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Full text of "Tratado de la formación de palabras en la lengua castellana, la derivacion y la composicion, estudio de los sufijos y prefijos empleados en una y otra"

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TRATADO 


DE     LA    FORMACIÓN    DE    PALABRAS 


EN  LA 


LENGUA    CASTELLANA 

LA   DERIVACIÓN   Y  LA    COMPOSICIÓN 

ESTUDIO  DE  LOS  SUFIJOS  Y  PREFIJOS  EMPLEADOS 
EN  UNA  Y  OTRA 

POR 

JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

ACADÉMICO  DE  LA  ESPAÑOLA 


MADRID 

LIBRERÍA  GENERAL  DE  VICTORIANO  SUÁhEZ 

Preciados,  núm.  48. 
1930 


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Presented  to  the 

LIBRARY  ofthe 

UNIVERSITY  OF  TORONTO 

by 

PROFESSOR 
ALAN  M.    GORDON 


TRATADO 


DE     LA    FORMACIÓN    DE     PALABRAS 


EN  LA 


LENGUA    CASTELLANA 

LA    DERIVACIÓN   Y  LA    COMPOSICIÓN 

ESTUDIO  DE  LOS  SUFIJOS  Y  PREFIJOS  EMPLEADOS 
EN  UNA  Y  OTRA 

POR 

JOSÉ  ALEMANY    BOLUFER 

ACADÉMICO    DE    LA    ESPAÑOLA 


MADRID. 
LIBPEftÍA  GENERAL  DE  VICTORIANO  SUÁRE2 

Preciados,  núit.  48 
1930. 


^    JUNIO  1997    o/ 


DE  LA  DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN 

DE  LAS 

PALABRAS  EN  LA  LENGUA  CASTELLANA 


Eln  la  formación  de  palabras  sig^ie  la  lengua  castellana 
los  dos  procedimientos  que,  con  la  mayor  parte  de  su  caudal 
lingüístico,  heredó  de  su  madre,  el  latin ;  y  mejor  aún  diría- 
mos que  el  castellano  actual  es  el  latín  del  siglo  xx  hablado 
en  España,  como  el  portugués  es  el  hablado  en  Portugal  y 
el  italiano  en  Italia,  etc. ;  o  sea :  que  la  evolución  natural  que 
en  su  desarrollo  ha  tenido  el  latín,  ha  originado  lenta  y  gra- 
dualmente las  llamadas  hoy  lenguas  neolatinas. 

En  toda  palabra  derivada  hemos  de  distinguir,  en  las 
lenguas  que  como  la  nuestra  no  son  de  flexión,  dos  ele- 
mentos :  uno  que  expresa  una  idea  general  y  abstracta,  y  otro 
que  precisa  y  concreta  dicha  idea,  denotando  a  la  vez.  no 
sólo  la  categoría, gramatical  de  la  palabra  nueva,  sino  tambiér 
la  significación  que  ha  de  tener  dentro  de  dicha  categoría. 
Así,  en  las  palabras  bufar  y  bofe,  los  elementos  ar  y  e  preci- 
san la  significación  abstracta  del  elemento  buf,  bof,  forman- 
do el  primero  un  verbo  y  el  segundo  un  nombre  substantivo. 
El  primer  elemento,  llamado  raiz,  permanece  casi  siempre  in- 
alterable en  todos  los  derivados;  es.  como  dirían  los  esco- 
lásticos, la  materia  prima;  el  segundo,  llamado  sufijo,  es  d 
que  da  forma  substancial  al  elemento  raíz,  determinando  la 
índole  y  naturaleza  de  la  palabra  nueva. 


2  JOSÉ    ALEMAXY    BOLUFER 

Lo  que  se  acaba  de  decir  es  apilicable  a  las  palabras  for- 
madas en  las  lenguas  neolatinas;  porque  en  las  lenguas  de 
flexión,  la  unión  de  la  raíz  con  el  sufijo  forma  lo  que  en 
ellas  se  denomina  radical.  Éste,  en  dichas  lenguas,  es  equi- 
valente a  la  forma  que  en  las  analíticas  tiene  la  palabra 
cuando  se  enuncia  sin  artículo  ni  preposición :  así  anwr^  lee- 
tion^  pronunciado  lección,  etc.,  etc.,  significan  lo  mismo  en 
latín  que  en  castellano.  La  única  diferencia  está  en  el  proce- 
dimiento empleado  para  indicar  las  relaciones  en  que  una 
palabra  se  halla  respecto  de  otra  en  la  oración.  Nosotros  emr 
pleamos  partículas  que,  por  ir  delante  de  la  palabra,  se  han 
llamado  preposiciones ;  y  así  decimos  de  amor,  para  lección, 
etcétera;  los  latinos  empleaban  también  partículas,  pero  co- 
locadas detrás  de  la  palabra,  y  decían  amor-is,  lection-i. 
Estas  partículas  se  juntaron,  por  ser  átonas,  con  el  radical 
amor,  lection  y  formaron  amoris,  lectioni;  y  por  ser  ellas 
los  elementos  en  que  terminan  las  palabras,  se  llamaron  de- 
sinencias, voz  derivada  de  desinens,  entis,  part.  de  pr.  de 
desinere,  acabar,  finalizar. 

Vemos,  pues,  que  la  forma  que  tienen  los  nombres  en 
castellano  es  equivalente  en  significación  a  lo  que  en  las 
lenguas  de  flexión  se  llama  radical  (i);  y  como  ésta  en  latín 
se  forma  de  la  raíz  más  un  sufijo,  resulta  que  para  hallar  en 
castellano  la  raíz  de  una  palabra  hemos  de  quitarle  el  sufijo 
formativo;  así,  de  andar,  andancia,  andante,  quitados  los 
sufijos  ar,  ancia,  ante,  queda  la  raíz  and. 

Mas  no  siempre  queda  la  raíz;  esto  sucede  sólo  en  los 
derivados  primarios,  o  sea  los  que,  como  los  anteriores,  se 
forman  directamente  de  ella  con  la  adición  del  sufijo.  Pero 
a  veces  de  un  derivado  primario  se  forma  otro  con  la  adi- 
ción de  otro  sufijo;  asi,  andantesco,  se  forma  de  andante 


(i)  De  modo  que  los  nombres  de  la  lengua  latina,  al  terminar  ésta 
su  evolución  en  las  lenguas  romances,  han  venido  a  recobrar  la  forma 
que  tuvieron  en  el  periodo  anterior  a  la  flexión,  o  sea  antes  de  que  las 
desinencias  se  pegaran  al  radical.  Y  tanto  es  así,  que  los  nombres  cas- 
tellanos rosa,  musa,  lección,  religión,  amor,  etc.,  etc.,  no  son  otra  cosa 
que  lo  que,  en  el  estudio  del  latín,  se  llaman  hoy  radicales  de  los  mismos 
nombres. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  i 

con  el  sufijo  esco,  como  caballería,  caballerato  y  caballerear 
derivan  de  caballero  (con  los  sufijos  ía,  ato,  ear),  que  a  su 
vez  deriva  de  caballo  {caballarius  en  el  lat.  de  la  decaden- 
cia). Estos  derivados  se  llaman  secundarios. 

En  realidad,  sólo  debiéramos  considerar  como  voces  de- 
rivadas en  nuestra  lengua,  las  que  ella  haya  formado;  como 
abaleador,  derivado  de  abalear;  abonudor,  de  abonar,  etc.,  y 
no  las  que  ha  recibido  formadas  ya  del  latín,  como  creador, 
de  creatorem.  Pero  la  Gramática  considera  como  tales  a  todas 
las  que  tengan  en  nuestra  lengua  el  primitivo  del  que  pueden 
■derivarse,  y  tiene  por  derivada  la  voz  creador  sólo  porque  la 
lengua  tiene  el  verbo  crear.  Este  procedimiento,  si  no  cien- 
tífico, es  práctico  y  el  único  que  pueden  adoptar  los  que  ig- 
r(  ren  el  latín. 

A  continuación  exponemos  los  sufijos  castellanos  por 
■orden  alfabético,  colocando  en  primer  término  los  constituí- 
dos  por  las  vocales  a,  e,  o.  Trataremos,  primero,  de  la  deri- 
vación nominal,  y,  después,  de  la  verbal. 

SUFIJOS    QUE    EN    LA    DERIVACIÓN    NOMINAL    EMPLEA 
LA   LENGUA   CASTELLANA 

I.  A  átono.  Sufiio  castellano  que,  añadido  al  radical  de  los 
verbos  de  la  primera  conjugación,  forma  derivados  ver- 
bales, de  género  femenino,  que  expresan  la  acción  del 
verbo ;  así,  capea,  cata,  caca,  monda,  paga  y  poda,  signi- 
fican la  acción  de  capear,  catar,  cazar,  mondar,  pagar  y 
podar.  Algunos  denotan  también  el  efecto  de  la  acción, 
como  alsa  y  excusa,  de  alzar  y  excusar.  Es  raro  en  ver- 
bos de  la  segunda,  pero  hay  algún  ejemplo,  como  con- 
tienda, de  contender. 

2.  E,  átono.  Forma,  como  a,  derivados  verbales  que  denotan 
acción  y  efecto ;  pero  con  la  particularidad  de  que,  así 
como  a  se  añade  casi  sólo  a  radicales  de  verbos  de  la  pri- 
mera conjugación,  éste  se  une  también  a  algunas,  muy 
pocas,  de  verbos  de  la  tercera.  Así  : 

íi)  De  LA  primera:  acuse,  afeite,  aguante,  ahonde, 
amaine,  arrastre,  cierre,  derroche,  escote,  embalse,  em- 
barque, quite,  recorte,  resalte,  etc.,  de  acusar,  afeitar, 
aguantar,  ahondar,  anwinnr,   ;irriv;frnr    /-^rrar.  etc..  etc. 


4  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

b)  De  la  tercera  :  debate,  de  debatir ;  rebate,  de  re- 
batir, y  no  sé  si  algún  otro.  En  lenguaje  familiar  se  usa 
también  escupe,  de  escupir. 
3.     o.  También  denota  acción  y  efecto,  y  se  une  a  verbos  de  la 
primera  conjugación  y  a  algunos  de  la  segunda  y  ter 
cera.  Así : 

a)  De  la  primera:  abono,  acecho,  amago,  atajo,  des- 
tajo y  su  aféresis  estajo,  de  abonar,  acechar,  amagar,^ 
atajar  y  destajar. 

Es  más  común  en  los  verbos  en  -ear,  como  se  ve  en 
abaleo,  abaniqueo,  acarreo,  alabeo,  apeo,  bailoteo,  capeo, 
caracoleo,  chapaleteo,  chisporroteo,  laboreo,  lavoteo,  ma- 
noseo, manoteo,  panadeo,  pisoteo,  taconeo,  tanteo,  tiro- 
teo, traqueteo,  etc.,  de  abalear,  abaniquear,  acarrear,  ala- 
bear, apear,  etc.,  etc.  Y  sin  verbo  del  cual  derive,  expe- 
dienteo; esquileo  y  martilleo,  de  esquilar  y  martillar. 

b)  De  l.\s  .segunda  y  tercera:  socorro  y  sorbo,  de 
socorrer  y  sorber ;  recibo,  de  recibir ;  reparto,  de  repartir^ 
y  quizá  algún  otro. 

De  un  mismo  verbo  tenemos  derivados  en  {?  y  en  o,  pero 
con  acepción  algo  diferente ;  así,  embarco  =  acción  de 
embarcar  o  embarcarse  personas,  y  embarque  =  acción 
de  embarcar  géneros,  provisiones,  etc.,  es  decir,  cosas. 
Resalto,  acción  y  efecto  de  resaltar ;  resalte  =  parte  que 
resalta  de  la  superficie  de  una  cosa,  etc. 

Estos  verbales  tienen  sinónimos  con  los  sufijos  -ción, 
zÓN,  MENTÓ  o  MIENTO,  DURA  y  otros,  así :  Aprccio  ==  apre- 
ciación; resquemo  =  resquemazón;  ajuste  ==  ajusta- 
miento; acabo  =  acabamiento;  reparto  =:  repartimien- 
to ;  regaño  =  regañadura ;  estallo  =  estallido ;  engaño 
ha  substituido  al  anticuado  engañanza.  De  algunos  tene- 
mos dos  sinónimos,  como  recibo  =  recepción  =  recibi- 
miento, etc. 

Con  la  acepción  de  agente  tenemos  adivino,  de  adivi- 
nar ;  con  la  de  instrumento,  sonda  y  tienta,  de  sondar  y 
tentar,  etc. ;  con  la  de  tiempo,  siembro,  de  sembrar,  etc. 

También  tenemos  algunos  adjetivos  con  el  sufijo  o, 
como  amargo,  canso,  colmo,  descalzo,  desnudo  y  pago,  de 
amargar,  cansar,  colmar,  etc. 
ABLE.  Véase  ble. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  O 

A.  ÁCEO,  ÁCEA,  proparoxítono.  Es  el  mismo  sufijo  latino  aceo, 
ACEA  (nom.  US,  a;  acusat.  um,  am),  qu-e  en  la  derivación 
vulgar  originó  también  el  castellano  azo,  aza,  y  persiste 
en  nuestra  lengua  en  voces  eruditas,  con  la  miaña  índole 
que  en  latín,  o  sea  formando  adjetivos,  mientras  que 
azo  casi  sólo  se  emplea  para  formar  substantivos. 

La  mayoría  de  los  adjetivos  en  áceo  son  latinos.  Así, 
arenáceo,  coriáceo,  herbáceo,  testáceo,  violáceo,  etc.,  son 
en  latín  arenaceus,  coriaceus,  herbaceus,  testaceus,  vio- 
laceus,  etc.  A  semejanza  de  los  anteriores  hemos  forma- 
do acantáceo,  amentáceo,  amigdaláceo,  etc.,  de  acanto, 
amento,  amígdala ;  y  de  radicales  latinas,  aliáceo,  del 
lat.  alium,  ajo;  amiláceo,  del  lat.  amylum,  almidón;  ce- 
táceo, del  lat.  cetus,  ballena;  cn4stáceo,  del  lat.  crusta, 
costra. 

Denota  semejanza  o  pertenencia,  como  aliáceo,  co- 
riáceo, herbáceo,  o  también  que  el  substantivo  con  quien 
concierta  posee  la  substancia  designada  por  el  primitivo 
de  que  deriva  el  adjetivo,  como  crustáceo,  testáceo.  Los 
naturalistas  emplean  estos  adjetivos  para  calificar  espe- 
cies naturales,  como  acantáceo,  amentáceo,  cetáceo,  etc., 
y  los  substantivan  en  plural,  para  designar  órdenes  o 
familias ;  si  de  vegetales,  en  género  femenino,  como 
acantáceas,  amentáceas;  si  de  animales,  en  el  masculino, 
como  cetáceos,  crustáceos. 

Aveníceo  debiera  ser  avenáceo,  como  exige  el  lat.  ave- 
naceus,  del  cual  procede. 
¡í.  ACIA,  paroxítono.  Con  esta  terminación  tenemos  algunos 
substantivos  femeninos,  casi  todos  latinos,  y  que  per- 
tenecen al  sufijo  lA,  como  acacia,  audacia,  contumacia, 
eficacia,  perspicacia,  pertinacia,  etc.,  que  son  en  latín 
acacia,  audacia,  contumacia   efficacia,  etc.  Véase  ia. 

Sólo  en  el  substantivo  diplomacia,  de  diploíma,  creo 
que  puede  decirse  que  acia  es  sufijo  castellano. 
ación.  Véase  ción. 

6.  acó,  átono.  I-X)s  substantivos  que  tenemos  con  oui  itinMnu.- 
ción,  como  abaco,  amoniaco,  anfíbraco,  ástaco,  fármaco 
y  zodiaco,  son  todos  latinos  (abácus,  anvmoniácus,  am- 
phibráchus,  astácus,  pharmáctmi  y  zodiácus),  lo  mismo 
que  los  adjetivos  afrodisiaco,  cardiaco,  celiaco,  elegiaco. 


JOSÉ    ALEMAXY    BOLUFER 

helíaco  y  siríaco  (aphrodisiácus,  cardiácus,  coeliácus,  ele- 
giácus,  heliácus,  siriácus).  Sólo  maníaco,  de  manía,  y 
simoníaco,  de  simonia  (b.  lat.  simoniacus),  hemos  for- 
mado en  castellano. 

Hipocondríaco,  del  gr.  biroxovop'.otxóc,  con  metátesis  del 
acento. 

A  este  sufijo  pertenecen  también  los  pocos  gentilicios 
que  tenemos  con  esta  terminación,  co,mo  egipcíaco,  del 
lat.  egiptiácus;  pero  la  pronunciación  vulgar  se  ha  im- 
puesto y,  conforme  a  ella,  hace  grave  el  Diccionario  a 
austríaco,  de  Austria,  sin  duda  por  analogía  con  morla- 
co y  polaco,  que  citamos  en  el  artículo  siguiente. 
ACÓ,  fem.  ACÁ,  paroxítono.  Tenemos  con  esta  terminación 
algunos  adjetivos  y  substantivos  de  distintos  orígenes; 
así,  opaco,  del  lat.  opácus,  y  sanjaco,  del  turco  oLjí^á^ 
ganchac;  guayaco,  voz  haitiana,  y  guanaco,  que  tatnbién 
debe  ser  de  las  lenguas  de  América. 

ACÓ,  como  sufijo,  lo  tenemos  en  los  adjetivos  genti- 
licios austríaco,  morlaco  y  polaco,  que,  respectivamente, 
decimos  del  natural  de  Austria,  de  Morlaquia  y  de  Po- 
lonia.; y  con  valor  despectivo,  en  bellaco,  del  lat.  vilis^ 
vil,  y  morlaco  =  morlón  y  de  la  misma  raíz  que  éste. 
Carraco  se  ha  formado  del  substantivo  carraca. 

Significación  despectiva  parece  tener  también  en  los 
substantivos  masculinos  arrumaco,  calamaco  y  hurraca, 
de  origen  desconocido ;  y  la  tiene  en  libraco,  de  libro ; 
musPaco,  de  mosto ;  pitaco  =  pitón,  de  pito  ==  pico,  y 
verraco,  quizá  del  lat.  verres.  En  pajarraco,  por  pajara- 
rraco,  de  pájaro,  se  halla  combinado  con  el  sufijo  arro  ; 
así  como  en  hominicaco  y  su  aféresis  nwnicaco,  del  lat. 
homo,  -ínis,  hombre,  se  combina  con  el  sufijo  diminu- 
tivo 100. 

Arrejaco  =  arrejaque,  del  ár.  Js¡5L.ciyi,  arrexaca.  So- 
baco, del  lat.  subbrachia,  y  tabaco,  voz  caribe.  Am^- 
rraco  debe  ser  vasco. 

Lo   mismo   sucede   con   los   femeninos ;   así,   cloaca  y 

pastinaca  son  lo  mismo  que  en  latín ;  carraca  viene  del 

turco    J>-^lj-^,  carraca;  matraca,  del  ár.  '^'¿j^^,  matraca, 

martillo,    y    espinaca,    del    ár.    persa    ^sU*^),     isfinaj, 

.   mientras   vemos  el   sufijo   en   barraca,   de  barra ;   bur- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  7 

jaca,  del  lat.  bursa,  bolsa;  casaca,  de  casa,  y  pataca 
=  patata.  De  origen  incierto  es  pataca  =  peso  duro,  y 
hurraca,  al  lado  de  urraca. 

no,  fem.  acha,  paroxítono,  y  del  .mismo  origen  que 
Azo,  AZA,  como  se  ve  en  hornacho  y  hornazo,  de  forna- 
ceum;  hornacha  y  hornaza,  de  fornaceam;  coradla  y  co- 
raza, de  cüriaceam.  Asimismo  capacho  y  capazo,  de  un 
vulgar  cappaceus,  de  capcre,  contener. 

Se  añade  a  substantivos  y  ta^nbién,  aunque  más  rara- 
mente, a  adjetivos,  dándoles  significación  despectiva 
con  cierto  matiz  aumentativo,  como  se  ve  en  los  nombres 
hilacho  e  hilacha,  hombracho,  lihracho,  mandracho,  ta- 
blacho, terminacho,  velacho  y  vulgacho,  derivados  de  los 
substantivos  hila,  hoínbre,  libro,  mandra,  tabla,  término, 
vela  y  vulgo,  y  en  los  adjetivos  ricacho,  -cha,  moracho, 
-cha,  de  rico,  -ca;  moro,  -ra. 

Muchacho,  muchacha,  y  los  anticuados  mochacho. 
mochacha,  del  adjetivo  mocho. 

El  género  del  derivado  no  siempre  es  el  mismo  que 
el  del  primitivo;  así,  velacho,  mase,  de  vela,  fem. 

El  primitivo  recobra  la  vocal  latina,  o  sea  pierde  el 
diptongo  de  la  sílaba  tónica,  al  recibir  el  sufijo;  así, 
covacha,  de  cueva,  b.  4at.  cova;  melgacho,  de  mielga. 
A  veces  el  derivado  denota  materia  u  otra  relación  con 
la  idea  del  primitivo,  como  asnacho  y  aznacho,  mata 
leguminosa,  de  asno ;  penacho,  de  pena  =  pluma,  y  ver- 
dacho, arcilla  de  color  verde,  de  verde. 

Algunos  derivan  del  radical  latino,  como  populacho, 
del  lat.  populus,  pueblo,  al  lado  del  vulgar  poblacho, 
aunque  actualmente  con  diferente  significación;  y  los 
hay,  por  fin,  cuyo  primitivo  no  conoceimos,  como  bo- 
rracho y  borracha,  estacha  y  gazpacho;  garnacha,  ves- 
tidura talar  =  cat.  garnatxa;  garnacha,  especie  de  uva 
=  cat.  granatxa,  f r.  grenache,  ital.  vernaccia :  también 
remolacha,  si  no  deriva  del  lat.  amoracia. 

En  algunos  derivados  se  combina  con  el  sufijo  ar; 
así,  cucaracha,  dicharacho,  hilaracha  =  h'únr-h-^  ,  el 
adj.  vivaracho,  de  cuca,  dicho,  hilo  y  vivo. 

En  moharracho  y  su  variante  mamarracho;  en  cor- 
bacho  V   hohnrhn   no   fvisfp   r]    ^iifü,»   n.-Im     ^^nrauc   pro- 


C  JOSÉ    ALEMAXY    BOLUFER 

ceden  del  ár.  -j^,  moharrache  del  turco  ^Uj¿,  cor- 
bach  y  del  ár.  ^*a5í,  hobaich,  respectivamente.  Gabacho, 
del  fr.  gavaohe;  despacho,  empacho,  etc.,  son  postver- 
bales. 

La  terminación  ac/ío  procede  también  de  otras  dis- 
tintas de  aceum;  así,  cenacho,  de  coenacuíum. ;  pistacho, 
de  pistacium;  mostacho,  del  gr.   {lúotar, 

ADERO,   V.   DERO. 

9.  ADO,  fem.  ADA,  paroxítono.  Deriva  este  sufijo  del  latino  ato 
(nom.  -atus,  acusat.  -atum),  y  lo  tenemos  en  voces  pro- 
cedentes del  latín  y  en  otras  de  formación  castellana; 
así,  condado,  consulado,  ducado  y  episcopado,  de  comi- 
tatu,m,  consulatum,  ducatum  y  episcopatum ;  mientras 
qu€  marquesado,  reinado,  etc.,  derivan  de  marqués,  rei- 
no, etc. 

Forma  derivados  nominales,  substantivos  y  adjetivos. 
Los  substantivos  denotan  en  general : 

o)  Empleo  o  dignidad,  como  los  derivados  con  el 
sufijo  azgo;  así,  doctorado,  grado  o  dignidad  de  doctor; 
papado  =  papazgo,  dignidad  de  Papa,  y  también  el 
tiempo  que  dura  dicho  empleo  o  dignidad,  como  novi- 
ciado, de  novicio,  y  el  territorio  sobre  el  que  se  extien- 
de, como  abadiado,  de  abadía. 

&)  El  cuerpo  o  congregación  de  las  personas  consti- 
tuidas en  dignidad,  como  acolitado,  episcopado,  novi- 
ciado, etc. 

c)  Algunos  como  almenado  =  almenaje,  tienen  sig- 
nificación colectiva,  más  propia  de  los  femeninos  en 
ada. 

Los  adjetivos  denotan  posesión  de  la  cosa  designada 
por  el  substantivo  primitivo,  como  barbado  =  que  tiene 
barbas;  o  semejanza  en  el  color,  como  aceitunado  =  de 
color  de  aceituna,  azafranado  =  de  color  de  azafrán,  o  en 
otras  cualidades  físicas.  Estos,  generalmente,  son  a  la 
vez  derivados  y  compuestos  con  el  prefijo  a,  como  abar- 
quillado =  de  figura  de  barquillo,  acaracolado  =  de 
figura  de  caracol,  jaspeado  =  salpicado  de  pintas  como 
el  jaspe,  y  así : 

Acerado,  de  acero;  almendrado,  de  almendra;  achu- 
lado, de  a  y  chulo ;  abrutado,  de  a  y  bruto ;  acebrado  = 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSlCiü-N'  DE  LAS  PALABRAS  9 

cebrado,  de  cebra ;  agarbado,  de  a  y  garbo ;  alomado,  de 
a  y  lomo;  gamuzado,  de  gamuza;  granujado,  de  granu- 
ja; jorobado,  de  joroba;  leonado,  de  león;  salmonado, 
de  salmón,  etc. 

Demasiado,  de  demás,  con  el  sufijo  iado  por  influencia 
de  demasía ;  taimado,  de  primitivo  desconocido. 

Lx)s  femeninos  en  ada  designan : 

a)  Agrupación  o  conjunto  de  muchas  cosas  o  indivi- 
duos de  la  especie  del  primitivo,  como  estacada,  ramada, 
torada,  zucada  y  yeguada,  de  estaca,  rama,  toro,  vaca  y 
yegua. 

b)  Lo  que  cabe  en  el  primitivo  o  se  puede  coger  con 
él,  como  barcada,  calderada,  carretada,  cucharada,  deda- 
da, tonelada  de  barca,  caldera,  carreta,  cuchara,  dedo  y 
tonel.  Así  también  bocanada,  de  boca,  que  supone  un 
primitivo  bocana. 

c)  La  duración  del  tiempo  designado  por  el  primitivo, 
como  añada,  otoñada,  temporada,  de  año,  otoño  y  del 
lat.  tempus,  óris,  tiempo. 

d)  El  golpe  que  se  da  con  el  primitivo,  tomado  como 
instrumento,  como  cornada,  lanzada,  manotada,  palmada, 
patada,  pedrada,  puñada,  puñalada,  etc.,  de  cuerno,  lanza, 
manota,  palma,  pata,  piedra,  puño,  puñal;  o 

e)  El  golpe  que  se  recibe  en  el  primitivo,  como  costa- 
lada, pescozada,  de  costal  y  pescuezo 

/)  Acción  propia  de  cierta  clase  de  personas,  como  al- 
caldada, gerundiada,  hombrada  y  muchachada,  de  alcalde, 
Gerundio,  hombre  y  muchacho. 

g)  Otras  acepciones  en  relación  siempre  con  la  del 
primitivo,  como  almendrada,  rabada,  riñonada,  de  al- 
mendra, rabo  y  riñon. 

h)  Tiene  significación  colectiva  en  carnada  y  lechi'- 
gada,  de  cama  y  lechiga. 

i)  A  veces  parece  aumentativo,  como  riada,  de  río; 
risada,  de  v\s,o=  risotada,  de  risota ;  o  tiene  la  misma 
significación  que  su  primitivo,  como  pajarotada  ^'^di- 
jarota. 

\'emos  este  sufijo  combinado  con  los  despectivos  ocho, 
arro  y  ujo,  en  patochada,  nubarrada  y  papujado,  de 
pata,  nube  y  papo;  con  ar,  en  lenguarada,  llamarada  y 


10  JOSÉ    ALEMÁN Y    BOLUFER 

uñarada,  de  lengua,  llani/a  y  uña ;  y  con  olo  en  riolada^ 
de  río. 

Significando  golpe  tiene  sus  equivalentes  en  -a^o, 
como  rodillada  =  rodillazo,  de  rodilla ;  testarada  y  tes- 
terada =  testarazo,  de  testera ;  tizonada  =  tizonazo,  de 
tizón,  y  tamibién  en  -ón,  como  pescozada  ==  pescozón,  de 
pescuezo ;  topetada  y  topetazo  =  topetón. 

No  deben  confundirse  estos  derivados  con  los  parti- 
cipios pasivos  usados  como  adjetivos  y  luego  como  subs- 
tantivos. Estos  denotan  la  acción  y  efecto  del  verbo  y 
equivalen  a  los  derivados  en  ción,  como  altercado  (de 
altercar)  =  altercación ;  a  los  en  ura,  como  tocado  =  to- 
cadura (de  tocar) ;  a  los  en  axcia,  como  resultado  = 
resultancia  (de  resultar). 

ADOR.  Véase  dor. 

adura.  Véase  dura, 

10.  Aico^  paroxítono.  Con  este  sufijo  que  pasó  al  latín,  del  grie- 

go aVzo;  (véase  EGo),  tenemos  los  adjetivos  judaico  y  pro- 
saico, de  judaicus  y  prosaicus,  a  semejanza  de  los  cuales 
hemos  formado  algebraico  y  mosaico,  de  álgebra  y  del 
n.  pr.  Moisés,  lat.  Moses.  El  subst.  mosaico,  quizá  del 
fr.  mosaique,  del  gr.  ¡xoüacz,  musa. 

11.  aína,  paroxítono.  Tenemos  este  sufijo  en  algunas  voces, 

casi  todas  del  lenguaje  familiar  o  de  germanía,  forman- 
do substantivos  femeninos  derivados  de  otros  substan- 
tivos, como  azotaina,  chanzaina,  dulzaina,  floraina,  de 
azote,  chanza,  dulce  y  flor.  También  en  colaina,  chan- 
faina, durindaina  y  garambaina,  de  primitivo  no  averi- 
guado. 

Tiritaina  es  onomatopéyico.  Vaina,  del  lat.  vaginam, 
del  que  ta,mbién  procede  vagina;  plantaina,  de  planta- 
gínem,  que  también  ha  originado  llantén.  Dulzaina,  ins- 
trumento músico,  en  b.  lat.  dulciana,  del  cual  parece  me- 
tátesis, y  polaina,  del  fr.  pulaine,  si  no  es  también  metá- 
tesis de  Polonia.  Guindamaina  es  compuesto  de  guindar  y 
amainar.  De  origen  árabe  son  aljofaina,  al  lado  de  jo- 
faina, y  el  adj.  zaino,  zaina  (^sx^&^i\,  alohofaina,  y^jLí- 
jaino).  Zaina  =  bolsa,  del  ant.  alto  al.  zaina. 

12.  AJE,  paroxítono.  Procede  del  latín  atíco,  del.  que  también 

salió  la  forma  anticuada  adgo,  que  originó  la  moderna 


DERIVACIÓN'  V  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  i 

asgo.  Así,  del  b.  lat.  usatícum  y  hominaticum,  tenemos 
en  el  poema  del  Cid  hiisaie  (v.  15 19)  y  ometiaie  (v.  3425), 
hoy  usaje  y  homenaje  (i). 

En  castellano  fonna  este  sufijo  substantivos  derivados 
de  verbos  y  de  nombres,  como  blindaje,  de  blindar;  bal- 
conaje, de  balcón. 

Los  derivados  verbales  denotan  acción  y  efecto,  como 
abordaje,  arbitraje  y  embalaje,  que  significan  acción  y 
efecto  de  abordar,  arbitrar  y  embalar  ;■  o  la  acción  sólo, 
como  anclaje,  de  anclar;  o  los  derechos  que  se  pagan 
por  efectuar  la  acción  del  verbo^  como  almacenaje,  em 
balaje,  pasturaje  y  hospedaje,  de  almacenar,  embalar, 
ant.  pasturar  y  hospedar;  y  también,  a  veces,  el  lugar, 
medio  o  instrumento  de  la  acción,  como  paraje  =  \\i^r 
donde  se  para  (de  parar) ;  pasturaje  =^  lugar  de  pasto 
(de  pasturar) ;  andaraje  =  aparato  con  que  se  hace  an- 
dar, y  hospedaje  =  lugar  donde  uno  se  hospeda. 

Los  derivados  de  nombres  denotan : 

i.°  Conjunto  de  objetos  «de  la  especie  del  primiti- 
vo, como  almenaje,  balconaje,  cabestraje,  carruaje,  cor- 
tinaje, moblaje  y  mueblaje,  paisanaje,  ventanaje  y  ra- 
maje, que  significan  conjunto  de  almenas,  balcones,  ca- 
bestros, carros  (lat.  carrus),  cortinas,  muebles,  paisanos, 
ventanas  y  ramas  de  un  objeto.  Así  también  litiaje,  por 
lineaje,  de  línea  :  y 

2°  La  acción  del  verbo  que  derivaría  del  substanti- 
vo primitivo,  si  la  lengua  lo  tuviese,  como  barcaje  y 
aprendizaje,  que  significan  la  acción  de  transportar  en 
barca,  y  la  de  aprender  por  el  aprendiz ;  también  los  de- 
rechos que  se  cobran  o  pagan  por  el  uso  que  hace  el 
primitivo  o  el  que  se  hace  de  él,  como  barcaje,  carne- 
raje y  pupilaje,  de  barca,  carnero  y  pupilo ;  o  el  tiempo 
que  dura  la  acción,  como  aprendizaje,  de  aprendiz ;  o 
el  efecto,  como  coraje,  de  cor  =  corazón;  estiaje,  de  es- 
tío ;  o  el  sitio,  como  aguaje,  de  agua. 

A  veces  aumenta  la  condición  del  primitivo,  como 
en  personaje,  de  persona ;  o  la  disminuye,  como  en  hos- 


(i)  La  terminación  latina  aticutn,  debía  de  dar  en  castellano  ajo, 
como  se  ve  en  sombrajo  i=  sombraje,  de  sub  -f  umbraticum.  y  en  el 
antiguo  brebajo,  hoy  brebaje.  La  terminación  aje  es  dialectal. 


•2  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

caje  ==  bosque  de  corta  extensión ;  paisaje,  de  país ;  ce- 
laje, de  cielo ;  o  le  da  sentido  despectivo,  como  en  pistra- 
je (con  r  parásita),  de  pisto.  Libertinaje,  del  adj.  li- 
bertino. 

Teínemos  algunos  tomados  del  francés,  como  agiotaje, 
fr.  agiotage;  cabotaje,  fr.  cabotage;  corretaje,  fr.  cour- 
tage,  o  quizá  de  corretear;  menaje,  fr.  ménage.  Eraje 
=  miel  virgen,  en  Aragón,  de  origen  desconocido.  En 
paralaje,  del  gr.  Tcac.aXXa^i; ,  y  en  los  postverbales,  como 
encaje,  de  encajar,  no  hay  tal  sufijo, 
13.  ATO,  fem.  AJA,  paroxítono.  Procede  de  latino  aculo  (nom. 
aculus,  a;  acusat.  aculum,  am),  como  se  ve  en  grajo  y 
navaja,  del  latín  graculum  y  novaculam,  y  también  en 
cerraja,  de  serraculum.  Tiene  significación  despectiva  y 
se  añade  a  nombres  y  a  verbos,  formando  substantivos 
y  algún  adjetivo.  Así: 

i.°  A  nombres:  a)  escobajo,  hatajo,  lagunajo,  latina- 
jo, migaja,  pingajo  y  su  variante  mengajo,  raspajo,  ten- 
dajo, terminajo  y  trapajo,  son  despectivos  de  los  subs- 
tantivos escoba,  hato,  laguna,  latín,  miga,  pingo,  raspa, 
tienda,  término  y  trapo. 

b)  Otros  designan,  no  el  mismo  substantivo  primitivo, 
sino  otro  que  con  él  tiene  semejanza,  siempre  en  con- 
cepto despectivo.  Así :  barbaja,  cascajo,  dornajo,  rodaja, 
tinaja,  vergajo  y  zancajo,  que  derivan  de  barba,  casco, 
duerna,  rueda,  tina,  verga  y  zanca. 

Estropajo,  con  r  parásita,  por  estopajo,  de  estopa,  y 
*    renacuajo  2i\  lado  de  ranacuajo,  de  rana,  con  el  sufijo 
acuajo. 

Desconocemos    el    primitivo    de    baraja,    borrajo,    del 
cual  debe  ser  una  variante  burrajo,  y  terraja.  El  ant.  to- 
,  baja  es  variante   de  toballa  ^  toalla.  Navajo  y  su  va- 
riante lavajo  deben  derivar  de  nava. 

Marrajo,  único  adjetivo  que  conocemos  con  este  sufi- 
jo, es  también  de  origen  desconocido. 

2°  A  VERBOS.  Tiene  también  significación  despecti- 
va, referida  a  la  acción  del  verbo  o  al  efecto  de  la  mis- 
ma, como  se  ve  en  ac^ría/o  =  acertijo,  arrendajo  y  su 
aféresis  rendajo,  colgajo,  espantajo,  legajo,  rancajo,  re- 
gajo, sobraja  y  sonaja,  de  acertar,  arrendar  =  remedar, 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 3 

colgar,  espantar,  legar  =  atar,  ranear,  regar,  sobrar  y 
sonar.  Badajo  de  la  raíz  de  batuere,  batir,  b.  lat.  batal- 
lium. 

Tasajo,  en  port.  tasalho,  quizá  por  tajajo,  de  tajar. 
Refajo  es  compuesto  de  re  y  faja  o  fajar. 

En  bebistrajo  y  comistrajo,  de  comer  y  beber,  vemos 
el  sufijo  ajo  reforzado  con  el  despectivo  istro  (comp. 
astro),  y  con  arro  (arrajo^  en  pintarrajo,  de  pintar. 

La  terminación  ajo,  aja  reconoce  también  otros  orí- 
genes. Así,  aventaja  y  su  aféresis  ventaja,  en  b.  lat. 
abantatícum  ;  sombrajo  =  sombraje,  del  lat.  sub  -f-  imi- 
bratkum,  y  de  un  vulgar  en  aticum  deriva  también  el 
ant.  brebajo  =  \ivébaJ]t.  Repajo,  de  repagülum;  cerraja, 
hierba,  de  serralia;  mortaja,  b.  lat.  mortualia;  escara- 
bajo, de  scarabeius;  mostajo,  árbol,  de  mustaceus;  ar- 
majo,  metátesis  de  almarjo. 

Del  árabe  proceden:  alhaja,  alma  ja  y  andrajo,  que  en 
aquella  lengua  son  j^'.tíí'JI,  aihacha ;  '-kjsr.^i),  almachba, 
y  ^IjaüI,  nndarach. 

Atajo,  quebraja,  rebaja,  etc.,  son  postverbales. 
14.     AL,  oxítono.  Deriva  del  latín  ali  (acusat.  alcm),  como  se  ve 
en   accidental,   añal,   augura!,   caudal,  leal,  liberal,   etc., 
que  proceden  de  accideníalem,  annalem,  auguralem,  ca- 
pitale^n,  legalem.  liberalem,  etc. 

Forma  derivados  nominales,  adjetivos  y  substantivos. 
Los  adjetivos  denotan  que  la  idea  del  nombre  primitivo 
"conviene,  pertenece  o  es  conforme,  a  la  cosa  cuyo  nom- 
bre califican;  pero  esta  calificación  no  se  refiere  a  la 
esencia  o  .al  fondo,  sino  al  exterior,  a  la  forma,  a  la  si- 
tuación en  el  espacio,  a  la  duración,  etc."'  (i)  Así: 

1°  Adjetivos:  abismal,  abundancial,  arbitral,  barcal, 
bimestral,  esferoidal,  obispal,  predial,  prioral,  proemial, 
residencial,  semanal,  etc.,  de  los  substantivos  abismo, 
abundancia,  arbitro,  barca,  bimestre,  esferoide,  obispo, 
predio,  prior,  proemio,  residencia,  semana. 

Algunos  derivan  de  adjetivos,  como  frescal  y  primal, 
de  fresco  y  primo,  y  los  que  se  forman  de  numerales» 
como    catorsal,   cuartal,   quinsal,   de  catorce,  cuarto  y 


(i)    Monlau,  Diccionario  etimológico. 


^4  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

quince,  y  los  compoiestos  con  año,  como  treintañal,  tres- 
añal y  veinteñal,  de  treinita,  tres  y  veinte  -j-  año. 

Verdinal,  de  verde,  con  el  sufijo  iÑo  -j-  al. 

También  los  hay  derivados  del  radical  del  nombre  la- 
tino correspondiente ;  como  aluvial,  contractual  y  radical, 
de  los  latinos  alluvies,  aluvión ;  contractus,  contrato,  y 
radix,  icis,  raíz.  De  este  último  deriva  también  raigal, 
suavizando  la  c  en  g.  Semental,  de  semens,  entis,  si- 
miente. 

En  editorial,  manantial  y  paladial,  de  editor,  manante  y 
el  lat.  palatum,  .paladar,  toma  el  sufijo  una  i,  por  analo- 
gía con  abiindancial,  residencial,  etc.  Corresponsal  es 
compuesto  y  derivado  a  la  vez  de  con  y  el  lat.  respon- 
sum,  supino  de  responderé,  responder. 

2."  Substantivos.  Además  de  los  que  proceden  del 
latín,  como  casal,  señal,  etc.,  de  casalem,  signalem, 
etcétera,  los  tenemos  formados  en  castellano ;  así,  agu- 
jal, bancal,  portal,  morral,  verdinal,  etc.,  de  aguja,  banco, 
porta,  morro  y  verdín.  Los  hay,  en  buen  número,  de 
significación  colectiva  que  denotan  el  sitio  o  lugar  en 
que  hay  abundancia  de  objetos  iguales  al  designado  por 
el  primitivo,  como  acebuchal,  alcornocal,  algodonal,  al- 
mendral, cafetal,  cantal,  cerezal,  espartal,  hinojal,  na- 
ranjal, peñascal,  sabucal  y  sabugal,  tabacal,  etc.,  que  de- 
rivan de  acebuche,  alcornoque,  algodón,  almendro,  ca- 
feto, canto,  cerezo,  esparto,  hinojo,  naranjo,  peñasco, 
sabuco  y  sabugo,  tabaco,  etc. 

Con  esta  significación  substituyó  en  latín  el  sufijo 
ali  al  sufijo  eto,  y  de  aquí  los  sinónimos  que  tenemos  en 
castellano,  como  castañal  =  castañedo,  roquedal  (de  ro- 
quedo) =  roqueda  (de  roca).  Y  combinados  los  dos  su- 
fijos, o  sea  edal,  los  vemos  en  lauredal,  de  lauro;  bojedal, 
de  boj  (al  lado  de  bujedal,  de  bujedo,  lat.  buxetum) ;  se-  - 
quedal,  de  seco;  tremedal,  de  tremer;  y  la  variante  de 
éste,  tremadal,  quizá  por  analogía  con  tembladal,  de  tem- 
blar, con  el  sufijo  adal. 

El  sufijo  al  se  combina  también  con  otros,  tomando  las 
formas  izal  (izo  +  al),  azal,  achal  (azo  -j-  al,  acho  4" 
al)  y  orral  (orro  -f-  al),  como  vemos  en  barrizal,  canti- 
zal, cardizal,  espartizal,  etc.,  de  barro,  canto,  cardo,  es- 


DERIV^ACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  3 

parto,  etc. ;  en  lodazal  y  lodachal,  de  lodo,  y  en  canto- 
rral, matorral  y  mazorral,  de  canto,  mata  y  maza.  También 
con  ino  en  mechinal,  de  mecha.  Muradal,  de  muro,  como 
si  derivara  de  murado. 

En  vez  de  ali  empleaba  el  latín  el  sufijo  ari  en  los 
derivados  cuyo  primitivo  terpiinaba  en  /;  y,  viceversa, 
ponía  ari,  en  vez  de  ali,  cuando  el  primitivo  terminaba 
en  r.  Así  formó  s'mgul-aris  y  plur-alis,  de  donde  nues- 
tros singular  y  plural;  y  así  tenemos  en  castellano  ca- 
ñamelar,  en  vez  de  cañamelal,  de  cañamiel ;  cañaveral. 
en  vez  del  ant.  cañaverar,  de  cañavera,  y  las  formas  do- 
bles atochal  =  atochar,  carml  =  cañar,  cañizal  =  cañh 
zar,  castañal  =  castañar  =  castañedo,  coscojal  =  cosco- 
jar, lodazal  =  lodazar  =  lodachar,  etc.,  de  atocha,  caña, 
cañizo,  castaño,  coscoja,  lodo,  etc. 

De  origen  árabe  son  arsenal,  atabal,  marjal,  terreno, 
marjal,  medida  y  quintal,  que  son  en  aquella  lengui 
•ÑtLuffjlJ,  darcenaa,  J-^iaJl,  atabal,  j^y,  march,  ^~-j-*» 
marcha,  y  ;'-ii^,     quintar. 

Retal,  del  rat.  retall ;  ocozoal,  voz  mejicana,  y  ocosial, 
peruana. 

En  sulfonal,  voz  técnica,  del  lat.  sulphur,  debe  verse 
el  sufijo  onal. 
15'  Alde,  ALDA,  ALDO,  paroxítonos.  Con  estas  terminaciones 
de  origen  alemán,  tenemos  en  España  algunos  nombres 
propios,  como  Sinihaldo,  Gerardo  (por  Geraldo),  y  ape- 
llidos en  ald€,  como  Lasalde,  Recalde.  También  nombres 
comunes  de  personas,  como  heraldo  (ant.  alto  al.  he- 
riwalto)  y  ribaldo  (b.  lat.  ribaldus,  del  ant.  alto  al.  briba) ; 
y  de  cosas,  como  aguinaldo,  billarda  y  billalda.  Guirnal- 
da, por  metátesis  de  guirlanda  (del  m.  alto  al.  wieren) ; 
falda,  del  ger.m.  falda ;  gualda,  del  inglés  weld,  y  jaldo 
y  jalde,  en  ant.  fr.  jalne. 

Espalda  y  esmeralda  proceden  del  lat.  spathúla,  y 
smaragdus.  Baldo  y  balda,  del  ár.  nÍL'-j  bátila.  Albar^ 
yalde  y  alcalde,  del  ár.  ^LuJI,  albayad,  y  ^^^'wlül,  alca- 
di  ;  las  formas  primitivas  de  los  dos  últimos  nombres  en 
castellano  debieron  ser  albayade  y  alcade,  las  cuales  to- 
maron después,  en  segunda  sílaba,  la  /  de  la  primera,  y  se 
convirtieron  en  las  actuales  albayalde  v  alcalde.  Balde, 


i6 


JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 


cubo,  tiene  el  mismo  origen  que  el  fr.  baille,  y  balde, 
de  la  frase  de  balde,  es  variante  de  balda. 

16.  ALLÁ,  paroxítono.  Procede  del  latín  alia,  terminación  plu- 

ral neutra  de  los  adjetivos  en  alis,  como  lo  confirman 
muralla,  vitualla,  de  muraba,  victualia.  También  de 
substantivos  neutros,  como  batalla^  de  battualia. 

Por  su  origen  plural  tiene  este  sufijo  significación  co- 
'  lectiva,  a  la  que  se  añadió  la  despectiva  que  vemos  en 
'los  derivados  castellanos  antigualla  (b.  lat.  antiqualia), 
de  antiguo;  canalla,  de  can;  gentualla,  de  gente,  con  u, 
quizá  por  influencia  de  gentuza;  granalla,  de  grano; 
metralla,  quizá  del  mismo  origen  que  metalla  (iat.  me- 
talla),  m,ejor  que  del  fr.  mitraille,  ant.  mitaille,  con  r 
parásita;  morralla,  quizá  de  morro;  rocalla,  de  roca;  ron- 
dalla, de  ronda,  y  ventalla,  de  viento,  lat.  ventum. 

Derivan  de  verbos  limalla,  de  limar,  y  presentalla,  de 
presentar. 

De  primitivo  no  conocido  son:  borrufalla,  canaballa, 
faramalla  y  treballa. 

La  terminación  alia  reconoce  también  otros  orígenes 
latinos ;  así,  malla,  tralla  y  valla,  de  macula,  tragúla  y 
valla,  pl.  neutro  de  vallum;  medalla  y  metalla,  de  meta- 
lia,  pi.  neutro  de  metallum.  Caballa  =  lat.  caballa.  El 
ant.  contralla,  del  lat.  contraria,  pl.  neutro  de  contrarius. 

Toalla  =  toballa  y  su  variante  tobaja  procede  dé.  germ. 
twablia;  cizalla  y  quincalla,  de  los  frs.  cisaille  y  quin- 
caille;  gramalla,  en  fr.  gramalle;  parpalla,  en  ital.  par- 
pa juola;  pantalla,  en  port.  pantalha.  Agalla,  bugalla  y 
abogalla,.  del  lat.  galla,  con  un  elemento  protético  cuyo 
origen  desconozco. 

17.  allo,  paroxítono.  Tenemos  este  sufijo  despectivo  en  muy 

pocos  nombres,  como  asnallo  =  aznacbo,  de  asno,  y 
quizá  también  en  trangallo  =  portugués  trangalho,  si 
deriva  de  tranca;  en  chafallo,  sin  primitivo  conocido,  y 
en  el  adj.  ant.  burdallo,  de  burdo.  También  lo  tenemos 
en  escandallo,  del  lat.  scandére,  b.  lat.  scandaliuxn. 

Serrallo  y  ant.  cerraje,  en  ital.  serraglio,  del  persa 
^ljA«,  ser  ai. 

18.  AMBRE,  paroxítono.  Es  la  evolución  regular  castellana  de 

los   acusativos  del  latín  vulgar  en  -animem,   o   sea  de 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 7 

nombres  formados  con  el  sufijo  -amen  (véase  este  su- 
fijo) ;  asi :  alambre  y  ant.  arambre,  de  aeraminem ;  co- 
rambre, en  b.  lat.  coramínem ;  enjambre,  del  vulgar  exa- 
minem,  como  estambre,  de  stamínem,  y  horainbre,  de 
foraminem. 

A  imitación  de  éstos  se  han  formado  cochavtbre,  de 
cocho;  fiambre  (por  f fiambre),  de  frío;  osambre,  de 
hueso,  con  reaparición  de  la  o  originaria  (lat.  ossum)  y 
raigambre,  de  raíz  (lat.  radicem).  Vedegambre,  de  un 
vulgar  .medicaminem ;  hambre  y  ant.  fambre,  del  vulgar 
faminem,  y  calambre,  del  antiguo  nórdico  klampi, 

19.  AME,  paroxítono.  Del  mismo  origen  que  amen,  por  pérdi- 

da de  la  «.  Poquísimos  son  los  nombres  que  tenemos  con 
esta  terminación,  y  de  ellos,  uno  procede  directamente 
del  latín,  como  letame,  lat.  laetamen ;  otros  son  de  for- 
mación castellana,  como  el  ant.  bestiame,  de  bestia;  leña^ 
me,  de  leña ;  poleame,  de  polea,  y  los  ants.  reame  y 
realme,  de  real.  Pújame  al  lado  de  pujamen,  voz  náuti- 
ca; guillame,  del  francés  guillaume,  y  teame,  apócope 
de  teamide,  del  lat.  theamédes. 

20.  AMEN,  paroxítono.  Es  el  mismo  sufijo  latino  amen,  que 

en  vulgar  formó  el  acusativo  en  amittem  y  originó  tam- 
bién la  terminación  y  sufijo  castellano  ambre. 

Los  nombres  que  tenemos  en  -amen  son  casi  todos 
latinos;  así  certamen,  dictaw.en,  examen,  foramen,  gra- 
vamen, libamen  y  vejamen  suenan  en  castellano  lo  mis- 
mo que  en  el  nom.  acusat.  latino,  con  sólo  el  cambio  de 
X  en  y  del  último,  que  es  en  aquella  lengua  vexamen.  Es- 
tos nombres  denotan  acción. 

A.  semejanza  de  los  anteriores,  ha  formado  el  caste- 
llano algunos,  todos  derivados  nominales  y  con  signi- 
ficación colectiva  que  no  tenía  el  sufijo  latino,  como 
botamen,  de  bota  y  bote ;  cerdamen,  de  cerda ;  pelamen 
y  pelambre,  de  pelo ;  velamen,  de  vela. 

Chirumen,   formación  caprichosa   sobre   cacumen;   li- 
namen,  del  latín  ligimm,  y  pujamen,  voz  náutica,  de  ori- 
gen dudoso. 
amiento.  Véase  mentó,  miento. 

21.  AN,  oxítono.  En  su  origen,  esta  terminación  es  apócope 

de  -ano,  como  lo  demuestran  las  formas  duplicadas  cas- 


l8  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

tellano  y  Castellón,  decano  y  deán,  folgazano  y  holgarán. 
Asimismo  capellán,  en  b.  lat.,  capellanus;  capitán,  del 
lat.  capitanéus.  Como  verdadero  sufijo  lo  tene.mos  en 
castellano  en ' poquísimos  nombres,  substantivos  y  adje- 
tivos, casi  todos  derivados  verbales  y  con  significación 
de  agente,  como  batán  y  truhán  =  ant.  trufan,  de  batir 
y  trufar.  Así  también  guardián,  de  guardar,  con  i,  por 
influencia  de  guardia;  holgazán  y  ant.  folgazano,  de 
holgar  y  folgar,  con  refuerzo  del  sufijo  aso,  y  hablistán 
y  fablistán,  de  hablar,  fablar,  con  ista,  como  si  derivara 
de  hablista. 

