Skip to main content

Full text of "Inventaire des archives de la famille d'Harscamp : XVIIe-XIXe siècle"

See other formats


This is a digital copy of a book that was preserved for générations on library shelves before it was carefully scanned by Google as part of a project 
to make the world's books discoverable online. 

It has survived long enough for the copyright to expire and the book to enter the public domain. A public domain book is one that was never subject 
to copyright or whose légal copyright term has expired. Whether a book is in the public domain may vary country to country. Public domain books 
are our gateways to the past, representing a wealth of history, culture and knowledge that 's often difficult to discover. 

Marks, notations and other marginalia présent in the original volume will appear in this file - a reminder of this book' s long journey from the 
publisher to a library and finally to y ou. 

Usage guidelines 

Google is proud to partner with libraries to digitize public domain materials and make them widely accessible. Public domain books belong to the 
public and we are merely their custodians. Nevertheless, this work is expensive, so in order to keep providing this resource, we hâve taken steps to 
prevent abuse by commercial parties, including placing technical restrictions on automated querying. 

We also ask that y ou: 

+ Make non-commercial use of the files We designed Google Book Search for use by individuals, and we request that you use thèse files for 
Personal, non-commercial purposes. 

+ Refrain from automated querying Do not send automated queries of any sort to Google's System: If you are conducting research on machine 
translation, optical character récognition or other areas where access to a large amount of text is helpful, please contact us. We encourage the 
use of public domain materials for thèse purposes and may be able to help. 

+ Maintain attribution The Google "watermark" you see on each file is essential for informing people about this project and helping them find 
additional materials through Google Book Search. Please do not remove it. 

+ Keep it légal Whatever your use, remember that you are responsible for ensuring that what you are doing is légal. Do not assume that just 
because we believe a book is in the public domain for users in the United States, that the work is also in the public domain for users in other 
countries. Whether a book is still in copyright varies from country to country, and we can't offer guidance on whether any spécifie use of 
any spécifie book is allowed. Please do not assume that a book's appearance in Google Book Search means it can be used in any manner 
any where in the world. Copyright infringement liability can be quite severe. 

About Google Book Search 

Google's mission is to organize the world's information and to make it universally accessible and useful. Google Book Search helps readers 
discover the world's books while helping authors and publishers reach new audiences. You can search through the full text of this book on the web 



at |http : //books . google . corn/ 




Acerca de este libro 

Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterîas de una biblioteca, hasta que Google ha decidido 
escanearlo como parte de un proyecto que prétende que sea posible descubrir en lînea libros de todo el mundo. 

Ha sobrevivido tantos anos como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio pùblico. El que un libro sea de 
dominio pùblico significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el perîodo légal de estos derechos ya ha expirado. Es 
posible que una misma obra sea de dominio pùblico en unos paîses y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio pùblico son nuestras 
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histôrico, cultural y de conocimientos que, a menudo, résulta difîcil de descubrir. 

Todas las anotaciones, marcas y otras senales en los mârgenes que estén présentes en el volumen original aparecerân también en este archivo como 
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted. 

Normas de uso 

Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio pùblico a fin de hacerlos accesibles 
a todo el mundo. Los libros de dominio pùblico son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un 
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros 
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas. 

Asimismo, le pedimos que: 

+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseilado la Bùsqueda de libros de Google para el uso de particulares; 
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales. 

+ No envie solicitudes automatizadas Por favor, no envie solicitudes automatizadas de ningùn tipo al sistema de Google. Si esta llevando a 
cabo una investigaciôn sobre traduccion automâtica, reconocimiento ôptico de caractères u otros campos para los que resuite util disfrutar 
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envîenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio pùblico con estos 
propositos y seguro que podremos ayudarle. 

+ Conserve la atribuciôn La filigrana de Google que verâ en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto 
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Bùsqueda de libros de Google. Por favor, no la élimine. 

+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de 
que todo lo que hace es légal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considère de dominio pùblico para los usuarios de 
los Estados Unidos, lo sera también para los usuarios de otros paîses. La legislaciôn sobre derechos de autor varia de un pais a otro, y no 
podemos facilitar informacion sobre si esta permitido un uso especîfico de algùn libro. Por favor, no suponga que la apariciôn de un libro en 
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracciôn de los derechos de 
autor puede ser muy grave. 

Acerca de la Bùsqueda de libros de Google 

El objetivo de Google consiste en organizar informacion procedente de todo el mundo y hacerla accesible y util de forma universal. El programa de 
Bùsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas 



audiencias. Podrâ realizar bùsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la pâgina lhttp : / /books . google . corn 



TEATRO CRITICO 

UNtVERSAL, 

à Discursos varios en todo género de materias, 
para desengano de errores comunes: 

ESCRITO 

POR EL MUr ILUSTRE SENOR 

D. Fr. Benito Geronimo Feyjoô y Monténégro, 
Maestro General det Orden de San Benito^ 
del Consejo de S. M. &c, , 

TOMO SEGUNDO, 

NUEFA IMPRESION, 

En U quai van puestas lat adiciones del Suplemento en sus lugares. 




MADRID. MDCCLXXIX. 



Por D. JoACHîN Ibarra , Impresor de Càmara de S. M. 

Con las licencias necesarias. 

A Costa de la Real Companîa de Impresores ^ y Libreros* 




. \ .• \\ . ..■ 



\ • V ,i 



r, 7 ^-î.;. f! ':7 



^- .. 



♦ •/.'■ ; » 



"Viifr» -iw»*»ri»'î*(»-^ç«"\*^ VI . r vii.j*^««isp?* 




t/.> f/Ti-JB'") ^'; \').-;-îr.r^I ^ />^5IArtï /fl r/oT .0 " */'/ 






DEDICATOUTA 

Que hizp el Autor al 111.""" y R.™ Sr. 
D. Er. Axitonio Sarmicnto de Sotch 
mayor , Maestro General , y Difinîr 
dor Mayor de la Religion de S. Be- 
nîto , Abad cxèiiro de! Real Mo- 
nasterio de S. Julian de S^tnos en 
Galicia , Dignisimo General de toda 
la Congregaçion^Benedîâina de Es- 
pana , é In^aterra , Teologo dç 
S., M. Catolica en su Real Junta de 
la GoncepcÎQ^ i y nueyamente ,çlect 
to Obispû de jacâ , del Consejo , 
de S. M. &c. 

husco en V* S. L Patrono a 

este Libro y. parque sin buscar': 

le Je iengo : Asi elobsequio de 

esta Dedieatoria tiene mucho de 

graiitud , y tuida de interês, La gêner os a 

ai in- 




(VI) 

el Regîo blason de ser XL ahuelo de nuestro 
Catôlico Monarca Felipe F* y XIL del Chris- 
ùanUimo Luis XF, que felizmente reynan 
en estas dos grandes Monarquias. PorquesU 
hija Dona Constanza Sarmientofué muger 
de Garci Alvarez de ^oledo ,y madré de D» 
Fernan Alvarez de ^oledo, primer Conde de 
Alva de formes \yfor cohsiguiente IV, àhucr- 
la de Dona Leonor de ^oledo, muger delGran 
Duque de Hetrurià ,ô^oscana Cosme /. de 
Médias , de quien fué hieta ( como se podrâ 
ver en el grande Diccionario Histôrico de 
Moreri ,y en otros muchos Autores,, asi pror 
pios , como estranos ) Maria de Médicis^ 
Reyna de Francia ,y muger de Henrico IF, el 
Grande : Hetrusco de sanguine Regum. 
No son estas glorias généalogie as , y otras 
muchas que omito , de aquellas que tal vez 
fabrica la fantasia , para que en las Dedica- 
torias las estampe la lisonja ', sino hechos cons- 
tantes , acre dit ados por los mas Jidedignos 
instrumentos impresos , y manuscritos, Mas 
no se contenté F. S. L con la herencia de tan- 
tos blasones antiguos de sus mayores , pues 



rKh- 



(VII) ^ 

nohlemente amhiciosq les anadiô un nuevo es- 
plendor en las heroycas acciones , que costeô el 
grande erario de su prudencia ,y su virtud, 
que es lo que admit aha ^ihulo en su Me sala. 

Non tua majorum contenta est gloria fama, 
Nec quaeris quid , quaque Index sub imagine dîcat; 
Sed generis priscos contenais vincere honorés: 
, Quam tibi majores , majas decus ipse futurus. 

Vero yo , arrebatado en celehrar lo menos de 
V.S.Lme olvidé de que ofendo lo mas , que es 
su religiosisima modestia* Sirva de disculpa 
elparalelo instituido entre uno ,y otro Me- 
eenas j que no solo me llevo sin violencia , mas 
aun con précision , al asunto de la Régi a Es- 
tirpe de los SARMIENTOS , honor grande 
de Galicia mi pair i a. Me olvidé tambien de 
otro muy espectfico paralelo. Al partirse el 
César a Campana el ano de 722. de lafun- 
dacian de Roma, encargo a Mecenas elgobier- 
no absoluto de Italia , durando aûn las cen- 
tellas de lafaccion ,y la discordia *, y en otro 
aHo de 722. venerô nuestra Con^egacion a 
y. s* L por su General , y Pretado, En su 
filtfmo trienio (si creemos a Plinio) no dormia 

a 4 ' Me- 



Mecenas : Triennio supremo nullo hor« 
momento contigic somnus ; ô como se ex- 
pjica Patérculo : Urbis custodis pracposicus 
C. Mœcenas Equestri ac splendido génère 
natus ', vir , ubi res vigiliam exigeret , sanc 
insomnis , providens , atque agendi sciens. 
K S. L en su ûltimo trienio tampoco perdono 
afan que no aplicase al mayor lustre de U 
Congregdcion ,y acierto de su Prelada, Este 
des'oelo en otros pareceria enfermedad ; en 
V* S. L fué cuidado. Las sahias m'àxîmas que 
produxo esta continua tarea , se ven acredi-, 
tadas por los efeôîos que expérimenta el huen^ 
régimen de nuestra Repûblica, 

Gobernô V, S. Lfelizmente solo ; porque. 
quien en sus propios talentos tiene sobra de. 
caudal , no necesita agenos si^fr agios. Ni aun 
los Mytologios supieronjingir que Atlas pu- 
diese sostener solo elpeso de la esfera ; y asr 
le pusieron por auxtliar a Hercules, Ni Cé- 
sar fué capaz de gohernar por si el Impe- 
rio , si no le dividia con Mecenas, En esto 
saliô y. S, I, del paralelo , verificândose me- 

jor el vaticinio de Horacio : Quum tôt susti-. 

neas 



(IX) 

neas> & tanta négocia solus. Caraâfer es del 
Sol no mendigaragenos rayos para lucir : Sol 
quia solus. Por luminar mayor le aclamala 
Escrkurayfuesaun no bien nacido , y a saIU 
a lucir , y presidir a ioda la eongregacion de 
los Astros. ^odos admiraron a F. S. L 'Sol 
del Hemisferio Benediéiino por quatro anos.^ 
Corto lustrofm este ûempo.parA nuesiros de-. 
Sfosypero macho mas corto para tantos acier- 
tos* Desde su juventud empezo i mostrar el 
des£mpeno de nuestras esperanzas : Cor. ge- 
rens senile.::::: âetatem motibiis. tr^nsiens. 
Disçretamente satirizabajuvenal a los an- 
tiguos , que pesaban lasexcelencias del mérito 
por quatro anos mas de ancianidad : Venera- 
bilé erat praecèdete quatuor annîs. Error co-. 
mun, en todos tiempos convencido defalso \pues 
âF,S,L le sobraron mas anos para los acier^ 
tes i que otfos desean.pAra las *veneraciones^ 
Logre jpues ,y admita V. S^ L los mereci- 
dos aplausos, quejustamente agradecida le tri- 
but a nuestra Congregacion ; piies no son estas 
£lorias de aquellasque F. S. L ha renunciado 
for caducas» Su perpetuidad se afianza en la 



du- 



(X) 

dùracion de esta BenediBina RepMica y y m 
menos en la debida ^aùtud de mi reconcci- 
miento > en que perpetuamente hrillar'a la for- 
tuna dehingular agrado.que merezco aV.S,L 
debtendo siempre repetir h que Horacio decia. 
a Mecenas '. Magnum hoc ego duco ', quod 
placui tibi. Tpor no lastimar mas la delica- 
dà modestia. de V, S* L conctuyô implarando 
la vontinuatio» de s« patroctnh ', para que 
recuerdo a F, S. L las clausulas con que soli- 
cifo elfavor de su Mecenas elmayor de lois 
Voetas , y el mayor de sus amigos, ...■.-. 

Tuque ades , inceptumqaé unà décurre laborem: 
,0 decus , o famse merîto pars niaxima nostr» 
Mœceaas.. 

Nuestro SeSior gustdfa^Vi 5. L muchos anos^ 

para lustre de Espana ygloria de la Religion^ 

Benediâina yyprùfeccion de Sabios» De estf. 

Colegio de San Vicente de Ck^edo , y Febrero^ 

i8. de 1728.- 

DeV.S.Ill."» 
. ,su m^s reodido Siervo , y Capèllao, 
que B. S. jP. 

^ ."• ' •. . . .•■ \ •. ....■•.. 

Er^BerUtà Feyjoâ, 

APRO- 



APROBACION 

Del M. R. P. M. Fr. Esteban de. la Torre ^ Maestro 
General de la Religion de San Benito , Abad que ba sido 
dos veces delColegio de S. f^icentedelaCiudad de Ovie^ 
do , del Claustra de la Universidad de esta Ciudad^ Cate-- 
drâtico de Santa Thomas , Sagrada Escritura , Vispèrai^ 
y al présente de Prima de Tealogia en ella , (SrV. 

DE ordea de nuestro Rmo. P. Maestro Fr. Joseph 
Barnuevo , General de la Ccmgregacion de nuestro 
Padre S. Benito de Espana , Inglaterra , &c. he visto el 
-segundo tomo del Teatra Critica Universal , à Diseur sas 
varias en toda gênera de mater ias , que para desengano de 
errores comunes ha escrîto el M. R, P. Maestro Fr. Benito 
f eyjo6 Monténégro , Maestro General de la misma Reli>- 

S*on , Abad que ftié de este Coiegio de San Vicente de 
viedo , graduado en la Universidad de dicha Ciudad, Ca- 
tedrâtico de Santo Thomas , y de Sagrada Escritura, y ac- 
^ualmente de Vfsperas de Teologia , &c. y me parece que 
•el habérmele remitido mas ha sido por cumplir con la dis- 
posicion del Tridentino, ses. 4. Decreto de Editione ^ & usu 
sacrorum Librarum , y con lo que ordenan ouestras Leyes, 
^b.i. cap* a8. hum. 12. que porque haya necesidad de cen- 
jurarle ; porque , î côino se podrà hallar que corregir en k> 
que saca à la pûblica luz tan acreditado , y ërudito Escri*- 
tor ? Con que sera preciso pase à ser alabanza la censura: 
Neque enimfas erat (decia Casiodoro p.Variar. epist. aa.). 
ut quod tantus Doctar praduxerat , nostra sentetitia in ea ali^ 
quid carrigendum invenir et. 

Por esta causa , hablando Séneca , episL 64. de los Es- 
critos de Quinto Sextio , dixo asî:Cum legeris Sextium^ dis- 
ses : f^ivit^viget^ liber est supra bominem : quorumdàmscripr 
ta clarum babent tantum nomen , ccetera exanguia sunt , dis^ 
putant , instituunt , cavillantur , nonfaciunt animum , quia 
non babent. Tenian los Escritos de Sextio tal vîveza, y tan- 
tojugo,que se.debiànleercomo obra mayor que deiiombre, 

al 



al paso que los de otros muchos tîenep solo el nombre de 
Escritores; y estos se deben exâmînar con cuidado, porque 
como en ellos se halla 6 nada , 6 muy poco de aima , cbmb 
les falta la sarigre , y el eapîritu , es menester registrarlos 
cbn la mayor atencion. 

Escribi6 nuestro Autor el primer volumen del Teatro 
Critico Uni versai cbn tantoacierto , y aplauso , que se ad- 
miré el mundo al ver tan singular novedad. De él se pue^ 
de decîr con verdad que es el que vi6 volar el Proféra Za- 
éharîàs , cap. g. vers. a. Eoce ego video voluinen nhlirnSé Gran 
prodigio ^ que vuele un libro ^ qiiando andan tantos tan de 
espacio ^ que en muchos anos no dan paso ^ ni se puedeô 
despachar. Pero este apenas saliô de las manos de su Arti-*- 
fice , quando en las veloces alas de sus créditos volé ^ y lier* 
go à los Reynos extrangeros , à Francia , à Italia , y otras 
Provincias remotas , que para mejor entenderle trabajaroâ 
en traducirle en sus idiomas propios ; y asî es su mayor elb^ 
gio que no fué visto , ni oidou Corriase de entre las ma« 
nos , porque al que lograba la dicha de tenerle , se Je pe* 
dian à porfia , con el deseo de leerle ; y los mas que le bus-:* 
caban , no le hallaban. Todos le solicitaban como cosa pe- 
regrina ; por cuya causa fué preciso que dentro de brievî- 
simo tiempo se volviese à imprimir. 

Ofréceseme à este asunto , aunque en diversa materia^ 
lo que refiere el doâîsimo P. Juan Mabillon , Benedidino^ 
de los libros de N, P. S. Bernardo de Consideratione ^ al Papa 
Eugenio (in Praefat. num. 4. ): Hœc sanèfuit Bernardi dex^ 
ter iras , ut quam primum ejus libri de Cotisideratione inpu^ 
blicum prodiere^ eoscertatim exquisierunt^lectitarunt^ ama^ 
verunt universi. No dudo que sucederà lo mismo i ^stt se« 
gundo volumen , en que prosigue el mismo intento , siguien^ 
do el consejo del Sabio ( Ëclesiastes , cap. 12. v. 12. ) : Fa* 
ciendi plures libros nullus est finis ; que en escribir libros, 
que enseiiar , y desenganar de errores ^ plantando en los 
hombres verdades , no se debe poner fin. Dexaba dicho que 
habia sacado à luz varios escritos reâisimos , Uenos de to* 
ila verdad : Conscripsit sermanesrectissimoSiOcveritateple^ 

nos. 



(xni) 

fm. Y Inégé aëade :, ^e ha.de ser contiauo este trabajo, 
que en él jamas se debe césar. 

. Quien hubiere leido el primer Tomo le pareçerà que no se 
fniede halhr masque decir ^porque asî k)s asuntos, comoJa 
exquisita erudicion para probarlos, podia haber agotado ejl 
éutendimiento tnas capaz^y de may or perspicacia.£n <^ste se^ 
gundo me parece que si no se sobrepone â si mismo , à lo mè- 
nes prosigue en tratar materias poco usadas con un estilo 
armonioso^ayroso^ydeleétable;, quQseha hecho natural^ 
Decia ^éneca que nadie podia satisfacer à un mismo 
tiempo i dos facultades diferentes^ ni merecer la palma en 
dos empleos , y que por esta razon no fué igual Virgilio en 
]a prosa ^ y en el verso. Los que como yo han sido testigq; 
de los m.uchos , y grandes lucimientos del Autor en la Car 
tedra ^ y el Pûlpito , han admlràdo hasta ahora que un su? 
geto solo alcanzase tantà compïehension en las dos faculy 
tades Teolôgica, y expositiva. Pero esta admiradon crecè 
ahora roucho â vista de sus Escritos , en los quales se halla!» 
que su ingenîo , y dodtrina se extiende à tantas facultades 
diferentes , que parece que ninguna le es forastera. Aqui 
viene le de Ciceron ? Si smgulàs disdipHnas peràpere fMg- 
mmt est ^ quarito majus mnnes , lib. i« de Nat. t)eor. 
: Contiene este libro infinlto, sacado de varîos Autores, cop 
imà leccion continua: pero tambien encierra varias cosas ex; 
cogitadas de natvo^ y sutilmente probadas contra la opinion 
' iêomun; pôrque como dicePilon ( de vita Moysis) : Pr/^ar^ 
ingenia*fmittaiinavara';vend6 estt Autor lo que tuvo un doc^ 
tù por arduîsimo ( PHn.7i^« iJËpist. 22. )• Sanê ardmm esf 
«(decia) vetustis novitatem dare ^ nobis auctoritatem^ obscu^ 
rislucefn ^ dubiis claritatem ; y asi le viene ajpstado lo que 
""ilixo Ciceron : Aut^meliorikinv€hit\.aut irmnta wliorafur 
cit. Creo que si Plinio hubiera leido este libro , dix$>ra, co|i 
mas verdad , y sin lisonja de su Autor , lo que dixo de l'itb 
Aristoù iNSfil£st'qiMl'disûereveiis^^qtwd ille docere non 
passif. Y tambien lo que escribiô otro : 

Digna legi scribis ^facis & dignissima scribi : 
Script a probant doctum te , tua facta probum. 
•o::iA Con- 



(XIV) 

Concluyo este asunto con unas palabras de Maféo àrgloK 
rîoso San Agustîn : Tanta legenti cum occurrit doctrina-- 
rum omnium eruditio , tanta eloquii ubertas , tanta ingenii 
vis , & altitudo ^ quanta satis omnium judicio pervulgata 
pmdicantur ; tam callidus , & disputator ^ tam doctus dh- 
cendi artifex ^ ut quo velit quorumcumque animos ducat , &^ 
unde nolit esse , facile pro arbitrio suo deducat , (S?r. 

Pero advierto que puede ser que le suceda al Autor 
con el libro lo que à Joseph con la tûnica , que aunque 
se llev6 los ojos de todos quantos la mîraban , con todo 
eso fué motivo de la envidia : Tunica polymita ^ assidue 
oculos fratrum feriens , que dîxo un doélo Exposîtor. Era 
texida de muchas , y diversas telas ^ de muchos , y diver- 
SOS colores , que la hacian muy vistosa , y agradable ; y al 
ver un compuesto coordinado con tan grande arte ^ y 
pi^mor 9 asi como movia la admiracion ^ asf tambien fu^ 
motivô de una envidia poderosà. Es cada Discurso de este 
libro una parte de tela rica , y delicada ; y como se lleva 
los ojos à todos quantos le miran , sin duda se puede recelai 
que cause no menor envidia que ocasionô la pasada crisis^ 

Digo , pues 9 que no hallo en él cosa , ni clàusula algu^ 
na que disuene de lo que ensena nuestra Santa Madré 
Iglèsia ^ 6 que no sea conforme â las buenas costumbres; 
antes sf es muy dlgno de alabanza , y de singular admira^* 
don ( Plîn. lib. 4. Epist. 2. ) : Censoria virgte nibil ; laudisi^ 
& admirationis multa digna ^ imdcuncta dignissimfi repef% 
porque desterrar errores es utilîsimo.trjbajo« Yasi^^y de 
sentir que se le concéda la licencia que pidé , piara que se 
imprima , y llcgue à noticia de todos. Asf lo siento , salvo 
meliori ^ &c. ES este Colegio de San Vicente de Oviedo^ 
â seis dias del mes de Diciembre de mil setecientos veinte 
y siete. î . i 

Maestro Fr, Estehan de la Torre, 



APRO. 



(XV) 

: APRÔBACIOk ] 

DeJ Rmo. P. M^ Fr. Joseph Navajas ^ Âel Orden de la 
Santisima Trinidad Calzada^ Redencion de Cautivos^ 
Maestro en Sagrada Teologia , Exdminador Sinodal del 
jirzobispado^ de Tùledo^.y Predicador dei Numéro de 

' Su Magestad ^ &c. 

AVE MARIA. 

DE orden ^ y comisicm del SeBor Doâor D. Ghristo^ 
bal Damasio , Canôniga del Sacro Monte ^ extra 
muros de la Ciudad; dt Granada , In^uisidor Ordinario; 
y Vicario de esta Villa de Madrid , y su Partido , he vis- 
to un. libre intitulado : Teatro Critico Universal y Tomo se^ 
gundo,compuesto por el Rmo* P,M. Fr, Benito Feyjo6, &<:• 
Y ouoque quando redbi el orden ^ estimé inBnitaœenCe la 
memori^^y mevi oonstituido en una^sumaindifereocia en* 
tre mi desëo de obedecfer el preceptô , y la gran dificultad 
que encontraba en el asunto y viendo fiar à mi censura una 
Obra de tan alta magnitud , que fuera glorlosa yaoidadde 
mi compréhension llegar à tocar su pie. 
t ' No desayudaba este conocimiento aquella discreta res« 
puésta de San Bernardo en un caso parecido , que en el 
Sànto filé modestia , pero en m{ siempre es précisa {a). Ad 
ea y de quibus nostram curasti consulere parvitatem^ primum 
^dem non respondere statueram , non quod dubitaverim 
éguidrespohdere deberem , sed quia ^iro consilii consiJium dor- 
rehaut prasumptuàsum judicabam , attt super fluum* En esH 
ta indiferencia se hall6 San Bernardo en una ocaslon , so- 
^i>re darconsejo à quien le podia dar. i Pues c6mo no ten- 
wdria yo por superflue ^6 por presuntuoso aprobar una Obra 
de tan executoriada , y notoria sabîdurfa , queioon sola su 
aprobacion ira qualquîera segura ? Y no solamente la mia 
( que ya se veque esto e^ùada ); pero fiî btra creo yo que 

ha- 
{a) S« Bernard, Epitt. mibi Sa. 



V1 



haria la menor fait» lun iib/o /q)ie ^le 4 luz en nombre del :i 

Rmo. P. M. Feyjbô !, que Obrds'de url Autor tan grande i 

tienën toàsi ' la aprobâcion en su nombre (à) : CfptimU éniik 2 

Àuctor approbat suo de nomine sucu Fuera de que quien tie- 1 

ne en sus aciertos la aprobâcion mas segujfa , inutilmônte 
se expone'à censura- agena» {fy.J^ustra ad cmsuramptùpo^ 
nitur y qui tarais tituUs approbatus ^Idetp^if ^oque dixa Ca« 
siodoro. Y aun de no diferente opinion San Ambrosio di- 
xo, que las Obras grandes'no hecesitàii.de quien las aplau* [^ 

da , porque ellas mismas testifican su grandeza {c). BoruH '^ 
rum opérum proprium est ^ ut extéma commenHatore nëà -lI 

^geant y sed gratiamsuam ^ cùm videntur ^ ipsa' testarttuè. :t^ 
Que por esto dice él mismo , que laluznô necesfta de quieit ^ 
apruebe , y abone su hermosura , pk>rque ^1 mismo resplan^ . t^^ 
dor que gaza es la executoria mejor de su belleza {d) : Lud ; ^ 
tuo utitur testimonio , & non aliéna suffragio. v^i 

Esta misma propiedad me ' persuadia sùpérflua ^ 6 pre^ \r^ 
suntuosa mi aprobâcion. Luces Uamiabain los anti^^&i los 



% 



heroes singulares , y famosos {è) tLuminis nomine ^appelJa* ^ 

runt y dice Pierio Valeriano. Y de los grandes ingenios coa :^ 

{jarticular motivo lo dixo discretfsimo Fortûnaco (/) : In^ .^ 

genium vèstrum hminis instar babet. Pues ^ Sènor ^ decfa ' ^ 
yo y si los grandes ingenios ; si los varonés àtmosos soâ sia ' 

controversia luz ^ y la luz no necesica de distinta àptoba^ 0^ 
don , i de qué podrâ servir la mia en tuia Obra tan htcl^^ 
da , que ella misma por si esta aprobada ? siendô como es 
trabajo de un Autor , à quien deveagaa como à ninguiu^ 

-el epiteto de liiz y los singulares desvelôs de su ingenio <» y ^ 
de su estudio , que le han consrîtindo debidamsnte famoso 
en la vénérable elevàcioa dèl Orbe literaria . f r 

Aplaudir , y encomendar 16s sugetos i quienes ^us T 

acier- ;^ 

{ê) Tcrtul; • .; . 

, \b) Casi.o4or. .... ;^^ 

. h) S. A(nbros«/î£ri. HofOm* cap.A^ . / ., ''^< 

(d) nid. ' ' 'S) 

(i) Pîcr. Vticr. virb. Lunar. Si 

(f) Fortuaac. Ub. 4. de Pmit. • K 



( 



(XVII) 

aciertos han hecho muy conocidos , es empeno tao ocioso, 
decia discretfsimo Symacho, como fuera alumbrar con una 
iuz à quien tuvieran cercado los rcsplandores dcl Sol {a): 
Supervacanei labaris est commendare conspîcuos^ ut si in So- 
le positis facem praferat. ^Quéseguridid darà mi apro^ 
bacion i los aciertos que tienen la mayor devengada por 
û mismos ? Supongo que ninguna. Pero siendo forzoso ex- 
presar mi parecer en circun$tancias que me precisan à ha- 
blar ; hecho cargo de que la notoria improporcion de mi 
pequefiez no puede ser bastante satisfaccion para hones« 
tar el silencio , à cuenta de que Sinesio di6 vencido este 
reparo , expresando que prendas singularmente gloriosas, 
no pueden tener iguales Panegyristas {b) : Equidem quam^ 
çuam laudaiur impar bonum sacuU publicato ; nibii enim 
ex boc derogatur aperis tui gloria , nam & Homerum tuh 
vimus à dissimilibus pràdicari : careret enimfama magruH 
rum virorum celebritate , si etiam minaribus testibus con^ 
tenta non esset. Siendo preciso , pues « que celebren à Ho^ 
mero otros menores ingeoios , no siendo posible que ha- 
ya Homeros para todos , aun se encuentra mi distancia en 
la précisa congoja de no ser posible remontar tanto el 
aplauso , que pueda Uegar mi elogio donde su acierto {c)i 

Omnia nec nostro comprebendi carminé possunt. 

Fuera de que sus elogios no se pueden fiar & los acentos; 
pu^ aun las admiraciones no son bastantes aplausos ^ sin- 
Ciendo dessus trabajos todos los hombres eruditos , y dis- 
cretos en debida justificada concordia , lo que sintîo de 
Orîgenes un grande Maestro de la eloqiiencia {d) : Florel 
Origenes ^ cujus viri quoties expeSlamus ingenium ^ toties 
facere oportet , quad Versa ad Solem Orientent ; impresso 
statim ori digito^ silere , & mirari. Este debiera ser el me-* 
Tom. IL dei Teatro. b nos 

{a) Symmach. lib. 3. cap. 48* 
\V) Sines. Epist. 22. 
\c) Natal. CompenJ. di Vitiout. diîp. r. 
^i) Caus. de Ehq. lib. 15. {. Ptrgi ad smculum. 



(XVIH) 

nos tmproporcionado elogiô à qualquiera obria de tan grao 
Maestro , sacrificar un silencio respetoso , remitiendo à la 
admiracion todo el aplauso : porque solo la admiracion 
podrâ aplaudir tan conveniente , y abundante erudicioo. 
Mayormente creciendo de modo en la coleccion de tanto 
diverso asunto la perfeccion , y grandeza del tratado , que 
aunque cada uno de por si fuera capaz de alabanza <» jun* 
tos, solo se podrân admîrar por maravilla, como acaso coq 
mucho menor motivo dixo la discrecion de Casiodoro (a): 
Habent beec sigîllatim distributa prœconium , conjuncta 
tniractilum. Propone el Autor en este Libro tantos , y tan 
dîscrctos avisos contra comunes introducidos enganos^ que 
aunque cada uno de por si se pudiera aplaudir , y celebrar 
como acierto , juntos , solo se pueden admirar como mi«* 
lagro. 

Bien debidamente funda el elogîo la multitud , y la 
diversidad de sagrada , y profana erudicion , con que en 
tan muchas , y tan estranas mfterias , las mas , tan rara; 
6 ninguna vez tocadas , se entra como Sol deluces resr 
plandecientes ^ disipando , y desvaneciendo nieblas de err 
rores comunes , à desenvolver de entre la espesura de vul* 
garîdades crédulas el candor de las verdades ignoradas , y 
escondidas , dexando los desenganos , no solo convencidos, 
sino patentes ^ con tantas sâgradas , y profanas luces , que 
siendo la admiracion tributo digno ^ no se sabe à quÂl se 
deba rendir primero , si à las noticias de la erudicion pro** 
fana , 6 à los apoyos de la Escritura Divina ; como de al- 
gunos Dodores antiguos , en una , y ptra erudicion muy 
copiosos , dud6 con igual motivo la grande discrecion de 
S. Gerônimo (^): DoStores antiqui in tantum Pbilosapborum 
dodirinis , atque sentent Us , suos respérsertmt libros^ ut tie^ 
scias in illis qtdd prius admit are debeas , eruditionem sa^ 
culi ^ an scient iam scripturarum. Todo es maravillosoen 
este libro ; la erudicion profana en las noticias , la eru- 

di- 

{a) Casiodor. 
{b) S. Hier. 



(XIX) 

dicton Sagrada en las Escrîturas : pero con tal propiedad 
trahidas\ y enlazadas unas , y otras , que no es facil que el 
discurso acierte quâl es lo mas admirable , si la propiedad 
con que trahe las primeras , à la oportunidad con que usa 
de las segundas. 

Sobre esta admiracion , que funda su propiedad , no 
la funda menor su multitùd. De Marco Varron escribe 
S» Agustin ^ que no era menos admirable en él que hubie- 
se lefdo tan mucho el que habia escrito tanto , que el que 
hubiese escrito tanto el que habia leido tan mucho (a): Tarn 
multa legit , vt aliquid et scr ibère vacasse miremur , tam 
multa scripsit ^ ut vix quidquam légère potuisse credamus^ 
Pues este tan grande elogio aun me parece pequeno en^ 
eârecimiento del grande Âutor de este Libro : en quien la 
abundancia seleâisima de lo que imprime , y promete, ha-> 
ce en la realidad sin distincion admirable cômo ha teni* 
do tiempo para escribir quien se conoce que ha gastado 
tanto en leer ; 6 quàndo ha tenido tiempo para leer quien 
tdftto ha consumido en escribir ; que por uno , y otro 
exercicio , en que se vé de bulto , que ha sido infatiga* 
ble\ ha conseguido hacer verdad el hyperbole , que lia-* 
mando al Emperador Trajatio noticioso dueno de las 
mas arcanas curiosidades del mundo ^ le rindiô respetoso 
Tertalianô (A) : Omnium curiositatum scrutatorem. jCon 
quâhto mayor motivo se debiera tributar al Rmo. Feyjo6 
este aplauso , al verle dueno de tantas , y tan curiosas uo^ 
ticias , como révéla en sus Obras , vengando del desayre 
dé ignoradas contra vulgares errores ^ las importancias de 
muchas obscurecidas verdades? May ormenee tratando todos 
los-asuntos con tarn propîà erûdicièn , y tanta puntualidad, 
que prâdîcamente convence comun error el axioma te- 
nido hasta ahbra por verdad comun ^ creyendo todos que 
pluribuf inténtus minor est ad singula sçnsus ^ y quedan^- 
4oÀcon sus escritos desenganados , de que puede tratar 

i^a mu^ 

(tf) S. Auff. 

{t) Tc^rtul* in jfycL cap. (« 



(XX) 

inuchos asiintos con la valentfa , y propiedad que solo uiio, 
qnien es tan dueno de la erudlcîon en todo: y aun para 
mî hace la Obra no menos admirable la dlficultad de pre* 
ferir entre lo que refiere , y lo que dîscurre : porque so- 
bre ser sus notidas tan particulares , se anhelan tanto sus 
discrètas reflexiones ^ que en presuroso seguimiento de las 
unas , pasa con impaciencia el discurso por sobre las otras. 
Quando cîscurre , se echa menos que refiera. Quando re* 
fiere , se echa menos que discurra. Tan dulce embeleso 
son sus singulares noticias. Tan halagueiio hechizo sus dis- 
cretisimas mâxfmas : por lo que solo aqui no sera encare- 
cimiento^ el que acaso lo fué de S. Ger6nimo à Paulino (a): 
Qfiibus nibil pulcbrius , nihil doctius ^ nihil dulctus^ 

Por tanto , no solo siento , que debe darse à la luz pd^ 
blica esta Obra , para que desengaiios tan doâos ^ y tan 
seguros se inmortaiicen con el molde , como asunto al 
comun tan conveniente {b) : Scriptura enim verbum stabh 
iefacit; sino es que consultando la utilidad comun , y 
conveniencia pûblica , deben todos hacer al Autor la pe^ 
ticion de Séneca (c) : Ede alia çuam priimm ^ quam celerri^ 
mè , unde & tuo notnini celer it as y & nostris temporibus 
claritas , & studiosis omnibus pariatur utilitas \ 6 pedirle 
con Plinio que lisonjee la mas comun conveniencia con 
DO hacer , ni pensar en otra cosa {d) : Hoc sit négotium 
tuum , boc otium ^ bic labor ^ b(ec qides , in bis vigiHa^ 
in bis etiam somnus reponatur. Y no creo que sobr^râ la 
sùplica y teniendo yo entendida la tlbieza con que se ha** 
116 el Autor en orden i proseguir , viendo la confusion de 
Papeles , que contra sus doétisimos Escritos porfiaban ter- 
camente é cerrar los ojos. Y cierto , que yo no se por 
que motivo entretuvieron estos estorbos su cùrso ; porque 
mirados con madura réflexion , y sin pasion alguna , â las 
luces brillantes de su Obra , los que solos dicen algo , vie- 

{a) S. Hier. Epht. i }. ad Paulin, 
(h) Gilb. serm. 45. in Cantic. 
\c) Sencc. 
(d) Plin. Ub. J. eap* 3* 



nétï i decir lo mismo ; y los que qtiîereQ significar otra 
cosa , solo dicen el enojo que les gobero6 la pluma : por lo 
que todos los juicios eruditos, y disèretps^los han reputsulo 
par lunares de la obra que haceb oon su oposicton ad>re^ 
salir su hermosura» > ! : * 

Supongo , que el Rmo. Feyjoô ha !faecbo:muy discre* 
tamente en proseguir sus Escritos , sin embarazarse de 
estos opuestos estorbos ; y ni yo esperaba menos : porque 
se que el varoa que esdai^v y «^bio , es fuerté ^ y es 
poderoso (a) : f^ir sapiens fi^^tis est., & vur doctus robus^ 
tus ^iS validus : conque minca me pude persuadir à que 
la valeatfa , y fortaleza de tanta sabiduria se dexase ven* 
cer de una oposîcion tan flaca. ^^émo habia décéder 
i una oposicion vulgar un yaron à <piien su mucba sabi-^ 
durfa adoma de slngular fortaleza ? £so séria dexarse ven** 
cer del error cômun quien ha hecho tan noble empeno de 
impugnar ^ y desvànecer d notable perjuicio de tanto co- 
mun error. Vuelvo â decir que aplaudo su discrecion ; pero 
60 puedo dexar.de êstranar en este, punto , asi los ayes^ 
como las satis&cciones. Estrario infinito la quexa en k>s 
dolorîdd^^ porque haciendp eLRma Feyjo6 en la clase^ 
6 esfera de los quexosos tan grande <» y tan discreta distin-^ 
cion entre doAos , y gregarios , no se c6mo no teme la 
quexa* e) que se alienta d expresar una palabra : porque el 
que se tiene por dqâo , no se debe tener por agraviado ; y 
el que se siente agraviado , sin duda que no se tiene por 
doâo. Codfieso que àmiiffie"contuviefaJniinltàmente para 
no expresar mi quexa , na tener que responder à esta pre<« 
gunta lia te tienes por de los buenos , é por de los malos ? 
$i por de los buenos ^ ^ por que te quexas , si aqui no se 
babla contigo ? Si por de lOs malos , i por que no te quexas 
de tî propio ? Pues bueno fuera , porque no te resindesea 
tan indebidamente ^ tolerar un perjuicio tan notable. 

De aqui nace mi estraneza , viendo empeiiado al RmOé 
Feyjo6 eo satisfacer i impugnadones de adividad tan ren 
.,Tom.II.delTeatro. ^3 mi- 

{a) Prov. 24. V. 5. 



(XXIV) 

CEN&U R A 

DelRmo.P^Mro.Fr. jfuan Intérim de Ayàla^deî Claustre^ 

Teologo , y Caredrdtico de Regencia de Filosofia ^y en 

propiedad ^y Jubilado en la de Sagradas Lenguas de la 

Facultad de Teologia en la Universidad de Salamanca^ 

. , Predicador^y Teàhgo de Su Magestad en la Real Jtmta 

( . de la^ Inmaculada dmcepcim y Vodre de la PMvincia d9 

. Çastilla^ ikl Real ^y Militar Oraen. de Huestra Senora 

delaMerced^RedeiwiondeCaiitivâs^&Cp 

M, P. St 

OBedeciotadû coq el tiebido tespeto el rapermr.ordeo 
de V. Ab he teido coa toda atencion el Libro indtu-^ 
lado.: T^afro Crùico Univensjal , Tomo segundo , escrito 
por el Reverendisimo Padre MaestraFray Jkeoito Ger6r 
nimo Feyjo6 , Maestro General de la Religion del Gran 
Patriarca San Benito , y Catedrâtico de Visiperks^e Tec^ 
logia de la Universidad de Oviedo , &c«.¥ si este encar-- 
go , 6 miaisterio ptfdiei'a satisfacerse, y executarse del mo^ 
do que lo praâicaba \à séria circunspeccion , y severidad 
de nuesrtra Nacion en otro tiempo , en que se escribieron, 
sin ofensa de la edad présente ^ mayores , y mejores li* 
bros , pocas , y cenidas palabras pudieran ^ y debleran 
bastar ^ no solo para aprobacion , sino para elogio de es- 
ta erudita'Obra , y de su Autor ; pero hoy , con no se que 
espiritu de relaxacion de la ya' insinuada , y nunca bas^ 
tantemente alabada severidad , se han introducido otros 
usos que no puedo , ni quiero contenerme de Uamarlos 
lo que ellos son ; esto es , abusos : y se piden de los que 
dan su Censura , 6 Aprobacion , cosas muy distantes , y 
y muy distintas. En cuya conseqiiencia no puedo dudar que 
habrà muchos , si no son todos , que deseen , 6 esperen 
en este lugar un haz , 6 i lo menos un manojo de sen-* 
tencias , y de conceptos , cogidos ^ 6 sacados de los ame- 
nos jardines de los P#etas , y de los fertiles , y bien culti- 
i ^ va- 



(XXV) 

vados campos de lo$ Oradores ^ y los Hist6ricos ; y esto 
para adorno , y formacion de uaa cosa tan sencilla , y de 
su naturaleza tan séria , como es la Censura de un Libro, 
en que el Superior que la manda dar , solo plde parecer^ 
y no Panegyrico ; confieso , no sin empacho (que es opor* 
tuna circunstancia de buena confesion ) el que yo mlsniQ 
en otros anos ( pues ha verdaderamente muchos que se me 
han iiado estos mandatos ) caf freqîientemente en este gé- 
iiero de inconveniente , aprobando Obras de mucho mer- 
nos monta ; 6 sea Uevândome de la incllnacion de con* 
tentar al ageno deseo ; 6 sea tamblen buscando insensible^ 
inente en las Âprobaciones de Obras agenas el propiQ 
aplauso. Es muy cierto que no comicia yo entonces el 
poco favor que en esto me hacia à mi mismo : pues fué ^ si 
no causa, d lo mènes ocasion para que muchos, con menos 
noticia de mis estudios , im^ginasen , y podrà ser que pu« 
blicasen que yo era un grande , y élégante Humanista. Yo, 
ni niego , ni afirmo el que en este género de Letras tenga, 
6 haya tenido, codâucido, ù de la abundancla del genio que 
nuescro âentir fué servido de darme , ù de alguna mayor 
apliçacion al empleo , 6 poco desperdicio del tiempo , air 
guti fazonabie , ô moderado caudal. Nada de esto afirmo, 
ni tampoco niego ; pues el verificarlo , 6 no verifîcarlo no 
es del caso présente. Lo que digo , y esto muy seriamen* 
te ^ es y que mi profesion , tratada con la dignidad que 
me ha sido posible , y que vi6 en muchas , y repetidas 
funciones Teolôgicas , y aprob6 uno de los mas insignes 
Teatros de Letras , y doélrina la Universidad de Salaman- 
ca , no ha sido , ni es de Humanista , sino de Teôlogo. Y 
como esta sola calidad es la que puede , y debe servir pa- 
ra decir en esta parte con algo de peso , y de autorldad 
mi diâamen , digo que en esta Obra , que como Uevo 
dicho , he lefdo con atencion , ninguna cosa hay que se 
oponga i las reglas de nuestra Santa , y Cat6lica Fé , ni à 
las de las buenas , y christianas costumbres , como ni à las 
regalias , y derechos de S. M. ( que Dios guarde ) ; mucho 
ai hay pot cierto en obra tan varia , tan amena , y tan eru- 

di- 



(XXVI) 

.dita , que conduce i ta ilustracion de unâs , y otras. £1 
asuQto de las merecidas alabanzas del Autor ya le satis^ 
facieron , y le llenaron condigoamente otros mayores 
hotnbres : en el de las que merece esta Obra tan variai 
tan especlosa , y tan discursiva , no me atreyo à entrar: 
porque à la verdad no me hallo con ânimo para ayudar 
fruduosamente al dodisimo Autor à exercitar el àrduo, y 
tan mal recibido oficio , de que se ha encargado ^ como et 
el de distinguîr las verdades,y las fi^bulaâ , y como le Uamn 
el familiar estilo Desenganador , en una Nacion tan severa^ 
y tan constante , y aun tan tenaz de lo que una vez apren-r 
de ^ como la Questra. Con esto he dicho enteramente ini 
parecer , salvo siempre , &:c. En este Conv.ento del Real* 
y Militar Orden de nuestra Senbra de la Merced, Redeo* 
clon de Cautivos de Madrid , à veiate y ocho de Diciem* 
bre de mil setecientos veiate y siete anos« 



Ff. yuan Ititman de ^aUh \ \ 



TA- 



TABLA 

Dc^ los Discursos de este segundo 

Tomo. 



I. /^ Uerra$ Filos6ficas. Pag. r • 

IL VX Hîstoria Natural. 27* 

III. Artes Divinatorias.' 70, 

IV. Profecias supuestas* 91; 

V. UsodejaMàgica. ii9« 

VI. Las Modas. 168. 

VII. SeneAud Moral del género hqmano. 1 88. 
Vill. Sabidurfa Aparente. 210/ 

IX. Antipatfa de Franceses, y Espanoles» 223^ 

X. Dias Crftidos. 230* 

XI. Peso del Ayre. ^ ^41. 

XII. Esfera del Fuego. 25 1. 

XIII. Del Antiperistasis. 259. 

XIV. Paradoxas Fîsicas. 268. 

XV. Mapa întcleftual , y cot^o de Nadones. 299. 
Carta defensîva del Doâor Martinez* 322* 
Respùesfa al Doâ6t M^rtinez« 355^ 
Vericas Vindicata. 385. 



PRO- 



(XXVIIl) 



PROLOGO. 

LEdor mîo , segunda vez parezco en pûblîcô i lèet 
inve(^ivas , y oîr aciamaciones. Discurro de la suerte 
de este Libro por la del primero ; y como sea la misma, es- 
toy contento. £1 pûblico me ba favorecido liberalisimamea* 
te;y ^to basta para que yo, Uen lexos de desistif de lo em^ 
pezado , continue mas fervorosamente en servir à su di- 
version ^ y utilidad. Algunos pocos quisieron con sus cen-* 
suras detener la corriente de la général aceptacion que lo- 
grô el primer tomo ; pero el haber sido pocos y me basta 
para consuelo ; y si exâmino el motivo ^ me sobra para 
confianza. Los que por defeader las facultades que prôfe* 
saban , y que consideraban agraviadas , éscribieron contra 
mi con tanto ardor ^ manifestaron hacer demasiada estima- 
cioti de mi pluma en el concepto que formaron de que 
esta era capaz de arruinar los crédjtos de su profesion: 
de estos no me quexo ( aun compreheodîendo los que mas 
se destemplaron ) , porque donde el honor de la facultad, 
y el interes de la persona muevep la pluma ^ le dan taa 
recio impulso , que la arrojan mucho mas alla de la raya' 
que seiiala la decencia. 

. a A quienes no disculpo , aunquô los perdono , es à 
aquellos , que en sâtîras anonymat vertieron su sanft , sin 
mas motivo que el ver celebrada mi Obra. O envidia j 
monstruo de tan infelices ojos , que no el humo , sino la 
luz , te saca lâgrimas. 

3 Es cosa notable que en Francia , aquel gran Tea- 
tro de Guerras de Crîtica , ningun Autor haya padecido 
tantas censuras , y tantos Censores , como los dos mayo- 
res espf i*îtus que para la eloqîiencia métrica , y suelta, pro- 
duxo el siglo pasado en aquel Reyno , Pedro Cornelio , y 
Juan Luis de Balzac. La conspîracion contra este segun- 
do fué tal , y taies los artificios de sus émulos desde que 

vie- 



(XXIX) 

vieroo el aplauso , con que fueron recibidas sus prime- 
ras producciones ^ que hicieron mudar de diétamen al Pu* 
blico , y al Autor le tuvieroa velnte anos como ahoga- 
ào ^ hasta que disip^ndose poco à poco las nieblas con 
que la envîdia habia cegado los ojos del comun , volvie- 
ron à brillar las Obras del ilustre Balzac , con resplandor 
^ aun mas copioso que e) que habiao logrado al priacipio. 
^ graa CoriieHo qq fué tan desgraciado , porque tuvo 
siempre al Pûblico de su parte , aun viéndole censurado 
por el formidable Cuerpo de la Academîa Francesa , y em- 
pefiado todo el .cr^dîto del Cardenal de Richelieu en su 
4escréditp« No hago evta^ memoria por compararme â 
^ueUçsjpor la pane del mérito >, sinp por la de la fortu-* 
fitié Elios merecieroa la celebridad; yo la logré sin me* 
. lecerla. Pero asi à ellos , como à mf y el ayre del aplauso 
fios llevé âcia el.escollo de la envidia. 
.. 4 . No niego que justamente se me pudo censurar eq 
imicbas Gosas:ConozcQvari9sdefe^osqiios;y esdecreèi^ 
que soaù muchçs mas los que.no çpnozco. ï^ero la emulan* 
« cion fué en este lance mas ciega que el amor propio ; pues 
, oo vieron los Censores las ilaquezas de mi pluma , viéndô^ 
las yo mismo; y no advirtiendo los 4efeâos verdaderos, me 
los achacaron fingidos. ; O quàntos iniieles comentarios 
|>aredeiOadè mis Ëscritosi, arrancando con mala fë , y côn 
.violencJa suma , voces , y cUusulas de su geoûino sentidp, 
para escandalizar con qùimeras el pdblico ! ^ Esta es cor* 
jeccion , 6 corrupcion ? 

; S Qtro linage de rÇensores ha hâbido m^s dignpsdç 
xginpasipn ^fê:de eaojaHablo de aquèllos pobres inca7 
pacea y concten^dos à jgnorancia de; par vida , çabezàs de 
jpal ^ y canto ^ celebros amasados con el errer , calbso por 
lodas partes. el discurso ^ para quienes toda novedad es 
mentira , toda vejez axloma, Estos en oyendo , 6 leyendo 
^Igp montra lacornup opioiQO ., tocan à noyedad como â 
wsj^ 9 mpntan eacàkfar^irïtw^tde dos refranes ajiejds, 
.^nnstran ta lanzadel jg^^/ifue^ pfàntanse po/r lo^méri- 
.tes de su aatigUedad el yelmo deMambriao ^ 6 la dureza de 

sus 



(XXX) 

sus cascos les sîrve de morrîon ; y veîs aquf la^mejor mîH- 
cia que alista debaxo de sus banderas el error inveterado; 
al fin, invendble à todo argumetito. 

6 A esto se agrega uno , û otro auxtliar , que al misma 
tiempo los patrocina , y los condena, diciendo que para que 
se ha de tomar el empefio de sacar al vulgo de suserrores? 
que los necios son infihitos , y que e$ prudencia no con^ 
mover este poderoso partido. Yote cotiiîeso, Léâor micif 
que me parece mùy cuerda aquelia atitlgua mâxima de hà^ 
blar con los muchos , y sentir con los pocos* Pero tanta 
cordura no se acomoda con mi sinceridad. Y veo por otra 
parte que el contemplar tanto à los necios ^'es estrechaïf 
mucho la lîbçrtàd de los* èntefldidbs. Oyenàô un cfai«ey 
6 llâmala, si qiiieres âpotegma. En^'una marrcha que Ikada 
con su Ëxército Filipo , Rey de Macedonia , lleg6 à ua 
sitio hermoso , apacible , despejado ; y enamorado de él^ 
quiso que parasen allf las Tropâs* Pero los Oficialès lerre« 
presentarbn que no/era pdsibles porque nahabiaallf pasm. 
para la Caballerià , ybe^às^ dBl bagage. \0 qaé êgsâichai^ 
da vida es la nuestra ( exclàmo Filipo ) si nos bemos «Er . 
atemperar algusto^y comodidad de las bestias ! Qfialis vita 
est nostra ^ si ad asinorum commodum nobis est vivendtsml 
Aplicalo tiS , que yo estoy de pricsa. 1 

7 Algunos àlaf garon la eeainira mas aflli de Itt caljda4 
de la Obra , notandô de ôsado el proyeéfco, fàe viclosa 1« 
întencîon. Decîan que el tîtùlo étTeatroCriticoUnivtrsaf 
era muy arrogante y que era tanânen muclia. presuncioA 
mîâ esperar cumplir con lo que en él prometîa ; y que la 
magnificencîa de la promèsa manifesùba'^» apetito dé^ 
sordenado de gtorîa. Con decîr que nad« de esto es dél 
caso y porque es sacar la Crftîca fuera de su «sfera , ten-^ 
go respondido bastaYitemente; Pero aiîadiré , «que en la rei 
solucion de esta empresa no prbcedi fiado à mi diétàmetf. 
Aîios bâ que'ftiuchos sugetos de liliSagrâdâ Religion , a^- : 
l^utios dç la prînïéra hiagmtud , hftn estado tidiando con im 
bereza , 6 con mi cobardîa, sobre que^ trabajase para d . 
Pûblico. Vencldo al fia de sus insuncîas , y determinado 
'• - . 'à 



^ (XXXÎ) 

i escrîbîr pata împrîmîr , les comuiriqué dîferentes pro- 
yeélos qxie tenîa ideados , entre los quales escogieron por 
mas util , y por mas honroso el que sigo. Asi , Leâor mio, 
como yo tengo mas satis&ccion de la prudencia , y buena 
intencion de los que me aoonsejaron éntonces que de los 
que me fiscalizân ahora , proseguiré sin miedo en la Obra, 
entre tanto que el Piibiico le de favorable acogîda. Céder 
à ageno didamen , no fué osadia , sino docilidad. Nadie 
desconfia mas de mis fuerzas que yo mismo. Si parecieren 
inferiores alêttipeBo , responderin por mî los quetîreyén^ 
dolas iguales , me han animadd. 

i 8 En est^ Tomo hallaràs el mismo método que en el 
|>asado , que es diversiiicar los asuntos , à fin de evitar el 
fastidio con la variedad. El estilo tambien es el mismo. Si 
hasta aqui te agradi^ , no puede ahora desagradarte. Di- 

fo el mismo respeétivamente â las mater ias ;.pues y a sa^ 
ras la distribucion que el reéto juicio hace de los très 
géneros de estilos , consignando â la mocion de afeâos el 
^blime , â la instruccion el mediano , y à la chanza el 
bumilde. Yo â la verdad no pongo algun estudio en distri»- 
buirlos de esta manera , ni de otra. Todb me dexo à la 
naturalidad. Si en una , û otra parte hallares algo del 
sublime ,fsabe que sin buscarle se me viene , 6 por* 
que la calidad de la materia naturalmente me arrebata à 
k>cuciones figuradas , que son mas efîcaces quando se trata 
de mover algun afedlo ; 6 porque tal vez la imaginacioni, 
por estar mas caliente , me socorre de expresiones mas 
enérgicas. Y ni yo cuido de templarla quando esta ardien- 
te 9 ni de esforzarla quando esta lânguida. En punto de es- 
tilo , tanto me aparta mi genio del extremo de la afeâa- 
d6n -^ que deelino al de la negligencia« 
' •' 9 En quanto à la or tografia ( pues tambien de esto suia^ 
le dar razon el Autor à los Leâores ) no sigo régla deter-^ 
tninada , porque no la hay. Unos quieren que se arregle i 
la etymologia , otros  la pronunciacion ; y ni unos ^ ni 
otros cumplen con el mismo precepto que prescriben ; pues 
no se hallarà Autor alguno que siga en todo la etymolo- 
gia. 



(XXXII) 

gla , 6 que sîga en tôdo la protiuficiacion. 

10 Advierto ^ que en las materîas controvertibles , es- 
pedalmente iîsîcas , prescindo de la autoridad de los que 
favorecen.la opinion contraria à la mia. Busco la verdad 
en SI mi$ma,9in cuidar de la mzyov probabUidad extrinseca; 
la quai supongo estar por las opiniones comunes. La au^ 
toridad mas grave ^ como no Uegue à iofallble , me exe^ 
cuta sobre la veneracion ^ sia obligarme al asenso. Sigo la 
discreta mâxima de S* Agustin : jid diseendum dupliciter 
ducimur ^ auctoritate ^ atque ratione. Tempare auctoritas\ 
re autem ratio potîor est. De esto es menester que se hagaa 
cargo los que quisieren impugnarme. Salgo al campo sia 
mas armas que el raciocinio , y la experiencia ; con las 
mismas se me ha de combatir, Oponerme , como algunos 
han hecho , que mas se debe créer à tantos , y taies Doc-^ 
tores , que à mi , es saltar fuera del coro ; pues yo no pre« 
tendo ser creido sobre mi palabra , sino sobre mi prueba. 
Mis razones se han de exâminar , no mis méritos. Pero los 
que no fueren capaces de pesar las razones , haràn mu/ 
bien en contar los votos , y atenerse à aquellas Qpioiones 
en cuyo favor hallaren el mayor numéro de sufragiôs. 

11 A persuasion de algunas personas sablas he intro^ 
ducido en este Tomo las dos Respuestas Apologéticas que 
van al fin de éU Al Doâor Ros respondo en el Idioma La-^ 
tino ; porque él me impugnô en este Idioma. He introdu-* 
cido tambien la Carta defensiva del Doélor Martinez, por*^ 
que no se sepulte en el olvido este precioso rasgo de su plu-^ 
ma. Quanto escribe este sabio , y eloqiiente Autor es dig^ 
no de la inmortalidad. La impugnacion del Doâor Ros es 
muy larga para poder darle aquî cabimiento. 

12 Avisote que el tercer Tomo seguiri muy en brève 
al segundo; pues quando este acabe de imprimirse, estarà, 
dândome Dios salud , trabajada la mayor parte de aquel. 
No se si hay algo mas que prevenirte. Por ahora no me 
beurre* VALE. 



GUER- 



^^^^ " i 'lr\ 1 1 II 

GUERRAS 

FILOSOFICAS. 

DISCURSO PRIMERO/ 
S. i. 

I \ Qusi. graû mofador de los Fil6sofos, Lucîaao, ape« 
-^^ nas los saca alguna vez al teatro de la disputa ed 
sus Diilogos 9 que no los représente pasando prontamente 
de ias razones i las injurias. Poco nos doliera el gran abuso 
de substituir à los silogismos los diéterios , si se hubiera 
quedado en el siglo de Luciano ; perd la làstima es ^ que no 
se remédié el mal , antes cobro majorés fuerzas con et 
tiempo. Comparé Claudiano el espiritu de un hombre sabio 
à la cumbre del Olimpo , que superior à las nubes, y los 
vieatos , nunca es inquietada de tempestades {a). 
........^.......................... Vt altus Ofympi 

Viertex , qw spatio vetaos , tg^emesque r^Unqtdt^ 

Perpetuum nuUa temeratus mtbe serenum. 

a Si esta es la sena àt los Sabios , fuera estin de la 

clase tantes FiI6sofos> cuyas contlendàs mas parecen bor-* 

rasca^ que disputas : encuyos escritos i cada paso se leen 

las acusadones de ignorancia , de rudeza , â veces tàm-^ 

bien de impiedad , en sus contrarios, 

f 3 La falsa persuasion , en que cada uno esti tle la ver^ 

dad de su seda , tlene en gran parte la culpà de este abu« 

90. Cada uno (dice unAutor moderno) juzga sus conclUH 

nones tan invenciblemente demostradas^como los Elemen- 

tos de Ëuclldes. De aqu( es el furor^é indignation contra los' 

que las impugnan : l/m/^^fi/Vj^»e iUorum çonclusiones,sua^ 

^què certà^ acfirmiter , ac EucUdis élément a ^jam démons-^ 

Tom. IL del Teatro. A trt^ 

\a) in Panegyr. ManliiTiodfeii^ ... 



a GuERRAs Filos6ficas. 

tratas esse arbîtratur : Underancor , & indignatio , si quod 
contra deleElum semel systema afferatur {a) . 

4 Con exceso hîperbélico encarece el mîsmo Autor en 
otra parte las iras de los que disputan en las Aulas pùbli- 
cas : Veritas\ quam qu^erunt , triumpbos vuït agere : toc ut 
fiât , altos vult vincere ; inde clamores , rixte ^ damnationes^ 
ignés , gladii , & ipsefurice infernales {b) • En nuestras Es* 
cuelas Catôlicas no notamos estas rabias : tal vez se escapa 
una , 6 otra palabra ofensîva: tal vez con el orguUo del que 
disputa ,es lastimada algo la modestia; pero siempre se 
abomina como monstruo de la Aùla v si en algun caso raro 
Uega â aquellas extremidades la ira. 
' 5 En los Escritos es donde verdaderamente se ènsan* 
grieiitan los Filôsofos : dentro de su estudio cada uno tra* 
ta à su contrario como quiere : da à la pluma toda la li« 
cencia que le diâa la pasipn propia ; 6 porque se conside^ 
ra en un Tribunal donde es Juez ûnico para là sehtencia ; 6 
porque le falta el frenô, que hay en la disputa personaUde 
ver delante de sf quien acuse la inmodestia , y quien repe<« 
la la injuria ; como si en las lides del entendimieoto no fué^ 
ta tambien desdoro de la genefosidad , dar por las espaldas 
la heridav6 aprovecbarse de la atjsençia del enenûgo.para 
laofensa. 

S. II. 1 

-6 ITSt^destemplanzaestuvo mas disimulada , 6 mas 
-E-^ corregida, hasta que despues de apoderarse Aris<* 
tételes de las Escuelas , el empeno ya de manteherîe en el 
trono^ y a de derribarle^ en unos y otros eftfërVorisd.demâ^ 
siadaniente los ànimos. La posesion pacffica , ^t pdr poco 
mas de doscientos anos (empezando à contar desde oerca dfe 
los fines del siglo décimotercio) obtuvo Aristôteles en el do- 
œinio de la Repûblica literaria ^ autoriz6 , é su parecer^ 
bastantementeà susSeétarios para procéder (digàmosloasi) 
é sangre ^ y fuego contra los primeras que se opusieren i 

la 

'{cl) AuStor Observ^Sele^. adnm Uttrar. speUantiumi tom* %. 9hstrv%u 



DiscuRso Primero. ^ 

la doârind de este Filésofo. Tratâbase como delito gravé 
(dice el Autor citado arriba) apartar^ede ella en qualquie-^ 
ra punto : Piaculum erat asserere quidquam , quod non antea 
asseruisset jiristoteles (a)» 

7 £1 primero, y el que mas expérimenta el rigor de 
las Aristotélicos , fue Pedro de el Ramo ^ Profesor Pa-* 
risiense , hombre de ingenio pronto ^ alegre , y fertil , que 
en el Colegio de Navarra tom6 sobre si el empeno de de* 
fender en conclusiones pûblicas las contradiâorias de quan- 
tas proposîciones Aristotélicas le propusiesen los argu* 
yentes« Pero la felicidad con que sali6 de tan ardua em« 
presà , fue Amesta para él ; porque encendiendo la emu<« 
lacion de sus contrarios , le ocasion6 varios reveses de for-* 
tuoa, preclpitândole en fin en el partido de los Hugonotes, 
y muri6 con ellos en la célèbre matanza de la noche de 
& Bartolomé : con taies circunstancias , que mas pareci6 
viâima del furor Aristotélico , que del zelo Cat61ico. Los 
Discipulos de Carpentier , y de otros Profesores enemigos 
auyos y sacàndole de una cueva , donde se habia escondn 
do ^ despues de darle muchas heridas, le arrQjaron por una 
ventana; y no bast6 para saciar la ira de los matadores^ 
ver que al golpe saltaron las entra&as de su cuerpo ; slno 
que le arrastraron ^ azotàndolc por las calles , donde qued6 
el cadaver dividido en varios trozos. 

8 Parecîé luego contra Aristôteles Fn Thomas Campa- 
nela , Dominicano ^ natural de la Calabria ^ no con muchu 
mejor fortuna. O yà porque en aquel tiempo qualquiera que 
contradecia à Aristôteles^ se hacfa sospechoso en la Fé 
(como él mismo se quexa amargamente en una Cârta escrî* 
ta à Gasendo) : 6 ya porque la grande s P^îo mal reglada 
viveza de su discurso^e hubiese arf ebatado L proferir algu-^ 
nas proposîciones dignas de severo examen: 6 ya porque la 
odiosa intrepidézde su genio en la disputa' hubiese incita- 
do contra él muchos , y poderosos enemîgos. De hecho él; 
fue preso por el Santo Tribunal de la Inquisicion ^ y dete«. 

Aa ni*. 

{a) Tm* 3* êbsirv. X4« 



4 Giu£RRA$ Filos6ficas. 

QÎdo en la prîsion veinte y cinco anos ^ hasta que de orden 
del Papa Urbano VIIL sali6 de ella. Son muchos los que le 
creen inocente* En realidad susObrasFilosoficas en dos To« 
tnos de à folio corren , aunque no las pude ver mas que de 
paso. Solo esta prohibido por la Inquisicion de Espana un 
Libro suyo , împreso en Francfort el ano de 163a. Posible^ 
es que no sea suyo , aunque tenga su nombre ^ 6 que los 
Hereges hayan introducido en él alguna venenosa doétri» 
na. Su sentencia Filos6fica singularîsima fue concéder seo» 
tido, y percepcion à las plantas (a), 
. 9 Este Autor nos trahe à la memoria un exemplo cèle-* 
bre de la suma reverencia que tenlan algunos Arîstotélicost 
de aquel tiempo à su Maestro , y de la ira , y desprecio coq 
que trataban à los que se desviaban de su Escuela. Hacien-*. 
do mencion Guillelmo Duval , Médico de la Facultad de 
Paris , de la sentencia dicha , que atribuye iostinto, y sen-* 
tiniientp à las plantas, prorrumpe contra Campaoela en es^ 
fas furiosas palabras , que traduzcp fielmente* del idiomaC 
Fxancés^cpmo las cita el Abad de Vallen&ont {fji Estps sonf 
ios mismos Dogmas de le^ ManiqueQs ^ que ba^mriéQ hca^ 

. , - y 

, (f) En el SiàpUmintû.à/^ Moreri^ impresp el ano de J735 ^ se Içe 

Î[ue Campanela estuvo ençarceladn veinte y .ûete anos ; mas no cn-ll^ 
nq'uîsidon , ni por la Inquisicion. Tengo ahôrâî stis Ôbras Filôsofi* 
cas en dos Tomos gruesos'en folio ; y en las Dedtcatortas de ^no , y 
otro , hablando de su prisîon, solo se quexa de el Ministerfo de £s. 
pana , sninque dandô â entender , que sus émulos engaiiaron al Mi- 
nisterio. Asi diçe en, la del primero :. Siquidem p^tquam me didptm. 
iruàfixit Hispaniêi , non digna rtfgrens us , qtut pro ilia scripsi. Hace ea-^ 
io relacion i un Escrito y que sacô a tuz i favor de el dîerecho de el 
Rey de Espana â las Tierras de el Nuevo Mundo. Y en la de el se* 
gundo : Siquidem cum apud ingrates Dominos in ergaUûlis degerem^ Ditts^ 
Hi/its nutu omnia fiunt , dtqui ordinantur , nu taniê timpore teneri voluit^ 
quantsun suffirent ad Sciintiarum omnium instaurationem , quam prtscom^ 
iipêram , beo dua^ntc tamin m vulgan prosperitaU , aut i^tra splitu* 
dsnem , perficere potuissem. De este pasage se inHere claramente , que, 
^s Escritos Filosoficos no causaron su prisîon , pues dentro de ella. 
fos compuso. As! cocregimos Io que en quanto i esta parte hemot 
dkho de Campanela, guiadoe por el Dlccionario de Morerî. 
{b) Curiosités de la Nature » & de T Art. /m* i^foL mihi 38. 



j^témrnrîammïé renwarpa^^i que numf F^hsn/Sistf& des^ 
vergonzado^ caJumniador del grande AHstàules ^ y eriemigo 
jarado del Pertpntetihttà Fr. Thomas Campmela , Domini-^ 
oano. Este es el vil ^ despreciabk Marsias^^ este el Pig^ 
méa,^ el Faeton , el Bubo^ el ''Muuiélago^^^tAailador des^ 
prapositado j que se leiMità omtrael iapmiêsinio litris^' 
tàteles ; esta es , contra ^elApolo ^elHêrcîdes;^ el Edipo , el 
Sot , el Principe Soberàno de la Filasofia. 

10 La inveâiva esta graciosa quaoto cabe. £1 error de 
bs Maûiqueo& no fue sobtdcctr v ^ûe< las >plauitas tieaesi ai- 
ma sènsUiva, como dedà Càn^hela ^ .m auri sbk> ahna- 
Tacional , mas tambien divisa ; y asf llatn^baa.i lai plân^'| 
tas nriembrosde Di09.Es Verdad^algunos Atitores atrW 
buyen i los Maniqueos la sentencia de Campanela ; pero 
S. Agustin , que supo mejor que todos los errores del Ma-- 
inqueismoi^^los^eypâcaen el sentkiD dîchoi'(ii); y asî^iuy, 
tiene que ver la sentencia de Campanela con é\ error do' 
los Maniqueos* Massupomehdo^ como qiiierë el Médicor 
Duval, que Campanela hubiese caido en el deliriode aqùe- 
Uos Hereges ^ ^tfo es cosa admirable que se enfure^ca con 
él y no. tanto por oponerse al isentir de la Iglesias, y al dic^ 
tatnen del Espiritu Santo, quanto por côntradecir é là 
doétrina de Aristôteles? {Tanto puede en algunos Autores 
la ciega pasion por la Escuela que siguen! 

1 1 Pero quando tron6 con mas merza la c61era de los 
Aristotèlicos^ fiie al verse atacados por los très partidos de 
CaTtesianos,Gasendistas,y Maignanistas. Sobre Descartes, 
asf como haI16 mas seâarios su sistema , cay6 tambien la 
mayor parte del nublada Son innumerabtes los Ëscritos 
donde se ve tratado de loc5 , temerarlo , délirante^ herege, 
y aun Ateista. Ni falt6 para Gasendo , y Maignan su peda«^ 
sodetempestad, £1 doéllsimo Maestro Palanco en laObra 
que escribiô' sobre esta materia;, comprehendiendo à todob 
tres.Gefes , juntamente con $us sequaces , debaxo del nopi^ 
bre genérico de Atomistas , los trata muchas veces de gen-^' 
^ Tom.II.delTeatro. • A3 te 

(41) De iMribus Alanidf* lib. 2. & in Pialm. 140. (i^liti* 



^ GvsMiAB, ISitosàncAL 

te làida ^ de corfa capaciâad Vy graesû modo de ^otender; 
Y â fé que no.tièoe ràzDâ^v.» V \ \. : ' » . 
- 1 2 Yo estoy bfcà haUadb con las formas Arîstotélîcas, 
y à mnguno deJos que las îrii($ugoan sigo. Pero tratar de ru- 
dos â 'Descartes ^ Gasetidov y Maigoàiiv es haeecles una grà--«. 
visidia injUsticià; G^àendtrfue dûtadQde>nobiIisimo<»'y cla^ 
f isimo ënteoditnientôAApenas ha)r Jiombre sabio , que ûo le. 
colmedealtisimoselogîos. Léon Alacio gradua de admira- 
bles sus eteritos. £1 doâo Jesuita Renato Rapin diée , que 
nadie puede;al^ar<bâstaiiteraenceâlGasèQdo ^ y quéuingaai 
FihSsofode la aritigûedad x^criBié tanto cou tantà solidéz;! 
Gabriel Nàudeô ^ que nadie puede contémplarle :sin asom-: 
bfo. Maîgnanestàre^utaddeiitodasTa9Naciones,y en todas 
las Escuelas por varon dé muy sîngular agudeza. Y Descar- 
tes (de cuyas opiniones estoy mucho mas distante) fiiede in- 
genio exquisittsimaàsenfe desembarazado ^ y sùtii: ventaja' 
que noie niegan tos que mejor pehetraron ^ é impugnarcm' 
3U doélritla, El Ilustrîsimo^ y dodîsimo Prélado Pedro Da- 
niel Huet ) impugnador de Descartes ^ en su libro Censura 
Philosophie Cartesiana {à) ^ le confiesa gran capacidad,' 
agudfsimo ingénio^ y amplisimaxomprehensioo : Jleganda 
à decir , que solo puede negar^pe Dea^artes-fuè un grande^* 
y excelente vai'on , el que carecière y û de vérgiienza , ù de 
conocimiento. Estas son sus palabras: Atque dèeo quid sen^- 
tiam^si quis ex me qucerat , iterum dtcam magnum fuisse^ 
& excellentem virum : quodqtn negaverit , cttfebitis utiqae:, 
vel usu rerum , velpudàre. Fuit enim ad 'peneïrandas rerà 
nàtura reconditas irigeniù dcri , &. peracuto^ Adjundlaierat^ 
eximia vis , quié non obrueretur fnultitudine rerum^ nec^^medi^ 
tationis continuatione frangeretuir ; tum & ingens capacitas^ 
& amplitudo , quidquid lihuisset facile comple&eiis. { 

13 El testimonio de. este insigne Puélado ;^ que fne sio; 
dudauno de los hombres de mas profunda , y vastà erudi^^ 
cio.n I que tuvo el pasado siglo , bastarà para desenganar à 
iafinitos SemiescolÂsticos de nuestra Espafia , que siu leer & 

Des- 

{a) Cap. 8-$.4* . . ^ 



DiSCU]ISO:PriM£RO« f- 

Descartës^i :6;$îa entqn^ertev'Me leyerdo^^ le tratait coq 
sumo'de^reeio^ babJaiKio de élrcojmo d^ ua.&tua: y jua^ 
tamente podrà sôîvir de eieemplaà les bieh.inteaciooadotf 
para impugnar la doârina , sio ofender la persona» 

II4 ll^^/coti maj^or beàignidaid ,.6 np^cûo menoras trâ« 

licos , que los Af ittotéliJtqs contra^ elloau £1 P. Malebrancbe, 

Cartesiano.^^ aatif^e por ioxiohiun en ; sm* esccitoa . observai 

la exââa tnodestia corres|K)iidlepte à »su itotoida^i» y re»^ 

^ndecienke virtiid (Uegaddo i*hablax'de Afl^tàtides, trats 

§fenerai&!iziameiitetodàsstls^acgi^e;^06'de^^^ vanosj 

absurdos ^ y toda su dôârîiia de Uii farragô idtitil de paia-^ 

bras ^ desnudas de substancia <» y jugO : Hoc.posito quid ten^ 

tmdwntrit de^ ffMiàciniis:AS^otelis^qwei^mbH\^^ 

irianis , & aksurda^vetftûrum/arrafi)^. i¥) pôco CDa,soabsâoi 

Totam ineptiam^ &. absûrditAtemt^ipHc^iMui^ 

circa tes quasHbet exponere nemo potest (tf)^ , ; 

^ iS Omito otras inveâivas sem^antes , que se hallail 

en. varios modernos ^ por decir solo lo que tieàe alg^ de sin^ 

gular^en este géuéro. Eatife todos los declamadocesjooiitra 

Artstételes , nadie igual6 el furor de Ëmilio^ariqaaàk Este 

Autor eu un libro que escribiô de ArisUtelis wtà y & ge» 

tis , juQt6 quanto hasta entonces habian dicho contra es» 

teFil6sofo suis contrarios: hizo un dilatado catàl6go de 

todos sus ernonres ^ interpretaindo siempre.àcîa la peor par^ 

té todos aqùellos puntos ea qUe estÀ ditdoaa su mente; y; auip 

para que^abuteen^mas , un mismo error le pépite en varias 

partes* Trâtale.mil veces de Ignorante ^ y de ingenio obtui- 

so. ^Quién no créera desahogada yâ en tanto.oprobrîo la c6& 

leradeeste furiosoMédkb? Pfie^toidQJordicho es nada 

pard^lo qite faka. Pasa de Ids erii3res ^ yja clOâikia) i las 

costunabres , éfndc^ dcl Filésofo^j^af iilesrdotiéerescupe là 

mas negra ponzona que! puede ptKKÎucir uft énimo êxâter^ 

A4 ba^ 



8 Gu£RRAS Filos6ficas. 

bado.'Dîce , y repite muchàs veces , que fiieel hombre maS 
fiagicioso ^ mas infatué; mas ttirp^ , y mas ruîn que jamas* 
hubo en el mundo : Igitur Aristotele^ nibil fiagitiosus , ini-- 
quius y impuriUfS , improbum , ' impiamque magis creatum est; 
Llâmale enemîgo injurioso , é ingrato contra su Maestro 
Platon, contra todos los aiàlgbosàabios , y contra sus pro- 
ptoj eondiscfpulosvy^'iamigos^:; 'Indsvktm^màgiitfféjé'^ ( I? 
ahtiquos sïipiéntesy tmde ûnimi btmaîmmia '(tainiptmdiscipti^ 
los , & amicos) ingrasus , injurius , é? Aod^/w. Hàcele cargo 
como delkobîeaaireriguado (swndo asf c^^nmchos le ab^ 
suelven de él à Aristôteles) de ha^m trazado la muerte éé 
3U gran bienhéchor Aleixàndroi Impefàtmris^ mute cunSa\&i 
i;ageHtia farfamt kmkiy^&^ mawimi^bàriiores^^itrucidatar^ & 
carnifex. Tritate de trâidor â todo el géaero humano: Na^ 
tttne\;& humant gé^eris proditôr^ Hay masque decir? Aân 
imashay. Dice que si se registran todas las cavernas del 
bifieitno'^no se farallàri eii-tod&s eUascriatUra ihas malvada 
qûe^Aris6ketes;y que Jfidas^y el miiriào Sktaniâ (ya escam-i^ 
pa) pueden en c^mparacioin^suyaserrepûtadospor inocen^ 
tsÉi'Utin if^erno nibil eo scelestius nperitipossiti quoniam 
§fuda\, q^fa i^aiana\niiiiad i^r4st0fieilepiK\CzbQ maa? Mas 
cabe^^poes conciuye didieàdo, quo iiaaoio es, Arîstétdes e| 
fOûk de' qiianbc^ honâbr^s ext^eb v'<6 existieron hashi abora; 
a»!S iàrobiéfi de j|tiahtbs t^isciràn en los tîétfapos renide** 
ros : Quando inter natos fnuHerum eo non surrexit pejor , & 
omnhm qui fuefunt , sunt , &^ erunt v nequisimus extiteritk 
£sto si que es saber elogiar* Lo tpejdr es ^ que acabado el 
paoeig^'rico , te ftrma v èomobacvendov^aîdad; de él 4: de 
este mcdo :rï7af /i^bfit^jr it^r/mh'if amatvr.. Thdes.dedamackit 
ties!^ mas entrëtietien que irrîtan v mas debeu rèîrse tp^ 
«prébenderse. » 

16 £n loque se sigue de RobertoFhid,se> observa mas 
mittgada laira^p^ra la imagidacioii^aun mas desreglada» 
PéneseesteFilôso^ ingles muy i saligre friaicapicularde 
irreligiosos i^ 7 par tianto dignos del mas severo castigo del 
Cielo à todos aquell^que siguen à Aristételes en la expli-- 
cacioo de algunos oaturales fbii6meiios« Tracaudo de la for* 

ma* 



DiscuRso Paimero. 9 

macfôQ del reliinipago ^ el rocio , y el trueno (a) , prétende 
probar con funestos exemples ^ que Dios castiga como sa- 
crf lego insulto el explicar estos terribles Meteoros , segun 
}as ideas de el Peripatetismo.^erm (dice,preparando à los 
leâores) como Dios castiga severamente à aquellos que si-* 
guen la doShina de este Pagatio ^yfilosofan indiscretamente 
eomo él sobre ia generaciondel rayo. Los exemplos son ^ el 
primero de una pobre rdstica Irlandesa ^ à quien hizo ce-^ 
nizas un rayo^ no por otro delito , que por haber dicho â 
otra gente, en ocasion de estar tronando ^ lo que habia of- 
dodelmododediscurrir deîos Aristotélicos sobre la for* 
macion dd tmeno, para aliviarlos algo del susto. Asfmurid 
(dice) esta infeUz^por baber blasfemado como los Peripaté- 
ticos. £1 segundo exemplo es de un joven Aristotélico , que 
en semejante ocasion hacf a ostentacion de su Filosofia , di* 
èiendo à los circunstantes no ser el rayo otra cosa , que una 
exhalacion caliente , y seca ^ elevada de la tierra por el cà-^ 
lor del Sol , y encendida en la segunda région del ayre , en 
fuerza de la antiperistasis , dentro del seno de la nuoe. Es-^ 
tando (exclama Roberto Flud) blasfemando asi este impio^ 
ct^ sobre êl un rayo ^y le mat 6 ^ sin iocar en lo demas : Jt 
de este modo rondend jùsf/simamente la ira divina la sentent 
da die Aûstoteies ; y concluye con una exhoitacion itibral 
muy patédca à los Aristotélicos , para que abandonen los 
irhpios dogmas de su Maestro : En^& ecce mi peripatetf* 
ce Cbristiane , exempta notatu digna ^ &c. Todo tiene ay^ 
re de mision : pero con taies sermones jamas se lograrà 
otro fruto que la risa de los byeptes. 
V 'Xf ? GonTOfiydâfiBrénté modo fnsuliô â1a' Frlosofla A^te- 
totëlica el Padre Sagiiens en el Kbro que escribi6 contra 
el Uustrisimo Palanco, intitutado Atomismus demonstrattdSé 
No sé.puede negar que en todo et discurso (le la obra pro^ 
cbdid.^el; sabio Mînimocon toda la modescia , y urbanidad 
debida i sa eloqiieSite ^ y reltgiosa pluma^ Solo noto quiS 
caiité el tmofa^Bo solo amtes de la viâoria ^ mas zMi ani* 
^5. i tes 



lO GUERRAS FlLOSÔFICAS, 

tes de lafaatalla : pues antesdeentrar en la dispûtà^esfoes^ 
en la Trente del libro , se ve una lamina , donde se represen-' 
ta la antigua Filosofia como postrada , y la moderna co^ 
mo vencedora. A un lado esta la nueva Filbsôfia represeor^ 
tada en la imagen de una gentil , y hermoàa doncella ,.yi 
al otro la FilosoBa Aristotélica dôrribadà en el suelo^en^ 
]a figura de una arrugada vy ^ndrajosa.vieja. Elio es pinn 
tar como querer. No obstddtevnd le aplicarémos à la. là^ 
Çdina, y al libro del Padre Sagiiens aquello de Horack): * : 

Crédite Pis(mes isti tabuhe fore librtâm .. i 

Persimilem , ûujus\ velu$ tegri somnia ^ vannB ' p : . ; i 
Fingentur species: / - ' ^ ^ •' ) 

Porque aunque lo merece la lamina , lo desmerece el libro» 
Este es un triunfo de mogiganga , que solo puede imponec 
i gente incapaz de conocer el estado de la conttenda. Eael 
dibuxo de la Filosofia Aristotélica hay el abuso de pintar 
la ancianidad como oprabrio : pues la larga edad , aunque 
à las mugeres las hace menos atendidas y à las doârinas 
las hace mas respetables : fuera de que si el Padre Sagiiens, 
y todos los Maignanistas asientan que su Filosofia es la mis^ 
ma de Platon, mas vieja es que la Aristotélica ; y asi pintar 
àe^ta con arrugas^y à la Plat6nica sin ellas, viene â sèr el 
yerro que notaba Dionisio Tirano de Sicilia en las estatuas 
de Apolo , y Esculapio , que siendo aquel padre de este , là 
de Esculapio estaba barbada , y la de Apolo lampina« 

$. IV. 

18 \L ver eombatirse tan furiosamente unos^â otros 
x!L les Filésofos , conozco con quanta razon dixo 
S. Bernardo ^ que la sabidurîa del mundo es tumultuante, 
y guerrera: Sapientia tnundi tumultmsa est^ non pacifioa {a). 
Es llama elemental , que mas arde que àlumbra , y ^eo al-i* 
l^nos sugetos fuego de polvora , destinaSJo à herir ^ y no & 
hrillax. Jacil es desclibrir ei motivo de MtiM ix». Los que 

bra- 

(a) Serm. i. in NativiU Dêm^ 



DîKV'faO PlUMERO. XI 

braveah de este modo, no buscan là verdad : pues para lo«- 
grar este fin , no los e^orbaquien los contradice , antes los 
àyuda. Mas facil sera encoatrarla buscândola muchos , y 
por opuestos rumbos^ que pocos , siguiendo siempre un ca« 
mino. Solo atiendeif à establecer el predominio de la opi- 
nion que se ha abrazado. En la lid de qpiniones , todos 
los doâos debieraa ser neutrales , y casi todos son faccio- 
narios. 

19 No nîego que algunos de los que pasan por sabios 
en el mundo ^ por :falta (k reflexion creen , como si fuera de 
fé , la doftrma de su Escuela: genios superiiciales , hom«« 
bres de muchà frente, y poco fbndo, laminas en quîenes se 
estamparon como mecànicamente las letras , y es imposible 
borrar laimpresion, porque lo résiste la dureza de la ma- 
teria. Estûs siguen su partido con buenafé , aunque tal vez 
sea defeâuosa la caridad. Pero hay otros , y muchos , que 
impugnan las opiniodes contrarias ^ no por falta de re-^ 
flexion , sino por sobra de politica. Saben bien que los ne- 
cios son infinitos , y que à todos los que lo son , persuade 
màs el estrépito de las voces , que la fuerza de los diseur- 
^os. El ignorante que oye à un Fil6sofo tratar con vilipen- 
diô el ingenlo , y doArina de otro , aprehende como supe- 
tioridad de talento lo que solo es exceso de orgullo , y juz- 
ga que logra la vidoria aquel campo donde truena mas la 
artllleria, aunque se Ueve el viento toda la carga. Sobre 
e3te ^upuesto se aprovechan los erudftos de la credulidad 
de los indoétôs^^y despreciando quanto dicen sus contra-* 
rios , hacen que en las Gacetas , que se esparcen al vulgo 
de la Republicaliteraria , suene como viftoria vérdadera 
un triunfo imaginario. 

20 Âdonde se descubre mas esta malîciosa politica, 
esenla.'acusacion^quereeîprocamente se hacen los Fi^ 
16sofos , de ser sus doArinas incompatibles con los sagra^ 
doâ Ddgmas. No es dudable que puede haber opiniones 
Filosôflcas , de que se tiren conseqiiencias contra las doc- 
trioas revéladas : y asi se debe corregir la temeraria pre-« 
8UQcioQdeaqueUos.9,<|ue.cooel tîtulo de estar el objetq 
. . de 



de la Filosofia sùjeto al imperio de la razon , preténden una 
libertad sin limites en filosofar ; pero el empeno en que to- 
dos se ponen de que la Filosofîa que impugnan esta mal 
avenida con lo que diâa la Fé^ muestra que en esto se pro- 
cède con el mismo motivo de algunos Principes^ que siem-- 
pre que hallan esçotadura para ello ^ bacen en sus manifîes* 
tos y la guerra que emprenden , causa de Religion. No bajr 
Fîlôsofo que no pretenda que las estrellas , como un tiem- 
po contra Sisara , militen contra el Gefe del pârtido opues- 
to ; y juzga llevar , como decîa de Heâor Ayax Telamo^ 
nio <, la Deidad interesada en su defensa. 
: Hedior adest , secumque Deos in pralia ducit. 

(Metam, lib. 13). 

S. V. 
ai IVrO se descuidaron los Filôsofos de este tîempo etf 

1^ herirse unos à otros por este lado. Los Àrbto- 
télicos , luego que aparecieron las Filosofias de Renato 
Descartes , y Pedro Gasendo , sobre acusarias de sospecho- 
sas por nuevas , notaron en la Doétrina de Gasendo ser la 
misma del impîo Epicuro ; y à la de Descartes impusieron^ 
el feo borron de conducir el espf ritu al Ateîsmo^pyobando, 
6 esforzando esto con el exemplo del Ateîsta Béni to^ de Es-» 
pinosa , Seélario sobresaliente de Descartes en la Fllosofia, 
a2 Pero este proceso no esta bien formado , y es facil 
i los coQtrarios procéder contra los Aristotélicos por via 
de recriminacion del mismo modo. La novedad en las co^ 
sas puramente Filos6ficas no es culpable. Nadie hasta aho-* 
ra fixé, ni pudofixar columnas con la inscripcion Non plus 
ultra à las Ciencias naturales. Este es privilegio munici* 
pal de la doârina revelada. En el Reyno inteleâual sola 
é lo infalible esta vinculado lo inmutable. Donde hay 
rjiesgo de errar , excluir toda novedad ^ es en cierta mane« 
ra ponerse de parte del error; 

. \ Si la novedad fuera mancha de la doârina , todas las 
doétrinas serian mal nacidas ^ porque todas fueron engen- 
dradas con esa mancha. Todas fueron nuevas afgun tiem« 
po. La de Arifltételes primerofueiiMeva en el muodo ^ f* 

des- 



.Discvaso. .PEiMi»ai> 13 

despues fue nueva en la Iglesia : por lo menos en quanto 
al uso de explicar con ella Ta'TeoIogia Escolâstica. 

$. VI. 
as T A nota impuesta à la dôârina de .Gasendo; es 
jué cpmunilaPerlpatéjiéa^Taarumf^dretavouna) 
eomo otra Ëscuela , pues nô fiie. mas Catà£iico«Arîst6tele& 
que Epîcuro ; ni Ëpicuro fuë rigurosamente Atelsta , cch 
mo comunmente se piensa. No neg6 la Deidad ; solo neg6 
é la Deidad la providencia , queriendo quitar juntamente' 
i los hombres el mîedo de la Deidad ^ por el motivo de[ 
que no podia hacérles Uen , 6 mal alguno. Asi explica' 
Ciceroo ia sentencia de Epicuro en él tibro primero de la 
Naturaleza de los Dioses ; donde dice tambien , que es-- 
criblé algunos libros doétrinales del culto de los Dioses: 
^t etiam de san&itate , de pietate adversus Deos Hbros 
icripsit Epicurus. Neg6 EpicUro el principio à sus Ato~) 
BIOS , y Arist6teles n^6 el prmclfÀ> al Miindo.* ^Qué des^** 
igualdad hay entre estos dos errores? No bay otca dife- 
rencia , sino que aquel iinglo ah ctcrno exlstentes las par<- 
tes , y este fiogiô ab eterno ^stente el todo. . 
. 24 * Y auh si apuramos mas la genealogla de la Filoso*^ 
fia Aristoté&ca , le hallai^énios jnas feoorigen ; pues el sis- 
tema de sus quatro elementos le tomâ Arist6teles^ de Em- 
pedocles , y estt no conocié otras Deidades que los mismos 
elementos. Asf dice Ciceron {a) : Empedocles multa alla 
peccans^ inDeorum opiniùne turpissimè labitur : quatuor 
enim muuras^ ex quibus ômnia constare vult , divinas esse 
censet. Gasendo propuso la doârina de Epicuro desnuda 
del error de la existencia necesaria ^ y eterna de los Ato- 
mos ; como los primeros que introduxeron la Filosofia Pe- 
ripatética en la Iglesia , la propusieron desnuda de la eter« 
nidad del mundo , y de la divinidad de los elementos. Mas 
manchada estaba esta que aquella» Si esta se pudo limplar, 
spar que no aquella? i 

ia) Lit. M. di Noiwr. Darw ^' 

S. VIL 



14 G^XSRIU» PiLOSdFICAS. 

' * ,.V ^" '. s- vil" ' ■/ ; 

as T A acusacion contra la Filosofîa Cartesiana, de que 
J-^ conduce al Ateismo ^ en quanto se funda précisa** 
mente en la impiedad dei Cartesiano Espinosa , tambieoes 
de nlngun momento, y tambien se puede retorcer contra los 
Aristotélicos* Benito Espinosa fue Cartesiano, y Ateista;pe« 
ro no naci6 en él el Ateismo del Cartesianismo. Profes6 este 
hombre primero el Judaismo , como hijo de padres Judios^ 
que fugitivos dePortuga^hicieron en Amsterdan su asiento, 
y habiendo llegado à alcanzar las implicacbnes de aquella 
seâa , despues que imitilmente buscà en los Doâores die ella 
solucîon en sus dificultades; antes incurri6 su ojeriza por la 
duda ; la abandon6 , renunciando al mismo tiempo à toda 
Religion. Algunos dicen que mucho antes ténia ocultas ea 
su èspiritu las semillasdel Ateismo^comunicadas por un Mé- 
dicoAlemin,encuyaEscuela (que la ténia de Gramitica) 
babia estudiado la Latinidad. Otit>s por el tontrarîo pre^ 
tenden , que mucho despues de acabar todos sus estudios, 
quando ya escribfa libros , le llevaron i, este precipicio sus 
cavilaciones : porque en la demostracion eeométrica de 
los Principios de Descartès , que imprimiô à los' treinta 
anos de edad , se muestra muy distaate del Ateismo. Qual^ 
quiera de las dos cosas que se dtga 5 parece que no vino de 
là Filosofia de Descartes el Ateismo de Espinosa. 

a6 He dicho que la acusacion ^ que por este lado se 
hace â la Filosofia Cartesiana\| se puede retorcer contra la 
Aristotélica. Aberroes , el mas fino seâario de Aristote^ 
les que tuvieron los siglos , no profeso , por lo menôs.al fia 
de sus dias^Religioaalguna. Descartaba laChristiana, ài^ 
ciendoque era imposible à causa del Misterio de la £u- 
caristCa : la Judaica , despreciândola con el nombre de re« 
ligion de ninos , por razon de las muchas ceremonias ; y 
laMahometana llamindola. religion <ie brutôs, porque sola 

mira al placer de los sentidos. Julio César Vaaini , natural 
de la Pulla, y quemado en Tolosa de Francia por Ateista el 
ano de 1619 , despues de haber perpgripadQ vari^. tierras 

sena- 



DiscxjRso ; PriMEROi ' I g 

5enibrando sa error con dhimulo , no sigiâ6otra Fibsofia 
que la de Arist^teles ^ estudiada en los Comentarios de 
Aberroes. Si dos Ateistas Aristotélicos no prueban contra 
Ja Filosofia de Aristôteles , tampoco un Ateista Cartesiano 
probarà contra la Filosofia de Descartea {(C).ï 
* 27 Desechado ^ pues , este argumento como insuficien^* 
te .para lâ acusicion intentada , porque quando mas, prue^ 
ba la compatibilidad , no la conexion de esta , 6 aquellâ 
Filosofia con la Impiedad ; lo que ûnicamente se debe exâ-^ 
minar en esta guerra de religion entre Aristotélicos, y Car« 
tesianos, es , si esté ,i6 eL otro. sistema Filosdfico por su 
miàma naturales^ envtolvien el riesgb de caer en la irreli^ 
gion; 6 por légitima conseqiiencia infièren algun dôgma^ 
que sea contra la doârina revêlada. £sto pretendeh los 
Aristotélicos contra los Cartesianosj; y esto mismo pre- 
tenden los Cartesianqs: contra los Aristotélicos» Veàmos el 
derecho de; los unos ^ y.de ;io£r otros. . . : . ; \ 

S. iVlII. 
d8 T OS Cartesianos , que no admlten otra causa que 
JL^ la primera , la quai con el impuiso. dado é la ma^ 
terlâ, maneja esta vastà méqiiina^ sin que las criaturas presn 
teri de su^ parte aâividadaîguna ^.pretenden persuadir; que 
là introduQcion de las:càusas. segundas en el. teatro de la 
naturaleza \ lieva como por la mano el espiritu del hombre 
à la idôIatrfacDicen que la idea.de potencia, aâividad, 
é infltixo \ ^empre enVuelvé en su concepta algo dedivino; 
y ciomo pôtenc^'Siimayai'guyQdiVtnidad suprematpotencia 
kijferior 1, 6 Jitbitada^arguye divinidad ittfeîiôf ;d dépendiez 
te : que los Gentiles , no por otro motivo adoràroa los As-h» 
tros , sino por considerarse subordinados i su iofiuxo : que 
por eso no admitian igualdad jeu los Dîoses : en. Jupiter re« 
GOQOciandivinidad'Suprémav porque lelatributan un podisr 

' {a) Al famè^o Àteistià VaiÛni dîmos él ûoxiibre de '^uUù tiesaf. Nd 
se Uaniaba asî. Este es nombre qàe Û se suponîa , ô atribuîa. El 
suyo piopîo era ifi^## • - — ^ • • - 



i6 GuxiiRAS Fxlos6ficàs 

tio limitadai ï los demâs teniân por infenores eh et poder^ 
é proporcion de su limitada aâividad : de modo , que en 
su concepto no era incompatible con la divinidad la subor- 
dinacion : que en la substancia lo mismo es admitir segundas 
causas ^ que concéder ^egundos Dioses rque el hombre nar 
turàlmente se inclina à prestar adoracionà' aqudlo ;\ que 
consupropia aâividad intrinseca puedefaacerie mal\ é 
hacerle bien : que si los Aristotélicos Christianos no caea 
en este precipîcio , es porque les tiene la Religion el freno, 
y el çorazon re»ste aquella consequencia , à que su propia 
Filosofia los impële. Asi ^ con corta diferencia^ discurre el 
P. Malebranche en* el capitilrlo intitulado De errore periàu^ 
losissitno Pbihsopbîa véterum ^ que es el 3. de la parte se- 
gunda del libro 6. de Inquirenda veritate. 

'29 Yo no puedo acomodarme à créer , que los mismos 
'Cartesianosqoehacen esta objecion^, la juzguen bien fuQ^ 
dada. La razon es , porque noipuiedeQ negai> ,:que prescia^ 
diendo de lo que ensena la Fé , la propia razon natural dic- 
ta , que es del concepto esencial dé la divinidad la indepen- 
dencia. Es verdad que no lo entendieron asf los^ antiguos 
Gentiles ^ por lo menos los vulgares (de^ los que entre ellos 
fiobresalieron en sabiduria es disputaole).PeroquantQQ Aris^ 
totéiicos no obscurederon ia luznativa con la supersticion 
heredada , tuvieron siempre , y tienen hdy por contrario 
à la razon natural el Polyteismo , 6 multiplicadon de Dio» 
ses : Inego auh prescindiendo dël freno de la Religion , la 
razon natural estorba à los Aristotélicos c^er en la idola^ 
tria, por mas que adniitaa tausas^ segundas : las quales^ 
încluyendo en k razcm de segundas la siibodrdihacion '^ éx^ 
cluyen la divinidad. Lo que , pues, pienso es ;, que los Car* 
tesianos, viéndose invadidos por los Aristotélicos con el mo^ 
tivo , ô pretexto de Religion ^ con afeâacioa buscaton ea 
aquel argument» jel jempate^para. faaœr tambien; jgmûra 4e 
Religion la suya, pasando de la defensîva à la ofensiva ; é 
imitacion del Romano « que para asegurar de Aiûbal i Ro« 
ma ,' paso à shiar à C^ç^go. 
30 Con mejor derecho 9 i mi entender , proceden los 

Aris- 



DiscuRso Primero. 17 

Arktotélicos contra los Cartesianos. Es verdad que los 
Âristotélicos de nuestra Espaiia , que apenas tienen otra 
iioticJa de la Filosofia de Descartes , sino que niega todas 
las formas accidentales ( como tambien las substanciales, 
exceptuando al aima racional ) , componiendo todos los fe- 
nômenos , con Materia^ Figura , y Movimlento^ sin el $ub- 
sldio de otro ente alguno , estàn muy débiles en la im- 
pugoacion de Dsscartes. Solo pretenden que la doârina 
de este Fiiôsofo es incompatible con lo que la Fé ensena 
del Sacramento de la Eucaristîa; porque en este quedan ac-- 
cidentes de pan , y vino , sin las substancias de pan , y vi* 
no : Luego hay formas accidentales , distintas realmente 
de estas substancias ; y si no las hay , quedan en el Sacra- 
niento ias substancias mismas que antes , contra lo que en- 
sena la Fé* Confirman esto con la condenacion que hizo el 
Concilio Constanciense de esta proposicion de Wiclef : ^r- 
cidentia punis non marient sine subjeQo in Sacramento. De 
que se infiere^ qiie la contradiâoria : Accidentia panis ma-^ 
nent sine ^suhjedto , esta deiinida por el Concilio. 

31 Esta objecion no es particular contra los Cartesia^ 
nos , sino comun contra todos los Fil6sofos corpusculistas. 
Asî el Padre Maignan se hizo cargo de ella , como tam- 
bien , aun con mas extension ^ su discipulo el Padre Sagûens 
en los Diàlogos que escribié contra el llustrîsimo Palanco* 
La solucion que dan estas dos Fil6sofos consiste en distin* 
guîr accidentes en sentido Aristotélico , y accidentes en 
sentido Platônico , ô Atomistico ; concediendo la perma- 
nencia de estos en el Sacramento , que basta para verMear 
la. defîniden del Concilio Constanciense. Accidentes en 
sentido Alotbistico Uaman las representaciones pasivas del 
pan 9 y del vino , respeâivas à nuestros sentidos , y causa- 
das por la accion de Christo ^ que en quanto â esto suple en 
el Sacramento la accion del pan , y del vino. 

33 C6mo Christo pueda suplir las acciones objetlvas 

de aquellas dos substancias respeâo de nuestras poten^ 

cias , se explica facilmente en la Filosofia corpuscular ^ de 

modo 9 que aunque el modo es milagroso 9 hay menos re- 

Tm.ILdelTeatro. B sis- 



i8 GuERRAs Filos6ficas. 

sîstencîa de parte de la razon , y tîene menos que vencer 
la Fé para asentir i este milagro , que â la separacion de 
Jos accidentes Aristotélicos. A la verdad , aunque en el 
Concilio Constanciense se di6 el nombre de accidentes à 
aquello que queda ^ informando nuestros sentidos despues 
de la consagracion ; en el Concilio Lateranense debaxo de 
Inocencio Tercero ^,en el Florentino debaxo de £ugenio 
Quarto , y en el Tridentino , solo se le di^l nombre de Es- 
pecies : voz que quadra mejor â los accidentes Atomîsticos, 
que â los Aristotélicos. 

33 En vano se diô varios movimientos Jugando de to- 
da su agudeza metafisica el Uustrîsimo Palanco , para der- 
ribar esta solucion. Contra todos sus conatos la mantiene 
con solidez el Padre Sagiiens. Y lo mas es , que à algunos 
Aristotélicos es preciso valerse de ella para salvar en el 
Sacramento las apariencias de algunos accidentes del pan, 
y del vino , que contra los demas Aristotélicos juzgan in- 
distintos de las substancias. £1 Maestro Poncio dixo , que 
la raridad , y densidad son indistintas de la substancia del 
cuerpo. £1 Padre Oviedo puso identificada con el cuerpo la 
figura* £1 Padre Arriaga neg6 que fuesen accidentes dis'- 
tintos de la substancia la gravedad , y la humedad. Mu« 
chos Aristotélicos modernos constituyen ya el olor , no ea 
qualidad superàdita ^ sinoen la accion de los efluviossubs-^ 
tanciales de los cuerpos odorfferos sobre el 6rgano del ol- 
fato. £n estas sentencias es preciso explicar la figura , la 
gravedad , la densidad , la humedad , el olor que perciben 
nueâf ros sentidos déçues de la transubstanciacion , recur^ 
riendo â las apariencias , 6 representadones pasivas , cau^ 
sadas milagrosamente , siti entidades accidentaies Aristoté^ 
licas , separables de las substancias de pan , y vino : pues 
estos Autores no admiten entidades accidentaies de figura, 
humedad ^ olor ^ &c* separables de las substancias. 

34 Y es bien entîendan todos los Aristotélicos , que de 
todos los escritos de los Padres Maignan , y Sagiiens no se 
borr6 hasta ahora ni una tilde , ni en Roma , ni en Espana. 
£1 doâîsimo Maignan leyô en Roma toda su Filosofîa con 



DiscuRso Primero. 19 

geueral aplauso. Lo que me pareciô advertir aquC por aque* 
llos rigidos sectarios de Aristôteles , que ( como dice el sa- 
pientîsimo Jesuita Dechales ) (a) solo al oir nombrar àto- 
mos y 6 corpûsculos , se Uenan de horror : Solo nomine cor-- 
pusculorum exborresctmt ; y à toda la Filosofia corpuscular 
quieren arrojar al fuego como herétîca , 6 por lo menos 
* sospechosa de heregfa. 

35 Abandonando , pues, aquel argumento como însuft* 
ciente , voy à ver si por otros capitulos es digna de nota la 
Filosofia de Descartes , en particular como poco acorde à 
los Dogmas de nuestra Fé , reservando para despues decir 
algo de los demas sistemas de la Filosofia corpuscular. 

NOTA. 

Con las Obras del Padre Saguens andan dos libritos , in* 
titulados el uno Sistema gratine , cl otro Accidentia profit^ 
gâta. En este segundo , quaest. 3. art. 5. en la respucsta al 
primer argumento se dice , que el Cuerpo de Christo ver- 
daderamente se divide en la Eucaristia quando se quiebra 
la Hostia. Esta doârina parece ser manifiestamente contra 
la del Concilio Trîdentino , ses. 13. can. 3. donde se define, 
que debaxo de qualquiera parte de la Hostia esta todo en-- 
tero el Cuerpo de Christo : pues si este se dividiese en la 
confraccion de la Hostia , quedaria no mas que una parte 
del Cuerpo en una parte de la Hostia, y otra en otra. Pero 
se advierte , que esta proposicion , la quai como se profiere 
en el lugar citado , es opuesta i, la difinicion del Concilio, 
se halla explicada por el mismo Autor mas adelante â la 
pâg. 16^. de modo , que se quita la oposicion , aunque la 
explicacion no ciarece de dificultad ; y tambien es répa- 
rable que se interpusiesen tantas hojas entre la una pro* 
posicion v que tiene mal sonido , y la explicacion , que le 
quita la disonancia, 

(a) Lih. 1. di MagntU , fuf^ 8. 

B a EX A' 



20 GUERRAS FiL0s6fICAS. 

EXAMEN DEL SISTEMA CARTESIANO, 

S. IX. 

36 T 7Erdaderamente en este sistema descubro varies 
V capitules dignos de reparo. El primer tropiezo 
esta en la primera basa , sobre que Descartes quiere erigir 
toda su Filosofia. Prétende este Filôsofo , que para entrar à 
filosofar reftamente , niegue prîmero , 6 suspenda el enten- 
dimiento todo asenso à quantas yerdades ténia admitidas: 
que dude de todo , hasta de la exîstencia de Dips , y del 
Mundo ; y hecho esto , empieza la planta de la nueva Fi- 
losofia por aquella demostracion de la exîstencia propria: 
To pienso : luego tengo sér : Ego cogito : ergo sum. Esta duda 
previa , que pide Descartes ( si nos la pide seriamente ) , es 
imposible , sin faltar al precepto negativo de la Fé , que nos 
prohibe todo ado de duda , aun por brève momento , en las 
verdades reveladas ; y es imposible dudar de la exîstencia 
de Dios , y del Mundo , sin dudar de todos los Mysterios. 

37 Constituye Descartes la materia por la extension 
aâual , y dice juntamente , que donde quiera que el enten* 
dimiento concibe extension , la hay realmente : de donde 
infiere , que el espacio que Uamamos imaginario fuera de 
la superficie convexâ del Cielo Empyreo , es espacio no 
imaginario , sino real , pues allf concibe eKentendimiento 
extension ^ segun las très dimensiones de longitud , latitud, 
y profundidad ; pudiendo senalar allf la longitud de una 
vara , la distancia de una légua, &c. y como esta idea, dice 
Descartes , çs innata , que es lo mismo que impresa por el 
Autor de la Naturaleza , no esta sujeta à engano alguno. 

38 De esta doétrina se infieren dos pestilentes conse- 
qiiencîas. La primera , que el Mundo es infinito : pues si el 
espacio, que Uamamos imaginario, es real, y consta de ver- 
dadera, y positiva materia, como este no tiene término, se 
infiere evidentemente , que tampoco el Mundo ( entendien- 
do por Mundo la universidad de todo lo que Dios criô ) le 
tiene. Responde Descartes , que no es infinito el Mundo , si- 
no 



DO iàdéfinito'; pcrquéison indeifignables sus termines* Pero 
esto solo es jugàr de VQoes ; pues à poca reflexion que se 
haga se conocerà^ que de aquella dodrina no solo se infie* 
re que son indesignables los términos del Mundo , sino que 
realmeote no los hay ; y asl , que lo que se llama indéfini-^ 
tud de parte de la cosa significada , es verdadeira înfinitud; 
' 39 La se^nda coaseqiiéncia que se infiere , es , que 
actes que Dios criase dosa alguna ya habia materia eaàs^ 
tente : pues en este mismo espacio que ocupa el Mundo^ 
considerado antes que Dios le criase , se concibe extension 
del mismb modù que ehaquel espacio que esta fuera del 
€ielo Enapyrea: luego ya antes habia verdadera extension 
(- porque esta es una iaea innata ^ como la otra ) ^ y por con- 
Hgmente verdadera materia : luègo la materia es increada, 
y por consiguiente exlstente ab etemo con exlstencia ne- 
cesaria. 

40 Otfîoabsurdo terrible ( ademas de los dos expresâ-^ 
dos ) se sigùe de la constitucion de là materia por la exten-^ 
sion local , aâual ;y es ^ que como ei Cuerpo de Christo 
esencialmente es material ^ estarâ aâualmente extenso cou 
exteamn local en el Sacramento delà Eucaristfa. Esta iia-^ 
don es tan necesaria , que ya uno , û otro Cartesiano t^an-^ 
donando à suGefe^constituyen lamateria por la extensioiii 
aptitudinal ; à lo que no se opondrâ Âristotélico alguno) 
pues la esencia de qualquiera cosa es aptitudinalmente to^ 
das sus propiedades ; que es lo mismo que decir , quis es 
raiz de todasellas* Pero explicarla solo de este modo^ é& 
dexarla sin exf^cacion. ) 

41 Dice Descartes , que el vacio es tan répugnante en 
el Universo , que ni Dios con su absoluto poder ie puede 
inducir. Esta doârina es seqûela necesaria de la que aca^ 
bamos de exâmioar : porque haga Dios quanto pueda, siem>- 
preenxjualquiera espacio contenido dentro del Universo se 
in^gf nari extension ^ y por consiguiente hahri eu él <, se^ 
gun Descartes , v^dadera materia. Pero aseiitada la repug- 
nancia del vacio , se infiere , que Dios no puede aniquilar 
la materda conrenida en ^Igup determinado espacio ^ sia 
' - il^m. IL del Teatro. B 3 cdar 



22 GXIERRAS FiLOSOFICAS* 

criar otra cosaque le 1Iène;yestb€s lunttarmvcho kiOfiH: 
nipotencia. De hecha Descartes aûo la limita masv pues dà 
por absolutamenteimposible la aoiquilacion de qualquiera 
ente. Véase mi primer Tomo, Dircurso XIIL nùm* 2. doa- 
de se propone el fundamento de Descartes , y se muestra 
«U fùtilidad. . . • . 

42 La formacîon del Universo ^ segun el sistema G;ar« 
tesiano , parece incompatible con !o que nos enseôa la Sa* 
grada Historia de la Creacion del Mundo« Véase el Diseur-- 
M citado , nûm. 12. 

43 Adopté Descartes para su Fisica al iogenioso siste- 
ma del Mundo de Nicblao Copérnico ^ que ponia el Sol 
inmobleen el centro ^ y atribuia à la Tîerra los movimicn-. 
tos que quitaba al Sol. Esta sentencla ^ aunque corresponde 
exââamente â todos los fen6menos <, y atendidas solamente 
las razones fisicas , es muy defensable , tiene contra si va* 
rios textos de la £scri€ura <» eo quie se.$igbifica el movimien- 
to del Sol ^ y la inmc^itidad de là Tîeria. Y sin embargo 
de que losCoperntcânos responden ^ que la Escritura en las 
cosas puramente fisicas ^ se atempera al modo comun con 
que los hombres las explican ^ y entienden ^ para lô quai 
alegan algùnos exemplares ;. el Tribunal de Inquiaidon de 
Roma prohibié la aserdèn de estetsisteïna^ peroaitiendo 
solo usar dé él , como hypétesi para la explicadm de los 
fenémenos. 

44 Finalmente , la constitucion maquinal de los brutes 
tiene un terrible xesbaladero, po séâi hastaahora obfien^^ 
do. Dice Descartes , que los bru tos son miq|uiQas,inanimar« 
das.5 y que sus movimientos no sQn,dirigidod por 'àl|gun co* 
nodmiento ^ 6 sensacion ^ si solo résultantes de la dispos!^ 
cion mecânica de sus cuerpôs ^ como en la paloma.(te Ar- 
chitas , 6 en las Esta tuas de Dédale. Su fundamento es^por^ 
que si tuviesen alguncoriocimientô v^ seosâcion^restejBp 
i3odla provenir de la mateiia ; pues à la materla repugoâ 
todo conocimiento ; y asi para los Cartesianos v aJma(mate^ 
rial es pura qulmera : luego séria précise admitir en ellos 
espiritu , 6 alaui espiritual , y por consiguiente iomortal: 
,. ' .'W: . ... fixes 



DiscuRso Primero. ' ^23 

pues là inmortalidad del aima rack»al solo se prueba de 
su espiritualidad» Luego para no caer en este absurdo , es 
preciso confesar ^ que los brutos son m£quioas inanimadas, 
desnudas de toda sensacîon* 

45 La mixicasL en que estriba este argumente ( en la* 
mente de Descartes demonstrativo )^ es muy ocasionada i' 
conducir los espîritus à otra conseqîiencia , muy dîferente 
de la que intenta Descàrtes* Pongamos que todos los hom-* 
bres ( como Descartes quiere)se persuadan à que aima ma- 
terial. répugna , y asimisma répugna conocimiento j 6 sen« 
sacion , que no4ea:parta de àlma espîrituaL Asentado esto, 
pcËgunto : â Creerixiitodos^quelos brut6s.no tienen alguna 
aima , ni ven , ni huelen , ni oyen , &c. ? Me parece que 
no ; porque la experiencia sensible , à que es muy difîcil 
aegar el asenso y les ësti contînuaménte incimando lo con-^ 
trario ; y asi los mas de los hombres mîran la constitucioti 
maquinal de los brutos como delirio. Dirin losCartesianos^ 
que'aseotadôaqilel antécédente^ ho puedenmenos de ase&- 
tir à esta cbnseqiiencia. Pero yo digo ^ que no los précisa 
loetafisicamente à ella el antécédente concedido ^ sinb i 
ocra conseqîiencia disyuntiva ; esto es ^ que , 6 no tienen at-^ 
ma lôs brutos ^ées espiritoal laque tienen : y muclios pof 
no poder aseotir à la primera parte cootra el informe de la 
Gcperiencia, abrazarân las segunda de la disyuntiva» Supues* 
to esto y les entra la duda , de si aquella aima es inmortal, 
y qualquiera cosa que resuelvan dan en un precipicio : por^ 
que si esinmoFtal^e^ luerza asentit i la transnûgradoh 
Pytagérica , 6 à otro delirio semejante* Y si es mortal , nù 
obstante su espiritualidad ^ cae por el sueb la razon filos6^ 
fica , y ûnica , con que se prueba la inmortalidad de la al-i 
ma racionaL Abierta esta brecha , queda una puerta muy 
ancha al Ateismo* ' 

. 45 Opondréseme la experiencia de los muchos Carbé^ 
«ianos que hay Catolicfsimos , los quales , sin embargo de 
estar persuadidos à que répugna aima materiajl ^ no înfieren 
de ahî que la tengan espiritual los brutos ^ sido que careceii 
ile toda aima* Respoodo ^ que supuesto aquel antécédente^ 

B4 pOr 



d4 Gu£iiRAS Filos6ficas. 

podrân asentîr i esta conseqûencia'algiinos de especîar agu- !! 

deza , y mucbas noticias Anatômicas ^ Filoséficas , y Me* : 

cinicas; pero para los que no alcanzan tanto , es totalmen* 2 

te incompréhensible que las varias acciones que ven en los ^ 

brutos , sean efeâo de uq pure mecanismo ; y en estos es ù 
en quienes digo yo que esti el riesgo. Fuera de que sieada 
el antécédente indiferènte é uaa , y otra conseqiiencia ^ no 

es facil saber si hay algunos Cartesiaoos , que en el fuera : 

externo deducen , que los brutos no tienen aima : y en el :q 

interno infieren que la tienen espirituaL No es la que se :( 

sjente la que se dice 9 quanda. es deKto dedr lo que se k 
^ente« Pasemos ahara à «càixiinar la Filosc^a corpuscular 

«n gênerai. ^ 

EXAMEN DE LA FILOSOFIA CORPUSCULAR. \ 

• $-^X. -^ •' . ■ . ' ) 
-47 TpANlexosestoydecondenarlaFilosofiacorpuscu:-' 
J. lar en toda su extension-, como de abrazarla eil 
toda su latitud. Paréceme que en la estplicacion de los efec-& | 
tos naturales , ni para toda se :han menester las formas Axi^ 
totéltcas 9 ni todo se puede'domponep con* el mecanismo; 
Pero siendoâqi^ el iatento ûnicaménte averlguar ^ si' en es-^ 
ta Filosofia hay algo pèligroso àcia la Religion ^ diré'sobre 
eiste asunto mi diétamen« 

48 Si los Filosofos CorpuscuHstas Jimitasen la exclu- 
sion de las formas Aristotélicas suBstoncialess y aecicknta?^ 
les i lias casas insensibles , no veâp^r dôhde se^pudiese for-^ 
mar de su dQdrina ilacton algtfna côhtra los Sagrados Dog- 
mas. Negar forma substancial adequada^Mnte dstinta de la 
materia à los brutos , tiene el inconveniente que arriba que* 
da manifestado contra Descartes. Negartoda qiialidad es-^ 
piritual distinta de la substancia ;^ es^muy dificilde compo- 
nerse con la libertad de nuestros aélos , los quales é no son 
efedos verdaderamente procedidos de la votùmad , y dis-i 
tintos de ella , mal se entiende su dependencia del alvedrio^ 
Extender hasta çl orden sobrepatiural Iji exclusion* de las 
- X ' * * for- 



.-DiscuRso Primbro/> 7§ 

fimiias!acSkidèhtàIes 9 dexA bien aidiio el compodef* toâO el 
sîstemadé la Gracia; y espécialaattnte la misma <?racik 
saotificante , que intrinseca , y formalmente nos hace jus* 
tos , i que puede ser sino una forma accidentai ^-quê in- 
tdasecamente informa miotra^ aimas ? . >. 

* 49 Bien se que se hicîeron çaivode iddas ettais dificuï^ 
tad«v Y respondieroni'cllas los Padres Maigoan^ y Sa- 
^ens; Se tambien , que ni su doârina , ni sus respuestas 
estân condenadas. Impugnarlas pedia mucho mayor proli*> 
xidad que la que permite el «unto de mi obra , en la qua} 
aolo podia entrât por via de idigresion. 
1 So Asi soia aùiwté\ que qimquierât de los nuevos sis;' 
temasfiloséfîcos, aunque sea absolutamente compatible conf 
h doétrina revelada , tiènè un grave inconveniente contra 
h Teologia Escotâstica : porque como esta desde Santci 
Thomas empeié à explicarse , siguiendo el sistema ûlosô-i 
fico de Afist6tèles , zanjada ya de este modo eti todas làSr 
fiscueias ; y en tôdos Jos Librôs esta gran âbrica ; nopue-^ 
de.sin mucho dispendio derribarse , para erigirse sobre 
nuevos cimientos en otra forma. 

- ' sr . Nfi là verdad la Filôsoflâ Arîstotélîca , que se en- 
8e& en lasEscuelas, embalraza à los dem^ FîI6sofos? qij«» 
se àpartan de Aristécetes ; pùe^aqoeila , si se mira4:yien /es 
una pura metafisîca ^ cuyo» condeptos son explicables en 
qualquier si^ema fisico. Quiero decir , que los conceptos 
de msateria / foràia , substanciav accidente , qualidad , &ci 
tomadosmetafisicamente^ son verificables en todos los sisr* 
teiQas. Asi los efXpiicéctôdos en el C^te^ano el céte&re Dis- 
cfpulo de Descartes Jacobo RohoL 

sa Por tanto , los que se dedican à la Filosofia , mîrân- 
dobr, iKX precxsameote como eseala para subir à la Teologia 
Escoiâstica ^ sirto como instrumento pârra esdmdnar la natu-« 
rale2a , pueden y stn • sujetarse servilmente al Peripatetîsmo, 
buscar la verdadpor el camino que les parezca mas dere-^ 
cho ; pero sin perder jamas de vista los Dogmas Sagrados^ 
para no tropezar en alguna sentencia filosofica incompati^ 
bleconquaiqiiiexa.deâost . •-■^'* ^ \. . . c.i 

':>-;j Es- 



9$ GuERRAflTl£Os67ZC<Ss. 

* Sa ' Esta^consideracEoB fklbS à.tal quai Fil6s6fb de cstoS 
tîempos y ^ràaiadiatnente â Renatq £)cscartes:^' d quai juz- 
gaba desembarazarse bastantemoDte de las objeciones Tea< 
logicfas , , que Je hacian , respondieindo .que discurria solo 
como Fil6sofo natufial^ y ino. se méfia en las cosas sobrena-* 
tujrales^ ;£$to esf kxmismo<qu6^si.ùn Piloto , âquiéd repre- 
sentaj5cn> que s&guo la obserVacion de las EstreUas ^ iba tr-^ 
rada la navegacion:, respôndlesè , que él navegaba por et 
Mar ^ y. no por el Cielo. LosDogmas Filosoficos hecesarîa-. 
ijpef tQ^$on. falso^ ^ en quantojw ifueren conoiliable^ oon los: 
revèlados. El Filosofo natijEal rio ba 4e; perder de vif ta la 
Fé , çomo el PUotb a»oU ha dedsanékiaair la iconsideracioa 
del Polo, > 

$4 . En lo demâs es menester huir de dos extremos , que 
igualmente*escorbanel^hallazgo de la verdad. El.uno.es la 
tenaz adherencia à lasiniéximas anûguas: el otro ^laiodis^- 
creta inclinacion à Jas doârînas nUevas. El verdadero ¥h- 
l6sofo no debe ser parctal ^ ni de este , ni de aquel siglo. £a 
las Naciones extrangeras pecan muchos en el segundo^x*? 
tremo : en Espana casi todos en el primero» 

SS^ Pero lentxtdas partes tienen las novedddes^ilos^fi* 
cas;unûs grandes enemigosen loa Profesores ancmnos^^Ès* 
tas.9 6 por el amor que con el largo trato cogîecon i la Es« 
cuela que siguen , 6 porque consideran conio matrimonio 
iadisoluble el que hicieron con la doétrina estudiada , coq 
todas sus fuerzas oresisten toda novedad» Esto entre tanto 
que las cosas estin en el equilibrio de la opinion ^ puede Ua<* 
marse constancia ; y en^todo caso debe nciantenerse en la po^ 
sesion la doétrina antigua ^ mientras no présente mejores 
derechos la nueva, Pero cerrar los ojos al examen de los 
fundamentos « tratar de quimérica la sentencia opuesta , co< 
mo hacen muchos , sin saber en que se funda , no es cons* 
tancia , sino ceguera , y es incurrir en la injusticia de cou- 
denar la parte que no es oida. Y lo que es peor , no faltan 
algunos ^ que Uegando â desenganarse de la falsedad de sus 
ancianas opiniones en este , 6 en aquel punto Filoséfico^ 
no quieren confesarlo , 6 porque tienen por oprobrio la re* 

txac« 



DiSCVMO'PlUMEllO. • d7 

traâadoà. , 6,porqae juzgao desdôro^spyb i i^e'lôs qoe^^a; 
mas nuevos que ellos logrea el triunfo de dar à coaocer^ 
que hàllaroQ la verdad , que ellos iaùtilmence , y por seada 
errada buscaron tanto tiempo. Aquî lo de Juvenah 
f^el quia turpe putant parère minorihus , & qtue 
Imberbesdidicere^senes spernendafatéfi. . ^ 

Creo que oa bay peripatético de mediano juicio , que e^i^ 
HÛhando los argumentos que hay para negar la existencia 
de la Esfera del fuego en el côncavo del Cielo de la Luna< 
Ao los reconozca invencibles. Con todo ^ rarisimo se halla, 
que en el extenqr se apaite de la opihiôn comuA* de la 
£scuela. ; ! .\.^-\'.\' .^ . ^. . . . ../ 



OB 



HISTORIA 

-, „^ • -, _J ^^i : '.i ; ■ I 

. J> l dcURSO SEG UN DO. 

: I /^l^£ 1^ fibulàs '^ que se introdncèa en la Historiar 
'. V^ Cbrû^mkakrfU2,dtùixsdas^'^sé^eiirm^^ 

i idadeltei^iQJBbres^iilo &ày c^ue^èstrafiarj^^porque 
bs sûcesos;» y sfglos pàsàdos no hay modirde hacerlôs ôcni 
vez présentes , para explorar qqiato se alfiero Ja verdad dé 
ellos., 6 por.ia poD^ siocerid^d^^ por fa/onuchajcredulidaâ 
de los Historiadores« Pera.qMeiiccndas^iUiulas^ifaBis&ii^ 

ix> ifeiai inalyiX' adiuibadibsl poiqikemîendb laiaianyrnterti 
sietopre la misma , slempre tenemos à los ojos el desenea* 
&>• £sta es prueba concluyente^de^que el vulgoes d&ceria 

pa- 



29l Historia i NaTUIIAIt^ ' 

para adtnitir la$ impresiénei' de ias fàbpias , y debrohce 
para retenerlas. < ; ;; 

. 2 £n ninguna materià hay tanta pobreza de Escritores 
juiciosos 9 y fieles cotno eci la Historia NaturaL £1 Caaci^ 
lier Bacon , que sîo duda iey6 piucho ^ dîoe que no haXlô 
escrito algo sobre las tnaravillas de^ la naturaleza digno de 
fi^ : Narratiahem gravem ^.Sseveram de beierocUtis ^ & 
mirabilibus natura dilJg^nterexammatamy&fideliPerdes^ 
criptam non invenio. (a). 

. 3 No por esto acusaré la pœa veracklad , antes la sm« 
çenîdad Jiîmfa.dëJô^ Ëstiitocfiss;^ los quales itnosno hi^ 
cieron mas que trasladar sin examen lo que hallaFon^^ci 
otros , y los prîmeros escribieron lo que oyeron al mas des- 
pKctâble VîàgêrovM iïno^ fâ no hayàîncùrrido en 

esta , 6 aquella nota. î Que hay que estranar esta facilidad 
en Plinîè ( hombre«cîprtaftiente'llTjpy ofrd de lo que piensa 
el vulgtt. ^ueisf ue^iei^erameote vàciz yr'^i ^stikelfcs coa 
toda su Filosofia cay6 en la misma ligereza ?j Quântas co- 
sas totalmente îîcrdble^ escrfciô jèn eîlitfrtf^e Mirabilis 
bus auscuhatianibus \ Allî se lee <i que en l§icilia hay un 
l«agQ t^onde si se metenlos animales ahogadas ^.jprdbran 
la vida ( muy olvidado estaba el Filôsofo quando escribi6 
esto de ^\ihw^tiri)vi3ijk^^ regreso 

de la privacion â la forma ) : que en la Isla de Chipre hay un 
terrltorio , donde siembraaiel lâerro dividido en menudos 
trozos , y con el beneficio del rîego produce , y crece co- 
sk) las plaàtas ^^deràodo l que^^ipsa tièmpo se hacé côsecba 
de hiercô vx:om6 piidfier3>de?Unb : ^qne :>isnXapad^^^ las 
mulas sonfecunëas^ ( debia de^ser desquel pais la que Sue- 
tonio dices qi^^pario en tiempo de Galba ) : que en Creta 
los Olmos son frùéliferos .( con que alU no sera tan fuera 
de propésito , como por acâ^ el pedir peras al Olmo ) ; / 
otxa&nuchas.bosâscdeieste^r» ^ 
-; 4 iNo solo en[ eliibfio xûtaida ^ faxâsomotrasipartes lieaQs; 
oiairar ^mostrô Adstételes rafacittdisd en créer lo incrdble^ 

■ Eq 



*' \ 



DiscuRso ScGxrsTDO. 39 

En el libro qdinto dé la Histoi^ia de l0s ànimâfôs , no solo 
asiente à la vulgar fabula de la Salamandra ; pero anade, 
que en los hornos de métal de la Isla de Chipre nacen 1, y 
se crian en medio de las Hamas unas pequenas avecillas, 
tan symbôllcas con el fuego, que muerealuego que las 
apartan de éL £n que se debe notar jtmtamente una grave 
inconseqiiencia del Fîlésofo ; pues en el libro segundo de 
la generacion de los animales dice , que el fuego no engen* 
dra animal alguno. 

5 Plinio no hizo mas que juntar lo que hall6 en Aris- 
toteles , y otros antiguos ^ cuyo catâlogo se halla al prin^^ 
cipio de la tabJa de cada libro de su Historia NaturaL No 
fue mentiroso , como crée el vulgo , sino crédulo ; y aun 
no tanto como, otros , que le precedieron , 6 le sîguieron. 
Con todo es cierto , que no nos dex6 la antigiiedad obra 
igual â la suya. Solino fue un mero copiante , 6 compen- 
diario de Plinio. Todos los que vinieron despues hicieron lo 
mismo <» con la advertencia , que muchas cosas que Plinio 
habia referido como dudosas , otros , citando infielmente à 
Plinio , las escriben como cîertas. 

6 En estos ûltimôs siglôs , en que abief to el comercio 
de las Naciones mas estranas , se gira el mundo con facili-^ 
dad , se ha eximido de infinitas fabulas autorizadas por los 
antécédentes Escritores. Ya se sabe que en ninguna parte 
de la Tierra hay Pigmeos , ni Ojancos ^ ni Hip6gryfos^ 
ni hombres con cabezas caninas ^ ni otros con los ojos en 
el pecho , ni aquellos de pie tan grande , que con él hacen 
sombra à todo el cuerpo , û otras monstruosidades seme- 
jantes. Con todo , aùn ha quedado mucho que purgar en la 
Historia Natural , por la obstinacion de algunos modernos 
en trasladàr ciegamente las patranas que dexaron escrita« 
los antiguos. 

7 Nada leî con mas admiracion que las maravillas que 
refiere de la Isla de Irlanda el Padre Ricardo Arsdekin en 
la brève noticia del Orbe ^ que dâ en el tomo primero de la 
TeologîaTripartita. Este Religioso, y Dodo Escritor , que 
era natural de aquella Isla , pudo facilmente informarse de 

, la 



30 HisTOBJA Naturai. 

la verdad ; pero tuvp por mas cômo^o trasladar quimeras 
de otros Historiadores , que tomarse aquel ligero traba^: 
y asi él mismo afirma , que aquellas noticias son sacadas de 
varios Autores. Norabuena que le pasemos que hay en Ir- 
landa un tago , donde si se fixa tm palo largo , la parte que 
pénétra la tierra se oonvierte en hierro ; la que esta en el 
agua en pledra ; y la que queda fueira del agua retiene el 
ser de madera. Creàmosle tambien , que en la Provincia de 
Momonia hay una fuente , con cuya agua , si se lava algu<- 
110 , se encanece todo al momento ; y al contrario en la de 
Ultonia hay otra , que con el mismo uso ennegrece el pelo 
cano. î Pero quién oiri sin risa '^ que en la parte boréal de 
MonK)nia hay dos pequenas Islas , en una de las quales no 
puede entrar ningun animal del sexô femineo sin morirse 
al momento ; y en la otra nadie puede morir de enferme- 
dad ; de suerte y que los que enferman gravemente , sin es« 
peranza de convalecer , para librarse de los molestîsimos 
dolores ^ que los afligen ^ se hacen sacar de aquella Isla 
para morir ? 

8 Seiialar todas , ni aun la mayor parte de las fibulas, 
que se han introducido en la Historia Naturai , sobre ser 
empeiio muy superior à mis fuerzas , y que pedia muchos 
volûmenes , no es propio de mi asunto , el quai en ninguna 
materia abraza todos los errores , si solo los comunes; y asf 
me ceiiiré à desengaiîar de algunos , à quienes puede darse 
este nombre ^ por estàr bastantemente extendidos en el 
vulgo. 

S. II 

9 T O primero que ocurre son los aqimales fabulosos^ 

■ / en cuya clase pongo el Fenîx , el Unicornio , li 

Monoceronte ,^1 Basilisco , la Salamandra ^ la Rémora ^ y 

aquel animal innominado ^ de quien se dice sacarse la pie^ 

dra preciosa llamada Carbunclo. 

10 . Del Fenix ya diximos algo en el Discurso duodécl- 
mo del primer tomo : ni es menester decir mas , pues no es 
creida de tantos esta fabula , que pueda llamarse con pro- 
piedad error comun. Y si no le hubiesen menester para si^ 

9Û1 



DiscvRso Sbgundo. 31 

mil los Oradores ^ y Poetas , creo que ya ni el nombre de 
.Fènix hubiera quedado en el anmdo. 

1 1 La qtiestion de si hây Unicornio es harto enredosal 
Si seconsultan los Autores , no es facil saber si son mas los 
que aiîrman su existencia , é los que la niegan. Solo es cier- 
to que hay muchos por una , y otra parte. Si se mîran las 
hastas ; qàe en varias partes ^se muestran como de Unicorr 
nio ^ se hallan diferentisimas en èblor ^ magnitud , y figura, 

12 En una cosa estàn con venidos , 6 t^os , ô casi todoi 
los Naturalistas ; y es , en que hay alguna , é algunas bes- 
tias ^ que tienen sola tina hasta en la frente, Por taies sena- 
lan ya el Asno Indico , ya la Rupicabra Oriental , ya otra 
Uaniada Origes ; ya no se qiîé bueyes de la Etiopia. Esto 
basra para salvar los Textos de la Escritura , donde se 
nombra él Unicornio : pues verdaderamente el riguroso 
significado de esta voz no pide mas. 

13 Pero hoy cpmunmente por el Unicornio , en el sen* 
tido en que se disputa su exlstencia , se entîendè una bestia 
de la magnitud , y figura de cabâllo , que tiene en la Trente 
una asta reâa , y larga cinco , seis ^ 6 mas pies , dotada de 
virtud alexifàrmaca contra todo género de venenos. 

14 Tornade en este sientido eil Unicornio \ es para nii 
snuy incierto que hay a tal bestia en tl mundo^, por lo me-^ 
nos entre las terrestres. La ra2on , para ini fuertîsima , es nd. 
haberse visto hasta ahora en la Auk de ningun Principe, 
donde no faltarfa nno , û otro Unicornio , por pocos que hu-i 
biese en el mundo. Si una bestia inutil ^ solo por ser rara, 
es buscada <:on' ansia para servir à ostentacion de la graur 
deza , i quânto mas lo serfa este bruto , que sobre ser raro, 
trahe en la frente un grau ttsoro ? De Mbtezûmé se cuenta, 
que en aqùél Pàlacio , fabricado en Mexico para habita-- 
éion de fieras , y aves de rapiiia ^ ténia quartel détermina-* 
do , donde hacia recoger animâtes ponzoiiosos : y habien^; 
do.habido Principe que buscaba aquellas sabandîjas famo- 
sas ^ solo por la malîgnidad del veneno , î no habrâ muchos 
que soliciten aquellaiiera ^'donde la naturaleza deposité el 
antidoto ? 

Di- 



32 HisTOiUA Naturâu 

iS Dicea algunos Aucores , que es de tan estrana fero- 
cidad, que jamas dexa prenderse. Pero esto no tiene algu« 
na verisimilitud : pues si el Léon , siëndo ^ segun el testî- 
monio del Espîrîtu Santo en los Proverbios , el mas valien- 
te de todas las bestias , se rinde â la industrîa del hombre» 
no es de créer que haya alguna fiera privilegiada de ser 
prisionera suya. Alberto Magno por el contrario hace su 
rendicion sumamente facil ^ pues dice ^ que presentàndole 
una doncella , se Uega à ella amoroso ^ y reclinândose en su 
seno 9 queda dulcemente dormido. Otros cuentan esto del 
Rhinoceronte ; pero yo no creo que haya brutos tan racio- 
nales. Y si fuese verdad lo que dice Alberto ^ 6 copié de 
Juan Tzetzes , podrian estar lasCortes del Africa , y de la 
Asia llenas de Unicôrnids* 

i6 Aléganse Marco Paulo Veneto , que dice los hay en 
no se que partes remotas de la Asia ; y Ludovico Romano^ 
que testifica haber visto dos en Meca ; pero estos dos Au- 
tores iâ nadie deben hacer fuerza» Marco Paulo Veneto re- 
fiere muchas cosas iocreibies , como del ave prodigiosa- 
mente agigantada , llamada Rue \ que arrebata un £lefan* 
te , y vuei^ con él en las garras para alimento de sus po^ 
llos. £s verdad que el Pejtrarca , babiendo hallado esta no-- 
ticia en la Reiacion de MavcQ; Paulo Vetieto , la pujà bien; 
pues dice ^ que:hay aves de esta^misma especie tan gran-» 
des en el Mar de la India , que se Uevan pendientes por 
el ayre Navios enteros , con la gente que hay en ellos. 
\ Verdaderamente las mentiras tieoen la propiedad que se 
atribuye à las Serpieates, de ir credendo siempre sin tév- 
mina • . . 

17 Ludovico Romano no fne nms verâz que Marco ' 
Paulo. El fue quien nos traxo à Europa la fibula (adop-» 
tada despues por Eusebio de Nieremberg ^ y otros muchos ) 
del Rey deCambaya , 6 Camboya , que por haberse alî- 
mentado desde nino con veneno , mataba con el aliento, y 
con el taâo à quantos se le acercaban ; como si el veoeno, 
pasando à alimento de un hombre ^ no dexase ya de ser 
Veneno. '* 

Po- 



DiscuRso Secundo* 33 

18 Podria ser adtnîtido como testigo mas seguro , si lo 
fuese de vista , el Padre Ger6nîmo Lobo , Jesuita , qu« 
viaj6 mucho tiempo por el Africa ; y en una relacion que 
hizo de varias curiosidades ^ y se halla en el quarto Tomo 
de Tevenot , dice que se hallan los Unicornios en la Pro* 
vincia de Agaos , parte del Reyno de Damota ( esta en la 
£tiopia este Reyno)« Peroeste Autor solo testifica ^ que lo 
oyo decir ; y por otra parte , al empezar àiratar del Uni-» . 
cornio , dice : Que awique se babla mucbo de este animaf^ 
par mas diligencias que se ban becbo ^noseba podido sabef 
si efe&ivatnente le boy en el mundo^ 

19 . Algunas Historias que hay de cuemos de Unîcornio^ 
con que se regalaron unos Principes à otros , son tan abier« 
lamente falsas, que hacen dudosas todas las demas. Manud 
Meterano , citado por Gaspar de los Reyes , refiere que 
el Gran Seiior le envi6 à Felipe Segundo doce de est^s has^ 
tas, cada una de la longitud de nias de diez y siete palmos; 
{Dénde sesepuk6 tan magnifico présente , que nacÙe le htk 
vj$to por acd ? ^En que pais naderon esos Unicornios gi-'* 

Êantes de suespecie^quecrecierontanenornaemente so* 
re todos los demas ? Donde se debe notar tambien , que 
en Gesnero se lee que el Senado de Venecia regal6 al 
GraaSefior coti una hasta de Uoicoraio^t^niéndola pcMT pre» 
sente 'djigno de aquel Sobersmo ; y no es facil adivinar pot 
qDéeaCpnstafitioQpla hayaunavte tantaabundancia^y otrt 
tanta escaséz de Unicornios, que unas veces se despachea 
pordocenas^yotras sereciban conestimacion porunidades. 
ao Empero nos resta una grave dificultad que desatar; 
y es , que en algunas partes se muestcan unos cuernos de^ 
rechos , y largos, quales se pîntan los de los Unicornios , y 
se debe créer seilo , pues tio son de algun animal de los 
conocidos : por lo menos el argumento con que probamoa 
que no hay tal bruto en el mundo , porque no se vi6 en 
alguna Corte , ya queda sin fuerza ; pues sean de la espe^ 
cië que quisieren los que produxeron aquellas hastas , es 
cierta su exlstencia,y tambien es cierto ,que no se vea 
en las Cortes. 
Tm. IL del Teatro. C Es- 



34 HiSTORiA Natural. 

ai Esta dîficultad se puede dîsol ver de muchos modos, 
Segun las varias sentencias de los Autores. Algunos dicen, 
que hubo estes brutos en el roundo; pero que se extînguiô 
la especie , y que de los que hubo un tiempo nos queda* 
ron estos despojos. Otros responden,que los cuernos que 
se muestran son artiiiciales, hechos de huesos de Ballenas. 
A este sentir le da no poca probabilidad el que los mas 
. famosos que hay en Europa son bastantemente varios en 
la figura. El que tiene el Monasterio de S. Dîonisîo de 
Paris, largo siete pies ^ es torneadoen forma espiral; el que 
se muestra en el tesoro de la Iglesia Catedral de Strasbur* 
gô , casi del mismi> tamaiio ; es seguido sin espiras. .; ^ 
" ai Otros en fin dicen que los animales que producen 
èsas hastas no son terrestres, sino marinos. Esta sentencia 
tehgo por muy probable. Olao Magno , Gesnero , Miguel 
Etmulero en el Colegio Pliarmacéutico ; y ùltimamente 
Frandsce Wiljugbeyo en su Historia de los Peces ^^iie se 
ÎÊnpriMiô en Londres de orden , y i expensas de la Socié-f 
ëàd Règia,aseg«iran que hay en los Mares Septentrionales 
UQ Pez del género cetaceo, armado de un cuerno muy lar^ 
go , en todo semèjante i aquellos que en los tesoros dé 
ms Principes se muestran con el nombr&de hastas de Unj-J 
eomk>S4 Jacobô PHmerosio dice qoe vi6ào$^càbéi.^àè 
Mtp^iPececi V t^^îdas de la Gr^landia â Inglàtef ra. Asf );to 
me iûclino â que hày Unicômio , 6 MosDoerontt ^no-fio 
las selvas 9 sino en las ondas (^), 
. Ea 

;{a)^ Moxuieur Picard, en la Relacion idel vîagie jque .hizbâ Dina- 
]iiai;cs|.9.y se halla «sea,iiipada.ep:çl4om«7. ^ la.JH^^i^jtpri» d^}t^/ic^^ 
i^ia ileal de.Du-Hamelj cpn^xm^. la ppîpipn oue pxoponemW eA.ei 
citâdo numéro. '£n Rosemburg , dicc'^ que es unCastillû ie ricreacion^de 
iu Magestad , hay un trono hecho enteramente de estos que llaman cuernos 
dé Vnico^nios , de los quales hay uno en Francia en el Tesoro de S. Dio^ 
nisio, La verdad es» , que este es euerno de un Pez j -que se haUa enel Metr 
dil Norte* •.'.../.• / , ' 

.. ,2 Pero en el Diqcionai^io Unlver;sal. de Trévoux leemos y q.u(^ qo 
es cuerno , «îno diente de aquel Pez^ Llaniase este Pez en lijjas partes 
Narval ^tïïott^s Roart. Cîtanse en dicho Diccioiiariô la Peirere en sa 
Relacion de la Grœlapdia, y Charraa en su Pharmacopea. Este dien* 

'.- .■ .. te 



DiscuRso Sjegundo. 3s 

23 En quanto à la virtuel alexifàrmaca , 6 contra ve- 
oeno , son muchos los Âutores Médicos , que habiendo pro- 
bado Unicornios celebrados ^ dicen , que no hallaron tal 
virtud en ellos. Los que la defienden responden , que co« 
mo elUnicornio legitimo es rarisimo, todas esas expe- 
riencias se hicieron con los adulterinos. £ste litigio no 
puedo yo determinarle. Solo, dire que oo puedo créer 
que el Unicornio sea antidote universal contra todo género 
de venenos , como comunmente le suponen los que defien- 
den su virtud alexifàrmaca. Tan iœposible es antidoto uni- 
versal para todo^ los venenos , como remedio universal 
para todas las enfermedades ; porquecomo las enfermeda" 
des son di versas ^ y aun encontradas , tambien los venenos 
son distintos, y aunopuestos en el modo de obrar;v. gr« 
unos coagulan la sangre , y otros la disuelven* 

S- III. 

d4 T^S 1^ triaca ^ invrrtiendo el orden , pasamos al ve- „ . 
mJ neno. No me opongo â que haya una sabandya j.^^'^ 
Uamada Basilisca, de tan aâiva ponzona ^ que con solo el ^^^^* 
vapor que exhala inficione à alguna distancia: que sea ene« 
jnigo de toda la naturaleza, que taie los campos, marchite 
las selvas , rompa los pedernales , ahuyente ^ 6 mate todos 
los demas animales ponzonosos (exceptuando ûnicàmente 
la Comadreja , que dicen le acomete intrépida; pero que* 
cianentrambos muertos en la batalla, como Petreyo^ y Ju- 
l>a): que tenga en la cabeza una especie de corona ^ por 
cuya razon se Uama Régulo , como en senal de superio*- 

Ca ri- 

te sale de la delantera de la mandfbula superior del Pez, y le sirve 
de arma para atacar las majores Ballenas , porque le mueve con taa 
fuerte impulso , que ^ capaz de romper un gran Baxel. Anâdese en el 
4ugar citado, que no son otra cosa los que con nombre de cuernos di 
Unicornio se muestran en varios Gabinetes de curiosos , y que tal es 
el celebrado \ que se guarda en cl Colegio de los Jesuitas de Paris* 
£ste sale de la parte de la mandîbula superior que hemos dicho , don- 
lie tiene un palmo de raiz. Creo que esto sea lo mas seguro que hay 
xn la materia. 



^6 HiSTORiA Natural. 

ridad & todos los demas vivientes venenosos; 

2 s Pero negaré constantemente , por mas que lo afîr- 
men muchos Autores , que mata con la vîsta , y con el sîl- 
vb. La vista no es aétîva ^ sîno dentro del propio 6rgano. 
El objetole envia especies; peroella nada envia al objeto« 
£1 silvo tampoco imprime qualid^id alguna , ni en el am^ 
bîente, ni ea otro cuerpo: solo mueve con determinada$ 
undulaciones el ayre , las quales propagàndose, llegan à 
producir un movimiento semejante en el tf mpano del ofdOé 
; 26 Ninguna Historiafidedigna testifica la experienciaé 
Gaspar de los Reyes^ citando à untal Porta ^i quien qua^ 
liiica Colegd del Sacra Palacio dice , que , estando Alexao- 
dro en el sitio de una Ciudad de la Asia^ un Basilisco , ani* 
dado en un agujero del muro , enfrente del Exércîto , le 
matô con su vista mucha gente , de modo que habia dia^ 
que i las fléchas que vibraba de sus ojos morian 200 Sol- 
dados. Quisiera que me dïxer a Porta , pues no estuvo pré- 
senté al hechoycn que Autor antiguo le Jey6 : pue^oii 
Plutarco , ni Arriano , ni Q. Curcio , que son los très Es- 
critores famosos de las Conquistas de Alexandro ^ le reliée 
ten. Fuera de que un Basilisco en la Asia séria cosa pere^ 
griria ; porque los Naturalistas los suponen nacionales de la 
'Africa ; y aun algunos los estrechan â la Provincia de Cî* 
ïene. Asî esta Histofia no tiene mas verdad que la que se 
iee en Alberto Magno de los dos Dragones metidos entre 
nnos montes de Armenia , que inficionando â larga distan- 
cia el ambiente , mataban muchos caminantes^ sin que se 
-supiese la causa del estrago , hasta que S6crates, de orden 
•de Filipo , Rey de Macedonia , la exâminô , y descubri6^ 
fabricando una altîsima torre , y colocando en su mayor 
altura un espejo de métal , donde se representaron los dos 
Pragones. Esta narracion evidentemente es fabulosa , pues 
S6crates no fue contemporaneo de ninguno de los Filipos 
de Macedonia. 

27 Volviendo al Basilisco , dîgo , que con mas razon se 
debe repudîar como falso, que esta sabandija sea veneno de 
%i misma, mirâadose en un espejo , como algunos qulerea 

de- 



DiscuRso Secundo. ' 37 

decir ; pues sobre la imposibilidad de que là vista mate , se 
aSade la de que sea al sugeto propio. 

28 Ger6oimo Mercurial dice , que vi6 el cadaver de 
un Basilisco entre las cosas raras del Gavinete del Empe-^ 
rador Maxlmiliano. Âcaso séria como el que se muestra en 
la Biblioteca Regia de Madrid , el quai es artificial , aun- 
que el Vulgo le juzga naturaU Y quando fuese natural el de 
Maxlmiliano , solo prueba que haya una sabandija de tal 
figura, quai se pinta el Basilisco, lo quai no negamos^si 
solo que sea tan eficaz su veneno como se dice. Levino 
Lemnio de occultis natura miraculis (a) , nos da la noticia 
de que en Saxonia hay un género de serpezuelas semejan^ 
tes en la figura , pero muy inferiores en la ponzona, al Ba« 
slJJsco, pues los rûsticos del Pais las acometen , y matan i 
cada paso. Puede ser que de una de estas fuese el cadaver 
que vi6 Mercurial. 

29 La que vulgarmente se cuenta de que el gallo an-- 
ciano pone un huevo , del quai nace el Basilisco , no es so-< 
lo hablilla- de Vulgares , tambien tiene por patronos algu-< 
00s Autores , sin dexar por eso de ser cuento de viejas. Si 
la vejez del gallo nos hiciese tan mala obra , y el Basilis- 
co fuese tan maligno como se pinta , y a el mundo estuvie-^ 
ra'poblado de Bàsiliscos, y despoblado de hombres. Es ver- 
dad que el gallo en su ûltima vejez pone un huevo; pero 
es faiso que este huevo sea de tan malas conseqiiencias co-^ 
mo aquel, que segun la fabula puso Leda^muger de Tm-« 
daro , y del quai naci6 la Famosa Helena, verdadero Basi- 
lisco de aquella edad. 

30 La fabula del Basilisco puede ser que haya engen- 
drado la de la Catoblepa , que es correlativa suya en la 
ponzofia ; porque asi como los ojos del Basilisco matan é 
quien miran , los de la Catoblepa matan à quien los mira. 
Esto es lo que dice Plinio ; aunque alguoos Autores moder- 
nos , citando infîelmente à Piinio , le atribuyen la misma 
aâividad que al Basilisco de matar mirando. Entre los 

Tom.ILdelTeatro. Cj qua- 

(a) Lik*4.Cûp. 12. 



