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V
*^> í
SEMANARIO ERUBITO,
QUB CÓMPREHENDH
VAKIAS OBRAS INÉDITAS,
CRITICAS, MORALES, INSTRUCTIVAS,
políticas, históricas, satíricas, t jocosas,
DE NUESTROS MEJORES AUTORES
ANTIGUOS, Y MODSKNQS.
BALAS A LUZ
DON ANTONIO VALLADARES
de Soíomayí^,
TOMO UNDECIMa
^-A\
mm
MADRID MDCCLXXXVIIL
POR DON BLAS ROMÁN,
Se hallari en las Librerías de Maféo y Carrera ie San Ger¿niaM>»
en la de Bartolomé López , Plazuela de Santo Domingo,
y en la de la Viuda de Sánchez, Calle de Toledo,
y en los puestos del Diario.
l^/l"Kr 'B'OTTrTTVryT/% n "K* ^ '^
4
ra Jiacer una misteriosa Academia ie desengaños^ cinco per-
sonas de las mas introducidas en la República de Espi-
na, y que suelen hacer los principales papeles ep todas
las Monarquías. Juntáronse en fin la Esperanza^^tX Te-
mor , el Desprecio , la Desesperación y la Lealtad y y to-
mando los lugares que les convenían y st sentó la Deses-
peración entre la Experiencia y el Desprecio y y la Lealtad
chtre el Temor y la Esperanza. \ . . . \
Saludáronse con tan irregular y tan impropio esti-
lo, que* á quien mtrecia menos le honraban mas. Al
Temor y al Desprecio los llamaban de Excelencia , dán-
doles en todo el tratamiento de Grandes. A laf Lealtad
comunmente la trataban de merced : algunas vec^ de
sfciioría, y rara de Excelencia. A la Experiencia U trata«i
ban de tu. A la Esperanza de vos $ y 1q que parece mas
extraño , á la Desesperación de Paternidad.
Dio principio la Lealtad á la conferencia , y sion to-
no triste , semblante marchito y voz desmayada , habla
de esta matlera. ? .
Bien sabes y ¡ó doQtSL Experlencial que vivo ena-
morada de un Príncipe tan magnánimo , que man«
da en este y en el otro mandos que con ^^superior acier-
to tiene por nombré Carlos ; porque como lascara del soi
alegra y viviñca á los corazones ^ el ^mio se alienta al
ver la suya. Hibieñdo y^ pu^s , este gran Príncipe nacido
para mi corísudo a c4>sta de mil ruegos y plegarias, em«
pezó desdé el principio á «sobrissaltarme con la pensión
natural de prepda^no merecida, y desde la cuna fue pa-
ra mí un semioatio de cuidados y zozobras. Fue crc-^
ciendo hasta la edad en que pudiera reconocer su domi-
nio; y quancioyó esperaba verle repartir sus rayos por
los dilatados términos de su esfera , y gozar la benigni*
^d desús poderosos influxos, veo que en nombre suyo
tüyna <leSpdticamerate quien no es diO cUo capaz poc su
. . na-
naciititonto , poc $tts incliBácion&yqpdc las; feytil f pot su
ambición , poc ^i^ ¿aváac¡a>9 poetan. Bgefiaai|.poc i»
ingratitud |r pot súdbmuU y'pói^jighfHamcM^^
rezca que el dolor .me di¿bi encáicdnieiitoB ) porgue vÜ
misma me repites muchas veces, qtxc es un hombre da^t
doso en ios padres^ cierto en ios insultos , bastardo en
las costumbres , legítimo en la. ambición , crüell en 'lai(
venganzas , furioso i¿q ias:seotfifiCÍas ^ pueril en.los^hiM
mes, desalumbrado en las elecciones i teoai^.en sadida^
snen > falible en. las promesas , infiel en los tratados, in*
fausto en lo militar, descabezado. en lo pob'tico, vario en
la^egociacion, inconstante en las palabcaa, y sumamem
te desvaratadp en todas sus oblras. A^irad ahoxa.(:on estd
cierto retrato de su propio original , quál andará la he4
lencia de r Carlos^ y si profesándome yo tan amante
de su belleza , tengo bastantes motivos para lameun
tarme. ; • -S
No me admiro,, dlxd él 7Wnar\, .^¡ac cod tan mal pi«w
loto zozobre la hav4 de jesra;Monarquía;;yi.SasL desdó
luego nos debemos ptcvepir para, el naufragio .que no^
amenaza > más para ver si nos podemos resguardar de
tan próaáma ruina , quisiera saber quién es ose .hom<¡
fere , en quien se abrevia., tan .liolriblo campen^id do
tiranos.', i.. : ■' j< ¿^ . ;> ♦ . -.'^i . •' .;> n,:: oi
Quien ha de. ser ^ dLio el Dapntm 91 sino . ese ; que
hoy gobiernas pero tan embarazoso , que ha sidobas^
tante para enredar y desbaratar d acierto de tan dilata-
do y tan bien ordenado lmpesio« ; Este ' sin duda es aquel
hijo de. la tierra , á quien por ironía le. pusieíoa et
nombre de Gracia , con lá misma razón que á un rnqgro
le pueden llamar Juan Blanco i porque si bien se mírá;^
dista tanto de su nombre , que antes parece que nacía
cofKcl la desgracia y calamidad.de todos sus paysano^
Su nombre > dispoiuendo las. letras como se debe.,; no jes
el
f .
el á6¡}pH ^áan i sinp,d de D^n ISm^ poique con ht^
«edrQapkaa <lcí anestcas cxeccitos , quando i:reyó ci
ttítsfi¿é qoedosplegaba; la vandera' dtel v^lor > tremoló et
«»amkrt$'de^la'a)baIdrá. Huyó en la oiar , huyó ei)^
Flándes, Imyd' en Portugal, huyó en Consuegra, y
huyó en el Retiro , y en todas partes copiunicó esta
propiedad á> Ips desú séquito , de tal suerte , que en to«
da^íquanoas ¡batalla se^haa visto | haa seguido constan*
tttténte sus eiceiDplos^ ■
Ya conozco^ dixo la Desetperaeion , i ese que V. E<
léñala con ese nombre. £1 es por cierto aquel gran re«
mediador del mundo , el restaurador de la patria , el zei
toso deL bien público , el desinteresado, el justo > el san^
lo, el milagroso , y el padre de los pobres. Tal sea su al-i
na. Decidme , loca y mal vestida Esperanza^ pues con
ios cabos, vecxles imitáis á las libreas délos lacayos , ¿dón-^
de están aquellas magnificas promesas con que llegasteis
áiepgañairá bi'Simplef¿iMlr^¿ ?Nd veis qué al juicio pru-
dente de la /jB^^rrl^ior/». salen can falUdas , que parece
que Don Juan ha ido de inteqto á desmentir todo lo pro**
flíetido por vos ? ¿ No os acordáis que lisonjeando al pue-
blo en ^todas aquellas cartas , que para inquietar al rey*
00 imprunia.'y divii%aba como Manifiestos , se obsten-»
tó tan desinteresado , que el vulgo le esperaba como
á' sumas generosa bienhechor ? Fuei decidme, i á
que vino este señor ?
Enmudeció ia Esperanza , y respondió por ella la
Experiencia así : No vina a otra cosa, que i atesorar las
inmensas cantidades que arrebató del Escurial, de las
mujítas iepetidas,.de los donativos violentos, de los ofi-
cios vendidos , de los gages mal llevados , de ios juros
retenido^ , de las meit:edes negadas , de los nuevos im-
puestos , y de las universales y desaforadas contribucio-
nes;, pues no conttotándose con hacer tributarios i los
mis-
0)is<M>8 GiahcUs ¿c Esfianai pone jsqs* manoi í& sirilgar-
ras en«el deIo$ vidando la imimnídad ec^siáscicQyustti^
pando las haciendas de, laslg^sias j sÍDÍ^rdooar al sa«
ccosaqta y tremendo tribonal' de la inquisición , coa
snas impiedad qí\^ si lo hiciera el Turco, y ^el mayor ^ne*
fltígo de la fcV Depi^s de esto v oid una. acf:ioti ¡Hiya quq
sá corrieran de cometer^ ^^ los' infieles. Viettdo que
empezaba á recelársela carestía de los bastimentas | coa
pretexto de solicitar el ai^asto de la Cortea despachó 'á
kis cercanías de Conspegra qaieo^mbaigaseiel trigoiai
precio mas acomodado para su intento | y vendiéndole
>acgo ,' con achaque de ser dé sus^reon^ ,' sq^u iá. tasa
que le puso su codicia , lo encareció, en la fomurqu^^ se
ve» y esto es tan cierto , que anualmente tiene en :scts
tcoxes mas de aod. fanegas que beneficiar. Sabido es,
que habiéndose dado pltqgo eiañade ií6jiS relpaxaodo
el carnero á x5 quartbs^ Ib' admitió con ¡calidad de qup
se vendiese á ip,%sacando e) obligado '^us.itf,. y lleváoM
dose el señor aliviador tres quartos en cadalibra para sí^.
¿pero quien extrañará esto, sabiendo lo que. sacó de
Flandesi lo cpie desapareció eó Extremadura ,ccb ipi^^
textóde tan inútiles empresas, .y de tan breves cááipañas)
k) que le valió Galicia quando por ras idease déúeádd
fjartir i Flandes, se quedó con el dinero librado para Ja
jornada , lo que sonsacó en Zaragoza , fingiéndose po4
bre y con mas de medio millón que tenia iqifonces dp
renta , , y lo que ha toando del real: rborp , c|ae aho«
fa se ignora á; punto ';fixo .^ aunque ae sabe donde
para?
Callen , señores , replicó el Temor ^ y adviertan que
ta Esperanza tiene un ^Fraylede,ayuda , .y si le r sueltan^
los aturdirá á sermonbsr y es poro política la JDeies^
praelon , que tan al diescubiocto publica guerra* contra
la Esperanza.
- : Iba h áedttmzB?^ jptso d Desprecio U íntcrvim^úf
¡áickndo^; Nó plsiii&y. & cspaticac c6n c$e coco , pues
estamos enáeos^oS i atrepellar por niayores fantasmas»
Miren que mas prueba dt que es poca cabeza la que se
defiende ooñ. tai\ debQés . cascos^ ¿sos gozquecillos solo
pueden iser «ir para: aameatfLcia^ caza ^: piles JK>. sirVen ni
aún paca jQS]^antarla«:Diganle. qáe no :sc canse .más en vi->
sitas , ni en cfisoles , potque la Esperanza es loca , y fal*
¿a poco para pegatk su achaque >. y no puede sec buen
trisóla ^^ 4^ 'pcetcAde. dar Iq^s 'qailat)e&. del oro .á la
/ i A esias razones sc: turbo la Esferstfízá con tal. extre^
iiK>> que .tayá desmayada, y tropezando en el Despre^.
m I vino, á parar á los- pies de la Desesperación > pero sin
Jiacer nadie casa de £lla , se encaro la ExperUncia con la
Ijudioáf ,Y 'Isbizo esta^adve^nfia : ¿No repafcá vmd.
que sodas lái injusticias de Dbn. Juan < se firmas, con cl
nombr¿ de Garlos? ¿No ve que sus aliadas esparcen vo«
ees contra el buen natural de nuestro Rey y señor , tra-
tándole de poco agradable 9 de. menos piadoso , de mal
aplitadoiy y: peor instruido en las letras y arteidegober^
nar ? i lüo considera vínd. como le achacan la ibñdeU-
dad del tratado con Alemania , la ' inoohi&tancia. en la
eiecciop de la boda , la aversión para con sus deudos , y
la impiedad pata con su santa madre ? Pues ciertamente
que en c&te>panto hay mucho que discurrir. . (.
• / Y £Ofti(f que hay , dixoiel 2ía»or /.porqpoi tüengp atra«
yjssado él coraron con el pxeitíplar dd pérfido Menelao
para con su hermano Lislmaco. Tenia este el supremo
Pontificado del Pueblo de Dios, y deseando. aqu¿l su*
cederle , fe corrompió y perdió con stt& malos consqos
para conseguirlo y persuadiéndolo con maliciosa astucia
las mas nefandas y sacrilegas acdbnesi para que. viendo*-
se intolerable al pueblo , pareciese tolerable su tiranía;
excitando por est¿ meoio k qué fe deseasen Pontífice i ó
por lo menos á que le sufriesen* Con tal industria logró
Menelao su intento i porque el pueblo ofendido y enga*
ñadO| dio muerte á Lisimaco^ y á el le puso en el trona
Y aunque le dieron después d castigo merecido ^, no. se
-{íüdotcparar^ej'daño de su tr'aicion. ¿Quiéa i Qujos le
Asegura de este riesgo?^ NO sexonoce ia ambición y so-
berbia de Don Juan ? ¿no es notoria su felsedad 1 itxo
ha visto todo el mundo su desenfrenada inquietud!
^ Pues quien le quita que como ha engañado al pueblo
para ópfimirie.^ le engañe también para despojarle ? No
es prudencia engrandecer á.un vasallo de suerte^ que su
fortuna no quede en oíanos del Príncipe. ¿Quien pensó
que se podia fiar el cordero de la cortesía del lobo?
Siempre fue arriesgado poner el agua en manos del se-
diento, la hacienda en las del codicioso ^ y la. corona en
4as del pretendiente.
Yo«no.jne pongq i discurrir » dixo la Experiencia^
pero no puedo disimular los sucesos que ht visto en el
míL^da Hermanos fueron Isaac e Ismael i pero con to*
do. eso hubo ra^on para que «pandase Pips á Abr»afi
^que^apartase ei hijo:die sjx esdaya » del /hijo de la
Señora. ¡ !
Abioselech , hijobastat-do de Jerohoan ^ dio muer-
te i setenta hijos legítimos de su padre por suceder en el
reyno.
Phraátes^ hijo séptima de:Micrkh«e«Rey de ios Par-
iihoB^ miatóÁ su: padre^ -y con ;stt. ma<io sangrienta empu-
ñó el cetro , desheredando i ^ns hermanos l^ítimos^
«Otroadnlttirinó del mismo nombre, hijo de Hetodes, tam-
bién Rey de los Parthos, quitó la vida á su padre > y. ¿
treinta hermanos , y se levantó con elxeynó. : ^
Yugprthai el Airicáno ^ er» también ; ba&tardo y y
Tom.Xl. B qui-
quitó la corona á dos hijos Icgitiünos herederos del Rey
Micipsa y matando al uno y expeliendo. al otro.
Ferseo , hijo de Philipo ^ habido en una ramera ^ hi-
zo matar con falsas calumnias á su hermano legitimo De-
itietrio , y se apoderó de su coronad
Lo mismo consiguió k ambición deAntipatro, hi-
jo de una concubina de Hérodes , haciendo matat á
la Rey na Marieome , y á sus dos hijos Príncipes he-
rederos»
Manfredoy hijo espúreo del Emper^^dor Federido 11.^
ahogó á su.paídre , y dio veneno á Conrado, á quien por
legitimo se debiá la sucesión.
Jayme, otro espúreo, hijo de Juan Rey de Chipre,
con ayuda de los Turcos, quitó tiránicamente el reyno á
la Princesa Cariota á quien le tocaba.
Don Enrique el bastardo , Rey de Castilla, tiñó su
purpura en la sangre de su hermano Don Pedro, y vcTí*
riéndola en los campos de Montiel i dexp manchsída la
lealtad 4e España.
Don Ju;in de A vis, también era bastardo ; y quitó
d reyno de Portugal á quien legítimamente le tenia* < -
Don Antonio^ Priora dt Oürato ,' naéió como ijiaestto
Prior: de Consuegra. Pretendió y se proclamó Jteyde
Portugal contra €l-i¡;gítimó heredero) y aunque nose lo-
gró el intento de saapbicion , no le faltó ambición pasa
el intento.
^ Deitó otróB mócfaófi^' exe mpiaíres dé ' varias naciones^
porque estos son bastantes ^ara qnclz Lealtad pueda
4iscutrir largamente con él l'iphor, ^ . :
Discurran otros lo que quisieren , díxo la Desespera^
iion y que yo no tengo paciencia para callar el exemplár
castigo que el Rey Don Pedro de Aragón executó^
tíendo Ptíntipejp coú stt medio hermano Don Fernando*
-Es-
II
£Í5t6 , aunque ñie de mejor macire que Don Juan , sa**
có las mañas de los que se concibieron á traición ,. y
y contra la lealtad del matrimonio ; y deseando imitar-
los I poni2^ asechanzas á la vida ^ y i la herencia del que
era su hermano y^eaor. Feco.el buen Don Pedro pre^f
^ipiundo.al. bastardo «poi; las altas riberasudd rio. Ctnr;
ca'i le previno :eL castigo , /aliorráBd9le parce del cami-:
no4e los profundos senos á donde le coaducian sus ínr
tento^.
A este exempkr y replicó piadosa la Lealtad , dicien-»
do: todos los mediqs violentos , parecen. escándalos , y.
y o. quisiera que la justificación de las acciones de un po«<
deroso , se oyese en los tribunales , y que fueran tales:
los rayos de nuestro Júpiter y que los mismos heridos
los adorasen ; porque executar sin oír , sin convencer , y
»n dar traslado , es imitar las resoluciones violentas f y.
aún tiránicas! de Don: Juan , que <:astiga sin oír ; sin dar
lugar á la defensa , da sentencias de injusto contra sí
propio I y al reo le quita U nota de culpado» Por esto
reprehende Cornelio Tácito al Emperador Galba , mo«
cqáodole de que en .el camino que hizo de España á Ro*
fl¡ia9< se infamó de crud y dé sangriento pot la muerte
de Gingonlo Y von ^ y de Petronio Turpiliano ^ por-
que si bien el primero habia. cooperado á la trai«
clon de Njítnphidio , y el segundo había sido de los
parciales de Nerón i no obstante porque murieron in-
defensos y ¡y sin oírlos , pareció que murieron comOi
inocentes^ . r. ,. . .
Todo, esto áestá ofuiy bien ^ i\iio el Temor ; ^ pero ca^
mo hemos de prevenirnos contra la sospecha de tantos^
y tan horribles ejemplares ? Atienda vmd. señora Leal^
tad^ y estudie algún remedio para lo qtte convence es^
ce discurso* Para intentar tan execrable delito ^ sola«
menté sp requierb ambición , .atrevimiento , impic*
B 2 dad
12
dad y pbdcx } pqes vamos exínniaándó cada co$a dé
por sí. '
La ambición de Don Jaan consta manifiestamente por
la que ha reusado ser de la Iglesia $ por las bodas que
ha intentado tan superiores á.su esfera» por el ansia
con que quiso empeñar á su padre en la pretensión del
reyno de Polonia s por el alevoso pronostico que se ha*
Uó entre los papeles de Don Bernardo Fatlño s por Jas
ialsas revelaciones que esparcían los de su s^quiío^
anunciándole la corona ^ por la soberbia con que trata
á los Grandes 9 acostumbrándolos á que le miren cooró
á soberano^ por las instancias tan oportunas de los ho*
ñores de Infante > por la silla y la almohada en, la ca^
pilla \ por los Ministros que ha mantenido en las
Cortes de otros reynos , afedando inteligencias en to«
das. ellas s y últimamente por tantas diligencias co«:
mo ha hecho para apoderarse de todo el gobierno de
£spaña« ,;...:
Su atrevimiento consta de la carta que escribió ame-
nazando soberbio á la magestad de la Reyna desde Con-
siiegra á 2 1 de Septiembre de x68S. Consta también de
todas las demás que escribió cph-itan poco respeto ,9 y:
qaecon mayor irreverencia las imprimía paora infamar
el gobierno. Consta de haber prevenido y pagado los
asesinos para matar ^crilegamente á una persona sa«i
grada : consta del veneno con que por medio de Malla^
i^, dio la muerte á Mn de Santone: cdnsta-^de haber
hecho tantas asonadas de guerra , viniendo contente ar*í
mada j amenazando al gobierno con la inArasion de la
Corte : consta de haber sacado sin licencia y ó noticia del
General , la caballería de Cataluña ^ apartá*ndola de la
defensa de aquel Principado, porque le viniere sirviendo
de escolta. . Y últimamente consta de haber jumado., un
exi^rcito^ y coñducidole hasta Madrid^ para apoderar*
se
* *
se^ eonib.se a^cto^tk; la fiernd» .^Bccyi i!, . i;
Su inhumanidad se conoce y comprueba claramcncie
en el modo con qae ha oprimido don tributos y nuevas
extorsiones álos pobies vaaállps/^ijcoa lá >preiensionid4
querer gobernarías JBLcligloDCs áski:antb|0'^:;. concia es<>
travagahda civil de destocf^iHosBiellgioséó sodo fxic;
$u gusto y sin repaiár eal& virtudLy. canas:, coa los.iuK
justos donativos y desmedidos tiibuio^ con que há gra«
vado de nuevo todo el esiador .eclesiástico Icón eí arhitr
tiioi)ue dio el ano-de Ij5í5&,rdecquepaiá sococrerle 4el
cxk :Flandcs j se alíase el Ikcy. itxp i ^is r mHtonpS; d¿ plata
de poriicubiesí^ que iripkrícNi icbikufiotá dé aqnelr^ñoeí
caula irreverente invasión del £scurial: con el iniíole-i
sable desprecia de tan religiosa; asilo ::con haber descer-^
sado y joprimldo tAabfrbatainente á la esposa de;nucstro.
Sjey (que est?" bn gldria)^ y jnadüeido nuestro Kty^^q^,
Dios giiarde).Yüitimatee(ite^con Violebtarla tkniiiiedsid>
de un hi)Q^ a|)altán4ole de la vista cariño^ i y de lat^oun
fidencia y comunkacion.de su madre*... ... \ : ^., i
£l poder que, al presentefie aAisre! no. es menos;, ^qufi
el 4e toda la Moo^quía» Sitipiiinw.€i¿dado , dufgp qaa
tomó el jtimion i^rtt^ta cfrbcaaada: taa(V)e.^ fbq zf^ttiJt, * los)
^ite rpoclte^n sci le hadan .^ospodiosos i» y poner aliilado^
del Rey ^ y .'en ralos los puertos ^. á losiqAe pM cómtpti<^'
CC8Í eu la sedicioúi^.tenia par cpQ&kht0s»Para apoderarse
de la& filenas dejla)s;jQ[^^pa9Q:pQit*jCkfieralm(¿j«^^^^
4osviyri^ári«Jc^ic4UC;jtti^éLSQ^ parl^jquAlfc^kUiíir
to designio. Para señorearse rile icís;jexdrcb»|b>í:oMabftfT
por cabo^4 wftsbqna^es^y.é ke qu^ imagii^ÚDeieif^es-
tos á .^seguir en todo sus lesQlttfuqnjs^^YporooJientt/qitti
temer nitiguo contraste 9:CgH%ó UkaUad^y^ talpc.deli
£r^cipe.dePaíaia >.a)andétans(9J«iáMjB«KifM0nojQDnr
quitarictiás.annasrde ^talum h-: teft>rpoJül$iiiiueianfeftri
puáie£oajá:st(toaiquacio& la^disdplilnfcmffitare^yi ^osalsilá
... • á
á aquellos que póc ibttzar s¿ partido , desprecianm su
obligación. Y por cerrar todo resquicio á los buenos,
1Ü20 del Consejo de Guerra , y dio la Comisaria de la
Milicia á un{cci¡ido suyo y i de circunstancia» muy io&t»
fkareS' para* aquel gcado ; y solo experto jm d<£Spceciao9|^
ho^or f>er 'darle gokoi Asegurósedc ttis ptiovtñcia^; y de
kaiclodades , p<Muendo Virrey cay Gobecnador^i;' que
atecididsen ipas á que «ran sus hechuras , que á que soo^
vksaUos delKcy ^ y 4le estos -se vale para atr^c las ouer^
da9Í;de :aibaUos áti» ^ íeupo tfn cielito ^ ¡que sUstohtx i; cosw
ia?dl^ Bxy^:y! tiene f r^rado^' paca la- ocasiou. .Phm^
haccrsfc.diieñd)de los irtdunateiy ha ti^ido^giíaiD'euidahti
4o de* 'qii:e codos los Secretarios sean dersu parcialidad^
yconexcróiBado'rigor -ha temovidd á los^ Ministros^
que atendían m^ é U verdad /que i la lisónjab ^Paraj
que no Iváyaimas Jifstici&úquie ^uvolúxtcad ^^ crió*4^ V^
dtf un Prcsidehte del GonseJQ R:o«l ^ i^Uq f4e^; inscru«<.
tfemo de s^ di^xnenes j y c^e nopudkes^tisnéc valor>
para res{stirle en nada. Hizóse sefior de toda la {lacienda^
rea) , .quitando los* bttenos- Presidentes y y» poniéndolos
tíi9 y'qnt f ekvMíMCi:^ sbjctM en todo á^^soi gasto ,. ^
optimiendD por «s^oisitos' modiós áias'^eUosf; (yá Jos
pactkúlaiasry fia «ece|)CUfipá los^Míin^
nócc^, ni:¿ tos B:le8Íáftticc» / lii{á4á iüísmr IrtquisiiidDy
ha )unud0 tantos iitiltoneri que no se-sabo daode-ios. ha»
pddido esconder; Lo4:Ierta^e(^i que ^1 está^ta^i apodmdo»
d¿<ttfdo^qé0<asi^«nf) I»ay^e$pttdajqu4 nojestcénmTníiaoi^
líiil^^nfque no est<í)¿n'm43()lsa,t>>^ .¡..I. .;!: . .i.
¿t '8{endo.o»n %^i6 ^ y tao públicj^-lg dicfaoy yqfue nq
necpstta de' mas prueba , que la misma notodlo^ad deií
het^o V dígame vmd. , $cnotíL^I$eMÍíad la bien iateiá:iow
isaidas^igpMi vontartftartgunod de> aquellos^ bastardo^^^que
ftteron i^triitdasty' tta&doieVvtüvé-tnas arralgada^áw^
(íisionv t92^siidcscocad<>;a^&vibiehtxii'^ inásu^adureadoí
im-
^5.
fimpleáaa'p y ,«908 absoluto poder , t|üe d; señor \Don
Jaan? SuppDÍeodo^pu€sVio^uc.no se puede negar ^ que
^ambición, atrevimiento ^ impiedad y poder son ia&
causas mas proporcionadas para efeoos tan lamenta*»
«bles I considere vjnd» adonde tiremos á p^rar si estn
fiera qne está ya^ppra ahogarnos no se reptime con
tiempol . .» j ^
Oyendo este discurso átiltirntus , quedo: ind^cba y
«uspensa la Leaitad j ^in ssihcT que responder > pero to^
«mando la inano el Desprecio ^ le respondió de esta suer^
te. Bien se conoce señor Temor , que V. £• tiene bien
coipprehendido á Don Juan , y no me admiro j aporque
cS'Utiode los vasallos quo.mas se rinden y tributan á
V« £. $ mas siendo esto asi , por. la misma razón me par
rece que, sp pueden asegurar los recelos de que Don
Juan intente alguna empresa grande con c riesgo suyo»
Xos cobardes I ni son pira^ .mucho bien ^ lu soh papi
^nucho maU y el que tiene poco ánimo ,! ni puede dat
que estimar , ni puede dar que temer» Acuérdese V., £•
del miedo que tuvo á aquel Teatino manso » y de cOp
*mo se estremeció al fingido barreno de los navios , no
habiendo n^s fundamentos ^ que los quécLtipne eh siís
bienes/ Acuérdese M¿ K de aquella patarata del iimicúQ
en tiempo del Marqjues de AyiCpna, yide^la^imagídacióh
que tuvo después suponiendo qne le minaban la casa pa-
ra volarle con pólvora; s y dé los ridiculos ademanes con
^4ue se estremecía al nombrp ^de ila GbanAerga^lAdtmzs
^e esio^y,yuelva }a éonsideracida^á lo&sugetos tan débt^
les con quieries empezó .á estrenas. los esfqerzos de su
poder ^ y verá que no se extleríde -su corazón áiuas, que
á las^ materias y cavilaciones de una pandilla de Prayles;
peto demos caso que los lisonjeros y ó por mejor decir,
Icp tiisúdoresi, qi^e mueven esui^asca^ 1 la armasen de
ma-
\
15
manifiesta réi)elidh , yo fío ensm ina&ur^ y en sú bueti
n^tucal j que con qvutro tiombres qiíe se le pongan .de-
lante, huirá coino tiene de costumbre. Bien sabe viiuL
<iue el de Al va con poca diferencia al idolo Baal^ fue
jel oráculo que alentó su exaltación .| y que en>6U< her«
onita se! hicieron los conjuros con ¡q^e . lanzaron al duen-
de j pues este mismo llegándole á proponer semejaote
i^esg^yhrespondiá que en táilcaso bastaban para echar-
le i los punzones de los estuches. ¿ Pues cómo. se llego
á recelar á un aviso tan temerario de un tímido
Icbíonl . . ,. , ; , ' *
' , fO inconsiderado Desprecia \^áixo la Experiencia) ^Á
quán^cos tiranos les dio paso para el trono esa necia coa<^
fianza^! Cayo. Caligula aseguró á Tiberio, siendo. ál
parecer insensible , y de tan abatido espíritu , que servia
como esclavo i pero en viendo la suya ^ le dio veneno^
y 1^ ahc^d con la almohada* .£1 medio ll^gó á ser digr
no de cai^pasion por despreciable >. per 6 ep viéndose sor-
Jo ,.Vio que podia ser temido. Galva, póc no dar sospe-
cha á Nerón , abultó su proceder y floxedad > y con to-
do eso le ocasionó la muerte , y le arrebató el Imperio.
No hay qtte fíaise de /^c^s apariencias , qae^ la juaUr
^a aunca-es mas dañosa^ qui3 quaÁdo mas diáfraaada^
iMuchas ^óoes loqwipar^ice.hulr^: esiacometer., y el
ánimo en' lo exterior, aas abatido, sude ^r en lo.iiu-
terior el mas soberbio. ^ ¿Qíiéf importati; las hazañerías
del rendimiento., si vemos qué áChristoie doblaban la
rodilla CDQ. la .caña ? Advierta Vmdi q^^^'^hig^inos e^
tan msis expuestos al engaño, «que los tles^uidados .y
■presuntuosos , y que el Desprecio es hermano .de la
Presimcion y del Descuido > y atendiendo á qu^ puede
suceder otra vez lo que ha sucedido tantas , contemple
los jexemplaces ,.pondeEfl.las razones , ;y .mire^l lo qiíe
tan-
cifitd ¡niporta se Hetie confiar 3e una' tan peligrosa con*
tifigencia.
. . Oyendo estas razones la I.r^/4^, que hasta este pun<^
to había estado suspensa , habló de esta manera. Con
aflicción he escuchado los^ discursos de la Experiencia y
del Temor ^ y quisiera que se verificase el consucio con
quG el Dispre$Í0' me alienra. Pero la desdicha es , que to*
do ló que ha dicho ñó me asegura , porque en negociis
tan grave, se debe temer hasta el peligro mas leve» Otros
consuelos discurro yo de mas conseqüencia , y con codo
eso me dexan recelosa. Para qualc^iera alto designio es
necesario mucho entehdimieriüó'f y nues^cro Don Juan
por f a gracia de Dios riene tan poco', que viendo loque
disource y lo que obra ,. parece que nos ha venido á go*
bernar Corretero el de Salamanca ^ ó Pacadan el de Va^^
Uadolid» El empeño principal de su venida fue corregir
kM( desordenes .deí Duende.^ Veamos pues x^omo lo cum^
plió« Sin reparar en nuevos gastos , y soto porque pare¿*
cia bien, hizo baxar el caballo de bronce , que hermo*
seaba el frontispicio de palacio; y quando se presumía
que habría pensado otra cosa mqor , puso en su lugar
unas seiiaies coino de entierro de Moros , y unas bolas
á modo de cementerio.' Con* este gjeroglifico explicólo
demás que había de h^cer $ y propuso la idea de como
fios habla de mejorar.
Erró antes Don Juan en vender los puestos, si bien
obraba con recato , y buscaba sugctos á proposito. Y el
modo de enmendarlo ahora es el venderlos coa todo des*
^c>go, y darlos á hombres indignos. Quiso disponer de
la Monarquía á su modo , y según el didamen de su ca«
pricho i y miren la grande comprehension de este hom«
bre> quita la Presidencia de Castilla á un Ministro ran»
capaz como VlllaumbrosaVy dásela en gobíerfio alGa-
nónigo. Puente. MontecUlOé (^uita de ia^fresidantia >dei
^iTom.XI. " C Ha
i8
HadenJaá Don Lopc.delós Bios,. tan actedicádo út
todos ; y en puesto tan importante dá por esas paredes
sin liallar sugéto á su gufto para el i y asi andaré de
ceca en meca , ya en Córdoba el bueno , ya en Huma*
ncs el bueno ) y ya en Monsa^lve ni bueno ni oíalo. De*
pone ál Príncipe de ParmadeL Virrey nato dcCaialuiíaf
y aunque condecoraba el puesto ,. y obcaba con tanta, sa-
tisfacción y pone en su luga^: al de Montetsey , aquel es^
tólidoy que nos enredó en la guerra que tan. cato nos ha
costado.
Falces vendió á Don Juan , .vendió al Confitsor^
vendió al Duque ^ vendió a laJK.eyjia<, :y se vendió 4
sí mismo con la boda que hizo i y á este le: elige para
Virrey de Galicia, y de allí le sube á£mbaxadocde
Alemania.
Si dicen que el Duque erró en dar el Generalato
4e hombres de armas de Milán al de Ver aguas ;|.poix}ttC
teniendo tercio en Cataluña, no quiso pasar á SiK:iiia<cótf
el ) Don Juan ha hecho Virrey de Galicia al 4e Fiheii,
Italiano , y promoviendo á Valerosia , recompensó al de
las Nabas el bastón de la costa con el Virrey nato de V^?»
ler.cia. A Pastrana le premia sus infieles 'Servicios coa
C4 impoitante gobierno de. Sicilia , en tiempo qitt
pedia una gran cabeza 5 y no. reparó que es sobrino de
aquel, en cuyas manos se perdió Mecina. £1 pobre ca«
balleto tiene tan mal conocidos los sugetos , que piensa
en rodo su juicio que Monterrey y Camatasa pudieron
conducir para su exaltación mas que el Conde de la Bi«
bera y Marques de Castromontes hiendo así que se po«
dia afianzar mucho mejor su esperanza en los segundos
que en los primeros. Por estos engaños se pueden dis«
curtir los demás.
• ¡O i qué casa se le puso al Rey ! Muchos sintieron el
no entrar en cUa mas por carecer de ser contados entre
/
; cales petsoQas^ que por otnii esperaci^. Tbdas fucrop
taícs, que nadie se atrevió á ponerles excepciones , ni 4e
, sangre ni <le costumbres. Y porque esus no le acredita-
.ban á Doq Antonio de Toledo , previniendo que al
Rey no le tocase el contagio ^ tuvo al Duque por roe-
rnos inconveniente dar á D. Antonio el Tuyaon^ y á sji
'padre el Gon$ejo de; Estado sapero sin reparar D^n Juan
*eo que aquel comiese á.dos carrillos , did h Uave ao so-
lamente al excluido , sino también á su hermano? si bien
tiene una excusa, que es el habérsela desdorado , igua-
lándoles á Arias la de Puñoenrostro , y á Cobos la de
Ribadabia: ¿ que estimación harán el de Parma y el de
Osuna de tener Uaves de Cámara , quando su pundonor
tropieza en estos bagíos? Pues es decir, que faltan otros
que por sangre y servicios lo merezcan > ¿pero que se
ha de hacer , si Don Juan no tiene comprehension , ni
conocisnleato para poner cada cosa en su lug^r? Quitó
de Cataluña por inútil á Cerralvo, y por apartóte <de U
pretensión del Consejo de Estado ^ le dio la Cáma:ra de
Indias $ prcoiió con el Consejo de Ests^o la inhabilidad
de Don Cosme , y juntamente eligió para tan alto Con*
scjoai Marques del Viso, porSa grande Hazaña de ha?^
bjr deJtado entrar aquel celebre socorro de Francia , que
resucitó y fortaleció la tebdion dciMcciniy y porque
á la medida de su corta inceligencia , debe tener muy
•grande capacidad.
|4^o quál anda la casa del Rey ? Ni el Mayordo-
tiio> mayor, ni el Sumiller duermen en palacio , faiiitndo
al d¿¿oro dé la Magestad , y Dop Juan se lo sufr^, . j>
porque no le pidan , ó porque el se entiende > y Sri cL de
Talara no se di¿ra por avisado de la obligación de ¿u,
sangre para asistirle, el Rey se quedara solo; y siendo
Talara tan capaz y tart bien quisto > le tiene Don JwP
Ca «°-
entre los píes de losrabaltos, porque hiiea de Io$ suyos,
tiene, hecho voto dcescc^er lo peor. :.
Los ayudas de Cámara se portan con tan poca re^
verencia al Rey j que se ponen á hablar con el en coi>-
versacion familiar I y entran en su cámara á la comida
con solideo i cosa , que si la . viera Felipe IV.^ la abomi^
nára^y castigara como sacrilegio $. mas el señor Doa
Juan tiene tal simplicidad , que en nada de esto ha sa«
bido hacer reparo.
Pues consolémonos con la casa que dispone para 4a
futura Reyna« Despreció á una señora como la Marque^
sa de los Velez , que con tanto cariño» tanto aseo ^ tanta
áucoTidad y con tan buena dodrina nos crió al Rey<
Despreció á la Duquesa del Infantado ^ que por su en^
tendimiento y costumbres , y por la gran representa*
cion de su casa, no hay empleo tan alto que le pueda sec
superior» Despreció á la Duquesa de Alba la señora Ca«
talina Pimentel| tan conocida por su nacimiento , como
venerada por su victud y amada por su piedad. D^spre*
ció á la de VillaverdCi tan condecorada por su prudencia
y demás prendas admirables que ia adornan, como por los
relevantes servicios de su marido. Despreció á otras mu*
chas nobilísimas matronas y que en el délo del honor de
£spáña resplandecen como estrellas de. primera mogni*
tud. ¿ Y dónde fue á dar con el puesto de Camarera ma^
.yor? £n una señora Italiana, que entiende mas de cara;*
binas y puñales , que de dedales y abujas.
Estos descomedimientos de Don Juan , d^scubiient kt
sequedad de su ignorancia >, y. aunque es y^e^dad que.
hay tontos con malicia , este parece que obra coo ino-
cencia > porque tales elecciones no pueden dexar de ceder
en su dañO) y los maliciosos no suelen ser tontos para su
ptovt;cho. pe todo lo dicho discurro dos efcdos encontra*
- i'J L ,^ dos;
doí : nno , et (fonsttdo cié qae do pbtide ádclantatsb teú^
cho 6l que guia «antas kinciis pwra- |)ccrfcrt!c 5 y' otro ,' d
desconsuelo de v«r que todo se trabuca per la^gnor&in^
cía y que to dispone. Bien se confirma esta misma verdad
con su mala política. Algunos nobles vasallos , viendo
al pueblo tan descontento , y al Rey tan^ mal aslsrído^
movidos de compasión; y lealtad| ^ haa dispiiesyro et feste-^
jo de« las cañas para divettic la gente ^ y festejar á ''sti
dueño i y es cosa notable, que ninguno de los que com*
ponen la turba multa favorecida de Don Juan , se apll«
quen á un agasajo tan importante > y que soto se em-^
pleenen el cuidado de hacer este obsequió el de Talara,]
Medtna^Sidonia , Benavente y Baños > que no le débete
nada ai nuevo gobierno , hi atiora siquiera han visto
la menor seña de agradecimiento por la fineza de %w
galantería. Miren que buen modo de obfigar.- * ^
Últimamente , la. mala pothiéa qoe ha usado Dod'
Juan> le tiene reducido á tan ñaiiserabt^ estado 1 que no*
j>uede tener muchasvoluntades de quien ¿ar^ei ¿Cdmo-
los señores sufrirán quesea sol de esté emisferio el qú¿
siendo solo una exálacion fant^ticaí los abrasa y los^
eclipsa? Los Ministros ¿tóalo 4tftn de querer á quien ib^'
violenta y. desprecia , y á quien antepi!rs<>4i isüi^ antigüe-^
dad^ nobleza y experiencia y. un monigote- Mnexpeíicn-^
eiay nobleza y antigüedad? Los Españoles '¿cómo han
de querer por arbitro á quien les quitó la. vanguardia^
y ai Rey ahora le ha vestido de extrángeró? £1 pueblo
¿cómo ha de toSerar al engañador ya expéiimenradb^
que en vez de aliviaile como esperaba , k ha empobre-
cido con nuevos tributos f le ha enfiaquecido con el
hambre y la carestía 1 y le ha entristecido con los la-
mentables sucesos de su mala fortuna? Los soldados ;tó-
mo haa de servir á qaie» ni^paga-, ní^bye , á' <)uiea cas-
ti-
x\g¡^ :I0S leales servicios como ofensas , y sdo sabe pee-
joaiar 4 chismosos ,^ trunoes y traydoces i Los naturales
¿cóiuo \xin ác po4pr bes%c U.oiano que escribió aqueUa
f:arta de la roía de Bstremo? , donde tancas veces infa<'
pió á la nación con voces i ^lue la ofenderían xle nuevo si
yo las repiíiesej £1 reyno^ ,có(no puede gustar de quien
desprecia que se junten cones » y de quien no ha visto
9tro.s p&dos, que. las pecdidaá de. tan uobks provincias^
el deshonor de tan infames paces^ los donativos , iaham-
bre y la peste ?. Qaanclo hay convocaciones para cortes
toca á las i:iudades > que tienep voto^en ellas, nombrar
sus Piocur^ores que (as representen j y el señor Kcf Dp
¿^Up¿ ly.^ á petición del re y no Iq mandó así poc ley ir-?
revocable; par cuya concesión Heal le concedió los m£^
Ijones 5 pero por usurparlo todo , y seguir su capricho^
los nombra Don Juan de poder absoluto, atropellandot
por Iqs mu(:hos ioconyenlentcs » que. ^o esté abuso se
^an experimencado > ¿pues cómo. k admitirá gustoso et
reyqo ? Los Eclesiásticos ¿ cómo /pueden . aiuorizar i
quien tanto les ha desautorizado ^ y cómo podrán con*
sentir , que los obliguen á nombrar en sus. oraciones al
que los h^ ofendido ». sacándolos contribuciones» au*
iBenta.ndorel $ul>sÍdiQi y eastigándolos de hecho ^ coaio
si no tuvieran exención alguna » Sin respetar los Cáno-
nes sagrados siquiera con alguna aparente demonstra*
clon ? £n &n , el se ha portado de modo, disgustando á
tantos que estaban indiferentes , . que 5olo con los agra-
viados se ;p)iede hacer un exercico. No habiendo, pues,
Otra máxima mas cierta ni mas pradlicada de los qup
^brigán tan altos pensamientos, que aplicar los de añan^
zar á los amigos , aficionar á los neutrales y granjear á
los contrarios. ¿Cómo puede ser que Don Juan la igno*
re, y que no ignorándola haya estando tan. lejos d& prac*
ri«
*5
•ticacla , que {xrrecc que poire' toao só ^^ftüdio ti> háceir
xncnúgosy obti^rdo* áq^e lo^sea^ tífUchasque'lnfo !</
quieiian ser(f .y scmlándx>los<cafncl^oi{>ei pdrqüb ^epánP
los descontentos quántos y quáles son los que aboñaá'
y siguen su partidos ¿pues cómo puede pretender iztí
arduos ívies , quien no ha^ cabido ni querido aplkat tati^
prontos y tan u&uales^remédlíís?- » ( • -' ' ^"' ' '
' Oyendo raapnesi mrfticHifiádási^í 7r;^^;>eeMfér£d^
á replicar de esta manera» A dos capítulos ic reduce el
discurso que acaba de hacer la Lealtad /que son la Igño-'
rancia con^quc s^ presunieDon Juan, y el descontenta
general ocíáiónadoMi: stó desaciértds;' Eri quánto á íb^
prioieroi^ liego á t¿c4l&r qtlá f^árecen' torcidas las lihdjtr
de Don Juap , poique^sé igndra el punto donde íásgíiiá/v
Y que parecen disparatadas si^s resoluciones , porque
lio se advierte el diékanien en qué las causa. * .
Suponga vmkI. :que Dóá Juah prfecetíde alzarse totí^
toda^ ly quesigitítnido \Ú faispítacioneá faófrendas'dc su
ambicipn.v mideelacihtb-ó el error sóiabiéntc por la'
utilidad ó condticencia dé los medios ^ su fin, sin repa-^
lar en que sean violentos cm injustos/ Y coíi esta ádver-
tenciav vucWa imd. losojbsá sus acciones 5 y por. ve n-
tttca ,ao qlieifc jpareceUgwtírancfa séii íiiaílííaVy ' ío qué|
califica idesiflfipliitídad, selriá^Ig^na astutísima cautela.'
¿No ve vmd. que los qáe ^sbn seguramente leales , aun-'
que por < el engañe se hayan mostrado maí fino^, y
haya» jobtzdo prodigios por Don Juan , desde luegcí
e^tánaÜstaáostontra sus ihtentbi , y serán sus mayores.
tnéroigosíU^lpttMbijae'cl- saque- la cari',' y la experien-
cia los alumbre con la luz del desengaño? ^Pues qü¿
conveniencia tiene en favorecer y fomentar á los que for*
sosamente le han de contradecir ? A estos tales no pue-
da dexai de abtorrecetios 1 porgue* no puede dcxar de te-
mec^
'»4 .
mer^s^V^^i V(rá vmdl«t.queÍos(Iescartsii mttlt;ai mal-
ira^^ 7:;^ ^stjgg ,.por(|ue auaque parezcan áio$ ojps de la
i¡tz(m fpas inculpables y áJos su jiros son reos enormisi^
mos por oponerse á sus intenciones.
De este principio nace el despreciar en , muchos qua
^ prpn;ketxaa los f^LVor/ssiJos jiieritosde nqbleuy:de serví-
dos y de amistad) y que^i9Ucl>os^9e.'Ct>ntriston neciamen»-
tje;>jjpo^qu^ no considérate » qüc á lorquc; cásti^ > los
honra^ y^ i los que desíavor(:cQ , los califica* Los faom«t
bj^s que con una ciega condpKc;)dencia aprueban ^ de«r
(^ptan.y elogian, su^ malas gpQradjwqs , S0|. verán, prei-
ifljajíqs ,.#unqv? i^^y^i Mdft d». ofía parciídidadli ,po rt
cff^c.t^l^ tífltfíbjfi$^ ^ vepden ppriqiwlquiei f^ intcrcsHíos;
y^iempre e$táxi 4i$pue4tos.á ser\(ir,al.Prínfipe , que. ids
pueda adelantar. £1 Rey Et^iqqei hermaao de Don Po^
dro el cruel., á quien quitó Ja yid^ eo los Campos da
l^Q9tieL,dex9.eii(;a(^adp i^sU|(h¡jo^^ fiase |d¿ los
lcalcs:i]^ue icfc^^qji^.y^miifii tós f Bytíkosqs ^^e Ic
coronaron $ porque ya>gpzal>aiel ceyao.eni la pacifica
iposesioii 5 y romo todos le hablan jurado la obediencia^
ya en tal caso necesitaba mas dp la lealtad que de la
traición 5 |>e;o el iiempo qu6fOe€6sit«i.de;la. iraiqon, la
acredito prpmUndola y ^ograad^ci^ que
cpdmló de todo punto :á iajes^iud* Hasta lAhora no
eistá Don Juan en términos de haceü tegmento 1 sino
muy a los principios de su pretendida fortuna ^ fnra la
qual necesita de traidores 1 y así no es ipucho que los'
aliente y favorezca | pero en llegando ;AqltoUabora^sa'^
t>rá oprimirlos y .deshacerlos j y restituir la honra de los-
Jcales. ' . »
Siendo esto así ^ no es mucho que no agradezca que*
festejen al Rey , ni hay que culpar á los suyos que no
entren en las cañas 1 porque biep sabp/i i^quJi:Q. lisoiv»»
)e^n en esto. Kí se áeSc extrañar tampoco que el Rey
cstd servido con tan poca autoridad y decoro; por-
que Don Juan no sicote los ajamientos de la ma-
gestad.
Hacer Camarera á alguna señora de España , solo
podía servirle de estorbo, y qu^ por lo menos aconsejase
,al Rey que visitase las estaciones del Jueves santo , y^
que contra el di£támen 4e Don Juan continuase aque^
ila devoción , que la fe' de los Españoles ha hecho tan
amable á los Austríacos. Una extrangera dará mejor en-
trada al Luteranismo» ¿Y que sabemos, si Don Juan
quiere hacei; con Don Carlos de Austria to que la da
-Tena-nova executóicon Pon Carlos de Aragón I Si acá-
so la nueva Reyna no le. saliese á su gusto , será pne^
fot instrumento para sus fines. Lo cierto es, que aho-
ra Don Juan .va templando con cuerdas falsas la ngui«
tarra , para que algún dia b^ylen todos á su $on.
Lo dicho es respuesta del capítulp que coca á sú ig*
norancia$ y en qüanto al descontento , ruego' á todos
que no se confíen en que su disparatada política ha irri-
tado al Cielo y á la tierra , para que lo visible e invi-
ble concurran ¿ hacer su gobierno infausto con tantas ca«
Jamidades como se están padeciendo , porque estos suc-
'len ser presagios ác mayores ruinas. Por cierto , señora
Lealtad f que con esto parece que vmd. de puro pacifica^
se quiere pasar á boba» ¿ Qu^ importa que pierda á
muchos ? El gobierno pasado se perdió por la piedad , y
este toma el esttemo contrario del rigor , y ^ procura
asegurar cope con quien topare. Don Juan se aprovechó
quanto pudo de pasqttines , libelos y sátiras ; y ahora
castiga aún la mas leves sospechas, como quien quita la
escalera por donde subió, y quiebra la puente por don-
de pasó, para que nadie pueda ODdaí el mismo caminol
Tom.XI. D El
2'6
£1 coomn desagracio pudiera ser*c;fúe le tístorbase- á Doh
Juan la execudoa ; pero es vehementísimo indicio de su
ifitemo. £1 debilitar al pueblo, es fortalecer maS su prc*
tensión $ el apartar Iqs estorbos , es allanar el camino^
y es de reparar , que solo le sirviesen de embarazo los
sugetos mas dedaiados por la lealtad ¿^Qtie importan
las lamentadoncs de los quejosos .sih fuerzas! Los afee*
tos desarmados ,.solo paran en inútiles suspiros i ni hay
que fiarse de buenos corazones con pocas manos , qu¿
el logro de tan horrorosa maldad depende únicamente
de muchas manos , y malos corazones. Demos que no
consientan los vasallos > ¿pues para que ha. juntado Don
Juan tantos doblones , y agasajado los .extrangeros | si*
no para tener soldados de Satisfadon , y no depender en
nada de los que pretende oprimir ? No se fie tampoco
vmd. en que es desgraciado , porque su fortuna tiene tal-
les visos , que yo desespero por las mismas razones que
vmd. alega para esperar.
Eso me toca á mí , dixo la Experiencia. Don Juan es
despreciado para lo que toca á su patria $ pero es suma-
mente dichoso para sí, naciendo con tai estrella, que sien-
do el mas dudoso , le prohijaron > prefiriéndole á todos
los demás. Creció á lá sombra de los mejores maestros,
y sin hacer nada tnas , que gastar y entretenerse , entró
á la parte de la gloria con Mortara , con Doria , con
Oñate , con Caracena y Conde , atribuyéndole sin to-
carle nada (aunque mas mienta Fabri de Verían) los bue*
nos sucesps de Rarcelona , Portolongon , Ñapóles y Va-
lencianes. Arruinó á Flandes por stt visoñeria , en la in-
fausta batalla de Dunqucrquery habiéndole quitado
aquellas armas , tuvo dicha de que le fiasen las de Estre-
gadura. Perdióse junto Extremoz , y habiendo desapa-
ytddo de ia proviticüi aotos millones , y escrito tamas
ini*
^7
{f^lqui^adeji contra ía riadon , qwáó tao amado , que
tuvo alíente paca pretendoc honores de Infante. Y aun-
qi^ por csus y otras disonantes pretensiones j sa padre
le aborreció , y no le quiso ver ni echaf la bendición i
la fio^a dcsii muerte^ con. todo le dqxó^recomendado pop
i)o bioorrar ia.que^anres.hahia escrito.^ .... li
^ . Vúelvai|ie.lós ojos i Ip inas mpdérno. | Quintas ve*
ees signiácó ipi tearor de que le querían matar? Y siendo^
así , que este clamor nacia de la conciencia con que los^
tiranos con\uñmente rielan Ip-que merecen , y se dan
la sentencia contra Isí propios , nadie tuvo cal pensamien-«
to., ancc$ le permitieron, todaia escolta ^ y. resgt^aixio
que. deseaban sin- acordarse qüei Pisistrato, Ateniense, por
el mi^mb miedo recabó del pueblo 6icaltad de-tener guar«
dia^ y luego con ella tiranizo, la Repübiica»
I Que mayor dicha que lo que hemos visto ? Deso-.
bed¿e^ y premianle: desvetgüoDjzase y . finroreceole:
aoienaza y agasajante: ii^urb á. todos y aplaudenle:
engaña á todos j y fianse de el;' y hace tan desiguales
Presidentes , que el mismo confiesa , que no lo merecen,
dándoles solo el nombre de sobstltutos , y con todo eso
los Ministros los adaiiten sin replicarle»^ Escribe con-
vocatorias á todas las ciudades ,. concitándolas á la sedi«> .
cion , y lo interpretan á zelo y Ijcaltad $ amenaza á .
S. M. con fieros , y la misma magestad le llama , .y po«
ne en sus manos la honra , y la vida. Viene contra la:
Corte con gente , que por la mayor parte constaba de >
vandoleros.y fi^sagidos, y cecibénle con fiesta ,. como al
caballo Troyaoq quandoib^ á qüenuir y saquear hi ciu-¿
dad, y representando á lo que harán los judíos en> la fin .
del mundo , £ue recibido el Ánte-Christo como si fuera
el Mesías.
Noqnieroialsrgafimeiauts. Solo; diré .dos breves ob- .
} { Da ser-
28
servaciones. Sanuniricoj Rey ¿e Egipto , dio k vabjgitác<^
día á los extraogeros , y por esta defensa se le revela-
roa d<)scicmos. aiil de los sayos con tal obstinacloo^
que nunca los pudo reducir á su obediencia. ¿Pues
que mayor ventura para un hombre como éste ^ que
haber hecho el mismo agravió á la nación ,mas gloriosa,
y que nadie le s^ifique d disgusto ? Siendo Periandro
Qucstor de Atenas ^que era el mayor Magistrado de^la
República j solo porque se descuidó en el abasto de la
ciudad y y en repartir el trigo con parsimonia , murió ape-
dreado del pueblo;^ 2 pues que mayor dicha que la de D.
Juan, que habuéiidolo encarecido como logrero , no se le*
yanten cpotra-el haau las mismas piedras de Madrid ?
. Yo era de contrario parecer , dixo el Dtsprecio^ pero
ahora digo ^ que reformo mi voto , y solo pretendo de-
cir , que Don Juan es infeliz en quanto anuncia las des*
gracias de lá Monarquía, La fatalidad con que el Per-^
siano Xerxes perdió en Greciai aquel formidable exér-
cito , y luego el rey no y la vida, lo pronosticó el
prodigio de que una yegua parió una liebre , y una
muía parió un engrendro de tan dudosa naturaleza^
que no acertaron á ponerle ' nombre : ¿ pues que co*
sa buena puede significarnos el ver que la yegiía át
Ramiro de Guzman parió esta liebre^ y la müla Cal*
derona abortó este Bionstruo de natural tan extraño ?
Los monstruos siempre fueron temidos como presagios
de malos sucesos $ y si este lo es y ha sido , atienda á lo
<|ue dice Alejandro de Alcxandro» Los antiguos tuvie-
ren por varones aventajados ^ y de suma prudencia, á los
hijos de Júpiter , deCaco y Minos \ á los hijos de Ncp-
tuno los tuvieron por valientes y feroces como los Ci-
clopes y Lcstrigenes > pero á los hijos de la tierra coma
Kcio y AnieOi, los temieron coma mignstiuos^y y los des-
pre-
X9
preclaion xómo' Tiles. Miren ahora , que cosa buena pue-
de pronosticar un hijo de. la tierra coú mas verdores y
Aas engceido que el puerco.
i Ay de mi » añadió el Temar , que veo repetidas
tas señales de que los rey nos suelen arruinarse I En el
Asia tenian ciertas mutaciones t:elestes , por avisos se->
guros de sus desgradas. No hay cometas' mas funestos
que unas transformaciones tan impropias como las que
vemos* Levanta el sol asquerosos vapores de los cenaga*
les y y lugares inmundos de la tierrra , los quales agí*
ndos del viento, van subiendo y aligerándose hasta
que se convienen en e lalaciones , y llegando á esta¿ ve<^
cinos á los astros del firmameifto ^ se encienden con la
reflexión de sus rayos , y se visten de aquella triste y
melancólica luz y que intima y anuncia las ruinas de los
Imperios. Y si estos por obstentar entronizada la humil-
dad de sus principios , influyen la perturbación del uni-
verso ; ¿ que mucho que se acongoje W Tgmor , no siendo
menos eficaces estas estrellas fingidas para influir infortu-
nios en el cielo de la República , que en el cielo de la
naturaleza?
Oyendo estos clamores del Temar , quedaron todos
suspensos y y mirándose unos á otros , experaban ver!
que consejó tomaba la Lealtad i y viéndola indecisa,
la preguntó la Deiesperoíton ^ si discurría algún camino
por donde pudiese dar aliento á h Esperanza , que maf
parecía muerta , que dormida según la debilidad con
que respiraba. No se me ofrece otro medio , respondió
la Lealtad , sino es que Carhs se esfuerze á tomar una
valerosa resolución , y que huyendo de lado tan sospe* *
choso 9 y tan sin exemplar en España , resguarde su
rey no con el seguro de aquellos, que nunca pueden
dexar de ser suyos por su Jbionra , por su interés , y su in-
cUnacioo. Mu*
5^ . "^ ^
Muc^has veces ^ la replico la Exferiemiaf suele ser
insuficiente Ja medicina; no por falca de. virtud contca
la enfermedad , sino porque el doliente , ó -no se reduce
i aplicarla , ó quando quiere hacerlo, no hay mano que
se la sirva. La pjrimera cautela de Don Juan para lograr
sus dichas , ha sido viciar el paladar del enfermo , para
que no apetezca la triaca , y prevenir que no haya me^
dícos que le adviertan su peligro , ni boticarios que se^
atrevan á cumplirle la receta. Yo se muy bien lo que ea'
esto ha pasado , y conozco que Carlos vive tan sitiado
de las insidiosas armas de la lisonja , que no hay resquí-^
cío por donde pueda socorrerle la verdad, o que solo ha
de oír |o que Don Juan quisiere que entienda. En el cer.
lebre Imperio del Galayo habla un primer Ministro que
se llamaba Achocao , que anhelaba á despojar al Empe-
rador , y tomar para sí el cetro, y discurriendo que el
engañarle era el mejor medio de destruirle , usó de. esta
ingeniosa traza para cerrar de todo punto la puerta al
desengaño. Presentóle un ciervo , diciendole que eca un
caballo muy generoso. Rióse el Emperador , y advir*
riéndole que era ciervo, y porfiando Achocao que no
era sino caballo, como el decía, se lo preguntó el Em-
perador á los circunstantes. Unos , por no falcar á la ver-:
dad , dixerQQ claramente que, era ciervo : otros , poc
miedo se encogieron de hodibros , diciendo que no sa*.
bian lo que era 5 y otros , por lisonja del primer Minis-
tro contcxtaron con el , diclendo.que era caballo j mas
como Achocao tenia ,tódo el poder , á los primeros dio .
muerte , á.los segundos echó de palaciQ , y solo conser-
' vó al lado del Emperador á los lisonjeros , que apoya-
ron su mentira. Con este artificio pudo á su salvo qui-
tarle la vida$ y sin duda alcanzara la corona , si el Cielo
por ptra mano no le hubiera prevenido su castigo. Rje- .
du-
3^
duciéodóse , pues y él estado dé nuestras cosas á lances
tan apretados , no se que pueda haber salida sino^ t$
que la discurra la Desesperación / porque este Aebocddor
de los infiernos , ha tenido muy singular providencia
4lc apartar todos aquellos , que no habian de cooperar á
$as fines.
Tan restado se muestra á este di^bámen i que lo pri-^
mero que hizo fue atropetlar por lo mas sagrado, y lo
4ue por todas leyes divinas y humanas mas le tocat>a á
Cark)S. Bien sabida es la obligación que tiene á su santa
-y afligida madre la augustísima Reyna Mariana 5 y coa
todo, hemos visto que Don Juan la ha separado de su
lado coo desconsuelo de la madre, y con sentimiento del
faija A una señora de Lacedemonia llamada Lampidd la
celebraron los antiguos , según dice Plinio , como á la
Fénix del mundo , por tínica en la felicidad de su noble-^
za I alegando por razón el que fue hija de un Rey , es^
posa de otro , y madre de otro JR^ey 5 ¿ pues cóísio M
puede sufrir , que un hijo de la mentira , y hermano de
la culpa, haya ajado una nieta de tantos Emperadores y
Reyes , hija de u{i^mperador , hermana de dos Empe^^
radores, madre de una Emperatriz, esposa del mayot
Monarca , y madt.e de tañaran Rey. La enormidad de
tao grande ati'cvimie'nto, ha provocado á los Cielos para
que castiguen á los que lo consienten y permiten , con
ús pestes tan continuas , y con los malos sucesos de los
ex<frcitos. El Rey Don Juan , primero de Castilla , ha*
hiendo entrado en Portugal , llamado de la ^ieñoraRey-
na Doña Leonor ^ á quien tocaba la gobernación ^ácí
leyno, y habiéndose ella obligado cediendo la' gobernad
clon en ¿1 , y tratándole como á hijo , mas que como i-
yerno , solo por unos chismes de lisonjeros mal In-^
tencionados , y sin el parecer de los m^s sabios y prii--'
den*
3»
dentes Consejeros , que \t afearon la acción , ía envió
presa al Convento, de Tordesillass pero dándose Dios
j)or ofendido de, tal violencia contra la Reyna-i poco an-
tes Gobernadora , al punto le trocó la fortuna , dióle pes»
le en el ex^rcíto , y tan malos sucesos como hasta ahora
lloran los Castellanos , y cantan los Portugueses. . £1
templar ,es tan claró , que no necesita de mas aplica-
^|on , ,que volver los ojos á tantas, desdichas de {>estcs^
hambres y perdidas , qu^ empezaron á sentirse desde el
punto que se comenzó tan grande desacato contra la ma«
gestad de la Rey na nuestra señora.
Aquí prorrumpió la Desesperación diciendo. | Quieta
habla de hacer eso sino Don Juan ? £1 desterró á It
Rey na: el les ha quitado U comunicación de tan <iztiñor
sa y natural confianza, £1 Rey Filipo de Macedonia
traía guerra con los Atenienses , y habiendo estos inter*
ceptado las cartas q(ie escribía á la Rey na Olimpias s\x
muger i.tto obstante que les hacia toda hostilidad , las
remitieron inta^Us» por no violar los secretos del matri*
monioy y las sagradas leyes del tálamo conyugal. ¿Pues
quien es este que estorba*^ los recaudos de la madre al hi-
jo, y j^egistra las cartas que di¿^a el amor materno 9. ace-
chando las ifitencipnes' del alma, y que eatremetiendosfi
en los archivos del pedio , escudriña los^ sagrados; colo^
qulos de la Reyna con el Rey » que como le trajo ea
sus entrañas , le abrigó por nueve meses cerca de los se«
creto^ del corazón?
Ahora pues I señora Lealtad ^ vmd. se aconseje con la
B^perienfUx y previniendo los riesgos que con tanto fuut
damento le propone el Temor , ttace^de corregir la necia
Qpnñanza del Desprecio 9 y no pisrmita que acabe de mo*
xitse la Esperanzas porque si el remedio se fía de los con*
sejjpsde la Desesperación t yo primero lo he de executar^
que
I . V •/
33
tpc lo llegue i decir j y s! lo executo advierta ^ que ten-
go muy jpesada la mano.
' Dixo estas últimas cláusulas con tales voces , que á .
ellas dispertó la Esperanza y y levantando un poco la ca«
beza^ con la mano en la mejilla, habiendo dado un sus-.
plcOi comentó á hablar de esta suerte : ¡ Ah, que mara-
villoso sueño noie robaba los sentidos el tiempo que vues-
tros discursos me tuvieron desmayada! Vi, que volando
la fama á Toledo , informaba á la piadosa Rey na Doñz
Mariana , del gran riesgo en que estaba su hijo que-
rido , y que movida del cariño , y impelida de su zer
k) , con el mismo denuedo que el AguUa Real acome-
te al rustico cazador que aprisionó los pollos de su ni-
do , parte á socorrer con sus clamores y lagrimas i
quien no habla podido Kbrar con sus consejos. Corrió
la voz de que la santa Reyna iba peregrinando á Ma.
drid. Unos decían que iba á informarse de la boda del
Bxy su hijo ; otros , que iba á darle el parabién $ otros^
que iba á participarle grandes secretos > y los mas
decian , que viéndose tan pobre y mal asistida de me.
dios , iba á pedir limosna á Don Juan para sustentar
su casa. £1 crédito de su virtud , la veneración de sq,
persona , y lo bien quisto de su piedad conmovió
á todos á compasión al ver tan soberana Magcstad
reducida á tal extremo , y se despoblaron los lu^a«
ces para acompañarla. Iba el camino que parecía una
devota procesión de nuestra señora de la Soledad.
Aún no habia salido la Reyna de Gecafe , quando
la gente llegaba al Puente Segobiano ; y. como salió
por ella , se admiraron de que fuese por allí la en-
trada» Alborotóse la Corte , turbóse el palacio , y
estando el Rey indeciso , salió una voz del Pueblo
€[ue le decía: mirad señor, que Dlós. promete que
•' tom.XL E por
34 , . . ,
por lardos años guardara al hijo que 'honrare ásiiai
padres. Pues honrad á vuestra madre j para que Dios
ús guarde largos años. Mirad , señor , que el íque
otra cosa o> aconseja no os desea larga vida. Así
lograreis , señor y consolar á vuestros leales vasa-
llos. Enternecido el Rey , y persuadido / salió ^ re-
cibir á su madre ; besóla la mano , y habiendo prece-^
dido muy tiernas demostraciones de lagrimas de gon
zo j clamores de aplauso , y abrazos de cariño , se
encaminaron al Retiro , mientras Don Juan salió por
la puerta falsa de palacio , y acompañado de los. de
su casa , que fueron no pocos » aunque muchos le
faltaron , enderezó ázia Consuegra s pero oyendo allí
decir que se trataba de tomarle residencia de lo pasa-^
do , juntó lo mas que pudo de sus tesoros , y pre«
tendióse acoger al Escurial ; mas habiéndole cerrado
las puertas por justos juicios de Dios , tomó el car-
mino de Portugal , y guiado de gitanos por las sen*
das. que ellos usan , llegó á aquel reyno,^ donde ai
principio fue bien recibido por la novedad , aunque
no pudo parecerles mucha á ios Portugueses ver fu-
gitivo á Don Juan. Alentáronle con grandes prome-
sas y y agasajáronle mucho mientras tuvo que gastar*
Desde allí disparó papelones y manifiestos de que se
hacia poco caso > y quando pensaba que tenia las co*
sas dispuestas para una guerra , se alborotó el pueblo
de Lisboa , gritando que no era bien perturbar la
paz de los dos reynos por un filio de sua may. Pa-
ra aquietar el tumulto » le intimaron orden de qué
saliese del rey no. Pasóse al África : llegó á la Cor*
te de Fez , donde como desde lejos me pareció que
le veía con turbante. Allí . desapareció , y no le vol«
yí á ver mas. Unos decun.que se. habla ido á Cons-
tan-
3J
tantinopía; otros que á la tiertá santa i otros que
; á : hacer penitencia al desierto i y otros que h^-
bia muerto arrepentido confesando sus culpas. La
verdad se este en su lugar , que en este punto yo
no puedo decir nada de cierto. Acabó la Esperan-'
za con su sueño y y por ser tarde so despidieron
ios de la Academia í y quedaron citados para otro
día.
|; . . •
» f
• 4 . . tf «
£2
ABU-
ABUSOS
QUE SÉ COMETEN
ft ^
EN EL MANEJO Y DIRECCIÓN
jyE TODAS LAS RENTAS REALES.
UNIVERSALES REMEDIOS PARA QUE LOGRE SL ERARIO
LOS BENEFICIOS QUE HOY LE FALTAN^ T LA MONARQUÍA
ESPAÑOLA TODA LA GLORIA Y EXPLENDOR
QUE MERECE.
NOTA DEL EDITOR.
L
as notictas j que ofrece el presente escrito sobre el
lastimoso estado en que se hallaban las rentas Reales
quando se formón y por consiguiente los vasaUoSp mani^
ñestan que todo fue cfe£to de las continuas y sangrien*
tas guerras , que mantuvo el señor Rey Don Felipe V.%
para asegurar sus legítimos derechos al trono Español^
tan pretendidos , como tenazmente disputados por la ca-
sa de Austria. Hecha la paz general y empezó España á
recobrar sus cansados alientos , y en tanto que lo con*
seguía, le fue preciso sujetarse alo que introduxo la
antbicion extrangera , y disimuló la propia h pero luego
que respiró con todas sus fuerzas > hizo desaparecer aque^
lia opresión de sus dominios.
No podemos penetrar Jas razones en que se fundan
los que atribuyen esta obra á Don,Agu5tin Riol, por-
que sobre ser )^as materias que trata , tan agenas y diíe-
^37
rentes de la profesión de este autor , consta , qde toda
su vida la empleó en examinar y perfeccioLoax ios mayp-
res archivos del rey no > en responder á varias consultas
que le hizo el señor Rey Don Felipe V.^, y en recoger,
y ordenar papeles antiguos sumamente interesantes al
Real Patronato , á sus regabas , y ai bien común de
los vasallos.
Que sea de Don Joaquín de Aguirre , Contador ge-
neral de la Renta de Plomos ^ como otros quieren ^ es
mas verosímil. Este caballero fue bien conocido en el or-
be literario : tuvo conocimiento prádico de todas las
semas Reales ^ y formó varios escritos sobre la mayor
parte de sus ramos ; cuyas razones ofrecen otros furuia>-
mentos que faltan á Riol y para reputarle por : autor de
esta obra.
Lo cierto es , que contemfJamos muy útil su inv-
presionv pues no solo instruye en lo que pasó| sino que
tal vez alguno délos remedios que señala , podrán tetaex
lugar en lo presente , por no haberse entonces jusado:, ij^
resultar de su prá&ica algún beneficio al Rey y al Esta-
do I que es el único objeto que nos propusimos para es«:
tablecer nuestro Periódico.
jfjL migo y sefior : en fuerte empeño me constituyen
las vivas expresiones de la confianza que me manifiesta
vmdr en su carta de a de este^ estrechándome á que con
la ingenuidad , sinceridad y claridad que acostumbro,-
le explique lo que tengo comprehendido del gobierno y
manejo que ha tenido y tiene el Real erario , sus defec"
tos y y el remedio de ellos , reduciéndolos á un pron-
tuario que le pueda servir de gobierno. Y aunque pu-
diera escusarme > ya por mi triste constitución ^ y ya
por
38 .
por haber entregado todos mis libros , obras y papeles;
procurare hacer memoria de los puntos mas eseucialcs
^ara manifescat á vmd. los deseos, de mi verdadero re-
conocimiento k los favores que siempre le he mere*
xido.
V 1 Figure vmd. el Real erario como á un campo es*^
pacioso de una numerosa porción de aranzadas de viña
-de distintos géneros , llenas de' malezas , agotadas de
una plaga de gorriones, y entregadas á una multitud
de capataces , mayorales , y faftores de quatro adminis-
tradores , que quizás entraron á serlo con: la barba ca-
nai y á esrudiar teóricamente su . mecanismo ; y llame
vmd. su atención á 1q que estos puedan hacer^ liados j
desa:utoriza4os , sXo poder aplicar .por. sí aquellas provL»
dencias que les di&a su deseo ^ por estar reducidos á
Alcaldes pedáneos , y hallará d mayor desengaño > pe«
ro para que se verifique esta proposición , iré explican*
do pjr partes todo lo que tengo visco y tocado sobre los
tres £>uutos que ymd. me ha prevenido^
guanas.
a Considero por el primer ramo del erario i las
Aduanas, derechos.de Almojarifazgo , y diezmos de
puercos secos , que se embeben hoy en el título ó nom*
bre de Rentas generales , y siendo estas el timón de
. la opulencia 6 ruina del £srado y no puede tener su go-
biernj otra similitudí que laque nos cuentan de la Tor-
re de Babel , en cuyo. estado ha puesto á esta Monar-
quía la falta de jusüctai la avaricia y la ignorancia; y
para su comprobación no tiene vmd. mas que volver los
ojos al siglo pasado y en que se le encrcgó la joya de la
Monarquía á Juan Francisco Eminente , el que por ne-
cesidad estableció en los puel^los de Andalucía U baxa
de
de los dere¿hosrde piedc fardo ^ y quana de tibia ; ^ue
quiere decir ^ que la mitad (por exemplo) de diez fardos^
DO adeude ningún derecho , y del que se sacaba de los
cinco que quedaban , se rebajase una quarta parte.
^ 3 Ignoro ^ pero void. se podrá acercar á saber Izi
razones y fundamentos que ha habido para i que «n niiW
guno de quantos tratados se lian hecho enere esta coro^
lYa Y los dexnas Fiincipes de Europa ^ se haya conveni«>
do , ni acordado en alguno de los artículos la igualdad
recíproca coa que se debían tratar los. vasallos y y co-^
brarles los derechos que. adeudasen, en las. Aduanas $ áa
diferenciai algxina. dennos á otros ,^ dando por la áes^
igualdad que seeiperimenta, lugar á que: las demás na*
ciones tengan y traten á los Españoles como á Indios
de U Europa.. .
. 4 Tampoco he podido alcanzar, por que un Rey de
España, no haya podido lograr lo que el de Portugal, i
Dinamarca y Soecia.,. y todos los demás :. que es , que la
amistad sea para hacer los vasallos de ambas partes el
comercio de sus frutos y géneros , sin los desordenes de
las diferencias con que se nos ha. t raudos y trata ^^ en.
cuya priieba. se debe reflexionar siempre- -
-; f ¿Que razoa .puede haber' para queden* todos los
f cacados» y convenciones que ha habido,, se les haya.
acordado i los extrangeros el que no se* ha de hacer noi-
vedad en la.práAica de tantos desordenes como seintro^
duxecon,. y establedei^oa en tiempo de Carlos. IL^ ^ y^
no contentos' con: las declamaciones ,aotecedanesV seles
acordase últimamente: en ei congreso de Aquisgram , se
debia tener por ley inviolable la baxa de pie de fardo,
y á: mayor abundamiento que en lo sucesivo se debe^
lian valuar loa generas por las tarifas del siglo pasado?
Nótese ahora la diferencia de los que venían entonces á
lús que vienen ahora. . > . ^ .
4<^ . . _ -
6 \ dvié razón pue<|e Eaber pata que los Ingleses
se valiiesen de su propia aatorldad , para qae nuestros
frutos y géneros no se admitan en sus puertos^ cooio
sean ilevadosen embarcaciones de vandera y tripuiacion
Española ? Como, sucedía con los vinos de Canarias ^ so-
bré que jse hicieron algunos nucios sin algún cicQio , y
nada comprueba mas |. que lo que aconteció poco, liá con
una embarcación nuestra cargada de cacao ^ que la hu*
hieran dado por descaminada ^ á no haber sido por la
•stacioQ en que se hallaban , y las diligencias eficaces de
nuestro Ministró adual en Londres*
. - .7 '^Quf' razón puede haber paca^ que en los. puertos
de Francia se. estableciesen unos derechos crecidísimos,
con particularidad sobre nuestros géneros de lana , para
prohibir su introducción como lo consiguieron I ¿ Y pa*
ca imponer; sobre nosotros il derecho escandaloso , que
llaman Capoirichaa? ¿Y para seaalar puertos y aduanas
precisas , para por este medid embarazarnos el que por
nosotros- se haga ningún comercio ?
8 i Que razón hay para que á dos leguas y mas de
las cpstas xle Francia se registren nuestras.embarcaciones^
y llevando fruto o genero de contrabando se declare poc^
descaminado. , castrando por sus leyes á nuestras vasa-
llos., lo que se puede ver en los oficios quexn su tiem-'
po hizo el Marques de Santa Cruz i y nosotros dentro
de 'nuestros propios puertos no podamos registrar en
ocho días (exclusos los festivos) , aunque vengan car4
gados hasu los topes de puros géneros de contraía
bando.
9 I Que razón hay para que los Cónsules en nues^
tros puertos se hayan querido alzar con el carader de
Ministros de sus Potencias , y que no debiendo residir
masxie.un aoo , se les disiomle el que existan en núes*
tros puertos anos y auoS| comprando biene$^ y haciendo
^f
41
el comercio pasivo de ía J^€Ov!nc!á , y ¡áe io interior del
xeyno? .^ . . ?
10 ¿Qué imporu que naestro&^JOUedores y Adini-
oistradores se maten con continuadas representaciones y
recursos, si no son atendidos?
1 1 Para el remedio de nuestro infeliz, estado po( lo
que se deduce de ios capítulos antecedentes (que si se es*
carbasCy se tiallarian otros ipjfinitos) ^ es iadispensable el
que se busque ocasión de informar á S. M. .del estadq
aduai del gobierno , y prádica de las Aduanas , y que
BO hay otro camino que el que haga publicar una de*
daracion , i imitación de la que his») en París el Marr
ques de Castelar, anulando yjderogando todps Ips tratv
dos , y convenciones hechas hasta aquel día en razoijL
de los derechos de Aduanas , y sus incidencias p para
cuya resulta se deberán tener presentes los artículos si-
guientes: .
1 2 Que los mismos derechos que tos frutos y géne-
ros que introducen las naciones extrangeras en nuestros
puertos ^ deban pagar los Españoles en los suyos ^ de los
géneros y frutos que llevasen.
13 Que si en alguno de ellos se estableciesen nue-
vas gavelas 1 ú obvenciones que deban pagar los Españo-
les, los mismos hayan de pag^r ios eztrangeros en nues-
tros puertos.
14 Que en la misma forma que admitiesen los ex*
.trangeros en sus puertos á ios Españoles , que fueren i
ellos con patentes, vandera nuestra, frutps y géneros de
España , ^í se les ha de admitir , y tratar con igualdad
recíproca en nuestros puertos á los extráhgeros.
1 $ Estos artículos miran á una igualdad omnímoda,
con lo que se saldrá de inmensidad de recursos , y oficios
de EmbaxadoreSi pleytos y disgustos que, ocasionan sus
negociaciones , aprovechándose de Jos tiempos. ...
Tom.Xl. E ' Quan-
4'^ . . .
i6 Qúaiidc^s^ igaaikUd '■ nd se patiiera conseguir^
tengo por precisa c indispensable la abolición absola»
tkd^'todos^ losdei^itenbs introducidos en las Aduanas
y puertos hasta .este día ^ y que así como debieran pa<^
gar 3 3 por i oo , por los derechos de Almojarifazgos^
y 1 5 por los de puercos seco$ , se igoaleú y arreglen de
niodo, que reduciendo los ^aunque sea á -8 por loo) , se
logre d^errar la confusión' , y turbulencia de las Adua*
tías, y otras muchas ventajas a beneficio del erario y cao^
sa pública.
1 7 También $erá con venieniíe , que los Gobernado^
íes de los puertos no puedan ser conservadores de las o^^
xiones I porque siendo al mismo tiempo Subdelegados de
rentáis y es natural que quien á do$ amos sirve, asista mC'^
jor al que le gratifica.
1 8 Finalmente no se qa¿ razón haya , para que en
la Aduana de Cádiz desde el tiempo del Ministerio de
Alberoni , que se estableció el cobrar por todos los gé-
neros que salen para las Indias el derecho de seis reales
de plata , y el dos por cada palmo cúbico que tuviese el
fardo y se cobre tanto por el palmo de encages fi*
nos I tiolandá , batistas , rcloxes guarnecidos iie pedre-
ría , ó sin ella , tisúes , y demás géneros especiales^
guante por el paño pardo , y demás géneros ordinarios
de esta Monarquía , siendo así que no hay convención,
tratado , ley, ni otro motivo que el dt fomentar con cié*
ga pasión el comercio de la nación extrangera ^ y para
su enmienda , y el fomento de nuestras manufa¿lu«*
Tas pudkra mandar S. M. sin tropiezo alguno , que los
géneros extrangeros que salieren de la Aduana de
Cádiz sean valuados^por su intrínseco valor , y el que
4os quisiere embarcar pague al respeto de 3 3^ por 100^
.sea en dinero, ó en la misma especie , según y confor^
me consta d|t: la ley de la recopilación , desde el tiempo
del
4?
éd BLey f etipe H.^ ¥ por lo ^ue miri i los g<¿nc|-os £$«
pañoles upa quarta^parte de. cIlo& . » . i
;. ip Hasta ahora se haq gobernado las rentas Gene-^
rales por les Ministros de Hacienda , ayudados de tres.
DireáoreSy coma Alcaldea pedáneos > sia. teiier presente
quexueipo de mudbi^ cabezas c^ 'inanscruQi y sería^may :
acertado se encalcase á un sq1o:Dís¿¿)x>( > autocizándolo)
en todo lo posible , y que sus; recursos fao^ea en derecha-^
{a al Soberano por mano de su Ministro de Haciendad;
para lo qual ( ya que quizas no hay práctico de quien
echar roano) conveodria se buscase un hombre de buena;
edad> que hubiese.corcido algunas .caravanas^ oBanlfos**!
«adp su amor aL servicio xtol fiuey y. de la. patria » fticser
muy aplicado y trabajador, para ir enderezando jcntucr y
tos , que irla tocando con ia experiencia*
20 Que asimisaia.se buscasen unos Administrado*^
ees Generales , qu^ isáitaseo á su DiieAor ^^exijioguiendiab
much» Aduanas y AxLuaniUas ^ yjsqudaridoi iaSí{>riiicipAí
les pordóüde debiera hacecsse £l coiiieficia. ./ c í; o
2 1 Que se prohibiese absolutamente la práctica es*
candalosa ^ de que el pobre Español en su propio país so
vea ' precisado ^ romo s^cede y i valerse de algún nacional
para poder comerciar de un puertoi otro ,. los frutos yi
géneros nuestros i porque en quantos lleva y descai;ga^
debe pagar los derechos , de los que está libre todo ex««
trangero con una vez que haya pagado.
2 2 Hagámonos cargo de la constitución . de este sU
glo, y qUelauíeceskiad. habrá obligado á sufrit., disl^
mular y aguantar la carga de las naciones que hemos ile^
vado } pero lo que no se puede tolerar con paciencia csi
que nuestros patricios hayan vivida , y vivan empeña*^
dos , y dedicados á favor de los intereses ágenos , y si
tscoscquierp remediar siguiendo la práftica que se ha
^ arraigado de que todo se remita , se entregue » 6 cónsul?
' * F 2 te
44 , .
te con Juristas en asuntos de ¿onierdo y erario ^ teifcio
nos quedemos de peor condición , á causa de que la ex-
periencia nos ha ensenado , que la ignorancia tropieza á
c«ula paso con inconvenientes donde nos los tuy , y con-
fiínde lo posible con lo impos|lble ^ por lo que no sabea
ss^lir delicamioo tisiUado ,. por oías que conozcan que d
qtie han UeviadQ , y llevan en asunto de intereses patiri*»
ciDs, es errado ^peligroso y torcido , y* viven empeñados
caí buscar 4ifu:ultades sin alguna aplicación á allanarlas^
y así es necesario que vmd. se aparte de ellos en mato»
lias de gobierno , e incidencia del erarios porque no tie^*
nen tibMs donde se trate decl con sólidos fundamentos»
xü sehan dedicado al práctico conocimiento , sin el qual
ytven reducidos^al eco;
23 £1 oñcio de Contador no se ha sabido , ni se sa-
be lo que es I sino por aquellos que lo han sido, y aprenr
dieron saprádica desde los principios , y lo mucho jquc
importa alí^raxio es V que sean mozos instruidos , aplica-
dos y traba jadorá , lo que no es para los hombres can-
sados h y siendo el timón de la embarcación el que ma-
neja j es preciso se haga buena elección , como la de sus
oficiales j que se les de estimación , y se les dote de ma-
icera y que puedan vivir con la decencia correspondienf-
le^ para que no "se dediquen i los muchos arbitrios
que tienen ^ pero que así los Admlstradorcs y Contador
res , sus Oficiales , como los Visitadores y Cabos de
resguardos, sean precisamente personas de representación
de hidalgos 1 con aprobación del Fiscal de la Dirección^
ftorque hay inmensidad de pobres de ellos , y se líber-
latá á la República de nmchos zangaños , y perjudicial
les á la ella , y al erario. Y que todos los Guardas y Es-
tanqueros de sal /tabaco y otros, hayan servido precisa-
mente por ocho años en la tropa , con lo que tendrá el
soberano sobrados que le sirvan*
$jran
45
: 14 ^^° cttidadQ es riecesatío para la eleccloa de
Contador General die este ramo , por ser el timón de go^
fakrno general , que en el se trata ; en cay^ oficina es in»
dispensable haya sugetos hábiles, y que hubiesen esta^
do en algiuas de las oficinas de las Aduanas » y quando
no los Imbiese » se ks envíe por un par de años con rc^
tención y y ascenso ¿ sus compañeros. • ¿
15 A está oficina.se le deben pedir las copias certl»
ücadas de los privilegios , con que están disfrutando y^^
lias comunidades, y familias particulares algunas rega-^
lias y ya por donación , ya por venta , ya por empeño, ó
ya por otros motivos, donde se hallarán los jperjuicios que
leáultan contra el erario , y el público.
26 Si en esta oficina no se hallasen las noticias , y.
(documentos de los que en cada Aduana de las de la co*
corona de Castilla y Aragón disfrutan derecho ó penr
siones I se puede pedir á las Contadurías de las propias
Aduanas remitan á la Dirección General los documen-
tos originales , en cuya virtud disfrutan los beneficios
acordados por S. M«
27 Todos estos instrumefitos se deberán pasar al
fiscal de la Dirección , con facultad de que pidiese el do/»
ipunento qnc le faltase , y después de ex&minada bien
cada gracia , expusiese su didámen , con el qual se pudie-
se tomar la justa providencia, en que á buen seguro nada
perderá el real erario.
28 Seria de muy particular servicio se trabs^ase ep
el modo de apartar de este ramo todas las. cargas que
flobre si tiene, porque hay graves inconvenientes., en que
tiingun particular tenga acción ó derecho sobre qua-
lesquiera ramos del erario , y á lo menos se pagase por
la Tesorería mayor.
. 29 Las V<ú;tas de las Aduanas deben ser de los que
hayan ^o mercaderes , par;i que tengan conocimientp
de
4«
de los géneros que se introducen , y no de sag^tos que
van i aprender el oficio ( como tal vez sucede ) dentro
de la propia AUuana , en cuyo caso quien le padece^ es
el erario. ^
30 Para hi cuenta y razón de las Aduanas será bieti \
el que se disponga una ordenanza , ó instrucción gene<
ral (que puede ser. no se encuentre , sino alguna muyi
articular y diminuta), con prevención de que sus capí-
tulos no se deroguen , ni taladren sin real orden , y si
se hallare motivo justo de replicarla , se haga por ^ tres
veces > y la última decisión se una con la precia, qídí
denanza* ..... ^
3 1 Que antes de formarla se tomen qociciastde los
que se considerasen capazes y pr adieos , y sie a^ada
que de cinco en cinco años se muden interpolados loi»
Administradores , Contadores y Vistas » paraxiue no so
famillarizen con las casas extrangeras, y quapdo 9 algtt«(
no se llame á la Corte , venga bien instruido. . ^
3a Quede eres en tres anos se destaquen dos Ofi**
ciales con sus escribientes de los de la Contaduría Gene^*
ral, para que visiten las Aduanas todas , especulen si las
reglas de su prádica son conformes á las instrucciones^
y órdenes generales, con lo demás concerniente al asua#
to , y den cuenta á su regreso al Direftor y Contadoi
general.
33 Se necelita con precisión la reforma de va<ío|
sueldos, gastos y empleos superflaos, en que nada perde**
ti el erario , y que st haga un fíxo establecimiento para
que no haya voluntarias alteraciones.
34 Que en las Aduanas haya asiento formal del
vatot entero de los frutos , y géneros que cada nación
nos introduce, del derecho que les corresponde , y del
que se entregase en la Tesorería , prohibiendo absi^luta-
mente toda gracia , y la de la espera del Importe de; lo
que
47.
qne se ilebe s&tlsfiícer ^ porque no parece jiísto que no«
sotros seamos agentes del fomento ^ y alivio de su comer*
do, como ha sucedido hasta ahora.
3 5 Que igualmente se lleve asiento formal de ios-
frutos y géneros que cada nación entregue en núes*
ttós puertos , de su valor y derecho que satis£iciesen^
en lo que cabe alguna gracia ^ y espera baxo de sép
guridad. j
. 35 De este modo se sabrá lo que cada nación d¡$-H
fruu á esta Monarquía ; como el beneficio que se saca^
io que hasta ahora se ha ignorado , y se ignora , siendo
así que es el único preliminar para el cuidado que se de^
be tener de nuestra gobierno*
37 Que en las cuentas que se presentaren de las
Aduanas , se compruebe el cargo de lo que se introduce
en cada navio, como ia data, y no se dexe al arbitrio do
los Administradores y Contadores de las Aduanas ia jus*i
tificacion del cargo , como ahora sucede»
38 Las causas de Aduanas , y de todos géneros de
fraudes y contrabandos , convendría mucho se determi"*
sasen en la Junta del tabaco, donde no hay obvenciones,
asistiendo a ella el Dire¿^or General ^ como ya en otra
ocasión se mandó. ;
3^ Que igualmenre se lleve oslsnio formal, de la
frutos y géneros que cada nación introduce j y parece
no pudiera haber inconveniente en que al Contador ge-
neral de Aduana,se pidiese una certificación de lo que de
Veinte y cinco años á esta parte se ha entregado por su
Tesorería en dinero- pata compras , y otras cos^^ por si
conviniese averiguar su paradero*
40 Asimismo de si se hubiere entregado algo poi:
transacciones y ventas: e igualmente los alcances que ha*
hieren re&ultado , y su estado , no siendo de menos coor
si-
4«
sideración el Importe de la remisión de Íos derechos de
qualcsquiera géneros embarcados.
Lanát.
•
, I El ramo de Lanas , hijuela quasi precisa de las
Aduanas , es de bastante consideración , y se administra
con total independencia de ellas , cuyos salarios y gastos
ascienden sobrado , y se pudieran ahorrar todos con la
agregación á la dirección de Aduanas , administrándola,
con los propios dependientes de ellas, que no puede ha«!
ber otro inconveniente que el de la displicencia de los
cortesanos > que acomodan á sus ahijados á costa del
erario*
2 Al Contador de este ramo se le debe pedir una'
certificación de su valor entero , desde que empezó á
adminbtrarse hasta el dia de hoy , sus costas , salarios
y gastos , su liquido , lo entregado en la Tesorería mar
yor, y ias resultas, con la declaración de si hubiese algu-
nas partidas entregadas para otros fines, por si conviniese
saber su paradero.
3 Asimismo se le debe pedir otra certificación de si
tiene algunas cargas fuera de Juros , y nada perderla el
erario en dexar limpio este ramo»
AUmrantaggo.
I Establecióse el Almirantazgo en todos los puer-«
tos de E^na , y se agregó después al erarlo real , ad<-
ministrándole por Aduanas , y parece no puede haber
inconveniente en que se averiguase su produfto desde el
origen que tuvo hasta ahora , como la conversión y pa«
radero. .
49
E^tra€sion de Mmedéu
1 Por leyes de estos rey nos se prohibe absoluta^
mente la extracción de la moneda , y no liabiendo me**
dio de evitarla en Cádiz , adonde vienen los tesoros de
Amenca , se estableció abrir la puerta de la extracción
por medio de an tres por ciento ; pero sin aquella forma**
lidad que corresponde á semejantes asuntos.
2 Si los caudales de Indias vinieran en barras ^ se
introduxeran en el centro del país ^ se fabricara la mone-
da, y se entregara á los dueños con puntualidad ^ á mas
de las utilidades que produxera á los comisionistas y,
conductores , se evitaría la extracción fraudulentas pera
es necesario se cuide en España del fomento y alivio del
comerciante extrangero , y por lo pasado parece no sería
fuera de proposito el que se averiguase lo que ha produr
cido el tres por ciento de las extraccionesi su conversión
y paradero , que á lo aienos constaría en la oficina
<ltte corresponde»
Rentes Provinciales^
X AI ranáo de Millones se agregaron otros varios,
como alcabalas , cientos , servicio ordinario , y en todos
hasta catorce , por lo que hoy se llanran Rentas Pro-*
vinciales. Toda la nación ha clamado y clama su desdí^
cha , mientras subsistan estos ramos > porque no solo cm-^
barazan, sino que le prohiben el que pueda hacer el xo-;
m¿rcio a¿livo y pasivo de sus frutos y géneros aun den^
tro del propio reyno. Pero lo que vmd. notará es, que
aunque unos gritan, y otros lloran , no hay alguno que
pueda explicar hasta ahora el pormenor de lo que pa^
dece el rey no ^ sin duda^iocque no hubiéra;qulen.jcreyí^.
'.Tmm.YL G ra
J»
\
x^ lo qie se ha tolerado i y sin embargo siempre que
vmd. lo quiera saber , hallará* quien s.c lo explique, y
bueno es qu: sepa que de seis en seis años se saca una
Bülü por cien escudos Romano^i se dan dos ínll ducados
á cada Camarista , se mantiene un número crecido de
tribunales , ministros y manipulantes á costa de los po-,
bres vasallos, y en una palabra, que cosaque haga mas
daño á la nación , no puede habeiT en el mundo.
2 Para remedio de estos males se acordó establecer
un método de curación peor que el de la enfermedad, á
cuyo ñn se trató de subrrogar las rentas Provinciales eti
el Catastro (mejor se dirá Catástrofe), que despue$ 1&
mudaron en Única Con tribucíoo sin serloc Nada abriólos
ojos á hacer el aprecio correspondiente del proyedo á
los hombres juiciosos , y amantes del BLey , y dala pa^
tria , como saben que sin hacerles algún agrá vio , todos
quantos se eligieron para tratar de un asunto semejante^
fueron unos hombres muy autorizados , nada teóricos,
y menos.prádicos , y se gastaron . muchos milloneS' del
erario en mantener y criar mas de die;^ mil zangano$de
la República , que después han parado la mayor parte,
en pretendientes , .presidios t y en oirás cosas bien re?-
parables.
.3 Sin embargo díspusiei^on uña papeJetía,. quer no
hay vida en un hombre para verla , y m^cho menos pa*
ra enterarse de ellos. No obstante habrá tal qual fan*
tastico que quiera sostener el proyedo, que si.se hlci¿«
ra lo que en tiempos antiguos , exponiéndose á dlguha
pena, no se hallaría alguno, y quahdo vmd. , vea que
sugétos de representación vuelvan á renovar la idea, exa-
mine bien, y vea si son personas que tengan que perder,
ó puedan resarcir los daños , y satisfacer la quiebra del
erario ^ en cuyo caso sería muy propio de. lá. bondad y
justiíiicacioD ;de <S. M« le maudase m cada uno'cle.lp&. tales
; 51
sugetós pakr á una ptovincla , y la establéete»' j y cad-
seguído que fuese, se ie premiase á toda satisíacciom' pe-
ro de lo contrario se le castigase á correspDndetKia de
las resultas , y respefto á que la contribución de rentas
Provinciales fue , y es concedida por los rey nos, sien^re
sería de sentir se les comuiilcasc el- dicho proyedocoa
laa instruccionei y regias de^ü ^cifolccinyicnftó , y que
di mismo tiempo se les aco^mpfafkse con otros de los que
en el reynado pasado se dieron ^ y examinándose por los
individuos de cada ciudad acordasen entre sí, como quo
:són los que han de contribuir ,* y l(^ mas.irTtcres^idos > y
explicasen su di£tamen por escrito / que recogiéndolos
todos se podrié^n exáminaf ^ y elegir par¿i- la determina-
tica lo que 'pareciere mas' conforme al servicio de Dios,
del Rey y de la patria. ^
' • */ .
Corana dé 'Aragm. \
X En el entretanto ño sería ocioso eil* que -se ex&v
minase la prádica de las contribuciones Eleales , equl«-
valentes á las rentas Provinciales de los quatro rey nos
de la corona de Aragón , por ser distinta una de otra, y
con particularidad la del figurado Carástto de Cataluña, '
donde se sabo no hay regla fixa, que ál principio se dis^
puso de una manera , y después ha ido de mal en peor,
y que están sujetos aquellos^ vasallos á las determinacio-
nes justas I ó voluntarlas det Intendente , sin otra apela-^
cion que á Dios , y si se diera á aquella Audiencia la
facultad de cbnocetsus clamores en justicia, se oirían
muchos lamentos , y aconteciendo quasi lo mismo en los
otros tres reynos , solo me queda el consuelo, que teñe*»
mos un Rey justo, pládosa,'^abio y^amante.de iapa^
tria, que oirá y mirará po* toldos. . »> ^
t £q los refynos de- 4a Gorona-de» Aragóníiondif**
G a tin-.
5*
tititos los ramos del erario , sin alguna umfocmtclad en
ellos. Puede ser que en algunos estén mucho mas aliviados
que los Castellanos , y nunca puede perjudicar al erario
( quando no se quiera tocar en la prádíca ) el que se pi-»
da á los Contadores de los quatro xeynos una certifica*
don ^ donde conste el valor entero de cada año de sus
respc£tLvas contribuciones, sus solacios y gastos, io liqui-
do y el paradero del c:aiKÍal i con separada relación de
los fondos entregados ^ otros fines ^ por si conviniese
averiguar su paradero, que es muy posible se encuen«
tren algunas quiebras y atrasos, » de cuyas enteras notl*
cias se carece en las oficinas ^e la Corte ^ y que sean des^
de el año de la conquista basta el dia de hoy. .
j Otra en los mismos términos de cada ramo, de
los que llaman bienes Patrimoniales , coa relación de
los que se hubiesen vendido y enagenado por vida , ó
perpetuamente por don^^cion ^^al^ para que se tenga
presente donde convenga ^ y no se perpetiien las gracias
•ch vida yac que hay muchos exempiares» • . :
AkabaJas.
, z Aunque el ramo.de Alc^b^las $¡gue.u;iide i Mí-;
Uones ó rentas Provinciales ^ siendo la contribiKion *ma$
perjudicial al Estado y ai público y que absolutamente
le impide el comercio aftivo y pasivo , y el que pueda
haber artesanos^ que pasa de quatro siglqs está padecieo^
do la Monarquía su total ruina > como, es de vasta consi«r
deracion » me ha parecido que debo hacer memoria de
este ramo con particulatidad , diciendo que solo el ínte-
res que disfrutan los magnates y por tener mas de la mis-
tad del .rey nQ..en prenda^.delcdinero que dieron ;:por qstff.
derecho (que no hay medía docen^ de pueblos cedidos
ea^tcncipn á lícrUos por dpqaciqa ,^al ) , pudif ra ha-
ce?
^53
cer que subsistiese- sc(r.e|ante contribución , que mas por
el modo que por la substancia grava y reagrava al vasa-
lio de un modo tal , que no se sabe como se ha tolerado,
sin haber reclamado á los piadosos Soberanos que hemos
tenido 5 y lo que mas me ha hecho llamar la atención
es I que la .Real Hacienda tiene dos cargas particulareS|
la una llamada de Juros » y la otra de Alcabalas. La
primera á nadie perjudica , y aún al erario es tolerable,
porque apenas llegará á medio por ciento lo que ha paga«
do de interesi á excepción de una gracia particular, y he
visto empeñados á los que han manejado el erario éu
buscar todos los arbitrios imaginables , para quitar eetos
Juros. La otra carga es de las Alcabalas , porque se fa*
tiga sobrado al vasallo por los magnates $ pero no ha ha«
bido alguno que haya tratado , ni dcdicadose á quitar
esta carga á los pueblos , y agregarla á la corona, que
si el mismo dinero que se ha empleado en los Juros ,^ so
hubiera aplicado á la redención de las Alcabalas de los
pueblos, pocos quedarían baxo del yugo de los que los
afligen , y si de la diferencia del agravio se tratara del
de los Juros con el de Alcabalas, entre quienes supiesen
lo que conviene al Estado, erario Real y vasallos, y ta«
.viesen amor á uno y otro , ninguno se aplicarla á la ex*
tinción de Juros , y sí á la de las Alcabalas.
1 Para tomar conocimiento del perjuicio que se
toca, y -del beneficio que puede producir al erarlo y los
pueblos^ se debería pedir una certificación cop distinción
de Provincias y lugares, de la cantidad en que se empe^
ñaron las Alcabalas de cada uno , y por las diligencias
pradicadas para el Catastro, ó por otras mas seguras, se
podría averiguar lo que produce al año 5 de donde se
comprobarla el tanto por ciento que el dueño de las AU
cabalas percibió por su anticipación , que puede ^er ha-
54 .
ya Lugar , y alguno muy cercano , q\ic produzca áouá%
mente otro tanto como se dio de principal, y baxode
este conocimiento maestral se fuesen extinguiendo las
Alcabalas de los pueblos que conviniese agregar á la
corona. Se debe pedir otra certificación de lo que han
producido las Alcabalas y cientos , que di cuenta de
S. M. se han administrado de algunos años á esta parte,
sus costos y gastos , liquido y Alcabalas.
■
Contaduría de Mltlones y Alcabalas. t,
- 1 La Contaduría general de Millones, y la de Al-
cabalas se conservan mas por razón de estado , que por
utilidad del erario , en cuyo beneficio podria ser con-
veniente se pidiesen así á estas dos Contadurías , co*
moa la separada que hay de rentas Provinciales , las
noticias siguientes :
2 Una certificación que comprehenda desde el dia.
que se emprendieron en administración las rentas Pro-
vinciales hasta el dia de la fecha , Provincia por Provin-*
cia , donde conste el valor entero de cada ramo de lo^
que corren baxo del nombre de rentas Provinciales , sa-
larios y gastos, liquido produdo ^ lo entregado en Teso-
rería mayor , y una relación por menor donde consten
las partidas que completen el produdo. Por esta certifi-
cación constará lo pagado por juros , las quiebras que
haya habido , lo que debiesen los. pueblos, y algunos
otros.
3 Otra certificación de las cuentas que faltan que
evacuar á los dependientes de cada Provincia , cuyo re*
'traso es considerable, de graves inconvenientes y perjui-
cios al erario , y dependientes.
4 • Otra certífícacioo de las Contadurías, > Escriba^*
X nías
oías y demás oficios enagenados por compras ó empeuosi
en que hay un notorio perjuicio^ al erario y al pú-
blico.
' 5 : Una' relación de todos los empleos y sus salarioS|
Provincia por Provincia , por si hubiere que arreglar y
leformar.
6 Otra de las ventas que hubiere de cada ramo de
los que estuviejren enagenados ^ y por que»
7 Otra del paradero de los papeles que correspon^
4an á cada uno de los referidos ramos ,>así en Contadu-
rías, como en Escribanías I y otras qualesquiera partes
para recogerlas;, exámioarjios | archivarlos., y tener nor
tícla de los que faltan.
S Gomo suelen ser muchas las deudas de los pue-
blos enca^ezados-i y se separó la cobranza de ellas coa.
(omisión particular, nunca pe^de^ia . el^i^rjp en pedir
una i;elftci€^ del importe de alcanzes. substraído» de tas;
oficinas correspondientes d$ Iqs ramo$ de rentan Prioyi^-
cíales, lo. que se 'hubiere c^bfado , entregado en la Tcso^
rería ipay or , .y las resultas que. hubieren quedado,: . ,,
* t
I .£1 j!anio de Tercias i que depende de las sant^^s
Iglesias, unas veces^^. ha. a.4mij3istrado9 y otras ha cor«
rido incorporados rentas Provinciales , y no p^rjiídica^^.
ria se pidiese una certificación desu produ¿lo de cada
año, desde que se ei^pezaron a.adininistrar las rentas,
hasta el dia de hoy , sus costos y salarios , y liquido en*
tragado en Tesorería mayor , con la distinción y sepa^
ración de lo que correspondiese á cada Iglesia. ;
*^
*
Ren^
I«
Rtrtta ̀ Sainas.
> I El ramo de las rentas de Salinas regularmente ha
estado en arrendamiento , y hoy se maneja en adminis-
tración : tiene una suma considerable de pensiones á fo-
VqF ^^ ^^ dueños de las ÍSalinas : sus costos y gastos son
crecidos : han padecido y padecen macho lo^ vasallos d¿
tos pueblos cortos por Los repartimientos que se les hace
pitra el consumo preciso de la especie $ por cuyos motí*
Vo& no hay ramo de erario, que necesite di mas cuidado
en la elección del Dijre^or y Contador generat de su
manejo.
• 2; Para no afligir tanto al vasallo pobre, sería preci-
sa establecer estancos > como en la renta del tabaco, y
que no se les obligue á tomar 4a sal : que el precio de el
jioráfKiyor y cneñor se iguálase , paria no dexar ai alani-
pulanteel arbitrio deque la venta de por menor la con-
sidere por mayor : que se fomentasen varias Salinas de
donde-se pueda hacer por mar y por la nack>n el comer-
cio AGdvo de este fruto con los reynos extrangeros ; y
nada perdería el erario en que «e pidiese una certifica*-
cion de este ramo, del valor entero de cada año , costos^
gastos , satatios , pensiones , liquido ,' y ló entregado en
la Tesorería mayor, y una relacioQ de quiebras y alcan-
ces, y su estado*
»
^ RenPds ie Tabácé.
I La renta del Tabaco es <ie la mayor conslderi^
cion , y se gobierna por dos Administradores con facuU
tades y jurisdicción de pocos años á esta parte de Alcal*
des pedáneos , en que no ha ganado cosa el erario.
^ La principal provisión se hace de la Habana por
•t' ' ' sien-
^ . Í7
asiento de la compañía : esta ha haUado. medios de en*-
ganar en grave perjaicio dd ' erario^ lo primero ^ por*
que se ofreció á recbget todo lo bueno de la coseciía , pa»-
ra que ao hubiese excracdon á reyjios extraños , y. lia
traído lo peor ^ dexando extraer lo mejor : sieqdo así qtie
se le diefcoDy y. se ie conciauá eii dar mas jde dos . mUlo-4
nes de reales de'beoeíicio amial, esto es, cumpliendo con
lo pa¿^ado.$ ^to oo cumpliendo , como oo ha cumplido^
sube á mucha consideración.
3 En la fábrica de Sevilla se han gastado treinta mU
llones de reales $ no se .ha dado cuenta de ellos , y se ha
manejado su construcción á toda libertad. . .
4 . Vs^ para dos siglos^ <^ie no . sab¿ el Rey lo que
le cuesta una libra de tabaco labrado^ Regular mente exis^
te el fondo de 15 ó 20 millones de pesos ; hay mas de
200 capataces y ayudantes , i $.00 operarios > .40 y . taun
tos gefvís y oficiaús asalariado; j per^.nlogjunodp^tcMiof
estos da cuenta , ni es responsable al valor de uní aiSkri
se gastan anualmente mas de tres millones de realts, que
se distribuyen al antojo del Superintendente de las fá-
bricas : tiene la Tesorería de la renta abierta, para quan-
to dinero quiera gastar ^ sip^ue se \t pregan té{ el qpor
qu^> til sea responsable á cosa alguna. , : - t
5 Lo de la Habana e^tá remediado fadlmcntie \ cbift
tando en justicia el asiento de la compañía. Establecien-
do la Fadoría de cuenta del R.cy , como se mantuvo por
muchos años , se tendrá á los labradores gustosos como
lo ¿stuviQron , se ahorrarán anualmente m^ch<Ki posos,
se lograrán Iqs mas exquisitas tabacos 5 no se .extraeráa
de la Habana para otros reynos , y vendrán por ellos 4
nuestros estancos.
25 En Ip de las fábricas convendría $e hiciese una
visita , y se inspeccionase y residenciase con íbümalidadi
se estable/^ese gobierno » cu^ota , razón , respoosabiút
YL H dad
5«
4ad con 16 que ie ha refiado i y consta tendría 'át
ncfijcip algunos millones de reales anuales el erarlo , ce-
diepdo á lo menos en el todo de 6 i 9^
7 Son muchos los defeftos del gobierno general de
esta renta , ya por las particulares agregaciones á Adua-
nas, ya.porque no ha habido ^hi hay libertad de admi*
nisirarla.!comosedebe^ ya porqué á sus dependientes
se les ha hecho creer^por las eitpeviencias , les conviene
trabajar , e ingeniarse para adquirir , y por ningún ca^ *
so para merecer , por haberse quitado la estimación con
el premio ^ dándoles los primeros empleos , por benefí*
cios rurales, á contemplación de los^ortos años, ásugetos
que ni: han tenido teórica;, qi menos ptádlca^ por lo que
ha perdido , y pierde muchos millones el erario : siendo
lo mas lastimoso , que en sus 2 id dependientes no seiia«
lien dos de quien ;char. mano para mantener en lo su-
cesivo ^ siquiera en- el estado que hoy , los valores de
la.réúta. • *. « '
Naifes.
"^ j . £1 est^rurp de Náípjís está agregado á las siete renh
tillas , y se debiera- )untár con-ei Tabaco , para que stis
Administradores lo manejasen.
»
Pa^l Stlléáo.
' I » ' <
, X' ^ £1 Papel sellado está en arrendamiento : muchos
son los vasallos que se Han perdido con clr, y se debiera
agregar su Administración á la del Tabaco , que sin al-
guna incomodidad se puede manejar por sus Adminis-
tradores' €<Mi :ahof ro de salarios y gastos , á causa de
que ho hiiy pueblo por pequeño que sea , en donde ét
Rey no tenga dependiente suyo , sin riesgo de p^ídida
95
de caudal , que en mas ác Qoventa mütones de reaie^
que produce el Tabaco , no se 4^íi algúci qucbf anto^ y
ademas se escusaria la ruina de muchos vasallos.
^ffta de Cruzada.
t , «» • • • "^^ » t»
--•' .' *■-••,•. y
1 I^'renkaá&Cnizadasejcedac^al^^ Subsidio \Es«;
cusado y Bulas i regularmente ha estado en 'arrondamieii*<
to I porque ha sido précendida^ póc Ips .muchos goloso^
que ha habido: para elb. - ^ ;
2 Nunca se ^a.admlni$trad& por quien ^ntendiesq
la entidad de este ramo , ni supiese*^ ¿e'u>do/qu¿-. d¿«»
biera tener su gobierno , y el que ha llevado, ha perdido
á muchos vasallos de los pueblosypdr la facultad de ser
obligados á la repartición por cargo concegtl.
'3 Este ramo bien administrado' por quien etítendie-
se el moda que debieca^^ tener su^manejov fWttde'^pcddo^
cit I en particular lo de; Balas! ^ sln^per^ukio^ a|gurioi\de
vasállp'i silguhos millones más de ios que hóy^ieotran dp
los tres, agregándole á la renta del Tabaco , y que los
Administradores lo manejasen, práfticando lo mismo que
con su ramo : y no quieco tocar sobare el Escusado , {K>r«
que es de Eclesiásticos.
Sitios lUaUs.
I
•
Los Sitios Reales de las cercanías de la Corte , y
fiieta dé elta^ se gobiernan y manejan con total indepen-
dencia unos de otros , y nada perdería el erario en que
se autorizase al Contralor de la Casa real , para que to«
mase las cuentas del cargo y data , y. que lo liquido qué
quedase , se entregara en la Tesorería mayor , con pre-
vención de que se hiciese inventario , y abaluo pruden-
cial de lo correspondiente á cada Sitio ,. para que slem^
H a prc
6q
pre constase co csia oficina v recogiendo los papdes de la
<)ue liafiUQ de Sitios Kealcs.
■
Correos.
I £1 ramo de Correos se gobierna y administra de
poco tiempo á esta parte^contotai independencia del Mi«
Aistro de Hacienda? pero siendo patte del Erarlo , nada
perderla en que ciprodudoliqaido.despues.de baxados
los salarios y gastos y se entregase en la Tesorería ma«
y or , y se paga&en exi ella las pensiones y cargas extraor-
dinarias que faiibieae.
» . • • •
Casas de Aümia^
'X . Uas cas^s de Moneda se manejan con total injie^
petkden|CÍa:uoa^ 4^ otcasf, y nunca pudiera dañar se hiele-
aé.vistta>jpi0r si están arregladas^ ludiendo al mismo tiem-
po una fidadoh de su eotrada> costos, salarios y liquido,
com9 del picadero del caudal.
• r
;í :. .Casas di. AfasintüA
t De la regalía de la casa de Aposento entrará en la
Tesorería poco mas de 70.9 pesos anuales.
2 Si los arbitristas de este ramo hubieran mirado
por el ejtplendot de. su Soberano , el lUcuiiiento de la
Corte , y el beneficio del público , iiubierap- tenido pre-
sentes los ser vibios de Madrid en este asumo , y las de-
mas circunstancias que se nptao , y no se le pueden ocul-
tar á nfhgun buen patricio político.
3 Nada atrasa tanto la extensión de Madrid , sii
hermosura , limpieza , y la comodidad de sus habicacio-
oes, como la imposición de un derecho espantoso , que
:.7j es
6i
es U tercera parte de los huecos y uparos , y seria muy-
propio de ia bondad , y magnanimidad de $. M. extin-
gaicse y aboliese este derecho; pero con la obligación'
de que cada dueño de la casa hubiese de ensolar dep¡e«
dra de sillería las frentes que tuviese hasta los arroyos,
dándosele la medida de las piedras para que fuesen uni-
formes»
Cambios.
' I Se cuenta entre los ramos del erario , el de la pro*
dttccíon de Cambios de moneda , que se ha establecido
en países extrangeros , cuyo impone se tiene por de mu*
cha consideración.
2 Puede ser hubiese alguna razón política de esta*
do para el esrablecimienro de esta idea: pero sea lo que
foere, nunca pudiera per)tidicar al erario ^ que se coma*
se pleno conocimiento de este negociado., encargándose
á los hombres de comerció hábiles y prádicos , los qua*
les examinasen el fondo que á cada reyno se hubiese re*?
outido^en que tiempo y moneda, valor que estas tenían,
quanto hubiere producido dicho fondo desde que salió
de aquí» hasta que se extinguió al r espedo de tres, por^
ciento , y quanto ha producido de beneficio el Cambio^»
sus C090S y gastos, y liquido, para venir en conocimien-
to de las ventabas que ha ceñido el erario , de las que se
dcbeu exduir , 7, las quiebras que haya tenido. . .
Maistrax¿a»
I Tenemos en EspaSa qoatro Ordenes MititareSi
cuyos Maestrazgos y sus incidentes , no dexan .de ,pfio^:
ducir algOral eranio: á susijontadurías no pcqudicártti
pedir una certificación de k> que cada uno de los ramosL
ha
6%
ha producido al año , sus costos y %zhtíosffo liquido^
lo entregado cñ la Tesorería mayor , con una relacioa
de todo lo que se hubiere vendido , empeñado ó cna-^
genado, y que se debiese, para su revisión.^ en que nada
perdería el erario.
Multitud de ramilhs que restan.
1 Resta una multitud de ramillos de rentas ^ que
ha habido curiosos que se han dedicado algunos años á
la averiguación de lo que producía cada uñó ; pero no
lo ha podido conseguir , ni menos saber el número d¿
los que son, ya porque están agregados á otros. raaios,,
yU porque se nianejan por distintos rumbos , y ya por<-
que es tina confusión que no se encuentran medios de
aclararlos , y aunque en los tiempos que se hacían cuen«
tas de maravedises 9 pudieron servir de algún alivio , con
mó la renta de la Abuela Botifarra , y otras semejantes;
boy se consideran de mas perjuicio al estado ^ porque
tanto se ha querido estrechar por la aceptación de la in*
mensidad de proyectistas que ha habido , que al po-
bre vasallo industrioso , ingenioso y de aplicacioo , que
no puede dedicarse á jornalero ó aprendízage , le haa
obligado ala mendicidad , por no haberle dendo otra
cosa libre que el respiran 9
2 . Se debieran elegir hombres juiciosos, amantes det
servicio del Rey y del público , que hubiesen corrido
algunas caravanas , autorizándolos de modo , que pu-
dieran hacer una prolija especulación de todos los rami-
llos sueltos, que se manejan sin conocimiento perfefto
del Ministro , y separando aquellos que debieran subs-
sisciv, como son los Patrimoniales, que corren por los In*»
teaidóiteis , multas y condenaciones por los Consejos,
Lanzas y Medias Annatas por^ las Secretarias y Con-f
ta-
taduria general rAlmiíantazgó', Maestrazgos ^ yerbas^
el tres por ciento de sanidad , y otros que merecieron
alguna atención , averigoaseñ el {»:odu&o anual de
otros ramillos ^ con la división de sus especies i y los exi«
minasen y pulsasen , haciendo un cotejo del produdo de
estos ramillos y con las extorsiones' que por ellos padecían
los vasallos con la opresión dé Guardas, privilegios de ma-
nipulantes I y diversidad de jurisdicciones, con las fami-
lias que podían mantenerse, si con libertad pudieran ma«
nejarlos, como sucede en todos los países del mundo, de-
dicándose á buscar la vida por medio de las fábricas y
labores ^ por el comercio libre que pudieran hacer en lo
interior 4el reynoi para que hiciesen. presente áS. Méto-
do aquello que les didase su prudencia j á beneficio del
Rey y del público. ^
\ Sobre todo , nada perdería el erario en que hubie«
se un Diredor con su oficina correspondiente^ para la
administración, beneficio y cobranza de quan tos ramos
sueltos hubiese , por cuyo m«dio no habría atrasos^
no se harían noche tantos caudales « no habría la con-
fusión que hay ahora ,^ ni se igtaoraria el produdo li-
quido del erario.
X El ramo del Aguardiente ts de mucha considera-
ción : antes estaba en arrendamiento, después en adfninis*r
tracion , luego se agregó á las rentas Provinciales» .Tra«-
tose de la curación de la enfermedad que padecían^ los
cosecheros y vasallos, y la curación fue peor que la en-
fermedad , por la gran confusión de su establecimiento,
manipulación y gobierno; y nada perderla el erarip en
la averiguación de lo que ha producido desd^ el último
arrendamiento hasta el dia de hoy , sus coseos, salarios
^4
y gastos^ prodadbo líquido , y su paráideto » como tam*
bien en la de sus regias con que se maneja en cada Pro»
vincia I agravios que padecen los vasallos ^ y en tratar
de resultas de la entidad de este ramo , y sus consc-
quencias.
Tesorería mayor.
1 La Tesorería mayor tiene su establecimiento re«
guiar , pero con sobrado dispendio del erario real , el
que nada perderla en que se viesen las cuentas de estos
áltimos años » y se sacase una relación de ellas , de quia-
Icsquicra partidas que se encontrasen , aunque entregan
das legítimamente y que pudiera convenir la averiguacioa
del paradero.
2 No sería fuera de proposito el pedir á los Conta-
dores de la Tesorería mayor una relación de las pensio-
nes que se pagan , así para saber las que son , como pan
xa si se quisiesen reformar algunas de sobrada nota.
Tesorerías.
X Mucho número es el de las Tesorerías de la Corte
y Provinclasi como de cada ramo hay una con su oficina;
y no hay duda pudiera haber considerable ahorro al
erario , eligiendo uno solo que diese regulares fian-
zas , y se viese sobre ellas , para que no se experimenten
los quebrantos que ha habido.
2 Esta providencia no será de la aceptación de los
Tesoreros mayores, que para cada Provincia tienen dos
subalternos bren dotados , con abono de quiebras , siendo
así que los demás Tesoreros de rentas les sirven como
cageros suyos» sucediendo quasi lo mismo con los Tesor
ceros particulares de la Corte , de donde se sigue que la
Te.
^5
Xcsotcdk miyoí, «e fia teüucido I un^ <|ama del Mi-
.. r Se ettaiüecferotí vadas compañías : eUas mismas
están manifestando las buenas leglas con que dieron
principio y y han continuado*
a Por honor de la nación , y por caridad se debiera
hacer una prolija especulación del gobierno ^ que ha te-
isido cada compañía, del fondo que entró en ella ^ de sus
utilidades y perdidas legitimarse y de la existencia , dan«
do esta comisión á dos, comerciantes práfticos para cada
compañia , y que juntos , sin mezcla de lo jurista , r««i
solviesen y determinasen á estilo de comercio , confor-»
oie á su saber y entender , según su prádico conocí-^
niento , autorizándolos sin limitación para la pun-»
tual observancia de lo que fueren acordando y en lo
<(tte nada perderla d erario*
Fabricas^
. fe Dióse prSnci{¿o al establecimiento de algunas. fá«
6ricasde manifafturas j en que se han gastado algo mas
de setenta millones de reales con poquísimo fruto del
Real erario , y aún de la causa pública y y nunca daña«
ría que este negocio se examinase por parces y y por los
que lo entendiesen > ya que no se manejó sino por quic^
Bes nttnoa supieron y ni conocieron la entidad del asunto^
ni el modo y medios de que se debían valer para el lo«
gro de la intención que manifestaron^
rQm.Xl. I " 0>-
6é
Comisiones^
I £n estos últimos años se han substraído algunos
papeles de bastante consideración 3 así de tribunales como
de oficinas y ministerios , para llenar de comisiones á
varios Ministros , encargándoles las ventas de distintas
piezas pertenecientes al erario, ajustes de beneñciqs , de
empleos, cobranzas de deudas atrasadas, transaccioneSi
y hasta administraciones de ramos sueltos $ y aunque
no se debe dudar de la buena conducta que se haya te-
nido i no sería fuera de proposita se hiciese el encargo á
¿adá dps Ministros de Hacienda , y tribunal de la Con***
taduría mayor , que sin hacer falta á sus institutos pu-
dieran encerarse de la especulación de todos los asuntos qu€
se han separado de los tribunales y de las oficinas adon^
de correspondía > y evacuada su comisión , diesen cuenta
át los .reparos , y volviesen los papeles á las respec«»
ti vas partes adonde correspondiesen , en que nada
perdería el erario^
Deudas^
z Para tas pagas de las deudas del Estado se dettl-
naion dos millones de reales anuales ¿ los que se han re-
parrido y reparten entre los que buscan valimiento ^ de-
manda á muchísimos pobres sin el menor consuelo»
' z Según la naturaleza de estas deudas^ estada de
k>s acreedores , y caradter de la nación , parece que con
gustü de ella , y sin agravio de alguno se pudi(^ca iiber-
rar de esta^ cargas el erario , que siempre ha pagado,, y
pagará por entero> aunque no haya sido así para el in-
teresado, siempre que por parte de S« M. se les de una
qtiarta parte en dinero, y las otras tres en pliegos de la
bellísima alquimia que tienen los Soberanosi. Reglando
• i. a
^7
4í córresponílcncxa de los 'méritos lo que corresponda á
titulo de Castilla y llaves doradas ^ honores de tribuna*
les p y algunos grados , no tardaría mucUo en dexac
ea toda libertad al erarlp» . . /
Cofité^üriíU
* * * • ■
. X Para cada ramo del erarlo hay un Contador con sa
encina en cada Provincia , sin los que llaman de exerci*
to y. marina^ en que pudiera tener mucho ahocro el
erario, habiendo solo uno , y con la venta ó enagexia-
clon dp s¿mé)antes empleos oada ha ganado el erarioi.
porque son el timón de la nave de la Keal Hacienda da
cada Provincia » y quando se entrega á gente inepta , y;
que solo aspira á lo que le vale , se siguen malísimas con*?
se^qiteticias , y muchos y gravas perjuicios .á los poi>i;e&
poebtos.y que sufren y aguantan por el yugo que sobro
sí tienen » y quañdo hubiese de subsistir la prádica quer
^ sigue, sería justo el que absolutamente se quitasen
los derechos y propinas de firmas de cartas de pago^ to-
mas de razón , y otras.
.• ■ . ■' . . ..i.
Contaduría General de Jndías^
X La Contaduría General de Indias es de novísima
construcciou , pero sin cimiento alguno , porque ao so-
ló baldado ordeiKinza^ instrucción» .ni reglamento ., sL
solo un bosque de papeles en confusión » faltándoles qui*
zas I09 mas principales y esenciales*
2 Aunque no debiera mezclarme en asunto que pa«
rece no tiene conexión con el erario, de España » como
ha habido , y puede haber ciertos enlaten de los produc«¿..
tos de Indias con los de acá , tengo por preciso maoifes-
tac á vmd. exemplos prádicos » por los quales se venga
1% en
if8
en conocimfenta deVclesfi^flaere y iSaniíoito ét gobk»^
no de la Real Hacienda, £1 primero : no tiene dada que
en estos últimos aaos se han en^eiadoá las Indias algui«
nos fondos de cueoxa de S. M^^ y puede- ser na se halle
razón en la Cootaduría de los que son | ni de Los que hxL^
hieren produ^idf^i remindó ^ entregada ,, y sw pasadeco^
y no seria malQ se especulase $ que nada perdería el era«
i6o. Bl segunda: ei^ el asiento de neg-ros de Inglaterra , 4
mas de los derechos que correspondían á la entrada de
¿adü ñeg»>'> se la interesa á. S.. Mr ^ y no hallará ymá^
en ninguna de quanras oficinas (lene la Corte lazon. do
los derechos adeudados por eLasijenta^ ni de las ganan«%
das , y mucha menos de lo que se hubiese librado por
cuenta de S. M. en^ tantos años como corció este- nego^
eíada^ con que no será fuera de propuesto>el que por
kicidetida haya tocado de- este «sujita^ y ad^ahoe algok
diciendo^ seda muy regulas constase eu esta Qontad»^
tíz el fondo y caudales que del erarla Realde las Indias,
suele venir á España , su entrega en la Tesorería mayor^
y* el paradero de* otras muchas cosas >.para que á lo me^
sos se tuviese noticia de todo*. .:
^ Tampoco pudiera tener inconveniente, que cons«^
tase en e^ca Contaduría el imporxe de lofivbenefídos,.da
b>s empleos , gracias, licencias de registros | y otras ca-
sas para que se supiese el paradero de su produ¿lo j; y
no se perjudicaría al erario ea que se aclarase lo que ero
«ROS últimos siñosLhan importado euas.n^ciadohesv '
s
Contadurías gtneroTes di Valores y Dutribudim
« it Las Cpt^tadurías generales de valoxes y distribtt»^
cion se establecieran modernamente, agregando á ellas
tma máquina dé otras Contadurías de distintos- ramos.
d«l Estado, por «1 conoclsüento^quc^sctomó del descuida
i • * •
5^ abanlottac^ que se * intse^abáo tos p^pdes oe Üa ma-
yoc importancia de ia Monarquía > vccÜicáodose con la
felta de ttna inmensidad de iastruraentos y papeles ^ que
si se especulúan bicit los agravios y pec|ujciós , menos^
cabos que b» expeiimeat^to^ y se tocan y expwimentan
jen lo sucesiva contsa el Keal erario ^ serviría de sobrar
do escándalo. Aunque la idea de es^ estabkdmiento fue
admiiabte ^ se falló en, nuchas cineunstaocias de alta
consideración : la primera, en no haber hecho un inven-
tario tan pffoli}o como merecen bs yápeles de aquella»^
oficinas 1 la segunda , en. no kabec fiormado uñas- orde^
sianzas claras, y particulares para elseconocimiénto, pro-
yecucion y conseivacion de los papeles , que unó^ por
abandonados^ y otros por mal cuidados, puede ser que
9C hallen en tal estado , que dentro de pocos tiempos na
ac pueda servir de ellos : la tercera, que aunque dotav
ion bien, áios Contadoces, dexawn i l«fr Oficiales é»^
taft sñlserable' cstadq y que n^ pueden^ «laRteñcr á un-
criado, y en oficinas de tanto honor y confianza no pue«
desee buena política el que los operarios- vivan pere«>
cishdo-^ y la quarta,. que desdr el principio del estable-
ctmientadd estas. dos Contadudas^sé debió tpabajai et^
el modo de buscas y secogec tanto cumulo de papeles de
la mayos importancia ,.que £alun en ellas, autoriziando 4*
los Contadores paca que por sí pudiesen mandar y di!r<-
poner su colección ; pero en lugar de esta providencts^
s^^lesvdló^plazaon el Conse^kbr Baciendoí para qive cku«
paran en el las hoaas prccisaé que debietafl estar en sit
oficina : de cuya, providencia hada há ganado d- eranb, ^
atque le sería muy ikil. correspondiese á los títulos de-
jQobtadosesde Yalores y \Pistr¿buciqn ldprádicaide<:alip-
dad que en la primera consusc anualmente de los valo*
les de todo, el erarlo , su entrada en la Tesorería mayor,^
^3C lo q^ quedaba £0t cobrar ;, y en la segunda la qjie se
dif(>
>.▼'
70 ^
4í/scút>uyesé^ y: paraideróque mviese. A este fin serui
jjnuy xonveatente qi^e. Ic^ caudales líquidos de quantos
ramos tiene el eraclo, entrasen precisamente en la Tesor
rcría mayor , de cuyas cartas de pago ^e tomase la ra«
,zon en 1a Contaduría de Valores yidonde constase siem^
.pre el produiíibojiquidoianüardetodo cinerario* . . r ^
2 \Qw animismo coxistaseieri la de Distribución poc
piases la conversión del carga ^ existencia , ó falta que
hubiese.
3 Estos Contadores generales debían estar autoría
zados con absoluta J&cuJitad ipara.mandar á todos los Es^
cri|>anos del reyno con. pena de privádon de sus empkos^
que dentro del, termino de seis meses reconociesen sus
protocolos y procesos » y quantos papeles tuviesen en su&
archivos i y de todos aquellos que tratasen de cosa per*:
teneciente al erario fiLeali fuese.del modo quejfuese>,4^e-.
s^¡) cuf;p.t^ á lo$;ContadoceS|,y.paredeodO'neGesario;i re^
coger sus instrumento^ origínale; ^ ó < copia autorizada,
de ellos.
4 Que respedo de que puede haber algunos testa-;
mentos^ fundacioaeS de mayorazgos, y vínculos de bie-v
nes^^que en algun tiempo :;]^udíerónp6rtenecer al erario^
se jes/encargue ádichos* Escribanos: diesen puntual noti-.
cia de los que etícootraaen. y ofrecLéndoies la gratifica-
ción correspondiente á lo que mereciese el aviso que
diesen*
. j Por quanto ¿ajreopiider.dopartioQlares delRey,
no muchos; papeles] lespcciates^^ y. asímisniú en ios. ar-.
chivos de, las Iglesia^ ;y .JLeiigioóes , serí^ conveniente,
el que por medio correspondiente se dedicasen estos
Contadores á recoger los ^úe pudieran servir al
erario. ;. r \ \ ..«.;.».•;. . ..•
*
i> , . i .:*j .0 V
Jtm*
7í
.'-
jfimtOrée'Cmfríiú.
4 •
t Desüe que leí el origen de las Juntas , sacando de
los tribunales los negocios mas graves del erarlo , entre
á observar su prá£lica/£stabledóse la dd comercio ^ y
adnquj: bastante impeífcdia ; pudiera servir de mucho
útil al Estado y y mas si cat qi^sil se hubiera- tonsdívadb
según sus principios reducidos á reglas de gobierna , á
las que como buenos prádicos parece 4ebieron adaptar
conforme al carader de nuestra nación Mgunas de aque-
llas miximas;c0h que Hhcique IV;"^ y>LuIfi«XlV.'' eha-
blecieiron* y adelantaron los tribonalcs de ^sU' cóméi!¿IoÍf
pero lejos de esto se ha reducido nuestra junta á xxü tri^
bunai regular de pleitos , quitándoles á los ConsejiN;
mucha parte de su trabajo»
' Cómeniók - '
*
X £t comercio , las artes y la agricultura son tábá-»
ta fundamental de ta opulencia del Estado > y de la rl-»
qaeza del erario. Ex&mine vmd. con atención la infeliz
constitución de io que pasa en -nuestra España , y aun«-
quc pudiera decir algo, nd es asunto para un pírohtuárlót
busque vmd. la obra de Marcelo Dantini ^ donde hallará
nuestros descuidos > nuestros abusos ^ y nuestra ignoran-
tía , el estado deplorable de cada cosa ^ y los remedios
que se puedan aplipar para que lleguemos á ser la ¿nvN
dia de todas las naciones con maravilloso aumento de
nuestro erarioi^
X En tre otras se ha establecido umi nueva que I&M
asah de Juros y y sin embargo que no tengo algunos» ni
7f ,
espero tenedos , ádSo prerenlr & ra¿L este asmito ^e-^
Ucadísimo , que esQÜbuk mucho b conciencia del que,
hubiere de tomar su conocimiento » y para librar i
^. )A. de qua^aiera escrúpulo ^ me parece'sería á pro-*
pósito mandar^ que en. Consc^ pleno de Castilla ^ oídas
las partes t^B determinase en justicia , segua leyes de
estos i;eynpSt.^o atenerse á los últiQíos decretos , por lo^
qual^ se hao evacuado algunas de estas causas* . . .
Zas tres últimas nuevas contribueiomf,
. ; T Por maciio que he querido ce&icmet no he podi-'
'4o 4cxar do atargarme > aunque jk> tanto conotpudienit
porque por desgracia nuestra hace siglos no ha tenido
^oo ia nave del erario HeaLi lo que se calificará todas
las veces que se trate de allanar y arreglar qualesquicca.
Ac los pantos que incluyo á vmd. cuyo desorden solo
!€e puede creer tocándola; cQa las manos , y en tal caso,
•el que fuere amante del servicio del Rey y de la patria^
debfa tilorar con lagrimas de sangre nuestra iofeUcidadn
]Pero ya que he apuntado tantas especies ^ explicare la:
i^ltima d^ienda: no puede perjudicar al erario el que se
haga la aveciguacipn. (si ft;ere posible) del fondo que
f t^diuo la nijieva |;avela del sobreprecio de la sal , sus
costos I gastos., liquido y paradero^ como también el do*
ijativo qtie se cobro del tanto por ciento » del rey nado jr^
4el Estado Eclesiástico , y las ventas ^y enagenaciones dQ
ips valdío$4 como del paradero de sus produí^s.^
4 s » J t m.
Intendencias^
X La creación de los Intendentes fue tan admirable
C9mo necesariji para rjcformar y extinguir los muchoi
^busos que cQAtra sí teoifi el erario ^á cuyo Jo se focn
má
/ 73
mó una instrucción propia para que se encargase su
prádica á algún Flamenco , pero qo para Españoles; cu*
yo carácter es buscar dificultades ^ y lo mas aplicarse i
aclamarlas I de que se sigue que no explicándole cosapor
cosa, lo que se debe poner en exec^ucion , el cómo ,;y de
qu^ medio se ha de valer, no hay que imaginarse el quo
toíne nadie el trabajo de lá ptítSácd /porque bailará can*
tas diñ^lcade^ , quantas letras contenga el encargo.
2 Llame vmd» la atención á la experiencia , exámi«
ncnse las prevenciones hechas á Iqs Intendentes , y no-
tense las que estuvieren en perfección , y hallaremos que
quasi no hay alguna.
3 Renóvese laí instrucción $in mucho adelantamicn-»
tOy ni le tendrá jamas mientras no se les autorize, y se les
reduzca á papel blanco , prohibiéndoles todo el selladói
formándoseles ordenanzas para lo perteneciente á la tx^U
llcia, política, gobierno y hacienda , sujetándoles á la de<»
cisión de corbatas ^ y que los Alcaldes mayores dgan
las causas de lo civil y criminal , con las apelaciones. á los
Tribunales que les corresponda.
4 También se tendrá presente i que con canas no se
aprende este oficio, y que se deben., buscar sugeros de
conocida conduAa , aplicación y amor al Rey , y á. la
patria, porque los perjuicios del año del noviciado sue*>
len ser irreparables.
5 Sin embargo que estas plazas fueron dotadas coa
los.sueldos correspondientes ^ se les há aumentado otros
en perjuicio del publica i sin atiUdad del erarla
jlfibiwü.
I Los papeles que corresponden al Ministerio* de
Hacienda, corren la misma fortuna que. todo lo demás
del. gobierno de nuestra Es^fia : ellos estiki.desparcaSDa«
74
dos sin orden I ni seguridad » y sin resguátdo*i sir-
viendo de camas , y criaderos de ratones , tanto que
habiéndome llevado á ver algunos llore i sin que liasta
atiora se me tiaya quitado el dolor de mi corazón , y
mas quando supe que por arrobas se liabian despaciudo
muchos»
>. 2 Para remedio.de tanto descuido y abandono, so-
lo el que se acercase á saber la importancia de la, custo-
dia de estos papeles , podria inferir ió mucho que le im-
portaria al erario ^ el que se hiciese un Archivo fuerte
y seguro sin madera ^ y con cajones de plomo ^ y las dit
visiones y separaciones de cada ramo f para que se re-
cogiesen todos quantos papeles haya en esta Corte., y
fuera de ella«
^ Los miserables, y críticos ignorantes, desde luego
jreparan en el costo y gasto: lo primero se pirede sacar
de irada ramo, aplicando los alcances ignorados, y sobra*
lá mucho dinero i y lo segundo, no tiene que gastar un
real el erario para su subsistencia , disponiéndolo en esta
forma.
. 4 No hay ramo que no tenga su Contaduría, y sa-
cando de cada una el último oficial y. escribiente , aun-
que los primeros anos no sobrarla con que fuesen dos^
podrían estos asistir ál Archivo ¿on los sueldos , y re-
tención de sus empleos , y conforme fuesen ascendiendo
entrasen los nuevos , á quienes se les deberla encargar,
porque al mismo tiempo que fuesen introduciéndose, pu-
dieran servir con. mttcha. utilidad , ya pata descubrir al-
gunas cosas , y ya para dar las noticias que necesitasen,
y pidiesen sus Gefes , y el mas negado oficial vendría á
quedar instruido con el tiempo.