Derivados  nominales  son  patán,  de  pata,  y  perpetúan, 
de  perpetuo.  Balandrán,  en  b.  lat.,  balandrana,  del  lat. 
pallium. 

Por  apócope  tenemos  los  gentilicios  alemán  y  catalán, 
y  también  bergadán,  de  Berga. 

De  origen  desconocido  son,  entre  otros,  los  siguientes : 
barragán,  ciclan,  desván,  gavilán  y  lailán.  Tantán,  tanta- 
rán y  tantarantán  son  onomatopéyicos.  Perillán  es  com- 
puesto de  Per  Illán;  ademán,  de  ad-de-manus,  y  lubri- 
can, de  lobo  y  can. 

Afán  y  desmán  son  postverbales. 

Proceden  del  italiano  charlatán,  mazapán  =  marza-> 
pan  y  rufián,  que  en  dicha  lengua  son  ciarlatano,  mar- 
zapane  y  ruffiano.  Del  francés  derivan  edecán  y  tartán 
(aide-de-camp  y  tartán),  y  del  provenzal,  jayán.  Desmán, 
mamífero,  fr.  desmán. 

Son  de  origen  árabe  alacrán,  alcaraván,  alearán,  al- 
quitrán, barragán  (tela),  musulmán,  orangután,  rabadán, 
soldán  =  sultán,  truchimán  y  zaguán,  todos  los  cuales 
terminan  en  an  en  dicha  lengua,  según  puede  verse  en 
las  etimologías  del  Diccionario.  También  lo  son  alazán, 
alcotán  y  fustán  =  fustal,  que  derivan  de  j^p^y  alazar; 
l*LLijiJl,  alcotam,  y  J;?LL*«i,  fogtat,  que,  como  se  ve,  han 
substituido  su  terniinación  por  an,  así  como  azacán,  ha- 
ragán, talismán  y  tafetán  han  agregado  la  dicha  termi- 
nación a  los  primitivos  LiL*/.)!,  acacca;  Kc-Ui,  faraga, 
^^*vJ.L,    telesma,  y  ká¿Lí,  tafta. 

Hacán,  del  hebreo  CDn  hacam.  Palasán  es  voz  ta- 
gala. 


DERIVACrOX  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 9 

22.  ANCLA,  paroxítono.  Los  nombres  castellanos  con  esta  ter- 

,minación,  o  son  latinos,  como  discrepancia,  elegancia, 
fragancia,  instancia,  jactancia,  lactancia,  petulancia, 
repugtiancia,  etc.,  lat.  discrepantia,  elegantia,  fragantia, 
etcétera,  o  formados  con  aquel  sufijo,  de  la  radical  de 
los  verbos  de  la  primera  conjugación,  como  asonancia, 
andancia,  estancia,  ganancia,  resonancia,  resultancia,  va- 
gancia, etc.,  de  asonar,  andar,  estar,  ganar,  resonar,  re- 
sultar, vagar,  etc. 

La  significación  de  este  sufijo  es  igual  a  la  del  vulgar 
ansa. 

23.  ANCO,  paroxítono,  fem.  anca.  Este  sufijo,  de  origen  desco- 

nocido, forma  en  nuestra  lengua  algunos  derivados  no- 
minales con  significación  despectiva,  como  vemos  en  ba- 
banca^  de  baba ;  ojanco;  de  ojo ;  potranco,  de  potro ;  po- 
sanco, de  pozo;  trabanco,  de  trabe,  y  lunanco,  del  lat. 
clunis,  nalga. 

También  tienen  este  sufijo  carlanca,  lavanco  y  zaman- 
ca, cuyos  primitivos  no  conocemos.  Tabanco  parece 
compuesto  de  banco ;  retranca  lo  es  de  retro  y  anca,  y 
cojiiranco,  de  cojo  y  tranca. 

Barranco,  en  b.  lat.  barrancus,  quizá  de  origen  griego, 
como  también  palanca,  del  lat.  p(h)alanga,  gr.  oct>.(/7-{T,,  y 
que  a  primera  vista  parece  un  derivado  de  palo. 
.ANCHO.  Véase  oncho. 

24.  ANDO,  fem.  and.a,  paroxítono.  Es  el  mismo  sufijo  latino 

A.\D0,  que  forma  adjetivos  verbales  que  denotan  la  ne- 
cesidad de  que  se  haga  o  cumpla  la  significación  del 
verbo  de  que  nacen,  significación  que,  en  general,  con- 
servan en  castellano ;  así :  infando  =  (cosa)  indigna  de 
que  se  hable  de  ella ;  execrando  =  que  debe  ser  execra- 
do. Se  debilita  dicha  significación  y  vienen  a  equivaler 
a  los  en  able,  como  en  execrando  =  execrable. 

Casi  todos  los  nombres  que  tenemos  con  este  sufijo 
los  hemos  tomado  del  latín.  Así,  educando,  execrando, 
infando,  memorando,  nefando,  venerando,  vitando,  y 
sus  femeninos  en  a,  terminan  en  aquella  leiicrua  en  dus, 
da;  oducandus,  da;  execrandus,  da,  c 

Hemos  convertido  algunos  en  substantivus,  como  exa- 
minando, laureando,  multiplicando  y  ordenando,  tomados 


20  JOSÉ    x\LEMANY    BOLUFER 

del  latín;  y  a  semejanza  de  éstos  he,mo9  formado  docto- 
rando, graduando  y  sumando,  de  los  verbos  doctorar, 
graduar  y  sumar.  Durando,  especie  de  paño,  debe  venir 
del  latín  durandus,  aludiendo,  sin  duda,  a  la  duración  de 
dicha  tela.  Sopanda,  de  suspender,  coimo  lo  prueba  su 
equivalente  francés  soupente. 

También  hemos  formado  escurribanda,  de  escurrir,  y 
curribanda,  de  zurrar,  con  el  sufijo  ibanda. 

Tenemos  nombres  con  esta  terminación  que  son  de 
otro  origen ;  como  baranda,  del  sánscrito  varanda ;  ho- 
palanda y  su  equivalente  sopalattda,  del  fr.  houppelan- 
de;  zarabanda  y  caranda,  de  los  persas  o^j^,  cerbend 
y  oVJ,*«,  garand,  respectivamente;  guirlanda,  en  b.  lat. 
ghirlande,  de  origen  germano.  Sobanda,  según  el  Dic- 
cionario, es  compuesto  de  banda.  Soanda,  de  origen  des- 
conocido; escanda,  del  lat.  scandála;  holanda,  de  Holan- 
da. Tarando,  lat.  tarandus. 

25.  ANDRA^   paroxítono.   Esta   terminación   no   es   sufijo,   poies 

las  poquísimas  voces  que  la  tienen  son  latinas,  como 
mandra  y  salamandra,  o  de  otras  lenguas,  como  balan- 
dra, del  neerlandés  bijlander. 

26.  aneo',  proparoxítono.  Procede  del  latino  Axéo  (nom.  anéus),^ 

como  vemos  en  coetáneo,  cutáneo,  espontáneo,  intráneo, 
subitáneo,  etc.,  que  son  en  latín  coetaneus,  cutaneus, 
spontaneus,  subitaneus,  etc. 

A  semejanza  de  los  anteriores,  hemos  formado  el 
ant.  erróneo,  frustráneo  y  sufragáneo  de  los  verbos 
errar,  frustrar  y  sufragar;  instantáneo,  de  instante,  y 
foráneo  (b.  lat.  foraneus)  y  simultáneo,  de  los  adv.  lat. 
foras  y  simul.  El  último  con  t,  quizá  por  analogía  con 
coetáneo. 

ANGO,  AXGA.   Véase  OXGO. 

27.  .Ano,  feni.  ana,  paroxítono.  Procede  del  latino  ano  (nom. 

ánus;  acusat.  anuní),  como  vemos  en  humano,  mundano^ 
pagano,  romano,  de  humanus,  mundanus,  paganus,  ro- 
manus.  También  algunos  latinos  en  aneiis  tomaron  en  ro- 
mance aquella  forma,  como  temprano,  en  lat.  tempora- 
néus;  forano  y  ant.  foráneo,  en  b.  latín  foraneus. 

En  castellano  se  une  este  sufijo  a  substantivos,  adje- 
tivos y  adverbios :  así,  comarcano,  galano,  valenciano  y 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABIL\S  21 

villano,  de  los  substantivos  comarca,  gala,  Valencia  y 
villa;  certano,  ant.,  y  liviano,  de  los  adjetivos  cierto  y 
leve,  como  cercano,  lejano,  susano  y  tardano,  de  los 
adverbios  cerca,  lejos,  suso  y  tarde.  Los  hay  taxnbién  de 
radicales  no  latinas,  como  ufano,  del  gótico  uffo ;  y  de 
origen  desconocido,  como  alhazano,  marrano,  tolano  y 
algún  otro.  Lozano,  en  port.  louqáo. 

En  artesano,  cortesano  y  parm^sano,  de  arte,  corte  y 
Parma,  se  combina  con  el  sufijo  es  Artesiano,  del  b.  lat. 
artesianus. 

Forma  este  sufijo  adjetivos  y  substantivos.  Los  adje- 
tivos denotan  el  lugar  donde  tiene  su  origen  una  per- 
sona o  cosa,  el  lugar  de  donde  procede  o  al  que  perte- 
nece, y  también  secta,  escuela,  partido,  etc.  Así : 

Alcañisano,  alcoyano,  aldeano,  alsaciuno,  americano, 
andorrano,  hospiciano,  paisano,  palaciano,  segoviano  y 
tertuliana,  de  Alcañiz,  Alcoy,  aldea,  Alsacia,  América. 
Andorra,  hospicio,  país,  palacio,  Segovia  y  tertulia. 

Algunos  de  éstos  tienen  el  sufijo  taño,  que  vemos  en 
los  nombres  de  antiguos  habitantes  de  la  Península, 
como  carpetano,  lat.  carpetanus,  y  en  otros  latinos,  como 
jerosilintitano  y  su  aféresis  solimitano,  lat.  hierosolimi- 
tanus.  Y  así,  accitano^  de  Acci,  hoy  Guadix;  y  ansotatw, 
de  Ansó.  Oriolano,  del  vulgar  Oriola,  por  Orihuela. 

Los  hay  que  tienen  sinónimos  formados  con  otros  su- 
fijos, o  derivados  del  latín :  como  egiptano  =  egipcio 
(lat.  aegyptius)  =  egipcíaco  (lat.  eg>-ptiacus),  y,  como 
si  no  fueran  bastantes,  hemos  formado,  además,  egip- 
ciano, de  egipcio;  bohemiano  =  bohemio  =  bohemo;  pa- 
laciano =  palaciego.  De  carmelita  deriva  también  su 
sinónimo  carmelitano. 

Los  que  denotan  secta,  escuela,  etc.,  derivan  de  nom- 
bres propios  de  personas,  ccmio  ambrosiano,  antoniano 
y  franciscano,  de  los  santos  Ambrosio,  Antonio  y  Fran- 
cisco; y  así,  copemicano,  luterano,  mahometano,  etc.,  de 
Copémico,  Lutero,  Mahomet,  etc.  De  éstos  los  hay  con 
el  sufijo  I  ANO,  que  también  ve;mos  en  latín,  en  cicero- 
Tiianus,  por  ejemplo,  de  Cicerón,  y  en  castellano  en  los 
derivados  cuyos  primitivos  terminan  en  diptongo  io,  ia; 
y  a  semejanza  de  éstos  tenesmos  agustiniano,  alarconict- 


22  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

no  y  moratiniano ,  de  San  Agustín,  Alarcón  y  Moratín, 
Obsérvese  que  los  tres  terminan  en  n. 

Los  que  se  emplean  como  calificativos  de  terrenos- 
geológicos  tienen  esta  terminación,  quizá  a  imitación  del 
francés ;  como  devoniano  y  siluriano,  f r.  devonien  y  si- 
lurien.  Cambriano,  en  inglés  cambrian. 

Substantivos  :  mase,  en  ano  y  femenino  en  ana. 

a)  Masculinos:  Son  en  menor  número  que  los  adje- 
tivos. Algunos,  como  arcano,  decano^  hermano,  etc.,  pro- 
vienen del  latín  (arcánus,  decánus.  germánus).  Otros  se 
han  formado  de  un  tema  latino,  como  citano,  de  scitus; 
zutano,  de  citano ;  escribano,  de  scriba,  escriba ;  gusano^ 
de  cossus ;  milano,  por  .milvano,  de  milvus ;  verano,  de 
ver;  vilano,  de  villus.  Antozano  y  su  variante  altozano, 
de  ante  ostium.  Otros  proceden  del  correspondiente  fe- 
menino, como  avellano  y  manzano,  de  avellana  y  man- 
zana. También  los  hay  de  origen  árabe,  como  fulano, 
ár.  qjI-í,  fulán,  y  quizá  también  mengano  (v.  Dice. 
Acad.).  Piano,  del  ital.  piano. 

Derivados  de  nombres  castellanos,  con  este  sufijo,  po- 
demos cita.r :  ciudadano,  de  ciudad;  serrano  (adj.  y  s.),  de 
sierra ;  cirujano,  de  cirugía,  y  los  de  origen  desconocido 
citados  anteriormente. 

b)  Femeninos  en  ana.  Exceptuados  los  remeninos  de 
los  adjetivos  substantivados  en  ana  y  los  de  los  en  an, 
como  barragana,  capitana,  sacristana,  etc.,  de  barragán, 
capitán,  sacristán,  etc.,  son  poquísimos  los  nombres  for- 
mados con  este  sufijo;  así,  botana,  pavana,  solana  y 
ventana,  de  bota,  pava,  sol  y  viento.  Tene,mos  algunos 
derivados  de  radicales  latinos,  como  mañflna,  de  mane ; 
partesana,  de  pertussus  (b.  lat.  partesana);  sotana,  de 
subtus,  almorrana,  de  haemorroides,  y  de  origen  obs- 
curo rnayorana,  mejorana  y  andana,  si  no  deriva  de  an- 
dar, galbatm  (pereza)  y  pantasana. 

Otros,  como  avellana,  campana,  fontana,  manzana  y 
mazana,  membrana,  peana,  semana,  tramontana,  proce- 
den de  los  latinos  avellana,  campana,  fontana,  matiana^ 
,membrana,  pedana,  septimana,  transmontana. 

Del  árabe  proceden  aduana,  albarrana,  alcotana,  ata- 


DERIVACIÓN  V  COMPOSICIÓX  DE  LAS  PALABRAS  23 

razana,  cerbatana,  galbana  y  maharrana,  cuyas  etimolo- 
gías pueden  verse  en  el  Diccionario. 

Del  italiano  hemos  tomado  niesana,  porcelana  y  tar- 
tana. Sabana  es  voz  caribe. 
28.  ANTE,  ENTE  O  lENTE,  masc.  y  fe;m.,  paroxítono.  Proceden 
estos  sufijos  de  los  latinos  ant,  ent  (nom.  ans,  ens; 
acusat.  antem,  entem),  como  se  ve  en  amante,  presente, 
temiente,  de  amantem,  praesentem,  timentem. 

La  significación  primitiva  de  este  sufijo,  que  es  la 
de  participio  de  presente,  comenzó  a  perderse  ya  en 
latin  en  algunos  vocablos  que  pasaron  a  adjetivos,  como 
prudens,  prudente,  o  a  substantivos,  como  dens  (por 
edens,  de  edo,  comer),  diente.  Esta  tendencia  continuó 
dominando  en  las  lenguas  romances,  hasta  el  punto  de 
que>en  castellano  son  muy  pocos  los  nombres  con  este 
sufijo  que  conservan  la  significación  participial,  por  ha- 
ber tomado  los  demás,  la  de  adjetivo  o  la  de  substantivo. 

Empleados  como  participios  tenemos  actualmente  en 
castellano  bullente,  concerniente,  condescendiente,  con- 
ducente, conveniente,  correspondiente,  crujiente,  equi- 
valente, fascinante,  mirante,  obediente,  participante,  per- 
manente, perteneciente,  plasmante,  recurrente,  tocante  y 
quizá  algún  otro.  En  la  lengua  antigua  se  usaban  más, 
como  pasante,  temiente,  etc. 

Los  adjetivos  en  ante,  ente,  tente  conservan  en  parte 
la  significación  participial  activa  y  denotan  a  la  vez  que 
la  idea  del  verbo  se  ha  convertido  en  cualidad  más  o 
menos  permanente  en  el  nombre  a  quien  se  refiere  el 
adjetivo:  como  caliente  ==  que  tiene  calor;  clemente  = 
que  tiene  clemencia.  Los  substantivos  denotan  empleo, 
profesión,  ocupación,  etc..  cqmo  ayudante,  comediante, 
escribiente,  teniente,  etc. 

Los  que  derivan  de  verbos  <k  la  primera  conjugación 
terminan  en  ante,  como  andante,  boyante,  sollozante, 
temblante,  terminante,  etc.,  de  andar,  boyar,  sollozar, 
temblar,  terminar,  etc. 

Los  que  derivan  de  verbos  de  la  seg^mda  y  tercera 
conjugación  terminan  en  ente  o  ie.nte.  En  ente,  por  lo 
general,  si  son  de  origen  erudito.  :...<-    :  ^q^  de 

origen  vulgar.  Así : 


24  JOSÉ    ALEMÁN Y    BOLUFER 

a)  De  la  segunda :  transcendente  y  proponente  son  los 
mismos  acusativos  latinos  transe endentetn  y  proponen- 
tem,  con  pérdida  de  la  m  final ;  pero  vemos  el  diptongo 
en  los  vulgares  poniente,  de  poner;  teniente,  de  tener; 
respondiente,  de  responder;  reverdeciente,  de  reverde- 
cer, etc. 

b)  De  la  tercera:  urgente,  producente,  prof érente  y 
pungente  son  los  acusativos  latinos  urgente,m,  produ- 
centem,  prof erentem  y  pungentem ;  pero  proveniente, 
recibiente  y  reluciente  son  vulgares  de  provenir,  recibir 
y  relucir. 

Hay  muchos  procedentes  del  latín  y  que  no  tienen  en 
la  lengua  eil  verbo  correspondiente;  así,  ambiente,  ausen- 
te, caliente,  decente,  oriente,  etc.,  son  en  latín  ambien- 
tem,  absentem,  calentem,  decentem,  orientem,  etc.,  y  han 
pasado  al  castellano  sin  los  verbos  respectivos,  que  se- 
rían ambir,  auser,  caler,  decer,  orir,  etc. 

Algunos  derivan  de  substantivos,  como  cabildante, 
comediante  y  galante,  de  cabildo,  comedia  y  gala;  con- 
trincante, de  trinca,  con  el  prefijo  con.  Otros  proceden 
del  árabe,  como  almirante,  del  ant.  almiral,  y  éste  del 
ár.  jr^-*t^f,  alamir.  En  turbante,  del  turco  O^^,  dul- 
band,  no  existe  el  sufijo.  Bergante  viene  del  gótico 
brikan.  También  los  tenemos  tomados  de  otras  lenguas, 
como  mercadante  y  pedante,  que  son  italianos ;  marchan- 
te y  persevante,  del  fr.  marchand  y  poursuivant;  ro- 
zagante, en  port.  ro<;agante.  Nigromante,  del  gr.  vsxpó- 
¡icívxii;,  con  metátesis  del  acento,  y  de  origen  desconocido 
alicante,  especie  de  víbora. 

Finalmente,  con  esta  terminación  los  hay  onoraatopé- 
yicos,  como  farfante,  y  postverbales,  como  trasplante. 
29.  ANZA,  paroxítono,  es  la  evolución  normal  castellana  del 
sufijo  latino  (a)ntia,  que  en  dialecto  leonés  y  en  la  de- 
rivación erudita,  ha  originado  también  el  sufijo  ancia, 
cqmo  se  ve  en  vacanza,  ant.,  y  vagancia,  del  lat.  vaoan- 
tiam. 

Forma  en  castellano  derivados  verbales  que,  en  ge- 
neral, denotan  la  acción  y  el  efecto  de  la  acción  del 
verbo  de  que  derivan,  como  alabanza  =  acción  y  efecto 
de  alabar;  y  así,  conchabanza,  confianza,  enseñanza,  mu- 


DERIVACIOX  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  2D 

danza,  pujanza,  etc.,  etc..  de  conchabar,  confiar,  enseñar. 
;nudar,  pujar,  etc. 

Los  hay  que  designan  el  agente,  como  ordenanza,  o  el 
instrumento,  como  libranza,  o  el  lugar,  como  paranza,  y 
el  ant.  /ja&j7a«¿:a¿=  habitación;  también  denota  propie- 
dad o  cualidad,  como  templanza,  esperanza,  etc. 

Tenemos  algunos  que  derivan  de  adjetivos,  como  bo- 
nanza, de  bueno,  o  de  substantivos,  como  venturanza,  de 
ventura ;  bardanza  (en  la  frase  andar  de  bardanza),  quizá 
de  bardo,  y  los  anticuados  humildanza  y  Icaltanza,  de 
humildad  y  lealtad,  con  pérdida  de  la  final  ad.  Maes- 
tranza, de  maestrar  o  de  maestrante.  Se  tienen  por  ita- 
lianos lontananza  y  mescolanza  =  mescolanza. 

No  debe  reconocerse  este  sufijo  en  balanza,  del  lat. 
bilanx,  ancis :  cotanza,  de  Coutances,  ciudad  francesa,  y 
agavanza  =  agavanzo,  de  origen  desconocido.  Tampoco 
llanos  lontananza  y  mescolanza  =  mezcolanza. 

En  el  castellano  antiguo  era  más  frecuente  este  sufijo. 
La  lengua  moderna  lo  ha  substituido  en  muchos  casos 
por  el  erudito  axcia  o  por  cióx ;  y  asi,  en  vez  de  estan- 
za  y  vacanza,  decimos  estancia  y  vacancia;  en  lugar 
de  duranza,  excusanza  y  habitanza,  empleamos  duración, 
excusación  y  habitación.  También  por  los  postverbales; 
pues  en  vez  de  dudanza,  demandanza,  engañanza  y  per- 
donanza,  decimos  actualmente  duda,  demanda,  engaño 
y  perdón. 

En  algunos  persisten  las  dos  formas,  como  comparan- 
za y  comparación. 
30.  AÑO,  fem.  aña,  paroxítono.  Estas  terminaciones  castella- 
nas proceden  de  las  latinas  anemn,  aneam,  acusativos 
mase,  y  fem.  de  los  temas  formados  con  el  sufijo  Axéo, 
como  se  ve  en  extraño,  extraña,  araña  y  castaña,  de 
extraneum,  extraneam,  araneam  y  castaneam.  El  mismo 
origen  tienen,  como  hemos  visto,  las  voces  eruditas  ert 
aneo. 

Como  verdadero  sufijo  lo  tenemos  en  nuestra  leng^ 
en  los  substantivos  abrigaño  y  f cizaña  =  hazaña,  deri- 
vados de  los  verbos  abrigar  y  facer  =  hacer.  En  espa- 
daña, ermitaño,  ermitaña,  montaña,  musgaño,  paredaño, 
putaña,  redaño  y  travesano,  de  los  substantivos  espada, 


26 


TOSE    ALEMAXV    BOLUFER 


ennita,  monte,  musgo,  pared,  puta,  red  y  través.  Tam- 
bién en  calaña,  derivado  del  lat.  qualis,  cual,  y  en  lega- 
ña,  de  un  vulgar  formado  sobre  el  latino  lema  =  légaña. 

De  origen  obscuro  o  desconocido  son  maraña,  patraña, 
pizpirigaña  y  algún  otro.  El  adjetivo  huraño  quizá  de 
fur.  Cucaña  y  pestaña  son  en  italiano  cuccagna  y  pis- 
tagna,  y  tacaño  y  rebaño,  en  portugués,  tacanho  v  re- 
banho. 
31.  AR,  oxítono.  Procede  del  latino  áRi  (nom.  aris,  acusat. 
arem),  que  tiene  la  misma  significación  que  ali  (véase  al), 
y  de  él  tenemos  en  castellano  adjetivos  y  substantivos 
eruditos  y  vulgares.  Así,  familiar,  popular,  regular  y 
vulgar  proceden,  por  derivación  erudita,  de  familiaris, 
popularis,  regularis  y  vulgaris,  mientras  que  cellar  y 
seglar  vienen,  por  derivación  vulgar,  de  circularem  y 
secularem,  de  los  que  proceden  también  las  formas  cul- 
tas circular  y  secular. 

La  terminación  ar  procede  también,  en  algunos  no,m- 
bres,  de  la  latina  arium,  como  se  ve  en  abejar,  habar, 
olivar  y  vivar,  de  apicularium,  fabarium,  olivarium  y 
vivarium. 

En  castellano  forma  este  sufijo  derivados  nominales, 
ya  adjetivos,  ya  substantivos.  Así: 

Adjetivos:  capsular,  conciliar,  lunar,  mollar  y  muscu- 
lar, de  cápsula,  concilio,  luna,  molla  y  músculo.  Albar, 
del  adjetivo  albo,  y  armilar,  del  latín  armilla. 

Substantivos.  A  semejanza  de  altar,  collar  y  luminar, 
de  los  latinos  altare,  collare  y  luminare,  hemos  formado 
breñar,  centenar,  cuajar,  espaldar,  faldar,  pilar,  tejar, 
telar,  vasar,  yesar,  etc.,  de  los  substanivos  breña,  cen- 
tena, cuajo,  espalda,  falda,  pila,  teja,  tela,  vaso,  yeso, 
etcétera,  y  de  primitivos  latinos,  ijar,  de  ilia ;  paladar, 
de  palatum,  etc. 

Cuando  tiene  significación  colectiva  equivale  este  su- 
fijo a  al,  con  el  que  se  confunde,  notándose  que  si  el 
primitivo  tiene  /,  el  sufijo  es  ar,  aun  cuando  por  su 
origen  latino  debiera  ser  al,  como  lugar  y  el  ant.  logar, 
del  lat.  lócale,  al  lado  del  culto  local.  Y  así  tenemos: 
aljezar,  aliagar,  aulagar,  mulvar,  melonnr,  palomar, 
etcétera,  de  aljez,  aliaga,  aulaga,  malva,  melón  y  paloma, 


OERIVACIÓX  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  27 

todos  con  /,  como  pajar,  pinar,  etc.,  de  paja  y  pino,  que 
no  la  tienen. 

De  muchos  de  estos  últimos  primitivos  tenemos  for- 
anas con  /  y  con  r;  así,  atochar  y  atochal,  de  atocha;  cas- 
cajar y  cascajal,  de  cascajo;  jutuar  y  juncal,  de  junco; 
nabar  y  nabal,  á&  nabo,  etc. 

Combinado  con  azo  y  acho  vemos  este  sufijo  en  loda- 
zar y  lodachar,  al  lado  de  lozadal,  de  lodo;  con  ado  y 
EGO,  en  saladar  y  salegar,  de  sal.  Muladar  es  variante  de 
murad  al. 

Con  esta  terminación  tenemos  algunos  nombres  toma- 
dos del  árabe,  como:  aduar,  ajuar,  alamar,  albihar,  al- 
far, alfaliar,  algar,  y  quizá  también  alijar,  almaizar,  al- 
mizar,  etc.,  cuyas  etimologías  pueden  verse  en  el  Diccio- 
nario. 

Billar,  del  fr.  billard;  pelgar,  voz  familiar,  equivalente 
a  pelagallos. 
32.  ARDO,  mase,  -arda,  fem.,  paroxítono.  Procede  este  sufijo 
del  alemán  hart  (gótico  hardus),  con  las  vocales  genéri- 
cas o,  a  del  castellano,  y  lo  tenemos  en  algunos  nombres 
propios,  como  Bernardo,  Lisardo,  etc.,  y  también  en 
nombres  comunes  y  en  algún  adjetivo,  derivados  de 
temas  latino-castellanos  o  de  temas  germánicos.  Su  sig- 
nificación general  es  despectiva,  como  se  ve  en  galavar- 
do,  hombre  alto  y  desgarbado ;  jabardo,  enjambre  peque- 
ño y  malo,  ambos  de  radical  desconocida,  y  en  los  si- 
guientes : 

Masculinos:  bastardo,  de  basto;  gallardo,  quizá  de 
gallo;  nasardo,  del  lat.  nasus,  nariz;  petardo,  del  ital. 
petardo,  de  peto,  pedo;  tabardo,  en  fr.  tabard,  y  bigardo 
y  begardo,  del  flamenco  beggen,  pedir,  en  b.  lat.  beggar- 
dus.  Fajardo,  de  origen  desconocido,  y  lombardo  y  pi- 
cardo,  que  dieron  nombre  a  Lxvnbardía  y  Picardía.  Lon- 
gobardo,  en  lat.  longobardus. 

Femeninos:  bombarda  y  sa  variante  lombarda,  del 
lat.  bambus,  ruido  (en  b.  lat.  bombarda) ;  buharda  si  de- 
riva de  bufar;  espingarda,  del  ant.  alto  al.  springan ; 
moscarda,  de  mosca,  y  de  radical  desconocido  billarda  y 
su  variante  zñllalda;  cucarda,  ir.  cocarde ;  pcnchigarda,  voz 
de  gerinanía,  si  no  es  compuesta  de  carda,  y  zalagarda. 


28 


JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 


Alabarda,  del  ant.  al.  helmibarte;  alfarda,  del  ár. 
sj¿já)\,  alfarda;  gabarda,  síncopa  y  apócope  de  galabar- 
dera, del  ár.  persa  w^i/  calb  +  o^^  uard.  Albarda,  quizá 
de  barda,  con  el  art.  ár.  al. 

No  debe  reconocerse  este  sufijo  en  los  disílabos,  como 
cardo,  dardo,  etc.,  que  tienen  distinto  origen,  ni  en  los 
postverbales,  como  resguardo,  ni  en  los  compuestos, 
como  leopardo. 

33.  ARIO,  paroxítono.  Es  la  ■  forma  erudita  del  mismo  sufijo 
latino  ARIO  (nom.  arius  o  arium),  del  que  procede  tam- 
bién el  sufijo  vulgar  ero.  Asi,  contrario,  estatuario,  la- 
pidario y  notario  son  en  latín  contrarius,  statuarius,  la- 
pidarius  y  notarius.  Asimismo  del  latín  solitarius  tene- 
mos la  forma  erudita  solitario  y  la  vulgar  soltero. 

Forma  en  castellano  derivados  nominales,  ya  substan- 
tivos, ya  adjetivos  que  en  su  mayor  parte  se  usan  tam- 
bién como  substantivos. 
Los  substantivos  denotan: 

a)  Profesión  u  ocupación,  como  bibliotecario,  botica- 
rio, corsario  y  cosario,  funcionario,  presidiario,  templa- 
rio, etc.,  de  biblioteca,  botica,  corso  y  coso,  función, 
presidio,  templo,  etc.  Herbolario,  del  lat.  herbula,  dim. 
de  herba  =  hierba. 

b)  Persona  a  cuyo  favor  se  cede  algo,  como  conce- 
sionario y  concesonario,  cesionario,  el  ant.  comisionario, 
substituido  por  comisionado,  pensionario,  etc.,  de  con- 
cesión, cesión,  comisión,  pensión,  etc. 

c)  El  lugar  o  sitio  donde  se  juntan  o  guardan  obje- 
tos de  la  especie  y  clase  del  primitivo,  como  antifonario, 
campanario,  devocionario,  diccionario,  etc.,  de  antífona, 
campana,  devoción,  dicción,  etc. 

Los  primitivos  en  ia  pierden  el  diptongo  ante  el  su- 
fijo, coimo  se  ve  en  relicario,  de  reliquia.  También  pier- 
den la  i  del  diptongo  interno  las  formas  cesonario,  con- 
cesonario y  confesonario,  al  lado  de  cesionario,  conce- 
sionario y  confesionario,  de  cesión,  concesión  y  confe- 
sión, e  incensario,  de  incienso. 

Faldulario,  de  un  supuesto  faldula,  diminutivo  de 
falda;  perdulario,  quizá  por  perdudario,  de  un  participio 
anticuado  en  -udo.   Vendimiario,  del  fr.  vendimiaire. 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  29 

Adjetivos.  Disciplinario,  escriturario,  expedicionario, 
fraccionario,  z'isionario,  etc.,  de  escritura,  expedición^ 
fracción,  visión,  etc. 

Usufructuario,  del  latín  usuf ructuarius ;  obituario, 
del  lat.  obitus  -us;  humanitario,  del  lat.  humanitas,  de 
-atis,  con  pérdida  de  la  final  temática  at. 

También  los  hay  derivados  de  numerales,  como  cen- 
tenario, de  centena;  treintanario,  por  el  ant.  treintena- 
rio,  de  treintena;  cincuentenario,  de  cincuentena,  etc. 
34.  ARRO,  fem.  arra,  paroxítono.  Sufijo  despectivo  de  origen 
ibérico,  como  se  ve  en  las  voces  bizarro,  chaparro  y 
chaparra,  ganiarra,  guijarro  y  pizarra,  que  son  en  vas- 
cuence bizarra,  zabarra,  gamarra,  eguijarria  y  pizarra, 
y  en  nombres  de  la  antigua  vasconia,  como  Navarra. 

Como  tal  sufijo  lo  tenemos  en  buharro,  cacharro, 
cegarra,  cotarro,  cucarra,  chicharro,  mocarro,  panarra  y 
patarra,  derivados  de  buho,  cacho,  ciego,  coto,  cuco,  chi- 
na, moco,  pan  y  patata.  Cigarra,  del  lat.  cicada,  con  cam- 
bio de  sufijo:  chicharra  y  chicharro,  variantes  de  cigarra; 
cigarro,  lo  derivan  de  cigarra;  pitarra  =  pitaña.  En 
mangajarro,  de  manga,  se  halla  combinado  con  ato. 

Hay  algunos  de  origen  desconocido,  como  bigarro  = 
bigaro ;  caparra  =  garrapata,  y  caparra  =  ital.  caparra ; 
cocharro,  cucharro;  gabarro,  en  fr.  chiavart  y  en  italiano 
chiavardo ;  gabarra  es  lo  mismo  en  ital.  y  provenzal ;  gal- 
farro =^  gavilán,  parece  tener  la  misma  raíz  que  éste ; 
gomarra  c^  voz  de  germanía.  \'éase,  además,  el  sufijo 
orro. 

De  origen  árabe  son:  alcaparra,  atafarra,  cimitarra, 
guitarra,  jarra,  moharra  y  muliarra,  zamarra  y  zama- 
rro, que  en  aquella  lengua  suenan  g-Jul,  alcaparra,  del 
gr.  /cncxcrp'.;;  já*Jl,  atajar;  j«  w.^^,  chimexir;  ^j^^^  qui- 
tara, del  gr.  z'.Ocr'pa;  8j^,  chara;  v^y>^-*,  moharrib,  y 
j^-^*",  qamur,  a  todos  los  cuales,  como  se  ve,  los  hemos 
duplicado  la  r  o  dado  la  terminación  de  nuestro  sufijo. 

Garra  y  garro  proceden  del  cimbro  gar;  marro  y  ma- 
rrar, del  germ.  marrjan;  amarra  y  amarrar,  del  neer- 
landés marren;  catarro,  del  lat.  catarrhus.  gr.    x6r:»¡5poo<;. 

Butifarra  y  guzpatarra  son  compuestos,  y  desgarro, 
despilfarro,  engarro,  etc.,  postverbales. 


3o 


boletín  de  la  real  academia  española 


35.  ARTE,  paroxítono.  Este  sufijo,  variante  francesa  del  mismo 

origen  que  ardo_,  lo  tenemos  en  espadarte,  de  espada ; 
estandarte,  de  la  radical  de  extender  (estender),  b.  lat. 
standardum,  y  velarte,  de  raíz  desconocida,  Petarte, 
ant.  =  petardo,  y  placarte  son  en  f r.  pétart  y  placard : 
talabarte  es  lo  mismo  en  portugués ;  baluarte,  del  al.  boll- 
werk. 

36.  ARZo,  fem.  arza,  paroxítono.  Las  pocas  voces  castellanas 

que  tenemos  con  esta  terminación  no  tienen  primitivo 
conocido,  y  son :  arifarzo,  voz  de  germanía ;  cadarzo, 
que  quizá  tenga  la  misma  radical  que  cadejo;  escarza 
y  escarzo;  ¿rainar^a  =  alhargama  =^  alharma,  que  debe 
haberse  formado  de  la  misjma  voz  árabe  que  ésta,  pero 
sin  el  artículo,  o  sea  de  J-«^.=^,harmal;  magarza,  en  la 
cual  debe  verse  también  el  radical  de  su  equivalente 
matricaria,  y  jaguarzo  y  su  variante  juaguarzo,  voz  que 
los  árabes  de  la  península  nos  dan  en  la  forma  ^\jú^^ 
xacraz,  o  j^l^iL^,    xacuaz. 

37.  ASCO,  fem.  asca,  paroxítono.  Este  sufijo,  que  parece  una 

variante  de  isco,  con  a  por  i,  para  dar  significación 
aumentativa  a  los  nombres  que  forma  (comp.  nevasca  y 
nevisca),  lo  tenemos  en  los  substantivos  borrasca,  del 
lat.  bóreas;  chubasco  y  ant.  chubazo,  del  lat.  pluvia, 
lluvia;  nevasca,  de  nevar;  peñasco,  de  peña;  ternasco, 
de  tierno;  verdasca  y  su  variante  vardasca,  de  verde,  y 
también  en  carrasco,  adj.,  en  pino  carrasco,  y  carrasca, 
de  primitivo  desconocido. 

En  chavasca,  al  lado  de  chasca,  chamarasca  y  hojaras- 
ca, tiene  significación  colectiva,  y  en  los  dos  últimos  se 
halla  combinado  con  el  sufijo  ar,  pues  derivan,  el  prime- 
ro, del  lat.  flamma,  y  el  segundo,  de  hoja.  Varbasco  y 
verbasco,  del  lat.  verbascum ;  damasco,  del  nombre  de  la 
ciudad  así  llamada;  tarasca,  del  fr.  tarasque ;_^/íaj'Cí7  y 
/raíca=:  hojarasca,  son  italianos,  y  añasco,  del  ár. 
^^.-cí^jül,    annaxic. 

Bergamasco,  adj.  de  Bérgamo. 

Basca  es  lo  mismo  en  vascuence.  Frasco,  del  lat. 
phlasca,  y  chasco,  de  origen  desconocido.  Vasco  es  apó- 
cope de  vascones.  El  mismo  sufijo  debe  verse  en  los  ape- 
llidos Lagasca,  Vclasco,  etc. 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  3 1 

38.  ASTO,    fem.   asta,    paroxítono.    Por   pérdida    de   la   r   de 

ASTRO,  tenemos  algunos  nombres  en  asto,  asta,  como 
canasta  y  canasto,  de  canastro  (lat.  canistrum,  pero  gr. 
•/ctvaítpov);  avucasta,  de  avuca,  despectivo  de  ave,  lo  mis- 
mo que  avucastro ;  el  ant.  Icbrasto,  por  lebrastro,  de  lie- 
bre ;  banasta,  del  lat.  benna,  por  analogía  con  canasta. 
Dinasta,   iconocliasta,   reconocen  otro  origen ;  gr.   o-j- 

vasTT,;   y  s'.zovozXoíaTr;:. 

ASTRE.  Véase  astro. 

39.  astro,  fem.  astra,  paroxítono.  Procede  del  latín  astcro 

(nom.  áster,  acusat.  astrum),  como  se  ve  en  hijastro, 
oleastro,  padrastro  y  pinastro,  de  filiastrum,  oleastrum, 
patrastnun  y  pinastrum. 

Denota  este  sufijo  que  el  nombre  derivado  no  tiene 
todas  las  condiciones  del  primitivo  y,  por  tanto,  que 
comparado  con  él  es  inferior  en  calidad,  o  sea  es  des- 
pectivo. En  castellano  fonna  sólo  substantivos,  derivados 
de  otros  substantivos.  Así :  camastro,  hijastra,  filoso- 
fastro, pilastra,  poetastro  y  politicastro,  de  cama,  hija, 
filósofo,  pila,  poeta,  político.  Zarrapastra,  de  zarpa,  con 
el  despectivo  arr.\  en  el  interior  de  la  palabra. 

Dialectal  debe  ser  la  variante  astre  que  vemos  en  pi- 
llastre, de  pillo ;  pollastre,  al  lado  de  pollastro,  y  en  so- 
llastre, pinche  de  cocina,  de  sollar. 
ata.  Véase  ato,  i. 

40.  ATARio.    Procede   este   sufijo  de   los   nombres   latinos   en 

atarius,  como  se  ve  en  colcgatario,  comendatario,  como- 
datario, legatario  y  mandatario,  de  collegatarius,  com- 
mendatarius,  commodatarius,  legatarius  y  mandatarius. 

En  castellano  se  une  al  radical  de  verbos  de  la  prime- 
ra conjugación  y  denota,  como  el  sufijo  ario,  la  persona 
a  cuyo  favor  se  verifica  la  acción  del  verbo;  es  decir, 
que  designa  el  término  paciente  de  los  agentes  en  or, 
ante  o  en  ista;  como  prestatario,  aquél  a  quien  presta 
el  prestamista;  renunciatario,  aquél  en  cuyo  favor  re- 
nuncia el  renunciante,  y  así :  arrendatario,  consignatario, 
destinatario,  feudatario  y  mandatario ,  de  arrendar,  con- 
signar, do^tinnr.  friul  tr  nnt  v  m-.iKJar.  Dignatario,  de 
dignarse 

Censatario,  de  censuar,  con  pérdida  de  la  u  del  dip- 
tongo. 


32  JOSÉ    ALEMÁN Y    BOLUFER 

41.  ATE,  paroxítono.  De  origen  incierto,  como  ato  (2),  tenemos 

este  sufijo  en  algunos  substantivos  derivados  de  nom- 
bres de  frutas,  denotando  que  el  derivado  está  hecho  de 
la  materia  del  primitivo,  como  almendrate^  avenate,  pi- 
ñonate y  uvate,  de  almendra,  avena,  piñón  y  uva. 

También  lo  vemos  en  horcate,  de  horca,  y  en  botarate ; 
pero  no  en  granate,  si  deriva  del  lat.  granatum,  y  no  de 
grano.  Disparate,  de  disparatar,  es  postverbal. 

Terminados  en  -ate  tenemos,  además,  algunos  nom- 
bres tomados  del  azteca  o  mejicano,  como  chocolate^ 
petate,  tomate,  de  chocolatl,  petlatl,  tomatl,  y  otros  pro- 
cedentes del  árabe,  como  acicate,  mogate,  quilate,  de 
ui.'L*j...:i^JI,  axaucat;  ^Í2*x,  mogati;  -i?ljí^'¿,  quiratr^j- 
caparate,  del  hol.  sohaprade. 

42.  ÁTICO,  esdrújulo  o  proparoxítono.  Es  la  forma  erudita  del 

sufijo  latino  ático  (nom.  aticus,  acusat.  atícmn),  como 
se  ve  en  fanático,  lunático,  dogmático  y  selvático,  de  fa- 
natícus,  lunatícus,  dogmatícus  y  silvatícus.  Del  mismo 
proceden  también  los  sufijos  adgo,  azgo  y  aje. 

Pocas  son  las  formaciones  castellanas  con  este  sufijo; 
pero  podemos  citar  bobático,  de  bobo;  flemático,  de 
flema ;  friático,  de  frío ;  el  ant.  vinático,  de  vino,  y  te- 
mático, que  en  su  acepción  de  temoso  procede  de  tema 
y  no  del  gr.  Osaa-i/ó;. 

Morganático,  del  germ.  morgjan,  como  el  fr.  morga- 
natique.  En  algunos  tenemos  la  forma  popular  y  la  eruh 
dita,  como  selvático  y  salvaje,  ant.  selvaje. 
ATivo.  Véase  ivo. 

43.  ATO,  I,  paroxítono.  Procede  del  latín  -ato  (nom.  atus,  um; 

acusat.  atum) ;  así,  alegato,  cerato,  cordato,  inquilinato 
y  mandato  son  en  latín  allegatum,  ceratum,  cordatus, 
inquilinatus  y  mandatum.  Del  mismo  deriva  tamibién  el 
vulgar  ADO. 

En  castellano  forma  nombres  masculinos  derivados 
de  otros  nombres,  y  que  denotan  dignidad,  oficio,  juris- 
dicción, y  algunos,  además,  el  tiempo  que  ésta  dura  y 
el  territorio  sobre  que  se  extiende,  como  se  ve  en  caba- 
llerato, cardenalato,  deanato,  decanato,  economato,  pro- 
vincialato,  provisorato,  etc.,  de  caballero,  cardenal,  deán^ 
decano,  ecónomo,  provincial,  provisor,  etc. 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  L.\S  PALABRAS  33 

Tiene  su  equivalente  en  ía,  como  mariscalato  =  ma- 
riscalía, y  en  algunos  ha  substituido  a  azgo,  como  arce- 
diauato  =  ant.  arcedianazgo ;  cardenalato  =  ant.  carde- 
nalazgo. 

Sen'ato,  del  ár.  s:>S7=»,  herbat.  Malato,  del  lat.  male 
habitus.  Asesinato  y  replicato,  de  asesinar  y  replicar. 
Desacato  es  postverbal. 

De  primitivo  desconocido  tenemos  corbato,  mojigato 
y  su  síncopa  mogato,  aunque  éstos  y  carromato  pueden 
pertenecer  al  sufijo  siguiente.  (V.  ato,  2.) 

Los  químicos  emplean  también  este  sufijo  en  alcoho- 
lato,  de  alcohol;  fosfato,  de  fósf(oro);  muriato,  del  lat. 
muría;  nitrato,  de  nitro,  etc.  Espato,  del  al.  spath. 

Los  femeninos  en  ata,  como  batata,  bravata,  camina- 
ta, repasata,  serenata,  sonata  y  algunos  otros,  proceden 
del  italiano ;  pero  también  los  tenemos  formados  en  nues- 
tra lengua,  como  culata  y  fogata,  de  culo  y  fuego*;  ca- 
balgata,  pegata  y  zñajata,  de  cabalgar,  pegar  y  viajar,  y 
de  otros  orígenes,  v.  gr. :  alfayata  y  azafata,  de  los  mas- 
culinos alf ayate  y  azafate ;  horchata,  de  hordiate ;  cor- 
bata, del  f  r.  cravate ;  alpargata,  del  vasco  abarca  por  me- 
diación del  ár.  español  .ií-IíjxjI  albargat;  catarata  y  pe- 
rorata, del  lat.  cataracta^  perorata,  etc. 

ato,  2.  De  origen  distinto  del  anterior  y  además  in- 
cierto, tenemos  este  sufijo  formando  diminutivos  de 
nombres  de  animales,  como  ballenato,  cervato,  chivato, 
lebrato,  lobato,  mulato  =  ant.  muleto  y  niñato,  de  ba- 
llena, ciervo,  chivo,  liebre,  lobo,  mulo  y  niño.  También 
en  jabato,  de  jabalí,  y  en  el  adjetivo  morato,  de  moro. 
AT0R10.  Véase  torio. 

44.  AYO.  A  semejanza  de  ochavo  y  octavo,  que  proceden  del 
lat.  octavus.  tenemos  en  casteJla.no  esta  terminación, 
como  sufijo  que  entra  en  la  formación  de  numerales 
fraccionarios  mayores  de  diez,  pues  hasta  este  número, 
con  excepción  de  seisavo,  poco  usado,  empleamos  los 
mismos  ordinales. 

El  Diccionario,  en  este  particular,  no  sigue  un  siste- 
ma único.  Constan  en  él  los  fraccionarios  en  avo  corres- 
pondientes a  los  cardinales  desde  1 1  hasta  20,  inclusive ; 
así.  onzavo,  dozavo,  trezavo,  etc.  Desde  20  en  adelante. 


34  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

con  excepción  de  treintaidosavo,  no  incluye  más  que  los 
correspondientes  a  las  decenas,  como  veintavo,  treintavo, 
cuarentavo,  etc.,  hasta  centavo,  con  lo  cual  parece  indicar 
que  no  puedan  usarse  veintiunavo  y  los  demás,  que  son 
tan  legítimos  y  usuales  como  treintaidosavo,  según  se  de- 
duce de  lo  que  se  lee  en  el  artículo  avo. 

Algunos,  como  ochavo,  centavo,  se  usan  como  subs- 
tantivos. 
45.  AZ_,  oxítono.  Únicamente  en  agraz,  de  agro ;  en  rapaz  y  su 
femenino  rapaza,  si  derivan  de  rapar  y  no  son  una  acep- 
ción figurada  del  adjetivo  rapaz;  en  capataz,  del  lat. 
caput,  cabeza,  y  en  los  adjetivos  lenguaraz  y  montaraz, 
de  lengua  y  monte,  con  el  sufijo  araz  (ario  +  az),  vemos 
este  sufijo  en  castellano,  porque  las  demás  voces  en  az 
las  hemos  tomado,  formadas  ya,  de  otras  lenguas.  Así: 
Audaz,  capaz,  contumaz,  eficaz,  falaz,  feraz,  fugaz, 
locuaz,  mordaz,  primaz,  pugnaz,  rapaz,  sagaz,  veraz,  etc., 
proceden  de  los  acusativos  latinos  audacem,  capacem, 
contumacem,  eíficacem,  falacem,  feracem,  fugacem,  lo- 
quacem,  m.ordaoem,  primacem,  pugnacem,  rapacem,  sa- 
gacem  y  veracem. 

A  lataz,  del  griego  Xáxcz?,  le  hemos  cambiado  el  acento 
-por  analogía  con  los  anteriores. 

Torcaz  es  apócope  del  ant.  torcazo;  solaz,  de  solacio, 
etcétera. 
Disfraz  es  postverbal,  y  contrahaz,  compuesto  de  naz. 
Del  árabe  proceden  agraz,  albarraz,  alcahaz,  arrayaz, 
arriaz  y  quizá  algún  otro,  cuyas  etimologías  pueden  ver- 
se en  el  Diccionario. 

Para  los  patronímicos  en  az,  véase  ez  átono. 
46.  AZGO  y  anticuado  adgo,  paroxítonos.  Son  las  formas  nor- 
males de  la  derivación  castellana  del  sufijo  latino  ático 
(nom.  -atícus,  acusat.  -atícum),  así :  montazgo  y  portaz- 
go, de  montadgo  y  portadgo,  y  éstos,  de  montattcum  y 
portaticum,  formas  del  bajo  latín  derivadas  de  mons, 
monte,  y  porta,  puerta. 

Con  este  sufijo  tenemos  en  castellano  substantivos  de- 
rivados de  noanbres  de  personas  y  de  verbos ;  los  pri- 
meros denotan  título  o  dignidad,  como  alarifazgo,  almi- 
rantazgo, arcedianazgo,  cacicazgo,  de  alarife,  almirante, 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  35 

arcediano,  cacique;  también  suelen  designar  la  acción 
que  constituye  en  tal  dignidad  a  la  persona  designada 
por  el  primitivo,  como  padrinazgo,  de  padrino,  y  tiempo, 
como  noviazgo-,  de  novio. 

Los  derivados  de  verbos  denotan  acción  y  efecto, 
como  hallazgo,  de  hallar,  y  hartazgo,  de  hartar.  Al  lado 
de  azgo  se  ve  también  la  forma  en  aje,  como  compa- 
drazgo y  compadraje,  de  compadre. 
47-  Azo,  fem.,  AZA,  paroxítono.  Procede  este  sufijo  del  latino 
ACEO  (nom.  aceus,  a;  acusat.  acéum,  am),  como  vemos 
en  hornazo  y  hornaza,  de  fornaceum,  ceam ;  gallinazo  y 
gallinaza,  de  gallinaceum,  ceam;  terrazo  y  terraza,  de 
terraceum,  ceam. 

En  nuestra  lengua  se  junta  a  adjetivos,  a  substantivos 
y  a  verbos,  con  las  siguientes  significaciones: 

Primero:  Añadido  a  adjetivos,  les  da  significación  au- 
mentativa con  cierto  matiz  despectivo,  como  vemos  en 
bribonazo,  gnlosazo,  grandazo,  haraganazo  y  simplazo,  de 
bribón,  goloso,  grande,  haragán  y  simple. 

Segundo  :  Añadido  a  substantivos : 

a)  Tiene  la  misma  significación  que  con  los  adjetivos; 
así:  animalazo,  calzonazos,  galeaza,  hotnbrazo,  madra- 
za, padrazo  y  señoraso,  dc  animal,  calzones,  galea,  hom- 
bre, madre,  padre  y  señor.  Carpazo  y  boyazo,  de  cuerpo 
y  buey,  con  la  vocal  originaria. 

Picaza,  ave,  del  lat.  pica,  cuya  misma  significación 
tiene. 