38 HiSTORlA NaTURAL. 

quales Fracastorio la engrandece tanto , que diQe ^ que â 
mil pasos de distancia son mortales las heridas de sus ojos. 
;.0 quânto mayôres monstruos produce el hombre en su 
fantasia , que la natûraleza en los desiertos de la Africal 

S- IV. 
Kêmo- 31 A Quel pez llamado Rémora , 6 Echencis , que ha- 
ra. t\. clendo presa en un Navio , le detjene , à pesar 

del mayor împetu del viento ^ es asimismo un ente.de ra-. 
zon. La pintura que hacen de él los Autores es muy va- 
ria , y consiste en que nadie le vio sino en suenos. Unos le 
hacen pequënisimo , y no mayor que una limaza : otros de 
un palmo de largo , otros de un codo , otros algo mayor; 
y no falta Autor que asegure que es el mismo pez que no- 
sotros Uamamos Lampréa , explicando mecànicamente^ 
para mayor persuasion , este prodigiosp efeâo;porquejdi* 
ce , que haciendo pre^ del timon, y coleando fuertemente 
é uno, y otro lado , induce un moyimiento de titubacion 
en el Navio , con queinterrumpe su curso. Si e^to fuese 
verdad, no tuvo Hercules tanta fuerza corao tienela Lam^^^ 
prea. Valentia es del que lo finge dar.à un ;pequeno pez 
tanta valentia. 

32 La experiencia mas decantada de la virtud prodi- 
giosa de la Rémora es la de la Capitana de Marco Antonio^ 
que se dice fue detenida por este pecectllo en la batalla 
Acciaca ; pero esta noticia solo la da Plinio. En los dema$ 
Autores no se halla otra Rémora de Antonio que la ber- 
mosura deCleopatra. Y de hecho lo fue en aquel confliâo; 
pues detuvo en el Mar aquel cvt%o enamerado , para que 
en combate naval decidiese de su fortuna, contra todos los 
esfuerzos de la razon , que le persuadîa salir i, tierra y por 
ser tan superior en fuerzas terrestres , como inferior en 
las maritinaas , à Augusto. 

. 33 Otras dos Naves detenidas por Rémoras refiere el 
mismo Plinio , una de Periandro ^ Tirano de Corinto , otra 
eo que navegaba Calîgula desde Astyra à Antio. Estos son 
todos losexperimentos que se cuentande tan rara maravilla. 

iNo- 



OiscuEso Sbgvnbo. 39 

rNotables espfritus de pez , que parece emûla los del gran* 
3e Alexandre ! pues como este Principe no querfa lidiar 
sino Gon Reyes en tes Juegos Olimpicos , as! la Rémora 
solo se tira à Naos Imperatorlas , 6 Capitanas. 

34 Pero lo que no dexa duda en que estas narraciones 
son fabulosas , es , que en mil y setecientos aiios que han 
corrido despues acà , cruzindose cada dia los Mares con 
innumerables baxeles , rara , 6 ninguna Historia fidedig- 
na nos repite este prodigio ^D6nde se ha metido este 
contrapeso de los vientos , que no embarazô à navegan* 
te alguho en tantos siglos ? ^Se habrin retirado las Rémo- 
ras à hacer vida solitaria en algunas remotas cavernas del 
Océaoo ? Mas de créer es que no habitan , ni habitaron 
jamas sino en el espacio imaginario. 

$• V. 

3S A Unque ha mucho tiempo que los Naturalistas Sala^ 
J^ dieron el privilegio de incombustible à la Sala* m^n* 
niandra^ nunca esta pobre lagartija pudo entrar en el goce dra. 
de la posesion : pues habiéndose hecho varias veces la ex« 
periencia de entraria en el fuego , sin embargo del salvo 
condudo que llevaba iirmado por Aristételes, Plinio, Elia* 
no , y otros , la iîereza de aquel elemento , perdiendo el 
respeto,^ tan vénérables nombres, atropellé su» inmuni-^ 
dades (a). 

- C4 Dî. 

(a) En la Historia de la Academia Real de las Ciendas de el ano 
àç 29. sobre las observaciones expérimentales de Monsieur Du Fay, 
se refiere que la Salaxnandra , bien lejos de ser tratada del fuego co- 
mo elemento favorable, vive muy c6modamcntc , y por mucho licm- 
po en là agua helada. Es verdad que los expcrimentos de este Fîsi-> 
co no nos asegtiraii , que todas las Salamandras tengan esta pro- 
piedad , «upuesto que las hava , como parece cierco , de difercntcs 
especies. Las que observo Monsieur Du Fay eran animales amphi- 
bios , que se acomodaban muy bien £ uno , y otro elemento, Tierra) 
y Agua. 

2 £1 Marques de S. Aubin en su Tratado de la Opinion , tom. 4. 
lîb. 4. seft, 3. cuenta , que habîcndo Monsieur de Maupcrtuis arro- 
jadomuchas Salamandras al fuego , la-mayor parte de ellas luego mû- 
rie- 



40 HiSTORiA Natural. 

36 Dicen âlgunos Autor es , que luego que la Salaman- 
dra entra en el fuego exprinie de si un licor frio con que 
le apaga ; pero esto se ha hallado na tener mas miste* 
rio , que el que un pez , 6 un pedazo de carne cruda apa-^ 
gan unas pocas brasas , poniéndolos sobre ellas. Aquel \h 
cor que voluntariamente se dice frio , en consideracion 
del efeâo que hace , es con el que se alimenta , y vive la 
Salamandra ; de suerte , que asî este animal , como otro 
qualquiera , si le ponen sobre poco fuego , mata al fuego; 
pero si el fuego es mucho , el fuego le mata à éL 

37 Otros limitan la prerrogativa de la Salamandra pre- 
cisamente à la singularidad de cooservarse su cadaver en- 
terp entre las llamas^ de modo que no se deshace en cenizas, 
como los de todos los demas animales; pero es cierto que. 
el fuego no prest6 su consentimiento âl privilegio^aun con 
toda esta rebaxa : testigo Gesnero , que hizo la experien- 
cia. Y Galeno , que ratre los remedios de la lepra puso las 

ce» 

rieron , otras salieron de el fuego medio quemadas , de modo , que 
J10 pudierôn resistir segunda prueba. Es verdad que el mismo Autor 
lefiere otro experimento muy opuesto del Caballero Corvinl con uns 
Salamandra , que lehabian traîdo de las Indias. Esta , arrojada al fue- 
go , se hinchô , y vomitô un licor espeso , que apagô las brasas vecU 
fias j lo que repitio por espacio de dos horas , asî como iban succesi- 
f amente volvîendo i encender las brasas , sin que todo esto obstase i 
que la Salamandra viviese despues nueve meses. 
. i Muchos hallarân oportuno este experimento para salvar el cré« 
dito de los Naturalistas , que aseguran la îndemnidad de la Salaman- 
dra en medIo de las Hamas ^ diciendo, que hablan de Salamandras de 
6tra especie muy distinta de las que tenemos ac£ , y de la misma de 
âqucllaconquien hizo experiencia el Caballero Corvini. Mas yo ha* 
rio notable repugnancîa en convenir en cDo. No se quién es el Ca- 
ballero Corvini, pero se que es un testigo solo. Por lomcnos el Au- 
tor citado no dice que là experiencia se hiciese en presencla de otros; 
y un testigo solo es poca cosa para obligar â créer un prodigio de esta 
clase. Totalmente invcrosimil parcce, que dentro de la Salamandra 
bubiese fanta cantidad de humbr , quanta era mcnester para ir apa- 
gando çuccesivamente el fuego, qve succesivamcnte se iba volvîendo 
à encender , aunque entre en la cuenta toda su sangre con los dcmas 
humores , que habia menester para la coziservacion de la vida. 



DiscvRso Sjegundo* 41 

eeoizas delà Salamandra , debia de saber qiie tambien'la 
Salamaixlra se hace cenisa. ' * ^ 

38 Con masTazoo se debe condenar por fabulosaaque- 
lia especie de môscas , que Plinio Uama Pyrdustas^ y 
otros Pyrigonos , de quienes , como arriba diximos , afîr-' 
ma Âristételes , que nacen , se crian , y conservan en el 
fuego^ tan dependientes de él^qoe pierdia la vida al 
apagarse la Uama^ Tao Joîposible- es- componer e^to à M 
Filmofia y cçtbo creerlo à; la pnidencia» 

5. VI. 

39 17Stâ extendida en el Vulgo là persuasion de que ^Vir- 
Hj hay un animal adoffiado en la frente côii là itias^ bunclo. 

predosa é^ xodas Jas piedras\ 4' quien se da «1 tnothhre de 
Carbunclo. Esta riqUislma piedra (que mejoi' se podrîa Ha- 
mar Astro elemental ) dicen que an«€i|a' tan copiôsa luz, 
que alumbra de noche una dilatada campaiia. Fueroh aii^- 
tores de esta fabula algunos dé Io$ ^imerbs VSagèros^ de! 
Oriente iy que escribieron que dl'Rey^dCiPegti ténia ùno; 
y el Ëmperador de la China tambien era duefk> de àigu-' 
nas piedras de este género. Pero despues aci no han pare- 
cido , ni en los tesoros de estos Principes , ni en el de otfo 
algunodetodalaÂsia. Sébese , que las piedras n)as pre- 
^os2LS de todas son los diamantésv y entre estôsel mas ri- 
co el qiie posée el gran Mogol deltamano dé là mitad de ' ' 
un buevo grande de gallina, estimado en poco menos de 
doce œillones de libras Francesas. Sin embargo, qualquie- 
ra Cafbunclo , si le hubiese , valdria por docé diamantes 
como aqueU - • 

. 40 £1 nombw de Carbundç ^ Cathùnadus <» se haUa' 
en Plinio ^ en Francisco Rueo v y ^tros^Autdres Latinos^ 
que tratande piedras preciosas ; pero esta'vôz no significa 
otra cosa que el Rubi (à quien se di6 tal nombre , porque 
représenta un carbonencendido);y con mas propiedad el' 
Rubi mayor , y mas brillante. Asi esta voa Latina vlene à 
aer como version de la Griega Pyrôpus^ usada ya tambien 
entre los Latinos , y derivada de Pyr^ que êii luengua Grie-^ 



4^ HiSTOKZA NATUUAU 

ga esfueg9* Por «sta imitacion del fiiego 9 cftie resplandece 
en el Rubf , dixo Ovidio , colocàndole por adoroo en la 
c^^ dpi Sol: FJarnmasqtfe imitante pynpo* / 

41 En el Dîccîonariô Histérlco de Moreri ^ con oca* 
siion de hablar de Dolomieu^ Aldea del Delfinado, se lee 
haberse esparcido , y crekio la voz de que un vecino de 
ella llamado Jaçobo Tirenet , babia muertoà un Dragon 
yolaqte^ en cuya freate ballo la luciente piedra de que 
hablamos , digo el Carbunçlo ; mas que al ^n se hall6 
ser todo iiccion. En el mismo articulo se da noticia de un 
Carbunçlo que hay en Espana, sacado tambien de la fren- 
, te de otrQ Dragon : pero en Espana es clerto que ;iô hay 
tal pîedrarjNo igniorQ )qvie^imas4Q una parte se mues- 
tra algufl;a^ iqije. se dice ser.Garbunclo , y. que .por xxo se 
que accidente perdit la Juz; pero estos son cuentos de 
vlejas. La pintura que se« hizo del Dragon de Dolomieu, 
le représentai»;^ çon cabeza de gato« No se si de esta fé^ 
bu|a vino lahabUUa v^lgar (que pi muchas veces ) de que 
él animal qi|etie|nQ$l Orbundo enia frenteesde la figura 
âeuqpgato. ' . :.. ' • ; . 

$• VIL 

jlfiti" 42 T7N lo quç mas se han apartado de la. verdad los^ 

patias X-i Histotiadores de la Naturaleza^ es.en las ad- 

de ani- mirablçs antipattasqueatribuyen ialgunos animales: pue9 

maies, quanto se baUâ escritcr^tn'este pUAto^ todo e^mcptira. Df^ 

cese que el Léon huye tiespavorido del canta del Gàllo; 

pero Camerarîo testifica que experimentô io contrario en 

elPalaoio delDuque de Baviera. Tambien el Ilustrfsimo 

Caramuel en su Teologia Fundamental , num. 40g; depone 

de oiucl^as e^tperiâiclas qae tuVo de lo mismo en Madrid, 

Valladolid ^ Gante , y Praga;y':a5adecoh gracejo^ que 

no se aterra el Léon con la voz del Gallo mas que si le 

mostraran un trozo de ternera. Asimismo se ha vulgariza- 

dp que huye del fuego ^ amedrentândole la vista delà lia- 

ipa- Juan,.Bautîsta Tâ)ernier.viô ser falso esto en el Pais 

de los Cafces^tlondi^ quedândose unos Soldados de noche 

en una selva, hicieron una grande hoguera , tanto para 

re- 



DiscvRso SfauKDôi 43 

repararse del frio , como para defenderse de los muchos 
Leones que habia en aquel sitio; Sucediô^ que dûrxniéndo 
se los mas 5 Uegôun Leonr, y hizo presa dèiin Soldadoi 
que estaba junto al ftiego ^là qulen se )hubiera 'Ijevado ^y 
comido ; si pôr dtchà^qy a un £argento ly que ^ estaba desU 
pierto ^ no hubiera derribado i lafieradeunfusîlaza/jQiié 
fuerza le hace al Léon elfuego, quandose acerca tanto à; 
él por el înterés del pastQÎ > :; . : j < I* . ;: 

43 Bliano atribuy&aliTigre ia jbyofneidad dé enfurecer«5» 
se iquando^yé el raido dçLttmpanoi lE^ muy natucà) que. 
sea as{, y que no solo al Tigré. le suteda èsto^por ser aque^' 
Ha voz horrisona j y desagradable ; pero el que tenga anti^ 
patfa con todo género de conspnanda mdsica , .y huya de 
la armonia dé la lyra ^ çoibù-sé lesjeri .àlgtinosi Autoces^ 
se inventé , y extendlô.» poir isenopoitmia !esta ûqc^d ' pa^^*: 
ra conceptos poéticos* - - ^i 

44 Lo mismo decimos de la voz popular ^ de que el 
Lobo viendo al iiombre , sin ser visto de él ^ le cau^a ron-r^ 
quera.iEl^ Pa^dre Kircher {a) dice qiie en.muchôS'Ldbos fio^. 
mestieadpr éxpeiimemé qûesiotiene; tal propiedad Is vis^^ 
ta. del Lobou Pnede juntarse à esto lo de. qae la sonibra. de 
la Hyena enmudece los perrôs : que ia iiyëm con algun 
vapor nocivo que exhale , produzca este efeéto , rio parece 
imposible ; pero la sombra ei dada;^, 6 pura carencia de en- 
te t y ^sf no puede hacer este efeàô; ni Otrç^ alguoo. 

. 45 Flngida es tambien la antipatiâ de la Culebra con 
el Fresno ; pues no huye mas de las ramas de este arbol; 
que de las de otro qualquiera. Puedo dar testigo fidedlgno, 
que con ocaslon de hacer la experiencia , 1^ vi6 abrigarse^ 
y esconderse en ellas , sin que recibiese el .menor da^o: 
{que traza de meterse antes por lasllamasi^quepor las: 
ramas del Fresno , como crée el Vulgo! ; 

46 Quanto se refiere de antipatiasi de animales , cuya 
oculta fuerza vive , y se conserva en los çadâveres , parece 
invenctondefibsofastro^, que^dleroa por hecho todoaque*^ 

Ho, 
(tf) LU. I. Musurg. Univ. cap. 15» 



44 HistoRiÀ Natural. 

Ho , que por sa mala filosdfîa jnzgaron debia suceder. Dice«- 
se que el iûstrumento màsko compuesto con cuerdas de 
intestinos de Lobos^ espanta con su somdo los Venados , y 
hace roniper en btro instriupento las cuerdas de infiestinos 
de Ovejast que.eUtimp^no -de la piel deXobo eomiideœ 
el que se hace de! la piel de Oveja: que ningun ganado 
pasa pôr mas que le ostxguen .» por sitio donde estén en* 
terrados los intestinos, u otra parte del Lobo« Todo esto 
expferimeot6 él dtàdo Padre Kirker ser faiso , hiabiendo 
gastado ^n los expôrimentos algiin dînera Mas hizOé Atà 
el corazon del Lxiba al cuelb de iina! Oveja ; de lo quai 
esta no concibiô el mas levé pavor , ni se resinti6 en aigu- 
na manera.-Dice tambienque vi6 un cachorrillo de Lo- 
bo habituado àyivir.con las Ove|as como si fuese perro: 
por'lo quai caoncluyeiasegurando 4 que desde eatonces hl- 
zo prop6sito de no créer cosa de estas que oyese , 6 le- 
yese, hàsta hàcer la experiencia por si mismo: Undeab 
Ulo tempare nîbil unquam bujusmodi me crediturum propo^ 
suii^' nui primo wiatitnui faSla me ceriiàrem propria r^rf- 
derent expérimenta (tf)^iBera de Ifi materia dç simpatks , y 
antipatfa» tratarénuis en adelante fiiosiSfibamènte eh Dis* 
curso separado, coù el auxilio diviiio. 

i*: S. VIU. 

47 T)OR ser hiiposible reducir à detteminadas clases 

XT oti^as muchas vùlgarîzadas falsedades de la His* 

tôria Natural , las iré apuntando segiin el orden con que 

fueren ocurriendo. Ni aquf se puede observar otro método, 

ai es menester para el desengano. 

Sangre 4^ Los menstruos femmeps no tienen la ponzona que 

mens- tantos Hbrqs Jes atribuyen ; ni ësterilizan los campos , ni 

trua. hacen rabîar los brutos» Dé esto hay mil experienclas. Ge- 

neralmente hablando , no tienen mas , ni menos que otra 

qualquier sangre evacuada naturalmente , que sea de va- 

ron , quede'hembfa. Si las mugeres menstruadasmancha- 

sen 

{a) Musurg. Univ. lit. 9. cap; 8». 



sén les esfpejo» \, Iquati» dias ^inglinaestapI^de'semçio;' 
£sto convence que aquellas mancfaas^que en algunos se 
inuestran , dependen.de causa mas tara ^y oculta« Gaspar 
de ]08 Reyes y que asieAbe à todos losznalesque se cuentafi 
de lasEiigre menstma^^dtaèdo i'Suetonio>dice,«que Cen 
lonia ^ muiger ide Calcula ^ énfurecid 1 su . marido V dàndoH 
leàbeber esta ponzona ; pero Suetohia no dice taJ.cosa, 
sino que se crey6 que' le habia dado una pocion amatoria, 
que ténia la propiedad de enfurecer , sin determinâr que 
pocion ftiçse esta. Çitatàoibieii Reyes .à Aristételes. para 
eoinprobadon dela[)vcinQti08ai^ftiviidad de! menstruo ;perci 
en Arï^éreles no heJifaUadO'tâU^antes si vq^e son dô lamls^ 
ma naturafeza la sangre menstrua , y la lèche; y ésto mu/ 
mal se compwie con lo otro (a). 

4ç £ti materia de vénenosiiayrotroterrot comunfsimô/. Anima- 
Cféese iqufe todos les anlip^tesique aoix poaaonQsos ix^n la les ve^ 

mordedùra ^lo sônaâmismo tpmadosieacoooida., A b^^- nenosos. 
da . por la boca ; y no es asL> À ji'arios perroi ^ y gatos se 
han dado â corner cabezas de Vîboras , sin que Jes hicie-> 
sen dafio a^no. Cénstame: que no ha muchO tiempo^ el 
perro de un Boticario^habiendotenidO' la dicha iie énco.a*^ 
trar coa rnupecoLdonde estaba en infusion deaceyte gran 
cantidad de Escorpionés^se los comiiS todos , y le hicieron 

muy 

{a) A los AutoTcs , con que en h IluiUracion Apohgetica hemos con-* 
firmado , que ]a sangre menstrua carece de toda maiignidad , aiiadi^ 
IDOS al famoso Ânatômico Monsieur Littre,^ de la Acadeoiia Real 
de las Ciencias > el iqyal , fundadoen muchas observaciones > certifica 
que aouella sangre es muy pura. 

2 £l mismo descubre otro error comunïsîmo en la misma mate- 
ria ; y es , que el feto en el claustro materno se nutra de aqaella san- 
gre. Monsieur Lîttre, habiendo-hecho ta dissecciôil de muchas mu« 
gères que murieron en tiempo de la preiîçz'ynùtàvqtte los cônduâoi 
por donde viene la sangre de las reglas » estân muy apretados en ta* 
do e] periodo de la prenez , y no dan entonçes satire aJguna*, si so- 
lo un poco de licor blanquedilo : concluyendo , 'que la sangre que 
nutre al feto le viene inmediata , y copiosaroente de las arterias de 
la matrîz. Véase la Historiée de ia j/ca^ia Jiuil d$ /01 Ciinçias de cl 
ano de 1720. pa|;.,i6» . , ,j 



4^ HisTcnuA NâotjRAï.. 

tnày /buea pœvecha. Asî là exfierieocia cbn qufeaigutiQS de 
aquellos droguistas, que Ilaman Agyrtas, 6 circiioforaneos^ 
acreditan la eficacia de susantidotoi, dando à corner à un 
perro , 6 c(»niendo ellos mistnos aiguloa de estas cosas , y 
tomanc^o, despuesi sus confeccknoès^ves enganosa; pues el 
Bo resultarlès daiio ^no dépende. cle;la fuerza del iauitidoto^ 
sino de ta nulidad del venenm^ ; 

$0 Sienten algunos Ffsicos moderpos que toda la ve-> 
neoosidad de estas sabandijà&estàëa el aâo de môrder, y 
que aqueUa violenta agitacîoiî iieiosespuritus > que en e^« 
tos animal» produce su rafadosaisana q^ando^muei^den « es 
la que hàoetodo elestfago. Esto se puede conlpfbbàrcoa 
la experîencia que hay ^ de que tal vez los mismos anima*< 
les que no son venenosos , empozoBan con la mordedùra, 
. si estin agîtados de una extraordinaria ira. £n las Mçmo* 
lias de Trévoux (^t) se re^iere 4 qiie un Gallo v q^e j»tabâ 
en choque aâual con otro:, picando â un honibrei^le causé 
una hydrofobia , 6 mal de rabia mortal ; y lo que. es,«ias, 
que un joven en un exceso décoléra , mordiéndose dxledo 
segundo de la mano , se envenenô del mismo inodô que si 
le bubiese mordido un perro râbiosd. -.;•.... > 
; 5 1 La sentencia dicha , acaso par 1o.c<Mmn?seri ver-^ 
dadera ; pero por lo < menos eh la Vibdi^se fiia thalladô ve^ 
neno que obra como tal , sin dependencia de su côlera , y 
^un de su vida. Este es un Ikor roxQ, 6 intensamente ama- 
rillo ^ depositado en unas vexiguillàs que tiene la Vibbra en 
la boca. Este licor^,cSi despues de hacer en qualquier ani- 
mal una pequena llaga , se aplica à ella ^ le mata en aquel 
dia , ô en el sigulente. Es verdad que tomado por la boca 
ho es pernicîoso. De donde Se infiere , que para exercer su 
aéiividad , es preciso que toque inmedlatamente à las ye- 
lias , 6 .à los nervios (^). 

El 

(a) Ano 1719. orL 41. 

{b) Dos grandes Fîsicos , Francisco Rhedi , y Mojrsés Charras , Ita- 
Itano el primero , Francés el segundo , estân discordes sobre el veneno 
lie la Vîbora. Dice el primero , que este consiste en el licor deposita- 
do en las vexiguillàs de laa encîas^ 7 el segundo » que aquel licor en 



• DiscuKso Segukdo. 4jr 

gd 'El im«wveiicno maâ cclebrado (queaquf viene pot P/e- 
su orden fiaturai4€$piiësâel: vèneno la triacà). contra las dra de 
inor^leduras de^sabandijas venetiosas , es la que llamaa Pie^ la Ser^ 
dra de laiSerpiente. El error noestà en la vlrtud quelle atri- piente. 

bu- 
ningima mènera e^ vepeiiosobi Estas dos opiniones paiiBce ie podrian 
cônciliàr ccii et med^p ^qt^'propusinios'arriba; esto es , diciendo que 
es ven|;no90 derratnado-ffn ^«laflquierailaga^ ycoiminicàndbseipprella 
é*la iluËsa de la sangre^^ iWas^ ti^totnado pôr^^ boca; Mas â'^la. verdad 
esta conciiiacion no ea posible , pues Mon^ieuc Charras ( segun reiie«> 
re , cltando a) mistna Charras , el Autor àtkaiA Obsnvaàones atriasas^ 
Sobre todas las partes de-la F^iGa<,<ipA.>t* ^'^•'543« ) hîzo muchisU 
t6os expetkfientds^^if pruc^a de^<;ue aqucXUoor de ntiiffui^ modo «os 
imin^fi^ ^cnJ61e^ e¥i4as^lt^r:dttiii)b^tlJbk^flliiti(ai«sv M^^ 
estee^âi^ihaW^hei^tdoi^^nm «|âd ^sihidbM4a(io'«rtgt)iio;)Hizo.iiioip. 
ier'iijpitaM 6GtiV i\)6t^ mue^tas^uè^telbAkA aqaei Ifccu- » clavando 
éi xnismo los dientes de ellas , y exprimiendoel jugo de las vexiguiilaa^ 
sin quetampoco los ofeiidiesè. ]^\ coHtrnio ^ âffitdalguaas Viboras, 
i quienes habia hecho ex(>nmir>.^ftq«iri^iîceri partf que morilieseii al- 
gujios animales, los qualess tar^lkpon'poc^^'en nkyrir^V .. O/l 

2 De estos 9 V mto^^ ex'perffneAtoa'itofièi% Monsieur Chàéras , que 
el veneno de la \^(bova .consiste enlôs Upîtitos Irritados;' ànadiendo» 
que no siemprevia mordedvira tt venenosa y'si solo quando mtierde ir- 
ritada , de cuyo sentir tambien es fioyk :« lo qùeyo' enticndo de irri* 
tacion)i|itensa:^>yAie8 i(igu>^ iffftaciptvparece'qiie no lefahaari qt^n- 
dt> c[iiîenirqd6 mùerda^iAcasa esto es >conuui âlotras^abandijas pbA- 
^inîoaas;: Mei:the(>acuerdo doàdé \tî de uii> svjgeto ,; qiN^ experimentos.U 
mordèdiira'jdeitos Eseorpione» en vaiiios animales^ la qualoriasfvtfcea 
erai moftiiiV'dtnis 410 ^ lo xjùal pirdb penderde estimunifbrtosos 
unos que otioa^y^aon el mismo Èscorpion mas, 6 meijos initadoen 
diferentes tiempos: Acaso tambien no hay animal alçuno ,'Cuyainorr 
dedurano sea venenosa' ^)si estàextreiiiamenteirritado. Sobre* tQqtud 
véahse.doa^exémpiàrds «pe alegmosien ei ntiineri^'sbc Uejeste Ois»- 

CUSSD.'"'" • • "-' "^ -'•> ^ .'iU/.} -'. :•!••■ •• 1 'M' '« v; .. . •;•) . î ^ v i ' 'i 

j. P<Nr loiquetnim tlaFConeiKacionf^deRhédit^V ^-Charras no veo 
ic6mo pueide baéèrse', miio^diBeurriendoV que las Viboras de Floren* 
cîa, de dondcRbedi era natural , y donde résida,- tengdn ese par- 
ticular veneno Kquido^ que A «firma ; y que carescan deel las de 
Fcancia:,quefexperiinttit6 Charras. > V > - ^.. 

* :\^.ri £iiiio/t)uè iadhndme^côBVfei»er}ilos4iw^^s \p9À^ que^iniiiguna 
parte de la Vîboracomîda, ni comida la carne de otro animal ,. qae 
elià hsya mbfdttio'^^mnbebiAi;ki agi^ de^'4{1itf«)la bèbiâ*/6 dèndé se 
ahbgôyison venenosas-; «s«»^câi çôttun 4'todo^géi{ei!Ô et aninudesipoii- 

zo- 



4& HisTORiA Natural. 

buyen , porque de hecho es eficacisima ; sinoefi etnoofibre 
que le dan. Los Bramioes de lia India (que.son los Sacerdp* 
tes deaquellos Idolâtras ) fueroo los inveotores de este re- 
medio , y tambien lo fueron de la mentira , de que es pie- 

dra^ 
sonosos. Y este deaengaiio no era tnenester que aos le dieseii los Fî* 
sicos modernes , pues ya h£ dîea^ y sif te siglos qUe e^taba escritp* Lu* 
cane 9 refiriendo U fuga de Catoaxon sus vencidas Tropas por los 
arénosos desiertos de )a Lybia , inundadps de todo género de serpien- 
tes ponxotîosas , dice ^ que Uegando el Exercice fatigadîsimo de sed 
i una copiosa fuente , uoidi eo aqu^lla soledad por donde caminaban» 
no se atreviàn los Soldados â.beber^ pôrqile la y'mxpn circundada de 
muchaseapeçiesde sabandiiasjycneiH>srt$i;que.eAiUi.misiaa. fu^te sa» 
ciaban su sed^ A cuyx> mal<fiïndadô>niipdo.acudj|di Qm>B dickndoles» 
que las bestias potaoiioaassQlô danUbao oiordiendo; queaq«ié)la agua 
por consiguiente carecîa de toda infecctoni y arrojîfldose intrepido i 
beberla el primero: 
r DuOariMtaspéixitpmtmrptffntiirdiaêf ; 

Ni dubita^miJâs taioê kaurire Jip^ra: , •.,'» c [ , . , .r :., 
Cîîî . Noxià strpmium est'admxt^ smtgMfnii ptrtist ^^ . '.}:•] f ï 
r ' Morsu virus bahtni i^fi ^atum <knù minanhà^i t.!< -^^ - ) 

Pocula morti tarent.. Dtxii , dubiumqiu Vimnum 

Hauxit. (Luc. Hb» 19.)* 
- c Et fiftuy digno de^ notar , que este desengaao filosâfico;» es6mi<« 
pfado en la Uistoria Poecica.(JlaaioIa au, porqiie fiM elumca Poeu 
ique nomintiô yO que mintio poteo }' de Lucaito ^ â>;qiiten tàoto leen,- 
y. han Iddo , no haya atajado eterror comun, que paide^sel Mitndo 
en esta materia. Père asî esti (hecho el comun de lii3;hQmfaiiesk La 
falsas preocupaciones extendidas en el Vulgo ^ son como rios impe* 
tuosos 9 que van corriendo de una generacion i otra , de un stglo i 
otrp ,{Kir mas.obstilculos que.pongan i^u cxirso. Bien lejos de des-* 
«nganaraed Mundo de queâolo con la .mordcd^a.danan^laa Ser* 
pientes y esti en el errer de que no solo sus carnes comidas son noor» 
^ras , mas tambien las deiotroè ailimales':Sftocântes , que bâyan tè- 
tiido concûbito con ellas. Asî subsiste tsn muchos Paiaes la ridîcula 
patranaydeque.habieodo sîdo pescada^y comida una grande An* 
guila , acostumbrada al coito de un Culebron , matô gran numéro 
de gente. Y este es un^cûento de W^en quese vatta mucbo,en quaiw 
to al. aitio. . Aquî senalàn Mn lago , allî ; otro $ acé . un j-io « acnlUL 

6 Gomo nos importa muchooias sabor t6mo se cura la impresioa 
deelveaeao de b Vî^4 ». que w que cemiste cl veneoo ; pcopon* 



dra ^que sje hatta en la cabecsa de clerta Serpiente ;* ao sieor 
do en la verdad ôtra cosa que un poœ de cuerno de Ciervo 
levemente tostado al fuego» La codlcia de vender el reme- 
dio.mas caro , fueel motivo. de inventer jEqudl^ mentira; 

r. , :.v ::^. ; i; 'J ... -.!. • •• i . . - . j :.. :/ir ^. P«W 
ire aquï algunos remedios que se refîeren en la Historia de la Aca- 
demra Real de las Cioiciai de Du^Hamel ^ t&m. lo. con ocasion de 
haber sido mordido de una Monsieur Charras en la Asambléa que 
aquellos Açadémicos tuvieron el dia primero de £nero de 1693. para 
•baccr diversas experiencias sobre las Viboras, Monsieur Charras , co- 
•mo mas acostumbrado à «ste tnânejo » era quien las «enia', las abria la 
-boca^ &C. y habiendorya inanejado. once » descutdândoise algo con la 
duodéchna » fue mordidode dla enJa biano izquierda en el dedo dd 
nedio j entre la primera , y segunda articulacion. Todos se asusta- 
Ton f sino el mismo Charras j que dîxo que no habia que temer. £1 
irmedto de que inmediatapi^nte osôi fue chupar la Ilaga ; pero sof- 
prendidô al momentp de un grande asco j récita el dedo. de la.boca^ 
contcntàndose con apretarle un-pococon: lamano derecha , para ha^ 
cer salir algo. de «angre^. 'Despues hizo dos ligaduras fuertes , la una 
cerca de la primera articulacion del dedo herido , la otra en el puno& 
Aunque Monsieur Charras, como sedice en elltigar mIsmo , estar 
ba en la persuasion de que una ligadura sola ^ hecfaa un poco mast ar« 
riba de la hèrida, basta paraàtajar èl progreso dd^vcneno', nbcoiî* 
tencindoseauncon do6 ^ para mayor seguridadv» tomo en* unvaso de 
vÎQo veinte y quatro granos deel sal volatil die Vîboras , con cuyo re- 
médie habia muchos aiios antes salvado la vida i un Caballero Ale^^ 
tnân , mordido de una Vîbora ; pero viendo que no se le habia exci-* 
tado el sudor , como esperaba , tomo un caldo compuesto con hie« 
mis de huevos , y nuez moscada ^ con lo que empezo i sudar ; y to- 
mandO' otros' veinte y quatro granos de sal de Vîboras , sudécopio^ 
aamente » y qued6 de el todo bûeno. ^ > 

i 7 £n el mismo lugàr se cuenta , que Ambrosio Paréo , siend^ 
tambien mordido j se euro del mismo modo , ligando fuertemente el 
dedo , y poniendo sobre la herida algodon mojado en agua ardiente^ 
en la quai se habia desleido triaoa aneja. 

8 Luego sucede el rnnedio de Bpyle , que es un hierro calîente; 
qiuiito se pueda sufrir , apHcado âla Ilaga. El suceso que £'e»te pro^ 
pôsito se réitère , copiado de un libro del m^mo Boy le ^^ no acredita 
lo que otros dicen de la grande humanidad de este célèbre Filosofo^ 

Îes como se sigue. Estando Boyie discurriendo con un Médico soi- 
re los venenos , le dixo que le habian asegurado ser remedio para 
iDl!3iifnma de la. Vîbora el que acabamos de insinuar , y quexl oreîa 
que séria bueoeolHlideaidç^hMedieo.burU 4c.la proptiesca , se.vèr 
Tom.ILdtlTiatro. D «î* 



So HisTOKiA Natural, 

pues sabiéndose lo que es , como en qualquiera tîerr a pue- 
de fabricarse ^ no es menester traerle de la India Oriental i 
peso de oro. Poco hâ se descubriô este engano ; y asf no 
hay que estraSarque Boy le , y otros Naturalistas nooder^ 
nos estuviesen en el contrario error. Creo que ya saben 

es- 
mitîô Boyle i la experiencia. Era natural que esta se hiciese en al- 
gun bruto ; pero Boyle no se por que quiso que se hiciese en un hom- 
bre. Convînose en precio senalado para el caso con un pobre , que 
.quiso ganac algun dinero al riesgo de su vida , ei quai se dexo mor- 
àer dt una.Vîbora en presencia de! Médico. Hinchàse luego mucho 
la mano. Estaba de preViencion puesto en el fuego un cuchillo. To- 
môle Boyle , y acercàndole i la herida lo mas que el pobre pudo su- 
frir , y teniéndole asi por espacio de diez , 6 doce minutos j la hin- 
chazon y que hasta entonces se habia ido aumentando , parô , aunque 
jîn disminuirse. Desde que el hombre ( que en todo mostr6 ser bir. 
baro } viô que no se hinchaba. mas la mano , pidi6 que le diesen su 
dinero , y volviô rnuy contento las espaldas. Aiîàdese de testimonio 
de el mismo Boyle , que aquel hoinbre ganô despues mucho dinero^ 
dexindose morder de Viboras , siempre que algun curioso le queria 
pagar bien , tenîendo seguro su remedio en el hierro caliente. 
. 9 Finalmente.se da noticia de otro remedio , que se usa en la 
América.contralabmordeduras'de las Serpientes , el quai solo en el 
snodo se distingue d^ el de Boyle. Los que van & la casa en aquellas 
Regiones eseàn muy expuestos à este riesgo , porque en los Paises po^ 
co poblados hay grande cantidad de sabandijas venenosas. El remedio 
de que usan es facil. Luego que son mordidos , echan pôlvora en U 
llaga 9 danle fuego i y dlcen que en la Uama se disipa el veneno. 
• lo Monsieur Blondel dià notici^ de este remedio en la Aèademia« 
Y con esta ocaston Monsieur Du Clos dixo, que élbabia ciirado un 
cancer j poniendo sobre él una como bocina de ^papel mojado en es* 
pfritu de vino ; de modo , que la extremidad anchasentaba sobre el 
cancer » y dindole fue^ por la otra extremidad » que terminaba ca 
punta. 

1 1 El intento de chupar la otra herida que tuvo Charras , inmedia- 
tamente i la mordedura » y de que desistiô por asco , muestra que té- 
nia esto por. remedio. Y Rhedi , citado en el tercer tomo. de las.ûifr*- 
urvaciênti Curiùsas , concuerda en esto ; anadiendo , que los Marsos, 
y Psylos , â qjiienes admirô la Antiguedad , porque curaban £ los 
mordidos de sabandijas venenosas chupando las llagas , no hacian mas 
que lo que qualquiera puede hacer , usando la misma diligencia. Dice 
tambien « t|ue lo que aseguran al^unos Autores , que la saliva de el 
bombre en ayunas hace morir las Viboras ^.es. fabuloso» 



DiSCURSO S£GUN2X)b $1 

este secreto algunos Boticarios ; pero es bien que dexe de 
ser secreto , pues conviene al pùblico que lo sepan todos. 

53 No hay animal alguno ^ ni puede haberle de vista L^nce. 
tan pénétrante , que registre lo interior de los cuerpos opa- 

cos ; porque no puede verse el objeto , sino segun la super* 
ficie de donde la luz hace reflexion. Por tanto es fabula que 
tenga aquella aâividad la vista del Lynce. Lo mismo de« 
cimos de los que llanian Zaories. Estos son unos solemnes 
patarateros. Y si se hallàre alguno que verdaderamente re- 
gistre quanto esta escondido debaxo de tierra , se debe 
créer que interviene paâo diabélico. 

54 La especie vulgar de que el Elefante no tîene jun- ^Z^- 
tUras eo las piernas ^ y asi una Vei echado en tierra no pue- fMtii 
de ievabtarse , consta ser falsa por las deposiciones de infi- 

nitos testigos que los vieron en la Asia« En diferentes par-^ 
tt% se valen de diferentes industrias para cogerlqs ; pero en 
ninguna del artificip de serrar el tronco del arbol donde se 
arrima i dormir ^ dexândole entero en la apaciencia ^ parai 
que al arrimarse , cayendo el tronco ^ cayga tambien el 
Elefante ^ como comunmente se dice. En algunas partes del 
continente de la Âsia los cogen hadendo unos hoyos ^ que 
artificiosamente ocultan en k sçlva por donde suelen ân« 
dar , para que caygan en ellos# En la Isla de Zeilan se va- 
lea de Elefantes domesticados para coger los silvestres ^ y 
les quitan la ferocidad , teniéndolos très dias sin dormir. 

55 Otro error nacido , y conservado en el Vulgo es, "^^" 
que las Ballenas tienen tan angosto el canal de la garganta, Iknd. 
que!n5 puëde entrar (x)r él mas que una sardina. Las viejas 
cuentan à los ninos ^ que esta es pena con que Dios la cas- 

tig6 por haber ti'agado â Jonas. Este animado monte tiene 
la garganta propôrcionada à su estatura. Mas de treinta 
Autores se hallan en Gesnero s que hacen descripcion de 
la* Balletiai notandt> quanta tiene de particular este pez , sin 
que.algunb de elles hable de la estrechéz de su garganta: 
lo que no era para omitido siendo verdad. Solo uno dice^ na 
que tiene la gargant&iestrecha ^ sino que tiene atravesada 
en ella una membrana agujereada por varias partes ^ y los 

D a agu- 



52 HiSTORlA NaTURAL, 

agujeros solo son proporcionados para que entren por dlos 
pececitos pequeEios. Mas tambien esto se falsifica 4 00 solo 
. por el silendo de los demas Autores , si tambien con las 
noticias positivas de haberse hallado en el estomago de aU 
gunas Ballenas peces grandes enteros, El mismo Gesnero 
dice , que el ano de 1545 se'cogi6/en Gripsuvald v Lugaf 
de la Pomerania , una Balleoa , en cuyd ventrtculo se halld 
gran copia de peces aun no coctdos , y entre ellos un sH* 
mon vivo de una vara de largo. Otro Autor citado en el 
Diccionario Uni versai de Trévoux afirma , que dentro de 
algunas se han hallado hasta quarenta , 6 ciocuenta aba-» 
•^''"^ dejbs. • * ' : ' ' • ' • '. ';•;/- 

Torpe^ $6 Lo que se cuenta del pez Uamado en Latin Tarpedoi 
do^ y en Castellano Trimielga , en parte es verdad , y en parte 
fabula. Es verdad que si le tocan con una hasta ^ 6 bàculo^ 
produce en el Jbrazo del que le hiere una levé sensacion do4 
IcK-osa ^ mezclada con algo de estupor , là quai esocasiof^ 
oada de la repçrcusion que'hace el pez contra elbâculo^ 
ion un niovimiento expansivb muy pronto. Pero que cogi«< 
do en el anzuelo por el hilo , y la cana conmnique alguna 
qualidad^capaz de entorpecer el brazo del Pescador ^ 6 que 
haga el mismo efeâo el contaéko; de lared, en que le co^ 
gen ^ C9 fabula vde modo ^ que aqut. no imerv^ne' algonft 
qualidad oculta \» stnomero m'ecabismo..^Meieîdû'^Ias.ex«^ 
pèriencias que se hicieron sobrê este puhto ; no me àcuei^ 
do bien si fdeen las Memorias jdeila AcademiaRdal (le la 
Ciencias » 6 en otra pa^rte. -, • . • ;:: • î- > 

Cocch' . 57 No tienefundamento. alguno ÎOKjuese'dîcq del-^ 
drilo. mulado llanto del Cocodqila Paulo Lycasviea'l^redâcioi» 
del viage que hizô . costeàado^ el ^ilo v<tite'^qoé ti6 ihiH 
chos Cocodrilos, y ov6.su voz , la quai se parece pnxchd 
( son voces del Autoc }.i los. ^ulUdosxletpmross Hi^aandà 
k>s irrita el estrépito de lais oampanas;.!!^ Qtaé.smnqjmi2d:;iénJ 
drâ esto con k)s gemtdos hubiainos j :}è%«^ùalei) dk^ 
el Cocodrilo 4 para que el ihGaiito!passger0;<;]ja2^ando que 
va i socorrer à un afligido^ se meta>eBda,embo6bada>doa«« 
de te espéra aquel bruto? ... ,0. .ii -^-.a: ia... ;, «v :ij 

. u De 



S8 DeHerodoto , "Nicandro , Plihîo , y otros znûgaosl^ibora. 
dimanô î todo el muodo la voz , dé que la Vibora dà la 
vida â sus hijos à costa de la propia , porque no los pare 
de otro modo , que rompiéndole estos las entranas para sa-> 
lîr à luz ; pero ya muchas experieocias mostraron ser falso 
esto. Pierîo , citado por Gesnero, dîce que muchos que^ 
han tenîdo la cùriosîdad de encerrar las Viboras en vlva-- 
res para observar todas sus operaciones , vieron que parian 
sin dlspendio suyo , y cuidaban de sus hijuelos como las 
demas madrés. Lo ntiismo certifica , como testigo de vis- 
ta 9 Amato Lusitano en su Comento sobre Dloscorides* Lo 
tmsmo otros muchos» 

$g No tengo por imposible que la ave Ilamada AUAlçym. 
(yon presienta el tiempo sereno , pues vemos que alcan^a 
à \o mismo el instinto de otros brutos ; pero me ocurren no 
pocas , ni levés diiicultades para créer lo que cuentan lo» 
Naturalistas , que previendo los dias que ha de estar el mar 
tranquilo ^ se aprovecha de ellos para el coito , para el par« 
to ^ para la incubacion , y para la educacion de sus pollue* 
los. La primera \,« porque catorce dias de tranquiUdad , que 
ae&lan los Naturalistas que mas libérales éstin para este 
efeâo \ son muy corto plazô para todàs aquellas operacio- 
nes 9 en las quales la naturaleza observa mas largos perio-- 
dos| en todos los demas animales , que los que caben en tan 
brève espacio de tiempo^La segunda , porque ^el Alcyon 
podrà preséntir el tiempo sereno de la région donde vive^ 
nsis^no deotrasxlistantes; y el mar ^ por la continuidàd dé 
sus aguas , muchas veces esta inquietx) : pongo por exem- 
plo , en esta orilla donde se goza serenidad , en fiiérs^ de 
la agitadon que dan i sus ondas los vientos ^ 6 uracanes 
que se revuelven en alguna région remota. La tercera di« 
ficultad se funda en là gran variedad ^ y discordià con que 
hablan de esta maravilla bs Naturalistas. Utios diçen , que 
pone el nîdo , y pare sobre las ondas : Vendentihus aquore 
nîdis , como cant(J Ovidio , lo que parece increible : otros, 
que en la ûltima extremldad 4e la orilla;. Unos senalan ca-^ 
torcedias , quees la:sentenciama$.<x)jnun^:lotros siete ,7 

Tom. IL del Teatro. D 3 otros 



54 HiSTORIA NATURil£« 

; otros nueve. Unos côlodan Ids dias Alcyoneos , y ' parto de 
los Alcyonés cerca del solsticio hiberno, dîez , 6 doce dias 
antes de Navidad ; pero Columela los retarda hasta el mes 
de Marzo. Donde es bien advenir , que tû .en un ttempo, 
ni en otro se observa constante todos los anos algun deter*- 
Hiinado numéro de dias serenos. 

60 A algunos 01 decir en conversacion , que los dias 
Alcyoneos son aquel tiempo y que vulgarmente llamamos 
VeranilJo de S. Martin. Creo que en algunas partes de 
Francia hay la misma opinion , especialmente en Norman- 
dîa 9 donde Uamaa â este pâxaro Martinet ^ y j4ve de S. 
Martin. Y â la verdad v es muy regular en aquel tiempo, 
\ aûn en los Paises mas lluviosos , el intersticio de algunos 
dias serénos , y apaclbles ; pero no tienen numéro, fixo to- 
dos dos afios^ ni por lo comun son los que. bastan para la 
larga ohra de concehir , empollar , y criar los Alcyonés. 
Canto .61 Que el Ciisne canta estando pr6xlmp â la muerte, 
de el afirman muchos Autores ; niéganlo otros. Entre estos Aie- 
Cisne. xandro Mindio , citado en Gesnero ^ dice que? tuvo la cu- 
ripsidad de observar muchos Cisnes quando lestâfaan para 
iporir ^y é. ninguno oy6 cantar. Un sugeto Hdedîgnô me 
asegur^^ que en el Real Sido de S» Ildefbnso ise habia he^ 
cbo con UQ Cisne moribuûdo la misma observ^ion , y mu^- 
ri6 9 como dicen , sin que nadie le oyese despegar su pi- 
co. Los Autores del Diccionario Universal de Trévoux ab- 
soIutamentB prôouncian , que todo k) que se dice deLcan*- 
to del Cisâe es un error popular ; y yo nie confo^moi^ im 
jj^^ la ipepor perplexidad , à este sentir {a\ 
SOS del ^^ Que los huesos de el Léon no tienen mediila , ni 
Léon, concavidad capaz de ella , fue invencion detalguob à quien 
• :• • . ' j ' • '' "V. • • . se 

{a) No solo no canta el Cisne estando vecthoi la ntûei^o » mas se 
puede decir que no canta jamas , si el cantar pide , ô iacluye aJguna 
dulzura. Luciano en el Diàlogp de los Cisncs^dic^» ^ue navegando 
por el Po , donde se criaban estas aves , pregunto â los pescadores 
sobre el canto de los Cisnes ; y le fue respondido , que çra tan ingra- 
tasfi voz,como la de otràs àves aqliâiicas. Asî ^ envez^deliamà/ Cîs- 
1^5. à^Qs .biKiiM)Poetas 9 'debioEan. simboliaar ehesta ave a k)s.malos. 



DiscvRso S(BSvm>6J $$ 

se le antojiS que tèda esta solidéz /y Arnittaa dé huèso» era 
correspoodiente i la gran valentia de esta ifiera. £1 doéïo 
Médico Olao Borrichio'en su Apologia ck'Hermetis Mgyp^ 
tiorum , (S? Cbemicofum sapientia , testlfica y que! en Copen- 
hague ( donde fue profesor el uaismoîBoi^richio^ pocos 
anos antes se habîa hecho diseccîon. Anacéitiica de dotf 
Leones ^y i entrambos se habia hallâdo bastanté copia d9 
medùla. £1 mismo cita à Severino , el quai reiiere , que é 
un Léon , que habîa criado Tiberio Carrafa , se le encon- 
traron los huesos tan huecos , y tan Uenos de medûla co-^ 
mo & otra qualquiera bestia* 

63 La rosa que Uaman de Jeric6*<^ ni es rosa , ni es dé ji^^^ 
Jeric6 , ni tierie la propiedad que se le^atf ibuye de abrirse de ?e- 
la noche de Navidad , y conservarse abierta hasta el dia de ^./^^^ 
ia Purificacion. Esta es una especie de arbusto , que no na-^ 
ce en Jeric6 , ni en sus contornos ysino en la Arabia desier-^ 
ta , y con sus ramas dufas , y leSosas se compone en 4i^ 
gura de ramillète. La propiedad que tiene es, que con là 
humedad seabre , y con la tsequedad se cierra : por tant<} 
es un excelente hygrômetro naturaL Alguna vez que el 
tiempo empezarîa à humfidecèrteJa noche^de Nawdaxl\ y .;. . 
eoatinuadahastai'elidîa^delaPnrifksajcidn'i^âebttâ'de d^ .1 .. 
servdtse que^estuyo âbSerta >prédsanieiit6leD àque) «iftacid -' • 
de tiempo V y estoidarîa prîncipio al error vùlgar de que! - 
siempre hacelo mismo. Poniéndola en agua , especi^men^ 
te caliente , nunca dexa de abrirse* For lo quai el uso que 
hacen de ella las mugeres prôximas àl parto , es ridiculov^ 
y puede $er. supersticiosa Que' no nace este arbolillo ett 
otrà parte que eb la Arabia desierta ^ aseVéraid Juan Ray 
en él Tomo segundo de la Hîstorla de las Plantas ^ y Id 
confirman algunas Relaciones de Viages. 

64 £1 misftiô Ray-nos ensena ; que es fabùlosa aqueUst Palma. 
admirable^ propïeda4 • t: que desde Teof r asto ' adr se celé- 
bra'eh là Palma ^t»).<îeâer à peso algutio-; antèsIèvaiH 
tarte pof ïa pa^te^ue ' tbfcia oprimto'; y asi puedcAn busr^ 
car los Simbolistas otro geroglifico para la virtud de la' 

çonstancia,' ' ■ ' ^ ' : ^ 

D 4 Ca- 



$6 UlSTORIA NâTURAL. 

Arhol , 65 GaferiiuaotasGe6grafos,éHistomdoreshancscrî- 

^ '^ ^^/ '^ algoi de.lM Isku5 Caaarias , aseguran que en una de ellas, 

Hiérro ^^^^^^^ ^^^^ *' HiVrro., donde no hay fuente alguna , son 

socorridos los naturales por el beneficio de un Arbol ma- 

raviilosp ^i^nico en su especie , que esta puntualmente en 

medio de la Isla , f de quien cada hoja es una fuente , por- 

queestâ siempre cubiôrto de'una espesa nubecilla claquai, 

quaxàndosê en !las hojas ^ destila diariamente diez , û doce 

toneles de agua sumamente sutil , y cristalina en dos pilones 

de piedra < fabxioados para redbirla* Sin embargo Thomas 

Cornelîo ,.eh su Diccionario Geogrdfico ^ dice que algunas 

^ . , rr Relaçiôaes modernasi, dignes de toda fé , y escritas por $u- 

getOs que han ésstado en aquella Isla , testifican que este 

. Arbol es sonado , y solo es vcrdadera la carest(a de fuen- 

tçs-, la quai se suple.con la agua que cae del Cielo ^ reco- 

gida en cisternas. Lo mismo certificà el Padre Tallandier, 

Misionero Jesuita Francés { ,dtadO en las Memorias .de 

Txevoux afio de 171$ tfrf, 97;.) y queivisit6 curîosamente 

aquella Isla. Asi no dudo que e$te Fem]( de ]îts plantas es 

tan fingido como el de las aves» 

Monta- *' ^ Entre los errores deGe6grafos que pertenecen â la 

na de I^istojûa/Nsitival vpodreiftofiiQQntaJr lo«que ^^^ 

Frae. n0s Lagtov xiondejajcrqjando qna piedra ^, pi^ootameote- se 

mont, levanta de eUos un mibladô t'empestuosisimo^ Taies son Hno. 

que' hay en el monte Canig6 en el Roséllon y y otro en là 

fioontana de Fraemont en los Suizos, cerca de Lucerna ^ Ha- 

i^Dàda Montana de PiJatos ; porque en la pkbe del Pais 

çQrre la patrana de que una vez cada anose apareçe Pi* 

latds vestido de Juez.en aquella ctimbre. ;t)ambieni9e:atri-» 

buye la misma ptropiedad à un pozo que hay en la Pro- 

vincia de Chiapa , de que dimos noticia en el primero to- 

,'; • \\ ^\isi0HPi9Qi SIli'^En quanto al Lagode Fraemont ,el Die- 

ctQnarip de.Mojreri ettd & Cendi'elo ^ cjue dice. l^al^ hecho 

p«r.^l:nttsmo:muchas expeneocâaa, yi^iet^orma^piedras 

que ech6 , no se levante nublad)aa]guno« Açaso seràn igual- 

isente pacîficos fos otros dos. Verdaderamente es demasiada 

smpaciencia resentirse el agua tanto del golpe deiuoa.pie- 

-.0 dr^^ 



DiscvRso Secundo. 57 

dri, que alborote el Horizonte, y apedree en desquite todo 
el territorio vecino. 

67 He oido asegurar à tantos , que el Oro no ocupa 
lugar en la agua , de los quales algunos me decian haber Oro. 
hecho la experiencia , que estuve cerca de creerlo. Mas 

al fin , habiendo resuelto experimentarlo por mi mismo^ 
halle que ocupa tanto lugar en igualdad de masa como 
otro qualquiera métal. Debe bacerse la experiencia con 
cantidad proporcionada , y no con un doblon , 6 dos , los 
quales solo pueden dar una insensible elevacion i la agua. 

68 Es falso que el Diamante se ablanda con la sangre 2)m- 
caliente del cabrito , ni con otra alguna. Si fuese asi ^ quai- mante. 
quiera labraria facilmente los Diamantes. Bien lexos de eso, 

el Diamante solo se dexa pulir con polvos de otro Diaman- 
te. Esta învencion se debe à Luis de Berquen ( creo que 
fue natural del Pais Baxo ) , que empezo à ponerla en prâc- 
(ica el aiio de 1476. Antes de este tiempo no ^e usaban si-* 
no Diamantes brutos. Tambien es falso que résista al gol- 
pe del martillo ; pero es verdad que no le rompe el mas ac- 
tivo fuego , y asî en quanto â esta parte tuvo razon Pli- 
nio para decir de él ; Ignium victrix natura (a). 

^ Las 

(a) La resistencia , que atribaimos al Diamante respeâo del fiiegOy 
te debe limitar. £1 Padrc Regnault en el x. tomo de tus Cohquios Fi^ 
sicot y coloq. 4. dice , citando al Padre Casati , que el rubî résiste 
hasta cinco dias à la accion del fiiego , el diamante hasta nueve. Pe« 
xo i esta debemos anadir , que conforme fuere el fuego resistirin mas^ 
6 flienos esas piedras. Si el fuego de que ua6 el Padre Caaati en sua 
experimentQs , y i que resîstio el diamante hasta el nono , 6 décimo 
dia , era , pongo por exemplo , intenso como quatro, i un fuego inten- 
se como ocho no resistirta mas que hasta el quinto , y acaso ni aun 
hasta el segundo. D. Joseph Gutierrez y Musico Presbftero de la 
Capilla Real , sugeto muy advertido , y curioso «^ nje escribiô , que 
habiendo stdo comprehçndido el Relicario de la Capilla >Real en el ' 

grande incendio de el Palacro de Madrid , muchos diamantes y que en- 
tre otras piedras preciosas le adornaban » fueron hallados entre las rut« 
na&'enteramentedeslu8trado6 , y aun unose encontre hendido, lo que 
pareci6deber atribuirse a la aâividad de el fuego , y no al golpe qud 
hubiese.recibido, Esto ultimo parecc de dificil prucba > mas no lo jus- 



$9 HisTORiA Natural. 

Mar- 6g Las Margaritas no se engendran del rocfô. Convén- 
garita. cese esto de que las otras , donde se crîan , jamas se levan- 
tan del fondo del mar^ Âfirmalo Juan Bautista Tabernier, 
que se enter6 bien de esta verdad , informândose de los 
mismos que asisten en la pesqueria de las Perlas. Viage 
de Indias , lib. 2. cap. 21. {a). 

El 
go imposible , porque es portentosa la actividad de un gran volumen 
de fuego , quai fue el que abrasô el Real Palacio. La rama peque- 
na de un arbol encendida apenas quema otra rama igual en média ho- 
ra ; pero encendida una selva , apenas toca el fuego â un grande arbol, 
quando le consume enteramente. 

{a) Lo que decimos de las Margaritas , 6 Perlas , siguiendo el tes« 
timonio de Juan Bautista Tabernier , confirma Gemelli en el segUn* 
do Tomo de su Fiage en tomo del Mundo, 

2 Ahora entraremos en el desengano de otrcs errores comunes 
pertenecientes & la Historia Natural , sin colocarlos con otro orden, 
que aquel con que fueren ocurriendo â la memoria ; pues no es posi- 
ble dividirlos en clases que pidan determinado método , 6 fundep al- 
guna antelacion de unas â otras. 

3 Hay un error may recibtdo en orden al Camaleon ; 7 es , que 
muda el color , tomindole de los objetos cercanos. En la Âçademia - 
Real de las Ciencias mostrô la experiencia lo contrario ; pues habién- 
dole colocado en panos de diferentes colores , de ninguno tomo el 
color. Solo una vez le vierôn blanco , habiendo estado dos , 6 très 
minutos sobre un poco de lienzo. Pero no habiendo despues suce- 
dido esta jamas 9 habiéndolé puesto muchas veces sobre lienzo, 
se hizo juicio que el frio , que era grande â la sazon , le habia he- 
cho poner pâlido. Es cierto que muda muchas veces de color ; pero 
dicen aquellos sabios Académicos , que esto proviene de varias pasio- 
nés que le agitan , porque abunda mucho de humor bilioso. Aiiaden 
que la mudanza de color no se extiende por toda la piel , si solo so- 
bre unas pequenas eminencias que estân sembradas en ella. 

- 4 Varios Autores modernos impugnan lo que dixeron los anti- 
guos de la actividad que tiene el Avestriiz para digerir el hierro. Con- 
fiesan que le traga algunas veces , como tambien guijarros , y otras 
cosas durîsimas ; pero dicen que todo lo excréta incocto , y que si es 
mucho el hierro que traga , vtene â enfermar , y aun à morir. Yo no 
pude hacer observacion alguna sobre- el punto. Pero puedo certtficar 
que es prodtgiosa lavirtud disolutiva estomocal de algunas ave9 , con 
la experiencia de un Buitre , que tuvo en su casa D. Joachin Ve- 
larde ,Canônigo de esta Santa Iglesia de Oviedo , el quai ténia lapro- 
piedad de tragar qoftnto le arrojâ)an , 6 podia coger. EnguUia huesos 

mujr 



DlSCURSO SSGXJKBO»; $9 

70 El mîsmo Autor nos avisa , que la division que ha- Esme- 
cen los Lapidarios de las Esmeraldas en Orientales , y Oc- raidas. 
cidentales , no tiene fundamento alguno : asegurando que 
ni en el Continente , til en Isla alguna de la Asia hay mi-- 
neral de Esmeraldas ; ni en todo el Oriente se halla piedra 
alguna de estas , que no haya ido de la America ( ibi cap. 1 9). 
Un hombre que hizo sels viages à la India Oriental , y ca- 
si toda su vida , que fue muy larga , trafico en pedrerfa^ 
es de créer , que tendriia bien eçtudiada esta materia. 

S. IX. 

muy grandes , v m«iy duros , les quales digerfa $in embarazo. Tra« 
gô en una ocasion una bola de trucos , matàronle pasadaa vcinte y 
quatro horas , y abierto > hallaron con$umida una quarta parte de la 
boia y 6 algo mas. Hablo como testigo de vista. Si la disolucion de el 
aJimento en el estomago se hace ( como à ml parecer es mas que pro^ 
bable ) en virtud dç un licof âcido , no hay dificultad en que el Avea^ 
truz , û otra alguna ave , posea. un âcido capaz de disolver el hierro. 
Las aguas fuertes , que disuelven los metales y no son mas que unos 
âcidos valientes» 

5 £1 Castor , animal anfibfo^ es uno jde los mas sagaces que 
tay en . todas^ clases de brutos. Su industria en fabricarse habitacioa 
ç6modâ , con quantas prccauciones son necçsarias para los accideiu 
tes que pueden sobreVenir , ea .una. de las mayores maravillas qu« 
hay en la naturalçM. igUalmentç admiraUe es la execucion que hi 
inventîva. Pero muchos Naturalistas , no contentos con referir de es^ 
te bruto lo que es admirable y se avanzaron a lo que es increible. 
Tiene çl Castor « no en los testicules , como vulgarmente ce <Lice^ 
çino en unas bolsaii.cercaiias à jçUois , aquel apreciado medkamenti^t 
i quien con denominacton tomada de] mismo.brutp» lUaaan G/i^ 
Ur0Q. ^Dicen , pues » quei quando el Castor se ve acosado de los Cazay 
dores ^ conociendo que U ansia de cogerie es por-lograr aquella pre- 
ciosidad que le di6 ia naturaleza , con los dientes se arranca los t^«- 
ticulos , y deiciUidolofi ra pxesa i los Ca^adore^ , los quales por eso 
solo le persegi^ao. , log]ta:escapar la vida. £sta< noticia^ aunquê vut 
garizada por innumerables Escritores , âo tiehe funda\neiiitO!0lguno.:> 
6 Quantos Modemos se hallaron. en I03 paises dônde hay Cas- 
tores , yespecialmente los Franceses , que estuvieron en la Canadd^ 
donde es copiosa su' caza , la desmienten. Aun la suposicion que se 
hace de ser los testjculos los continentes de ^quel remedio , es fabu«- 
]osa. Sonio , como ya se advirtiô , unas boisa» veciniss â las organos 
de la generacion. Asî tambien se hallan aquellas boisas en las hémbraa. 
MuclM) tiempo ha tcngo bêcha réflexion de que las fibulas pert^nei- 

cicn- 



6o HisTORiA Natvral. 

s. IX. 

71 /^Onclujro este discurso con algunas advertencîas 
^/ sobre la eleccion que se debe hacer entre los £s< 
critores de las maravillas de la naturateza. 

72 La primera es , que se prefîeran los modemos â los 
antiguos ; no porque estos sean mas veraces que aquellos, 
si porque escriben sobre mas seguros informes. Antigua- 
mente era poco, 6 ninguno el oomercio entre Naciones muy 

dis- 
dentés i la Historîa Natural se extienden mucho en el Vulgo , poi 
el uso que haccn de ellas Autores de libros Mistîcos , y Morales. La 
opoituna aplicacion , que muchos pueden tener â asuntos de esta cla- 
se , las hace verter i cada paso en los libros » y en los pulpitos , y por 
este medio llegan i la noticia de la multitud , de quien es casi impo« 
stble arrancar despues su errada creencia. Si lafibula de arrancarse los 
testîculos el Castor por salvar la vida , no tuviera una tan bella alu- 
sion a los que por no perder la vida del aima , 6 por lograr la eteraa, 
se despojan aun de aquellos bienes , conveniencias , ô deleytes , â que 
sienten mas adherencias ; en Plinio , Andromaco , Solino , Eliano » j 
otros pocos Naturalistas se hubiera quedado la patrana » sin que tu- 
vieran noticia de ella sino los Ërudftos. No por eso se debe reprobtf 
cl uso de aquellas notidas en los asuntos morales , i quienes dan her« 
mosura , y fuerza ; pues los similes se pueden tomar aun dé la) cosas 
que ciertamente son fabulosas» 

7 La reflexion que acabo de proponer , me hace acordar de el Pe^, 
licano , ave aquâtîca , de quien se cuenta , que quando le falta que 
^ar que corner à sus hijuelos , rompiéndosé el pecho con el pico , loi 
«limentade su propia sangre : lo que algunos Autores antiguos , que 
cita Gesnero , adelantan diciendo ^ quemuertos violeixtamente , des- 
pues de Uofarlos por très dias , los resocita vertiendo su sangre sobre 
los cadâveres. j Que especie tan hermosa para exemplo de la pie* 

- <dad paterna , y aun para simbolo de la Sacratîsima Pasion dleChristo 
Seiior nuestro I Mas no por eso dexa de ser falsîsima , y como tal la 
desprecian^ los Autores de mejor nota. 

8 Jiian Jorge Bolkamer , citado en el Diccionario de Trévoux, 
descubriâ el origen de esta fabula , exâminando un Pelîcano , que viô 
en Leide. Tiene esta aye una notable singularidad ; y es , que el espa* 
cio que hay entre sus dos clavîculas., no esti contiguo , y cubier- 
to de piel , como en todas las demas aves , sino contiguo , teniendo 
alli abierto un grande agugero , a manera de falso es6fago , de mo- 
do , que Bolkamer encrando por él la mano » toc6 ^ y manejô los ali- 

men- 



DiSCUKSQ Sbgunix) 6ï 

dtstafates* U;no<'^i!iiotroinu)rTaro;^uesa]ia>â peregrinanpob 
tierras femot!as% qï^aindr>yoJvia â ]a stjya^mentîa \o que 
qtiefia ,^ poffque no habia testigos ctin que comprobarle la 
falsedad ; y por otra. parte el déley te de tener suspenses , yj 
admiradosârsus compatriotas cpala rëlaclon de cosas^imo-* 
ca vistas vni oidas yle ëstimulahaà refenr^pTocUgiofiâf &sh 
eiones. : Esta fije.la^ c^nsâ. purincifpal dé llétiatse la Historié 
Natural de tantas fabulas. El dia dehoy estàrt laa cosas mu^ 
de otro modo. No hay Région tao remota , que pôr razon 

del 

mentos que el Pdlcano ienisr^'eii et cvtâmagD. Por teste ^agujcpo saca 

esta ave lo» alhneitos- de el estémâ^oya préparation f>ara. <dar i sih 

hîjuelos ; y este mox\^6 fo fi^lsa ttiieencia riie que sejrônife eirpechtt 

]^ara alîmeiitarlos con su satigre< • , i , , / 

9 £1 uso que se dice hacer la GcJondrîna de la Celidonia ^ res^ 

tJtuyendo la TÎsta i sus polios con ella , se«Ieeén miichos Antdves ^j 

esta mvLj pro^agado tn el Vulgo. Dicèn-^oc , queit|dccti>oiegos^ n 

e^ta hierba les qtlita el itnpedimento que ciotien-parà ver •: otfos v'qaifi 

los.sana ,' st alguho los cêg6 hiriéndoles \i» ojoB^i'Otros ,'que [es ha» 

ce renacer los ojos , babiéndoselos arrancado. Tôdb bs faiso« Lo que 

hay dé verdad , y io que en parte diô ocasron à la fabula , es 9 que si 

à Jos polios de'la golondrina les ptcan los ojo& , pierdeo el uao>de Ja 

Vfsta ; pefo ddntrb de mil V brève tiempo Iq reeobran. Art8t6teles eti» 

to 9ol6'dite»'autique4ilgtmo8>ralBamente)ehacen:Autorde taouracba 

eôrfhi^Oeliddnîa. Lotni5iiyo<|i9egura Ç<Dmelio Gqlso^ ymuch.os.niQdetX 

tio0 éxtienden' esto ^enefalmente â todas éspecies de. animales. , asfgn* 

rahd6><iue i qbalquieraiquien piquen la ténicaicornea , aun hasta ha» 

cef'destîlaraigtinâs goj;a$ ddMiumorcvistaliAo, ei^imenos de una ho<t 

ra V\jë(v(^â viçredarév He (eidotenr alguno^.que con mis facUidad reco« 

bran tel ^rsd'^b la' vibta''lo(f animales liemos, tf 'de muy ciorta cdad. 

10 ^^BIlilHô' èserib^ , \que4qsifaue909.del- Léon c(arcccn dc.medulat 
y aurftfé'àfféEid^onde puedan dmioncpla: Arisc^tcieedtce , que ea 
^qufsima ; y qUe esto di^ motivo^pàra.juzgar que es ninguna. Pe- 
ro CHâo Borrichro refiere; quehabténdose hecho anatomia de dos 
Leones^en Copenhague,* la primera^i ono de i6jr8 , lasegunda el de 
ibj^ y ^ ha116 vi qué la.iliayor pdvfe de suis hueios •tema-mucha me^ 
éù^^-eopiSkiW^raédiilkm.f'i^ii^^'VO^^ .^ ehq^at reAere^ 
que â un Léon . que ténia Tiberîo Carrafa > se>^>e hialtarénlosthae^ 
ko^ tart^)leA^ d^' m^à^Ak f eonto'ioar de'lasotras l^estias. 

11 La înmunidaddeeli'Laurel contra las iras del Rayo no esti 
fundada en algun auténtico priVUegio. Riénse deeila i«s Autores de 
mas jtticioy J^i-î^Ase^ tàmbiea-'de Tiberio, q4ie.i{«aAdotroaaba ae cc^ 

• i - «. IO* 



6i HisTORiA Natvral. 

del comercio , â de las Misiones ^ no sea freqiieiitada de 
muchos Europeos. Asi ahora no es tan libre el mentir como 
antes ; porque se halla à tnano uno que desengane de lo 
que otro miente , y en consideracion del riesgo de ser co- 
gido en mentira , cada uno procura conservar su buena fa- 
ma. Por esta razon , entre tantas Relaciones impi^esas de 
Viages como ha habido en estos tiempos , xarisima oposi-» 
cion contradiâoria se halla. 
73 La segunda , que entre dos relaciones hechas por 

tes- 

ronaba ic Laurel ^ juzgando pretavene de \oa fuogcM célestes con es- 
te défensive. Véase a Vosio df Idal. tib. 3. cap. (>• 7. > 8. y al Padrc 
Regnault tnn. 4. comwrSé 4* Lo mismo digo de la pîei de el Becerro 
Marino » con que juzgaban defenderse los Emperadores Augusto « y 
Severo. { Como se pudo observar tal particularidad ? i Ni en que fisica 
cabe el crédito de ella f £1 fuego de el Rayo es de la misma especie 
que otro • qualquiera ^ porque la diversidad dç la materia combustible 
no diversifica el fuego : luego si asi el Laurel , como la pîel de! Be» 
cerro Marino « se dexan abrasar del fuego de ac£ abaxo , con mayor 
raeon cedehui al del Rayo , como mas violento. 

12 Aquel famoso simbolo de enamorados , y. enganoso exemptât 
de simpatîas , la flor , digo , Htliotrêpia^ 6 Girasol ,,solo debe sus 
créditbs â exâgeraciones poëtîcas yji iûadireftencias fijosôficas. Dî- 
cese que sigue cous tante los pasos de el Sol à^^ nu .Orient i su 
Ocasq, girando sienipre en un perfeâo paraleli$m4 co.n .el^curso- de 
el Astro. Yo he observado lo contrario varias veçes. Es verdad quç 
el Sol » en virtud de un puro mecanismo , les hace.iijçlinar ; mas no 
siempre âcia si , sino con alguna variedad , segun ^ vario môdo.coa 
que las hiere , la varia cantidad de humor que tienen , y variamente 
repartida ^ y la varia construccion de lo$ canales dondbrhabita el jugo 
nutricio. Esto no tiene mas misterio^queelqueel.Sol b^lg^mov^r, y 
encorvarse una correa mojada » v aun k otros cilerpips maç.ftraies* Asi 
yo he notado en un jardin , ai ponerse el Sol , uuos Girasolea que 
miraban al Mediodia , otros al Norte , &c. Todo lo que puedo con* 
siderar de particular en el Girasol , respeâo.de.otras flores ^.es » que 
«us fibras sean mas flexibles , y acaso su jugo mas p/o^ta^iente disir 
pable,6 por delicadeza de el mkmo jugo.^ô por sçr.ojiais ^Vçi'tt^ 
los poros delà planta. ' * . . J . > 

13 Creyôse mucho tiempo , y aun crée lo.maa4<l œiitidQ , que 
aquel medicamento purgativo « que llamamos Manhà « e$ una especie 
de rocio que en la Calabria » cayendo sobre los F.re^nos , se quaxa« 
Y& h& cexca de doscientps anos , que dos ^ ô^çs A^tojresj jçon ob- 



DiscuRso Secundo. 63 

testigw de vista ^ una que asegura algiina cosa prodigîo^ 
sa , otra que la niega , aeteris paribus se debe dar mas 
fé à la segunda. La razon es , porque el que afirma ei pro* 
djgio , se interesa en la admiracion y y gusto con que es ]ei«> 
do, â oido» Pero el que le niega, prescindiendo de partie 
culares circunstancias ^ no es movido de interés alguno^ ^ 
• 74 . La tercera que entre los mismos modernos se pre» 
.fieran las relaciones posteriores à la primera que hicieron 
los descubridores. de alguna Région ^ 6 Provincia. La razon 



es. 



tenracîones oculares , reconocieron que no es rocio , sino jugo que 

•destiU el mlsmoarbol. Monsieur de Renaumé , de la Academia Real 

de las Ciencias , adelantô este descubrimiento , observando que otras 

muchas plantas , y en todos Paises , destilan este apreciado licor , el 

quai con bastante fundamento juzga ser la porcion mas exàltada , y 

purificada del iugo nutricio* Dîce en la Memma , que sobre este asun^ 

to présenta &1a Academia ano de 1707 , que habiendo suelto en agun 

el jugo de que estaban humeâadas las hojas de varias plantas , que 

senala , usando de él , lehallô purgativo , y de un gusto mas grato que 

el Manni de Calabria. Anade que apenas hay flor que no dé algo de 

Manni ; lo quai se reconoce chupando el fondo de el tubo de las 

flores de una pieza sola , como el jazmin ; pero que entre todas , la 

flor de la Centaura mayor es la que le da mas copiosamente. Aiade 

mas , que supo por la relacion de un amigo , que el Mannâ de Briatw 

z6n , de que tambien se usa en la Medicina , se halla en la mayor 

parte de los &rboles de aquel Pais y pero principalmente en los no- 

gales. 

14 La piedra de] R^Tp ( en latin draunia ) se llama asi , por 
creerse que baxa en el Kayo , y es el principal instrumento de los 
«xtragos que hace aquel metéoro fer6z* Pero es poco creible, que de 
las materias de las exhalaciones se forme semcjante piedra ; y mucho 
menos , que de la tierra suba asi formada i las nubes. Asî este es un 
error del vulgo , à que no dan asenso los Filosofos reflexîvos. Mon- 
sieur Lemeri en una Disertacion presenuda à la Academia Real de 
las Ciencias el aiio de 1700 , dice que no se halla esta piedra en los si- 
ttos que fueron heridos del Rayo , cuya observacion prueba invenct- 
blemente nuestro intento. Que en la tierra se formen piedras de aque. 
lia determinada (igura y no tiene mas dificultad que la Ibrmacion de 
otras muchas piedras figuradas que se hallan en varios Paises. Sobre 
que se puede ver el Discurso 2. del Tom. 7. donde explicamos el 
mecanismo con que la naturaleza las figura de tal , 6 tal modo. 

15 iV Ift piedra de la Aguila ski fundamento se di6 es^ nombreL» 

£• 



64 HlSTORlA NATURÀt. 

es , porque la admiracion, que es cpmpanera de la novedad, 
alucina en alguna manera la vista v y là bace represeotar 
los objetos algo distintos de lo que son. Este riesgo le tie- 
tien los primeros descubridores , no los que ^ enterados de 
4as ooticias deiestôs , registran lais mistnas C0$a3. Ânàdesêi 
que aquellos^» como no ^uponenea los suget0S ^ i quienes 
hacen la relacion , noticia alguoa anterior.à la suya , libre- 
mente pueden fingir lo que quieren ; y asi pueden mentir^ 
à pot malicia ^.6 por lequiyocacioa» Darémos exemplûs de 
,uno , y otro. 

-, ■..••'■ '.1 .-M •••'■'-^> • ff '' Hdi- 

Es invencion de antiguos Charlatanes ( que en todos-tîempos hubo 
esta casta de gente ) asî que se halle en el nido de- la Aguila , como 
que tenga las virtudes que ellos preconizaron , y. que los Charla- 
tapes modernos contînûan en precontzar. En el tonu». 2. de las Mo- 
jQorias de las Misiones , pag. 75. se da lioticia exâda de estas. piedras 
.por un Misionero Jesuita , que vio y y tocô mucdun miUarea de.ellas 
•en el sitio donde se crian. Hâilanse en grah copia^cn'una llan.ura de 
el Reyno de Fejam , una de las Provincias de Egipto , ya à dos , 6 
très dedos debaxo de la superficie de la tierra , ya en algunas peque- 
nas Ganteras. Advierte el citado Misionero , que en el sitio donde se 
jdncuentran no son sonantes^ ; pero à pocos dias despues que se reco- 
gen 9 empiezan à serio : loi que proviane , «egun discûrro j de que 
.aquella arenosa masa , que tiene dentio » mientras esti bumeda cet»- 
'pa toda la cabidad , y desecàndose , ocupa menos espacio ; cdn que a 
las concusiones de la piedra puede moverseu, y hacer sonido ; lo quai 
es sin duda asî , porque las fiâicias , que tal vez venden por aci al- 
gunos embusteros peregrinos , se fbrman de qùsdquiehi tterra barrosa, 
y su sonido no dépende de otro principio, aîno que.desecândosed 
meoUo , que induyeron en la cabidad , queda reco^o â menor espa^ 
cio , con que puede moverse , y sonar, 

16 Sobre la fë de Plinio , y otros Naturalistas se crée , que el 
Corail blando debaxo de la agua, y iuego que sale.de ella adquierc 
no solo dureza , mas tambien el color rubicundo ^ de el quai asioiis- 
4no.dicen , que:oarecla antes- Pero el famoso Conde MarsilU , que 
hizo estudio particiilar en la observacion delas plantas marîttnias , se 
4uegurô de lo contrario con repetidas expèrienôas. Es elCorai rubi* 
•Cundo , y duro dentro de la agua ,.conio.fuera , âexcepcton de las 
extremidades dé las ramas , las quales estan blandas al salir de la 
Tagua , conteniendo entonces un jugo , que aun no se ha solidado. 

ly.f Hasta principios de el siglo en que estamos creîan unos ^ que 
drsiicotoo^oaoîbar anurîllo.^, eia una çtac^çcSoadeja.esi^uma.del 

^ar: 



75 Hal»eiidQrMagaUane& arribado à unà de las Islas Fi^ 
UpioBS,^ salierdo los EspaSoles & corner, eatierra^ Unlndio 
enviado para explorarlos ^ los estuvo acechando escondido 
eoun caoaveràKelqual contô iuego â los suyos , que aque- 
Itos Ëstfangeroscomian piîmerp piedrad^y despues fuego; 
£it esta mcyatira:^ coti. sèit tâaiCxtxiaVagante , no intervlno 
Bialicia , sino «qmvocatdoo. £s el caso ^ que el Indio habia 
visto à los Ëspânolea corner vizcoeho de Mar , y despues 
tomar tabaco de humo ; y como uno ., y otro fiiese inc6g^ 

ni- 

Mat :t6U6s:^ qbe-eca'.f;o!na dealgotiôs -itbdka cuioèa^os^en tvis ort^ 

lias. £1 àikyode 1704 , 6èï sigHieate, el Mànpïes. dd Boainac ^ En^ 

viado Exriaordinario de. la Francia al SLcj de Suecta , habiendo ha^ 

Uado en un terrltorîo cerca de Dantzik , Siiccino fosîl , o minerai^ 

totalmcnte semejante al que se encuentra sobre el borde de el Mar, 

de actierdo con cl Cardenal< Friaudo de Polonia , en. cajra cbmpa-* 

nîa:se hallaba i la sazon » escrtbip e) dtsoi^-ls AddemiaReal do 

las Ciencias., pîdiéndola le icomtihicase lo^ubtenia av^riguado en 

la matcrià. La respuesta de. la Acadeoiia , qûal sç halla efi;suiiisto- 

fia de el ano de 705 , fue , que en una mootaiia.de Languedoc, muy 

distante de el Mar , y separada de él por otras montanas , se habia 

halladoSnccino el anode 1700. Asimismosc habîa haliado en Pro-^ 

venzaen las cisuras de unas rocas , d6nde> nababia arbol , d planta 

alguna. Anadîa, que le constaba por Relaciones fidedigîias, que enla 

Isla de C6rcega, en varias partes de Sicilia, y de Italia , se encon* 

traba Succino en tierras desnudas deârboles , y distantes del Mar. 

18 Anado i estas observaciones , que pocos anos hd he visto Suc« 
cino minerai , el quai se extraxo en un sitio distante siete , û ochp 
léguas de esta Ciudad de Ovicdo. 

19 De lo dicho se colige , que el Succino es una especie de be^ 
tân ^ el quai siendo al principio fluido , despues se condensa ; y en 
el escado de lîquido , el que se cria en algunas tierras marftimas , 6 
parte de él , fluye al Mar , donde condensado , le restituyen las oias 
i la orilla. Dexan dudoso los Académicos , si en el Mar adquicre el 
Succino algun aumento de perfeccion. Pero noto , que no todos loa 
Antffguos ignoraron la verdad que acabamos de estampar. Plinio cita 
dos Aucores antiguos , Teofrasto , y Filemon , que habian descu- 
bierto ser minerai el Succino , lib. 37. cap. 2. 

ao Las Manzanas de Sodoma son una maravilla de la Tierra San<* 
ta , que refieren innumerables Autores. Uicen que estas Manzanas 
se crian ai rededor , y â las màrgenes de el Lago Asfaltites , situa- 
do donde estovo la maldita. Ciudad 4e Sodoma. âu^ singuUuridad es, 

Tûffim //. dilTeatro. £ que 



66 .'HisTOMAiNAram^. 

nito para él 4 y lo mkase tambien bon àdmîraddoVy sobre- 
salto , se le représenta xt lo^mismo que despues dixo £ 
los suyos. 

'^6 Otro Indiano , diputado de la Provinda de Pam- 
panga à la IsladeXu^on ^ parai peprsuadir àsus^pompatrio- 
tas vque se sqjetasen ila dominacion Espafiola, ponderàn- 
doles las espàntosas miq\Ânzs\ y prodigiosos efeélos de la 
Artilleria , les dlxo , que aquellas bolas de hierro que dis-^ 
paraban los canones ^ ibao saltando de xxx>atafia en monta- 

que siendo mtijrfaermosais ilz vista,^ abKéniiote ^ nada se halla den- 
tro 8ino ceniza. HenricoMaùndrell , que vîsitô con curioridad aquel 
Lago , y sus contornos 9 dice en. la Relacion de su viage de Alepo i 
Jerusalen , que no hay al rededor deel Lago arbol alguno , que pue* 
da producir aquellas manzanas , ni otras. Anade « que es tambien 
faiso lo que escribio.Josefo ; y înfinitos creen â Josefo , que nadie 
pUede sumergitse 'en iaquel Li^ «, porque las aguas , sîn dtligencia 
alguna de parte deel que quiere hacer la prueba , le sostîenen. Dice 
Josefo , que el Empeiiauior Vespasiano hizo arrojar en el Lago dos 
hombres atados pies , v manos , y que no se sumergieron. Niega el 
asenso i. esta Htstoria Maundrel , que nado en aquel Lago , y expe- 
rimentô lo contrario ; aunque confiesa, que sus aguas ayudan a sos- 
tener el cuerpo algo mas que las de otros Lagos , y Bios» Porloque 
mira â las Manatanas de Sodoma es de créer , que la bella aluslon que 
tiene esta especie à la engaiiosa apariencia de los bienes mundanos, 
y deieytes terrenos , la hizo inventar , y extender. Aunque tambien 
es posible quehubieseun tîempoj las roârgenes de el Lago , ârboles 
que diesen las expresadas Manzanas , y que falten boy. 

2Z Concluyo con dos errores de la Historia Natural pertenecien* 
tes â fuentcs situadas dentro de Espana. £1 primero es verisimil que 
sea comun en otras Naciones ; bien que en Espana no es posible 
haya difundido mucho. £1 Padre Regnault en el Tomo a. convér* 
sac. 12. citando i la Biblioteca 'Natural , dice que en la Ciudad 
de Orense , situada en Galicia , una parte del Pueblo todo el ano 
eoza las delictas de la Primavera , y los frutos del Otoîto , i causa 
de sus aguas hirbientes , cuyos vapores » y exhalaciones calientan el 
ayre ; entre tanto que la otra parte , por estar colocada al pie de 
una montana friîsima , que la priva de el calor de el Sol ^ padece 
los rigores de los mas prolongados Inviernos. Tpdo lo dicho es muy 
contrario i la verdad. No hay tal montaiîa frîîsima inmediata i Oren- 
se : no hay montaiîa que estorbe el goce del Sol à parte alguna de 
la Ciudad i ni liay tal Pxîinavera » 6 Otooo continuos en parte algu- 
na 



DlSCUK50 S£CUNDO« ' 6/ 

na:^ tàn pttap v^basta que trdpezando con algun hbmbre, 
le mataban. Esta mentira fiie dicha coa éstudio , y malicia^ ^ 
para aterrar aquella gente ^ que nunca habia vistô la artille* 
ria; pues el Indio no habia visto cosa alguna que pudiese 
imprimirle seiâejanfee éspecîe. 

77 . Aigûnoidelos pffimçrosJSspanoles^ que pasaron i 
la Améfka^iîQ'fii&rDixiiias fieles^.en la nptfqia que dieroii 
de los ladios^ que estos Indios en là que dleroti de los Es- 
panoles; pues kîsGigantes del Estrecha de Magallanes ya 

nailea4iie|jterrkbriû; ni Jas a^as birbientesv de 0)m»t distifiguen> 
eo ofden ào^ry y friq uoa parie del PueH^^de pa o^if^» Lasc/uca-L 
tes de.agua hirt3ifntc& ,'iainosa^ 4câde .el tieqapo |de./^: {tprnanfM^- 
por quîenes Orense tuvo en la antigiiedad el nombre de Açuie ca/iéitè^ 
cstân fuera de la Ciudad , aunque muy inmediatas âella. Yo siendo 
Jiino de diez £ once anos , pasé junto i elias en ei cigor de] Invier-' 
no , aîn que sintie^e' meno$ Stîo' i veîMt ^6 beinta ^asbs de distan« 
dade eUas ^ queti itn <].uar^. île léguai itj^hti»kh, Ms «ierto.que se> 
levantan de las fyeates , y de u|i estanque dp^de^ij vierteo: ^pv^pq^f^ 
muy çalientes , y muy visibles ; pèro el ambfente jfrio , que por todas 
partes los opugna , prontamente los despoja del calor. Lo que puedo 
asegtiràr es , que mucho mas se extiendc el mal olor , que el calor 
de les vapores* . . , • r , . . ;. 

. xz. He dicho que este enror sera acasa.comun en- otras Nacionet^ 
Son letdos de casi todp el Mundo loa libres que le contieiiéti. Sertb 
creida la noticia ^ y esta muy lexQs el desengaRo. Peraesto mismo defoe 
hacer cauta nuestra credulidad en orden â los prodigios naturales , que 
se leen en varios Autores, ô que nos cuentan los Vîageros* Los dos scn^ 
tidos vîsta ^ y oîdo > son en una cosa muy 4iv.eri$os» Enaquel tanto 
mas se aj>iilta la representacion de. los obje^tps ^ .quanio estaa maa. 
(uroximosi en este tfcimo mas , quaœo estân mas.-distant^. ■ 
. 23 El segundo etrof se haUa esparcido ^a înAumerabies libros} 7» 
si no fu^e error, serîa el mayor prodigio de la naturalei^a entre quan- 
tes contiene el imbito del Orbe. En Portu|;al > cerca de la Villa de 
Tentugal , dos léguas de Coûnbra « en im Dugap que llaœao Cadima 
hay una f ucnte ( opn mas propiedad $e (ii^edelHaoïar^Liago ) que qcu« 
pa el Âm)>itofdeunap6qttenacasa».De^eftt((Lagj^icscffibea innûmerablea 
Aotones, que atiiahe, y 3d(9>e ^uai^to â-corc^'dîaUi>c«a se ftcejca i éL Yo, 
dificultaudô el asemo & tan eètrana mapa/vilU:> solicité noticias mai sei-l 
guras de Portugal , y aun dd mismo sitio donde «sti la fuente* Lo 
que halle cierto ea>»:quQ.l« agua esta en coutinuomovimiento, co- 
rnu de herbor , por cuya razon los naturales la llaman à Ecnic Fer^ 

£ 2 *''«- 



68 * HisTORTA Natukal.. 

sç hàa desapatecido , y ashnismoctras Gclisas'.qiie hàbian 
cpntadoia^à losprimeros Viagères. ' .i 

78 La quàrta , y ùltima advertenda es , que en orden 
 las cosas naturales no se debe bacer juicio por las noti- 
cias que se hallan en libros Expositivos ^ 6 M<»rales , aun- 
q)fe]Seandje,los masëxcelèntes , y acredttados Antôres.^ La 
Tfizonies <!. porqiie< para traei las cosasnatutale^ para sim- 
bolo , expÛcacion , 6 simil de las morales (que es él uto que 
tknen en semejantes Libros) no se examina en la noticia 
I4 verdad , sino la proporcion. Asi , aun en los Santos Pa« 
dres se leen apUcados , comô stmiies; el Benbt v el Peliëa- 
no , los Orîfos , las Syrerias , sin que' por eso se constJtu- 
yesen fladores de là exîstenda de tàlès animales. Aun las 
ficclones manifestas se admiten al uso de la moralidad, co- 
mo los Apàlogo^ , y las Paràbolas.. 
. 79 Aun quando losSaiktos Padres hablan aserti vamente 
en lascosadnaturatesque^Hos Msmos no han visto,6 expe- 
rîmentadô , no és'^ii ésfa parte sil autôridàdde tanto peso, 
que deba sujetàr nuestro dlâamen contra qualquiera argu- 

.. ,'. :■./ ,i .... ..... ' , men- 

vittza ; 7 que qualquiera cosa que cae en ella, al momcnto es su- 
mergida^ de mt)do'qiM ncv païectf mas. Le detatraec lo! que se acer- 
cày ts iatso entenimente.: £filte ferionietto se>ex[iltca- faciifsimamente, 
saponîendo aUi una oculta eataHaâa , o precipicia, que vulgarrmente 
llaman Olla. 

24 Con laocasion de soHcttar la noticia dicha , adqutn la de que 
& corta distancia de ht Fùéntf Fir^enxa hajr un Lago profuodîsîmo , i 
cu)ra supefficiè^se han visto'â ttécB'izMupeàaasûsde Ni&vHa^ lo que 
arguye que tiene comunioacion/coii d Oeéanow- Pliaio da tiMfda de 
ettos dbs Lagos ,• aurrique exâ*«rada la repulsion qàe Ot^ce él*segun- 
do , lib. 2. cap. 103. Êstas' son sus palabras ; fn Cartmnsi Hispania 
agro duo fontes ju^ta âmtnt ^ alier cmnia nsputns ^ ûlttr absorbem» £1 
salir à la superficie de el Lago Chadêfas') ti ôtras^ ma^tas levés , que 
se le coi9uhi<:an ide.4( Mar , daria^moriyo'^ 4a exâgeradon de ùmnU 
r/i^#«T« Eh^algun^» «xem^lares âhttgaosdr;Biîiii0'âïvkfc^ ^ lu- 
gar A^Caftitmsi irgro i Oàtûrmsi ; y^'JaGo|>o Dalecatilf io> , piguîendo 
esta ieccfon-, piisd aikexto esta: glosa : P^nYilh Qaitméftsis aèsârèens 
omniayhodii Ferventia' voeatur : ager Caiima vidnus municipio TentU" 
gallimi. Lo que concuerda perfeâamente coa la noticia que yo tuve 
en orden al sitio. t 



DiSCURSO T£RCERO. 69 

metito que haya en contrario; porque algunas veces les fal- 

taron medios para descubrir la verdad , y creyeron à este^ 

6 el otro Autor antiguo con JDuena fé, Sirva de exemplo el 

Fenix, cuya exlstencia creyeron S. Zenon , S. Ambrosio^ 

y S. Cy^riajtio ^ y usaron de él como argumento , los dos 

primeros para persuadir la resurreccioo de los hombres, 

y el teVcero para probar elconcepto de la Virgen sin con* 

çurso de varon. S. 2enon : Pbœnix , avis illa pretiosa re- 

stirreSHonis evidenter nos edocetjura , qua cum maturi leetbi 

tempos advenerit ^ à semetipsa incitât is sacris ignibus liben^ 

tissimè toncrematur : Sepulcbrum nidus ; illiefavilhe nutri-^ 

ces. Denique post mommentum festo exultât in tumilo ^ non 

umbra , sed veritas \ non iûiagû ^ sed Pbœnix (a): S. Am- 

bro^jo : Dùceat nos bœc avis (Phoénix) ^ vel exempla sut re^ 

surreSianem credere , quœ & sine exemplo , <S? sine rationis 

perceptiane , ipsa sibi insignia resurreàionis itistaurat (b): 

y mucho mas largamente en la Oradon de Fide Resurrec^ 

tUmis. S. Cipriano : f^id mirum ^ si f^irgo ctmceperit , cum 

Orientis avem ^ quam Pbœnicem vacant , in tantum sine con-* 

juge nos ci , vel renasci constet ^ ut semper & una sit , & sem^ 

per sibi ipsi nascendo^ & renascendo succédât {c). Con todo^ 

pienso que no hay hoy hombre erudlto que asienta à la 

historia dd Fënix. 

fa) Serm. de RiSurrQ. 

\bS lAh. 5. Hîxatm. cap. 23. 

Xi) In Symtêl. Ap9st. 



Tm.ILdelTeatro. E3 AR- 



70 



ARTES 

DIVINATORIAS. 

m ■ ■ ■ . ■ 

DISCURSO TERCERO. 
$. I. 

I ;TI Ara presuncîon la del honore ^ querer averiguar lo 
1a. que esté por venir! Pestanéa en lo pasado , anda 
à tientas en lo présente , y juzga tener ojos para lo future. 
Miéntenle las Historias en lo que fue ^ los sentidos en lo que 
es , y crée à vanos siienos en lo que seri. Esta extravagaa^- 
cia del entendimiento nace de desorden de la voluntad« 
Quanto esta esta mas ciega , tanto prétende que el enteo- 
dimiento sea mas lince« Grande ceguera nuestra es abrazar 
con el deseo lo iiîcito ; pero aun.mayor buscar conel dis- 
curso lo impénétrable. Desde el celebro del hombre à la 
région de los futuros contingentes no abri6 camino aigu- 
no la naturaleza ; y donde no hay senda que gtiie al tér- 
mino deseado , qualquiera rumbo que se tome lleva al pre* 
cipicîo. ^ 

a Esta ambîcîon fue el vîcîoso orîgen de tanta prâôî- 
ca supersticiosa como inventaron los anciguos Idolâtras. 
Buscaban noticias de lo venîdero en los Astros ^ en los Ele- 
mentos ^ eu los cadàveres ^ en las piedras ^ en los troncos^ 
en el acaso de las suertes , en los de^irios de los suenos , ea 
las entranas de las viâimas, en las voces de los brutos ^en 
los vuelos de las aves. A toda la Naturaleza preguntabaa 
lo que habîa de suceder ^ y crefan ofr la respuesta , por 
mas que la haltaban sorda à la consulta* De la varîedad de 
instrumentos que usaban para adivinar^deaominaroataçi- 



' DiSCURSO TERCBltO. 71 

tas Artes Divinatorias , que apenas caben eo la mçmoria los 
nombres. La Necromancia ^ 6 Nigramancià , adivinaba pot 
la inspeccion de los cadàveres; aunque despues la vulgari* 
dad hiza genérica>esta voz , para significar toda especie 
de Magia ilicita. h^Oniromancia , por los suenos: La Àrus^ 
picina , 6 Hiçrouapia , por las viâimàs: La Catoptromancia^ 
por los espejos : La Pyramancia , por el fuego : La Hydro^ 
manda , por el agua : La Aeromancia , por el ayre : La Geth- 
tnancia ^ por la tierra : La Onamomancia , por los nombres: 
La AriPbmomandA ^ i^r loï nâttieros : La Batanomancia^ 
por las hierbas: La Icbtbyomancia ^ por los peces: La 
Da&yiiomancia \ por los anillos : La Teraposcbpia , por los 
portentos , y otras muchas que omico ; pues Julio César 
Bulengero senala hasta quarenta y quatro , y no las cuenta 
todas , ni con gran parte; pues en otro Autor he visto nu^ 
ineradas hasta^ochenta y dos. 

3 Bastarà para conocer toda la extravagancia de los 
que se daban à este género de supersticiones , saber que 
habia Arte para adivinar por la cabeza del asno , y se Ha* 
maba Cephahonomancia ; otra para adivinar por el queso^ 
Uamada Tyrlscûmaneia ; otra por los higos ^ que se decia 
Sytomancia;otta por la inspeccion de las cabras , con el 
nombre JEgomancia^ 

S. IL 

4 TTAbiéndo la Religion Catôlica, enemiga irrecond- 
* xX liable de toda supersticion , desterrado las Artes 
Divinatorias (si cabe dar el nombre de Artes & los errores, 
6 sujetar â reglas los delirios) , quedaron solamente dos^ 
mas por tolerancia , que por aprobacion , la Astrologfa , y 
la Chiromancia; 6 por mejor decir, no quedaron toleradas^ 
sine escondidas debaxo del falso vélo de averiguar por ici 
temperamentos las inclînaciones , para hacer desde aqui 
trànsito conjetural i los sucesos. Los Padres , los Concitios^ 
los Te61ogos Morales las condenan ; pero i pesar de tan po- 
derosos<x>ntrarîos las mantienen en el Mundo la codicia de 
profesores embustero», y lacrèdulidad de espiritus&ioai% 

E4 De 



7a Â&T£S DlVlNATCm^U^ 

De la vanidad de la Astrologîa Judiciaria ttatamos en él 
primer Tomo. Ahora diremos algo de la Chiromancia. 

5 Es la Chiromancia un Arte que ensena à adivinar 
les sucesos del hombre por la inspeccioa de las rayas que 
tiene en la palma , 6 parte interior de la mano.Muchos Au^ 
jtores escribieron de esta farindula. De los antiguos solo ten» 
go noticia de Artemidoro de Ëfeso , que vivié en el tiempo 
de Antonino Pio , el quai di6 à luz muchos escritos de la 
adivinacion por las rayas de là mano , y por los sueSos; 
pero los primeros se perdieron. Lo que escribi6 de la adi- 
vinacion por los suefios ocupa un grue» volumen^que he 
visto en la Libreria de nuestro Monasterio de S. Mania 
de Madrid. 

6 Arist6teles parece que hizo tambien algun caso de la 
pronostkadon Chiromàatica , porque en el lubro primero 
de la Historia de los Animales ^ cap* 15. asiate à que bay 
raya en la mano , qite es fhdice de la brève, 6 larga vîda« 
«Son estas sus palabras : Pars interior manus , vola dicitur. 
Carnosa est , & scissuris vit a indicibus , distin&a : longio-^ 
ris scilicet vit ce , singulis , aut bims duSlis per tot^m ; ^e- 
vioris^ binis^ qute non longitudinem totam désignent • Lo mis*4 
mo repîte en bs Pxoblemas , dando alli uoa razon 4e estm 
significacion , que es futil , quanto puede $erlo otra. 

7 De los Modernos trataron de esta materia largameiH 
te Bartolomé Codes , de quien se daràabaxo larga noticia» 
Aodulfo Godeaios Juan de Indagîne (Luterattf)) , Juaa 
Rothmano, Sébastian Meyero, Alexandro Achilioo^y dtros, 
que citan Jorge Draudio, y el Padre Martin Delrio. Metié 
jtambien la mano en esta fabulosa Arte la supersticion Ra** 
bînica ; porque un Judio, llamado Ghedalia Ben Rabi Josef 
Jachija , publicô ei ano de 1570 un Libro de Chiromancia, 
y PhysÎQnomta, senalando por Autor de ^ à Enoch, como 
lesttfica Julio Bartoloccio en su BiblÎQteca Rabînica« 

8 Haceneseecialmente jaélancia de la inteligencia de 
esta Arte aquella espede de vagabuados , que llamamos Gi- 
tanos; con cuya ocasion dirémos algo del origeade esta 
ge^tCi) œedio doméstica , y mçdio forastera, tgo caoocida 

de 



. DnCUMO TBRCBIUQ& 73 

de todos eo ^uaoto i sus costuaihres\ como'ignorada en 
qaanto à sus principios, 

9 £1 aoo de 141 7 parecieroB la primera vez divididos 
en varias bandas en Âlemania , de donde se fiseron espar^ 
çiendo à Francîa ^ à Espana , y à otras Proviocias de Eufo* 
pa« Decian ^ que eran de una Provinda de Egipto , y que 
tenian la penicencia de peregrinarsîeteanos;6ya porque 
sus mayores habian apostatado de la Fé , y vuelto al errer 
de laGeotilidad ; 6 y a porque con sacrfl^^ gfoserfa ha- 
bian negado et hospedage i Maria , Senoira nuestra ,^uan« 
do Ueg6 fugitiva con el Divino lofante £ su. Région ( que 
uno , y otro se halla en los Autores , y uno , y otro dirian, 
variaodo la noticia , como les pareciese mas oportuno^ 
aquellos embusteros). 

10 Las costumbres (segun la descripcion que hace Se-^ 
bastian Munstero, lib, 3, Geogr.) eran entonces las misma^ 
que ahora : vaguear de unas Provincias â otras , hurtâr lo 
que podian , echar lo que Uaman buenaventura , adivinan* 
do por las rayas de la mano , vlvir casi sin Religion ^ tos 
vestidos inmundos ^ los semblantes atezados; en fin , todas 
las sefiasde geAte perdida. £1 Padre Martin Delrio les atri* 
buye tambien el crimen de hechicerf a ; y cuenta como cosa 
nocoria, y experimentada , que quando de timosna se les da 
alguna moneda , todas las demas monedas que estàn en la 
caxa ^ 6 bojsa de donde saliô aquella , se desaparecen à su 
dueiîo , y van buscandosu companera à pàrar eo poder de 
les Gitanos. Pero yo he visto muchas veces dar quartos^ â 
esta gente , sin que jamas sucedtese tal cosa ; y asi es claro 
que este Autûr sigui6 en esta parte j como en otras muchas, 
su genio crédulo en orden à hechicerias. 

. II £n quanto al Pais de donde sali6 esta gente , hay no 
poca duda. Delrio ^ sobre la fé de Aventino ^ Ëscritor de los 
AnaJes^ddlMBoyos^ creeque.viriode la £sdavooiai Pero 
como desde los princîpios empezaron à admitir en su com-^ 
panîa gente ociosa de todas las Nadones , es creible que 
casi todos los que hoy Uamamos Gitanos tengan el origeo 
delaNaoîoa donde habitan ; y. asi en Espa&a sean Espa-* 



74 ARfTES DiVfNATORIAS. 

Sohi ^ en^Francia rFranceses , &c. De aquf es , que en 
cada Reyno hablan el Idioma propio de aquel Reyno, 
sia ser meaester para eseo que sepan todas las lenguas de 
£uropa s conkOiSin fondamentb les atribuye Deirio , el quai 
coq grande* admiracîon dice^que el Gefede una bandada 
de escQs Gitanèsvquè abdaba por Castiila en su ciempo.ha^ 
blaba el CasteUano tan perfeétatnente , como si hubîese na- 
cido en Tolède ; lo quai no merece mas admiracion , que 
el que hablase i^iën el Aleman un hombre nacido -en AIe« 
m^nia ^ aunque sus abtielos fuesen de Per^a. ^ 

,12 .ËQiOrden al descuîdo de esta gentô ed materia de 
Religion 9 no es corta pruebâ lo que sucedi6 no hâ mu- 
çhos aaos en esta Ciudad de Oviedo ; y fue , que un Gita^ 
no condenado â la horca , dixo que no sabta si estaba bau-* 
tizado rV de hecho se le administré el Bautismo debaxo 
de condicion. 

< . 1 3 Volviendo à la Cbiromancia , para demostrar su fal- 
sedad , se debe advertir , que esta Arte es hljuela , 6 de- 
pendiente de la Judiciaria , por quanto supone los influxos^ 
que arbitrariamente atribuyen los Astrologos à los siete Pla* 
netas, y senala en la mano ciertostérminos donde dominan 
çstos^ y donde con caraéfcéres visibles estampan el destine 
que corresponde i laaétividad de cada uno. Asf , segun las 
reglas de la Cbiromancia^ hay en la mano un monte Ha- 
mado de Venus , donde se cifra quanto pertenece al infâme 
influxo de este Planeta : otro de Jupiter , donde se designaa 
los honores ^ y dignidades , asî Éclesiàsticas , como Secula-* 
res : otro de Marte ^ que significa las cosas bélicas^ y quan- 
^os sucèsos dependen de la ira , y del acero : otro de Satur* 
no, destinado solo à pronunciar dolores , llantos, y desdî- 
chas. De este modo se va dividiendo la palma en siete es- 
pacios ^ que son otrbs tantos territorios donde mandan , 6 
apéndicés de los vastos dominios , que poseen alli arriba 
los siete Caciques de la Esfera. 

14 . Donde se ve , que sobre la falsedad de la Judiciaria 
(plenamente demostrada en el primer Tomo) anade la Chi« 
romancia la cidîcula ficcion » de que cada Planeta imprime 

en 



.Dl$CURSO TSRCERO; 7^ 

en lamano del hombre un Almaoak particulaf de les .sifr 
pesos veaidcrosf ^rrrespondi€Dt€$ à su infiuxo. îQuiémfet 
ve]6 este secîeto i Iqs mortales? ^En quécoDjeturas se fuor 
àô el primero que avisé al Muodo esta novedad? En }a ma- 
oo hahria rayas , aunque no hubiese en el Cielo Planetas'; 
porque aquellas se sîgueo necesartamente i la complicâ* 
cioo de estemiembro oa el inateroo claustre ; y la distiiH 
cion de eHa , seSr mas;» 6 meûoa m el nàbiero^ ser inas , 6 
menos largas , mas , 6 menos profundas ^ dépende de la va* 
ria textura , carnosidad ^ y prominencia , 6 depresion de 
las partes- de la mano« 

1$ La oposkioD que hay entre los Autores de Cbiro^ 
inancia en quanto à la atribucion de los ëspacios d$ Ja pal^ 
ma i los Planetas , confirma ^ qtie cdda une disdurre â prcH 
porcion de su antojo. tJnos atribuyen à Venus el monte que 
esta à la raiz de! pulgar , y otros & Marte» iMonstruosa equi** 
vocadon , sîendo tan diversos Ioâ genios de e$tos do$ Pla^ 
netasî El que escâ4 la raiz dei dedo pequeqQ, attribuyeb 
unes i Mercurio, y otros à Venus» El triàngulov que en me*» 
dio de la mano se forma de las fineas del corazon , telebro^ 
y higado (asi.Ias llanian) , dîcen unos , que es de MerciH 
rio ^ otrûs que de Marte» Con decîr que unos ^ y otros 
mienten^està compuesta la diferencia. 
. i6; La misma voluntariedad hay en la :df!;noFBf|nadioa 
que dan à las lipeas y tomada ya de los Planetas^ ya de las 
partes principes ^ ya de las facultades del cuerpo humana 
Una se llama Hïbea.de la Luna^otra cle Jépiter^otra de Sa- 
turno;otrâ cingulo deiVenP^ otja,Vital^tr»€leoîtftlvotra 
HepiûçsL ^ otta delfielebrp ^ otra d^I corazon ; sin «haber 
ma9 razQii pis^ra todaç est^sdenomioatioftesi^ que él capm 
cho de hombres embusteros. ' > 

. 17 A los caraétei^es que se forman.en la mano v del eii^ 
cuenuodealgunas pe^ueftas linieaa^ j$s dan la isigniècacion^ 
segun4lgun»anaIog)[a>6 ajusioo^ que t^xvi^n^en. la figura del 
c9raâer,«P0ngp poiv^iceinpfo^ ut)a cru2;;)Q$pçpia{m«neesi^ e^ 
ta enel monte de Jupiter^ sîgoiàca dîgoidad JEclesi4stica;y 
tanto ma$ Rustre ^ quanta i» cjitua fuete mayor ^ y ma^ bien 

for- 



76 ArtES DlVlKATOAlAS. 

fbrmada. ^Pci'^) q^iéti nové , que si la cruz ^ cotitefflplàda 
como signa moral , puede signifîcar dignidad Eclesiéstica^ 
cou igual raizon , como signo poiftico , 6 civil ^ sigbificari 
suplîcio capital ? y ni uno , ni otro es del caso ; porque si 
la Chiromancia tuviese algun fundamento, no habia de ser 
signo moral , ni civil , sino natnral. Por la misma régla de 
anâlogfa quieren , que si en la imaniôse: observa alguna es-^ 
treUueta ; pronosttca ihistre fortuna^no^obstante que en 
est%> "hay su variedad , pues en un Libro manuscrito , que 
trataba de estas boberias^leîun tiempo^quesilaestrella esta 
en la yema del pulgar , significa muerte de hbrca. ;Notable 
extravagancia V'^ contra toda imaginable prQpordon! Yo 
ytestà e^trella en la partcséflalada à un condijx:fpulô mio^ 
hijode la Casa de S; Claudio de Léon , que luego que isa-^ 
ii6 del Colegio de Teologfa , muriô natural , y christiana* 
mente en su Monasterio. Como asimismo en otro condiscf* 
pulo , hijo de la Casa de S. Zoil de Carrion (Fr. Juan de 
Bellisca)^ expérimenté la fàlsedaddelaChiromancià^por-^ 
que ténia la mejor linea Vital que vi i liombre alguno^ 
profunda , bien impresa , seguida desde su origen sin la me- 
flor interrupcion , y tan larga , que llegaba  la articula-- 
cion der la muSecà con el hueso que mantiene al pulgan 
Con tan buena linea Vital , & pesar de los Chiromànticos, 
y kuù dd tibiknô Arist6teles , no vivi6 mas de veinte y sie-. 
te aSos ; y yo , que no la tengo coh las me|ores se&ales^ 
voy camînando , con el favor divino , para cincuenta y uno» 
- 18 Quieren protegerse los prôfesores de la Chiroman- 
cia con aquella^ palabi'as de Job : Qur in ïnanu omnium Jbth- 
minum signât^ ta nàuèfint singnti opéra sua (cap. 37^. Pe- 
roque este texto n<y lo^favofece ;se pruèba con eviaencia 
de la variedad de versiones del Hebreo , inconciliables coa 
el sentido â que le quieren traher los Chiromànticos. Sanc« 
tes Pagnino traduce el original Hebreo de este modo: P^e^ 
bementia omnes bmines claudet v ta sciant omnes éomines 
opus smmt. Vatablo de este : f^^bementiktomnem^htminem re-i 
Sludit^ quùfHinus cognoscat bomo omnes bomines operissui. £1 
Padre Deliûo dioe y que traduciendo el Hebreo palabra por 
-.1 pa- 



.DiscuRso T£RC£iia 77 

palabra, sale às{ la sentencia: In vebemetttia omnés obsigna- 

bit , ad sciendum omnes bomines opus ejus. De estas versio- 

nés se colige , que la expresion in manu de la Vulgata , es 

sietaf6rica;y traida al sentido propio, signiiica vehemen- 

cia ^ 6 fortaleza : con que prescindiendo de quâl seael ge- 

nuino sentido del fexto (que â la verdad es rec6ndito ) es 

daro que dd eselquele quieren dar los Chiromânticos, 

pues ho sç habla en él de la mano del hombre ^ como sue- 

Da la corteza de la Vulgata ; y asî perdié tambien su tra- 

bajoel Doâîsioio Vallès en el dlscurso de una ingeniosa ex^ 

posicioD moral que diài estetexto (<i) : pues procède sobre 

el falso supuesto de que la mano se debe entender en él co-*. 

mo suena. Rediicese à decir , que siendo la mano bumana, 

por las ventajas de su organizacion sobre las de todos los 

hrutos 9 instrumento proporcionado à un agente raclonal 

œo su mîsma estruAura , le esta avisando al hombre que 

debe obrar conforme à la ley de la razon. 

- 19 Arguyen tambien los Chiromânticos con la expe- 

riencia , aunque limitada â tan pocos exemplares , que su 

escaséz viene à ser prueba en contrario : al modo que el 

que para probar que es rico muestra poco dinero , con eso 

mismo prueba que es pobre. Refiérese que un Griego por 

la înspeocioQ de la mano pronosticô à Alexandro de Médi* 

cls 9 primer Duque de Toscana , muerte violenta , dando 

tan précisas senas del homicida^ que solo convenian à Lau- 

rencio de Médicis^ primo suyo, que en efedo fue el matador. 

OQ Pero lo mas plausible que hay en esta materia son 

las predicdooes de Bartolomé Codes , Bolônés, sefialado 

entre tôdos por el mas famoso Chiromântîco , y Physîog- 

aomista, que hasta ahora se conocio. Predixo à Lucas Gau- 

rico , famoso Astrélogo Judiciario , que habia de padecer 

iaocentemente un terrible suplicio ; y bien que Gaurlco se 

burfi&'xiel ^pronéstico por no haber leido en las estrellas 

tai seateocia ytaa?d6 poco tiempo en llevar tratade cuerda 

de orded de Juan BentiboUo ^ Tirano de Bolonia , irritado 

con- 
(a) . PbUosçpb. Sacra > Mp. 32. 



78 ArTES DlVINATORIAS, 

contra el Âstr61ogo , porque supo que le hàbia ^onostica- 
do la expulsion de Bolonia antes de acabarse el ano. A 
Hermès de BentiboUo ^ hijo del Tirano , predixo el mismo 
Codes , que habia de morir desterrado en la campafia : de 
lo quai enqjado Hermès ^ se sirviô de un tal Copon , 6 Ca- 
poni para que matase à Codes, como lo hizo , dàndole con 
una hacha en la cabeza. Lo mas admirable ea este suceso 
fue , que Codes habia adivinado que habia de morir de 
un golpe en la cabeza , y asî andaba guarnecido de una 
celada; y no solo eso , mas al mismo Copon , viéndble la 
mano < le habia dicho que muy en brève cometeria un in* 
justisimo homiddio. 

2 1 Pero estas nar radones no me hacen alguna fuerza. 
Los maravillosos pronôsticos de Codes , aunque se hallan 
escritos acordemente por Delrio , Beyerlink ^ Moreri , y es- 
te dta â Varillas en las Aaecdotas de Florencia , todos los 
trasladaron de Paulo Jovio (en los Elogiosdé Varones Doc*- 
tos^ fol.67), Autor mas acreditado de élégante que de veridi- 
co. Pero aun quando todo lo alegado fuese verdad^nadapro* 
barîa.2Quémucho que entre millares demillaresde pronôs-« 
ticos porlasrayasdelamano,tres,6quatrohayan salidocier-^ 
tos? Para esto no es menester arte,basta la casualidad. El ha- 
ber sido tan pocos muestra que el acierto se le debiô al acaso. 

22 Tambien se debe advertir , que à veces las mis- 
mas predicciones influyen en los sucesos , disponiendo los 
inimos de los executores. Sirva de exemplo el caso de Aie- 
xandro deMédicis. Habiéndole dicho à este Principe el 
ChiromantaGriego , que uqo de sus mas intimais, de cuer*- 
po gracil, color amarillo, genio tàdturno, insociable pa- 
ra los demas (senas que solo concurrian en Laurencio de 
Médicis) , le habia de matar , es natural que mirase con 
desconfianza , y ojerîza i Laurencio ; la quai , percitnda de 
este , le incitase à matar alevosamente al que ya conside* 
raba su enemigo. Y en caso que Alexandro desprectase el 
pron6stico ( como parece cierto , en caso que le hubiese, 
pues de la Historia consta , que siempre se fi6 de él , has- 
ta que la coniianza le fue fatal ) es natural que se le par- 
ti- 



I 



DiscuRso Tercero. 79 

ticipase al alevûso amis^o ; y este , como hombre de ge- 
nio saspicéz j y melancolico , receloso de la impresion que 
podria faacer contra él la prediccion del Griego en el es- 
pîritu de Alexandre, determinase quitarle la vida , miran- 
do i la seguridad propia. Aquel Copon , que mat6 i Co- 
des , es veridmii que no le hubiese muerto , si Codes no 
le hubiera disgustado con el vatidnio de que habîa de 
ser homidda : y la prediccion de que habia de recibir el 
golpe fatal en la cabeza , pudo indudr al matador à he- 
rirle en aquella parte , donde por la prediccion creîa que 
no habia de ser vano el golpe. En fin ^ unos versos de Gui- 
don Pôstfaumo , que cita Paulo Jovio en elogio de los vati- 
cîmos de Codes , no le pintan tan verâz como el mismo 
Jovio quiere ; pues el primer distico da i entender , que 
era mas artificioso en hacer créer sus predicciones , que 
feliz en acertarlas. 

Qftis melior votes , quis Coclite verior augura 
FaJsa canit ; atque bac cogit babere fidem. 

S. ni- 

a3 TMpugnada asi la Chiromancia ^ diremos algo de 
JL btràs Artes Divinatorias^que conservan aûn algu« 
nos genios supersticiosos entre los Christianos. 

a4 La mas comun en todos tiempos Aie la Oniromancia^ 
que significa Arte de adivinar por los sueiios. Algunos Fil6* 
sofbs han patrodnadoesta Arte^y entre ellos no pocoAris- 
t6teles en el libroque escribiô de Pnesensione per sammm^ 
donde concède alguna facultad de prévenir los futuros 
en el sueno à la gente ignorante , y estàpida. Galenotam* 
bien coniiesa que se aplic6 à la Medicina por un sueno que 
tuvo su padre ; y en cierta ocasion hizo sangrar â un en- 
ferœo porque sono que le convenia. 

as Pero las Sagradas Letras en varias partes; condenan 
esta Arte por supersticiosa; sin embargo, de ellas mismas 
consta que algunas veces manifesta Dios à sus escogidos 
en la tranquilidad del sueno sus arcanos ; mas como esto 
sea muy raro , es contra la prudencia , y contra la Religion 

dar 



8o ARTES DiViNATOaXAS. 

dar asenso i las vagas ocurrencias de la fantasfa , si no es 
que Dios , con el modo que puede hacerlo , y lo hizo coa 
algunos Santos , imprima una especie fixa , de que es la- 
cucion suya aquella representacion imaginaria. Esto es lo 
que diô à entender S. Gregorio en el Libro quarto de 
los Diâlogos y cap. 48. quaddo dixo que los sîervos de 
Dios tienen alla en el seno mas oculto de la mente uninex- 
plicable modo de discernir quando Dios les habla en sue- 
nos : Quodam intima sapore discernunt. 

26 Los Médicos quîeren que se. observen los sueîios^ 
como senales del tempieramento de los coerpos , 6 intem- 
périe de los humores. Dicen que el bilioso » 6 colérico sue- 
na rinasvbatallas, incendios: el pituitoso, Uuvias, y naufra-* 
gios;y asî de los demas.Tenga esto la probabilidad que qui- 
sieren , decimos que el vaticinar por los suenos carece 
de toda probabilidad. Los que han escrito reglas para es* 
te género de vatictoio , est an tan encontrados , que unos 
quieren que se observe la analogîa ; esto es^, alguna semé- 
janza entre la representacion del sueno , y la cosa signifi- 
cada : otros, que se atienda â la desemejanza , 6 contrarie- 
dad ; conviene à saber , que se interprète el su,eno*pof con-i 
trario sentido : y otros en fin^ ni uno^ ni otrô atienden^ sino 
que senalan à los suenos los pronosticos , segun su an|tojo; 
sin observar ni alusion , ni oposicion. Las mas de las sig- 
nlficaciones que di6 Artemîdoro (Autor el que tratô mas lar- 
gamente esta materia) à los suenos, son del segundo^ y ter- 
cer género. Y el Médico Adriano Junio (a) en unos versos 
que divulg6 sobre los vaticinios de los sueiios , juntô todos 
très géneros , como se vé en los exemplos siguientes , que 
he entresacado. 
Del primer género.- Petra insidens stabili , bonam spem 

Forts Umpidus^ mentem serenam dénotât» (continet. 

Fluviiis inundans , bostilem incursum notât. 

Tentas manu ensis , auguratur prœlium. 
Del segundo géntto.-Molestias signât^ vorare dukia. 

Si 

[a) Apud Joan. Zahn. tom» 3. Mundi ACrab. fd. i88. 



DiSCURSO TfiRCEUO. ftl 

' Si somriîans ridebis , angor te premet\ 
Sed sifieas , repkberis tune gaudiis. 
Aurum t entre somnians , voio excèdes. 
Del tercer géoero.-^(?/rw edere^ CavWa scurrarumnotati 
Contesta lactuca , indicat morbum gravent 
yinum bibentem ^pugna te manet gravis. 
Clavos tenens^ ab boste periculum cave. 
^7 Sin embargo , lo mas comun es discurrir las predic^ 
ciones de los suefios por via de alusion , ô analogia ; pero 
aun limitâadose à este recinto , puede qualqulera especie 
sonada sigoificar muchas cosas diferentes , y opuestas , por 
ser casi inoumerables las alusiones que en qualquiera es- 
pede se pueden contemplar , segun los visos à que se mira. 
Soo6 Darfo ^ antes de batallar con Âlexandro , que. veia 
eocendidas grandes Hamas en el Exército enemigo , lo que 
declararon sus Magos ser presagîo de la Victoria. Plutarco, 
que lo refiere ^ como habla despues del suceso , dice que 
aounciaba lu contrario. Lo cierto es , que el sueno hacia 
alusipn à uno , y otro , y que ni uno , ni otro significaba. 
César ^ estando en Espana , son6^ segun la relaclon de Dion 
Casio , que cometia incesto con su propia madré ; y este 
Historiador atribuye â este torpfsimo sueno la signiécacioa 
de que César habla de ser dueno del Imperio Romano. De 
este modo no hay suceso prôspero , ni ad verso, que no pue- 
da pronosticarse por los suefios, porque para todo hay alu- 
siones* 

S. IV. 
28' APanlomancia se llama la adivinacion por las cosas 
•^ que casualmente se encuentran. Con ser esta ob- 
servacion sumamente supersticiosa , y vana, algunos hom« 
bres grandes cayeron en ella. Gasendo en la Vida de Ty-- 
cbo Brahe dice , que este insigne Astronome , si .al salir 
de casa encontraba alguna vieja , lo ténia â mal agiiero, 
y volvia à recogerse. Y Pedro Mateoen la Historia de 
Luis XI. refiere , que el Conde de Armanac ténia para si 
por infausto el encuentro de qualquiera Inglés. 

a9 El nombre de Aguero , aunque es como génerico 
Tom.ILdelTeatro. F pa- 



82 AkTES DiVINATORIAS» 

para algunas especies de adivioacion , se aplica especial* 
mente à aquella que se hace por los accidentes impensa- 
dos ^ que ocurren ^ roayorroenie en el principio , 6 progre- 
sa de algun negociado , interpretândolos àcia la prosperi- 
dad, ô adversidad, segun el semblante que tienen* Esta 
supersticion en todos tiempos tuvo séquito en el vulgo, y 
siempre hicieron burla de ella los bombres de juicio» Dié- 
ronle noticia à Sôcrates , como de un suceso de mal agiie- 
ro, que los ratones iiabian comido unos zapatos suyos. Res* 
pondiô con serenidad el Fil6sofo , que si le dixesen que 
sus zapatos habian comido à los ratones , le pondrlan en 
gravisimo cuidado; pero que una cosa tan natural como 
comer los ratones à los zapatos , no debia ocasionarle el 
menor susto. 

30 Algunos con prudente "agudeza dieron prospéra ia** 
terpretacion à los accidentes, que tenian semblante de io- 
faustos, â fin de precaver la cotasternacion del vulgo.Tro- 
pez6 9 y cayô Scipion al poner el pie en la Africa ; y vien- 
do que lo habian de tener los Soldados é mal agiiero j cod 
ingenio pronto acudiô â torcerle i la parte favorable , di- 
ciendo : Teneo te Africa. En mis brazos te tengo , é Afnca. 
Con esto se animé la soldadesca , creyendo que en el iœ* 
pensado accidente de tocar el Caudillo con las manos el 
Africano suelo, significaba el Cielo la entrega de él al do- 
minio Romano. Muy semejante fue la agudeza del Graa 
Capitan en la batalla de Cirinola. Peg6se fuego por des- 
cuido à un carro de p61vora en nuestro Exército : desma- 
yaban los Soldados , dando al accidente interpretacion à- 
niestra ; â cuya consternacion * ocurriô el General , dicieo- 
do en aJta voz : Ammo , Soldados , que este es buen amrh 
fia , pues ya elCieh célébra con lunànarias nuestra vi&oria* 

31 Puede esta observacioo exlmirse de supersticiosa 
quando la casualidad observada por la alusion que tieoe, 
sirve de excitativo ocasional de alguna especie , la quai 
por si misma représenta como verisimil el suceso futuro. 
Pondre exemplo en un suceso que he leido. Un joven ena- 
morado saliô i pasear à la orilla del mar ^ al tiempo que 

aca- 



. DiscvRso Tbrcerçu e^ 

acababa de dar vuelta del mismo sitio la muger â quien 
estaba inclinado , y de quien era correspondido. HalIé que 
esta habia escrito en la arena ua testlnocoio de que séria 
siempre firme. Leyôlecon sumo gozo, y se detuvoun ra* 
to coQtemplândole , arrebatado en uo deleice extâtico. Es* 
taodo en esta suspeasion ^ una onda del mar ^ que se avan* 
zômas que las otras, llegô adonde estaban las letras^ y 
las borrô. Âqui fue el descoosueio del pobre amante , que 
lu^o empezô à condenar su necedad en haber dado aseo.- 
ao à un testimonio escrito en arena « y vecino alagua, que 
Gon estas circunstancias representaba la inconstancia de su 
dicha. Si en este caso el accidente de borrarse tan presto 
la escritura se aprehendiese como anuncio de que la mu« 
gerhabiade mudar luegode propôsito, séria observacion 
5upersticiosa ; pero si solo congojase i aquel mancebo, por 
despertar en su imaginacion la comun idea de la incons- 
tancia de las mugeres, la quai, por si misma , le represeti- 
taria como muy verisimil lia mudanza futura de su dama, 
nadahabrfa en esto de agorerîa» Esu régla puede servir 
para ocurrir â algunos escrùpulos en casos semejantes. 

32 Aritbmomancia se llama la adivinacion por los nû-« 
meros, y Onomomancia por los nombres. De estas dos es- 
pecteS) mezclando tambien algo de Astrologfa, secompo- 
iie aquella adivinacion , que llaman de la Rueda de Beda^ 
arcanè de grande estimacîon entre los que le ignoran , en 
coosideracion del Vénérable Autor, i quien le atribuyen. 
'Su artificio es el siguiente. Describese en tabla, 6 papel un 
cfrculo , ô rueda , que tiene como un palmo de diàmetro, 
y en el circulo se ioscribe una crus i en cuyoâ quatro bra- 
oqs se ponen unos numéros , en cada uno siete , y distintos 
eii cada uno vcomprehendiendo entre todos desde la unidad 
«hasta el numéro a8. inclusive. Donde terminan los quatre 
brazos se reparten estas quatro inscripciones : Mers major^ 
fnorsminor^ vUa fmgor^vita mnor. Usase de esta Rueda 
para averiguar si el que esta enferme vivirâ , 6 morirà ; si 
el que sale â desaBo venceré ,6 sera vencido; quâl de los 
pretendientes de algun puesto lo llevari; yotrascosas se- 

F a me- 



^4 Artes Divin atori as. 

niejantés:en que es condicion précisa saber el diaen que 
se ha de conferir el puesto ^ 6 se ha de renir el desafio « 6 
el doliente cay6^enferfnou El uso es de este modo. Mirase 
el valor numérico de. las letras de que consta el nombre del 
sugetOt cuya fortuna se examina segun el Aifabeto Griego 
(hablo del Aifabeto numéral) en que à cada letra voUiota- 
riamente se le atribuyô el valor de cierto numéro ^creciendo 
el nàmero^ segun la progresion del Aifabeto : asi la^f vale i ^ 
la £ 2 9 la G 9 que en el Aifabeto Griego es la tercera letra, 
aunque en el Latino séptima ^ vale 3. De este modo hasta la /« 
6 jota t que es la décima , van creciendo en .unidad ; desde 
la jota hasta la S se aumentan por decenarios , y desde la 
S hasta acabar por centenarios. Es verdad que el Aifabeto 
Latino no tiene tantas letras como el Griego « y asf no so^ 
be â tan crecido numéro. Sûmanse , pues , los numéros cor«» 
respondientes â todas las letras del nombre: hechoesto, se 
atiende que dia del mes lunar es aquel en que vino la en-* 
fermedad ^ 6 se ha de proveer et puesto ^ 6 renir el desafio; 
y el numéro de los dias del mes lunar , que corren hasta 
aquel tiempo , se agrega i los numéros del nombre. I4| 
«ûma total que résulta se parte por 28 ; y aquel numéro 
iresiduo « que , hecha la particion ^ queda sin divldirse, por 
ser menor que el partidor 28 ^ se va â ver en que brazo de 
Ja cruz se halla ^ y segun la insçrlpcion correspondiçate â 
aquel brazo 9 se prenuncia del mal , 6 buen stiçe».«Pongo 
el exemplo en el caso de averiguar el éxito de nna en» 
fermedad. Si el numéro se halla enel brazo dondeestâm^r 
major ^ significa muerte; en el de fnors minor^ enfermedad 
terga, y trabajosa;en éidt vita major ^ pronta^ y perfecta 
mejoria ; en el de vita minor ^dificil, y prolixa convaleceiB- 
cia. A esta proporcioa se discurre en los 4emas casos. Si 
DO sobra algun residuo en la particion , el numéro 28 , que 
^ el partidor , se ha de buscar en la rueda. 

33 Este es el decantado arcano (mejor dirémos rfdiculo 
trampantojo ) de que algunos hacen gran misterio entre los 
•idiotas, y de que erradamente se crée ser Autor el Vénérable 
Beda. Di6 ocasion à esta fabula el ao^çjo de ua Impresor de 

las 



DiscuRso Tercero* ' 8^ 

las Obras del Santo , que al fin dç ellas puso esta Rueda coq 
su explicacion ; bien que separada en quanto al contexto, 
y expresaodo ser Autor de ella un sabio Egypcio ^ Itaœado 
Petosiris. 

34 Sea Petosiris 9 6 sea otro el inventer ^ no necesita 

de otra impugnacion este enredo divinatorio , mas que po- 

nerse de maoifiesto. Es una fâbrica , que por esiar toda fun- 

dada en el ayre , por si misma se arruina. Es un texido de 

principios arbitcarios , que ni juntos^ ni separados lienea 

conexion alguna con el efecto. La reduccion de las letras 

à numéros , y ules numéros , no tiene fundamento el mas 

levé en la naturaleza de las cosas. Los Griegos quisierôn 

significar con taies numéros taies letras. ^No es cosa ridicu* 

la pensar , que si hubieran querido , como pudieron , signifia 

carias con otros numéros diferentes , serfa distinta de la que 

es hoy la fortuna de muchos hombre^? ^Qué mayor desati* 

no que juzgar, que de ponerse à un su^eto el nombre de 

Pedro , 6 Juan en el bautismo , dependa Ibgrar « 6 no lograr 

el puesto, vivir poco , 6 mucho? Solo puede admitirse es^ 

ta ficcion , mas que poética , para entremés de la Comedia 

de Calderon Dicta ^ y desdicba del fiombre. li que dire* 

mos quando concurren dos de un mismo nombre à la pre« 

tension, 6 al desafio. He oido responder à àlguqos , que 

en este caso se agreguen las letras del apeilido. Pero sobre 

que esa advertencia no la hizo Petosiris^ 6 el que fue in-* 

ventor de la Rueda , y asf es buscada ahora como socorro^ 

anado: lY si conviénen en nombre ,,y apeilido « como 

puede suceder , Uevarân ambos el pue^lo , siendo uno , y 

indivisible? Aun siendo diferentes los nombres , sucederi 

mucbas veces v que el residuo que queda de la particion 

del numéro , sea el mismo , 6 por lo menos cayga en la mi»* 

ma parte de la Rueda. îQué juicio harémos en este caso? 

Pero es perder el tiempo , gastarle en impugnar delirios. 



TmJlL del Teatro. F % S.V. 



86 Aarss Diyinatqrias* 

S- V-,., . ." 

'3S /^Rfimmiomancia es una especie de adiviDacion por 
^ las ceboilas » que he leîdo ; es ahora aûn muy co- 
mup en AlemaDia entre las doncellas deseosas de sabér 
qûlénes les hap de tocar por maridos. La que por este me« 
dïp supersticioso quîere averiguar su destino^ escribe ta- 
di$tintas ceboilas los nombres de todos aquellos, que proba- 
blemente pueden lograr su tnano. No qutero décir lo detnas 
que se signe en esta damnable prictica » porque considéra 
en esta materia tan ardiente la curiosidad de algùnas don^ 
cellas ^ que si llega à su noticia , querrân hacer la expe- 
riencia , atropellando lèyes divinas ^ y huroanas. 

36 Podemos juntar â las superstidones referidas la Ar- 
te ÇabaUstîca moderna ^ que viene à ser una especie de 
Onomomancia , y prétende adivinar por medio de las le-^ 
trjas de que se cèmponen los nombres ^ 6 palabras. Hé di- 
cho la Arte Cabalistica moderna , porque la antigua, aun* 
que no menos supersticiosa , era en la apariencia mas ele--> 
v4da ^ cuyà produccion fueron los Aniuletos , y Talisma* 
nes^ 6 Bguràs de los Astros , y Signos célestes , estampadas 
en mëtal^ô piedra, con que pretendia derivar sus felices 
influxos 9 y otràs invenciones seniiejantes ^ engendràdas ea ^ 
la Fllosdfia Plàt6nica ; y.educadas en la vanidad Rabfnica.^ 
Ijà Cabala ^ de que hablatnos ahôra , tiene très especies^ 
ac^un la division que hace el PadreKircher en su Edipa 
Egipciaco , Gametria , Notarica s y Themutra. La Game--, 
If /^ 9 que propiamente es: loque nosotros llamamos Ana^ 
grxmmatfsmo ^inlttpxétz una palabra trasponiendb las le- 
tràs. Los Judfps , que practican mucho la Cabala « nos mi*^ 
nlstran el exemplosiguiente de' la Escritura. En aquel tex- 
to del capft. 23 del Exôdô : Pracedetque te Angehs meus4 
la voz Hebrea ^^que corresponde â Angélus, meus\ es^ Me-i 
lachu De aquf infîeren , que este Àngel ^\ S* Miguel, 

S)orque trasponiendo las letras de la voz Melacbi , résulta 
a voz Micbael. 

37 Tal vez el acaso autoriza entre los vulgares esta 



DiscuRso Tercero. ' rff7 

clfsparatada adiyioacion. Ahorcaron en Rion , Ciudad de 
Francia, & un malbechor , llamado , segun. el dialecto 
fiacional , /InArePuion^ y un curibso noté, que trastor* 
nando las letras del nombre , y apeilido , resukafaa este 
anagrama: Pendu d Rkn ^ que quiere decir: Aborçado 
en Rion. Esto es bueno para juego ^ no pdra pronôstico; 
«pues en muchos nombres ^ segun los varies anagramas, 6 
combioaciones de letras ^ sâdrin distimas , y opuestas 
fortunas» 

38 La iV{7/iir/M interpréta la voz , tomandocada letra 
por inicial de otra palabra. Ve aqui otro exemplo Rabini- 
€0. En aquel texto del Psalino 3 : MuUi insurgunt advfr^ 
sum me\ la voz Hebri^a^ que signiBéa m»//j , se compone 
de estas letras R B J M t de aqui iofieren Ips Cabalistas « que 
ios enemigos designados en aquel texto son los Romanos, 
Jos Babylooios, los Jonios , 6 Griegos , y los Medos. îQué 
conseqiiencia tan bien sacada ! Por la.mismà régla podrlan 
iser los Rusianos , losfiactrianos , los Japones , y los M^- 
getas. La Tbemura supone que hay unas letras équivalen- 
tes de otras v y interpréta la voz ^ transmutando sus letras 
en las équivalentes. 

S. VL 
: .39 /^Ciososeri detenernos mas en impugnar semtian-* 
Vy tes ilusiooes 9 pues mQor se refotan con el des^ 
Ipredo , que çon el disdursix Notoré S10I04 ique a»n entre 
los aôtigitos (arentiles , de quienes dteceodiéron> à nuéstros 
liempqs est» , y ôtras superâtidones ^ los homfares de me- 
jor luz hacian irrision de ellas , aunque en pûblico eoniHes- 
ceodian con la ceguèra del pueblo. Ciceron en los libros 
Je Dimmahm » diKta; y eloquememente ooRvenGÎôde va- 
flss todas.^ Artes Dividatorias^^ liitinqise né se atrèviô i 
lévaotar laivoz ,de modoquelo oyese el vulgo. Con gracia 
le dice i, su bérmaûo Quinto , haUando de la Haruspicina^ 
que juzga cooyeniente sa prictica ppr causa de là Religion, 
y de la Hiepûblica ;.pero ya que estaa solos los dos , pueden 
iàqnirir , y hablatr . la <yeidad siaestorbo : Ut ùrâiar ah Ha^ 
rusfkina 9 qwm ega wdjpubttf^ cuusa ^ Gj»»muiAsqiœ nligith 

F4 nis 



88 ArTES DiVINATORIAf» 

nis coknâam cénsea\ sedsoH sumus: licet verum esquif en 
sine invidia. 

40 Alguoos practîcaban losagueros, no por religiont 
sino por polîtica; y no pudiendo tener siempre vigilante ei 
disimulo , en una , û olra ocasion se descubria , que en lo 
interior los miraban con desprecio. Estando Publio Claudio 
paradar un combate naval en la primera Guerra Pûnica^ 
consulté , por iseguir la costumbre , los agoreros ; pero di« 
ciéndole uno , que los polios que estaban en custodia para 
.aquel género dedivinaciop, llamada Auspicio , no querian 
salir à corner , los mandé echar al mar « diciendo : Puesya 
que no quieren corner^ que beban. No es menos chistoso lo 
que reiiere Polidoro Virgilio de un Judfo Uamado Mosola- 
mo. Estaban de marcha unas txospsis , donde este se halla- 
ba , y oyendo à un agorero , que las mandaba parar para 
contemplar el vuelo de un pixaro , y tomar de él vaticinio, 
prontamente levantando el arco , le dispar6 al pâxaro una 
aaeta, con que le ech6 muerto â tierra. Irritàronse contra 
^ el adivino , y otros muchos; pero él los sosegé , diciendo: 
j^Càmo quereis que esta ave supiese el suceso de nuestro via^ 
ge^ quando ignoraba su prùpia fartuna Ipues escierto que si 
striera h que Ja esperabn^no bubiera venido por aquL 

41 Habia tambiea muchos enganos en la consulta de 
las.vfcdma& A veces eran sobornados lôs agoreros para 
4ar la respisesta à gusto dél que les nntaba las manos ; y 
tambien ^ucedia eoganar al vuigo el mismo interesado en 
el proyecto ^ para que se hacia la consulta. Viendo Agesi* 
)ao constemados sus Soldados por la mukitud de eneroigos^ 
para animarlos se sirvié de este artificio« Escrihié en la pal^» 
ma de la œaoo oon grandes letras esta palabra Vicîaria ; y 
acercindose à laarav debaxb del prétexte dersrfgwiacef»^ 
monia religiosa^ al ponto que ^ abrié la vicrinia^ cogié 
su hfgado, y con destreza estampé en él las ietras que lle^ 
vaba escondidas en su propia mano. Vieron los Soldados la 
jnscripcion, y contempUndola tcpmo escritura en que el 
-Cieio se ôbligaba é: serauxUiav snyo enla liataHa ^ cônci-* 
bieroQ el aliento que era menèster para jogsar la «victof ia. 

I i $-vn. 



DxscuRso Tercsro» 89 

.tf s. VIL 

I 4a Y^^ suceso que acabo de referir , me lleva como por 
jjj la mano â descubrir la causa , por que las Arces 
Divinatorias^ tenieudo tan à la vlsta su nulidad , y falacia^ 
que es menester uoa ceguedad total para no verla , logren 
DO obstante la apllcaclon de muchos sugetos ^ y eala anti'« 
giiedad hayan poseido la veneracion de todo el Mundo , y 
Bias auD el de las Naciooes mas cultas. Verdaderamente ad« 
mira que los Griegos « y Romanos , que nos han dexado 
tantos testimouios de gente habilfsima en todo género de 
materias , fueseo tan ciegos âcia la parte de agîieros, y pre« 
sagios. Dire la que pieoso ser causa de este pernicioso er^-i^ 
ror; y esta sera la parte mas importante de este Discursc^ 
porque servira â los espîritus supersticiososdedesengano» 
43 La experiencia , que por lo comun es madré del 
acierto , no siendo bien consultada , es muchas veces causa 
del error. Los sucesos , à quien va por senda torcidaen suai 
operadooes 9 unas veces escarmientao « y otras enganan. A 
los que usan de artes divinatorias les sucede muchas vecea 
aquello que han pronosticado. De aqui infieren^ que en el 
pron6stico se previô legitimamente el suceso ; y no es eso» 
No se previé antes lo que habfa de suceder ahora. Lo que 
hay es, que sucede ahora lo que se imaginé antes, solo 
porque se creyé que sucederfa. Viene el suceso porque fue 
creido el pronôstico* Si no precediera , 6 si fuera despFe?^ 
ciado el pronôstico, no vendria el suceso. El concebir fir-» 
memente los hpmbres que ha de suceder alguna cosa , trahe 
coosigo grandes disposidones para que suceda. El que crée 
çie t^ de vencer (como se.ve en el exemplodearriba),. 
pelea con confianaa ^ y valor. El que crée que ha de aer 
venddo , 6 huye i 6 résiste con desaliento. El que , eoga<r. 
fiado dealgun Astr61ogo, se persuade à que tal ano , 6 tal 
mes ha de morir,con esta melancôlica imaginacion , que 
oprime mas , quanto mas se avecina el plazo senaiado, se 
va pudriendo los humores , y debilitando las facultades,*/ 
asi maqre qiiando creyô que iiabia de morir ; ai no io cr.e«i 

ye- 



90 AiLTfiS D1VIKÂTORIÀ& 

yera , no muriera. £1 que se asegura de que ha de lograr 
algun puesco , tenazmence prosigue eo la aplicacion de los 
medios « sin que le quebrante la frustracion de muclfos , baa- 
ta xjue entre tantos se logre alguno. 
,44 Oiras veces es mas oculto el influxo del asenso pré- 
cédente en el suceso future; mas no por eso dexa de is^ec 
muy verdadero. Pongo un exemplo en aquella especie de 
adivinacion supersttciosa , Uamada Crommiomancia , de que 
tratamos arriba. La simple donceilita , que deseosa desa-^ 
ber , que esposo ha de tener , usa de aquella supersticioo^ y 
en virtud de ella crée que lo ha de ser tal sugeto deternil* 
nado V V. g. Dionysio : y a empieza à n)irar â este hombre 
eon muy otros ojos de aquellos con que antes le miraba» 
Antes era une del pueblo , en quien ni aun acaso se pensa^ 
ba ; ahora y a es aqoel que las estrellas tienen destinado pa- 
ra su dueno. îO quin diferente personage es ya en el tea- 
tro de su idea ! Ya le halla mil gracias , que no tiene , y 
puesta' en este estado aquella mentecata ^ desea con ardor 
que sea aquello que piensa que ha de ser : porque avanzin- 
dose la imaginacion à las dependencîas mas gratas del ma«- 
trimonio , que entonces se toman como imprescindibles de. 
aquel determînado sugeto ^ no puede menos de mirarle coq 
carifio ; y un placer imaginario , es chispa que enciende ea 
el aima un fuego verdadero. A esta ansia es consiguiente 
que solicite el matrimonio con Dionysio : que le haga saber 
é este por modes directes , 6 indirectes su deseo , y acaso 
tambien el vaticinio : que à él el verse amado le mueva é 
amar : y si se le participa el pronéstico , hay de mas à nôas 
este auxiliarexcitative del fuego. Asi ^enlazadas las alnù»« 
esnaturalisimo se consiga aquella union ^ cuya exlstencia 
principalmente dépende del deseo de entrambos : mayôr-^ 
mente quando las doncellas, que se dan à estas curiostda** 
des ilicitas, se debèn discurrir mas contemplativas de sus 
propios antejos , que de los justes deseos de sus padres. És« 
le suceso , y otros semejantes autorizan aquel modo de adi- 
v|oacion ; porque no se hace reflexion al oculto influxo que 
tuvo ia credulidad en el suceso. A este mocfe y y por este 

me- 



/ 



DiscxjRso Quarto» 91 

mediolgaoaron Sectarios las demas Artes Divinatorias^ atrn 
buyendo los hombres , al ver muchas veces existeotes los 
futuros prpnosticados , à mbieriosa arte del vaticinaaie , la 
que depeodia solo de habersc creîdo el vaticinio. 



PROFECI AS 

SUPUESTAS. 

DISCURSO QUARTO. 
$.1. 

I l^rO cabiendo el conocimiento de los futuros ( como 
X^ se vî6 en el Discurso antécédente ) ni en la Arie^ ' 
ni en la Naturaleza , solo resta que puedan saberse por via 
de inspiracion. La prévision de lo venidero es privativa de 
là Deidad. Todos los futuros estan contenidos en el sellado 
libro de sus decretos, que no pueden abrir las mas alcas 
Inteligencias. Pero Dios , en todo libéral , tambien en esta 
parte io ha sido , y no solo en el estado de la Ley de Gracia; 
mas tambien en el de la Natural \ y en el de la Escrita se 
dign6 tener algunos fntimosamigos ^ â quienès fié parte de 
sus seçretos , tal vez con la facultad de propalarlos. 

a Mas como los hômbres no quieren é Dios libéral ^sî^ 
DO prôdigo j en todos tiempos se fingiercxi ( digâmoslo asi ) 
vulgarizado tan singular bieneficio. Este es uno de los ma- 
yores enganos ^ que siempre padecié la ignorancia del vuU ^ 
go. En todos tiempos , y en todas Religiones hubo estrana 
copia de profecfas sùpuestàs. Asombra lo que refiere Sueto- 
nlo dé la multitud de libres profécicos, tenidos por taies 
entre Griegos, y Romanos. Luego que^muerto Lépido^fue 
hecho Sum^ Pootlfice Oaaviano Augusto , mandé juntao 
: . to- 



gz Profscxas Scpvestas* 

todos los libres fàtîdicos (esta es la voz de que usa Suëto^ 
nio ) , escritos ya eo Griego , ya en Latin , que corrian por 
el vulgo ; y habiéndose recogido mas de dos mil , los hizo 
quemar. todos, exceptuando los libros Sibylinos ; y aun de 
estos fueron tambien algunos condenados al fuego y cotùo 
espurios. 

3 En quanto à los libros de las Sibylas, numéro, fiom« 
bres, patria,^ tiempo en que floreciçron estas mugeres, 
hay tanta disensiôn entre los Autores , que apenas se hallan 
dos concordes. Ciceron , Plinio, Plutarco , y Diodoro Sicu* 
lo no hablanslno de una Sibyla. Marciano Capéla diceque 
hubo dos , Solino très , Eliano quatro, y Varron hasta die2:» 
De la legitimidad de sus vaticinios no hay tampoco much^r 
certeza. La Historia Romana cuenta, que habiendo llegado 
à Roma là Sibyla Cumana en tiempo de Tarquino el So- 
berbio , le présenté nueve libros , pidiendo por ellos très* 
cientos escudos : burlândose el Principe , por parecerle ex- 
cesivo el precio , quemô la Sibyla los très , y por los sets 
restantes pidi6 la misma cantidad : despreciando Tarquino 
de nuevo tan extravagante demanda , quemé otros très, in« 
aistiendo, en que por los très que quedaban le dièse los très-- 
cientos escudos, y amenazando de darlos al fuego ,como 
los demas , en caso de ofrecerle menor precio. En fin , con- 
cibiendo el Principe en tan estrana resolucion algun alto 
misterio , di6 los trescientos escudos por los très libros^ 
que como cosa sagrada coloc6 debaxo de la custodia de dos 
Patricios en el Capitolio , y eran consultados por los Ro- 
manos quando se veîa en alguna grande afliccion la Repu- 
blica , hasta que abrasàndose el Capitolio en tiempo de 
Sila , ochenta y très anos antes del Nacimiento de Chris- 
to , tuvieron los très libros la misma desgracia que los otros 
seis. 

4 Deseosos los Romaoos de reparar en lo posible esta 
pérdida, enviaron sugetos, que por la Grecia,y por la Asia 
recogiesen los versos de las Sibilas , que pudiesen hallar. 
Senaladamente fueron deputados para este fin Octacilio 
Craso , y Lucio Valerio Fiacco â Attalo t Rey de Pérga- 

mo. 



DiscuRso Quarto. 93 

jnoy y juntaroQ hasta mil versos , atribuidos â las Sibylas, 
que les dieron varios particulares. De estos versos ^ dicen, 
se extraxeron aquellos fragmeDtos , que por contener cla- 
ros vaticinios^y muy circuostanciados^de la venida del 
Hijo de Dios, y de ooestra Redendon , apreciaron algunos 
Padres de la Iglesia para hacer argomemo con ellos contra 
los Geotiles. 

5 Isaac Vosio prétende que los versos Sibylinos , tnp- 

hidos à Roma por Octàcilio Cràsa^ fiieron compuçstospor 

alguQ Judio , que extraxo aquellos: vaticliak)s:de la Sagrada 

£»:rkura. Otros le conkradicen, pofqueeh4a Escfitura no 

se hallan . prediociones tan claràs ^ y^ formates de ' oucsir» 

RedencfOD^ conso' las de losyersosSîbylitios^ y asf creeti 

que estos fueroo.supuestos por aigun Gtïrisiiano e» el se- 

guodo siglo. Pero es mucho arrojo de la crf tica pensalr que 

i la gran sabiduria de los Padres mas vecinos i aquel tiem- 

po se escoodiese este engano. Bieo podrian cqnciliarse esh 

tas dos opiniones vdiciendo ^ que de hecho los versos tra«- 

faidos é Roma contenîan el vaticînjô de nuestra.Redenciôrr^ 

y de la venida del Mesias , con aquella generalidad que sb 

halla en los Profetas Sagrados, y deispues algun Cbristiano 

los aUer6 , dândoles mas clara expresion; No es prudçiKia 

tomar partido en màteria tanobscura. Lo que poderoos de^ 

€Îr es y que las çoritradicciorfes de los Autores^ sobre el nû^ 

inero, tiempo^ y otras circunstàncias de la^ Sibylas ^ n6 

dexan duda de que en su Historia se han mezclado muçhais 

fabulas; especialmente quando de la Sibyla Délfîca <» que 

algunos Itaman Artemis « se dice que fue muy anterior 

û la guerra de Troya* jDe d6nde se sac6 esta notîcia? 