;' y/ Igüalmeilte seles debieria fornuir unas otdenan-
uamuy claras y prolijas , y para'su observancia al Mí-
ftiatrojde Hacienda mas. moderno se k debería entregar
7S
el Archivo , con obligación <!e asistir tjnatro horas cada
áí^ de los que na foesen dc4>recepto ^ y que sin sii ór?
den por escrito, no se sacase papel alguno, autorizan-^
dolé de forma , que púdica hacer por sí la rQcoloccíotí
de canto papel sucicp como hay en los Archivos ^ y td'
poder de los particulares pertepeciehces al «f ario*
. ' ' '• • .
Consejo de Ha^ien4(U
}
I Subrroguense las rentas Provinciales en el Cacas-:
tro, Única Contribución , o como se quisiere llamar , ha^
de haber Consejo de Hacienda, que hoy se compone do:
tjres salas : la una dé Gobierno, sin tener manejo ^ ni au**
raridad para gobernar un solo ramo4e la rial Hacienr
4a ; pero sí para mantenerse en buena sociedad aquellas
horas de su asistencia. . . ^ v
a Hay otra sala que llaman de Justicia, quando en
lo anterior concurrían asociados de Castilla , para la de-*
terminación de tales quá les pl^y tos graves; pero hoy se
hallan bien ocupados en lo de contrabando , y mas des**
de que se le^ aplicó la quarta parte.
^ Sigúese otra sala que llaman de Millones , i' lis .
que asisten los Diputados de los Rey nos para ciertas de^
terminaciones que corresponden á este ramo , y le suce«
de quasi lo mismo que á la de Gobierno.
4 Hay otro Tribunal separado , que en lo antiguo
fue de mucha estimación , que se llamó de Cuentas*^
que siendo d Unicode quantos tiene el rey no , donde
solo se trata d^ los intereses propios de la^oorona , ie te
considera por el mas inferior , y de pocos años á esta
parte , á quasi menos que Alcaldes pedáneos , y sujo»
to al Consejo, con lo que no ha ganado mucho d
erario.
% Si este Tdbunal se . supiera para lo qup se estable ^
Ka ció.
ye
ció 9 se le hubioran 'art^hído áus otdenaozas i' tmtcs^
pendencia de la mi^taciones ^ novedades y tiempos ^ y
nada hubiera perdido el erario , y mas si le hubiera au*>
torizado para distintas cosas y y con particularidad para
que se residenciase de quando en quando á los Gefcs
que niaoc^aa el .ecaxio , .paca las ConCadurias Genera-
les de cada ramo en la Corte , para las de las Provincias^
como también para que pidiese este Tribunal las noti-
cias que otra vez he insinuado á los Escribanos de Cá*
mará , número /y otros del rey no » á fin de que enviasen
ceítifícadon de todos los testamentos , y fundación de
vinculóse para lo qaecn a^gun. tiempo pudiera agregarse
al eratio real , intimándoles á los aduales poseedores^
que á fidta de ellos acudiesen los sucesores á este Tribus-
nal j sin cuya circunstancia no pudiesen tomar posesión^
que á buen seguro no se perderían tantos bienes como.se
iaan perdido.
6 Que todos aquellos que están disfrutando al era-
rio real en empeño por qualquier motivo , hubiesen de
acudir á este Tribunal con certificación de su legitimi-
dad y y otra de lo que producía la alhaja , para que se
tu viese presente lo que se halla enagenado ^ y produce,
pov 61 cotxvinlese desempeñarlo 9 haciendo ponec.todos
estos papeles de las noticias en las oficinas doúde oor*
respondiese.
7' .Este Tribunal bien autorizado, se podría for-
Qaar y conservar sin costo alguno , mandando que asis«
riesen á ¿I tres mañanas , y txes tardes en cada semana
h>s Contadores generales de los ramos principales del
erario , con la precisa obligación de que diesen cuenta
en derechura al Soberano de todo quanto fuere digno de
liacerlo. .
*
8 A este fin se debería pedir (si es que consta en al-
guna parte) una certificación de las gracias , y enagena-
mien«
77
miemos de Ids.'liieneddala;€OÍx)inihtcfaar<por senricios á
ella ; pero como fakala mas papeles ide las ^oficinas , que
loa qae puede alcanzar la ioiagí nación^ ya porque se
han vendido, robado y desganado, y ya por el nin*
gun cuidado que ha habido , se dcbieta mandar á los po«
seedotes pr escorasen dentro de un b^evc tiempo los. tiV
tttlos primordiales donde conste la gracia^. y que estos se
leyesen en el Tribunal de la Contaduría njayor , y para
quálesquier objeción , ó reparo que se encontrase ^ sé
entregase á su Fiscal (que no fuese Jurista), para que coa
^ respuesta se consultase á S. M. lo que se acordase , y
ao seria naalo que:asi como las xiudades | y varios pue«
blos piden la confirmación de sus privilegios, seles obli^
gasea los poseedores de la giíacia , áque pidiesen lo
mismo ^ y se les diese su despacho sin costa , ni gavela
alguna.
$ Q^c todas aquellas gracias ,. como de. pontazgos^
porfazgois y otrasi temejantes , que hay en pc^|i\ieio del
público , y están en posesión de muchos, con títulos de
inmemorial , sin haber presentado los de la primera con-
cesión, quizas porque se hizo por tantas vidas , :y no
perpetua ,.se expidiese por este Tribunal .un despacho
derogando, todas Us gradas de esta naturaleza^ interrq
que los poseedores de isllas presemaban en el Tribunal
el primer título de Ja gracia , y que quatesquiera Juzga*
do- que adínitiese recurso sobre este asunto , fuese casti^i
gado.ptomamente por este Ttibuoal, ,quei buen seguro
sucedería con muchas gracias lo mismo que con la dudaid
del Puerto-de santa: María. -- '. *
I o Se. deberla pedir otra, certificación de todo quan«
to se hubiese vendido á nombre de Soberanos^ y con
particularidad eueste siglo : y pocque .no se halarán
quizas los asientos correspondientes , por lo mismo que
anteriormente se dice , se pddria mandar con generali-
dad,
78
daidt que los poseedores de.quanto se Hubiese
á nombre real , presentasen sus títulos de priniera pectén
nencla , y que ^ reconociesen y examinasen como loft
antecedentes ; ni serviría de perjuicio al erario , el que
se partiesen entre los Ministros del Tribunal las noticias
extrañadas de alhajáis vendidas i para que se inforniaseo
de si habia habida alguna cosa cnbiasislt¿a-| en cuyo ca^
so tomarla la providencia coriespondiente.
11 De qualesqulera suerte sería conveniente se obti^»
gase á los poseedores de la compra» á sacar nuevo título
cada vez que se mudase la alhaja á nuevo' po^eedor^
obligándole a presentar cenificaoion de lo liquido que
prodaxese. .
1 a Que pidiese certificación de todos los rabos dq
rentas 9 empeñados en distintos tiempos , con calidad de
que pagándoles su principal á los interesados , se les
apartase del derecho,, y con especialidad del*raíAd dciaU
¿abalas > que será muy posible se halle^cobrando el inte;*
resado anualmente otro tanto , como se dio de princi^
pal ; y sin embargo de esta certificación , nada perderla
el erario real, en que se mandase á los poseedores aftüa-*
les de las alcabalas , y de cada uno de los demás rai^osi
presentasen sus títulos de pertenencia, y después de reco»
tiocidós , comoanteriormente se dice , se les ot>ligase á
sacar nuevo despacho cada vez que pasara el derecho, y
la renu ¿ nuevo poseedor , presentando esté instrumen-
to de legitimidad y y certificación de la producción del
úUimáano»'
1 3 Que asimismo se encargase de la formación de
unas ordenanzas , para cada Contaduría dé cue;nta$ del
reyno , y otra para las Tesorerías , á fia de que por este
medióse supiese lo que ahora se ignora.
0
■ '• 4
Q>-
19
' ■* ' t
" ' ... ^ ^ ^
I SobfC todo I bien sabe'VcDd* que no. aspiro ^ xA
puedo aspirar á cO$a alguna s pQiique conseguí el premia
de las largas y continuadas fatigas de mis rrabajbsy y
que durante esto tuve la ocasión 4^. aplicarme á ia espe^
culacion práftica .de las machas eofeima^ades . oompliH
c^das jque padecía ei erarlo ^ quc;4hd;^eátadoüasistido.do
Médicos nada teQrid>&; y menos prá^casi, en cuya com^
probadon llame vrod; su' atención á:.csta reflexión*
/ 2, La nación fspanola contribuye, al < Rey y sus
causante^ <oa mas.de cinqAentaímiIlon^s)nu]iUes c^e- pcf
sos 9 y percibe solos. qk^riM^e el érariO', (konyaireflexibQ
y referencia no oíra vmd. una:palabra^ yiaán quaiídoM
les preguntase en que consistía ^ responderían sin duda
$^ hablaba de meiporidí i ypoc.si i yn^Lle saoode lo mis-
mo I quiero advertirle para salir de la duda , se dedi-
que á averiguar el importe de todas las sisas y arbitrios
de los pueblos del rey no (¡6 quánta cosecha tiene el
enemigo! ), y lo mismo de lo que se paga de gastos , eos*
tos y salarios para su cobranza , de lo que importan las
alcabalas , y otros ramos enagenados de la corona , que
se cobran por particulares y que tanto le es á el vasallo,
el que se le cobre por los Administradores, á quien per«
tenecen dichos ramos , como por los de S. M« Después
de junto todo su importe , agregúele los costos, salarios
y gastos de la infinidad de empleados, como hay para la
exacción de los demás derechos , que se descuentan c|c
los líquidos que entran en la Tesorería , con lo que que-
dar4 vmd. convencido.
3 De aquí es, que mientras no se trate en España del
modo y forma de entregar al Cesar lo que es del Cesar,
no puede florecer esta Monarquía h pero si se consigue,
será la mas opulenta , y respetable de toda la Europa.
Y
/
8o
4 Y para 9ar principio a nuestras felicidades , tengo
por indispensable el que se incline á S. M. , á que esta«
btezca^éQ sus reynps justicia pata la justicia i-sin - dispen*
sacion de la menor parvedad de materia. Que se tome la
providencia de establecer ^ y dar á conocer á sus vasallos»
hay premio y castigo, y que no se seguirán las reglas de
la trocada^ como ha sucedido hasta ahora $ y dltima-
mente » se debe trabajar con el tesón , y fírmeaa' posible
en q>artar de la nación la aprensión en que vive á fueri
za de continuas experiencias , de que no se debe servir 4
S. M. por merecer , y si para adquirir , por cuyo medlo^
y no por ¿1 otro I se han fundado muchas casas , csclaro*
cido sus fatnilias^ obtenido dignidades , y los peinaros
manejos i coaio que no se dirá : ó infeliz gobierno del
erario real de esta Monarquía!
De esca su «asa de vmcL á ap de Septiembre de 1759*,
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Ji 4f,
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P4ÍM -í?;. 4mJuim4mMím PGi^ fmriqasí^
, TANTEO PE SEDA COMO. DÉ LAIÍA,. .u
*
QUE ESCRIBIÓ PARA l^ACERLO PKESEKTE A (.A MAGESTA^»
PEL SEÑOR IX^N <:aR(X)S |IIt, EN El. AÑQ
. . ■ ,• , »E 1759. ' , ..
í)ON NICOLÁS "JÓAQUm DE -4D^JÍE. '
SEÍ50R.
.iU^J
V^onyJefieti todos lós disctetoís , en quclaxfeoda de los
Bueyes ¿s saber gobernar á sus vasallos ^ y qae esta cietwl
tía se aprende mejor con la prádica , que con. la le£hirar
porque esta habla , y aquella hace lo que enseña , y lat
misma. diferencia que hay de ver. á oír , báy de decir 4'
hacen V. M. ha manifestado dsta verdad en síu acemas
dísimo gobierno tabsoluto d^ Ñapóles \ á cuyos moradon.
res ha hecho felices , poniendo en práftica todos los:
aciertos,que en otros reynos no pasan de las infru&uosasi
apariencias de la teóricaé :>
En esta con^iderac^oa , ya que en asuntaide comei»
do se discurre ¿n España mücUo sobre eilbufete; y se adé»:
lama poco en las.pperaciónesrpretendoidesengañatia:
del error que padece en materia tan decorosa pariV.M.^
tan útil para ld& artes, y generalment£ prove^tmá. jpmL>
todos s y es|;o , solo á «itpensas dtt;ml- pfcqplq caudallviáir
impulso de dopoclores' preceptos,» y Ji sbjestipnfSíijiéiifiis^*
. Tém^XL ^ L amor
ti
amor que profeso á mi patria , y de lo mucho que debo
áííYrM. 5 acreditándole ásímlresjpeto; y postrada gra«
titud. Para esto haré presente quanto he podido adqui-
rir con la diligencia, y el de^velo^, apuiíandol¿s muchos
inconvenientes que son causa oridnal, y poco venturo-
sa 4e los atrasos^ue sufre por mal entendido el comer-
cio en España , para cuya inteligencia ^ me fue precisa
acercarme 4 la vefdlail , y ¿conocerla á fondo » venciendo
un sinnúmero de obstáculos , que siempre se muestran
dj^uestos ala entrada de todas las empresas, que aspi-*
ran al bien pútilico , y con el i la mayor grandeza , y
respeto de los soberanos '9 pero como nada puede tomar
cuerpo ^ sin que pase desde la imaginación i la obra , me
fue preciso (desen tendiéndome de todos los embarazos
que se me presentaron ) vencer la maleza de las difi*
ailtades , para llegar á la anchurosa llanura del cono-
cimiento» r
' No ine atrevo rá lisonjear cóh la felicidad de est€
haliazgo i aunque me acosan para vencerme á ello , £1^'
vorables dldámenes de muchos bien instruidos , á quic^
nos he comunicado desnudamente mi pensamiento , por*
que'sc muy bien ^señor ique nada es tan equivocc^coma
el'modo de pensar de los hombres en qualquier asunto.
Jjo cierto es ( y lo -que me persuade el benigno acogi-»
miento en la alta comprehension de V. M.) , que quánto;
ofrezco en este mal ' limado discurso, es un esforzado
efe£to de mi lealtad, y del ansioso deseo , que me animal
de las)mejoras > y ventajas de la patria ^ en la que co«
mosn primetobjeto, V. M. ha de ser el que logre la
nky or parte de un amor tan inocente.
■ .• Todos los que hacen gloria de complacerse en la
eoádi^^cion de sus Reyes , deben contribuir á hacer mas
Visibléj^' expiq&dor /presentándoles todo aquello mas
aUtCiáfale^iquc .sirva como de Instrumento para- su:
>3l
aplauso. £1 plan qút ofrezco á Y. NL í caxnlaa '^cbaa^Mi
orante ainblcioso á postrarse i ^us^rcalcs {»es ^ paca' dar:)
una pasageraidea de mis respetos » qae solo;an|i^]Iui|)
siempre sencillos y obsequiosos., ámececei el honpr ác\
ítz basa,; que icoi) otras de.esta^ naturaleza., a^piraa'á le*
vaatar t^astaelüimameoto dclas gloriás^el9ajgrado>nom^l
'brcdcV*M»j • - :' . • ' ; .' .., .:
£^ia codicia que tiene para su disculpa todo elfuc«
go del respeto y del amor que la fomenta ,. s^ dirijeL á>
Bianifest^r lós<rumbos.quepresaibe la experiencia ^^ai¿t'
mo seguros , respedo^al cococrctaaftiva de Ipsi reytios^
supuesto que en ¿r pasivo, ao hay.mas que v^ntajas^ pKH
ra nuestros extraños, y melancólicas descreces,' tanto pa^;
ra V. Mo como para los que. hoy, tienen la dicha de, secí
sus vasallos, y aspiran siempre fíeles con sus fatigasyi
desvelos.', i .merecer el glorioso renombre deisbs Uijos»
Todos sabcD,.que en el piadoso, corazoa de y i^M^^lograoi
tantiéifOO tituló ,^y tan señalado honor rp^ro^paraiquo
en V. M. isie auménteel motivo^ parece preciso vpi^qpocK
donarlqs todas aquellas ocasiones en que pueden cambien;
honrarse con un. eficaz estimulo xiertas. .artes:^ que ho)r
Uocan desconsuelos de hueráanaa, y puedeiii secá.poco 4
ningu^ gasto ventocpsas. i . -^ j .» .!*: ..,:.. .]
£1 objeto de mi osadía ya está 'deélarado, y él de ía^
revécente ^tributo conocido : coa aquella {iretcndo subijD
hasta la mayor gloria , que es la de ^xsar. ^R.^ P. dq
V» M»$ conési^DMtome dedica ásec inst^míneiito díe un
bien no. conocido ,.. y. que tüvaimpuUqs kiperíbresJed
el reynadp deLseñor Don Foliando 'VIJ^(quoi}iosaiet
ne en el Cielo) para juícuiucirse ; bien quena tova: la fb
licidad de manifestacscJEl impulso ,qiiehjábfa eoio^os)
subsiste iioy., y >acaso^multi pilcadas- lasr nec¿sidqdes2 : El
fin ó causa originálde iaquitir (1 áaolescáuddláo Jarijetfpá^
ileaciaO i^enri>ics,.qu¿^reftp6ftGÍi. tmneoD^pldaro otme^
L a ció
ciose pácleceá tn l^s^ñWy puededecirse seguramente,
qué si no spQ los aüsoios I son mucho -mayores s por lo
qual^ '^optíngo hoy .los medios pata el alivio de los va**
salios ) sin agravio de lo que ya fue.
..; Ahofa , pues , señor , | quántas veces deberla yo ser
boxvado.delos.registffosdcla sociedad humana, si por
una injusta pusilanimidad j omitiera hacer presente á
[VCéiM.^ laque tanto importa para su real erario i y lo
que. tanto puede, conducir para la felicidad del rey no ?
Ski. duda sería. cobardía vergonzosa mi omisión ^ y .mu*
cfao mas reprehensible en ocasión que se explica fervo«
los^menteipropicia la real bondad de V» M; abriéndose
á cqdos con agrado .9 y con particular inclinación á todo
lo que viste el tragé , ó exquisito uniforme del bien
pjíblicb.
•> £ste:liechicero soborno de los que llaman bien tOf^
tencJLpnados , .ha< animado iñas mis dqseos para uoa
empresar;,( que tiene bastantes propiedades de* haza-'
Bi, porque destruir preocupaciones bien recibidas y y
arruinar uios que adoptó la negligencia , ó procuró
sostener la ignorancia j es llevar diredamente el baxel
CK)ntn;eL aseoUo.^;. y querer ¿aliz de un mar tQdo.tem*^
pestades libre de naufragio. Esto se^Kidria temer , i^si ei
püotó de la nave de f España fuera otro menos' ex|)ei:xo
qjab V.M.i mfenos qbsorvativo que su amor , y menos
padre d¿ la patriar^pataiel alivio comui>. i
í u apuesta, pues ^se&oi:^^ qu^e vei^ conducido d¿ uña
lealtad coda fuegci i U RvP; dey.M«,<yá oofaloa todo
paíoa- ser jcompletó el ^saciiádd My '^ lai xiüra. ^tie pongo
€31 tdn. sublimes. aras V no iuose d^gna ví¿lima de ellas,
póngase Ja voluntad ^ ^e; sin jresobios de presunción,
lácreapbt la ffla&;bttit}ilde 9 poro también pok.la mas
fai^Bunttncioi!»da« Y si h>s'R.eyei sónlámagenes^dcDios,
y.escc on^hipotentc' soberado de tpdof io. criado solo
- apc-
H
apetete ¿orazoáes^seftcillosytllfiíkio íc^ítccc á.Vj M. co^
mo sa ttttctioi Dios y y Ccreo tío scpí despceáado poc po^
bre ep laoffMcb;,' antes bien conño, que será blea vis»
to por la sencillez con que se explica: y quahdo tiada me^
rezca este hunülde obsequio á V, M* i co^ que lo tnire
con agrado , se verá que todo lo que no alcance un wz^
sallo ps^ra inéceccrvk -sobra á u^ Rey piadoso para hon-
rar. \ Dichoso, pues i' (^ien logie el alto cimbre de dar i;
y. M. asunto para exercitar su prudencia! ¡Y mas dir-
choso el que consiga dar motivo al espíritu de V. MI.
para su gloria I Dios se lacónceda á Y* M.tan Jlena de
felicidades que no vea, ni aún ;en sueños, el rostro de los
sobresaltos, para eqtexa satisfacción de su real áiiimo ., y
para bien universal de estos fidelísimos rey nos. Madrid
•2 8 de Diciembre de 17 ) p.^^Señor r: A L. R. F. de Y. M.
su mas rendido y ^ fiel VAsalíp' 3 pilcólas Joaqvin de
A» ' < *\ ' . . .' ' '
SÍ como es el comercio el espíritu vivificador d^ k^
Monarquías^ di:l mismo modp las propias , y buenaii
ioanufa^iluras '^oñ á cuerpo y; materia' del comerdo^
lyue no: pútfdie' hacerse floi «dente sín^llas^ t)l estas pto^
pagarse sin él. Dependientes de este conocitr^ lento, y es*
tiipuladQS de ver • los beneficios que. logran por estos
medios los extr^ngeros,' han iníentadó mtichos zelosos
en niiestrsiEspa&^proi^over esta Importanda'^ pero has»
tk ahora , 00» todo qi|ianco, se ha trabajado ^ no^e tía p^
pido conseguir y ^sia embargó de que ninguna otra |jo¡¿
tencia tiene la proporción que <¿sta , por la abundancia
4e los preciosos^ simples que produce , y por la fertilidad
úc su torceno: jcáitea» favorables para que^n otros esta«
dos
85
dos^ toa xlcscredlCD* y bfcchoi^iic nuestra hagan las tcaiif^
muitacionds qucnoá deyuelvco » ocasionáiidonos no aac-^.
titís perjuicios i por la. extracción de ia piaca i^con qa&$c.
hace el cambio , que el que motivan con la saca de ios
sidiples de que componen » juntamente protiibida pocias
: :£1 conocimiento, en , general de jesf osjdaños., y el de^-
seo de enmendarlos para hacer feliz; i., esta Monarquía^
há dispertado él zelo de los Tribunales ^ y el de muctios
Ministros para inflamar á los soberanos i que. en todos
tiempos 9 por. st qím benignidad » üe lian. : dignado (qt
expensas de su real erario ) concec^i quantos alivios ^ . y;
dispendios les; han sido propuestos ^ para .la cooss(axcioa
de un ñn , ¿ que tanto se anhela por la utilidad y conve^
i^léncia , que puede resultar á. sus vasal Lots y pero ni es^
tá) generosa pied^dr^ nl^aqUel .político conato |. han sida
suficientes, ni para mejorar nuesuo comercio, ni pádl
habilitar nuestras fábricas.
Decir que el atraso d¿p£hde ele -la Inaplicación de
nuestros naturales,, no se hate verosímil si se advierte»
quíe para exerciciqs sniis. durbs , mas &tigosps ^ y .menos
iitile&> faltan destinos en que ocupaüse. . Pei^uadirse ( oor
|Bb algunos: quieiteo) á que diniaae de la gra.vodíid\ cuy*
caráder se atribuye á nuestra nación , esliuta impo^tujca
voluntaria > porque si así. fuera , carecietamQS.de arrie«^
f os I pastores y oficiales de las artes mecánicas , de . que
se componen las Repúblicas. Pretender que impiden ios
progresos las contribticiones .^ y cargas reales., es^ no
querer acercarse á conocerlo, porque por ran^d^ciamad*
este impedimento , se há indemnizado con remisiones
franquezas , y exenciones útiles y y no siendo ni féstas,
oi otras causas semejantes , obstáculos suficientes paca
tan ruinosos efe^os^, p preciso que el incoavemence sea
de
«7
de divec» nh tu Maleza j y que se: hdyt . d¿sconod4Ía,
resped:o de que Icis medios apUcados nada «han pro^
ducido* * ' :
Para manejar los negocios con acierto , y conseguir
los fines á que se a5.pirá en ellos \ aunque el deseo , y la
incUnacion llenen mucha parte , si no se auxilian^ de la
inteligencia prá&iay fbraosamenterhao de exponerse al
riesgo del error , y<6i nq sucede aísí ; iser4por casualidad^*
y esta es la razón porque en asunto de nuestro conier«»
do I y de fábricas , se han experimentado , y experimen-
tan pocos ádelantamientosi^ sin embargo d¿ que losMi-*
nlstros j que ha^ entendido bn pUo , han sido fervorosos^
y e£¿acíámo$^ y que- no' han esqusadó^ fi^t^ «^ que fa^
diera conducir al logr^ I pero coiho por la superioridad
de su grado y y por las ocupaciones de^ otros* graves ne-
gocios que han tenido á su. cargo , no iún podido acer*'
catsc al: prolijo Iconocitnienrp ^dei noécanishKi ^ niime«
nos instruirse distintaiñonte de las muchas /partes dé Ja^
manuf!i£hiras , ni denlos vicios que en día «e comraen^
por ignorarlas tal vez aún aquellas segundas manos ^ que
tomaron por instrumentos para inteligenciarse y no
han podido producir sus providencias ,lo^^^e&os 4]üo
hiin deseado ^ i porque ' se concibieron ^ con equivoca*-
cion.í . 5 . • '. , •
Pretender que el comercio florezca, sin propias ina<-
nufa€turaS| es solicitarun Imposible : aumentar las fá-
bricas sin tratar priitiero de perfeccioitar las estabfeckbs^
es confundirias'v y déxarlas todas eniarr^so ^ para abuU
tar mas los^ obstáculos del comercio. SI jos qtíe inspira-
ron estas.no bien entendidas disposiciones^ hubieran
sido prádicós ', y supieran tos defedos de nuetiras fá«
br!cas;co«vel ¿ejo de sus procedimientos ^ sin dudabubie^.
lan conseguido lo.xjiie tanto importa ^ ^ero tronto se diri-i'
giévon ^r ias:t<«gias Ác auiuéntar i etxen^idos de que este
era
88
era. el medid , soltf se hi experimentado la decadencia
dd'jcomcrcio.^ la deterioración de las fábricas origina*»
lias , la escasez y carestía de los simples , el sobreprecio
de los compuestos I y lo que es peor^ la flóxedad c iosub*
sistencia de ellos en perjuicio general.
r\ El gran comercio de. la Foandia , i Inglaterra' y Ho-
linda: no dimana Canto de sus ilii;ichás. maníifadüraV
l¡tianto del primor de ellas.» .por que si no le tuvieran , y.
ftcéran inferiores en idea , en gasto y en primor á las de
otras potencias > no despacharían itan^as én todo el or*
bé Vcesaciael con^mo , y rccibiriaisu conletcio el daño,
que aok> nuestra España pudiera, hacerle y «tonvirrieodcH
Ujáp zOávq en pasito, que es Ibque con derecha idébo»
mos procurar , Siguiendo lasmáxkmas con qub en esta
parte se gobierna, y estableciendo contratip método , al
que hemos cenidd hasta aquí.
• Uas fábricas! do: estas potencias nadie puede negar j
qué han llegado ál últiaio..grado.de. perféccioct I y que?
por esta causa ^¿.han hecho estitaables ,' y apeteddoi sus
productos de todas las demás s con cuyo conocimienta
las han aumentaido tanto , que les produce su abundan*
cia io mas pingue de su comercio , que sin esüe auxiUo
naje lograran 2 con que estando descubierto d motivo de
sus ventajas , y sabiendo que de ¿I mismo provieiMt^
nuestros atrasos , razón, parece que intentemos . eiritar
los perjuicios que de ellos nos resultan , y que nos apli*
queiño&d remediarlos «; y mas^quando^ el; asunto no ei
invencible I no hay imposibilidad, ni los tributos ipor las
compensaciones que se suelen hacer ,. sotk impedlmen*^
to bastante, para retroceder de esta emptesa, á la que.
Boscombida, y estimula la abundancia de los mate ría*
les , la inclinaciqn de nue^f os Monarcas , U caay.eoiea-
cia dd estado , y la utilidad pacticuiar.t t : i
:. Lasf ábricas que ;en EspatiaK debea reputar fW{ impgr.
tan*
tantísimas para consumir los simples de que abunda, y se
hailaa con la mayor, proporción, pata recibir la enmien<t
da que baste á dirigirlas á la perfección de las excran*
geraSi son las de seda y lana, con las qué se puede dar
por conseguido el designio de habilitar á nuestro comer*
do I y debilitar el extrangero , si no en el todo , en la
parte que toca á los consumos de estos dominios , y cotí
el tiempo si se continuare , se extenderá á los de la Amcr
rica f para cuyo fin se expondrán con separación las nu-t
iidades que padecen las de ambas especies , y los mo-
dos de enmendarlas, por si. se les puede sacar del infeliz
estado en que se hallan , sin perjuicio de los demás que
fai aplicación y prudencia de otros amantes de la naciotí
y del beneñcio del Estado pudieren discurrir , y adelan-
tar; porque el que los hace presentes, no se presume tan
pagado de sí , que no se sujete á superior diftajsKU yji
advertencia» - ' ^
Las de seda , pudiendo ser tan exquisitas como las
ioaas^éspeciales de la Europa', se hallan en tal estado, que
aiin produciendo su atraso la utilidad de los extrange-^
fos, merecen su compasión; y es tal nuestra pasión , ó.
muestra ceguedad ^ que sin embargo de ver lo prodigio*^
sa de las. suyas en la hermosa variedad de las invencio-
nes, ea la valentía de los dibujos, en el primor de los
matices ^ y en la perfección del admirable conjunto de
todas sus partes , pretendemos neciamente defender la
mejoría de las nuestras, que como se acercasen á igua-
larlas, no nos quedaría que desear, y se debería tener
por odosa, y aún po¿ superfina la demostración que se
[kropone en los tcrminos siguientes^
tonuXlA M ^^'
so
Fábricas de Seda.
£1 material de ellas es todo de una mtsma nara^
raleza > diferencíale el arte para hacerle mas ó me-
nos primoroso y estimable. £n España no se ha pues-
to en esta parte el mayor cuidado , por no ser sus nata-
rales tan prolijos como los extrangeros s y así se sacan,
generalmente hablando , con muchas imperfecciones^
que no solo aprovechan para hacer despreciables ios te-
xidos , sino para dar toda la estimación á los que vieneQ
de fuera 5 y siendo fáciles de remediar , y dignas de la
mayor atención , por consistir en ellas las ventajas de
un comercio a¿tivo , sería muy importante que no las
ignorase ninguno de quantos pueden contribuir á sa cox«
lección* . ^
Def(í£lo f rimero.
£1 método que nuestros cosecheros observan de no
separar el capullo para hilarle con la diferencia que cor*»
responde á la naturaleza de cada uno, es perjudicialisi^
mo 3 defeco en que río incurren los advertidos exrran^^
ros , pues antes de ponerle en estado de recibir la priibe^
ra forma , lo reconocen , y apartando^ según su cono*
cimiento prádico) las diferentes clases de que se com*
pone , disponen el hilado de cada una de ellas como
merece, sin la mezcla de la universalidad que se acós*
tumbra en £spaña. Y pensar que el captüUo le trabaja el
gusano todo igual , y que la indistinción con que se ha-
cen los hlhdos no es gravosa al material , es error que
merece destierro , y en que no puede haber dificultada
Di
91
DrfeSio segundo.
Sigúese inmediatamente el segundo , que sobre el
anteceden^ se hace mas considerable , porque sin guar*
dar el orden de la separación propuesta del capullo , s^e
pasa al hilado , y en, vez de tomar tres 6 quatro cabos
para formar la hebra/ á fin de que salga primorosai y con
mayor dilatación de la que corresponde al peso , echan
los hiladores Españoles siete ú ocho, y como por la
£ilca de la división de clases sobreviene fácilmente
la desigualdad 9 para que se haga menos nocable cX
defedOy le aumentan , ó ie quitan los que les. parecQ.
,£n esta, torpeza no incurren los extrangeros , que como
mas aprovechados,. no desprecian nada de quanto <;on-«
duce á su beneficio s y siendo este uno de los mas priii<»
cipales ,en qde cifran la delicadeza de sus rexidos, apli-
can su conato en esto , á fin de aumentar el valor al ge-
ñera, la hebra al peso, y la proporción al beneficio, que
■generalmente se puede conseguir en toda España por
providencia, como se ha logrado sin ella siempre que se
ha querido poner algún particular cuidado.
Vefeíia tercero.
Par^ el uso de este material en las dos precisas clases
de trama y pelo , respedo de que el gusano no lo labra^
ni puede con destino , le pasan al torno , donde recibd
la calificación de uno y otro : en esta operación se con-
trae el tercer defedo, y que proviene no de la volun-
tariedad , sino de la constitución , que absolutamente
impide la perfección de nuestros texidos , al paso que le
facilita á los extrangeros todo su primor. Este consiste
en que por las ordenanzas xle las artes de España no se
puede subir á menos que á dos cabos > y como los ex-
9^
trangerosno tienen esta jqjcdon, Ic tuercen arbitraria^-»
mente á uno solo. £1 perjuicio que de la rigida obser-;
vancia del estatuto se sigue á las fábricas de España ^ y
las ventajas que produce, á las extrangeras | lo expoti-
drán con mas viveza, y aun con sentimiento los fabci«
cantes que experimentan el daño, y solo se dirá, que
con este defedo, los anteriore&i y sin la libertad que tie«
ncn los extrangeros , es impasible que nuestras fábricas
se pongan en estado > y para logfario , se hace preciso
tratar de la enmienda de aquellos, y destruir el impedi-
mento que se origina de este , porque no siempre puede
conducir la observancia de un precepto , que solo, debe
»er temporal y acomodado á las ocurrencias iaesj^radas^
por la imposibilidad de prevenirlas»
ÍSuele agregársele en el tinte otro vicio , que ztSt^
quila todo su valor s porque si el artiiice no tiene
el tiento que se necesita , si los materiales de que se
sirve, no son de la virtud que conviene , y si la dcsisno
la gradúa con la calidad , quando espera el colorido que
procura', le sale otro diferente, y sin aquel candor y^
hermosura que apetece, y luce en los campos del texi-
do5 y porque tal vez suele conseguirse, no se puede ca-
lumniar sino por defedo accidentáis sin embargo de que
muchos se inclinan á que en España se ignora este arte,
y le reprueba la virtud de las aguas 5 pero carecen de;
fundamento sólido, porque se sacan tati perfcftos coIq-
res como en los reynos extrangeros , á excepción de Us
azules y verdes , que no se han podido igualar ni en la'
firmeza , ni en la hermosura 5 cuyo secreto conviene ií>-
Vestigar ó por las noticias , ó por los experimentos, sij-^
puesto que somos casi poseedores de quaotgs. iogcedieo-"
tes son necesarios. ¿>^^
n
DtfiHo q^Unt94
!Éste se comete en la formacioa del cámpuesto y poi*
que en España indistintamente con quaiquier clase de
seda hacen qualquiera genero s y persuadirse á que el
pelo y trama , que es á proposito para un genero delica*-.
E 40 y ha de ser proporcionado para labrar ouo ordinario^
es error -> aunque le den el aumento de , las portadas que
le corresponden al piC) y doblen los cabos á la trama
hasta ponerla en el punto , y darle la unión qae.necesi^
te. Los extranjeros asi como hacen Ja división delc^pui*
Uo para hilarle por clases , hacen la separación de estas
para adaptarlas á Iqs texidos queUabrarem ^ste defc¿l9
por lo común se comete en España por la falta de medios
en los fabricantes ,, porque como no todos tienen el cau*
dal necesario para hacer sus prevencionesi se valen de la
seda que encuentran al tiempo de hacer la labor , y por
esta causa » con las demás que' se han referido^ salea
nuestros géneros sin lucimiento en los coloridos , sin
limpieza ^ sin igualdad » sin candor y y sin coda aquella
kermosura que no es aparente en los extrangeros , y
destruye la estimación de nuestras fábricas ^ al paso yM
se aumenta la de las suya$. ,
DefeOo sextas
Tlá falta de dibujantes de habilidad , y ta ntnganá
aplicación que se reconoce para inventar y constituye á
nuestras fábricas en el mas deplorable estado y y cttW
precisión de mendigar los exemplares de las extra nge ras
para imitarlos > y así como en estas se hacen con propie-
dad y si se estableciera una Academia para este ñn , sin
duda nuestros texidos podrían ser tan primorosos como
loi
.94
los suyos , y disfrutarían el beneficio de la novedad ,
como los extrangeros. EsCQS for(pan los dibujos sobre los
colores de los campos que han de llevar las telas » acó •
^ikittdan coa. naturalidad los matices mas uniforméis sia
-violencia , ni desagrado 4e la vista , porque los templan
con obscuros, y caipbvadtes de lieroiosura j hacen, tantas
idibujos comO; piezas y colores suele tener uasurtido, j
(Codoís^coa valentías rara vez se encuentran dos piezas
'Ác undibujo, y de un matiza y esta variedad facUica tan-
to su despacho ,. y con tanta estimajcion , que les prodU'^
-ce para la continuación de. los excesivos gastos de las
-dr uñaduras y pinti^ras. En las fabricaste España se sigue
«por-pünto general el método contrario ^ ^km: evitai^ iois
^gastos h porque él gUsto no lé tienen tan delicado nue^-
<tros fabricantes como los.extrangeros^ y porque la c$-
t:asez de medios les sirve de impedimento i pue» lo qup
tnas hacen 9 es la composición de un tercero dibu)o sia
propiedad i acomkxlándolo á todoí los^^ colores de los cam»
pos^ diferenciándolo alguna cosa en el maiiz ^ y paca
sacar el genero menos costoso en la mañufadura , esca-
san en los espolines una espadilla ó dos 1 y se valen de
las lanzaderas pasadas I que aunque dan mas-cuerpo á
Jas ropas I les aumintan las imperfecciones con las som<-
bras que ocasionan los colorines por las listas aira^
vesadas»
Si qualqulera de los defe^os e3cpresados es capaz
para hacerse distinguir , y constituye á nuestros texidos
si no en el estado del desprecio , al menos en el de la in-
ferioridad 5 unidos todos I ^que pueden ocasionar que
íno sea la compasión de los inteligentes , la desestimación
de las fábricas ) la aniquilación de ellas , el perjuicio ge-
neral del comercio , y el daño de los fabricantes , al pa^
so que crece con ventajas el beneficio de los extrangeros?
£!>ce se origina'deque^u prolixidad es mayor que4á'de
los
95
los Españoles 9 sus foBdos- Aias qtiantiosos f tu unión mas
constante 5 sú. protección mas asegurada, su liben^jd
sin limitación ^ y en tanto grado , que introduciendo en
este rey no sus texidos, concebidos contra nuestros esta*
tutos , logran el despacho á su satisfaccipn á vi&ia de 1»
artes y artífices s que aunque lo conocen 9 <se hallan ctt
la precüston de tolerar este exceso f y sufrirfel perjuicio
de nó poderles imitar en todas sus partes » y de- aquí
proviene la decantada ponderación de la mejoría de sus
ropas« : . í
£1 vicio primero y segundo dcfpendédeloscoigBGhe^
ros e hilanderos \ el tercera de ios toarcedoms y jstis,orde-i'
nanzos s el qaarto de los tres antecedentes $ el quinto de
los tintoreros s y ^ el sexto de la falta de xiibu jantes > con
que en substancia rigurosamente ninguno dimana de los
fabricantes, que reciben toda lacalumnia^como.siellosen
la üiiima forma fueran capaces de enmendar 'tantos lm«
pedimentos originales. £L i?¿niedio de dios es muy fácil á'
la superioridad I dándolas providencias mas rigurosa^
para que^nose comiBtan aquellos que dependen del a¿^0'
Ubre de las gentes ^ (iispensando los que se causan por
la ^u|eeion dcias ordenanzas; y estatutos > y facilirandop
tocips Ios-medios 4ueTesükan. de ila necesidad y falrade
ellos; corícediemlo.obvencioik& auxilios y. rcminetacib^
nes á medida y con proporción á las urgencias y apli-
caciones que 5e experimentaren , en la forma que se '
FfaCkíca^eíi áqaellas;RcpdbllciiSy dónde este objeta «e<^ -
rece la. prhneia atención, como cajusa de donde dimana,';
la^uniwffsalúiiidad d€li£sffado. ' ' : T ;. ; . ^
"^ Aunque en jcstc sé ha decantado la inclinación á esK
ta itnportanda. por la xtgla general de habilitar dco«^
meMio y y propagar bsfáfarioas^y n6 se tiáenteiidído' ct^
aamto:^.ni las pfóvidendainse ha» adaptado al Jó^tfo^el
intento} y así so:ha «(ooncwidó:^ qae h» medios de q[ue
r. se
i
pií
se han'valido para ptofi\o verlo, son los mismóft^qne luuif
servido para desrruirlo Las fábricas y fabricantes tieoen
poco. que corregir , porque son los mismos que siempre»
y eo la construcción de los géneros no hay variedad,
j:espe¿lade no poder separarse ninguno de las reglas uni-
versolies. Los i materiales y los accidentes tienen mucha
que enniendary y sobre dios no se ha tratado nada subs-
tanciaimente $ porque habiéndose dispuesto el ánimo á
allanar las dificultades , no solo han quedado en pie, si*
no que se han acrecentado con error y perjuicio de las
primitívas fábricas :^4el rey no ^ que con pequeños au-
xilios^ si -se habiboan dirigido por bu inteligencia , sé tut**
hieran ya puesto en estado de florecer ^^rque no es du-(
dable la diferente disposición y facilidad que hay en las
fóbricas antiguas para enmendar los vicios que las per-
judican, á los que se jpueden ofrecer y ofrecen en las
de nueva erección ; y mas quandp ni se han reconocida
los motivos , ni se ha dado golpe en ello.
La propagación de las manufaduras viciadas tan le-
jos está de ser ütil , como que solo sirve para aumentac
el daño. La elección de los medios para la misma propa-
gación ha sido tan errónea, como se reconoce de los
cícStm > porque solo la ignorancia pudiera haber, inspi^
cado la. creación de compañías para el comercio interior^
por no transcender laspredsas fatales circunsunciasque se
lun experimentado , tan nocivas para ellas , como perju^
diciftlos á las originarias .fábricas , dañosas al Estado, y;
gravosas ai fiscal Erario, A este je ha disipado con la coa-
cesión de franquicias $ y á aqu¿i se. ha perjudicado coa
inferioridad y carestía de los téxidos estancados.; Las
compañías no han hecho mas progresos que los de per*
dturse^ y las antiguas fábricas ae bao aniquilado ^a tan*
t<^. (grado t que i)ecesitan de mas sKpetiov auxilia (|ue
astfis lipacaiQOídác en^eramefite m (ucuifia» /
1 »
97
El privíícgio de tanteo y preferencia , que se concc-
dleton á las fábricas de exención , fue una imposibilidad
tkcUz. 9 para que no pudieran hacer el surtimiento las
originarias. El uso de este privilegio fue tan perjudicial,
como que por el no solo lograron las sociedades hacerse
con los simples , que necesitaban para sus establecimiea-
tos , sino que apoderadas de ellos Cacílitaron la negocia- ^
clon ventajosa, sin la transmutación del genero, vendién-
dole en estos dominios , y extrayéndole á otros en con*
tra vención de las leyes \ pues la faculud del exclusivo
comercio , y la liberación de derechos en la compra de
los simples , y de primera venta de los compuestos , so-
bre la antecedente sujestion , impidió la continuación de
labores á las facultades y sus profesores , y los deterio-
raron tanto, que apenas quedó maestro en ellas que na
se viese en la precisión de mudar de oficio.
Para convencerse de esta verdad no se necesita vio-
lentar la inteligencia , porque supuesta por el tanteo lá
dificultad de surtirse los fabricantes del material , que
por la preferencia se les arrebataba de las manos, si le
conseguían en alguna parte, era en fuerza de alguna an*
tiquada confianza , y ¿ expensas de un mas que regular
dispendio. Este aumento de coste, y la indispensable sa-
tiséiccion de los derechos de cientos y alcabalas de las
Ventas de los géneros ( de que están exoneradas las com«
pañias ), les precisaba á solicitar para no perderse el au-
mento de un diez por ciento en los precios de sus ropas,
y pudiendo las compañías con iguales Circunstancias ha-
cer rebajas por el privilegio del mismo diez por ciento^
que los Éibricantes tenían necesidad de subir $ no es du«
dable que el despacho de estos habla de baxar , y el de
las compañías crecer , y que aunque no hubiera o^o lo*»
conveniente , sobraba é$te para extinguir las antigua
artes y sus individuos s como la ha acreditado la expc-
Tom.tl. N ricn-
9» ^
rienda én las'dcscréces de telares , que se han reconocí*
do en todas las fábricas del rey no , sin que las compa«-
Sias con todas sus franquicias hayan podido llenar el
yació.
De esta desolación , y de la ninguna Ümltacion con
que han labrado los texiUos las compañías , sin sujeción
por sus privilegios á los es tatutos de las artes , ha prove-
nido la escasez de los géneros, la carestía de ellos, y sa
inferioridad , con perjuicio universal de la causa pübli*
ca I que lo sufrió , y continua en tolerarlo por no tener
otro recurso. Y aunque estos daños se empezaron á re«
conocer desde luego, y antes de los establecimientos se
píredixeron , como se preocupó el Ministerio de las espe«
des , que sujpo imprimir la ignorancia y la codicia , se
creyeron vanas las reñexiones ; pero el tiempo ha veri^
ficado el ningún fundamento sobre que se cimentaron
y apoyaron los aumentos s pues para cada telar de los
que llenos de vicios plantificaron las compañías , se die-
ron por el pie mas de diez de las antiguas fábricas^ cuyo
suceso no solo era regular , sino preciso , porque el inir
pedimento para la adquisición de los materiales , la su-
jeción de labrar con arreglo á las ordenanzas , la preci*
sion de pagar los derechos de todas las ventas , y la nin-
*guna protección que lograban , no podia producir otras
conseqüenciasy que las que anualmente se están pade-
ciendo, y se padecerán Ínterin no se tome otra provi-
dencia que las restablezca, y saque al común de la
esclavitud en que le ha puesto el esiahco de los ge*
neros.
Si los inñuxos se hubieran dirigido para que las
compañías se hubieran establecido, contando con las mis-
'mas fábricas antiguas para promoverlas y perfeccionar*
Jas , y foñaentar su comercio , con el conocimiento cor-
xespondlente á las Provincias de la América, adaptando
• los
99^
los cDüsninoi de aqadílás cop el produéfe» de las ifSfairícas
JLc estas y y siguiendo en esta parte el modo de girar de í
los establecimientos extrangeros , malo fuera , porque
naeistras fábricas todavía op se hallan en estado de po-
der surtir á estos rey nos y á aquellos ; pero ha sido ma-
cho 'peor f dexando á unos y á ot|:os en el descubierto
que se experimenta ^ coa destrucción de las mánu-^
¿L^^uras originadas, y perjuicio universal de la causa
pública. '■,.-'>
No hay compañía qtte « para iojgics^r el usó de tanto»
privilegios como se les concedieron , no se oblígase á es* .
tablecer y y plantíñcar alguna de las muchas mañu&c*
turas que nos faltan , con calidad de su aumento; pero
habiéndose pasado el tiempo de las primeras concesloncSi
todavía no se ha visto en España señal de cumplin^ien-
to de estas obligaciones ; por lo que nos hallamos de-
fraudados de este ñgurado benefició , y con el daño qua«
si irreps^i^able de nuestras antiguas fábricas : las compa«
ñias en la mayor parte perdidas , los interesados en ella$
sin el beneficio que creyeron , y aún con la remota es-
peranza de juntarse con los caudales que para su fondo
pusieron.
. Decir todo lo que ocurre sobre estos mal entendidos
asuntosi y sobre los gravísimos perjuicios que se han
originado de su práctica , es un procedet infinito ^ qué
no se puede explicar sin dolor $ por cuyo motivo » y por-
que al juicio menos reflexivo se los hará presentes su pro-
pia consideración, si los mita con cuidado f se omite^ y pa<
so á hacer un resumen del estado de las^ fábricas de lana
que tenemosi desús pequeños defedioSi porque ellas no son
grandes t del modo de corregirlos , y del fácil medio de
establecer todas las manufaáuras , que de esta especie
y sus semejatues nos <an , c^ utilidad del Esta*
Na do,
JOO
do, y Sin el €OQ$idcftbte pcrjaiclo que^tia padeddo
hasta aquí el Real erario»
FábrUas de lanasm
- • -
■
< 3S1 material que para estas manufa&urasi produce
Espa&i es tan abundante y especial , que no tiene que
eavidiar i ninguna Potencia extrangeras pero el mal uso
de el^ y el conocimiento que falta á nuestros naturales
para la aplicación y beneñcio de sus calidades , según
la multitud de,geMros, que con el se labran , son la
causa del mal estado en que se hallan ; por cuya razoa
las fábricas que de esta especie tenemos, se reducen á
laiS de paños , las menos de finos , . y las mas de ordina»
ríos; pudiendo extenderlas á toda la variedad de texldos^
con que los extrangeros nos lisonjean el gusto , nos sa«
can el dinero , y los simples , con que forman los com-*
puestos I como mas adelante se explicará i después de
apuntar los defeAos de nuestros paños.
i Dtft&o primero.
St ha concebido en España:, ó por error de las an-
tiguas constituciones, ó por la ceguedad de no haberse
dedicado á los exámenes e investigaciones necesarias,
que los paños finos, se construyen y forman de las la-
nas mas superiores , y por eso se sienten mas suaves al
tadoquelos extrangeros 5 mas blandos , inenos consis-
tentes, y sin otra firmeza , qae la breve y principal que :
les comunica la prensa por limitado tiempo ,* cooio se.
evidencia de los vesti4os que se hacen de ellos \ pues al
paso que con el uso se. va perdiendo el primer ludmien*
vo^ van asimismo decayendo de.su at madura i cuyo de-
fec-
&€to DO se experimenta en los iextraligeros ; porque ¿on«
sctvan la firmeza de la ropa hasta q(tie el tiempo k ani*
quila I con mas retardación que á los nuestros.
£sta equivocación del mal uso , y aplicación de los
materiales pudiera haberse conocido en tantos tiempos
como hace se eitá tratando el asunto ; pero como ha si-
do baxo del concepto de seguir una antigua prádica, que
se ha hecho venerable para la observancia , no ha sido
posible la convención para separarse de ella , ni menos'
la de^tencion para diferenciar por via de los expcrimen-^
tos el modo de las composiciones , á que pudiera haber
inclinado á nuestros fabricantes su propia conveniencia/
y el desprecio con que se miran , y han oiirado sus labo-
xes ár presencia de los extrangeros.
* Fuera de España no se siguen estas reglas , porque
la aplicación de los extrangeros es mas Industriosa 'para
procutar sus beneficios. Por esto se han dedicado al exá«
men , y al conocimiento que han. legrado de los mate«
ríales, y así mejor que nosotros saben las qualidades de
ellos I y las aplicaciones que les han de dar. Los paños
finos los hacen sin duda de lana fina ? pero no como no«-
soiros en el todo, porque se valen de los mixtos i echan**
do aquella parte que han descubierto por sus experkn-!
das I queles corresponde de otra calidad mas iHferiof*^ '
como las mismas ropas lo demuestran ai menos inteligen*
te I si repara con el ta£ko la quasi insensible aspereza que
contienen , ¿ diferencia- de los tluestros , que seofírecen:
blandMry)sua;v€^, no solo al pelo, sino al contra^eto ^^r '
lo que para ^cqnseguír lo qvko ellos^ logran » y nosotros '
j^rdemós , se 'hace preciso no el traer para este efedo -
anifices extraños , sino que nuestros naturales se dedi*
quen á los experimentos (en que nada pueden ir á per-*
der 9 porque no hay fiefgode malograr tc^ materiales),'
hasta acertar p6r ifiedío de los emborr adores el punto de •
la
loa
la canti<kd » que la ropa segnn su clase requlece » ¡10x9^
. lograr la coasl$teiKÍa que necesita.
Suponiendo equilibrio cji las demás o{>erac¡0iie$ ex^
tf angeras con las nuestras , hasta poner el material en el^
estado de hilarle , debe advertirse ^ que en esta manior :
bra no se tiene en España el mayor cuidado , ni para*
que el torcido salga con proporción de vueltas ^ ni parai
que la obra 3e logre en toda su latitud con una pro^xa^
igualdad , sin embargo de que se ha. procurada por me*:
dio de la haspa Olandesa nivelar el peso con el imfttero;
cuya regla , si se observara con proporción de partes , sia:
dificultad producirla todo el deseo, como recayese so«
bce la enmienda del primer vicio,
- .' ■ *
Dividen los extrangeros las calidades del material pl*.
ra las clases de paño, como lo hacen con la seda , dándole
ixada una aquella aplicación que le corresponde > y dc:
la iDisma forma que separan aquel fruto natural después»
de hilado , lo praftícan en las hilazas que forja el ^rte «
de este $ y por esta razón distinguen sus paños por stter*^
tes , dedicando para la primera la de mayor perfección»
y proporcíonalmente las demás; aloque les obliga la*
conveniencia para, el. manejo fácil délas operaciones y^queí
seiíaceo mas delicadas^y cuidadosas* al paso.de la áU[
ferencia de la firmeza que se advierte en .la hilasa de
lapa, que se forma de muchas partes quebradas, y de un
material insubsistente , á distinción de la seda , que ..la
naturale:&a le produce sin roturas i y elajrce conlas>uni(>r.
nes le aumenta la consis.teni:isu Y ¡no, obstante. q.uV'«R^
Es-
'^3
Espáiíá te há puesto algün cuidado en la parte de los hU
lados , aun no se han logtado como se necesitan , y por
<sto salen las ropas mas inferiores y desiguales ^ de que
¿imana su escasa duración , y sii aborrecible y fea ycjcz.
DefeSo quarto.
r
En quanto á los t^xidos , se gobiernan en todas par¿
tes por unas mismas reglas , por ser generales , y no se
ha descubierto modo de variar en 1^ substancia 5 bien
que los extrangcros lo han procurado en los accidentes,
proporcionándolos á la mas cómoda disposición y para
x^ue no siendo violentos los trabajos y se minore h fati*
ga , y se haga mas^ labor. La finura de^us paños consis-
te en la delicadeza de los hilados , y en el ndmero de los
hilos que les ponen. Los telares ison igualmente anchos
en todas partes 5 sus peynes diferencian la calidad , por*
que para la primera suerte echaii quatro mil , ó tres mil
y seiscientos hilos (y en España se llaman paños quá-
réntenos o treinta y seisenos )| les ponen otras tantas
púas, y de esta forma lo pra£kícan en las demás , echan*-
do tres mil al treinteno, dos mil y quatrocientos al vein-
te y quatrenos y como á un propio ancho han de ajus-
tar el numero de los hilos , para que la gerga no salga
demasiadamente clara, y llenar el telar, gradúa la grosu-
ra de las hilazas con bastante cuidado^ apropiándola el
grado de las tramas que á cada suerte corresponde. Y
aunque por los mismos términos se executen estas opera*
clones en España , con todo por la falta de prolixidad , y
por el descuido que se padece ^ se equivocan con fre-
qüencia estos preceptos, y los de sacar con tupidez las
gcrgas , pues no obstante que las disimula el enfurtido^
como aquella operación es defectuosa , y esta violenta,
lo padece después la ropa, ya por la raridad con que
que-
,104
queda* fSi ha áe llegar 2 la marca , ya por lo qae angos-
ta el ancho , y se acorta el largo^ si ha de tener la uoioq.
que le pertenece , y ya por la desigualdjidí que, muchas
Teces resulta de estar una misma pieza por unas partes
mas blanda que por otras ; cuyo defeélo conviene reme-
diar con las propias reglas que los extrangeros , y de
que no faltan las suficientes noticias á nuestros maestros^
que no procedea con uniformidad.
Defeéio quinto»
Es este vicio , por último , el mas principal $ y por ser
el primero que se ofrece á los sentidos ^ respedo de ad-«
vertirse en la ropa ya construida ^ es el mas digno de
corrección. Consiste , pues , en lo largo del pelo con que
dexan á nuestros paños , aún después de la tundicipa»
iruya fealdad á los primeros días parece disimuladas pero
é poco tiempo de usados » se empieza á descubrir ^ ievaa«
tándose en extremo para anidarse ei polvo.. Este dcfe¿lo
rara ó ninguna vez lo padecen los extrangeros y que co«
mo mas industriosos se han dedicado á la formación de
tixeras mas delicadas » y de cuchillo mas baxo, que la$
que se praftícan en España , sin embargo de que se rraea
de fuera. Y aunque esta nulidad se ha creído qu$ de*
pende de la falta de proporcionados hierros , no es así,
pues aunque es verdad que contribuye en mucha parte
á ^ imperfección , también lo es, que viene descendien-
do desde el primer defefto , hasta unirse todos , para
consumar la inferioridad.
Dixose que el primer vicio se cometía en el error
de hacer los paños finos, no mas que con lana fina, y en
no mezclarla con aquella porción precisa de otra mas or*
diñaría., como lo acostumbran los extrangeros para dar
á las ropas consistencia. La convención de esto es muy
cU-
•clava > pbMitf e'n»llií/!tt(l4 <» qiw -l»fIa(iia!«}r4lP«rr5TÍ[i»((|^
porción de f«x:iK)cíjitfeofi:crp^jiiuiSf6t(if»bi :¡t, mi»
•grncsoy^y ia-üoa ina$.4d^a4p9 y)ina»i)lft¿de ^ &()t).9B$
si el paño se Ubca.coolat detesta m^m^kí» , es. r(sg;i^
qxfe tod^ ei p^Q. qtt( so jov^ttfajsn> Ift-.fMcchA, y'¡q^]Qd4
cixera i mpdeqaxla ^..y c(v;(a8ta iiftcfúü:\ ifVP. iiMí=^ i09
«e hkiera, .y.^;ti]at4fl»:d(;49 pl^^llífkidp ipef;i»j;¡lf% l^r
lias , es verosímil , que el pelo de la porción ordlpaji^
(juedariamas dere^9 i y:4)«s>p9r U iiQipo.ay^d^ria á
levantar 4l ,de Ja Jm,s cf)o \ft¡.*i^s.íUíMfü^%i4i^cia^fMi
y con la c«cgaide.M$£ij«f(a^ ^fMP«B>f>H}iií2aj;ia.ei :<^t%i
«tiedidai doi;8)}¥)ado^<999iCA^llKh^ip«4$ra » -y,<|«K4^jaj|
•los pa&os sio esta.n;it|ida|d «:lc9Miy$fS|> JM(;igií^sfkto»,y ^
4biedo de firmar lo» rj;sal(o^ ó. v<egi8a$.>jq!^e «aii.el <^adi9
. a¿lual se ^laoifiestaii» con JiualqvÚ4(»i¿<Qta de .agua EUHf
< Bstoft vkii9» , que rf aaa..ttBO dQjpostf í (PWiPíi que íp-
portan: pocO):.iconstimy€iítjiun$o$í é f^iesn^ifyi^peA,^
mayor desprecio. £1 reínedio dQ eljl^js es rnuy ^il j por-
ique coa^e ea sola la apÚ(^cloQ , . y ep d^t^iar una
costumbre , que se hl^iiotinditíc^oj^ jL^^ljglde. reflfi>-
aion y cxároeai lo.qi|e.si5e i^pAira .«oaiq.$e;de^^ pro-
ducirá' otro bsni^&ioixnat-ireQtaj^sg, ^útf» p^eJU ^gb-
sistencia de los. colores. ^ ^que taf)(o s^ ealu^anian de ifa-
^tSe&x» á miestros artesanos » poy po habar glc^qzado el
■ verdadero wnkvfí de^neiftroyie^eAf.í^ qMe 4eAdo.cies-
' tos, s^i»a(eJbdI>peasab^ltf!dfclara^Í(W{>4a.la enpu^a-
da. ]la¿&ka deltél:m0$ax%:pqL|o$.<<$i^f0ft,]el,p;N^t^^
núento-de ellos^i-sa in^ubs^tjcqflia,, y.;e|][Hf>gttq luci-
miento de las. topas, no dimatia de. la[ ignorancia de los
tintoreros » si.(jq:de:io$ de^QS <««(^;qper«n$e?iyai[nente
se hacen ii«s of^dracipoes )aní^^n|^9<jy:,pswí:lpaj,i9ente
= lartfltiina r ^uesc cajisa co «íjt^ndidp, ■jd^;cap<j^. los pa-
- Tnnt. ytl ' 'O * nos
Uü- <te<dtittAJ^íse<' COA- 'facilidad el -polvo i xpio siendo
üttUistíco I y oótkoúvoi «idy podetoso póc ét .'coittlnao
beako lugar que ocupa , caceóme insebsíble&iente el- co-
lóftf^inias eficacU'que él ^1> y el a.yre , y si pata qui-
tarle-^ >ékve 'del' «aedioc^tegaUt «del copulo', quantas
dtás"fe€ts's&!e psié p^ «étexni^ Ifias lioipiíó , «anto mas
sé' d«¿i&€&«y ^okdé'dr: ebtdtido'^ rudezas del zj^
Todas'los e]ü^e^d«fi<iteftiaí)f ', que i tt'iverdad no
tienen taitti 'difica4<ad pata sü- cocréccion , ¡los hubte-
ti' tíiiiatháiAó'ími^<&0(S» lá '4pti<&clon de :tos fnaestros
* fisi»ádlefr/ii«é reií4líiib{e«á'^({cargi(k>v kégttn el estado
'éé lafi ((Iibt4¿as ilél« i$yfra( j^ 4a propotdonada imitacloa
tfr^los pa'nos eScctángélois 7 concediendo á sus comunl»
^dédésa^uétlas t^uneíaéiooes, que bastasen para distin-
guir su aplicación y esmero , y la litwrtad necdaitla pa-
ta lá ;¿x¿iftt^iMi > ür miHáótid^ peto como 4os : medios
iqtie-sé t^iáái&rdh y^se dieton , fiíeton direftamente opues-
tos i nladai se'há podido conseguir má$ , que el atraso de
las printtcivas origiúariás fábricas, sin adelantamiento vi*
•USbUc dé lás> nuevá'mente estabtc«id*Sr *- , . • . . i -
* - '^. Si á-fes; antigtns de. Segovia ; de Bexat , de 2^rago-
'tki de Babcéloftá;^ dt Valeflda , ide Akíoy , y <lc otras
' ffluchaá, que hay derramadas en todas estás Provincias,
se les hubiera auxilkdo, encargando arcada una de ellas,
según la disposición ^ y ]pr«fporcion co^n que se halla-
'iérii lá imitbcion dé IOS ^SiU^l Beuí ; dé-Ludtn , de
-AbrebUIe','t«fliánd6;á^stivciiidado cadaufla k imita-
ción dé otra , lo htí^frán;^' conseguido con < aumento
suyo , con beneficio del Estado , y sin el grandioso cos-
te ^ que ha causado al real erario sin- efeQo ^ nix»tilidad,
' y con déstrítccIoB de Uis prtmordialessi Con ht centesima
' pane dé )o qoe -se ha ezj[|enfdido ^ y laalgastadó en la
6-
Hojí
{abtica de Gáaiíiilaxftra , ien la ^ san f crhmBo.,. y sus:
agr^adones , qtte.schiibieseTapHcaxioipaca pnedio^ .tcia^í
poral de losaxtíñcc^, que. se distinguiesen,. se imbie^)
ra logrado la competencia de. las mejores del orbie; se:^
hubiera mejorado, miestro comercioi^ y se hubiera es* [
casado la real Hacienda de tantos caqdales como^ise , haa/
consumido últimamente jipara Já ..continuación de ua:
mal entendido empeño , impelido de la ignoraacia , poc
no haber reflexionado siempre Iqs escarmientos.
¡ Quintos millones habrá cosudo al real erario la -
casa de Guadalaxara.d^e su construcción , así por los .
[HDecisos gastos del establecimiento , sueldos y salarlos de .
naturales y extrangeros ,. como pof los materiales que de i
todas especies se malograron, por defcdo de economía ea/
los primeros años ! ¡Quáotos la nueva población de saat
IBernando abandonada segunda vez , por el mal inflaxo{
de su t^mperapiento ,: que obUgió^ á dexarla/ iofiítm^l
como se mánificstia y. por. habcf querido despreciar . el>
primer exemplar de Jsu despoblación ! ¿ Que beoeficiosí,
y ^ju^ ventajas han producido estos empeños tii al £sta-<
do, ni al real erarlo? ¿Se ha conseguido mas, que el dis-'
pendió de la real Hacienda , haber quedado nuestrasv
priginarias fábrkas sin adelantamiento alguno , y nues«
uo copierdo en el estado pasivo que tanto devora,^.
quanto favorecp á los extrangeros ? No se ignora , quifi
la idea del Cardenal Alberoni ,.que promovió la fábrica
de Guadalaxara, fue la dé hacer uo seminario de Maes«^
tros especiales , para que se difundiesen en las demasi
del rey no y y excitar . con este motivo la aplicación de^
nuestros naturales , y también para que á imitación de(
Soberano, tomasen á su cargo otros poderosos igualen
empeños , como lo hizo el Duque de Bejar , y Don Juan
de Goyeaeches pero como variaron las manos , y las su^
cesiones,, y, las inclinaciones han sido diversas , cesaron
■ O a " ttuy
lo8r
muy luegolJos im^ulsosv y^solo .se-rconiiéoo én* Gmídá-
laxara^ porque ysu ¿a erarazoodesayrax una empresa,
que hat ia eiepMo ta^i -aleó principio^ i y que hubiera si-
(b mejor nó haberh plantiñcádo , así porque no corres-
pondió á los de^gnios de corregir , adetaucar y promio*
ver 9! como porque iptando mediáis e sú ^oñsítítacijoa lia-*
bta:deimpc2sn: la xeal Hacieqd^ áxesarcirse de- todos los
gascón causados, de parce decUb; 9 irs^taudo los negocios,
con pureza y economía ^ pcn: laidiversidad de cohcép^:
tos e inclinaciones de los Ministrbs, baxo de cuya domi-
nación han^e^adáy sela ha despojado de la espetfanza^ y «
déla alhaja^ pasáhdol^i'á las manos de los cinco^ Gre^
míos :ii^y¿rés«,^para que iogreurei fruto de ageao cultL-
vo^ y adelanten sus. intereses , ya en la rebáxa de las*
mamot>ras a los operarios , y y a en la alteración de los
paños eti sus preci9s.r cuyos perjuicios son de ia causal
{i^áblica i ¡ y aún boa dios ho consigue aquelips geaeros.
do la calidad queicorrespoiuie.': Y; e^ desgracia de núes*,
tra^hadon laÜTiconstancia , que frequen cemente se pad¿*
ce en los asuntos , en que se hace arbitra la voluntad de
quien. los maneja > por la dificultad de . conformarse las
opiniones ^ y .poip eso parece que lóí empeños de esta
nataraleauiv) en/ que el mecanisiiio es ei 4príhdpai objetfo^
SP' desviarán* de ia ¡superioridad / resiervándose aquellos,,
que la debilidad de los subditos no los pudiese vencer
para su mayor resplandor^
Creer que nuestros naiuiíales son qoas ineptos que
los extrangeros , es undélíri&« Pensar que ello^ tuvieron
maestros extrangeros para ^rfbrcionar sus-^n^anufaftu*
jcas , y ponerlas en laaltpraqbeiogran , sóbrs. ne haber,
noticia de ello , sería negarles sa aplicación , y el fomen-
to que %xx% soberanos les han dispensado por medio de
los premios, sin encalcarse de los establecimientos. Dis*
jcurrir^ue en £s{iaña no hay mas proporciooí, que en las
de-
demias ^óttfacias pá»; fadHt;: rio 'rodo:,: sería faltará Ix
insttuccioo de lo que es el rey no:,. de lo que son los fia«
turales^ y lo que es la piadosa inclinación de los Monar-*
cas. Con que sentados estos innegables principios por ha-*
berlosdeoiostrado la experiencia , la abundancia de ma-
teriales I la dedicación respediva de los artífices y y la.
franqueza con que se han concedido gracias ; ¿ el no
haberse Jógrado el fin , de que puede pender , sino del
error que se ha padecido en.los medios?
Siendo , pues , constante que los extrangeros no han
tenido otra maestranza, que la de su propia aplicación
ai ínteres,, que les ha producido el comercio , con la li«i
bcrtad de sus labores, y las remuneraciones , que haa
logrado con- proporción á sus omeros , y que en España
se pudiera haber hecho mas , respeto de iiallarse vencí*.
dos los |)riffleios inconvenientes con los exemplares dé
á fuera , no sé alcanza el motivo que pudieron tener los
instrumentos para persuadir á la separación de un medio
tan eficaz y como el de procurar lá mas propia-y per*--
feAa imitación de sus obras 9 que están declarando ellas
mismas (aunque silenciosamente) los rumbos por donde
nuestros artífices deben caminar y dirigirse , para evitar
Jos costos de ios experhqentos , y conseguir la perfcccloa
quele^f^ta* . . :
£1 haber sugerido á la superioridad la erección de fá«
bricas de las mismas especies qlie. tenei&os , sin haber
pensado en perfeccionar las establecidas , qué se hallan
condisposlcion.de admitir sin dificultad la enmienda.
de los vicios que motivan su infi:rioridad , ha sido uno.
de los mayores errores , que pudo cometer la intención,
y también el pensamiento de haber traido á £spaña mo-
dernamente maestros extrangeros, para que su mcto«
do eQ ellas., sirviese de estimulo á los naturales ; por«
que uno y otro habia de producir lo mismo que han
me-
mani&staclo los exemplarés 9 que pa3{eran KalMrse ts^
casado y para moderar los gastos s porque estaban pre-
vistas las resultas , si se hubieran reflexionado cou in—
tención y conocimiento y oías todos los que han venido,,
y se han buscado para perfeccionar nuestras manufa¿bi-»
ras, han sido unos ignorantes en las facultadesi y han éa«*
trado en el concepto de ser las mayoces habilidades dc(
mimdo , porque los encargados para la solicitad ^ ni han
tenido inteUgencia en los asuntos y ni en el gobierno dq
ellos y ni menos en el caráder de las naciones » de quct
ha provenido el atraso que se padece y y el dispendio
de la real Hacienda y quando se esperaban contraxio^
efcdos.
Si es notorio que en todas las provindas extrange^
ras y se remuneran extraordinariamente i los que ea
qüalquiera arte y ó 6u:ultad sobresalen ; si se executa:
lo mismo, con los que producen alguna invención no
conocida para excitar por este medio la aplicación 1 y si
con estos premios no les dexan que desear, ni para elho-i
ñor y ni para la conveniencia : ¿ por que nos han de per*
suadir á que estos artífices han de venir á nuestra Es-
paña y abandonando sus casas y sus familias , sus hon-
ras, y sus conveniencias, para legrar una limitada con«
slgnaclon , poco segura , y opuesta á la contingencia de
agena voluntad , incurriendo por decontado en la des-
gracia de sus soberanos , que no son poco rigorosos pa-.
ra castigar, si pueden, estas infidelidades? No son tan ne-
cios los extrangeros en las execuciones en que fundan
sus conveniencias , como nosotros en la credulidad de
las que nos proponen y figuran ; como se ha verifica-
de con todos ó la mayor parte de quantos han pasado á
esta Península. Ysí no se convencieren de esta verdad, po-
drán señalar los que han fomentado estas ideas , los
jíxemplares de los adelantamientos , <^ue hemos logrado
en
Jll
en Us fábrfcas que tenemos de seda y lana^ pues subsis*»
ten en aqaei estado iniperfedo , que destruye nuestro
comerció 9 y hace ventajoso el extrangero > sino es que
para uno y otro hayan intervenido viciosamente los que
por nuestra parte han promovido estas empresas y y por
la de ios exttangeros > á la de ios envios de inutiies
maestros , que en vez de adelantar nuestras manufa^lup
xas, procuran si no imposibilitarlas , al menos impedir
-sus progresos, enibarazandocon aparentes 9 e insubstan-
ciales variaciones de accidentales métodos á nuestros ino-
centes artificeSi que no se han atrevido á respirar, ai ver
el poder mal informado de los que debieron , por la conf»
ifiat^zad que eran acreedores, haber atendido á su pun-
>donor $ á cuyas contingencias, y ala variación , é insubiF»
sistencia , están sujetos todos los negocios , que no. son
(de la privativa inspección de Magistrados , formados ^
de sugetos* prudentes y expertos , como adelante se
Los efedos que han resultado de todas las anterio-
íes providencias , parece dan crédito á las proposiciones,
ó calificación al error con que se han concebido estos
importantes negocioSé Para uno y otro hay sobrados
fundamentos , y mas quando algunos , para facilitar los
operarios extrangeros, han preponderado (para adelantar
su mcfrito) riesgos y peligros, á que se han expuesto
por. sacarlos de sus provincias, de donde no pudieron
salir sin exponer sus vidas á pelaros eminentes , á no
haberles estimulado el apnor á. su Rey y á su patria;
cuyas fingidas expresiones , no solo se hicieron creíbles,
sino dignas de remuneración i porque la bondad con que
se procedió en el asunto , no se detuvo á recelar la im«
posibilidad de lograr en estos dominios los primorosos
^utifices i siendo asi que en los nuestros úo tenemios na*
da
da qae apeteceri ni envidiar, en habiendo aquéllos p
mies necesarios. De todo esto se inñere >que np pudien«^
do arceptac semejantes partidos ios útiles , y . habiendo
venido muchos i no han podido ser de prpvedio j cuya
indubltabie verdad se lia dempstrado , y demuestra
con otros tantos exempios , como sujetos han pasado á
este reyno > pues aunque haya habido algrino de ince-
ligenciai no les han faltado notas mas substanciales, que
las de la inhabilidad; por las quale sdebían ser no atendi-
dos , sí despreciados, si los interventores hubieran exami-
nado seriamente , y como^e requería , este punto ^ para
impedir se entregasen los caudales ,. los materiales ^ y las
facultades tan absolutas , como se concedieron, para
aventurarlo todo, y adelantar nada , por contemporizar
con el juicio de la necesidad.
Estas no bien premeditadas disposiciones, ademáis
de no haber cont^buido para mejorar ^ las; fábricas;
de haber causado el atraso del comercio ( que con díñ*
cuiud se ha de adelantar ); de haber defraudado super^
finamente el real erario (sin la esperanza de la reintegra-
ción en las circunstancias presentes); y de haber facilita-
do las ventajas del trafico extrangero , han ocasionado
la ruina general del Estado; porque siendo las manu&c-
turas , y el comercio una negociación particular 9 Y^
corespondiente á los vasallos , para que con su arbitrio,
y á impulsos de la aplicación , se puedan hacer capaces
de adquirir no solo la subsistencia , sino también Us
cpnveniencias de lucros , con que se facilita el lucioiieti-
to , y abundancia universal de las Monarquías ( en ca-
yo logro deben interesarse tos soberanos por la utili-
dad y gloria que les resulta , de tener subditos de cau-
dal para qualquiera empeño); elinñilxo pata que la
superioridad se encargase de este mecanismo , fue eis-
ba*
barazaria indebidamente y con lo que no era Impostble
conseguirse , ni que tiubiera tenido la mayor costa , á
no haber sido por la falta de integridad y justiñcacloii
que iiubo ai proponerle i y quando asi no pareciese,
I que beneficio podria resultar á la suprema autoridad
de reducir U gtangería del comercio de sus dominios/
y de las fábricas establecidas por su cuenta , á solo su
B.eal arbitrio? ¿No sería esto ponerla en tcfrmínos de
despojarse de la grandeza de tener vasallos vigorosos^
que pudieran en qualquiera acontecimiento tiacer mejor
el servicio ? ¿No produciría forzosamente la debilidad
del Estado, , dexándóle en particular y en común ca-
davérico I e incjtpaz de poder asistir con sus medios á las
urgencias que pudieran ocurrir á la Monarquía? Nada
conviene mas á un Soberano , que la abundancia de va-^
salios útiles , porque estos sostienen en la necesidad el
honor i y en la tranquilidad el explendor de la mages-
tad ^ solicitando las ocasiones de merecer. Y sin recurrir
¿ otros I se han visto en este siglo bastantes exemplares,
que califican esta verdad en nuestra España » cuyos na«
dónales tienen vindicada su decorosa vanidad en U
puntual sumisión , y rendida fidelidad a su Soberano;,
que nunca podrá ser mas poderoso , que quando las ri-
quezas estén distribuidas » ó por mejor decir , deposita-
das en ellos.
Si estos hechos no pueden tener contradicción : si
los Mx>narcas de España en la parte de la fidelidad , y el
amor reverencial y filial que les profesan sus vasallos, son
los mas venturosos; de quantos se conocen en el univer«
so I porque no solo su dominación se reduce á las ha«
ciendas, sino que con s^uridad se dilata á las volunta^
des : si todos los caudales del reyno en común , y eti
particular / quando no. los sacrificara la fineza , por la
costumbre del circulo de las Reales contribuciones , no
114
pueden terier otroccntrcf que el de la *É.éal Hacienda;
¿para que' ñn habrá sida querer embasa^arla Real
ihagniñcencla coa las débiles empresas de las fábricas,
haciéndoselas tomar á su cargo , y por su cuenta , ex*
cluyendo de la esperanza de los beneficios que en ellas
pudieran lograr los subditos, aventurando , como lo han
demost|:adio los sucesos , la consecución de los eóip^&os,
con tanto detrimento del Real erarío /como él cjue p%«
dece la causa pública? Esio ha sido nocivo no solo en la
parte de la grangería á los particulares, sino también ea
el general atraso de todas las intenciones, que pudieran
haberse conseguido con mucha satisfacción , sin tantos
dispendios de la Real Hacienda , y con universal bene-
ficio del Estado , si la aplicación de los instrumentos,
que lá han manejado , hubiera sido hija de la experien*
cía , y conocimiento. En este caso no se hubieran empe-
ñado en promover estos medios , s^i no es que la vanidad
fuese tanta , que aún conociendo el error , por no rendir-
le al consejo , por no confesar su ignorancia, ó por no
aventurar el concepto , se obstinasen en la continuación^
cuyo defedo se suele padecer entre nuestros naturales,
por la demasiada presunción , y porque juzgamos que
todos tenemos aptitud para todo 5 de que proviene íiues-^
tra fatalidad muchas veces , y la calumnia con que nos
vilipendian los extrangeros , con el aforismo de que tn
España bay muchos hombres sin empleo , y muchos etnpleos
sm hombre y ¡Oh , quiera Dios que llegue el caso por el
contrario de la queja! •.
' Bien se puede creer, que todas las operaciones he*-
chasen esta razón , y que las providencias dadas al fin
por los impulsos de los manipulantes , habrán sido di«
manadas del deseo de complacer á la Magestad , por la
inseparable inclinación de betíefitltir tí Estado- en comun^
y ert particular i -pero como no^asca 4a lateAciofi para
- - lo*
krgfar los pctisatnícncasi sí no se ayudaa de la inteligen-
cia prá¿lica ^discante esta de los que han ioterveDidoenet
«laoiop de estaseconooiias, y aún mecánicas disposlcioncSi
4iohay que .admirar y que las resultas no hayan corres*'
pi^ndido al concepto 3 pero una vez que á fuerza de ios
escáldemeos se han conocido , y se ha tocado el error
deja apKcaciOQ de los medios, y que asimismo se han
descubierto los que pueden ser ücUes para facilitar la li^
soflja.de restablecer , y mejorar las fábricas perdidas, y
habilitar el comercio por las manufaduras , establecien-
do también las que nos faltan, para que el rey no florezca^
:los vasallos se enriquezcan , no se disipe la Real Hacien-
da, y los extrangecos en lugar de lastima nos tengan en-
vidia : razón será, que con el mismo conato que se de«-
dicó á las preparaciones infru¿):uosas , se ofrezca, y es-
faerze á mejorarlas, pues que tanto nos importa; y que
.el Ministerio , á vista de la propensión de nuestro cle-
mente Soberano , inspire á la dispensación de aquellos
alivios, que puedan ser mas convenientes para el aisunio,
•separándose de los que se han acostumbrado , asi por
inútiles y perjudiciales , como por costosos : debiendo
conocerse igualmente , que la promoción de estos empe-
^ 2os i.aunque merecen toda la protección de un Monarca
paca conseguirlos, no debe ser por el medio de empren-
derlos , sino pQr el de ampararlos , y auxiliarlos.
Quando las ideas , que se han seguido hasta aquí,
hubieran correspondido á los intentos ; ¿que bencfív.io
habrá conseguido la Real Hacienda , abrrogándose á sí
las fábricas y el comercio? ¿ No es evidente *, que poc
' esta razón quedarían los vasallos con el impedimento de
. lograr las utilidades, que les pudiera producir la gran-
gería > y por la misma causa, careciendo de ellos , nece*
sariamente se hablan de imposibilitar mas de lo que es-
tán , OQ S0I9 pata aumentar los caudales con las negocia*
P ». CIO.
2X5
clones partkalares y sinotamtín^n en el IttCTo íie las
terialcs obras, que arrojan las manufaduras,
á todos los individuos de las artes al misero estado de ;oi>
naleros ? Pues si esta había de ser una inevitable conse*-
qüencia , que á ninguno se le puede ocultara ¿no pudo
comprehenderse el motivo que se tendría para obligar
¿emprender un rumbo tan nocivo á los Reales intere--
^ ses , y arruinador del común de los vasallos ^ quando el
áias eficaz modo de asegurar los unos , es el de procurar
el fomento de los otros?
Si de la consecución ^de estas ideas se deducen tan
malas resultas, y que ya con el amago han tenido en,
parte principio por sola la provisión de que en las fabri«-
cas originarias se execu tasen aquellas labores, que se
insinuaron en los establecimientos Reales , aún no ha«
biendose podido lograr en ellos la perfección 5 1 qu¿ se-
ria si en el todo de las manufacturas se las excluyese!
¿No sería forzoso que se extinguiesen los gremios que
las profesan? ¿ que sus individuos variasen de medios pa«
ra vivir ? ¿ que esta porción de vasallos , que no es pc^
<jucna , se aniquilase en el todo ? ¿ que parasen general-i
mente en mendigos , ó en otra cosa que fuese mas per«^
judicial al Bstado y al Real erario ? Al uno, porque pa^
' deccría la carga y el gravamen s y al otro , porque ca*'
jecería del ingreso de sus contribuciones. Sujetar- las fá-
•bricas , y el comercio á sola una mano, y tan absoluta^
' y poderosa , es dexar en descubierto el surtimiento co-
mún, y facilitar un general estanco, que impidiera la
equidad publica s y siendo todo lo contrario lo que de-.
sea la Real piedad , y lo que se debe procurar en qual**
quiera República bien gobernada para su conservación,
y para mantener el derecho natural de las gentes, se
deben separar todos los medios, que ^ireda ó indire¿a-
mente M coincidan en este justo p6iisafl}iemot Adeaias
4fi
^17
cRr qoe es líbpropíóVy ado indecoroso i la sobetanía, to-
mar á su cargo , y por los medios que hasta aquí, unes
asuntos tan ridiculos » que por lo mecánico deslucen Jn
xcgia autMidad , y no pueden setjcon venientes para ln
buena armonía de la sociedad pública , por correspondec
privativamente á las acciones de los subditos , auxiliados
para su subsistencia. Se hizo motivo para prohibir á los
fabricantes de Alcoy k execucion de los p^ños ñnos
(que empezaron á labrar con mas primor, y menos cos^
te del que se podía esperar , y quasi tan perfeftos como
los mas superiores extrangeros ) , el creer , que su
continuación impediría el consumo de los que se fabri<^
cabañ en Guadalaxara y San Fernando. Esta idea mal
premeditada fue capaz de entibiar , y adormecer toda la
aplicación de los fabricantes , y opuesta á todas las in-
venciones de adelantar las manu£a£kuras > como se de-
sea I porque únicamente conspiraba á &cil¡tar las utiU«
' dades de los extrangeros , los progresos ilusorios de tos
establecimientos Reales , y la desolación de las fábrica^
loriginarias.
Este es el perjuicio que produce la falta de ei^pe^
xiencla en los asuntos , y el querer ostentar inteligencia
y zelo para congraciarse ^ y mantenerse en los mane)os$
cuya ambición ^ aunque por otros términos , se ha vis-
to muchas veces y haciendo mérito propio de lo que es
sacrificio ageno y sin reparar en los daños , que como no
los padecen los instrumentos > y los ofendidos por mo«
destia los caUan y si acaso llegan i conocerse^ nunca falca
. ala adulación y malicia disposición para exonerarse de
ia culpa y y para dexar en opiniones su conduda y atri«.
;buyendo la nulidad á otras causas , á otros efcftos, y i
otros accidentes ininvestigables^ no producidos por ellos.
Y si á los que han sido árUtros en el particular de que
le tr ata > se ks hicknLCODvendon « hicb cierto es y que
pro«
•.»•»
bleclinteütas han compradlo la que lian qnerldio « y Uí
han beneficiado en rama dentro y fuera del reyno , coa
«tilidad mas segura , que laque por coniingencia huble-
can tenido en su transmutación. De la viciosa vigilancia
del uno I y de la disimulación del otro han provenido
'muchos daños , que si se continúan | indispensablemente
han de extinguir hasta la memoria de nuestras manufac-*
turas. Si se dudare la proposición, y no convencieren los
cxemplares de bulto que la apoyan $ ¿quien bastará á per-
$uadir que unas^ fábricas Imperfetas , como lo son las
Auescras , han de adelanta<rse ^ y propagarse , careciende
délos simples de sa composición , siendo los que puedea
alcanzar, de la mas inferior .calidad, y al mas subido pre-
tio? i Podrá el arte conseguir en estas circunstancias ^
aunque mas se esmere en el prinaor de sus labores , dis-
pensarlas al público con aquella equidad , que se neces¡-
u para crecer ei consumo , y doblar las manufafturasl
Claro está que es imposible*
Pues si las providencias dadas, y los excesos toleca<«
'dos en esta parte, han causado estos perjuicios al Estado^
han facilitado las mayores utilidades á los extrangerosi^
y- han defraudado al real erario de los justos derechos^
qae le ¿orrespondian de la extracción y habilitacioa
pbt! el indulto, mediante estar prohibida por las leyes^
que anualmente se ratifican con nuevas publicaciones
tía efefto : ¿ por que no se ha de arbitrar medio , que
impfda tantos extragos , y que produzca los efeftoi
iqtie se<lesean? Pocos son los que se descubren , y tanto^
^ue {k^^ttegan á dos , y no siendo por único faftible á la
facultad de los vasallos i pues no está en su mano , se
4fnanifiesra iclaramente que solo la superior fuerza lo
-puede (aríltrar } y lo hubiera facilitado mediante su
^dojsa' incendoRy si se le hubiera inspirado, del modo
^fik& ioha pradka4f Vjfijhintariamecitc en codos los demás
-^*^' astti^
J2I
asuntof en que se le (ii propuesto la ütUidaH ^ y con*
vcniencia de los vasallos* Con que la desgracia de estos
na ha dependido de la impropordon » sino dé lá ioad«
vectencia de los instrumentos , que solo han promoyidp
especies falibles, débiles, y no correspondientes á la mag*
nanimidad del espíritu soi>erano , que apeteciendo lo me-
jor para sus vasallos, y el vencimiento de las dificultades^
que impiden este anhelo^ ño le han presentado las oca<>
sioncs oías oportunas para 4(^rar esta satis&ccion > y sí
aquellas que giradas por otro termino , se hubieran
allanado con menos autoridad , mas utilidad , y sin em-
barazar la del Monarca , para emprehender las que son
mas dignas de su atención , como la presente de afian-
zar en sus dominios , y para el surtimiento 4fi las. £i^bri«j
cas á precios cómodos , la seda que en ellos se cqge, cocr.
tando todos los abusos.
£1 modo es el que (con motivo de hallarse el Minis^
terio en el ano de 1744, agitado de dos empeños pode-
rosos , pues de una parte pretendían todas las fábricas
del reynó á nombre de sus colegios y artes , la provine
sien absoluta , como I9 piden las leyes de la extracción
de la seda , y también la de aquellos permisos , que por
beneficio, ó por gracia se concedían , á causa de que con
ellos , y por exceso se sacaba subrepticiamente mas de la
que se señalaba , y de la otra el común de los coseche-
tos , que ayudados, de los extrangeros solicitaban lo
contrario > unos porque suponían no poderse consumir
en Espalda el todo de la cosecha , y otros porque la ne-
cesitaban para el surtimiento de ^us fabricas) trabaja
por precepto superior , y por servir á la.migestad del
señor Don Felipe V.^ de gloriosa memoria, el mismo que
hace esté discurso , tan á satisfacción del Ministerio de
aquel tiempo, que aunque no tuvo e&fto por ciertos
incidentes , se le manifestó lel aprecio , porque á un tiem-
^^-. v/ * * o PO
122
po se complacía á todos tos.que citaban encontradamen*^
te iatercsadosen la instancia ^ quedando anualmente á
béneñció db larreaL Hacienda cerca! de un millón de pen-
cos, que podría ser mas ó .menos y scgnh las providcn*
cías que se diesen. Reducíase la idea para contempori->>
zar con tqdos , al establ^címienío de una Fadoría gene*
ral por cuenta de la« real Hacienda .^ paca acopiar en todo
elxeyuócstcfruto ,i señalar upa taisa:.en el precio acó*
modada á los cosecheros para adelantarlos á la propaga*
cion , hacer caxa todo ¿I y considerar con el debido co-
nocimiento el que se necesitase para los consumos de
España ^ á fin de reservadlo icon hiero moderado , hasta
que 'las ilibrícas lo pidiesen y y permitir á la extracción
el sobrante /con eb sobreprecio que pareciese , y la exac«
cion de los correspondientes derechos, pertenecientes á
S. M. , para cuyo efe£ko se prescribieron las reglas ne-
cesariafs.!; ' .
' Este pensamiento mereció .por entonces el aplauso
de único y practicable $ porque ademas de asegurar á
kts fábricas. para su subsistencia y adelantamiento , lo
qué pudiesen necesiur, se procuraba la comodidad dt
los trosecberosv ia^jcoünplacenda de los extrangeros ^' y
la otUidad! quanñosa, de la real Hacienda > con ;ah ramo
iqne podieca acrecentárselas {Proporción dd esmero con
que debiera propagancso él plantío de morales y moreras^
y finalmente^ porque/pareció el mas propio empeño de
ta soberanía 9' así poc su. importancia ^ como porque de
él dimana el bene&oiq univavsal de los vasallos ^ tan re-*
recomendarblbs pana ila generosa Real piedat^; pero acaso
úásd llevaría á efedcp entonces ,' porque tal yep no perw.
mitirian otros empeños el aposentó de los caudales ne^
cesarlos para la conservación de aqueUa buena £c , que
deberla i establecerse , y f porque la ul^vlna providen*
cia. seservaxia ^sta para el tiep:»po* presente; Lo cierto
PQ-
12^
^y^lueJEsttbs ginctós.slmfítsjm^aí púpio convenir
la extracción ^ ni prohibición absoluta : aquella , poix)bQ
si necesitan de eUos.cín otms patencias:, tio dexaráa na«
da en la qué iospcoduce; y psta , potque si np hay ei^
ella lo^ cansinos CQrrespopdififite& ^.Ju: cosechas | jes
aniquilarla ípsjf^ pa0Udffc«ftiC«i|deaoiii)&4mipdi9&eoJ^
ptecisioD de^bauQdp0aito.:£n cay«(S^puqsU)'t '$éi hiaco
forzoso ekgic .un;C!ecccr;aiedi|o y >qtte a^race^las . dos >in-^
tenciones , y qiie^sea adaptable, á ias ocurrencias y y á la
ocasión, y.iiuL&qi\aiuÍ0.Urigidez na. pu^de superar la
mahcia.' doios >qHe4^íincUtíacSot^;i . j&poB tiocc^sHlád. se
arriesgará yidacdaley jiccu3ko>jle.hai^piim^nlta4D}hMT
fSL aquú ;qiie sin tabtMgpr dp hsjbccse jpfpmni^idf> aiiuak
mente la prohibición de laiSaca dejestcfJ&ttto*! para;Cttm;
pllr con ella , no Se. ha podido )e vitar ^.por Ist dificultad
de resgiiardaf la.dilatacioadeJa&o6staaiV.y4MKqtte fiún
chanda esta fiíesal poSitdei») t^l^ irjuifóio seliftila iMVgri?
dafi deiloszdadóreá.^ }0^;«iep9sadis^Qer Ip9iinite0s>p3v4
jca observancia de los ioteretadoSiy i los. qt^ippr, lo; falta
de noticias puntuales de ^tts.íCosecbaSi^.pa $9 les. puede
reconvenir: con que se evidencia^ qdc^kiprohihicipaea
elitpdo y com&se ha, e^p«rimepMdá}y;Q<3i puede sf^vechaj
para afianzar lo n^cesftiie dü est^frQtet^t y; soto sirve p^
ra dar motivo al comercio; claodestipQ, defraudar los
derechos que se pudicran.exigir ^ dexando en descubier-
to las fabricas del reyno , que tienen que pagarlo por
esta causa áiprecm excesivos ,jparik,rMopQ$tbiJit«£.$a$
Jabpresy^in p¿rfaiqQila];l^.};y quf tatt^co.l^ extraer
don se debe .tolerar j^< aún quando ia.d«tílamen los c«t-
secheros y extrahgeros ; estos, por la necesidad del frutea
:y aqiiellos por 1^ imposibilidad de todO/SUiíónsumo en
¿.teynayqae^^cCkcunstaqciaSipKe^i^tcs^ y aeguqi
<el ¿stado de ou^tra^i ¿fábtkascí «d..sp.! puede. ;Copsutni«b
poi; mfisiquese pondere lo /contrario i^I^r.iosiqu^ n^r
O 2 ' guen
,124
guen esta- option f tfxc cotice ic ín^WlÁtttX xoBod«
mienta
^ Respedo á que los consmnios necesaiios dd rey no
no queden en descubierto , y que el fruto sobijinte se ex*
traiga con utilidad , no parece $e puede descubrir otro
jniedSo de f roporcion mas adequada y q^e -d expresad»
de la fa&gría , y por eso se -apreció tanto por el Minls*
terio quando se propuso j pero le embarazaron en aquel
tiempo mas que los inconvenientes respetosos , las esca*
seccs, que se padecían de Ips fondos , de que aélualmcn-
te no hay tanta^^pecesidad^ La empresa /por iser^ de tanta
magnitud ^ nóilai puede- facilitar otra autoridad y que no
sea la^ pódei;06a 9 por lo que ^ y por ser tan impottantCi»
parece que no se debietá omitir.
También fuera digno empeño de la real magnificetH
cia 9 executjir:á. beneficio del estado ionusmo con la ia*P!
ha entrefina y ordinarlt ,'ptomovíeiKÍ&ante todas cosas
la cosecha^deistas i^iscs-^ porque «iendo menos las que
de ellas se .'logran í yernas de las que se necesitan en jel
reyno , las persiguen con'^mas ardor y eficacia ^ que la
fina los extraiigeroSv La razón que tienen para la sodtT,
dad arisíosa4e^igj|S5^tM«á y^tló^es;ta general que. se prfc-
Hútúc de surtir siA^fábikas de paños-, sino la particuiar
de encontrar ení ellas la suma variedad de los pelos^
correspondientes para rodos los demás texidos de que
carecemos > y ellos labran profusamente , para que no
to falte á su comeccici el «otnplemento. &tos son los.ca«>
i&eloiesí las lanillas y las principelas, los bcirtag^nes , las
lamparillas /los droguetes ^ y tos demás texidós de iá-^
vención > con que nos sacan innumerables caudales s y
Do los pueden fabricar de otros simples , que de los de
ttUestras lanaSyÓx^tfc^^équivakntbf y por eso lassoiiGÍ«>
tancoh tanto '?mpeñii ^us emisarios y comisionados^
con anticipaciones de caudales dentco d^ nuestras propias
ca-
Í2J
coas ) partido por eUas mas de ló qae sin taota pexsc*
cttcioo valieían.
De todo esto ise origina la escasez , la carestía , y lo
^oc es peor; la falta de surtiinieoto de nuestras fábricast
^tte siendo por lo general de paños ordinarios ^ ni aúa
«stosicómodamente > y sin mucho trabajo de los maestrosi»
se pueden labrar como corresponde.
Nuestras leyes prohiben particularmente la extrae^
cion de la calidad de este fruto ., no obstante que quan-
do se establecieron, había mucho mas ganado que lo pro-
iiúcia j y menos necesidad de el ^ porque no se habla
^descubierto la variedad de géneros , que el artificio ex-
/trangero ha inventado .posteriormente para extraer nucs^
tros caudales , y deteriorar nuestro comercio : con que
8i esta providencia se tuvo por precisa en aquellos tiem*
-pos f que habia mas abundancia de este simple , y que
apenas se conocían otros texidos de esta especie , que los
paños ordinarios) ¿por que se ha de tolerar en ¿stc > en
que los ganados , y frutos de esta clase se han reducido,
y los texidos que de ellos se labran, se han aumentado
extraordinariamente? Nunca mas que ahora importa el
.cuidado sobre este particular , porque ademas de nece*
«atarse para nuestras maniobras , de ser menos el que se
-coge , y mayor la urgencia de los extrangeros , nos ha-<
llamos con la propoicion , de que en España se fiíbri-
i <quen todos aquellos géneros con que procuran sus ven*
-g^nzas , y nuestra destrucción. ¿Ño es una culpa inde*-
. corosa á. nuestros artífices la de la tibieza , con que han
procedido en el examen de materiales , su preparación,
y las demás partes de que se componen , y de que for-
man los extrangeros tantos , y tan diversos texidos , co-
mo incesantemente están inventando para mejorar su co-
mercio ? Si nos contaran de la nación mas idiota del
ttnivej:so , io mismo que gor nu£sti(ps ms^t^ria^es gasa , sin
vacia t de drcanstapctas ., puede ser qué lo 4ttcific^ino5^
y que calumniásemos el descuido. Pues si esta se htdera
ÍDcreible , y culpable en nuestro juicio en . los extraños^
¿que efedo no deberá causar , reconociendo la floxedad
de los nuestros ^ y la separación con que^ han vlvidq^
y viven del conocimiento necesario , paca jrepac^r. .im
daño tan grave , y que por su propia voluntad se causa
en perjuicio del £stado? ¿Y por que la prudente discre-
ción de los superioces no lo ha cemediado, siendo asi. que
deben emplearse en promover los be^efícios del reyoo^
con conocimiento de estos notorios descuido! de JoS ii^
dividuos y y la aplicación de lo que tanto les iáiporta
para su mejor estar , haciéndoles dispertar de* un. sueno
tan dilatado ^ proponiendo á la magestad los medios de
facilitar , no solo la segucidad de este fruto y otros ^ sino
también la propagación de el y de ellos , tomandq no*-
ticias de sugetos prádicos y experimentados ^y para que
de esta suerte, y variando el método en la dispensaciom
de los auxilios , se puedan logcac sin contingencia y y con
utilidad de la causa pública ?
No es este empeño de menos consideración. » que el
antecedente de afianzar la seda, pocque tampoco pueden
superarle las limitadas fuerzas de los vasallos ^ por lo
qual I y porque de estos ociginales principios provienen
los atrasos del comételo , y el mísero estado de iiuestras
-fábcicas (que sin suficientes matecialeS| y con propor-
ción de precios no pueden habilitarse ), merece no me-
nos protección que la de la soberanía, así pocque de otro
modo es imposible su logco , como pocque es asunto cor-
respondiente á su gcandeza , y mas decocoso , que los
que hemos visto inspicadqs de espíritus desconfiados , y
sin práftica , que solo han motivado inculpablemente la
segregación de los medios mas substanciales paca lá coct*
secucion de lo mismo, que han inteptado; por lo^ue pa-
ra
$27.
xa dexár ayrosa la prevención dé las leyes i para saber el
fruto que de esta especie se coge, el que se necesita , y
ci que puede faltar , ^ efe&o de providenciar lo conve*
Blente , hay mil modos > pero lo que ante todas cosas»
Importa remediar , á fin de que no se obscurezcan las
resoluciones , es prohibir los comisionados de compras
qoe tienen los extrangieros en este reyno , y comer**
ctantes de géneros simples ,.. porque ambos son la ruina'
de nu^tras fábricas , y la desolación del comercio fun-
damental j porque quando no logran la extracción en
que tanto se interesan j son instrumentos para escasear,
y encarecer los materiales,. asi de la lana como de seda;
con las reservas que la codicia les hace prevenir, hasta
lograr sus intentoSé
Con estas precauciones, y con las demás providen*
cias relativas para el logro de tan importantes ñnes , n»
se puede ni debe dudar , que nuestra España se pondría
en un estado felicísimo , y que así como en el día es el
el^eto apetecido de todas las naciones , por la abundan^
da de sus preciosos minerales , y sus exquisitos simples,
lo sejía entonces por ellos, y por los compuestos $ de mo-*
do , que no necesitando de las manufií&uras de los ex-^
trangeros , quedarían frustrados todos sus designios d£
comercio , nosotros arbitro^ de él , y libres de las co-
piosas , y continuas extracciones de los caudales que pa-
decemos, sin la esperanza de que vuelvan á nuestras ma-
nos. Y para que en todo se pueda tomar el debido cono«
cimiento ,. y aplicar los medios mas convenientes para
evitar ti daño , respe¿lo dé que ya se ha hecho manifi^s-
tacion de las fábricas de seda y lana , y de los vicios ¿m
los materiales , será bien decir algo de los texidos am«-
biguos , que con las mezclas de una y otra especie , se
forjanptta nuestro mayor sacrificio, por defedo dé apli-
ca-
12?
cacioQ al cx&metí 9é su forníicfotf , mis por Hendía, que
por juzgar ios asuntos invencibles. «
Son tantos ios texidos mixtos , con que la industria
de los extrangeros ha procurado , y procura iisonjearábs:
el gusto I que apenas caben en la pon4eracion i y es taar
to io que nos arrebatan sus novedades , que nos distrae-
mos y embelesamos de tal modo , que consentimos en
nuestro perjuicio sin resistencia. No hay año que no noa
introduzcan variedades , y tantas y que hacen titubear
la elección ; y mediante la dificultad de hacer relacioa
de todos, bastará insinuar los mas principales y corrien-
tes , en la inteligencia de que por lo común jdcsdenden
los unos de los otros , y sus. principios. Y siendo en .el día
los qii: por la profusión y luxo de las gentes^ se han
hecho mas usuales ^ los de las mezclas de metales . con
la seda , y los que en la realidad fomentan la disipación
de los caudales del reyno , con inaveriguable utilidad
de los extrangeros , por una tolerada disimulación de las
leales Pragmáticas s ya que no se quieran impedir , con«i
viene al menos fomentar en estos dominios su propagan
don I para evitar en lo posible las introducciones de
Ibera , y que los beneficios que produzcan , se queden al*
del estado.
Estos géneros tienen todo su primor en la fantástica
idea de los dibujos , en el modo y guisto de la colocación
de los materiales 9 y en los hilados de ellos. Sus fabricas
son de la misma construcción , y sin diferencia alguna^t
que las de sola seda , porque sobre sus reglas y método
se cimentan. Para la perfección de estas manufa£birasj
tienen nuestros artífices los propios inconvenientes que
anteriormente se han expuesto , en orden á aquer
lias $ con que 'Siempre que subsistan sus defedospara
las unas , no se pueden proporcionar ios remedios
> pa»
I2^
paca las otras i por cuya razón » si se desean los adeiaa-*
tamientos de nuestras fábricas, y del comercio, no se dé-«
be omitir la enmienda , porque sin elia no se conseguirá
la hermosura de las unas , ni el primor de las otras ; que
siendo de tanta importancia, no es razón padecer ei me->
Dor descuido; ya que hasta aquí se ha incurrido en taon'
co. Ademas de las diversas operaciones que formalizan
los texidos de seda , se necesita para los de metal de U^
agregación de otro arte entero para consumarlos. Este
és el de los tiradores de oro, que aunque los hubo en
otro tiempo en £spaña de tos mejores del mundo , comQ
los géneros de esta naturaleza han padecido tantas in-t
termisiqnes , y nuestro comercio ha descendido hasta
lo sumo de la infelicidad , solo han quedado algunas re^
Uquias , que podrán extinguirse al paso que en los de«
mas reynos extraños se propaguen , siantes no se acudq
al reparo. ' . ,^
Las fábticas que de esta especie hubo antiguamente
eo Toledo, y mas particularmente en Sevilla, fueron las
mas especiales del orbe , porque prescindiendo del primor
de sus labores para aquel tiempo, no tenia comparación U
ley y <:alidad con que se executaban los texidos , po^uo
no padecían con tanta brevedad, como los que a¿^uaimen*
te vienen de fuera, el defecto de inutilizarse, por la facili-
dad con que se toman. Consistía aquella duración prove<*
chosaenque los maestros^ que intervenían en la prepara»
clon de los materiales, trabajaban coo4ttas solidez; iy pro-
viene lá insttbsisrencia de tos que ahora nos traen , cniki
mañosa sutileza con que la industria de los extrangetos
procura hacer á menos costa estas manufaduras^ Las que
se executaban en nuestra España , se fundaban sobre «1
principio de qué los tiradores echaban mas panes que
los qtfe acostumbraban* los* extraogeros , y como dexi>-
ban la hojuela íníiS 'coüsístctitc , ymas gruesa^ quedaba
^•^ •r.i-. vr R el
130
el color mas cubierto ,-cod mas viveza, mas subido , y
con mayor dificultad de penetrarlo los ambientes fe tí-
dos > por cuya causa no se tomaban las ropas con tanta
presteza como las presentes > y con todo no sallan los
texidós nfuy costosos , porque les arrojaban menos uti«
lidadá los fabricantes I que se moderaban , no obstante
-el aumento del corte de los hilados con la multiplicidad
de panes con que se doraba la plata ^ y la minoracioa
de la longitud con que sallan los hilados con la doble
hojuela , que los producía mas gruesos , y con mas peso,
comQ ?e reconocía » y aún reconoce en las telas que sub«
sisien en los ornamentos antiguos.
:. ..Xos extrangeros de estos tiempos se conciben de
apuesto modo » pues quando tengan en lo dorado de la
plata todos aquellos panes que se necesitan , para que el
color salga al tlrattas con los grados de altura, y encen-
dimiento que corresponden para la mayor hérÍBpsura/co*
mo sutilizan en tanto extremo la hojuela , y ponen /a
hebra de la seda para cubrirla en los tornos tan delgada,
arroja una onza de su hojuela quasi al doble hilo del
que en España se sacaba > y por esta causa, aunque apa«^
lezcanlfs ropas muy cargadas de nnateriales, tieneti mu«
chos meno4 que nuestros antiguos texidos» que hoy no
fueran, tan agradables 4 vista de los que se kbran, por de*
maslado fe judos , y por hallarse el gusto mas delicado,^
y no se satisface sino con la variedad > aunque sea á cos-
ta del mayor dispendio, como se veiifica de la ternera-
.tía elevación de precios, que sin regla , medida , ni con*»
ciencia Ucyan por ellos* Compasión es ver pagar ócho^
diez y doce doblones pox una Vara de tela y que por
muy cargada que este de material, no puede exceder
4c dos onzas de plata hilada ^ y excIu,ye;ido la mitad
4elpeso ^ que podrá tener elcQra^on^4^ |^ se^^, se re-
duce áque:<2uaK4.q^iius ^.le quedax4^^%Ó^^
X ' ' ' ' ^ ^ ' " ' ' ,* ta
131
ta diferencia de plata neta , que vále veinte reales ve^
llon í en cuyo supuesto cierto se puede inferir la exorbi-
tante utilidad que les queda á los vendedores , revende*
dores , comisionistas y fabricantes , entre quienes se dís*
tribuye aquel excesivo gravamen , que sufren volunta-
riamente los consumidores.
Proviene esta monstruosidad de la común ignoran-
cia j de la falca de conocimiento ^ ó por mejor decir , de
reflexión , y de la diñcultad de averiguar (1 valor In^
trinsec.0 de estos texidos , por los que los gastan. Y
aunque es verdad , que tienen prolijas y costosas manií-
faduras , que sus derechos son crecidos , y qu&se expo-
nen los comerciantes .á bastantes riesgos $ sin embargo,
si los que los gastan, estuvieran iltiscrados deeístos priii<-
cipios , 6 se detuvieran á una prudente reflexión, aün«
que el lucro fuese grande , no podría ser tan excesivo,
como el que la ceguedad , el antojo, la competencia, y
la vanidad les produce. £n los géneros meaos costosos,
por mas ligeros , sucede lo mismo que en los anteceden-
tes , porque todo lo que baxan de precio, tienen de me-
nos de aquel material, que les hace subir el valor ar-
bitrario , c inmoderado de los que trafican tn ellos.
Los inclinados al uso de estas ropas ( qu6 en d esta-
do presente son los mas), incurren en ' una equivoca-
don muy grande , para disimular con vi^os de econo-
mía la nota de la superfluidad. Para honestar el gasta
dicen , qjue después de haberse servidp de ellas encuen-
tran la conveniencia de quemarlas, y sacar para la re-
compensa del coste la plata que contienen. Qü¿ sale con
^1 fuego no hay duda, ni que tampoco* ésta utUidáfl no
la producen las de sola seda; pero que el importe del
metal que aprovechan, sea capaz de recompensar el ex-
cesivo precio que por ellas pagaron, es un engaño maní*
ficsto } pues apenas habrá excmplaí , que <oitop «nc«c-
13a
dentémcnte se expresa , se saque una onza ¿c plata á be*
nefício del fuego , de cada vara de las telas mas cargadas
de material 1 que si costaron ocho , diez , ó mas doblo-
nes , será grandioso rescuentro el de un peso fuerte. Es-
te beneficio lo podrá ser para todos aquellos , que poc
su servidumbre logran en las casas grandes la distribu-
' qion de los desechos s pero los que las compran con es-
'. ta esperanza , solo consiguen el perjuicio de un empeño
presente por una utilidad vaga y remota, La3 de secia
tienen la conveniencia de ser menos costosas , y de mas
duración , porque únicamente padecen el riesgo de dcs'-
' lucirse. Las de metal mas caras , y con mas contingen-
r cias, porque ademan del ajamiento de la seda, ordina-<
* . riamcnte síe desechan y porque se toman los metales que
• '^las adornan , con prontitud i y con especialidad en esta
, ^ Corte, donde es mayor el consumo. La lastima es , que
tantos exemplares como se experimentan á cada paso,
. no son syñcicntes para contener el general desorden,
ni para moderar el gasto los que debieran, porque solo
sirve pafa enriquecer á los exta:angeros s por lo qüal se
halla to4o confundido baxo del errado concepto de que
los hombres se aprecian por las exterioridades , y por I021
- lucimientos»
Bien $e comprcl^endió por el Ministerio la dificultad
' de, corregir esta profusión, y la .im|X)sibilidad de impe-
dir ta introducción de los géneros', que la motivaií , y
por lo abismo ya que.se consideró inevitable , se trató
*. de pro^ui;ai; , que el daño fuese menos , dando fomento
't¡ ijsstas inan.ufa£turas en ^España , para que los caudales
<^><i ^ue ppi; e^^a raz^n se ext,raían, se (quedasen en ella; pe^
I ro sie padeció también desgracia en la elección delme-
- diojf por haber . dispuesto , que el establecimiento se
• ;. executase de cuenta de la B^eal Hacienda , en el concep-
-r .tOíde qii* AftftMnt9;,era j¿e]^^^^^ las fábricas de la
133
Santigua erección , sin duda porque no se tuvo presente
lo que en otros tiempos executaron, ni tampoco noticia
de que su estado miserable no necesitaba de mas auxilio^
que el de que se procurase adelantar á sus Individuos con
alguna remuneración^ para que se esmerasen, y tratasen
de excitar aquella antigua prá¿iica de los tiilados de pla«
ta y oro y que hubo en Sevilla, donde á poca costa, á
.vista de loque viene de fuera, y ptocurando su imita-
clotí , que también se podria executar en Valencia y To-
ledo y se lograría el ñn , y se difundiría en las demás fá-
bricas del reyno^ pero como los que promovieron el
pensamiento, no consideraron las resultas que ordinaria*
mente han padecido en España: los establecimientos á
expensas del Real Erario en esta parte, oi se obligaron á
la cviccion y se detuvieron poco en persuadir á la supe-
rioridad, para que se determinase, tal vez porque senci-
llamente creyeron los influxos del que pretendía ser ár-
jbicro de esta empresa, como lo consiguió.
En fin , resolvióse la execucion de cuenta de la ILeal
Hacienda , y se hizo elieccion de la Villa de Tala vera de
. la Keyna para plantificar en ella estas manufa¿turas y y
otras de las mismas que tenemos s y como el aniñce tu-
yo siempre la Intención de reservarse para sí el manejo^
se quejó de la impericia de los maestros Españoles, y pon-
deró la dificultad , con que entrarían en^la prolixidad de
las maniobras, que se necesitaban para la: perfección de
estos compuestos , con el fin de evadirse de aquellos que
pudiesen penetrar sus ideas , y ser acaso motivo para
que decayese su autoridad $ y así propuso la venida de
Emilias extranjeras, que se le aprobó > y con est^
motivo se abismó aquella Villa de gentes - de su fac-
ción , sobre las quales , y todo ló concerniere al esta«
blecimiento, se le confirieron tales facultades , ó el se las
;tómó^ qttp jamás sé vieroii en hombre de su clase, y que
134
según noticias parece que salió de León de Francia » por
, justas causas que tuvierpn sus Magistrados.
Que se padeciese el error de hacer el establecimiea-
to por cuenta de la Real Hacienda ^.quando persuadían
lo contrario los anteriormente executados, sin oías efedo
que el consumo irreparable de los caudales > tenacidad
fue del encendimiento: pero consentirle, tolerarle,./
elevarle en los términos que se hizo tan amplios, co^
mo dispensar á un hombre de quien no podia tenerse la
inayor satisfacción , las facultades de Intendente , Direc-
> tor, Contador , y Tesorero , sin mas formalidad que la
que quiso establecer , fue una confianza inocente , y ar-
. riesgada para la R.eal Hacienda , que solo pudo promo*
verla el concepto de contemplar necesario y precisó á
este arciñce de tantas habilidades, como las que se supu-
sieron en el , y que no podria haber otro que desempe-
ñase los deseos que se tenían de las fábricas de esta espe-
cié , para las que bastaba haberle conñado la dirección
•como peculiar de su profesión ^ pero no el manejo de
los caudales , como lo tuvo en el todo hasta el año de
1754 en que se varió la disposición s pero como quiera
que sea , hasta ahora no se ha visto mas utilidad en el
estado de este establecimiento , que haber t^eneficiado
oiejor la seda, que producía ^quel territorio a tanta cos^
ta del Real erario , como se puede verificar quando se
pida una razón de . los caudales , que 'se han entregado
desde el principio , y del valor Intrínseco de todas las
existencias , para formar verdaderos j^uicios de los pro-
gresos..
Ya se ha insinuado lo posible sobre los texidos mix-
tos de metales y sedas i y será bien pasemos á los de se-
da y lana. El mas especial de ellos, es el carro de oro, pues
. sin embargo de set sus manufaduras lisas, y ppr lo. co-
^ mun quasi de un color, son las más admirables de^quati-
tas.
1J5
tas ha inventado cl art(, porque ha logrado en ellas com«
petcncias con la naturaleza. Componense estos generes de
las hilazas, que se forman del pelo que se ^aca de la lana
de Alpaca, y las mezclas de la seda. Esta la tenemos con
abundancia en iBspaña , y aquella se cria en la AmeVicas
y sin embargo de éstas proporciones , y que los extcantr
geros han hecho , y ha(;^n el comercio de estas ropá^, noi
sé ha pensado por nuestros naturales ett el establecí*,
miento de estas manufaduras , ni, en investigar el modo
con que las executan s que estuviera absolutamente ig-
norado y como hasta aquí , si el que hace este discursot
ño se hubiera dedicado á aputar á sus expei^sas kl$ícit<^^
cunstancias de ellas , haciendo' análisis db todas sus par*'
tea , sin otro motivo , que el 'de ver si podia vencer éi
temor de considerar imposible la empresa. Toda la pre-
ciosidad de estos géneros depende de las hilazas ^ que
cooro en Espafia por punto genéral^e cat¿ce del'uso de
su formación / y ios eltrartgeros por maá industklo^ tó
han dedicado á ellas ^ han conseguido hacerse arbitros
de estas maniobras , y de todas las que de ellas descien-
den ^qut: bien examinadas pueden lograrse del mismo
modo que ellos las executan y proporcio/nando los me«-
*di6s con el conocimiento "de las partes de cft^ d'ebea
componerse. * ' - ^ *
En orden á las hilazas ^ que se ^sponen por el ifW
genio humano I bien sabido es^ que las mas pritooro»
sas 'son las de Flandes y como se v^ en los encajes h %
'por' eso los carros de oró que' de allí salen ^ ton Icns-máfe
especiales de quantos se conocen , pues aunque en oferat
partes se han procurado imitar ^ no han podido conse^
guir su perfección $ y si en España se hubiera intentada
antes de ahora lo mismo ^ quando no se hubiera logrado
' como loi^ Flamencos^ por lo ikíenos se hubiera tonseg)Liida
pn iccjúivalente de ellos, que hubiera producSáo el miá--
•■'•'-"'''• . . -• .' > . * mor
moefefto, que han causado los que se Introducen de
las fábricas de la Francia , que como no son de la natu-
raleza de aquellos , se pueden labrar á menos costa y;
(rabajo, y por consiguiente venderle á menos precio $ los
quaics han desterrado Is^ iotroduccioocst y consumos de
las primitivos ^n. tapto grado, que apenas ya se conocen»
porque con la jaoiitad del cpste de aquéllos se hace en el
día un vestido de estos. Y como no todos los comprado «
tes y consumidores distinguen las calidades , se indi-
i^an con mas &cUidad á lo que les* parece mas acomoda^
dQ ipor el mepos dispendio f á qíxe contribuyen los co-
merciantes, y revendedores» por tres razones : la pri«^
mera por la diñcaltad de conseguir los surtidos : la se-
gunda y porque siendo costosos » se retarda el despacho:
y la tercera » porqi^e la utilidad no puede corresponder
i (a^.s^sp(^nsjk)n5i^.cf^^dal » nuyprm^^nte quando deba-
xodel propio nombre de; carros de ora se venden » y
consumen por la mitad del precio los que vienen imita-*
dos de otras partes; y como en el despacho , y circulo
encuentran la ganancia » oo se debe extraaar » que se
acomoden, ádla. . .
, JE»1 p(^teci9l de. que hacen .^os hilados para estas ro^
pas 9 es muy á proposito para el beneficio , porque cons*^
ca de un pelo suficientemente largo, muy delicado, muy;
suave y muy brillante $ de suerte , que como menos imr
^rriqentc que; el lino , por distinguirse cada pelo , se
liíM^e hiUr mejor,, y ^in^la contingencia de la ács'ir
g^aM4d á que están expuestos los simples , que la in-
xlustria huniana ha de abrir y separar s cuya operación
escusa en este el beneficio de la naturaleza , porque no
M, percibe mas grosura en la punta , que en la raiz,
ry quandq la t^pga , dificul^osan^ente se i puede có*
aocer >.p9r. cuyo, nsotivp pueden formarse. ,la$ hila-
•zas mas delicadas y agroposito , por coasistir eá dJá»
la
137;
la especialidad <Ic íos géneros. La períbcciotí de ellos
coscó á los Flamencos el trabajo de veinte años i porque
•como fueron los inventores , y se empeñaron en saott
á luz estas especiosas ropas^ tuvieron la |>recisí<M de
' variar los medios, hasta que por premio de la confían-
Ka , lograron la empresa ,- que nuestros Españoles por
iaipacientes hubierian' abandonado muchas veces ; pero
si se quiere , ya 4io hay tiecesidad , : ni de, gastar tanco
tiempo y ni de desperdidar el «líierial' ^'hi «de averiguar
aquel de que se forman | mediante á que la áplicacíoíi
del autor , como ya se ha referido , ha hecho el descu-
brimiento suficiente , que revelará gustoso i siempre
que por nuestros naturales se intente, estas manufafturas^
para que no se arriesguenrul á dejperdi<?iM sin ekSto lo$
materiales , ni á consumir infruduosamenie los caudales^
ni á malograr inútilmente el tiempo , porque demostra-
rá las preparaciones , las mixtiones de los simples , 4l
punto de los hilados y torcidos , la estrüdura de los te^
iares , y todo lo demias , que td hail ^producido los ex¿-
perimentos; bien distintos de" ios qué se prafticaron en
la fábrica de Guadalaxara , adonde se tcaxeron artífices
extrangcros , con • «1 designio de dar al público estas
manufacturas , porque la magostad del señor Don Fer«
Ihaiído el VI.^ quiso haceií esté beneficio bl Estado /y na
lo pudo lograr, ácaA> porque leifr maestrea no tendrían li
Inteligencia suficiente } y mas provechosos por el menor
coste I que ios que anualmente se han intentado en la
villa de Almagro , d^nde para dar principio al metodQ^
y proporctonat las hilaza^, se plantificaron diez y seh
telares ^barráganes ^ moDfbrtes'ysarguétas , con sds
4e paños para d aprovechamiento dt- les desperdicios^
porque tampoco se ha conseguido mas que el consumo
^e materiales, y del caudal, por la- impericia de losins^
frumentos 4e cxecucipn. .
Los medios carros de oro &e fabrican del mismo me«-
do I y baxQ las propias reglas que los enteros , á dife«
:feQjQU dd que los.ipaterialqs. no son lan acendrados ^ td
las mezclas de la seda tan abundantes $ y aún por eso
aquellos que se destinaren para los primetos , si no salie*
sen con las perfecciones necesarias , pueden muy bien
caprovechasse para estos s don..qae aún en el error se
(puede cQnspgttir algún beneficio i .bien entendido y que
la ipericccipn .de,c»ais imnufa^uras ^ no ha llegado ^
consumarse i pero sí al €ono$:imiento de una idea , qup
con la continuación puede lograrse sin tanto coste y ni
tiempo como^l <l^9 tuvieron y ocuparon los Flamencos^ y
mas efectiva. 9 que las que hasta aquí se han visto en £s»
4Xiaa..?ara:k«4fiS^ teiddos , que de$ciei^dea de losan^
tecedentes , como camelotes anchos , pelos de camello,
monfbrtes y barraganes ^ principelas » lamparillas y y otros
^eneros de invención , no se puede ofrecer la menor dii)«
cuitad y porque siendo como son texidos angostos, y bar
biendo ta&tos o¿ciaJI«5 en este teyno del arre de la seda
«que los manejan^ ya en lo liso , y ya en lo labrado y una
vez que se faciliten las hilazas y que es en lo que consiste
coda la dificultad » hafán con ella.proporcionalmente lo
que exceptan cpni la seda.
Sx ^e hubijE;r« jj^p^r^o con r«fl(«lipn en la natura^e*
zade nuestras lana$/^/)Ueiinas, y las que llaman chutr
ras y que producen jos ganados que no son trasumantes»
se hubiera reconocido y que los anhelos de los extran-*
geros para adquirirlas $,t^cr^ y ni podia ser para snttlt
^s fábricas de p^ños»^ y dj^x^tr^i^ descqbijprtQ las^ nues-
tras ; fino porqtt9.en.>eJías«h9A:«Pfomr%d<^ tiiM^ l^s cla^
ses de pelo que necesitan y para las enunciadas ropas.
Han hallado un^ calidad de pelo taii suave y tan delica-
do» tan. largo i y tan. brillante » que bien purgado por
medio de los peines 1 y sus repasacione$j ^ede subti-
tuir
mtr al d'e Alpaca part Jos cáfrhs ^oro^t ojos medie»::
han encontrado d. que cotcesponde paca los casnclQues:;
tienen asímisiiio uo pelo equivaJontc al que llaman de;
camello /que íes mas lacgo y masjdaro > y ált|masien€e^
para quantasxopaslu.incrQducidó su ingenia, hay eoi
nuestras kJiaíS.cimzxBi^íttectí2LXw
tad no.. e$t4 sino^*:^ chuááthfl y tú. la flreparacioa»;
pero uno y otro ;sq puede írancer' cofi .la aplicadoo fj
costumbcie 9. atendiendo paca destinar, á cada genero eL
que le compete , al exájmen í|uc debe preceder de aquellai
ropa y que sq qukse imitar , deshaciéndola para; cootar^
los hilos de que ^cdnsisúehpie jivecxlcpttnroile la cons¡s<^.
tencia del hilada y) torcida ; recqnpcer ,el estado de Ui
traaia., U» cabos d^ que se compone > y la natucaieza:
del pelo de su Gemación , adaptando los. peines 1 me-;
dida de lo que se preteñda;.con Ioqual|.qiiiaiqttiera me*:
diana)iieDtepr^jo.del«¿^d)el¡«arts..de. Jaosedá.^ sacaxá ái
poco trabajo los pdxks^de' que se compopen 9 y la natu*
saleza de los de su finr^iáciQn $ en cuyo concepto 1 y ea
el de que por punto general se ha de procurar la expur-
gacion de los materiales en los{>eines , dexándolos lim-
pios de toda bprra > para.que. no se enmarañe > lu xi^
rede el pelo » que ddbt qapdár puro y derecho , aplicas*
do el cofaatOy para que los hilados salgan delicados»
iguales y lenes ^ podrá conseguir el logro de la empresa»
sin el coste de entrar á los descubrimientos t una. vez
que se aseguen :1^ hilazas rsio embargo que por la
&ica de costíimbce.ea. las^dc esta clase, se padecerás
algan ttibayo^ (fdo noi debe cb^at , n| producir des-s
confianza.
Ciertamente que- es materia de compasión y veCH
giienza ,' que siendo^ nuestros naturales tan capaces»
como lo:^ptttfdeo:isa:^ Us iaqiasi expesios- cpc^rangeros » . se
Sa ha-
140 .
hayan entregado tanioid:itlesc!!ticló" de sa propfa utiliK
dad , y que nó les haya servido de estimulo ia prádlca.
de las demás naciones del mando para procurar ^ si no-
excederlas. , imitarlas; en cuyo empeño;, si lo hubieran
tomado por punto de honor , -no hay duda que iiubie«r
t^n conseguido su inayór interés !{^^ £$-
tado? pero la ondsioa les ha cdnstUuido tea ^ la^precisioa:
de tolerar los perjuicios del at^raw »- -Y ^^ ^ "^^^ de
desidiosos con mezda de barbaridad 5 porque si se exá-?
minan todas las operaciones mecánicas ¡de iats que sirven
para el aso y trabajos. comunes de. lasi artes , se hallarán
llenas de4mpecfeccipfacs3¿dncónibdi¿ules;de modoy que
no se executaniognna^que merezca: la calificación de bien
acabada. Si se reps^^a en los inventos , que se han hecho
para facilitar, las imismasopei;aciones, se hallarán de*
sierros , y muighp mas las investigaciones maquinarias^
con ias' qqal¿s. eociecutan ráiteódameáte los extraogerosr
tantos primores > que Dcupao la^ admiración^ Véase en.
la inmensidad da fruslerías , al parecer . desprecia bles^
con que por la ferretería y quincalla^ sacan del reyno al-
gunos millones: iaqredite estas verdades la fabricarle los
alfileres , dex)Beriiay tamo coiBumcr^p EspáñOi y st hah.
Uaráii autorüüulasé Cuesta uú papel dé cUos en ' las: .tidlit^'
das de esta Corte trece; qoartos y ^ los que deduciendo
los derechos de extracción de donde los labran » los de la
introducción en éste reyso^ los que jen esta Corte se
pagan ^ los gastas de las oend acciones ^ la miltdad slejas
fifaricasi el valor deLmatcrial ^ U:.g»i^cia de las stt
gandas manos{, y el dispehdiojdfe ha comisimes^ .leMiJta.
quando mas , que el intrínseco coste quedarla «redutído.
¿ valor de: quatro qbartos. Ahora ^^pues y reconózcase
lo que los extrangecos. hacen por 1 e8i& ttfoüe cantidad , y
sexncontrará.y que.ectci^a i»pd áí estrnt^Ifilecies ; jbay.
: ' vcin-
X41
iTcIntey cinco catreras , que .cada una contiene vtínte y
cinco piezas , y todas seiscientas veinte, y cinco ^ con sus
puntas limadas , y cabezas enroscadas de piezas separa*-
das i con que si para una obra , al parecer , de tan corta
consideración > y de tanta prolixidad, es preciso que se
apsovechen de la construcción de maquinas s ¿que no ha«
irán pasa las demás, en que tienen dfirados mayores inte«
xcses^ |Yquc deberían hacer nuestros naturales , si aten-
diesen á todas las mercaderías que nos traen por estos
términos y por otros , sino dedicarse á la aplicación , sin
despjxciar los asuntos, para adquirir el concepto, que en
esta paite les falta , y lograr con ellos ventajas de utili-
dad y como lo executan los extiangeros ? No se puede
s^ar el exceso que nos hacen en la industria , ni dexar
de confesar su constancia en las empresas j y que s!
nuestros naturales se hubieran aprovechado , y apro-
Techaran de sus luces , y de las que les produce su co-
siunicacion , se hallarla este reyno felicitado en todas
sus partes , y libre de las necesidades que te hacen mer-^
cenarlo de los otros j con tanto perjuicio de sus intereses
como de su opinión.
Siendo , pues , innegable que las manufii¿hiras , y el
comercio cbriquecen los estados , que por uno y otro se
aumentan las poblaciones , y que para .la manutenciot^
de ellas se hace precisa la mayor aplicación á la agricul-;
tuca ,á fin de que no falten los frutos necesarios s se prue-
ba el abandono de nuestras labores , por la escasez que se
l^dece , y la ialu. que hay de providencias , que pudie-
ran servir de estimulo á su fomento , si no es que la de
gentes útiles para estos trabajos , y el poco aprecio que
se hace del estado de labradores , sean también causa
para que se sufra este infortunio , que ha sido muchas
veces declamador > y poco atendido , sin embargo de
con-
consistir en el U subsistencia de la Monarquías porque
¿cómo podria^ componerse esta, careciendo tde ios frutos
que necesita ? España tiene tectenos abupdanos, que ¿
beneficio del (ultivo pueden producir po solo ios fru*
tos que se consumen en el rey no de tods^ especies; si*
no tambienpara dispensarios por ffiedio.de la negooia*^:
cion á los excxangeros 5 y muclias veces nos tiernos, yisca
en la precisión de buscar ios mas comunes-i y ^ urgentes
en ellos, para no perecer, á costa de uuos precios insufrU
bles , que solo han podido tolerariqs los que no lian csk
tado sujetos al jornal para comer, i Pues no es está, uoat
fatalidad de las mayores que se pueden padecer? ¿Y quo
pudiendo evitarla , no se haya d& remediar ? Sí nosptros
ñieramos tan comerciantes como los Holandeses , quo
sin embargo de que sus Provincias nada pueden pron»
ducir por su aridez , todo lo tienen con abundancia >yt
y equidad, á beneficio de la industria y grangería; mala
seria no aprovecharnos de lo que la providencia divina
nos ha dispensado : pero ei equivalente comercio , no&
podia como á ellos sacar del cuidado , para el quai na
tenemos en el dia otro recurso , que el de la aplicación
á la. labor , que se mira despreciada, y sin foinento ^ por
lo que , por la £siita de manu&&uras , y por la sobra do
ociosos, nos hallamos poseídos si no de la miseria , de una
suma pobreza.
Las conveniencias que resultan i las Provincias pot
el comercio , ya se han insintudo f y quando no hayan
sido bastantes las expresiones para mani&starl^xon ta^
viveza y eficacia , que provoque- á la aplicación, po**-.
drá servir de estimulo el reconpcia^ento de lo que por
el logran los extrangeros. Que el comercio no puede ha^
cerse ütil sin el cimiento de las manufaduras propias,
iM>s io apoya el atraso qiie en el pjidqcQfttbs. La^terio/
ra-
143
tacton d^ las fábricas ^ de donde didjanan todos los be«
neñcios, está acreditada con la rqpctkion de las provi-
dencias dadas sobre el asunto , aunque sin efedo. La
pobreza universal en que está constituido el rey no por
«stas causas , nadie la ignora ^ porque á todos respedi-
vamente alcanza. La despoblación de el algunos siglos
liace que se declama , y no habiendo tenido moti^ pa-
ta el aumento, necesariamente ha de ser mayor en el día.
Blinisero estado de los labradores (cuyo asunto y cuer-
po merece toda atención ) tiene tantos exemplares que
lo manifiestan y como individuos io^exercitan. Los deseos
de que todas estas cosas se remedien siempre han sido
iguales I porque jamas han faltado , ni es creíble que
puedan fiíkar , y para que si no en el todo , eo mucha
parte se puedan lograr , y con el tiempo conseguir 3 ya
que se han manifestado los defe&os de nuestras fábricas
desde su origen, y los medios de enmendarlas, dando prin-
cipio por los materiales de su formación $ ya que se
han dado luces necesarias para^ los establecimientos de
las que nos faltan , á fin de aprovechar los simples de
que abundamos (cuya demostración no solo conviene sa-
berse por los artesanos , sino también por los Ministras
que lian de propagarlas )$ ya que se. ha explicado la inu-
tilidad de los medios , que se han aplicado > y no han
correspondido con los anhelos 3 y ya que como primer
fundamento , logra este dichoso reyno el auxilio , el de-
seo , el amparo y la protección de su soberano , que .
tanto como todos los vasallos juntos , aspira á su felici-
dad , aún á expensas de su real erario $ para que no se
malogreq estas admirables proporciones , y su real pie-
dad consiga U satisfacción de lo que apetece , parece que
en común , y en particular se deben observar las reglas
declamadas, pues que todas conspiran al mejor estar de
esta Monarquía , y sus individuos } y podrá convenir
M4
inñnico aumentar I ellas las providencias siguientes , á
fin de conseguir ló que se apetece.
Es la primera la de crear una^cretaría universal^
cuya cabeza oo debería tener otro cuidado , que el de U
expedición de todos los encargos pertenecientes al co-
mercio interior del rey no : los de la propagación de l(ft
simples, y sus seguridades : los de todo genero de mi^
nerales (porque hay algunos que producen á los extran-
geros sin noticia nuestra muchas utilidades , y señala«-
damente el de la piedra zafre , ó cobol, que los Alemanes
la llevan atravesando la Francia desde la montaña de
Llera , en el Obispado de Barbastro , reyno de Aragón^
al estado de Witemberg , donde á beneñcio de la vitri-
ücacion y sacan de eiia los polvos azuIesVqúe llaman de
esmalte y que los Holandeses distribuyen en todo el uni-
verso con imponderable utilidad , haciéndose arbitros de
este comercio , con desdoro de nuestra nación ): los del
fomento de canales en todo el reyno, para los cómodos
transportes , llevando á puro y debido efeftó el proyedo
del Tajo , para que á su imitación se procuren los que
convengan $ porque nó hay ninguno que pueda ser mas
importante para el surtimiento de esta Corte , donde
por este medio podrán conseguirse con mucha equidad
todos los bastimentos $ cuyas conducciones en eldiá enca-
recen lo mas preciso para la vida s pero se debe entena
<ier esto , separándose absolutamente del método de lá
compama en que se pensó , y haciéndole por cuenta ádL
real erario , que podrá reintegrarle en pocos años de los
suplementos, y quedarle un ramo muy útil en la propie^
dad de sus derechos h y porque tampoco este, empeño
sin muchas contingencias , no puede fiarse á lá facultad
úc los vasallos , y menos á la compañia , que solo pro-
cura hacer su negocio , sin llegar el caso de formarse^
venciendo las 41fi(tiltades, que hasta aquí han obstado:
Y
14J
X úUimameatCi los del grerbio 6 coerpo de labrad oresi
cuyos asuntos por el objeto á que se terminan , son mas
importantes , y merecen atenderse con tanta , ó mayor
recomendación , que los de Gracia y Justicia , que los
de la Hacienda , que los de Guerra , que los dje las Indias
y Marina 9 quQ los del Estado ^ y negociaciones extcan*
gerass porque proviniendo de ellos la abundancia , pon-
drán ampliarse las gracias » y exercitarse para la tran*
quilidad del reyno'la justicia: acrecentarse la real Ha«
cienda^sin tanta agitación de los vasallos: mantenerse las
tropas en mayor número , para facilitar U paz i ó para
esforzar la guerra quahdq convenga : aumentarse mas
la navegación , para acudir á la defensa de los insultos
y piraterías :.dar respeto y temor á las naciones, y asis^
tir al surtimiento I y reparo denlas Indias $ y última-
mente 9 para hacer mas ventajosos los tratados con las
potencias extrangeras » porque la riqueza es mas pode-»
rosa- que la industria $ en cuya inteligencia , y en la de
que es el único medio por donde se pueden conseguir
nuestras felicidades , y en que consiste la subsistencia,
no solo de muchas provincias , sino también de la Mo-
narquía y sus seguridades , parece que puede ser con->
ducente, pant allanar mas fácilmente las diñcúltades,
que hasta aquí han impedido la prá^^ica de este impor-
tante asunto ; pues habiendo un Ministro , que priva-
tivamente por su instituto , con los que le sucedieren
perpetuamente , estuviese destinado en estos encargos,
no padecerían los riesgos de las variedades , que se han
experimentado en ellos , subiéndolos ^ ó baxándolos de
punto á medida de las inclinacidnes , y dclos conceptos.
Si á las vastas ideas de Luis^XIV.^ de Francia , no hu-
biera contribuido (sobre este particular) el ingenio , y
la aplicación de Don Juan Bautista Colvert , Ministro
ntüisimo para acjuella Monarquía: si sobre lo& principios
Tom. XI. ' X H^c
que estableció > no se hubiera continu^dp por $11$ Sttce^
scteS} no hubiexa logrado^ aquella oadon la perfección
de sus fabricas , ni la fortaleza de su comercio ., porque
no pudiendo facilitarse las cosas grandes, en el limitado
tiempo de Ja vida poco durable de un Ministro ^ condu-
ce para librarlas , quando sonaran importantes como
estas , y librarlas del riesgo á que están expuestas ^ por
la variación de los juicios de los hombres , dirigirlas ba*
xo de las reglas de constitución, con total independencia
de otros manejos ^ para que esmerándose eñ ellas, y sa?
bíendo que son cara^erísiicas del empleo , y del sugeto
ó sugctos , que lo sirvieren , no ignoren^que su princi«
pal obligación debe ser la de adelantarlas en todo lo po-
sible I por quantos n:iedios le di¿íase la prudencia ^ y
descubriese la experiencia. ¿No es constitutivo del Se»
crctario de Estado atender al beneficio del reyno , á la
conveniencia del Rey , al honor de la aiagestad , al
punc^nor de la nación , y á los demás asuntos relativos
á las negociaciones ,.y tratados con las potencias extran*
gcras', procurando poner lo que tiene á su cargo en d
mejor lugar , discurriendo , conferenciando , y acordan«-
do con el Soberano los puntos sin otra intervención ?