Sin  dejar  de  tener  significación  aumentativa,  domina 
la  despectiva  en  aceitazo,  lagunazo  a!  lado  de  lagunajo, 
mostazo,  ramblazo,  vistazo,  etc.,  de  aceite,  laguna,  mos- 
to, rambla,  vista,  etc  ;  y  especialmente  en  los  femeninos, 
como  babaza,  bestiaza,  carnaza,  melaza  y  pajaza,  de 
baba,  bestia,  carne,  miel  y  paja.  Sangraza,  de  sangre, 
al  lado  de  la  form?.  cult?  sa"^"-^-^  '-1  ht.  sanguis. 
•         sangre. 

b)  Denota  origen  o  semejanza,  materia,  etc.,  especial- 
mente en  los  femeninos,  como  aguaza,  gallinaza,  linaza, 
espinazo,  pinaza,  de  agua,  gallina,  lino,  espina  y  pino.  Pa- 
llazo,  y  las  formas  con  s,  pallaso  y  payaso,  del  lat.  palea. 
paja. 


36  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

c)  Expresa  el  golpe  dado  con  el  objeto  designado  por 
el  primitivo,  tomado  como  instrumento,  o  el  efecto  pro- 
ducido por  este  golpe,  como  en  ahanicazo,  aguijonazo, 
alabardazo,  alazo,  alfilerazo,  arcahuzazo,  baquetazo,  can- 
dilazo,  cañonazo,  capirotazo,  cordelazo,  cucharazo,  ga- 
rrotazo, latigazo,  pajazo,  ramalazo,  sablazo,  tizonazo,  etc., 
de  abanico,  aguijón,  alabarda,  ala,  alfiler,  arcabuz,  baque- 
ta, candil,  cañón,  capirote,  cordel,  cuchara,  garrote,  lá- 
tigo, paja,  ramal,  sable,  tizón,  etc.  Testarazo,  por  teste- 
razo,  de  testera,  como  su  equivalente  testarada. 

A  veces  designa  la  parte  en  que  se  recibe  el  golpe,  como 
espaldarazo,  de  espaldar.  Compárese  pescozada,  de  pes- 
cuezo. 

Tercero  :  Unido  a  temas  verbales  denotando  el  efecto 
de  la  acción,  en  arañazo,  de  arañar,  y  quebrazas,  de  que- 
brar. 

Ligamaza,  quizá  de  ligar,  o  compuesto  de  éste  y  el  subs- 
tantivo maza. 

Denotando  golpe  tiene  sinónimos  en  ada,  como  tes- 
tarazo ==  testarada  =  testerada  (de  testera)  ^  testada 
(de  testa);  tijeretazo  =  tijeretada  (de  tijereta)  =  tijera- 
da, de  tijera;  rodillazo  =  rodillada;  también,  sin  deno- 
tar golpe,  en  nevazo  =  nevada,  etc. 

Forma  también  el  adjetivo  cebadazo,  a,  de  cebada. 

Combínase  con  el  sufijo  ox,  como  en  aguzonazo,  de 
aguzar ;  y  con  ote,  como  en  picotazo,  de  pico. 
AZÓN.  Véase  zon. 

48.  BLE  (o  mejor  able,  ible,  paroxítonos).  Procede  este  su- 
fijo del  latino  bilí  (nom.  bilis,  acusat.  btlem),  como  abo- 
minable, adorable,  amable,  creíble,  feble,  visible  y  volu- 
ble, que  son  en  latín  abominabilis,  adorabilis,  amabilis, 
credibilis,  flebilis,  yisibilis  y  volubilis. 

Forma  en  castellano  adjetivos,  casi  todos  verbales,  que 
denotan  que  el  substantivo  con  quien  conciertan  posee 
capacidad  o  aptitud  para  que  se  verifique  en  él  la  signi- 
ficación del  verbo,  como  comestible  =  que  puede  co- 
merse; combustible  rz:  que  puede  ser  quemado,  etc.,  los 
cuales,  como  se  ve,  tienen  significación  pasiva ;  pero  los 
hay  también  con  significación  activa,  como  agradable  = 
que    agrada;    favorable   =   que    favorece;    responsable 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN"  DE  LAS  PALABRAS  37 

=  que  responde  por  alguien;  saludable,  que  sirve 
para  conservar  o  restablecer  la  salud ;  y  los  hay,  final- 
mente, que  tienen  las  dos;  como  falible  =  que  pue- 
de engañarse  o  engañar ;  movible  =  que  puede  moverse, 
o  que  es  capaz  de  recibir  movimiento.  Los  derivados  de 
verbos  intransitivos  o  de  nombres  son  los  que  especial- 
mente tienen  significación  activa. 

Los  adjetivos  que  con  este  sufijo  derivan  de  verbos 
de  la  primera  conjugación,  terminan  en  able;  y  los  que 
proceden  de  verbos  de  la  segunda  y  tercera,  en  ible.  No 
hay  formaciones  castellanas  en  eble,  oble,  uble;  pues 
los  adjetivos  que  asi  terminan  los  hemos  recibido  for- 
mados ya  del  latín,  como  deble  y  su  compuesto  endeble, 
feble,  mueble  e  indeleble,  que  proceden  de  los  acusativos 
debilem,  flebilem,  movilem  e  indelebilem.  Así  también 
doble,  moble,  noble,  y  los  compuestos  de  éste,  vienen  de 
duplum,  movilem  y  nobilem ;  roble  del  ant.  robre,  por 
disimilación,  y  éste,  de  roborem.  En  uble  no  tenemos  más 
que  a  soluble,  con  sus  compuestos  disoluble,  etc.,  y  vo- 
luble, de  solubilem  y  volubilem. 

De  verbos  de  la  primera  conjugación  tenemos,  entre 
otros  muchísimos  derivados,  los  siguientes :  abonable, 
cambiable,  confiscable,  laborable,  plegable,  polvorizable 
y  pulverisable,  de  abonar,  cambiar,  confiscar,  laborar, 
plegar,  polvorizar  y  pulverizar. 

Hay  algunos  sin  verbo  de  que  deriven,  y  proceden  del 
participio  pasivo  castellano,  o  del  supino  latino  del  verbo 
correspondiente;  así,  combustible,  compresible  y  prescrip- 
tible, de  los  participios,  combusto,  compreso  y  prescrip- 
to;  como  admisible,  conductible,  corrosible  y  responsa- 
ble, de  los  supinos  admissum,  conductum,  corrosum  y 
responsum. 

Obsérvese  que  los  participios  como  combusto,  compre- 
so y  prescripto,  de  que  nacen  estos  derivados,  son  latinos ; 
es  decir,  no  han  sido  formados  en  castellano ;  y,  por  tan- 
to, puede  decirse  que  todos  estos  adjetivos  derivan  de  los 
supinos  latinos :  combustum,  compressum  y  prescriptum. 

De  verbos  de  la  tercera  y  segunda:  convenible,  exigi- 
ble,  finible.  rngible,  sennble  y  unible,  de  convenir,  exi- 
gir, ant.  finir,  rugir,  servir  y  unir:  ,tíí  como  aborrecible. 


38 


JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 


atraíble,  componible,  hendible,  movible  y  volvible,  de  abo- 
rrecer, atraer,  componer,  hender,  mover  y  volver.  Ase- 
quible, del  lat.  assequi. 

Derivan  de  substantivos;  bonancible,  canonjible  y  de- 
fectible, de  bonanza,  canonje  y  defecto ;  manuable,  del 
latín  manus,  y  saludable,  de  salud. 

Tenemos,  finalmente,  algunos  compuestos  sin  el  simple 
del  cual  se  formen,  como  infatigable,  que  hemos  formado- 
de  in  y  fatigar;  inllevable,  que  en  buena  fonética  debe  ser 
illevable,  de  in  y  llevar,  e  irreconciliable,  de  in  y  recon- 
ciliar. Estos  adjetivos  son  derivados  y  compuestos  a  la 
vez. 

49.  BUNDO,  paroxítono.   Los  pocos  adjetivos  que  tenemos  en 

castellano  con  esta  terminación  son  de  origen  erudito,  y 
proceden  de  los  latinos  en  bundus,  derivados  verbales 
que  añaden  a  la  significación  del  participio  de  presente 
del  respectivo  verbo,  la  idea  de  intensidad  o  duración, 
como  se  ve  en  cogitabundo,  errabundo,  furibundo ,  mori- 
bundo, nauseabundo,  sitibundo,  tremebundo  y  vagabun- 
do, que  son  en  latín  cogitabundus,  errabundus,  etc. 
cico,  ciLLO,  CITO.  Véase  ito. 

50.  ciÓN  (ación,  ición),  oxítono.  Deriva  del  latino  tion  (nom. 

tio,  acusat.  tionem),  y  se  junta  a  temas  verbales  para  ex- 
presar la  acción  del  verbo  y  el  efecto  de  dicha  acción.  Casi 
todos  los  nombres  que  tenemos  con  esta  terminación  son 
latinos;  así,  abdicación,  alteración,  abolición,  admisión, 
bendición,  dentición,  locución,  secreción,  -etc.,  etc.,  proce- 
den de  los  acusativos  latinos  abdicationíem,  altercationem, 
abolitionem,  admissionem,  benedictionem,  dentitionem, 
locutionem,  secretionem,  etc.,  etc. 

Pero  tenemos  algunos  formados  en  castellano,  casi  to- 
dos de  verbos  de  la  primera  conjugación,  muy  pocos  de  la 
tercera  y  creo  que  ninguno  de  la  segunda.  Los  que  se  for- 
man de  verbos  de  la  primera  terminan  en  ación;  y  los 
de  la  tercera,  en  ición.  Así,  altercación,  apreciación, 
embarcación,  desmembración,  al  lado  de  dismembración, 
y  sobornación,  derivan  de  altercar,  apreciar,  embarcar, 
desmembrar  y  soboYnar;  mientras  que  fundición,  tundi- 
dición  y  muquición,  proceden  de  fundir,  tundir  y  muquir. 

Blanquición  supone  un  primitivo,  blanquir,  que  no  te- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  3g 

nemes ;  pero  si  blanquiza  y  blanquizco :  guarnición  del 
ant.  guarnir,  hoy  guarnecer. 

De  algunos  tenemos  las  dos  formas,  o  sea  la  castella- 
na y  la  latina,  asi :  disecación,  de  disecar,  y  disección,  de 
dissectionem ;  pudrici^n,  de  pudrir,  y  putrefacción,  de 
putrefactionem. 

Puede  afirmarse  que  los  terminados  en  ción,  no  prece- 
dida esta  terminación  de  a  o  i,  son  latinos.  Asi,  ablución, 
abstracción,  acepción,  polución,  retribución,  secreción, 
etcétera,  proceden  de  ablutionem,  abstractionem,  aceptio- 
nem,  pollutionem,  retributionem,  secretionem,  etc.  Sólo 
succión,  y  no  sé  si  algún  otro,  hemos  formado,  por  ana- 
logia  con  los  anteriores,  de  suctum  (supino  de  sugere, 
chupar),  con  el  sufijo  ion,  que  es  el  que  en  realidad  forma 
los  nombres  latinos  de  que  proceden  los  nuestros  en  ción. 

Tenemos  algunos  derivados  nominales  que,  no  obstante, 
designan  la  acción  y  efecto  del  verbo  hipotético  que  su- 
ponen ;  así,  caseación,  del  lat.  caseus.  queso,  como  si  tu- 
viéramos el  verbo  casear;  azña^ión,  de  ave;  aeración,  del 
latín  aer^  aire,  y  quizá  algún  otro. 

Los  hay  compuestos  con  prefijo,  como  desasimilación, 
imperforación,  extradición,  de  des,  in  y  extR-\:  y  tam- 
bién de  dos  voces  latinan,  como  aerostación,  de  aér  y 
statio,  onis. 

Del  significado  abstracto  tomaron  estos  nombres,  ya  en 
latin,  el  concreto;  asi  embarcación,  significa  también  la 
nave  en  que  se  embarca ;  fundición,  el  lugar  en  que  se 
funde. 

La  forma  vulgar  del  sufijo  latino  tion  en  nuestro  ro- 
mance, es  zÓN,  que  se  conserva  a  veces  al  lado  de  la  eru- 
dita, así :  castración  y  castrazón,  de  castratiónem,  y  con 
significación  distinta  ración  y  razón,  de  ratiónem,  y  los 
anticuados  criazón  y  criación  de  creatiónem. 
51.  CULO,  fem.-CULA,  paroxítono.  Tenemos  esta  terminación  en 
\oces  eruditas  tomadas  del  latín,  como  aurícula,  clavicu- 
la, mayúsculo,  minúsculo,  músculo,  ranúnculo,  etc.,  que 
son  en  lat.  aurícula,  clavicula,  majuscülus,  etc.  Car- 
búnculo y  su  síncopa  carbunclo,  de  carbunculus.  A  imi- 
tación de  éstos  se  ha  formado  molécula,  de  moles,  mole. 
CUNDO.  Véase  undo. 


40  JOSÉ   ALEMÁN Y    BOLUFER 

52.  DAD  (edad,  idad),  oxítono.  Procede  del  sufijo  latino  tat(i) 
(nom.  tas,  acusat.  tatem),  y  en  los  nombres  castellanos 
que  tenemos  con  esta  terminación  debemos  distinguir  dos 
grupos,  o  sea:  los  que  proceden  directamente  del  latín, 
como  bondad,  de  bonitatem,  y  los  que  ha  formado  el  cas- 
tellano, como  afectuosidad,  de  afectuoso. 

En  los  que  proceden  del  latín,  debemos  distinguir  tres 
derivaciones,  que  son: 

a)  La  derivación  vulgar,  o  sea  aquella  en  que  las  pala- 
bras han  pasado  por  todas  las  leyes  de  la  evolución  del 
latín  al  castellano,  así :  bondad,  de  bonitatem ;  verdad,  de 
veritátem, 

b)  La  derivación  semierudita,  en  la  cual  sólo  se  cum- 
plen algunas  leyes  de  la  evolución,  así :  debilidad,  de  de- 
bilitatem ;  atrocidad,  de  atrocitatem ;  fidelidad,  de  fideli- 
tatem.  Estas  tres  voces,  en  la  derivación  vulgar,  habrían 
perdido  la  i  de  penúltima  sílaba,  y  las  dos  primeras  se- 
rían en  castellano  debildad  y  atrozdad,  como  la  tercera 
es  fieldad  en  el  castellano  antiguo. 

c)  La  derivación  erudita,  que  loma  las  voces  del  latín 
cambiándoles  sólo  la  terminación,  o  sea  teniendo  en  cuen- 
ta únicamente  la  ley  de  las  finales  y  la  de  las  consonan- 
tes duplicadas.  Así  dificultad,  facultad,  libertad,  puber- 
tad y  voluntad,  de  difficultatem,  facultatem,  libertatem, 
pubertatem  y  voluntatem,  respectivamente. 

Los  derivados  propios  del  castellano  tienen  el  sufijo 
edad  o  IDAD  que  se  añade  a  adjetivos,  y  denota,  en  abs- 
tracto, la  cualidad  expresada  por  el  primitivo.  "Pero 
— como  dice  Monlau — esta  abstracción  no  es  tanta,  tan 
elevada  o  en  tan  alto  grado  como  la  que  se  connota  con 
los  adjetivos  correspondientes  substantivados  y  con  el 
artículo  neutro,  como  lo  bueno,  lo  bello,  lo  cruel,  lo  jus- 
to, etc.  Los  femeninos  en  dad  expresan  una  abstracción, 
pero  todavía  como  característica,  calificativa  o  propia 
de  una  persona  o  cosa;  y  los  adjetivos  neutros  expresan 
algo  substancial,  como  esencial  e  independiente  de  las 
realidades.  Los  femeninos  en  dad  expresan  cualidades, 
y  los  adjetivos  neutros  tomados  substantivadamente  ex- 
presan seres  ideales  en  quienes  se  hallan  completamen- 
te realizadas  las  cualidades.  Así  la  bondad  es  una  cua- 


DERIVACIÓN"  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABÍL\S  41- 

lidad  abstracta,  pero  que  todavía  participa  de  concreta, 
porque  siempre  se  refiere  a  una  persona,  a  una  acción, 
a  una  cosa,  etc.,  al  paso  que  lo  bueno  es  el  colmo  de  la 
abstracción  de  bondad,  es  el  bien  puro,  como  absoluto, 
realizado  y  como  existente  de  por  sí." 

No  es  indiferente  la  adición  del  sufijo  edad  o  idad, 
pudiendo  darse  las  siguientes  reglas,  que  sirven,  en  parte, 
también,  para  determinar  el  origen  del  derivado: 

I.*  Si  el  primitivo  es  bisílabo  y  no  termina  en  conso- 
nante, o  sea  cuando  el  derivado  resulte  trisílabo,  se  aña- 
de el  sufijo  edad;  así,  bronquedad,  cortedad,  cultedad, 
flojedad,  gafedad,  manquedad,  mocedad,  parquedad,  po- 
quedad, salvedad,  sequedad,  terquedad,  tosquedad,  va- 
guedad y  viudedad,  derivan  de  los  adjetivos  bronco,  cor- 
to, culto,  flojo,  gafo,  manco,  mozo,  parco,  poco,  salvo, 
seco,  terco,  tosco,  vago  y  viudo.  Las  excepciones,  como 
tersidad,  de  terso,  son  rarísimas. 

Obsérvese  necedad,  de  necio,  con  pérdida  del  dipton- 
go io;  pero  los  demás  en  io,  sólo  pierden  la  o,  como  se  ve 
en  suciedad  y  zafiedad,  de  sucio  y  zafio. 

Amistad,  en  b.  lat.  amicítas,  atis ;  veleidad,  con  idad,  del 
lat.  velle,  querer. 

Los  trisílabos  en  idad,  puede  decirse  que  son  todos  la- 
tinos. Así,  equidad,  fatuidad,  etc.,  de  aequitatem  y  fa- 
tuitatem,  etc. ;  pero  no  podemos  decir  que  los  en  edad 
sean  todos  castellanos,  porque  también  los  hay  latinos, 
como  nimiedad  y  novedad,  de  nimietatem  y  novitatem. 

2.*  Si  el  primitivo  tiene  más  de  dos  sílabas  o  es  bi- 
sílabo terminado  en  consonante,  es  decir  cuando  el  deri- 
vado ha  de  tener  más  de  tres  sílabas,  se  añade  el  sufijo 
IDAD,  así:  barbaridad,  maternidad,  medianidad,  de  bár- 
baro, materno  y  mediano ;  como  actualidad,  anualidad  y 
prioridad,  de  actual,  anual  y  prior;  y  afectuosidad,  agua- 
nosidad, efectividad,  exterioridad,  heterogeneidad,  la- 
boriosidad y  prodigiosidad,  de  afectuoso,  aguanoso,  efec- 
tivo, exterior,  heterogéneo,  laborioso  y  prodigioso. 

Los  adjetivos  en  able  toman  la  forma  latina  en  büis 
al  recibir  el  sufijo;  asi,  permeabilidad  de  permeable,  lat. 
permeabilis;  apacibilidad  de  apacible,  lat.  apacibilis;  ve- 
getabilidad, de  vegetable,  lat.  vegetabilis.  etc. 


-4^  JOSÉ  ALEMÁN  Y    BOLUFER 

Voces  de  cuatro  silabas  terminadas  en  edad  hay  muy 
pocas,  y  quizá  no  sean  más  que  antigüedad,  impropie- 
dad, al  lado  del  cultismo  impropriedad,  y  enfermedad,  de 
los  latinos  antiquitatem,  improprietatem  e  infirmitatem, 
y  el  castellano  voltariedad  de  voltario.  También  algu- 
nos anticuados,  como  certanedad,  al  lado  de  certinidad, 
de  certano. 

Los  de  cinco,  seis  y  siete  silabas,  tanto  si  son  latinos 
como  castellanos,  terminan  todos  en  idad  ;  asi,  amabi- 
lidad, imposibilidad  e  in corruptibilidad,  de  amabilitatem, 
imposibilitatem  e  incorruptibilitatem ;  como  masculinidad, 
ilegitimidad  y  oleaginosidad,  de  masculino,  ilegitimo  y 
oleaginoso.  Sólo  voluntariedad  y  su  compuesto  involun- 
tariedad  terminan  en  edad. 

Algunos  en  idad  sincopan  la  i,  como  liviandad,  me- 
rindad  y  mezquindad,  de  liviano,  merino  y  mezquino,  en 
vez  de  livianidad,  etc.  Asimismo  mortandad,  por  mor- 
taldad,  síncopa  de  mortalidad,  lat.  mortalitatem. 

Humedad,  de  húmedo,  quizá  por  humedidad ;  frial- 
dad, del  adj.  latino  friabilis,  lo  mismo  que  friabilidad. 
Fealdad  supone  también  un  vulgar  foedalis,  derivado  de 
foedus,  feo. 

En  algunos  derivados  equivale  este  sufijo  a  ura;  a^ 
tersidad  =  tersura,  de  terso ;  y  a  ía,  como  mediani- 
dad =  medianía,  de  mediano. 
33.  DERO,  fem.  DERA^  paroxitono.  Es  el  resultado  de  la  evolu- 
ción normal  del  sufijo  latino  torio  {toiro,  toero,  tuero, 
tero;  doiro,  doero,  duero,  dero),  como  cobcrtoira,  co- 
bertuera  y  cobertera,  de  coopertoriam ;  asmaduera  (Ber- 
ceo,  S.  D.  306)  y  asmadero,  ant.  también,  de  aestimato- 
riam  y  -torium.  En  la  derivación  erudita  persiste  inaltera- 
ble el  sufijo,  como  vemos  en  transitorio,  de  transitorius. 

Forma  derivados  verbales,  adjetivos  y  substantivos, 
que  terminan  en  adero,  edero,  idero,  según  deriven  de 
verbos  de  la  primera,  segunda  o  tercera  conjugación;  así, 
asadero,  de  asar;  tendedero,  de  tender;  asidero,  de  asir. 

I."  Los  adjetivos  denotan  la  posibilidad  o  la  necesidad 
de  que  la  significación  del  verbo  primitivo  se  cumpla  en 
el  substantivo  a  quien  aquéllos  se  refieren,  como  asade- 
ro, a  propósito  para  asarse ;  casadero,  que  está  en  edad 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  4 3 

de  casarse ;  perecedero,  que  ha  de  perecer,  y  así,  ahogade- 
ro, colgadero,  cerradero,  comedero,  dh'ididero,  durade-. 
ro,  hacedero,  levadero,  llevadero,  etc.,  de  ahogar,  colgar, 
cerrar,  comer,  dividir,  durar,  hacer,  levar,  llevar,  etc. 

Los  hay  que  tienen  significación  activa  y  expresan  que 
el  nombre  con  quien  conciertan  tiene  virtud  o  capacidad 
para  ejecutar  la  acción  del  verbo,  como  apretadero  = 
que  tiene  virtud  de  apretar,  barredero  =  que  barre,  dor- 
midero =  que  hace  dormir.  Casi  todos  los  de  esta  clase 
han  pasado  a  substantivos. 

2."  Los  substantivos  designan  generalmente  el  lugar 
en  que  puede  verificarse  la  acción  expresada  por  el  ver- 
bo primitivo,  como  abrevadero  =  paraje  donde  se  abre- 
va, arrastradero  =  camino  por  donde  se  arrastra,  y  así, 
acaballadero,  burladero,  degolladero,  echadero,  nadade- 
ro, patinadero,  pudridero,  sesteadero,  tentadero,  resisti- 
dero y  su  síncopa  resistero,  de  acaballar,  burlar,  dego- 
llar, echar,  nadar,  patinar,  pudrir,  sestear,  tentar  y  resistir. 

Con  esta  significación  hay  algunos  femeninos,  como 
acechadera  y  corredera,  de  acechar  y  correr. 

También  designan  el  instrumento,  como  prendedero, 
ahogcídero,  coladero,  de  prender,  ahogar  y  colar;  y  es- 
pecialmente los  femeninos,  como  agramadera,  coladera, 
nadadera,  paradera,  regadera  y  rociadera,  etc.,  de  agra- 
mar, colar,  nadar,  parar,  regar  y  rociar. 

Designando  el  lugar  o  el  instrumento  tienen  su  equi- 
valente en  dor;  así,  el  ant.  comedero  ha  sido  substituí- 
do  por  el  moderno  comedor,  y,  en  cambio,  lavadero  ha 
substituido  al  ant.  lavador;  pero  persisten  mira<lero  y 
mirador,  y  con  significación  diferente,  corredera  y  co- 
rredor; como  designando  instrumento,  coladero,  colade- 
ra y  colador,  etc. 

Hay  algunos  femeninos,  abstractos  o  concretos,  que. 
usados  en  plural,  toman  una  significación  determinada, 
como  andaderas,  ataderas;  y  otros  que  sólo  se  usan  en 
este  número,  como  absolvederas,  de  absolver ;  despabi- 
laderas =  espabiladeras,  de  despabilar  y  espabilar;  des- 
pachaderas,  de   despachar;  entendederas,   de   entender; 

escurrideras,   de   escurrir-    rrhlirníL^rm     (Te    cvi^liVnr;   po- 


44  JOSÉ  ALEMAXY   BOLUFER 

saderas,  de  posar,  pues  posadero  deriva  de  posada  con 

el   sufijo  ERO. 

54.  DOR  (ador,  edor,  idor),  oxítono,  fem.,  dora,  paroxítono. 
Procede  este  sufijo  del  latino  tor  (nom.  tor,  acusat.  -tó- 
rem),  y  forma  en  castellano  derivados  verbales  que  de- 
notan el  agente  de  la  significación  del  verbo,  y  a  veces 
también  el  instrumento  y  el  lugar.  El  sufijo  viene  a  ser 
ador,  edor,  idor,  según  la  conjugación  del  verbo  primitivo. 

De  los  latinos  creatorem,  imperatorem,  etc.,  proceden 
los  castellanos  creador,  emperador,  etc. ;  y  a  semejanza 
de  éstos,  hemos  formado  en  nuestra  lengua. 

De  verbos  de  la  primera  :  abaleador,  ora,  de  abalear ; 
abarcador,  ora,  de  abarcar;  abrevador,  ora,  de  abrevar; 
y  así  abonador,  amolador,  aferrador,  aguijoneador,  etc., 
etcétera. 

De  verbos  de  la  segunda:  conocedor,  ora,  de  cono- 
cer ;  hacedor,  ora,  de  hacer ;  proveedor,  ora,  de  proveer ; 
veedor,  ora,  del  ant.  veer;  etc.,  etc. 

De  verbos  de  la  tercera:  adquiridor,  ora,  de  adqui- 
rir ;  conducidor,  ora,  ant.  de  conducir ;  fingidor,  ora, 
de  fingir;  producidor,  ora,  de  producir,  etc.,  etc.  Estos  deri- 
vados son  todos  substantivos  o  adjetivos  que  pueden  usar- 
se como  substantivos. 

La  terminación  femenina  de  estos  adjetivos  es  de  for- 
mación castellana,  porque  en  latín  al  sufijo  masculino  tor 
corresponde  el  femenino  trix.  Véase  triz. 

Algunos  tienen  dos  formas ;  una  derivada  del  verbo 
castellano,  y  otra  de  la  radical  del  supino  latino,  así :  ad- 
quiridor, de  adquirir,  y  adquisidor,  del  lat.  acquissitum, 
supino  de  acquirére,  adquirir;  disecador,  de  disecar,  y 
disector,  de  dissectum,  de  dissecáre,  disecar. 

Nótese  que  en  adquisidor  y  disector  el  verdadero  su- 
fijo es  or,  con  la  diferencia  de  que  en  el  primero  hemos 
suavizado  la  t  en  d.  Véase  también  succión,  en  el  sufijo 

CION. 

También  sucede  que  tenemos  el  derivado  castellano 
al  lado  del  nombre  latino,  como  producidor,  de  producir, 
y  productor,  del  latín  productorem;  defendedor,  de  de- 
fender, y  defensor,  del  latín  defensorem.  En  estos  casos 
hemos  desechado,  a  veces,  la  forma  vulgar,  que  hemos 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  45 

substituido  por  la  erudita,  asi:  conducidor,  ant.  de  con- 
ducir, y  conductor,  forma  corriente,  de  conductorem. 
Pero  hay  casos  en  que  persisten  los  dos,  como  diseca- 
dor y  disector;  y  con  significación  distinta,  cogedor  y 
colector;  ponedor  y  postor;  regidor  y  rector,  etc. 

Algunas  de  estas  formas  dobles  proceden  ya  del  latín, 
como  cantador  y  cantor,  de  cantatorem  y  cantorem. 

Tenemos  algunos  formados  de  substantivos,  o  sea  que 
no  derivan  del  verbo  por  no  tenerlo  la  lengua ;  como  agua- 
dor, de  agua;  babador,  de  baba;  proscuior.  de  prosa. 
También  prestidigitador,  formado  de  presto  y  el  lat.  di- 
gttus,  dedo.  La  significación  del  primero  no  conviene  a 
ninguna  de  las  acepciones  del  verbo  aguar ;  y  en  cuanto  a 
los  demás,  carecemos  de  los  verbos  babar,  prosar  y  pres- 
tidigitar. 

Designan  el  agente  y  también  el  instrumento,  signi- 
ficación esta  última  derivada  de  aquélla:  cogedor,  d; 
coger;  prendedor,  de  prender;  pasador,  de  pasar,  etc.  Y 
sólo  en  género  femenino  ametralladora,  de  ametrallar. 

Designan  el  agente  y  el  lugar :  comedor,  corredor,  par- 
tidor, etc.,  de  comer,  correr,  partir,  etc. 

Aviador,  de  ave,  o  mejor  formado  sobre  el  francés 
azñateur,  porque  no  tenemos  el  verbo  aviar,  que  hubiera 
podido  engendrarle;  pero  el  femenino  aviadora  es  caste- 
llano ;  los  franceses  dicen  aviairice. 

DRIZ,  oxítono.  V.   TRIZ. 

55.  DURA  (adura,  edüra^  idur.\),  paroxiiono.  Procede  del  la- 
tino TURA  (nom.  a,  acusat.  am),  como  armadura,  de  ar- 
maturam. 

Forma  en  castellano  derivados  verbales  que  denotan  la 
acción  del  verbo  de  que  derivan,  o  el  efecto  de  la  acción, 
y  muchos  la  acción  y  el  efecto;  y  terminan  en  adura. 
edura  o  i  dura,  según  que  el  verbo  sea  de  la  primera,  se- 
gunda o  tercera  conjugación.  Así: 

De  verbos  de  r  a  primera:  abarcadura,  abrochadura, 
bordadura,  colgadura,  domadura,  echadura,  estrujadura, 
fajadura,  tentadura,  etc.,  de  abarcar,  abrochar,  bordar, 
colgar,  domar,  echar,  estrujar,  fajar,  tentar,  etc. 

Dk  verbos  de  la  segunda:  barrcduwa.  cocedura,  htnde- 
dura,  mecedura,  mnrdrdura.  htirri^'.ira,  roedura,  tnrccdu- 


4^  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

ra,  etc.,  de  barrer,  cocer,  hender,  mecer,  morder,  pacer, 
roer,  torcer,  etc.  Pero  cernidura,  de  cerner,  como  si  fuese 
de  la  tercera  conjugación. 

De  verbos  de  la  tercera  :  añadidura,  escurridura,  pe- 
didura,  sacudidiira,  tullidura,  tundidura,  urdidura,  etc., 
de  añadir,  escurrir, .pedir  sacudir,  tullir,  tundir  y  urdir: 
pero  podredura,  de  pudrir. 

Los  hay  que  denotan  también  el  medio  o  instrumento 
de  la  acción,  como  cerradura  y  levadura,  de  cerrar  y  le- 
var. Algunos  tienen  significación  colectiva,  como  arbola- 
dura y  asadura,  de  arbolar  y  asar.  También  cornadura, 
derivado  del  substantivo  cuerno,  como  su  sinónimo  cor- 
namenta. 

Sinónimos  de  los  en  dura  son  los  en  ción  ;  como  legra^ 
dura  =  legración ;  los  en  miento,,  como  alzadura  =  alza- 
miento ;  refregadura  =  refregamiento ;  rompedura  = 
rompimiento.  También  los  en  ado,  como  tocadura  =  to- 
cado, punzadura  =  punzada,  y  los  postverbales,  como 
refunfuñadura  =  refunfuño. 
ECICO,  ECILLO,  ECiTO.  Véase  ito. 

56.  ECO,  fem.  eca,  paroxítono.  De  los  pocos  substantivos  que 

tenemos  con  esta  terminación,  unos  proceden  del  árabe, 
como  alaqueca,  albudeca,  almizteca,  y  jaqueca  (ár.  xü^Ji*.'!, 
alaquica,  Njs^->.kuj|,  alboteija,  LXiaAa^il,  almastique  y  va^a^^ 
xaquica) ;  alguno  del  latín,  como  hipoteca,  lat.  hypotheca ; 
y  otros  han  sido  formados  en  castellano,  como  babieca, 
de  Babia ;  manteca,  de  manto,  y  muñeca  y  muñeco,  de 
origen  incierto.  El  adjetivo  enteco  debe  venir  del  mis- 
mo origen  que  hético  y  héctico. 

De  origen  desconocido  son  charneca,  recoveco  y  pas- 
tcca  que  también  es  italiano. 
Embeleco  deriva  de  embelecar. 
edad.  Véase  dad. 

EDERO.  V.  DERO. 

57.  EDO,  fem.  eda,  paroxítono.  El  masculino  procede  del  la- 

tino eto  (nom.  y  acusat.  etum) ;  y  el  femenino,  del  plural 
neutro  en  eta  de  los  nombres  formados  con  aquel 
mismo  sufijo ;  así  olmedo,  de  ulmetum,  y  olmeda,  de 
ulmeta ;  viñedo,  de  vinetum ;  con  ;;  por  n,  debido  a  la 
influencia  de  viña,  como  en  castañedo,  de  castanetum. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  47 

y  castañeda,  de  castañeta,  se  debe  a  la  de  castaña.  Pi- 
neda,  de  pineta. 

Forma  en  nuestra  lengua  substantivos  colectivos,  de- 
rivados en  su  mayor  parte  de  nombres  de  árboles  y 
plantas,  y  que  designan  el  sitio  o  lugar  en  que  hay  abun- 
dancia de  tales  vegetales,  así :  robledo  =  sitio  poblado 
de  robles. 

Casi  todos  estos  nombres  tienen  doble  forma,  es  de- 
cir, la  en  o  y  la  en  a;  y  muchos  además,  sinónimos  en 
AL  y  AR.  Asi:  acebedo  =  acebeda,  de  acebo;  alameda, 
ant.  =  alameda,  de  álamo ;  avellanedo  =  avellaneda 
=  avellanal  =^  avellanar,  de  avellano ;  biijedo  =  buje- 
da  =  bujedal  y  bojedal,  de  boj  (nótese  que  bujedal  de- 
riva de  bujedo) ;  salcedo  =  salceda,  de  salce.  Pero  los 
femeninos  son  en  mayor  número,  asi  arboleda,  de  ár- 
bol ;  aliseda  =  alisar,  de  aliso ;  fresneda,  de  fresno ;  pe- 
raleda, de  peral  =  pereda,  de  pera :  y  moheda  ==  mohe- 
dal del  ár.  "vót^*-*  mogueida. 

El  sufijo  EDA  se  combina  con  su  sinónimo  ar  (areda), 
en  humareda  y  polvareda,  de  humo  y  polvo. 

No  tienen  significado  colectivo  molledo,  peñedo  y  ro- 
quedo, de  molla,  peña  y  roca. 

El  mismo  origen  tienen  los  apellidos  castellanos  No- 
zaleda,  Poveda  o  Pobeda,  Ouevedo,  Sureda,  Valmase- 
da,  etc. 

Vereda   en   b.   lat.  vereda,   del   lat.   verédus,   caballo 
de  posta.  Bnhedo  =  tierra  gredosa,  de  origen  descono- 
cido, como  aleda,  adjetivo  que  se  dice  de  una  clase  de 
cera. 
f.dor.  Véase  dor. 
EDURA.  Véase  dura. 

3S.  ECO,  fem.  EGA,  paroxítono.  Del  adjetivo  latino  gallaicus 
o  gallaccus,  gr.  ■/.i'iX'J'.jl'.-.  (que  no  es  más  que  un  deriva- 
do de  la  raíz  kal  o  kel,  la  misma  que  vemos  en  galos  y 
celtas)  procede  el  castellano  gallego,  que  también  podría 
ser  gallego  o  galliego,  si  el  sonido  palatal  de  la  //  no  hu- 
biera absorbido  el  de  la  i  (i).  Con  í,  o  sea  con  el  sufijo 
lEGO,  tenemos  el  adjetivo  anticuado  judiego  =  mod.  ju- 


(i)     Compárese  mullera  por  mulliera,  de  inu'.lir. 


4^  JOSÉ   ALEMÁN V    BOLUFER 

daico,  del  lat.  iudakus,  gx.  louoaixo; ;  y  con  la  misma  sig- 
nificación, o  sea  la  patronímica  o  nacional,  manchego, 
de  Mancha,  y  cristianego  =  cristimiicgo  de  cristiano. 
Con  otras  acepciones  tenemos  también  frailego,  de  frai- 
le, y  cadañego  de  la  locución  cada  año;  machiega,  de 
macho,  y  los  substantivos  modrego,  quizá  de  modorra 
(modorrego,  modrrego,  modrego),  y  borrego  de  borra. 
En  bodega  del  lat.  apotheca;  galega,  compuesto  del 
gr.  7orAa,  leche,  y  cíV?,  «qóc,  cabra;  fanega  del  ár.  n¿>í^¿, 
fanica,  y  talega  y  talego  de  s&Ajlí^  taalica,  no  debe  verse 
este  sufijo.  Véase  iego, 

59.  Ejo,   fem.   eja,  paroxítono.   Deriva  este   sufijo  de  los  la- 

tinos ECÜLO^  a;  icülo^  a  (nom.  us,  a;  acusat.  um,  am), 
como  se  ve  en  artejo,  vulpeja,  bermejo,  abeja  y  oveja,  de 
articúlum,  vulpeeülam,  vermicúlum.  apicülam-y  ovicülam. 

En  castellano  forma  derivados  nominales,  casi  todos 
substantivos  de  significación  diminutiva  con  cierto  ma- 
tiz despectivo,  así: 

Masculinos  :  anímale  jo,  arbole  jo,  caballejo,  candilejo, 
corpiñejo,  demoñejo  (por  demoniejo),  lugar  ejo,  telare  jo 
y  valle  jo,  de  animal,  árbol,  caballo,  candil,  corpino,  de- 
monio, lugar,  telar  y  valle. 

Almorejo  sin  primitivo  conocido. 
Femeninos:   calleja,   capeja,   capilleja,   crisneja  (por 
crineja),  hacendé  ja,  de  calle,  capa,  capilla,  crin;  hacienda;-. 

Molleja  =  moleja,  de  muela :  molleja,  de  molla. 

De  un  primitivo  masculino  nacen  derivados  de  los  dos 
géneros,  con  igual  o  diferente  significación,  como  can- 
dilejo y  candileja,  de  candil.  - 

No  son  verdaderos  diminutivos,  pero  tienen  significa- 
ción derivada  de  la  del  primitivo  y  a  la  vez  despectiva, 
salmorejo,  de  salmuera,  y  villancejo,  de  villa,  con  el  su- 
fijo ANCEjo,  de  anco  +  ejo. 

Es  raro  que  este  sufijo  se  junte  con  adjetivos;  pero 
hay  algún  caso,  como  amarillejo,  de  amarillo;  mediane- 
jo,  de  mediano;  el  ant.  poquillejo,  de  poquillo.  y  no  sé  si 
algún  otro. 

Vencejo,  como  el  valenciano  vencill,  de  un  vulgar  vin- 
ciculum,  de  vincire,  atar;  comadreja,  de  commaterculam. 

60.  el,  oxítono  y  del  mismo  origen  que  el  sufijo  de  diminutivos 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  49 

ELO,  del  cual  es  apócope,  como  se  ve  en  bajel,  capitel,  cla- 
vel, dintel  (ants.  lendcl  y  lindel),  doncel,  escabel  (ant.  es- 
cábelo)  y  niel,  que  proceden  de  los  latinos  vascellum,  ca- 
pitellum,  clavellus,  limitellus,  b.  lat.  dominicellus,  scabel- 
luní  y  nigellus.  Cincel,  de  sciselium,  con  la  n  del  infiniti- 
vo scindere. 

En  nuestra  lengua  forma  este  sufijo  derivados  nomi- 
nales, casi  todos  substantivos,  como  ancorel,  cordel,  far- 
del, pajarel,  pastel,  placel,  tropel  y  algún  otro,  que  pro- 
ceden de  los  substantivos  áncora,  cuerda  (lat.  chorda), 
fardo,  pájaro,  pasta,  plaza  y  tropa,  y  cuartel  y  redondel 
de  los  adjetivos  cuarto  y  redondo. 

Tenemos  también  los  adjetivos  bobatel,  moscatel  y  bra- 
vonel. En  el  primero,  derivado  del  adj.  bobo,  se  combina 
este  sufijo  con  el  de  diminutivo  ato  (2;,  y  también  en  el ' 
segundo,  si  procede  directamente  del  lat.  muscum,  almiz- 
cle, y  no  de  un  vulgar  muscatu,  del  cual  se  formase  mos- 
cada :  en  el  tercero,  derivado  de  bravo,  se  combina  con  el 
sufijo  aumentativo  on. 

Algunos  de  estos  derivados  proceden  de  radicales  la- 
tinas, sin  que  podamos  decir  si  el  sufijo  es  o  no  diminuti- 
vo ;  así :  cimbel  y  zumbel  del  lat.  cimbalum,  por  cambio 
de  sufijo;  arganel,  del  b.  lat.  arganum;  pagel,  del  lat.  pa- 
ger,  en  b.  lat.  pagellus,  y  trechel,  en  b.  lat.  triticerum, 
del  lat.  triticum,  trigo.  De  otros  orígenes  son:  tonel,  del 
al.  tonne,  y  tudel  que  derivan  del  nórdico  tuda. 

En  cascabel  vemos  reduplicada  la  raíz  del  lat.  scabellum. 

De  primitivo  desconocido  son:  garniel  y  guarniel,  jor- 
quel,  si  no  viene  de  jaque,  y  redel,  que  parece  formarse 
de  la  raíz  de  redondel.  Troquel,  quizá  del  al.  drucken. 

Tenemos  muchos  vocablos  en  el  que  son  de  otro  ori- 
gen, y  en  los  cuales  no  debe  verse  tal  sufijo.  Así:  hiél  y 
miel  de  los  latinos  fel  y  mel ;  cruel  y  fiel  de  crudelis  y 
fi<lelis;  oropel,  de  auri  pellis,  hoja  de  oro;  lebrel,  al  lado 
de  lebrero,  pichel  y  vergel  (que  debería  escribirse  con  j), 
de  leporarius,  b.  lat.  picarium  y  viridarium.  Mantel,  del 
lat.  mantile;  pincel,  del  lat.  penicillus ;  cairel,  si  viene  ae 
caliendrum,  etc. 

Coronel,  del  ital.  colonnello;  burel  y  furriel,  de  los  frs. 
burelle  y  fourrier. 


5o  JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 

Corsel,  de  corso,  en  b.  lat.  corserius ;  dosel,  de  dorso, 
en  b.  lat,  dorsale. 

Son  de  origen  árabe :  alquicel,  anaquel,  arambel,  aran- 
cel, gacel,  jirel,  rabel  y  algún  otro,  cuyas  etimologías  pue- 
den verse  en  el  Diccionario. 
61.  ELDO^  fem.  ELDA^  paroxitono.  Con  esta  terminación  tene- 
mos algunos  nombres,  procedentes  del  latín,  y  otros  post- 
verbales. x\sí  aneldo  =  eneldo  =  anhélito,  procede  del 
lat.  anhelítum ;  aneldo  =  eneldo,  hierba,  es  el  lat.  anethu- 
lum ;  consuelda  =  consólida,  del  lat.  consolida.  Bielda  de 
bieldo,  y  éste,  variante  de  bielgo.  Regüeldo,  de  regoldar, 
es  postverbal. 
62.  ELO,  fem.  -ela,  paroxítono.  Procede  del  latino  ello^  ella 
(nom.  ellus,  ellum,  ella;  acusat.  ellum,  ellam),  como  se 
ve  en  cerebelo  y  ant.  cerbelo,  escalpelo,  flagelo  y  libelo, 
que  son  en  latín  cerebellum,  scalpellum,  fiagellum  y  li- 
bellus,  así  como  copela,  libela,  nácela,  novela,  tunicela  y 
vitela,  son  en  la  misma  lengua  copella,  libella,  navicella, 
novella,  tunicella  y  vitella,  todos  substantivos,  como  ge- 
melo, la,  lat.  gemellus,  lia,  es  adjetivo. 

De  este  mismo  sufijo  procede  también  en  parte  el  cas- 
tellano ILLO,  illa;  así,  del  latín  rotella,  proceden  rodela, 
roela  y  rodilla,  como  de  calamellus,  tenemos  el  anticua- 
do caramela  =  caramillo.  También  tenemos  nombres  en 
ELO,  ELA,  que  proceden  de  latinos  en  elus,  ela,  sufijo  que 
se  diferencia  de  ello,  ella  en  que  éste  forma  diminu- 
tivos y  aquél  no;  así  anhelo,  candela,  cautela,  clientela, 
corruptela,  parentela  y  tutela  son  en  latín  anhelus,  can- 
dela, cautela,  etc.,  lo  mismo  que  en  castellano. 

Distingüese  el  doble  origen  de  esta  terminación  en  que, 
como  ya  hemos  dicho,  unos  derivados  tienen  significación 
diminutiva,  si  no  en  su  acepción  actual,  en  la  originaria; 
y  otros,  no.  Así : 

a)  Con  valor  diminutivo:  f órnelo,  del  ant.  forno  = 
horno,  y  carabela,  cindadela,  esquinela,  panela  y  tirela  de 
caraba,  ciudad,  esquina,  pan  y  tira. 

Proceden  de  radicales  de  nombres  latinos:  capelo,  de 
cappa,  b.  lat.  capellus;  chapelo,  ant.  fr.  chapel,  del  mis- 
mo origen  que  capelo ;  napelo,  de  napus,  nabo ;  tinelo,  de 
tinum,  b.  lat.  tinellum  ;  y  los  femeninos,  almocela,  en  b.  lat. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABREAS 


5l 


almucia ;  canela  en  b.  lat.  canela,  del  lat.  canna  =  caña ; 
chanela  y  su  variante  chinela,  b.  lat.  planela,  de  planus; 
charnela^  de  cardo,  inis  (comp.  el  fr.  charnióre).  Y  con 
cambio  de  sufijo:  cúratela,  por  analogía  con  tutela,  del 
lat.  curatoria;  y  así  cartela,  de  cartüla,  esquela  de  sche- 
dúla,  y  modelo  de  modúlus. 

Los  hay  de  origen  oscuro,  como  arandela,  en  fr.  ron- 
delle;  churumbela,  pimpinela,  ital.  pimpinella,  fr.  pimpre- 
nelle ;  principela,  quizá,  de  príncipe. 

Este  sufijo  se  combina  con  el  despectivo  uzo,  en  ca- 
ñucela, de  caña,  y  con  el  aumentativo  on,  en  cidronela,  de 
cidra. 

Del  italiano  hemos  tomado :  bagatela,  campanela,  centi- 
nela, escarcela,  pastorela,  tarantela,  tercianela,  y  quizá 
también  biscotela  y  panatela,  que  son  en  aquella  lengua 
bagattella,  campanella,  sentinella,  scarsella,  pastorella,  ta- 
rantella,  terzanella,  biscottella  y  panatella ;  y  del  francés 
fontanela,  franela  y  damisela,  que  en  dicha  lengua  son 
fontanelle,  franelle  y  demoiselle. 

b)  Por  analogía  con  los  nombres  de  sufijo  elo,  no  di- 
minutivo, hemos  formado  muy  pocos  derivados,  y  entre 
ellos  quizá  puedan  citarse  mistela  y  mixtela,  de  mixto; 
y  mostela,  purtela,  purriela,  que  también  podrían  ser  de 
ELO  diminutivo.  Otros  nombres  con  esta  terminación,  son 
de  distintos  orígenes ;  así.  alpistela  =  alpistera,  de  alpiste  ; 
cantinela,  metátesis  de  cantilena ;  caramelo,  b.  lat.  cala- 
mellus,  de  canamella,  cañamiel ;  diamela  del  nombre  del 
agricultor  francés  De  Hamel ;  espinela  de  Espinel ;  ga- 
bela del  anglosajón  gafel;  gacela  del  ár.  <.'i¿-,  gazela ; 
vormela  del  al.  Wormleim :  zacapela,  variante  de  zaca- 
pella. Retornelo,  del  ital.  ritornello. 

Asfódelo,  que  por  su  origen  (lat.  asphodélos,  griego 
aasóoí/.o;)  debería  ser  esdrújulo,  lo  hemos  hecho  grave, 
por  analogía. 

Xagüela,  si,  como  dice  el  Diccionario,  deriva  del  latín 
magalia.  debe  escribirse  sin  diéresis. 

ELLO.  ELLA.  \'éase  ILLO. 

63.  EX.  Por  apócope  de  los  numerales  en  eno,  tenemos  en  cas- 
tellano adjetivos  con  la  terminación  ex,  que  aplicados  a 
nombres  de  monedas  o  de  piezas  de  madera,  denotan  el 


32  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

número  de  unidades  de  especie  inferior  a  que  equivalen 
aquéllas,  o  el  número  de  varas,  palmos  o  pies  de  la  lon- 
gitud de  éstas. 

Los  que  se  aplican  a  monedas,  menos  noven,  se  han  to- 
mado como  substantivos,  asi :  sesén  y  seisén,  veintén  y 
ochosén,  como  también  trecén,  nombre  de  un  tributo  que 
se  pagaba  al  señor  feudal;  mientras  continuaron  coma 
adjetivos,  docén,  catorcén,  veinticuatrén,  cuarentén  y  cin- 
cuentén,  que  se  aplican  todos  a  nombres  de  piezas  de 
madera. 

Con  la  misma  terminación  tenemos  otros  nombres  de 
procedencias  diversas.  Asi  el  ant.  argén,  desdén  y  recién 
son  apócopes  de  argent,  argento,  desdeño  y  reciente ;  llan- 
tén y  sartén  proceden  de  los  acusativos  latinos  plantagí- 
nem  y  sartagínem;  cercén  agudo,  por  analogía  con  los 
anteriores,  todos  agudos,  y  cercen,  grave,  como  pide  su 
etimología,  lat.  circínus.  Palafrén,  de  paraverédus:  an- 
den, de  andar. 

Son  de  origen  árabe :  almacén  y  el  ant.  almagacén,  ár. 
^.,ji^^j|,  almajzen;  badén,  ár.  q-Í?-í,  baten;  harén,  ár. 
^j^^  harem;  rehén,  ár.  ^¿^^  réhen,  que  como  se  ve  he- 
mos hecho  agudas  por  analogía,  y  sebestén,  ár.  .,U.wax>-w, 
gebegtén.  * 

Mosén  y  somatén  son  voces  catalanas ;  lairén,  de  origen 
desconocido. 

Retén  y  sostén  son  postverbales,  de  retener,  sostener; 
como  vaivén,  tencontén,  terraplén  y  parabién,  compuestos. 

Roten,  grave,  del  francés  rotin,  debía  ser  agudo,  por 
la  doble  razón  de  su  origen  y  de  la  analogía. 
64.  ENCiA^  paroxítono.  Lo  que  hemos  dicho  del  sufijo  ancia  es 
aplicable  a  éste,  o  sea:  que  los  nombres  que  lo  tienen  en 
castellano,  o  son  latinos  como  abstinencia,  audiencia,  au- 
sencia, carencia,  eminencia,  incidencia,  etc.  (lat.  absti- 
nentia,  audientia,  absentia,  carentia,  eminentia,  inciden- 
tía,  etc.),  o  derivan  de  verbos  de  la  segunda  y  tercera 
conjugación,  como  ascendencia,  correncia,  querencia  y 
tenencia,  de  ascender,  correr,  querer  y  tener,  así  como 
advertencia,  asistencia,  avenencia,  presidencia  y  residen- 
cia, de  advertir,  asistir,  avenirse,  presidir  y  residir. 

Apariencia,  en  vez  del  ant.  aparcncia,  del  lat.  appa- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN'  DE  LAS  PALABRAS  53 

rencia,  ha  diptongado  la  e  por  analogía  con  experiencia, 
audiencia,  etc.  Asimismo  dice  el  vulgo  diferiencia  por 
diferencia. 

Hay  algunos  que  ni  se  registran  en  los  diccionarios  del 
latín  clásico,  ni  existe  tampoco  en  castellano  verbo  del 
que  puedan  derivarse,  y  se  han  formado,  por  analogía, 
sobre  el  tema  del  participio  de  presente  latino,  o  sea  del 
mismo  modo  que  se  formaron  en  latín.  Así  tenemos  aces- 
cenciaj  cadencia,  falencia,  herencia,  etc.,  de  acescens,  en-* 
tis;  cadens,  etitis;  falens,  entis;  haerens,  entis,  etc. 