Ea los Libros Sagrados no la hay : y de les Historiadores 

profanos nînguno se avanza â tanta antigiïedad y excep- 

tuando los fabulosos; que por eso los Criticos à todo el 

tiempo anterior i la guerra de Troya , Uaman el pais de 

las fabulas; 

6 Advîerto que S. Ambrosîo no hîzo de las Sîbylas el 
mîsmo concepto que S* Agusiin y S. Gerônimo^ y otros 
algunos Padres , que hablaron de ellas; pues les niega toda 

ce- 



94 Propkcias Supubstas. 

ceieste inspiracion ^ y solo les concède espfritu fan&ûa^ 
.muadaQO , y eDgâfîoso ( ia Epist.i. ad Corintb« cap. 2.) (a). 

$. IL 

7 TCuaU f> mayor duda hay en orden i los Orâculos del 
; . X Gentilîsmo. Âlgosos Autores searrojaron édeciri 
que Dunca hablaba el Demonio en los Idolos ^ si solo los 
^smo8 Sacèrdotes idéiacras , los quales coq varios estrata- 
gemas persttadiao al Pueblo ^ que le que respondlan ellos 
«ra vos de las esliatnas : citao por esta sentencia â S. Cie*- 
tsnente Alenaedrioe ^, y é Eusebio. La cnisaia siguîeron al- 
gtinos Filôsolbs^ quecita Ctceron en el libre a. de Divi* 
:nat. Aristételesteo el libro 3. de Retôrica , cap» 5. mani- 
■fiestamenteparece que esta por el mismo sentir. Pero aai 

co» 

^ {a) Natal Alexandro en la Diseitaciofi que hizo sobre los versos de 
4u Sibylas^ sigue , al parecer , la senda mas razonable. Dtce lo prU 
-•Oiero , que aqvellos de que usaton los Padres , eran partes leptimot 
de aquellas Profetisas , sia v^cio, 6 corrupcion alguna : lo quai prue* 
.1>a bien con la autoriâaâ de los mismos Padres, 

2 Dice lo segundo , que los versos Sibylinos que boy tenetnos, 
enan corruptos , vîciados , y alterados en muchas cosas. Las pruebas 
-son «condvyentes. Prîmenu £s sefttit comun de los Padrés , que no 
«httbo sotes de Moysés Escritor alguno , ni sagrado, ni profane» Peio 
jd Autor del tercer Lfbro Sibylino se supone mas antiguo que Moy* 
ses , porque predtce como future el nacimiento de Movsés , y la re- 
dencion del Pueblo Hebreo baxo la conducta de este Caudillo. Se- 
gunda. Los Padres dicen que las Sibylas fueron Gentiles , y de pro« 
sapia pagana ; pero la Sibyla Erythrea al fin dd Libro tercere se qua- 
Ixfica nuera de Neé. Tercera. S» Agustin ^ y S, Ger6nimo dicen» 
qtie las Sibylas fueron virgenes , y que Dk» les di6 el don de pro» 
fecla en premîo de la virgiuidad ; pero la que se supone Autora del 
Libro quarto, confiesa haber sido publica , y vllisima prostituta. 
Quarta. Todas las Sibylas se suponen muv anteriores i Christo; 
pero el Aster del Libre quinte dice , que vie con sus propios oies A 
incendie del Temple.de VesCa., t\ quai sucediô., como afirma Êuse- 
bie , imperande Commode » aigle y medie despues de U muene de 
•Christo. 

3 Quinta. En el Libre prîmero , el nombre de Adam se da por 
derivado de la vez Griega Ades^ ^*Quién ignora que no es Griego el 
origen de la yoz Jdam l Sexta. En d mismo Libro primero se dice, 

que 



DiscvRso Quarto» 9g 

comoT esta opinion , hablando con taota generalidad y me 
parece propasarse mucho ^ es lo mas verisimil que por la 
mayor parce sucedia asi* £n el Museo Kircheriano se lee, 
que los Sacerdotes Egipcios, y Griegos , con un género de 
tubos 5 6 trompetas parlantes ^ al modo de aquelia que rein-» 
venté en el siglo pasado el iogenioso Padre Klrcher , es- 
Gondidos tras del Idolo en parte algo distante^ encaminaban 
coa arte la voz , de suerte que al Puebio le pareciese salir 
de la boca del simulacro ; ayudaodo mucho al engafio et 
horrendo sooido , que crece à la voz dirîgida por la estre^ 
chez del tubo ; pues quieo ignora el artificio « no concibe 
que pueda ser voz humana. 

8 Pero aunque el uso del tubo era mas acomodado , y 
util para este efecto ^ sin él podian executar el mîsmo en* 
gaôo y articulando , escondidos detras de los Idolos , las res- 

pues-* 

que cl Ararat ^ donic descsnsé el Arca de Noe y es monte dte Frigia» 
Todos saben que esta en la Armenia. Séptima. En cl mismo Lioroi 
se lee , que Noé sdlo estuvo quarenta y un dias en el Arca. De la 
Escritura consta que estuvo un ano entero. Octava. En ci Libro pri- 
mero » y tercero se reiiere como Ycrdadera la Historia ic I06 Titanes, 
la quai es fabulosa. Nona» En el Libro tercero coloca el Autor en la» 
Etiopia los Pueblos de Gog , y Magog ; los qHaks , segun Josefo» 
pertenecen i la Scitia. Décima. En el mismo Libro vaticina , que 
loa Italianos serân sujetos a los Asiaticos ; lo quai hasta abora no se 
iriô» Undécima. En el Libro quinto predice , que Tibet io habia de 
conquistar i Peisia , y à Babilonia ; lo (}ue répugna i tedas las Hts^^^ 
feoriasu Duodécima. En el mismo Libro llama Francés i Trajano. 
Xodos saben que fue Espanol. Decimaterciai En el Libro octavo 
pronostica latota) ruina de Roma para el ano de 195. de la Era Chri»« 
tiana* Aun ahora subsiste. Quartadécima. En el Libro segundo su- 
pooe » siguiendo la heregta de los Milenarios , no so)o que Jerusalen 
sera restaurada , sino que Christo fixari en ella el trono de su impe^ 
rio , para gozar con los Justos todo género de delicias , asi cerpora* 
les 9 como espirituales. Puestas estas pruebas y y otras cinco que omi- 
io , deduce el citado Crîtico ^ no solo la parcial , mas aun la total sm. 
posîcion de Libres Sibylinos, que es algo mas de lo que habia 
afirmado al poner la conclusion. £x quibm omnihus , dîce , colUgitur 
auctarem 0£îo librorum y fu/ Sièyllini inscribuntur , professiom Christia-' 
num fwu€ y lingum Hebraka vira Theolagia » innao ÉistorÙB > ti* G#a- 
grapoia ptnitËU imptritumm 



gS Profecias Supvestas. 

puesf as , por algun conduâo que tuviese salida en la bodi 
de la estacua. Oe estp hallamos un exemplo en los Idolâtras 
niodernos, que refiere Juan Bauûsta Tabernieren el libre 
pcimero de sus Viages de las lodias ^ cap. i8. En el Reyno 
de Golconda hay un Idolo , famoso por las respuestas que 
da â los que van é consultarle : el cîtado Tabernier , sospe- 
cbando en ello algun engano , especialmente porque supo 
que no siempre el Idolo respondia , y algunas veces dilata- 
ba muchosdias la respuesta ^ tuvo arte para introducirse ea 
el Templo , i tiempo que estaba solitario; y registrando el 
Idolo, vi6 que habla un agugero , por donde un hombre 
podia entrar i colocarse detras de la estatua : el juicio que 
hizo por esta circunstancîà , se fortificé por la extrema ir- 
ritacion que advirti6 en un Sacerdote , que le sorprendiô al 
salir del Templo, âquien sin embargo aplacô por medio 
de dos monedas de oro (à). 

9 En el Oràculo de Delfos , que fue el mas famoso de 
la antigiiedad, es muy verisimil que se usaba del mismo 

do- 

Xû) La Sphinge era Deidad campcstre, adorada de los Egipcios. 
Habia por los campos en las cercanîas de Egipto muchas estatuas 9u* 
y^. La mas famosa era à trescientos pasos de la gran Pirâmide , y 
quatro millas del Cayro , de quien hablan Herodoto , y Plinio , en* 
careciendo su énorme grandeza. Era muy venerada esta Sphinge por 
las fespuestas que daba â las consultas que le hacian. Pero el Padre 
Sicardo > Misionçro Jesuiu , que viô la cabeza de esta Sphinge ( to- 
do el resto del cuerpo estaba sepultado en la arena ) , dice que las 
respuestas de aquel Qcâculo eran pronunciadas por los Sacerdotes; 
los quales , por un oculto canal subterraneo , se introducian en la 
cavidad del Idolo. . £1 extraordinario , y portentoso sonido que adqui* 
ria la voz con sus repercusiones en las concavidades de aquel Coloso, 
con&rmaba â los Infieles en la persuasion de que era efeâo de causa 
sobrehumana, 

2 Teodoreto lib. 5. Hist. cap. 22. despues de referir que Teo« 
filo, Obispo de Alexandrîa , a quien Uama hombre de ânimo exceU 
^o , y prudencia suma , extirpo enteramente la Idolatrîa de aquel Pue» 
blo , dice , que el medio de que se sirviô para tan glorioso triunfo, 
fue poner â los ojos de los Idolâtras el embuste de sus Sacerdotes , los 
quales les persuadian que en los Idolos les hablaban sus Deidades; 
siendo realmente ellos los que daban respuestas , y decretos por me- 
dio 



DiscOAso Quarto. 97 

dolo en cotisideracion del sitio donde se daban las res-» 
|>uestas. £1 Tripode , 6 mesa de très pies , donde se sentaba 
la Profetisa ^ estaba colocada sobre un agujero , 6 abertura 
de la tierra , por donde quando habia de responder , hu- 
meaban densas exhâlaciones, que conturbàndola el celebro, 
la ponian al parecer furiosa , y obligaban i violentas con- 
torsiones , las quales , cesando despues el humo , tambien 
œsaban ; y entonces , como interprète de la Deidad , satis- 
facia â las consultas. La astucia, que se lee en Daniel de 
los Sacerdotes de Bel, que tenian ocultas entradas al Tem« 
plo (al parecer por conduâos subterraneos , aunque la Es- 
critura no lo dice con expresion) , para corner los manjares 
que se presentaban al Idolo , persuadiendo al Pueblo que el 
Idolp los comia , bace pensar à algunos Autores , que en 
Ddfos se praéticaba semejante engaiio , y que la abertura 
de tierra se comunicaba à alguna cavema , adonde los Sa* 
cerdotes se encaminaban por oculta senda subterranea4)a-* 
ra desde ella dar sahunierio^ à la Profetisa , y aun diâarle 
las respuestas. £1 Trîpode estaba todo rodeado de laureles, 

con 

dio de las estatuas. Lo que se hizo patente descti1>tîendo la fâbrica 
interior de las estatuas , y los ocultos caminos por donde se întrodu- 
cîan â la cabidad , ô cspaldas de ellas. Las palabras de Teodoreto 
son las siguientes : Subdohs Saterdotum veteratorum machinai ioms eorum 
cculis , quoi in fraudent deduxerant , subjecit ad contemplandum. Etenim 
Sacerdotes isti statuas , quarum pars tenete , pars lignete fuerunt , eavas in^ 
trorsus effecerant ytergaque earum parietibus affigentês , vias quasdam la^ 
tenus , & obsfuras pir ipsos parietes deduxerunt ad illas. Deinde per adj^ 
ta famrum in eas tngressi vias » se in statuas ipsi abdiderant » indeque veU 
mi ex statuarum ore , quod libitum ipsis erat imperarunt , quibus auditores 
lireunventi imperata/ecerunt. Has igitur sapientissimus EpiscopuSj démo» 
Utus j Sacerdotum prastigias Populo ab illis decepto patefecit» 

3 No solo los muchos cxem plates que ha habidade esta maldita 
trampa de los Sacerdotes Gentiles , mas tambien la buena razon y me 
inclina â créer , que por la mayor parte los decretos , y respuestas de 
los Idolos 9 no tenian otro misterio. Las Historias , asî sagradas , co* 
mo profanas , hacen fé , y constituyen en grado de verdad innega- 
ble 9 que varias veces hablaba el Demonio en los Idolos. Pero que 
Dios le dièse freqûentemente esta licencia al Demonio , es cosa en 
que halto notable repugnincia. 

Tom.ILdelTeatro. G 



$8 Profecias Supvestas. 

con cuyo beheiîcio , y el del humo que salia de la caverna^ 
se robaba la vista de los circunstantes la Profetisa : cuya 
afeâada ocultacion ^ quanto facilitaba el engano^ tanto le 
hacîa mas creible. 

10 Alprincipio solo exercian aquel ministerîo tieroas 
doncellas consagradas à Diaaa , hasta que un tal Echeçrar 
tes , natural de Tesalia , que fue à visitar el Templo de 
Delfos por devocion à Apolo , y despues repitié muchas 
visitas por devocion à la Profetisa, logr6 enamorarla, y ro- 
barla. Desde entonces se estableciô ,.que no se sentase ea 
el Trîpode muger alguna de menos edad que cincuenta 
aîios: en que acaso no solo se atendiô â evitar en adelante 
otro sacrilego robo , mas tambien i no exponer en la fa- 
cilidad de una doncella la revelacioo del secreto engano 
delOrâculo. 

1 1 Opondràseme i esto el silencio del Oràculo de DeJ^ 
fos desde el tiempo del nacimiento de nuestro Redentor^ 
que afirman Suidas , Cedreno , y Nicéforo , refiriendo que 
Augusto , admirado de ver y a  Apolo naudo , instàndole 
para que le revelase la causa del silencio , recibi6 por res- 
puesta , que un Nino Hebreo ^ Dios de los Dioses , le obli- 
gaba i dexar aquel sitio , y volver al Infîerno ; y que esta 
respuesta fue articulada en los très versos siguientes« 

Me puer Hebr^eus^divos Deus ipsegubernans 
Cedere sedejtibet , tristemque redire sub orcum. . 
Aris ergo bine tacitis abscedito nostris. 
Esto prueba que las respuestas del Oràcalo eran pronun- 
ciadas por el Demonio ; pues à ser engano de los Sacerdo- 
tes , hubieran continuado en él aun despues de la venida 
del Redentor. 

1 2 Pero esta historia, bien lexos de justificarse por ver- 
dadera , sin temeridad se puede condenar por fabulosa : lo 
primero , porque del vîage , y consulta de Augusto à Apolo 
Délfico hay alto silencio en todos los Escritores Romanos: 
lo segundo, y principal , porque Clceron , que muri6 qua- 
renta y un anos antes del nacimiento de Christo , testifica, 
que ya en su tiempo , y mucho antetf^ estaba mudo aquel 

Qrâ- 



DiscuRso Quarto. 99 

Oriculo. Estas son sas palabras : Cur isto ntodojam oracula 
Delpbîs non eduntur ^ non modànostra œtate , sed jam diu^ 
ut nibil possit esse contemptius (a) ? Es verdad que en Sue^ 
tonio hallo, que de orden de Néron (mucho tiempo des- 
pues) Aie consultado el Oriculo deDelfos sobre los anos 
que habia de vivir ;y tuvo por respuesta^ que se guardase 
de los setenta y très aSos r lo que se vèrific6 , no como él 
lo entendla , y como literalmente sonaba , pues Néron no 
vivi6 mas que trèinta y dos anos ;sino en que Galba ^ que 
con su conspiracion quitô à Néron la vida , y el Imperio, 
ténia setenta y très anos. Pero esta historia^sies verdade- 
ra , no menos prueba contra el silencio del Oriculo Délfi-- 
co en el nacimiento de Christo , à quien la consulta de Ne^ 
roo fue muy posterior , que contra el dicho de Ciceroa 
Puede ser que Suetohio tomase aquella noticia de algun ru- 
mor del vulgo , que es quien diâa à los Historiadores parte 
de lo que escriben de los Principes. 

13 Para que las predicciones de los Orâculos se vérifia 
casen en la forma que las interpretaban despues de ver el 
éxito, no era menester que las diâase la perspicaciadia- 
bôUca ; bastaba la sagacidad humana. O eran las respues^ 
tas ambiguas , y obscuras ^ de modo que pudiesen aplicarse 
i diferentes , y aun à opuestos sucesos ; 6 si se daban con 
mas determinacion , no correspondiendo despues el suceso, 
se le buscaba i la profecfa alguna explicacion metafôrica. 
Verdaderamente para taies vaticinios no eran menester 
mas Demonios que Sacerdotes embusteros. 

14 En tiempo de Luciano , un tal Alexandro Abonoti- 
chita , hombre de prodigiosa astucia , fundé en Paflagonia 
un Oriculo de Esculapio. Sirvi6se para este efeéto de una 
serpiente mansa de Macedonia , à quien habia criado (hay- 
las en aquella région de casta que no muerden), y en quien 
por medio de raros estratagemas hizo créer que residia 
aquella Deidad. Recibfa en cédulas [selladas las consultas 
que le querian haoer , y à otro dia volvia en ellas ^ selladas 

G 2 en 

(a) Lit, 2. de Divinat. 



loo Profecias Supuestas. 

en la forma que se las habian entregado , debaxo'de la pre^ 
gunta la respuesta , porque ténia secreto para abrirlas sin 
romper el papel , ni vîolar el sello. Atribuyéndose esto à 
milagro indubitable de la Deidad , vol6 la fama del Orà- 
culo à todas partes, de modo que auhde Roma iban â cou- 
^ultarle. Las respuestas siempre tenian alguna ambigiiedad 
àrtificiosa, la quai Alexandro, con maravUlosa prontitud de 
ingenio , aplicaba despues à qualquiera sucesa Baste este 
exemplar. Rutiliano , hombre principal de Roma , le pre- 
guntô que ayos^senalaria à un tierno hijo suyo. Recibi6 por 
respuesta , que i Pytâgoras , y Homero. £1 sentido natu- 
ral de esto erà , que el niiio se aplicase à la doârioa de 
aquel Filôsofo, y à la leâura de este Poeta. Muriô el lo- 
fante antes de poder hacer uno , ni otro ; y reconvenido 
Alexandro por el afiigido padre , satisfizo diciendo j que 
Esculapio , senalando à dos muertos por ayos de su hijo, 
bien claramente habia expresadosu acelerada muerte^como 
que luego icîa à gozar sus documentos al otro mundo. 

1$ Si quando el mundo estaba ya mas advertido , im 
impostor solo pudo enganar à todo el mundo , ^quinto mas 
posible fue que sucediese esto en la rudeza de los siglos ai>- 
teriores , y que fuese conspiracion de Sacerdotes embuste- 
ros la que se juzgaba respiracion de las Deidades? Ni aun 
en aquellos tiempos pareceque los hombres de mas luz pres- 
taban mucha reverencia à los Oràculos^Euripides afirmaba, 
que el mejor Oriculo de todos era aquel que entre infinitas 
mentiras decia alguna verdad. Deméstenes decia , que la 
•Profetisa de DeUbs fiiipizaba : queria decir que sobornada 
por Fillpo, Rey deMacedonia , daba las respuestas que iiih- 
portaban à la poHtica ambiciosa.de aquel Principe. Cice- 
ron largamente hizoirrisioii de todos los Orâculos del Gen- 
tilismo ; y dice que enmudecieron los Oràculos desde que 
los hombres dexaron de ser simples. 

i6 No solo los sabios , mas tambien algunos Principes 
parece que consultaban los Oràculos mas por polîtica^ que 
por religion. £1 ver que siempre , 6 casi siempre recibian 
respuestas favorables , hace créer que las diâaba la adula* 

cion. 



DlS0l7Jl0O;QtlAETOi< y. '\ tM 

çioQ , el ïïàkAù'46M^qidi»Ù 

Habia Agesiiao coiisultâdo sobre un . ûegocio i^ave 4 J^ir 
ter OiympiGOiyrecîbido fayorable r^puesta. Ifistâno^a 
los suyosr Iqitetolisultàje t^^eM ^^iK^Vdl^lMb^ !y! et 
h/zo la coQsattftic5àn JlnLJ0i(»to:gr»n99fsMQ«^1^^ 
Apolo , si era del misnoo parecer que su padre Jupiter. îQué 
otra cosaera este que hacer burla deuna, y otra Deidad, 
de iiào,y Qtro Oréculo?' ' ' , : 

tj Alexaddm^ negindosçle \» Prof^tis» D^l^ca | con- 
sulcàr la Deidad^ficoiiiel rootiypid9.$eraqvd^9'di9f(Q^^ 
ô iofeliees , GOQiyttfloaçia; la hlzo - vc ab Trfpodew .«Ciert<^.«Â 
que si veâerira el Oràçulo , ni maltrâtara â su aniaaado 6rn 
gaoovni despreciira la pbservaocia del rito. El graçioM 
GumpiifnieQto que en otra ocasrioq di6 A la cpndiclon que e& 
Ofieula le puso (mrâ:ser vencedor « t tnuestra tanibieaquQ 
su fé et^.die puro .«tt»|;â^niento« HaW^le sido rm^diclç^é 
que séria lt\\z en la empresa que meditaba , eoma quitase . 
la vida 2I primero que encontra$e al salir de la Ciudad. Su-. 
cedi6 que el primero que ocurriô fuç. un pobre paysanoi 
que coGKkicia un juoieoia 6Ja Gtudâd c^rg^ dftno.sé que, 
Mabd6 Alexandre que Jt matasen , notifici[|i(iQl)Q; slordeo 
del OràouJo ; i que^repticô , 6 con senciiléz « é^on 'Sgudf^ ; 
za 9 el r&stico : Que si el Orâculo habia mandado à Aiexailr 
dro matar àl primero que enconirase , no era él quien dêbia 
iiK>rir. îPues quién? dixo Alenaoïdro» Sef^or , respondià el 
paysano « el jutnento que traygo delante de mi ; pues ese es 
et primero que habeis eneontradp. Cay6,Ie«n g^aidai Aie? 
xaodra el argtimento , y hi^o maiar à la pobre bésUa. £? l'o 
quai sin du& no miré â cumplir con el Oficulo , sino à 
persmidir à su geote que cumplia 9 para ;asegurarlos en la 
coofîanza delayiAoria. 

î8 No poi! esio pretendo que alguwsveçes po t^abla$e 
el Demonio en sus Templos, y estatuas : es(o|îiera opoçer- 
me â muGbos Padres qoe loafirman: fuera de que en varias 
partes de la Escritura se habia de hombres , y mugeres que 
teoian espiritu pytoo « que es la mismio que etpfritn diabé^ 
lico divinacoRio:; ysie):l)9iPipiopôdia inspirac^ pariicur 

TmJLdelTeatro. G 3 la- 



f9X Profecias Sirrafism&I 

Uir«inaivjatMsi; pôdr(a tabUent permiUéildàsielo^I^ 
exercer ^1 mistno influxo en 1m tnkiistros de sus Teisplos» 
Lo que jiizgo es , que aunque 42na , A ocra vez suoedia asf, 
16 mas'fi-eqoèntè'eiia s» artiMo de los CDisniD^ Miaistros 
^aiia «i^ttrarM ta^ veuêrâtiôa dedos^ Pseblosi 

. ^ ^ $.111. 

19 T^Uera de la falsedad de los Orâculoa , abundaron 
J/ bai^atèmeocé los^Gentiles eu fibulas de aqu?llos 
que por itispiriicion se dedan Profetas. L<^ mas oétebres 
foeroo y 'eaitre los Griégôs ^ Orfeo ^ jr Melampodes^ entre 
los Româdos Marcid: entre los Egipcios el Trtsmegisto: 
entre los Persas Zoroastro t entre los Hyperboreos Abaris 
encre los GecasZamoIxis* Celîo Rhodigioio hall6 eoanti* 
guos Eséfkores;, que â los^ Afgftfnâutas acompaftaron en su 
cxpedfcion tresProfetas, Mo)^,Idmoii, y Amphiarao. 
£1 prtinero de estos qued6 con tànta opinion de ctertoen 
sus predlcctones , queera modo vulgar de ponderar la ve- 
racidad de alguno , el decir que era mas cierto que Mopso. 
Andaban^ tan baratos los Profitas entre losGentiles, que 
entre' los bijos de Prfoma se coritatlan dos, Heleno^ y la in- 
ftfliis Casaïidra; que recibiô el don de profecfa con la pen* 
sion de no ser creida jamas : y Pausanias refiere de la fa- 
tnilia de Tos Clytides en Grecia , en la 9ual era hereditario 
el don de profecfa. {Que direinos à ésto^sino que entre 
los Getkiitts hàbia tiiuchbs embùsteros, y aun familias,eo 
quienea el einbuéte era Hereditario? 
' ao No es absoliîtÀmente fmpoailble que Dios comuoi- 
que el -don de profecia à un infîel. Si Agustin , S. Cirilo 
Alexandrino, y Téodoreto afîrman , queBalaan , hombre 
Pagano , y maldîto , fue inspiradaen sus prediccionès por 
Oios , aunque otros siebfen que por el Demonio* 

ai Ptutarco , que es tenido por Autor verfdico , cueota 
que un hombre Ilamado Enarco y babiéndole referido al 
mismo Plutarco , & la sazon enfèrmo , que habia sido muerto 
( el misma Eitàrco), y resiicîtado pdto despues ; en testitto* 
niade ser verdad , le predixo à Plùtkrdo^qbe muy en brève 
' r ./ . ,:/ ; ^ me- 



^ Dacuaso Quarto* ^ 103 

mejoriat lo quai socedid/ Rero del imsmo oooiexto de la 
narractoD se coUge^ qneel tal Eoarco era un aolemne meu^ 
tiroso; pues dikoqtteloa espfritus que:hàbiaD arraacado 
su aima de su cuerpa ^ lo habiao hectio por /erro «eqaivo^ 
caodo su aima coola de.uo PellejerollamadaNicaudaiique 
al mismo liempo estaha.eofermot que sobre esio los hatw 
iacre(>ada laercemeaie el PHodpede aquellos^spfn^ns, jt' 
ordeoado que ydviesea el aima sA helado cadiver* A. la» 
verdad Plucarco en varias partes éi susescritoi mttesim 
ser bastantemeutecrédulo; y la predtcdondesamejor^Y 
padteodo ^r oatoral, no debta hacerle mucha.fueraa. ! 

a a A Léon Jsiurico ^ sieodo bijo de unourpobrei' Lm^ 
bradons ^ y tan pobre comoeilos , dos Judioâ « ntturalssidt ' 
Feoicia^ le prédixeroa que habia de aer Eimpciadordel 
Oriente « tomflndote dade eotonces la palabra de que en 
subiendo alvspliq ,:faabia de derribar todas las sagradas Imi^ 
ge^es que adorabap loa Catélioos : lo q\ial ^ cumplida la 
profeda^ iflopiameitte exécuté , reoraireoid* de eUttcanla 
palabra dada. Perp qœ aquino iniervlno iospiraeion dm<^ 
na , es claro , por ei iùiquo intênto à que miraba la predio^ 
cion. Ademas de que estos mismos Judios poco antes ^ dfr 
baxo de la misma ooodicion de derribar las. knigenes que 
haliia en los Témplos de los Christianos^ bahîaii ofreddoi 
oomo de parte de Oios , à Jeaid » Califa de vlos Sarduseoos^ 
quarenta anos de prospère reynado ; el quai , sio etaibargo^ 
fue tan brève , que aunque al puuto /brm6 Jesideledtâo 
para la abolickm de las Imâgenes, marinantes qtiese pu* 
blicase* De donde se' mfiere^ qtie escos dos bombrbsferan 
embnsteniStqueâ Dîos ry ^ ventura^ 6 at diahlbi^ y A 
desdicha^ ândsbao pronosticaiido , ypor adçideiitc algo 
aallacierto. 

23 La mas singular historia« que en esta matetia ballo^ 
es la que trahe Jo^o de la prediccion de la ruina de Jq* 
rusalen por un râstioo Hebreo ^ llamado Jesus^bijo de Aaa^ 
ni. Este bonrfMre , sieteanos antes de la déM^ladon éé aquo^ 
lia Capital , y quatro afios antes de empezar la guerra de 
Judeai quaodo los Jerosolymitanos sejuzgaban masfelices, 

G4 y 



f04 PROrECIAS SUPUBSTAS. 

jrimasageoissxietOGbsusto béliëoii etDpez6 v ud dia festi- 
voxie graiDcanourso ^i prdnUnciatep laitéi^ito estai v(h 
césr.ea. el temple^: - Vpzdel Orients \ vosf^ êkl^Occidente , t;0S!$ 
i£? ibx jTâ^afir/) vientos ^votù contra Jerusakn^y contraelTm- 
fh^ voz contra Jos nuevos maridos ^y^ reckn casadas , voz 
amtrà iodo estejVuébh* .Desde emoDcesiCOAiîoiiai&eiite, daa< 
€lp,vudta^per;hii Ciudad'tbdôs los^dtas^iy nocfaiesv^^ctia 
et mîsmb' lamentable 1 (iresagio y /co» asotebro' de-toda el 
mundoi Qûisieron aiajkrle ^ pera sin fruto ; porque auoque 
i;Kias de unatvez le atoripentaron con croielisimps azotes, 
hastadesfa«dariev]0s buesos ^ ni arroj6 un gemido ^ ni sob6 
UDà légprimpv^î^sG^^oyôiina qiieKai'Fixasief]!^ laâflia- 
^aeioiiito el4iestto2d pâblico v^coaDJvîdo^teh dolor pri<» 
taUoc,' eMf9> Ids torméntos repetîf aqtiellds fimestos^lamo- 
lest^oss; ife/Orie^^e, w% del Occèdentie r&^- lQt»rpoo(a 
tàmbîeri mHcbas veces esta exdamaciûn i.\j^dê té s 3^m^ 
sàkàl 'Repûiado ya <ie i(Mk)s por' ^aoloc^ phc^gtti6.^enipre 
dëcesteeickkloaiMôviertm^to^ X.ieg6 el 

caso de 'pmer sitioii^la Capital. ^Entonoes « cfatodoi^iuelias 
por eltntik-a, gritabafdicîendo :\^ dé la Ciadadl Ay ét\ 
Himphl Ay delPuebio}. Hasta ^qoeenfiQ se ie oyôa&adir à 
aqpeliœ , iresi ay^s >otro ây \ qaei fue el . àtinno <, de es» 
Xù6ùû^i\^2^dèvtà£iudkdl AytdeL\Templai A^delsPuàlM 
T<'ayzdB nUfobôfia ! Cdàar àdisirabile iCNiif . bîear.3csibé-de 
deidecirlo ^iquaQdo ima^^raD' piedra^ âispat:ada. de utia roi* 
qûina béliGa<i dândole en la cabez^^ iederribô .niuerto. 
•24^ Condenar esta-bistoQla pbr'&bDlosa^.solooabeeQ 
Qna^k^ta^ci-kiéa ;cpor<^f adeniasi de qùevloa^i-en lo 
^uf élojiiido siMrîgi«ipops{ iiittoa^tieiii veputado^mr Au* 
cçkfiexâl^^habiâ^^PtroUteiUj^ qiBi»9o.ilesaribi^ia 
Historia de la Guerra Judaica , infinitos Judfos,qi]e habiao 
aido heçhos .esclaves en la.fàœa de Jerusàlea^i vitta delos 
episLleàrmolxttéritUt 0D^SQcieaa^de<!:uya.ia1sedad' tsjpodian 
nedàrgbirîdcb «vM^ocia/ aA^i cengoiparai mi por ciercD ^ que 
<fÙM UtpiedadDivîiià tsa la:voz:ide.aquel bonabre v bacèr la 
âkima tiamidariaquellabastarebélde. /, 
. aS' PerouoBudiendo, ônodebiçndolossuçesps pe^e* 
• ,. J gri- 



Discviiso Quarto. 105 

griiiois set régla prtKiciicialide I98 juicîos hhmMM , e) con- 
ceptoque comaomeme se debe hacer eo quante ballanos 
escrito de predicciones de hoinbres iûfieles , es ioterveciir, 
6 mentira en las Historias , ô engaâo ^ à fanatîsmo en les 
sugetos. 

96 De esVBL ûltima claee se debeo jazgar quantos entre 
losHereges oétemaran tener^espiritu de profecia^ cotno 
MotMtio^ y «09 dos Prc^etisasIViscila^y Maxlmila , cuya 
astuds fue tanta , que por algun tiempo à los Catôlicos mia^ 
mos persuadieroD ser verdaderos Profetas. Al principlo ^ y 
mediodet sîgio pasado Qstentaron los Protestantes très Pro^ 
fêtas wyM vChrrstoba) J(Drer , hijo de u& Zui^rador en la 
Baxa Silesia , Nicolas Dravicîo « natural de Moravia « y 
Cfaristina Poniatovia ^ hija de un Polaco , apéstata de la Re- 
ligion verdadera , y juntamente dei hibito religioso. l.as 
pnyfedas de esco^tres juni6enun librootro Viaionario Pro- 
testante y Juan CttnmiOvCOQ et titulo £mx inunebris \ y 
todas toimn 4 oà* fin «que es àsegui'ar la préximai ruina de 
la Iglesias Catôlica ; por lo quai con fundamentb se sospe- 
cha que algunos Protestantes ^para aniooar é los de su par* 
tido 9 coDDpusieron esta coneertada concurrencia de los très 
Profetas en distintas Regiones« Algunos de losmismosPro4 
testâmes tuvieron ^r efeâo del fanacismcestas profecias; 
y entreellos ol Minlstro Juan^Fenel las refotô en un escrt^ 
to,que Intitulé Ignis fatuus. El Profeta Nicolas Dravicio 
es natnral que dixese muehas ;verdad6s, porquese sabeque 
erauDbuen bebedoc. 

. (^ En « Alemania^ y ^Holanda hay muchos Seâarios, qtitf 
se precisin de iàspjtados« Pero en donde reyna con excesb 
este lanarismo es en Inglaterra^ en aquella seâa que llà-^ 
man de los QuaKers,6 Tembladores, quexuvieronprinci^ 
pio de un Cordonero , llamado Jopge de Fox ^ en tiempode 
Caries Primera. Los Seâarios de esta Espcoela ^ todos ^ 6 
casi :todos se tienen por Profetas ; y se les di^ et nombre 
de Tembladores ; porqué quanda oran, 6 profetizan , afec-^* 
tan un género detrémulo movimiento. Lomasridfculoque 
en esta matsria ^ )xà vlsto^ fue lodeios Hugonotes, habi** 

ta- 



io6 Prqfegias Sufvsstas. 

tadores. de k» Cevâiesi,«que tatitainquietaron laFranciai 
«n estos anos pasados. Ëstos lenlaa Escuela de jprofecia , co- 
mo se puede tener de qualquiera Arte libéral ^ 6 mecédîca, 
la quai en suma se reducta i tomar de memorta varios tex* 
tos de la Escritura ; y el uso profético que se hacia de ellos, 
€ra* arrojarlos eo adeoiail de fariosœ, mezclados coq tmi de* 
meociasé Et Ministrb Jurieu, gran fomemador de estolse* 
jdiciosos , desde Holaoda ayudaba i inspirarlos coq dispara- 
tadas iocerprecaciones del Apocalypsi , doode à su parecar 
hallaba clara la ruina total del gobierno Pontiiicio , al prio* 
cipio para el findel sigio pasadot y despues para los prime- 
roqf anos del présente: Cœci sunt^ & d»çes ccscgrum. 

$. IV. 

08 TTEmos vagueado hasta ahora por la noruega de la 
XjL infideli&d , donde siendo la vecdad peregrioa, 
solo por accidente ransimo podriamoshaUar UQa%uoira 
prediccion verdadera. Ya salimos al pais de la lus , é la re« 
gion del Catolici3mo , donde si bien hay muctias sombras, 
son de aquellas que en la presencia del Sol produce la opa* 
cidad de loscuerpos ( la rudeUf quiero decir, de los yulga- 
res) : de aquellas que al caminante para la patria no hacea 
errar el. camino, auiique le obscurezcao algo la senda. Es 
preçiso que donde quiera que baya hombres ^ baya embu»- 
teros que finjan , y baya necios que crean. 

39 En mis dias ban corrido muchas profecfais verdade- 
ras; pero que no îlegaron i mis oido^ sino despues de vis- 
tos los suôesos. Despues que ae dl6 la batalia ^àsto roaipi6 
la guerra, 6 murié el Principe ^ 6 padecié alguo castigt) 
del Cielo la Repûblica , sale la especie de que esto lô ba- 
bia profetizado ', 6 un Misiooero , à una Beata^ 6 alguoa 
sauta Religiosa. Siempre he deseadooir quiea resuelu^y 
espedficamente me diga : Talcosa bade suceder^yvcrdes- 
pues corresj^diente. la execucion ; pero solo he logrado 
oir quien me diga: Esto y a h babiapironosticado FùkmoM- 
tes que sûcediese. Refiere Gregoras, que la noche aotes que 
muriese Juliano Ap6stata , un vecino de Antioquia ^ que es* 

ta- 



Discimsa Quarto; 107 

taba durmieôdo al sereoo, vi6 un coDCurso dé estrella».di** 
vididas en varias letras , que formaban esta ciiusula : Hodie 
Julianus in Perside occidetur : Htgf tnaian à JuUano en ta 
Parsia* Persutdonie é que el Antioqueoo lo conté despues 
de sabîda la muerte de Juliano , y al Eacritor Uegé alterada 
la nodcfai por las manos del vulgo , coœo que lo habia di- 
cbo ancâ ; pues no es creible que solo leyese un hombre 
lo que estaba patente à los ojos de todo el Mundo. 

30 En los pronéstioos politlcos es doode reyna mu^ e^ 
ta droga. No sucede cosa alguaa ^qœ lu^o no nos mar* 
tiricen los oidos esce ^ y e) oiro con aquellas voces.: Esta 
Ken h babia dicboyo. No me çuisierôn créer ; aUdse lo bc^ 
yan. Testigo es Fulano ; y se cita alguno que esta ausente: 
;0 Profetas de lo pasado!»De que servireis en la Repu-» 
Wica? 

3 1 Muchas veces unas anenazas vagas -^ 6 coneebidaa 
en térmîdos générales ^ se determinan i qualquiera ^ies« 
tro acontecimiento que despues ocurra, coniosi faubiesea 
sîdo individuai, y especffico pron6stico. Exclama en el pûl* 
piio un Mislotiero: \Ab coma en vista de hs vfcios que r^ 
non en esta tierra , me temo que venga sobre eUa un castigo 
del Cieh ! Pues que si aâdde : El tiempo lo dird^y entonces 
as acardareis demi% Si despues un granizo tala las mieses, 
si una inundacion ahoga los campos , si el enemigo hace 
alguo da&o en los confines , si una epidemia llena el Pueblo 
de eofertnedades; esto fue lo que habia dicho el Misionero; 
y 00 fakan quienes digan , que especffica , y determiaada« 
mente habia pronosticado tal género de calamidad. Los 
temores del Predicador fueron justos; y mas justofuera que 
estuviesen penetrados del mismo susto los corazohes de lo% 
oyentes , porque siempre se debe contemplar la ira divina 
coD el rayo en la mano sobre los pecadores; pero no es lo 
mismo amenazar , 6 temer , que profetizar. 

33 No es muy irregular fingirse profecfas determina- 
das , que despues desmienten los sucesos; como que en tal 
parte apareciô , y desapareclé un peregrino , que dixo 
que tal afîo , y aun tal dia se habia de arruioar el JMhindo» 

Si 



roî Profecias SuptWMTâfc 

Si se juûtaseo todas lasmentiràs que sobl*e ^€ partlculàr 
ha habido.vno se hallarta.en los doce siglos pasados àno 
algunov que en esta, 6 en aqueila tierra nacorriese como 
£ital , y decretorio para todo el género bumaûo. No hâmu* 
tho tiempo , que eu toda Espana se vulgarizd; la* taoûch^ 
de que ya Elias ^ y Enoch aodabao predicando eo uô se qiié 
Prpyincias. Ea esta Ciudad de Ovîedo innaediatameote i 
aqueila furiosa borrasca del dia trece de. Diciembre del afk) 
de 23, que no seolvidaré jamàs ea eatePais, por el es- 
tragp que hiso ccm on rayo^.ea la henaosa toite dei^esta 
Catedral «1 se esparcié la voz de que un Misionero', ve^ 
cino^ y conocido de todos^ habta profetizado para tldla 
yeinte 6tra tempestad mucho mas horreada , y quai noD<* 
ca babiaa visto los mortales: lo quai fue tan creidô, que 
estaba dominada de un terrer pânico toda la plèbe. El Mh 
liônerovquees exeroplar , y dtscreto ^ no habia dicho tal 
cosa ; y el dia senalado fue de k» xnas apacibles, y sere» 
nos que he vistOT 

33 Si se me dixere que estas amenazas producen en los 
PueUos el saludable .efeéto. de la reformacion de costum* 
bres; rjespondo lo priinero^que la mentira nunca es 1(* 
cita« aunque ocasioQalmente.pudieseser aaludable. Lo se- 
gundo % qpe aunque he visto algunos de esos terrores , no 
he experimeotado en v^rtud de ellos , las costumbres me* 
joradas. Es el Demonio padre de la mentira : coo que si 
en algun taso la mentira produxese la enmieoda'de vida, 
tendria enionces la viitud psor abuelo al Demonio ; lo que« 
aun dicho en qualquiera sentido metaf6rico ,• disuena* El 
medio que Dio&. destiné ^ y aun la misma razon natural 
(iiéla t para que la voluotad produzca aâos de virtudes, 
es fecundar el entendimieoto de solide verdade^. 

S. Vi 
34 TT^Ueri de estas profecfas errantes , que , como fâbu- 
mP las efimeras , roueren luego que nacen^ hay otras, 
que .por haber cjomprendido los- sucesos de una larga sé- 
rie, dé .aooa, se haa diVulgado, y se conaervau eacritas, 
: • pa- 



DiscuRsô Quarto* 109 

para que las ioterpreten los ociosos ., y las crean los necios 
Taies son las de un Zapatero Uamado Bandarra en Portu- 
gal , de las quales no tengo particular noticia ; si solo de 
que son oscuras , y enigmàticas , como todas las demas de 
este géoero, y que el vulgo de Portugal hace de ellas gran- 
de aprecio. Taies las Centurias proféticas de Miguel Nos- 
tradaroo , Médico , y Astrôlogo Francés , que discurrea 
desde el ano de 1557 por todos los siglos venideros , hasta 
el de 3797 , en el quai senala el fin del Mundo. Son confu- 
sas , y ambiguas sus predicciones creo que aun mas que 
las de Bandarra. Tiene en Francia fuera de los vulgares, 
alguQos aficionados , que aplican sus: predicciones à los su- 
cesos que ocurren , en la forma misma , y con la misma 
propiedad , que en otras partes se hacîa con los pron6s« 
tîcos del Sarrabah 

35 Para que se vea quanta libertad se toman estos an- 

tojadizos interprètes en sacar de sus quicios las expresiones 

de Nostradamo ^ para acomodarlas à lo que ellos quierea 

que signiiiquen , notaré aquî , que el aiio de diez y seis 

parecié en Paris un libro compuesto por un Eclesiâstico, 

con el tîtulo de Clave de Nostradamo , en que su Autor 

prétende que la epîstola dedicatoria de Nostradamo al Rey 

Eiirique Segundo , no se dirige en realidad à este Rey , en 

cuyo tiempo escribi6 aquel falso Profeta , sino debaxo del 

nombre del Principe reynante , al gran Luis Décimoquar- 

to , que vino mucho despues al Mundo« Tambien dlce, 

que una carta de Miguel Nostradamo à su hijo César 

Nostradamo « debaxo de este aparente vélo habla miste- 

riosamente , no con su hijo , sino con el que habia de ser 

verdadero interprète de sus profecîas. Ciertamente ^ como 

haya taies interprètes , qualquiera puedte meterse à Profeta 

sin riesgo de ser cogido en mentira. Pero à los Franceses 

deespiritu no los ofusca la pasion del paysanage ^ de modo 

que no vean la extravagancia ^ y ridiculéz de estas ilusio- 

nés. Uno de ellos explicô su sentir muy bien en este dîsti*- 

QOy hablando en nombre del mismo Nostradamo: 

Nos^ 



iio Profecias Supuestas. 

Nostra-'damus , cumfalsa damus , namfallere nostrum est. 
Et cumfalsa damus , nibtl nisi Nostra^^mus. 

S- VI. 
36 17L mismo concepto que de las pasadas , se debe 
X-> hacer de aquellas profecfas de Reyes , y de Papas 
que comunmente se atribuyen à San Malachfas. Fue este 
Santo dotado de espfritu profético , como consta de su Vi- 
da escrita por S. Bernardo. Pero tan cierto es que las pro- 
fecias que corren con su nombre no son suyas , como que 
no es de Salomon el libro intitulado ClaviculaSalomonis. 

37 S. Malachfas , Abad del Monasterîo de Benchor^ 
y Arzobispo de Armach en Irlanda , de donde era natural, 
muriô el ano de 1148. Estas profecîas no parecieron hasta 
el ano de 1595 , en que las diô à luz Arnoldo Uvion , Mon- 
ge Casinense (hablo de las de los Papas ; que las de los Re- 
yes aun tîenen mas reciente la data; en el segundo tomo 
de la Obra , que intituhS Lignum vita , y dedic6 à Felipe 
Segundo. No solo S. Bernardo , que escribi6 à la larga 
la Vida de Malachfas ,dando cuenta de algunas prediccio* 
lies suyas 9 no habl6 palabra de las profecfas en qiiestion; 
pero ni otro Autor alguno de quantos fiorecieron en mas 
de quatro siglos que pasaron desde que murié Malachfas, 
hasta que escribié Arnoldo Uvion. 

38 Uvion diice que recibià estas profecfas de mano de 
Fr. Alfonso Chacon , Religioso Dominicano, y Escritor co- 
nocido. Pero como Chacon no di6 noticia de ellas , ni en 
la excelente Historia que compuso de las Vidas de los Pa- 
pas , donde venfa oportunamente , ni en otras Obras , que 
sac6 à luz , sin duda las juzg6 despues por apécrifas. 

39 Pero el argumento tomado del silencio universal de 
todos los Autores que precedieron â Arnoldo Uvion , como 
puramente negativo , serfa insuficiente para probar la su- 
posicion de las profecfas en qiiestion , si no se anadiera otra 
prueba positiva concluyente ; y es , que estas profecfas son 
muy claras ^ en orden à aquellos Papas , que precedieron el 
tiempo de su publicacion , y obscurisimas respeâo de todos 

los 



pispuRso Quarto. m 

lo5 que se subsiguîeron. Explicarétne. Empiezan las pro» 
fecias desde Celestino Segundo , que reynaba quando mu- 
riô S. Malachfas , y prosiguen por todos los Papas que hu- 
bo despues , y que habrâ hasta el fia del mundo, La desig- 
nacion de cada Papa consiste en un brève mote , en que 
se explica , ya el nombre , ya la patria , ya otra alguna 
clrcunstancia particular à la persona. Estos motes se ajus*- 
tan congran propiedad â todos los Papas que hubo pores- 
pacio de 447 anos , coatando desde Celestino Segundo bas-* 
ta Gregorio Décimoquarto inclusive; pero es menester in* 
terpretar los que se siguen con suma violencia , para acar 
modarlos à los Papas que hubo desde Gregorio Décimo-> 
quarto , hasta Benediâo Décimotercio , que al présente 
leyaa. Gregorio fue eleâo Papa cinco anos antes que Ar- 
Boldo Uvion dièse à luz sus dos tomos del Ligmm vitce^ 
de que se sigue que entonces se fabricaron estas profecîas; 
y como el impostor que las fragu6 ^ sabîa quiénes habiati 
sido los Papas antécédentes , é ignoraba los venideros , pa-» 
ra aquellos dispuso los motes de modo que viniesen coa 
propiedad; pero para estos fue preciso echarlos al azar) 
6 como dicen , â Dios , y à dicha. Pondre aquî para de-r 
monstracion diez motes pertenecientes à los primeros ^ asi 
como se fueren siguiendo, desde PauloTercero, hasta Gre* 
gorio Décimoquarto , con su explicacion y y despues los quQ 
se siguieron , y seguiràn hasta el fin del mundo , dividién^ 
dolos en très çlases. 

PRIMERA CLASE. 

40 TJTacinthus Medico. £1 Jacinto al Médico. Paulp. 
■^ .111. de la Casa de los Farnesîos , cuyas armas son 
seis flores de Lis , 6 Jacintos. Fue Cardenal del titulo de 
S, Cosme , y S* Damian , Médîcos. 

De Corona Montana. De la Corona del Monte. Julio IIL 
se Uamaba antes Juan Maria del Monte. Tenîa por armas 
uaa montana , y unas Coronas de lauréL 

Frumentum floGcidum. Trigo de poca duradon. Mar- 

ce- 



112 Profecias Supuèstas. 

celo II. ténia espigas de trîgo en sus armas ^ y no duré su 
PontiBcado mas que veinte y un dias. 

De Fide Pétri. De la Fé de Pedro. Paulo IV. llamâbase 
Pedro antes de subir al solio. A esta expBcacion creo que 
falta otra alguna circunstancia. 

JEsQulapii pbarmacum. £1 medicamento de Esculapio. 
Pio IV. era de la Casa de Médicis , y habia estudiado Me- 
dicina en Bolonia. 

Angélus nemorosus. Angel del bosque. Pio V. llamâbase 
antes Miguel , que es nombre de Angel , y era natural de 
un Lugar llamado el Bosque. 

Médium corpus pilularum. La mitad del cuerpo de pîldo- 
ras 9 6 pelotillas. Gregorio XIIL ténia la mitad de un dra- 
gon en sus armas , y fue creatura de Pio IV. que ténia seis 
pelotas en las suyas. 

yixis in medietate signi. El exe en medio del signo. Sîx- 
to V. ténia por armas un Léon , que es uno de los doce sig- 
nos del Zodiaco , puesto debaxo de un exe. 

De rore Cœli. Del rodo del Cielo. Urbano VII. fue 
Obispo de Rosana en la Calabria , donde se coge el manà, 
6 rocîo del Cielo. 

De antiquitate urbis. De la antigîiedad de la Ciudad. 
Gregorio XIV. natural de Orbieto ^ que en Latin se di- 
ce Urbs vêtus. 

SEGUNDA CLASE. 

41 T7N esta pondrémos solo los motes, y nombres de 
J-i los Papas, porque la explicacion, por no hallarse 
alguna propia , cada uno la discurre como piiede« 

Pia Civitas in bello. La Ciudad piadosa en la guerra. 
Inocencio IX. 

Crux Romulea. La, Cruz de Roma , 6 de R6mulo. Cle- 
mente VIII. 

Undosus vir. Hombre de las ondas , 6 como las ondas. 
Léon XI. 

Gens perversa. Gente perversa. Paulo V* 

In 



DlSâURSO Qu ARTO« 1 1 3 

h tribulatkme pacis. Ea la tribulacion de la pai. Gre« 
gorîo XV. 

Lilium^ & Rosa. £1 lirio , y la rosa. Urbaoo VIII. 

Jucun^tas Crucis. El gozo , 6 deley ce de la Cruz. Ino* 
ceocioX. 

Montîum castos. La guarda de losinootes. Alexandro VIL 

i^dus Okruffh El Ascro de los Ciselés.^ Clémente IX. 

Deflumne magno. Del gran rio. Clémente X. 

BeUua insatiabilU. La bestia insaciable. InocencioXL 

PœmteMiagloriosa.Là gloriasa peakenda. Alexandro 
VIII. 

Rastrum-ln porta. El rastrilloen la (Alerta. Inocencio XIL 

Flores circumdati. Las flores rodeadas. Clémente XI. 

De bofM ReUgiom. De la buena Religion. InbcencioXIIL 

Miles in bello. El soldado en la guerra. Benediélo XIIL 
^e boy felizmoitè gôbièma. 

El Padre Ricardo ArsdeRin , que en et primer tomo de 
la Teologfa Tripartita trahe las profeciasde Maladilas, des- 
de Sixto IV. basca InoMndo XI \ conBesa que nadie haU6 
expiicadoni las que tocané Inocencio IX « y â Paulo V« 
En snbsiancia dioe lo mismo de la de Clémente X. ; Bue- 
nas profedas por cîerto aquellas , que aun visto el suceso« 
no se les encuentra laaplicadon! El Padre Papebroquio en 
el Propyléo ( vtrsusfinem^ apêndice^ ) diceiambieti, que 
i très no se les pudo dar explicadon alguna^y asf i todas 
]asclespreeia.Esverdadque enel Dicdonario de Moreri 
se ballan explicadas todas ; pero con suma impropiedad', y 
violeadaé 

TERCERA CLASE. 
^ ' • 

4^ En âta dase entran las de los Pootffices^fbturbs. 
Cobinmfl ex^efra........... Lia alta columna. 

Afdmal ramiSr.....*.*.^.... El animal del campo. 

Rasa Umàriiffy.,..éé...^iU^hgL rosa deEspoletb. 
17riwi;eZ9j^.«....o....i...... ElOsovéloz.Otrosrleeni^#tfi't^« 

Peregrinus ApostoUcus. El Peregrino Apost61ico. {hx. 
^^i/ti f4!pa^..w%<..«.....m La Agttila rapaatie. 

Tom. II. del TeatfQ. H Co- 



114 PaOBECIAS SUPUBSTÂS. 

C<mîs , & coluber........ El perro ,y la oulebca 

l^ir Religiosus...,. El hombre Religioso. . 

De kalneis Hetruria.^. De los banos de Toscaoa4 

Crux de Cruce... La Cruz de la Cruz. 

Lumen in Ccelo........:^.. La luz en el Cielo. 

Ignis ardens.^*»,^.........,.. Elfuego ardiente. 

Religio depopulatUpé.^..»^ La Religion despoblada.. . 
Fides intrepida.............. La Fé intrépida. 

Pastor Angelicusj,..^..,.. El Pastor Aogéiico. 

Pastor , & Nauta El Pastor ^ y el Marinera 

Fhs ftorum...^..^..... •• La flor de las flores. . . ; 

De medietate JSim^««..M Delatnitad âela Laoà.' 
De Ai^or^ <5b//jrM...MMMM Pei jtrabajo dej SoU 
De ghria oliva»*.:.^.^.: De la glorîa de la oliva« 

43 Acaban^stas profecîas con Ja siguieote diusula^ qu0 
pongo traducida en£ïastelfài}Q: Enh ùUimapersecncionde 
la Santa Igksia Romana ocupatâ la Silla Pedte Romana^ 
guedarâpasto à sus ovejas ^padeckndo mucbas ifilmlackh 
nés ; pasadas las quales^^ la Ciudadde sieie montes (Viomd)^ 
sera destruida ^y eltremendo ^um (vendra é fuzgar é su 
pMehh. ; . , :. 

S- VIL 
44 T AS profecîas de los Reyjes ttenen todaslas sefias 
L^ de suposicion ^ y algunas mas que las de les Pa« 
pas. Es la voz comun que se haliaroo.QO ha mucbo iiempo 
en el Mooasterio de Poblet. Teogo noUciâ de dœ^inaiiùs-. 
criros de estas profedas, en uoo de los quales hay.esut eût- 
ta : Ha propbetia sunt de témpore San^i: Malachite , re- 
concUta in arcbivo Monasterii de Poblete , indeque anm 
1 629fuerunt missa Excellentisshno Comiti de Gueralt ^ La^ 
cum tenenti sua Muqestatis in Catabnia.{ Estas profecias^ 
que son deltiempa de S.Mahklnas. y£stabanguMdâda^^iK 
el Arcbivo del Monasterio. de Pvètlût n^ de allifueron emna^. 
dasei a0o de \6%g. al ExceknttiiwQ Conde de Gpe^kjx 
l^irr^ de Catalu^a ), ^ el otro se dice que un Embdxador 
deEspanaen Loadres luallé m uA Archiva de loglaterra 



DrscuRso Quarto. irs 

profecfas de S. Malachfas sobre los priacipales Reyoos 
de Europa , y de ellas eotresacô las que tocaban i los Re- 
yes de Espana. 

45 Pero para m( no es dudable que el hallazgo del 
Embaxador es apécrifo. Ningun Aucor estrangero da no- 
ticia de profecias de Malachias perteoecientes i otros Rey- 
DOS : si se hubieran descubîerto, corrieran eh las Naclonest 
como las de los Papas. Ni aun de las de los Reyes de Es-* 
pana hacen memoria ; de donde se infiere \ que esta fi« 
bula naciô en Espafià ^ y solo en Espafia se conserva; 

46 £1 tiempo de lasuposicion 00 puede determinarse 
i puoto fixo. Paréceme muy probable , que icia los fines 
del Reynado de Felipe Tercero se fraguaron estas profe- 
cias: porque los hechos principales de los Reyes estan de-> 
lîgtiados ooD harta claridad hasta la expulsion de los Mo« 
riscos « que se hizo en tiempo de Felipe Tercero, y^ la quai 
se nota en la profecla perteneciente à este Rey con estas 
voces : Perdet à Regno rettqulas Lume. De alH adelante 
00 se tialla correspondencia alguna entre los sucesos , y 
las predicctonesé 

' 47 Esta es una prueba visible de la suposicion. En la 
profec(a tocante à D. Fernando el Catôlico se expresa el 
descubrimientodel Nuevo Miindo, juntamente con los nom- 
bres de Coloir , y Cortés : Et mundum mvum mamfistabit 
past Colon 9 Cartes. En là de Carlos Quinto 9 la prision del 
Rey Francisco en Pavfa ijuxta Pavonem , GaUum compre- 
bendet ; y inmediatamente, con voces bien aiusivas, la del 
Duque de Saxonia, y la del Papa Clémente Séptimo: Saxum 
cum petra sut^ectum babebit. En la de Felipe Segundo , la 
Victoria Naval sobre la armada Turca junto â Negrô-Pon* 
te : Lunam concUpsat in Nigro Ponte ; y la conquista de 
Portugal 9 designada en las Quinas (armas de aquel Reyno) 
que seapropia: Qjuinquena vulnera sibi appropriât. Hasta los 
anos que vivi6 aquel Rey estan bien determinados : Sep^ 
tuagenarius 9 & plus occumbet ; pues viviô setenta y un 
anos 9 y quatro meses. En el tiempo de Felipe Tercero se 
manifiesta 9 como se dixo 9 la expulsion de ioa Moriscos. 

Ha De 



11$ PrOFPCIAS Sur VE9TAS. 

De alH adelante po hay proporcion alguna i \o que suoe-- 
dià. Y es vano el trabajo de los que coq iaterpretaciones 
violentas, y alusiones forzadas estiran las locuciones, hasta 
que lleguen & lo que eltos quieren ; pues de este modo à 
todo vendrâos y qiogun hombre habrà que no puedame- 
terse & Profeta. 

48 Vi6se esto claro estos anos pasados , en que la pro- 
fecia correspondieote â este Reynado era interpretada 
seguD el afeÀp de cada uqo. Los que deseaban la cooser- 
vacioD del Principe quç aosdiô el Cielo, le hallaban der 
atgoado muy à su plaqer en la profecia : los que se incli- 
oaban al competidor « encontraban la prediccion muy acor 
modada à su deseo. Y cosa graciosa fue el alborozo de es- 
tos , quando el Senor Archiduque ^ con el nombre de Car- 
los (^éxto ^ fue cprooado Emperador de Alemania : porque 
stqaéi sextps del versictilo Ardens ut facula sextus ingre^ 
ditur y que antes , ni unos v ni otros podian acomodar à su 
partido vaunque unos v y otros le acomodaban ^ ya le vie» 
roa venir. clavado al Principe, que reyoaba en su corazon. 

49 Confirma fuertemente la falsedad , el que en la pro- 
fticia del Reynado prescifte no sA dice cosa que aluda é 
la renuncia , y restitucion al Cetro de nuestro Rey Felipe 
Quinto ( que Dios guarde ) , siendo un suceso singularisi* 
mo ; y lo que es mas , falta en esta série de Rey es Luis el 
Primero , de cuyo brève Reynado nada se dice , ni •cosa 
que pueda apropiarse â esta interpolada dominacion. * Pon- 
dre aqui esta profecia con las dos restantes (pues no hay, 
mas ) ,aunque dudo de que esté bien copiado el exem-. 
plar que tçngo présente , porque la Gramàtica esta en par*, 
tes.defeAuosa. 

Ardens ut facula sextus ingtedkur. . 
PostmuJta gesta in umm ventent 
Castrum % Léo « GaJlus 1» & AquiJa. 
Et virginem veterem ipsi tenebunt^ . 
. Et posteaZunam in mari nwrgent. ç y^,, • . ^^. ^^^ 
; Et Nardusfurit cui succesiil.^...\ ?"f f %*^, *^^ 
Nanmnvsfide^, regno, & sçeptrQ;P^ â otro Rey. 

Sua 



Discumso Qùâ&nK x^p 

Slta AnMa in Ortu augeSit: 

Drnm fidem servat ^ ei evêment 

BeUa^qu^ gerét>ex éksUhri^k / 

Occmiêèet fèlix sêuagmartuf^ 

Carolus trahit trabeam rubeam 

Septimum sceptrum cumpugiofie^ 

Qui res mirabUès ipse videbit^ 

Ivec/fios ^ nec corvus^ necvu^es^ nécaquilà^ 

Vracànes sibiJant , nec Crjùcem 'déférente < , 

Henricus actor iiaàtma aùget. 

Vrems laboribus profide Pétrie, 

De Dan resufcgei^ qui ntm premef* > 

Et régnât ùt eàlnber\, Mi ÂpseregMt.. L: 

JS/ ftiëta^ taa^tm s^eoêJa^ Dens jmBcàt^: 

• SO T^Stoss, y otrâB isemejaotçs.embcotei se pwea ini 

k» suoeso^de que' trataik Es par la itaaybit;p8BtQ:hislk>rià> 
lo que se jusga prpfeèia v y oon dvcirse qi» seieidraxa 
de \m sepulcro, 6 se hàI16iQ el seno inàs rèttradoderm» 
Ardiivo^ para los incautos no se hameoester mas.testîn 
mooio^ Eo Nicetas, HistoriafJpr Griqa, aè.faallà «n àtinn 
bretxeiiaplar de* estas ficdoBeStf'^-'iv.L ' !; [f.> ! î r*'-^ .vy 
' .51 fillastutOt. y ^inbick)^ FèciovP^mrdiîGishiiiiH 
00 xtoiCMpcaïuiiibpto^^ caido de^la ^ccardel 

Eœperadbr BasiUo <» y dei aqoel enapleo ^ ide^^ y:puso:«ii 
exectidon po escraSoardid para votver à «alcanaar su fiigif! 
tîva fort)iiàa« Esoribiâ ep^oti^cs caracteMs«>Me«ebdriiNfi 
un quaderoo; qâ»v oonarsiduibiese suléieacriiiKi^lgQiiâi 
aigk» aûOWrttt toDOi prafédcd'traifalk2viepuît'^tfasc)bOf 
sas vt de là ^enealogiât de Basilic ^ i qoieti.liaciibdesceodec 
de Tiridates Rey de Armeoia* .Este quaderno eotregd i 
su amigo <» y œnfideoterTeofiinesiy ^h)îokeGafjDi;de'el 
EmperqdoiL^ iel.i9ial;,jpakaidkv aigniRtiéin|f)û:^ se JetCDOjSti^ 
al Principe ^ diciéndole quetileJ^bîa hB)àiàmltnir9i:Uà 
'- HmM. del Teatro. H 3 ^ ^ Li- 



If 8t PROFSCXÀS S^^PCOSTAS/T 

Libros raros de su Bibliotéca «y -^tie nb fM>âia' mettes de 
ser alguna cosa exquislta* £1 iGknperaéoT' , couio siempre 
en lo iniateligible se sospecha àlga. admirable ,,cupiàso de 
saber lo que contenian aquëllos obseuroe caractères 9)dixo 
i Teofanes que buscase quien stipiesi; descifrarlos ; â^ue 
Teofanes respondiô , 4ue no discurrla que hubiesé ea 
todo el Imperio hombre capaz de hacerlo , sino Focio. 
Esto se haçia, muy yerisimil , porqùë de liecho Focio era 
sugeto dé eruâiciotf 5 y cap^cidad extraordinaria « exce- 
leote Gramâfîcô, Pôeta , Orador , Matemâtico , PilÀsofo, 
Astr6nomo , Médico, Te6logo ^ ëo que lo mas admirable 
fue adquirir tantas ciências , habiendo estado siempireea 
empleos Politico&v y ^Hiuives. Sieodo liamado Focio , le 
fue facil descifcâr lo que éL mimio bahia cîfrado. Basi- 
lio , que era 4e baxa^esfer^^ ■^ x liaoE^eà eaaisemamente 
de verse entroncado en la descendencia de un Rey que 
le habla precedido ochô siglôs. Aun reducido el escrito 
É'ioft <:aractere& comunes, restaban «iKoni^ .obscuridades^ 
«ojia :àju8iada explicacioo v'daul^por Fqoîo , fia dex6 du- 
dâde su repta iateligénda» ^Nadieipudiera adivinar que 
flignificaba esta voz nitsteriosa Beclas^ 4tio el imâsmo que 
con estudio la ^abia fabricado. Dëscubrià el engaôoso 
interprète' notadas en ella das seis personas. que consti- 
tuiào la l^ainilia Impérial t;:p6rqne;ca/da À^tri de aquella 
voz era inicial del nombre ik alguno de los: seis auge* 
tôs^ LàB'éc Basilio « kb* fi de aa;inçiger £iidbxia ^ las 
^atro restantes perteneciâo â qbatràichi^a'qiie ^temao^ 
Constaotino ^ Léon , Alexandro^ y Estéfano*. fTodo k> que 
se seguia en el quademo eran promeisas de prosperida-^ 
éts à loB sugetos senalados en.aqtièlla. lenigméttca. voz. 
Este agudo artificio autorîzé. mas' àiF/)cîo çoo el Ëmpe- 
rador Basilio ^ que à I>aniei bon e) ReyrBakasar la iiiter^ 
n*etacion de la misteriosa escrltura : Manè^ Tecel; Pbares^ 
Ftie repuesto en la Silla Patriarcal , muerto dLSaoto Pa* 
tariarca Ignacio, y dominé siempce el espéri(u* de Basi- 
tib V4»rroaq[)iendo lé buena iodole dç îai|ueLPrfndpe « coa 
4Mrto{»erjui€io de la Iglesia*:/»); -ji : .- »\, , 
'il c^l - ••''- -USO 



./■-.;•• .' : M ••1 c.'j rtg 



USO DE Ui MA:GIG2t 



■ ; ' I I I M. I II I *l 



DISCURSO QUINTO. 

..... ' ^ ^ - '•• .î 

\^ Escritura , y del comiui cooseDtffloUento dé U 
Iglesia. Que hay a tantes ^ y tantas , <x>iBo el Viil-^ 
fo pieosa ^ es aprehensioo propia de la rudéza del VulgCM 
fij solo se faiciese cueota de la t&altçia^l Deinonib^ y dé 
ja flaqueaa del hotnbre , tio hay dûda^ que nos veriatnoi 
ioundados.de hecbiceros: porqueson tntiohos losperv%r4 
SOS que buscando la felicidad en el senode la désdicha/é 
todo riesgo del aima quiereo haoer fortuna ; y eY Demd^ 
firo, para mal suyo, y nnestro^ lesprestaria facil eu aftis- 
teociat si, 6 el Angel Qistodh> no le estorbase ilega^^H 
estos abomini^lès contratofe ; 6 Dios ^^satido de ^ i^p^^ 
jrio , no tuviese ^u malicia en cadenas; De quakjmefa mô^ 
do que sea , toca à la Providencia impe(fir que* tc^lnâen'' 
te se baraje la economfn del Orbe , como ski-duda sbcei 
ileria , si â aquella criatura , igualmente valiente que in- 
fe1iz,w lè^dëxase suélta la rienda para eiicercer en dàfk> 
miestro su actividad. Confundiria los Eletnentos, jugarfâ 
como con una pelota con todo el globo de la tierra^ y 
aan no se si estarian libres de sus violentos sop\o$ las ]u7 
ces del Cielo. Esto podria hacer un Demoniosolo. ^Qué 
harian tantos miUares? .,<•. s 

Sed Voter OtmApotens ipeluncis ùbdiéUt àtrir. 
l * Hoc fneîuens\ mokmque , & montes insufer altos 

Lnposmt. 
1 9 . ^ materia de hechicerfas, taoto como en la que mast 
ctrcttlao, y se propagan las fabulas del Vulgo â los Escri^ 
tores , y de los Escritores al Vulgo. Traslédase à los Li- 

H4 bros 



T90 USO DB LA MaGICA. 

IMm !ô que J&gJHi l(â vtdgaresv y despueicreeii ksvid- 
gares lô que hallaa en los Libres. De este modo la fabu- 
la que ^npeiér faeUrHicM d/^ un^. A14t;^ ^ vifnç i otupar 
todotià âfobkOLief Mui]do»:4^jbenêftèr f pùu , lôolf cou 
suma descoDfianza los Libros que tratan de esta materia. 
E Hw mis mo s dan tnothro para eso vporque por la mayor 
parte estan Uenos de cpntradiçciones , y qulœer^s {a). 

3 Plinîl^\ tratai^ode los '{^rodîgiM que ^ se dècia haciaa 
los Magos Orientales con el uso de algunas hierbas^» como 
çpr Ja lMi»^d;iriitMi&pMe secar Jos lago^v y los rrost con 
U Aquio)éflide)9 arrojâodola entre los esquadrones enemi- 
gps^i faapCHflesyolver despavoridos las espaldas^ graciosa- 
IBept^ies {sregunta c6œo no se valieron del poderosopre? 
I^ic^ ^ef ^as bjerba» en. wias ocasiones, en que las Poten- 
cm Eatcaag^ras (rinnfaron de los^îstnos Reyes que teniaa 
ppr.yasalkiSAquellQS Magos: Ubinam iittefuere , cumCym* 
^U Teutûnique terribiU Marte ûluhreni , oui cam Lu» 
Oilkêf M Reges Magarumpaucis kgiambus sterneret% 

4. La misma réflexion podr^aonos Mcer sobre Zoroas- 
tro« Rey de los Bactrianoa^ ^quiep lo& âmiguos cecono- 
cteroQ ppr inventor , 6 pijtiler «xemp^lar <le la Magia dia^ 
bdlioa^ Fue este hoaabre^^gua irefiere Justtno , vencido^ 
y muerto en una batalla por Nino « Rey de Jos AsyrioSé 
^Pues déode estaban entpncessns poderosas Artes? No hay« 

^^ -, i' i , r ^ •/ ;, .; •; :. î. , . si 

, {fi) Tlene< un gravisimo ifiConitfqni^tej^'P^oi^P/aj j^on^Io .en ]% 
fcreençia de que es muchoel aumero de becliic;^rps«,,y «li^hiperm: 
inconvenienté que'no adyictieroh Ips^que en Vus I^ibrps multiplica- 
iforf tanto los cuentos pertcnecientes' à esté asunto : *y es ser ocasion 

Cra que tnuchos depravado^ sofielten para ^sus ocrversos designios 
^si^stencia del' Demonio;) £l.)if;ab cac&jeitei diâamen deq^ie muy 
pocas , 6 muy rara vez permite Dîos al âspînUu .tna)jgiio esta aisis- 
tencia y pox:^malo.que sea,,. no^sn ^^ax^zxjk .i cQO^eter^n pccado atro- 
cîsimo y Y P^^ ^^^^ parte verisimjlniente inutih Pero haçiendose co- 
mun la'creencia de que è1 I>eihonlo ho ûéxà de ayudar a quantos le 
invocan , es natural que infinitos , 6 habituai mente perversos y 6 ta 
tal ,* y tal oca^oti încitaklôs'dtf al^ima violetiti^ima pasioh , cdàci" 
J)ipado ci<rto por e^teloi^dio ci logcoidcstisdese^s^ caygan co d 
.horrcndo crimen de iavocar d auxilio del <;oinûn eneoiigo^ 



D1SCV&30 QVINT0# ' lai 

ti bien se mird , alguoa «eguridad de que haya babidd 
tal hombre en el Mqndo i en atençion à ia diversidad coa 
que hablao de él }os Autores. Platon: le hace Persa , y oo 
Bactriano. Diodoro Siculo afirma que el Bactriano ^ vend- 
do por Nioo « se Uamaba ^ no Zoroastro , sino Oxiastro. 
Eudoxô,y Hermippo, Escritoresmuy antiguos , dicen que 
Zoroastro , ioventor de la Magia , fue cinco mil anos m^ 
terjor i la guerra de Troya , que es lo mismo que hacer^ 
le muchos anos anterior à la creacion del Mundo. 

S. II- 
S T A prueba de que es fabuloso infinito de lo que se 
I V lee de Artes Migicas^ tomadade lafalta de uso^ 
y ut/lidad en sus profësores , se podia extender discurrien* 
do por varios .exemplares. Néron se diô mucho à la Miy 
gica. ^l)e qûé le slrvi6 , si no pudo evitar laconspiracion? 
Aoduvo buiscando hombres que tenian fama de Magos; es 
cierto que no hall6 sino embusteros, porque despues abân-^ 
doQÔ eoteransente esta aplicaciori : lo que . eo Néron nd 
puede atribuirse i arrepentimiento del delito , sino â co« 
Doctoaieôtodel êmbuste. Es reflextonde Plinio xindubïtatùm 
txemplum est falsce artis , quam àereViquit Nero. Olao Mag- 
oodice que los Lapones, y otras genres del Septentrion 
hacen comercio de la hechicerfa, vendiendo los vientos â 
los Navegantes y de modo $ que por senalado precio ttenen 
ei viento que quieren para la navegacion que destinan. 
Y es bueno que aquellas Naciones , sin embargo de un 
trâfico tan ventajoso , son pobrîsimas , segun nos refieren 
todos los Geôgrafos. En verdad que los que en las aulas 
de los Principes , vendiendo, 6 el cierzo de la vanidadi» 6 
elcéBro delfavor; hacen negocio de los vientos, presto 
salen depobres. Argrinao Jonâs, doctoEscritor Irlandés, des- 
cubre el motîvo que diô origen â este error ; y es , que aque- 
llos Marineros Septentrionales tienen observadas algunas 
seoales , por donde de parte de tarde conocen. el viento 
que ba de correr por là manana. Quandb, pues;, quiere 
partirse algun Navfo estrangero , si advierten que el vien- 
to 



tp iâdicado para el dia siguiente es &vorablè i tanitaque 
ha de seguir el Navio, se Uegaa al Capitan, y le diceti 
que çomo les pagùe tanto , 6 quanto , le venderio , 6 
asegurarin tai viento. Hâcese el concierto ; y er Marioeroi 
tomando un panuelo del Capican , y murmurailido en él 
eiertas palabras , como que usa de algun rico migioo , le 
œoja en el agua de el Mar : luego se le eutrega al Capitao, 
prevtniéndole que no le descoja hasta concluir la oave- 
gacion..£l viento prometido pocas veces dexa de leva»* 
tarse ; pero lo que suele suceder es , que se cae poco tiem- 
po despues que el Navio se hiz6 à la vêla. Mas esto oo 
basta para desengânar i k)s que vieroh la ceremonia i M 
parecer tnâgioa , siendo en la verdad no mas que un em- 
huste de aquella canalla para estafar à los Estraogeros. 
( Argrim. Jon. in Anatame Blefkeniana ) {a). 
* 6 El £mperador Adriano, viendo que les Medioos 
. po podian curarle el fluxo de sangre , de que adolecfa ^se 
. qiiiso servir de hechiceros; pero no los hallo , y asi laea- 
fermedad fue creciendo hasta que ie quitô la vida« Un Eo' 

JH5- 
^ (f } En toda U China e$ corriente , que los profesores de la Seca 
idolitrica de Tm ssii executan por la Magia prodigios insignes ; oo- 
mo que i un estrangero , que venga i consultarlos , sin habcrle vis- 
to jamâs , le dicen sii nombre , los de toda su familia , la positura de 
«u casa , y otras mil circunstancias : que hacen âlgiinas veces pare- 
cer en el ayre la figura del Gefe de su Seâa ^ y la de sus Idolos: 
que hacen que una pluma por si misma escriba , sîn que nadie U to- 
que , V lo que queda escrito es respuesta puntual â la consulu q^ 
se les hace : que en un caldero lleno de agua representan todas las re- 
voluciones que han de arribar al Imperio. Estas , y otras maravillas 
redtre el Padre Du-Halde en el tom. 3. de la Hiscoria de la China, 
que estin vulgarizadas en aquel grande Imperio ^ como efeâos mtsf 
/requentçs del Acte Mâgico de los expresados U61atras. Pero d Ab* 
ter rcferido en una nota separada testifica que los Chinos sincerost 
y cuerdos , aseguran que todas estas son hablillas del vulgo , desnud^ 
de todo fundamento. Estoy rauy persuadido â que lo que cuenun al* 
gunos de la multitud de Hechiceros que hay en cieirtas Naciones de 
da America , no tiene mas fundamento , que la especieque acabanios 
de dar de los Idolâtras de la China. Véasenuestra /bi/mrîi* Jf^ 
gitica » Disc. 2 1 • nùm* 5. 



JhscvkSâ OwNTbL IS3 

ferador Roiilaoo.nô halla hechkerds , ni faechiœras quaii^ 
do los buÀca ; y oos querràn persuadir que esta Ueno el 
Mundo de eltos.. Un Alfaqui, 6 Predicador Mahometano, 
Uamado Abdalla , y tenido por el mas famoso Nigromân- 
tico que babia eo coda la Africa « baDderizando alguna 
geote, se levante el anode 1543 contra ^^ ^^y de Mar-* 
niecos. Enviô este algunas Tropas 9 y le prendieron sin 
dificultad « avanzando una montana , donde se habia he- 
cho fuerte, sin que le valiese, ni la aspereza del sitio, ' 
ai el uso de la Mâgica ^ aunc^ue quiso socorrerse de ellav 
porque las Tropas que le cogieron , hallaron en el cami- 
Bo varias senas de sortilegios, como carneros degollados, 
con los pies cortados , y metidos por los ojos. Juzgaba 
aquei infeliz, eoganado por otro algun embustero, que - 
habia sido su Maestro « que ténia un gran socorro en aque» 
lia ridîcula ceremooia ^ la quai no le sirvià de nada; sien^ 
do las reses degoUadas ^.antes presagio de que él habia de 
tener la misma fortuna , que precaucion para evitarle la 
desgracia^ 

7 IsaacVAaron^ de nacionGriego, Interprété de Les* 
guas del Emperador del Oriente Manuel Gomneno^ hom- 
bre alevoso, y détestable « fue muy dadoà la Magia^ c» 
mo se probô de haberle hallado juntamente con un Libro ' 
de esta Arte atribuido à Saiomoo y unacaxa deTortuga, 
dcMide ténia la imagen de un hombre aprisionados los pies 
con UQOS grillos^ y el corazon atravesado de un chtvo. Coav 
todos estos secretûs no evitô sus grandes calanûdades. Con^ 
vencidode traicion^ mandô el Emperador quitarle los ojos* 
Y porque sucedieodo despues en el gobierno el usurpador 
Andréoico j con violentos consejos esforz6 sus tiranfas, ^ 
Isaac Angelo, que derribô à Andrônico del Trono^ le hi^ 
zo cortar ia lengua. 

8 Generalmçnte los que se creen hechiceros , son una 
gentepobre , desdichada v y misérable. Parece que lo pri* 
œero que habian de pactar con el Demonio, serfa el que 
los colmase de honores, y riquèzas. ^G6mo rarfsimo Jas 
logra % Respdndese à çstû t que èl comua ênemigo , cuyi 



oje. I 



r24 ^^ DS 1a MAGlCÀf 

ojerizacoD hingun mal naestro se sacia , quiereqnesesn 
iofelices en esta vida, y eo laotra« Bien creo del IkinôQÎo 
toda esta implacable rabia ; pero por eso misooo que él nos 
aborrece tanto , habia de osten^ar al Mundo gloriosos i esoa 
misérables que sepohen en sus manos; pues con esece-^ 
bo hiciera mas prisiooeros. 2 Se puede peosar que i su as^ 
tucia se oculte el medio mas comun , y mas eficaz de atraber 
k)s hombres? Si venque trataxnal à esos pocos que le 
adoran , ^ quié>^ ^^scarâ una esclavitud , sobre ignominio^ 
$a, de todos modos infeliz? Al contrario sldoràra âquie^ 
Fa las cadenas en que tiene à esos cautivos , la golosioa 
del oro traxera muchos vasallos à su dominio. El argumen-* 
to , tomado de la pobreza de los hechiceros , para persua- 
dir que es falsa su hechicerfa , e$ muy fuerte en la coosi« 
deracion de S. Agustin; pues este Padre(Epist. s« ) prue- 
ba que Apuleyo no fue Mâgo , porque siendo ambiciosot 
no pasô de una moderada fortuna* 

$. m. 

-9 TT^Uera de crto ,. preguntb : iQuéuso tîenen en el 
- X/ Mundo esas artes diabôlîdas ? ^Qué efeâos prodi- 
giosos se yen de tantos hechiceros , y hechicerascomase 
crée que hay ? ^Quântos Principes , prontosi sacrificar toda 
}a iey al fdolo de su ambicion , se valieran deellos para ade< 
lantar sus conquistas? Na obstante , rara, 6 ntnguna^vez ha^ 
llamos en las Historias , que alguno engrandeciese su Rey* 
no por estos mëdios. £1 Principe saga2 , el animoso , el 
rico , el que ténia buenos Soldados , es el que vemossiem- 
pre que ganaba las batallas. Esto encontramos en los 
Historiadores Griegos , y Romanos , y en todos los que 
hay dignos dé fé en todas las demas Naciones. Solo ea 
Saxon Gramâtico , Juan Magno , y Olao Magno \ Histo- 
riadores de las Regiones Septeotrioriaies , leemos que sus 
autiguos Principes se hacian â veces la guerra con artes 
ip^gicas; pero poreso estan reputadospor fabulosos. Pa* 
ra muchachos ^ 6 gente plebeya , es gran gusto leer en 
SaxoQ Gramàtico,queQleroJSt4eJco^ puesco âl^ gineta $0- 

bre 



DiscvRso QuiNTO» • las 

br« un hnesoehcafitàdD , usando de él como de Navfo, dà* 
ba vueltas por toda la anchura del Océano; y «n Juan Mag^ 
no , que Erico , Rey de los Godos, con voltear el sombre- 
ro â qualquiera parte , de alll hacia venir el viento. ^Cô- 
mo se acabaron estos hecbiceros en el Norte , y ahora sus 
Reyes no se hacen la guerra con otros medios , ni de otro 
modo que todos los demas Europeos? 

10 ^Acaso sera verdad lo que Martin Cromero ^ Histo- 
riador dePolonia, refiere de una batalla entre Târtaros, 
y Polacos ^ en que yendo ya de vencida loaprimeros , un 
Alferez , que estaba en el ùitimo batalion , volviendo là carâ 
à los Polacos , y con ella la bandera, en que estaba f»n« 
tada la letra X , y en la extrenaidad de ella la cara de un 
homfare negro^ y disforme, emptzô à tremolar el funes* 
to tafetan y del quai se via luego salir una pestffera niebla, 
que no solo quiti6 ^ lôs Polacos el nso de los ojos , Mas tann 
biçn el de las manos , Tobâodoles el b^io:» como si fue- 
se .hàlito venenoso del Averno ? Puede set que les $oIda« 
do$ vencidos fingiesen aquella patraSa para cubrir su co- 
bardfa. Puede ser que el miedo les biciese ver asombros 
00 exlstentts. Pnede ser , en fin, que una niebla natural 
exhabda de la tierrai eu aquel coi^âo -se les représenta-^ 
se^H'Qdudda, pôr arte Migica. - Pe|ro dàdo cAM que fuesé 
asf, como el Historiador lo refiere, probari solo loque nô, 
negamos ; esto es , que ha habido en el Mundo uno , û 
otro acontecimiento de estos , {>ero rarisimo. 

$. IV. 

II: QI se eximinan las Historias de los'masdecantadôs 
1^ Mages , 6 Magas que hubo en los sîglos , ape- 
aas se hallarâ una, cuyas circunstancias no la acrediten 
de fabnlosa. Y despreciando en. primer lugar los ptodigios 
de Clrce 9 y de Medéa , que no tienen otros Historiadores^ 
que à Homero, Hesiodo , Ovidio, y ottûi Poetas : dexan^ 
do tambien à parte i Zoroastro , de quien ya se habl6 ; el 
primero que ocurre por mas antiguo , es el famoso Abaris, 
natural de Içs.JVIontçs Hyperborpos , Pais el mas vedno al 

Po- 



196 Uso DE LA Magic A. 

Polo Anîcô « y Sacerdbte de Apolo , de quien eotfe otras 
mara villas 1 se refiere , que inootàdo en una flécha de oro, 
giraba por los ay res toda la redondéz de la tierra , respoa-* 
diendo à quantas consultas le hacian los niortales, sin que 
jamâs destniotiese el suceso las predicciones de este Orà- 
^lQ..Ësta relacioQ creoque solo tiene por fiadorâ Hero- 
doto ; pues si bien cuentan io mismo otros Autores , es ve- 
xisimil , que sieodo el mas antigtio , todos lo tomaron de 
,él ; y Herodoto , segun el juicio de bueoos crf ticos , escribi6 
p^s qoQiQ Poeta ^ que como Historiador ^ mucbascosas. Es 
Inçierto eo qàé ti^mpo vivi6 Abaris, baciéodole algunos 
aqteriori la guerra de Troya , tiempo del quai, occeptuan- 
40 lo>que oQSjensenan los Sagrados Libros , nada sabemos 
sino fabulas ; y aun dicen « que él fue quien veodiô à los 
Troyanos el Paladion ,6 imagen de Palas , fôbrtca suya, 
de quien dependia la consservacion de aquella Ciudad, jr 
Reyna Atribiïyenle algunos Libros : uoo^que trataba delà 
Uegada de Apolo â los Hyperboreôs : otro , de la gênera- 
don de los Dioses : otro de las nupcias del Rio Hmro{vù 
es el de Espana , sino otro que hay en la Tracia de este 
nombre)* Todas estas oiraiflstancias.dan'ayte de fibula à 
1^ historia de este Migico. A que se aoade ^ que casi cjm* 
to escrîbieron )los Antiguos de los Pueblos Hyperboreôs es» 
tàilleoode ficciones» 

'^' * .. • . .$. V^ 

12 A Polonio Tianéo , â quien se di6 este renoicbre 
J\, por ser natural de Tïane , Ciudad de Capado- 
4ci;|,hpce muy particular representacion en el Catàlogode 
los IVIagos. Cuéntase de él que se desapareciô estando ea 
la presencia detl Emperador Domiciano « que le queria m^ 
tar pojrque habia vaticinado & Nerva el Imperio ^ y en b^^ 
ve tiempo pasà à un lugar <muy distante : Que un tnisfoo 
dia fue visto en très Ciudades distantîsimas., Atenas , Ro* 
Qia, y Alexandrfa: Queentendiael lenguage de lasaves* 
en cuya comprobacion , una vez que estaba orando eala 
plaza de Atenas ^ viendo que una b^dada de pâxaros vo- 
la- 



DiscuRso QuiNTo. 127 

labagarlaDdo aleacufeotrode otrà v y> déspues todo9 to*) 

maroa ei camino pordonde habian venido los primeros,^ 

dixo al coocurso ,que estos habian dado noticia à los otros,: 

de que en tal parage.i veciooâ la Ciadad.» st habia.der^. 

ramadouQ costal d^trigo ^ coovidândolos à. que fuesen i' 

acompafiaclos eo el banqueté ; fueron muchos Ateinetisèsi; > 

verlo , y ballaron sec verdad lo que Apolonio habia dîcbo« - 

que babia ofdo à. los pàxaros : Que e$tando otra vez oran-i 

doenEfeso, coûocié que en aquel mismo punto estabao- 

matandoisueneintgûDomiciano; pbrque interrunpîeQ^r 

do la oracion j àrrebatsulo, con semblante alegre ^y^ardieaw 

te grlto y. exclamé :iKfo/a,JMia^ mMa^alTtram. Otror 

machos .prodfgios se reJReren de él ^ y entre êllos ^ que tam« 

bien resiicit6 muertos; auoque este iikimo:no se .que loi 

afirmeotro que.Flavio Vopisco, ttâsODriaéor Rodiano, %na^ 

de adtnirad6rde'Apc4onia En fin ^ :€aiitieètebrado'^ ftie^ior! 

algunos fesDe iionlbre ^ que Hierocles^y Gobéraadorde Ale^i 

xandrfa en liesapo de Dibctemao \ y grande^ enemigo de» 

ios Chrbtianp»«compus6 un Libro , cotejàndo los^ miUigrosi 

deChristocon los de Apolonio Tiauéô., dando iseQtajat4> 

este^ iiia dei'prabaoqiKfxbil «mq rjizœ 'se^podiàiadorer' 

porOias'â ApptoniriiipèàfXiïtiiiisttKr:) l ^-i-jur^ ^-.^ <:.lu.r\ 

13 . PcnDnqtaanio"de.tlic^de ApcUomôv^v^furidadd^bbre:) 

la fé de Filostrato , Autoc Griego , que «scribiô ;su . Vida/ 

cieoto y veiote aâos' despues de inujerto au Héroç ; y que: 

coofien.,4u^ftev^delumu oortas noticias queba^Uéen^mi 

escrho de Jteiiiis^»€anipifiero'deApolbnio%iloi'defi^ 

co^ rfe nimom: yolgaies!, cftparcMés en ^ làsi Ii^ms niia^ 

Bior.cloodeîAp(olcioiD.habia^é5t8da cLas tnemôrias dç Ds^î 

mis iiadie las vs6sino Filostrato : fuerade que si ApohK^ 

nio fue .embustero ^ conio creen nmchos y Dami^ysnicfei.; 

cJpulcr4ayx:oiDpQifierd^>seda^otro ta). 'I^m mmoresùimlgan) 

res/sioii Biala Spoa para una bistoria^iiestiedaimerite/ennia^' 

teriarde prodtgios ^ porqueics-grande la propension del Vuk^ 

go i fingirlosji y créer los. Ames de Filosuato no se ha-* 

lia Autor que hiciese memoria de Apolonio 1 sino Lucia- 

no, tratàndode Alexaodro Aboiidticlutà^ de.qi^o diee 

que 



r^S Usa Bs t)L Magic a* 

que erâ unode. Ids que habian estudiado en l^esfcaeladé 
Apolonio ; y teoieudo Luciano à Alexandre , no pcH* Ma* 
gico, siao por embustero^ que con varies estratagemas se 
baciaxreer instrumeoto de prodigios, se conoce queen 
él misma concepto tuvo i Apolonio» Lactancio^ que refu* 
x& à Hierodes , bi29o de él el mismo jincio. S. Agusiin,' 
tjPatando deApuleyo, y Apolonio^ tenidos ^ntrambéspor 
Magos ^ dice que los prodigios de estos dos bombres no 
estab aiianzados por alguo Autor digno de fe: Qwftum 
tmêlM mira^ nuUo fideli AuctorejaUitattÊ{a). ELsilenciode 
PUnib ^de.Téçiilo > de Suetonio^ y d&ixidosclas dènas His- 
fcoriadoresv qùeitierotiv 6 contemporàneos^ 6 soccedieron 
préximamentef à Apolonio, y escribieron las Historiasde sa 
ttempq, sinhacer memoria de un hombretan famoso , es 
fuerte .pruebaËoïKirai laHtstoriade Fîlostrâto. Este escri- 
hld^tcomd éi nnsom coofiesa, éimt»ul^o dejulhiv mu* 
gef de Alexandre Severo ; y es aatural fuesë.à liacmjear 
cou Bngidas miaravijlas la axriosidad de aqadla Empera* 
triz, que en Jas plumas de los Escritores se représenta mas 
qfuemedianamente Jiviana« Varias circunstanoias de esta 
htstodaié.daiijayrexier para fiibula : ocuna el 4ue el Dios 
Protéo se apareciô à la mdrerïlè Apelomci yaseguràndoia 
que'habbi de 'konciebir de él :'qoê.estaododpPimâa en un 
prado vunos Clsnes la despertaiton , y rodeada de ellos , ai 
ios^anite pari6:sin £sitiga alguna: que Apolonio tuvo aigu- 
oas ûonV^ersadones, y disputas oon la. sombra '(|e,Aquilest 
y^otPftS' casas* soQ^games. Todo esfeo iqcàuBOiàiceuts ij^eApo- 
l«to ^aofps tal quaUnilostraM Je^piota i ampquaôdo mas» 
un iknpbstor insigne, de aquellos ; que dûo.agildos estrata- 
gemas , y futiles juegos de manos , pasan entre la piebe por 
hombres proctigiosos, siendo unos meros titereteros. Enton- 
ces; habia-r tnuy !pecds:âe estos te eLlMlittqb , y.-ninguno 
qwioiujtrtese pécoficio , y ast era Êucîi engAndrié la pie* 
bé.; la quai r muerto Apolonio , fue abulfanido ,«ada jet màs« 
y mas sus operaciones « de modo que ya no pudieseo pare- 
il • . • • -cer 



xer oatiiMraKi « sftiq> JtfilAgtosab. Este es ^1 stfUtr de HmchciB 
^abîosL A que Miadiré ^ queCasiodoro en su CronîcoD haee 
-«emoria die Apokbio; no coma embus(ero , ni cotiio Mé- 
;gido ...atoopu^eiite^eoitio Fil6«^o : Jiif éfùnsuKèùs (bt^ 
:Ua j^:Tflôa^^lqlitttl^ye9^0)nalti^ yrFsontQn) :^i^/<MMÀr 

fta bofpbre iQuy aâbto en là» deocias. oatiarales^ tainbiea 
le pue4e diacurrir « que cqn .el aocorro de la Fiska, y die 
.iaa Mfifeoaâijjcas bioîese Qoia&t que al vxiigo paredeaeo ad- 
<br»fl*iMraIe9;(i6 i^n^mU vecesJitf auçedklt))^ y idespuos 
4a faiM'lastajsrdiicleeies&h^sta el pmto de.no podertaenoa 
.4e açdof {^)i - , . , ' 

14 T]^L tercer héroe de la Magia, que debe salir al tei- 
' .1 In^tiO ace|S? let ' infglés Anibrosio . Merlin > de quiea 
Jw$ta.tes filmf;tilîoect)aQitctii^ perb no es, preçîsameoie 
o^oMide iiinoa<»QQit»> judg^rân aigunôs^ pues âon muchos* 
.lc$ Aiimres f ' emrei ellps .cast todoi los Ingleses^ que dab 
4»licii de e^'.liombre* DIcese qAe fue parto det abonné 
-oabte <)ooMniQode jib^ DeincMlotineii^ bi^jifi na 

-S(«V^:flif^igkls%«ri!AHfcM0iifloé^ la .Villa de C^riseo , 
-HtfH>y:^tenwiittoi itHKprofMOrpadre^it maestro ivltoâ-scr 
nu kiaigiie M^isoL :Qu£9o el . Aey Woriîgeriio de Inglar 
terra baeer im oastillo iaâxpiigpable ^ clonde aaegurarae 
.«anuajat >ini)i>oi^ii»'^ los. SdHoeâs i petpcoo tap mal 
<piiMHN(b^ qi^^ra*; ifi^ioiîblQ esrat^eoef JqscstoiedtoaipMh 
^e;$e ibundm^deifiocht^qaaniosfc trabaj^iba tieidîi^ Cobr 
'WU^^l Ray «obreieàte ramaccidei%te4 tosMigtcos^ y ea- 
6Mk tediiceroii; que et i:en>edio séria banar aquel suelo coq 
Jaa90gr4)de:3m hotxibK.<H^rJ^iibl&seoaddosw Dea- 

.. .Tm^iLMijy»tif(ï4 j .. . ; . r /^ . pu» 

. .4^ ^{ITÂlpi^^^^ c^. m(tigti4 de tfi^ <€• Su jjasion doidînante era fii^ 
jrif ^.y rçfer^f prodij^iôs^ Enla miama vida de Applonip cucnta , qiie 
en un^&^in de Brachtnanes los platos veriian por si mismosdë là cd- 
cin^ S'H'mesa, y los vasos de la mesa ilos labios : que muçhos In- 
éi%àm$tVmBA invisiblksr ^afido querian : que se l^ttRUbai» dos 
-oàéof iU:i«Uû»^ y mbÊànteoUnieù ti aysc aodoj^l tieipiaiiqbc fpiÊAà^ 



vi.30 Uso 1^ LA Mactca;^! 

'pues de larga iaquisicion se diô con iMerlih , et qtiâl trdhi* 
tdo i la presencia del Rey , disputé con los Magos âe la côci^ 
-«uka , les advirtiô , que debaxo del suelo destinado al edt- 
-<icip hàbia un gran lago ^y* debaxa del lago^dos horriblâs 
-dragonçs: uno roxo^ 4|ue :rèpiiesetitaba.1a<gC0fi«^1kiglesà: 
'.otro blancD , que represèntaba là SaxoM.^ I>esoubriése el 
isitio^ y se halUS quaaco Mertin habia dîcho ;'pero dd bien 
4parçcieron les dos dragones , quaodo- comenzaroD i com- 
-batirse ftiriosameone. &>b(e,cuyo'ascmc6 Meriiti^ di6 prioci* 
;pio lidraodo à* sos profedasde I09 suceaos dé lar Grm Breta- 
«fia. Ocra OQsatndy metqdcable^ que ser^ftere^e'cisce hom- 
bre ^ es, que transporté de Irlanda â [nglaterrdi unok grai»- 
des penascos , que cerca dé Salisburi se vea colocados unos 
sobre otros en 'forma pîramidai* > 

1 113 Pero una historia que: eoipieza «porta igéneraciofi 
ude un- fncubo , desde <k>5 priadpios dioe to cpK es. Aliieiios^ 
y graves Autores tienen esta gemradoii'por ^posible , y 
Juzgan fabulosastodas las historlas que la cc»nprueban. Es- 
'la^opiniofi de generadones deïncQbos^'VietiftdelGeotiti»- 
cmoset). ei qua( j^como eonjeiorafo algKtiios>iMbtos) ^oco- 
, faron^^ofîdersés 6'diku)pfl(rse 4os deslin«srdeatgiMa^4Aâ^ 
'^eres- itustres coa^el espiîdk)soMii|Einco^e hàbiwisido^oôm- 
-plicesen ellos sosimaginarlas'Deidadea. Db' esremodose 
'consagraba eladutterio , quaodo el parto^, (|aeiio se pôdia 
-amboir ah esposo ; ctescubeia' el delHoi; ié quahdo pinrco^ 
-ffiet^r âl delfCôs 8ro0gàf!ttbarè<kieMerMp0M^l6 pi^e^ 
-at^Àpoto.^A «té'sa^radose acogi6 JadesldabaddeOUm^ 
-pias, bascantemeiite reconocid» de Pilipo^ y «unqoe este 
iDoeratansencilloque creyese quejâpiter Je habia siipK^ 
-do en^l tijamo , valid el eogïifio^ para la rudeaÉ del vulgo, 
•en ^1 quai Alexandro, que acaso era N[)«^*uW<hoàibrdlhu- 
milde , pas6 por hijo 'de un Diôs. Algunos- Atttores4e ^ 
fialan por padre â un préfugo Egipdo/llamsklb Ni^eoa- 
bo « que haU6 demasiada benigna acpgida en j|a Réyna de 
,Ma«dQj«at: Ej prigeo dftj^léw^u^ ^y iR«PO«Vii«ii^ui<k>*l 
-0ÎOS ^ftfk no!fu6<inas'ilU5tre&iSu niadrft^betaStlfcia 4.^10- 
gen Vesul-i dex6 de aer -^irgmkmim^)Mi^f4(M^ Iw- 

bia 



tnàrîkb àj saor^Gàeq^itio dportuop pira utf hMnlx^ deHch 
qwtMe , y olada neosarjo i uoa Dejdad édamorada > para* 
quienno habia lecho ioaccesible (a)» . . ) 

> 16 Tal vez las pobres mugeres no engafiabatf , aatea 
eraD enganàdas/: ,de lo quaLJo^fo , y Técito nba dao i» 
exAOï^dir insigne» Doeio .Mundo ^'oéble^ y rtco jovcn Aor 
manè^i 00 pudioado corropfter .cou doms à Ja ûnple, 7 
casta Paulina ( mu'ger de Saturoina) ,- pbr quieh estaba en. 
el éltimo extrema apasiooado^ aôtique llegô à ofrecerle 
doscientasintl dractnaspor utte.noohe'sola, corroinpi6 â 
los Sacerdotcsadela.Diosa Isis, para que à Paulina perstia4 
dicseo 4 que elDîûs Aimbis ^ toamorado de eila , aoHcttabar 
sus btBxc^.iioa,npGhe.Hiciéronselo. créer i Paulina ^ Y poô 
mediode ella ft Satniuîno ^ que debiade.ser tan cândido 
como su œuger. De hecho se préparé lecho en el Templo, 
adonde habiendo ido lalinâfuta^PauIina , Decio Mundo^ 
qtteya^QBtabftMMnUidaen él, j>aii6 fdazadé De09^|acft!ic- 
lia nodb^i Y Atiolhvbks^ iidoitân. H^ero y que i Paulina, 
encontrindola'pooos.dîas despnes eti \à calle^ le mànifiesta^ 
se el engano , cbmoJo hizo^ de quefesul€6«liquexàrseella 
Isu. ooaiido'^ yi este l.Tiberio;,' quien» justfaâaiiieme>M 
otKâÊéàth» SAceÉéo\mi,y abo^dtmfciar el ^pemplo \dq 
1^*^ para.âieaipre'hubiecâ qiiedàdd enibotsadô «quel insui^ 
to 9 pasando eatrê los Geîitlle^por fiivor dfc unà Deidad , y. 
entre les Christianos por atentado de un incubOé 

17 .'9éf& vblvîeiido4' Merlin Vbo sol6 el origeii que le 
90ibùyiëta diokaa aun: 1^1 oiestode Ja bisfôria , deaeibre ser 
lods naa Uboien Lasr prediecfopefrde Joi suœàès de yn Re^ 
ào por: UetD{te diMtado ^ ëxceden la ÛKnikàd del DeoumlDjt 
Con todoes. cterto que faay un Ubro tie profedas, que 
.. ^. ) ;v .V.-- /•. . . •: '.'. . H :• •" • lla*# 



r- i^jT, uj I ^u hH^^ ♦ ^^^9^ f^î^ f9^ îo^pwWtsi , Poe la 
01 ef^mç^fCOt^ ^on que 49s .qiiélas iiieg|m pre^hden probir iu 
unpMibilmaS , qw fcs 1a disipacion de I03 éspîritui'dé'la materîa sé- 
minal ^trahida'pbr el' É>emonio de algun hombre ^ y'conducida , co*^ 
010 es éotzàÊù. j 4à alguhà diit^cîs , fio^hact fuena ; siendo ciertd 



Uaïkiân dé Mérita t^db que' mr^tacKlpqoileflîaotr éb l»piô, 
porque son ambtgùast y-obscurasii'COfDo ilss^dema^^iees^ 
te género. Y lo que es 4ïgn6 de admiraocibo es^ cpie Aiar 
no de Insulis^^Doctor Parisiense, hombtie celebérrimo eo 
el terciodécînio siglo , muyïde intcincdD, y.<éérîaine»te fc 
puso. à comeotar lirs» Tan. oiet td/es ^ tplé apeoas iiay îHome*- 
rp que lai viez EradiiienDa. g A ^9^ pp6f<Mtiia v ^ara fornsm 
ima pirémide , trafajer pefiàscoa de Irlamjia^i ^omo si ho ios 
bubiesé en loglàterra? Fibuià es esta que adeiatit6 estrâ-* 
fiamente an^tal Gêrvàno^'Candller de^EapéradorOttioa 
Quartou citàdô* por.Gafbri^KNabdeo vesènbtatdb vx)oé jb^ 
ftsi: pehosco&'estû siempre daQzaj!Rio^.ea: é|ayre v ^^ ^"^ 
màrse en cûsalil^aaa; Tahtaes la éiusv>agaaaiaf yiwUlis 
de alguaos Acrtores en fibgir nacavilUis* ' :; r. - 

f ' x^ Agripa>4 >é quien >é\ B«disè Mania Oetrîb da el 
ssperlattvo epueto de ArehÎBiago* Agripa ^ nAiwà\ deO* 
IbÂia^ fue uniùotistrtte^ compae6tode>altisiiDas:preDda^ 
y grandes iieécfnosy>8|Biirpu<.vet)daderam defif^o , ca<i 
paz f^ra 4uàDto puedè serlo el eît^ebioobàtxniko.tnPiorMM 
$osa ; ingepiu ié Hadra Paulovjpvao i Ladov|ctt;Viirt& « ^ 
^^rv. Je tbdasi Uk àemàias. Gàbriet ^Naudtiy Jetompara i 
Argds^ porque- • > • : c .f . - . .• ; Vi 

19: HaUaba^iQK)iiui^^3eo|gubsi2Ji^eiHiBioriador^rF4^^^ 

gème!, y'pfàdtfcoiiaeii el (arbeMilitar^Et^akierJCânto^i^ 
ocasi^n à su rinoènstaaicia ^ y matecia â> so naaledk^ticia^^ 
vicios caracteristitos de Agripa. El sercapaz detodo, hi* 
ao qtaeno' tikaseel^^enr^en blgvxfy^àti^^ fli^ab^a^ii ^^ 




debaxode .Iaçpndw:ta. de AptPPJo de JLqyyîi;.:i,;^^ 
nuyqiieridopor su habilidadi^ y bcadmrii^ ti^^Jêa^aein^ 
y segradui^de Doeiopim Judq[kr«dk«da^i^^ 



I>ifec(jR80 QxjïHro. > 3 33 

's6 îl^l^raDtJâv V dùaiMi £spâtîa# Vôlvi6 ^ Frància ^ y en 
|>olâ*', Ciudad idel 'Frânco!Oond»do, bbfuvo una: Cixeér^ 
de Efiérkara , que regenoôiafguo tiempô : dexéla para ir à 
lagiaterrat àt blonde paa^ â€Qlooia : aquf expUcé Teolo 
gfâ. De Colooia volvi6 â Milicar en Italia , con hoorosd 
einplèo\) y ^aa'Xepata|c2M. Despues* soccesitramente en- 
kàô TepitogfaeiitPavia, y Turin* Pàsâi Metz -de Loi 
réna €011 105- empleos deSùidicOvy Abogado de b Ciu-^ 
dad* De alH diô vuelta i su patria Colonia. El ano siguien* 
té fue â Ginebra, de donde pas6- é exercer la. Mediciaa 
à Frjiburgo ;^dqKi& ésca estancia poil la deLdon. de Fraiicia; 
doQxte togré'ie^sciMase iiaaipenoén'.el Rey Peanci6c6:Pm 
neiFd V y Aie ^Médicb de la Rribcest^lùiifiadeSaboya ^ mâ4 
dre deFrandsda« De Leoa Aie é Paris:. de alli à Amberes; 
dônde siendo solicitado por el Rey de Inglaterra , y otro^ 
nuidiôs Prjnpipeiv ^t» ellos porj Mabgfirîta de Aljskria^' 
cia del Emperador CarlosiQuihKK^i^ivibeniadôfafdellPafi 
Bàkài pâck£)M;i6ejeroV^^ Uistpnt^dot su^ v jabofifzàf^te 
paitido^ que) dettes abandooàv dàndo iërcera* vuelta é 
Colonia, y luegosegùnclai: Leon.de Frància. De aquisâ- 
Mo pava Grenoble, dande^<nuri6;eli afio 49^ de isut^d. )'j 
. ^ 9a Fiie:^Agrjpa mal vbta en ^todaa-ias partej^ dopde:ea^ 
vaini\i popi sti^^sâbérbia «ry libeetad- ertdedrquamb iàefatiav 
aîMdô tisfqueoQniaflineaceinO'SeQilabkm Su Hbro de Iir 
yàmdad de: las Cfeacias^ sa cotno prueba su prodigiosfli 
universalidad en todo género de letras , manifiesta su vio- 
lenta propension 1 las sitifas. Tailhbien es cierto que sus 
dpilâMerQOffiieilâbcatodo ar^^ladai^ al comQttsetitiride 
l69''Gat61ko6« i)iseùrri(^.con têitaerldad . en lAguna^ ma- 
terias. i 

ai Pero en quanta al crimea diç.Magia, que le împu^ 
tan. Patik> Joyîp, Marital Delrio;. y otros' Autores, no pa*) 
nece esk^len^justifkiadbi Jei^iofdiceif i^ al 

DeMMmîD ènvî^ii^ariieiMi perraiiegfo., cpiç^iéaiyûsabaî: 
qiianto pasabà en todas tes. partes d^l Mùrido^: y quô eitao*. 
do prô^mo i. la muërte en Leôn de Francia, le despidié 
<te si ^cen.'estàs.vQcea : *AM ^ferdstn beitiii i.fua: w£ Wum 
- . Tbm.U. del Teatro. 1 3 t^r^ 



734 ^^^ ^^ ^^ Magic A. 

perdidisH.Vùit\ bèstiâ/maldiu ; fpft eo'toidQpDe^-eçtiattcf i 
peFder.'Oldo lo quat^ el .pctrafue â atiegar^ lea Saooâ., y 
no pareciô ma& Esta narracion p^rece faj^ulMa \ porque 
Agripa no œurié en :Leoa , como supone Joviq ^^ sioo ea 
Grenoble* 

22 La estimacion , y aolistad qiie logriS^ AgHlpa^de k» 
priinenos faombres délaquel tleoipo, esium gi^pi'ueha A 
favbr sayé. Loïsdgetos oaas scrf>resaUemes;6i»'la Repû^ 
blica literaria le dieron testimonios de su afecto. MUchos 
Principes le solicUaron en ^u asistencia. Fa^ amlgo singu- 
)ar 'de quairo Càrdeoàtes^ y. de cînco Ohîaposi £1 Papa le 
escribiét una caità. ^ exhortindole 1 oâDttiiasdr éit x>brar 
bien y conio babîa empezada El Cardtnàl de Sania. Crus 
le escogiô para Teôlogo suyo en. él Concilie que^esuba 
para celebrarse enPisa. Todas esfas noticîas son de Ga-» 
briel Naudeo v y las trahe mas £xten$ai , y jtËtificiadaa 
Bayié èh.;el Dicckna^ip' Crftico. ' i * « ; . i. 

o: i»3 Es wrdad que Agripa se alabd deiqné sahte la Mir 
gicà; pero nadie lé vî6 executar cosa que perteneciese i 
ella: conque es de créera qiie aquella jactancia fuesé un 
desahc^^ de 5a;genio Ibquaz ^y. arrogante*. Los œticbos 
eaemi^ qœfaicarre6. con .suslibertades^ipoiiiecoii coope- 
car 'àia denigpacion. de^sufaoïa c«nv tàn ioËÙnenotai N^ 
aftroio en' esta .maceda como cierto ;.pero:p»rnp lu^r go^ 
sa ciçrta meaplico é la sentencia mas piadosa. 

' / . • ;.* •-. '-.rs...VIlL . : r ' . i - 

^jâ4vrj< AS causas de^que Irayaitantxs rfôbufosen ordén ^ 
-^: ' MLlj Magîa, . 6 ^hechtceda , puedea cedaciri6i i tio- 
co. La primera es la propension de los hombres à conter, 
y ;escribir cosas prodigiosas* No isolo los vulgares fiogen: 
ta&Qibien entrao à la jparte a^tiûs Escritorçsj^ y <>tcoSi« àuo- 
que nô fiogen , traskîflaa don . deofiadadarlsiaoentdaid la que 
Â]ueHo8 flngfC|POQ« Tal vez ^podrà^ser m^i que sincaeridadt 
6 codicia^nSambicion.^ Interésase mucho un Autor en. Ile- 
nar su libro de acontecimieriitos admirables , porqùe es el 
mayor atractiVo de loscitrioios. Pooodano Irfaace queua 



CHtàoàsmiBtobàlik su disgréciditcfeBsetw^; y es poucba 
€l prbvec&o qae le résulta de que d comua eoçueotre la 
letura amena* 

^ • .EilMre Martin; Delrio;» que; en sus libros ^e Dis* 
quistdooes Mé^eal Jtiot6L.lQasi todoquanto bastasutiçm? 
pQ estaba^cckoideliectrioerosv y ,l»chkerfai % e$t4 librç 
de loda sospecha contra sa stnceridad* Su profesion , y 
virtud Personal le exlmen ; pero slninjuriarie podrémos 
ponerle alguaa^itaeha en sucritica^ 6 culpar su.credulidad 
demanadaé !£iias DupindiœvqneDelriéaî/iia^^/^l^^V^ 
4e Aurons, ^'for ia mojftt pufte whscufos ^ i. incdgnitM. Sf, 
aGn> Dnpki'quiso envol ver en «la expresion la so$pecba 
de «pie aigunos sonsupuestos, no la jnzgo razonable i y yo 
puèdo asegurar ^ que siendo^^asi que hekidamucho menoi 
qm Oopin 4 ato Aiftor^hatlo. jckaéo kw Dekixk ^ ;^i qntett 
por otraiporsesnoitenga ialgunaiioiicki«£l 'juîdQrque:aquel 
gràndeBibliotecario hace. pocodèspneidel £iccitor Jesuit 
ta ,*es mas-eonfbrméii razom Este Autor ( dice) ténia mu-' 
g^ba letuta^ \y sàbùkria ; piro Jtra nafy àridub , y estàba 

06 Laquev pnes; àe;pnnfe noter em Dd^io es Indbér 
dâdo ii6as fédeSa <jue:mcreeian Aalgubos Autorési»:y hat 
ber propoeko eomo verdadercB varios hecbosi cuyâs cir* 
cnnstaoctasdan œotivo para noser creidos* Darémos exem* 
ploidemot y (Wo. Cita-cnJoioiiverdadera^ las hçchicerias 
ep^ h!ÇB&fgp^'re!bsT^^^ steodo visibie^^ub 

feodaaqnéiia narncîonies'Êibillosavy.elmônia Autor lo 
ooiSfiesa^ inlroâueiéndaieâ ella.conestâ» voces: F<sA»£imi 
Gneùamcam iw^^nms. Empezamos Ama fdhula Griegu. Y 
tttvo razon para* darlaeste epiteto ; pues el fondo de ella 
tcxia Fortemé deliÇrlpgb Lndâno^ (irque: aBadî6 lApuleyo 
àlgHKM ciientfts^^para hi|cei^ laifâbulainias amena. .Sotwe 
la 4é de Mmx> PMto^Veneio diocv que tos Târlaros^ quao^ 
do quiéren^ convierten en ndche el dia , cubrjendoiel ayre 
desombras. Marco Paulo Venetoen sus Relaciones mez- 
cla no pocas patranas; y si los Târtaros tuvjeran aqi^lla 
habilidad , presto se hicieran duenos del; mun^o^ piws. «le- 

I4 ria 



1^6 Uso im^cip Macticjk;'! 

rià qualquiera ifistticd &cil i quien pudièsé ccgor* t-toàâ 
los demas hombres^ Râcajas xnaràviUaslque^refiere deSU 
mon MagOfCita los Libros de RecogDÎciones de S.^Cie^ 
mente ; deios quales ningua ErUditodttdâ bo9r:^]|ufeJsoncap6* 
crifos.^ Que huto et|) tiempo de^Jos : Apé^oUs àWDoSimofk 
que taetcià la iMagiaVç<VBtax}èlajEscdDJW: Que hicief 
âe los prodigioi referidos ponDeiria^ >y.%oMi$^ de'4uiimar 
las estatuas , penetrâr losxuerpos^ faacerie invisible ^ criar 
bn hombre nuevo del ayre ^ .andar sio iaiaiiipdr ei fiicgOi 
hiostrarse oomb^ Jano coD.dor/carâs ^ ibmàrlUaf^iiraDde 
Varios brutos , volar quândovquçrla v quiàrt^y* poner'.Rci*! 
yesr  su antojb^^vocarias aimas de tasdifiiptos, nliiilcfirii-» 
car la preseticiadesu çoocabina Selene, dft modo^ que es* 
tando en una itorre oenida de geote y que> babia çofrcurrjdq 
é-veplan^e^ aparédié â jm tàsmpo ieitJhodasiiss yentaâhsd^i 
laOENrrej y^bcrascbsaa de«sieLg6dero9 aoloîiCBiistaa de ibq 
pretebdîdos libpos^de& Glemci^e. . mI: o:o1 .. - 

97 Los faechos referidos por Dekio v ipiereirsi^inismûs 
traben igipresa el caracter.de fai^ulûsost son.^mttohoâ De 
Cesario Maltesio dice (a) , que adivlnaba cûfeksqmainittvi'* 
duk}ioo*lospeâkamiemosiagenDq;.i lo.qii^sciraLdanxB: la 
penetracionj de losipf^màles îe8pibritu& Pe TfbdànQ:MaîUoi^ 
cio (^), que ardientemènte eiiaiiiorado<deiiBa doooeUa , se 
habia valido de un hechicero Aleopan para lograrlaenma*» 
irimonio, dice que ei JlnDOiiia.srilè ^perocià: tm .figura 
de;laanisma donoella'^ pnbpaméndolexcmâfX)iM^H^^ 
cisa.parà casaifse è^n^èuavla àbaft n ettcât! ,de tbào^mém 
de "victciB ; y. freqiifiocia de. SaCramentos« . No? . sbp .<pcd|»ia9 
dël. Oemoniô càlc^s demandas. Y esto me acuèrda. loque Id 
en el Padre Gaspar Scpto de un Deo(ionio;,.q}ie iiabîendo 
sçrvidp'^ un .<!abai^rb etrformJ d^pagbialguiiMiaiiot^al 
de^pèdirse de; él v'deiicabriehdD quie0?ei|art •k.;pidi6.qae el 
saiario jque le debîà i\o emplease* ea cdoaptar.ucia campa^ 
na para la iglésia dé aquel Lugar « que carechtdê dla. 

tQuiéo 
'M l'ib.i.ciip.i.' ' '• ^- -'-' 'i r'->'"^'i.'.; •^'••c - 1 » 



. 28 vEn M que«t. 6«;. x^elrmbsiBGr Ubro d« ^ pMponë ua 
célejbre cermmfin^ de flos Ma^osb ^Llevâba^unocte'êtlos rô- 
bada oimi heqtàos^ BuigdD sobrélo» dib«}}G(^ dftc,K|Mdtiupôr 

ite le^habia vSsté , j^Idoàdek hî20 .estar Inmobit , tsoa* grdA 
veégtteD«r:^ya ,*'4 vistf dëL Pu^blo. Psiîx^: ofbmllde 4ia1ié 

fA^ap^ i^eilÉlhabia oçi;tadiy«l «deiOf, iy ^eséiibâM vMbdd 
«oDÏâMfiltBspectépiilâidcsdél UoacvomQoa «''hiiiô'^ê &e^l| 
flpawrîesgfi m: iat froncé, iim^s fonnidabtetf âsiasr; «db que 
liapodknâo . retirarse ;> pok-que mo: cabia ia l^n^èndaârma^ 
jwiiîpop la wntatisl,aQslf vp <tt)pqestC!biiii:Krto4 të mdfir^ 
comâitfio^^ liaBbiiqte^àiaàideaik)SBSfef M<Kii0ââ^£^}^hfl 
20 elotro el suyo: este recobro su figura, y el otro cooti* 
mnô su vuelo. Posible es to&bsto^ pero el ay re es de cuen- 
te ifnreotatfxrà'placèrJ ': : » 5' : / y i:; 

. 09 Ëa.otra paiteccftere el ckisafio d&idtK'tra))as. Je Mç* 
gokfâ-al^eglcijarijlaB l»ldas>deoiiiiA9rftk:^ AletfifArt'; éé 

^ alcgefied^ tarroiiQcpia^ TtiniiiéâiafâmëM»?^ SVistâ dë^tb^ 
dos le ai7pj6'buem>vy sano por' dtnKte:^é'éi»t^e&^ f'a^ ifa^ 
muodicîa&jdd.ciicrpô 4 quedando veiicedoK^iy avei^gonifcah^ 
AiiGODJasta^ifiiprçiis iigix)œimBpà(>)mico^ Digolè^ 

ipismq>quê;ilel f 4»anteb4dèhmJPoiti(^)^.l»il^8F^.I>è^^ 
semë^)te^juagos.;i peci» na5ca{0i1ëtîdia-«^lli6^ ^â' 4uâ?^ 
dei^erxhîsto^invnupiûfaA ûlgiiù'^ocit§(fj >'* ' * ' ri :.l ri 

30 De'brtjaS|trabc.«l!ini$mcrAiie^f fèrto-rtarr^^^ 
cuyaai^drciina^Qqiââ laa]faai36(iLiioiMils()kfl^^^^ 
quiso registrar lo que pasaba en un Con««MfèMb'>dè.^Vàs;i 
yottMndidftld&îoitaBçoqiiaacto i^PG^k^imâ^^^ «"^esdi^é, 

ea que ibaiEsboèno'que lai qoe^aqtiçlfa'Wflsfik fl6cfle*v<>ii 
lardaidc lenasi tknras.y se;?bti«ayerMiiâ(@Qa^9.'ëkëed?eéK-^ 



Î38 Ut(^:l»f)A>M3DS(Z. 

do lay€toéMiid)4eilas^^tt;i'iioj^bdie9cadiro8k^ 
jUD jumeoto. .£su oo especada. tdr^eza de Itœ hnijâs ( quest. 
a8.) se Qftta en.<3tras;dosi j^' las quate&.la/uaa.€it figura 
^^t9«|ier6 i.qacfiaiaolèefiÉïK el^fsicrpoj&palbsxlacftn^ 
£{i/(eroiti.lle sapa., â qufe Iabpaaas9i]^i>t»icfail4ada^ Eatradi> 
i}as.;t]Ulibi8Q vplado.al 1^ Ib éùgf^ 

jcia ^ y no. podian volar para ieviiàrfau Dopde^ lo taiB denof» 
tar es ^ Sl^e. la que ibai eo figuiîa.de gato ^:vol6 à su i»s& des* 
IPtijiç$j4e; quebracitadoi^QiaiqiBocà (ganroit^^ pao^ludfLhaf 
SSrlkqutîido.aàn^aba Jbu0battr> sâda^fDirésç» qftfi^npliïio 
Digs^ Q^^k tl cootmrsorali Dèiiiàak)L;|Mnitqœ(la9rsalvast 
çjel aprkto « como le hiegÀ ^piando prèodeiî estas easlat 
y^ fuy^s la Justicta ; pero en loei dor casos refieridos aéa 
y^^49tii|i ^ ;e6facîa^deL jpaiotD ^^fues, lasi bra^aa: raieQiaa 

-■..M. I r'.A) ' ) •' .*>i s- • ' ' '•-' • ' i V^'^ *'''• '- ^^ ^^-^^ -'' ^''' 
-. . > ^ . r ^ *.;.,*-• '^. S.'1-Xè •'''.''i' (.'.•''.:•/';•. .î 
31 T A seguoda causa de las fabulas en imateria de. he^ 
* '; I #fehicci!fafli^ e^.^atribuirsémodia» yecea.ii i^acto 
^^Ij^^o» li^. qiïyl jàl itffeeto^i 6 ^cei aatura]ir.J^ekiiMl9 
9^oni;)^qo:fuf s^uafdo^'ttjbuen' LaiwadûrvFurio JÇre^b . de 
U9 gtoero de ^onitegb,^ Itamado aeopelismef ^quèugapàaiste 
eq echar pMras eneantadasenias heredades agcoas para 
esterîUzarJM vporque la suya , siendô de mènes Ixiena cali^ 
^^^.çiFp(\4cm^^ las vedusoi;' qnya laausaoioû 

^^tHSiim9simpd0quQ él trabàjabaiBaSt y imejor que k» 
çtros taJbir«iaff9s./jGa}eno œfieoe dets^ mtsmorv^qtieaeiitaQo 
en la misma Romaaâspechoso deMagia^pôrrhabèr aiajado 
br^vepieote ooft J» aaogfla una fUtxienNi que Ensistrato oo 
^bi^ ppdifiov^urfrv «0 liMi^ 

3^^ £§i:lof^9i§l9»fi)nBqutciiaNitppc^ lasiMMe t 

^âûç^r^i^pefv^ilii^^alg^ en eilâs^ qoia 00 

fiiej^>repu{^fPQrf{VfégiGoeo el vu^O'(â vecesmasque 
eP^ YMlg9)i>R9^^va»vi{deialguna^.apeeac adoaim- 

\f^\çs , dirigidas por aquèllas cienclas. De este numéro fue 
Miguel ScotOt Matemâtico del Eaqperaddr Federico Sèguo- 

do 



DiscunsbT QviNTO* 139 

dolent Aleoiaoia^ yi IbogetiotBàdod , HeUgioso Fcancisçaiio, 
€fliiâ|g^e^ra yiigielqiilkB'q^e ^ioeivi^ecfttel Uaœado àRéma^ 
po> sa Geoèrarii jpom jn^ficaEBiv Mribuyéie à^cste lo mis^ 
mo que à Albeho Magoo (fisls^œeote i unb ^ y otro) de 
haber .i^briqado Joi^a 4»beKa de métal ^ gue r espoodia à laa 
pregiiiit8S4|ui^Jdfto|ciai|:(a). . :•- .;> : > ^ 
* 33 ^^ Aùa'4iar/8agi'aiit4Tiàra;œiatreâ 
lapèmQa.de> SilVésirotilvlVioagèrBenèaiictioot^ yiwtîHsi*^: 
mo Mataniticq^ fienooa.vCarckbat CUmitico, fue quiecî 
mas promovi6 estia.aciiMcioa, easaagreatando m pluma 
ea todo6 ks Ponrïfkes-qae alcadaô^por adelaotar el partit^ 
do'^1 vAodpap^ Guiberto^^ y; los Udrisgiç$i,i)ue iio^sexle»*^ 
emdaD ehiwqgerisèqiejaiïoebeapeatts ^ k^iprofccharan de^ 
esta ea sus sétirasi caratrâ laSitlaA'posiôiica'; biiea que cqîk 
eluyeoteœente refutada por^algunos Autores , senalada*^ 
meiDtc pof ^^ MaeAfiOilYcpesre» ia GréoicaT de^uestraJQr*. 
dev ^y ^abfiel Naiideo<«| ialj^hgidfér hs grandes bowi^ 
bres Mnudot dl^c^lf^jfto^t^^ ,qpor ^medio de las! 

Macemàtloœ V ' érganos < hsdràuiicofi :jt;y? otras curêosidadesj 
que en Ja wn)idem del dédmo* sîglo se coocébian excèdes 
todo el arte de los hombres. A.BoeGioâeverln0^ varooiàd*^ 
m&rabtei'^ b^îsDSutedMa'iaiiipr'''l0{nibmôi;pôr M misma 
eaii9-;l';lâqiie^0hide oqu^la çfluçiÂsàyà'irAtqmboà ipsû^ 
i^nesfikmwtikmui^^ ffmkficio4'9^oà tuisJmbeiiidisaipU^ 
nis (^X iQué' dixeran , si viôran lasiescatuas de Dédalo ^ la> 
palomade Arquitas , la esfera de Arqukqedes^ la iguîla, j 
mosca de hierra de Juànde^ftlam^eaL/quehizd volai* eu 
Mure|libef]^a.t) \- .* ■■/'■' ..;/.:'._• rr:-,:, . ' »» •/ 
34 i* AUn eu slglosmoul ilustradoa padcetetanf este^trab^^ 

(^} Lo mas admirable es , que aun tos principio^ del siglo pasado» 
en que ja ,se cultivaban mediaoamente) laS^ Mat^mftticas ^ na estu^ 
viesen cnteramente libres de la barbarie de. tener por hechiceros loa 
p'rofesores de ellas. El Marques de S. Aubin réfieré , qiie el ano de' 
i6i t , Vataïl , hombre noble /y rico ', ftitiicusadd dfe Magiâ |iorqtié* 
hacift imprimir un Coàiehtario ndbVe el Ilbr&.ddéfm% Se Icb El<^à^iM' 
deEacHdes. . '. -^ . 



1 40 Use DF Lî> Mactca;^ 

jD]algiui08.'iïoml$rës.&. habiJ&iad^;i9përi^r;â:losi^ 
éa:làr2arop3Sà[:6pot\ ^^Hoaii^ épati^fisî^içQé^^sai^Eàm^ 
toif^eéitiûxie Mogancna^t qnQv»guatnnic^é6 Autét^oi', foe 
irivencor de! AitedelaJmpttentav^isiho.foe suya; la in- 
vencian (.en cuya glQâa Jtiene pûc (jcûmpecUorss â^Juao dct 
Guttemberga , natural de Stra^o^gp^jyifalOiafdésiLnieiH 
xfs^Conicr V^QaCllrak^âe^ Haitém )) /pbi^.>^^ 
merô. que 4ia6deiBla.i!^ai/.vetiien^\BiMriaibaafiidU 'dé 
Hcbtias 4: que^acâbaba* detîtàprlàiir >, ooott que ieno le^itaa 
de manoi» porqueaaaoo h^tbià ooddadelatievoArte. Ya 
qtsciliafoiaidespaohadaqiûGtias:^ eaxpexâr!ia;g@nifi ^Llflotao 
ki^sbcBejaaza^p£,igts^)Mad de Gjipaoïèsesr^i^ friaQâBitfnilddos 
bb evem^plares. Toàq pâtsecki'dei.uiiarçkm^^ )siffndo tmp<H 
sîbie ; no scdb qaeiunaiplàmft : eadrifaiese/ tantàv tnas taon 
bien que obseryase' tan p^fecta sefbejaoza de. umos ;exem«f 
plares. ii otros.^ Todoè de cMDim «euenda resdbkrpn ique 
aqaello!^ ièbrpssedifbi^nc ei^itè p90tàiitelAlégida^^^Q,qn6 
]eB[quedàse'âobi^,ctlo:td:nieatidHtsctâp\fla^^ que 

Jaah.Fanstxy se vie» pteçmxkxA'^iàAriy d^sân^mo'ibe^ la 
Dueva invencion ^ para cobraroiucholdinéffQ jqne it habiaa 
qoedadodebiendo^a Paris, .vm: 1 . ; ri :>- . ^^j t 
r.^^ M Hafoi^doséintérceptadQJieib.Kranctfeiiil qbpodo^ar^ 
dmà las guettas: de la Li^:^ aIguinisoafftte4}fbSiipinaii.et- 
crit?s OUI t^ffattélres ^ohmtaeids ^eo que\ tô'0&fadia la.pl^js. 
oauçholQ de'variar difecentes aUabeftos dencra de una mis- 
macarca^ Ib que parece hacia absolutamente impôsible la 
inteligencia à quipn,no tuv&^e^ia t^lafre ^las descifrô Fran- 
cisco Vieca, Matemâtico insigne , inventor de la Algebra^ 
Ofipécii^saé'JMfidu» jbEganin: mtA: hnamùr 'Y {QOiaiAalguna 
verisimilitud, superior à toda humana industria , y segun 
reBere Jacdbd Augùsto THuano, los Espanolês dieron al-^ 
tas quexas etf Rotha % de que los Pranceses usaban de artes 
<fiab6lica$ para pénétrât sussecretos. Pero la.verdàd era, 
q|Liè np habia IhtervenIdPi ep esté negocip iï|as ^iablo que 
U0.>«$pîritu :4f; raralçobprehensiQn^.jrsutîlçzâ, ayudado 
de una aplicacion infatigable ; pues se cuenta de este rare 
hombrey que algunas veces sucedîô ettarsé très âiàs €or sus 

no- 



Dz8CUi£fi>AQinKTdJ 14^ 

iiàckëk eiiifaelemdâicift AtAc^eoaiacioQcisi IMTaténâtiçatv ^m 
eàmeé^nvdormA^sBàyu ûhbrevkimonçosD que looiabaV 
retiHnif adose sbbre elbraeb dd la siifau r 
; 36 El fiuceso yqûewy àirekïit atbora 4 e& mas.chistosor 
Ai^ Jnuiia''Adamo) Taboem ^oiIiq de lôs honri^tès joas isafaios 
de ^so fteoipby yoDoritneinBijlespei^^ |)or su/^viirtvd/qucl 
pot BQ' âbocrhia ; le^sotpimdié^ia; :âf tirna eofetHiedad., res^ 
tituyéfM|mé dÀ la.:UDitfer8i^d .de Rrag» â su ^irîa liisprukv 
en UD Lugarcorto. Quando ya^ estab^ eolas âltimasago^ 
Blas:^ ta>^àQfaxf»9egiii)o6€8à8; fljuarès^fiprs ;ppnedôs en de-* 
p68itBvjIMnHvpmxotivtcl||baD(ge^^ im/peqtiep 

BOc;«idm>ii«i) «^siooqet^tidbUirèstfaiKPtf^^ctado .imJost^ 
widaètaJiùom^r\B^\iAnhB^ asias/la/reixte ^ ne^ 

gco^èscBXùf^diof^ yj3coj''^u>av y angnitodi semie^nte à lul 
horreoda flcagoo. aDiivr^lgâsp :la;;iiotkûav^>i fiie Â:iuMfiQdo 
Biiicli^ gentei^/érfteerfilla'je^tfiàrzôcp^ dehinigari. Qéup6 J 
téàA ^^rpaamn^Afi^lHi te^emp WÈiidapésMeclUV.^iém 
ertfpeqaefi&V'te'bés^ eirkaiMaDlada^ iu^xsmtsMidaA era 
grande: con que venia i ser mayor.el onieotdo' qitet c|l 
ecnKneofei:^ ^é .equii^ab'éièrla7»riieffi «fde eI\to- 
^So-v^t^né fmnâàOï'ioTmrim en /lan'japretadàjiroyontwand 
éiscucBO^léy ânioDfque jegbia. £l.iDà£Mbio de dm idreuaq 
iani»; dMpti)8iId€<^Tiéàsàrlb faiettv.Tesolîriév^ «inéaqàelte 
era operfiiefon Qligica;^e eUmbhairuoiqae^velBo àlUî^ehi^ 
cerrado ^ no enbestia alguoamaterial ^ skiocl I>àix>nîo; y 
qtie.ei Pàére v^qm acabakt de^^pinr^ eta ain ,duda un* insign 
ne iKecHieeroi^ique sefiemiajde aqttei ifi^rmneàto^iarf/d^ 
prà^»éefiiàwigiàds. !^Asigtiérjel iK)ocpr$o/iililai!idfttiaÎDaS 
^C^éfno^fhdAà^ûer otrdioo^ ? For vatos ùdifiiraiesvam'dîsn 
creçar ialguno v^ detécÀikld. que.el .cafiMtr del sabio Je< 
suita se enterrase en lugar profano , y conua;a^eKvisible 
Stiaooioisetprcndtes|MOit Us àmBsdp àiiglocfâ. Esi^s- 
tabit^TifeiidkoL^ifûtatiBaiRite, lQi3U3c 
ifeâirlitgdAdoâ/aitedUUivnLti^avesl^ â ivcrmires-^ 

trafid ei^eetâoolèi, adheoàoo 9t)ue hàbia.viito àJgo de;niuii«f 
ég^^^ ftoiài4idtidMcnUiiiàsva,iôyefidbo:de/lafa^ 
dftai^Ide f9C34v^i9nSPM9fl^o^«^bD3i^^ (Ai 

o-îj pun- 



puntoquevi6brvi(kÎD4 côaoGffhier.iiiEinjbrash^ Abrï6«f 
le^ y so]c6 un^escarabajo sobre le naen. Estr-efca eLhorrJH 
ble monstruo , que â. todos babia. asdtnbrado. Ekpficdlet 
oomocon el beneikio del vidÉîor babia crecido tanto èp la 
apariencift. Coo^el deseogano.6Dcedijâren;:tAdb»al/palsni6 
farrisà v y trat6se c^ cadairef delrhDaginadayhçcfakerb oomd» 
era razoD^ Refiere leste iuoèsô ' iMie8C)no<dobtfsfim)f (BaodeoaL 
Celestino Sfoodraci ea el libro qde intiùild NodÊ/spr^des-i 
fmationis dissQlutus ( p. 2. §• a* )« ' ^ / . . . ! 
* 37- ' i Mas para'tqi^&iie de aoioïkxKiar'exétiifrfat-eai de kk 
^ue suçede cfadajdi»?rApeoa^ ^ea^terroeetrquajllqaiera pais 
un hombreTdealgiinai^iabilidad espeoia)^]! hast^tetoDoea 
Bo vista, qde >iia le tehga* hiego. eh vulgo :por hechkera. 
Esto en noesîra.Bspàna es 0199 frequcote.v, porqnela iocu* 
riostdtd de sus oauicàiea faace 4>eçegriilâs aup ai^uellas hai* 
bi lidades' que mkvi vulgarizââas -ea otras tNaciones^ Ud Tk 
tereiieTo ;^ àJùA -VçiatiDi;/ qœ^hèga ralgàAarcosa mas de hi 
qite se ma liacep i cfi-osl, ttene hechâs kb i^cuebasdeNi» 
gromintieo eotre' là plèbe. . • - ': . : , 4 / 

38' .Nueso-p esdarecidoiBeûedtâiop^el A^ad'JuanTr^^ 
iermor fae^ingulàraîeate iofeliz en.estatimtêrifti pûr<iue. 16 
pusieron ta la repittacioii'(& JMâgicovixi^ tos' VUganes, n^ 
BO hocnbrçs vècdàderaosnté docifsiiiiosw^Dié oeasjoa el 
mismo Tritemio coq un Ifbno: enigmitico^ <)ue iitlitul6 Ste^ 
ganograpbia « cuy^ asunto ^ mirado en la oorteza ;» jse redu^ 
€|e À invocaciooes de espfritus <» coû ritos supersuidosûs. Y* 
auQcpie el Anton i»cé variait; [Nbtestas^ de que oadâieilseï 
fia eoiaiqtielc libro '^^ ^que se opohgâ â la Ley deODios^ à é 
k pureza de.tâiFé^ 00 bastdf para so justifîcicîon^ por^ 
que el coQtextoapareate de la Obra desmeniia lasf.pro^ 
testas del Àutori • y . ^ j i : , r • -■-,-'.: 

< 2ff ELprimeré quetooà te tnoinpeâieii)iqJQriaideTfi-f 
teonb :£aecunjck[>ctB' Fraacér:/^Un»adD)0^^^ 
CanéirigodeNoyon^ el qttal/tJtno^ubrdeU i^ 
cîon que ténia Tritemio: eotre lodoa Iba lUeratoa de Euro* 
pa , solo por verte hizo viagei Atemànià.: £ataba â b sa-; 
zon TMQoïk^eaoribiieiidoblaiSttgMtt^^ vLis^m^ 



fthô -slrinrolarte d -mhitcsrio^qiie .esicmdfar ^ tnrAédasxà soi- 
bre'Ettd>elFrao€ésv«iites'^abpu9toiS&afii»t<Siide'8a picsei>* 

<ia 4!8ca9(latoaito ; para pubiîcar* pgr el mundoy ^ue Trice- 

anio^esiabaiescribiefido. unilUaideiNtgraniaricia^ Lameo^ 

4ése>db>UM iiqwia Triiemiq ,vy. dè)i6i^pon acabar I9 Obrs; 

ia <{nl 'iiv>ènAnr^ i^top^ éocnooéstabc^ se limprimià 
nmofla tkapues : cfesuMHifertti. r-Pero^cmo ifaltaba laxlav^, 
(ue una piôlra de escindala, en ^q^e tropearon t6& hom- 
bres deïnejor ' jukâo^ eittre' ellos lel • Éan^wadsimo Belannt- 

no ^))i difofanEk>i;i que iel iibroMiprte'Btàgatiogffaphia lesli 
i^leaode'^fiioieAM^^iiias 'pdkcoocîeatB à )a'^M»gia.i E^l 
mJbmojuièio^bitfOi etfadrÔ!Delriovy> otfostaanotpoK Mâs 
ya despuea foenmaiiifbsaaclD'por varios Aatores el geoumo 

'sentido del libro s y .desotbierta^. iadoooèoda de TrkecQîb. 
Ja<x>boiGQborf4(BlitideVâ^efle»i;3idé^ 41 

-AbfldSigimàndoi;^ <Aâcœdek4iMo^JWrMif^>j|i^i<^jte 

-Wftdex^ k3&<i|lasPS8bic»sJtt(iic^ 

Scoto t* el I tusorfshoo CalramUel, y* Ûittmafaienie n veltro Rè- 

verepdfsuqo' NaVi9ro^A)',<p«Bîeron nais blareuqiieiai laz^del 

vélo auela cubre^ no condeoe otra ccMâUjik UriMnqddB 
'de if^iuiiotts^c}^ ooiittar 

càn aqoelté'jlie^aa, apM^CBCÎ^ trcoiipn^rlMlibni- 

bres igDcdasei ^t artiftbio'^ paKciéodoIe qoéiiniiéhoftuaa»- 
.riflo^oâlipata 'ftnés:^d€tprxvados.,>Aoaao.iiQle eacrib^^i edn 

viiraele tâaDus^bv^ FeUjpe*{>oqiie)deî^9vi<^wi>pii«^^ 
ei prélojgoriiél éeble dedida ;^y'dlce'ijqàftqpc^ txldèfcquflir, y 
compiaœn'i«U]UJ9l Principe le oDoopusiK ^ 

40/.i3i ie2akeopoa^9,:c]|ueisieiidal^^ tato^ooniu- 

nes s 7 ^cllèav que ^qiml^ttlena^se la^ pbede invciitar 4 ii 
amoj<^V^tièi^kbsa>papticui^àrTÎQigcrec> «Da^arieaïpae^las» de 
-Tritëa(k>/'^ETde sabtt^) qàe'^as diowte AatoprTsçiDÎdeDimiy 
alogittur arthiàiOr poraue'^no solb^>oâA^:io' q^ aCrOifi^ 



^)44 VsQ(mmvÇlNbMaaèi(î 

;mai^Jfce|^ura;(af^)eijckieQb,>^,.pÉa^fiVbm pûedb^iàKi- 

^perJQÎcio. ËàilasDiMra&«isiinqM^a)9rsQ,acieriet'é:4èsQiftgr fa 
-cacii ,. basta :cocKXH;r:jme i faâ^ 'cifn^:para! apluaar; ei: iceoid- 
-4ia^,k>\6::dcsc^miMXfào lel à^iœ4 J&idpiWMila^ .^rohligasidD 

^r^ sorikvenBleaiOd qirtft i lânOtifra* : jU^amârite * iaî.giiardarâ 
rya con taïascaDtéla^iXaarT poéA coâlaaineoàssavy^Lca^ 
.tigoucibrigstiaié.jdéscuhrin.el iskcr^o.v^Pero.tàoto se cau^ 
ltel,afiàvisrJbUz>toeèhdHiçti8Mii^ <ta<lioâ macîAadeuofa 
n» QiAftaà de^.gaUo t A ?fA^i lejté) gétieA) (leloifis» i0i<Mas1aei- 
^gqMi'^afa.ckidiildîBqmotfikfc^y'maaipdl^^ Ipa^^^tt^ 

-4ttlo9«.Lo>queœ.badic'ho ,dei mafidares^ci^oide I^rospd- 
Isa t' tiieoe'. Ipgar del imhoio npçl^ èoidl Priâoipe. mqpecto 
<ri0v.Yd9dW;.ëQbeJcâDnji«£pdKfa(d^ 

-j i ::i4fto Kliit|£uk»!qAe rFrittp3}c^jdîi6i ^^âlM^^œaQtt^ 
«tntetKoht^qoe: Ja ^oBf^G^çgàriWBiéi^^^ .^îgnffiea 

<^»crkiiii»ioQubai4 6 'modkt.ocuUaid6i«ici!tbiF^.GQq^ 
nfari àdjctwo jA^am£./>qi»tixu*reqp6ri(lfi •.La^itoJ^^Mff 
-4l!pe0ii|^4jr<AlB€a0ieUâiQiC«^i^ SttlM- 

ifantwûi Q«4^^^<2wpei^o04ë:^i5bQ[^ 
\ .4â!i^Mèyhb9>a)àpe$t0ybreye dx^feitealdol t^tlad Jrhtnéo 
un borron , que encoatrainors eu lasfObras;de;D.f moclnx) de 
-Qnmedoi Esùi'^SMMmdisimo^i;sig^^4it^ttbàS'^Zà^ de 

iSIitonjdimittibBdq pdr J0SfTOpai|DttflBfbeiKqs dtiîbfer^Qviei 
sinade^Uosi «Qpnca 4isa)OMlpai3(ia><lè:ocras*^Q^ , i 

imkde açuellas obras escandahsas. Esta propoaicion texne- 
raria muesirf qjiç. ftvftyç^<?,^:fii ,vid^ qi ^f«W?. >^?PV . no- 
ticlade k>s dds libros queutai ÇOIt!9il^S%,w^ 



DiscuRso QuiNTd 14s 

gràpbia no es por capftulo alguno sospechoso 9 pues aun- 
que trata tambien de modos de cifrar , es abiertamente , y 
sin velo alguno ; y asi en aquel libro nadie puso jamas re- 
parb sino Quevedo ^ solo por haberle ofdo nombrar , y sin 
saber de que trataba. Parece que tambien ignor<S Quevedo 
quién fue Tritetnio ; pues no es creible que estampase aquel 
arrojo , si supiese que fue aquel insigne Prelado , por su 
piedad I» y doârina , ornamento de Âlemania , y de su si'- 
glo. Henrico Spondano en la continuacion de los Anales 
de Baronio , le preconiza : Varan grande , y utilisimo à 
la Iglesia CatôHca ^ à su Orien];y à la Repùblica literaria; 
y hablando de la Steganografia , da la clave de aquel escri- 
to, absolviéndole de toda sospecha. Natal Alexandro en el 
oâavo tomo de la Hîstoria Éclesiàstica , despues de enu« 
fflerar muchos escritos , le llama Varon piadostsimo. Y eil 
un Scolio anadido en la segunda edlcion , dice que à es^ 
te grande hombre le sucedié lo mismo que al Papa Silves- 
tre Segundo ^ y Alberto Magno , que por ser tan grandes, 
esto es, por alcanzar muchas cosas que superaban el cono^ 
cimiento de los demas hombres , fueron reputados de mu^ 
chos por Màgicos. Como los libros ^e Quevedo andan en 
las manos de todos , me pareciô poner aqui el contrave- 
neno â aquella negra sâtira. > 

43 Pero advlerto que el Expurgatorîo del Santa Tri- 
bunal de la Inquisicion de Espana prohibe la Steganogra- 
fia , de que hablamos , aun en conocimiènto de que ao 
contiene cosa alguna de Mâgica ; lo quàl hizo justîsimar 
mente aquel Tribunal , porque puede ocasionar gravîsimos 
maies su letura à los que îgnoran el misterio ; y aun à mur 
chos de los que pudiei'an entendérle , no es convenîentç 
ponerles taies cifras en la mano. Léese tambien en el mi^- 
mo Ëxpurgatorio y que aquella Obra falsamente se adscri- 
be à Tritemio. Es cierto que la tienen po^ de Tritemid 
muchos , y graves Autores ; pef habrân exâminado mejor 
la materia los que de orden del Santo Tribunal hicieron e^ 
ta pesquîsa. \ 

44 Algunos .quisieroo. atrjbuju* à T«tenÛ9 otro llbr^ 
Tom. IL del Teatro. K * in- 



146 .Uso PB LA Magic A. 

intitulado Veterum sopborum sigilla , & imagines Magiae^ 
porque en la frente de la Obra se decîa que aquellos se« 
llos , é imâgenes màgicas se habian sacado de un manus^ 
crito de Tritemio : Exjoamis Trithemii manuscripto erup^ 
tœ. Pero ninguli hoinbre sabio duda de que esta fue supo- 
sicion del que lo imprimiô , para darle reputacion con el 
nombre de Tritemio ; como por el mismo fin el que escri- 
biô el disparatado ^ y supersticioso Ubro de Mirabilibus^ 
le puso el nombre de Alberto Magno. 

S. X. 

45 T A tercera causa de suponerse hechicerfa donde 

I j no la hay , es la loca vanidad de algunos que 

han querido ser tenidos por Migicos sln serlo. i Quién cre- 

yera que de esto se habia de hacer vanidad ? Con todo es 

«1 hombre tan neciamente ambicioso de la fkma de que 

^abe algo que los demas ignoran , que por lograr esta glo- 

ria ^ no rehusa aquella mancha. Concurre tambien en esto 

^1 interes de ser temidos , para ser obsequiados. i Quién se 

atreverà à hacer la mas Içve ofensa à un hombre , de quiea 

concibe que tiene imperio sobre su vida , hacienda , y hon- 

ra , y que sobre seguro puede danarle quanto quisiere^ aua 

de la mayor distancia {a) ? 

46 Tritemio en una de sus Epîstolas ( ad Joan. Virgun- 

dum) 

^ {a) Monsieur de Segrais dice , que el Abad Brigalier hacîa quanto 
•podia povqiie le tuvie$en pcfr Màgico , y logrô es a opinion con mu- 
xhos .en fuerza de sus artificios. Una dama , que por equivocacioa 
habia comprado una pieza de tela encarnada , queriéndola verde , se 
la enviô al Abad Brigalier , pidiéndole , c|ue usando de su Magia, 
se la hiciese verde. £1 Abad , que no queria perder su buena reputa* 
'don , quedâridose con la tela encarnada , comprô otra verde , que 
-etîviô â la dama , haciéndolc créer que era la misma que habia reci- 
ïbido dr.ella. . 

2. Todo el Pueblo de Léon de Francia , dice el mismo Autor, 

creyâ que dicho Abad habia hecho ver el Diablo â muchas personas. 

£1 se lo habia ofrecido para tal dia , y tal hora. La execucion fue de 

esta manera. Abrio un.nicho en la pared detras de una pintura del 

' JDiablo^ que tenii^eh su Casa. £n él a^omodô un mendîgo cojo , ate- 

i za- 



DiscxjRso QuiNTO. 147 

dum ) refiere , que en su tiempo andaba rodando por Aie-* 
mania un tal Georgio Sabélico , que à si propio se nom-> 
braba , y qualificaba del modo siguiente: El Maestro Geor- 
gio Sabélico , fuente de los Nigromânticos , Astrôlogo , Ma-- 
gico , Cbiromàntico , Aeromantico , Pyromàntico , &c. De- 
baxo de todos estos titulos ( verdaderamente honrosos ) no 
habia mas que un embustero , que ^ ô por vanidad , 6 por 
interés , fingîa ser lo que no era ; pues el mismo Tritemio 
advierte , que prometia hacer muchas cosas , y ninguna 
hacia. Paracelso , à lo que se podia discutrir ^ adoIeci6 de 
la ixdsma locura ; pues no solo en algunos de sus escritps se 
jada de inteligente en la Màgica ; mas tambien à su dis» 
dpulo Juan Oporino le decîa ^ que ténia los Demonios à 
sa mandado , y le amenazaba à veces con ellos. Pero el 
mismo Oporino da à entender , que esto solo lo hacia es- 
tando poseîdo del vino ^ que le sucedia freqiientemente , y 
ounca v\6 puesta en execucion la amenaza ^ ni efeâo al- 
guno de la Màgica de Paracelso ; sino el que acostàndose 
é veces sin un dinero ^ por la manana le mostraba algunas 
monedas de plata , y oro. Pero esta no es bastante prueba; 
porque podia tener escondido aquel caudal ^ para persua- 
dir despues que le habia adquirldo por. su Màgica. 