£1 Secretario de Gracia y Justicia , con la propia inde*
pendencia , ¿ no tiene á su cargo la expedición de las
consultas de todas las provisiones Eclesüsiicas , casas
Keales , Ministerios de Justicia y Gobierno de todo, el
leyno ^ en cuyo manejo para el mayor acierto , tiene la
facultad de pedir , y dar informes de los sugetos de mé-
rito reservadamente I £1 de Guerra, ¿no está con la pro-
pia obligación , para conservar en equilibrio un gremio
tan libre t que á no sujetarle la rigidez de las prudentes
ordenanzas , y las christianas reglas de atender, y dis-
tinguir los merecimientos , podría dar cuidado al Es-
tado, y es defendido por el I £1 de Indias y Marina, ¿ no
^' . . tie-
H7
tichela ins^cdtbn ¡dé átehdet á loados objetos, qliMlo son
menos recomendables que Ic^ demás , porque del uno^
depende la seguridad de la mvegacioh , y la de* los
pxíCttos j y del* otro el sütrímienco ^ defensa y conser-
vación dei mas v^co Imperio del mundo , que por dis**
tante no ptledd lograr las felicidades , que nosotros do
la isisteocia y presencia del soberano , y por eso suele
padecer más tormentas 'd¿ las que se quisieran en lo
teníporal , y ótenos adelantamientos en lo espiritual li
El de Hacienda, I no se halla constituido-en la precisión
de tratar de la contribución de los vasallos | del au*
mentó de las. rentas de la corona , del cobto y de la
dístritMidon ^e'elUs , cbmpo Secretarlo y Superintenden-
te ^ gobernando , atendiendo; y distinguiéndola tantos
dependientes y executores? Pues del mismo modo que
cada uno de estos Secretarios del Despacho Universal se
manejan y guardando entre sí la correspondiente armo*
ma , y cumpliendo cada uno con las obligaciones pecu-
liares de sus T^pe¿livos encargos ^ que todos se dirigen
al fin de mejorar , adelantar y conservar la Monarquiso
de la propia forma podría executarlo el que lo fuese con
igual separación, y entendiese en la promocRH) de las fá*
brícas , en su perfección y propagación , en la habilita-
ción dei comercio , y en la protección del estado de Ia«
bradores; cuyos negocios son indispensablemente necesar
rios y precisos piara la sociabilidad de las Repüblicas/por
depender absolutamente de ellos la felitida^d de ellas. Sí
se estableciera un Ministerio de esta clase 9 con la cor^
respondiente autoridad e independencia ¿ y que no ta«
viese otro destino cerca de láurea! persona , paca inspl-
rar los modos , y los medios de atender á esta importan-'
cía y mediante la Inclinación que siempre se ha denios-
trado por los reales ánimos, ¿quien podría dudar que
nuestra España , por ta mzfet proporción con que se
Ta ha-
148
halla j se pondría en «lejor e^a^o que la Francia^ $iá
embargo de los esfuei^s 4e Cpiyert^, abriga4o$ y peo-
tejidos deliran jLuis?
£s la segunda 1 1^ de ampliac la Junta <Íe conieficics
constUuycndola en Consejo como los otros , donde con
la propia independencia de los 4einas Tribunales , en
que adualmence se tratan los negocio^ que. les perteoer
cen , se confieran en este los que se les destine/, ^te-
tiendo á la expedición de ellos diariamente , no solp los^
Ministros de que ahora se compone , sino también ios
que podrían aumentarse experimentados ep las labores»
en el cooaercioi y en las manuf^duras de c^da .iwia de
las provincias qu; forman el coo^puto de. testa Monar-
quía s pues aunque no se duda , ni pMede dudar del
selo, de la aplicación , y de la inteligencia de los miembros
de este cuerpo , parece que el curso de estos negoctos
podría Citar mas corriente, y acudirse con mias prontitud;
á lis providencias , que se necesitasen^ 5i con freqüco-
cia se tratasen , cpmo en los otros Consejos : y asímis^.
molas resoluciones podrían salir con todo acierto ^ si in-
terviniesen^^n ellas los sugetos prádicos para evitar ios,
recursos , que pudieran ocasionarse. Esta proposición pa- .
leeeria voluntaria , sino se hállase apoyada de la razón.
natural ^ y con la prádica de la Fraji^i^^ que eljaiayor
Consejo que tiene, es el de comercio , compuesto de in-
dividuos de las artes y facultades , y de Ministros de
carader , con un Presidente de la mayor representación^
y aunque los expertos, en qualquiera'dificukad pertfr»
ncciente 9 los mecanismos, prestan sus v^ros , y acuer*-;
dan las resoluciones ,. como estas salen á nombre del
Concejo ^ llevan toda la fuerza de 1» autoridad , para
la observancia 3 y á la verdad parece m^s verosímil, que
ikfi comerciante que para adelantar sus intereses lestu*^
(1» } y tcjibaj» w ios medios, toda^ U vida , si se '^<^ec$i
- a jsn
14^
CQ el asunto que tnatíeja dar un4;ra90n ó: di^mca ^. lo
execute con mas conocimiento y acierto <, que . los que
profesan la poblé facultad de la Jacispvujdencia. £n estd
ifiécodo de gobierno , y en que aqqoiia ; Potencia logra
la plenitud de sus fábricas y comercio , no hay disputa;
y si nosotros nos acomodásemos á seguir el mismo lum^
Jbo ^ podríanlos esperar igual fortuna. . ' t
£s la úrcer;t, la de establecer generalmento usa ley^
para que en toda la Monacquía y y por todos:los vasak
líos , se vinculase en los primogénitos de; los qjqíe p^ofc-i
san las artes , y los oíicios{de qualq*ulera especie ^Ja oiis-»
mji carrera de sus padres, para que do^ esta' £arma}Sf:vCioá^^
tfnuaseni y no decayesen fiquellas elecdonei.títi ,quc
tavieron er principio , y i las que debieron la Síubsisreb^-
cia , dexando el arbitrio de la variación' á . k>s^ segundos;/
y demás , porque de concederse á todos -k libirrad , se^
padecerá en las ocupaciones de las gentes elrmi$mo.^an;>
deno que hasta aqui\ porque con ú\ deseo de aspirat
4 mas , estamos cansados de ver » qjue el hijo del merca*^
der, porque su padre grartgeó algún caudal ^.enyane-.
cidoten élylo primero qup e;cecuta> es olvidar el prln^
cipio, y seguir otra carrera mas lustrosa con. apro,ba*«
€Íon y, complacencia de su^padre ,.,porqiie para eito ^ y)
para mas.se inflama; ei espíritu CQfl I el dinero > y hacd
distnier« y transmutar las condijáciveS( de los hombres
con grande facilidad. £sto mismo sucede en. todas las
^rtes y oficios , á excepción de aquellos , que por ia itsy-
posibilidad no les dexa la miseria otro pensamiento^ » que
k conformidad con ella para salii^dd djA > de queprovie-*
fie la general decadencia de todas J^ facultades^ y el
ningún adelantamiento que experimentamos , y tal vez
la sobra de gente ociosa , que es la poUÍk de lasRe^
.publicas 9 que por todos, los términos se debe procurar
p:iinguir. Si el zapatero ^ b^riqrq y demás supierais,
■ ^ q^ic
qa&iino:(le '^us hi^'S'^nu'nca habta de saltiT de su eSfcrá,
aupquc tttvtcranluchos caudales y ¿ no procurarla desde^
hfego aplicarle^ y enseñarle para su alivio? { No le co^
¿ninicaria todas ktií reglas para conservar y y autheñtar
lo mtsmo que supo adquirir I Y si el liijo emendie$ey
que la ley le privaba de la variación , y cjfue le precisa-
ba á seguir el dñcio d¿<fil(r padre ^l'tiú scf^a regular^ qa^
una vez qac^^tiivo eii^ i^ancia el -pdnci^io qü¿ le pro-
ducia pafrft^u manut^rici<^V nose^acordase éeotra éi¿c-1
don I y que en la que la providencia le destmói procura-
se con esmero sus ádeUntamicQtos ? Si para seguir en el
oficio I d Qfí el-arte qué: empezó dt^c el ' Uso de la ra-'
zorpy hallase la pr^párcion i y los jhedios; herramienta$|•
y demastiecésariacotvqueaífíknzarsu subsistencia,' ¿ño*
era precisó que una' vez acostumbrado á quál<^úiera
tfaba^ ; le cobírase afición , y no se quisiese separar de
el ? Parece que sí ^1o uno porque la costunribre constituí
ye naturalezas -y lo otro > porque ño son todos tan ne!^
cLOSytquo quisieran aventurar las seguridades por las-
contingencias* La petdicion de nuestras fabricas , manu-
^duras y labores y fuera de las providencias inadel}ua-
das I que no han contribuido para su propagación , no ha*
dependido sino de Ja omisiotl, , quensn este particular so
ha.tóleradov ptrtnitiendo los disfraces de muchos siíge-
ws; qué han procurado y prdcüiían disimular , y encu-
brir vanamente su origen con la profusión exterior | pa«
ra que no se distinga; de que resulta la extinción de tos
caudates , que pudieran e^ar en giro en el comercio , y
inanofaduras á benefició del "Estado. La educación que
Reciben los hijos de los padres , es el principio de estos
daños ; y ya que hasta aquí se ha vivido con esta con- .
fusión y razón será poner una quota para que cad;i uno
se contepg^eh tos límites de sü esfera ^ porque de lo
contxario se contióustdia iós perjuicio^ p se tendrá el no«
ble
Wc por plebeyo, y :ci plebeyo por.nqblci y ijo c^re^io de-?
cir> que 4U)squ$ exercicren los oñcios mecánicos y seii
vile$ I se les prive de la csiimacioo y aprecio^ á .que so
hagan acreedores pgc sus virtudes y prendas , ni cam^
poco que á los demás hijos que tuvieren , se les impidaa
los ascensos y y los honores á que pudieseti aspirar poc
términos del merecimiento i antes bien en esta parte se
debe permitir alguna ampliación , para qiiq no les obs*
tase I si se hicieren dignos ^ para obtener empleos y
distinciones I mediante á que la naturaleza humana ea
una y y que no hay mas clases de hombres , que la. de
buenos y malos i y que los aprecios y- diferenciad del
mundo ^ son unos adornos agregados ^ que todos quisie-i
tan tenerlos , á estar en su manó la elección , como taní-j
bien la de los padres distinguidos > y si la proposición
pareciere que contiene duseza , podrá suavizarla la,
discreción con que se*ordenare ^ reflexionando la cansti*:
tucion en que por los excesos que se experimentan , con
la turbación ,. y profusión inmoderada.) se halla el rey-
no y y las ventajas que logra la sociedad , donde esti ^
establecida. .
£s la quartí ^ la transmigración de familias de unask
provincias á otras , á proporción de las necesidades y^
aplicaciones , que respectivamente tuvieren > no solo pa«
ra todo genero de manufacturas ^ sinp también para el
cultivo 4e los campos. Todos somos vasallos Üt un Rey^
y así será qüestion de nombre ^ que vivamos en Casti«
Ua 6 en Aragón , porque no hay tierra ni temperamento
inejor ^que aquel en que consiguiéremos nuestra Kubsis<»
teiicia. Y siestas diferencias hubieran de obstar ^ apenas
habría quien siguiera la carrera de la armas , y de las
letras , porque dificultosamente se junta la pira con k(
cuna 5 y no cifrándose las conveniencias de los hóm^
l)rcs en estas precisiones , sino eo todo lo.cont];^ío ^.nm
^.. ' -y poe-
puede parecer extraña esta providencia 9 que solo tienie
U aspereza del precepto, en quatico se opone á la sujeción
del alvedno $ pero hay cierta casta de rigores, que debe
execucarlos stti reparo alguno la superioridad , y uno de
ellos es el que comprehende esta proposición i pero por
el beneficio que puede resultar al Estado, por el que
desde luego experiinentarán las familias á quienes tocare
este destino , y por dilatar la sociedad , debe procurarse,
mayormente quando el intento ha de tener la limitación
en la península > y para que el efedo no se malograra,
habia de preceder un conocimiento muy particular de
las condiciofieS'de las gentes 9 y de los terrenos ; de las
manufaduras , que podían prevalecer en las partes que
se quisieran plantificar d extender s de los simples que
producen 9 y podrían producir para adaptar con pro*
porción y acierto las . variaciones que se hubieran de
hacer 9 para cuyo fin fueran muy importantes los Mi-
nistros Provinciales , que se proponen de aumento en
la segunda providencia de la formación del Consejo de
comercio , y los Inspedores de las fábricas. Si en el rey-
no de Valencia está mas adelantado ^ que en todo el
Ksto de España el arte de la seda , pcürque los natura-
les de el son mas aplicados ^ ri en Estremadura hay igual
proporción en quanto á los frutos , y solo falta el ma<«
nejo de las gentes de forma , que á tenerle 9 pudiera lo«
grarse lo mismo que en Valencia : ¿por que né se han
de sacar de aquel reyno aquellas familias , que sean bas-
tantes para habilitar á Estremadura ? Si en el Principa-
do de Cataluña 9 por la misma razón que en Valencia,
se labran primorosos panos 9 aún Uevacído las lanas de
otras partes $ si aún mejor proporción que en el hay
en Castilla , por la abundancia de los simples : ¿por qu¿
no se ha de hacer lo mismo, que se insinúa en orden á la
teda ^ meando ^emes de unas partes paca, oixas ? Si ea
'53
ios reynos de Andalucía , donde la mas fuerte cosecha
que se logra , es la de azeyte , no se labra con el cuida*
do de hacerle mas estimable , y de la mejor calidad $ y^
si para darle mas valor tuvieran el aseo, y la prolixl-
dad que los Valencianos : ¿ quien duda que le sacarían
xz6 pcimoiosoy como el mas especial, todas las veces que
el vicio no está contraído en la isaturalezá , sino en el
arte? Pues si la nulidad depende 6 de la ignorancia , o
de la inaplicación j ¿ por que nó se han de llevar Valen-*
cíanos para enseñar el método , y para estimular á los
Andaluces i su profna conveniencia ? Y si en todas las
demás cosas , que por defedo de las operaciones , ó no
salen como en otras partes, 6 '.se obandohan por no
acertar con el modo , se hiciera una madura reflexionj
se combinaran las formas con'que se executan en todos
los pueblos y y se eligíjera. el mas útil para la continua?^
don , prohibiendo el uso de los que no lo fuesen 5 ¿ no
es regular que se acercasen á la perfección' , y se fueran
mejorando y y adelantando todas nuestras obras , y nues-
tros ingenios? £s España, por la benevolencia de los in«
fluxos que la divina Ptovidenda le dispensa ,. uno de los
mas fifrtiles terrenos , que se conocen, en el mundo $ y
podiendo ser mayor a benefido dd arte ( porque no to^
do lo ha de executar la naturaleza) , quasi está tan atra-
sada en este particular, como en el principio , y espe-
cialmente en los rey nos de Castilla , donde absolutamen-
te ó se ignora la .agdcukóra , ól falta la aplicadoui ó
concurren ambos causas> paxaque no le &Ite requisito á
su infeliz constitución. ¿ Quántas aguas caminan desde
su nacimiento hasta.su cedtro , ó hasta salir de sus limi-
tes 9 sin dexar ningún benefido á la tierra ^ poc rio sa^
-becseiapi;ovecha|: 'dd eHasi ¿iQuánta, tienta hay inuti-
lizada y perdidaj^ pudiendosestan fertil'como la mejor,
'sl iasgenÉes sé apUpátan i 'sangrar los rios (Kir tas aku-
; friwM. xr V ' * ras.
15 +
ras y 6 á la fbrmaciorl de las azuas, coibo 1as hay tn
Aragón, en el Carpió, y en el Real SUio de Arañjuez , ú
á ottos modelos, como se prescriben en la Hidráulica, con
los quales , dando elevación á las aguas superadas de la
tierra á los impulsos de sus propios corrientes , fecun*
dizarían los jcampos , y asegurañan en lo natural los
frutos , sin tantos riesgos como en las vegas , por no es«<
tár expuestos á las avenidas? Dígalo la Mancha , que
constando por lo común de un terreno fuerte , y migoso,
'si le ayudara el arte con las aguas que necesita , produr
xera coo seguridad formidables cosechas $ y por falta de
este auxilio padece con freqiiencia esterilidades. ¡ Pero
que mucho! si la desidia de sus naturales es tan grande,
que aún para beber se sirven de las estadizas y llovedi-
zas , y si les faltan estas á sus tiempos , ni pueden lo-
grar este alivio, ni el de las coseijhas , que también pu-
diera facilitarse pot medio de los canales. £n estas cir-
cunstancias , y no ignorándose ya el modo de los benefi-
cios, ¿por que no se les ha de precisar á que se aprovc*
chen de ellos , ayudándolos , y haciendo que pasen de
otras Provi;icias gentes que IcS' estimulan , dándoles ve*
qindarios, y heredamientos ea lo^ terrenos- cómtínes y
valdíos, para que no cedan de la 'aplicación I Estos- ásui>
tos son dignos de tratarse con la mayor seriedad , miráni-
dolos radicalmente ÍDon.m(Ucha continuación , y sin que
los que entendiesen ^n'. ellos , se embarazasen con otros
particulares^ como lo faai^ía^oi duda el uibunal propues-
.'to, respedo de ser uno / de l,os ramosr de su consti^
^ iucion« ' '' . • ' I ;^^. . ■ )
Es la quinta , la.de establecer , y extender gremios
|)ara las manufacturas que tenemos , y nos fakan, don-
dcnó Ips'httbiert ,r;yidotíde eon^^iniáe v con aqudb«:oí-
dchaozas ique fietch mas conformes^ ^da uno de^ ellos.
Y posqueel mayor inconveniente , qu^f. podría impedir
.... los
/
los prc^resos dé esta tdn » seria él de fa falta de caudal-
Íes de aquellos iadividuoSi que se alistasen , como súce^
de en el dia con los que subsisten s porque á la verdad
poi la mayor parte, no exceden sus maestros de \¡sl clase
ideoficUIes, ó. jornaleros ;[para ayudarlos ^^y que á nln-^
gano faltase que trabajar Incesamemexue i^ y no esti^vic^
sen expuestos á la- voluntad de los encargos de labore?
agenas^ después de formados i ó extendido; , se les po-«
drá conceder la facultad,, pai:a que por comunidad , y
con responsabilidad de todos , y cada uno de los. indi vi-»
dúos de los respetivos cuerpos presentes y futuros, to^
masen caudales á censo, para componei: un fondo capaz
de comprar los slrnples que necesitasen para el trabajo
anual de codos los maestros, y para satis^cer las manu«
faduras con que deberían acudir á su manutención. Con
esta facultad , con la obligación mancotpunáda ^ como
se expresa , y con el privilegio de preferc^ncia ^ que sé
concediera á los que lucieran el desembolso , salarian al
circulo del comercio , y benefícip del Estado todos ios
tesoros , que existen parados en todas las iromunidades
eclesiásticas , por no tener en qu^ emplearlos^ ios gre«
míos se utilizarían , y sus individuos por dos partes : la
una , con lo que les produxesen las manufacturas que
tendrían seguras» y la otra , con la parre de gananciaS|
que se logran en la negociación de íos efeélos , que pro-*
ducen los fondos , porque en cada gremio se deberían
nombrar 4e los mismos individuas dos Diputados, para
que dirigiendo los <;aodal<es que se tomasen , hiciesen los
empleos 4e los simples, y los repartiesen para labrarlos
entre los demás maestros , pagándoles las .mattufaduras,
y recogiéndolas después de iiechas^para hacer el comer*
tío , beneficio y venta , erf que cxpei^entaría el rey no
la cón^veniencia de la equidad 5 porque permitiéndoles á
todas Jas artes que pudíekiji .tener, en osta¿ Corte casas
Va P¿-
públicas ^atá el despacha por mayoí y menor de los pro«
du¿tos de sus fábricas, y también en todas las capitales y
puertos, aunque pagaren los mismos derechos que a¿hial«
mente I se excusaría el público de la carga que sufre con
la reventa^ y conseguiría la mejor calidad en Jios géneros^
porque como los artífices los executarían con los dos res-
petos de beneficio , el uno del particular de las hechu«*
ras y con sujeción á las órdenes de los Diputados , y el
otro de la utilidad común , en que también tendrían in-*
teres , pondrían el mayor cuidado para que no se recor?
dasen Izs salidas , mediante que de lo contrario serían
gravados con la paga de los réditos de los censos , quQ
la hablan de executar anualmente , para conservar la
buena armonía de la fe pública con los que hubieran
hecho los empréstitos , del mismo modo , y en la propia
forma que lo practican los cinco gremios mayores de
Madrid i y por eso son dueños de todos los caudales
de las gentes , en tanto grado , que muchas veces ni
aún con empeños los quieren recibir al báxo interés del
dos por ciento^ por el alto concepto que se tiene gene*
raímente formado, y con razón, por la perpetuidad, que
no sería menos proporcionalmente en los demás gremios
de las otras clases formados , y que se formasen» para lo
que convendría acrediurles con la facultad referida, y
con insinuaciones públicas del Soberano , porque están
en desprecio las artes, isecánicas. A ^stos gremios , así
amiguos , como modernos:, se les había de encargar los
adelantamientos de lasjfábrlca%y.Ja perfección de. ellas, y^
DO á las compamas, ni al Reil erario, como antes de abo-
fa se expresa, y quando en ellas se necesitase ajgun ariifi-
ce extrangero ,.$e les podría traer ^^y dar en calidad ^ de
PlreAor, aunque se gravase la Real Hacienda^ coa el es?
tipendío de su consignación , quesería temporal^ y po*»
co costoso 5 para lo que , y para mucho mas arrojarían
los
I .
ios derechos de las cf ec¿s de las Ventas de aquellos ge-»'
neros, que se aumentasen en las fábricas. Estas comuni*
dades bien gobernadas con la intervención de inspe&o--
fes j y con la precisión de remitir al Consejo de comer-
cio anualmente un pian de los progresos , que execuu-
sen , para acudir á la enmienda j si lo necesitasen > po*i
drian conseguir muchos beneficios y utilidades , y fácili-»
tarlas al público , y el comercio se extendería no solo en
estos dominios , sino también en los de America , de
donde podrían venir mas caudales que hasta aquí y por
carecer de las manufafturas propias. Y si los estableci-
mientos de las fábricas que nos faltan , ó algunas de ellas
se determinasen en esta Corte , hermosearían la pobla-
ción , y podría dilatarse la construcción de edificios en
los barrios altos y baxos , que anualmente sirven para
hospedaje de la gente mas valadí , sin que puedan obstar
los ponderados inconvenientes de los derechos de sisas,
mediat]te á que no faltaría modo á la superioridad para
indemnizar el reparo , como se hace en la Corte de Pa-
rís y Londres , que encierran en si el mayor número y
primor de sus manufaduras»
Y es la sexta, la de que después de reservar en los pue-
blos donde hubiese terrazgos valdíos , para los hereda-
Alientos de aquellas gentes, que para instruirles mudasen
vecindario , del modo que se propone en estas reflexio-
nes > se debería mandar por punto general, que ninguno
de sus vecinos se sirviesen de ellos i por el derecho de co-
munidad en ei aprovechamiento de las labores^ sino en el
que produxesen los pastos y las leñas , porque de esta
forma atendiesen al cultivo de sus propias haciendas,
que en algunas partes están abandonadas por ser d4
menos produ&os : que tratasen de aumentar laceria de
ganados estantes , que producen la lana que necesita*
mos para nuestras fábricas, y para las que se deben esta-
ble-
^58 ,
biecer $ con lo qüal , al mismo tiempo se conseguiría mas
abundancia de carnes para los abastos públicos á precios
cómodos, y no tendríamos necesidad de recurrir á los
ganados transhumantes , que son de inferior calidad^, y
nos librariainos de la contingencia, á que hemos estado
expuestos , de buscarlas en el Afirica , para abastecer el
reynó. Y analmente, para que destinando las tierras que
de estas clases quedasen sobrantes á la siembra de vcUo^
ta. , y nuevos plantíos en la forma y modo que se previo
ne en las ordenanzas y órdenes Reales , se criasen moa^
tes (de que hay mucha escasez , y no poco riesgo.de su
falta), para fabricar el carbón para el abasto de esta
Corte y cuyo objeto ha. merecido de algunos siglos á es^
ta parte la mayor recomendación , porque sin. este ge*
ñero tan preciso no puede subsistir Madrid > porque
siendo el consnmp muy considerable , no acudiendo al
reparo , y á estrechar las providencias para el aumenta
y conservación , se puede temer nos veamos en la pre-*
cisión de pagarlo á precios extraordinarios , porque será
forzoso conducirle i mucha distancia , y que los portes
se hagan intolerables, si no^e templaren antes á benefi*
ció del proyedo de canales; por lo que, y por las demás
conveniencias que se proponen , y se hacen demostra-»
bles, parece que debe coadyuvarse para que tío se .re«
tarde su. execucion y pues de lo contrario se puede rece^
lar no solo las contingencias insinuadas en orden al car*
bon , sino también en todo lo demás que se consume en
esta Corte , y viene de acarreo , como se experioíentó
en los años de 1753 y 54,. que por la falta de pastos y
ganados vacunos , se alteraron todos los géneros , y hu<«
bo escasez jde ellos, sin que sirviesen para remediarlo Jo^
gravísimos perjuicios que padecieron los pueblos con Los
apremios parji los transportes.
Con estas insinuaciones , y señaladamente con la
crea<
cr¿lcíon *¿t h Secretaría Universal , y aumento de Mi»
nistros Provinciales $ con la separación de los empeños
de establecer en lo sucesivo por cuenta déla Real Ha*
cienda asuntos , que no sean dignos de la regia autorír
dads con ta promoción de canales; con la vigilancia en
los minerales 5 con los medios de economía que did;e la
prudencia^ en orden á variar el método de la dispensa*
cion de auxilios $ con la enmienda de los mecánicos de^
fcdos de nuestras fábricas; con la formación de ordenan*
¿as nuevas y generales para todas , y cada una de las
facultades que existen, y se aumentaren ; con la creación
de inspefiores de inteligencia pata los fines propuestos!
con la continuada protección del Soberano ; y con el co*
nacimiento en fin que pueden producir Ists máximas de
comercio I que en varias ocasiones se han dado ál pübll-
co por naturales y extranjeros > se puede esperar proba^
blemente, que nuestro tráfico florezca , y logre las ven-
tajas de hacerse adivo; que se establezcan las manufac^
turas que nos faltan ; y que el rey no consiga el estado de
la abundancia y felicidad.; pues aunque algunos autores
han declarado muchas importantísimas ideas para hacer
el comercio con utilidad ^ y han ponderado la.conve^
niencia de las manu&duras . propias , como ninguno hi
manifestado las reglas peculiares de manejarlas, ni me-
nos los defe&os que han imposibilitado su perfección, por
ñas que se ha trabajado en el asunto , no sé ha podido
conseguir.' Y paca que en addante no obste la falta de
estas noticias , las sacrifica el autor con el m^si ardiente
zelc, con el deseo del aprovechamiento^ y con. el de
que esta Monarquía logre de todas las ventajas, que tie-
ne proporción j el Soberano la intención de beneficiar sus
vasallos '^ y éstos los alivios de c(tie carecen > y de que
ks ha {iriiádo el exrior , que sei ha notado ¿n la elección
de
i'6o
de los medios ([ilc pnsierón los que por sútnlelegacíótí
han manejado estos negocios $ pues debiendo haber ios*
pirado para que se empezase por los cimientos para Ii
solidez , como buenos artífices , se desviaron de ellos, to-
mándolos al contrarios no con Intención perjudicial , si^
no con impericia , por haberles faltado la prádica , y so*
brado lá satisfacción ; y por esto no prodúxeron los efec**-
tos favorables , que se esperaban de las providenciase las
que si no se enmendaren á vista de los escarmientoS|^
dirigiéndolas desde la raíz par^ corregir los vicios en el
origen , como se insinúa , se puede temer una continuar
clon , que nos constituya en el mas deplorable es«»
tado.
Bien quisiera el autor haber encontrado un medio
de darse á entender , que no fuera tan prolixoi para no
molestar > que las especies , que sinceramente propone,
se apadrinaran con tanta eficacia , qual es el zelo con
que las insinúa > que el estado de estos negocios no se
hubiera puesto en términos tan espinosos y desabridos^
para que llamase la curiosidad á la inclinación, y esta á
la atención, á fin de desterrar los ineficaces medios de
que se han servido por perjudiciales , y que se abrigasen
los que espera , ó lo que de ellos pareciere , por consistir
en su observancia la felicidad de esta Monarquía » pero
como ni su ingenio es tan poderoso como su voluntad^
ni su espíritu excede de una regularidad, se.explica sin
artificio, y con naturalidad en la forma que lo com<-
prebende , y que se alegrara lo concibieran así todos,
para lograr la satisfacción de la uniformidad de pensar
mlentos, y para que la superioridad no difiriese las ope**
iraciones , y providencias relativas al logro de esta im-
portancia , á fin* de que esta Monarquía consiguiese por
codos rumbos la emulación de las demás de Europa, ea
que
qne como fiel individuo se interesa por el amor á la pa-
tríar>,*y por la obligación en que está constituido de
procurar el mejor seryicio del Rey , de cuya sabia , ge*
nerosa piedad i y de la de sus prudentes Ministros es-
pera el disimulo de todas los expresiones , que no fueren
conformes á la modátia que debe , y profesa; porque tal
vez el sentimiento de las disparidades suele arrebatar el
TJzXxi del que las maniñesta} pero no siendo con el ánimo
de ofender (como lo protexta), sino con intención de
noticiar para precaver ^ reitera rendidamente la súplica
para la dispensa*.
rm.XL X ^^
« I
INSTRUCCIÓN
QUÉ SE DIO
AL SEÑOR FELIPE QUARTO,
SOBRE
MATERIAS D£l4 GOBIERNO DE ESTOS REYKOS Y SU3
AQREGAIX)S^
NOTA DEL, EDITOR^
JLtf as obras como la presente llevan asegurados los elo-
gios de los sábios« La libertad chrlstiana , la refinada po-
lítica , y la pura intención con que procura instruir su
autor en los delicados puntos que trata , al graa Monar-
ca para quien la hizo y la dieron toda la estimación de
que es digna ,^ como lo acreditan las Infinitas copias que
de ella se sacaron ^ y conservan los que conocen su
nic'rito*
La lastima es ^ que no sepamos con certeza quien
fue su verdadero autor« Unos la atribuyen al Conde-
Duque de Olivares ,• y otros al Príncipe de Stigliano.
Los primeros y los segundos apoyan su didámen sobre
tan débiles fundamentos , que quedan arruinados al im-
pulso de una prudente reflexión. Si esta obra se formó
de orden del señor Rey Don Felipe IV.^, y al principio
de su reynado para su instrucción ; si está dispuesta por
.una consumada experiencia, por un práftico y constan-
/ • '^ te
15}
te conocimiento de las cosas que refiere : y $1 <^tas en
fin 9 son las mas sagradas de la Monarquía » ¿ que expe^
rienda , que prádlca pudiera tener de ellas el Conde-*
Duque y siendo un joven que empezó á ser Privado qua*
si al mismo tiempo que Fdipe Rey ? ¿NI cómo S. M. iia«
bia de hacer un encargo de esta naturaleza á persona^
cuya literatura ^ años y experiencia ^ no pudiesen asegu-^
razie de' su exádo cumplimiento?
Pero aún suponiendo que liubiese sido autor de es-^
ta obra el Conde-Duque j i es creíble que lo hubiese
callado el Conde de la Roca ^ü panegirista , mas que
historiador? Si otros rasgos de su hecoe , que se repu*
tan por de poco mérito ^ los preconiza, y eleva con sin*
guiares elogios: i no era natural que siendo suyo , hu«
biese celebrado este con igual exageración? Pues ni aún le
nombra en los Fr aumentes lfisfork^i^q\xocomf\x$oáclCon^
de^Duque , y publicamos en el tomo II. de nuestro
Periódicos y esca es la prueba mas autentica de que no
fue autor de la obra presente.
Menos lo pudo ser el Príncipe de Stigliano y porque
Ai^en la historia y ni fuera de ella , se nos presenta el
menor documente por donde conste > que este señor fue*
se capaz de producir el escrito en qucstiohi y menos que
el Rey se le encargase. Y pues en las dudas como la pre-
sente pueden opinar todos , somos de didámen ^ que el
verdadero autor de esta obra fue el Uustríslmo señor Don
Garceran Alvanel , Arzobispo de Granada , y nos fun-
dsTmos en las razones ^guientes.
Debemos suponer que este esclarecido sugeto fue muy
dodo en las sagradas letras , y en las lenguas Latina^
Griega y Hebrea : que el señor Don Felipe IlL^ cono-
ciendo sp vasta literatura , su delicada política, su sobresa»
Üente virtud , y profundo conocimiento en las regalías»
Xa y.
í^4 , , ,^ '
y en todo lo eias Intensante a la Monarquía /lo cügió
para Maestro de su hijo el sc5or Felipe lY.^ : que le dló
la Abadía de Alcajá Ja B^eal , y á su consequencla la oii-
tra de Granada. Que lo primero que escribió para la ins*
tracción del Príncipe t ^^e una historia sagrada de la
Biblia , que existe MS^ en el Arciiivo de la Colegiata
del Sacro Monte de^aquelU dudad :. que Don Nicolás
Antonio le atribuye un Panegírica á Las bodas de sa
gran discípulo con U Sercnjsima Señora Isabel de Bor-
bon : y que en fin S« M. le profeso constantemente amor
hasta su loucrte » que fue á los 6^ años de su edad,. en el
de 16.2Ó i 10 4i^s del mes de Mayo*.
Estas poderqsas rabones ; la saiisfa^cion con c^
oyó Felipe siempre los documentos tie su Maestro > y
el conocimiento sobresaliente que adquirió coa ellos^
parece que manifiestan claramente j. que solo á este y
noiá orra, coz^ñaria una obra como la presente v poj>
(|uje ¿quien mejor que aquel que habia empleado lan^.
ro amor y desvelo en su. instrucción ^ podría darseU
mas seguja y verdadera y clara ^ en quanco le encargase
para el mejpr gobierno de sus vastos dominios? A Felipe*
le constaba la profunda sabiduría , y recomendable
virtud de suMacstraj y que le había imbuido en todas
aquellas máximas ^ que forman á los Príncipes con^ eátos
dos gloriosos distintivos, ¿rPues de qui^n se yaldda me.-»
)vt para Ilustrarse en las cosas mas elevadas y y recon^
ditas de su rey no ^ que de aquel que. habk puesta tanta
cuidado, atención y zelo en educarle e instruirle ? Así
lo áiGtz la rasan í y se fortifica asas á vista de que aun
estando Don Garceran cuidando en Granada del pasto
espiritual de sus ovejas , ningún caso grave ocurrió i
aquel gran Monarca ^ que uo le consultase ^ siguiendo
en todo su di¿lánayen»
V < • ■ « t •
26$
Últimamente Felipe IV/ mando escribir la citada
obra, apenas tonió'pQis^ioa del trmio» Hallábase toda-
vía quasi oyendo los sabios preceptos de su dodo Macs*
tro : ¿ luego no es niuy verosímil , que á esce y R0 á
otro la encargase y teniendo de el toda: aquella confian^
za >que cií^n la educación. de algunos anos , y elamoi
que se engendra ,eni¿lLos lAsílocrecmo^f y. situí ni
tuviere fortalecido nd^tro< parecer coa todas las cir^
cunsjtancias competentes para tenerle por cieno > le de^
pondremos gustoso^ siempre que se. nos prcsentq otro qaas
sólido y justificado. . . i. , i • . . . !i .,.r . >; i,kj^íJ
AL REV NUESTRO r^SEÑOIU
SEÑOR;
a ob^ecímiento de iaquo^ V. M^ ^ digno fitamiar}^ .
Híc f pongo, con todQ.];esp€t<^ y «voluntad AL» R. P. de
Y..M.esos borrones s asegnrt^ndo á V. M.que spiy produ-
cidos de mi lealtad , y dispuestos segunJo poco- que al^
<anza la experiencia de mis a&os. fi^epito^scñoi^ que so»
borrones.^ pero que pueden ;tnmuir mucho ,d gc^ft ca^
tendimiooio de V. M; Riconozcalos bien V. Jid.., ^alos
ranchas. veces ^ sin permitir qtie pero alguno Ihs ^xámi^
ne , y tome conocimiento de elloS| para que no se publi--
quen >que entonces mas servirán de daño que de pro^
.VMho $/pero seráial conirario , sbV: M; lofrgua^da^ pavsi .
Vy'<y]iíS¡BL^tllQ$tn ios tieiApos, scasDs> ryieoii la<'prtia
dcnctárcon queíadornó el Cielo á'V.M..£ntbhces' se ve^
¿i claro su fkotQ. >. y V. M. logrará los aplausos y glo^
lia que le desea. = Señor = su mas iealivásaUb^ y sen*
dkio criado- =: . , i* '.^ ■*. :rj 'iínr/l ;
i. :i * * Es-
l66
f
xlísta Instrucción , que tiene por objeto la de Y. M.
sobre las materias de gobierno de esto$ sus reynos , y de
los agregados ,: la divido por las clases ¿4 los yasallos ^ de
los Co6se|p$ y^ TiibHoaLK de V. M. j para que se adüc
por menor do todas las xirquascs^cías de cada uno , y k
su conseqüencia entienda á fondo lo que á cada uno cor*
responde, y ei modo de conducirse con todos. Entre ellos-
d^be ocupar el primer lugar el ==
El brazo Eclesiástico (que puede y debe considerar*
se por la piedad de la Religión el primero) llego á creer
qae es jin duda hoy él mas poderoso en riquezas \ cea-^.
tas y posesiones- 9 y temo 00 solamente que es el mas rt«
co, sino que ha de reducir y traer á sí toda la substancia
4e estos reynos enteramente s y aunque es el inconve-
nknte taa dañoso y y de tan grave perjuicio como se de-
i X4 entender^ pox.la circunspección y atención grande
I «od que ^é jdebe proceder en las cosas eclesiásticas j Ue-^
gá a ser ei. negocio mayor , y de mas cuidado que V. M^
tiene en lo interior de sus reynos ^ porque sin duda mi-
sará lacoasetvaciondel todo, y hay en el por las circuns*
tatiaai que he referido ^ suma dificultad para elre^i
medio, i y .siendo cosa de tan grande ¡mporca»ciai(cpma
« cierta) V. M. . no puede , ni debe apartar los t^os de
I procurarle el remedio eficaz y pronto con la debida
atención á liai piedad de la materia».
También es cierto, que no puede V, M. resolver, la cu*
I ra ySin maduro consejo de Ministros christianosydo&os y
grandes > y yo me contentare en este papel con advertir al
cea^
Dial átiitno 4$.V« M, €$te daño que amenaza , y el oo
pequeño que se experiipenta hpy ^ con jplor de los que
¿esean el ¿icn pübiko de estos rey nos ^ y jnayor sccvkl
Con lo que he apuntada ^ habrá conocido V. M. lo
que coovleae el procurar gobernarse con el conartifício,
procuraoda tenerlos gustosos y contentos^ como .gente
que.ticne » y reconoce tanta dependencia d¿ÍQS. Eootifi-i
ees I aún en las materias temporales» Y si bien contribut
yen con muchos servicios particulares á Y. M. y á los:
Generales % lo uno y lo otro por concesión de los sumos; )
Pontífices y. todavía hay allí substancia para gran.partd
del remedio de las necesidades de Y: M» si los sumos^
Pontífices quieren I y ellos no se oponen^ Conviene sicm^
pre favorecerlos mucho en lo público ^ así por lo que se
debe á su. dignidad y piedad religiosa i como por pro^
curar tenerlos gustosos > y bien afedos p para quei na.
resistan las negociaciones ^ que se hicieren coa los sumos
•Pontífices , .
Las elecciones, deben ser con mayor atención á Ist
virtud propia , que á ningunas otras de las que Y. M.
hiciere, por ser tanto mayor su ministerioa Y aunque,
se debe ir con esta consideraciorv para la$ menores dig-
nidades $ donde viene á ser mas indispensable el desnu-
darse Y» M* de todos respcftos. y consideraciones ^ y
poner los ojos solamente en la virtud personal y buen,
exeinplo y acertado gobierno eclesiástico ^es en la elec-
ción de los Obj^pos y Arzobispos > no considerando
para esto los puestos mayores en que se hal!en > sino
haciendo eximen solamente de lo que he dicbo^como
íY, M* ( Diosle guarde) lo ha executado.cn muchas oca*
siones i de oíanera» señor , que lo que se me ofrece que
advertir á Y» M«^ de esta del brazo eclesiástico es, que
jCS el mas rico de los reynos de Y. M. ^ y que lleva camina
de
1
i69
de ser ducfio de todo 5 que es punto de graves {accwvc-
iiientes tioy $ que adelante se ceconece , que podria^ ser
la destrucción de ellos s.que es necesario ei re«M:dio proiv-
to y piadoso , comunicado con personas graves $ que
conviene tener gustoso y honrado este brazo « por lo que
se debe á su dignidad^ como por lo que podriá ayudvici
que se debe atender en el repartimiento de estas digni*
dades i la virtud propia solamente ^ y mas en las Pcelacías
mayores.
Son buenos para Visitadores por hacerlos mas libres
su mayor independencia y comodidad. En las Presidencias
han probado bien algunos^parcicularmente^n lasChan*
cillcrías (donde casi se -ha -sentado que ló ha yan de ser)^
y no hay Juda sloo que es calidad conveníeotei concuc**-
riendo las principales; y en la de Castilla también se han
experimentado buenos efedos. Esto no ha de ser regla
general; pero no hay duda sino que se sigue gran conve-
niencia al servicio de V. M. , de que la persoAa que ocit«
pare este puesto , sea siempre la mas probada en virtud,»^
ontereza^ y independiente que se pudiere hallar*
No discurro por menor en este brazo ^ por no tener
la distinción de los otros , ni saber en el mas puntos de
gobierno que toquen á V. M.. de los que aquí he apun«
t^o^ y no son tan fáciles, que quando V. M. mandare
que se trate de ellos , no haya menester mucha especar
lacion y y conferencia para ajustados.
Sitiorn Infémtes de Castilla.
Consta el buen gobierno de estos reynos de mucbos
cabos diferentes I de que conviene tratar por menor , se*
gun el presente estado en que se hallan » que por núes*'
tros pecados es por ventura el peor de el en *<jtte se faaa
visto jamas.
1^9
Ija nobleza sd compone éc (os lofahtés / Grandes^
Señores I Caballeros e Hijosdalgo. ^ ^
, .. Conviene macho que ios lafiín^esüíab estimados , y
respetados mucho de codos los otros vasallos Grandes, y.
no Giandei » y aunque en estes rey nos no se han visto
jatnas tra fados como hoy , j es dd ^secvkio de Y. M.
que 9ea;^í| porque con estacón buen pretexto , y blan-*
dura se humilla^ ios Grandes (: brazo que en otro tíem«
po con dificultad :se doblaba á los mismos Reyes )> pero
;untamente con esto es. menester , que se cuide mucho
de que su sumisión á ios Reyes sea sin ninguna diferen-
cia ¿la del mas particular vasallos y, aunque en los
asientos y lugares tienen $an gran desigualdad ^ todavía:
en las .demás cosas se püecte^ajusíar la^sumisionj de ma-
nera , que baste como V» M. lo pradíca hoy con sus
herinaríos i^ que mostrándoles náucho^ amor én algunas
cosas 9 les hace menos cQrtesia'que(¿ muchos vasallos i jr
asi es con veniente 9 y siempre necesaria estar con exf
uaordinaxi'á. atención y"" y sin jdescuidarse. en nada, que
sea consentirles ninguna falta de respeto , ni disimular
la menbr desobediencia ) porque en consintiendo unai
se pa:derá.infinlto > y se aventuran grave$ daños*
Hasele&ide poner: criados medianos á'ios Infantes,
que ni por pocas obligáccones río tengan que aven turar,
sil por machas osen deJntentar cosas grandes con torci-
dos fines,. y cacar con. mucha atención mirándoles á las
manos , y .que ellos lo entiendan así , castigando con se^
vecidad los menores asomos , sin que haya dispensación
pdr ningün accidente ; y es menester que sepan-, rque^o
les ha áe costar /menos que ta cabeza.^ y^ echaif' alguna
abaxo para asegurar las de todos ^ y c;$€armentaráh pá*^
ra adelante cómo conviene. Y. vuelvo á[ decir áV« M.^
que este es punto de que V. M. no debe descuidar nun^
ca , sino tener á todas horas puestos los o|o8 en el , con
y'.irom.Xl. Y la
U mcmotla de los Incoh venientes grandes , que se han
seguido en estos reynos , de no estar siempre velando
en ^atajar los daños j que por esta via pueden ofre-
cerse.
Conviene totalmente cerrarles y prohibirles la co-
municación de los Grandes y Ministros de importancia,
fuera.de los confidentes y favorecidos deV. M», y ento-^
do vivir, con suma atención y vigilancia , para que esta
comunicación no pueda ser aún por terceras personas,
totalmente independientes de V.: AL , ó de sus Ministros
favorecidos , porque no puedan' intentar tener favot
por otroxamino , pareciendoles que sin aventurarse , le
tienen del Vaiida de V. M* 5 con lo qual se preyie-.
nen eri qaahto es posible los daños que se podrían
seguir.
£1 darles V. M. hacienda, ha de ser con limitación;
pero no con miseria ^ y siempre tener cuidado de que
por otra mano ninguna no se iessocorra, y prohibirlo con
toda fuerza en las instrucciones, que se dieren á sus
criados.
. Y sobre todos estos medios ( que son los que la pru«^
dencia enseña ^ id mejor, y mas aeert^adb para:, la., segu-^
^tdftd'^ y cohvemcncil.delserVicioide' V.M.^^seri^ro-
puxat acomsodarkís^rcon la grandeza que se debe, á sus
prcrsonas.^ en otra^ /provincias y reynos ^ que noisean de
V. M. por via de casamiento , y entretanto tenerlos á la
isano lo mas cerca que sea posible , como y« M. lo ha<^
ce j y <:im los brazosi abiete; pai a.ampararkB > pero siem-
pre con el freno en la maoo para* contenerlos en los
límites de la obediencia. y deb cespeDo. Y cstc^ señor , :es
el primer punto t y el mas importante de quantos pue-
den o&ecerse y y miren á la conservación de la dignidad
yi Autoridad de y ¿M»! .. /^ - ... ..
El
r
••A
*
171
GfámUi de Castilla.
El segundo lugar de la nobleza le ocupan los seño^
tes de Castilla Grandes , y los^ tratados como ule» $ y
aunque hay . algunos en losb tt at ado^ como Gsaodes .^ que
ea renta » grandesea :df esdados 'y y xalidad pecsoat 1 > igua« -
lan á lo otrosy en la primera sassoá e^ que: se hizo esta
distinción y no se hallaban en esta altura.
Esta diferencia se empezó á practicar en quanto á la *
cobertura^ desde el tiempo del señor Rey Felipe el pri-
mero y tatacabueló idc V« AL } y atmque ^ ei^ . los honores
particulares, que láeciben.en las<actas , y en presencia de*
y. M. quedan tan desiguales á los bttte señores de Cas-*
tilla j todavía hay muchas casas en ella y que en estima*
cion y punto no ceden á las otras que se cubren , y no
con poco fundamento .de xaadnV ni/coqvcniencia de*
Llegó, señor , el poder de los Grandes tn:tiempo ,de
los señores antecesores de V. AL á estado , que alguna
vez dio cuidado i y puedo con razón decir , que aun-
que «1 señor Rey Don Edipe IL^ abuelo de V, AL , se
halló pn estado que pudo descuidar justamente de este
inconveniente , todavía le pareció bien baxarlos . mas,
y siguiendo el exemplo del señor Rey Católico en la ins-
titución de los letrados , les pus^ togas , dio autoridad
y mano en eLgobierno, y en la justicia : de manera , que
á upoi con embaxadas , y ocasión de gastos , y i otros
'con la mano d^ estos Ministro&,. tes rcduxo á tan gran
earga de haciendas , que aunque su heredada lealud,
y muchas obligaciones no les obligara á la sumisiont
observancia y puntualidad en obediencia á las reales
órdenes, les fiseta forzoso d <no alzas cabeza por falta
éc: tu(^cnda. grande, áqpe se reduxerpn* Esta se ha ido
Ya con-?
continuando con las ocasiones de gastos que se ofrecen
siemprCiY las ñestas grandes y continuas* La materia del
Estado está en lo que mira al gobierno interior ^ sin los
ineonveniéntcs grandes que se experimentaron quando
esto no estaba en este estado , y por los que hoy se ex*
perimentan en otras provincias donde están poderosos;
y en Ingiatarracotí este recelo les quitaron enteramente
todos los vasallos y jurisdicciones. .
£n esto debe V. M. tener gran atención , y prócu-.
rar atajar la sobra de hacienda de qualquiera por los me-
dios mismos , que como he dicho á V« M« , io hizo el scr
ñor Don Felipe 11;^,, y el señor Rey Católico $ pero esta
intención no la ha de mostrar V.M., ni darlo á entender á
ninguna persona ni Ministro por ningún accidente , por*
que por ventura se argüirá á sobrado recato $ pero con el
gobierno político ningún cuidado es afedacion,
£s biea queV. M. los honre , y guarde sus pree«9
minencias , y que en el rostro d¿ V. hL hallen blandu-
tsi, y buena acogida ^ quando ño haya particulares ra*
2ones para torcerle ^ pero generalmente eonviene mu-
cho tenerlos gratoS) que comoV. M. ha visto, los caminos
de alejarlos , de que usaba el séñoír Don Felipe 11.^ eran
tales 9 que sin poderse ellos quejar > sino antes/ quíedat
agradecidos^ se cbhseguia el fin $ pues con las embaxar
das, y con las jornadas honrosas » venia á ponerlos en
aquel estado ^ y por la. mano de la justida, no pudiendo
ellos juzgar , que venia de la mano del Rey.
Como son las primeras .personas de CastiUa ^ después
de los señores Inñintes i es conveniente gpbetnarse con
illas en la misma forma , favoccqiendoios i peso siempre
ja rienda en la mano , sin déxar á ninguno crecer .dema«
siada Y confieso á Y. M. que aunque esto tocará .á al-
-gunos que estimo por las kyes de úaturáJesa y sangre»
«s6 mfsmo me obliga á decir con mas eutqeu ,. y j)ucv-
tua-
^
%« «•
173
tiíalldad á Y. M. lo que em este punta juzgo que ^e de^ ^
be hacer»
Por las razones dichas tengo por desconveniente el po«
nef los en oficios grandes^ así de la justicia como de la casa
y de la hacienda > pero esta regla no ha de ser tan gene-
tal I que en muchos casos no padezca. excepción, mas si
iV. M* atiende al gobierno de su abuelo, rerá como ob*
servaba esto , y las manotadas que daba á algunos solo
porque estaban muy arriba, y los habla puesto en gran*
des lugares. No alabo esto postrero si no habia mas ra-?
zon , pero si habia alguna , bastaba menos que en otros so^
getos , porque en los que no son Grandes por nacimien*
to , y puestos , á qualquiera desobediencia parece que ti*
xa á la cabe^ , y así no conviene disimularla.
Señoras y Títuhs.
£1 tercer lugar de la nobleza ocupan los Señores y;
tTítulos ; dignidad tan grande en España , que se usó
para los hijos de los Reyes , y en esta estimación estu*
yo en muchos tiempos, hasta que empezó álntroducirse
en los primeros vasallos del rey no , y de aquí no des^
caecid en muchos años , aunque después se fue abrien-
do la puerta de manera , que entraron muchos, y ala
postre se puede decir , que estuvo tan abierta^ que no
quedó fuera ninguno , que quiso entrar por ella. Tal
fue la desestimación en que se puso dignidad , que tuvo
el lugar que he representado á V. M, , np con poco de-
servicio de V. M. y de la grandeza, y autoridad en que
se debia poner este honor»
Son en el número muchos mas que los Grandes , y
wnque de menos poder , todos juntos es sin duda que ^
)e tendrán itiayor que los Grandes , y por esto (como
di*
3f74 . .
dige á V. M. en el papel de los Grandes) , es muy cOn-'
veniente al buen gobierno , y quietud de estos rey* I
nos', .el ¿onsecvar la emulación entre los Señores y '
Grandes > y aun sin mostrar atención , conviene que
V. M. disimuladamente de á entender ^ que estima á
ftlgUQíos «Señores igualmente que á los Grandes , y
qiie.á, los mayores de ellos »y porque con esto se
conservará la autoridad de este honor , que tanto so
ha agraviado con la indignidad de los que le han con**
seguido > y lo que es mas considerable , es d impedís
que no lleguen al rendimiento en que pudieran estar poc
lo dicho ^ sino que conserven la competencia con los
Grandes, con la qual se escusa el unirse con ellos ; in-
conveniente que pudiera ser notable , y eü esto debe
V. M. estar con muy particular atención, no desfavore-
ciendo á los Grandes > pero mostrando estimar mucho á
los Señores , que siempre hallará Y. M. entre ellos ca-
sas de calidad , servicios y cantidad de hacienda , que
justamente merezcan este favor sin parecer afedadó , si-^
no antes a&o de la justificación de V* M.^ , y de su pru«*
delicia > de donde nacerá animar á aquellos , y tem^
pías á -ios otros ,. sin dar ocasión de sentimiento á
•ninguno.
De esta gerarquía de personas se servia el señor
'B.cy Don f elípe 11.^ en los oficios de su casa , y en
otros puestos de Consejos y Presidencias , porque como
e^tá. dicho arriba , siendo el poder de estos particulares
•mas moderado , y ellos de menos séquito, juz^ba ha-
blan de estar mas atentos á su proceder , y mas puntua-
les á la execucion de las órdenes, por la facilidad mayor
que hay en remover á estos ( quando no cumplan con lo
^que deben), que á los mas poderosos., y de mayores pa-
tríenles, y no sojo se set\'ia de esto^ eo los: oficios de
-.;> Gen-
'75.
GéntileS'horóbres de la Cámara y -Mayordomos , sino
tambicn de sus hermanos segundos y terceros.
Debe Y. AL mandar al Presidente de Castilla , y al
de las Ordenes , que traten con particular estimación á
los Señores de Título y quando sus personas no lo des«>
merezcan mucho, por que por las consideraciones dichas^
conviene no dexarlos envilecer por ningún caso , sino
conservarlos para balanza del otro poder , np ^ mostran«i
do de ninguna manera que se hace por este fin, sino sola«
mente por renovar la estimación que se hace de esta
dignidad eo la parte que se pudiese » y en todas ocasio«i
nes le será á Y* M. de grande socorro que le vean con
noticia , y atención á autorizar , y estimar las casas. quQ
lo han sido de Castilla en. otros tiempos*
No hay en estos Señores el peligro que en los Gran*'
des (como está dicho) > y como tienen aquella linea á
que ascender, les es fuprva esur por esto^empr^ con
mayor atención , y deseo de complacer á y. M; en iodci
con el caudal, y con. la buena sangre, que asegatan mu-s
cho los aciertos , y si del todo no es posible, se le da por
k) menos el fiador mayor que hay, ni puede haber , y es.
medida que viniendo á puestos moderados no les des^.
convieije i ni es desprc^fxircionadQ de ninguna maneía el
ocupar los mayores :: parte también muy esencial parai
hacer grandes. personas coa la disposición de poderlos ex^
perimentar desde las ocupaciones moderadas.
9 ■
Caballeros..
» • «
Laiquarta dase de la nobleza son los Caballeros par«i
ticulares^ en que no cuento los hermanos de Grandes, rií
los hijos mayoties de los Señores segundos , ni terceto^
porque <aunque,es cierto que no se pueden nombrar .coa
ptrp nombre., por la dependencia taa cercana de las cm
sas
sas de sus hermanad, ijiñcren en algunas circunstáncfá^
de los otros I aunque no en todo.
j : Divido también los Caballeros en dos clases ^ la. una
la de los Cabailerbi. Señores de casas y estados ^ de quo
ha quedado muy poco , después que se alargó la manó en
hacer Títulos* . ,
c . La otra clase es y de Caballeros sin caia , dependien-
tes de estos I peco no cercarlos ea parentescos á ios Gran*
des ^ y Señoines. :
Los primeros han sido muy estimados en Castilla, y
muy lucidos en ella, conservando emulación , y compe**
tencia en todo con los Señores de Titulo^ y .algunos
hubo, tan estimados , que la tuvieron con los Grandes^
£sto ha descaecido mucho poc la razón dKrhá i pero con-
vendrá eá los que han quedado , que V. M. se sirva de
portarse con ellos (respe¿V> de losTíc'ulos) en la conformí*
dad que represente á V. M. , que se debia portar coa
los Títulos respecto de. los Grandes , esforzando (sin pa-
secer que se desfavorece. á: tes otros) la partfe mas flaca.
Sara esto es menester eséoger ca^is de Caballeros de sau-
gre conocida, y antigua de vasallos y autoridad , que uq
será muy fácil de hallar hoy en los que han quedado.
í j La segunda clase , señor, es áel^ que se compone I^
fltayot parte del rey no , y de la qiie :V..' M. debe servir*^
sede esforzar mucho , y traerla muy favorecida y alen^.
tada , procurando encaminar la pacte mayor, de ella á 1%
guerra , donde es útilísima , y en esta profesión convie«
ne al servicio de V. M. .traerlos .^uy validos asi en la
mar como en la tierra , y que crean y esperen que su
pcocediorlos.ha deadelantará conseguir cnn'iSu;\^alory
y iS^rvicios los primeros puestos honrosos militares > sitt
que se les arrebaten los Grandes Señores^ si no hubieren
caminado por su senda. No es creíble , señor y lO' que
jKengaencendidQ^que va. al aumento de estfi . Monarquia
. . en
en asentar en'los ánttttM^decJoifioiát^t^s ñdUés > y aúli
de ios. lio nobles patra la^froCefelori! mUicar, qufesu vlrtítíl^
los podía ponet en la primera linea; y quahto se pierde
de que no lo entiendan así. ' *
. . Son innumerables ^ ^eSor I ^asi^azones-que^ofréceá
de conveniencia grande para^:scr vicio dé' V^M^jen^ po-
ner en los cargos militares de mayor honor á hombres
de fortuna , que así se pucd¿b considerar los caballeros
particulares , que por su virtud llegan á ellos. Son gente
cxperhnencada.^ qbVba pasado ppi: lo$ trajbajok', y tiecho
hábitOvde ellos ^qoe fca¿se«vÍdo los puestos lúchbrefr^-iiR
esperaír dispensación. por fiívi^r^d&'Uo ^e' ercar-<^ ^<{MI
quando liega^n álos puestos 'insiyores ^ ^y se les< liega i
encomendar esta /ó aquella jornada (sf^^ es suma felicí«.
dad) I loexecutan cpn sabiduría cierta de que lo que et-^
raren eoella.,Ja hadepagavsu cal>esay estando siern^
pee coa ! eaie cuidado paca ;6l -acierto / httbKíndde ^tiánidd
desde qitje empesaion á^ervk^eomo pettoqasi que-Aá
otrQ ánimo qué el de la propia virtud^, s<phjin pud^to eá
aqueUos lugares.. Asegúrese V» M« que mx^h^y ^cobro^
igual cQm9 eLjqae se dá á lo que se pone{ei^9emqan»¿
cabezas;) c..»] > v' ,! . •. - J .í- \..\.: . ••> ^s.n\> ?' ■ í>b
JLa paga mayor de estos no llega á costar- it ^V« feK
la que;le'*c^e¿la et sueldo cotí que^losidd ot^a*g6ra«quía
quieren empezar á servir» No coenta á V^ M. las conven
nienclas, que se ofrecen de valer en la forma que hoi^G^
presenta^ X essos:* caballerosa ^ soto digo^ k>Y^Mv poit
mayor'j» qué entienda que^si V. M. exetrnt^ el^ p^flád^
de esta verdad á stts vasallos^ queisefiá^elcmas gidfIi(MÍ
Key^y el de mayores cabezas militares, qiiese'^hiyá
visto , ni conocido jamas en oínguna* era <ie &stos<^rey-
. nos , y pienso sm.duda^^.que es ^el camino x\nohz^ dó
rostaufar lá oplnióa «de las/armksrjdec^i^pafia por mar ^^
tierra , y es todo cotcvcnleimsimni tio'^sdlMt ptti^ U gaex4
g% ^ sinpr^tnbíenipj^xa jelcgobíecno lnte¿ioc dd rcynoi
IMCCfniapdQ.cn.los iugaifcs.á perspna&de esta calidad en la
j)9z la virtud pro(Ha| con «tender solo á ellai y á los que
con zelo y prudencia se hubieren gobetnado , y portado
fin 1^ pcasifínesdeL^eti^^íe átVf JULí anorgoniendo es-
-^o^á qualqtMefft Qups jppíu:os<
/ ■ ' *
• # • "
: : Judaicos. ,
^ , XíOS Hidalgos es d primer girado, de la nobleza , por-
fme^ds el so. asciende i loM^mas^ Esteres el áombre pri*
W^ro^ (dft U oobl^a^ deí CaatiUai^ y:d que se conservó
Oiuch0S;9&os c^n pUa^ ^In que se. usase del nombre de ca*
k)aÜcroS| ni de ; señores , y verdaderamente las mayores
casas que hay hoy en estos rey nos ,. tuvieron su origen
^n los solares. dp Ja Montaña y Cantabria , donde Jioy se
CPnsei^vaa cob estos, misibos apdiidos lot que no baxaron
4.CastílÍ2^^.yise dilataron xon las guersas, adquiriendo
}os señoríos y. estados que hoy poseen. Algunos hay en
Bspaña , qaesin este origen han alcanzado, y conserva*
¿O.sefáormiy estados graddes^ pero muy pocos fuera
de las casas que descienden de la Real| y otros que han
^fonldo de tfuera. <> <
r £sia. nobleza I como lamas moderada, es la 'mas
extendida : hay en esta tres diferencias grandes , aunque
t^das se nombran debaxo de este nombre de Hidal-
gos s.(}l9aegps ^ y descendientes . de cellos , y esta es
bl ..antigua; y estimada: nobleza de Costilla .^ 4e que
he hablado, que. sin duda es muy digna de grande
estimación*
. / La «oira.es i la. que llaman Hidalgos de privilegio:
esta es de. moderadísima calidad,» y muy desigual ca la
estimación ^po^qileihuchas de estas hidalguías son com^
pcadjtó?,:Q ad^^uirida^^ por otias viasj /.
Tam-
*7í.
Taoi^ten i:¿iy Hidaigcki noitorio9 r qi»jtii^^kti^f^siyi
lar , ni ipas origea it nobktai que aciitoUa,4A^[>er ü<
do teni4QS , y cstiiiia4QS por taks. £$ca es nobleza fnu<«^
cho mas estimada ^ que la de ios Privilegios^ pero meoot
qtie la de los Solariegos». . ' ,
Cotiviene Avotscct á los üidalg^os poc Ja mtsiDá
considecacion , qiK á los calAilecosi paf riculaitis ^ y, poc[
aqueUos mismos grados 9 coa arencioii á; qnc cmpiezaa
de un grado menos (aunque sin duda no se puede mirad
á. aquellos HidalgQS splariegM de la Montaña y Cantan
brla icon desigualdad cQuocida i los caballeros partir
calares) I siendo, cieno que algunas casas de aqucllai
por SU' antigüedad t y continuada nobleza. , joaerecen lab
e^tittiacion que los lAas estimados caballeros , porque sofi
iQUchís las casas grandes de España ^.que descienden de.
aquellas 9 y cstofS también conservan ia emulacíoo cooü
los caballeros/» y .ts conveniente queila;;teQg|io.por ias^
mifiaas raaoiiest^qoe he-reprpsencada á V; M; eá. lolde*^
mas estados ^ con lo qual se conserva este, brazo de lá\
nobleza. (conveniencia graqde del servido de V. M.>»-:
teiiieqdftcada.,^ado di^e^os .emulación 40tre.^í caá»i
uno con el o^ro , csúilé qtfai.mi( es po^bk haber. unioal
perjudicial, sino que todos queden dependientes de el
Inmediato favor 1 y hoqfaí At Vx M. , sin poder aspirar
á ella por otro camino que el de mayor rendimien^^
ta á* la voluxHfid 4q V^, M, » y su proceder, y cQtvItio»
á s^corgna... .:j :,-... .- ( - _. - -.7
Lo$sé5oí(sJe&ptes» conotí«ick> (quf i4i isen^JantcFi
de VéjM* ks 44. vida t «etüy ocvnacion d4Ao».^tco$tvar¿
salios» que $in esto «lo tienen nada ; los primeros Grandes '
por el estado de sus haciendas » no pudiendo esperar
conservar aqudla grandeza » siao por el capuj^o de los ¿
oficios y encomieiidas y jmercpdcs dci Y. M. : M.Gt^pdes :
do las otras icbtMtf p0r ascfindcr i^OHic^ prioaei: hop^ qoe »
Za V-M/
lY. M.habe^cMU casas: tes Señores potiá toTs¿3á emú-
WciúíA y<!gat<ti(tc sí c()n$ervaQ tos Grandes ^o}>re la ma-
yor grandeza de cada uno , y luego por la que llenen
de ascender al lugar de los Grandes ^ y la emulación
con ellos: los caballeros por la que tienen entre sí co-
likO'los oirótt^ y por^soend^r á feí Itneá de los Títulos:
losiHida^lgós ton' la* emtiladon >evitte;5Í en los ^res
estados que he representado , y por ascender á la linea
de los caballeros 5 con lo qual conservándose esta emú-
ktion (como se h*a'de procurar), y dependiendo de su
sola mano de V. M. él -conceder es<os lugares á que ca-
da' est^do^a^spitay vl¿ne4'> conseguirse^ el buen gobierno
deesfe bráixadelá R^epúbtica, qae/es«de los mas princi-
pales de ella , y cosa de que V. M. debe cuidar mucho,
gobernándolos en jaforma que he representado á V. M.
debe euidat mucho ,: sin dar- mucha queja á ninguno , de
cotlser^r 40S cbti^nups aelos^j <rargando: siempre el £a^
^voii^de ^ V';> M«^ O sin» palidecer < que es ^¿ontíraposicioá de ios
otros ) á la parte mas ñaca , para hacerles <:on esto balan-
za, y fomentarla emulación , sin dexar rendir ía parte
menor por ningún accidente , que asi conviene , y de
lo «ontrario se* seguirán grandes daños; ^
)• 1 ' ■ * ' ' ' . I * ' ' • 1 * í í I * • ♦ I
^'. .'•■«•-•I. .'ll..«^.< •• J». ^' ' .ti .mdt
%
» •>
« £1 Pueblo , señor, tfene el lugar terceto, é inferior,
por serlo los particulares en calidad 5 si bien se püedt ,'y
dd>e corisideral por él mayor {>adftt>lAO^olo xespe&Jva-
merite á lostxtós btázosy sinor tatnbieb comparado el so-
lo con los ^tros juntos , y así la primera' atención de
V.M. debe ser al gobierno de este brazo, que por el
nómero grande dé singo lardí f por 4as^ menote$ obligacio*
neS) y de ningún disíruéso, Viene <á srct dJ&Áiltosísimo su
gttbiernoy^t^ott^'ie 4i^ex(^etlmentadd( en^stos roynos
.' . * con
r8t
con gran "dolor, por los incooveatciitesf y tumaitos
que se han seguido de las aprehensiones ciegas de c^
te vulgo.
Conviene inñnlco la vigilancia de la justicia sobre ellosi*
escarmentándolas con los castigos , y atemorizándolos
para que no se excedan 5 medio que obxa^ma&en ellos que
otro ninguno, y acciones a que viven muy atentos ^pe•^
10 es necesario que lleguen á conocer la entereza déla;
justicia, no solo con ellos, sino con ios otros estados
mas nobles , porque con verla ezecutar igualmeote sel
satisface, y atemoriza juntamente ^ y.la^^atis&cdon ase«>
gura el daño del temor^ que si fuera solo, necesariamen*
te llegara á desesperación , y esta á producir incomve** •
mentes grandes , y daños irreparables.
No sufre este linaje de gente de ninguna manera la
falta de pap ^^ni, niantenimientbs : ast el primer, cuidada
debe estar en que por ningun.aqcidehtc fiílteny inres po«:
ntr mucho ^tudio en qUe se vean sobrar, y siñdudi es^
el primero á que mas se debe atender , procurando, poner ;
todos los medios posibles , para que no solo haya abuo-*;
dancia , sino también buen precio.
Suelen padecer graondes errores en >el juicio que ha-':
celi:<ie las provisiones y sugetos ; pero lUo son pocas' las ;
veces que aciertan , y alguna vez , yi no pocas suelen es* *
coger lo mejor. No es juicio i que. V..ÍVL debe estar to-
talmente resignado, pero siempre conviene tener aten-'
cion á la voz del pueblo, y hplgar. mucho , quando :
V* M. por otras causas de mayor ^stimiaoioo ,. y madtura
atención escoglere.personas aprobadas de el y que. llega á'
satisfacerse , como si el mismo ^ ó Y. M. por él hubiera
gobernado la elección , y tal vez snel¿ Y. .M« , y. usaba i
su abuelo echar al pueblo algunas cosas dudqsas en re^'
s'tdver^y en exccutarlas se conformaba por la a^robaciont
con que se admitían genaalmeote* £1 hablar mas panii«£
' * cu-
mtáWente de; eue punco ipiedará pAca idottdc se tr^tacct
íkL gobierna
Débese atender mucho por los que gobiernan á no
peroücirde ninguna manera cabeiuis nobles mayores , ni
medianas qisr se hagan populares , sino aujar cstedaño^i
afanando ios^saies, i>sando de los ffemedíos que parecie»-
rea .convenientes , por los daños grandes q^e de esto se
p6df ian seguir , y se han experimentado > y en las cia*
dades convendría infinito escarmentar mucho á los que
lo inteiitan con grave perjuicio delservicip de, V#H«»;
que si no se atajan. , Uqgo.á entender que poirian. causar .
irreparables dañps , y:el caininq con que lo itítentao.es
taly que no se como .se ha disimulado, y se disimula:
hoy I siendo cierto que fniblicamcrite dan á entender esr.
tos tales, que defienden al pueblo de V. M« , y se lo di-
cen asíquando se trata de algún servicio,, y por otta"
parte no hay extorsión \, ni vejación que no execiuea.>
en ellos, siendo sin duda los que los desuellan >, y \q$ que :
tienen hoy consumida la substancia de todos los lugares^ j
y sabditos de estas ciudades, y casi de todo el reyoo*
Quando llega á desenfrenarse el pueblo , conviene,
mucho al principio poner ^ severamente los medios de ri*
gor y castigo i pero m no cede á esto , no hay otto . ca«
mino que alargar ia rienda , y dexarlos obrar, dis¡mu«>
lando, que su confusión y falu de cabezajs ,'y desorden
los reduce luego á estado , que con gran facilidad, y
sin' riesgo ninguno i se puede, hacer el. castigo y: escar-
miento que conviene ^ y con. este medio ^e han golifer-'
nado estos accidentes con buen logro , y sin los incoBt-.
venientes , que se han experimentado de querer apretar
el primer ímpetu. Pero aquí se me ofrece que advertir i
Vv^M;, quíe el alargar la mano en reprimir esta ftiriat .
no te ha de eúrender por tal espacio de tiempo, que se
fíxceldaño , sinois(damente. hasta ^quando llegue á.co-,
no-
lió¿etse por los qne gobiernan con prudente* considera^
cien la variedad ^ y confusión , qae es fuerza que se siga
á qaalquiera resoi ucion violep ta»
. Comgidorts y Akddts Mayons.
Habienda hecho relación á V* M, de las clases de
que se componen estos reynos, y del modo con que
kV. M. se debe gobernar en cada uno^ resta ahora el in«
formar á V. M. del modo del gobierno con que estos
rey nos se rigen , y de los tribunales difisrentes, y lo quq
en cada uno se ofrece quo advertir , por ser la ^nateri^
€ic que V. M. mas necesita comp dueño y señor de to^
do y para aplicar con su mano poderosa el remedio de
los inconveoientes«i
Las^ justicias menores (deque basta que V. M. ten-
ga noticia) son Iqs ^kaldes oaayores de Adelantamieo«f
tos j-y Corregidores. Entre estos , y Ministros suyos sg
divide ) señor , el gobierno de toda £spaña , en quanto*
á kis primeras instancias en lo civil y criminal » en que
lo son sin mas dependencia que la de sus Tenientes, con
quien es fuerza que se acompañen , por ser profesores de
los derechos. i
£n la parte de gobierno público , y conservación de
aquellas Repúblicas que tienen á cargo , concurren con
d Ayunumienco , y en otr^ en Consistorio , y en al-
gunas CabOda ^
Cómponense estos Ayuntamientos de ciitdad^fios*
honrados 9 de caballeros y señores, y en algunas, de
Grandes, conforme los vecinos que la Ciudad tiene. £n
algunas hay constituciones de nobleza, y en otras no:-
en todas hay gran telaxacion en la observancia de cati*
dad , daftc» de que se siguen otros muchos.*
Estos ofipiosde Corregidoses son la escuela prioftera:
del gobierno ; oficios vn otro tiempo estimidbs iimchx)^
y puestos ocupados de los señores mas t^onrados í y pee-»
sonas de mayores prendas, hasta que la ambición lo ha
alterado, desestimando estos lugares para la codicia de
los mayores ,* queriendo empegar por doadt debieran es*
tár contentos de acabar > y siendo muy pocos los que
hay delalinoa superior, comdson ios Virreynatbs, tjbdos
los pretenden, y si fuera posible reducirlos á la escuela
de los Corregimientos, para irlos desde allí acrecentando,
fuera conveniencia grande para el servicio de V. M. por
poder expcrímeoiar los sugetos, aventurando.^ menos;
y. la experiencia ha mostrado hombres grandes hechos
por esta senda. Tengo poc dificultoso el volverlo al es^
tado , y así lo digo solo por informar el Real ánimo de
V, M. de lo que en todos tiempos ha habido.
- . Coó viene ocupar en (estos oficios las pecsonas^ do ma-
yores esperanzas, y mayoc virtud propia que &e. hallar
üCfi , y irlos atendiendo conforme dieron la cuenta ca
los menores Corregimientos. Algunos tiene V. M. bue-
nos , pero no muchos , y en las ciudades de voto ea
Coceen se experimenta esta jEilta con gran daao del Real
servicio de V« M. ; no. hay camlao para remediada , ai-
no proveer en personas de las calidadess que he ceferidOt
estos oficios 5 y porqué dn todas .partes se ha de experl*
mentar este daño, quiero empezar desde aqui(como lo
he hecho en otras consultas )á;repxesenítar á V. M. que
de no haber justicia nace el no haber buenjoisXorregidQ-
rcs>\{8>rquiec eUós inuoduceni ^s criados poc Ministros,
yiet criado en confiaaza.de su amo trata de hurtar -y ha*'
oer dinero i el Corregidor no le castiga t porque le puso
allí : los otros con este exemplo hacen lo misüio » y co*
luonop^ede castigar á los uoo^.y i los otros, s4 di$jjiiu-.
la con todos. Los Regidores hacen lo que quieran,- Msar*.
pandpiá; los.pobres .en sus haciendas^..at£QpcUanda, y
ve-
ve)ándoI(»i y corno el Corregidlor los fia Zc mcnesi
para encaminar en^el Cabildo lo que quiere , disimu:
y cambien para excusar lo$. capítulos en la residencia ^
por tratar de vivir (como iiacen todos) , no viendo cas¡
gos exeqipiares executados en los que proceden asi ,
comen como ellos j y en e&fto , señ6r y concluiré es
papel diciendo, que en estamparte necesita V. M. pon
toda su real atención, para que remedie los inmensos d
fios que pueden seguirse á su servicio ^ no eligiendo p
Jaeces á los que atienden mas que á la justicia á sus intei
ses i para lo qual será conveniente que antes de dar est
empleos, tome V.M. seguros y secretos informes de pe
tonas de acreditada virtud , que le digan clara y christi
sámente los*si^etos que sean aptos para ellos i y si alg
no faltare i su obligación , por dexarse sobornar ó co
romper, pague con el castigo su delito.
De Jas CbamiÜerias , Qmsejas de HavárrM^
En uno de los papeles que he dado á V« M. ,
tratado de las justicias ordinarias de estos , y de su ;
risdiccioa , y en este lo haré de las Audiencias , Coni
|0 de Navarra , y Chancillerias , que es donde van
apelaciones de dichas justicias.
Las Audiencias son dos , Sevilla y Galicia : los
cUas no se llaman Oidores > sino los de Sevilla , Jue<
de Gtadosi y los de Galicia , Alcaldes mayores de la ji
ticia de aquel rey na
£n Sevilla hay uno que \se llama Regente, oc
Oidores , y un Fiscal , conocen en apelación , y ta
bien tienen casos de Corte. £n el liábito , estilo y t
tamiento corren ¿orno las Chancillerias : en el despac
no % porque no despachan pos Don Fdipe , sino Ak/
i85 - -
Regentes ^ y Jueces de Grado. Su jurisdicción se extíerf«
de al distrito de la tierra de Sevilla , que no está compre-
hendido en el de la Chancillería de Granada.
. Hay una sala con quatro Alcaldes para las causas
criminales : diferencianse de los de está Corte , porque
ni dentro de las cinco leguas pueden conocer en prime-
ra instancia , ni rondar de noche en Sevilla , porque es-
te privilegio tiene aquella Ciudad de los señores Reyes
antecesores.de V. M., y así solo conocen en apelación ; y
estos no se llaman Alcaldes de Corte , sino Alcaldes de
la Quadra de Sevilla : la derivación del noinbce hace pa«,
co al casa
•En esta Audiencia de Sevilla se experimentan gran^
des inconvenientes de la división de Asistente (que es la
cabeza de la justicia ordinaria), y el Regente i que lo
es de la Audiencia.
£s aquella Ciudad sin duda la mas principal de estos
reynqs | valiéndole á V. M. mas de un tercio oíais que
todos los otros rey nos de Castilla juntos , y como cosa
tan grande > y que por la gran fidelidad que ha profesa-
do siempre á los señores Reyes , me parece que es de
mi obligación representar á V. M. con particular y vi^
va instancia , vuelva sus reales y piadosos ojos. á. aquel
lugar y República , que se halla hoy en tan miserable
estado , que por ventura no le ha tenido peor en Justi^t
cia, Hacienda y Gobierno , y no tanto por falta de' los
que le gobiernan , por ser persona de grandes partes , de
justicia y entereza Don Fernando Ramircs i que hoy
es Asistente allí , como por la misma mala ;disposicioii
ídel gobierno con dos cabezas , como he. reprasentado á
•V. M. , y es de su real atención poner ( habiéndolo con-
sultado primero) el reaiedio mas conveniente y pronta
á tanto da^o.
La hacieiida tiene el mal estado que represento á
187
V.í/L^ por la falta de jástlcla y de gobierno} lo prln-
clpal^ f de donde nace el abasarse de todo en gtau da^
ñOf y perjiíldo déla hacienda &eal de V, Ifi,. Y enefec-»
to y señor /si Ips dúñús fueran de calidad ^ que fuera ne«
cesado expresarlos Y yú sin duda níngana lo hiciera 1 aun*
que condenara á mis conpatGÍralcs , á quien no puedo ne^
gar y que como debo ; tmoy poro para U obligación delr
servicio de V. M. la pospusteca todo^ yrtaxtiblen al; m^i
yot /bien de aquella República^ , .: //
" £n general no hay nadie que ignore los daños , y
quiefi los causa } y así me excuso yo de refedrlos por
menor y dexaiidocon generalidad informado ei Real átii*
nao de V. M* da la importancia grande de aquella Re«
pública, del incenvemeote grande de gobierno de dos
caberas- j y de. quanco importa ajustaf y y consultar so<^
bre la forma de poner cobro general y parricularníiente
en el gobierna, justicia y hacienda. Y aunque por natu*
ral esitiáiiaría' que V. AL me excusase. de mandarme enr
trar en jutitay donde se tratase de eUo> todavía resignare
mi voluntad al mayor servido de^V.M*; adyirclendo i
ia junta lo que se me ofreciere convenir para el mejor
logro de aquella Ciudad y r¿ynOb
^n Galicia no hay Regente , sino Gobernador $ $1
bien preside ea la Audiencia , aunque por no ser letra*
úo no vota ^ porque e$ Capif an á guerra de aquel rcy«
no y y así en lo regular , caballero de capa y espada»
Estos Jueces se llaman Alcaldes mayores > y aun^
que llevan togas , también llevaa varas > porque tam-
bién son Jllcaides > y conocen de lo criminal > de n^ne*
ra que en esta Audiencia se conoce . promiscuamente de
las causas civiles y criminales.
En ninguna de estas Audiencias se tratan materia^
4fi hidalguía ^ de $vui distritos > porque como se dirá eo
Aaa ade^
i8S
adelanté , pertenecen a ia sálá de Alcaldes dé Hijosdalgo
que hay en las Chanciltetías. En Navarra hay Consejo
supremo pata justicia y gobierno de aquel reyno , siá
recurso á otro , porque es reyno discintb ^ y quando se
unió con este , quedó con esra calidad ^ y aunque aquei
reyno está incorporado en este , y es parte de ¿l^ no tic*
ne dependencia dol Consejo B^al de Castilla : solo tiene
h del Consejo 4« la Cámara, y así por allí gobierna
V. M. lo que se ofrece , y todas las causas y materias se
tratan en la Cámara \ y se despachan no por provisión
Sellada, sino por Cédula ReaU
Este Consejo tiene un Kegeme I y seis Consejeros:
parte de ellos haride ser naturales do aquel reyno , aU
gunos pueden ser de^te. £n el :se tratan tiodas bs^mate*
rias de Estado y gobierno , y algunas de justicia , que
fen casos particulares le están reservadas s porque las cU
viles y criminales no las trata ^n primera instancia, sl^
no en ta suplicación de Corte*, cb'mo luegase dirá»
Hay un tribufial que se llama ia Corte mayor :^ y
este es de les Alcaldes de la Corte, que son quatra Ea
este se trata a en primera instancia todas las causas de
justicia, así civiles como criminales, y en suplicación van
al Consejo , y no hay apelación sino suplicación , por-
que se considera que ambos tribunales son como uno^
y tienen la suprema jurisdicción , y el estilo con quose
tratan ambos, es de V. M. , i
También conoce este tribunal de los Alcaldes, de las
causas de los soldados en apelación d^I Auditor^por cu-
ídala particular que hay para esto , y hay un fiscal xjue
^irve en ti Cofíscj^.
Hay otro tribunal, que se Uania Cámara de Comptos,
que es como áci el Consejo de Hacienda. Hay quacro
Oiábm^ una de toga , y 4os.tres de capa. y-. espada: trár
-- * ;: ;-:u wn-
i8p
ta\ise en el todas la^ materias de hacienda en primera ins*
tanda , y van en apelacloa al Consejo ^ sin que se intro**
meta la Corte mayor^ y tribunal de Alcaldes. ; ;
Las Chancillerías son dos , VaUadoUd y Granadat
aquella es la mas antiguas sus distritos se dividen de
Tajo allá á Granada , y ambas corren con uniformidad! '
en todo.
Hay un Presidente , y diez y seis Oidores : estos se
dividen en quatro salas ñxas *r presiden en ellas por sus'
antigüedades los quatro mas antiguos : el Presidente vá;
cada dia á la que le parece , y preside en la que asiste*/
solo se trsítan en ellas materias meramente de justicia ca
causas civiles ^ lo regular van en apelación de las sénten^
das, ó autos de las justicias ordinarias del distrito: hay *
algunos casos particulares y que se pueden introducir en^
primera instancia y como los pleytos que tocan á viudas,
huérfanos, y otros, y por esto se llaman casos de Cor«»
te : en los que yan por apelación , dan sentencia de vis>
ta y revista,: y de la vista se interpone suplicación para
los mismos Oidores , porque es suprema la jurisdicción,
y así es esfa la diferencia s que la apelación se interpone
éc Juez inferior al superior, pero la suplicación del Juez
isuperior á si mismo.
. En los casos de Corte tamt>ien hay sentencias de vis»
ta y revista , cc&no en los demás , y con esto se fenecen
'los pleytos, y se despacha caru á la parte de la sentencia
de revista, que es la en cuya virtud se obtiene, para que
"Jo que por ella se determina se execute , y este despacho
;se llama caru de executoria. ,
Algunos pleytos hay , que no se fenecen con la sen-
tencia de vista y revista de las Chanclllei;ías , sino
-que $e suplica con la pena y fianza de las mil y qui*
nientas. .......
£/i I-a
ipo
La suplicación se laterpone ante la persona Keal de
V« M. y qtie se sirve delegar la caosa á la sala del Cou«
sejo j que llaman de Mil y quinientas , que por esta caa-i
saseiLaoiaasL «
Los casos en que se Interpone esta apelación , no soa
los en que seha apelado délas justicias ordinarias, porque
no hay esta apelación en ellos i sino los en que la fkime*
tSL sentencia, ó auto que se dá, es de la Chanciliería, y
lia de stt de tal calidad el pleyto , que lo sobre que s^
pleytea^sea estimable, y reducible á dinero, porquc^farat
de ser de valor de seis mil ducados, y si es menos , ó
ao estimable a dinero , no hay este grado de. segunda,
apelación.. Llamase de mil y quinientas > porqaci ia pacr
te que suplica , ha de dar fianzas de que si no se re?o-«
cácela sentencia de revista en la sala de Mil y quinien-
tas^ pagatá mil y quinientas doblas , moneda antigu^
de estos reynos , cuyo valor viene á estimarse ahora ein
catorce mil reales poco mas o menos , y estas se repar*
ten entre los Jueces de la. ChanciUería^^ que dieron ln
sentencia dé revista.
£sta jurisdicción, que las Chanclllerías exercen , es
suprema, y así su despacho es. por provisiones Realejo
en nombre de V. M, Don Felipe Scc. y. se sellan coa
el sello fleai de V. M. , que está, en las Chanclllerías.
£1 estilo en el sentarse, es en unos estrados altos ie
ocho , 6 diez gradas, debaxo de un dosel ^n banco al*
fombrado , y alfombras también á los pies.
. £n el tratamiento por escrito M. P. S. y Altes» , y;
de palabra Señoría , y ellos.á todos de vos. Nadie entca
en la sala con espada ; los Grandes y Títulos también
la dexan, y se sioatan con los Oidores mientras se voa
sus pie y tos y como aquí en el Consejo, y yistos , antes
de votar se retiran.
£q
15^1
En cada sala, hay ires Relatores, que hacen relación
de los pleytosv Y ^^^^ Escribanos de Cámara , ante quien
pasan , y refrendan tos despachos» Estos Oficiales , y
demás , como son Solicitadores , Procuradores y Aba*
gados ^ tampoco entran coa espada f, ni pueden entrar sin.
capa Y gorra»
Una de las quatro salas se Ilania publicar^ porque
dos días á la semana ,, que son Marees; y Viernes , M
)untan en ella todos los Escribanos de Cámara ^ y hacen
relación de todas las peticiones de los pleytos que cor-^
ten , y allí se decretan,^ y esto se Uamai substanciar , pot^
que es lo ordinario del juicio» c i
Estos Oidores tienen dos dias en ta semana: por ta:
tarde acuerdo , que es juntarse en las casas del Presiden*
te (que siempre son en la misma ChanciUería } p y allí
en el acuerdo ^ que llaman general ^ que es esutfda to*^
do$ jumos ^ despachan lo que es de todos r lu^go (cada*
saUi se apartad votar los pleytos que tiene vistos , y al
otro dia^ que son Marees y Viernes 9, se leen en lasalai
publicanse las sentencias, y las leen los mismos Jueces:
cada Sábado dos Oidores visiua las cárceles ^ como el
<]!lonseja en laC6rtc«.
Para las causas criminales hay otra sata , que tam-^
'bien esti dentro de la misma ChanciUería ^ en la quai:
hay quatra Alcaldes de Corte , cuya jurisdicción y ofi-
cio es coma el de los Alcaldes de Corte de aquí ^ y así
no hay cosa particular que añadir*.
Y porque V* M*. está representada suprema e'^inme*
diatamente en estc^i txibunalfcs , ysedespachaensaReat
nom^ y se llama Coree el lugar de las Chancilbrias^.
porque supone que asiste V¿. M^ en ellos ^ y así. quandO'
*á uno destierran de esta Corte,, se entiende estarla tam-
bién de las Chancillerías.
Hay
Ip2
f '■ Hay dos Fiscales iiuno de lo civil ^ qucscs para todas
las causas civiles I- que se tratan en las quatro salas de
Oidores , que no son de entre partes , sino publicas ^ ó
en que Vw M. es interesado : otro de las criminales ^ que
asiste en la sala de los Alcaldes* Hay un Alguacil mayor^
que executa los mandatos de la Chancilleria : siéntase
en ios tstcados con los Alcaldes ^ y. vi en los aéfcos pübU*
coscón la Chancilleria.
Hay en las Chancillerías otro tribunal que se llama
de Alcaldes de los Hidalgos , donde hay quatro. Tratan-
se en esta sala solas las causas de hidalguía de todo este
reyno de Castilla : son Jueces ordinarios , y así de sus
sentencias se apela para las salas de Oidores, y se pro-
nuncia sentencia en vista y revista, como en los demás
plcy tos. El Fiscal de lo civil asiste en esta sala , y no es
su menor ocupación : aunque son Jueces ordinarios , -es
el estilo y tratamiento, en el asiento, por escrito, y de pa^
labra, y el despacho, como los Oidores $ solo se diferenr
cia en que los Oidores no se quitan la gorra al Fiscal
quando entra en la sala , y habla ^ pero los Alcaldes de
Hijosdalgo sí , y todos llevan togas.
£n todo lo referido son uniformes las Chancillerías ;d^
ferencianseen un tribunal particular, que tiene cada una:
en la de Yalladolid es el de Juez mayor de Vizcaya. Este
es un Juez introducido para solo conocer de las causas
de los que fueren originarios de Vizcaya, porque aque«
Ha Provincia tiene este privilegio: su jurisdicción esprir'
vativa, de manera que ninguna justicia ordinaria del
reyno puede conocer en primera instancia . de causa ci«
vil, ni criminal, y así inhibe á todos de su sentencia:
de este se apela á los Oidores» lleva también toga , y
<Qncurre coa ellos en los ados públicos de toros , y proi^
cesiones , y otros. . ■• .^^ ....
En Granada hay el Consejo » o Junta que llaman
de población , eo qae entran el Presidente , y los Oydo«
tes mas antÍguois ^ y el Fiscal de lo civiL Hacesedos tac<<i
des en casa del Presidente ; tratase aqní de la haciendan
que V. M« tiene en el rey no de Granada ^ desde la rebe«.
lioa de los Moriscos, /
■
De las Chancillerías avoca el Consejo alguna Veto
causas por particulares razones que se ofrecen , co«'
mo haber algún Oydor interesado ^ ó poderoso ^ ó poc.
Qtras,
£sta relación he hecho por inforoiar á V. M. de es^
eos Tribunales tan principales en estos reyoos, por tra>^
tarse en ^\íos todas las causas mayores y que en cada,
partido se ofrecen s yescqnvenientístmoqueesten en estir
forma de repartimiento , por caer estos lugares en dis-;
tancias proporcionadas , y no obligar á la descomodidad
de la Corte á los litigantes | y también por los . inconve^f
A lentes que se ofrecerían en ella , de que asistief:a: aqui
tanto número de gente* {
No se me o&ece que representar á V, M» en estapartcj
mas de que siendo estas piaza& tan grandes , y in median
tas á las de e$ta Corte , no se hallan con los sugeto»
grandes que facra necesario, ni en los^Oydores, ni en loa
Presidentes, y como oficiosíen que siempre se ha usado
poner personas eclesiásticas , el estar con medianos so^i
getos estas Presidencias I no nace del descuido del go«
bierno , kino de la gran falta de sugetps que hay does*
ta profesión , con lo qual ha sido focrza contentarse
con 1^ Aoderáddf pero siempre que se ' ofírczcán sugetos
aventajados , será del servido de V. M» presentar en al[«
ganas Iglesias á los que hoy Ocupan estos lugares , y
proponer 4 ellos person;ts grandes , pgr ser el>semina«
rio mayor que^habria de haber para Prcsldcates de Cas^
ütla. - •• • .... . . ". , ' '^ '■
IP4
Las plazas de Oy4o£es no se por que accidente se
ballaá^en el estado que he representado.á V. M. Seria
posible ' que esta vlsiu de ValladoHd , y los grandes
castigos de ella , causasen escarmiento de aquí adelantCi
que como he representado , y represento á Y. M. siem-
pre que se ofrezca ocasión, la falta de justicia para la jus-
ticia ha descaminado , y descamina en estos reynos gran-
des, efedos. del servicio de Dios , y de Y* M» £n estas
plazas-, coflio.de las .mas principales , se hallan muchos
Colegiales mayores de los Colegios de Salamanca , y
aunque aquel es sin .duda de los mejores seminarios que
se han experimentado, para las plazas de los Togados^
asi de mayor como.de inferior grado ó gerarquí^i todat
y la , como. con viene que sea el primer di£támen el estar
por esu experiencia, es menester tenerle también como no
es suficiente esta sola calidad, sino examinar el talento, y
ptocederideios sugetos en los Colegios y Universida*-
des , y procurar. también , que haya sugetos de los que
tío hubieren sido Colegiales , por haber causado en es-*
tos: reynos graVes inconvenientes de no echarse mano
de.este genero de personas , y entre otros la gran falta^
que hay de personas grandes de Mantos y Bonete , co-
mo he representado á Y. M.., y fuera de esto of ras gran-
des consideraciones de inconvenientes d& estrado que. se
siguen , de tener totalmente desvalidos. los .sugetos , en
quien, concurriendo otras calidadf^s grandes ; les falta es«
te^x'ámcn de limpieza > qpejmuctoas YCqí5 ao es por fal?
U:dc tenerla], .qu^iá Jbos que> les falta^o^kOpcidaiDehre , np
los ^prueba» si9o:q«e5)oi; aJgt»id$.ira20nesr>!meip?t(«ce
qkftende: ninguna oMnila. conviene: d^sespeftarloS ^ ' advic?
t^eqdo también, á Y, M> que e^ exceso de que sedebe es*
tarcon cuidado :grai)de. sjyempre ^ no. reprobando á los
q»¿>eft';\wrt»^prqpLÍa.i y> gf«nde$ .l«ra$i,sethubicren he-
cho lugar en el mundo , atendiendo á que solo en estos
2/:J cu rey-^
195
reynos se ex&mína con tanta exáditud este punto ( no se
si con mucha conveniencia del servicio de V. M. , y de
los señores Reyes sus antecesores) ; y de suyo hace ex«
trañeza y horror , que Dios perdone todos los pecados,
y nosotros no le imitemos en esto , ni á quatro » ni á cia«
co 9 ni á siete generación. Nb he oído á nadie i que se
me iiaya notado ( por la misericordia de Dios ) en esta
parte , y así con mas libertad en esta , y en las demás
ocasiones que se me han ofrecido , he procurado itKll-
nar el real ánimo de V. M. á la piedad en este punto, y
debaxo de este presupuesto, que yo (como quien cono**
£e á V. AL tanto ) se que puede hallar piedad en su real
pecho , creo que no disimulándose de ninguna manera
el severo castigo de quien ha tenido , ó tiene algún er-
ror en esta parte , se reputará lavado en los deseen*
dientes de algún tiempo ó sucesiones , las que parecieren
sufícienteStTengo este di¿lámen por del servicio de Dio^
y de V. M. y el bien público , y de toda la materia dq
Estado , y lo contrario totalmente opuesto^
Consejos di la Corte.
Tiene V. M. diversos Consejos en su Corte que
son supremos } unos respedo de las provincias y reynos
ique gobiernan , y otros respedo de algunas materias,
¡que particularmente les están cometidas por V. M. ea
esta corona de Castilla. £a ellos está representado V. AL,
{y es su cabeza , y de V. JVL y de estos Ministros se coo^
tituye un cuerpo, y como en la persona de V. M. aun»
que una soU , concurren diversas representaciones de
Rey , por serlo de diversos reynos , que se han incorpo-
rado en esta corona , tan principal y separadamente co*
mo se estaban antes , es fuerza tener en su Coito Con-
sejo de cada uno ^ y con eso se considera estar Y. M.
0ba %^
V
1^5
;cii cada teyno j y asi la hay de todos, y entre sí guar*
dan la prclacion , réspede del tiempo ea que se incor-
poraron con esta corona , excepto el de Estado ^ que por
ja calidad de las materias , y ser de todos ios reynos , tie-
ne el primer lagar , aunque no concurre con ninguna; y
fOT poderse considerar el de la Guerra, como miemlno
de este Consejo , por ser de el todos los de £stado y le
pongo aquí. Trata de todas las materias de guerra de
España , fronteras y Islas adyacentes , y de todas las e&-
quadras de galeras de España y Italia, y arinadas de estos
reynos. Los Consejeros de Guerra concurren con igual-
dad con los del Consejo de Castilla , que no. solo precede
á este Consejo , sino también al de Estado , aunque se
junte comoConsejOi por ser la primera cabeza después de
Y-M.
. Es el príQieró el Consejo Real , el de la Cámara , el
de Indias, el de Ordenes , el de Hacienda ^ el de Cru^
zada respedo de las demás coronas agregadas á esta , el
de Aragón , el de Flandes , el de Portugal , el de Ita*
lia: está también el de la Inquisición , que es común á
los reynos de Castilla , Aragón y Indias $ y el de Es-
tado , que es el primero , porque en el se tratan todas
4as materias universales de la Monarquía , que se cons-
tituyen de todos los reynos referidos , y que miran á la
trabazón j y unión de todo este sugeto , que se compone
ác ellos. .
Representare á V. M. brevemente la calidad de ca«
ida uno de estos Consejos ^ y materias que /en ellos se tra*
tan j y no guardaré orden respefto de la antigüedad , 6
prelacion de unas á otras , sino como mejor se su[etareQ
las materias para su inteligencia.
C9n^
áp7
• '. ' ^ ' . . . . ' : 1
Consejo Real.
£1 primero 9 que es el Coniejoreál^fue el nativo con
.esta cocona de Castilla. £n el se entiende que se tratan
taban todo género de materias^ aside Josticia^ como de .
Guerra , Grada y .Gobierno ^ porqne.en todas se acoo;- \
secaban los señores Reyes con personas , que tenían sena« '
ladas para ello , que por eso se llaman de su Consejo.
Estos eran de todos estados y profesiones ^ Prelados , Tif
tttlos y .Caballeros , Letrados y otros, según que de la su?
ficiencia , y partes de cada uno jux^an i y dcgian los
Reyes , y de aquí se entiende , que se iia dei^iyado Ja
•xazonde llamaise hoy los Prdados > y. Títulos , del Conr
sejo y y por ella. tienen asiento en él, quándo se ven sus
pleytosi y de haber sido este Consejo, solo, y tratarse
cii el todas laa materias ,del reynp , nadeia lazíon , porr
<]ua las leyes ^ y. los señores Reyes ^ en loa dóspachos
nunca han dicho mas que. él Consejo , y los del mi Con¿f
6ejo,que por esta razón se ha entendido siempre por este,
(y se entiende por eh
Y andando el tiempo , mudaron los señores Reyes
el moda en las personas , y formaron este Consejo de
cierto numero de Caballeros de (apa y espada , y cierto
«lúmero de Letrados ^ hasta que los señores Reyes Ca«*
tólic6s(á quien debe esta corona lo que se sabe) exclu:*
«yéronlos de capa y espada, y le formaron como hoyj
cstá,.de.ttn Pifesidenre, diez y seis Letrados., gente me-
•diana entre los i Grandes y pequeño», sint ofensa de los
unos, ni de )os otros 9 cuya pro&sion son letras legib-
les , comedimiento , secreto , verdad , vida llana , y sin
<orrüpcioá de costumbres', no visitar, no recibir dones»
no profesai: €skoec)iez^ de ami^fódes, n^o vés^ / ni gas-
tar
19 8
tar suntaosamentciyen su trato blanJurá, epeira y nr^
banidad.
Con la extensión de los negocios , y nuevas ocasio-
nes ^ que se iban ofreciendo , se fueron sacando de este
Consejo algunas de las materias que se trataban en ét^
y pareció darles dueños privativos , y de estos princi-
pios sc^ han ido extendiendo liasta el estado que hoy
^enen.
Salieron las materias de guerra á tribunal donde se
tratasen ; también las de Hacienda , las de Indias , y
aunque se conservaron las de Estado ^ y Gobierno de
estos reynos on particular v pero en quanto mir^n, y tie^
nen dependencia, de 1;^ trabazón universal de la^Monac-
quia I se tratan muchas de ellas en el Consejo de £s^
tado y que se formp después el año de 1527, con oca«
sion de estar el señor Emperador en Flandes ^ y Ucvaf;^
mal los de aquel país > y otros , que las. materias que les
tocaban 1 se enviasen i comunicar á este reyno ^ ó se re-^
solviesen por solo Ministros de ^L
Quedó en el Consejo C y hoy se conserva ) la.supre**
ma inmediata jurisdicción de todo quanto toca á justi«-
cia y gobierno » sin exceptuar cosa, ni persona algu*.
na , y le está cometida por V. M. por las leyes que ea
esta razón ha sido servido de promulgar : en esto en«
tra lo que las leyes llaman mero mixto imperio , y todm
lo queV. M. mismo puede hacer , así en razón de hacec
lasleyesy como crear oficios, como el que Uzman IngkuUx^
<]ue mira á^poner pena corporal hasta de muerte , y confis*
cacion de bienes , y de hay abaxo todo lo demás, segua
que mas largamente se dispone en las leyes, porque toda
está decidido en las del reyno.
De el dependen el exercigio y uso de las demás jaris»
dicciones 9 y las gobierna, no porque .gor las lej^es no es-
tea
IP9
ten aplicadas á quien toca , sirio por^iue por dta potestad
supreoia que tiene , puede avocar á ^ las causas , y
Inhibirlos , ó disponer en la forma que juzgare con-
yeoiente.
Algunas cosas de estas requieren consulta con V.M.,
tomo seria la prisión de un Grande , y otras que pox.
la freqüencia con que se hacían , pareció conveqir, como
son las venias , y las demás que se consultan á V. M. los
¿Vieraes.
A este Consejo baxaban y y asistían al despacho^
libramiento de los pleytps , y de las demás matetias que
se ofrecían , los señores Reyes, los Viernes , y entienda
tqiüe en lugar de eso ha sucedido la consulta que este dia
ae hace á V. M.
. Este Consejo, señor , así por su antigüedad , por sei:
ti que nació, con la corona^ copio por. U tsupcema , é
inmediata representacloá que tiebe'C^>Y« M« , y potosí
tad grande. que exercei y^ coa c^eiSbo por : ser el do
¡Justicia I ha sido siempre , y es ct maíyor cjuerpo dé ^
ta corona , y reputado por el brazo derecho de Y. M •
como medio universal, que conserva y y n^antiepeiel Es-
tadp de^sa República en paz y^ qnietud> quft hace
<}Qe cada uno se ajuste< á la obligación; del gobierno > y
de las leyes >quqpQne igualdad, entre los grandes y los chi-
cos,, entre los poderosos , y los, que no lo son 5 y final-
mente y por medio de estos Ministros esta la dignidad
ele Y* M. , y esiado de este rey no y seguro de accidente,
y prevenido para qüando. los hubiere , porque no hay^
jpaas medio para lo uno y y para lo otro y que el de la
justicial y «sta.obra sin distinción de personas ni mate*
rías 3 con lo qual viene á ser una de las columnas mas
fuertes para el sustento de la autoridad real , y de sus
xeynps. ^
jPor cstQ.los s$q9re9 Rcye$ han ssiHidQ , y hecho
particular honra, y favor á éste Consejo entre los (Sernas^
y Uan juzgado por necesarísimo conservarles en la auto»
ridad y spberaní^ que tienen en* general y^ particular, co*
mo camino por donde se aseguran los efeftos en lacom*
posición del Gobierno, porque el respeto y veneración
al Tribunal en común , y á la$ personas de que secóme
pone en particular , es la mayor parte para que los sub«
ditos, de qualquicra estado y calidad que ^ean. Se com«
pongan y ajusten , y para que no haciéndolo , la- mano
y autoridad real, y sin llegar á dar ella el golpe, sino
si>lo representada en estos Ministros , obre con mayores
fuerzas y mayores efeftos. - * *
' Y'por e$ta consideración , y por otras se ha tenklt^
siempre por conveniente la resolución que tomaron los
señores R.¿yes Católicos , d¿ que en el Consejo no 'en*
rrasen Señotes , Tirulos , ni Prelados , y que solo so re«
daxese á personas jparticulares de letras i pero de buc-
eas calidades , porque como U principal parte para ha«
cer justicia, es la libertad, y estar sin dependencia,,
no parece que podía correr esto en los Señores , porque
por sus casas , y por sus deudos , y por su misma ca«
Itdad están muy trabados, si4>ien cdn mayores^ obKga*
clones 5 y en los^ Prelados se pudo considerar Ui* Idipor^
rancia en la conservación de las regalías , cuya no pe**
quena parte mira á ellos , y $1 estado eclesiástico , y no
debió parecer conveniente que ellos lo tratasen^
Y debióse de considerar también , que mas dkkuU
rosamente se desembarazarían los señores Reyes ( en caif
sus que ocucriesen) de los Prelados, y señores Consejeros;
por ser personas tan grandes , y con tantas tayeés ea
él rey no , que no de un Letrado particular, á quien po*
dián sacat del Consejo con mas facilidad, con que tam«>
bien se grangea , que reconociendo ellos eso, vivan taiu
«dvercidps to el Cttmplinaiciito de su obligación. - -
Tam-
También en los tiempos en que hubo menos quietud
en estos ceyaos, pudo libarse á considerar ^ que siendo
la justicia quien habia de dar el sosiego y ia quietud,
y poner freno á ios mayores y menores , y debiéndose
executar esto por mano libre , .no era justo , ni coave-
niente que fuese por la de ios señores , pues, atiora divi-
didos entre sí ellos , ó sus deudos , ahora menos aten-
tos al servicio de los Reyes, de lo que conviniera , fuera la
última perdícioni y exercitar las veces, y representacioa
déla potestad real , y disponer las materias de justicia
y gobierno s pues se dexa conocer , quán dificultoso fupr
xa , y de quantos inconvenientes quitarles entonces las
plazas I y la mano.
Por las quales razones ^ y otras que se han ido des-
cubriendo con el tiempo, y ocasiones , se ha reconocido
por mas conveniente gobierno , el componerse este Con-
sejo de personas de letras , y que no lo puede ser el miir
daresto#
Siempre ha ido este Consejo y personas de ¿I » coa
cuidado en conservar esu autoridad y potestad , que
los señores Bueyes y V. jML les han dado en el servicio
^e sus oficios ^ , como en la gravedad de sus personas , y
xespctoqiK serh^n hecha guardar;. y aunque no suele
0er bien visto de los demás seglares, y particularmente de
los Señores , porque alguna vez les parece que se falta
íí la cortesía que se les debe^ y que se compadece coa
4el ministeirio de superioridad jde Jueces , todavía es esto
ide lo que fiícilmente se puede, dispensar , y disimular»
^rque está gravedad y sequeds^d, aunque mezclada coa
cortesía fuera. mejor, pero no jes. dañosa , porqué, siü
Jduda infunde en los subditos temor y veneración , y
ambas importan para la. aus. pronta obediencia en los
^subditos , y mejor execucion.de las leyes s y lo cietM
<€s, qu^ a^Qque ¿ los grandes señores , y. títulos fiO 1^
'^Tm.XJ. Ce sa-'
a02
sabe bien esta autoridad , y esta mant> s pero a V. M. le
está bien , y siemjprc los señores Reyes han ido con
grande advertencia en conservarla , porque por ésta
mano han hecho ^ y ha de hacer V. M. quanto convic^
lie , y de su abuelo de V. M. Don Felipe IV nuestro se-
-ñor se dice^ que obraba por este Conse)o quanto que*^
Tía I y si llegaban á quejarse ^ se disculpaba con ellos, y;
que allá se aviniesen con esos viejos, porque el no
podía.
Por la presunción que hay de que en. este Consejo
residen siempre las personas mas eminentes del reyno^
«ntran algunos de él en los demás , para que con.su asis-
tencia las materias tengan mas dueño , y asi entran dos
en el Consejo de la Inquisición , dos en el de Hacienda,
y uno que substituye en sus faltas y otro es Asesor de
la Guerra , también con substituto, otro en el de Cruza«-
tia y con dos que le substituyen , otro es Asesor del Bu«*
reo de V. M. , otro de la Rey na nuestra señora. Quan«*
do V^ M. va á jomada le acompaña uno de el, que tam-
bién es de la Cámara , y generalmente para todas y
<)ualesquier materias graves y d¿ importancia que se
ofrecen, de qualquieía calidad que sean, siempre .V< hlL
echa mano de ellos , y ama su Conse|o , v porque no se
puede dudar y sino que de ordinario son grandes perso^
ñas , y quando han llegado allí han pasado por Cáte-
dras^ Colegios , Tribunales^ y adquirido grandes nótip
cias y experki>cias ^: y ^.todiQKe&necesarloIpaxi puesto
tan grande X. impor|aiue; L. ;• . , - ■ ^
Y de aquí se colijp i qui? es tiecesario. el acertar en
la elección ,.procurándo siemprqque jsean délos mejores,
Teniendo cuidado de liacer lo mismo'en las Audiencias,
Chanciilérías y Constjos de esia.Corre i porque son se-
ninarioá pata ene ^ y sude el tiempo « y la antigüedad
ltIpbraüdo:ea e{t« ascenso^ y seria desdicha , que fal-
%;4 :ta-
tasen lás demas^ partes , en puesto ctomie son tan n^esa-
tías. En el óiodo do gobierno de cs(c^ Consejo ^ no^ se
jDe ofrece que advertir , ^or ser conveniencia de V« M.
el conservarle cop la autoridad que tiene i por abanas
consideraciones particulares que herepretoptado áV. M.íi
y por la principal ^ que es la administración de .justician
con autoridad y Independencia , y como esta es dele-^
gada de V. M. siempre con Viene no dexarles olvidar de
esta verdad , porque la mano que tienen es tan grande,
ipie á no conservarles en el reconliclmlento que bcrapun-
tado j podria;^lleg^r á sot de inf onvelñcntes' inveoclblesí^
pero cfi todo quaótó no foere aventurar loS| ó. facilitar )qS|^
conviene al servicio deY*. M«. tener autcftieado. este Trin
btinaL .. ,
1^1 pfício de Presidente de este Consejo le tiebe Doa
Francisco de Contieras^icbn dos cucn|os^ <|e^fliata.VBdi^¿
$es de^ salario , ^aunque sus lanteoesores fioociTbam iínk
do Ibas qae un ciieoto , y cada Cooscjec» 5bo9)liiañi»i
yedls. ■ ' . \. ■ ' . , '
• I *
Consejo ii Inquískton.
' Eí Gottsejo de la real Irr^psislclon , tiene un Inquis!^
íiói^ General) que lepteknuy.:JyL»t y usa en virtud de
comisión Apostólica , y imeve Inquisidores ^ y un Ifis^i
cal: esto demás de dos Asesores- del Consqo Real, y
Hkk SbCtttHii|op£llnqtttaldor'^6e(iebil^solo> sin comunl-<
cáclon^del Gottbejtt, ptoTlie4asptajuS'de todas ias Inqui*
^Ocifokies; y'ioS'f4eitias ofí(ias<:dío eUasy:excepco lo de
'Portflgat , queto provee el -Inquisidor General de aqudl
teyno i consulta*^ á V. M.el Inqnisldov General de está
Corte las plazas del dicho Consejo ^leiiyo exerdoio.ei
<4etev(iil nar ^ 1« é&usa& quf^ vienen ^ * á;^n agrado de '<ap9>
nailon de4CKÍáS'la& deittas •Iiiqui¿lcloiK»j^ti«Mi4c jalarte
Ce» ^
;i04
el Inquisidor General un cuento de tnartt vedis hoy^ yca^
da Consejero j ooSTfaiara vedis. £n este Consejo'no se roe
ofrece jque representar á V. ML mas ^ que está flaco de
Consejeros , por la mucha edad de los que hayJiíoy, co-
qao mas ¿a particular consta de la relación de Jos
sttgetos. . . . ^
Onuejo i€ Aragón.
. £nd Consejo de Aragón hay un Vice-Chandller,
wi Tesorero genevál xie aquella corona , que es jsl Conde
de GUhcbon' , y preside en ialtá de Vice -Chanciller <fi
iiiaterias de^graicia'^ yienJas de justicia iel Regente mas.,
antiguo» Son todos los Regentes seis , dos de Valencia»
dos'de Aragón 9 y d:ds de Cataluña', y un Fiscal, y un
Pcótotiotacio ,^ y quatro Secretarios. Su eXer ciclo es.ftra-:
Mr diel gobierno i de la haciendak ,. y administraclQi^ de.
la^justidad^ aquíella corona ,* y, provisiones de la ]^le->
sia , Virrey natos y oñcios temporales , y del rey no de
Valencia solamente Tienen al dicho Consejo algunos
{dey tos, causa recogMsetndij que es lo mismo que en Cas-»
tilla el grado de Mil y quinientas , y tiene de salario
el Victt-Chanciller.un citeiatp de mairtfVíftlis-^ y. jíada? Re-
gente 5 dod maravedís , y cada Secrettirio^ JQs. do^^prdJL^
narios tienen cada uno 400 ducados ^de salario, y otros dos
extraordinarios cien ducados C9da.uno# ... ^ :. ^
- .£ste Consejo tí el iqucDmaá.Mcesj.Qi' ¿CoglAmij^ mr
getos , y es jeí queJ^y Je|as¿.lf«te^ ae , h^^tíiic:^ :^loh J^
o^inibD jquc tir^njitan^los xtfy nos,d«i4aecioi^ tiatur^te^^
í^ que se ajustan cada ün^y tú. <bir. al otrocfjf . r.eyno quj^
les toca i y . ajuMaiTSe ; á í sU» . idi^meoes en > distrir
budotLide Iqsí .düc^qí}.. J$i eQ)Ht0da$;las:Fr^kÍenQ|i«\.es
«qeesab:i0(.to^rigrandeftob9)i»tu^KW est«.¡raas qu^.^p
•telaú4|uécai^^iqi|QjiolO:á;r]^e 4»pos. qixe
'- ^ x:J se
s¿ consideran, y ts casi {ftip(feifole<si.líade xx na toral de
aqueUá corona' el Vice-Ghanciller.) hallarse sufctoí qaal:
conviene , siendo así que los habrá en aquella corona,
que parezcan suficientes para la Presidencia de.Cascilla^
Mucho se debe velar en el remedio.de estos daños , y si
hubiese algún camiqQ.paxa (enerven cada reyno de estos
alguna persona natural de Castilla confidente , y de en*
teres^ ', que avisare secretaoiente de la Verdad de los su-
getos y y degoas cosas del Gobierno. , y se correspondiese
sobre ello con V. M. iamediatamente , secía el oejos
medio i;pero n^ eS;fáál;«sto ^ pues {:ie«soDas á iquleo ñat
tamoiT DO Ids ^y ' y inM>cQD la^ dri^nostMoas de stt
UD,i^iywh&y q<ic Ao pedieran ser notadas ^ P9«s> (Qft
^abene ^.se fnalog|:ái:a la confidencias y paca todo seri
bien i que resepa eo justicia , si puede, el Y;ce-£ha%
cillcr jácMS. de; m natuíai. . ' c ./ .:, / . . : .. :i
- £1 Conseja de rPortugal te compone de un Pteskleií^
te , quatro Consejeros , y dos Secretarios 3 trataoa&M
él Us . toa4;4iiia6 }d¿ 13«$Máa»i, rB&tatf|$rhy: Quie^cdei iquel
feyiiOi.£l gresideotg rieyj Jttt; oMtetft.deiAifgdycdisea
de . «alaf io i los dOs Consejeros 0e estos ^ que son^ de £srf
«adoi i 0^00® inácay odlses cada iiop> y • las otros dos do
toga. 5.09®' ml»raAredises ; cad^ dtnp. / y eada ^ Se<{r«tari9
4ood maravedises cada uno. MttclMI,^'que)4tl<4e este
uibuiidlilw ¥M«|i^iieSes>¡y «nvqjiie i» 6Í¿«o q|:ke $uele
ac¿u]rsíi4eVzel9 c4e i«s¿lyUni^^^^ ^cer^. malquistos
con los 4^t«eodienMS:i . cf e« jrcrdadíírameivte , quesijeoip
da este;;(;:<Mmqftv^.:&stade(9.Gtíw^ y (Podiqumas, se
experimentada en esta%fKf>fi»i¿)i(^
el riesgo jue consideramos en el de Aragón > {x>rque no
^ *• » / . • f
r
' El Const{o4e Indias^so ccMipoiie de un Pr^ideotCy
y diez y seiS' Oidores, un FisÁl \ y dos Secretarios ^ tra-
tarse etv el todas las cosas de gobierno^ y admiotstracioii
át ]\mlc\¡á, de dqncltas Pfovitidís. Tiene de ^latio.^
Présidci^¿iffl-CttsnL^ fflataygdiys ,: y cada CoiMe|e*^
íO^ 5 dód'iñataSiii^^ ¿ isiSflfta^ y hay
en 4l dos dias i la semana tta Consejo óxtráO£4lnario,
^ücst nombra Juncíi de.Guetra de Indias. Aslsfco poi
la mañana en el quatro CoiM|etos de Gáefl»ry*y qua<^
tro de las Indias con el Presidente á tratar de todas las
cosas de guerra, q¿c¿}0é*oficeebn ^tai^aellas Provincias,
asi en tierra como en mar , despacho de las flotas , y to-
do: ló demás 4ue tqca á la defensa; ccjoserváción y
Ls- y%[ Consejopse fand4>:ccín -Miiitsc^caínogádiM de^pa
^éS{)ada : ha ;^edbtdi^ alteracióti , ^«las caSl splmpoe.se
ha conservado en Ú- algán Ministren ^h toga v^y- como
«n Consejo ea que.se trataa materias de Estado y Guer^
ra , se juzga- que noh deseonvíene el taoáof de fix^zt et
estas -«osasi. los- sdglaiíosí ' ''- -^'^^ — '•' '■■'•'• •; o.>. {,
> Estlcfcoido el ii4Mero ^de^ConsejetOji mtiáhouüiu
que conv<thdrIav y así seta del seffvieto^e^V;Mi>'«et|^»
cirios á seis , ú á ocho , y en ^quantOi i 'la callidad que
he apuntado , convendrá' taflibi¿n'cdásultarto^>yresotv
verlo« Hoy fio hayanas^ququrt^CCooseleto deeafA y es*
<^da^, qiiedl^élgsatíChttnfcJH^ft^:- ^^ * ^ injí.;.; .
'4;-j Cwf-
totf
püdieodo ser nuestra noticia <fo' áquellascosas tan índí^
vidual como sería necesario i se está á peligro de que |
usurpen mas mano los Ministros superiores ^ de quien es i
forzoso fiar lo que se ignora^
107
Conseja 4^ Italiám
£1 Consqo de Italia tii^iie un Presicíentó , seis Re^
gentes ^ los dos de Ñapóles'^ dos de Sicilia f dos 4c Mi^
lan y y como uno de ellos sea natural de cada Broviocia,
el otro puede ser Castellano : también hay un Conser-
vador del Patrimonio Real, hay tres Secretarios y de ca-
da Provincia el suyo. £n falta del Presidente de este
Consejo preside el Conde de Chinchón por Tesorera ge*
neral de la Corona de Aragón, que como eLCousejó de
Aragón , y el de Italia solían ser uno , y se dividieron^
d Tesorero general quedó con la preeminencia de presi»
dir. £n este Consejo se tratan todas las cosas de gobier-*
no y y grada de aquellas Provincias , y provisiones de
Iglesias j Virrey natos^ y otros ofidosc temporales* Tidne
de. salario. el Presidente g8 escudos de á trece ¿ediles k .^
cada Régeme 5ood maravfcdjises v y cada SecretariK^
a^30o ducados , y el Conservador del Patrimonio Real
^oo» Este Consejo es el de menor instrucción de todos
los extrangeros , por componerse de Españoles , y nata^
rales de aquellos rey nos ^ y sí todos los otros de la Cor*>
te^ y fiíera de eUai se compusieran dsí de naturales nues^
tros y suyos > tuviera V. M« el* cobro que conviene mas
á su Monarquía, y al buen gobierna de las Provincias
^y sé&orios. particulares de ella y y en quanto á'los^in-»
gularps i c^ de los Consejos que mejor están <, como mas
bien ¡se .verá en la r^uJacion de ; los particulares.
» ' ' ' ... « '
Cornejo de Flanáei.
£1 Consejo de Flandes se compone de un Presidente^
y dos Secretarlos* Tratanse en este Consejo todas las
provisiones eclesiásticas , )r oficios de seculares , como
de
«0«
de Presidencias | y otros » y también gradas honcrúi-
cas de toysones , baronías ^ títulos^ caballeros , noble-
zas , y ayudas descosta : tiene de salario el Presidente
g® diicados de á doce reales ^ y cada Secretario 8oó es*
cudosi <^e Wen mil ducados escasos de.á once reales
cada uúií.
-i Omiejo de Ordenes.'
£1 Consejo de Ordenes tiene tambkn un Presiden-
te y seis Oidores, un Secretario y uñ Fiscal £1 exercí*
cío de este Gonsqo es despachar las pruebas de las per-^
sonas á quien Y. AL ha hecho merced de hábito , y
sentenciar las causas que vienen á el en grado de apéla<»
don de los lugares del distrito de las Ordenes. £1 PresU
'dente tiene de salario un cucjito de maravedises ^ y los
del Consejo 5 oo9 maravedises , y el Secretario aood
ifiaravedises. fin este Tribunal no se me ofrece que re*
fÑresentar á V. M. mas4e lo que se veri por la relación
de los particulares , y con generalidad que Y. M. se sic«
?ra de procurar que se tome medio en la parte de la cen-
5ura de las limpiezas , y termino, el que pareciere justi*
ficado en consulta dé Ministros graves , por no tener ea
estado de desesperación á estos pobres hombres sin cul^
pa propia , y con tan graves inconvenientes cerno en
otras ocasiones he representado i Y* M. así en materia
de justicia , como en la de Estado , y mayor segttrida4
¿e . estos, reynos; y quandp no hubiera ninguno , i pro«i
pongo á Y« AL que en ninguna otra. parte del moh^
do se ezecuta en esta forma ; suñcientc consideraciocí
^quando cesaran todas^,.
» • I ' < ' I •
Ha-
Ú09
Los Tribunales de. H^icieada son tres » á los quales
gobierna un Presidente.
£1 pclaiero es ei Consejo de Hacienda, quetieneocho
Consejeros jdpcapa y espada , sin dos CornlsarioTHel
^nsejo Rear, qué concurren en el dicho Consejo de la
Hacienda tres días cada semana por las tardes á la de«,
terminación de los.pleytos que tocan en punto de dere-
cho, y dos Secretarios. £1 exercicio de este Conseje»
principaimeiite es la adnoiqistracion deiás reatas: Ríales
diC y.:M« : tiene de salario. el Presidente un cuento d«
maravedises, y cada Consejei
Secretario.
£1 segundo Tribunal de Hacienda tiene dnco Oído^
ees « que ^entenci^n las causas , que le remite tí,CotíSc]kr *
de H^ciend». , que. tpcan á justicia ; tiene de mlatrlQ tíki
daunodeeUos43o9mar9yedisefl«. i . . ,
£1 tercer Tribunal es de qgytF^ ^^"^^"''^^ ^c ^^*
pa y espacia^. £stos resuclyeii las dudas que se ofrecen á
los Contadores de resultas de V. M* t que tocqan liu
cuentas, en q^C. es internada la Real Hacienda : tieiiQ
asimismo cada .uno de ellos de salariq otros 4|9d ma*
lavedises.
Hayjítro Tribunal mas ^ que es el de la sala de Mí*
llones^con jurisdicción distinta para administrar jos s$b?
ylciQ$; concedidps por ,eí reyno ,. en que C!ñp aJgíinos
Cpnsejer os de Hacienda cpajcurrsn otros t^nto^
sarios del levnQ.^ . , i
Estos Tribunales , señor , que se encierran debixa
del nombre de Consejo de Hacienda , que por su mi*
nis;etio debería ser el mas útil y neccsariqi» por 1q qus
ca^i es yoz común , habrá entendido^ V* í^ que t>pr los-
accidenten que yo no califico , .se tiene por mal admir
Tom.XI. Dd nis-t
nistrada la Hacienda de V. l/L , atribuyendo á este Coa*
sejo la mayor apretura que se padece. No es justo go-
bernar nada por esta opioion ^ pero débese á ella exami-
nar con que justificación se mueve , y poner remedio
grande I y efeÁivo , y este es solo executable poí la in-
mediata mano de V. M. , y asi rambica el ajustar
tos noticias f de su sola persona.
Omsijo de Cruzádá.
< . £1 Consejo de Cruzada se compone del Combaría
general , dos* Contadores que tienen asiento con el-, ua
Fiscal áú Ropa , y dos dal Consejo Real > otro del Coo-
sejo de Aragón , y otro del de las Indias | que son Co-
misarios. Este Consejo tiene la razón de la hacienda de
h Bula de la Cruzada , Subsidio y Escusado , y admi-
ración de lo demás que k puede ' pert<necer , y
determinar los plcy tos , que se causan en ra2on de
Bsiado.
£1 Comisario genial tiene un cuento de maravedí*
tts, y cada uno de los Contadores importarán sus sala-
tíos y derechos ^ que paga V. M. , 3® ducados , y el
fiscal 20od maravedises. Los dos Consejeros del Conse-
jo de Castilla tiene cada uno lood maravedises por este
Consejo , y ios otros dos Consejeros de Aragón y Indias
-lleva cada uncf ^odjnarayedises.
< ' Deteste TriDunal he oído^ que se gobierna coa
poca atención^ y alguna dispensación^ pero no con los
fundamentos que son bastantes» para^qu/: yo informe
ti Real ánimo de V. M. y pero en el tribunal mas bien
gobernado es necesaria la atención de V. M. Con te*
fterla sobre «Re , quedará Y. M. con la noticia necesaria
|»ra ajustar lo que mas conviene en w gobiicrno , y re-^
medio de ios desordenes. . *
axj
• • » •
Rfffio^ df P^ntu^ál^ f $u$ €é¡\Í4iMu
t »
I Los rey nos , ^ñor , de Ponugal son sin duda de Ip
mejor que hay en España , así por la fertilidad de ia
tierra en algunas partes , como pc^r la disposición de las
otras , parst la mercancías con los puerijos excelentes que
hay en aquellos rey nos : son afctupdantes de gente , y;
por la disposición dicha 9 de personas de gran caudal , y
su gobierno dificultoso : componise de tres brazos » C9^
mo todos los otros rey nos del mundos eclesiástico ,. noble
y plebeyo. £1 eclesiástico no es grande por la cqrteda4
de sus limites h los Preljidos son generalmente atentos y
circttoispeftos » y traun del culto diviQQ con gran de^
ccncia y ornato ( parte que se extiende á las Iglesias mo-
nos principales de las Qudades, y á las de las Aldeas flifs*
DOces )3 la virtud de los. Prelados^ si qo se observa (cOfa
que no he oído) » es parte. que so profesa» y, la «aodef*
tía religiosa» con mayoc demostración que en otca^ p?r«
tes : no hallo en este punto que advertir i por parecer-
me que está bien» Asi en los tribunales ordinarios ^ co^
moel de la Inquisición^ podría ser que yo recibiese erro^»
porque aunque eon alguna noticia» no oie hallo co c^pa
parte con \% necesaria para poderlo asegura^, mas» Lps
nobles» que ellos^laman Fidalgos , se dividen en las mis«-
mas clases : Fidalgos , debaxo de cuyo nombre eqtraír
Grandes y Sc&ores » y . todos Jos que vlepen d« aquellas
casaSf.ódepif.asiCabdlkrQsefi|C¡radosj y FA4a)g0S{4ff:la
casa del R^ey ^ que son li9s^u4vQmF<¿$popdeo á Cal^^Jl^f^
particulacesi y Hidalgos Solariegos de acá : f ida}gasonS|¡
ó escuderos » son los Hidalgos notorios» ' . i
De esus lineas tpda«( aunque nose^jifereq^i^n^
nombre) salen los.P«ques4p(ft»:g9i)9a » AlH^yrQ Y^^
WA^ j4><H0«i.p»ttiuxs«iLCierc«^ M ia^ casas
HH * " Rea*
■ 1
Ecales de Castilla y Porto gal El de Berganza tiene U
primera litieá | sin '^dt niogtiho se la coiopita.; quiere-
seU emular el de Abeyro , y no menos en lo substan*
ciáí el de Camina, pero einrambos sin buen Idgto \ aun*
que en algunos singulares pueden con razón.
£s la nobleza de aquel rey no sin duda la de mayot
^presurciony y satisfaccíotí propia, que en tiingun otro se
^ila&ra vi^o. «Oeneifaláaente sdn etltendidos, peroasi en
Vesto , como'en> todas Ias< a<:ciones itebeh afeftadon s casi
*^ñocom^un> y eonnatural.
^ Los a oímos de aquella gente sin duda son grandes»
«^pérd también es cierto que ñierón mayores* La razón de
^haber' descaecido atribuyen elIos4 la fahá de los ojos ele
*süs Reyes naruralek , y á esta misma causa todos tos da«
' jios que padece su gobierno. No hay duda de que en
lo primero deben de tener razón , siendo imposible que
^no desaliente lúfínito la falta' de asistedtíá Real , y así
^tuviera por coñvcfiientísinio'parat muchas cosa¿ el asistir
* y. M; en aquellos reyños por algttn tfompo , no solo
para el remedio de los dbños ^ sino para la conveniencia
* mayor que pueden tener los negocios públicos , que mi-
« tan á la conservación y aumento de lo general de la Mo-
'narquía. £1 segundo daño del gobierno , que ellos consi-
^déran también por este mismo accidente ^ es cierto que
* tío se lo negarle yo ^ pues s^ébé V. M. que he reconocido,
' y representadole inconvenientes para el gobierno de la
< Corte misma donde V. M* asiste ^ de la falta de su aten-
'ictbn períonal í c6rí'toqaal no me paSKcepo^ble dexar
'^"^tskt la^ócáéáiotí^ itiay<>r>del:maiPgobierttO|4e4ue hoy se
I' mu^^ttan^ estimados , y 'asi^ ihe parece muy del servicio
de V. M. que éstos vasallos vivan con esperanza que
'^Vl 'Xii les dt','de quí asistirá con su Corte en Lisboa por
*^%(in tienilpo céútihuildov y^^e asi^ntoVy también jus-
' go'pof d« <i^lié<i€ío0 d^ Yy^MiCblí^tL á ios de ^a^l
'^ -1 s I i rey-
xeynó en aíguiios mln&terics c{¿ ¿stb ^'y muy particu-
tlarinente eo £inbaxadas yVIrrcyQatoSiFcesIdeociasde U
Corte 9 y en alguna parte de los oficios de sa Real Casa^
y esto mismo tengo por conveniente hacer con los Ara*
goneses , Flamencos y Italianos , anteponiendo y repre«
sentando á Y. M. con viva instancia , qtue es esto la co-
sa que mas conviene execntar para la seguridad i establ^
«cimiento, perpetuidad ly auinentiodeiogoiecaLde está
Monarquía ^ y el medio solo de unirla es j la. mezcla de
estos vasallos I que se reputan por extrangeros', adrni*
iiepdoles ,á todas las dignidades dichas , y me attevlent
i hacer demostración á qualquiou.,, doquáb v^nas.'són
las instancias que se pueden hacer contra esto , porque
sabe Dios i|üe habiündd pensada aducho tfn los' úncon*
venientes que padece , y pueden destruir esta Monar-
^ía , no hallo mayor reparo que esta unión por/ estos
Aedios^y si yerro en ello ^ es bien^derto que ftsrjerror'dc
t^ncendimienta i
El pueblo de aqtiellos leynos a mas parecido en la
sujeción , y rendimiento á la nobleza , á todos los otros
reynos forasteros de V. M« que no á los de Castilla : sin^
razón sin . duda en. que se funda la ventaja que hace Ü
' todos los otros reynos y naciones > la infantena de« Es**
'pafta ) donde se ve con la fidelidad á, sus Reyes ( mayor
que la de otros ningunos vasallos) el brío y libertad del
mas triste villano de Castilla , con qualquiera señor ó
noble Y aunque de tañí desigual poder i mostrando en la
sabidi^ría del intento quanto exceden los corazones á las
fuerzas humanas*
Concluyo este papel , con que en los reynos de Por-
iugal conviene lo que he representado á V. M. > e igual*
mente el poner remedio en los christianos nuevos de
aqud reyno (como V. M. lo vac tratando), con lo dema&
: qiie.se ofitce que seaediac^cadt gobierno , y en la há*
cien-
/
»i4
clenda moy partkulatmente, porque en lo aho y Iotitt#
es grande el desorden^ la libertad \ codicia y ambicio A
de los Ministros ^ y la poca obediencia á las reales órde*
nes deV. M. | daño que si no se xepara , los causará irre«
parables.
£1 corazón de los Porttsgaeses. es fiel etencialmentCi
y el descontento que muestran ^^ es de puro amor á sn$
Reyes : son personas de espíritu . y da presunción tált
que los hace notados de menos cuerdos $ $on vasallos
dignos de grande estimación , pero de alguna atención
en el modo de gobernarlos fuera de lo general ^ en la jtti|
ticia y gobierno público. ,
f r . • ■ ■ • «
• í í - " • • • • * - . * " '
Onvif$Umlas di U tmloH di Castlüny An^tnK
Los tres reynos de la corona de Aragón llego á coa*
ilderar{)or casi iguales entre sí en costumbres y fueroa^
así en el modo de gobernarse^ en la grandeza de sus tcc^
ininos t eh la condición de sus vasallos ^ y también en Vá
nobleza. ^
No estoy advertido del nümep de los Títulos i que
hay en cada uno de los tres reynos , ni es íieccíiario : se
solamente que son quatro los Grandes \ de Cataluña el
Duque de Segorve, y de Cardona, en Valeilcia el Dtt*
que de Gandía , en Aragón los Duques de Híjar , y el
de Villahermosa. Los Valencianos hasta ahora son teni-
dos por los mas molestos en sus fueros , por no haberse
les ofrecido lanzas , como llos.^e Cataluña. y Aragón.
No quiero por esto condenar á aquellos, ni caliñcarlos
por menos obedientes , porque tendría por especie de
traición grande hecha á V. M. recatarlo de tales vasa-
llos, siendo, señor ,. verdad asentada, queeñ mi opi-
nión son tan fíeles como los mismos de Ca:stilla , pues ne
hay Provincia en el muiido.queisehayaescapadQ.de
al-
albocotos ó tttmiiltos j y sino > vuelva V. M. los ojos á
los que en estos reynos hubo ocasionados de Icvcs^ ac«
cideiues > y así han sucjedido en todas partes y y por est«
•o solo no deben perder la opinión de fíeles | sino antes
tenerlos por fírmísiooos y obedieñtísimos^ pues en au-
sencia de . tan largos, años de la real presencia de^
{V. M. se <:onseryan cpn la misina obediencia que los. de
GasciUa.
Y este cierto V. M. que como represente en el papel
ck Portugal » lo bate en ¿te , y en todcfs los de los otros
reynos y provincias donde V» M. no asiste $ que es el,
mayor yerro i y de que mas graves daños se han sc<9
guido 9 amenazan! y se > pueden tehier en esta Mo«
narquía, el recato, y desconñanza que por tantos años
9c ha mostrado y tenido con los vasallos fq^asteros de
y. M.
t Y aunque sea con prolixidad , me parece tan esencial
<$tc punto I y tan del servicio de Y. AL el persuadir s¿
^eal ánimo á ello, que no puedo dexar de dilatarme
algo en este papel 9 reduciendo los demás puntos de
¿obletno y estado de aquellos reynos » i lo mismo que
antepongo en los de Portugal.
y. M» y todos los otros Reyes y I^íncipes sobcra<«
nos del mundo poseen sus estados por tres títulos , suce->^
líon , conquista ú elección. £n quanto á la postrera for«
ma que es casi singular , y sin duda de peor gobierno de
todas 9 como no necesaria ( por no tener parte alguna de
ési&f los reynos de que sé compone la Monarquía de
iV. Al«), omito las razones particulares de desconvenien^
da de señorío electiva
La mejor orden 9 y los vasallos tenidos por mas
s^uros, son aquellos que se poseen por derecho de su^
cesión. TodaS'<|uantos y« M. posee hoy (menos . algunas
pe-
2l6
pequeñas partes 9 de que no parece necesario hacer men-
cíod) los posee V. M. por derecho sucesivo : solo soa
conquistas el rcyno de Navarra J\ y el Imperio de las
Indias*
I Pues que rázon hay para que sean excluidos de
ningún honor , ó privilegio de estos reynos , sino que
gocen igualmente délos honores , oficios y confianzas
que los nacidos en medio de Castilla y Andalucía > estos
vasallos^ nosiendo deconquista9titulo.de menos confianza
y seguridad, y que hayan de estar desposeídos de los
privilegios aquellos narujales. de reynos y provincias,
en que V. M« ha entrado á reynar con uo brecho asen-
!ado y. llano, y donde reynoroxi tantos. iascendi^ntc» do
y. M. continuadamente? . ,
¿Y que maravilla es, que sieodo.estos menos vasallos
(de Castilla admitidos en todos los honores donde V.M.
asiste , y que gozan de su real presencia , causea suelos,
descontentos y desconlíianzasFLas hay gcan4í$imas y ju$^
tlsifícadísimas en todos esotros reynos y provincias , que
no solo se ha contentado el gobierno de untos años con
tenerlos sin. la presencia de su Rey, sino también inhabi-
litados para las Jionras , y. notados por desconfidentes y
desiguales en todo á otros vasallos , pues ningunos han
tenido mas ascendientes de V. M. por señores contit^ua-
dos j y mas llegando á ver, que se les anteponen los que
ayer se conquistaron.
. Los vasallos mas seguros de una Monarquía es fuer-
za que sean aquellos , que mas tiempoa.han m4o gpber*.
nados por ella: en. amando este gobierno, es {acxtz
que deseen la dilatación , y aumenxo de su Monarquía,
y así estps reynos de España , Italia , y los Estados d^-
Flandes (tantos siglos gobernados por la Monarquía) es
fuerza que deseen la grandeza , y autori(lad de y* M*^
igual-
igualmente que ios que gozan de su presencia , por la cost
tumbre , y amor heredado , y por su propia conve-
niencia'.