De  notar  es  que,  así  como  del  sufijo  antia,  tenemos  en 
castellano  las  dos  formas  anza  y  ancia,  del  sufijo  entia 
no  tengamos  actualmente  más  forma  que  la  erudita ; 
pues  los  poquísimos  nombres  que,  con  esta  terminación 
citan  los  diccionarios  de  la  rima,  reconocen  otro  origen. 
éS.  ENCO,  paroxítono.  Este  sufijo,  del  mismo  origen  que  engo, 
como  se  ve  en  flamenco  del  germánico  flaming,  lo  tene- 
mos en  el  gentilicio  ibicenco,  de  Ibiza ;  y  en  algunos 
adjetivos,  como  en  los  ants.  bermejenco  y  mestenco,  y  en 
los  corrientes  pastenco,  zopenco  y  suUenco,  de  bermejo, 
mesta,  pasto,  zopo  y  zulla,  en  los  cuales  quizá  sea  varian- 
te del  sufijo  ANCO. 

Mostrenco,  de  ynestenco,  quizá  por  influencia  de  mos- 
trar. Podenco,  cellenco  y  cellenca,  de  primitivo  desco- 
nocido. Juvenco,  del  lat.  juvencus,  contracción  de  juve- 
nícus,  de  juvenis,  joven. 
66,  ENDo,  fem.  enda.  Procede  del  latino  endo,  sufijo  de  la 
misma  naturaleza  y  significación  que  ando,  y  lo  tenemos 
en  castellano  en  adjetivos  y  substantivos,  casi  todos  la- 
tinos. Así  estupendo,  horrendo,  pudendo,  tremendo,  ad- 
jetivos, de  stupendus,  horrendus,  pudendus  y  tremendus, 
como  comparendo,  dizñdendo  y  minuendo,  substantivos, 
de  comparendus,  dividendus  y  minuendus. 

También  los  femeninos  en  enda  como  agenda,  bebien- 
da,  hacienda,  legenda,  leyenda,  merienda,  molienda,  ofren- 
da, prebenda,  componenda  y  reprimenda,  son  latinos  to- 
dos, según  puede  verse  en  las  etimologías  que  les  da  el 
Diccionario. 

En  castellano  hemos  formado  substraendo,  de  subs- 
traer •  f'i'-J'rtfihy  de  facha.  ^-  "'^'■•■uendo,  de  gorrón.  Tam- 


34  JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 

bien  hemos  dado  esta  terminación  a  estruendo,  forma- 
do quizá  del  prefijo  es  y  el  lat.  tonitrus. 

Terminan  en  enda,  pero  reconocen  otro  origen,  es- 
puenda,  del  lat.  sponda,  y  hornahlenda,  del  al.  hornblende. 

67.  ENGO,  paroxítono.  Con  este  sufijo  procedente  del  alemán 

ING,  tenemos  en  castellano  algunos  derivados  de  radica- 
les romances,  como  abadengo,  abolengo,  frailengo  y  rea- 
lengo, de  abad,  abuelo,  fraile  y  real  (regalis).  Los  adje- 
'  tivos    denotan   pertenencia,    y    el    substantivo,    título    o 

condición. 

El  ant,  friolengo,  variante  de  friolento,  quizá  por  ana- 
logía con  los  anteriores. 

Camarlengo,  del  ant.  alto  al.  kamarling. 
ENGUE.  Véase  ongo. 

68.  ENO,  fem.  ena,  paroxítono.  Exceptuando  los  adjetivos  ace- 

bucheno,  acetileno,  fileno  y  moreno,  derivados  de  acebn- 
che, acetilo,  Filis,  n.  pr.  de  mujer,  y  moro;  los  gentili- 
cios agareno  y  nacianceno,  de  Agar  y  Nacianzo ;  los  subs- 
tantivos bofena  ■=  bofe,  macuteno  y  melena,  de  origen 
desconocido,  y  los  numerales  de  que  hablaremos  después, 
en  todos  los  cuales  eno  es  verdadero  sufijo,  los  demás 
nombres  que  tenemos  con  esta  terminación  proceden  del 
latín  o  del  árabe. 

Las  terminaciones  latinas  de  que  procede  la  castella- 
na ENO_,  'Son :  éNU.s^  éxA,  como  ajeno,  sereno  y  patena,  de 
alienus,  serenus  y  patena;  aenus,  como  niceno,  de  nicae- 
nus;-OENUS,  como  ameno  y  epiceno,  de  amoenus,  y  epi- 
coenus ;  ína,  como  barrena  y  carena,  de  veruina  y  carina. 
Melena,  voz  médica,  del  gr.  [xíXc'.vcí,  con  metátesis  del 
acento.  Faena  debe  proceder  del  lat.  facienda.  Melena  = 
cabellera,  y  meleno  =  payo,  de  origen  desconocido. 

Son  árabes,  alacena,  azucena,  berengena,  que  en  aque- 
lla lengua  suenan,  xjLjs\J|,  alhazena;  njLa«j.wI,  aguqena,  y 
(^.jL:s\io\.ij  bedenchen.  Almudena,  de  almudí  o  almudín, 
árabe     ^j»..«.j!,  almudí. 

Con  el  sufijo  eno,  tomado  de  los  distributivos  latinos 
en  ENi,  tenemos  los  ordinales,  como  deceno,  de  deceni 
(en  el  lat.  de  la  decadencia,  decenus);  y  los  colectivos 
en  ena,  de  la  terminación  neutra  del  mismo  sufijo  latino; 
así,  decena,  lat.  decena. 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  53 

El  sistema  formado  por  estos  numerales  no  es  com- 
pleto, o  al  menos  no  se  halla  tal  en  el  Diccionario  aca- 
démico; y  se  comprende  que  así  sea,  porque  son  más 
usados  los  otros  ordinales  regulares.  La  serie  de  los  in- 
cluidos en  el  léxico,  empieza  por  cinqueno,  que  ha  que- 
dado anticuado,  lo  mismo  que  su  correspondiente  colec- 
tivo cinquena,  y  continúa  con  seiseno,  septeno  (no  hay 
ocheno),  noveno,  deceno,  onceno,  doceno,  treceno,  cator- 
ceno, quinceno,  dieciseiseno  (no  hay  diecisieteno),  dieci- 
ocheno  (no  hay  diecinoveno),  veinteno,  zfeintidoseno, 
veinticuatreno  ,  veintiseiseno ,  veintiocheno,  treinteno  , 
íreintaidoseno,  cuarenteno,  ant.,  y  cincuenteno. 

De  los  colectivos  tenemos  en  uso  septena  y  setena,  no- 
vena, decena,  docena,  catorcena,  quincena,  veintena,  trein- 
tena, cuarentena,  cincuentena  y  centena. 
69.  EXSE,  paroxítono.  Es  la  forma  erudita  del  sufijo  latino 
Exsi  (nom.  ensis,  acusat.  ensem),  como  se  ve  en  abulense, 
alhigense,  amanuense,  castrense,  forense,  hortense,  etc., 
que  son  en  latín  abulensis,  albigensis,  amanuensis,  cas- 
trensis,  forensis,  hortensis,  etc.  En  nuestra  lengua,  lo  mis- 
mo que  en  latín,  no  admite  este  sufijo  forma  femenina,  a 
diferencia  de  los  derivados  vulgares  en  es,  que,  a  excep- 
ción de  cortés,  la  admiten  todos;  así  decimos  abulense, 
y  no  ahnlensa,  pero  sí  aviles  y  az'ilesa,  del  natural  de 
Avila. 

En  castellano  se  añade  este  sufijo  sólo  a  nombres  pro- 
pios de  poblaciones  y  denota  naturaleza  o  pertenencia, 
como  alavense  y  alménense,  de  Álava  y  Almería. 

Muchos  de  éstos  derivan,  no  del  nombre  vulgar  de  la 
población,  sino  del  nombre  latino  o  latinizado,  como  ma- 
tritense de  ^latritum,  Madrid  ;  bonaerense,  de  Büenc^  Ai- 
res, lat.  boni  aeres. 

De  algunos,  al  lado  de  la  forma  erudita,  tenemos  otras 
vulgares,  como  onubense  y  huelveño,  de  Huelva;  inatri- 
tritense  y  madrileño  (por  madrideño),  de  Madrid ;  bayo- 
nense  y  bayonés,  de  Bayona ;  cartaginense,  cartaginiense, 
cartaginés  y  cartagenero,  de  Cartagena. 

Sólo  en  arvensc,  del  lat.  arva,  y  no  sé  si  en  algún  otro, 
se  une  este  sufijo  a  nombres  que  no  sean  de  población. 
ENTE.  Véase  ante. 


^6  JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 

70.  EÑTO,   lENTO,   feni.   en  a,  paroxítono.   Como   terminación, 
.  procede  del  latino  ento  (nom.  entus,  a,  uní;  acusat.  en- 

tum.  am).  La  e  tónica  se  mantiene  inalterable  en  los  vo- 
cablos eruditos,  como  contento,  ta;  cruento,  ta;  polenta, 
talento,  etc.,  que  son  en  latín  contentus,  ta;  cruentus,  ta; 
polenta,  talentum,  etc. ;  y  se  diptonga  en  ie,  en  los  vul- 
gares, como  sarmiento,  de  sarmentum. 

Como  sufijo,  procede  de  la  terminación  ento,  iento. 
de  los  adjetivos  en  olento,  oliento^  cuya  misma  signi- 
ficación tiene:  pulverulento  =^  polvoriento. 

En  los  derivados  propios  del  castellano  aparece  siem- 
pre la  forma  diptongada,  como  se  ve  en  avariento,  de 
avaro.  No  se  oponen  a  esta  regla  amarillento  ni  piojento, 
de  amarillo  y  piojo;  porque  la  i  de  iento  ha  sido  en  ellos 
absorbida  por  las  consonantes  precedentes  //  y  ;',  lo  mismo 
que  sucede  en  la  conjugación  de  los  verbos,  en  las  for- 
mas mullera,  mullese ;  trajera,  trajese,  por  mulliera,  mu- 
lliese  y  trajiera,  trajiese. 

Este  sufijo  se  añade  a  substantivos  y  también  a  algu- 
nos adjetivos,  y  forma  adjetivos,  en  su  mayor  parte  des- 
pectivos, que  denotan  que  el  nombre  con  quien  concier- 
tan posee  la  cosa  indicada  por  el  primitivo,  o  alguna 
cualidad  de  éste,  como  se  ve  en  calenturiento,  cazcarrien- 
to, ceniciento,  gargajiento,  grasicnto,  hambriento,  muí- 
griento,  polvoriento,  sangriento,  sediento,  sudoriento,  que 
derivan  de  calentura,  cazcarria,  ceniza,  gargajo,  grasa, 
hambre,  mugre,  pólvora  (en  su  acepción  de  polvo),  san- 
gre, sed  y  sudor. 

Frioliento  ant.,  por  frioriento,  con  el  sufijo  iento,  si 
deriva  del  ant.  frior,  o  con  el  sufijo  oliento,  si  como  frio-í 
lento,  deriva  de  frío. 

Derivados  de  adjetivos  tenemos  amarillento  y  avarien- 
to, de  amarillo  y  avaro. 

71.  EÑo,  fem.  EÑA,  paroxítono.  Procede  este  sufijo  del  latino 

ÍNeo  (nom.  ineus,  acusat.  ineum),  como  vemos  "en  esta- 
meña, de  staminéa. 

Forma  en  castellano  derivados  nominales,  en  su  ma- 
yoría adjetivos,  que  denotan  que  el  substantivo  con  que 
conciertan  posee  la  propiedad  o  cualidad  del  substanti- 
vo de  que  el  adjetivo  procede;  así:  agraceño,  aguileña^ 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  Sj 

almizcleño,  horriqueño,  cañameño,  cobreño,  guijeño,  mes- 
teño,  peceño,  quintaleño,  salobreño,  sedeño  y  trigueño, 
que  derivan  de  los  substantivos  agraz,  águila,  almizcle,  bo- 
rrico, cáñamo,  cobre,  guija,  mesta,  pez,  quintal,  salobre, 
seda  y  trigo. 

Xavidcño,  de  navidad,  con  pérdida  del  ad  final,  como 
en  huniüdansa,  de  humildad. 

Es  muy  común  en  la  formación  de  adjetivos  gentilicios 
o  nacionales,  como :  albaceteño,  alcalaeño,  alcasareño, 
alpujarreño,  andujareño,  brasileño,  guadalajareño,  huel- 
veño,  hondureno,  jibraltarcño,  limeño,  m-adrileño,  por 
madrideño,  malagueño,  paceño,  derivados  de  los  nom- 
bres propios  Albacete,  Alcalá,  Alcázar,  Alpujarras,  An- 
dújar,  Brasil,  Guadalajara,  Huelva,  Honduras,  Jibral- 
tar,  Lima,  Madrid,  Málaga  y  Paz;  asi  como  costeño,  lu- 
gareño y  ribereño  derivan  de  los  comunes  costa,  lugar 
y  ribera.  Alcarreño,  de  Alcarria,  con  pérdida  de  todo  el 
diptongo. 

En  alcalareño  vemos  el  sufijo  areno,  quizá  erudito, 
park  distinguirlo  de  alcalaeño,  pues  ambos  derivan  del 
nombre  Alcalá. 

Extremeño  procede  de  la  misma  raíz  que  Extremadura. 
Muchos  de  estos  adjetivos  tienen  formas  sinónimas  con 
otros  sufijos;  v.  gr. :  merideño  y  emeritense. 

Taheño,  del  ár.  Sjí-:^ó",  tahna ;  cenceño,  de  origen  no 
averiguado. 

Entre  los  pocos  substantivos  que  forma  este  sufijo, 
podemos  citar:  barreño,  esparteña  y  madreña,  por  ma- 
dereña,  de  barro,  esparto  y  madera.  Compuesto  del  úl- 
timo es  almadreña.  Bargueño,  del  n.  pr.  Bargas. 

Aceña  y  alheña,  son  árabes:  ^xi'w-*JI,  aqenia;U.'«tül,  al- 
henna. 
72.  EO,  átono  y  en  palabras  esdrújulas.  Como  sufijo,  sólo  lo 
vemos  en  nuestra  lengua  en  albarráneo,  cu:  otile  done  o  y 
espélteo,  derivados  de  albarrán,  acotiledón  y  espelta,  y 
también  en  albugíneo  y  el  ant.  origineo.  de  los  latinos 
albugo,  ínis,  y  origo,  ínis.  Los  demás  adjetivos  que  tene- 
mos con  esta  terminación  son  latinos  y,  por  lo  mismo, 
de  procedencia  erudita,  que  han  pasado  al  castellano  cam- 
biando en  o  la  ti'nninaci<Sn  us  del  nominativo  de  singu- 


58  JOSÉ   ALEMAXY    BOLUFER 

lar.  Así,  arbóreo,  áureo,  céreo,  marmóreo,  plúmbeo,, 
plihneo,  silíceo,  férreo,  etc.,  son  en  latín  arboréus,  au~ 
retís,  etc.  Denotan  estos  adjetivos  que  el  substantivo  con 
el  que  conciertan  es  de  la  misma  materia  que  el  substan- 
tivo primitivo,  como  se  ve  en  marmoréus  de  marmor^ 
mármol. 

En  los  vocablos  vulgares,  el  sufijo  latino  eo  cambió  en 
10,  como  vemos  en  vidrio  del  adj.  lat.  vitréum,  en  vez 
del  ant.  vidro,  que  procede  del  subst.  vitrum;  y  así  haya 
del  adj.  fagea,  derivado  de  fagus,  haya;  juncia,  del  adje- 
tivo júncea,  derivado  de  j uncus,  junco ;  caño  (canio), 
del  lat.  caneus.  Asimismo  del  lat.  linea,  tenemos  línea. 
y  liño. 

7Z,  EO,  paroxítono.  Exceptuando  los  postverbales  en  eo,  de  que 
tratamos  en  el  sufijo  o,  los  demás  nombres  castellanos 
con  esa  terminación  son  de  procedencia  erudita ;  y  qui- 
zá fuera  de  alcaloideo,  derivado  de  alcaloide,  que  debie- 
ra ser  esdrújulo  y  pasar  a  eo  átono,  no  tengamos  nin- 
gún otro  formado  con  este  sufijo;  pues  los  que  así  ter- 
iminan  proceden  todos  de  nominativos  latinos'  en  aeus  o 
eus,  con  el  solo  cambio  de  estas  terminaciones  en  eo. 
Así  caldeo,  cananeo,  eritreo,  febeo,  filisteo,  hebreo,  je- 
buseo,  saduceo,  etc.,  son  en  latín  chaldaeus,  cananaeus,^ 
erythraeus,  phoebeus,  philistaeus,  hebraeus,  jebusaeus, 
sadducaeus,  etc.,  todos  los  cuales  denotan  la  patria,  tri- 
bu o  secta  a  que  pertenece  el  substantivo  a  que  se  re- 
fieran. 

Con  otra  significación  tenemos  además  jubileo  y  mu- 
sco, de  jubilaeus  y  museum- 

Macanea,  del  neerlandés  hakkanei. 
Los  postverbales  en  ep,  como  bastanteo,  caldeo,  etc.,. 
son  numerosos. 

ER.  Véase  ero,  al  final. 

ERÍA.  Véase  ia. 

74.  ERNO  y  fem.  erna,  paroxítono.  Con  este  sufijo  tenemos 
en  castellano  dos  adjetivos,  cuaterno  y  moderno,  toma- 
dos de  los  latinos  quaternus  y  modernus,  y  algunos  subs- 
tantivos, masculinos  y  femeninos,  latinos  tainbién  casi  to- 
dos. Así  basterna,  caverna,  cisterna,  lanterna,  ant.  (hoy 
linterna),  lucerna  y  taberna,  son  lo  mismo  en  ambas  len- 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  Sq 

guas.  Caserna  lo  hemos  formado  de  casa,  y  el  ant.  cala- 
vema,  de  calavera,  cuya  misma  significación  tiene.  Ga- 
lerna, en  francés,  galerne. 

A  imitación  de  cuaterno,  vulgar  cuaderno,  y  cuater- 
na, wAgdiV cuaderna  (del  lat.  quaterna)  y  de  temo  (lat.  ter- 
nus),  hemos  formado  quinterno,  y  el  femenino  quinter- 
na, nombres  todos  de  significación  colectiva. 

En  pierna,  del  lat.  pernam;  tierno,  de  tenérum,  etc., 
no  hay  tal  sufijo. 

75.  ERio.  Sólo  vemos  este  sufijo  en  los  substantivos  cautiverio 

y  sahumerio,  de  cautivo  y  sahumo,  formados  a  semejan- 
za de  improperio  y  refrigerio,  que  proceden  de  los  lati- 
nos, improperium  y  refrigerium;  también  en  gatuperio 
y  plamisferio,  imitación  de  vituperio,  del  lat.  vituperium» 
y  de  hemisferio,  del  lat.  hemisphaerium. 

76.  ERO,  fem.  er.\,  paroxítono.  Es  el  resultado  de  la  evolución 

normal  castellana  del  sufijo  latino  ario  (nom.  arius,  acu- 
sativo ariitm),  como  vemos  en  lechero,  pañero,  panera 
y  primero,  de  lactarium,  panarium,  panariam  y  prima- 
rium :  en  las  voces  eruditas  permanece  inalterable  el  su- 
fijo latino ;  y  así,  de  solitarium  tenemos  solitario  y  soltero. 
En  castellano  forma  el  sufijo  ero,  derivados  nomina- 
les, substantivos  y  adjetivos  que  las  más  veces  se  emplean 
substantivados,  y  denota: 

a)  Oficio  o  empleo,  como  abacero,  abejero,  aceitero, 
aduanero,  aiimañero,  ansarero,  baratero,  coplero,  des- 
tajero, estajero,  fideero,  leonero,  mulero,  muletero  y 
mulatero,  vidriero;  con  sus  correspondientes  femeninos 
en  a,  como  abacera,  abejera,  etc.,  de  abaz,  abeja,  aceite, 
aduana,  alimaña,  ánsar,  barato,  copla,  destajo,  estajo, 
fideos,  león,  muía,  muleto,  vidrio,  etc.  Refitolero  por  re- 
fitorero  de  refitor. 

b)  Si  el  primitivo  es  nombre  de  fruto,  el  derivado  de- 
nota el  árbol  o  planta  que  lo  produce,  como  albarico- 
quero,  algodonero,  melocotonero,  membrillero,  de  albari- 
coque,  algodón,  melocotón,  membrillo. 

c)  Lugar,  especialmente  los  femeninos,  como  abejera, 
balsamera,  barrera,  cabecera,  galapaguera,  leonera,  taba- 
quera, ventisquera,  todos  femeninos,  de  abeja,  bálsamo, 
barro,  cabeza,  galápago,  león,  tabaco,  ventiícp  :  ^'  Víju 


6o  JOSÉ   ALEMAXY    BOLUFER 

sero,  florero,  gallinero,  sementero  (b.  lat.  sementariuts), 
tintero,  masculinos,  de  brasa,  flor,  gallina,  simiente,  lat. 
sementis,  y  tinta. 

d)  Los  adjetivos  denotan  pertenencia  u  otra  idea  re- 
lacionada con  el  nombre  de  que  proceden,  como  se  ve  en 
almagrero,  dominguero,  hullero,  laborera,  quintalera,  de 
almagre,  domingo,  hulla,  labor,  quintal.  Cartagenero,  de 
Cartagena. 

Friolero  por  f Horero,  de  f rior ;  meseguero  supone  un 
latín  vulgar,  messicarius,  del  lat.  messis,  mies. 

Los  substantivos  tienen  sinónimos  en  dor  y  tor,  como 
babero  =  babador;  invencionero  =  inventor,  etc. ;  los 
adjetivos  los  tienen  en  oso,  como  denguero  =  dengoso, 
de  dengue;  o  en  eño,  como  almizclero  =  almizcleño,  de 
almizcle. 

Tienen,  además,  otras  acepciones  derivadas  de  las  fun- 
damentales ;  y  así,  sementera  'significa  la  acción  y  el  efec- 
to de  echar  la  simiente  en  la  tierra,  o  sea :  sembrar,  la 
tierra  sembrada,  la  cosa  sembrada  y  el  tiempo  a  propó- 
sito para  la  siembra.  Rinconera,  mesa  que  se  coloca  en 
un  rincón,  etc. 

De  notar  es  la  significación  específica  de  algunos  fe- 
meninos; como  bolsera,  especie  de  bolsa;  boquera,  de 
boca;  buzonera,  de  buzón,  cacera,  de  caz. 

Hay  algunos  derivados  de  adjetivos,  como  cansera  y 
manquera,  de  canso  y  manco ;  otros,  como  los  substan- 
tivos barrendero,  curandero,  hilandero,  lava/ndero,  con 
sus  femeninos  en  o,  y  el  adjetivo  colgandero,  derivan  de 
la  forma  del  gerundio,  o  mejor  de  la  del  participio  en 
dus  latino,  que,  como  sabemos,  designa  la  necesidad  de 
que  se  verifique  la  acción  del  verbo ;  y  así  barrendero, 
por  ejemplo,  no  significa  sólo  el  que  barre,  sino  el  que 
ha  de  barrer.  Asimismo  hacendera,  de  hacienda,  y  vi- 
vandero del  b.  lat.  vivanda.  Pidientero,  del  part.  pidien- 
te;  y  delantero,  del  adv.  delante. 

Combínase  este  sufijo  con  ajo  en  vina  jera,  de  vino; 
con  azo,  en  aguacero,  de  agua;  y  se  refuerza  con  inglo 
en  vocinglero,  de  voz.  Panadero  y  vinatero  deben  per- 
tenecer al  sufijo  dero,  con  el  que  a  veces  se  equipara  éste; 
como  sestero  (de  siesta")  =  sesteadero  (de  sestear"). 


DERIVACIÓX  Y  COMPOSICIÓN'  DE  LAS  PALABR.\S  Oí  • 

Alfiletero,  de  alfiler,  por  alfilertero,  debe  la  í  a  sus  si- 
nónimos canutero  y  cañutero:  iol\etevo=^f ollero,  por 
analogía  con  hojalatero  y  guantero. 

Maticera,  del  lat.  manica,  si  no  está  por  manocera,  de 
mano.  Jifero,  del  ár.  zJl^  chaira,  y  aguagriero,  deriva- 
do y  compuesto  a  la  vez  de  agua  y  agria. 

De  algunos  tenerpos  la  forma  vulgar  y  la  erudita,  aun- 
que con  significación  distinta,  por  lo  general.  Asi  anti- 
fonario y  antifonero,  campanario  y  campanero,  expedi- 
cionario y  expedicionero,  secundarlo  y  segundero,  lat.  se- 
cundarius ;  semanario  y  setnanero,  etc. 

Por  apócope  de  la  o  de  ero,  terminan  en  er  algunos  de 
estos  derivados :  como  mercader  =  ant.  mercadero;  ja- 
rrero y  ant.  jarrer,  de  jarro ;  verguer  =  ver  güero,  de  ver- 
ga, y  asi  canciller  y  menester,  del  lat.  cancellarium  y  mi- 
nisterium;  bachiller,  del  b.  lat.  baccalaureus. 

El  mismo  sufijo  abreviado  debemos  ver  en  casiller,  por 
caciller,  de  cazo ;  pero  no  en  manccr,  ni  mujer  y  algunos 
más  que  reconocen  otro  origen. 

Del  francés  hemos  tomado  furrier  y  su  variante  fu- 
rriel, potagier,  sumiller,  taller  (oficina),  taller  (angarillas)  y 
ujier,  ant.  usier,  que  son  en  aquella  lengua  fourrier,  po- 
tagier, sommelier.  atelier,  tailloir  y  huissier. 

Proceden  del  ár.  alfiler,  alquicer  y  alquiler,  JH.?rJI,  al- 
jilel;  L**.vJI,  alquigé,  y  L.v.l,  alquiré;  en  los  cuales,  como 
se  ve,  hemos  cambiado  en  r  la  final  /  del  primero,  y  añadi- 
do la  misma  letra  a  la  terminación  de  los  otros  dos.  Asi- 
mismo alcacer  es  variante  de  alcacel. 

Rosicler  es  compuesto  de  rosa  y  claro. 

77.  ÉRRiMO.  Con  esta  terminación  tenemos  algunos  adjetivos 

superlativos  que  no  derivan  de  sus  correspondientes  po- 
sitivos, sino  que  hemos  tomado  directamente  del  latín. 
Así:  acérrimo,  aspcrrimo,  celebérrimo,  integérrimo,  li- 
bérrimo, misérrimo,  paupérrimo,  pulquérrimo  y  salubé- 
rrimo, no  proceden  de  acre,  áspero,  célebre,  íntegro,  li- 
bre, mísero,  pobre,  pulcro  y  salubre,  sino  de  los  latinos 
acerrimus.  asperrimus,  etc.  A«i  también,  ubérrimo,  sin 
positivo,  de  uberrimu*. 
ERRO.  Véase  orro. 

78.  ERTO.  fcm.  El- '  V  '^  ■•¡Míii.n.  n-ii  paroxitona  que  tenemos  en 


62  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

voces  procedentes  del  latín,  como  espuerta,  huerto,  in- 
jerto, ant.  lacerto,  liberto,  puerto,  etc.,  de  sportam,  hor- 
tum,  insertum,  lacertum,  libertum,  portum,  etc-;  en  aler- 
ta, del  ital.  all'erta,  y  en  fisberta,  del  al.  schwert. 

El  adj.  alerto  debe  proceder  de  alerta.  Reyerta,  del 

ant.  refierta,  y  éste,  de  refertar. 

79.     És,  oxítono,  fem.  esa,  paroxítono.  Es  la  forma  vulgar  del 

'     /sufijo  latino  ensi  (véase  ense),  como  se  ve  en  burgés, 

cordobés  y    pagés,    de   burgensem,   cordubensem   y   pa- 

gensem. 

Su  significación  es  la  misma  que  la  del  sufijo  ense,  del 
que  se  diferencia  en  admitir  forma  femenina  en  esa  y 
en  añadirse  a  nombres  que  no  son  de  poblaciones,  como 
burgués,  cortés,  marqués,  montañés  y  montes,  de  burgo, 
corte,  marca,  montaña  y  monte. 

Cortés  carece  de  forma  femenina,  y  montes  la  tiene 
sólo  en  poesía. 

Se  añade  a  nombres  propios  de  pueblos  o  regiones, 
en  ampurdanés,  aragonés,  barcelonés,  coruñés,  molinés, 
pontevedrés,  etc.,  de  Ampurdán,  Aragón,  Barcelona,  Co- 
ruña,  Molina,  Pontevedra,  etc- 

Portugués,  síncopa  de  portogalés,  que  se  ve  en  el  P.  del 
Cid,  y  a  semejanza  de  éste,  burgalés,  de  Burgos. 

El  diptongo  final  del  primitivo  se  pierde  ante  el  sufijo, 
V.  gr. :  albanés  y  francés,  de  Albania  y  Francia. 

Los  substantivos  en  es  son  de  otro  origen ;  así,  ciprés 
del  lat.  cypressum ;  feligrés,  de  filius  ecclesiae ;  arnés,  del 
fr.  harnais. 
-80.  ESA,  paroxítono.  Del  griego  13:50!  tomó  el  latín  de  la  deca- 
dencia el  sufijo  issA  para  formar  nombres  femeninos  de 
persona,  como  poetissa  y  prophetissa,  de  donde  los  nues- 
tros poetisa  y  profetisa. 

En  castellano  conservan  dicho  sufijo  los  nombres  eru- 
ditos, como  sacerdotisa,  de  sacerdotissa ;  pero  los  vulga- 
res cambian  la  i  en  e,  así :  abadesa,  de  abattisa ;  y,  a 
semejanza  de  éste,  hemos  formado  alcaldesa,  almiran- 
tesa,  baronesa,  canonesa  al  lado  del  culto  canonisa,  con- 
desa, duquesa,  guardesa,  el  ant.  principesa  y  su  síncopa 
princesa,  y  vizcoudcza,  de  almirante,  barón,  canon,  con- 
de, duque,  guarda,  príncipe  y  vizconde. 


DERIVACIÓX  Y  COMPOSICIÓN  DE  L.\S  PALABR-\S  63 

Marquesa,  de  marqués,  corresponde  al  sufijo  es. 

Hoy  no  empleamos  este  sufijo;  por  eso  no  decimos 
doctoresa,  ni  estiidiantesa,  y  hemos  substituido  además  el 
ant.  prioresa,  por  el  moderno  priora. 

No  deben  confundirse  con  estos  derivados  los  femeni- 
nos de  adjetivos  en  És,  como  coruñesa,  portuguesa,  etc. 
íil.  Esco,  fem.  ESCA,  paroxítono.  Este  sufijo,  variante  de  isco, 
forma  adjetivos  derivados  de  substantivos,  y  que  deno- 
tan pertenencia  o  relación,  pero  con  cierta  idea  de  bur- 
la o  menosprecio,  así :  arabesco,  barbaresco,  ant.  caba- 
lleresco, carnavalesco,  frailesco,  labradoresco,  ladronesco, 
marinesco,  novelesco,  oficinesco,  plateresco,  pintoresco, 
romancesco,  rufimiesco,  sayalesco,  soldadesco,  talonesco, 
villanesco,  etc.,  de  árabe,  bárbaro,  caballero,  carnaval, 
fraile,  labrador,  ladrón,  marino,  novela,  oficina,  platero, 
pintor,  romance,  rufián,  sayal,  soldado,  talón,  villano,  etc. 

Si  el  primitivo  acaba  en  el  diptongo  ía^  se  pierde  éste 
ante  la  vocal  del  sufijo:  turquesco,  de  Turquía. 

Júntase  también  a  nombres  propio*  y  entonces  equi- 
vale al  sufijo  Axo :  asi  dantesco,  de  Dante;  quijotesco,  de 
Quijote.  Rara  vez  se  une  a  adjetivos,  como  en  hechice- 
resco, fulleresco  y  pedantesco,  de  hechicero,  fullero  y 
pedante,  aunque  en  este  caso  pueden  confederarse  dichos 
adjetivos  en  su  acepción  substantiva. 

Tudesco,  del  alemán  teutsch. 

Algunos  se  usan  como  substantivos  en  la  terminación 
femenina  y  tienen  significación  colectiva :  como  ladrones- 
ca, rufianesca,  soldadesca. 

Los  substantivos  son  raros :  gregüesco,  quizá  del  cim- 
brio  grwegys,  y  parentesco,  de  pariente. 

^2.  ESTO,  paroxítono.  Todos  los  nombres  substantivos  o  adje- 
tivos" que  tenemos  con  esta  terminación  son  latinos  o 
grecolatinos,  a  excepción  de  los  que  como  arresto,  de- 
nuesto, etc.,  son  postverbales.  Así  anapesto,  asbesto,  fu- 
nesto, honesto,  incesto,  infesto,  manifiesto,  modesto, 
molesto,  son  en  lat.  anapaestuis  (gr.  ávcrrot-.aTo; ) ;  asbes- 
tos (gr.  -íaíia-co;),  funestus.  honestus,  incestus,  infestas, 
manifestus,  modestus  y  molestus. 

Sólo  c"  '•I    f'^menino  floresta,  h.   lat.   tl()re>ta.  del  lat 


64  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

foras,  fuera,  con  /,  por  influencia  de  flos,  floris^  flor, 
puede  reconocerse  este  sufijo. 

S3.  ESTRE,  paroxítono.  Sólo  en  celestre,  formado  de  cielo,  a 
semejanza  de  terrestre,  del  lat.  terrestrem,  tenemos 
aquel  sufijo.  Los  demás  nombres  y  adjetivos  con  esta 
terminación  son  latinos.  Así,  bimestre,  campestre,  ecues- 
tre, pedestre,  semestre,  silvestre,  trimestre  y  cuadrimes- 
tre, son  los  acusativos  latinos  bimestrem,  campestrem, 
equestrem,  pedestrem,  semestrem,  silvestrem,  trimestrem 
y  quadrimestrem,  con  pérdida  de  la  in  final.  Cuarimestre, 
de  cuadrimestre,  por  influencia  de  cuatro.  Maestre,  de 
magister. 

84.  ETE,  fem.  eta,  paroxítono.  Procede  del  francés  et,  ette,  y 
tiene  significación  diminutiva  en  general,  pero  no  tan 
precisa  como  la  de  ito,  ita.  La  forma  ete  se  añade  a 
nombres  masculinos,  como  vemos  en  barquete  y  besu- 
guete,  de  barco  y  besugo;  y  cta,  a  femeninos,  como  en 
barqueta,  burleta  y  faldeta,  de  barca,  burla  y  falda.  A 
veces,  de  un  mismo  primitivo  nacen  derivados  de  uno 
y  otro  género,  aunque  con  diferente  significación :  como 
banqueta  y  banquete,  de  banco;  carreta  y  carrete,  de 
carro ;  piqueta  y  piquete,  de  pica ;  también  de  un  primi- 
tivo  masculino  nace  un  femenino,  como  corneta,  de  cuer- 
no ;  papeleta,  de  papel. 

Este  sufijo  toma,  en  algunos  derivados,  la  c  que  vere- 
mos también  en  los  diminutivos  en  illo  y  en  ito.  Así,  ga- 
lancete, meloncete  y  rufiancete,  de  galán,  melón  y  rufián: 
en  villancete,  de  villa,  se  halla  combinado  con  akco. 

La  verdadera  significación  diminutiva,  o  sea  la  qu2 
nos  designa  al  nombre  primitivo  disminuido  en  su  tama- 
ño u  otra  propiedad  característica,  es  rara  en  este  sufijo, 
por  expresarse  mejor  con  illo  e  ito;  pero  se  halla  en 
algunos  derivados,  ya  masculinois,  ya  femeninos.  Así, 
ajete,  besuguete,  bosquete,  bracete,  brevete,  clavete,  sa- 
yalete  y  sayete,  son  diminutivos  de  los  masculinos  ajo, 
besugo,  bosque,  brazo,  breve,  clavo,  sayal  y  sayo,  como 
ampolleta,  cajeta,  cancioneta,  lengüeta,  placeta,  rabieta, 
silleta,  tarjeta  y  tijereta,  lo  son  de  los  femeninos  ampo- 
lla, caja,  canción,  lengua,  plaza,  rabia,  silla,  tarja  y  tijera. 
Sin  embargo,  la  mayoría  de  estos  nombres  forman  tam- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSIClÓX  DE  LAS  PALABRAS  65 

bien  sus  diminutivos  propios  en  illo,  ito;  y  no  emplea- 
mos las  formas  en  ete,  eta,  más  que  en  acepciones  figu- 
radas. 

Lo  más  general  es  que  este  sufijo  denote  objetos  que 
se  parecen  en  algo  al  designado  por  el  nombre  primiti- 
vo, pero  que  le  son  inferiores  en  tamaño  o  en  alguna  otra 
propiedad,  como  vemos  en  boquete,  el  ant.  bufete  =  fue- 
lle, carrete,  filete,  ribete,  saínete,  templete,  tonelete,  de 
boca,  bofe,  carro,  filo,  ant.  riba  =  ribera,  saín,  templo, 
tonel;  y  en  coleta,  garceta,  glorieta,  luneta,  maleta,  ni- 
ñeta, taceta,  trompeta,  veleta,  etc.,  etc.,  de  cola,  garza, 
gloria,  luna,  mala,  niña,  taza,  trompa,  vela,  etc.,  etc. 

Algunos  denotan  el  golpe  que  se  da  con  el  primitivo, 
como  piquete,  golpe  que  se  da  con  la  pica  u  otro  instru- 
mento; cachete,  que  sin  duda  procede  de  un  primitivo, 
capulete,  del  lat.  capulus,  puño  (comp.  el  valenciano  cal- 
bot,  del  mismo  origen) ;  o  el  que  se  recibe  en  él,  coma 
palmeta  =  golpe  que  se  da  en  la  palma  de  la  mano.  Tam- 
bién designan  el  instrumento,  como  palmeta  y  juguete, 
esto  es,  objeto  que  sirve  para  jugar,  de  juego. 

Forma  también  este  sufijo  adjetivos  derivados  de  otros 
adjetivos,  pero  con  la  particularidad  de  que  no  todos 
tienen  la  forma  femenina.  Así  vemos  en  el  Diccionario, 
agrete,  calvete,  clarete,  y  vejete,  de  agrio,  calvo,  claro  y 
viejo,  sin  femenino,  lo  mismo  que  florete,  derivado  del 
substantivo  flor ;  pero  sí  la  tienen  cachigordete,  ta;  po- 
brete, ta;  redondete,  ta,  y  regordete,  ta,  de  cachigordo, 
pobre  y  redondo.  El  último  es  derivado  y  compuesto  a 
la  vez  de  re  y  gordo. 

Estos  adjetivos  tienen,  además,  significación  despec- 
tiva. 

Algunos  de  estos  adjetivos  se  usan  sólo  como  substan- 
tivos, como  asperete,  blanquete  y  verdete,  de  áspero, 
blanco  y  verde. 

^      El  sufijo  ETE  se  añade  a  un  derivado  diminutivo  en 
plazoleta  y  ramillete,  de  plazuela  y  ramillo. 

Membrete  y  tenderete,  de  los  infinitivos  membrar  y  ten- 
der. En  el  último  se  halla  combinado  con  ero,  como  en  vol- 
tereta, de  vuelta.  Sonsonete,  de  la  repetición  del  substan- 
tivo son;  grillete  quizá  no  derive  de  grillos,  sino  que.  por 

5 


66  JOSÉ   ALEMAXY    BOLUFER 

procedimiento  inverso,  éste  debe  haberse  formado  de 
aquél;  gollete,  mejor  de  gola  que  de  cuello,  aunque  con 
la  influencia  de  éste. 

Tenemos  nombres  de  idéntica  forma,  pero  de  distinto 
origen  y  significación:  como  cajeta,  de  caja,  y  cajeta,  del 
inglés  gaskett;  coqueta,  de  coca,  y  coqueta,  del  fr,  co- 
quette;  galleta,  quizá  por  gamelleta,  de  gamella,  y  galle- 
ta, del  fr.  galette. 

También  los  tenemos  de  primitivo  desconocido,  como 
cohete,  pebete  y  iragacete.  Juanete,  en  portugués,  joane- 
te;  y  de  primitivos  latinos,  como  aloeta  =  alauda,  lat. 
alauda;  chaveta,  de  clavis,  llave;  billete,  h.  lat.  billa,  lat. 
bulla.  A  otros  les  hemos  cambiado  el  sufijo  latino,  como 
cerceta  y  zarceta,  de  querquedúla;  bonete  y  birrete,  en 
b.  lat.  bonetum  y  birretum.  Almete  y  roquete  los  hemos 
formado  del  al.  helm.  y  del  ant.  alto  al.  rocch,  y  grume- 
te, del  ingl.  groom. 

Cuarteta,  espoleta,  estafeta,  gaceta,  niuceta  y  algún 
otro,  proceden  de  los  italianos  quartetta,  spoletta,  staffet- 
ta,  gazzetta  y  mozzetta. 

Del  francés  hemos  tomado  blanchete,  bufete,  cosele- 
te, etiqueta,  gallardete,  goleta,  jarrete,  mosquete,  mote- 
te, pirueta,  quineta,  taburete,  tranchete  y  trinquete,  que 
en  aquella  lengua  son  blanchet,  buffet,  corselet,  etiquette. 
gaillardet,  goélete,  jarret,  mousquet,  pirouette,  quinette, 
tabouret,  tranchet  y  trinquet. 

Paquete,  del  ingl.  packet,  y  marbete,  del  flamento  mark 
(marca)  +  beet  (pedazo). 

Son  árabes  alcahuete,  alfitete,  jineta  (mamífero)  y 
zoquete;  jLiijf,  alcauad;  '^''-Á-ájl,  alfitet;  -b-o^.=^,  char- 
neit,  y  -bLiL^,  goquet.  Tafilete  del  berberisco  ^-JS^, 
tafilelt. 

Tampoco  debe  verse  el  sufijo  ete,  en  abiete,  tapete. 
etcétera,  procedentes  de  los  latinos  abietem,  tapete,  etc. 
85.  ETO,  paroxítono.  Este  sufijo,  ya  sea  una  variante  de  ito, 
ya  provenga  de  los  femeninos  en  eta^  como  pobreto  de 
pobreta,  fem.  de  pobrete,  lo  tenemos  en  muy  pocos  nom- 
bres, que  en  parte  tienen  significación  diminutiva,  como 
buleto,  cubeto,  gambeto,  muleta  (=  mulato)  y  paleto, 
derivados  de  bula,  cubo,  gamba,  mulo  y  pala.  También 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABR.\S  67 

se  ve  el  mismo  sufijo  en  mayeto,  de  origen  desconocido, 
y  en  coleto,  del  lat.  cor  pus,  oris. 

Del  italiano  hemos  tomado  cuarteto,  folleto,  quinteto, 
soneto  y  terceto  (quartetto,  foglietto,  quintetto,  sonetto  y 
terzetto),  y  formado  por  analogía,  sexteto,  de  sexto. 

El  mismo  sufijo  debemos  ver  en  lazareto,  del  ant.  lá- 
zaro, y  quizá  en  vericueto,  de  origen  desconocido;  pero 
no  en  decreto,  discreto,  amuleto  y  otros,  que  son  latinos 
(decretum,  discrétus,  amulétum),  ni  en  esqueleto  y  ma- 
motreto, del  griego  t/sXsto;  y  ¡icrujioíif/s— o;,  aunque  a  es- 
tos últimos  les  hemos  dado  la  acentuación  propia  de 
aquel  sufijo.  Abeto,  variante  de  abete,  como  pide  el  la- 
tín abiétem.  Desteto,  de  destetar. 

56.  EZ,  \z,  átono?.  Exceptuando  los  patronímicos  que,  como 

Narváez,  Perrándiz,  etc.,  tienen  átona  esta  terminación, 
no  la  vemos  en  más  voces  castellanas  que  arráez,  del  ára- 
be v^pJJI,  arréiz,  y  en  cáliz  y  pómez,  de  los  latinos  ca- 
lícem  y  pumex.  Quizá  haya  algunos  otros. 

Oxítono  debió  de  ser  en  su  origen  el  sufijo  de  los 
apellidos  patronímicos  en  ez,  iz,  az,  oz,  uz  (i),  que  por 
causas  no  bien  explicadas  vino  a  quedar  átono  en  la  ma- 
yoría de  ellos,  como  vemos  en  Martínez,  Sánchez,  Esté- 
banez,  Alvarez,  conservándose  la  primitiva  acentuación 
sólo  en  algunos,  como  Muñoz,  Ferraz,  Ferrus,  Sanchiz, 
al  lado  de  Sánchiz  y  S anchis,  etc. 

La  metátesis  del  acento  debió  verificarse  poco  a  poco, 
cuando,  perdida  la  noción  del  origen  del  sufijo,  se  consi- 
deró éste  como  mera  terminación,  y,  por  tanto,  se  debió 
proceder  por  pronunciar  el  derivado  sin  variar  la  acen- 
tuación del  primitivo,  o  sea  la  del  nombre  del  padre.  Así 
se  explican  Estébanez  y  Alvares,  esdrújulos  de  Esteban 
y  Alvaro :  Martínez  y  Sánchez,  graves  de  Martín  y  Sancho. 

57.  EZ,  oxítono.  Procede  del  lat.  itia,  en  su  forma  itie,  o  sea 

de  nombres  de  la  llamada  quinta  declinación,  muchos  de 
los  cuales  se  declinaban  también  por  la  primera, --como 
calvitia,  del  cual  procede  el  anticuado  calveza,  y  calvities, 
que  dio  el  vulgar  calvez  y  el  erudito  calvicie;  asimismo 
duritia  v  duritics  ori?''i^rrin  rlurr'-n  y  el  ant.  durez. 


(i)    Véase   M.   Pidal,   Cantar  de  Mió  Cid,   I,   7c. 


68  JOSÉ  ALEMAXY   BOLUFER 

Lo  mismo  que  kza,  forma  en  nuestra  lengua  nombres- 
abstractos  derivados  de  adjetivos,  como  algides,  ama- 
rillez, aridez,  beodez,  borrachez,  brillantez,  candidez, 
chochez,  dejadez,  doncellez,  idiotez,  insensatez,  liqui- 
dez, muchachez,  mudez,  ordinariez,  pudibundez,  tiran- 
tez, etc.,  derivados  de  álgido,  amarillo,  árido,  beodo,  bo- 
rracho, brillante,  candido,  chocho,  dejado,  doncella,  idio- 
ta, insensato,  líquido,  muchacho,  mudo,  ordinario,  pudi- 
bundo, tirante,  etc. 

Sandez,  de  sandio,  con  pérdida  del  diptongo.  Preñez,. 
de  preñado,  por  derivación  retrógrada. 

Muchos  de  estos  nombres  proceden  de  los  en  eza,  por 
apócope  de  la  final  a-  Así  los  anticuados  escaseza,  estre- 
cheza,  pequeñeza  y  pulideza  son  hoy  escasez,  estrechez,, 
pequenez  y  pulidez. 

En  algunos  persisten  las  dos  formas,  como  vemos  en 
robusteza  y  robustez,  de  robusto,  en  vez  de  los  ant.  r'o- 
bustidad  y  robusticidad.  Así  también  rustiqueza  y  rusti- 
quez, de  rústico. 
SS.  EZA,  paroxítono.  Procede  del  latino  itía  (acus.  itíam),  como- 
dureza,  tristeza  y  pereza,  de  duritiam,  tristitiam  y  pigri- 
tiam.  En  los  vocablos  eruditos  no  sufre  este  sufijo  otra 
modificación  que  el  cambio  de  t  en  c,  para  adaptar  la  es- 
critura a  la  pronunciación;  así  justicia  y  pigricia  de  jus- 
titia  y  pigritia. 

Forma  substantivos  abstractos,  derivados  de  adjetivos,. 
y  que  significan  propiedades  físicas,  cualidades  morales, 
virtudes,  vicios,  etc.,  como  alteza,  aspereza,  belleza,  cer- 
teza, guapeza,  llaneza,  presteza,  etc.,  etc.,  de  alto,  áspe- 
ro, bello,  cierto,  guapo,  llano,  presto,  etc.,  etc. 

De  algunos  tenemos  la  forma  vulgar  al  lado  de  la  eru- 
dita, aunque  con  significación  diferente,  como  franque- 
za y  franquicia,  de  franco ;  maleza  y  malicia,  del  lat.  ma- 
litia,  etc. 

Sinónimo  de  este  sufijo  es  ura,  así:  braveza  =  bra- 
vura, de  bravo;  lindeza  =  lindura,  de  lindo;  terneza  =• 
ternura,  de  tierno :  bajeza  =  ant.  bajura,  de  bajo,  etc. ; 
también  lo  es  dad,  como  bruteza  y  ant.  brutez,  de  bru- 
to  =  brutalidad,  de  brutal. 

En  el  sufijo  ez  hemos  visto  que  algunos  nombres  en 


DERIVACÍÓX  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  69 

EZA  han  quedado  anticuados,  por  haber  sido  substituidos 
por  las  formas  en  ez  ;  y  aquí  diremos  lo  mismo,  o  sea  que 
muchos  en  es  han  sido  reemplazados  por  los  en  eza,  sin 
que  pueda  darse  regla  ninguna  que  haya  influido  en  es- 
tas substituciones.  Así  decimas  hoy  bajeza,  delicadeza,  du- 
reza, extrañeza,  groscza  y  terneza,  y  no,  como  antigua- 
mente, bajez,  delicadez,  durez,  extrañez,  grosez  y  ternez. 
También  ha  substituido  a  dad  en  limpieza  =  ant.  limpie- 
dad,  y  a  tud  en  certeza  =  ant.  certitud. 

No  todos  los  en  eza  proceden  del  lat.  itia  ;  los  hay  de- 
rivados de  icéA,  como  corteza,  de  corticeam.  Estos  se  co- 
nocen por  la  significación  concreta  que  tienen;  así,  hor- 
taleza  y  hortaliza,  de  hortal ;  guindaleza,  voz  náutica,  va- 
riante de  guindareza,  de  guindar,  con  el  sufijo  areza  {ar 
-f-  ezá),  etc. 

89.  EZNo,  paroxítono.  Procede  del  latín  icinus:  como  rezno, 

de  ricinus.  y  forma  en  castellano  algunos  derivados,  en 
su  mayoría  de  nombres  de  animales,  que  tienen  a  la  vez 
significación  diminutiva  y  despectiva,  como  se  ve  en  ga^ 
mezno,  ant.  judezno,  lobezno,  perrezno  y  viborezno,  de 
gamo,  judío,  lobo,  perro  y  víbora:  también  en  rodezno, 
de  rueda,  con  reaparición  de  la  o  originaria,  y  en  torrez- 
no, de  torrar. 
EZUEL0.  Véase  uelo. 

90.  i,  átono.  Tenemos  algunos  nombres  graves  y  esdrújulos  con 

esta  terminación,  como  carvi,  onfacomeli  y  palmacristi, 
de  los  latinos  carum,  carvi,  en  Nebrija,  omphacomel,  ellis, 
y  palma  Christi.  Diócesi  al  lado  de  diócesis,  y  metrópo- 
li, de  diócesis  y  metrópolis ;  álcali,  del  árabe  ^Láil,  álcali; 
pároli,  ital.  pároli;  pelotari,  jugador  de  pelota,  tomado 
del  vasco  (i);  pali,  voz  sánscrita,  y  pelvi,  persa.  Yanqui, 
del  inglés  yankee. 

Respecto  de  la  acentuación  de  estas  voces,  hemos  de 
notar  que  en  onfacovicli  seguimos  la  acentuación  latina 
y  no  la  griega,  donde  es  esdrújulo,  al  revés  de  lo  que  ha- 


(i)  De  nombres  castellanos  han  formado  los  vascos  derivados  con 
el  sufijo  ARi  que  en  su  lengua  denota  profesión,  o  por  lo  menos  la  afición 
favorita  de  una  persona;  así  pelotari,  de  pelou;  dantzari  =  bailarín, 
de  danza. 


yo  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER    . 

ceñios  en  diócesis,  que  en  griego  es  esdrújulo,  o'.o!V.y¡3'.c;,  y 
en  latín,  grave. 

Pek'i  debería  pronunciarse  pelví,  por  su  origen  ^J^iy. 
pahlaví,  y  pasar,  por  tanto,  al  sufijo  siguiente. 

91,  í,  oxítono.  Los  substantivos  y  adjetivos  que  tenemos  ter- 

minados en  í,  proceden  en  su  mayoría  del  árabe;  hay  al- 
gunos que  son  apócope  de  voces  en  ixo,  in,  il;  hemos 
formado  otros  a  semejanza  de  los  árabes,  y  lois  tenemos 
también  tomados  de  las  lenguas  americanas  y  de  algunas 
europeas.  Así : 

a)  Del  árabe.  De  adjetivos  denominativos  árabes  pro- 
ceden los  substantivos  borní,  cequí,  neblí,  etc.,  etc.,  que 
son  en  aquella  lengua  ^ji,  borní ;  ^a^,  cequí ;  JUi^ 
neblí,  y  los  adjetivos  muladí,  turquí,  etc.  (^  js.j^,  mula- 
dí ;    £..0",  turquí) ;  osmanlí,  del  turco,  yi'iV^-X:^^  otsmanle. 

b)  Apócopes.  Lo  son  de  voces  en  ino,  in,  il:  alfon- 
sí  =  alfonsino;  rubí  =  rubín;  saetí  =  saetín;  vellorí 
=  vellorín ;  poncí  =  poncil ;  y  también  los  italianismos 
ormesí,  de  ormesino;  sotaní,  de  sottanino. 