47 El mismo juicio se puede hacer de Henrico Corne- 
lio Agripa , como dexamos apuntado arriba. Y lo confirma 
aquella jaâancia suya , de que sabfa el gran secreto de co- 
municar en un momento qualquiera noticia à otro , que 

K 2 dis- 

zado , y feîsimo , â quien de mas i. mas ennegrecio con tinta previ* 
niéndole que quando él hkiese tal senal , airojando el lienzo que te«- 
nia delante de si , saltase â la sala. Juntamente le aviso cômo , y por 
dônde se habia de desaparécer luego. Juntâronse las personas convi- 
dadas al triste espeââculo i. la hora senalada. £1 Abad hizo ciertas 
ceremonias en ayre de rites Mâgtcos. Hizo luego la senal. Arrojose 
el mendîgo â la sala , derribanda d Hen2o que. le ésc6cidia ; y des^ 
pues de hacer uno , u otro ademan de acproeter â la gente , se escap4 
por una puerta cubierta de un tapiz , sin que nadie pudiese observar- 
lo por el sumo aturdimiento de todos. Laburla fue pesadîsima , por- 
que muchos saltaron por las ventanas ^ con que hubo muchîsimas 
piernas , y brazos quebrados. 



r48 Use CE LA Magica. '' 

distase muchos ceotenares de léguas ^ hadéndolé leér por 
réflexion en la Luna , lo mismo que él escribiese con san- 
gre en un espejo. No solo dixo que sabîa bacerlo , sino que 
lo habia hecho muchas veces. No hubo testigo alguno de 
este prodigio ^ siendo asi que los caraâéres trasladados al 
Astro , necesariamente se babian de ver en todo el émis- 
ferio. 

48 No hay en la materia que tratamos cosa mas dig-* 
oa de risa , que el que dos hombres verdaderamente gran- 
des ^ y mutuamente grandes enemigos , Gerénîmo Carda- 
no ^ y Julio César Escaligero ^ se preciasen de tener espîri- 
tus asistentes , que les diâabàn lo que escribian. Dixolo 
primero de si Cardano ; y sospechan algunos que el fîngir 
despues de si lo mismo Escaligero , fue porque ao tuviesen 
por menos sublime su doârina que la de su competidor. 
i O emulacion de ingenios , <}uânto arrastras , y à que pre- 
cipicios Uevas ! Cardano â su propio padre manche con 
esta nota , diciendo que habia tenido un espiritu asistente 
treinta y très anos , por cuyo medio comerciaba con otros 
espiritus , y refiere la disputa que en una ocasion tuvo con 
très Demonios , que defendian la doârina de Aberroes« 
I Raras inveneiones ! 

' i^ Si algo hay mas ridîculo que esto , es lo que Plinio 
refiere del famoso Gramàtico Apion. Era este un hombre 
€umamente jaâancioso , que apenas cesaba de gritar sus 
elogios , y à quien por esto Uamaba Tiberio, en cuyo tiem- 
^ floreci6 , Campana del mundo. Pareciéndole cor ta la es- 
timacion que le daban por su saber , se quiso hacer respe* 
tar por Nîgromântîco , diciendo que ténia arte para evo- 
car las aimas del abysmo , y que de hecho habia evocado 
del Infierno la de Homero , para preguntarle quâl era su 
patria. Plinio dice que siendo muchacho se lo oy6 decir 
al mismo Apion ; pero que nunca déclaré que le habia k^ 
pondido Homero. ; O quânto abusan unos hombres de la 
credulidad de otros ! Semejante cosa cuenta Juan Bodino 
en su Dœmonomania de Hermolao Bârbaro ^ que evocô la 
aima de Aristételes para preguntarle que habia querido 

sig- 



DiscuRso QuiHTo» 149 

«ignificar en la voz Ênîtelecbid. iQnién ha de créer que 
usasen estos hombres de la Nigromancia para averiguar 
estas frioleras , y no para otras cosas de mucho mayor uti-- 
li(|ad ^ y sustancia ? Lo de Hermolao Bàrbaro debe tener* 
se por mentira de Bodino , porque nunca fue sospechoso de 
Magia. Hizole el Papa kiocendo VIII. en atencion à su 
insigne llteratura , t^atriarca de Aqulleya , y le ténia des- 
dnado para la sagrada Purpura , i que no lleg6, preocupa- 
do (de la muerte. Esto sobra para justificarte ; y para con- 
deaarle es tsmy corta la autoridad de Bodino , hombre in^ 
dÎGtado en materia de Religion , de quien dicen àlgunoa 
que muri6 en el Judaismo ; y que es cierto que en su li- 
bro intitulado Dœmammama ^ escribi6 muchos embustes: 
en que se conoce que tuvo poca razon el Padre Delrio pa^ 
ra trasladar de él varias notidas. 

50 Dexando exemplos ilustres de otros tiempos , hoy 

sehallan no poços , especialmente entre la gente misérable^ 

que hacen negociacion del afeâado uso de artes ilidtas. 

Apenas hay pafs donde no se verâ una vieja ^ que recibe 

sus quartos porque la creen que con palabras , y bendido- 

nés puede curar estasv, 6 las otras enfermedades , ya de los 

radonates , ya de los brutbs. Yo conoci una , que en toda 

la tierra era tenida por insigne hechicera , porque ella que* 

ria que la tuviesen por tal : de este modo lograba que na- 

> die le negase un quarto , 6 un bocado de pan , quando lie-* 

gaba à pedir limosna vtemiendo la venganza» Era una vie* 

ja ininunda , y desdichada , y no sabla otra cosa que unas 

imprecadones , puestas en consonante , 6 asonante , que 

ella misma habia fabricado. Ni es menester tanto para que 

el vulgo tenga i una por hechicera : bàstale ver una vieja 

de mala condicion ^ y peor gesto ^ para que le sea sospe* 

chosa ; y el que ha tenido con ella alguna quimera , quai* 

quiera rêvés que despues padezca en la hacienda , 6 en la 

salud , à ella se le achaca. Tal vez el Médico influye en 

esta vana creencia \ diciendo , quando no puede curar , ni 

comprehender la enfermedad , que son hechizos. La prue- 

ba mas concluyente de que en esta materia hay muchos 

Tm. II. del Teatro. K 3 er- 



errores , es , que no obstaate el vigita^tÎ9iînO cuidado coli 
que ti Santo Tribunal de la loqui^oq $r apUca i exin^i*- 
nar , y castigar hechiceros , y hechiceras yrarfsimo se ha- 
11a en los Autos de Fé casUgado por tal; pero si muchi^s 
por embusteros. 

S. XI. 
51 T A quarta causa de la iiccion de hechicerfas ^^ es la 
I / malevolencia ^ 6 eneOiistad cpn los sugetos â 
quienes se atribuyen. Los Hereges , y Cismàticos han usa- 
do muchas veces de estb género 4e calumnia. Arriba $e di-* 
xo su impostura respeâo de Silvestro Segundo* Al Papa 
Gregorio Séptimo^ uno de los mas excelentes hombres que 
ocuparon jamàs la Silla , favQrecido de DiOs con repecidos 
milagros , y canonizado despues por la Iglesia , no solo le- 
vantaron los Cismàticos de su tiempo lôs crimenes de si^ 
monia , y de corner cio ilCcito con la pia^losisima Condesa 
Matilde , mas tambien el de hechicerô. 

52 Los Ingleses , que debaxo de la conduâa de su Rey 
Henrico Sexto ^ hacîan la guerra en Francia , habiendo sor- 
prendido â la famosa heroina Francesa Juana del Arco , co* 
nocida por elnombre de la Poncella.^ 6 Doncellà de Fran- 
cia , le hicieron proceso sobre, que era hechicera ; y dàn- 
dole por bien probado, la quemaron vîvaen la plaza de 
Ruan : injuria de que aun hoy se quejan los Franceses : los 
quales bien al contrario sieûten , que aquella rara muger 
se gobemé en todas sus enapresas por divina inspiracion. 
£s harto verisimil que los Ingleses , irritados por las gra- 
ves pérdidas que les habia ocasionado la generosa France» 
sa , desahogasen la ira ^ imputàndola aquel crîmen sin bas- 
tante prueba. 

53 £n la misma Francia , en tiempo de Luis Dédmo- 
tercio ^ padeci6 el mismo suplicio que la Poncella un Cvh 
ra Uamado Grandier ^ acusado del mismo délita £1 Carde-^ 
nal Richelieu , movil ûoico à la sazon de aquel Reyno , so- 
licité c6n tanto ardor el .proceso , y castigo de aquel po- 
bre Eclesiâscico, que Autores Franceses desapasionados sos- 
pechan que no se procediô en el caso con oiucha justicia. 

Ha- 



DiSCURSO QUÏKTO. tsi 

Habià tenldo este Cura un eocuèntro con aqùel Ministre 
antes que lo fuese , de que este qued6 sumamente resentî^ 
do. Atribuy6sele tambienr , 6 con verdad , 6 sin ella , una 
sâtira que pareci6 coûtra el mismo VaUdo ; y como ea 
Richelieu notaron muchos un genio muy incNnado â la 
venganza « tio se hlzâ incitible que siendo él el aâor , pa- 
sase enGrandier par verdadera cidpa una levé sospecha. 
Digo lo que dicen algunos Franceses : que yo no me atre^ 
veré à poner la mênor nota en un sugeto de un alto ca^ 
raâen " c 

$. XII. 
S4 T A quinta , y ûltimacausa de* ser algunos reputa^ 
1 j dos por hechiceros , sin ^rlo ^ es porque ellos 
mîsmos falsamente creen que lo son. Esto puede suceder de 
dds maberas : 6 con delito ^ 6 sin él. No es de créer que Diôs 
permite que el Demonio preste su asistencia â todos lod 
perversos que la solicitan ; antes es verosimii que los mas 
de estes se ven frustrados en sus depravados intentes, i Pe^ 
ro que sucede en este caso ? Que usan de medios , de su na^ 
turaleza supersticiosos , como circules mÂgicos , imâgenes 
faâicias , miembros de cadâveres , y otras cosas semejan-- 
tes y sobre la iiistruccion que han tenido de que à aquellas 
cosas e^tà anexe , por paâo que Uaman implicite , el auxl- 
llo del enemigo comun. Y aunque este , detenido por la 
mano Omnipotente , no acude al patrocinio de aquellos 
dévotes suyos v como acaso hizb con êtres , que usaron de 
les mismos medios > no bastà para su desengane : ya por- 
que se dan la tespuesta ; que el Demonio no es de tan bue- 
na condicien , que cendescienda à todas las sûplicas : ya 
porque muchas veces se logra el sucese deseado ^ sin inter- 
venir mas que las causas comunes , y elles le atribuyen à 
la eficacia de sus ceremonias. Esto sucede freqûentemente 
 les curanderes supersticiosos. Son Uamades de la gente 
rûstica para unes g^ros de dolencias , que sin auxUie fo- 
rastere , la naturateza cura por si misma. Hacen sus babi- 
lidades , cenvalece despues el enferme, y à la supersticien 
se atribuye la mejeria que se debi6 â la naturaleza. Estes 

K4 son 



isa Uso PB LA Macica. 

son dignos de seveso castigo ^ na solo por la dispondi» de 
ànimo al paéto con el Demonio ; mas tambien porque quao* 
to es de su parte la acompanan con la obra externa« 

55 Otros hay , 6 por lo menos puede haber ^ mas digr 
nos de làstima que de pena. No es, dudable , que como 
à algunos hombres se pervierte el juicio , de modo que se 
imaginan muy otros de lo que son , \mo que es Rey , otro 
que es Papa , otro que es rico ^ siendo pobrfsimo , Uegando 
en algunos à tal extremo el desorden de la fantasia, que 
se juzgan ser de esta , 6 aquella especie de brutos ^ como 
lobos 9 perros , gallos , àiç. puede suceder que haya honn 
bres , que por el misœo de^opcierto del cdebro se ima- 
ginen Màgicos , y crean que ttaçen por la Magia cosas 
maravillosas. Si el celebro esta pervertldo solo en orden â 
este objeto determinado ( como es freqiiente en las ma- 
nias ) , estos hombres hablaràn en lo demàs con orden , y 
concieito: con que esta todo hecho para que el vulgo ig* 
norante les créa lo que ellos dicen de sus hechicerfas. 

$6. Un exemplo de esto , harto mémorable , se halla 
en la historia. En tiempo de Ludovico Plo se apoder6 
fuertemente del vulgo la persuasion de que el granizo , y 
demas injurias del ayre , con que se maltratan tos frutos cfe 
la tierra , eran causadas por unos hechiceros , que la plèbe 
llamaba Tempestarios. De hecho habia hombres que de* 
cian tenian poder para impedir las tempestades , y reci« 
bian de los particulares determinada pordon de frutos por 
el benefido de precaver ese dano. Algunos de estos misé- 
rables oonfesaron en juicio ^ aun viendo que otros por lo 
mismo eran castigados con pena capital , el crimen de sor^ 
tilegio , y fueron ^usticiados , sin otra culpa que la fatua 
persuasion en que estaban de que la tenian. San Abogar* 
do, À la sazon Arzobispo Lugdunense, y h(»nbre doâisi* 
mo , trabajô mucho en impedir este desorden , y escribi6 
un libro sobre el a^unto , donde dice ^e corria en el vul**^ 
go , como cosa notoria , que los Tempestarios vendian los 
frutos mismos que talaban , i ciertos habitadores del pais 
de Magodia ( Provindà de la.Aiabia., %tgm 3an Epifanlo, 

d- 



.DiscuRso QuiKTÂr. 1^3 

citado por Baronib , y Orteïïo ) lôs qaales veiiian eti Navios 
por el ayre â comprarlos ; y que eii una ôcasîon el mismo 
Abogardo tuvo harto trabajo en librar deJasr manos del 
populacho très hombres ^ y uoa muger /que se decia ha- 
bian caido de uno de aquellos Navios. * 

57 Afiade aquel ilustre Prelado , que pocos anos ante& 
habia cundîdo otro error igualmente absùrdo. Hubo por 
toda Europa mortandad epidémica de bueyes ; y se levan- 
te en el vulgo el rumor de que Grimaido , Duque de Be- 
nevento , enemigo de Carlo Magno , era autor de aquel 
estrago , esparciendo por todas partes , por medio de al- 
gunos confidentes ^ unos polvos fatales para aquçlla espe- 
cie de ganado. Asi Abogardo y como todos los Autores, 
que hacen mencion de esta voz popular , tienen por im- 
posiUe el hecho ; y Natal Alexaadfodice bien ^ que aun- 
que todos los. vecinos de Benevento , hombres , y mugeres, 
viejos 9 mozbs^ y niiios se espardesen por Europa , Itevan- 
do cada uno très carros cargados de los perniciosos polvos^ 
no podrtan hacer tan unîversal el dafio ; sin embargo « mu- 
chos de los que fueron arrestados pôr sospechosos de esta 
comun injuria , confesaron que habian esparcido los pol- 
vos ; lo que S. Abogardo atribuye â demencia maniâtica 
de aquellos desdichados , sin que pudiese ser otra cosa. 

58 No hay mucho que âdmirar en esto. Puede ser que 
todos aquellos , que en los casos referidos se confesaron 
delinquentes sin iserlo , fbesen antecedentemente fatuos , 6 
locos , sin que acusadores , testigos , y Jueces los bubiesen 
observado taies. Puede ser que sin que lo iueseii antes , en- 
loqueciesenquandovieron sobre si la sospecha de tan atroz 
delito ; porque el miedo de la pena , y de la infamia , es 
capaz de pervertir el uso de la irazcn  genios demasia- 
damente puaiUinimes ; mucho mas si encuentra ya en el 
temperamento del celebro algunas disposiciones. No hay 
pasion véhémente que no sea capaz de hacer este estrago; 
pero especialmente el susto , y la ira. 

59 Finalmente , aun antecedentemente i toda sospecha 
pudieron caer en este delirio. Sucede I veces , que â suge- 

tos 



1 54 Uso »s LA Magicà« 

tos en quienes concurrenknaginacion viva^y cforazoti apo- 
cado , quando meditan asustados en àlgun delito grave, 
especialmente si tiene conmovido el Pueblo , y cuidadosa 
la Justicia ^ se les conturba el celebro estranamente , de 
modo que recibe imigenes peregrinas , y represéntacio- 
nes quiméricas. £1 hoxror del deUto t y la severidad de la 
pena ponen en tal desorden les espfritus animales , que del 
miedo de caer en la culpa , pasa la imaginacion i âpre- 
henderla como cometida. De meditarla profundamente co- 
mo posible , hacç transite i concebitla extstente. La âpre* 
hension fuerte de la especie ^ que al principio se miraba 
como abstraâa , la estampa tan adentro y y con tanta vi- 
veza 9 que ya se représenta como coneretada ^ y propia de 
la persona. 

60 De esto se ve un exemple claro en los sugetos muy 
escrupulosos , que crëen A veces , que cometieron aquellos 
pecados â que tienen mas horror ^exécraciones^ blasfemias, 
heregîas. Precipitase ciega la imaginacion en aquellos ob* 
jetos , de que huye despavorida la voluntad : como suele 
uno dar de cabeza en el mismo sitio de donde violenta* 
mente le desvian los pies : 6 como al que canùna por un 
despenadero , el ansioso conato de no caer , le conturba de 
modo que cae. Tengo la experiencia de una persona , por 
otra parle muy prudente , y advertida ^ pero muy escru- 
pulosa , que â veces se confesaba de criminales obras ex« 
ternas , que en las circuostancias en que estaba le eran Im- 
posibles : conociendo yo que esto no dependia de otra co- 
sa que del continue afan en que la ponia el ndedo de con- 
sentir interîormente en ellas , como de hecho yo podia 
jurar que jamas consentia» 

6 1 Por esto venero profundamente aquella discretfsima 
lentîtud , con que en sus resoluciones procède el Santo Tri- 
bunal de la Inquisicion. Ademas de los estorbos , que la 
malicia , 6 ignorancia de los hombres opone al examen de la 
verdad , en los delitos que juzga aquel Tribunal , hay ma- 
yor riesgo de que un fatuo pase por verdadero delinqiien- 
te. La heregîa , la blasfemia , d rito supersticioso , son 

cri- 



DiSCURSO QuiNTOr 155 

crffnenés horrmdos ; pero en que es muy posible que la 
obra exteroa provenga mas de depravacion del enteadi- 
miento ^qm de perversion de la voluntad. 

6a No pocos Autores han creido ^ que todo quanto se 

cuenta de la translacion de las que llamamos brujas por 

el ayre i los lugares donde tienen sus concilios , 6 con- 

ventkulos abominables , es fabula ^ originada de error 

de las mismas que han confesado este delito. Dicen que 

aquel ungiiento , que para este efeâo usan , tiene solo 

la virtud de adormecerlas profundamente : que luego 

que se sepultan en aquel letargo ^ 6 porque el demonio 

les conmueve la fantasia , 6 porque; esta esta de ante- 

mano altamente sellada de aquellas especies , concurrien- 

do acaso en parte la virtud natural del ungiiento , sue- 

San tan vivamente que. vuelan , y asisten à aquellos dia- 

bôlicos congresos , que quaado despiettan \ iîrmtsiipamen- 

te creen que no fue sueno , sino realidad.. Alegan exem- 

plos claros en comprobacion de esto , que serîa prolixo el 

referir ahora ; pero d la verdad los exemplos.prueban , que 

muchas veces es solo sonado el vuelo de las brujas ; pe-- 

ro de ningun modo , que otras veces.no sea reaj « y ver- 

dadero. ë qierto que el Demonio , permitiéndoselo Dios, 

puede hacerlo. Si lo hace , 6 no , en este ^ 6 el otro caso 

particular , puede liquidarlo la prudencia « y discrecion de 

Jos Jueces. 

63 Mas arrojados otros Autores , se inclinan â que no 
se castigue el crimen de sortilegio , 6 hechiceria ^ persua- 
didos â que casi siempre es ilusion ; para lo quai alegan, 
que en los Pafses donde no se pesquisa , ni procesa sobre 
este delito , ningun hechicero parece ; y al contrario , se 
multiplican donde hay mas severidad con ellos. De aquî in- 
(îeren , que todo es perturbacion de la fantasia , ocasiona- 
da de la profunda impresion que hacen en elta las histo- 
rias que oyen de becbicerîas ^ y el terrible espeââculo 
de los castigos de los hechîceros ; lo quai , comô falta en 
los Pafses donde no se trata de castigar este crimen , no 
se descubre algun hechicero , porque ninguno suena que 

lo 



I g6 Uso DS LA Màgica. 

lo es. El Padre Malebranche , que parecè propétide i este 
sentir (a) ^ dice que en algunos Parlamentos â nadie se ha- 
ce proceso sobre el delito de hechiceria. Algunos compre- 
faenden en este numéro el Parlamento de Paris. Citan tam- 
bien un Canon del Concilio Ancirano , en que parece se 
déclara ser meras ilusiones quanto se dice de los vuelos, 
y conventîculos de las brujas. 

64 Con mucha razon dixo el Ilustrfsimo Cano , que al- 
gunos hombres grandes afeétan apartarse tanto de la va- 
na credulidad del vulgo , que dan en el extremo opuesto 
vicioso : jlt viri quidam excellentes , cum à vulgi facilita-' 
te , & credulitate déclinant ; in adversum quandoque vitium 
incurrunt (b)^ Que haya tantos hechiceros ^ tantas bnijas, 
que sean freqiientes esas transmigraciones por el ayre ; que 
Dios dé tanta libertad al Demonio , especialmente despues 
que con su venida al mundo le destroniz6 de su imperio, 
solo cabe en la credulidad del vulgo ; pero ponerlo ea pa- 
rage de que todo esto , 6 casi todo sea ilusion ^ es otro ex- 
tremo vicioso 9 y mucho mas arriesgado. Los Condlios fui* 
minan anatemas contra los hechiceros. Los Padres hablan 
de ellos. El Derecho Civil , y Canônico senalan peoas i 
este delito. Sabemos que muchos fueron castigados por et 
en Senados redfsimos. Y sea lo que se fuere de otros Tri- 
bunales , la suma maduréz con que en todo procède el de 
la Inquisicion , hace certeza moral de la exîstencia de ta- 
ies delinqiientes. 

65 Lo que se dice del Parlamento de Parts / se lee ser 
falso en el Diccionario de Moreri , donde se citan casos 
en que aquel Senado procedi6 contra algunos hechiceros; 
y se anade , que no hay Parlamento alguno en Francîa, 
donde no se admita la acusacion de este crimen. Es verdad 
que en tiempo de Luis Décimoquarto , por orden de aquel 
gran Rey se mitig6 mucho el modo de procéder contra 
los hechiceros , comutando en pena de destierro la sen* 

X . ^en- 

fa) Lib. 2. Je Inquir. vtriu cap. mli, 

{h) De LvciSf tih. zi. caf. $• 



PiSCURSO QUINTO, 1S7 

tencià capital que el Parlamento de Ruan habia pronun- 
ciado contra varios particulares acusados de este delito. Y 
en a6 de Abril de 1672 , por medio de su Consejo de £s- 
tado expîdîo el mîsmo Principe Decreto para que por to- 
da la Provlncia de Normandia diesen soltura â quantos es- 
taban presos por acusados de Magia , 6 Sortilegio. Asf lo 
refiere el doéto Edigio Menagio. £s de créer , que la nîmîa 
credulidad , no solo del Vulgo , mas aun de los Jueces , mo-' 
tivase una providencia tan extraordinaria. Al Canon del 
ConcUio Ancirano responde latamente Delrio en el lib. 5. 
de las Disqulsiciones Mâgicas (a). 

66 Por conclusion noto aqui , que aquella vision noc« 
turoa , que en algunos Paises Uaman Hueste , y quieren que 
5ea procesion de brujas , es mera fabula , à que dieron oca- 
sjon las exhalaciones encendidas , que los Fisicos Uaman 
Fuegos fatuos. El Vulgo , viendo aquellas lucçs , y no pu- 
diendo créer que fuese cosa natural , lo atribuy6 à opéra- 
cion diab61ica. Sobre este supuesto fabric6 mil quimeras^ 
y diô ocasioQ à que algunos çmbustçro^ coot^seq mil pa« 
traiias« 

{a) Lo que referlmos en este numéro de la Normandia , nos trahe i 
la memoFÎa lo que dice la Mothe le Vayer, que en Lorena » quando 
los Senores confiscaban los bienes de los que eran acusados de hechi- 
ceria , habia mas hechiceros en Lorena que en todo el resto de Europa. 

BXPLICACION DE LA STEGANOGRAFIA 

del Abad Tritemh» 

§. L 

2 TNstado de un amigo mio » que zeloso de la honra del Abad 
J[ Tritemio , ha juzgado no bastaria para disipar en todos la 
sospecha de su Magia , lo que en su det'ensa hemos escrito en este 
Discurso 5 de e«te segundo Tomo , desde el niimero 38 , hasta el 
42 inclusive ; he resuelto dar i luz la Clave de la Ste&anografîa , y 
revelar todo el misterio de ella y siguiendo â Wolfango £rnesto Hei<- 
del , quien tratô este mismo asunto con mucha extension ^ y espero 
que en ninguno podri quedar ya la mas levé duda de la inocencia de 
este Escritor. 

3 No hay que estraiîar a la verdad » que la nota de Magia im- 
pues- 



X §8 USO DE LA MâGICA. 

puesta al libro de la Steganografia haya tomado tanto vuelo , despues 
que cayeron en este error algunos doâos de grande fama , entre quie- 
nés daremos Justamente el primer lugar â ios dos insignes Escritores 
el Cardenal Belarmino ^ y el Padre Antonio Posevino , cuya autoridad 
pudo imprimir en el Publico el mismo dictamen. Ni tampoco me atre- 
veré â notar de temeridad i aquellos Sabios , los quales acaso halla- 
ron solo noticias oîdas , o leïdas en otros ^ sin ver el libro ; fuera de 
que el mismo contexto de él » separado de lo que persuade en con- 
trario el mérito insigne del Autor ^ da algun motivo a la sospecba, 

4 Solo una cosa se hace estranar en el Cardenal fielarmino , y 
es decir , que el mismo Tritemîo reconocio , y confesô la pernicio- 
sa Magia de su libro. Scripsit ( dice hablando de Tritemîo en el 
libro de Script. Ëcclesiast. al aiio de 1500 } opu$ inuriptum Siegano^ 
grapbiam , id est occuUam scriptiùnem , quod opus prohibitum msritê /;/, 
€um sit plénum perniciosh dogmatibus ad Mdgiam pertinentibus ^ quod^ 
ipse agnovit , (ff confessus est. Es cierto que padeciô en ello equivoca- 
cion este grande hombre ; pues bien lexos de confesar Tritemio la 
Magia supersticiosa de su libro , hizo repetidas protestas de la pure- 
za de él ; y en el Prôlogo de la Polygrafia » quando ya Ca rlos de Boville 
habia publicado la impostura , déclama fuertemente contra él , y ton* 
tra ella. In qua ( dice hablando de una Carta de Boville ^ en que estam- 
pé la calumnia ) non intelleéfa Steganographia mentionem faclens , m< 
pravis artibus deditum , Magum , Ç? Necromanticum faljo , mendaciUr^ 
{ff nimis injuriose temeraria prasumptione proclamât. Cujids mendachnmi 
injuriis^ 6f blasphemiis , Deo miserante , brevi talitef sum responsurus , qu9 
inteUigat ùmnia potteritas ^i^me innocentem ^ i^ Bovillum impium , cruds* 
letn , ii iemêrarium esse in hac parte mendatem. Constamter affirmo , w- 
raciter dico , là confidenter in animam meamjuro , cum dafmânibus , pra^ 
vis , ac pemiciosis Magicis^ vel Necromanticis artibus » mé nuUumunquam 
habuisse commercium \ sed omnia ^ faT singula , qua scripsî , vel scriptu- 
rum me sum ptJlicitus « pura esse , sana , naturalia » tf Chtistiana Ft* 
dei in nullo penitus adversa. Y al (in del Prôlogo anade : Sum enim 
Cbristianus , sum Presbyter sub norma Divi Patris Benediéli , £^ Mo- 
nachus : Christum diligo , W qua possum sinteritate mentis devotus sem- 
per adoro , nulla mihi sunt » (^ proteStore Deo , nulla erunt cum dœ/nè' 
nibus commercia : nulla in Magicis , Nâtromanticis , seu Profanis arti- 
bus studio , nullte occupationes , nulla documenta, ^i de me aliter i^ff- 
tit maù sentit , injuriam facit , W apertum Bovilli mendacium défendit. 

5 Estuvo y pues , Tritemio tan leicos de confesar la migica ini- 
quidad de su Steganografia , como de incurrir en ella. Pero vamos 
ya â evidencîar la inocencia de este Escrito , poniendo tan clara co- 
mo la luz del dia su inteligencia. Para lo quai debemos prévenir, 
que la Steganografîa contiene dos libros enteros , y otro , que es el 
tercero » empezado. 



DiscuRso Qirnrto» 159 

ExpUcacion dil pnmgr Libre. 

§. II. 

6 rriOdo cl misterio de Steganografia consiste en esconder de* 

X ^^^^ ^^' ^^^ ^^ ""^^ iingidas conjuraciones màgicas , 6 

invocaciones de espîritus , las claves de diferentes cifras , 6 modos de 

escribîr ocultos. Las cifras de que usa , 6 que propone Tritemio , to- 

das estin comprendidas debaxo de una idea* gênerai , que es la 

de colocar el secreto , que se quiere manifestar al corresponsal, en un 

cscrico de significacion corriente , 6 descubierta : de modo , que si 

sttcediese interceptar alguno la caita , la dexari pasar , porque leyén- 

ào\a toda sin embarazo , no puede imaginar que haya en ella aigu- 

na cifira. ^ Pero c6mo se hace esto f Formando con taies diCciones el 

escrîto , que las letras iniciales de ellas digan al que esta advertido 

de la clave el secreto que se le quiere revelar. Mas en esto mismo 

cak baatante variedad \ porque pueden aprovecharse para escribir el 

secreto las iniciales de todas ia& dicciones : pueden alternarse de mo« 

do que una sirva , y otra no : pueden disponerse de modo que vaquen 

dos , y sirva una ; ô al contrario , vaque una , y sirvan dos ; ô que 

despties de très que vaquen , sirvan dos , ô al contrario , &c. Y se* 

gun estas diferentes combinaciones , varié Tritemio sus cifras » y las 

claves de ellas en las conjuraciones, Vamos à poner esto maninesto 

con dos exemplos que tomaremos de las dos primeras Conjuraciones 

del primer libro de la Steganografia, 

Conjuracion frimira* 

7 TTIAMERSIEL Osburmi delmuson , ihajhyn peano darustna 
MT melany lyamunto colchan , par9ys madin moirjay bulre atltor 

don m^lcovi peloin , ibuisyl meon myibreath alini driaco person. Chri- 
sêbtay lemon asosU mydar icoriel pean tbalmo , asophiel ilnotreon baniel 
êcrimos estevor naelma besrona tbulaomor fronian beldêdrayn bon ùtal" 
mesgo merofas elnathyn BOSRAMOTH. 

8 I^a persuasion comun de que los Magos en sus diab61icos Con- 
jures usan de voces de sonido bàrbaro, ô porque son extraidas de algun 
Jdioma peregrino , ô porque ellos se forman para esto algun particu- 
lar Idioma , 6 porque el Demonio se lo ha enseiiado , y en parte por- 
que algunas de aquellas voces , especialmente las que tienen termina- 
cîon Hebrea , son nombres propios de algunos espîritus infernales : es- 
ta comun persuasion , digo , contribuyô mucho para formar el juicio, 
de que asî la Conjuracion que acabamos de copiar , como todas las 
demas de la Steganografia ( porque en todas tienen las voces el mis- 
mo sonido b^baro } son verdaderas Conjuraciones mâgicas. 

Es 



l60 UsO DE LA Magica 

9 Esto alucinâ al buen Carlos de fiovilie , como tnuestra e1 m- 
guiente pasage suvo qiàe trahe Thomas Pope Blount ( in Trithemio ]: 
jfd Triîhemum diverti , quem reperi Magum , nulla PbUosophia parti 
insîgnem. Ejus Suganographiam evolvi ViUtatim , nonnuUorum capitttm 
pirUgens initia. Vix horas duas Uhrum in manibus babui : adjeci enim eum 
illico , quod terrer t cœperani me tanta adjurationes , ae iam barbara atqut 
imolita Spirituum ( ne forte dicam dœmenum ) nomina, Universa verw 
hujusmodi nomina ( quoad videre visas sum ) ignotm *lingum sunt. Aut 
enim Arabica , aut Abraica , aut Cbaldaica > aut Grteca : Latina pauca^ 
aut ferme nulla. 

10 Pero ni hay nombres de espïritus ^ ni vpces propias de algua 
Idioma en la Conjuracion pfopuesta , ni en otra alguna de toda la 
Steganografia ( 6 por mqor decir no hay en toda la Steganografii 
Conjuracion alguna » 6 invocacion de espïritus , ni buenos , ni ma^ 
los. £1 contenido de la Conjuracion que hemos copiado , no es otra 
cosa , que la clave de la primera cifra que propone Tritemio ^ y lo 
que dice es , que en esta ctfra , juntas las letras iniciales de todas las 
dicciones de la carta , 6 escrito , manifiestan el secreto* ^ Pero como 
lo dice f Con un modo oculto , y artificioso , que ya Hoy i descu« 
brir. 

1 1 Contiene esta Conjuracion quafenta y cînco dicciones , de las 
quales la primera , y ultima estân oclosas. De las quarenta y très 
restantes se toman veinte y dos alternando ; esto es , tomando una, 
y dexando otra. Las que se toman son las que dexo arriba escrîtas 
con letra cursiva. Colocanse luego estas dicciones i parte , y de to- 
das las letras de que constan se dexa una , y se toma otra , alternan- 
do ; y lo que dicen las letras que se toman , es la clave para enten^ 

. dcr la cifra. Harâse esto palpable juntando las dicciones de letra cur- 
siva de la Conjuracion ; y repitiendo sobre ellas las letras que rêve- 
lan la clave ^ del siguiente modo. 

12 oShUrMi , ThAfLoYn , ChArUsTrEa , LyAm , UnTo. 
PaRoYs, MoErLaY , aTiEoR , mElCoUe, IbUtSyL, mIsBrEaTh; 
DrIaCo , CrlsOlNaY, aSoSlE , iCoRiEl , ThAlMo, IlNo TrEoN, 
oCrImOs. NaEIMa ,ThUlAoMoR , bElDoDrAyN , oTaLmEsGo, 
ElNaThYn. 

13 Vé aquî formada ahora con las letras tomadas alternalivamen- 
te esta sentencia : Sum tali cautela , ut prime littere cujuslibet dictionis 
secretam intentionem tuam reddant legenti. Se advierté ^ que en tiempo 
de Tritemio aiin no se escribîan los diphtongos , y en otras algunas 
cosas era distinta la Ortogk-afia de la que hov se usa. Pone Tritemio 
un exemplo de esta cifra en una devota oracion , que es la siguiente. 

14 Lucidum juvar aterme beatitudinis , excekntissime Rex , guber^ 
noter , W .ut or robustissime untversorum virtuose vivent ium , exulum re^ 

fugium debitum » virtus , unanimitas , vinadum omnium f latitia lugen^ 

tium 



DiSCURSO QUINTO. l6l 

iium 9 exultatio san^a whtïumy virtus fragilium , nutritor igintium^alus^ 

quê tribulatorum , miserorum adjuior , nobilium triumphator , administra^ 

Ur gratiarum , guberna , H rege vitam strvorum tuorum , sanans iti* 

firmitatis nostras , Salvator omnium 9 decus viventium , animarum luci' 

dissimum lumen , aurientium nfugium » benignissime amator servtrum 

îuorum 9 virtutum aUrnte remumrator , mitis animarum glorificator ser-» 

vientium tibi. Vivifita nos Domine^ ut moribus bonis décorât i jugiur exul" 

ttmus. Fortitud» vera nosfortifica , ut nitore sanéfitatis efpciamur reno» 

vati. Adjttva nos Domine teterne Redemptor » libéra amaiores nominis tui^ 

peccatum omnibus remitte* Tentationes extingue nocentibus^vitam virtuosam^ 

amoremque reélitudinis tribue exorantibus nobis. Deus altissime vere vivi'* 

fcator infirmantium , lumen lugentium \ exaudi nos , ut vitam justam^ reC" 

tamque mereamur jugiter tenere, Vivifica nos Salvator CsT Rex misericordis" 

lime , zelantes veritatem ^gaudeamusque éPterno Regno sublimati. Conserva 

bumiles , indulge noxas » extermina nocentes. 

15 £1 secreto canteiiido en esta Oracion esti significado en Idio* 
ma Teutonico \ porque Tritemio , asî en las claves , como en las 
d/jras usa ya de su Idioma patrio , ya del Latino ; en unas de aquel, 
yen otras de este , aunque mas freqûentemente del Latino. Juntan- 
do, pues , segun la clave propuestaen la Conjuracion 9 las letras ini- 
ciales de todas las dicciones de que consta esta Oracion 9 sale la sif- 
guiente cliusula de Lengua Teutonicji : Lieber Getruwer duvollesi 
ufnest Mantaggerust sîn so du aller hast vermagst und umh die funf un^ 
ser dont 1er portem wartem dainnUen wir mit umserm z^ger schtnen, Lo 
que segun la traduccion que hizo un Dominicano Âleman , residen* 
te en el Convento de S. Esteban de Salamanca 9 i peticion de nues- 
tro Maestro Navarro 9 viene i decir en Latin : DeU&e , li fidelis 9 ut 
proxima dieferia secunda paratus sis 9 si negotia tua te non impediani^ 
& nos hora quinta prope pwrtam civitatis exposes peto : ibidem nostris re^* 
tus valumus comparere* 

16 Supongamos que de dos amigos que han concertado usar pa- 
ra sus correspondencias reservadas de la clave envuelta en la prime- 
ra Conjuracion Tritemiana , uno envia a otro cubierta con su sobre- 
escrito esta Oracion , diciéndole para mayor disimulo , que se la en- 
via para que use de ella 9 porque le parece muy devota. Supongamos 
mas : que el plieeo cae en manos de algun eneroigo suyo 9 que tiene 
la correspondencia de los dos por sospechosa ; no solo no entender£ 
la cifra;mascomohallaentodo el contenido un sentido seguido 9 y 
claro 9 ni aun sospecharà que hay en él cifra alguna ; con que dexar£ 
Gorrer el pUego. Perollegandoeste à manos del corresponsal, prevenido 
de que se use en él de la clave envuelta en la primera Conjuracion, 
juntarâ las iniciales de todas las dicciones de la Oracion» y enterado 
de su sîgniBcacion 9 executarâ lo que le pide el amigo. 

[7 Fara mayor claridad pondrenios aquî uoa brève muestra de 
fom. II. del Teatro L es- 



7^»! 



l6l USO DE LA MaGICA. 

este modo de cifrar en Castellano. Quiero significar i un amigo que 
se guarde de Pedro, que le quiere matar ; y lo hago con esta brève 
Carta : Jmigo , Recibi Muy Alegre Tu Erudtta Caria Oy Nueve. TVit- 
gù Razones Àlgunas Para Escusarnu De Responierte Oy. £1 amigo que 
recibe este papel , advertido de antemano de que usamos en nuestra 
correspondencia de la primera cifra Tritemiana ,junta las iniciales de 
todas las dicciones de la Carta » y en ellas halla formado este aviso: 
ArmaU contra Pedro. 

X i8 Sin embargo, este modo de cifrar es el menos comodo de 
.rodos los que propone Tritemio ; porque sobre ser el mas dificil de 
executarse , es el menos dificil de descubrirse. El componer uns car- 
ta de contextoseguido, y claro; de modo que todas las dicciones 
-tengan iniciales aptas para la revelacion del secreto , es muy traba« 
joso , como conocerâ qualquiera que tiente la execucion. Por eso 
Tritemio , que constante en el designio de usar en la Steganografia 
•de expresiones que suenan magia , da el nombre de Espiritus i las 
Dicciones , y â las Letras : dice que los Espiritus que se invocan en 
aquella primera Conjuracion Pamustel^ son unos Espiritus rebeldes* 
•Quiere decir., que es muy dificil hacer que vengan al contexto las 
•dicciones que se necesitan para aquella espeoie de cifra. Por otra 
-parte esta es la mas expuesta ; porque si algiino por dicha le viene 
d pensamiento de que en las iniciales haya algun misterio , al punto 
se le viene el secreto â los ojos. 

* 19 Por eato en las siguientes Conjuraciones propuso Tritemie 
-ctros modos de cifrar mas faciles para la execucion , y mas dificilcs 
para la întelig;encia ; cuvo artificio conviene con el primero en là 
idea gênerai de servirse ac las iniciales $ pero no en usar de las de 
^odas las dicciones ; antes se entretexen en el contexto muchas que 
•aunque sirven para fprmar el contexto claro de la carta , para la in^ 
teligencia de la cifra se separan como inutiles. Esto se puede hacer 
de muchas maneras, ya'alternandode modo que una diccion sirva^ 
y otra no ; ya entreverando dos inutiles con cada una de las que sir^ 
ven ; ya très con cada una ; ya dos de las que sirven con cada una de 
las inutiles ; ya empezando por las que sirven ; va empezando por las 
inutiles , &c. En esta conformidad vari6 sus ci/ras Tritemio, oropo» 
niendo para cada combinacion distinta clave,que envolviô en distintas 
.Conjuraciones, del mismo modo que la de la primera cifra esta envuel- 
ta en la primera Conjuracion , esto es , echando ftiera en todas las 
Conjuraciones la primera , y ultima diccion , ir despues succesivamen^* 
«te tomando unas , dexando otras \ juntar las que se toman s y en es^ 
tas ir succesivamente dexando una letra , y tomando otra. 

20 La clave que Tritemio encerrô en la segunda Conjuracion» 

Jse desenvuelve en la misma forma que la de la primera , es esta: 
rimus e^ verbiprimi , iertii^ ig doceat Artem. Quiere decir que en 



DiscuRso QuiNTOb 163 

esta cifra se tomen las iniciales de las dicciones de la carta , alteN 
nando una si , y otra no ; estd es , de la primera , tercera , quinta» 
séptima , &c. Empieza la Conjuracion , en que esta envuelta esta 
clave , con estas voces : Padiil aporsy mesarpon Omevas peludyn , ^Cm 
donde se puede ver que removida la primera voz Padiel , y la terce- 
ts , y quinta , segun el método observado eu sacar la clave de la pri« 
mera Conjuracion , y juntando las intermedias aporsy omevas , en lai 
qualcs dexando la primera letra , se toma la inmediata , y despues 
alternandose forma la yozprimus , que es la primera de esta segun- 
da clave. 

21 De esta segunda cifra puso tanibien Tritemio un exemplo en 

otra , en parte bracion , en parte exhortacion , y es como se sigue: 

Ibinumét salutis amator , qui creavit omnia , nobis indixit obedientiam 

mandatorum , eut omnes tenemur obedire , (^ obsequi. Pramium sanUte 

oibedimtia erit sempiterna félicitas titnentibus Deum. Xpti obedientiam in 

omnibus imitari studeamus , ut vitam teternam promissam nobis mereamut 

iitgridi cum Angelis per misericordiam Dei, Agamus pœnitentiam dutii 

fessumuM , tempus vitéo est brevissimum , cito mors imparatos offendet , r/-* 

pente négligentes consumet ^judicio animas transmutet. In pœnitentia agen^ 

dafratres non tardetis , velociter enim ad vos mors veniet , quam nemê 

vestrum diii evadere potest. Dies ergo vestros transeuntes conspiate y parni'» 

teniiam incboate cum tempus habetis : ad quid diutius negligitis ? O mon 

rerstm borribilium terribilissima , quàm velociter nos miseros consumis ! 

Vester incolatus brevissimus estjudicio obnoxius : mors omnes examinisub^ 

mittet. Exaudi nos Xpte Salvator , poenitere cutientibus esto propitius^ 

toncfdi nobis timorem 9 ^ amorem tuum benignisssme Rédemptor , induU 

gentiam peccatorum supplicantibus tribue , aime creator generis humant 

exaudi nos , veniam nobis tribuens scekrum. O Pater misericordissime , es* 

to nobis misericors » infirmitatem nostram adjuva ckmentissime , succum 

nusericorditer infirmis animabus nostris 9 quoniam tui sumus» Pater induU 

gentissime , animabus fidelium requiem concède ^ Angelis conjunge 9 timen» 

titus te adosse digneris. 

22 Tomando las letras iniciales de la)r dicciones de esta Oracion 
alternadamente ; esto es 9 una si 9 y otra flo 9 résulta formado de ellas 
en el Idioma Latino este aviso : Hac noêfe post duodecimam veniam ai 
te circajanuam , qute ducit adortum ; ubi me expeâiabis : âge ut omnia 
oint parata. Pero se ha de advertir 9 que la voz duoAcimam esta ex« 
presada en la Oracion por caraâéres numéricos Romanos XII 9 to* 
mande la A^de la voz Xpte 9 y las //de las voces In 9 y Imitari. 

23 Daremos tambien en Uastellano muestra de este modo de ci^ 
frar en la siguiente Carta : Hermano , habiendo visto que ya tu escasix 
pide algun socorro 9 llevarâ el amigo Juan cien reaies 9 interin que veé 
modo de Hbrarte afgo mas. Dame noticia de si eSiis bueno 9 6 si volvii 
â infuietarte la erisipela. Trata de no olvidarme. Esta Carta descifrada 

La por 



164 USO D£ LA MaGICA. 

por la clave de la segunda Conjuracion , significa : Huje à la Ciudai 
de Oviedo. 

24 A este modo va poniendo Tritemio otras cUves en las demat 
Conjuraciones del primer libro, que en todas son treinta y una; eu* 
ya diferencia consiste en et mayor , 6 menor numéro de dicciones, 
cuyas iniciales no sonsignifîcantes ; y en la diversa colocacion y o in'- 
terpolacion de ellas con las significantes. 

ExpUcûdon del segundo Libre. 

S. m- 

25 "OAreciéndole â Tritemio que en caso que el que intercepte 
-E^ la carta tenga alguna sospecha del secreto escondido en 
clla , no tienen la seguridad necesaria los treinta y^ un modos de ci- 
frar de su primer libro, inventé otros veinte y quatro mas dificiles 
de descifrarse , y estos los oculto con estilo Kabalistico en el se* 
gundo libro. Saoia que los Hebreos , â imitacion de los Egipcios, 
oeputaban un Angel , ô Espîritu para cada hora de las veinte y qua- 
tro que tiene el dia. Fingio , pues , los nombres de los veinte y 
quatro Espîritus , de modo , que cada nombre empezase con distînra 
letra del Alfabeto , para servirse de estos nombres en el modo que 
luego se dira, 

26 £1 artificio particular de las cifras de] segundo libro consiste 
en que se disponga de tal modo la oracion , 6 carta , que las letras 
iniciales que han de componer el secreto , aun juntas , no signifi* 
quen cosa alguna , segun lo que naturalmente rcpresentan , sino que 
se han de substituir por otras. Para este efeâo tendra cada uno de 
los corresponsales una tabla de revolucion de alfabetos , cuya cons- 
truccion se reduce ^ â que en la primera linea se pone en el alfabeto 
jiatural , 6 comun ABCD£F>&c: debaxo de este se pone otro, 
que empieza por la B , y prosigue C D £ F , &c. advirtiendo , que 
la B de este segundo alfabeto se coloque perpendicularmente debaxo 
de la A del primero, la C debaxo de la B , y asî de las demas. £1 ter- 
cero empieza por la C , con la misma advertencia de que la C cayga 
perpendicularmente debaxo de la B del segundo , y debaxo de la A 
del primero. Asî se van fbrmando los demas , hasta acabar con las Is- 
tras del alfabeto , empezando cada uno con distinta letra , y prosi* 

i^uiendo despues segun la série del alfabeto comun ; advirtiendo , que 
as letras que falten en llegando i la ultima del alfabeto comun , se 
•uplen con las primeras del mismo alfabeto. 

27 A las iniciales de las dicciones » 6 letras que componen el 
secreto , se han de substituir aquellas que en el alfabeto en que estin 
convenidos , corresponden â las del alfabeto natural ; esto es , estin 
colocadas perpendiculannente debaxo de ellas* Estos diferentes alfa- 

be. 



DiscuRso QxjiNTO. i6s 

betos los insintia Tritemio con los nombres de los Espîritus que he 
dicho , suponiendo que la primera letra del nombre dénota el aifabe- 
to que empieza con la misma letra. 

28 Âdvîértese mas ^ que las Conjuracioncs del segundo libro con- 
tienen las reglas , 6 claves , al modo que las del primero ; pero con 
una circunstancia mas , y es , que despues que se juntaron las die- 
ciones que sirven , se les deben aiîadîr todas las que al principio no 
sirvieron ; v. g. de todas las voces de una Conjuracion , que tenga 
catorce vocablos bàrbaros y se toman el 2. 4. 6. 8. lo. 12. ^ omi- 
tiendo siempre el ûltimo ) , y despues el 3* 5* 7« 9* ii« 13- y colo- 
cadas asî estas doce voces , tomando la segunda letra , y asi aUernaib- 
do 4» 6. 8. &c« estas letras juntas signiiican el modo oculto de en* 
crîbir que se ensena en aquella Conjuracion ; y la letra inicial de la 

liora , û del Espîritu que la préside , advertirâ que alfabeto es el que 

se signe en ella. 

29 Omitiendo los exemplos de este modo de cifrar que trahe Tri^ 
rcfflio y que son mas prolixos , y tienen el embarazo de traducir el 
secreto del Idioma Teutônico , pondremos uno en Castellano. Quie« 
ro avisar â Pedro que Martin es su enemigo oculto ^ y Martin es d 
que ha de llevar la carta , porque no hay otra forma de remitirla. Es* 
cribo , pues , la siguiente : 

30 Jmigo éU mi corazon jfavortcerâs al bonrado Martin , vicino 9 y 
hienhichor nuestro , pues sabes mi comta por quàntos taminos hwrados fOr 
V9r€cii à pain* ïo quîsitra tener que darle , gratifieando su honradez^ 
fera me baUo ^ quai sabes , gastada la hacienda toda y y can qùiebras» Si 

bien lo que le aprecias , vivo muy seguro le consolarâs con tus obras pia* 

dosas , imitdndoel zelo tan bonrado de oiros amigos. 

31 Recibe Pedro esta Carta ; y suponiendo que esta avisado de 
que la clave la tiene el Espîritu Jléeneloym , obra segun la dave , que 
esta en la Conjuracion propia de este Espîritu , en esta forma. Junta 
las inicîales de las. dicciones de la carta , intcrpolando , este es , to* 
mando una si , y otra no , y saie esto : 

Amfhubpmpcfpqqghmqghiqbqausccoizhc. 

32 Claro est£ que esto no le significa cosa ; pero como sabe que 
el modo oculto de escribir por Meneloym , pide que a las letras de 
que consta el secreto se substituyan las correspondientes i ellas en 
el alfabeto que empieza con la letra m , haciendo esta diligencia def^^ 
cubre el secreto. Por no gastar papel , y tiempo ep poner aquî la 
tabla combinatoria de alfabetos , porque ni es menester , pues basta 
colocar âlttmamente el alfabeto de que se ha de usar , debaxo del 
comun , asî lo haremos ahora con el alfabeto de Meneloym. 

abcdefghiklmnopqrstuxz 
mnopqrstuK.zabcdefghikl 
33 Repasando , pues , Pedro las letras del secreto , vé que â la 
"fom. IL del Teatro. L 3 le- 



1 66 Uso DE LA Magica. 

Ictra a del alfabctô cbmun corresponde en cl de Meheloym h m ; a la 
m h a '^ i la/la r \àl^b la ir ; a la » la i ; à la ^ la », &c. por 
consiguiente lee : Martin , dador de esta , es tu enemigo ûculto. 

34 Como los alfabetos no naturales de que hcmôs hablado , no 
son mas que veinte y uno, Tritemio , para llenar los veinte y quatro 
modos correspondientes i, las veinte y quatro boras , los très ultimos 
xnodos no los ordeno por las iniciales , sino por las primeras silabas 
de las dicciones colocadas en este , 6 en el otro lugar, 

3$ La tabla de revolucion de alfabetos se suple ventajosamente 
con dos alfabetos puestos en la circunferencia de dos ruedas concén- 
^ricas , de las quales una sea movil , la otra fixa ; porque como una 
letra de la rueda movil se puede aplicar â qualquièra letra de la rue- 
da fixa , en un momento se halla formado qualquièra de .los alfabe- 
tos dichos ; no solo eso , si que se pueden formar tambien en un mo- 
mento otros veinte y uno distintos ; esto es , Uevando la série de las 
lecras por orden retrogrado , z xut ^ lie. 

36 Como el tercer libro de la Steganografia quedô no mas que 
principiado , no podemos decir cosa especifica en orden i su expli- 
cacion. Lo que en gênerai se dexa conocer es , que el intento de 
Tritemio en este libro era proponer otros muchos modos ocultos de 
cscribir , valiéndose de voces facultativas de la Astronomîa , y Astro- 
logia Judiciarîâ , mezclando nombres de los Espîritus , que Caldeos, 
Hebreos , Egipcios , &c. creian presidir â Cielos , y Astros. 

37 Véase ahora en lo que ha parado la Magia de Tritemio « y 
quân injustamente se le impuso tan infâme nota i este grande 
hombre. 

38 Mirândolo bien , se halla que el artificio de la Arte Stegano* 
grifica de Tritemio es muy parecido â aquel con que en las Su" 
mulas se enseiia la Arte Silogîstica , usando de las vocerf Bârbareij 
Celarent , &c. Para quien no haya oîdo aquellas voces » es facil pro- 
poner las reglas contenidas en elias , de modo , que todo suene i 
Magia ; diciendo , por exemplo , que aquellos quatro versos contie- 
nen la invocacion de diez y nueve Espîritus ; los quales al que los 
invocâre debidamente , ensenaràn & discurrir ton acierto en tbdo géne- 
ro de ciencias : que los quatro Espîritus primeros ensenan con suma 
daridad , mas no con tanta los quince posteriores ; y que tal vez es 
preciso que aquellos expliquen lo que dicen estos : que para la inte- 
ligencia de lo que dixerc cl Espîritu Baraliptvn , se consulte al Espî- 
ritu Barbara : que para entender lo que ensenarc el Espîritu FelapUm 
se consulte à Ferio ^ &c. Asî se puede ir cubriendo con gran geri- 
gonza mâgica todo lo que pertenece i la Arte Silogîstica ; y pro- 
puesto asî entre ignorantes , los dexara enteramente escandalizados, 
asî como se reiràn de si mismos luego que alguno les explique todo 
cl misterio. 



DlSCV&SO QUIMTO» l6j 

s. IV. 

39 ^^Ueda no obstante pendiente contra Tritemio un cargo que 
\M le hacen algunos de los mismos quehan conocido la ino. 
^^ cencia de su Steganografia , y es haber escandalizado vo« 
litntariamente à machos con la apariencia de Magia, 

40 A este cargo respondo por Tritemio , que le pareciô , con bas* 
tante fundamento , que las protestas que hixo de que no habia aigu- 
na realidad de Magia en aquel Escrito , juntas con la grande opinion 
que renia en el mundp » no solo de hombre sabio , mas tambien de 
Religioso exemplar , bastaban para disipar las sospechas de Magia 
que podia excitar el contextô del Escrito. 

41 Quandp hablo deias protestas de Tritemio ^ no entiendo so- 
lo las que hizo despues de escrita la Steganografia > para n bâtir la 
calumaia de Boville ; si tambien las que estampô en las prefaciones 
de la misoia Obra i esto es ^ del primero , y del segundo libro. £n la 
dd primero dice asi : Ne quis bujus operis U&9r futurus 9 cum in prê* 
assu stepi , ûfferiderit nomina , officia , ordintt , mffermuas » propittatts^ 
•naiênes , & quaslibit alias operationa spirituum » per quorâm intdligen-^ 
iias sécréta bujus scieniia , cmnia dauduntur « ti aper iuntur , me hlecre* 
maniicutrt. j ^ Mignm , vel cum dœmonibus paàfum ccfttraxisse ^ vei q^a^ 
Siei alla superstitione usum » vel utentem credat * vel existimet ; necessch 
rium duxi , & opportunum ^famam , CsT nomem meum à tanta labe , inju^ 
riét 9 eulpa (f macula , selemni proie statione in hoc prologo cum veritatê 
vindicando praserv are. Dico » ergo , ti coram omnipotenti Deo y quem ni^ 
bil penitus laiere potest » (sf coram Jesu^Cbrisio unigenito filio ejus , qui 
judicaturuj est vivos , tf martuot , m veritatê juro , & protester , omnia^ 
& singula » qua in hoc opère dixi , vel di£2urus sum « omnesque bujus 
Scientia , vel jfrtis propietates , modos , figuras , ^erationes « traditiones^ 
receptiones ^formationes , adinventiones , institutiones , immutationes , alte^» 
rationes , éf universq ,* quce ad ejus speculationem ^ inventionem ^ consecu» 
tionem , -ûperationem , (^ praâficam , vel in parte y vel in toto pertinent^ 
& omniaqua in hoc nostra volumine continentur , veris , Catboticis , C^T 
natttralibts principiis innituntur \fiunîque omnia & singula cum D^o , cum 
iona conscientia » iw injuria Christiante fidei 9 cum integritate Ecclesias- 
tscét iraditionis , sine superstitione quacumque » sine Idololatria , sine omni 
pa^a malignorum Spirituum explicito , vel implicite 1 fie. 

42 En el Prôlogo del segundo libro repite la misma protesta con 
las siguientes palabras : Cum dentà spirituum mentionem sim habiturusi 
rursus mihi reor esse preefandum , nibil in hae Arte nostra haberifrive* 
lum , nibil Evangelicte traditioni , aut Catbolica ^Fidei contrarium , nihit 
omnino tradi super stitiosum. Omnia enim 9 qute vel in preecedenti volumï" 
ne diximus , vel in sequentibus diâluri sumus « naturalibus , licitis 9 & A#- 
mestis sunt subnixa principiis , lolisque peregrinis institutiombus velatam 

L 4 fnyt^ 



1 68 \}so DE t A Magica. 

mysterium , (ff Virla nominibus itfyoluta,^ , spirituum , kctorem requiruni 
gruditum. Utimur enim minisUrh ' Spiriius ad Vilandum searctum , quod 
neceret imprcbis 'publicûtum* ' , - 

43 Digo que estas protestas , juntas con las circunstancîas del 
estado , de la dignidad. , y de la fama de Tritemio , le constituîan 
acreedor â que nadie sospechase enéleldellto exêcreble de Magia>' 
y que por tanto tuvo fqndamento «uficiente para persuadirse i que 
no escandalizarîa su libro, 



F 



LAS MODAS. 

fi— ^* Il ■ ' .11 ■ I ' I ■ 

DISCURSO SEXTO. 
$• I- 

I Clempre la moda fue de la moda ; quiero decir , que 
'^ sîempre el mundo fue inclinado â los auevosusos* 
Êsto lo lleva de suyo la misma naturaleza. Todo lo vlejo 
fastidia. El tiempo todo lo destruye. A lo que no quita la 
vida , quita la gracia. Aun las cosas insensibles tienen , co- 
mo las mugeres, vinculada su hermosura â la primera edad; 
y todo el donayre pîerden al salir de la juventud ; por lo 
inenos asi se représenta i nuestros sentidos , aun quando 
no hay inmutacion alguna en los objetos. 

Est quoque cundlarum novitas grattssima rerum. 
2 Piensan algunos que la variacion de las modas de^ 
pende de que succesivamente se va refinando mas el gusto^ 
é la inventiva de los hombres cada dia es mas delicada« 
; Notable engano ! No agrada la moda nueva por mejor, 
sino por nueva. Aun dixe demasiado. No agrada porque es 
nueva , sino porque se juzga que lo es , y por lo comun se 
juzgï mal. Los modos de vestir de hoy , que Uamamos nue- 
vos , por la mayor parte son antiquîsîmos. Aquel linage de 
Antiquarios , que Uaman Medallîstas ( estudio , que en las 
Madones tambien es de la moda ) , han hallado en las me- 

da- 



DiscuKso S£xto, 169 

dallas \, <|ue kur^aâgdas.Emperatricçs t^njatt^làs misquia 
modos de ves^idos;, yi tocados \» que çQmoijnavistimasaisats 
las Damas en e$to$ dempos» De k>s footanges ^ que se ju24 
gan invencion de, este tietnpo prôxîmo , seLhàllan datas 
seoas en algùnos Poetas^auitiguos* Ju vénal , Sat.':6. . : 
Tôt premiti ordin^us'j, tôt v adbw eompagiàiàs 'nitnm^ > 
JEdificat capta. :.. i ..: j,,' ! v, ,\ 

Stacia.^-SîlV.ra^c:!' . ■ \! y.' : ij(.:.. :J •;.:j> . *. ':^: - ^Xî ;, 
••é:^..é.Celsa procul aspiûe front is honores , / . f 

Suggestumque jCûtine. i . 1 

3 De modo ,.que el< suenoi del^ani magnd dei Platon^ 
eu c^joanto é las mcdâs, sel iûo.realid^ :Dœia .a^uel Filo-^ 
sofo , que.pasadotin graflfeniinjdrQ^dè anoo:^ cësdtiijmDdose 
i la mi^ma positQca los luminaresi célestes ^ se faatra: unà . r& 
^eneracioa uoiver jal de todas las cosâs : que nacerian de 
Quevo los misinoshoad>resvJos misoaosbrutos., las mis-^ 
mas piaAta^ :^Y\2M\\it^spQXmia» lia l6rtunailo$ tmismos suqesos» 
Si Iphubien limitado à las liiodals ^liîoiuera $ueâo:^ iaino 
|!trofecîa..Hoy xmace çluso mismiôr^ veiotei^iglôs iiâ 
espiro. Nuestros mayores le vieron decrépito ^ y nosotros 
le.logramos ntnoi Enterréle entoQced el £3stîdi&^ y hoy le 
xesuqita el aotojo (tf)« 

.♦ ^ '• \ .IL , . '•,> 

4 "pEro aunque en todos tiempos reynô la moda , tsti 
J^ sobre muy distinto pie en este , que en los pasa- 

dos su imperio. Antes el gusto mandaba en la moda , aho- 
ra la moda manda en el gusto. Ya nosedexa un modo de 
vestir porque fiastidia , ni porque el nuevx^ parece , 6 mas 
conveniente, 6 œas ayroso. Aunque aquel sea;;, y parezcà 

me- 

(a) Hubo tambien entre las Romanas el uso de los Rodetes en la 
misf^a forma que boy serprac^can » como. .se.^i^ede ver en i>uestro 
Montfocon , tom^^^deja ÀnUgieÀad expUcadn ^ lib* i* cap* !x4* en. )a 
segunda lamina que se slgue i, est^ pagina ^.y en el mîsmo torbd, llb. 2. 
cap. 2. se Ice , que usaban tambien 'de agujas , ya de oro , ya de plata, 

ra^e otros metales inferiores , segun el caudal de cada unà » en el pe«» 

o > à quienes por tanto Uamaban açus crinahs. . 



i 



170 Las Modas. 

mejof se déxa ^ porque asî lo maada la moda. Antes se 
atendiaâ la tnejoria^ aunque fuese solo imaginada; 6 por 
lo menos ua nuevo uso , por ser nuevo , agradaba ; y h^ 
cho agradable , se admitia : ahora , aun quando no agrade, 
se admite solo por ser nuevo. Malo séria que fuese tan in- 
constante el gusto V pero peor es que sin interesarse el 
gusto haya tanta inconstancia. 

5 De suerte , que la moda se ha hecho un dùeno tira- 
no ^ y sobre tirano importunô ^ que cada dia pone nuevas 
leyes, para sacar cada dia nuevos tributos ; pues cada nue* 
vo uso 'que introduce v ^^ un nuevo impuesto sobre las ha- 
ciendas. No se traxo qûatro dias eKvestido ^ quando es pre- 
ciso arrimarle como inutil, y stn estar usado, se ha de 
condenar coâio vlejô. Nunca se ménudearoh tanto lasmo- 
das, como ahora , ni con mucho. Antes la nueva invencioa 
esperaba que los hombres se disgustasen de la antécédente; 
y i que gastasen lo que se habia arreglado à dia. Atendia- 
se àl gusto \p y se escu^aba el gasto» Ahora todo se atrop&t 
Ua, Se aumenta infinito et gasco , aun sin contemplât el 
gusto. 

6 Mpnsîeur Henrîott , célèbre IVfedallîsta de la Acade- 
mia Real de las Inscripciones de Paris , por el cotejo de 
las medallas hallô , que en estos tiempos se reproduxeroa 
en menos de quarenta anos todos los géneros de tocados, 
que laàntigiièdad inventé en la succesion de muchos si- 
glos. No sucede esto porque los antigiios fuesen menos m- 
venti vos 'que nbsotros , sino<porque nosotros.somos mas ex^ 
travaganteS' quelos audguos.' 

7 Ya hé muchos dias que $e.e;8cribî6 el chîste de un 
loco , que andaba desnudo por las calles coh .una pieza de 
pano al hombro ; y quando le preguntaban ^ î por que no 
se vestia , ya que ténia pano ? respohdia : Que esperaba ver 
^n que paraban las modas , porque no qiierfa màlograr el 
pano eh un véstîdo que dentro de pocb tiémpo , por venir 
nueva moda , no le sirviese. Lef este chlste en un libro Ita- 
liano , impreso cien anos hâ. Desde aquel tiempo al nues- 
tro se ha acelerado.taoto el râpido movimieato de las mo^ 

das. 



DiSGtfRâ) Setto. îxyi 

das • que lo que éntxmces se célébré cotoo' graèiosa ei»- 
travagancîa de un loco , hoy pudiera pàsar por madura 
reflexion de un hoinbre cuerdo« 

^ • S- ni- • .'^'' ••>' "-:'■ : 

8 T7Rancia es el movil de las inodiaa. De Fxancia lo es 
-T Paris, y de Paris un Francés, 6 unàFrançesa, aquel, 
iS aquella à quien primero ocurriô la nueva invencîon. Ra- 
ra traza ( y mas eficaz sin duda que aquella dr que se jaci- 
taba Ârquimedes ) se haU6 para que eirparticular moviese 
toda la tierra. Los Frahceses , en cuya composicioh , segun 
la confesion de un Autor suyo , entra pbr quidto elemento 
lalfgereza , con este arbîtrio înfluyeron en todas lasdemas 
Naciones su inconstancia , y en todas establecieron una 
nueva especie de Monarquia...Ellos mismos sefelicitari so- 
bre este asunto« Para lo quai serlbiease vea lo que en br^ 
den à él razona el discreto Carlos de S^a Denis ^ conoc»* 
do comunmente por el nombre , 6 titulo de SeSar de San 
Euremont. 

9 *' No hay pafs ( dtce esfe j^utor) donde hayà menos 
9>U50 de la razon que en Francia ; auhque esverddd.qUe 
M en ninguna parte es mas purâ ^ que aquejla pocà queise 
9>halla entre nosotros. Comunmente todo ^ fantasfa ; pero 
f>UQZ fantasia tan bella , y un capricho tan noble en lo que 
9> mira al exterior , que los £xtrangero& àvergonzados de 
'»su buen juiclo , como de una calidad grosera , procuran 
9'hacerse espeâables por la imilacion de nuestras modas, 
ny renuncian à qualidades esenciales , por afeétàr on ayre, 
99 y unas maneras , que casi no es posîble que les asienten. 
99 Asf esta eterna mudanza de muebles ^ y hâbitos , que ^e 
99 nos çulpa , y que no obstante se imita , viene à ser ^ sîp 
99 que se piense en ello , una gran providencia; porque ado- 
99 mas del infinito dinero que sacamos por este camino ,.ep 
99 un interés mas s61ido de lo que se crée el tener Francei- 
99 ses esparcidos por todas lasCortes , los quales forman el 
99 exterior de todos los Pueblos en el modelo del nuestro, 
99 que dan principio i nuestra domiiiaeîon , sujetando su9 

9>0J0S 



T^ T La$ Modas* 

-f^ojcHS àdonde el corazbn se pone aun â nuestrds leyes , y 
9>ganan los sentidos en favor de nuestro imperio , adonde 
wlos sentimientos estân aun de parte de la libertad. '^ 

10 Âhî es nada , â vista de esto , el mal que nos hacea 
los Franceses con sus mbéis : cegar nuestro buen juicîo 
«on'su extrâVagaocia^^ sacarnôs consul Invencioifes infini- 
,to dinero , trîunfar como duenos sobre nuestra deferencia^ 
-haciéndonos vasallos de su capricho ; y en fin , reirse de 
iiosotros como de unos monos tidiculos ^ que queriendo 
imîtarlos , no acertamos con ello. 

1 1 £n quanto i que las nx)das Francesas tengan algu^ 
na particular nc^leza , y hermosura ^ pienso que no basta 
para crëerlo el decirlo un Autor àpasionado. Las cotillas 
vinieron de Francia ; y en una porcion la mas desabrida 

-de las moAtaSas de Léon ^ que Uaman la tierra de los Ar- 
'gtiellos ^ las usan de tiempo inmemorial aquellas Serranas, 
-que parecen mas.fîëras , <](Ue mugeres. No creo que sus ma- 
y ores , que las introduxeron , tenian muy delicado el gasto. 
Si una muger deaquella tierra parecieseen Madrid , antes 
de venir de Francia esta moda ^ séria la ri$a de todo el 
Pueblo.: con que el venir de Francia es lo que le dà todo 
el predo. Çada uno harà el jutcio conforme à sugenio. Lo 
que por mi puedo decir es , que casi todas las modas nué- 
vas me dan en rostro , excepcuando aquellas que , 6 cerce- 
nan gasto Y 6 anadea decencia. . . 

* li T AS mugeres , ique tanto ansian parecer bien ^ con 
M^ la Areqiiehte admision de nuevas modas ^ lo mas 
'<)el tiempo parecen maU £sto en lo moral trahe una gran 
«conveniencia* Aunqiic lo nuevo place; pero noreri los prî- 
iheroâ dias; Aiin d que tiene mas voltario el gusto ^ ha me- 
^nester dexar pasar algun tiempo ^^ra que.la estranéz de 
-fo moda se va y a haciendo tratable â la vista; Cômo la no- 
Vedad dé manjares al principio no hace buen estdmago , lo 
lïiismo sucede en los demas sentidos , respeéto de sus obje- 
tos. Por mas que<se diga^que agradan las cosas.forasteras, 
' ' quan- 



DiscuRso SsxTO. 173 

quando llegan i agradar ya estàn domesticadas. Es preciso 
que el trato gaste algun tiempo en sobornar el gusto. La 
aima no borra en un momento las agradables impresiones 
que ténia admitidas ; y hasta borrar aqueilas , todas las lm« 
presiones opuestas le son desagradables. 

13 De aquî vîene que al principio parecen mal todas, 
ô casi todas las modas ; y como la vista no es precislva , las 
mugeres que las usan pierden , respedlo de los ojos , mu- 
cho del agrado que tenian. i Que sucede pues ? Que quan- 
do con el tiempo acaba de familiarizarse al gusto aquella 
moda , viene otra moda nueva , que tampoco al principio 
es del gusto ; y de este modo es poqufsimo el tiempo en 
que Jogran el atraâivo del adorno , 6 por mejor declr , en 
que el adorno no les quita mucho del atraâivo. 

14 Yo me figuro que en aquel tiempo que las Damas 
empezaron à enu)lanquecer el pelo con polvos , todas ba« 
cian representacion de viejas. Se me hace muy verisimil 
que alguna vieja de mucha autoridad inventa aquella mo- 
da para ocultar su edad ; pues pareciendo todas canas , 00 
se dislingue en quién es natural , 6 artificial la blancura del 
cabello : traza poco desemejante à la de la zorra de Esopo, 
que habiendo perdido la cola en cierta infeliz empresa, 
persuadia à las demas zorras que se la quitasen tambien, 
fingiéndoles en ello conveniencia , y hermosura. Viene li* 
teralmente â estas que pierden la representacion de la ju-p 
ventud , dando à su cabello con polvos comprados las se« 
fias de la vejéz , lo que decia Propercio à su Cyntia« 

Naturœque decus tnercato perdere cultu. 
X S z Que dire de otras muchas modas por varios cami- 
nos inc6modas ? Como con los polvos se hizo parecer à 
las mugeres canas , con lo tirante del pelo se hicieron infi- 
nitas efeâivamente calvas. Hemos visto los brazos puestos 
en misera prision , hasta hacer las manos incomunicables 
con la cabeza , los hombros desquiciados de su propio sitio, 
los talles estrujados en una rigurosa tortura, i Y todo esto 
por que ? Porque viene de Francia à Madrid la noticia de 
que esta es la moda. 

No 



174 Las Modas. 

i6 No hay hombre de seso que no se ria quando lee 
en Plutarco que los amigos , y àulicos de Alexandro afec- 
taban inclinar la cabeza sobre el hombro izquierdo , por« 
que aquel Principe era hecho de ese modo. Mucho mas 
se lee en Diodoro Sîculo , que los Cortesanos del Rey de 
Etiopia se desfiguTaban , para imitar las deformidades de 
su Soberano , hasta hacerse tuertos , cojos , 6 mancos , si 
el Rey era tuerto , manco , 6 cojo. Mas al fin , aquellos 
hombres tenian el interés de captar la gracia del Principe 
con este obsequio; y si cada dia vemosque los Cortesanos 
adelantan la lisonja hasta sacriiicar el aima , i que estra<« 
narémos el sacriiicio de un ojo, de una mano , û de un pie? 
Pero en la imitacion de las modas , que reynan en estes 
tiempos , padecen las pobres mugeres el martirio , sin 
que nadie se lo reciba por obsequio, i No es mas irrisible 
extravagancia esta , que aquella ? 

$. V. 

17 A UN fuera tolerable la moda , si se contuviese en 
xlL las cosas que pertenecen al adorno extérieur; pe* 
ro esta senora hâ mucho tiempo que salie de estas marge* 
nés , y â todo ha extendido su imperio. £s moda andar de 
esta , 6 aquella manera , tener el cuerpo en esta , 6 aque- 
lla positura , comer asî , 6 asado, hablar alto, 6 baxo , usât 
de estas , 6 aquellas voces , tomar el chocolaté frio , 6 ca- 
liente , hacer esta , 6 aquella materia de la conversacion. 
Hasta el aplicarse â adquirir el conocimiento de esta , 6 
aquella materia se ha hecho cosa de moda. 

18 £1 Abad de la Mota en su Diario de 8 de Marzo 
dd ano de 1686 dice que en aquel tiempo habia cogidd 
grande vuelo entre las Damas Francesas la aplicacion à las 
Matemâticas. Esto se habia hecho moda. Ya no se habla- 
ba en los estrados cosa de galanteria. No sonaba otra cosa 
en ellos que problemas , teoremas , àngulos ^ romboides, 
pentdgonos , trapecios, &c. Ei pobre pisaverde que se me» 
tia en un estrado , fiado en quatro clâusulas amatorias , eu- 
y a formacion le habia costado no poco desvelo ^^e hallaba 

cor- 



DiscuKso Sexto. 173 

corrîdo , porque se veia precîsado à enmudecer , y â no en- 
tender palabra de lo que se hablaba. Un Matemâtico vie- 
jo j calvo , y derrengado era mas bien oido de las Damas, 
que cl joven mas galan de la Corte. 

19 El mîsmo Autor cuenta de una , que proponîéndola 

un casamiento muy bueno , puso por condicion inescusa- 

ble que el pretendiente aprendiese â hacer telescopios : y 

de otra que no quiso admîtir por consorte à un Caballero' 

de beUa» prendas , solo porque dentro de un plazo , que le 

babia senalado, no habia dlscurrido algo dé nuevo sobre la: 

quadratura del circulo. Creo que no lo miraban mal , una 

vez que no se resolviesen à abandonar este estudio ; pues 

habiéndose casado otra de estas Damas Matemâticas con> 

uo Caballero que no ténia la mlsma inclinaclon , le sa*^ 

liô muy costoso su poco reparo. Fue el caso , que no pu- 

diendo el marido sufrir que là m\iger se estuviese todas las 

noches eicâminando el Cielo con el telescopio ., ni 4uitarle 

esta manfa , se separ6 de ella para siempre. Otros acaso 

querTian que sus mugeres no comerciasen sîqo con las es-'. 

trellas. No se si aûn dura esta moda en Francia ; pero es* 

toy cierto de que nunca entrarà en Espaça; Acâ ni hom- 

bres , ni mugeres quieren otra Geometria que la que ha 

menester el Sastre para tomar bien la medida. 

20 La mayor tiranîa de la mpda es haberse întrpducî- 
do en los términos de la naturaleza ; la quai por todo dere-» 
cho debiera estar exénta de su dominio. El color del ros-« 
tro , la simetrîa de las facciones , la configuracion de los 
miembros experimentan inconstante el gusto , como los 
vestidos. Celebraba uno , por grandes , y negros los ojos 
de cierta Dama ; pero otra , que estaba présente ^y acasd 
ilos ténia azules , le replicô con enfado : Ta no se usan ojos 
negros. Tiempo hubo en que eran de la moda en los hom- 
bres las piernas muy carnosas ; despues se usaron las des- 
carnadas ; y asî se vieron pasar de hydrâpicas â héticas. 
Oi decir que los anos pasados eran de la moda las muge- 
res descoloridas , y que algunas por no faltar à la moda , 6 
por otfo peor fin , à fuerza de sangrias se despojaban de 

sus 



176 Las Modas. 

sus nativos colores. Desdicha serîa si con tanta sangria 
no se curase la inflamacion interna que en algunas habrîa 
sido el motivo de echar mano de este remedio. Y tambien 
era desdicha que los hombres hiciesen veneno de la tria*- 
ca , malogrando en estragos de la vida el color pâiido ^ que 
debieran aprovechar en recuerdos de la muerte. 

21 i Quién créera que hubo siglo , y aun slglos en que 
se célébré , como perfeccion de las mugeres , el ser cegî- 
juntas ? Pues es cosa de hecho. Consta de Anacreon ( que 
elogiaba en su dama esta ventaja ), Teécrito , Petronio , y 
otros antiguos. Y Ovidîo testifica , que en su tiempo las 
mugeres se tenian el intermedio de las cejas para parecer 
cegijuntas : jirte supercilii ^confinia nuda repletis. Taa del 
gusto de los hombres hallaban esta circimstancia (a). 

S. VI. 

22 A Cabo de decir que la mayor tirania de la ino- 

xlL da es haberse introducido en los términosdeia 

naturaleza ; y ya hallo motivo para retraélarme. No es 

eso 

{a) Madama de Longe Pierre , que traduxo i Anacreon en verso 
Francés , prueba con pasages de Horacio , Luciano , y Petronio , que 
bubo tiempo en que las frentes pequciîas de las mugeres cran dd 
gusto de los hombres , y circunstancia apreciable de la hermosura. 

2 Esta variedad de gusto se nota mas facil mente en diferentts 
Naciones , que en diferentes siglos. Los Abysinos aprecian las nari- 
ces rebaxadas , 6 con poquîsima prominencia. Los Persas las corvas, 
6 aguilenas , porque asî dicen era la de Cyro. Los del Brasil mâcha- 
can la punta de la nariz â los infantes. Entre los de Sian se tiene 
por deformidad la blancura de los dientes , y los tinen de negro , 6 
encarnado. En Guinea , taladrando el labio inferior âlas niïas , pro« 
curan engrosarle , y derribarle , lo que tienen por gran belleza. La 
idea de la hermosura en la China es cuerpo pesado , vientre crecido, 
frente ancha , ojos , y pies pequeiios , pequeiïa nariz , grandes orejas. 
Los de Misisipi componen k los ninos la cabeza en punta. Y en par« 
te de este Principado de Asturias les allanan la parte posterior. 

3 De lo dicho se infiere , que lo que llamamos MleTUi dépende 1 
en gran parte de nuestra imaginacion ; y lo mas notable es , que la ' 
imaginacion de muchos suele provenir de la imaginacion de uno solo, 
esto es , de aquel que por capricfao , 6 antojo fue autor de la moda. 



DiscvRflo SEXTa 1^^ 

tao 1o mas ^ûao que tambien extcndià $tt jimsdicdoa al \ 
iœperîo de la Gracia. La devocion es ùna de las cosas ea ' 
que mas entra la moda« Hay oracioaës>de la mdda ^ libres : 
espirituales de la moda\ exercidos de la moda ^ y aun hay : 
para la invocacion Santos de la moda. Verdaderamente ' 
que es la moda la mas contagiosa de todas las enfermedar- 
des 9 porque à todo se pegî. Todoiquiere.esta seoora que ^ 
sea nuevo flamante ; y parece que todos los dias repite des^ « 
de su trôoo aquella voz , qae S. Juan oyé en otro mas 
soberano : Ecce nova facio omnia. Todas las cosas renuevo. 
Las oraciones ban de ser nuevas ^ para cuyo efeéto se ha • 
intxoducidp ^ y extendick> tanto entre la ^nte de Co|-te el> t 
usa de las Horas. Pieospque y a se desdeSan de teuer el 
Rosario en la mano « y de rçgar :lai s^icratlsînia i^aciosi del 
Padre nuestro , y la Salutadon Angéiica ; como si todos 
Jos hombres , ni aun todos los Angeles fuesen capaces de 
hacer oradon alguna , que igualase À aquella que el Re-* ; 
dentor mismo nos enseno , como la mas util de todas. Los i 
lihros espirituales han de ser nuevos ; y ya las inoompara* « 
blés obras de aquellos grandes Maestros de espiritu de los 
tiempos pasrdos , son despredadas como trastos viejos. £n 
los exerdcios espirituales cada dia hay novedades ^ no so* 
lo atemperadas à la necesidad de los pénitentes , mas tan^ * 
bien tal vez al genio de los direâores. Los Santos de de** 
vocioa tampoco han de ser de los antiguos. Apenas hay 
quien en sus necesidades invoque à San Pedro , ni à San 
Pâblo , ù otro alguno de los Apéstoles , si no es que el Lu- 
gar 9 6 Parroquia donde se vive le teoga por Tutelar suyo. 
Pues en verdad que por lo menés tanto pueden con Dios, 
como quantos Santos fueron canonizados de très , 6 qua* 
tro riglos i esta parte. £s verdad que.el gloriosisimo S. 
Joseph 9 aunque tan antiguo es exceptuado ; pero esto 
dépende de que aunque es antiguo en quanto al tiempo 
en que vivio ^ es nuevo en quanto al culto. Con que solo 
la devocion de Maria esta exênta de las novedades de la 
moda. 
. 2§ En nada parece que es tan irracional la moda , 6 la 
Tom.ILdelTeatro. M mu- 



178 Las Modas. 

mudaaza de inoda^ como en materias de virtud. Las demas' 
cosas , como ordenadas. à nuestrb daleite> no siguen ocra 
recla que la mistna irregularidad de nuestro aiicojo ; y 
asi^ variândose el apetito ^ es preciso se varie el objetx); 
pero como la virtud debe ser , y es al gusto de Dios ( si- 
no 00 fuera virtud ) , y Dios no padece mudanza alguna 
en el gusto , tampoco debiera haberla de parte del obse« 
quio* 

34 No obstante yo soy de tan diferente sentir , que 
antes juzgo que en nada es tan util la mudanza de mo- 
da { 6 Uamémosla con voz mas propia , y mas decorosa, 
modo) , que en las cosas pertenedentes à la vida espirituaL 
Esta variedad se hizo como pipecisa en suposicion de mies- 
tra complexlon viciosa. La devocion es tediosa;» y desa- 
brida â nuestra naturaleza. Pôr tanto , como al enferme 
que tiene el gusto estragado , aunque se le haya de minis- 
trar la misma especie de man^r , se debe variar el condi- 
mento; asimismo la depravacion dé nuestro apéthopidé 
que lais cosas espirituales , salvando si^npre la substaàda, 
se nos guisen con alguna diferenda en el modo. 

2$ £sta consideracion autoriza ^ como utiles , les nue- 
vos libros espirituales que salen à luz , como sean nuevos 
en quanto al estilo. No hay que pensar que algun Autor 
moderno nos ha de mostrar algun camino del Cielo distxn- 
to de aquel , cuyo itinerarîo nos pusieron por extenso los 
Santos Padres , y los hombres sabios de los pasados siglos. 
Pero reformar el estilo antiquado , que ya nO podemos leer 
sin desabrimiento , es quitar i èse camino parte de las aspe- 
rezas que tiene ; y el que supiere proponér las antiguas 
doôrinas con dulces , gratas , y suaves voces , se puede de- 
cir que templa la aspereza (te la senda com la amemdad' 
del estilo. 

26 No solo en esta materia , en todas las demas la ra- 
zon de la utilidad debe ser la régla de la moda. No aprue- 
bo aquellos genios tan parciales de los pasados siglos , que 
sîempre se ponen de parte de las antiguallas. En todas las 
cosas el medio es el puntb central de la razon. Tan contra 

elia, 



DifiCURSO SSXTO. 179 

«lia , y acâso mas ; es aborrecer todas las modas , que abra- 
zarlas todas. Recfbase la que fîiere util ^ y honesta. Con^ 
dénese la que no traxere otra recomendacion que la nove- 
*dad« i A que prop6sito { pongo por exem^b ) traherhos à Ik 
ffiemoria con dolor los antiguos vigotes Espanoles , como 
si hubiéramos perdido très , 6 quatro Provincias en dexar 
los mostachos ? î Que conexion tiene , ni con la honra , ni 
con la Religion , ni con la conveniencia el vigote al ojo, 
de quien no pueden acordarse sin dar un grân* gômUo 
algunos ancianoi àe «te- tlempo ^ como si escoviese pen- 
diente toda nuéstra fortuna de aquella deformidad T 

^7 Lo mismo digo dut tas goliUas» Los Extrangerbs ten^ 
taxon i librar de tan molesta estrechéz de vestido à los Es- 
panoles ; y lo Uevaron estos tan mal , como si al tlempo 
que les redimian el cuerpo dcf aqueHas prisiones> les. pu«- 
siesen el aima erf cadènàs. « ^ 

a8 Lo <^e es sumàtnente reprehensflble^ es, que se haie- 
ya iotroducido en los hoiiibres el cuidadôdel afeyte , pro- 
pio hasta ahora privativamente de las mugeres. Oygo 
decir que yalos Coitesanos tienen tocador 4 y pierden 
tanco tiempo en él como bsi Damas^ { O escàndato f.; 6 abo- 
mtnacion ! [6 baxeza 1 Fatales somos lo» Espanoles. De to- 
dos fflodos petdemos en el tiobiiercio con los Extrahg^os; 
pero sobre todo en el tràfico dé costumbres. Tomamos de 
elles las malas , y dexamos las buenas. Todas sus enferma 
dades morales son contagiosas respeéto de nosotros. iQ si 
hubiese en la f^ya del Reyno quien^dèscamînase estos gè- 
neros vedados (tf) ! 

aç He reservado corregir lo que pueden tener de vh 
tuperable en lo moral las modas de las mugeres para la si* 

M 2 guien* 

Qû) £1 estudtoso afeyte^^ y pultmeoto de los hombres , no solo los 
hace riJîculos , y cpnCeiit^bjes , mas tambkn sospechosos. De mi 
dictamen 9 las mugeres honesta^ deben huir su trato ^ 6 tratarlos por 
lo menos con suma cautela. Oygan i, Ovidio , que entendia bien 
estas materiâs. 

SeJ vitati viros cuhum , formamque professos 
^uiqui suas ponunt in sHttUnê cêmas* 



i8o . Las M<>t>A% ' 

guieote Carta , en cUya letura Coda DamalMenliitencioaa*- 
da puede iigurarse h^r sido escrita para ella. 

DECLAMACIQN CONTRA LAS MODAS 

^scanMosm de las nmgeres. 

En Carta de Teofih à Pmdina. 

V I Ç^I tû fueses , Paulina , una de aquellas mugeres , en 
-/ j^ qukoe3 la corrupcion dçl cordon inficiona la ex«- 
terioridad , y que no par accidenté , skip por designio ha- 
-cen à los hombres todo el daiio que son capaces de pro- 
^ucir la hermosura , y el adorno ; me abstendria de darte 
algun aviso sobre esta materia. Porque 2 que podrfa yo de- 
•cir y 6 placer ejtirisse.c«sp;{^r2( œoyerte ? i Representarte 
el pernicioso infliixo que tienen en el otro SQKÔlas incteco- 
*ro$as ticenciai^^de tu atavipi^ÉsoaQtes séria coafiroiarte 
-en tu prop6sito : queà qulea médita una empresa cfimi- 
(nal> le inspira nuevos alientos para intentarla el que le da 
!i conocer las fuer«is ^j^ tiene para çonseguirla* 
. a ' \Wàs det^iendo yo contemplarte en muy dilierente di9- 
^aicion ; p<ies Jtu inodp de vivir me per^uadç que â>lû 
; attendes i conformarte al usq que çorre ^ siii prévenir las 
iconseqiieacias de ese uso ; te las pondre delante , para que 
évites advertida e} dano que ocasionas incauta. 
i> «3; .Es ia £tt)Tica djsl honibre admirable:; pero.tan in- 
-felia 4 que los .propio^'^ 9)a{eriale$ que coniponen su estruc- 
tura , conspiran à su ruina* En lo natutal , los quatre £le- 
^edtos puesto^ en continua luçha , no tocan à la retirada 
.hasta que acaban cott su vida. En lo moral no tiene po- 
tencia externa , 6 interna ^ exceptuando la razon sola , que 
no procure su cafda. Laspasiones , que son las que le com- 
foaten inmediatamerite , reciben armais cfe los sentidos , i 
quienes las ministran los objetos ; y aun quando faltan es- 
tas , se fabrican otras sobre el modelo de aquellas en la 
ofîcina de la imaginacion , que no por ser fingidas en quan- 
to à la existencia ^ dexan de iser reaies eu la aâividad 

Tan- 



Di^ui^cr Ssxto. 1 8 1 

4 llaipèaatro de'if misaie ticœlel: ttotobiseio^.Hesgos) 
que una : poteqcia: tuDoptèmëa' oti!a;poten£ia^ La imagina*^ 
tiva arma! lazos i là cdiicupiscihljs :' la oiçmèm i là ûrasck 
ble. Las'especies delà parte sopérior sqq tmas minas iih' 
versas , ô|>ue$tas.por arriba , que , como el oro fuli^iinàn- 
te n rompen icia. dbaxo < y encienden la infiçrior. Esta ^ coiv 
^ bUffiQ^que^exJbala « d^a à la «superlor ; y. en llegànda: 
â .la arazmi*^ humo « todoràifde; 6 porque el humo Ileval 
envttelta ea st mismo la llamà ; 6 porque la razbn c^usca-' 
da se dexa oaer en la bogueraé 

5 Créeras que mb he extraviado .del asunto para 
\)acer ostentacion de imi eioquencia. Noesasu Derechar«> 
ipÈate kamifioJléLSiterepresento la aima de un^honn 
bre toda puesta en* fuego, es porque te horrorice el e$^^ 
trago vque aun sin dar;parte à tu advertencja ^ puede eau- 
sar tu hermosura^ ayudadade tu adorno. Pinto una nue^^ 
va Troyai4 porque estoy hablandô con una naeva Hplena* 
liOh qu^ofias veces « sta peosarlo , habrÂs sido ocasion dé' 
a^Bejaote ruina ! 

• 6 Considéra que quando pisas las calles pûblicas , no 
aolo de tus ojos , de todas tus facciones van saltando œn^^ 
l^bsi, y i|uecaminas por un sfitio todo Uenode hena se^i 
co. No es œia esta iUtiœametàfora , sino de un gran Pr6^ 
fiefia (Jsafaftdîgo ) ^ .dfqual Ijiama heno al Pueblo , afiadien* 
<)o i^ que es faeno mUrchito^ y fdesecado. Boco antes habi^^ 
dicho que toda ^ame es beno. No era menester mas ex^> 
plicacioQ para darnos i entender ea que sencido ^ y ^àcia^ 
qpé.genero de Uama esiethombre un prôqtisimb comK 

. 7.! TodaslasmugerestietietiobligadonâsecimodëstaB;) 

pero Inucho mai las hermosas. Diôles Dios la hermosu-*' 

ira con la pension de templarla ^ de modo que no sea ofen^^i 

»ya. î Que' corcespandencia tau viiiaoaal Criador , aiparo^) 

Yieebajrse de sus doues para;perderle las aimas ILa hiodes>^t 

liages lustre;. y jubtamentercorreétivaide la hetmosùra^l 

^tte le quita todo lo que tiene tle «hoci va.» Hâc(^la - mas bri^ 

&fite ^cy.juntameDte:ma;».sana«L Anàdele. lus^.^.y le^quitsp 

. Tarn. Ù. delTeatro. M 3 fue- 



i8a Las Modas» 

foego/Quatidd i las hernbosas las Uamanisofes; £îga[nlo 
€omp un recuerdade que debm hacef lo que etSol<» re^ 
tirarsé de modo que oo: qùënièn; £1 miima^efei^o que etf 
el Sol là distaocta , prbduce en las mùgeres la modestia. 

8 ; O que luefi Je esté à una Dama aquella decorosa dr^ 
cutkspeccion V que se concilia elcarina, tenietido i r^ 
yà d atrevimleoto ! Gran veotaja serr respetada por el ()ue 
la mira , no kolo con eb semblante ; mas tàmbîen con^t 
Gorazbn. Este es un privilegio partitular del recato. A la 
senora mas alta , en atencion i su calidad , no se le atre* 
Men las acciones , ni las palabras. La soberania de la mo- 
diesta pofie rienda aun à k>s pensamientos, 
- 9 Considéra dos bermosuras , la una desenvuelta , la 
otra tecatada ; y veràs que diferente impresion hacen en' 
las aimas una , y otra* Aquella entra por los ojos travesean- 
do como loca , 6 como niSa ; esta mandando como seno- 
ra» Aquella la van recibiendô'isuccesmtmente las poteih-' 
GÎas iqiiaodo mas con agrado ; i çsta ooa agrado , y 6oo. 
respeto. En Uegaiido al corazon , ves aqûf que aquella se 
halla sitiadà de una tiurba de villanos afieâos ; esta corce- 
jada de bien nacidas atenciones : Uâmalo simpatfa , que 
tîeaela modestia de la muge? con los mas nobles afeélos 
del tiombre , 6 como quisiere» ^ ello a^ sucedè." 
* 10 Quiero. apretar masla persuasion; Contempla que' 
qiiando alguno tè mira , saca con los ojos: nna copia tuya, 
que al momento va â depositarse en lo interior de la ai- 
ma, î Gâmo quieres que la trate ? î Con: Ignominia , 6 con 
veneraeion ? ^ Qm^' ^^^ àentro la^ aje un torpe ^ y brutal' 
apetito , 6 la lisonjee un noble respeto ? î Que la coloque- 
^ el lùpanar^^ ô end %Toào ? Todo eseo dépende deïi mis- 
ma. Compon el original de modo que saïga respetable la 
copia ; pues la que fbrman los ojos ^ y las que sacan pon 
tsta las potencias internas , no piieden mènes de salir tan 
parecidas * al original ^ que seiequivoca la semejaflriza coa 
l^.identidad. Es tu imagen la'^que padecevel ultrage\ sî 
el otro es groseror: yalo Vecy; notû misma. Péro yo se 
que aquéll^ Diosa , que se veneraba en Coido , si fuese 

ver- 



vérdaderâ Dioss ; tssdgaria tôma un horr endd sacrilegb 

el iosulto de aquel lascivo joven , que inanch6 su estatua 

en el Templo. Mas parentesco tieoen con el original las 

ioiâgenes: mentales , i^e las que se forman en màrmoles^ 

6enbronces; ; . •* . i 

r r ; Qpondrésme acaso! i|ue quiero, hacer muy melîn- 

drosa la vànidad delas Damas ; y yo te responderé que 

en esta materia no tiene inconveniente el exceso del me^ 

lindre. {Qfalâ toda la delicadeza del sexô se convirtiese 

éda esiia parte.! Mas altos .nistivosdeben componer tu 

cxterior r yate los he propuesto. Mas si estos no te iho^ 

vîeien , hâgànte fuerza tui propios respetosc Paulina , yo 

00 te digo que seas vana ; mas si hubieres de seflo , haz 

vanidad de ser amada , y respetada juntamente , y no de 

ser solamente am^da. .. 

. I a i Mas ay \ . Pàufina ^ que^ yo te exhorto à que èm-» 
botes lasarmks de la hermôsura^ quando debia conten* 
tarme con que.no lais afilases ! Estas muy distante de aquiel 
severo recato adonde te encamino. No es tiempo aùn de 
persuadirte que apagues la Uama, sino que. no la soples^ 
E^'praUxobuidâdo del alino , mvé otra cosa es que uti 
afan contimado por esforzar la betleza^? Como si ellâ 
p6r si uHsma no pudiese causât Jbàstantedaflo^ la cùnfeo 
donas con el veneno del adoitio. { O quinta atencion , y 
tiempo te Ueva este cuidado ! Tantas veces te compones 
al dia , quantâs es predso salir en pûbliooi; y antes^deica-» 
tié en rasa tin seatido ^6 tma potenda dél alraa\ iioe un 
dige de lamoda. ^Sabes para quién trabd9ai'?:^Sabe^quién 
se interesa en eseestuffioso desyelo ? Qivsiera callirteloi 

Lno puedo. Tu mayor enecnigo. El Demoiiio es quien d&« 
i pagarte el jornal de las faoràs que cada (tia gastas en tu 

. : ^ 1 3i No piensûtqnlp todô lo tque eiitra en esa composicioù 
artificiosa \| aumânte ta atvaâivo.; antès creo que en par* 
te k>dismkn^eù Pèra à:yudtas:de loque tîene la moda 
de tnatil , y aah defastidioso , que i ti te sirve de peso^ 
sin redituar ^ los qjps eL nKixir.alhago ^ envuçlve algunas 
< ,, M 4 me- 



l84 ' X^AS. MODAS. ( 

«mnudencîds , donde se hdlla ciertà represenitadDD odi^^ 
^a , relativa â los preludios de là torpieza y y <]ue anima 
sus imâgenes en los qae èstàn ya gravados de aqueDas im^^ 
présiones^ Explîcomâ lo^precbo !para:lastsiiirte/;ca{i.iQi 
concepto , sîn ofender con las voces tu decoroî -h /m u) j 
- J4 I Yo me holgàra* de poder. cenirmè' ftf eifpîesiDDes 
tan abstraâas en lo que restai, péro ho es :^ihle ; A eà 
caso de ser posible , no es conveniente* Es preciso coon 
bâtir i fuerza descubierta la cîrcunstanoia Tùas^jç^stiférA 
de la moda. î Sabes de qi^liiablo? De e&a indécente dcs4) 
nudéz de pechos ^ de que haceis gala: laë nobles:, tisiemto 
oprobio aun en las villanas. Rero mal Jar l^tob . nKxlin 
pues esta corrupcion , en mas , 6 menos grados , es de 
todos tiempos : seiial de que tiene motivo gênerais, y coos^ 
tante , que siempre subsiste , el quai nb puedejserotio'que 
la tisonja idd apetitOL Solo^ette uso tieine esa inâçceneia. 
Para todo io demas es inutil. Hicese âipreciable i laîlasiaW 
Via y sin anadir valor à là hërmosura. Hàbtaen un leagua-3 
ge tan torpe à los ojos , que solo sirve de reclama à im* 
purosdeseos. Tanto ruido hàce en la.imaginacion ^ qn^ 
despierta à la concapisoencia nfias'iiormida; Noctienfnlài 
inmuodas ràmérasatraétivo mas foerte , y esthuy propki 
de rameras. En sus traidores alhagcis estai afianzada- Ja 
mayor parte de sus crîminale^ cohquistas. Aparta <» pues, 
Paulina , si no quieres bacerte cémpliceen innumerableis 
detitos^: aparta^esos dos estorbos de/l^ Gontinœcia v «3s6s 
dos tropiezos dé la viatavy-eœs dos ^^coilos.del. aima;) Va 
advertida dçldapo queioc^sionas v desd^.là. hoi^ eD ipiè 
)ees esté escritô j emf>iâza <à impufiàrsetecomo» voluntaria» 
1 5 Diràsme acaso ^ y aun muchos hombres te lo , dirâq 
i ti , que no es.nuestro sexô tan dêlicado zqjue yo me fin- 
jo los hombres muy de vidro : que ellos se expecimeotts 
à SI mismosde constitaoîcmojnkr rofapscavy'nûfanr con 
indîferenc^ , quando mas cbn. curiosidad , lo: quD yoàse^ 
guro no puedie verse sin rie^ ique babâi âla Tèrdad mioi 
û otro tan combustible ^ que le endenda el liumo ; tàn res* 
baladizo^ 911e caygaea tkna Uana^peroque nodebeo 

es- 



DiscoRiô SmiTO. 185 

estabtecëfsft regias'MBre la^fuirciculâridad de nao ^iV otro 
individuo. . ' » ., 

16 Mas yo te œrtiiico^ Pàttlina , que e$os. hombresi 
qiie'se::t6' pinsmi tkicyaHehie» 4 "ésos son los mas Aacas; 
i;PDii qà6K)p»eœt^ffilaxtoitœ'^^^ p^r o^uj-^ 
tsr qoè'^RvtNeiici^^' Dtcisïtemù^ fauiscàa ei dano' ^ >qùaado 
se' iheteiï etr ei riesgd:; y fingea iqhe para eîlos 00 hay ries« 
go\ para esoQndcTf que :}^deGeaLel )daao..£sos.^ique por 
)08 ojoy beben^^x:Q«icr>i«|^i;^a:CTalfia4^^o6 ignoràn que 
0'«eiieiio>toiqu0(beb6h9ry:itqiqiiifflren.persc^ so> 
Vy bebeii ' kguk; .QkifefloiUbiF ^^qoè qofLné^lç ragistrârr coh 
)a maif ddinqiient^'àitiiimdensipjDQeu hbcec créer* que 
sototemiran pbr* simple oiribsidad. .1 

17 î Oh , Qd te>dexe8isoopreQderx de^tao^ivial cautela! 
Los pètti(6me9^;^kb^4BoiDdfîçad0s^JapartaD.iO8^^ de! escp 
ebjcCûaV^ohdcienfloielciHfisgoi;^ $r*J9s:]i^itt).lia€6Q la >me- 
tior 'ctiligéncia poFTquebcamM>la'tf|ierzà Sde ^lâs 'pasiOin) 
jgnoraii el peKgrp ? Seria>e80:lo.mî$iso que^suponer cor« ' 
ruptibles |os icuerposxele^és f é' IncôsrupUbles Jos ^u(?la^ 
naresi^ f^ P6r rqué Untos f zèlobosclÉffiaipMroa [dedatnàq. fer» 
voros3Airàté^C0iatra jéseï ibuscpeôCJelHPufpitpcVisiab porque 
t)âlpàii!êi&^^îiDestflS(Ci)aaeqœDdiscir d Cùpfiodo^arïo^S'Mals 
ii tûdbeào ,'PaQliiiau^o9 te;hace:fiier2a ^ />yeaiQ^^l snosi 
so que voy i referîrte. . ' 

x8 Conetf6'PtiryitK:^.<Painà. heniiosi^^ de.Atenai; 
querfk^récjiiOiDeBba de lost^îâmpbs stel giandeiAleocabdjo^run 
délita qwimierciipia^ipdnaicapitalqijpBiei^ loè 

jvietiàs^ikh\Mf»^^iM^'i ooiD{MNied^>i sec Jûzgidaœn aqud 
aever0<9^ibond;^niisaioâdo dec^A^gadorsuyo 'Hypëridesf 
Orador fMMOM de aquefla edadivei^ qùal jug6 don exquîsi» 
to prinior todàs laiï pie^astdekReû^ricâspara lograr.kt 
abeolucion^^ iPhryiie.- Màs'càmo ei ihecho* fytat) coostas^ 
te^ ▼ el[deKt»'^aViflimaj('4dgûnM^^^ de îinpie4 

tladi):^ tùdiairrlds .|uebès fMftrfliaûsoièro& injexérablek ^ riiov» 
tranw^> eUcefio: delrQSQrorla severidad del tiî^aniem 
Adv^id^eato porMype^rîdeS'V quêtera. no medqs sagaz 
que f^cuado ^ quaaéobyavvèfii^dàiidliJioda jâqio^ii^^ 

ape- 



apel6:Â,otra elo^uëàdà maseficâzi Acero^aeîQtrépîdo'i la 
bella acusada , y ras gando prontamente la parte anterior 
fie sii Tvestîdo (tesde d cudllô é là. datura ^ puso. patentes 
SLif^Uos.ést&nàdlos'd^sté^ OOncuraOé 

No corné ^sWiérati) h, cabezadelBIttltia v'Mricowirtîefoq 
aqaellpsSenadorestieJKimbces'énfidtatuas ; aates de ladgH 
déz de eitatuas pasaroti â la seasibBidad de hombres. Vie- 
ronseal punto modaâosausjsemblaotes, porque^einudai^Mi 
sus âaimos; y dos ojos:, eircay^ air^a>Magestad se vda poh 
GO an^es ëscrtta çaaant^ipac^o .laiIscbtBiieiai de.miierte^ 
6 ya laseivos ;, 6 ya p^admo; i^'dàitrotLÂliç^vla-^bKààmxïi 
En fin , llegando à prestarJos.sitfragiésvtodba losIvotiDs sa- 
lieron à favor de Phcyne. Auaque tan delinqiiente como 
habia entràdo , salîé absueita como inocente; y:los Jueces, 
que hàbiao entrado iaqcentës: ^ tbdoa aaliërcKi oulpados. : 
- vg 'Mira' , Paui^a ; éi| escefudesbi lapeifniciosa ioflueik* 
(ÀSL de esa désnùdéz\» qu&toscentas' comoigalâ. Y pâira que 
la comprehendas mejôrv bas de saber ^qi^efuË dAreo^ 
pago estîmado ppr el Tribunal masincornipto que tuvo la 
antigiiedad i que se jàâaba de haber tertninado las^difet 
teqdas de suspropios Dioses^: ique-te seriedadide aquelloi 
Juecès Uegabât a) értremaide'Jtratar como ireo d qualquie* 
ra quë^e rdajCQ su îpresenda,*: que. sa gra^edad subia al 
punto de una desabrida melancolia ; y a$î en Grecia era 
modo de jdecirântofiomâstkoM» t>^»'P9nderarj4un:hotnbr€ 
muy otidaiioàlicb:: JEs nk^'t^hté)qM tM kireQpitijgft0»\iyen 
fin vque se eomptfnb.aq^d :Tj^ de 

Senadoœs. J^i Aiitw /qii&sacqot>oueotavMfiiUà j 

uno. PuesVes, todos efetoa vahtesMlsteb^ seye)N>s ^ ve^ 
nerables ^ â todos , sm dexar.ùno solo , corraoH^ié aqudlé 
lasdva desenvpkunu .Véjaborai^y.cxee à^esos j6vepes, 
qoe te dicoi4ue IDO los exdta'dèfttjro iM^ialfbarel'iiiloaoc 
tumulto.d .misniQ objëta Grléelie6.qise la fueciSaqttdfOiBt 
pe ios brdnces 4< desa . intaâoa ibf mdsoi. dOrértefir gpe :d 
fiiego que dèrrïte los Ji^nhoics y nb^iuoaut Us «ristab. 

20 i O Pauiîna , iio ^ncurrà ya ^as-en d delbto' de isi- 
owdiufa^ pû^Mlàûài.*^ de 

•*• •; ese 



DiscuRso Sbxto. 187 

dano que ha causado. Corrige la mal fundada'vanidad. 



Se tratar C y no cômo Uamà', una Ilama que tan presto se 

desvanece en^ humq. No pasa por d un momento , que no 

te rQ^e;^gi^fta jj^raofe dél^,^^ la 

consideracion à aqùel término /aaonde aunno ilegà tu 

ldad»-X,afr bcrm o s a8 que -vi ven . mucho -, -padecen^os-mueib- 

tes , una en que esplra la vida ^ otra en que muere la be- 

lleza ; y .hô se c(ual dé ïas dos léseè, mas ^ojbrosa* ^Oh que 

carga tan pesada es para ùna muger ânciana llevar siem- 

pre sobre sus hombros el chda^er de su propia hermosu* 

£â! £i«»^c6h prû'ptedàd'en^quëtiâeQDf»^^ Bn 

èl eobtemplati qtie llevâo un mothm^ppra ^ser-irilkieidla- 

dbs, cothô un tiempo I0 fue para set atendklbs^ Lomm, 

IDO es en su appréhension parecer en pi^blico ^ que ponerse 

i ta vergiieiiiza ; y aquella triste eonaparacion de lo qu0 

va dt àyèirrà h&y /es^^unt «i9{)iaa;vque liefien siempreacva^ 

Ytsadaiën^él'alma.-' ' .'"- - i'.^:/:-. / , > 

' fil £sto sucfede' é las: que «mpleàron sus floridas anM 

en captar las adoraciones de tes hombres. No asi i las que 

desdé entonces pensaroAsolo en agradarà Dros. Estas sa-> 

ben qtte no las - abandona en: l^ vi^er aqaéï <tuyc^ amôf 

Ée condMréù m 1â juventud. Miraivcofl itïdifereiicia loi; 

desvfos éel ïnoqdo ^ popqtse no se steiitèn kw desprecios de 

qiiiea se' desprecian los aplausos. 

' aa Trata , putfs , Paulina de enaifiorar à aquel galan^ 

^e no te ha de V4)lver iais espaldiis à! veite con arrugas^ 

â aquel que para quererte te ha de mirar al coraiiw , y 

fiô à ta câr^ : à aquel> que ièdiàcM mpsuisi Iliei'mosQra, 

emi que triunfas ^ y te pnedediar'Otra anmfao mayor , y 

mas durable : i aquel que no solo excède é todos en leal« 

tad<^ y txHistaocia , mas tambiea eo hermosura. Y con es^ 

to é Dios^, ^e4e s^de. 



SE- 



i88 

^ E'^N'.Eèï'UB' :; MO R-A h 
DEL CÎENERO HUMANO. 

■•riiii î ■■■■ ':■ il ■•■'■■!■. '.rj p.; ...ipj, ,-1 î '■• s »ri. *rii. nm ! . j h ■■in^ 

DISCURSO SEPTIMO. 

pQ se deterior6' en \o fîsîco , se asegura que el hombre, 
tomado en comun ^ se ext;ag6 en lo moral. Çelébranse los 
tiempos antiguos., y se :abomina el pr^ntê^ J>îcese que 
entonces reynaba la vi;roid w fhoraijel :vicia: que^ jusor 
cia , la verdad , la contlnencia , la mod^raipioa ibîpetoo 
su papël eif otros stglos -; en cuya lugar isucediercxi al 
teatro del Mundo ^ para repl*esentaciones tr&gîcas ^ la co« 
dicia , el engano , Ja inoontinencia ^ la usurpaoîoft ^ la ti- 
ranla ^coatodas las demas pestes del.Qrbf^ Ep.el prlmet 
Tomo impUgnamos el errOr.comuQ:dQ •laSei)e^iid Fîsica 
del Mundo ; ahora:inipUgnarénv>sel érror ( q\»e' tfo es me- 
nos vulgar ) de la Senedud Moral del género humana 
Dàmosie este nombre, por laanalogîa que ttene el estrago 
que puede hacer el ttempo efx las;almas con el .que. haoe ea 

loS.OUerpOS.. •: -y. i \ ^i y^-- .. ; ir„" .. . L 

, d Quisiera que se nié > dkera que ^glo$ feiioets fue« 
ton esos en que reynaron las^vjrtudes. Bi^cGflos;js«i ^s. His^ 
torias , y no los encuentro. Tan sem^ante. me Sparece d 
hombre de boy alide ayer^^^ue oo le distïngQ. NoMen se 
perdiô el estado de la inocencia , .quaadg MJf}^ ^sitMl wan 
yor altura la malicla. i Que alevosîa mas feamente cir« 
cunstanciada que la de Gain con Abel ? No mènes en^ 
tre los hombres , que entre los Angeles , se dbserva gn 

gan- 



DiSCURSO SSPTIMO. 189 

gante 6l Vicio desde su propio nacimiento, 

3 Como se fueron multiplicando los hombres , se fue- 
ron multiplicando los vicios. Al paso que iba el hombre po- 
blando la tierra , la iba desolando la culpa. i Quàndo se viô 
de tan feo semblante el Mundo como en aquel desdicha- 
do siglo , en que exceptuando una familla corta , tantos 
eraa en la especie humana los deUnqûentes , como los in* 
dividuos ? Estaba el Orbe recien eneendrado ; y ya todo 
corrompido. Todo era un abismo cubierto de nuevas tinle- 
blas , nuevos caos ^ n^as horrible qne.el que habia desvia*- 
do la mano Omnipotente. No solo no habia hombre que 
no fuese reo ; no producia el alnia pensamiento que no 
fiiese nueva culpa : que à este extremo de ponderacioh 
IJega el Escritor Sagrado. Tan despôtico dominaba el vî- 
do , que no conseotia^ aun como peregrina , la virtiid. 

4 Veng6 Dios sus agravios con el diluvio unîversal: 
que para ahogar una ofensa sin limites ^ era preciso echar 
sobre ella un Océano sin mârgenes. Volviô à propagarse 
en la fecundidad de una familia la desolada prosapta ; y 
AO bien se viô .en bastante numéro , quando conspiré acor-r 
de en una ambiciosa osadîa. i Quién creeri ., que ' estando 
tan cerca. el castigo ^ eatuviese tan lexos el. escarmiento? 
I>ebaxo del Imperio de Nemrod emprendl6 todo el lina- 
ge humano la construccion de la Torre de Babel ^ en que 
algudos Padres , y Expositores quieren que hubiese inter- 
venido aun el mismo Noé con sus hijos ^ bien que con di* 
ferente motivo que los demas ^ y acaso para impedir ma- 
yores daiios. Ataj6 Dios el soberbio intento , y se espar^- 
cierân los hombres por el Mundo« ^ 

$ Fundôse entonces la Monarqufa de Babylonia sobre 
la usurpacion de Nemrod , hombre sagaz , y robusto. Es- 
te fue el mayor robo que se viô jamas. Un hombre solo 
despojô à todos los demas de su lîbertad , haciendo su- 
jetos à los que habian nacîdo iguales. La ereccion de es- 
te Imperio fue cimiento de la Idolatria , conviniéndose 
los mortales , despues de difunto Nemrod , en adorarle 
como Deidad ; si ya en vida el Tirano no se habia he- 

cho 



ipo Sekectud Moral , &c. 

cho prestar culto sacrilego , cotno es biéncreîble. Muchos 
Autores cargan esta culpa sobre su hijo Nino ; pero este 
es tan incierto , que aun se duda que Nîqo fuese hijo de 
Nemrod. Tan obscura es la Historia de aquel tiempo , que 
algunos graves Escritores suponen à Nino posterior mil 
anos â aquel primer Tiraûo. Lo que parece ciërto es^ 
que , 6 viviendo Nemrod , 6 muy prôxtmameiice à su 
muerte ^ empez6 la Idolatrfa ; pues quando Âbrahan vino 
al Mundo , que no fue mucho despues , hall6 ya la supers-- 
ticlon muy radicada. Aun el padre , y abuelo de Abrahan 
se crée que fueron idolâtras. Del padre lo afirma expre* 
samente la Ëscritura al cap. 24. de Josué. San Epifaoio , y 
Suidas , à Sarug , visabuelo de Abrahan , hacen ioventor 
de los simulacros gentilicos (a). 

6 Pregunto ahora : i Quândo se vî6 tan perversa gène- 
racion como la de aquel siglo ? Estaba reciente el tremeo* 
do castigo del diluvio. Vivian aun Noé^» y sus hijos , tes^ 
tigos de la tragedia , que no dexarian de renovarla â la me- 
moria ; y ^in eso , en los vestigios frescos del estrago veian 
la sangre del azote. Con tan horrible espeââculo à la vis* 
ta , vuelven la cara al Idolo , y à Dios la espalda. Seguo 
los Autores que hacen A Nîno hijo de Nemrod , esta pre- 
varicacion fîie muy universal ; porque entre Nino , y Zo- 
roastro parece estaba entonces dividido el Imperio de el 
Mundo , y entràmbos fueron idolâtras. Mas probable es 
que estos dos Principes fueron muy posteriores. De todos 
modos consta que en tiempo de Abrahan estaba ya muy 
extendida la Idolatrfa. 

7 A la sombra de esta ceguera crecieron en brève 

tiem- 

{a) Donde decimos , que se crée que el padre , y abuelo de Abra- 
, han fueron Gentiles , se debe notar , quev del padre lo dice expresa- 
mente la Ëscritura al cap, 24. de Josué, v. 2. Ëm el mismo lugar di- 
ce que Nachor fue tambien Idolâtra. Llamabase asî el abuelo de 
"Abrahan. Pero como este Patriarca tuvo un hermano del mîsmo nom-* 
bre del abuelo , y no se expresa allx de quâl de los dos se habla ; no 
podemos afirmar la idolatrîa del abuelo de Abrahan con la certeza 
que la del padre. 



DiscuRso Septimô» 191 

tîempo las demas vicios â una estatura disforme ; de que 
dan testimonio claro las abominaciones de Sodoma , y de 
las otras quatro Ciudades delà desdichada Pentâpolis^ que 
fueron reducidas à cenizas. No solo en las Naciones cul- 
tas , aun en los Paises mas bârbaros no se hallan hoy hom* 
bres mas distantes de ser racionales que aquellos, 

$• II. 

8 T^Esde àquella remota antigiiedad , hasta la guer- 

JL# ra de Troya , en los Escritores profanos ape« 

nas se hallan sino fabulas ; pero las fabulas mismas de- 

claran la verdad que vamos probando. Exceptuando la 

poca tierra que pisaba el Pueblo de Israël , todo lo de* 

mas estaba dominado de la Idolatrfa ; y se conoce quà- 

ks serian los hombres , quando suponian delinqiientes las 

mismas Deidades» Adûlteros à Ji&piter , Marte , y Venus; 

ladron à Mercurio ; lascivos à Pan , y Apolo : gênerai. 

mente enredados unos con otros en discordias , y ençanos. 

Si se proponian en sus Dioses taies dechados , î quién no 

miraria con amor los vicios ? 

9 Pero siguiendo el hilo de la Historia Sagrada , que 
es la ûnica que ha quedado verdadiera de aquellos tiem* 
pos 9 i vueltas de ilustres exemplos , no hay generacion 
doflde no se tropiece en los horribles escindalos^ £1 enor* 
me incesto de las hijas de Lot , la implacable ojeriza de 
Esaû con su hermano Jacob , la atroz perfidia de Simeon, 
y Il-evi con los habitadores de Sichén , la conspiracion de 
lôs envidiosos hermanos contra el înocente Joseph , que 
se succedieron en brève tiempo , con la circunstància de* 
ser'cometidostodos estos insultos dentro de una familia, 
donSde Dios estaha Uoviendo bendiciones , no se que con 
esta circunstància tengan paralelo en nuestros siglos« 

xo De la descendencia de los hijos de Jacob , duran- 
te el cautiverio de Egipto , nada oimos sino el ruido de 
las cadenas , y el clamor de los gemidos , que solo nos 
dicen que los amos eran tiranos ^ sin declararnos quàles 
eran los siervos ; pero no bien salieron de la esclavitud 

à 



19^ Senectud Moral ^ &c« 

i fuerza de maravillas , quando }os vemos iûgratos j re- 

beldes , contumaces , idolâtras. Jamas alguna gente con 

mas torpeza abusé de las divinas piedades. Ocupada ya la 

Tierra de Promision , en el interregno que sucedié à la 

muerte de Josué ^ entre los enemîgos del Pueblo de Israël 

se présenta la bârbara crueldad de Âdonlbezeç , Rey de 

Jerusalen ^ que ténia debaxo de su mesa setenta Reyezue* 

los , cortadas las extremidades de manos , y pies, i Quàl 

Principe , 6 Tirano de la Asia usa de violedcia tan es- 

traiia en los tiempos de ahora con los prisioneros de guer- 

ra ? Luego vemos à los Israelitas mezclados en matrimo* 

nîos , y en ritos con los Cananeos , Jebuseos , y Fereceos, 

dando inciensos à les Idolos Baal , y Astarot. Castfgalos 

Dios con nuevas servidumbres por espacio de ciento y 

diez anos ^ debaxo de diferentes Rey es, y en diferentes Rey- 

nos. Lîbralos despues de la de Madian por mano de Gedeon; 

y muerto Gedeon , vuelven à dar sacrificios à Baal , habieo- 

do servido de preludio à la apostasîa la détestable crueldad 

de Abimelech , hyo de Gedeon , que por ocupar el Rey- 

no mat6 setenta hermanos suyos. Véase si la politica de 

los Emperadores Mabometanos tiene exemplares bien anti* 

/guos , juntando con este el de Artaxerxes Ocho , Rey de 

los Persas , que degollé por el mismo motivo aun mayot 

numéro de hermanos , y parientes. Dos veces à fuerza 

de azotes , se levantaron de la Idolatriâ ^ y otras dos veces 

volvieron â caer en ella ; siendo castigo de la lilticn^ la 

dominacion Filistéa j en cuyo tiempo vino Sanson al Mun- 

do , y en su muger Dàlila un grande exemplo de muge* 

tes pérfidas. 

II Sucedio en la Judicatura à Sanson el Pootifice 
Heli , perjudicial à Israël , porque en la tolerancia de los 
feos escàndalos de sus hijos faltô à las dos obligaciones de 
Padre , y de Juez. El gobierno de Samuel , qiie duré veio- 
te y un anos ;, fue feliz ; pero degederando de tan bueci 
padre sus dos bijos Joël , y Abias , con desprecioxle las di- 
vinas amenazas , pidiô el pueblo Rey , y fue uogldo Saûl, 
que empezô bien, y acabô maU Moxdido del aspid de la 

en* 



. vQlSCU&SO SSPTIM0« 193 

eavidia , ne pudo tolerar la dicha de tener en David un 
vasallo excelente. Succediéle este en la Corona ; pero no 
impidieron sus grandes virtudes que en su propia casa, 
y familia se viesen grandes desôrdenes. Très hijos auyos^ 
Afflnon 9 Âbsalon , y Âdonîas , el primero incestuosa coa 
violencia y et segundo tratdor , y fratricida , el tercero 
sedicioso , turbaron la Repûblka , y dieron mala vejéz à 
su santo padre. El grande séquito que tuvo en su conspira* 
cîoQ Absalon , muestra quànto abundaba entonces de hom^ 
bres perversos IsraeL Subiô al Trono Salomon , que prî4 
roero édifice en Jerusalen el Temple, y despues ariuîné 
ea su corazon el culto. No hubo despues acà Principe eta 
sus fines tan ingrato , porque no hubo Principe en sus pnvh 
cipios tan feliz. Colmado de beneficios , correspondio i 
Dios con torpezas , y sacrilegioSb 

i;i Dividi6se , muerto Salomon , el Pueblo! Hebreo en 
dos Cpronas , Israël , y Judâ. Introdûxose en una , y otra 
la Idolatria. Diez y nueve Reyes , todos malos , la mantu^ 
vieron en el Reyno de Israël , hasta que destruy6 aquel 
Reyno Salmanasar. En el de Judà , de veiqte Reyes quç 
tuvo , cinco solos buenos ciQ'ar.on , quanto estuvo de su 
parte, al Pueblo de aqiiella génial deœencia ; pero luego 
padecia nueva recaida* A porfia parece que se competian 
en aquellos dos Reynos en la maldad Reyes , y vasallos* 
Fue desolado primero el de Israël porjos Asirios:, despues 
el de Judâ por los Caidéos. 

13 Recobr6se en parte aquella Republica. Gobernâ-^ 
ronla Pontifices , y Capitanes , en que hubo de todo v ca* 
mo ahora ; hasta que Arist6bulo , succesor de Hircano ei^ 
el Pontificado ^ tom6 caraifter , y nombre de Rey. Este ma- 
té de hambre i sixi propia madré. Succediéle su mufier Saf» 
lomé , que todo ik> gobernô à voluntad de los Fapiseos!^ y 
i esta su hijo Hircano, à quieii queriendo usurparel Ce** 
tro su hermano menor Arist6bulo , ardi6 la Judéa en guer- 
ras civiles; y este fue el tiempo en que se apoderaron de 
aquel Reyo6 con la^ armas de Pompeyo los Romatios.- Lo- 
gro de su mano el Cetro dePalest^na Herode^Ascalonita^ 

Tom.II.delTeatro. N lia- 



194 SfKBCt'UD Moral , &c. 

Uamâdô él Grande ,'ï^rincipe alevoso ;, astuto , y cruel has- 
ta el ùltimo extremo , que ban6 toda la Judea de la sangre 
de inocentei, y su propio Palacîo de la de su muger, y hijos^ 
vfâiiaia^ todas de su politica ;» û de ;su venganza. £n su 
tiemfK) se levante la se^a de los Judios Uamados Herodia- 
nos s que cre(an ser Hôrodes el promerido Mesîas. Y asf 
estôs^ como los demas s conspiraron poco despues en la 
muerte del verdadero Redentor : â que se siguié dentro de 
pooos a nos , en pena de su obstinacion , la ruina de Jeru- 
sàlén , y la dispersion de toda la gente Judàyca. 

• ir4 He: puesto por mayor ddante de los ojos el procé- 
der de aquel Pueblo desde su origen hasta su extermi- 
nacion : de aquel Pueblo ^ que era el ùnico depositario del 
verdadero culto } de aquel Pueblo , que debi6 i Dios tan- 
tos favores : de aquel Pueblo , teatro de sus maravillas : de 
aquel Pueblo , para cuya ensenanza 4 y aviso enviot^n- 
tosProfetas. Cotéjese su obrar con el nuestro , aqûellos 
siglos con los de abora , y se veri si salimos muy mejo- 
fados. ^ Dônde , pues , esta esa sonada reâitud delossi- 
gios pasados ? 

' ^5 CI ^n el que se Uamaba Pueblo de Dios , y lo era, 
i3 notamos tantos reveses , en que degeneraba de 
serlo ; i qiié esperanza puede haber de hallar la justl- 
cia , la Jnocencia , el. candor en el resto de la tierra, 
inundado de la Idolatrîa ? £ra entonces la Religion ver- 
dâderst uiia pequena Isia en; uu ancbisioio Océano de su- 
perstieion ; y si en la Isla encontramos tanta agua amarga, 
i que sera en el Mar ? 

' id Lo primero- de que hablan las Historias profanas, 
que son verdaderamentè historiias , e$ la guerra de Troya, 
y ia fundacion de las quatro famosas Monarquias. Todo lo 
que^queda mas alla , se mirai à tan escasa luz , que apenas 
se distinguen los cuerpos de las sombras , las verdades de 
las fabulas. 

• 17 Dieron ocasion â la guerra de Troya el galanteo 
de un joven licencloso , y 4a condescendencia de uûa mu- 

. ger 



.-DjsctTRso Septiwo. : spg 

g«r faCiK Estas sonla^ virtiid^:qii&Tbrill|ifl en «quel sîglo/ 
Ya alites habia sido TObada Hdeiia pw Tes0o ; porque en 
aquella belleza tan câlebradat de la ànliguedad véamos en 
dos torpes raptos dos lunares fd$imos» Conducida à Tro- 
ya la hermosa Griega ^ UevA consigo juntas ias gracias, 
de Venus , y las fiirias de Mart^. BafaUésecon crueldad' 
por diez anos ; y k) que oo pudo la ifuwzavacabaron là' 
traioion , y la mana ; pUes dexando la inv^ncion del Câ- 
ballo de madera por fabula , algunos Autores antiguôs di*^ 
cen que Antenor ^ y Eneas ^ infieles à su Patria , abrieron 
i les Griegos Ja piierta« Mas probable es la introduccion 
del aMUtQ S&iOQ[€p la Pl^£à ; CuyoS biea trazadosembus-. 
tes caraâerizan , segun el gran Poeta , à los demas Grie^ 
gûs de aqilel siglo. 

Accipe nunc Danaum insidias , & crimine ab wio 

Dis ce wnnçs. 

$. IV. :. I ; 

i8 'I7Uefon:iostrumentos'para la fundadon de hs qua- 

X? tro Monarquîas aquellos vicios que hoy tanto» 

abonainamos « la violencia ^ la ambicion , el engano. Jus--* 

tino dice que antes habia Reyes elegjidos por la prero-^: 

gativa de la virtud , que gohef naban coq equidacL , exorci- 

tiùàot^ en defeildersus Pueblo3 ,«in inquietâr jamas^i los^ 

vecinos , hasta que Nino rompi6 los limites de la Justicia, 

y del Impetio 9 nuetîéndose. à conquistador. Pero estd nor 

ticla 9 ^^e sec confusa , y vajga , ttene coo^ra si JaJm^; 

plicaciOB.de.que aquellot antiguQ^ Principes exiefpiesen la^ 

defeosa donde/no faabia agreaiom 1 

19 La fundadon de^ la Monarquia de.los Asyrios , la 
mas antigua de.tôdas^es muy obscura. Unos la atribu- 
yen à Necnrod ^ ottos i Nino ; y à este unos le bacen hi- 
jo de Nemrbd y.otros postecior muchos siglos. DeS^oif-. 
rami^v queiaiccedid à Nino en.el Impçrio , bay la mis^. 
maduda.Algunofi Autories senalan dos Semiramîs ^ poste** 
rior la una à la otra quinientos aitos. En una cosa sola se 
convienen ^ que es , en que estos tre$ Personages fueron 

N a très 



196 Sek£Ctud Mokal , fitc. 

très grandes usuf padbres* NcfflfcxJ' estiabtecîô sri Pfîncîpa* 
do sin otro derecbo que la vidlenciâ. Nino le amplific6 
sin otra justicia que una ambicioh desordenadà* Senrfra- 
mis , que se supone muger de Nino % extendi6 en su viu- 
de2 mucho mas las conquistas : muger de grandes ànimos^ 
y talentos , pero de iguales-vicios ; pues demas de una am- 
Wcion sin Umites^ se le àtrîbuyen tOFpezas ^ y crueldades; 
Diodoro Sfculo rèfiére ^ que à los galanes con quienes 
manchaba el lecho , quitaba luego la vida por no aven- 
turar el secreto. Otros muchos dicén que quiso ser torpe 
con su propio hijo Ninias , y que esta inverecunda de* 
claradon irrité de modo al hijo ^ que qitité la vida à la 
madré. ''•*'-.-'■' 

20 La Monarqufa de los Medos se fabric6 sobre la. 
rebelion de estes contra los Asyrios , de quienes eran va- 
sallos. Y Cyro , celebrado por gran Prf ndpe por los mé- 
ritos de grande usurpador , transfiriô despues el Imperfo 
â los Persas. ' 

- a r En la sàcjcesîon de esta Monarqufa émpieza la Hi^ 
toria , que basta aqui estuvo muy balbudente , â hablar 
con alguna claridad ; pero solo para representarnos robos, 
engarnos , y tiranias« 

-22 Camby ses ^ hijo dé Cyro , fue tan ambicioso como 
su padre,'puescon(]uistéé£gipto;y probabletnente hubiera 
becho lo mismo con toda la costa de là Africa , si en aque- 
Uos vastos arenales , movidos del viento , no se hubiera se- 
pidtado vivo todo su £'xétx:ito. Fue brève su reynado , y 
succediôlë'Un Maga(Ifamdbànasf los persas; â sus Sacer- 
dotes y y Filôsofos ) , que'con estrana astuda Jlingi6 ser un 
herma^o dé Cambyses ; à qûien este habia^ quitado la vi- 
da. Descubierto el engaîk) , y muertoel Tirano , habién- 
dose convenido entre los principales Sefioresdel Reyno, 
que i aquel se entregase el Cetro , cuya cabatlo relin- 
chàse el primero en puesto determinado aVsalir el Sol ; el 
extremado ardid de un criado de Dario ; que en d sitio 
designado junto el caballo i una yegua la nbche antécé- 
dente y hizo que el caballo relinphase al punto que vol- 
- ' via 



. '^Discvnso Sbptimo. : 197 

vi6 al mismO'Sidé ; y de esta suerte hizo Rey & su amo. 
Succedié i Darfo su hijo Xerxes , famoso solo por haber 
.echado un Puente eu el estrecho de Galipoli , y por la 
derrota que à sif iameuso Exército dieron los Griegos en 
5alaminâ« Fue muertô alevosamente por et traidor Arta^ 
4biano ^ Capitan de sus Guardias , qtden luego exécuté otra 
hdrrenda perfidia, persuadiendo à Artaxerxes, hijo, y suo 
cesof del muerto , que su hermano Darf o habia sido ho- 
ffllcida de su padre , y asl fue de^oUado este inocente; 
aunque no tardé mucho en ser descwierto « y castigado el 
^elinqiîente verdaderb. Eite;Artaxerxes ( à quien Uamaron 
Lmgimano ) florecié;en tiempo de Esdras : fue buen Prfn^ 
dpe 9 y restablecié en su libertad , y Repûblica â los Ju« 
&0S4 Xerxes Segundo le sucedié , que dentro de un ano 
iiie asesinado por su hermano Secundiano. Ascendié este, 
haciendo escalon del' cadaver de su hermano , àlTrono; 
pero no le sobreviviô mas de siete meses. Creo* que le 
maté otro hermano suyo bastardo ( Dario Ocho ) 4 que le 
succedié en el Reyno. Siguiôse à este Artaxerxes Segun- 
do : hubo ruidosas discordias entre Parisatis su madré , y 
Statira su esposa ; y la primera ,t]ue çra muger crjuelisima, 
étuitamentô hisio mataii i la segunda» Tuvo Artaxerxes 
très hijos legltimos, y'ciento y'doce bastardos. Fecundi- 
àzd prodîgiosa , pero infeliz ; porque Dàrfo , uno de 16s 
légitimés, conspirando con cincuenta de los bastardos, qui- 
«> quitar la ?ida â su: pa^re* £1 motivo ( tantorpe oomo 
el iatento ) fue no haber querido alargar à su concupiscéo* 
cia à su concubina Aspasia. £1 castigo pasô las mirgenes 
de lo justo , porque no soI6 se 4uitô la vida i los delinqûen- 
tes 9 mas tambien à sus hijos , y mugeres» No' paré âqui la 
calamidad^de ladil^tada familia del Artaxerxes. Su hijo 
Artaxerxesirercer^^YiiamadoOcho^ extinguié toda laque 
restaba, poir preèaver d'riesgo déotraconspiracion. Quin* 
to Curcio dice qilefflieron ochenta hermanos lôs que ma- 
t6 esta fiera , aunque no sale bien la cuenta con el nû* 
miero de arriba* El Eunuco Bagoas , poderosisimo en el 
RQynO',,.|e ^qui&S, lavida. con veneno , y juotamente i dos 
Tm. IL del Teatro. N 3 de 



198 SSNECTUCr, MoRAIr i^'&C. 

de SUS hîjos ; y à\ tercero ^ que era*Âi^esivcoloc6 en el 
Trono. A este emponzoSé tambien el fiero £unuc6 ^ yàià 
la Corona à Darfo Codomano^hijo de un hermano de Ocho« 
No tardé mucho Bagoas en préparât là ponzona para Da- 
rîo ; pero sorprendido en el desigoio.^ fue compelido4 be- 
berla; Entré en este dempo^ Ateiandro en la Aski , derro^ 
ta à Darto , y despues ^levosamente le quità la vida Be- 
so,vasallo suyo. Este fin tuvo aquel florentisioao Impe- 
rio , en cuya descripcion no hemos.visto sino crueldades, 
• eaganos , y perfidîas. 

23 Muerto Alexandre:, y divididas las conquistas en- 
tre sus Câpitanes ^ estuvo ardiehdo. toda la Asia en guer- 
•ras p6r el furioso conato de quitarse unos à otros sus'poiw 
clones , en cuya contienda , prevaleciendo Seleuco Ni- 
.canor , y agregando muchas Provincias del Oriente, di6 
iprindpk) â losKeyea, y Reynado de Syria, que duraron 
hasta que se echaron sobre todos los Romanoâ. Generaf- 
mente podemos decir de todos los Principes que domina- 
ron la Asia en aquellos retirados siglos , que el mas boe- 
*nQ era el que no tenla otra cosa. de malo , que la ansia 
:de usurpar todo lo que podia à sus: vedacs. En los parti- 
' culares no nos demuestran mas bondad; las Hmorias. De 
Âsclepiodoro , honibre sabio de Al^andrià , se refiete que 
\ habiendo pasado à la Syria para enterarse de las costum- 
bres de sus habitadores., dixo despues que en toda aque- 
< lia vasta Région ^o iiabià hallàdo^iflo très hombres , que 
-Vivian con algo de moderadon; 

• • S* V. ■ .. "• . 

a4 T A Greda , que hace representacion muy sin- 

Ml^ gular en la Historia antigua , asi como nos ha 

!<]exacki <mas notida de sus sucesos , tàwbiÉû la dex6 de 

-flus'insuitos. Fue mas inescuaablé eo.jdla la corrupdon 

-de.costumbres , por estar acompaiiada'dç lacultura de las 

letras. La ficcion , y el engano era el carader prc^io del 

genio Griego : DoJis instructus , & arte. Pelasga. ; Que 

\ ardimiento tan desenfrenado en los de aqueUa Région , por 

: - .:.,,... do- 



DiSCVRSO SSPTIMO. 199 

domIdai?se uhos i otros ! Fue taato ^ que eh Atenas dI6 
motivo à la lejr del Qstracismo , cuyo asunto era descerrar 
por diez afk>s 4 qualquiera Ciudàdano que sobresaliese en 
riquezas , 6 en estimacion , y aun en virtud , de miedo de 
que qualquiera de estas ventajas le inspirase el aliento, 
y facilitase la execudon de tiranizaf aquella Repûbiica. 
De donde se puede colegir , que aquellos mismos en quie^ 
nés veneraban una virtud excelente , no la tenian ni aun 
mediana , pues esta bastarfa para reprimir la ambicion , y 
alexar el miedo de la tiranfa. La mas fea obscenidad era 
tan transcendente en la Grecia, que se exercitaba sin pe- 
na Y y aun sin infamia* Aun muchachos ilustres se sujeta- 
nm sin vergiienza i este oprobrio ^ y no faltaron Fil6sofbi 
çue le autorizaron cou su patrocinio. 

$. VU 

as \rAmoi ^ en iin ^â lois Romanos^ cuya gloria , aun«^ 
V que extinguida hi tantos siglos « tan firme ^ y^ 
brillante imagen estampé en la mente de los hombres, que. 
aun hoy tira gages de fdolo el simulacro. 

36 Los Romanos , por mas que los celebren las plu« 
mas de tantos Escritores ^ no fueron otra cosa que unos 
ladrones pûblicos de todo el génère humano : una Repu-' 
bIJca enteramente corrompida por los très vicios ^ ccdi- 
cia , luxuria , y ambicion ; pues como advirtid S. Agus* 
tin , nunca lle^ira i dominarlos tanto la ambicion , si ang- 
les no les hubieran pervertido la luxuria ^ y la codicia: 
JlfJnime autem pr avaler et ambitio ^ nisi in populo avnritla^ 
hMuriaque corrupto (à). Contra todo derecho robaron à 
innumerables Naciones sus riquezas , y entre elias la pre- 
ciosa alhaja de la libertad. 

^7 Aqui no puedo meaos de encenderme contra tan- 
tes espf ritus supetficiales , que mtrando con abominacion 
los roDos pequenos « aplaoden con admiracion los hurtos 
grandes. Tienen por tintuin , y digno de horca al que ro- 

N4 ba 

{a) Di Çiviâ* /iK u iapu 31. 



aoa Senjsctud Morab ^ &c. 

ba â otro hombre qcn escudos ; iferopor-gloriosa^i y tee* 
recedor de estatuas: al que roba à uii Reyno elivalor de* 
den millones. £1 ladron que mata al caminaote por ro- 
barle , se Ueva tras si el odio pûblico ; pero d que por 
tisurpar dos , 6 très proviadas mata los hombres à milla* 
res , es celebrado por él xlaria de la fama* . Discreta , y 
animosamente aquel Pirata, reconvenido potiÂlexandrolé 
respoùdié : Yo soy Uamado Pirata , y delinqiiente , porque 
eo un pequeno Baxêl robo à uno , 6 à otro caminante; 
si infestàra los mares con uoa grande Armada , serîa ce* 
lebradocomo un conquistador glofioso^ Bienconocio Aie- 
xandro que i su corazon se disparaba aquella toeta ; pero^ 
perdon6 la osadîa por la magnaoimidad ;^ mas esteasunto 
le tratamos de intento.en otra parte. 

28 Para dar mas dara idea de los vicios de la geote 
Romana , tomarémos las tiosas desde su origen , y fixaré- 
mos el prindpîoien.d Rey Procas ; pues de los Reyes afl^ 
tecesores desde d Rey Latino , solo quedaronlos nofiibres; 
y quanto se cuenta del Rey Latino, y de sus guerras^y 
alianza con £neàs , es muy dudoso , respeâo de que mu- 
^^^ y y gravés Autores aseguran que Eneas nunca vino à 
Iialia. De dos hijps que dexô Procas , Numkor , y Amulio, 
este , que era el segundo , u$urp6 la^ Corona al primero, 
matando un hijo varon que ténia, y hacieiido Virgen Ves- 
tal à Rhea Silvia su hija , pôr quitarle toda succesion; 
pero esta la diligencié con una furtiva torpeza , de que 
salieron los dos bermanosgefntek» R^muto ^y Remo» Ma-, 
taron los dos al Tirano Amulio ; i^estituyc^ndo elCecroâ 
su abuelo Numitor , y despues R6mtild mat6 é Remo, por 
reynar sin competeqcia. Fuodô el Principe fratridda â Ro- 
ma ;' y para poblarla , haciendo concurrir ^ con la artifi- 
dosa ostentacicm de uoas graodes fiestas , los Pueblos co- 
roarcanos $ robaron los Romanos todàs- las doncellas Sabi* 
oas , porque empezase con raptos^aquella Ciudad que se 
hâbia de engrandecer con robos. Fue R6mu]d un gran 
Poili.tico ; pero al fin. los Senadores , que él mismo habia 
establecido , cansados de su imperip v le mstlavùn^ haden- 

do 



do créer al Pueblo que habia .s^do arrebatado al Cielo para 
Deidad. Succediôle poreiëccion-^uma Pompilio , astuto 
Politico ndehdxor del veto de hotubre religioso , que mîr 
ttg6 à aquel Pueblo Ja feroci4ad cqa la super^içion ^ Ile- 
iiéodolÇide,rit09^ y. b^çieodo'pbedeper pî^^i99Qt« |;o4o9t 
sus decrcifoi , porquer^O pçQ3ua4îrWiqRe. çr«n d^é»^i 
por là Diosa ^ 6: Nib&rEgeria s cop qmieia t^ni» extàtieosi 
Gomercios ;.y asf pasé por un Santp uq solemne embuste-, 
ro. Succedi61eTuiioHp»tiJÎA.a.hon4?refexQZ,y guer/çj!Qi. 
que cond4erechQ à» \^:2iTmMjfinfi/dià\A(^om^:^ 
tkry^s ^reoriqneciéndiHaifi^cîalfl^ 
Alba que reduxo i cenizas. AQpaM^i:ciOj^ q^rtè Rey vfMt 
mas juscô y 4;k>rqUelg^cre6)prpvocadD ^rsi se puede llamar 
provocacioapedir las Poteocias vecinas. lo que su antece* 
sQt iniquameote' les. hshi* usurpado. .Al fin. , en la copFrui^ 
doQ de aquellositiempo^,^ i}«V}irpari cfarglpri^v» y «l m 
restitùir no lera pecadd. 'Tarq)iiiK| Piiscp ^ qimto ^ey;^9»TT 
àiô dJ3cePueblosi*lasusurpaciQqes 'aot|snores« MatàroQ^ 
le dos hijossuyos ^ zelosQs de la autqrîdad que cpn. él te^ 
nia Servio Tullo , hijo de una esclava ; y çflte sp jjppclpj^ 
del Reyno ^fingîendç çst^rT^ffqwst v^yo,^ y ob^ar dç or« 
4en jsuyo , hasta^ue'tVMo las OQsasr^n jesta^Ki^rd^cla^i^ 
nrse. Tulia , hija suya i. que sq çasdrcoq Tarquîs^ el So^ 
berbio , soberbia ella ^ y feroz inucho mas q^e el mari-r 
do , le incité à que matase^.i su padre piaia subir al Tro^ 
iio ; y exeouadô el parsicidjp^^ le tcir<:uQ^2MM^6' aquella, 
mas que iriùger \f»m.y ai)»p^ao^. ^ ^egjk^ cadayeç 
COQ m carro^a. Tatquiqo etttp^^ su. Re^yi^Kto c^ çruel-* 
dades domésticas; y ya saciado de sM^e A^ los suyos , se 
Goavirti6 su sed à la de los estr^nps. No fue menos fal«^ 
so 9 que cruel. A su hijo propio zzfftà pjib|icainente con 
conciertQ entre los dos^ para que pasg^ocomQ ^gra^î^dos, 
y deiieQsb de la veoganisa à lei^^emgç^ y^zf^àff^t^ 
los mfttase^)^ vendîese<, como,k>;hizQ.(Su€Qdi6 el estpprô 
de Luctecia «que libre à Roma de aquelTir^np , y Hzq 
aborrecible para siempre kdominadoQ , y nombre ][(e^^ 

^, i S. VIL 



'/• .- S., VII. . 

^9 17Mpez6 el gobiértio^Consiifar , que miicho tiempo 
Xli fue juste con )os Ciudadanog , pero siempre injus* 
to con les védnosr^ por-no ftpartar jaiaas d corazoo , ni las 
itrâ^ii^^enltevas C0d^m^/Fa1t!ibaseà la féquaodolo 
pedià là atifbicion. Sift^Olr téstuttonio dan las horà» Cau- 
ditfas fdonde cogido tôdô el Exército Roinaner, y puesto 
debaxodel cuchillo de los Samnites , fue dexado salir libre 
debaxo'de la doDidicib!! de Uhà perpétua paz , la quai no 
dûr6 inas cjae et' tifetfipo ^ùé >httbo menester Roma- para^ 
àtthar-dè nûévo d Etitérdto.' 

30 Domiiiada toda ttalia ; empez6 la insolpncia de los 
Magistf ados ^ y la ambicion de los particulares. ; Que in- 
justida tan videnta fa de Apio Claudio , uno del Decem« 
yi#ato ^iheLùàt trahef pof fuei^zâ ^^deatinada'iim luxuria ^ i 
una dôûcella ikoblet'îY'^qué espëâiculotan misérable su- 
padre Virginie , viendo que por justidà no podia redimir-- 
k de aquella ignominia , degollar i la infeliz doncella en 
medio de la plaza ^ 

r 3 1- lia ambicion de k» aoblts se peg6 como contagto 
i les plebeyos ^ que no solo excitaron sedidones para 
obtener sus Magistrado»; pero Uegaron i là desvergtien* 
za de pretender descubiertamente la mezcla indiscreta de 
matrimonios con las familias patricias. 
» 3^ Pacl4ic6$e Roma dentro de si misma luego que 
ëOmenzaiionlas guerras ^iuteras. Rômpià Ja Romana am« 
biciori Idss^ tértninos de italiia. Succâdiétohse la guerra pà- 
àica Primera; ta Ligàstica f la Gilica , la^Urica <, la Segun- 
da Pànica ^ que fue la mas trabajbsa que tuvieron los Ro- 
manes; pero tambien la mas justa, porque babia sido el agre* 
sor aqtÂfl fayd âe Mârtef Anibat f y aun se puede decir 
qUè fUë culpable en les Roimanoâ la tardanza en la defen- 
ka\ ^ues en un sStio^e nueVe meses se estuvieron-i la vi»* 
taespérando à que la lealtad de* Sagunto se convirtiese 
en rabia , y toda. la poblacion en cenizas. Volaron triun* 
fantes ^ vencido Anibal ^ las Armas de Roma por Africa^ 
^ Eu- 



Eiutopa 9 y Atià ^ busfcabdo ea:to^a$ partes^ gdrefeextps para 
el rompimiejito. Solo Viriato , y los Nutnantînos ïfetuvi^ 
ron aquel impetu mucho tièmpo. A Viriato le veocieron 
ré traîcioD ^ no pudiendo de otro modo i» disponiendo con 
.promêas q^ejsusiiiifiœos SoljdbidosfJ^ guérira 

del^iijnandafublarma^iiii^uà que jaoQia^èicÂsipp Jtos Rq- 
macçs ^ no solo <por sus çrinoipîâkv, im^iA^Hta ^qt los 
progresos , toda llena de ibjusticias , y ruindades, Éîjjdoti- 
v6 no fue mas que acoger los Numajotinos i, los Se4igçxises, 
aliadosv y. parientesisi^yos ^ AigUtvoâ de) furot iRpinano. 
Venderôn i6s de Numaûcia.é.QiiîflÉoP<wipeyQ; y jf«[dieij- 
;do destnàrie dd todo^admitieron Jaîpaz^XOpuest^ pçfr^, 
que luego violaron los Romacos^ aconiietieado de nuevo4 
Numancia debaxo de la conduâa de Hostilio Mancîno, 
que siendo tambien vencido , propuso;Q\ieYQ$ capitules de 
paz. ; y los Ntimamino^ los admitiefiioal ^ afmquç .iestabii en 
ijsu çianoxiegdllar todo el Ëxércîto eoemigo*; Peror^a: S9- 
gunda moderacion fueGOtreaf>onidtda%oci seguodaj perfidia^ 
reoovando los Romanos la guerra debaxo del preteyto de 
ser ignominiosa para ellos Ifa-pax paâada. Y en fin , triub- 

• faroo ^.no de Numanoia ^ sioo de las lomjza^ derNMP^anoia; 

• porqùe eit la lUtimd desesperackja.die^efieos^^.aj^iuçgoial 
vèaeno , al faserrâ seentreg^osf vi]dumari9ipent»:liombi:Q$, 
y edificios. . - . . 

33 Âqui me dà LUcSo Floto , gran PaA9gîrista del 

Pueblo Romano^^ mâieria |>ara uqa ifpportatite x;çflexio|i. 

Este élégante ;Hktoriador 3 hâlniejuw;|refendQt)oft s^Wi^^s 

^ de Ja gentè iU^toasaidesde dutûi^tgmi basta!la>t:QtQa:d$:Nfi- 

' manda ^ con quk acâba el oapiitulo di«e y >OQhfi del JîMro 

segundo de su historia ; empteza.el diea y nueve celebran- 

do magnfficamente la virtud ^^.^antidad dëlPu^blQ Roo^a- 

no desde* sus principîos hasta aquèl tieinpo : Hacterms 

Populus Romanus pulcber i» egregius , fins , sanctus , atque 

fnfagra/hur^ i'Oisttitidad b^fc^nooida; / quafldrrn 

aqud tiempb' kemos Visto à Roma trodo^ deja^ci^stîcia ! 

Pero si se habla cotnparatiyanp^ente de un tieorvptpi'otro, 

con alguna verdad aejpuedeidecîr.^cçuft^basjia Id gueria^de 

Nu- 



:,iÙ4 SfiMfiCTVD MoralJ&c. 