¿ Fuera justo que se tuviera por fiel vasallo el que
acopsejase á su Rey, que le estimas; á el solo ^ y le fa«
voreciese coa honores y riquezas , y fiase de el » y des--
confiase de los otros? ¿Seria leal el rey no ^ que propusie**
se esto mismo ? Pues esto, señor , es lo que aconsejan
los que son de opinión , que se viva con recato , y des-
confianza de los vasallos extrangeros.
Quando faltara todo , y lo que conforme á todas
leyes de justicia, conveniencia y razón» están mostrándose
¿hoy no está tratandoV* M. , y con razón, de paz con los
Holandeses , ó tregua conveniente , concediéndoles por
ventura muchas cosas de falta de reputación , y fiando. ,
el cumplimiento, de lo que se asentare, de sus capitula*^
clones , por poder hacer la guer|:a en otra parte , donde
á V. M. le amenazan con ella , siendo los enemigos de
la Monarquía tantos , como se experimentan , y como
es fuerza , siguiendo la emulación del mayor poder? Pues
5i los enemigos obligan á fiar de los rebeldes , ¿ cómo es
posible gobernar , y conseguir buen suceso en esta con-*
servacion y aumento , mostrando y executando descon*
fianzas en los vasallos mas fieles ? ¿Y que exemplo puede
hacer á los rebeldes de esta Monarquía, ver los obedientes;
en tal estado ? Y concluyo, señor , en que los que han
exectttado este gobierno, siendo Monarqtiía , lo vienen
á reducir á Aristocracia , y estando la conveniencia
<le V. M« en la úmon y en los medios , lo reducen todo 4
división.
Que se llamen extrangeros , y recaten de ellos co^
mó tales , los que fueren naturales de los reynos y es^
tados de Y. JA. es conforme á toda razón de estado y
gobierno ; pero que se tengan por de SKS puQipro los
fT/i-f. YL Rí ya-
vasallos hereditarios de V. M* es ta^n Icxos de ser con^n&»
tiiencia , qtic lo considero por uno de los mayores fan-
damencos del apretado estado, á que se ve reducida esta
Monarquía.
Observase en toMla parte por conveniente circunstan-
cia de gobierno, que el Virrey , Gobernador y Superior,
ó qualquiera Ministro de justicia , no sea natural del
lugar que gobierna , por ser la general parte para el buen
gobierno , la independencia del superior $ calidad que
ayuda al acierto de los vasallos forasteros en lo que se
les encomendare en estos rey nos , pues el deseo de acer*
tar está acreditado con su fidelidad , con el amor de
iV. M«con ser vasallos de esta Monarquía como he dicho,
y quando V. M« pusiere en estos reynos Ministros nato-
rales de aquellos , podrá seguramente introducir en las
Proviqcias forasteras Gobernadores y Ministros Españo-
les , y entonces, señor , se podrá Uamar dichosa esta
Monarquía , y.«V. M. verdadero Monarca , pues tendrá
unido el mayor Imperio,, que se ha visto hasta ahora
funto, y en la forma que ahora se gobierna, habrá mu«
dios que juzguen r y no con pequeños fundamentos^
que fuera mayor el poder de V« M. con menos señoríos,
y todo esto ocasionado solamente de este recato y
desconfianza (indigna de hablarse en el) , por introducid»
4dos sin fundamentos ningunos de razón.
No digo , señor ,. que entre V. M« de golpe derogan*
dolo todo « porque la fuerza, de la costumbre es tan
grande. en el gobierno , xjue dificulta y. desluce muchas
¿veces ios. mayores «aciertos y conveniencias^ mas-con ven-
drá que obrando poco á poco , y con personas señaladas
y conocidas , se vea romper este hilo, dexándose en-
tender que.V. M« tiene di&ámen.de.que conviene intro^
ducir ea las honras , oficios y dignidades de estos rey-
Aos á los forastesos^ esto .isia dectaradoi ni pa^ar adelante:
01-
11^
oitanse los Inconveoientcs sin empeño grancie ni con-
siderable y y ellos irán enseñando lo que mas con vi*
nicre , y la sazón de ir introduciendo en los oficios de
aquellos reynos los naturales de estos , y entrando es^*
ta confianza lentamente , y sin pedir capitulaciones^
parece xjue se asegura el suceso sin empeñarse en el^
quedando siempre . á tiempo el mudar quando pare«
cíete»
*
Re€0pilacion del diéiámen de la materia de Estado de todos
los reynos.
Este papel, señor , será la recopilación del dídámen.
que tengo dado en la materia del estado de todos los
reynos de V. M, , de cada uno de ellos pot mayor, y^
después de toda la Monarquía junta»
Ni quando las noticias , y las demás partes mias fnei
ran las mayores de la tierra , ^ pudiera asegurar cosa
tan grande, por la cortedad de la capacidad humana, y
mas en juicio de negocio , que por naturaleza tiene ins-
tabilidad , y obliga á tener el dia siguiente contraria
opinión , y opuesta á la^presente s y lo que alcanza 4
conocer la prudencia mayor , y el mas maduro discurso^
es de esta, calidad que he dicho , para no fíxarse en estas
materias en opinión cierta , sUio antes estar dispuesto á
mudarlas conforme á los accidentes. He dicho á V. AL
quanto se oficece en el gobierno de estos reynos ppr ma<*
yor , con la noticia que he tenido de ello, y con lo que
heleido.
Tenga V. M. por el negocio mas Importante de sa
Monarquía , el hacerse Rey de España : quiero «tecir,
señor , que no se contente V. M. con ser Rey de Poc-«*
tugal , de Aragón , de Valencia , Conde de Barcétontf^'
sino que trabaje , y piense con codsc|o mudado y ses'
/ Vjet ^ ' cre^
210
creto I por reducir estos rey aos de que $C compone Espa-
ña ^ al estilo y leyes de Castilla sin nii^úna diferencia,
que si V. M. lo alcanza , será el Príncipe mas poderoso
del mundo.
Con todo esto no es negocio que se puede conseguir
en limitado tiempo , ni intento que se lia de descubrir á
nadie , por confidente que sea , porque su conveniencia
no puede estar sujeta á opiniones ^ y quanto es posible
obrar en prevención y disposicion^ , todo lo puede obrar
V. M. por sí mismo solo , llevando esta mira con las
advertencias breves , que aquí señalaré á V. M« para
que con su prudencia , y IsTexperiencia^que los años y
negocios le darán, y con el valor que Dios le ha dado, en
viendo la ocasión no la pierda en negocio tan importante,
que ningún otro le es iguaU
Presuponiendo la justificación á que me someto en
primer lugar , y no dudando de que la haya para que
y. M. procure poner la mira en reducir sus reynos al
estado mas seguro , deseando este poder , para el ma<*
yor bien ^ y dilatación de la Religión Christiana , co«*
nociendo que la división presente de leyes y fueros , en«
flaquece su poder j y le estorba conseguir fin tan justo
y gtorios» , y tan al servicio de nuestro señor , y co-*
nociendo que los fueros y prerrogativas particulares que
no tocan en el punto de la justicia ( que esa en todas
partes es una, y se ha de guardar) , reciben altera*
cion por la diversidad de los tiempos , y por mayores
eonveniencias se aiteraacada dia , y. los mismos natu-
rales lo pueden hacer en sus Cortes , como pueden ser
incompatibles con la cooctenciá , leyes que se .opo*
íttín tanto , y estorban un fin tan glorioso , y no llegan
i«et un punto de justicia (aunque, se hayan jurado), tc^
^mocicodo el inconveni|:nVe , se précure el remedio, por
loa camínQS.quQ se iweda , hooestáQdo los pretextos por
• '. . j . , *. es-
22t
cscusar ¿1 escándalo , aunque en negpcío tan grande se *
pudiera atrepellar por este inconveniente^ asegurando *
el principal 3 pero como dixe al principio , en todo acón-
tecliniento debe preceder Ja justificación de la con*
ciencia.
Tres son , señor , los caminos^ que á V. M. le puede-
ofrecer la ocasión ^ y la atención en esta parte , y aua-
qué diferentes mucho y podría la disposición de V. M.
juntarlos, y que sin parecerlo, se ayudasen el uno al otro. •
£1 primero , señor , y el mas dificultoso de conse-
guir (pero el mejor, pudiendo ser) , seria que V. M.
favoreciese los de aquel reyno, introduciendalos eo,
Castilla, casándolos en ella , y los de acá allá, y cott
beneficios y blandura los viniese á facilitar de tal mo-
do , que viéndose casi naturalizados acá con. esta n^ezda,
por la admisión á los oficios y dignidades de CastUla, se
olvidasen los corazones de manera de aquellos privi^^
legios i que por entrar á gozar de los de este xeyna
igualmente y se pudiese disponer con negociación esta
unión tan conveniente y necesaria. »
£1 segundo sena y si hallándose V. M. con alguna::
gruesa armada , y gente desocupada, iotróduxese el
tratar de estas materias por via de negociación, dando-'.
se la mano aquel poder con la inteligencia , y procuran*
do , que obrando mucho la fuerza , se desconozca lo mas
que se pudiere , disponiendo como sucedido aca^ ^ lo
que tocare á las armas y al poden ^ ' :. . .^
- '« .£1 tercer camino , aunque no con medio tan juitifi*
cado , pero el mas eficaz, sería hallándose V. M. oodi es-f
ta fuerza qiiedixe , ir en persona , como á visitar aqud
rey no donde se hubiere de hacer el efeoo , y hacer que
se ocasione algún tumulto, popular grándei, y con este
pieiEexio meter la gente , y en t>oasÍQn» de soüego gene*?
tai , y: pie vención de adelante ,. comp por nttcya.con«^
. ' ^ ' quis.
2XÍ
qiüsta asootar i y Hí^ner lás kycs en ia con^rmidacl
de las de Casrilla , y de esta nüsmfa manera irlo execu^
tando con las otros rey nos.
£1 caso tiene tales circunstancias , que no será fácil
ajustar la sazón de ¿1 , n\^s será bien , que el Real aní^
^100 de Y. X..este advertido dje esta .coQT^niencia^.para
ido obrando jpor los medios biandbs que propuse en el
primer punto, por no poder ser de daño ninguno , sino
ames de mucha utilidad y buen gobierno > y en la sa-
zón se hallará con esta ventaja^ para que si no pudiere
valer por sí solo, ayude mucho á la execucion de
los otros medios , sin i^nostrarse canto el ruido y vio«^
lenoia« -
£1 mayor negocio de esta Monarqiua ^ á mi ver,
¡es el que he repceseatado á V« AL , y en qtíe debe
Y« }Am estar con suma atención y sin dar á entender el
fin ,. procurando encaminar el suceso por los medios
apuntados»
. . Los demás negocios de estos rey nos se reducen al
cuidado con la justicia » estimación , y buena admiois-.
traxrion de ella , con mantenerlos vasallos con igualdad,
y siempre dependientes de V.'M. , y ron esperanzas de
favor I y con hacer executar sin replica las . ordenes de
iV; M. en sus reynos /y en que en esta parte no haya
dispensación en el severo casti^ de qtuen no las execu<«/
«ate ,>para que el escarmiento asegure la obediencia cii
los Ministros. ^ -
-:. Lqs presidios , fronteras y armadas ordlñariaSi sí-
tuacios (si es posible) ^ porque irá á. decir en la reputa.*^
c&DiT, lo que no se puede encarecer en la utilidad, cobro,
y seguridad de estos reynos, mas que si se proveyese
doblada suma y sin situación : buenas cabezas en estas
plazas y y de quandó en quando visitas secretas en ellas,
por el descaidO; ípxc suele causar la. paz : gobernar pot
Com*
^ *
Computas , y Consulados Ja tneccajicia 3é ÉspaSa,
pomeoda d .hombro en. rc4iK:ir ios Españoles á Mer*
caderes*.
Este es el camino , señor , que puede resucitar la
Monarquía de V. M», y con gobernar bien é^te^ se
han hecho poderosos-nuestrosetiemigosi conquistan coa
¿1 el mundOy y no corrieado pot su cuenta ^ delpíiciio
de loS' Galeones* de y. Mi, goxan en eli09 incMtíparablcfe
sumas de las que vienen para V, M,:, y sus fieles
yasallos* . .
Menester es^ señor , velar sobre este puncói y- algo
tiene ya empezado V. M.> y de gran considerador 3 %t
guirio^ señor ,^ampiararlo^ y acreditarlo , qubinfts^ dlsi-
posición tiay cttestos^ reynos/i que ^ eo otros .ningunos^,
siendo tan abundantes de los frutos inexcusables^, y que
no produce esta Provincia.
La despoblación grande que ha habido , obliga á
particular atención en la restauración de este daño : en
las Colonias sería gran cosa , pudiéndose, encaminar de
Italianos, Alemanes, y Flamencos, católicos obedientes,»
y con esto favorecer los matrimonios , privilegiar los ca^
sados , poner límite el mayor que se pueda cdn entera
seguridad de conciencia en el número de Religiosos y^
Eclesiásticos s y así se podría ver sin mucha dilación la
convalecencia de este daño«
De lo primero V« M. está tratando , de lo segundo
ha hecho leyes , de lo tercero conviene tratar , juntando
para ello personas de toda experiencia , christiandad y^
zelo; y 'en este , y los demás negocios tan importantes á
la seguridad ,. conservación y aumento de esta Monar«
quía (que por ser tan grandes , no es posible disponer^
se , ni executarse con brevedad ) , conviene que V« M*
vaya caminando en ellos , y mostrando á los Ministros
i quién los encargare > el cuidado con que está de su
ft24
cttcttcion , porque tío sé piércU patito en cámipar en
t;no$j que en esto ^ señor ^ acreditará V. M. su amor,
y desvelo en el remedio de eStos rey nos , y verá lo go-
zoso de este cuidado , á que es fuerza que sigan muy
buenos sucesos , encaminándose negocio de tan gcan
consideración para el todo de esta Monarquía ^ tenien-
dú por .la principal mira para desear este aumento , y pa-
xa traba)ar.en el » el deseo de la dilatación de la religión
católica ^ y de conseguir estas fuerzas , para emplearlas
en la extirpación de los enemigos de la Iglesia»
t - , He, dicho á V» M. por.mayor lo que conviene al es-
iado.de>estos reyoosde Españi, y porparecerme ca$t
uno en Casulla el gobierno 4e las Indía$ Occidentalesi^
pmitire aquí lo . que se me oficece , y direlo en otra oca^
sion brevemente.
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ÍJNI-
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ÚNICO DESENGAÑO,
Y PERFECTO REMEDIO
DE LOS MENOSCABOS DE LA CORONA
AS CASTILLA j T GENERAL ALIVIO JDM TOPW *
SUS VASALLOS.
DADO
AL SEÑOR REY DON CARLOS Ih*
• > -
POR EL CAPITÁN
J)ON ANTONIO DE SOMOZA T JQÜIROGA
£L AÑO D£ t680*
señor:
o OH tantas ^ y tan sumamente graves las fatales y las*
cimosás.dolendas que padece el mistlco y afligido cuer^
po de esta xatólicá corona , procedidas todas de la te*
naddad de nuestros grandes pecados, omisión de la
distributiva justicU > exorbitante ambición , profana
•vanidad , establecidos vicios , prevista ocio , fraudes^
4ogros y colusiones que se ¿xperimentan¿ , que excusa^
TP^ referir la entera comprehension de ellos , por no dar
<}ue sentir á la católica, piedad de V. M; s ante cuya .
Real clemencia ( por última Unea , y premeditada tarea
de-mis fervorosos a&Aos) ofrezco , consagro 'y repre-
sento con humilde rendimiento y ( á. mi parecer ) sa«
Ittdables. remedios y este breve y compeijidiaso ejpitome, á
.. -r'^— vr " ' Vf in- ^
22^6
indiict de los mta premeditados discursos ^ que pan aur
mentó de esta Monarquía ( con mas larga especiñca-
cion ) tengo^ representados de once anos, á estsa parte,
impelido del ardiente zelo'que me anima en el servicio
de Dios I de V. M. , y de la causa pública $ cUyo sólido
motivo , y prá¿iicas experiencias de haber peregrina-
do con cuidadosa atención las mejores provincias 'y
y rey nos de toda Europa , militado ^ Ínter potadamente
mas de 25 años en los exercitos y armadas de V. M», y
llorado con hartas lagrimas los desquicios de esta añigl^
da corona , me obliga á hacer esta afcftuosa represea*
tacibn > tan desnudo 4e iiumanos intereses / como coií-
fiado en que la divina misericordia de nuestro Señor
alumbrará con sus sobdraÁas luces losr ocupados entendU
mientos de los grandes y zelosos Ministros de esta Mo-
narquía y para el acierto que mas convenga á su santo
servicio ^ y mayor felicidad del católico rey nado de
Y. M. s influyendo en su Real ánimo aquella heroyca
y memorable resolución del santo Rey Josías , que con
tan observantes leyes desterró l(& abusos de su corona^
por el sólido aviso de una discreta y pobre mugen
' No dudo , señor , que la vana presunción de alga*
iK>s ( que por su dichosa fortuna se hallan colocados ea
las altas peanas de los Magistrados ) , quizá por despre*
ciar mis afedos, ó no querer dar crédito á mis expe*
llénelas y y heredadas obligaciones » dltán : que no mg
toca prevenir dañoif m so^cifar remedios ; á cuya meta(i«
sica objeción responde por mí d angeHco Dodor Sanr
to Tomás I y otras muchas antorchas de la Iglesia ; y
, i)uando no lo dixeran constan clara expresión , respon«
diera el discursivo ente : Que demos de la natural obliga^
eion I y kaltad de buen vasallo de V. M.^ no me podrán
em¿ar que soy yerba de este desfrutado prado ^ y plantada
iste talado bosque ^ i quien por naturaleza toca también el
da-
doH» » (0^ ti alivio fctr xoíkiu em ^^futU^ fr^Mtíii
• a . V * /l ■
Bíemiákf da^K
Católica Magestad. La común cátese ?d ide manteoí*
mlentos : notable falencia de nuestras fábricas , y nari«
YO comerci.o : exorbitancia de tributos , y costoso cc^ro
de ellos : multitud de Ministros que los manejan y dist-
pan : relaxacion de las leyes : prevista despoblación de
estos reynos : fallido cuerpo de nuestras armadas : y ba«
xo precio de la plata y oro » son los ocho mortales ac<«
cldentes que padece el arruinado teatro de esta católicft
corona. Y aunque la fundamental basa de sus reparps
consiste.en la ezperieaciai y acrisolada virtud de los Mi«^
nistros : execucion de las leyes : moderación de tributos;
y justificado premio y castigo de los subditos 5 pasare al
«apuntamiento, del general daño que se experimenta , y*
pri&cipalés medios que se pueden y deben executar , gar"
jía único' rechaze de Us calamidades qué nos^cercan» -
«
Daíio gemral.
, . ...» .í...,,» ^
La causa de no haber tenida hasta ahora la scnsibh
y. grande baxa de moneda jurisdicdoa pata^ abaratar loi
mantenimientos I y demás géneros i su proporcionada;
precio ^ y justificado equilibrio, ha procedido Cy procer
de ) de la^ ansiosa codicia de los poderosos , logreros y
piratas de la República : cuya insaciablp ambidon ofeM
de á Dios , deslustra la B^eal soberanía de V» M. , y
mata los pobres ^ que sollozando lagrimas de sangr^
muerejí contentos , por qo vivir tan desdichados ; admlN
candóse el mas rustico extrangero de vev , que soeoí^'
yléadonds k4livÍAa Magestad y mlseric^H^ia' de Dío&.
.. "" . ff* con
1 >
con. tan franca y na inérecida providencia de fiutósj,
valga al presente dentro de esta .Corte ( hallándose la
>. afligida corona tan exiiausca de moneda), un pan de
dos libras (y no cabales) catorde quartos : una libra
de carnero lo mismo : una libra de vaca once quartos:
una libra'de azeyte sisada lo mishio : una libra de 'jamón
veinte y seis quartos : una gallina nueve y diez reales: y
una.arroba de vino puro tres pesos. Precios jamas vistos
en ninguna Corte , ni Provincia de Europa ;. pudiendo
:todo esto tener tan fácil remedio en el cuidado y obli-
gación de los Ministros de justicia , á quienes los supe*
V riores encargan este tan importante cuidado : los quales
i( jpior estar algunos de elios interesados con los obligados
/y revendedores en la* carestía ,: y subidas posturas de
4ó¿ abastos ) , en lugar 4e castigar delitos públicos , pa^
trocinan rpbos secrctos.de las personas que arxiendan,
«venden y pesan , y logrean á su salvo condudo , enga-
^andp con. siniestros, informes y diversas cautelas la recr
^^ -ta justificación <le los tribunales superiores úc V.^M. ,
' adonde y con simulados pretextos ,. solicitan, se les <k:
Juez Conservador por apartarse del rastigo de la justi-;
cia ordinaria : cuya verdad llora la abatida virtud y.
lealtad de los buenos Españoles , viéndose ocularmente^
q\ie para el pobre en lugar .de vino le venden ^uá del
pozo envinada , salobre , y damnificada con yeso , pie«
4ra alumbre , esparto^ y otros mixtos, que enferman, y
dañan las entrañaade hk gentes que lo beben , debaxq
del color de vino varató de á. catorce quartos cadaazum^
bre .sisada : sin que fie escape ^e. izarte t'de istal malicia et
qqe, venden á veinte y dos quartos vcottuíiS^fibdrárei*
cpnocer p6r infotme délos medico^ de estatCoric^ AsU
mismo se experimenta , que el pobre quiO cada dia coiii«:
posLcl carbón por oaenudo ', demás, de mesárselo v lié va «
laiAitacfcdc tierra , picdrak> y ^U dcpoiá. U stpotaca^f^
. o ^ ;:";í da
3a libra de carne no te dá al carnicero un quarto mas
de la postura , le echa la mitad de descarnados huesos^
demás de lo que hurta en el peso : corriendo esta propia
Hnea (ó rapiñaren el pescado , tocino , azeyte, fruta¿>
y demás géneros comestibles , con tan publicad maldad^
que parece establecido fuero para hacerse ricos á costa
de los pobres s no escapándose de esta malicfa (aunque
por diferente linea ) el necesario pan de cada dia rsienn
do así, que de pocos años á esta parte (aunque haya
abundantes c(;isechas), solo vale barato aqueliosdos 6
tres meses eijí que los pobres labradores venden sus ta«
sados granos'^ para pagar sus deudas , y comprar lo que
mas necesítalas porque en llegando á los graneros de lói
sicos y logreros, cada qílince dias lo alteran , encarecen^
y venden al preció de su' codicia , y absoluta delibera^i
don 5 sin dolerse de los pobres que ñuduan , ni de los
trabajadores y artífices que no tienen mas caudal que
el dé sil corporal südoif y trabajo , para alimentar sus nC]
ceíitados hijos , mugerés y fómiUas.
Prevenido' medto^
El principal remedio de este daño es, el poner ca«í
da a&o moderada tasa y postura á los mantenimientos
comunes , • según las. cosechas y cria de ganados que ^
nuestro Señor fuere servido darnos. £)e manera , que.
los nativos nervios de la labranza , crianza , y cerner*
\tió,i qiíeden berefíciados para sn mayor conservcicida
y permanencia. Y prohibir (si riecesario fuere) con regia
átttokldad, la naturaleza de poder vivir en e$tos rey't
^nos á qualquiera Eclesiástico que fahare á1á observan-
cia desdicha tasa, y justificada postura que se pusle«
re: con cuyo medio , y la^ heroyca resolución que
^ Mt (coa el «idüro acuerda de^a Real Consejó ) ña
<> ^ ' •
- - K / SI-
sido servido tomar , tocante á la conveniente y necesa-
ria baxa de las yerbas y deliesas de esta corona ^ que-*
darán remediadas con general alivio v Real providencti
las grandes calamidades qae en este £|aniculai; se CMn
pejíimentan»
Confusión de tribuios.
Imposible parece á la humana capacidad el poddl:
¡abaratar los mantenimientos, ni dar aumento á nuestras
fábricas I si juntamente no se toma r^olucion en mode-
rar I con justificado y seguro cobro , la multitud <le trí-^
butos y gravosas imposiciones | que con tan corto fru-
to del Real Patrimonip pagan los afligidos vasallos. De
manera 9 que Y. AL sepa , 'por ajustada lista ^ todo lo
que contribuye cada Ciudad , Villa y Partidos de su
corona 5 y cada vasallo pueda conocer lo que Y. M. per*
cibe I y lo que á el le toca pagar , conforme su posibiU*
dad y con público arancel de los derechos que debe con^
tribuir cada genero de los que se vendieren , y tragi^
naren ^ por ser tanta la confusión 9 ramos | separaciones
y partículas de las rentas Reales ^ que niel Consejo de
Hacienda las entiende , ni los vasallos saben lo que de-
ben pagar x siendo constante verdad , que de todo 16
que cobran las escusadas legiones de Ministros y arren*
dadores de su manejo , no llega á percibir Y. M. , ni sus
legítimos acreedores la sexta parte de ello ; quedando*
se todo lo demás entre conservadores que triunfan , ar«^
rendadores que gastan , Ayuntamientos que disipan^
tesoreros que enriquecen , guardas que usurpan , co^
misionarios que chupan , y otros que de^ngran : pu-i
dlendo con tanta £iciUdad las justicias ordinarias cobrar;
todos los derechos Reales de sus jurisdicciones. , y con-
ducirlos á sus plazos á la tesorería general de la cabeza
^ del reyno d ¿anido ^ gozaado uno por ciento pqr ra-
.. ^ aoa
zon de ésta ocupación j con calidad y ordenanza , que
si tuvieren omisión en ello , la tesorería general des«
pache executor á costa de dichas justicias que no lo co-
braren , y no contra los pobres vasallos y que cada dlr
pagan duplicados repartimientos , costas y salarios dé
comisionarlos que se despachan ? por lo que los encarga*
dos en esto muchas veces han cobrado , cpmido.y usur«
padb , quedándose ellos (y otros caziqíies que sobresa-^
¡en ) exentos de pagar dichas contribuciones j cargán^^i
doles todo el peso á los afligidos pobres > que por esta
ocasión desamparaa sus casas y cortas labranzas ^ por
no poder vivir , ni sustentarse s cuyo daño ( acompaña*
do con las extorsiones , y tiranía de los administra^dores,
, y sus nocivos guardas , ministros y subdelegados ) ,
han ocasionado la despoblación y ruina de los luga^^
zes de esta corona* __
Cuidadosas notas^
m
Las quantiosas rentas de almojarifazgos y puer«^
tos secos 9 salinas , lanas , maestrazgos ^ diezmos ác
ia mar , sosa y barrilla , naypes ^ jabón , papel sellado^
grana , añil , palo de Campeche , corambre , cacao,
azúcar, especerías, ámbar, almizcle, algalia, drogas
de botica , y otros muchos géneros , pueden correr por
administraciones 6 arrendamientos, sin mas recudimien-
to , ni fianza ^ que la de dar siempre un tercio adelan*
tádo ,' que será la mas segura para la Real hacienda de
iV«M.scon calidad, que los excusados Jueces Conser*
yadores (dado caso que haya de haber alguno) sean
personas que no tengan puesto en tribunales , para que
los Reales Consejos castiguen ios desordenes que come* ^
tieren dichos arrendadores y fueceSé
£s muy segura verdad , que en todos quantos asien-
231
tos y arcienSos £}¿c(f los liomSres 3e negocio ton lá
JR.eaÍ hacienda , discurrea siempre ázia el lado de sus
grandes inteceses > llevando tan leído lo que han de ga-
nar I como lo que deben contribuir á V. M, $ por cu*
ya causa se deben escusar dichos asientos y arrenda«i
míen tos I por ^er la total ruina de los pobres vasallos^ y
conocido menoscabo del R^eal Patrimonio de V. M. , y
demás rentas de algunos Grandes de España | que cor*
- ren por esta misma linea , por el engañoso cebo de las
Qiercedes y adelantamientos que les ofrecen.
Consta por autentica reIacion.de valores , que en al-
gunas villas de Andalucía y Castilla no, alcanzan todos
los u:ibu.tos que se exigen , á pagar los salarios de los
iniaistros que asisten en ellos ,para su escusado cobro^
C9tüé se podrá verificar en los milloaes de Montuirque»
Puente de Don Gonzalo , y otras m^ichas partes.
Asimismo consta , y es notorio , que quando las
Ciudades cobraban los derechos y jaleábalas de V. M.
fio teniendo cada libra de carne , ó pescado mas de
quatro marra vedises de imposición , importaban scts ve*
ees mas de lo que al presente rinden. Para cuya prueba
me remito á los libros Reales , y testimonios de valores
4e las Ciudades de Sevilla , Malaga, CordoDaí Xerez
de la frontera I y otras muchas de estos rey nos.
También es fixa verdad, que habiendo diferentes ve*
ees Ips mismos administradores y arrendadores de su
propio moru baxado mas de la mitad de . los derechos^
1j:s ha valido doblada cantidad de ducados i -como, la
executó San Vítores en los Millones de Seyilla ^ Pantoja
en Córdoba s Don Manuel de Brabo en el * partido de
San Lucar., Puerto y Xerez ^ y Don Francisco Eminen-
te en las ret^ca^ de Almojarifazgos » y frutos de Indias,
y no puedo dexar df. decir , que á dicho Dqu Francisca
£minente poc hacer este convenio ^sin el quai ^e hubie«
¿33
n pcr'(ii¿o aquel año) le quisó castigar el Consejo de
Hacienda ; sin otras muchas t>axas , y exemplares que
pudiera referir de rodas las ciudades y vitias de esta co--
roñas tiabiendose 'experimentado asimismo dentro de
esta propia Corte con un obligado del aceyte , cuyo
nombre no tengo presente. . > . >
No adnhite duda , que reduciéndose todas las impo*'
siciones de millones , y cientos de tos mantenimientos
comunes á una sólida, y,moder<^da contribución de un^
derecho millonario , y legítima alcabala de lo que se
vendiere, como adelante irá declarado, volverá á fcsM-^^
citar la opulencia de< esta cqrona , y real [Matrimonio dc^
y. M. , quedando los pobres vasallos libres de la opre* -
9i6n que padecen 7 sin que lo referido pueda ser estor«t
4x> ninguno, para que dentro de esta Corte , y demás
lugares populosos, corran dichas rentas dcjí ^arbernas^^
estancos y xarnéc^rías por ' legítimo f dgijftró ,^yi usád^. es--
tilo de entradas y puertas ^ con advetcenoiá y ¿epiáfaci^
del común derecho » en que todos viene»' á contribuir
con justificada moderación , como se ^econóce^á - por di -
siguiente media , con iespecial inteligencia^
'tffi^ó alivio y segure cobro ié millones j tientos , ion mayor:
i' ^ aumento }dcl real Patrimonio. '
1 • • •
£s rníiy conocida verdad , que los frutos de los po^
í}trosoS| antes perciben autíienító i qtíc mertóscabó', e»
^üe haya muchos trit^utos y derechos reajés , asi pór^»
que quedan exénrosí de pagarlos , coódo porque los ven^*
den á tati subidos precios , como si realmente los pagar-
ían : procediendo de esta injusta desigualdad , la gene«
xal calamidad (de los pobres, y fiílKdtí; cobro de lá real
Hacienda de V» Al.', cuyo fatal daño se puede remedias
e» la forma siguiente;' . i ' j./ ::
A ■
En Ja corona de Castilla (según el ma» moderado
quinquenio de diezmos» y cuidadosa separación de fru-
tos I que tengo pren>editada , de todoá los Obispados,
Encomiendas , Prioratos , Abadías y JParroquias de ella)
hay mas de quatro cuentos de millares de vides ó zepas
de vino, con diferente estilo, y jtrécho de plantío , se-
gún la fertilidad de los terrenos 3 porque en la Andalu-
cía (donde se caban todas las vinas) tiene! de ordinario
cada aranzada de tierra^ que será una fanega. y quar-
tilla de sembradura, á mil vides > y en Castilla (por ocasión
de ser tierra, menos fértil , y labrarse las ma$ con arado)
suele tener cada aranzada á quatrocientas y quinientas,
zepas, por plantarlas más distantes: si bien (con muy cor«
ta diferencia ) frué^iñcan lo propio unas que otras , di«
ferenciándose . solo en la ocupación de mas ó menos
distrito. d« ptanm JSíendo de advertir^ que cada mil.vi-
des;((ta lar.tierfaique.menos contribuye) &ut^ifícan cada
alio ^mas de; iteiiua arrobas de vinOé Con cuya prueba,
echando V. M. (se' entiende á todas las viñas que antes
áa la. concesión de millones no fuesen de legítimo Pa-
trimonio de la Iglesia) ; es. á saber ( por .raZQn^de todos
derechos de millones , sisas y cientos), á cada mil veces •
de las que fru¿lificaii^ un spip real de á ochot , 6 duüado
de contribución cada añp, que no alcanza todavia di-
cho tributo á medio real por arroba j^ percibirá la real
IJj^denda del solo derecho de c¡§te fruto ^ mas de qü;atro
millones de pesqs cada aq9 , sin fi^audes (^f ji¡^
ciones n; engañosos arri/^K)4os^!ilviedandoei;|a{brj^dor:cpa
entera libertad de P94^.i^l9 vender ,. y» cot)ducis.. 9 qual«
quiera parte de la corona , sin necesidad de registros»
testimonios ni aforos. ,
1:.. A:4vjf;ti(;ndo,qvie deipas.de^este derecho mtlIodaríOy:
qpetSoIc^liade;9a£ar;elqo$^^ jrazob de cotX"
Jtribucion de este futo 5 para que 1^ demás ^ontribu-
.1 van
23J
yftn'gis^eralinenitd.ea el giMCo ¿c^^ todp.i.o/qiK se.yeor
(ticcc forqxurxUlo& en.ias iai)^raas » y ca$a$ j>articula«-
ffcs lippóde pagaiLde ipal dQ.est9^(por ju$u(icaída,.p9Hu,«
ra) el odaiVo. antiguo |,quje in^poctatá ipas de scus niv?
U09es.dc. pesos ;si. se admínisti^, con justi%acioa , y
Ifigítimo .i^gl&uo de puertas ^ y gasto dip dichas ca?
Derechos if . QarneSk
•jt
La caioe puede pagar en las carnecei/as poi! li^j^
timo cegibtro de cabezas de ganada., pagando. ca4ac^-«
oeraca Andalucía y Q^cilla ^víxo realeo 4^ tpd0& d$ j
xechoSfUn quarto.en Jibjra ; c^iiechon lopropM>| c^^
res bacttua dos ducados^^ y cada macho dos reaks ; y en
Galicia , Asturias , Montaiias de Burgos y León »; pu^
de y debe pagar la. mitad menos / poi; razón del.b4«9
precio de ios niantenimientps , peqi^^ñ^z de los gaoadp%
y esteriUdad.de aquellas tierras 5 sio que en esta fprma d«
cobro pueda liaber fraudes ocultos , ni de consideración^
aunque corra por mano de los Regidores mésales , ó fíe«
les de caxnecerías » noipbudos cada ano pg{ y« A^«9.9
por las propus ciudad^ 7 viUa$. . . ...... \
1 r < >t'< -«k
Derechos de Aeeyte^
»'i <
Del accyte puede pagar el cosechero un %^z\ de p(a^
ta en cada. arroba: por fixo regburp de ios^mplinos, don?
desenmdc la accyji.UQa'j^ corriendo ^q cada lugsir ^i
nombrado fiel de V. M.: por :quanto se sabci que: í^
ordinario que cada ^molino mude cada diit son ocho zi^
robas , en que no puede haber íraBd? n ni.sogaíif>>|i/mf
damnifique la real Hacienda. Y demás de esto , el que
se vendiere por menudo en las tiendas y aixnaccnes 1 pue«
.Gg a ^5
4c pagáf la propk o€títk fsam Iqaexl vino , por logLi
timo teatro de pucnas-, ó cottsamo<dcdkfapis ofidoas,^
'irizoD del precio, y podaras á qae^se venciese } fitooi^
jdicndoá que dicho acey te no se. ha de veMlet por ;U«
bra ^sada)*HDO cabal ^ ni el^ vino se ha 4c vender por
medida Aenór i sino por U' mayoc de Avili^, y oo poc
ia que hoy se vende en esu Corte , donde de treinta, y;
dos quartiUos que tiene cada arroba | hacen quarenu y
9cho en todas las tábetnásw* - ''^
£1 pescado puede pagar un quatto en libra de todos
iierechos. Y es 4e advertir , queeo esta forma. viene a
céntribiiir'<l p«ieí:osoy cosechero por razón dte losfcit*^
tos que coge: 7 tos'Ofitítiles y pobres contribuyen to^
dos-generalídéntií'tn' tlo^voque pagan las tabca»S|,
tiendas y carnicerías i quedando dichos derechos reales
con: justificado y seguro cobro s V.:M. poderoso y sus
|k>bres Vasailos' aliviados ^ y todas • las demás meñuden^
¿láis comestibles' libries de ga velas, excepto la alcabala,
<qü¿ pdt justo derechtí'debéá pagar pb)? razón do ventas^^
plazas i tiendas , gremios ó repartimientos.
Y debo prevenir á V. M. con entero conocimiento^
(|iie%bn tfsta formalidad de^obro percibirá Vw M« ^ coi&
general aplauso de sus vatellós., solo de Josiqua|romanf
jteoimientos comunes del vino, carne , azeyte y pescado
mas de veinte millobes de dúcidos'de los dos derechos
de oétavo , y cosecha que llevo referidos $ los qualcs
impoiftaráA ; con Ihdttbitáblir^iQVldenciai, doblada canti-
üad qoeí todos los ddttúó&s^^ i¿sta icorona^iistcnda así
k^ al^esdcfte ^ipagMdblM pobres vasallos^quanroyseis
y €ích0 pttbes íMS'de eYÓrbit^ante^tribubos y nó alcanza
•y^ Mi 'apercibir seis millones de todos losfgchcros dfi
>tf apc6iiidilMt«$ (KHBUMt^^ - '^ ^ i ' ^ / /'
i,jl .u
7 •
1
. 1 i'.O'
1 .«. »
1 -1 -*<
iVcri&asé con cUrá ideffionMfotfkMi » ^iie cob sol)^
¡medio cetl , que en cl'gaAStte^Mdb^áffo ccíáttltmirá naidaí
dk ($id «utiOla meooc útníláat *n ^el sotQ deiíectio del
eftavo de^viooy aceytoj ^títi qmfttf '«ti fiada- Ubta 40
carne ó pescado que gaiiáir ;''Vietw (á< pagar' c^a -áfitf'
veinte ducades^: y coiuand^soloün inlUon de faifailias,
artífices, scrfdados; sirVicntes^ijornaleroSi'pludibtas yciu^
dadaoos, en toda la cor4>mi^s0n velpM ostiones jdcdu^
kades de tenta en cada ion a&o;) siá 4¿( aS8giisiid»$ qiía^
tra^asiUones4e pesos del corto d^ch6¿ deltas- cosééhás
de vino y aceyté qae «llevo iwferldo^, constan justificado
y seguro cobro* Véase lo que al presente rtedé i - pagaaí^
do como paga quatro , seis y ocho partes mas de de^
fraudados derechos , cod ian^^afiosa desigualdad , y
multitud de Miiustcos que los cobran | disfrutas y
i','».' • ! '-iii . ^ ... .'.i^ *
■. •
• ■ Eiir Ui>itmx^9 9> Ingitet iottiü ¿aúát miá: vto9
^eát'ié q«p, «ukivai}''y-iabYfi<i hay asíiD&flao ál pi!t*
setife gBaVíisimos fratidéS:, por la poca integridad, yj
áípaíndti aimblcipir d¿ 1¿ Ayaótani&ntes y Cabildos,,
<}aeHré{01¿«n iloií voiciUM 'üiayotd» idafitlcfeades^ *ále la<
qiié J^ébijitt <pagír ! y i «óótcibliílf i- Ifoyo^'grskVfr dafi^ ' se
pt94fikiaK^^u'!í:6k Súl0 lifeítotaf^V. Mi; balo de gtaveí
penas, ()ttd<é<Nlé»lM Esétibano^'d^Kencisy Ayuntar
micntos , sean obligados i dar al Frocucadoc ó Sindi-
co de cada partido , villa ó feligresía , una hijuela 6.
lista nominarla del prindpal repartimiento de la pro"
Xinciat I pata ^a« £«{ eUa ^sia «tro instxm&eoto) se co-
nozca , si reparten mas cantidad de la que V. ML ha de
percibir , y los deg9)|^4]|r«^oi^ quoiWt estos casos suelea
hacerse : ardid con que qualquiera Juez , ó Visitador
g4n«ral fodpá^yeri/karMqiielquicrii fraudic <ítie tfaya,
«jtt'.Qn.la f4liicípal<ca{^esta:^^reyQo i^como'jsa lñs¡4tamst
pcavtfi<tla^ » ;y paKidps:doodiS(í8C;Gepactca ^ ifKado csca
tl^Az». jn maiMgwratpMiaieMitar (odoger^oo dejitasuqu^
<ttf|iie^i q^e 4e ordUiaitioex^c^taai. dícfe^si»Ay»}C^M(iiear
tos i'Ja^tidas y:CatMldo$} pdU:cu:ularaicnie en ei ceyao
d£ (3alicia.tyfLeon, Asturias y MQDtaiias..xle Bucgo$|.
d0nd$.pad(;cen«fis(a.gSQeral epÜ^itiia , con masó menos
aeaid^Mf,3¿ iP^ codo hk q^ú. impoúará mucliQ úxMáau
^«M^^yiModOsfjas repaciiíaieMds^^^ ó feli*
gruías I $eaa.'4)och9spít>r das ¿hodibres Uaitos, y dom^
bcadQs c^da aHa por el cooiun de los pobces»
V
jíkuiabu
.'i j.
Las rentas de Alcabalas (por quedar V. M» coq' tan
numeroso tesoro en ios derechos millonarios j y los de*
mas que ilevq referidos), se, puedan baxar á la mitad^
que es á razón del primitivo y antiguo cinco por ciento;
isíA qng;fia^. jijryar 4^ e^tof ^P. aíoguno pdW: «ísfa::exe-
cu<;ioq^,,el{¿so^siicp incooiv^pieiitfi'^iiie alguno» p9Qdr¿n^
tocante, á la satisfacción ^ y paga de los juros ,' ventas^
sueldos y ipefc^dcj > que V; Ai- debe pag^r > porque an-
tis qued%c;4fi.ffi^$ sQga^;p2M»'^ft. cobro en: el Of^tleor^^
y íi:K|E^ r^qrA qner tepre5(|ixt0 i ^in^padocer I^.ip4c4i4a^
dila^ionps y>.»wa,lM <;pb6Uia4» qw ÍV>y>y $>a41<8U4«Í
percibir la tercia parte de ellos > como e$ ftSlOiíOt i
( <«.
i
• » -
.}.'
• » . > •
♦ • I
S¡'
ajp
Para sustentar esta Monarquía una armada de cien
texeles de ¿ueiia , y cinqüenta galeras con situadon
ñxa ^ se puede* conseguir , aplkando para ella ( con ex«
presasepatacion) todas las itintaioáe h Crussada , Sabsi^
dio y Escusádo , tercias y nóvenosle las Iglesias y En^^^
cooilendas , así de Indias como de España : con cuyo iti* '
gresO) hay^sobrada cantidad pata naos, bastimientos,
sueldos', carenas > arboles , xarcias , velámenes y demás
penrechos neocsarlos , paca su permanente. duración , y.
úoicadcfipnsade^tiodos los progresos d& la Monarquías
pnbsíoo hay hurfnanoi ni diTino derecho para separar nt
distribuir V. M. en otras mercedes , gastos , ni sueldos
particulares ^ lo que los sumos Pontífices concedie-
ron para sdia Ja» defensa ^ y aumento de la ciatóli-^
cafe'. j K\ 1: -r- . " í- ••' ,*'•''■.•
i l^at csquadras de corso , que sustentaban algunas
praviticias de esta corona y nunca pudieron ser dañosas
para su opulencia 3 ni los pretextos con que las emba*
razaron^ jñierqn.d^ legitima justificack>n 4 pues con
ellas temiau los enemigos ^ se criaban soldados y ma-*
xkieros> faaiña. menos 'cautivos que rescatar ¿ y y.<M«'
tenia navios armados quando los habla menester.
Gonsideresf el daño que en las costas de Indias nos han
hecho ^ y. hacen Jas naciones extrangeras con sus es-
quadcas rde cocso-^ 7 se verá lo que podito Ittportar las'
}{
ExírcHos de tierra^
Para tener y conservar esta corona un cxcrcito de
trciU'-
340
treinta ó quirenta mil soldados veteranos , que puedan*
marchar (con ñxa^< pagas) quandb sea kiecesario á qual«
quiera progresos , invasión ó alboroto , que necesite ú
ocurra á la corona de £spaña dentro de sus límites y
fronteras: se puede disponer por Parroquias , y tercios
regnicolos >.con su pagador de reyno, nombrando de
cada ckn hombres un stíldado que sea^sqlceco^ y mo20
de y¡^lor ^ y que los. demás (aliviándoles V. M de los trl-
biKPS que pag^n^) sean obligados á contribuirle á di*
cho soldado , por justificado repartimiento á tázon de .
dos reales de plata cada , dia^ ,que les sale á cada uno
(de iof; cientos) 9. IRCQM .4e' i xea|[ cada mes : y qTiexo-j
áfiS los cabos .4c esta gente [soad caballeros y. personas
que hayan loUitado con. aptóbocion ; para que en la
paz les puedan dodrínar ^ esquadronar y habilitaren
las armas todas las pásquas ^ y dias festivos^ con expre*
sa ordenanza.! pava^que qu^lquiéra quef sirviese' dies
años en guerra viva, así de mar como de tierra , qoq *
solo probar de cbristiano .viejo , se pueda pooet hábito
de las tres Ordenes Militares : sin que le sirva de ob-
jeción ni embarazo alguno el ser hijo de qualquiera la*
br^dor i artiñce > mercader ni oficial (deiqiiak^iera)Dfi« .
ciq):^ ptfe&!(6 que solo;se puede llamar. nohlé oixqueobcá •
bUiXj.yd/eficndcia corpna, á costa de «utvcDdidíL^anw
gpe, disciplinado valor y desvelo.
¡ Oh , si pluguiese i Dios que estos dos puntos > y
los demás que represento se executasen i qud descansa-
do y poderoso í>b. hallaría V. .M. , y quáa tefaiida ^ y;
forzosamente venerada fuera esta, corona de todos ^su%.
enemigos ! ^
Exor>
?4^
Exorbitacion de jUCtístfOí.
Cn lá minoración , y reforma de Ministros , atior^^
ros justos de gastos y salarlos , ca qae tantos han escri-
to , no pretendo alargarme ; remitiéndome al tratado de
plazas honorarias , que escribió Don Juan de SolorzanOi
dei Consejo de Y* M..Sblo dice' ./.que no hará poco el
que en anisólo puesto sirva como deberá Dios, á Y. M«
y á la causa pública.
£1 Christianísimo Rey de Francia con un Tesorero
general y y quatrd ó seis Contadores, y 0%iales de ll-^
bros,: gobierna todas sus rentas, sahiendK» . cada, año»
cada mes . y cada semana lo que ¿tiene', lo . que. cobra>
y lo que gasta : Y V. M. , para cobrar sus empeñadas
rentas , sustenta mas legiones de Ministros que esqua-^
dras de soldados , por pasar de ciento y cinquenta mit
los que se ocupan dentro de Itis ceynos de Castilla tn
cobrar todo genero de tributos ; cuyo número dieran
por ajustada relación Antólin de la Serna ^ y su antece-
sor t Contadores de Ja Magestad del señor . Rey Feli*
pe IV.^ , que Dios h^ya $ como lo cita> el Arzobispo
iTapia y. Jacinto de Alcafar Arriaza , en el memorial
que presentó en las Corees del año de .16^6. ¥ no ten«
go duda en queLal presente habrá mas , ;segun el gran
numeró de administraciones , arriendos , audiencias, in*
tervenciones, comisionarlos, y juejoes conservadores quQ
bajr repartidos por todos los reynoSi, ...:...
fmtXJt es '^<^
242
Recuperación 'de nuéitrds fabricas y y nativo
comerciom
% ' #1
• *
£i solicitar con todo esfuerzo el recurso de nuestras
fábricas y maniobras ^ consiste en la execucion de los
.pumos siguientes; .
I £1; primero : en desterrar V*. M. (con el exemplac
rát ia casa Real /.y a prevenidas ordenanzas de tribunales
y dudadanos , 45 por establecida ley) el uso de las ro-
pas y telas extranjeras á todo genero de vasallos de es-
tos rey nos | conio la^xecutó etChristianísimo Rey de
^rancla con tamoi 'rigor I ciuermandó quemar todos I0&
paños de 3cgov4a , que se liaUaron en j^er de los mer-
cadetes de Francia;
IBX segundo será : el conceder V. M. fuero de nata-'
íales á todos los artífices y laborantes extraiigeros , que
finieren á vivir > y xasarse á estos reynos ^ como; seaá
católicos*: . '■ ■ -^ ■
£1 tercero : promulgar V. M. ley para que de nin«
güna manera pueda ser objeción ^ ni estorvo el trato,
uso y comercio de dichas fábricas , para el empleo y as««
censo de qualquier a^ó positivo y honorifíco : con có*-
yo estatuto toda la nobleza de Castilla procurará au^
mentar dichas fábricas y comercio de Indias y otras
partes; demás de la común población y riqueza que se
seguirá á toda la corona , con mayor aumento del Real
Patrimonio de V. M.
£1 quarto : que dichos fabricantes de telas , sedas,
lienzos y lanas sean libres de tributos en qüanto á la
manufactura de dichas fábricas; pagando solamenre una
corta alcabala , por razón de las ventas que de ellas hi*
cieren ^ como lo executo el año pasado el Príncipe de
'• Por-
'Portugal 9 con cu}0 debo ^ y fuero de naturaleza se fuc^
ton de Sevilla y otras ciudades mas de seis'núl ai tiñces
á Vivir á Lisboa, donde ai presente se. lz\>tin> tan ris-
cos paños y bayetas y ^sedas comeen el Norte : siendo
así que compran ios materiales <n Castilla y otras
partes. .•''.'.
£1 qointo.| y de mayor esfuerzo será:- igualar, y
subir V. M» la moneda y pasta de plata 4la nacuial, y
debida estimación que tiene eti tpdosios' demás reynos
de Europa >. por ser im{k>sible que ias fabricas de Casti*
lia prevalezcan I si la plata vale á b/xxo preciq s como lo
lia rcjMsdseátado á V. M. el Comercio de .Sevilla.
'. : Las fabricas de lienaosi que de^ todo {nuito han fene^
c|do €D la mayor parted^ Andalucía y Castilla por la su*
tilezade los extrangeros, ocio y vanidad de los- naturales^
se pueden fomentar con mucha facilidad dentro de dos
años> con solo mandar V. M. por general vando ^ que
pepa de qtilnientps ducados todos los labradores ^quoru^^
vieren rjerras i proposito para coger lino , sean obliga^
dos á sembrar cada año ( á lo menos ) una faqega ÚQ
linaza , para el preciso gasto de sus familias , y decentQ
ocupación desasmugéres,^hi)as y criados.
Y aunque parezca especie de pasatiempo lo que voy^
i decir; mirado á buena taz^tlcúe mas alma de lasque
parece» para obligar con el natural apetito á la virtud det
honesto trabajo , se podría establecer : que á qualquiera
múger le sirviese de legítimo impedimento , para casar-
se f ó tomar otro estado d no saber hilar /labrar , texefr
ó tigcer* puntas ¿ por preciso ex&men de maestras; paes^
quahdo la católica y esclarecida Rey na J>oña Isabel de
Castilla se entretenía con sus damas en tan decente y^
ezemplar exercicio ^ á ninguna en el mundo podrá des«^
luci( esta virtuosa «>cu{^acton« ' /.•,_■ '^
lias fábricas de pjatpcl, y f&menta¿ioa di Impttntz&x
Hha, ca
en esta corboi serari de tán.grádde utilidad , que se rc4
tendrán cada año (solo en este renglón) mas de diez
«úllones de .pesds , qae nos saca Genova con su papel j y
Francia con sus impresiones.
. No se duda) que el deseado acierto de los Minis-<
tros de V. M. y su Real Consejo de Castilla se fatigan
al presente con catódico zelo en disciurir inodo para que
los^mancemiDientos vuelvan á su antiguo curso : y aun-
que este punto ds< el principal .de la corona ; si no le
acompaña juntamente la baxa de tributos , fomento de
labranzas > baxa de pastos y general uso de moneda me^
nuda de plata provincial, y común manejo de las fabri**
c^ y telares , se frustrará sin duda todo el remedio que
se prcüende í pókque^ importa poco, que un {un valga
Quacro quartos , y una libra de carne seis , si los artiti«
ees. y jornaleros, no: tienen. donde.ganarlos ^ por>ocasion
de la fklra de dinero ique.Sé ei^pjcrlmema en el cpmer?
ci^.,..por eU baxo precio á que vale la plata y oro, quo
solo Viene Ji p^rar en poder de los excrangeros, y de ai-»
glinos poderosos , que no comercian^
Comercio de Indiaí^ '.
• I • • . ...
El manantial y- robusto comercio de Indias , ^ibér4
nandose por fundamental compama de Españoles , fru«
tos , fabricas y maniobras de estos reynos , y , si pare-
ciere justo, de todos los demás que fueren subditos de
c;9ca católica Monarcjuia , á imitación. del que observa
Holanda en la India Oriental, excederá sin humana op»^
siciun, dintro del termino de quatro ó. seis años , á to«
dos los del mundo. £n este . punto me remito á la clara
demostración, y no imitado talento dpi P. Maestro Fray
Jban de Castro , Religioso de la Ofdcii de nuestro glo-.
tioso Ji^dce S«»n|;9 Doming^Ot verdadero Cotpn de estos
M5i
siglos y y vigilante explorardor de las mercuriales asta*
cías y sutilezas de los extrangeros: no siendo dignos de
pasar en silencio , para la mejor formación , y estable*^
cimiento de esta obra , los bancos de cambio , erarios
ó montes de piedad de Don Joseph Camerino , Francis-
co Rodríguez Mata ,el refciido Maestro Fray Juan de
Castro y y Don Jacinto Pasqual de Aspeitia $ de cuyos
hermosos y cultivados jardines se pueden coger las me«
jores ñores para la perfección del mas precioso ramillete^
ó hermosa pancarpia de la formalidad de dicho co^
mercio.
Daños que nos hacen las naeionesm
Con quatro suertes de ardides nos sacan los extran«>
geros los tesoros de esta corona. £1 primero, y de ma«
yor daño es , el franco tráfico y común vestuario de
sus ropas, y demás géneros, pasando de treirta millo-
Des de pesos lo que cada año llevan de plata y oro ; con
cuyo caudal se hacen arbitros de la paz y de la guerra^
considerándonos por sus contribuyentes Indios, y pre-
cisos gastadores de sus paliirapes.
£1 segundo es ; la perniciosa introducción de la mo-
neda de vellón , que entra en Castilla por todos los puer-
tos secos y iñaritiiDOS de estos rey nos , por ocasión de
lo mucho que ganan , por valer el cobre tan barato en
las Provincias del Norte > y la de no beneficiarse las
abudantes minas que tiene Castilla , donde se podía
sacar ^on lá propia conveniencia , para labrar todo lo
necesario. •
£1 tercero es : el común cerceno de los doblones y
nonedas de plata , que vuelven á distribuir en algunas
compras, de frutos , alquileres de casas, y mantenimien^
tos que gastan para su ordinario, sustento,
£1 quarto, ^y no meaos dañosq es; el trueque y
6*'
34^
ganancioso cambio que Hacien dé los doblones á la pasta
de placa , y £éale$ de á ocho , dando poc ellos un qua-
tro I seis y ocho poc elenco de ventaja , como se experi-
menta en Sevilla , Cádiz > San Lucar, y demás puercos
snaritimos de esta cocona»
Puntos políticos y mecánicos.
L^ Obligar á trabajar > y á aprender o6cios á todo^
los vagamundos de la Corte » y demás ciudades y pue«
blos de la corona , con pena de presidios , campañas , y,
otros castigos ai que ño lo hiciere > y que para esto ha«
ya celadores de la República , nombrados por los g^re*
mios^ para que los acomodea , conozcan ^ y cuiden de
£sta política y con intervención de las justicias.
11.^ Ordenar por Parroquias ^ que cada Obbpado
y cabezas de partidos alimenten sus pobres enfermos y
tullidos en forma de hospita] , dándoles en que trabajar
á los que pudieren hacerlo , para que ayuden á su na-
rural sustento , como se executa en muchas Repúblicas
de Europa j sin que ninguna persona pobre , sirviente,
ni artiñce pueda salir de su domicilio sin llevar testimo«
nio ó voletin para su viage.
IIL® Prohibir y que los Buhoneros ^ lenceros y re*
vendedores de todos géneros y no vendan por las calles,
ni casas , por quanto venden mas caro > y de ordinario
son encubridores de lo que hurtan los criados y criadas^
de los mercaderes y otras personas > debiendo estos ta«
les aprender oficios , avecindarse i y pagar por gremios
los Reales derechos , todos los que tuviesen caudal para
poner tiendas públicas , y no de otra manera : siendo
constante , que ,coa este genero de paiitrapes , estam-*^
pas , vidrios , cosarios ^ abalorios.» flautas , caballitos^
fuelles y ratoneras ; nos sacan cada ai^o sin •eotic^mas
247
de dos millones dé pesos los extrangeros i sin las muchas
ofensas de Dios , que se dexan considerar , así en este
genero de gentes , como en algunas tiendeciras que hay-
de quatro abujetas , que solo sirven de sombra para no-
civas tramoyas , cortinas de vicio , y otras desor-
denes. /
IV»? Prohibir asimismo debaxo de graves' penas^
idado caso que no se quite el comercio de los excrange-
ros I que ningún mercader pueda vender sin poner tieti'
da o almacén público : porque sie valen de las casas de
Embaxadores y Títulos y Conventos j para usurpar los
derechos Reales, y sacar las muchas alhajas de plata y
preciosas joyas que truecan por la$ bujerías que traen
de engañosa pasta de Bohemia y christal de Venecia
que les compran las mugeres; con cuyos aparentes re-
lumbrones las engañan como á Indias , en tanto grado^
que solo con este ardid se tiene por cierto han sacado
de esta Corte mas de veinte millones de plau labrada^
joyas y piedras preciosas , en cambio de piedras falsas,
y artiñclosos perendengues , que líierecian ser quema-
dos , castfgando á quien los compra , y ahorcando i
quien los vende«
V.^ La justificada moderación de los alquileres de
las casas de esta Corte, y otras partes adonde valen muy
caras, parece será muy conveniente , por el exorbitante
precio á que han subido , como rodas las demás cosas,
sin que la baka de la moneda las haya moderado*
Coches.
*
VI/ £1 psohibir la poltronería y excusados gastos
de los coches , excepto á los Grandes , Títulos , Virre-
yes , Presidentes , Consejeros y Dignidades Eclesiásticas,
será de útilísima y decorosa conveniencia y ensayo del
exer-
24S
cxcrcicio militar de la cabaHena y nobleza de esta coro-
na y tan olvidada de los corcobos de sus valientes caba^
Uos, como empañada entre cortinas de portatlles^ ataü*
. des de la vanidad. Y debe mandar Y. M. que todos ios
que baxáran de Us referidas clases « y quisieran usar co-«
ches , fueran obligados á sustentar por cada coche ua
soldado en campaña con armas y caballo , pues quien
tiene cada año mas de mil. ducados sobrados ^ ó tram-
peados para sustentar un coche de.quatro bucéfalos,
bien puede pagaír doscientos para defensa de la patria^
de la corona y de la fe. Y si le traxere de dps caballos
ó mutas , puede pagar ciento para . el sueldo y alimento
de un konra^o mosquetero ^ que yo aseguro, que pocos
liabrá que no lo paguen de buena gana ^ por pasear cti
coche , andar á la sombra , tener paz con sus oiugcreSi»
y ostentar boato de señores.
r
VIL* Estando can reconocida la falta de leña y ma^
^eras , por la disipación de los montes y arboledas de
Castilla y Andalucía , será de grandísima utilidad el
obligar á los vecinos de tedas las ciudades, villas y lu-
gaces., para que todos los años siembren, y fomenten
los plantíos de robles , encinas , pinos , fresnos , álamos^
retamas, castaños^ nogales , y demás arboles frutales
que pudieren^ con pecuniaria condenación , y princi?
pal capitulo de residencia á las justicias ordinarias que
DO lo hicieren executar en las partes que tuviere cabi-
mento. Obligándoles asimismo á sacar azequias , fabrl^
car norias y zudas ^ para regar los prados , huertas , y
frutos' necesarios, como se estila en otros rey nos, adon^
d;: coa arte se hacen navegables qualesquiera rios , pa«
ra mas cómoda conveniencia de ios comercios y abastos
ác Us Cortes y demás lugares populosos » ademas de !o$
omchos molinos , batanes y hazeñas^ que fabrican en
ellos 5 censurando todos los extrangeros la brutalidad»
y tosca labranza de Castilla y Andalucía : la qual pu«
díendo ser el mas hermoso jardín del universo p es la
mas desierta campaña de toda Europa*
Punto Eelaíastko..
VIIL Pedir á su Santidad , como lo Ka hecho el
Christianísimo Rey de Francia , que se digne de mino^
rar los muchos , y duplicados Conventos que tienen
muchas Villas y Ciudades de esta corona , para que se
aminore el gran número de R^eligosos y Clérigos que
sustenta $ cuya multitud » y pobreza de muchos , ocasio*
na la poca decencia , y veneración que se debe tener á
los que son Christos en lia tierra ^ dexándoles congrua
bastante para su sustento » y decorosa vida » sin que los
Conventos ni Iglesias puedan después de esta heredar
rentas, ni bienes raíces , debidos sola á la población,
naturaleza y necesaria multiplicación de los seglaceSf
que son los que sustentan la Iglesia , y con su trabajo,
sudor y vertida sangre de£caden la corona , la f<f , y U
Heligion.
Precisas advertencias sobre la moneda f alma principal do
donde pende la conservación j fuerza/ (fulencias de las
Monarquías.
Ya que la suma turbulencia de nuestros graves pe-
cados , ó feliz fortuna de los extrangeros , ha podido
mas que el ardiente zelo de mi fervorosa lealtad , y
pradicas experiencias , desvaneciendo el úoic6 medio , y
repetidas instancias y que de tres años a e;s:a {|arte tengo
representadas con tan matemática demonstra cion , como
infeliz fortuna^ en ocho memoriales impresos , tocantes á
este punto, con aprobación de la nkas fina inteligencia,
y expreso conocimiento de ios mas experimentados hooi»
bres del comercio de esta corona , escurre el referitloi
pues basta que al presente lo padezcan todos , y lo llo-
ren los que saben , que hallándose V. M. el año pasado
con mas de veinte millones de . p6sos de pasta de plata
registrada en Sevilla , del comercio de Galeones , flota y^
Azogues : y ^nicndo -á la vista el referido , y relevan*
te medio que represente > para labrar moneda de plata
provincial y Segoviana,yde legitima .ley, y recoger (con
el justificado , y debido crecimiento de veinte y cinco á
cinqüenta por ciento de ella) toda la dañosa moneda de
vellón que habia, sin perdida ninguna de los vasallos, ni
gasto de la real Hacienda , antes sí con útilísimo inte-
íes , y segura caudal 4e la corona , y evidente recupera*
cion de todas nuestras fábricas : ¿quien , señor , pensara
ni dixera, que á vista de tan conveniente medio , suce«
dtria la intempestiva baxa , que ha dexado tan comuna
mente arruinados los afligidos vasallos , y de todo pun*
to atrasado y y damnificado el real Patrimonio de V. M¿
con ^n franco y mejorado camino para que los extran*
geros nos saquen mayor cantidad de plata , en cambio
de sus escusadas, y mal permitidas mercancías?
Debiéndose advertir , con cuidadosa atención , que
demas.de la.quantiosa suma de plata, que Jiasta ahora
nos han sacado con la adulterada moneda de molino}
ganan asimismo al presente en los ochavos gruesos , que
hoy corret) , mas de la mitad , aunque los introduzcan
con el propio peso que tienen los que se labran en las
casas de' moneda de V« M. por razón de no tenerles ca«>
da libra út cobre , fabricada en ochavos ó maravedí"
ses ,.mas que un real .y quar^tUlo de plata de toda eos*
25ri
ta de metal y fábrica^, como es notorio á' todos los
que han asistido , y comerciado en los rey nos. dd
Norte^ " ,
Asimismo debo prevenir á V. M, qae también se
falsifica la caldecllla con entera perfección y sutilezap
gamvndo en ella de quatro parces las tres, executando
su fábrica con el cobre de Inglaterra^ por scrr mas iiso,
fino y correoso para este efefto: como yo lo podre certiíi^
car á V. M, deseoso de desvanecer la engañosa opinión
del presente valor de dicha moneda , así por el grave
daño que se sigue en la introducción de ella , como
por el cuidado y vigilancia que se debe tener en los
puertos marítimos i y secos de esta corona > siendo así
que para ser (en su baxa esfera , y embarazoso mane**
jo ) físico y legítimo caudal del comercio , y rentas de
Castilla y era menester que cada teal de á ocho se tro*
case por el ajustado peso , y equilibrio de seis libras de
moneda de vellón^ en que todavia fuera despreciable
para otros rey nos»
Por cuya causa , y la suma malicia de los tiempos,
parece prcjcisamente necesaria ó la subida de ios reales
de á ocho , que representó el comercio de Sevilla , si«
guiendo mi propio di3;ámen : ó la prohibición de los
pagamentos de vellón r fabricando V. M. conveniente
cantidad de moneda de plata provincial Segoviana i ía
qual y por natural costa , y menudencia de piezasi
debe valer más que la doble $ así para eviur la sa*
ca de ella á los extrangeros , como para que Y. M«
pueda percibir algún útil en el real señorío de su fá-
brica i la qual puede ser de una de dos maneras : ó quie-
tándoles á las piezas la quarta parce del peso que les
pertenece , á imitación de los Julios de Roma ^ 6 dán-
dole mayor crecimiQnto de valor : cuya razón no admi-
te disputa. Ni menos la admite, que los extrangeros la sa«
Km
r*a.
2 5 2
carán mejor qüc ta doble , el día que' no tenga cienos
peso , ó se le de mayor esdmacion qjue á los reales de á
ocho s demás del conocido , y notorio cerceno á que
queda expuesta toda la que no fuere de fábrica Segó-
vlana» sin otros muchos disgustos que ocasiona , por ao
querer recibir la que es corta en las conopras de mante«
jfimientos y demás géneros.
Partuuhr adviriencia. ,
Dado caso que no se prohiban los pagamentos de
vellón j ni se resuelva dar mayor, valor á ia plata , ni se
determine transferir las rentas , y comercios de Castilla
en la moneda provincial y Segoviana que llevo referida:
para que la moneda de. vellón quede libre de toda intro*
duccion extrangera,y sea caudal físico del comercio, ren*
tas y pagamentos de esta corona s habiendo de valcri
con ñxa permanencia , el real de á ocho á los doce rea-
les que al presente correa era necesario que los ochavos
gruesos valiesen á maravedí , y que lá calderilla se ba-
xára de las quatro partes las tres , que es el justo equi-
librio y natutal valor que le corresponde : oque se la-
brase otra moneda de tal forma , que de cada libra
de metal de cobre se hiciesen solos dos reales de. ocha<^
vos ó maravedises y que es el justificado peso de las seis
libras de moneda de cobre , que le deben corresponder á
cada onza de plata. Y si todas estas lineas parecieren
dificultosas I valiendo cada real de á ocho veinte y seis
reales de ochavos como está representado , vendrá á
quedaren la propia seguridad^ y peso de dichas seis
libras de cobre y como tienen los Rees de Portugal,
moneda de Oran ^ y otras partes : sin que obsten los in-
con\*eniciites que se han propuesto , como se reconoce-
rá por las razones siguientes.
El
.a 5 3
Er poner por Iticonventente ^ qufe batiendo ta plata á
subido precio , se encarecerán los mantenimientos , y
demás géneros , es engañosa opinión s porque quien
los hizo subir , fue el caudal aereo , y fantástico que
tenia , y tiene diciía moneda de vellón , cosa que no ca*
be en el legítimo valor , y peso de las seis libras 4c mo-
neda de cobre » que pesan los veinte y seis reale» de
ochavos > que para calderas ^ artitleria y alhajas de coclr
na I tienen su físico , y verdadero volor como la plata
y oro s demás de la doblada utilidad que se sigue ai co-
mercio de Indias, y fabricas de Castilla , y; poder así*
mismo reducirse la tasa de mantenimientos al equilibrio
de la moneda de plata , y su résped! vo- vellón.
Reparar en la reducción de las situaciones ultrama*
riñas , es perder veinte por ganar tres , y degollar la cá*
beza y por defender los pies r porque con la sexta parte
xlei tesoro que á V. M. le viene de Indias , (cntas de la^
nas^ que se arrienda en plata /cdmo asimismo la quarr
ta parte de todas laS' demás de alicabalas , cientos , almoÑ>
jarifazgos y numeroso ingreso que importará el derecho
millonario que llevo referido , hay sobrada porción pa«
ra socorrer dichas situaciones ultramarinas. Y á esto se
tlebe agregar la que V. M. interesa en la mayor ópúlen-^
cia del comercio de sus vasallos , aprestos y sueldos
de armadas, y -plazas de Castilla : gastos de la casa
real , fábricas , limosnas y demás dispendios de la real
providencia de V» M^, que todos se pagan en ducados do.
vellon% * , / ^ . ' )
.Débese atender asimismo , á que valiendo el real
de á ocho al subido precio de los veinte y seis reales,
con un millón de pesos , puede V. M. redimir cada año
mas de tres millones de juros , desempeñando su real
Patrimónioeomienosclé seis años» : ^^
La
La opinión de.parecedes á ios qtie ticneft reneis en
Cascilta, que valiendo el real de á ocho á doce reales tie-
nen otros cancos pesos » como ducados de vellón: es por*
que no reparan mas que en su conveniencia : sin adver-
tir , que mañana pueden no tener nada > porqu<; si las
fábricas perecen : si los artífices $e van á otros reynost
51 las casas se caen ; si los lugares se despueblan .: si las
tierras no se cultivan : si los mantenimientos no baxaxu
y si los labradores no tienen conveniencias para ppder
vivir > quedarán sus haciendas reducidas 4 despoblados
páramos , y. todas sus rentas , y las de Y. M. en solo
fantasía de ceros $ pues, como dice Ariscoceles » y lo cer
fíeren las leye^ de partida , eJ numeroso pi^h y y su tna^
yor conveniencia i es el verdadero tesoro de los Prin^
4ipes. .
Decir algunos, queios pobres jornaleros lastarán coa
la subida de^ la plata en Castilla , es apacenté ilusión;
ppr4ue antes ganarán mayores jornales , y trabaj[aráa
todos por el aumento que se le sigue al comercio de In-
dias : el qual está hoy tan arruinado por ocasión de U
baxa de la plata, que solamente se podrán cargar núes*
tras flotas de. rtpas extrangeras > pero no de las fábri-
cas de Castilla , cuyos telares de jiitiguna manara, puer
den al presente subsistir. Con que solo para los excran-
geros es la común utilidad , y casi doblada la saca de
la plata, como lo ha representado á V. M. el comercio
de Sevilla , y podtá informar el de Granada i Cor^
doba ,. Toledo , jaén y otras partes , á que me re*
mito..
Previniendp á V/M. t y al mas deseado acierto , y
cuidadoso zelo de sus grandes Ministros, que mediante el
divino favor , solo en Is^ deliberada , y real execucion
de este punto , y los deoias que JlevQ ceferidos » con*.
sis-
siste el ser V. M. Monarca poderoso , o vivir Rey ne- -
ccsitado : ser árbicro de las armas de toda Europa,
6 ser inquffino de ellas ': resucitar España de su miserias,
o morir de sus necesidades : ensanchar la vandera de la ;
fé , ó el aventurarla á conocidos riesgos : liacetse me-
morable en los anales del tiempo , y bronce de las histo-
rias, con inmortal renombre de único ^ y poderoso.
Athlante , y defensor de la Iglesia , sin ayuda de ex-
trangeros socorros , 6 fluduar siempre entre los congo-
josos empeños, y lastimosas fatigas del afanado sudor de
sus leales , quanto afligidos vasallos : cayos intolerables
tributos , y repetidas baxas de moneda , han sido causa
de la "falencia de los robustos nervios, fuerzas y disipa-
da población de la mayor parte de todas las ciudades,
lU]gares, fábricas y labranzas de esta corona ; cuyas nom-
bradas plazas, castillos , puertos marítimos , fronteras y
omenages , paVecen desmantelados baluartes de las rui-
nas del tiempo , por no tener los mas de ellos artille-
ría montada , ni soldado que los defiendan , quando
nos hallamos tan escarmentados de la cxtrangera co-
dicia , y cuidadosos rezelos que se dexán conslr
derar.
Católica Magestad : escuso al presente referir en
este epítome el general destierro de la ambición ( si es
que le puede haber en la humana posibilidad) hasta
ver si permite el Cielo ^ que se procure con delibera-
do esfuerzo el preciso remedio de las muchas fatigas^
que padece el cuerpo de esta afligida Monarquía, Otras
advertencias , y medios pudiera referir , tocantes al seguro
cobro de todos los Juristas: rentas de esta Corte : bre-
ve compra de navios para la armada , y población de
esta corona i las qualcs reservo por no alargarme : ofre-
ciéndome á dar clara satisñiccion á las dificultades que
se
2^6
se hallaren para la execQcIoD de los medios que en este
memorial represento.
La divina providencia ^ y misericordia infinita de
nuestro soberano criador lo remedie todo como puede,
y guarde á V. JVL con tan dilatada vida , felicidad y
dichosa sucesión ^ como sus leales vasallos deseamos j y
la Católica Christiandad necesita.
• Junio 12 de i69o zz B. L. R;P. de V. NL sii mas
humilde vasallo := el Gapitaia Don Antonio de Somoza y
Qttlroga =;
TVTC
*57
INSTRUCCIÓN SECRETA
*
QUE ÜIÓ
('
ISL SEÑOR RET ÉON FELIPE SEGUNDO.
•
A SU HERMANO
I
EL SEÑOR JX)N JUAN HE AUSTRIA,
QUANDO LB NOMBRÓ GENERALÍSIMO PE U: ARMADA^
CONTRA EL TURCO.
JtjLermano : demás de la inistnKdon que os he dado eif
lo que toca al cargo de Capitán General de la mar \ y at
uso y exercicio át el , por el amor gtandb qUe ck tengo, ^
y lo mucho que o» deseo , que asimismo eí> el partlcú^
lar de vuestra persona y y en vuestra vida y costumbres
tengáis la estimación y buen nombre 9 que las personas
de vuestra calidad deben pretender : me ha parecido coa-
este fin advertiros de lo que diré.
Primeramente : porque el principal fundamento dO
todas las cosas, y de todos ios buenos consejos , ha de sec
Dios $ os encargo mucho , que como bueno y ver-
dadero christiano ; toméis este principio , y funda*'
mentó en todo lo que emprendieredes < hicleredeSi^
y que á Dios como- á principal fin , enderecéis to^
das vuestras co^as y negocios 5 de cuya mano ha da
proceder todo bien, y buenos y prósperos sucesos de
vuestras navegaciones /empresas , y )oroadas $ y que
Tom.XÍ. Kk por
por esto mismo tengan toda ía gran cuenta precisa en ser
fflitty.4év:otO,. y te)^rO>q de :l>i05 , y muy buen chris-
tiano , no solo en el efefto y substancia ^ mas asimismo
en la apai;jeñcia 9 y deknost):aciopes|dando á todbs buen
cxemplo: que por este medio ^ y sobre este fundamento.
Dios os hará mercedes inñnitas , y mucho bien , y el
vuestro nombre y estimación , irá siempre en creci*
miento > porque como es D^o6 la principal fuente. don*
de dimanan , y nacen toáas las felicidades y dichas s el
que bien le sirve y ama , las logta y * las consigue en
tanto grado f en quanto pueden desearlas $ porque allí
no hfty detención en remunerar los meatos; y esto.de
tal manera, que con su inñnita' largueza , da siempre
ciento por uih>. > > .
No se os pasará instante , en xjue^ no engrandezcáis,
y alabéis su santo nombre , remitiendo á su voluntad
t^dos vuestros pensamientos y facciones ^ y. allende de
tj^XOy le debéis de pedir solamente lo que mas os conven»
ga ^ np lo que mas queráis , porque muchas veces en lo
mi^mo que le pedimos le ofendemos , y nos lo conce-
de para nuestro mayor castigo ; porque todo lo
que sea salir del termino de su santa voluntad , no es
0(ra a>s¡x que pedir . como locos , y ciegos que no ve*
mos , ni podemos conocer si nos importa ó no , por mas
<que discurramos lo primero*
Tendréis muy particular cuenta de frecuentar , y
continuar las confesiones : especialqíiente las Pasquas , y
otros dias muy solemnes , y con recibir el Santísimo Sa*
cramento estando en las partes y lugares que lo podáis.
Jhacer , y de oír estando en tierra de continuo Misa , y.
de tener vuestras oraciones , y devociones particulares,
y alguna hora de tiempo de recogimiento para eliass
luciendo en todo oficio i demonstracion de muy Cató-
1 a-
25^
lico , y buen christiana , que son las principales partes
y prendas » que debe tener un hombre sea de la gerar«<
quía que fuese > pues todos los demás nombres , los dai
la buena 6 mala fortuna mundana s pero las honras y
felicidades eternas , solamente las da , y las reparte Dios;
y para lograrlas es . precisó qiie él hombre sea entera*^
mente bueno, y este entregado /y enderece todas sus
cosas 9 y pensamientos á aquel gran señor.
La verdad y cumplimiento de lo que se dice y pro4
mete , es el fundamento del crédito , y estimación dé
los hombres , y se tiene por de ninguna , al que á esto
falta ; y mientras mas grande sea., -mas grande es su dc^
fe¿^o y borrón } porque como sobre ello estriva , y se
junta el trato común y confianza > mal puede tenerse
ninguna del hombre > que no cumple sus tratos , y fai-
ta á sus prometimientos y palabras : antes bien se ha<¿
ce abominable de todos , y cae én casos de infamia s y
de menos valer, siendo de todois vituperado^ y aún: dd
mismo Dios muy aborrecido, porque es contra su san-
ta ley el hombre , que no eis cabal en sus proinesas , y
falta á lo qué dice , y ií\o ^üe pirópóúe» . . . . ;>
La firmeza de la^ pálaUi» iíe requiere mucho áias i f
es mas necesaria en lofir hohibres principales , y qu^tie-
nen grandes y públicos cargos s porque de su vefdadi
y cumplimiento depende la fe, 6 seguridad pública » lue¿
go siéndolo vos tanto ,' y vu^tros cargos y ministerios^
que áhpfa os ctoy tan grandes , por fuerza estáis ^ligHf
do' piará camplic con Dios ^ primer lugar ^ coiMitfgo eH
síegWndb V y con el itsío de- todo el mundo , á <»b3ervflít
infaliblemente todas vuestras palabras. Y pofqiíe es mu^
cho mas fácil eldatfas, que el cumpihrlás : os tfdvfeftoí
masrapretadaVMirite, quet «efiexíoneiá mucho amesvdf
lkiki^¿'l09? iticoúveáieuies que püK^e habes ^ áiüjpt^
Iwka. M
4m
itfa
Us i jr^^ctv siempre lo habéis <Ie Iwcier para quedar bien
cpirt^dos f p^cp si no lo ,pepsais bien antes de empeñarlas,
$ple qfiedareis mal conmigo y porque lo tomare á me<-
jor partido , que el que quedéis mal con otros y pero
skmpre seráide.mi mayor seryidOi que pSigoberneis coa
tal prud^t¿ia^ yupstros uatos, y ptpmetimientps, que
flucdqs C09 todos bien, , . . . *^ r
Encargóos tengáis en esto gran cuenta y cuidado , y
qfic se entienda I y conozca en vos en todas las cosas , y
fn toda^ patte3 que spis n^i hcnipanO;^ y el crédito que
ppe4$:n y^ebesi ^tener de Ipique dixeredes,.y la seguridad
de 1^ que ;rat^cedes;, pprq^ue. demás, de lo que toca á
Jlas cojáis públicas I y de vuestro cargo , importa mucho
csip á Vuestro pacticular honor y estimaciou , que es
la prenda mas superior que tierie el hombre , y por lo
nismo cUbcis solo :pensfir jpd .pintcnella j que de esta
Híu^Qjera será ja que me deis la que deseo , solo miran*
(lo^ ppr la vuestra , porqu^e está es i un mismo tiempo la
suia.
^ De la justicia usareis á un: mismo tiempo con igual*
dad y reftitud : y.quando ^ga, ne(;esario , ,con el rigor y
^^inpipi que el cs)so requiera v i>o olvidando por e^to k
templanza ,1. y la inlsericordí^>i:. que est^ es cao* infinita*
fuente grande en Dios^ como la. Justicia $ y el mucho
rigor causa á vaxs tanto dañoi como la mucha clemcn«-
y¡ia« Pebeis medir el piedio 4^ Jas dos j mas qu^inip $ea
preciso^ obre V.1 rigor y laeMWza, que:a5Ícfi*^4Qdp^9
unos , escarmientan Wfios ^ ^iendp tf^^quaoMt) á s^tp i$f r
wezsi y constancia , «iendo jwiumeoK »^ $i la /:^i<^a4 djt los
ca^ I y personas lo sufrieren » pi^fl$o y benigaq ,.,quc
ion i:otoo queda dicho , vi|tiid<|S. mv^V iprppris^. 4e la$
lierspnas de vuc6tra calidad^ y tan^o pop aKfii»4$lf!á cUai
««<^(tti:pruMt li4j^C/9 ^o$.> deM ^fl:c .tio/v;gfao
i.' cuen
76l
cjocntd |.y miramiento todo aquello que le correspomiie-.
r^ y tocare i: y fuese de suyo naciíraL
Las lisonjas y razones enderezadas por ia adulación^
debéis advertir^ que son de laal trato para ¿quien las nsa^
y de venganza | y ofensa á quien se dicen. A los que es^
to hicieren y y de esto tcalaren , les haxeis tal rosico y
demostración ^ que entiendan todos quán poco a&do os
será el traio^ y platica con quienes esta iniquidad usaren
con vos^ y lo mismo haréis con los que en vuestra 4>resent
cia trataren mal » y mormuren de las. honras. de lo&au^
gentes, estando cierto que estos, taksquaodo se ofteasr
ea harán y dirán lo. mismo de vos s porque^esta casu da
hombres moromradores y ladrones de las repdtacioneSi
y honras agenas , solo se alimentan de esto » sin guact
dar decoro á persona alguna » aunque sea; de la mayoc
calidad y circunspección ^ y por lo tanto deben sct át
vos vituperados y despreciados i porque á sus platicas^
y entretenimientos tan feos 9 no debéis dar lugar 9 antes
bien corregillos con sonrojallos ^ porque ademas de ser
muy perjudiciales p y en ofensa de terceros 9 toca el des-
viar esto á vuestra autoridad y estimación 9 porque si
tfataredeSf y comunicaderes eou tales hombres ^ denrro
de poco tiempo os pegarían sus iniquas mañas , y seriáis
otro fal que ellos , porque debéis estar cierto 9 en quf
iiías se nos pega 9 y arrima lo malo que lo tnienp, y
,por esto debemos siempre 9 y mas los que nacimos áir
putados por la Providencia para mandar ^ medir los tra*
w$ ác(ü m^dOf que 'Se enderécenla aprender de los
buenfos ^ y .np 4 hacernos iocorregiblts {tor la comunicar
<ion de los m?U»&
Habéis, y debéis vivir 9 y proceder con gcaa jcqzx»
ttí Joque toqi a la b4>oesti494 de vuestra persona 9 fOt*
que esta es materia 9 que demás de ia.<zfensa de DisUt
sue-
%6r
suele traer y causar no pocos iuconvenientes , y gran-
des impedimentos, y destrucción para ios negocios, y
cumplimiento de lo que se debe tiacer , y otras ocasio*
oes I que son peligrosas y de mala conseqüencia y
czemplo.
Si os dais en alguna parte , ó en el todo á la incontÍnen«
cía, nada podéis esperar prospero, ni feliz en quanto pen^
seis y hagáis $ porque ademas de que embriaga indigna^
mente el entendimiento y la razón , abre todas las puercas^
para enderezarse á todos los vicios $ en cuyas revuelcas
tan contrarias á hombres de vuestra calidad, discurrid
quái será la fama que adquiráis , ni la satis£iccion que
daríais al cargo que os he dada La impureza es un ene^
migo que no se aparta de nosotros $ y es tan terrible pa«
ra 4a flaca naturaleza nuestra , y tal la prontitud , y la
ligereza con que obra , y execuca sus furias , y sus de**
sastres, que Dios no quiso desviarnos nada el remedio,
y lo dexó en nuestra misma mano , pues en ella tene-
mos la señal de la santa Cruz , con la que armándonos se
ahuyenta , y espanta esta , y toda tentación $ perd para
que cause su efefto esta santa y bendita medicina , es
necesario que á la execucion de ella acompañe la reda
intcocion , pidiendo á Dios nos dé . fuerzas para resistir
con fortaleza los impulsos , y asalta mien tos de la carne;
porque la Cruz sirve de mayor confusión , al que usa
sin buena intención , y justo y eficaz deseo, de que obr<s
sus maravillosos portentos.
Quisiera fuerais en lo continente sumamente alaba*^
do como en todas las demás obras de virtud , que debéis
exercitar , y en ello me daríais mi mayor contentamiea«
vco , y seria el mas grande ensalzamiento- vuestro. Pro*
curad que así sea, pues aunque i mí me importa muchote
tOS importa mas á vos».
Jra^
26^
Trata4 siempre con varones ¿c )uic!0| y de pruden-
cia, de ciencia, y de experiencia y de conciencia. £sti«
mallos y ,querellos , haciendo de ellos escalas apreciables,
para que subáis ai logro de vuestra mayor fama.
Estos sugetos deberán ser siempre el arrimo , y el
norte de todas vuestras operaciones. Las empresas mas
grandes que discurráis , jamas las pongáis en práOica,
sin que pasen primero por el crisol de sus consejos , y
aprobación j que de. esta manera saldrán mas purifica*
das seguras y eficaces. Nada resolváis sin el consenti-
miento y beneplácito de ellos $ pero esto sea.de un mb«
do tal I que elios no piensen demasiadamente , que to-
dos vuestros aciertos dependen únicamente de sus de-"
terminaciones , porque no tiay hombre , que no quiera'
toda la gloria del triunfo grande para si , y de esta so-
lo habéis de gozar vos, aunque los otros participen tam-
bien alguna parte.
Para esto os valdréis de toda vuestra razón , y de
tal mo(io j que os tengan por sabio los sabios s que así
aunqu^ os aconsejen sabrán que sois dócil para el con-
sejo > y no torpe para discurrir. Traedlos siempre cabe
vos I que de esta manera haciéndoos primeramente res-
petar mucho de todos , aprenderéis como sin cuidado
en la apariencia , aunque debe ser con toda atención en
la realidad ^ todo lo que ellos saben , y dentro de poco
tiempo seréis reputado por tan instruido , ó mas que
ellos y mas no conozcan que os han enseñado , sino que
ya sabiades quando os conocieron.
A quien enteramente debéis estar sugeto en todo^
es al diredor de vuestra conciencia. £1 Obispó d$ Cuen-
m , se sabe lo santo , y experto varón que es. Este os
he señalado. para este empleo ; obedecedlo en todo > y
honrarlo mucho, como que es sugeto puesto por mi real
mano para esto.
' I Quan-
Quinde se os ofrezca dar una sentencia , no aten-
dais á que %s amigo el delinqiíente y sino á que es Dios
«i agraviado , y después yo. Obrad con todo lo que
mande la justicia , y no el amor. '
Si fuese enemigo vuestro ^ aún todavía deberéis usar
con el de toda la clemencia posible , pues agrada y pía*
ce muclio á Dios todo el beneficio que al enemigo se
haga.
No os entreguéis con demasiada largueza á la gula.
Comed para vivir, y no viváis para comer. La absti*
nencia de muchos manjares | cria á los hombres fuerce»
y robustos; pero la mucha abundancia los liacegloto-*
nes e irascibles y luxuf iosos , y ademas de ser la gula
una culpa que acaba al alma | es también tal enemigo,
que mata al cuerpo.
Ni salgáis de la raya de generoso , ni toquéis en la
linea de prodigo. Lo primero es muy propio de vos ^ y
lo segundo hace á los hombres mas grandes desprecia^
bles ; pues como obran sin entendimiento en estas co^
sas 9 todos los tienen por perjudiciales á la Monarquía^
y por faltos de luces para el gobierno.
Premiad en mi real nonbre los méritos y serviciosi
pero esto sea atendiendo no solamente al mérito , sino
á la capacidad , y suficiencia del sugeto , y á la calidad
del empleo^que quisieredes darle. Aunque el mérito sea
grande , si el entendimiento de quien lo contrajo es
pequeño , y el empleo que se le vaya á dar lo pide
grande , es cierta especie de injusticia hacerlo, potrque
por premiar á uno , no han de padecer el rigor de su
ignorancia todos los que mande. Medid con discreción,
y prudencia esta diferencia , para no errar el acierto
que merece. Solo se ha de echar al vaso , por estimado
4ue sea , d agua que pueda su&ir ) porque la demás que
se le eche , va perdida.
De-
^6$
Debéis escasar en qttanto os tnttc posible los jue«
gos , especialmente de naype$ y dados , y otros perju*
díciales ^ por el exemplo que habléis de dat á los demás;
y también porque en esto de juegos no se. puede proce-»
der, m procede con la limitación y moderación j que á
las.personsis^de vuestra calidad se requiere , y suceden
mocitas ocasiones en^ ellos^ en que los h'ombres primcipates
se suelen descomponer y desordenar ; de que regular-
mente resultan malas conseqüencias ; y así os encargo,
que si alguna vez por entretenimiento jfugaredes , guar^
deis en dio el del^ido decoro á vuestra pnsotia y attv
totídadl . - '- -'■ • • ¡I u-^ •' ,u • i ^ '.
Si ganaseisr , xódo' Ip debéis volver r que es gnu
nota para. un sugeco como vos, que se llévelo que gana,
pues no hace mas el maypr tahúr. .
Nunca tomareis lo que perdáis ,; pups aunqup están
obligados á volvéroslo aqiietioS'á quienes vos se Ip vol-
visteis, ellos 50U' ellos, y vos sois vos , y en todo 6s ha«
beis de diferenciar de ellos , y en nada los habéis de
querer imitar sino en obrar bien 5 y aún en esto estáis
en precisa obligacioD de exceder á todos.
£1 jurar sin necesidad muy estrecha , y muy partl-
eular>qaoa dlqobiiguff, cfí todo géneto de hombiíes
es m«y reprobada , y quita la buena estimación ycre-
ditai y tanto mas en personas, á quien Dios distinguió
tanto como á vos; en las quales es notablemente repa«-
rabie , :y muylmpropio , y muy indecente , y quecon^
tradicf mucho á su autoridad y dignidad , -y se opone
en todo ^l crédito que debe adquirir su palal^rá sola^
porque estad cierto , que el que necesita de jurar para
que le crean , es sin duda tenido, y reputado por muy
mentiroso. Y 4SÍ os encargo mucho, que estéis muy ad<
yertMo en estct'j {^rque es uno de ios defe&os más re-
Tom.XI. U pfc-
i66
pcebensibles y detestables, y que abominan loK^hom-
bres mas Ínfimos á los que los ¿ometen ; poc cuya
razón , y la grave ofensa que se hace 4 Dios en )u«
rar en vano , habéis de mostraros muy opuesto á los
que juren y voten , y que esto lo entiendan así de vos
todos los Grandes y CabaUerte,. y demás personas que
anduvieren á vuestro lado s pero esiío lo habéis de ma*
nifestar con las palabras » y con el exemplo $ parque de
este modo , viendo quanto aborrecéis á los juradores»
todos temerán caer por ello en desgracia vuestra , y¡
por lo mismo se corregirán, mucho aún lofi.que lo ten-
gan por uso 9 y por inveterada costumbre > en lo quai
haréis un gran servicio á Dios / y ál próximo 5. á Dios,
porque quitareis que se use de su santo nombre sin revé*
riencia ni respeto $ y al próximo, porque lo apartareis dc
que haga la culpa que se comete jurandorsinnecesidady
y las que pueden resultar del escándalo que cause en
los oyentes. Y estad cierto , que muchas veces cargan los
delitos I y vicios del criado , á la mala dirección del se-
ñor ; porque si les diera buen excmplo , y supieran
que hablan de perder la gracia viviendo mal, itodos pro^
CHiráran corregirse y abstenerse.
Repito aquí lo que tengo ya dicho y es , que coitia
quiera que es razón , que lo que toca á Vuestra mesa»
comida y tratamiento , se haga con Ja decencia , autO'»
ridady limpieza que se debe , juntamente con estocoa*
viene , que haya eacllo much^ oioderacion y templan**
xa , tanto por lo que rengo ya dicho, xroflD» por. el
cxemplo ^ue habéis de dar á todos , y por la profesión
de la guerra que habéis de hacer , y porque es muy
buena , y parecerá muy biená Dios , y á los. hombres
la templanza , y moderación de vjyiestra persona , por*
que vueatra.mesa ha de sec la ley;, y orden pata las
demás. Con
l6j
Con níngiino, por Gránele que sea / y amigo vuesf
tro y deberéis familiarizaros coo exceso , porque esto ^
endereza á que vuestra reputación pierda muchos =quila<f
tes del respeto que merecéis ^ y os han de tener. A to«
dos debéis tratar con amor y benevolencia ; pero sea de
tal modo , que vuestra autoridad este siempre en sxx scr^
y que se conozca á un tiempo vuestra buena condición^ y
se respete vuestra calidad.
Estaréis muy advertido de no enojaros con poca
causa I y desenojaros luego con la misma ^ porque es<-
tomas es calidad 4e muchachos, que obra de personal
SLeales. '
SI os enojaredes alguna vez , sea con . gran funda-^'
idamento , y no retrocedáis del enojo contra quien lo ha-*
ya causado , sin que antes no experimente vuestra jus-
ta indignación , y su castigo ^ que de este qkkIo cono-
cei:án vuestra prudencia , vuestra razón , y vuestra
justicia. ■
También tendréis muy presente el no decir á ningún
hombre por inferior que sea, palabra que suene á inju-
ria y ofensa suya $ pues vuestra lengua ha de ser para hon«
rar , y hacer favor , y no para deshonrar á nadie s y ios
que erraren , y excedieren de los limites de la razón,
los haréis castigar , haciendo á todos justicia ; pero este
castigo no ha de ser didado por vuestra boca , ni por
palabras injuriosas pronunciado , ni hecho por vuestras
manos, porque esto es cosa tan indigna , que no libra*
ria yo de infame á la persona de vuestra calidad que lo
hiciere. Vuestro Consejo de Guerra determinará la sen*
tencia según el delito , y os encargo que aunque ¿ste
sea contra mí ( que no puedo decir mas) , no habéis de
hacer la parte del Fiscal , sino encargar á los Jueces,
que entiendan- en^ estos negocios, que obren con libertad.
Lia y
t6%
y atiendan á U justicia y al sugeto ofendido ; y á la ca-
Udad de la pfi^nsa ? pQtqac si metéis la ittano en ello., y
persuadís á lo^ Jueces» es:tos sentenciarán mas por lo que
vos ks mandéis , que por la altura de la culpa , y yo
no debo permitir , ni vos hacer , que por miramientos
tales se ofenda á Dios.
A$itQismo tendréis gran cuenta de usar en el trato,
y platicas ordinarias de muctia templanza y moderación,
y sin descomponeros , ni desentonaros 5 que esta es cosa
muy contraria á la autoridad de los hombres como vosp
y la misma cuenta tendréis en que vuestras platicas , y
las que en vuestra presencia se tuvieren , sean honestan
y decentes, y como es debido á vujSStra' autoridad y
persona.
£1 Secretario Gomarra que os he <iado, es muy hi-
bil.: ha servido con crédito en £siado y Guerra, y
^ntiencfó las .cosas de lo una, yde lú otro tanto c^^^áo
qualesquiera. Bien podéis hacer toda confianza de el,
y pedirle consejo en todos los asuntos , y negociados de
importancia s pues ademas de ser hábil , os aconsejará
lo que sea mas conveniente á mi servicio , y honra vuesr
tra. L^ honrareis siempre ^ pero os encarjgo sea con f a(
cordura , que siendo suyos los consejo$,os respete co«
mo corresponde > sin que llegue átomar total posesiqn en
vuestro álvcdrio > que esta es mucha mengua para perso^
ñas como vos, y mas mandando cargo tan grande co-i
mo d que os he dado $ pues sujetándose todo al criado,
este es el señor en la realidad > y el legitimo solo lo os en
la apariencia, :.:
Lo mismo que os digo por Gomarra > os advierto
por todos ios demas> pues nunca se experimentaron bue-*
nos avemuramientos donde lo manda todo el Valido^
porque los demás no se enderezan como debieran á su»
ofi-
ofíciosri poaque la envidia los apareja 'para no obrür co-
mo si el gefc lo mandara. Usad de tal discreción » fiile
sio difi»:eociac á ninguno y. os mostréis con igual seoír
blante á todos > que este es el régimen mas acomodar
do para vos > y para vuestro cargo. Asimismo habéis
de estat muy prevenido ^ y advertido en el trato co^
gnun de todo genero de gentes. : y que esto sea de maner
xa, que con ser afable y apreciable , y de buenas cosr
tumbres , guardéis el decoro de vuestra persona y car*?
go, porque así como con la afabilidad se gana el amor de
las gentes , con ella juntamente conservareis la reputa^
cion j y respeto que os deben tener.
Yo sé que en los navios se cometen mil insolencias
por la gente y chusma, del marínerages y que esto es muy,
en deservicio de Dios y miO| y que se blasfema , jura y
vota altamente^ y que pasan otras mucha$ iniquld^d^Si
y bribonadas.: £nr esto os ejocargO mucho •, y m^ndQ
pongáis .tanto cuidado , como tíecdisitan uaos, negociados
taks. Mandad á t^dos los Gefcs deseada. nav^ji que zQr
len mucho. estos desordenes s que aseguren á los d^Ui^
quemes i y que 03 den.aylso > y. para su castigq obserr
varéis, como osrlq máado, las r<egl9^ siguientes, -y- : ^r. .
Losqu$. sean cogido^ poc sodomúicosj^ ^inst^pctana^
mcjuie serán quemadcfis en la priiuera tierra que.se pned¿j
haber, á presencia de todos'los de la armada, ó lo^
que seJiallaren cerca 3 y en esto^sierán cpmprehendido$
ti hM«en».y p»ciej9te, m mc^un ^liramA^pip á. f^mpea^^
«i iWras. tcphlicas. : .-./... , - r. /- ' . ., '., ' ;,. -,;- «;{
, Albíasfeqíio,. por la primera vea, ^ledar^qua?
tro corridas de baquetas* Por la segunda of:ho cor^rida^,
y se- le pondrá^ una mordaza., que le durara ,\v}) n^esf
y por. la tercíia será arfojawi^.al a»? ^ p^ia ¿aH€ f^-
lie%ca». ' . ^. -' ': .^ .:-'. ■ .' ,'.: ♦jj u»-! v zouíj
Es-
Esto os mamlo muy apcetadamente » y para que
ninguno lo ignore lo hacéis publicar en todos los baie**
les de. mi real ócden , y na habrá remisión para los
delinquen tes. : . .
£o los otros delitos que acontezcan ^ obrareis se«
gun y como sea justo } no llevándolo todo por el cami-
no del pigor y sino mezclado esto con la piedad ^ pero en
tos dos delitos priiperos qai^o , y es justo no l^aya
ningún miramiento , sopeña de mi descontentamiento y
deservicio.
* ■
En el invierno , y en los otros tiempos que no se na-»
vigiare i estando en tieria , y no haciendo falta á los no-
gocios de vueftro cargo (á que principalmenre habéis de
atender) os ocupareis en buenos exerciciosi especialmente
'de las armas $ en los quales asimismo' harcis que se ocu»
pen I y exerciten los caballeros , que cdR^^ vos anduvie-
sen ^ y han de residir , escusando en los tales exercí*
Áoi gastos , pomposidades y excesos , y qo& todor sea
únicamente enderezado al verdadero cxercicio de' las ar-
mas , y que el «so de ellas haga á los tales caballeros
diestros y hábiles , para los efedos , y ocasiones que
se ofreciesen j y asimismo escusareis , y daréis , orden
pata que se escusen los dichos gastos , y excesos y pom*
posidades en los vestidos , y en los trages ^ y común
trato j y para que esto tenga efedo , debéis vos pri-
meramente dar exemplo á todos en lo que á vuestra
persona , y vuestra casa y criados tocare > creyendo y
haciendo creer á los demás , que los ricos y galaiiados
vestidos , solo sirven de aniquilar , y empobrecer las ca--
sas , y esto sin ninguna estima , porque no son ados
verdaderamente que dan autoridad , ni recomen*
dación i los que los usan y acostumbran » pues los vesr
tidos y ios trages , no hacen aplaudidos , ni benemc^
-¿3 ri-
ritcB á lo$ hcMíbres : eitfpero já íols: buenas obras y;
Siempre qne se enderecen las cosas en tales tcrmi-
nos I que vuestra armada se halle á la vista i y propin-
opÁda de nuestros enemigos , será quando necesita»»
/reis de toda vuestra prudencia y discreción , pa^a sa-*
l>cr discernir con sabiduría , si será . conveniente daf 6.
escusar la tiatalla $ sí iiabreis de embestir y o mantener
ros quieto ó retiraros , ó tomar otras vueltas paca me-
|or asegurar á los enemigos » y si habréis de usar de otras
trazas e industrias.
Todo esto lo reflexionareis mucho , haciendo tra-
bajen todos sobre ello con la atención que se requiere,
y es precisa en casos tales, y. tan grandes , y en los
que se pierde eternamente , ó para siempre se gana la
fama.
Seguiréis siempre los consejos, y los pareceres que
se alleguen , y se arrimen mas á la razón $ que así aún
quando os venzan , defendiendo bien hasta lo postrero
la batalla , no caeréis en caso de menos estima , pues
lo% varones mas grandes , y de mayores créditos , per-
dieron muchas batallas i pero no por eso su gloria , y
su fama , pues el vencer siempre , es jpara Dios, y los
hombres debenK)s solamente poner buenos , • y perfcdos
medios , y esperar les fines que su Magestad divina sea
servido de nos dar.
Pero con todo eso , nunca pisareis la raya de la co«
btrdia , que es aún en el Itombre mas baxo , un caso de
infamia ; y ni jamas llegareis á la temeridad , que esta es
una cosa tan monstruosa , que se contempla por de-
sesperación. La prudencia y el valor, y espíritu bien or«
denado , han de ser los que os gobiernen , y os enca-
minen , y enderecen uiücamente , creyendo y estando
i cicr-»
}%7i
electo ctKjne.mis contetuamfema me 3tt¿'el veros Ven*
cido por prudente > que viftorioso por temerario y de«
Sespera4o.'
Esto es todo lo que se me ha o&ecido icordaros»
•confiando mucho en que lo hacéis mejor , que aquí os
lo digo,. pues toda esaxonfiánza, y amor ine débds;
y poírquc esto servirá para vos soló ^ por eso lo he rescri-
to de mi mano« £q Acan|aez iá 23 de Mayo, s Yo el
Rey,
» f
» • « *
I.
i '
CAK-
CARTA
QUE EL SEÑOR FELIPE V.
ESCRIBIÓ £N SAN ILDEFONSO!
EN 14 X>B SNERO DE I734
Á SU mfO EL PRÍNCIPE DE ASTURIAS D. LUIS,
T RBSPUBSTA QUE J}10 S. A.
NOTA DEL EDITOR,
E
ti la lección de las dos Reales cartas que siguen , es-
tán refundidos sus mayores elogios. A la heroycidad de
la primera iguala la generosa declaración i conocimiento
de sí y y pronta obediencia que manifiesta la segunda.
.Compitense gloriosamente un gran Rey ^ mandando á
su hijo que ocupe su treno ^ y un hijo obediente que lo
reúsa por contemplarse sin fuerzas para empresa tanta. 171-
timamente, grande Felipe hasta en ceder la corona á Luis,
halla á este igualmente grande en no admitirla | y es
resignarse por ñn á la Real resolución. Creemos llenen
la satisfacción de los ledores de nuestro Periódico la
carta del padre, y la respuesta del hijo : las preciosas ad-
vertencias de ÍFelipe V.^f y la rendida Obediencia á
ellas de Luis 1/ $ porque aunque son pequeñas en el
volumen , tienen todo su mentó en la virtud que inspi^
tan y y en la heroycidad que enseñan*
Tm.2U, Mm Ha*
27»
Jrlabiendose servido la Magostad Divina por su IññDU
t3 tniseticórdla , hijo mid muy aoiailoi 4e. hacerme co«
nocer de algunos años á esta parte la nada del mundo,
y la vanidad de s|i grandeza, y dáribéál íniSmó tiempo
un deseo ardiente de los bienes eternos , que deben sin
comparación alguna ser preferidos á todos los de la tier<-
ra , los quales no nos los dio S. M. sino para este único
ñn , me ha ^arbcidó que no podra corresponder mejor a
los favores de un padre tan bueno , que me llama para
que le sirva , y niie há dado toda mi vida tantas señales
de una visible protección , con que me ha libertado así
de las enfermedades con que ha sido servido de visitar-^
«ne I como de las ocurrencias dificultosas de mi reynadcf
en el qual me ha protegido*, y coniservdidó la corona,
contra tantas Potencias unidas , que me la pretendían
arrancar > sino sacrificándome , poniéndole á sus pies es-
ta misma corona^ para pensar únicamente en servirle, y
llorar mis culpas pasadas, y hacerme menos indigno de
comparecer en su presencia , quando fuere servido de
llamarme á su juicio 5 mucho mas formidable para los
Reyes , que para los demás hombres.
He tomado esta resolución con tanto mayor ard i*
jnlento y alegría, por quatito he visco que para dicha
mia la Rey na (que Dios me dio por esposa) entraba al
mismo tiempo en estos propios sentimientos , y estaba
resucita conmigo á poner debaxo de los pies la nada de
las grandezas y bienes perecederos de esta vida. Hemos,
pues , resmclto los dos algunos años há de un mismo
aicuerdo, con el favor de la- saátitísBa YicgcnMaria nues-
tra
\
I
^7J.
^ «señora y poner en¡ execucion este designio; y ya le
j ongo por obra tanto mas gustoso., 4>orqae dexo la co**
ona á un hijo , que quiero con la mayor ternura, digno
de llevarla , y cuyas prendas me dan esperanzas seguras
de que cumplirá con las obligaciones de la dignidad, 'nu-*
I cho mas teriible de lo que pu<:do explicar. Sabed, hijo mió
muy amado, conocer bien todo el peso de esta dignidad^
I y pensad en cumplir todo aquello á.que os obliga, antes
I que dexaros déslumbrar d^i resplandor lisonjero de que
' os cerca ; pensad en que no habéis de ser Rey sino pa«
ra hacer lo que Dios sea servido , y que vuestros pue-
I blos sean dichosos s que tenéis sobre vos un Señor que
es vuestro Criador y Redentor f que os ha colmado do
beneficios , ¿quien debéis quanto tenejis , y aún os de-»
beis á vos mismo : aplicad , pues , á mirar por su glo4
Xfiíf y. emplead vuestra autoridad en todo lo que puedo
conducir para, promoverla :. amparad y y defended su
l^gksla y su sama Rjciigion con todas vuestras fuerzas,
y aún á riesgo sifuéreJiecesario|de vuestra corona, y der
^vuestra misma vida , y nada perdonéis de quanto pue-*
ida setvir para dilatarla , aún en ios países mas distantes»
teniendo poc una felicidad mayor sin comparación te«
serios debaxo de vuesoro dominio, para hacer que Dios
sea en dios servido, y «conocido, que por la extensioa
que dan á vuestros estados : evitad en quanto fuere po-
sible las ofensas de Dios en todos vuestros rey nos, y
emplead todo vuestro poder en que sea servido , honra*
do y respetado en. todo io qiie estuviere sujeto 4 vuestro
dominio : tened siempre grande devoción á la santísima
yirgen, y poned debaxo de su protección también vues^-
tros reynos , pues por ningún otro medio podéis conse-
guir mejor io que para vos y para ellos necesitareis : sed
siempre | como ¿o debéis ser , obediente á ia «gnta Sede,
íAm a y
y al Papa / como a Vicario 46 Jesa Chrbto :. ao^and^
y mantened siempre el Tribunal de la Inquisición , que
puede llamarse el valuarte de la £e , y al qual se debe
su conservación en toda su pureza en los Estados de Es*
pa&;i , sin que las heregías , que han afligido los demás
Estados de la chiistiandad , y pausado en ellos tan hor-^
torosos^ y deplorables estragos , hayan podido jamás in-»
troducirse en ella : respetad siempre á la Reyna, y mi-«
radia como á madre vuestra » tanto mientras Dios me
diere vida , como después de mis dias , y si fuere su, vo*
luntad sacarme primero de este mundo , correspondien-
do , como debéis , á la amistad cariñosa que siempre os
ha tenido : cuidad de su asistencia para que nada la faN
te I y que sea respetada ^ como debe serlo de todos vues«
tros vasallos. Tened amor á vuestros hermanos , mirán««
dolos como su padre y pues os sobstituyo en mi ingar,
y dadles una educación tai , que sea digna de unos Prin*
cipes christianos. Haced justicia igualmente á todos vues-
tros vasallos grandes y pequeños, sin excepción de per^
sonás. Defended á los pequeños de las violencias y ex-
torsiones que se intentaren contra ellos : remediad las
vejaciones de los Indios : aliviad vuestros pueblos qtun-
to pudiereis , y suplid en esto lo que ios tiempos tan em«
barazados de mi rey nado no me han permitido hacer, y
quisiera haber executado con toda mi voluntad para-
corresponder al zelo y afedo que siempre me han teni-
do , que conservare siempre impreso en mi corazón , y
de que os habéis siempre de acordar : y en fin , tened
siempre delante de vuestros ojos dos santos Reyes , que
son la gloria de España y Francia , San Fernando, y San
Luis $ y estos son los que os doy para vuestro exemplo,
y deben moveros tanto mas , porque os ilustráis con su
$stngre , quanto fueron grandes Reyes , y al misnK>
tiem-
^71
tiempo jgrftiidet sanros i Imltacllos en una y otra glMio-
sa prenda $ pero sobre todo en la segunda ^ que es la
esencial : yo ruego á Dios de todo mi corazón y hijo mió
muy amado , que os conceda esta gracia , y os coime
de aquellos dones que necesitáis en vuestro gobierno, -.
para tener el consuelo de oir decir en mi retiro que sois
un gran Rey y un gran santo. ¡Qu¿ regocijo será este
para un padre que os quiere y y os querrá siempre tier-
namei)te , y espera que le mantendréis siempre los sen*
timientos que en vos hasta aquí ha experimentado I =;
Yo el Rey.
RESPUESTA DE LUIS 7/
JLái carta de Y. M. , padre y Rey y y señor mió muy
amado y ha producido en lo mas íntimo de mi cora«i
zon toda aquella terneza que corresponde á la magna«^
niaia deiil>eracion de Y. M. Desde luego reconozco que
Dios inflama el ánimo de Y. M. para despreciar tan he-
roycamente las grandezas humanas. ¿Pero quien soy yO|
señor y para que pueda ocupar y viviendo Y» M. ^su tro-^
no y corona ? ¿ Quien soy yo para resistiti sobre mis de'->
biles hombros una carga tan insoportable? Por inas que
el amoc^ paternal procure ocultar á Y. M. mis cortas
fuerzas para una empresa tan alta , la razón y la justicia
se lo harán ver clara y distintamente. Me confundo , y
lleno de rubor en considerar que Y. M. me contempla ap-^
to para tomar las riendas del gobierno de esta Monar-
quía 5 pero al mismo tiempo se completa toda mi satis-
fiíccion viendo á Y. M. , que siguiendo el precioso eco >
de una vocación perfeda y se quiere desprender tan vo*
luntaria y generosamente de $us Estados ir trono y coro-.
na.
^^6
na. Atíora si que me lisonjeo ¿t tener ttn padre tan msi^^
oánimo , que pone baxo de sus pies tos resplandores def
cetro , para asegurar mejor las luces de la felicidad eter-
na. Esta sí que es hcroycidad propia de un pecho tan
grande y católico como el de V. M. Ojalá que hallase
yo en mí aquellos dotes t aquellas virtudes que pudie*
ran desempeñar lo que V^ M« me llega á o&ecer. Pero
señor , ¿ que haré yo puestp en el trono, faltándome la
viva voz de V. M, para mi ilustración y enseñanza ?
Ocúpele V> M. todos los años que yo deseo , para que
á su vista pueda yo tomar conocimiento prá¿tíco de
los negocios, y ser útil á Dios, á su Iglesia yá los
vasallos. Hasta entonces , ni en mí hay conocimiento pa-
ra tanto (^tgo.,; ni mis resoluciones pudieran .producir
aquellos gloriosos hechos, que colocan los nombres de
los Reyes en el tempjo dje )a .lamortalidad s.lo que po«
dre cpnseguil: si Y. M. continua en el gobiernio de sus .
dominios, pues, me setviráa de la mayar instrucción sus
Reales determinaciones y providedcias..
Estas consideraciones no.deben atribuirse áotra ccí-
sa, que á un profundo conocimiento de mi insuficiencia,
para observar, lo que V- M. nic manda. Pero si esto no
róstante V. M. hallase que.es conveniente para el fia
de sus santo$ deseos , que yo abraze gustoso la pesada
cruz que me ofrece, desde luego cargara con ella, como
Isaac con la leña , para sacrificar mi obediencia y mi vi-
da en la obsecvancia de los Reales preceptos de mi pa*«
dre , y de mi. Rey.
Las piadosas y christianas advertencias que- V. M.
me hace , quedan impresas en mi alma. Y para que el
olvido no sea capaz de borrarlas de mi memoria , ofrez-
co á V. M. repasarlas todos los dias , para gradearlas
coa el mayor . ci^idado y vigilancia^
277
ITa Keytia , mi senoñ: y má3re , Ser 'a siempre pan
mí ti n objeto de veneración y terneza , y en logrando
S. Al. todas las feticidades que merece , habré yo com*^
pletado las mías.
Esto es quanto debe representar á Y. ^. en vista
'¿t su Real determinación » este su humilde hijo que
B. L. &. M* de y^ M. = X.UÍS ^ Piínci^e de As«
tullas^
IIN DEL JOMO UNDÉCIMO.
• • » 9 ' *■
r-
SEMANARIO ERUDITO,
QUE COMPREHENDB
VARIAS OBRAS INÉDITAS^
CKriTICAS, MORALES, INSTRUCTIVAS,
R
POUnCAS, HISTÓRICAS, satíricas, Y JOCOSAS,
DE NUESTROS MEJORES AUTORES
ANTIGUOS, Y MODERNOS.
DALAS A LUZ
DON ANTONIO FALLADJRES
de Sdtomayor,
TOMO DUODÉCIMO.
MADRID MDCCLXXXVnt
POR DON BLAS ROMÁN,
Se lullari en las Librerías de Maflk> , Carrera de Sao Geréoiao^
«n la de Bartolomé Loper , Plazuela de Santo Domingo,
y en la de la Viuda de Sánchez , Calle de Toledo,
y en los puestos del Diario.
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m VIRTUD! PE..RML OHRflljí,
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Z>. MIQUEL ANTOmo DE LA GÁNDARA^
, \ ;. y SOBRE.
• x*. o
( » » - *
• '
Illmo. Se9ok»
• 4 "^
1 1 *
iVJLuy' señor. núo:.en vista dclN^nifiesto del Obispo de
Avila .sobre ittxetn^tival^rqtt&V^.S. L cofL &ckkz.d¿* 17
del conrlence íj^e isuyipiarbaiitibiMideiordea^dcl Rey y * 4
ftricdecqáe.kiforiac: Msi8]jymdaraaebM.á2& AL breque se .mo
ofreciere y pareciere, debadedc .' * ' . t
Oüe . aqmd' Pxbtada,' ^ pretext jindp ^ue dexa pai'a los
escritos ,del .Procesó v cL paoto dCcSÜMiy o xia t¿vaib
nos» piír^ <eL )aicio)de>retsñkuoft'S isoló pide que ^.&.ey
admitai • benigno :sa papel ^ á • quien llama Islncera:' . satiS4
facción ^de sil xondviÁa ,. y demostración de qocni
poc la aceptación 9 ril poc el uso de la alternativa , ho sp
eaiiSB peopiicjfouiloiektablecidp ea el Goncor^^aco;' ' y: I
Que á lo que se reconoce de este Manifiesto , *y: sus
piotendulas pruebas f. eL Ot>¡3p0 (aunque poc otiaLJ^par-
4 X ,
te hombre bien hábil) ni ha entrado en el espíritu
tkl> eracátloS'oi 'ev ios^^tttttdaíaacntos pnnclpaíes .de Ul
Qtie^'sn^ quicrhéstá^n^el, y^ní éHá , ñoHOserece el
examen de esta controversia . ni un minuto de tiempos
y que podia Á^oríderse éú selM cjuatro tepglones.
Pero Que habiendo escrito sobre ella mucho ( y con
muchas <qu^¿cation(es)^y^nO''(Joíd U Ób^^ y sus Abo-
sados , la Dataria Apostólica , el Fiscal de la Cámara
en iús pedimentos y - y sus respubsta^ ; y antes de todos
Bon Manuel de Roda | mi sucesor (que aún padecicr aU
guna ) : y siendo por otra purU buy poderosa la auto*
lidad . empeño , representación y valimiento de las par-
tes quc'lá ^rfi^n 5 Jde ün asunto el mas claro y fár
cil } han venido á formar un negocio confuso , grave y
seno. ' , [f, •' •/, . *
Que por lo mismo , y para tiablar con pleno cono-
cimiento de caus2(j))e;[c;/(í^9]indis]xnsables dos cosas.
Primera ) reconocer y tener presente (como tengo) to-
dos estos escritos. Segunda, tratar el punto por pactc^^
yl.[iiqyf'¿na lirga (áuni:|^xbatra/toda cdi vülüatad>)>» / 4
^a déjmetefl oada 4uádr(QrenipUYlaz^)ynlarI(>leii&;8at^¿f
¿oip'^Asiiázoniaroiebtos.'de todos V púa que cadaronolsb
eon vciau{>piik . ¿íimismoi de sui equi^pocacioms;! tdq. snLsin^
razón, y de la razón dd'Ktifé^^^: . -:'^í ». :^^\ '; v'/ * »
r)I }Y;fín¡£Íaienti7),4ÍQrquede'estefaiódxrsfe^eonchiitÍ de
ttimiVe2ühi€li9puitá¿i,t>y podtfiqsdcvi^ tftxespieácá/, 2Qq::sm
Ip; ^abi 'iiromá^^aisccniaqiSQixB joI^ (¡d^ qoo
hay necesidad j)> siho jUipamenite p^ra^resf^yeclqutfntfas
dudas hasta aqüi se lun ofrecido /acerca dejki iotcU^
g^ncia de eisy úún m¿ atrevo. á decir , quei ppdiá. tann
bien servik .paia:>todai las qui:xa'iaídekúice< quicptq sab»
CliarsCe -Ir-..'** ,-,:' • :, .^' .- f,-: .; »)'/•: p
><^^a aoQ pof sa ;pafcte, laáoi escribeii fUÚQzíLijfi
*«<•
5
trabajan por los derechos qat nó iicñtb ; y por el B^ey,
y su corona y dequantos realmenreí son^ nadie abre la
boca , ni toma la pluma.
A mi se me representa el C^cordato como un her-
moso játdin , en donde han enttado á coger sus flores
quintos han podido > pero no ha habido nadie , que cui«
dá:se de cultivar sas raices i cortar los abrojos , y mu-
rarle contra los asaltos de sus enemigos. Aquellaes dult
ce : estotro escabroso j y yo lo s^ bien por experkn-^
cía propia.
.S¿ 'II.* • '
• . . ... • -
£1 ObispO' opone contra sí oiismo (para combatirlas
'Sí satisfacción , y facilitar el ñn de su Manifiesto ) cier-
tas dificultades y razones, que aunque no dice de quien
tas saéóf fueron tomadas deVpapeí reservado <ittd mi su^
cesor tomó, escribió y remitió ex-ofirío , al Fiscal die la
Cámara.
Pero eiv realidad, ni logró convencerlas , ni aunque
lo consiguiese plenamente , adelantarla nada. Glosa el
CboMvdkt^ de- un iifodó'(coittd líuce^e -á losdettias)^ que
l^ra descOfiQcbrte n^liay oosa oás á'rpropositb.' * - :
i y Desde el primer atgnmcMoi de que se hace cargov
cofiíicAza diciendo ;- (Cara^atis^eráoésfa^dificultad , he«
mos de supoiiei;L.coi)'tos mi«mo5^ qae: la proponen , que
üi^ 1á «esion ^aiiMlma do los ' draeciiós de la san ta Sede»
hcchaiíVi^hLj ^o;se icouiprehaidieroír los- cedidos aritesr
á4as Casas'de Aivay Aibur^uerque* • i
A^los^ que principiaron f pr oponicndose^oSte -supues-^
fd| m*6o^ mil iaíádcf. Aá^ verdad ellos.se equipmcaron plcí*
naaieoite^^'wguh^se diaiiókrw¿ eaísur lug^rir^^el Obiapo
eñ*ellei)$p6fiouie^iesponderÍBakoddimis¿Baoancie^^ nor
podrá conseguir mas ^ que ohum & ofcrám f$fidiUi^ ' i ' i
6
Pe esti maticra viene reducido todo su Manifiesto
|V)C 4[»ecision (cogap Ips .demás, escritos) , á supuestos qu^
no subsisten » ó á cavilaciones juris i 4 sujülezasí obliqaa;^
45ÍistiQciones volüncaria^.^iy á: varias equivocaciones en
«l.modo 4e explicar » y aplicar l^s idodrloas ^ opiniboes y
toglas comunes»
.. :;Par9 hicer mayor evideodaresto, .^r|i^4 jViprij^
ptrfuram (si fuere del. agrado del Hey) , me dacc .el ho?
opi; de ppn«r cambieti á media margen del mismo. Mar
niñesto las notas correspondientes número por.númeroi y
cláusula por cláusula.
Los fundamentos legales , y principios esenciales en
que se apoya la incontrastable justicia del R.ey, son
9iacbo mas eficaces queJos que ae propone- y pretende
satisfacer el Obispo 5 y encierran dentro, de si mlsmojl
lin conveocimiepio ,. .y una fortaleza irresistible. .Poi;
so Q);4»a icán «yieado ^ y dividiéndose pír^ mayos
claridad» .
•^ • « « V « «
!• »< J./< .«k
$. iiLr
. t
^ , ]pos supuestos generalos^.sólidfts y «ubttaoaabtit: dd
t]ue el Oiiispo ( si quería tocaí ia.4í&culi»d .^xy iiat á i^
prensa alguh discurso interesante.^ djgfko deila^ftena
idea que tenemos desu capacidad.y do¿^rinaOLdebió'M?
eerse pargo , ó. no ¿ístai^par^ son: los siguientes: f f
c. X .Que etCoocordatOi ei un^coArrató oneroso
fiociprocQ» yunitracado soleaajie. d«; paz pútifita.^i ct^en
brado entre dos Principes |(¿. mas grandes. de<-U tiecflai
quecede en benefició común de toda^una naeion eaiera:
quq cortó las antig^ias diferencias i^/y. controversias ^e
suchos siglos. f éntrelas des <!QC»á de.fisfpaña . y B»en
na ; >y; que estableció, fioaimboto .uqa cstteciía.. y xUira^
ble armoníaiL , ,vn>.,\. , ^ v-- . •.-•' . ^ ...i u";*, -. -^v .»
7
2 ' Qoc las dodrinas comunes , distinciones / reglas
y prindpios canónicos , que tienen eficacia y solidez^
quando se trata aleramente de interpretar contra la san*
ta Sede, los derechos < de personas particulares y ínter
^quaJesy ó las Constituciones , Buias^ Breves, Rescriptos;
Decretos y disposiciones Pkxitifícias ,que los Papas-, co^
mo legisladores supremos, suelen hacer por sí solos en la
forma común , ni son adaptables , ni tienen lugar algu-^
no, quando se trata , como al presente , en competeñciti
ilel Rey jáérMsa conttqfto oneroso , y -tratado de paz pú«
blica , establecido ex justHU por la santa Sede , coni
otro Príncipe soberano*
3 Que para hablar , interpretar , escribir y dis«
currir de este g(^nero de materias, '^s nece^rio caminatf
iio con la regla comun ^ siaa con- la ^ojcí^epcion de* ella;
con los principios del derecho público universal , coxy^
cretándolos al particular de £spana , de la Iglesia , y
al de los sagradüos Cánones: y finalmente con la fit\&^
prudencia alta de los Príncipes supremos , teniendo
siempre presente la regla general de que en semejantes
tratados públicos , cada palabra vale lo mismo quesue^
na : tantum valet , quMtum jonat : y debe tomarse ^em*-*
pre en su pleno sentido natural , «imple y literal ,sia
que haya lugar á distinciones,, limitaciones i ni iaterpr^^
raciones qiie en ellos no se ieatl» \ . . i:' >
' 4 Que los artículos de un tratado solemne. de pd2
pública, y contrato oneroso , que ceden en beneficio co^
mun de toda .una nación entera , deben euníplirse lite^
saifneute , guardarse 'en todas sus partes y y x^nsi4erarsa
siempre j>ar:a..su perpetua ot{servanci<i ^ como acciones
privilegiadas, y de derecho público.
5 Que por medio del Concordato , y de la subro-
gación univ^ersaL se transfirió apostólicamente al Rey
y á la corona ^píeno jure la suprema Fk^ntifi^ía potes-%
^A
tad benefíclál» telájtivá á EspaSa ; én todo'quañto no se
especificó^ ni limitó ^ ni repugne con la potestad laical ó
real.
\.A Que el Rey con las declaraciones del Concorda-
^Q::€On el Patronado, y. dfci^echo: universal de preset>r^r,
abordado de justicia $ y concia cesioo ; y subcogmioii
absoluta, que le hizo la santa Sede , prueba sii intención
de derecho, sobre todo lo beneficial eclesiástico de £s-
ífis^ñz jure ^M.
7. Que de c(Miseqüencia< quien tavkr^ pf^ten*^
$iQa contr» alg^ de ello , debe.probar la. suya , y si& .ex-
cepción I no con argumentos pbliquos , y discursos'
acomodaticios 9 s^ino. precisAmpote con d misjtiD Con-
cordato eo la mai^o.» ctxibiendfo delante del R¿ty la
preservación U^ral del derecho que ásu favor intenre
sobstener.
8 Que la conduda económica , y sistedia que á es-
te mismo fin se observó ien la negociación , y formación
dejl Concordato ^ fue á sacar á favor dé la corona, una
deiclaracion » cesión , y subrogación ^general y absoluta
de- todos y limitando in specie todas aquellas cosas , que
con expreso consentimiento del Rey se convino , y qui»
so, no fuesen comprehendidas en eUa , para que entran^
do lueg.0 ppj: regla, universal aquel principio: elemental
de derecho : exeeptio Jlrmat regulam in cotitrarb > no pu*
diese Jamas, ofrecerse á ningún inteligente duda algu*
na I en que todo lo que no se consintió, exceptuó , deda^
rpi limitó y reservó en forma especifica, quedó ipso faüo
acordado, cedi4o^ subrogado y traspasado al ^ey > y i
su cGfrona perpetuamente r y este fue el gran gcipc de la
negociación.
9 Que para prueba evidente de esto, no es me-
nester mas que observar el modo , y las precisas pala-
bras con que el . sumo Pontífice come.nzó á contratar,
Ám.
9
declarir j acordar^ f ceder , snbf rogar y (desapropiar-
se ác todos los derechos » que poseía y exercia , ó por
^yó por^ medio de sus tribunales 9 nuoiscros e indul-*
tarios.
D/ce así : nsálva-sienpre la reserva de los cioquen-
99 ta y dos Beneficios , hecha á la libre colación de la
99santa Sede , y salvas siempre las declaraciones poco an-
otes expcesadasTr su Samidad pa|:a coisiclttir amigfible-
emente toio lo restawie de la gracia^ y coacroversi^^sobfip
titei Patronato universal , acuerda á la magcMadidel
99 Rey Católico , y álos Reyes sus sucesores - perpetua-?
99meK\te el derecho universal dé nombrar ^ y presentar
99iadistiníamente." .. ^ ..
Aquel t0io h restante , ni pide olvido ^ ni se puSQ
po'i acasQw
' lo Que así como por esta razón , y excepción no
se entiende transferido al Rey, ni cesaron las expedidor
nes de las «aterias .cdnsisítoiíialcs como antesalas pro-
^stas AjpostólicasxieJo&.dnqüinta y dos menores seua{>
lados : ls|s proviaione» de Jqs Obispos > ' y Coladores inh
feriores en sus quatró meses ordinarios solamente : las
facultades de testar , acordadas antes : las provistas de
¿«Canótigtas.de fificioeacoDcurso abierto : las prcsQQ*
taciones de Batronato. laical de pai^ticulares ^ por fundar
-don 0 dotación :.la provisión de las Parroquias , fi Bc*
néfícios curados por oposición : las dispensaciones su«
perores i la aujtorifiad nativa /de ios ordinarios: y no
en fin las confirmaciones Apostólicas de las elecctoQ<|p
4)€cha!s.pov algtfims Cofradías»., CabiMos^ Redores,
Abadbs ^ j&c porque el >.Rey4>cestó su. .consentimiento
para la continuación de todp eSto ; del mismo mod > , y
por ía propia razón cesó y quedó traspasado todo lo re9«
tante, en quanto la potestad .laical sea . susceptible de
Uo expresaidtf nnkáinentc es laqn^ condono ; y^
debe continuar* De lo demás nada subsiste ya á £atvos
de Koma,ni de ningún tecccniii Todo ca de la ceai
corona.
1 1 Que el Rey es Patrono noniiaador universal^
tutor 9 proteftori cesionario Pontificio ^ subrogatacio
apostólico > único ezecutor del Concordato»
1 2 Que 4e estas diversas representacioaes lecibe Ut
sacra dignidad de la Magestad respfeAivameme derechos
diferemes 4 y así quien discurre » habla y escribe ha<*
dándose cargo solamente de lo que da. algu«o de estos
títulos I sin acordarse de lo que resultó de los otro$ ^ no
puede acertar » y es inevitable que escriba , hable y dist
curra con eriror»
Muchas veces lo que no compete al Rey ccuna Pa«f
trono ^ le conresponde como subrog^tario : ttras al con«
trario > (¡f* sic de niiquis ihuUs. .
13 Que la causa final del Concordato (según se
lee expresamente en los Proemios. dexl)^ fiíe querer d
&ey que su corona fuese plenamente reintegrada » y
reivindicada en el Patronato tuiiversai ^ que le cocresf-
pondia por sus títulos de conquista .j«rf hMy fundaciooi
construcción > dotación, y declaraciones ÁpostóUcas^ yk
*i^cse que la santa^de estuviese á la sazod usando rri/!^
-ter de este derecho por sí misma ^ ó wrtmitítBr por mo»
tilo de sus Ministros 1 6 de otras personas autorizadas
|>ara ello con indultos Apostólicos > tanporales ó peD»
|>CtU0S. . ' ' /. - ; .-í . r.. ' .,; . .1 . .'
, 14 Que la cauiarcficiénte ikl Biismo sra^ado^su^
apuestos los tirulos do la coroiña <^ fue;, s^un Cambien se
ico en los propios Proemiosi elevltar una inminente rotu*
ra entre las dos Cortes de Empalia y Roma, fittal para am-
'bas^qu; quiere decir por el bien ] de. la p»^ pública. Y
jl un motilo tan poderoso debe cqdcr 1 y £osponerse to-
* ^ L •' - dQ
ló derecho invado de pai dculares ^ atitique((cQiiio no>
le habia) háblese alguno que fiíese I^itlmo > y el mas
privilegiado de la tierra» >
. 15 Que qoando para establecer una paz pública
entre dos soberanos» neceska el uno de^Uos ceder al oteo
ülgun SLeyno ó Provincia de sns dominios ( esto es i sa»
crificar un miembro i ia salud pública detodoeicuer^.
po ) ni se consulta el derecho privada de aquella y ni
se pide su consentimiento Y ui se ia dta ^ oy e , ni da
traslado. . . .. ^ ¿
Y esté es paso algo mas fuerte que el de la revoca«9
don , y cesacioa de los derechos (buenos ó malos) de dos
ó quaitro panicularcs»^ .
- itf Que los derechos beneficíales ecIesUsticos do
todo indultarlo Apostólico (sean temporales ó perpetuos)^
eo«aiam)>ienéle3Qsccicio^ y posesión de la santa Se-i
de j nacía todo de las reservas Pontificias > y reglas de
Cancllietía. ::
^17 Que esta era toda su descendencia y la raíz ^ y
il: titule único eu que se fiíndaban ella y ellos ; y que
como por una pane era este pretendido título vicioso en
sn i^igeOy litigioso , y pretextado solemnemente > no so«
lo por la nación y cMona de España ( que es siempre
ffitiior de .edad , y que siempre estuvo^ Insbtiendo en
9U Patronato universal) j sino también por todas las de*
mas naciones Católicas ) jamas pudo convalidarse > legí*
timarse 9 ni convalecer eu perjuicio de ella : Quod ak
Mth hrHumfuH > troBu temporis nam conváiescir*
iS Que como por otra parte cesaron con el tratado
#espedo de Roma , tpdos los dfcdos de las reservas
AposBÓlkas r y C'églas de Cancillería^ espiraron tam^
bien-per consequenda necesaria todos los derechos tem-
porales y perpetuos de ios iodulurios eclesiásticos y se^
o:. /^ ^ ' Bb cu-:
fatar!aSy''fáeatta4a:de tentar ^ .c<Micocdias con Iw Cabil*-:
dos I quindenios ^c. ;.....
Tan de lleno cesó todo, qne^iún pata que pudiesen^
tenes cíoStp las provistas AppstóUcaSi que el Papa habia
tiecbo antes «n.Jas Iglesias /4e Falencia . y Mpndoñcdo, :
fué pipciso que el R^y ponslütíese , .y <]|Cttpase «steasea*^:
so £C|^lo un artículo entero del tratado*
.' . • • • ' » ■ , - -
^ fistos son los supuestos ciertos y segaros que^ d
Obispo debió adoptar en lugar del qujt hizo con los su-
getos á quienes rei^XMíde {sufnso not»^).^' -estos, sóa.
también ios que $u Abogado, el ileios Duques, IjaJData*.
rta Apostólica , y:et F^siíat de I9. Cornaca ueceácaban Iul-^^
ber tenido pr^entes. *■ * / ^i.\,,\\ i.\ i „::.* /
La adual y todas las demás equivocaciones quehás*;
ta hoy se han padecida cn.la inf eligencla del Goncordata,
todas, han^provtnidp de no; haber teqíc^o, préseátes' ¿stniK
evidetiikei Supuestos ^ qiieies io mismaiiquelaof Ualaiec:
etítrado m el espíritu deiittsuado;. Y jde a^ selhan orín
ginado las desgracias del R.ey , y del publico ea-- estaje
. Aboxjp^^jmes^iatuiqueydc^m'Io.cxpsc^
xfespondid^ jn^^^íwrr á tod^ ior escritos ., y es aaiyofilicii
coinprehender4e ello el cU|r isia)o desecho del Buey» coq
todo eso ia suma importancia de este negocio, y la alta y^
poderosa fépcescotsKrioa de tas parcfs imeiesadas , ^ [nde
quese'desciqnd^á.traaurde ia slnsasBondecáduiíifiajeiiv
pai^(ttlar;/'Y pata aiayorl.dar¡dad y mejot' iardigeacia^
irc haciendo las dl^bsictones eoaeqpQQdbsntesigor ^este
orden* • ^y.-i t .. . .í/;:, ' .•.!... . »
•i^i / En
«*
s. y.*
£n:6(jHt eonttovfitlia.haceti papel U^km^t^ <le Casr
pof elpcfmisa^qneflió'; . It Páta^ia Apostólica poft
el rcgíistf b que. ht^ : el Obbpo de Avila por la acepta**
cion que presentó : los Duques de Al va , y de Albur^
quer^piii por, la pretOMion dci. qiie subR^stau sus in-
dultos Pootifidos i y finalmente el ^cy. y su corpn^
por la defensa^.y eonservaciou de sus derechos per^-v
perucMi
Eotrt tantos concurrentes ^ aunque cada uno está
muy empeñado en sostener repetidas veces las pattes flc^
SI» !papel I, ;<>lq.S4^^.'y la ; corona tie^iei» M^^iai^ A Iq$^
dciD^QO«eiesd«$;uÍ9ie,{u$oñJbicadeeUo, , /
: . (1^ i k <;;ímatíLi.que bi pudo ^ oÍ 4ehío di|pQn$a«
)ainas f e^nqanM perailK^ : :v,\
. n Lo primeco i ¡pereque el Rey Fernando (que goza dQ
Dios) á consulta de lelhi koisoMi y y al tcnoi; del Concort)
dato upift ce^tieko.y dedacadp^sdQ ii8 )^ Sept|«ii!4>r;Qtr
c . nCotnopsjrecttiái^ L€áimrs^.ei> 'qiiafir,^^^^
nque cesen luego los indultos^ y alternativas concedidas
9iante$ del Concofdato*^^ Pero por lo que <;prft$ponde al
peridiMi que Iaf<:»«aw>prjí>p.ene , se A€^á los ínjl^M?!"»
y. OlnispA» quo íícíicji ¡alteiiiatlv^ ,; «i^nd^ cse s^^^ig
ye cor», anos y otK» tó 4)i:eveBíd« «>í>t;e _ ^t^ ppnto f ^
cL ConcKffdato > * exceptuéndosc de esta regla los ior
dultos del In€inte Cardenal ^ su muy caro y amadf!
con
ííl? '
con notoria justicia , y con arreglo al tratado) que no
continuasen ni aún los indultos*ánteceaentes ^ ni las al-
ternativas aceptadas y y registradas antes de et : que
quiete 'ddcUr^i^^'ti^^iÁptf hábil i^ifidlíbehtis^se étatucino'
ñocer con quinta máycir cazón qufap'S; M. que ¡no^ die-
se permiso para elías etl lo futuro : que vale decir i en
tiempo inhavil. ' -
-''■ Y hablendé'antM^dido^esítft resoluqiotí /^y decjtara*
¿ion del^ey /i:4aroiá5tá}que la Cátnara^siti consulta de
su i&ismá real^dtfdnl)«or;pttdó ;-4ii detMó^contravMit á
ella y ni aun haber dado al difunto Obispo Don -Tedro
Goñiá^z y m á lftti:»el picrmiso qbfe tanlbicA lc$
^- Bien^^t ésrdí ^ítefítirwdád, fué^osá dc^ mcn» Jn«
conveniente, /)h^9^iA^fobíte,:'l6'^|[)cd?o d« <ivic sas^^l**
ternativas ¿staban reintegradas en tiempo opdrtono.