Por  el  contrario,  a  voces  de  origen  árabe  en  í  se  les 
añadió  una  n  por  analogía  con  las  castellanas  en  ín,  y 
así  se  dijo  bocacín,  carmesín  y  marroquín,  en  vez  de  bo- 
cací,  carmesí  y  marroquí,  que  es  como  decimos  hoy,  con- 
forme a  la  etimología.  Lo  mismo  debe  decirse  de  romí  y 
romín. 

c)  Formadas  en  castellano  tenemos  muy  pocas  voces, 
entre  las  cuales  podemos  citar:  excusalí,  serení  y  sarán- 
dolí,  de  origen  desconocido;  bombasí,  del  b.  lat.  bom- 
bax,  ácis ;  mordihuí,  de  origen  obscuro ;  sagatí,  de  sar- 
ga; zaragocí,  de  Zaragoza.  También  del  latino  phrené- 
sis  decimos  frenesí.  Befabemí  es  compuesto.  Vendí  es 
forma  del  verbo  vender. 

d)  De  lenguas  americanas  tenemos  guachapelí,  gua- 
raní, jabí,  jachalí,  manatí,  paují,  tejamaní,  teucali,  teca- 
li, tití  y  alguna  otra.  Maní  es  voz  del  Congo. 

c)  De  lenguas  europeas  proceden :  borceguí,  flam. 
brosekin ;  maniquí,  neerl.  mannekin ;  berbí,  de  Verviers, 
n.  pr. ;  y  berbiquí,  del  aJ.  Wielboorken.  Musequí,  del 
fr.  musequin. 

92.  lA,  átono;  ía,  paroxítono.  Las  dos  formas  de  este  sufijo 


DERIVACIÓN-  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABIL\S  7 1 

proceden,  sin  duda,  del  latino  ta,  el  cual  se  conserva 
átono  en  los  nombres  que  proceden  directamente  del  la- 
tín, como  angustia,  falacia,  gracia,  emñdia,  que  vienen 
de  angustia,  fallacia,  gratia,  invidia ;  pero  que  por  in- 
fluencia de  los  nombres  griegos  en  ía,  como  ¿^TocXo-fta, 
izzwjr,u.ia,  Ysuj-ffxz'fíoí,  Y^ojui-rpici.  etc,  de  los  que  proceden 
astrología,  astronomía,  geografía,  geometría,  etc.,  tomó 
el  acento  en  la  i,  en  los  muchísimos  derivados  que  for- 
ma en  nuestra  lengua. 

Se  añade  el  sufijo  ía,.  por  lo  general,  a  nombres  subs- 
tantivos ;  pero  también  a  adjetivos,  y  pocas  veces  a  verbos. 

Cuando  se  añade  a  substantivos  denota,  como  los  su- 
fijos ato  y  ADO,  dignidad,  empleo  o  cargo;  y  por  exten- 
sión, en  algunos,  el  territorio  sobre  el  que  se  extiende 
aquélla,  o  el  lugar  en  que  se  ejercen  éstos ;  como  alcaldía, 
que  significa  el  oficio  o  cargo  de  alcalde,  el  territorio  de 
la  jurisdicción  del  mismo,  y  la  oficina  donde  se  despa- 
chan los  negocios  en  que  él  entiende.  A  veces  tiene  sig- 
nificación colectiva,  como  en  gañanía  =  conjunto  de  ga- 
ñanes ;  morería  =  barrio  en  que  vivían  los  moros. 

Los  nombres  en  dor  debilitan  la  o  en  u,  al  recibir  el  sufi- 
jo. Así,  abreznaduría,  asaduría,  contaduría,  habladuría,  pa~ 
gaduría,  proveeduría,  sabiduría  y  veeduría,  de  abreviador, 
asador,  contador,  hablador,  etc. ;  pero  no  oidoría,  de  oidor, 
ni  los  ants.  correduría  y  curadoría,  que  hemos  substituido 
por  los  modernos  correduría  y  curaduría,  de  corredor  y  cu- 
rador, mientras  conservamos  regidoría  y  regiduría,  de 
regidor.  No  sufren  el  mismo  cambio  los  en  sor  y  tor, 
como  se  ve  en  asesoría,  prozñsoría,  coadjutoría,  lectoría 
y  tutoría,  de  asesor,  provisor,  coadjutor,  lector  y  tutor; 
pero  tenemos  canturía  en  vez  del  ant.  cantoría,  de  can- 
tor, y  el  cultismo  abrebiaturía  =  abreviaduría.  Los  de- 
más nombres  no  sufren  otra  modificación  que  la  general 
de  perder  el  acento  y  la  vocal  final,  los  que  en  ella  ter- 
minen; así,  comensalia,  mariscalía  y  travesía,  de  comen- 
sal, mariscal  y  través ;  como  abacería,  agujetería,  acei- 
tería, caballería,  montería,  monterería,  panadería,  relo- 
jería, romería,  etc.,  etc.,  de  abacero,  agujetero,  aceitero, 
caballero,  montero,  nionterero,  pan? fiero,  rolnjero.  rome- 


72  JOSÉ   ALEMAXY    BOLUFER 

ro,  etc.,  etc.  Obispalía  =  obispado;  mariscalía  =  maris- 
calato ;  provisoria  =  provisorato. 

Los  derivados  de  adjetivos  denotan  propiedad  o  cua- 
lidad, como  alevosía,  acedía,  acefalía,  alegría,  ardentía, 
cercanía,  cortesía,  falsía,  valentía,  zalamería,  etc.,  de  ale- 
voso, acedo,  acéfalo,  alegre,  ardiente,  cercano,  cortés,  fal- 
so, valiente,  zalamero,  etc.  También  hombría,  de  hombre. 

Algunos  de  éstos  han  .sido  substituidos  por  los  en  ez, 
como  el  ant.  estrechía,  mod.  estrechez ;  en  cambio  cerca- 
nía =  ant.  cercanidad. 

Pocois  son  los  que  derivan  de  verbos ;  pero  pueden  ci- 
tarse valía,  de  valer  y  el  ant.  adestría,  de  adestrar. 

Hemos  visto  que  los  derivados  de  primitivos  en  ero 
terminan  en  ería,  como  cantería,  de  cantero;  esta  ter- 
minación se  ha  tomado  como  sufijo,  y  >se  añade  a  algu- 
nos nombres  con  la  misma  significación  que  el  sufijo 
simple  ía;  así,  alcahuetería,  avería,  bellaquería,  burlería, 
cacería,  compadrería,  coquetería,  judería,  morería,  pe- 
gotería, pobrería,  pobretería,  ribaldería,  roñería,  tonte- 
ría, trotonería,  etc.,  etc.,  que  no  derivan  de  alcahuetero. 
avero,  bellaquero,  etc.,  que  no  tenemos,  sino  de  alcahue- 
te, ave,  bellaco,  burla,  caza,  compadre,  coqueta,  judío, 
moro,  pegote,  pobre,  pobrete,  ribaldo,  roña,  tonto  y  tro- 
tón. Estas  formaciones  con  ería  son  en  gran  número. 
Fundería,  de  fundir. 

Tenemos  algunos  derivados  de  radicales  latinos,  como 
germanía,  de  germanus,  hermano;  tenería,  en  b.  lat. 
tañaría,  de  tannare,  curtir.  Agogía,  voz  de  minería,  del 
lat.  agogae;  y  de  primitivo  desconocido '/wr^ía.  También 
en  jametería  =  salamería,  del  ár.  Si^:^^  hamed,  debe 
reconocerse  el  sufijo  ería;  pero  ni  éste  ni  el  isimple  ía 
se  halla  en  los  siguientes,  que  traen  ya  su  terminación 
de  aquella  lengua.  Así,  algarabía,  almofía,  almadía  y  ar- 
madía, avería  =  daño,  tutía  y  mía,  son  en  ár.  jUi^l, 
alarabía;  Nxái^.*.JI,  almojfía;  njvAxJI,  almadía;  na^I^-, 
auería ;  Lxjyi,  tutía,  y  \SL<,  mía. 

Atajía,  variante  de  atajea,  y  éste  de  atarjea,  quizá 
del  berberisco  L/y,  targa. 

La  distinta  acentuación  del  sufijo  ía  la  vemos  tam- 
bién en  los  nombres  propios  geográficos.  Así  decimos 


DERI\'ACIÓX  Y  COMPOSICIÓN'  DE  LAS  PALAÜR-\S  "jl 

Alemania,  Arabia,  Asia,  Bolonia,  Francia,  Galia,  Gre- 
cia, Italia,  Soria,  ■etc.,  con  el  sufijo  átono;  pero  Andalu- 
cía, Hungría,  Lombardía,  Normandía,  Turquía,  etc.,  con 
el  sufijo  tónico;  y  con  la  pronunciación  vacilante  en  Ru- 
mania y  Rumania. 

ii:le.  Véase  ble. 

93.  iciA,  paroxítono.  Los  substantivos  abstractos  que  tenemos 

en  castellano  con  esta  terminación  son  eruditos,  y  to- 
mados directamente  de  los  latinos  en  itía,  los  mismos 
que  en  la  derivación  vulgar  han  dado  origen  a  los  en 
EZA.  Así:  avaricia,  estulticia,  impericia,  injusticia,  inmun- 
dicia, malicia  (vulgar  maleza),  milicia,  noticia,  pericia,  pi- 
gricia (vulgar  pereza),  pudicicia  y  puericia,  son  en  latín 
avaritia,  stultitia,  imperitia,  injustitia,  immunditia,  mali- 
tia.  militia,  notitia,  peritia.  pigritia.  pudicitia  y  pueritia. 
Primicia,  de  primities.  Delicia,  de  delicia. 

Sólo  caricia  y  franquicia  hemos  formado  de  caro  y 
franco :  codicia,  en  lat.  vulg.  cupiditia,  por  el  clásico  cu- 
piditas. 

En  ictericia  no  debe  reconocerse  este  sufijo,  sino  -ia, 
pues  deriva  de  ictérico. 

94.  iciE.  Con  esta  terminación  paroxítona,  tenemos  los  subs- 

tantivos cahñcie,  molicie  y  planicie,  de  los  latinos  calvi- 
ties,  mollities  y  planities ;  y  también  superficie,  de  su- 
perficies, todos  eruditos- 

95.  ICIO,  paroxítono.  Es  la  forma  erudita  de  los  sufijos  lati- 

nos iTio,  ICIO;  y  casi  todos  los  nombres,  substantivos  y 
adjetivos  que  tenemos  con  dicha  terminación  son  lati- 
nos. Así  los  substantivos  hospicio,  precipicio,  servicio,  y 
auspicio,  cilicio,  suplicio,  son  en  latín 'hospitium,  praeci- 
pitium,  servitium,  y  auspicium,  cilicium,  supplicium ; 
como  los  adjetivos  comendaticio,  traslaticio,  etc.,  y 
esponsalicio,  patricio,  etc.,  son  en  aquella  lengua  com- 
mendatitius.  translatitius,  etc.,  y  sponsalicius,  patricius, 
etcétera.  En  la  derivación  vulgar  dieron  estos  sufijos  el 
castellano  izo,  como  vemos  en  hechico,  de  factitium ;  de 
donde  también  el  erudito  facticio.  Véase  izo. 

Los  vocablos  que,  a  semejanza  de  los  anteriores,  he- 
mos formado  en  castellano,  son  pocos,  y  caei  todos  adje- 
tivos con  la  significación  general  de  pertenencia  o  pro- 


74  JOSÉ   ALEMAXY   BOLUFER 

piedad,  como  alimenticio,  cardenalicio,  excrementicio  y 
vitalido,  derivados  de  los  substantivos  alimento,  carde- 
nal, excremento  y  del  adjetivo  vital. 

De  nombres  latinos  derivan  frumenticio,  de  frumen- 
tum,  y  acomodaticio  de  accommodatum,  al  lado  del  vulgar 
acomodadizo,  de  acomodado. 

Entre  los  substantivos  formados  con  este  sufijo  se  ha- 
llan :  bullicio,  de  bullir ;  canticio,  de  canto ;  ladronicio,  de 
ladrón,  y  quizá  algún  otro. 

Tenemos   formas   dobles,  aunque  algunas  con  signi- 
ficación  distinta,    como:    acomodaticio   y   acomodadizo; 
ladronicio,  de  ladrón,  al  lado  de  latrocinio,  de  latroci- 
nium;  facticio  y  hechizo,  etc. 
icióx.  Véase  cióx. 

96.  ICO,  fem.  iCA,  átono,  y  en  voces  esdrújulas.  Procede  del 
sufijo  latino  ico  (nom.  leus),  y  lo  tenemos  en  nuestra 
lengua  en  adjetivos  y  nombres  tomados  unos  del  latín  y 
formados  otros  en  castellano.  Así  los  adjetivos,  módico, 
público,  rústico  y  único,  son  en  latín  modícus,  publícus, 
rustícus  y  unícus,  así  como  los  substantivos  fábrica,  mé- 
dico y  pórtico,  son  fabrica,  medícus  y  porticus. 

El  sufijo  ícus,  átono  en  latín,  corresponde  al  gr.  <y.¿:.., 
oxítono,  que  también  ha  pasado  a  nuestra  lengua,  aun- 
que casi  siempre  por  intermedio  del  latín:  así,  los  adjeti- 
vos empírico,  gráfico,  místico,  proceden  de  los  griegos 
iix-íipizóc,  Ypaccixóc,  ¡xuatizóc,  mediante  los  latinos  empiricus, 
graphicus  y  mysticus. 

A  semejanza  de  los  anteriores  hemos  formado  los  ad- 
jetivos atóxico,  casuístico,  hu/morístico,  dasonómico  y 
periodístico,  etc.,  de  los  substantivos  ataxia,  calsuísta, 
humorista,  dasonomía  y  periodista.  Liebrático,  de  lebra- 
to, con  diptongo  ie  por  influencia  de  liebre ;  y  el  subs- 
tantivo balística,  de  balista. 

Del  francés  hemos  tomado  los  adjetivos  que  califican 
terrenos  geológicos,  como  jurásico,  liásico,  triásico,  que 
en  aquel  idioma  son  jurassique,  liasique  y  triasique. 

Místico,  embarcación,  del  ár.      j:l.^a^  mogatah. 

Los  adjetivos  formados  con  este  sufijo  denotan  que  el 
nombre  a  que  se  aplican  posee  las  cualidades  esenciales 
del  substantivo  de  que  derivan. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  7^ 

En  la  derivación  vulgar  siguió  el  sufijo  latino  las  leyes 
propias  de  la  misma,  y  originó  otras  terminaciones,  como 
vemos  en  ábrego,  mango,  manga,  etc.,  de  africum,  ma- 
nicum,  manicam,  etc. 

Los  substantivos  y  adjetivos  en  igo,  iga,  como  ami- 
go, ombligo;  hormiga,  vejiga;  mendigo,  ga,  etc.,  no  pro- 
ceden del  mismo  sufijo,  sino  de  ico,  que  no  forma  deri- 
vados en  castellano.  Del  mismo  procede  púdico,  que  de- 
biera íser  púdico,  y  que  por  conservar  la  c  fuerte,  hemos 
hecho  esdrújulo,  por  analogía  con  público  y  demás  ad- 
jetivos de  esta  clase. 

Los  nombres  de  ciencias  y  artes,  como  aritmética,  gra- 
mática, física,  retórica,  etc.,  son  de  origen  griego,  y  pro- 
ceden de  la  terminación  femenina  de  los  adjetivos  en  •./óc, 
la  cual,  aplicada  en  un  principio  a  la  voz  -iyyr^,  arte,  de- 
signaba la  clase  o  especie  del  arte ;  y  asi  se  decía :  r]  'i'/y, 
Ypc!tjLu.7-'.z-^  o  sea  el  arte  gramatical.  Callóse  después  la 
voz  techne  y  quedó  el  adjetivo  substantivado  mediante 
el  artículo,  así :  r,  lorj.wío'-.'.y.r^,  la  gramática.  También  se 
substantivó  la  terminación  masculina  en  ós,  para  desig- 
nar la  persona  que  cultiva  o  ejerce  el  arte  o  la  ciencia 
denominada  por  la  femenina;  y  así  decimos  el  gramático, 
un  músico,  etc. 

Estos  derivados  conservan  también  su  acepción  adjeti- 
va, que  en  algunos  equivale  a  los  formados  con  el  sufijo 
AL,  como  grapiático  =  gramatical. 

Estos  vocablos,  agudos  en  griego,  tomaron  en  caste- 
llano la  acentuación  latina  y  se  hicieron  esdrújulos. 

El  sufijo  griego  •/ó;,  toma  a  veces  la  forma  -'.zo;,  que 
se  ve  en  rcf^ocí/.-jr-zo;  y  ^■jyzk>:/.z:/.óz.  de  donde  paralítico  y  sin- 
táctico: y  por  analogía  con  éstos  vemos  el  sufijo  tico,  en 
sifilítico,  de  sífilis ;  pero  no  en  romántico,  si  procede  del 
fr.  romantique.  Característico,  de  carácter,  quizá  por  ana- 
logía con  eucarístico  (lat.  eucharístichus,  gr.  eJ/ctp-.aTizó;). 
ICO,  fem.  ic.\,  paroxítono,  de  origen  no  averiguado  to- 
davía, y  que  se  halla  vivo  en  español,  portugués  y  vala- 
co-  Sirve  para  fomiar  diminutivos,  tanto  de  adjetivos 
como  de  substantivos.  Así,  bonico,  menudico  y  tantico, 
de  bueno,  menudo  y  tanto ;  como  Marica,  Perico  y  pe- 
rrico,  de  María,  Pero  (Pedro)  y  perro. 


76  JOSÉ  ALEMAXY   BOLUFER 

Para  cico,  ecico,  ececico,  véase  ito. 

En  chicorrotico,  de  chico,  vemos  este  sufijo  combina- 
do con  el  despectivo  orro  y  el  aumentativo  ote^  asi : 
chic(o)  -)-  orr(o)  +  ot(e)  -|-  ico. 

Con  significación  diminutiva,  pero  sin  referirse  ésta 
al  substantivo  primitivo,  sino  sólo  al  nombre  que  resulta 
formado  con  el  sufijo,  tenemos  pellico  y  pellica,  de  piel 
(lat.  pellis),  y  hocico,  de  hozar:  también  villancico,  de 
villa,  con  el  sufijo  ancico,  de  anco  +  ico. 

98.  iCHo,  fem.  icha,  paroxítono.  No  conozco  palabra  caste- 

llana en  que  estas  terminaciones  sean  sufijo,  pues  las  po- 
cas que  así  terminan,  o  son  latinas,  como  bicho,  bicha; 
bricho,  dicho,  dicha  y  salchicha,  que  proceden  de  bes- 
tium,  bestiam,  obryzum,  dictum,  dictam  y  salciciam,  o  las 
hemos  tomado  del  francés,  como  ficha  y  nicho,  de  fiche 
y  niche,  o  del  italiano,  como  capricho,  de  capriccio. 

Micho  y  micha,  son  variantes  de  mizo  y  miza;  chicha 
subst.  y  chicha,  adj.  no  tienen  origen  conocido,  y  desdicha 
es  compuesto  de  dicha. 

IDAD.  Véase  dad. 

Idero.  Véase  dero. 

99.  IDO,  átono.  Tenemos  esta  terminación  en  vocablos  erudi- 

tos, como  ávido,  cálido,  estúpido,  impávido,  líquido,  rí- 
gido, sórdido,  válido,  etc.,  que  no  son  más  que  los  latinos 
aridus,  calídus,  stupídus,  etc.,  cambiada  su  terminación 
US  en  o. 

En  las  voces  de  procedencia  vulgar,  sufrieron  estas 
palabras  Jas  leyes  de  la  evolución  fonética,  y  originaron 
otras  formas,  algunas  de  las  cuales  persisten  al  lado 
de  las  cultas,  aunque  con  distinta  significación  o  usadas 
en  distinto  estilo ;  como  cálido  y  caldo,  de  calídum ;  lím- 
pido y  limpio,  de  limpídum. 

100.  iDO^  paroxítono.  Procede  del  latino  ttu  (nom.  itus,  acus. 

itum),  como  se  ve  en  balido,  gañido  y  vagido,  de  balitum, 
gannitum  y  vagitum,  todos  de  la  cuarta  declinación. 

En  castellano  forma  substantivos  derivados  de  verbos 
de  la  primera  conjugación,  y  que,  como  los  anteriores, 
denotan  voces  de  animales  o  sonidos  y  ruidos ;  como 
aullido,  bramido,  bufido,  chasquido,  chillido,  estallido, 
graznido,  ladrido,  maullido,  quejido,  resoplido,  ronqui- 
do, rosnido,  silbido,  sonido  y  susurrido,  de  aullar,  bra- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS      77 

mar,  bufar,  chascar,  chillar,  estallar,  graznar,  ladrar, 
maullar,  quejarse,  resoplar,  roncar,  roznar,  silbar,  so- 
nar y  susurrar. 

Si  el  verbo  acaba  en  ear  o  iar,  pierde  el  diptongo  ante 
el  sufijo;  como  en  berrido,  de  berrear,  y  chirrido,  de 
chirriar. 

Alarido,  grito  de  guerra  de  los  moros  al  entrar  en  ba- 
talla, no  tiene  radical  conocido.  Estampido,  tampoco  le 
tiene  en  castellano,  pero  sí  en  el  provenzal  estampir. 

Con  el  sufijo  ido,  pero  procedente  del  latino  ito,  como 
en  oído,  de  auditus,  formamos  los  participios  pasivos 
de  los  verbos  de  la  segunda  y  tercera  conjugación,  así: 
barrido,  temido,  venido,  de  barrer,  temer  y  venir;  y  tam- 
bién adjetivos  derivados,  como  bellido  y  veUido,  de  bello  y 
vello;  dolorido  y  adolorido,  de  dolor:  el  ant.  en^angos- 
tido,  de  ensangostar;  vahido  debe  proceder  de  vaho,  y 
vaguido,  de  vahido. 

Garrido,  del  ár.  ^^,  garí. 
IDOR.  Véase  dor. 
IDURA.  Véase  dura. 

101.     lEGO^  paroxítono,  y  del  mismo  origen  que  ego,  pero  con 
la  e  diptongada  en  ie. 

Forma  adjetivos  derivados  casi  todos  de  substantivos, 
y  que  denotan  pertenencia ;  como  se  ve  en  aldeaniego,  ali- 
jariego,  mujeriego,  moriego,  palaciego,  palonuiriego,  pa- 
niego, piariego,  riberiego,  serraniego,  solariego  y  vera- 
niego, de  aldeano,  alijar,  mujer,  moro,  palacio,  palomar, 
pan,  piara,  ribera,  serrano,  solar  y  verano. 

Araniego,  de  araña,  con  reaparición  de  la  n  originaria 
del  lat.  aranea ;  canariego,  en  vez  de  canadiego,  por  cam- 
bio de  d  en  r,  de  cañada ;  labriego,  por  laboriego,  con 
síncopa  de  la  o  de  labor,  y  niego,  por  nidiego,  de  nido. 
Carriego,  de  origen  dudoso. 

Como  derivados  de  adjetivos,  pueden  citarse  asperie- 
go,  de  áspero,  y  nocJiarniego,  del  lat.  nocturnus,  con  pa- 
latalización del  grupo  ct,  como  en  noche,  de  noctem. 

En  pinariego  y  vinariego,  de  pino  y  vino,  se  combina 
este  sufijo  con  ario  ;  y  también  en  andariego,  de  andar. 
Compárese  andarín. 

Hay  algunos  gentilicios,  como  judiego  =  judaico,  del 
lat.  iudaicus,  y  pasiego,  de  Pas. 


jS  JOSÉ    ALEMAXY     BOLUFER 

Los  substantivos  como  sosiego,  reniego,  etc.,  son  post- 
verbales. 
lENTE.  Véase  ante. 
lENTO.  Véase  ento. 
IGO.  Véase  ico,  átono. 

102.  ijo.,  fem.  ijA,  paroxítono,  y  en  parte  del  mismo  origen  que 
Ejo,  EjA,  como  se  ve  en  armadijo,  cojijo,  clavija,  manija, 
vedija  y  cobijo,  de  armaticülum,  culicülum,  clavicülam, 
manicülam,  viticülam  y  coopercülum. 

Tiene,  como  ejo,  significación  diminutiva,  cuando  se 
une  a  substantivos ;  pero  se  diferencia  de  él  en  que  se 
añade  también  a  verbos  y  a  participios,  y  designa  en- 
tonces el  resultado  de  la  acción.  Así : 

Masculinos  en  ijo:  a)  Derivados  de  nombres:  abra- 
cijo,  ahoguijo,  atadijo,  enredijo,  lagartijo,  de  abrazo, 
ahogo,  atado  (subst.),  enredo  y  lagarto;  y  con  cambio  de 
género:  hondijo  y  serijo,  de  honda  y  sera.  Lugarcijo, 
de  lugar,  con  la  c  de  los  diminutivos. 

Argamandijo  y  entresijo,  sin  primitivo  conocido;  ar- 
gadijo, del  lat.  ergata;  canijo,  adj.,  del  lat.  canna,  caña, 
y  regocijo,  de  gozo  compuesto  con  re. 

b)  de  verbos  o  participios :  acertijo  al  lado  de  acerta- 
jo, de  acertar;  amasijo  =  ant.  amasadijo,  de  amasar  y 
amasado,  como  apartijo  =  apartadijo,  de  apartar  y  apar- 
tado respectivamente ;  condesijo,  de  condesar ;  expremijo, 
del  ant.  expremir,  y  revoltijo,  de  revuelto.  Escondrijo 
con  r  parásita,  de  esconder,  como  el  ant.  encondedrijo, 
quizá  por  escondidijo,  también  con  r,  de  escondido. 

Alijo  es  postverbal. 

Femeninos  en  ija.  Como  derivados  de  nombres,  con 
el  mismo  y  distinto  género,  tenemos :  botija  y  botijo,  la- 
gartija y  valija,  de  bota,  lagarta  y  vaso.  Cobija,  del  mase, 
cobijo;  cambija,  quizá  de  camba,  hornija,  de  horno. 

Derivan  de  un  radical  latino  harija,  de  far;  sabandija, 
de  serpens,  entis ;  sortija,  de  sors,  sortis ;  también  lam- 
brija =  lombriz,  lat.  lumbricus.  Platija,  lat.  platessa; 
valija,  en  fr.,  valise ;  en  ital.,  valigia. 

Estornija,  quizá  de  torno  con  el  prefijo  es.  Alelija,  del 
ár.  jus.x.^jJI,  ade.rixa,  con  cambio  de  d  en  /. 

De  verbos  y  participios  tenemos :  aguadija,  de  agua- 
do; hendrija,  ant.  de  hender,  con  r,  como  en  escondrijo. 


DERIVACIÓX  V  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  79 

rendija,  contracción,  del  ant.  rehendija,  también  de  hen- 
der, con  el  prefijo  re,  y  torrija,  de  torrar. 
Baratija,  del  ad|.  barato. 

103.  IL,  átono.  Precede  del  sufijo  latino  íli,  y  forma  en  nues- 
tra lengua  muy  pocos  derivados,  pues  casi  todos  los  vo- 
cablos que  tenemos  con  esta  terminación  se  han  tomado 
directamente  del  latín.  Así :  ágil,  dócil,  dúctil,  errátil,  fá- 
cil, frágil,  fútil,  versátil,  volátil,  tornátil  e  inconsútil,  son 
en  latín  agilis,  docilis,  ductilis,  erratilis,  facilis,  fragilis, 
futilis,  versatilis,  volatilis,  tornatilis  e  inconsutilis. 

A  semejanza  de  los  anteriores  hemos  formado  contrác- 
til, ercctil,  pulsátil  y  retráctil,  de  los  supinos  latinos  con- 
tractum,  erecínm,  pulsatum  y  retractum;  y  tomada  la 
terminación  áttl  por  sufijo,  la  vemos  en  bursátil  y  serrá- 
til, de  lat.  bursa,  bolsa,  y  serra,  sierra. 

104.  IL,  oxítono.  Procede  este  sufijo  del  latino  íli  (nom.  ílis, 
acus.  tlem),  como  se  ve  en  civil,  servil,  sutil,  edil,  man- 
dil y  moni!,  de  civilem,  sen-ilem,  subtilem,  aedilem,  man- 
tile  y  monile. 

Forma  en  nuestra  lengua  derivados  nominales,  adje- 
tivos y  substantivos ;  los  adjetivos  denotan  pertenencia 
o  relación:  los  substantivos  tienen,  en  general,  significa- 
ción diminutiva,  así : 

I."  Adjetivos:  aceitunil,  caballeril,  cabañil,  carretil, 
cerril,  concejil,  escuderil,  estudiantil,  mondonguil,  vor- 
ronil,  de  aceituna,  caballero,  cabana,  carreta,  cerro,  con- 
cejo, escudero,  estudiante,  mondongo,  pastor,  señor  y 
varón. 

Los  hay  que  derivan  del  radical  del  nombre  latino, 
como  femenil,  de  femina,  hembra. 

2."  Substantivos:  éstos  derivan  de  adjetivos  y  de 
substantivos.  Los  primeros  no  tienen  significación  dimi- 
nutiva, sino  otra  que  guarda  relación  con  la  significaciói: 
del  primitivo,  como  medianil,  de  mediano;  serranil,  de 
serrano ;  proyectil,  del  lat.  projectum :  tampoco  la  tienen 
carril,  dedil,  monjil  y  pemil,  derivados  de  los  substan- 
tivos carro,  dedo,  monje  y  pierna ;  pero  sí  fogaril,  de 
fogar,  hogar ;  ministril,  de  ministro,  y  tamboril,  de  tambor. 

Algimos  tienen  también  formas  paralelas  en  in;  como 
fogaril  y  fogarín;  tamboril  y  tamborín,  apócope  éste  de 
tamborino. 


8o  JOSÉ    ALEMANY     BOLUFER 

Pretil,  del  Jat.  pectus,  oris,  pecho ;  barril,  en  b.  lat. 
barrillus;  buril,  del  ant.  alto  al.  boro,  y  fnníL  del  inglés 
funnel. 

De  origen  árabe  son :  albañil,  ár.  ^-^a.'I,  albani,  que  tomó 
la  /  por  analogía  con  estos  substantivos ;  tasquil,  del  ár. 
^^wíLvsi,  tasquir,  con  cambio  de  r  en  /;  fértil,  ár.  V^i^  ,i^  tertil, 
y  marfil,  si  procede  de  \^sl)  ^¿i-,  adm-alfil,  hueso  de 
elefante. 

Los  hay  de  origen  incierto,  como  mandril  (cuadruma- 
no), en  fr.  ,mandrill;  mandril  (pieza  de  madera  o  metal), 
en  f  r.  mandrin,  y  en  ingl.  mandrel ;  trancanil,  en  ant.  f r. 
tranquenin  y  en  ital.  trinquenin ;  tranquil,  en  fr.  tran- 
quile, etc. 
105.  iLLO,  fem.  illa,  paroxítono.  Procede  de  los  latinos  ello, 
ILLO  (nom.  llus,  a;  acus.  llum,  am) ;  como  cuchillo^ 
novillo  y  pocilio,  de  cultellu,m,  novellum  y  pocillum. 

Al  pasar  al  castellano  estos  nombres  latinos  perdieron, 
por  lo  general,  la  significación  diminutiva  y  quedaron 
como  positivos.  Así,  en  colmillo  no  vemos  el  significado 
diminutivo  que  tiene  en  su  origen  latino  — columellus, 
dim.  de  columna,  columna — ,  y,  por  esto,  cuando  quere- 
mos expresar  el  concepto  diminutivo,  le  añadimos  otro 
sufijo  y  decimos  colmillito. 

En  nuestra  lengua  forma  diminutivos  de  substantivos 
y  de  adjetivos ;  así  arenilla,  cachorrillo,  pajarillo  y  pasti- 
lla lo  son  de  los  substantivos  arena,  cachorro,  pájaro  y 
pasta,  mientras  que  albillo,  agrillo,  amarguillo  y  quebra- 
dillo, lo  son  de  los  adjetivos  albo,  agrio,  amargo  y  quebrado. 

Para  que  los  nombres  en  illo  sean  diminutivos  es  pre- 
ciso que  se  formen  de  positivos  castellanos,  como  grani- 
llo y  jarrillo,  de  grano  y  jarro ;  porque,  como  ya  hemos 
dicho,  los  que  proceden  del  latín  han  perdido  en  nuestra 
lengua  la  significación  diminutiva,  y  la  que  hoy  tienen 
no  se  corresponde  con  la  del  primitivo,  aunque  éste  haya 
pasado  también  a  nuestra  lengua :  así  ancllus  en  latín  es 
diminutivo  de  anus;  pero,  en  nuestra  lengua,  anillo,  que 
procede  de  aquél,  no  es  diminutivo  de  ano,  que  procede 
de  éste. 

Derivan  de  radicales  latinas :  autillo,  de  otus ;  costilla,. 
de  costa ;  ladilla,  de  lens,  lendis ;  aslilla  =  islilla,  de  axi- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  8  I 

lia;  así  también,  cervignillo,  no  de  cerviz,  que  habría 
dado  cervicillo,  sino  del  lat.  cervix,  icis,  como  narigui- 
lla,  supone  un  vulgar  narix,  icis,  de  donde  nariz.  Tene- 
mos otros  que  al  adoptarlos  en  castellano,  o  mejor  ya  en 
latín  vulgar,  cambiaron  su  propio  sufijo  por  ello  o  illo, 
así :  artilla,  del  vulgar  astella,  por  el  clásico  astüla ;  sen- 
cillo, del  vulgar  singelhis,  por  el  clásico  singúlus,  etc. 

También  tenemos  vocablos  en  illa  que  reconocen  otro 
origen,  como  cabilla,  del  lat.  clavicula ;  el  ant.  cabillo  = 
cabildo ;  ladrillo,  de  laterculus ;  manilla,  lat.  monilia ;  ma- 
ravilla, de  mirabilia;  sarilla,  del  lat.  satureya.  por  me- 
dio del  ár.  íoya-ci ,  qatriya. , 

Los  hay  también  de  origen  no  bien  averiguado,  como 
amarillo  (en  b.  lat.  amarellus),  y  polilla.  De  algunos  no 
tenemos  el  primitivo,  pero  sí  un  derivado  de  la  misma 
raíz,  como  morcilla  y  morcón. 

Gramilla,  de  gramar. 

Pero  aunque  no  sean  verdaderos  diminutivos,  par- 
ticipan de  esta  idea  casi  todos  los  nombres  que  tie- 
nen esta  terminación.  Algunos  designan  el  objeto  en 
que  entra  como  materia  el  primitivo,  como  cerilla,  de 
cera;  lanilla  =  tejido  de  lana  fina;  pastilla,  de  pasta; 
natillas,  de  nata ;  quesadilla,  de  queso  (como  si  se  forma- 
ra de  quesada)  ;  y  así  decimos  cuadrilla,  de  cuatro,  y  cuar. 
tilla,  de  cuarto.  Otros  denotan  el  objeto  que  se  coloca  en 
el  primitivo,  como  golilla,  de  gola ;  o  que  tienen  alguna 
relación  de  semejanza  con  él,  como  gatillo,  de  gato,  etc. 

Hay  algunos,  femeninos  todos,  que  tienen  acepciones 
proipias  en  plural,,  como  lechecillas,  mentirijillas,  nati- 
llas y  vistillas,  de  leche,  mentira,  nata  y  vista. 

Equivale  este  sufijo  a  ete  en  asperillo  =  asperete; 
nariguilla  =  narigueta;  y  a  iño,  en  rebocillo  =  rebociño. 

Para  cillo.  ecillo  y  ececillo,  véase  el  sufijo  ito. 

El  mismo  origen  tienen  en  parte  los  nombres  en  ello 
ella,  como  cabello,  jusello,  armella  y  querella,  que  pro- 
ceden de  los  latinos  capillum,  juscellum,  armillam  y  ¡ue- 
rellam,  a  semejanza  de  los  cuales  hemos  formado  ar pe- 
lla, del  lat.  harpe ;  botella,  de  bota  (b.  lat.  buticula) ;  pin- 
ganello (comp.  pingo  y  pingajo),  y  vertello,  de  verter. 
106.  i.\iBRE,  paroxítono.  Con  esta  terminación  tenemos  poquí- 
simos nombres:  mimbre,  ant.  vimbre,  del  lat.  vimínem  : 


82  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

timbre,  del  fr.  timbre,  y  cimbre,  de  origen  desconocido. 
Como  sufijo  la  tenemos  en  escurrimbres  y  urdimbre,  ant. 
urdiembre,  derivados  de  los  verbos  escurrir  y  urdir. 
iMiENTO.  Véase  mentó,  miento. 

107.  ÍN,  oxítono.  Este  sufijo  es,  en  su  origen,  apócope  de  ino, 
INA,  como  se  ve  en  calabacino  y  calabacín,  langostino  y 
langostín,  gorrino  y  gorrín,  rocino  y  rocín,  bacina  y  ba- 
cín, y  también  en  cuatrín,  del  lat.  quatrini. 

El  apócope  de  que  tratamos  ocurre  más  en  los  subs- 
tantivos que  en  los  adjetivos,  así:  latino  adj.,  y  latín 
subst. ;  espino,  adj.  y  subst.,  y  espín,  subst. 

Tenemos  nombres  en  m  que  son  de  otro  origen ;  y,  en 
los  cuales,  dicha  terminación  no  es  sufijo;  como  afín  y 
delfín,  de  los  lats.  affinem  y  delphine,m ;  herrín,  hollín, 
orín,  serrín  y  robín,  de  los  lats.  ferruginem,  fuliginem, 
aerugínem,  serraginem  y  rubiginem:  rubín,  b.  lat.  ru- 
binus,  lat.  rubeus ;  sain,  del  lat.  sagina ;  sarracín,  apó- 
cope de  sarraceno. 

Como  sufijo  forma  ix  derivados  nominales  y  verbales. 
Los  primeros  derivan  casi  todos  de  substantivos,  y  tie- 
nen significación  diminutiva  en  general,  aunque  no  re- 
ferida al  primitivo.  Los  segundos,  sin  dejar  de  partici- 
par de  esta  significación,  denotan  el  agente  de  la  acción 
del  verbo.  Así: 

De  substantivos:  balancín,  banderín,  berenjenm,  bo- 
tiquín, collarín,  corbatín,  espadín,  espolín,  peluquín,  pol- 
vorín, saetín,  etc.,  etc.,  de  balanza,  bandera,  berenjena, 
botica,  collar,  corbata,  espada,  espuela,  peluca,  pólvora, 
saeta,  etc.  Fogarín,  al  lado  de  fogaril,  de  fogar;  patín, 
según  sus  diferentes  significaciones,  de  pata,  pato  y  pa- 
tio ;  berrenchín,  por  berrinchín,  de  berrinche. 

De  adjetivos  :  clarín  y  verdín,  substantivos,  de  claro 
y  verde. 

De  verbos:  berrín,  de  berrear;  tremolín,  de  tremolar, 
y  combinado  con  el  sufijo  ario  (arín),  andarín,  bailarín, 
cantarín,  danzarín  y  saltarín,  de  andar,  bailar,  cantar, 
danzar  y  saltar:  hablantín  y  labrantín,  de  los  participios 
hablante  y  labrante,  de  hablar  y  labrar. 

No  denotan  el  agente,  sino  el  efecto  de  la  acción,  ase- 
rrín =  serrín,  de  aserrar  y  serrar,  y  tallarín,  quizá  por 
talladín,  del  part.  tallado. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  á3 

Este  sufijo  se  combina  con  ete  en  cafetín,  cajetín,  cal- 
cetín, chupetín,  etc.,  de  café,  caja,  calza  y  chupa:  con 
OLO  en  camisolín,  de  camisa;  con  ello,  en  faldellín,  de 
falda;  con  ito,  en  chiquitín,  de  chico;  con  orro  +  ote, 
en  chicorrotín,  de  chico  (comp.  también  chiquirritín)', 
con  acho  en  cagachín  y  matachín,  de  cagar  y  matar;  con 
AN'CHO,  en  hablanchín,  de  hablar,  y  con  ario,  en  andarín 
y  demás  citados  antes;  con  ato  en  volatín,  adj.,  de  vela, 
y  volatín  =  volatinero,  de  volar.  Espadachín,  del  ital. 
spadaccino. 

Son  onomatopéyicos,  ////;/,  tintín,  y  sus  compuestos  re^ 
tintín  y  tintirintín;  y  de  origen  desconocido,  albín,  filipi- 
chín, sosquín  y  tarín  (b.  lat.  tarinus). 

Los  hay  que  proceden  del  italiano,  como  florín,  pas- 
quín, revellín  y  trampolín,  etc.  (ital.  florino,  pasquino, 
revellino,  trampolino);  del  fr.,  como  tormeníin,  de 
tourmentin;  del  inglés,,  como  esplín,  de  spleen,  y  del 
portugués,  como  mandarín,  de  mandarim.  También  los 
hay  de  otros  orígenes  como  quitrín,  guañín  y  manjelín; 
y  bastantes  del  árabe,  como  jazmín^,  tarquín,  tereniabín 
y  tomín;  pangolín  es  .malayo,  y  hebreos  son  guerubín, 
sanedrín  y  serafín,  cuyas  etimologías  pueden  verse  en 
el  Diccionario  de  la  Academia. 

Hay  algunos  postverbales,  como  malsín  y  trajín. 

108.  ÍNEO,  proparoxítono.  Como  sufijo  lo  hallamos  sólo  en  los 

adjetivos  acerínco,  derivado  del  lat.  acer;  lacticíneo,  de 
láctico,  y  mixtilíneo,  formado  por  analogía  con  curvili^ 
neo  y  rectilíneo.  Estos  dos  últimos  y  los  demás  en  íneo 
son  latinos.  Así  apolíneo,  coccíneo,  consanguíneo,  espí- 
neo,  ant.  femíneo,  ferrugíneo,  fulmíneo,  gramíneo,  san- 
guíneo y  virgíneo,  son  en  latín  apollinéus,  coccinéus,  con- 
sanguinéus,  spinéus,  etc. 

INGA.   Véase  OXGO. 

109.  INO,  fem. ;  ina,  átono.  Esta  terminación  no  es  sufijo  etl 

castellano;  porque  las  voces  que  así  terminan,  como  anr- 
drógino,  gemino,  lámina,  máquina,  página,  sinónimo  y 
término,  son  latinas  que  han  pasado  a  nuestra  lengua 
sin  más  alteración  que  la  de  las  letras  finales,  en  los  en 
o.  Así  androgynus,  gemínus,  lamina,  etc. 

Alúmina  del  lat.  alumen,  Tnis;  y  andrómina,  quizá 
del  vasco  androminac. 


§4  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFÉR 

El  sufijo  clásico  ÍNO,  cambió  en  ixo,  en  latín  vulgar. 
Véase  el  sufijo  siguiente. 
110.  iNO^  fem. ;  ina,  paroxítono.  Procede  del  sufijo  latino  íno 
(nom.  inus,  acusat.  inum),  como  se  ve  en  canino,  lupino 
y  pollino,  de  caninus,  lupinus  y  pullinus.  También  del 
sufijo  ÍNO,  que  como  decimos  en  el  artículo  anterior, 
cambio  en  íno  en  la  lengua  vulgar ;  y  así  tenemos  cedri- 
no, de  cedrínus,  y  decimos  anodino,  bocina,  cristalino, 
cupresino,  nardino,  succino  y  zafirino,  de  anodynus,  buc- 
cína,  crystalínus,  cupresínus,  nardínus,  succínus  y  zap- 
phirínus. 

Forma  en  nuestra  lengua  adjetivos  y  substantivos,  de- 
rivados casi  todos  de  nombres,  algunos  de  adjetivos,  y 
muy  pocos  de  verbos.  Así: 

Adjetivos  :  a)  Los  derivados  de  substantivos  denotan 
materia,  origen  o  pertenencia;  como  acerino,  ambarino, 
ansarino,  asbestino,  asnino,  censalino,  cochino,  corderino, 
costino,  dañino,  mosquino,  salino,  terrino,  zucarino,  por 
azucarino,  etc.,  etc.,  de  acero,  ámbar,  ánsar,  asbesto,  asno , 
cénsalo,  cocho,  cordero,  costo,  daño,  mosca,  sal,  tie- 
rra, azúcar,  etc.  Mollino,  por  mofino,  de  mofa. 

Tenemos  algunos  derivados  de  radicales  latinos;  como 
fornecino,  de  f ornex,  icis ;  sacarino,  de  saccbarum,  y 
por  cambio  de  sufijo,  sanguino,  de  sanguíneus;  otros, 
de  nombres  árabes,  como  barcino,  de  j-cí^j,  baraxa ;  gar- 
bino,  de  ^jy.,  garbi ;  jazarino  y  jacerino,  de  ^yjjj^^,  cha- 
zairí ;  tagarino,  de  ^yíj,  tagrí ;  pero  no  mezquino,  de 
^^X,«^^,  mezqutn. 

También  los  hay  derivados  de  substantivos  femeni- 
nos en  INA,  como  endrino,  espino  y  gurrumino,  de  en- 
drina, espina  y  gurrtunina ;  y  por  fin,  tenemos  algunos 
derivados  y  compuestos  a  la  vez,  como  cincomesino,  diez^ 
mesino  y  sietemesino,  de  cinco,  diez,  siete  y  mes,  res- 
pectivamente. 

Entre  estos  adjetivos  son  de  notar  los  gentilicios  o 
nacionales,  que  derivan  de  nombres  de  ciudades  o  po- 
blaciones, como  glcalaíno,  alcaníarino,  alicantino,  arge- 
lino, bilbaíno,  ginebrino,  granadino,  etc.,  etc.,  de  Alcalá, 
Alcántara,  Alicante,  Argel,  Bilbao,  Ginebra,  Granada, 
etcétera,   etc.  Alejandrino,   de  Alejandría,   con  pérdida 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  85 

del  diptongo  final;  salamanquino,  de  Salamanca,  al  lado 
del  erudito  salmantino  por  salmantici^io,  de  Salmántica; 
viscaíno,  de  Vizcaya. 

En  Caspolino,  de  Caspe,  se  halla  este  sufijo  combinado 
con  el  de  diminutivo  olo.  También  se  combina  con  es, 
en  campesino  y  montesino,  al  lado  de  campes  y  montes, 
de  campo  y  monte. 

b)  Júntase  a  adjetivos  que  denotan  color,  a  los  que 
da  significación  diminutiva ;  como  en  albino,  encarnadi- 
no y  verdino,  de  albo,  encarnado  y  verde ;  y  con  el  EZ,  de 
los  diminutivos,  en  blanquecino,  de  blanco. 

Interino,  del  adv.  ínter. 

Substantivos.  Son  en  mayor  número  los  femeninos 
en  INA  que  los  masculinos  en  ixo.  Éstos  derivan  casi  to- 
dos de  substantivos,  y  tienen   significación   diminutiva. 

Los  que  derivan  de  nombres  de  animales,  designan  el  po- 
llo del  substantivo  primitivo,  como  anadino,  ansarino,  ci- 
goñino y  palomino,  de  ánade,  ánsar,  cigüeña  y  palomo. 

Si  el  primitivo  es  nombre  de  planta,  denota  el  deriva- 
do la  misma  planta  cuando  aún  se  halla  en  el  semente- 
ro o  está  en  sazón  para  ser  transplantada ;  como  cebolli- 
no, colino,  lechuguino  y  porrino,  de  cebolla,  co.l,  lechu- 
ga y  puerro. 

De  la  significación  diminutiva  participan  también  cct- 
labacino,  cupulino,  hocino,  langostino  y  padrino,  de  ca- 
labaza, cúpula,  hoz,  langosta  y  padre:  vellocino,  con  la  c 
de  los  diminutivos,  por  velloncino,  de  vellón. 

Rabino  y  revesino,  de  rabí  y  revés ;  butrino,  por  bui- 
trino,  de  buitre;  turbino,  por  turbitino,  de  turbit;  aiba^ 
riño,  del  adj.  albar. 

También  los  hay  derivados  de  radicales  de  nombres 
latinos  i  como  estornino,  de  stumus;  menino,  de  minor; 
pepino,  de  pepo ;  tocino,  de  tuccetum.  Torbellino  supo- 
ne un  primitivo  turbellus,  de  turbo,  inis. 

Espino  y  golondrino,  de  sus  correspondientes  femeni- 
nos, espina  y  golondrina.  También  los  hay  tomados  del 
ital.,  como  collarino;  y  postverbales,  como  destino,  rechi- 
no, etc.,  en  los  cuales  la  terminación  ino  no  es  sufijo. 

Asesino  del  ár.  ^^xxi  Li,^*-,    haxxaxin. 

Femeninos  en  ixa.  Derivan  de  substantivos;  muy  po- 
cos de  adjetivos,  y  algimos  de  verbos.  Los  derivados  de 


■86  JOSÉ    ÁLEMANY    BOLUfÉR 

substantivos  y  adjetivos  son  generalmente  concretos ;  los 
de  verbos,  abstractos.  Asi: 

a)  De  substantivos:  alabastrina,  anacardina,- birreti- 
na, botina,  clementina,  coralina,  coracina,  corderina,  cu- 
lebrina, esclavina,  lustrina,  madrina,  neblina,  palomina, 
rutina,  sobaquina,  tablachina,  tontina,  zarina,  etc.,  de 
alabastro,  anacardo,  birreta,  bota,  Clemente,  coral,  co- 
raza, cordero,  culebra,  esclavo,  lustre,  madre,  niebla,  pa- 
loma, ruta,  sobaco,  tablacho,  Tonti  y  zar,  etc. :  clavellina, 
de  clavel,  con  palatalización  de  la  /. 

Combínase  con  el  sufijo  ero^  en  cacerina,  de  caza;  y 
con  ELLO,  en  mantellina,  de  manto. 

Los  que  derivan  de  nombres  de  árboles  o  plantas,  de- 
signan, en  general,  el  fruto  o  la  semilla.  Asi,  agracejina, 
almecina  y  enebrina,  denotan  el  fruto  del  agracejo,  del 
almez  o  del  enebro,  como  nabina  la  simiente  del  nabo. 

b)  De  adjetivos  :  golosina  y  sordina,  de  goloso  y  sordo, 

c)  De  verbos  :  Designan  acción  y  algunos,  además,  el 
efecto  de  la  acción;  como  azotina,  al  lado  de  azotaina, 
chamusquina,  degollina  y  tremolina,  de  azotar,  chamus- 
car, degollar  y  tremolar.  Bambalina,  de  bambalear,  con 
pérdida  de  la  e  del  radical.  Asimismo  cachetina  presupo- 
ne el  primitivo  cachetear,  no  incluido  todavía  en  el  Dic- 
cionario académico. 

Algunos  de  los  femeninos  en  ina  no  son  más  que  la 
forma  substantivada  del  adjetivo  respectivo;  como  estu- 
diantina, marina,  sabatina,  sarracina,  etc. ;  también  pa- 
drina, de  padrino,  al  lado  de  su  sinónimo  madrina. 

Derivan  de  primitivos  latinos :  cornerina,  cornelina  y 
cornalina  de  un  diminutivo  corneolus,  de  cornu,  cuer- 
no ;  cecina  y  el  vulgar  chacina,  de  siccus,  seco,  en  b.  lat. 
siccina ;  colina,  de  collis ;  gelatina,  de  gelatus ;  vitelina^ 
de  vitellum ;  y  por  analogía  en  la  terminación,  golondri- 
na, de  hirundinem. 

Del  italiano  hemos  tomado  cantina,  carabina,  paroli- 
na y  quizá  algún  otro ;  y  del  francés,  gabardina,  jaba- 
lina, etc. 

Esquena  y  esquina,  que  se  tienen  por  derivados  del  ant. 
alto  alemán,  skena  y  skina,  bien  podrían  ser  una  va- 
riante de  espina,  que  reconoce  el  mismo  origen  remoto 
que  dichas  voces  germánicas. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  87 

Son  árabes:  adafina,  de  ñJoÍJüI,  adafina;  quizá  badina, 
de  .Jsj,  baten;  muselina,  de  ^^cj-*,  miicelé;  talvina,  de 
vu-vJ^,  talbina;  turmalina,  del  malayo  J^^yj,turnamal,  y 
tagarnina,  del  berberino  Sjui^^",  tacarnina. 
^Gurrumina,  del  vasco  gur-mina.  Bolina,  del  neerlandés, 
boelijn,  cuerda. 

De  origen  desconocido  son  bahorrina,  pamplina,  res- 
plandina, etc. 

111.  iÑo,  fem.;  iña,  paroxítono.  Este  sufijo,  más  común  en 

gallego  y  portugués  que  en  castellano,  es  variante  de  ino, 
como  se  ve  en  rapiña  =  ant.  rapiña,  del  lat.  rapiña ;  niño, 
aféresis  de  menino;  rebujiña  =  rebujina,  y  tiene  signi- 
ficación diminutiva,  según  vemos  en  corpino,  brinquiño 
=  brinquillo,  y  rebociño  =  rebocillo,  de  cuerpo,  brinco  y 
rebozo,  lo  mismo  que  en  campiña  y  morriña,  de  campo  y 
murria;  cariño,  del  adj.  caro,  y  basquina,  que,  si  deriva 
de  vasco,  debiera  escribirse  con  v.  Arrebatiña  y  rebatiña, 
de  los  verbos  arrebatar  y  rebatar. 