Numanda $« cm^nawà en Roma la intégiiilid de costimi- 
bres. Taiità ftie4espues la côfràpdon ^ que' la antécédente 
parecë santidàd. La ùnica^virtud que se habia mantenido 
inviolada en Roma , era el amor de la patria; £ste fue ca-- 
I yendo hâsta mif ar '<;ada>individuo solamente porsa interes 
prbpio 9 aun àon'kiP iiiinii del pAblicOé Como un iicmibre 

^ilagroso tue miradoCatôni, porque no ab8ndoo6 jamas 
la Repûblica^r - ^ - a* 

. 34 Siempre deide aquel tiempo se vi6 Roma dividida 
en cruelisimas faociones , 6 ma^ que dividida , despedaza^ 
da. Aun; hoyijsi«ritnaxi la membriaaquellas dos faôrmanas 

. foria^ 4 Mario v y Syla , que con dos 'diluvîos de sangre dos 
veces hkieron salir de sus màrgenes al Tibén Succedie- 
ronles en la ambicion , y en el odio César ^ y Pompeyo. 
Vino despues el Tdumvirato de Augusto ^ Marco Antonio, 

•y L^pidô ^')(a(â«ndâ^el infâme pâéto de sacrlficar cadauoo 

'Sus propioS amigosi'la-venganza de los btrosxios ^ pan 

' di vidir etitre'sl^ bs ^rovincias dei Imperio» 

35 No era menor entre tanto la corrupclon del Seoa- 
do. Vénales eran aquellos Padres conscriptos siempre que 
.bfrecîati p^ecio corréspondieiite lo9.compradores% Asi k) 
dixô , poi'qufe asf^«xpetimem6 , el bàrbaroR^de No- 

f «irdià Jiigui'taS ^què COti^ bs dooefâ que tes'onviô , los hizo 
patrocinar por algun tiempo sus maldades , y ensordecer i 

• las justas qiiexas de los aliados' de la RepdUica. Jamas Tri- 
bunal algdtto fue captado coa tàn- fea género de soborno 

^^eonto aqud'OMi que Glodio ganô al Roitano \| para que 
le'abscflvlese de sus ttMrpr{8hAOS'tn9ult)os;.:Regalô al Sena-* 

^dôi'coil^ fidchetf lascive; entregando al brutabapedDo de 
los Senadores perdohas de entrambos sexôs* Cuéntalo Va- 
lerlo'Mixtaio (7i^, 9. cap.u ). 

">. ^'' '^ ^ • '• { ••- ■ '-•»'• ^ i -' ''^ ' '* r .; •'. ?{ ' , .-. 

oô^irp|£L !Viei& de lâ lascivia noiiembs tocâdo siifo 
: *.. ; X-/- uno v4 ot^û hecho qUe ha ocurrido% sîgûitfodo 
el hilo'de Va hifitoria. Oygô lk>rar é los zelosos la corrup- 
' tetà àe liste ftiglo'eo pttnto4e inoo^tfoenciar ¥bxto peores 
■' fue- 



Diiscviiso^8£9inMûi.^^ '^ dos 

fuèron aqnellos sigtos eb ^e zp&x^MhltaitfÀm\i^ Ilo^^se 
iiasta ]a veaida del RâJeotôr, dùb làt Na)èH>ne9x:;iiitas:emi 
en esta materia bàrbàrasé Lù^ lupahares ^ 6 lugares pdbli-» 
cos son aQCiquisimo& Selon porley toi îostitujrA en Ate* 
nas , para evitar los adulterios. Entre los Babilonios (scM 
gun Herodoto ) eran las riidberès una vez en la vida co- 
iBones à todbs , y lOs que se^Véian iedueidés âr*p6bré^, 
obligaban à sus hijasà sustentarlos àxosta de su pûblica 
ignominia. £1 mismo Autor dlce que los de Tracîa daban 
à todas las doncellas Hbertad âbsdQtâ< ilo niismo refiere 
Varron de los Ilyriçps.. î Qiiânto hôrrorî^n las fiestas Ba- 
tahales » que jpasaroh dé Ègipib ii'Grëdà , y de Grecla 
à Roma ! La ebriedad , el furor ^ y la^incohtlnencia mas 
bruta pasaban por culto de una Deidad. £n Rotna era per- 
mitido à las mugeres vulgarizar su cuerpo , con la previa 
diligencia de presentarse â hacer esta protesta delante de 
los Ëdiles', sin exçluir de eçta infamià atin à las mtigéré^ 
de cpndicibn ; l^asta que avérgoipafaçlp et Senadbal ver que 
Vestilia , de familia Pretorea , habia usaido de esta licen- 
'cia 9 ordeno que se negase à qualquiera muger ^ cuyo pa-?* 
dre 9 abuelo , 6 marido hubiese sido Caballero Rooianov 
X Que dire del âbomïhâbïe comèrdo énti*é perso/iâs de u» 
mismô sexô , comûnisîmo ^'y praftîcâdô sîh y^giienza 
aJgunaientre Griegos , y Romanps ? Pero apdrteséJa plu- 
ma de lo que horroriza la memoria , que mas mancha el 
papel con la especie que représenta , que con la tinta que 
imprime {a). 

{a) Habiendo el Reyno de £gipt<> liecho u'q papël tân considérable 
en el mundô, y haciendole aun hôy eu la antigua Historia, puede 
notarse que no haya sido compreheâdido en este Discurso , sino 
para decir de paso, que en él tuvieron prîncipio las fiestas Bacanales^ 
lo que â la verdad no prueba corrupcion de costi^tnbres ,-porque aqùe-i 
lias fiestas en su origcn , aunque contenian yria 'iii{)er$tFcion muy ri*f 
dîcula , no çnvolvian las abominables torpe^a^'t^ne despues se/intreu 
duxeron en èllas. Dircmos , pues , algo sobre cl ^urito. '* - ' 

7, Nada me parece prueba mas bien quanta ëra k dîsolucion ië 
los Egipcios en -materia de lâSciVia , iquç unâirfstoricWdé* Herodoto/ 
la quai , aunque , como yo la juzgo ,*^â* WblUôsâ'J'y'JJôr'tyiilë^no bagai 

fé 



%06 SSKECTUD M(tK,Mi 4 &C 

'37 ' 1 Gënera^niédtelse :pu«4«<decif , que losdenws vicibs 
MH'fiohiqites déloMiKUYÎdMQ9 : ia iopontitieodia , y la am*- 
bicioQ son pasiènes de la e^peciie. Su imperio comprehende 
igual mente todas las Nàcioiies ^ y su duracion todos los 
tkmpos» î . ; . . 

f 33'#^On làiveoida.iiel RçdoQtor inud6 algo de sem- 
v^ blante el Mundo ^ convlrtléndosè una parte de 

la 

fç en quanto 9l hechp ».îa^js^e cqii|o si^pue^tq necesario , y verdadero 

3. GupnùHerpdotp^vque en tîcropoj^^ Rejr de EgiptOL 

y succesor' uichefli'a/o.iîej'gt'aA SêsostVis"'; crecio cl Nilo muy cJctraor- 
dinariâtnente , hacienido coh la inundacion-gravisimô ëifio i las tier- 
ras. El Rey , irritadô ^ UtitA â tina flécha contra <1 rb , ootno para 
eascigBOi su insolencta. Aljngmento quedo ciego. Adorabàn los Egip* 
^^f!mP^9i\i^:^î^^^9 Y aw .1* «ffucra del Rcy ,.5i fue vçrdade- 
ç^), ,y. <;o^|slgi|ieo t^ 4. aqiicl <lesahogo pc su côlera. ,]. no ppdia iheno| 
de ^ct mir^^^çritrc aquélla gente idolâtra ' com6 ci^tigô/dd sicrile^ 
gio;' Di^'ànôî'permariecîô tî Rèy cîego ,' sin que ni côh rùegos , n{ 
con sacriflcibs lograse el benelicio de la luzJ Hasta que en fîn , de la 
Ciudad de^Butîs le vino la respuesta de un Oràculo , cuyo contenldo 
Cra yuqîiisi rqç^br^rîaJà yr^ta. kvandose los ojps cpn'U orina de una 
oiuger;.àr,qviUa.ao hubiesp çp^ipcido otro Hombre qu&su n>arido. Aie- 
grisinib el Rcy con la receta dé un rcmcdlo i su parecer taiî facil de 
cncontràr , le busco , comp era natnral , en su pro()ia esposa j'mas no 
sîrviendo de nad'a el lavatorib , se quedô ciego como estàba. Pue suc- 
cesivatnente recurriendo i Varias mugeres ilustres. Todo fue inutîl. 
Continua la^expedepcia p otrjia jnucha§.de varias condtcîones ; todo 
fin provecho. Hasta que (inalmenté hallo el remedio en la mugcr de 
VU pobre Labrador. Lograda la vista , hizo cerrar eh una Cxudad 
todas lasmug^res^en.quiçn^S; invitîli^ente hahia buscado h cura , y 
poniendo fuego pi Pueblo , Ifs^abrasô i todas» Aiîade Herodoto., que 
en accibn de gracias levantô ^ y consagrô dos Obciiscbs al Sol , cada 
uno dé cien codos de altura. La existencia de los dos Ob^Iiscos , ya 
Cucseiî obxa de este Rcy , ya de otro , es rcal. Uno de cllos fue con- 
dûcido a ^o^na por cl Emperador Cayo ; y es cl mi^mo que Sixto V, 
t\i^ icqlpcar delante dé la IgUsia de S. PeJrÀ. 

4 Ya he dicho.que tengo esta historia por fabuiôsa. Pèro la mis- 
ma ficcion prueba la realiJad de lo propuesto ; pues supone como 
fuadamento verd^^ro el concepto comun de la dcpravacion de la 



la tîerrà en Cielo. BesposàroMe tfaft la vît tud Jos que «ibra- 
zaron la verdad. Pequena gtey , pero hermosa , sustentâ- 
ba vida înocente con el pasto de sana doftrina, La con- 
cordia , el càndor , la Fé 4e la prîmiriva Iglè^îar ^ hiciercrj 
que hubîesé , no en el ptîncïpio ^ cOffto fingîcron los Poe^ 
tas , 5irto en ipedio àe^lùà tîêrtipos' , \in ^sîglo de dro. ^ 
• 39 Pêfro esta felicidad no fue de mucha duracibn. Lue- 
go que se acabaron las persecuciones , se puso là Christian- 
dad en el estado en que hoy la vemos. Parece que la san- 
gre de los Màrtii-es ftrtitîfcaba el terrenode la iglesia , pueis 
luegaqiier faltxi este-riêgô , empez6 à sw itiiiGhornenopla 
cosecha de virtudes. La semejanza de aquellos tiilripos^à 
estos se prueba con testlgos superîores à toda excepcion, 

40 S. Juan Chris6stomo , que florecio en el quarto 
sigio de la Era Cbristiana « apenas haliabà eh ht Ciudad 
de Antioqùfacien individbos-'que viviesen bteDt^siendo 
aquella poblaoon^Âûa de las très mâyoresdel'ffiuiilrxv^liô 
menos que se le puededar de vecindad en aqiiel tiempo 
son seîscientas mil aimas ; y segun esta cuentâ , apenas en- 
tre seis mil habia uno buenOi Las palabras délfSanfo son 
tau fuertes , que aunqiie dexémoi mmiio^àlhipérbiAê^ 
queda lo bastante para dar un coïKcptiD^axisimo de àque> 
lia Chrîstiandàd Q Q^ddntos pensais ( decia hablando ooifl 
el mlsmo Pueblo ) que se salvarân en esta Ciudad TEn tan-- 
tos millares con dificûltnd se ballarân ciento que se salven. 
^un de estas dùdo ; porque .\ quanta es^IaMoticid enclôt tmu^ 
zos ! el descuido en los viejos ! Ninguno tient atidado de sus 
bîjos. Ninguno pone atencion à imhâr 4ii viftuostvnn^idnoi 
jLopeor es que apenas hcfy à quieninutar. Faltanèxemplures 
en los ancianos ^y asisalen tambien malas losjovenes (a). : 

41 $. Agostin .» qm viviaporelmlimb tiempo ^ no 
DOS muéstrael'OcQidenfe. mas: bien psLt&ào^ixjœ Sl ftjàù 
Chrisôstomè èf Oriente ii Quàntcfs <f(Wv( niic^ sobi-e el Psat^ 
mo 48. ) los que parecé que guafJan las pneoeptos divines % 
jipenàs se ballon uno ^ é des , dpoqufsimoSé 

S. 
{a) Homih J^o, ad Populum. -'^ . a .n J. . \ .'A ,; 



tqq8 Ssk£Ctuq Moral; &c. 

4» . S. Gregorio , que fl<«reci6 ei> él sextd sîglo > con- 
templanda desde la cumbre del Solio Pontificio toda la 
Jglesia 9 la comparé â la Arca de Noé , donde habia pocos 
hpqibresi , y muchos brutos , porque es en la Iglesia , sin 
jcoinparacioa , mayor.ej QÛmero de los que jobran brutal- 
mente..) stguiendo el împetu de la carne , que los que vi*- 
ven raciônalmente segun el espiritu (a), i Hubo alguna me- 
jorîa en los tiempos que succedieron ? Nlnguna. Diganlo 
tantos Sagrados Concîlios , donde por los remedios veni- 
mos en conocinnento de las enfermedades ; pues fréquente- 
mente se tratabaeoellos de oçurrir grandes , y cornu-* 
nés abusos. 

$. X. 
43 T^Onde , pues y estais , siglos envidiados ? Solo en 

. X^ fia imaginacion de los hombresw No hubo tîem- 
po^en que no seiiablàse mal del f^reseinte i y bien del pa« 
isadow Ésesta quexa tanto peG^ fundadai» quaxito mas co- 
ffiun. Usa el mundo del lenguage de los envidiosos , que 
vituperan â los vivos , y aplauden i los muertos. ; Raros 
ojos tenemos ! que nos parecen las icosas mejor por la es« 
palda ^ que por elcostro» Siendo la mayor fe^ldad de to- 
4as, el no ser ^ el mismp oo ser es condicion para hallar her- 
nosura en Id que fuè.' 

44 No se puede negar que hay en los vicios sus fluxos, 
y refluxos.. Hoy domina mas un vicio en esta Provînda, 
que ayer. Manana \.pox el comercio estrecho con una Na- 
cîon.viciadapor otro lado.yesl poselda de otra enfermedad 
diferente vq<rc q^i^'l^^fu^^^^^^ anterior. Esotro dia 
viene un Principfe justô , que pone à la Repùblica en me- 
jor forma; pero â un Marco Aurelio succède un C6mo- 
do ^quctodovlo.deab&rata^Corao «a up:mar t^mpestuoso 
( que iio'.esot]»jGosa^ el saùndo ) vJio $ola se ^^in rchocando 
las vîrtudeis^^ jirjbs Vicios .;ina$loa misiiios vioios se impe^ 
len undaà.ottos;tMas estâmes una desigualdad insensible, 
respeélo del todo de los. tiempos ; 6 por mejor decir ^ en 

to- 

(a) HomiL 38. In Evang. 



DiscuRso Septimo* 209 

tôdos tiémpos hubola mîsma desigualdad. No esUn siem- 
pre en un estado las olas ; pero no por eso se puede decîr 
que sea mas borràscoso el màr en este siglo , que en los 
pasadost ' * - --^ 

Concluyo. con unas élégantes palabras dp Séneca , que 
comprehend^n bien eji asunto : Quexa fue esta de nuestros 
mayores , quexa nuestra es ^y h sera de los que nos succe^ 
dieren : que las costumbresestânperdidas , que reyna hLjnàlr 
dad , que las cosas del mundo se empeoran cada dia ; perô 
mirândoh" bien ^ loS' vicies eàân siempre en el mismo esta-- 
do ^ â la réserva de algunos encuentros que se dan unes a 
otros , coma las olas. Hoc Majores nostri questi sunt , boc 
nos querimur ^ boc poster i nostri queruntur : eversos esse «w- 
rès ^ regnare nequitiani , in deterius res bumanàs , & in ànrne 
nef as labi^ At ista stant looo eadem , stabunt/me ^ paululum 
dumtaxat ultra , aut citto mota , ut flu&us (a). 

45 £n otra parte dice que los vicios son propios de 
los hombres , no de los tiempos : Hominum sunt ista , non 
temporum ( epist. 97. )• Lo cierto es , que los principîos poi: 
donde los hombres son malos , 6 buenos , no dependen de 
los tiempos. £s el hombre malo por su ser hecho de la na-» 
da : es.bueno por la miséricordia divina ; y una es en to^ 
dos los siglos lanaturaleza del hombre ^ y la beni^nidad 
de Dios. Muchos siglos hâ que dixo uno ^ que conocia bien 
el mundo ( Juven. sat. 13. )• 

Rari quippè boni : numéro vix sunt tôt idem ^ quoi 
Tbebarum porta , veldivitis os fia Nili. 

{a) Lib. !• dt Bifuf. câp. lo. 



TonulI.delTeatro. O SA- 



2IO 



SABIDURIA 

aparentè: 

DISCURSO OCTAVO. 

S. I. 

I ^lene la cienda sus hyp6critas no me!K>s que la 
JL virtud 1 y no menos e$\ enganado d vulgo por 
aquellos , que por estos. Son muchos los indoâos que pa« 
san plaza de sabios. Esta equivocacioaes un copîoso ori- 
gen de errores ^ y a particulares, y a comunes, £n esta Re-* 
gion que habitamos ,tanto imperîo tiene la aprehension, 
como la verdad. Hay hombres muy diestros en hacer el 
papel de doétos en el teatro del mundo ; en quienes ia le* 
ve tintura de la$4etras sirve de color para fîgurar altas<iioc- 
trinas ; y quando Uega â parecer original la copia%i no ha- 
ce menos impresion en los ânimos la copia que el origi- 
nal. Si el que pinta es un Zeuxis ^ volaràn las avecillas in- 
cautas à las ùvas pintadas , como i las verd^erasw 

2 Asf Arnoldo Brixfense en el siglo undécimo^ hombre 
de cortas letras , hizo harto dano en Brixia su patria , y 
aun enRoma con sus errores ; porque como dice Guntero 
Ligurino , sobre ser élégante en el razonamiento , sabia 
darse cierto modo ^ y ayre de sabio : jlssumpta sapientis 
fronte , disserto fallebat sermone rudes ; 6 como asegura 
Othon Frîsingense , una copiosa verbosidad pas6 en él 
plaza de profunda erudicion : Vir quidem natura non be- 
betis ; plus tamen verborum pro fluvio y quàm sententiarum 
pondère copiosus. Asi Vigilancio , siendo un verdadero ig- 
norante , con el arte de ganar Libreros , y Notaï'ios para 

pre- 



.DlSCURSO OCTAVO. ail 

pregoneros de su fama <, adquiriô tanta opiuton de sabio, 
que se acrevi6 à la iasolencia de escribir contra S. Ger6- 
niaio f y acusarle de Origeuista. Séneca Pelagiano hizo eu 
el Piceno partido por la heregfa de Pelagio , siendo , por 
testimoaio del Papa Gelasio , que reynaba entonces , no 
solo hombre ignorante , pero aun rudo : Non mode totius 
erudi fiants alienus ^ ^ed ipsitês quoque iraetligentia commu-- 
nis prorsus extraneus. S. Léon feniaEpist. 13. à Pulque* 
ria Augusta , sieote que el erior de Eutyches naci6 mas de 
ignorancia ^ que de astucia. Y en la Éptst. 15. absoluta- 
mente le trata deindoétq: Indodium antiquce Fidei impug- 
natûrem. Sin embargo este hombre corto reyoiviiS de mo^- 
do la Christiandad , que fue preciso juntarse très Conci- 
lios contra él , sin contar el que con razon se llam6 Pre- 
datorio^ en que contra el derecho de la Sede Apostélica hi^ 
20 el Emperador Teodosio presidir à Di6scoro , Patriarca 
de Alexandria. 

3 £1 vulgo , juez iniquo del mérito de los sugetos ^ sue* 
le dar autoridad contra si propio â hombres iliteratos ; y 
ooostîtuyénddios en crédito , hace su engano poderoso. Las 
tinieblas de la popular rudeza cambian el tenue resplandot 
de qualquiera pequena luz en lucidisima àntorcha : asf co« 
mo U linterna , colocada sobre la torre de Faro « dice Pli- 
mo que parecfs^ desde lexos.estrell^^ i los 4Ue navegaban 
de noche el mar de Alexandria. 

4 Puede decirse que para ser tenido un hombre en el 
Pueblo por sabio , no hace tanto al caso serlo como fingir- 
lo. I^a arrogancia , y la verbosidad , si se juntan con algo 
de prudeaciayparadistinguir los tiempos,i, y materiasen 
que se ha de hablar , 6 callar , producen notable efeâo. 
Un ayre de magestad coniiada en las decisiones , un gesto 
artificioso , que quando se vierte aquello poco , y superfi* 
cial 9 que se $a comprehendido del asunto ^ muestre condo 
ppr brùjula qvedar deposiiadas alla en los interiores senos. 
allas noticias , tienen grande efiçacia para alucinar à ig- 
norantes. 

5 Los accidentes exteriores que representan la ciencia, 

O2 es- 



estât! en àlgunos sugètôs como los de pan , y vinô en la Eû^* 
caristia ; esto es ,«in la substancia correspondiente. Los in-* 
teligentes en uno , y otro conocen el mîsterio. Pero como 
en el de la Eucaristla los sentidos , que son el vulgo del 
aima , por los accidentes que ven , se persuaden â la subs- 
tancia que no hay ; asi en estes sabios de mîsterio , los ig- 
norantes , que son el vulgo del mundo ^ por exterioridades 
engaiîosas conciben doétrinas que nunca Hieron estudia- 
das. La superficie se miente profundidad ^ y el resabio de 
ciencia sabiduria. 

S. II- 

6 "pOR el contrario los sabîos verdaderos son mbdes^ 
Jl tos , y candides ; y estas dos virtudes son dos gran-^ 
des enemigas de su fama. El que mas sabe , sabe que es 
mucho menos lo que sabe , que lo que ignora ; y asî como 
su discrecion se lo dà â conocer , su sincçridad se lo hacè 
confesar ; pero en grave perjuicio de su aplauso , porquê 
estas confesiones , cotno detestigos que deponen contra 
si propios , son velozmente creîdas v y por ôtra parte el 
vulgo no tiene por doéto â quien en su profesion ignora 
algo*9 siendo imposible que nadie lo sepa todo. 

' 7 Son tambien los sabios comunmente timidos ; porque 
son los que mas désconfian de si propios ; y aunque digan 
divinidades , sîconi lengua trémula , 6 voz apagada las ar- 
ticûlan , llegan desautorizadias & los oîdos que las atienden. 
Mas oportuno es para ganar crédites delirar con valentfa^ 
que discurrir con perplexidad ; porque la estimacion que 
se debia â dlscretas dudas , se ha hecho tributo de tfeme- 
rarias resoluciones. ; O quànto aprovecha à- un ignorante 
presumido la eficacia del ademan , y el estrépito de la voz! 
î Y quânto se disimulan con los esfuerzos del pecho las fia- 
quezas del discurso ! Siendo asf que el vocinglero por el 
mismocasodebierà hacerse sospechoso de su peca solidéz; 
porque les hombres son como los cuerpos sonores , que ha- 
cen ruldo mayor quando estàn huecos. ^: 

8 Si â estas ventajosas apariencias se junta alguna U- • 
tcratura , logran una violenta aâividad para arrastrar 

el 



«DiSCURSO OCTAVO. 213 

el comun asenso. No es negable que Lutero fue erudito; 
pero en Io$ funestes progresos de su predicacioa mènes in« 
ûiiyô su lîteratura ^, que aquellas ventajosas apariencias: 
aunque la mezcla de uno , y otro fue la cmifeccion del ve- 
neno de aquella hydra. Si se exâminan bien los escritos de 
Lutero , se registra en ellos una erudicion copiosa , parto 
de una feliz memoria , y de una letura inmensa ; pero ape- 
nas se halla un discurso perfeâamente ajustado , una me- 
ditacion en todas sus partes cabal , un razonamiento exâc-^ 
tamente met6dico. Fue su entendimiento , como dice el 
Cardenal Palavicini , capaz de producir pensamlentos gi-^ 
gantes ; pero informes ^ 6 por defeâo de virtud , 6 porque 
el fuego de su genio precipitaba la produccion ; y por no 
esperar los debidos plazos eran todos los efeétos abortï- 
vos ; pero este defeâo esencial de su talento se supli6 gran- 
démente con los accidentes exteriores. Fue este monstruo 
de complexîon ignea , de robustfsimo pecho , de audaz es* 
piritu , de inexhausta ^ aunque grosera facundia , facil en 
la explicacion , infatigaUe en la disputa. Asistido de estas 
dotes 9 atropell6 algunos hombres doâos de su tiempo de 
ingenio mas metédico que él , y acaso mas agudo. Al mo- 
do que un esgrimidor de esforzado corazon , y robusto bra« 
zo desbarata à otro de inferior aliento , y pulso , aunque. 
mejor instruido en las reglas de la esgrima. 

8- m- 

9 ^^Tras partidas igualmente extrfnsecas dan reputa- 

V/ cion de sabios i los que no lo son. La ^eriedad, 

y circunspeccion , que sea natural , que artificiosa , contri* 

buye mucho. La gravedad ( dice la famosa Magdalena Scu- 

deri en una de sus Conversaciones morales ) es un miste- 

rio del cuerpo , inventado para Ocultar los defeôos del es« 

piritu ; y si es propasada, éleva el sugeto al grade de oricu^ 

lo. Yo no se por que ha de ser mas que hombre quien 

'es tante menés que hombre quanto mas se acerca i esta^ 

t\£gk>i ni por que siendo lo risible propiedad de lo raciorial^ 

ha de ser mas racional quien se alexa mas de le risible^ 

Tom.ILdelTeatro. O3 El 



(214 SaBIDVRIA ÂPAREHTfe. 

£1 ingenioso Francés Miguel de MontaSa dice con gracia, 
que entre todas las especies de brutos , oioguoo vi6 tan se* 
rio como el asno. 

10 Arlstôteles puso en crédite de ingeniosos à los me- 
lanc6licos. No se por que. La experiencia nos esta mos« 
trando à cada paso melancôlicos rudos. Si nos dexamos 
llevar de la primera vista ^ facilmente confundirémos lo es-* 
tûpido con lo extâtico* Las lobregueces del genio tienen 
no se que asomos à parecer profundidades del discurso; pe- 
ro si se mira bien , la insociabilidad con los hombres no 
es caraéter de racionales. £n estos sugetos que se nos re^ 
presentan siempre pensativos , esta invertida la négocia- 
cion interior del aima. En vez de aprehender el entendi- 
miento las especies , las especies aprehenden el entend!- 
miento : en vez de faacerse el espîritu dueno del objeto ^ el 
objeto se hace dueno del espiritu. Atale la especie que le 
arrebata. No esta contemplative ^ sino at6nito ; porque la 
inmobilidad del pensamiento es ociosidad del discurso. 
Noto que no hay bruco de genio mas festivo , y sociable 
que el perro , y ninguno tiene mas noble instinto. No obs- 
tante ^ peor sena es el extremo opuesto. Hombres muy cho* 
carferos son sumamente superficiales. 

I z Tanto el silencio ^ como la loquacidad , tienen sus 
partidarios entre la plèbe. Unos tienen . por sabios à los 
parcos , otros à los prôdigos de palabras. £1 hablar poco 
dépende ya de nimia cautela ^ ya de temor , ya de ver- 
giienza , ya de tarda ocurrencia de las voces ; pero no co- 
mo comunmente se juzga de falta de especies. JNo hay hom- 
bre que si hablase todo loque piensa <, no. bablase mucho^ 

12 £ntre hablar , y callar observan algUnos un medio 
artificioso , muy util para càptar la veneracion del vulgo, 
que es hablar lo que alcanzan , y callar lo que ignorao« 
con ayre de que lo recatan. Muchos de cortisimas noticias 
cou este arte ^e figuran en los corrillos animadas Bihliote- 
cas. Tienen solo una especie muy diminuta , y abstraâa 
del asunto que se toca. Esta basta para meterse en él ea 
términos muy générales con ayre magistral , retlràndose 

lue- 



• OiscuRso OcTAva ai^ 

luego ^ como que fastidiados de manejar aquella materia, 
dexan de explicarla mas i lo largo : dicen todo lo que sa- 
ben ^ pero hacen créer , que aquello no es mas que mostrar 
la una <lel Léon : semejantes al otro Pintor , que habién- 
dose ofrecido i retratar las once mil Vîrgenes , pint6 cîn- 
co , y quiso cumplir con esto , dîciendo que las demas ve^ 
nian detris en procesion. Si alguien , conociendo el enga- 
iio , quiere empenarlos à mayor discusion ^ 6 tuercen la 
convérsacion con arte ^ 6 iingen un fastidioso desdén de 
tratar aquella materia en tan cortx> teatro , 6 se sacuden 
del que los provoca con una risita falsa , como que des- 
precian la provocacion : que esta gente abunda de tretas 
semejantes , porque estudia mucho en ellas. 

13 Otros son socorridos de unas expreslones confusas, 

que idicen à todo , y dicen nada : al modo de los Oràculos 

del Gentilismo^que eran aplicables à todos los sucesos, Y 

de hecho en todo se les parecen , pues siendo unos tron*** 

cos 9 son oidos como Oràculos. La obscuridad con que ha- 

blan^ es sombra que oculta lo que ignoran : hacen lo que 

aquellos que no tieoen sino moneda falsa , que procnraa 

pasarla al favor de la noche. Y no faltan nedos j que por 

su misma confusion los acreditan de doâos , haciendo jui«- 

cio que los hombres son como los montes , que quanto mas 

sublimes , mas obscurecen la amenidad de los valles: 

Majoresque codant altis de numtibus umbrœ. 

t4 Este engano es comunmente auxlliado del ademati 
persuasivo , y del gesto misterioso. Ya se arruga la frente, 
ya se acercan una â otra las cejas , ya se ladean los ojos, 
ya se arroUan las mexillas , ya se extiende el labio inferior 
en forma de copa penada , ya se bambanea con movimien- 
tos vibratorios la cabeza ; y en todo se procura afeâar un 
ceno desdenoso. Estos son unos hombres , que mas de la 
mitad de su sabidurîa la tienen en los mûscuios , de que se 
sirven para darse todos estos movimientos. Justamente hi- 
zo burla de este artificio Marco Tulio , notàndole en Pison: 
Respondes , altéra ad front em snhlnto , altero ad mentum 
depresso supercilio ^ crudelitatem tibi nmplacere. 

O4 S- IV. 



3l6 SaBIDUKIA APARXMtX* 

$• IV. 

15 T7L despreciar i otros que saben mas ^ es el arte 
Mlé mas vil de todos ; pero uno de los mas seguros 
para acreditarse entre espîritus plebeyos. No puede haber 
mayor injusticia , ni mayor necedad , que la de transferir 
al envidioso aquel mismo aplauso de que este con su cen- 
sura despoja al benemérito. i Acaso porque el nublado se 
oponga al Sol , dexari este de ser ilustre antorcha del Cie- 
lo , 6 sera aquel mas que un pardo borron del ayre ? z Para 
poner mil tachas i la doétrina , y escritos agenos , es m&- 
nester ciencia ? Antes quando no interviene envidia , 6 
malevolencia , nace de pura ignorancia. Acuérdome de 
haber leido en el Nombre de Letras del Padre Daniel Bar- 
toli , que un jumento ^ tropezando por accidente con la 
Iliada de Homero , la destroz6 , é hizo pedazos coq los 
dientes, Asî que para ultrajar , y lacerar un noble escrito, 
nadie es mas à propésito que una bestîa. 
' 16 'La procacidad ^ 6 desvergiienza en la disputa ^ es 
tambien un medio igualmente ruin , que eficaz para nego- 
ciar los aplausos de doâo. Los necios hacen lo que los 
Megalopolitanos , de quienes dice Pausanias que à oiogu- 
na Deidad daban iguales cultos queal viento Boreas , que 
nosotros llamamos Cierzo , ô Reganon, A los génies tu- 
multuantes adora el vulgo como inteligencias sc^resalien- 
;tes. Concibe la osadia desvergonzada como hija de laisu- 
perioridad de doârina.^ siendo asi que es casi absolutamei^ 
te incompatible con ella. A esto se anade , que los verda- 
deros doâos huyen quanto pueden de todo encuentro con 
estos genios procaces; y este prudente desvio se interpre- 
ita medrosa fuga ; como si fuese propk) de faombres esfor- 
.zados andar buscando sabandijas venenosas para lidiar coo 
ellas. Justo , y generoso era el àrrepentimiento de Caton, 
de haberse metido con sus tropas en los abrasados deste^ 
tos del Africa ^donde no ténia otros enemigos que âspides, 
cerastas , viboras^ dipsades ^ y basiliscos. Menos horrible 
se le représenté la guerra civil en los campes de Farsaiia, 

don- 



. Disoiritsà OcTAva*' < î^ïf^r 

donde pelearoa contra él las invencibles haestes: de! Ceiat\ . 
que en los arenales de Lybia , donde batallaban porel Cé- 
sar los mas viles , y abominables inseétos. 

Pfù Ciesnre pu^nant "* i 

Dipsadesj et peragunt civiliaheUa Cerastne. 

17 £1 que puecte componer con su genio , y icon ^a& 
fuerzas ser inflexftrie en la disputa , porfiar sin termine , no 
rendirse jamas à la razon , tiene mucho adelantado para 
ser reputado un Aristôteles ; porque el vulgo ^ tanto en las 
guerras de Mioeryla , corao en las de Marte ^ dedara la 
viétoria por aquel que. se mantiene mas en el campo de 
batalla , y en su aprehensiôn aunca dexa de vencer el ûl- 
timo que dexa de hablar. £sto es lo que siente el vulgo. 
Mas para el que no es vulgo , aquel i quien no hace fber- 
za la razoa ^ en vie^ de csdîâcarie dé doéto v se gvadûa de 
bestia. Con gracia , aunque^! gracia Portuguesa (.esirio^el, 
arrogante ) , preguntado el ingenioso MédidoLuis Rddrt* 
guez ^ que cosa era ^ y c6mo lo habia hecho btro Médico 
corto ^ à quien el mismo Luis Rodrigue^ habia arguidb, 
iespondi6 : Tan grandissimà asnaé^ que pormai^jpie^fi^^ 
jam4$is d pueden fàncruin : ;:;/ ^:l n î ^rrp ô 

18 £s artificio muy:comun de h>s :que kaben piocô «at^ 
rastrar la conversacion àcia aquello poco que sabem £sid 
en las personas de autoridad es mas facih Conoci un suge* 
to, que qualquiera conversacion que)se excitase^ insemi- 
bleraexite la iba moViisndo de modo^ quer à pocosi paMS se 
introducia ea.él punto que habia estmlijide raquelrdîarvô 
el antécédente. De esta suerte sieaippep8rfcia)aias efiidi- 
to que los demas. Aun en disputas Escoli'sticas se usa de 
este estratagema. He visto mas 4e «dos vecès algun bœti 
Teélogo puesto en confuâiQ^ pori uapirîncîpiaiitbvparqi^ 
este ^ quîmeri^ando en el ârgumento ^ipbre àlgî(fia.|iTC)f3ra- 
sicion '^ sacaba la disputa de su asunto piop£o i- algùh èn- 
redo sumulîstico de ampliaciùnes ^ restticcimw \ aiiemtch^ 
nés ^ oposiciones , conversianes ^ equipclencias ^ de que el 
TeélQgo estaba oly^dado. Eato es ceœoIelviHano Cace, 
traherconastiKîa^'UibrcttleaàstpropiaciVcarnav^^ 

in- 



ai 8 SAmXTRTA' ÂPAMarte. 

inutiles sus armas ^cegàndole cbir el humo que arrojaba 
por la boca, 

$. V. 

19 T]!^Uera de los sabio^ de pet's^>eâiva , que lo son por 

J/ ' * su ardficio propio , hvty tïtros que to son' précisa- 

mente por erior agena El que estudié L6gica , y Meafi- 

9iqa.v<^nlo demas que debaxo del nombre de Filosofia se 

ensena en las Escuelas ^ por bien que sepa todo , sabe muy 

pocQ mas que nada ; pero suena muchc Dicese que es un 

gran EUésofo , y. 110 es ]Fil6sofi> grande , ni chico. Todas 

las diez Gategorlas , juntamente con los ocho libros de los 

Fisîcos ^ y los dos adjuntos de Generatione , &Corruptiofie^ 

puestos en el alambique de la Lôgica , no darin una gota 

de verdadero espiritu filosôfico ^ que explique el mas vul- 

tgar .&m^menp(de todo el mttndo sensible. Las Sdeas Aris- 

^totétieas estan tan fuera de loiisico vcomo las Plàt6nica& 

-l4 Fisica de la Escuela es purà Metafisica. Quanto hasta 

(aËï>râ'escribieron , y disputaron los Peripatéticos aoerca 

^dbl ijiovimiento ^ qq sirve para determinar quâl es la linea 

^de.'fefi^fQn por dpnde*vue}ve la. pelota tirada à una*pareà, 

6 qiiànta es la velocldad con que baxa el grave por un p]a«- 

-no indJiiadOi Slque fior razones metafîsicas , y comunisi- 

jnas piéhsa Uegar al verdadero conocimiento de la Natu^ 

tafeza , délira tànto , como el que juzga ser duefio dd 

4bihk1o por tenerle^ea.un mapa. ' 

> >0C La m^yor Jtrentaja de escos Fil6sofos de nombre , û 

'mani^ah iqoQ sc^ùra enlas aulas el argadillo de Barbara^ 

Celwfem\:Qi que con qaâtro especies que adquirieron de 

Teologfa , 6 Medicina , son estimados por grandes Te6- 

logos V 6 Médicos. Por lo que mira â la Teologia no es tan 

gra3id|e^diyeh:o;.peroen orden'à la Medicina no puede ser 

>mayo|'.i Pqri larâglaide que »^/ desinit PJbysicus , indpft 

Medwus^ se cb^por aientado, que de un buen Fil6sofo facil- 

-mente se hace un buen Médico. Sobre este pie , en viendo 

un Platicante de Medicina , que pone veinte silogismos 

.seguidos sobre si la pri vacion es principio del ente natural, 

lé â.]aiu4oniSe;distîngue de las partes , tiéne toda la reco- 

' i.i men* 



.DlSCVRSO OcTAva 219 

mendacion que ts menester .para logiiarBo.par^ido de mil 
ducado& '■*•.,•/ h f'".i ♦. . 

ai £1 doétisimo Comeotador de Dxosc6rides André» 
de Laguna , dice que la providencia que , si se pudiese ^ se 
debiera tomar con estos Mediquillos flamaotes , que $^en 
de las Universidades rebosaodo las brabatasdel ergo^yd^l 
firoèo^xtiz enviarlos porMédicos.à aquellas Naciones cou 
qttienes tuviésemos guerra aâiial , porque escusarian à £s« 
pana mucho gasto de gente ^ y de p6lvora« 

22 Seguramente afirmo que no bay arte , 6 facultad 
mas inconducente para la Mediclna, que la Fisica de la Es* 
cuela. Si todos quantos Filésofos hay ^ y bubo en el mun<^ 
do se juntasen , y estuviesen en consulta por «spacio de 
cien anos , no nos dirian cômo se debe curar un sabaflon; 
ni de aquel tumultuante concilio saldria mâxima alguna 
que no debiese descaminarse por contrabando en la entra^ 
da del quarto de un enfermo. £1 buen entendimiento , y la 
experiencia ( 6 propia , 6.agena ) son el padre , y madré 
de la Medicina , sin que la Fisica tenga parte alguna^^en es- 
ta produccion. Hablo de la Fisica £scolàstica, no de la Ex- 
périmental. 

23 Lo que un Fisico discunie soface la naturaleea de 
qualquiera mixto ^ es si consta de mater ia ^.y foronà subs^ 
tanciales , como dixo Aristételes ; 6 «i de âtotnos , como 
£plcuro ; 6 si de sal , azufre 9 y mercurio ^ como los Chf- 
micos ; 6 si de los très elementos Cartesianos r si se com^ 
pone de pudtos indivisibles , û de partes divi^btes inlnft-- 
nitum ; si obra por la textura ^ y movimiênto de sps l^rtft 
culas , à por laïas^virtudes- aocideiMaies ^*quei Itamaaiquâi^ 
lidades : si estas qualidades^oa delasTOanifiestaé'^ùide las 
ocultas : si de las primeras , segundas v à terceras. ^ Que 
Gonexion tendra todo esto con la Medicipa ? Meaosque la 
Geometria con ;la. Jurisprudencia^ QoandOiel Médicorirak 
ta de curar- à un teccianario v todaesia ibaisaiiiidà derxfim^ 
tiones aplicadas à la Quiqa lê'ea totalmèaiie'inmih Lo/que 
Anicamente le importa saber es , si la: experiencia ha mos- 
trado^ue en las circunstancias en que se haila el terciana* 



no. 



aao Sabeduria Afarbntê. 

fia es pcèvechosDiel ,Juso. de este febrîfugo ;y esto lo ht 
de inferir no por dici de omni ^ dici de nullo , sino por ioduo- 
cioQ^ Âsî de losexperitnentQs que é) ha hecho ^ como de 
los que hicieron los Autores que ha estudiado. 

24 En ninguna arte sirve de cosa alguna d conocî* 
tnieuto fisioa de los instrumentos con que obra. Ni este de- 
Karà de ser gran Riloto por no poder expticar la virtud dn 
reëtiva del ûnào al polo.: ni aquel gran Soldado por igoo^ 
rar la constitucion iisica de la p61vora , û del hierro : ni el 
otro gran Pintor.por no saber si los colores son accidentes 
intrînsecos.^ 6 varias reflexiones de la luz. Ni al contrario 
el disputant bien de ,todas estas cosas cooduce nada para 
ser Piloto^, Soldado, 6 Pintor. Mas me alargéra para ex-* 
tirpar este comun error del mundô , si ya no le hubiese 
impugnado con difusion , y plenamente el doétisimo Mar- 
titiez en sus dos tomos de Medicina Scéptica. 

-;*• /:i -.•!:.".•■ J. VI.'. 
- as /^Tro error comun es , aunque no tan mal fonda* 
V-/ do , tener por sabios à todos los que han estu- 
diado mucho. El estudio no hace grandes progresos si no 
isae en entendimiento daro , y despierto ; asî como son 
poco firuâujô^as las tareas del cultivo , quando el terreno no 
ctenejugo. En la especie humana hay tortugas , y hay àgui* 
las. Estas de un vuelase ponen sobre el Olympo ; aquellas 
en muchos dias no montan un pequeno cerro. 

a6 La prcdixa letura de los libros da muchas espedes; 
pero jia.pefietradon de ellas-es don de la naturaleza , mas 
^ue.partD deltrabagou Hay unos sabios no de entendimien* 
to , siho de memoria > en qutenes estàn estampadas las le- 
tras 9 como las inscripdones en los màrmoles , que las os*- 
tentan , y no las perciben. Son unos libros mentales , don- 
de estân ekiritos muchûs. textos ; pero propiamente libros; 
eatô es v Ueaos.d&doôrina <, y desnudos de intdi^ncia. Ob* 
serva côtnoiusaiïdetas efipeciès qùehanadquirido , y ve* 
ràs c6mo no forman un razonamiento ajustado ^ que vaya 
derecho aL blanco del mteotOé Con unas mismas espedes 

se 



•Dtseimso* Ocr Avo* ' aa i 

^ formàn dJscUrsôs baenos, y malob : como con unes mis^ 
nio6 materiales se fabrican élégantes Palacios , y rûsticos 
al vergues. m 

27 Asf puede suceder , que uno sepa de memorîa to- 
das las Obras de Santo Thomas , y sea corto Teologo : que 
sepa del tùissiûo modo los Derechos Civil ^ y Canonico, 
y sea miiy mal Jurista. Y aunque se dide que la Juris- 
fimdeiKiacotisi6te^<iasi^i&i)kameûteieQ lûËf^ , 6 poi^ 
lo menos , mas en memoria que en entéfidimiento ^ este 
es otro errer comun. Con muchos textes del Derecho se 
puede hacer un mal Âlegato , como con muchos textos 
de B^itUra lAi 'maPSermcfn^ La eleccioa de los mas opor- 
tunos 'al' asUntô tbca al entehdhnlento , y buen juicio. Si 
en los Tribtiûâles se hubiése de orâr de repente , y sin^ 
premeditacion , séria absclutamente inescusable una feliz 
memoria , donde estuviesen fielmente depositados textos, 
y citas para los casos ocurrentes. Mas como este regular-^ 
meate no suceda ,el queh» niadejado^medianamente los 
librô^ de ëista ptofe^o» , y tiene buena^ict^llgeii^ia dé' 
dla , facilmente te previene, buscando leyes , autorida- 
des , y razones ; y por otra parte la eleccion de las mas 
conducentes no es , como be dicho , obra de la memoria, 
sîno del iifgenio* . ; ^ 

a8 He -visto entre profesores de tbdas ûicultades muy> 
vulgatizada la queka de falfa de^meAiorià , y en todos no- 
té un aprecio excesivo de la potencia membrativa sobre 
la discursiva : de modo , que i mi parecer , si hubié- 
se dos tiendas , de las quales eii^ >jt uâa se v^ndiese me- 
moria , y en la otra entendimientb , el duefio de la pri^^ 
mera presto se haria ri^quisimo , y el segufido moriria de 
hambre. Siempre fui de ôpuesta opinion ; y por mi pue- 
do decir , que mas precio daria por un adarme de enten- 
dimiento , que por una dnza de^ memoria* Suelen decir- 
me que apetezco poco la memoria , porque tengo la que 
he ménester. Âcaso los que me lodûcen hâcen este jui- 
cio por la reflexion que hacen sobre si mismos , de que 
ansian poco algun acrecentamiento en el ingénie , por 

pa- 



222 SaBIBURTA ÂPAREMTS. 

parecerles que estin.abûadaatemente surtidos de discursa 
Yo no negaré que. âiuique no.soy dotadp dç mucha me- 
moria , algo menos pobre ipe hallo de esta facultad ^ que 
de la discursivia. Pero no consiste en esto el preferîr es- 
ta facultad à aquella , si en el conocimiento claro que 
me asiste , de que en todas Façultades lograrà muchos 
mas aciertos un ent^dimiento comQ .quatre coa una me- 
moria como quatra , >que! una mœioria oomo seis coa un 
entendimiento como dos» 

$. VIL 

2ç T^E los Escritores de Ubrosno.aetha habUdo ha^. 
JL/ ta ahor^. }Esto 6s k^mas fgcil. de todp* EU es^ 
cribir mal no tierie mas arduidâd que el hablar maL Y 
por otra parte , por malo que sea el libro , bistale al Au- 
tor hablar de molde , y con licencia del Rey , para pasar 
entre los idiotas por doâo. 

30 Pero para lograr^alguu aplauso entre loadeo»- 
diana estofa , puede componerse. de d09 nianeras , 6 tras- 
ladando de otros libres « 6 divirtiéndose en lugares co- 
munes, Donde hay gran copia de libros , es facil el robo, 
sin que se note. Pocos hay que lean muQhojs , y nadie pue- 
de leerlos todos ( con que todo el inconveaiente que se in- 
curre es , que uno., é Qtro , entre miUaries de miilare$ de 
letores , cojai al Autor en.el hurto. Para los deqdas queda 
graduado de Autor en toda forma. 

31 El escribir pot lugares comunes es.SDmamente fa« 
ciL £1 Teatro de la vida humana , las Poliantheas.^ y otros 
muchos libres , doode la ei'udicion esti acina<ia ^ y dis-* 
puesta con orden alfabético , 6 apudt;ada .con copiosos 
indices , son fuentes piiblicas de donde piieden beber , no 
solo los hombres 4 mas tambîen Jas bestias. Qualquier 
asunto que se empfe&da^.se puede llsevar arra^trando.i 
cada paso à un lugar comun v^^ de poiicîca , ù de mora- 
lidad ^ û de iiumanidad ^ A de histona^ ,A1U se encaxa 
todo ei farrago de textes ^ y citas que se hallan amonto- 
nados en el libro Para todos ^ donde se hizo la cosecha. 

Con 



. Discvusô Octato; aa^ 

Con ésto se acredita el nuevo Autor de hombre de gran 
erudicion , y letura ; porque son muy pocos los que dis- 
tinguen en la série de lo escrito aquella erudicion copio- 
sa , y bien colocsKla^im el celebro ^ que oportunamente 
ttana Jàe la w^orià i ' la pluma ; de aqudia que en la 
urgencia se^ V8 à mendigar en Ibs eleneos , y se amonto- 
na en el traslado , dividida en gruesas parvas , con toda 
la paja , y aristas de citas , latines , y numéros* 




ANTIPATIA 

DE FRANGESEÇ , Y ESPANOLES. 



DISCURSO NONO. 

I Y' os Fili^fos qw no alcan^ando las causas iSsicas 
JL^ de la concordia ^ 6 discordia; de. algunos ente&» 
recorrieron^à las^voces generaleside $iii^tta ^ y antipada^ 
tienen atguha disculpa« Pero Jos Rèlitîcoa ^qoe teniendo 
dentro de su facultad harto visible las causas de la oposi- 
don de alganàs Naciones , han acudtdo al mismo asilo , se 
puede decir que cierran los.ojûs ^^ nd solo à là razon , mas 
tambien à la experiencia. Ëfita.ojerisa nace de losdaiio^, 
que mutuameote se iian - hechb en: varias/guerras ^ y las 
guerras delfts opuéstafi prOten^ones de los PiruictpeSé ! 

2 Ningutia. àntipatia mas decantada que la de Fran- 
ceses , y Espanoles. Tanto han oçupado los ànimos la per- 
suasion de la cosgénita discordia de las dos Naciones ^ que 
auniquando)dispuso d Cielaïque'la Augusta Casa de Fraiï- 
cia dièse Rèy A Bspaaa^» inuciios pronostÂcaban que nunca 

se 



.^e avendriân bieii. De hecho atin despues por algunot 
anos experimentamos k>s funestos efeétos de esta aversion. 
Empero es cierto que qo dependia et encuentro de alguna 
ocuita disimbolkacipn de corazoMs ^ causada pbt d ar« 
.^ano iniluxo de Jas; estrellas ; si^solode que ^urrestabaa 
recientes las hertdas redbidas en las prôxtouts.guerras. . 

Nondum^ enim causée irarum ^ stevique dolori^s . 

Exciderant anima. 

3 Si hubiese alguna oposîcion antipitîca entre las dos 
Naeion&s.cottn^îe^e e$ ûattffal^lÉREJBIftffi^a^B^ 
Bien lexos de eso , su correspondencla en otros tiempos fue 
tan amigable , que Felipe de Comines dlce que no se vi6 
otra tan oien asentada en todas las Provîncias de la Chris* 
tiandad : Ningunas Provincias ( son palabras de este gran 
PolîticpO tfi/reiCU\rPsrfanâs^estân'jttffe'j^^^ ctm ma* 
yor confeâerdcion que Ûasttila ,\y Trancîa^ porésiar àsern 
tada ccm grandes sacramentos la amistad de Reyes cm Rer 
y es , y de Nacion c<m Nacion. 

4 En ek&o nô s^e^ vi6 jamai eittre l^i^ncîpes aliaoza 
concebida en tan estrechos términos como la que juraron 
Carlos V, Rey de Francia^Jr H|nrique II de Castilla , pues 
no solo se la prometîeron de Rey à Rey , y de Reyno i 
Reyno , pero aun de Paarticulares é Particulafés ^de modo, 
que en qualqkiiera partes y joca^oa que se hallasen Caste- 
lianos V y Franceses v se. habiaii de aststir , y. defeoder re- 
ciprocamtf!|i!& eomo ' Mèrmànos contra qualquierl que k>s 
quisiese îrijurisn > .^ i^ 

5 Algunos quieren que el dominio^elos Austriacos 
haya introducido en Espanâ la oposicion £ los Franpeses. 
.Yo oonséntiîéven ique la.attfnenta ^ mas no en que le dio 
<origen ; pties yaantes.'el ^RieynodeiNépotes.habia sido la 
manzana de la discordia entre las ^ dos Naciones* Asi juz- 
go , que cotisiderada esta ojeriza en su primer estado ^no 
la heredaron los Espanoles de los Alemanes , sino los Cas- 
tellanos de los Aragoneses. Entre las Ca^as de Aragon , y 
Francia se faabia disputado antes ftiriosamente la Corona 
de Nipdes ; y Aragon en su union con Castilla ttzxo aci 

el 



DiSCURSO NOWO. 32$ 

el derecho , la guerra , la conquista ^ y por coasigttieDte el 
resentimieato. 

$. IL 

6 XT1£ dicho que la introduccion de los Austriacos en 
JLX Espana aumeat6 la oposicion entre Franceses , y 
Espanoles. Ni la de los Austriacos con los Fraoceses es muy 
antigua. Antes de Maxlmiliano , abuelo de Carlos V , po- 
cas querellas habian precedido entre unos , y otros. La 
Princesa Maria de Borgona , heredera de su padre Carlos 
d Atrevido , fue la hermosa Helena , que puso en armas 
los dos partidos. Esta Senora , pretendida para el Delfin 
de Francia , repeliô la propuesta de aquel Principe por 
muy niiio, y se cas6 con el Emperador Maxlmiliano. Yen* 
gôse despues del desayre el Delfin ( ya Rey con el nombre 
de Carlos VIII ) en la persona de la Princesa Margarita^ 
hija de Maxlmiliano , y de Maria ; pues habiendo contrahi- 
do esponsales con ella ^ la despidio , y se cas6 con Ana^ 
Duquesa de Bretana. Recibi6 en esta ofensa dos grandes 
heridas el corazon de Maxlmiliano ^ en que acaso la me-* 
nos pénétrante fue el desayre dadS à su hija. Es el càso^ 
que muerta ya entonces la Princesa Maria, pretendia Maxi<* 
miliano con ardor â la Duquesa de Bretafia para segunda 
esposa suya ^ y llegô â (îrmar los Tratados con ella por 
su Procurador el Conde de Nasau. Estando las cosas en 
este estado ^ facil es conocer que grande séria el dolor de 
Maxlmiliano al ver que un rival enemigo suyo, atrope* 
llando la fé de dos esponsales , le ùsurpase la pretendida 
esposa , habiendo hecbo paso para este insulto por el des-^ 
precio de su hija* 

7 De aqui nacieron porfiadas guerras entre los dos Prin- 
cipes. Muerto Maxlmiliano;, y adquirida i la Casa de Aus-^ 
tria la Monarquia Espaiiola , parecieron sobre el Teatro 
ùtros dos de las dos Casas , Carlos V , y Francisco I , en 
cuya emulacion concurrieron como causas , no solo la Po-« 
litica , y la Fortuna , mas tambien la Naturaleza ^ distri* 
buyendo â entrambos excelentes prendas personales , que 
aun hoy tienen en las plumas de las dos Naciones pen^* 
Tom. IL del Teatro. P dien- 



226 Antipatia de Frakceses 9 &c. 

diente la question de quâl deba ser preferido. Los muchos 
desayres que hizo la fortuna à Francisco I. à favor de 
Carlos V. especialmente en la pretensipn â la Corona Im- 
périal , y en la jôrhada de Pavia , agriaroh el 2himo de 
aquel Principe verdaderamente generoso ^ de modo que 
jamas pudo tolerar las dichas de su étnulo ; y para coq* 
trarestarlas busc6 una alianza sin exemplar en los Rèyes 
antecesores suyos , y sin imitacion en lôs succesores. 

8 Continuâronse estas discor dias en Felipe Segundo, Rey 
de Espana , con los Reyes Franceses , que succédiéroa â 
Francisco. £1 empeno que por una parte se hizo de favore- 
cer la liga Catôlica de Francia, y el desquite que ise arbitré 
por la otra de dar aliento à los rebeldes de Holanda^ las en* 
cendieron mas. De los principîos senalados , juntoscoq la 
question de precedencîa entre los Ëmbaxadores de las dos 
Coronas , que se disputé eh el Concilio de Trento ^ y otras 
partes, ademas de lasopuestas pretensiones de los Principes^ 
y otros capitulos dedisension^que séria prolixo referir,vino 
esta oposicion nacional , que se reputa y a como caraâeris* 
tica en Espanoles , y Franceses , y en que erradamente 
0e juzga que influye la naturaleza de uno , y otro Pais. 

9 No negaré que hay alguna diversidad de genios en 
las dos Naciones. Los Espanoles son graves ; los France- 
ses festivos. Los Espanoles misteriosos; los Franceses abler« 
tos. Los Espanoles constantes ; los Franceses lîgeros ; pe- 
ro negaré que esta sea causa bastante para que las dos Na- 
ciones estén discordes. La régla de que la sémejanza engeo* 
dra amor , y la desemejanza odlo , tiene tantas excepcio* 
nés ^ que pudiera borrarse del catàlogo de los axlom'as. 
A cada pasô vemos diversidad en los genios , sin oposicioa 
en los ânimos. Y aun creo ^ue dos genios perfeétameo^ 
te semejantes no serfao los que mas se amasen. Acaso se 
causarian mas tédio que amor , por no hallar uno en otro 
sino aquello mismo que siempre posée en si propio. La 
amistad pide habitud dé proporcion , no de sémejanza* 
Unese la forma. con la materia , y no con otra forma , con 
ser desemejante à aquella , y semejante i esta. Con corta di- 

fe- 



DXSCUKSO NONO. 22^ 

ferencîa pasa en la union afeéiiva lo que en la naturaU Los 
ardores del amor se encienden en cada individuo por 
aquella perfeccion que halla en otro , y no en si mismo. 
Puede ser que en otra ocasion , extendiéndome mas sobre 
esta materia , ponga en grado de error comun el axloma 
de que la semejanza engendra amor , conao comunmente 
se entiende. 

$. III. 
lo T O que he dtcho arriba , que la oposicîon de dos 
jLj Naciones viene de las guerras , y hostilidades, 
que recfprocamente se han hecho , se debe entender 
por lo comun , y no con la exclusion de que tal vez in- 
tervenga otra causa. Véese esto en la oposicion de los Tur- 
cos con los Persas , la quai es la mas enconada que hay en 
el Mundo entre Naciones diferentes. Siendo tanta la oje- 
riza que los Turcos tienen con los Christianos , es sîn com* 
paracion mayor su aversion à los Persas. Ningun oprobrio 
les parece bastante para exprimir el desprecio que deben 
hacer de aquella Nacion. Esto Uega i la extravagancia de 
ser entre ellos como proverbio , que la Lengua Turca ha 
de ser la ûnica que se hable eh ël Paraiso , y la Persiana 
en el Infierno. 

11 Todo este encono nace ûnicamentè de diferen* 
da en materia de religion. Siendo todos mahometanos^ 
se tratan recfprocamente como Hereges. Mutuamente se 
Imputan haber corrompido algunos textôs del Alcorin ; co^ 
mo si aquel disparatadisimo libro fuese capaz de mas cor- 
rupcion que la que trahè de su original. Pero el punto ca- 
pital de la disension esta en que los Turcos veneran i 
Abubequer ^ Olhman ^ y Omar , como que fueron los très 
primeros Califas , 6 Ponttfices Sumos ^ succesores de Ma«- 
homa ; los Persas les niegan este caraâer ^ y colocan por 
primer Califa i Ali ^ primo hermano , y yerno de Ma- 
homa. 

1 2 Por divertir al Leâor con una cosa graciosa, y para 
que vea el horror que tienen los Turcos i los Persas , pon«T 
dré aqui la condusion de la Bula de Anatema , que contra 

P 2 " ellos 



:a28 Antipatia de Frakceses , &c. 

ellos expidi6él Mustî Esad Efendi, y la trahe en d segundo 
libro de su Historia del Imperio Othomano el senor Rikaut, 
que dice haberla copiado de un manuscrite antiguo , que 
hall6 en Constantinopla. Despues de enumerar el Musti 
Othomano los capîtulos por donde los Persas son Hereges^ 
y malditos de Dios ^ prosigue asî : IPor h quai cldramente 
conocemos que vosotros sois los mas pertinaces , y pesti- 
lentes enemigos nuestros que bay en todo el mundo ^ pues 
.sois mas crueles para nosotros que los Jecidas , los Kiasiros^ 
los Zindikos , y los Durcianos ; y por comprebenderlo to^ 
do en tma palabra , vosotros sois el compendio-de todas las 
maldades , y delitos. Qualquiera Cbristiano , 6 Judio puede 
tener esperanza de ser algun tiempo verdadero fiel ; pero vo^ 
sotros no podeis esperar esto. Por tanto yo , en virtud de 
la autoridad que redbi del mismo Maboma , en considéra^ 
cion de vuestra infidelidad ^y vuestras maldades , abierta^ 
y claramente difino , que A qualquierafiel^ de qualquiera Na- 
cion (pie sea^ le es licito mataros^ destruiros^ exterminaros. 
Si aquel que mata à un Cbristiano rebelde bace una obra 
grata à Dios ; el que mata A un Persa bace un mérito que 
merece setenta veces mayor premio^ Espero tambien que la 
Divina Magestad en el dia del Juicio os ba de obligar à 
servir à los Judios ^y llevarlos acuestas , d manera de ju- 
ment os suyos ;y que aquel la Nacion irifeUz , que es el opro^ 
brio de todo el Mundo ^ ba de montar sobre vosotros ^y d 
espolazos os bà de encaminar à toda priesa al Infierno. 
Espero ^enfin^ que mtfy presto sereis destruidos por noso^ 
tros , por los Tàrtaros , por los Indios , y por nuestros ber-- 
fnanos , y colegas de ' Religion los Arabes. Pensamientos, 
y amenazas dignas dé un Seélario de Mahôma. £1 caso es, 
que esta terrible excomunion parece que fue oracion de 
^alud para los Persas \ pues despues acà , en los encuen- 
-tros que se han ofrecido , por la mayor parte dieron en la 
cabeza à los Turcos. i A quién no moverâ la rîsa ver con 
quanta satisfaccion de la buenacausa que defienden,se capi« 
tulanunosâotros sobre puntos de religion aquellosbàrbaros? 
Qfiisferat Graccbos de seditione querentes ? 

$.IV. 



DiscvRso NoNO* âa9 

$. IV. 

î3 TJEro volyietido i Espanoles , y Franceses , lo que 
Jl invenciblemente prueba que su oposicîoa quau*- 
4o la hay « es voluntaria , y no natural ^ es la amistad , y 
buena correspondencia con que viven hoy* Todos debe- 
mos repetir ai Cièlo nuestiros votas para que nunca quiebre. 
Hoy dépende de la carinosa union de las dos Monarquias 
el lograr para esta un éxfto felfz de las présentes nego-* 
eiaciones sobre la paz de Europa. Y nuestra quietud , y 
desahogo dependerà siempre del mismo principio. Si se 
atiende al valor intrinseco'de la Nacion Francesa, nin- 
guna otra mas gloriosa , por qualquîera parte que se mi- 
re. Las letras , las armas , las artes , todo florece en aquël 
opulentîsimo Reyno. El di6 gran copia de Santos â las 
£strellas,innumerables Héroes à las Campanas , infiinitoi 
Sabios i las Escuelas. El valor /y vivacidad de los Fran-j 
ceses los hace brillar en quantos teatros se hallan. Su 
industria mas debe excitar nuestra imitacion , que nues* 
tra envidia. Es verdad que esta industria en la gente ba- 
xa es tan ofidosa , que «e nos figura àvarienta ; pero eto 
es k) que asienta Uen â su estado ; porque los humildes 
son las hormigas de la Repûblicâ. De su mecânica aâi-^ 
vidad tiran los mayores Imperios todo su rèsplandor. Y por 
otra parte se sabe que no tiene Europa nobleza de mas 
garvo que la Francesa. 



1 

I 



Tm. IL del Teatro» Pi DIAS 



no 

DIAS eRITICOS. 

■fc II ■ ■ Il I I II I ■ I I • . I I I ■!■ ■ 

DISCURSO DECIMO. 

tJabîendo en el primer Tomo impugnado los Anos CHmatêri-- 
cos , impugnarê abara los Dias Criticof , que son corre-- 
. lativos st^os. 

$• !• 

I T7 S la Crise ( de donde se denominan los dias Crf ticos, 
Hâ que por ptro nombre Uamap Decretorios ) una 
sûbita mutacioQ en 1^ enfermedad v.6 para la salud, à 
para lamuorte. Àsi la 4efinen los Médicos ^ los quales tam* 
bien asientan que no entodas las enfer medades hay estas 
sûbitas mutaciones ; pues algunas veces e$tos dos eoemi- 
gos , naturaleza , y enfermedad , lentamente , sin Uegar & 
lance; decîsiyo dëjC^Kx^po â cap^po^ se van coûsumieiidolas 
fuerzas , ya laenferjnvada.d à ja naturàke^ar^ya la paturale- 
i^ â la enfermedad ; pero en las enfermedades donde hay 
Crises , quieren que estas estén con^gnadas à Ip^ dias sep* 
tenarios. Asî Iq deçrçtô Hip6crates^ a5:aso no como $o-- 
berano , sino como subalterno de .Î!yt4gords :, que fue el 
primer Autor de la supersticiosa observacion de "los nu- 
méros , tan valida entre los antiguos Gentiles, quesujeta- 
ron à su virtud , no solo los moyimientos de las cosas in- 
feriores , mas aun las operaciones de sus Deidades : Nume^ 
TO Deus impare gaudet. 

2 Et fallo de Hip6crates arrastr6 el comun consen* 
timiento de los Médicos , los quales nunca faltan â decir^ 
que hallan constantemente conforme la experiencia à quan- 
to diâô aquel grande Orâculo suyo.£sto es en tanto grade, 
que niegan la fé â los experimentos , quanto pueden , en 
todo aquello que no leyeron en Hipôcrates ; pero en lie- 



DiscvRso Decimo. d3t 

gando â ser la experteûeia tati palpable ., que los obliga al 
asenso , ya dicea que hallan ea Hip6crates aquello mismo 
que antes no querian créer , porque Hipôcrates no lo de- 
cia. i Que contradicciones no padecié Harvéo para esta--» 
blecer el dogma de la circulacion de la sangre ! Llevaba 
mqy maltoda la familia Médica que aquel Ingles descu-> 
briese lo que se halna ocultado i los ojos linces de su ado- 
rado vlejo. Llega el caso de no poder resistir la evidencia 
de los experimentos ; y veis aqui que mudando de idioma^ 
dlcen ya que en Hipôcrates hallan escrita la circulacion 
de la sangre ^ dando un sentido forzado para este efeéto i, 
ciertas palabras muy confusas de Hipôcrates. 

3 Yo confesaré de muy buena gana que Hipôcrates 
fue un grande hombre, como los Médicos en cange me ton- 
fiiesen que fue hombre. Y como me concedan esto , aunque 
sea con la protesta de no perjudicar al epiteto que le da» 
de Divino , pretenderé yo con justicia que nada se debe 
créer solo porque Hipôcrates lo dixo. No le desenga-* 
nô à Hipôcrates su grande entendimiento del torpe error 
de la pluralidad de Dioses. No niego que pudo ser en esto 
topo « y en otras muchas cosas lince ; pero no se puede 
créer que en todo lo demas fue lince quien en esto fue 

topo, 

5. IL 

4 T7 N efeâo , sea lo que fuere de la autoridad de Hi-- 
Hi pôcrates ^ digo que la asignacion de dias Crf ticos 
S los septenarios no se funda ^ ni en razon ^ ni en experien-* 
cia. £n qùanto à lo primero , no pienso que me haya de 
contradecir Médico alguno ; siendo .derto que en quan-^ 
tes periodos observa la naturaleza ^ estin aûn debaxo de 
su llave las causas. Creémoslos porque los vemos ; pero 
ningun Filôsofo fue capaz de anticipar el conocimiento 
à la experiencia con el raciocinio. Âun despues dé vistqs 
los efeàos , se anda tan à atientas en el exàmende las eau* 
sas 9 que nadie sin temeridad puede lisonjearse de haber 
acertado con ellas. i Quién hasta ahora ha descubierto por 
que el mar en su fiuxo « y ^ ^^^xo signe lôs movimientos de 

P4 la 



23a DiAS Griticos. 

la Luna : porqué las fiebres intertnitentes recurren en de^ 
ter.Tiinados dias ; y asimUmo todas las demas alteraciones 
perîôdicas ? La varledad de sentencias muestra que aun 
no se descubrio la verdad. Si se traxese la semlUa de aP 
guna planta extrangera , y no conocîda en Europa,'yo de- 
safiaria à todos los Fisicos de estos Rey no& , sobre que pbr 
mas analysis que hiciesen de ella , no averiguarîan en que 
tiempo del ano florecerîa , y daria fruto. Y que niucho , si 
basta ahora nadie sabe por que fruâifican en la Primave- 
ra los guindos , y en el Estio , ù Otonp las cepas. 
i. 5 De modo ^ que aunque fuese verdadero el progreso 
de los Dias Criticos por septenarios ^ nadie antes de ver 
el efeélo podria colegirle por el raciocinio. Despuès que 
el efeéto se di6 por supuesto , se fue â buscar su causa en 
la Luna. Pero ^quién averiguaria antes ( aun quando pu-^ 
éiese penetrar qoe la Luna habia de infiuir en esto ) que 
las crises habian de corresponder , no al mes lunar sinà- 
dico , que es de 29 dias\, doce horas, y 44 minutos : ni 
al de iluminacion , que es de 26 dias con corta diferen* 
cia ; sino al periédico , que es de 27 dias , 7 horas , y 43 
minutos ? Dexando;aparte el mes Médicinal ^ que sin con- 
sentimiento de los A8tr6n(Mix)s fabric6 Galeno por su ca- 
pricho , y que como compuesto de dos de diferente natu- 
raleza , el periôdico , y el de îluminacion , es mas em- 
bolismado que el mismo mes embolismica 
.6 £s ^ pues ^constante , que si hay algun fundamen- 
to para establecer los septenarios por Cruioos , se ha de 
tomar lînicamentedela experlencia ; pjsro yo reclamo con- 
tra e$te fiindamentô', <por mas que estriben en lél los Mé- 
dicos ^ como incierto^^ y mal jusdficado , contentàndome 
con esto por^ahora. 

$. in. 

'7 Tr\E los antiguos^ Asclepiades, y Cornelio Cel- 
' JLM so 9 ambos Médicos de grande experlencia , y 
&ma , coatradixeron los Dias Criticos. De los moder* 
nos solo he visto declarados contra ellos â Lucas Tozzî, 
y al Dodor Martinez. Pero Juan Jacobo Waldismith dîce 

que 



DiscuRso Decimô. ^33 

que hày mucho's en estos tîempos que sîguen la misma 
opinion ; y k) mismo suponè Ballivio (Lw. 2. cap. 12. )• 
PregiKito ahora si todôs estos Médîcos no tenîan ojos co- 
rao Ips demas para verglas crises , y en que dias caiart. Y 
si los teûiân^ i côitio la Vxperîencia no les mostnS los sep- 
tenarios de^in^dôs pa¥à ellas ? Sln duda que es la expe- 
ri&ncia dudosa , quando la vemos àfirniada por unos , y 
negâda por otros ; y sobre «sqperîencia dudosa no puede 
firmarse mâxlma cierta. 

8 Dirâseme acaso , que en el exâmeo de qiiestiones de 
hechbs'dcbemos estar à la deposidoh de! mayor numéro 
de testigos , y son stu'dudà mùcbps tttûs los que testifican 
ia experiéncia de los Dias Criticos. Respondo , que se de- 
be estar por el mayor numéro de testigos , como sean îm- 
parciales; pero los que se alegan por los Dias Criticos, to- 
dos , 6 càsi todos son parciales , ccnno declarados , y ar- 
dientes Sedarios de Hipôcirates , autor de esta dodrîna. 
"Sstos tienen el interés de defehder â Hipécrates ; los otros 
solo el motivo de patrodnar la verdad. 

9 Es raro el dominio que tiene Hipécrates , no so- 
lo en los enteadimientos , mas aun en los sentidos de sm 
sequaces. No veo , ni palpan , sino lo que lëyeron en Hi- 
pécrates. Un experimento solo que hallen ccmforme i sus 
mixfmas , abulta en su estimacion por mil expérimentes; 
y mil expérimentes contra ellas no suponen por uno. Su- 
cediômé éh alguna ocasion concnrrir en el quarto de un 
enferme con un Médtco , el (}ual â vîsta cle un vémrto que 
le sobrevino al enferme , le pronosticô pronta.mejerîa, 
fiindado en un aforîsmo de Hîpôcrates en propies ter- 
minos. Yo , que ya en otras ocasiones semqantes habîa 
observado falsifkarse el afbrismo de Hipécrates , aiirmé 
que sucederia todo lo contrario , y que bien lexos de me- 
jorar prontamefite , se exàcerbatria mas por algunos dias 
ia' indîsposicion que padecia , aunque sin riesgo en la vî- 
dd. Sucédîé puntualmente le que yo dîxe. Pero ( j cesa no- 
table r ) sîendo el suceso constante , y siendo el Médico 
hombre verar » sabio ^ y virtuose , nunca fue posible re- 

ca- 



234 I^iAs Camcos. 

cabar de él una confesion dara del hecho , que él mismo 
liabia palpado , aun testincàndole en presencia suya el en- 
fermo , y los asisteates. Tan cierto es , que los finos Hipo- 
cràticos mas creen i Hipocrates que à sus propios ojos. 
Podrîa referir en confirmacion de esto otros casos. £1 en- 
fermo ( que le nombre, por si alguno quiere informarse coa 
mas îndividuacion ) fue el Padre Fr. Manuel de Cevallos^ 
Prior emonces , y hoy Predicador mayor de este Colegio« 

S- IV. 
10 T)Aso adelante. Los experinientos mismos que aie* 
Jl gan los Autores que estàn à favor de los dias 
Crfticos , muestran ser incierta la pretendida experiencia. 
Para lo quai es de saber que para senalar los septenarios, 
no todos los Médicos empiezan à contar de una misma 
manera. Unos<2uentaû desde el primer asomo de la enfer- 
medad : otros desde aquel tiempo que la lésion de las ac- 
ciones es bien sensible , ô manifiestamente perceptible la 
fiebre : otros desde aquel en que el enfermo , no pudiendo 
resistir en pie la dolencia ^ se riode à la cama. Y pasando 
muchas veces en estos très estados algunos dias , es çlaro 
que el dia que para un Médico es séptimo , para otro es 
odlavo y para otro nono , para otro décimo. De lo quai se 
inBere evidentemente que nos enganan , 6 se enganan mur- 
chos de los que aseguran que experimentan Crfticos los 
septenarios ; pues en este systema envuelve implicacion 
manifîesta que baya quatre dias consécutives todos Cri* 
ticos. 

1 1 Pero lo que verdaderamente sucede en este es, que 
al ver la crise , cada Médico prescinde de su opinion pro* 
pia , 6 hace etra cuenta distinta de la que hizo al prind* 
pio , para hacer que la crise cayga en el septenario , si se- 
gun la primera cuenta no cae. Entonçes sç figura , 6 que 
la relacion del enfermo no fue exâéta , 6 él ne observa las 
senas con toda diligencia; y asî la enfermedad para la cuen- 
ta de los dias Crîticos empez6 antes , 6 despues del tiempo 
ebservado ; 6 en fin , quande ne haya être recurso , se 

atien*» 



Di9CURso Decimo, 235: 

dti'ende âla opinion de los que cuentan de otro modo. De 
esta suerte siempre Hipocrates , y Pitàgoras se salen con 
lâsuya. 

12 i Mas que diremos de los mtichos enfermos que en 
las epidemîàs de Hip6crates se halla haber tenido sus crises 
en todo fiQjmerû de dlas, primero , segûndo,tercero, quar- 
to , &C4 ? Este es un terrible aprietb^; porque decir que Hi- 
pocrates no conto bien , serîa punto menos que blasfemia. 
Tampoco puede atribuirse à irregularidad , porque los ca- 
sos irregulares no suceden con tanta freqiiencia* 

S-- V.- ■"• 

13 "^Tllos Mëdicos Hipocrâticos van consiguîentes en 

1^ sus mâxtmas : antes en la designacion de los 

dias Criticos destruyen la misma régla fundamental que es^ 

tabkcen para su c6mputo : lo que ( si el amor propîo no 

me engana ) probaré con evidencia matemàtica. 

14 Para lo quai es de advertir lo primero , que seiialan 
por dias Criticos el séptimo, catorceno , veinte, 6 veinte y 
une , veinte y sîete , treinta y quatro , y quarenta. En los' 
dos pfimeros , y très ûltimos no hay discordia entre los' 
MédicOs. En el tercero hay alguna ocasionada de algu- 
• nos textos opuescos de Hip6crates , pues de unos se colige 
que es Critico el dia veinte , y de otros, que lo es el veinte* 
y uno. Mas esta <:ontroversia ya se concilia con bastante 
apaiiencia; porque segun el computo que se hace por el 
mes lunar ( de ^e hablarémos luego )\ el dia ûltimo de la ' 
tercera semana coge doce horas del dia veinte , y otras 
tantas del veinte y uno ; por lo quai no hay mas razon pa- 
ra tener à uno por Crîtico que â otro* 

15 Es de Advertir lo segundo , que ademas de los dias 
Criticos, sèfiâlan otros, que llaman indices , porque apun- 
tàn v^ sïgDÎfîcan lo que ha de suceder en los decretorios, 
cada uno fespeâivaniente al ihmedlato que le sucede.Es-*' 
tes son los dias quartos de cada semana lunar ; conviene à 
saber , el quarto de la enfermedad , y el undécimo , y de-» 
ciinosépfitttô.' ^^ ^ " ' ^'' "* • 

En 



a^& piÂS Çriticos. ; 

1 6 En tercer lugar ( lo que ya se apuDt6 arrlba ) se ha 
de advertir que arreglan los Médicos la série de los dias 
Criticos al curso de la Luna en el Zodiaco, 6 mes periédico, 
el quai no es otra cosa , que aquel espacio de tiempo que 
la Luna , partiendo de un punto del Zodjaco , tarda en voU 
ver al misaxo punto , y çomprehende 27. dias ^ 7. horas^ 
43* minutos primeros :, y 7. segundos. Pero despreciando 
minucias , que hacen embarazosa la cuenta , y su omisioa 
no induce error sensible , podremos suponer el mes peri6- 
dico de 27. dias , y 8. horas justas , y asi le suponen los 
Médicos. 

17 Dividiendo , pues , e) mçs perî6dico en quatro se- 
manas , de las quales cada una tiene no siete dias cabales, 
sino seis dias , y veinte horas , dicen que el quarto de cada 
semana es indice , y el séptimo decretorio. Esta es su doc- 
t^ina; porque no pudieron ajustar cpn la Lruna que gober- 
nase la série de las crises sinp por leste método. 

, i3 Y supuesta esta doétrina , digb que yerran misera- 
blemente la cuenta en quanto â dos dias , uno fndice , y 
otro Crîtico. £1 indice es el decimoséptimo , y el Critico el 
quadragésimo. En lugar del primero debieran senalar el 
decimoodtavo , y en lugar del segundo el quarenta y uno. 

19 La razon de lo primero es, porque dandp à cada se- 
mana lunar seis dias , y veinte horas , el quarto de la ter- 
cera semana coge mayor porcion del dia decimooâavo de 
la enfermedad , que del decimQséptimo; conviene à saber^ 
de aquel catorce horas con corta diferenoia 9 y de este ao 
mas que diez , como sacari con evidencia qualquiera que 
se ponga â hacer la cuenta , que yo no quiero ponerla aqvti^ 
y gastar tiempo , y papel en ella , por ser tan faciU Lue- 
go por la mixima de que la mayor parte trabe à si la menar^ 
la quai siguen los Médicos en los demas dias indices , y de- 
cretorios , exceptuando los dos senalados , debieran dar el 
atributo de indice no al decimoséptimo , sino al decimooo* 
tavo , pues este es verdaderamente el quarto de la teroera 
semana. 

20 Consiguientemente à esto es falso tangbieu lo que 

dl- 



DiscuRso Decimo. ^37 

dîcen los Médicos para establecer por quarto de la tercera 
semana al decîmoséptimo ; esto es , que el catorceno es dia 
ûltimo de la segunda semana lunar , y primero de la terce- 
ra. La primera prerrogativa le toca legitimamente ; pero 
no la .segunda. La razon es , porque segun la cantidad ex^- 
presada dç las semanas lunares , el dia ûltimo de la segun- 
da semana coge ocho horas del dia trece de enfermedad, 
y diez y seis del catorce ; y asf este por coger la mayor 
porcion del dia ùltimo de la segunda semana ^ debe tomar 
esta denominacion. Pero por la misma razon debe denomir 
narse primero de la tercera semana el decimoquinto; pue9 
cogt diez y seis horas de ella , no tocàndole al catorceuQ 
mas de ocno. 

21 Âun es mayor el ercor en el quadragésimo que en 
el decimoséptîmo; porque al quadragésimo no le tocan mas 
de ocho horas del séptimo dia de la segunda semana del 
segundo mes lunar ^ quedàndole diez y seis al quarenta y 
uno. Luego este debiera ser atendido por Crîtiço , y no 
aquel. Lo que de aqui secolige es, que este negocio de los 
DiasCrfticos va à tientas; y que por mas que hagan los Mé- 
dicos , no pueden ajustar i Hipécrates con la Luna. 

aa Yo sospecho con gran fundamento que Galeno pre- 
vi6 esta dificultad , y por eso ide6 un mes lunar à su mo- 
do , que llam6 médicinal , juntando la suma del mes per 
riédico al de ihiminacion , y partiendo despues por medîo 
la suma total , de suerte , que la mitad delà suma total hi- 
ciese un mes médicinal entero , el quai venia à tener siete 
dias menos dos horas. Hécha de este modo la cuenta , le- 
gitimamente saHa por indice el decimoséptimo , y por de- 
cretorio el quadragésimo , y ademâs de eso en el dia vein-> 
te np habia el embarazo de haber de partir mitad por mi^ 
tad su critiquez con el veinte y uno. Pero como ni Galeno 
para lafàbrica de su mes se gobern6 por los Astrôlogos, ni 
despues de fabricado se gobiernan por él los Médicos , no 
necesita de mas impugnacicKi que advertir la voluntariedad 
de su cémputo. 

S.VL 



2^9 DiAS Criticos. 

§. VI. 

23 Tl/TAS por apurar del todo la materia , me adelanto 
iVX à probar que no solo la cuenta que hacen los 
Médicos es errada , sino que no se puede hacer en este 
asunto alguna que no lo sea« Quiero decir , que de qual^ 
quiera modo que se cuenteû los septenarios , sera falso de- 
cir que tocan à los septenarios las crises. 

24 Para esto supongo ( lo que nadie pùede negar ) que 
las mutaciones periôdicas que se hacen en qualesquiera If- 
quidos se arreglan , no solo al influxo de una causa y sino 
ai complexé de todas las que concurren ; y no solo al in- 
fluxo de las causas , mas tambien à la naturaleza de los mis« 
mos Ifquidos. Esto se palpa en infinitos exemplos. Aunque 
la Luna sea , segun la opinion comun , causa de la intumes- 
cencia de las aguas marinas , y de la del humor nùtricio 
de las plantas , siguen una , y otra intumescencia distîntos 
perlodos , pues aquella sucede dos veces al dia , y esta una 
vez cada mes. En el mismomar hay notable diferencia por 
razon de las causas parciales , que concurren con el influxo 
de la Luna. Asf en Negroponte sucede el fluxo , y refluxo 
muchas veces al dia ; y en muchas partes del Mediterra- 
neo no se observa fluxo , 6 refluxo alguno. Âunque los mis* 
mos Astros influyan en todas la plantas , no sucede en el 
mismo tiempo , ni observa los mismos periodos la matura- 
cioti de sus frutos , porque el jugo es de diferente natura- 
leza ; y aun siendo de la misma , la calidad del terreno, y 
accidentes de la Atmosfera inducen bastante variacion. Las 
fermentaciones ^ tanto naturales 9 como chf micas , se ha- 
cen à muy diferentes plazos , segun la varia cantidad , y 
naturaleza de los Hquidos : unas son muy prontas^ otras 
muy tentas. Aun los Ifquidos de una misma naturaleza es- 
pecîfica , solo por razon de la diferencia individual fermen- 
tan mas , 6 menos prontamente , como se ve en los vinos. 

2$ Supuesto esto discurroasî. En distintas enferme- 
dades , aun de las agudas , es distinta la calidad , y mixtion 
de los humores viciosos. En las enfermedades , que se dis- 

tin> 



DiscvRso Decimo. S39 

tîngùen'especîficamente, no tiene esto duda. Luego la fer- 
mentacion de ellos seguirâ distintos periodos : por consi* 
guieate no se puede senalar régla gênerai , y uniforme^ 
que détermine los4>lazos de la lucha decisiva entre la en* 
fermedad , y la naturaleza ; antes en distinta enfermedad 
sera distinto el dia del duelo. 

26 Donde se ha de advertir ( para esforzar mas esta 
dificultaâ ) que la diversidad especiiîca de las'enfermeda- 
des tiene mas latitud que la que coinunmente se piensa; 
pues muchas , que ostentan gran parentesco en la superfi- 
cie j esconden muctia oposicion en el fondo. Véese esto cla-* 
ro en las fiebres epidémicas , que siendo una la cara , sue- 
len pedir distinta , y aun opuesta cura. Asi yo crep.poder 
asegurar con razon que en varias clases de enfermedades, 
aunque los Médicos piensan distinguir el concepto especf- 
ficb ^ no senalan sino el genérico. î C6mo , pues , habiendo 
tanta distincion en las enfermedades , y por consiguiente 
en los humores , pueden senalarse% sus fermèntaciones , y 
segregaciones unos mismos periodos ? 

27 Ni aun se puede hacer esto, siendo una misma en«* 
fermedad en quanto â la especie ; porque , como y a vimios 
arriba , la diferencia individual basta para variar el perio* 
do. Las combinaciohes de las partfculas tieterogeneas de 
los humores ( aun quando se suponga ser estos especifica* 
mente unos mismos ; son innumerables, y à proporcion son 
mas lentas , 6 aceleradas las fermèntaciones , como se ve 
en las mixtiones chimicas , que aun haciéndose con las 
mismas especies de ingredientes, segun que se varia la do- 
sis de esté , û de aquel , fermentan mas brève , 6 tarda- 
mente. 

28 Esfuérzase esto con la paridad de las fiebres inter- 
mitentes , las quales , segun se distinguen entre sf , tienen 
sus rëcursos peri6dicos en distintos plazos ,en que hay tan- 
ta variedad como se sabe. Y aun una misma fiebre , en vir- 
tud de algunas mutaciones accidentaies , sale del compas 
que habia tomado al principio : ya se acelera: ya se retar- 
da : ya la que seguia determînado rithmo , se hace errante: 

ya 



^40 . DiAs Criticos. 

ya la que repetîa cada dia , alterna ; ya f epite cada dia la 
que alternaba. Es preciso que en los perîodos Criticos de 
las fiebres continuas haya la misma variedad , pues hay el 
mismo principio ; conviene à saber , la distincion , ya 
substancial , ya accidentai de unas à otras. 

S. VII. 

ap 17Inalmente ( dexando otras muchas cosas ) me pa« 
J^ rece absurda , é increible aquella alteracion que 
los Médicos supdnen en la série de los Dias Criticos en pa-^ 
sando la enfermedad del quarenta ; en cuyo caso dicen que 
ya las crises no proceden por septenarios , sino por vein-* 
tenos , y asi son Criticos el sexâgésimo ^ oâuagésimo , cen- 
té^mo , y centésimo vigésimo. ; Raro salto ! para el quai 
es preciso fingir que la Lutia , cansada de la superintenden- 
da critica , la substituye en otro Âstro , que hebdomadlce 
de veinte en veinte dias; 6 por lo menos, hecha muy mor-* 
lona esta guisandera dh las fiebres ^ solo de très en très 
semanas se digna de baxar à revolver la cazuela de los hu- 
mores. 

30 No omtiré aquf que el grave , y éloquente Come- 
lio Celso , aunque muy venerador de Hip6crates en la par- 
Ce pron6stica , en quanto à la àsignacion de Dias Criticos 
le halle destituido de toda razon ; y dice , que asf él , como 
otros célèbres anttguos ^ se dexaron arrastrar ciegamente i 
la supersticiosa observancia de los numéros , por la autori- 
dad sola de Pytàgoras : yided apparet quacumque ratiane ad 
numerum respeximus ^ nibil rationis sub illo quidem Auctore 
( Hip6crates ) reperiri. Verum in bis quidem antiquos tunc 
célèbres admodum Pytbagorici numerifefellerunt. 

NOTA. 
Con la ocasion de haber citado en este Discurso â Lu- 
cas Tozzi , me parece advertir la poca razon con que al- 
gun Médico en uno de tantos impresos , como en asunta 
de Medicina parecieron el ano pasado ^ quiso ajar la graii^ 
de opinion de este insigne hombre. Fue Lucas Tozzi pri- 
mer 



DiscuRso Decimo* 241 

mer Médico del Papa Inocencîo XII. Muerto este Pontffi- 
ce j casi al mismo tiempo fue solicitado por el Colegio Sa-* 
CTO para Médico del Conclave , y dé Carlos Segundo , Rey 
de £spana , para que viaiese à curarle de la enfermedad, 
de que muy presto muri6. Pûsose en camino el Tozzi, acep« 
taado este segundo partido ; pero arribando i Milan ^ le 
l]eg6 la nQticia de la muerte del Rey de Ëspana : con que 
se volvi6 à Roma ^adonde , y en toda Italia fue famoso por 
su excelencia en la prâética de su arte ; y por sus escritos 
lo sera en toda la posteridad. Esto nocurarà la desabrlda 
fridole de algunos Médicos , que en chândoies contra su 
opinion algun Autor , aunque sea el mas insigne del mun-^ 
do , no se embarazan en decir que es un trastuelo « &c* 
Pero déxenme siquiera elogiar à los muertos los que llevaa 
tan mal que alabe i los viyos: 

Ha stmt invidia nimirùm , Regtde ^ mores 
'Prceferat antiquos semper ut illa nobis. 



PESO DEL AYRE. 



DISCURSO XL 

8- !• 

1 T AS experiencias con que los Fil6sofos de tiempo 
jLé inmemorial probaban ( à su parecer demostra^ 
tivamente ) ser imposible espacio vacio de todo cuerpo en 
el Universo , exâminadas mejor^ se hall6 no probaban eso^ 
81 otra cosa muy diferente ; conviene â saber , la pesantéz^ 
y fuerza el^tica del Ayre. Los primeros que descubrieron 
al mundo este secreto fiieron los dos célèbres Matemàticos 
Florentinos , maestro , y discîpulo , Galileo , y Torrizelî. 
Despues de eâos\ otros muchos^» variando ^ y combinando 
de diversos modos aquellas experiendas , hallacon siempre 
Tom.II.delTeatro Q tan 



24^ Peso del Ayre. 

tan uniformemente correspondientes los efeâos i la causa 
referida ^ que ya hoy en las Naciones pasa esta por mate- 
ria demostrada entre los Fil6sofos de tôdas las Escuelas; 
habiéndose rendido à la fuerza de la evidencia aun los Arls* 
totélicos mas tenaces. Pero porque esta doétrina aun es pe- 
regrina en Espaiia ^ donde la pasion de los Naturales por 
las antiguas mâxfmas hace mas impénétrable este pais à 
los nuevos descubrimientos en las ciencias^que toda la as-- 
pereza de los Pyrineos à las esquadras enemigas ; la expli- 
caré ahora con la mayor claridad que pueda. 

2 La experiencia principal en que fimdaban los anti* 
guos Fil6sofos là repugnancia del vacio y es bien sabida. 
Llénese de agua , ù de otrq licor qualquiera ^ un tubo cer- 
rado por uno de los dos extremos , y Vuelto abaxo el ex- 
tremo abierto , se verà que d agua no cae : antes , contra 
lo que pide su natural gravedad ^ queda suspensa , ocupan- 
do la concavidad del tubo. Esto pareceria no poder atribuir- 
se à otra cosa sino à que en aquel tiempo que tardaria en 
despenarse el agua , necesariamente habia de estar vacfa 
de todo cuerpo la concavidad del tubo , 410 pudiendo en- 
trar el ayre , ni por la boca del tubo ; pues le estorba la 
agua , ni por otra alguna parte , suponiéndose por todas 
las demas cerrado. De aqui inferian ser sumo el horror que 
tiene la naturaleza al vacio , pues fuerza à la agua i que 
contra su natural^ propet^sion al desceoso , se mantenga 
suspensa para estorbarle» 

3 ConBrman esto , porque abriendo la parte superior 
del tùbo \ como se hace con la bomba , al puntb cae la 
agua : luego es porque entrando entonces el ayre , se évita 
el vacio ; y por consiguiente solo el noiedo del vacfo ^ 6 la 
ansia de estorbarle , la ténia antes suspendida. Aun mas 
claro parece que se ve el conato de la naturaleza i impe- 
dir el vacio en el ascenso que hace el agua en la gerînga^ 
6 bomba , al paso que se retira el embolo , que llenaba su 
liueco. 

4 Lo mismo ioffieren de la experiencia de dos cuerpos 
pianos i y lisos , conâguos segun las superficies planas , los 

qua- 



DiscTJKso XL 243 

quales piden una casi inmensa fuerza para separarse , de 
modo , que las dos superficies planas queden enfrente una 
de otra ; lo quai discurren sucede asf , porque no pudien-* 
do el ayre entrar en un instante à ocupar el espacio que 
quedaria entre los dos cuerpos ^ necesariamente se daria> 
alli vacfo por algun brève tiempo. 

N O T j1. 
5 A aqitel cuerpo défigura cylindrica , que Ilena la con* 
cavidad de la bomba ^y que con su extraccion bace subir el 
agua y llaman los Latinos Embolus , voz que tomaron de los 
Griegos ^y losFranceses Piston. To uso de la voz Embolo^ 
porque no se que la tenga propia en nuestro Idioma. 

S- II- 

6 O Abiamente not6 el Padre Dechales una gravfsima 
w3 inadvertencia de los que atribuyen el ascenso del 
4gQa al cuidado de la naturaleza en impedir el vacio ; la 
quai consiste en que descuidando de la causa eficiente , que 
es la principal en la consideracion fisica , solo seqalan la 
finaL Demos que el agua. sube por impedir el vacîo. £se 
es el fin del movimiento, i Pero quâl es el agente que mue- 
ve la agua ? No ella i si misma ; porque todo lo que se 
mueve ^ es movido por otro/Fuera de que esto serîa supo- 
aer agente intencional i la agua , que coaociendo el ries* 
go que al Universo amenâza en el vacfo , solicita se mue^ 
ve â precaverle. Recurrir al solitario influxo de la causa 
primera^ es escapatoria condenada en buena Filosofia.Mu/ 
defeâuoso hubiera Dios criado el Universo , si no hubiese 
fuerzas en toda la naturaleza para remediar , 6 precaver el 
dano que le puede hacer un agente determinado. Acudir à 
ias causas segundas universales , Cielos , y Astros , es caer 
en el mismo inconveniente. Fuera de que los Astros no 
estân atisbandoâ las contingencias deacà abaxo para aco- 
modar â ellas sus influxos. Del mismo modo se han de mo- 
ver y y lo mismo han de influir , que yo me ponga â tra^ 
vesear con una geringa en un barrenon de agua, 6 que me 

Q2 es- 



a44 I^£SO DEL A.TRE. 

esté quieto. Constantes, y arreglados tîenen sus movîmien- 
tos , sin dependencia de quanto aci abaxo puede alterar el 
libre alvedrio de los homl^es. Decir que la naturaleza es 
quien mueve la agua , es decir nada. La naturaleza , toma- 
da en comun , es ente nominal , concepto metaiisico, 6 idea 
Platônica. Las razones comunes son duendes de los espa- 
cios imaginarios , que jamas harân otra cosa que enredar 
en las cabezas de los L6gicos. La naturaleza solo es algo, 
y solo puede hacer àlgo , como contraida à este , y aquel 
ente determinado ; y asi es menester senalar que ente par- 
ticular es el que mueve la agua para que suba ; lo quai no 
se harâ jamàs , à menos de recurrir con los modernos al 
peso del Ayre , cuya doârina vamos ya à explicar. 

S. m. 

7 #^UE el Ayre es pesado no se le ocult6 i Arist6te- 
v^ les , pues en el libro 4. de Cœlo, cap. 4. expre- 
samente lo afîrma , y lo prueba con la experien- 
cia de que el piellejo inflado pesa mas que vacio. Pero los 
Peripatéticos vulgares ;» contentândose con trasladar unos 
de otros , no exànoinàn lo que dex6 escrito de bùeno su 
Maestro ; y todo es escandalizarse de los modernos , aun 
quando estos no hacen otra cosa que repetir ^ y pooer cla- 
ro lo que Aristételes , 6 sus> traduâores escribieron un po- 
co turbio. El sefioî Homberg \ de la Academia Real de las 
Ciencias , confirm6^ la experiencia ategada:por Aristôteles, 
porque pes6 un globo de vidro de trece pulgadas de diâ- 
metro lleno de ayre en su estado natural ; quitéle despues 
el ayre por medio de la Mâquina Pneumâtica , y pesindole 
de nuevo , le hallô una onza menos de peso. 

8 Que el ayre lo tenga esto por su propia naturaleza, 
'6 por lor hâlitos , y corpûsculos que nadan en la atmésfera, 
no nos hace al caso , pues nuestro intento solo es demos- 
trar que este ayre grosero , é impuro que respirâmes , es 
pesado , y que à esta causa , y no é otra se debe atribuir 
-el àscenso ; y- suspension de los licores en los tubos. Pero 
'antes de Itegiar à este examen % es pjreciso descubrir la cô- 
ne- 



, DiscuRso XL 145 

nexlon que tiene el peso del Âyre coo su fuerza elistîca, 6 
itnpulso de su resorte i porqueuno ^ y otro concurre al 
efèâb dicho; 

9 Consta de innumierablesexperifnentos que el Ayre es 
capaz de comprimirse , y dilatarse ^ y que es portentosa la 
dlstancia que hay entre su mayor compresion , y su mayor 
dilatacioQ. El diligetitfsimp Boy te , por sus repetidas , y 
bien regladasobservaciones haU6 que el espacio que ocu-* 
paba el Ayre en su mayor rarefaccion , era quinientas y 
veinte mil veces mayor que el que ocupaba en su mayot 
compresion ( tom. i. deAeris rarefacti^& campressi exten*- 
skme )• Y aun haUa posible que el arte llegue i compri-r 
mirle , y extenderle mas. De hecho parece que no se en- 
gané en su conjetura \ pliea Monsieur Papin ; que despues 
adelant6. mas la perfeccion de la Màquina Pneumàtica 9 ex-- 
teadià mas el ayre que Boy le. 

10 Supuesto el peso del Ayre ^ y aupuesta tambien su 
aptitud à comprimirse , y dilatarse <» ^ea tanta « 6 mayor , 6 
menor de lo que hemos dicho , se infiere con evidencia 
que este ayire ioferior que respiramos , y en que vivimos, 
esta notablemente comprimido en fuerza del peso del su-* 
perior que carga sobre él ; por consiguiente se dilatarà i 
mucho niayor espacio del que aâualmente ticupa , si aquei 
peso 00 le oprimiera* £n èsto consbte la fuerza elàstica, 
6 inipuliso del i resortç , el quàl no es otra j:osa que aquel 
canato que qualquiera cuerpo, comprimido violentamente, 
bace para ocupar el mayor espacio que naturalmente le es 
deUdo. 

« 1 1 Notaré aqui tambien ( porque importa ) que la fuer^ 
za elàstiea dd ayxe comprimido es perfeâamente igual à 
la fuerza del pesodel Ayre comprimente. La razon es^ por<« 
que quando algun peso carga sobre un muelie ;» le va recor 
giendo , 6 encogiendo hasta un punto determinado , en 
que es taata la resistencia del muelie^ como el peso que le 
encoge. Por tanto la elasticidad , 6 impetu del resorte del 
ayre comprimido esta en perfeâoequilibrio con el peso de 
la columna de ayre que carga sobre él. 
Tm.ILdelTeatro. Q3 $.IV. 



2^6 ' Peso bel Ayrx. 

%. IV. 

12 T7Ntendiendo bien esto^se comprehenderà £stcii-« 

JL> mente c6m6 de la causa dict^ dependen todos 

los fenômenos que antes se atrîbuîan al miedo del vacîo. 

Sube la agaa en la bomba al retirar el embolo ^ porque 

fravitando el Ayre sobre la agua que estien el estanque^ 
barrefion , con sa peso laoUiga à subir por el agujero 
de ella ; y como por èl extremoopuesto no puede entrar 
el Ayre , per estar cerrado, falta la gravitacion por la par- 
te interior , que era la ûnica que podria hacer que la agua- 
no obedeciese al impulso que le da con su peso el Ayre ex- 
terno. 

13 Maotiénese la agua en el^tubo, aundestpues que 
este se levanta à alguna Sstancia de la superficie de la cier« 
ra 9 û de la agua ; porque el Ayre que esta debaxo , por es- 
tar comprimido con el peso de la atmôsfera , tiene taiita 
fuerza para resistireldescenso de la agua , como el peso 
de aquella tuvo para hacerla subir en. la bomba. ^ . 

. 14 Dos cuerpos contiguos por las superficies plana» 
hacen gran resistencia i, la division, porque y a d peso 
del Ayre , y a la fuerza elâstiça. que adquirié con la compre- 
sion , los impele fuërtemente por los lados uno icia otro. 
. I S Dudarâse acasb por que poniendo el extremo abler- 
to de un tubo en la superficie del agua , y tëniendo el ex«^ 
tremo opuesto cerrado , no sube la agùa al tubo ; siendo 
asf que parece debiera subir , porque el Ayre gravita sobre 
la agua que esta en torno de la boca abîerta del tubo , y no 
dentro de la concavidad de este , por estar cerrado el otro 
extremo. Respondo , que el Ayre que esta dentro del tubo, 
por estar comprimido à proporcion del peso del Ayre ex^ 
temo , tiene tahta fuerza elistica para resistir el ascenso 
de la agua , como aquel tiene para impeler la arriba ; y as{, 
equilibradas las dos fuerzas , el agua se queda en la mis- 
ma altura que tehla antes. 

16 Por estos principîos seresolveràn otras rauchas 
qiiestiones que podriân hacerse 9 no habiehdo alguaa que 

no 



DiscuRso XL 247 

110 tenga clara solucion , como se baya penetràdo bien la 
que hemos dichodelas dos fuerzasde gravitacion, y elas- 
ticidad del Ayre ; advirtiendo , que en aigunos fenômenos 
es causa i!biicamente la gravitacion , en otros la elasdcidad, 
en otros una , y otxa juntas ; si bien vque comd la elastici- 
dad dépende necesariamente de ta gravitacion , siempre 
esta obra , por lo menos mediatamente , aun quando el 
efeâo parece depender solo de aquella. 

$. V. 

Tf /^^^ P^^ 1^^ Causai dlchas , y na pot el miedo del 
y^ vacio , sube la agua , 6 se mantiene sùspensa, 
se démuestra con las expëriencias siguientes. 
Usando de un tubo niuy largo , como de quarenta pies ^ 6 
mas , cerrado por unâ extremidad , el quai se Uene de agua, 
y dèspues sevuëlvà^» sin que la agua se vierta , hasta colo- 
car d CTifidît) patente icia baxo ^ baxari el agua del tubo 
hastâ la aitura de treitita y dos pies-^ 6 poco mas , donde 
se quedari suspensa. Si la experiencia se hiciere con azo- 
gue 9 no subii'à este , en qualquiera tubo que sea , mas de 
dos pies-:, y treâ>dedos con corta diferencia* Si los tubo^ se 
inclinan , quaikd mas se aparten de la perpeodieular , tan- 
to nos capacid&d de ellos ocuparân^ asî la agua , como el 
azogue ; pero sin pasar jamas la agua de la alturâ perpen-- 
dicuktr de treinta y très pies, ni el azogue de la de dos pies, 
y tr^sdedos. 

1 8 AhoÉa ^e arguye àsi« Si la agua , <^ et azogue siibie^ 
ran solo , y se mantuvieran suspensos , por estorbar el va- 
cio al volver el tubo quedar(an elevados hasta su mayor 
altura , ocupandatoda la capacidad del tubo , porque no 
se dièse vacio en la parte superior de la concavid^d ; no 
sucede àsi: laegoâoeselfaorrordelvacîoquiep Uamalos 
liquidosâdaarriba. ' 

19 Mas.iO aquel «spacio que resta desde la altura de 
treinta y très pies , adonde llega la agua , hasta ta extre- 
midad superior del tubo , queda vacio de todo cuerpo , 6 
no. Si lo primero.) ya el vacio es naturalmente posiike ^y 

Q 4 à\o 



2àfi Pj^SO DEL AyRC* 

no le tienela naturaleza el horror que se dice. Si lo s^n- 
do ) qualquiera cuerpo que se diga que ocupa aquel vacio, 
ese mismo podrà ocupar toda la concavidad del tubo ^ y 
escusar à la agua el trabajo de subir cootra su natural in- 
clinacion en la bomba , ni un dedo solo ; y quando se vud- 
ve el tubo , caerà toda la agua : porque si pudo entrar al- 
gun cuerpo sutil en la parte superior , y por esQ bax6 la 
agua aquellos siete y ù ocho pies , como lo restante del tu- 
bo no esta mas cerrado , podrà entrar en todo él : con que 
no tendra la agua motivo para quedar suspensa en la altu- 
ra de treinta y dos pie$ , como ni el azpgue en la de dos 
pies y y très dedos* 

20 Sube , pues , la agua treinta y dos pies , y el azogue 
dos pies , y très dedos « porque tanto peso tiene esta altura 
en el azogue , como aquella en el aguià; y asî se equilibran 
con el peso del Ay re el peso del agua en treinta y dos ples^ 
y el del azogue en dos pies ^ y très dedos. Ni puedeo subir 
de este término; porque Uegando à estarequilibrado el peso 
del Ayre con el de los dos liquidos , no tiene fuerza pam 
hacerlos subir mas. Supongo sabido , parajmeligencia de 
esta materia , que los liquidos çontiguos ^ 6 con^unicantes 
entre si ,se equillbran à proporcion de sk pe^pespecifico, 
combinado con la altura de la columna « y noçon lo grue- 
so de ella ; y asi en dos tubos comunicantes , de los quales 
el uno fuese mil veces mas ancbo que el otro , se équilibra- 
rfa una libra de agua en el menor con mil lib;ras de agua 
en el mayor , y quedarian en la misina altura» 

$. VI. 

ai /^U£ el peso del Ayre ^ y no otra cosa détermina 
^^ los liquidos al ascenso « ae demuestra mas , por- 
que constaotemente d^asrvzn la regularidad de 
subir mas , 6 menos , à pro()prcion del mayor , é mener pe- 
so especfficd de los mismos liquidos. La agua sube con el 
exceso dicho sobre el azogue , porque es igual el excesa 
que hace el azogue en peso al agua. £1 vino sube algo 
mas que el agua , porque es algo mas ligero. 

XAas: 



. Dl8<!URSO XI. ' 349 

22 Mas: Se. ha observado kifiiiitas veces que el azo- 
gue en el barémetro sube mas , quanto es mas baxo el si- 
tio en que se hace la experiencia ; y menos , quanto el si- 
tio es mas elevado : de suerte , que sube menos en el me* 
dio de la subida de .un monte que en e} valle ; y menos en 
la cumbre que en elmeiiio. Lo quai no puede atribuirse à 
atra oosa sino à que quanto mas alto es el sitio , tanto es^ 
menor la altura de la àtm6sfera , y por tanto menor el pe- 
so del Ayre que carga sobre; elazoguew c 

23.. De las experîencias alegadas se infiere évidente- 
mente ser quimérico el leôigio dei decir que los Hquidos 
suben à determinada.altuka del tubo ^ porque lo restante 
de su concavidad es ocupado por los hàlitos exhalados de 
los mismos Hquidos. Si fuese asf ^ taoto subieran en la cum^ 
bre d^ un altlsimo mqnte comoen uayallevpuBS no exha«^ 
laa allf mas yaposres que^abâioy. Sohir^.meaps el vino 
que laagua.^ ptiei.comoimas yàporoaoi^ dairia hàlitos para^ 
ocupar mayor poi*cion de la cûacavidad del tuba £1 azo* 
gu^ séria predsoconcebirle sumamentevaporoso, pueses 
tan pbco lo que $\ibe. A propprcion^de la altura del tubo, 
subiria mas ,' ô menos e;! liçor , por ser ma^ j 6 menos lo 
que resta de .concavidad qùe^han de ocupar los hélitos; 
todo lo qual'es contra la experiencia. 

S. VIL 

24 T^tnalmente , los experimentos de la Miquina Pneu*- 
JO màtica, 6 màquina del vacfo , como la Uaman 
otros, por si solos ponen esta materia fuera de opinion. In- 
troducido en el recipiente dedicha mâquina el bar6metro, 
é tubo Ueno de azogue , i proporcion que se va extrayen* 
do el Ayre del recipiente , va baxando mas\ y mais; el azo- , 
gue ; é iotroduciendo despues de nuevQ el Ayre.Ven la mis- 
ma proporcion vuelve â subir , bastacolocarse en la altura 
en que estafaa antes^ Lo mismosucedecon la agua , y to- 
dos los demas Hcores. Boyie en su mâquina agotô el Ayre 
hasta «1 punto de no ocupar el azogue mas que un dedo 
de altura en el tubo. Como despues d^ 9py le se ha adelan- 

ta- 



9$a P£dO DSL AtRS. 

tado là perfeccioD y ytisade laMiquiaa Pne^mitSca^|fa- 
cilitàndose mucho mas la extraccion del Ayre , no dudo 
que se baxe ya mucho mas el azogue en el baràmetro, 
ô^acaso eoteramente le;de$Qcupe^; auoque no meacuer- 
do de haber leido cèsa par dcolaT' sobre esta materia» 

25 £1 mismo Boy le hîzo laekpedencia de ponér en el 
recipiente dos tablas de marmol perfeâamente Usas una 
sobre otra , pero la de abaxo ligadà al mismo recipiente; 
y habiendo quîtado el Ayre , baU6 ^e sin dificultad al- 
gunasé separaba ^aun coctsèrvaiidojel paralelismo de las 
superficies. Todo esto prueba.tcmëluyeateinente , que en 
todos estos efeélos Qada hiu3e ^ jntiiedo del vacîo , si solo 
el peso , y elasticidàd del Ayre» ; la^al como faite en el 
r-eciplente de la Màquioa Pneumitica^, 6 por lo menos se 
d^itite muchOfPbnqueiyajqaeiio sei^uitedel todael Ayre, 
queda tampocoi^qaeiesftpreccsàeararecevsie engran tnane^ 
ta 9 y à pro^Kircioaperder^de su fiierzajdisdca; no puede- 
hacer subir los licorés sino à coirtfâma altura 5 ni compris 
mir sino muy debilmente los mirmoles uno coo otro (n). 

(j) Aunque las fazoneicôn'qùe hembs prbbado el ^so" de! Ayre, 
son absolutamente'^concluybriic» ,'pbriiûe hèmbs* sabrdo -qtifc* nay 
algunos sugetos'catt) rudo^ cjuc no [AHétraii«a 'fiàtt^i'^j^^^w mkn^ 
tienen en la vulgar preocwadQn*^ii>Qai^ii(mo9l:nc)prwh3;.de lo mÎM^* 
mo dos experimentos de Monsieur Hotnberg , cuya ilacion en ordea 
al asunto es proporcionada al cntendimiento mas obtuso. 

2 Habiendo Monsieur Hbmbcrg extra^dp por medio de la. Ma- 
qiiina Pncumàttca'erÀjrrcdcun'glbbo devîdfto fiuecb , de veinée put- 
gadas dediamctro j le pes6, dess^despuos Wr&r trAyre^y pesindo- 
l»de noevo 9 vio que pesaba dos pn^as , y medio adarme mas.^^Qjifén 
aumentôel peso» sinoel Ayre introdiicide î Luegoe) fiyte^ pesado. 
Este experimento fue hecho en el Estîo , y en un iiempo muy sereno. 

3 Peso despues por el mes de Enero el" mismo globo Ileno de Ay- 
rc en un tiempo frrgidfsîmo , y halfô que pesaba quatrd onzas y me- 
dfa mis qÂe vacîo de Ayre'; de s<terte qiieVertîa^éntbnces i tener el 
Ayi« mas quedupUcadoel peso dpi primerexpècûnento* Eadaroque 
esto proyienede eit^r^el Ay/e4n^poâBprim^9.^ tUsmppJnç , y por. 
consiguiente pesar mas debaxod&igual superficie j que eu tiempo 
câlido ^ asi como si ocupasen el hueco del vidrio con lana nuiy oom- 
primîda , pesarîa mucho mas que pcupândole con lana esponjada. 
r Hist. Acad.rfio X698 );- ' - ' « -.. . > - .. 

ES- 



251 



ESFÈRA 

DEL F U E G O. 



/) ( • : / p'.'i i •• . ' • 



'■'^■"'-DjiècURSO XII. 

. I 'IV/T'^^ desiguéLcomemplto la fbitùiia en dos Fiiéso* 
' XYJl'iifbBiamigaQB ;, Xcnofailès'ttl miib v ^ Qtro Occe^ 
lo , dMcffMdœde nti^a^.£âtos'âûs i^^^ tràxei 

wa dgs notàblet noticià^ de dos Regiones^confinantes en- 
tre sf ; bien que muy distantes de nosDtro^ Xenofanés di* 
xoiquie: la Jbuna^^ita: habstacbno cnsnos^quela tterra \ y 
dol^imsiiib modoipobladau de hoàitiresl^briitol,,.^ Vi^^af 
ble8.;QDoéIol ttiBaonoiétii^biiel (Mnoîki^jqaelinmâdlai^: al 
Ciélolde la Luda yadia'.esdtendidaiper t<Kia.<stt Concavidad 
una Esfera de verdadero..fuegD» Ifa primera noticla ; bien 
que opuesta^al^ flestimpaQ de his Sagradi^ <LQtcs»3 s no de- 
ne contrat et idfoc|ne de^los^sjcntidos;: psara conocer la 
false^ede^'laittgÉndaf^! B6:ds dicnieliceijaooi-jq)ie3abrii< loa 
(lfo9» Gonctodo ^i<])|ccdQ (tuvo^^'y ftiebesado cboyLiniînJtosi 
Seâariosi A^Xehpfànes apëoas sele puedeaaegurai; aigu- 
no-; pqesi aunquepoco.hî el célebïe. Matemâtito Chrû- 
tianor Huigfens 4: iiiytfntpr. idi !là Péndllld.v etcrîUô ua ]ir 
bro sDbreiei^intb'debstsuTjhi^hadosi'l^^ los PlançtaSf 
mais 8èuii^ix)ree&qpakyiiia6|)orgugui9t:f 4 

ix)mpetencia de Keplero ^ que por. opinion: y el intwio coofr 
ceptè se puede'faacer del otroFillâsofo; que-en Plutarco 
{/iè^de On ùrbii LiméB ) ffixaicomprobacioade la senteur 
da de Xenofanes'fingitti baHefse (yîsto caef Lud Léon d& \A 
Luna sofaarèla tierr^'déi^elopQfsero^'i w^ y W r-joli - . '-'•;-. 1 
' a 14a Kptenola dQ laieidstencial deliufiKC^ 

Cie- 



252 ESFERA D£L FUSGO. ! 

Cielo de la Luna ^ séria siii duda mujr cômoda i los'aa*- 
tiguos Persas , y Caldéos , que adorabaa este elemento co- 
mo Deidad , y asi estaria.mas prpperdonado â sus ctd* | 
tos ^ colocàndole en aquella elevacion; <]:on todo , à nin- j 
guno de aquellos ancianfsimos Fil6sofos de Caldéa , y 
Persia , los dos Zoroast ros , Âzonaces ^ Béroso , Hystasp e% j 
ni Ostaneè ; si solo â Occelo Pytagérîco se àtrîbuye la glo- 
ria de este descubrimiento. Diô jgtan yuelo à la opinion de 
Ôccelo la persuasion (falsa como ïuego veremos j del pa- 
crocinio de Arist6tçles. Debaxo de cuyo suj>uesto , hecho 
el Ëstagirita dueno del Orbe literario, todo el Mundo subs- 
cribîo â la existencia de la Esfera del Fuego ; hasta que 
haciéndof rente Cardand al consentkiiieatbiiimvefvaU tras 
de este algutos ilustiss Peripaiétiços sç declartirÀa mon- 
tra la comun opihiôiB/ De este bandô fueroa inucfads fa- 
mosos Jesuitas , oomo Arriaga, Cabeo , Schdnero ^ Kir- 
cherio , y Gaspar Scotto , à quienes sin embarazo s&- 
guimos ; porqfue â la cotnim o|Mmon i» al paso que:ûi Ja aiH 
tofidad de A^lstàtçle» la ùeitotècc^nl âlguna ^6tida nzoa 
la apiadrina ^^1^ evpedenèk hiani(}estàinents la impugoa. 

3 Los higares que se cîtan de Arist6teles por la Esfe- 
ra del Puègo , son : El primero , lib* i. de Cslo ^ cap. a. 
& 3. El seguncU) i lib. 4. de Cslo ;» cap. 4^ £1 teroero , Ub. 
lé Meteon cap; 3. En et primer iugar hàbhi Aristécdes^ 
no del Fue^oeleœeQtal ^ sino de la materia celestés'i ^len 
à vecesda nombre, de Fuego : de lo ^ual se a)nvéhceri 
quien leyere con atencion aquellos dos capf tulos , especial- 
mente la ûltima parte del quarto. En el seguodo iugar no, 
dice palabra de tal Esfera dél Fuego. Sold a^rma ^ y prue* 
ba que es el Fuego el mas leiyie de ^todoaikis elemieatos^ 
porque en qualquiei:» parte del iyte que seoohique la Ua^ 
ma , se mueve àcia arriba. * ' 

4 El ûltimo Iugar , que es donde podia buscar algoo 
patrocinio la coman sentencia\^ es donde Arist6teles mani- 
fiestamente la destrujre ; pues dicé àbiertameate.qùe aquel 
cuerpo colocado entre el ajnreinfëfiér \^ y èl lUtimo Ciek>^ 
âunque se ^costumbra Uamar fuego ^ no lo;es ^ y que solo 

se 



^ DiSCURSO XII. QS3 

se le di6 ese nombre por ser un cuerpo caliente , y seco. 
Pondre sus palabras , porque à nadie quede vestîgio de 
4uda : Ergpin medio , & circum médium id babetur , quad 
gravissimum , at^ue frigidissimum , idemque discretum est^ 
terram dico , & aquam. Sed circum bac , & illa quce iis^ 
dem proxima cobarent , tum aerem , tum id quod ex consue-^ 
tudine Ignem vocamus , potd affirmamus ; ignis tamen non 
est , cum ille sit caioris redmdantia ^ & quasi fervor qui-- 
dam. lamediatamente se explica mas , advirtiendo que 
aquelloque ocupa la parte superior del espacio interpuesto 
entre la Luna , y la Tierra , y à quien se di6 el nombre de 
fuego 9 no es otra cosa que el agregado de muchas exha- 
Jaciones , que comomas levés subieron sobre los vapores; 
y por aer câlidas ^ y secas se pueden considerar oomo vir- 
tualmente igneas : Vervm oportet inselligere parPem e/emen- 
ti terne circumfùsi , qui aer dicitur , qulque etiam à nobis 
ita appellatur , bumidam , calidamqtte esse ^ quotiiam vapo-^ 
tes mittit ,. ipsiùsque ferra aspirationes continet : superio^ 
-rem maem partemicatidam , & siccam* N apura enim evapo^ 
-ratiamst^.statuitur bumor ^ & caJar ; àspitatiwis calor ^ & 
'Sicûitas* Evaporât iû etkamfàcultate est tamquam aqua ; as^ 
piratià perinde ac ignis. i Quién no se admira à vista de 
este que en las Escudas constaatemente se^é é Aristôteles 
por Patrono de la Esfera del Fuego , creyéndolo tmos sin 
eatimen.^por^ieotrôslodbceronsinreflexfcMi? . • 

S. II. 

S è V Que importarfa que Aristételes fuese de ese 

X sentir , si la experiencia , y la razon estàn por 

el opuesto ? Nadie ba visto ese fuego alla àn'iba. Luego 

ino le hay. Es clara la. conseqûènda ; porqué el fuegôy 

xomo resplandeciente ^ donde no hay estorbo interpuesto, 

necesariamente es visible. Ese fuego no tiene pâbulo en 

que cebarse , porque el ayre no puede sei^lo : luego aun- 

que Dios le hubiera criado al principio , muy luego se 

hubiera apagado. Decir que aquel fuego , por ser elemen- 

tal 9 y puro « no quema , ni resplandece , es hablar por an- 

• ' to- 



254 ESFERA DEL FUEGO. 

tojo introducir un misterîo increible en la naturaleza , y 
confundir toda la Filosofia. Nadie hasta abora descubrié 
otro medio para conocer que dos substancias son de una 
misma , û de diferentes especies , que la conveniéncia ^ û 
desconveniencia en los accidentes sensibles; porque las subs- 
tancias por si mismas no pueden conocerse. Luego care- 
ciendo aquel cuerpo contiguo al Cielo de la Luna de todos 
aquellos accidentes que observamos en el fuego de aci 
abaxo , necesariamente se debe reputar por ente de dis* 
tinta especie. Y si este argumento no valiese , no habria 
alguno con que convencer à quien se le antojase decir 
que el ayre mismo que respiramos es fuego : que la agua 
es tierra : que la tierra es ayre : que todas las plantas son 
de una misma especie , &c. Dios nos di6 sentidos para in- 
formarnos de los objetos. Ellos son las guardas, que pues- 
tos i la entrada de la aima , deben registrar si es contra<^ 
bando ^ 6 género permitido ; esto es , mentira ^ 6 verdad, 
quanto la opinion ageha prétende introducir en esta ani- 
mada repûblica. Céder al testimonio uniforme de los sen* 
tidos , es obsequio vinculado 4 los derechos de las verda- 
des reveladas. Por tanto , si esta humilde de&rencia ; coif- 
cedida à la autoridad divina , es sacrificio ; concedida i la 
humana ^ es sacrilegio , porque es igualariasen el tributo« 
y el rcspeto. ' 

6 La raoon conspira con el sentido â desterrar ese in- 
visible fuego, como ocioso, y inutil en el Mundo. i De que 
puede servir una Uama que â ningun viviente alumbra, 
ni calienta ? Solo asintiendo à la opinion apuntada arriba 
de que hay habitadores en la Luna , se podrîa decir , que 
les hace el fuego. inmediato d beneficio de enjugarlos de 
las humedades de aquel Astro. En una région donde no 
hay generaciones , y corrupciones , tampoco puede servir, 
ni para la composicion , ni para la disolucion de los mix- 
tos ; i pues à que fin }e ha criado Dios ? 



S. m. 



DiSCURSO XII. 255 

s. III. 

7 "D^ueban los Autores coQtrarios su sentencia Jo pri- 
Jl mero con la experiencia de que la llama siem- 
pre sube arriba v^omo que va à buscar su esfera. Este es 
el grande argumento de los contrarios. A que respondo, 
que la llama para subir no ha menester tener arriba su es- 
fera ; sf solo ser mas levé que el ayre que la circunda. Ge- 
neralmente entre cuerpos liquidos de desigual levidad , 6 
gravedad , siempre el mas levé sube sobre el que lo es 
menos, sin necesitar para esto de tener arriba esfera pro- 
pia que le llame. Asf sube el humo , sin que baya arri- 
ba una esfera propia del humo. Suben las exhalaciones , su- 
ben los vapores sin parar , hasta que llegan à quel punto 
donde el ayre , siendo ya mas levé que este inferior que 
respiramos , quedan en equilibrio con él en quanto al pe- 
so ^ no pudiendo alguno de los dos cuerpos elevar , 6 im- 
peler al otro mas arriba , porque para esto era necesario 
que fuese mas pesado que él , contra lo que se supone. 

8 Lo mismo se expérimenta en todos los licores de 
sensible desigualdad en quanto al peso. £1 acey te que se es- 
taba quieto en el suelo del vaso , si echan otro licor mas 
pesado que él en el mismo vaso , va subiendo tanto mas, 
quanto mas licor echaren , segun la capacidad del continen- 
te; no porque haya arriba alguna esfera de aceyte^sî por- 
que siendo el otro licor mas pesado que él, Uevàndole su pe- 
so àcia abaxo, rempuja icia arriba el acey ce , el quai queda 
sobre el licor , por ser mas levé que él , y debaxo del ayre, 
por ser mas pesado que el ayre. Lo mismo que el aceyte 
con la agua , sucede al espiritu de vino reélificado con el 
aceyte , por ser aquel mucho mas levé. No es , pues , ne- 
cesario para que la llama suba , que mire arriba i su ele- 
mento ; sino qoe el ambiente inmediato , como mas pesa- 
do , la obligue al ascenso» 

9 Confirmase mas esto , porque el carbon encendido 
ho sube ^aùaque tiene la forma de fuego. Y esto no tie- 
Qie solucion en el sentir de aquelios Filosofos , que 00 adr 

mi- 



2^6 ESFERA DEL FUEGO. 

miten en el carbon encendido otra forma substaocial que 
la de fuego. Ni hay lugar à la disparidad que senalan en* 
trë el (barbon y y la Uama , diciendo que aquel'es pesador, 
y denso; esta levé, y tara : porque aunque est» es ver- 
dad , no es compatible coa ios principios de los que daiv' 
esta respuesta ; pues si , segun los Peripatéticos ,1a raridad, 
y levidad son propiedades de la forma substancial de fuego, 
y la materia del carbon , y la Uama es especîficamente una, 
que no tiéne diferèntes propiedades ,6 por mejor decir nia*: 
guna tiene , deberà ser igualmente levé , y raro une que 
otro. Tampoco cabe la solucion que dan otros Peripatéti* 
cos , diciendo que el carbon encendido conserva la forma 
substancial del leno , envolviendo en sus poros las partf- 
culas de fuego , asi como el hierro encendido. No cabe, 
digo , en la sentenda comun que da à la forma de ceniza 
por succesora de la forma de fuego , como à la cadavéri* 
ca de la viviente. En la quai se infiere , que como todo el 
carbon se hace ceniza , todo fue fuego antes^ No sucede as{ 
en el hierro encendido ; pues sacudida la Uama , se vé que 
retiene su antlgua forma. 

10 Es cierto , pues , que el fuego sube , 6 baxa segun 
la materia en que prende. Si esta es mas levé que el ayre, 
sube : si es mas pesada , baxa. Dexando à parte otra razon 
mas oculta , que en algunas materias determmadas inter- 
viene para el descenso , como en el rayo , y en aquella va- 
liente imitacion del rayo ^ que por entrar en su composicion 
el métal precioso , se Uama Oro fulminante ^ pues es 
cierto , que como las Hamas de estos dos Meteoros ar« 
dientes , no solo baxan à proporcion de su gravedad , mas 
rompen los cuerpos que les ocurren al paso con estrana 
furia ; otra causa mas que la gravedad de la materia in-* 
fluye en su violento precipicio. 

1 1 Para mayor desengafio de los que atribuyen el as- 
censo de la Uama al conato de buscar su elemento ^ ha* 
gan la reflexion de que , como ellos mismos ensenaa , la 
inclinacion natural puede frustrarse en uno, û otro indi* 
viduo de una especie , perq no en todos ; porque ioutil* 

men- 



.E^scùRso XII. " tts7 

mente imprîmîera el Autor de la nataralezà en alguna es* 
pecie un oniovimiento , que nunca ^ 6 en ningun iadividuo 
de ella hs^ia de Uegar al tévmino. At sic est ^ que nmgu-^ 
na Uama que arde adi. ahato;^ logra « en fuôrza de su cch* 
nato â subir , Uégar à la esfera ignea :» que dîcen esté alli 
arriba : luego no tiene tal inclinadon à buscar esa esfera* 
la Ultimamente. No es cierto que toda Dama afeéte 
el asœnso , extendiéndbse en foroia piramidal àcia arribaç 
antes bien , apartàndo toda presiôn externai, se confocma^ 
en figura orbicular. Lo quai se compirueba con el célèbre 
experimento de Bacon deVerulanaio^que citatnosen las Pa^ 
radoxas Fisicas , nûm. 27 , y siguientes. Véase aquel lugan 

13 I^Ponen lo segundo los côntrarios^ que siendo et 
\J fuego una de los qûatfo Etementos ^ se le debe 
seSalar sitio , 6 lugar determinado^» como le tienen la tîer« 
ra , el ayre ^ y Ja aguà : luego no teniéndole acà abaxo, 
•e ledebç aeSalar alla arriba* . : 

. 74 Respondoldprimero^que^eargumentopifocede 
9obre un supuesto muy dudoso ; esto es, que ehfuégo seji 
elemento: nadie ignofa quinto ha estado , y esta en opinio-^ 
nés quâles sean los verdaderos elementds de los mixtos., yr 
quanta variedadde sentencias hay eaestafamosa question; 
Respondo lo segundo> que no en>quÂlesquieraxircunstan-4 
cias se infiere la conse^iiencia. de utios elenientos à otrosi 
En toda la naturaleza no se encuenttan tierra « ûi agua ele-> 
mentales puras. Con todo , no querràn los contrarios que 
no haya fuego elemental puro ; pues sobre eso renimos 
ahora. Del mismo modo , pues , de que los otros très ele^ 
mentos tengan lugar determinado ^ no se infiere que le ten^ 
ga el fuego. La disparidad esta en que el fuego , â distin- 
cion de los demis , necesîta de pibulo , èl quai no puede 
tener en el lugar que los contrarios le se&alan; antes es pre- 
ciso que se mezcle con los otros très elementos para ce- 
barse en ellos. 

15 Respondo lo tercero , que no es dificil sçnalar lu- 
Tim.ILdelTeatro. R gat 



asS ESFERÀ DEL FUSGÔ. 

gar propio al elemento del fuego , y de hecho ya lauchos 
se le senalaron , aunque con harta diversidad. Los Astro- 
Romos modernos , que ée qoimin acuerdo convienen en 
que el Sol es formai , y verdaderè fuego ^ seâalan por si* 
tio propio de este elemepto todo d espaciô que ocupa el 
cuerpo solar. OtrosFilésofosconstituyeron el lugar princi- 
pal del fuego en las intimas entraîias de la tierra , donde 
dicen hay un pyrofilacio grandisimo , ù depôsito inmen* 
se de Ilamas^ v<]ue en varios ramos se difonde , y comuni* 
ca à los conceptâculos de les muchOs. volcanes que liay 
en la superficie de la tierra. Sobre que se puede ver el 
Padre Kirquer en su Segundo triage extàtico ; y Bay le en 
el segundo Tomo de Ff sica. ^ 

i6 Oponen lo tercero li g6t|eracion de los Cometas^ 
y otros Meteoros igneos en la suprema région diel^yre. 
Respondo , que tambien en las otras dos regiones se en- 
gendran , sin que en ellas hay a. fuego formai antécédent 
temente à su formacion^ como en la région média los ra- 
yos , y en la fnfima los fuegos fatuos, Càmo ^e prodocen 
eétas Hamas v ora sea por antiperfsUsis i bra por la vio- 
lenta fermentacion de materias heterogeneas inflamables^ 
tratan en su lugar los Filésofbs. Ni ahora es razon dé- 
tenernos en esto. Afiado , que los Cometas es muy incier- 
to que se engendren en la suprema région del ayre. A lo 
menos es cierto , que los que pudieron ser registrados con 
mas exâétas observaciones , se hall6 estar colocados sobre 
el Cielo de la Luna. Véase lo que sobre esto hemos dicho 
en el primer Tomo , Disct X. 



DEL 



as9 

w 



DEL ANTIPERISTASIS. 



DISCURSO XIII 

$.1. 

I ^^Rey6se hasta ahora , y aun se crée ^ que los si« 
V^ tios colocados à alguna distancia déyaxp de la 
superficie delà tierra , como los pozos profundos^ y ca-- 
vernas sdbterrâneas , son en el Estfoiabsolutamènte frios, 
y en el liwierno absolutamentecalientes. Dando por cons^ 
tante este hecho à persuasion del sentido , entraron los Fi* 
\6sofos & exàminar la causa. Conviniéronse inniediatamen<« 
te en que las qualidades contrarias crecen en intension^ 
quaadô esta cadafuaa cerca de su enemiga ; y àsie} cuer«» 
po fric se eofria inas\, si esta sitiado de al^ cuerpo ca-^ 
liente , como el cuerpo caliente se calienta mas , si esta 
âtiado de algun coerpo frio. Colocaron luegb , sin mas fun-> 
damento que.là experiencia dlchaf\ esta resohicion filoséfr* 
ca en grado de axloma. Tomaron en usq paraella la vos 
Griega Am^iperistasis 9 que vale lo mismo qpe circuitnob* 
sesiott , û obsesion del contrario : à la verdad cOn buen 
consejo ; porque à la sombra de una voz Griega se auto-» 
riza mucho la décision mas errada ; y adquiere cierta pom-* 
pa de verdad SMblime'ytodo lo que.se adorna con un rasgb 
de idioma.forastero. 

a Perô coma quedase en pie la dificultad de explicar 
c6mo , y por que del encuentro de las qualidades contra- 
rias résulta la mayor intension de ellas , aquî se dividie- 
ron los sabios exploradores de la naturaleza ; cuyas opî-» 
oiones sç entenderân mejor usando del exemplo de la agusi 
del pozQ , que suponen mas fria en el £stio. Los rigurosos 
Antiperistàticos dicen- que la frialdad de la agua , sitiade 

Ra da 



d6o Del Antipsrtstasis* 

de su. contrario el calot que rcynâ.» â àmËknte vêcœo^ 
esfuerzâ su propia aétividad , como quien al verse comba- 
tidd jdé 'SU ehertngo /pone para "tfefensa .el ùltîbiQ c6^ 
ifato; I^erâr esta opinion n& puede'subsifetir : lo unb , porqwr 
no pueden las qualidades obrar sobre el grado en que es- 
tân , pues nadie da lo que no tiene ; y asila frialdad co- 
mo dos no pue4e producÎF la frialdad çomo quatro. Lo 
otro , porque se'^sîgliîerà qtre'la:6îeve*menda dentro de 
un circulo de fuego, en vez 4^ derretirse^se congelàra mas« 
3 Otros recurren à ciertos 'efluvios , 6 hàlitos ( aigu- 
nos los Uanaan especies intencionales ) dèspedidbs de isL 
agua s que aLtcopezar con elxalor del ambiente ^ retroce- 
den fugklvos i la madré de.donde çaliecoo ^: y Je. aumen*^ 
t;an Id feiaidad; Este modo de dedx padeceltruofamas di^ 
ficuhades^qiie el. antécédente 4 y soèire dlas las que seû^ 
guen. La primera , que à los hàlitos ^ 6 efluvios levés de 
los. cuerpos hûmedos ^ el calor. los éleva ; y asf oa 
puede ser el calor quien Jûsabate. La se^anda ^ que rà 
son especies intçpcionales Jiailarin tan.abieifto'.el paso 

Cor el ayre cafiente yComâpOT el frio ; pues cammah tan 
ien , y.vienen tanprontas à nuestros sentidos en el Estfo, 
como en la Primavera , sio necesitar , auaqiie wn taD de- 
licadai ^fdé ptevenirsede^eiifriadera de camino para la joi^ 
nada; Làteccera , qoe seando que ftieren aquellos eiitecî* 
1161 duenide^t, que yan^, y vienen ^ no pueden tener mas 
frialdad quaiido vuelv^iï à la agua , que ahtes de salir de 
ella , pues no encuentran en el camino quien pueda comu-« 
nicârsela ; y asi , ni eUos pueden participàfsela à la agua, 
fiigaesquecomo eLmiedp grande se'.dice' que hieki , sue^ 
fien estos Antiperistâticos , que aquellas espfas avanzadas^ 
que' envia la^ agua à recbnbcer el calor sa enemigo , vuel- 
ven i ella heladas del susto. 

• 4 Otros , en iin , son de sentir que las exhalaciones 
calientes 'de:la tierra ^ detenidasenel Invierno dentro de 
sus entrafiasi , por la opodcion del frio externo , que oc 
las dexa salir ^ caliehtan en aquella estacioa la agua de 
los pozos , y evâporindose por la falta de ese estorl^ en el 

Es- 



/ DracuRso XIII. ' s6( 

EstioVI^ aiise&da de ellas le pernute i la agua récobrar 
su frialdad nativa. ; /^ 

^ Aunque esta sentenda es mas verisimil en quanto à 
la causa que senaia , padece la nulidad de procéder s(>« 
bre un supuesto falso ; convienê i, saber , que la agua de 
los pozos esta n^as fria eu Estfo , que en el lAvierno ; y asi 
tcxlo k> que hace éa proponer una explicacion que no di-*^^ 
sneaa de^un efeâso qiie no ex^sto. 

S. IL 
6 T\l£^> > pues ^ qme es falso que en los pozos , / luga*-. 
tXJ ire^subterraneoishayaiiiasfrio^iproporciaaque 
ésttiascilidofel^anibientecpcteraa La yendad de Jiuestra 
conclusion se proebaf evidentementë con el Termàmetro^ 
testigo mày(Mr de toda^excepdon eh esta màteri^ ; pues ha-i 
biéndôtecolocâdio-en «varias logaores'subterràneosi, se hsi 
▼teto m»0têtkn9ejei> fcor cont«mâo< €n:élen> la; n^ismà aU 
tuf4'4bdd élaito ç'yislpl^sîtià fîiese mas iftid.duoaote laissa 
taiâM-aifdkKttttiiQeoèsariamehte'œ'fa^ ' 

cbild^lsaralgo el licof; y porcotlsiguient^ baxàr algunaa 
Ikieas en'jos meses çalientes. £n.este.Monas|etio hay ua 
paipù ,'4ciQ(tf agaa/josqganitQdoaseï mbdioiDaafiresoaen'el 
fistiè v^ «liteiflpMieiapoc^peoo ya:^ ihabiéodola éiàvAmn 
âtfiy^ià^^etâ^f C0ii)ël Teoinénletro4 Jâ.fa^ 
fWttfHenio^'qiièebiel\ÇsC)io:(ii)^ :; , • 

-T9m.'IL4elTeatrà. R3 Con 

I /!tf)vMDilfia{r:M}n:i0te.tuvo p6r mluchoa agpa cplocado un Termov 
métro en una cueva^flel;.pbser,ya^ÇH:iQide;Parîs , 4e ochcnt^y .qugtrc) 



g 




ef^4a superficie de la tierra $e aumentaba el calor j y baxaba i propor^ 
€ioli^>qae!br^a tnperfideoie iar tierra té àumrouba et> frio ^( auntino 
tanto-el asçenso , como el deacenso , eyan jaucho menorcs que cLasIt 
itnmtfti'ifidcêeçnsi dcMiccB* eh los Barometros colocado» en U supers 
fitie: Pruéba oçbcluyentcdè qae>nose'attmeAiael frio en Ifi&sitios 
-8ii6te#ritieosi,!qiiando. se aumcnta el calor en los eupci:terraneos; 
nj ÎbI calor diTâq«dios:/^uanda el frio en estos ; antes al contrario^ 
se àumenta et calor en los.sitios sul^teaancQS.» quando se fument» 



a6a DsL Antipsaistasis. 

7 Contra esta prueba ^que es coiiduyimte( pueis jamas 
miente el Term6metro en el informe de^losgrados (te frio^ 
y calor ), reclaman los qoe no làcomprefaeodeacoQ el tes- 
timonio del sentido , diciendo que la jexperiencta muestra 
lo contrario ; porque si algxuo baxa i algunacueva sub- 
terr^nea en d 'mayor frio dd laYterno ^ percibe eo ella. 
sensadon ^e calor ; y siea el mayor calor del Eskio , seo- 
sacion de frio. Âsimismo la agita de popoa, Afuentês pro* 
fiuidas se siente fria en el Estio , y tibia en el Invierno. 

8 Respôndese facilmente ^ que para que resulten las 
sensaciones dichaç^ no es meûéstor qne \o$ lugaretf |if ofun- 
dos estén frios en el Estio ^ y catieMes en erinvieiao ; si 
solo que en uixi v y otro démpo^OQriseni^ituAa jt603|:ierie 
média ^ comô de hechoUiiconsêfvam La razon es clara: 
porque çl que de im amhiente muy càlido ( quai es el dd 
Estîo ) . pasa à un ambiente teosplado 4 al «otrar «n* él sien- 
te frio ; y al contrackx siente calor d. queestra w^^ sa^ 

^ Uendo'de im anubiente muy frlô^Iqualfs <ddd lâvierno: 
siendo re|gfla genlecalcfl todos;lQsséiiddoa\: q^!^ el triimr 
to de un extremo al mèdio ^ no sîenteo èl medk) wwà t^d» 
sino como que déclina, al extrenoo opuesto. Y asi « si doA 
hombres que cengaDlas maaos , uno;nauy friaa^y el otro 
muy cafiemes , las ehtraii en .upa aguâqu^esté ^ la teiiH 
perie média raqoel isieiitela a^na icaOïente ^y este ifjria. J)d 
mismo modo , si en un edificm grande bay ,tres ^laittost 
uno caliente ; otro frio « y otro templado , elqu0 del quar* 
to frio pasa al templado , le sicscite caliente;>y d que del 
quarto calîente pàsa à él , le siente fresco. 

9 Péro donde hias palpablémentè se demuèslra esto^ 
es en Umismâ agua de los pozo3 ; la quai Jk)s.que en el 

' ' ' ."■ £$. 
«n los tuperterraneos , y el frioasiinîsiiioseaiiiiieotaeii «qudliM qnia* 
do en eyios, aunque es mucho menor cl aùmento de frio ^ y calor eo 
aquellof . Por estas observaciones se ^ehe corregir lo que decinu» ea 
el citado némero^ donde fiados en otro Aiitor , no dîgno de tanta ii^ 
aentamos , que en los sitsds subterranciM se manljcue el Jicor dd Ter- 
ai6nietro en la mîsma altura todo el ano* Pero se debe Jiaacr otccp* 
cion de los sitios pimiamenu poofuodos* ^ ' 



DiscuRso XIIL 26^ 

Estfo estin hechos i beber dé àieve , sienten caliénte « 6 
tibia en aquel mismo gradoque la experimentan en las ma- 
yores heladas del Enero ; y los que en el Estîo beben del 
agua expuesta ai comiin ambiente ^ sienten el agua de los 
p02X>s muy ftesca. 

10 En los demas sentidos se expérimenta lo mismd. El 
que acostumbra â beber vinos muy dulces ^ como la NUU 
vasfa ) siente oomo agrio ^ 6 avinagrado el de Ribadavia^; 
aunque sazonado y y maduro ; y el que acabase de tomar ai^ 
go de zurno de Union ^ sentira un vino verde ^ como si fue^ 
sealgodnlcel Notiene^puea^mas niisterio la seniadoa 
de frîo que se percibe en los lugares profbndos efù el Estîo^ 
que el que entra «n él acaba de salir de un ambiente ciUdo: 
ni la sénsacion de calor en el Invierno pide mas anm,que 
acabar de salir el que la pembe de uaaoïhintiefic^. 

rr T)£fo ^ de advertir , que la dicho ae: eotiaide ha^ 
Jl Uando por lo général. Sin embargo de lo quai 
es derfioque liay alguaoa lugares snbterrd^niids ^ que xxï 
àbflobAdflaente firio» vy okros abiolutamente caliêdtes % mtts 
esto aîn distînsîon de tieaipos ^ 6 estadooea. Variais mine4 
ras se han hallado^ cu/o ambiente , no soloiterca de sa 
orifido , mas tambien en la profundidad , es maa caliente 
que el ayre externo aun en el mayor fervor dd Estio. En 
los montes Rutheneuea , que pieoso estàn en la Provtncia 
Aquitania , hay algunascuevas calidfsimas, doade se muen 
ve valientemente el sudor al que por algun tiempo se de-i 
tiene en ellas. Lo mismo se refiere de otras que hay en el 
Apenino(a\ 

R 4 Ni 

{a) En el Franco Condado , i cinco léguas de Besanzon , al pie de 
una roca hay una cueva de ochenta pies de profundidad , donde real- 
mente » durante el Estio , se siente gran frio , y mucho mcnos en d 
Invierno, La agua que entra en ella esti helada en el Estio , y en d 
Invierno deshelada. Monsieur de Villerez , Frofesor de Anatomiat 
y de Botântca en la Universidad de Besanzon , entrô en ella el ano 
de 1711. por el mes de Septiembre , quaado la agua conteiûda en la 

eue-* 



204 Del ANTiPSRiSTAsii. 

12 Ni este calor ^ni el de las aguas mioérales , nàce 
por lo coixiun ( como vulgarmente se juzga ) de la proxî-* 
midad de los fuegos subterraneos« Digo por h comun , pues 
en algunaç partes podri tambien depender deeste prioci-. 
pio. Pero en las mas , donde salen aguasccalîântes:, no sq 
ha desciibierto jamas alguitfaegb subterrabeo , niles me* 
nester ese agente para comunicarles el calor ^ sabôéodose» 
por muchas experiencias , que. la mezcla dealgunds mine^ 
raies ^ cuyas particulas raén ^ y llevan icoosigor^estas aguas^ 
tfopekatido coael^los enlosconduâo^ {SÛbtierjiaiieQs 4 e%fn^. 
fea* con la fernoèntacion un çdàarmMy, sensible vy^^ vecœ 
violenta A la inezcla que jic hade del èspirîtii de yitrioloy 
6 dçl espiritu de nitro con elhierro , para sacar la $al de 
este métal , estando frios rantês imo;^ .y ocro inateriaU se 
sigue •prdûta»ebt»*una. grande fifecVesçe^ 
cla de varios liquidos , donde reyne de una parte el alkali, 
y de otra el âcîdo , suçedè^lé mîsmo. Pero lo mas admi- 
rable en esta materlà'es,' quç baciendoiina pascat^âFante- 
mente grande de limadurais . de bierr<) v aqufre ^ yjagilâ , sin 
otra oosa /Itegia i côncebir ftiego i» y 'sevpuede:hacer>CQ9 
ella artificialmente el volcaii^ y d terremoto ; porqneime^ 
tiéndola debaxo.de tierra yi pooo tiempo* rompe la Itema^ 
moviendo la tierra sobrepùesta. Monsieur Lemeti hî^o'es^ 
ta experiencia^ cônio se refiere en la Historia.de JaAca«» 
dèmia Reaide las Cienciasiaiiotie 1703; .-. . c : 1 
: 1 3 Si^odo ^ pues ^ coostanie que en. laa : entranâs de Ja; 
tierra iiay infioita copia de estos minérales^ tiuya mezda 
excita ya menor, ya oiayor calor ^ no hamenester élagua 
- . . ^- j --•.... pa-i 

cueva empezaba â deshclarse. Con todo , hall6 el payiipento de )a 
çpeva, que es igual ,>y Ijpno, cubierto de très pies de hiélo. Exàihi* 
nando las tierras vecinas , de$cubri6^1a c^u^a 4e tan raro fenômeno. 
Todas , especiahncnte las que estân ^sobre la xjoveda de la cueva, 
abundan de un sal nitroso , ô sal àmmoniaco naturah Este sal, pues- 
to en mo/imiento por lo$ calores del Estio , se mezcla mas facilmen- 
ite con las aguas , que por la tierra , v por las cisuras de la roca pêne- 
tfan i h cueva. De a(Juf tesu^taUl nielb , y cl frto de la cueva ; ca- 
mo don la mezcla del'mismo a^nte se hièla là agaa contenida en un 
v^s'o'artificial. * ' - •- . 4— • . . .^ .. ., 



para cateAtai^e psas que iiiËlEçIar en $( mûmalas pzttical^ 
de elles. Yo me acuerdo de haber leîdo de ua Inglés , dea« 
tinado por su Rey à la avexigwicioa fi^ka dç lasaguas. mi^ 
nerates: V qt» liateiertdtt.abiprtQjâ.liwgp' tïwhob*! rspnplufta 
<te^ una fii«Me,dei«afea«4 H^é éiim âUp ,^^^ vî<^ qti^^t« 
îaudal'<9e:fdi(iiiaba dd do^.dîfbrentes , iguei^eocurm» alU) 
y sieiKk^ laa agiîas. de uno , y otro frias aote^ de juntarae^ 
despUes de la mezida codc^aA.excesîvp c^Ior :*]o quai qq 
puecle atrHmirseil.otra tQ$»ii&»A If^imoèmMiepÀ^ las 
par.tki^ide/diferente8.ii^neral0^.i.qH!^i^^ «ua ^.y; eanm 
agiMb I^9jS»goarcdê:iCiiridj3a4tn.)S€^ (^rljaa ma3 c;alitotea 
que se conoceh enËurdpa: pttes faay entre ellas fueiue 
donde se cueceo los fauevos ; y otra ^ 9i]e.JJaiiiaQ la fuente 
Furiosa. , potqujeirompeàcia arxijba cebimpetu de^iqesura^ 
dp; ^.vtcrte:el àgiialcai&i -iûik^eodo ;; lOi que «trMwyet)o& s<^-î 
UdoLfonâaiteafiObeLMédicâvJiian.vGp€r^Q Ife^gec^ à Jà 
abundancia que hay en el terreno por (loa^ct ço]i^r$i) edtas 
aguas de alumbre , nitro^^M trû}lo , hierro , y azufre , que 
9ie ha^vistt^t^er losinîiterales tnafl «ptfis^p^r^a^^a^iiiar coç ja 
femi$iliacso9 HflL ôaior jirehe«efif«. tl^gS) jn^flË^Hiei^ne^ ànaly- 
tlcaa<|iie«^e hao hech» infir^^s v^es^.i^ tosiagiiias-tbctr^ 
iQaJe^ /han œMtjradO|e^tpiiiiis(mo; pm^ mv^ri^seMtk enh 
çoQtfado en ellas pariicubis. deestos minérales , ^ue al fer-» 
Qieoterse se>eQciendeQ.Xas que hay j^n Ja Ciudad d^ Or^en? 
se t^patHa mia:, Uamadasde tadBarg^^^son^taoïardîgHe) 
coma las de Carlsbaden^ y jamas;js(> ^ueHi9$ t^iwino§ ss 
deacubri6 algun fiaiego subtcïraii«»rï|!#i?p'eji:g^^ y mo- 
le9to olor que exhalan ^ muestraia abuddaçcia de particu- 
las «ulfureas ^ y de otros minérales q^e embeben« 
, J4 La n^ezda. -, pues , de. yar;os h^Utpa jp^tosos , sul- 
furées i yfttri61kos , y otros ^ ipe*cJéndQfiçj?9 najçoojf cantî-* 
dad, pueden p[rodUcir un ealopr bien'^f>$îbje(en)9}gunas 
mineras , 6 cbvernas : asf como mezclados eninaypr abun* 
dancia , producen eh la région infima dei ayre.los fuQgos 
fatuos , y en. la média Jos rayos* Ni tieneii tampocô otro 
priocipio los volcanesque la,mçzp\a d^dicbps min^alç? 
€0 los lugares donde liày, grao x^opia de eUp^., concurxj^^pr 

do 



a$& Dsiril^TinausTÂiis. 

do jUQtamentë mtiéhâ tdateriavitaminosa; en qnleà se^os^ 
be , y persévère la llania. Aunque de otro modo lo peas6 
on E^pafiol, cuyo grictoso dlscurso reBere el Padre Milliec 
enel lib. a. de Astrènomlà. Este.» ëoasideraado^qii&los vcd* 
ôiEtnesduràil sitf^iilguttse^por tahtos ôglos^, hi^ola43iieii- 
ta de que la ïaaitetià, <jùe arde en ellôs m (Kxlia ser orra 
que oro ; porque solo este métal résiste sin consumirse al 
mas porfiado , y aâivo inceodio. Pensando , pues , enrique- 
eerse à pbca costa '4 éogiâtido una buena porcion de aquel 
«état derrecidô , descolgà para este efeâo ^ quando la tla^ 
ma del volcati éstaba abatida « desdèel bonté de la caver* 
na una caldera fuerte pendtente de una cadeoa de bierro: 
Pero fue tan infellz en esta tentativà , como en el primer 
discurso , porque no bien toc6 la caldera aquiel voracîômo 
fuego , quando se é&tiiiô cou patte de ia cadena j quedao-» 
do el buen Espàfiol at&diM por un latb ooq ei reato de Im 
cadenaentamanôé 

S- IV- 
iS T7N quanto à a1||tinos lugares ^ubtefraneos , qtié se 
XL experimeiitan rîgufwaimeate frios v^ defae dis- 
currir del mismo tnddo ^ que éstolo ocasionatî algunDs mi-^ 
neralés dotados de esta aâividad ^ 6 por mejor dedr , esio 
mismo se expérimenta ; porque en las cuevas donde nace 
el nitro , se siente en todos tiempos un frio mity agudo. El 
famoso Inglés Boyle , fundado en repecidos experimantos 
que hizo , dice' que si â quatro libras de agùa st meacla 
una' libra de sal amoïQttiaco hecho polvos ; toma el agoa. 
una frialdad intensfsîma. Puede , pues ^ suceder que los ar* 
royos que discurren por los conduâos subterraneos , tro- 
piecen con este minerai \ û otros semejantes , con lo quai 
enfriàndose taïUcho élagua; ,enfpie asimtsmo i otros luga« 
res por donde transita. Pero creo que los hàlitos nitrosos, 
por la mucha abundancia que hay de elios , haria mas en 
esto : y i ellos se debe atribuir la frialdad mas que media« 
na de esta , 6 aquella fuente. Dîgo de esta, 6 aquella fuen-» 
te , porque aunque en todos los Paises montuosos ponde* 
ran muchas como friisimas , yo , siendo harto curioso en 

es- 



DiscuRso Xin. a6j 

eff n mitenh 9 y ha&iendo vis^Mo por montalSas altas varia» 
veces ,,DO he encontrado zgsjig, de fuente que pudiese de- 
cirse ti^^ ffla , sîtio iina*qiie aay çâ lo âîto del niopte de 
Latariegbs ; que divide al PrInCipado de Asturias pof aque< 
lia parte del Reyro de Leoo. Y aun esty dista algo de la 
frialdad que da i«la agua la iiieve. Lat demas , que comun- 
mente.se dicen muy ^ias , se juzgan taies por la compara- 
cioD que se hace con otras fuentes de oonduâo poco pro- 
fundo , é quiençs por tadtô de^leidpTaàléoCèl calor del am- 
biente externo en el Estîo. 