Nadie conoció luego •/4:omc¿ la misma Cámara (y
aún lo vino á confesar virtualmcntc) que no debía ha-
Séil-d)aió^r^^^/n¡s€^qáifi^^^ ^con el
exemplo VeeüV^idó^dé^a^s i «óUcítár '(í(i Msmo^V ^y^-^^^n
fe*prbpia'Rtmtaeion los Obispas: '4tf:S4lamat);c:i y dé Ba-»
dá}óz{ cu yi^ antecesores también ' Jvabiáh obteríid^^l^
ambos. Y si hubiera habido razón ffíMi éo^ctéét^ci^ pri¿
i^fo^y^ñc^nzf^^QAWhStícíP^^má^ 'que
eran iguale* ett-tbdfev' ' • '' '^' ? *^' "^ ' - :':''•" "
í ^!ptttt!aíiiasdi;qüei:ectóí6taAtó^ Obispo de
8bgov9áH á«ííya Diétesis alt<á«r^li';|ci» jnMmo»' HidttltoS
qUte<^iii|>r¿h9Mdtn^ i lá xicjAlviIi^xY^i^eiidd «I <á¿&>eq
fédé^' Idéntiéé V'^h* ebstsinW^iidvirrtó' ya fci eámara*
qüb tí6 debiaf coticeddtse d permiso y y de fado no le
Lo segundo , porque de parte suya coa ^ «inevó»
^tjÁs&Y^ññotíizéMe^mtK'i^^^^ siti
perjuicio de la corona ) los revocados indultos de los
Duques y que habían quedado rescindidosi abolidos » de-
rogados, y debieron cesar desde la ratificación del Con-
cordato, al tenor de el , y según la declaración del K^ey^
que queda ya re&rida, .
Y por mas que el permiso fuese limitado á las pre-
sentaciones de los Duques , y con la clausula de sin per^
)uicio del Concordato y claro está, que jalmas pudo de-
xar de embeber. easLelprlncipaUnconvenicnte de esta
canonización , del qual no era posible prescindir en mo«
fio alguno.
Verdad es, que con posterioridad á la real declara*
don , tenia; decretado la misma Cámara provisionalmen-
te , .qui por abora , / sin perjuicio usasen los Duques de sus
( Pero tampoco pudo , ni debió aquel tribunal provi*
Rendar esto contra la resolución del Rey. Por lo dema^
soar.no obsijantc indudables dos cosas , que resultan de
^te acuerdo interino» ' - ^ ^
i.^ Que desde su data , el uso y exercicio en qoe
prosiguieron Iqs Duques , recibió sú vigor de aquel de«
creto proyisional. , , ^
Omsjguientemente las succtsivas presenuclones de
ellos , deben, iconsiderarse desde aquella hora , como si
hubiesen sido excautzdÁsjwmine regio i pues el continuar
en su uso y exerckio j no dependió ya tanto de los in-
dú:ltQs^po$tQlicos,.quanto del mencionado deaeto^ sin
fjiqualckctoccs, qíte ;los Duques no. habrían podido
usar ^nl eiBeicítaxisasi jprésemaciones»^ Ni tampoco se les
habría pemnitida > r . . . i«..
2.* Que aquella cláusula preserva ti va de por zho^
ra , y sin perjuicio , denotó bien claramente el dere-
cho , que á favor de la Corona advirtió, y tuvo presente
|a Cámara.
Jm.XU. C Es-
l'^
1x8
Esta reñexion por si sola debió hat>er ildb
te t para que ni el Obispo , ni aquellos á quienes corres*
pondc I esciibiesen fixáodose. un contrario supuesto
ai^soluta
£1 Obispo sin embargo del dilema con que pone
fin á su papel^y no dexó de proveer esta dificultad , pues
dice:
9)0 ppr el Concordato han de cesác los indultos con«^
f>cedIdosá los Duques, óno» 3ilo primero ^ se acaba
?>toda esta disputju** . ,- ' - - ^
Esto es así s pero lo mejor habría sido no haberla co-^
menzado ni procurado sostener,
Pues aunque ( por posible ó. imposible ) pudiese»
subsistir los indultos , todavía np podi^ia subsistir Ijn aV»
ternativa de ninguna manera. No porque los Duqacs
tuviesen derecho alguno diredq para embarazarla í'Sino
porque ni la Dataria tiene facultades para acosdariá^
íii'cl Obispo poedc' proveer» mas que eo sus quátro *me-«
ses ordinarios solamente, ni el Concordato 'skifre ^tei>«
nativas; *^ . * ': ' ' '-* < • ■• í' • • •• -- ^* '-i
^ Lo. tercero en fin » porque cop el propio perbtsqr
se dio ocasión á que la Dataria , sin embargo de tc^
Coneter'claramemef.lá faka'deisusr&ouhade^j y*4é ha-
ber negadoscí dttsde iuegOf ise.iesoWiese despuesiiábotítt^d
Venir al Concordato;^ r^istrando>uiiaakeriiiatí«avqué
sin un tal permiso ( que admiró > mucho.)/ ^mas habr(a
registrado y y que con todo, eso : ia difícukd ^ . y xctiáAóf
hasta jun ^extremo iooreiblé ,'¿oofiq^qdi)(fte buJsns(>fC|
que no^ü)ldia yÁ eaJbi'saniiiarSe4cé'atbúirio:migunq^pa^
ra poder celebrar contratos aUernativo$4.6n<lo^ptils^Í^
de Hspaqa;. . .;
I • »•
I
*9
s. vii;
No ala Dataria : que ni pudo ni debió convenir ni
registrar nunca semejante alternativa^
. Lo prioQero: porque la santaSede por medio del tra<¿
tado dexó extintas y excluidas todas, las dudas antes , y
se obligó general , indeñoida j expresa c indistintamente
á OQ concederlas jamas en 16 venidero; . .
: ': >> Exclusas las alternativas de meses en las colación
9«nes j que antecedentemente se daban ^ y que no se con#
«»cederán jamas en adelante y dice el Concordato.
. Y luego la constitución Apostólica quam semper^
confirmatoria del tratado, ckpcáid3.,m(aupi^oprio por el
aalsmo suüío Pontífice ^ moderador de el^ dice así :
xíExeluidas enteramente las gracias de Conferir alter-
99 nativamente en iéis meses del año , que se hablan acos-
99tumbrado conceder ^ y qtxc en adelante no se concede'*
99f án en manera alguna.'^
Aquel enteramente , y este en manera alguna era ne^
cesarlo que no le liubiese perdido de vista , ni la Da*
taria » ni la Cámara , ni el Obispo.
De tal modo ^ que el Concordato no hace distinción
alguna y ni .4exa lugar, á interpretaciones voluntarias
entre las altetnatlvas y relativas á los. derechos del Rey,
ó respeíHvas al jus de los indultarlos Apostólicos : y^
esto se entiende , aún dado caso que (como no quedó)
hubiese quedado' alguno que :i)o fue^ de S. M. ; an*
t(&b¡eh;diko el. Papa quQ las excluía enteramente y y
que jen adelante no ias concedería, en manera dígu^
na > f!t vbi lex non distinguit nec nos distinguere de^
iemus^
JLo segundo ; poique la naturaleza misma del Con^
cordato B6f f sí sola ^ sii nroemib «su causa enciente* vi
ci«e
sus artículos , excluyen absolutamente respedo de Ro-
ma , toda alternativa de qualquiej:a calidad que sea , sin
necesitar de expresión alguna > á excepción de las que la
Dataria quisiere acordar sobre sas cinqüenta y dos Be*
nefícios reservadoS|. que no serán muchas. Y así semejan-'
te expresión no se puso en realidad mas que entre pa-s
rentesis para nutyor claridad. ^
Lo tercero: porque para celebrar contratos alterna-
tivos I es menester que resida en el Papa y en los Obis«
jx) una libre disposición de conferir en los meses y Be^^
nefícios que cede su Santidad , y da de lo suyo sin per^
judicar al dereclio de tercero alguno. Y si nada de esto
resfde hoy en Roma, ¿con quien ha de alternar las pro^
visiones el Obispo , si el Papa no tiene que proveer?
La doGttinz es entre otros infinitos del gran Apolo de la
Dataria Juan Bautista Rlganti.
Vlterius j dice » ad ejffiólumgaudefuU alternativa , ve^
rificari debet libertas confcrendi vam.^ in Efisccpo ^ quam ifp
Papa» Qt4ta Papa , concedcndo akcrnativam ^ largitur de
4U0 y rwn Mtim fr^udicat aliís^ ; , . ; .
• ^ i Teodoro Amidenio, y el Cardenal de Luca (á quie*
nes siguió Riganti) dan ppr razón , que semejantes c6n«»
tratos: alternativos 9 únicamente puede/i proceder ínter
dúo iíeqae dominas ^ possessores ejusdem juris^ nam si PapA
pibil possidct j non babet de quo disponere.Y el mismo Pur-*
purado nos asegura, que todos losBenefíciallstaiescribeti»
en la propia suposición* ^
Yo quisiera que la Datafria nos dixese ahora, qtt¿
Betieficios son los que posee , y confíete en la ^ Didcesis-
de Avila , para poder contratar alternativ>as con el:OhiSY
po.de ella. .. '. ¿ • . : .
Los contenidos en los indultos de los Duques, no Id
son ,.ségun se ha visto en generad v y se áconyencerá en
¡{articttlai. Porque aunque ^4tfitps/4eca,a sin -dudil alguna
Am.
21^
dé colación Apostólica , respedo de que todo ini-
du liado Iiiego presenta auíioritate Papa : hoy que como
se ha demostrado ) sí prosiguen presentando , es solo ih-'
ferinamente > y en conseqüencia del mencionado átr^
creto provisional de la Cámara , déxaronyá de serlo,;'
y son de nomina regia.
' Lo quarco : porque no siendo las alternativas otra co*
sa y que uñas disposicloiies o pañíes accesorias de la réglá-
líQvenfr'de Cancillería, no pueden tener cavimiénto sobre*
fos Beneficios que no están sujetos á ella , como sucede'
hoy á todos los de España , mediante el Patronato acorr
dado, y derecho universal de la corona.
Lo quinto: porque habiendo rescindidose , deroga^^
dose , abolidose de raíz , y cesado enteramente respcdo
de Roma- todos los efcdos'^ yexerciciodc la reserva de
los meses de las afecciones de todas especies, reales , per-*
sonales , simples, dobles , generales, especiales 5 y de las
reglas de Cancillería, que es de donde traxeron su oiigen'
la6 attetnativas 9 claito está-que no quedó ya á la Data-*
riá fundamento ni arbitrio alguno para resucitarlas. -
ÍA> sexto : porque elevadas al sumó Pontífice las jus-
tas, y s^tias^que xas de S.M. contra aquella intolerable
infracción de la Dataria , esta ni hególóá principios éx*^
ptíesfoS<^(^fii podía)) nflltffícitesponder' sirio qué las ' pre-i
tensiones dé los Duques erari de Patronato laical $ y 4ué^
como en el Coi^cordató se habla establecido que nada'
se*innovaria en orden á ¿l,por esto mismo habia ella creí-
do poder registrar la alternativa conformé á la preseá^i
t3tek>tí,(yexc€pdoftdel! tratado, mayóttneñtlé' quando
le habían |>pes¿ntado et permiso de "^ la' Cámara. Peto á^
este absurdo se le respondió : que para defender un de-^-
satitia, incktía en otro mayor ; pues sobre haber cesan
do in radia ei |ítulo apostólico de las grescntadoAes,;^
quQ
?4
qued»io iohabi'licádd para ^ar akernatívás en la forma
antigua , mucho mas lo estaba para introducir $ y regís*
trar.otra nueva especie de ellas, jamas, visca ol reconoci-
da'len d deoechocaóónico , qual habría, sido la del Obis-
po,' si se hubiese procedido al tenor del permiso. Pues
auQ()ue. el Papa puede acordarlas partíalitcr i no hay
praí^icadie esco. Y como para Roma haibian c^esado ya
lo&iadukos.i poiiabía con vquien. alternar. n¿/^^r^¿i//f</'ici
totaliter. _.•;..
^. : La daosnla tSfsifurpr.Mjudicio rectmmmXjoñcardatorumf
que/esija única ionova¿ion que se advierte en las letras
de registro, y con. la que pretende la Dataria y el Obis-
po haber ciiaiplídoí|tcontem{^lado|r preservado los derc-
Ahos jdel Jioy ^ ho sirve :de: nada absolutame nre. . . .
•iii ijEiSi protsfua cootraciá alia¿^ £1, ado. nEU6ma de re-;
gistrarrla^alcernatíva^es el maiyor deí todos los perjuicios.
£& resumirse iaX>;itaria facultades que no le quiedaron*
^s citfitravteiry qi^ebrantar lo estipulado. Y es finaJmea-
€cIoiM:Qpl0yq»e$i unaidiese uiia±ttQc^da Aortal á otra
con la cláusula de no ofenderle.
o : X^ttoaivótpprqueDdoncha yendo el Concordato con
laxláttsttla£rri(an€ey que sirve cQmo.de uo seiío sacro-
tamp, que ciercacy asegura [para siempre, toda^jasipfc.'^
p^tulas diipofiiciones^ide. el ,<no jptu^otla ]DatacU eontuvcff
íjfiridS!í.^ti:caeroa efewj iDconí^eoieatfi. ^ :.. . , k.. . .* ')
-c:j:ÍU d pe^rnUo tte.iht Cámara , fuera de que la I^ta?;
lia , según se ha dicho tfVd^so.aPrAglp »elf aÍDo qw\pC^
cedió (^únxx^ d\4 iaipás^pudo iiacex >•: que. «i^ z6í9. jqte de
5U¿íi^twalewcei:*iicitQj;¿^¿¿xa«fl.'dé.s€rk>*ri;-, .. j;-» :ry:j
Lo nono: Porque aquellos: dcoechos. -y, Jrescrvacídií
ijeívíspociates jlqOt íosiiliau eftrla'íanWiSede (qualesqme*
rasque íucFcn , rj^áJes , jaéluales^ » habituales » ó virtuales)
sobre los Beneficios de ifis.Duqucs iñduUajrips^.esosviáiit
0MS ^litfbiua tlva6st\úo^ 9awii]^Qd»vffitcbá la itíi co-
'J ÍO-
loña , en vírtttil Üeí Patronato- ácotaado, y d¿' lá 'slib*
rogación universal', gt^oaria y s^lut^V ^^^ so,' k hisc^
aj)ostóUc4aacnt5R ''
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Ko a! Obispo y que no debió aceptar jamas la altet-l
nativa que le dieron. Lo primero: porque Icddas has ra^
zones producidas hasta aquí contra ti permiso de la Ci4
mará I y contra el registro de la Dataria , todas ellas in«
fluyen respetivamente contra su aceptación , y; eraá
muy sobrantes por sí solas. . ^ . . r
Lo segundo :' porque en el Concordato de^có yáí
dispuesto el sumo Pontífice expresainentei que los' Obh«^
dos y y demás Coladores inferiores solo deben proveer^
los Beneficios que vaquen en sus quatro m¿ses ordinarios^
de Marzo , Junio, Septiembre y Diciembre. ^
Y en la constitución Apostólica , cohíírmatóríá de ^lij
dice su Beatitud : f^eref^s en prlrtierlu^áií /'y estabki^
cemos que los Arzobispo» , Obispos y Coladores Inferió-^
res deban en los futuros tiempos tónfcriif como atítes : es '
á saber, aqudlos Beneficios que tienen detócho" át cónfe^*
rir , siempre qué acónteciétetilas^^ vacantes en los qüatrd^
meses de Marzo , Junio, Septiembre y Dideitlbre i'ian]
solamente. « '^ x .. ., i
Esta taxativa tan solamente^ no merecía ei'ólvidaque '
padeció el Obispo en los núníérbs ti' y siguitntcsí de su
Manifiesto. De tal manera restrrngióe&tósuSátíti<íad,qíié^^
aunque se halle vacante la 'Silla Aj)ostóf?ca , rió iscWo'ho f
quiso que los Obispos hubiesen de proveer mzi Behcfi- ^
dos , ni en otros meses que en' los quatro seiíalados ^ si« i
no que declaró expresamente el* derecho á favor de la
corona. Ni el Rey dio su permiso para mas. .* ^
Supueste ^sto ,-hay des' cosaiqu^ cdn$¡<í^«« ^t^^'
I. XIL ^ D me*
.. c
fncra : qqe no siendo yi permitido i los Obispos confe*
7^ ^t vacante en otros meses que en sos quatro oxdl-
siarios I y alternándose e iñvirtlcndose el dececlio de es-
tos por medio de las alternativas » vendrían con ellas á
conferir contra la taxativa cltspostcton Pontificia , en los
meses y vacante que le están limitados.
Segunda: q^e provehido nomine Pafa qualquiera
Obispo que goza. alternativa, porque esta no quita á la
feservacion de los meses (según tiene decidido la Rota,
y sostiene Locerio, Amidenio, Rigantl , y mil otros
Beneñcialistas) I no liabiendo quedado ya para Roma
sneses reservados ¿ ni para los Obispos Beneficios que pro-
veer, en £spaña en. nombre del Papa , se infiere clara*
spénte j que así como no hubo proporción para que la
Dataria pudiese haber registrado la alternativa, del mis-
mo modo falta para que el Obispo pueda hacer uso de
ella^
La tercero: porque aunque es verdad que mediante
c^ peripiso.de la Cámara. ^ pudo tX Obispo recurrir de
buena fe á solicitarla conforme! el, loes igualmeote
que la que aceptó fue otra toda contraria á la que se le
permitió, con que ya el permiso en lugar de exonerarte
le acusa. Y á la verdad sin consultare la misma Cámara,
por ningún caso debió el Obispo a^dherir al exceso de la
Dataria. Y esto es fo que basta por sí solo para ia reten-»
cion de las letras de registro.
£8 posible que el Obispo conoció , que sin el permi-
so 4e la Cámara, no podia solicitar ni gozar alternativa^
y que después no adviniese, que dándosela contraria á
e'l y no pp^ia aceptarla ? £n subsuncia el Obispo pidió un
permiso para obrar contra él,
Aiin dado caso que hubiese creído de buena fe ^ que
de su alternativa concedida en términos gercrales no re-
sultaba inconyeniente alguno eontia el Rey , mediante
. * '' "^ ' el
el absqu0 prdjudUio &€. (que ya se ha dicho Ip que vate)
con todo eso estaba el Obispo eo obligación de consultar
el didámen ^ y la voluntad de aquel sujpremo Tribu-^
aaí á quiea cotresj^nd&l'^é^IéKStoekí 'f4écbtíkciútí^, y
oada de e^tb pca¿ticó él^bi^j^V ^^^^^ ^^^^ slnembár*
go» que el exáffieü de todas estas mátalas es privativo de
la Cámara* -
,I;o qúartoip^que ñ&^tbf& ^ttas'^enctifrir á lé
anticipación de datas, que á soltéiilttd^itt U'Dáiatía ftáu
boen^d testinoonia de su^^egonda ácéptaicióto , á^q^
después de tres meses puso la misma* fecha que á 12
ptimeca.'
Lo quinto: porque esratido' pee venMo- i táÜÁs'ío^
Prelados del rey no :pdr-cártá circular deja Gámári/qi)^
en materias bcnefitíaléijlé Patronato Eclesiástico ^ se di^
rija toJa pretensibn tocante á Roma , por er canal, det
Agente y Procurador general deiRey,debi<^coiiípt!r coof
ella y y no extraviarse de^aqúél Coiidü^o$ eñ C4iyo easo no
habría habido nadadle tonqué sbexpérimenta hdy^- Ptfrií
lo que executó fué contravenir á ti- ór<fen de la Cáma«
ra í'-y dirigir la pretensión por tiíah'o de Dtíñ Manuel
de lostíeros , Auditor de Rota; Y e^té es ótrtt' motivo
suficiente 'para la retenékm *, aiin j^tscindieivlo de las^«
causas principales que^liáy paia elki eoñforme á la ley^
del reyttQ. •' - • . »'•* '- ' ^ •
Como todas estas cosas son materias de hecho no»
torio 9 jamas podrá ^Ob&po- conseguir el fin que se
propuso en su^ Manifiesto^ ' de ^ «inttrar* 'sa condu^ de««
lante" ddKéyi y d*t púbKcOi y mucho «cuoi el de> de
mostrar lo qitt ioteiia^ '' * w. :
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Apo^tóJücps qucdftrpo^ ya. 6U)( dufU algvuvt ^rf^^ipdUi»^
fiboU4p^ I r«vo(a>doa |.4€cogadQ$ ^.y dj^t^ieton c«sar ente-
famente desde la latiñcacion del tratado, pos^a natura*
j^a, miroia de, ^l ^igot sus d^ppsV;Ioncft ¿ferales y^par-
ti(,ul^tn$.f Yjpoxqfuz, ^i B^ey .fs^nznáq á consalta de U
Pimarajo d^^^p^ya ^ji^claradoasrícá i$ de Septiembre d^
[tS scguri se hív^stp. ; , . /,
Á decir la verdad, queda ya tiA demostrada^ esta a b*
^hxQiani y Qfisacion c^n(SOlft& los s$ip0eftctf generales del
Bw* Y: J.tquc.n.9í5 ppyWe.píQslWÍr.pW.pji«c de iofi.in*
t0resado$^j(azon j pi 4.ii^cult;k4 9lgUB$; q)ae no se encuen-
tre ya satisfecha , resppodida y 'COfiTcncida en ellos pre*
Arflnrtvaoiente. ^ .,
0 c?9%<c^tQ. fi^ nQC^^iia ^«trp^^ios &;k^ m^motiz sin
|)0cderlQ(. jagias de vista. Y dpbcad vertirse, qne. 90 hablo
soiajo^ote de los pxJ^vU$giq$.C9ACedidps.á las dos Casas de
AlvayAlbucqtterque,sinounivecsalmente de todos los de
igual natUf aleza acordados en España á qualesquiera par-
ticulares ^?l^iá$t>c9& ó sc^ulaiies^Aies^n. temporales advi-
twm^ ó fuesen. peíp«iuP5 :-ftt«sen,gMjCÍosop., ó toen re-r
muneratorios s y sean en fin de la especialidad ,qiie .quir
1 Pero sin embargo de. sict un trabajo inneces^Xió» fara
idiluoiilaiLfnftf la.matexíft en. obsequio, die los i|iti:ie»dpfi|
quierfi. aleg^r^y <«4pftQe« Sf^mm^uc á £^Vor de Iqs
X)uques y demás indultarlos de E^^ca , op soj^ jUs.pfu:*
tlculares clausulas favorables, exói hitantes , fuertes , es-
peciales y especialisimas , que contienen sus indultos y
privilegios , ( aunque las de los unos son menos eficaces
l^ue las de los otros ) sino también las que pudieran ha*
Ser contenido ^ q;aantas sea capaz ele IHeat lá imagina-
ción mas fcrtii y mas feUz , y todas las que entran co los
despacios de la posibilidad* *
Supongo pues lo primero, quefaeseq codos perpe-
tuos con data en blanco.
2.^ Que sean remuneratorios , concedidos no solo
gx causa onerosa ^ intuitu meritorum , sino también por
haber defendido la Religión católica , y servido á la Igle^
sia contra infieles*
t , 3.^ Q^e iuesen acordados motu proprh , cierra /mi9i|
tía ^ ex pUnitudine potestatis.
4*^ Que este declarado en cUos deber ser tenidos ctí
todo y por todos sus efcdos por verdaderos Patronatos
laicales , como si focsen adquiridos tiisálo proprío poc
conquista, 6 por real y e&^iva construcción, dota«*
clon &c. ó como si fuesen concedidos in limine funiMio-^
nis j 6 antes de ella.
S*^ Que contengan también la expresión de deber
ser considerados coino gracias perpetuas hechas á Prínci-
pes Supremos ^ ó á instancia suya 9 y la de que tales in**
dulurios sean siempre tenidos como Vicarios perpetuo»
dcj Papa*
6i^ Que tengan la clausula de irrevocables 1 aun-
que sean á instancia de Emperadores ó de Reyes.
: 7*^ Que contengan la irritante , y la preservativar
contra las reglas de Cancillería faSas ^ facundas.
8.^ Que se hallen fortificados con la derogatoria de
las derogatorias , y suplido el defedo de obrccion^
subreccion^ y falta de intención, &c; ^ * .
9. Que lestcn confirmados en forma especifica de
vtrbo ai verbum por todos los Pontífices sucesores.
10.^ Que tengan á su favor la observancia de cen*-t
tcnaria 9 y posesión inmemorial. • . . í ^ uu
^ Que
3<> _
. . 1 1.^ * Que se hallen en fin nombrados y (br tificados cott
todas las cUusuIas mas especiales > amplias ^ extraordina-
rias y isxuberantes , que hasta hoy ha. sabido ioveatar et
4ngcnío humano , el. iqteces.de .la Oaiacia, la sutileza dq
los CurialeSi la experiencia y el estudio de tantos siglos.
Bien se que hasta hoy no ha concedido la santa
Sede indulto alguno que contenga unidamente todas es^
tiis clausulas»
Peto no obstante, quiero suponer . graciosamente
^para cortar disputas inútiles ^^ que todos y cada uno
de los privilegios de los Duques , y demás indultarlos dá
iEspana contengan todo esto ^ y mas , si cabe mas. .
Tengo también presentes las dodrlnas caaónicas,
explicaciones y .dbtiodLones 9 interpretaciones^ declara*
ciones I decisiones y opiniones diversasque hay sobre la
fuerza cf inteligencia que debe darse á cada una de estas
clausulas , en que se halla alguna discordia de pareceres
entre. Iqí repetentes y tra&atistas.
Dci^as de .esto quiero suponer igualmente , que to^
do indultarlo alegue también en t iJ^ lugar la razoa
aparente (á que sati$6a.re á su tiempo) de que el dere-
cho de sus prescntacioaes perpetuas otaba ya como ena-
genado absolutamente de la sama Sede ^ quando se cele«
bró el Concordato $ y que consiguieotemente no pudo
esta disponer de ellas , ni entenderse comprehendidas
en el tratado , porque mmo dat quod non babel.
Parece pues que ios indultarlos no exigirán mas de mí
buena £é. Con la misma debían sus Abogados , el Obis«
po y el su yo , la Dataria , y el Fiscal de la Cámara ha-
berse hecho cargo de las razones del Rey i expuestas ca
los supuestos generales.
I Pero de que servirán todas estas clausulas? De oa-i
da absolutamente.^
. * Cotí^
3«^
jConyeftgo co que todas ellas serán muy Inicnas ^ y
'de alta consideración quando se trata contra el Papa , ó
contra particulares de algunos de los casos que quedan
le&er vados en el supuesto a.^, que son de los que ha«
blan todos los autores canónicos que escribieron sobre
ellos,
. Pero quando se discurre , como al presente ^ en
competencia del Rey de un tratado solemne de paz
pública entre Principes supremos , y de un contrato
oneroso de la naturaleza y calidades que quedan mencio^
nadas en los supuestos generales , celebrado para hacec.
justicia > reintegrar y reivindicar á la corona en sus de«!
lechos perpetuos ( que es de loque ño tratan los mismos
Canonistas) I semejantes clausulas no tienen lugar^^avi*^
oDiento I proporción ni aplicación alguna. Y ningún au-*
tor duda de que por medio del contrato puede la sants
Sede derogarlas todas , y también qualesquiera indul-
tos de particulares,
Y así es necesario convenir de plano , en que pa«
ra el caso adual ni tienen subsistencia , ni son concreta^
bles á el.
De mas de esto es necesario suponer como cosa in«
disputable! que semeprites clausaias, y otras quales*
quiera puestas por un Papa en favor de particulares ^ ni '
ligan , ni pueden ligar á sus sucesores, quando inter-
viene causa justa y necesaria.
La razón consiste , en que cada Sumo Pontífice re*
cibe inmediatamente de Dios su autoridad Apostólica /i-
gandi c!^ solvendi , igual al otro , sin reconocer superior
en la tierra : porque far ¡n parem non babet imperium.
La misma potestad que tuvo el uno para dar. y atar, tie«
ne el otro para quitar , desatar y derogar con causa jus«
ta« Y por esto solía tambieri decir con su acostumbrado
dona y re el mismo Sr. ficnedi¿lo XIV. : VaU mas un Pa-
pa
5*
pa vhOf que todos hs muertos , ineluso sm Pe jiro.
Bien puede un Pontífice Romano dexar declarada
sa intención á sus sucesores^ y eso es lo que hace en sus
disposiciones perpetuas % pero no puede imponerles i ni
ligarles con leyes sus volunudes : Princeps legibus solu^
tus est.
La causa que tuvo Benedifto XIV. para estas áé^
rogaciones, fue de tal naturaleza , que una de dos : a
hasta hoy {quod absit verbo) no ha habido en la santa;
Sede causa justa y necesaria para revocar indultos per-
petuos y remuneratorios de particulares h ó lo fue slrt
duda la que tuvo su Beatitud m obsequium publka poi^
tís y y en atención á los. derechos y títulos de propiedad[
que acreditó la Real corona*
Demás de que en rigor su Beatitud ni dio nada , ni
quitó nada j ni necesitó derogar nada. Acordó con vista
y conocimiento de causa , que el . Patronato correspon-
día á la Monarquía. Este acuerdo declara virtualqiente^
que el titulo de las reservas no fue legitimó. Y por con--'
seqííencia necesaria , tampoco lo pudieron ser los indul-
tos que provenían de ei. Cesó así ex necesítate para la
santa Sede el título principal , y cayó consigUientemccv-
te el accesorio para los indultarlos ex natura ssus.
¿Que importará por otra parte , que un Papa diga :'
esta gtacia ha de ser perpetua y si viene después su su-
cesor I y encuentra que no puede serlo?
. ¿De que servirá que la declare remuneratoria | si se
halló que la remuneración estaba hecha á costa agena ?
I Que haremos con que ponga la clausula de irrevo*
cable , si la materia por su naturaleza sufrp revocación»
tiene proporción para ella » y la justicia obliga á re*
vocarla?
¿Que Importará que sé díxeseí que los Indultos bar-
bián de considerarse como gracias perpetuas hechas á
res-
J3
cestas cocona Jas {^eoino tnixlos ¿c Sonqulstas i y como
verdaderos Patronatos de. Legos por fundación &c« si ol
•misiDoaéto dd decirlo asíacrédita que realmentenolo soq?
Lo qdt esk^.injtar de .una. cosa no jes la abisma
/cosa^y jen oitpijy^. están de acuerdo, adtoifesyj tribu-
nales. La naturakaa^ inocins¿ca de las cosas. oo se iomuta
•con palabütas* . >
¿Que significará una observancia centenada ó una
posesión inmomofial contra la propiedad dtt< ana IMonar*
^quia í Bsce tituloíe^ báenó de particulares á patticU|iacess
f)cro respedo de los Soberanos nó val¿ nada. Y' por esto
ao le valió ni aún á la misma santa Sede.
. ¿Que importará que ios induRafio^íoeíen Yieariok
perpetuos . del Paf^, :Si ceso en £l^Papa:ia:&ciiica^? £n
acabándose la jurisdicción .'dciuxi. Alcaide > ¿.qué bacen
•sus Tenientes sino arrimar las taras jde la Tenencia*^
Concluido el tierecho del que dá , se concluya» el deré-
chO'de quien fecÍÍ3e«. ;:' «, . . •
I Desque aprovechara que i^ubi^seá sido concedidos
á instancia de Príncipes supremos ? León X. ac-drdo I6s
flhyos á ios natuxíaies úe Malta perpecuamet^te;^ ru6«
^os del Emperador' Carlos V. , y la regla z 5 de Can*
ciilería los derbgddespucs. > ' > ¡
V I^jínismqj^igapropondoaalmetiie de todas kisd^
mas dinsulas. .£1 fapa X3 so^ctior. alelíes ^r- y si esto no
fuese así ,' ¿coma) podría .la santa ,Sede haber establecido
la regla 15 de Cancillería?
Do 'estosr pvi^dpio^. isoivnsaleft únlcamemc se ei«
céptúán'lofiT tiatadro púUicpSi y las grádas petfieilias
-doiiceclidas á Priíncipe» sopremb^^ . ^ > . " . > :i ^ ' ^:'
Solas estas' son súbs^tentes ¿ irrevocables ^ ínterfa
perseveran en la Religión católica , y gremio de nttcsria
santa it)ad re Iglesia*^ ^ ....
Y sin;.¿mbar|jo^ide es^ sostiene Wamesi&^co^ mu*
*r/)#w vrr v ch
n«
5^4 , ,
chos otrosyqiied' Dapa cohcausarjuBU y razonable pac-
ido-derogar aun los Cqncordatoi^ celebrados con Prínci-
\^€S. Citad hecho Clenpento VIII» derogó los de Germa-
.ma:y:hastaique Paulo. V. révoeówde^ues iesi;a deroga-
- don j Pío 'IVi.' había piaiíticado I0; pr o{)io 9 « hasta qi\e san
iPio V« JD'ittnacdió^ Grúgorio XilIiy^Papaidodísimo^ do-
¿lacó después en el año de 1 572 , se sub quacumque ver^
ivrum/arma^reurifseríP concardats Ud$»i'^ hojle,
• \. A1I0S Duques, de Saboya se les derogó por algoQ
toompo el induko de: Nicolás V. > Celebraron después su
Concordato con Bénedido Xlil. , y sucedióle luego Cl^
mente XIL que le revocó, y declaró por de njingun valor,
Msca^tüeBenediétaXIVvtle man^ó después observar.
. i Pac lo deixias> entre estas claus^ulas eioraordínams
lodaiá. diffi;eiidajConsi6te.^en^que habiendo' de revo«
darlas el .Pajia como Legislador Eclesiástico, por medio
•de.algluu disposición generc^l ó panicular suya ^ es ne»
cesarlo , que para que se entiendan . comprehofididas y
^dexiig^dds a<|iaelias > haga suBcaitud espedñfaikíeQcion
;dccUí&.. .\
.j : ' i (í
-. Vfil^Q «quando se derogaA '. por medio de un tratado
*puí^ko de pj^si^.ba^ta qualquieta expresión general^
aunque la del Concordato es. may.espf:cial > y aunque
.tM9<yia> ló^ es olasjla de la cOnsi^tuqon, Ápostólioa^Hin^
Sfifí^^^ &nla, :qual ad tutfm e^ smúiiüi^ sA den^óiea
i&rjQ^jespeciéca todo quantopbdia necesitar de este re^
quisita :. .■]..;:■ ^ .. \ : \' \
-x!) :;Y súanwlá de 9sto¿<sainecesatíó.,lqipaAdo;la.'natu-
¿^safl^lsma: del tratado, /lyiidiPaisffllnataaoQtdadQ k la
corona hacen IncompatjMesxQDcelfiuaieáquieráindub*
r^s I ^Patronatos y -presentaciones de particulares e:» pr/-
r^ilegjiq Aposttlicp: cum comeditur Aliqmdy ¿mmm.cemtntur
concessa , sine qutbus comes so uti non ptíest. 1 . :
•u 1 '£^tf4eíe^vr<nla$eguodii'parrede la.réglá 42
de Ganclitária esta ¿IspatBta y aculM^Ao y a ^ que- parirá
que no se entienda derogado el PatoMMO^qualMquk^
ra: 13uqáes!viMMrqirds¿8'>q^^^cip^ sití^ihotítq iikicho
expresa mención de eli^;cB cicnes|ecjqiicíiseaii^isoboiaiiM^
' t! Dávnioda, c|af («iisá /qiíe se Qiuieisds»; derogadi^ ó)
cotnprehendidoi ekPáJcrbnoto ^dc'pariioalaws ^Uice)- qutt/
no es ncoesMia expcesa tiikacion; .. ^. { . r .* «- fo^
Ydd hecho 4vianda^t Concilio! Tciden tino dero¿d'
los Bacronacos tx prkfUe^ioJífoiaolk0%,n<yQx^^\xó sitió.
los que competían á los Reyes y á los Principes > /iitfr4)
^ .: f oc todo Jpo;qual creó'£niieáiente ^ qú^ todos Ids in>>
dultos temporales y perpetuos /toatedidós en Jíspaña ir
particulares en vigor de las «strvas^ Aposróiipas cy re^-
glas-'dc CaáciliérUv' qüecbroo ,y- .se;eátidAd^h/depóga^
dos , revocados y abolidos entoramfioiq eri) bkriid«ideodb
Concordato , -y rc^ue pasaron^ sus:] tüíStog áUa;A:eai>cbrO'
na jure pleno en conseqüencia del Patronato : MAvtíStáf
cpMTi^rétendk: >i y se le ^acordó y y tu fuerza-tambien de
la ijüíop Apostólica c^ stttnogacioxic absoluea q[ue^ ma*:*
yoüabdnidaáiibnOQLieiiiizo-las^nta Sede ^ra a&adktift
«-7 MiPaotiim ab ppedé/haliÍ8iF.chtda'afgtfiiá*i!n^e9CO^ ^akc
que n» eoósta' y qnie la^ mente y[lk iatencttrn^del/tcaicsBQk^
pímás ñieDtraL Para ¡con veticeríi^ ios dcma5:^<;iii9d^via^
pudiese enootitrar algiutio €ps^ no ia qaede -ya €0»>to €x^
' púesoo^iíasia aqfií^aiin -hay mtl^otMs «a2one^,:yipaffilffa*»
bini^óq{ie4tttlxcfí)ioáMl¿ :pa€ae<ikuyotPiddteo9^pc>dr>lo¿
1 , El in-
interesados I y faca máypc eocvcclcimieato de todos ids
escrijtQS Afnd^wado&t. . . L ^ .^ i
Oi' Jük pehndrQ > pqrqtitLes disposidott Utér^l úcl Cotír
CMdato:^ pues: din eitpdaicxhigatc ..
;> ^va sieiDpre ia résorvaideloscinqueiita y dos be-
neñcios , y salvas siempre las deciaradones poco antes
QKfsáCá^^ f setamifixda^al fiíey incffffgtuum: el derecho
uiúversal d^ oomlsEár :ypr¿sentatdñdistli9tainemfi.á todos
los beneñcios , y en todas;; las iglesias.con toda: la gene^
mtidad cotí que sé hallan compréhcndidos eti los meses
Apostólicos, y casos de las reservas generales y espe-*
Y añade en segundo, que á mayor abundamiemo
seiSubrogá á & M.'eDd derecho, que por rázoo de las
Besefvas tenia la santa Sede de conferir los beneficios, o
potsí", ó; por medio de la Dataria , Cancillería Apostóli«
ca^Huodo&ds; España, ilvAultafiossf dándole eL dcre-
<íbo:jiifliycrsai da presentar á ellos* . r > . .
-07 Cob jqfae de ambos pasages se concluyen datatnente
tires occisas : M o
t!)i¿* r Que todo lo que .na se ejcctptuó , pasó á la Real
Mnii8it».fíuesrd¿ce¿ &a¡kíA mmpsti ^ resiVvé^íiS^e. rfp'j^ax
jiifnpbc tas id^tiarkcíónes t^e^i Se aciierda: . d: derecho »: unif
versal con coda la generalidad con que se halla rcoin^
pr^hendido en las reservas &c. ex^eptio format regulam
in contr4r!um% ".X ' "
Es de hecho , que todos los beneficios que presen-
tdiál) ,.(11035 oto ia$;'dosf;baáiS!dtff¿ (Alba .-y; de Adhoc^uer-
qxie:fxsin4ttambiea qúdiq^ieraijQtrols jflvdultajños tsmpo«^
fB¡íti*f' pefipecuos I estallan: c^mprehendidos enxUas de
uoa olisma 0ranera^.de un ^iropio modo, y unidaméfate
con lojíLquf .pravfiía ftei:santa $edicA.cop.que se ;s%uejde;
dorcahocjiíl^. jgft6rQtt;^odíts¿a£qrdi4oii ccdklo&y s^hnH
-ni r ± ga-
38
niisina oración y contexto » o vale todo , q nada vate.
¿.Valia aquello cantea la. misma, sañu ^ede.) y se
!ha'de\fiietcr an qüestioa esta i <£íiv6r de los indultarlos !
¿Puede tener el Indultarlo mas privilegio que el lodul*
ctantc?.
¿No aptovechó a los Siimos Pontífices ei dtulo ^ lá
abfiecvaadaí centenaria, t y pósesum :dc las reiecvas xon-i-
cea lia propiedad del: PatroQito^ urii versad de la corona^
y han de servir, á les Indukari» tuios prlvUe^osApos?
cólicos , quC' no ^ran mas que efedos ó conseqüéncías
de aquel (titulo inválido > ivi tenian otro origen , m otro
' '.Si conaisiSidn lá p¿rp¿cu¿dad'xl&'los indultes.^ ¿quieo:
no Vf i qué también loí^ oficios de Datarlo ^ Canciller y
Nuncio lo son por su naturaleza , y la eran ya antós de
la concesión de tales privilegios ? .
Lo a«P^'p^quie copio t|qanto\ presenta) todo ladiü^
taria Apostólico eh razón tio tal , ( sea : p^tpetuo . d sei
temporal.) ^ se etatiendé presentado 2ni¿foríir# ^nomine
Pafs y representaiida. los derechos dclá' santa Sede ;es lo
propio que si ella misma lo estuviese pttisentando por^t?
pueslo q^e unahacQ poc medio deiotcóu, se-sigpík eo
derecho como si lo executára por sí propio :.4)'oi!.lb.m2s-i
OM no puede dedtse absahüe ^ quejno etá el' Papa ^ien
hiBicia. siempre virtujílitcr las presentaciones de los Iñdiü^
ta<ios..t ^ '
... iií'dñ fii&o>da:^ncarS«dareaisetDejftniHM pdvUcgiotf
^isp¿nsadP9 i padfticulares ie^o^.^. ftfoteAdcyXiuCít^unCáf
dLmasfque)el uso y. ejcetcitío aíélual tgif. nombre suyo^
reservándose siempre virtual y habitualmente el dete«
cho principal. i ':.....'
, ' . . X lasíi ^4 qowfíL^ti, 4ecirs6 j^ ■ estáis pteseotacto^rí
oei escabahcn lo subst^tieial al»t)la«aikieiitSe' pnagcna!'^
das:d¿la.sa4tt»SedQ? ¿Ni ^mo ipocQa.tetarfaáber; tyta-;
cy^.
,39
•genadó legitimánicDCie lo' qae era de la Real Co*-
xot^a?
Sirva esto por la respuesta prometida en el 5 y 9 á
la dabdecima alegación propuesta, ¿iavor 4e ios lodul-
tarios perpetuos. i , i
Coa que habiendo cesada pn la santa, Sede Uno y
otro I subrogadose al Rey perpetuamente en tpdo to
contenido en las reservas Apostólicas ( que era el preten#
dido títtilo de propiedad.de ella y de elios^) „ y acordar
doseleeUatronato universal de sii Real corona 5 es cosa
clara y que los privilegios tempoiálesy como los perpe*
tuos I vinieron á incidir in casfá ¿ quo indfcre nonfof.
tuerié
Y as^cesaron por la naturaleza ád misipo cootxattí^
aunque no sp. hubiesen mencionado en . asodo alguno:
D^cienPé tausa 4^/kiuntffe0n/^ Y cesando lapñndpaL'
Aboliéronse para Roma todos los efe¿h>s que.pro^
duda jd título de: las seseryais. Kaciaiiv de el los privile*
^os i con que abolióse también txws€s:sU4Ui el usd y
ejercido de estos: Rgsciutla jure.dMntu ^g» .' -.
. « Lo 3..% porque debe igualmente observarse con pat<»
ticutar cuidado > ' que el Sumo Fontiñce no dixo. que ce*
•di^ Ib. que proveía i.l? sazonj..:sini) io que. sq hallaba
comptehendido en la generMidad \de:iai restr^ai^ Y , asú
ó Ib proyoyiese nalUer , ó no lo.proy eyefse má& que\é j^^i-
"v^i^^r , todo lo que estaba afcdo á ellas , iodo pasó á
* _ ■ * I
. r Ltit 4.-^vporqa^ el título p^ncipal die. la Mooajrquíit
noesJa.ceiíoa.y. subrogadon del Papsi., »dQsi^ Fatco^
nato reconocido , acordado y declarado de justicia- Y
esu es la xazon patísima.: ^
. Lo 5.^,, porque :1a concesión Apostólica de tajes iqi-.
dultos ,iiecbara)n .perjuicio de la jsunoridadde la coro-
na.
J
40 . . ,
na^ f . en victira de an títalo: tan vloleoto, :v¡cíq6d en
su origen ^ y pretextado en todo el mundo Católico^JjL-
mis pudo legitimarse traüu temforís.
. Lo 6.^. f parque esta razón induye contra l»s indul»
tos perpetuos y remuneratorios 1 Igualmente iqpxs. am-
tra los .temporales y graciosos ^ ó mas , si es necesario
«ñas , porque la perpetuidad de aquellos era mas perfu^
dicial que la temporalidad de estos*
. Lo 7,^9 porque aunque está muy claro el Concor-
dato,, según se ha visto, aún todavía lo está mas la
Constitucian Ai>qstólica , que en confirmación ,de ciex*
pidió su Beatitud matupropb , diciendo :
Que se habia dado al Rey perpetuamente todo el
4eRdio de prbveiet, que en virtud ide las. reservas Apos-
tolicéis exercia lasanáiSede por sí.misma ipoc medio de
lá Dataria y Gancillcrík Apostólica ; ó por sus Nuncios^
ó por otros qualesquiera autorizados con facultad para
ello , por indultos Apostólicos.
De, moda (prosigue/el Papa explicando ) ^ que el re*
i^rido ReyJF ernando 9 y. los Reyes Católicos sus aiice«
sores puedan usar libremente, y exercer en. todo'y.por
tftdo el derecho universal concedido á ellos de nombrar
y- presentar á todos y á cada uno de los^ referidos Bcne^
fieios ekistentes en ios rey nos y pro vincias , de las£spa^
ñas, iegttñ^las referUai decJaraciones.
Yo duda, que pueda liaber en el mundo ttoo^ ley
mas clara qfue esu«
En primer lugar aquella clausula : Ó por Uros ip$á^
ktfui^a a^oritsdos ^on fycukad<s p^rií'eüp por iniultos
Apostólicos. Ea tratados públicos. nose exceptúa iningun
genero de personas , ni 4le Indultos. : , i ' i
Así entendió la Francia el Concordato que Francis»
có I.'^ celebró con León X."^ enjugar de la antigua Prag*
mat¡ca«Sancion : así comprehéndió Ips suyos la . nación
, .. Gcr-
41
«Get mahica <^ f hs'ciadades sujetas at Imperio Romano,
.que coocurrieiron i cUos» Y así tambiea entendió Foio«
nía los suyos. . >
' Aún glosando Rigahti la regla x 5 de Cancillería
•(que i la verdad no es un tratado público de pazí), ex<
pone 4:ambien asila palabra de ella quibusofmque. Cochioc
-y Pitonio con otros infinitosi también precedieron, á BJr
ganti en esta opinión.
Feto lo mas es ., que consultado en el casa^ro verí^
tate el doGto Fagnano por la misma santa Sedegobcr-
«lada entonces por Alexandro VIIL^ , fue de la misma
dpiníon ^ ¿ del propio diftámen.
En sí.^ lugar aquella otra : pueda §1 Rey usar übre^
mente , y exercer en todo y por todo el derecho universal
com^JUdo de presentar a todos ^y d cada uno de los Benefi^
dos ( que fueron quantos hoy reconoce el derecho canó^
-nico ) existentes en los reynos y y provnscias de las Españas^
según las referidas declaraciones , excluye todo quanto no
€e lea .en ellas. .
Conque no habiendo en el Concordato alguna que
-preserve y cbnserve'á los indultarlos perpetuos su con-
tinuación, es evidente que la misma excepción de las co-
isas excluye á ellos : exceptiofirmkt ^c^
Ni como podria S» M« usar libremente f y exercer en
todo y por todo el derecho smiversdl concedido de prt^
tentar í todos , y a cada uno de los Beneficios de las Espaáas^
A subsistiesen los indultos ? ¿ Ni quándo dio el Rey su
'Consentimiento para la subsistencia?
< La carencia de mención especifica en el tratado
vpof nombns ,, apellidos y privilegios , á quien hace
falta es á lo$ uidulfários , no al Rty ni á la cord-
Aa, quQ con el. sólo prueba su intención de derecho
sobretodo.
• «
Tan'leicór está ácsu fayorable á los Duques la pét-
4^
pctuldád de sus indultos, que áaiesiblen le$ daña ini$,
si se consideran atentamente, las siguientes, declaraciones
del Concordato.
Perpetuos eran también los quatro meses ordina-
rios de los Obispos : perpetuo el Patronato laical de par-
ticulares : perpetua la libre coladon Apostólica de los
cinqüenta y dos Beneficios menores señalados 5 y per-
petuos en fin eran los indultos Pontificios , concedi-
dos á los Cabildos para presentar las Prebendas de
<ificio«
Y sin embargo fue necesario excepcionar todo esto
específicamente , para que no se entendiese comprehen-
dido en la generalidad dd Patronato, y derecho univer-
sal , acordado á la corona. Y también fue menester que
«1 Rey prestase para ello su expreso consentimiento, i
reserva de d Patronato laical.
Perpetua era también la reservación hecha in corpo-
r4 juruy de las primeras dignidades ^9 j^ PontificaUm^ pe*
ro como no se exceptuaron, ni el Rey consintió, pasaroo
á }a real corona.
Los indultarlos particulares tenían mucha mayor ne«
*cesidad de esta excepción, y real consentimiento para po-
der continuar $ ni sus indultos eran mas perpetuos y ni
mas eficaces que los de los Cabildas , Catedrales y Cole-
giatas ; Quod speci^$ir providendum nUi ita fíat y ctf^Mar
ju¡gle£ium.
Lo 8.^ porque sean remuneratorios , ó sean quanto
quisieren , ju^r quasitam legítimo en perjuicio de la rcit
.corona ( que es siempre menor de edad)s no teniendo
x>cra proveniencia que la de las reservas, titula vicioso
-i» radke , protestado :en tiempo hábil , y abolido hoy.
respeto de Roma , pues dice la constitución Apostólica,,
cesando Jas reservas y afecciones Apostólicas^ queda ya tan*-
•bien demostrado , que no .pudieron adquirirle los indul^
•ra.
tarios perpetuos , quAtido no le adquiño ni la misma
- saota Sede.
Lo 9^ porque permitiendo de gracia por un corto
instanteyqae le hubiesen adquirido, ¿de que les aprove-
•charla? De nada seguramente > pues con este cuidado, y;
por via de supererogación se derogó en el tratado ex-
presamente la regla de jurt quasito mn tullendo , en for-
ma especifica , (^ ceUris contrariis qmbuscumque.
Lo lo.^ porque habiendo cesado A^faSlo ^ de juré
los indultos temporales, no se descubre razón alguna
sólida para que no cesasen también los perpetuos, que
son mas perjudiciales : el Papa no distinguió unos de
otros.
, Y i la verdad no es muy fácil comprehender como
^ra esta perpetuidad. Ellos eran hijos de las reglas de
Cancillería^ y estas jamas fueron sino temporales, du-
rante la vida del Papa que las publicaba. Cesan á 1%
jnuertrde cada sumo Pontífice , y en la exaltación al
trono de cada sucesor, la primera diligencia que se prac**
tica, es resucitarlas Y publicarlas. Hasta el Pontificado de
Paulo III.^ ni aún eran de unas mismas : un Papa las au-
mentaba , y otro las. dismiottia : este anadia vigor á sus
cláusulas , y otros se laftJimTtafoan..
Xo.i I «^ porque la distinción que entre los indul-
tos i per|^tuos[ y temporales producen varios Cano-r
nistas (fíiera de que seguaseha demostrado, no és adap-
table á nuestro caso) considerada en qüestion , tiene mas
de va^bsúoisL que de sólida« Porque sefan los privilegios
de presentar ad vitam^ 6 sean mperpetaum ,. lo cieno es,
que mientras dura cada uno,sdn respedivamente iguales
sus efedos , iguales su< ¿urultades , igual el exercició,
<igttai el uso , e igual el valor y fuerza que recibea de la
coucesioa A|K>8tó^it8.
f 2 Lo
Lo vitalicio b perpetuo de ellos es en sama acciden-
tal, y es un efedo d parte post. Si los privilegios de par*
licuiares' in perpetuum se hubiesen de considerar xomo
enagenaciones perpetuas de la santa Sede, los temporales
á puritate ratíonis , deberian mirarse como enagenaciones
üd vüam pQsidentis.
^ £1 indultarlo vitalicio mientras que no muere , para
el efcdo es perpetuo , y es eterno , porque hasta tanto-
nada se devuelve á la santa Sede ; y quando liega á faltar
el perpetuo , y sus herederos i la devolución es la misma*
La diferencia toda consiste en que según el orden re-
gular de las cosas , debe £altar aquel antes que este , quod
nibÜ ponit in esse.
Con que una de dos : 6 después de concedidos , y
espedidos por la santa Sede unos. y. otros privilegios,. r&*
side todavía en ella alguna autoridad pata poder revoi-
03p:los con causa, ó no.
t Si no reside ( quod verbo absit ) ni los temporales ni
k» perpetuos deben entenderse abolidos por el Con#
eúrdata . .
* Ys\icAác{^mddMt4tíi'inon^pf¡tisí) la. oiisma facuU
tad , 'la.misma causa eficiente, la propia causa final , la
misma voluntad , y la propia causa justa y , neaesarla
tuvo su Beatitud para cargar unos que otros ^ :en ^óbse*
quio de la paz pública, en atencioaá su raíz viciosa ,y
en consideración á los titulostiepropiedadque produxo
la leal corona* • . - - :- . í
^ ; £niiii juiciO)'sthtsubsistencia>dcaigttnoslndnltoapor
dia questionarse con algosa aparienciáde razón, era uní*
camente la de los temporales acor dados áCardesialéss por-
que está declarado por. la santa Sede varias veces , y aiía
ha pasado ya /nr^^jii^/Mf^/to^ que paca entenderse com«
prehendidos los Purpurados en las4i$posiclioDeSt dero#
í i ' . ga-
4?
gadoneá, y' ireTCicaciohés Apostólicas -^ mdigent spfjsiaü
mentione sub nomine talium* ^
Pero sin embacgo .de ¿Ua cesaron tambleiy esto» sia
disputas I por el principio de que la excepción firma lOr
gla en contrario s .porque las disposiciones generales de
un tratado solemne son de derecho público , y muy di-
ferentes de Jas particulares que hacen ^os Papas por sí
solos como legisladores supreium $ porque las palabras
de lin contrato .oneroso, entre Principes 9. se entiende^
plenamentecomo suenaín > 4)orqtíe:tQdoj>riyilegio<ainr
compatible con el Patronato acordado , y declarado
á favor de la rororia $ y fioaimente , porque el Rey
Jernando lo declaró asi á consulta de la Cámara. : i
Por lo qual este punto está tan distante^ át iadixülir
duda, alguna^. que ni aún ei: permitido difieuliax dft o
sin ofender mucho^á la resolución y declaración de &.M«^
y por otra parte es tan claro por sí^ quje no puede Qtis$
sin compasión] el: -qüCf.hayaihaJbiáo fio £spa&ii algunos
ique:;dodaien ¿k'cü ' w. • ' :. . . .:.:';
. lia misma iortana qué mvicron los irnTultofit^piH
cales ^ hubieran corrido 'sin duda; ios perpetuos ^ si no
hubiese sido el pravisioiial depreüo de laCamara.(queder
tío C8cnsarsr)xle c^mMnntisú^npor/ibt^ram el ésorMpxpffr
Jiiiiia' dát Cancardatú^Y ¡si pofs^uió jcl; señor { Itl&iit«:£>e«
Lttis^^ Caxdeoalentdricesiv 'esto jíoí iueitSUiiO, jioa^/M #^^/«^
en virtud de gracia espocialdel Sdty su.hei{inam);|pruebf
evidente de la cesación arque de oua mandca habi^Q^fir
dado:su}ete ^ romo iDcstás hoy clotiáiL^QAGxokSm^
Arzobispo de Toledo , y de Sevilla. /, » :^ , ^ h
-" -Lo a2L,?4M}iique habiendo cesado de^ii^o ycdi de-
recho, ios fni^mos indultos perpetuos á.heDeñcio del
Papa^ que. siii'^cpnsiderac^tt) .á. élk>s r^fyp • y provee
privativamente sus dnqüenta y dos piezas mtWttSf
si-
4<
«ituadas varias, de ellas en lás'Dtócesís de tales fndahos:
¿con que equidad , ni con que igualdad de razón y de
derecho podiia sostcnere que á favor dd*reyno cesaron
sitDilmente ? • . .. .
£1 contrato en su respeto faeiguat y reciproco para
ainbas partes. Aún cesó en parte por este motivo contra
él Rey mismo , y beneficio de la santa Sede el Fatro*
nato antiguo de la Qorona ; y su real derecho de resulta,
^*nahabia dejiaber cesado á favor de S. M.el privilegio
lie los indultárips particulares de qualquiera. naturaile''
za que fuese? :
< A esto se llegan las razones de inconveniente que
hay y había contra las presentaciones de los indultarlos^
X{iít por io común no son las mejcítes del mundo* Y en
el rdiglosísimo ánimo^del Rey y apostólico zelodel Fá*
pa anadia mucho peso esta consideración I para no diíi«
culta c en que cesasea
c t :i^o 13.^ porque tales presentaciones icroga^ian . res*
p¿¿livamente á la corona el mismo perjuicio . que. tas
{At^Vislones Pontificias V mediaiiie que coccespondian á
ella de jure , y, unas y otras ie oca^onaban el propio
despojo. Si los indultos Apostólicos eran £x cauía iíne^
i^ia I no hicieconv bien los primeros ep dexarse remurncr
tar dolos Papas con- doñ6$> ^quando aún 00 habia laJBiilk
de #^nii¡^«¿iiiiiifi;^ Mejor habria sido que hiúáeseo sa^
cado alguno «de aquellos feudos y que ppr derecho do
tev:ersión venian cada dia £U santa Sede^t y hoy pueden
lEbpecIr-^itfatra Roma lo qoA Icsjconvenga si se creen con
derecho. - ^ - ' ./. ...
-.:. iio 14.* porque '^cn los* reatados piíbtícos.bs dero-
gaciones generales tienen 1^ misma fuerza ^ y surten ei
propio efe&o , que en las disposíciones^iriVadas las es<
En
"47
£n' tstasaón neccsaiios todos to^ ' ^iccs qná .requie-
re el derecho canónico : en aquellos no es Qiepfstec mas
que la mención, in genere. Porque cada. artjcAilo ^ jcada
cláusula , y cada jpalabra. vale lo mtemQqtte?$i2$^Qa;>9/^*
hagemraliter p'fJata^gewralint.niVtiAttlHgcnM^ « .t
Lo 25.^ porqué se ded^^axon irritas 9 .y de ningún
valor ni efeÁo todas las provisiones / ó protentaclonfs
que en quaiqulera.tíctnpory forma se bícjeiref) contra lo
dispuesto en el tratado i <|iie quiere decir , citntra ^i Fa*
tronato 1 y derecho universal «cordado á la^zo^on^» (
^ La 1 6.^ porque ademas de las derogaciones geners^*
les y especiales del Concordato, en la constitución Apos«
tólica qüamsempery á a)ay9j: abundamiento se derpgp
expresamente , y se suplieron en forma especiñca quantos
.requisitos previene el derecha 1 según pu^ .verse pnel
§ de ella y que comienza Decretando j y que por ser muy
largo no se transcribe, ^quú
Para venir finaümen^e M4 kge penpe&a ep plenísí-
IBO conocimiento de todo lo expu4:sto , no. es necesario
itias que.Coinltiendoia dilatada. y AOt<M:ia historia 'de los
graves antecedentes) formar spíq tina.idfjii >HSta délo
•quto.¿s el Concordato^ y de lo, que fue l^in^gocigclon
decU
Preretidia eLRey , que el^ patronato uniyprsal d^
*£$papa ^GQrre$pondia á$u real cproM jiirV ¿qigiqwtf/i 4^
iíatw'atíf fundáiidose . Cí) sus títulos de conq/i^is^^., cbnsr
trucciotí t fundación 1 dotación , y ^liberaciones Aposr
^tólicas (que son tpdp^^^uapto» reconoce el derecho)! A
que se anadia estar^^yj^.concyida Stolemnejmente esta per*
tenencia y., mjayotía déla Mpfift^qu^a,^;^^a4^ de
Üoa
Dan Alonso el S^faSo , publicacU mas de cIdco siglos ha:
demostrada por los pclncipalcs jurisconsaltos naciona*
* les : cortoborada por los primeros Teólogos de España;
^jy- €Ojiif)robada en ñu poc los testimonios hisipsicosde los
mas grá ves cronistas del reyoOi ^ ^
Oponíase «la ^anta Ssde ^ apoyada en el tíralo de las
reservas Apostólicas, en su posesión^ y en sa antigua ob-
servancia. Y defendía la libertad canónica de ios Benefi-
cios, y el derecfho ot4ina(io d:e los Obispos, y Colada*
res ififériores^ en sus qtiatcó mfoses } alegando también los
* efedos de la prescripción.
. Roma procuraba encontrar deíe&os i los títulos de
ia corona. £1 R.ey al contrario los sostenía, yañadia:quc
el de las reservas Apostólicas I como introducido de un
modo violento, estaba protestado desde su nacimiento en
todo el orbe Católico /y en España mas que en ningu-
na parte, hasta que envuelta^ l\ nación y sus soberanos
en crueles guerras de Religión y de Monarquía , fue
preciso que empleasen eri ¿¿to tcldos sus cuidados , pos*
poniendo la parte por el todo hasta mejor ocasión : Et in
argumentum trabi non fosiunt i qus froptet nitéitiatem
aUquamh sunt tolerata. . ^ ). .
^ ' Qué la Inglaterra (católica i iá4azon)7amaS'lesdló
Cintrada en sus dominios. > i ; .
'"^ -Que una posesión y una observancfai que se deriva-
ba de un principio vicioso in radue , litigioso , protesta-
do , y* muy perjudicial » sus vasallos , y á los detechos
'péfpéttiós de su Monarquía^ , nunea podía haber ^a^sá-
tk^ ¿ontfi^siU títulos de j^ro^rfedad' aquellos-efedpsdc pres-
Ttljicion ,' <itt6 contrapetsoaái privadas suetón producir
íss poseriones inmemoriales ; y. observancias centenarias,
aunque traigan tal vesí su oiigenp.de ptinoipios fuinosos
iHjiini pér^ las rég^lías^jáínis pcesetiben.^:
•» •• '
'^v.v £m*
4fl
tmpb&átonit ks ptodkas, estt«cfaa;k:^nse'íaft.'i»zone$;
y escribióse en fin latamente por una y otra pane :- im^^
pugnósey y replicóse por ans^s respeftivam^nte-^ iosis^
tiendo siempre cada una en sus pretensiones dücaniq
tres años y medio que ocupó la 'negociación* . ^
Pero reconociendo finalmente el Sumo Pontífice el
gran peso de los títulos de justicia y razones del Rey;
y que los escritos deRoiui* solo podían servir ya de
ex&sperar mas los ^imi)s^ de ocasionar alguna fiítal roto^
ra entre las dos Cortes^ y de dar á S. M. un justo mo¿4
tivo para reivindicar y reintegrar á su Real corona en
todo , haciéndose hacer justicia por medio de la Cáma^
ra de Castilla > llegó á cceet sa Beatitud , que era pre^^
clso terminar las controversias de una manera amistosa^
y dar un huevo sistema á tás^razoues de amibas partes
por medio de un tratado soiemne de pa;^ pública , y
contrato oneroso recíproco , que es el Concordato.
En- este estado de cosas propuso el ^apa á S» NL un
plan de preliminares de paz : dixo en él substancial^
mente lo mismo que se lee en el tratado* (
Acordar Ás$ í U corona el Patronal que pretende ( que
era el universal sobre todas las Iglesias y Beneficios de
sus dominios ) $ pero con varias condiciones y que pa-
ra lo que es la qüestion del día ^ no .fueron maa
que tres.
1.* Que han de quedar á la libre perpetua colación
de la santa Sede cinquenta y dos Beneficios.
i té* Que los Obispos y ColadMes Inferiores han dé
continuar proveyendo siempre en dus quatcó ^¿iies or^
dioarios solamente^ -^ •- -m
3/ Que los Cabildos han de proseguir comodantes
en las presentaciones de Prebendas de oficio.
Aceptó y consintió^l iley T.e3ppresa«ie5tdé
Y este fs en^^resvmdá «ddo^dl 'espiri^u dct
*r* vrr rt
to: está la ley general de el s y este el compendio
tóiicc de toda su negociación. Ni para saberlo es nece*
saiioiipasqtte leerle» el Papa mismo lo refiere así en los
proemios de cU . .
Con que tenemos nuevo sistema beneficial : Patro*
hato acordado por principios de justicia : ( que quiere
decir reivindicada y reintegrada la corona) derecho
universal de nombrar y presentar i y i mayor abunda-
nuento cesión Pontificia y .subrogación absoluta , sin
mas. limitaciones que las Uteralmpnte expresadas en cU
VíQo después la confirmatoria constitución Apostó^
lica Quam scmpcr^ y repitió su Beatitud mot» pr^rio lo
mismo al pie de la ietra^ para, que á nadie le queda*
$e duda, .
Siguiéronse luego las infelices cartas Encíclicas de el
Kuncio JBnriquez f que tampoco quiso entender bien el
tratado.
: .i .Qupjose el S^ey altamente de ellas al Sumo Pontifi-
ct).i^cpi^ben.diQ 3U Beatitud á $u Nuncio con seriedad:
mandó recogerlas, y escribió á S. M. en su Breve Episto-
UtCaruimo ác lo de Septiembre.de 53 las palabras si-^
guientes:
; YJ. I9 verdad, pudiendo y teniendo autoridad ta
M«ge4tadj| y Aqs ^Kcycs Católicos tus^uce^ojes , cómo
Monarcas de las Espafias ( que quiere decir como Pa«
tronos universales, porque el Patronato «es Iniíerente á la
Monarquía jure eofnmuni d;* naturali) , y también cómo
C(3ÍQP^ri9$ d« esta sactfa.Sedc Apostólica., pata usar y
eíwrcsri «I dfitficho uni^ícrsal cjn quawo á las noiniíias y
presentaciones en todos vuestros dominios i de ninguna
manera :$e debía hac^r xbemotia. 4el Patronato Eclesiást
tico en dichas cartas ^Encíclicas.
Con que acord|ui^'4y deql^sadp.áfaypx deia corona
€t^tj;oj34tó^y desechó Hnji'rass%l. (^u$ieft«l primet'títu-
íp 3é ella , scgtth se acaba d¿ ver en el Breve epistolar);
cesó /]^/^/4^^ todo indultó Apostólico, y toda provi^
sion y presentación , que no hubiese quedada exceptua-
da I declarada , limitada en forma o^pecifica ^ y con ex»
preso consentí miento del Rey. ¿ Puedo haber un tratad^^
mas claro , ni mas comprehensibie I
XIL ; •
Dada ana idea ex9i£ká del Concordato , y d ? 1 ^^ prlñ*
cipios del Patronato universal de U corona , es consU
guiente dar otra á lo menos en general del origen de tos
indultos perpetuos , ó Patronatos de particulare!>v;r ^W^
vil€¿rh Apostólico ^ para que así se pueda focmar un ju:>to
concepto iegaL ;
Yo hasta ahora no tengo noticia de que haya eíi
estos rey nos alguno que fuese concedido á otros , que á
algún Virrey de Ñapóles : á algún Embaxador de Espio-
na en. Roma ó ea Venecia : á algún Gobernador ó Pre-
sidente del Consejo de Milán f y á algún General , qué
» la sazón mandaba las armas Españolasen Italia, de
aquellos que supieron aprovecharse de la ocasión.
De modo , que á quien no le cupo U muerte de que
tos Reya dé España le honrasen con algiina'dc esta*» co>
misiones , fuese Grande ó nó' lo fuese, y tuviese ¿i y sus
ascendientes méritos iguales y aún mayores , ó no los
tuviese , jamas obtuvo semejantes indultos.
La necesidad que los Papas (especialmente comd
Príncipes temporales del Estado Eclesiástico) tenían de
estos personages en las ocurrencias criticas , y pá^tica^
iarmente en una época, en que la mayor parte de la Ita-
lia vivia baxo de la dominación Española: quánto cón«
viene á Roma acariciarlos : como sabia el arte de! exé»
cucado: y quánto podían iafloir. los si\ismos poc Ja au-
toridad de siis empleos en los intereses de h santa Sede}
la historia lo refiere, la razón lo di&a, y nadie lú ignora.
Que todos aquellos Virreyes , Embaxadores y Ge-
nerales , á quienes con este motivo se acordaron priviie*
0o$ Aposióiicos á costa de la Real corona , no fuesen
sugetos dignísimos y de altísimo mérito , así por sus
prendas personales , como por las heredadas de sus In-,
ditos progenitores h ¿ quien habrá que lo dude?
Antes bien se sabe , que el gran Capitán Gonzalo
de Córdoba i y el Duque de Alba Don Fernando , dos
de los Indultarlos , fueron dos de los mayores hom-
bres que produxo jamas el suelo Español » y acaso el
mundo. . .
Pero qucaún entre las: gentes de su misma gerarquía,
y aún entre las que hablan tenido la fortuhadeque los
Reyes las elevasen á ella j dexase de haber otros de
igual valor , talento , zelo , conduda , m(fritos y serví-*
•cios :, tampoco puede qüestionarse. Sin citar mas que á
los grandes Cardenales Ximenez y Albornoz , quedará
bien probada la proposición.
Que todos los Indultarlos perpetuos por sí, ó poriso^
dio de sus mayores , no hubiesen derramado la sangre
glpriosamente > y concurrido con sus bienes en defensa'
de la Religión Católica í contra las huestes Agarenai\ y
servido en esto mu^bo á la Religión y á la Iglesia , tani«
poco puede meterse en disputa.
Y así si la santa Sede dixo en todos ó en algunos de
ÍQ% privilegios 9 que.eran remuneratorios, por Ja sangre
vertida y y substancias consumidas en servicio de la Igl¿^^
sia f bien pifdo aseverarlo con suma verdad.
Y si lo omitió en otros , esto no fue mas que des-
cuido , ó poca pericia de los que formaron los preces ad
Sanétisstmum.
- Pbw que haya en esfoárjSynOi alguna antigua fami-
53
lía Española k ínas desdichada , ¿ qu{en no le hubiese
sucedido lo propio ; tampoco hay términos para difí*
cuitarlo*
Hasta los soldados rasos expusieron igualmente sus
yidas , y derramaron su sangre. Y hasta los labradores y
artistas mas infelices contribuyeron á proporción con sus
hijos , y con el sudor de sus manos , para los gastos de
una guerra de Religión que duró siete siglos. La difícul*
tad está en que asi estos como aquellos servían al sueldo
4e la corona , y por lo mismo eran de ella lasconquistas^
Si algún soldado de ellos ( no digo ya otro conde-
corado con el título de Grande ) hubiese sido después
Virrey de Ñapóles ^ Ecnbaxador en Roma , ó General
<de las armas en Italia ^ igualmente podría la santa Sede
habeüle agraciado i dandp por motivo la propia causa de
remuneración y y servicios hechos á la Iglesia contra lo$
¡enemigos del nombre de JesuChristo.
Y si por accidente no hubiesen los Reyes nombrado
& los agraciados por Embaxadores &c. sus casas , con
kno las de sus iguales , habrian vivido siempre sin es^
)ca remuneración y que no es poco haberla gozado has«
jfta hoy.
Por otra parte , bien penetraba siempre la perspica-<
tia de la parte Romana > .que el título de las rescrvasi
como cuchara de pan, .no duraría mas délo que Dios
quisiese 5 y del pan de tu compadre buen zoquete á tu
ahijado. > .
. , Y con esto queda indicadp en general el principio^
taosas y origen de ios- indultos en qiíestioru
XII L
Solo Sí Mé y la corona thnen justicia : este extremo
de la cpocl^sipn general , que aent^ en el §. V« , y es el
J4
unicóqüe^Ita que tritaf, queda ya demc^trádo ple<)
ñámente 5 pues las misinas pruebas que justifican la sinra-
zón de los demás concurrentes , esas propias califican la
razón del Rey.
Y quedan , en fin , satisfechos y respondidos todósf
los escritos de la Dataría , del Obispo , de su Abogado,
dé los Abogados , de los Duques indultarlos , del Fis«
cal de la Cámara > y suplido también en la parte que lo
necesitaba el de mi sucesor. Pues he querido hacerme
cargó de todos y de todo , para no dexar sin respuesta,
ni lo que han motivado, ni lo restante (mas eficaz) que.
pudieran haber alegado.
XIV.
Mi parecer , pues , es : que la Cámara no debió dar
tí permiso.
Que la Dataria no solo no tuvo facultades para re^
gistrar la alternativa $ pero piucho menos para la gene-
ral que registró^contra el permiso » y en contravención
del Concordato..
Que el Obispo debió no aceptar una alternativa con-
traria al permiso de la Cámara. Que no debió concurrir
á la anticipación de datas. Que debió no extraviarse del
canal de la Agencia general del Rey , en contravención
de la orden circular de la Cámara. Y que las letras de
registro deben detenerse quanto antes por via de provi<«
dencia , sin dar lugar á pleytos viciosos, y gastos excu«
sados.y que pueden emplearse en obras mas agrada-
bles á Dios.. Y también porque ts parte de la $atbfac^
don que S. M. debe tomarse de el exceso de la Da-
taría.
Que los Indultos ó Patronatos ex privilegio de las
casas de Alba y Alburquerque (comotodos los demás
consimiles del reyno, temporales y perpetuos» que oaclaa
¡de lás reservas Apostólicas )| quedaron absolatamen te
abolidos*
Que un derecho perpetuo de tan grave importancia
iniíerence á la Monarquía » ó inseparable de ella | na
puede j ni debe estar alienado ^ ni desmembrado de )a
Real corona.
Que el Rey como único executor del Concordato,
y conforme á las disposiciones de el, y palabras, litera-,
les de k Constitución Apostólica : quam sew^er ju'^
re óptimo , puede entrarse desde luego en posesión |^
usar tibremenU i y exercer en todo y por todo el dere^
che universal acordado á su corona de nombrar y pre-^
sentar á todos i y á cada uno de los beneficios existentes
en los reynos y provincias de las £spañas , según las de«
claracioncs referidas.
Que para esto no necesita S. M. mas diligencia
5|ue mandar pasar á la Cámara la orden siguiente*
Habiendo llegado á noticia del Rey» queno se cum«.
pie con el decreto resolutivo y declaratorio , que en ob»
servancia del nuevo Concordato , y á consulta de la Cá«
mará expidió el Rey su hermano en i8 de Septiembre de
I j 7 5 3 } manda S. M. que cumpliendo literalmente con el
tratado, se lleve desde hoy á pura y debida execucion
en todas su$ partes y efe^s.Pues derogados Jos indultos,
los suyos evidentemente lo quedaron. Y aún me consta
de ciencia propia : Extin£ia rcmanserunt ab eo momentOf,
quQ Pontifex illa derogavit : ncc amflius rcvivisctnt msi €X^
frese convalidentur.
.iljv, V. . .
«
Pero en esta parte aunque no dudo de la suma )us«
tiñcacioQ y derecho legítimo con que S. M. puede á vis*
ta prafticar lo referido , y entrarse desde luego en pose»
sion de presentar libremente (que sería lo mas acertado).
5^
no obstante hay también otro medio de qtte el Rey, pi^
ra continuar en el mundo los raros exemplos de supera
abundante moderación y admirable justida , con que Jia
sabido adquitirse el primer crédito entte todos los PnW
cipes de la tierra , podria servirse; y sería mandar:
Que todo Indultarlo Apostólico dentro de un mes
presente en la Cámara de Castilla sus privilegios ori-
ginales.
Que esta , poniendo después en seqüestro todas las
presentaciones de ellos, conforme á las disposiciones de la'
ley del reyno , los oyga en justicia de un modo instruc-
tivo, breve y sumario, quanto quisieren deducir, expo-i
per y alegar en termino de otros dos meses.
Que en el intervalode otros dos los Ministros del mis^
mo tribunal , oyendo al Fiscal (que deberá defender los
derectios perpetuos de la Monarquía), y confiriendo des^
pues entre sí sin asistencia de los Secretarios , informeit
al Rey reservada y separadamente lo que se les ofreciere
y pareciere, fundando cada uno su didamen , para que
en vista de todo pueda S. M. resolver lo que convenga.
(Y que todds.y cada uno de estos términos sean absoluta*
mente últimos y perentorios; porque es sumo el perjuicio
que sufre la corona en el despojo que padece > y porque
este examen en la substancia, es enteramente inne*^
jcesario.
£1 Rey con su prodigiosa comprehension elegirá de
estos dos medios el que mejor le pareciere , y resolverá
en todo lo que fuese de su real agrado.
Nuestro Señor guarde á V. S. L muchos años como de«
seo. Madrid y Marzo 31 de ^760 = Ilustrisjmo Señor=
B. L. M. de V. S. I. =su mas ^jEcOto y rendido Capellán :=
Miguel Antonio de la Gandaya =:ilustcí^aK> Señor Mar^
ques del Campo de VUlac
TRA'-
f RATA DO
I . j
(*
DE Í.OS RBYSS DM CRA^JDA
r su ORIGEN..
. , COMPUESTO
POR HERNANDO Í>EL PULGAR,
CRONISTA DE LOS MÜT ALTOS T MUT ESCLARECIDOS
SEÑORES RETES CATÓLICOS DON FERNANDO
r DOÑA ISABEL. >
DEDICADO
/a LA. DICHA RETNA NUESTRA SEÑORA,
y compuesto pQrs» mandado.
Mtnr ALTA T MUY BSCLA&BClDA KBJVh Y SEÜOllA NVBSTAA.
<
í ... • . •. I
f '
: A • • 1..-. ' r . .
./iLáiviiie habieri muchos varones dodoi c leídos en
las historias^ que es luz de la verdad^ teistigo de los t¡em<
pos I maestra para el exemplo de la vida , que pudieran
escribir, mejor que yo este tratado de los &eyes Moros
de Groada ^ á 'quien V. A. pox su insigne valor » y per*
severancia^ y elB.ey nuestro señor y por sus felioesar-
mas> traxcron á su obediencia , dando dichoso ñn ala
conquista de los Moros de España > que en espacio de
mas de setecientos años dieron materia de una y otja
,|;^rte á/los tfi^^ gloriosos hechos de armas ^ que de nin*
n^^»^ VFT U Qilm
\
/
cunas naciones Persas , Scitas , Medos, e Romanos ¿e
han estrilo :,Ios unos piocuraiido defender lo conquista-
do y aunándose con algunos Godos 5 i los otros valién-
dose también de ^algunos Mosíatabes f procurando cot
brat lo perdido ^ e á el cabo de tan largo tiempo ^ vino
1 parar esta 4icbóáa ebptesaV. u^elí triunfo de ell» » pata
gloria de sus nombres , que por voluntad divina parece
que les estaba reservada 5 siempre hubieran tenido que
trabajar mucho , pues para cumplir yo con el mandato
de V. A^. me ha sido £6rzóso no soto pasar e ver nuestras
historias de los ínclitos Reyes Progenitores de V. A«
que con hazañas dignas de memoria fueron recupe-
rando los Rey nos , Ciudades , Villas y fortalezas per«^
didas ) donde se refieren los Reyes> c caudillos de
ios Moros que las poseían $ mas también ha sido nece^-
sario^valerme de Ids interpretes de V. A. para la tra-
ducción de las escrituras Arábigas antiguas de contratos
de estos Reyes | e otras de contratos de paz entre ellos
mismos I e otras de alianza con los Reyes de ' Castilla^
e para la traducción de los epitafios que estaban en la
dicha lengua Árabe en losas de alabastro , en el Alcázar
real de la Aihambra , y en epitafios de sepulturas , y
en otras cosas antiguas de los Reyes , cerno en Genc^
ralife , y en algunas casas como en la del Gallo , que
estaba en la Alcazaba ^ ¿ la del Infante AUnayca , junto
á la Mezquita oíayor , donde hay escritos antiguos
de las armas reales , c letras en su lengua , que dicen los
nombres de sus fundadores; por cuyo$ .medios , e va-%
licndpme de Fernando de Baeza , interprete asalariada
de los ^ey es Moros, y testigo de vista de todos estos stx^
cesos I de los iquales tiene, un libro manuscrito que yo
he visto , de muy entera relación de todo en odavo,
he nofadd con atención las mezclas pue hubo entre estas
dos naciones por casaouenios > asi entre los Principes,
rn*
como entre los graneles Caballeros , que conforme i los
sucesos de la guerra , los de Castilla odiados, ó desfavo-
rec¡dü6 dé sus 'Reyes ^ de sus padrfcs, 6 hermanos y. se
iban á valer de los Reyesde Granada , e por los mis*
^ Tnos accidentes los de Granada se iban á valer de los
Reyes de Castilla \ e á los unos é los ditos los recibían .
honrándolos con socorros de gente cdineró^iíasta haber-»
se compuesto las diferencias ^ que Ifcs habia obligado^
á haberse ido de su cierra, Y en el interid peleaban los
unos contra los otros bravamente , guardando siempre
la fidelidad , e omenage que hacían los unos á los otro^;
deque están llenas xiuemas historias ^ romando la divi*
na c inqompreheosible Providencia estos medios' por
sus secretos juicios / para el fin de aquella Monarquía^
habiendo guardado este dia tan deseado por largos tiem?
pos I para gloria e -honor de V. A. acabando tan intrin-
9^ é cruda guerra i para lo qual aplico nuestro señor
el esfuetzo incom|>arable de V V;)A A« la división entre sí
de los Reyes Moros , la conversión de algunos tos mas
poderosos á nuestra santa f<r Católica ^^ y délos de ía
real fiímilía , con que vino á contrastarse la última di*
ficultád I que por espacio de mas de setecientos años pare*
cia; invencible. De todo debemos dar las gracias i nuestro
señor criador del cielo y de la tierra/y reconocer áV. A;
por instrumento suyo , á quien suplico reciba mi buen
' deseo de cumplir su mandato en esta parte ^ c lo "que
hubiere deCe^uoso lo supla con su ániaio real, conocien^
do el tnioi que ha sido y será sienipre He obedecer)
y servir 4 V. A. bprnó st fiel criado r: Hernando del'
Pulgar.
» « I • , »
I
6o
ORIGEN
t . «
DB LOS REr^S DB GRANADA,
llallo escrito en las historias antiguas de España,
que mandó recopilar ei señor Rey Don Alonso el Sá*
bio f en la del Arzobispo Don Rodrigo ^ e en la de
Rasis 9 y eo otros historiadores Árabes , que rey-
nando en España los Reyes Godos , el Rey Don BLo«
drigo se dió á los vicios , y ociosidades y deleites , con
que no se hacia justicia , ni se/a tendía al gobierno y c
los varones de mucho merecimiehto eran despreciados^
y ios inhaviles , é codiciosos colocados en los gobiernos^
e la milicia, brazo diestro de la Repüblica^era desprecia-
da s é las fronteras mal proveídas , tas cercas^, é las mu»
rallas de las Ciudades ^< Villas derrivadas con el tiempo,
e no reparadas'coh el descuido de los Reyes. En este es^
tado las cosas ésundo , el Rey se enamoró de.la Cava,
hija del Conde Den Julián , que estaba en su Palacio,
y el padre en aquella sazón era gobernador en Zeiuta
en* la África , etqual ei:a muy emparentado. La ¿i)a le
dió quejas de la fuerza que el Rey le hizo , y esta ceiir
tdla encendió el fuego, que estaba di^pue&to en los
ánimoj de todos los agraviados , y mal contentos s los
quates dé un :acuérdo tratacottcon Ulid 'Miramámolin,
qu¿ Jkmabto;£a)f^adar:de;África<), para qui yiittesc
con gente á España ,^donde'fnudbK)Srd¡e ella le ayudistriaa
á la conquista;; y ed idspecial 1«»l hijos del Rey Aoosta, y
el Obispo D. Oppas. Finalmente , Ulid condescendjbó á stt
demanda, enviando á Muza Abencoit, y á Tarif Aben-
zarza, que dic'en eran de los Califas , Reyes de Damas-
co en Arabia la felice , los quales pasaron con gente
á España , y la conquistaron $ e últimamente volvió
Tatif Abenzarza á África , yrquedó por Gobernador ác
España Muza Abencoit y y en todas las Ciuílade%jde £s*
paña fueron dexando por caQdillos.e ^bi^rnadoces i ios
roas principales de sus deudos, ^ue. habián venido de
Arabia con su gente i esta conquista. Abdaiasis , y pdc
otro nombre corrompido en nuestras historias , llaqiadp
Baiagis^ casó con £giipna , viuda dei Kty Don ILodrxr
go, y luegóse coronó. •fi.etyiia :á.4a. usanza de Jos ^io-
dos en Sevilla', .y por favorecen á los Mozárabes, y
servirse de ellos en oficios del gobierno , á instancia de
so muger , que dcspuies reconciliada á nuestra spnta fe
•rourió mártir en .Córdoba, lo mataron Jos Árabe;. Con
la muerte de este Rey Abdialasis , c con la vidoda^que
alcanzaron los'Christianos en . el monté £useba^ ' doiiide
por milano fueron los Moros, muertos e venciddé ,^
con ellos el Arzobispo de Se vljla Don Oppas , c muchos
Moros y e' Godos qoo ios seguian »rfuc. creciendo ^eLpo-
iácx dé ios G&risc|aaos'^ ése^ividió el podc^ de los Moros
en España $ y estando. ialsiUaprincipái do losRiyesMa*
ros en Córdoba , se alzaron costra ella los Alcaides e can^
dlUos principales., que estaban mezclados con losGo-
dÍD&,'(dse intitulMOtt Bxyesxiji Zarageaa , e'/xeyaabii c
gabertaabala!..;¿:i.«*c su ¿ermano Salafte en Toiodo yJy
^Abeohue en. Granada , Albohaícen en: el Algarbe i i:
sus hij'os e deudos f^ue eran: de linaje de Godos, se
fueron llamando Reyes de las Gudades que jocup^»
4tín,iCO^o. en^iVialkocia. Ihaya ^eo Murcia :Aibeniua^
jSfctvilfat; Ajvenábtft !^ e asi.csí.amcbos. lugares serfuétxm
x>br2ñdoi0oo ia divina ptotidenciái ^&¿^ áülagrosos
por diferentes medios , tonvirfiendose alguiio dé estos
f riQcipes á Jnuestra fie Católica;, ' 4 sacando db ülos mu^
cÍ3i0Sfmái:taccs'> qáe/'iá oloi^dasíQs.]^^ ^ettdd^tjnoí-
riáis pQn:ch Ofl0ibré;deJesiir-ChVtsi)a nuestro Biddentoiv
como lo hicieron en Córdoba da sRtfita. £¡giiáia >. y ;otcos
muchos en' Grititcla.; c Galiana ^ lii|a del Rey Galafre
•ep T^edo^ casa con Carlos Martelo hijo de Pípino Rey
de f camiia^y ^y iup muyichxistiaqa y «jeemplaD Réyoa , e
¿ conteinplaciónr:íd6J6i^D9miM:e. |. edificó' Carlos^ Alarcelo
io; Palacios, que Uaman de^ Galiana eo Burdeos en Bratv*
cia , poc otros, que habla del mismo nombre en Toledo;
1e^M.á2a.Abcnacia:RcyJde Zaragoza c' Graciada y de lí-
«táge 4e 1<^ EdncipesiGodos y domo lo escribe el Arzo-
bispo DonvRfddrigo , ¿oojsu hijailamado Lope , eb qual
fue Riey de Tptedo^ ¿ tuvo tres hijas : ta primera caso
coaelConde Don García , Ur segunda con el Conde Don
icVclaf.y la. tecccra con el Conde Don Ulan >ie de la dicha
. dBLpyxnr£i'& hermano san ISUcdlks | .é- la bí^ainentucadá
!SÍQta QasHda y^ £ue hya.de AlimaymodR.ey deToleda^
JEl Rey Don Ramico movido de la virtud de Doña Or*
.tiga^ c de su hermMura y hija, de Albohacen , Rey del
Algarve su confederado > caso con^eljla , y Itsegose con-
avirttó á lafcV^'fijid^niiyisaoca ReynO'jdéia/qcial.httbo
•^Rey^DopOrdoñov «^ ? ^ Infante ¿Albohacen ,.;<^c
4)Mio el nombre del s^butlo a^ceroó, como largamente
-lo escribe ei Conde Don Pedro de PottngaL
: . ^ ¿staiado' afligido e pt&o el R^i Don (Alonso do
JLeon , se fue i favorecer del R^ Alimay mbn de flor
iedo'^ dqúal lo tuvadoi años en m casa , é lo ayudóla
cobrar el reyno, y el dicho Rey Don Alonso VI.^ganó
<lesplues i Toledo , ¿ casó xon Do&a Zayda , hija de
lAbeaaveiuRey de Sevilla v 5^ la-iqttatftie mXLf aficio-
«adapoc sus ^qxtremaídas vlctudcs ^ y4extieró(^ córi dtk
£n dgteíAIcaraz'y Huet«, Ud$s r Mora y^ ottas> tierras^
de quien obieron por b^ á el Infante Don Sancho , he*
4:edero de ios reynos de Castilla ^^qoeurntio en H bata-
Itaxd? rlJclcs^ yesuRey<ia.,'»itamó^d9pif0siIX93aA^
aayiyüug repumda pdsiab4a'^^y'4ká«tai»ia¿onr$(| tua^
rido^eo d^MÓQ^iwic) do-SafcHégaf). .. : : ,
' Om^ mvtthfís >exeinpíos po^^i^ <i;Aelr de la . timbar
zon j. y mezcla, que Jbuha ^eatre^ estas dos nacioaes^ y
la caridad c amor , con que Jos vencedores.. t|ataKon
á los vencidos. Lp.iDÍSfiioJsu£édÍQi^alfiaclitd Rey jDoq
Jayme de« Ars^on coa el h]¡)o>dd Ke)$ Moro de i^^
Florea y el qual .se biaiuizáxie. puso su mismo nom*
bre , e le dio la Baronía de Gotbr , y lo casó ilustre^
mente con. Doña Eifa jde.Alagon i eJo^n^isníH) bize
con los descendientes delJBLey iZeit Abenecit ^ queden
el bamismo se llamó Boa yicente Belvtsy y le dio las
Baronías de Árenos , y de Bekfaite : e. al Key Ala*^
fe de Entenza , e Frjides y habieodose convertido á la fe
Católica^ le diérQn la Bar onía.de Entenza, e Pt;ad^<i V¡
por su a}€a sangrevqueeca:.^e> los Reyes der^aragoza^
vinieron á emparentar con la Casa Real'; e Doq :Djeg9'
López de Abenhuci, hijo del Rey de Baeu , de quien
liay mucha descendencia en Nayarra^y en el Andalucía:
c ntf solo entre los Principes i .sino entre los Grandes y
nobles , y entre los inferiores hubo este genero de \casa«-
mientos civ' tanto grado ^ que escribe Hernando de Bae^
za, que de dftcienus mil almas que habla en la Ciudad
de Granada, aún no eran las quinientas de la nación
African^ , sino naturales Españoles e' Godos , que sejáar
bian aplicadoá1aleydeIosiVencedoces.'Tales.su^lens.er
los efcdos de. la, guerra. e)de las viéXoriasv clamudanr
za de los tiempos ; y es materia muy asentada > no solo
en España , mas en todas las naciones aniiguamento, el
admitir Jos valerosos , e lémuoeráir sus hjazaña^ ^ .auSOr
qbe hubiesen sido^^conuariosv con. grados ^deunobleJU^
como lo escribió Tico Livio:,quciohaciao. los R^ofPRr
nos^ofí ellosy e con sus soldados , animándolos; con pre-
mios de nobleza al car^o.,;e la vuqtud., ^f' :que daban i
los que- ló^ n^Mcian y e'.hfiUiafi hecho ^ganancias con sus
hazañas ttíUa guerra ^ ^sí paciaprf>bafiian'^deÍ!Ímpcfio«
rr%m
54 . . .
como tñ'sn defensa j' '^aiatim Jas Kotaai ^e cittSada-
nos 'Komanos , • c luego . de Quirites ^ e así en todos los
demaS' grados I hasta llegar á.el Consulado sy esta fue fer
^ása prihcipál > por donde< Roma Uegá á sot. señora de
lasJ gentcs^i 'Y* esto misaio deseo en la feliz Mooarqaía át
Y; A. e' para que esto llegue i ser ^ se conseguirá, con la
.veneración del culto divino f c con premiar los varonas
{Virtuosos , c fuertes con honores; e con castigos á los
malos ^ e no permitir divisidnes, pues como dice el Es-
píritu-Santo , eiscusan riñas , comb lo habernos visto en el
reyno de Granada | que la división entrtf sí mismos , y
la ambición de reynar los acabó y estando divididos los
Jinages , que fueron los de Abenhut ^ AlnayaryMa-f
homat Abenalamar^ de qáe se tratará eo el capítulo si-*
guíeme. *' ...''/,*
£n los tiempos antiguos hubo Reyes én Granadal
,y con el poder de los Reyes de Córdoba , con quien pe^-
karonr 'algunas veces ví¿)^rioso^, y otras vencidos , ha
habido confusión j desde Ornar á Benáyat ^ que según
l&s epitafíclosí mas antiguos , era dé l^ Reyes de Zara*
goza , y hallo que por casamientos se juntaron | y que
el Rey de Zaragoza fue Rey de Granada. Otros autores
iucen mención de-Todelan^ y. de. Abenga^na, y de
Qdi Abénabuz I que en menloria del Vencimleotoque
tuvo con el Rey Moro de Córdoba , ediñcó la casa
que el vulgo llama del Gallo. , por estar su retrato he-
cho de bronce á caballo á la'gineta» con lanza , ¿
adarga i con un retuio^en ella á Ja redonda que dice:
Gidí Abinabuxíf oáhc ba vnu'cr..a¡:uíndalíisi^ Ahora ven-
drimiós á dac principio i^ estaL historia d^e el año de
^210, que hubo Reyes continuados ¡en Granada » has*
ta el año de 1492^ qiie se ei^tcégÁ á V. A.,-^' uno$ de
ellos eneraron á i;eyríar por d¿rdchQ de sucesión; ^.c otros
por f^ecza.de amna&^iC muqrce.dq b» k^tXn^f ppsecdo-
rA<>
fes v¿ rodos fueron de (dos llñáges , y el uno ¿ mas anci«
guo fue del Rey Abcnhut Aiiviyar , que procedía de lo.s
Reyes de Aragón ; el quai hallándose én Granada , c
siendo avisado de la entrada de los Adalides ^n Cord o«
ba.9 c de la venida del Rey Don Fernando desde Bcn á^
vente, se dispaso á ir á Córdoba a socorrerla , c llegó á
Alcira « é consultó allí el caso con sus Alcaydcs , y
con Don Lorenzo Suarez de £ígueroa , que habia cato c-
ce años que estaba en su seryicío, donde se iiabia reti-
rado por algunos casos que le achacaban en Castilla , él
qual se ofreció á ir á reconocer el campo de los Chrlstia*
nos y y el Rey Moro le mandó lo fuese á hacer ; pero pa-
ra reconciliarse con el Rey Don Fernandp , e volver á
su gracia , le dio aviso del gran poder de el Rey
Abenhut , ¿ con su acuerdo se hicieron tinos fuegos en
el Real , con que dio á entender á los Alcaydes que
iban con el, que era mucho mayor el numero de los
ChristianQs, c con esto persuadió al Rey Abenhut , que
no fuese al socorro /de Córdoba, por 16 qual >^ y por
traer en su exercito muchos Christíanos, e Mozárabes^
por tener tanta parte en esta nación , según lo escribe el
Arzobispo Don Kodúgo y ^Ubro p. cap. la. y la Cróni-
ca de el señor Rey Don Fernando el Santo , y la CronI«
ca de el señor Rey Don Alonso el XI«^ en d cap. $ ^. en
que escribe la genealogía de los Reyes de Granada,
que procedíejron de los Reyes de SLaragoza en Alragon,
¿ por tenerlos por afedos , e favorecer á los dichos Mo-
zárabes yeChristiaoos que traía en su Corte, viendo que
se quería volverá Granada , ^se conjuraron- algunos de
los principales Moros e caudillos, e lo mataron i traición^
habiendo llegado á la fortaleza de Almería , despojando
i sifs hijos , que quedaron de poca edad y con lo qual los
caudillos , que tenían las Ciudades en Tenencia , se alza-
ron con ellas Y' y eltjue en estáis revueltas llevó Ja. mejor
Tom.XII. I P«-
66
parte fueMahomat Abenakunaií^.quecra Alcayde 4^
Arjona ; el qual se intituló Rey de ella luego que nub-
laron al ]S.ey Abenhut ^ que fue en el año de 12^6 ^ c
consiguientemente pretendió el titulo de Rey de Grana-
4a y concertándose con el señot Rey Don Fernando el
Santo , porque le entregase el Castillo de Jaén , para te-^
ner el paso seguro para la conquista de Córdoba ^ como
lo vino á conseguir ^ si bien con gran contradicción de
todos los Moros nobles y. poderosos 9 y en particular de
los del linage de Solimán ^ que eran de gran sangre » c
hadan las partes de ios hijos del Rey Abenhut, c se cor*
respondían con su hermano Abenadiel j que fue R(y de
Murcia s pero con la gran ayuda del señor Rey Don
Fernando quedó Abenalamar establecido en su nuevo
estado , habiéndole dado Granada la obediencia , y á sa
exemplo otras Ciudades j aunque Guadix , Malaga y
Almena , que eran guarnecidas del linage del Rey
Abenhut ^ tuvieron guerra siempre con el , y ampa*
xaron á los hijos d^ Abenhut, y nunca lo recono-
cieron.
Murió Mahomat Abenalamar el ano de 1273 , ^^*
hiendo gozado del título de Rey 43 años. Dexó dos hv-
jos , el mayor llamado Mahomat Alamar , á quien asir
mismo llaman las historias Mutleáiin : el segundo se
llamó Juseph , y hubo grandes revoluciones sobre qual
habla xle reynar y. porque unos querían á Mahomat co-
mo á hijo primogénito , otros al Infante Juseph ^ ¿
otros de ios mas principales querva que reynase uno de
los Aicaydes de .Guadix , ó de Baza , ó Almería » por
^r.eitos .del linage de los Reyes antiguos ascendiente;
db Abenhi^t , y asimismo por sacar á los Reyes de Gra^
nada de la alianza con los christianps, c que de todo pun-
to se aúnase el poder de ios Moros > peco el Rey Maho-
ingt venció todas estas dificultades^ con^ el ayuda y ar^
* mas
*7
mais del Ih£ant¿ Don Felípé > hermaho del Rey de Casti-
lla» que estaba en Granada » é con el Don Ñuño Gon-
zález deLara, e Fernán Rulz de Castro, e Lope de
Mendoza, c Lorenzo Venegas , e Alonso Pecez de
Guzman , é otros In&nzones , que desde el tiempo de
el Rey Mahomat su padre estaban en Granada ; por-
que desde las vistas que tuvo en Murcia con el Señor
Rey pon Alonso , donde el dicho Rey de Granada que-
dó desavenido con el Rey de Castilla , por no le haber
querido cumplir ciertas capitulaciones , que hablan que«
dado asentadas en las vistas que tuvieron los dos Reyes
en Alcalá de Abenzaide > entendiéndolo asi Don Ñuño
de Lapa, se fue al Rey Mahomat , y le representó
grandes agravios que habia hecho el Rey de Castilla
á su padre , á Don Ñuño , e á Don Juan Nuñez su tio^
é á Lopez^ Diaz de Haro , señor de Vizcaya , e á otros
grandes hombres . en Castilla , á quien desaforaba ^ é
otras muchas cosas , e que si quería tomarlos por sti
cuenta', c ampararlos » ¿ defenderlos contra. el Rey de
Castilla y que todos ellos le servirían > e ayudarían con
sus gentes. Y el dicho Rey Mahomat hubo de esto grao
placer , «e ofreció favorecerlos ^ e dándoles muy grandes
acostamientos y le sirvieron , siguiendo desde este tiempo
la Corte de este Rey de Granada Don Ñuño González
de Lara , c otros muchos Ricos homes , hasta que quedó
pacífico señor en el reynó de Granada el Rey Mahomat
Mutlemin , el qual tuvo grande voluntad a todos estos
Caballeros christianos , y en particular á Don Ñuño de
Lara , que por lo mucho que le estimaba , labró para el
unos palacios en Granada, que llamaban los palacios de.
Don Nuña Apoderado^ei Rey Mahomat Mutlemin ea
el reyno , no teniéndose por segura la gente noble que
habia tenido la voz del Infante Juseph su hermano , co-
gieron secretamente al Infante » e todos juntos con ct se
1 « Dar*.
58
parcleróii de Granada ^ c se fuiróh á Valer del favor y
amparo del Alcayde de Malaga ^ que había sido uno %ie
los compaidores en la pretensión del reyno de Granada
con los dos hermanos, e habla tenido en ello no poca
parte , como queda dicho , el qual ios recibió dcbaxa de
su amparo / e viéndose favorecidos , y malcontentos de
andar fuera de sus casas , movieron una guerra nueva
á el dicho Rey Mahomat , y entraron, c rompieron sus
tierras , é se las saquearon , e quemaron muchos pueblosi
c 'sabido el suceso por el Key de Granada , envió sus
Capitanes, e asimismo á los Caballeros christianos arrí*
ba nombrados ) que estaban en su servicio , los quales
pelearon con las gentes del Alcayde de Malaga , e del
Infante Juseph junto á Antequera , c los vencieron^
matándole' hiriendo muchos Moros, ¿Volvieron triun*
fando del Vencimiento á Granada al Key Mahomat}
el quúl los recibió con mucho amor , e les hizo muy
grandes mercedes.
Viendo el &ey de Castilla estos sucesos , deseaba,
mucho reducir á estos Caballeros , que estaban en Gn-
nada , á su servicio , por ser los mayores de sus reynos^
y ellos asimismo deseaban volverse á su casa e tierra, si
bien no se atrevían á dexar á el Rey Mahomat , par^l
mucho bien, é' amparo quede el hablan recibido» £
comunicando con éi los intentos del Rey de Castilla, ¿
los suyos , e deseando el Rey de Granada lo que mas
bien les estuviese, holgó venir en los mas honestos me-
dios de conservar la paz, e se trataron muchos con el
Rey Don Alonso de Castilla , por medio de Don San-
cho , Arzobispo de de Toledo , Infante de Aragón , y
para concluir la platica comenzada , vinieron á el Rey
Don Alonso en nombre del Rey Mahomat , y del In*
fatite Don Felipe, y de los demás Caballeros Christianos
Don Juan Nuñcz de Lara , hijo de Qon Ñuño, e Gon-
9^m
d9
zaio ^uiz de Acienzav y asentaron ciertos capítulos , ¿
enviaronselos á el Rey Mahpmat , e como trabajase el
Rey Don Alonso de favpi ecer á los Alcaydes sus con-^
Karios, no se tuvo por contenta de estaiconcordia , ¿
respondió á el Rey £)• Alonso, qiie desamparase á los A^
cay des,^ e que le ayudaría, con 23500 maravedís en plata
y. cci oro , para los gastos del viage que quería hacer á el
Imperio )ic'«con codas estas demandas e.respuescas no se
sabe que por entonces se concluyese nada', con que ser
volvieron á Granada Don Juan Nuñez de Lara , e Gon^
zalo Ruiz de Atienza $ e Don Fernán Ruiz de Castro,
grande hombre en Castilla , que estaba en Granada en
servicio del Rey Mahomat con los demás .caballeros de
su confederación , determinó volverse á Castilla á servic
á el Rey Don Alonso su señor. É viendo entonces el
Rey Mahomat la poca resolución que en Toledo se ha%
bia tomado, se resolvió á entrar poderosamente por tier-
ra de Christianos con los demás Caballeros Castellanos^
y hacer el mal e daik> que pudiese á el Rey Don Alon*^
50 ; c habiendo entendido esta resolución el Infante Don
femando de la Cerda , que estaba en Córdoba , y de*
seándo evitar los daños que era fuerza se siguieseus en
aquella entrada , envió en nombre del Rey Don Alón**
so su padre á Don Juan Gonzaiez , Maestre de Calatra«i
va, cautelosaoiente á que traíase con el Rey Mahomat^
que si volviese á el tratado se levantaría la mano en fa<*
vorccer á los Alcaydes sus contrarios , e quedarían en sa
fuerza los conciertos hechos en Alcalá de Abenzaide. £
aunque pesó mucho á el Rey Don Alonso , no tenien^
dose por seguro de el Rey Mahomat , vino en ello , pat
xecicndole concertarse con él antes de la jornada que
tenia determinada á el Imperio , y el Don Alonso envió
k Córdoba á la Reyna Doña Violante su mugeC) para
gue por su mano S9 hiciese Jia copcocdia 4:ntre íos dos
Re-
7^ .
SLeyes : ¿ Habiéndose dado seguro de ana 1 otira parte/
para juntarse en Córdoba f se dieron en rehenes doce
hijos de Caballeros Castellanos ^ e otros tantos Caballé-
fos Moros de Granadas por seguridad de ambas par-
tes» ¿ de parte del Rey Mabomati y en su nombre vino
Don Ñuño Gonzales de Lara , con lo quál se concluyó
la concordia , é se hicieron los dichos concienos entre *
los Reyes $ c habiéndolos firmado la Reyna;^ pasaron i
Granada para que los firmase el Bley Mahomát con Doa
Ñuño González de Lára ^ el Maestre de Calatra va , c
Maxtin Rttiz de Ley va $ ¿ pareciendo forzoso y para ma-
yor firmeza de los contratos c capítulos de ellos ^ con^
cerraron verse los Reyes en Sevilla , donde concurrieroa
etaño siguiente que es de 1274, llevando el Rey Ma-
homát en su compañía á todos los Caballeros chrisüanos
que le servían , todos nobles ^ e que tenían Estados , co- "
mo Don Juan Nuñez de Lara . Esteban Fernandez de
Castro , Lope de Mendoza , Lorenzo Venegas , é Alon-
so Pérez de Gazman. £i Rey de Granada fue por Cor- '
doba , á donde fue honocificaqiente tecibldo de la Rey-
na Doña Violante de Castilla , e de el Infante Don F er«
nando su hijo , y de allí partieron todos juntos á Sevilla,
donde los aguardaba el Rey Don Alonso > é habiendo^
se visto los dos Reyes , se recibieron con mucho amor,
e se confirmaron los capítulos de la concordia , sien-
do uno de ellos, que el Rey Don Alonso habia de
alzar la mano del favor que daba á los Alcaydes; e ha-
biendo parecido á la Rey na Doña Violante, c á su hijo
el Infante Don Fernando , que el ReyJSiahomat move-
ría luego la guerra á los Alca y des, le pidieron muy
apretadamente les concediese dos anos de tregua , y el
Rey Mahomat por los ruegos de la Reyna , e del In*
fante,4es concedió un año , no sin gran sentimiento su«
yo { ¿ volviéndose á Granada , lo' salió acomfRañando
hasw
7*
fiásta (atu éc ía CiaSád el Roy ^ei^scUk} y d Kcy¿
de Granada fue descontento 9 no se acabando de asegUft
rar 4e ios attiñclos del, Rey D6n Alonso , e de que
miemias viviese, habla' de favoxeccr a los Alcaydies.de
Almecía , Guadix &c. é no asegurándose el Rey Mafaof
mat de ellos > teniéndolos, por rebeldes ^ por la continua
guerra que á el c á su. padre hablan hecho , c pareciem
dolé buena ocasión la de la ausencia del Rey DonAloo^
so 5 envió sus mensajeros á Jacob Abenjucef , Rey muy^
poderoso de Marruecos , solicitándole para que con sus
gentes pasase á Espaüa á conquistar los reynos de loa
christlanos^ ofreciéndole para ello todo su poder y y los
Puertos de Algezira é Tarifa , donde pudiese desembar^.
car , y estar abrigada su armada $ c para dar principio i
lo referido^ i;omenzó á dar quejas á el Rey Don Alons%
de que acabado el ano de la tregua quería dar su favor
á los Alcaydes , que eran sus rebeldes i los quales, tcr -
miendo que por la ausencia del. Rey Don Alonso ^ in-
tentaba el Rey Mahomat ir sobre ellos con el poder c
ayuda del Rey de Marruecos ^ á les hacer guerra , se
concertaron , reduciéndose á su servicio. Movido de las
cartas del Rey de Granada ^ vino Jacob Abenjucef^ Rey
de Marruecos á España, con poderosa armada ^ e se apo»
deró, de Tarifa e Algezira , e hizo guerra al Rey Don
Alonso por la parte de £cija , y el Rey de Granada enr^
tro por la parte de Jaén.
£1 exercito dct Rey de Marruecos se movió contra
£dja, y salióle al encuenjtro DonNuJio González de
Lora 9 que ya se habia vuelto al servicio del Rey de
Castilla y al qual 1q habla hecho Adelantado de aquella
frontera ^ ¿ habiendo venido los dos á la batalla , ven-
ció el Rey de Marruecos ^ c mató á Don Kuño Gonza*
lez de Lar a , y le hizo cortar la cabeza , e se la presen*^
jtQ al Rey Mahomat de Granad» ¡ ei cjual recibió grap
/"
1^ ' ,
pesakr de la muerte de Don'KaSo» aunque había fedbv-
éaplaccr de el vencimiento de la batalla ^ y mandó 11c-
vzt la cabeza honoríficamente , e buscar el cuerpo, c' lo
aiandó cnterrari éneamente • con ella » confesando qoc
por Don Ñuño reynaba en Granada» £n esie cncucnuo
murió asimismo Don Sancho , In£aime de Aragón , Ac-
sobispo de Toledo , al qual llevándolo cautivo QzmtOi
jiermano del Rey. Jacob Abenjucef , Rey de Marrue*
c;os 9 lo quisieron enviar al Rey su hermano , y los Car
pitanes del Rey de Granada lo querían enviar ásu Rey,
y habiéndose travado sobre ello entre los» Moros Africa-
nos y Granadinos una muy cruda pendencia^ llegó Ar«
rayaz Abenacar ^ Caballero principal entre ellos , y con
una azesgaya le dio una herida en el hombro ^ y lúe*
go murió de ella el Infante y Arzobispo » con lo qual
cesó la contienda dé los que peleaban sobre quien lo ha-
bía de llevar.
- ■' A el fin de muchos reencuentros, que el Rey de Gra«
nada , y el Rey de Marruecos tuvieron con los Cbris-
tiaoos , vinieron á hacer treguas con el Rey de Castilla
por dos años , y el Rey de Marruecos se pasó á Afri*
ca, y el de Granada cuidaba de. fortalecer su Ciudad
tle Granada , e la insigne fortaleza de la Alhambra,
que es de los mayores edificios de toda España , poc
-haber ido creciendo con los tiempos de manera , que
mejor se, pudiera tener en cuenta de Ciudad, que de
fortaleza , y real Palacio , e habiendo muerto el Iq«
iante Don Fernando de la Cerda , hijo mayor de(
•Rey Don Alonso , c por su ausencia , Gobernador de
los rey nos I e sucediendo en el gobierno el Infante X>on
Santho , su hermano segundo , intentó talar la Vega,
para lo qual juntó muchas gentes en Alcalá, de Aben-
-2a^yde » y reconociendo el &ey de -Granada su intento^
juntó en Moolin.sus gentes-, y4ietónse-la batalla , en
73.
qtie de ani' 7 ótti {)árté murieron muchos ,^ ié de los
Christianos murió Don Gonzalo Ruíz Girón , Maestre
de Santiago , con mucha gente lucida ^ de cuya muerte
hubo el Infante Don Sancho mucho dolor. Otras seme^
janees batallas hubo en este tiempo en la Vega deGra^
nada 1 con diferentes sucesos , á los quales se siguieron
las tteguas » que hicieron el; Rey de Castilla , y el
Rey Mahomat Mutlemin de Granada , el qual cuvd
muy estrecha amistad con el Rey Don Jáymé el se«
gundo^e Aragón,: por cuyo medio ofreció ayudar i
el Infonte Don Alonso de la Cerda , que pretendía ser
Rey de Castilla»
Murió el Rey Mahomat de Gifiínada año de 1 302,
habiendo rey nado 'ireinte y nueve años^ Tuvo el Rey
de Granada do»S' hijos, y una hija? el mayor * llamado
Mahomat Abenálamir, y como quieren ócros, Abenala*
mir Atenazar) él segundo fue Uaáiado Mahomat Mi«
laal Mutliemin^ Sucedióle en elreyno su hijo mayor Ma«
homat IV.^ el quai ¿ontiñuó la gueri» contra el Anda*^
lucía , qiic su padre 'iíabiac0ménzadó, y ganó á Que^-
^da , y á Bedmar , y por otras partes entra á hacer el
mayor daño que pudo ^ ayudando para ello los lúfan*
tes lios del Rey de Castilla , Don Diego López de Ha-
ro I y Don Juan-Nuñez de Lara \ y Esteban Fernandes
de Castío , ¿ AtVM -l^erez Osorlo^ e López de Mendo^'
aa'y ¿ otros grandes hombres del rey no de Castilla ^ con
io quál cesó de dar / é pagar las treguas , que su padre
¿ abuelo hablan pagado á los señores Reyes Don Fer«»
«ando , <f Don Alonso 5 pero después que Dios fue ser-^
Vida i]ue el Rey Don Fernando gozase de los reynof
quieta^ e pacificamente por la buena industria de la Rey-
na Doña Marta su madre 1 háUáñdosd en Sevilla envió
S(is^ Embaladores' i el Rey ;de Granada , que fueron
Fernán. Qdmtt de Mici^ 1 só ChaociUeri ¿un Judio lla^
Tm.XIÍ Jk ««1
el Key Don f ernando hacia crecida • merced. Cl Rey
Mahomat Abenalainir recibió á ios. £inb«ixadores con
aiucha carkja , c luego se empiezé Ácratar de la. paz,
éjCQjfíQQfdi^ $le losólos I^^yes^ 4: h^IgP* mucho^de ello
4 Rey de Granada, c,se ^onceno uaa tregua ^.9 ano
de los capítulos de la alianza fue : qM cad^ uno ^r hi
^kbi^s fieyes fc^ qu^d^e con aquello quiJ^ubie^e, ganado a il
gtrú \ e asi ^e ;vi»p.:^ q^^a; elR.ey.de C^stUlajTÓn^Taút
{a,,y^eldeGr;i^d¿¡coft Alc^u^^^ c jEjcd:
mar, e coAtodorlo^depias que^el Rey Mafaromac Miit*
lemin habia ganado antes , e después de. la ipaecte del
Rey P95 §a|}ctipt7tf»íjlrí5.44. ¿cy, Dorj. fírn»ndo, c
que el R^y ,dc Qkm»^ pagase la5^f)aria§. 9 ^l Rey dtf
Castilla; , íípfíiftilap, h^\m\ pagado su pr^drfti ei %cy. Doa
Alonso ^e hacendóla firmado el ^^y.jí^Gxpja»^ , hi*!
cieron,lo misado }qs EmbaxadoreS;. de Castilla, eo nom-r
l^rp.de s)f, jB^(r«i qj^A-á est^.ticoigOiS^hs^Ubaif^ Córdoba^
a^on^c ^ijvió é^,9,c5^;4<t CrdO*<ilfi .UAiEmb^xadoi;,.que
S? ¡lljojiaJ^ft ;MahopM «i ^^il^í^Q áJp , losf mg? pf ioc;píMcfi
<lí»ifiPFSClW9Ji«»yc!bkn':flii^6y Dw Éerí)andoi».<?:le.hir.
S^á?i^F¥«^.:q«Ví fDt^aip§ipraa<iiíCri5| ififutas* <dci
ft^.jcn rGra^ajlai, (^i B,ey d&^GraD^d^ consiguió. ló,qyj^
A flj^etendisi , cQppod Wndpselo . el '.B^ey .Don f ^(»fvio¿
Cjcqn^ímfiíjiip M t|^SWí)Oi:;.algiinpsaQq5.,- .4» l0$,<pMi"5
l¿,gq;íjV<?«¡f¿ct-^«?iiH^ losn^oros- , Q-JosCjití^tistnosi
^iq«§? lWi«SI9Sía,.l<».otc<»;5? foicKSíP j<3&daño5;qae .1»
gvcrra tr^c t^Sj.dc^úfe í^unqne^n e$íft.tie«po i\o. tuvo,
CljRey Afiafeqinas guerra ;cpi) ^os.QnÍ5tiaíiosí.TioIe fali
^oagucjE|r;is <jÍ4iffifj$fioas |. parque ;ut\ cmiá» dd Rey
^jLgh9S|a|( ff^\S$ ^llAffwl^a) Abf«bili/Qíma» «lúe •ocroc
t
quieren* I corrompIeñ(l9 ¿i vocabk>^^tS'4io sabiendo Ja
kngua Arábiga y ó no entendiendo ta bis(oria , Uamab-
le* Abeñabb /lie apoderó üeiai Ciudad xie •Aimeria ^ doitl-
de como4)tteda^ dich^o , ihaiiiron:tiranl(XtÍQent^ á ^svi pc^
decesor Abenh;ató e' lugOise Uamó fiíeijrv pceteodictiidé*
le echar de la silla real de Granada á sa cuñado el &ey.
Mahomat , dando por razón. , que se mpvia i eista pre«
teqsion i pdrel'xlei:ech9^jqae cenia r^ aq^iel leynó pc(r
sucesionidel Rey Aben (mV sa ^rimo, é asíaiismo por ser
el Rey Mahomat ^iegO'i d qiía^ aunque rno lo ersxies»-
de su nacimiento , por algunos accidentes había venido
á perder la visca 5 é aunque á los principios dieron cui-
dado á el^Rey Mihomatc^ioinsovimíentos^ íinalmeote
la Ciudad' de Aláieria vino* cott los demás piieblos á el
poder del Rey Mahomaó' , . ¿ Abrahin ^ ^endese^ despo-
jado j é con tan poderoso enemigo > sé p^sé á África coa
intención de hacer todo eloial que pudiese á el Rey de
Granadal é>cQrf>¿sto só apoderó en lácosta de África de
Zetita, queeradblRey deXjráñada^, é habiéndolo sa^
bido el Rey Mahomat ^ e»vió á llamar á su cuñado^bl
Alc^yde de Malaga , á qiiien el queria y estimaba mu^
cho y no so)o por estar casado con la Infanta su hermar
na-)'^ Aáó por la sangré que tenia^con Abrahíi^ , porque
ya quididt dicho qut estos dos «ran primos mu^ cercan
nbs4iq[o..del oteo, ¿por ser su cuñado e amigo \ le había
obligado a hacer gtan confianza de el , y así le mandó^
que en 4as fustas- d¿ la armada que el Rey Mahomat re-
inal %n 'sus costas y pasas¿^ liafeg4>iá> Africaí ,- y jcobrasé^'^
Zeutb del poder 4e Abr aivin' ' su p^r ient&y como lo hi^
\soí4¿/^ lo cpiXÚ se dio el Rey de Granada^ fior tnay serw
-vklo^4cl' Alca yde de rMalága;. . ^^ ^ ! . . ^ j
- i.i £t>€sre:^empo^l9sriLeyesfv de Castilla 'é Aragón ht-
)ácion)4^gaÜQ»xitra eUlRey) dchOranaáa ', la»qoal se acabo
*4qasomsw:c«n> Albalil do Heparesíi, 4]k)oAc¿ etiRey db
o. f ir • Ara-
7^ _ ..
Aragón* hafoia en viadio su Eniba^doif con cumpíitios po-^
dcrcs I para que se efeduasen los conciertos ^ como se
•bizo^ofredeiiilojetRjey Don. Fecnáodo de Castilla ^ de
4at á el Rey Doft Jay me de. Aragón la tercera parte
4c lo 4ue se cop^tti&tase $ cosa dura á d párecet de ma-
chos de los del Consejo del Rey de Castilla , los qualcs
dieron parecer , que no se debia concluir la liga, ¿
que emyeniáipor entonces scfuspendiese el intento que
tenían estos dos Reyes.' Y d Rey de Granada temerot o
•de >esta^ )knta , c parcelándole que cada dia iba cobran-
do mas fuerzas pasando, adelante , resolvió enviar sus
•Bmbaxadores á el Rey de Marruecos , pidie'ndolc su
favor ^ e para obligarle á que se le diese > entre otras
¡razones te puso delante la de la Religión $ c que si en
«sta ocasión no. le ayudase , , sin duda se acabarla^ de
extinguir" eñ España de todo punto. £ habíe^'odose con*
cluidó la liga entre los dds Reyes y sin embargo de la
ránuáditíoxi qne bidlefonJoidfl Consejo ^ como, queda
dicbóy eVRey de^CastUla cercó i Algecifa ^ y el de
Aragón i Almería 4 el de Castilla puso d cerco en fin
del añb dt i^op , y el dé Aragón en el mes de Agosto
<lelaño sigoicQtes y este íile un cargo de- gran > sentí*
ániento .que el Rey de. Granad^ tuvo del Rey Dob Jay*
4ne:dc Aragón , habiendo eoEperimentado que el Rey de
jAragon faltase a>la gran /amistad que entre el , y el de
.Granada habían tenido , . e que no soIq le hubiese. j^U*
^o en dar .arnUida que iueor en África en iavor^ de
AbraMnjpaf a, la conquista dcíZoutar^ ^ioo que; ahora Se
ligase con clRey de Castilla ve. hubiese: venido i divesp.
-tickif^ofiienfl ose. sobre Almeifla s é tras de esto decía el
Rey Mahomat , que que tenían que ver los Reyes de
Aragpp ch laiCtínquistá de Granada ¿ su reynoy tocan*
dCr.eso.soio áulo; Reyes .de Cas&lla>tio^Ut;poc^afir
d»s fr0&tcxas;>dQoál un reyíip ea lai dei Qtsoj^fiioa;por
1«1M
\\ 77
las partas » que los ' Keyes de Granada liaiiian pagado á
los de Castilla mucho tiempo iiai>ia > e aunque el BLey
de Granada se compusjo.por entonces con el Rey die
Castilla , dándole dineros / c las Villas de Quesada , c
Bcdmar ^^c Torres de Quadros , e Aibendin ^ con que se
levantaron ios cercos de Almería c AUecíra, habiendo
durado el dicho cerco siete m^cs y con que estas dos
billas qiiiedaron en poder del JELey de Granada i comQ
siempre lo hablan estado $ no por eso hubo mas quie«
tudy porque el Infante Don Pedro , hermano del Rey
IDon Fernando, le dio guerra por la parte de ,....••.•••;
c la tomó , e no eran para el Rey Mahomat los mayo-
res enemigos ios Christianos , e los que mayor cuida^
do le daban , habiéndose levantado dentro de su casa
uno tan grande , qual era el Infante Mahomat Aben*
lemin su iiermano , el qual viendo á el Rey Mahomat
viejo , e cargado de guerras y enemigos , se rebeló
CQOtn/'cly valiéndose del favor de la mayor parte de
ia nobleza de Granada ^ la qual decia , que aquel rey-^
mo necesitaba de un Rey libre de achaques , e que tu**
viese desembarazadas sus potencias , ¿ que los pudiese
defender de los Chrístianos^e gobernarlos en' justicia, c
fiieroiYitani poderosas xsus tazones coii el pueblo , que
puda ¿Mofante Mahoaiat Abenlemin prender á.ei Rey
sa hermano , c enviarlo preso con mucha gente de
guarnición á Almuñecar , donde le tuviesen muy á re-.
caudoi hasta que. el Infante, se. apodecó del veyqovY
se ^ió en 'pacifica posesiofa^ e entonces mandó .vpiverr á
^li hermano á Granada , e contra las. le^es naturales
ede las gentes le mandó matar , con lo qual vino á mo^
rir Mahonut a manos de su hermeno , e no se sabe quq
dexase hijos. . ^ . * . • '-*
^:: ¡.Como Mahomat Abenazar Abenlemin, quitase tan
tiranicamentft la vida ,:y el royao 4 Mahomat Abética*
min
7«
'min su heraiihOy quiso la Giondad divina ^ qnele dui
rase poco., porque apenas empezó á gozar d -reyaoi
quando. el Infante Don Pedro, por mandado del Rey
I>Qn Fernando su hermano , vino sobre el , d^l^ cercó á
^Alcaudete ; ¿ aunque los Moros defendieron la «Villa va^
liencemente por espacio de tres meses , no pudieron resis*
tir mas tiempo la fuerza de los Christlanos^ ríndiendosq
y el nuevcTRey de Granada , y el Reyxle<CabtaHp ^ des^
pues de este suceso hicieron treguas, e trararoh de jun**
tarse para ir contra Farrachen , Alcayde de Malaga^
cunado del Rey Mahomat Abenlemin , casado con su
hermana ,. como queda dicho ; el quaL permitiéndolo
Dios así, hacia cruel guerra á el Rey su cuñado , porque
supuesto que este la habla hecho á su hermano , hasta
quitarle la vida y el rey no, parece que no era mficho,*
que Farrachen , casado con su hcrmsma , se la hiciese á
c'l , hasta quitarle el reyno. : ^ ,
, No se pudo concluir la liga.que losdos |(jeyes ha*
bian tratado co<ntra el Alcaydie de Malaga , por habet
muerto eLRey Don Fernando^(#) poco después de haber
ganado á Alcaudete $ con cuya muerte cobró mas alien^
to.et Alcayde de Malaga, por vería ^u cuñado c mayor
enemigo el Rey de Graaadai sin el favor, que iri viendo
eLRey Don Fernando se podía pcometet:; el qúal secre-*
tamente se disgustó , y envió un hijo sayo llamado Is^^
«ael ¿ Granada , que coa el ^yuda de Ismhí , principal
j|dqro,iamiga de Farrachen, xle Ios.Benan)annes.de'Mar^
citccos, gran .enemigo del Rey Máhomat ,é con. la dé otro
Aloro llamado Abeommin y c otro llamado Valaqpísí
que eran muy poderosos en .Granada , dio tan croel
guerra á su tio el^ Rey Máliomát , que habiéndose apo*
derado de la Ciudad, retiró á el Rey al Alhambra>eoi»
í. .'. •• .'m : '-. •í;..-'*: r.: . /i, . . ^mu*
• <*> '&tc Don Fernando. fVt&tt üdskflUfi^dói^
i i
19
déla gente t de su devoción > e fueron tan recios^
los combates que Ismael le dio, que se halló necesitado^
de enviar á Sevilla , donde se hallaba el Infante Don Pe*
dro y por socorro > y holgó mucho ^ellnfant^de^ctiviar^
sele , por ser su amigo, i partió de Sevilia para ki Ciu-^
dad de Córdoba, donde juntó la (ñas gente que pudoy
y entró por ella por tierra de Morosvpero nb por^óso de&l
caeció H resolución de Ismael , antes apretando mas ef
cercó , obligó a el Rey Mahomat á^que le enttegásd d(
Aihámbra, y á ponerse en las manos de Ismael su sobria
no s el qual ti^vo mas caridad que el había tenido con su^
hermano, pues no le quitó la vida, pudiéndolo hacer j
antes le did la Ciudad de Guadix en- que viviese » coíHof
nd se llamase Rey de ella , ni de i>tta parte ^ 'sino qM
el absoluto e soberano ¡nombre de Rey $e quedase "^^
ra el dicho IsmacL Hallolen algunas historias haber rey«^
nado este Rey Mahomat I V.'^qufttn) años y siete íne^
sess otros no le quiereitdar mas qup dos años de reyná*
do. Lo primero, tengo poc -mas cierto , porque* veo qutf
fue despojado del r&yno :á el ñu del año de- 1 3 1,3. * , : j
:> . fHabióndo sucedido, conio habernos visto, en eí réy-^
no ide Graiiada* Ismael al Rey Mahomat su tio* , Se ve^
como cesó la linea de ios Ab^nlemines por linea^ de va«^
ron y < y volvió; á su lugar iaMdel Rey' Abenhüt y f>ti''
fMúS. Rey da Granada 9 cuyo descendletite- poV vironr
era Ismael , por su padre farrachen Akayde de Mala4
gá , y 'también era ^descendiente del Rey> Mahomat
AheoaiamaT el primero , por 'parre de\su ttiadre'^ cuya
sUcesionduróen Gráng*da77 años, desde 'd;Rey Mahomao
Abeoalamár , hasta el R^y Ma^einat Ab^ntemin , que
fiic el 1V*° de este nou^bre , y último de los Abenala-
mines. Este Rey Ismael tuvo tres hijos ; el primero sd
l|amid. Mahomat , como su abuelo. nutenu) \ el segundo
se
"^•í
8o
se ilamó Farrachen * coino su abuelo paterno s' d tct^
cero se ilamó Ismael como su padre > de los quales el prl-
ipero, y el postrero llegaron á ser Reyes. Retirado Ma-
homat á Guadix, e viendo el Infante Don Pedro á Is*
cnael apoderado del reyno de Granada ., c habiendo de
ello gran sentimiento , cercó á Rute , n;iuy fuerte forta-
leza I c' los Moros á el cabo de tres días de su cerco » la
entregaron en poder del Infante Don Pedro, no sia
grande admiración de haber rendido en tan breve, tíem-
pp un inexpugnable exercito e fortaleza > de lo qual re-,
cibió gran pena el nuevo Rey Ismael^ y el Infante
Don Pedro se contemó con haberla ganado, e sin querer
p^ar mas adelante , se volvió con sus gentes á Córdo-
ba ^ e aunque todavía estaba retirado en Guadix Ma«
homat , no por eso cesaba de volver á la pretensión de
recobrar lo perdido , antes.se hizo fuerte en su Qu-
dad , ¿ desde ella procuraba solicitar á el Infante
Don Pedro , para que le ayudase contra Ismael , sa
^briuQ.y y ace^tajidQ á estar el. Infante en Ube-
da , holgó de ir i., sdcorrer i Mahomat ; para lo
qual^untó á los Maestrea de Santiago y Calatrava, ¿
habienda proveído de bastimentos necesarios» entró el
Infante en persona con sus gcAtes en tierras de Granada*
tY el nuevo Rey Isma^el , que se jiallaba prevenido, ea^
yió contra el i Qzmin con buen» y lucida gente, e Mar*
tes 9 de Mayp tuvieron entre Moros y Christianos una
snuy sangrienta batalla cerca de Alicun , donde murió
mucha gente de Ips Moros, y entre ellos quarenta Al-
ca y des , y iQUcbQS hombres principales, que eran dé ló
mas ilustre de Granada e su reyno , e los Christianos si-
guieron el alcance hasta cinco leguas de la Ciudad de
Granada , prendiendo c matando á muchos de los Mo-
ros. Con este suceso quedó Ismael muy^ quebrantado ; y
9b
Si
estando en este estado volvió el Infante á correr la vega
de Granada , haciendo mucho estrago, c se volvió áCor-*
doba I sin que el Rey de Granada se atreviese á salirlc
á el encuentro : algunos dicen que no lo hizo por temer
la gente del Infante , sino por no divertirse en eso del^^
cerco , que en este tiempo queria poner sobre Gibraltar.
Lo qual sabido por d In^nte , se previno por mar ¿.
por tierra , de manera, que aunque el Rey Ismael habia
empezado á caminar , le fue forzoso volverse á Granada,
€ el Infante le volvió á correr las tierras , hasta llegar á
tres leguas de la Ciudad $ e habiendo visto que no sallan
de Granada á hacerle resistencia , fue dando vuelta to«
da la tierra , apoderándose de todas las villas , c fórrale*
zas que encontraba , como lo hizo de Iznalloz , Pina c
Montexicar , e dando la vuelta á Jaén c á Ubeda , ¿ sa-
biendo allí , que la Villa de Vedmez estaba con poca
guarda del Rey Ismael, vino sobre ella , c la entró el
primer dia que allí llegó , c habiéndose los Moros reco-
gido en el Castillo , no se pudieron tener, c dentro de
veinte dias , aunque le costó mucho trabajo , se apoderó,
asimismo del Castillo , c aunque para su defensa envió
el Rey Ismael sus gentes , no se sabe que llegasen á
tiempo de pelear con el Infante, con que el dicho, e las
suyas se volvieron á Ubeda $^ aunque el Rey Ismael
deseó en este tiempo afe^osamente hacer las treguas
con los Christiano»^' no dio lugar á ello el Infante Don
Pedro , con lo qual hacia^ los Moros á los Christianoe
todo el mal que podía» y i con todo eso no se sabe que
los Moros ganasen á los Christtanos ninguna fortaleza,
ó Villa ; pero no dexaban de hacer harto estrago , talán^
do los campos , robando los ganados , e matando la gen-
te, ¿ deseoso el Rey {smael de vengarse del Infonte
Don Pedro , envió^^us n&ensageros^iel'Rey de Marrue^
eos , pidiéndole sa £i^oriayudir 4 q^ien los Reyes da
n
r*%m
«^4
paca qóe CBvtase por ^Icuerpa ¿e su padre , ¿ 4u¿' se le
eat regaría de muy buena gana y porque* nunca de el ha«>
bia recibido ningún daños é con este aviso envió Don
Juan jnuchos Caballeros á Granada por el cuerpo de su
padre » los quales fueron muy . bien recibidos 4 tratados
del Rey Ismael i e no contentándose solo con espe-
rarlos xon grandeza Real » sino que. asimismo dio muclia
caballería para que los fiíese acompañando ^ e al cuerpo
hasta .dexarlo en Córdoba» .
£1 contento ^e esta vidoria fue grande para el Bxy
Ismael , porque habiéndola alcanzado ^ le pareció que
quedaban las cosas de los Chriscianos en estado que no
le. podían dar cuidado , e que coa eso podría cobrar al«
gg de lo perdido > c así entró luego por el reyno do
Miucía contra Don Juan Manuel, hijo del Infante Doa
Manuel , que fue hijo del señor Rey Don Fernando , c
tomó á Orze > e Huesear , e á Halera , e de allí dló vuel-
ta al reyno de Jaén , c cercó á Mar tos i ¿ aunque se de-
íS:ndió Valerosamente , los apretó de manera el Rey Is-
mael» que ñnalmente se apoderó de la Villa. Mas como*
por buenos sucesos que se alcanzen en la guerra , las
mas veces los vencedores suelen tocar parte del daño^
aunque el Rey Ismael le hizo muy grande á los de Mar-
toS| también recibió ¿I buena parte» pues entre los que
murieron de los suyos en los combates , fue uno un Ca«
ballero muy valeroso , que era nieto de Ozmin , el
^ttal> aunque era muy mozo, tenia mucha autoridad,
'j¿)buen. consejo en Ja guerra, e este fue la total ruina del
%ty Istoael, aunque cíl no lo pensó así« Habiendo el Rey
Isttacl vuelto á Granada , estuvo muy gozoso del bueu.
suceso de la jornada , e pocos dias después de este suce-
so , se trató entre el dicho Rey Ismael, e los Christia*-
BUS, 'é Pueblos de el Andalaida, de una tregua coa
j^^. c coodicipn , cf¡» i los tutores que se ^habían nom-^ •
bíaddpot parte de los Infaúte^ linüérbs /nb los %Sdes9
ja¿ár> til tener por cales el* Rey Don Alonso , que de
tierna edad era ; hasta que coAsiñtiesen xn la ditha'tref .
gúa 9 e la firmasen ^ con lo' qual se tomó por tutor 'pot
parte die los dichos Pueblos dé Aiidttluda á el Inlaticft
Don lelipe , tio del Rey Don Alonso , hijo del Rey
Don Sancho I el qoal juró las treguas , no entrando en
ellas la Ciudad de Córdoba , por no haber^gustadío d(r
ello. £1 Rey Ismael se . disgustó mucho contrft aqueHat
Oudad I porque había nbi<ibrado por tutor á Don Juan
'Manuel. Sintió tanto Úzmin la muerte de su nieto ^ que
por no hallarse contento del modo del gobierna del Rey
Ismael^ á quien el habla puesto en el trono de<Grkna-^
áa y^Ápezó á dar quejasí de ¿1 coüi el JPúebló ^ achacan^
ckh á d Rey la xulpa de la^ mueite de Sü- nieto , por ha<4
bérle mandado ir á el combate de Marros , á lo qual las
personas de aquella qualidád e puesto no solían it i á
viéndolo tan o&ndido un primo<deí Rey, hijo del AU
cayde de Al{^2lra > que asifinisma renta, sus sémimién**'
ttíé^ pc(r haberle querido quitar -una esclava que era su*^
ya y christiana, que habia venido á su poder en la tomar
(de Marros , ¿ era de extremada hermosura , ¿ faabien*
dola vista el Rey ae enamoró de eUa , ¿^ babiéniclid^
^ido i MahOttMit ; hi|o deéiAlcaydo dé Algezlra,
qué asimistiu) estafará -enaiilovardá de elte , p6r lo qualiü^
20 fuerza en no querer U dar al Rey Isotael , el qual so-
bre ello le trató muy mal^ dteicndole muchas palabcár
de semifldcMo y de:qikMahoittát'se^^dló>por¡m^agra4^;
viado i holgón ^ á Ozédíú qúttf cltosi>^'p0t '>lá ¿aéts^c
de &u nieto y cí^^cotl eso^ frataífoii^^' dlí'dttr'k^ tejerte (át^
Rey Ismael j-é^ convinieron en tUo^'é erí|K>ner i otra
en la «illa dé Granada ^ ¿ pusierctoilos- ojos «n lA^homat
AbeiMiUi^,i41imaélpM^rme)bí,deft:ed^ B^*
nagc de AbN(alatfá»|>M- Uh0^da TíáNMi'^if»^
8í
pertetiecerle aqtt.el ttyno por mejor tímlo que al Hey h^
laael I ei qual se habla introducido ca el; coinp sid
(triineco ^ey . Mfiboinat Abeoalamar no lo Ji»(iksc be-
f h9 a$í| dje$poseyep4o de la pQ|se$ioa á los Mjos y.des^
Cdidlente^ del prlmerq .B,ey Abenhuc , siendo sus pro-'
piqs.y naturales Reyes. E para execucar el trato yínie*
roa á Granada un hermano de Mahomat^ hijo del Al«
cayde de Algczira^ 4 pt^ohijo suyo 5. ¿ todos conceirca-
ion de matará el R.ey Ismael), <:: quc^i. se vi$spt>en
aprieto eo U execucion 1 .^cudle$cQ;]eQ( ;.a defepsa Qz-
Olio poQ todos sas amigos ¿ deudos 1 e la gente que te-*
nlaa de prevención para el trato.