Combinado  con  urro,  se  halla  en  fanfurriña;  y  con  al, 
en  socaliña  =  sacaliña,  quizá  de  sacar. 

De  primitivos  no  castellanos  tenemos :  armiño,  del  ant. 
alto  al.  harmo,  y  prestiño  ^  pestiño,  del  lat.  pistus:  y 
de  origen  desconocido,  gorapiña  y  el  adj.  lampiño,  port. 
lampinho.  Ratiño,  del  port.  ratinho. 

112.  10,  fem.;  ia,  átono.  Los  substantivos  y  adjetivos  que  te- 
nemos con  estas  terminaciones,  proceden  casi  todos  de 
nombres  latinos  en  ium;  ius,  ia;  eus,  ea,  y  son  eruditos: 
como  colegio,  consorcio,  estudio,  gimnasio,  de  collegium, 
consortium,  studium,  gymnasium;  justicia  y  pigricia,  de 
justitia  y  pigritia;  cirio  y  vidrio,  de  ceréus  y  vitréum. 
Así  también  los  adjetivos  patrio  y  regio,  de  patrius  y 
regius.  Véase  además  el  suf.  ía. 

A  semejanza  de  los  anteriores  se  han  formado  agrio, 
endibia,  gurzño,  novia,  novio  y  quizá  algún  otro,  en  subs- 
titución de  agro,  endcbo,  gurvo,  nova  y  novo,  que  es  lo 
que  debía  esperarse  de  los  nombres  latinos  acrum,  intl- 
bus,  curvus,  nova  y  novus,  de  que  proceden.  También 
soberbio,  de  superbus,  aunque  la  í  puede  proceder  de  su 
analogía  con  soberbia;  laceria,  del  adj.  ant.  lázaro,  y  mur- 
murio, ya  venga  del  lat.  murmur,  ya  de  murmurar.  Arru- 
gia, según  Plinio,  H.  n.  33,  70,  es  voz  ibérica. 


88  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

113,  ío^  paroxítono.  Procede  del  latino  ivo  (nom.  ivus,  acusat. 

ivum),  como  se  ve  en  fiatío  y  vacío,  de  nativum  y  vaci- 
vum;  y  forma  en  castellano  adjetivos  y  substantivos. 

Los  adjetivos  pueden  derivar  de  otros  adjetivos,  de 
participios  o  de  substantivos,  así :  bravio  y  tardío,  de  los 
adjetivos  bravo  y  tardo;  correntio,  estantio,  labrantio  y 
manantío,  de  los  participios  activos  corriente,  estante, 
labrante  y  manante,  como  regadío  y  sembradío,  de  los 
pasivos  regado  y  sembrado;  pero  baldío,  cabrío,  sombrío 
y  umbrío,  de  los  substantivos  balda,  cabra,  sombra  y 
umbra. 

Renadío,  compuesto  de  re  y  el  lat.  nativus;  impío,  me- 
jor que  del  lat.  impíus  que  habría  dado  impío,  de  in  y  pío. 

Los  substantivos  derivan  de  verbos  y  también  de  subs- 
tantivos y  de  adjetivos.  Algunos  tienen  significación  co- 
lectiva, como  carguío,  plantío  y  rocío,  de  cargar,  plantar 
y  rociar;  gentío  y  mujerío,  de  gente  y  mujer;  y  combi- 
nado con  ERO^  averío  y  caserío,  de  ave  y  casa.  Los  ver- 
bales denotan  también  acción,  como  ahoguío,  el  ant.  ado- 
hío  y  plantío,  de  ahogarse,  adobar  y  plantar. 

Con  otras  significaciones,  tenemos :  amorío,  bailío,  el 
ant.  cuñadío,  haberío,  laborío,  poderío  y  señorío,  de  los 
substantivos  amor,  baile,  cuñado,  haber,  labor,  poder  y 
señor. 

Tienen  distinto  origen :  brío,  del  celta  briga ;  falsío,  en 
Murcia,  del  lat.  farcíre;  hastío  y  fastío,  de  fastidium; 
frío,  de  f rido,  y  éste,  de  frigídus ;  navio,  de  navigium  ;  tío, 
de  thius.  Atavio,  del  ár.  sxa**)),  atabía.  Desafío  y  desva- 
río son  postverbales. 
lÓN^  oxítono.  Véanse  ción  y  sión. 

114.  lONDO.  A  semejanza  de  hediondo,  que  procede  del  vulgar 

foetebundum,  de  foetére,  heder,  y  cuya  significación  es 
la  misma  que  la  de  los  adjetivos  en  bundo,  hemos  forma- 
do cachondo,  toriondo  y  verriondo,  de  cacho  (del  lat.  ca- 
tulus  (i),  cachorro),  toro  y  el  lat.  verres  =  verrón. 

El  mismo  origen  tiene  sabiondo,  de  saber;  que  por  una 
falsa  interpretación  de  su  significado,  han  creído  algunos 
que  es  compuesto  de  sabio  y  hondo,  y  escriben,  por  tan- 
to, sabihondo. 


(i)     Puede  admitirse  un  vulgar  caUílibundus,  de  catulire,  estar  sa- 
lido. La  í  del  sufijo  ha  sido  absorbida  por  la  palatal  ch. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  89 

115.  IQUE,  paroxítono.  Variante  del  diminutivo  ico,  y  sólo  creo 

se  halla  en  meñique,  formado  del  lat.  minor,  menor.  Pe- 
litrique debe  ser  compuesto  erudito  formado  de  pelo  y 
el  gr.  6p'-$,  'zp'.'/Mj  que  también  significa  pelo :  cacique  es 
voz  caribe ;  dique,  del  neerlandés  dyk ;  alambique,  alfe- 
ñique y  tabique  son  árabes  ((^^^ó"^!,  alanbic;  js-óLáJl, 
alfanid;  V.a*.c;xj,  taxbic).  Pique,  repique,  etc.,  son  post- 
verbales. 
ISA.  Véase  esa. 

116.  isco,  fem.  isca_,  paroxítono.  Con  esta  terminación  tene- 

mos algunos  nombres  grecolatinos,  como  asterisco,  basi- 
lisco, obelisco  y  trocisco  (lat.  asteriscus,  basiliscus,  obelis- 
cus,  trochiscus;  gr.  áarsp-T/o;.  Scta-Aíaxo;,  oísX-'azo;,  xpo^t'^zo;), 
O  sólo  latinos,  como  lentisco,  malvavisco,  tamarisco,  tor- 
visco (lat.  lentiscus,  malvaviscus,  tamariscus,  turbiscus), 
todos  substantivos  y  que  conservan  en  su  mayor  parte  la 
significación  diminutiva  propia  de  su  origen. 

Como  sufijo  castellano  lo  vemos  en  algunos  nombres  y 
adjetivos,  derivados  casi  todos  de  substantivos,  coího  ma- 
risco, pedrisco  y  pedrisca,  de  mar  y  piedra ;  arenisco, 
berberisco  (por  bereberisco),  levantisco,  morisco  y  ponen- 
tisco, de  arena,  beréber,  levante,»moro  y  poniente. 

De  adjetivos  derivan  blanquizco  =  blancuzco  (con  2 
en  vez  de  s),  y  pardisco  =  pardusco,  de  blanco  y  pardo. 

Levantisco  =  inquieto,  y  nevisca,  de  levantar  y  nevar. 

Arisco  y  aprisco,  de  origen  desconocido;  mordisco, 
ventisco  y  ventisca,  son  postverbales. 

Odalisca,  del  turco  ^^toJ^odalic,  tomó  la  s,  quizá  por 
analogía  con  la  terminación  femenina  isca. 
117.  ísiMO,  proparoxítono.  Este  sufijo  que  sir\-e  para  formar  el 
grado  superlativo  de  los  adjetivos,  lo  mismo  que  el  la- 
tino issÍMO  (nom.  us,  a,  uní)  del  cual  procede,  es  d€  ori- 
gen erudito ;  y  por  esto  ha  conservado  su  forma  trisílaba, 
porque  en  la  evolución  vulgar  se  habría  abreviado  en 
ismo.  Así:  blandísimo,  diilcísitno  y  sutilísimo,  de  b'an  !is- 
simus,  dulcissimus  y  subtilissimus  (i).  El  origen  erudú 
to  del  mismo  nos  explica  también  las  diferencias  que 


(i)  El  latín  vulgar  desecho  los  superlativos  sintéticos  en  isslmus, 
errimus  y  limus,  que  substituyó  por  los  positivos  precedidos  del  adver- 
bio muy.  El  primer  superlativo  en  istmo  que  conocemos,  y  el  único  que 


90  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

notamos  en  muchos  superlativos  comparados  con  sus 
correspondientes  positivos;  de  modo  que,  amabilísimo, 
fidelísimo,  nobilísimo,  novísimo,  etc.,  superlativos  de  ama- 
ble, fiel,  noble,  nuevo,  etc.,  no  derivan  de  éstos,  sino  que 
proceden  de  los  latinos  amabilissimus,  fidelissimus,  nobi- 
lissimus,  etc.  Adoptado  el  sufijo  por  la  lengua,  do  em- 
plea para  formar  superlativos  de  adjetivos  que  no  cons- 
ta que  lo  tuvieran  en  el  latín  literario ;  como  afabilísimo, 
de  afabilis;  y  también  de  adjetivos  no  latinos,  como  pe- 
queñísimrO  y  riquísimo,  de  pequeño  y  rico.  También  ha 
formado  bonísimo  y  malísimo,  de  bonus  y  malus,  adje- 
tivos cuyo  superlativo  latino  era  optimus  y  pessimus,  de 
donde  nuestros  óptimo  y  pésimo. 

,E1  adjetivo  tierno,  del  latín  tenerum,  acus.  de  tener, 
tiene  en  esta  lengua  el  superlativo  tenerrimus,  de  donde 
hubiéramos  podido  formar  tenérrimo,  como  celebérrimo, 
y  otros  en  arrimo.  Pero  como  de  cierto  decimos  certísimo, 
así  de  tierno  se  formó  ternísimo. 

Adoptado  ya  el  sufijo  por  el  pueblo,  se  desentiende 
éste  del  origen  erudito  de  aquél,  y  lo  añade  a  la  forma 
vulgar  del  positivo,  diciendo :  ciertísimo,  diestrísimo,  fer- 
vientísimo,  gruesísimo,  al  lado  de  las  formas  eruditas 
certísimo,  destrísimo,  ferventísimo  y  grosísimo. 
118.  ISMO,  fem.  isma,  paroxítono.  Sufijo  de  origen  grecolati- 
no.  como  se  ve  en  cristianismo,  helenis)no  e  idiotismo, 
•lat.  christianismus,  helenismus,  idiotismus;  gr.  y.p'.sTicívia- 

Júntase  en  castellano  a  nombres,  y  forma  substanti- 
vos que  denotan  doctrina,  secta,  sistema;  como  animis- 
mo, ateísmo,  obstruccionismo,  terrorismo;  maquiavelis- 
mo, mesm^erismo  y  platonismo,  de  ánima,  ateo,  obstruc- 
ción, terror;  Maquiavelo,  Mésmer  y  Platón.  Algunos  de- 
rivan de  adjetivos,  como  alpinismo,  de  alpino,  y  entre  éstos 
los  hay  que  denotan  calidad,  así :  albinismo  =  calidad  de 
albino;  acromatismo  =  calidad  de  acromático,  del  gr. 

áyp(í)]JLO!To;. 

Tenemos  algunos  que  proceden  de  radical  latino,  como 
absentismo,  de  absens,  entis,  ausente ;  nihilismo,  de  ni- 


se  encuentra  en  el  tomo  de  Escritores  en  prosa  anteriores  al  siglo  xv 
de  la  bibl.  de  Riv.,  es  altísimo,  en  el  prólogo  de  los  Castigos  e  documenh 
tos  del  Rey  D.  Sancho. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  9 1 

hil;  probabilismo,  de  probabilis,  probable;  quietismo, 
de  quies,  etis,  descanso;  o  griego,  como  erotismo,  de 
ipoj;,  sooj-o;.   amor,  y  el  ya  citado  acromatismo. 

Altruismo  lo  hemos  tomado  del  fr.  altruisme,  forma- 
do del  lat.  altérum,  otro. 

Los  hay  con  distintas  acepciones,  como  acefalismo  = 
acefalía,  además  de  la  significación  de  secta  o  doctrina; 
raquitismo  =^  raquitis,  del  cual  deriva. 

Sólo  en  morisma  =  secta  de  los  moros,  y  multitud 
de  moros,  ha  tomado  forma  femenina  el  sufijo  isnw. 
Los  demás  femeninos  que  tenemos  con  esta  terminación 
son  latinos  o  grecolatinos ;  así,  alisma,  lat.  alisma ;  ca- 
risma,  lat.  charisma,  gr.  y/y'o'.oiicí;  marisma,  podría  de- 
rivarse de  mar,  pero  mejor  del  lat.  miaritima  (maritma, 
marisma) ;  sofisma,  lat.  sophisma,  gr.  ■^¿'^•.j^xa.  Aneuris- 
ma, gr.  o.-jijo'jz\!.o.^  y  aporisma,  en  b.  lat.  aporisma,  de 
origen  griego. 

Obsérvese  que  en  los  grecolatinos  hemos  adoptado  la 
acentuación  latina. 
119.     ISTA,  paroxítono.  De  origen  grecolatino,  como  ismo,  se- 
gún se  ve  en  Bautista,  salmista  y  helenista,  lat.  baptista, 
psalmista:  gr.  Sor— 13 -r;;,  i>,>.r,v.3T7Í;. 

Se  añade  a  substantivos  y  también  a  adjetivos  y  ver- 
bos, y  forma  nombres  concretos  de  género  común  que 
denotan  profesión,  oficio,  hábito  u  ocupación.   Así : 

A  substantivos:  almacenista,  ateneísta,  diamantista, 
fabulista,  librancista,  oficinista,  prosista,  sablista,  etc.,  de 
almacén,  ateneo,  diamante,  fábula,  libranza,  oficina,  pro- 
sa, sable  etc. 

Si  el  primitivo  termina  en  diptongo  io,  ia,  desaparece 
éste  ante  el  sufijo;  así:  cambista,  comentarista,  librecam- 
bista y  proverbista,  de  cambio,  comentario,  librecambio  y 
proverbio. 

Oculista,  del  latín  oculus,  ojo. 

A  adjetivos:  absolutista,  humanista,  materialista,  na- 
turalista, realista,  etc.,  de  absoluto,  humano  (letras  hu- 
manas), material,  natural,  real,  etc. 

A  verbos:  adornista,  bochista,  cultiparlista,  rapista  y 
tallista,  de  adornar,  bochar,  cultiparlar,  rapar  y  tallar. 
Elstos  denotan  el  agente  de  la  significación  del  verbo. 

Repentista,  de  repente,  mejor  que  de  repentizar. 


92  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

Algunos  tienen  significación  receptiva  o  pasiva,  como 
se  ve  en  pensionista  =  persona  que  goza  o  cobra  pen- 
sión, comparado  con  pensionario  =  persona  que  la  paga ; 
y  así,  alimentista,  racionista,  rentista,  etc. 

Muchos  que  denotan  profesión  u  oficio  tienen  su  equi- 
valente en  ERO,  así :  coplista  y  coplero,  droguista  y  dro- 
guero, estufista  y  estufero,  palabrista  y  palabrero. 

Otros  tienen  su  correspondiente  en  ismo.  Estos  desig- 
nan profesión,  secta  o  escuela;  y  aquéllos,  el  que  tiene 
dicha  profesión  o  sigue  la  secta  o  escuela,  como :  absolu- 
tista y  absolutismo,  alpinista  y  alpinismo,  carlista  y  car- 
lismo, modernista  y  modernismo,  optimista  y  optimismo, 
nominalista  y  nominalismo,  etc. ;  pero  la  significación, 
aunque  análoga,  no  siempre  es  correlativa,  como  modista, 
de  moda,  y  modismo,  de  modo.  Y  especialmente  cuando 
los  en  ISMO,  denotan  defectos  de  lenguaje,  como  hebraísta 
y  hebraísmo ;  pero  galicista  el  que  comete  galicismos. 

Amatista  del  lat.  amethystus,  gr.  dplOu^To;,  con  cambio 
de  terminación. 
120.  iTA,  paroxítono.  Los  nombres  que  tenemos  en  castellano 
con  esta  terminación,  si  no  son  diminutivos,  proceden 
de  los  latinos  en  Ita,  ítes  (gr.  í-t¡z)  y  son  casi  todos  gen- 
tilicios, así :  areopagita,  carmelita,  eremita,  ismaelita,  is- 
raelita, levita,  maronita,  moabita,  que  proceden  de  areo- 
pagita, carmelita,  eremita,  ismaelita,  israelita,  levita,  ma- 
ronita y  moabita;  y  a  semejanza  de  ellos,  hemos  for- 
mado efraimita,  de  Efraim;  jesuíta,  de  Jesús;  tnoscovi- 
ta,  de  Moscou,  y  algún  otro.  En  cambio  hemos  dado 
terminación  en  o,  a  morabito  y  morabuto,  del  ár.  -b^ly*, 
morabit. 

Del  latín  procede  también  calamita  =  calamite,  sapo 
pequeño  (lat.  calamites),  m^argarita  (lat.  margarita) :  y  a 
imitación  de  éstos  hemos  forjmado  aluminita,  balsameri- 
ta,  fosforita  y  magnesita,  de  alúmina,  balsamera,  fósforo 
y  magnesia. 

Calamita  y  ant.  caramida,  del  ár.  -b>.*ji,  carmit ;  mar- 
gajita, marcasita  y  también  marquesita  (sin  duda  por  ha- 
berla relacionado  erróneamente  con  marqués),  del  ára- 
be Uyw-ixiyí,  marcaxita.  El  mismo  origen  debe,  darse  a 
zorito,  ta  =  zuro,  de  J;»i?,  turí,  montaraz.  Mosquita,  tam- 
bién es  ár.  o^^^A>^  maschid ;  garita,  del  f r.  garite. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  93 

Ermita,  síncopa  de  eremita;  garapito,  de  origen  desco- 
nocido, y  motolita,  nombre  de  un  pájaro,  en  lat.  motacilla. 

121.  iTis,  paroxítono.   Sufijo  adoptado  por  los  médicos  para 

denotar  inflamación  del  órgano  designado  por  el  subs- 
tantivo a  que  aquél  se  añade:  como  se  ve  en  amigdali- 
tis, encefalitis,  ovaritis,  etc.,  que  significan  "inflamación 
de  las  amígdalas,  del  encéfalo,  del  ovario",  etc.  Proce- 
de de  la  terminación  del  nominativo  singular  de  los  nom- 
bres griegos  en  /ti;,  como  pleuritis,  de  -u-joi-j.-^  y  se  aña- 
de muchas  veces  a  nombres  griegos,  en  vez  de  los  vul- 
gares, como  adenitis  y  osteítis,  de  los  griegos  dor^y,  glán- 
dula, y  óaTsov.  hueso. 
iTivo.  Véase  ivo. 

122.  ITO,  fem.  ita,  paroxítono.  Procede  del  vulgar  latino  itta, 

sufijo  que  en  las  inscripciones  de  la  época  imperial  se 
halla  en  nombres  propios  de  mujer,  como  Attitta,  Bonit- 
ta,  Caritta,  de  los  cuales  se  propagó  a  los  nombres  gené- 
ricos o  comunes,  y  del  género  femenino  al  masculino.  En 
nuestra  lengua  forma  diminutivos  de  substantivos  y  de 
adjetivos,  así :  cabrita  y  cabrito,  camita,  ramita  y  sorbito, 
de  los  substantivos  cabra,  cama,  ramo  y  sorbo;  bonitOt 
malito  y  poquito^  de  los  adjetivos  bueno,  malo  y  poco. 

En  tamarrisquito  se  halla  combinado  este  sufijo  con 
ARRO  e  isco,  y  en  tamarrusquito,  con  arro  y  usco. 

Cico,    ciLLO,    cito;    ecico,    ecillo,    ecito;    ececico, 

ECECILLO,   ECECIT0. 

El  sufijo  CILLO  procede  del  latino  cello  y  también 
cillo  que  reemplazó  al  más  común  culo,  hasta  preva- 
lecer sobre  él.  Así  vemos  jusceüum  al  lado  de  jiiscu- 
lum,  dim.  de  jus ;  ma{n)culam,  de  donde  mancha,  y  fmx(n)- 
ccUam,  mancilla;  poculum  y  pocillum,  de  donde  pocilio. 

Del  mismo  modo,  ecillo  procede  del  latino  icello, 
que  substituyó  también  a  icúlo,  como  vemos  en  naví- 
cula y  navicclla,  diminutivos  de  navis,  de  donde  navecilla. 

Por  analogía  con  cillo  y  ecillo  se  convirtieron  ico 
e  iTO  en  cico,  ecico,  cito  y  ecito.  En  ececico,  etc.,  se 
halla  reduplicado  el  sonido  ec. 

No  es  indiferente  la  adición  de  estos  sufijos  a  toda 
clase  de  nombres,  pudiendo  darse  las  siguientes  reglas: 

i.'  Toman  cico,  cillo,  cito,  las  voces  de  dos  o  más 
sílabas  terminadas  en  las  consonantes  ñor. 


94  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

2.*  Toman  ecico,  ecillo,  ecito  todos  los  monosíla- 
bos en  consonante ;  todos  los  bisílabos  en  -e,  y  bisílabos- 
terminados  en  otras  vocales.  Así : 

I.*  a)  polisílabos  agudos  en  n:  cañoncico,  cordoncico,. 
Fermincico  y  ratoncico,  de  cañón,  cordón,  Fermín  y  ra- 
tón; calzoncillo,  dragoncillo  y  ratoncillo,  de  calzón,  dra- 
gón y  ratón;  botoncito,  colchoncito  y  corazoncito,  de  bo- 
tón, colchón  y  corazón. 

I.*  h)  polisílabos  agudos  en  r:  humorcÍ€0„  pastorcico, 
resplandorcico  y  tumorcico,  de  humor,  pastor,  resplan- 
dor y  tumor;  amorcillo,  cantarcillo,  mujercilla  y  pUarci- 
llo,  de  amor,  cantar,  mujer  y  pilar;  humor  cito  y  mujer- 
cita,  de  humor  y  mujer. 

No  obstante,  decimos  almacenillo,  alfilerillo,  vasariüo, 
patinillo,  y  también  en  nombres  propios  de  persona,. 
Agustinico,  Joaquinillo  y  Gasparito.  Üsanse  indistinta- 
¡mente  altarcillo  y  altarillo,  pilarcillo  y  pilarillo,  jardin- 
cillo y  jardinillo,  jasmincillo  y  jasminillo,  sartencilla  y 
sartenilla. 

i.^  c)  polisílabos  graves  en  n:  imagencica,  dictamen- 
cilio  y  Carmencita,  de  imagen,  dictamen,  Carmen. 

2.*  a)  monosílabos  acabados  en  consonante,  v.  gr. : 
sonecico,  trojecica,  de  son  y  troj ;  panecillo,  redecilla  y 
sonecillo,  de  pan,  red  y  son;  florecita,  pececito  y  voce- 
cita,  de  flor,  pez  y  voz.  Se  exceptúan  ruincillo  y  los  nom- 
bres propios  de  personas,  como  Blasillo,  GiUto,  Juanito 
y  Luisico,  de  Blas,  Gil,  Juan  y  Luis. 

2."  b)  bisílabos  en  e:  botecico,  pobrecico  y  verdecico, 
de  bote,  pobre  y  verde;  airecillo  y  cofrecillo,  de  aire  y 
cofre:  bailecito,  parchecito  y  pobrecito,  de  baile,  parche 
y  pobre.  No  obstante,  se  ha  dicho  también  cachito,  de 
coche. 

2."  c)  bisílabos  que  en  su  primera  sílaba  tengan  uno  de 
los  diptongos  ue,  ie,  ei;  así  huertecico,  huevecico,  lien- 
cecico,  piedrecica,  de  huerto,  huevo,  lienzo  y  piedra ; 
hierbecilla,  plieguecillo,  puertecilla,  de  hierba,  pliego  y 
puerta;  cuentecito,  puertecita  y  reinecita,  de  cuento, 
puerta  y  reina. 

2.*  d)  bisílabos  que  en  su  segunda  sílaba  tengan  el  dip- 
tongo, io,  ia,  ua;  así  genie cilio  y  nerviecillo,  de  genio  y^ 
nervio;  bestiecita  y  lengüecita,  de  bestia  y  lengua. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABR-\S  qS 

2?-  e)  Algunas  voces  bisílabas  terminadas  en  ío,  como 
hriec'ico  y  friecillo,  de  brío  y  frío. 

Algunos  nombres  toman  a  la  vez  distintos  sufijos,  o 
uno  mismo  con  refuerzo  o  sin  él;  así  puert^cica,  puerte- 
cilla  y  puertecita,  de  puerta;  pradillo,  pradccillo  y  pradi- 
to,  de  prado ;  llane cilio  y  Uanito,  de  llano ;  tnanecüla,  mor- 
tiita  y  también  manerueh,  de  ,mano. 

3.°  El  monosílabo  pie,  y  no  sé  si  algún  otro,  toma  los 
sufijos  ECECico,  ECECiLLO  y  ECECiTO :  piecccico,  piececi- 
llo,  piececito  y  también  piec^zxielo. 

Xota.  Debe  advertirse  que  hay  muchas  palabras  en  ito, 

que  son  de  otro  origen,  y  no  debe  verse  en  ellas  este 

sufijo;  como  ahito,  de  ahitar;  amito,  del  lát.  amictus;  y 

así,  circuito,  crinito,  delito.,  fortuito,  gratuito,  maldito,  etc. 

iTORio.  Véase  torio. 

123.  ITUD,  oxítono.  Sólo  en  los  abstractos  esclavitud,  exacti- 

tud y  laxitud  (al  lado  de  laxitad,  del  lat.  laxitatem),  de- 
rivados de  los  adjetivos  esclavo,  exacto  y  laxo,  veo  este 
sufijo  en  castellano;  pues  los  demás  substantivos  que 
así  terminan,  no  son  más  que  apócope  del  nominativo 
singular  de  los  mismos  nombres  latinos.  Así,  amplitud, 
aptitud,  beatitud,  crasitud,  gratitud,  habitud,  lentitud,  lon- 
gitud, magnitud,  multitud,  plenitud,  prontitud,  pulcritud, 
rectitud,  sim.ilítud,  solicitud,  etc.,  son  en  latín  amplitudo, 
aptitudo,  beatitud©,  crassitudo,  gratitudo,  etc.,  etc.,  promp- 
titudo.  etc. 

De  gran  parte  de  estos  abstractos  latinos  tenemos 
substantivos  en  umbre  (véase  este  sufijo),  y  de  algunos, 
las  dos  formas ;  como  multitud  y  muchedumbre;  serzñ- 
tud,  ant.,  y  servidumbre. 

Son  también  latinos  los  terminados  en  tud,  precedida 
esta  terminación  de  consonante;  pero  con  la  diferencia 
de  que  éstos  proceden  del  acusativo ;  así :  juventud,  se- 
nectud y  zñrtud,  de  juventutem,  senectutem  y  virtutem. 
Servitud,  ant.  de  servitutem. 

124.  ivo  (.\Tivo.  iTivo),  paroxítono.  Es  la  forma  erudita  del 

sufijo  latino  ívo  (nom.  ivus,  acusat.  Vcum),  co^mo  se  ve, 
en  abortivo,  dedicativo,  deliberativo,  narrativo,  etc.,  que 
son  en  latín  abortivus,  dedicativus,  deliberativus,  narra- 


96  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

tivus,  etc.  Este  mismo  sufijo,  en  la  evolución  vulgar,  dio 
origen  a  ío. 

Forma  adjetivos  derivados  casi  todos  de  verbos  y  que 
denotan : 

a)  Que  el  substantivo  con  quien  conciertan  tiene  vir- 
tud o  poder  para  verificar  la  acción  del  verbo  primitivo. 
Asi,  alterativo  =  que  tiene  virtud  de  alterar;  abortivo 
=  que  tiene  virtud  para  hacer  abortar.  Con  esta  acep- 
ción son  adjetivos  de  significación  activa  que  correspon- 
den'a  los  pasivos  en  able,  ible. 

b)  La  facultad  o  poder  de  verificar  la  acción  del  ver- 
bo 'puede  considerarse  como  actual  en  el  substantivo,  y 
entonces  equivalen  estos  adjetivos  a  líos  participios  de 
presente.  Así,  consecutivo  =  que  sigue  a  otra  cosa ;  con- 
sumativo =  que  consuma ;  dominativo  =  dominante ; 
informO'tivo  =  que  informa ;  ductivo  =  conducente. 

c)  La  cualidad  se  considera  como  recibida  por  el  subs- 
tantivo, y  tiene  entonces  el  adjetivo  significación  pasiva; 
y  así,  abortivo  =  abortado,  o  sea,  venido  antes  de  tiem- 
po ;  abusivo  =  que  se  introduce  o  practica  por  abuso ; 
defectivo  =  defectuoso ;  consultivo  =  que  debe  ser  con- 
sultado. 

d)  Denotan  también  pertenencia  o  relación,  como  au- 
ditivo =  pertenecient'C  a  la  audición;  convulsivo  =  per- 
teneciente a  la  convulsión ;  objetivo  =  perteneciente  o  re- 
lativo al  objeto;  instintivo  =  que  es  obra  o  efecto  del 
instinto. 

La  mayor  parte  de  estos  adjetivos  son  derivados  ver- 
bales ;  pero  acerca  de  su  formación  hemos  de  establecer 
las  siguientes  diferencias. 

Los  que  por  su  significación  corresponden  a  verbos 
de  la  primera  conjugación,  deben  distinguirse  en  tres 
dases : 

Primera  :  Aquellos  que,  como  abortivo,  abusivo,  adop- 
tivo, afirmativo,  comparativo,  etc.,  corresponden  a  los 
verbos  abortar,  abusar,  adoptar,  afirmar,  comparar,  etc., 
y  no  derivan  de  ellos,  sino  que  proceden  de  los  latinos 
abusivus,  adoptivus,  affirmativus,  comparativus,  etc. ;  o 
sea,  que  los  hemos  tomado  formados  ya  del  latín.  Se- 
gunda :  Los  que,  como  expresivo,  progresivo,  reflexivo  y 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  QJ 

taxativo,  no  hemos  derivado  de  expresar,  progresar,  re- 
flejar y  taxar  (verbo  este  último  que  no  tenemos),  sino  de 
los  supinos  latinos  expressum,  progressum,  reflexum  y 
fcaxatum ;  y  Tercera  :  Los  que  como  ampliativo  y  chupa- 
tivo  son  enteramente  castellanos,  y  hemos  formado  de 
ampliar  y  chupar,  con  el  sufijo  ativo,  a  semejanza  de 
afirmativo ,  comparativo,  etc. 

Véanse  todos  los  derivados  de  esta  especie  que  trae 
nuestro  Diccionario,  correspondientes  a  verbos  de  la  pri- 
mera, y  que  no  sean  latinos,  y  se  verá  confirmado  lo  que 
acabamos  de  decir ;  así :  ablandativo,  ahorrativo,  alterna- 
tivo, ambulativo,  anulativo,  apreciativo,  cogitativo,  colo- 
rativo, congelativo,  conmutativo,  connotativo,  conserva- 
tivo, conturbativo,  curativo,  dominativo,  encarnativo> 
fermentativo,  formativo,  generativo,  infamativo,  lucroh 
tivo,  llamativo,  madurativo,  minorativo,  narrativo,  ne- 
gativo, operativo,  paliativo,  penetrativo,  pensativo,  pon- 
derativo, preparativo,  preservativo,  privativo,  propaga^ 
tivo,  pulsativo,  purgativo,  recitativo,  reparativo,  restau- 
rativo, roborativo,  rogativo,  terminativo,  transformativo, 
turbativo,  vegetativo,  vengativo,  vindicativo,  y  además 
todos  ios  de  seis  silabas,  como  acumulativo,  etc.,  que 
pueden  verse  en  los  Diccionarios  de  la  rima. 

Tenemos  ostentativo,  de  ostentar;  al  lado  de  osten- 
sivo, del  lat.  ostensum. 

Algunos  derivados  de  verbos  en  tar  toman  el  sufijo 
simple  ivo;  así:  ejecutivo,  y  no  ejecutativo,  de  ejecutar; 
inventivo,  de  inventar,  y  respectivo,  de  respectar  (bien 
que  éstos  pueden  venir  también  de  los  supinos  executum, 
inVentum  y  respectum). 

Esquivo  es  postverbal. 

De  verbos  de  la  segunda  conjugación  no  ha  forma- 
do el  castellano  ningún  derivado  de  esta  clase;  pu-es 
los  que  a  ellos  corresponden,  o  son  latinos  como  atrac- 
tivo, concesivo,  que  falta  en  el  Diccionario,  corrosivo,  etc., 
de  atractivus,  concesivus,  corrosivus,  y  no  de  atraer,  con- 
ceder, corroer,  o  se  han  formado  del  radical  del  supino 
latino,  como  defensivo  y  ofensivo,  de  defensum  y  offen- 
sum,  y  no  de  defender  ni  ofender.  Puede  comprobarse 
lo  dicho  en  comprehensivo,  compresivo,  corruptivo,  ex- 


9^  JOSÉ   ALEMÁN  Y   BOLUFER 

tensivo,  posesivo,  sucesivo,  suspensivo,  aprensivo,  devo- 
lutivo, disolutivo,  dispositivo,  expositivo,  resolutivo,  su- 
positivo y  algún  otro.  Cognoscitivo,  del  inf.  lat.  cogno- 
scére,  conocer. 

En  los  derivados  de  verbos  de  la  tercera  tenemos  las 
dos  f onmaciones ;  así :  dormitivo,  impeditivo,  lenitivo, 
nutritivo,  partitivo,  prohibitivo,  pungitivo,  y  el  ant.  re- 
gitivo,  derivan  de  dormir,  impedir,  lenir,  nutrir,  partir, 
prohibir,  pungir  y  regir,  con  el  sufijo  itivo  ;  al  paso  que 
aflictivo,  alusivo,  auditivo,  conductivo ,  etc.,  etc.,  derivan 
de  afflictum,  allusum,  auditum,  conductum,  etc.,  supi- 
nos que  por  su  significación  corresponden  a  afligir,  alu- 
dir, oír,  conducir,  etc.  También  los  tenemos  puramente 
latinos,  como  definitivo,  unitivo,  etc.,  de  definitivus,  uni- 
tivus,  etc. 

Los  derivados  de  adjetivos  y  substantivos  son  pocos; 
así :  adustivo  y  altivo,  de  adusto  y  alto ;  instintivo  y  ob- 
jetivo, de  instinto  y  objeto.  Esta  derivación  también  la 
tenía  el  latín,  como  se  ve  en  tempestivus,  de  tempestas,, 
a  semejanza  del  cual  hemos  formado  cuantitativo,  de 
quantitas,  atis. 

Con  esta  terminación  tenemos  algunos  substantivos 
procedentes  del  latín,  como  archivo,  donativo,  incentivo 
y  motivo  (lat.  archivum,  donativum,  incentivum,  moti- 
vus),  y  postverbales,  como  cultivo,  de  cultivar.  También 
los  vocablos  técnicos  como  nominativo ,  genitivo,  etc. ;  in- 
dicativo, subjuntivo,  etc.,  usados  como  adjetivos  y  como- 
substantivos.  Igualmente  son  latinos  los  femeninos  como 
comitiva,  invectiva,  perspectiva,  prerrogativa,  saliva  y 
oliva,  a  cuya  semejanza  hemos  substantivado  la  termina- 
ción femenina  de  algunos  adjetivos  de  esta  clase  y  for- 
mado los  nombres  inventiva,  lavativa,  misiva,  retentiva,, 
rogativa,  tentativa,  etc.,  etc.  Dádiva,  por  dadiva,  del  lat. 
dativa. 

17.,  átono  y  en  los  patronímicos.  Véase  ez,  átono. 

125.  iz,  oxítono.  De  distintos  orígenes  proceden  los  nombres  que 
tenemos  con  esta  terminación :  unos,  de  los  latinos  en  ix, 
acusat.  tcem;  co,mo  cerviz,  perdiz,  raíz  y  terliz,  de  cervi- 
cem,  perdicem,  radicem  y  trilicem ;  otros  tienen  el  mis,mo 
origen  que  los  en  izo :  así  barniz  al  lado  de  berniz  y  sobre- 
,    pelliz,   son  en  b.  latín  vernicium  y  superpellicium:   de 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  QQ 

aprender  y  tundir,  derivan  aprendiz  y  Utndiz,  y  füadis^ 
de  filado.  Desliz  es  post\^erbal. 

Lombriz  en  substitución  del  latín  lumbricus;  nariz  y 
tapiz  en  vez  de  los  latinos  nares  y  tapes.  Matiz,  de  origen 
desconocido,  es  lo  mismo  en  porttigués. 

Del  árabe  proceden  chamariz,  hafiz,  feliz,  tomiz,  telliz 
y  algún  otro,  cuyas  etimologías  pueden  verse  en  el  Dic- 
cionario. Mahiz,  del  haitiano  mahís. 

Xo  se  confundan  con  éstos  los  en  triz,  como  atrac- 
triz, cicatriz,  etc. 
izco,  izcA.  Véase  isco. 

126.  izxo,  fem.  izxa.  Este  sufijo,  paroxítono  y  del  mismo  ori- 
gen que  Ezxo^  sólo  lo  vemos  en  brizna,  de  brin,  valencia- 
no bri,  y  en  tundizno  de  tundir;  pues  llovizna,  y  su  va- 
riante mollizna,  lo  mismo  que  tizna,  derivan  de  lloviznar 
y  tiznar. 

127.  IZO,  fem.  iza,  paroxítono.  Procede  este  sufijo  del  latino 
ICIO  (acusat.  um,  am),  como  vemos  en  hechizo,  mestizo  y 
pelliza,  de  facticium,  mixticium  y  pelliciam,  y  forma  en 
nuestra  lengua  adjetivos  derivados  de  adjetivos,  de  subs- 
tantivos y  de  participios  pasivos,  según  se  ve  en  rojizo, 
de  rojo  ;■  pajizo,  de  paja,  y  apartadizo,  de  apartado. 

Los  derivados  de  adjetivos  denotan  semejanza  o  apro- 
ximación a  la  idea  expresada  por  el  primitivo,  como 
blanquiza,  enfermizo  y  primerizo,  de  blanco,  enfermo  y 
primero. 

Los  derivados  de  substantivos  denotan  posesión  de  la 
cosa  designada  por  el  primitivo,  o  de  sus  cualidades  o 
propiedades,  como  calizo,  castizo,  cobrizo,  fronterizo  y 
roblizo,  de  cal,  casta,  cobre,  frontera  y  roble:  invernizo, 
de  invierno ;  y  con  otras  acepciones  tenemos  hortaliza  = 
ant.  hortaleza,  del  ant.  hortal  =  huerto ;  nabiza,  de 
nabo;  rabaniza^  de  rábano;  carniza,  de  carne,  y  paliza, 
de  palo,  etc. 

Agramiza,  de  agramar,  y  r abaliza,  de  róbalo. 

Por  combinación  de  izo  con  ario  y  ero,  tenemos  los  su- 
fijos ARizo,  ERIZO,  que  vemos  en  albarizo,  de  albo.  \  ye- 
guarizo =  yegüerizo,  de  yegua.  Los  masculinos  usados 
como  substantivos,  son  equivalentes  a  los  en  ero,  como 
el  ant.  boyeriza  =  boyero ;  cabrerizo  ==  cabrero ;  €l  ant. 
establerizo  =  establero;  porquerizo  =  porquero;   va- 


•»O0  TOSE  ALEMANY   BOLUFER 

querizo  =  vaquero,  o  tienen  acepción  especial  como  ca- 
ballerizo. Los  femeninos  en  general  denotan  lugar; 
como  albariza,  boyeriza,  caballeriza,  cabreriza  y  porque- 
riza, de  albo,  buey,  caballo,  cabra  y  puerco;  pero  tam- 
bién vaqueriza  =  vaquera  o  pastora  de  vacas;  cabreri- 
za =  cabrera  o  mujer  del  cabrero,  etc. 

Los  derivados  de  participios  pasivos  denotan,  en  ge- 
neral, propensión  o  aptitud  para  verificar  o  recibir  la  ac- 
<:ión  del  verbo  a  que  corresponde  el  participio,  como  al- 
borotadizo =  que  por  ligero  motivo  se  alborota;  ahoga- 
dizo =  que  se  puede  fácilmente  ahogar;  y  así:  allegadi- 
zo, anegadizo,  apartadizo,  apretadizo,  arrojadizo,  colga- 
dizo, contentadizo,  encontradizo,  levadizo,  manchadizo, 
pegadizo,  regadizo,^  resbaladizo,  de  allegado,  anegado, 
apartado,  etc.,  todos  de  verbos  de  la  primera  conjugación. 

Agostizo,  del  infinitivo  agostarse. 

En  los  derivados  de  los  participios  de  verbos  de  la  se- 
gunda conjugación  reaparece,  por  regla  general,  la  e  ca- 
racterística del  infinitivo  de  estos  verbos,  y  terminan  en 
EDizo.  Así :  acogedizo,  bebedizo,  caedizo,  cocedizo,  co- 
gedizo,  corredizo,  llovedizo,  movedizo,  raedizo,  traedizo, 
y  no  acogidizo,  ni  bebidizo,  etc.,  como  debía  esperarse 
de  los  participios  acogido,  bebido,  etc.  Pueden  haber  in- 
fluido en  esto  los  nombres  en  edor  y  en  edero,  formados 
de  la  misma  raíz  (cogedor,  cogedizo ;  bebedor,  bebedi- 
zo), o  bien  la  disimilación  de  idizo  en  edizo. 

También  en  algunos  derivados  de  participios  de  ver- 
bos de  la  tercera  se  ve  edizo,  como  en  advenedizo  y  ve- 
nedizo,  de  advenido  y  venido,  y  en  encubredizo,  forma- 
do directamente  de  encubrir ;  pero  siguen  la  regla  gene- 
ral, escurridizo,  huidizo,  perdidizo  -y  salidizo,  al  lado  de 
saledizo,  de  escurrido",  huido,  etc.  Cobertizo  y  postizo, 
de  los  participios  cubierto  y  puesto,  con  reaparición  de 
la  vocal  primitiva,  en  vez  del  diptongo,  en  ambos,  y  la  o 
de  la  sílaba  inicial  en  el  primero.  Algunos  de  estos  de- 
rivados se  usan  como  substantivos  masculinos,  denotan- 
do sitio  o  lugar,  como  cobertizo,  pasadizo,  salidizo  y  ta- 
padizo. 

"VENTA,   MIENTA.    Véase   MENTÓ. 

128.,   MENTÓ,   MIENTO   (AMIENTO,   iMiENTo),  y   femeninos   en  a, 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS     lOI 

todos  paroxítonos.  Procede  del  latino  mentó  (nom.  y 
acusat.  nteníum),  como  alimento,  condimento,  fomento, 
fragmento  y  monumento,  de  alimentum,  condimentum,. 
fomentum,  fragmentum  y  monumentum.  En  las  voces 
vulgares  se  diptonga  la  e  en  ic,  dando  origen  a  la  forma 
MIENTO,  como  se  ve  en  deleitamiento,  de  delectamentum. 
Con  frecuencia  se  ven  las  dos  formas,  tanto  en  los  vo- 
cablos procedentes  del  latín,  como  en  los  formados  en 
castellano;  así:  encantamento  y  encantamiento,  lineamen- 
to  y  lineamiento,  de  encantamentum  y  lineamentum;  sal- 
vamento y  salvamiento,  de  salvar. 

Forma  derivados  verbales  que  denotan  la  acción  del 
verbo  o  su  efecto,  así :  asolamiento  =  acción  y  efecto- 
de  asolar;  abocamiento  =  acción  y  efecto  de  abocar,  etc. 
Algunos  como  cargamento,  de  cargar,  tienen  significación 
colectiva,  como  los  femeninos  en  menta  de  que  habla- 
mos al  final  de  este  artículo. 

Los  derivados  de  verbos  de  la  primera  conjugación  ter- 
minan en  AMIENTO,  o  sea  que  en  ellos  se  une  el  sufijo  al" 
tema  en  A ;  mientras  que  los  de  la  segunda  y  de  la  tercera, 
terminan  en  imiento.  o  sea  que  en  esta  derivación,  la  se- 
gunda conjugación  se  reputa  como  tercera.  Ejemplos: 

De  verbos  de  la  primera  :  abalizamiento,  acebadamñen- 
to,  alumbramiento,  alzamiento,  derramamiento,  encabeza- 
miento, encebadamiento,  ofuscamiento,  pagamiento  y  pa^ 
gamento,  etc.,  de  abalizar,  acebadar,  alumbrar,  etc. 

De  verbos  de  la  segunda:  acaecimiento,  acogimiento, 
ardimiento,  corrimiento,  crecimiento,  molimiento,  pren- 
dimiento, prometimiento,  rompimiento,  etc.,  de  acaecer, 
acoger,  arder,  correr,  crecer,  moler,  etc. 

En  la  lengua  antigua  hay  formas  leonesas  en  emiento, 
como  acrecemiento,  connoccmiento  y  entendcmicnto,  de 
acrecer,  connocer  y  entender. 

De  verbos  de  la  tercera:  advenimiento,  bastimento, 
fingimiento,  fruncimiento,  henchimiento,  rcnditniento,. 
seguimiento,  etc.,  etc.,  de  advenir,  bastir,  fingir,  etc. 

Hay  algunos  sin  verbo  primitivo,  como  amujeramien- 
to  (de  a  y  mujer)  =  afeminación;  ardimiento  (del  germ. 
ihartyan)  ^  valor,  intrepidez,  y  el  adj.  pizmiento  (del. 
lat.  pix,  picis)  =  de  color  de  pez. 


.102  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

Sinónimos  de  este  sufijo  son :  dura  y  ción.  Así  abar- 
camiento =  abarcadura;  abrochamiento  =  abrochadu- 
ra; amasamiento  =  amasadura;  fajamiento  =  fajadu- 
ra; refregamiento  =  refregadura;  tajamiento  =  taja- 
dura; avocamiento  =  avocación;  elevamiento  =  ele- 
vación ;  purgamento  =  purgación,  etc.  También  los  pots- 
verbales,  como  abonamiento  =  abono ;  abrigamiento 
ant.  =  abrigo,  ajustamiento  =  ajuste,  pagamiento  = 
paga,  etc. 

Del  mismo  sufijo  mento^  pero  del  acusativo  plural  en 
a,  proceden  los  pocos  femeninos  en  menta  que  tenemos 
en  castellano,  todos  los  cuales,  conforme  a  su  origen  plu- 
ral, tienen  significación  colectiva,  como  herramienta  y 
ant.  ferramienta,  impedimenta  y  vestimenta,  que  son  en 
lat.  ferramenta,  impedimenta  y  vestimenta;  y  cornamen- 
ta y  osamenta,  formados  en  castellano,  de  cuerno  y  hue- 
so (lat.  cornu  y  ossum). 

129.  MoxiA,  paroxitono.  Con  esta  terminación  sólo  tenemos  los 

substantivos  abstractos,  acrimonia  =  acritud,  el  ant.  cas- 
timonia  =  castidad;  ceremonia,  parsimonia,  santimonia 
y  el'  nombre  de  planta  agrimonia,  procedentes  todos  de 
los  latinos  acrimonia,  castimonia,  caeremonia,  parsimo- 
nia, sanctimonia  y  agrimonia,  de  modo  que  no  es  sufijo 
castellano. 

130.  MONio,  paroxítono.  Los  .pocos  substantivos  que  tenemos 

en  castellano  con  esta  terminación  son  todos  latinos  o 
griegos;  así:  demonio,  estramonio,  matrimonio,  patri- 
monio y  testimonio,  proceden  de  daemonium,  stramoníum, 
matrimoníum,  patri,moníum  y  testimoníum.  Antimonio, 
en  b.  ¡lat.  antimonium,  y  polemonio,  del  gr.  tüoXsiííóv.ov  . 

131.  oco^  fem.  oca,  paroxítono.  Con  este  sufijo  que  debe  ser 

variante  de  uco,  tenemos  muy  pocas  voces,  entre  las  cua- 
les podemos  citar :  bayoco  y  macoca,  nombre  que  dan  en 
Murcia  a  una  variedad  de  higos  o  brevas ;  caroca,  que 
en  alguna  de  sus  acepciones  parece  ser  un  despectivo  de 
cariño;  barroco  y  calamoco,  de  origen  desconocido. 

Siroco,  del  ár.  ^..x^^  xoruc;  bayoco,  moneda,  del  ital. 
baiocco. 

En  oco,  oca,  terminan  también  algunos  vocablos  pri- 
mitivos, como  coco,  coca;  y  moco,  del  lat.  muccus. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I03 

El  mismo  sufijo,  pero  con  la  o  diptongada  en  ue^  de- 
bemos ver  en  doncellueca,  de  doncella,  y  en  morueco,  de 
origen  no  averiguado.  Ballueca,  procede  sin  duda  de  la 
fusión  de  las  palabras  az-ena  loca,  y  batueco  se  dice  del 
natural  de  las  Batuecas. 
•OcHo^  OCHA.  Véase  ucho. 

132.  OJO,  fem.  oja,  paroxítono.  Sufijo  de  significación  despec- 

tiva, como  Ejo,  y  del  mismo  origen  que  ujo,  como  vemos 
en  cerrojo,  de  verucülum;  panoja,  de  panucülam;  mano- 
jo, de  manipúlimí,  o  mejor  de  un  vulgar  manucúlurn 
(comp.  el  lat.  manucúla),  lo  mismo  que  hinojo,  de  fenucú- 
lum  por  fenicúlum;  hinojo,  de  genucülum  por  genicülnm. 
y  piojo,  de  peducülimi  por  pedicülum. 

A  semejanza  de  los  anteriores,  hemos  formado  año- 
jo, de  año;  pintojo^  de  pinta;  ramojo,  ramulla,  de  ramo; 
rastrojo  y  restrojo,  del  lat.  restare  =  quedar,  con  r  pa- 
rásita (como  lo  prueba  el  port.  restolho,  el  cat.  restoll  y 
el  val.  rastoll) ;  rampojo  =  raspajo ;  redrojo,  quizá  del 
adv.  redro;  tramojo,  de  tramar. 

Abrojo,  comp.  de  abre  y  ojo;  antojo,  de  ante  y  ojo. 

133.  OL.  Apócope  o  forma  dialectal  del  sufijo  olo,  en  sus  dos 
acentuaciones,  grave  y  esdrújula,  como  se  ve  en  ariolo 
y  ariol,  agudo;  cabriolo-  y  cabríol,  grave.  Como  el  sufijo 
olo  es  también  variante  de  uelo,  tenemos  formas  en  ol 
en  substitución  de  otras  en  uelo,  como  crisol,  en  vez  del 
ant.  crisuelo;  frísol  y  frisuelo. 

Los  femeninos  correspondientes  a  este  sufijo  acaban 
en  ola:  farol  y  farola;  gárgol  y  gárgola.  A  v^ces  es  apó- 
cope de  olio,  como  en  genol,  del  ant.  genollo,  lat.  ge- 
nucülum. 

La  acentuación  grave  de  Ibs  en  ol  y  la  esdrújula  de  los 
olo  no  es  la  verdadera.  Si  decimos  crisol  y  crisuelo,  de- 
bemos decir  también  frisol,  agudo,  como  decimos  fri- 
suelo, y  como  se  pronuncia  en  valenciano  fesol,  sin  que 
obste  el  latín  fasedlus.  como  no  obsta  aureólus,  para  que 
digamos  oriol.  Véase  olo. 

Derivados  en  ol  tenemos:  baberol.  farol,  perol,  punr- 
terol  y  tcrcerol,  de  babera,  faro,  pera,  puntero  y  tercero. 

En  estatidarol  y  están terol  hay  cambio  de  /  en  r,  por 

/lícíím'l'l.-l'-'.Tl  Cl"       ílr.ríi-.i,       ,1.»         •.•*.■,.,  I..  I   ■       ..       1.;.,.,        ....       1,..1I„        „1 


104  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

sufijo  combinado  con  ero,  como  en  estoperol,  de  estopa,, 
si  derivan  de  estante.  Estrangol,  de  estrangular,  por  es- 
trangulol,  o  quizá  de  la  raiz  estrang,  del  mismo  verbo; 
guiñarol,  voz  de  gemianía,  de  guiñar._ 

Peñol  =  peñol,  del  lat.  pennus ;  pésol,  grave ;  lo  mis- 
mo que  en  valenciano,  supone  un  diminutivo  vulgar  pi- 
sülus,  de  pisum.  Y  de  origen  desconocido  avol,  caracolj 
cherinol  y  gazmol.  Pusol  =  puzolana. 
'  Ol  es  variante  de  on,  en  español  =  ant.  españón ;  pe- 
ñol =  peñón,  y  verderol  =  verderón. 