1^, 'Ni la deaigûald^d qup comuntnente se obfeerva eu 
las fu€XiH& i .^pendê o];difiariamQprieiâe otkoiprjiippiô que 
4eilamâ(f4»irj, DjDçi|Qar!cj)£Ôfmdidad;4ld^ ^ par 1» 

quai sm naj^:^:^ oaeaos susceptivaB^elA impresioDrd^ am» 
biente calienteen çl.Esdo ^ û dd fbia eô ellaviemo ; P^ro 
si utta^vû Qtm ar haUa intensanstakelirta ^^ debe4ttrU)uir 
Idasj ^(tkiilâ&:v4 hélitba de.loa fôîncaralesiAnimidyiçl^ 
AabjW^e<phagiXf^q!i»Myc^8Êà deotaVis ^<fi»(M di^rke 
en algun seno no muy distante de IsLWsmÈSàèo^éQviét naee 
la fuente. 

17 Eaiin; jânucs larfftaldftdde Us ^gOas^, dsitios sub- 
terraaeos se puede atribuir à la cercanla del ambiente fo- 
fios(hkft^Eiitki» Y » iipf«pQrcioo\dfeiicalQr««xlierao $e hu- 
biese de aumentar el frio en la agua de los pozos ,* ^ quién 
no vé que en Paises muy aïdientes deberia llegar à helar- 
^ la isqguade poaos> tti^ prtifuiid<w ^ la^qwl sin jpmbnrgo 



■ ' .'1. -, *','.. .. / .. .. . • 






PA- 



3(9a 



PARADOXAL 

FISICAS. 



. ..J 1\ 



DLScèàsO XIV. 



I TA vos Ori^ Par€ubpca\^6 Paradoxfologla ^ coq 
JLf {M^opieabdutmrtjgfmfioa p(roposioioiij£il3av^îin(>fie 
càtofiEi^^olavertiâfiiîli'&incMîbteq jzû ^v&ftaaoMÏit» 
seapiKcafeMr^fOKiàakpieHasproposia^^ aer coik 

tra ta-comuti opinion dé kîs faombres , ô.porlds primer 
Ms visds-^aue tieo0d de £klsaft ^ dificititan cd asenso^ am^ 
qu» mâmliiadas^» coq ; rigor. «se hallèà ^iàrdadécasv ^] pi^^ 
bikàseiê l^itfjite^ Diaéucsb ^tar.éÂ08'plgUAas:'4)6i^aoGiQQM 
M^é làsi^SfiSiâttuas^i jb ^).ii. K'.i:^ vLfi. t.a ont^i niit^iL* d 

- :'. I •; :■ ;: A\ r*.:.*/ b /".'.'.Ç^-ul, ..;: rj ?'^>i*>^ r.j 'ji:\i ùw on 
« 9 TA F<siéa:vutgsnr^^istribuy9 tes^qttatro ^uaJidade^ 

X^ que Uama primeras, 6 elementales5'âiiCTeJos*^et*^ 
tro elementos , senalando à cada elemento uoa intensa en 
sumo grado , y otra cerca del samo grade. Asi al fuego 
atribuye cahr in summo , y sequedad propè summum. Al ay- 
re , bumedad in summo , y r^/^r pr(>p^' summum. A la agua, 
frialdad in summo , y bumedad propè summum. A la tierra. 
sequedad in summo , y frialdad propè summum. Esta distri* 
bucioQ , qne fue arreglada , no por un severo examen de la 
naturaleza de las cosas, si solo por una proporcion imagi- 
naria , padece gravisimas dlficultades ^ bien ponderadas 
por los Filôsofos modernos. Solo en el calor sumo del fue- 

. go 



:DiscuRso XIV. ' 269 

go no se hapuesto dificultad alguna hasta ahora ; y esto es 
puntualmete en lo qae yo ahora la pongo* 
? 3 Qlie èl fuego elemental no es câlido in summo , se 
prueba de que hay otro calor mucho mayor ; conviene à 
saber , el del Sol , quando^e juntan sus rayos en el foco del 
espejo ustorio. Es cierto que no alcanza , ni con mucho ^ la 
aâiWdad del mas vigorosô fuego  las operacîonesde aquél 
ardentisimo astro. Sirva de prueba el espejo ustorio , que 
190 hà muchos aiios hizb él Seiior Villete , Artifice excelen- 
te de Léon de Francia , cuya descripcion se imprimi6 en 
Lieja el ano de 1715 ^ y se halla copîada en las Mèmôrias 
de Trévoux del axio de 17x6. Este espejo en el punto mis* 
mo que se aplica à su foco ^alquiera madera , pbr verde 
^e sea , tan prontâmente 'excita en ella llama , como el 
ftiego elemental en una sequîsimaestopa. En menos de un 
minuto funde los metales que mas resisten la liquacion, 
d cobre , el hierro,, el oro , el acero , generalmente todo 
minerai. La operacion mas alta que los Chymicos han des- 
cubierto en el fuegô , es là vitrificacioii , dicha asi por re- 
ducîr una especie de vidro la materîa ; pero el /uego 
mas iotfenso , sobre tardar mucho en estaôperacion ,1a lo- 
gra en pocos sugetos. El espep ustorio vitrifica en brève 
tîempo todo género de materias , las tejas , los ladrillos , la 
argamasa , los huesos , todo género de piedras^ hâsta èl 
mârmol , y el pôrfido : en que lo mas admirable es , que las 
imdras mismas de que se compone el suelo de los hornos 
îlonde se funden las minas de hierro , resistiendo aiios en- 
teros sin liqùarse à aquel fuego intensfsiftiô ^ al presentarse 
ea el foco del espejo , sin dilacion empiezan à gotear. 

4 Siendo tanto esto ; aun es mas lo que nos resta >por' 
decir. La resolucion analytîca del oro , o lo que es lo mis- 
œo , la separacion dé los principios que le componen , ^e 
ha juzgado hasta ahora imposable* No guardan tan tenaz- 
mente losavaros el oro , como el oro su intrfnseca texturar 
por mas que le han atormentado los Chymicos en el fue-- 
go , jamas pudieron hacerle perder la forma. Sin embargd," 
la valentia de tste generoso meta! se îindi6 en el espejb 

us- 



a7o Pâradoxas Fisicas« 

ustorio â la fuerza del Sol , como que solo se sujeta obedien* 
te à aquel astro ^ à quien se dice debe la exlstencia. 

S Monsieur Homberg , de la Âcademia Real de las 
Ciencias , fue el primero que expérimenté este ràro fea6- 
meno , resolviendo en humos ( que este célèbre Chymico 
juzg6 ser la parte mercurial del oro ) gran porciôn de la 
masa que se présenté al espejo del Palaclo Real de Paris , y 
quedando por residuo unà materia terrestre ^ mezclàda coa 
algo de azufre , que despues se vitrificô. AsI el Asufre , y 
mercurio , que en la opinion de Homberg , juntos con la 
tierra , componen el oro , aunque volitiles por su natura- 
leza , y por tanto disipables al imperio del fuego en otros 
metales , y en todos los demas mixtos ; en el oro se unen 
tan intimamente , que ninguna otra fuerza que la del Sol 
los puede separar : luego el calor del Sol es mucho mayor 
que el del fuego. Y por consiguiente no es el fuego de- 
mental càlido en sumo grado^que es lo que quisimos proban 

PÂRADOXA II. 

El i^e ont es se debe juzgar frio que caliente. 

S. II. 

6 A Ristételes atribuy 6 al ayre calor debaxp dei mmo 
jl\ grado * 6 cerca del sumo grado. Otros Filésofos 
con mas fundameoto le juzgan indiferente à frio , y calor. 
Yo 9 sin meterme à impugnar esta segunda sentencia ^ digo 
que mucho mayor razon hay para juzgarle frio que t^lido. 
Lo quai manifiesto de este modo. Para hacer conceptô de 
las qualidades propias de un sugeto , se ha de con^deiar 
en aquel estado eh que esta removido todo agente extrin- 
seco , à cuya operacion se pueda atribuir el e£t€to ; consi* 
derado el ayre en este estado , siempre se halla frio : luego 
por su natufaleza es frio. La menor se prueba , porque el 
ayre solo à la presencia del Sol se calienta , y siempre que 
el Sol se ausenta se enfria , tanto mas , quanto mayor , 6 
mas dilatada es la ausencia. De aqui dépende , que en las 

Zo. 



DiscuRso XIV. . 271 

Zonas templadas , el ayre se enfria mas , quando las noches 
son largas , y en los Passes Subpolares , o Circumpolares 
es el ayre extremamente frlo , porqueel Sol hace la prolî- 
xa ausencia de sds mesès ; y aun quando los alumbra , es 
mas que medianamente frio , por la mucha bbliquidad de 
'sps rayos. 

7 Ni se me diga que en la ausencia del Sol la tîerra es 
quien enfria el ayre. Si fuera asf , mas fria séria la f nfima 
région del ayre , que la média ^ pMes esta mas vecina à la 
catiisa infrigidante \ lo quai es contra la experiència : pues 
muchas veces que en la infima no se biela la agua , en la 
média se quajan las nubes en granizo : muchas veces se 
derrite prontamente en la infima , lo que en la média se 
quaja. 

8 Si acaso se me opusiere que Arist6teles , y los Pe- 
ripatéticos , quando dicen que el ayre es caliente , hablan 
del ayre elemento puro ^ no del ayre atmosférico:» que esr 
ià mezcladocon infinitos corpûsculos heterogéneôs , de al- 
gunos de, los quales puede partidpar el frio , especialmen* 
te de las muchas particùlas nitrosas de que esta imprégna* 
do ; respondo lo primero , que en este pab en que escribo, 
no da el ayre seiia alguna de ser nitroso , pues en toda esi- 
ta tierra no se halla un grano de nitro , y no por eso dexa 
de estar bastante frio en Invierno. Respondo lo segundo, 
que del ayre elemento puro^solo se puede hablar adivinan^ 
dp 9 pues no le respiré jamàs hombre alguno , ni es posible, 
por ser este elemento una campana abierta â los eiluvios 
de todos los demas cuerpos ; y de las qualidades sensibles 
debemos raciodnar siguiendo el hilo de experiencias sen- 
aatas , no de idéales proporciones ^ como lo hizo Arist6te* 
les en la division de tas qualidades elementales : pues el Au^ 
ter de la Naturaleza no esta sujeto à las proporciones que 
nosotros àprehendemos. Este fue el falso supuesto sobre 
que procedié toda. la Filosofîa Pytag6rica ; y la Aristotéii^ 
ca <, en quanto à la doétrina de los elementos , adolece al- 
go del mismo vicio , como se ponderarâ mas en otra par- 
tc. Loqueahora digo es , que Afîstôteles repartie entre los 

qua- 



272 Pa&aooxas Fisicâs. 

quatro elementos las quatroqualidades ^como si fuese due- 
no de ellas , y de ellos. 

PARADOXA III. 

La agua , considerada segun su naturalexa^ antes pide set 
séiida^ quefluida. 

%. III. 

9 "ORuébase por el mismo principio que la Paradoxa 
X antécédente. Remuévase por mucho tiempo todo 
agente extrfnseco que pueda calentar el agua , y siempre 
se hallarâ la agua sôiida; esto es , helada : luego esto pide 
por su naturaleza. £1 antécédente consta , pues debaxo del 
Polo , y en las partes vecinas , doade elrSol se auseota por 
seis meses , en todo este tiempo esta el Mat helado ; y tan-- 
to^ que aun despues que el Sol se acerca por otros seis me* 
ses , no se deshiela del todo ; por cuya razon se hall6 siem- 
pre impraâTiCdble.el camino à la China por la parte dd 
Norte {a). 

I o Confirmase ad baminem contra los Aristotélicos , ea 
cuya sentencia la agua es fria in summo : sedsic est , que la 
frialdad in summo no puede menos de helar al sugeto ea 
quien se halla : luego la agua por su naturaleza siempre 
pide estar helada, 

II £1 ser liquable la agua por un moderado calor , no 
quita que por su naturaleza sea sôiida. Los metales son li* 
quables por un calor intenso , sin que por eso dexen de Juz- 
garse de naturaleza s61ida ; y mas , y menos dentro de la 
misma linea no varian la especie : luego el ser liquable la 
agua por un calor menos intenso que aquel que derrite los 
metales , no prueba que no sea de naturaleza sélida como 
ellos. 

PA^ 

(tf) Mucho tiempo despues de escrita la Paradoxa At que el agu«, te. 
gun 811 naturaleza « antes pide ser sôiida, que fluida, leîen la Republi- 
ca d^ las Letras, tom. 8. que algunos anos antes habia ensenado ,y pro* 
bado lo mismo Monsieur Mariotei de la Academia Real de las Ciencias. 



. DiaeURso XIV. ' «73 

. PARADOXÀ tV, 

todas las qualidades son ocultas , à ningum Jo es, 

. . • .• .• . -.M$-- IV.., ..,..., :\' .; ' 

, la T Lamao los VilàsoSos de la Escuela <)uaiidade» 
jLj ocultas é aquellas , que ni son del aûmero de las 
quatro elementales , ni resultan de la varia combinacion 
de ellas ^ pof que sus ôperaciones son de otn Knea mas aka 
que todas aquellas q/aesé pueden atriboir i la humedad^ 
sequedad , frio , calof , dureza, blandura, oolor, sabûr, &c« 
y aunque es verdad quealgunos ^ siguiendo el systema de 
senalar qualidades sçgundas , que resultan deJa varia com-^ 
binacion de lasipriateraai ^qbalidftdies terceras ^ que re* 
sultan de la varia coniîbinacion de las segundas ; entre las 
terceras. baniquerido colbcair las maravillosas virtudes del 
inian , la atraccion de los purgantes , y otras de las que se 
llaman ocultas, reduciéndolas todas à manifiestas; son aban- 
donados del comun de los Hl6$pfos , y con razon : pues se 
echa dever , qiue>umedad , sequedatij^ifrio, y calor v de 
qualquiera mpdo que se combinen , y recombioen , ao son 
capaces de dirigir el iman al Polo , û dé atraher el hierroi 

13 No es mi propôsito exâminar la naturaleza , y ori-* 
gen de unas , y otras qualidades ; si solo decir que todas 
son igualmente ocultas , 6 todas son igualmente manîfies* 
tas« Para cuya demostracioa cotejemos la virtud calefaâi- 
va del fu^o , que se tiene por la mas manifesta , con la 
virtud atraâiva del iman , que se reputa ser la mas oculta. 
Todo lo que se sabe , y se dice en la doârina Peripatética 
de la virtud calefa£liva del fîiego , se reduce â que es una 
propiedad de aquella substancia , 6 qualidad que dimana 
de su forma , que produce este efeôo que llamamos calor^ 
y que la accion con que le causa , se llama cakfaccian ; sed 
sic est , que del mismo modo se sabe que la virtud atraâi* 
va del iman es propiedad , 6 qualidad dimanaote de la 
forma de este ente , que produce este efçâo sensible de 

Tom.II.detTeatro. S ave^ 



d74 Parâdôxas (FiSKJAs. I 

avecindârsele el hîçrro , y que la accîo» con que le causa 
se Uama atraccibn { luegb otro tâiito se sabe de la virtud 
atraéliva de! îman , que de la virtud calefaftiva del fuego: 
luegt) igualmente es manifîesta , 6 igualtnente oculta laiiaa 
que la otra« 

14 Y verdaderamente' ^'c6mo podemos negar que nos 
esoculta la qualidàd , que UatnambsVAibr , quando'no^ es 
aûti oculto si es , 6 no es qualidàd ? No solo los Fil6sofos | 
corpusculares ^ que megan toda qualidàd , y forma ; pero 1 
mûchos de 16s que las admiten , oonstituyen el caior por un 
movimiente^ ya voirticoso^ya vîbratopia^ de las particulas 
insensibles del cuerpoJ Y ndientras no hàya argùmento con 
que convencerlos , nopuede saberse si estos ^ 6 aquelloà di- 
cenlaverdad. 

PARAPOXA V. 

Es falso , generalmente bdhlando ^ que ta virtud unida 
sea mas fuertè. 

.$. V. .. 

I S T7 L axf orna vis mita fcrticr juzgo tîenë tuas lugar 
Xjj en las cosas civiles , y poHticas , que en laS na- 
turales. Si se mira bien , se hallari que dos agentes, de Jos 
quales cada uno tiene fuerza como quatro , juntos no po- 
drân tençr mas fuerza que como ocho. Si dos hombres se* | 
parados sostiene cada uno quatro arrobas de peso ^ juntos 
no podrân sostener mas de ocho. Es verdad que un hom* 
bfe que quiebra cada flécha de por si , no puede quebrar I 
el manojo de fléchas , que es el exemplo de que se vali6 
Sciluro ( Plut, in Apotb.) para persuadir la union frater- 
nal à sus hijos ; pero esto no es porque â cada flécha se le 
anada algun grado de resistencia por unirse con las demas^ 
si solo porque en el primer caso no tiene que vencer el 
hombre mas que la resistencia de una flécha , y en el se- 1 
gundo la de muchas. Si , suponiendo que sean veinte fle- I 
chas , à cada una en particular no se aplicase para romper- 
la mas .que la vigésimar parte del impulso que se aplica â 

- -,,. î- V - ■• .. -tO- 



.DisciTRse XIV. i 175 

tQclâ9jiinta&, îtb cierto es que no sie r0a»pei:{»]C^iftaGhi»> 
en partieular , oomo. que no se romp« êj.o^anojos^l pero el 
hombre rio vai dividiendo su fuerza « asi comp va Ifidiandor 
succesivamente coa cada flécha , sino que à cada una apli- 
ca toda la .fuerza que iquiere. Y asi aqul no se verifica que> 
la resi9teacia,'imida;s«a mayor ;, aiuo- que-fia^oauisùb^ hstys 
mas neisisBeacia que;ei< uaû solo , lo quai i^pefi0. mêoi ,1 
t 16 EfStopAteœelarotperoftuiiprfïsciadiepdfqid^esta^ 
razon , la experiâicia ha mostrado que eu alguuos ageiues. 
la. umoordi«miouye la ftietzn-i oootra loque cotvunmente 
se ijuzga< Vitdgarmefttejseï tmâ^iiaique:4oa^ilQS«w 
dos , 4 «ofidQst90M^Q6<^>«)9tieil$D m«i$ipfi|sQque)mpa«fin 
409 H y que«qaJog»lifirii9tjde)inilclMâ'4u^r(^.'dë|Mi»a 
sôstôndrâ «nas que toda$.li^uâllas«ueitU».<tiyidSda»^;Moft> 
sieut Reaumui! «de la AcadenùaReal de las Çiençias » de-t 
Q30«tn6 el^oxlr; 17^11. que (tudedesodoioeoBttraFio-f icoitv 
Mieneié jBabèfl i>quek>»iiiios,,iyij»Mtf^.«Q«|t^lbiOfifk|ie9q 
8ef»iQi4Qr;qiiei tmldesialfisa» l0)|efK(P!ei;ie«CKki«o(^.^9$ul>ii«$9 
cfw^oadanqoisQsticniashiiM^ jntew^ttw^. 9i^li9(t.^^;«e{ 
entre los dos diez y nueve libras , y hli^léndQiç(S:i^QO^H 
iffifmOtwkf^ hàfi^Vim9 iTiiiwiigl^t y ise!togEipi9roq.fon 
4ie9.)r se$$;^tK» eHnefiânsâs^ fm ;4ertré$: t»Vfi '-tj^i f^nm^sd 
qu9is6imià»jsm,\y»my.ta94Ï9 «b^. seguodo <^hQ M ter? 

libjras ; yhechD cofdoii de los-itvei lûJos «BOsostuvoiU^at 
que dk9 y isiste libras» :;.*)(!;: .- . j 

<: ; < j 7j : > RBii^oi>^4setBe «sa«9 .q(i€r«9t<» pudo depender do 
q»&qi<mtoloi|[^lPt>s9ifQixispgdrot^iiM« teiBtaa; mcifios i^isi; 
tQoçiiE). p»; b«befes(f pfiol«i$9iil9>«!y iid)il9»^«4«^aJgQ ( r^tâ^ 
{Méiidose tàiiihieif;<pih^!algqR»$f4dtiie9'fitH-aâ>î«<iin>eljpesô 
que anfiecedentemeote habiati soMemdo-)» Pero «8(<^ respuesr 
]»M'J9Pfittie9piecwiaM'ii9i:ttsiieiliigftrr., iiyinidiefidQéoqtte 
consta de la Historia de Mè^tdoONfe^ ,*Vte-.%Sihï^,^^ 
bien por orden contrario la experiencia. Un delgado cor- 
don de seda , que sostenia poco mas de cinco libras , di- 
vidido despues en muchos hilos sutiles , y hecha la ex^ 
periencia , y c6mputo del peso que cada uao mantenia, 
..'à Sa se 



276 PaRADOXAS VlSlCAS. 

se hafliS qtie entré' todos sostenian Séi9 Itbtas' y média. 
• 18 ;Lacausa,draîparecer,ver4aderade^tefen6me^ 
ûà es que en el cordon los hilos no estàn iguaîmente ti- 
rantes : porque siendo moralmente imposible hacer la cir* 
cunvolucion en todas las partes igualfsima :, es predso qoe 
uaos hilos queden mas apretados ^ oifos^ mas-^loxos ; quâ 
unos et! la vuelta que vandando^isteamehos^ela per«^ 
f^éndicular , 6 linea del cèairi>'tie'gràvedad\ oci^' mas^ y 
aud uno mismo en una parte^eisté apretadovenotra floxo: 
De aqui résulta f|uë el peso al^rindipio np ckrga^sobreto^ 
ëos ios hilos ; ki solo $obi«e ioâ qureseanona^Jiie&os , y âi^ 
Mftmenoâ ide kr Iméa det <!einra de^rxvedad ; k» quale^i, 
BO fceniëtidô'^r sisôto^ btttabteireiftibOEnciaivst fompeii v y 
cai^àndè' diespùeà el |>e90 sbbre lo^ -ott^on» hace k> mismo 
con eHos.'Qùe esto sucedè asf , se Verâ oon evidencia ; ad* 
vtniebdo que Una cu€$âa;'d6quien se cçel^epoco mayor 
p^Kl^ud^ qtiepuedeiMM»iii(r vûéiàeok^ uèbieÉtaiiea^ 
shièf^^uï5ce5ftv^Mëtteiv^»^ en ttieareUempo^perb^eliqwi 
^s^tâ^i^'^s stfito^t^^at |*jiiierbi9e rompeif iiûosfalA 
los>,'y«de^spuwiàwo^ 7 f '■ • '■' '-.*■-">-■ •••'•^ V >'^'> '"'^'^ -•• ' 

hecMkèp^ h: A^ademiapIteBl f se debtsjhadex^^^juitc^que en 
estô àgente^ cohid en tbdoiba^mai^£l^i<^s lâfMisma^ 

doti^eOri & lxâ»aù peàô^e^^^stenian los^ hilbs^ separados^ 
dépende de que unidos no exercitan siniùltânea \ &aào suc-^ 
cesîvametite m r^sïÈtetfcla. ^ûôn ma» pr<^iediad/diré; que 
aunque los hHos«jrtan^:udidûg^<<l« vkt»d<dhkMàdt6^â^^ 
ckto (ietesistkiuy.bstà ttnkibt2Eki>uii9 pa(lMfd;«ii«eiicor«L 
ddff|ei»à^f»>id»«i<>eso CdrireBpohdiefiite â là^oet^za de txK 
dos lôs hilos V ^ ^9tar unida'Ia fueraa de estos. Puera del 
coi>don es vefdadqtieestâ dé<imida4aresi9taoNstt 
proporci6n'«sfii'âiyi(i>do^-ptesol->>b ciîoj^'iH i;Unv ..î-": • 

-/ ï .,i ••/.;, i "'' ^ ,j:I *• '"lî ;• • i / 



DiscvRso XIV. 37f 

PÂRÂDOXÀ VL 

■ ' . .■■'1 

El Sel en virtud de sa propia disposition intrfnseca » ealien^ 
tajf alttmbra. con aesigualdad en àiferentes t tempos, 

$. VI. 

«o T AS causas coimmeis de experimentarse en la tîer« 

JL# ra mas , 6 menos calor , y luz del Sol ^ son la se- 

renidad > ô turbacion de la atni6sfera : la obliquidad ^ 6 di- 

reccion con que el Sol nos mira : la posttura en que estaa 

los lugares ^ la longitud , <S brevedad de los dias ^ el sosiej 

?o, 6 agitactoo de los viieptos , la yecindad de lugares frios^ 
calientes , los hilitos que aspiran las regiones subterra:* 
fieas. Pero prescindiendo de estas causas inferiores , ô sia 
haber desigualdad en ellas , digo que el Sol por sf mi3nio^ 
6 en %{ misino tiene causa para alumbrar.^ y calentar mas, 
6 menos ; y de hecho calienta , y alumbra màs , 6 menos 
IBadiferentes tiempos^en virtudde:SDs propias dispôsiciones. 
^ ai La razon se toma de las mancbas transltorias que 
de algun tiempo lesta parte han advertido los Âstrônomos 
enel SoU Estas son unas partes, nigricantes en la superfi* 
cit del Astro , de^iguales en tamafio ,*y duracion , que soq 
ya mas , ya mçnos en el nûtnero ,,y muchas veces , y aua 
aîk>s enteros no^e descubre âlguna» Creen algunos que los 
aotiguos Caldeos tuvieron tal quai conocimiento de ellas, 
porque en el libre de Job se lee la sentencia de su amigo 
Eliphaz de que elCielo no esta exénto de planchas : Cceli 
nm suHt mumii in ctmspeSu ejus. Por otra parte la falta de 
telescopio que padecieron los anttguos., no hace imposible 
la observacion ; porque algunas manchas son tan grandes, 
que puedea hacerse visibles sin la ay uda del telescopio , cor 
mo la que se vi6 el ano de 1706 , cuya superficie , segun e| 
cômputo de los Astr6nomos « era tretnta y seis veces mayor 
que la de toda la tierra; y lleçando i esta magnitud , y aua 
siendô menores , se pueden discernir mirando el Sol con ua 
vidrio tenido de algun colon 

Tom.ILdelTeatn. S 3 Per 



^79 PAUADOtAS FiSICAS. 

22 Pero el prîmero de qiMq ^ay ootiç^que las observ6 
fiie el Padre Chnst6forb Scneinerôi ciêlàtompania de Je- 
$us\, y con tanta aplicacion, que desde .el ano de 1 6 1 1 ^ has- 
ta el de 1627 , hizo mil y qûatrocientas observaciones de 
estas mànchas ^ de que dà noticia en su Rosd Ursiha. El cé- 
lèbre Galileo Galilei en^pwé 4 observarlas ca^i al mismo 
tiempo que Scheinero /y fueran despues continuando en la 
niismâ àplttiaciôn 16s îirà'i l^bbriosos' Astréfidoios dil sîglo 
pasàdo , y de este ; de sûerte , que esta es una- materia , que 
ya carece de todà duda : y aurique;al^tlos Id pusieron en 
si estas tnanchas esiah en èî mismô cuèf[K> solar ^ 6 algo 

• 'distaheés-deél/là ouitah ot'ros',demostfandosu înberencia 
lén la Superflfcîê'œl'Scil ,^ pôrqùe ho ioloSe^yuèlven à pn>- 
porcion de la rëvoïnciôn de! Sol vpero las que duran hasta 
nacèr una revplticlon entera , que se absuelve en vèinte y 
siete dias ,.s6n visibles en'toda la mitad del période de là 
tevolucion ; lo quai 116 bàdrîa sër si estlivîesen Inferione» 
àl Astro/ '• ' .'•' "•''•; ^ |- ' "': • ^^'- ' '- ' '■ 
; ' ^3 Séan estasf fèsThùbas hoïlines ,6 fauttios que - se le: 
vantan de aquel grande horno del Sol , como sienten los 
mas , ù Qtra' cosa diferente , es cïarp que mientr as duran, 
'deben dîsmînûîr^ luz i'y calorâcia las règiones elemeiv- 
taies vtnas , 6 mçnoif ^ à proportion queél tiàmâno, y nûmé- 
TO'dé lâs mânchas fiiélre hiayor;.6 ntenor* Y ï esta çansa 
se puéden atrîbuir algunas Notables diiâiiAiciones deî ca- 
lot , y luz del Sol , que se hallan en las Histôrias , en oca- 
sion que no habfa e^torbo alguno en la àtmés'fera. Mayolo 
refière^quéen tièmpodej Empéràdor Jtistinikno la mayor 
pané de un anô estuvô tan descâîda la luz del Sol , ^ue ape- 
nas èicceâia â'ià de l'a'Luna. Y'ségun^ÎPlutai'cOyeti la muer- 
te de Julîo César padeciô el Sol iguàl detrimento en su luz 
por todo un zho entero ; de lo que tambiein nos dexà noti- 
cia Virgilio en 'aquelîos versos del lîbro segundo de sus 

^Geôrgicas: "-;'/'; '' •';'''- • ' ' ' .•'•^• 

■ t/ïe ètiamtxfindiomseratùs ÇiesareRomam^ 
Tum caput obscur a nîttdumferrugine tcxiti 
Impiaque aternam timuerunt spécula noSfem. 

PA- 



PAUADÔXA Vn. 

El Sol ^ baciendo réflexion de cuerpo edncavo ^ mas caJienta 
en Invierm ftœ en Veram^y t^ntf mas qua^nSo el tiempo 
x^sf votera ma^ frio. , . ; . . 

' %. vir. 

04 T^ Sta experieocia qu« se hlzo repctidas veces con 
J^ admiracioo de tûcipslo^ preisentes en el.espeja 
itttariô de^MotisitsurATÂltete , ;<k quî^o se dio notîqa arrî-^ 
ba, obsetyàodosei'asimisa^p., que quanto^ie^pejoj^stâba 
nas firÎQ , tanto su opeiUcioo en jsl foco era mas fuerte , y 
profita ^ y qtianto m^s calieote , tanto mas tarda , y remi^ 
sa ; eotre los que leyereA esto ^ uuos lo tendrân por admi-* 
fable «tiûrûs .par iûcreibk (tf)^ i; .^ 

- ' ■ ; •■" ::^'i w: . -'î . • L ' $4 • • •:. Con 

J^a) lïo soloreii el[p5Q;deI <j^'« itf/«ri> cçncavohaçe el Sol mayor 
eâo en tiempo frio , mas tambien en el âel convei^ô. Asî i aquelli 
Paradoxa se debe dar mas extension. En Paris se observé esto variât 
veces corl el grande espejo ustorio convexô , fabricado por el célébré 
Mmiéfeur Schtrnaufr, <|ue tenib èl Dûqiie de pttean$. Es tantala di- 
miniicioiidv lit fuerza deLasp^o convint en lo«| grande^ calores , que 
casi pierde toda la'aâhridad » connu sp .expecimentô con dicho espejo 
ustorio en el calidîsimo Estio de 1705. La razon es diversa de la que 
dimos para el. espejo côncavo. La que discurrio Monsieur Homberg; 
y parece verdadera , es que en los grandes calores se éleva de la tierra 
gran cantidad de exhalactones sulfureas , las quales esibarasan , de« 
tiencn , y en alguna manera abiiorven les tayoa del Sol; ahçra sea qM 
interceptan ibsolutamentê una. parce de ellos , ahoraque baciendo res* 
peâo de ellos el efecto que hace la vayna respecto de la espada , les 
quitan aquella extrema sutileza que han menester para penetrar pron* 
lamente los cuerpos duros. Una experiencia confirmé i Monsieur 
Homberg en este pensamiento. Entre el espejo » y su foco puso . un 
brasero con carbon ertcendido | dp^loerte > que los.rayos que ibao.del 
espejo al focô , attavesaban los vapores ^qii'e subian del brasero; y via 
que^l^ a^ion de los r^yos se habia mitigado mucho^ Observé um-m 
bien el mismo Fîsico^que Jaactividad delésprjo es mayor quando eî 
Sol se descubre despues de un gran golpe de lluvia ,' que quando ha 
estado descubierto muchos dias consecutivamente ; cuya razon parece 
ser el que la lluvia copiosa précipita las materias sulfureas , que quic<* 
bran la fuerza d.e los rayos. 



ctSçf PâRÀMXAS ^ FiSiC AS* 

25 Coti todo^ la ra£OD de este fei)6|9efio no es muy 
recôadita. Es cîeVto'quë et frlo condensa Tos cuerpos , y el 
calor les dilata. Es cietto tàmbien que quanto un cuerpo 
esta mas denso , esta mas aptô paro causar reflexion , y lo 
esta menos quando esti màs laxô. De estas dos premisas se 
infîere claramente que no po^^n menos de suceder los efec- 
tos referidos. Y para mayôr explicacion dire que por dos 
causas , estando el espejo mtiy calience 5 y por consiguîeii- 
te men0s compaélo , y duro , debe ser la c^racion mas re- 
fiiisa en el focO. Là primera*, pMqiée^tttochàpOFciôn de 
rayos se absorveen k>s poros^delîmëtalH dilatados por el 
calor , y no hace inflexion alguna; La'$egtnida , pprque di- 
latado y 6 esponjado ( digamosk) asi ) el métal , no queda 
tan igual su superficie c6ncava ; de que se sigue 9 que hi- 
riendo muchos rayos de trayéy eb las deoliyidactes de at- 
gunàs insensibles |^r(^inencias , no hacen reflexion por la 
Iinea que erà me&esteir pai^a ir â pàrar alpuntodel foctK 
Èsto se entenderâ bien poniendo atencipri à lo que sucede 
en las reflexionesde una pelota , quaodo se arroja à una pa-* 
red muy desigual: pues escosa muy averiguada por todos 
los Maternât icos que tratan de la Catàptrica i que la lus ^ y 
el calor en sus reflexiooes siguen puntuallsimamente las 
mlsmas reglas que los cuerpos en las suyas. 

26 Ni debe bacer dificultad que un cuerpo tan duro 
como es el metÂlico , padezca aiguisa insensible rarefaccioa 
quando se calienta* Lo primero^ «porque si un calor inteosi"- 
simo dilata tantô et métal , que rompiéndose todas sus liga- 
duras , se derrite , un calor menos intenso debe hacer à pro- 
porcion el mismo efeâo ; esto es , dilatarle , 6 enrarecerle 
alga Lo segundo , porquie la experiencia muestra que quai- 
quiera métal esta mas sonoro quando frio , y naenos quando 
caliente : de lo quai evidentemente se cofige, queel calor, 
y el frio alteran algo su textura : siendo cierto que de esta 
dépende que el cuerpo sea mas , 6 menos sonoro. 



PA- 



. DisduRso XIV, 281 

PARADOXA VIII. 

La extension de la llama àcia arriha en forma pyramidal^ 
é conica ^ es violenta à la misma llama. 

S- VIII. 

47 17 L conato de la llama al ascenso es la prueba vu!- 
JL-> gar de los que preteoden que esté alla arriba la 
esfera , 6 elemeoto del fuego. En su lugar mostramos que 
es muy flaca esa prueba , aun concediendo el antécédente 
en que estriba ; porque todo lo que es mas levé que el If- 
qoido que le circunda , sube sobre él , si no esta por otra 
parte aprisionado , sin que haya arriba esfera de su especie 
que le llama. Sube , pues la llama , sube el humo , sube el 
vapor, suben efluvios elesnentaleé de infinitas^ydiver^îsi- 
nias especies , sin otra causa que el ser mas levés que este 
^re grueso que hay acâ abaxo. 

28 Pero ahora anadimos que no hay en la llama el co- 
nato que se supone , y que se représenta en aquella exten- 
sion en figura c6nica àcia^rriba ', porque esta extension es 
^lenta ^ y no naturàlâ la llama.' Deducinlos esta Parado- 
u deun experimento que trahe Francisco Bacon en la pri- 
laera de sus Centurlas. T6mese una pequenavela de cera, 
y acomodàndose en un tubo de hierro , colôquese reâa en 
iiaa escadilla Uena de espiritu de vino , à tal proporcion; 
que quanido uno , y otra se enciendan ,tio esté mas al ta la 
Bama de la cera^que la dd espîritu. Veràse que al dar el 
^ego â uno , y otro , se distinguen por el diverso color las 
dos Hamas : la de la vêla aparecerâ en medio de la del es- 
pirhu dilatada, no en figura pyramidal , sino redonda , que 
ecupa quatro , 6 cinco veces mas espacio que el que sue- 
le ardiendo libre en el ayre. Esta experiencia prueba que 
la forma pyramidal que regularmente observa la llama , es 
<^usada por la presîon del ayre , como aun sin hacer refle- 
xion sobre este experimento juzgan los Filôsofos modernos^ 
y por tanto violenta : pues si fuese natural , se extenderia 

àtï 



282 Pakadoxas Fxsicas. 

del mismo modo , faltando la presion del ayre , como falta 
quando la llama de la vêla esta circimdada de la Uama del 
espirltu. 

29 En este exemplo se echa de ver que la experiencia, 
asi como exâminada con reflexion sutil es el ûnico medio 
para saber algo de cierto en las cosas fisicas , tomada à bul- 
to , es ocasion de inumerables errores. Son muchos los que 
han nacido de atribuir à inclinacion nativa ^ 6 virtud in- 
trînseca de algun cuerpo , efeâos que solo son causados 

Cor el impulso de otro cutrrpo vecino. Antes que se descu- 
rlesen la gravedad, y elasticidad del ayre, se ténia como 
cosa convencida por la experiencia la inclinacion de la 
agua à Impedir el vacio , y hoy es cosa convencida por la 
experiencia , que el ayre es quien la impele* 

PARADOXA IX. 

Es dudoso si los graves , apartados â una gran distanà^ 
de la Sierra ^ volverfan à caer en ella. 

$. IX. 

30 TjSta duda se consigue nëcêsariamente i la que hày 
X2i entre los Filôsofos , sobre que virtud es aqueila 
que mueve à los graves , apartados de la tierra , al descen- 
so. Los Peripatéticos conciben en el grave un détermina-^; 
tivo intrfnseco de este movimiénto , û dos por decir me^ 
jor , uno radical , y remoto , que es su forma sîihstancial; 
otro formai , y prôximo , que es la forma accidentai , que 
Uaman gravedad : porque lo que dicen que los graves soct 
movidos por el générante , no tiene , ni puede tener otro 
sentido , sino que el générante produce en ellos esosdeter^ 
minativos , los quales se le apropian à él como inst^umen^ 
tos , para causar por medio de elios el movimiento en loi 
graves ; pues es cîèrto que quando desciende el grave , no 
es formalmente , y hablando con propiiedad y impelido por 
el générante; y aun muchas veces ya ei générante noexis* 
te quando desciende el graves 



. DiscuRso XIV* 283 

'31 Esta doâriaa , por las arduas dificultades que pa-* 
déce^) no trasciende los limites de opinable. Lo prlmero, 
no es facil salvar en elia la importante màxima fiIos6- 
fica ^ de que todo lo que se mueve y es mavido por otro ; pues 
ni en el grave una parte es movida por otra , ni el géné- 
rante fîsicamente causa su movimiento : quando mas se po- 
dri declr que le causa moral > 6 interprétât! vamente ; asf 
como el que da â otro la espada , çon que mata â su ener 
migo y se podr llamar causa moral ^ perp no fisica del ho- 
micidio. Lo segundo ^ no se encuentra distincion suficien- 
te entre el movimiento de los graves , y de losvîvientes, 
porque uno y otro esigualmente ab intrinseco ; esto ea, 
proviene de su propia forma , é igualmente es ab intrin-- 
seco ; pues.no. menos en el viyiente., que en el grave pro- 
duce el générante la forma , y virtud con que se mueve. 

3a Por buîr el cuerpo à estas dificultades » otros Fî- 
16sofps:biiscaron por diférente camino principio extrinse- 
<6 al movimiento de los graves , y le senaUron en la atrac- 
cion de la tierra ^ 6.gloho terraqueo. Esta sentencia ya 
es antigua y y el Eximio Doâor , en el primer tomo de las 
Metafisicas cita algunos Autores que la llevaron. Es yer- 
dad que contra ella conspiraron , no solo los Fil6sofo;s 
Escolàsticos 9 peraaun cou mas rigor los mpdernos ; pues 
«stos generahnente cojodeoan por quimérico todo movih 
miento por attaccion , siguiendo en esta parte todos los 
Corpusculistas à.Renato Descartes , que generalmente ne- 
^ô pudiese un cuerpo mover à otro sin yerdadero impul- 
so y y fisico contaâo ; apurando toda su sùtileza para exr 
plicar , segun este systema , los marayillosos movimieiï- 
tos del iman , y del hîerro., 

33 Pero quando se hallaba la virtud atraétiva tan aban- 
donada de la Filosofia , y desterrada ( digamoslo asî ) del 
émbito del Mundo à la esfera de la imaginacion ^ el Ca- 
ballero Newton , famosfsimp. Materna tico Inglés ^ y suti- 
Usimo Fil6sofo , se puso tan de su parte , que no solo res- 
tituy6 al Mundo la virtud atradiva , pero le atribuyô co- 
mo à causa quantos movimientos iaanimados hay en la na- 

tu- 



a84 Paradoxas Fisicas. 

turaleza. Con tatita variedad , y tan atîentas procède la 
Filosofîa en la pesquisa de la verdad , que oo hay medio 
que no busqué , ni extremo que no abrace. 

34 A Newton siguen hoy muchos ; y si bien que yo 
estoy tan lexos de omitir con tanta universalidad la vir- 
tud atraéliva , que juzgo mas probable el que no la hay en 
ente alguno ; pero una vez que se concéda en d imaa ^ y 
otros algunos cuerpos , se hace muy verisimil que la hSh. 
ya tambien en el globo terraqueo respeâo de los graves» 
Como quiera , la probabilidad que tiene esta opinion , juin 
ta con las graves dificultades que padece la sentencia Pe^ 
ripatética ^ dexa la materia en el equilibrio de la duda« Y 
faâbiéndola en esto , precisamente la ha de haber en $i 
los graves , puestos en qualquiera distancia , descenderiaa 
i la tierra. 

35 La razon es dara , porque la virtud atraéliva , oh 
mo fînita , tiene determinada esfera de aâividad ; y por 
consiguiente no puede hacer su operacion à qualquiera di»» 
tancia : luego hay distancia & la quai no alcanza la vir« 
tud atraâiva del globo terraqueo : luego en suposicion de 
que los graves baxen por atraccion , puesto el grave ea 
aquelia distancia , no baxaria. 

36 Con reflexion no coloqué la sentencia de Descartes 
entre las probables que hay en esta qiiestion , porque su« 
pone el movimiento circular de la tierra , que tiene coih 
tra si algunos lugares de la Escritura , por cuya razoa 
conden6 la Inquisicion de Roma el Systema Copernicano» 
que abraz6 Descartes. Pero en la sentencia Cartesiana tan^ 
bien se signe , que no de qualquiera distancia baxarian lot 

gaves à la tierra. Dicen los Cartesianos que los graves 
xan repelidos por la materia eterea , 6 sutil , que mpi^ 
dfsimamente gira en torno de la tierra. Para cuya inteli* 
gencia se ha de advertir , que en sentencia de los Carte* 
sianos ^ el globo terraqueo , juntamente.con el ayre vecH 
no 9 y la materia eterea , y globulosà que le circtiada« 
forma un v6rtice , 6 torbelliao , que sin césar se mueve 
de Ponieote à Oriente ; pero de modo ^ que aunque la tier- 
ra 



DiscuRso XIV. a8s 

ra eh veîritey quatre fioras âbsuelve todo el cfrculo , el 
movimientd de la materia eterea es sin comparacion mii^ 
cho mas râpido. De aqui infieren , que los cuerpos graves, 
como de mas tardo movimieuto , deben ser repelidos por 
ella âcia el centra : porque generalmente se observa en to* 
éos los torbeilinos , que lo que se mueve con mas pereza, 
es repelido âcia el centra por lo que gira con mas veloci- 
dad« AsI en los remolinos de viento <» las pajas , y otros 
cuerpos que levanta , son Mevados al* medio del remoli*- 
fio« Del mismomodo en^Iosde agi|a<^los cuerpos forasteros^ 
^ue sobrenadan en ella , son impelidos âcia el centro. Y 
en un cribo se vé , que en el movimiento que se le da 
para limpiar el trigo , là paja , y àristas /porque no conci- 
ben tanto fmpetu como aquel , y por consiguiente no se 
mueven con tanta veloçidad , son repelidas al medio pot 
el movimiet^o del gr^o ,, e| qual.queda icia el bordé 
éeï cribo» \ 

37 En esta sentencia es clàro que si un Angel saca- 
se una rueda de molino fuera de este v6rtice nuestro , no 
Volveria jamas â la tierrà , pprcjûë la materia sutil de nues^ 
jtro v6rfiçe no alçanzaria a €;Uâ <» y asi no podria repeler-i* 
Jla icia sii centro ; antes se aJejarîa mucho mas de la.tler^ 
j -ra , porque séria Hevada al x:entro de otro v6rtice por el 
^ impulse de la materia eterea que gira en él. Todo lo 
j quai confirman las experîenda? que el Padre Marino Mer- 
^ senno ^ Doâisimo MiniMo. hizo en Parfs , de disparar una 
^ pieza de artUletidt verticafmente , cuya bala no bax6 bas- 
^ <Ca ahora al suelo^ Véante las: Epistolas de Cartesio à Mer^ 
I, Jénho \ tom. a. Epist.1^06. (a). 

Aîîa- 

i , (m) Contra lo que en este numéro, alegattios de la experiencia'dtfl 
^ Padre Mersemio » hrf. Qtra experirncia mas aegura , referida en la3 M^ 
"! «Doriaa de Titvûux* en el mef^de Agoatode 1728. Habiendo toma* 
^ ido cuerpo- entrer toi rFiaicoa la «fuestion de si una bala de Artlllerfa» 
' disparada. verticalmeKité volveria al suelo , en que algunos deciah 
y que ae alexaria mas > y mas de la tierra , deKindose arrebatar por la 

materia eterea i otro.v6rtjice ,: otros , que se resolveria en polvo; 

faltindole en el ayre supefior muy ênrarecido aquella fueraa con que 

el 



a86 Pârâdoxas Fisicas. 

38 Anado ^ que en el sistema Cartesiano , bieo lexos 
de tener los graves algun cooato à acercarse al centro de 
la tierra , le tienen vehementîsimo à apartarse del centro; 
y supuesto el movimiento de la tierra en las veinte y qua- 
tro horas^ no hay duda quexx) puede^er.otra cosa; porque 
^ualquiera parte de.ua cuerpo qiiê.se miaevè en giro , t:oii« 
cibe impetu para apartarse del espacio! dobde sie bace el 
giro âcia la parte exteribr : tanto mas violento , quanto 
la rotacion es mas ripida ; y de hecbo.se apdrta , si no hay 
otra fuerza que le detengaé Asi ^uando se volCea k hon^ 
.\ . > •' • -n : \ , i :'v { j ï...' dâ^ 

cl ajrre inferîor mucho mas densQ ^ j el^tioa ; comprilnîeiHia unat 
£cia otras partes , laç mantîene unidas i el Scnor Moutier « Oficial 
de la Artillerîa en Strasburgô , tratô de averijguar la verdad con la 
experiencia : para cuyo efccto côloco una pieza 'de Artillerîa verti- 
calmente , tan bien aseguradà^, qàc-nî .ëï'fdtgo-^-nî' et -movitnfemo A 
la bala al salir , pudiesen înclinarla â alguno de los lados*. Célo^ 
4la asi , dispàrô la t«la , la qisarnodcxQitls volver al's<ie)o â su tiem- 
jpo ^ aunque i gran distancia de la pîeaa , lo que causq muchaadmî^ 
racion ^ porque exâmu>ado el , canon ^espues, del disparo , se hallo 
"que no se habia desviado ni ùna lineà de su perpéndîéularîdad. La 
Tlistancia en quécâyô la bàlafoe'd;e trescienm |Σrtigas^,' là péi^gL 
( en Francés Pirihe } éegunielDiccionarîo MatctiiâJico> de Os^^anant 
es una medida de dîcz.yocha pKM^ û.àt txm:\k9tmjt 8e^n cl Dio- 
ctonario Universal de Trévoux » hay varledad en las pé^tigaâ'; pcr# 
la menor , que es la.c|Me dice que usan |os Geômetras , es de diex pics« 
Volviô i cargar la pieza.aquel Oficial', dandole mayor carga de p6U 
Vora y y la bala cayô i distancia dé t;reéçientas y sesenta pértigas. 

« No es del -propésito cxâminar a^uî las- rààolieci fiitdSis por que 
•la bala cayô i, .tanta. distancia de. b ^(cu; X6 jqiie nos haccal caso 
es el hecho desnudo ; pues en é\ se ecba dç y^r el motivo d^ la h». 
lucînacion del Padre Mersenno. Ténia el Sabio Mînimo , en virtud de 
la constitucion perpendicular del canon , aprehendido , que la baU 
habîa de caer sobre la pieu , 6 mtty cerca de clla*, y no tiéndoWea 
sus vecindades , coligié que no habia vutsiMyfi la tierra. 

3 Pero advierto , que lo dkho no «bsta i la verdad de nuestra 
Paradoxa ; porque esta procède en la suposîciôn de que io9 gratet se 
colocasen en una gran distancia de tierra. La distancia â que poe- 
de aparurse de ella la bala de Artillerîa , es poquîsima ^ comparada 
con la magnitud del globo.terraqueo , por consiguiente attficientisijna 
para elefeeto dicho, ........ 



'DiscuRso XIV. a87 

da , la pîedrà no ha menester para dîspararse ^ apartândose 
del espacio del giro por la reâa tangente del cîrculo , mas 
que el que se suelte la honda ; y sin nuevo impulse , mas 
que el que habia concebido antes quando giraba , tanto 
mas se alexarà del que movia la honda , quanto el mo- 
.vimiehto circular hubiese sido mas ràpido. Siendo , pues, 
el movimiento diurno de la tierra rapidisimo , especialmen* 
te debaxo de la Equinoccial , pues en veinte y quatre ho- 
ras camina poco mas , 6 menos de siete mil léguas Espa^* 
iiolas , es claro que quantos cuerpos hay en la superfi- 
cie de la tierra se dispararlan , como agitados de una ra- 
-pidisiœa honda ^ con una violencia increible àcia el vien*- 
to , si la mucho mas violenta rotacion de la materia sutii 
no los hiciese parât , 6 retrocedên 

PARÂDOXA X. 

En la camposicion de todos los P'egetables entra algtma 
por don metàlica. 

$• X. 

39 ' 17'^'^ ^ ^^^ ^^ novedad en la Ffsica , pocos aSos 
mIs hà descubierta. Monsieur Gofrédo , de la Aca* 

r demia Real de las Ciencias , habiendo exâminado las ce- 
nizas de muchas plantas , en todas hallô algunos peque- 

^ fif simos granos que eran atrahidos por el iman , de donde 
infirié que los granos mismos eran de iman , û de hier- 

[ To. Mas porque restaba la duda de si acaso la virtud atrac- 

1^ tiva del iman se extiende ( aunque hasta ahora no se ha- 
ya conocido ) à otras algunas particulas que entre» en la 
composicion de los vegetables , sin que sean 4e iman , ni 
hierro , û de otro algun métal ; los senores Lemeris ^ pa- 
dre , é hijo , hicieron nueva pesquisa sobre la misma ma- 
teria , que resolvi6 toda la duda : porque usando del £s- 

} pejo Ustorio , derritieron las particulas que el iman ha* 
bla atrahido de las cenizàs de las plantas , las quales se 

^ liquaron en la forma misma que el iman , y el hierro, 

cen- 



a88 Paradoxas Fisicas. 

centelleando mucho: y al fin formaroa una bola de con- 
sistencia , y dureza metâlica. Âun en la miel , despues de 
8X1 destilacion , hallaron estas partîculas , que atrahia el 
iman ; donde se infiere , que hasta el jugo mas sutil de laa 
flores se extiende esta composiciou metilica (a). 

40 Sin embargo quedaba aûn por averiguar si estas 
partfculas preexisten en las plantas , ô resultan de la cal- 
cinacion , como produccion del fuego : en que lo segundo 
parece mas%erosimil , porque no se halia dificultad aigu- 
na en que el fuego transmute en métal algunas particu-- 
las de los vegetaoles ; y se encuentra gravfsima ^en que 
el hierro , siendo tan pesado , puede subir hasta la aku« 
ra de los àrboles. i 

41 Monsieur Lemeri , el hijo , desembaraz6 esta du? 
da con sutiles , y curiosas experiencias, las quales , no solo 
le aseguraron de. la volatilidad del hierro, mas tambien 
le inclinaron â créer , que este métal contribuye mucba 
en todas las plantas para la vegetàcion. £1 mas seSalado 
experimento , que hizo , fue de este qiodo. Habiendo echa-- 
do espfritu de nitro sobre la limadura de hierro , se si^ 

§ui6 un viplento herbor , que al fin se soseg6 , quedaiH 
o un licor roxo por la disolucion del métal : mezclan* 
do despues en la composicion aceyte de tàrtaro por de- 
iiquio , se excito mediaha fermentacion , en que se fue la- 
flamando el licor mas , y mas , hasta formar por las pare« 
des del vaso varias sutiles ramas , las quales , extinguida 
ya^toda sensible fermentacion , fueron creciendo hasta to* 
da la altura del vaso. 

Aun* 

{a) En la Regia Sociedad de Londres se vieron partîculas de 
hierro , extrahidas de una piedra humana , contenida en la vegin, 
y calcinada por Monsieur Lister ; de que puede colegirse que las 
{larticulas de hierro , por medio del alimento de los vegetables » pa« 
san i los animales. ( Regnaulc » tom. i. Conversacion 14. ) Con- 
fesamos , no obstante , que no convence lo que ale^amos en £ivor de 
la Paradoxa , pues siempre queda disputable si el hierro que se halla 
en las cenizas , existia antes en las materias que se calcinan , 6 es 
formado por el fuego» 



. DISC0RSO XIV. a89 

-43:: Amque la^prîmefà vez que hiso çstaeitpérieacia 
logré solo nxdo8 Êneamentos dé uta arbol <, variandoito^ 
pues dé mâchas :matieras la dosîs del aœyce de^ tiftaaô^ 
Aie cofasiguiendo mas perfeâa esta vegetaoion metàlica, * 
hasta lograr en fin un arbol perfeétamente fortiiado con rat- 
e^f troDco^ ramaisr*^ faojàss fkires, y frutosJ Este habil Ghy-> 
œko.coligiô ^q^tisi la volatiiidad ^ como la vegstacton^i 
se debian à la Ûmaduri de hiefiro ; puést.siaweUa ^ior masi 
que se produciria serfah algunos cristales eri el foado dd va- 
so por la fundicion del nitro. Quien quiera enterarse mas: 
del modo^ y efeétos de esta operacion ^ .lea,la relacion de. 
la Âsamblea de la Âcadémia Real.de laiCiencias de 13. 
de Noviembre dd ano de 1706. 

43 No por eso se piense que la vègetacion métâfica 
solo se bace coq el hierro. £1 Abad de Vallemorit en el 
primer toma de Curiasidades de la Naturaleza ^y del Arte^ 
sobre la AgrictUtura , dice que en Patîs se hicieron se-y 
menantes vegetacionesartificiales con metales diferentes, 
orô ^ plata ^ hierro v y cobre. Pero la mas comun de todas 
es la que se hace con la plata , à quien los Chymicos die- 
ron el nombre de Arbol de Diana : su formacion es de 
ertemodo. Dtsuélvese una onza de plata con dos ^ 6 très 
onaas de èspfrim de nitro. Evapârase esta disolucion à fue- 
go de arena v» hasta consumirse tierca de la mitad* Lo que 
re^ta se mezcla en vaso proporcionado , con veinte onzas 
de agua comun muy clara , y dos onzas de azogue. De* 
xando despues.esta mbctura en reposo por quarenta dias, 
^1 este espack) de tiempo se va formando un arbol de pla- 
ta con bàstante ahalbgia â los naturales en quanto à la 
figura. Monsieur Homberg , Chymico celebérimo de la 
Académia Real de las Ciencias , usando de los mîsmos ma- 
teriales , hall6 modo de formar este arbol metâlico en me- 
nos de un quarto de hora ; cuya receta se describe en las 
JifSemorias de la Académia^ juntaimente con la explicacion 
4tsîca de este fenémeno , dada por Monsieur Homberg en 
las Memorias de la Académia de 13. de Noviembre de 
1694. 

Tom.ILdelTeatro. T Es- 



apo Paradoxas Fisicas. 

44 Estas vegetacioœs metâlkas; juotas coq la expe- 
riencia arriba' dicha ^ de faaberse faaUa^Jiierro en las ce*: 
nîzas de todas las plantas ^ no solo prueban que bs me^ 
taies pueden en virtud de ciertas fermentaciones , hacer- 
se volatiles lo que basta para subir por las tubos y por 
donde asciende el jugo alimentosp à las plantas ;,aias tam- 
bien hacen opinable , que i la mezda delnietal dàxn es«i 
tas en graà parte la vegetacion {a). 

45 Esto es la quie en favor de la Paradoxa propues- 
ta halk) en los Fiiôsofos que he citadd. A que anadiré una 
conjetura mia , que Juzgo muy eficaz^para hacer creible la 
existencia formai :de. las pârtiiculas dé imaà ,ii de hierro 
en todos Iqs vegetables , suponiendo prioiera^ que el que 
sean de imah , ù de hierro , es ùna diferencia muy ac- 
cidentai 9 estando ya convenidos los Filésofos Experimeo-» 
taies en que la piedra iman no es otra cosa mas que uoa 
vena mas pingiie de hierro. 

. 46 Mi conjetura se funda en un teoremt ^ abrazado 
hoy por todos los Matemàticos , y convencido coq in- 
duâables razoaes ; esto es , que la tierra tiene Virtud mag- 
nética. Esta verdad esti probada con innumerables obser* 
vaciones. Se. ha hallado que la Aguja Magnética, pues* 
ta en equilibr io ^ se acomoda al Meridiano de la tierra , del 
mismoï modo que- al de la piédra iman^ que imira^ no à 
los Polos del Cielo , sino à los de la tierra ^ pues en las 
regiones boréales no levanta la cûspide â buscar la altura 
del Polo céleste ^ antes la baxa de la linea horizontal A 

bus* 

^a) A loique decimos de h vegetabiitdad de los mctaics , puede 
anadîrso , preatindole la fé que mereciere, lo que el Padre Regnault, 
tom. 3. Convers. i6. dice, citando el Diario de los Sabios â 17 de 
Mayo de 1683 , de algunos heéhos notables de Alemania ; esto es, 
que en aquella Région se hallaron unas seras que apenas podian cor* 
rarse , i causa de las partîculas de plata que contenian : una varilJa 
éi phta , qae naciô en un bosque; :y otra que se elèv6 de una ro^ 
ca } oro en la medula , y venaa de algunot irboles ; varillas muy sa- 
tiles , ô hilos de oro 9, que saliendo de la tierra y se fueron enroscando» 
y ascendiendo en torno de una cepa. En fin , en una mies de A vena 
una espiga de meta! , que fue presentada al Empexador Rodulfo. 



.DiscÛRso XIV* /i api 

boscar d^terresà»e : generahnente en. tbdo ,> pw todo, 
ebserra la Aguja Magnétîca , respeâo del Polo terraqueo, 
las mismas proporciones que respeâo de la piedra iman^ 
Las varias dedlnaciones del Polo de la tierra , que la Agu-* 
ja padece en diversos parages , no pueden atribuirse à 
etra causa que al destgual magoetismo del glôbo terra- 
queo en diferentes regiones ; as! como las dlferentes decli- 
naciones de los Polos del iman se atribuyen al desigual 
magnetismo , 6 perfeccion de las partes de esta piedra. Se 
ha visto que la tierra comunica por si sola el magnetis-^ 
mo al hierro. Si una barra de hierro ^ al punto que sale 
encendidfsima de la fràgua , se pone perpeodicular i la 
tierra hasta que se réfrigère , concibe évidente magnetis-- 
mo ; y puesta en equilibrio se dirigiré i los Pobs de la 
tierra ^ como si hubiese sido tocada del imam Lo mismo 
sucede si esta por muchos arios en positnra perpeadicular, 
aunque no se huUese encendido , como se ha experimen* 
tado en muchas barras de rejas. Sucede tambien lo pro- 
pic si la barra encendida se coloca perfeétamente segun 
la linea meridiana y 6 sin encenderse esta muchos atios en 
ella. Quitfn gusta^e de ver masextendidas estas observa^ 
ciones , y enterarsede c6mo de ellas se ocmvence el mag- 
netismo de là tierra , vea los Autores matemiticos que 
Ij-atan del iman, pues entre lôs Moderno» ninguno hay 
que ao toqué e^e puntôir 1 /- 

' 47 > «Este supuesto ^ dos cosas se pueden âiscurrir , 6 
^e^exceptuatido 'esta corteaia exterior de* la tierra , que 
consta de tantâs^pa^rtes heterogeneas quantas son menés-- 
ter para la prodiiccion , y aumento de tantos , y tan varios 
flnîxtos , todo el resto de este globo que nos sustenta, 
no esotra dosa que ufKi ïolidfeima cantera de piedra iman, 
como aseguran unos ; & que lavirtud magnitica esté dis- 
tribuida por todo el globo tenraqueo , como piensan otros; 
48 Todo puedé ser verdad , pues no se oponen las dos 
sentenciâs ; pero à favcnr ée la seguoda , que es la que ha- 
ce irai prop6sito , kay^^tr^ exipei^encia cél^re , la quai 
califica eficazmente que esta misma tierra exterîor que 
• Ta to- 



25^ Paeabôxas Fisicas. 

tocamos esti etnburida de muchas partfculas idsenâbles 
de iman , û de hierro ; y es que esta mîsma tierra con- 
cibe el magnetismo , 6 inclinacioa al Polo ; porque les 
ladrillos qiie^e hacen de ella ; bien cocidos ^ yexpargados 
de todo humor estrano ^ siendo tocados del tmao ^ logran 
la verticidad dicha, especialmetate si son estrechos^ y lar- 
gos , y aun sin el contaâo del iman , precisdmente por 
giardar la misma positura muchos anos ( Véase el Padre 
ecfaales lib. j.&c.2. de Magnete^). Sieodo , pues , cîerto 
que la verticidad al PoIo:es propia del iniaQ, u del hierro, 
é incomunicable à otras substancias ; evidentemente se tiH 
fiere que esta misma tierra que tocamos ^ esté imprégna- 
da de particulas de iman , û de hierro. Luego alimentén- 
dose de ella todos los vegetables ^ do se debe estranar que 
ea tôdos ellos se Hallen dichas particulas* ' 
. 49 Propongo aqui à. los que gustareo de filosofar , st 
se podrà discurrir probablemente.queen todos los mix- 
tos hay las mismas particulas , encuyo caso se descubriria 
la causa del descenso de los graves ; porque habiendo en 
la tierra virtud magnética , y en tôdos los mixtos particu- 
las de hierro, por mas que quanto pueden nueatras fuer* 
zas los apartemos de elia , siempre volverân por atraccion. 
Pero ( porque quien ama la vèrdad , oada debe disiimilar ) 
halla contra este pensamiento .una teri;ible objecioo ; y 
es , que segun este systema , el hîerrprfleberia setimas fx^ 
éado que ël ord ; pues aufique defnœ en:^ oroalguDas 
insensibles .pak-tlculas ntdgnéticas , d.de hierra, no es ciefr 
ble que sean tan copiosas como efl^elIni3mo hierro» Si 
fuese asi , tao bien ati'axera el iman aquel métal como e^ 
te. Si hay en el globo terraqueo otra vjrtud atraétiva , dis^ 
tinta en especie de la delîman \ y mai universal que es- 
ta , en virtud de la quai atrayga i todos los cuerpos que 
Uamamos graves , por haber en estos , respeâo del globe, 
ufla proporcion , 6 correspondencia semejante à la que hay 
entre el hierro , y d iman , es de mas dificil av^eriguacion. 
De este dixikiios algo arriba , tratando de la causa de el 
descenso de los graves. ^ . 

PA- 



DiscuRso XlVl 293 

PARADOXA XI. 

S in fiindamento , y aun contra toda razon^ se atribt^ye al 
Sol la produccion del Oro. ^ 

$. XI. 

$0 1%^Ucho$ son los Filôsofos que conciben al Sol co^ 
i^-i- mo à un agente universal y sin cuyo concurso 
no se produce côsâ alguna en todo el vasto Imperio de 
lasregionesSublunares. Didamen es este que pudotener 
algun influxo en el delirio de los que adoraron este As^ 
tfo como Deidad , porque no se acomodarian â concebir 
juntas en una causa la universalidad, y la subordinacion. 
• $1 No pretendo ahora disputar, segun toda su ex* 
tension , este asontô ; s{ soto probar que no alcanza la ac-^ 
tividad de! Sol à producir los metales , y especialmente la 
Plata y y el Oro , que es qukn comunmente se reputa por 
su mas legitimo hijb. Esto se hace claro , considerando la 
profuAdidad de sus, mineras , adonde e( calor del Sol no 
puede Hegar ; ni aun con grande espacio ; pues quando 
mas se extiend^ ^ no pasa de diez pies de tierra , como se 
conoce en la fmldad de las cavernas subterraneas. Ni e$ 
de discurrir que otra qualidad aâiva del Sol , distinta del 
calor , y la luz , pénètre i tanta profundidad : pues habien* 
do mineras profundas hasta quinientos codos , como de 
una de plata en Hungria testifica Baguino en su Tiroci- 
nio Chymico , no cabe en la mas audaz Filosofîa pensar 
que pueda taladrar aquella qualidad tan vasta crasicie ; es- 
pecialmente donde la mina esta cubierta de durisimos , y 
continuados guijarros , comoxle una del Potosi afirma Tho- 
mas Cornelio en su Diccionario (réogràfico. 

ga Ni por desnudar al Sol de esta prerrogativa , fal- 
ta agente proporcionado para la generacion de los meta- 
les. Este es el fuego subterraneo , cuya exlstencia haceit 
innegable , y a los muchosvolcanes que hay en toda la 
redondéz de la tierra ; ya el ascenso de los vapores en lâs 

Tom. IL del Teatro. T 3 rc- 



a94 PARADOXAS FiSICAS. 

regiones , y estacîones mas frias , donde no puede elevar- 
los el calor del Sol ; ya los terremotos , que no pueden 
venir de otra causa que del encendimiento de dilatadisi- 
ma copia de materias inflamables ; asi como tiembla la su- 
perficie de la tierra , y se arruman les baluartes ^ quando 
prende el fuego en la p6lvorade las minas. 

5 3 Algunos Fil6sofos han pensado que la parte central 
de la tierra por larguîsimo espacio es dep6sitd de un grao 
tesoro de fi^go , à quien por esto Uaman Fuego central, 
y Sol terrestre ; el quai sigtiiendo la ambicion congéaita, 
que no le permite contentarse con el lugar que le senalé 
la naturaleza ^ por varios conduâos rompe âcia. la super* 
ficie de la tierra , logrando en muchas partes^ desahogar 
sus Iras en la libre campana del ayxe : Prêter iifum So^ 
iem CmltsUm ( dice Gerardo Juan VosiO).de Idolatrfa, Ub.2. 
^P* ^3* ) 9^^af9^ agnâscere oportet qMsi AvtbeUm^ 
fivè Solem ^ vel ignm adversum , unde caecos per, fnêotus se 
mdifue diffunda$. Dqnde me ocurre admirar la varieàad 
de caprichos de los Filôsofos , que sin légitimos fundameo^ 
tos dan vuelo à sus imaginaciones ; pu^s iqios colocan el 
fuego elemental en la parte sqprema , y.otros en la ipfi- 
ma de todo lo sublunar , empenados , gncts eq elevarle, 
y otro3 en abatirle. .Es verdad que los que leponen en la 
région fofima , no tienen contra si el informe de nuestros 
ojps , como los que le colocan en la suprema ; ni leadmi* 
ten tan ocioso aquellos , como es preciso le confiesen es-» 
tos ; pues le atribuyen la fâbrica de todos los minérales, 
la elevacion de las aguas en vapores à la. eminencia de 
las montanas , para que alH den surtimientoà las fuentes; 
e] ascenso de todas las exhalaciones , y hàlitos del globo 
terraqueo i la primera , y segunda région del ayre , sin 
cuyo movimiento , faltando el beneficio de la Uuvia , Aie* 
ra toda la tierra infecunda. - 

54 Pero bastando para todo esto.el fuego distribuido 
en varios receptàculos subterraneos ^ con quien para par* 
te de los efedos senalados concurre tambien el Sol , no es 
menester senalarle tan vasto dominio en la imaginada con<- 

ca- 



DlKURM XIV. t9$ 

cavidad de este globo. AHàdese i esto , que el fuego co-- 
locado en el centro de la tierra padeceria la misma fal- 
ta de alifneato que elevadô al céncavo de la Luna , no 
pudjendo discurrirsede dénde se le subministre el que bas* 
te à saciar la inmensa voracidad de tan copiosa llama. 
Casendo impugn6 taoïbien esta opinion por el capkulo 
de que aquel #uego por falta de a/K se habia desufocar, 
y con razon , pues qualesquiera respiraderos que se le dea 
àcia las cavernas subterraneas , seràn muy poca cosa para 
el desahogo de tanto volumen de fuego. 

S S Desterrando , pues , aquel Sol habitador de tinie- 
blas , como puramente imaginario , y adoiittendo el fuego 
distribuido en varios senos de la tierra , tenemos el agen- 
ce que se necesita para la fàbrica de todos los minérales. 
Arist6teles fue sin duda de este sentir , pues en el libro 4. 
de los Meteoros , cap. 6. dice , que todos los metales se 
formaii de aspiracion vaporosa condensada ; y siendo cons- 
tante que el calor del Sol no alcanza à levantar vapores 
en taota profundidad , especialmente quando para esto ed 
menesrer calor bastantemente sensible , ^olo el calor del 
fuego subterraneo puede elevarlos. 

$6 Por la misma razon no puede tampoco el Sol te- 
oer alguti influxo en la condensadon , liî esta ha menes- 
ter un Artlfice^an forastero. Sabiéndose quânto puede en 
la concrecion , y dtsgregacion de los mixtos el fuego re- 
gido de larChymica , no se puede negar que podrà mu- 
cho mas gobernado por la sabla Natiiraleza;6, por ha- 
blar mas christiana , y mas iïlos6(icaiiiente , gobernado 
por el Autor de la Naturaleza mi^ma. 

57 Aunque hasta abora { como tengo por cierto ) no 
Be haya descubierto el arte de la fibrica artificial del oro, 
Roberto Boy le refiere como cosa constante que un Chy« 
œico de su tiempo , que se andaba fotigando en los al- 
cances de este inacce^ible secreto ^ togr6 en una qcasion 
una pequena porcion de oro , mas por accidente que por 
arte ; pues por mas que repitié despues la operacion so- 
bre la misma materia , no se repitiô el efeôo , por la fal- 

T4 ta. 



2g6 Paradoxas Fisicas. 

ta , sin duda de alguna , 6 algunas imperœptibles qirr 
cunstancias que observa ea esta obra la naturaleza , y 
son inobservables por el arte« Siendo esto asî , el fue-r 
go elemental basta para la fàbrica del oro ; y en caso que 
no baste manejado por e] arte acà en la superficie de la 
tierra , por las razones arriba alegadas me parece in* 
negable que basta manejado por la naturaleza en la 
matriz del minerai. 

PARADOXA XIL 

Posible es naturalmente restituir la vista à un ciego. 

$. XII. 

$8 17Sta Paradoxa va fundada sobre la fé de los Au- 
•I^ tores que refier en los experimentos , coa çpeïa 
comprobarémos. £1 P. Gaspar Schotto ( in Jocoser. nau & 
art. cent. 3. prop. 83. ) refiere , que habiendo Uegado 4 
Praga un Caballero Extrangero , y ofreciéndose bablar so- 
bre materias médicas con el ingeniosisimo Doâor Juaa 
Marcos Marci , vino à caer la conversacion sobre el asun- 
to de la présente Paradox?. Dixo el Extrangero que era 
posible restituir la vista enteramente perdida^ y él se ofre- 
cjaà hacer la experiencia en qualquiera animd. Tràxo- 
se un ganso , pic6le coq una lanceta los ojos ^de donde 
al punto fluyô todo el humor aqueo : luego exprimiô los 
humores crjstalino , y vitreo , de suerte , que en lugar de 
los dos ojos no se vdan sino dos cavernas. Hecho esta, 
destilé en ellos una porcion de cierta agua que trafa coih 
9igo , y al instante empezaron à entumecerse de nuevo 
los ojos , restituyéndose à su antiguo estado ^ de suerte, 
que dentro de un quarto de faora recobr6^el ave la 
vista perdida. Guardô *mucho tiempo Marcos Marci el 
ganso, y le mostré à muchos. Es verdad que no veîa 
tan perfeétamente como antes , lo que el mismo Ex- 
trangero li^abia pronosticado , porque no se habia cer- 

ra- 



DiscvRso XIV. 297 

^ado con eiK&âa igualdad la cicatriz (a)« 

59 £1 misqoo Schptto refiere, que el Padre Nicolao 
Cabeo resticuyo; la vista i un çordero ^ i quien del mistno 
modo habia quitado el humor aqueo de los ojos , vendân-: 
dolos despues con un pano mojado en zumo de la Celido* 
DÎa miàyor. 

60 £1 Doâo Premonstxatense' Juan Zat^no {in O euh 
Artific. syntagrn. 3^ cap. Z.quast* 19.) cita à Henrico de 
Heer ^ que escribe que con el zumo de la hJerba 27/{na-- 
ria 9 cogida en el mes de Mayo , restituyô à una mu** 
chacha los humores vitr^o ^ y aqueo. Cita çl mismo Zahnq 
una carta del Borj;i à Thonu^ Bartplino.^ .<k>nde aquel fa^ 
moso Çbymîço asegura quie 6e:pueden in$tdjurar,lp$ bi^ 
mpres del ojo con el zumo, de 1^ iCelidoiûa eq los. que lie- 
nen los ojos garzos; y con la.agjua de infusion deacero 
en los ^ que los tienpn. nçgrps; y quç es;a experienciase 
bizo VB»s det cien ye^r^s , asi, en bombr^^ ^ .çpiqp.en .bru- 
tos v^djendo qu^ queda la v^sta avi^ tpas fjlar^ qi^c) ant^St 

61 rNp omitiré aquî.9 qi^ ArisJËfS(elç$xi^nieJ(Hb. 6, dç 
la Historia de Animales^ çap. g. dice > 91e $i à los ppUos 
tiernos. de las golondripas se les taladran los ojos ^ sanjan, 
y recobran perfedagiente la: vista. Mas es loque diçe ^lir 
tâo ( lib. II. çap.y'Sl'* ) y ppr eso meno«;)Creible , ^que as| 
â las golondrinas , comq à ^s culeb^ra/; pi^quenas.^ si, le$ 
arrancan los ojos, vuelven à renacerles. £s verdad que solo 
lo refiere como de oidas ; pero en el mismo capitulo, abso- 
lutamente , y sin esa restriccion , àfirma que muchos hom- 

bres 

{a) Aunque ya hemos dicho al go en otra parte perteneciente al 
asunto de esta raradoxa, anadiremos aqui , que por las observaciones 
de Rhedi consta , que rompidQS los ojos con aguja , 6 lanceta , sin 
aplicacîon de algun remedio , se recobra la vista por puro benefitio 
de la naturaleza en menos de veinte y quatro horas. Asî lo expéri- 
menté el citado Autor en varias especies de aves. For tanto se debe 
créer , que el zumo de la Celidonia , y otras drogas , que como se- 
creto venden algunos para este efecto , es puro embuste de charla- 
tanes , que sabiendo que la curacion se deberà â la naturaleza , sin 
socorrcria con algun auxilio > venden como remedio lo que no bace 
dano 9 ni provecho. 



àlpS Paradoxas Fîsicas. 

bres reçobrardn lâ vista desfMies de les veihte alloi de edad: 
• Post'vigesiffium anmm miltis restitutus est visas. 
6t tfkîmamente , quîtados todos los humores , y tù- 
nîcas del ojo , à la réserva sola de la retina , cotno esta 
quede en su natural , y debida temperie , se puede res- 
tituir la vista , poniendo en la concavidad del ojo artiiîcial 
que desfcribe el Padre Dfechales ( //*. i. Ôpticée , prop. \o.\ 
^Ue^ este àt\t del mismo modo que «1 natural para es- 
tafnpar en la retina las imâgenes de los objetos ; y estan- 
dotoda la sensacion , 6 accion vital delà vista en la re- 
tina ( como es lo mas probable , y comun ) , como esta se 
conserve ^ se verà del mîsmo modo con el ojo artificial^ 
ijue ton èl Mtural. l'odà la diliciiltad e^à en que la tem- 
p«rie de^la ^ina no se destruya dé vAoAo que quede in- 
util pal-a la sensaciôn. Véase el Padre Dechales en el Iih 
gar citado , y en la prôpostdon 42 del mismo libre. 

63 Vudvô à decîr , que eu quanto â esta Paradoxa na- 
da fee piielsto ^ riti- casa ; ni salgo^ptfr flador de los cx- 
^rimenitos dËiaidos arrîbai Solo edvièrto , que aun quaa- 
do cOn los medios |>uestos ^e pueda restituir nâturalmeo- 
te la vista i un ciego ^ no por eso dexan de ser milagro- 
sas las curaciofies de diegôs hechas por Christo Senor 
tiuestœ s y P^ otros Santos , pues ea ellas no se usé de 
lnedio^al|^o Bàtural 9 niartificial. * 



MA- 



«99 



MAPA INTELECTUAL, 

Y COtEJO DE NACIONES. 



DISCURSO XV. 

I ]^0 es dudable que la difei^nte temperie de los 
1^ Paifies induce sensible diversidad en hombres^ 
brutos ^ y pkntas. £a las pbntaa iestan erander^ qite itegs 
al extrtfDO.deider èo kmrPafsJapcentesr^ éDCiakidabtes iaa 
^smas que eiLQtrài tsén «^çnenosRis \ como aer as^fura de 
la Maozaoà Pérsica. No es. meDpria.dbcrqiancfe^ entre 
los bmtos , entaniafio , robostéz v fiereaa , y otras qualida^ 
des ; pues adémaa de lo queenota materi^^esti patente 
i la^ooS^cvadoù detcxjiosviiay Paises doqde estos ^6 aque- 
Uos aniinalesi degeneran tôtaimemie.de la/fudde:» que se 
tkne eoino càratlberfstica de su especie*' Produce la Mace-t 
doma serpitotes tan spciaUes al hombre^ si hemos dé creeif 
âLuciaoo ^ que juegan con los ninos ^ y dulcenoiënte se apli# 
can^â chupar en su propio seno la lèche de las mugeres. 
£o Guregra , montaoa dd Reyno de Féz, son^ segun la re^ 
lacion de Luis de Marmol en su Descripcion de la Africa^ 
tan tfmidos los Léones , de que hay gran numéro en aquel 
parage , que los ahuyentan las mugeres à palos ^ como si 
fuesen perros muy domesticados. (a;. 

•^^ '. " ■ ■ Si 

- (û) Siguiendo la opinion comun , diximos en titt nâmero j que la 
Manzana Pérsica , que nosotros , 'hecho sustantivo el adjetivo , Ua- 
mamos Pérsîco , es venenosa en la Persia. Este es un error comun, 
que viene muy de atrâs ; pues ya en Columela se halla escrito, como 
creîdo del Publico. 

Stspantur calathi , bf pomis , qtik harbara Pertis 
Ài:iirat ( utfama ist ) tatriis arjhata^vinfnis* 



^oo Mapa Intelectual. 

2 *^ "Si rio es tanta la (îîfeféncîà queïa dnrersHad'dè Paî- 
ses produce en nuestra especie , es por lo menos bastante- 
mente notable^^Es manifiesto que hay tierraydcmdeloshom- 
hfrfes^sOn , ô'mastrôfputentos ,-6 ifias agiles^, 6 mas fuèrtès^ 
6 mas sanos , ô mas hermosos ; y asien todas.l^ demas 
cosas que-dependen dé lis dos ^cUltades ^ ^okitiva , y ve- 
getativa , comuaes al hombre , y al bruto. Aun en Nacio* 
nés vecînas se observa tai vez esta diferencia. 
< 3 A las distiae^s disppsicîqne^ dçl ci^rRO se siguen dis- 
tintas calidade^ det 'ànimo ï de' dî'stihro ciemperamento re- 
sultan distintas inclinaciones ; y? de distintas iacliaacîones, 
di^tintas costumbres. Là priolera conséquehcia es nedésa- 
rïa : lasègunda defeâible : pbrque ei alvedrio puede de* 
tçqér el fmpetude la incliaaddq ^ ohas como se^ harto co* 
Biort en^ lo£i:liombns<9eguincdni«l alvedriotaquel mwi-^ 
mientot]ue rienede la^&posiocon toteric^de hi miquii»; 
se puede decir^doo^egtirîdad^ qiie.en^una Nacioo soa 
k>s hombres mas iracondos , en otra mas glofeones , en otra 
ma^iaidvos V eA cMnra mis.perc^Qsbs !, â&c. 
-.4- Nomenarvaniîes'migiypi^desigualdadqiieeQ^la par^ 
te sensitiva^ y* végétative ^ie^uz^a comunmente que faaf 
en la radonal entre hoiqbres de distintas regfones* No so- 
lo en las eonversadones de los vulgares, en los escritos 
de los hombres mas sabios , se ve^otar tal nadoa (le sil- 

PImk) poco pàstcrîoV a CôlUteèla i estaba desènganado del error; 
pues en d libro 15 , câp. 13 , hablando de las Manzanas Pérsicas, 
dict : Falsum est » vetunata cum érifciatu in Persisgigni, Mas no por eso 
dex6 de pasar el engano à ocros Escritpres que le mancuvieron , y aua 
mantienen en el Vulgo. Este errpr vino de la equivocacion de tomar 
por Manzana Pérstca , 6 por su arbol , ot^o arbolô fruto llamado Pir» 
sea ; del quai dicen algunos Autores , que siendo venenoso en Persia, 
fue trasladftdo i Egypto por no se que Rejr , para casCigo de delin- 
qîîentes ; pero en el suelo de Egypto perdio su acttvidad. No solo Pli- 
nio 9 mas Dioscôrides , Galeno , y Matîolo , deshicieron la equivo- 
cacion 9 hablando del Pérsico , y de la Persea , como plantas di- 
versas. Plinio anade , que la Persea no se domino asi por haber 
aido transferida de la Persia , sino porque el Rey Perseo la planto en 
Menfis. 



. DiscuRso XV. 30Ï 

vestre ^ aqùella de estdpida ^ la ôtfa de hithûta ; de modo, 
que llegando al cotejo de uoa de estas Naciooes con al- 
guna de ias otras que se tienen por ocultas , se conclbe en* 
tre sus habitadores poco menor desigualdad que la que 
hay eptrè hombres y fieras. 

5 Estoy eh esta parte tan distante de la comun opi-- 
nioD , que por lo que mira à lo sùbstaocial , tengo por 
casi imperceptible la desigualdad que hay de unas Nacio- 
nes à otras en orden al u$o del discurso. Lo quai no de otro 
modo puedo ju^tificar inejor que ioaostrando que aquellas 
Naciones , que comuomeote estàn reputadas por rudas, o 
birharas , no ceden en iogenio, y algubas acaso exceden é 
las que se juzgan mas cultas. 

S. IL 
6 T7Mpezando por Europa ^ Dos Alemaaes y qve.son no* 
JOj tados de ingenioa tardos ^ y groseros ( en tat^to 
grado 9 que el Padre Domingo Bbuhursio , Jesuita Francés; 
en sus Conversaciones de Aristio ^ y Ëugenlo , propone co* 
mo disputable , si es posible que baya algun bello espiri* 
tu en aquella Nacion ) tienen en su defeosa tantôt Au-^ 
tores excelentes en todo género de letrass» que noes po* 
sibie numerarlos. Dudo que el citâdo Francés.pudiese se^ 
iiahr en Frânda , aun corriendo los siglos todos^ do9 hom- 
bres de igual estatura â Ràbana Mauro , y Alberto el Gran- 
de ; gloria el prioiero de la Religion Benediâina , y el se- 
gUpdodedaDominicana. Fue RÀbano Mauro (omitiea-' 
iio por liias notorios los elogios de Alberto ) Astro resplan- 
deciedte 4e su siglo , y el supremo Te6l0go de su tiempos 
estes epitetos le da el Cardenal Baronio. Fue Varon per* 
fectisimo en todo género de letras ; asi le precûniza Six* 
to Senenâe. £1 Ab^ Tritemio ^ despues de celebrarle co* 
yno Teôldgo , Fit6isofo , Orador , y Poeta excetentisinx^^ 
anade , queltalia no produxo jamas hombre igual à este; 
y no Ignoraba Tritemio ser parto de Italia un Santo Tho* 
mas. de Aquino. 2 Que sugetos tie;ne la Francia que ex- 
jcedan' aJ mitino Triieibio , venerado poi; Cot^éHp Agri* 
pa: à mKS]Lro.Aba4 Huperto.^ alP, AtaoaesiQ Kircbet ) quieo 
^: '.j ' ' se- 



goa Mapa iNTEUSCTtrkL* 

sçgim Caratinièl , JPue divinitus edoctus : al Padre Oaspar 
Scotti y y ocros que omito ? Ni se debe callar aquel rayo, 
6 torbellino de la crf cica , terror de los Eruditos de su tiem- 
po , Gaspar Scioppio ^ que de la edad de diez y seis anos 
empez6 à escribir libros , que admiraron los ancianos. Se* 
nalamos eu este Mapa literario de Alemania solo los mon- 
tes de mayor eminencia, porque no hay espacio para mas. 

7 Los Holandeses , i quienes desde la antigûedad vie- 
ne la fama de gente estûpida , pues entre los Romanos, pa-* 
ra expresar un entendimiento tardfsimo , era proverbio: 
yiuris Batava : Orejas de Olandés , tienen hoy tan corn- 
probada la falsedad de aquella nota , y tan bien estable* 
cida la opinion de su habilidad , que no cabe mas* Su go- 
bierno civil , y su industria en el comercio , se hacen ad- 
mirar à las demas Naciones. Apenas hay Arte que ùo 
cultiven con primor. Para desempeno de su polftica , y sa 
literatura , bastan en lo primero los dos Guillelmos de Na« 
sau y uno , y otro de profunda , aunque siniestra politlca; 
y en lo segundo , aquellos dos sobresalientes Lynces en 
humanas letras ^ aunque Topos en las Divinas , Desiderio 
Erasmo ; y Hugo Grocîo. Asf que en esta , y otras Na- 
ciones se llamô rudeza lo que era falta de aplicacioo* Lue- 
go que se remédié esta falta , se conociô la injustîcia de 
aquella nota. 

8 Esto es lo que se vi6 tambien en los Moscovitas, 
cuyo discurso esta \ 6 estaba poco hi tan desacreditado 
en Europa , que Urbano Chevreau , uno de los bellos esp{- 
ritus de la Francia de este ùltimo sigio , dixo que el Mos- 
covita era el bombre de Platon. Aludia d la defeâuosa de- 
finicion del hombre , que diô este Fil6sofo ^ didendo que 
es un animal sin plumas , que anda en dos pies : Ammal bi- 
pes implume ; lo que di6 ocasion al chiste de Diôgenes, 
que despues de desplumar un gallo , se le ^roj6 A los 
discipulos de Platon dentro de la Academia , gritindoles: 
y^eis abé el bombrede Platon. Queria decir Chevreau ^ que 
los Moscovitas , no tienen de hombre sino la figura exte- 
rior« Mas habiendo el ûltimo Czar Pedro Aiexowks intro- 

du- 



, Djscurso XIV. 303 

ducido las Ciieacias^y Â^tés çd aquellosHeynoss se vi6 
que .son Jos Moscovitas hombres como nosotros. Fuera de 
que i càmo es posîble , que una gente insensata se formase 
un dilatadisimo Imperio^y lehaya conservado tanto tiem- 
po ? ELoonquistat pide mucha habiiidad ;>y el conservar^ 
especiïlntente i la vista de dos tàn podei^osos ehemigos^ 
como el Turco ^ y el Pecsà<, mùdia mayon No ignoro 
que es la Moscovia parte de la antigua Scytia , cuyos 
moradores eran reputados por los mas salvagçs , y bâr« 
baros detodos los hombres ^ y con razon ; pero esto no 
depeadia de incapaddad nativa ^ shio de fàlta de culmra: 
de que nos da buea testimonio . el famoso Filôsofb Ana> 
char$is\, ùnico de aquella Nadon ^ que fue à estudiar i 
Greda. Si muchos Scy tas hubieran hedio lo mismo ^ aca* 
90 tuviera là Scycia muchos Anadiarsis^ 

i. IIL '.' ('k ,*.'' 
9 ¥7N saliendo de la &iropa, todo se nos figura barba*»- 
-I^ rie : quando la imaginadon de los vulgares se 
entra por la. Asia , se le representan Turcos , Persas , In* 
dios 9 Cfalnos ^ Japones ^ poco mas , 6 menos , como otras 
tanlas congregacione^ de Sàtyros , 6 hombres medio brur 
tos^ Sio embargo.,» nlnguna de estas naciones. dexa de lo^ 
grar tantas ventajas en aquello à que se aplica , como no*- 
sotros en lo que estudiamos. 

10 No es tanto el aborrecimiento de las Ciendas , ni 
tanta la ignorancia en Turquia ^ como acà se dice ; pues 
en CoQStandnopla , y en d Cayro tienen Profesores que en^ 
senan la Astronomia , Ja Geometria , la Arithmètica ^ la 
Poèsia , la lengua Aràbîga , y la Persiana. Pero no hacen 
tanto apreclo de estas Facultades como de la Polîtica, 
en la quai apenas hay Nacion que los iguale , ni sutîleza 
que se les oculte. £1 Viagero Monsieur Chardin , Caballe^ 
tù Ingles , en la relacion de su Viage d la India Oriental, 
dice que habiendo conversado , en su trinsîto por Cons- 
taminopla , con el Serior Quirini , Embaxador de Venecia 
i la Porta , le asegurô este Ministro , que no habia tra« 

ta- 



304 MaPA fNTStECTUÀL. 

tado jamas hdjnbfes de igiial pénetrackm ^jr profutidi- 

dad que al Visir que habia èntohœ^ ; y que si él tuvie- 

se un hijo , no le darfa otra escuela de PoUtica , que la 

Corte Othomana. Son priraorosisioios los Turcos en todas 

<4as habilidades de.manos yoexerciclosrdel cuerpo , £ que 

^tienen afieion^ Nb hay iguales' Pendolarlos en et Maado; 

y esté ha sido motîvo de no introducirse en elbselartH 

ficio de la Imprenta. Asimismo son los mas agiles , y dies- 

tros volatines de Ëuropa. Cardano refiere maravillas de dos 

que vi6 en ItaUa^de los quales eluno se oonvirtîô â la 

Religion Cat61ica ^y vivio muychiristianamente, àanque 

contimiando él raisnx) éxerdcio v con io quai desvaned^ 

la sospecha introducida en él Vulga de que ténia paâo 

con el Demonio* La destreza en el manejo del arco para 

disparar con violencia la flécha ^ stibi6 en los Turcos à taa 

alto punto , que se hace increible. Juan Barclayo ea la 

quarta parte del Satyricoti testifica haber visto à un Tut- 

€0 perietrar ton una flécha el griiésd de tfesâedoflr'de iace* 

TO ; y à otro , que con la hasta de la flécha sin hierro, 

taladré de parte à parte el troaco de un pequeiio arboi. 

£n el arte de confeccionar venenos son tamUen admira* 

ble^ Hàcenlos no solo muy aâivos , pero juntaoKnte muy 

cautelosos. £1 tenue: vapor que exhala iil despl^^arse un 

lienzo , una banda , o una toalla , fue muchas veces entre 

ellos instrumento para quitar la vida , enviando por via de 

iprçsente aqiielU alhaja : \ arte funesta ^ y exécrable ! Pero 

as! comô prueba laperversidad de aquella gente , da tes* 

timonio de su hablUdad en todo aquello à que denea apli* 

cacion {a). 

Los 

f {a) Acâso io qae tt dice de la (iereza de los Tarcos , se debe Hmi- 
Ur , 6 padcce-muchaà excepuioncs, La fïistorla de Carlos XII , Rey 
de Suecia, nos los pinta en muchàs.ocasioncs mucho tnas homanos, y 
^enerosos con aquel Principe y que lo que merecian sus extravagao» 
cias , desatenciones , y rodamontadas. A un Catôlico » natural , y ha* 
l>itador de Chipre , sugeto muy capaz , oî varias veces cncareccr 
su cortesania , y tnoderacion con los Christianos de aquella Isla. De- 
cia 9 que estin mezclados en todas las poblactones de eila taocos i 

tan- 



Discuaso XVt 30$ 

1 1 Los Persas son de mas poUcla que los Turcos. Tie- 
ûen Colegios , y Universidades^ donde estudian la Aritmé* 
tica , la Geometrfa , la Astronomia ^ la Filosofia Natural^ 
y Moral , la Mediciaa', la Jurisprudencia ^ la Retàrica^ 
Y ia Poesîa. For esta ûltima son muy apasionados , y ha- 
cen élégantes versos , aunque redundantes en metâforas 
pomposas. £n la antigiiedad fueron celebrados (os Magos 
de Persta , que era el nombre que daban à sus Fil6$ofos« 
Tan lexos estàn de aquella inurbana ferocidad que con^- 
cebimos en todos los Mahometanos , que no hay gente 
que mas se prôpase en exprcsiones de civilidad , ternura, 
y amor. Quando un Persa convida à otro con ebhospe- 
dage , 6 generalmente le qu^ere manifestar su deferencia^ 
y rendimiento ^ se sirve de estas , y semejantes expresio- 
nés : Ruégoos que ermoblexcais mi casa con vuestra presen-^ 
cia. To me saùrifico enteramente à vuestros deseos. Quisie^ 
ra que de lai niHat de mis ojos se blciese la senda que pisa-^ 
sen vuestros pies. 

12 En la lodia Oriental no hallamos Içtras ; pero si mas 
que ordinaria capacîdad para ellas. Juan Bautista Taber-- 
nier, hablando de unos negros, 6 mulatos que hay en aque^ 
lia région , Uamados Camarines , de los quales se estable^ 
cen muchos con varios oBcios en Goa , en las Pilipinas , y 
otras partes , donde hay Po; tugueses y y Espanoles ^ dicë 
que los hijos de dichos negros que se aplican à estudiar^ 
adelantan mas en seis meses , que los hijos de los Portu^ 
gueses en un ano ; y que esto se lo oy6 en Goa à los mis-* 
ihos Religiosos que los ensenan, Persuâdome i que fa pri- 
mera vez que los Portùgueses vieron aquellos hombres 
atezados , creyeron que su ràzon era tan obscura como su 
cara , y se juzgarîan con una superioridad natural i ellos, 
poco diferente de aquelia que los hombres ttenen sobre los 

Tom.II.delTeatro. V bru- 

tanCos , poco mas , 6 menos , Turcos con Christknos , teniendo fre- 
qûentemente las habitaciones contrguas , sin expetimentar de ellos 
lot Christianos la menor vexacion « desprecîo , befa , o falca de ur- 
banidad. 



3o6 Mapa Intelectual. 

brutos. îO en quântas partes de la tierra , dpnde juzgamos 
la gente estùpida^ sucederîa aç^so \o mismo! Pero queda 
oculto el métal de suentendîmiento , por no exâmiaarseen 
la piedra de toque del estudio (a) • 

i. IV. 

.13 T A mayor injusticia \ que. en esta materia se hace 

JL/.està en el eoncppto que nue^tros vulg^res tie-. 

nen formado de los Chinôs. iQué digo yo los vulgares? 

Aun 
(a) El P. Papin , Misîoncrocn la ladia Oriental , en una Cifta 
cscrita de Bengala a i8. de Diciemhre de 1709. al P. Gobien, de U 
niisma Companîa^ que se haîla en el tom. 9. de las'Cârtas Edifican- 
tcs , habla con admiracion de la habilidad de la gente de aqucl P.11J 
en las Artes Meçânicas , y aun en la Medicîna. Entre otras rouchai 
particularidades de que hace memoria , dice que fabrican telas de Ufl 
estrana dclicadeza , que aunque son muy anchas , y largas , pucden 
«in dificultad enfilarse por un anillo ; y que dandoles â uno de a^uc- 
Uos Obrer6s una pieza de muselina destrozada , 6 dividida en dos, 
juntan las partes con tanta destreza , que es impôsible conocer donde 
se hizb la union. En ordeii âîa Medicîna de aquelia- gente , son muy 
notables estas palabras dcl P. Papin : Un Mêdico uo is admitiii i It 
iuracion del enferma » si no adivinç. su mal ^ y el humor jue preiomm « 
il ; Iq que ellos conocen,fyciltH£nte Uptandç el pulso^ T no hay que decir f» 
iS facil qi^f se engahe^ , por que esta es una cosa de que y tengo alguna «x- 
feriencîa. . . ' 

2 El Padre Barbier , Mîsiontro Jesuîta tambîcn fen la Indra Orien- 
tal , reiiere el extraordinario ardid con que un Indiano mato una 
horrenda Serpiente ^ que infesta^ba el.tçrritorio de Rangamati % m^ 
allli del Cabote Cpmocin. Esta^ b^stia ténia, su b^bitacion en una 
montaik , de, dondp dcscubriaîel curço de ua Rio yecinoj. y lu^g<> 
que veîa navegai'en él algun Batel ', bâxa)]^ pronta'mente" a! RiO| 
âcomctîa'ferèatel \ le tirastôrnaBà , 3^' luègô devoraba la genre que 
fba en él. Este e^lrago durô ha^ta que un dôlinquente , condenado 
$ muene\ ofrecio iibrar de él ai Pals como le coi^cediesen la vidai 
Aceptada la ofcrta,.nias arriba de dçnde habitaba ^1 JDragon, y don* 
de sei le ocultaba el Rio , formô unas figuras 4e hombres de paja, lle- 
nando el interior de harpones, y grandes garfios ;' y poniendolos en 
una especie de b^co » la cprriente los fué llevando hasta ponerse a la 
yista del Dragon : este se arrojô al agua , y à la presa que veîa eo 
ella : conque tragandô los harpones , ygarfios ^ se desped^tzô las €0* 
tranas ( Cartas Edificantes , tom. 18. ) • - 



DiscuRso XV. 307 

Âun â hombres de capilla , û de bonete , quando quleren 
ponderar un gran desgobîerao , 6 modo de procéder , age«. 
no de toda razpn, se les oye decir i cada paso : No pasard 
esta entre Clfinos ; lo quai viene à ser lo mismo que colocar 
en la China la antonomasia de la barbarie. Es bueno esto 
para la idea que aquella Nacion tiene de si misma , la quai 
se juzga la mayorazga de la agudeza ; pues es proverbio 
entre ellos , que los Ubinos tienen dos ojos , los Europeos no 
mas que uno ^y todo el resto del mundo es enter amente ciego. 

14 £1 caso es que tienen battante fundamento para 
éreerlo asî. Su gobiernô civil , y politico excède al de to« 
das las demàs Nacionés. Sus precauciones para evitar guer- 
ras , tanto civiles , como forasteras , son admirables. En 
ninguna otra gente tienen tanta estimacion los sabios,pues 
ûnicamente à ellos confian el gobiernô. Esto solo basta pa- 
ra acredttarlos por los mas racionales de todos los hom* 
bres. La excelencia de su înventiva se conoce en que las 
très fampsas învenciones de la Imprenta , la Polvora , y la 
Aguja Nâutica , son mucho mas antiguas en la China , que. 
en Europa ; y aun hay razonables sospechas de que de alli 
se nos comunîcaron. Sobresalen con grandes ventajas en 
qualquiera Arte à que se aplican ; y por mas que se han 
esforzado los Europeos , no. han podido igualarlos , ni aun 
imitarlos en algunas {a) . 

1 5 Nada es digno de tanta admiracion como el gran- 
de exceso.que nos hàçen en el conocimiento , y uso de la 
Medicina. Sus Médicos son juritamente Boticarios : quiero 

V 2 de- 

{a) El P. Du-Halde en e] tom. 2. de su grande Historiade la Chi- 
na, pag. 47* dice, que aunque la pàlvora es antigua en la China, no 
usaban de ella sino para los fuegos de artificio ^ ignorando entera- 
fnente su uso en los canones. San embargo anade,, que à las puer tas 
de Nan-kin liabia très , o quatro bombardas cortas , bastantemente 
antiguas , para hacer juicio de que algun tiecnpo tuvieron poco, 6 
mucho conocimiento de la Artilleria. X'O que rs cierto es, que todos 
los canones que hoy tienen , los deben a Artifices Europeos : con 
que si en la antigiiedad conocieron el arte , enteramentc lo habian 
perdido. 



3o8 Mapa Intelectual, &a 

decir ^ que en su casa tiènen todos los medicamentos de 
que usan , los quales se reducen à varlos simples , cuyas 
virtudes tienen bien exâminadas. Ellos los buscan , prepa- 
ran , y aplican. En quanto à la union de los dos oficios^an- 
tiguamente se pradticaba lo mistno en todas las Naciones; 
y ojalà se praâicase tambien ahora. Son sumamente pro- 
lixos en el exémen del pulso. Es muy ordinario detenerse 
cerca de una hora en explorar ^u movimiento. Pero es tal 
I9 compréhension que tienen , asi de esta senal , como de 
la lengua , que en registrandouno^ y Qtro, sio que k>s asis- 
tentes, ni el enfermo les diga^i cosa alguna, pxonwiciaa, 
que enfer medad es la que padece^qué symptomas la acom- 
panan ^ el tiempo en qjiie en^rô , con las d.emas circunstaji- 
cias aniecedeofes , y subséquentes. (a). 

Bkn 

(a) En orden i la Medicina de los Chinos , tl P. Du-Haldc ëcc 
que su teorica es muy defeâuosa ,. sus principios fisicos incieitos , 7 
obscuros y su cîencia anatomica casi ninguna ; pero no les niega el co« 
nocimiento de muchos remedios muy utiles, Por lo que mira al cono« 
cimienio del pulso , confirma lo que hemos dicho en el numéro cita* 
do. Pondre aquï el pasage , aunque algo largo, traducido] itérai men- 
te, porque algunos leâores haivdificultado cl asenso & lo que hemos 
escrito sobre esta materia. £si4 en el tom. 3. pâg. 382. 

2 „ Toda su cicncia consiste en el conocimiento del pulso ^.y en 
„ e) uso de los simples , de que tienen gran cantidad , y que , segun 
5, ellos , estân dotadns de virtudes singulares para curar las enferme- 
„ dades. Ellos pretenden conocer por solo el movimiento del pulso 
„ el origen del nul , y en que parte del cuerpo resida. En efeAo , lot 
9, que entre ellos son habiles , descubren , 6 pronostican muy exâc- 
9, tamente todos los symptomas de una enfermedad ; y esto es lo que 
„ hizo principalmente tan famosos en el Mundo los Médîcos de la 
„ China. 

3 >9 Quando son Ilamados para algun enfermo , apoyan lo prime* 
„ro et brazo sobre una almohada : aplican luego los quatro dedos a 
„ lo largo de la arteria , ya blandamente , ya con fuerza. Detiénense 
„ largo tiempo à exâminar las pulsaciones 9 y à notar las diferencias» 
„ por imperceptibles que sean ; y segun el movimiento mas , 6 me- 
„ nos veloz , 6 tardo ; mas , 6 menos lleno , 6 disminuido; mas unî- 
9, forme , 6 menos regular , que observan con la mayor atencion, des- 
„cubren la causa deî mal ; de suerte , que sin hacer pregunta aigu- 
9, na al enfermo , le dicen en que parte del cuerpo siente dolor , en 



DisctJiiio XV; 3<^ 

x6 Bien vêo que esto se hàifi increible i nuestrbs Mé- 1 
dicos ; pero las varias relaciones ^e teaeïnos de la China > 
(algunas escritas por Misibneros eidémplarfsinkis ) , estiU' 
en este punto tan contestes ^ que sin temeridad no se le» 
puede negar el asenso* Aun quando à mf me hubiera qiie«> 
dadô alguna duda!, me la habria qukado.el Ilitstrfsimo Se« 
iior D. Joseph Manuel de Andaya 7 Haro , dignisimo Pre« 
lado de esta Santa Iglesia de Oviedo i que me confirma e»^; 
ta noticia con las experiencias que ténia de un Médico Chi-- 
no , que trat6 en Manila , Capital de las Filipinas , y de 
quien su Ilustrisima mie refiriô maraviUas y asi en orden al 

. pn>^ 

»,la cabeza , 6 en el estoniago , vicntre /hîgado , 6 bazo ; y Te pro- 
9,nostican quândo se aliviaTâ la cabeza 9 quando recobrarâ el apetito, 
» quîndo cesarâ la inconaodidad. 

4 „ Yo hablo de los Médicos hibiles , y no dé otros mucho» que. 
i,no exercen la Medicina sino para tener de que vivir p y que carç- 
>9cen de estudio, y experieacia. Pero c$ cierto , y no se puede du- 
^dar, despucs de tantos testimonlos comô hay, que los Médicos 
))Chinos han adquirido en esta materîa un conocimiento , que tierre 
>> algo de extraordinario , y asombroso. 

5 „ Entre muchos cxemplos que pudiera alegar en prueba 9 no 
ï^referiré mas que uoo solo. Un Mîsionero cayô enfermo en las pri-» 
M^iones de Nan-kin. Los Christianos^ que se veîan en riesgo de 
nperder su Pastor , solicitaron'â un Médico de fama para que le vî- 
))Sitase. Rtndiôse â sus instancias , aunque con alguna. dificultad^ 
9) Vino i la prision , y despues de considerar bien al enfermo , y 
») tentado el puiso con las ceremonias ordinarias , al instante compu-k 
nso très medicinas , que le ordenô tomasc una de manana , otra unm 
^hora despues de medio dia , y otra a la aoche. £1 enfermo se hallo 
}» peor la noche sLguiente » perdiç el habU , y los asistentes le creye- 
^ron muerto; pero i la manana se hîzo una mutacion tàn grande, 
9» que el Médico , pulsândole , dixo que estaba curado, y que no ne- 
99 cesitaba ya sino guardar cierto régimen durante la convalecencia: 
99 en efeâoy por este medio fué perfeâamente restablecido. 

6 Los que saben que el Padre Du-Ha^de escribiô su grande Uh^ 
teria de la China sobre gran multitud de Mefnorias , las mas exââas, 
y justas , venidas de aquèl ïmperîo j y que el Vénérable Padre Con- 
tancin , que vino à Paris , despùes de treintà y un anos de estancîa 
en la China , la reviô toda dos veccs an tes de darse & la Prensa , iift* 
rin de este testimonio el aprecio que es justo. 

Tom.II.delTeatro. V3 



2Jcr Mapa Intelktuaii ♦.ficc. 

pfonôsdcD ^ cdtari eatcwrdeïnîila Qi«^don^ â 

cjuei a%iinos Médicos delaGoiîte^tendiâivel lihro 4e An- 
dres. Cluverio, Proh>Jdt«iîco deliftrBdtavia lodica, de Me- 
dicînaCbmensiism , impreso. en Ausburg, de que da noticia 
el Diario de los Sabiôs de Pa^ris del ano de 1682 , donde 
podrân ver mas 4>or eixteosa esta noticja. 
►.17 Sieodôjtan sabios losl>Médicos de la China eti la 
ppÂdîca de sibarte ^ no son menos isabios las €hinos en la 
prââica que observan coq sus Médicos. Si el Médico des- 
pues de exâminados el pulso^ y la lengua ^ no acierta con 
la enfermedad , 6 con alguna cirçuostancia suya (le que 
pocas veces sucede) , es despedido al punto como ignoran- 
te , y se llam^ çtrç. Si acierta (como es lo comun) , se le 
fia la curacion. Tràhe luejgo de su casa un costalillo de sim- 
ples , cuyo uso arregla en el quândo , y en el como. Acaba- 
da la cura , se lé paga legîtimamente ^ asi el trabajoxle la 
asîstencia , como el coste de los medîcamentos. Pero si el 
ênfermo no cohvalece , uno , y otro pierde el Médico ; de 
TOodo y que el erifefhio paga la curacion quando sana ; y cl 
Médico su impericia quando no le cura. îO si entre aoso- 
tros hubiese la misma ley ! Ya Quevedo se quejô de la fal- 
ta de ella , sin saber que se prafticase en la China. Y aun- 
qûé lo Kizô como entre burlas ^ pienso que lo sentia muy 
dé veras. '. ' 

18 Generaimente podemos decir â favor de la Asia^ 
que esta parte del mundo fué la primera patria de las Artes, 
y las Ciencias. Las letras tuvieron su nacimiento en la Fe- 
nîcîa : de alli yinieron i Egîpto , y Grecia : como el cono- 
cimiénto de los Astros â una y y otra parte vino de Caldea. 

: '" S. v; 

i^ I3OR lo que mira à la Africa ^ no tenemos mas que 
Jl echar los ojos à que alli nacieron un Cyprîano^ 
un Tertulîano (y lo que es mas que todo) un Augustîno: 
à que en la per^cia Militar mas supertores fueron Un tlem- 
po los Africanos à los Espaiioles , que hoy los Espanoles â 
los Africanos. Menossangre le&costô à los Cartagineses 

... al- 



DiscurbdXV.- 311 

algttti (fia la conquista de toda Efcpona ^ que despueé aci à; 
los Espanoles la de unes pequeBos retazos de la Maurita- 
nia. £1 suelo , y el Cielo los mismos son ahorà que enton* 
ces , y por tanto capaces de prodiicir Ignales genios* . Si les 
falta la cultura ^ no es vicio del.cllmà ^^^ûo de su inapll^î» 
cacion. Fuera de que acasô 00 min tan incultos coœô se Ima* 
gina. £1 Padre Buffier , en êl librlto quelndtul6 Examen 
des préjugez vulgaires ^ copié la arenga de un £mbaxador 
de Marruecos al gran Luis Decimoquarto^ lai quai tsti tan 
éloquente , y oportuna ; como si la hubieraJbrmado^ un 
discreto £uropeo, 

$. VI. 

20 17L concepto que desde el prin^r descubrimiento 
Xj/ de la America se hi20 de sus hahitadores^ y aun 
hoy dura entre la plèbe ^ es /que aqueilagente 4 no tanto 
se gobierna por razon^ qtianto por instinto^ como^si algunà 
Circe , peregrinando por aquellos vastos^ Palses j hubiese 
transformado todos los hombres en bestias. Con todo so* 
bran testimonios de que su capacidaden nadaes inferior à 
la ouestra* El Ilustrisimo Senor Palafbx no se contenta coa 
la igualdad ; pues en el Mémorial que présenté al Rey en 
favor de aquellos vasallos ^ intitulado Retrato natural de hs 
Indios , dice que nos exceden* Allf cuenta de un Indio que 
conoci6 su Ilustrîsima , à quien llamaban Seis oficios , por- 
que otros tahtos sabla cpn perfeccion. De otto que apren^ 
diô el dcf Organero en cinco\ ôoseisdias^ solo con obser- 
vàr las operaciones del Maestro ^ sin que este le dièse do- 
cumento alguno. De otro que en qipnce dias se hizo Or^ 
ganista. Altî reBere tambien la exquisita sutileza con que 
un Indio recobrà el caballo , que acababa de robarle un 
Espaâol. Aseguraba este , rëconvenido por la Justicia^ que 
el caballo era suyo babia muchos anos. £1 Indio nô ténia 
testigo alguno del rôbo. Viéndose en este estrecho , pron<* 
tamente echô su capa sobre los ojos del caballo , y volvién- 
dose al Espanol, le dixo, que ya que tanto tiempo habia 
era dueno del caballo , no podîa meoos de saber de que ojo 
era tuerto ; asi que lo dixése.: el Espanol , sorprendido , y 

V4 tur- 



31? ^ MaP.A VttÏTM-KîTUAt , &C. 

turbado , 4 Diosy y â diçHà ; rMpoodid que del dferechOi 
Entonceis el Iiidio <» quîtando la capa mostrô.al Juez , y i 
todos los asîstentes, que el caballo no erà tuerto^ni de uno^ 
fiiide otro ojo ; y cooveticidoe) Ëspaikd del robo > sq le re»* 
tituy6 el cabailôralJndio. :'-/.' ^ . 
- 2 1 Apenas los !&pafiot(Bs ^ debaxo de la xxmduAs. de 
Cortés ^ entràrda en la America , quando tuvieron muchas 
ocasiones de conocer que aquellos natarales eran de la 
misma especië que eilps , é hijos del mismo padre. Léense 
en la.Historia de la Conqaista deiyiéxico estratagesxms mi-? 
litares de aquella gente, nada inferiores j&ias de CartagH 
neses , Griegos , y Romanos^^ Mûchos han observado que 
los crioUos , 6 hijos de Espanoles ^ que nacen en aqueUa 
tierra , son de nias vivezâ, 6 agilidad inteleâual , que los 
qQeproduceEspa&a\»,lo que.anadeti otros ;» que. aquellos 
jngerïk)S',{ asi como' amaneçen ât» teciiprano ^ cambien se 
anochécen mas presto ; no se que esté justificado. 

22 Es discurrir groseramente bacer baxo concepto de 
la capacidad de los Indibs , porque al principio daban pe* 
dazos de oro por cuentas de vidro. Mas rudoe^s que elIo$ 
quien pbr iesto losjuzga xudoSé Si se mirastn preveacioii^ 
mas heroioso esei vidro quéjel oro ; y en lo que se. busca 
para ostentacion ^ y adoFUO., en igualdaU de herjnosura 
siempre se prefiere lo mas raro. No hacian , pues ^ en este 
ios Americano» otiia CQsa que la que hàoe todp.çl mundo. 
Tenian oro , y no vidro : por.eso êra entte ellos , y con ra- 
-zon , miis digna albaja^de^una Princtea un pequeno collar 
•decuehtas de vidro , iqife una gran cadena de oro. Un dia- 
mante , si se atîende al uso necesario ^ es igualmente util 
ique una cuenta de vidro : si i la hermosura ^ no es mucho 
cl e^cesbf (Toii todp^v los. Asèélicos vendéo por mUloDes de 
oro à los 'EuràpMeés un dismante que pesa do9 onzas. 2 Por 
que esto j sino porque son rarislmos? Los habitadores de 
la Isla Formosa estimaban mas el azofar que el oro , por^ 
qiie tenian mas oro que azofar , hasta que los Holandeses 
les dieron à conocer la grande esdmacion que en las demas 
regiones se hacîa de aquel metaL Si en todo el mundo bu* 

bie- 



. DiscuR50 XV. '[ 313 

bîese m»oi'a<îue azofar , en todo el mundo séria prcferî- 
do este métal à aquel. Aportandael ano de i6os. el Al*- 
mirante Holandés Cornelio Matelief al Cabo deBuena-Es- 
peranza , le dieron aquellos Africanos treinta y ocho car- 
oeros , y dos vacas por un poco de hierro , que no valia de 
veinte sueldos arriba ; y lo bueno es , que quedaron igualr^ 
mente satisfechos de que habian enganado à los Holande- 
ses^que estos de que habian enganado à les Africanos. Te-- 
nlan sobra de ganado , y falta de hierro. Si acà hubiese la 
misma sobra , y la misma falta , se compraria el hierro 
al mismo precio. 

. 23 El Pâdf e Lafitau , Misionero Jesuita , que trat6 nni-- 
cho tiempo ^uellos Pueblos de la America Septentrional, 
i quienes por estar reputados por mas bârbaros que los de- 
mas, Ilaman Salvages, encarece en gran manera su gobier* 
120 1 y poliçfa, comparàndolos en todo con los.antiguos 
Lacedemonios. Es tambien (lo que se admirarà mas) gran 
panegyrista de su eloqiiencia : llegando à decir que hay 
tal quai entre ellos , cuyas oraciones puéden correr pare* 
jas , y aun acaso excéder à las de Ciceron , y Demôstenes^. 
£a las Memorias de Trévoux ( ano 1724. art. 106. ) se ba-r 
lia la relacîon del Padre Lafitau. Puede ser que en esto ha-r 
ya algo de hyperbole ; pero no tiepe duda que se hace 
mtiy diferente juicio de las cosas miradas de cerca que dé 
lejos {a). 

' . . Par 

^ (a) Lo que dice el P. Sébastian Rasles , Misionero en la Nueva 
Francia , parte de la America Septentrional , .de la habilidad de los 
Hineses , que e^ iina de las Naciones de la Nuera Francia , es cosa 
de asotnbro ; y puede persuadirncs à queTiada tiene de hyperbolico la 
que de la gente de aquellas partes refiere el Padre Lafitau. Es cos- 
tumbre deUberar sobre los négocies mas importantes al piiblico en los 
coRvites* £1 P^dre'RasIes se haH6 en uno de ellos , que costeaba el 
Gefe priacipal de una poblacion de trescientas cabanas y con cuya 
ocmsiott reiiere cofflo testigo lo siguiente : ,,Luego fdice) quearri* 
)) baron todos los convidados , se sentaron con orden , unos en la 
,,tierra desnuda , otros sobre esteras. Entonces el Gefe se kvanto, 
))y empe2)6 «u arenga. Yo os confieso que admiré su afluencia, la 
})Cxââitud 9 y fuerza de.laa razones que propuso ,iel ayre éloquente 

„ que 



314 MaPA iNTEtECTVAL» 

24 Padece tiuestra vista inteleétual el mismo defedo 
que la corporea^en representar las cosas distantes menores 
de lo que son. No hay hombre por gigante que sea , que 
à mucha distancla no parezca pigmeo. Lo mismo que pa- 
sa en el tamano de los cuerpos , sucede en la estatura de las 
altnas. En aquellas Naciones que estàn muy remotas de la 
nuestra , se nos figuran los hombres tan pequenos en lioea 
de hombres , que apenas llegan à racionales. Si los coosh 
deràsemos de cerca^i hariamos otro juicio. 

$. VII. 

25 /^Pondriseme acaso que las absurdisimas opinio- 
yj nés que en materia de Religion padecen los 
mas de los Pueblos de Asia , Africa , y America , mucha 
mas la carencia de toda Religion , que se ha observadoeo 
aigu nos , nos precisan à hacer baxisimo juicio de sus ta* 
lentos. 

26 Respondo lo primero , que aunque los errores en 
materia de Religion son los peores de todos , no pruebaa 
absolutamente rudeza en los hombres que dan asenso i 
ellos. Nadie ignora que los antiguos Griegos , y Rom'anos 
eran muy habiles para Ciencias , y Artes. Con todo , ^qiÀ 
gente mas fuera de camino en quanto al culto? Adoraban 

Dîo- 

9, que les di6 , la eleccion , y delicadeza de las expresiones con que 
„ adornô su dîscurso. Estoy persuadido i que si yo hubieae escrito 
y,lo que nos dizo de repente , y siA prepataciionalguna , conven- 
^, driaia sîn dificultad en que los mas habiles EurOpeos » despues de 
^ mucha. medîCacion , y estudio » no podrian componer un discurso 
^ mas soHdo, ni mas bien colocado. „ (Cartas Edifie* tom. 23) 

2 Lo que testifica el Padre Chôme de h Lengua de los Guaranics^ 
Nacion de la America Méridional , donde exerciô el ministerio de 
Misionero , ^co infiere mas que mediana capacidad en aquella gen^ 
te. „ Confiésoos (dice) que despues que me hice algo capaz deloa 
,,misterio8 de esta Lengua , me admiré de ballar en ella tanta ma- 
9, gestad , y energîa. Cada palabra es una difinicion exââa de la cosa 
,»que quiere exprimir 9 y da una idea ctara , y distinta de ella. ,^ 
AnaJe luego , que no cède en noUeza , y armonîa £ ninguno de 
los Idioihas que él babia aprcndido en Europa^ . 



Discvaso XV. 315 

Dloses adultères , pérfidos , malignos* Romai , que como 
dice San Léon , dominaba à todas las Naciones ^ era do-» 
minada de los errores de todas. £n enapezando el hombre 
i buscar la Deidad fuera de si misma , no hay que hacer 
Guenta de la mayor , 6 menor capacidad^ porque anda tam- 
bien fuera de si misma la razon» Para quien camina à obs* 
curas , es indiferente el mayor , 6 menor precipicio , por* 
que 00 los ve para medirlos , y aun no se si en empezan^ 
do à errar , se déscamina mas el que mas alcanza ; porque 
en punto de Religion^ supuesto el primer yerro , facilmen* 
te se coQfunde lo misterioso con lo rtdkulo , y afeda la 
9itileza hallar algunas seîias rec6nditas de diviûidad en lo 
que paas dista de ella , segun el juicio co'tnun. 

27 Respondo lo segundo , que no podemos asegurar- 
nos de que la idojatria de varias Naciones sea tan grosera 
como se pinta. En orden à los antiguos Idolâtras ya algu^ 
nos,eruditos esforzaron bien esta duda , proponieodo s61i« 
dos fiind^mentos para pensar que en el simulacro no se ado* 
raba el troncos el métal , 6 el marmol , sino algun Nu- 
men , que se crefa liuesped en ellos. Verdaderamente pa* 
rece increible que un estatuario , como le pinta graciosa- 
tneqte Horacio en una de sus sàtyras ^ enarbolada la ha- 
cha .con una mano ^ asido un tronco con la otra , perple- 
xe sobre si faaria un Prîapo , 6 un Escaiio , considerase 
en si mismo la autoridad que era menester para fabricar 
uoa Deidad 

28 Lo mismo digo de los Idolos auimados: 2C6mo be 
de créer que los Egypcios ^ que fueron algunos siglos el re- 
servatorio de las Ciencias ^tuvie^n por término ûltimo de 
la adl;)râcîon unas viles sabandijas, y aun los mismds puer- 
ros y y cebollas ^ como dice de ellos Juvenal ^ con irrisioo 
irônica , que les nacian en sus huertos? [O sanffas gentes^ 
quitus biec nasfiuntur in bortis Numim ! Mas razonable es 
pensar , que aquellâ Nacion , que era genlalmente inclina- 
da â representar todas las cosias con enigmas , y simbolos, 
adorase en aquellas viles criaturas atguna mistica signifi- 
cacion que les daban ^ y que el culco fuese respeâivo , y 

no 



3i6 Mapa' Intelectual , &C. 

no absolutOr Lo mismc que de aquella Nacîon , se ptiede 
discurrir de otras , asf en aquel tiempo , como en este. 

!29 Confirmame en este pensamiento lo que lef de la 
supersticion que reyna en la Isla de Madagascar. Adoran 
sus habitadores un Grillo y criândo cada uno el suyo coa 
gran cuîdado , y veneracîon. En una expedicion que hicie- 
ron quatro Baxeles Franceses el aiio de 1665. para la India 
Oriental , entraron de trénsito en la Isla de Madagascar.' 
Sucedi6 que un Francés curioso , advertido de la extrava** 
gante supersticion de aquellos Islenos , preguntd à uno de 
los que entre ellos eran venerados por sabios ^ que funda- 
mento tenian para adofar à un animal tan vil : respt>ndi6 
este , que enel efedlo adoraban el principio ( esto es , en la 
criatura el Crîador) :^y que era menester determinar la ado^ 
racion à un sugeto sensible para fixar el espiritu. i Quiéa 
esperarfa un concepto tan delicado en aquel Pais? No oie- 
go que la respuesta no le redime de supersticioso ; pero le 
pone muy lexos de Insensato. Si reconviniésemos k los an^ 
tiguos Egipcios , creo nos responderian en la misma subs* 
tancia. 

30 En quanto à los Pueblos que carecen de Religion^ 
es harto dudoso que haya alguno tal en el mundo. Los Via- 
geros, que los aseguran, es de créer que , 6 por faka de su- 
ficiente trato , 6 por no entender bien el idioma , no pêne- 
traron su mente. Clama toda la naturaleza la existehcîa del 
Criador con tan sonoros gritos , que parece imposible que 
la razon mas dormjda no despierte à sus voces. 

$. VIIL 
31 A Penas , pues , hay gente alguna que exâmînado 
x\. su fondo , pueda con justicia ser capitulada de 
bârbara. No negaré por tantoqueno haya entre determî- 
nadas Naciones alguna desigualdad en orden al uso del dis* 
curso. Se que este dépende de la disposicion del 6rgano , y 
en la disposicion del ôrgano puede tener su influxo el clî- 
ma en que se nace. Pero si se me pregunta que Naciones 
son las mas agudas , responderé , cQnfesando con ingenui- 

dad. 



dad , que no {medohacer jvîcjk) segpi», -Vteq que las Cîen- 
ctas florecieroiï un tiempo entre los Fénices , otro entre 
los Caldops , otra entre los figipcios , otro entre, los Grie- 
gos t otro entre los Romanos y otro entre los Arabes^ Des- 
pues se esxtendieron i capj tpdos \q$ fairiopeos. Entre tanto 
que à cada tiorca no l^jtocaba.filîti^roade la ctrculacion, 
eran. tenidos I03 babitadore$ die eUa por rudos» Despues se 
yiô que noenteo^lian,: ni adelaatiabaanoenos que los que tu- 
vieron la. dkha de ser los prime^os.. Acaso slel mundo du- 
ra mucho > y- hay grandes revoluciones de Imperios (por- 
qpe Minerva anda pieregirîna por la tjerr^ ^ segun el im- 
puiso.que 1« daalas violentas agkaciones de Marte) ^ po- 
$^eràa las Ciencias en grado eminente los Iroqueses , les 
Lapones ^ los Trogloditas, los Garamantes, y otras gentes^ 
i^ qpienes hoy con desden ^ y repugnancia admitimos por 
noiembros de nuestra especie ; de modo « que por la expe- 
rjencia apenas podemos nçtar desigual^ac^ de ingenio en 
lasNapones. 

32 MucbOjmenos por razcxne^ fisicas. Muchos han que- 
9do establecer esta desigualdad i proporcion del predo- 
tpinio de las qualîdades elementales que reynan.endife- 
lentes PaiseStComunnaente se dice que las cllmas hume- 
4os , y nebulosps producen espirkus groseros ; al eontrario 
hs puros , secos, y despejados.. Aristôteles sedeclaro k fa- 
vor de las tierras ardientes. Lo mismo probaria que los 
Ijolande.$es , y Venecîanos son muy rudos; pues aquellos 
viven^metidos en.charcos, y estos habitoQ el .mismo golfo 
4 quien dierop nombre. Lo segundo ^ que los Negros de 
Angola son mas agudos.que los Ingleses. Y no se que nin^* 
gun hombre razooable haya de concéder ni una , ni otra 
çonseqiiencia* Pero» no es menester detençrnos en esto; 
pues ya euelprâmei: tomo (Disc. 16. §. 13,4^ 14.) mostra- 
ixios largamente que no puede inferirse <ksigua1dad en el 
discurso del predominio que. tiene^ en el temperamento 
ninguna de las qualidades. sensibles. Por lo quai es preciso 
confesar que elinfluxo que- el Pais natalicio puede tener 
en esto, viene de mas oculta causar, inaccesible à nuestro 

co- 



3ï8 Map A iKTELECfVAJU 

c^nocimieftto vé poï^^ lo métios no <î6iîipréHeticlîda hasta 
ahôra. * .^v : .-^ -> . ' ' 

- 33 Quando digo^que por la experîencîa apenas po- 
démos notar desigùatdad de ingenioenlasNàc^nes, debe 
enteriderse ëirquâiito^las qualklftde^ esenciale^ de pene- 
tracion , solidéz ^ y clàl^itiad ; no €ii ^anto &l6s acfcidên-. 
tes de mas veloz ^6 mft$ tarde ^mas slielto , 6 ina$ deteni- 
do ; porque en quanto »â esto es visible qlie unas Nacîones 
exceden â otras. As! es claro que los Itatianos , y los Fran- 
cesès son mas agiles que los Espanoles. Y dentro de Espa- 
na hay bastanlediferencia die uiias i otras Provincias, En 
esta de Asturias se notan por lo cortiun genîos mas despe- 
jack)s , por lo riniends para la explîcacîon , que en otros Pai- 
ses , cuya experiencia basta para disuadir aquella gênerai 
aprehensîon de que losPafses muy lluvîosos producen alnia^ 
torpes ; siendo cierto que i estatîerra el Cîelo mas la înuo- 
da que la riega, y con verdad la podriamos Ilamar: 
Nitnborum patriam , loca fœta furent ibus Austris. 

34 Pero si entre las Naciones de Ëuropa hubiese y o de 
dar preferencia à alguna en la sudleza, me arrimariaal 
diéiamen de Hôidegero , Autor Aleman <, que concède i 
los Inglesesr esta ventaja. Ciertamente la Gran Bretana, 
desde que se introdnxo en ella el cultive de las letras , ha' 
producido unagran copia de Autores de primera nota. So- 
lo el referir los que di6 & las dos Religiones Benedidina, y 
Seràfica, serîa muy fastidioso. Pero no callaré que cada 
una de estas dos Religiones le debe très estrellas dé primé* 
ra magnitud. La primera d Vénérable Beda,el famoso AI- 
cuino , y el célèbre Calculador Suiset. La segunda Aie- 
xandro de Alés^, el Sutil Scoto, y su discipulo Guillelmo 
Ockan. Con esta réflexion de Cardano (rfe Suètilit. lib.iô. 
de ScientXqixe^ntTQ los doce iiigenio^ masisUtiies del mun- 
do , gradua en quarto , y quintolagar al Siitîl Scoto , y al 
Calculador , de quienes dice : Barbares ingénia nobis baud 
esse inferiores , qudndoquidem sub Bruma cœlo , divisa toto 
orbe Britannia duôs tam clari ingenii viros emiserit. 

35 Tâmpoco callaré, que en un tiempo en que en las 

de- 



.Diseuitso XV. : 519 

demas Naciones de Europa apena^,^ sàbi» que cosa era 
Malieiritica, tuvieron la^ dos Religiûnes dichas ilustrîsir 
mos Matetn'àticos IngleiKs; En la Serà6ca fué celebérrimo 
Kogerio Bacon ^ que por razon de sus .admirables , y arr 
ijficiosislpias operadones filé àospecboso de Magia; y di^ 
ceo atguoos Atitprâs^iqueifué â Roma à purgarse de esta 
çospecha. iEl^ ytilgci fingiii de éMo^misniQ.que^ Albejrtp 
Magno|.esto>e8.,;haber/£dbricado iioa cabêzà de metal^ 
que respondîa à quantolè preguntaban. No fué meyios fa- 
moso en la Benediétina OUverio de Malmesbury ; de quien 
Juan PksQo cefiere:^ qiie alcaozâ el artè de vclar , auoque 
nO^ COQ tantat.f^Uëidajd ;iqpe pasofse deoiejuto^ y veinte pa-^ 
$os« Mas al fkiv^iiingùno ottû hôrobre lteg6 i .tapta . 

36 En las coaa3 fisiûas di6 Inglaterra mas o^efo de 
Autores originales, que to(^s. las douas Naeiornss judtas^ Y 
tisl los. Pjraocesesvcqnser taiiiz^so^^l.QcédtfOdelo^jni* 
gmm^tlsix Nacida-^iconii^san é^ los ilnglëSe^iJaiVieiltaja 
d^l<é&pfrhu:£fos6fiQQj Sin.cesiiefidiid.se puedC(><iieair que 
quanto de unstglo à e$ta.{iarte se adelaotd en la Fisica, 
tbdo se debe al Capciller Bacon. Este rompiô Jas.estreehas 
màrgei^s jra.qi)éèastaisutîempO)esmvo>afprisM^ 
}osq^^. ^aHù d&triWûés tdôiùâiBûsiqiifl pQri;]e^fiÀsQrtpeioQ 
'Nm:piAs uftm h^\fwmêMBd(sitarnm^à^i^ la^jOKOPta-^ 
las cosas naturalesL El doâisimo Pedro Gasendo no fué Qtr% 
cosa que un fiel discîpulo de Bacon , que lo que este habia 
dicho sumariamente , lo repitio en sus excelentes escrkos 
Fîlosoficos , debaxo de otro método mas extendido. Lo que 
dîxo Descartes de bueno , de Bacon lo sac6. Despues de 
Bacon son tambien grandes originales Roberto Boy le, y el 
sutilisimo Caballero Newton , dexando à Juan Loke , al 
Caballero Digby , y otros muchos. Pero la viveza de sus 
ingenios tiene la desgracia que réparé su mismo Bacon; 
pues una vez que se apartaron de la verdadera senda^tanto 
mas velozmente se han extraviado , quanto mas vivamente 
han discurrido. Aunque no falta en Inglaterra (despues que 
la afe6 la heregia) un Thomas Moro , célèbre en las Cien- 
cias , y aun mas célèbre por su catôlica consta|icia. 

Tam- 



320 Mapa iKTBLBenrAL , &c. 

' 57 Tawfcita 41ré Mjue^n ios Filos6ft>s Ingleses he vis- 
to ijinfa seflcîllâ! explicacion v^^una flratica tianrativa de lo 
que han e^tperimentado , desnfàda de todo aitificio , que no 
«^•tati fréquente en los de titras Naciones. Senaladaciiente 
«a Bâcon , en fiDyle ^ en el Cabaltero Newton , y- eu el Mé* 
dico Sydenham agrada el ver qui(ii. sin jaâanda dîcen Id 
quesabett^ y quansin rubor confièsan lô qae igtioran. Este 
es cafaâer propio de ingéniés ^subtimes {O de^cha ,qije 
tenga la tierègîa seputtadas tau bdks iuces en tan tristes 
sombras! 

^ Para complemeoto de este Ûiscinisô^ y en obseqûiô 
de.los curiososvpofigo a<^f la siguienteTiÛa , sacada de! 
segundaioino de la SpIhukL FiHct>-Matemàtico^Hisi6ricà 
dei PadrePr^tticmstratense JuBa Zahn , donde se poae de- 
hnte de lois ^s la diversidad quetienen en genios, viclos, 
y doces'del uUnas y cuerpcsblas ticico principale» Naotbtte^ 
de Etifopa^El citïidoiAutor (queues Alemàm) la propre 
tcomo arpeglàdaial 3ebt2r coonoi rde lasNaddnesi Pero yo 
no salgo por iiadof de su verdaden todas sus partes; y 
en e^dal le hallo poco veridico en lo que dice de los £s^ 
panofes ; piié$ nosoaien «1 cuerpo faorrçados vi^ ^û 1û her^ 
mosura debohioTs ni en ia ikleltdadifalacet v aiftas t)len en 
iôs<2uer{>0j, y bemnesiira son ayrésos, y enia 4idelidàd 
firmes.' - • ^ • . - ^- • '.•'\ ■ .«oi. 

1.'; ^^ ;:,:/* •- .> . '. ; ... ')r -\. ■•' ■ 
^ V ••■ ■,. .vivJ,',. ••' ■ :m . r.r.: « ' . . , 

, ' *■ ' . -^ ' ' i t.- .: /": '.» . » 

. ' * :; •' ■ » -' ': . .' ' 1 U) Li^j;: ■ ■ o '. ; 



DiscuRso XV. 



3«i 



> ; ' 


AitaïaiH 


£apaiol. 


InUiano. 


Fiancés. 


Inglés. 


En M cner- 

PO 


Robuatcn 


Honreo- 
do. 


Debil. 


Agil. 


Deiica* 
do. 


£a el inimo 


Ojo. 
Motto. 


£lefaoce. 


Zorra. 


Aguila. 


'Léon. 


Eo el ve5(ido 


Modestô. 


Ldgubre. 


Proteo. 


Saberbio. 


£a QOstttiD* 

bres 


Serio. 


Grave. 


F^cil. 


Ostenta» 

dor. 


Soaye^ 


£n la in^esa 


' £brio« 


Fastldîo- 
so. 


Sobrio. 


Deiica- 

do. 


Guloso. 


£a ia-hermo- 


£scatua. 


]>tmo^ 
nia. 


Hombre. 


Muger. 


Angel. 


£a ia coaver- 
sacîon 


.Ahftllay 


. Habla. 


i}elira. 


Ç/iqra. 


Llora. 


En los «ccrc- 
tos 


Olvida- 

diio. 


Mudo. 


Tacitur- 
no. 


Habla^ 
dor. 


InfieJ^ 


En la cien-' 
<iia 


, Jurista. 


Te6logo, 


Àrqui- 


Algo de 
todo. 


Filoiofo. 


Êala fideli- 
dad 


Fiel. . 


Falas. 


Sospe- 
chofo. 


Ligero. 


Pérfido. 


En les eon- 
sejos 


Tardo. 


Gaoto. 


SutU. 


Prccipi- 
tado. 


Impru- 
dente. 


B(X la: Relira 
giçn 


Supemi- 

ClOSQ» 


Constant 

tOb 


Rell^o- 


Zelosa 


Muda- 
ble. 


iVIagaifcim- 

cla 


£n las 

fbrtifîca^ 
clones. 


mas. 


£n lo8 
Templos. 


^ En l06 

Palacios. 


£nlasa^ 
madas. 


En el matri- 
monlo el ma- 
ridoes 


Selior. 


Tyrano. 


Carcele- 
ro. 


Compa- 
fiero. 


Visalio. 


La am%tp ea 


Alhâja 
domfo-. 

tica. 


Esclava. 


Frisione- 
ra.> 


Sefiora. 


Reyna. 


£1 criado «s 


Compa- 

fiero. 


Sugeta 


Obse- 

qutoso. 


GrUdo. 


Esclavo. 


Eafbiniedades 

que padece 


Gota. 


Todas. 


Peste* 


Infeccion 
-venerea. 


El Ltipo. 


En la muerte 
es 


Desem- 
barazado. 


Genero- 
so. 


Dcsespe- 
rado. 


Violeato.iPresun- 
1 tuoso. 



Tbm. IL dd Ttgtn. X 



3". 



CARTA DEFENSÏVA, 

QUE SOBRE El, PRIMER TOMO 
del Teatro Crîttco Universal , que dkS à luz eï Rma 
P. Mro. Fr. Bcnito Fey]o6, le escribio su mas aficiona- 
do amigo B. Martin Martînez , Doâor en Medicina , y 
Médico Hbnorario de Familia de S. M. Ptofesgr de 
Anatomîa , Exâminador del Proto-Medicatp , Socio, 
y aâual Présidente de la Riegia Sociedad de 
Ciencias dei Sevillâ y &c : 

i 

MAndàme V. Rma. decîr mî parecer sobre el primer 
tomo de su Teatro CHtico Universal ^ y ^ndoiiiH 
prescindibles su précepte > y mi obëdiencia , no he teoido 
poco que hacer en sàbçr desnudaripe dçî sublime concepto, 
y apasionada veneracion cdn que miro qualquier Escrito 
de V. Rma. para constituirme en el estado de indiferencia, 
que pide la verdadera crftioa. 

Solicita V. Rma. desterr ar los errores populares: empe- 
no tan propîo de su generoso , y nada vulgair îngenio ^ co- 
mo de su extendida ^ y nô pomuo erudicion. Nunca , Pa- 
dre Rmo. se logra el fin de sémejantes obras , porque el 
vulgo siçpipre se queda vulgo , y asî el mundo se queda 
coma estaba \ pero siemprie se k>gra el intento , porque 
siendo todos deudores al ^ûblico de contribuirle con el 
fruto de nûestras reflexîones ; y experiencîas , solo es dé- 
testable quien satisfecho conî la ruin mecànica de tener que 
corner , se olvida delà noble tarea de buscar que eoseilan 
Enitendum est ( dîce Salustio ) non défère vehai pecorûy 
qute natura prôna , & ventri ùbedi'entia firixit^ 

El insigne Francisco Bacon de Verulamîo ^ el hombre, 
entre los Naturalistas, de mejores entranas ^y talentos que 
hà parido la naturaleza «^ y â quien deben el aumento que 
hoy tienen ( y me atrevo â decir el que tendrân ) todas las 



3^3 

Artes nàturalës , solicité , pasè£odosé por eltas ^ dar la in« 
ducciûA ittet6dica de buscar la verdad ^ para asf desterrar 
el erron Vi Rim. nûevo Verulamio Espanol , discurriendo 
ad menai dueSo por toda$ las Cieadas ^ solicita destef rar 
d errof ^ para que asf parezca la verdad t la erudicion en 
aœbos es disputable ^ et of den aoaly tico diverso ^ el fin uno. 
£n nûestra Espana ^ feracisima deingenios , pero esca* 
sa de cultura , se contentan nuestros Sabios con metef su 
hoz en la mies propia ^ fundada sobre los dmientos de una 
acomodada Pilôsofia 1» sin desear de las demas Ârtes màs 
que una ordînarlâ ^ y supefficialîsima ttntura. Por eso me 
iia-sido V. Rma. admirable entre los demas; porque como 
prodigtoso monstruo de érudition , no contentândose con 
meter su hoz en la mies Teolôgica , y Mofal ^ que le son 
propfsimas ^ la introduce en todas lai demas Profesiones 
con tal acierto ^ y valentia ^ como que no le son agenas; y 
siéndolo para mi casi todas , no obstante dire con ngereza, 
y como por lugares comunes ^ sobre cada DiscUrso mi sen- 
tir , por complacer al concepto dé V. Rma. tomàndome la 
4ibertad de extenderme algo mas enlaMedicinà ^ como 
facûltad de quien ^ aunque no bien inquilino , no soy dd 
todo huespedé 

EN el primer DiscUrso de Iz^ot delPueblo sale V.Rma. 
al ôpésito del numero^o batailon de necios , que tie- 
iieri canon Jzada entre sus sentencias que là P^oz del Puebh 
es Vo% de Dios ; siendo la contradiâôrla recibida sentencia 
entre los mas sabios. Séneca dice que h mejor m dgrada 
à los mas ^y que es argumenta défalsedad la mucbêdumbrei 
la ra2oh es ^ porque el vulgono vive por razon , sino por 
<éxerhptd; y mas va por donde se va , que por donde se ha 
^e Jr.SuSbpimotiei) maS son conspiracion , que consenti- 
Thientô ; porque mas sbn hijas del tumulco , que de la ré- 
flexion. No hay cosa mas parecida al pueblo de las gentes, 
^ue el vutgo de las aguaâ ; facil à tomar movimîento , y 
âun prècîpicîoî eàda gotà debîl , y poco aâiva ; pero todo 
el torreote furîtoso' , é irrésistible : el cbrrer un pequeno 

X 2 ar- 



arroyo.^ aunqtie sea i despéSar«e , ^ghasta^teprietexto pa** 
ra seguirle todo un aby3mO'de olas: quanto inas-aHtiguoel 
Qrigen ^ tanto. iiia3 impetuoso el cur$o : nlrespet;a.8u furor 
al ^ificio tnaa bien, fund^do , ni â la muralla mas segura; 
y si por acaso tnopieza ea alguna constante roca , y a que 
no pueida de$qulciar)a , expllca en la deteiicion six combat 
te , en la espuma su enojo , y en el murmureo su vengan- 
za* Pero al paso de su obstinacion , es monstruo de tan ra«^ 
ro caprîcho , que à la mas levé determinaclon suele toniar 
contrario rumbo , aunque rara vez el mas Uana , y segura 
Èsto nos ensenà Diôgenes , quando en un gran concursQ 
que salia del Teatro ^ se puso à entrar , rocnpiendo pot en- 
(re la muchedumbre , y preguntado por que con esta ac* 
pion desayraba e) crédito de su prudencia : sentenciosa* 
pente respondià i Siempre estudiê en ir centra la fmdti^ 
tud y para as( meJQr acertau 

$• II. 

EL segundo ^ y q\iarto Dîscurso son un extrada de> la 
politica civil ^ y chriatiana ; puesfuera de que es mas 
iK^omiodada t^emporatmeatç la priâica .de ht virtud que la 
del vicio , aun quândo no lo fuera , la haria desabrida ^ 
temor de la pena , que quanta mas coja , y de tarde pie, 
tanto llega ii\a$ dora , y pesada :. -. 

. Rard antecedentm scekstum deseruit pede pmna eladé^. 
.Por lo que fué adagio entre los antiguos^ que Iqs Dioses te^ 
man pies de hna ^y mams de biernu 

S* IIK 

EL tercer punto de la humilde , y aî^a ibrtuna es un Iris 
de paz , que viene influyendo alegriari Iqs ooortales, 
y borrando los antiguos fantisticos motivoç de su envidia: 
justifica i la Providencia en la igualdistribucionde las for- 
tunas y probando que labaribus omnia DU vendant ; y a^ 
que las mayores dignidades las vende Dios â mayor pre- 
cio ; pues al paso que da mas qne corner , suele dâr menoa 
gana» Son sin duda los bienes temporales, como los maajaf- 

res 



32S 
rés deltcados , que quanto mas sabrosos , tante mas hueso. 
tienen que roer , esjnuas que têmer , y superfluidades que> 
desaprovechar. Toda nuestra desgracia esta en no conocer- 
k) , pues pesamos las fortunas à bulto , sia descontar las :ta** 
ras ; pero desde hoy y a con las ilustres puebas que V.Rma.! 
nos franquea , espero que nos vuelva â todos la dicha , vol* 
viéndonos el conocimieato ; para que asi cante Virgillo 
cou tança razon como dulzura : 

O fortunatos nimium ^ sua si bona norint . . ^, 

^gricolasl 

5- IV. 

EN la séptima Disertacion , donde se prueba que. la apH'« 
cacion à las letras , y manejo de los libros ao dana i 
lasalud , juzgo que en esto todos los excesos son viçiosoy) 
pues asi como el cuerpo con faka de allmento s^ ahiUJit Y\ 
con sobra se ahita ^ 6 con el demasîado exercicio se^dtsueln 
ve , y con el poco se entorpece ; asi la mente , sîn el debidoi 
pasto de la meditacion , se débilita ^ y con el demasiâdo 
exercicio de sus potencias se énerva; pues tanco^uele ex^ 
céder eu esto , que enferma , y hace enfermar a1 cuerpa 
con crudos conceptos , y melancélicds i é indîgestas id^sâ 
uno t y otro extremo son viciosos : Jlf^«f/^ tutissimus. ihis. 

$. V. 

EL Discurso sobre la Âstrologfà es.tan conforme al me«. 
jor sentir de los prudentes \» que no dexa que.dtecir^ 
$ino que admirar. Tiénense ^s'tos juicios astrolégicos ^ 6:va^ 
nas predicciones de los efeétos de eCLypses^ y cometas por 
cavilacion de supersticiosos ^ pasatiempo de desocupados^ 
nutrimento de astutos ^ y embeleso decrédulos. . . | 

£1 vulgo esti tercaniente impuesto en darlos cieg» 
fé contra lo que ensena la Sacra Escritura por Jeremias,.* 
cap. 10. A signis Cœli nolite metuere s quce timent gentes^^ 
quia leges Populorum varia sunt. De las senales del Cielo^ 
que temen las genres , no temais , por que las leyes de los Pue^ 
blos son vanas ; y nuestro Pueblo es tan Pueblo , y mufibosi 
que se tienen por gentes ^ que ao solo temen los signa^4iili 
. Tom. IL del Teatro. X3 Qe- 



326 

Cielo , sino los antojos del Reportôrio. Citase un pronôsti- 
co casualmente sucedido , sin que basten i quitarle el cré- 
dito muchos no sucedidos , y pronosticados. Como si ju- 
gando en combinaciones , no fuera moralmente imposible 
errarlo todo : que el que aun sin punterîa tira muchas ve- 
ces , alguna dâ en el blanco ; y no hay tan desatinado Her- 
fador , que no dé tal quai golpe en el clavo , por mas que 
dé ciento en la herradura.Todos estos pron6sticos se pare- 
cen al rrdfcuïo Orâculo de Tiresîas , segun Horacio: 

O ! Laertiade , quidquid dicam , aut erit ^ aut non. 
Y asf habian de acabar Ids Piscàtores ; 

De quanta be dicbo , el Cielo me es testigo^ 

Que sera , à no sera lo queyo digo. 
Porque miràndolo con réflexion , i sobre que razon , 6 eil»- 
periencia fundan los Astr6]o20s estos sonados influxos de 
Astros ^ y Planetas? i De que sabràn que Marte quemà, y 
Saturno enfria? Diràn quizâs , que porque Marte es roxo, 
y Saturno ceniciento : con que por este arancel tambien di- 
rân que el clavet quema , y la cal enfria ; y si dixeren que 
experinientan salir calor de Marte , no se yo cômo saben 
que vi^>e de él , y no de otra causa. 
• 2 Pot d6nde î^abrin^divinado quâl es la casa , y exâl- 
tacion de cada Planeta ? Acaso responderân que porque 
Dios le cri6 alH. Pero como ninguno de ellos fue testigô 
de esta grande obra , debemos créer que ninguno de èllos 
k) sabe.' Fuera de que esta division de casas es voluntaria^ 
y di versa ,\segun varios ; y el influxo , en.caso de haberlé^ 
ftiera utio , y natural : luego para rastrear el influxo es im- 
pertinente la tal division ; como que lo que es natural no 
puede gobernarse por el plàcito de los hombres» Y aun su-" 
pontendo légitima la division .^ 2 ^o es cosa ridîcula créer 
que quandouQô nace ^ la fortuna de sus hermanos esté es* 
crita en la tercera casa ^ la de sus padres en la quarta ^ de 
sus Hijos en la quînta , de su muger en ta séptima , y de los 
amigos en la undécima ? i No es extravagante cosa que un 
Plahdta m.ânde en Espana , y otro lequite el mando en Ca- 
liavancbél ? Y en fin , 2 ^^ ^^ necedad que Arles domine en 
••> - la 



3^7 
là cabeza i teniendo demasiada ^ y Piscis en los pies , ao 

teniéndolos? 