. :.Sabieion I091 conjurados i^ la Alba(mbrjÍ9JJcv.apflo csir
da uatí su al&rige ^encubierto en la tmanga de la Aljisua,
'¿41x»on al. Rey ^e ipjiian un negocio gravea q^ie; cq^
municar con ^l á solas , que mandase darles audiencia
en una pieza muy retirada. Concedió el Rey Ismael ha-
cer lo jque le pediaa,: bien seguro de- que no ibaa.coa
k: intención c. pxQYenctoctqae desp^e$ experlnienló i 4.
ecHtrándose en un aposento mas adentro de el en xjue. es-
taba.^ para.loqual erafoK«oso pasar por. un. pasadizoy
cMlev^ndo á Mahómat c:á su hijodelaate.,,e istx^ e$«
pftldasalhermaqo segundo , el qual iba juntso aiiAlguap.
Ctl;maybt del Rf y;, . habiendo llegado al medio pasadiz^
sácárouios' alfanges Matomat e su hijo mayor , e dic^^
foa con. ellos 'doSiCU(;blUa!das á eLRey en la cabezal j¿
^endo su .Alguacil má.yo)L can impensada traición .e
dcs^ta^^iqueqiefldc^defimddc. al -Rey v echo, .mano á la^
espaobar^ ciemp^zi^-^iliecii; 4:i«s. ttaydoi^<;j^Ue:preteor^
diaoiacafaarídereaiataíraAoBfteyít id hcrmin9 que detrás
de ellos ^e b^ia qu^ado* » dáo at Alguacil niayor 4o9 . 6
tresiherldas por^^s Qipakla5> ^«^lo.cuidar de dlM har^
bul puesto tadO)jsuj:t^idjtdo .^idoA^
ver
^ •" .> ■»
*7
ver á los zlciüs al aposento inas^n^etitto » é loi cef ró por
la parte de afuera 5 e volviendo ál otro hermano que ha^
bia dado asimismo al Rey otra* hecida por medio dr los
hombros > que file de la qiae muric^^*: to fue rdtiüaiadé
hasta metetlo en otio 4iposctitQ f donde le dexo é buen
recaudo y é volviendo dónde estaba ^1' Rey > lo tomó eft
los brazos I e lo llevó al aposento donde estaba la Itíbitü
ta su madre 1 la qoal lo recibié icotí gtan sentláiieiiioiy 'é
poniéndolo eaúna cama^ envló'i toda dUlgeniciaipafe
Médicos ¿ Cirujanos paira que curasen alRíey« ' ** -^
Con este suceso no solo la gente déla Alhstmbca ¿ Im
de guerra e guardia del Rey » peto inucha nobleaa Á
pueblo de la Ciudad donde ya hábia Negado la vpzr d¿
las heridas del Rey 1 se alborotatOf>.' Estaba la Alhaáib»
cerrada , e sintiendo el Alguacil mayor elalbóroto ^ tene
meroso de alguna novedad , salió afuera / e dixo'á to^
dos, que no eran las heridas pellgrosaSi ¿ que otro dia set
podría levantar , con lo qual se sosegó la gente , e lle^>
vando consigo algunos Caballeros ideudos suyos , eotroS)
amigos de quien él se fiaba, entró en ios aposentos en
donde habia dexado cerrados á los conjurados , é ios cor«'
tó las cabezas , é volviendo á ver al Rey , c no viendo,
esperanza de su vida v con toda la gente que pudo jutH'
tar de su confianza^ saüiórde la Alhambra para laQodad^-
é hallando á Ozmin á^lás^pueiitas de ella ,qu6 veni^'con;
prevención á lo concertado ^ se hablaron \ preguntándote
Ozmin como, quedaba el Rey , á lo qual respondió .oL
Alguacil mayof«,qae' bueno ,:y Jexontóilo que 'quedaba;
hecho, ¿haciendo pzminidd'tray4opÍíicl,sofiie;acfimp^
Sando al Atguaeil.mayor^ él qual prendió ri i todos 'Ji»
amigos e deudos de Mab'omat, elwtlevó á la Alhambra^*
cf los mandó degollar^ centrando solo en laxámara dceC
Rey , que ya;esiibá eii >lo' líJrimA'dc'fci' vídji y^InJiCStAvoI
identaqdo CMiiáMiciío vailoiJ^»^^ qoei^iF^^^ lialriciidlár>
r^v-
68
reynsdo Ismael ntiéí niieve a&os , é úganx» mestí
mas I c muiiQ en el año <le 1322. Muerto el Rey Is«
maet^^ su Algiia<;il maytor no contenticdóse de haberle
aüde&Len vida 1, quiso. asiausmo. alastrarlo cq la muer*
tc;£ lenicodola calladsi |. é no pesmUiendo'que la dixe^
sen los que }a sabían , envió á Uaaiar OzfDm.| é i toda
la nobleza de Granada de (Mine del ELey Ismael , por-
<fap4tatdz iiablar á.todofi^e que. viesen como sus hert^
ida8¡ no habiaA sido peligrosas ^ como hablan enceadldOi
c no quedó/ hombre dequaUdad que no subiese á la
'Alhambra , e'no se asegurando Ozmin de aquel llama-
nientb.^ como quien unta parte habia tenido en la tray*
dba^qaeise execató^siri embargd de haber disimulado
ayiídáiiil6 al AlguicU mayor eti las prisiones de los ami-
gos 4 dsttdoi de Mahomsit , con todo eso llamó á los su-
yos, e ¿I ¿ toda la gente de su ca$a se armaron muy bien
para poderse defender » porque Ozmin se dio á entender
que sabia, el Rey (pensando que estaba vivo) su trai«
ckmyxnaltrato , y que lo querían coger de seguro pa«
xa castigarlo 9 é así llegó Ozmia á la Alhambra , y jun«
tos los Alfaquies y Alcaydes c Caballeros , tomó én bra-
cos el Alguacil mayor á Maiiomat hijo mayor del Rey;.
Ismael 1 que tendría hasta doce .años %» ^ y sacándolo en
p&blico, á vista de todos les contó la muerte del Rey Is*
mael > y los persuadió á que recibiesen á Mahomat six
hijo por su Rey i- pues á ¿1 1^ era debida la sucesioni
como el primogénito del muerto Rey Ismael i ¿ OzmiUi
pareciéqdole que por este camino se .aseguraban sni
tcqiaKes y ^ creyendo que con un Rey amuchacho loipa<*.
snfa^nqor que con. su ; padre ^ levantd ' la voz diden-*
do r'Rey tenemos , Mahomat hijo de Ismael es nuestro
Rey , e diciendo todos ló mismo f tomaron á el ni&o en
los kombflosj» y baxindQló & la Ciudad io/pasearoa pot!
n A«r
Rey, cootQ MaKotnat era taii: niño , taego.scidió Áf4m
en sus cosas, c cnUs del gobierno , e' eo las del Consejo
del Rey., e' Jiiego.Qombfacon para lais nMterja3 iXocaoi»
i la guerra^pot. Capitán Cjei^ral á Ozmio ,,■ .c para^.d
gobierno, político . por Algaacil mayor.,: {>0r haber
muerto luego que Matvmiat entró á i:eynar,jel Algua>r>
cil mayor que le habia puesto en I4 .silla. ,, quizas do
dolor de U . muerte del Rey I^m^l , oooibrarQn á Re*»
duan hijo deChrisiianos«^ Y vt^dos9.0xiniQ^coo. taa
gran poder t caudillo e' Capitán general d$l:feyRAK-^
habiendo entendidp ., . qíie en. Castilla t^d;i|ta poca paa
eotre los-Ctiandes., determinó rompo: 1«; guerra , qut
d Rey Ismael lMbia4ej(ado;e£¡}^ada«,cQj) lospu^Wot
de Ui ficontera , y «n particular «ábltiMlo í^k JMte . csc
tabana mal recaudo , fue s«^i:e ella* ,<:/ U cobró ela^mQ
dia que Uegó , de donde jck^pKte^ ..^k salíj; á tkara ds
Chcistianos > y 1^ hacia t^ el mal qiie ;podia:} eti
iQ.qoal pattroo algunos años t:iM}.«frecfirfe^cqsa.; digna
de:itiemflria «. hitsu quciU^adopel , «¿o .. de<: j 3 rj. , ^qutt
habia m...... años que reynaba Mahomat , supo (K|nQi :cl
Rey.PooiAU»3o.do C^tilU 5)uotía)haceK^:giMcxai los
Moros^iiyiíahia hetlie» Adelantado del ^iKblucía á Doa
}stí» jyUnuel « 4 AcsMoáft JiQj ki CAgú^e . desapescibido,
i»aAdp.á> Qxmin^^Umpalsa^lAíb^riAleBas de.la>&ooi
ttarabd«i;Sfi. fceyuO é^ qine cmrfuif pOA itls«%. án Chrisn
iiaocí9#.'e Qzmin lo; hl90 oomo el Rey Jo. mandó., Üegaih
do eoft .gran poden tosta lasf puotai de.Cordob^ i A dio
aUÁipaió^i (Aotcqnera., yjcotendQ. £tüJoani jMjinací; alrir
síQ.déift ^ifC.fa^bai,.¿jik3:<Ma9 .iutóai llegado.. l^taata
Coldah» 9?miov stííá i»n 1 U : ^oto^ dái Aa4alv>ci^> i ¿
coa la de lasOcdeúesi de Saptiagp , CaUtinba. d Akaik*
tara, ¿fttCiQh..biMca.delos lloros, f.'.babiéodolM.ien'»
^mtradp ytMai ^Uio ». ¿Ji9t>ieo^M^utsiá» )Qiia»i\ ti
trance de Ik bauttá, pelearon* e^fzádáiheríte los Chds-
tUiíos é ios Moros s pei^ habiendo alcanzado los Chrls-
fíanos la vitiorla , fueron en ella ítittertos > e presos mu-
chos *Mosos., con lo qual quedó muy flaco el poder del
Rey Mah^tnat , e tomando lá ocasión de este mal sa«
ceso , se desnaturalizaron <le Granada muchos caballe-
£05 Morois ^' entre los quales fue uno llamado Abrahin,
que porque bebía vino (coáa prohibida en sü ley) fue
Mamado el beodo ^ y cíi, hijo de Ozmin j «1< qual sa«
blondo qfte el Rey Dqu Alonso venia á Sevilla, se par*
úó allá j doÁde le estuvo esperando , e habiendo llega*
do el Rey le. besó las manos Abrahin , y recibió de el
muchas honras^ , holgando con el > c realbienfdolo eo sa
aei? vicio, y scüialüfidoío su acostamiento. Al mismo tlem-
po que Abrahin vino á servir á el. Rey Don Alocisot
sé fue Don Juan Manuel á jServir á el Rey de Graoada,
c&eei^ndMe para ayudarle en todo coi^ra ^el Rey de
Castilla j é para asontas su trato ^ ic* envió un caba*
Me(0(4o 4«s^ suyos, -^que se^llai^aba Pedxo Manlnez
« ' 1¿^e mismo afíú dé '13 i^\ ¿fi^ió el Rey Don^Aloa*
$úAk Castilla mocha giínt^ coh ti pebdon de Sevilla *con«
tf¿los Moiosi e quciíieá^d^cometerá Ayamonie^ saik^
lütk 4cí la. Villa los^Moirós^, é veiidMroii á' los' CliiSstiA»
aos/^ ttfs gánaroA^e) pecididn4<(' Sevilla;, despues^deto
qual habiéndose ichéchó^ iosr ChtUlianos % ganaíOfi' i
01 vera¿ í 'dkndoÉc^ ÍM- ¡Aotps 'i partida á 'pciís'uaston do
Abrahin '4iqu6a4d&ba' en 4l«ea| de^C^stlUs^, 'c así}iál«
ttiúi^i3Ln2k6ff£?tííhu\ ^r|tf>Tái¿re d< iAl&i4|u{ '^^éié tcAoór
^ri^gb V qao^cra 'de^ la'^QxAktr^ Mitraba \ 'por ¡níéos^
wla^ Xín:^i$auk¿é , 'que<4trá del Coméfidádoí^ Fedior
Rtií2:'de Córdoba;) e entonces "¿obcaroo laVUla detPrUp
lat^n¿(eA(^l ttjfittf0.tle»po-'stf jganó kiyiUa de ^Moroo^
<\iii Jvl ' ,».:/. . . ' Ca-
Cañete c Priego j ¿ el Rey MaKomae. hizo liga con et Kcy
de Marruecos f el qoal le envió todo Iq necesario para
hacer la guerra^ . é algutras galeras de las suyas ^ que
j'iititoconilasdeL&eyNiahoiiiat llegarían á veinte y dos,
' las qnalos diecon'xina recia batalí!^ á la armada d^l Rey
de Castilla^ de qué era Almirante Alonso Jofre Teno¿
rio ^ en qaeá ios Moros. sucedió tnuy mal ; porque pe^«
dieron en eUa siete galeras y e fueron mil y doscientos
Moros cautivos , c viendo, d Rey Mahomat q^áti ^mal
le iba con los Christianos y y que D(mv Juan^ Manuel se
.hal^a vudto al servicio del SLey Don Alonso/ por con^
scjodeOzmin j que todo lo mandaba, envjó cierrol
-CalMlIerofi principales de su ceyno i ci Rey Don Alon-
so, que se bagaba en Sevillal, á pcidklalás treguas ^ é éí
<Réy Don Alonso se las cooc^ió ,f con cal que d Rey
.MahomAt se hiciese su vasallo ^ e le pagase én cada mi
año veinte mil doblas j y que los Moros pudiese ha^
<eÉ viroallás en la tierra, de los Chrisfciaiios ^ pangan-
dolé veinte y lina , con. lo : qual 4otf .Embaxkdoreí
del Rey Mahopiat volvieron muy ' contentos á :Qia«
nada*
£a este tiempo murió Ozmin , dexando dos hijos;
llamado d uno AbraAiin , como queda dlcjio^ e el otró
Abaubot^ e hallábase Mahomat soto sln>02Ínñin ^ ¿ vién-^
do que el Rey de CastUta^le quebrantaiba^iá ci^gua^ t\<^
dexando á los Moros tratar en sus tierras , determino ir
en persona á verse con el Rey de Marruecos^, e hablen-^
do. partido para Fez , donde se hallaba el Rey Alvoha*»
zea dé Marcvecosy lotocibió muy bien ^ ¿holgó miKhei
db su venida , ¿ loialentó en los caidados que allí leí
habian llevado , e- le oneció ayudar contra d Rey de
Castilla coDT sos tesoros agentes , é le dixo que desde
iuego'loliicieqiiivá ^ haUaícs^ embancado cqb la-guer^
Ma ^
ra que estaba* hadando á el Rey: de-Tremeteh^ e dán^
•dolé muy ricos presenus , voItIó el Rey Mahomac á su
'jr(3j;np4e Granadü 9 donde volvió á ceaovacila amistad
,€on Don Juan Manuel I elqual no ^loivino en ello,
pero quería que Don Juan Ñiiñee dcJLai aentiase en la
misma alianza , la quai se^ hizo, por los dos en el año de
1329 ) con lo qual volvieron los £mbaxadores del Rey
Mahomat muy concentos ¿ Granada , eo «ompañia dd
(criare dicho Pedro MartioezGlávljo ».que iba en nom«
bre^e pof mandada de 1 Don Joaa. Manuel , para qué
ttu y ese firmado del Rey de Granada lo que se habla
efectuado.
£n;Oise tiempo envió^el Rey del Marraneas* á el Inh
ferue-Abonoielit su M)o eo España , pava qu¿ ayudase á
el Rey de Granada ,, el qiui desembarcó en Aigeclras
Mo líete mil caballos ^ y se llamó Rey de Us Algecirái^
con cay a venida comenzó el Rey de ' Granada á tomar
]»Uqnt^,,e rcmplóíila guerra á elAey dcCastllia^ e poi»
MaOdico.sabite Caseto el rk> , ola tomd^ c desnaanteld^
iMianda>muchos Ghrist¡aoQ& eo # ella , ¿ en d it)ismo
tiempo habia puesto el Infante Abomelit cerco sobre
jSibrblta'r 1 ¿se «po4eró dt aquella V|lla , por falta de
fiasco Rp^^igjuez. que. Ja tenis^ á sacal*go^etao4escid«'
daba ík e)t miHOo tiempo.cl Rey de.Granada ^ cfcbodola
vuelta á Cablra^. pueblo de lalQtdea de£alauaba>x(uyo
Alcayde era ^ero Diaa de Aguaya , caballero de la
misma Orden ^ .entcegó pof> ^suS' intereses á íMahoaiat
el<astiilO| ¿luego ioaia^étdefrlbat^ c Ueyav.á todos
Ips qw estabab en j¿4i ^wtivd&iájtGiianada^, jelÉaA)iendoN
Ip entendido Don :Juan>Nuaca}dc Pcado , íMaestre> do
Calatraba» juotór mucha gci^^e do JosiCoocejo&'de Goido*
lia^y" £cíja -c Gatbioi)a-^ jyiarchcnat c-otcasrpartes |. e ha«
bÍ8o¿o^Jlfíg»d9:4Idlccina:i qtmtídaé m ¿reyjó'.qne babbk
í'i íiú de
de^acbmeter á ti -Rey át Granada, ni el Maestre i ni el
ILey se quisieron acometer , é desde allí pasd el Rey á
Bcoamexi , que era de la Orden de Santiago , c la
u>mo» • '
f£n este año de i330t?iv¿o el Infamíte Abosnclic ¿
pedic socorro á el Rey de Granada i y el Rey Maho-
mat en persona , con gran poder de su rey no , fue á d
socorro /e con muchos caballeros Christianos , que an*
daban e(i su servicio, entre los quales eran , Pedro Aiap-
tinez Clavijo ^ Alonso Pérez de Guzman , c- otros mu-
chos y c puso sus reales cerca de Guadiarro , de donde
avisó haber llegado á el Infante Aboroelic , ¿ allí se
concertaron unas vistas coh el Rey de Castilla , en las
quales quiso venir el Rey Don Alonso r por haber en*-
teiyiido los grandes daños que recibian ias tierras de
Castilla por causa de Don Juan Manuel , y Don Juaa
Nuñez de Lara > e así se sentaron é firmaron las tre««
guas entre los dos Reyes , é después se vieron el Rey
de Granada , y el de Castilla y é comieron juntos ^ c se
presentaron el uno á el otro muy grandes dones , i de
allí partió el Rey de Castilla para Sevilla ^ i el Rey
Mahomat para Granada , habiendo dado muy ricos do^
nes á el Infante Abomelit ^ y licencia á Alonso Petcz dtf
Guzmais , para que pasase a Marruecos á le servir , i
teniendaclRey de Granada asentado su real en la riber»
de Guadiarro, Abrahin y Abowet hijos de Ozmin , de
quien tiabemos hecho memoria en lo pasado , recelando
30 daño -de la tregua ' sobredicha de estos dos Reyes^
se conjuraron' ios dos hermanos' con otros deudos , é
amigos suyos', de matar á elR«y Mahomat su sciíor^k
tomando por motivo decir 9 que^ habla comido con el
Rey Don Alonso, que era de contraria ley , e asímis*
mo que se vt^tia ropa»,, y vestiduras de Qhristianos, y
con
con ayuda de Malíomat Atxnázár , qae era descen-
diente de los del linage de Abenalamar ^ entraron en sa
tienda ^ c escando el Rey Mahomat confiriendo aigtt«
nos negocios , con el Alguacil mayor « le mataron ^ sieo-
.do de edad de 23 años , en un Miércoles, á 15 de
Agosto del mismo ano de 1330, habiendo rey nado once
años.
Juceph, primero de este nombre» llamado Abec^uar,
€ por otro nombre Abenayar , sucedió á el Rey. Maho*
mat de Granada su hermano , en el mismo año de 1333
leynando en Castilla el Rey Don Alonso el . ultimo*
Reduan estaba en el Real , ¿ no habiéndose halUdo
presente i la muerte, certificándose de eUa.^ partió á
iGranada á grandes jornadas , é hizo alzar por Rey á el
dicho JucephAbeoazar, por serie mas aficionado, en pee-
juicio de Earrachen , á quien por derecho pertenecía la
sucesión del rey no de Granada, e por tener en este tiera*
po diucha autoridad en Granada Reduan , Gonzalo de
Agttilar , que en dias pasados con otros caballeros de
Andalucía , se habla acordado con el Rey Mahomac
difunto contra el Rey de Castilla su señor natural, se
pasó á Granada, é se hizo vasallo del Rey Juceph , ha-
biendo pasado estos tratos por mano de Reduan, que eran
deudos $ ¿ esto lo hizo Gonzalo de Aguilar de temoc
de que el Rey Don Alonso habla hecho justicia de
Diego Sánchez de Jaén , que habla sido cómplice en los
mismos tratos , ¿ estando ya en Granada , escribieron i
Don Juan Manuel , e á Don Juan Nunez de JLara so*
Jsire eUo. En este tiempo el Rey de Martuecos sacó de
España las gentes que su hijo el Infante Ahomelic ha»,
bia traído , y tenia en Algeciras , Ronda ¿ Gibralrac , c.
el mismo año vinieron dos Embaxadores suyos « que.
eran dos Alfaquies de los ipas prlocipales de jtoda el rey?»
no
9i
t\b dé' Marruecos , con' respuesta á utia^ ¿mbaxada , que
de parte del de Castilla habían llevado Gonzalo Garda
Gallegos , 'Alcalde mayor de Sevilla , ¿ otxcfy los quales
traxeiroa á el Rey muy ricos presentes de caballos , ca*
mellos , abestruces , halcones , c ricos paños de oro , ¿
muchas cosas de seda , c muchas espadas guarnecidas de
oro c piedras preciosas , e perlas , e otras muchas cosas
de gran valor y estima , e el Rey de Castilla despa*
chó otros Embaxadores ^ con otros muchos y ricos
dones. '
En este año de 1 3 37 volvió á pasar el Infante Abó*
melle en España > c murió desdichadamente sin ser con
nocido cerca de Alcalá de los Gazules , e poco antes
hablan muerto á un prittio suyo llamado Aliatar Me-
rit>s e en el mismo tiempo Don Gonzalo Martínez»
Maestre de Alcántara , escribió á el Rey dé Granada,
offeciendo ayudarle con todas sus fuerzas , e habiendo
venido las c^Ltl^as del Maestre á manos del Rey de Cas-
tilla ,:lo hizo prender, ¿matar por ella E asimismo tu-^'
vo el Rey de Castilla scrspechas de Don Alonso Jofro
Tenótio , Almirante de la mar , por parecerle que no
habla resistido la pasada de la mar á el Infante Abo me-
lle de Marruecos , quando pasó á Algeclras , e resentido
el Almirante de la falsa sospecha /despechado se fue á
jpeleair coa los Meros , e no solo se perdió el y sino toda
li armada; £1 Rey Albohacen de Marruecos , e' el Rey
J«cepbde Granada , -^juntaron copioso exercito I y eLRey
de C^astiila lino coiitra eUos , y lel Re^de Bnrttkgal $ los
quate^ vencieron^ arlos Moros en aquella .EyataUá iamosa^
del Salado ^ilamada así por -haberse dado junto i aquel
lio j despaes'd¿'4a qdal el Rey Don Akntio.tbmó^ á AU
ealá de Atbenzaydey ¿ á Vücga^^, Benamegi y. eLcastiikx
de Locubin ^ Algecira, la Torre de MocUa, C'á GUtral-íi
• 1 ' tar,
96
tar , c el año de 1350 murió de uní landre > lótbíendo
asimismo tomado á Carcabuey , c á kace, ¿ la Torce de
Macora. Sucedióle su hijo el Rey Doo Pedro , cogno»
minado el cruel, otros quieren' que fuese justiciero , y el
año de 13^2, andando los Grande^ del reyno bien in«
quietos contra su Rey , se fue á valer del Rey de Gra«
nada Don Juan de la Cerda , nieto de Don Alonso de
la Cerda, Infante de Castilla , primogénito del Rey pon
Alonso el Sabio , é siendo Dpn Juan de la Cccda a$íi
mismo nieto de Alonso Fernandez Corc^nel , gran pti-
vado del Rey Don Alótiso , que al píeseme estaba en
la gracia del Rey Don Pedro su hi^ ^ se fueron íuntosi
c fueron muy bien recibidos del Rey de Granada , e les
dio todo lo necesario para su sustento» pero na pudo
condescender con su^eseo^ e pretensión 1 por ta\aUan«
za que iiabián hecho el Rey Don Pedro de Castilla f ¿
d Rey Juceph de Granada ^ el qual al fin de aJgunos
años fue muerto por ios jDuyosel de 1 354.1 ^icodoca^*
beza de la conjuración Mabomát su tío >; sexto (de este
nombre y c nominado Lagus^, que quiere decir et: Viejo,
el qual succedió á su sobrino Juceph Aberfavetdr du-
cho ano , reynando en Castilla d' Rey Don Pedro. Este
Rey Mahomat era hermano del Rey Ismael ^.x Jái^ de
Parrachen Alcáyde de Malaga, cuya sueesion íat.^t
tiranía , e favores de los caballeros de Granada , e de los
Alcáydes principales dé Guadix , Baza , Malaga ¿ Al*
meria » de unos en otros , como :se experimentó en^^csce
Rey Mahomat, que^habietulo sido. despojado del reyno,
C'^retiradoli* vida pdlrada: , fue 41'caboi. de algunos jl&o^
ifesticuido en ^1 dfeytia , i ¿ viíelto; á despojar > ¡enod .tino de
1370 por Mahoiúár /siú.podttá& taler dielRay.DoD JBe«
droí, que'era^ íu amigd^ por haltiirse ocúfodo-^fi las guer-
fásde Ara^oB. ;■ . . ;,1 . i.^. . . .^.^. . ^ .i. . . h .
/. 1 " Ma-
ZTf-.
r .. Májboinat ' VIL i€ dst& ncímbre. ;. co|^ofi&iadá . el ¿
Bcrioqoi décionoi Bjcy dáiQ^caDaida^ sfioedió^an'Olcftyjaop
¿ s« quiso valQLd^lí£jSL}^;detAk:ago];i: cbáiCGK>6t(fiai;í Dsíai
Pedro jip Ca^iUi^ ^ despute de lo qüaldtiaMKiüeguas jcoa
el mismo Rey Doo Pedro / el qual eftíkaó paces con dk
^ey de Aragón , ¿ las treguas ' jinchas ; entre ¿1 Rey
pon.Pedro e el B^eyíde Grao^d^, ^^ooxon xoadicioiv
qup jd: Rey QM JP^edro na. hi^biai/dei4y«ridar al. Re^ii
M^hofoat üMí^Q^yX sin áhbarga. de io ^capitulado ^lii
Rey Dota Pedro^ recibid/ en SeviHa .al j Rey Mahon^at ei
viejo y e concertó con cLde ayudarle cotitrael Rey Bet-t
mejp ^x'.que toda^. lAS-üena^-jq^ se .gai^ason eq el rey^
x^ :de (3jr)»oada t iti$4lie:.gai«ise; elRe9t(Don.Pedxo^fiM?>
senpara.sL.,.c]elaaQdcii$5a Dcín Diego Garcia déPa«
dula Maestre de Calatrava , e Don £arique Encix^ucB
Adelantado mayor deula &Qot6i:4^,entcarpii .á cocres
tief f a4ft A^oros^rtGuadiX'» 4 h» C^biikp^Ao Gmnsl*
da , dj^y át Ia(£^%jde Gipnadá^que eiivló control eUw
elRey ^rnie)P.iJos:venc^eron:.e ¿íiutivtow ^.é^moocct
llevaron en prisidn al Maestre Don J>í^gq Qarcia.de.Pa?
diila á Granada ,.e parectendole al. Rey Bermejo que el
Maestre. er» hermano de. I>oña.Mac»fdfi.PadiUlavjé tídt
de ÍP$ hijos que tenia .en. ella elRe^nDon Pedro, i gao
le ganarla |a Voluntad», el^iándoselo/sio rescate ¿ cmi^
lo hai>ia ofrecido, el Rey :Doo. Pedr^o {«^r ei c los.depMSi
envió el Rey Berntejo áet Maestre :e otros CabaUerot
4}iie habUfKvCc^niel (»i{UtiMado^<Q jüf^attivíiof^^JiJM^
tad les dio ipj}clM)9.yjrico6jdtide»,ipt««ebdittKJ^
<jpar0Ciendole>c]|U^'elrReyiQoa Pedroi cbrrcspohdbkia á
esta . liberaUdad > determinó: ir i; Sevilla i valpose dedl)
e pojierse en, $iis^ m^np^ pa^a qi^e mijrase por >iistioift » 4
naifayorecieseicpptca k> asentado con el al Rey viejoi ¿
así' partió allá con)quatrocien$osjCabalj¥rps.dé.&tt*Cas9#
4 ducieptgf ,pQQae$|r <; muchas azemUas¿ «riadas <uuk
7om.XIL N * ^^^
muctías riqaensDde perhs (f ptedrás preciosas^ e jaeces
c otras cosas ,' ¿ habiendo llegado á Sevilla, fueroo muy
biea recibidos <dci Rey Don Pedro, el qüal ofreció
«oocertar áUos dos JSw;eye$.d Bermejo e el viejo > c luego
mandó aposeiuatá d dic^ó Rey^ Bérme|oy c á cinqucnia
de los Caballeros principales de lá Casa de Granada , o
asimismo ^mandd que los íescejase^I^n Gutierre Alva-
sez de Toledo^ Maesiare de Santiago^^^e Oá una de la no-
¿ke envió k Pedro Loper d¿ Córdoba-, su Caaiarero ma-
yor I para que, contraviniendo á el seguro , los pren-
diese , con codicia de tomarle la gran suma de balages,
pertas ^ piedras preciosas ,. e otra gran suma de doblas de
aroi j^ que era ia mayor - parce de lis riquezas dejos Re*
yes dé Granada, y olvidado dcsn zepa ¿Real liiiage de
los Reyes de Castilla , los thizo matar , c el mismo por
tu propia persona^fue el ejecutor de la muerte del Rey
Betf mc^ ^'^eUquíalle digcó, 'Vicíndose herido, qu^rttin
cabalgada, habéis he^u^ién quien ^se fiaba de yos# Con
CSM iMierte del Rey Bepmejo, hedía en SeviUá> el ^cf
Mahomat el vie|ó volvió á cobrar & Granada , el qual
bi20 asiento de paz^con^l Rey de Aragón , y con el
Cdnide Don- Enriele', í^^é^^'^^^ Rey deCasrilla, cf
defpiies'de tísco^ord&ndose de4á alianza coti el Rey
{>D«i> Pedro , le ayudó con 7®^ de á^cabciMo ^ ¿ 8d peo^
nes , basta que ficie muerto en Montiel á manos de su
hermano Don Enrique, ¿ el dicho Mahomat Lágus, que
quiere*' ¡decir el viejo, murió en el año 1 37^, ¿ le suce-
dió; isuhá;^ Mahomat Vlil* de estetaombte.
j> rf Mahooiat VIII. de CBit- nombre, '<: Onceno Rey de
Granada , cognominado Guadix , por la afección ^ue
tenia á qudla Ciudad. £n este estado estuvo la sucesión
de ios R^yes Moros de Granada en lá liiiéa masculina
defartachen , Alcayde dé Malaga ,c teynandoel Rey
Dún Jéátí el^ U^ f hi|o^el Rey Don £origue el Bastar*
... -do.
dft V cbsii c;I-Ae3r7MaKomit ;Usffládo<xitt<iíx ^ con. Asíuj-
S9f.hi#i del Rey de Túnez, del antiguo linage de los Air
mohíídcs I e habiendo, heciio treguas con. el .Rey Don
Jaaavde Castilla , muñó el. diciio Rey Dpa Jjuan ^.e. l&
^ttcecUó su hijo el Rey DtonLEnriqu^ cf lU. ^x dentiro de
poco'tienki^fo murió eLRey Mahomat earebañaide ^'391^
4 qaieo sucedió su hijo Juceph. ILde este nombre 1 x
duodécimo Rey de Granada. .. }
^ Jucephi IL de este jxMoiDífe^ ¿'duodécimo' R^ey de Gi»
nad^ ^ consta pojr la!s ^Í8tnria$it{ne' tavo tfdatr oi)ijosij¿l
primero fue el Infante JucéptvqnciiiefiRey de Gcanada)
aunque rio inmediato á sa padrea el segundo iíue el In*
lánte Mahomat , qoe sucedió á so padre: en el sey no de
GranaUa > el teroárQcfuoeLIhélfnte Qái Alia el.quarta^d
infantt CidlHaihfec..iEl Maestre ■ de íAíaancafá en tro. cb
tiempo de Juaeph. IL ^iqnciue ilsmadb Jdatcinj1íaiñe:& joffS
la Barbuda , desordenadamente -por elrej^no dei<3ranat
da r j^ ^uc^.0^ ^ <i^£(^^ ^ presos. e^¡A^Laest.cei<e los que
exitBácan^con.elvr'tomadOTttm pqidnn^^^ de
Aieamtaca» é .despuesVds^^eitCApceM queda et^ RiOy! ^;^
ceph;ffluy qoecido c reimraiiaiadodsrlos 9ii^po4,fjcqa.quc;
^ojberoó lo^que^le^iuedabaide^vida sus.TeynQ8iconje^6-
saip«E<y.coi}serFMdaf|nuohji«ciocse5pondentí^ coQjdJLof
Iteni&íriqíte vikfCatuitfai'i éloón £imiahios ^eyerjMoMs
de A&iea , aunque el Rey de Fez le tenia no9pe(fiid&>
abeacifeciibien^irpparquüá se^^babialáli^dái con ios Qliris-
ttanós> lQ;ii(áaI iat .¿n-^tádatorgrada^iquicjlp dtó.mátlvin
.óruna de-ikai igffandes^ tsaiciohest quq^pndo saber eniun^pe^
choL/haipano^^aiesi^fiooQkor dc^ amistad. Ion víao^aÍ qoi»-
tar la vida i eaviandoi parieccBp5pgiüroinc^fin.:cnacl aub
de 199^^ uñ gcar^ pves^afáK8Lft¿yijQae{di|!enf<^>enb»
diferentes cosas todas mulch^ y r omy ricas , e entre fitíis
una Aljuba de oro de mucho ludóo^ pero ^taba atosiga-
da 9 y con&cdooáda/de.^reneao^íie suerte quería persona
•! . xr * Que
mió
qüe^se ia:puslb«v^ii¿da« moi^ f si
«tí cUo resistencia ni remedio buoiaho /la quál no mata-
ba luego*, 5ino con el tiempo iba^ obrando sus efeftos»
Xljfley J^cepU ^e^usoieséaiAljüiiMt^ ¿ desde luego fue
:sln((lertdD Jcl.Áiño'fit iyeddc^dé iftaA. en^círicada dia,
AQrió iUwcrdsncsDyi tMSíkiibs ton icmelé- rabiosa fiiQer*^
lie (, jqde :<rausó' gtán^ttpóiQto f admiracioa na solo á Jos
Caballeros Moros, sinoá los Médicos ^^ por >haber^miier^
«acáyenídaJéloíláSwi»utei ^pÉdosos^Jeon Ja .¿cá^ fuerza
ttel< vcnleooirDb csfiB3siie|tQ jíikoíóíí Itábíeqdoc^olos qua-t
ffb'aiiosJifíiBNroylnafosqi^iqDsmoafi^ .
Muerto Jncepti v ie . knccdió en el rey nado Maho^
oatvIX;.d¿.'essewnom^» i.e tercia, deqimo Rey^ d¿ Cra*
badaelpiisiBóÁn^di iv^ólflta^ñdífídocn Castilla e ed
dbeoD xi Acy D^n^^EanqnCid IJ¡I*.3MBÍiomac, infante
i^aiiabyanndoJdeciS^anaida j ¿Jáiyx idgundo , yá q«ie no
podo c^tar el, reyi no Áfiá padre., tava modo de .quitar^
adp aliin&iijceJtLoe^^su^hef iqano^limayor,: e primog^ni*
ao dcLtepailreiiaqnicinqpq:ttrieeiá>ei'i£y^ doGcasiad^» d
qi^b(od3L (iodibodp MoaqaeUaL>6ob$ioa^ponersaá;>5Bí.fbr«*
^ap^npbyff^f^aasóipíáskvt^ tdlcoayria .qae pa*
-dorvxraDXfue: después Afino ibce9iiajr¿.^adc/lar mkoeca que
i|eiíefcá ^60 &e: c6nfief%aiftd:0i^ikunqisd.€»aa%ttiM^sc^n^
eMfiddes:^ i uik «'Ydoonía ndef:) pcUÉflC\JRéy :/a^Ii€Sana4a
-í^niiEl maieirojKfcy' Mahómaf' IX( esqrLtii6r>á:(tos.&ey¿s
«le África^ prQcar?nda:sua]]>istad, é dábd^lestsatisfiíc-»
•cipnide lasijazonies f|nq>lubiajiettíck>i.de(|i»kár:4l te^tno
-^lisp hacmanoieLaiay«e f/ií eoÉre<jotrasidecjiQ^iqiier:estaf
«tan lasri:osas.e»tftaiÉ^9«q[neafastt Umunoxl laáycA sn>
«¡ediese' en. el, reveno VlcrOrásasba, se pondría á peligro
4ic que los :<i)hristtanQS se apodecasen de- el , é que á su,
-hermano % hacia, tan; bucn^tratamtc'nto, que solo le.falta
iba cl.Qomtep de iBíCLyvflL^ misma ob^^ Rey.
l:j', jp >x
de
101
de Cakíifá ^Is^ünqttt con más limitación ¿c lo qué había
escrito al Rey de Marruecos , h á ios demás Reyes de
Afrícdr -E hallándose las cosas de los Moros en toda
quietud é^ psu fpt>r la atlal^za entre el Rey Don ;£ffti¿
^ue; de Castilla » e el Rey Mahomat de Grlanadá s en es^*
te tiebipo llegó el año de -1404 cfti el qual el Rey Ma-
homat liizo un muy tko presente al Rey D.,£nrique de
)dyasí , jaeces I espa4as<i é^otras^ muchas* cosas*, e aporqué
este ^p^dsemef fuese de^maíisestUnaciotY^ efivio con ei-para
qué^lo llevase si una de<süfs.mu;g)3res ^ie piíra que sirviese
de fimbaxadora , á la qual recibió el Rey Don Enrique
ton el amor é atención que el casao pedia , e aunque su«
cedió todo lo referido , no pasó i adelante ía alianza'^
-pórqoel después de poco tiempo los Capifsfnes de la fron-
tef a (Rompieron la guerra álos Moros y ¿ como este Príri*
tipefuése muy animoso , quiso mostrar su j)odei^ ¿ v^
k>r ) resolviéndose á proseguir la guerra , que en la fronh-
teta se habia cránerurado', belJley de' Gi^aoada entr^
|>of'las^ tierras del Biey ^de Castilla, egaudá Ayamóñttf^
)>uebU>iie' Don AlonsáPerez de Guarnan^,, j^et Algaí^
^v^:, «te Ib; qual pesó mucKo al Rey Don Enilque , él
^urai TCtivié sjj embaxada al Rey de Granada , pidiéndoP-
íle "que censtsovaseí^^ guardase tas^tcegaia^^ é-resttftiyMe
-to qttc^ habla, tomado j h au^nqueel Rey ide-Grinadií
40frocióihacedo,sé firé tan poco á poco en iá restitticiOñ,
-que movió al Rey Don Enrique ,; pareciendole que no
quería cestituir lo que habia lomado , si bien de espacio
-¿«cohtpdoa'^^ná:^ i.bíacale la guerra '^ en que díó á en*»
tra dbr Jarhiuriattoas por ieducir ial Rey de Gcafnada á
4o aeocdadd , que. por darle, pesadumbre v pero reparan^
'do. poco en ekas ateociónes.cL Rey" Mahomáti le salió
•al Rey. Don Enrique al encuentro , e hubo con hl bata-^
*UaiVi ^aitoquei hubo. qui(^ixes& que la habla vencido,;
ei.j \ ^ con
?0.l
con todo eso quedaron' los Moro&^c dueño»: del cam^
po I aunque con muclu perdida ^ é ios Christianos asi*
giismo perdieron mujdhos dejos suyos , peone$.é c^tetU^
xQs, h desampararcín-i^l eampQ). £n estsiOfs^sioD se hallaba
¿1 Rey Don Enr^uc en Ms^drid , h partió de alU' paca
Toledo , donde quería tener Cortes ^ para tratar de las
cosas de la guerra , que pensaba hacer al Bxy de Gnuia^
da y aunque no tuvo execucion su pretcnsión ^ ppr ha**
|K;rle ataxado la xnaerte sus intentos ea 2 5 de Oicieai*
fore I dia de Navidad > e sucedióle su hijo et B:ey. Don
Juan el 11. , que habia quedado de solos* veinte uieseSi
por lo qual hubo de reynar debaxo de la tutela de su
tio el In&t|te Don Fernando ^ que después fue B^cy de
.Aragón s el qual comenzó á hacer la guerra á Iob Mcr
JOS por Diar y por tierra contra el Rey Mahomat, que
estaba confederado con los Reyes de Túnez é Treme*^
zen , h laego puso el Infante cerco sobre Zahara , h se
apoderó del Castillo, de Azaderin^ ¿ ;de aálí pasó á Se-
^tenll I h l0 cercó , h .durante el cerco se cobró la Villa de
Ayamonté , h ganó á Priego, Cañetci éi las QuMbas > ¿
Orjregtca , que las tenia el Rey Mahomat , h eki esit
tiempo habia entrado el Rey de Granada por d reyo^
'Á9 JÍMn , : k Qtras tierras apartadas d^ donde andaba d
}tifaatei>an Fernando, por no querer aventurar su po-
,der en una batalla, e no quiso: ir á fiívorecerlaiVilb
deSetenil, cuyos Moros la defendieron con tanto e^v
rfuerzo é valor, que hubo de levantar el sitio el Iníanrc
Don Fernando, b volvecse: para Castilla , éiel i(&o^ sl*
jguiente de 1408^ el Rey Mahomat por. el mes ide ftr
brero puso cerco :á la Villa; de Alcacictetf y llevando eo
su Real 7® de á caballo , é i29 peones. Después de lo
dicho se ofrecieron algunos reencuentros entre las gen*
.tes del Infante Doa Fernaiido r ^ las del Re^ de Gr,aoa«
da,
105
da ^ aunque de poca consideración ^ por estar tas fron-
teras de los unos e ios otros bien prevenidas. £n este
misfno año envió el Kcy Mahomat sus Embaxadores á
Guadaiaxara, <donde estaba ila Rey na Doña <2atalina,
madre del Rey Don Juan , eei Infante Don FernandO|
que ct^n los Gobernadores del reyno , para pedirles las
treguas , e se las dieron por ocho m^scs. Hechas las tre«
guas I h vueltos los embaxadores á Granada ^ murió el
Rey MahooMit de haberse Vestido una camisa atosigada
en ci Alhambra á ii de Mayo en el mismo año de
1408 y habiendo rey nado doce años, e le sucedió en el
reyno Juceph su hermano el mayor»
' - Juceph, hermano mayor de Mahomat^ que lo pasaba
presó en Salobreña ^ fue traído á Granada ^ e alzado por
Rey con mucho silencio, sin que los Christianos lo pudie-
sen alcanzar á saber , ni aun el nuevo Rey que alzaban
los Moros y sabia la muerte de su hermano Mahomat»
£1 Reyjuceph^ luego que se vio apoderado del rey*
tiOy lo hizo saber á Don Alonso Fernandez, que en aque-
lla sazón era Alcayde de Alcalá la Real, e sin masdi^
lacion envió por Embaxador al Rey de Castilla á Auda«
ila Alemin, gran privado suyo, haciéndole saber lá
tDuerte de su hermanó , é cótiK> lo habian recibido por
Rey de Granada , h pidie'hdole su amistad , confirman-
do la tregua que el Rey de Castilla habla hecho con
su hermanó ; e los Gobernadores recibieron á el Emba^
xador y e revalidaron las treguas , e enviaron á Granada
un Secretario del Rey ^ ilamado Gutierre Diaz, paifa
que ante el la aceptase el Rey de Granada con ta so*
iemoidad debida $ h así lo hizo el Rey Juceph , envian«
do con Gutierre Diaz un Caballejo de su Casa, llama-
do AIí ^ el qual fue á Yálladoild á donde se hallaba el
•Rey de CastíiJa , h fue hpsp<rdado en el Convento de
isan Pablo , donde fae recibido coa mucho amor ^ h i
otro
104
otro dia cómo llcgq , presenta de parte d¿I R^y Juccf^
al Rey de Castilla muy buenos . caballos , espada^ e pie-
zas de terciopelo I e otras muchos regalos , ^ emrcgó
prorrogación de la tregua tpor dos ^años , la quaL oo, tu-
vo c(cGtQ , porqiie la Rey na Doña .Catalina > e el Inhur
te Don Fernando pidieron que el Rey Juceph.se hiciese
.vasallo del Rey D« Juan > i lo qual respondió allí » que
np tenia poderes para tratar de aquel capítulo 4 con lo
-gualse iVolvió á Qranadas h |a$cos4s esiuvieroa quie*
tas hasta el año 1410 que el Inflante de Castilla. Doa
Fernando I Gobernador 4e} rey no , cercó á Antequerai
cuyo cerco fue muy reñido b muy largo , e aunque el
]^§Y, Jneeph procuró sqcorrella^ e defendella,^ enviando
f>ara ello á sus dos hermanas .Ci4i Ali é Cidi .H^inei
jeon 5 d caballos h 8d peones , . cpn todo eso se apoderó
el Infante de la Villa ^ é de tres castillos que la guarda*
han , con lo qual se volvió el Infante á Sevilla ^ donde
jsntregó la tutoría , siendo el. Rey de 17 afios , por ha*
hecl? venido nueva del estado /en que estaba la eleccioa
jdel Rey de Aragón .por la muerte sin sucesión del R^y
Don Martin su lio. £n fcste tiempo los Moros de Gibralf
jtarj, por la añcion que tenían á los Reyes^de Marrue-r
5:os, se rebelaron contra el Rey, Juceph ic Granadal ¿
gomáronla voz del Rey deMarirviecos^el qual les envióeo
/su ayuda un Infante, hermano suyo, llamado Muicy Bur
zeit, e no solo se contentó de socorrer á Gibraltar « sino
jL^igibicrk dio libertadla, un Inf<ipte de MarruecpS| ferina-
jlip de aquel Rey» qije estaba en su peder y.al qual envió
jfpn, muchas joyas e gente 4 África , pai;a que rcvolvic-'
se las cosas de allí , que se hallabsin en buena disposi-
i:ion , por estar los vasallos muy mal con su Rey de
jMarruecos , e asimisoio le dio di^cTo e cartas 4^ ^^^
jp^ta muchos (j^at^allerps Moros ,. que eran muy p!9decc|-
;w)^ e;ainigps suy qs > cpii .que p^d© • ki^^ í^tR> <i^9
. venn
\
vendó él Infante zl Rey de Marruecos su hermano,
en una batalla que murió mucha gente ^ e lo cercó en
Fez , con* lo qual volvió el Rey Juceph á cobrar á^ Gi-
bralcar en el año siguiente de 1412. En este mismo
iaüo se prorrogó la tregua entre los dos Reyes de Cas*
tilla c Granada por diez y siete meses , dando el Rey
de Granada 150 cautivos Christtanos, é entre ellos i
Fernán Ruiz de Narvaez , é á Diego González , señor
de la Guardia, cuyo rescate estaba antes concercado eti
diez mil doblas.
En principio del año de 1414 , que aún duraba la
tutela del Rey Don Juan , se volvió á prorrogar la tre-
gua por dos años , e para que el Rey Juceph la jurase^
envió la reyna Doña Catalina á Granada á Luis Gon#-
Kálezde Luna , Secretario dé Cámara del Rey Don
Juan y ante ^üien juró el Rey Juceph ^ e otorgó la tre*
gua en el Alhambra^ é le dio muchas joyas , é otros
dones f como lo acostumbraban siempre los Reyes de
Granada , con los Embaxadores, é Enviados de los
Reyes de Castilla. En este mismo año se ofreció un de*
bate entre Don Juan Rodríguez dé Castañeda j ¿ Die«
go Ortiz de Zuñíga , hjjo de Diego López de Zuñiga,
«? ambos 6ueron á Granada á combatirse ^ con licencia
de ía Reyna Doñii Catáliíia , la qual escribió á el Rey
de Granada , que los metiese en el catnpo , c sin darles
logar de llegar á el coibt>atie^ les 'diese á ambos por buef^
nos caballeros. El Rey Juceph lo hizo así por agradar
á lá'Reyna , ¿ los honró mttcho , é les dio joyas , é
otros muchos dones^ ¿los dnvüÓ á Cítstiíla ,ré se votvió
é contináar la tr^uá!po¿ oiái tiempo ^ ¿'mientras vitió
este'Rey Juceph^ ño httbó'mas^ guerras entre Chrlstía-
hds e Moros , ¿^Habiendo muerto laf Reyna Doña Ca^
talina , salió el 9.ey Don Juan su hijo de la tutela , ¿
iél por su autoridad alargd la tregua , que fue iaiiltima
tam. xíí. O aue
V
que hizo el Hey Juceph con el Rey de Castilla , e fu ^
jcn el año de 1420 1 e fue por dos años ^ c el Rey Do a
Juan envió á Granada á el mismo Secretario Don Lu ¡$
jQonzalez^de Luna » para que el Rey Jucepli firmase las
treguas , e ccfbrase trece mil (dobl^ de las parias que
habla de pagar. el Rey Juceph por los dos años de las
treguas , e habiéndolas jurado , e pagado las dichas do-
blas I falleció y habiendo quince años que reynaba , c
hallándose bueno. ... ,
Mahomat, último de este nombre , llamado Abenar
zar I cpgnominado el izquierdo ^porque lo era , sucedió ¿
el Rey Juceph su padre en el año de 1423 1 reynando
en Castilla , c en León el Rey Don Juan el segundo de
este nombre*
Este Rey Mahomat Abenazar venia de Farracheni
Alcayde de Malaga 1 de cuya descendencia hubo t\ucve
Reyes hasta este Rey en Granada , á el qual no sola^
mente llamaron el izquierdo como queda dicho , porque
)o era de las manos 1 jugs^ndo c usando de la izquierda^
mas qif e 4c la derecha » sino, por las adversidades que
sucedieron dpr^^ntc su jreynado , ep cuyo tiempo fu^
tres veces privado del reynoy ¿ las dos de ellas restituí-
fio : posa que no se halla escrita, en alguno de los Reye^
4e Gfanj^da.aqtes de el » ni después. Constar vóse el dich^
|ljeyiMaho/nat Atenazar ^Igup tieqipoen el aiq\i>ta4
fÍel.Rx^y,D/o;i Juan el 11^%, yjsn la);de Mü^^py AbenfaraZ|
B^fY de ^unez*. Después comenzó á se^ malqfíisto con
todos sus .vasallos ;^ hizq ^ Alguacil . maypi; del >py/io de
JGraií^díi ^.que era ^l)pfiw ffitty.P^/b««»in?i|te del, Fcyí>o>
¿ im Moro muy p4v?id?. wy9 1 q^c ^ Wwpsjb» Juceph
Abenfaraz 1. el qva^ era . del, mify a^tígvo linage «k 19$
Abencerrages ^ rn^y estimados eg. Granada \ é k\f^
principios de su reynado tuyo el, dicho Rey Mahomaf.
/i^ufl^s jnqjtfíctudes > contaglp;qu&^se pudo pegar de ia^
io7
inquietades entré las Gran des en Castilla con su Rey,
'á cuyo exeoiplo algunos Alcaydes c taudillos^ c nobles
de Granada i con el aborrecimiento que hablan co^
brado á él Rey de Granada ^ el izquierdo ^ se rebelaron
contra el I c tomaron la voz de otro Mahomat llamado
el pequeño ^ ó el chico ^ e en fin del año de 1427 lo
echaron del reynp $ el qual conociendo su desventura,
c que no tenia segura la persona , no hallándose con
fuerzas para resistir á los rebeldes, se paso á África,
para valerse de su amigo Muley Abenfaraz Key de Tu^
nez , llevando consigo 500 Moros de á pie e de á cába^
lio» £1 R^y de Túnez lo recibió con mucho amor , ha«
blendo quatro años que reynaba Mahomat ^ quando
hizo esu jornada á África , despojado del rey no de Gra-
nada , ccon ocasión del despojo*del Rey Mahomat el
izquierdo , se introduxo el Rey Mahomat el peque*
ño , undécimo de los Mahomates , c llamáronle el pe«
^ueño, á diferencia del otro Rey Mahomat el des«
pojado.
Entró á reynar Mahomat el pequeño , como lo sue«
kn acostumbrar algunos tiranos , con algunos temores,
reconociendo con quán poco | ó ningún derecho poseía
aquel rey no« £ como queda dicho > xomenzó á reynar
temiendo á todos , c eu particular á aquellos que creía
ser aficionados á el Rey Mahomat el izquierdo , que
se hallaba despojado en Túnez, ¿ matando á unos , é
|frendiendo4 otros , hizo muchas crueldades , e á quien
mas paice^cti^ de estos crueles tratamientos , fue á Jú«
ceph Abenazar , Alguacil mayor que habla sido , é
muy ñivorecido del Rey Mahomat el Izquierdo i c aun**
c^e no se atrevió á hacerlo matar , ^ lo echó de todo el
reyno con treinta Moros de á caballo en el añod.e 1428^
el qual se pasó á Murcia , donde fue muy bien recibid9
Oa ^^
de Lope Alonto de Lorca I caballero e Regidor de la
misma Ciudad , el qual ea coinpama dei dicho Alonso
de^ Lotea vino á el Rey de Casulla ^ que se hallaba
con sa Corte en lllescas , Villa del Arzobispado de
Toledo , c allí beso las manos á el Rey Doi) Juan el di-
cho Juceph Abencaraz , sirviéndote de interprete Lope
Alonso-de Lorca, el qual Sabiz muy bien la lengua
Arábiga , ¿ Juceph hizo relacipn á el Rey. de Castilla
del despojo del Rey Mahomat su señor , c como estaba
en Túnez donde, se habla ido , viéndose despojado de
su enemigo Mahomat el pequciio , e suplicóle se dolie-
se d^I Rey Mahomat el izquierdo ,.supüesu> que era sa
amigo y e su vasallo I ayudándole á cobrar ei rey no. £1
Rey Don Juan recibió agradabléntente ¿ Juceph Aben-
caraz y e mostró pesar de lo que pasaba por el Rey
Mahomat el izquierdo ; c prometió hacer lo que le pe?
dia j e dándole algunos dones e joyzi y.é habiéndole he*
cho muy buenos tratamienios , lo envió con ei dicho
Lope Alonso de Lorca , á el qual hizo' su Embaxadoi
para el Rey de Túnez , á el qual envió el Rey Don
Juan de Castilla á pedir hiciese con el Rey Mahomat
el izquierdo, como de él esperaba > todo lo que convínie^
se, é le diese todo su £avor para cobrar su rey no de
Granada, y que procurase volviese, que él haría que
fuese restituido. Juceph Abencaraz , é Lope Alonso de
Lorca; fueron noblemente recibido^. 4^1 Rey de Tu*
cez, el qual hubo gran placer de su llegada , é oída i^
enbaxada del Rey de Castilla , el Rey de ülasnez dio
asi á Lope Alonso de Lorca , como á Juceph- muchos
dones, todo lo qual sucedió en el año dé 1429 í en
¿1 qual nmndó el Rey de lunez poner en orden la gen*
te que habla pasado con el Rey Mahomat de Granada,^
qué como queda dicho, serian trescientos de á caballo, c
dos-
* 109
!dosciéntQS peones i ^ ¿ envlácon» Lope Alausa : Íl ú .Rey
:de Ca6tUla cosas 4c:jscdA.^ ¿ ififfbi do Uno iniuy : (jrd¿ad^
x^ muchos oloies d? gsaapKociOi ainbar/é ÜgaUa^xioii^
.muchas cosas muy pceciosat ^ te )Cob íestó ^se- kléspkücroii
lo$ dos \E.bycs con mu^ho sumot y!é ^l Rey Mahom^
partió con Lope AloafiadcLQica>c^9us*geaiesy é 11&*
^con á Ocaa , CiBda4^inarh3ata:«ri:elii«.](noná¿ Ti¿tn¿-
.cco , é Ikgadoo aUí 6¿je(nhacfxu>a v'^^'pasa^fdskiá.dllicy^
no d¿G(áifaday¿ Ucgáhdo 4 bifaiádaéfate^Ye^a^ftteaÉMy
.bien recibido eLReyiviafaomatehizqpierdou: isusgemes^
c sabiendo, eo^aicsla «li ilqgádac^le euddr(úiá.jlamar^^
háiMcndo ldo^:^ici recibido^ oaM^iieUfi Ciudadu:on^ ^i^*
chó.íím€i4'KV£tfinCiii¿ilí tánipi&áxá GiaiíadadnKxiadc
esta ilegadai^JudbíQ. pl cRey (MahÜknat^ eijjpc^lubñeiqgiah
-aivo£Oto,.e envió con .toda brevcdad^^concca dílBü^ i»
iq9ierda ^ :utn, Infame heciiiano:sit9:9> í xpn wscUsdcoux
ite.1 ¿aballo^:^ paiedendcüobastáiaae^rahronsecláf^
lo iQtté venia con MdhoqiateL lzqaifr(k>,yrde Icá qh^hs
se patorcKw inas d¡e >4^s*o a ^el' lUiy JMadiomas^^'iaqíuecdíqv
c' hayéndo los qoe restaban ^ pudo pa^re^ Rey^Maí»
faomai el izqnierdo á Guadijci, 4onde foie'.dei toda* la
Ciadad muy bien recibido , e desdé.nllipnál kiCktín»
dá^ doáde halla la¡ misma acogida j^ b'' lexkie»D3á «ibet
diencia de Rey del <ya éxdlnsó Rey^JViahoníaN^cinrpei
queño ^ el qual conr flgfanqs pocos de los suyos' se hizo
Aidrte en el Alhambra^ donde io cetcó ^{¿UiluHpat el
¡s;quiQrdo , e^ loí prctiiadió e dfo < hbo cottas ikf oabe^a v c
poner á sus hijos ch. piásioo ^ícbn que^jbedó'cii el ^bf*'
no muy pacíñcay epodas las ciudades do cilexlleifqnnia
obediencia, e este es el fin que tüvo Mahon^at el pequq«
Bo y- habiendo mynado en Granada dos años. Restituí*.
do Mahotoát Ah^^saa^r^l izquierdoen elteynoufe Gxát
nada*; Volvió idat d c^cio .de AigoacU n^yov «á» Ja<f
ceph A&encarasi., que' sjcmpce le habia< 4^ «míj^-^e^^
lio
c palia asentar bien ¡sai cosas , «nvló sus Smbaxádores k
(Cl ^cy Don. Juan: et IL^, dándole- gracias de haberle
4iy udadiO ^ q el aviso de como csuba pacificameatc en sa
iKyó&| c de. la justída^chabia:hfcho de^o eoeoiigcv
jédeseaado el R.ey Mahomat fCf>arar las quiebras pi^
$adas en sa reyno y enviá á esse^ fin sus J^mbajcadores á
^&ty Ctoajuan el segnádo ^ : 4^ á:la ^axoa^estaba ea
•Valladolid), á pedirlc^rcguas;^ ¿ no tovo ^fedto esa
precenslon 9 porqoe desoUbai. el Bxy Don. Juan iiaccr
guerra á Granada , aunque na la puso, en oécStOp por la
g^ioura queiio.haciaal9is.>l4^Qtcsde Aragón, El.año. de
ti4go. v)qUío: cl>R»e)L.Ma¿ioaiát:eii i^gujerdó A eoiflar
sbsi fitnbakadoreü áeLEícy.de CasciUa^ xljqual'sc halla*»
ba puTeLBuigo^de^iOteaiá!^ -á bqual.eiiih;^^ .eo?ió
un cabíUlera.MoroJlamado: Abafcetmar • oQn4>cro5 txein*'
ta caballeros y ea que.lc ofireria. su poder , su persona y c
itof^iáicasa de Granada .dontra. stts«[uiav>6 ios.inlan*
xciidp Aragon^yo^qú^raviese por. bien, otorgarle iapaa^
quc:á>Ua Jiabcricotkc los ELbyes deCfstilla cCramdafpor
lo pagado ^ . c x)u(f esu nii^iBa paz ofreda por el SLey de
^Tunea. £1 Rxy Don Juan recibió muy bien á el £mba«
«adotÜel fitei)qddiGranada i c envió xon la. resptesta i
JuúU iBmxsalttjdeX^iia ; ,su*Seccetario , agradeckiidp ia
hufroa wluocádiLy d oEccúíaAcato 1 aunque, no aceptó
la ayuda conrra Jos. ln£Mit<^ , aunque permitid tratar de
la tregua I pero el principal ^ireoto del Rey. Maho^ .
m^t^ fue paoaque entendiese d Rcy^de. Castilla:^ el es<-
tado en que se bailado Ja^ coJasi4cl reyño de Granada^
ún querer por eso venir en coínceder muchas, de las cosas
que pedia el Rey Don Juan.
. . . £n xste mismo ano, hizo treguas . por cinco, a&os el
Rey de<.Castil(a con.ei Rey de Araj^^^ ád de: Nía?
varra^ eon quien acordó hacei: Ja ^umíra 4 cLR^y de
Granadal^ ¿ por^.y^ .raiNlet.b¿p (cla&o siguiente
- * • po-
ponerá rKtttt49^1a6fronter4»:ifijblí y nw
¥olvió a envlaf á Túnez á Lot>e Alomo 4^ Lorca ^ > ^coft
quejas del Hey- MahoaKic rd^ Itqv&ctdcr ^ kel Rey dt
Tunc^ Muley Ai^oíars^íi o tugándote no/^yudáseá «1
Kcy lyl(»hí()¿at fin fifi gpíqtt^j(C|^^
con es;a.eiDba<x^da> oo 9«lo^no, le énVió^ isll Kef d0,Tiif
ioez las galeras I gentes. c'^vitiiaiMs q^e Id tenia apercibir
das 9 para ayadas á el Rey Mabomat ; peto;le'^escribip
que pagase' las patias^áclRey^ 4c Qsistilla:^ i: qoiett üíi
debiaelireyaar/^yL^i mnurbo, amaba .^ e.dtinQiliaotri^
que a0 espera«e>«u rayada nieoc^as viifteSCf jcf ^i r^yna^
$e en Túnez > e allí estuviese Lopo ,Aionso -ác Lorca«
Coa esto Peiafaa de, Rivera corrió -la vegaf de Xjraoa^
da f e Pon Fem^^odo Alvare«t d^ iTpiedo et)to> .ppf
RoAda »* ba^ipnda ambos. <l. aiMl Le ' danp ,qtte {>a>
dieron» ..• ^ • • .,■'- ?>' v- >i b -j . '•• > .- h -jL
£1 año siguiente de i43.ti ^^entr^ en la tierra do U»
Moros Rodrigo de Peiea , Adelantado de Cazork non
fBil peones, etrescicnc<is dea caballo y. eni cuya genot
hicieron Ips MorQS mucho dafío^..erenieste:0li«no:tiici9-?
po cl.Mairiscai García de.Riv<eca..tGinnó.}el(j9astUlP'.de
Ximena y.e el Rey Dpn Juanfp«isó; á Córdoba ^ ¿ iei|tcó
en la veg;a de Granada , e con el JE>on A Waro áfi jLuna
con tres mil de á cabaKo^i á vtalp las tierra» iif clUom^
rTawr^> Alosa e Axchidonft^^.e ocfps l4%a|Fe^>efi l^iYSt
ga I fl«n lo.qiwJi s? volvió á ficija ^^ habif»ítot,^íNdft
clReyiJMahomat los Intentos^ iqiM «1 Dqn Juan lleyabaf
•<f-qae ni principal era de[ cercar ^jQraiiada ^r;^ apercibid
paisa j»<¿f«i)S9!i juntando^PtaqiieJIa C^d^di »im«^ asii
eabi^llff i 4tY/^K ipil pcpeeaire^esjipdp Ql,;^4»y^
Juan «ft Qitdf^s^f se viqp. pM»i6l;^ti ¡prlnc^paÜcabAtf e^
ro Moro i| que /$fa bijoidiil s^ñor dp Luque,.rllaaiade
GUdarre> e). ^al skpdo; de, edadídse ocbo ano9 y el é
Qtroy l>i}9s;dei|i|paü$rASc.CbKlsfianoft ba^aa MfHkdiidíffi
en
/ j
-: 1
s.
^
:II4
^n tthñtss , ^^' ÜaMáti áéxiáo natítra santa ie 4át¿lica , 4
le dix(^,<^siertfraba^en ^a ^ega de Granuda^ un lafantc
Moco llamado Juceph Abefiafamar ^ queeta-descendiei}-
C€ ddit'&ty: Abcivhut , gietd del Re y^Mahpmat' Abena-
^mM^i^ít amado el 'Bermojov'^^. ^iii^n -oiaró' en Se?t*
Itál el^ReyL Don iPedro , le ayudarla pará^^dlo , por-
gue '«^taba Mal con el Rey Mahotíiai el ¡¿qóierdo , ¿
2ae' conista ayuda por ventura se le enrregaríá to-
a li^ tierra. Concesca noefa > a|u5tincla!9e¿en' estepare*-
i%iilo^ Oratidte dql rey nó , eMró ei Itoy^DiOin Juan por
Us^fietras dor&éy de Granada , con • a^' dC: ocbo mil
combatientes que' )ttiító ei Infante Juceph ^ Abeitaíafflar,
c después de algtfbas escaramuzas ; se vinieron 4 dar Ul
1ia|alÍ4^ de poder 4 pbder el Rey de Castilta ^ é- el de
Ganada, quedanKid4<» Moros vet^ckíos ^ ^ muertas mas
de doce mil , e el Rey Mahomac á todo esto no salla
de Gr amada, pot-temerse de M suyos , ¿ con todo ^o se
mostró tan valeroso, *que no quiso tomar partido dd
Rey de Castilla ,< no desanimándole los malos suceso^
ni- aún' las demostitíi%iones> é se&ales dé la 4:ierra ipropia,
¿lue^nesfio^diasteinbló diversas' veces en Granada; <;
k>qu^ mas habla en que^reparar ^ £ue el ^er oon los
temblores caerse algtfnos pedazos de ia& murattas de la
Ciudad ^-é ta4tipbien temblé el Akázar delR.ey de Cas**
tHlas el ^qual después de ha^r destruido quanftf-iopó
ftes teguas al rede^r de íá Ciudad da Granada ^ ateo sil
leal y e fue fama que k>. bizo el Rey á petfsuasion -d^
í>on Alvarode Luna, ^ quien hibla |ii<íhKi tfl^Rey*
Máhomat un gran* presente de regalos ^ que' llevaban deof
ftof^ran qutmtiá de doblas de ' otói Habiendo itegáító^
ei &ey £>on Juan á Córdoba , mandó & ^1- Inftnte ^^Mn
ftph Abenaiamar ^que se llamase Riydjs tG^anakÜ^
^ le ofreció darle el rey no , para Cayo efiído cfiindó i
los caballeros que tenían las^fronceirk»^ te diesen tdd^
fa-
favor para cons^uirlo, visco lo qual , se le empezaron
é pasar de su parce muchos Moros » que le eran afício*
nados por 1q mal que iban estando con el Rey Maho**
^mac el Izquierdo f, por lo qual brevemente funtó. mas de
400 xie á caballo 9 ¿ se le entregó Montefrio , e fue á po-
ner su silla real .con orden del Rey de Castilla, h con
d favor de Don Luis de Guzm^i Maestre de Calatra:»
va 9 c del Adelantado Don Diego Gómez de Rivera , se ^
le sujetaron los Pueblos de Cambil e Alhabar , Corte*
gíar , lUora , Ronda , Taxarxa ^ Iznallez ¿uLoxa. Auíi*
que el Castillo de esta Ciudad se tuvo por el Rey Maho-
xnac el Izquierdo y los Moros que allí se hadaron, fueron
vencidos y muertos h presos muchos de ellos , é allí mu*
rió Juseph Aben6airaZ| Alguacil mayor de Granada |.é
luego se rindió el Castillo ét el Rey Juceph con la ma-
yor parte del reynoye con el ayuda del Maestre de Calat.
trava ^ e del Adelantado Dbn Di^o Gómez de Riyera>.
fue el Rey Juceph desde Illora á Qranada,. donde le re<^
Cibieron los principales de la Ciudad ; ¿ no atreviéndose
el Rey Mahomat á aguardarlo^ con todo su poderi h dos
hijos del Rey Mahomat el pequeño , h con otros prisión
neroshuyó á Malaga. » adonde tenían su voz. £1 Infan*
-te Juceph entró en Granada con tf oo4e á caballo én diai
.Martes á primero de Enero principio del año de 143 a^
fe fue recibido en el Alhambra por Rey deGranada con
la soltmnidad acostumbrada Juceph IV* é último de
:este nombre ^ cognomioado . Abenatemav 1 el qual succ-
hUó al Rey 'Mahbmat Abenazar el Izquierdo , habiendo,
rreynadó tres a&>s.¿ medio lastguoda v$z<4]tte fiíe^ res-
titttido en el reyno de Granada por el Rey. Don Juan
el iLy con cúyé favor fue puesto en lá süla de Grana-^
ida, é enr Jacef^ Volvió U sucesiqn á la linea antigua del
'Rey Abenhuc L^^ Rey de Grasada;, qjM por muectp
^^ T0m.XU. P <lcl
114
del Rey Bermejo habla entrado en diferente linea* Lo
primero que el Rey Juceph executóea viéndose en el rey*
no, fue hacerse vasallo del Rey D. Juan él IL i obligándose
á pagarle á el y á todos sus suceSoce^ gran qaantidad de
doblas , para lo qual se hicieron capitulaciones públicas
jescritas en pergamino , las quaies. después firmó , e selló
con^u sellóle cscribip al Rey. Don. Juan la carta si*
guicntc» i*
4
RET DB Q RANA DA,
SEÑOR.
V uestro vasallo Mahomat Abenalamar ^ beso vuestras
manos ^ h me encomiendo en vuestra merced ^ á el qual
ficffx&k sabcf 9 como yo partí de Hiera ^ e fui i. la mi
Ciudad de Granada , e salióme á recibir tbda Ja caba*
Hería de ella j e besasonme la mano por su Rey é seaori
h entregáronme la Alhambra y h esto señor fue por la
gracia de Dios> h por una buena ventura» £1 Rey Iz-
quierdo se fue á Malaga y c llevó, consigo i un hermano
del .Alcayde cojo.^ susobrino^ h doshijosjdeLrJ^xy :Fe^
(pieño^ que habla mandadojiegollárs cantes qucxle.fai
Alhambra se fuese, robó quanü» elide había» e aboca» sé-
¿01 , icoh la gracia de Dios^. élcon el 'esfuei:2o dtl^F. A.
-isarcontrf él yuemra,Adelaiifiadio .Don Dic^<<aomei( de
<BÁvjítti ^ ^(mi&Cahállerwciá^Maflaga » ditetfe .el;tstái e^
fleco en Dios^ttei.bon.'elJtV^ jie Y. Al^yx^le diabr^ea
dODUS manos* -.h: ■ ' . r. - > /. ••■.•:::■.•
- .. Dfcspachó el Kcy<. de »iC^ ranada, uh Caballero. JMbr o
Jcon esU: carta» coiol la rqual .ci - Riey; di:)£asf iUa ¡hubo^g^m
:placer/ £l^Rcy^ ^^Tjuucií tnVió. sus ttfcaudbs aLRey. dfc
k.
Castilla con un Caballero Genovcs, pidiéndole se hubiese
bien con su pariente el Rey Mahomat s pero como lo
ihalló desposeído , mudó las palabras de la embaxada en
quejas ^ i lo qual satisfizo, el Rey de Castilla , diciendo
que el Rey Mahomat traía sus tratos con el Rey de
Aragón , é con el de Navarra* £1 Rey Abenjuzef
habla seis meses aun no cumplidos que reynaba, e
como era tan viejo y £illeció en 24 de Junio año de
1433.
Muerto el Rey Abenjuzef , volvió al rey no el Rey
Mahomat Abenazar el Izquierdo tercera vez, porque esp-
iando en Malaga y é sabiendo la muerte del Rey Aben«
juzefsu enemigo , hizo sus diUgiencias para que le vol*
viesen á dar la obediencia , é en án se la volvieron á
dar sin contradecirlo el Rey de Castilla , con lo. qual el
Embaxador del Rey de Túnez , que estaba en aque*
Ha sazón en Valladolid ^ volvió á Túnez muy conten-
to en compañia de Lope Alonso de Lorca , á quien
envió el Rey Don Juan para que ^et Rey de .Tunet
diese algún buen medio entre el Rey Dph Juan , é el
Rey Mahomat, e en el Ínterin hicieron treguas. El Rey
Mahomat hizo su Alguacil mayor á un Caballero Mo-
xby llamado A nddbar , del qual fiaba mucho. Pasado
ti' tiempo 4^ U tregua dieron un año mas; Al princiiño
del de 1433 envió el Rey de Castilla sus gentes , e á
Don Femando Alvarez de Toledo por General de ellas»
lel qtial era. Señor de Valdé^Corne ja > é ganó las fórrale*
izas de Benamaruel^ yendo con el el Adelantado del An-
dalucía Don Diego Gómez de Rivera i qu¿ con el cerco
que tenia puesto á la> Villa la combatieron h tomaron.
•Este mismo año entró por la parte del Reyno de Mur-
cia, e ñie muerto Don Juan Faxardo , hijo de Alonso
Yañez Faxardo » Adelantado de aquel reyno. En este
p 2 mis*
ii6
mismo tiempo escalo á Huesear , y se apodero de clia
Don Rodrigo Manrique, Conde de Paredes , é los Mo^
rps de esta Villa la defendieron valerosamente , e al
cabo se retiraron al Castillo : ¿ allí fueron ayudados de
un principal Caballero Moro de Basa > que se llamaba.
Ceucmi I e aunque pudo bastar este socorro para defen-
derse j como los Christianos fuesen también acaudilla*
dos del Adelantado de Cazoria , e de Don Fernando AU
va tez de Toledo , que vino con gran poder , hubieron
de. Rendir el Castillo , con pa¿lo dé. que hablan de salir
Ubres los Moros.
£n este inismo año Don Gutierre de Sotomayor,
Maestre de Alcántara » queriendo tomar L...^...*.^.^Jí
Archidona encubiertamente^ con 800 de á caballo, c 400
peones , h habiendo sido descubiertos , los cogieron los
Moros en un paso estrecho , donde mataron la mayor
parte de la gente^ue llevaba el Maestre y y por ganar
5tts pendones, escapó el Maestre de los suyos , quedando
todos presos ó muertos.
£1 año siguiente de 1435 queriendo Don Fernando
Alvarez de Toledo tomar la Villa de Guelma • sé retiró
i Jaén, por haber sabido que venían las gentes del Rey
Mahomat. Y en este mismo año hubo en las vegas de
Guadix é Granada algunos encuentros, aunque no mu-
jTíó en ellos gente de consideración.
£1 año de 143 ó hubo de los Moros D. Alonso Ya*
Sez Faxardo , las Villas de Velez el Blanco , e Vclez el
.Rübicf , h quedaron los Mono6 por Mudexares e vasallos
«leí Rey de Castilla y pagando los tributos que á los Re-
yes de Granada pagaban sus predecesores por la fórrale*
¿a. £n este mismo tiempo, las Ciudades de Guadix y Ba-
«La enviaron sus £mbaxador?s al Rey D.Juan de Castilla^
elidiéndole les diese otro Rey y por ios malos ttatamientos
. » .X que
que recibían del Rey Mahomat, éque si les ayudase, le
harían la guerra. £ el Rey de Castilla les respondió, que
así le placía , con cal que las fortalezas que tomasen , l«fi
entregasen á quioi el Rey ordenase, b ellos respondie-
ron, que comarian acuerdo con sus Ciudades > h así se
entendió , que semejante respuesta fuese excusar cdn 4a
dilación las talas de aquel año , por lo qual piando el
B:ey Don Juan á Don Fernando Ahratee de IToledt). en-
trar por aquellas tierras con gran poder i c qut se hsit^
lase , como lo hizo. • t
Los Moros de Galera , h de......««»...tf«^..se entregaron
á Don Rodrigo Manrique con las condiciones que lo
-hablan hecho los de Vetcz el<Bkrnco^ é^Velez' eL^obld.
£n este mismo tiempo Don Enrique de Guzman,. Coa*
dedeNiehki, cercó á Gibraltax po^ mar , donde mu^
rió ahogado , por lo mucho que los Moros lé apre^
raroo, e habiéndose pasado; el .tiempo\, subid la mar-
cea , ¿ los ahogó i ¿i é á otros de: los que teseguiap, Ú
Don Juande Güzmanisa* hifó^ que iba po^ .tieitraii^le
acorrer, viendo: lo que habla sucedido , se retiró leon
sus gentes. £n este .misma .tiempo muchos Caballeros
del Rey Mahomat se pasaron, a) setvicio dei Rey (Don
t Juan , ^ttdo cabeza de tódosi oda Uainado AbepilomM^
:cl qttal.ñieal.Rey.de^Tiuaez:coit»lkis qu^ié.scguiab^coft
Ucencia del Rey.' ^c Castilla piel qual les dló fuera údL
^acostamiento, setecientos maravedís para hacer ei viage.
' ': fiüañó siguiente de 143 8 D^n^Iñ^ Ijiffn de Mea»
doza, Señor de Itra y Buy trago , que vino á ser Maih
x)ues de SaotiUaoa^!^mór:la:-Villa'de^!Gnalkiiá4 daddo !!•
bertad á los Motos , ¿ ten este misqio añot el Addasttadb
de Cazorla Rodrigo de Porta catró eo ^ies ra de Moros^
h se enccMiaocon Aheccacazy .que era .t|t^ paiocipalCa^
baUcso.db<.<ftaoada ,tqiic tu|k ki^n^ caigoiiasigiBntesvdel
Rey
•12Í)
-se rindiese^ lo qaaí ¿1 nó quiso hacer : h los Moros acó»
inecicroti I» Vilia tan fuertcmehte , que luego se apode-
raron de ella t sq fortaleza , ¿mataron quaotos Chris^
tiaéos* habia dentro de ^lla.
- : jEtv tt año de 1447 Solvió el Bxy Mahomat el Go-
fo á entrar con sus gentes por diferentes partes en tíce-
las de Christianos» b habiéndolas talado , é cogido mu-
.cha presa <le ganados ^ hombres é mugeres, cobro las
bVillas^deHuescar^Bclezel Blanco, é Selcz el Rubio,
-coQ sus fortalezas , satisfaciéndose de hacer todo el mal
^e daik) que podía xá los Christianos , b el Rey; de Navac*
^a juntameoce con muchos Grandes de Castilla le aya-
daban I é solicitaban á ello, c así en el año de 1448 ea-
tró pftr,elreynode Müi^cia, dondq hizo mucho dano^
é prendió , h qdaco mucha gente á Don Alonso Tellez
Girón , primo de Don Juan Pacheco , primer Marques
de Villena de los de este linag^ > el qual era frontero de
Chinchilla y Chillón^ de io xjual d Rey de Castilla reí*
<ibió gran pesar.
. Entrado el año de x 449 por las diligencias , h solici-
tud que para ello hw> el Rey detle Navarra , volvieron á
líntrar las gentes del Rey Mahomat por tierras de Chtlstia-
iws^en Iasquale3hicieron'muchwdaño9,)eel Rc;y de^a*
ítMda escribió alRey át Na varc% /que k hallaba en: Ara*
gen y qur entrase -¿on^^oi' gefatias y h sus. amigos ^ ¿ ali)i*
dos' por Castilla^ ¿que <íl juntaría. la. Afj^or^ttrcc.dtf
stt poder , éiria sobre Cbrdóbg, éia combatida faas^
«á^-^átiarta y fütta- eir Rey; .da¡ JZavs^rvá ^ h zvaap^c^t^
S(^t^ tl'Ofrfldififeiitov' agradeció Is^ fafueno yolttitfad
¿éi^R^y de Granada\ á qulsn aseguró ia entrada» en
Castilla y h que en hsuricndoiaie^na cuenta dd lai]tttf
hubiese obrado >^ y aunque el íaQo de 1472 sexotceltó
ftl'fLey*4k<Nava£ra cobígI R«y-jdp QútíUa,|\ao poc^»
'.> de-
121
dexó el Rey de Granada ile haeet sos encadas en tierras
de Chrí$cianos, éasí el año de 14^ 2 entraron sus gentes
por tierra de Arcos s e si no fuera por un Renegado llama*
do Mofares^qfue siendo Christiano, le llamaron Benito de.
Chinchiüa, el qual avisó á D. Juat^ Ponze de León, Conde
de Arcosique se hallabaen Marchena, el designio del Rey
de Granada, para que estuviese con cuidada , porque no
llegase á cercar , porque si lo hiciese , sería muy daño*
so el cercó ; lo hubiera <:onsegaído.. £n el meit de Marzo
del dicho año entraron ias^ gentes del JELeyde Grana-*!
da por el reyoo de Murcia , h hicieron todo el mal h da«
ño que pudieron , e mojaron mas de mil cabezas de ga«
nado mayor e menor , e algunos Christianos , é no se sa-^
be que el Rey Mahomac Abenozmin wviese otros su-
cesos masi de los referidos , solo haber sjdo despojado
del Infante Aben Ismael , h aunque no se halla en el aña
de 14 J} este despojo , tengo por cosa cierta haber sido
en el año siguiente de 14549 habiendo reynado.
Según la cuenta que traemos 9 se puede colegir que
el año de 14549 reynando en Castilla , h en León, el
Rey Don Juan el IL^, entr¿ reynando en Granada^
con ayuda del Rey de Castilla , el lafante Aben Ismael
segundo y último de este nombre» h décimo odavo Rey|
de Graoada ^.el-qual no tuvo lugar de ser agradecida
á el Rey Don Juan el 11/ 9 por haber muerto en el mis*
mo año de 14549 á el qual sucedió stt hijo Don £nrl*
que el IV.% el qual sin atender á que el Rey Aben Is«
mael era puesto en el rey no -con favor é ayuda de su,
padre 9 con todo eso previno sus gantes 9 h entró en el
rey no de Granada, y en todas las entrada^ que hizo^
siempre el Rey Ismael envió sus gctites para que esca-
ramuzasen con la del Rey Don Enrique 9 el qual pare*
ci^odole quo' los Morcu^' estaban mas diestros ^ue los
Chrisclanps , no quiso dar lagar para que fas escatamu^
zasse encendiesen^ Después que el Rey D.on Enrique casó^
con la Reyna Doña Juana hija del Rey de Porcugali
pasó grandes trabajos ^ los quales se siguiccoD 4e este
iDatrimonio , é volvió á entrar por la vega de Granada
con un muy poderoso exercito, h sali^ndole á el encuen^
tto las gentes del Rey Ismael , no quiso asimismo dar U«
cencía para escaramuzar.
£n el año de X4S7 volvió el Rey Don Enrique a
entrar en la vega de Granada ,e aunque siempre teiuió
las escaramuzas con los Moros 1 no pudiendo en «sta
ocasión escusar una muy recia que se trabó , le vinie*.
tan en ella á matar mucha gente > e entre ios hambres
particulares i (ÍMdikso de la: Vaga s cosa que sintió
siucho eL Rey de iCastUla , 4e lo qual muy indignadoy
mandó talar los panes, arboles ^ viñas ^ 'é huerta^ 9 ¿
otras cosas ,. que^se solian reservar en otros tiempos y I
por ñn de la guerra, tomó ,ei castillo h villa de Ximcoa.
En este año el Rey;Abea. Ismael envió sus embaxadores
a elRey Don £nrique ^ los .quales aunque fiieron reci-
bidos ajsperamebte , por «star indignado por la muctr
te de.Garcilaso de la. Vega 1 con todo eso hicieron » ¿
ajustaron sus tregua ^ ciertats. condiciones , si bien de«
jcarop abierta, la guerra por la parte de Jaén, á coya
frontera pasó el R«y Qon Eruriqué á el .Conde de Casta-
ñeda, que sobre ser descuidado , era t^n avaro , que no
lo pudiendo sufrir sus gentes, andaban muy desconten-
tos, e conociendo los Moros el de«:uidp del Conde , ^
descontento de los suyosy no se durmieroa, e cook) (Of
aquella parte h^bi^ quedado: abierta^ la guerra , entrar
ron las gentes del Rey .Aben Ismael ^ e k mataron mu-
chos Cbristianps , e prendieifon i el Conde de Castañpr
é^ 9 cuyQ rescate íq^íó gran suiaa de diocco. Sabido es
' . • / j ' ^ • t«
'V
te ¿ucesD por el il^ey Don Ehítqiie ; envié alas froote«^
sas de Jaená ei Condestable Don Miguel. Lucas xlo
Iranzo f que después 16 fue de Cabilla. > y sin embarga
de escaeocraban y y salkn los Moros- por aquella fron^
tera ^ ¿.hacían todo el liial y daño que podían , pero cik
las demás fronteras de Castilla estaba todo quieto ^ coa
k> qual vivió el Rey de Granada algún tiempo coa
gjcaa sosiega, gobernando sus reynos eá spsiego»
• £1 Infante Muley Abdalasis^ ; hijój mayoc del Reyi
Aben Ismael ^eqtro en el aqlo de i^da con i» gentei
de su padre por el Andalucía , y acomfetió- las tierras,
e comarca de Estepa , donde hizo mucho daño , ¿ to*
mó muchos ganados , h cautivó asimismo muchos Ghrib»
tianos que andaban en el- rampo, 4 el qcuil salió á eleii-
euentró Don Rodrigo Pooce de Lepn/ primogénito del
Conde de Arcos , é Luis de Pernla^ Alcayde de Qsitna)
é lo vencieron , é obligaron á volver, i Granada , coa
gran p(ícdida dé muchos de los suyos , h es^tando en este
tletopo muy abierta la guerra i se hacían tos Moros. | h
los Christianós todo el mal h daño que podían los .unos
i los orcos. Don Juan de Giizman^ primero Duque de
MedinawSidonia , hijo primogénito de Don Enrique de
Gttzman ^ Conde de niebla , -que como queda dichó^
murió ahogado en la cpsra dé GU^raltár., cercó la áiismi
yuia h fuerñ de GibiaitariCon.inas:TÍentura qiie^A pie
dre> pues lo qué el lio pudo conseguir^ lo hizo el Dbquip ,
Don Juan , ganándola de , los Moros para el Rey Don
Enrique , de que holgó mucho jhí este mismo . tiempo
Don PecUo» Giroh ¡ Maestre de Cálatraba , hermano de
Don Juan Pacheco, Marques deVillena, gapó'á Ip&Mof
ros la Villa de Archidona. £n el año de 1463 vino iSe^
villa el Rey Doh Enrique y qué estaba alborotada , é
castigando á los culpauios , p^só á Gibraltar ^^dood^^se
M4
Via con dlUfcy'Dan Alonso xle Portógat , h holg&
mucho áti ver aqixelU fuerza, é dióla en Tenencia á Dot%
B^lci^an de la Ci^eba , Conde de Ledesma sagran priva*
do,^ desde Oibraltat pasó el BLey a ia vega tic Grana*
da, donde le salió á recibir el Key. Aben isinacL con ia$
parias, e un grande y rico presente , con lo qual no se
detuvo el Rey en la vega de Granada mas. de un dia
y una noche, y de allí se fue i Jaén , donde, fue tnaf^
bien reclbiüo de Dpn MiguciXucas de iranzó, que ya
era Condestable de Castilla , y tenia aquella Ciudad xa
tenencia , h sus Alcázares, .
' Con la suoitsioo que usó el Rey Aben Ismael eco
el Rey Don £nrique , quedaron muy amigos , con lo
qual andaban los Moco; en la Corte del Rey de Castilla
tan Éivorecidos e seguros y como en la Coree del Rey
lie ; Granada , con lo quaL vivió el 'Rey Don Enrique
€n paz todo el tiempo que vivió , b habiendo doce Años
que reynaba^ murió el Rey Ismael en Almería, 4 los
3o de Abril de 1465 , h dexó dosihljos : el primerafue
Muiey AlbohacenyyciseguadoAluiey Abdel¡«: í: •
'Muerto el Rey Aben ismaeli sucedió en el rey no stt
iiijo mayor Muley Albohácen , cínico de estcf notnbiCy
f décimo nono Rey de (jranada ', reynandx>4en Castüiai^
¿en León , DoniEnriqueelIV.^, y' este. iRey se llamó
Jíli Muley Albohaceo,. ¿ fue cognplninado el. mayor^
pot.la razón que eñ su lugar se dirá» Fue valeroso y
magnánimo., ¿ gran guerrero , si bien fue la causa dd
acabamiento del rey no de Granada. TuviO dos mugeres',
entre las démas ,.á quien amo mucho *.. la .primera fue sil
f riúva^ en quien tuvo á el In&nce Habomat Baudelin^
que después fue llamado el Rey Chico : Ja otra mugec
fue de linage de Christianos, hija dd Alcayde de Mac^
tos ^ en q^iea tuvo dos hi|o6 ^ el {^rimero Cai ^ y el se^
'■ ' !. 'gun-]
12 5;
gando Nirán ^ los qaáles ilespucs faeron Chrlstianos^
como se verá adelante. Algunos años vivió en paz este
BLey coa jcI de Castilla , exon los suyos » hasta llegado el
mfio de :i4tf 8.,' eá qu&^et rebeló el Alca y de de Malaga^
que (cra hiombcc muy vatieroso » é bien reputado en el
xey no de Granada , á quien procuró el Rey Albohacen
sujetar h echar de Malaga , paralo.qual le hizo cruda
guerrái e éi para valerse, é defenderse mejor » determinó
valerse de los Christianos , é sabiendo que había lle«
^do el Rey Don Enrique á Archidona el año de 44^9^
le fue á visitar , h llevó un gran presente de caballos
africanos , é otras cosas , e suplicóle le recibiese por su
Vasallo y h lo favoreciese contra el Rey de Granada t ^
el Rey Don £Dri(:^e lo recibió por'su vasallo ^ h le ofre*
ció su favor ^ de lo iqual el Rey Muley Albohacen se
ofendió , h de que el Rey de Castilla oyese á el Alcayde
de Malaga , siendo in rdielde , h por eso entró por sus
tieras t haciéndole mucho mal ^ daño^ entrando sus
caudiUos tan adentro por las frontertis de Castilla » que
llegaron donde nunca habían llegado los caudillos de
los otros Reyes mas antiguos sus antecesores « con lo
^qual andaban los Moros por las tierras de los Christia?
Jiíis muy libremente.
¿ £iaño de 1476 entró tan. pujante el Rey Mu«^
ley Albohaceii por el Andalucía/, ^ causó tan gran
espanto , que no le hablan recibido mayor desde la ba«
talla del Salado ^ b con correr toda la tierra, no tomó
lugar ninguno. £s este tiempo fue á la Cort; del Rey
de Granada Don Diego de Córdoba , hijo 4^1 Conde
de Cabra, Mariscal de Castilla, y suplicóle á* el Rey
Muley Albohacen le diese Ucencia , h campo seguro^
para combatirse con Don Alonso de Aguilar, señor de
MontiUa^ por haberle pre&oxatttelo^ameoic en Cordor
ba
ba en las casas del regimiento , bón achaque ¿t qnéter«
le dar colación ^ sobre haberlos hecho amigos ^ al diclio
Don Alonso de Aguilar ^ e á ^el Conde de Cabra sis psL^
drp de Don Diego> el mismo. Rey Don Enrique* de
Castilla, á el qaai como á señor natural se le pkkió el
campo f ¿ no lo habla querido otorgar; por lo qual el
dicho Don Diego se vino á el Rey de Granada , como
i Rey poderoso^ para que se lo otorgase » por satisíacci:
su honra» £1 Rey de Graiuda dio licencia á Don Diego
|)ara el combate , y le señaló campo en iá v^a para el
efedo^^Don Diego de Córdoba envió su cartel pa^
ra el combate á. Don Alonso de Aguilar, & después de
«nudias demandas , h respuestas que hubo entre los dos^
A:eptó ei. desafio Don; Alonso de Aguilar, b salieti^
do «Don Diego . de 'Corddbá á el ; campa> «I dia scñzlA^
do y é no habiendo venido Don Alonso de Agúi*
lar , por haberle detenido preso el Rey de Castilla, Don
Diego de Córdoba ^^lespoes ^^puesto él sol, hizo siis
{protestas delanteide^an Rey de Armas ^ como era cos«
lumbre , ¿ tomando uíia tabla-donde escaba pintada lá
figura de Don Alonso de Aguilar , la ató ala cola dé
sb^ caballo > h^ la truxo arrastrando por el campo , con
lo qual el Rey Albohacen de Granada dio por. vence»
dor a el Mariscal' íDgrn^ IMegó de- Co^^^ba , h f condend
por vencido i Doá Alonso de Agutlar , h. viendo esto
un caballero principal dé la casá<de Granada , aliado , 6
amigo de J>on Alonso de Aguilar, h que arrastraban
su ñgura I se bfreeió de pelear {lot ¿L^cotí D«. Diego dé
Córdoba ,e el Rey^ de- Granada' se enojó mucho con el
por haber asegurado el campo á el dicho Doa Diego db
Córdoba , é mandó prender e este caballero , h lo tuvo
muy apretado , h cerca de cortarle la cabeza , hasca
que á Instancia de Don-^Diegc) de Cordol|a^.¿ de la
Rey/
X 27
iLeyoa^e CastlUá lo perdona.
£n d aÜQ de J47 1 volvieron los caudillos del Rey
de Granada á. entrar por la& tierras del Maestrazgo de
la Ordet2:dcCai^raba:>9 tatátidplaslédesíruycodolas.^ &
todo quanto topa|)an , .ibcáutlyando. rouchós Christia^
nos y se volvieron á Gratutda^ y el'Bjey Don Enrique de
Castilla f que en esta sazón se hallaba en Medina del
Campo 9 envió á mandar á Don RodrigoiP^ce de Leon^
a quien poco antes ;habia liiecho Marques 4e Cadiz^
entrase «n las tierras de Granada 1 como lo. hizo ^ e ga«
no la Villa de Montexicar ^ qi^ volvieron á cobrar los
Moros con mucha brevedad. Algunos años después ^o^
zó el Rey Albohacea de Granada de algún sosiego^
hasta que llegó el año de 1474 » á el fin del qual murió
el Rey Don. Enrique el IV,^, é le \sncedió. la Infanta,
Doña Isabel.su hermana^ casada. con Don fernanda
el V«^ Rey de Aragón > á quien Uaoiaron ios Reyes
Catiólicos: los^quales tuvieron mucha contienda con ú
Rey de Fortu^ ^ .^bre . la sucesioa de estos rey nos^
por causa de la Princesa. Doña Juana^ hija de la Reyna
de: Castilla^ muger del Rey Don Enrique , ¿ con esto
tuvo lugar de sosegar j e vivir en paz el Rey Albohacen
de. Granada algunos .años , basta el de 1478 que en?^
Tló el dicho Rey sus Embajadores á los Reyes Catór^
licos.^ que se hallahan én S¿villa'i á peditles treguas ^ h
le. respondieron se las darían , cotno pagasen las parias^
.que los Reyes de Granada habían pagado á los Reyes,
deCastillaseconest^respuesta se volvieron )os EmtMf^
^adores á Granada,^ con ellos otros de I0& Reyes Catoll^
cos^á los quales respondió elRey Albohacen ¿on grande
ánimo , que ya eran muertos los Reyes de Granada^
que pagaban partas á los Reyes de Castilla ^ c que en
ias casaos de moneda de Granada > yá no .se labraban
.si-
128
$ino alfanjes y h hierros Ác íauza contra sus eheflntgosj
si les pidiesen semejante tributo f y viatique fue- respue»*
ca que tomaron muy á mal ios Reyes Católicos Don
femando h Doña Isabei<9 disimularon por entonces, poc,
los malos tiempos en que se hallaban » respe¿ko de las
turbaciones sobre dichas , e aprieto del Rey de Portu-
gal, é porque en este tiempo estaba el Rey Alboliacea
inuy pujante, h niagnanimo para emprender qualquiera
empresa I é como fuese un Rey animoso, h diestro en el
arte militar , desconteotándo$e de vivir en paz , fue coa
sus gentes sobre Záhara , é la tomó , é dexando en ella
«ajuy buena guardia , se volvió á Granada ,^ h sabiendo
^ste caso uno de sus Alfaquies , á. quien tenia por adiví^
bo^ é lo que dexaba he(:i)LO ^n Zahara ,dixa: acabado es
el antiguo reyno de los Moros , • que habemos- poseída
mas de setecientos anos en España f h el pronóstico de
este Moro fue eierto , pues desde entonces comenzar of
los Reyes Católicos muy. de proposito la guerra de Oca^
fiada , h entonces tpmaroa á Athama,: con cuya perdida
quedaron ln&>ii>i:os muy apretados , h comenzaron i
reconocer su ruina , b muchos de ellos se atrevkroh . á
decir á el Rey de Granada , que sus iiescendieotes se
liabian de acordar , de que el hubiese tomado i^Zai^
liara» - . .. . /
. Dos veces salió el l^cy Albohacen á cobrar á Alha^
ma, aunque nunca la pudo cobrar, h tuvo intento de
volver la tercera vez con artillerra, e otros instrumentpt
-belicosos , y otras ocasiones de la guerra se loestorva-
TOn , é viendo los Moros totalmente perdida á Alhami,
enviaron á pedir socorro á África á el Rey de^Marrue»
C9S)^ aunque para ellos fue grande perdida la de Al*
^ma , se. hizo mayor para la empresa de Granada , la
división que en ia «li&ma-Ciudad se levantó entre el Rey
119
Alboh'ac¿n , h su hijo Mahomat BoabdcHo , á qaiea
llamaron Rey Chico » e los Moros roas principales
se dividieron , favoreciendo anos á sa padre ^ h otros
á el.
En el ano de 1482 levantaron en Granada por Rey
á el Infante Boabdelin ^ hi|o del Rey Albohacen 9 terce--
ro de aquel nombre , h vigésimo primo Rey de Grana^
da y el qual se levantó contra su padre | como queda
dicho I reyñando en Castilla , h en Leoo ^ h Aragón los
Reyes Don Fernando é Doña Isabel , ¿ . este levanta-
miento le- iiizo con algunas cabezeras de Granada , que
se tiallaban ofendidos de la muerte cruel de- los Aben-
cerrages , e por otros fines particulares , con lo qual
viéndose superior á su padre , lo echo de la Qudad de
Granada I é le fue forzoso retirarse á él Albaycin^ don-
de entre las gentes de padre e hijo hubo muchas peleas h
snuertes de los caudillos de una e otra partei e volviendo
á el Rey, con sus gentes, e el ayuda del Infiuúe Zlelin^ se
apoderó de la Alhambra ^ aunque no lo pudO' hacer de una
de sus torres que tenia á su cargo el Alcayde Abentuínira,
donde puso buena guardia^é basando el Rey á laCiudad^
se comenzaron en ella fuertes combates entre los parciáp
les de una é otra parte, e finalmente venció Ja parciali-
dad del Rey Chico , e echó á su padre de la Ciudad^
con lo qual el Alcayde Abentumira en el Alhambra vi-
tío á cobrar el resto de la Alhambra , quedando en aquel
reyno superior el hijo al padre , e entre todos estos de-
bates fio dexaban de aunarse contra los ChriscianoS| que
en aquella, sazón tenían cercada á Loza , hallándose en
persona en el cerco el Rey Don Feí piando ^ é dratny se
hallaban 3^ Moros encerrados de l6s de mayor Vtttoc,
con su Alcayde Aliatar , los quales dieron tanto en ^ac
eotebd^ al Rey Católico ^ que por entonces k obUgfe>»
Tom.JLlI. R ron
130
xóñ á alzar el cerco , habienao muerto al Maestre de
Catatrava Don Rodrigo Tellcz Girón ^ e al levantar el
cerco desvarataron al Rey Católico , donde se vieron en
mucho peligro muchos de los Caballeros Christianps, c
con este suceso volvió el Rey Albohazen con- sus gentes
á Alhama $ pero no la pudo $obrar , por haber venido en
persona el Rey Católico á socorrerla , e en este Ínterin
tomaron los Moros á Canece , é cautivaron algunos
Cbristianós , e quemaron la* Villa , e echaron por el sue-
lo las paredes. . •
En el año siguiente de 1483 entraron por la xar-
quia de Malaga Don Alonso de Cárdenas , Maestre de
Santiago» el Marques de Cádiz , é el Conde deCifuenres^
donde fueron vencidos de los .Moros , é perdieron sus
pendones , é el Conde de Cifuentes fue cautivo de Rc'-
duan VenegaSi el qual lo envió con otros cautivos á Gra-
nada. Con esta viftoria hubieron mucho placer los dos pa-
dre k hijo 9 e en especial el Rey Chico^ el qual por ha-
llarse superior al padre^ se resolvió á entrar por tierra de
Christianos 9 entrando por los términos deLucena e
^guilar y é volviéndose á Granada con mucha presa,
<;etraron con el Don Diego de Córdoba , Conde de Ca-
^ra , e el Alcayde de los Donceles Don Diego Fernán*
4ez de Córdoba j h D. Alonso de Aguilar, e prendieron
al Rey Chico , cuya prisión fue causa de que algunos
Pueblos que estaban á su deVocion » tomasen la voz del
piídre. La Rey na madre del Rey Chico el preso con los
de.su paitcialidad,,envióej»baxada á los Reyes CatólicoS|
(retando de.iá libertad del Rey Chico, prometiéndoles
YasalUgfc perpetuo-eon 12® doblas en parias, allende otra
gran«suma de ellas por su rescate, e dar libertad á 300
cautivos Christianos , de los que estaban en Granada,
la^.'gue Jos: Reyes Católico^ quisiesen escoger , c que
i' / '• 'ipa-
para siempre sena eñ ayuda del &ey de CasHUa , e daba
en rehenes de todo á su único hijo heredero y é á otros
Jhijos.de Caballeros principal^ , e era condición que los
Reyes CátólicosJo hablan deamparar,¿ ayudar á cobrar
ios Pueblos que se habían pasado por la prisión del hijo á^
^la obediencia del padre, e el Rey mandó que el Rey Maho*
niac Baudelin el Chico no estuviese en poder del Conde
de Cabra , sino que se le diese en guarda á Martin dé
Alarcon , Alcaydc de Porcuna , t entonces se excusó el
Rey Católico de verle por ser su prisionero $ pero envióle
á decir que se alegrase y é estuviese seguro de que el , e
ía Rey na deseaban hacerlo bien con el? é respondió dáu-
doles muchas gracias, h que no podia el estar triste en
su poder, e que de lo que le pesaba era de ver, que habla
de hacer siendo su prisionero, lo mismo que mucho tiem*
po habia tenia deseado siendo en su iibercad, que era re*
cibjr la corona de Granada de su mano , como lo habia
hecho el Rey Ismael su abuelo de mano del Rey Don
Juan su suegro , é padte déla señora Reyna.Doña Isa-
bel su muger« í
Sobre dar libertad al Rey mozo hubo diferentes'^
pareceres, etitre los del Consejo del Rey Don Ternando.
' £1 Maestre de Santiago era de parecer que no se la die^»*
s^n, e para ello daba sus razones ; el Marques de Cádiz.
no solo fue de parecer que se le diese libertad , sino -que
se le ayudase á cobrar el rey no, e para esto daba muy
bastantes razones » e este parecer era muy conforme á
la voluntad del Rey Católicos pero por estar el , Maes-
tre firme en su parecer, se envió ..ái comunicar' el caso
con la Rey na Doña Isabel , que se haUatbaen Vi&oria,
á quien agradó ma» el parecer del Marques de Cádiz^
con lo qual fue traído á Córdoba el Rey Chico , ¿^ aun^
que con mucha. te verencia pidió la mano al Rey Cató-
R a lí-
í3^ ,
Uco I aunca el se la qalso dar , e le hizo mucha cortesía,
e se hicieron capítulos de conciertos , con lo qual el Rey
mozo volvió á Granada con joyas h otras preseas que los
Reyes Católicos le dieron » por lo qual , e verle aficionar
do á los Christianos , cayó en tan gran aborrecimiento
entre los suyos , é por verle tan beneficiado h amigo de
los Reyes Católicos , que de todo lo que poseía en el
rey no de Granada , no le quedó mas que Almería , e to*
do lo restante se reduxo á la obediencia del Rey Ma-
ley Albohazen su padre, é pareclcndole al Infante Zella
de Almería , que para destruir , h acabar al Rey Maho-
mat Baudelin el Chico , era mas á propósito el Infante
Muley Baudelin su cuñado , que su hermano el Rey
viejo , el qual por su edad no era á proposito para la
guerra ^ lo hizo recibir por Rey , el qual con algunos Al*
caydes de su cuñado tuvo traza para que lo recibiesen
en Almería , de donde salió el Rey Mahomat el Chico,
c prendió , e mató á un hermano suyo^ con que la Cíu-
áíÁ. vino á poder del dicho Rey Mahomat el Chico
Baudelin , por tener ya al Rey Albohazen por inútil,
por su larga edad , para la guerra, por ser tan viejo, que
después de serlo había rey nado diez años e algunos me-
ses, e le fue quitado el rey no en principio del año de
1485 ) e se retiró á la fortaleza de Ilk>ra con la Zona, e
5D muger e dos hijos Cidi y Alnayar , de quien habe-
fuos dicho , é con esto se animaron Muley Boabdciin,
llamado el Rey Zagal y con Cidi Aya hijo del Infame
Zelinide Almeriai,^ e el uno^güerreába desd¿ Guadiz > ¿
el otro jdesdéAlmecia^pior. mar e por tierra el mismo zño
de 1485. Viéndose despojado el Rey mozo de muchos
de los principales Caballeros é caudillos del rey no de
Granada , éaün aborrecido , la necesidad , que suele
serxnaesira en los^ mayores aprietos , lo dispuso á un'ta-.
' • 'SO
so de mttcKo riesgo é ventura , que fué deteriñinarse á
irse de noche con algunos Caballeros de Granada y co-
mo lo hizo I y llegando á donde estaban las guardas que'
tenia puestas el Rey Zagal| e conociéndolo en la voz, le
hablaron , é abrieron un postigo (e parece caso mila-
groso , como otros muchos que sucedieron en la con-
quista del rey no de Granada), y se resolvieron á introdu-'
cirio , e ayudarlo , e luego lo llevaron á las torres dc-
la Alcazaba, donde dentro de pocas horas se supo su lle-
gada , ¿ aquel Pueblo amigo de novedades , e junta-
mente ambicioso de propios intereses, se movió con lige*
reza á favorecer al Rey Máhomat Baudelin el Chico j i '
quien poco antes aborrecía, eVtenia ptfr enemigo, él qual
prometiendo oficios e grandes mercedes, levantó \ús áni- '
mos de casi todos los de aquella población , e con valor
c diligencia empezaron á tomar las armas, e atajar las'
calles , é oponerse coiitra los qtre estaban á la obediencia'
del Zagal , el qual estaba en el Alhámbra. £ habiendo:
entendido la inopinada venida del Rey Chico su sobri-'
no, c la intempestiva mudanza de aquellos vasallos, al-
zados en su favor e ayuda, se comenzaron á hacer cru-^'
da guerra los, unos á los otros con muerte de mu-
chos Alcaydes , é de los Caballeros Cabezetds dé'
aquella Ciudad i por ; lo qual viéndose el Rey Chi-^
to apretado , c siendo tanto el odio que los dos'
Reyes se tenian entre sí , que viéndose consumir'
¿acabar, querían mas ver sus tierras én poder de Chris^^
tianos, que no ver uno que^d ?)tro gozaba de ellas atfsti-'
lutamemc, por esta razón envió el Rey Chico ^ lia-'
mar á Don Fadrique de Toledo , que era Capitán de la
frontera por los Reyes Católicos , para que le ayudase,
c viendo Don >Fadriquelo'qué importaba cbnservar'las
disensiones Q;)tíé.Ios dos Reyes /para el bulen fíA dfe lá
con-
M4 , ^ .
conquista de aquel rey no , envío sus gentes c iMienos so¿
corros^ con que las fuerzas de ambos Reyes se iban apo«
cando con tan cpptinua e cruel guerra civil » c trances c
batalla^, que entre los dos se ofrecían , e por otra parte
gozando los Reyes Católicos tan buena ofiasion como
suelen ofrecer las desavenencias de los contrarios , se fue-
toa apoderando de las mas principa l^s villas , é fórrale-
za,s de aquel reyno , h^sta ponerse sobre la Ciudad de
Velez-Malaga. E viendo los Cabezeros e Alfaquies de
Granada de quanca importancia era la defensa de aque-
lla Ciudad , requirieron al Rey Zagal la fuese á socon
rcr, é que escusase las guprras civiles coa que secoiisu-
mia 4 perdía aquel rey no,. qiie b»bi9n' poseído c mante-
nido Ips antepasados suyos. B. el Rey Zagal sej confor-
mó en procurar la concordia con su sobrino, el qual con
el odio de las muertes que habían sucedido de personas
tjin propias, e cercanas suyas, no quiso venir á ningún
{:^i:tido, teniéndose asimisqiQ pdr poco seguro de lo que.
de 'parte del tío se le enviaba á ofce^cer , e fue tanto el
alboroto en Grans^da sobre no dexar socorrer á los cer-
cados en la Ciudad de Velez Malaga, que fue menester
que el ]^ey Zagal determinase salir en^ persoga g este
socorro con mucha caballería de Grabada , de- qaítn era
caudillo ' Reduan Venegas , quQ por parte de su p^dre
venia de los Venegas , Señores de Luque , c por parte
de madre era primo del Rey 2Sagal , e de quien el mu-
cUo naba, c^sí fueron, á socorrer á iVclPíi-Maliiga., c
seguo.U quali4a4 .4^1 cerco , e (a.opost|ijud^djiel ticoi*
po , se hallaba bien apretada la Ciudad , mas si. se hu-
biera guardado la orden de Rjeduan Venegas ^ corrían
graii. riesgo los Christianosi pero habiéndose descubier*
tQ.^I ardid , se apercibiej:9a;los nuestros , icon \p qual li«
bró Dios á lo; Chi^istiaqos^ dcixt} grau^pqligro , en qud
se
se vieiton este dia , é se hubtera psiiüáocl cerco , apre-
miado por todas partes > ,pero Dios que asistía á los
nuestros y lo dispuso de manera , que se empezaron á
mover tratos de «paz , mediante la intervención del Coit-
dede Qifuentcs , que como queda dicho^ había sidcprf'
sionero c amigo muy ob)ligado de ReduanV^negasvcon
lo qual laQudad de Velez-Malaga se entregó á 25 de
Abril del año de 1487.
Las enemistades y discordias entre los dos Reyeá
tio y sobrino encendieron tanta el odio contra los Ctoi¿«
fíanos ) qué el Rey* mozo en Granada, e,el Zagal en Ja
Ciudad deGuadix , e el Infante Zelin en la de Almería,
las defendían de los fronteros de Castilla , e reyno de
Murcia , e otr9S piírtes , c el 'Rey ipozb sabiendo que e(
Rey Zagal su tio enviaba número de gente á sooócreT' la
Ciudad de Malaga ^ que estai)a ceroada y juntaran grati
número de gente el e los suyos, e salieron al encuentro
á las gentes del Rey Zagal , e las vencieron, e desvara^
taron , é con este suceso^ienvió el Rey mozo á; sus £m»^
baxadores , para que eh su 'nombre diesen esta ni^eva á
los Rpyes Católicos con -un buen presente de cabaRos c
jaeces para el Rey , e otro de sc4^ , e perfumes pora la
Rey na, h el aviso del estado en que se hallaban ;)oscerv
cados de la Ciudad ^e Malaga^,, ¿la mengua de. óibnte-
nimienc os que padeeia , de ; qu3e los Reyes CatóUcos' hii^
bieron gran placer ^ é prosiguieron el cerco con may4)'r
esfuerzo , h hubo muchos combates de una parte 9 otra$
y finalmente iSe entregó la Qtidad á los iS. de Agost9 en
el año de i4S7..,.ie losr^MtD^ tpxá salieron yencixiós ^se
repartieron enáiferencespartesi ' 1 » ,; :;,i Ve ;.: u^^.^
Después, lie e<t9 |faióel< Rey .CatoUca át<;etaras:^fí
Ronda^,ia.qual ;e le entregó voluntarla medite yb puscT
cn^Ua ík)ff Akayde á G^mlaso de la Vega:, é 4iflúta<i<
cion
^ ^* ^^i^áHo» Hoto», coo ^ ,"*^¿oiifi*«»,^
lUsb Pueblos de l«^^^^ 5»*^7^o*aos B^-
¿ <coUo . j*^T;^ pttdidoo. ¿^ todas esta»
"Riéndose dB^^^ ^e^dc Aliñen ^ ^ótc
gpatacoD
NUmtcsa
jiiaiai<l*^
Bxyn»
>í^ff^r^t'Si'¿ «««««^
^; lasCUidadcd* ??íf¿^¿pocalIn'
í^vioc obUgado 4 entcegtf * ««-- „•
téiico» c coa estbs partidos dos demás quequcdaroa
asentados , se coiueozó á hacer la guerra contra el Re/
Zagal I que en esta sazón se hallaba en Guadix. £ pare-
ciendo que la Ciudad de Baza era por su sitio c fon;ale«-.
HA principal defensa de la tierra de los Moros ^ se acorda
poner en su cerco todas sus fuerzas ^ e .hallándose el
Key Católico con 1 3® hombres de á caballo, y 40^ peo*
fies 9 fue á poner, el cerco á la Ciudad de Baza 1 lo qual
sabido por el Rey Zagal , puso asimismo la mayor fuer-
za^de su poder en la defensa de Baza , dopde se hallaba
por Alcayde un Caballero pariente muy cercano de la
Casa Real de Granada , ¿ pareciendo al Rey Zagal , que
convendría reforzar la defensa de. aquella Ciudad 1 acti*
clió á Cidi Aya , hijo del Infiínte Zelin de Almeríai^
que ya era muerto , el qual era de los mas esforzados.de
aquel linage , para que viniese con lod Moros á la den
fensa de Baza , para cuyo efedo nombró Capitanes 4 los^
mas esforzados Caballeros de la Casa de Granada , e de
esta se quiso encargar Cidi Aya por la defensa común
del rey no de los Moros ^ e así se entró con ésta gente
en la Ciudad' de Baza, é fue uno de los cercos mas fa-
mosos que se leen en las historias , así de parte de loa
cercado^ por su defensa ^ como de parte de los cercado^
tes. en las esicaramuzas e encuentros para la expugnación
de la Ciudad , donde se ofrecieron recios combates e mu]^
gloriosos hechos de armas de una e otra parte , qufi!
de solo ellQ se pudiera hacer una muy notable Jhis<«
toria* j :. . ♦• .♦
A tiempo.qae hubo mayor divisioD de pareceres » conn.
. Rindiéndose el estado de las cosas ^ en qoan^o á si se debía
kvaour , ó proseguir aquel cerco I nos ¿I voredó mas la di*
Vinapfotridenciaydeqmien dependen todas las cosas , las«
jrjdy>6ias^ loa cyJgVcJtpycQmi» qii3ei)i|ttcda eKtijEpario&^exf
'3*
sores en que vivían los Moros > e reducir á la santa mi*
dre Iglesia este rey no ^ lo qual supimos, después de perso-
nas que se hallaron entre los Moros , cautivos Cbristia*
QOS9 que. testificaron la súbita mudanza que se vio en
el ánimo e corazón de Cid! Aya , hijo del Infante
Celin 9 á quien te&rian haberse aparecido á el amane*
cer el glorio&o Apóstol san Pedro con unas llaves en
la mano | á el ^alir de las murallas á continuar los reen*
cuentroS) c escaramuzas que habla habido en seis me«
ses continuos , el qual le dixo que creyese en el verda*
dero Dios 9 c qu£ entregase las llaves de aquella Ciudad,
é que Dios le abrirla las puertas del Cielo^ e que veria en
señal de esta verdad , la señal de la santa Cruz en el
Cielo > ¿ movido el eorazon de este In&nte con tan cx^
traña visión , e de haber estado nmcho tiempo con el In«
fahtcZelin su padre en la Corte del Rey Don Enri-
que» I V.*^! donde había tenido deseo de ser ChristianOy
determino creer en la santa fe Católica, ya que el santo
Apóstol por disposición divina le habia hecho aque-
lla misericordia para tan alta fin , e así desde el punto
que nuestro señor obró este milagro , por las conti«
linas oraciones que vuestra Alteza hizo en su orato*
fio toda aquella no(he\» cesaron lo combates , peleas
ó reencuentros 9 e' ios e^íritus encruelecidos ^e las inten-
eiones enemigas ¿ contrarias, se desvanecieron e muda-
ton 3 cesarpn asimismo los tiros de espingardas e bailes*
tones , e todo genero de artüleria y queJbasca. entonces
no habia cesado de tirarse de una ¿ otra parte ^ x ác
alií adelante no se oyó , ni se vip tomar aranas 'para
salir á pelear , que todo k> pudo sujetar ,. e acordar él
poder divino , e tantas voluntades discordes las onió,
.con lo qual Qdi Aya dio lugar >£ Ips tratados <le Ja
faz I c«hiio mediante Dio» i eLi^£oistdiJl ai^l^sion én
1. .' ' X ^ .Jai
»39
las peleas , e eiivió sus cartas i el Rey de Gaadix su
primo I avisándole del estada de las cosas ^ c del cerco
que en espacio de mas de seis meses habían tenido ^ con
inuchas c continuas peleas » guerras , é escaramuzas^
quales nunca se habian visto en los siglos pasados f 4
que la volunud divina del alto é poderoso j3ios habla
sido favorecer á el Rey Don Fernando , á quien rnila*
grosamente habla querido librar de tan grandes peligros^
^como $£ le ofrecieron en este cerco , e que así era su pa^
rcccr f que se pusicsco debaxo de la mano de un tan
gtan Rey como lo era el de Castilla^
£1 Bwcy de Guadix , habiendo visto la carta del In«
fante Cidi Aya y á quien por la. sangre , e por el valoc
tenia mucha nespeto , e reconodendo el mucho valor , é
esfuerzo con que habla defendido aquella Qudad i 6
que de Granada no habla que esperar socorro , se re«
mitió á el parecer del InÉéinre f para que el hiciese la
entrega de aquella Ciudad ^ con las mejores condicionel
que pudiese ajustar para el biea de los capitanes que
saliesen vencidos , y aunque hubo mucha confusioa
con esta respuesta en coda la Ciudad con Cidi Aya,
los aseguró con su libertad , é sus bienes , ¿ habiendo
dado reenes de una e otra par te ^ envió el Infante al AU
cayde e los demás capiunes. á verse coa iX>o Gutierre
de. Cárdenas ) Comeodadpr mayor de León en la Oxdea
de Santiago ^ el qual vino asiniismo con algunos cat>a^
Ueros del campo , e estando juntos ^ se asentaron las
condiciones de la entrega de la Ciuda^ de Baza: ^ e Cidi
Aya^t ácGimpañado de todos los cahalierosif c capkah
ne& Christi&nos^éMoroSy fijie á ver i el.Rey«e. la Reyna^
los quales le hi¿ieron mucha merced e honra ^ como á
persona de linage real $ c la rey na Doña Isabel le dixo,
«lue pues jo íeoiarde^ parte ;, tcadiia sogura Ja ¿mpre-
' ^ Sa la
V
*4^
sa de Granada , c entonces ios^eycs Cttólicos recibie^
son por sus vasallos á el i ¿ á su. hijo , c sobrino ^ c les
dieron acostamientos en la Casa Real y c les prometic^
son Villas ¿ vasallos , y la Taha de Marchena j lo qual
kabia sido del Infame Zclin su padre ) 4: ocrsft niuchat
nercedes , ¿ Cidi Aya k% prowcúó prociuar coa vo*
das sus fuerzas , con su primo e cunado el Rey de
(Quadix y que entregase aquella Ciudad , e la de Almc-*
fia , sin los dañps e muertes ^ que las oteas Ciudades
habían costado j «'escando dispuesto á recUjir el Sacra^
mentó del santo Bautismo, los Reyes Catóticps le pl*
dieron fuese en secreto en su Cámara , e que jio lo suple*
seo los Mof os de su parcialidad , porque nó le desampa-
rasen hasta estar hecha la entrega de las Ciudades de
Guadixe Almería, e ios Reyes Católicos fueron sus
padrinos , e se llamó Don Pedro de Granada , e después
de esto se fue á ver con el Rey de Guadix, e volvieron
juntos á hacer las entregas de Guadix e Almería , e esce
Rey quedó asimismo por vasallo de ios Reyes Catoli-
ces , e se le provpetleroa Villas ^ e Villas del Valle de
Alhkurin , que eran veñite e tres lugares^ e la mitad de
ias Salinas de la Malaha. Acabadas de entregar estas
tres Ciudades de Baza , Guadix e Almería , se ilegó el
plazo ¿ condicion.de ias capitulaciones hechas con elRey
Chícd que estaba eií' Granada / que como queda .di¿ho^
f ra , que en estando las dichas tres Ciudades entregadas
á los Reyes Católicos , se-Ie entrég^ria la Ciudad d^
CranadaiCOfi Ío qual tos Reyes enviaron sus Embaxado»
ses, para requerir lo que coiiíforme^ lo capitulado , pues
ya el estaba apoderado de aqik^llas ués^Oudades, debía
el Rey Chico, que era^entregar la Ciudad de Granada, d
ifuando el Rey mozo vio despojados i sus enemigos de
a<^iieUasCiad¡(des , cobró mxw^ csjyraoaa sobre 4 co|i
aquellos enemigos menos, Imaginando podría volver á te-
ner el poder de ios Moros , para mantetierse en el rey no
de Granada , e dio sus escusas á la embaxada de los Re«
yes Católicos , ^ikiendo y qi)c la Ciudad de Granada era
lan grande I* e había tales personas en ella y que no le
conscncirian entregarla i ¿ sobre este punto hubo mtt>
ellas preguntas ¿ respuesras , de la qual no se dando los
Reyes Católicos por satisfechos, apretaron á el Rey mo-
zo á su cmivpUmiento , é asi se vino i romper la guer-
ra , eel Rey mozo despachó sus Alfaquies é Capita-
nes á requerir á todos los pueblos de la tierra , que se
volviesen á juntar con el , como lo hicieron , e en Adra
lugar marítimo se rebelaron , en el qual esperaban
socorro de África. Los Reyes Católic<K estaban en Cor^
doba , y habian despedido algunos de los Concejos de
ios lugares que habian venido á servir en esta guerra]
c viéndose confusos con esta nueva rebelión ^ tomaroQ
por medio nombrar por General del caMpo, que se vol-
vió á formar de los Christianos , é Moros leales , que nc
se habian levantado , eael rio de Almería e Taha d<
Marcbenav á DonPedrodeGranad^y e á Don Alonsc
sü hija I Jos quales fueron á esta jornada, Don Pedrc
por Capitán Generai de la tierra , ¿ Don Alonso poi
Almiranre de la armada de la mar , para ir contra loj
rebelados de Adra , e' estorbarles los socorros de Afri
ea y el qual pintó los navios | e puto las vanderas á k
Africano , de manera que los Moros que estabari^rebe^
lados en Adra , creyendo que la armada que Oevabd
Don Alonso de Granada , era el socorro que les venia d<
-Aírica^ salieron á recibirlos, e entonces baxóDou Pedrc
de Granada de parte de la tierra, ¿ juntando las fuerzai
de mar e tierra , les dieron padre ¿ hijo la batalla , ei
ittiitacoa m^ de 2500 Moros ^ i les ganaron el es
tan
V4 ' i
i4i
candarte | con lo qiiál desmayaron mucho los rebelados,
e nuestros Reyes Cacóiicos hubieron gran placer de ello,
c habiendo salido de Granada el Rey mozo con sus gcn«
tes para socorrer á Adra , qtiando supo la yldoña que
hablan tenido Don Pedro e Don Alonso, contra los
Mbelados de Adf a ^- fue con sus gentes sobre la Taha,
de Marchena , donde estaban Pedro de Cálatayud c
Diego de Soto , Comendador de Moratalla , á los qua*
les ia hablan entregado Don Pedro e Don Alonso de
Granada , en virtud de una carta de creencia de los Re-
yes Católicos , c los dichos Pedro de Calatalud , e Die-
go de Soto y viéndose cargados , c en gran aprieto de las
gentes del Rey mozo , se la entregaron , e dieron á par-
cido á el dicho Rey mo¿o , el qual por el odio que te-
nia á su tio , la saqueó » e quemó , e otros lugares svl^
yos , con lo qual dio vuelta á Granada muy vi£to<i
f ioso.
En ésta sazón se hallaban los Reyes Católicos en Cor*
doba, losquales rehicieron su campo, é entraron podeto*
sámente en la vega de Granada á proseguir la conquista^
llevando en su eompaiíía á el Rey Zagal con quinien^
tos caballeros, e quinientos peones, c su hijo Cid!
Aya , hijo del Infante Ceiin , que como queda dicho
era ya Chrl^tiano, con otros.ciento y cinqüenta caballc*
ros; é otros quinientos peones » los qúales llevaba á $«
cargo Don Alonto de Granada su hijo^ ¿ayudaron ma-
cho á los Reyes Católicos en esta conquista , e fueron
gran parte pata que se les entregasen muchas Villas , y
íonzltzzs de aquel reyno , hasta^ que el Rey Chico vien-
;dose apretado con el cerco., e edificada la Ciudad nue-
va de santa ¥¿ , donde nuestros Católicos Reyes asbtian
t:on.sus gentes, vino, á reducirse á entregar la Ciudad
de Granada á i de Enero del año de 1492 1^ la.qual an-
143
tkega se hizo por capitulaciones en privilegio rodado^
en*que confirmaron el Príncipe , Infante , c Prelados , c
Grandes hombres del reyno , las quales de pedioiento
de la cprnunidad del rcyno de Granada , c dé manda-
miento de sus Altezas, los señores Reyes Católicos ^ se
entregaron á Don Pedro de Granada , para que así se
guardase el cumplimiento de ella^. Las personas que dQ
cite linage. real de los Moros de Granada quedaron,
fueron dos hijos del Key Albohacen.el viejo, el quat
había muy poco que había muerto en la fortaleza de
II lora retirado y c los habla tenido en una Christianai
hija del Alcayde de Marros $ el mayor llamado Ci^i Caz,
¿ el segundo Cidi Nayar. A la Reyna madre de estos
dos Infantes la mató por.su gran hermosura y la Zo«i
raya que entró en su lugar ^ que quiere decir ^ lucero
de la mañana»
Quando el Key mozo se pasó á África y vendió las
Alpujarras á los Reyes Católicos en «•••«•..o. quentos de
maravedís , reservando para sí la Taha de Orgiva y la
qual renunció en el Infante Cidi Caz^c Cidi Nayar , síis
dos medios hermanos , que el mayor se llamó Don Fer«
Bando de Granada ^ e el segundo se llamó Don Juan
de Granada y quando á instancia de vuestra Alteza y 6
á persuacion de Don Pedro de Granada y recibieron el
agua del santo Bautismo y ¿ se vinieron á nuestra san-
ta fe católica, e la Reyna Zoraya se llamó Doña Isabel^
c á estos como queda dicho y les renunció el Rey Chico
la Taha de Orgiva , que después la tomó vuestra Alteza^
£1 Rey Zagal se pasó i África ^ ¿ vendió los veinte y;
tres lugares del Valle de Alhaurin , por cinco quentos
de maravedís á vuestras Ahezas ¿ las salinas de la
Malaha itnunció en Cidi Aya , su primo ¿ cuñado^
hijo como queda dicho del Infante Zelin , que como
- » se
M4 , ^ ,
se ha diclio , se llamó Don Pedro de Granada , á el qoal
casaron vuestras Altezas con una señora de los VencgaSi
señores de Luque , y á Don Alonso su hijo casaron
vuesttas Alteras con Doña Juana de Mendoza y dama
de vuestra Alteza, hija de Don Francisco Hurtado de
Mendoza , su MayordomaDe los unos ^ ¿ de los otros
hay ilustre generación en estos reynos , con que he da-
do fin á la succesion de estos reynos, de que vuestra Al*
teza me mandó escribir este tratado»
f
^lí'
ii4J
CONQUISTA
¿ 4 . ^'
DEL KEYNO PE POSTüGJL
FOK EL MBJOR DBRBCHO QUB TBNIA A SU CORONA,
< "
ENTRE OTROS PRETENOiENTES,
FOR MUERTE DEL RET DON SEBASTIAN,
EL SEÑOR FELIPE 11/
f •»
SIBKDO OBNBBALI8IMO DB SpS;.AK^tlAS
EL DUaUE DE ALFJ.
D
QO Sebastian Rey de Portugal , llevado xiél dtstlAó
de sa mal pjremeditada empcesa^ seguido de lo mas lucido
de la nobleza/ de aquel ireyoo , pasó i África , y perdió
con la &aK>sa batalla :de'Ai;cazarquiTirf, ó de los uos
Rey^t dada eLdia 4 de Agostodcl año de 1578 la ^idá»
£1 Cardenal I>on Eñrlqóc su tio, hisrmanei del Rey Don
Juan el tercera su abuelo » Je sucedió en el reyno. :Oh
mo este Príncipe cea de una edad abantada para poder
ccfict: hijos y aún quaodofii PontlíiG^ kc dispsasfi^ jpacá
casarse I lo que no era creíble por ser Presbítero , qwi^
daron losPortiigfsescs tespucstos á todos loa fiaioresLde la
guerra^ que veían próxima á suceder por los pretendicn*
tes áJa corona^ qpe eran bastames i entre los quales pa-*
recia tencr^mas detcch© FclipeU.'', como hijo dciarin&atf
vrr
Dn-
14^
Doña Isabel , hija del Rey Don Manuel , padre del
Rey Don Enrique ., y . visabuéld ácl Rey Don . Se-
bastian.
Doña Catalina de Portugal y Guidiarens y hija del
Príncipe Don Eduardo , y nieta del mismo Rey Don
Manuel VA^ida con^D^^ 3ítnria¿b., Duque de ikagan-
za y pretendía suceder al Rey Don Enrique su tio : asi
porque eran Portugueses ella y su marido , como por*
que según se dice y por una ley fundamental del reyno
se excluía i lo&..extraQgerds de la : corona .^ y la mis-
ma ley previene , que la hija del hijo deba suceder en
per|úido de loshijos de la hija. Los otros pretendientes
eran los Duques de Saboya y Parma ^ iguales en dere-
cho con la de!Bragánza, yelJReyde Espáná; perocpmo
extrangeros, y con poca fuerza para hacerlo valer , fue*
«dn^ e}fehiidb^.'Catalina^de Medícisi Reyna de Francia,
hizo publicar sus pretensiones , que por estar muy re-
motas hicieron 'poca impresión. - > «^ .
Don Antonio Prior de Ocrato , hizo mas oposición
que todos los demás pretendientes. Era hijo naturajkde
Don JLüis de Ponügal , quieto hijo del Rey Don illa-
nu¿l^ con la pretensión de que '^era legítimo*, y que su
padre. hs^big casado en secreto con Doña. Violante , lla-
mada la Plelicana/sü.4Dadre,.anaide las. hermosuras mas
singulares de . aquel ilempo.^ Eelip^ y lá. Duquesa dé
Bra¿af[za .eúin.soiolósdbsueodipetidores ^ue parcelan
tener.mas^ececho. La Duquesa. estaba amada del pue^
bló y yi5U< mando ..eonia Priisdpe.de iaTangrc real de
ks.'R^ttrdi^ 'Pociu^l y igualmente ireaea y rlqmV
t ! QLos' Pbrtagjbeses) manifestaíban' antipatía contra toda
dominación exítsangera y seiíaladainpnte con la gente
Castellana. Nada de esto ignoraba'JBeiipc , y como kstuto
quisó' prevenirle. Hizo Icvaptat un exerdco de treinta
1-1
mil iiombres , y equipar una dota numerosa , acer-
cando unas y ouas fuerzas á las fronteras de Borta*
gaL Envió por Embaxadores á la Corte de En|:iquc)
al Duque de. Osuna, , y á Don . Christoval : d^ .Mo» :
ra , para hacer ver á este anciano Monarca la justicia de
sus derechos , procurando al mismo tiempo ganar á los '
Grandes de Portugal Don Enrique juntó los estados de;
SIS reyno. en la Villa de Almerin : persuadiólos mucho
á favor de Felipe : los eclesiásticos reconocieron sus d&í
rechos $ parte de ia nobleza hizo lo mismo; otros no se
derermidaban; y el tercer estado quiso un Rey Porcu*
gues; Don Enrique no pudo , ó no $e atrevió á detec«
minar t$a gran negocio i encargó la decisicrn de el á-
once Jueées^ que fueron para este efcdo nombrados,*
y á cinco Gobernadores ^ que debían tener fat Adminis-^
tracLon del reyno y mientras duraba la vacante de{ tro»
no : tal vez se hubiera declarado el mismo • sino hobie*
se caído peligrosamente enfermo. La. -Duquesa dé Bca«*
gánza le visitaba con frequencia ^ en esta enferoiedady
no olvidando nada para atraerle ' á que ' la ' reconociese
por sucesor a; pero ni lágrimas ni ruegos. le bastaron.
V . £1 inexorable no difinió nada : murió ti úhimo de
Enero dé ^^Sx^ siendo de nótár^qu^ murió en el mismo
quarto , y á la misma hora que habla nacido setenta ^y
ocho años antes. , .
Publicada k muerte de S. M, Portuguesa , Félix Mt^
ñez y Diputado de la Ciudad de « Lisbo» , pidi4 que ^$S
eliglesQn otros Jueces^^ mediante quede aquéllos que^et
di^to Key habla nombrado » eran kes a^sIttDadot
é Felipe. Esta proposición no fue bien recibida , y kbs ¿^
sas quedaron como se hallaban» Entraron ios Goberna-
dores á exercer sus empleos , y abriendo el* testameif to
del .Rcy¡y vieron; que declaraba por sucesor >á ^ aquél que
las leyes^ypfóximidaddeJa sangre djese ^tuefdr d0rtfchV¿
V
148
Felipe IL^ que se habla avanzada hasu las fronteras
de su rey no , escribió de su propia mano á los Goberoa*
diDC^s i y esudos de Portugal , exórtándolos á qae le dic
sen de grado un rey no que le pertenecía de derecho , sin
obligarle i hacer su conquisu , prefirlendD un Rey que
les dispensarla todas gracias , á unPríndpe, cuyas armas
y. enojo , en caso de negativa > iban á probar.
Los Portugueses llevados de su aversión ^ despre*'
ciaron las ofertas de S. M. Dispusiéronse á una vigoro-
sa defensa* Enviaron á pedir socorros á Francia, Ingla«
térra , y á Venecia. Suplicaron 'á su Santidad se interesa^*
se con su suprema autoridad , para impedir una guerra
que iba 1 desolar á un reyno floreciente j y muy cató-
lica Enviaron diputados á Felipe IL^, pidiendo retirase
stti exercitos , y. aguardase que los Jueces nombrados
decidiesen este gran negocio $ que le sería mucho mas
venu|bso deber el reyno á los Portugueses , que á la
íaetizá e sus armas^.. .
, ^ v£I Prior de Ocrato quería d reyno : no omhia aada
'desús ardides. para llevarle: habla publicado stis dere^
cbos'baxo d reyuado precedente , probando jurídica^
aalence que era legítimo. Enrique lo habla dedarado , no
solamente basfardi» ^ ^uu> h^ de una Judía, y destern^^
do de U jCortt. . ; .1 /. . . .*;
Esta declaración no le habla hecho perderla espcram
mde ckv3vsc al trono , porque la dcclaiadon del !Rey
OP jera jiuidicg, el procete se. hallaba avocado en la
Corite, dciKoptij^'jyostséM la cansa indecisa^ LospoebTos
vaabait^iPon Amonío.yvimcalMnlo como ^nlco. varón
de lai aniigoa casa de -súS'Bteycs/ Felipe empezó á te*
merlc ; hlzolc furoponcr por Dooi Chrbtovai de Mora,
una pensión de cien mil pesos , una Ciudad , y un do-
minio, de seteot» imiL ducados de renta . con ^tituló de
Puque y con ni que le recebociese sin predsade i re*
cur.
149
curtir á las armas* Mora no fue atendido , y el Principe
quiso ser Rey.
f eiipe cansado de esperar, dio orden á sn flota de sa^
lir de Cádiz , y tomar el rumbo de las costas de Portup
gal 9 haciendo desfilar tropas á las fronteras. Como hz^
bla resuelto no exponerse á los peligros de la guerra^
aunque publicaba la quería hacer en persona , tan-
to para hacerse temer de los Por tugueses , quanto pa«
ra atraer á su exercito los Grandes de su rey no , que
se recelaba se le hubiesen quedado en sus casas , de saber
que otro que el iba á mandar ; tuvo frequentes consejos
sobre la eleccion.de General. Todos los pareceres con^i
cordaban en que se nombrase al Marques de Mondejat^
que acababa de sosegar los Moriscos de Granada. S. M.
que juzgaba con mas conocimiento que ellos, persuadida
de que solo el Duque de Alba era el que felizmente po*
dia determinar aquella guerra , le nombró por Genera*
• lisimo contra lo que todo d mundo, esperaba. Escribióle
de su propia mano j que le dixese si sus enfermedades le
permitían ponerse á la frente del exercito , que destinabak
á la conquista de Portugal.