Tampoco  es  sufijo  en  arrebol,  crisol,  panol  y  su  variante 
pañol,  que  derivan  del  lat.  rubor,  óris,  con  a  protética;. 
del  b.  lat.  crucibólus  y  del  lat.  penaríus :  ni  en  los  paro- 
xítonos mújol,  al  lado  de  mugil,  péndol  y  trébol,  de  los 
latinos  pendúlus  y  trifolium. 

Del  árabe  proceden  ababol  =  amapola;  albohol,  de 
j,^.¿uJ'),  albojur,  con  cambio  de   r  en   /,  y   albohol,   de 
\^j^j|    alhobol,  con  metátesis;  así  también  alcohol,  de 
J,:^jCJl ,  alcohl,  y  algún  otro. 

Charol  es  voz  de  la  China,  y  ocozol,  mejicana. 
Del  italiano  hemos  tomado  fistol  y  picol  (fistolo  y  pic- 
colo) ;  del  francés,  virol  (viróle),  y  esquirol,  del  catalán.- 
Briol,  en  cat.  briol  y  en  francés  breuil.  Facistol,  del  ant. 
alto  al.   faltstuol. 

Carnicol,  girasol,  etc.,  son  voces  compuestas. 
Olento.  Véase  ulento. 
Olo,  átono.  Véase  olo,  paroxítono. 

134.  OLO,  fem.  ola,  paroxítono.  Del  mismo  origen  que  uelo,. 
o  sea  del  latino  ólo,  como  se  ve  en  aureola,  ariolo,  cOr- 
briola,  corniola,  gayola,  gladiolo  y  su  variante  ¡gradiolo, 
virola  y  vitriolo,  que  son  en  latín  aureola,  hariólus, 
capriola,  corneóla,  caveola,  gladiólus,  virióla  y  vitrió- 
lus.  También  corola,  del  lat.  corolla  (por  coronüla),  dim. 
de  corona.  Estas  voces  se  pronunciaron  graves  en  latín' 
vulgar,  como  lo  demuestra  la  diptongación  de  la  o  en  ue 
(véase  uelo)  ;  y  por  tanto  es  legítima  la  pronunciación'- 
castellana  que  les  damos,  y  más  conforme  con  el  genio- 
de  la  lengua  que  la  esdrújula,  que  se  ha  dado  a  algunos 
cultismos  como  lanceola;  cultismos  que  llevan  a  las  in- 
consecuencias de  hacer  esdÉÚjulo  a  cabriolo,  y  grave  a 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  P>^LABRAS  I  I  3 

ORNO.  Véase  urno. 

ORio.  Véanse  torio  y  sorio. 

orrio,  urrio.  \^éase  orro. 

144.  orro,  erro,  urro  y  femeninos  en  a,  paroxítono.  Estos 
sufijos  del  mismo  origen  y  significación  que  arro,  los  ve- 
mos en  los  siguientes  normbres: 

a)  abejorro,  aldeorro,  cabezorro,  cachorra  y  cachorro, 
ceporro,  machorra,  picarro  (en  canc.  de  Baena),  piporro, 
pitorra  y  ventorro,  todos  substantivos,  derivados  de  abe- 
ja, aldea,  cabeza,  cacho,  cepa,  macho,  pico,  pipa,  pita  y 
venta;  y  en  el  adjetivo  pedorro  =  pedorrero,  de  pedo. 
De  origen  desconocido  son  camorra,  cimarra,  cotorra, 
chamorra,  chamorro,  chinchorro,  ganforro,  modorra,  mo- 
dorro y  pachorra;  también  babasorro,  si  no  deriva  de 
baba  con  el  sufijo  azorro  Cazo  -(-  orro). 

En  m-azamorra,  si  deriva  de  maza,  se  halla  la  inicial  del 
primitivo  repetida  en  el  sufijo:  sorra,  arena  gruesa,  y 
^  sarro,  lo  mismo  que  zahorra,  del  lat,  saburram :  maz- 
morra, del  ár.  ?,5_Jx<,   matmora.  Cachiporra,  mamporro  y 
peliforra,  son  compuestos. 

¿)  becerra,  lo  derivan  del  vasco  beta,  vaca,  y  cecorra, 
ternera ;  becerro,  de  becerra :  cencerro,  del  vasco  cincerria. 
c)  baturro  y  ceburro,  de  origen  desconocido ;  cazurro, 
del  ár.  ,»-\¿,  cazur;  susurro  y  chorro,  del  lat.  susurrus. 
Con  estos  mismos  sufijos,  pero  terminando  en  lo,  te- 
nemos aldeorrio  =  aldeorro ;  bodorrio  =  bodijo,  de  boda, 
y  villorrio,  de  villa,  terminación  en  que  puede  haber  in- 
fluido el  sufijo  ORTO,  pues  tenemos  cimborrio  =  cifnbo- 
rio,  del  lat.  ciborium,  y  también  zñlloría,  quizá  por  vilk>- 
rria,  por  influencia  de  caseria.  Asimismo  en  arria  tene- 
mos bambarria  y  fanfarria,  y  en  urrio,  engurrio.  "La 
misma  terminación  han  tomado  estrangurria  y  su  varian- 
te estangurria.  del  lat.  stranguria;  angurria,  del  gr. ctTiúpiov. 
y  bandurria,  del  gr.  rctv^oOpa.  engurrio,  de  engurriar.  Estas 
terminaciones  vemos  también  en  otros  vocablos,  casi  todos 
de  origen  desconocido  y  que  quizá  sean  ibéricos  ;  como  ba- 
rro, churro,  y  valenciano  c/ii*rra,  si  no  procede  del  latín 
sordas;  churra  =  ortega;  gorra  y  gorro;  morro  y  morra; 
parro  =  pato;  parra,  tarro,  sarrio,  zorra  y  zorro;  zurra, 
potsverbal,  de  zurrar  =  curtir  y  adobar  las  pieles ;  y  como 

8 


H  4  •  JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 

zurrón  es  "bolsa  grande  de  pellejo",  debe  ser  de  la  mis- 
ma raiz,  aunque  lo  deriven  del  ár.  g  >¿7,  surra;  én  vas- 
cuence es  zorroa.  Proceden  del  latín :  horra  y  horro,  lat. 
burra ;  carro,  lat.  carrtis;  farro,  de  f ar,  f arris ;  farra,  de 
fario;  guarro,  si  procede  de  verres,  como  porra  y  porro, 
de  porrum  ;  marra,  almádena,  es  latino :  hurro,  de  burrico, 
y  éste,  de  burrichus,  lat.  del  siglo  iii ;  hurra,  de  burro ; 
harra,  quizá  variante  de  vara;  horro,  del  ár.  y^-,  horr, 
y  forro,  del  germ.  fodr. 
145.  OSQ,  fem.  OSA,  paroxítono.  Procede  este  sufijo  del  latino 
■  oso  {nom.  osus,  acusat.  osum),  como  se  ve  en  crimino- 
so, giboso,  glorioso,  ingenioso,  etc.,  de  criminosum,  gibbo- 
süm,  gloriosum,   ingeniosum,  etc. 

Sirve  en  nuestra  lengua  para  formar  adjetivos  deri- 
vados de  substantivos,  y  también  de  otros  adjetivos  y 
de  verbos. 

Los  derivados  de  substantivos  denotan,  en  general, 
que  el  nombre  con  quien  conciertan  posee  en  abundan- 
.  '  cía  la  cosa  expresada  por  el  substantivo  pri,mitivo,  así : 
aceitoso  =  que  tiene  ,mucbo  aceite ;  airoso,  que  se  dice 
del  tiempo  o  sitio  en  que  hace  mucho  aire ;  y  del  mismo 
modo  alimentoso,  cantoso,  garhoso^  pajoso,  repeloso,  no- 
ticioso, sudoroso  y  tembloroso,  de  alim-ento,  canto,  garbo, 
paja,  repelo,  noticia,  sudor  y  temblor. 

Algunos  tienen  significación  activa,  como  afrentoso  = 
que  causa  afrenta ;  y  así,  lamentoso ,  de  lamento,  y  liti- 
gioso, del  lat.  litigiosus. 

También  los  hay  que  denotan  pertenencia ;  como  prade- 
roso, de  pradera,  u  origen  o  semejanza,  como  ladrillo- 
so, de  ladrillo. 

Los  substantivos  en  ad  pierden  esta  terminación  ante 
el  .sufijo:  así.  amistoso,  de  amistad;  dificultoso,  de  dificul- 
tad; facultoso,  de  facultad;  el  ant.  humildoso.  de  humil- 
dad ;  vanidoso,  de  vanidad,  y  veleidoso,  de  veleidad. 

No  obstante,  de  bondad,  decimos  bondadoso  y  hondo- 
so.  Sin  duda  que  la  tendencia  a  evitar  nombres  de  muchas 
sílabas  debe  ser  causa  de  este  fenómeno,  que  ya  ocurría 
en  latín,  que  formó  calamitosus  del  tema  calamitat. 
■  Medroso,  de  miedo,  con  r,  por  influencia  de  temeroso ; 
sabroso,  síncopa  de  saboroso,  lat.  saporosiis;  temeroso 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  Ií5 

y  valeroso,  de  temor  y  valor,  con  e  por  o,  quizá  por  disi- 
milación, o  por  influencia  de  temer  y  valer;  piadoso,  del 
lat.  pietosus;  sotioroso  =  sonoro,  y  estruendoroso,  de 
estruendo,  por  analogía  con  rumoroso,  de  rumor. 

Raboso,  de  rabo,  ha  dado  origen  a  los  substantivos 
raposo  y  raposa. 

Xenemos  foranas  dobles,  como  nervioso  y  nervoso;  de- 
rivada la  primera  de  nervio,  y  la  segunda,  del  lat.  ner- 
vosus. 

b)  Los  derivados  de  adjetivos  aumentan  en  genera 
la  significación  del  primitivo;  como  amargoso,  gravoso, 
rancioso,  verdoso  y  i'oluntarioso,  <ie  amargo,  grave,  ran~ 
ció,  verde  y  voluntario.  Perdidoso,  del  p.  p.  perdido. 

c)  Los  verbales  tienen  significación  activa,  como  guar- 
doso, resbaloso,  sudoso,  tembloso  y  tropezoso,  de  guar- 
dar, resbalar,  sudar,  temblar  y  tropezar. 

Tartajoso,  de  tartajear,  con  pérdida  de  la  e  del  ra- 
dical 

Este  sufijo  se  combina  con  ajo,  en  espumajoso,  pe- 
gajoso y  quemajoso,  de  espmna,  pegarse  y  quejnar;  con 
ICO,  en  quejicoso,  de  quejarse;  y  reforzado  con  el  soni- 
do eg^  lo  tenemos  en  pedregoso  y  terregoso,  que  deri- 
van, no  inmediatamente'  de  piedra  y  tierra,  sino  de  un 
adjetivo  del  lat.  vulgar  en  icus,  que  vemos  en  tosegoso, 
del  lat.  tussicus.  Asimismo  aguanoso,  del  lat.  aquanosiis, 
y  no  de  agua. 

A  semejanza  de  acuoso,  estuoso  y  virtuoso,  que  pro- 
ceden de  los  latinos  aquosus,  aestuosus  y  virtuosus,  te- 
nemos adjetivos  en  uoso,  al  lado  de  la  forma  ordinaria 
en  oso,  lo  que  ya  ocurría  en  latín,  que  tiene  fastosus  y 
fastuosus,  de  dfonde  nuestros  fastoso  y  fastuoso.  Las 
íormas  castellanas  en  oso  son  vulgares;  las  en  uoso, 
eruditas  y  derivadas  de  substantivos  de  la  cuarta  de- 
clinación; así,  flatoso,  puntoso,  respetoso  y  untoso,  de 
flato,  punto,  respeto  y  unto;  mientras  flatuoso,  puntuo- 
so, respetuoso  y  untuoso,  de  flatus,  punctus,  respectus 
y  unctus.  Asimismo,  conceptuoso,  de  conceptus,  concep- 
to, y  espirituoso,  de  spiritus;  pero  también  se  dice  espi- 
ritoso. Ostentoso,  de  ostentar,  y  no  ostentuoso  como  po- 
dríalos decir,  por  d  latin  ostentuosus. 


Il6  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

146.  OTE,  fem.  ot.%  paroxítono.  Este  sufijo  de  origen  francés 
o  dialectal,  modifica  la  significación  del  primitivo  a  que 
se  une,  dándole  sentido  despectivo,  casi  siempre  con  va- 
lor aumentativo  o  diminutivo,  y  se  añade  a  substanti- 
vos y  a  adjetivos,  así : 

I.*  A  SUBSTANTIVOS,  a)  cofi  valor  aumentativo :  ange- 
lote^  barrote,  caballerote,  capote,  chicote,  chicota,  frai- 
lóte, mangote,  pincelóte  y  virote,  de  ángel,  barra,  caba- 
llero, capa,  chico,  chica,  fraile,  manga,  pincel  y  vira. 

En  mazacote,  de  maza,  se  combina  con  el  sufijo  Aco. 
El  género  del  derivado  no  es  siempre  el  mismo  que  el 
del  primitivo,  como  se  ve  en  barrote,  de  barra. 

b)  con  valor  diminutivo :  anclote,  calabrote,  camarote, 
galeota,  islote,  palote,  picota  y  pipote,  de  ancla,  calabre. 
cámara,  galea,  iála,  palo,  pica  y  pipa. 

2."  A  adjetivos:  barbarote,  ta;  blancote,  ta;  nwreno- 
te,  ta;  picarote,  ta,  y  el  ant.  vejóte,  ta,  de  bárbaro,  blan- 
co, moreno,  picaro  y  viejo. 

Tienen  significación  despectiva  u  otra  relacionada  con 
la  del  primitivo :  barbote,  comisóte,  cascote,  cerote,  co- 
gote y  cocote,  galeote,  garrote,  guillote,  guisote,  jigote, 
melote,  pegote,  pelote,  principóte  y  quijote,  de  barba,  ca- 
misa, casco,  cera,  coca,  galea,  garra,  guilla,  guiso,  jiga, 
miel,  pega,  pdo,  pfíncipe  y  cuja.  Así  también  bcUota, 
de  bala;  garzota,  de  garza;  maneota  y  maniota,  de  nia- 
nea.  Gaviota,  y  su  variante  paviota,  de  gavia,  con  igual 
s^ificación  que  el  primitivo. 

Bellote,  de  bellota;  pagote,  de  paga,  o  de  la  fraise  pa- 
gote (te  pago). 

Hay  algunos  gentilicios,  como  bergamota,  de  Bérgamo, 
y  candiota,  de  Candía. 

Derivan  de  primitivos  latinos :  espióte,  ant.  =  espiche, 
de  spiculum ;  monigote,  de  monáchus ;  pelota,  de  pila  = 
pelota;  pijota,  b.  lat.  pisciota,  de  piscis,  pez;  pilote,  de 
pila  s=  pilar;  y  de  primitivo  desconocido,  bigote,  chi- 
chota, estricote,  frangote,  gabote,  nwgote  y  pinzote.  Pi- 
cote, en  port.,  picoto  y  picote. 

Idiota,  patriota,  etc.,  son  latinos  (idiota,  patriota);  ca- 
melote del  gn  y.cf.^i.qKmz^,  Gon  retrotracción  del  acento. 

Del  árabe  procede  alrota,  azote,  azaróte,  bellota,  cha- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  ij 

f aróte,  marlota,  tagarote  y  algún  otro,  cuyas  etimologías 
pueden  verse  en  el  Diccionario. 

Tenemos  algunos  de  origen  mejicano,  así:  achiote  y 
achote,  catnote,  cayote  y  clmyote,  popote  y  zapote,  de 
achiotl,  camotli,  ohaiotl,  popotl  y  tzapotl.  Ojota,  del  qui- 
chua uxuta. 

Del  francés  hemos  tomado  brulote,  compota  y  lingote.' 
que  en  la  dicha  lengua  son  brülot,  compote  y  lingot;  y 
del  inglés  fly-boat,  hemos  hecho  filibote. 

147.  oz,  oxítono.  Esta  terminación  no  es  sufijo  en  castellano; 
pues  las  pocas  voces  que  la  tienen  proceden  casi  todas 
del  latín,  como  atros,  feroz,  precoz,  z'^loz  y  voz,  que  de- 
rivan de  atrocem,  ferocem,  precocem,  velocem  y  vocem ; 
coz  y  hoz,  de  calcem  y  falcem. 

Albornoz,  alficoz  y  su  variante  alp^icoz,  y  arroz,  del 
ár.  ^j^jJ]^  albornoq,  j^yiáJI,  alficoc,  y  jjj^^^  arroz. 

Sólo  en  tejaros,  de  teja,  hallamos  este  sufijo;  y,  ccwno 
se  ve,  combinado  con  ar  (aroz).  Para  los  patronímicos 
en  oz,  véase  ez. 

148.  ozo,  fem.  oza,  paroxítono.  Con  estas  terminaciones  tene- 
mos vocablos  de  distintos  orígenes.  Así,  gozo,  pozo  y  loza, 
de  los  latinos  gaudiimí,  puteum  y  luteam.  El  adj.  tozo  y 
el  substantivo  toza  deben  ser  variantes  de  tocho,  como 
in-ozo  y  moza  quizá  lo  sean  de  mocho,  mejor  que  del 
lat.  musteus  (comp.  mochil) :  carroza  y  tabloza,  proce- 
den del  italiano :  albatoza,  alloza  y  allozo  y  choza,  del  ára- 
be ,-¿!ÍaJl,  albatox;  Sj^ul,  allauza,  J^i-,  jo<;qa;  emhóso, 
roza,  etc.,  de  embozar,  rozar,  etc. 

De  origen  obscuro  son :  calabozo  =  instrumento  de 
podar,  calabozo  =  calagozo,  carozo,  coroza,  que  tal  vez 
sea  variante  de  caperuza;  coroza  =  corojo,  escorrozo  y 
sotrozo, 

149.  siÓN.  Terminación  oxítona  que  procede  del  acusativo  de 

los  nombres  latinos  en  sio,  sioncm,  de  igual  significación 
que  los  en  fio,  tioncm  (véase  el  sufijo  cien),  como  se  ve 
en  abstersión,  abusión,  accesión,  admisión,  concesión, 
repulsión,  etc.,  de  abstersionem,  abusion<;m,  accesionem, 
admissionem,  concisionem.  repulsionem.  etc.,  a  semejan- 
za de  los  cuales  hemos  formado  por  analogía  con  dios, 
versión,  del  lat.  versura,  sup.  de  verteré ;  diversión,  de  di- 


:i  1 8  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

versuin;  emulsión^  de  emulsUtm,  y  propulsión,  de  pro 
pulsuim,  en  los  cuales,  como  se  ve,  el  verdadero  sufijo  es 
ION.  Los  demás  nQmbres  en  sión  son  latinos,  y  con  la 
particularidad  de  que  no  los  hay  de  más  de  tres  silabas, 
a  no  ser  que  sean  compuestos,  como  irreflexión  y  re- 
percursión. 

150.  SOR,  oxítono;  fem.  sora,  paroxítono.  Casi  todos  los 
nombres  que  tene,mos  con  esta  terminación  proceden  de 
los  acusativos  latinos  en  sorem,  o  sea,  de  los  temas  en 
SOR,  sufijo  de  igual  significación  que  tor;  como  se  ve 
en  antecesor,  censor,  defensor,  posesor,  precursor,  su- 
cesor, etc.,  de  antecessorem,  censorem,  defensorem,  etc., 
a  se^nejanza  de  los  cuales,  ihemos  formado  pretisor,  del 
lat.  prehensum,  y  no  sé  si  algún-  otro.  iJos  fqmeninos 
correspondientes,  como  antecesora,  censora,  etc.,  son  de 
formación  castellana. 

151.  sorio,  fem.  soria,  paroxítono.  Con  estas  terminaciones 

tenemos  algunos  adjetivos  y  substantivos  toimados  di- 
rectamente del  latín,  cQmo  censorio  y  dimisorias,  de  cen- 
sorium  y  dimissorias,  y  otros  pocos  forfnados  a  imita- 
ción de  éstos,  como  decisorio^  detersorio,  diz'isorio,  re- 
misorio y  revulsorio,  que  no  derivan  de  ningún  verbo 
casteilano,  sino  de  los  supinos  latinos  decisum,  deter»- 
sum,  divisum,  remisum  y  revulsum,  y  en  los  cuales,  como 
se  ve,  lo  mismo  que  en  los  que  citamos  a  continuación, 
el  verdadero  sufijo  es  orio. 

.  Compulsorio  puede  derivar  del  supino  compulsum  o 
del  infinitivo  cQmpulsar;  pero  casorio,  holgorio  y  ve- 
lorio, derivan  de  casar,  holgar  y  velar.  Reqnilorio^  por 
requerorio,  de  requerir,  con  cambio  de  e  en  i  como  en 
requirió,  requirieron,  y  disimilación  de  r  en  /;  podrigo- 
rio y  pudrigorio,  de  podrir  y  pudrir  con  el  sufijo  ígorio 
{igo  -\-  orio). 

Abolorio  =  abolengo,  de  abueJo ;  el  a.á].  bellorio,  del 
mismo  origen  que  vellorí,  y  mortuorio,  del  lat.  jnortuus, 
Abalorio  =  cuentecilla  de  vidrio,  del  ár.   ^Juil,  albalur: 
cimbori-o,   del  lat.   ciborium,  gr.  -xi6,¡,f>.ov. 
TICO.  Véase  ico,  paroxítono. 

152.  TERio,  paroxítono.  Tomando  como  sufijo  la  terminación 

ERDO  de  baptisterio,  cerüenterio  y  '  monasterio,  que  pro- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  Hg. 

ceden  de  los  grecolatinos  baptisterium,  coemeterium  y 
moíiasterium,  nombres  formados  con  el  sufijo  griegc 
-r,p<.o.  que  denota  lugar,  hemos  formado  beaterío,  de 
beata. 

153.  TOR,  oxítono;  fem.  tora,  paroxítono.  Es  la  forma  eru- 

dita del  sufijo  latino  tór,  equivalente  a  la  vulgar  dor, 
y  con  ella  tenemos  algunos  nombres,  como  actor,  cantor, 
director,  doctor,  inventor^  etc.,  de  actórem,  cantórem,  di- 
rectórem,  doctórem,  inventórem,  etc.,  que,  como  se  ve, 
son  los  mismos  acusativos  latinos  con  apócope  del  em 
final.  A  semejanza  de  los  mismos  hemos  formado  reflec- 
tor, de  reflectarx  Los  femeninos  adora,  cantora,  etc.,  son 
también  de  formación  castellana. 
TUD.  Véase  itUD. 

154.  (t)oriO.   fe;m.   (t)oria,  paroxítono.  Es  la  forma  erudita 

del  sufijo  latino  tono  del  mis,mo  que  por  evolución  vul- 
gar procede  dero.  Así,  laudatorio,  lavatorio,  palmatoriu 
y  transitorio,  de  laudatorias,  lavatorium,  palmatoria  y 
transitorhis. 

Forma,  como  dero,  adjetivos  y  substantivos,  deriva- 
dos de  verbos.  T-X)s  adjetivos  denotan  que  el  substantivo 
con  quien  conciertan  tiene  virtud  para  verificar  la  acción 
del  verbo,  como  declaratorio  =  que  declara  o  explica. 
defo-rmatorio  =  que  deforma  o  sirve  para  deformar. 
T.os  substantivos  designan,  en  general  lugar,  como:  la- 
boratorio =  oficina,  etc..  de  laborar;  decmatorio  =  si- 
tío  donde  se  recogía,  el  diezmo,  de  dezmar. 

En  los  derivados  de  verbos  de  la  primera  conjugación,  el 
sufijo  es  ATORio,  y  en  los  de  la  tercera,  itorio.  De  la 
segunda  no  hay  ningún  derivado.  Así : 

De  la  primera,  a)  Adjetivos:  dedicatorio,  evacuato- 
rio., masticatorio,  narratorio,  ratificatorio,  recomendato- 
rio, reformatorio,  respiratorio,  de  dedicar,  evacuar,  mas- 
ticar, narrar,  ratificar,  recomendar,  reformar  y  respi- 
rar. Migratorio  del  lat.  migrare,  emigrar. 

b)  SubstanHz'os :  adoratorio,  cagatorio  y  recordato- 
rio, de  adorar,  cagar  y  recordar.  Escapatoria,  de  escapar. 

De  la  tercera:  definitorio,  de  definir:  htJtibitorio,  de 
inhibir,  y  no  sé  sí  algún  otro. 

Tenemos  algunos  derivados  del  supino  latino:  como 


120  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

locutorio,  de  locutum,  de  loquor,  hablar ;  o  del  p.  p.  cas- 
tellano, como  envoltoño,  de  envuelto,  de  envolver,  y  en 
los  cuales,  como  se  ve,  el  verdadero  sufijo  es  crio,  lo 
misimo  que  en  ejecutorio  y  ejecutoria,  derivados  de  eje- 
cutar. 

Pepitoria,  en  b.  lat.  piperitoria:  vejestorio,  de  viejo, 
con  el  sufijo  estorio. 

155.  TRiz,  oxítono.  Con  esta  terminación  tenemos  algunos  subs- 

tantivos femeninos  que  proceden  todos  de  acusativos 
latinos  en  -trtcent;  como  actriz,  adoratriz,  cantatriz, 
electriz,  emperatriz,  nteretriz,  nutriz,  pecatriz  y  tutriz, 
de  actricem,  adoratricem,  cantatricem,  electricem,  impe- 
ratricem,  meretricem,  nutricem,  peccatricem  y  tutricem. 

Estos  femeninos  corresponden  en  latín  a  masculinos 
con  el  sufijo  tor  (véanse  tor  y  dor),  y  son  todos  eru- 
ditos, algunos  de  los  cuales  han  substituido  a  las  for- 
mas vulgares  que  tuvo  el  castellano  antiguo ;  como  no- 
driz  y  pecadriz,  hoy  nutriz  y  pecatriz.  También  hemos 
desechado  cocadris  y  cocotriz,  b.  lat.  cocotricem,  por  el 
semierudito  cocodrilo^  de  crocodílus. 

A  semejanza  de  los  anteriores  ha  formado  el  castella- 
no los  sigiiientes  adjetivos  femeninos,  que  tienen  casi  to- 
dos su  forma  equivalente  en  dor.^,  tora  u  otra  vulgar, 
aunque  no  se  empleen  las  dos  indistintamente ;  así :  ace- 
leratriz  y  aceleradora,  atractriz  y  atractiva,  directriz  y 
directora,  locomotriz  y  locomotora,  motriz  y  motora,  pro- 
tectriz y  protectora.  También  el  isubstanfivo  femenino 
fregatriz  =  fregona,  de  fregar.  Cicatriz  y  matriz,  de 
cicatricem  y  matricem. 

El  misimo  origen  tiene  el  n.  pr.  Beatriz,  lat.  beatrix,  Tcis. 

156.  TURA,  TURO,   paroxítonos.   Los  substantivos  en   tura  son 

casi  todos  latinos,  como  captura,  escritura,  judicatura, 
moltura,  natura,  prefectura,  postura,  etc.,  que  proceden 
de  captura,  judicatura,  scriptura,  molitura,  natura,  prae- 
fectura,  positura ;  a  semejanza  de  los  cuales  hemos  for- 
mado colegiatura  y  jefatura,  de  colegio  y  jefe;  pues  -wm'- 
niatura,  mejor  que  de  miniar,  procede  del  fr.  miniat- 
ture,  como  oberiura,  de  ouverture.  Tesitura,  del  ital.  tessi- 
tura.  La  significación  de  este  sufijo  es  la  misma  que  la 
del  vulgar  dura. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  2 1 

Terminadas  en  turo  tenemos  muy  pocas  voces ;  como 
futuro  y  venturo,  de  las  latinas  futurum  y  venturum,  y 
el  substantivo  pasaturo,  usado  antiguamente  entre  estu- 
diantes, de  pasar.  También  alcoholaturo,  .de  alcohol,  o 
alcoholato,  voz  téctina. 
157.  uco^  fem.  uca.  paroxítono.  Procede  esta  terminación  de 
los  acusativos  latinos  en  ucum,  ucam,  que  corresponden 
a  temas  formados  con  el  sufijo  üco,  úca,  como  caduco 
y  saúco,  de  cadticum  y  sambucum.  El  mismo  origen  tie- 
nen también  las  terminaciones  ugo,  uga,  que  vernos  en 
lechuga  y  verruga,  de  lactucam  y  vemicam. 

Quizá  proceda  dtl  mismo  sufijo  latino  el  castellano 
uco  que  con  significación  despectiva  tenemos  en  algunos 
derivados  nominales,  como  almendruco,  casuca,  carruco, 
frailuco,  hermanuco  y  monteruca,  de  almendroi,  casa, 
carro,  fraile,  hermano  y  montera;  y  combinado  con  ar, 
es  decir,  aruco,  en  abejaruco,  de  abeja ,  y  pa jante  o,  al 
lado  de  pajarraco,  de  pájaro;  fabuco  (por  faguco)  y  ha- 
yuco, dú  lat.  fagus,  haya ;  y  bejuco  y  macuca,  de  origen 
desconocido. 

Fauca.  del  ár.  y^/s/c  f aluca ;  tabuco,  quizá  del  ár.  ^^, 
tabac,  y  niahtco,  adjetivo  que  aplicamos  al  natural  de  las 
islas  Malucas. 

UGO,  UGA.  Pocos  nombres  tenemos  con  este  sufijo 
Además  de  los  latinos  .mencionados  amiba,  podemos  ci- 
tar tasugo,  del  lat.  taxus,  tejón;  tortuga,  de  tortus,  tor- 
cido (b.  lat.  tortuca) ;  pechuga,  de  pecho :  verdugo,  de 
verde;  mendrugo,  quizá  de  la  raíz  de  mendigo,  y  besugo, 
de  origen  desconocido.  Tarugo  es  lo  mismo  en  portu- 
gués, catalán  y  valenciano.  Samarugo  (en  val.  samaruc), 
del  ár.  ^y^^,  cosmaúc. 

Í58.  ucHO,  f^m.  UCHA,  paroxítono.  Parece  variante  de  los  su- 
fijos uco  y  uzo,  según  vemos  en  casucha  y  casucho  =  ca- 
suco,  de  casa,  y  capucho  =  capuz,  b.  lat.  caputium.  Tie- 
ne significación  despectiva,  a  veces  diminutiva,  y  se  aña- 
de más  a  substantivos  que  a  adjetivos.  Así,  aguilucho, 
anifnalucho,  capucha,  medicucho^  papelucho.,  serrucho, 
tenducho  y  tenducha,  de  águila,  animal,  capa,  médico, 
papel,  sierra  y  tienda;  como  malv-hn  »,rhiducha  y  san- 
tucho, de  malo,  melado  y  santo. 


122  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

En  carducha,  de  carda ;  tiene  significación  aumentativa. 

Machucho  debe  proceder  de  macho;  cartucho,  del  ita- 
liano cartoccio;  cucurucho,  del  lat.  cucullus;  socucho,  de 
origen  no  averiguado. 

Combinado  con  otros  sufijos  se  halla  en  avcchucho, 
de  ave;  cafetucho^  de  café  (comp.  cafeto),  y  larguirucho, 
de  largo  (comp.  larguero). 

Análogos  en  significación  a  estos  derivados  son  los 
en  OCHO,  OCHA,  casi  todos  de  origen  obscuro,  como  caro- 
cha al  lado  de  carrocha;  corocha  en  sus  dos  distintas 
significaciones,  y  el  adj.  zolocho.  Garrocha  y  su  variante 
garlocha,  quizá  de  garra;  milocha,  variante  de  müoca; 
panocha,  y  su  variante  aragonesa  pinocha,  del  lat.  pa- 
nucula;  pinocha,  de  pino;  piocha,  del  ital.  pibggia,  y 
sacrismocho,  quizá  compuesto  y  sincopado  a  la  vez,  de 
sacristán  y  mocho. 
159.  UDO,  paroxítono.  Procede  del  latino  uto  (acus'at.  ütum). 
como  vemos  en  agudo  y  cornudo,  de  acutum  y  cornutum, 
y  forma  en  castellano  adjetivos  derivados  de  substanti- 
vos, y  que  denotan  que  el  nombre  a  que  califican  posee 
en  alto  grado  la  cosa  designada  por  el  primitivo.  Así, 
barbudo,  barrigudo,  cabezudo,  bezudo,  cachazudo,  carri- 
lludo, colmilludo^  corajudo,  grenchudo,  lomudo,  patudo, 
talludo,  etc.,  de  barba,  barriga,  cabeza,  bezo,  cachaza,  ca- 
rrillo, colmillo,  coraje,  grencba,  lomo,  pata,  tallo,  etc. 
Testarudo,  de  testa,  por  influencia  de  testera. 

Los  que  se  derivan  de  primitivos  que  designan  partes 
del  cuerpo  son  equivalentes  a  los  en  ón,  aunque  los  en 
UDO  parecen  más  despectivos. 

Algunos  derivan  de  radicales  latinos,  como  cojudo,  de 
coléus  =  testículo;  cervigudo,  no  de  cerviz,  sino  de  cer- 
vix,  icis.  Asimismo,  narigudo  supone,  lo  misano  que  na- 
ris, un  radical  naric. 

Como  la  vocal  final  del  primitivo,  se  pierde  también  el 
diptongo  ante  el  sufijo,  así:  pacienzudo  y  concienzudo, 
de  paciencia  y  conciencia.  Ta,mbién  se  pierde  el  dipton- 
go interno  si  lo  tiene  el  primitivo,  como  forzudo  y  mem- 
brudo, de  fuerza  y  miembro.  No  obstante,  al  lado  de 
osudo  se  dice  también  huesudo,  de  (hueso.  Topetudo  de- 
riva del  infinitivo  topetar.  Morrocotudo  y  zamborrotudo, 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  a3 

al  lado  de  zamborotudo,  deben  ser  formadoiies  capri- 
chosas, quizá  de  morro  y  zapibo;  la  primera  con  los  su- 
fijos oc{o),  ot{e)  y  udo,  y  la  segunda,  con  orrip),  ot{e) 
y  udo. 

En  los  substantivos  como  embudo,  engrudo,  escudo, 
etcétera,  la  terminación  udo  no  es  "sufijo. 
160.  üELO^  fem.  UELA,  paroxítono.  Procede  del  sufijo  latino 
ÓLO  que  de  átono,  se  hizo  paroxítono  en  latín  vulgar,  por 
lo  que  la  <?  se  diptongó  en  ue,  según  vemos  en  hijuelo, 
de  filiolimi;  lenzuelo,  de  linteolum;  orzuelo,  de  hordeo- 
limi;  azuela,  de  ascíolam,  y  pezuelo,  de  petiolum,  al  lado 
dd  culto  pecíolo. 

En  nuestra  lengua  forma  diminutivos  de  substantivos 
y  adjetivos.  Así:  abejuela,  agújentelo,  agujuela,  caba- 
lluelo,  corderuelo,  dineruelo,  herreruelo,  hilanderuelo , 
hojuela,  niayorazgüelo,  plazuela,  rapazuelo  y  Sanchuelo, 
de  los  substantivos  abeja,  agujero,  aguja,  caballo,  corde- 
ro, dinero,  herrero,  hilandero,  hoja,  mayorazgo,  plaza, 
rapaz  y  Sancho,  como  bajuelo,  borracJiuelo,  chicuelo  y 
parlcruelo,  de  los  adjetivos  bajo,  borracho,  chico  y  par- 
lero. 

Demoñuelo,  de  de^nonio;  con  cambio  del  grupo  niue 
en  ñue- 

Si  el  primitivo  terjnina  en  dos  vocales  que  no  formen 
diptongo,  y  la  primera  de  ellas  es  t  o  í  acentuadas,  sub- 
sisten éstas  ante  el  sufijo,  el  cual  toma  una  h  que  el  vul- 
go y  algunos  escritores  han  solido  convertir  en  g,  así: 
alde  huela  y  aldegüela,  de  aldea;  amble  huelo,  de  ambleo; 
Andrehuela  y  Andregüela,  de  Andrea;  correhuela  y  co- 
rregüela, de  correa;  judihuelo  y  judigüclo,  de  judío;  Lu- 
cihuela  y  Lucigüela,  de  Lucía;  picardihuela  y  picardi- 
giiela,  de  picardía.  También  parihuela,  de  par.  En  cam- 
bio, los  diptongos  10,  ia,  se  pierden  ante  el  sufijo:  igle- 
suela,  negozuelo  y  pendenzuela,  de  iglesia,  n^ocio  y  pen- 
dencia. 

Por  analogía  con  illo,  ico  e  itov  se  convierte  este 
sufijo  en  zuELO,  ezuelo  y  ecezuelo,  casi  en  los  mismos 
casos  en  que  aquéllos  toman  las  formas  culo,  ecillo,  ece- 
cillo,  etc.  Así :  toman  zuelo  las  voces  agudas  de  dos  o 
más  silabas  terminadas  en  n  o  r:  bribonzuelo,  cabrón- 


i  24  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFEfe 

zuelo^  autorzuelo,  escritorzuelo,  mujerzuela  y  pintorzue- 
lo,  de  bribón,  cabrón,  autor,  escritor,  mujer  y  pintor. 

Ton^n  EZUELO:  á),  los  monosílabos  en  consonante,  in- 
cluso la  3;:  hoyesuelo  y  bueyezuelo,  hacesuelo,  pecezuelo 
y  reyezuelo,  de  buey,  haz,  pez  y  rey;  b),  los  bisilabos 
en  e:  frailczueló,  grandczuelo,  hombrezuelo,  pobrezuelo 
y  tristezuelo,  de  fraile,  grande,  hombre,  pobre  y  triste; 
c),  bisilabos  con  uno  de  los  diptongos  ei,  ie,  ue  en  pri- 
mera sílaba:  reinezuela,  cieguezuelo,  piecezuela  y  hierre- 
zuelo,  de  reina,  ciego,  pieza  y  hierro;  cuentezuela,  fue- 
guezuelo,  huertezuelo  y  huertezuela,  de  cuenta,  fuego, 
huerto  y  huerta;  d),  bisílabos  terminados  en  uno  de  los 
diptongos  io,  ia,  ua,  de  los  cuales  los  dos  primeros  des- 
aparecen ante  el  sufijo:  bestezuela,  pero  también  besti- 
zuela  y  ant.  bestihuela,  de  bestia ;  nervezuelo,  de  nervio ; 
lengüezuela  y  yegüezuela,  de  lengua  y  yegua;  e),  bisila- 
bos en  o,  como  flequezuelo,  de  fleco. 

Vamos  el  sufijo  ecezuelo  en  piecezuela,  de  pie,  al  lado 
de  pecezuelo  que  también  es  dim.  de  pez. 

Como  en  la  fonma  diminutiva  pasa  al  sufijo  el  acento 
del  primitivo,  se  pierde  el  diptongo  ie  o  ue  s\  lo  tiene 
éste,  y  reaparece  en  el  derivado  la  vocal  originaria;  así, 
serrezuela,  de  sierra,  lat.  serra ;  pontezuelo,  de  puente, 
lat.  pontem.  Pero  al  lado  de  esta  ley  que  es  la  etimoló- 
gica, aparece  otra  que,  desentendiéndose  del  origen  de 
los  primitivos,  conserva  el  diptongo  en  los  derivados; 
y  así  tenemos:  boezuelo  y  bueyezuelo,  de  buey,  dat.  bo- 
vem;  ceguezuelo  y  cieguezuelo,  de  ciego,  lat,  caecum; 
cigoñuela  y  cigüeñuela,  de  cigüeña,  lat.  ciconia ;  cordezuela 
y  cuerdezuela,  de  cuerda,  lat.  chorda;  corezuelo  y  cuere- 
^uelo,  de  cuero,  lat.  corium;  cornezuelo  y  cuernezuelo, 
de  cuerno,  lat.  cornu ;  costezuela  y  cuestezuela,  de  cuesta, 
lat.  costa;  fognezuclo  y  fueguezuelo,  de  fuego,  lat.  fo- 
cum ;  fortezuelo  y  fuertezuelo,  de  fuerte,  lat.  f ortqm ; 
hortezuelo  y  huertezuelo,  de  huerto,  lat.  hortum ;  hor- 
tezuela  y  huertezuela,  de  huerta,  lat.  hortam;  pecesue- 
la  y  piecezuela.,  de  pieza,  b.  lat.  petia ;  pedrezuela  y  pie- 
drezuela,  de  piedra,  lat.  petra;  pontezuela  y  puentezue- 
la,  de  puente,  lat.  pontem;  porquezuelo  y  puerquezuelo, 
de  puenco,  Jat.   porcum;  portezuela  y  piiertezuela,   de 


bERIVACION  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  12$ 

puerta,  lat.  porta;  portezuelo  .y  puertezuelo,  de  puerto, 
lat.  portum;  vejezuelo  y  viejezuelo,  de  viejo,  lat.  ve- 
tulum. 

No  tienen  la  foqna  vulgar,  o  al  menos  no  ha  sido 
adoptada  aún  por  el  Diccionario  de  la  Academia,  cor- 
nezuelo, de  cuenio;  doüezuelo,  de  diente;  nervezuelo, 
de  nervio;  netezuelo,  de  nieto;  poblezueloy  de  pueblo; 
pontezuelo,  de  puente ;  rodezuela,  de  rueda ;  serrezuela, 
de  sierra,  y  tendezuela,  de  tienda. 

4.°  En  otros  iKwnbres  vemos  este  sufijo  combinado 
con  ACHO,  icHO  o  IZO  {achuelo,  ichuelo,  izuelo),  así:  habi- 
chuela, de  -haba;  portachuelo  y  portichuelo,  de  puerto; 
riach%telo,  de  río;  navichuela,  de  nave;  pañizuelo  =^  pa- 
ñuelo, de  paño;  valle juelo,  de  valle  (ejo  +  uelo). 

Un  mismo  nombre  puede  tener  distintos  diminutivos : 
como  puentezuela  y  puentecilla^  de  puente. 

Aun  con  forma  diminutiva  tienen  significación  positi- 
va, bien  que  designando  objetos  pequeños  o  menores  que 
otros  de  su  especie,  herreruelo,  pieza  pequeña  de  hierro; 
cigoñuela,  no;ttibre  de  una  ave  menor  que  la  cigüeña ; 
aceruelo  y  f aceruelo,  especie  de  albardilla  para  montar ; 
triquiñuela,  sin  positivo  conocido. 

Abuelo,  del  lat.  avus,  b.  lat.  aviolus;  buñuelo,  del 
ant.  alto  al.  bungo;  sa>iguijuela,  de  sanguja,  lat.  sangui- 
suga ;  viruela,  en  b.  lat.  varióla.  Vihuela  es  el  mismo  nom- 
bre iñola  con  la  o  diptongada  en  w^  y  la  //  ortográfica. 

Herrehuelo  =  ferreruelo,  manto  de  gala,  del  al.  feier 
hulles. 
161.  UEÑo,  fejn.  UEÑA,  paroxítono.  Procede  este  sufijo  del  la- 
tino vulgar  oneuSj  como  se  ve  en  risueño,  de  risóneus, 
der.  de  risum,  risa;  y  no  lo  vemos  en  castellano  más  que 
en  halagüeño,  de  halagar,  y  en  pedigüeño,  de  pedir,  don- 
de, como  en  pedigón,  se  halla  combinado  con  igo. 

Cigüeña,  del  lat.  cicónia ;  y  vidueño,  al  lado  de  viduño, 
de  vitineus,  con  cambio  de  ifteus  en  oneus. 

EJ  mismo  origen  debe  de  tener  d  sufijo  o  Ño  que  ve- 
mos en  carroña  y  carroño;  en  lodoño,  del  lat.  lotos,  gr. 
Xiuxó;,  y  en  madroño;  pero  no  en  cocona,  otoño  y  zampona, 
que  proceden  de  los  latinos  calumnia,  autitmnum  y  sytiv 
phoniam,  ni  en  gazmoña,  del  vasco  gazmuña. 


126  ;fOSÉ    ALEMANY    BÓLUFEk 

Retoño  es  postverbal. 

Variante  de  ueño  es  uño,  que  vemos  en  viduño  =  vi- 
dueño; en  artuña  de  origen  desconocido,  y,  en  terruño^ 
de  tierra. 

Pezuña  o  pesuña,  es  compuesto ;  clcuña,  voz  peruana ; 
comuña,  del  lat.  communia;  y  variante  de  éste  debe  ser 
ca^muñas.  Garduña,  quizá  del  ár.  ^^^.u\iy,  carcadun;  y  de 
él,  el  adj.  garduño. 

Aruño,  rascuño  y  rasguño  son  postverbales. 
UGO.  Véase  uco. 

162.  ujo,    fem.    uja,   paroxítono.    Procede    del   latino   ucülo, 

ucÜLA  (nom.  US,  a;  acusat.  um,  am),  como  se  ve  en  agu- 
ja, de  acuculam ;  bandujo  =  bandullo,  de  ventriculum, 
y  también  en  b orujo  y  burujo,  que  supone  un  vulgar  vo- 
luculum,  b.  lat.  volucrum. 

En  los  pocos  derivados  que  forma  en  nuestra  lengua 
tiene  significación  despectiva,  así :  blandujo  y  el  ant.  ma.- 
grujo.j  de  blando  y  magro ;  granuja  y  granuja,  de  grano ; 
Maruja,  de  María ;  tapujo,  taperujo  y  tapirujo,  de  tapar. 
Orujo,  aféresis  de  borujo;  candujo,  de  candado  con  cam- 
bio de  sufijo:  tamujo,  metátesis  de  ,matojo. 

Sin  primitivo  conocido  tenemos  aduja,  curuja  =  cu- 
ruca, escaramujo,  gardujo  y  papandujo. 

Ujo  es  terminación  y  no  sufijo  en  brujo  y  bruja,  latín 
bruscus ;  eflujo  e  influjo,  lat.  ef fluxum  e  influxum ;  car- 
tuja, del  mismo  origen  que  el  fr.  Chartreuse;  cartujo, 
de  cartuja;  somorgujo  y  su  variante  somormujo,  del  pre- 
fijo so  y  el  lat.  mergolus.  Tampoco  lo  es  en  burbuja, 
palabra  que  creo  formada  de  la  repetición  de  la  raíz  de 
bullir. 

Dibujo,  del  ár.  SL.í..Lj^,  dibaja :  escamujo,  rebujo  y 
rempujo,  son  postverbales ;  reflujo,  compuesto  de  re  y 
flujo. 

163.  UL,  oxítono.  El  sufijo  latino  üli  no  pasó  al  castellano, 

donde  sólo  tenemos  con  aquella  terminación  el  adjetivo 
erudito  curul,  lat.  curulis;  los  vocablos  baúl,  estrangul 
y  garzul,  de  origen  no  averiguado;  azul,  del  ár.  Oj)*;^, 
lazurd;  abedul,  del  lat.  betüla,  con  lia  a  del  artículo 
árabe;  chaiU,  del  inglés  shawl;  gandul,  del  kr. _)^cs.x¿.,  ga.n- 
dur,  y  quizá  algún  otro. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 27 

164.  ULENTO,  OLENTO,  paroxítono.  Son  los  mismos  sufijos  la- 

tinos ULENTO  y  OLENTO  quc  mantienen  inalterable  la  e  tó- 
nica en  los  vocablos  eruditos,  y  la  diptongan  en  ie  en  los 
contados  derivados  que  han  sufrido  la  influencia  vulgar; 
así,  corpulento,  fraudulento,  macilento,  opulento,  pulve- 
rulento, purulento,  sanguinolento,  suculento,  truculento, 
turbulento,  zñnolento  y  violento,  son  los  mismos  adjeti- 
vos latinos,  cambiada  la  final  o  en  us;  corpulentus,  f  rau- 
dukntus,  etc.  La  terminación  femenina  es  lo  mismo  en 
castellano  que  en  el  nominativo  latino;  corpulenta,  frau- 
dulenta, etc.  Sólo  vejnos  diptongada  la  e  en  soñoliento, 
al  lado  del  anticuado  soiiolento,  del  lat.  somnolentus ;  pero 
no  en  flatulento,  de  flato. 

Denotan  estos  adjetivos  que  el  substantivo  con  quien 
conciertan  posee  en  alto  grado  la  cosa  denotada  por  el 
primitivo.  Algunos  tienen  significación  activa  y  pasiva, 
así:  flatulento  =  que  causa  flatos,  o  que  los  padece; 
soñoliento  =  que  causa  sueño,  o  acometido  del  sueño. 

165.  ULO.  fem.  ula.  átono.  Los  substantivos  y  adjetivos  que 

tenemos  con  esta  terminación  son  de  origen  erudito  y 
proceden  de  los  latinos  en  -ülus,  iíla;  como  ángulo,  dis- 
cípulo, fámulo,  fámula,  férula,  manípulo,  módulo,  pár- 
Tttlo,  régulo,  znrgula,  que  son  en  latín  cingulus,  discipu- 
lus,  etc.  Y  lo  mismo  los  adjetivos  crédulo,  gárrulo,  ri- 
dículo, etc.  Sólo  válvula,  voz  empleada  en  Medicina,  y 
quizá  alguna  otra,  es  de  formación  castellana. 

Brújula  y  girándula,  de  los  italianos  bussola  y  girán- 
dola. 

En  la  derivación  vulgar,  el  sufijo  ülo,  ula,  perdió  la  u 
y  formó  nombres  y  adjetivos  en  o  y  en  a,  con  el  acento 
en  penúltima  sílaba :  como  pueblo,  de  populum ;  espejo, 
de  speculum;  trillo,  de  tribulum;  tabla,  de  tabulam,  etc. 

166.  ULLO,   fem.   ULLA,   paroxítono.   Con   estas    terminaciones 

tenemos  algunos  nombres  de  distinta  pnooedenda  lati- 
na. Así,  capullo,  de  capitülum,  con  cambio  de  sufijo :  cn- 
jullo,  y  el  ant.  ensullo,  de  insubiílnm ;  murmullo,  mur- 
murio, de  murmur,  y  otros  de  origen  desconocido,  como 
cogulla  y  cugulla,  corrulla  y  curulla,  hallullo  y  hallulla, 
repullo  y  garapullo,  tafulla  y  tahulla,  zorrullo  y  zurullo. 
Casulla  y  ramulla,  de  casa  y  rama ;  gorullo  es  varían- 


120  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

te  de  boiTjjo ;  garulla  =  granuja ;  el  ant.  escarapulla> 
variaíite  de  escarapela. 

Arrullo  y  farfulla,  onomatopéyicos :  barbulla,  desbu- 
lla, patrulla  y  algún  otro,  postverbales,  y  batifulla,  com- 
puesto de  batir  y  fulla.  Garbullo,  en  ital.  garbuglio;  or- 
gullo,, del  germ.  urgoli, 

167.  UMBO,  fem.  umba,  paroxítono.  Poquísimos  son  los  voca- 

blos que  tenemos  con  testa  terminadón;  como  tumba, 
lat.  tumba;  tumbo,  gr.  TÚa^o^;  balumbo  y  balumba,  del 
lat.  volumína;  cachumbo  =  gachumbo,  de  origen  dudo- 
so, y  rumbo,  en  fr.  rumb  y  en  ital.  rombo. 

168.  UMBRE,  paroxítono.  Procede  del  acusativo  vulgar  latino 

de  los  nombres  formados  con  el  sufijo  ümen  (acusativo 
vulgar  -umtnem),  como  se  ve  en  alumbre,  cumbre,  he- 
rrumbre.j  legumbre  y  lumbre,  de  aluminem,  cu'lminem, 
ferruminem,  leguminem  y  luiminem. 

Ta^mbién  procede  de  nombres  latinos  en  tudo,  sufijo 
que  en  latín  vulgar  fué  substituido  por  tümen  (acusa- 
tivo tuminem);  y  así  tenemos  los  castellanos  costumbre, 
mansedumbre,  muchedumbre,  servidumbre,  de  consue- 
tuminem,  mansuetuminem,  multituminjem  y  servitumi- 
nem,  acusativos  vulgares  en  vez  de  los  clásicos  consue- 
tudinem,  etc. 

Pocas  son  las  formaciones .  castellanas  en  que  entra 
este  sufijo.  Entre  ellas  pueden  citarse  quejumbre,  salum- 
bre  y  techumbre,  de  queja,  sal  y  techo.  También  dulce- 
dumbre, él  ant.  firmedumbre  y  podredumbre,  de  formas 
vulgares  en  turnen,  que  substituyeron  a  las  clásicas  dul- 
cedo,  firmitudo  y  putredo.  Asimismo  pesadumbre,  de  pe- 
sado o  de  pesar,  por  analogía  con  los  anteriores,  y  ca- 
zumbre, de  origen  incierto. 

Azumbre  del  ár.  ^^iJI,  atzumne.  Vislumbre,  post- 
verbal. 

En  albumen,  cacumen,  volumen  y  el  ant.  bitume,  hoy 
betún,  pasó  al  castellano  el  sufijo  unten  (lat.  albumen, 
cacumen,  volumen  y  bitümen)  con  pérdida  de  la  n  en  el 
último.  También  tenemos  cardumen  y  cardume,  de  ori- 
gen dudoso. 
ITMEN.  Véase  umbre. 