Pero permitamos que haya estos entusiàsticos înfluxos, 
casas , y exâltaciones ^ y que sean verdaderos los delirios, 
6 chocheces de Caldeos , y Egypcios ; toda la Astrologia 
de ua Pafs no puede servir para otro ; y si no , dîganme 
î que Astrologia tendràn los que habitan debaxQ^el Polo, 
donde no hay parte Oriente , ni Occidente , y donde sieni- 
pre estan en un mismo aspeâo las Estrellas fixas , y el 
Zodiaco ? 

Quisiera preguntar tambîen , ya que senalan influxo à 
todos los Astros , y Planetas , 2 que influxo tienen las Anr 
sas de Saturno , y los Satélites de Jupiter ? i O por que i 
la insigne J^ia Lactea , compuesta de innumerables Estre- 
llas conglomeradas , no la han dado especial influencia, 
habiéndosela senalado à otros Astros mas nebulosos , y p&- 
quenos ? Ya veo que no hay vacante , porquie todos los do- 
minios , y empleos estan dados ; pero podian senalarles la 
futura. 

Pues pasemos al poder que dàn i la Luna. Dicen qu,e 
en estando esta en Aries , Tauro , 6 Capricornio , no se ha 
de dar purga ; porque siendo Signos ruminantes , habrk 
nausea ^ 6 vomito. \ Graciosa locura ! no solo trasladar las 
propiedades de aquellos animales , cuyos nombres arbitra- 
riamente han puesto à sus Signos ^ sino hacer que de rechar 
zo vuelvan sobre los purgados. { Milagro es c6mô estando 
la Luna en Aries ^ Tauro , 6 Capricornio , no vedan à to- 
dos que jueguen ^ porque ao topeten ! 

Tanto se terne el poderoso influxo de la Luna ^que ape- 
nas hay muger ( de los hombres lo callo de verguenza ) 
que no résista purgarse , hasta. ver en el Almanak si es dia 
de quadratura ; y para casarse , que es negocio de mas en- 
tidad ^ jamas consultan al Piscator , y todas se casan , sin 
reparar en que estado esta la Luna. Para mî en todo çaso^ 
el dar la luz de) Sol mas ^ 6 menos , de lado , 6 por detrâ^, 
à esta gran bola opaca , nada varia la virtud del influxo , y 
casl nada la del reflexo , prinçipalmente para los que se 

X 4 pur- 



3^8 

purgan i obscuras , y se casan & degas. El mèjor dia para 
purga çs quaa4o es necesario :.el mejor para caza quando 
hay mucha : para négocia quanido se encuentra convenîen- 
cia ; y para casarse quafido hay muger â gusto. Por menos 
de un real de plata se puede tener este Prohôstîco , que sir- 
ve para todos los anos ; que lo demas es necedad , 6 sib- 
persticîbh , que nos dexaron por herencia los Moros , genn 
te agorera , y que tanto aprecio hace de la Luna , que no 
solo la tiene por blason de sus armas , sîno por régla de 
sus cômputos , y vaticinios. La mejor senal de catarros es 
quando el que esta calîente se pone al frio : dé fiebres po* 
dridas , garrotillos , y dolores de costado , quando despues 
de inuchas Uuvias viene calor ; y de viruelas quando cor- 
Ten. Entonces habrà mas enfermedades de sobreparto, 
quando haya mas paridas ; y el haber mas paridas dépende 
de haber mas preAadas. Esta es la pura verdad ^ y los de- 
mas son chisines que les achacan à las Estrellas. 

Lo célèbre de los Reportorios suele ser que ponen lo 
que debian olvidar , y olvidan lo que debian poner. Este 
aflo 9 anunciando varios sucesos , no anunciaron que habia 
de haber dia dei Corpus. Mal sabri los futuros contingen- 
tes à quien se le escapan los necesarios. Mas util Aiera que 
hubiera Kalendarios , donde se observase la atmésfera , y 
cuerpos que mas de cerca nos circundan ^ porque estos tie- 
nen mayor poder , y aun ùnico para la mutacion de los 
temporales , y sucesos dé nuestra salud. Los Planetas , so* 
bre no influir mas que luz remisa ^ é insensible calor , estan 
demasiado altos para nosotros. Por esb aquel famoso Sécra- 
tes jamas discurrié de Astros ^ ni Meteoros , porque decia 
con gracia : Qjuce supra nos , nil ad nos. 

Los Eclipses no incluyen mas mysterio que ser unos 
estorbos de la luz : con que para mi lo mtsmo quiere decir 
que se intef ponga entre el Sol , y mi vista el globe de la 
•Luna , que un arbol , 6 una tapia. La sombra de un texa- 
do , 6 un sombrero para mi es un total eclypse. Tan nada 
terribles son estos espantajos de los Astrôlogos ^ que cada 
dia del Estio pudiéramos tomar à buen partido , que algun 

PJa- 



3«9 
Planeta se pusiera por tôldo ctttre cl Sol , y nuestras mo- 
lieras , y serf a seiial de menos tabarditlos.Cada noche , in- 
terpuesta la tierra à nuestra vista ^ padece el Sol eclypse; 
cuyo fatal infiuxo sok) anuncia descanso , y sueno à los 
mortales. ; Bueno es esto para los que en dia de eclypse 
no se atreven à salir de casa , por no quedarse muertos de 
repente! 

Los Cometas son mas formidables , pues se crée que 
traen tràs su cola mil calamidades , y plagas. Yo estoy en 
la opinion de que son unos Planetas vagabundos , y mas 
remotos , con que los temo menos que 1 los demas. Y si 
quando no bubiera cometas no hubiera guerras , pestes, 
tempestades , carestfas , y muertes deReyes, yo el primer 
ro creerîa que anunciaban esto ; pero como siaellos lo veo, 
no creo que quando sucede , sucede por ellos. 

; O que gran beneficio harâ V. Rma. à la universidad 
de los hombres, si logra desterrar desu menteestos perju- 
dkiales terrores , que aunque solo pànicos , suelen hacer 
efeâos prodigiosos ! Del Pueblo Chinense cuenta Oleario, 
que da tanta fé à sus Astrôlogos , que si les pronostican en^ 
fermedad, à muerte<,enfefman de^prehen8ion^, y muerea 
de miedo ; y que mueho si à los nuestros los tienen enga^ 
nados estos Piscatoxes , copib si fueran Ohinos., Tan inso- 
lente suele ser la terquedad , que del mismo ingenioso Car* 
dano ( que diô en esta flaqueza ) se dice que muriô el ano 
que pronostic6 ; y es que por salir con su tema v se abre vi6 
con hambre la vida , midié;ndola hasta el précise término 
de su prediccion. Todas estas soaix)ber{asVque aunque 
para los igoorantes- tienen ^nucfao^xte ceho ^ .no tienen mas 
de.verébd qiie et iïùmo Diossaàre toda^qvtt la& honesta; 
poirque como not6 el PoetaFildsofor . 

Prudens futur i temporis exitum 

CaJiginosa nodie premit Detis^ 

Bidetque ^ si mortalis ultra 

Fus trepidati 



S- VI. 



330 

,,$. VI. 

EN el duodécimo , y decimotércio Discùrso son taô 
ciertas las conclusiônes , que solo hallo de singular el 
modo de probarlas : esto es lo que tuvo por dificil Hora- 
cio , saber probar el sentir comun con modo singular: Dif-- 
ficile est propriè communia dicere : prenda que nadie puede 
negar i v • Rma. David en su tiempo alcanz6 que la vida 
de los hombres se extendià à s6tenca anos ; y en los Poten- 
tados , quaAdo mas , à ochenta « y de altf en adelante tra* 
bajos , y dolores ; puesdesde David acà nadaha acortado 
el término de la vida humana , pues hoy alcanzamos quiea 
llega à ochenta , ciento , y algunos mas anos de edadl En 
el Pisâlm. 89. dice : Dies anmrwn nostrarum in ipsis septua* 
ginta anni. Si autem in Potentatibus octoginta anni : & am-- 
plius eorum ^ lahor , fi? dolor. Y con menos exâgeracion \o 
fiota el Ëclesiistico , cap. 1 8. Numerus dierum hominum , ût 
multum cenfumatmi. Todo lo que se nos cuenta de mayoi^ 
edades ^ 6 es.milagroso , y divino , 6 fabuloso, y poético, 
6 variedad decômputos , pues los Egypcios contaban los 
meses , y las Lunas por anos ; y asî mil anos suyos corres- 
ponden à poco mas de ochenta nuestros. Lo mismo digo 
de las prodigiosas fuerzas que fingid la antigua poesîa en 
Hércnles\»Milon , Heâor , y Aquiles , y las extraordinarias 
estaturas ; pues , 6 son fabulas , 6 monstruosidades ^ de que 
no carecen nuestros tiempos. Muchas veces hé solide con- 
templar , vlendo armas , y vestigios , que han quédado de 
quinientos anos â esta parte ^ que no hah perdido los hom- 
bres 9 y demis vtvientes nada de su éstaturai, fuerza , y du- 
racion; y à debilitarse el mundo succesivameote ( cômo el 
vulgo piensa ) , no fuera poco réparable en cinco agios su 
detrimento. La verdadera causa de la decadencia .en los 
hombres , es la freqUencia de aflicciones , y vicios ^ por los 
quales 

Nil'equtdem durare dik sub imagine eadem 
Crediderim : Sic ad Fermm venistls abAuro 
Scecula. 

S. VII. 



331 
§. VII. 

EN el Conseétario de la fàbrica del Mundo , .como la 
imagina Descartes , me he de tomar la libertad de ex- 
pooer algunas de mis reflexiones <| para persuadir que esta 
fué solo una ingëoiosa.fantas{a de este Filôsofo , irréconci- 
liable con las leyes del Universo ^ é incompatible con la 
constancia de su duracion. Y que aun reputândola no como 
sentencia, sîno como hypôtesis , en caso de haber Dios he* 
cho sobre sus principios este numdo aspeâable ^ no solo no 
se observarian los mismos fenômenos que hoy se obser* 
van ; pero ni aun se hubiera podido formar , y mucho me* 
nos permanecer,.- 

£1 primer reparo que se ofrece t supuèstos los prînci* 
pios de estç Fitésofo ^ es , que al empezar el movimieato 
^ôbre su propîo centro los cuerpos ( 6 sean cdUiodricos ^ 6 
cûbicos ) ^ de que forma su caos^dariamos en el vacfo ( in^ 
conveniente que , segun Descartes no puede vencer roda 
la Omnipotenda de Dios )» Pruébase , porque los cuerpos 
edbicos no pudieron revolverse para que tropezasen sus4n- 
gùlos y sin que se apartasen sus superficies ; y por consi- 
guiente^ sin que dexasen en medio.iugarsin cnerpo ^ no 
habiendo entonces materia sutil que le ocupase ; porque 
supontmos que aun no estaba formada ^ siendo aquella la 
primera revolucK)n ^ à movimiento. 

Perjo saltemos este dificil paso , y permitainds que lie* 
garon.à chocarse los ingulos : paxece que mnguno podria 
aepararse por la misma razon ; pues no hâbkndo aiSn ma- 
teria sutiliisima ^ 6 rameato , que Uenasestrhuecb ( porque 
esta se habia de hacer del ripio que se desmoronase ) , 6 
no podria separarse, 6 darémos segundavez en el vacio^ 
de que tanto huîmos*. 

Hay otra razon para que nîngun ângulo pudîera sepa- 
rarse^y es , que siendo estos primordiales cuerpos càbicos 
sumamente sôlidos , y continuos , sin porosidad , 6 flaque^ 
za V no parece que tendrian principio de division , ni que 
habria ftierzasen Ta naturaleza para quebrantarlos ; porque 
lo divisible es divisible por el hueco interpuesto ^ y lo in^ 

di- 



33« ; ^ 

divisible , porque todo en lleno ; 6 compaéto* 
Nam neque cânlidi sine inàni passe videtur 
Qfiidquam , nec frangi ^ nec findi in vina secando. 

Demos, no obstante , que se desmoronasen al choque !os 
primeros ângulos : quisiera que meexplicâra algun Carte- 
siano quién los detertniqâ à ser colocados en aquella pre^ 
cisa aptitud , para ajustarse al hueco à vista del vorticoso 
ràpido movimiento que debta sacarlos de su quicio. Ya 
aquî damos tercera vez en el vacfo , imposîble necesario. 

Ni es de ômitir el aTgumento con que Zenon prob6 
contra Axist6cetes la iinpostbilidad del movimiento ^ el quai 
vale contra Descartes , porque tambien este Filàsofo defen-- 
dio & la itiateria indefinîdamente divisible. Decta Zenon: 
Si el cohtiouo no consta* de partes finitas , y fisicamentein- 
divisibles. V ùo^ pnede haber movimiento ; porque el mobil, 
puçstoen el principiode él ^deberà andar primero la pri- 
mera , y mas cercana mitad del fespacio; y porque aquef/a 
mitad tiené otras dos mitades , antes deberà andar la pri- 
mera , y npas, çercana ; y. ocurrieodo siempre mitades de 
mitades liasta el indefinito v nunca se darâ uoa mitad , ia 
quai pueda andar priiiiero, sin que le falten que andar otras 
indefinitas mitades ; y asf nunca haHarà la ûltima por don* 
de debe empezar el movimiento. 

Ni vale el juego de palabras en que busca efugio Des^ 
cartes , didendo que las partes vXsonfifutas , ni ififinitas^ 
sino indefinitas ;que es decir que no podemos senalar la 
iiltima , aunque la tenga; pues lo prlmero no se pregunta 
que sean las partes respeâo de nuestro saber , y compre* 
hens^on , sino que sean en si mismas ^ si finitas , 6 infinicas; 
y decir que ni uno , ni otro , es tragarse el arduo bocado 
de dos contradidorias , pues , 6 son finitas en si ^ 6 no son 
finitas ; y si no son finitas , lo mismo es esto que ser infini- 
tas ^ si no es que juguemos con las voces asi como no ser 
mort al es lo mismo que ser inmortal ; y no ser prudente ^ k> 
mismo que ser imprudente. Si preguntâramos de las Estre- 
lias si su numéro era terminable^b intermitable ^ i no séria 
cosa de risa ^ que porque no podamos contarlas respondié- 

ra- 



333 
ramos q«e ni ^an urminahki .^t if^ermtnabkfs , sino in^ 
'determittoblesWjà mi^ma fniâleria séria ^ si de las arenas 
del Mar se pregimtase si eran pares ^ 6 empares ; y porque 
no podemos numerarla^ ^ dixésemos , que ni eran pares^ 
ni impares , sino indepares. - 

Volviefldp à la/ormadon dd Universo ^ tengo al pen- 
samiento Cartesiano por im entusiasmo Filos^fico , y un 
înutil Todeo de supuesto$ ; pues para expUcar los fenéme- 
nos naturales , era œejor ahorrar palabras , y tiempo , y 
saltando por muchas dificultades , deeir. que Dios cri6 ya 
Jbechos , iigura4os; 4 y movidos los taies très Elementos, 
que le ^adaronà Descartes , loqual era mas congrueii*- 
tè al Lmro ^igrado ; pues el Génesis no ctice que en el 
priacipio crié Dios cuerpos cûbico^^ que tropezando se 
fbrniaran en globos , en sutilisimo» ramentos. ^ y moles esr* 
triadaa 5 de que ai fin se hiçieroa torbellinps ^ cuyos eeof- 
troS' ocuparoq los Astro» y su tntermedio el EÎther , y ja dr^ 
cunferencia losiPlaneta^.; sjno que ^ elprïMppiQ cridDios 
el Qelo^y la Tierra^ e^ïpezando la Historia por donde 
Pefç^rles la acaba^ 

;Con poucjia raz<itn los Seséptico^despreçiamos estas Fisir 
cas idéales , que i)p $e fuqddn.ên obseryacioQ ^ y éi^perienr 
cia 9 como- inutiles para.adelantar las* Ciencias* natui^ales; 
pues si Cartesk) no nos puede dexar demostrada la figura 
de las paHîculas del Aiego , ni el ayje ( ^tre quienes vir 
vi6 ) t ^ i q^é finrintenti6t iavestigac ^ oi dérivé .^ve para 
los usos humanos inquirir les ciUnd.ros^^. y movimientos 
de aquella primera masa universal ^ y resûcitar la antiguii 
fâbuJa del Cl^aos ? Estos no son mas que unos ingeniosos 
delirios ; d como decia Dionysiael de Sicitia : Verba otio^ 
sarpm senum ad imperitos juvûnes^ 

Pero pasçmos adelante. Constituyé este FfhSsofo 1^ 
eseaeia de la materia en la ac(ension ; y la extension que 
qoedaria , si Dios destruyese un cuerpo , dexando los de* 
jnas ^ dke qjue no es hueco: conque al cuerpo le hace esr 
pacio^y al espacio cuerpo. Y stlaaâual extensic»! de la 
materia consiste en tener en su$ partes lyias fuera de otras; 

pu- 



334 
pudiendoDios de poleacta absoluta bafeer que se piénetreh; 
y esten en tin îùgar dos GÛerpos , tambien podri hacer que 
esten en un îugar dos partes de materia; y asi que no teo^ 
ga sus partes uaas fuera de otras ; de donde se infieré que 
la aâual extension no es esenda ^ sino modo natural de 
estai la mat^ri^: cotno en mf es modoestarexteftso, y no 
recogido. Y como quiéra qtie en la idea de nlaterîa siem- 
pre se concibe esëncial aptitud al movimiento local ^ pa- 
rece que la esêncîa de la înateria mas es ser cosa moble^ 
que cosa extensa. 

Persuadrdo con li'gereza que no jÇ^udo formarseelMun*- 
docon las îfeyes que le iftipuso Descartes , voy à mitar i 
V. Rma. persuadiendo que en casô de ser , no pudo dùrar; 
porque întentando todas las partes de la xnateria con fuerte 
conato ( segun él nos ensefla ) apartarse del cétitro , 2 la 
primera de en medio no harâ estok*bo la segunda , que tam- 
bien intenta a^rtarse ^ ni à la segunda la tercëra v y asf 
hasta el indeftnido ( para bablaren su término ) : con que 
no hallando estorbo que la detenga , la materia central 
venceri à la superficial ^ dexando inane el medio. Dé don- 
de se signe que mfucho ha qàë'4^ Mdndo hubiera reveàta- 
do como una bomba cargada de p6lvora. 

Pero démos que cbnservàra toda la materia sus limi- 
tes : parece que todos los sutiUsimos ramentos , 6 elemen- 
to primero diseminado ^ siendo una substancia fluidfsima^ 
y ella sola capa2 del mas acelerado movimiento ^ no ha- 
Dîèndo cûerpo que la estorbase elpaso ( pues si creemos 
la mente de este Filôsofo v pénétra los mas estréchos in- 
tersticios ) , debîera habeïse recogido de gôlpe al centro 
del remoUnô ; y aun ahora conforme se fuera ehgendran- 
do , toda en un niomento , siendo liquidisinia , debia îrse 
fetirandô à lo mas râptdb de él ^ impelida de la materia 
mas tarda ^ y provocada dé sn agilidad , y lig^réza ; pues 
la misma razon que daXteïcartes para que se reftlrase al 
centro del Torbellino la sùtiliSima materia que forma las 
Estreltas fixas , hay para que se retire tambien todà la que 
ocupa los intermedios de. la Globulosa , y Estriada: 

De 



335 
. De lo qualose $eguiria lo primera dar «quarta vea; en el 
incpaveoienite del yacuo , pues quedarian entre los restan- 
tes elementos los espacios inanes que desamparaba el pri-- 
mero. Lo segundo , que acçediendo al ceptro toda.el pri* 
iper elemento disen^inado. <, .se faubteça a^r^ndadçi y a tanto 
c^ Sol ( y \o, inisaio.lQS dénias Aatrps lixos ) , que hubiera 
y a tostaflo à loS;yivîeote»:t y llegadp.eljpiçio final ^ ^ça^. 
- bando el Mundo cou fy^o. Lo t^rcerp ^ que çomo el con-^ 
tinup choque tira à àterir^i y desmenuzar tais materîas , y à 
se hnbieran todas reducido à ^utilisimas , y lois très Elemen-, 
tos se hubieran cgoyertido e^n unp ^ disolyîéndôse el Uni-^ 
verso; y no çrçQ y<>/}qeDesc«rtes^ qne^inandd^en el Alun- 
do como çn ca^a propia\,{ t^ga caudal para suplîr tantos. 
bûecos , y reparos. . ^ . 

Parece quç los pygo reapooder, que los Elementos son, 
cpayertibli^s.^y ^^^lipa^p qi)e qna&iqatemsi^e s^util^z^n^ 
ptras sutiles ^e^tçaban^per^p qpt^ra yo prçguntar, conique 
liga se tmea las fluî(li(d(naSy mioM^^ipa^ty ly>niogenea3 par^; 
ticuJas del primer elementp ; pues no tenîendo f^ura dés- 
ignai , ni composicion heterpgenea.^no pueden trabarse, ni 
eslabonarse. entre si^ porqup no pnfgéf à^ Ptro.ipodo çonce-) 
birse que se vuelva en sélidolo liquido^ yilo sutil en es-; 
triado. Alçg^n las mancbas del Sol r pero estas no creo yo 
que son concreciones de.materia suttl ; pues si lo fueran 
( segun su hypétesis ), ni pudieran estar, ni las pudiéramos 
ver en el Sol , como quedebi^an apartarse dèl centro del 
xemolino à la çîrcunferencia , dpnde f<wrni4f an^pi^os Pla- 
neras^ ppr no poder seguir lo T&p\do4^l 9^^T^ * ^^^ ^^0. 
yo que estas maculas , 6 son pàbulos del fue^o , ù deslum*. 
bres de la vista ^ 6 humos de las fâculas» 
_ Hay otro reparo contra la duracio|i, àej Uni verso ; y es^, 
que una vez formado el.segundo eIei9€;nto>(6^fii^£eri^ glon 
bulosa^ i pocos embates>, y tropiezqs .perderia su figu- 
ra esférica ; pues asî como en çl, primer choque lo&çuerpos 
Clibicos peniîeron sus ângulos ^ y se hicieron redondos, 
asi prosjiguiendo los tropiezos , los redondos debrian per-. 
der su. globosidad ^ y no habiendp. 4^e dgn^e reqlutar ptrps 

nue- 



33^ 
nuevos , por que todo se harîa un rîpîo îrrëgûlàr , y lo «i- . 
tilisimb no podia condeMàrse en globos, como queda es* 
fbrzado , ni lo èstriado , porque nadando en un liquido , ce* 
deria el lugar , y evitaria el choque ; se signe , que tnujr 
luego hubiera faltaido el Ether , y la luz , é invertîdose el 
orden die la' nàtUfàleza. Este rîeparo se funda' en que d 
mismo mo vimienti(> 4Ûe sir ve & hacer una cosa ^ continuant 
dose la destruyé. AsC el movimiento que del mosto hace 
el vkîo , prosiguiendo le vuelvé vinagre ; y el mismo mo- 
vitatento que anima él mundô pequeSo del hombre , ese 
mismo /continuando su accion le enVejéce , y acaba. 
' Ultimàtoente , qiuîsiera que afgun Apdo Càrtesiano me 
revelàra por que todos estes vérticês ^ siëndô liquides , y 
tocàndose unos con otros , no se han confundido , hacién* 
dose de todos Ips Toi'beUinos un gran Turbiilon : pues de 
doi Rios , aunque corran ^Kiontradbs \, el mas rapide se 
Ilevii âl ôtro, reduciéhdole à sti t<>rtienté , y direccfon: 
hiego de dos remolinos de materia liquida , el mas véhé- 
mente poco â poco iri tnetiendoal otro en su jurisdiccioo. 
De donde seinfiere , que todo el Universo ya se hubiera 
otra vez redûcido à la roda ^ é indigesta mole en que em* 
pez6 , y perdîdo su constante armonia: 

Quippè reluctatir iterùm pugnantia rebus^ 

EMpissent Elément a fidém. 

$. VIII. 

ACerca del tl^îmoquarto asunto , que la Mûsîca que 
hoy se usa en los Templos ^ aunque tença mas pri- 
mor , y gracia , no tiene la gravedad , y decencia , que cor- 
responde al culto , solo puede nègarlo quien no escuche 
el dfétamen de su conciencia , ô no acierte à hacer jus- 
ticia en lôs informes de su oido , 6 quien poco melindro- 
so ^ todo sensual ^ y nada reflekivo , no dîstinga la Ara del 
Teatro. A tanto ha Uegado el abuso , que en ùuestros dtas 
ae escuchan por las calles mezclar à coros las Ave Marias^ 
y los Minuetes , y entreverar impropiamente la tierna , y 
humilde Oracion ét\ Padre mestro ton el marcial e9- 

trueo- 



337 
traendo de clirmes rY ticdbales ; peio pfoteskiiidb « es me^ 
nester.caliar, que Qs de tal condieîop^^muoda'^qtiesiftiDpre 
iia escimado oiasdeUrar cou lOs (min^iE^ que sbntîr con les 
pocos. Volvieodo al iotento, yo stetâpre he hecbo Jaido 
que la Mûsica nueva , ta orden i lo artificioso , no« es m^s 
qa^ uaa par^frasis sobre la aotîgua % y en orden i su viveza, 
y^ gracia ^q\M9 loaies i propâsJtto paca curar tiuramalados^ 
^queparabacerdevQtos. ^ •;. . ; . 

«• lie. 

EN el decimoquinto Discurso soy del œisœo sentir que 
V. Rlzl^• porque quatro cosas se coostderan en las 
tenguas : energfa. en las . voces , dulïura en los aceittos , ri- 
que^a en las ffasea^ y abuodancta w las palabras , que.cor^ 
responda â ia at)undanci« de las ideas. . £q energïa ningiiôa 

. kngua venceâ ia otra.;.pues la rnisma fuerza de expresion 
tieqe la vpj: Gt^erus. en Latin r que Sombrero en Romane 
ce : en dulzura tampoco , pues i cada uao le su^na.mqjor 
su nativa , y acostumbradft ; y asi al Vizcayiio le agrada 
foa» la «spereiA dj^lVasaiençe., querla metodfo'Griega ; y 
po biay Jueces bastaote desapadionados , que den sentèn-^ 
(cia t pues , 6 les. preocupa el parentesco con la suya , 6 les 
inclina la vanidad de la que mejor poseen ^û ocras infini- 
tos respetos:; que en caso de habjer Jueces bastantemente 
indifereotes^ sin duda la lengua « que ( antepooiendo su na- 
tiva ) fuera segunda para los mas^ séria lapriosera parai 
todos« De la arnionla en l^s lenguas comuoea no se pué-* 
de hacer juicio , porqiie segun las varias Kaciooes $ se va- 
ria la prolacion , y asf se varia la dulzura : Un Ëspanol 

. gue.sabe I^atin suele np entender «^ILailn de un.FrââeéL 
porque se le desâguran las voceS'CCiQelestra6o.acàito/,y 
sonido. Vulgarmente se refiére de un eûergùmeno , que 
coœpelido el diablo é, que hablase en Latin con la antigûa 
pronunciacion Rooiana, qgese usaba en tiempo de Ciceroo^ 
fueron. un estranps los açentos « quç niagutia dpjos La- 
tinos que habia delante pudo entendes loque decia. TaoH 
poco unas lenguas v^n muy desiguales (je otras en la rique- 
ZB de las frases, pues cada una suele tener su fuerza t Y 
- Tom.U.(klTeatro. Y co- 



33» 
eopia donde ta. ÙML M del^itidad ^ jr pobféasa r eh el ôtr^ 
txgo dé h» I^ahias^ Bîtele tn^erirse la Francesa^ eo los 
es^ercicios: de devociôn ia Ë5panola> en la explicacioo 
dé las Ciencias la Griega ^ y Latina ^ y asf de las demas: 
omque solo resta que se excedao en la abuodancia de 
palabrai^ y eci esto ( si oa excède) no x;ede la EspafioK 
îaâ:oiraalgaoa* Ni> niego por.esto que ei^utîlteiina ta 
Francesa ; pera oo es porque lleve vtemajafi^ é la niiestra^ 
sino porquesîendo las ledguas^ como Itaves para abrir el 
secrets de las ooticiaSt y habtenda culdado tantoesta Na- 
doade encerrar eu la suya lasmasseléélast quieo qui* 
stece descobpirlas neoestta poseer esta ctave : polhiea muy 
tcertada t y coDttarla i la Espaiiola ; que siempre ha te« 
Dkk> i desprecio tratar tas materias g^ves ^ y ciemifica» eo 
idtoma vulgar , cotha si fuera razoo ,6 convenfieneia cuidar 
Bias del decoro ^ y aprecîa de uaa lengua ageoa t que de 
la propia Y y aacuraL 
; . • • . % X. 

Ïr^ Liotento decitnbsextodel desagra\4o de las œugeres^ 
1/ es tan justo ^ coitio bien trabajado» A la menos yof 
como Profesor- Anatômico ^ pùedo decir ^ que no sieoda 
là organteacionque diversifie» los dos sexôs , iostninieQ* 
ta de los peosatmentos ^ y cotiviniendo tionaibres « y mu* 
gènes en la fàbrica d6l tcerebra ( dnica âUa> y Ecnporia 
deUs ideai)t'debacreer que en laaptitud para lasCieo* 
eias no son (tesiguaies losoficips ^ pues no son difereotes 
los 6rgaoos» • ^ 

S. XL . .:• 

ENtréuos ya at ancho eampô de ta Medicina , en el quai 
i V. Rmàà coftÀ-tari elisticos las puntas de la pluma^ que 
es de temer que la vehetsencia dt su Rhetôrica , querieiido 
apariar al Vulgo del extremo de la confianza ^ le haga pa- 
far aî opuésto extremodeldespredo y y ta desesperacioo. 
-. Séria VPladreRflio^ prudente extratagetna ^ coosideran- 
do al Puèblo torcido al^extremo de un eiega asenso, lo« 
elinarle alopuesto , à no ser él de tan flexible « y delezna- 
ble coodiciooy que suele quedarse donde le poneo t sio 

acer- 



S9S 

teertar por fjilia de U90 el d«bido medio de la re^itud: >; 

Dum vUam stulti viiia in contraria currunt. 
Nada alhaga mas mis peosaisJeQios que ladoArina Çcép'^ 
tjca ; perg Y. lioia^ se. muestra lao rfgido ; qv e por precep( 
lo sttperior aie es pieciso propMierle algunos x eparo^ cbà 
la may^^r humildad % esperaqdo /esjgoadameote su jdecH 
sioQ , porque excediéndome tanto V. , Rma^ en todas Ik 
neas , entre nuestros dos ingenios debo decir con Virgilio: 

Tu nu^^ tibi me m 4eqùumpar^e MmoUo. '( 
Q^e se èome al Médita por mcesidai^ for^ue \ k icrié et 
jikisimoi que justamente récite sugraiificacion4e Ib^ Ret 
yes : que su doStrina carona de gbtias su cabeza : quû 
nterece ser aJabado entre hs Magnâtes i que e1 Altisima 
cria de latierra la Mtdicifia t jp que elvartm ptudente^. na, Ja 
despreciard : que bt^y Arte para que coH e/. espec^fico de tin 
kOose endukè la\agua amafgaz qtfe h»virtud4eiàsMe^ 
dicinas es para que la conozcan les bombres , y que.Dias les 
ta dexado esta Ciencia para asi ser alabàdo en. las mara*^ 
ifiUas de lanaturakza : que csntadcs se miUgim hs:dc4oresi 
que pueden cenfeccUmarse suanisiànguento^ de sanidadiqùi 
te dé Utgar al Mêdico de$puef\de ^ar ^ Dhs^ porque para 
âstok crid ;. y finalmente; (i^usulaadrmrable !) quejamast 
se aparté el Mêdico de nosottos ^parque sus ùbras nos som 
necesariasi solo puede negarlo quien niegue la sagrada 
irte^agable verdad del Ecl^stàstico ^ eap. 38. i. 
. « JOe;cayo ijDfeHble.tettimooio se tnâeré* vq^eiSbo^igoôt 
4e todo^ hoopr Jois JMlédiçps^.y que liay esta utiUsima Ar^ 
te^ piito foera^iodeoiaitisinio & la. Providenda criar . loa 
K^icaroentôs , y.oo criar ^quieureâamente Ips adûiinis'* 
trase; porque ya se ve ^eo vano ttjà hacernos el benefîcio 
de sii:creacioB , negénd^osel de sii apUcaciùtu'âdi/it^re^, 
tambieti ^ que:de/|ii9içia^ r^bibe/eh Médica. ia;donaciod 
de I0S Rey^, y poderosoj X^^i^^^^^ este v qûando él . na 
Urafificar^al J^édiCo 'esrpeoadb % oomo dtxo ua.^dtscreto» 
que basta ahora no ba llegado â pies !de Confesôr ) ; yen: 
fins para' resumip.se infiere^, que el intente delLH^ro/Sa-. 
g«ado .fes ^H[ttri«»cfe.4e Jâid«sCM&iD<a[qUe el Jeâim CtU 
■li>u ti- 



S40 

tîco quiere infandirh69« Tân lêxos esta del sufMâto , que 
V. Rma. présume , que siendo error popular la murmura- 
doû, y el desprecio , tniis Decesitanoos forcer al vulgo al 
honof , y al aplauso (coftio dice el Sagrado Texto ) que 
é la desconfiadtt\ y menospreclo ; prdcurando artifictosa.^ 
mence que se consciiuya en el mbdio virtuoso, y esto coq 
mucho tieato , porque soele acontecer , que 

In viiium duâos culpafiâga ^ si caret arte^ 
Es tai» iiMesaria\ry gtorîosa la Ane de la Medicina ^ que 
Chrisco liiisiao^ y sus Apà^les curaroa. De Chrislô re- 
fierenlbsïlvahgeUstas que tbiné el pulso , y aplic6 sobre^ 
DaturalesTiiedietiias( asi nos hobiera dexado la viriud, oo- 
tno nos déxô et exemplo ) : S. Lucas , y S. Pablo la exer- 
cieran^:^ aqueKeû: AmioqaUt ; y este en Datnasco ; y de S. 
Pablo <x»osta que hizd sa recietë^' aconsejaodo el usodel 
vinb i>8u Tînloteo r el Angetno se desdefid de. hacer co- 
Urïos : élSapieticfsinQo Rey Salomod disputé desde el cedra 
del Lfbano hasta el bysopo de Ja pared ; y esta profesioQ 
tuvieron muchosSamos,y PontîficeS) como EùsebioGriego, 
Nicolab Qulmo i y Juao X)&[; Lui^ Patavînb ( creado Car- 
den^l por Eugenib Quarto ) fue Médieb ; y bacito mas , zsi 
por no dilatar eldfscunso, cômo pbrque estbsr sbbraa para 
Mtorizarde honesto; hecesario, y cientffico ( det modo 
que la son las Artes naturâles ) el ùso de la Medîdoa. 

Y descendiepdo i nocicias proÊinàs ^ fos Egipcios , de 
MèiicoÊ liattiaa Sacèrdotes ., y de Saeerdotes Reyes : Me^ 
dkfujf mh er ^ wb tt constituée Regenii 1 lo laenoa aquet 
gcauTrismegisto iguâlmeirte aprecié «ntr» sus dictadoG 
aer Médico y que Rey , y Sumo Sacerdote. Méditos tambieo 
fueronGiges, y Sabor , Reyes delos'lVtedos : Avicena, j 
SabiteideTlog Arabes t MitridatesdelùgFkrsas^ MesuM de 
DatDasoo;ry ffoifalb quien diga que Atexandro^ Hérai- 
lea , DicMiyaiO' eldé Steilia v y eh Bmpwadûir Adrîaiia En** 
tre los 'momimeff tbs mn antiguo» . se hallakt Verierad«>s por 
Héroes , 6 hijos de Dîoses , à- Apoltf, Chironi, EsculaptOt 
Apis'^ Isiiis , y Osiris ; y fiqalmente entre los Grlcgos me- 

-i: dad 



341 
dàd de < Hercules i tan ilexos estai dequed h Mèdiciha la 
haga detpreoiable su iocertiduntbre, que de ahf la vino su 
mayor gloria^pues, domb dixo Piatoa^t^eiBa puicbra: 
y si esto es asi ^qué Arte puede dlsputar coo la Med»> 
cioa en obscuridad, y dificultad ? Cod que de esto lufiero, 
que la decadencia-que ha padecâdoesta Pacukad desde aque> 
llos tîempos à los nuestros , es hija dé uno de lo« errorct 
vulgareu * èl quai nu» se dctie rescindir jqoe promove^. 

Verdaderameote , Rma P. M. si;desoudamos à' los Mé- 
dia» de la moral certidumbre dé sus ooticias dietéticas, 
diagndsticas , progp6eticas^ y cnrativas , y. de la artifk:io^ 
sa administracion de sus atteraotesvX npccificbst esforztfai* 
do 000 V.Rma; que f^één^^mg^ fèco.^ ikiéoratio» àè la 
tffermos^peroftaJassabeftt fâ àùnpùedèn saèer delr^^ 
pien de hs sanoi ; no se si sabria mas de esto k» Te4* 
logos , 6 los Jitfistas s le q«e se es'., que -pôr.poco que se* 
pan , «abrào inas quéirncb^ coa qoe'ies' mcoestiBii'SUfiQr 
net que deKmbft HoBKiM>\ piadreidè UsàbUdria Griegi» 
qnaodo en laOdysea quavia^lxo; • .^ i 

Est Mediai* frudens tmkit pr^sstahtkr umu 
itteviris, 
Y«i ocra parte? Mtdipits , aài ^ifhei seèetu MJpns-MMMr 
i^Mêms ,po»téDdo sobre los-'taoïiitoes ' âl <3iei|Uiico^ y «>- 
bre los Gtentiftcos al MécHce^ l .'-• '-^ 

^ Y eo que profeûoo se^neeesha mas pèyM9B,y^tew> 
dida leâora para lostruirse : mas perspkada de seAiMoi, 
y viveza de iogeoio para' ajustar proncamepie las: combl- 
aaciotie»-: «as aotkkés de juieio^, y àenfo- ds ^itddeMili 
para profësar mBteiia>^tao dlrcan8p«âia^vieài|M»'8e^trmi 
de la^ vida de loà hoib'bres,y que Urotestowes pràeiikl- 
tada i mas refioada polff ica para sàberse coodudr cou tati 
▼ario» estados, geoios, costumbMs,, y apreheosidfies de 
geotes t mtfs^ ed&dosos «rabajbs •païa-éscudiff^ ^ré^ oa- 
défères vfâsqiimtsosledbôsi V mfioiv^uÀAfcmloàdhdy 
mas aiâ4tofia , por maa «ntpoetta' 'ésoscbs ;tris«ez«i , *i»- 
comodickdes , riesgos , y ealumliias % Bleu advlrti6 Hipp6- 
crates queel Médico 9x àUmé nâteriaiohfem sibi m^ 

Tonu IL âel Ttatro* Y 3 tiU 



34« 
ait. FaculMdcs haydejnâiyor^fiMelrada ; ()ero au ^loTia. 
.no las viene: tànts) dçL dià^ito de los;sugetosi| como de U 
:dignidad.dfe. los.objetds; {Oh , P. Rmo. si Dios nos hubiè* 
-ra descubiertô especificos para^todas las enfermedades dei 
^çuerpo t conio su piedad los ha dexado para las del alaiâ^ 
-que poço taviéram6s ios Médicos que ttabiûar^.y quàmo 
jpenos que -mereceri i r ' : ^^ 

Goofieso que^ tltegraciarin alguoos^por lo instable de 
Jds coùjeturas;:pero preguotémosle al Teélogo si sabe 
.que todos Ios que coofiesa^ salvan ; ô al Jurlsta v si todas 
Ja$ jseniencias que da seadertaiv Ojidà.que en todas las prot 
ii^sioQâs .civiles y como;^ laiMedkioaiJas culpas de vokui- 
, iad.CueraoïSolp^irrdces^d^ ffHeoditoienio ) peno^el Vu^ ig* 
jïorantè nasabejdfetiDgttirlas^ y^finalmciitte confiesoque à 
4ilgunos œataràn losin^icaiDentos; pero fuera de quei 
4wchpsdan,vid^ yj^ (Icbetooa^iestoen data de los çargiô8« 
•Muè quiète decir esta cantinelâ .» y alboroto popular contra 
4%pobf e. Medkiaa? Cbitiina^crodaiconJeiif r» loata un Ge- 
nei*àl mas en un dia, que tmrMédioo.ed aeâ anôs. - 

Despi»cta el vulgq Atfestras^obra» ^ porque ^ 6 oq suele 
ver su^ èfeâos , 6 suele ver los contrario3v Esta es peosioa 
^ti^daslas yWlea coojefci»r»te$«. Pîfittsa^el PolHieo.9 pariae^ 
4^i^iutt,jpco)teâo^:;0i»mp()ocr bi ftep^ii0a<^,«y. ^^ôa el 
mismo suele perderla. Juzga:idijMiUt0r'V'deb8XO de iw« 
.j^deni^ .txxi^ra i que datido la batall94> Ubêrtarâ el Es- 
,tado ; pero como esialible i dlndola , suele perdçr un Rey- 
Jto r y.no sonixnreisto el ViMxi<p% el MUitar , y ctros se- 
\ itj^btei^ cèosc^.de^r^dOijryiJa i^iSQ^SamVi^ En las 
i^osas 'jP4l^ûçasi;/y d0mo($traiixiisnlKi^«» mufibf^ que salg9 
^1 ;efie(âo4) no puùitendodexar^de^imr : esta nMs «d^be â ta 
inaturalesa dela-Ciencia ^ qiie al mérito del Prcfesor : y esi 
tque el Ariihmético ^jnste exâi^'^'oiamept^ la cu^nta ^ y 
,el>Za0at?r0 ;^be. pu^tuafasîm«n«n$«L f)l ^ap^ % fio e^ 
^ admiranvpprquerireA I< dei^ 
*xar. de seras! ^1EX>a'^ue^ ^^\^^ e^t^s- ^riifiise» ^wenof 
^ue vçrtce^, nose deben tanto ala^ar ; pero quien siempre 
Juch^/.cntr^ jas. olat dei. la .çoaMh^^ tisniçodo q<4e suf>er 



34» 
rar coo sur dfscursdk^I 6 iùsr secretos iie da naturâléza , 6i 
Ips insultos dèl acaso^ aon quasdo pfx consiga el suœso^i 
tiene el primer derecho à la alabanza* Las demas Cieii'** 
çias solo tieneaque pecsuadirv^ veôcco^Jàs crlatuEa$(9pâ<-; 
ra iostrairlasr à.doniinarlas ^^tMedîciQa sda tieoç-clarû; 
dafstmo empéfîa' de iQqQir&:. rkxs ai^èaUds 4el ^iniamo . G^ja>i 
don Vuelvo ^ decir cocr Piàfeob;que sàladifjfkiUa^uictrS.* 
Y como quiera que pàraser consuoiado .Médico.se he^'' 
çesita xrasi uaa ceneral £nçytk>p6clia\^ puea Goino advit^^ 
AS -Hippâaratèsv i>ara£iel dtgno .uso({defaita"Art3esMic '[)re* 
eisas -tnucffaasldiscil^lida&v cotnaaoïi'.Graniitlca^^ Rl)et]6ri«- ^ 
ea^ FHosofiarl^ricia Griega, Astronomla;, ;Geonietrfa,: 
Mecâaicat Geografià ^ ' Historta apurai- éiè los .très B/^y^* 
nos , AnkQal î Vej|eta} , 3^ IMUoeral ^ ; eaa ; lainoïkiai da« sii> 
lecùialesâAj y virmies v 'AiUtaœla^>C&yo)9{vyv>Irik^ 
Moral V Da28o|<^ ^lafadboooaerJaDMtbpbratonaiifc^icàerp^ 
poi: 4as eostun^é ûAàiâmo^ sioo tpaaxv^tlaa^^iat^i 
das de jeateip ptie&>«>aiô cmtô Liiarecio: .. i« ; . • . 

VaIo^ ^èstol ^nbiacfiè ^^enUaDdiiVtfalfiaadb viîHû«^&afi4) 
4o9q y nâasDPofeèneiaf :v 'Sîd' diqlanaeiubBiii)C;recaiBe^ 
ble quaiqaicr perftâd Médin v'Soia^tMir'itttMfiioiiio^ 
taociafi ^ entre jeàfeinos^ jr sanosv attOi qaàndo por\zi ixh*,i 
certidBtlibreiiieL.ia'; iBiatBr|a'ea qnçi Bata'iimniqMcin mkr; 
yoras reUgîoriîrAieikdifladafji^iiU 
lêftiitk ArC/$«Ma^ i) MedkifOi ijtfuà.MgrotBkimf-i> çpaOi 

vecio y j/tpan$bs sampàantk^ -} v.^. - /: 'vji-j .j> • - f- :î 

; TiteteiOtfa.'grande'/^lariai^ia.Madiokia^ qUfirnocptvH 
dé i (^DJka^anlen: rtotstna; ifpodfliada^^ifièèMduiptmr^î^ ^9 
qn< jdbisioigBda:i^a)[l^ ilocilkadntiisaytbeQsnneaqrâtff} pittb 
su exercicio^ y.<la8''jBlémaa; necàdtaoiyhmallaut^ao'v^i 
ma ta&Mstta ^ sioo rCiut2iooaiix21iar.. Hoi^Juristaaoft^ran 

dbprciosiin^KirieQcia^ ,iBf irfakv^^iB^i'tH^ btofdate^ vnto&t 
tM iBttteitaiL^ffiiiaiina^ ]rai|rMv.<9asiui,. ktotTdélvgÉiBtos» 
. , Y 4 man 



S44 

Aao diâameo eh dispensadon^ Vigttias i rbzos ^ entier- 
rps en lugar sagrado; y lo que es mas , eo la exposicioo 
de los seotidos alegôricos^y metafôrioosde la Ëscritura, 
pidiendo à la Medichm ooiicias delas jrerfaas, ârboles^ 
pîedras^ animales ^ femâmends ;» y ènfermedades de las sacras 
planai ; para lo quai Vaiies micrîbiàmSacra Fihsvfia %yA 
Doâor Moles su LIbra de Morbis in Sacris lÀUms : y asi 
& Grc^orio Ub. 4. de DoSrina Cbristiima\ dlxo: Jffe£-- 
cime coffHth^ scientUs , & Scfipùris necessmia est^ 

• CoiMeso ^ P; M; «que noiiay tiaoca . M^dna çoooo et 
vulgo piensa* Nnig«iàoinas. favoin diS'ladttda;|.y elSœp^ 
ticismo^ que yo ( coma teagoesfbrzadojeo mis dos tomos 
de Medicina Scépcica ) ; pero solo ^ la Uevo hasta los pre- 
cboar limités: ide.laexperteDcia^ Guipa ^.fiinlago tle me-^ 
dicaaiéntosi ;.pero alaK) d ibo tte' I09 b\m JodicadoB.: Cob- 
fieso la i^dorancia dç iM cabsa^œcbificajK ( (merquiéone- 
gari que ie ignora' tp -que . w dtspbca ).pero : admito ioa 
caraderes por donde experimeotalmeote ae 4istiagaeD« y 
curan : y eo estor consiste (odod Arte^ porque para ser Anes 
la Pintuia^ y'lMUisiea%itn>'hà4itaènëâ«^;^saiiêr\l| nskuralesa 
délaScrvy^ dhsaoiidivMia'élnBsqi idkorfdfieo^ ^MJksjgBÊÛ^ 
y-iSystama^f ufidadosi .etripctosamiea&bnde .fioo^^ peco 
afrimdâlas radon}es)è)q;>erto é JnduodoQéajqoe poe^ 
den aôntri|)oiri estabtacervUDsystema foodado en la naoïra* 
leoB! Binaarç^yieiiifkf «éqoç wmàpB&:iax MfedAiioaahsDâAa 
âenr^eaiffiyhi^dkiVoopcÙidnes^itteàifisiéasv yaolâmostra* 
Uet.v odnMas^tteinisviîpe se*lUteili& GiefneMrA àoôtrahid» 
é* lovsbigidar;; vaoèxpB^ca^al'ie^r y ^orqoe idésingiriarea 
no se da denda ; pero no pudiendo • ooestra aprettensioD su» 
frnr ioo^mal^ $ia sodorte ^ est ii»fqesftèr:eQ |la pciéUcii^ que 
d^eofkrw^^i^èlMédicO'lMnèa- fiaitfdor 
datif poiqae tnendonctenbdéimdl <yil<»^rolNit>léadd!l>îaii 
ne^oreSfUBremridiodôdoso^qaeLniéguaè. ' , :>i-*': 

f . Hâgome cai'go de los quatro cidotos dei Verulamio , qne 
estorband pn^csoiito la>JMedidoa^\e|'idi4oide la Ee^ 
pedeti drideld xtel : /ërfhvVfeÀripBr. las sjggw^tîgs iààasf^ 

iMAii f Y - de 



345 
demas hûtnbres ^y el de las Escuelas^qub él llama del TVo* 
tro 9 doode se ocupa la fantasia con opioiones anticipa* 
das. G>osidero tambien que la mente humana es como 
un espejô désignai , que tuerce, 6 quebranta los rayos de 
Ittz de la verdad ^ y asi fomenta la incertidurobre. Coo^ 
teœplo que?' en las tinieblas de la naturaleza tanto ve 
el ciego como el que tiene vtsta ; i pero por esto hemos 
de ecliar del mundo todas. las Artes de la conjetura? No 
se sabe demostratiyamente la causa de una terciana ; ip^ 
ro se^ la distingne como por la u&a al Léon ^ y se sabe el 
método.de càsitigarla con su eipecifico contrario « que es 
loque le importa al enfernK); y.jpara decirlo en pocas 
palabras ^ P. Rmo. si hubiera Médioos demostrativos * yo 
^ pricpero entregaria ml salud ea sus tnanos ; pero hoy 
M. menester valernos coor; valerosa confiaoza de los coof? 
jetbcales , perque no hay ôtPps. .\\, 

. . £tmulero« é quieii V»Rma. trabe por auxlUar de lâ 
iacertidumbre .» esta â cada pasa de parte de la utilidad 
de la Arte ; porque si no i debiei*a Jhaber quemado .los très 
tomoB db Medidna que Aoibcompil/6»^ .. -= ri 

. / . Bagttvio , en:^^ LtbroiCËQtauroij 6 Hermafrèdfticoi 
la mitàddeMedîe&ia sàlîdai^y n9tasqulina9'y.la.oira mi«t 
tad de iemenina (para hablar ân^susvoces), ^ai tam-^ 
hieikde parte de la Medicina expérimental , sobre loâ 
v«iîgtps\.;die'Jbli0péGraies y como cociBta:de los nUsmos tex4 
tes ategado8(?iynoirQajmtftchiBitnos dâ sus Obras; pues si 
secc hùbôer^oâèoHuwiofipartidarâ tte* lai desconfiana , hub 
bîerâD^vlolàdo^]9\ fé pûbltca «^hactendo que coofiàsenboi 
co ùnois préôei^os en qbe él mismo no coniî6. Aun el 
misrao^Leonando de Cbpoa ^ que ftieel critico que joias se 
aaâal6.'6ffi&Grar,da; \à dada ^ oo haliaodo erieibecbopràcîÉ 
tico laevidencia/iïi.(XEnliéi]dbestàr libre de toda accion^ 
aténito cy^ocma nrardiendo el freno ^ sin dôda porel pro- 
Yecho^ âubque dudoso, que concebia^recetaba A sus enfers 
Boa 9 y. les asistfa : con que sinceramente nq desconfiaba. i 
< Tbomas, Sydenham^ justistmo ld61atra;de 'laexperieù«« 
cîa^^iiiigite !â. pad^ <f>aso /e;y;iooe^ jui ; ignoram» leàrioa^ 



•84^ 

à câda paso descifbre su perlcia pr&é^ica; que si no, eci 
Vâno era en sus Observaciones Epidémicas coocemplar la 
naturaleza , si no diera lugar al Arte. 

Yo mistno, de cfqieii eV. Rma^ hace menioria( ya se 
ve, que no para autôriziap el Dlsoufso v.^ûia para aoi;orizar< 
toi ûdmbrc , iuclityéndole ensii Escrlto) sigo en la Medi* 
cina là seâa média, y masbenigna ; de modo.que emre los, 
Médicos Dogmàcicos ( dtgolo asf) soy el mayor Scéptîco^ 
Y entre los rfgidos Scéptîcos^soy el mayor Dogpiâtico. 

Es asi que 'la Medicioa^^ comaniUce et Dlscuno^ se 
engeqdré coti ' discof dia&v.r ^ 'uucre ^coii^ bpioioftes ; i pe- 
ro que FacuUad htttnaiia nb padece este^mismb infortur 
hio? Aun la misma Teologfa , fuera de.lo que -es de Fé, 
3? arde ep riitigioé , y bacalias^^La Matem^tica ( exoeptuaa-*' 
do^ios akiotnas-uaiverdalesv^^qtfaids^anibieB rieneia Me-^ 
dicina) en llegandoâlosiogsiar deicoisar i|n edifieia^ de-, 
ti'neab uoâ Cîc^adcila v ^ bacir trna Ptazia i^ liepe-tantcs die- 
tàmeôes cdmacabezas; yen la MiUcia , PoUctca^ Juiispni- 
denda, y Moral suoedè lo mismo* i 

Los Moralistas , procçdîeiido coii:opîak«v ^sdo estia 
cMigàdd^âr^^ufV lac probable closi Médicos tieiiça loas 
estneohoc ell c^mino y^pœsi e«tâo obligaitos é- stgùit. la mm 
in-obable ; por eso dixo- Hrp6crates lOpim m^ MeéBckta 
maxime m çrlmen vèriitur eam adbibentibus ; ^kiego si la 
Providenda: se'comeina conf .solo. iina:pradenûe^ y 4mfas-r 
U&segurfdad^^ani: lat^saludjdel^lna'; iconvmaa .fa»>n se 
debe r contentar et mbodo ^n la mas '{srubabiieipBra Je sa^ 
faid del cuerpo ; nutyonneàte vum ifnfiU'd piretiAnèr siti sà4 
lus amma , quam corporh ^ qiie dixo el cx!p^€ammc..€um 
i$ififmb.dePœfdienti^&remsfiQmbwCk>tk<fÊ:t si todas las 
denui9>Fai3uUades sbot dsdosas ^ \iafsb hày queafloiirar quor 
po igoce inas ppiviiégiosi'la dl&iKtidqa&i . . . . . .... . : 

' Filera dé que las ootîcids Aoai6niiGa«^ 'que coostite- 
yen una de las principales^proviodas de esta prpfiesion ^ son 
deoQOstradvas^ y fundadas sobre Içyes geomémcas, y me-' 
eéoicas^ jpbkr ias^ipalesinoi oenstâ. (slins6.de las part», f sus 
vanos coBsentioiiqntasi y.4X)4gacio&es i lo quàl es perpefuch 

c 



347 
é iûdefeâible; pwqtie^ para decirlo con ele^acia: 

Continua bas Jeges ^ afernaque fœdera certes 

Imposuit natwa loeis. 
.Ni siempre se puede fiar & la naturaleza la curacion 
àç las 'dolencias , sin recurrir al Arte ; porque ^cémo r^- 
ducîrâ la naturaleza un hueso dislocado , si no la ayuda 
algun Perito ^que por estudio, 6 experleocia concurre é 
colocarle ? iQàïoo echarâ la piedra de la vexlga , sin au* 
xiliodel diestro Lythotomo?20 càmo^vacuarllas aguaa 
del abdomen , sin Artifice que exécute la Paracentesis? . 

Y pasando â los maies internos , las tercianas , que al 
paso de la naturaleza er»o antiguamente lance de dprueba^ 
y estése « hoy çs œsa de ajuster accesione& £n la céleri 
inorbo « de que poeos se libertaban ^ hoy rarisimo se des^ 
gracia. Losdoloresinfaliblementeseaplacatfquandoquie* 
re el Médico^ Las disenterîas , que coma estrella pestilen? 
te solian asolar un Exército, y a .se rindea â las^vencedp- 
rés manos de los Médiq^. £1 mal venereo indubitablemen». 
te se sujetaal Mercurio Ja$lilorosîs al Martç, y el biste- 
rismo à Jupiter : tanto , que dice el Sinapio , que y.a parece 
so falta siao un secreto contra la muerte : y si estas, pasos 
' hay dadç^ ciQ sojos dosmil ^nos de Artet4 v|gilaacia dejoa 
^édiços $' iiiNâA(0|$i9 adelMtarâ d^ntro de oifos dos mîl^ 4 
jd€»trQs4çt.9(|rQ» dî^;n>il.( si qo leda aot^sal Mundfi M 
ardiente calentura de.que ha de.acabar ), principalmente 
^i los Soberanos, y los Pueblos, proçigMen en promoverlo 
.con el apreqio» y^ I9 protcccion ?êQuiiv<^s hombr^sS)pern 
^er/sui. ec^fW» ippiiiemja 4«r À^bries p^jnioiosas ,^ siof^^ 
'jça 1 sriiQ 'hubiera esta saludabhs. Fa«ukad ? Me atretvo.ift 
<leQir.que à no haber resistidola IVledicinaâ.ia insaciable 
jiydra del mal vener«o, bublerayaacabado coneLgéne^ 
xo humanç. 2Quàmo$.perecieraa^desps glotonerfaSvSino 
se Ji(f|>î#roiî deçç»bîer.la e«é^^^ y disft|vieiHes?i5oift /fi© 
fKm9IP\V^ bieit: Ja/uiiii(^d: é^MMwJâ^in» ^ sitse pp^^^era; 
4>0irq4eiMg4o bk« hay que haa|a^que se pierdese cpno2ca« 
. Por esta ocasion se (ne ofrece.^tisfacer à la mentira 
de Plioîo « que ha dado faïK^m^stÇL p^r» çal^niar i \<^ 
ï^/j .' . • . . . . . . ,.., Mé- 



S4» 
• Médiâos , de que faeron desterrados de Roma por seiscieo- 
tos anos ; lo quai muy frequeniemente se 9uele inculcarea 
las conversaciones por geote «eria , aunque de pocas oo- 
ticias , y de una mas que ferina ingratitud contra una fa« 
calcad , de quien no pocas veces habrân- recibido beneft* 
cios : pero que mintiô Plinio es claro ; porque segun He« 
mina , Emilio , y Livio , hasta el aRo de 535 de la ^ndacioa 
de Roma « que Archagato Ilev6 el uso de la Medicioa é 
los Romanos , no tuvieron noticia de ella : cod que do 
pudieron desterrarla sin conocerla; y el afîo sso, sujetada 
la Grecia , traxeron los mismos Romanos debaxo de su ser- 
vidumbre muchos Médieos , los quales , 6 por la facilidad 
de dar venenos empezaron i ser temklos > pues se halia* 
ba en sus casas vénal la muerte ; 6 por los aduherh»,y 
revelacion de secretos que cometian , empezaron i ser 
aborrecidos , como insinua el mismo PHnio ; 6 por el de- 
masiado abuso de cortar^ y quemar, quehabia en los Q- 
rujanos de âquel tiempp (pues para los maies inte^K)81S^ 
gun Clceron ^ y Quintiliano f no usaban MédicoSi y solo 
pecurrian à los Dioses ) ; 6 lo que es mas , por ser eotoo* 
ces todos los Médicos Griegos, à los quales repatabn 
como esclavoSf yenemigos de su Nacion ^ temian que sa 
edio procurase servirse de la Medtci^a para veogarse de 
kis vencedores; por los quales modvos^ el Seoado tsao* 
d6 desterrarlos de Roma el afîo casi 590 , y la proscrip* 
cion dur6 solos cien anos , hasta los primeros Césares; de 
donde se iniîere que miente Plinio en los seiscientos afios^ 
fqtkt eserror vulgar esta calumnia , pues efto no fiiedes- 
terfar los Médtcos por Médicos,sino por Griegds; 6 oofue 
en odio de la Arte , sino de los Artifices , que abusabao de 
ella : lo quai consta del citado Plinio ,que confesando la uti- 
lidad de la Medicîna en otra parte , dice que en nînguoa ft 
6ulrad hay mas inconstancia , c^m sit fraShosiar fmtta. 

En este mismo sentimiento mio creo que esta V* BxsOk 
cuyos singulares talentos' rio pUedeù inenos <le tenef pr^ 
sentes estas reflexiones ; pero como su fin fue torcer al vul* 
go al lado contrario de la coofianza 1 dex6 correr la phiioa 

coo 



349 
GOti tan agit't y veheneote Vaelo t que hasta lo Altiœo no 
pudo deteoerla. 

Preciso es confesar que la saogria es remedio dudoso ^ y 
que tieoe dividida ea baodos toda la familia Apolinea; pe- 
ffo quando al enfermo le Uega el lance de temer , y al Mé^ 
dico el de obrar^i no pudiendo hallar la evidenda , es fuer- 
2a que ambos tomen partido en la probabilidad ^ como la 
prudencia de V. Rma. habrà becho , y hari siempre que 
se ofrezca. Ya dixe en mi Medicinm Scéptica , que abor* 
cezoo los Hemofobos , y detesto los Hematochitas : ea 
todo hay sus ciertos modos: 

Qfios uUrà , citràque nesûit persirtere rectum. 

El mismo ingenuo Boix , de quien V.Rma. hace bonro* 
sa mencion , solo pretendi6 reformar el abuso de las san« 
grias 9 pues' las usaba en su prâctica ^ y no del todo las con* 
denaba en sus partîculares coloquios, de que gocé con gran. 
firuto no pocas veces , y de que solo me ba quedado el con-« 
suelo de la memoria , lameotindome con Horacio: . 
Ergo Boixium perpétuas sopor urget ? 

Me escandaliza oir el cbpioso nâmero de sangrias qu« 
antiguamente soJia hacerse , pues el Doctor D. jfuan Nieto 
eo Ài Mémorial refiere que uno sufriô en espacio de cin«> 
co anos ( rara ponderacion ! ) mas de quinientas sangrias; 
( supongo que no serian largas ) sin algunas sanguijuelas.. 
Dice cambien , que â todas 1^ preâadas se sangraba por es-, 
tabledmiento , como si el concebir fuera enfermedad ^ à 
delico. Esta pràcrica es tan abominable como la contraria 
de dexarahogar los enfermos âJa Napolitana, segun cuen« 
ta Balionio en el lib. a. epid. 1576. que en una terciana con 
plethora , en que los Médicos omîtieron la sangria , al quar-» 
to paroalsmo se rompieron las venas ,y se sîgui6 la muerte^ 

De las purgas digo lo mismo, y de todo , que debe ser 
gobemado por dictamen de experto v y prudente Médico» 
dexando aparfê los pnntos morales, en quienes cada uno* 
oiri su eonciencîa ^ y seguirâ el consejo de sabio Confesor, 
dexando aparté tambien à los idiotas , de quienes ni se ha-^ 
bla^ ni sevddbe hablari^en la 4ual es^cierto^que bay gran 
^i. O to- 



8S0 

tolerancià ; i;>ero tambiep es cierto qoe.ni hûy^tHùdo^ ni es^ 
peraDza de enmendarlo , y solo hay el consuelo de que en 
todas facultades hay idiotisino. 

Las observaciones de Riberio^ que nos objeta V. Rma. 
M tienea la mayoraceptacion entre nuestros Criticos ^ por^ 
qae tnuchasde ellas mas soû cueDtos para.eotréteoer pria- 
cipiantes 5 que d>servaciones para ilustrar adultos; demas 
de las que V. Rma« cita , tenemos entre nosotros mismos re«« 
paradas otras^ Gracia es verle que .despues de.seis , 6 siete 
sangrias à la xnoda Franicesa ^ y ua terrible esipiadroo de 
friegas , ligaduras , ventosas ^ cantâridas^ cataplasoias, emuVi 
siones ^ fomentes , y ayudas , nos saïga con que se muri6 un 
pleuritico ^ cosa que puede sucederle al mas inhabil. Pare- 
ce esta observacion al milagro de Juan Sanchez ^ que ha* 
biéndosele revenuido una escopeta , mat6 à otro que ibi 
ddante en un borrico.^ y una astilla le descaderé à él ^ y 
puso el milagro , que decia : Uabiêndosek reventado tmaes* 
copeta à Juan Sancbçz , mata d uno ^y êl quedé descaderaiai 
EX yOTO : cosa que sin milagro pudo sucederle à qoa/- 
quienfei Cosa ei tambièn de gusio ^ que en^un dolor de êsté- 
mago apllcasâ vino^ clavo ^ y ouez de especia; y no ha«^ 
llando alivio -^ pasasedel fuego â la agua , y pusiese on lie&* 
%o mojado en vinagre : puesaunqueesto auele suceder ^ pa«* 
do escusar contarnos lo que no nos puede traher provechOb: 
En esto de observaciones réparé bien Ramazzioi que iîié« 
liamos mas doâos, si como iiay.centurias de curacibnês, he- 
chas quizâs por acaso , hubiera obras en. que ae oootasea 
Jos desaciertos ; porque cotno noté Verulamto , mas presto 
noce laverdaddel error^que de la cof^skm. {Pero qnâo 
al contrario de las de Riberio son las de Hippécratps, y Sy^ 
denham ! Estas sirvea de lustre à la Medioîna ^ . ccmdo las 
otras de baldon^ • ' , . ♦ 

< Anade V« Rma. que nuestros Profesores tendrân el ie^ 
mot de que si se dd en ^borrar de medicinas^ tumbien se 
abarrard de Midicos^ Los idiotas puede ser qae lo teman; 
pero los doébos siempre tendrin su.mierecidoaplauso; pues 
como sedice : Vm^venMin^ non ofiis. est bedettu ^ . 

Con- 



3Sï 
c : Coocluye V« Rthai daikb reglàs pare la elèccion de Mé- 
^co ^ todas pradentfsiiaas ; pero aqof qulsiera yo que pgr 
im rato se hubiera desmidada V» Rma» de d obismo i» y de su 
iDoata discrecton « revistiéodose del caraAer del Pueblo; 
porque las reglas senatadas mas son propiaspara una co>- 
munidad de <k>âos ^'que para un vulgo de igoorances. £# 
frimera es que sea buen CMstiano : difldi es^ hacerle les io* 
fbnbes; pero mas dificil averiguarle las hypocresf as^ Lasé" 
gunda ^ fùe sem jukioso , y de temperamenfo fia muy igneo : el 
vulgo suele teoer por juicio lo que es simpleza « y estolidéz^ 
y en todo hay riesgo ; porque quaodo et Médico debe ser 
pegasDVfiose le ha de fauscar tortuga. Latercera ^ que m 
sea Ja&auehsa i mejor serfa que sus aciértos los cootaseii 
loB vecÎQos ; pero es discutpable que alabe sus agujas quieo 
terne que otro las despache primero* La quart a ^ que no se a 
odiQodsystefnaalgunofihséfico. El Pueblo ni eniiende de 
syscemas, olde fîtosofias; y â oinguno teodrâ por menos 
adiélo que al igooraote que mas calle y porque jamas ha sa^ 
lodado tibros» La qimta , que fks amontone remedios. Quaa- 
do elvulgo le repare , ya lohabrâ pagado muy bien, y mas 
si el Méaico ha hecho escritura por quatro anos. Fuera de 
que quaod6 muere el enftrmo , como viétlma que vao i ici- 
snolar con muchos cordi^es , parches , vendas , bâtsamos, 
y ungiiencos , no queda otro consuelo à Jos parientes que et 
que no ha habido cosaque no se hay a hecho. En dester- 
rar este da&oso error privadamente quîsiera yo que V. Rma. 
emptease su incomparable eloqiiencia , é inexhausto caudafl 
de noticias, desterrândolç primero del vutgo de los Médicos» 
que es el modo de desterrarte del vutgo de los hombres. La 
sexia , que observe , y se informe exâStamente de las senales 
de la enfermedad , que son mucbas ^y setoman de muy varias 
fuenies., El que haya de ser fiscal de esto , debe primero s»- 
berlas todas ; y este le tengopor muy arduoarbitrio para un 
pastor ,^ un rûstico. 

$. XI L 

EN el erudito Discurso del Régimen dp los sanos empieza 
Vè Rma*dicienda que nada saben , ni pueden saber de 
* Y a e J- 



3S^ 

- êstohs Médiàos ; y V. Rma* tûoa eo^l Cbor tai destreît tan 
•varios puotos para conservar lasalud^que me hacecreer que 

^ no solo lo sabeD los Médicos « siqo las . curiosos. Toda ia 
razon es, que nadie ha meoester preguntar al Médico loque 
sabe por experiencia ; y lo que el Médico no puede saber s^ 

' que él primerô se lo diga. Yo quisiera preguntar si el Juç^ 
à el Moralista* que pàrasiar la seatjsocia, à el.coosejo oeoe- 
sitan ser. loforixiados.delhecho, se puede decir que nadasa^ 
ben , ni aun pueden saber dé sus profesiooes. Temerario s^ 
decir esto ; porque supuesto los hechos , hay excepdoaes^ 
reformas « y coAtracciooes, que solo sabea los ciemificos ^y 
dlscurren acerca de io no experimeotadp» para que poc^ 
«xperimentarse siû temerldad : en 60 « si^ndo la paridad tan 
uniforme en la Jurlsprudencia « Moral, y Medicioa , quan- 
to pueda responderse por aquellas , milita i favor de esta; 
porque en necesitar ser informados de. lo experimeotadoii 
aonos llevan ventaja los Jurisperitos, 6 Moralistas: 
Totidemque gradus distamus ab illU. 
En (in , Rmo. P. Mro. hasta aquf ha llegado el dîscanKV 
contenido â los limites de una alabanza de mi profesioo: 
creo que estamos en un mismo pensamiento : con que esta 
Disertacion mas es glosa, 6 interpretacioo de la mente de 
V. Rma. que impugnacion suya 9 de cuya osadfa. esta muy 
lexos mi respeto , amistad , y propio oonocimiento; y aun 
asf espero que V* Rma. castigue qualquier defeâo ^ cuya 
décision resignadamente veneraré como de un Ortfculo* 

* Quedo admirando la eloqûencia, ingenuidad, erudicio&,y 
juicio de la Obra , y repitiendo que en la lucida esi^ de 
ouestros Sabios, solo es V. Rma. 

Qjui reliquas stellas perstringit ^ uti atbereus Sol. 
Dios guarde â V. Rma. para crédito de las Letras, y de 
nuestra Nadon. De mi Ekudio, Septiembre i. de 1725. 

B.UM.deV.Rma. 
' su obsequioso amigo , y servidoc 

Martin JUartmez. 

R£S- 






.-. •'■■■ L. j: .• \' \JL> 



:/4£ DQCTOR I>. MARTIN 

DEL Ri**^ PÀDRE MAESTRO 
BENEDICTINO» 







> > 



, j - - 






^vi\W^-\\0 \ f nwJ' (,bï f:07 ?zir. lv, 
j; îT^it //. del Teatro. 



AL ILUSTRISIMO SENOR 

D. Fil JOSEPH GARCIA, 

Obispo de la Santa Iglesia de Sigiienza, 
dei Consejo de S. M. &c. 

fï'^f^ fi^^f0^ husear à fap peqaeHoemrito fnjrB^cla/ycida 
^^' foffrbrh'^ si à bs'hombrh grtmde^ nttMhtcieAi niic^^ont 
la benignidad de extender su ^roteccion basta losrrias bumil" 
des. La aceptaciciicak qût i^.SLfisï dij^norecibir^y leer et 
primer Tomo {hast a abora ûnico) de mi Teatro Crttico^ me es- 
peranza éè.jifèabiifipaYâgiistà/aa Papel^ 

que es defensorio stfyo. Q/uindîo aqueï Libro no me bubîèra prth 
dtfcidatffrÊ'fnufpmp l^casicgfifefefkjttfatfit â^F'. S. L ^ 
i^âi:J?ihQ ekpmuiàèLtrakjoMMn^ ctfiMh 

a V. S. I. sus eminentes prendas por el alto caracter de pri^^ 
mer Prelado de iffiifijieiigfonde i^rWofmQd(fS grande \y tanh 
bienjuzgaba que ho podia crecèr un sugètdâ h^yor magnitui 
que a aquella que desde elClaustro le bace claramente visible 
à las distancias del Trono^baciendo que en un Monarca gran- 
de sca wio de los mas sensibles cui dodos elpremio de sus me- 
ritos. Estas eran las sérias queyo antes tenta de la persona de 
y. S. I.ypor donde média su estatura \pero luego que le tra- 
ie^ conoci que era defectuosa Ifl medida. Tan alldj>asa ese mé^ 
rito gigante. Tpues no alcanzan à difinir lo que es ^. S. I. 
tan gloriosas circunstancias , menos podrin mis voces. Nues- 
tro Senor guarde à V. S. L mucbos afios. Oviedo ^ Ncviem^ 
bre26.de 1728. 

ILL.WO SENOR, 

B.L.M.deV.S.I. 
su mas rendido siervo , y Capellan, 

Fr. Bénit F^jod. 



âS5 

AL DÔCTOR 

MARTINEZ. 

I ll/r^V SeSor mio. Ya pravaiia<>no quaadoiMciribia el^, 
. , !▼ A JHâcitrso Médkol de mi TcatfoCiîidca >.que ha-: 
biaa de salir à mi oposicioii muchos contrarios. Pero no 
mefocurria eatonces que me habia de combatif ( lo que et. 
mas de temer ) onidaeil uno.jxrib*^ la fûeraaxle piucbOs» 
'Su^uBUSfrctdeoem màUbuscM^àris pâ^do decir i V..tpd^. 
como el Pueblo de Israël i Davidi | Quiéano i» <te temer 
viendo delante de si al sabio , al éloquente ^ al sutil Marti-^ 
nez ? Pero me alienta la cgusideiracion de que si el enemi^ 
gikes muy.yalieojei 4 propprcionescgçoeïOftOrMçnstrup- 
?Jd»d swlarai^ eaagraiî^e^lgvacionj^ xngm^PP cîorres- 
pi>pdiese:igaalisob)«2â,'Ck4mmp* j • v$ 

:/A ..Aiescatfë reconozcô yo deudojr 4^ }ps elpgiosçoa 
queV« md.eti su doâisimaCarta gratuitameate ipe ilus^ 
tra» Esta/ la çontempJP una eptt^saiil^ hçroiça ( que tamr 
Xti/sm esrc»pazidet>h0rpicîsmQ)S8ta vîittt4 Vi Y quî^FAiQ^ 
4(idaî de^qne^rril^ 4 ^9<^ «Kiioeaite gradp»^tMndaQn,utt 
grande ingenio logra el triunfp^><}eop«ifes9i:^pfinondad 
en otro ? Arduidad t0n eDcumbr^da^ que Ovidio creyé 
00 la superaria jamas hombre alguno : . 
. ! Qf^i vêtit iugenio CAderemllus eritp ... 
, ; 3;' .Asi que las msm^ ^atabaisi^s que.V^^ md. galante? 
iiiC]|{ti^.'de4per<ticîa'!eftisu:^Cari(aiti9(^ que de 

ju$ticîa mefece su persona; O qu^ 4 pi;qp6$ito meocuri'e 
aho^a mi P^re S. Biernardo » respoodiendo é ptra carta 
denu.graiSieianïigQ;/ grainPïiîladô d.eTuron Hildebertol 
^gû iatidim .Pi^rtm^fguffmtiimtfm^^iHifniinè dubinmàpsaf 
frtei kudatricéiftifjir^ $m^ ( £jptt6t. las* ). Prosegui^é coa 

Z2 el 



el contexte 7pOTi^t6Ha i» ôéï casb 'présedfe t JSijqàlBùs 
( la misma carta.de Hildçhçrto ) aliu/nfartaise delectet eru- 
diPionis insj^e sermf stéa^is^^^^purus y^d^ratàèjuculeraa^ 
gratum , idtdabileque compendium. ^Mibi verà prte bis iïla 
ducitur fnif€Uid0 kumiiitas ^^ijti^^ntiJlêfm tqfltus^^gvemre 
curasti . ^ obstquîo jfahitandi , & prieconioprcedicandi ^ & 
precarm révèrent iarh. Satie qiiôd ad meattinet , lego de 
me in literis tuis , non quçd sum , sed quod esse vellem. 
Dicha es poder en la ocasîôn présente decir , con voces de 
S; Bérnardo^ quâfitoisientoi^a Ià.ckTtadeV^.m(L de su 
persona , y dé la tniâ. Sbld hay ladl£e>eiieia' de^ue el agi- 
gantado exceso âeprendas>, que>San Bernardaconfiesa^ea 
el amigo i qmen respondia ^ al Santo se le diâaba su hu» 
ttlldad V i mf ndt cohocinHeûtOh Pai^a conôœr lo mueha 
i^e -et kigeniode V^ ind« ^excède al h&o\, aahe menestesi 
$er hilmildte , bàstamë ser^iacto^ "30 

4 17 Ntranda y a: efi »la matem ( ^ue lo es mas^ de cwh 
- j JDi <^vfet5acî0ri éwdîta /qbe 4e disputa côtiteiiciôssi \ 
empiezacon una clâusula conkjue V% md^^caba*: Creo^ 
tstarHos loê dès de un mismo pefisamientoi En fet ^ubstaucia 
del asuAto no tiene duda queèstamos convenidos ; pues oi 
V. md. triega à la Medicuia lâ^ mcertidumbve^ m yo le oie- 
g^la utiiidad» I^b'prknefd'aoïista de laCairta de V. tod. 
Lo âeglKidâ de lîïi DSscfiïFsa'Médice f e^peoialmjsiite desde 
eliMSnaîep<s65. etvadètefiteL ' ' • 

'-' s ' En^ io^ùe yt> afcaso sôy sîngutàr es tn qtiè estoy per- 
suadido à que para lograr la utilidad , importa que todo el 
mundo conozca Ja- incertidumbre. La ver dad de esta mi-* 
yâtn^ (^ué' flie la que motiv6 mi DiseUfso Médko , y la 
^e & ni^Khos parete estrafia ) se eohocerà sise ponen- tes 
ojos eh lôs estragôsi qUe ocasiona ta icKàgitiada seguridaif 
de la Medidna , asi de parte de los^ Mëdicos^conio de par- 
te de los enfermos. £1 que contempla ét^lk Medicifla el 
proyecho , y noel dafio , semediciua tanco , que padece 
el dafio sin lograr elprovechcXi La tiiukitud,yfreqiiencki 
. . de 



de remédlôs^'aim sieiulo put w^éspecie ôportunos^ siethpre 
e* nodva , seguti todos los Aurore» cordatos , salvo el esr 
trecho paso de uoaurgencia graQde4 donde es meaester que 
el Médico camine al paso del pëligro. El que coasidera ai 
purgante como un fiel barrendefo ( y este es el concepto 
comua del vulgo ) v()ue solo satà fuera las ininundicias del 
cuerpo I no reoela A qualquiera indisposicionclUa ( tal vez 
sin ella ) menudear los purgantes. Si supiera que es un la-: 
dron , que entrando i obscuras , juntamente con lo inùtil^ 
Ueva lo precioso , se fuera con mas tiento. 

4 Lo mismo digo de parte de los Médicos» El Dogmi^ 
tico., i quien su poca réflexion hizo arrogante , y llevan<- 
do, siempre que receta , como aguja magnética la pluma, 
dlrigida al polo del systema que signe ,juzga que no puer 
de errar ; yerra mas que todos : porqùe seguro de que tie- 
ne quanta lu2 necesita en las Miictmasde su Escuela , cier^ 
ra losfdjos â las obsefvacionfes que, 6 las impugnan , 6 las 
Utnifdik. Y como es mas natural que se extra vie el cami** 
oante , que debiendo dudar del Camino, no duda , que aquel 
que en cada division de sendas , tfmido se detiene , àsl en la 
Medicina va mucho mas expuesto al error el Dogmàtico 
presumido, que el Scéptico recelosa Si aquel advirtierà 
que la contradiccion que hacen i su systema infinitos hom* 
bres doi^os , y expertos , evidentemente le dexa dudoso, 
no lei miràra como infalible , y obrarfa , i fuer de menos 
confiàdo , mas seguro. Véase à Bernardino Ramazzini , par 
ra ver si yo tengo razon {Orat. 4. ) , donde. dice que no 
hay cosa mas pemiciosa en la Medicina que la confianza 
con que entra el Médico en la cura : Q^a canfidentia , utfo^ 
iè ignorantiafilia , nibil in ArteMedica exitkUius^ 

Si ÎIL 

' 7 A Mf se me nota de que quiero iatroducir en é! 
xjL mundo tma gênerai desconfianea de los Médicos. 
No intento tanto. Lo que yo digO es queentonces deberà 
confiar el mundo de los Médicos , quando los Médicof des-^ 
confien de si mismos. Si nos figuramos dos hombres c$mi« 
> Tom. IL del TeatrQ. Z 3 nan- 



3S» 

nando cou escasa h»'por 9iek> r^vM^P^y^desi^ el 
uao ^ que , conocienda el riesgo y se moeve con muctsa pau« 
sa ; el otro , que y como si fuera à nieéio dia vy por cami-- 
no Uano , trepa siri recelo : i de quién fiaré yo que no tro- 
pièce ^ 6 por lo meoos que no tropiece tanto ? No hay du- 
da que del primero. Este es el caso en que estamos : luego 
para lograr utillaMedicina.,coojduçe ipi|.çho,que Médicos^ 
y enfermos reflexionen bien sobre quàpto es incierta. 

8 Responderàseme que Ips Médicos ya lo sabeo. Pero 
yo replico que no todos lo saben ; y de los que lo sabecu 
muchos lo ocultan. Los muy encaprichados de la doârina 
de su Escuela, como si fuera demostrada v ignoraneo gcali 
parte la falibilîdad de la Medicina. Como en la curacion 
obren conforme à la mente de sus Autores , se libran de 
toda duda , porque tienen por uq delirio quanto dicen los 
contrarios. Entre los que advierten la falibiiidad.deli Arte; 
muchos dolosamente ostentan al vu^o la certeza^ para 
hacer mas plausible la facultad » ib mas atendida )a pex* 
sona. 

9 Entra el Médico al quarto de un enfermo ( esto lo he 
visto yo muchas veces ) , y à dos palabras de ioforme que 
le oye, empieza à hacer una de$cripcion exi^a de la en* 
fermedad : averigua su esencia , deslinda sus causas yseiialâ 
el foco ^ explica cômo se hace la fermentadon % d4^de , y 
por que conduélos la excrecion , apura la analysis de ia 
materia pecante , hasta determinar la con^iguracion d6 lai 
partfculas que la componen ^ con otras mil cpsas que foaâr 
to ; y esto todo con tanta confianca ^ como si fuera ^para 
sus ojos perfeétamente diéfano el cuetpo del dolîeiite« Toda 
esta retaila tienen los circunstantes por cierta ; siendo asi 
que no hay en toda ella ni una proposicion sola , que , à 
buen librar , no sea dudosa. En quanto à los medicamentos 
habla cbn la miima ^atisfaccion. Determina>à punfo fizo 
su aâividads y modo de obrar , califica su io^portaiicia, 
justifica su inocencia. i Que se signe de aqui ? Que elvul* 
go y contempladdo una deidad tutelar de su vida en el 
Doâor y le fatiga con continuos votos^ obligindole i que 

sia 



359 

An fieceaildâd amontone recetas sobre recetas^ sobre el su- 
puesto dequedeaquella mano no puede venir cosa que 
no sea muy convenieote à su salud. Por evitar este riesgo 
ine parecio importaate desen^ailar de su error al vulgo. Y 
por ]o que Ilevo expresado siento que sera en el mundo 
mas util la^Medicioa ^ constando à todos que es incierta* 

S. IV. 

lo^/^Curre Vmd. diciendo : Que esta el mundo tan 
-- yj lexosi del supuesto que yo présuma , que siendo 
error popular la desestirMcion ^y eldesprecio , mas necesita^ 
tnos torcer al vulgo al bonor , jf al aplauso ( como dice el Sa* 
gràdo Texto ) que à la desconfianza , y al desprecio. Senor 
D. Martin , el desprecio que V. md. supone en el vulgo, 
puede entenderse de dos maneras ; porque ^ 6 es relativo al 
çaraâer de los Médicofi( , de modo, que tengati por poco de-* 
corosa sa profe^ion \ y por este capftulo desestimen à los 
Profeîores rsiendo asf , yo confieso que este es error que se 
debe corregir : la Facultad Médlca es por su naturale2i& 
Itonoratfsima « y nobilisima ( diga lo que quisiere îacobo 
Ih^imërmio , Lik i. de Erroribur vulgi in ordim adltfedi^ 
éinam , cape i8. pMbando , injurioso à su propia profesion, 
que es Arté Mecànica } : asi que el Médico por su profe^ 
sion es honorable ; y siendo Médico sabio , perspicaz , y 
sincero , qualquiera Repûblica le debeestimar como alba- 
ja predosfsima ; 69I desprecio del vulgo , en orden i los 
Médicos , signiiica que tfene hecho: mas baxo concepto de 
su alcance delque en r^alidad mereçe su conodmîento. Y 
estt errof! no le hay en el vulgo ^ antes el opuesto , que es 
juzgar que saben mas de lo que saben , V. md. mismo lo 
éèi^esa etiisu' Caitai» diciendo al fol* aa. Confieso , P. Mro^ 
qtèe^iô h^ay tlanta'MêdtciM^eorMei'valgo piensa. Lo mismo 
aiiiciilta Gaspar de losReyes ^ ckado y a en el Discurso Mé^ 
dico Y num. 63. Y^aun este aftacte , que no solo imagina el 
vulgo en el Médico mas dencia de la que tiene ; pero aun 
mas de la que puede tener : Caterum apud rude , & indoc-^ 
tum Vëtgus^^ ^uod in Médico plus crédit \,quàm babet^^u^ 

Z4 bOr 



36o; -, ......... 

babere pôt0st\&c. Esté es cl cfiw que j» $UaM>i^«itd» 
vulgo , y de que pretendo retraherle ; no el de reverenciar- 
los ttàs de * lo que corresponde i su caraéier. 

II. Pero V. md. me hace el cargo de Me be çorfadm 
tan elàsticos Ips pwitosde la pluma ^ quees(àe temer fueJoi 
vebemeacia ckjmi RetbUrica , qtterièndQ apaftof al vufgo dei\ 
extremode la confianza , le baga pasar al apuesto extremo 
deldesprecio ^y de la desesperacim. Senor D. Martin ^ an- 
tiguamente Archîœedes , y pocô ha çl P.vM^f ino MersetH 
no decian , que como les diesen un pupto fixp en que estri^ 
var f independiente del gtobo t^nraqueo, se atrevian é roo-^ 
ver toda la tierr a de su sitio. Yo ounca imaginé eo mi plu--, 
ma tanta arte^ o taata fuerza ^ que puedà hacer otro tante. 
Apartar al muodo de un etror ehvejecido ^de suerte qucL 
pase al extremQ opuesto , pide brazo sùbjsraoa Al vulgo 
sok> le mueve tantb quien le dominât . . *-«. / 

. Mobile fmtatursemper.cymP/rfneipevylgw* 

12 Perô démos que fuese tan docil al impulso de tm 
pluma ; 00 por eso se seguiria el inconvenie^ite que V. md. 
prevlene: : porque aunque éi por si no résista j, hay f^erzM^ 
mayor al encuentro» de la.miaqoê 16 detjeqç. .Qoanios se. 
intëresan en la estimacionde Ja Medicina^vP/ocuvar4n cou, 
todo su conato mantener al vulgo en là ciega veneracioa 
V dcl Artè. Ni Hercules contra dos : i que haré yo cootra 
tantos ? Y aun si to miramos bien , con icasî ninguna fuer^- 
aa se puede hacer vancf mi âupefio : pUes yçy M^çQotrB. i 

el peso del vasto volometi dû la plèbe ^ y .e$e4iiî^mp |>^sa' | 

tienede su parterel que impugùa pasra maitt^nerla en. el 
er ror donde hczo asiento. Poagamos que alguno ^ por haber 
leîdo mi Discurso Médico ^eayese en una total desconfiai^- 
^a de la Medicina. Esta solo diirarà, hast^^ue ptnlpzc» ht 
primera dalentura. Entonces^^anA.^fuaQdo^l no ll^me al 
Médico ^ los dùm^ticoa harin que venga^Si^enferaK^le 
hace alguna objecioo , citàndome , suelta Dios su ira. Res- 
ponde ^ que el Frayle ( Médicos hay tambiep que habla» 
de este modo ) iio supo \o que se dixo : que le hubiera si* 
do m^or rezar y que meterœi escrihir b^ejio entendia: 

que 



36t 

qlle^ll6 sabe tes Siinndas ite la Mefdictn» : .<pe cît6 unos 
Autores disparatados, 6 él oo5upo construirlos : que sfi go^ 
bierne por Ip que siênteijodd eLœtmdo v y^r.lo que dsoeii 
IftotoAl^mbtes'cfoâos ^y ippot. là que diceim Fràyle solo, 
que (01116 elr caprikrbù de iœpugnat i todo el Bmndo ^ &cv 
'Coneftas ratootes.; sia dat mnnma i tieoe desbaratado 
qùaoto esta escrîto ea ej Teatro Crfcico , y. logra uoa obe- 
diencîa q»ega en el ttnfermo. No digo yo un Médira, qual«- 
quîerja,Bar&rHlo/dî«eiulQiatro taotoi, yicontando luego> 
1q9 mîtegrps que éL bi^.eon sus>enlplâttrûs ; dexa iatîsfe^. 
cbkà al «ofetiWîïi , y .â todos Jos dosijéstiecxs. Este es , Senor 
PwMartin ^ jto que sucederi ; y sucederia del mîsmo modo,- 
awi quando fuese mucho inayor la elasticidad de mr 
pluma. E^ûs defensas de cal 1 y. caoto burJan las baterias? 
de^ la inasj vlya elojqueôQia* El vttlgo oohamenester mas* 
argumentos, ni mas respuestas para.maQtene£se en la opH 
BJiM^qoe estaba. i ». 
— • . $. V. 

13 Tfh cargo que V, ind. me h8ce/^<rf>te la. diusula* 
,-1^' d» que em^Mezo el Discur:soideli!régimen de los} 
saoQS-^eaupas grave; porque^qt]idk.c^ 
uat i^lrioeioa coq qtile. yio. la. liiAitb 5 serfa ^tijûriosa. Yqi 
lUgo qwriàs Médicos nada saben ^ m aun pue^^sabfr en* 
particuhr del tégimen de hl sanosM ^Esta ptoposicloa ^.sLso 

£siba;; pérô'iÉOo re^tièûei deœnte:jyj\msi^dc!fo.fientt^ 
Çofifieso<queJos(MédiC!0sâahtn:vy ipUedeiD^abetletl comuhl 
1m preceptoardeL-iégimeDl^que mudhos ^ito solo corn-: 
prehenden lô9 que yo estampé, en aqtteS Discurso ; pero^ 
adelantariaïi muctoac^edlosi^sitepusicsea!^^ â? 
QOtf egit kNi>trrpf e^.dfl vulgo e» esta niatetia/)L0 qite yd. 
afttgo;so{Qies:)) que el :BAédïco pueda sabei^iqlaé ^:y quànto> 
kconi^nga corner ^ y beber à este indlvidtio^ Pedro , v. gn . 
que ahora le consulta ^sln que él le déprimerola noticia.> 
Que esta limttacion.sea comua al Jurista , y bI TeôIogo> 
Mdral deotro de sus prbfesiones ^â mt .na^^ itieinipQrxa; 
porque mi iatento no fué poner tacbds i la Mèdicina , sîno 
w . dès- 



361 

desenganar d vulgo^ el quai cfertainefité necesfta de este 
desengaik) ; pues à cada paso se ven iodividuos , que con- 
tra ci iuformevdie <1a<»periôûcia< propia arreglan su régi-- 
iseti al diâamea: del 'Médrca^^y ^ ven Médicos qae pot» 
las reglas comanës de la^ calubdes dé los mafnjares , sia« 
exâminar que efeâahacen en este partiaiiarteixipenme&^ 
co^ i todos prescribea aquellos que estan reputados comun^^^ 
mente por mejores» Si se me dixere que esto no sucede, 
dire yo lu qoehe. visn> infinita^ veces* Y no^soto estosi>- 
cède , stnaque hay Médicos tan fMco âdvèrtidos , queaque- 
Uo qiife i ellos les hace provecho , juigaii que ha de aprcw 
vechar i todos ^ y hacen^u ptofMO temperatnento régla de 
su prââica. Sefk>r D. Martin , haga V. md« que en todas- 
partes baya Médîcbsingenuos , sabios, cuerdos^ y sagaces;, 
que entomfefst y 0^ qottmaré 'pw iâurïl qwa&to he esciita en 
aquello» dos DiscûrSô^r' . j <:>../. «- i 

14 He dicho que à mf no me importa que ta deftcni^ 
del Jurista , y del Teôlogo. esté tan estrecha en esta parte 
oomoià del Méidtca: Todavfa hallô entre estas fâcultadei 
una gran difevedoia^ El red^i deaumidjado anperet Jilé? ^ sa- 
be que pdseela hàdenda^T petq^mûi sabes}^^ el fxiseerla es 
conformé Â là virtud deia jusiicia. Ei^ que copsma.at Mé-i 
dico , sabe que usa de tal alfanerito ; y deiiiastl mas sabe 
que ese alinieqco çs conforme i su complodon , y est6ma^ 
g6..Asiél J|iez4 ccmm el Médicc»^n meiiefferiiiformarse 
de las partes ; peroeV Jueztsold-dei hfchè : elMédicotam-* 
bien del derecho: Eljivez hàilarel hècbo^ëa k>9 aiitos^ 
pero el derecho en los^ libros. El Médico^kio , y otro h« 
de buscar en d informe del consultante, <]d quai 6nica« 
mente poedesaber que es^lo.que leconvîene determinan 
As( el reo»dasid»da|ué sennncQi debe^dar 1^ Jtatt ; pero eb 
consultante , sf no'esci preocupadO'det*«rtorcDi0iin v^^sbe 
que sentencià xlebe dar el Médico : pues sfrle iqfmttia dé* 
que con este alimente le ha ido bien , y con ef otro mal^* 
es claroque el Médtco d^iedeterminar que use del prime* 
ro; y no del segundoi La misnaa^disparidad es adaptable 
respefto del TeôlôgaMotaU ; . .. • - _ û .. 

S.VI. 



8^3 

(iS T2h p}iiito;qiie açabaide tpcafserme^eoodttfte nato- 
' ■ \m2j ralmente al coteio-^e haee V^mdii deJa McdH 
cioa cob las demas Ciencias , en quanto i la tncertidumbre. 
Sçiior D« Martin.» yo por ninguna me apasiono , aun de 
a^tiellas. akismas.que he estudiodo^ Pen) encuçmro ùotabk 
diierecicia jinue la Mediçioa ,. y hsmtMQkùQm (qu« 
V«'mdsutraetal paralelOfc : :^ ,/,:.</ 

i6 Es verdad que e/ Tedhgo ( como V* md* 4ice )n& s€H 

6e st'el pénitente, se saha; pero sabe ciertamente que es lo 

que le conviene al pénitente hacer para ^alvar^e. Aqùî no 

Hega.el Médico ; pms do ;fôbd çiertameoteiqué es lo que 

le ÊOAvieae hait€ir al eofetmo para cutarse. ^1 TnMogfi di 

\ receta iafalibie para conseguir la saiud eterna* : £1 Médico 

np la tiene siAo dudosa.para lograr la temporal. £1 peniten* 

te, si no se salva es porque él no quîere apliç^r el Temedio: 

Mf te Israei pef^th tm. Sk el eqfeemo n0,$ei;uFa es^porr 

que veliMédicp nbraipdica medlftnaïqjie alcaopç^ :î Prétende 

^ ^CKpor fiso que estafventaga diri'TeélogQ! sie deN i su ma? 

j<ix ingenio ^ 6 estudio ? No por cierito., £q la Teolog(a el 

topo enciientra con la certeza : en Ja Medicioa el lince 

\ ao puede pasardela oonjetura* : . < • { > 

' \ 17 Usa tanibien*el;Te^logode^ix^b^iUdade 

[ I08 Moralistas ( dice Vi^ md* )wpf^(^^f^^ ^^ ^inipn , x^/a 

erran obligadas à seguir la proèUàie^^ los MHi^^ tienen mta 

tstrecbo S camino^ pueststan obligados^ a segtfifJa mas pro- 

^ l(ableJK%sxtûzA ; pero la eficacia es muy divers^ : porque. 

•1 MôrâUsta 4 usaiido de opinion probfaUt ^ ïiib^l ve al pe-< 

'' nitente de là culpa ; el Médico «^usaudd M\ \à. mas proba^ 

^ Ûe ^ no puede muchas vêtes curar al enferoïoi de la dojiôiirt 

^ cia. Fuerà de que si el pénitente > ô consultante quiere usar 

de la recetà , siempre se la darà. el Moralista , ao solo prOr 

i bable ^ sino cierta ; pues jel o(»»ejQ dç que vaya por el car 

I minô mas seguro ^ oiiiitiendo ai(^eUa aocion que esta .en 

duda si^es Ikita , 6 ilfcita y. notiene iaSencia^ * : * 
' T 8 Sea quanto se quisiete la Arte Militar , falible en sus 

proyeâos ^ hallo no obstante enpre ella , y la Medicina 

no- 



3^4 

notables disparidades. Là Arté Militar siempre (jue hajr 
giierra esi ine<!esaf ia ^ ptf«^el etoâmig6 des^tamette triiinla ti 
nb se sale i là '4iefèhte« No puede dèdfse otro tanto de la 
Medicina , aun quando hiay enfermedad ; pues muchas vch 
ces^ siâ qae el Médlco acuda ^ résiste la naturaleza. El Gé- 
néral siempre sabe' A que enemlgoha de cofmbatir ; el Mé- 
dlco mucbas veces ignora la en&rddèdad que debe expug^ 
nar. El General, yiéndose inferioretifuerzas, puede escii« 
sar la batalta t el Médlco qo puede evitar la lid côa la eo^ 
fermedad , aunque vea débit la naturaleza. El General , sf 
po es en et caso raro de ser traydor , nunca se pone de par-' 
te del Exército contrario, £1 Médico infinicas veces , pot 
su igûorancia ,*ayuda contra d enferoio à la doleacîa. Asfî 
ho se puede negar que procède con mucha mayor obscuri- 
dad el Médico en su Arte , que el Caudillo en la suya« 

19 Dice V. md. que con un yerro ocasiona mas muer- 
tés un General en un dia , que àh Médiâo en çieo anos» & 
àsf ; pero liagatnosrel cotejo y comando ea kigat dé dos iii^ 
dividuos ^ todos los que pro^sàn una , y otra facultad 
l Quiénes ôcâsionarân mas muertei en un Reyno dentro dd 
espâcio de cien anos , los Générales con sus yerros ^ 6 fa» 
Médicos con los suyos ? O sub8ti€U)rendo i los individuot 
las facutcades, ^ que yérrôs son- los^qùe hacén mas estragos^ 
los de la Medicina , 6 los del Arte Miiicar ? Yo creb que 
V. md. resuelve la duda en el segundo tomo de la Medicina 
Scéptica , M. ^48» quando dice : Aquel texto de Galeno^ en 
el mêtodè ( no solo en las continentes , sino en otras fiebres^ 
cous ados por pùtrido bumor , es saludabilisimo smtgrar ) tie^ 
némuertos mas bombres que la Art Hier la. Si sdamente una 
ittâxiAia erpada en la Medidna hace mas dano que todos 
los canones de bronce, ^4^^ estirago no harân tantas mi^ 
xtmas erradas como es preciso que haya en tantas opinio- 
nés controvertidas, pues siempre que hay oontradidbo^ 
fias , es preciso' que sea fsilsa latuià ? . 

20 La MatemÂâca 4!ne parece que no puede ^ en <|uan* 
to  la certidumbre , entrar al cotejo con ntnguna de las 
ciencias naturales ; porque es la facultad que con buen de- 

re- 



3<5s 

V rechbtietie estànca(ias lîtô'dé'iâôstftlcittnes. Nô'todo io pub- 

z de demostrar ; ya por<]ftie cotàù'&ti eii auesttos entetidH 

H mientosves çiedëia fthifÀH ya pbt^^Alà a|>lkacioh sa-' 

2 len iiiuchàs veees'Iés'hoâib^es'tôo d fis&fUtina ide^ la «sfera 

Li de su objets; •'•'•*; t'.' '-•? v :''-;• i ■ -i :.. 1 .. . : ;: r: r>: .. • : . •;.;,: 

t. . 2X En qù^htb ilé')9blM^ , si ëë Mbla de aqâéll» que 

s^^ pÉisa por tal en e( mundo, la ^gd ma^ incïerta ^e la 

i^ Medtcinà ; y asi > Io he explicado en el q^at^b- Discurso de 

;j mi' pi'imér <to«t«.< Pài»à M ■iiéBpe&»àë)o¥]qaèi^iÉrnàti 

'r' Estadoâ , ii&Mi^^ ôifta polftitd 'sègAi'a- 'i|ûe ia> cpte^-tidnsîstè 

l eà el eôuipleitë «te-'Ms dds Virtiidés jttâtkta vy p^'Odendâl 

l -/'•'• - ' 5. '.VIL ^ ' .. : ^v, 
'»?• A l-ps; répares qûei Y 4- hid. p<Mié- «tfbrè^Ia» advelr^ 
' J^ tènciàs 4^'hàgo para 'la\el«:éitfn WeMédico; 
têspoiidèî^eort îtièentikfed , y sîii fcav>WcîBii;!A?îà primè^ 
«t de ^«^ el" Mfdïcb^'ieA 'buenCbrisfiafif^yt^^ïiè V. ftidl 
que^ erdrficil bacerh làs infhrmes ^y>âan fhâi iUfitff àveri^ 
guarié^las IfypotréH'aï. iSefioï''»i^Ma«îtf -îillfts Médfeoff^vR 
ven ittûv en los ojos del Pueblo. Apenas con'«t¥â élase de 

bte , qtié^^laTi^ë^etièia id«r^fiierdo tm^^^ IPàMalrSé 
Ja ahna ,eis fârfeiiiia. Ni lôsiMéd!é<»*»i la'gehte^ue ma* 
estudia en esconder vicios.û ostewtârvktudeS'C hiego ^i 



tr 



lit 







iBunmferitènoéngaflàrtéfeft el conce|>t0-4ué liB»re> del MéA 

dko sobre-su vîmid , 6 tti^Rdàé- ' » - - ' ^ * 

<> ^3^ 'A lafséguhdtt À^qué^h^jVkiOi^^ii'j^dé't^ 

no mtfy igneo , dîce V. md* ^e el-^tgo^ )fhk'*eft&f pêi^ 

por^'^^kmd&ei Médfeo deke sèrpegaso^tto ^ete^mâchu^'^ 
car t&rtuga. Gonfieso que este reparo oslti bien hecho. Ey 
dérto^ elVulgo fequî^ôcà comuninenie al tardox^on el 
jttîcibso', y iP^«)nK) coi* él înftrépido; TawîWett es cierto 
que oinguna Arte pîde taata agiUdad kiteteâu»! como la 

Me- 



368 
'i^ntainasikCa. loft.iim» «aoqslinites Auto^ee^aiitlguos ^ y 

debia obrar : Qfioties cum veterumiittUniTecéhtkirmnrMedt^ 

cina ProeekumKff^arîtfltàiarji.mamimeM 

cedro magis digfUÊ')7y!9k4miha>^'èifolvere miiri volupeèst^ idem 

prorsus mbievemre'setttio^ \icTerentiano:Sem^^ ^ cam in 

filU 9ui çatfS0 fikfïïs \ëdoosàttk labsèrsism ^iosfueinnr se 

pugnanaes Uep^ànipss^tivin&rfior ('induit ) mtdto sum^ ^pum 

d^bmu^ ^ ' '> :''. >-î'/*'V'r\ 'J\^\^ ,ç^v, . -S. \^ \\ r \ -; : • . 

s 19. A Yistâ^é^k(>qiK^diceiRaàiax2i^^ y ii vista de là 

inhegablçàposioioD delos AutiMres.<i no creo deban irritar^ 

âe los MédÎDOs^povthaber diëho yù'<{\xtsaben pocôde -cwrar^ 

porqiKSJo^ppwfaibe^rcifaisctosàbem esrpoco ta 

qan sensabe\j teptuebo ^lliàLparecèr ^ ccm'evideiicia ^ dé 
este modo , poniendo por mayor en el sitogismoima pro^ 
posicion de V. md. Aqtiélh\ ^ xf disputa se ignora ; sed 
sktiyèst'-qaà oKia^xS^eàif^mcdn Mdq sàdisp^mxldllgi ékA 
tkioteiigK9rd:bà.'Éitiiç^^^ esrinnegabte^-puer 

apenas faay>pprec^6'iM^iâicb ^ i}itedof)èaga susrmntiadkH 
t»KS ^ ooaio44cé ver ieh^el .Diseur» Médito s J oomo se 
podfûa^pjKibapams lasgaimhteid^eai]^ ^zxam^ 

ei»fdan>en(flrpîeaépiqjsfidinfl^ \m 

f^Hitfi?y'T^4fc«'*''fc^Ty^^ dèfVL'aadkeftaji )Oaittav(f»k'ag;.i 
9p^\\tB^iktL}ams;^^ ias causas mor-- 

hfficas^ ( i Pues guién négdrd que^ seigmra^ ta qaé se dispu-^ 
M^):1Sepgo.por/QOhdttyehte.Ja}rason para laiigDovancta- 
driiastfiBiioas'j(tpe]K>iildIlail»Ki ipo«te|îrttB^ isaLàgntvmncisÊ: 
éB?Jh)acca)edfeaiîpiiBi aoii9epQB<ttidilpiitaaf(io»a,obit^kaa 
aaaepcflKn^s>TyhMdiii9(qtieltex»)s^ o! i^ ) L l^ ... » 
b 30^.: 'JiiaQ/Dtii6oF>viéa^jii Bna^€topedttiOMié(iii&i^'>Gasi^ei^ 
todas.Usieoftnnedfd»^ aen^ 

ttii£iasj4tt£î4iayîa»iirdah;À>^aiiia»itiaa iyttëi^laixfâet.hsy^ 
tn ordo^ à toaiieiBcdyi(M£S^ 0l^m9 
fitbres V dice^aeddbîMécti^^dcËJQUiâfetoi^^ 

sui initia ^cùgmtm ^tÉijnf^pdd^Ê»mi:à.m4^int^^ 



Jka&fmt «r emdf'^ niadofifm^^ sttHhitt yttt me ht rmetRis. 
<.De,Fejbnba8,«ap. t:.> ij for 4ué:he de créer yo.que q^air 
9ti«fa MédtQQ ordinarto fl>be rloique un hombre-lde tm» 
.estudio , y experiedcia! o^nio Jaao Doléo .dice que lodos 
k» Médicoa ignoran ? . • 

-. 31 Y sia apartamos ^la iiebre ( p<y aer esta la jnayor 
{HrQvipcia^4«I gninreyàadeila Jikdioieia), gqD^ptp.eo^ 
iniemrof.éSfOpicutaoea Wjobterva m :<Htieo 4 fut.çttraçloa? 
Uoos ( y esto ea lo. maa cdaMtn) culpan los 4<a4o8 « y <9uitt> 
rmqtie seapudacooalxaUs. Otros (oomoBalUvio lib. i. 
Prax. Medicv foU 101)11,50») acusAD los alKa}i$, y txiscao 
el aoçoriio eo.lA 4<^dQ» Oi»to»> <6iaquieIlo» daoao , m 
.que'yoj paeda;i4>èr.qtti<ii«ar,aciertati> Uoos;d|jee»:q»eieiQk la 
^4>neJa:8aogire-cirçiâa'i:oa.œasv^Qd<j|ad<s 9trp9..que car 
mloa 60Q mas lentîtud. ÂqueUps (yuierea que ^e le tire la 
brida; estas que se, le arrime la espuela. Si yerta» aquellos, 
KStaoean lo<^c^a».habiadia]i9ovwt si yerrao.esMB^i pre^ir 
0ta«.J»q}ie#e ^ebia intitsioMT*^ iCAimhsi^Wfi^^mim 
8^AU»i4ifi|<!MsMB.itiieoira«i|o^.ikbwft>la^tH^V . f» « 
33 No para aqoi la oontroversia' en. BMtsrM de fiebi^ 
Toda la pri^ica eati lleoddediidas» El Ramazzioi , eoel 
lagar ^itad» arrôl»a , sepone;â describir' U>vari«dad de op|r 
|H0fi99W tMtr eit.uap Juoia ^e JMédiUjost W^v^nim «9 :éj 
I>riii9ipi« di^,miaiiebret,babIaiKlO;C0da «if|i;^$fÇ(in' la {^Qr 
tioa que «igné ( :yrdjiQe.aêi-; >^pqM inuy^'. Rivets (filmai)* 
whasta ponerse roocosique.se ha de procurar extinguir 
y>desde laego el fuego de la fiebre, porque oose abrase tQi- 
4»da la casa :,qufbse .«QflAi«ta «Jieneioîgp (desitro de sus li- 
«*4wait» ^^es.qije :tp|i^e>Biaaiu«aas4 .Oir^o^HHb iilc^inisqai» 
«iabliMH>i ffipUoan ,quese.fkibe'4r^(fKKio i ppeo ; <gjDi^ ^ i» 
Mjde prpcurav:la «occion de. kMrhHOiojres » porque no se tor 
f»viertala(7isis: <|ue seespereâqae la.fièbre pc^rsipoisr 
f*mA.sKi quebraote, porque aegun ia)$entfln(ia.4ei Uviqi, 
nmvk «twwmâ)ai»>flos MéditxfeS) J()»!0^ o(}i(Wo^ 

crit|iie(ob6a»do6l)el in^sgafr nM^ 
sv.ttOMjdioetorqueaolQi^too riaâ sangti» fiebai^dei degcrihir 
wla^ebre: otrQS;«,|>ar£osf(BB Ittefîuiofi 4e.saQgfe»9p.oQeo 
. , TmJL del Teatro, Aa n que 



3?î> 
-ipi» que inntilmente se cferrama éo k ftebre et tesoro de h 
^ vida V pofcjue i^eguti 'Ôa)eno'^ 5la( tibscrtitoiôni^ y pcidre*-- 
<^diih)i>reS que ^d ipfitD^ipQtldmaccausftde ta ikbre i» no se 
'»»quitaQ.côn la sangria, Unoi) todo el coidado poneo en 
'>purgar A los enferinos ; demodo, quetendriaDpor<ielico 
'h tK> dar il p^rîncl^io stt leniente^ y al 6n-; 6 quitada la.ca- 
^^temiH^à i yna purgâi'ra(}icai p^raqujiarel miedo de recaîr 
V^da; Ot?os por eicoAtrariOs atèttdiendaatgeofodelaoa^ 
>^tui*al)e2à,^uetab vez V ^cisi ntiA({!a tèfiiiioa las fiebres 
9»con evaeuacion porel vientre^ aborrecen mortalmente 
«nia* purg2^ en et fit» de lafiebre* M^^i^os quiereo cjue el 
v? enfermo4)eba argua copiosaniénre ^ ^iguiendû uda mâxf* 
W fËa de tti^crateÀ ^ '^ue dà & ectiender que-ël Itfego de la 
^^ eafênturd^èifc a^d^a>cdn'^iia.' Otros^iereii que se huyâ 
^» del aguà fria « de- miedo que se sufoque el calor nativo , y 
^ la caiisa tnor\AûcA seempeore. Algunos lodosu conaro 
^p ponen en F€teetar^ordialesi,ip(ira'aotiiar ;- 4 precaver fa 
ify^xiAlïgniâsa:- Otdos ( a<!âso^ «as «aenkte ) se detienen ea 
»>ei u^de lo^ obrdialâ, por no-âfladii' fiiego al horoob'' 
Hasira aiquffel RSan&Mîft^^ ^ * ; ^ ^ . ' 

* 33 Sobre esta relacion se debehaoer unareflexloo^ yes, 
t]ue cada Mécfieo v sigtiiendo su do^rina^^œ de la priai* 
ca coirtraFÎàs ho^soiox^ue -es itiadj '^'^sln^ t)af)oM. Lueg» 
t}ualquiefà Médièô que Ht^d yo',rhay^M>s^que dlceo que 
S» priâitaqué sigôe estë^ no:sblo:4iÔMe ai$rtfvechà « tiné 
que me dana. No quiero sacar tnas conseqiiencias, porque 
estân bien é la vista. 

34 Habla^do en général «le lôs^ remédies • ( excepttmo- 
do el iDôrdurio pâi^ el ffialvënerec»)} ttingun6 hay que sea 
'ée la^ aCâptbefoi^ de Tod()S^loa AfëcttcM;! Aim aY«Mei«arlo- le 
tîorrtradixo Fertielio. La purga ^ que esel rêimedio mas co^ 
mun ^ tiene muchos , y grandes enemigos aiin fuera de la 
«escuéla de Hêtfboticid^ et) cX)dtfderacioti de su inutilidad^ 
*y maligntdad; N<» ittean^a^l lacaqsainorèitei'ys^lo M eiF- 
tféide ei>n él pftMlul^d^4x}è^ ei: ladeéMe eldafio 
que ocàsionaen el cûerpo^ Sefialadameatepueste verse sch 
ibre este pumo la docdsima UKatriba de Christlano Kursoera 
'- . ? - — «^ '^ de 



8?« 
dePurgantkim*préS€iifUf9$e^'^^ apeaaadçxa dudaen la 
materia: yel Pan^y rico que cl« aquelja Disertacioo ha* 
ce Ju^Q Doléçi ^t uiia Carta ^iiç; 3e baila en ^ segiuodo 
iptop <^ jBan Jajspbo Waldisqaifhi^ fç^. ro/hî ^js-A^^^ifloff 
pudiera yo trasiadar alguoas palabras , copiqgoq jagiiçlla^ 
fqU 378 i-Qft(U!fiivis^t9f^Jt^k(^ffitstf^ agiiaia 

tcrvo vuhu veritatm sit wspeSfufrum, Y aiyieUas mas abaxo: 
Sanê crumenam babebféfft nimfs ptf([^ga(am, ^ & aliorùm ex- 

poâ^s^ qt^adq se^njapiîSjps^atr al M^iKÎp los riê^gos. 4? 
sus reioedio^'n ya se yoque no viénen i los Médicos de 
la sabidarîa^éÎQ^outdad^^ Dpâor Martioez^ Peroesta 
ÇfuxsL.^ pp sçii?! M>8^^9 licer el PQâçg iytoti(?sx^^ sma^-r 

ceo ser discfpulos suyos* .r : , r,^ , ; ; n. > \ - . .,. ..; 

; 35 Dç )9$ .{^pipiDoe^^e Wr ^t?rÀ i» W^r^ X? se 
dixo bastaote en el Dîsciirso MédioK Tpdp, lo demas va 
del çiisQjQOx>do« A I95 fjiepfe^.ea l}Qazp^);6p|erpas^reqn^ 
^ ^a Gomun « Ia$:CoodQQan inVchQs,p^r;iqûQle^,^y|^^^^^ 

MetUçimm^ cap. ^6}^ trataiulo de l^s^r^^^i^frY.qfnpîçe^ 

con esta vehemeiue inveâiya ; Ig^umveteribusi & aos^ 

\ tro ten^pre 9 inÂngUaprasertim^ nimiumfafniliarg , & (^or 

marias rcmçdio iout;! .^ .^40. taipbj«a>^i:^inab/e.^^ . ^: e.,^. , 
36 No çoD oiexios eperg^ Tbeodorq Craapéo .( iom. u 

^^i^« 43* ^ FonticuUs/^ & Sefambus ) déclama contra fuen-* 
' fes^ sedalpSt ventps9s.ii,y yesicatorios. Eippieza asi el çaT 
^ pftplp : iVMr Mi/em pK^re<Hjmir ad fa^^Ios ^ SeffineSf 
^ ÇùcurbitufasTy^ !^ ViSiicft$oria^ Y, ppcp destpiae& : Dicfm^^^q 
1' medicamefUorMm, gjfp^ra ^esseifotiàs tqrfr^eptorum g^n^ra^ 
'\ plané inutilia^ & contra omnem ratiomm , simjudiciç ef-^ 
^\ ficta ti ^:{fi4Cfri ' coMsa taf^tfm fik ofmU t. 6? . ifrrationajbiii^ 
« bus MeMçis^n & Çi^rmgh egi^^^ - ^ . , .j 

^ - . 37 f ' À À9*iÇordja|^Sr;ûfofi!» »^ ppiî F^lRedjo pMi;âry 
i^ , Aa2 men- 



mente nominal : à1gâh6s"(<fotifdiHflk)8én^aftiaze&ii) porr 
iiocivo. Prîmerosk) ( ff*. 4. cap. 35 ) dîce que el um de la 
Triaca, Mitridàtico^ y etros cardiacos ; riiuchas veceiao- 
hîenca la causii de la eûjfermedad , mû rerÀôdiàr laf del»* 
«dad'dèl cbfàzon; • '- - • i / i - ^ : '' * ' 
* 3J3 En ta^tà opç^iëlon iqùiéti tiôshà de sacàr de la 
duda? i Acaso la experiencia? Todôs la alegan é su favor. 
1.0s ç)ùe sigueti' la doétrina de los dias cHtîcos se itindaa 
un' la}è^ûeriehdiii; y^'laéxpeiiëbdal ^ fimdan'tambiea 
!B^ 4ttt nkgah qbe 'fa^yd^^tkl orUeft de <JRi^ èi^hices. Wal-^ 
dfenrith ( toftt. i.fèl. 144 )'Sé^fûhda ^b' b éxpek-iencia pa. 
ira decii* qite'l^ kangria feÀameatè adfliinîscrada dene 
fuerza de especffico en las fiebres interœitenies. Y Doléa 
{éeFéMhMihipiV.y^\^^ iqUoddiafis^ 

ûiiesira ^ae ^ fleures fritêrinitéiitts mo'^&kttù^^ âmes se 
aument^o con la saogria. 

* ^ ^Otrp tecJufto^ itoà did p&co li« utt Médîco de la 
Gorte , que es no hacér caso de lo que dicen los demas 
Aùtores ^ sino sdlo de Hipp6crates. Eâto «f que es cortar ef 
fiùdo'Ôo^iàno; (iero sëa ^sf {i(>ra)!menaV<]bë{neR^ cote 
ibsdeinas Ubros; y *4ue«leé sbfo IftS'^Obnis de'HippÔGhites: 
^ No^ iîbramos por'ebo' de' iàs dudas ?1Stf pôr cSerto. En- 
tera se qtieda el ^epticisiÈo , coœo se estaba. Todos di- 
teo que siguen i Hîpc>6Grates, yobn todô-eso -ik$se ajos- 
taq; A Hipp&c*»àies^i^iui> pô(x^ 

pôcrateè segufâ èl Doétor-^b!^ ; ^tfn «bd6 âabêfiob^ ^ y 
consta (je los Èsërïios de ilrxi ,' y otpo Vq^^ fban <àn d[>tte9^ 
t6s en la prâéHca ^cotho uo Polo le êsci côii èl^ otrô. 
' 40 i Pnes c6mo hemos de evitar el Sceptkisino Métfi- 
co? Para evirar et Scepticisnio rigidoyahay reôfiedio; para 
evitar el Scepticlsmo modérado A6 le halld. Ss cieito que 
no tddas las opinione^ qùe-'^hay en -la Meditlna son de 
iguat {jrdbabilklad ; y el cdnôdmieMo <te e^a Verdad bas- 
ta para no ser Scéptico Hgfdo. 

41 El Scepticisnio moderado , nb ^to te inévitable» 
peio util, en el Médico.; Vtf bé tîôfiidb siebpro, <^ue los Mé^ 

lllà)s que mal baîi estiKiitfdo^ soû los^tte habiati coq .izias 

...» - .,.. m» 



373 
iiicértidutnbre de su propia Arte. Los doâfsimos Jesuitas 
Autores de las Memoriasde Trévoux (Anode 1709. Mayo, 
art. 70.) asieotan^que Ja sincera confesioo de la incerti* 
dHQQbre de la Medicina es el caraéter propio del Médi* 
co sabio, y lasenal que le distingue del ignorante. Asf di-- 
ceo , con ocasion de hablar de la Carta de un Médica 
doAo : El Autor de este pequeih escrito es uno de los mas 
jtéiciosos que produxo este sigh. Empieza confesando , que 
hiMedicina esta sujeta à molestas incertidumbres. Esta 
eonfeshn sincera es elcara&erque distingue al MéMcosa^ 
bio del charlatan temerario, Estequiere engaOar*^ el otro 
queria curar: Este prùmete tnas de h que puede ; aquel M 
afrêi^e sinù basta donde ahanta^ Este tiene par motivo su 
im$rés propio ; aquel es movido del bien publico. 

42 Un engano peraiciosisimo ^ ù do^ edgatios en uno, 
padece el Vulgo en el concepto que hace de los Médi« 
cos« Tiene por Médico doâb al arrogante , y operativo; 
y al Contrario ^ipor igooramettl^tie dtida mucfao , y dlot2L 
poco; Tdda es al > raves. Ëlque mas' hà ^tuiKado es el 
qud masduda; yelque masduda esel que menos obra; 
Divina e» aquella senteocia de Ballivio , de que en ta Me«- 
dicioa , tnas que en todas ^las dénias Artes^ r importa estu« 
diarmucho^y obrar poco: Si in aliqua Ane^^ef^ ié 
M$8iei^M^p^lâSiifeopmeti^fàucaà^ 

43 Ocra ve£ todigo; De aquel Médico que descotiflè 
de sa Arte r^s dequien debe confiar el enfermo» La co9^ 
feskm sincera 4e la incertidumbre de la Medicina , ^s el ca^ 
tû&er que distingue al Médico âahio * dei cè^rlàtan : temera^ 
fiâi' \ dh'îerrof Jfatal ! Qm st el MéAieo no^receitai sièoj^* 
pre que vi^a , jtiagâ'el enfermé que ^ pt>rque sabe me- 
nos que el otro que apenas suelta la pluma de la mano. 
Tan al contrario es , que este recela mucha por que es«- 
todié «poco 9 y > a^uel retieia j^oeo {jbrque> lA estudiadô* miH 
cho^ Piiérû Sck^^pol^tet <, &ipaufia ua^r. - - ( i^ ^ 

44 Y.es de advertir aquf , que entre los que estudiaft 
pôco cuK^iit6 aquellos que adiâos i Ëseuela deteVminada, 
aoloestudian los Autores que sigueu aquel ripio. Estudiaft 

Tom.IL del Teatro. Aa 3 50- 



374 

solo â Galeno, y i los que degamente siguieroù iGa« 
îeno : aunque dias , y noches esten maceandu eo e&a lec* 
tura ^ es estudiar poco; porque es estudiar solo el diétainea 
de un hombre. Es menester ver ^ y exâminar sin pasioa lo 
que dicen , y en que razones se fuodaQ los que impugnan 
i, Galeno ^ haciendo stçmpre entre todos los Autores mas 
estimacion de aquellos que con sincerldad ^ y ateocloo es*- 
cucharon la naiuraleza en el 6rgano de la experieoda, 
que de los otros que no hicieron mas que sacar consen 
qiiencias de principios dudosos « aunque para ellos fueseo 
cîertos. Estos hombres , que como dice Ciceron « con ta- 
vencible adhésion se pegan à la Escuela en que empeu* 
ron su estudio: /id quamcumque sùnt discipUnam qmasi tem* 
j>estaie dçlati ^adta^H tanquam ad saxum adt^erescunt{in 
LucuL ) « son incapaces de hacer re<ito juicio eo las casas 
de Medicina. 

$. IX. 
:4S T}!^!'^^^^^^^* mdidectr algoabora sobre los Tex- 
: )JL los. de àa ^critura , cou que^miichos Profc;3(ves 
pretendeo probar la seguridad de sir Afte. A la verdad^i 
V. md. que usa tan sobriamente de ellos , nada tengo que 
decirle ; pero ^ como be dicbo > esta Carta no isolo , V.md. 
lia dft.teçrto* . ' ..:... > . 

46 Mucho^^ Médicoa quieten probar coa aquellos Tçx- 
108 tant^ mas de lo qtie persuadée , como si coo elles jca- 
Aonizâra.el Espfritu Santo toda su Prâéiica ,. por enrada 
que ^ea. . Yo nunca be negado la utilldad de la Medicitiat 
ut predicado que eVeni^rmo no llame al Médico. -^Puea 
que prtetenden.cootra jnf con *esos Textosi, que i losumo 
sqIo podrian probar contra quien absolutameate , y sia 
xestriccion alguna coodeoase oomo inutil toda la Medici- 
4)a? îDice acaso la Escritura, que la Medicina que saben 
Jos hombres seaicîerta ? No bay .tal cosa : luegp 00 coo* 
tradice â la Esçrilura quiep iqlo esiablace su îQcerti*? 
diumbre* 

. 47 Pero démos el caso , que yo dixese que toda quaiH 
cta Medicina se praAica en el Mundoi es no solo iocier- 



37S 
ta 9 sîao falsa ; y tio solo înutil , s!no nocivâ. Digo que no 
prueban lo contrario esos Tcxtos. Y lo prîmero debemos 
echar â un lado aquellos à quienes se tuerce la inteligeo- 
€ia, entendiendo de la Medicina corporal lo que el Espf^- 
ritu Santo dicta de la espiritual. Tal es aquella sentencia 
de Christo Senor nuestro : Non egent , qui sani sunt Medi^ 
co\sedqui malê babent. Lo que evidentemente se colige 
del contexto , pues prosigue el Salvador : Non veni voca^ 
re justes j sed pêcoatores ad poemtemiam. Tal es tambieft 
lo de Isafas : Non sum Medicus :::::: Nolite constituere tne 
Principem Populi. Que aqu! se habla del Médico Espiritual» 
6 PoHtico de una Repùblica décadente « lo asientan todos 
los Expositores , y consta evidentemente de lo que ante- 
<rede , y se subsigue ; pues oo se habla de otra cosa que de. 
la enfennedad espiritual /y polîtica del Reyoo de Israël. 

48 Asi se engafîô mucho el Divlno Vallès ( de Sacra 
Pbihsopb. cap. 74.) entendiendo aquel Texto del Médico 
corporal , y pretendiendo probar con él la nobleza de su 
Arte 9 coino que en aquella antigiiedad se buscaba en los 
Principes el requisito de Médieos , 6 buscaban 4 los Mé- 
dicos para Principes : Ut ego existimo ( dice Vallès ) in mag-- 
na iïïa antiquUate MeSci requitebantur 9 ut reliquis bomi-- 
mbus imperarent^ ac Reges fièrent. Ni en la Historia Sa*- 
grada ^ ni en las Profanas se encuentra vestigio de tal cos«- 
tumbreé Fuera dé que este honor de la Medicina , si fue<- 
ra verdadero , recaia sobre los Cirujanos ; porque donde 
la Vulgata dice Medicus , se lee en el Hebreo la voz Cbo^ 
tes , que significa lo que la voz Latina Cbirurgus. 

49 A esto no obsta que algunos pocos en diferentes 
dempos , de Médicos aseendiesen i Principes ; pues esto 
es comun i otros empleos menos nobles , de quienes la for« 
tuna elevô* algunos i ta Corona. Fuera de que las Historias 
que sobre esto se alegan , son por la mayor parte incier* 
tas. Avicena , que es quien mas se proclama , no fue Rey» 
Lo mas â que lleg6 fue $ ser Visir del Sultan de los Ara« 
bes Cabotis 9 cuyo Médico habia sido antes « como cons* 
ta de su Vida» escrita en Aribigo por Giozgiani^ y tra^» 

Aa 4 du« 



37« 

ducida en Latin por Nîcolao Masa, Gîges , Rey de los 
Medos^no le encuentro en las Historias; pero si Giges» 
Rey de Lidia. De este consta , que habia sido Capitao 
de la Guardia de su antecesor Candaulo , â quien maté; 
pero no JV^édico. Quando se dice que Sap6r « Rey de los 
Medos 9 fue Médico , no se de que Sap6r se habla , porque 
hubo très Rey es de los Medos de este nombre ; auaque do 
se decian Reyes de los Medos « sino de los Persas^ por es- 
ter la Media entooces sujeta â la Persia. De todos très he 
leido algo; pero de nioguno que fuese Médîca El Trisme- 
gisco no fue Rey , sino Consejero de Osiris , Rey de Egi(>* 
to. El gran Mitridates no fue Médico , en quanto esta voz 
significa Oficio ; aunque lo fue en quanto significa Cieo* 
cia ; porque gustô de aplicar su rarislmo taleoto â las Ciea- 
cias naturales, como su prodigipsa mtmoria é aprender 
veinte y dos lenguas. En 6n ,que hubiese uao^ ù otro Rey 
que supiese Medicina , esta muy lexos de verificar que los 
Médicos fuesen Reyes ; asf oomo el que hubiese algunos 
Principes que supiesen Mûsîca, DO probarà que los Mùskos 
fueron Principes; y cierto que hubo mucbos mas Reyet 
IVlûsicosque Médicos. 

50 Separados los Textes que habfaii de la Medicina 
espiritual , solo quéda â favor de la corporal el célèbre 
4lel Eclesiâstico al cap, 38« doade se dice : Q/ife se bomt 
al Médico « fwque es ffecesarh i/me se Home en^ la eîtftr^ 
medad : que Dios crio de la tierra los tnedicammtos^ 4?c. 

51 Para sacar de este sagrado alcazar à los Médtcos, 
les preguntaré , si saben que la Medicina de aquel tîeoti^ 
po , en quanto al método , y uso de los reœecKoft , era la 
inisma que la de ahora ? Es cierto que no lo saben ; antes 
es harto verisimil que era muy distmta» En toda la Es- 
critura no hay memoria de purgas ^ ni de sangrias. Aun la 
Medicina de los antiguos Griegos , dicie Ballivio que dis» 
.crepaba tnucho de la que hoy se usa : Régula erat apud 
Gracos MecUcitke Patres priescripto »ioderamif$e in ses te* 
hus non naturalibus Medicinam ^ ut plurimum exercere. No* 
vissime abje&a veterum norma^ ^^yn^is^ altiste, saccbaratis 

in 



87Z 
indultum tri video (de Mofbtir. SUcCess. ca^f). t4 ). Y prosî^- 
gue aprobando el modo de curar de les Àotiguos^ y rer 
prohandoel de tos iModeraos* Si la^fidedipjhiadela.Grecia, 
de dondese^terivd'; aunquecQA YariasràheraCîooes^.la bue^ 
tra^ era dâsûotat dit: la que hoy ae. ^^ ^ lo^ii) ausorazoo 
aeria disufita Ja de.<Ralestina*4 de cuy!o tAétodo no nos ha 
quedado roooumeoto. alguoo. Sieodo disiiota , podia aque- 
lia ser biiçna^ y utU: â^d&.ha/ oiala^ y aociva; ,y sa*** 
puesio ieatb 5 podia . ei Stricide&^tAutor dd £clesiisiiaH 
«probar la dêtentOQceâ,:Bip /:alifioar lade ahora: Luego 
iiada :(>ri2eba aquel caphuJo xootra quieo djxesË ^ que:es 
inutil , y nociva la Medicina que hoy se* usa* 

$2 Ësfuerzo esto» La doârinâ de la verdadera , y util 
Medicioal , no es de fé: que se haya .de: cooaervar. siempre 
eu el Miiodo ; 4>orqueescé espriVibegio singulac de la X>ocr» 
irioa Sagirada, que Dîos*. revel6 à.so.I^lçsia : Luego pa«» 
db en un tiempo habér arie Médico 4 que coDStase de do^ 
cunieotos saludables , y degeneràr despues eit un systema 
lIeno.de. errore& En ese.caaa sç caoservaria ë» lai Igksia 
la mîsmadoârina.del Ëciesiéstico ^ ^ sin serfpokr lesôvaproi» 
bacioB tld .eerado cbécodo. i^O&itoo', fiiéà ^ se) pedrà pro^ 
barque sea aprobacton del métbdo que hoy ae itea ^ 6 
que.estenasea errado? 

-: $3 Mas; Lo^ Galémcoa repruehan la Medicina HeK 
monciaoa: por ioottl* . Los Helbionct^oa . la Galétaica pox: 
OQciyai i À qtiâi^ j^<.dos aprueha el Eapîriuf Sénto 9 A 
eotrambas nopuede^èr; porquil» de ese roodo irian^coa** 
ira la Escritura a'si Galénicos ^ corao . Helmoociaoos ^ re- 
prçbando la Ëscuela opuesta que el Espiricu Sanco cali-» 
$ca« Decir que â esta, ipas que à aqueUa.^ sera vohintarlos 
loego es t>t*^î» Gonfesar ^quee^'Espiritii Santo^iiobâ el 
ysade la Mfidtcinia.iïâa coo»o tal^ sio dekermioar quil 
cslareâa<»6 la torcida; y caso de dererminar algupa^ 
deterniioé la que se usaba en aquel tienapo : luego podré 
yodecir que la Medicina de esAe sigtavaiotalmente. er-^ 
wdàsL\ sin cootrayenir i^ la EacrituHa.' 

S4 Ma$»!^De3de el siglo XL hastajelX.V« ceyod.Ja doc>i 
' : tri- 



37« 

irioa dé los Arabes en la Medichia ; dé modo que no ha« 
bia otra. Hoy dicen mil maies de ella iofiaitos Autores, 
taoeo Galéoicos ^ como noGalénicos. Ballivio da à aque- 
41a doctrinael. nombre de Ptsttlencîa. Si alguoo en aquel 
ijempa en* que^e/né declamase: en esta forma contra ella^ 
Je arguirfan los Médicos de eotonces con el Texto de el 
Eclesiisttoo ^ con la misma justicia que ahora se arguiri 
é quieo déclame contra la Medictna de este siglo ; porque 
{que niias razon hay para decir que el Espfritu Samo apro- 
bà la que ahora se practica , que ta que se practicaba eo* 
fonces ? Luego si ei argumento entonces no era bueuo^ 
tampoco ahora lo es. 

i SS De lo dicho evidentemente se infiere , que no bay 

oeœsidad atgana de «Rtender el consejjo «del Ectesiâstico^ 

como que Gompreheoda à la Medicina, y Médicos de 

Buestro titmpo , sino dèbàko de la condicion de pracci* 

carse en este tiempo la Medicina de aquel siglo. Es de 

créer , que la Medicina practicada en la Palestina « quan« 

do esclribiael Eolesiàstico , fuese 4ame)or del Mundo : siea- 

do verisimîl que se^ consèrvasen en aquella- tierra aigu* 

Bor réstos'de la Cieipcia infusai dé Satomon : asi como en 

sentir de muchos Expo^tores duraron en el Mundo has- 

ta el Diluvio muchas reliquias de la Ciencia infusa de 

Adaui à las quales se debiô eo parte la grande proloa- 

gacion de la? vida dé: los hodibre^ Antediluvianos. 

.' $6 Pdro prescifidiendo de esio ., teiigo para mi oomo 

derto ^ que la Medicina de la antigâedâd fue mucho me- 

jor que la de ahora. Ya porque no se fundaba eo racio-» 

cinios idéales , sino en experiencias sensibles ; ya porque 

tisaba de medicamentos mas simptes^^ cuya preferencia, 

sobre los compuestos , réconocea hoy àlgunos Fîli6sofos^ea« 

pecialmeôte el inayor de todos los: Fisicos Rbberto Bof-* 

le , en tratado particular que hizo sobre este asunto ; ym 

porque procedia con mas seguridad ^ y menos riesgo, pro-» 

curando al cuerpo bumano la oonservacion de sus Ajer« 

zas, que hoy débilita la nimla repeticîon de losque IUh 

man remedipsi mayores» 

Es 



zn 

: S7 H(S nuy de tfotar que la ûnicave^ quie trâta dé In* 
t«nto la Escritura d^ ^MédicQs , y Medicma ^ np .bace œe^ 
mom de otros r^n^ios maa que de los :uogueotos:,Lro*! 
§ueniûriits. fOcUlfigminm suavitatis^& ùn&hnesctmifickt 
samiatis. Loque dâ â emender , que k>s uogiientos'ha-» 
dan la parte prtoci pal de Ja. IVIedicîoia.de aquel dempo; 
Son estos >up«s imsdJicafQemo^qiiç ftacecefi de peligro^Ës 
yerdad ^que^set «leeii ffpOKMsmenie de ^poca. efiqacija. Pe-i 
ro loqye yx>. veo e$\ que las^ dp^ ànica^ eD&rmedadès que 
cura hoy 900 evideocia la M.edicina , çl mal venereo , y 
la. saroa , se curan coq upgueQtos..ËI. proclamai lanto la 
inutilidad de los remedio» e^tternos, oace^ ya de}que.aQ 
se œno9eo.H>9.que 9QQpp,Qrt»PQs« yadeque.e«iJir^ 
ble el modo con que obran varn^ agiin^es. Très dedos 
( dicen ) de carne iqterpuesta , ic6mo hao de de?tar tran* 
sitar al toterior la virtud del mas adivo Qiedicatneoto? Pe^ 
ro yo les preguotaré : ^Cémo 110 bafiodje «gua tibia ;sosie^ 
ga«o m momento ( como , he mî^q i$uçhas vece^j^Jos do^ 
lores Jocetitosde ima fur^osa c61ic9 ? /Ôei(éa«>npsi de :filoso<< 
&9^i y atendaixios à lis experîencias» Si es vejidad lo que 
refiere Helmoncio de aquella prodigiosa piedra del Chy-. 
nista. Ulandés .Butler «iodo lo demfts es tnenoi:; piiescoa 
s«la;^«tUBcJ(^ :.9)«9i«» ;> heçfjUL QPP «4J »çfyt9 eft que so 
iafundia aquella piedra « curaba maij», ÎQOirAbies para.loa 
dema^Médipos*' r - ' • >^--' , . r . ' ' .;\ 

-.: .,..'.•.$. X. " '^ . « ■ 

58 A AlguQos se barà dificil que la Medictua aott^ 
jfX gua fuesff mejpr que la nnoderoa î 'poiîqufe qsk. 
tfo en ^ vul09r dîiâ^men deque/todasjkp Atteai^um 
ton! pK^fiçiovofilo f ;y hey ,gp2^a)e)i aimcBtQ /qwt wmcw 
antes tu vieron : aprehension comun , pero errada. Muchos. 
exceleotes conodmienjtos , de que goz6 la amigiiedad , se- 
perdi$rofi coo .el,Me9fXh El grao secr^o de las JLàiDpa-*! 
ns Sepalçrules. inextinguible», Itoy .4fi\J»fi9 w ignpra. Elr 
inod^ de^a^obar Ips ;Ç^divef!esè.<defluef:tftjque plara siem*^ 
pre quedaoaa preservados de corrupçioo , tan comun en«. 
ire k» JSgipfiios » lU boy le sabço M £gk>çios ^ ni otrà^ 
-.1 Na- 



3«o 

Nacion atgiiM: Variai Artés, (pib florecierôfi entre los 
AntigUMs padeeierondespues^ notable decackficta^ La Pin* 
tura, y Ersoultura , que Itegaron à la ma/or perfeccioo 
eii los Apdes^i Zeuxisf, Proi:6geil€f8 « Parrhasios^ Fidias^y 
Praxtteles^ sedetérioraroii tanto en los tiempos siguien* 
tes , que ^apeoas habîa quien supiese tomar el piocel ^ 6 
el burllèiif la mafx>,^ AiguoasArtes las tnalearoii los boni* 
bres ^' pensàndo que iès perfiéionabati ^(coma -socedié i la 
Rhtîàricz^yi la Poesià )s porq^e adeigttfiaado mconsi-i 
deradamente , gastaban lo util, y losôlido, y no quîu* 
baa de&âos ; sîdo perfecctooes , como el que afila dema^ 

siado^ echa4 perdef lofiiUiiiô^iie afila. > 

St nimirmumuds^fkfNM:^ Mn ênsis actttns^ 

59 No estoy lexos de pensar que sucedi6 otro taota 
i( la Medicina e^ manos de Avitenistas , y Galéoicos. 
Câsi tddo ëpavâciodnios <l6lgado^, -en ^tie se bilaba el 
éiÉcwkà^yéttiêéo ituta^Wl^ M^ralèssa; Eu tfôùhe ths^ 
€Qra àndabatibtjscatiàd las causas ^ fc2id^ iKk> dbrdtabaoo- 
mo causa la toitobiià qâe primero lebéuitiâ; 6 se le prt* 
sentabaen las tiiriebtas de là razoo; ea lùgar de la cao* 
sa uoa vaâft imageo de la causa : comô é &iëas en la oo- 
cfae fitiaA 4 eo.^eiÈ dte '4àh' ecfj^a qde iMUeata v el-aerao ei-^ 
iiiulaoi^dé<-$u*6spioia;' - -— '^ •;:. -r^ j ). .. /..:. 
Ififelix sifMilacrum ^ atfue ipsius umk^ép Cfet^af^ - 

(So Hoy ya trabajan algunbs cou mejor luz. Y cx> vi- 
vo , ^efiôp Don Man:i6, tan desespèrâdzddode los progre* 
ses defhr 'Medi&ina , qub A se^aptlèatinauchoi dd mismo 
modav no itt<e ^ottiMtf considérables âumetiiM en elltf ^ tt«r 
en uns far9ve')^^3»>què et que V. mH. "^nifa. Deseâ V3 lad;^ 
justfsimamente para este^eélo la procetdcM de loS' Prfo* 
dpes ; pero para ser esta frudtuosa ; creo se debe aplicar, 
no'{ndifërehteti)eMe4tadosUÔ9PrôÎNfei50i^ ciecir; 

lioâ aqnetlot çh^^'^iûMàs asieatb^en iia'âMS»ina esto-t 
diadàeni la Ëâ0iftla^,'AOâd0lâMAn4*bi^jûz{j^ 
deadelantar M eM^^algô; si k>lo â âtjiâelk)^ que con stisr 
observacîooes (^ropies^, ^ desâUbren verdades. ouevas , 6^ 
-.-'1 ma* 



38t 

ttanU(é9Îati efrofes aotigùca« Losr dos grandes Reynos de 
Fraocisi , é loglat^rra tieneti para este efedo dos iosignes 
E«cyelaâP, )a Academia Real 41e las Cieaciasde Paris ^ y 
la SoGfedâdlteghi de Lokidrft. Eh'£spafna pocoi hâ se eri<»* 
«6 Ia*R«ëii Sociedàd de Se«iHa ; de Ja qiial y si Miestrdt 
Mofiarcas fbffiâMan su util aplifacioo , se pueden esperar 
no menore^ frutos que los que producen açieUaa grandes 
'Academias Estrangeras; 

^ ' &È Mi*: pi^téndo yo qqe .eatre" tanto que se adelaote 
tbag laMedkina vse demo'todas^ las eoYemiedades al be^ 
iieflciô de- kr'naturaleza* Con lo que hoy se halla en los 
llbros pueden cer utiles los Mécttcos» Pero si se* me pré- 
suma îquâleasooabora los utiles? Responderé^queaque*- 
itos que trahm èl sobnescritoi de^ Battit s Piurmscire 
eputièp"^ Spëtêcà agere. Es vérdad que (laga d MkmdDâ 
muy ako precîo «los àdertos de estos conr el . mayw nt^erd 
de los yerros de ios btros. Dice V« md. que eu todàs las Fa- 
enltades hay Idiotes , y dice la verdad ; pero no se si tantos 
en las dansas colino en . la J\^dicioai^Plde.esta Oieacsa» por 
su mayor arduidad , mayor ingenio ; y no tienen sus Pro- 
fesores tanto tiempo para el estudio* Pero sea el numéro 
de los Idiotas igual en todas, no en todas es igualmen* 
te pernicioso. De que el Metafisico no prescinda bien la 
formalidad., 6.el Tedlogo Escolâstico no responda bien al 
argumento « ningun dack> se sigue al Mundo. En la Me^ 
dtcina' de*la5.;akiàs./la bueda fé del pénitente suple el 
defeâo de Ciencia del Confesor. En la de los cuerpos el 
enfermo por su buena fé no dexarâ de mbrir. El veneno 
hard su efedo por mas que él lo imagine triaca: 
Lit fera jam lasso polUce sistat opus» 
62 He sido , Senor Don Martin , mas largo en la Car«- 
ta de lo que juz^ué al principio. Como la tome por via 
de cofiVersacion con V. md* y esta me es tan dulce , me 
engolosiné demasiado. Como sea este escrito de algun pro- 
vecho al pûblico « habrâ sido bien empleado el tiempo. Eso 
es el motivo que me he propuesto en mis Escritos , y ese 
es el que los hace dignos de mi profesion. La materia 
' ' ^ por 



88a 

por sC miifxiz ta digoa ;.el reftafîn la hace d^obtinab Ijm 
razonesde Hombre, de Chrhtîaiio , y de Relîgtp^o, to- 
das coospiraD â inftuir el amor dfel Pâblicp ^y eldeseo de 
ser util «l pr^ximo :.I>Mx.if#« feitilivj ^jmf^tf b^mimm^ 
decta Plitiio lel Mayor, Mo diido.c|ue haUtfâ VL ood» ea es^ 
ta Carta algunas errataftqûe corrcgir , <6 ya porque. oq al* 
canzasemas im tiigeiiio^â y a porque llevé deroaaiada* 
meate vetoz là pluma. Pero si et yerrb no escâ.ea lo subar 
taocialde Jaa œâxhiias'vm.^* jpstorqae. la^eorrecxâco de 
é^ kiterrampa é V. iikL suàpceeioaa^ far^asU A can.oobte 
entendjmiento no lei crié Dios' parai •peqnenos aduotos. Y 
la Mediciaa es acreedora & que V. nùd». hi ilustre mas ca« 
da dia coa sus excelentek Libres. Prostga V* md» en putgar 
au.Ârfie de vario&effrores^; Los demas^ Médicos sbolo âoi* 
ÊamcmScf de loahonibres. V« ixid^-ies MécBoo'.de: loa hooH 
bres 9 y es tambâea Médioa de la miamb Me«ikiiifl«: 
j2i^^ 9 nisi fu velis\ noH esit bëkitUra sak^em. 
Nuestro Senor guarde à V» mdinucbos anos para espkn- 
dor (te. su F\acukad» Oviedo , y Noviembre 6 de 1706. 



. B«L.RL.dey«nùl. - 
. Sttdias;elServidor,y.Aiiiig<t» 



Fr. Bemiû F^(XJod. 



VE- 



VERITAS 
VtiSFDIG AT A 



' ADVERSUS 

» 

AUCTORE 



MEPim]!f4M VINDIÇATAMi 



t REyERENPISSIMO PATRE MAGISTRO / 



BENEDICTINO. 

:4P ILLUSTRISSIMIJ^M 

£) JOSEPHUM CERVI, 

PATIIITIUM PARMENSEM, 

drdims Eqviestrîs, PhilpsopiUs, & Medicinae 
poctôrèmÇôHegîatuin, in celebrî Univérsi- 
tate JParma Primarium Professorem, Philippi 
Qijmti Reigis .Medicum Cubicularium ,6^ 
Êiïsabfetha' Fameaàse Mispaniarum Reginâs 
Àrchiatrum, Protor-Medicum^RegisB Hisp»< 
léosîs 'Àç^dehjlàe ^çie^tiarum Soçium » & 
Ex^PraBsidem , Cathplics Majestatis 
à Çonsiliis , &c. 



3^4 

EPISTOLA DELDICATORIA. 

J^Xquo tMi pamips laudes {fitarifsime ArçkiaUr) -fb^ula 
'" Bjegia adextrefnas usqueAsiurtm o^fis}advoïarù^^ ejri- 
miastuas animi dotes {quas eiiam communes àmci narrarunt) 
summo honore , singulariquf existfmathne prasequutus sum. 
Te Medicorum velut Arcbetypum contemplor^ coh , ac sus^ 
picto: In té mtxta fiifùnt ; qu^ vtl 'divisa feiOQï^efftc^tvi^z 
Uoctrtnte ùbertas l, méniis àcumen ^ ergà ^tèrief^fÙoJT itirenua 
procUvitas in agendis consilHtm , m actione diUgentia « m 
successu félicitas , atqœ in ommbusiimul singularis fr^es^ 
tantia. Obbec Regfasalus { in quif^ ^ ^0bis pufi^cm sita 
est ) tibi ac tuo judicio commissa , mérita {quantum licet bw 
fnanét cohfetfuti^luta^yr'e^xistithitl Et f^idem^ipr/êém- 
tiùs fidendtitn^ quam bànestisSfino « erûdHissifhOia&expeNem' 
tissimo yiro y qui Medfca Artis ppritiapaudssimis videtur 
comparandus , î^eriornuUi ? Certitudinem MeiUcinœ tamSk 
ab incertQ Medicorum yufgo^§uesitam%quamdm cfrtioribus 
adbuc non repertamaliqut puhUcis scripiis staViMfe ctmati 
sunt 4 inter fu$r$fm dissidemtfa 4rf'itaûuemûfi9fiM 
pim adstruefuHyCrevitampàus îneertHudo^ quàmimmea Cd> 
si M&itca propugnandam susceperam^, Sedbçc uJteriàs me in 
bac opinione confirmarrit -^ quod si in aHquo^Meék^métPrrfes^ 
sorejcertitu/tinem invenirefas essef^ in te ntaxiwç {Arcbia^ 
éèrvrnatissime) qui cceteros etiamfamlgei^fsJifi^ SSfa^m^ 
nesabundêpnecellis ^.& cujuf non exigum f^Ast^^tem ex 
se conjectufalem ab eventu veluii cèftam readidisse. PuU 
cMor bine eruditis Medicis accrescit ghria ^cum prudentùe. 
eprum egregia vis ex regulis prudenfibus solum ^ opéra ^ qu^ 
aifetidentice legibus pr^uere videntiM^mUrî/ice P'iehet. fhâ 
igit^ quakctmÈque (ipwcultàntuei jlfon^ p6iliseg[t/^fA,HxMe^ 
' mcinam non aliud esse quam Prudentiamjçttestànie^ He ùJte- 
riori probatione reJiqui desperent.' PJvë ^ v^ opikie ^ & me 
tm amanfissimum redama ^gnarus^ {vf^îis utor. PiimJD epfs-^ 
toiarii meam tantum ab adutationé âbisie ; fttàututi^ abeitrâ 
necesfkm^ . ^/'^ : j...',\\.^J ;:\::.'j'Ai'^iI-:JJl 

Tibiaddiaissimu»^ & obsequentissimos 
• - : Fr. Benedictus Fojod. 



VERITAS VINDICATA 



ii ADVERSUS 



MEDICINAM VINDICATAM. 

S. I. 

I T^Ihil magîs in votîs fuît , ex quo Medîcînae , în- 
-L^ certîtudinem publico scrîpto patefeci , quàm ut 

objeftiones Medicorum , quas certissimè erupturas praevi- 
T' debam , etiam convincentes experîrer. Intererat vinci po- 

f . tîus ^ quam vîncere» Quid enim , homîni praesertim vale- 
■' tudinario, qualis ego sum , jucundius accidere poterat, 

'' «quani vi argumentorum cogi ad indubiè spedtandum» 

' seu contra praesentes , seu contra futuros morbos , è Me- 

i dica Arte subsidium? Sed in casum haec vota cecîderunt. 