£1 Duque quedó suspenso : sentía exponerse en la
edad de setenta y quatro años al riesgo de perder la re*
putacion que habia adquirido en el dilatado curso de
vidorias que había tenido en su vida. Temia que mu«
dable la fortuna le abandonase y y que si* no salla bien^
seié achacase haber querido vengarse por un medio taa
Til ^dtsu' prisión^ y la de su hijo , teniendo á me^r pas»
tido morir cubierto de laureles ea su arresto' , q^e
caer de aquel alto grado que tenia e& el mundo. Por
otra parte discurriendo que no habia cosa mas gloriosa
que salir de una prisión para triunfar y libertar á un hi-
jo aaádo ^ ' aiuMUtar sus timbres , los Estados de sa
B^ey,
I50
Rey I y acabir su vida en un hecho se&alado , escribió
á S. M. I que el zelo de servirle le restituía ya la que**
brantada salud y fuerzas : que el saber su voluntad le
infundía nuevo valor , y le hacia capaz de emprender
4as cosas mas imposibies.
Si la pasada desgrada del Duque había servido de
materia á muchos discursos ^ no hizo su favor menos.
•Unos alabaron al Rey: otros no le aprobaron esta resol a«
cioui aún quando convinieron, que el mérito del Duque
era digno de tenerse presente. £1 Rey ^contento de esta
elección, y seguro de que no podía ser mas justo despte*
<:io de quanto se . le decia i dexo á este heroo en lo mas
brillante de su exaltación» .
£1 Duque caminó encalas del deseo para la Cor«
ce 9 y llegado á Barajas , recibió orden de S. Ai, , en
que le mandaba, pasar al exército quanto antes , y pot
el camino mas breve. Quería prestar al Príncipe , reco«
nocido por sucesor, el juramento de fidelidad, á imí*
tacion de los demás Grandes que ya lo hablan hecho en
la junta general de ios £stadoss pero dispensándole & i^«
esta ceremonia , le hizo saber : que siendo presente ó
ausente , era una misma cosa su fidelidad, y que no cxí*
gia de él mas juramento» £sta señal de confianza Je hizo
olvidar en parce las pesadumbres que habla padecido en
su prisión. Despoblóse la Corte de los Grandes que con*
currieron á visitarle s todos se apresuraban á darle la
enhorabuena $ parecía haberse xrocado Barajas por Ma**
drld ^ y conao su. grande ánimo superaba en qualquler
estado á que la fortuna le reduda, respondió i sus aml^
gos con indiferencia , aunque apreciando sus expresión
nes : que el Rey quería que con las cadenas arrastrando
le fuese á conquistar rey nos i y sin detenerse pasó á Mc'
rlda , en donde el exerclto iuhia tenido ócden de jamart
, . se
•se* £ra formidable y tío por su núóréio ; sino por el vaioc
de los soldados , y experiencia de los Oficiales j y supe-
rior conduela de su General. -
Contábanse 4® infantes Italianos j divididos en tres
Regimientos. Eran sus Coroneles Prospero Colona , Vih
cei>te Carrafa y Carlos Spineli, y todos obedecían á Pe-
dro de Medicis, hermano del gran Duque de. Toscana:
4^ infantes Alemanes baxo las órdenes del Conde de
Lodron^ y 7® Españoles á las órdenes de los Coroneles
X>on Luis Enriquez , Don Antonio Moreno , Don Ga^^
briél Niño I y Don ^Pedro de Mendoza Ayala Sotoma*
yor. D. Sancho Davila hacia de Maestre de Campo Go*
jneral , D. Francisco Aldana de General de AitiÜeria , y
el Prior Don Pernando de Toledo , Virrey de Cataluña^
«andaba la Caballería. Entre el gran número de voluní*
Carlos estaban los Marqueses de Mondejar ^ de Priego^
de Denla , de Montemayor y Miravel y los Condes de
Buendia , de Cifuentes , y. Don Martin J?adilla , y otros
que por no dilatar el asunto omito referir | en, la créenm-
ela de que S. M. habia de mandar el exercito en per^
sona.
El Rey hizo seguir sus vagages de guerra : iban los
de rodos los Gentiles hombres que :le debían acompañar.
Llegó á Guadalupe , y después de haber asistido á las
Honras q9e mandó hacer por el difunto Rey Don Eo^-
rique y pasó á Badajoz > quiso hacer la revista genial al
ex¿rcitp s púsole en batalla Don Sancho Davila ^^e hizo
conocer por el modo , que sabia pra^car las bellas lecf^
clones que habla aprendido en la . eKuela de su sabio
Maestro el Duque de Alba : no se vio exercito mas ale^
gre y ni mas listo. Hizo el exercicio delante de sus Ma«»
gestades con un combate que les agradó mucho : la no«>
bleza se hacia admirar por sus armas* dorada!» ; que lo lu«*
cido de ellas ^ y el rcbervero del Sol hacian agradable
af(«
aspefto á la vista : di Duque de Albía atraía sobre si la
atención de todos s no se distinguía por lo esmerado de
sus armas I sí por su ayre marcial , magestuoso y sus car'
bellos blancos. Como habla estado codo el diá preceden-
te en la cama atormentado de la gota , quedó admirado
el Rey de verle tan ligero, como si su salud no hubiese
padecido.
Hallábase S. M. al abrigo de la sombra de un árbol
con la Rey na , (os Príncipes , sus hijos , y los dos Arclxi-
duques hermanos de la Reyna.
S. M. no creyendo lo que veía, preguntó como ad*
mirado I si era posible que fuese aquel hombre el que se
decía estar tan malo, y respondiendo todos que si,
se debe creer replicó $ ó nos quiere engañar , ó las aro-
mas , y las tropas son medicinas eficaces á sus males.
£n efefto, apenas estuvo á caballo, ayudado de algunos
Oficiales , sintió nuevas fuerzas. £1 ruido de las tronkpe««
tas y tambores , los gritos de alegría de los soldados á
su vista , le hicieron olvidar que estaba con dolores de
gota : atravesó todo el excrcito á galope , visitó los bata*
llones y esquadrones , hizo una revista exáfta para ins-
truirse ( antes de tomar su lugar) de si todo estaba con-
forme á su disciplina : Di la agitación^ ni el trabajo, ni el
ardor del Sol , que era muy violento , le fatigaron á es-
te viejo siempre invencible. £1 Rey quedó encantado,
quiso abrazarle $ el Duque se apeó, aunque S. AL lo re-
sistía, quiso besarle la mano, y se lo impidió preguntan*
dolé como estaba Don Fadrique su hijo.
£1 Duque , á quien su grandeza de ánimo hacia su**'"
perior á todos los males y sentimientos , como ignoraba
el arte de suplicar , respondió que gozaba en su prisión
de una entera salud , en donde puesto á cubierto de los
peligros de la guerra, vivía sin exponer su vida. £1 Rey
volviéndose á los de su cooútíva , les dixo : ¿veis la mo-
de radon del Duque ? ¿ pu6s que dudáis de nuestra amor^
y nuestra inclinación , dispuesta á concederos todo lo
c}ue pidieredes ? Nos , que os hemos confiado nuestras^
fuerzas I la gloria de nuestros: rey nos, y nuestra pro*
pía seguridad , aunque pareciese que vos teníais motivQ
de quejaros de Nos* No ignoro , respondió el Duque»
ninguno de los altos beneficios de que V. M. me ha coU
mado con profusión y que por ser tan grandes ,- confiesa
que no debo desear nada mas $ pero si V. M. me ha dé
conceder alguna nueva gracia, sin que yo se la pida , ten-
dré motivode serle mucho mas agradecido, pues no mere»
cicndo nada mas de lo qiue me ha dado , no puedo menos
de tener vergüenza de importunarle. £1 £Ley s^dmirado^de ,
la firmeza de aquel grande hombre , quiso vencerse en
esta ocasión , mandando que el Marques fuese puesto
en libertad, y que no se hablase mas de su delito, se
lo es no amar con constancia , y no poder sufrir una
afrenta.
£1 Duque después de haber dado las gracias i S. M<
volvió á montar á caballo, maridando que se alojasen las
tropas, y se retiró á su casa al fin del dia.Como se habia
fatigado extremadamente , se vio precisado á que le lle-
vasen á su cama los criado^. -Allí sintió los dolores mas
vehementes, quele^habian déxadoen el exercito, de[
manera , que se pudo, decir entonces con el Rey , que
los exercitos y la campaña eran par,a el remedios exce*'
lentes.
El fluxo de los Oficiales y de la nobleza ^ el s<fqiiito
de criados/ y vagages, qu6 agradaba al Rey, no dio
gusto, al Duque , cuya experiencia tenia pulsado ser to-
do inútil en un exercito, á quien el aparato le hacia ma«
cho mas pesado , y menos dispuesto á servir. No dudó
concillarse enemigos de procedería la reforma $ pero sa
ánimo era desterrar todo abuso , y hacer el servkio:
Tom.Xll X ma»-
iS4
inandó se despidiesen loa gruesos vagages , y exercltar
los soldados ^ aunque estaba lexos de los enemigos. I-Ii->
aolos acampar ^ atrincherar en su campo, hacer la centi-
nela 9 montar la guardia , ponerse en batalla, pasar día
y nociie sobre las armas , hacer muy á menudo el exer-
cicio^ y contentarse con poco. Hacia muchas veces la
fonda , y castigaba á aquellos que debiendo hallarse en
facción 9. l^s encontraba dormidos. Hizo quemar todas
jUs.tnesas át juego , prohibiéndole baxo de. rigurosas pe*
'OasL .Hi2fO juntar todos los Oficiales principales y la no*
4>lca&a voluntaria , para decirles que despidiesen el apa-
xiLto de criados y equipages 1 ó que se retirasen ellos
mismos f queriendo, mas. privarse de la presencia y el
^ fiocorfo.4e tan generosos atuigos » que ver menospreciar
$a disciplina militar yVfif era la de los Capitanes ilustres
de Ja antigüedad. Los Señores decíase , no ^gradándoles
.esta orden i le represemaron que eran inferiores á ios
Portugueses : que estos ricos vagages , y rodarlas de*
.flía$'x:osas , cuyas, pérdid^s^ se sentían , incitaban al va*
¿lor , y servían como.de rehenes dje la fidelidad de su
.amo;: que no se estimaba menos su campo que su .casa,
• qüafido esitá lleno de riquezas , y que se defiende con el
; mismot vigor : que Ciro , y los. otrQs R^ye$. de Pcrsia
:.habian prudentemente ordenado 9, que se llevasen á los
exercitos las mugeres y niños., y lo que hab|a de mas
precio, para que á su vista itispirase. nuevo ardor ^ que los
Persas debian á esta laudable costumbre le conquista del
' Oriewe ; que Jd$ Godos I V?wi?l0s^ yí^osilemes Pueblos
' del ^eqptenttton., que hat>ian arj:uii^d(P; QJ va4to simpe-*
-xia de los Romanos i^' hablan ;i4o; invencibles , porque
arrastraban consigo las mugeres y' hijos. A esta respues-
ta seguían murmuraciones y amenazas de quejarse al
jKcy^ y i^ótesta de no seguir el exacitQ.sIo equi-
- • ' / : -^.>i El
•'•. A. '' ••*
£1 Duque f cuyos años habían nlddetadd stt ardit
miento , queriendo en algún modo satisfacerlos ^ y ha«
cerlos conocer su ettor^les dixo : contrario es 4- todas
las reglas de la guerra y preciséis á vaestro General á
ciaros razón de las órdenes i^ue se os comunican i tan In^^
famatite es para un exerdto querer imponer leyes á^w
Gefe y quanto á este infamante el de dar fos motivos que:
le gobiernan.
Si queréis llegar al temjrfo de la fama ^ ha de ser pov^
media de la obediencia > hada os ordena ique no sea }U8«»'
to. La experiencia me ha hecho conocer , que no ha^
cosa mas ruidosa en un exercito y que' la grUesa comiti«
va , y superfluidad de vagages; Na. púdaDario con el'
montón prodigioso de las riquezas dd 'Oriente ^ aqtfet
séquito de mugeres y niños , codcubinas y esclavas i y
miliares dé hombres , resistir al gran Alexandro f cuytf
exercito solo de 30® hombres no cenia mas vagages 1 qucf
los que necesitaba precisos. •
". ¿Alexandro no batió diversas veces á Dario?4No con4
quistó todo el Oriente con mucha máis inevedad qu^ el
Monarca Persiano hubiera podido récorcétla? Este ven*^
cedor, habiendo visto que las riquezas de ^úie su éiétci'^
tose hdbiá apoderado en el Imperiade tosPiersas/le^'habtsMí
hecho á fierder tiqutl ardor gúc^retd auelb hafcia tlafK
formidable y las hizo qufbmar ^ estMañdo iáas^lós üAdz-*
dos pobres y desembarazados , aquietes tas ri^uétsai
impedían, su movimiento. Kumancia triúííf^ detói ts^
fuetzos délos Rótnanbs',^ mientras' el fausto-^reyísó^en su
ex^rcitb ; pero apenas^ Síriploñ lo 'desterró., qilttfxiof^i
vía obligada ár entregarse. Los Pueblos dW ÍSé^tcntríba
nó tenian otros vagages que sus armas , -ño llevaban vt^
veres , tomábanlos donde los hallaban.' Na os débela
¿cta parar xbfi esta ttopá'de vandídos: tertcis arÜ4tó-rta9
noblcsr^Ütf ellósr tít»y pct^iMiáb cfac no\me^í«»«í
^ ^ "Va y
y <qu( <ntr4c«í$'cn. Portugal Ue&os de esperaaza , (derza
yí wWr^ i.a u.nlon al de Casulla , y el servicio á vues*
uaSQ^raoo 1^9$ hará recoqiendal^les á la postciidacL
I. !Eswsdiscur$o$ apaciguaron á los Oficiales, y á la noble-
za : la faz/Q0. Ips. crpn venció. Despidieron mas de jd cria-»
dos , y otras cs^ntas t>ocas inútiles, y al otro dia todos se
pusieron en j(naccha. Habiendo ronaado el Duque las ór-
denes del Rey , quien se máncenla siempre en Badajoz^
ifUiicf$oj)el modo, cu que obraría en esta guerra , hubo
diversos consejos, sobre si debía ponerse el. mismo á U
frente del exercito» Unos decían que no debia exponer*
se , y sí clexar á este viejo Capitán desenredar un negó-,
cip , que.^n^u^manQS. no seria d^ mucha duración : otros
teco. afe(Ao$; áia Casa de^ 'iToledo. haciendo posiix>sos
«jogios^l V4l(^ ácifít Portugueses, decían , que el Rey
49|q cpq ^u . presencia po|lia intimidarlos , y vencerlos:
^ue aquella Nación no; toleraba el menosprecio : que á lo
menos no debían enviar al Duque de Alba contra ellos,
pw^kiC. ya se. q\^q§];»p,devla, arrogancia. Castellana, y
il QuqiKe p^§ip^ ^cir el mas soberbio. Nada importó al
ánimo del B.cy., que conocía bien jfomcntaha la envidia
CíBas voces i y ya bubiera dado anticipadamente sus ótde-
»flS<)?ra.hi»ccr cnti^^rs^.cxe'rfjitq e^, Portugal,. si no cs-
ycí^scre^idirlft por la. ^lulzura. Confirmó está resoludoa
la:suini4on yoloptaría de 4s^?, iCíu¿4<í«5 de. Yclvcs y
O.liyenza , y ^ noticia de que los Gobernadores estaban
n»9l con. $1. Pueblo. £1 resto de Portugal, aunque tcmc-
tf^j4fi l^jcp^ao^s del exc'rdto y flota» no podía <»ii-
íof.dwMf agí^dojs por diversos' n^ovimíeutos , querían
mil .co»as dtff rt^ntes ;^ <;oovenian someterse á los Espaóo*
l4í , pero no buscaban los medios. Todo era desorden.
luuiuUo y confusión. La autoridad de los Gobernadore»
fU débil, el Pueblo isolo los conocía p^ja .q^garios de
foefi^^^ 9 y 9ue aegaUm ooos ,.QBoc^a oujos.
El
117.
'^ El Pueblo y y los mas determinados de la nobleza,
' querían que se diese la corona á Don Antonio , recono-
u clcndole como único Prmcipe de la sangre Real , descen-
i diente del Rey Don Manuel « digno del cetro de sus an-- >
: tecesores , y que se procediese coaio reos de lesa mages-
:i tad contra todos los que no qu^isicsen conformarse : in-
\ citábales á este^designio el ñimoso Padre Fray Pedro de
I los Angeles , que con la apariencia de una piedad só«
1/ lida, y modestia pcrfeda , ocultaba mucha ambición* Es-
% te devoto predicaba á ios Portugueses en favor de Don
¡r Antonio , que era su Ikay legitimo , verdadero sucesor
:: de Don Henrique , y que no podian sin injusticia recoip
: cocer otro Monarca»
- £1 Duque de 0$una , y Don Christoval de Mora,
i que veían con gran sentimiento estos desordenes , no ce*
- s^ban de acelerar á los Gobernadores á determinarse;
ofrecían á los Grandes y á los plebeyos dinero , empleos,
¿ moderación de icnpuestos , y g;randes privilegios , cuyas,
, expresiones no tuvieron el suceso que se prometían;
.^ porque si algunos se iixteresaron por 5u M. , otros lo
,2 Qiiraban como, efefto de su debilidad , alentándolos á
^ publicar, que si este Príturipe creía sus derechos justos
y incontestables, no derramaría con, tanta prodlg;alidad
sus tesoros , gracias y privilegios ^ para hacerlos valer.
Sobre este juicio resolvieron tomar las armas con que
hablan triunfado ,en el Oriente , y algunas veces de las
fuerzas de Castilla , en defensa de su patria , y poc,
no caer en la dominación de gentes, que miraban como
WLS enemigos* No se oía en las Ciudades mas que el so«*
nido de las trompetas, y el ruido de los tambores : vo«
iaban las vanderas de todas jpartes* Todo parecía conspi-
lacioQ i la ruiha de los Cascellatios. Los Gobernadores
estaban despreciados , y el Pueblo ik) obedecía mas ór-!
•dcues que su furor.,
>-•••• La
La noticia de la rendición de Yel ves y OÍivenza , de
que por Inteligencia se habia apoderado D. Pedro de Ver
lasco y no desalentó su ordinaria arrogancia , y para sos-
tener mejoi^ él empeño , eligieron al Prior Don Antonio
por Generalísimo I con los pomposos títulos de defensor
de la Patria. Miró esta nueva dignidad cGmo escalón pa-
ra ascender al trono , á cuya cumbre caminaban sus de-
signios. Hallábase en Santaren /y queriendo empezar las
funciones de defensor de la Patria , quiso poner aquella
Ciudad en estado de no temer los esfuerzos enemigos.
Pasó á la orilla del Tajo con designio de trazar un plan
para una Ciudadela. Estaba acompañado de los Obispos
de la Guardia , y de Oporto , de algunas personas de
calidad , y un gran námeró de Pueblo, qaando Antonio
Baracho , de oficio Zapatero , viéndole tan bien acoin^
panado , puesta una rodilla eñ la tierra , le besó la ma«
no , y levantando en la punta de 4a espada un pañue-
lo, dixo en alta voz: Viva Don Antonio Rey de Portu-
gal. A está aclamación, que fue como señal al Pue-
blo, aplaudic'ndolá siguió con Voces de alborozo , repi-*
tiendo viva Don Antonio nuestro Rey 5 y conducién-
dole á. la Ciudad , fue recibido en eila como tal , pasan-*
do á la Iglesia mayor , donde se cantó ti Te Úeum , y ^^
allí á tas casas de Ayuntamiento^ en qtie ios Magistrados
k juraron. -
Esté Príncipe, sirviéndose de su buena fortuna,
corriendo á Lisboa se apoderó declla , á pesar de los es-
fu tt¿os de Juan Tdlo , uno de los Gobernadores*, q^^
con poderes de los otros habia quedado én esta Ciudad'
para la ocurrencia de los negocios, Vióse precisado á if ^
Sctubal (acompañado del Obispo de Leyra, del ScnoC
de Cáíscaes , de Martin de Cámara , Manuel Tello Bcr-
reto, Francisco de Menescs y Luis Ceáar) , donde resi-
dían los demás Coberaadores qué le recibieron ¿tUiy m^^
te-
^5f
teniéndote ppf autor de estos desordenes,
Don Antonio pasando á las casas de Ayuntamiento,
fue proclamado solemnemente Rey de Portugal , y de
los Algarbes. Hizose la cavalgata ordinaria,, tremolando
las vanderas con aclamaciones de todo el Pueblo. Fue á
... , .
alojarse al Palacio, apoderóse del tesoro Keal, y envió al
Conde de Vlmioso a la frente de algunas tropas , para
hacerse dueño de Setubal , y de las personas de los Go-
bernadores, que huyeron con bastante trabajo con otros
muchos nobles , excepto el Arzobispo de Lisboa j á
quien su dignidad defendía de qualquier insulto. £1 Du-
que de Braganza, que se hallaba en esta Ciudad para
acalorar su partido, salió de ella con la noticia de acer«
carseel Conde $ sin esperanza de verse dueño de Portu-
gal, envió Diputados á Felipe 11.^ para tratar con el de sus
pretensiones , pero las condiciones con que las cedia pa-
recieron muy duras á S. M. , y no las escuchó 5 antes le
hizo amenazar por haberse atrevido á pedir socorros á
todos; los Principes Christianos contra el , protestando
le. trataría como á su enemigo, y perturbador de la
quietud pública , si no mudaba de conduda*
La nobleza se mantenía indeterminable , no sabia
.que partido tomar: el Duque de Braganza temeroso aho*
gaba en sí su sentimiento s Pelipe no era amado. Don
Antonio se habla ^traído la aversión de todos los Gran-
des, con aceptar de un vil populacho la corona, y el títu*
lo de Rey, que ninguna cosa le hizo mas daño que aque-
lla alta dignidad ; no obstante resolvió mantenerse en
ella , apoderóse de varias plazas fuertes , compró la Ciu«
dadela deSangian á Tristande Vega, su Gobernador, y
levaptó tropas para contener al enemigo durante el resto
de la campaña, persuadido á que nunca Felipe sería Rey
. de Portugal, ú la decisión de esta diferencia podia retar-
^ darse hasta* el siguiente año en que esperaba los socorrps
que
y
lió
que Francia y Inglaterra hablan ofrecido. £stas razones
obligaron á Felipe á la guerra. £1 Duque entró con su j
cxcrcito en Portugal 5 experimentó en poco tiempo el *
odio de los pay sanos, y para no perderlos, escribió á ids
Gobernadores , para que ordenasen que en los par ágcs
indefensos se sometiesen al mas fuerte , para evitar d
castigo á que les expondría su temeridad. .
Las Ciudades de Gampó-mayor y Portalegre le ^
abrieron sus puertas á la primera requisición. Davita se-
guido de 500 caballos, igual número de infantería , se
apoderó del Castillo de Villaviciosá , cuyas puertas le
fberon abiertas por un soldado Castellano, siempre fiel á
su Rey , áunqtíe le había desterrado. El Duque dexan-
do en Ydves á Don Pedro Manrique corl dos compañías
de infantería , se abanzó á ^stremóz , que se entregó al
otro dia por lá cobardía de su Gobernador Den Juan- de
'Acevedó, Almirante de Portugal, que después de haber
respondido con arrogancia al trompeta que le requíirió
Uc entregarse, no mantuvo su firmeza sino hasta la no*
thc, que huyó vergonzosamente, y anees de disparar un
solo canon. Este Gobernador habiendo ^ido preso , qui^
so el Duque hacerle cortar la cabeza , pero atendiendo
que era joven de 20 anos, se contentó de arrestarle sia
decidir de su suerte.
£1 dia siguiente llegó el exercito delante de Setubal,^
sin haber hecho desde su entrada en el reyno de Portu-i
gal el menor daño. Su arrivo sorprehendió á los que
mandaban la guarnicionóle esta plaza , y sin respetar los
' vasos y ornamentos Sagrados , se atraxeron su odio. Los
* Gobernadores de Setubat, pasan4o el Guadiana , se retí*
raron á Ay amonte , y no creyéndose seguros, huye*
ron hasta Castro-Marin , en cuya plaza declararon
á Felipe 11.^ único sucesor de Don Enrique. Esta de^
claracion satisfizo los desees de S» M. , persuadido á que
I6i
le valdría la sumisión del reyno entero, y que no.de-
blcodole sino á los mismos Portugueses , sin precisarle á
obligarlos por la fuerza , le motivó .el enviar orden al
OÍ>ttque de Alva , para mantenerse quieta, delante de
^SctubaU - . ,
£ste prudente Capitán , sabio en todos sus proyec^
tos 9 le representó el dsmo que se seguía de la s^spon*
sioarde los progcúos , pues no ignoraba que. ios Porcu-*
gaeaes Indignados coátralos Gobernadores ^.procorarlah
hacer inucU esta ideclaxacion v kaciendolc xomprehen^i*
dcr y que si no era sostenido por las armas ( no tendría
cfedo > peco no p^do hacerle mudar de resolución. La
decláracioA á favor del Rey ^ fue un trueno^ para. Doq
.Antonio s mas animado este de unagrandeanrdefaimaá
toda prueba i lejos de sorpreheoderse^i revocó esta sen-
tencia por un edido declarando á sus autores reos 4^ lesa
Magestad» Puesto todo su cuidado á la guerra, y levada
tó tropas , confitió su mando á Don Diego de Aí^eneses^
el mas hábil Capitán que habla entonces* eurPortúgali
pero como no tenia dinero i^ y no le ^rmiti^ el estado
de los negocios imponer tributos , recurrió al arbi^io
de conceder privilegios á muchos nuevos Chris^anos^
agregándolosilaócdcitdeChristo, de que sácQ^ue4
vsas ' sumas ^ y se atraxo por este m^dio Ja indignación dé
;tódos los caballeros de esta Orden. ;
Mucha.parre de ios nobles estaban ganados ya pac
Sk. h/L f ecooociendo ia justicia de su causa. Ottos aguac-^
•d;Ü3aii44cclarime5 qu^uado^viesen queia^fórtuíiaL'^
pcotogk» Doo : Amonio /ai^iiqtie de natural rbtíiigna y
afeble f «cpid^á nn.dcctctO' sangriento contra toáqsrioi
nobles > empeñados én los interés^ de sú enemigos xu^
ypaqdodeobratt obügó,á:Feli|«í á:qitojkiudaDdosu»
ideaá4m36¿tí^ijcn¥¡ak.ói)fen al^Dt^iACviPoa^ntr^ (^^
• :T¿pt.XIL ' X fl^c
que le habla dada dias antes. £1 que no tsperába otra
cosa j requirió inmediatamente á la Ciudad deSetubal se
nodiése sin expcttierse á los rigores de la.guexra«
Francisco. Mascaieña su Gobernadpr^ y iDi^oBptey:*
ro^ Comandante^liabiendo tenido consejo sobre su intea-
ciouy en la certeza de que la guarnición j y cladadanos,
nales permitirían capitular % de^idi^ido al trompeta sin
respuesta , resolvieron oó defenderse sino en aparieociai
dexando su; guardia los puestos. £1 Duque avisado de ello
hizo dar el asalto : la Ciudad fue tomada , y Mqueada»
Mascareña y Botsyro tuvieron el permiso de retirarse^
LDs.soldados. quedaron desarmados ^ y apescibidos coa
pena deia vida , no volviesen ¿ tomarlas contra el Bxy«
Tomada esta Ciudad seJiizo sitiar una Torre > que .el
Tajoixacia.iflacce$iblc, escarpada al inedlodia^yal septen-
trión V laqual solo podía ser acometida por la parte del
OcieiitQ y Y esto por sendas escabrosas , abiertas eo mjcdío
4e las:.pénás py )áras deque abunda d país« ]£sta^ Torre
úa iacoíntsastabk por su natur^eza^, si el: miedo no se
UuAiiaa:' apoderado de. los Comandantes : no obstan tp
respondieron coualtanetía á la requiricion que s6 les
^isa V ptto habiéndose ' apoderado Próspero Colona de
itiüi^ar dd jnpnte , .pidieroA capitulación. Cooced^óselcs
1¿ deisali^;coai armas, y vssigage^ y que. no fuedeLgusto
del Duque , porque los qütfria á jdiscKcion , y sbio las
atqndenes.á Colona leimpidiccoBiXooiper^a capitulación.
:.»:.:|ia 4maá detesta Torré le ¿hizovxlueñoikl. puerto,
i^ucí iadlítóilá joqirada a lacárnsula Española ^ .que> mañ^»
i^abajifidn ! Alvaro. £azani y. MatqiEe&^deóSánta Cnu;,
wlmpiiicsta de treinta y seis Galeras ,' y cpiá^oau y tres
•navios, de :alte lK>rdo^n:qu¿ Uevaba los regimientos de
Don; fxandsco :de Va^sncia ., ptm Rodrigo Zápafa^ y
Oob Maxtincde J^^té. Salridaiailiioticia del sitio. de
^Líj ^k I» . ' /Se*
iSettt&t eft' Lisboa , iqott gratisentimúento de Doa An-
-toniO| «avió para socorrerla al Con4c'de Viiraosoí
CottdcstablcAc Portugal. £i airdor del putbto daest^ ex-;
jpediciori-ftie admirante : gentes df todas edados' yosexás^;
acudieiioo ^este^soeofro, simcscusársejlosl religiosos^ que:
movidos, del odio coptra los Castellanos topiabá^i iás ar<
mascongttscq. • - i . . -^^t "i i. i . >
Fae inútil este socorro,, pues antes^ queoHegase ^ es^
tabaxooqUiscado'SetubalrEstc goIpc<iiizo uha impresión
tan grande eá el corazón de Don Antonia^ (fcíe^ no ia
hubiera sido fácil .desembarazarse det susto j |i el Cbn^;
destable^ y el Obispó de la Goardia,:'nb acudiesen k
sacarle de este letargo por js9s representacioíaes. ¿ Deque
procede t i declaa^-esta pusilanimidad , y-esta iocoiístan*
cia?:¿pealeb ta esperanza antes úd: combate? ^iva ;.ea
vos aquella grandeza de aioáa ^ que: os atiirbaba q'uqni!í
do 06 reconocieron poír Rey , que:OÍ :és tan natU'4
ral , y que nos hace reconocer en vuestra persona
un pimpolto del grande Don Manuel : no tenéis? tani»
to motivo de; temer y/que por mas hábü . que iSea^ el
Duque de Al va , no es mas de un hombre postrado
de años y enfermedades , que: no puede tenerse á ca«
bailo* . ■...?.(). . , ., :
- Ha vencidé los Alemaneiy.IosL Flamencos ; nada €t
Mtsaíotdínaria ,, oíandaba dd exctclte que habla fotáia^
do Carlos V.^^ 4 quien acompañaba la fortuna : ho^eé
así el que mapda ^ está compuesto de toldados visofios!
^4¿ sé debe csperac délos Bonugueses, «tos vencsdoret
dct pelease;, iy tantas veces ;ttuin&ntts. de lásifuerzas
Castcikmas i á>cuyo valor no , cexiop ? £s^ead et süccxio
de la batalla de Aljubarrota , que aunqub aquí 1« pct^
deis , mejor es ^aventurarla con la vida ^ que perder la
libertad' ^ qdc^pcdei0esppra]::d€JFélipe>.todopsloproa
iaese vy¿nadaóos.dai[á<Seseii*bie¿upnBSiq vidfaoDfeóde^d
:\ Xa po-
1*4
política shttácsL se alifara padfícorposerSot de l^ortuga
Qiientras viváis -, y quándo conita vuestra vida nocons^
pirs ^^os hará perderla en una honorosa. ptision : basta
pasa x:oti venceros y tengáis presente que Fernando el Ca«
tolka'fiiütó ¿Ja palabra que dio á Fadrique Rey de
Kapoitsí sa próximo pariente >f y para gozar con tcan*
quilidad el reyno que le habia usurpado y ie tuvo ea
doro cautiverio el resto de sus deas,
i .. Esperad lo mismo de Felipes su política es in?a«
tiáble f^ temed sus b¿llas promesas i preferid la muerte^
óf er destierro y á ima paz vergonzosa , y no segura. Esta
yiva representación imprimió en el corazón de Don An«
tonio la resolución de morir, ó vencen
* ; Esperaba conseguir lo último , ó á lo menos, dilatai
la^guerra ,:quaado supo el arribo del Cardenal Riario,
á quien el Papa Gregorio XUU^ enviaba á España coa
plena autoridad para conocer , y concordar esta dife-
iencia« Mas receloso Felipe de que tuviese intenciones
contrairias á sus: iutereks, y que se opusiese á la conquista
Ais Portugal, como se esparcieron voces, le prohibió la e»
i:riadaeaei reyno. ^
-. ILarproximidád de este a[rri{x) del Legado inquietó á
Felipe , quien expidió sus órdenes al Duque , que sia
tardanza seapodeidáie'dcOiscacs: ixuyá Ciudad , distin-
guida htíy.cón ei título de Marqfuesado ,^ki situada soif
bro:lo:alto de'uná peSá , que.domina parte del golfo db
Sinf ta; Antoüi0 de Castro , señoree psta.plaza, que ha*
biaotomado elipa|:tído.dc:C^tiiJk'^xit0>d ^ao al Duque
cmriina.«d¿sotipcifm'ei8áaadcn sitia £1 Hoque patH
akcinatá lQ»'Po&ágtii8es,«mbarco<su aétfkotíXk ade^
man de Uevarle-á Santai^n^
' - Temiendo Don Antonio \á pendida de esta plata,
toyi<i t cc^as á.eila* £1 Diíqueiqi^ afiíi kk^ba otea cosa»
hizotr^afcMr.l« proa acia C^cacü, y.teiió. ei ancosa;^
- f j ' í . pie
155
pie de la montaña. Aunque pl terjreno era incomodo^
y el camino que conducia á la plaza dificultoso ^ hizo
poner en tierra algunos soldados , y el mismo los siguió
aÜQ antes que hubiesen tenido lugar de formatse én ba-
talla : no obstante estaban ya dispuestos en triangulo^
observando el orden que les habia dado.
TJn viejo oficial, que le habia seguido en las. guer-
xas de Alemania y Flandes , le dijco con gracia al ba«
xar de su chalupa: sea en hora buena , señor , me alegro
inñnito de veros vuelto de veinte y cinco años y poc'que
este desembarazo no es^de mas. Decidme de buena fe sí
esta baxada hubiera sido del gusto de aquel sabio Fa<«
vio y qui.Jtantas veces venció á ios Alemanes y y los pue*
blbs de Flandes y sin echar mano á la espada , y si esta
acción no es de t|n hombre mozo. £L Duque celebrando
la jocosidad de este oficial y le respopdió : amigo > te^
ciamos. en Flañdes, y en .Alemania enemigos ten^ble^
y se debia con ellos estudiar el tiempo y y W ac^ioness
¿pero que debejsios tem¿x aquí? Los Generales que tcne«
mos contra nosotros^ apenas saben disponer sus tropas|
¿cómo pueden aprovecharse de una ocurrencia feliz? Fot
lo mismo y amigo querido , se debe dar alguna cosa á la
fortuna , quando se conoce no haber riesgo.
Tomó tierra .^ hizo un grueso bauTlon de .los qué
ya estaban allí» marchó con vigor á los PortuguescS|X)ué
¿uyeron, y hubieran sido batidos ^ ii Don Diego de Me-»
ne$c^ no ^hubiese tenido la precaución de «re tirarse ' con
tiempo^ y en buen orden á la .plaza y^ donde pracurió
ammailos por sus discursos $ ysaUeado para cargar sobre
los Castidlaoos» que subian con trabajo-» aunque mánifes*
«abanintiqpidez^ no tuvieron ánimo de aguardar, el dis*
paro de un solo mosquetaVueltos y encerrólos en su for-
taleza^OKiaiiafjíogaacihnativa respondieron áescopccazos
al titímfittsíyscMíipíc to;hiz¡o ^ rckiúerir elDu^^ie se cin*
i66
diesen j no obstante al otro dia fueron forzados y y en-
traron los Españoles por la brecha que dos cañones de
campaña colocados en un alto hablan hecho,
Don Luis Ehrique, nieto del Almirante entró en
Cascaes espada en mano.. £1 Duque perdonó la vida ¿
los soldados Portugueses , y mandó cortar la cabeza i
•Don Diego de Meneses , Capitán General de Don An*
conioC dicese que habiendo venido este pocos diasan*
ees á Cascaes , jpaxz tratar de los negociaos con Meocses,
acabado de comer se quedó dormido en la silla ^ y ^*
imirada de su sosiego la muger de Don Diego , ilamao»
dó.á su marido^ y enseñándosele I ledixo, mirad bien
porque hqmbre os perdéis )• Mandó también aisniKar al
capitán Pereira , y otros cabos , cuya severidad fa¿
funesta á los mercaderes EspaSoles, que hacian su co*
mercio en Lisboa , y mirándolos como traidores , y es*
pias ) fueren muertos algunos , y saqueadas las casas de
otros I escendióndpse aún la persecución sobre muchos
Portugueses de la primera distinción , acusados, de in'
celígencia con los enemigos; £1 mas considerable éao Don
Jorge de Mascareñas , grande Almirapte del rqyno 9 i
quien se puso en prisión.
Con la noticia, de qác el Duque seencjiminaba i
Lifboa, determinó Don Antonio salir i» recibftrld con
diez nül hombret; mas coqio el calor era excesivo, y ^
soldados, tasl todos dadadaftós^ Lisboa, pocp.acostiu*
brados tila fisitigai'de la guerra , no llevando . provisión
alguna'^ el calor ^chattibre i/ised les lucieron prcscoi tipN
yetftá stts'^asBS] Doii A^xo^o dckfspazáq dt vásc
abandonar tanvergbnzosamenti ,' ^i|iso< cohibatir al
Duque con solos nül y quinientos hon^bres q«e le qoe*
daban, resuelto i buscar tma /honrqsa muccte en medio
dr.sus enemigos; iOosc^ mocho idlhñcsttoaodnjdc^dk'
táiaen ^ )i^ v6Ivlenda á( iai Qiiiidfaid.Ie osriWorpn^^ffihabU
• / íj tan-
157
tantes con tantas aclamaciones y alegría ^ como si hubie-
se ganado la mayor vlAoria.
' Doeno el Duque de Cascaes ^ puso sitio al fuerte de
san Julián. Hizo entrar su flota en el Tajo ^ y ievantai:
sobre los puentes algunas pieaas de canon , que báciaa
con furia este fuerte , n^ientras con ouas Veinte piezas^
puestas en batería sobre una altura Vecina ^ hacia mas
xuidoque efedo, siendo la plaza muy buens^ Don An<*-
tonio que observaba los movimientos de }os enemigos
de encima de algunos collados , se alegraba en extreino
se empeñaisen en una plaza , que no hada dificulud les
detuviese el resto de la campaña i pero se engañó. Na
se creyeron con seguridad sus gentes ^ yunque en una
plaza inconquistable.
La toma de este fuerte atemorizó á los principales
de Lisboa. Juntáronse en la casa de Ayuntamiento, y re-
presentaron á Don Antonio , que pues no se hallaban
con bastantes fuerzas para rechazar á los enemigos , con-
venia discurrir con tiempo el pnodo de entregarse , pil¿6
<no queriendo probar la suerte de Caicaes y solo ^spera^
ban su respuesta , para enviar Diputados al campo Cas-
tellano. Este Príncipe manifestando mucha intrepidez en
esta ocasión , aseguró á los ciudadanos ^ que por poco
que fuese sostenido , harta retirar á los enemigos, y
echarlos de todos sus estados )^ y que luego qué el dia
4 de Agosto j funesto por la derrota del Rey Don Scj^
bastian, fuese pasado , iria á atacar .á ios CastellanoSi
aunque fuese en sus trinchetas* Hiso lo que pudó pata
ponotse en estado de mantener ra p^üabra v Y juiúando
dinero 9 i levantó nuevias tr<^>as ,' mandó ^eexercltasen las
que estabatl^ya en pie ^ ¿hizo reparar las fortalezas de
la Ciudad* Ckupabase en estos cuidados ^ quando Don
Diéga de Cárcamo , ilustre por su mentó, naeimiento
e integridad /í^vmo de los primeros Geatiles^hombres de
15?
Cámara de íos difuntos Reyes , le represento debía pea-
sar con seriedad en la paz. Que era de presumir que se-
úa, deshecho , prisionero ó forzado á pasar el resto de sus
diasen un descierro : que para precaver estas, desgracias^
debia intentar un acomodamiento . mientras se hallaba
en . estadú de hacerse temer , asegurándole obtendría
condiciones ventajosas para vivir agradablemente , y coa
<xplendor ^ y que el se encargaría con gusto de aquella
negociación, cuyo éxito le parecía tan seguro , qaanto
sabia de buena parte , que. el Duque tenia orden de ha-
cer la paz , en caso de proporcionarse ocasión favorabía
Concluyó con insinuarle > que sus tropas no. eran nada
comparables á las de f elipe , ya reconocido por una
parte de los Portugueses , y que bien lexos de que cstz
paz disminuyese su gloria de no diferir á ella , todo el
universo lo acusarla de imprudente , y temerario | si ar-i
rie^ba en una batallasu libertad y esperanza*
Persuadido D. Antonio de la eficacia del discurso de
Don Diego, abrazándole, le despachó al Duque con una
carta , en que le decia quería servirse de su mediación,
para obtener de Felipe una paz, que en el estado en que
se hallaban las cosas , no podría menos que ser muy
ventajosa á S. M« Católica , no siendo aún de despre?
ciar los Portugueses : que mas valia diesen la aorona
ellos mismos ^ qué violentos de sus propias fuerzas; por^^
que estos pueblos naturalmente soberbios , no dexariao
con el tiempo de rebelarse contra un vencedor^ que mira«<
tía t) siempre como su: iiraaa .
£1 Duquf: 4r respondió inmediatamente : tratóle con
mucho respeto , prometióle escribir al Key , y 1^ zsega^
tó que no tendria4nottvo.de qvqqrse de haberle escogi-
do por su mediador. Aunque esta carta era ixuicebida en
términos muy cortesanos , no podO; Don Antonio disi-
mular su colera , .viendo tratarse eh cUade sc&oria^ He-
á3ZQS como IñfatiotíL á su estado iprocescaada que pa>
deria U, vida prioicro que exponerse i la acrog^ncu dp
una Naciott I qtt&fAitabjk á la. GA£r0$poQden{;|a debida k
las petsbtias dittioguidas y de- excelpiw:i;i« HUusoU. ped^
zos> pues por sus inérveos estaba segiirq^ que i^laf)-^
eras hubiese Portugueses, verterían primero iiasta la Úi^
tima gota de sangre ^ que sufrir el desprecio de la aOLm
gesrad de; sus Reyes..
,. £i Duque procuró siisegar ie^te iPrín$r¡pi; coaexpMj
siones suaves y cartas urbanas; pero todo fue^niitil Kc^
pendió á los que las hablan entregado; decid de mi parte
al Duque de Alba» que los Keyes son siempre Reyes en
qualquiei estado i que la fortuna los reduzca , y que los
iDuque^ en su mayor elevación no son mas que servido-
«es y vasaUos de los Reyes : que las vídorias penden de
solo Dios, y no de la habilidad de los hombres : que soy
Rey 9 y que quiero vencer , ó morir Rey ; que es de la
obligación de los de mi cargo exponerse á todos los rigo-
>res., y perderla vida por la libertad de sus vasallos: qup
conservando mi corona, asegurare á mis Pueblos, y que
solo la dexarc con la vida.
£1 procedimiento del Duque no fue aprobado 4c to^
'dos. Los que miraban las cosas por lo exterior > dei;iaft
quesedbbia tratar á Don Atitoolode otro; modo i y aún
se pretende que el Rey no lo tuvo á bien» pej:o.:€oda'(a
gente que discurría mejor , dixo ^, que no podía darle
otro tratamiento 9 ni títulos sin reconocerle ppr Rey¿
{K>rqtte die otra suerv era confesa; la ipjuscji^ia coi) jqu^
se le hacia la gu^rr», lo que se:«yitabar por elf9C|dio pru-
dente de no atribuirle mas títuJlo que el que g^z^ba ( es
á saber ^ de señoría,} antes.de su elevación. Rompl4ss las
negociaciones 9 no se oc.up9;el: Duque en otra C04» 1 qu^
en la. toma del fOfincát san r Julián. Hiíto tc^nw^ á s)»
:jr.^ v/f ir Gom
-péña'iié esperar un tratamienta rigurósüi Este Goberna:-
'dor , que no contaba macho sobre ia segiiru£ad dé la pía-
katj aunque »uy foeste /viendo endeble* el partido de
]>on Antoblo V trat^ de pcocuratse 'Una capitulación
iri¿nfojos!a«9 sirviéndose para ella de^^u «uger , que iubia
'entrado en el Castillo para sacar á su hija. Esta informó
^l Duque , que si quería enviar rehenes á su marido ,
vendría á tratar con el de la rendidon de la fortaleza ^ y^
-Consintiendo en ello , le ofreció Tristau al Duque CQr
'tregarl^ la' pla^ ^ si S. M. quería darle 4® pesos de
pensión que Don Antonio le había prometida £1 Du-
que le respondió , que solo k concedia salir con armas
y vagages 5 capitulación honrosa para un hombre que
había maltratado su trompeta enviado á este fin ^ y con«»
'fesahdo que el miedo de un trato igual al que su com-*
pañero habla tenido de Cascaes 1 le habia impedido exe*
cütar la orden , que se le habia dado , de cuyo embuste
Irritado «1 Duque , hizo ajusticiar á este infelus , para
-cxemplo de otros , y evitar que por semejantes engaños
-se causase la perdición de muchos hombres 5 y al Go-
bernador le concedió lo que pedia , y salió de la plaza
tótt todas las señales de honor que se concede i los que
te defienden con tesón.
La rendición de este Castillo causó la perdida de
Campo*seco ; Pedro Bobpa su Gobernador le abandonó^
^ se retiró á Lisboa con toda su guarnición. Por la to-
ma de estos dos fuertes quedó dueño el Duque de las
íímboíraduras del'Tajo ^ donde entrando su flora ,' se pu-
lso á cubídtto dcbaxo de ellos, sin quedarla que temer de
los esfuéiraos de los enemigos , ni tempestades , hallan-
tlose muy á lo largo, y teniendo el jio en aquel parage
ci^rca de dos leguas de ancho. Hinguná de estas perdí*
das 2 flito^ue grandes ^ hisío^ptrder ti ánimo á Don Aa««
-tonÍQfcS^^K^ Sfrdex^s&lkyu^.4e U.-gc^^deza^e sii y^i^
- lor , Q 94 dcsigf^ia ) nq quisa. pír propp;5icf(v»¿s 4c pjiy^
: Frayles de es|^ gcaii .Qadad.. No es pondecable luu>^
donde pl a^o.dc estas gieaces, los ll^vó. Cccdulos eá pee*!
4eclo |tO(k>» al.y^üjip 49<H^P?4ps¡ de Cas^UJ^^ inspi^ab^
■ AXoA pullos «i^$!^35WM>nc? la.^Yecsi/oii,á losCa?^^
nos :, ios/iolfQOs :Pfc4i6^dpje6>iWf !;a^{^ ja flropa ^ cjs^'*
prender toda :toini8ildai| priiDcco^ucc^4^.4e..siiaa^a4>i
■ libertad» •. . .'•.., ., :..■..-,
; D/0a A«0«ía^«aU?iMb)K4eia. ípftdí^ i ^Ifwatíi d^
. alguoastmUoN,! (j¡9A^i^^2'^^^(^:(úl^paast<^ti4 de
: Beleq, |ilaU»^s^ m<W¡t^Cfl ipii ^ticapi dpspfden^^l^a
: guacdi««,ja(EÍ|ichi;c^enpG«i:a| plaz^ 4^ ^aia9. Todo
■ ac hallaba «Oid^nfosion». qaando Sfocicia,4^ÍQS,^rsínas»
-ífíaÍjgil|ófQ:RjjiBanft,,;y yjlgsosq pj^fiaí, aBC^foJi ^o
4e señalatse , llegó á aquel .?.x5'i^^9i,l¿sH!«;P^fll? <í*l9J?f'
••tonr»:!a<J!DBWltt^jíí l?op,^íit90Í9j^Íic^ .^Q.aqi^fil puesto
.^t.qvcacasip^. sobren una Colina^ que ^Qoúaabav^el
( fuente de Alicántara. Quecia atrinchecafse.aíí^'^^géjco^
i Jk>iínpÍdi4Í¿?W/:«!íWaicJC9pdc d^,YWi9f9dg9^flP-
, do^que^;l§6?jqr|;ugwí¥^,/BO:.i»pffi!^tah(a9^d^ ftyas^f/:]^^^-
, £1 Duque» habiendo 4^xzá^_ guarniciopes en jfos
. Castillos I vloQ á a(p9$tacse á. la Abadía 4e ^elen.
„. ' .c Allí Jbi?« pftbUcaí;U{»^jd(C|cJsitaci(?p.,d^| ferf-Q S^
.&)-H,j:ffl*JÍ* i$p4w.jais ^ottu^guj^^.v pcrd^a;t|a ^ jos
qw hüÍJlai) tpmad9.45Mf,a|:pa§ cpntrs^. fj^ y'qjii^esp^. ¿p-
Esta declasacioni tuvo ^(e&o ; la g^acnic/^ dq aque-
, ai4.Aiíad>a^yijPJÍ;¿ífjc.9d¡fifa4o59l?«p.,d clí» ^¡riftdle-
cu Y» ^ ' 8©
¥7* . .
'^ió i^acainpat a la vlsti de los enemiga, S-4[iiSinaí¿epa«
*fabá el arroyo de Alcántara V cuyas orillas altas y es*
^icárpadás 'strirSán dt foso al tattapo" át ios Focttfguésos.
^Advert]:da por el ^Dúqte su sStuaciofi «^ tuvb por convc-
'niente no darles lugar de atrincherarse i receloso de que
*las providencias d¿ Síorcia prevaleciesen. £1 dia de sao
''Bárcolotaé rdconoéióel'terfeno de ks eércaníasi y obscr-
*Srando cüri ¿U^Iosidad la pojéilbü'de los^eifiemigoSiSfr ase¿
í^rb de habbilos' cahsádt> dé léÁiporizaf tetca de diez
Sias;' ^'resblvíé -aty¿arft>s , y. no hablar mas de la paz:
erdenó.al Marques de santa Cruz disparar sobre d eoo*
^jKnigd^iai señas éiif'q^é estaban cóovtoidés 4e daría: bi^
^¿<y ¿Itviir una bktSfia q^^^ di cámi^ enemigo: eti-
''Vió''i!ri(%os(|ua!cr^^^ tropas de la dota:
^ Í£^ 4^^^ ^^ 4^^ descánsase el exercico » dejando oa
^^i^uenonamero 'de soldados sobre las armas » para qOQ
"^ sna A teniendo á lósenbmigds éñ ¿OBtinna acción ^ se hk^
"iíasen feH^idWll^^íftfóm- : - • '- . ^ * - - . .
f 'Tdmklas '«sta^ t^fcaudódes V ^ ^lMknllo 4os Ofi-
'cicles <y¿i¿ estaban á lá ñfeñte de sas cuér^^; les hiao el
^ discürsd'i^güieúteryálerosas Nadotates'i cuya disciplina
*' heroycáos'hace invencibles^' y-ias^httSá&iskibradas eo íil
^ÍÍctí¿ticli'éH Túnez y Akmataftiv iMUtf'^^áe^^ y Rin-
des I tienen al mundo no menos admiridk>'<)tfe feQ>er(Kk>:
^^lioy se ofrece una ocasión tan gloriosa á nuestro nom*
bre , como útílal Rey , que ós ha Megido para execiuAc
^Hk Sentencia que láTUSticiá pronünciéetk favor do S. M.
^'los enemigos c(ue vdsV y cotf quleÉí¿¿ hábbiS'd^'CoiSi-
"^bathr ,- ú^ b¿ éspdan ', no es la gente * rioWe del re^ no de
Portugal , sino la hez de el , ni los sucesores de aquellos
* ilustres Lusitanos, que en todo' el< Üiundo , y cbntra to-
adas lá$ Naciones de ci fueron fórmidablos y lemiMcsf
:^^fé&ioi'^\te jirécfedeh^e esco9> «ecáolíciKiMto ^ Ittgiti*
'^ ' ' ' ma
^mb ICey , estSo^eft imeM^ compftSia no menos valeroso»
. que ñcksi los deoKis , (^íiinid06 del tirano, no se atte^
yen á salit de Ws ¿asas* . í
£1 nómero;de lús que compotien elexerdto enemiga
es gecuevisoña , mal' conducida , ineptos para la obra
que quieren, emprender. Si algunos nobles aumentan <el
número de este vulgo, es bien poco* Aunque su yetro.es
sin disculpa y se tts debe mirar como infelices, y no como
fei>el4es. ^
Las armas que en el ocio de la paz usan contra las fieras
en ebmonte, traen contra vuestras picas y mosquetes : las
que buscaron ahora con motivo de la presente guerra,
' tiO'sabie'ndolasibanejá^, les servirán mas de embarazo que
* de. defensa; Nó és-su resolución morir peleando , sino es»
t pctM si los aconM temosa £1 Gefe que los gobierna , es
' tan incapaz de manejar la paz como la guerra; perderáse
ea esta ,. como se petdid en aquella , no habiendo sabido
- aproveicharse del partido ^ue le ofreció el Rey. A to«
dos hablo , soldados' mios , cuya experiencia hace á cada
-^no digno de ocupar mi puesto. Notad quantos pasos
sMs; hubieran costado caros , si su ignorancia los hubiese
advertidocqftáiitas' plazas hubieran detenido nuestras ac-
* -inas,^ii supieran que bien proviscas y defiíndidas podrían
:&u8trar las ideas mas bien concertadas. ¿Pero qiie ha^de
disponer un Capitán sin experiencia , y un Consejo sin
^SiUt0ridadf La posición tomada por su exercito , que no
puédeles mejor, que mal la saben ocupar* No es loque
-^«sp^ran^venoer., sino huir tant^ mas apriesa, quanto tie-
< fien inmediata la Ciudad , que dudo los reciba , sMos vé
' desvaratados. No tengo que encargaros el valor ,^ pues
conozco vuestra constancia.
Solo os encargo dos cosas: la primera , que cada Co*
fonel execute Is^drdenes que se le han dado, y ios Cap!*
tañes las que estos leí dierc& La sc^gundaes,, que Lisboa
-«74 , ,
-noha de ser saqoeaibu Pose cnotia ocatioiisebttBwH
jma el mismo precepto :. aUí por ser Giudadde san Pedio,
y aqaí por ser del Rey ^ no Ciudad rebielde i mno oobí-
. lísima 9 á qwen tta tirano oprime ; asi esrla voluoiad del
Rey» £a Roma os oCrecí recompensa del saqueo que
estorve i aquí hago lo mismo , y como aquella se cum-
/ pUoi esta también se, cumjrfirL . r . . <
Acabado este exorto i hfaK>. prestar yurameoto á l«s
Oficiales de que impedirían el saqueo de Usboa ea codo
lo que les fuese posible. Fenecióse tarde esta^ )onca. D# Fer«
nando de Toledo, y Don Sancho Davila, que se habtaa
, quedado los últimos f preguntaron graciosamente ai J>a-
^ue^que por que se inqoietabataotodebiconaecyadoQ^e
esca Ciudadysinsiberelsuceso que. tendrías y. les respeta-
dio: persuadios amigos ^ que tengo prevista isr viftoria^
que ha diez dias la huyo, pa^ndo mi tiempo á lasoriüas
' ^del Tajo en apoderarme de diversos Cantillos ,. que Kh-
.Uetan; sido ya el fruto de ella ). pero estad apuros q«e
t mañana batiré á los • Portugueses^» No debéis dud«rlo,>si
os acordáis qub nunca os he prometido nada que no ba*
' ya cumplido , y que la vldoría no ha quedadosaspensa
en todas las batallas .queime; faabeis; visto dan
Levantóse por/iaiminana antes que fuese día» ar«
móse f montó á caballo ^ liiao, poner el exercito en ba-
talla. Nunca los soldados manifestaron mas alegría y
-confianza} todos saludaron á su General' con grandes
aclamaciones I pidicndok/nd seidetu viese ea Uevarlospl
^ combate ^ protesunda que iban . á vencerá mocir i y. áp'
: zando \f> suficiente á lá custodia del campo y vagues»
* salió con Los demas« Prospero Colona iba en la vanguar-
dia con la Infantería Italiana: Don Fernando de Toledo»
' y Sahcbo'Daviia, prestos: cada uno á la frente de dos mil
hombres y hicieron. uñ gran. rodeo para ¿oger á los ene-
migos .en, flanJcoiElí Dñque^tícupó una altura, oon .|os
ilkteiBaim^iy'y i«i|vUi^ se ifian«
tuvo á distancia de enviar socónos en los parages que le
parecían necesatios.
£i JAarques de santa Cruz acercó .su iota a la de
los enemigos , que apresó enteramente con algunos
navios mercante^ Coíona tenia orden de no cñpé»
zar la función ^ hasta que Davlla , y el Prior llega*
scti s pero resuelto de no partir con nadie la gloria de
batir los Portugueses ^ fue derecho al Puente , le ata-
có con vigor ^ penetró la primera guardia > pero fue
detenido por varias travesías en que se hallaban mos«
quereros , que hacían un fuego terrible , y estaba
descubierto al que hacia de una granja vecina algu«
n^ tropa de infantería , que Sforcia de los Ursinos
faabia fortificado á pesar del Conde de Vlmioso. Don
Antonio , que estaba á la cabeza del Puente montado
sobre un caballo de batalla , exórtaba á los suyos de ha-
ces bien tVL deber mas con sus hechos , que con sus pa-
labras. Colona iba á ser rechazado , si no se hubiese
apoderado de una pequeña altura que mandaba el Puen«
te : sus mosqueteros 9 cuyo fuego era superior al de los
Portugueses, dieron tiempo de rehacer al resto de la in»
fantcría , que haciéndolo con diligencia extrema , y
volviendo á la carga con igual intrepidez , ganaron la
Granja espada en .mano, apoderándose del Puente , som-
bre el qual Colona hizo pasar tres batallones que encona
tro de los enemigos , que se defendían como leones. Don
Antonio estaba en las primeras filas la cabeza descu-
bierta > sé hacia menos notar por las armas, ricas , que
por sus acciones maravlUosasi sostenía el esfuerzo de
ios Italianos..
£1 Duque ^ advertido de esto , preguntaba á los que
jc^n mas larga vista descubrían de lexos^ que hacia Da-
vi-
1 0^
.vila« Le ^esporiáíerdn; qneilMlgfciiiílé ^r el^«a¿^
U Jiabia ordenado. Si su cólera ; dUo el Duque , no Je
hace errar el camino para socorrer, á los .Italianos , Iz
^fi(k<>iu es nuestras y »es Jasí que ; luego, queilegó^ y;
Dan JFcroando . con alguna ca^ller^^ a^rometieudo ea
flanco ai enemigó y lo .derrocaron'^) y. precisaron áhuir*
Avisado el Duque dé qué sus órdenes se hablan executa-
doydixo ásus guardias : aóiigosi hemos ganado la vi¿loria«
Hallábase sentado en una silla sobre .una pequeña alto?»
tá I donde descubría el campo de batalla > hablase man-
tenido algunas horas a caballa, pero los vehemencci
dolores de su gota le obligaron á apearse»
Don Antonio se mantuvo algún tiempo en el cam-
po 9 mas viendo los suyos en fuga , se retiró seguido del
Conde de Vimioso, de D. Manuel de Ponugal, del Obls«
po de la Guardia, y algunos otros Señores, y Sin dcr
tenerse en Lisboa , de donde habia hecho sacar loe
muebles mas preciosos de los Reyes de Portugal , y
mandado soltar á todos los presos de las cárceles , no'
paró hasta san Antonio , que está distante de aquella
Ciudad cinco leguas. Allí se hizo curar una herida que
le habia hecho un soldado Castellano en la cabeza , el
qual habia prometido al Duque prenderle.
Los soldados vencedores se hicieron dueños de ¿noi
délos mejores, y mas rico arraval de Lisboa, yempezabaa
¿ saquearle, á tiempo que D. Fernando y D. Pedro de To-
ledo acudiendo con un grueso esquadron de nobleza , les
hicieron retirar , publicando que los enemigos rehechos
volvían á acometer , y se hablan apoderado del campa
y vagage del exercito, á cuya voz volvieron á juntarse, f
corriendo contra estos supuestos enemigos, reconoclen-
do el engaiío, buscaron nuevos medios de saciar su ava«
riela } y esparciéndose por los lugares vecinos i hicieron
un
«77
nn boiin canto mar. coasiderahtd , quaoto los C{udada^
nos de Lisboa, temiendo su estrago , Iiabian transferido
á ellos sus mejores e&¿^os.
Hablóse mucho de la perdida de ciertos jaeces en^
riquecldos de pedrería de inestimable precio , que el Key
Don Manuel había regalado á los Infantes sus hijos, pa«
ra hacerlos participar de la singular fortuna , que le hizo
dueño de las mayores riquezas de una parte del Oriente»
y aunque se hicieron grandes diligencias para recobrar-
los 9 y se ofrecieron inmensas sumas , todo fue inútil»
porque ios que los tomaron , no fue con el ánimo do
restituirlos.
£1 Duque de Al va hizo su entrada en Lisboa , acom«
panado de todos los oñciales generales del ex^rcito , y;
nobleza^ todos armados ; . prohibió baxo rigurosas pe*
ñas » hacer ^1 menor insulto á los ciudadanos : hizo
castigar á aquellos que persistían aún en el partido do
I>on Antonio , ó lo hablan sostenido con mas calón
Echó del Consejo de Guerra á todos los Oficiales quo
aquel Príiuripe habla creado» y quitó los demás empleos á
los que los obtenían por el : confirmó los privilegios á
la Ciudad y haciéndola esperar de S. M. otros mat
amplios.
Los Magistrados de; Lisboa prestaron en sus ma'H
. nos el juramento de fidelidad á Felipe IL^ y queriendo*
ie hacer una magnifica entrada » la. rehusó iüciendoles:
que reservasen sus expresivas degnostraciones » para re»
cibir mas dignamente á S. M. que debía llegar en brevof
días. ^
Al gozo de la conquista de Lisboa se siguió el
del arribo de la nota de Indials á su puerto. Estaba des-
de algunos dias en la rada de Cascaes , y no se espera^
ha para entrar ^ mas que la tranquilidad de la tUudad^i
Venia fmiy.lntcra«da jwrxlwata dcl&ey» i:£l Qah
tom. XIL Z ■ 51^«
#78
que la hizo poner en el tesoro real , paganido antes todo
lo que se debia á los soldados»
Felipe 11.^ se mantenía siempre en Badajoz ^ por ig*
notar la suerte de sus armas y y no*baber recibido cot-
reo ninguno desde la toma de Setubal: los enemigos del
Duque interpretaban á malo este silencio, mirándolo
como efe¿to de un odio inveterado contra S. M. , á quico
tenían gran cuidado de sugerir cosas siniestras. Felipe
lo sentia , y mucho mas quando unos mercaderes. re«
¿rieron, que hablan visto el combate de la flota , y de
los dos exercitos > pero que Ignoraban qual de ellos ha«
blatenldo'la ventaja» Creíase que el Duque habla sido
vencido , ó á lo menos no era completa su vi¿ioria , por-
que no creía S. M. hubiera faltado á informarle s peto
le sacó de este cuidado la llegada de Don Fernando
de Toledo , hermano del Marques de Y illada , próxiioo
pariente del Duque , con la noticia de la vi£loria. En-
tregó al Rey las cartas de su General , con exáda relar
clon de todo lo pasado desde la toma deSétubal, disculpán-
dose de no haber escrito hasu darle la noticia de la sumi*
sion de Lisboa; quedeseaba con impaciencia ver á su Rey,
y que los Portugueses , no respiraban sino obediencia y
respeto. El Rey exagero mucho la prudencia y valor del
Duque , ponderó su desintef e^s ,. y zdo en ev'itar el sa-
-queo de Lisboa. La alegría con que esta noticia colmó
la Corte de Felipe , no fue de mucha duración. £1 Rey
cayó malo , se desesperó de su vida , y aun se publicó
que eíra muerto. £i Duque turvo mucho sentimiento de
esta infausta noticia j porque conocía las contingencias
•del tiempo, no dudando que la guerra- de Portugal vol-
^vlese á empezarlas con vigor , y que los Portugueses ha*
fian sus esfuerzos para sacudir presto el yugo que acá-*
baba de imponerles : por estd mptivo quedó acampado
ÍMsta el Xp de Septiembre sobseuna altura | que ínan-
J .. din-
i7>
dando iaGiídadi U ponia a cubierto de coda sorpresa , y:
mantenía en respeto.
Avigoróse el ánimo de Don Antonio con la nueva
de la enfermedad de S. M. , y la falsa noticia que se
divulgó de su muerte* Hallábase á la sazón en Oporto^
procurando rehacerse de tropas capaces á vengarle de la.
derroca de Alcántara. Este Principe habla huido como que-'
da dicho de aquella batalla. Los de Coimbra le abrierooi
sus puertas : levantó cerca de dos mil hombres en ella , y
en los lugares vecinos I á la frente de los quales comd
por asalto á Abeyro, que babia osado negarle la entra-
da : la abandonó al pillage, y temiendo Oporco igual suer-
te y recibió á Don Antonio como á su Rey ; que siemprjo
firme y y creyendo después de estas ventajas , que nada
te sería imposible engrosando sus tropas , hizo un pe«
queño cuerpo de quatro mil hombres ^ que le parecid
ser mas que suficiente para reparar sus perdidas , ha«i
biendo nxuerto Felipe, como se habla creído.
No estuvo mucho tiempo sin desengañarse* £1 Du«
que de Al va. destacó á Don Sancho Davila con quatro
mil infantes, y quatrocientos caballos , para perseguirle»
apresarlp , ó echarle del rey no. Debilitado este destaca-*
mentó en pocos dias con la deserción , y enfermedades
contagiosas qáehicieron perecer mucha gente , se le re*
forzó con el regimiento de Don Diego de Córdoba. Da*
vlla fift recibido en Abey ro con alegría , y pasó á toda
diligencia i las orillas del Duero , defendidas por Don
Antonio con seis mil hombres que le prometían derra<^
ciar su sangre, piava conservarle su corona. <
Davila, por la falta de barcas para pasar aquel rio»
que las lluvias engrosaron considerablemente, y los Por*
tugueses las hablan ocultado en los lugares situados en las
márgenes de las orillas que ocupaban , hizo partir a
Don Antonio Serrano coo alguna caballería i para bu4-
#*«« '
tSo -
cvtxn tos logaties Íntae¿ÍMm . tiárc2$\ y «fidal» pac^
construir algunas. Los pescadores del lugar de Masare*.
Uo y indignados de que los Portugueses habi^m quemado
sus barcas ^ dieron las que tenían.
Serrano las recibió con gusto » hizo entrar una par-
te de su destacamento en ellas i y haciendo fuerza de
remos 9 descubrió luego las de ios enemigos ^ y ocultado
i los suyos los mandó seguir poco después. Desnudóse^
y paso nadando á juntarse con algunos Portugueses, que
ae babian dexadó para custodia de las barcas,- Le reci-
bieron con tanto mas gusto , quanto les aseguxó que la
crueldad del Duque le obligaba á tomar la fuga. Dje-
ronle vestido y armas» de que se sirvió contra ellos s por*
que lu^o que llegó su pequeña flota , cargándolos de
cuchilladas quando menos pensaban , y aturdidos coa
la vista de los soldados ^ que venían contra ellos , se
auyentaron abandonando sus barcas , de que se apode-
raron 1q3 Castdhoos^ y las llevaron á Davila , que las es?
peraba con impaciencia*
Aunque no había mas xle cinqüenta i y en la precU.
sion de no{>oder pasar el exercito , y eso en diversas ve-
ces j no obstante se resolvió á . embarcar su vanguardia,
que formándose en la orilla eo orden de batalla , y cu*
bríendo eL resto de su tropa , dio lugar á medida que
volvían las barcas , de hacer pasar su exercito á la visn
de D. Antonio. Este Príncipe, que estaba acampado á la
orilla opuesta sobre una pequeña altura ^ se prometía
vencer á los Castellanos, quando conoció que sus tropas
estaban mas. para huir que para peleax: recorriendo
las ñlas con la cabeza desnuda , exdrtaba á cada uno al
cumplimiento de su obligación» Todos le hicieron gran*
des promesas , y todos huyeron luego que vieron al
enemigo en el rio , sin tener el valor de disparar un
íusilaao. Don Antonio quedó morul de la confiísioti.
i8r
y animado (iel valar , quiso ppo&erse sofoástticneaii*.
gos , y poner fin á sus desgracias por una mueue he-
roica $ mas el Conde de VimiosQ , y el Obtspo.de U:
Guardia I sus afedos , y/otrás gentes de jdiscincion.disn
puestas á seguirle j le impidieron este .genevoso desig^
nio , dándole el parecer de retirarse quanto. antes áda el
mar , y tomar el primer navio que encontrase»! para pa<*
sar á Francia , 6 i Inglaterra* Convínose á la^iostao«f
ciás y pasó al puerto de Viai^ y embarcóse en un navio*
que iba á hacerse á la .vela para Francia j apenas se levan-
tó el ancora ^ una furiosa tempestad le hizo volver al
puerto con el temor de ser arrestado , tomó tierra^
y disfrazado con el trage de pescador , .se ocultó lo mers
íor que pudo. Dixose que este trage , la pesadumbre ^ yi
el trabajo le hicieron en tan brevjes dias can descoció^,
cido 9 que algunos Españoles que lo buscaban para gar^
nar algún premio ^ le preguntaron por el , y otrps Bqrr
tugueses fugitivos i i que -respondió , qoef t«dos 8<;-' ha-
bían embarcado I y que creía hubiesen, perecido en iaül*^
tina tempesta^.
Vagueó en las montañas y bosques hasta, el seis
de Enero de 1582*9 ;que vistiéndose de Religioso irán-»
cisco I y embarcado en un navio, Flamenco lo conduxo
á franela ^ donde murió el a 6 4c Agosto de 1593 9 de*
xando un hijo natural 9 y ^1 ásus pretensioties. La total
ruina de D.Antonio 9 y la toma de Oporto, sometió todo
lo. que estaba al otro lado^del Duero sin resistencia : los imf
perios 9 reynos y provincias dei Asia, África y América;
dependiemes de Portugal 9 reconocieron á Felipe IL? poc
su legitimo soberano : en fin de toda 1^ Monarquía PortUí>
guesa 9 las solas Islas terceras quedaban á D* Antonio, que
también Jas perdió en brevet Tal fue.el fruto de la vi&o*
ria del. Duque 9 y sus continuos c«tda(Ws« Cpnqiiístó á so:
Príncipe ano de loa mayores Jgiperipi 4«l fwo^o ea
í«i
menos de cinqfienta dias, contra unos pueblos hasta en^
ronces conocidos solo poc sus victorias > pues la única
derrota considerable fue la del Rey Don Sebastian | y;
hubo pocas batallas eti donde lo$ Portugueses no que*»*
dase» vi^oriosos.
Felipe IL^ antes de penetrar en Portugal , quiso coa
cxemplo de seTcridad ganar el corazón de sus nuevos
vasallos ^ y hacerlos olvidar su antigua libertad , por tas
quejas que fo hablan dado algunos 4c los'pxcesos de la-
tropa. Envió á Don Francisco de Villafañe, uno de sus
Consejeros de £stádo , para informar contra el Duque,
bis ocíales y soldados» £n público nada se hizo que le
diese 'que s^emir ^ no se le Interrogó , til tuvo orden de
ttsponder ácstt Jua; ; no obstante que sus enemigos
opinaban que se le debia hacer dat cuenta de sa coa«
duda f y del dinero recibida para los gastos de la
guerra.
- Cüomo nada le hacia temer , y su grandeza de alma
h>' hacia superioriá todb^ recibió muy^b^en á ViHafanei
le hizo entrar en los Consejos de Guerra i| aunque sabía
no eran asuntos dp Togados : pero obró de este giodo, 6
por dar á conocer quanto honraba á^ todos los que ve«*
nian de parte del Rey /ó por no acrdcentar el número
de enérhigbs. Villaf^e le comunicó las órdenes de S. M«i
ho quiso diferir I á'Cllas^, á limitación de Don Gonzalo
Fernandez de Córdoba (llamado el gran Capitaa), quien
en semejante ocasión no quisa responder á losComi^^
#átlds que Don * Eeírnando el CatóKcp había nombrada
|íava"exámtnac su condu£ba , y dixoá este Consejero con
5u acostumbrado desembaraisó : no dar¿ cuenta sino al
E.ey de mis acciones eo este paitkular, y del dinero que
me ha^ entregado , del qual S* M. parece ha^rer mas caso,
que de \iñ capitaft que lo ha servido con tanta reputa-
'don ; le pondré eb ¡iñcis de cuentas f reyaos> conquis*
^8j
tas, y conservadas ví&oriás señaladas, igrandes sitios , y
mas de sescnca años de ser vicos sin iotcr misión ^ y si no
hay bascante para satisfacerle , le cederé mi patrimonio,
en otroxiempo muy considerable, y hpy muy 4í9minui-
do con los gastos que be; hecho ppr.el :vt)ico bien dd
£stadOé Finalmente le daré en reenes i ^mis dos hijos^
uño de los quales hizo triunfac las, armas de España ea
diversos encuentros, y acabó de facilitar ppi; su3 acciones
heroicas la conqUista.de FoícugaU y últimamente si
S. M. con todo no. queda enteramente, satisfecho , le da"-
re mi propia vida para ¿oncluir la paga de lo que fuere
alcanzado.
£1 exército fue sumamente disgustado de este .pror
cedimiento , y lo hizo conocer por su tristeza , quejas y
amenazas : Villafañe se atemorizó , y mas quaodo \^
soldados le hicieron saber | que le importaba la vida en
no continuar la pesquisa , y .que dersamarian la última
gota de sangre, antes que sufrirla.
Un correó del exetcitjo que mandaba Don Sancho P4r
^Vila acia el Duero i acabp de consternar, á los que. acauíf
paban tn lás> cercanías' de 'Lisboa ,. haciéndoles saberi,
-que Tebaldo , Juez de la Audiencia de< Gajicia , habla
•irenida al exército ^ y. hacia escribir m6qH>rias..diSctod^
lo. que se podSa acusar á los loficiales y soldados ,.. para
castigarlos y . d negar las recompensas quc¡ imcreciao sut
Vidorias , y loff servicios hechos á S.M. ' .
Los oficiales y soldados no podían disimular la irá
^lue les causaban estos procesos : todos maldecían una
-guei^ra , .^uyás ventajas, causabant. sus des^aciai.< Los
pdncipales se quedaban con modo respetuosa; pero la
mayor parte de los capitanes. , y demás subalternos , no
conociendo limites á sus quejas, declan: hemos coaquisr
tado en menos de cinqüenta días todo lo que se exticcide
des-
áchsic el Miño hasta ceroi dé GiiialdaqQlvir , en mc«
nos tiempo que el que el Rey hubiera podido empleac
en recorrerlo : hemos aguantado con toda la paciencia
|>osible I el hambre » y los ardientes calores de la cani-
eula en un pais tan cálido como Portugal » apoderan*
donos de diversas opulentasCiudades, y saliendo de ellas
tan pobres como hemos entrado > siendo tanta nuestra
moderación f como privarnos de ios frutos de nuestros
males y y recompensas iegitimamenre debidas á nuestros
trabajos I para conservar á S. M. un rey no poderoso y
floreciente, que los que nos persiguen iban á saquear. ¿Es-
tos son ios delitos , los excesos que nos atraen una hor-*
Tibl,e persecución , y estas las recompensas que debea
esperar del Rey las gentqs de valor , que le someten rey-
'tios^hccrqSi derraavindó su sangre, y perdiendo su vida
por su servicio? Estas, quejas y amenazas fueron tomadas
diversamente en la Corte : uqos no las desaprobaban»
otros las miraban como atentado contra U autoridad del
-Rey ,* cuyo zelo y consiancia por la justicia alababan;
jotros trababan áeste^ Príncipe de avariento y sospechoso,
afeando se hiciese tan grande afrenta á un capitán iaa
esclarecido , y á un exercito viftorioso^ y que no recora«
pensase la conquista.de 4in reyno sinq con injuria* £1 Du'^
que; de Aiva ^ qne. isii inocencia defendía , no se tíáf*
barazaba mucho en hacc^ evidente la adversidad de sus
enemigos, ni aún en. contener las amenazas , y quejas de
los soldados \ complacicfndose de que vengasen de este
modo la afcemaque.se pretendía áda el Rey^ y los apa«^
^iQtizdoÍJ consejas.de sus Ministros i sin que - pade^^
ciera^el ^seceb ^ de (que ¡contesta ócaiion los solda-
dos 410 tuviesen pot el .codo el respeto debido , y^
que este fuese motivo át caer su autoridad para co«
ClftOS»» »*.--',' '^' ' ...,..,. ji' . . I ,
/
X&5
AígOAos le aconsejaron se presentase ¿ íoVamotína*
idos y para que su presencia los volviese á su obligación:
j¥spondia.á esto, que no aborrecía tanto á los soldados
4e su ex^rcito, para darles ocasión de cometer un delito^
maltratándolos por estar animados de la razón : que no
jcstaba la sedición en aquella exterioridad en compromi*
%o 9 cuyo discurso fue causa de divulgar en el mundo,
que se alegraba que la tropa explicase su sentimiento,
y manifestase en el la poca reflexión coii que el mismo
Ministerio procedía. Villafane temeroso de las amena-
zas de los soldados, no menos qiie del silencio del Duque,
cesando en sus pesquisas , solo dio parte al Rey de la
resistencia del Duque en executar sus órdenes ^ y^
que los soldados estaban irritados de tai modo , que
parecía imposible aquietarlos: que le amenazaban de
quitarle la vida , y saquear la Ciudad y demás pueblos,
de proseguir en ella. £1 Rey enojado tanto , como podía
el Príncipe mas zeloso de su autoridad , despachó cor-
reo al Duque con orden de interponer la que tenia so-
bre la tropa , para contenerlos , y castigar los mas delin«
qüentes , evitando la sedición en su desobediencia. £1
Duque respondió á S. M. que no era culpado en lo que
se le a^cumulaba : que nunca le habia dominado la avari*
da : que lo probaba bastantemente el mal estado de sus
negocios : que siempre se oponia á la sedición de los sd^
dados : que no habia sufrido que usasen de sus pasiones:
que los habia tratado con mas rigor, que al que le inclina*
ba su natural clemencia : que nunca habia tolerado los
excesos de la tropa, ni le habia fiíltado ánimo para corre«
girla , pero que en la presente ocasión no podia oponer-
se á las justas quejas y gemidos de los soldados, bastante
castigados de verse pobres y miseros, después de haber
hecho una conquista tan considerable y rica: que les era
licito llorar su infortunio , quando no tenían por rer
i85
compensa de sos servicios mas . que menosprecios y
aírenos : que tx>dos se hallaban prontos á obedeces j y
persistían como el en la resolución de derramar hasta IJt
última gota de sangre por el bien del Estado y y por lies-
var hasta el cabo del mundo los límites de la Monar-
quía Española : que no se les podía tachar hasta ahora
sino algunas quejas un poco libres : que no con venia
aburrirlos en tiempo que la Francia ¿Inglaterra se arma*
ban por Don Antonio , y que los Portugueses atentos
hacían conjeturas de su suerte , por ' la del exército quo
los habla sometido : que el estaba pronto á dar cuenta
á S. M, del dinero que le habla sido entregado^ y le ro^
gaba al mismo tiempo le permitiese retirarse , {>ara qcvl^
par el resto.de los pocos días que le quedaban en las co<^
s^s de su salvación.
Auiique esta carta no sosegaba el enojo del Rey,
se entregó al.disimulo como tan avisado en este artes pe-»
ro no pudo menos de decir á los que se hallaban cerca
de su persona -.debe confesarse , que el Duque de Alba
BÓ tiene menos arrogancia y altivez , que valor i men-
tó y fidelidad : á fuerza de constancia y dulzura quiero
ganarle ; porque es de mis intereses conservar un hom-
bre de ese peso. Daré exemplo á todos los Reyes ^ que
deben, despreciar sus sentimientos ^ y no tener maso}0S|
ni mas oídos y que para el bien público de sus Estados.
Las cosas se quedaron así $ el Rey llamó á Villafañe y
iTebaldo , ¿ hizo quemar la sumaria que empezaban.
Como no es del asunto hablar de la entrada ttiun^
fente del Monarca Español en Yelves , Lisboa y otras
Ciudades ; solo notaré, que después que los de ejsta Ca«^
pital hicieron el juramento de fidelidad á S. M • , el Du-^
que d¿ Alba le instó fuertemente le permitiese retirar-'
sei su Casa, ix>r hallarse quebrantado de vejez y en*
fetm^des t «no siendo necesaria su asistencia en un país
• • •
187
que AcÉ^vSít la presencia del poderoso Rey del orbe.
Felipe le respondió ,.que primero se desharía de suexcD-
citoy guardias particulares , que permitirle retirai^e^
por esperar mas de su prudencia y sabiduría, que de
todas ^us fuerzas : que estaba persuadido ^ no había que
temer en ¿1 parage donde el Duque' de Alba se ha«*
liase»
Aunque esta respuesta atradiva le obligó á quedat'-
se , iba muy de tarde en taxde á la Corte con el pretex^
to de su gota i no> saliá del quarto , ni asistía al Conse-
jo sino quando se le llamaba^ y no daba su parecer has«
ta que se le pedian i pero aunque quisiese conservarse^
'y no dispertar la indignación del Rey ^ ni los zelos d¿
los émulos y no podía contener su libertad como enemi^
go declarado de la lisonja. Siguió á S« M. en la Ciudad
de Tomar, donde habia convocado las Cortes de Portu^-
gal, en que le asistió muého con sus consejos^y le entregó
una memoria llena de instrucciones , para conservar sa
nueva conquista , que á haber seguido tas acertadas
máximas que contenia , no hubiera llegado el caso de
substraerse del dominio de Castilla aquel reyí^a
Acometido el Duque de sus violentas incomodida-
des I y acrecentadas con una recia calentura , entregó
su espíritu al Criador , rindiendo la vida en brazos de
$• Mi^eldia xi de Enero de 1582 , á los 74 de su
edad. Mantuvo.perfeílb conocimiento hasta los últimos
instantes de su muert^ £1 Rey se hallaba á su cabezera^
y apretándole la mano i antes de espirar le dixo : Señor,
quiero antes de dexaf la vida justificarme ante V. M.,
prometiendonáe creerá fácilmente á quien está tan cerca^
no á dar cuenta á Dios. Siempre he preferido vuestras
ventajas á las mias , he distribuido justamente las sumas
que me habéis confiado , he gastado mucho de mi patria
monioen beneficio del Estado. Nunca he atendido en-tó
nr/\.
\
provisioh de los empleos' y hónorjc's á Icís ¿mpieños , ni
al favor s siempre he preferido el mérito y virtud : os he
amado con terneza y constancia : mis consejos siempre
han sido fieles y desinteresados : nunca he pensado en
ofenderos : aunque mi verdad y desnuda de afe¿^cion, me
ha concillado algunas veces vuestra indignación , dexo á
V. M. , y á los que nos sucedan, el juicio de mis opera-
ciones. Últimamente os he servido con la fidelidad que
me ha sido posible > os deseo una dilatada y feliz vida,
y un rey nado floreciente. Proferidas estas palabras, y no^
pensando mas que en la vida eterna , haciendo retirar
á todps los que allí se hallaban , fue á gozar de su
Criador* £1 Prior Don Fernando su hijo natural, hizo
hacer su funeral , que en mil emblemas representaba
las virtudes heroycas de . este ilustre varón ; y embal-
samado su cuerpo , fue conducido desde Tomar> 9 Aí*
ba , y depositado en la Iglesia de san Leonardo, de es-
ta Villa I de donde Don Antonio Alvarez de Toledo
y Beaumont , Duque de Alba y de Huesear su nieto^
le hizo transferir á la Iglesia de san Esteban de Sala*
manca ^ y poner con mucha pompa en el Panteón de los
Duques de Alba.
AHÍ descansa en un ma^gnifico Mauseolo este héroe»
cuya gloría se esparció en las quatro partes del munda
£ra hijo de una Casa , cuyos esclarecidos ascendientes
hicieron profesión de las armas r excediólos á todos , y
ninguno de sus sucesores le igualó. Hizo sus primeras
campañas en el rey nado de Don Fernando el Católicos
continuó en servir á Carlos V.® con tanto aciert.0 , que
jnereció mas aprecio de el | que de ninguno de sus va-
sallos, mirándole como su verdadero discípulo. Fue ad-^
^irable su constancia , su sabia condu&a , su intrépida
en los peligros anas grandes jamas fue vencido : batió
siem|>re sus enemigos y y muchas^ veces sin sacar la espa*
da.
'da. 'Ten^^^cnr axáxiina ho aven'tuxarlnsuf^ V^^^*4Ú^^^
cceía no poder vencer teixipQcizamIo i y ^ti.btecaso ¿ada-
ic detenía ) los rios mas anchos y rápidos ,' los cerros es-
carpados I los campos mas bien fortiñcadps no le eran
obstáculo > soáo servían 4e áiunencar su gloria» i ^ -^^
, . Mantúvolos soldado&tauna. disciplina tan exáda^
que no se les vio comecet d menor desorden >. fueron ih^
vencibles mientras la conservaron ; cuoaplia reHgiosámen-
te su palabra, castigaba con rigor al que lo merecía 3 por
esto se hizo notar dsi severo^. bien es verdad, que esta
procedía de la extrema aversión .qíie tenia á los : vicios»
Pocos Capitanes se han visto maspiadosos ^ni: fieksiá
Dios y á su Príncipe. Su casa estaba muy arreglada , d
.vicio no tolerado I y se puede decir poseyó, en supremo
agrado, todas las virtudes que constituyen los grandes
héroes. Hubo pocos, que le. igualas^n^^y ntngaoa^uá
le excediese. -■...';..•: *• vj
Sus primeros hechos fueron ^ ; echar á los Francesos
de Cataluiíai y io$ impidió aiacax la Navarra: siguiór^á
Carlos V.^ en la fangosa. e«pediciQn de Túnez > en que se
hizo distinguir.} pasó. (;on;eLá italia, oaandab* . en: :stt
excrcito quando pasó á Francia ^ no^ omiúó xi^^p^^
.apartarle del sitio de Marsella. Lució particulacmenté
en la guerra I que los confederados de la liga deSmalca-
da hicieron al Emperador ^ y cjh) oiiiy poca gspte. hlr
zo inútiles los esfu^ra^os de su grande ex¿^ci(p.^ pQt ms
dilaciones y frequentes escaramuzas |dc^rrotan4p:ttnüS
tras de otros > puso ñn á esta guerra con la señalada vfcr
loria de Malberg , donde el caucbloso £lva fue paravcl.
un pequcñq arroyo. L^lpcrx^ 1? lí»l» d? ia.cppjst^níicioa
eo que la h^biatr p}|9Sto lasa^m^s Fratxr^asj^.y WV^ut
gestiones de los Carraos;, sobrispj jip Pas^jo^V.^ obli-
gándolos á hacer la paz , triunfando su piedad en aque-
lla guerra 5 ella sola salvó á Roma > que hubiera toma*
do
^90 ^
^ d0 si faahkse 4u3sr!da Pasó á Elandési castiga los Gefes
de los rebeldes, ireficló álos AieiDaiies y Flamencos, aii.^
yentó los Ugpnotes de Frsínda, qae acadieron en socor*
i£o del Príncipe de Orange , y. apoderándose de Ciuda-
des , haciendo sitios señalados^ iba áí restablecer la quie-
tud en aquellos Países I quando sus eufermedades-k pre^
•cüaroA á saUr. La conquista, del rey no de Portugal co«
roñó sus hazañas > parece que la divina Providencia lo
habia reservado para someter coa este reyno qua$i todo
el Oriente á la Monarquía^ Española.:
' > >Sus virtudes ctvi^s no le acompañaron menos que
las jnilitáres : igualqienis triunfaba en los consejos , que
i ia frente de los exercitos , aunque sus di£kámenes no
eran siempre aprobados ; necesitó fanto de su pruden-
cia conio de su ñrmeza, partí mantener su autoridad en
ia. Corte I, y en^ q1 gavineté de un Monarca , que resistía
conformarse á su virtud austera, y entre un gran nume-
ro de enemigos declarados y envidiosoSé Las calidades
eran , de estatura mediana , kcara larga , los ojos vivos,
y llenos de fuego , que en sji vejez fueron ásperos; sa
mlrat era seguro , 'y álgui^s veces! terrible $ la frente
ancha y levantada; pisaba firme y grave i era infatiga-
ble , dormia y comía poco » no fue delicado s hablaba
poco , y al caso : no se puede concluir mejor su histo*
lia I que^con las propias palabras del Rey , que viéndole
espicar 9 áíio 4 los que estaban al lado de su persona las
siguientes^^^ Hoy conozco, que nada es mas desprecia*
9)ble, que ios presentes de la fortuna. Si su avaricia nos
»dá'álgó 9' es para quitarnos mas. Apenas- me ha puesto
9ien posesion^de un gratíde^ reynó^ quando- me priva d¿
9>un lúayor bien i quitándome un Gápitan tan hábU co^
nmo valeroid i '^ de una fidtlidád ¡sin exetñglo.^
DIC-
19^
í • ' * • » ' í 1
^9^^
V
DICTAMEN
DEL MAESTRO FU. JGÜSTIlf ^.^^..,
PRIOR DEL CONVENTO DE ÍA PÁSIO^ EN MX^klIf,
'Respondiendo á la consulta que sélebace^sobredeudat
antiguas de la Real Haotendúé ^
> * » ^
as questiones propuestas en ttta consulw nd 6t>il
de la mayor dificultad j si ise tratan enjcroiitios^enira*
les. Apenas ) pues v habrá c^uien du4e sobre íaptííAdrá}
que tánfo elKey £onk:i el rey no estárn ofbllgadésá 4»
satisfacción dé lás'dfewtaa Cohttaídas^'por los h&^úÁt&&
antecesores ; ni tampoco puede dudarse , qut ^tbeti
séi; preferidos á ellas los alimentos presentes delEstadot
/quando no es posible atender én. él di^ á uno y otro?
sin que pot esto se itntienda'^ prescrita ; 4 'evacuada M
primera obligación ^ sino solamente suspendida^ Iníéritf
que sea posible atenderla. Ni es concedido á los Teólo-
gos , ni á ot(o algún vasallo el examen de los hechos,
sobre que vulgarmente critican los ociosos , ya ponde*
rando los grandes fondos del erario , ya discurriendo so-»
bre las disposiciones , que ocasionan la escasez de medios
para las mayores importancias de la Monarquía. Es*
te lenguagc de los ignorantes tiene contra sí repeti-
das maldiciones , con que Dios en su santa Escritura
les anpenaza ^ porque como S. M. es quien pone por sU
los Reyes para el gobierno de los Pueblos j así tam-^
bien
bien se ha reservado poner la residencia , ó juicio de es-
tos» Vicarios^suyof' • vde, 8ucí:íe ,..quc, únicamente nos se-
ra permitido exponer con veneración nuestro dictainen
en aquellas accicmes^ dudosas f que fcr nos consulten;
pero nunca arrojarnos con temeridad á censurar las
cy«^ ya estáis executadas, niá d^cucrir sobre aquellos
héichós que el Monarca nos jprópone como seguros , y
bien cxái^inados.,/k e?ta verdad aludía san Gregorio Fu-
ronense ^ bablando con un R.ey de Francia en estos tcr^
mlfífm : 4i 9PÍ^ : dg nobis , ó Rfx y justitU tramites tratU'-
.gredere volufrft > ?» tf cgrrip} poteft 5 si vtrp excesseris^
quls te eorripiet\ Loqmmur eam tibí > sed, si volueris , audísi
si autem nolueris , quis te damnavit , nisi is qui se fponun^
9Í4VÍf esfel jmtHíamt ' r . '
.. % Pero ya que la misma consulta, en las reflexia*
p^ y reptaras, con que viene ado^riada , nos la ha queri*
4? $?iííir de los tctminos generales , parii íqyc cada uno
pl»p4>)}pfOpi0fiQr su djdamen ,- contraído precisamente á
{ii^^firci^nstancias , en que se encuentran el Rey y el
f^yfTP) prpcurare exponer el mió con la. claridad , y
f^ficision que me sea posible , Ijeya^i^do siempreipor iior-
te las máximas que dexo • esxalp^lefidas en el oúmei;o an-
«ppdentp.; . . ^ .
»
f •"
4 j >
' ' . * - . . . •
< .' •> «
íT r
t>^' f
V
X
I
->
1*3
Examínase la qiiestion sobre si estas deudas son del Rey ó del
reynoi
3 Por loque mira á la primera question , y quan«
to en ella se toca en los siete números del punto primero»
no tengo duda en que todas las deudas contraidas por^
los legítimos Monarcas antecesores , inducen sobré et
reyno una precisa , y direfta obligación , con que este
sé halla gtavádo á su paga s y por consiguiente que et
Rey , como cabeza del estado y y en quien reside la po»
testad absoluta de dirigirle y gobernarle , debe satisfacer!
á esta óbíígaci^ní de suerte.i que en mi diftámen el rey-»
no ós quien ^é^kalla diréélamente obligado en todos sus"
fondos á pagar estas debidas , y él solo indirédamentei
y en calidad de gobernador supremo , ó administrador
absoluto y á quien corresponde la atención de distribuir
Ui rentas , que tí estado* le subministrare > aplicándolas
según la gt^düaéioii de sus destinos y pues nadie pUedc
pedir que se desatienda en el dia á la subsistencia de la
misma casa real » manutención de la tropa y ministerio»
qué son los precisos alimentos detestado » por acudir
'^ la satisfacción de las deudas, antiguáis , quando el pron
dtt¿^0 K> contribuciones no alcahíab. para uno y;
otro. ' '
^4 i Según ésta Wgla, es para mí de poco ttiometftc»
fodoquánto se dice en órden^á los'bieñesiibitos » quá
dexan los kéyes al tien^po de^ su^ oíüerté » i>ues yo ú6^
he podido cémprehétider jztíiás én la cónsYif ucion de
nuestros Monarcas esta diferencia de bienes vinculados^
5 libres que tan vulgarmente óígo $ ocasionada en mi
idámeíi 9 de Id confusión qué se hace con el e^abl^ci-
ii««í»il> dé Otr«*íífóharquísís f'^óí de la slmlUtttdíQÍdtf lo©
MayóráagM^^Oitfttiíts;- nri.:.:;, . ; -k> : í ^ ': ? -^'.n;. nio'j
: Tom.XII. Bb; P^l
*^4
£n aquellos estados mixtos de Monarquía , y Atis«
tpcradaí ó Pemacrapia^don4ea}.Rey se le. consignaa
fondos destinados para la dccenjcia de su casa , para la.
maoutendpn de su tropa , y paca los demás , fines ^ ya
emi^do.niuy bien ^ que si $e. ejcccdiese ^n ¿os gastos y
contcagere algiifiOiS empeños, deberái) «obrar los acreedo-,
i^ de 1q$ bienes^ quedexarc al .tiempo. de su falleci<^
miento s pprque no conttaxerpa con el ests^do ^ sino cov^
q1 Príncipe i y sobre aquellos fondos ,que se le coivi>igr»
Qs^ban I y de que librepiente podia dispoper ) y así cpr-
le de. su cuenia di riesgo 4e U insolvencia , ó .mala
6. Lo mismo diría, yo respeto de Iqs Príncipe^ t que
Üiiviesenr: algún . ps^trimonlo con independencia de la
49t4Cion del es^do » como. los. primeíos £fupeM49re$
j^pmanos desde cAugustp ^ que ocupaba. el soUo^ no por
suc.e$ipn regular 9.sino por aclamación^ pelef%ioii., que
f;e(;ayendo 4t(p en perdonas <lisi¿nguidas del ipísmol^i-
periQ^ Uevaban.^iei^precon^go.las rentas . p^trimcnua-
Jbcis de ^u$ c^^s, con cuyos fondos^ y los demás que $c
aplicaban paíasu manutención, y subsistencia (llao^os
cpmuftmente decechos del fisco), no tuvo en muclips años
eonejcion alguna^^l eracio. publico y que;$olci . esuba des-
iHiado par;a los priiKipPiks negocios del í mpetio., y de
esta diferencia que se halla en las leyes de los Rc>-
«ItDo;, ha, nacido^sin duda la cpnfusipn (de ^queUos,
^«e c^u^en iíisiingulr igualmente e^ nuestros Ji^eyes 1^
deud$^ t99ifi^ y jyirs^oalf^ ^^.l^a^ieod^ gradiucíon de ías.
pCimer^sporloi^ ^ppenps cQntraí^PS^on la,trp(^9 y A
;, j^dinisteria^ y<le las^segundas por los que diaanafide la
9«stepci.a. de la Casa r^^aU .
-: 7a. También puede haber 4adQ alggn mptiyp á esta,
«opfB6ÍPi).4ií?i ?UnlUtud^d^l rj;yno.cpn;lfl» tmayprfyKgpít
comunes , por la j^oca refleiiqa d^ Jp^^uc couaa á tcuñ
.'*: tar
^99
tikt estas qucstloñes i pues con haber encontrado que la
Eucc&tou del riey no slri^c de regla para suceder en los d^
mas mayorazgos del óidcii recular , ya qaieren que to«
das las leyes y decisiones^^ que los Juti&consuUos acornó*»
dart a líos i^articulares» hayan de venir muy bien á quan*
fós Sucediesen én los mayorazgoi ácL reyno ^ y como
te encuentran los bienes libres^ los frutos y rentas del
mayorazgo hasta tal día; la$ deudas personales del pd-«
seedor y y las ^jue están contraidas coh fiículud fealn
quieren desde luego aplicarlo todo al reyño^ y á svá au*
gustos sucesores » y que aquilas misinas leyes y ^ opl»
oiones tengan su juego y lugar en todos ios negocios. det
la corona»
S Pero si nos detenemos é considerar un poco fa
-coiistirucion y naturaleza de un reyno como el nuestro^
^Oe sin duda <s de Monarquía absoluta , ó íodepeoK
diente i na^e encontrará fundamento para establecer es^
tas distinciones y porque desde luego viene á los o)os^
qup nuestros Reyes tienen por mayorazgo la suma dig*
nidad real ^ y él alto dominio 9 y la ]tttisdiccion abso«
luCa 9 qué gozan sobre todos sus rey nos 1 cuya investí-^
durales-dael mismo Dios,- teglada sobre aquella lc)f
de sucesión , qué tenemos establecida : que este tnzy^^
irazgo tiene por ' fondos y rentas de su dotación todas
•qitellas contribuciones ^ que al Rey pareciere exigir de
Sus vasallos i ó sobditos para su mas decorosa roanutettH
tíon, y pata atenderá las obligaciones de que cstifnat^
-gado: que si alguna vez quando no alcanzan las rentas^y^
tontribüdones-comunes {>ara sostener sus gloriosos em^
peños 9 por no oprimir á los vasallos ^ usa del arbitrio de
pedir prestado algún 4dinera entre los hombres de «lego*
cios f empeña sus mismas rentas ^ ó se adeuda con sus
dependientes ^dexando de pagarles aquella contribución^
«on ^uetéstití dotadas, debe enícndecse que los-misHK»
: ^ " Bba P«c
}9^
pueblos y ó todo el rey no queda comprehendido en esta
obligación^ pues debió dar al Príncipe , y este pudiera
haber exigido con rigor quanto necesitaba para salir de
-sus urgencias > de iñodo que en este caso es lo míbino,
•que si ei rey no todo hubiese, tomado sobre si aquellos
arbitrios ó medios de que usó^su Monarca , para aren.-
der á ios empeños en qué se veía ^ y se juzgaban como
indispensables á la obligación de su encargos pues ni
«siempre este punto podemos hacerje proceso , cpmo ya
-se ha dicho , ot limícarle la potestad, que.el mismo
-tqyno te.tieoe conferida , y por la. palabra de Dios le esta
rotorgada«
p £n consequencia de estos principios yiene ^ que
squando el R.ey cesa ó ibuere , no pueden quedar bienes
libres (entendiéndose esta frase t:omo entre los particu-
lares ) ^ ni se puede decir que las rentas devengadas ha&-
«ta su muerte , pettenecen á la disposición abdolura del
.Monarca , ó deben precisamente aplicarse á la satisface
'^ion de sus deudas s porque si dexa coniraidas alga-
lias obligaciones i que superan á todos estos derechos
«devengados , y muebles de ^n casa y aiín la misma regla
.vulgar de no ser . nuestro , sino lo que qMcási , deduciú
^re édieno f ,dcxz. burlada toda la distinción. de bienes
ubres y vinculados h y si por el contrario queda lacoror
jQa desempeñada , tampoco aquel caudal debe reglarse
por las disposiciones comunes , pues siendo un sobrante
^e aquellas contribuciones y que el rey no le dio para
^us asistencias , es primer acreedor á este caudal la mis<«
«a utilidad , ó coqveniencia del estado, en que habrá de
convertirle su sucesor.
I o Ni esta dodrina excluye á los Monarcas, como á^
la primera vista parece , de que puedan hacer testamen*
|o, mandas ó legados f y tomar otras disposiciones so^
ble las rentas de sus leynos 2 a^t^es bien digO|, que sí
lai
^ias hktereni aunque queden empeuadosá adeqdados, se
deberán cumplir religiosamente por su. sucesor y como
una de aque^ias cargas dcL estado , y de las obligado-
.fies del.reyno^ pues tuvx> &puitad paca; imponerlas aquel
,AloQaxca antecesor suyciy, .y tampoco se i6 dcb^ )kizgac
sobce los respetos, iymotcvos que k induxefion .a. estas
disposiciones, aun quando fuesen para /rep^unera^*
clon de algunos vasallos, limosnas, ú otros d¿st|no$ se-
anejantes i: y soio qi;eda el.at bitrio .prudente de, guardar
cVta cx>n las deuiaSióbtigacioncSfde la corona.. ; i\
I i Muy bien lo ejipliira la ley de la Partida conec-
tas palabras (/. 4* ^'^* i«^- 2.). Habiendo el Rey mOo la
edad que dice la ley ante de ésta^ ó siendo tamaño quando r¿-
"tmenxuise á reynar , ique pudlfse gobernar' ju reyno , ieeiien^
ti pur dereeko^é por: bien; e fianza el facer estas cosas \for,
sW Rey finados asictnno el dar limosna p^^ su anima , é facer
'decir ACsas ,,¿ otras oraciones , rogando aJDlas que le baga
-merced , é otroú por ss^ deudas^ é cumplir sus mandas , né
-enfaier afgj a los suyos , que h\biikkHn menester ,j .que* m
^nquen desamparadas ::: é eegtm. i justicia ^ é JcrectívL con»
,qulera que fuesen Ájlenju muerte^ así k debe facer: por el
ytnlma del finad9S pms que finca en su lugar ^i hereda jm
bienes^ ca dereeboes^ que como gana la banra^é.elpr^ovecbo da
quiten e^quel l^reda , qiMí así tome lé caxga , é el enfbargij. da
h gue habla, de safjsfacer , éfae¡éifdale,a9het*aKle^\a mky b'ien^
§ue qs$antps lo^viejirenlo preciaran mas por enae ^ ^y le tienen
por mas leal : demás habrá siempre . buenn fuerza , que k^
que heredaran ¡o suyo y asi, faran por él quando finare i pero
fsfodelte ser, fecho de ^maneta >. querm manqsu eLsenorie^
asi coma Vendiéndola enagenandó loi bienes MI , que toncémo
raices del reym > ntas. puédelo facer de las otras í cotas
Muebles que hubieron , é el Rey que esto noficlere , haberlo
Mm^por desmestiradi^ I i aún.por tigttittrg ^ í porqtéc le dan
-Jé rl^
r:^ Dioipeña Mil ^fú mando f com^ fi^l qui detígfm
guardar egusldad ¿ todot , tno la guardó in si mistmo.
1 1 Creo que esta ley deduce claumence las obliga-
ciones de justicia ó derecho^ con que el R.ey soccsor que^
xptra t ha de atender á- las rdcudas de hus antecewRS^
y á las mandas ódisiposicianes que tvubíere dexadai y
que le prev¡ene;el modo, dé satisfacerlas sijn disminución^
ni perjuicio grave^ de su reyno , en los caudales ^ 6 moe-
-bies qg& hubiere del mismo reyno ^ que ^cn ^tecaso
ia herencia, del sucesor y á quien se impone el encargo y^
-obligacIcMi de pagar las deudas ó mandas, tanto porcoa««
ventcncia propia , como pot reglas* de justicia $ y asi no
'^zgo que sea necesario detenernos en ias glosas que Gre«
(gorloXppes haceáestá )ey,' Woler\tándolacon las ro»
vglas.comunes de .10$ deudos. y.^vótxas que no. vienen al
*própositode. elU'y nisirven^más que- para confundir sa
:Qlarisimo contexto 9 i^uriindp partdades-y^ que.no ei»^
€i^n enlos termirios de oaestra ^qü^stioh-i hi on )a na*
^4ural$z» ile una ^Nioiúrquía absoluta v^i»e^#eii'lo que
el ELey sucede por los^ dore^jnos tie augasc^ sangre \ y I9
'^)tte^ nuestro sabio legislador .entendió , qu$mdo dixg:
fues que finca enju hágarréhertda'iMjflrnisicsio es, stt
jreyno ) , qomo ladeolara la ciansuía<$}gulente : €adad0^
\riifbptsque iQmoxg^na^ ¡a i^nPa i 4Í prow9b0 ir aqui¡ d
^í¿iinbirsddf€ito,c^j^úo^qácjí ¿quinfa sdoeáei pMqac
muestro reyno no e^ propiameoici hereditario g fllnio4ti MI*
«esion reglada por ley. .
N. . 1 3 Lo mismo se hfibia determinado muchos anda
^ntes dela4ey do partidjt cu dConcUiaV,^ Toledano if
4^ Canon ó Capítulo «4«<id Concilio VL^ también Tole-
dano » sobre/ la invioúbie observancia %on que debiali
mantenerse las remuneraciones / agracias que los Re^
7és hi(iq:oiKá $as fíeles va^Uos , mirándolas Goma.con«
V, . «
t99
iBentencfas dícl reyno i y de U patria , toda k vez qu&
los Reyes co fuerza de.su pocesud las dexaban hechasr
donde sao reparables la$ expresiones del diado capítu- >
Ip I4« del Concilio VL^ i^fitféu at émm >b$ dtátMm dedu^-
Ut df legato j$á(Ucio^ i Pues que diriao estos santos Pa^^^
dr«$ f. si se tes preguntara de aquellas deudí^ ü obligáis
clones^ que los Reyes contraen , no tamo . para rei.
niudneraf servkii»^ como parj^ sostener lasodargas dd^es^
14 Según este sistema se dexa ver quán lexos estoy
de introducir á la muerte de los Reyes aquellos dere«.
chos civiles ^ que juegan en la; test^mefcitada de un par^:
ticular ,; cpmo esia división de .Ips igainanciales , d kchoi
cptidiano^ y otras TCnt^jas de l^s viudas* ,• la particioof
Igual entre los iiijos , que quedan dd difiínto, y todai
Us dema& dísposíciíones t que la Itíy del rey nó tiene es^
tabkcidas par^ ^Ig^íeíoo^de^loS; subditos 1 ¿ (mes quiáa;
M:^v|stOjque esto. s[ii. hdy9^(>6ltféiLViidft iha9tá ahora res»
pe¿^o de las Rey ñas , ó de los Infiíntes , d quien diri
que sea posible ^ y preciso observarlo ? Semejantes per*
Ipn9$.^aedaq Sf^anpcp h4;rj:derasde l^'n^tural indispeiw
afible:pWigí<5íPo q^cd reynft iii^pe d^
todo el lucimiento cor|ns|K>n4¡p&f «. á su alto cará¿ier $ y;
|ior lo que mira á los Infantes , heredan umbien aquelU
bilrstioiable esperan^ deí qae j^uede toCaSrIfós alguti
da .la exaltación al trono ^ ^e es/ tpdo ;d'ipatri»otiAfl{
deí s(^¿ ^t(¿^^iXmifi^f^ji :Sffi\ ^^ ^^ di^túto hi)bie«r
le :dexa4».^lg^P% di$pq!M(juiarp^ti(»l<ir^s^^ dlos^:
iambien.^9s preciso cumplirla ^ como no fuese noto-»,
llámente inju^tay y ^opuesta á la misma constitución
4d ettadp^
ii
' - < •'
1
>>
idigtbfitt.VHiuo ákjsaraint^^vqñ^
se
se hacen por- muerte <{e JoslCeyes^ {Mies rio deben tb-
ntttotrú concepta ^ que el de uoa descripción de las al-
ba^as-desus Jalados, para que los sugetos encargados
de^'élla» vi^an con el cuidado correspondiente ^ iablea-*
do que están anotadas j y que han de responder de sa
custodia ; y para este caso ya se conoce quán Imperif--
nonte es laprevéncion de que se executen por minisitos.
de- justicia. '' *^ ' ^ •• • ' • ?
t j[5S P^rtlo^^^ue^tiika' á^la junta «de descargéí , no
se de que ministros se compone , ni quales sean los
asuntos particulares de su establecimiento $ pero si no
tiene oteé destino que el de pagar por aquella mano^
las dendas 4íOtttraidas ^r • los Rcfyes difuntos ^ ó propo-
ned mied ios* cbn qu$^ se puedan -satisfacer , tensólo
igualmeme por dció^o^^' pues paira k> primero basta la
(Tesorería . C^neral ', y ' para : lo segundo los Ministros
de Hacienda ; ^qoc 0h dudsi' sabrán mejor el estado
on.<||ie sciíjiUa él'Qtrarto^- y el-reynó^ y «fíen el día'
pueden adenderilaP^iíllsfiwiifondo^a^^ cr$dho6 aa-
tígiios... . ', * í.1nl ?c . > , '.
'-•ir
t •
L> ^ • « * •
I 17- Habiendo rcspodídtdo^ con toda ettenáon á Uí
jprímecái ;pi|e^UMa ,1 juae&'^uedád evacuadas poi(4sh ^ma^
yorJpahe^tesidifíciylikdb^ i'^qúfc te^tá^n* désdd' ¿4 Si'lL^^
hast¿:eLi^;2$ipue¿de]¡:x> «¿ritádé, qué'tos detkkí igend*^
roimente ^n del rey no ^ y qué deben pagarse' por el
K.ey délos xnhmós fondos y conrribudoñes » ¿oh' que lef^
asiste $ pero si estas solo alcanzan en el dia para^^aceode^
^ifS42bUgaoiptYe6¿Aa6 iaffW|kaMe»3Ítl<Sná«k3s4m 4tda.
-\ al-
2ax
élgarxi' & pKcUa r qudse sú^nda la^jM^rde Jos credíp
tos antiguos,, jriayocmcate si esicierta la itnposibifklad
«iioral en que se tiallan- tos Pueblos de sufrg: alguna
iittcva contribución.^ que se destinase al empeño de es*
itascargaSf coiQOJBedice alnikn* 5r. \ t- ' -
1 8 .Foc ÍQ.qftc á:4aaí .toca ^ creo fírmiasDente: este saf
puesto que sé mA^. hace, jpGto ni yo, ni losr demás Teo^
logos podemos votar en esta materia con conocimiento^
y asi juzgo , que si puede ofrecerse alguna duda en ella,
^on mucho mas oportunos , para jevacuarla ios Af^inistros
<ic Hacienda., ques^bea trien el estado Áirque^e haUG(
el reynO| y bi distribución que se hace desús contris
buciones ordinarias, con. cuyo conocimiento prá&icó
podrán decir , si los pueblos . están imposibilitados pa#
jra nueva, exáfidon 6 tributos ¿^ y si. los que subininis^
tcan boy en dla^^ son .bastantes para Ja^ decooosa/subsisRi
tctkciZjdfA Rey , y dcitoas cargas dd JEsudo ^xoáuy sob
la tropa y minilsterio que aíbialmente le sirve.
19 , De aituína^fe, que yo tío tengo por dificultad
la. replica que se propone al folio 3 «quid; í.^ pues na
he. pensado iqueiflie^eaipermitido ^tvar len^cl eximo»
de los grandes ¿ándales, que pueden liaber venido ^de In^»
4ias , ni de su aplicación , debiendo suponer , que si el
Key ci sus Ministiros se halbwen con todos los fondos de
que la ocioslcUd* y el vulgo, l^^s^yuiere hacer cargo , ya
hubieran atendido, á Ja 5atisfitt:cl¿>ni de:pstos.jcreditos pof
la propia convenietvcia delJEstado ; qucsin eluda se^ba^
liaría mas q^i^hdante por escc medio , . y .seria facilitac
AU^idios^ massogurc^pacaien adelante, ya .por. la mo»
JQr:.c^5ictuicioo .en> que se pondrían loa ^Bucblos:, .ya
también fpx ia^pruAiM.que el.ILey ibdmjdc su^buona.ia'^
di nación, á . satisífacef . ]a» <49fbligjsKMncs^ 4o' ^ h: cóamí ^
laaanteniendo así kiii ^úblka.^ y Jar puntual coi!rcspon<í
; . Tám. ni. ^ Ce deu-<
Reacia- db staS:«teeiior¿sri:(^.crÍa i|uo^sle^^ fací*
litado mediois para, las Jtaayoces Jisgencias, , :
20 Y así en está parte sé satísií¿c moy bien con lo
que ia consoita* dice al número j 7(. i aunque no apruei-
bo indistinción quea^lir.sequieieiíaceff de^ia qüesck>a
púbtica sobic si^es^deceme ó no iecanif^á^la imposibili*
<^ad.mQ8al,| y la^qüestion d^rcbíicicnda sobre si el
Rey está obligado en el dia á pagar esras deudas. Poc«
que como ya dezo dicho ^ si los fondos del rey no no al*
caosáni{»ara ésdarsatisfacdont, ^obligaciones subsisten,
pero' is£xecud»n: debe áuspondersc' ^ y np ^está obligado
el ftey á otra con en el d>af pero está noncá puede sei
indecencia ., ó itifracdon de. la. ic pública ', sino una so^
la resolución ajustada áiacoostitjacion^aó^uái de losPuq-
ÚiNLiPorc' el contrátío ^ s\ fuese iposk>te 'encontrar algiift
«lécUoepara extuiguir eaa$ robtigaicionesr, estaríá'cl Rey
•bügaéoxp coa<&ácia á t^omarie V tanY;o^jpbr el'des^
empeño de la obligación en que se halla , siepdo cabe«i
¿a delieyno^ tcprao por el decprp . y ceputacion del Es-
tado ^iqpeigualmer^edé obliga en^oficienci^ > y asrnó
CR sefaraUc enilos:Moiikarcá;^ c^ta ateiicion;de las denlas
qiie^cómpreliehdcn en> la; soberanía debceiUK .. ' *
. ai. Por la misma regla debe juzgarse lo que la, con^
sulta propone desde el númeco i^. Jiasra«l i^.^adaiiYieo¿
do que, sean>vesdadéDf6^iús(i4ait)ores:vQlgdrcSy yi que
pnfdojquedacualgun sobcaiiÉei para estas dí^udas ^ desí>ues
dcr: atendida dá^pvincipal obü^abioñ^'rá que el Rey se
baáh. y y ptegufit^ndo si encaste paso se d^ acudir pri«
meraxon-^l «obrantei ü^foner^f/eyuo ^n4a^mn8titúciOQ
que cnece^cáipaoá aiidbfirnpaq^puef • c0in««fuU9f y • que al
Búhie8orii!54<S(^topí»fe iq8eboi>t«ft)«iim^Qxdrd{«9 propor^
Cimiadb, id fo¿rz»iaiai^tAÍ«s «6i:rd(^ndientte,mi fortín
&a4asias^laaa6;queiel^o3W¿iíeQB^ta^ su resguardo^
u jD de
•••I
de cuya materia s<Ao pueden juxgai^e} misAio "^Y y «»«
Gcncwícsj poco po(ir4Q.cietQncc»,los Te^loj^QS.«si. r^C<h
nocec ¿ta , como pci^cip»! obl^lop .4el £sca4q:» p^Crs
lerible por todo, derecho á la satisfao^ion de las deudas
antiguasi y a$í <a el supuesto que se hace de qup: pue^^
da haber algún caudal sobranfic en las ^conirlbuciones ac^^
tilalesdel rcyna^ pues oada spbra .estando pondiente es^
te descubierto de la maypt consideración^
* 2 z ?cto si Q(ft estrechamos á.io, que dice desde el
n. 1 5. liasta el. a ov» haciendo supuesto, de i(]ttq las plazas
y fuerzas. del reyno se hallan en ia* debida. proporción^ y^
que todavía queda algún ^obra^te^ no oift «creyó i r^
sobcer ^.que^ste.deba^pUirairsfilaiites á Itís ioepucstos 4fil
erario , que á la satis&ccidn de Jas deudas antiguas y la
primero ^ por ser muy.cpntingeme ^.y ocasionado á in«
aumerables falencias este . proyjeAo i la seguqdo » .por**
que el JLey^ ni.^s reynosxiertameme.nú.csEatLJ^btligati
dos ;en conciencíala vivir con unta pkecauciibti i^ ^uaodü
DO tienen á la; vista el peligro de iá guerra,, yfpor dt eoa^
tadtí tienen sobre sí las obligáciohoi de satísfitcer á sus
acreedores ,quando sea posible en/contrar .medios 5io que
se arruinen liis^vasaltos 3 . Iq tercero , que ;tsta*prcvencioa
imgbsibiUtaría para, siempre ia satisfacción de etsafi deu^
das , y no nos heñios de pOner en semejante estadopoc
unas contingencias generales , que en el dia son reibotasi
y por último , aunque parezca miy0rutili4adj delire y UA
hallarse con una grao prevebcioi» de caudal! )para; haces
frente i Itís enemigos fiae^^pienseo; oprimirle:^. ti0.ipuede
preponderar esta conveniencia á^la obligacidn. jíní que^e
halla de responder a los acreedores s porque nunca el
mejor estado í q cOnsütudon propia se puede buscar con
perjuicio ag^ndu i i
23 Ni mié hice fuerza contra estas: razones el ma^
y or gasto que ocasionan las guerras > quando se empie-?
*»**•%
»04
zan pidlet^ch) caudales i: k>s hoifobtes Ác négtícios "¡pov (aí-
tí^^esie repuesto i ftiies ya sé sabe gcinecalmeote , que
cSi&¿ etf4na de las ^catatnídadds que ifíie consigo la guer^
ca \ y ningua estado púedé evitarla con las contribucio*
nes ordinarias s porque estas por lo comuo se dirigen á
mantener al Rey y 'al rey ha «l^ aquella constitución que
cdhesfiiónde^l^^temá 4e lá{>a2 c&n mucho menos hú-
mero de tropas ^ y ski otiros gastos mas crecidos ^ que c$^
tds hacen quando.se haikíti en campaña $ y así nunca ^«
ría posible , qUé aún d^do ^aquel repuesto , se escusára
el rey no de epnttíbucvbnes mas gravosas , ó de caer cu
sñünos delds Asentistas v 4^^ viene á ser lo mismo 5 per-
eque cofl^ya dexo nócadx]! ^ teniendo el Rey un dere-
cho incontrastable para eiigit de sos Fueblo$ quanto
necesita en semejantes ocasiones^ -si por mirar á su con«»
sd^rvacion , nq lo" ejecuta rigurosamente ^ y toma elac*
trfi($iadeempe&ar sustentáis., ó de pedir prestado coa
fotefesj}s^d0be'consi4cra(rse en esto la uvayor coavcníen>
cfa dd Eltado , y se'debexofitemplar esta obligación que
entonces (^nt rae, con el mismo respeto que las contriba-
fikfnes^ ettraocdinarias:, que elJELfy podía es^gir para sos-^
ti^ner sus etií{ieuos } y'sobtie rddo siempre^ hemos de:voI«
yupiúíftjo^i la principal obligación /que sin dudaidga-
fia reclama por xl pago de las antiguas deudas , antes
que i prevenirnos contr» las casualidades y contingen-
cia^ ^'eitibtas ^ máyorodentequando no puede ser tan
dtertd etevjitlaiflas,como(podemos;solicltar nuestca^mayor
cónveinbni^iat de haber^os^ 4e^^P^ado de las cargas
de justicia. Bástale al Rty que no oprima sus Pueblos
¿n una constitución tan lamentable como.se hallan , y^
que los^prócüce-algun qliv|Oy ^.es posible; pero mientras
estuvieren gravados con la obligación de ios empeños»
que se han contraído para escusarlos xle la ruina ár que
estaban expuestos > si se les hubieran exigido las contri-
1
r iOJ
buciüncs extráoidinárias ^ que en otra heccsitaron los.
Reyes , y suplieron con el arbitrio de tomar prestado,
adeudando y empeñando sus rentas , no parece razona-
hle^ ^e;se les procure la .mayor conveniencia , fígurauT
ido de que nunca se vuelvan á empeñar.
24 De aquí nace , que tampoco puedo convenir en
que los caudales sobránxes' de la contribución otdiñaria,
que hoy hacen los Pueblos , puedan apíicarse á su ali*^
yio , antes que á la satisfacción de las deudas^ pues una
cosa es , que no debe el Rey solicitar esta paga con de-»
solacion general de sus vasallos , y que pueda suspender*
la llcitafliente , úucatras no encuentra medio para pagan
sin que los arruine; y otra especie muy difetente es,
procurarlos su! mayor, abundancia y felicidad ^ con der^
trimemo de sus acreedores , y así se sabe, qué la ma-
yor . con veniencia délos Pueblos consiste en esto $ pe»
ro taml)ien len pagar jdcudas , y sostener importantisimias
resultas. • ^
'/;25 Puera de que es muy dudoso 1 si las .ruinas de
los Pueblos consisten únicamente en las contribuciones
excesivas , porque tal vez se atribuye á este principio , y
depende de otros muy diversos s y así, uunque el Rey
perdonara por diez años la mitad de la contribución , tai
vez nos quedaríamos en el mismo estado de miseria s pe«
xo esto ya sale de la linea de mi conocimiento prádico,
y solo me pareció decirlo , porque puede conducir al
^poyo de nii didaiqen , y para otanifestar que ni los
clamores populares , ni las críticas de las tertulias- pueden
servir d^ pauta en esta materia. Yo encuentro mas ocio-
sidad en el pueblo , que gravamen en los tributos s y los
Ministros dp Hacienda no bastan para remediar este vi-»
€ia Si los que censuran su rigor en las exacciones^ se
aplicaran al trabajo , ó los que se precian de capaces pa-
ra el gobierno , les diesen arbitrio eon que poner á to-
dos en aplicación , creo que saldriamos breveoieüte de
toda la dificultad.
■
Di las contequencíAS comprel^auUdax en iltittda S^ disde r/
númiro 23*
%6 Sobre La primera conseqüenda yá^^jqucda tx^
puesto mi di£kámen ^n los tres puntos que abraza.
. 27 Sobre la segunda y tercáa bien conozca.^ que
estos créditos por lo regular se estiman en pbcoi uq
tanto porque su antigüedadi 6 la absoluta insolveticia del
rey no les ponga en la reputación de incobrables ^ como
porque los acreedores quando« tiQ pueden estrechar á sos
deudores | tampoco pueden hacer comercio en uso alga*
no ton aquel caudal , y por consiguiente viene á ser lo
mismo que si no le tuvieran s pero suponirádo que en
mi didamen está responss^ble el -reyno^ á -todas . estas
deudas I después de contribuir lo preciso para Jos ali-
mentos' del diaV 00 puede decirse que sean del todp fa-
llidas y ni graduarle por aquella regla con que se gta«*
diia la insolvencia de un particular $ porque las buenas
disposiciones de nuestro Monarca pueden facilitar con
el tiempo alguna constitución mas favorable á su estan-
do» tal que permita contribuir para su desempeños y
esto debe esperarse con probabilidad , que es muy dd
caso para no deprimir tanto estos créditos. .
28 Sin embargo no igporo , que se^ tiene por feli-
cidad, encontrar algún sügeto^'que tome sem^antes
deudas por la mitad ^6 tercera parte de su valor , <cuya
cesión se justifica de parte del que enageóa por la nece«
sidad á que está reducido , y de parte del que toma' el
crédito por la dilación á que se expone : en estas dos di^
laciones convengo , después diré si contradicdn para algo
del asunto.
VT..4
Ít07
Sxamhsff k dificultad toioda en ti capitulo 6. de la €on^
suita j diíde el número 29^ basta W 32.
2^ Bs digno ck nuestro Biáyór recopocimieiyto jd
acbiirio que el Rey ha tomado de ceñirse en algonoB
gastos, que á otro Monarca tal vez le parecerían preci«
sos para su decoro , y consignar lood escudos anuales
á la satisífaccloo de los antiguos créditos de su coronai
pero las deudas que ^ presenta^ para el buen uso de es*
te fbndo , no son ep imi juicio de unta cpnsideracioq
como á la primera vista parece.
30 Yo tío reconozco en los Reyes mas que la
obligación natural de saris&cer l^s deudas del Estado
sin ruina de sus Fucblosvy después ¡de atendidas sus
principalQ^ obligaeionesy queiíasta ahora he comprehen^
dido eriel nombre de alimento^; y así tampoco el Rey es»
tá obligado á llevar en este negocio aquella graduación^
que las leyes y dpcisioncs dé ios tribunales observan en
un concurso } pues este es un derecho positivo muy con*
veniente para U administcacion de justicia entre patti^
cular^ > y cotpo el Rey y el rey no son siempre supcrio^^
les á las leyes positivas , -y mucho masa las. opiniones^
que sd han establecidoc sobre la palabra de los autores^
ño tengo por conveniente- 9 que la distribución de los
lb0d( escudos se fíxe sobre ja regla de la antigüedad del
ttéóAta y ni sobre la calidad de la acción hipotecaria,
y en una palabra j sobre ninguna de quantas juegan en
d concursó de un particular > porque en -este caso se
atiende solo al mayor beneficio que las leyes y y las de*^
cisiones han dado al acreedor, ó porque supo prevenirse
con hipoteca , ó con escritura guarentigia , ó por la mis-
ma naturaleza'del crédito, siendo dotal , 6 dominical , p
de salarios, y asi de otras considecaclopes ó motivos, que
en-
entran ipuy bien en estos asuntos.
. 31 . Peco qüando se trata de redimir la vejación qoo
padecen^los^ vasallos acreedoces .de Ja corona , y no te-
nemos fondo correspondiente para satisfacer á todos, pa*
jcece preciso que el Rey solóse dirija por él defecho :na-
turaly y por las reglas de la. mayor eqikidad que di¿bt
la prudencia , y el cara¿ier de .padre. y. «tutor de sus sub?
ditos $ y así es bien cierto. Pues entre estos acreedores.
hay muchos , y tal vez será la mayor parte y que pue«
den sufrir la suspensión ^ ó dilacipni y otros que por el
conrtarió. necesitarán dJe su dinero para acudir en el día
á gravísimas urgencias, querría yo que examinadas biea
estas dos clases , se fíxáran por sola esta graduación los
^ pagamentos sobre los ioo9 escudos > y aún no dudare
decir , que el Key está obligado en conciencia .á obser^
var esta sola atención en el caso presente , quando el
fondo es tan limitado respedo de los acreedores $ pues
¿cómo he de persuadirme á que no sea obligación preci-
sa del soberano caraúber de Mx>narcá , quando este es su*
pecior á todas las leyes positivas , que concurren la gra*
duacion de los créditos entJíe particulares, en regular los
suyos con la piadosa atención patuxal de padre ,; que es
la, misma que le ha obligado á separar este subsidio de
sus mismos alimetitos, para, mayor beneñclo de sus va-
sallos? ¿No sería. mas justq, y aun obligatorio en e\
que puede, suspender la .paga del hombre rico,. que
la. del necesitado, quando es preciso elegir uno de
los dos?
. 3 a Si. se me.dlxere que es quasi imposible esta ave^
riguacion , responderé lo primero , que al Rey le to-
ca acreditar su beneficencia , y encargar el cuidado de
su distribución á los Ministres mas zeiososos y hábiksi
que tuviere , y si estos procuran la gloria , y el dcsem-
peíio de su Mo;iarqu/a , Relímente encontrarán infor-.
mes
209.
mes mas seguros de Ii constitución ^ en que se hallan
los acreedores que concurren^ aunque estcn esparcidos
por rodo el rey no ^ pues en el hiy Obispos , hay Cor-
regidores , y hay otras muchas personas y de quienes
informarse con seguridad » instruyéndolos de la Inten-
¿ion del Rey ^ y de la obligación con que se recargan;
fuera de que la misma naturaleza de los créditos pue«
de dar alguna luz , ó noticia de la estrechez de los aeree*
dores s porque si son salarios de los militares , ó minisi
tros 9 que están én sus deudas | ó en ^us hijos ^ i que
diñcultad podrá tener la averiguación de su infeliz i á
próspero estado? Lo segundo diré » que quando no sal-
ga tan matemáticamente ajustada > porque las casuali^
dades , ó las precauciones la pueden alterar en algo, no
hemos de ser tan escrupulosos , que solicitemos del tO'»
do perfeflás aquellas obras ^ en que han de intervenir
los hombres. Al Rey solo toca declarar la sama intea^
cion: de su imponderable clemencia , y confiar la exc-^
cucioii con grave encargo á los Ministros de su mayor
confianza y por cuyo medio se iasegaran las asistencias
de la luz divina.
33 De lo que dexo dicho se reconocerá, que mi grsu
duacion eo tiene preferencia alguna á los juristas poc
sus descuentos y aunque deberán tener la que les coit-
responde según sil pobreza i peco querría que no se
confundiesen aquí (como vulgarmente se confunden)
los términos con máscara de juicio y y de religión , pues
á título de que sean acreedores los Monasterios y y las
Iglesias y y de que la reta ta de los juros está aplicada á
fines piadosos y no se ha de pervertir el orden estable-
cido para acudir al socorro de los verdaderos necesita-
dos , sobre cuyo asunto no es posible dar aquí todas las
reglas , ni creo quedan fjrectsiás , si se^nfiarc 4a dis-
' - Tom. XII. Dd ^ «í-
.lio
tribucion á personas de dodrina sólida.
34 Taoibien se reconocerá, que me han hecho fuer-
za los justos reparos y diñcuitades^ que se proponen des-
de el número 28 de la consulta hasta el 32 sobre la
graduación » pues no encuentro otro modo que el refe-
tído para salvarlos en el sistema de que ahora se trata
sobre la distribución de los lood escudos. Aunque no
dexa de tener sus inconvenientes , como se apunta al nú-:
mero 3 2 ^ son en mi diftámen los de menor entidad j j
los que pueden superarse por la aplicación y buen zelo
de los Ministros.
35 No quiero dexar sin respuesta lo que se dice en
el número 27 , sobre el clamor .de los Juristas por sus
descuentos , á cuya paga parece que el Rey está mas
obligado 9 tanto por la hipoteca ^ como por la desigual-
dad , con que estos acreedores han contraído , respeto de
ios demás vasallos»
$6 Si yo no me confundo p6r la ignorancia de los
términos^ ó por otra casuaj^dad, en este reparo hayalgu-
aá equivocacion.>pu9s los descuentos hecí&os á losjuris-
tas I no los reputo en la clase de contribuciones , porque
«n este caso el Rey hambría asado de sus soberanos dere-
xhos , y no rendrla que restituir , ó pagar por los de-*
-A)as. La imposición de tributos , bien conozco que no se
4cbe hacer con desigualdad ^ sino proporcionada á los
,1>ienes , que cada vasallo tuviere ^ ¿y quien duda que
.f>or. esta regla á uno le corresponderán cinco , á otro cin-
iquenta, y á otro ciento I
37 Pero nunca he pensado que los dcscuenfos ten-
gan oua calidad mas. que la de deudas , y los Juristas
4a de acreedores á la corona , considerándolos de la mis-
. ma manera , que á otros ministros asalariados ^ á quie«
lies no seles puede asistir con toda su dptacix>n , por 1^
• • . . ■ n
u, t
21 r
tirgenclas en qoe se halla el estado , ahora se hiciere
esto con especial orden del Rey , ahora sin ella ^ pues
p^ra el caso no hay diferencia alguna.
38 £n estos ce'rminos ¿qu¿ fuerza puede añadirle
la hipoteca especial al Jurista , sobre la obligación natu-
ral en que el Key y el rey no se hallan de pagarle siem-
pre que sea posible? Todos los acreedores del reyno^
pueden llamarse hipotecarios , porque tienen analizados
sus créditos sobre los fondos generales del rey no $ y ade-
mas de Id que llevo dkho , en orden á que la naturaleza^
y preferencia de las acciones hipotecarias, solo dimana de
la disposición civil | también debe considerarse , que
la hipoteca en los juros » solo puede tener el concepto de
una consignación que se le hizo al Jurista , ó que eligió
el mismo para cobrar sus réditos en esta , ó en aquella
renta , aunque nada de esto es del caso para mis prin*^
cipios.
Discúrrese sobre ta transacción propuesta eñ los §§7^8 de,
la consulta^ desde el número 3 3 y siguientes.
39 Hemos llegado ya i la mayor dificultad , y al
termino de esta consulta , pues toda la veo dirigida á'
examinar y si en la constitución presente del rey no ^ po^
drá el Rey con buena conciencia tratar de algún aco-
modo, ó transacción con sus vasallos , dexándoles en la
libertad de aceptar , ó no, los partidos que le proponga
para satisfacer por este medio á las vehementes instancias
de su natural piedad -^ y eximirse de la obligación que
tuviere en orden á estas deudas , considerando de una
parte el exemplo de sus mismos vasallos 1 quando en
cóncíurso se acomodan entre sí , con que al deudor co-
mún ) ó á sus het^deros le consignan perdiendo cada
lino de su erédko > -á ¿proporción la mitad , -d tercera par-
Dda - t^
I*
9.1%
^e del valor antiguo , sin que en esto tengan violencia»
pi se cooieta injusiicla alguna 5. y por otra parte consi*
derando^ que ios, mismos acreedores de la corona ^ 6
por hallarse afligidos de la necesidad , ó por io poco en
que estiman sus deudas^ las suelen negociar con ios asen-
tistas j ó con otros que están en adual dependencia ^ y
giro con V el erario , cediéndoselas en un cortisUno
precia
. 40 Y siendo esto así ^ como no podemos negar,
¿quien dudará que el Rey i vi^ta de las calamidades,
en que anualmente está su reyno^ imposibilitado como
se hsL visto para contribuir por ahora á ia satisfacción de
«stos cicditos j y sin esperanzas de que ^n muchos años
se puf da poner en aptitud de pagarlos^ porque tal vez se
desordenarán las casualidades á los empeños de una guer-
ra : i quien <ludará , vuelvo á decir , que el Rey en este
caso pueda justísimamente aprovecharse, ó de aquel
arbitrio , que en ios concursos por el bien de la paz ^ y
]ppr escusarse de dilaciones y pleytos, toman los particu-
lares con.su deudor común , ó de aquel beneficio y que
• sus mismos acreedores tan voluntariamente dexan á los
Asentistas en cesión , o negociación de sus deudas d A
fsto sé añade , que las utilidades ó ventajas, que en es*
te caso se conceden al Rey, ceden todas en beneficio del
xeyna
41 Creo que tengo propuesta la question , y los
fundamentos tnas graves con que pueda esforzarse el
intento de nuestra transacción 5 pero todavía no me in-
clino, á dedarar por conveniente , ni por seguro este
medio,»
41 Confieso con ingenuidad , que si en los acree-
dores del Rey pudiera yo encontrar aquel zQto li-
bre, que tienen los de un concurso entre particulares
para exigir créditos f, oprimiendo al deudor común coiv
. -. apre-
2 Ig
apremios judiciales , 6 si también encontrara en el esta-
do aquella insolvencia absoluta , y sin recurso alguno^
que en las quiebras ¿c los particulares suelen dar motivo
i estas composiciones, no4ne detendría en conde&cendet:
á la transacción propuesta s pero ya dexc prevenido, tra-
tando de los coloridos de la consulta , que ni en el rey no
podia figurarse esta especie de insolvencia , ni sus cré-
ditos por antiguos , ó por difíciles en la cobranza , me-
recían la reputación absoluta de fallidos j pues en es-
te caso aun no npcesitariamos tratar de su sat^sfac*
cion j quedando el Key libre de toda xesponsabí'?
lidad«
43 En los créditos que penden entre el Rey ^ y él
vasallo, no es la insolvencia la que ios hace desestima*
bles para el comercio , sino lo. dificultad de la cobraos**
za, porqué ningún acreedor puede obligar al B.ey'i
que le pague en el dia que lo necesita , ni tampoco te«
convenirle con la preferencia de su crédito, ó pre-
guntarle ^n que conviértelos fondos de su Monarquíá|,
pues ya Hemos visto jla independencia en que Dioscons-
situye á los 'soberanos, eximiéndolos en su gobiernp
temporal del juicio de los demás hombres , y por eso
dixo David : tibi íjoH geccavi > porque los desaciertos de
los Keyes po t|enen otro tribunal , que el del misma
Dios.
44 De aquí dimana, que ni al Rey le puede set ven«
ta)osa la transacción propuesta 5 porque en la constituí*
cion presente solo se halla con medios proporcionados
para acudir á la* tercera parte de sus créditos : solo ^
esto le puede, estrechar la atención de su conciencia , y
queda también desembarazado de todo e^upulo , co^
TOO si los pagase todos en el dia , pues que no le pHá-
de reconvenir Teólogo alguno , mientras el estado no s?
hal}asc ea^ot;^ semejante prpporcion. .* .. \
^ Dl-
t.
