 1460 A. D. Y lo
que distingue a Omar (no puedo evitar llamarlo por
su nombre, no cristiano, sino familiar) de todas los
otros poetas Persas es: que, aun que el poeta este
oculto en sus cantos y el hombre en las alegorias j
abstracciones nos parece tener al hombre — al buen
hombre — a Omar mismo, con todos sus caracteres y
pasiones, tal como si estuviesemos sentados a la mesa
con el, cuando el vino ha circulado.
Debo decir que nunca he creido en el misticismo de
Haf iz, No parece que haya riesgo en sostener y can-
tar el Panteismo Sufi, toda vez que el poeta hizo su
zalema a Mohamed al principle y al fin de su Canto.
En condiciones seme j antes Jelaludin, Jami, Attar, y
otros cantaron ; usando el Vino y la Belleza realmente
como imagenes para ilustrar, no como mascara para
ocultar a la Divinidad que celebran. Quizas alguna
alegoria menos f acil para el error o el abuse habria
side preferible para un pueblo tan inflamable, mucho
mas cuando — como algunos piensan de Omar y Haf iz,
— ^lo abstracto no solamente es igualado sino identifi-
cado con la imagen sensual, peligroso no para el De-
vote mismo, sino para sus debiles hermanos; y mas
aun para el profane en la proporcion en que crece mas
intensa la Devocion del iniciado. Y todo para que ?
Para ser atormentado con imagenes de goces sensuales
88 OMAR KHAYYAM
que deben ser renunciados si uno quiere aproximarse
a Dios, quien de acuerdo con la Doctrina, es tanto
material sensual como espiritu, en cuyo universo uno
espera sumergirse despues dela muerte, sin espe-
ranza de una postuma beatitud en otro mundo que
oompense las propias privaciones de este. La ciega-
divinidad de Lucrecio, merecio ciertamente y proba-
blemente alcanzo tantos sacrificios propios oomo esta
de los Sufies; y el tema o estribillo de los cantos de
Omar es seguramente, no "Comamos," sino "Bebamos,
pues manana moriremos I" y si Haf iz entendia de otro
modo un lenguaje seme j ante, calculaba mal de seguro
cuando dedicaba su vida y su genio a tan equivocada
Salmodia, que desde sus dias hasta hoy, ha sido dicha
y cantada solamente pos espirituales religiosos. Sin
embargo, como hay presuncion tradicional, y aiin
opcion de algunos sabios, en favor de que Omar fue
un Sufi, y hasta un Santo, los que quieran pueden
interpretar asi su Vino, y su Copero. Por otra parte
como hay mas certidumbre historica de que fue un
filosof o ; de habilidad y penetracion superiores al pals
y tiempo en que Vivio ; de la moderaba ambicion mun-
dana que forma a los filosofo y las moderadas necesi-
dades que dificilmente satisf acen a un libertino, otros
lectores estaran contentos al creer conmigo que mien-
tras que el Vino que el celebraba es simplemente el
Jugo de la Uva, el alardeaba mas que bebia, descon-
fiando quizas del Vino Espiritual que dejo a sus Sec-
tarios sumidos en la Hipocresia y el Desencanto.
NOTAS
A la Biograf ia de Omar Khayyam.
I. — Algunos de los Kubaiyat de Omar Khayyam
nos advierten los pedigros de la Grandeza, la inesta-
bilidad de la fortima, y otros recomiendan la caridad
para todos los hombres, previniendonos no hacer in-
timidad con ninguno.
Altar hace a Nizan-ul-Mulk usar las mismas pala-
bras de su amigo Omar (Kubai xxviii). Cuando
Nizan-ul-Mulk estaba en su agonia, dijo: — "Oh Dios,
estoy pasando en alas del viento."
II. — Algunos nombres como los nuestros, Smith,
Archers, Millers, Fletchers, pueden simplemente re-
tener el sobre — ^nombre hereditario.
III. — Khiam, Flosofo musulman que vivio en olor
de santidad en su religion, hacia el fin del primer
siglo y principio del segimdo.
IV. — Despues que esto ha sido escrito (anade el
autor de la Eevista, Profesor Cowell, en una nota
hemos encontrado una copia de una Edicion muy
rara, impresa en Calcuta en 1836. Contiene 438
tetrastices con una Apendice conteniendo 64 Rubai-
yat diferentes que no constan en algunos M.S.S.
A los Rubaiyat.
RuBAiYAT — Plural del arabe "Rubai, un cuarteto
o tetrastico."
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90 OMAR KHAYYAM
II. — El Falso Dia. — Una daridad pasajera en el
horizonte antes del erepuscnlo matutino: fenomeno
muy conocido en los paises del Oriente.
V. — Iram. — ^El Jardin arabe plantado por el Rey
Shaddad. La copa anillada de Jamshyd simbolizaba
los siete cielos^ los siete planetas y los siete mares^ y
era considerada como divina.
Jamshyd^ — Un Rey de la Dinastia Pershadian.
Todavia existen las ruinas de su palacio de Perse-
polis.
VI. — ^El original ingles dice "La blanca mano de
Moises." Refiriendese al pasaje de la Escritura:
Exodus iv-6.
VIII. — ^El original ingles dice "Naishapur o Babi-
lonia. Otras traducciones dicen Naishapur sola-
mento.
En persa modemo "Naishapur" la famosa ciudad
de Khorassam, cuna de Omar.
X. — ^IlusTUM. — ^El hercules persa.
Zal. — Padre de Rustuin, notable guerrero.
IIatim Tai. — Tipo popular de generosidad ori-
ental.
Kaikobad.—EI gran Rey de la mitologia persa.
Kaikosiiu.— Nieto de Kaikobad, tambien nombre
porsa do Ciro.
XI. — Nombre con que los orientales designan a
Mahomet.
XTIT. — Pbrsopous. — Llamada en persa "El Tro-
no do Jamshyd.'^ (Takht-i-Jamshyd. El Rey
»
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OMAR KHAYYAM 91
esplendido, que se supone fimdo, la ciudad, disfru-
tando en ella de vida lujosa j r^alada.
Babbam Gub. — El cazador famoso de bestias sal-
vajes, enterrado en bus propios palacios, que hoy son
soledades desiertas, guaridas de las mismas bestias.
XIX. — Superstici6n antigua inglesa que suponia
que la "Flor de Pascua." (Anemona Pulsatilla)
crece en les sitios en que se ha deramado sangre
danesa.
XXV. — ^MuBZLiN. El sacerdote que llama a las
plegarias.
XXXI. — Saturno. Senor del Septimo cielo.
XXXII. — Tu Y Yo. Personalidad persa, una y
doble que representa el Ser humane distinto del resto
del Universe.
XXXVII. — Son varias las historias orientales con
relacion a vasos y copas de arcilla. El poeta persa
Atar trae ima muy agraciada. "Tin viajero sediento
metio 8U8 manos en una fuente de agua y bebio de
ella. A poco llego otro que saco el agua con un jarro
de arcilla y partio dejando el Vaso. El primer via-
jero tom6 el jarro y bebio tie nuevo, quedando sor-
prendido de que la misma agua que tenia sabor dulce
en su mano lo tenia amargo en el jarro. Pero una
voz — quizas del Cielo — ^le dijo : "Que el barro de que
estaba Tiecha la vasija fue en otro tiempo hombre;
y en cualquier forma que fuese cambiada no podia
perder el sabor amargo de la Mortalidad.
XXXIX. — ^La costumbre de verter un poco de vino