^ Indidum est contra me bellum : acrius quidem , quam pro 

ift merîtis. Irruerunt omni ex parte calamis , imo verîus spi- 

i' culîs , armatl Medici , adversi rupto , ceu quondam turèi^ 

? ne venti. Prodierunt scrîpta injurii saeva ^ quas aequo anî- 

î'^ mo tuli, jara pridem gnarus multum in hoc certamine con- 

i> vitiis agendum. Non. de omnibus queror. Absit ut peni- 

:' ^ùs exulent è Mediça facultate modestîa , & comitas. P^«- 
^ ci , quos aquusjimavit Jupiter , aut ardens evexit ad lethe-^ 

fi jna vif tus ^ intra fines honestatis caiamum strinxerunt ; cae- 

teri majori numéro , qua data porta ruunt , & terras tur^ 

bifieperflant. . : 

; 2 Diuturna: indagîne quaesîvi in tôt scriptis certitudî- 

.pçm Medicinae : qu«aiyi, & non inveni. Imô (quod mi^ 
f* rere ) inter irritos conatus asserendi certitudinem , crevit 

incertitudo : quia nimirùm Medici Scriptores , cum sua 
f quisque regat diverso flamina tradtn , aequè inter se mu- 

tuô , quam mecum dimicabant, Quod hic asserebat , ille 
J .negabat : quod hic moliebatur , demolieb«tur ille : Tan-: 

. Tom.ILdelTeatro. Bb ta 



386 

ta est discordia fratrum ! Quos hîc Autorcs Medicos ad cœ- 
luin laudibus evehebat , ille probris cumulabat. Is Astrq^ 
logiam in Medicinae subsidium trahebat ; ille ( & quidem 
merito ) in Tartarum ablegabat. Apiid hune Inventa mo- 
derna florebant ; apud illum in ludibrium abibant. In ip- 
sum usque punétum difBcultatis discordia propagata est. 
Incertitudinem Medicinae , alii fraudulenter dissimulabant^ 
alii sincère fatebantur , alii audaéler negabant ; ita in iis 
ipsis scriptis ^ quibus propugnabant mutuam in dogmati- 
bus concordiam , apparuit nunquam componendum dis- 
sidium. 

3 Postremi agmen clauserunt quidam Doâor Araujo^ 
& Domlnus Ignatius Ros , non minus sententia ^ quam ser- 
mone dispares; hic equidem curtior ^ & urbanior ; nisi quod 
interdum mixtum cum rare aliquid grandinis irrepsit. IJIè 
insulsis jocis , confusa farragine ubique paginam fœdaos» 
libellum edidit , quem jure possim vocare famosum : adeo 
inter frigidas ineptias eminent atroces injuriae. Ipse titu\us 
fronti inscriptus Residencia Médico-Cbristiana , ostend/r 
animum , & mentem hominis : quasi nempe contra aliquem 
Mahumetanum , aut Judaeum judiciali fulmine detonaret. 
Sed detonet ille , quantum libuerit. Scio libellum illum à 
paucis doâiorum sine nausea exceptum. Exinde tamen 
placuit , quod incertitudinem , fallibilitatemque Medicae 
artis aperte fassus est , imô vitio mihi vertit , quod oihîl - 
novi , sed rem omnibus notam protulerim. Sit profeâô: 
non novitatem , sed veritatem amo. 

4 Sed ecce dum hic Medicins incertitudinem in ip- 
sis plateis 9 & triviis vulgatam clamitat , ex ad verso sur- 
git Dominus Ros novus Medicinae Vindex , in libello ^ oui 
titulum posuit Medicina vindicata^ hujus* artis certitudi- 
nem obtrudens , tamquam ipsis divinis oraculis stabilitam. 
O utinam ! 

5 Oétimestre spatium consumpsit in edendo optTscuIo 
Medicina vindicata : sinistro quidem omine : nam teste 
ipso Hippocrate , nulluspartus octitnestris vitalis est.Sd^ 
licet tantae molis erat , quae ab aliis idiomate Hlspaoo coi>- 

scrip- 



387 

seripta ftierant , in Latînum transferre. Qu» vero necessi-- 
tas scribeadi Latine ? An me peregrinum in Latio sus- 
ptcatus j volentem noientem trahere cupît ad responden-- 
dum Latine , ut nempe praepeditur sermonis difBcultate 
succumbam ? Doleo sane commictere prselo Latinam scrip* 
tionem , maxime dum propter absentiam nequeo castiga* 
ré menda « quae plurima ex inscitia Typographi irreptura 
prospicio : praôsto enim aderit cavillator aliquis^qui duâus 
pniritu malédicendi , in me transférât Typographi impe* 
ritiam. Exemplum jam aliis praebuit ille Araujo , qui in 
tnea responsione ad Ëpistolam defensivam Doâoris Mar- 
tiiiez , hune errorem typorum ^ el reo detnandando ante el 
^uez y tamquam meum criminatus est. Scripseram ego^ 
demandado : idque facili negotio conjiceret quicumque non 
esset maxime tardi , & hebetis ingenii. 
' 6 Eoque justius hoc timoré angor , quod video opus« 
culum Domini Ros ^ quamquam ipse , ut credere fas est^ 
correâioni sedulà invigilaverit ^ mendis gravtssimis sca- 
tere. Sic pro specimine Epistola dedicatoria , in qua , cum 
satis brevis sir, occurrunt non minus quamseptem solœcismi 
& très barbarismi : nempe pag. i. lin. 5. plaudit urbis ^ & 
crèis^est solœcîsmus^ in Nominativo enim non diçitur ur-- 
Iris , sed urbs : pag. 2. lin. 21. Navarra Régis ^st solœcis* 
mus , debuit dicere Navarne , est enim nomen declina*- 
bille sicut Hispania , Castella, Gallscia , &c. paulo infra: 
Ferdinandi Primi Castellce Infantîs^ continet barbarismum; 
non enim Latino ^ sed tantum Htspano idiomate , filii Re- 
gum post hseredem dicuntur Infantes : pag. 3. lin. 4. Tum 
etiam Imperatbres Carolo V &c. est solœcismus: debuit di- 
cere Carolus V. lin. 13. derictetur barbarismus est, nuilum 
enim taie verbum in tota Latinitate invenitur. Item. lin. 15. 
jicciptsse pro accepisse etiam est barbarismus. Pag.4.lin.8. 
Prïmum ingmioU met partum lucem publicam fœneraturum^ 
est solœcismus : verbum enim fœneror non petit accussa* 
tivum in re ^ quae pro lucro exigitur ; sed tantum in re, 
qu£ pro lucro exigendo datur. Lin. 13. Sicut nulli dignius 
opossum , ita nulli libentius prœsentem librum vestra dedico 
. . Bb 2 s^ 



3^8 

sapientiie^ est periodiis mbnstrosa^cujus si postremâm pàf^ 
tem in Hispanum sermonem vertere velis , non aliter po- 
teris quam hoc modo : ylsé con mas gusto dedico este liera 
à vuestra ninguna sabiduria : quae sane insignis contume- 
lia est in Eminentissimum Borgiam. Quam vestne dici 
debuit , & defectus particulse quam reducitur ad illam spe- 
ciem solœcismi, qux juxtaQuintiitanum ( lib.T.Inst.Orat.) 
consistit in detradione. Lin. 20. Eminentiœ tuœ spero ju^ 
cundum esse , est solœcismus ; debuit dicere : Spero juctm^ 
dum fore , aut jucundum futurum esse. In fine ejusdem pa- 
ginae : ad sinum Eminentia tua ^ ejusque patrocitiium ac^ 
currimus fœtus cum parente ad pedes tuos advoluto , est so- 
lœcismus : Fœtu debuit dicere , aut melins fœtus ^ & pa-- 
rens ad pedes tuos advoJutL Sed quid ultra prosequar ? Tan- 
ta est Typographorum ignorantia , aut incurîa , ut ipsum 
opellse titulum barbarismo ^ ac solœcismo fœdarit. Sic in- 
cipit titulus : Medicina vindicata , discursus Apohgeticus. • 
Est barbarismus. Discursus enim Hispano idiomate signw 
ficat carrera desordenada , ôpor diversas partes , quod abs 
dubio non fuit in mente , imo nec in prototypa Vindi- 
cis scriptura. Verius quidem putandum est scripsîsse : Dis- 
sertatio Apologetica. Sic prosequitur : Nobilissim^e necessa^ 
ri(e , &c. Scientia Medica : hic iterum solœcismus : casus 
enim iste genitivus non est à quo regatur : nam si indi- 
cet possessionem , erit idem ac dicere : Discurso de la No^ 
biUsima Ciencia Médica , quo nil absurdius. Forsan Vîn- 
dex scripsitpr^ nobilissima Scientia Medica. Impetus fuît 
libelio inscripto Medicina vindicata , opponere libellum: 
inscriptum Grammatica vindicata ^&iTQver3, opposuissem, 
si mihi cum Typographo certamen esset. . 

V 

s. II. 

7 T7Ideamus jam quid afferat novi novus Medicinee 

V Vindex. Vix aliud quam novam Latinitatem. 

Objicît mihi primo illum totîes inculcatum textùm Eccle- 

siastici : Honora Medicum , &c. hœc est sacra anchora ad 

quam omnes Medici confugimit« Sed quid inde contra me? 

Sut 



389 
^ Stat EcdesiastiOtô pro honore ^ & naercecle Medicorum, 

f>faedicat opéra eorum necessaria , commendat Medicinae 
Ir utiljtatem. An ego honori, & mercedi Medîco debitis obs*- 

rr titi umquam ? Asserui ne Medicinam inutilenf , aut noxiam 

• essQ ? Neutiquara. Probavi tantummodo , idque evidentis- 

dmis arguinentis , esse incertam. Id nihil honoris ^ utili-* 
r tatisvè -^ arti -y aut professoribus detrahit. Exîstimat ne Vin- 

j ' dex arf îs pretium unîce petendum ex ejus certitudine ? Er- 

l rat profeâô. Pf etiosîor est abs dubio Reipublicae optimus 

r )belli Dux , qui tamea in învadendo , aut evadendo hostem 

probabilibus tantum utitur conjeâuris , quam peritissimus 
Arcbiteâus , ;qui in arcibus erigendis evideatibus utitur 
xlenïonMrationibus. 

f 8 ' Hihc in auras evanescunt omnes îllae crimînâtiones^ 
quibus me impetit , tamquam Sacrae Paginss adversantemr 
6mnes enim falsa nituntur suppositione , quod Medici- 
nam falsam , noxtam ^ & inutilem praedicaverim, Perperam 
,<!6fiffiindit' Vindéx încertum cum falso , inutîlî , & noxio^ 
|; ,iiVL^ toto coelô' aberrant». Ars militaris ( de illa loquor, quas 

ad summum belli Ducem speétat ) incerta est ; non tameti 
^ fàlsa ; muito minus Reipublicae , aut inutilis , aut noxia. 

* p Sed jam probat Vindex Medicin2& certitudinem ex 
Sàcto Textu, Medicina ( inqtiit ) est scient ta juxta illa ver^ 
^ ha : 'Dédit bùminihus scietitiam : sed scient ia est certa , & 

evfdens , ut omnes Logici norunt : ergo Medicina est cer^ 
tay& evidens. Egregium profedto argumentum ! quasi ubi-- 
cumque nomen scientise in Sacris Litteris invenitur ^ acci- 
piendum esset in eo scholastico sensu , in quo à Logicis ac^ 
i^îtur. Honbranda igîtur erit ars obstetricandi , ut habîtus 
^ per dèmonstratîonem acquisitus : nam de obstetrîcibus He^ 

bréis dieitur Exod. i. Obstetricandi babent scient iam. 

10 In crassissimos errores impinget quicumque verba 
Sacra? Pagina? passim in scholastico rigore accipiat. Esto 
t*xem(^um ( altls innumeris oftiissis ) in ipso textu Eccle- 
^lastici , quem mihî objicit Vindex : Altissimùs ( inquit Sî- 
/wcides ) creàvit de terra medicamenta : ecce propositionem 
imphcatoriam , $i^reationem hic sumas in sensu scholasti- 
Tom. II. det Teatro. ' Bb3 co: 



390 

ce : creatio enitn est produâio rei ex nîhilo ; implicat au- 
tem medicamenta esse produâa de terra , & esse faéta ex 
nihilo. 

1 1 Igitur scientia , & sapientia in Divinis Litteris fré- 
quenter sumuntur , tum pro quocumque habita cognoci* 
tivo , tum saepissimè pro prudentia : uti novit quisquis Sa«» 
cros Codices , vel è Umine salutavit. Imo ^liquando hai 
voces signantes habitus intelleâivos ad sensum omoino me . 
taphorlcum extrahuntur: qualiter Psalmus i & dicitur: Nox" 
nocti indicat scientiam: & apud Job cap. 38. asseritur, quod 
Deus dédit gallo intelligentiam. 

1 2 Sed gratis concedanou/s Viodiç;i Ecclesiasticum , noo 
modo commendasse Medicinam ut utilem ^ & aecessar 
xvàxn ^ verumetiam ( quamvis falsissimuni sit ) ut çertam^ 
& infallibilem. Cum nobis disputatio sit de Medicina ho« 
dierna , restât ipsi probandum banc eandemmet esse cum 
ea , quam probat Ecclesiasticus , & qu^ tunç temporis \h- 
gebat in Palaestina. Mirum ^st ^ quantum sein omneo^ 
partem torqueat Vindex ^ ut banc identîtatjem as^erat;; sed 
irrîto labore. 

13 Ait primo Hippocratem plusquam duçentis ^miis 
prsecessisse Audorem libri Ecclësiastici : ac f5roinde noa 
aliam , quam Medicinam Hippocraticam ab EcclesiasticQ 
fuisse probatam.Sed praeterquamquod aoteoedeus non adeo 
certum est ^ quin negari possit (cum plures Sanâi Patres^ 
& Summi Pontifices à Cornelio Alapide citati in Prolego- 
menis super Ecclesiasticum hune librum tribuant noa Je-r 
su Alio Sirac , sed Salomoni « qui quinque sa^ulis prxces- 
sit Hippocratem ) consequens minime infertun AUàs ess^ 
& haec bona argumentatio, Paracelsus duobus saeculis prao- 
cessit AuctoremMedicime y indicat œi ergo Medicina, quam 
bic Audor approbat , est Medicina Paracelsica. Nonne irri*- 
dendum se praeberet , qui argumentaretur hoc modo ? 

14 Forsan existirfiat Vindex Hippocraticam metho- 
dum 5 per illa duo saectila , quae ab Hippocrate ad auâo- 
rem Ecclesiastici fluxerunt , in omnem terram dissémina-- 
tam t^x 9 & cunâis naûonibus probatam. Sed id longis- 



391 

B Àtiii â vero abêrrat. AuAor est Plintus post decessum Hîp* 

2 pocratis dîù régnasse in Sictlia Empyrîcorum seétam ab 

Acrone Agrigentino fundatam , Romani ipsi per illud tem- 

^ pus Empyrîce etîam curabantur , cum Rooia Graecis Me- 

'^- djcis omninà caruerit usque ad Archagatum , qui admis- 

^ sus est Lucio^milio , & Marco Livio Consulibus <, anno 

2(nte Christum natum 220. quid mirum quod Hebrsi , qui- 

bus minus commercii erat cum Graecis , quam Siculis , & 

Romanis ^ aliam curandi rationem haberent longe diver-^ 

: sam ab ea , quam in Grâecia statuerat Hippocrates. 

' 15 Nec in ipsa Grœcia constans diu fuit Hippocratia 
;.: âuâoritas. Vix saeculum integrum A decessu Iriippocratis 

^ fluxerat , cum Ghrysippus Gnidtus ejus dogmata evertit: 

r: statimque post Chrysippum disdpulus ejus Erasistratus 

;^ Aristotetis ex filia nepos , quamvis non multum suo prse-* 

^ ceptori addlétus ^ tamen cum eo in eliminanda Hippocra^ 

tis doârina consensit. 
^ ' 16 Secundo probat Vindex Medicinam ab Ecclesias* 

tico commendatam , esx eandemmet Hippocratis Medi«« 

cinam^ex duôbus praeceptis circa diaetam ab Ecclesiastico 
j traditis, & consentientibus doétrinae Hippocratis* Lepi- 

dum argumentum ! hoc perinde est , ac si aliquis proba-- 
^ ret eandemmet esse doélrinam moralem Cbristi Domini^ 

.. & Confucii Philosophi Sinensis , ex eo quod aliqua prse-» 

^ èepta moralia Confucii consentiunt Evangelicae Doârinae« 

Imà ( quod longé pejus est ) similiter probari posset ean^ 
demmet esse Doârinam Evangelii Christi , & Alcorani 
1^ Mahumetici , eo quod in hoc damnantur homicidium^ 

adulterium , furtum , aliaque scelera , quae in Evangelio 
prohibentur. 

17 Commendat Ecclesiasticus temperantiam in cibo^ 
& potu ^ suadetque vomitum in casu nimise repletionisi» 
* Ecce Medicinam Hippocraticam , clamât Vindex. Reâc 
quidem : quasi ex his duobus praeceptis universa Lex pen- 
deret , & Prophetae : quasi , inquam , in his duobus prae- 
ceptis virtualiter , aut formaliter continerencur tota rat- 
tio curadva , & pronostica Hippocraticae doârioae : qua^ 

Bb4 si 



392 

si nescisset Orbis terrarum intemperantlam esse corporil 
inimicam , nisi Hîppocrates hoc magnum arcanum reve^ 
lasset : Quasi Pal<estini Medici ignorassent , nisi HippcH 
crate docente , quod ante Hippocratem sciebant lodi^ 
JStiiiopes , Scy thae , Cilices , Nuaudae , Garamantes. Pu-^ 
det his immorari. 

i8 Imoetiam si daremus Medicinam Hippocraticam 
àb Ëcclesiastico probari , nihit inde concluderet Vindeic 
pro Medicina hodierna* Omnes ferè Medîci Hippocratis 
se seâatores profitentur , ejus Aphoris9tnos ssepissimeia 
ore habent. Caeterum , si praxim , qns hodie viget , cym 
Hippocratica conféras ^ invenies illam ab hac xecessisse 
quantum distat Occasus ab Ortu. Id notarunt tiis postre- 
mis temporibus doâissimi viri. Baglivius ait vix è sex- 
centis Medicis unum reperiri , qui , dum airationi incum- 
bit ^ ab Hippocrate non dissidiat; imà qui noain cootra* 
rium tendat ( fol. mihi 250. ) nemini , qui scripta Hjpp(h 
Gratis legerit , igndtUm fuisse senem illum , in praescribea- 
dis remediis parcissimum , nihilque magis cordi habuissèr 
quam vires intégras aegroti servare. Quid hôc habet com- 
mune cum laniena illa , quae hodie in usu est ? Nostra? 
tes Medici ( paucissimis exceptis ) oec quiescunt , oec 
quiescere aegrotum sinunt. Vix unquam ad illum acceduot, 
quin vel cataplasma , vel uhâionem ^ vel cïysterem , vel 
confricationem , vel pùrgatiooem ^ vel phlebotomiam^vel 
cucurbitulas, vel aliud décernant. Hi (ait Galenus primo de 
Dieb. dec. c 1 1 • ) quotiés ad œgrum accedunt , tapies peccant. 
£t tamen hi doâissimi vulgo praedicantur , etiam cum 
aegrum jugularunt: quia scilicèt ( haec est voxorbatae fami- 
liae, imo totius plebis^ nihil omisserunt eorum, quae ex Artis 
praescripto fieri debeoant. Reâé dbAissinftis Daniel Leclerc 
in Historia Medidnae , i. part. lib. 3. ait , quod si Hippo* 
crates hodie viveret, à majori parte aegrotorum ut ignorant 
tissimus rejiceretur. Scilicèt Hippocrates ingentes morbos 
saepè Naturae , & regimini , nulla alia adhibita ope , com- 
misit : quod nunc pro summa inscitia reputaretur. Tarn lon- 
ge abest)Ut praxi Hippocraticam praxis hodieroa conseotiaic^ 

Ter- 



893 
. T9 Tertio probat Viockx i^^tdeem hodiçroae Me- 
dicins cum ea , quam approbat Sacertes^tus : quia uni- 
tas Scientise desumitur ab unitate objeâi , & finis ; idem 
màtem objeâum <» iciemque fiai& «st utxiusque Medicinae, 
«empe objeôum corpua humaoum t «it s^aabile ; & finis 
sanitas. £rga 

. 20 In Imc argun^nta latet insignis asquivocatio , quam 
detegendam suscipio. Itaque notandum est primo , corn- 
muni modo loquendi ^ frequeb(er.non(ien alicujus habitua 
tiribui alteri habitai .»ooit solum dtstia<^o., 6ed etiam op-» 
pe3ito« £• C.:Super$titio est vitium ex peculiarl ratione 
oppositum virtuti Religionis; & tamen fréquenter usu ve- 
ut Domine religionis , Superstitîo ipsa , seu habitus in- 
clidans in cultum superstitio^um» Sic pa$$im auditur , & 
legitur : Religio Turcarum^ ReÙgiç Tartarorum.\ cum ta- 
œea iila non sit Religio , sed Superstitio : utique quia Re«- 
ligio est virtus reddens debitum cuUum Deo ; Superstitio 
verô vitium.reddens , vel Deo indebitum cultum ^ vel Créa- ' 
turae cultum debitum Deo. $ic etiam Augustinus ^ lib. 6è 
de Civit. cap« 6. & 7..)oquitur de triplici Theologia £tth^ 
niçorum , Naturali -^ Tbeatrica ^ & Civili ; cum tamea 
neutra ex his sit verè Theologia* Uno verbo Religio di-^ 
eitur sequivocè de vera , & falsa Religione , similiterque 
Theologia ^ de vera ^ & falsa Theologia. Idem in usu no-^ 
minum significantium alios habitus acçidit, . 

21 Notandum secundo alium çsse finem operis , alîum 
fînem ôperamis : Qux distinâio maxime in usu Artium lo- 
cum habet. Imperitus artifex intentione semper quaerit 
finem artis ; opère ver6 multoties ab eo deviat ; v. g, Nau* , 
derus semper navem in portum dirigere iutendit ; atta« 
DKn ob inscitiam aliquando in scopulum ducit,. 
> 22 Tertio prse oculis habendum est , me in responsio^ 
ne. ad Doâissimum Martinez non asseruisse distinétionem 
hodiernae Médicinal , ab ea quam Ecclesiasticus approbat, 
sed tantùm negasse constare identitatem : idque ad ppo^ 
positum stabiliendi propositionem illam hypotheticam^ 
Bempe ^ quod sf dicerem Medicinam bujus ^aculi to^ 

tam 



j 



894 
tam esse imttiïem & iios^am\ fmc&nfràditerm sacrofex^ 
tui. Ubi notanda est quaedam calumtiia , quam Vindex 
passim in me vibrât , in singulis fermé paginis suppojiens^ 
quod asseruerim totam hujus sdeculi Medicinam inutiiem^ 
& noxiam esse ; quasi eadem sit propositio absolutâ cum 
h/pothetica. An ignorât Vindex quam longe distent ex* 
pressiones hae, si dicerem^ & ^/W? Igitur ut argumento ob« 
jeélo respondeam , sub eadem tiypothesi mihi procèdent 
dum est. Tantisper ergo patiatur me Vindex quasi asseren* 
tem Medicinam hodiernam inutilem , & noxiam esse , ut 
nempe videat nihil unquam ex sacre textu contra banc 
assertionem deducendum. 

23 Jam sub liac hypothesi ad argumentum concessa 
majori , nego minorem , quam nunquam Vindex probabit» 
SiVe enim opponat diflinitionem Medicin» , sive quidvis 
aliud , totum id dicam ego verificari de vera , & utili Me* 
dicina ; non de ialsa , inutili , & noxia , qualis est Medici* 
na hodierna , & quas tantum equivocè dicitur Medicitia, 
sicut Superstido aequivocè dicitur Religio, & Theolog» 
Ethnica aequivocè dicitur Theologia. I^ur inepte contra 
asserentem Medicinam hodiernam noxiam esse , probatur 
identitas hujus cum antiqua , ex eo quod utraque habeat 
pro objedo corpus humanum ut sanabile. Nam hoc ipso 
quod asseritur noxiam esse , & falsam , oegatur ei esseci* 
tia Medicins , sicut Religioni falss negatur essenda Rte^ 
ligionis. 

^4 Idem dico de fine. Medicina noxia non habet pro 
fine sanitatem , quamvis ea ob inscitiam utens hune sco- 
pum intendat. Dum quis alteri propinat venenum ^ judi^ 
cans e^e pharmacum , finis operantis est sanitas , mini- 
mè verô operis. Dum Medici ( uti plerumque fit ) in coq» 
sultatione pugnant , praedicantibus his utilem , & necessa- 
riam incissionem ven» , ex adverso asserentibus aliis ooa 
aliter posse vivere aegrum ^ nisi abstineodo à missione saiH 
guinis : utrique expetunt profeâ6 salutem aegri ; impossi* 
bile tamen , & implicatorium est , quod tàm phlebotonwu 
quàm carentia phiebotomise ad sanitatem tendant : oam 

si 



3^$ 
fi Ula est oeoessaria ^ heete abs dufaào est noxia ; & è com- 
verso, 

2S Hinc patet solutio ad alia plurima , quae objicit 
Vindex ; quale est illud quo prob^t , tàm Medîcinam Ga* 
Jenicam , quàtn HelmoDtianam approbari in sacro textu« 
ubi similiter confuadit fiaem operis cum fine operantis. 

; S- III. . 

â6 TT^C diâa siat pro defendenda veritate illius pror 

Xjl positionis hypotheticae. Si ver6 ex me quaeras 

guid jab^iutè seatiaol^de Mediçina hodierna ^ libère di- 

C9m p^QUC exercetur.à paucis ( forban paucissiqais ) subti- 

libus ^<d0âis , cauûs ^ & pîis , utilem , & oecesariain ess^ 

^roit vefo à plurîibîs noxiam pl^omque. esse , & ïimes- 

[ tam. Id 9 prêter experientiam propriam , docent me sa* 

pientissimi Medtd. Audiat Vindex Cardanum de Meth# 

qi«d.^caf>. 100. (apud PicînelU de M^pd,* Syipbatic. lib» 7. 

[ 93T^CmfiUves^ab ind^t^fs M^dicjji tongfwçidtmtur^ ^U^quin 

^' viePUrL^qî^mfwnituri ftk ^rudHissfdvtnturv Audiat Gasr 

^ parem à Reyes ( Camp. £lys qii8sst. 6^ num. 9. ) asseren- 

^ tem^ quôd plurimi Medicoriw 9 Qomine tantùm Medicî 

^ «lot. ;Legat . UbnuB BoâOti^ G^nxài Goris <^ iaisçriptumi 

\ A(^diçina.(^ntfmfàa,propttr ignifrantiam Mnàicorum- 

''^ 27 Caeterum ^ quod longe^oifltJQris. momefitL ^t )^ aqr 

't diat piisaimiim Hispamarum Re^m PhiUppum Tertium, 

^' lib. 3. Novae JElecppilationis ^ tit, i6. teg. 1 1. Pqrque be- 

mos sido informàdos de personas doctas , y zelosas del bien 

'< cùmun , que en estas nue;ftr9s Reynos bay mucba falta de 

t ' knmof Médicos i de qi^en se^p^eda ten^ satiffAcpon^y, me 

} fêpmde temer que bM defaltar para las personas Realès^ 

^ &€. O bone Deus ! Viri doôrina ^ & zek) praestantes. mo-^ 

:' nuerunt piissimum Regem eo usque inopiam Medicorum, 

t vere taliupi , in Hispania crevisse^ ut tio^endum esset up 

in t(^, Re^i^iqvwireAtur duo saltem',>ut très ad re-r 

i' gendan» salutem Princîpuoi idooeL £t me ^ qui longe rej 

tro substiti in exprobanda Medicorum inscitia , makdi^ 

icum ^ injurium , criminatorem volitantibus undique script 

' tis 



39^ 
ti$ clamant Solatiam in tôt probris erit mihi consdentia 
mea. Testem invoco Deum , me non afFeâu aliauo pravo, 
4ed zelo bonipUblici ductum ittcertitudinem Medic» artis, 
caeteraque , quse in Crisi Medica continentur , nescieotibus 
aperuisse» 

^ An po9t editam illam Legem fuit aliqua immutatio 
faâa in methodo docendi Medicinam in Âcddemiis , quo 
certè lex illa tendebat ^ pra^scribèns Praâicen totam ^ non 
traâatiis separatôs insupèr non scripte ; ^ed vbce tenus ia 
aulis tradi ? Nulla. Nam , néscio quo fato ^ id executionî 
mandatum non est. Examen Pfothomedicatus jam tune erat 
in eoden st&tu , in quo nunçse habet ^ attemperatom isciU- 
ioet legibus à Phihppo Secittido ^apieatîntàaiè trahit», 
. ' ip Sed ut verum fatear ; aliqu^ntô m melius pattcis al> 
faine annis mutata est Medicin» faciès. Jam exolevit Ula 
vulgarium Medicorum ^ aegros siti « & fœtore enecaotium 
horrida praxis; Jam non ^deo vilescit hqmanua cF&ior , tau* 
«illumqueemolka est Gafehicà s^Vitia. Jam'Ghynria y fil 
Anatdme^lqUlanttilumexcoluntur ^^^ aspirât "primôfortu- 
na labork Jam , pacata Scholastica tyranmde ^ datur facut- 
tas consulendi Recentiorum Inventa. Jam non quidquid an-^ 
dquuiti e^ pro Vero hftbetui: % Medidnaïqpie 4Ui eacpetieaite 
lucem- indpit foetus genuino» ( Dogmaia dico ) ab spuriis 
'iëceirniÈftes Instar- !Aqmi*<|u»î -^ ? ) 

CcmskUtàr dentés Padm ^ &'Iuete magtsfra 

Naturam vir^i ^ ingeniumque probut. 

, • '^^ >• • .$. ^rv* • 

3^ T?X bbiîHs^iie dîftis spbnté sua filunt caetera 4 quae 
r - Ci ôbjlcft Vindex. Ut quid mihi ôpponèré f^atrunl 
Sèntentîàs , Thcologorum opîniones , Imperatorum Legea? 
Medicinam , quàe vere talis sit , cum sacro textu , cum 
Thcologis , cum toto terrarum Orbe ^ ut urîlem , & neces- 
sariam agnosco. Mèdicos ^ modo re , 6r Aokrtantum nomi- 
neMedici sint^hôc ést^, hisnotis in^gbhi i» qtias à num.68. 
ad 70. Crisis Medîœ proposui ; riôn modo non despido^ 
sed maxime suspicio. Si indodi sint , si rudes ^ si praecipi* 

tan- 



397 
tantes ^sl TemediôruAi congestoreii , non prô Mèdicis 4 sed 
pro homicidis habeo. Quid contra hoc in divinis oracuHsy 
in Patribus v in Theologis , in Legibus apparet ? • 

31 Hinc prudens conjicîet Leâor , quam inique Vin- 
dex in numéro sexto , qui totus calumniis turgiduis est , in 
me invehatur V) tamquam sacro textui Ecclesiastid contra- . 
rium , tamquam Mèdicorum contempcorem , tamquam to- 
tius Medicse aftis ihimicum , &c. ut.gradum flaciat ad' 
illuito malè compaélum Syllogismum ( num.7. ) ubi praeter 
vitium formae cuilibet Dialedico patens ( nam quod prima 
ex illis duabus propositionibus ^it vera ^ ^ pia , deberet 
poni in mînori 4 Ôrpon in consequemi) nqinor alia involvît 
falsaraliasqoivocaJFalsum est in sacro textu exprimi de-^ 
bitum fldei erga Medicos , item debitùm obedientiaa ^ & 
praesertim cscae^qualem exiguntMedici: falsum praeterea, 
me asseruiss6 , quod Medicina non sit necessaria. JËquivo-- 
catioest in illa minori transcendentalis^exeô quod Medi*- 
cina 9 & Medici possunt sumi , &c in rigoroso , & iii impro^ 
prio sensu , juxta dîéla^ 

32 Medicînam qssq artem prorsus încertam , certîssi- 
mis argumentis evici. Id ipsum doâiores Medici fatentun 
Id quotidiana experientia claniat , cum vixsemel videa** 
mus Medicos in 4:onsultatîpnibûs concordes: Sicenhnomnes 
(.ait Reyes Camp. Eiys. q^iaest^ 16. num. g. ) à seinvicem' 
dissent iunt , ut nullus reperiatur , qui citra exceptionem^ 
additionem^ permutationem^ pnescriptum ab alio pharmacum 
comprobet ; quinimà qui non laceret,, <S? mordent. Et paulo 
înfrà : Quidquid probat mtus^fridet alter^ 

33 NuUa iti hoc cumaliis sçientiis comparatio ; Physi-.: 
cam tantumWbdo ^ si placer , excipias. Theologi habent in- 
dubitatas régulas ad praxim immédiate speélantes : Juris- 
pcriti statutas leges; idéoque frequentissimè tam hî , quàm 
illi in judicanda conveniunt» At Medici nullos habent ca* 
ittines; hxos cufrationem proximè diTigentefs.^Propte;reà so-. 
lum m quîbusdam Axîomatibas theoreticîs ^ quae lumine' 
natiirs nota sunt, nec lires opiaionum circa curationem di-^ 
riauint ^ datur inter Mediços conseQsùs# > > .. . 

M Hu- 



39» 

34 HujùS farîi» mnt iUse dejmonstratiônes y qiias Vin« 
dex congerit , ut .probet Medicinàm esse scientiam. Prima 
concludit: Owwe corpus sanum moveriâprincipio intrinseco. 
Seconda : Corpus bumanum ita dispositum^ ut possit maveri 
à se. omnibus modis necessariis ad omnes actianesjuxia exi- 
gentiam^ perfecHonem ^\& ardinetn natura^ appetitu natura 
exlgere suam conservai ionem. Terda : Omne corpus buma^ 
mm ita dispositum ^ ut aliqua ejus actio ^ fimctiove contra 
exigent iam propria nature sit sensibUiter Jasa*^ appetitu 
innato petere sui curutionem. Quarta : Omnem actionem seth- 
sibiiiter Ixesam reprasentare inteUectui morbum ^ cujus est 
taie signum. Sint pro&do h» quatuor propositiones ^ ut 
Vindex vult, reâè demonstrats. Quid iode habemus emo^ 
lumenti ? An illseï ^ imo sexcehta millia proposkionum hu^ . 
jusmodi instruent Medicum pro curando exiguo tuberculo, 
aut levi febricula? O inquas nûgas incurrunt etiam vin 
cordati ^ dum'faâibnis studio contra veritatem pUgnaatî 

- 35 Obstupui plané, utvidiquaconfîdenliajaâet Vin- 
dex Medicorum infallibilitatem , & in deceraenda pblebo- 
tomia, & in purgantibus prsscribendis. Quid hoc allud est, 
quam generi huihano iiludere ? Mirabile est id scripto pu- 
blico proferri; sed longe mirabilius ^ si aliquis fidem adhi- 
beat ; praesertîm Matriti , ubi frequencissimè evenit ad cou* 
sultationem vocatos seleAissimos è tota curia Medicos, 
acriter in decernendis pblebotomia, aut pharmaco disside- 
re.Hic phlebotomiam praescribit^& purgationem damnât. 
Ule stat pro purgatione ., & contra phlebotomiam invehi- 
tun Alius aegri debilitatem intuens ^ utrumque remedium 
adcusat , & speciiicis pugnandum docet. Obinam igitur 
est haec certitudo adeo altitonante voce à te pra&dicata, 
mi Vindex? 

36 Atque hinc corruit illa solutio ad argumentum pro» 
bans incertitudinem Medicîns ex dissensione Auâonim: 
illa , inquamv solutio desumpta ex varietate Climatum, & 
Régi )num , juxtà quam varianda est remediorum species. 
Corruit abs dubio. Nonne in eadem Regione^ in eadem Ur- 
be , in eadem domo, in eadem ejusdem individu! aegritudl- 

ne 



r 



399 
né hsec dissensio Medicorum Vftlns alia , & opposita reme* 
dia prxscribentibus, passim in oculos incurrit ? 

37 Corruit pariter alia ab eo simili duéla , quod varias 
sunt vîae ^ per quas quis Romam petere potest. Certum îd 
est ; attamen si inter Géographes , aut praâicos non con- 
veniret in desigoandis viis , per quas Romam itur ; sed 
quas hi dicunt ducere Romam ; alii assererent in contra- 
Tîum tendere : in ïnejrto esset via , ad iterque accîndlus 
perplexus hsereret. Ecce casum quaestionis. Quod hic Me- 
«dicus remedium maxime commendat; alius ut venenum 
mortiferum detestatur. Ille ait ad sanitatem , hic ad lethum 
ducere : ergo incerta est via« 

S. V, 

38 /^U^ pro phlebothomîa , & purgatîone afFért Vin- 

^^ dek , ad rem non sunt : non cnim ego illam , vel 

^ hanc absolutè damnàvi ; tantummodo asseriii 

r esse remédia incerta ( id quod evîci ex oppositis opînionî^ 

' bus Medicorum ) , & multoties periculi plena. Maltgnam 

' purgantium qualitatem negat contra reccptissîmam do<?l!o- 

> rum , tàm intrà , quàm extra Scholam Gâlènîcam , MeJî- 
- €orum sententiam. Res est îpsîs Barbîtonsorîbus nota. Id 
'^' non impedit , quominus plus emolumenti aliquando ab eva- 

cuatîone sperarî , quam nocumenti à malignirate tîmeri 
' debeat. Ait mihi ignotam esse continuam omnimli vasorum 

corporis humànî<:ommunlcâtionem. O mâgnuni Physiolo*- 

:^ -gisB arcarium , mîhi semper îgnorandum , nisi benîgnîssî- 

' mus Vindéx aperiret ! quasi îd potîiis vulgatissimura noft 

e: esset. Scio hujusmodî commun icatiohem , vi cujus contenu 

tus humor in omnem partem moveri potest , non solum in 

> animalibus ^ sed etiam in vegetabîlibus învenîri , ac proin- 
de etiam in hîs dari succî nutrîcîi circulationem , îndiîbîta-^ 

:' tîs experimentîs comprobatam ; quod forsàn VHndex igno- 

rât. Hinc tamen concludere , posse vi purgantium intimai 

,1 quascumque sordes humani corporis verrî , absurda îllatio 

^est , & quae viam aperît funestîssîmse praxî. An , etiam si 

; intégra Pharmacopolia exhduriat Vindex \ hydropis , aut 

luis 



luis venereae ciif ationem soli» purgantibus ( de cathaiticis 
loquor ) absolvet ? Non modo in his ^ sed & in aliis pluri- 
mis morbis prius omnem succum nutritium detrudet, quam 
mail fomitem ellminet. O bone Deus ! quàm multa vidî 
^egrorum corpora rçpetito use purgantium , ab indoâis 
iMedicis praescripto ^ arefjaâa , debiiitata , torrida ; cum 
tamen malum in dies crçseeret ! 

39 IHud de purgantibus appropriatîs tamquam certum 
supponit Vindex : cum sit maxime dubium ^ ne dicam om- 
ninô faisum , & ab omnibus ferme recentioribus rejeélum« 
Liquida quâecumque , inter quae succum nutritium , obvia 
deturbant : imo sana corrumpunt. Hiqc.sae^pe quod in cor- 
pore balsamum erat , extra corpus stercus apparet. Audiat 
Vindex doâissimum Waldismithium ( tom. i. dîsp. i, 
num. $. ) : Obstetricant^ hoc prajudich alius proditt ex ig^ 
norantia Philosophia error generi humano, mégis infestus. 
. Causa morbi ( dicunt ) sçnsibilis sensibiliter per album fora^ 
jest eliminanda bine sùum intcnant purgandum : & bomines 
purgantibus vexant .usqtie ad maciem ; ne s oient es rarius bu^ 
mores ope catbartici excretos sub tali schematismo in corpart 
Âelitesçere. Sapé ac multunn mecum cogitavi^quare in dis- 
sçctis cadaveribus tantam bumorum saburram non amplius 
.reperiamus , quum si viventibus purgansfuisset exbibitum^ 
taies abunde excrevissent. Ipsa videlicet purgantia cruor^eniy 
& carnem promiscue If quant ^ resolvunt ^ & putrefaçiunt^ 
Mtque in omnibus cum venenis pari pas sti amku{ant ; ut recr 
te dixerit Helmontifis nomen purgi^ionis essç pçmen impostor 
fium , cum non sit purgans , sed destruens , (S? bo^ile vit^e 
virus. Omnia purgantia sanguinis ladunt mistionem , (S? vi- 
tce vînculùm laxant , aut penitus rumpunt , unde in momento 
prava illa bumor^m prodif caterva :::: quod si quandoque vi^ 
dedtitur expectationi ^atisfacere , id non tàm vi catbartica^ 
quàm re^olventi , & atténuants y qua pollent , virtuti tribuen^ 
dum est. Non mitius cum purgantibus agit Kursnerus in 
traftatulo de purgantium è Forq Medico proscriptiane. Fierî 
tamen potest ut haec aliquantulum hyperbolicè sint diâa 
nçnipe ad coercendam nlmiain vulgarium Medicoruœ , io 

pur- 



4^1. 

pur^ttâkis; eôloeataitt fidudam i verutA quidcto , est por^i 
^amianocçre ; tibi camen pericaiiiiii è repteûooe viarum: 
ttnaitiiet , poterie aocumeotam moderato purgabtium usu' 
abuade conapensari; O ùtinam noo Medici frequeotitts»* 
quam par est 9 primas viâsaccusareot. 

40 InooQsequeotî» me argtrît V index :^ ex eo qnod cum 
dûCerimximiiia ÎD Aledicioa ^e iocerta ^ tameri Merctirium 
proî lue vénère^ extirpaoda maxime commeodem. Nuil^ 
hic incoDsequeotia. Prima : quiz parumpro nibih reputatur. 
Quid quod îiiter pltires remediorum dubiorum chiliadi^ 
umm ^duo t^aut tria cçrta reperiaotur ?'ScciU]dà : quia noa 
ka prottusevideos f emedâivn est Mercai:taayUt.omQi du«< 
bie^te. cacrat : atque ita m qinba^am ; /oircsanataatiiâ >drca 
ejua uaUmi^ÎDimutuo c()nt;radicuot Medici^ Aliquot argrotf 
vidknus Mercurîo unâos^ nec tameo hiem veoeream eva« 
sis6e:alioaia ipao> remèdii usif anîmam exhalasse* \ 

-41 r :A 'Cgk^torjam'^'iit iiihil-otatttam , dîsoiitieiidaiii 
: XjL qi^estionem illam ad Theologiam Moralçm specH 
tantem : Aa , & quomodo peccct is , qui présente- imorbo 
reoaJr /^mcareiMedicoiii « "& uti medscinis i Qimiqu^dem 
^abfutni sattt perfiiipâbcvi^y&in.absthaâo.à Tedogis/per 
|raâati]^:4deôc|ae iktecmri exaniiDé ii^ • ;.:> 

.4a Pro 4Ù0: suppouô. primât Dupliciter posse io hac 
ttiateria peçoari : vel contra virtntem Religioois, tentaodo 
Deum.: velicantra.daaricatemsibimeDdebitam^expoaQn^h 
dO'jpefifiKilor^roprtam:iriuaM:qiiabq«^ &i 

his alla , .Vel alia tjialitia ^operioàici^ ir« g4 drfornaltas \W»t 
rhiar: ^^ dum iqub^ob supiptus MCsaklos remût medicisri. 
'^ 43 ' Siipptaiio ) seconde peccatuin . tentatioois Dei com« 
imtii vdum qnis. intendit (smUoèc intentione., vel.expressa^ 
vel'iq^efi^eutt«a-)>^|PMrii»tivnto4Ui^^ 
aa<li6ntîav iMkftUttt^; sdmrè'/qqAvfe attnhnto.idftrik^ , Uvdè 
ttâgis(aptK>a)tè^ ad>ii^riataeiltcoi>mat)qrîaQi4'Mi»€om^^ 
^j| rejeâfs mediisioaturalânB van^causis sef^undis ad ali'* 
quetn ei^($(imordioatisviihim }psmx.e£kA\miMàs>J^ftoi 
- . Zm. IL del Teatro. Ce ex^ 



403 

cKpeétat , tfùàsî înde expertaràs , ànr'Deus sit potàis^ aut 
bonnsi, &c, quae quidem'erit'teoiadofexpressa , &' forma* 
Uav si adsit expresissa <i & formaiis volontàs ètpcrieti^ Dei 
poteotiam ; interpretativa vero , si sùlum ob expeâatiboedi 
solitarii influxus causae primte r^icianiur omnes causer se- 
conds&^ Ijsec apud ThedIogoQ comoiuniasunte inter quos 
speciacim 'videodos Eximius Doftori, qui .( »Bi.x«ndeRé^ 
Mg» ti^aâ; 3. lib. t. cap. 2k & 3. ) de pèccata miatioaci Deî 
Qptiinè, & fusé disserk, 

r 44 His positis dico i. falsum est regulariter loquendo, 
quod Vindex assérit iiutiLi36t Nempèrenuemem lôedica- 
mania m gravi morbos commîttere peccatiim lethsle teo- 
«atiôûis > Dei« Probaton ' Quia ;' reigularnL^ loqueodai dam 
hSrtùi medicaiabeota refugiunt , id' agutir ^ existimaiites 
morbum solo beoefick) naturse^ superanduim : at hoc ipso 
Don teutam Deiim Mergô. ProbooûhoretfirJNatD bocJpn 
non spedant salutetn à solo Dec , rejeAis omnibus causis 
. secundis ; sed potius bendfii6lum[ alicujus causs secundae, 
tfOilkèt^roprise'^txAtiplesâDbia ;.âutraaturaè*adfiiktilht , po- 
tiusque propris nacurée virtutem , quani Dd poteotiâip ex- 
j^riefida» suscipiuot ; erga ^ = . - . ^ 

y^'^4S ^SUmKièf ose étmat Dcuth t -qui : médicameDtd<'r»-i 
plûtt ^à^viilt'pati infitmitàtéiq f^ex/quôcumque- motrro, 
sivè hooesto , sivè vitiosonki faiciat ^ autqpikibivulr îîmori} 
qiuitnvis aliàpimprudeûfcer<agâts'&*pe9Dceu F^ecoàbît '<i io- 
quam , contra charitatem « alîamve virtuicsn, noei vêro 
peccato tratationis contra Religtt>nem /com. lion iotendac 
«kperiri ' Deatdi :qu»repdoi ab eo saDltatemt;â|qiifiki» iùtRo^ 
ditmorbi» succamberei Ita coiqmuûiter Tbècridgi. .?.:.- 

46 ' :Sed dicei?i>iv*il1l0Ét.a;?aJl|u»(t^J9f7 
QuoJ ^aii imefp'efmivè Deùmjentof ^Jjui^t^mm'intmdit 
experimentùm 4e Deû sêfmere :^uU^dtwhinftiiPk velfiuifi 
^dd ad ^niifSitUiûd'je9i Êâàle\'i$*sla4^^ 
liifi^ ^ ^Ji j^ii^tfAfMr^ S»d-]àbMnretl|vMe-» 

dldfiam in 'oastbiis rprôpdaitiflrvaliqiafdifedtt ^'^^fuod ik1 bihit 
aliud esc utile ^ rnss ad frobandum Dei potestatëna ;* vei 
bonitatem « ergo salten ipterpi^ti vè tentât Deum. 



4^3 
47 Respondet Eximiu&Doâor loco citato diAum Divi 
Thon» ooQ esse accf piendum pure négative : secl sùbiotel- 
ligeodiim io taliter opérante aUquem respeétum ad Deum, 
etiaia :ex intientione operan tia, tanquam se soip eperatunitpv 
ciptatucateiCeâum. Sk etiam Lesius^ LaiiDant:Bonacinar 
&-aIiL ' i 

!• VU. 
48 T^Ico a. Nec^ontra RèUgionem, nec contra chari^ 
-iv. ^ JL/ (ateoBpeGcatf^iMedicinam renuit, prudenter 
«xistiitaans^'morbttin sola virtote qatnr» isuperandum. Paiera 
^uia pnideiUer :Cooimittit nâturât* otôrbiaiii ^ pro quo - expug^ 
œmdo prudenter crédit naturam omnin^ sufficere. 

$• VHJ; 
^ 49U /TTVIcoi ^3; Etiamsl fflorbut ait suaptè oatiira léthal^ 
JL^ si »ger invincibd)iter,iquamvis erronée vjfididèe 
à natura^uperandum: nonpecfcat mediçaqieiica rejiciendo» 
Patet : quia invincibilis error eum à peccato excusât* 

.-: .S. IX. .-^ '•;,'' .^ 

.50. T^Ico 4^Q\ai ia gravi morbo constitiMi|S j^iibius hae^ 

JL/ ret : plus ne noicumeidS ab appUcatione ternes 

diorum timendum , quam auxilium sperandum , nec potest 

du^ium deponere « nullaienus peccat , si , medicamentis re- 

rjeâis , se Deo, i&naturs , aut succumbeote natura « soti 

iDep committat* Patet r quih aei^uale utrinque pericuium 

immioet, ac proinde non majœ disorimen obit rnediÉa*^ 

tnensa respuens , quam admittens. ïmà prudenter aget , si 

*rejeâo dubio , & periculoso Mèdicinae auxilio , ad divinam 

opem recurrat :.juxta illud ( Pïtralip. 3. cap. 20.) : Cum ig^ 

-fnrsfm^ quidagete debeanms ^ boè solum babemus resiiui^ 

r nt ocabx nuiras dhriganms ad te. Sed infirmus in tallcasu 

ignorât: ^d agere debeat : ergo« Limitanda est conclusio, 

si , omisso medicamento dubio, nulla spes evadèndi remar 

neat: prestatenim anceps remedium experiri , quam certs 

«mortlse tradere. 

Ce 3 DI- 



404- 

JL/ quia artis imperkum , aut quia in agendo pne- 
dpiiem ^ aut quia reine<|iort V. coogestorem ^ liocttiirumi 
qtiam juvatucom «itou mode ooo peccacMedicQmiioaad* 
mictendo , qulo potius peccat si admittat. Ratio est : quia 
tenetur , quam melius possit ,' propriae vitae cooservatiooi 
prosptcere ; at io bypottiesi ùlAsl melius prospicit Medi* 
cum rejicieodo,.quam admittèDdQ « titpote à quo.pfobabi* 
Uus oocumeotuin « quam ju^rameb expedai : ergo* Confia 
matur ex doâissimo Medico Paulo Zacbia (Qoflest Md. 
leg. iib. 4. tit« X quaest. 3. uuto. i u j assereme melius esse 
omnino Medico carere , quam Medicum malum admittere, 
bis verbis : Pnesîat MeMcumno^t^pabere , quam mahmba- 
^e/ Oolfo tameir^ quod;fliaU Medtci et^mncfb vocati 
adsuot « etiam rejeâi insistum : ' 

SftmUesmaprûperatÊt^taiorJiSi. mUàercffoUmtiS. 

$. XI. 

sa T^Yco 6. Si ager , .io pef iculoso morbo coostitutus, 
JLJ^ spem com:eptam babçai de àùxilio â Medico 
pcaestaùdo « regulariter loqueodo teaetur ipsum admitterei 
eique in remâiorum applicittione obedieotiam exhibere. 
Haec cooclusio probatur eodem modo ^ quo prsecedeas: quia 
neatipe leoetur^ quam melius posait , propriae aaluci.coiiiu- 
Jere» Dtxi regu^iter hquênéo : >Nam ob ottgnum aliqixxl 
bonum potest quis à mecUcameotis , etiam io exl;reiDà vitf 
discrimine , abstinere* Sic Carthusiani licite â carnibusai»- 
tinent , im6 ^xta probatMlissimam senteotiam teoeotur, 
etiam attestante Medico earum esum.esse ad vitse cooser-' 
vatiooem aecessarium. Sic etiam IMooiales^ ciausuranir^ 
.tinent vquanquam Medicus , sioe mutatioiie iod , & aeriSi 
jde curatione desperec. Utrumque scilicet ob bonum regularis 
observantiae. Ubi prasuns aliquod booum non intercedit,t^ 
Detur aeger medicameatum « quod profuturum existin)ar,ad- 
bibere; idque si sit persona utilis Retpubliœ^Canusuoit^ 
aut Familiae, ooo solum ex charitate , sed' etiam ex justitia* 
• : : i o S-XU- 



4^ 

.-.'•• ' • . $• XIL 

53 T^'^^ 7* P^sîto casu , quod »ger nec versetur îrt 
^ -L/ dubio positive , nec valeat formare determina- 
tum judîcîurà cîrca aptîtudinem, îneptîtudinemve hujus Me* 
tiici in particulari , ejiisobligatio, aut immunicas â M6di4 
to vocando petendaest exjudicîo^quod habet circa Médi-- 
cînam , & Mediùos generatinl , prasenti statu Medicin» 
cionsiderato* Tgitur si pensata iacertitudîsie , &c diflicukate 
Medicae artis , judicet Medîcos , prout nunc se res habet, 
|)Ienimqu€ cârere Dodrina, cseteriscjue dotibus pro ea fitè 
èxercenda requîsîti^,atprôiHdeplurîesobe^se, quam pro-^ 
liasse:, mrilà tenebitui* legé àd'Medicum adhibendum , nisî 
morbu^ adeo sit urgen» , ut sine Medicinae praesidio moi's* 
inevitabilis^ aut ferè inevitabiiis censeatur : in hi&enim' 
angustiis adest obligatio advocandi quemcumque Medi* 
6um obvîurn. r • ) : - à 

-^ S4 Si aÂtèrti elc me qu3?f as^» isft ne aliud jùdicium pru^ 
denâ ? Solansf respoiidebo ; eâib fUisk; opinionem aliquotv 
eximiol-umVironini : Divus Bernardus scribens ad Mona« 
chos Sanéti Anasthasii ( epîst. 345. ) eos à Medicis advo- 
candis dehortatur. Ubi înter 2L\ia:Propterea ( înquît ) minr^' 
une (*ompéHr''Rêligi(mi vestne medicinas (fuàr^re corporales^ 
sednec ëxpedit ^hti. Et paulà infrà : Specks emere , qine^' 
rere Medicos , accipere potiones , indecens est Religionives-^ 
trce. £n Bernardum asserentem non expedire saluti Medi^ 
cînas corporale^ , ac proîndejudicantem Medicos plerum-^ 
que errare : nana si non errent ^ non potest non remedium 
pra^criptum in motbiis curabilibus prodesse. Hugo Cardin î 
nalis in cap. 10. Lucas ait : Medici infirmes spoliant pecu-- • 
nia , & occidunt , quia magna salaria accipiunt , & sapissi^ 
mè nibilprosunt ^ imd aliquando obsunt ^id intelligas velim 
de idiotis, & tumultuariis Medicis ). Philippus Tertius His- 
paniarum Rex à Viris zelo, & dodrina praestantibus edoc-- > 
tus \ in lege supra allegata,autumat Medicos doétos in; 
adeo exiguum numerum redadtos , ut periculum sit , ne iis 
ipsa R^ia Persona careat«Id ipsum prœstantes Medici fa<- 
tentur. Magnus Hippocrates de Vet. W^.J^ehementer ( în^ > 
-uJV*. //. del Teatro. Ce 3 quit ) 



4o6 

quit ) laudaverim bunc Medlcum\ qui pafum peccet. Ergo 
rarus ille Medicus , qui parum peccat : non enim vehemen- 
tibus laudibus extolli dignus est , nisi rarus in arte : ergo 
caeteri longe majori numéro multum peccant : vidimus su- 
pra Cardanum asserentem, quod complures abindoctis Me- 
dicis longe ccciduntur ^ alioquin victuri ; quam morituri ai 
eruditis salventur : statimque subdit : Timeo ne magna tnahy 
potius quam bono ^ ut pkraque alla mala ^ mortalibus Medi^ 
cina accesserit. 

S S Dices : commendat Scriptura Sacra Medicinain^ 
commendant Augustinus y & Basiliu? ^ Theologi moneot 
vocandos pro moxbis pellendisMedicos* Respondeo ,<)uod 
Qihil horum ignorabat Divus Bernardus^ & tameo asserit^ 
quod medicinas quaerere corporales non expedit saluti ; in* 
super quod Medicos vocare , indecens est Mpnastics Reli- 
giositati : proinde in ea erat opinione , quod non tenemur 
ex leg^ chàritatis ad Medicos vpcandos : aliàs id non iode*- 
cens esset, sed decentissimum* Dicendutsiergo, quod ScrV^ 
tura loquitur de veraMedicina, & Medicis propriè talibus; 
Bernardus vero de Medicina , ut ex ignorantia homioum 
depravata , & corrupta. Corruptio quidem optimi pessinoa. 
Unde quantum illa utiUs ^ & necessaria ; tam -ïœc inutiUs, 
& noxia. Patres^ & Theologi Medicinam" probant praecisi* 
vè ab iniperitia vulgarium Medicorum , aut sine reflexione 
ad illam ; Bernardus , Hugo Cardinalis ^ & alii Médicinaux 
ut sic contraétam ^ & sub.hac reflexione rejiciunt. 

56 Existimo tamen , etiam prassenti statu Medicinse 
in$peélo liane doétrinam aliquàntulum temperandam ; oec 
ea fiducia in Medicis collocaiida , qu^m. ipsi imperiti IVfe* 
dici postulant , & rustici praestant: nec ea diffidentia , quae 
ad extremum vergit. Medio tutissimus ibis. Prae ocuUs ta- 
men semper habendum paucos esse Medicos verè sapien- 
tes; plurimos imperitos.. Cer£è,Ars longa ^ & difBciliima 
est* , pro qua comparanda 1» &l rite exerconda ingens stu^ 
dium , subtilissimum ingenium , consummata prudentia^ 
& exaâa probitas requiruntun Hsc omnia simui in pau* 
cissimis Inveniuntur. . ' 

; . ^ ..:.'. , . . ^ Théo- 



40? 

• S7 Thcologî Morale^ , dûm împonunt infirmo oblîga- 
tionem consuleodi Medicum ^ loquuntur ex suppositîone, 
quod Medicus talem se praestet ^ qualis ab ipsis Theologis 
Moralibus exigitur , seu quod operetur juxta régulas ab ip- 
sis praescriptas : quarum prima , & maxima est , quod is, 
qui non satis est artis peritus ^ sub gravi culpa tenetur ad 
ejus exercitium omittendum /nec potest aliàs à Confessa^ 
rio absolvi. Secunda , quod dum ob ejus inscittam ^ aut in- 
curiam augescit aegritudo , aut périt aeger , tenetùr ad res- 
tîtutionem damno illato parem. Tertia , quod non tôt aegros 
mvisendos suscipiat ^ ut ei pro explorandis accuratissimè 
tnorbis , & evolvendis sedulo libris , debitum tempus eri- 
piant. Quarta , quod nunquam , nisi in extremo discrimine, 
prasscribat remedium , de quo probabileest /quod graviter 
iioceat 9 quanquam probabilius , quod prosit. Haec omnia 
sub reatu culpae lethalis obligant. Vident Orbis , an , & 
quantum hujusmodi regulis se attemperent vulgares Me*- 
dici. 

$. XIII. 
$8 T^Enique dico : In morbis levibus ^ & quos ipse 
JL/ aeger saepissimè in se , vel in aliis expertes pe^ 
ticuli notâvit , consultius est à Medicis , prsecipuè tumuI-< 
tuariSs , advocandis abstinere. Superfluum enim est opéra 
artis quaerere , ubi , teste experientia , sufficit sibi ipsa 
natura. 

59 Dices : aliquando gravis aliqua aegritudo sub specie 
levis morbi dditescit , aut morbus , qui initio levis est, 
crescit in magnum , ut Vertigo in Ëpilepsiam , aut Apo- 
plexiam. Respondeo primo , quod in fallacibus morbis , & 
ex occulto tendentibus insidias , multo frequentiùs decipi* 
tur Medicus , si non sit expertissimus , quam aegrotus : ille 
enim tantum observât externa signa, quse parum mali prae- 
seferunt ; hic verè saepè quadam interna sensatione , licet 
confusa , & ferè inexplicabili , admonetur graviorein in la- 
tibulis hostem hospitari. Id quotidiana experientia corn- 
monstrat. 

60 Respondeo secuado^quod régulas générales non sta- 

Ce 4 tumh- 



4o8 

tuuntùr pro casîbus extraordinariis : accidit forsao aliquaiw 
do id quod objçôio proponit ; verum multo pluries accidit 
morbum levem, ex inscitia Medicl, & iodebita remedîorum 
applicatione , fieri gravem. Utrinque ergo , sive in levi- 
bus morbis Medicumex.his vulgaribus advoces , sivere- 
nua$ , periculum irominet ; $ed illiac profeâo majus. Nec 
ego vertiginem ^ qus in epilepsiam , apoplexiamvè dege- 
netate apta est , levem morbum dixerim. Varii à Medids 
dîstinguuntur vertiginis gradus. Levior illa , quae à causa 
externa : gravior, quae à causa interna, praesertim cumca- 
su , & visus caligatione conti^git ; ii) senibusque maxime 
cavenda, Unde (ut rçspondeam Vindici, qui exçmplum 
vertiginis mihi opposuit ) pro modo^ & gradu vertiginis 
consuiam ut advocetur , aut non advocetur Medicus. 
r 6i Nec mihi hic casus peregrinus est. Socium quenn 
d[am Theologi^e Leétorem babui in hoc Collegio. v^qui sx^ 
pè ab alîquot annis vertigipe tentabatur. Varia svU Me-. 
dici adhibuerunt remédia ; omnia frustra : denique Medv*. 
eus quidam , qui in arte exercenda consenuerat , ab ipso 
oonsultus , asserens pronum à vertiginç ad mortem traos- 
itum esst , miserum penè terrore^ panico confecit ^ quam- 
quam & curationem radicalem promisit ; q^asi id^in ma- 
nu haberet (otemeritatis plena promi^a ! % çum Hdbue ia< * 
ter Auétores controvertatur , quibus ex it^usiç vertige or- 
tu m habeat , & ignorata causa nequeat curatio radicalis 
institui. Ego ut agnoscebam malum levé esse , & à terrore 
induélo , si curatio non succederet ^ quod abs dubio praevi-« 
debam ; in viro meticulosi animi augçndum : contra restiti^ 
efficaciter ostendens expertem omnino periculi esse mor- 
bum : sic animo eredus , ab omni dein medicamento absti- 
nuit , & melius habuit. Decimus septimus annus vertitur, 
ex quo hoc consilium praebui , Monachus vivit , & valet. 

62. Et ut desinat Vindex spedlrum periculi irregulari- 
tatis mihi ob oculos ponere , sciât me in hujusmodl levi- 
bus , & plerumque ( utpote ortis ex vitîo temperamenti ) 
recurrentibus morbiculis , saepissimè patientes ab usu me- 
dicamentorum dehortatum esse ^ nemo tamen unquam pé- 
ri- 



409 
ricfitatus est. Im6 non paucî mîhî gratîas retiiterunt , eo 
quod post acceptum consilium minus ( utique non fradîs 
frequenti usu remediorum viribus ) vexati fuerîtiL Vêtus- 
tissimumestillud; 

Curandofieri quidam majora videmus 
f^uJ fiera ^ qua melius non tetîgisse fuit^ 

S. XIV. 
^Z TZErum , ut nîhîl dîssîmulem , alîus scrupulus pur- 
V gandus mîhi superest. An nempe îpsa diffiden- 
tîa , quam generatim erga Medicos induco , exitialîs q$s^ 
possk ? Hanc accusationem ingeminat Vindex, Hanc alii 
priùs întentânint\, exempKs etiam adjeétîs alîquorum , qui 
€x ledione Tbeàtri Critici nîmium sibî à Medicorum erro- 
ribus ca ventes , morbo oppressi , Medîcum , aut sero aut 
côaâi ^ aut nulio modo admiserunt. Nihilomînus hsec exem- 
pla. nîhîl probant : sî enim modum excesserint , non mîhî 
iiDputandum; Praeterea quid înde mali acddit ? An alîquîs 
eorum^ qui Medicae arti ( qualis majorî ex parte in Officio- 
sis, & tumultuariis îstis Professoribus extat ) vale dixerunt, 
fato cessît ? nonabnuo. Ajn ideà quia Medico destîtutus, 
occubuit?Undenam,aut quonam Numine révélante scimus 
non morîturum , etiam operam praestante Medico ? Nec 
sî çoflcédanâus properànti fato Medîcinam obsistëre potuisr 
se , contra nos alîquid evîncitur. Potuit forsan ^ dicént 
Medici , îUe unus ^ qui perîît ope Medicina servarî. For- 
san , dîcam ego , vigînti alîi ( aliàs periturî in manibus 
Medicorum vulgarium ) servati sunt quia Medicinam res- 
puerunt. Exeat iterum in Scenam Cardanus : Complures ah 
indoctis Medicis longe occiduntur , alioquin victuri : quam 
morituri ab Eruditis salventur. Si hoc ita est: 

Clauditejam Parcce nimiwn reserata sepulcbra* 
64 Gloriantur saepé Medici isti gregarii de curationè 
ssgrorum ., quos invisunt. Miraculum artis praedicant , si 
quis gravissimè lâborans sanitatera tandem consequu rus tsi^ 
quasi îpsum ab orco revocaverint. Tmmerito Iijec : non 
eoim sciunt ^ oçc scire valent y manu ne dante natura , ^n 

eo- 



410 

eorum forte amethoda medicina restîtutus sît xgtt. 1d tes- 
tatur dilucidè Celsus : Siquidem in morbis cum multumfar- 
tuna conférât^ eademque sape salut aria , sœpè vana sint\ po- 
test dubitari secunda valetudo medicime , an carporis benefi- 
cio contigerit ( lib.7. in Proœmio ). Sicut etiam ex adverso 
immeritô pleruoique Medici , etiam doâissimi , homlcidii 
accusantun ^què in încerto est , an Medicus occident 
eum qui périt , ac an servavef it eum qui convalescit. Prae- 
clare Doétissimus.Gaspar à Reyes: Q/uottisquisque est (in- 
quit ) qui novit agro mortuo , aut restituto , utrum casu ,7itf- 
tur<e vi , aut consilio acciderit {quasst. 21. n. 13. )• Id cer- 
tissimum est : ad quascumque angustias devenerit ae^er^ 
nunquam certum fîet , eum ope medicins restitutum esse. 
Pejus habent profeôô illî , quos Medici pro deploratîs re- 
linquunt ; & tamen aliqui ex his beneficio naturs salvan* 
tun Id etiam agnovit Celsus loco ailegato , his verbis : iV- 
eut in oculis quoque deprebendi potest ; qui à Medicis dm 
vexati , sine bis interdum sanescunt.Re&è proinde Au- 
SQoius: 

Languentem Caium moriturum dixerat agrunà 
Eunomus ; evasit fati ope ^ non Medici^ 

$. XV. 

65 Çy\iVL videiimus quam innoxia sit difiidentia èrga 
V>4 Medicos , non illos paucos eruditos , & expertos; 
sed quales passjm per vicos, & plateas invenluntui" : nôtaiH 
dum nunc , quod nimia confidentia in his periculosissima 
est. Salutem anim» ^ quae multo pretiosior est quam corpo- 
ris , saepè perdidit hsc Ipsa coQfidentia , pro qua exigenda 
rudiores Medioi efficaciùs pugnant. Quot ( proh dolor!) ln« 
firmi sine Sacramentis^ sine expiatione peccatorum deces- 
serunt ^ quia (idem adhibuerunt Medico salutem certam 
pcllicenti ! O quoties infirmus sibi periculi conscius. Sa- 
cramenta petiit , ex adverso reclamante Medico , nihil ti- 
mendum ^ & morbum levissimum esse , im6 prohibente 
quandoque vocari Confessarium : ut proinde ( duélis assis- 
tentibus illa régula toties à Medicis inculcata : Unicmqm 

in 



4" 
in sua Arte eredéndum est ) denegata sit confessio , & mn 
ser aegcr sine Sacramentali expiatione extremum diem obie* 
rit ! O infelicem segrum ! sçd 6 infeliciorem Medicastrum, 
qui ^ ut reus homicidii , non modo corporis , sed ( quod 
longe pejus ) etîam anîmae tuôruih proximorum, compari- 
turus es in supremo judicio ! Nunquàm ubi sapiens , & in- 
certitudinis suae artis conscius Medicus aderat , has strages 
vidi : imo nec ubi nullus prorsus Medicus aderat. Ubi nul- 
lus certae sanitatis promissor adstat , si infirmitas aliquan- 
tulum urgeat , nultus est sger , nisi delirus , qui vel sponte 
sua Sacramenta non petat , vel levi Parochi admonitione 
intercedente , non admittat. 

i 66 Procul ergo à me sit omnis Medicus infallibilitatis 
suae artis ostentator. lUum semper quaeram , qui incertitu- 
dinem , & cognoscat, & fateatur : illum , qui sapienter cum 
peritissimo Palinuro semper diflidens , illas prudentis pie- 
jias voces efFundat : 

Me ne Salis placidi iHiltum , fiuffusgue quietos 

Ignarflre juhes ^rnene buic cotifidere monstro ? 

^neam credam quid enim fallaôibus Austris ? 

Et Cœli toths deceptus fraude sereni ? 
Quid me rogas Vlndex ? Quid speras , ut mutem meam de 
kicertitudine Medicinse sententiain ? quamvis invincibilia 
argumenta pro ea mihi non siippeterent , nonne stolidus 
essem, si potius tibi, quam tuo Hippocrati ^ & tuo Galeno 
crederem ? En Hippocratem tibi contradlcentem : MedicU 
nam cito discere non est possibilei proptereà quod impossibile 
sit certam ac statam doctrinam iri ipsafieri ( Lib. de Locis 
in homine ). En Galenum fermé in compendium.redigen- 
tem quidquid in mea Crisi Medica dixi : i^era ratio non fa- 
cile invenitur , quod multitudo Sectarum , & opinionum in 
Arte ostendit Medicinali : ncque enim si Veritas es set inven-- 
fufaciiis , tôt , ac tanti viri , qui illam perquisierunt ^ un^ 
ptam fuissent in tam contrarias Sectas dispertiti ; nam ut 
verumfatear , bac difficiiis est , & fermé inexpJorata { In 
expos, primi Aphorîsmi Hippocr.). Id ipsum vividius pos- 
terior Hippocrate ^ & anterior Galeno Celsus ostendit, di- 
• . cens: 



412 

cens : Nîbîl adeb in Medicîna certum est , quam hibilcer* 
tum ( Apud Gasp. à Reyes, quaest. 67. num. 2$. ). Id ipsum 
quotquot vidi in arte praestantes plahissimè fatentur» 

$. XVI. 

67 /^ Ratulor de Sanétorum Medicoram cathalogo ad 
Vr finem adjeâo. Nec mihi gratum fuît in eo mag-- 

num Basilium prstermissum. O utinam omnes Medici dig« 
ni sint ^ qui Cœlicolis adscribantur ! Verum in aliquibtis id 
optandum potius , quam sperandum. Non diffîteor Medicf* 
na? Pjrofessores plerumque honestos esse ^ & probos viros. 
Imo id aperte in mea Crisi Medica fassus sum. Quaprop^ 
ter horreo, & detestor maledicentiam conciliatoris ( Pétri 
de Apono ) sic Medicum definientis : Medicus est invidi/e 
pelagusj inexbaustum detractionis organum^ indefessa ambi-^ 
tfonis perforata clepsydra ^ aliènes veritatis garrulus coih 
tradictor , propria ignorant ia constantissimus inctmfessor^ 
& inèxcusabilis agrorunuieglèctof. Execrabilem, & flan^ 
mis dignam existimo illam Medicorum descriptiotiem ï 
Cardano traditam : Sunt enim improbiferè omnes nostra arta- 
te , adeà ut nibil pejus excogitari possit , prastaretque nuU 
ios esse , quam bujusmodi , quales nunc sunt ^ fuenmtque^ 
jam multis annis , summè avari , ambitiosi , imper iti^ cru^ 
deies , maligni^ mendaces , impudentes^ stulti , impii. ( Cotxu 
în S.prog. textu 44. ) Haec omnia de improbis , & insciis 
Medicis intelligenda velim , sicut & ipsi prscitati absdu^ 
bio voluerunt. 

68 Verum uti haec falsa sunt, & horrenda diftu, falsum 
pariter est, nullum esse in Medicorum gremio , qui probus, 
qui pius , qui sanftus non sit. Propterea inique probris ve- 
xât me Vindex , detraAorem insimulans , quod asseruerim 
paucos aliquot ( nullo designato ) non satis ad normam le« 
gis , & honestatis agere. An sanétior est Medicorum cœ- 
tus striétissimo quolibet Ordine Monastico ? In hoc vero 
aliqui , nullo difBtente , sunt , qui à disciplinas sanâitate^ 
& regulae praescrîpto déviant. 

69 Vale jam, Charissime Vindex, & hase mea rasponsi* 

de-; 



4ï3 
âesérviat pro apoTo|emate advêrsus illam scrfptorùm pro 
Medicina decertancium prodigiosam illuvietn ; in qua vi- 
detur illud ipsum inUum contra me înter Medicos coosi- 
liuiD, quod olim ioter Centauros contra invulnerabilein 

itylva premat faucts , & eritpro vuïnere pondus. 
Ut netnpe muttîtudrne Voltiminum suffocarent « si rattooe 
vincere doo possenc. Sed ecce qui speétaculo adsuat , oulli 
pard;im ad^j^i , ovsâtes pro me olamaht: .« ' • ^ l 

Tcla MUS» çifdufft \ fiffiflfi, ¥Ê¥fVî¥f ^^ ^'^^ 



^ * 



■^ ' 



0, 


5» v« S« R« 


E. 


vccioi 
rier 


!» de esta A^ 
Tàmo. t 

) i .: 


• - * 




i/ ( .•: 


1 . 


' . . . 


^"* 




'. f 


. * 





. ' 1 



') /. 






i . • 



IN- 



♦î4 



INDICE ALEABETIÇO 

pELASC0S4^ 



El primer numéro dénota ejl î)i$Gur^so ; y elieguor; 



. j^B^rÎjr. Esfabuloso Fô.que 

•" se refiere de su Magia, 
y dudoso lo que se cueota 
de su vida « Discurso V. 
num. II. 

Averroes. Fue Aristotélico, 
y Ateista , Disc. I. o. 26. 

Abraham. Su padre ha sido 
Idolâtra, Disc. VII. n. g. 

Accidentes. En que se dis- 
tioguen los de Arist6teles, 
y los de PlatoQ, Diseurs. I. 
il. 31. CoD estos sedeBea- 
de bien el Mysterio de la 
Eucaristfa, ibi.n.32. y 33. 

Arcbimêmde (Yerba). Arro- 
jada entre los enemigos, 
DO los hace huir, Disc. V. 
num. 3. 

^ii((iiw(Tannero). Sabioje- 
suita, fue tenido por Mi- 
gico; y cuento gracioso 
que sucediô â ta hora de 
su muerte, Disc. V. a. 36. 



AdhinactofhSus difereodas, 

Disc III. num. 2. y 3. Al- 

' guno's la praâicaron por 

i .poUtiç» ,. Plisc. IlL Q. 49. 
Causa por que logira la es- 
timacion de muchos^ tu 
42. y sîg. 

Adombezec ( Rey de Jerussi- 
len). Sucrueldad» Disc. 
VII. n. 10. 

Africa. Es capaz de las le- 
iras , y armas , Disc. XV. 
D. 19. Juicio que en ella 
se hizo de los Holandeses, 
num. 22. 

Agesilao. C6mo soseg6sus 
Soldados, Disc. III. n. 42* 
Hacia burla de losOricu- 
los, Disc. IV. n. 16. 

S. Agoberto. Lo que trahaj6 
para impedir la persecu- 
cion de los Tempestarios, 
Disc. V. n. $6. Caso ûo« 

gular de una epidemia de 
ueyes , n. 57. 
Agua. No sube por evitar el 

va- 



BB XAS .G08AS NOTABLES. 4I $, 

. vàcîc^tDiscvXf. !{• 6» Poil ,€hi^e. «pUé6. id poco 

t- que suIm?, â i^« Proéba- .'^piQQk>.(^ bacîa de Jos 

se, D. 17% y sig..La dé po- ; iOràbuloi ^Oisci IV. h^i^^ 

i zÔDO ésii mas f^ia en Vé-> r Su padre ;fue de baxo li- 

c raoo ;i casi.' todo el Disc. nage , Disc« V.: n« .i s«^ Lo 

XI l L n. 24- f s%i Las'ifai- -oqçë .te . dtxo on Pjrraû^u 

« - das V h»oi^ ,^ >. iqi Pori^su ,Medmmlàoi\éz 'fl/Rdicis; i^ 

natunalë^à ^ide ser ^lidà, •- spaeirté/violénurv fiôotlL 

' Disc.)}ClV^n.9;>io. y il. -n. i9.y)aau > .'.- 

jigihro. Qqé es , i>i«n]rsaHL ^l&voAili^pâlbonotm 

n.'iâ.âci^oo^^y.el Goan gi6 un Orâculo d^fiscu- 

"^ Capitan^^o» ioter^HtetardiL *3 kt^o:\f)j nèé^oTâa^. ' Jàs 

* é ^sa favbr , ibi. g6..iFqe- *r(reàpimstto9i)isdl;V.mi4. 
den no aer supèrsttciosos^ •- JUiciano le \\iiifd por em- 

^ 'Ibî. tii ^f * ' » X '^ bustero , Dîscv y.*»nJ ig, 

^>e%^Oèso :dënél ,^ tt^doi el jâUnami^QLVlI/: Soitto'fdrw 

1 Ptodi Xli.Quiéil despubriô •:: tiûoèi MdcCtiuefedBnJas 

r<>aû<^{M86 ^ib^ nu^i^^Iieifeie- -opmfëbiasiriileiWMalistehips, 

ne 9 n. 7, y sig. Pruébise l'jDi8d'lV4^«>4rr^'Etde Aie- 

* ^Wù titpttiéAciBS ^ n; /^ V». xandro VIII. ibKl . i 

-^y^ iéig;Masr«rfiBetG|fte€P€a- A^m^ii^ê BnedkMop d& 

• Ji«oce/^lDiao.iXIV4ld/6. .idM;ri3oin4l!).niâfikk>it]bhfa- 
^:y(37.t)i I:ni u'.}C> .^f .£roos6iNîgn8nl^oiicor,.&je 
^iiit^relrGnttfde^^Saicao- preso , y muertcs^|sc;V« 
**' gi6V;0i9C.' X!V.!rii'.6.F ï . y .p. & • • ^.> x' .-..., -. • . . A\ 
jtftarMi<fuedte«bQocer assise- jdfilaMrOliaoom^ Vtdet €ba- 

*'^II«\W^9^'^^^»Afkkiilo Ambrosio. Vide Mei8jii«n 

*^{^4Ue9e.diGbdsiaûkgebdra- itfiiillmviiSotfdcbniÉQt^a 

li^JtlWi'^^ >iW.^'' :î >xî;» c-^ ,o.^ilidad«u8irlauirafe8; Disc 

AkfnMial Abtt&dà de^SsAa- -i. X V^. n« ao^i&is: estratage^ 

rios que llaman Impîra- -!« kn^a()mirablesV«mnuii. 

»:>ai9BiP«6jsi%wiû«f.\ila 9! BoipqBéKeadoiabatKnliasiel 

producido hoB^ro&iéàii- .nviUi:aeî4ie^.Ql-Ofio'yfblti2. 

oiéRuibb «'^DiscxiXV^Viâ.^ • -iîJLo; <de ia^ 'Sèpceiitrional, 

^l9xamifat Magoo^lZJpoUm son muy cag^cos ^ ik«s. 

./:j El 



41 6 Indics alvabcticow 

( El ser Id6làtra& no prise- ApuUya^ Rèfieré por ti\m\^ 



' ba falcade taleoià <» ii.^6. 

AmuUo. Usurpa la'iCortitaa 

de Roma é su hermaaot 

i^Csm Mardo.' 6uecne6pro- 
vocado^'Disc^Tn. m iS. 



loque Delrjo por verdad, 

Aragon. Traxo â Castilla la 
. opèsiciofl coo Frauda» 
.. DisCé IX- !>• $• . 

Atbol De la Isladel Htevo 
e» Abçloso, Disc. ILq.$s* 



. : AoBiainos, Disc. VI !• n.%^. Areo ( Juana dd ) ^ llamada 

^Af/i^r^. Contra todoveoe- . la Poocelia de Fraocia» 

. '- idoes liœposibte ^ Disc. IK . &e querbada ppf . heohi* 

AMw^Mltai Qùéa pqcoi bÉe- ArgamevtOé El négative no 

.. iiosKàbîafeh.eHaeodem* -jphieba isdn el posîtivo, 

podelCtirysôstoinOtDJisc. , Disa IV. n. 39» 

. ydL.n.<39^ i i e < Aristébuh \. Mai6 de hatt« 
j4Mi9pa/^.^ Nb ia Iwyv^entee 
f« anfataaCe9^;I>i9c.'1l;iiûi4a. 
, y :s^;:rMLientœfôpaQo- 
. les^iiy Frapcesés^ Todd el 
Disc IX. ■: ' i ' 



i ) hrbi: sm tAadre , Disc Vll« 
f.ini c3. £blhquisor unt^ar 
^: er^Reynoi âciit; honpiaso» 
:j ibL /' . 
Amtdtûes. Qnin œalaieo- 



Antiptrisiasis. V^ase. tàiçla *Ki&d|(9fiindQariiEiliel Padre 
-relDisè.iaiin.(QQé3eh, a>i. .i>MaleUàficbe:iJDJK. lo. 



Apantomancia. Que es^ y 

^ Lqijf éofes^reytnon >eD ^esfai. 

supersticioo » Discuisu ilL 



14. Quia mal le.-^rata 
<)!EiDiiia)9!arisàa<»« ribL l^w 

15. Y.Rbbferto Flud^ifi. 
-:• Afinné.estti^.DiM^cat- 
rj^â^^itfm ^îgue tu 4qc« 
ot tDtàfli»tb:)i4i'Fu^ ixuiy.aé* 

A^o (Olaudio)^ Su siribteota -::ifail(r^ ViissL Ubio. . 8i>{)fi4» 
. . idjustkîa^.Disc.ViLni 30. Nodixo hahia. esfan(4el 
Apohnio Tyanéft Es sihgu- -cfii^o^^ BiscXILlA^^^. 4« 
. I iar .eogre:l<xr>Magosi(yifa- -i;y:g^il i.:./.».!! e^i^ un 
i } Ixtlosaa^ : aiBbaozkBpqttâ le gHittmomadéhJQiÉ^.esJîlfiC» 
.:di Hicroclos..Dîsoi:y/n. -icàU^mcJiûii-i oL;:/i w;n 
. idt Soo fàlsoi sàsprddi- ArJloUa'BtMatiep Bowirc 

igios • IL 1^..) \ i.w^ i jde |Àcas ietràs^iUao.m^. 

l'A. cba 



DE LAS COSAS-N0rTABI.tS. 



4IT 



> 



/ chô daKo en Brilla , y en 

• Ronia, DiscVIil. k,2. 

jtirnoldû Wion Publiée las 

profecias de Malatfhfasj 

Disc. IV. nw 37* < 

jfnaian&k Sus» -horrendai 
, ( : œaldadMi I>isc;¥U, n. 1x2. 
jirtaxerSés NWXJ Rey de 

Pérsià. Su crueldad ^ Dlsci 
.. VIL Q. lo/EI Longinano 

fué buen PrÎRdpe , Disc* 
L' ViIpn.mElségttndotu)> 
/ vomda feoaodidad'inrôdi* 

fiosa 9 pero infel^ , ibi. 
\\ tercero mata à sus hei^ 
L (inaaos , y él txm(i6deive- 
r. 4edO';iU«A),... 
>fn^tDi^iiiaoMias,.TVKb el 

Disc. m. 
''Artes Mâgicas. La mas que 

* :.ae dice de eUas es fkbulo- 
-i «O , DiscV^ n* g. Adrîâîib 
/- ilâs JiQsëôpârà ctiraîtse , y 

nolashall6,ibî.'' •' 
'Asi:kptadùr&. Qaé sentfa <Ie 
.' lâs costumbres de Siria, 

Disc. VII. n. «3.- • ' 

* * ' Capta 4lefeiii$iva\ todt) el 

S.V. 
Asturianos. Son de genio 
, despejados,Disc*XV.ii;33. 
'A^ofmsiâ Hirquer. Su elè* 

gk),DiS€iXV.n.45. 
,^^fixra. No Mi Delfos^ 

Disc. IV. n. 12. 
Avicesia. Nb fué Rey. Res« 

TmolLdelTmro. 



puesta àl Doâo? Marti- 

nez Y n. 49. 
Austria (Casa de). Aumen- 

t6 la oposicion entre Es*- 
. ' paiioles^y Fraoceses,Disc. 
' ' IX. n. s. Por que esté m^l 
\ con Francia , n. 6. -« 

B 

E|l>j/feo!r{CanciUer ). Grao 
-P: FiléiîofQ,DiscJCV.n.36. 
Bagous ( Eunùco ). Matô â 
-: ArtaxerxesIILyàtreshi- 
.' > jos suyos, Disc. VU. n. a2. 
. ' Murid'jéL de veileno , ibi. 
'Bulaan (Prafeta ).iDe quiâi 
-:. fiiéiinspirada^ Disc IV. 

n. ao; . . 
'BaHena. Es falso que por su 
'' gâïigantariiocabeâno'una 
? sardkiàvDiso. II..m 55. 
nSând^rra. ZapaJteto.Poitu- 
t t gués; Son muy cbnfusas 
: sus profeciasè Disc. IV. 
: n. 34. 

-BarfploMéCoclei^^ Son, fklsas 
.'« sus predîpdones , Disc. 
1 III. n. ao. 
Basilio Empèrador. Fué de 

baxo iinage^DiscI V.n. ^t • 
MasilitcQ. NÎd le bay ^ Disc. 

II. n. as. Lo que; arefiere 

Porta de é| es falso , ibi. 

n. 26. No muere mirândo- 

- se i si lùismo , n. 27. Li^s 

'. cadivese^que se ense&an 

Dd no 



4i8 IkBTCB AI^ABfiTlCO , 

no son dé Bàsiliscos , ibL i sus e^pedea^ IXsc IQr. tu 

n. 28. No nace del buevo .'. 36. 37; y 38; Es f^lsMbi. 
del gallo , îbi. n. 29. . y Disc IV, n. a6, 

Beclas. Como explic6 Focîo Cm/t. Su alevosîa fué la ma- 
esta voz , Disc. IV. n* s i. yor , Disc, VIL a., 2. 

Beda (Vénérable )« C6mo se CàmiytÊet. Eue taaambm 

entiende la niedâ que se .: .so^ coaio>^' padre Cyro, 

le atribuye , Disc. III. n. - Dâci VII. tt. 2% 

32. No es sûya\ n. 33. Es Càmin&é No le puede Jiaber 

ridicula , n. 34. c.< jxuevo para^d Cielo,Disc. 

!»?/' (Idole )4riN6)coirife^ .'./Vf.,il.as, . , *î 

:m&nj^pes:4ti6lef)]iéieiiy[^ -C^nrimif^^ > 'Nifiga. iqile. e) 

-" han , Pisc. IVJ n. pwr.a -'' 1.^é: Lhuya . dd Gallo, 

Senediao XIIL> Mote que le • • Efisc* il.; n, 42. 

' ponen Jas profipdas ; de Carhmdo. No te hay , Disc. 

.' ' Malachbs; DiiiGiiVâti^i. - . ^llin. 39«.£&1q misoioque 

fSeftito< Espînèrsa'J ^ No: ^fiJé : rubi , n. 40, Nô leiajf en 

• ' Ateista pot tser. Càâefeia- I j c|MC€i:^gMO0!iiiMva.A^* 

no , Disc. I. n. 25* ' Çardano.^\ ide Getànitùo^ 

iBrujas. Casoé faUilosos que Gar/(M:^Bf}yi]ik, laîunil 

• xle eHa»:' cueate-Dcjlfio, -^JlJtçBUQ; jtXwctîV. o. 39. 
. Disc. V.m ^. £]i jajftfios jC4iti^.sr^tt^$]^wiQ^^ 

- les îsuceden?sùs vh^^'h. \ . $9ii^ l(^ JFflftpcejc»; Disc* 
' 62. Es arrojadecirque no- ' " VI. n^;^» , r . ;, : . 1 

se castiguen ^ ibi. a. 63. . Catlf^ V.Sufd^tuna, y 0^ 

No hay tantas coi|3io se di« , sicion i Franoî^co X Plsc« 
• . ce ^ m ^4. Todas las Justt- ^ IX. n..^f. . ^ j , i . . • 
.. clasJas;OQkfiigao4bi«né^^6s^ ,CS^^^(^f!*$iS^ 

Lahuesteno^scpooeetiion 1^ ;inuy jpaU^isssj^IJHc^^lll 

de6nijàâ,ibi. ni. 66. . . n. 13. 
Burgas. Las de Orenaeson :'C0ra^/?^.'N(>hftyseiiaeM* 

tnuyaTdientes,Disc.XIfI. r . te.aQimtfl.vDlsç*ILn*30b 
•roifc'i3w .i (»J ,>^^ .jij: -(%rM9'e{i{çétebt|^deda$Ma* 
.!»' . < i.i ?j^iib Mi./l goA.PitMï;i;<yi.rti«8vQtros 

- ' I -^in. '.?.n , w'tdtfidc^^tifopaa de Magos, 

^ nau Que es^ y jyiales son ^ Césaria Maitesio* Npî^divi* 

.01* ud '.Jm,-i .....: ' .fla- 



DE ëJKB COSAS MOTAB&B^. 



419 



/ .^iÉ>a : tes ' >peiisàmjràt)D4 

Cbacon ( Fr. AlonsO')..N6*da 

• Qoticia de las profecias dd 
, Malaehias^ Disc. I V.nw38. 
Cbina. Qnixw mal *'juzga< el 

- ' Valgô' ^de »' «sta ^Mack)h\ 
; Disc, XV. n. 13. %\ï ^^o- 
^ 'biernoeitcede/é todas las 
' Naciones , n. 14. Nos ex- 
.<:> ceded en la Medidaa i> n« 

Çbir&mància. Que e^v I^kc. 

.' IIL m s. Autores que tra- 

• taron de élla ^ ibL n. 6. / 
/ 7«i fis'depepdiente de'la 
< Jtidmiri^ ,.ir«f ii!K..E$ilal- 

- a»^ tii/i4.fy'dig« Respôn- 
r é^» i los coiitJtai'iorv ri. 
•/ i8i y**sigi / -^» 
Cbrisiha Pbmatovîa, Pwfe- 

• r. tisa HQïtifj^jyùcXVxi.^^. 

r isêrvéerprimérolasmàn-* 
' thas del Sol ï Disc. OCIV. 

Gbrhtûial Kcter (:Metegè )• 
' Proféra fals6'^4 iDfacj IV. 
.; n. 26. ^ 

Cicerom Tuvo por*vanas las 
^ Artes Di vioatôrlàs , Disc. 
/ IIL. B. 39. Hiza irrisîbn 

de los Oràculos y Disc. IV. 
. n. S. 
Ciego. Se le puedé restituir 

la vista: pruébase con va- 
' rias expemAcias, Toda 



t 14fearado^a{XII..^ 
drce.'.Sm ^encantds soq Ca- 
- :;bulQSos '^ D&sa V. û. i u 
C^r(>. Pas6.â los Persas la 
'.. Mônarqiuia.de los.Medos^. 
.1 Disc.MH. n* aa% ' A . rj 
Claudio Publio. Hi^Oi bufla 
/ 'de Ibsfjilguemftv pî^c, I1I«. 

,11.40. . . ; 

ClementeVllL Pontifice.Mor 
. iteique'i* ponenlaaîprofe- 
r oa» de:Madâ^hi^I, Pisc. 
.MiVk ru 4i. iEi de Gleroen- 
-:téIX.ibi. EldeCIèmen- 

te X. ibi. El de. Clémente 
-. X'I«ibL^ ;• i;. ' I .' J 

S. Clémente. Ho e^ Autof ,/Ie 
-' los libnos de Récognition 
. nes^ Disc. V. n. 26. . 
GocodriIo..No Ange el llaûta 
.iihutnanQ/.Disc. IL n. S7« 
Cdiera. Jil que.tiene.dema- 
f fitada pile4e^9er venenoso^ 
••^/t)isail.:n.<SQ. 
Cornet as^m càusan guerras, 
*.. ni pestes. Car ta defensîvat 
Céisules deRooia. Vcindian 
v4 la Justicia , Disc. VU. 

n. 3S. < '' 
Copon. Mat6 â Cocles, Disc. 

III. n. 20. y 22. 
Gornelio.hgi^ï^. Véase En* 
. rico.V . 

Cornelio Celso. No hall6 ra» 

zon para los dias cridços, 
, Disc. X. n. jo. 
Cortesanos de .Etyopîa- ; Se 
Dd 3 des* 



4^0 



jHraGB ALFABSTlOOb 



desfigui^âbafi pôrlisûhjéar 

- i su Soberano , y lo mîs^ 
mo los Aûlioos de Ale- 
xandre , Disc. VL n. i6^ 

Cotillas. . Son muy antiguas 
en Asturias , Disc. VL 

- n* II. : 
Orommicmancia* . Que es^ 

Disc. IIL n. 35. 
Cuernos. Los êk Unicornio 

son fabulosos ^ Disc. IL n. 
« ipi Los que se ènaéoan 
' de qutén son , îbL n. io» 

y sig. No son medicina- 

- les,^i. 23. 

Vuerpo. Sus distintas dispo- 
' ' sicionës ' oaûsan distintaà 
' iticlinacionés ea el éni- 

mo , Disc. XV. n. 30. 
Culebra. No huye de la som-^ 

bra del fresno , Disc IL 
' n.4S. 
Cumana (Sibyla). Libros que 

escribià ^ y quântos se 

quemaron , Disc. IV n. 3. 
Cisne. No canta â la hora de 

su muene , Disc. IL n.6u 

p 

T\Ar/Q. Ardid con que 
•*-^ consigui^ el Reyno de 

Persîa j Disc. VIL n. 22. 
Dâr/i? Comodano. Fuéder- 

rotado p6r Alexandre ^ y 

muerto por Beso , Disc 

VIL n. 22. 



Pavkk £a su casa hubo 

grandes desérdenes. Disc 

VIL n. II. 
Decio. Mundo. C6mo enga- 
. nà i Paulina ^ y la goz6, 
; Disc V. Q. 16. 
Dé'Z/oj' (Oréculo). Côniod^ 

ba las respuestas ^ Disc 

IV. n. 9* Solo doncellat 
-, eran sus Profedsas;y por 
.i.qué.fie qmà v'ibi. n. 10» 

Lo que se (UcedesusileiH 
/ dû quandp naciéChristo^ 

no es verdad ^ n. ii. y 12. 
Delrio (P. Martin). Fué nouy 
i crédule I,: pero virtuoso, 

DiscV^ Q125. QÉéstt*J6 
' deélDupinyibLQuéakn- 

te el Autoc , ibi. a. 26. 

Fabulas que euenta por 
' J verdaderas \ ibi , . y. sig; * J 
Demtmiù. Alguflj^ veces ha« 
- blal>a en Ids Idoles, Disc' 

IV. n. i8. Ne le permîte 
. Dios exercite su poder, 

Disc V. n. I. Quiere que 
.< I08 hembres sêan infelices 
. en eista vida , n. 8. No 

aconseja cosas buenas , tu 

27. Detiénele Dios, n. 54. 
Demdstenes. Que sintiô del 

Orâculo de Delfos , Disc 
. IV. n. 15. 
Descartes Su ingénie, Disc 

1. n. 12. Su primer syste- 

ma es contra la Fé , n. 35. 

De su deâriqa se signe 

que 



Dfi tXS C6SAS NOt ABLÈSL 



4*» 



r< queel fntindo é» Iniîniiov 

îbî. n. 38. Y:qUfe'antes ^ue 

Dbs crîase al mundo 

• bâbfa naateriar exîstente, 

. Disc. I. ri.39* Y qvLt Chris- 

to esté extenso ert te'tibs- 



T^CIipses. No causafi îdflu- 
**^ xo malo , Cartà defea^- 
t" sîva. ' ' '• .^ ' ' ' 
-Èlefàfkisi TîtneW jûntiiras 



. > tia , ibL< h^i^o; tiitiitS la f ^'^n^fo» (^crna^ ^yë<9m6 se 

olnrïipotëiicra*; ^iW^4ÏJ Se cogen , Dis. II. i>.'SV 

opone â la Sagrâda Esèri- -Btèna. Maies quel caMà^ 

tura , îbî. n. 43. Afirma - Disc. VU. n; t?. 

« que kis blutés nô tidoeti ^Enâroo. Célébré esibustéro, 

i. a*ma:yibi/:Qi»44.^Ê*'*^- -^ /1(>qUerj>rbdiXoâPlutar-. 

• itoîoa ipéltgrbsaî 5 -«•>î:4S» t^^feoVDfeë. IVi-ni ai.' ' 

y 46. : •'• -V^ £;îf e»rf/m/e/;f (?. Es mejor ijue 

Desvergûenisa^ Es ttfedfo -' la tnemoria -, Disc. VIÎ^ 

• . ruin .^ pero ^eiicdî para •-ni 29^''- • < 1 ' i ■ 

Escritores. Hay {îotiôs & la 

t Hlst'èriâ l!*^»«tjilvû^ 

r;: d; C6m6 sehan'défco- 
^ nocer Io$ mètres , Dîs<*, 
. II. fl. 7a. y sig; 'C6mo son 
-^V^atgunoS'cjùei' esérîben \ù 
ti-beoft ; Wtm^ 7111.^^11.-29. 

y sig. 



acreditarse de d0âb bon 

11/ ehnifgb i, DisCrVliL n^ tS. 

' Y eKporflar -ûa término, 

[I>iamttme.'tio 9e ablàixf« 
. ) Gon'la^sadgrèdelcabdto: 
, ' Tesiséesearfiiég4,$i diar- 
tiilt>4io v:Dlse; Ui d< 68. 



.£ •(: .1.17 .')^iQ 



X>ias ■ crkicos fn^ipugnados. Escrupulosos. Creen han co- 



Todo el Disc. X. No hay 
1 raizon que los ^pruèbe, 
.1 .Disc»X«^a..4.;^y 5^ La>ex- 
-; ' fseriencià naio^àv^iiece, 
.: ,ii. 7. y II. - 
Diûses de la Gendltdad. 

Eraii delinqûentes , Disc, 

' JDupin. Que juido hace del 
. Padre Delrio , Disc; V. 
11.25. 

Tm.ILd€lTeatro. 



metido las lulpas que mas 

aborrecen , Disc. V. n. 60. 

.E'tdulaptol Si Or4Mlo'; '(£é 

•t l'espoestidiôÀRutiliaiR), 

î DisCb iV. tu 14.' 

Esfera del fliego. No la hay. 

-- Todoçl Disc.xn. Prui- 

.!> base^con ti^où \, tii. Û. £1 

(< s\^ur\^ 'Aajmâ im> la^f^ue- 

ba ,4tesde el ti.^;hjista el 

, .n^i3«LageneraciocideTbs 

cometas tampoco, n. 17. 

Dd 3 Es- 



4n 

Esmeralda. Sqlo la hay en la 
India Occulental , Disc. 

. • IL n« 6o. 

Espanoksn Son de distinto 
genio que los Franceses^ 

^; PMc* 1X0 n.; g. Hoy y^ 

., . ven çon mucha aoiMt^d, 

Espejû ustorîo. Causa mUr* 
cho n^ayor calor que el 
fijego ^ Dî^^ XIV, n^râ. 

^ Resuelye :el pxa^^.n^ 4. 
Le:resi|plv^ en^ihuiBos, 
ibi. n« 5» 



Indice alfabetîco 



Fartum. Haœilde , y alta^ 

Carca,n.3. 
Franc fa. £s el mobîl delas 

modas ,. Disc. VI. o. 8. 

Toda es fantasia , n^ 9. 
. Ciqga 9ue$tro juicio « ibi\ 
1/ PtîLfl^SusaJabaïizas^Disc. 
• / IX%a4 13. Sus habitadores 
. «on mas égiles que los Es* 
. paBoles , Disc. XV. n. 33. 
Fr^fi^WQ VieU. De txara 
. «pltcaQtpn^ y '^tiiesavfué 
.^^jaqttSildodeAlégicoi Disc 
' V. n. 35. 



JExtrang^ros. Det ellos toma- Fr0fwiseô I. Sus prendas ^y 



mos todo lo malQ':^ Disc. 
;, 'yLnv2,8vr; : :k,. \ ^ ^'^ 
.^rfÉ>i^tf^.(Hferba)r::N<ifS|Bca 
-. los.rîos , Disc. Vi n, 3* 
Eurfpides. Que sioti6>de los 



ef>osiç2oa à Carlos V. 
i ,Di$çu;9.'jb JJ* . 
Jf r<^ Etebaxoidfe iterta qulèa 
, le c^usâo, Disc. XIII. n. 

15. 16. y 17. 



OrâçuJQs-» Disc. IV. n.^ 1 5. * ^Fmgô*: No se/1nafitietie sui 

pâbwto; Dîscr XIL n. 6. 



JËutfcbes. TuyOïmas d$:jg- 
.^^npraflçîi^ que de. aattifcia^ 
Disc. VIII. n. 2. 



tJpEni». -Nd de: h^y^Bi'st. 
,rt\ .ILrfl.ij^:Alguiios-San- 
tos Padras i^rey tron te ha- 
. bla , Disc. XII. n. 79. 
•^Feypd (Fr. Bçniîto). Sus ala- 
];, .lwji^a»vGftrtar)defoofliva. 
- . No r esi f tgîtfo!: Stf dptico, 

r JVmi^tf^e^r.SooJiatiq^lsimoSy 
• DiscoVJUn.a» . 



-: :. Hay ,duda; si e$ ^etneoto, 

.y sl.tlftne lûgaridettnmi- 

/ mdo JIh. n. 15* Algunès 

Autores se lo seiiaian , n. 

^^ : t^ Los iifatuos de que se 

/ QDJtipo]ieqL,.DiM:.XIO.fl. 

,v rJ4./No'iiJi)€aéieii63eqsu* 

mo grado , Disc. XIV. n. 

' ^« '3^ 4* y S- No resuelve 

. el oro , Disc. XIV. h. 4. 

Algunos le sefialan! .como 

I . i • elœlëotoien ^ 0eafrt) de 

./ ld'4}iËln;a4DiséJXi^iâ;S3' 

No es asi , n. 54. 
Furie Cresino ( Labrador ). 



X)iË'llÂ9WiAi iKmsiBs. 



i4^ 



u 



ï 



'S 



Fué acusaîte4eArtè Jïâ- 

' gUîa , Disc. V: o. 3 1 ;* V 

Futuro. No eabe eh la na- 

turaieza su conbcimi&n- 

to , y solb toca $ Dios, 

' Disc. IV.^KX ' : ^ 



(^Ahriel. Vide Naiidéo. 
f^^Galbonda (Reyno); Sii 

* ' fdok) no respondia , sîno 

• los Sacerdoces ^ Disc« IV« 
n. 8. 

Xialeno. En Roma fué sôspe* 
- chosa de Magia , Dtscl V. 

n. 31. 
Gaspar Scioppio. Su elogiôi 
f Disc. XV. n. 6. 
Gasendo. Su ingenio,.Disc. h 

n. tô. - 
Georgio ^bélico.^ Se alafaaha 

de Nlgromintico.» y era 

un famoso embuscero, 

Disc. V* n% 46. 
Geronimo Card^no. Sepre- 
. ci6<le tenerespîritus asis- 

tentes , Disc. V. num. 48. 

Manche à su padre coA la 

misma nota , ibi. 
Gervasio. Adelant6 las «fà- 

bulas de Merlin , Disc, V. 
« n. 17. . 
Gitanos. Se jadan de que 

encîenden la Chîroman- 

cia 9 Disc. III. n. 8. Su pa- 

tria , y costiuQbres , ibi. 



n. 9. y siglY^ven casi sin 

religion , ibi. n. 10. y la. 

Qràrnàficê ( Apion }. Le Ua^ 

• mâba Tiberio Campana 
•^ • delinimâo;^ Disc* V* ni 49. 
4?iFrfMl^i^Faé quemadidr vi- 
vo , y por <jué ; DifiiCr V. 

Graves. Varias sentencias 

• por québaxan, Disc. XIV. 
r' ii. 3b* 31^32. y 34. DiS- 

dase si muy separados de 
^ • la tiérrà' baxarian à ella^^ 

n-3S- y sig. 
*r. Gregorio VII ( Sumo Pon- 
/ rffice ). Fué aeusado dk 

Mâgico-' , y Simoniàco^ 

Disc. V. li. 51. > 

Gregorio XIIL (Papa). Mbte 

que le ponen las profecîas 

* de Malachias , Disc. IV. 
- 'n4o.Elde Gregorio XIV. 
^ ibi. El de Gregorio XV. 

ibi. n.4î. 
Grimatdo. ( Duque de Bene- 
vento ) No pudo causar la 

* epidetnia die bueyes que 
' hubo en toda Èuropa, 

Disc. V. n; 57. 
Guerrasi Filosôficas. Todo el 

Disc. I. n. I., 
Guibertù ( Anti papa ). Con- 
. trario de Silvescro IL 

Disc. V. n. 33. 



Dd4 



He^ 



\ 



4M 



hfAc% MMhBmiCQ 



H 



TJEcbîcer/oif. Ep este punv 

■*^ to hay mucbas fabulas, 

. , Disc^ V. a !^. Cwsas. por 

' qub el vulg<>*i5^ çt^e^ïV 

Hecblceros. No Hay tancos 
; como se crée , Disc. V> 
. n. ï* Son muy pobres^ n< 



HippfirafesXomo]e defieo- 

. ^en los Médicos , Disc X, 
n. a. Fué hombre , y pu- 

,' do errtr fibi» n. 3. Domi- 
na en la.yqluntad de los 
Médicos , n. g. 

Hyena. Su soinbra no enmu- 
dece los perros , Disc. IL 



8. Ifnpi)gnase su ipultimd, Hypêrides^ ( Orador ). C06 



n. s.ysig. 
HeU i Sacerdote). FaU6 al 

sér de Padre, y de Juez, 

Disc. VII. n. II. 
Henrico Cornelîo Agripa, 
,• Archimago. , Capaz de 

quanto puede alcati^af el 

ingento humano , Disc. V; 

n. i8. Sus ciencîas , y vî- 



qué astucia liberté â Phry- 
. . tie de la muerte, Disc* VL 

n. 18. 
Historia oatural. Todo d 
. / Disc» II. E^tà Uena défi- 

bu]as,n. i. y 3. 
Hist^ia* Comenz6 con \à 

Monarquîa de los Medos, 

Dîsc.VII.n. 21. 



cios , n. 19. Fué mal visto Hombre. Rara ceguera suya 



. por su soberbia , y ^ maie- 

. ' dicencia ^ n. 20. No trafa 

al demonio en figura de 

perro, n. 21. y 23. Los 

hombres masdoétos lees* 

timaron , ibi. n» 29. Afir- 

'. maba podiat^omunicarlas 

noticias à los ausentes, 

n.47. 

Hermolao Bârbaro. No evo- 

«« ta dd otro mundo la al- 

.: ma de Aristôteles , Disc. 

V. n. 49. 
Herodes Ascalonita. Mat6 
los Santos Inocentes , su 
muger , é bijos , Disc. 



querer avefigâar lo futo^ 
ro , Disc. III. n. i. Doode 
hay hombres^ hay embus- 
teros, Disc. lV.n.28. Hay 
muchos que usan de me- 
dios supersticiosos , Disc. 
V. n. 54. Son dignos de 
severocastigo, ibL Aigu- 
nos por falta de juicio di- 
cea son Màgicos , ibi. n. 
5 S. De.estos fueron los 
Tempestarios , ibi. n. 50. 
Quàn reprehensible es 
que se afeyten , Disc. VI. 
n. 28. Su fâbrica es admi- 
rable , pero infeliz ^ n. 3. 
Den- 



DS LAS CÙSAS NOTABLES* 



4a; 



Deotro dé si tiene los ries- 
. gos ^ Q« 4. Su aima esta 
puesta en el fue^o , ibi. n* 
S. Todo el hombre es he- 
no seco, ibi. n. 6. Elque 
mira uoa hermosura , sa- 
. ca una itnagen impresa en 
el cora zon , Disc. VI. n. 
lo. Son de vidrio , n. i§[. 
. Los que se pintan valien- 
tes son los mas flacos^ ibi. 
.' n. 16. Beben veneno , y 
. dicen beben agua , ibi. El 
. pénitente huye del riesgo, 
,. n. 17. El mas scvero se 
r dexa vencer de la vista, 
> ibi. 18. <^omo el mundo 
se détérioré en lo fisico^ 
el hombre en lo moral, 
Disc. VII. n. I. Como se 
' multiplicaron , se multi- 
. plicaroii los vicios ^ n. 3. 
JLâ seriedad. contrlbuye 
para su estimacion , Disc. 
VIL n. 9. Los melancoli- 
cos no son ingeniosos, ibi. 
n. 10. Ha de hablar lo que 
sabe \ y callar lo que ig- 
nora , n. 12. La obscuri- 
dad en el hablar oculta la 
ignorancia, ibi.n. 13. Con 
el gesto misterioso enga- 
nan , n. n4. Despreciar à 
otros es bueno para acre- 
ditarse con la plèbe , ibi. 
n. 15. Los ignorantes lie- 
van la conversacion à lo 



que saben , n. iS.Hay sa* 

. bios por error ageno , 19. 
No es sabio el que estu- 
di6 mucbo , n. 25. 26. y 
27. Se juzgan muy distîn- 
tos en lo racîoaal los de 
distintas Naciones , Disc. 
XV. n. 4. En Jo substan- 
cial es falso , n. g. y sig. 
No han caîdo de sus fuer- 
zas , Carta defensîva. 

Huesos. Los del Léon tienen 
medûla como los otros, 
Disc. IL n. 62. 

Hueste. No es procesion de 
brujas ,.Disc. V. n. 66. 

Hugonotes.Hnvïtvon escuela 
de profecias , Disc. VI. 



n. 27. 



lyY 



JVélatra. El serto no ar- 

•* guye falta de talento, 
Disc. XV. n. 26. En los 
Idolos no adoraban los 
troncos, n. 27. Ni los ani- 
males, n. 28. 

India Oriental. Sus natura^ 
les son capaces de saber, 
Disc. XV. n. 12. 

Inglaterra. Hombres gran- 
des que ha tenido , Disc. 
XV. n. 34. 3$. y 36. Sus 
Filôsofos son veraces , ibi. 
n. 37. 

Inocencio XI (Pontî6ce)..Mo- 

te 



426 



Indice alfabetico 



te que le ponen las pro- 

, fecîas de Malachîas, Disc. 
IV. n. 41. El de Inocen- 
cio X. ibi. El de Inocen- 
cio XI. ibi. El de Inocen- 
cîo XIL ibi. n. 4t. Ëlde 
loocencîo XIII. ibi. 

Isaac Aaron.Hombre alevo 
so , como fué castigado, 
Disc. V. n. 7. 

Isis. Su Templo lo arrujn6 
Tiberio ^ Disc. V. n. 16. 

Israël ( Pueblo ). Se hallan 
en él entre ilustres exem- 
plos horribles escàndalos, 
Disc. VII. n. 9. A los be- 
nefictos de Dios corres*- 
/pondiô con ingratitud ^ n. 
10. Abundaba de hom- 
bres perversos,n. 1 1. Fué 
mu/ propenso i la idola- 
trîa^ibi. n. 12. 

Tepes (Fh Antonio). Defien- 
de â Silvestre IL Disc V.r 



n-33- 



j 



/Esus (Hîjo de Atiani).pre- 
dixo la ruina de Jerusa- 
len , Disc. IV. n. 23. De 
parte de quién fué la pre- 
diccion , n. 24. 
yecid ( Califa ). Dos Judfos 
le ofrecïeron quarénta 
anos de vida , y muri6 
muy en brève, Disc. IV# 
n. 23» 



^orge de Fox. Di6 priacipio 
à, la seâa de los Inspira-- 
dos , Disc. IV. n. 27. 

yuan Comenio. Recogio las 
pro ecias de très folsos 
Profetas y las que tuvo por 
fabulosasjuaa FeneUDisc. 

IV. n. 26. 

yuan Fausto. Fué tenido por 
Mâgico , Disc. V. n. 34. 

yuan. Vide Tritemîo. 

yuana (del Arco). Vide Arco. 

yudd. Quintos Reyes tuvo, 
y quién la destruyé, Disc. 
VIL n. 12. Gobernâronla 

■ JPontîfices , ibL n. 13. Su 
obrar fué peorqueelde 
àhorà , ïL 14. Quàl séria él 
del Idolâtra , ibi. n. 15, 

yueces{ Los de Aréopage )• 
Se dexaron veocer de la 
hermdsura , Disc. VL vu 
18. Fué el Tribunal mas 
justo , y grave , n. i6. 

yulio CessLT Scaligero.. Se 

. preciô de Mégico y Disc 

V. n. 48. 

yulh UT. (Papa). Mote que 
le ponen las profeçias de 
Malachias^DiscIV. n.40. 

yuliano (Ap6stata). Es falsa 
la profecîa de su muerte, 
Disc. IV. n. 29. 

yuriéu. Fué fomentador de 
los Inspirados , Disc. IV. 
num. 27. 

La 



DX LAS COSAS 



T Adron. No es tenîdo por 

'*-' tal el que roba mucho, 

. Disc VIL n. 27. 

iLàmiM. La del Padre Sa^ 

. giiens représenta las dos 

Fllosofias , Disc. L n. 17. 
LapMes. Hacen comercio 
r de las hechicerias \ Disc 

V. ouoié $• 
X^Wv/ri/Quân desenfrena- 
. da estuvo en los tieihpos 

antiguos ^ Disc VIL n. 

36. Su duracion compre- 
. iiende todûs los siglos , n. 

37* ' 
tiéâzaro Riberib. Sus obser- 

' Vàciones son baldon de la 

' Medicina , Carta defen- 

.1 siva. . 

-'Lengàâs. En la energfa todàs 

- son iguales ^ Carta defen- 

. siva. Cada Nacioa juzga 

que la suya es la niejor, 
-. îbi. 
Zr^m. Se riode  la industrla 

del honôbre; Disc ILo. 

I s» No huye del gàllo , ni 

dei fuego , n. 42. Haylos 
'muy ttrriîdôs , Disc. XV. 
j n.i. 
^Zicon Isaurrco. Prediccîon 

ique ie hicieron dos Jxidios, 

Disc IV. n. 2^. 
-Zeon XL (Papa). Mote que 



NOTABLES. 427 

le ponen las profecfas de 
. Malachias , Disc IV. n 

41. 
Letras. La a()]icacion i ellas 

no dana la salud , Carta 

defensiva , n. 4. 
Libros. Los que junt6 Oc- 

taviano Augusto', Disc. 

IV. n. 2. Los que tratan 

de hechicerias estân lie* 
. nos de fabulas , Disc V. 

n. 2, 
liynce. No le hay , Disc. IL 
. num.S3. 
'Zlama del fuego. Es yîolen- 

to en ella subir arrîba, 

Disc XIV. n. 28. 
.Zàbo. Con la vista no causa 

ronquera alhombre,Disc 

ILn.44. 
Lucas Tozzî. Su elogio, 

DisCX. n. 30. 
.Luciaào* Hizo burla de los 
. Fildsofos ^ Disc L n; i. 
Lucio Floro. C6moalaba los 

Ronttanos , Disc VIL n. 

33- 

'Ziudwico Romane Noes dig- 

no de fé.Disc. ILn.j7. 

Luis L No se hallaen las 

^ profecias de Malachias, 

Disc IV. n. 49. 

Luna. Quititos dîas le dan 

. . ios Médicos , Disc X. n. 

16. C6mo la partio G^le- 

' ' no , h. 22. No se habita, 

DiscXILn.1. 



428 . ImJ)IC£ ALFABETICO ' 

Lutero. Ftte de bastante ca- tranas , Disc. V. n. 26. 
pacidad , Disc. VllL n» 8. Margarita. >fo se cria de el 

rocio , Disc IL n. 6g. 



M 

Ti/Tjlcedonia. Produce ser- 

•^'^ pientes muy mansas, 
Disc. XV. n. I. 

Madagascar ( Isla )• Sus ha-* 
bitadores adoran al grHlo; 
y oémo , Disc. XV. n.aç. 

Magia ( Uso de ella ). Todo 

. elDisoV. 

Magos. Célèbre certamen de 
dos Magos, Disc. V.n. 28. 
Ot ro de dos tropas de Ma- 
gos , ibi. 0. 29. 

Maignan. Su agUdeza^ Disc. 

I. D. 12. 

San Malacbhs.Vué Profeta. 
Disc. IV. 0. 36. Las pr^ 
fecfas que andaa en su 
nocnbre no soa suyas , ibi. 
Quién las public6 , 0* 37. 

Mania. La puede causar una 
pasiQQ véhémente , Disc. 
V. n. $8. Y el liorror del 
deli tô, y severidad del cas- 
tîgo 5 n. 59. 

Mapa inteleétual. Todo W 

, Disc. XV. 

Marcelo II ( Pontîfice). Mo- 
te que le ponen las profe- 
cias de Malachias , Disc. 
IV. n. 40. 

Marco ( Paulo Veneto ). En 
sus relaciones cuentapa- 



Maria de Borgona. Cabs6 la 
oposicion entre Auscria, y 
Francias Disc. IX. n. 6. 

Mario^ y Syla. Inundarooèb 
sangre à Roma , DiscVIL 

n-34- 
Martin Cromero. Rara faj5- 
. torla que cuenta de unos 

Magos , Disc; V. n. lo. 
Marîinez(pon Martin). Sàs 

elogios , Respuesta , a i. 

y3- 

-Matematicos^xxtTon tenidof 

. porMâgicos^ Disc V.n. 
32. y siguientes. 

-Maxfmm\^tK%é).¥i}è tàa 
astuta , que los Cat6licos 

>.:.Ia creyeTQff verdadera 
Profetisa, Disc. IV. o. 26. 

Masinnliuno déAustria.Por* 

-: qijé . se t'esintié de Car- 
los VIII. de Francia, Disc 

. IX; n. 6. 

Medéa. Sus encantos son fa- 
• bulosos , Disc V. n. 1 1.^- 

.Medicina. Carta defensiva. 
ElEspîrku Santo la alaba. 
Quiénes ia cxercieroo. Es 
la facultad mas di Iculto- 
sa. Su mayor dihcultad la 
hace mas aprecîablc Ne- 
cesjtan de ella las dénias 
Ciencias. No hay tanta 
como se piensa. Es utiU 

Si* 



DE LAS COSAS 

Sigtie lo màs probable. 
Con ella securan muchas 
enfermedades , Carta de* 
feosiva. C6mo debe usar 
de purgas , y de Sangrias. 
Conviene se sepa su in* 
certidumbre , Respuesta, 
n. s. y 7. Hay mucha dî- 

. ferencia entre ella ^ y las 
demas facultades , n. 14. 

} 15. y sig. En ella casi to- 

-- do se: ignora , ibi n. ag. 

: 30. y sig. La Sagrada Es- 

: critura no la patrocina, 
o. 46. Habla de la Medi- 

-. cina espiritual , n. 47. La 
de tiempo de Salomon era 

^ muy distinta ^n. si* Aun- 

3uè se nîegue la Medicina 
e ahora no es contra la 
Sagrada Escritura ^ ibi. n. 
S^* Sa* y 54* La antigua 

. cîa mejor , ibi; n. 55; y 

. $6. Solo usaba de ungiien- 

tos , ibi num. 57. Perdi6 

mucho con la agudeza , n. 

58* 59* Pide mucho in- 

. genio , n. 61. Vide Trac- 
tatum Latinum per totum. 

Mlédicos. Quieren se obser- 
ven sueiios , Disc. lU. n. 
d6.Quando ignoran la en- 
fermedad dicen es bruje- 
ïfa , Disc. V. n. 50. Mu- 
chos son sabios por error 
ageno ^ Disc. VIIL n. 19* 
y sig. Son tenaces en de- 



NOTABLES. 429 

fenderÂHipp6crate$,y los 
dias crîticos , Disc. X. n. 
a. y 3, No ven sino I0 que 
dice Hippôcrates, DiscX, 
n. 9. Los de la China son 
los mejores del mundo, 
Disc. XV. n. I s. y 16. Cô^ 
rao se portan con elles, n. 
17. El -Médico bueno es 
muy recomendable , Car- 

. ta. Por que fueron dester- 
rados de Roma , ibi. C6- 
mo ha de ser el bueno, 
Carta defensiva. E! mènes 
confîado es el mejor, Res- 
puëita , n. 6. Ocultan su 

. ignorancia , n. 8. Son muy 
satisfechbs de que saben, 
ibi. n. 9. Su facultad es 
nobilisima , n. 10. C6mo 
la defienden, n. 12. No 
saben sobernar los sanos, 
n. 1 3* C6mo son , y c6mo 
deben ser ^ n. 22. y sig. El 
Scepticisme es util en el 
Médico 9 n. 41. Los adic- 

. tes à una Escuela siempre 
estudian poco ^ n. 44. No 
los buscaban para Princi- 
pes , n. 48. Las historias 
que para este se alegan 
son inciertas, ibi. n. 49. 

. Algunos trabajan hoy ce- 
• mo conviene , ibi numé- 
ro 60. Pueden ser utiles 
con lo que se halla en 
los libres , num. 61. Vide 
Trac- 



430 Indice alfasetico 

Traélatura Latînum. 
Memoria. No es igual en 

bondad al entendicniento^ 

Disc. VIII. n. 28. 
Mentira. Nunca es lîcita, 

Disc. IV. n. 33. 
Merlin ( Ambrosio )• Prodî- 

gios que de él se cuentan, 

Disc. V. n. 14. Su gene- 

racioa es fabulosa , ibi. n. 

15. Sus predicciones son 

falsas , n. 17. 
Miguel Nostradamo.Sus pro- 

. fecîas son muy ambiguas, 

Disc. IV. n. 34. 
Miguel Scoto.Fue tenidapor 

Migico , Disc, V* n» 32. 
Modas. Todo el Disc. VI. 

Siempre el mundo fué in- 
. clinado i nuevas modas^ 

ibi.n. I. Lamoda noagra- 
. ;da por tnejor ^ sino por 

nueva^ibi. n, 3.'£I sueno 

de Platon en quanto â las 

modas es verdadera, Disc 
• VI*' n. 3..Âhora là pioda 

manda. en. el< gMsto \^ ibi. 
r n. 4. .Pone- nuevas J^ves 

para sacar nuevps triou- 

tps 9 ibi n,. 5.,Én pocos 

anos se ponen modas de 
. muchos $iglos, n. 6.Chis* 

te côn queun loco mote- 

j6 las modas , ibi, n. 7. 

Al prîncfpio no agradan^ 

n. la. Todas parecen mal, 

ibi. xu 13. Lios polvôs en 



el pelo los invent6 algima 
' vieja , n. 14. Tirar el pelo 
hace cal vas las mugeres, 
ibi. n. 1$. Yà todas las 
[operaciooes son de la mo- 
^da , n. 17. Fué moda en 
las mugeres estudiar Ma« 
.temàticas , ibi num. i8. 
Cuenco chistoso , n. ao. 
Fué hermosurâ ser cejî- 
jùntas/ibé n. ai. Hàsta 
la devocion es de la mo- 
, da , Disc. VI.' li. a2. En la 
. vîrtud no debè .entrar la 
moda , n. 23. Là moda se 
- ha de regular ,par la utf- 
i lidad , ibi. n. 26. : 
Modas en quanto i \o mo- 
ral , ; Disc. yi. Déclama* 
cion , dçsde el n. i. hasta 
. él'an. ■•''•' V' '.^ * 
Monarquiàs. Las fmîd<S là 
viDleticià -, liisc VIL n. 
C8. A quî^nse àtribuye la 
delbs Asyrios , ibi n. 19* 
. La de (os Persas era la de 
- los Médos-, nV oq. Eâ ella 
' comiénzàla hisloria; ibi, 
. n. 21. Sus varios progre- 
. ^% , ibi. n^ àll La de Si« 
^là la' 'c6menz6 Sèleuco 
^Ilcaoor , n.. '33* \La de 
Grëcia , y sus engànos, 
ibi. n. 24.^ La de los Ro* 
. manos ,, y sus perfidias, 

Disc. VI. n. 25. y %yg^ 
Mental dû FnemQbî. Su 

la- 



DE LAS COSAS 

. lago no causa nublados al 

golpe de uaa piedra^Disc. 

ll.n.65. 
Mpnrano ( Hèrege ). Proféta 

faiso , Disc. IV. n. 26. 
MorerL Su Diccionario ex- 

plica con impropiedâd las 
. profecfas dç Malachiais^ 

• Disc. IV. n. 41. 
JMosalamo (Judio). Menos- 

preci6 los aguerps ^ Disc. 

V. n. 40.^ 
Muger. Pafeéç mal con las 
y ,nuevas mocias , Disc. VI. 
\ , h.. 1 2. Se hacen cânâs ,^y 

• ^câlvas , y parecen viejas, 
. n; 14. y is« Se martiri* 

zan 9 y à nadie obsequian^ 

- ; il;)], n. x6; Estravagancia 

de uqa , n. 19. F^ué per- 

:. feccion suya ser c^ijun- 

. .ta&vn. 21. Prédicat i la 

-. malaves perder Uempo, 

Disc VI^DeclamacioA, n. 

' I. Danos espirituales que 

causan con vestirse à la' 

moda ^ ibh hasta el n. 22. 

>: Las iiermosas deben ser 

• .itias mpdestias ,. "• ?• Pe-^ 

ben procurât ser respeta- 
das <, n. 8. y 9, Dan al de-^ 
mojaiô el tiempo que gas- 
tân en componetse 9 "• 
. 12. Perjuîcios que çeusa 
el.descubrir los péchas, 
n. 14. y sig. La muer te 
padece dos muertes , n. 



NOTABLES. 43 1 

20. La'que sirve i Dios no 
padece , n. 21. Dios mira 
el corazon , y no la cara, 
ibi. n. 22, Para las Cien- 
ciàs no son desigùales i 

. los hombres. Respuesta. 

Mundo. Para quândo profe- 

. tizaron ;su fin , Disc. IV. 
n. 32. Sino Israël , todo 
era Idolatrîa , Disc. VII. 
n; 8. Con la venida de 

. Cfaristo se mejoro , Disc. 

' VU. n. ^8. Dur6 pbco su 
mejorîa,ibî. n. 39. Quân 
pbcos habia buenos en el 
quarto sigio , n. 40. y 41. 
Y en el sexto ,. ibi. n. 42. 
' Como puso Descartés su 
fàbrica , ho compatible 
con su duracion , Carta. 

. todoelS^VIi. 

N ' 

/KJ^ckmes. Todas son ca- 
•^ ^ paces de saber. Todo el 

Disc. XV. No se puede de- 

terminar quâl es mas, ibi. 

n.>3i. ta agudeza nopro* 
' viene<ielclinia, n. 32. El 

climahûmëdo no es opues- 

to à la agudeza, ibi. h. 33. 

La Inglesa es mas aguda. 

n- 34- 35» 36- y 37- Pro- 

piedades dealgUnas Na- 

cîones , ibi.' 
Natal Alexandro llama à 

Tntttùiof^aronpiadosisi' 



432 Indice alfabetico 

mo Y Disc , V. n. 42. tolas un Eclesiâstico , îbu 



Navarro ( Fn Manuel ).De- 
fiende à Tritemîo , Disc. 
V. n. 39. 

Naudéo (Gabriel ). Defiende 
. à Silvestre IL Disc. IL 

n-33 



. n. 3S. Son falsas , ibL Vi- 
de Miguel. 
Numa ( Pompilio )• Pas6 por 
Santo , siendo un solemne 
embustero , Di$c« VIL eu 
â8. 
Nectenavo. Dicen fué padre Numancia. Su guerra fiié la 



de Alexandro , Disc. V. 

n. 15. 

Nemrad. EmprendiiS la fâ- 

, brîca de la Torre de Ba- 

: bel , Disc. VIL n. s. Fué 

tirano , y causô la idola* 

tria , n. 5. £stableci6 su 

Monarquia sin algun de- 

recho , n. 19. 

Néron. Se aplicé à la Ma- 



rnas iniqua que hideroQ 
los Romanos , Disc VIL 
. nuou 32« 

o 

OCcelo^ Inventé la esfera 
delfuego,Disc.XILn.i. 
Ojancos. No los hay ,Dtsc» 
r II. n. 6. 



gia y y la dex6 por fabu- Olanda. Abuodade Inspira* 



losa , Disc. V. n. §# 
Nicolas Dra Visio. Que con- 

tenian sus falsas profectas, 

Disc. IV. n. 26. 
-Ninias. Mato à su madré, 

Disc. VIL n. 19. 
Nino. Hay duda si fué hijo 

de Nemrod , Disc. VIL 
. n. s* Fué Idolâtra^ ibu n.6. 
., Rompié los limites de la 

Justicia , n. 9. 
,Noé y y sus hîjos. Asistieron 

à la fâbrica de la Torre de 
** Babel , Disc. VIL n. 4. 
Nostradamo (Miguel). Sus 

predxciones scn creidas 

de algunos Franceses, 



dos , Disc. IV. n. 27. 
•Olandeses^ Son de mucha 

habilidad , Disc. XV. n. 7. 
fOlao Magno. Es Autor fabib 

* loso, Disc V. n.9* 
OUverio de Màlmesbury. Al- 

canz6 ^1 arte de v<dar« 
Disc. XV. n. I s» 
Olimpias. Fingiô que Aie- 
xatidro era hijo de Jûpî- 

♦ ter, DiscV. n. 35. 
Oniromancia. Que Autores 

la deiîenden , Disc* IIL vu 
24. La Sagrada Escritura 
la condena , ibi , n. 25. 
Onomomancia. Que es, Disc 
IIL n. 34* 
Disc IV. n. 34. Comen- Oposicion. La de Turcos , y 

Per^ 



DflXM CÔSAi MOTABtSES. 



433 



* Pensas esta mayôr , Disé^ 

• IX. n. lo. Qjia mal se 
tratan , ibu n. ii, Ana- 

' tema que les Turcos 
' echaron à las Persas , a. 

Ordcuhs. C6mo dabao las 

• respuestas ^ Disc IV. n. j. 

• y 8. £1 de Delfos , n. p. 
< Para que dixeseci verdad 

ho eta précise la diâase 
'* el demonio , n. 13. 
Orb; Ocupa lugar ^ Disc IL 

m 67. No lo producé d 
" Sol , Disc XIV^ nunù si. 

• t^i*adûcele «1 fiiego ^ ibi. 
n. sa. SS- y sig. 

Oviedo. La torre de su Igle- 
sia tnayôr qùàiido se que* 
«mô ^ Disc IV. û. 3a; 



'OAIma. Cède al peso 

•*^' Disc IL 11.64. En qriàa- 

tas partes diVide' la: Ohl- 

romaocia la paJfna de la 

mano^ DJfié. IIL n. 13. 

Papebroquïo. Que juîcio for- 

•' m6 de las Profeêfes de 

" Malachfas^ Disc. lVin4u 

PatMèlsiK Se ténia po# Mà« 

.' gico, Dîsbi V. 11. 4^. : \ 

^Paradoxas fkÛQsa. Todo el 

Disc XI V. Paradoxas, que 

• sigmfica y ibi n* 1^. Et fûer 

go elemental ne es calieo- 

^ Tom.ILdelTeatro. 



te en sumo grado , ibi n. 
a. y sig. Antes es frio que 
caliente el ayre , n. 6. y 

' sig. La agua antes pide 
ser s61ida ^ que fluida y n. 
9. y sig. O todas las quà- 
lidades sonocultas, 6 nin- 
guna ^ n. la. y sig. La 

< virtûd unida no es mas 

" ifuertén, A. is* El sol por 
s{ calienta con destgual* 

~ ' dad , n. ao. La extensioti 
écia arriba es violenta à 
la Uama v n. 27. Es dudo* 
so &i los graves muy apar- 
tados de la- tierra volve- 
riân à caer en ella , n. 30. 

^ En la composicion de to^ 

• dos los vegecables entra 
alguna porcion metiHca, 

' -t)' 39» SIn razon se atrî- 

V Imyeal Soi la produccion 

' ddl oro ^ n. so. Posible es 

• naturalmente restituir la 
vista â un ciego , n.^9. 

^Paulhiaé C6mo fué erigaSa-- 

'da^DisC'V.n. 19. 
'Pauh HL ( Pontifice ). Mo- 
- *te que ie poneti las Profe- 

• cfas de Malach(as , Disc 
IV. n. 40. 48. y 49* '£1 de 

IV) PautelVvîbî* El dePauIo 
! ViDistnV.n.4r. 
^PmIo Venetb. No es digno 

de fé 9 Disc. IL n. 16. 
Pedro Alexowit Introdùxiè 
^ la Cienclàs de Moscovia^ 
Ee Dis- 



434 . lHBlCB:AL9ABST<fla ; 

: ;Dîsc* XVv n. 8* t P/Wr^ de la serpiente; Es 

^edro del Ramo* Propuso cuerno de ciervo , Disc 

defender lo contrario de ILn, g2. ' 

quanto afirin6Afi$t6teles, Pio IV. (Papa). Mbte^ue le 

. Disc* I. 0.7, .. poQeO'/la^ pr<;»ifeciKs de 

Persas. Son muy apUcados Malachîas , Disc. IV. n. 

i las Ciencias , y Poliçf a^ > 40. El de San Pîq V* ibî. ^ 

. Disc. XV. a. 1 1. . Pygmeos^ y otros monstruos. 



Pbelipe 11. Su oposicion i 

los Franceses H jD^4 IX. 

n. 8. 

Pbilosofia. Puede set <ton- 

.. tra la Fé ^ Disc. I. n. 20. 

Quin nMlo9 fueron susf in-* 



No los hay ^ Disc IL 8.6. 

P^rfVistaSiO Pyrogoaos^o 

' les hay ^ Disc. II. n. 38. 

PJiUa. No k produce el So), 

Disc. XIV. n. SI. Elfiic 

go si, ibi. n. $3. y sig. 



ventores » a 334 y a^La Phtm^ Afirmô que lo pasa- 



corpusculai!/ se opone â 

.. gracia ^ y libertad ^ ni 48. 

La Aristotélicae^ neéesa- 

ria para la Teologf a^ n#5o. 

si-ysa*.., 

Pbilàsofos. Quéa-iQaVse tra- 
^ tan ^ Disc*. K a. . i. y. si^g. y 
. , n^ II. UaceUiSu causa &ia- 
. teria de Religion , n. 20. 
^i. y 22p Comq lo'pwe- 
bap , n. ^8. y sig. No bdO 
deperdçr de.vî«&,la}Fé, 
- »• S3» No ban dejser pftft- 
ciales , ibi. n. 54. Ni te- 
naces en su opinion % ibi. 
n.S5< . . .vi 

PkocfOji Estrafto arijid 'Wn 



.dQ volveria à wr , D(sc 

VI. n. 3. 
PHniOk Fué verâz ^ Disc. 11. 

n. 3. y 5. Se rie de las he- 

cIucerQs , Disc V% 0^.3. 
Profetas. En la Gentiiidad 

hubo mucbps ^ Disc IV. 

n. 19. Sus predicciones 

( 9pn frisas.! ibivnun^ «• 

, JLo lI^5mo las de Ipp Ht^ 



i.{ '. 



*j; . 



^ 



■.( 



•ryJtikers {6 f embladores). 



HAy.nufChos.eQ logla- 
i Fieirar « JQliiK. IV* i»*,»?,". 
que vçlvià $ largrcfci^del Qfial.k^s, 0. (tD(la$ .son 
. £inpera{k)r.BasUiOiI>ji5(. ' « oculta^f éaJwigiMa , Ôi^D. 

ly. n, si; .;• XIV* n. la.y sfg, 

Siirine» €<^niO;$e iibr6 de la Jgtrwrf/j^ i(!,Ii)«n, FrjÉ^uoo ). 
, i ^iHïcte « DisCf.yu ^^9' -i: .3ia .conoçtmiQiui» dixo 
. ij . . . .- ■ . .:■' . itnal 



Dt LA^S C0SA5 NOTABLES. 

' ' Mà\ de Tfttêmioi Dî4ci.V. 
n.42. ^ •••> ^ ■'"•• 



^Ahanô (Màuvô)/ Su do^ 
•*V gîovDîsc.XV;ti.64' 
Rerno^^ i 6 Echcnew* Ndïla 

hajr , Disc. 11. nL 31. No 
-^' detû?ity la Capilana de M. 
f ï Ant<toîb j ibi.4i;;3!». Ni4as 

Naves d4 PePîaiidrovy^de 
Y CSflfguîa ,' n;-3^ - ' '^ • ^ 
jRjenûncià. La de Vélipe V. 



43S ; 

ionmuy malos, DisaVlL 

' ibi. Sus Cônsules vendian 

la justicia , ibi. n, ^^ y 

• fîg. 

Rdmuto , y JR^im. De quîén 

-ifiiéron tîîjos-i Disc. V. n. 

15. Ràmulo martô à*Re- 
^ VM ^ jf atiibos murieron 
^ tnuerte violenta ^ Disc 

VH, n. a8. 
itAM^de Jeric6.Qué«s, Disc. 

II. n. 93. 
Rùc.kvtf^tXwz , Disc. 11. 
.' iK 1-6* • . 
«; Ai su vueka al Aeyjio «lo Rùeda^ ( que Uatnan de Be-- 

- 4é baHftH'en.la8|lfdffedas ~:^da ) G6ino se entendia, 
-■ dfe^miâdhfas V Dti<5. ÎV. - - 

Reîpksta àt Do^orMaiti- 

nez,3i9v y sîg. 
/i*^tf (Sîlvia). Fui deèhofii 

- inestâ ^^Disc; V. n. i^'; ^ 
tbt>ardù ArtéÉlâni Cuéhta 

mùfchai fttbulâs , Discal. 

n. 7. Que juicîo formé de 

' ' îàsprofeciàsdeMalàchfas^ 

- 'DiscriV/'n: 4ï.! ' --''-^i 
Richelieu. F«é nôtadofde ven- 
'' gàlJvov©isc.^.Wn..53. ^- 
Rogerh Bacon» Pué r-eputa- 

do por Migîco , Disc. V. 
'^'Iï. 34i y .t)l$0;'DÇV.'m' 3^5. - 
i{k?^«M«^ir.t?U€fi^n'doni|nddos 
* v'tieemuefkis.Vtoiosv^Disc. 

VIL n. 26. Su plincSç>îo 
'iMfiwJ Hewo^fleenotftiesddî^ 
r i'OoS'f ik a&. Sus Héyes ftie- 



Disd. lIL'h. 32. No es de 
-vBeda; n. 33. Es ridicula^ 
. yfalsa,n. 34. 



Ç^Â^ifc/r^ dpareàte. Todo 
W ;^I,Di8c. VIIL La de el 

mundo es guerra ^ Disc. 

L n. 48. 
Afi^id del mUndo* Sudeiini<^ 
.t;cft)n', Dîsc/L n. qo. A los 
-ctficigidos k>S tîene el vulgd 

por verdaderos,Disc.Vni. 
'' n. 3. 4.' y g. Por que na 
•:^ tiéoen estîimcion los ver- 

daderos , ibi. n* 6* y 7. 
SwùWdûtés de los Idolos. C6^ 
' mbfingiàn las respuestas, 

Disc. IV. n. 7. y sig. Los 

^ delsis-cdmoenganaron 4 

£e 2 Pau* 



43^ Indice, ax^fabeitico. . 

PaiiJîha vDîsc. V* n. 16. .y de.i^s vieîfltt ; IJîsfc'^. 



Sagiiens. Cant6 Ja viaôHa 
contra ÂristiStelesantes de 
conseguir el triunfo, Disc. 
I. 0. 17. Es Autpt del LK 

. hro: Jiccidentia prpfliga^ 
ta , n. 19. y 35. 

SaJamandra. Mueve eniel 

. fuego , Disc* II. n. 3.5. No 



n. 44- y 45- . ' 

Séneca {ye\aL%\zno). Siendo 
rudo, pas6 pordoéto^Dis- 
curso VIII. n. 2. 

que cjlox experim^tan, 
< ; Qo: sietuio «contra la Fé^ 
Dîsc.Xn.ji.6. 



lo apaga , ibi» 0» 35. Su JVrp/^/i^^wHaylaseaMace- 



. cadaver se i)2ic^ cenîzaii 

n. 37. .' .i \'^ 

SaJeme{^eynz 4e Judéa).Sa 

gobierno, Disc. VU. n.13. 
Sa/omoru. A los beneficioâ 
. correspondi6 con torpe- 

zas ^ Disc. VIL' 0. ji.v 
J^amueL Su gobiçryio jftié^fe^ 

Ifz , sus hyos malos ^ Dt6c. 

VII. n. II. 
Sangre menstnia. No cau« 

sa los malos éfeâos que di- 
^ cân 4 Disc II. 1). 4a. * > 
Saûl (Rey de Israël).: C6-i 
. menzébien^yacaminal, 

Disc. VII. n. II. . . . 
Saxon ( Gramàtiico X E^ Aii^ 
; tor fabulpso^ DiscV^ li.. 9. 
Scepticismo^ Que es ^ Res- 
. puesta , n. a8. 
Scytia. Sus naturales np ef an 



. donia «que. i ix> muerdçn^ 
j Bî^a tV. m 14^ 
Sièylas. QiiâQtasfiieraQ ; v 
. . de qtié N^ion , Disc I V» 

n. 3. . ComQ se buscaipo 
. su$.Qbras^ ibi^ n. 4. Que 
• • Teard^d t^ogao ws ptç^ 

cfas , n. s. Que juiciq hî- 
> i €)Ot)ii( de ella9 los Santos 

Padres. , f bi« n. 6< 
Sighi^ En los primeros di«- 

cçpireyqé la vtftud , Dîs- 
î «ttr^oVIl4n«i.Estp$oose 
. encuentrao ed las Histo- 

rias , n. â. 
J'iVwjfrf H.(Pontffice). Pué 

tenido pof M4gi€Q , Dis- 
.çur^y*jQ.33. 
«T/nt^i. rjyiago. Noii^izolos 
^ prodij^o^quecuentaDel* 

rio ^ Disc. V. n. a(k 



incapaces de saber , Disc SixtQ. V. ( Papa). Mote que 



XV;. n. 8* 
SemiramiL Pué usurpadoiia^ 

y tuvo mUchos vicios, 

Disc. VII. n. 19. 
Séneca. Susentirdd muodo. 



le pooen }9l$ pK>feda$ de 
. > Malacbiiis vDisctieso IV. 

Sol.CwsM quetiay para que 
> j aliimbK 0ias ,. 6. oieoos, 

Dis- 



-! DHc. XWi. .àilâto. iEài si TBQmas'Mdro.Fiièamy dùc-^ 

. nûsmcK Ja tîene:^ ibi^ ^n. rito/» y anuy ^Catélico , Dis- 

^t..Tièae imanchaà ^ JbL eurso XV, n. 36* 

De qùé'procèden. ^JbL Tiàmpp. Todo lo destruye, 

. ju^a3^CaUçntamasenJn- -iDisc. Vhiu i. 

i > ! Tîerpa 'V ^qœ éti Vetrand^ Tierxui Tiene Vircud magné- 

•' a. .fl4..Das&lï l-a^Qa:^>i^L tica , Disc XIV. n. 46. y 

. j 9. .as. y/fl&iNoVpnidtice sig. Su di^^rsa temperie 

r el'oro ^^n. giv ♦ ^^> causa diversidad en losvi- 

i5W»p^.Vatidnar'{M>r^Uds es - : vicnies i Disc; XV. n. fw 

f. delirio yDâa IH. ii.c^ -ayi 2y î.i i :•. ' .1 . ^ 

Séènfif^à^ .f)a£fo.^v^ ^^. -^^ ^<£f^f> {^^ "tî^nè . .antipotfa 

, f.iiar.si^IiiQadàs v'Disc.JII. (ujccnt toda nlûsicà \ 'Diso 

Biiin.a7. .ii:n.43. 

, > /: J ! •! '- .; \ Tyan^.V\à^hço\orim. 

4 ; T*^-- ' '\ r(?r/«fl(oi(6 Trihrièlga)wvN6 

ob N07 i'i on (à >;ijT ,:i t ;^ \ .oeUtorpéèc^eliuazo:^ Dâsc. 

rp^i»iô^9.^Vk)e:AdailUKl -nJIbiurgcK^iini 'j ' i.i .^ i 

* Targuinc^^VrlséoyUvt^ 7!flnce<teHabekQuiénlaedi- 

; ^rié^'à manos de sus hijos^ fic6 , Disç.VJI..D.. 4. ^ : 

. ^DiseîYU. D^^«. 1/: . ^ Jri*lfmio>( Jyan). Hombré^ 

Zft^'^MttiiÇelJSÉbirbio^.Fué .<: doâô^leojufegarx>niI)%i- 

muy cruel , Disc^^^IL -^jdoitiDisc^^VyjDéigSJ Sdli- 

Ti^fTipexf^rie^x. Pori]ué lôslla- .i es contrala Féjbi.n.39. 

roabao!asi;^01siiiV.a«5tf« i £iagudisiinOyD.1^4Jfué 

XWr^^oi; SLflba jpar^ia^^nà .^ significa v ii# 41 «iPorrqoé se 

^1>ruefaaûV:Di8f* K^bn^Sl e<^-tejâsfiieiidei^imHi^.^i!or^^ué 

7j9ai9f t^^MaîHp€dQ.£s;£i{3kiIa le condenô la Inqui$idon, 

*r Joiide sns aciioresjv D^sc. non. §3^ •Nb'jësMe Tritemik 

r V;)» 127. * . /.; .... r -nclrlibro;/i»a^flej ilfi^^i- 

7Mx^jrCampfttielaiOpuiBSto r<ix.f ibi 0114^/ . . > , ^>) 

i A^tdtdfs .9 Piscéili n. 'fiÊiiuaimratv^?Ssix iûfameiii^il 

- ;;9^il>09p^fi<^ oon/que^ ~Ltlfiiito;;)D|isc..V;«.34li 

. ; trata: Dwviai ^ ibl. h; 9. No ZVr//iiw. Atropëltô con su oar- 

-;rr(iigiûô' & |08 Maniqùeos, .^ xozaei cadayerdesupa- 

A^jOi / .j<Xa . .ii.,^i:d /j:dre;, Diac«:J/iiun.^d8J 



438 • IlUMlCn AUPABSTICX) .1 

Tulo H«dUd..ilàmbre fô-ï -DiicrJClV. ii-Tlfs- Prfté- 

.voz, , îdestnly6^â( Ahra, .. basècpa);ncioavibifi.ti6. 

Disc. VII. n. ôS* • .j .* Conia experiencîal^.Dis- 

Tm^cos. Son politicDs , y tLw: .: eues. XIV. n.17. ^ mejor 

nen singularesi habilida- -1 ^ueef.vicio^Caita^S^iL 

/ des V Disc^ XV. ni 10^ A ff^tkorài No muere qiBBido 

.; . f ..' ./^'' . . '' , -i â parc: ^c Disc;' IL. UEL.:58« 

Y .yy t);Msi2]sm'lDMxlerv:n..si. 

» Unicornio. Que 1 animal es, 

T/^^ciù. Razdûes qoepiue- ?-: Disor It tu 12. y j 3;^ De 

^ ban que no le hay:. Dis- %urfl J^ jotHa^kL' éo, le 

i ' cifiiso.Xhfmiiz.^.^y 4*:î;^r^ --^fiayH ibû iijiiC|« y sig. Nà 

l^egâtaAksi Xs^àcis )caiis6an .1 Ue. iriàÛç ^âonoardoocella» 

de parte mecàlica. tPara* ibi. n. 15. . .. , 

doxa XJii;.39.ry 'sifi; \ l^olcanes. Quién ïos causa, 

yénei^^^ji^Siï^Xa es v $1 pa^aoX Disc. XIII. f 1 4. 

. jâéi abaiemb' v^Difv; ib n. l^oz dei Pueblo no es voz de 

17. El que matâPqMrdlèn- DiMii'OaBfaiySJ^I;-i.' ^ TTn 

; Oo ; sa «ctatavisTïsB^comé^ £ff^aii& VI i: (Papa). Ifofe 

Disyc.ll.ti.v49^ .U ^ . : ,< qiié le^ponen laspcofedas 

^iVir0iDésdesiit{lr^otpiaIîii de Malfichk&V Disc. IV. 

- :g|^nte ^<Di4c;^lVèI:<flb a. h^%/^.méi^iIhza^mîSi 

-;.£il iiîgndgVedadèQa^des- •IIifci.4i4G; ^ I.u:-) ... 

:*p6dcf>;,ibi;til3lGa9lti|[6- Uso de la Magia. Tbdo d 

. ieDtâs.coneldilavio^K)i. îîDHcVa. C 

vii 0^44^0 bravé mx^ivilaa H^'â»; -Vide Airooldar 

':^ . ft|(atoiÈi. 4isft)rmè ^4 ?i^> 7« £f»4f^4 i jvof a IkéehkQrôr.l 

jj^a^éa^MU^librNàiàQBries, Ibs.(deKespédalihai^Kd|id. 

/:^nw43.f '"• •'-• -^!-''' '> '-^i f-* Diàc-V^iw<3fJvY/à»ia»>» 

^4?^/£{;7r/a. Adqtdrldopinion .y^ykk de: jmala. eaia ^ n. ^o. 

.\^-sabio^sieÂdoignotan- Tlene por Médico doâo 

le , Disc. 4(iUa idii^r^^ ^ oi^dupiè iiëeeteianiËhOvilèë^ 

ii^ïrftaiiDèbéïser^GOQScantâ^ .n p|]esttfio.?4!L3y*4i3« ^ 

T>^NljvuaipP,mié\^à- Woft^issm (;B^d«CIngfIa- 

. mitir varîacion en. quanfi t terra).jQUisôiiajééniin cas* 

al modo. ,. ihb nuixu. 04. , . tiUpiinèJkpagnable , yqué 

Uttida. xxi «es jnas /uàpte* sucedi6 , Disc. VLxl .n. 



bs LAS C08AS NOTABLES. 



VEnofanes. Dîxo que ta 
■^ Luna se habitaba , Dis* 

cursoXIL n, i. 
Xerxes ( hîjo de Darîo), Fué 

(Jerrotado, y muerto, Dis- 

curso VIL n. 22. 
XerxesW. Fué asesinado por 

su hermano , Disc. VIL 

n. 22. 



ZAhorîes. No loshay, Dis- 
cursoIL n. $3* 



439 

Zehàllos ( Fr. Manuel \ Ca- 
so que le sucedio con 
un Médico ^ Disc. X. 
n. 9. 

Zoroastro. Inventor* de la 
Magia ^ hay duda de su 
vida , Diseurs. V. numé- 
ro 4. 

Zoroastro hermano de Ni- 
no. Fué Id61atra , Disc. 
VII. n. 6. 

Zorra. La de Esopo. Porque 
ella no ténia cola ^ queria 
que ninguna la tuviese. 
Disc. VI. n. 14. 



FIN. 



.?" ■.[ • r ^;< ? '.î o "f A ^..T 



' . i .. • - ' / 



. .. 1 



■'1 



/'