45 Díráserae , que tío es lo iriismo vivir el Rcycoíi
este cuidado , ó quedar una vez libre de todas estas car*
gas. Si el medio fuere seguro ^ no dexaria yo de encona
trar mucha diferencia, porque le quedaba entonces cam-
po abierto j 6 para remitir muchos tributos , ó para re^
poner su erario , ó para otros fines , que tuviera poc
mas"* convenientes á su Monarquía , que siempre ha de
ser el único cuidado de los soberanos ; pero como ea-
cuentro insuperables dificultades para hacer lícitos ios
partidos, halló por mas seguro, y por mas prudente,
tlexar al Rey con el- sosiego de haber, executadó quan«^
to en el dia pudo disponer su clemencia, y justificación,
que proponerle una indignidad poco segura , ó por me-
jor decir , que no sea del todo cierta' , pues para mí ei(
Infalible este argumento : quando^el Rey no puede atea^
der (salvas lai obligaciones pendientes del estado) á la sa-^
tisfaccion de sus deudas antiguas , queda con plena \i^
bertad para suspenderla hasta me)#r fortuna 5 con que se
anualmente solo puede pagar una tercera parte poc
exemplo, seta siempre mas seguro hacer á sus acreedor
tes este beneficio , y dexaríes^ con el derecho de esperas;
á otra coyutitura semejante , que ponerlos en la mayoc
contingencia de que cedan el residuo de sus obligacio««
íies con menos libertad, pornó privarse del'benefido qu^
en el dia se les ofrece. • ' -
•í 4^ Y para que áevcá, precisamente al Rey le habíaí
át quedar este escrúpulo. Propóngase á los acreedores
la satisfacción de esta tercera parte de crédito > sin la
¿aKdad de renunciar el sobrante , sino el que quF-
áícfé conla circunstancia de qtíe' ninguno por esto
ffét-á retardado -tn su* apercepción , y veremos entonces
quátitos entran gtacíosamente en haecr al rey no , y al
Rey esta ventaja , y conseguirnos por este medio ase«
gurar el descargo di todas aqueilas obligiicvones , en
don-
"5
donde se experimentare esta generosidad.
47 De aquí infiero yo, que ni pi^ede servir para jus«
tificacioQ de este proyeÁo lo que se hace en los coocur*-
sos 9 quando para cubrir todos los créditos no hay fon-
dos suficientes > pues en la roisnaa constitución se halla
la notable disparidad de no quedar á los acreedores
esperanza alguna próxima ni reipota para su percepción,
integra 5 y encuentran por de contado una gran conve*
nieocla en no disput;» sobre; su antelación , y exclusión
respectivamente por no consu^^ir en los tribunales la
mayor parte de sus intereses j ¿ pero quien se atreverá á
decir esto de las deudas , que están situadas sobre todos,
los fondos , y fuerzas del rey no?
48 Lo mismo se ha de juzgar de aquellos concur-i
$os 9 en que los acr^eedores voluntariamente se confort
man en dexar algo á su deudor común , para escusarse
de aquellos gastos que haríaní persiguiéndole en los tr¡«
búrlales , ó por otros respetos » en que siempre se en-^
jcuentra un zOio Ueño de libertad , pues podían usar de.
}a5 e3(e^uciopes , y apremios que tiene la ley establecidos;
¿pero en nuestro caso nos hallamos con la misma fran*^
queza? ¿De dónde pues podrá iiiferirse, que los acreedo-
xes del Rey llenos de las buengs^expefanzas , en que los
Jia puesto su (daidosísima, y religiosísima conduda, quie-
ran perdonar graciosamente 1 y , con plena líbérud la
mayor parte de sus'creditos? Antes por el contrario di-i
xia yo y que seguramente lo executarán los necesitado^
.como quando dan en manos d^ un asentistai á quien yo
he dicho que le puede ser licita la ganancia según los
riesgos de la dilación , ó percepción efediva á que sq .
exponga, pues ya se sabe que tan^bien en esto hay tnvL^
chas dudas que examinar para dexarlo en los t^rmiao^
dftIoUcÁtOv .......:'. - . -^
as
49 Y pues hemos llegado á lidiar con este exemplo^
veamos ahoca si al Rey puede aprovecharle para alivio
de sus reynosen descargo de sus obligaciones»
* 50 Digo resueltamente I que tampoco es segura esta
doüirina ; quando se trata de establecerla entre el Re/,
y el mismo intel^esado ^ porque no se encuentra motivo
•para justificar esta ganancia que el acreedor cede , su«
puesto que Iíl dilación » ó desesperación del integro c(h
brO| para el rey no , es contingencia estimable» como pa«*
ta el asentista su imposibilidad moral á satisfacer ea
jel dia plenamente á su acreedor » cuya circunstancia lo
redime de la obligación de pagarle mas de lo que pue-
da y aunque se halle en' gravísima estrechez , porque
á esto prepondera 4a principal ateítclon del rey no ^ y
así digo^ que debe servirnos de regla el estado de una
plena libertad » como lá que propuse en el caso del con«>
curso : véase si algún acreedor quiere voluntariametite
ceder del resto de sa deuda» sin propotierle la ^pa^a de
la mitad, ó tercera parte con esta condición; yehton^i
ees quedará el Rey seguro de que le hacen los vasallo^
libremente la gracia. ^*"
51 Ni se me diga que para compensar las ganan*
^cias del eratio con estas cesiones > basta la utilidad' pu-
1)lica| y beneficio del- rcyno »- pues ya dexo advertido
que también es utilidad común ja fe publica » y la bues
na correspondencia del estado con sus acreedores , y
'que en este es una obligación natural que ha de obser*
'Varse ^ empleando todas hs fúcrzaí del rey no , para sosf-
tener las qúc ño se pueden solicitar con mayores ventaw
jas, y conVcnicnciasde la- Monarquía con perjuicio de
tercero 5 tanto por lo que imporra establecer esta con*
•fianzaxíntre k» mismos vasallos, para'qtte-t)resemcn cotí
nrontitud sus caudales en las mayores urgencia^ C^tiyó^
con
117
concepto es muy de la obligación del Rey), como porque
sería introducir una desigualdad notable con este apa-
rente beneficia del público, diefraudando á los que ad*-
-^irieconeste defecho por s\i industcia , ó por sus ,ser«*
vicios í para repartirle en^re sus yásaUos>'y como no
sccia cordura^ ni conveniencia , sino un desorden, y cotl«
fusión de todo el rey no , quitar á ios mas poderosos o
acaudalados parte db sus haciendas ó de su dinerp y par
ra dar establecimiento conveniente á los pobres , 6 á los
menos afortunados s así ^tampoco creo yo que sea per>
micido defraudar de sus derechos á los legítimos aeree*
dores del erario , para que este se reponga con abundan^
cia y ñipara que se escusen algunas contribuciones de las
5iue en el dia puede sufrir el reyno.
^ 52 Y si todavia me estrecharen diciendo , que nin*
gun acreedor del Rey cede.al asentista su crédito por
una tercera parte , sino después de haber solicitado vi^
vamentela mitad , ó mayor porción) y que si estuviera
en su arbitrio , ó se le dexase á su franqueza , rebaxaríá
•muy poco ó nada del íntegro valor : respondo , que no
admite duda esta instancia $ pero como el negociante
no está obligado á redimir graciosamente la vejación del
acreedor ageno, aunque le sobren muchos caudaleSi
tiene libertad para hacer negociación del riesgo á que sc
expone , y capitular graciosamente sobre algunas ganan*
cias. Por el contrario , el Rey se halla con el gravamen
de satisfacer las deudas de su corona, á proporción de
los fondos que pudiere destinar al desempeño , y na
puede hacer ganancias de la imposibilidad moral, 6
constitución , que le impide pagar integramente , ni to«
ma sobre si xiesgo. alguno de dilación ó falencia en el
crédito , pues no ha de cobrar de sus vasallos lo qup
ganase de la cesión .de los acreedores*
53 Según los ptincipioí que dcxo sentados , ya; sc
2l8
leconocerá qile estoy may distante de convenii en
que pueda regularse por Ministro alguno el valor de icss
créditos particulares que hubiese conm la Real HacicQ-
4a , como se dice al número 37. 7 pues ademas de ser c^
ta una obra imposible i sin que cada uno particularmen-
te se examinase ^ no encuentro que tápc&o del Rey j ni
del Estado pueda nadie rebabarles un maravedí .de su
valor intrínseco. Una cosa es que los mil doblones que
el Rey debe á un particular , no puedan ser efectivos en
el dia que los haya menester ^ y otra es muy diferentet
que por esta causa el Rey ó el reyno pueda quitarles al-,
go de su valor. La suspensión en que estuvieren poc
falta de fondos para pagarse , solo puede conducir á los
mismos interesados , según la necesidad que tuviexen de
aquel dinero 9 porque tal vez se encontrarán muchos^
que no habiéndolo menester en el dia para cosa alguna^
estimen por todo su valor aquella deuda , y otros por
el contraria ^ cederán las suyas por una tercera parte
del tercio » á quien quisiere encargarse de la contingeo-
cia de no cobrar en muchos años. En una palabra ^ ca«!
da uno respetivamente podrá estimar aquella detención^
á que está aventurado en la paga ^ según el uso que ne«
cesite hacer de su deuda > ó según las esperanzas que
haya concebido del recobro j y esta conservación solo
puede servir para el comercio y . que se haga entre los
mismos particulares con sus respectivos créditos; pero
no puede dar regla alguna en su valor intrínseco , y mu-
cho menos poner al Rey en confianza de que no pu«i
diendo satisfacer. en el dia^ le sea conveniente ó perm¡«<
tido valerse de esta misma imposibilidad para hacer eni
ella negocio , y rebaxar algo del valor intrínseco de sus
créditos.
J4 Toda esta doftrlna recae p redsamente sobre las
deudas legítimas del Estado ^ ()ue sin controversia algu-
219
.ha esdin jifá liquidadas por las Cootadánas , 6 según la
regla ó prá¿Hca coman y que en sus respetivos tiempos
lia teqida el erario; pero si entre los acreedores se en-
contrase alguno , cuya liquidación este pendiente y y hu-
bieise algunas dificuludes desparte á p^te i visto es que
puede transigirsé , ó lit^ar hasta que su crédito quede
reducido á lo justo , y que entretanto no tiene acción
alguna para pedir»
55 Lo que se toca en orden á los asentistas al niU
mero 41. , no dexa de tener grandes apoyos en lo mismo
que .estamos viendo de sus opulencias , y lo que se dice
entre muchas personas de juicio , que tienen algún co**
nocimiento priftlco de estos negocios 5 pero no se les
puede juzgar por sola esta regla, pues si ya tienen sa
cuenta ajustada, y sus alcances legítimamente liquidados,
es menester que se reconozca su credko como el de los de«
mas, aunque en caso de urgencia será mas justo que sean
aquellos los suspendidos en la paga; pero no quisiera ya
que se hiciera esta diferencia en la misma orden pública
que se comunicase , sino que los- Ministros encargados
de la preferencia , según la mayor necesidad del acree-
dor , lo executen así en la distribución de los 1 00® es*
cudos. Auhque se trata de un pagamento general de la
mitad d tercera parte de las deudais , no comprehendo
que sea convemiente excluir á estos hombres , por lo que
interesa el reyno en asegurar su confianza para lo que
pueda suceder.
< .ifS' Verdad será , que en sus cr^dicos hayan ínter*
venido éxdrbitantes ganancias y otros fraudes^ pero si
í¿ cotítf ató eotí etlosr baxo de condiciones tan ycññja^
las I ó por las calamidades en que se hallaba el Estado^
ó por otros motivos , que ni yo puedo saber, ni aquí se
pueden expresar, ya es preciso sostener la 6¿ de aquelloü
ttcgociosí pof lámenos ¿o quantas^coiw«xíiqacw)inte»
220
vino alguna lesión contraría al ísássao detc^aáaturai,
ó que fuese tan sumaHiente necia , óxidicula y y tao inl^
qua , que con evidenciase, reconociese la cuinay pejcjulr
cío. del rey no. Por lodemas quando los Reyes concf ataa
coQio Reyies ( lo que conuinmence se adniite en los asie&<*
tos y recaudaciones ) , juzgo que ho deben tener mucho
juego las leyes civiles > la lesión i oi otras disposiciones
positivas. Pero esta materia pide mas. alto examen , y
necesitaba que. en cada páfto o contrato se fidxmase ua
yuicio particular $ pues en cada uoo puede haber dife*
rentes circunstancias y que inmutarían notablemente U
resolución.
. 57 Tengo concluida mi respuesta sobre todas las
(dudas principales , que en la consulta se excitaron , y
aunque, al principio no creí dilatarme tanto , después de
reconocida la gravedad de la materia i no tuve arbitrio
para tratarla con menos extensión , porque las reflexio-
nes contienen en si muchos puntos dificiles.i y en pocas
palabras 5 pero el que satisface ó responde no puede ce«
fiir los fundamentos de su resolución ó didamen tan ia*
cilmente. He discurrido como Teólogo sobre los hechm
^ue se proponen , pues no toca, á mi profesión otra noti-
jcia.. alguna, y si se han atravesado. qüestione^^.^ue par
recen políticas » np .creo haberme metido len ellas 1, slfiq
por aquella partb: en que xorüespoodfiB á mi obltgacioii
y ministerio. : ♦•
3 8 Dexo intada para el examen de Ministros há-
biles la duda que se.pOKÍiaoxdtai;ySobde.isl:Síerí& pías
¿onyepiente^ aAn^enjol ea«tí de; nautas calatoidades y inir
serias» queJos Pueblos ^e sup%ne que: padecen v cornac ki
resolución de qUe se habilitasen generalmente; los créditos
del reyno > y cada uno trobrase Jo q^e pudiera por su so^
fivitud ^y ; fa^odar su; boletín con otxp particular » según
krcomirdo^yj^es roí csnpodiopascce.que se ponían
en giro mochos caudales para el comercio de unos vasa*
Bos' corf Otros- 5 y pues el Rey'yfeFrcynó'ch fnl íiifta-
meo deben siempre P^&^^/P9^^^^^f^^^^ deudas , poco
se aventuraba ¿n quetodbs viviesen ^xo de este con*
cepto I y pudiera el necesitado , que no tiene medios
para .tóBrar puhtualméiltflreii ^ iá TasUIA^l ^1 vilSíse de
quien arriesgara su dinero á la dilación y contratando aU
.gmias, Yicntajas. <A^u«9 ce^p^eg^Itk w^(r«^^KG|»\pM!tcAr
brarse de íaexecucio^^^qite If^q^Ql^j^ia^ otro se contenta-*
ría con un empleo público que el Rey le diese; y otro tal
vez con que se le señalara pisnsicñi ó Unso' jítalü^To , cor-
respondiente á su capital ; cuyas proposiciones , hac-ie^p
dpla$ tos misjtoo), int^esji49S>\asegpr(^lmni'.$A.^lit«iLfd^
y: la -satisfacción de loiKbftS deudas; cao yqatsiy^id^
erario». ' - ¡ « • ' ¿ ^i ->j í^ i.co" '^:r Ac/r
. 5 9 Pero ya dexo sentado , ; .que , e$ta dificultail: tm
toca 4 la profesión del Teólo^ i sinp precisamente. i ll)&
políticos , qu9 ppr 9xpeiiencU.y:est»dlof^^beaien{lo]qiM
consiste la mayor conveniencia del Estado , y los DMdÁflS
mas :opori;4Bo«; paf a ^allsiteflerlfi s á'imiinje. bütfa xesol^
ver, que no sería ilícita esta deurminacionelí sí (ni$T
ma 9 aunque las circunstancias . ó casualidades dÍAflca
ocasjffn para algunos :^«¡SQ$^ pues e$tQ;intf n)Q»$tt«fide ieai
p^fos cpqtr^^qs i^i: su nacucal^a SfgHt(ts t/ liastanM .t»iitt
bien decir , que quandb el Rey se halla necesiisi4^j|jii|
todos fXís fondos para las obligaciones presentes de la
Monarquía y no debe tener el mienor escrupalo^en. tms*
pi^f^er.la p^g(^ 46 sus s^ptjgutis 4eiidas< A^i iP «¡fipto^
Cal^0(ficc«:: ..'ti . •. ' ' . kí.. . - « .... i>:.-. ; > v.'^.l
y -
, ' -•
. .;-; '■u'-'V.-t.': .. .... .. li -i .'-• .■-'■':■> '•'■'■ '•*
i^. • • * . j . * •
'l.J'J . - «i-
D re T AMEN
VBh MARQUES D£ LA MINA
•Sailfrelateftrma éei easércHú^ Españi
éa de Italia &€,
• ■ í ■ ' • « • * i
■- excelentísimo SEl^OR.
•A(Luy 'SefioF«lo: toe advierte V« E. de orden del Rey,
i|tte«(pliqae cod libertad ímpárclal lo que juzgare con^
veniente sobre el pie de tropas , que ha de mantener
S.M.-én la pa2>> atendiendo á las consideraciones que
V« £• me expresa » muy propias de su discreción , pa-
ta iitt^nerme del &eat cpdcepto, ¿instruir mí díc-
ttitAeiié . ;. i ■
-''}' Si valiindome'de este indaltó^ ó explayando la idea,
di'xere algo en qiie yerre ^ me equivoque , 6 no sea del
intento , sírvase V. E. » como mejor artífice, delinearlo.
ó^rOfflperlo, asegurándc^se de que mi deseo y aínor á
nacístrtf áfxi&^yá^'^la pattiá siempre lia de exceder á mi
tiiceligencia.-i -^.'•^.•-- ;--■! ^ •• *
Con este bueti principió seré mas digno de disculpa^
y de enseñanza ) <iue de dórfécclon. iSoy incapaz de tor*
cor el^ ánimo «por leotit¿m{Alii(Íódes* de Intereses , ni espe-
ranzas $ pero como solo busco el bien y ninguno^seráh n^aS
dócil y obediente en seguirle donde le hallemos ( sea de
quien fuere ) , sin que me sonroje el desprecio de mí
condufta , como otro, la mejore $ que lo discurro muy
fácil en lo que estuviere de parte del entendimiento.
Propondré la reforma , y los medios de que el gre-
-mío militar se álSenté para lo venidero /con ciertas dis-
tinciones, que atraygan á la nobleza , y otras ventajas^
que obliguen al soldados pero.esto sin gravamen peboe^
tibie del coman del reyno , ó de las Ciudades Capitak»
j^ues si (odo lo tía át suplir el erario ,' no ' bascarán los
tesoros de México. . : ^ '
Esta gran política es la que hace invencible ala
Francia y pues embelesada su nación coo. mercedes íáps»*
rentes, y con la regla absoluta de qnc* salo por el oficio
de la guerra se adquieren honores.,. dignidades y fortu-
na 9 consigue así de sus gentes tanto sacrificio , que lá
constituyen poderosa.
Me parece shunto dé difkU.p]Jk>blema el número M
tropas y pie de excrciio, qiie ha de conservar el fiJey en
la paz. Si premeditamos otras consideracicpesind menos
eficaces para lo venidero , al contrario de proponer re^
formas , se han deprpycdar aumentos. Le quedatial
Rey enemigos declarados , y unos amigos quo sojAimas
que sospechosos i pues las repetidas experiencias nos han
hecho ver I que desconocen la buena fe siempre que so
atraviesa su interá , y que con prevenciones muy re**
motas procuran que jamás se restablezca la Monarquía
Española ^ que antes fue contendora , y recelan que eo
lo futuro no puede ser estorvo al poder absoluta , que
ostenun hoy eti la Europa.
A mí me ha dicho mas de un Francés (hombre pruden?
te)> que sin la diversión de nuestra. alianza no hubierao
sostenido' ia guerra de Flandes , y que recibirán la ley^
que hoy imponen , siempre ique por los Pirineos. se 1m
inquiete. • - :
Para conocer esto no es menester ni el di&amen re«
feridoi ni ser muy político; pues la Francia sigue tan
inmutable esta máxima y que .ajóm quandoel Rey^que
este' eaelCi^lo) la obligaba ci» ^larcodesú, conisubsU
4iosy confianzas ( c)ac han costado dolor á sos nuevos
«vasallos , aún meóos que poc la preferencia , por la in-
gcaiittid i; t la fedproca xorrespondencia ) si^uia d mis*
¿ol liaos hf¿icfioa .pecdec la Italia m elprlndjAi.dd si^
glo ; embarazaron que la recobrásemos después, con la
escandalosa, pabtiddad de hacernos guerra abierta ; y
«iba sido meoofii d mal de amigos jcantelom , que de
«báoiigos d[eoiacados«
. ^fistamos'vQQe^meote en d caso. Ha rescatado la
Francia su Cabo Bretón con los partidos de comercio,
y el navio de permiso que lia dado á los Ingleses (comQ
sifuera/duenaKle las In[diás)¿.siñ consentimiento, ni aún
noticia de miestroramói eó qse á lin mismo t tiempo las*
timan la* mage&tad ; y perjudican el iititerá , olvidando
con desconocimiento injusto el auxilio de las tropas del
Rey en la invasión de Provenza , que sin el hubiera sU
do i^muy costosa»
i La división .en que nos hallamos desde el Adrlati^
co Lago de Ginebra^ obliga i la accesión de unos preli*
minares , que debieran ser motivo de nueva guerra > y
no sabemos , aún en el progreso del tratado , que otras
condiciones mas honrosas se proponen para el tráfico de
laslndiaís. .... /
A lo que hoy nos sujeta la violencia > apoyada de
tantos que obran sin razón (porque solb prefieren su in-
tercas), hemos de procurar d remedio en adelante con
otros amigos y otras alianzas*; y para esto es precisa
máñceiverso armados* en '^^cbsi^de que se podrá susten-
tar lo que se execute.
- f Ha podido hacer el tiempo y nuestra buena suerte,
que domine la Csisa de Bprbon en España y en Francia.
Hai procurado el trato f el bpncficio , la subordinadon,'
yí dsufi^mltecitoüde^quaientBn^y.dnco a^os, unirlas dos
VT^
*^5
Naciones; pero hí ha sido, ni será posible (porque lo
decreto de otro modo el orden de la naturaleza ) en sus
ooscambíres ^ en su situación , y eq sus confianzas.
No saco de este argumento que seamos enemigos, -
porque son > pcklerosos I están muy cubiertos, y pide
jjiuchas medidas i iargo tiempo , y fuertes alianzas $ pe*
ro entiendo que guardando nuestros límites , y estan-
do armados, no son unos gigantes tan monstruosos, que
nos han de tragar en nuestra tierra ¿ que es muy distin-
to , que defenderse en la suya 9 y x^uando la han dexa« .
do , se han perdido. Así lo hemos visto con su estrago:
en Italia si han pasado los Alpes : en Alsmahia si han
pasado el Rhin s y no fuera menos si emprendieran de« .
xar á su espalda los Pirineos.
Necesitan mucho mas de nuestros frutos , y de
muestro comercio 1 que nosotros de los suyos > partlcu»
larmente si estuviera en observancia la Pragmática , y
establecimiento de fábricas , y se precaviese la injusta!
extracción de tantos tesoros»
Siendo el Rey tan absoluto ( pues vincula stt ape-
tecido dominio en la humilde resignación de nuestros
corazones), es. mas universal en lo particular de este
panto , porque solocon explicar su ánimo , poner sem-
biaote grato , 6 disentir con ceño , según el manejo que
repare eñ sus áulicos de trages, de estilos , y dfi la cul-
pable inclinación á jquanto es , y viene de á fuera , esttt«
diará el amor , y el respeto de cs^da uno en 00 alterar,
ni controvertir nada de lo que se mandCé -
Si la divina providencia permitiese esto , como 'una
prijicba 4c. estar «ya satisfecha su justicia , veríamos
muy de priesa abundar los pueblos , florecer las artes,
subir nuestros géneros , y dcsfireciar iw ^xtran-;
gcros, • , . . '. . . , c - . - . *^
Xom.XIA K SI
12*
Sin mas que haber privado la saca de seda: de Espa-»
üa , conocemos: la decadencia deias fábricas de Nimes¿
Hoy nos dicen sas mercaderes sin miscerio^ qae sidttra
se pórderáo.
Quacco a&os hemos de colerar el tratado, de los Ingle-
ses. Di6carro yo con inteligencia limiuda, qae fenecidosi
no querrá el Rey la prórroga, ni la continuación sin
variac los artículos , de modo que se procuren ventajas
para el recobro deGibraltar, de Mahon , y atraer las po-
tencias maritimasáuna alianza , que siendo razonable sea
segura.
£1 modo de que esto se consiga , es aplicando 4 las
Indias en estos quatro años todo cuidado , enviando Go«
bernadores íntegros y militares , y. aumentando la ma<^
riña. , - '■ • ^
No es lo referido una maquina tan diñcil en la prác-
tica^ como propone la imaginación : pues la utilidad de
los viages , y la riqueza.de las Iddias, inclina i muchos
á ser soldados y marineros. £1 premio ^ . la puntualidad
de la paga- , la asistencia en vestuarios ,^ es el modo de
que no se consideren los hombres esclavos infelices^
sino que elijan una carrera que mejore su suerte.
.. La . guerra continua que ha sido urgencia incesao^
te de gastos ^ y desgracias en ^medio siglo , haembara<«
zado la regularidad , y la puntual asistencia do xrops
ymariiía : pero se conseguirá en io venidero, dando res*
piradoo á los motivos , y con . la aplicación , y los des«
velos de V. £• en¿l Ministcr/ow^ . . :!-
: uNecesit^ id ^Bxy iiropai9 fiarst Jas Ipdias ;» para ios
fHresidios , para hscostasi, paca el resto delcomlneme^ y
para ia marina. ...
Discurriremos por .meno^ del número :de las que
hay en pie , y sus distribuciones , exceptuando los Vas-
JtOS
227
tos donunfos de Ameriqi , que yo no conozco , ni me
atrevo á examinarlos » y solo por regla general me pa«.
xecc que es indispensable enviar aún mas de las precisas^
con Ingenieros. que pongan en estado de defenjsa. aque-»
Has partes de marina , y fíronteras de otras naciones,
que han amenazado en esta guerra , y siempre son de
recelo por sas puertos , y sus facilidades para el comer-
cio ilicico.
Me aparto indiscreto del objeto particular de mi en«
cargo , sin tocarme estas reflexiones. , á que darían acer-
tado progreso los sabios Ministros de S. M. , que profe*
san la política que yo ignoro.
j : Deberá so^ar en nuestro «suelo Hispano , y en
todas nuestras Gacetas con ponderación estudiada , una
reforma grande , que adormezca en el descuido de nues-
tra importancia y la vigilancia de los extraños*.
No me parece lo mas prudente, que setiága eni
cuerpos por aiiora » ni que se empiecp hasta ver el pía*
lio con que se abre el congreso : pero.sii^ embargo ^ cre«-
yera yo conveniente , que se minoren las compañías de
•veinte hombres en. las Guardias de Corps, Dragones y
Cava Hería.
Bneste numero se han de saciar todos los hombres
^queti^ngan papel limitado y. cfueite. hayan cumplido ,,.6
que sus años j su poca estatura v en&tmodad. ó dcfeci»
-tos personales , sean menos á proposito.
A estos infelices se han de dar pasaportes» su vestiu^
.rio^ yan(;a)e6jde;prestfó modioOseguo la diaunda^di: ^
¿ugai f) y de que decidirá la prudencia áakfs lfl$fQ&ttí»9^
Ipar^ c^''xíá'^sa rétii;eti mendiganda^ yi padftcao^f i|lf¿
caminos » y den horror » y odio á las gentes , qup }^
cdcs^en del sfaividb. — .:.! j . - • ^
ConoJafipas de las ¿oni]iamasi)Q estarán <t ata ion^
iIitetaSe,^<|uéiqii¿dándo el;.pie 4e.4aai:«n€a'¿ iOKdaftídar
t *9
i:c « diez*
228
diez 9 se ha de precisar á que lo executen i de que resttl4
taran dos ventajas. La primera , que sonando menos » es
así mayor la reforma ; y la otra , que se descartan de
toda la gente que tiene derectio á sus licencias ^ ó que
no es á proposito. £n este modo reforma el Rey la quln*
ta parte de sus fuerzas. Veamos tas que son. Consta que
cinqüenta y un regimientos de Infantería , inclusos dos
de Dragones desmontados , tiacen según los varios ipics
de cada uno ciento y once batallones y medio » de los
quales son extrang^ros treinta y uno y medio | á saber:
seis Irlandeses, doce Walones , y siete y medio Suizos.
Quedan ochenta Españoles, y en ellos ocho de Mari*
na I dos de Artillería , dos de Oran , y dos de Zeuta
fixos.
Considero que se reforman tres de Granaderas Vto^
vinciales I y quatro de Fusileros de Hontaña , aunque
tos últimos ha de ser con cuidado. Deducidos los veinte
y uno de Marina , Artillería , Oran , Zeuu , Provincia*
les y Fusileros I restan para tropas de campana ^ guar-
Iliciones, costas de recinto,. presidw»:menores de Afírtcají
y destaciiment06 de Indias (que los premedito para pre-«
caución de lo futuro, indispensables y numerosos) , cin-^
4]ttenta. y imeve batallones ¿Españoles , y aún pata., mu-
cha parte de este servicio »Ip cinqüenta^ y tres , : pues
ios seis de.GuatdiasnQ coaturvea á cL . . ... ¿ .. ;
Se quedan en pie todpsMlos extrangerps (de cuyo i»
conveniente hablare .después ) , i y son mas de la .mitad
lie J6sr.£spa;&bles. omp^i «ódarrrázptipolítka:^: y.det^ttén
^obiernp ,^ piíei ha.'dc jstt^eírát 'la aupoErij^piopi^
^«e guarda con; prifeienccjobUgacioa ebr&cjr^ y d
Por este cálculo , reduce el Rey lá quinta parlte de
^snoinífitfiretía i, ettra c£e^ siete: batallones :,:qBéi50& cíes de
<Sraflad4S0| f I ovlncialc^ y ;y^]flüacro dé £qsitcips ^ . conno
a2p
vsi referido; cuyo total de hombres reformados, son diez
y nueve mil ochocientos dos.
. £n ta Caballería , que consta de veinte y tres regi-
ffiietitos y sin la casa Real , y en ellos setenta esquadró-^
nes j inclusos los Usares j pueden del mismo modo redur
cicse las compañías á veinte y; cinco plazas, incluso Sar«
gento y tropa , que son trescientos por regimiento , y
se reforman cinco plazas por compañía , y en su total
mil setecientos y siete soldados y caballos , y quedarán
seis mil ochocientos y quarenta.
Los Dragones son once regimientos , y ellos trein«
ta y quatro esquadrones , cuyo pie es diferente ; pe-
ro deberán igualarse reformándoles diez hombres poi;
compañía , y algunói mas ^: de modo , que todos ha^
gan * trescientos sesenta en su total , y de estos los vein-
te á pie, los diez á caballos de suerte, que de trescien-^
tos sesenta Dragones por regimiento , habrá doscientos
jquarenta desmontados , y ciento y yeime á caballo.
• . Es muy grande el ahoiró de caballos en los Dragos
nes ; pero es preciso dexarles algunos porque no olviden
el servicio montados , y porque nd teman quedar á pie
aún en la guerra , que los harían descaecer mucho por
4a repugnancia xle la. nación á la infimtería.. Será ta báxü
de los Dragones nueyeden^ Teinte y quatra hoMbre$^
¿y. de caballos tres mil quinientos sesenta y quatro, yx^ue^
•darán trcfs mil nuevecientos sesenta hmnbres, y imÜ 'tres«
cientos veinte caballos. - . 't
Tendrá V. £• presente que en laslíí(iias hay dos. se^
i^biéiikos der Diagbnes dé itatiá,:y Alemania i^de do*
•ce /compañías cácli.uno9.:que iiacen si(mbo» mit y do¿J^
dentés boosbrc^ - ' • ! ;. . /^
Incluiré ^ estados que deáiuestran eh resumen lo
que va en. preferencia ^ icón distiocionde ¡Iq^e^el
Rey
iUy tka& , lo que me p^tttt que reforme > y Id £e«
siduo, ' * ;
Lacas^ B;eal.e$:uQa provideocia. díficil x]ue asusta
lasiteflcxipaflS: por ri.apoyo, df su merico. ; y |a inme*
diadon al soberano; y, mcésita^ ^mchas coñ&rerida^ yec^
b^lcs lo que" se. haya de Varias. *
'He dicho: que los regimientos Efp^ñol y Walan
de:<4ua!rdias pueden mlnoracsc de veiote hombres por
fojnpaíud. Hap¿6óryido ^esdcque se.forinaroa ^ coo ho*
ñor y espíritu siempre loabbe mas de .quarenta años2
prtiás ha descaecido sú comrepto , y su vizacria : han
dercatnado ofiucha Sangre ^ por lo qual no tengo poi
piadoso que recaiga nirigaa perjuicio en;la.s Individuos de
qat hoy^ compone ;^per9jdQ3GandQf los empleos vacos^se
reducirán ^n ¿rove tiempo:^ y podrá mudarse eLpie psH
ra los que eston modernoi bajeándoles d grado ; enten-
dido el Rey de qujC un batallón de setecientos hombres
tiene sitte coroneíés { y de esto^ mismos y los^mas ea
grados mayores.) :dei Brigadieres hasta Cagitaiies GencT
Constando de doce batallones los dos cuerpos^ hay
efi ellos ochenta y quatro . Coroneles , y regularmente
del íntSmo gradn muchos' Ayudantes: y Tenientes * » pos-
f}ue-Jsoahomfaips fia mérito y con quo puede discurrirse
4Í0|je^c;eso ;9.i|u^ )antaráa)Cien(£qráQ¿ks i de Idsxpules
eaa d lúh iuryídos. Capitanes .ijenéralesy ó Tenirates Gó'
nerales , cinco Mariscales de Campo ^ y Brigadieres vdív
-oL L'ps <3uaGdiii 4^,C&rpi titoeniJ^.orf&má» antigiiedi^
xlotfornt¿cionr;írijp eaim¿vso{enfo&£al3ÍatiDScléq)xoüooDS^
tan las compañías , hay tres Capitanes^^ tiles cTenientcs»
^tesi Subteniemesif txes:Aifitre(r»y ^hjSatgenco Mayor,
tUGf AyAdsúates^iaih Qeneoal « Jitoinrft;3i&]iBktrD ^xén^s
jü con
con gtado de Corosíel , todos d los mas superiores , pues
hoy se tialian entre ellos un Capiran General , ocho Te~
Dientes Generales , cinco Mariscales de Campa ^ y dicQ
Brigadieres; - ' '\ ' ' í\ i -^ ♦-••* '- -*
De modo , .que novecientos: ^laAxi^tlos , y ochoimife
quat rociemos Infantes , pstánmanfiados por tresCapi*
tañes Generales , <liez Tenientes Gcneratos , diez Maiis«i
cales de Campo y treinta y «eis Brigadlefes^s^iníinitod
Coroneles. .:i^.:ii
£$ta Plana mayor tiene délas iSmrdidb dbd^ícido
número para tanto Gefe.,> sisé calcular por lo matc;^ial^
pero muy digno de todas sos prerrogativas fpóc lo foc*
mal de sus merecimientos. «* vi
Lo que se considera 'p^t '^^.^ iso^GH*r ^^<<$^íi*en-*
te en la infa^teriay no ^» sabido*} ipe¿oM^:¿rati&a!^
clones y vestuario y apoi^nientO'^ es' umy conside^
rabie. - , - ' '•■ :'>•''..; " • . i
Repito la razón de ra;.m^r(tk>l^ ^o p^ puedo ca<
llar el. gravísimo: peijuicio^ tc^ue^ ^e rsigue de acomodar
por piretision '^lAKhos Oficiales Genefadesi, ^que sinbí se
les hace servir ^ lia oído V.^ E^'^us quejas f si se ocupan^
nor pueden ser todos sol^resaliei^cs^ tanto como lo son .al*
gurdos y'^rqueda-nnikítad míotiva^recisábiente'iit'dlfet
xencia ; y porque reducidos á la precisa esferaudelsus
du¿rp0s', ven *iffü|:hiis^' fun¿loit)psry $iifieix ¿idciios. ))eli-
gtosy forman grandes Oficiales de granác^eíos >. pero «iq
conocen- la^escuela del mando ; aunque eriio.páciiquhi:
hay inetiio^fqtfe la e^peciila^ y se^disünguep; ; , uq
' • fiA alq^QiítemokViGqtíipages , mandilas ^ guardias:^ dtt
las personas y y oirás varisisconsideracicaiest^reixibl(raiuib
iaimhk^'arquer .manda , y al país dónde se hade la
guerra.' -''-'. '^ -^ - '* n^'i'^ ^ . 'j j ,• -;. ••]'.-' ^ .
£n Guardias de Cotps seiiui^inuoichtttdb fognár-iea
po-
*5^ .
pocos días de guatdU, y algah mes! de Cadet6|tin Ibicí^
to que tiene grado de Coronel $ con mas sueldo que niOf
gano yiv^ ...
Son hombres ilustres , y propios para labucacse i pero^
no teniendo ^tempce iocasion ^ porque el. setvicío de' la
Corte los ocupa (aunque sacrifiquen sus repugoaucias),
stfJiacen antiguos » y pueden, llamarse Oficiales i esto es,
hallarse O^ialssGettXaksiain ibaber apostado una cen-
tinela. ;
( JbÜada de esta te totra i mi discurso , ni me atrevo
i.ekpresar.midi£fcámen ; V. £. gobernará el suyo coa
mas acieitQ « como .mas inmediato para informar zX
Rey.
- Me parece ^igatnos la idea de reformar tres compañías,
de Guardias de Corps ^ y pueden reducirse al pie antece-
dente del último aim^eoto , .que era; de doscientos caba«^
líos cada una : número suficiente para el servicio de Cor-»
te,qüeie^supciucijpaiinstituMi .
Se me ofrece un jreparp tab notable , comodigoo de
sentinlientp á .la^nacioa. En Us. Guardias de Corps soa
tres^ las Coi&p^ñías , y solo una Española ^ de que resul-
ta , sirviendo: mezclados | que siempre ajcompañan ^ siguen^
y guardan alr Rey con. sola un vasallo^ su yo, ^ dos que
ttC^ilo.Son. 'i':^ ,. ■''.í'í '• ' .»./>!.•'./: >-. :
• : £n lá In&nteiía sop i^iáles tos. cegimienros Español
y Wabq en el pie , y ea^ el núóiero i y quieren serlo ea
ias. ptefeqenctas $ de modp ^ que cada;dia se'<ifcecen dis-
putas, poi;que;BÍlW¿ÜQn 9e^.aLQtJ[Ojcaa.v|okacia#y^»r
Hbenlásm^ípaiitokoan»|^.(^^ ^de can la
¿uda da'n.mptí^yo^ila-ittittioncioh. ; •:: ..-. ^ , \
:. Dicen laa ocdinana^s de Gu^ttÜaii qup en qualqúior
caso disputable, no prevenido en ellas y^ recurra , y se
ligailo^quediíertoiasideíFrsiiKja. j :, uUr
Po-
«33
Podríamos borrar 9 si á V. E. le parece ^ esta humilde
subordinación de nuestras ordenanzas , que desacredita
el encendimiento i y la cito por paréntesis , pues la he
traído solo para el argumento de que no se observa en
la alternativa que procuran las Walonas con las Españo-
las, pues se praé^íca tan al contrario en Francia ^.que no
solo ceden^ las Guardias Suizas i las Francesas en todo,
sino que les quita siempre la derecha qualquier Regi-*
miento Francas , aún el mas moderno , por conservar
siempre ileso el privilegio de la nación.
Adviértase! que las Guardias Suizas en Francia
tienen solo quatro batallones , y las Francesas seb: diez
en todos i con can numerosos f»cn;itos como el Rey
tíene.
Los Esentos de Guardias de Corps en Francia no
son mas que Tenientes Coroneles graduados , y en Es-
paña Coroneles. Pudiéramos imitarlos en esto para los
que vayan entrando.
De duplicar el número de extrangeros eh . Guardias
de Corps , y ser igual en la in£antería , resulta inevita*
ble el grave inconveniente > de que siendo desde luego
tantos mas los Coroneles , y consecutivamente la escala
de grados mayores > son siemprenas los Generales ex-
traños y y los acreedores á los mandos ^ y á las vacantes
y en el todo no es ponderable el inseparable gravamen
del erario por los sueldos que estos acumulan.
Pues hablamos de la quqa ó dolor que en esto pao^
dece la nación y vasallos del Rey , suplico á V. £. que
represente á & M. el pie en qtie de pocos años á esta par-
te se han puesto los Irlandeses de alternar por antigüe*
dad con los Españoles por un priyilegio de tales i y
parece , que bastaría en atención á ^1 , y á lo bien que
sirven , que sean últimos Españoles , prefiriendo á tod^
extrangero.
^34
. Tampoco hallo rázon , de que Tátios cuerpos del
cxecclto ñnjan nombres inpartibus ; como Belgiai Bata-*
bia , Ukonia &c. y pues hfi dado Dios» tantas vastas Prot
vindas de que pueden tomar honrados nombres sus Re-
gTmientos , llámense Valencia , Murcia ^ y otros de es-
ta clase.
Volvamos á nuestro principal objeto^ de qué me des*
vian algunas digresiones, que aunque las condene Vi £•
por molestas y espera las disculpe por 2elosas.
No discurro, que V, £• pospondrá las fatigas, el
cuidado I y la doftrina de un Coronel , y un Sargento
mayor ( que le cria el R^y en dos batallones de un Re«;
alienta con mil yi i qaacrocienic^ soldados , ó tres esqua*
drones de caballería ) al servicio de Guardias ; y yo en-
tiendo , que la mayor escuela es la de Coroneles $ ea
cuya elección de sugetos se ha de aplicar el mayor exá*
flien para optar los grados superiores.
La Compañía de Granaderos, y la Brigada de Cara*
bineros s^dos tropas muy distinguidas ^ la primera, mas
brillante ^ y la segunda , mas útil , y pueden serlo am-
bas, sise igualan en el pie , y se moderan en gratifica*»
cion y masa»
Siguiendo ¿lo i^e alguna vez hemos discurrido
V. £. y yo ( si sq acuerda) , náe parece , que á los Cara¿
bineros se quiten cien caballos, y que á los Granaderos se
les aumenten con otros cinquenta ^ serán así ochocientos
«sqogrdos , trescientos ios u^no$, y quinientos los otros , á
quiendsie ha njde^quiur^Ios^ galones, y dar reglas m^
sólidas i; expresando,. qttc-siempre que haya: guerra , ha--
yan de constar estos cuerpos de seiscientos los Granade-
ros^, y de mil los Carabineros, que harán un derecho
for^midable*' Tratamos de rro^s ^xrrangeras ^ de quQ
l^rometiíhabiar. , i \,
Que sea un cuerpo numeroso de ellas el que se de-
xe en plfi sé funda^-y se apoya con rascones muy sólidas.
Dícese f que excusan los nacionales , para que empican^
do menos en las armas , se apliquen á la población , ai
cultivo y y á la Corte. £1 extrangeroisufre la injuria , y
la fatiga de. la guerra f se indina al país , y muchos se
establecen , quedan , y aumentan la vecindad. .
Tuviera por imposible separarme de estos principios,
si tuviera por posible sujetarlos á efeftos. Conñeso , que
convienen los extrangerós, pero pregunto i ¿y el modo
de tenerlos ? Lqs Suissos ( que son los únicos Republica-
nos , que se obligan ul que dá mas, sin Soberano partid
cular que lo embaraze), están desacreditados en todas
las Potencias , ni aún los fronterizos que los reclután^
con Étcilidad los quisieran;
Infestados de la deserción con mas excesó que otros
(aunque hoy comprehende este daño á todos) , se han
de tener presos entre murallas , ó se deshacen , equivo*
cando tanto los planos de los exercitos , y el cálculo de
los Generales , que á paquísimos dias de campaña, son
solo vanderas lo que se ñguraba batallones ^ y cues-
tan tesoros , como lo hemos visto á nuestra costa.
Una Compañía de Suizos es un mayorazgo y y aún
se divide por medios y tercios ^ que producen á propor-^
cioa ^ y es uh comercio, del qual hasta los Castellanos
se utilizan^ por. 16 qual tienen apoyos , auxilios y prer-
rogativas 9 de que no me atrevo á hacer las debidas ex-
cepciones, porque las contemplo muy presentes en la
consideración exquisita de V* £•
Los Irlandeses muy. biaarrós primero mueren que
vuelven las e^MLldass pero tienen solo el nombre >. y aU
günos Oficiales, siendo Españoles la mayoLpartei de su^
soldados^
Los Flamencos son muy buenos; ¿pero como se cf-^
durarán estando la Flandes entre los Alemanes nuestros
2^6
enemigos 9 y los Franceses que no gustan de vernos ar-
mados ?
Los Italianos se hacen apriesa con los Españoles por
las costumbres ^ el idioma y la memoria ( aún no bor*
rada ) del largo tiempo del dominio de nuestros
reynos.
Sea para Suizos ^ Irlandeses , Flamencos 6 Italianos»
nos han de venir los Oficiales y reclutas por mar , ó por
la frontera de Francia. En este inconveniente se halla el
mismo Regimiento de Guardias Walonas » y las dos Com*
pañias de Corps Italiana y Flamenca.
Debo por amor á la verdad aplaudir el zelo y el
cuidado con que el Regimiento de Guardias Walonas re«
cluta continuamente á costa de muchos intereses- y
£itigas»
Siempre que haya guerra se nos cerrará por preci*
9ion uno y otro camino > con que se reduce á que en
tiempo de paz por tolerancia ó disimulo de las demás
Potencias^ con dificultades y aecido gasto tendrán al«
gun número aparente los cuerpos extrangeros , que para
la revista I y la paga serán completos , y en declarando^
se la guerra, ó se han de deshacer, ó no han de campar,
y será precisión apartarlos de la frontera , porque su ma-
yor parte constará de Franceses disfrazados en Irlande«
ses y Suizos^ que se vuelven con la misma facilidad que
vienen , y destinados á la guarnición , solo subsistirán
el tiempo que estén encerrados^ - •
Muy dificiles son de satisfiícer estas ob|eciones{,
p<;ro como nada es pre&rentc ál bien de traer gentes,
y desocupar las nuestra& , mantenga el Rey por mi dic*
tamenlos qxtrangertís; pero sin estados, ikiáy ores, sin
gratificaciones excesivas , y con Inspedores zelosos y que
solo abonen lo efe¿tívo , escarmentando al Comisario,
"ue en las revisus particulares exceda de cst% regla.
¥ae<lcn quedar en pie vdnte y siete BataUotíes ex«-
trangeros y reformar quatro y medio , ios dos y medió
Suizos , y dos de Irlandeses : ios primeros , por la facili-
dad con que se deshacen , y los otros (aunque son tan
buenos ) por la dificultad de sus recluta^. - ^*
Esto se lia de pra&lcay por l^egimiemos , y no pot
Batallones , como ya se liizo otra vez* (no acaso) $ de
que resultó , que dos Batallones Españoles tenian un Co-
ronel y y otro un Batallón. de extrangeros : y así nosdu4
pilcaron el número de Gefe^.y y ení muy pocos años el do
Generales.
Los que hayan de ser, se decidirá por la antigüedad;
que no motiva quejas ; 6 sino por su estado , ó circuhsn
rancias de su nacimiento, : (^
Todos los otros , menos los Suizos , se hah^db po«
ner en el pie de quatenta hombres por- Compañía , siii
dispensarles por ningún modo que reciban Eipanolesj
nunque no ^erá posible quitarles por ahbra ios que tie^
nen , porque son los mas Cabos , Granaderos, y -U \:úhdr
za de las Compañías* Para dexarlds én 'el pie dicho , no
habrá gente que sacarles , pues ninguno de ellos tiene
el contingente que le ha de quedar. '
Si el Rey apru^a todo lo expuesto j tónsidcriiráf
quatenta y cinco Regimientos , que componen ciéñ^Ba^
tallones , los seiema y tres Españoles ^y velbre- y. siete
de extrangetos , ^e quinientos^ sesenta hombres ios d¿
Guardias , y de quinientos y veinte los desias' y y ea
todos cinquenta y tres mil y quince infantes. - En veint*
y sets^ regimientos de Caballería oahenta y ün^Esquadro-
fies de cien/hombres cada ano , excepto Catabineró<
RealeSi Granaderos y Coraceros, su total odio mil > iío|
veQtae Eli ejnce Regimientos de Dragones- txeihta y qua^
tro Esquadropes 9 y en ellos dos mil seiiditfiftps y^ ^uai
240
Cru:&de San Luis ( que se reparten cDmo alelayas^ en-
«vanccc su casa y su fiamilia, y son. preferidos para los
empleos y las alianzas en sus Provincias* Considérese
iquáq diferentes son Us Ordenes Militares del R.ey para
el honor , y para el Soberano , como los Hábitos y ias
Encomiendas sigan la distribución del nombre.
j^sto se consigue recayendo en el gremio Militar
quintas gracias son de aprecio , y de interés en el Pala«
^0;| en la Cáete ^ en las Capitales , y en todo lo que es
mando y autoridad de la guerra y de la política.
Si un gran señor , que no sirve , y obtiene desde el
descanso de su casa los honores á que aspira , y tal ves
porqüeesmasoportiuio I (.prefiere al otro de^u ciase»
que esdi en el exercito exponiendo «u yida , serán pocos
los que praéliquén esto.
Si en la vacante dfe un Corregidor de lucro y de
descatiso se búsc^ en el rincón de su provincia un partid
cular sin mas título queeb de. Caballero pobre » y no se
eU^ un OñciaLhetidcTy no empeñaremos la noblea&a^nl
ahorráremos al R.ey sueldos.
La malida de los que no quieren , ó no se atreven
á hacerse dignos en las fatigas y jen. los^peligros^ ha in<^
troducido y que los soldados son ignorantes y intrépidos
yicodiciosós. En el dilatado tminerode un ejercito creo
que habrá muchos á quienes se puedan aplicar estos de*
fedos $ pero quizás será universal en los que no han
aprendido en la escuela dd (rato con los hombres» yj
que salen de su casa á gozar sueldos del Rey sin ha*'
)>erlos mete^ido en .Encomiendas^ gobiernos de Indias»
y todo lo que sea destinos | que embelesan el honor y
el interés. Tiene el Rey que dar , y tendrá mas , estu-
diando las distribuciones 1 y volviendo ai pie ant^uo al«
gunáscosaSt
.- ..: Se
241
Se reformaxon varios gobiernos , qu¿ sin mas costa
que los sueldos ocupaban á muchos ; y iioy serian
may apetecibles y á poco que se les añadiese ^ sin car^
go sensible de los. pueblos ^ de aquellos que regaron
valerosamente las campañas con su sangre.
Creo^séría ^ VJ £• conmigo en el. didámen de que
no hay tesoros iqac basten á premiar el mérito de un
exercito,s¡ todo ha de ser contra el erario.
¿Que ie cuesta á la gran Ciudad de Valencia dac
una x:asa ^ y concedet una franquicia á un Teniente
General , que se llame su Gobernador ? ^ V por qui¿ no
se le ha de agregar el Corregimiento- que tiene el In^
tendente , sobrándole sin el para enriquecerse el sueldoj^
y las utilidades?
• Digo lo-mismo en Zaragoza, Murcia , y todas las
Cápiqale;. £1 reynó de Murcia era un mando particular
en^ue se empleaba bien un Capitán Genera^ ide Pra<
vincia , y Teniente General ^ y después se agregó al
mando de Valencia, sin saber por qué.
La Asistencia de Sevilla , empleo de los mas decoro«
«os , y útiles del Key , no há muchos años que la posee
un Coronel i y aunque sea benemérito y me parece que
no está ya mal satisfecho^ y que puede dexar aquel hue-
co para- un Teniente GenerdU* ' •
En estos gobiernos se ponen Tenietites de Rey, Sat-^
gentos Mayores y Ayudantes y Capitanes de Llaves
(donde hay murallas). Todos estos se contentacii ó se en*
gañan con el título , 6 su mismo sueldo.
¿Por qué nq han de disfrutar en las plasas (como
sucedió toda la vida ) , y en cinqüenta castiUos imitrles,
^s fosos sus Gobernadores y sin hacer mal á nadie í Se
-ha invcnxzáOy' qme padecen hs mura^Ua^ , . sin disringuii
los medios de los extremos i pues todo lo c^ue no.es ár^
^^Tom.Xa Hh M
bol (que internando las nices , abre las piedras ) es in-
cierto que perjudique, y en probando esto, ¿qué im*
porta que tengan jardines que diviertan , y huertas y
sembrados que producen tal vez^con utilidad de los fo-
sos I porque los limpian ?
Tanto Guarda Mayor, y sus rondas , y Administra-
dores , pueden llenarse de subalternos reformados , Sar-
gentos y Soldados viejos , que no servirán con menos ñ*
delidad, y obrarán con mas experiencia y espíritu , y ad-
mitirán por dichoso premio diez ó quince reales que tie-
ne un Guarda Mayor, y tres o quatro el de una puerta
embozado en su capa ^ quien hoy le sirve, sin haber mc«
recido por .ninguna fatiga aquel descansado empleo*
Siempre que por estos motivos no se desvien , y se
octipen con algún süfragia infinitos , ios tendrá Y. £•
sobre sí s le agoviarán con memoriales. Gritan y se que-
jan malquistando la piedad, ó la' justicia, pues si se
atienden , consumen la real Hacienda s si se abandonan^
los oye el común sin examinar la razón y y desde luego
mira con tedio el oñcio del soldado > porque teme el^
mismo escarmiento. Si se ve que es camino , que ayuda
para el alivio , y que no se puede entrar por otra parte,
todos le elegirán.
£n lo antiguo tenian . ios Regimientos, que se lla«
fnaban tercios , Provlocia. de que sacaba^n reclutas con
mucha utilidad del > servicio.,, porque eran gentes de
quienes conocían los Oficiales el lugar , y los padres
recurrían al reemplazo en la perdida , ó en la fuga
(aunque enConccS se. ve^ao potras . ^ porque no hablamos
jiptendido este deshoji^r que nos han enseñado nues-
tros compañeros); y la misma Provincia^ó Ciudad ha-i
cia estimación propia del estado del tercio que reclu-
caban. ;
^45
Fudierase resucitar esta memoria , y dar á los cuer-
pos nombres de los mismos rey nos de que sea su gene-
re , y aún alguna preferencia para Oficiales de la
distinguida de aquella capital , qjie todo ayuda y
atrae. -. . .
£n cierta antigüedad , ó por alguna acción digna,
se concedían escudos de ventaja , y medallas que perdía
el que después degeneraba en el vicio , ó en la deserción^
y todos procuraban mantenerse honrados por no des«
caecer envilecidos» Discurrase este punto , pues á
cada . naciün se le ha de empeñar por sus inclina-
ciones.
Recibíanse los reclutas voluntarios sin precio de en-
trada y quedes un pie in&me que da motivo á la deser-
ción 9 pues huye de Estremadura el soldado para venir
á venderse á Aragón. Tómense precisamente por tiempo
limitado de quatro años lo que menos en paz , y sea
infalible su licencia al plazo convenido ) que no consi-
derándose esclavos i habrá muchas reclutas y menos
fugitivos.
He tocado por mayor quanto me parece por ahora
cxecutivo '9 y pudiera explayarme discurriendo en los
medios de quanto propongo. Siempre que el Key lo
apruebe , será muy fácil á Y. £. expresármelo en sus ór-
denes , ó mandarme hacerlo 1 ó valerse de sus subal-
ternos y que parezcan mas inteligentes.
£1 punto y el gasto de marina es el mas principal
por su importancia 9 y debo suponer , que dedicará
V. £. su cuidado á que se adelante , porque tiene par-
ticular conocimiento , y sabe que no hay soberano ea
Europa , que tanto necesite como el nuestro las fuerzas
de mar , para guardar y conducir sus tesoros 1 y preca-
ver que las naciones se los usurpen.
• ' Hh ai Es-I
Escarmentada la Francia de la superioridad de los
Ingleses en la perdida de Cabo Bretón > y de tantos
navios como la han quitado , tiene ya en los Astilleros
diez y seis quillas de cinquenta á ochenta cañones , y
piensa aplicar al aumento , y progresos de la marina, to*
do lo que reforme en tierra»
He procurado satisfacer la orden citada , cuya fecha
es 14 del anterior ^ y seré muy dichoso , si mejorado
mi diélámen con las prevenciones de V. £« se hace dlg«
no de que el Rey lo apruebe.
Nlsa a de Julio &c. = £1 Marques de la Mina zz
car:-
CARTA
t
DEL CJRDENJL SJNDOrALy
ARZOBISPO DE TOLEDO,
A LA MAGESTAD
- • • • ^ .
D^B FELIPE dUJRTO,
SOBRE
V I
*
ha contrihueion de millones detestado Eclesiastfcd] negándose
4 venir d la Corte donde estaba llamado. -
. . . i
SEÑ'Oi^..
• • •
• • • t * ■ »
JL or la caita dcV.M.(quc Dios guarde) escrita en 13 de
Septiembre , acerca de la coñtribvr<;ion de millones ', lie
visto ser la resolución del Consejo , que: el estada ccle-^
siálticano puede ni debí ésct}saf se de esta'contribucionj
por mirar inmediatamente á la defensa de la Religión
Católica dé estos reynos ^ y hallarse el patrimonio de
Y. M. , y el del estado secular tan ejcpuestó , y exáusco}
que sin la ayuda delEclesiástico todos se arriesgarían.) y
quedarían expues^tos estos reynos al arbitrio de' nues^
tros enemigos (motivos que han obligado á' lá^nta Se-^
de á conceder desde el año de 1.5 pi esta contribución
|>or Breves, calificando con ellos la obligación que el es-
tado Eclesiástico tiene de conirittuiT.á etta) » y porque
respeto délas mufhas apretadas nuevas tóvasiones de ios
/^
^48
que antes ipoisiAfon tales clausulas y comUdones^ que ex*
presa^ y damnente destruyen la proposicon sobre*
ilicha»
. Urbano VIIL^ en su Breve d^ 25 de i52jr so-
hse la coacesion. de* los doce miUanes > y en ;el de 30 de
Mayo de ¿162^8 , en que iiace* declaración del primcroi
yjeo el de xp de Mayo .de 4 6^ 9. de. la concesión, de
' los diez y. ocho millones » y en el de 2 de Junio del mis-
moL. año. sobre: la e absolución, y condenación de lo co»
bírada después x^e espiró xl. Bré ve v y -^n ^1 de $ . de
lSi^a/yo< die 15^^^ asobee 'Ibsvxiiess y^nuevd millones :as^
mismo Inocencio X.^en elxie^i4 de Diciembre de 1^44,
y. en el. de 21 de Septlcmbs-e, 4c. 1650 y\ lo que dicen es-
ya en unos , ya en otros : ^ iique pasado el sexenio , no
npuedanií^t? obligadóSiiós Eclesiásticos á contribuir cu
^»cosa algunas que las concesiones^ y.gracias espiran en
jaquel puntos que en áinguna manera se pueda cootl-
ivnuar la cobranza por qualquiera causa ó pretexto^
vsin expresa licenda de la Sede Apostólica s que no baste
f» la esperanza de U Altura concesión ó prorrogación > poír
nqde desde lueg^ declaran ser voluntad suya nó conce**
t^derla , y ló testifican interponiendo su palabra Pontif-
)9Íicia$ que jamas se pueda cobrar sino quando y desp
«ypbesiqae sle hayarOkcM^da.el beneplácito' Apostolicen
nqüt reservan j^ara^^í solos* la^Interpi^^cion de sus Bre^
9» ves i qoicandotá^alesquieroi otros la €|cultad deioter-
Y^pretarlos , ampliarlos j extenderlos ó moderarlos ^ ó de
^íobcar contra ó fue^a ái stt> tenor 1^ y d¿ lo expresado en
tidlos I aunque iseati^:la cosa ' piks: tfpjúima ^ cjque ^todop
i>los que pasadbleTierixieoo ^eñaládd, eobraseri cdel«Cle^
nro y incurfeaaenilas censurad ;^ isiri poder ser absudiós
5^pbr ningún privilegio ^ aunque: sea^ de la Bula de ia.
nCruzafda, porque^ solo.para stxeservap la
nque'WlOrcÚdaoios^ l^f nan^esáspepsion 1^ y;« 4e'
a;^
14 J
^dlcKo Ids declárehy y reágtaranda lá» retenras'; y &•
MQalmente las veces que se ha cabrado sin Breve-, reco-
5) nociendo que se iia incurrida. en ellas , lian dado la
^absolución en el fuero peaiccndal ^ y V.iM; la¡ ha pe-
^^dido ;caa la condenación de toda loí cobrado , y "^ara
)t universal desengañó de que sin firevto. no se puede
f ijaoias cobrar , añadieron que no era su ánima por di*
t^cha absolución I y condenación que se * induzca , ni
^Ypueda. inducir en. los tiempofc .fucuros alguna* tácita
9tfacultad'| ó aprobación de cobrar la$ sisas antes <d$ obce-
9Yner expresa ¿dncesion seria.'' i. rf
Suplico yo i V. M«, que pues Dios nuestro señor
le dotó. de tanta piedad | y. tan claso emendimicnco^
•haciéndole brazo derecho de 5U Iglesia ^, :y ^u tüiyot
defensor , y tiene dos Angeles « de ^gttárda para su ma¿
yor dirección, que entre con dios i^ sos solaste- cbnse«
jo ,. y ponderando las cláusulas re&ridas^^de tos Poñtifií^
res y restri&ivás^instru£tivaSiyconiDuiatMias , y tan^x^
•presivas de «a' volumad ?, aún: eii ^te icaseoén qu<; V. Mu
«ihallx^y can las mismas cáusasrqúeprdpoaeV vea co^
oío se cobrará /y cobra seguramente cá conciencia dd
£cIesiástlco, habiendo espirado et Breve? ¿ Cómo pueden
tenei: logat Ias>dxfdlcaciones 40intva' tan expTesaS' y \iw^
rales palabras? y que quando co^pÜeiá en ellas alguna
duda ^, su SabtUfaui tiene YlMrim;lir)pab sí li^^ ex-
posición,; ¿ Cómo se evitará tí incurrir en las^reriáurás, y
necesitar de la absolución Apostólica} ¿Cómo teíidlíá
logar la prekanti voluntaddeLqtte expresamemecdecja-
ralque nó latiene;^ nL|i£stifidará la exaccimí :|lirt(iada^'éií
esperanzasiya exdutdaé¿?:¿Qii;^ solidez piANkí tMefr^d
pensar que hayléostuinbiretoteraday quandoto coptkrio
consta por'lo^icho, y sucedido á V.Mw? y quando la
hubierf fuesaiJ^orrupc^á., no costumbre ypües los sagra*
dos cenónos iha¿cii:>est0i'4n9Wda. 4i^-4hiiiúcá«iafd^d¿ t^
%r w-r
X9 lo\^^
-ayo
iglesia y y^lodáscdi&iitrjls impccs^ciptlGde. ¿Qdó lé fác^
•lita ó. extiende i V« M» el pockr* sobre el patrimonio de
.Jera-Christb,,qu[aiidQ el legítimo y ünko dispensador de
el lo hicga ? |£s UcUi>en tan chrastiaho Monarca obrar
en materia tztt arriesgada can fundamento de presun-
ciones alegadas ya «^ 'y excluidas siempre del Pontífice^
y contra decisiones expresas?.¿Quren ó cómo excusará a
los Ordinarios de la abedlencia k su (:abeza ^ni les im;-
jp¿dirá..la. execudon ^dc lo que tan -absoluiamente ordena
4i riesgo.de la iodignadon de Dios ^' y dpi Pontífice en
la cobardía del cumplimiento de su obligación ^ y á que
f>tra vez les repita su Santidad lo que ya para su con«
fusioaJes dlxo :.que temiexqa donde .no había que te^
tner i- pues se ajustaron ^y.confor marón con el poder hci-
mano I contf si ti derecho ditó;no^. * j , .
*'« La vida» señoc^ la' hacienda es de V. M. > pero el
«Ima es de Dios , que nos pedirá á los Prelados estrecha,
cttcnt^ si no ábodecQmo&á; los. mandato^ d& hLsanca $ede
j(titi.i9^pcesado$;.prepetidaí>s ^y ,táa eoccluidm de todogc*
Jiejro^le Jiatecpretacijqai') ó^ defensa hctie » sin qu&.la- la«-
fiUíiQi^ncia del Patrimonio; real , y haciendas seculares
4>tted^ teneif aquí Ju^iísoporque todos estos títulos se
^gaf QRy y'>e)u:luy£Gon.^^rka^JEke^es^FQot¡ficios pasa^
iíÍQ»9COQ9KOSeJbldklb^> olí. o -ji.., ./ "I, -:: . 7 1
• :. 1 JU^^iiptiktiQSrde^IaS'iitaeiittSjgilert^ ñuear(>j:oati»
'fimMQtft'dei ringles 9. UsiinlYatfiones por . todas panes df
A9S enenMgos jdj^ esta corona» la fitiné resrau¡radoad.e Forr
^IÍS^'^íMa.íí^ Gata«
W^1^\$:^4if^ rilÚ»ft:|KOÍ^ih«Ml:^ fttStOS loi
Uxku<ü q|UitMy4.>l;ii9»ÍMs^e|e^fliá^ gti^^^
d^Jl4ft en eJílotíel 0^4^^^ (^^n^osBcfiy rao Cbristiano y por*^.
guo de el eS'a3bS0lufo señot i pevo,n6 siéndolo dei Pa-»
irlmooÍQ.de.iSl^rjsii'o i. no^será^dágoo.de^^urxelóqiKícoii
|V«{fixi]ft.di^' dií¡has.guerj:fia t;rentr&eQu:clí.lA mano ^i por«
qae dotando Otros' umchor tíf lilos quje - hftya pSi^a cUfi^
:solo repcf sentó aqui á V« M.>.qtte.l^lgíesi^ ^antacsla
jquc ca ,su& lides es füvKt y mas^ fitcrte exetQi^4;£Sáis
:uopas. y esquadras^ soo iQs.c^oside JasJ^esias i^Axaiih
gionesi la batoíia mas fuertt contra J¿s. cpepigos , soa
los saalñqos santos quc.celebra, las oraciones . qué tc^
{>ite> las penitencias que hzcp i. la .cruces el estandarte,
sa General jcI Poaüfice , losxapitánei sus. Ministros : a
clips se . les.. debe. jso. pcimef. lUg^ír la. id^t¡A , Jy ^ asi
lo reconoce y, M. siempre qita.JEa¿tliYiná iSp Ja . coooedei
No dudo , señor , que tiene ppr muy cierta caia>vcr-
dady mas coma es invisible este socorro i^nuichoa reparan;
mas encloque es aienoisL^cy. Jieneni por .masi.usgonte la:
contribución material , siendo.de tanto n^ayor pesp la^eñ^
oaciá espiritual de la santalglesla,iquaot0 mayoitiej divi-
no poder que sigue á e^ca, que d fhiamano^quc csSgue á
aquella, como con innumerables historias ^svsa^ikdas co^
mo profanas puáicr^ coíiBprpbarse i Mái:.jd0nde>^:s]gue>^
que ios: l^eyeq pn orden á con;feguü7iSiisj«t¿kQriasjyaK)ttá«*
lia parre^ deben con^cvát mas . ¡n^eóXDe^ de donde pro^
viene á snStexercltos mii'yQr potenda» . . , . . , : >
. . : Viengo , seÜQt , al ptíigro. oioral^ inStánfeaneo^ y .pró^
Xlj^sade los reyíui&c^ey. l^.^y.áif aiec^si3dbd^uirgemd
Áxpocúaaa^ >i'd&octtcrBr;ak:qo8i¿ej5npGrhc.eii ia carca ido
y^M^i yen^el pte¿cdr iy diAáiiim/¿¿L cas^i^icn el qaal
pK todo derieciio natural y.dlYiao están iObligacLos ioft
Eclesiásticos. á .concurrir á su (celnédíb y. qoina parte qap
son ikeiiKsts cuarjpo. ^. ^ quicd amoáaaa lulna y^aáín. laittja
queiveoga laJHcencíf dd J?a^^QiCoa:ÍQdepeixkndra^do
I0tta:y idigo.y.qttev ;aunqu6i:hf) se^pimido; negaií'que ^9
graiule.la nqcesicUd de V. M. ^ resjpeda^e tancar y taa;
btrgas. y y taa cominua& guerras y y ^^dis. sen excesivos Jos.
gassos ^cco qoe y* iMU.ihaya jieg&do/áiaquciiiv Ctf t^*^* '
lia quQ
i <■ ^
^qtio hteiert dilíg8(otIft ütbft Ickésl&stlcos ta aí>soluta con^
stibacton , y coQ$igüle()(tGaiehte á V* . M. su exccucioa
^tapf Di Jopaedoftccm&saf , ni VqM. lo crea ^ ni Dios
^ttCBCfQ leñor Jo¿p¿hniC84(tte sd vea , ni k vetemos en
uiestado,<qtte< sus enemigos:,' y ios-hereges puedan
gloriarse de qucá un tan podorosQ Monarca , señor de
tantas Provincias y rey nos ^ de taqtos y tan ricos vasa-
llos f ieban^teducido al: i^isenble estado de extremidad;
may \Jey os:de él está y. 'M.^ poes; es xasi infinito lo que
faita/parailegarÁiaÍ4sud0i' '
Con temor entro /señor , en este punto, que por
ser tan necesario para descubrir en el la verdad , y
snostrar^^comoiio lia Iti^ado aquel «aso de necesidad xx^
tierna que sc> suponen 4eclacire algo mas de ló qne:qui*í
slera , .por ventura: cpn desazón: de: algunos , quando no
trato, de dl^ustar á nadie , porque solo deseo satisfa*
cer á ml.Rey , haciéndole manifiesta la verdad que at
can;zá ^tfoxquexsurosa cierta^ isefior v que optes jíc Uegtf
clcfiso4^1a hecesidad urgente ó extrema^ para quejesten
por raioadeelUjobi^ados los £ctesfáscicas á contaskbiiir¿
es necesario precedan, otros mi^obos medios ^ romo sún
cstvqc|iacse Y» M..ep su apersona;, y- searvicio de su real
Casa, jy: Calle :^.si(n|)ierdoft^DJb^^ .y plata y y^hbidcinigfai
céoM lo h{an.hechannxGhoe;dd4UBJKales^f>cpgecüi^
dnc^s que llegarla; Id qneics dé 1^ -Iglesia ii^ant^ qikd .la
señora. Reyna Doña IsaisclxHó iatisfaocioaásu cón£esAr|
qup la iiif oucargq de. haber ikecho na vestido nUcKo: sin
BstesidsHl;,! cctfiácandofno haiicf ga|i!a4t»fln el moát un
OÚ7B& dcLocq^:'7Íalgon)]^mpeía^ for nxklinlp^Hei^ime»
vo tri|>uto:| manda Tender hasi^ las .joya^d^rsuf:mugt£||
y* ni esa Catdfica, ni. tan pió ¿ómb V« M. y quien debo
escusar acciones de gaistps esqulskos ., que solo sícvon al
<i^»ibp|p ^idor^icmpd de ájprestos V pude :esa ^es ia «atga
• '\ : con
Í53
con que Dios di¿á Y. M.'sus rey nos > y también debe
escusar rodas las mercedes , aunque sean remunerativas
^e grandes servicios , y suspender las hechas , valiendo*'
se de las rentas mientras duran los aprietos tan urgen»
-tes, siempre que no toquen á obligación de justicia > pues
aunque nada hay mas digno de la grandeza Real que
agradecer servicios pasados, no es licito agradecer al que
sirvió 9 con lo que es: precisamente necesario; no es tiem*
po de magnificencias Reales , quando el Real Patrimo-
nio está tan exhausto como se dice, y se ve.
Debe V. M. , y puede valerse de los vasallos pode-
rosos y ricos , y mas de los enriquecidos con liberali-
dad suya, diezmándoles sus riquezas y rentas en quanto
justo fuere , como su Santidad lo ha hecho con sus Ecle-
siásticos para ayudar á V. M. en sus aprietos, pues el
Estado secular no está tan pobre y exhausto , como s¿
supone que debia ser ayudado en esta ocasión del £cle«
Siástico. Bien lo (úobó la ostentación de riquezas , que
se hizo en Madrid, y admiró al mundo en la entrada de la
SLeyíia nuestra señora^ y lasque cú otras ocasiones suelen
hacerse. Quantoá laliacienda y varios derechos de V. M.
hay muchas cosas , señor ^ en que arbitrar : en las co-
t)ran«8s de los impuestos se debe- p^ner, y buscar fer-
ina dé que sean á.V«M^. roas útiles;.' pues. como^ dicen
i0$:MÍnistros^ávV;M»^, <?oii )a'£6riiia¿qüe tienen, apenas
Ifegará la décifnk paite de lo que imponen:,, y asicon^
^en», ique V. M. con un despr^io christiano de repu-^
tá^oífes: polkioap se alarga^, todo lo posible en la cesión
¿««US- derechos,; para que ilás^ paces con los Príncipes
chtistionos catóUeos tengan ckOcoi pues todo quantb por
este ca:m!n6 se perdiere, es nada en comparación de la rui-
na que padecen sus rey nos por causa de la guerra con
dk>$, de euyos daños solo la -propagación de U f e , prin>
cipiodo int¿»«dS^eterriós, era dignas no Jos intereses.
^54
temporales y áque ellas se enderezan ^ aunque fueran los
idel mundo entero. •
Estos y otros son , señor , los medios ^ que según
buena Teología e» necesiario pcoredaú:» para que no bas«
tando ellos á las necesidades que aprietan , estcn obliga-
dos á contribuir los Eclesiásticos $ por donde se ve quáu
Icxos está de haber llegado este caso, que los Ministros
de V* M. suponen de la necesidad urgentísima ó extre?
ma, que solo puede tener fuerza para que la ley natural
y divina obligue á los Eclesiásticos á la contribución^
Pero demos que sea probable por la autoridad extrínse-
ca de tan sabios y grandes Ministros ,'que haya llegado
este caso y y consiguientemente que sea picobable el de-
cecho de Y* M. á cobrar de todos sin distinción los di«
chos impuestos: ¿en que justicia o Tdología.cabe, que ea
virtud de un derecho solamiente probable » y consiguien-
temente necesario haya de ser despojada la Iglesia de su
inmunidad ó libertad, en cuya pose&ion está , y áque
tiene derecho de. todas maneras ciertísimo c irrefragable»
especialmente debiendo la. Iglesia^ según jdececho., sex
siempre favorecida aun en casos dudosos! .
Y para mayor, abundancia y evidencia de esea mat<>
ria supongamos ( lo que no es así ) que estamos yft hoy
en el caso de extrema necesidad 'sobíedicba ¿ aéo hcdu
esta suposición ^ Iqs.Eclteiásticos están texos.de esta^con^
tribucion , pues aunque no tuvieran d privilegio de U
inmunidad , no debieran contribuir > pot sci dichos tri^
batos , respedlo. ác^ eUos> supnesJtO: lo que dan^ 4 V^ Mi
por. .otras pactes (y nadan loiseglaiea^X manífíelnmenr^
te desigualen y desproporcionados ^ y ccMfiiguieocettiehtfr
injustos: porque es cierto, que el Estado Edesiásticc»
con especialidad contribuye á Y. M. en el Subsidio y
Excusado y en las Tercias^^.en los Maestrazgos.», y ea
las pensiones que se.d^db ácios Minis»o*jf^UríS$ c4»i ma^
25y
yores cantidades en proporción , que contribuye al
Estado secular con todos ios impuestos que paga>:
también es cierto, qoe el Estado Eclesiástico en 1^
realidad , ó dire¿k ó indireiííatDente lleva toda Ja cargfi
de estos mismos impuestos s de donde claramente se si"
gue , que supuesta la necesidad extrema sobredicha , de-
;mas de el Subsidio , Excusado , Tercias , Maestrazgos f,
pensiones , con todas las demás cargas, que lleva en rea^
lidad el Estada Eclesiástico, si se le cargan otros impues:»*
tos , vendrá á llevar carga mas que doblada en pro*»
porción de la que lleva el Estado secular , siendo como
es mas pobre que el ; y convo sea ciertísimo , que el tri-
sbuto.seá proporcionalmente igual á aquellos que dcbea
«ser, y que le pagan para que sea justo : sigúese manifiesr
-tamenie , que aquel, exceso del Estado Eclesiástico sería
respeto de ^1 injusto, y no le debería pagar , aunque no
lovierá d privilegio de la inmunidad), ^paes que será
teniéndola i Esta rasotí , «sejícr , xon veoce sin duda , y
8in dex;ir lugar atgirnoi á la; tergiversación;
i .Allegase á lo dicho , que todos ó la mayor parte de
los millones concedidos por el rey no , de hecho no >e han
^de emplear en socorred la necesidad que se alega , sino
•en pa^rálos Jurjstas i quieade antemano ya están venr*
áidos , como dicen Ed& Ministros Reales > de donde se sir
gue : lo primero, que quitada de delante. la dicha necesi?
^d , en cuyo subsidio , y á cuyo título se piden á los
£cle$iásiicos^ no queda titulo/^ ni aún aparente^, por d
ijoaipncda decirse , que ellos deben pagarlos : lo^segiinr»
óci que c6ú\6 quiera que la deuda de los juros vendidos
en dicht» millones sea perpetua , ir pidiendo ^ y obii^
gando á. ios Eclesiásticos de un', sexenio en otro , á quq
los paguen, es ir les. pidiendo, y obligando ájqucsean
tributarios perpetuos de V. M. en orden á pagar aus
deud^s:v:d poi^.<m:|or decir á:Stts acceedocm.'Cdsa que
ni se puede escasar de cootnvencion & la Inmunidad
£clesiástica » ni se puede ayustar á las concesiones Ponti*
ficias pasadas , y que se esperan , íasquales con clausulas
precisas se ordenan j solo al remedio de las neceudadüs
para que se piden*
También es preciso advertir , que según los sagrados
Cánones > el juzgar de la necesidad que ha de obligar á
contribuir al Clero en los casos urgentes , á que no se
extiende su inmunidad ^ solo toca á su Santidad , y no
pudiendo por el aprieto ser consultado ^ al Obispo y Cíe*
ro I y que es cosa digna de reparo , que no queriendo
tV. M. obligar aún á sus vasallos seglares á ningún tri-
buto , sin consultarlo á sus Corres , y que ellos en ellas
lo concedan , quieren los Ministros Keales obligar á los
Eclesiásticos á que paguen los mismos tributos con inde^
pendencia de todo genero de consulta y concesión .suyas^
siendo así que en el caso * que se supone , no habian dt
contribuir por modo de tributo ^ como abora se intentay
sino por inodo de donacivü tasado y ordenado por. sus
Prelados , de todo lo qual hay texto expreso en el dere*
cho , que no tiene respuesta. ¿Pues cómo ^ señor ^ de^
aará de causar á nuestro santo Padre Alexandro VIL*
;grati sentimiento el saber lospoodos^ títulos y ;^pretexp
tos I con que esta contribucito del Estadd Eclesiástico iss
continúa sin expresa licencia siiya? ¿Y aún por ventura
retardarle, ó detenerle en la continaacioi de sus gracias^
6 parji .mostrar ^ que ól es el dueño solo por cuya üu^
no dd>eo correr, ó para desengaito de Jos que en cscñ^
tos bien adelantados quieiien fundarle á[V. JML. estf p0-^
der, ofendiendo mas. su zelo christiano, qae^lison«
jeando á su soberanía , como yo creo , pues no sicvea
de^otra cosa estos asuntos, que de arriesgar. >las Mo«
nasrquias? - '
Uitimaímeme^ sírvase V. M. de ¿ousider^^f que
«J7
una contribución tan prolongada p que lia de durar seis
años y y de una parce tan pequeña ^ en comparación
de su todo y de muy poca monta pudiera ser pará^ el
efcdivo socorro del estado presente , si la hubiera en el
grado que se supone , y de mucho menos lo que puede
cobrarse del Estado Eclesiástico, por el breve tiempo
que puede tardar la licencia de su Santidad que se
ha pedido , por el qual título c^ará totalmente su obii*
gacion.
De todo lo dicho darisimamente colegirá V. M. i
quán inescusable es la .obligación que me corre de de ^
fcnder^n el caso presente la inmunidad >de la Iglesia que
tengo á mi cargo , y quán lexos estoy de poder confor-'»
marmeconel didamen que hanndadoá V. Mo pues
aunque la materia fuera dudosa, aun V. M« debería ar*
rimarse al lado de la Iglesia, y á las opiniones que la favo«
recen, quanto mas los Prelados $ de la qual obligación tam^
poco me puede escusar la oferta hecha por V. M. de dar
UiSatisfaccion al Estado Ecle^ástico, que en conciencia y
en justicia se debiere, en caso que su Santidad no conceda
el 'indulto , que se le ha enviado á pedir > porque ofer«
ta de futuro con s^emejante limitación , expuesta al .dic«
tamen que han descubierto los Ministros Reales , no .
puede escusar á la execucion. presente, con que de he-
cho se van cobrando los sobredichos impuestos de los
Eclesiásticos, para que dexe de contravenir á la in*
munidad^
Ultioiamente me manda V. M« por su carta ^ .que
me llegue á Madrid , si mis ocupaciones^ y achaques me
dan lugar , y no dándomele , de mí poder á una ó. mas
personas , que juntas con los Ministros que señalare
V. M. , confieran , y ajusten los medios que parecieren
mas convenientes.
Tom.XJl. Kk Se-
Senór » mi falta de salud no me permite vaya á po-
nerme á los R» P. de V. M. , ni parece es necesario ea«
viar poder , porque la materia de que se trata , no es ca^
paz de otros medios , mas que los precisos, para- que con
entera satisfacción del Estado se conserve ilesa la inmu-
nidad , y estos son muy contados , y sabidos de los ilíi^
nistros de V. JM. , y que no necesitan de conferencias,
sino de execucion : y pues el Consejo de V. M. hasta
ahora , después de tan larga y escrupulosa espera , no ha
tomado , ni toma resolución de que se executen : señor,
los medios que restan de parte mia , son aquellos á que
me obliga el oñcio de Prelado , que tan indignamente
administro^
Hasta ahora , señor , en lo que he dexado ¿ú obrar
he procurado , y deseado con todas las ansias de mí
corazón , como el criado mas obligado á V. AL , el
servicio , en quanto la obligación de conciencia ha.da«
do lugar , y desde ahora en lo que obrare , obligado por
ella I después del servicio debido por mi oñcio, no me*
nos atendere al que concurre á V. M. , de quien clára^
siente me consta, que no desea , ni pretende , sino que
Dios en todo sea servido.
,. £sto, señor, aunque tan indigno por razo^ de mi
oficio i pues en el atalaya , de 4onde con menos em*
batazos , que desde otxos puestos se alcanza á Jíct el
norte :de la divina voluntad , y me toca elegir lósxa*
minos seguros para entrar en ella$ y encaminaL por ellos
ias.>almas qire gci^o á mi cargo, y de que tengo de dar
cuenu á Dios , en cuyo número están los Ministros
deV.M.
Esta seguridad , señor , y la de las Monarquías , y
buenos sucesos de ellas se logran con cumplir ingenua y
sinceramente las leyes de Dios , y de su santa Iglesia,
sin
259
sin dar lugar á las. interpretaciones aparentes , y nada
seguras , que obscurecen su obligación ; la qual.en la
materia que se trata y está muy expresada en los Conci*
lies de la Iglesia y sagrados Cánones , y quanto á nues-
tro particular , en los Breves de los Pontífices ya referi-
dos 9 y. como tal hasta ahora , sin ofcecimiento de duda,
reconocida , y respetada por todos los Prelados y Doc-*
tares, á cuyo peso' de autoridad nb pudiera resistir, aun*
que faltara el de las razones tan irrefragables que he
propuesto , especialmente estando tan persuadido como
he dicho, que el mas ajustado cumplimiento de mi obli-
gación será siempre el mayor servicio que podre hacer
á V. M. , á quien Dios nuestro Señor prospere en todo,
y guarde para bien de su Iglesia largos años , como to-
dos hemos menester , y deseamos. Toledo y Odubre y
de i5}5. = £1 Cardenal SandováL
25o
REPRESENTACIÓN
HECHA AtSR. D. FERNANDO EL VL
POR Sü MINISTRO
ELJVIARQUES DE LA ENSENADA,
Propomtndú medios para el adelantamiento de la MonarqMa^
y buen gobierno de ella.
«
SEÑOR.
OS extraordinarios sucesos , que han ocurrido desde
el instante y en que por legítimo derecho ocupó V. M.
la corona de esta Monarquía, demuestran con evidencia^
que Dios ha destinado á V« M. para que la restablezr
ca á su antiguo explendor y opulencia.
Como y ó lo creo firmemente así , y en mí concurre
con la obligación de vasallo la de Ministro muy honra-
do de V, M. y por cícSto de su bondad , me ha parecido
deber hacer esta humilde representación.
En ella manifestare el mayor ingreso , que en el
reyhado de V. M. logra el Real erario , proponiendo la
precisión que concibo de aumentar el excrcito | y creac
marina , con los medios de conseguirlo , y de mantener
estas fuerzas sin mas gravamen del vasallo.
Tocare los incidentes que resultan de estos graves
asuntos, y expondré lo que sobre ellos se ofreciere á mis
limitados talentos y cortas expresiones , dilatándome lo
menos que pueda , y sepa , aunque siempre seré mo-
%6i
les to sin (deliberación de la -voluntad. ?- '• -
De esta noticia num. i.^ consta , que las rentas Rea-
les que existen, han tenido en el año de 1750 el au«
mentó anual de 5. 1 179020 escudos de vellón , sobre la»
del de 1742 > que fue el mayOi; que el de algún otro de
sus precedentes. . -- :
La num.; 2.^ hace ver , que en el giro de letras se
han ganado hasta fin del año de 1750 , i. 83 idp 11 es-
cudos de vellón , y tratare primero deteste punto j^arti-
cular y por no interrumpir después el principal de VidU
Hacienda. - i . .
Ambas noticias son puntuales , porque resultan de^
certiñcaciones de las Contadurías generales , que son los*
únicos textos de (é y crédito 5 y no las relaciones 4 es*
tados de fondos , que acostumbramos presentar á V> M.^
anualmente los Ministros de Hacienda , pues están suje-^
tas á altas y baxas de descuido y de cuidado.
£n la de giro de letras hay algunas notas , no indig*«
ñas de que V. M. las emienda ,, y aquí añado la de que*
la ganancia no está comprébendida en el Valor de las'
rentas , y la de que según lo observado podrá rendir esta,
negociación de 500 á 5ood escudos de vellón en ca«
da año.
Creo que no puede haber duda én que conviene la
continuación de este arbitrio ^ que descubrios la casualU;
dad á impulsos de la economía , pues es tan útil comb'
he referido : lo paga únicamente el extrangero : interesan^
se en él los Vasallos de V. M. , preservados ya de la tU
lanía de los Banqueros^ y no corre riesgo alguno el fbn^
do aunque sobreviniese uti- repentino rompimiento , por-
que está baxo la protección , y á la Vista de los Minis-
tros de V. M. en las Cortes^ y porque aunque así no»
fuese y habria en España sobrados caudales de vasallos
del
z6^
del Príncipe y qae hiciese la fepressiUa> para vindicarla
prontamente. .
No obstante soy de didamen de que no haya fuera,
como así sucede ahora , mas fondi^ que los inescusabicf
para» seguir la negociación sin decadencia^ los'quales se
completarán enteramente en pocos años con las ganan-
cias I logrando V. M. un copioso caudal ^ que no ha si-
do del erario > ni de sus vasallos.
- r Algunos dix4n> que esce banco ( así le llaman en Bu«
copa ) .piícde ser fácilmente. destruido, oponiendo^ otra,
la Francia ^ la Inglaterra , ó la Holanda , y yo no negara
la posibilidad de los fondos , aunque tampoco me nega-
rán, que estas Potencias quedaron dt la guerra muy ern*
peñadas $ pero (lias mismas confiesan , que este banco
s0lo tí útil á la España^ Fúndanse en la razón de que el
comercio en general de Europa es beneficiado de este
banco en el modo que está establecido , porque fiícilita
caudales con prontitud , seguridad y menos dispendio
que los cambistas , ios quales son mirados con descon-
fianza, y aún aversión de los hombres acaudalados y
acreditados , que han sido algunas veces engañados^
porque el cambista con poco dinero suyo gira mucho
sobre el ageno.
Hay otra razón mas poderosa , no disfrutada en Es-
paña:, y es, que la principal utilidad de este banco pro-
viene del uso de la plata , que aunque de los dominios
de V. M. , es y será mercancía de participantes, mien-
tras los vasallos de Y. M. sotos no puedan hacer todo el
comercio de América , y haya fuerzas para defenderla
contra todas las Potencias de Europa. *
. El aumento anual de j. i xydoao escudos de vellón
que se ha dado al Real erario en las rentas existentes , es
efcfto de la buena administración por la fortuna de ha-
ber
• . j
^^5
t>cr encontrado personas de integridad , zelo e Inteligen-
cia que la manejen s pues aunque yo fuese el que debiá
ser , si no hubiese tenido es^os instrumentos y nada d¿
provecho habría podido hacer por mas que me desvela-
se, y no tuviese otras ocupaciones.
También ha contribuido en parte á este aumento la
rendición voluntaria dé algunos juros y alcabalas, que
son tos dos fuertes gravámenes q\xt tienen las rentas, con
especialidad las Provinciales.
Háse procurado que no haya latrocinios , y se háti
arrancado las rentas de. las m^nos de los firrendadores^
que son los que despóticamente se han utilizado de ellas^
haciendo, y fundando \tí& soberbios caudales y-mayo-
razgos que se ven en ellosr, y por todos ^ora-losum^^
méate perjudicial que era este gremio de hombres ds
negocios. . ; .
Las/rentas Provínjciales.hao ^tefiido aumento enla
administración ,'ño^ obstante lo su^ve^juees^, y que
y. M*r ha corrcedidb á tos pueblos ;efS soío un año ma$
gr^ciai y perdones en ellas mismas j que en muchos de
los antecedentes;, como Iq pobUc&ñ los vasallos, llenan-
do i V. M^ deí benditi^tteá. : i . -. -. .. r
Admiransedé' isste aumento cínr^entaíSwPfovihcialeC
los no instruido» ^ por jungarle, incomputibie^iioiti las^^gra-
ciasy baxás que se han hecho f y franquicias dadas pá*
ra prooiovet' ias manufaduras > pero nó los inteligentes, ,
y «ucho memís los arrendadores , porquq stíxtt qují
eifaüíf Implicadas suis escandalosas ganancias y surs despi;if¿
dicios^'para tortpmper á junos , merecer á otros , y eng^
liará los demás.
Los hombres de negocios y sus protedores predica*
ban incesantemente contra la administración d&las'ren<*
tas por cuenta de la Real Hacienda , y es cierto^ que lá
délas Pirfvincias'de Andalü(íiaerq muy; rigiiRteá quan-
¿n
Ao vine al Ministerio > pero también lo es, que se mode^
xó iuegp f y que io que. no han sacado los arrendadores
:Glfi gener^lde ios pueblos, ha sido porque no lo haa dar-
do, de sú ., / :
Prueba de esto es , que V. M. ha baxado y baxa to»
¿os Jos dias los precios de los encabezamientos que hi-
cieroa coo ios pueblos los arrendadores > y que siempre
que se Íes. proponga, volver á tomar las rentas con ia ley
de no alterar las equitativas reglas de la presente admi«
nistracion., no Creo que las admitan , ni aun minorando
juna tercera parte de lo que pagaban por ellas ultima*
;nente.
. j Siempre que el Superintendente Genéiral it Hacien-
da careciere de fondos y y .abundase de ambición de
fúantenerse en el Ministerio^ buscará dinero en los piie'»
blos aniquilándolos , y para que no llegue á noticia del
Monarca, contentará á ios que la puedan dar, pagándoles
iaque qo se delHí y^^io cobrandei de ellos lo que débaini
p^ro si na jEuere iiKpto , ytuvierp.honor y discreclonfi
fio caminará con. el diay aqtes bien sembrará para coger
en adelante el y sus sucesores ^ con lo que -precisamente
ha de conservar los pueblosipesac. de las nentasPror
yincíales qQe les ihaa hecho iroánitQdaRp. . ' u . \
-. Yo he coítMntíjdo en que el Vdtlor de estas rentas Pro-{
vlnciaíes minorará en este año y en los sucesivos^, por--
que todo* pobre las paga y y pocos de los ripos y y por*
que para que aerqcuperct ría' Andalucía y es menester
^yud^rla toda via* mal r.^ro t^mbiear'hieciOQsencida
eq quehafikde tener, aumento que; compense aqi^lla.ba?
xa las de aduanas y lanas y que en la mayor parte satis-
faceti.los extrangeros r la del tabaco que está fundada
crn.el. vició ^ y se pücdef.exwnder á reynos extraños i y
U ite sal pw su mayor consiMdo. / • .. . -; :
. - .^ojbrc: 0stc principio ^ .qu6 gradúo de cierto y se ppe^
de
16%
de contar con que el Real erario de Espina medianamenr
tt cuidado-, tendrá de entrada anual 26. 707^649 escu-
dos de vdIon|SÍn incluir las gatuiicias del giro de letras^
para acudlr.á las obligaciones ordinarias y presentes de;
la Monarquía distribuidos en esta forma:
Para el exercito quince millones : para la marina cin*:
eoi y los 6* 707^549 restuites para casas , caballerizas
y .si (ios. reales » alimentos de la Rey na viuda ^ y A^inis-
terio de adentro y £ueria de la Corte j parecicndome que
quedarán dotados compeuntemcnte para el todo y las
partes de quiC se componen 9 pudiendo atender el exerc¿«>
to á la fojrriíicaclon de plazas y trenes de artillería , y la
marina á j% coostruccioo .de arsenales y navios^ ai cotm
$01 contra infieles , y ¿ gu^i^la-cpsias regulare» ;eo Aiqc-
: No he dado; apHcacioa alprodufto de Indias «que
viene de ellas ^ y se causa en Cádiz , el quai se regula-^
t)^<apt6s de tttí.k quatrooiillQáe^de escudos , y yo aho-
ra fi» le ba^o de seis » cuyo caudal por el cálculo que \lc\
YO hecho paf^c qua/sofairai: pera ya des^o.que no se>
entienda así ^ para que no haya de depender de ¿1 obli«;
3f(f«M 4ÍgU0a;deJf^:/irdif)aj:ij)Srdc laMona^^ . .
fi i.;J^l4^ttdaJl;deLi«fl: indias^ muiy .oonsingeocot porquo'
^M|MU4íliaclenda¿faSa estia^o pcorgobernadajque lade £8<
paña: la eo/idaccioo está expuesta, álósric^s dcl»ar:iia;
s^fMKdeáseguraf quáodoJlí^gará ¡puede .haber loqa|etii«
d«$iiaiesftas que x:obSMffian.gran pane del jíoiído, como har
s^644bia;.»tgl4n9$. vece&>:«í.lkriíí tcniaiy. dco^emp^ ñadas{
tpda«: SU$ f fintas ^lysi pcurrc?gU(yra4>or:aUá. se coii&uaiÍ4>
rjttodQ e^ ella ^ y aunque q^edc,alg9^será dtflc¿l>traf do/
y..iquy fiicil quejconvei^a al servicio de V. M. ceriai^x
l»4tu«V^:Íl»i venida de tesoros, porque siénddvl<isez*¿
trangeros los mas interesadflS.Mietto9|.fejkíai'haiáiJii[:>
266
guerra dereoicndolos en America;
Por todas estas consideraciones juzgarui yo , queet
buen gobierno aconseja , que con el caudal de Indias -so-
lo se cuente para lo extraordinario de España , y para Iql
que expondré sobre ex^rcito y marina , sentando prime»'
ro estos principios.
1.^ Que desde que tiene la dicha Espafia de que
V« 14* ^^ su Motoarca , no es despreciada en Earopa^
como lo fue en el figlo pasado y parte de este.
2.^ Que y. AL es el destinado para restablecer su
antiguo explendor , y hacerla muy respetable en el mun-;
do , pues á este fin quiso Dios que la salvase V. M. deV
inminente peligro de arruinarse enteramente en la guer*^*
rasque no era de corona), y permitió i que siendo la;
Sotencia que consumiese mas tesoros en Provincias age«*
ñas y distantes » fuese la linica que én )a paz quedase sUi
•mpeño y con caudales.
• 3.^ Que el cuidado .de sttyor atenc!»n de V« M>
presentemente es el de conservar en- sus Estado» al 9ixf'
de Ñapóles » y al ; In£i(ite- Don . Felipe úa cooxt^ttf
guerra».
4*^ Qup continúen en paz los dilatados domiob» á^
V» hL paxa qti^ se puebka y y cuíca idcPlás llagas4c^uo
incesantes ^vueles guerias^ tr^ibajoti y éisáicbú^ 4tt¿ baif*
pdecido desde que falleció Fernanda e) Católica ' •
' 5.^ Que se tiren las Uneas para-iecapeiar i GOtfnͥ
tac poseído de los. lngles):s con kumo deshonor ét^ÍM £h
fBúaz I pan que se ^demuelaJa forraleza de Bj^agiiatdiai|¿
qte contra, los 'tratisidi» está ^u mitad en tiabúo éíf
\{¿M. üom&iámiolc : y para iibolit las indecorosas leycK^
^qnoix Frauda y la Inglaterra impusieron, sobre el cok
mercio de España.^ sip que al ^loiioso padre de y» * Jtfv^
q!riedaae!aiblaiopasÍ4:e6isiixlaC*^-'*'^ . i: > í .:<r. ::.::
. a^.f Qtte se este con igQat viglUnda ptta volvet á la
corona las usurpaciones hechas en América por varios
Soberanos de la Europa.
Niqguno de estos prometidos bienes, y los ane^'
xos á el I que colmaron de laureles á V. M. eo este y en
el otro mundo | y á sus leales vasallos de felicidades , se
puede conseguir si V. M. no tiene fuerzas competente^
de tierra y mar para defender y ofender según lo dide.
la justicia, que es la que determina la paz y la guerra.
Proponer qtfe V. M. tenga iguales fuerzas de riernr
que la Francia , y de mar que la Inglaterra » seria deli-
rio , porque ni la población de España lo permite , ni el
erario puede suplir tan formidables gastos s pero propo¿
fier que no $e aumente excrcito , y que no se haga unai;
decente marina , sería querer que la España continuase
subordinada á la Francia por tierra , y á la Inglaterra!
ppi: man
Consta el excrcitodeV, M-delosciento y treinta y tres
batallones (sin ocho de marina) , y sesenta y ocho esqua*
^rones que expresa la relación num. 3.» y por la n. 4^
U distribución en guarniciones , en plazas y costas quet
se hace en ella , de que resulta que solo vienen á quedac
para campaña cinqoenta y nueve batallones y quarent%
y tres esquadroaes»
/ La Francia cono se vé en la relación n. ;• tiene treí^
cientos setenta y siete batallones , y doscientos treinta y§,
cinco esquadrones 1 de que se infiere qiue en el tiempo
de pazK halla con doscientos quarenta y quatro batallo^
ncs, y ciento sesenta y. siete esquadrones mas que V. M.^
y abundancia de gente inclinada á la milicia para le«
yantar prontamente cantidad considerable de tropas,
puesá principios del año de 1748 llegaba su excrcittf
árcjuatrocientos treinta y cinco mil Infantes f y einquen*,
U y seis^mil caballos.
f —. • T *•
Lá armada naval de V. M.' solo tSéfté pídent^cnS
«e los diez y ocho navios , yquincé embarcaciones mc^
ñores que menciona la relación num. 6ij y la Inglaterra
los cien navios , y ciento ochenta y ocho embarcaciones
de la n, 7,
Yo estoy en el firme concepto de que no se podtá
hacer valer V. M. de la Francia , si ho tiene cien bata-.
)k>nes y den esquadrones libres para poner en cam-
paña s ni de la Inglaterra si no hay la armada de seseo-,
ta navios de linea , y sesenta y cinco fragatas y embar-
caciones menores que expresa la relación n. 8.
Con estas fuerzas de tierra, plazas competentes y.
buenas , y amistad con Portugal puede V. M. defender^
te tie las poderosas de la Francia , sin que eo una ni dos
campañas llagan progresos mfuy sensibles , y en e( in-
termedia puede Vé M. mover sus aliados 1 qiie no le (at«i
taran I para que hagan diversión por otras partes quet
CdDtendri , y confundirán ia Francia* -
La armada propuesta es cierto- que. no puede
competir con la Inglaterra y porque esta es casi doble ea
láaviofii y mas en fragatas y envbarcacidnes menoresf per
to también lo es , que la guerra de Y. M. ha «de
ser defeosiva , y en sus mares y; dominios necesitará todaí
la suya la Inglaterra para lisonjearse co{> la esperanza;
de conseguir algcMiá venta^ sea en America , ó én £1%^
xopa»
< Por antipatni y por ínteres serán siempre enemigos!
los Franceses ^Ingleses , porque unos y otros aspiran al
comercio universal , y el de España y su América esi e(
qué mas les importa.
S^uiráse á esto , que cst^n pocos aSos en paz, y que
V^M. sea galanteado de la Francia, para que unidasuraF'
mad^ coa k <ic España , sea superior á la de Inglaterra ^ y
|Herda esta el predominio del iiiar3 y ^ Ja Ingiateq^a) porv
269
que si V^-M. cbriaen bátalfones^yHcriéáqtfacfotíhcSáta*
ca á la Francia por los Pirineos, al mismo tiempo que l6s
Ingleses j y sos aliados por la Handes , no admite duda
j^ae la Franda no podrá resistir j y perderá la soperi^^
Tidad de fuerzas de tierra con que ie hace temer, én
Buropa. •
< £n este caiso , que precisamente ha de suceder , será
y. M. el arbitro de la paz y de la guerra $.y muy natu^
kal que la Inglaterra, compre áV. M. la n¿atraKdad,i res^
titayeñdo á' Giforaltar , y^fa Francia demoliendo á
Béllaguardia , y cediendo parte de sus privilegios sobre
el comercio de España. ^
' La inánutencioti del Rey de' Ñapóles, y del Infante
Don Felípe^ensus'eátádós preiecítementc eis^ fácil; por«
qtie la'Casa de Austria íro piensa ni la tónViene exten-
derse en 'Italia dondcr necesita tropas que consuímen hi
rentas , sino ver si se puede recuperar la Silesia , y ádr
j^juitír mas Provincias en Alemania j^ qué es lo que antier
^/y lotjue le imt)drtá; -' ' - * Y <- - :* ;i
• ^ Él BJeyde Ceridéfiá *, aunque - púdica' poftersé' dt
{acuerdo con la-Casa de Austria , no resolverá hacer lá
guerra al Rey de Ñapóles , porque está muy distamt
cíe sus estados/ y 'porque ( coma strcedid á lá'iCasa de
S^ústria) no se halla con * fondos 'para sostei!fetlá cÓQtxí
los socorros de ¿ente y dhiexfo ^que'ckrá Es^fíar. For'isd^
|o Parma y Plasencia no es xejgalár que sé^&Ite ^ lai
garantías. > .
' • Enoitfdio'de toilo estb'ihlth'fáeictc'ct'úútítíi' qu<
se examine , yxqu'e'la' Cása' de. Áírstrü: eita^á'^tbfttt^l
'éeíender áNa^bksy^attoaii faVcír áe''smiptcsérk^'^
Seedores, paer aunque por eíld 'j)editia; álgaiía- tt¿otúi>
fiensa , puede ses ata de tat' calidad , que sea del séi^
jicto deYi-M; ^íja" pót'^ dtgdacr'el fculdaílb guc It'ine^
^79
xecen sus h^irmano^ por carino > y por fazoii d^
estado* . k .
Queda e xprcsado , que para completar el ejercito qu^
se propone<anqu^rerita y un batallones y y cinqüeaT
tf^ y siete esqfia$lroáe$ , y ^biora insiauare lo que se
me ofrece para conseguir este ^asunto.
La caballería sin gran trabajo se puede remontar^
porque el Español se inclina á ella ^ y caballos suficieti».
^s producirán Andalucía y Extremadura , pues aunque
Jl^ lCSjtei;ilÍLdad del año pasado destruyo en la mayor pacj
|e las castas , ea pocos se restablecerán . como tengaci sa^;
lida las crias. ,
. . Lo difícil es el aumento de la Infantería ; pero noí
imposible. Es i^ene^ te^ iixar plan^ sobre qoecaminaf
splidaínwe:, ng rÍaaficr,;?Hidíp^ , y atrase e^
pfpGío, r t^ner fondos á la xoa^o ^ aftividad : y^ iVigUaQcS$
para conseguir Ja empresa. . _ ; , .. t
^'j'/ Xr^^m^. ^^ Pfi??P<;'?b<^porqt^ía?g^
tramacinás , y ia^ America la han consumido muchf
£^nte t y losjiamrales . no. .amacv la ' ih%ite]:ía i poi ' cu^
y as razc^nes es necesario que haya los menos .batalloneij
^reteranos de la .na^ii^p Jt^ac, sea posible. ^^ ,
t\j AoJ4Í¡??«A%?^^^^ de batallones d4
|AiUc¡^;qi;^jK)^resypf^d9^ á síi v^iodaripCsi atendemos ^
l%V!9Bffl?rÍ9¿ 9^f ÉSi«4 K Fj?apcí%í?n csr^ materia); y;
Í^!K ^ S9^^h^^iA^SP^K ^? ?^^^ haber i|;ualmentct
que en Castilla sin inconveniente alguno.
- .^^ ^??y$í«K5loc^4QS bata^one^^^^^^ que.exlíí
legjEs Ye)c^^4 jqup^fodps I9S Príncipes 4e Europa se sir-^
yS^ á¿í%f a : «w. ^]^^^?^'^^^ ^ cantidad discreta^
jpe¿o la Empana es preciso que sea más indulgente , por^
que tiene en su tanto m^ nos vasallo^ ^ y potque los soU
<^í^^«i%t»^^^^ fi?tji«cio¿, , ,
..2 ^ ' VoK
' ^ Vot istas razóndi tnt parecía qáe las qüátentá y un'
íbátallones^ que faltan para poner el exé^Hito sobíte el pte^
qiíe se propone ^ se levantasen en esta forma : nueVé'Est-^
panoles veteranos V'doi ^áe iniUcias én GastiHa: <ilé¿ de
hs. mismas , y Fuleros ' de Montaña eh la ' cbi^óha de
Aragón i y los veintotestantesde exirángerosCatólicM^
dctodas naciones* -' 'i ' < ^ - • ' •*
'No llalla ine6üvéi!ti¿ht¿ ¿h (táedáác íad^ó sé K:»-^
gan los batallones de MAichisy^ués eháui líá!stfá''5íe ¿^
taran I y en Cataluña se alegtarinf dt que s¿ fbrmen' los
quatro de Ftisileros de Montaña' i conro lo ha repré*^
sentado su Capitaoí general , 'y qué setáh Játiliesipa4^
' Para levantar fostiueve Espáñ&ll» vetérifM^í'e»^^
ctsó ' que preceda ifeemptaio dt las c^mpafliáí /- <|Uer etf <
iM existemesise reformaron $ y executádo estoy evaeudr'
la otiTo, uno á utio . haciendo los ttr^eYos bataliofaes '^
los regimientos afas ¡Mn^dv > pata^úétd» elGii»'ée%eifUtafi
^Igttrios Oficiales ; y eseüietv eitk¿6ií Jiüáy olÉeá¿ ' :- ^ " ^
- OLagnñde obtaíés ;tevancat Veinte «baíánóhef^e»-^
jlhingenosv a^gutratidosoficiéntes t^iutas piM^ 'immeb^-
iret-éoBipletos^'iestds'cbfhD los'qtté'txisténij perqué sln^
jcéta'Miri^hMaiicra: scf ta jgáiftat dinéfó ¿ti riiañMiié^ Oft-^{
fiales (que sobran en España) sin soldados, que séiv'ttt^
ijafc'ífc.'nedesttan; "' ■ ••"•"-'- -'-' - •••'' ' ■ ^■~'' ■ ''-
' £1 r«günIknto de* Guardias Walonás no défbOl iréh«fP
soldado qtielio ^e^^ -fláttióndo t y el'qiie '^e^cIbnipUiW^
|9fo^;á|nÚíkétóh'tdn^ftfíiá^4l'^é^v)clí>«d<í Vi'^ ^^^ ■
niismo reigimiento ; peto há años que se les perfuiit ad><^ •
aiiif Aleibáútí^ tPiáüáeS-f éón ttfya -¿tal:i^lés'«9 fá-
cil-'lS' teeliits. ' ' - ,'•■> ci.i.-'i'i"' ', o '•••• I'': (.1 •!.".> r.'j-' ..I
' l^aráilos ótid» cuerpos ett'rati/¿ctoS'i^'rra'e<^fo"gMléu
zandQ ^ta no solo paxa ponexlos sobre el pie de ''-^^^^
qup'unian antes^dc UxdTorma:^ sino que se pueJet cs-1
perar so(>fe , :para ir leyao cando algunos batallones.
.vejóte .t;>f^allpne& estrangc^os que. se; pcjVpoocn { pero yo
t^q lo cpncibio asi • .y la ira^n es * que el habet mas ó
menos reclutas , depende del accidente,! . y de que lo9k,
C%««:a|6Hf«>Vij?Cí»á,gfiándj|$<qa^. costa, ■.:.;•..
e(,f Vos estos tüQtlyo^ ,. y ,por«}ue,el edjficw con cimicn-'
tos i^é)filfiS[S^zit\iip/X quandó menos se ^ensa, creeré yo
todos estos cuerpos extranjeros « será indispensable.gaaa|:.
c««^i»)>;Í<JÁ«i-;á;#ig)»J)9fr^5Ígcépe$ P¿3P»íÁ<?S:4c Aj^a-
«<í*i.q»»e, 4en la.ge?te ttc^satUpara formar, y. sos-,
tifí^t,e^j m^^ypr .núine^p ^le- bailones de aquella nacioa
qttP #í4 .pqfii(t>i«í, ,y.qHíi esiítaiifi, je topeo iiiedMasjwstaí,
Esto quf jíTpppBgfi, iOipraí^icaa f^aiojía , IngUtctW;
y.»|r%&.<;§r9.n5iíí» y; wa^bi^jn, j^raipiqnaoyfirlp Jropoa.^ es-.
taci d^.áciifiPfo,,,^oiv la C;asa,idq .Austria,, ayudando te,
Ifi6Í%?^fft.T 3HSiM)»§rá><;ftp<gHs^p,,p?tj.au^y, /^ tqi-.
gafi€KQcpit9rt.,.Refft ¿Mt.'pftr^.fl»^^i}i?t,, Xii^JiWKMiPiáf».;
El asunto de plazas es de suma impoFiiíaQ<;¡a.>r,pprMl!»j
%«.«? qftfijo.> Jf^ip^rij , <$W.e.P»eiie,l»ACfe^»jftwajSfe|o^
«fea f ja í^sp^í^» V.c?» ?SftlQ;iPW!>^ib*Cfl^,jí»fií^«fe
-¿.l^teiet^o^eyoiifiew ^la^^x^pi^ji «cbp.pIa^PIS'rsI^:
tuadas en las gargantas ó avenidas capaces .de .defc^ii^)
«ft«^«05«/f*fFcj.íp .fypag^ hYiiY'.t:>^rAm<mi^^^'
_ .1
«7t
' ÍM Oifítiíñú. Gcherales c lo^tti^w principales de
ella I han reprcsentade esto sepetidamence, formaader
pcoyedos^ y cUmaDdo.porqtu se demuelan las que ó ndt
sicveOf 4neccshaft.pa.Ta^u4e&nia:exa6Siir4sgttaciiicionei{
(por exemplo Gerona) » y se coloquéis oteas ea paiage^
jreQCa)éso& ' -^
. . Todos los soberanos construyen eu sus fronteras lat
plazas que tes conviene t y así lOihan hecho la franela » ¡p.
el Rey de Cerdeña , y lo están haciendo prosentemcnte^
por lo qiie no se extrañará, que V. M. executé lo nusmo,
mayormente qúando debiendo fortificarse el Ferrol i y|
Cartagena por sus Arsenales , y otros puertos de mar^
se puede mandar todo á un tiempo , coma pravidonci»
generaL * • ' •
En la Marina no se ha adelantado t^nto e0moV.^Ma
desea ; pero no obstante se ha continuado el Arsenal de U
Carraca ^ y se está trabajiando con la adlvidad posiblo
en los i nuevos del ferrpl y. Cartagena que V^ iMU. hai
aprobado t y mandado se construyala, no dudando los?
inteligentes que serán perfefkos , porque se ha copiado Iq
mejor de Europa , y excluido lo maio deellos.
Para la fábrica de los sesenta navios que se proyeda^
hay ya mucha parte 4e la madera; eo. el Ferrol , Cadífl
y Cartagena , y se está condudcndoj la restante , y ai*
gnna; ppra ^veinte y quatrop fcagatas -menores ^ ique tam^»
bien se ha cortado , debiendo estar«el todo en los Arsot
nales en eláiki de i^$ Zi
Son tres los constmdores.que han ^nidi0 de Ingla^
tcrca^ porque en España no los. habla ^ y adualfneht^
fUbricanl qoauo navios ^ una fragata y.y cm,* paquebote
que se han de probar en el mar por Oficiales /experto%
para que concurriendo después en la Coíte xon ios cons^
CPii£|prest|(Se examine k) que hayan observadir^^ y. se xen
gle de una vez.nuoitsa Maripa, . ^ v .i :.
JZMm.X¿Zi; Mm Aq«i
*74
Antes de esto estarán perfecciohadas las gradad pá-
ra fabricar sobre ellas á oh' mismo tiempo yekitc navios*
de linea., para lo qual están ya curadas., y preparada^
los maderas , y á ios diez meses de pacatas las quillas se
fK>4ránbouralagaa., •- ,.....(.. '
Igualmente se lian traído de fuera maestros liábilet
para las fabricas de xarcias , lona y otras , porque es
iQcne^cer confesar que la Marina qué ha. habido hastSa^
aquí tu sido de apariencia > pues no, ha tenido arsenales,
(q le es el fundameótu) órdenansus , método, ni discipU*
na , puüendo V« M. crease autor original de la* que^
hay y habrá, porque es enteramemé aae\ra en ci todo, f
en- sus partf &r - t ' , ' ; . . . i . .
De quantos materiales y pertrechos necesitan arse*
Bates y baxeks, solo no hay en. los dominids de V. h/L
palos para su arboladura, porque aunque se crian en
Cataluaa y montes de Seguirá , no son de aquella segu<^
ridád y duración que conviene ^ por lo que se recurre
por ellos al Báltico , cooio lo hacen lafJbancia y la loi»
glatérrá^ ^ ..
A su tiempo será menester crear Oficiales $ pero co-
mó será por partes , dará por ahora los suficientes la
compañía de Guacdus .Marinas % y para lo sucesivo scf
f á necesario formar otras , como /también , aumentar » la
tropa, que no faltará gente, porque se observa ^ne ha]|
pasión por la marina. * .
£1 escollo que hay que vencer es.ol de la Miurina, por^
qtíe es oéctd ¿1 cprncrtio fbdivo^dc mac ^qne hace 4a: £s-^
paña.^ y con la$ ultiotas guctrasiiSf desoruyenm l9r.g]:c^
mio&'df li| pesa ,.qitc¡daiiido. rara reteharoxdoii de ttaHi^
porte» pero de tíos ó tees años Ji esu ipjatfe , d n^yot
€i niimcracle navios pauiciU^res que ytzn^i la Amerka{
«Igunaf efidl«taá<>oes,i; f xayiqa. é Inglaícf ra?, ,}fia peso»
se ha fomentado en varias. ^ro\(ibcM^;«.i ^w .r'-j -. -^ ^
•ííA ^ mil ^ AU)l.t^v>^*
«7f:
BsüLi pjMVíáencUs non h% de pagar ptintiíatmcntc,
socorrer las fítmilias de los^que se embarcan^ y tratar bien
á ios extrang^ros.qué acuden » prodacen ya sas efedosj,
pues anted no babiá (narkieros eiilos na vios-i qitc fio fueil
sen por fuerza, y hoy l^y muchos voluntarios. ' ;*
No es pot esto mi ánimo afirmar , que' no habría en
Espanar suficientes marineros para tripular sesenta nii<¿
yios de linea y y demás embarcaciones meqoí^s que $¿
proponen; pero «í insinuaré que dfi Ibs mismos medios
^ue Francia > Inglaterra^ y Hotindai se valen , debe ka^
cerlp V. M« para crear un cuerpo de marinería , que sd
emplee en ei comercio y ' en la armada ^ lo qual se
conseguirá- si se siguen -las reglas que se v^in cstabM
'ciendoé '•''--''■_.>.' • * - ■ -' ' , ' i
Con^t exórcko y armada que se propinen f y trdn«
ta millones de pesos de repuesto, dudo que haya hotii*
bre instruido en los intereses de Príncipes ^ que nieguó
podrá V. M. ser el arbitro de la pax^ y de la* guerra
entre Francia ¿ Inglaterra » y aún de Europa y y paes4ia
so puedeii* preparar rías atmas tan prontamimqf, tganestf
tiempo en hacer el repuesto referido ; porque solo (aí
noticia de que le hay causara respeto^ * y co:itribuIrá
i la tranquilidad que se desea para aprovecharse di
*f / 1« '•
.<" Toca laquí probar la própo^n;de< que sin- empeñarff
el real erario , ni gravar mas los vasallos , puede haber
fondos- pjir% la subsistencia del aumento de fuerzas d^
tierra y mar , que se ha proycftada Hp expres^do^ q^c
con el áólaál'prodú¿to de la real' Hacienda , se pueden
sostcyier sin escasez las presentes obligaciones de la Mo-
narquía , y ahora debo presuponer que serán precisas
seis añospara perfeccionar la Marina , formar los veinte
batallones extrangeros , asegurando reclutas para ellos^
y io$ deqaS| y £oiier 60 estado las plazas.
\M^ m.
#%•«
$7^
. ^ Cons^iilente i esto es, que pan cultivar 1% real H^
^ «ienda » hay^ los mismos seis añps » tiempQ suficicmt
^mo sea.de paas, para cogu el frju{oqii« podrán dar df
9Í Jas prQvfdeciCias ^ que apumacc algo wm en el capiruJo
.que tratará de ellas^
Con diez y nueve millones de escudos el cxcrclto^
seis la marina » y nueve las demás obligaciones , habri
1p suficiente paca que se mantengan regularmente. Con^
pone el todo tceinu y quatro millones^ y ahoya d ciar
lio de España da como veinte y siete , can, que viepeo á
fiUtar siete. ...
£stos en mi concepto 9 ^n penosa fiítiga , como ha?
y^ paz Jos puede aumentar la real^ Hacienda , estahie?
cicndose la única contribución » en que se está trabajaor
dp ; eaJa mayor población que: puede tener ^d rey nos
y por conscqíkencia mas contribuyentes : en el mayor
yalor que puede darse i la renta. del tabaco » como se
rOQSeguirá ^ siendo .el genero buetio .y abundantie.: eu
mas consumo de sal : en el cpmercio de manufa&ucas y
frutos t y en la redención de juros » ; y desempeñas de
alcabalas, ^
Llevo referido que el caudal de Indias se regula ea
ttes ó quatro i¡nillones de escudos de vellón al año ^ y
que yo no le baxaba de seis. Ahora diré , que según lo
que he observado 1 y noticias que he adquirklo» mas
feien defenderé la opinión , de que d produfto de Indias
f uede exceder de doce millones de escudos » que la de
IQue no puede llegar á ellos. . p , . .
i £ste fondo pox mi voto seria destinado la mitad pa-
ta riedencion de juros » y desempeño de alcabalas f. cu^
yos réditos darán aumento al erarios y la otra mitad
para hacer el repuesto de trcinu millones de pesos que
|ie indicado. , . .
k Deberá estar seguro y j^osao csie fondo jaa .usaf
4t eiif* peiécn Í»oiriiiikttC0Comiim^(kiitM'iid^fó^
para auxiliar la economía ea la recaudación , y distf i^
^ucloo de la.real Uadeoda^^para que^ayudarido y pro-
IpoviendOi Jés comerciafices rasaltor/ rihcb^ íilgtfiw>s ifr
terescs^ para que úa peodida oi ganaodar se^pMmiKrratt
las oíanafadfaiíasA ' ' .^^ - ' 'i¡^ c! .-. - // •■
No he hablado de la satisfaccÜMide deudas de^ Itík
leynados.antaiores^, y no ha müo p^r olvidó, siiio^pQP-
que es pumo que locará ios^ Teólogos el dccitk^, eiitera-
4éos puntualmemo del estado fie la^MoM^tfía» de Ük
fuerzas que necesita para su conservación cdrt' utilidad
cofDun, y calidades de las nusmas deudas $ pero sean dd
di^men que fuesen*; es uiuy posible^ que la diferencia
de^V. M« á el np aUere en parto sufcst^ocial ^;^tar)&qtie
lie explicado^ * .-"^ • r, -^^ V •- - ,, ...> ":... '. x/i
Según la ¡dea que me he propuesto para «xtendQr
«íta reprtsetítacioA , ahora iclevitkié^áaá'áha cota));>rehen«
don de V« M» lo; que yo úmiisndo^e^'piiteS''principÍilla
dexAos reynos y y deiosdt^fodlas^/ 4)iie ireiqfttiereii ^4
tKprcido de láiibldursa «U^V.' j^u )ja«á:queriesr4MecÍefli»
dose con justicia el gobicfM» ydrdeii/que bien examina
db todo resolviereV. M. ^ se verifique mas prómamente^
q|ue Dios^ ha destinado á>V;.M; para>^rMtabtectfr:la <j^
toficiá ^ ydl am{gú««expkod¿r d«l4tiiátadAiito^ I«^^ei3»
No me dilatare^ en los puittiA qde ht de'tociir^][N>k' A%
ser molesto | y porque par^^ ello sería mtnesteír^ tener tób
4^erido^ emioda» sus partes |4*tírya<¿bi?a yo rtú sfby taiu
paz: de d«$empe&faf4a ^ipttO' nó[ ^ixiúi&i^'fótvAtipíí^
yefto8^4d64ada und'delos ^ue V. M*< aprueba ;^^{9?'ii(-
dose de personas que lo entiendan , y copiando lo' qtffe
cbii suceso pra£fcicarotl otrois • réyriOS - bien góberiiados^
jMiiCono^elloi ce£iaffoiy de^ la fi^j^afia^ quaod<x Mtaba ^
•'ji su
/
\
^aiaque ^scecxénu».; .. ..^ .
.^ ..; ^V que Vé Mc>G9tá' ¿Cicada. á emplear sa caiólico
4al(K9ar^ í que eli tsifdQ. ;eclfsi¿a¡ieb> eo «su disaiplioa ^ |f
iAmqií» ff3M(|»AatíUs;á l^i^ sea ;d. que:d^
do y. M. en lo que depende del Papa las auxilios necesa?
ri0S| y siendosu iieat áalAo en lo que le toca aplícac
.iQpoimDo remedio áiibttsos y relajaciones.
-i.j A ,vi$ta 4e. e9te; Mtecedente. ooan^ oxfBudere cp
{jisuoibo que e9 itan ' grave y* ddicado , como agano 4e oá
iprofesi^n i .peco uo pbstanto hate memoria á V. AL de
iqve perjudicar mucho al estado d excesivo número que
>b9.y. 4e S^^gu^arcs » y aún deQecigosi .y que los .Con^
5UíHos pt^riffiífx^ y los I^apas encarganvi ique. pdra /que
haya mas Religiosos y Religiosas, ka ya monos Fcayltf^
^'M.PQJíiS-1'.'l o; •. • : •■!•;/..' . .• j- y ,. .'.i ' • . - ¡
-c . ?Pf Balas 4^ »|i iáantidad.debfsn.de. pagar- todos los
JÍhsl^U^tl'^/^s^bshliait d:esou$ad0,^;y>tqi<diee ^ mie^
J«eMWftf»esi iUi^s,CA(itrJt>ui3ioflies sl-s^ eaig^esetiisegojí
^i9gatíiaQ 4uRtis«io,qiteiloi «asaUás scfglares. ^ . .«
,v; £(t<^am|C|ueiCQi) aüeQso del Papá^ es'muy propio d«
4i^m89l49L4fl«/yi. M^ tít^permitislp jifNrataiDbieoTio
^itii^ Cff»í«<fl9SÍf»l¿iQdüí^JK^)C9«Yefi8«« ilM:]^^
ticos á satisfacer la quota equitativa , que acuerde ipfLCt
Ayu4a&. é.^^oscQoer^jlAs cargas^ dd estado » 'ba que .ellos
^qn tiñ ii^iercsadp» 9 y del i modp^ide^ . execu^arlo puede
Jíc$u^^ l^ipio^Pi J^«Q^Ío .parf 4o. prescotf y>fttcu|fOi
^^^fr. xísfi, : c?»mE^i| 4i$putaa 95.fi^estíoiie^ ^t que eimba*
Jü^sa^/c^ tieg)b|«o. ^.rf .Wionf^tOolQsiuiheca d« unds.y
, . Ai establ^cif»Iento;éel tfiWoal de tnquisiciojí atri*f
k»lliQ::^^¡lk^¡Y l^ftii^ttiselPMUtGfiqía «ftitcaota^pw
taz en £^St f, y así soy ác di£tí[iiieii ^^l^e este tribus
nal lo mantenga y sostenga V.'hLcoi^ todx sa autor i*
dad ipesó JbaxD im lúnitcsdc ^^ii|stiuicion» ^ : . i
£s la hacienda un golfo en que con ella han
gado los fliasiia^iis M|n|sarbsfi ^rqat peümas^
que hayan &idóV iun¿UQO.ba descubiep» «el secreto db
pagar quatro con tres^ y el que se faa^4exado lisoogeár dt
esta vanidad.^ jBí^\úo^hk hecha CQa^qti^tiú'iOi.qiie:^iá
. Lá ambifioa de mandos^ y hoDoi;i^ ^ ' ds ^k¡^ m^ay
general, y el masi disimulado , Í)otqu&es elqoe^pcVmic^
mas coloridos de.fiilsas, virtudes. _ . . .u
' £n mi condcpia ha grocedido^de e^p üdossxyat dsft»
ideJa hacienda>i .pucsjpor/mVnsenemof^dois láinistscte
unos por solo las personas : otros poCifldiiái}tstisiis::£u
miiiai : otros por saciar lAá codicia ; y otros .por todos
tres motivos » nohemps hedip presente ¿á l^s .urgencias
€l yesdaikroTfisi:adQisie.to.hadQndbt«oii/ifi irdrdad <jhniif
tianay ptopii(. áú miKstsa -obligadoiiv^ saqa ,á.*hingéón
Tbz. deseóipemda^i^: .affi^garnt^i lá rpqse^oh.ibir ití^
niStCtiOu . í.' . ■ '. ^ .''.'.'. '. '' j\ ^». .., \. i ^. [i
.No se. informa a\ Mxinatca de ;la Vordad j. y ^ sr . oye
ÍMqu^QM0i]erite^iiCimanc$adit.ooqüht^
da, alcanza para todo (aitenqafitt>süia liada ingra)^^qui¿irpB
^:^n»pci»cif». fáas Yalída'|;':pQrÍ:)i|n'ei cocimaaso -ÚA afli*
get;! áoioio 'del Monarca con esqpccica/tnelaiKc^icas» IaA
«femigbs dtl Ministerio se .^je3)gatn de el por .6sce:medi9
yrlM^uciá^SDtJiiSiijCfdciie^iofrecciLló qqs pa pnpdnil
f^}. ' jfii Muliatcaí cotí /estos. aáDecédentoá f( y el^desboifM»
ésmüMU instruido. d¿>t(iiHas.patte&>flnQrcaMcas;de*quV sie
compobc Ji^ hackfifi4^. y ski. vdbtñbucÜDñ , osi dbfcrminfL
«QKf bercüf fl(^i;a\ MitÜstítf Vdc.ctíQMát tafitamonte^fai!
fuultad dq empeñarla ó venderla i y. ^^^* ia^nndaifc
>l *
Hsnthi dtrá titieiiaceÍbr:áiistilo7<^ yo me ntHiA en ifu
iüogunaáalla^ia f&oáíz filosofal^ y no paede haber cco«
nomiá donde no ^y pága^ pmicual^ sino desorden sobre
* r ' .-••',■. ' í ' • * • J • ■ .. •
Las resttliiM de fsstoi malc» i qué encadenábaos viebe;
de dos bcg)» siglos agesta parce ^ han sido grabar la co*
ffona con los juros. ^ con la enagenaclon de alcabalas , con
laJdcotra6aUla|as^ycan^el ¿tedtco de qne schan aprove^
chado las naciones para imponer leyes en nuestro comer»
cio^i que ae ha seguido la -pobreza y ía despoblación.
Presentemente se halla la Monarquía en muydtfe^^
rente estado como he expresado , y de la relación au*
cierb ||i\consta ^qn&es mas lo qfie se ha incorporado de
fiBa:en iná rietaipo^ pero V« AL no tiene reglada con soli^
4cz<sii real Hteicndai^' *. < : • . ^
?'. Yo vfne del exército al Ministerio á^ ella « sin én^
tender una palabra de lo que- era | y en ocho años cornil
friidos qub'ha qheesToy ¿ sit ¿sdiett y solamemet he^ po*»
dséq sabeoí i{ue esdnñnl^nience Mas lb> qiii;' ignoro di
<ísiá máterlaH^^quip kiqil6.;hs^afnnd¡4a^j0o<pbsrantede
liaberme fixado desde el principio en la máxima de que
sin: fondo qrá inútil '^nántoi trabajase en 'Gnem y Ma«
«iná. ^éa lencas j^irfependen<^s;4MÍn4|a:sito «I
cpliafciía(n qné eoila «fe^iacienda) i('^ fiíi-; 'u^>». , *
-I He ^expuesto iquq^.los auiáentos'ifaidos al ctnrio^
htn sido por la fortuna de haber tíicomrado sugetof
qtie«e hayan ayudado con integridad e'Ühtetigenciai
hojqnqles'^qnsuloisani machos, jpotqoe dfe¿loíi{btteh4f
siempre hay poco , si me hubiesen faltado , y eai mf^v»
mQt>Zc:Dios'{ y^ to&kUdadidcFTttsaHo, habrla^iuiUlcado
é V» M. que me exonerase del gobierno de lá UncleKh
fátz . que no , foese en . decadencia , comoi sKlcoderá en
ania manos I si casecicxe de ^{mOááts ^í y^tkoljfüi'At^t»
El decreto de V. M* cortando ü Ministerio de Ha-i
cienda la facultad de pagar créditos atrasados , es digno
del mayor aplausp, pues me consta que de día» ^^e ha
ahusado ipaudítapafnic. / . ^ . , r.r ¡;. ; :
. XfO j»?t9 íiu«,es se lee en el ^ puesr V. M.: manda que
pague todo lo que corresponde á su reyjiado. , y señala
fondos para ir »a(isCacieodP.^rqdUos de los anteriores, y
el injus^ . proceder de estos ültimps {lagos se. deduce
del hecho cierto de q>ie np pudicnd<^c 4?«gucar Tc^lchj
gos y Canonistas del modo de gradparlo§ , ii)al Í;o habr^r
mos podido hacer los .Ministros do Jiacienda^ ^ ^
.Siempre, que V. jyi...gU5ta$p > yo me obUgírJjsi^ cpfi
dos: millones, dfi^ciid9?.á rcfOgiei-j crírfitfiSjccdid^S petr
las partes voluntariamente del valor de seis, ó itni^^'jvy
.pOr.lo<jue'h9 yisto> y enteijdidp, mqgftop^í.h^.Wcogi-
.do.en Tespr^ía Qeqeraj que .no sp poc tod& su impoij-
te, en que es preciso que haya hatjide¿:oi|i«teo«Xí!§fiítt-
dalosas con grave perjuicio del reai erario , y de los
acreedores de justicia*
No hay en Europa terreno mas seco que el de Es-^
paña , y por consequencia están expuestos sus naturales
á padecer hambres por sus malas cosechas , ni tampoco
reyno en que menos se haya exercitado el arte para
ocurrir á la precisión de socorrer unas Provincias á otras,
evitando la extracción de dinero á dominios extraños,
pues no se ha procurado que sus riossean navegables ea
lo posible, que haya canales para regar y transportar, y
que sus caminos sean qual deben y pueden ser.
Conozco que para hacer los ríos navegables, y ca-
minos son menester muchos años, y muchos tesoros; pe«
ro, señor, lo que no se comienza no se acaba $ y sí el
gran Luis XIV.® prescribió reglas y ordenanzas quesi-»
guió, y se siguen con tan feliz suceso, ¿por que no
•/ÍI ToM. XIL Nn se
se
se podrán adaptar i y prafticar en España siendo V, M^
su Rey?
Los montes , con especialidad los apartados de la
Marina, están abandonados, y su fomento conduce ¿
qiie haya leña y carbón ^ de que sé carece., y particular-,
fñente en Madrid*
Es cierto que V. WL ha dado estrechas ordenanzas
para vigilar sobre moÁtés y plantíos s pero el tk(k6 no
corresponde á los deseos de V« M. ,. ni á la posibilidad de
tumplirlos , potque* todos gritan bien fabuco , y los mas
con sofisterías , murmuraciones , desidia e ignorancia,
hacen estudio de poner de mala fé* quanto se intenta,
hq obstante de haber visto su utiHáad en lo que se ha
'éxectttado. - • • ^ "' • '^ ''*'■'
NucrstfO^fior guarde la importante vida de V. M.
-pata bien del fcstadó , y aumento de la Chrlstiandad» £a
* Madrid año dü 1 7 |[i.
^ *
i »• ♦ I •
• I ' • ' • .
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f." .' ^ ■!- .vw* £ IN-
*H
índice
DE L OS PÁPELE S
QUB CONTIENEN
» f
LOS TOMOS X.% X.V -.Y .^IV
HE BSTA OBKA.
V.^
« t
■9-^
tOMO X^
X res Coronas en el Ayre» Conferencias en los $spi^
dos imaginarios , entre k>s Excelentísimos Señores ,C^r-
dcnales Rlcheliea , Mazarini y el Protector de Iglaterra
Oliverio Cromueiy sobre ios negocio^ del otro mundoi
con It: nota del Editor , pag. 3. .
Discurso Político y Económico 1 sobre la influencia
de los gremios &C| con la nota: del editor ^ pag. iji, _
Co^a de la carta que el Excelentísimo Señor Don
Manuel de Roda^ dirigió desde Roma á Don Juan Mac«
lin 9 paraia.edueacioü de sus sobrirtos^i 4:on l^.npia d^
:ílditpr,pap. >ay». i . < , 1. . ', c
Carta de los Señores Ministros de J^ Jurv^a dje Gof
bierno/en respuesta de la del Señor Don Juan de Aus-
tria, escrita para ellos de la Torre de Lledo en 3 ^de
Noviembre de i66S^fífi^ U que los^exci^;^ %S^.}9 ^l^
Nn a ' tan
^84
tan y ayuden a la expulsión del Padre Everardo , Con.
fesor de la Reyha^nuQStra señora , pag^ 244.
Memorial que dio i la Reyna nuestra señora un va-
sallo de esta corona de mucho z^lo y^ obligación , en vis-
ta de £« catta-lqüc escriíxió\á S. <M.^1 Señor Don Juan
de Austria desde Consuegra , á 21 de Septiembre de
1 56 1 , la que se halla en el tomo VI.^ de este periódico
íol. 27. pag, lyo, ' ^
Carta en que se discurren algunas materias presca-
tts\ ; que tocan .alIIRey y Reyña^jnadre nuestros se-
ñores , al señor Don Juan de Austria | y otros Minis-
tros, pag. 270. , ,
TOMO XI''
AlzÉefúlA política del año dé í$Y9 sobre el gdbíer<*
nd ícfel Señor Don Juan de Austria , pag. 3.
^ Abusos que se con>eten en el oíanejo y dirección de
todas las rentas reales. Universales remedio^ para que
logre el erario los beneficios que hoy le faltan > y la Mo*
hWquía Española toda la glMia y explendor ^iie flíiere-
ce ,'Con la nota del £ditot ; (iag. 5j« •. -
' Nueva reglamento para ti adelantamionto d¿ las
f&bricas ^ '.tanto de seda coibo dé lana > que escribió, pa^^
hti bftceílo F^sentési la magl^t^cl ^^el Señor Don Car-^
los liy en el año de 175^ Don Nícolis • Joaquib dc^
Adame,''pág;8¿. ''¿' ' "■ -' "- -'> ^' .'< ^- . '^b :.
■Insttrúíccion que se dio al Señor Felipe IV.^ sobre
tníitcriás de gobierno de estos rey nos, y sus egttgado^^
ron li*nc(ta dtlEditos'i pag. Í62. v :' . . j
' ' r Uní-
' Único desengañó , y per&do remedio de los menos «
cabos de la corona de Castilla , y general alivio de to-
dos sus vasallos , dado al Señor Rey Don Carlos IL^.
por el capitán Don Antonio Somoza y Quiroga año de
pt58o, pag. 225. - . ^
Carta que el Señor Felipe V.^ escribió en San Ilde-
fonso en 14.de Enero de 1624 á su hijo el Príncipe de
Asturias Don Luis ; con la respuesta que dio su Alteza^
y la nota del Editor , pag. 271.
TO MO XI I.""
JLnforme reservado que hizo á S. M», en virtud de real
orden , Don Miguel Antonio de Gándara , sobre un
Maniñesto del Obispo dé Avila , relativo á varios puntos
del Concordato , pag. 3 •
Tratado de los 'Reyes de Granada y sii origen , conv
puesto por Hernando del Purgar, Cronista de los muy
altos y esclarecidos Señores Reyes Católicos Don Per*
nando y Doña Isabel , pag. 57.
Conquista del reyno de Portugal , por el mejor de-
recho que tenia á su corona entre otros pretendientes,
por muerte del Rey Don Sebastian , el Señor Felipe II«%
siendo Generalísimo de sus armas el Duque de Alva,
pag. 145.
Díftámen del Maestro Fray Agustín Rubio , Prior
del Convento de la Pasión de Madrid , respondiendo á
la consulta que se hizo sobre deudas antiguas de la real
Hacienda, pag. i^i.
Dic
226
Di6t&tncn del Mirqaes de Ift Mina y sobre la refor-
niacIoQ del exeicico de España ea la retirada de Ita*
lia &Cy pag. 2 2 2.
Carta del Cardenal Sandoval , Arzobispo de To^
ledo y á la magestad de Felipe IV.^ sobre la conirv^
budo^ de millones del esudo Eclesiástico ^ negán-
dose á venir á la Corte donde estaba llamado , pag.
245.
Representación hecha al Señor Don Eernando
el VL^ por su Ministro el Marques de la Ensenada^
proponiendo medios para el adelantamiento déla Mo*
narquía , y buen gobierno de; eUa ^ pag. 2 5o^
?IN DEL TQAÍQ DUODÉCIMO.
SEÑORES QUE HAN SUBSCRITO A ESTA OBRA
después de impresa la primeca lista»
MADRID^
Señor Don Pedro Moro*
Señor Don Matias Collado.
Señor Don Gaspar Haedo Espinosa*:
Señor Don Manuel Ascargota.
Señor Don Vicente Alvares.
Señor Don Joseph de la Dehesa.
Señor Don Diego Tricio y Nagera.
CIVDAD-RBAL,
Señor Don Antonio Muñoz y Teiaek
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