169.  UNDO,    fem,   UNDA^    paroxítono.    Lo   mismo  que   los  en 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 29 

BUNDO,  son  eruditos  los  adjetivos  en  cundo  y  undo, 
como  facundo^  fecundo  y  sus  compuestos  infacundo  e 
infecundo;  iracundo,  jocundo  y  rubicundo,  asi  como  in- 
mundo, profundo  y  segundo,  que  proceden  de  los  latinos 
facundus,  etc.,  jucundus,  etc.,  inmundus,  profundus  y 
secundus.  El  substantivo  coyunda,  de  coiuncta;  baraún- 
da, de  primitivo  desconocido. 
UNGO.  Véase  ongo. 

170.  UNO,  fem.  una,  paroxitono.  Ya  proceda  esta  terminación 

de  la  latina  ünum,  ünam,  como  vernos  en  ayuno^  laguna, 
oportuno  y  tribuno,  de  jejunum,  lacunam.  opportunum  y 
tribunum,  ya  sea  variante  despectiva  de  ino,  como  se 
ve  en  cervuno  =  cervino,  se  halla  viva  en  nuestra  len- 
gua, como  sufijo  formativo  de  adjetivos  que  denotan  per- 
tenencia o  relación. 

Lo  más  común  es  que  se  añada  a  nombres  de  animales ; 
como  en  abejuno,  ant.  asnuno,  boyuno  y  bueyuno,  ca^ 
balluno,  cabrituno,  cabruno,  carneruno,  conejuno,  chotu- 
no, gatuno,  lebruno,  lobuno,  osuno,  ovejuno,  perruno, 
raposuno,  vacuno  y  zorruno,  de  abeja,  asmo,  buey,  caba- 
llo, cabrito,  cabra,  carnero,  conejo,  choto,  gato ,  liebre , 
lobo,  oso,  oveja,  perro,  raposa,  vaca  y  zorra. 

Es  poco  frecuente  en  nombres  de  personas;  pero  se 
halla  en  frailuno,  ant.  hembruno  y  hombruno,  de  fraile, 
hembra  y  hombre ;  y  menos  aún  en  adjetivos,  como  &a- 
huno  y  bajuno,  de  bajo. 

En  la  terminación  femenina  se  hallan  substantivados 
algunos  de  estos  derivados,  como  conejuna  y  perruna,  de 
conejo  y  perro;  también  tontuna,  del  adj.  tonto. 

Aceituna,  del  ár.  ñí^Oí.'!^  azaituna.  y  de  ésta,  aceituno. 
Anquiboyuno  y  resumbruno,  son  compuestos. 
I-ÑO,  UÑA.  Véase  ueño. 

171.  uo,  diptongo  átono.  Los  vocablos  que  tenemos  con  esta 

terminación  proceden  todos  de  latinos  en  uus,  y  son  eru- 
ditos o  semicultos;  como  antiguo,  arduo,  asiduo,  con- 
gruo, conspicuo^  continuo,  exiguo,  fatuo,  mutuo,  etc.; 
que  son  en  latín  antiquus,  arduus.  assiduus.  congruus, 
conspicuus,  continuus,  exiguus,  fatuus,  mutuus,  etc.  El 
lenguaje  vulgar  evitaba  el  hiato  de  las  dos  uu,  supri- 
miendo una,  como  se  ve  en  los  anticuados  antigo  y  conr 
tino. 

10 


130  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

uoso.  Véase  oso, 

172.  URA,  paroxítono.  Aunque  tenemos  el  substantivo  figura, 

del  latín  figuram,  aquel  sufijo  procede  de  la  terminación 
ura  de  los  nombres  que,  como  escritura,  lectura,  mesura 
y  rasura,  provienen  de  los  latinos  formados  con  los  su- 
fijos TURA  o  SURA  (scriptura,  lectura,  mensura  y  rasura). 

En  nuestra  lengua  forma  algunos  derivados  de  los 
participios  pasivos  irregulares,  como  abertura,  cober- 
tura y  cubertura,  contextura  y  envoltura,  de  abierto, 
cubierto  (lat.  coopertum),  contexto  y  envuelto,  o  de  su- 
•pimos  latinos,  cqmo  duplicatura  y  progenitura,  de  du- 
plicatum  y  progenitum ;  o  bien  de  verbos,  como  apretu- 
ra, calentura,  confitura,  montura  y  premura,  de  apretar, 
calentar,  confitar,  montar  y  el  lat.  premere:  moldura,  de 
moldear.  Pero  lo  general  es  que  forme  substantivos  abs- 
tractos derivados  de  adjetivos;  así:  albura,  altura,  ba- 
jura, bravura,  finura,  gordura,  grosura,  locura,  etc. ;  de 
albo,  alto,  bajo,  bravo,  fino,  gordo,  grueso  y  loco. 

Hay  formas  dobles,  como  tesura,  del  lat.  tensura,  y 
tiesura,  de  tieso. 

Muchos  de  estos  substantivos  tienen  formas  equiva- 
lentes en  GR,  así :  agrura  =  agror ;  blancura  =  blancor ; 
dulzura  =  dulzor ;  frescura  =  frescor ;  en  eza,  ez,  como 
asperura  =  aspereza ;  bravura  =  braveza ;  lindura  = 
lindeza;  estrechura  =  estrechez;  rojura  =  rojez;  o  en 
dad,  como  fragura  =  fragosidad. 

Este  sufijo  reemplaza  a  OR  en  pavura  =  pavor,  y  en 
los  ants.  ardura  =  ardor,  y  calura  =  calor. 

Ranura,  del  f r.  rainure ;  macsura,  del  ár.  a^y^síA,  mac- 
gura. 

173,  URXO,  ORNO,  paroxítono.  Si  exceptuamos  la  voz  de  ger- 

manía  piorno,  de  piar,  todas  las  demás  que  tenemos  en 
castellano  con  esta  terminación  o  son  latinas,  como  bo- 
chorno, coturno,  diurnoi,  diuturno,  nocturno,  piorno 
(planta),  saturno  y  taciturno,  que  proceden  de  vulturnus, 
cothurnus,  diurnus,  diuturnus,  noctumus,  viburnum,  Sa- 
turnus  y  taciturnus,  o  postverbales,  como  sahorno  y  so- 
borno, de  sahonarse  y  sobornar.  Tiborna,  voz  extreme- 
ña, del  portugués  tiborna. 
URRO.  Véase  orro. 


E^ERIVACIÓX  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  l3l 

174.  usco,  fe,m.  usca,  paroxítono.  Variante  despectiva  de  isco, 

como  vemos  en  pardusco  =  pardisco,  de  pardo ;  blancuz- 
co =  blanquizco,  de  blanco,  con  s,  por  s,  debido  a  los  ver- 
bos en  U2C0,  como  luzco.  Se  agrega  este  sufijo  a  algunos 
adjetivos  que  denotan  color,  como  negruzco  y  verdusco, 
de  negro  y  verde,  y  a  algunos  substantivos,  como  pe- 
driisco,  de  piedra,  y  apatusco,  borusca,  churrusco  y  pe- 
landusca, de  primitivo  desconocido. 

Corusco,  labrusca  y  molusco  proceden  de  los  latinos 
coruscus,  labrusca  y  molluscus. 

Chamusco,  rebusco,  etc.,  son  potsverbales. 

175.  USTRE,  paroxítono.  Sólo  en  el  adjetivo  lacustre,  del  lat.  la- 

cus,  formado  a  semejanza  de  palustre  (lat.  palustrem),  y 
en  el  substantivo  palustre,  de  pala,  veo  este  sufijo.  Ba- 
laustre, trisílabo,  como  debe  ser,  y  balaustre,  cuadrisílabo, 
por  analogía  con  aquéllos,  procede  de  balaustra,  el  cual 
a  su  vez  deriva  de  balausta,  con  r  parásita;  ligustre,  de 
ligustro ;  ilustre,  del  lat.  illustrem ;  lustre,  de  lustrar. 

x^TE.  Véase  uto. 

•UTO,  fem.  UT.\,  paroxítono.  Variante  despectiva  de  ato  (2),  te- 
nemos este  sufijo  en  cañuto  y  su  variante  canuto,  de 
caño;  escorbuto,  que  derivan  del  sueco  skorbing,  y  vi- 
ruta, de  origen  desconocido.  Combinado  con  arro^  se  ha- 
lla en  cagarruta,  de  cagar;  y  con  ar,  en  langaruto  = 
larguirucho,  de  largo,  con  n  por  r,  debido  sin  duda  a  la 
influencia  de  luengo. 

Cicuta,  esputo,  etc.,  son  latinos. 

También  es  despectivo  ute,  en  matute  y  en  el  fem. 
franchute. 

176.  uz,  oxítono.  Esta  terminación  no  es  sufijo  en  castellano, 

pues  los  vocablos  que  con  ella  terminan,  o  proceden  del 
latín,  como  cruz  y  luz,  de  crucem  y  lucem,  o  son  apó- 
cope de  otros  terminados  en  o,  como  capuz,  pajuz  y  tes- 
tuz, de  capucho,  pajuzo  y  testuzo.  Chapuz  ^obra  de  poca 
importancia,  tiene  también  su  equivalente  chapuza.  Cha- 
puz =  efecto  de  chapuzar,  es  postverbal. 

Tenemos  dos  gentilicios:  andaluz  y  el  ant.  guipuz,  de 
la  misma  raíz  de  que  proceden  los  nombres  Andalucía  y 
Guipúzcoa. 

Los  demás  en  uz,  como  ajenuz,  alcuzcuz,  arcaduz  y 


¡32 


JOSÉ    ALEiMANY    BOLUFER 


cAcaduz,   altramuz,   orozuz  y  rabazuz,  proqeden  de  los 
árabes   jyuS.j|,    axanuz;    ^J^X^XJl,    alcugcug;    ^_^jj^iíJ|, 
alcaduz;  ^j.^^:vJI,    altarmog;  ^y>^    ^:>j'^y    ^^^  ?^?'  X 
^j*^^J)  V;,  rab.  aguQ.  Arcabuz,  del  alemán  hakenbüchse. 
Para  los  patronímicos  en  uz,  véase  ez. 

C'zco.  Véase  usco. 

177.  uzo^  fem.  uza,  paroxítono.  Este  sufijo  de  significación 
despectiva,  lo  mismo  que  uco  y  ucho^  lo  vemos  en  los 
substantivos  carduza,  carnuza,  gentuza,  testuzo  y  terru- 
zo  =  terruño,  de  carda,  carne,  gente,  testa  y  tierra;  y 
en  los  adjetivos  lechuzo  y  pajuzo,  de  leche  y  paja.  Ca- 
peruza, del  b.  lat.  capero.  Chapuza  y  lechuza,  de  origen 
dudoso. 

Menuza  y  menuzo,  del  lat.  minutia ;  chucho  =  zuzo^ 
de  suizo ;  buzo,  del  gr.  gjO-o;;  zampuzo,  de  zampuzar. 

i78.  ZON,  oxítono.  Es  la  forma  vulgar  del  sufijo  latino  tión 
(acusat.  tiónem),  del  que  también  procede,  como  hemos 
dicho,  el  erudito  cion,  y  denota,  como  éste,  acción  y 
efecto,  o  sólo  el  efecto  o  la  acción  del  verbo. 

Lo  tenemos  en  nuestra  lengua  en  nombres  proceden- 
tes del  latín,  como  armazón,  cavazón,  ligazón  y  quema- 
zón, de  armationem,  cavationem,  ligationem  y  crematio- 
nem,  y  en  derivados  propios  del  castellano.  En  éstos  el 
verdadero  sufijo  es  azón^  y  derivan  todos  de  verbos  de 
la  primera  conjugación,  pues  no  conocemos  ningún  de- 
rivado de  verbos  de  la  tercera,  y  sólo  uno,  comezón,  de 
comer,  con  el  sufijo  ezón,  que  lo  sea  de  verbos  de  la  se- 
gunda. Así :  arrumazón,  brumazón,  cerrazón,  cohechazón, 
echazón,  granazón,  hinchazón,  picazón,  rascazón,  resque- 
mazón  y  requemazón,  reventazón,  terciazón,  trabazón  y 
tragazón,  de  arrumar,  brumar,  cerrar,  cohechar,  echar, 
granar,  hinchar,  picar,  rascar,  resquemar,  reventar,  ter- 
ciar, trabar  y  tragar. 

Denota  también  el  tiempo  en  que  se  verifica  la  acción 
del  verbo,  como  podazón,  de  podar;  salazón,  de  salar,  y 
el  conjunto  de  objetos  que  se  requieren  para  efectuar  la 
dicha  acción,  o  el  que  resulta  de  ella,  después  de  efectua- 
da ;  como  armazón  =  armadura,  de  armar ;  esquipazón  y 
esquifazón,  de  esquifar ;  clavazón,  de  clavar ;  carga- 
zón =  carga,mento,   de  cargar;  grabazón,  de  grabar; 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  33 

arrihazón  y  su  aféresis  ribazón,  de  arribar.  Palazón,  de 
palo. 

Algunos  de  estos  nombres  han  quedado  anticuados, 
así:  trillazón,  ant.  =  mod.  trilla;  entenzón  (del  lat.  in- 
tentlonem),  ant.  =  mod.  contienda. 

No  deben  confundirse  con  estos  substantivos  los  deri- 
vados en  on,  como  agrazón,  cabezón,  etc.,  ni  tampoco  los 
que  proceden  de  nombres  latinos  con  el  sufijo  ion,  como 
tizón,  de  titionem;  arzón^  en  b.  lat.  arcionem;  infanzón, 
en  b.  lat.  infantionem,  y  así,  clerizón,  de  un  vulgar  cleri- 
cionem,  derivado  de  clericus,  clérigo. 

Sufijos  átonos  en  voces  esdrújulas. 

En  la  lista  anterior  hemos  tratado  ya  de  acó,  eco,  ico  e 
ido,  que  como  allí  decimos  son  todos  de  origen  erudito  y 
no  se  hallan  más  que  en  vocablos  de  esta  procedencia. 
Los  que  exponemos  a  continuación  son  vulgares,  y  con- 
vienen casi  todos  en  hallarse  formados  por  las  consonan- 
tes suaves  d,  g,  las  líquidas  /,  r,  o  la  nasal  n,  precedidas 
casi  siempre  de  la  vocal  a  y  seguidas  de  las  vocales  ge- 
néricas a,  o.  Menos  frecuentes  son  las  vocales  e,  o,  i, 
ante  la  consonante  del  sufijo  (i). 

^Do,  EDA,  Hállase  el  sufijo  ado,  en  lobado  (2),  tumor,  del 
latín  lupus ;  nuégado,  de  nuez,  y  párpado  del  lat.  pal- 
pebra  por  cambio  de  sufijo ;  así  como  eda,  en  búsqueda 
y  el  ant.  cóm preda,  de  buscar  y  comprar. 

-AGO,  AGA.  Tenemos  esta  terminación  en  los  substantivos  espárra- 
go y  piélago,  que  proceden  de  los  grecolatinos  asparágus 
y  pelágus,  gr.  ds-ápaio^  y  tA'k<i-¡o-  y  también  en  márfaga, 
al  lado  de  márfega,  del  ár.  nüí j^,  mirfaca. 

Como  sufijo  se  halla  en  ciénaga  y  ant.  ciénago,  cuér- 
nago, luciérnaga,  muérdago,  ráfaga,  rázaga  y  relámpa- 
go, que  derivan  de  cieno,  cuerno,  lucerna,  morder,  rafa, 
raza  y  el  ant.  relampo. 


(i)  Véase  el  notable  estudio  de  don  R.  Men.  Pidal.  titulado  Sufijos 
átonos  en  español  y  publicado  en  el  homenaje  a  Mussafía.  {Festgabe  für 
A.  Mussafia.  Halle,   1905.) 

(2)  En  el  Diccionario  de  la  Academia,  como  ya  nota  M.  Pidal  en  stl 
citado  estudio,  lobado  desde  la  i.»  ed.  hasta  la  6.';  lobado  desde  lá  7.* 
hasta  la  12,  j  lobado  en  las  dos  últimas. 


134  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

Bálago  y  en  Asturias  bálamo,  quizá  del  lat.  palea,  paja; 
el  ant.  buétago  =  bofes,  de  bufete  (bofete)  ::=  fuelle; 
vastago,  del  got.  vahstus,  crecimiento ;  galápago  y  tárta- 
go, de  origen  incierto. 

Murciélago,  metátesis  de  murciégalo.   (Véase  alo.) 

ALO,  ALA.  Como  terminación  se  halla  en  voces  latinas,  como  bú- 
falo, de  bufálus,  y  grecolatinas,  como  escándalo,  de  scan- 
dálum,  gr.  T/cívoaXov :  tésalo,  lat.  thessalus,  gr.  eósocXóc;  como 
sufijo  se  ve  en  contadas  palabras,  como  en  bonítalo  y 
pespítalo,  equivalentes  en  significación  a  sus  primitivos 
bonito  (pez)  y  pezpita  (ave).  También  en  la  onomato- 
péyica  trápala,  ruido,  y  en  trápala,  embuste,  del  mismo 
origen  que  trampa ;  y  además,  en  arrepápalo,  de  papar, 
y  murciégalo,  del  ant.  murciego,  que  se  ve  en  P.  Alex, 
c.  213,  del  cual  por  metátesis  procede  el  moderno  mur- 
ciélago. En  cernícalo,  de  cerner  (i),  se  halla  combinado 
con  el  suf.  ico.  En  Don  Juan  Manuel  se  ven  las  varian- 
tes cernícolos  y  cernicoles.  Mizcalo,  de  almizcle ;  gámbalo, 
de  origen  no  averiguado. 

A  semejanza  de  las  anteriores  hemos  dado  la  termina- 
ción alo  a  vocablos  árabes  en  al,  como  sábalo  y  sándalo, 
de  JoL*i,  xábal,  y  Jl>wU5,  sándal. 

ANOj  ANA.  En  voces  grecolatinas,  como  huérfano,  orégano,  ráf 
bano,  sábana  y  témpano,  al  lado  de  tímpano,  que  proce- 
den de  las  griegas  opcpavo?,  opqcívoc,  pc/ccavog,  3Gr6c<vov  y  -uújJLTravov,. 
por  medio  de  las  latinas  orphánus,  origánus,  raphánus, 
sabánum  y  tympánum;  todas  esdrújulas  en  latín  y  tam- 
bién en  griego,  excepto  la  primera,  que  en  esta  lengua 
es  oxítona.  A  imitación  de  las  anteriores,  se  metatizó 
en  castellano  el  acento  de  pelicanus,  tabanus  y  el  vulgar 
subtánus  (cop  sotana),  que  de  graves  que  eran  en  latín, 
se  hicieron  esdrújulos,  y  así  decimos  pelícano,  tábano  y 
sótano;  y  por  influencia  de  las  mismas,  cambió  en  a,  en 
otras  voces,  la  vocal  de  penúltima  sílaba ;  y  así,  de  los 
grecolatinos  abrotonum,  y  cophínus  (gr.  ¿SpÓTovov  y  xótpivo;) 
como  del  latino  pampinus,  decimos  abrótano,  cuévano  y 
pámpano  al  lado  de  pámpana.  También  tomó  a  la  termi- 
nación a/wáí/^wa,  del  ár.  ^j^ji^JI,  almádan,  junto  a  la  for- 


(i)     Véase  Men.  Pid.,  ob.  cit.,  donde,  por  comparación  con  el  port. 
peneireiro  y  el  ast.  peñerín,  prueba  la  verdad  de  aquella  etimología. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  l35 

ma  grave  almádana,  según  Cuervo,  Apiint.,  §  67,  a.  For- 
madas con  este  sufijo  tenemos  en  castellano:  búsano, 
carámbano,  légano,  al  lado  de  légamo,  médano,  plébano 
y  tángano,  de  buzo,  carambo  (i),  de  la  raíz, céltica  lig  = 
limo,  meda,  plebe  y  tango;  y  también  el  parasintético 
retruécano,  de  re  y  trocar. 

El  ant.  búfano,  de  búfalo;  pífano,  del  ant.  pífaro;  tá- 
pana, en  Murcia,  de  tápara;  trápana,  voz  de  germanía, 
de  trápala.  Zángano,  es  lo  mismo  en  portugués. 

Combinado  con  ego  se  halla  en  burdégano,  de  borde; 
y  con  eto,  en  piruétano,  al  lado  de  peruétano,  del  lat.  pi- 
rus,  peral. 
ARO,  fem.  ARA.  Vemos  esta  terminación  en  los  substantivos  bú- 
caro y  fárfara  (planta),  del  b.  lat.  buccárum,  de  bucea  = 
boca,  y  el  lat.  farfárus.  Asimismo  en  ásaro,  cámara,  cá- 
maro y  gámbaro,  cántaro  y  tártaro,  que  proceden  de  los 
grecolatinos  asárum,  cámara,  cammárus,  canthárus  y 
Tartárus,  en  gr.  í^ízpov,  •la^yj^o.  zájm^po:.  /ávOaoo;  y  Tárjzarjo:;; 
y  también  en  ángaro,  del  gr.  'x-¡-¡7po^j  r.^p  y  en  alcándara, 
del  ár.  s\j>«^jLI,  alcándara. 

A  semejanza  de  los  anteriores,  tomaron  esta  terminación, 
lámpara,  que  procede  del  ant.  lámpada ;  pájaro,  del  lat.  pas- 
sérem ;  pífaro,  del  al.  pfeifer ;  tápara,  del  lat.  cappáris,  grie- 
go y.rr-ap'.:;;  }'  también  fárfara  =  telilla,  que  derivan  del 
ár.  J«4jLí,  halhal ;  jenisaro,  del  turco^  -^  _;o,  yeni  cheri, 
mueva  milicia;  máscara,  del  ^r.  íXs^.^^a^  masjara;  ná- 
cara, del  ár.  a, Jü,  naquera ;  támaras  =  dátiles,  del  ár. 
^j  tamr,  y  tártaro  =  natural  de  Tartaria,  del  turco 
^LjLj,  tatar. 

Hállase  el  sufijo  en  alicántara,  cascara,  gállara  (en 
Berceo,  5".  Lor.,  22),  guácharo  =  polluelo,  y  támaras  = 
leña  muy  delgada,  que  derivan  de  alicante,  casca,  galla 
=  agalla,  guacho  =  pollo  del  gorrión,  y  tamo :  también 
en  páparo  y  picaro,  de  papar  y  picar ;  en  gárgara,  que, 
como  gargarizar,  procede  de  la  raíz  onomatopéyica  garg,  y 
en  tártaro  =  tartrato,  del  persa  jvj,dord,  en  b.  lat.  tar- 
tárum. 

Jácara  y  jácaro,  de  origen  no  averiguado;  jíbaro,  voz 
americana. 


(i)    Que  en  Ast.  occidental  significa  hielo.  V.  Men.  Pidal,  ob.  cit. 


136  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

Menos  usadas  son  las  terminaciones  siguientes,  en  las 
cuales  las  consonantes  c  o  g,  I,  n  o  r,  se  hallan  precedi- 
das de  las  vocales  e,  o,  i  Así : 

EGA:  jábega  =  jábeca,  red,  del  ár.  nX*./í,  xabeca;  jábega  =  ja- 
beque :  alhámega  =  alhármaga,  de  alharma,  planta ;  már- 
fega, de  márfaga.  Véase  el  siguiente. 

IGO :  ñañigo,  voz  cubana;  téntigo,  voz  extremeña  (i) ;  vástiga 
junto  a  vastago;  zámbigo  =  zambo,  y  rechónchigo  = 
rechoncho,  que  trae  M.  Pidal  en  su  citado  estudio.  En 
rapónchigo,  del  lat.  rapum,  se  halla  combinado  con  el  su- 
fijo oncho.  Además,  almáciga  y  almástiga,  del  ár.  LXia*£u.Jl, 
almáztique ;  almártiga  =  almártega  =  almártaga,  del  ára- 
be «.'i^^JI,  almártaa;  alfóncigo  y  ant.  alfócigo,  del  ára- 
be ^v;.w^J|^  alf ostac ;  alhóndiga  y  ant.  alfóndega  y  alf an- 
diga, del  ár.  O'jo^ñJl,  alf  ondee. 

ila:  jámila,  del  ár.  sÍa.».^,  jámila. 

01^:  gárgola  =  canal,  del  mismo  origen  que  gárgara;  gárgo- 
la =  baya,  del  lat.  valvolus,  y  oropéndola,  de  aeri  pén- 
dula. Sólo  en  pescóla,  de  pescar,  usado  por  Trueba,  se- 
gún M.  Pidal,  vemos  este  sufijo. 

olí  :  córcholis,  por  el  eufemismo  corcho,  de  concho. 

ena:  jácena,  del  ár.  ^^Ij^jí-,  jezena. 

ERE :  títere,  y  lo  mismo  en  portugués,  de  origen  no  averiguado. 

ora:  sófora,  del  ár.   ^\  jA^ ^  sofera. 

Hállase  la  m  en  jáquima,  del  ár.  ^..^^x-ix,  xaquima. 

DERIVACIÓN  VERBAL 

La  derivación  verbal  puede  ser,  como  la  nominal,  inmediata 
o  primaria  y  mediata  o  secundaria.  En  la  primera,  las  desinen- 
cias o  sufijos  de  flexión  se  unen  inmediatamente  a  la  radical  del 
vocablo  primitivo,  como  se  ve  en  alegrAu,  alegro,  alegrABA,  de 
alegr{e).  En  la  segunda  se  unen  las  desinencias  al  radical,  me- 
diante otro  elemento  fónico,  que  suele  ser  uno  de  los  sufijos  de 
la  derivación  nominal,  como  vemos  en  patvLLar,  patuLLA,  pa- 
tULLaba,  de  pat{a).  En  ésta,  el  vocablo  primitivo  puede  ser  ver- 
bo, como  besucar,  besuco,  besucaba,  de  besar. 

Los  verbos  de  derivación  inmediata  son  casi  todos  de  la  pri- 


(i)     Véase  tomo  IV,  pág.  105  del  Boletín  de  la  Real  Academia  Es- 
pañola. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN"  DE  LAS  PALAIiRAS  I  37 

mera  conjugación:  hay  muy  pocos  de  la  tercera.  Los  de  deri- 
vación mediata  son  de  la  primera  o  de  la  segunda  en  ecer  (i). 

DERIVACIÓN  INMEDIATA 

A).  Verbos  en  ar.  Proceden  de  los  latinos  en  áRE,  o  sea  de  los 
de  la  primera  conjugación;  como  se  ve  en  amar,  cenar, 
curar,  nombrar,  reinar,  etc.,  de  amare,  cenare,  curare, 
nominare,  regnare,  etc. 

Además  de  los  muchísimos  verbos  latinos  que,  como 
los  anteriores,  tenemos  en  castellano,  hemos  formado 
otros  en  gran  número,  derivándolos  de  substantivos,  ad- 
jetivos, participios  y  adverbios. 
1."  De  substantivos.  Como  el  latín  derivó  cenare  de  cena,  y 
regnare  de  regnum,  hemos  derivado  nosotros  accionar, 
aceitar,  aduanar,  almacenar,  arañar,  archivar,  azafranar, 
azoar,  azogar,  brillar,  etc.,  de  acción,  aceite,  aduana,  al- 
macén, araña,  archivo,  azafrán,  ázoe,  azogue,  brillo,  etc. 

Como  se  ve  por  los  ejemplos,  los  nombres  en  vocal 
pierden  ésta  ante  el  sufijo,  lo  mismo  que  en  la  derivación 
nominal.  También  los  en  dad  y  tad  pierden  la  final  arf; 
y  así  hemos  formado  facultar  y  libertar,  de  facultad  y  li- 
bertad, como  se  formaron  los  ants.  hermandarse  y  ve- 
cindar,  de  hermandad  y  vecindad,  y  el  lat.  difficultare, 
dificultar,  de  difficultas,  atis. 

De  brindis,  hemos  derivado  brindar.  Alquilar,  no  de 
alquirer,  sino,  como  éste,  del  ár.  I  Jül,  alquiré. 

Mención  aparte  merecen  los  verbos  en  uar,  de  los  cua- 
les tenemos  unos  que,  como  acentuar,  continuar,  habituar 
e  insinuar,  proceden  de  los  latinos  accentuare,  continua- 
re, habituare  e  insinuare ;  y  otros  que,  como  actuar,  cen- 
suar, conceptuar,  efectuar,  graduar,  preceptuar,  puntuar, 
redituar  y  situar,  hemos  formado  a  semejanza  de  aqué- 
llos, derivándolos  no  de  acto,  etc.,  sino  de  los  substantl- 


(l)  El  romance  castellano  redujo  a  tres  formas  las  cuatro  que  te- 
nía el  infinitivo  latino,  por  haber  asimilado  a  la  segimda  conjugación 
los  infinitivos  de  la  tercera;  y  así,  de  Icgere  dijo  leer,  como  de  deberé 
decía  deber.  También  redujo  a  dos  los  modelos  de  la  conjuf ación;  pues, 
exceptuando  la  terminación  del  infinitivo  {temír,  partir),  las  personas 
primera  y  segunda  de  plural  del  presente  de  indicativo  {temimos,  par- 
timos; teméis,  partís)  y  la  segunda  plural  del  imperativo  (temzd,  partid), 
en  todo  lo  demás  son  iguales  la  segunda  y  la  tercera  conjugación. 


1 38  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

VOS  latinos  actus,  census,  conceptus,  eífectus,  gradus,  prae- 
ceptus,  junctus,  reditus  y  situs,  todos  de  la  cuarta  decli- 
nación, lo  mismo  que  los  temas  de  que  derivan  los  verbos 
latinos  en  uare.  Valuar  =  valorar,  y  evaluar,  en  fr.  éva- 
luer. 

Estos  verbos  resultan  transitivos  o  intransitivos  se- 
gún la  idea  que  preside  a  su  formación,  o  sea:  según  la 
función  que  se  asigne  al  nombre  primitivo,  o  tema  ver- 
bal, en  el  concepto  complejo  que  venimos  a  designar  con 
el  verbo  derivado.  Si  dicho  nombre  desempeña  la  función 
de  complemento  circunstancial,  el  verbo  es  transitivo  y 
su  significación  recae  en  un  objeto  distinto  del  significado 
por  el  nombre  primitivo.  Así,  aceitar  =  dar,  untar  o  ba- 
ñar con  aceite  alguna  cosa ;  almacenar  =  poner  o  guar- 
dar alguna  cosa  en  almacén;  azoar  =  impregnar  de  ázoe, 
alguna  cosa. 

Si  el  nombre  primitivo  desempeña  la  función  de  com- 
plemento directo,  o  sea,  si  el  efecto  de  la  significación  del 
verbo  derivado  viene  designado  por  el  nombre  primitivo 
(que  en  tal  caso  no  se  expresa  en  la  oración  por  hallarse 
implícito  en  el  concepto  verbal),  el  verbo  es  intransitivo ; 
como  accionar  =  hacer  movimientos  y  gestos  (o  sea  ac- 
ciones) ;  brillar  =  resplandecer,  producir  rayos  de  luz 
(brillo) ;  brotar  =  echar  brotes.  Pero  aun  en  este  caso,  la 
significación  compleja  del  verbo  puede  hacerse  recaer  en 
un  objeto  que  la  reciba  en  función  de  dativo,  convirtién- 
dose entonces  el  verbo  en  transitivo  y  el  dativo  en  acu- 
sativo. Así,  albergar  =  tomar  uno  albergue,  es  intran- 
sitivo ;  pero  albergar  =  dar  albergue  a  otro,  es  transiti- 
\o.  Del  mismo  modo:  alentar  =  tomar  uno  aliento,  in- 
transitivo; alentar  =  dar  o  infundir  aliento  a  otro,  tran- 
sitivo. También  resulta  transitivo  el  verbo  cuando  el 
nombre  primitivo  designa  un  concepto  general  que  luego 
se  especifica  o  determina  por  otro  nombre  que  precisa  la 
significación  de  aquél.  Así,  bailar,  intransitivo;  pero  bai- 
lar un  vals,  transitivo ;  brotar,  intransitivo ;  pero  brotar 
sangre,  brotar  flores,  etc.,  transitivo  (i). 

El  verbo  resulta  también  intransitivo  cuando  el  nom- 


(i)     "Aún  brota  sangre  la  reciente  herida."  (M.  de  la  Rosa.) — "Que 
apenas  apareces,  |  la  morada  de  Ceres  brota  flores."  (Lista.) 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  Sg 

9 

bre  primitivo  desempeña  la  función  de  predicado,  como 
en  obispar  =  llegar  uno  a  ser  obispo;  pontificar  =  lle- 
gar uno  a  ser  pontifice. 

'  De  adjetivos.  Como  el  latín  derivó  liberare  y  sanare  de 
los  adjetivos  liber  y  sanus,  hemos  formado  nosotros 
agriar,  alegrar,  contentar,  doblar,  gravar,  humanar,  lim- 
piar, llenar,  etc.,  de  agrio,  alegre,  contento,  doble,  grave, 
humano,  limpio,  lleno,  etc. 

Estos  derivados  son  transitivos  si  en  el  concepto  com- 
plejo que  denotan,  el  adjetivo  o  tema  verbal  viene  a  ser 
predicado  del  nombre  sobre  el  que  hacemos  recaer  la  sig- 
nificación del  verbo,  o  sea  del  complemento  directo.  Así, 
agriar  =  poner  agria  alguna  cosa;  alegrar  =  poner 
alegre  a  uno;  pero  si  dicho  predicado  lo  es  del  sujeto, 
resultan  intransitivos :  así,  sanar  =  poner  a  uno  sano, 
transitivo;  pero  en  la  acepción  de  recobrar  la  salud,  o 
sea  ponerse  uno  sano,  intransitivo.  Esta  acepción  neutra 
se  expresa  en  la  mayoría  de  estos  verbos  por  la  forma  re- 
flexiva, así:  agriarse,  alegrarse,  etc.  (i). 

'  De  participios,  a)  El  latín  formó  verbos  de  significación 
frecuentativa  o  intensiva,  derivados  de  los  participios 
de  pretérito  o  pasivos,  como  pulsare,  de  pulsus ;  p.  p.  de 
pellere,  y  adjutare  de  adjutus,  p.  p.  de  adjuvare. 

Nuestra  lengua  desechó  este  procedimiento,  pues  los 
poquísimos  verbos  que  tenemos  formados  a  este  tenor 
derivan  todos  de  participios  latinos,  y  no  creo  que  pue- 
da citarse  ninguno  derivado  de  participios  en  ado  e  ido. 
Así: 

aquistar....  de  acquisitus...  p.  p.  de  acquirére  =  aquistar ; 
conquistar,  de  conquisitus,  p.  p.  de  conquirére  =  conquistar; 

olvidar de  oblitus p.  p.de  obliviscére  ^  olvidar ; 

osar de  ausus p.  p.  de  audere  =  osar ; 

pintar de  pinctus p.  p.  de  pingére  =  pintar ; 


(i)  Obsérvese  que  en  el  proceso  lógico  en  virtud  del  cual  forma- 
mos estos  derivados,  presuponemos  la  significación  de  una  de  los  ver- 
bos dar,  tomar,  poner,  etc.;  o  sea  de  los  que  la  lengua  emplea  mucho  en 
locuciones  que  vienen  a  equivaler  en  significación  a  un  verbo  simple. 
Así,  dar  de  barniz  =  barnizar;  dar  un  abrazo  =  abrazar;  dar  mordis- 
cos =  mordiscar;  tomar  frió  =  enfriarse;  tomar  aborrecimiento  = 
aborrecer;  poner  en  duda  =  dudar;  poner  en  disputa  =  disputar;  po- 
nerse pálido  "=  palidecer. 


140  JOSÉ  ALEMÁN  Y   BOLUFER 

■untar de  unctus p.  p.  de  ungére  =  untar ; 

usar de  usus p.  p.  de  uti  =  usar  ; 

visar de  visus p.  p.  de  videre  =  ver. 

Como  se  ve,  estos  derivados  han  perdido  el  valor  de 
frecuentativos  o  intensivos,  y  la  significación  que  tienen 
en  castellano  viene  a  ser  la  misma  que  la  del  verbo  pri- 
mitivo latino. 

Lo  mismo  puede  decirse  de  completar,  concretar,  etc., 
de  completo,  concreto,  etc. 
b)  Pero  si  nuestro  romance  desechó  el  procedimiento  de  de- 
rivar verbos  de  participios  pasivos,  los  derivó,  en  cam- 
bio, de  los  participios  de  presente,  formación  desconocida 
en  el  latín  clásico  (i),  y  formó  verbos  en  antar  o  entar, 
según  que  el  participio  sea  de  la  primera  o  segunda  conju- 
gación. Así  resulta  que  tenemos  dos  verbos  de  una  mis- 
ma raíz,  o  sea :  el  primitivo  latino,  que  por  regla  general 
es  intransitivo,  como  hervir,  de  fervere,  y  el  derivado  cas- 
tellano, transitivo  con  significación  causativa,  como  her- 
ventar, de  fervens,  entis,  herviente.  De  modo  que  estos 
derivados  pueden  definirse  por  el  verbo  hacer  -|-  el  pri- 
mitivo, así: 

Calentar,  de  caliente  =  hacer  caler,  en  la  significación 
de  caleré ;  crecentar,  ant.  de  creciente  =  hacer  crecer,  y 
de  este  modo,  acrecentar  ==  hacer  acrecer;  herventar  = 
hacer  hervir ;  levantar  =  hacer  levar,  etc. 

Algunos  de  estos  verbos  toman  al  prefijo  a  (lat.  ad.)  que 
no  tiene  el  primitivo,  así :  amamantar  y  mamar;  ahuyen- 
tar y  huir. 
4."     De  adverbios.  Entre  éstos  citaremos  adelantar,  arredrar, 
atrasar  y  travesar,  de  adelante,  arredro,  ant.  atrás  y  través. 

Ensimismarse,  de  la  locución  en  sí  mismo. 
B).  Verbos  en  ir.  Estos  verbos  proceden  casi  todos  de  los  la- 
tinos en  Ire,  como  blandir,  bullir,  latir,  servir,  vestir,  de 
blandiri,  bulliré,  glatire,  serviré,  vestiré ;  y  algunos  de  los 
en  ere,  como  restituir,  de  restituére ;  escupir,  de  ex  +  cons- 
puére. 

Tenemos  algunos,  anticuados  casi  todos,  derivados  de 
radicales  germánicos :  como  blandir,  del  germ.  brand ;  bru- 


(i)     Se  hallan  ejemplos  en  el  lat.  de  la  decadencia;  como  praesentj* 
re,  de  praesens,  part.  de  praesum. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I4I 

ñir,  del  germ.  brun ;  ant.  fornir,  del  germ.  frumjan;  esgri- 
mir, del  ant.  alto  al.  skirmian;  garantir,  del  ant.  alto  al, 
wárento,  rostir  y  rustir,  del  germ.  raustjan. 

Los  derivados  castellanos  propios  con  este  sufijo  son 
poquísimos:  colorir,  de  color;  embutir,  del  lat.  imbutum; 
los  parasintéticos  adulcir,  de  a  y  dulce ;  despavorir,  de  des 
y  pavor ;  engullir,  de  en  y  gula,  y  sarpullir  y  tupir,  de  ori- 
gen obscuro. 

Esta  derivación  puede  decirse  que  está  muerta  en  el 
castellano  actual. 


DERIVACIÓN  MEDIATA  O  SECUNDARIA 

Tenemos  en  ella  formaciones  latinas  y  castellanas,  siendo  a 
veces  difícil  distinguir  en  estas  últimas  si  la  derivación  es  inme- 
diata o  mediata.  Así,  lamiscar,  deriva,  sin  duda,  de  lamer,  con  el 
sufijo  isco  -\-  ar;  pero  neviscar  lo  mismo  puede  proceder  de  ne- 
visca, con  sólo  añadir  las  desinencias  verbales,  que  de  nevar,  con 
aquel  mismo  sufijo. 

Para  la  más  fácil  exposición  de  estos  derivados  los  enume- 
raremos en  el  siguiente  orden:  i.°,  verbos  en  ar,  precedida  esta 
terminación  de  consonante ;  2.*,  verbos  en  ear  ;  3.°,  verbos  en 

ECER. 

A).  Verbos  en  .\r.  Los  sufijos  que  vemos  en  estos  derivados, 
son : 

AC\R  {acó  +  ar),  poco  frecuente :  machacar,  de  machar. 

achar^  y  su  variante  azar  {acho,  azo  -{-  ar) ;  aguachar,  y  su  com- 
puesto enaguachar,  y  aguazar,  de  agua ;  estirazar,  de  es- 
tirar. El  mismo  sufijo  se  halla  en  embarazar,  parasinté- 
tico de  en  y  barra  o  vara,  y  en  desguazar  y  farachar, 
de  origen  no  averiguado. 

AJAR  {ajo  -\-  ar) :  estirajar  =  estirazar,  de  estirar ;  sobajar,  tíe 
sobar;  y  combinado  con  arro  en  pintarrajar  =:  pintarra- 
jear =  pintorrear,  de  pintar. 

arnar  {arro  -|-  ino  -{-  arf) :  aguacharnar,  de  aguachar. 

arrar  {arro  -\-  ar) :  despatarrar,  d?  des  y  pata ;  chicharrar  y 

achicharrar;  pero  jaharrar,  del  ár.  ^,1^.2^,  havara. 
ASTAR,  ESTAR :  alebrastarse  y  alebrestarse,  de  alebrarse,  aunque 

mejor  de  a  y  el  ant.  lebrasto  =  lebrato. 
ECAR  {eco  -\-  ar) :  embelecar. 


142  JOSÉ    ALEMÁN  Y    BOLUFER 

EjAR.  Del  mismo  origen  que  ear,  o  sea  del  latín  idiáre  (i),  como 
se  ve  comparando  los  verbos  castellanos  que  tienen  aquel 
sufijo  con  sus  correspondientes  catalanes  y  valencianos, 
los  cuales  terminan  en  ejar  (con  la  /  palatal) ;  así,  ba- 
tear, del  lat.  baptidiare,  en  cat.  batejar;  blanquear,  cat. 
blanquejar,  etc.  También  tenemos  el  ant.  manear  =  ac- 
tual manejar. 

Este  sufijo  es  poco  frecuente  en  castellano,  que  pre- 
fiere ear;  pero  se  halla  en  bosquejar,  cortejar,  cotejar, 
festejar,  forcejar,  gracejar,  manejar,  velejar,  voltejar, 
y  algún  otro,  que  derivan  de  los  substantivos  bosque, 
corte,  cota,  fiesta,  fuerza,  gracia,  mano,  vela  y  vuelta.  El 
ant.  consejar  =  mod.  aconsejar,  del  lat.  consiliari. 

ELLAR  {ello  -f-  ar) :  dentellar  y  el  parasintético  adentellar,  de 
diente. 

esar:  embelesar,  en  port.  embellezar.    . 

FICAR  y  mejor  ificar.  De  adjetivos  en  ficus,  como  pacificus  y 
sanciificus,  formó  el  latín  de  la  decadencia  verbos  en  -ifi- 
care,  como  pacificare  y  santificare,  de  donde  nuestros 
pacificar  y  santificar,  formas  cultas,  en  vez  de  las  vul- 
gares apaciguar  y  santiguar.  La  lengua  literaria  tomó 
como  sufijo  aquella  terminación,  y  formó  verbos  causa- 
tivos en  ificar,  derivándolos  de  substantivos  y  de  adje- 
tivos. Así,  estratificar,  osificar,  plantificar  y  ramificar, 
de  los  substantivos  estrato,  hueso  (lat.  os,  ossis),  planta  y 
rama;  como  bonificar,  calificar,  dulcificar  y  verificar, 
de  los  adjetivos  bueno  (lat.  bonus),  cual  (lat.  qualis),  dul- 
ce y  vero,  ant.  (lat.  verus). 

Los  en  io,  ia,  ie,  pierden  el  diptongo  ante  el  sufijo: 
momificar,  de  momia ;  amplificar,  de  amplio ;  especifi- 
car, de  especie. 

Del  lat.  codex,  icis,  hemos  formado  codificar  y  no 
codicificar ;  y  del  pronombre  idem  formó  el  lat.  esco- 
lástico identificare,   identificar. 

El  Diccionario  ha  admitido  algunos  derivados  de  es- 
tos verbos,  como  carnificación ;  pero  no  carnifircarse,  tan 
usado  como  aquél  en  Medicina. 

GAR.  Véase  icar  (i). 


(i)  Como  ejemplo  castellano  de  la  conversión  del  grupo  di  seguido 
de  vocal,  en  /,  podemos  citar  el  verl)o  rajar  que,  lo  mismo  qu€  rayar, 
procede  del  latín  radiare. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓX  DE  LAS  PALABRAS  143 

ICAR  (i).  De  los  latinos  claudicare,  communicare  y  vindicare 
proceden  los  castellanos  claudicar,  comunicar  y  vindicar, 
verbos  eruditos,  a  cuya  semejanza  hemos  formado  sofis- 
ticar, de  sofista.  También  el  bajo  latín  formó  fabricare, 
intoxicare  y  otros,  de  donde  nuestros  fabricar,  intoxi- 
car, etc. 

La  lengua  vulgar  desechó  este  sufijo,  que,  siguiendo 
las  leyes  de  derivación  cambió  en  gar,  como  vemos  en 
juzgar,  de  judicare ;  comulgar  y  vengar,  de  communi- 
care y  vindicare,  lo  mismo  que  los  cultos  comunicar  y 
vindicar. 

A  este  mismo  sufijo  hemos  de  acudir  para  explicar- 
nos el  origen  de  algunos  verbos  en  gar,  como  sosegar, 
tragar,  estragar,  que  suponen  en  el  latin  vulgar  los  in- 
finitivos subsedicare,  trahicare  y  extrahicare,  derivados 
de  subsedare,  trahere  y  extrahere.  Análogo  origen  reco- 
noce cabalgar,  de  caballo  (b.  lat.  caballicare) ;  apesgar, 
de  a  -|-  peso ;  saborgar,  en  Berceo,  de  sabor ;  salgar,  de 
sal ;  madrugar  (por  madurgar),  del  lat.  maturus ;  ami- 
gar, de  a  -|-  uno,  y  embargar,  derivado  del  mismo  pri- 
mitivo que  embarazar,  que  sin  duda  lo  es  envarar,  y 
otros. 

El  mismo  origen  tienen  cascar,  de  im  vulgar  quasica- 
re ;  mascar,  al  lado  de  masticar,  de  masticare ;  volcar 
por  volvicar,  de  volver;  trincar  por  trinicar,  etc.,  en  los 
cuales  la  c  no  llegó  a  cambiarse  en  g. 

ICAR  (2)  {ico  -\-  ar).  Con  este  sufijo  tenemos  el  verbo  enamori- 
carse, de  enamorar;  hocicar,  de  hozar;  y  tal  vez  aricar. 
También  trompicar  =  trompillar. 

IGAR.  Tenemos  con  esta  terminación  verbos  cultos,  como  cas- 
tigar y  hostigar,  de  castigare  y  fustigare,  y  otros,  muy 
pocos,  formados  en  castellano ;  como  repantigarse,  de  re 
y  el  lat.  pantex,  icis ;  y  repanchigarse,  de  re  y  pancho. 

iGUAR.  Proceden  de  latinos  en  ificare,  como  santiguar,  de  san^ 
ctificare ;  amortiguar,  b.  lat.  admortificare,  etc.  También 
los  ants.  muchiguar  y  amuchigtiar,  de  multiplicare. 

ijAR :  despancijar,  de  des  -|-  panza ;  regocijar,  de  re  -f-  gozo ;  re- 
tortijar, del  lat.  retortus ;  pero  embotijar,  de  en  y  boti- 
jo ;  envalijar,  de  en  y  valija. 

ILLAR.  Derivan  de  diminutivos  en  illa;  como  frenillar,  garbi- 
llar, ovillar,  rastrillar,  de  frenillo,  garbillo,  ovillo  y  ras- 


144  JOSÉ   ALEMÁN  Y   BOLUFER 

trillo.  También,  quizá,  trompillar  =  trompicar.  Acribi- 
llar^ tal  vez  de  acribar. 

INAR  {ino  -\-  ar).  Los  tenemos  latinos,  como  alucinar,  de  allu- 
cinari;  pero  calcinar,  del  lat.  calx,  calcis;  hacinar,  al 
lado  de  hacina,  de  haz;  barcinar,  al  lado  de  barcina,  y 
aguachinar,  de  aguachar. 

ISCAR,  izcAR,  uscAR  {isco,  izco,  usco  +  í^^)-  Forma  verbos  de 
significación  diminutiva  o  frecuentativa,  como  el  ant.  co- 
miscar, latniscar,  mordiscar  y  oliscar,  de  comer,  lamer,, 
morder  y  oler;  además,  neviscar,  trociscar  y  ventiscar, 
de  nevar,  trozar  y  ventar,  o  de  nevisca,  trocisco  y  ven- 
tisca. Denominativos  son  mariscar,  de  marisco,  y  pelliz- 
car, de  piel,  lat.  pellis. 

Variante  de  iscar  es  uscar,  que  vemos  en  chamus- 
car, quizá  del  lat.  flamma,  llama,  y  zurruscarse,  de  zu- 
rrarse. 

ITAR.  Tenemos  verbos  en  itar,  como  agitar,  dormitar,  palpitar 
y  debilitar,  que  proceden  de  los  latinos  agitare,  dormita- 
re, palpitare  y  debilitare ;  los  tres  primeros  frecuentati- 
vos de  agere,  dormiré  y  palpare ;  el  último  denominativo 
de  debilis  (i);  y  a  semejanza  de  ellos  hemos  derivado- 
balitar,  de  balar;  desgañitarse,  de  desgañirse;  desgaritar- 
se (comp.  el  f  r.  s'egarer) ;  gravitar,  de  gravar,  y  mar- 
chitar, del  lat.  marcere.  Encabritarse,  de  en  y  cabrito. 

IZAR.  De  los  verbos  griegos  en  t'Csiv  formó  el  latín  erudito  de 
la  decadencia  los  en  izare;  como  baptizare,  barbarizare, 
scandalizare ;  y,  a  imitación  de  éstos,  creó  otros,  como 
auctorizare,  pulverizare,  etc.,  de  donde  nuestros  bauti- 
zar, barbarizar,  escandalizar,  autorizar,  pulverizar,  etc. 
Esta  formación  se  ha  propagado  mucho  en  nuestra  len- 
gua, formando  verbos  derivados  de  substantivos  y  de 
adjetivos,  con  las  siguientes   significaciones: 

i.°  La  idea  del  nombre  primitivo,  substantivo  o  adjetivo,  se 
atribuye  como  predicado  al  complemento  directo  del  ver- 
bo, así: 

carbonizar  =  reducir  un  cuerpo  al  estado  de  carbón; 
cristalizar  =  hacer  tomar  a  ciertas  substancias  la  for- 


(i)  En  la  derivación  vulgar  dieron  estos  verbos  otras  terminacio- 
nes; así,  cuidar,  de  cogitare;  faltar,  de  un  vulgar  fallitare,  de  fallere; 
tostar,  del  vulgar  taxitare,  de  taxare ;  etc. 


DERIVACIÓN  Y  COMrOSIClÓ.V  DE  LAS  PALABRAS  14^ 

ma  de  cristal;  esclavizar  =  hacer  a  uno  esclavo;  tran- 
quilizar rr^  poner  a  uno  tranquilo,  y  así :  centraüzar, 
fecundizar,  familiarizar,  patentizar,  suavizar,  utilizar,  etc., 
de  central,  fecundo,  familiar,  patente,  suave,  útil,  -etc. 

2.°  La  idea  del  nombre  primitivo  se  atribuye  como  predicado 
al  sujeto  del  verbo  derivado,  así: 

economizar  =  ahorrar  como  ahorra  un  ecónomo; 
fraternizar  (de  fraterno)  ==  tratar  como  trata  un  her- 
mano; tiranizar  =  tratar  como  trata  un  tirano;  crista- 
lizar (neutro)  =  tomar  una  substancia  la  apariencia  de 
cristal. 

3.°  En  algunos  de  estos  derivados,  desempeña  el  nombre  pri- 
mitivo la  función  de  complemento  circunstancial ;  v.  gr. : 
artizar  =  hacer  con  arte  alguna  cosa ;  otros  significan  lo 
mismo  que  el  derivado  inmediato,  como  dialogizar  =  dia- 
logar, de  diálogo. 

Algunos  derivan  de  la  forma  del  nombre  latino,  como 
sistematizar,  de  systema,  atis  =  sistema ;  temporizar, 
de  tempus,  oris  ^  tiempo. 

IZNAR,  ZNAR,  UZN'AR.  Tenemos  verbos  en  cinar,  como  racioci- 
nar y  vaticinar,  de  los  latinos  ratiocinari  y  vaticinan,  que 
por  síncopa  de  la  i  de  la  sílaba  ci,  nos  explican  los  sufijos 
IZNAR  y  ZNAR  (ic{i)nar  =  iznar;  c{i)nar  =  znar)  que  ve- 
mos en  lloviznar  y  su  variante  molliznar,  de  llover ;  maz- 
nar, quizá  de  la  raíz  de  macerar;  graznar,  tiene  la  mis- 
ma raíz  que  su  equivalente  latino  crocitare,  y  voznar  = 
graznar,  de  origen  no  averiguado.  Tiznar,  por  tizonar, 
de  tizón. 

\'ariante  despectiva  de  iznar  parece  ser  uz.var.  que 
vemos  en  despeluznar  y  espeluznar  =  despeluzar  y  es- 
peluzar, de  des  o  es  y  pelo. 

ochar  (ocho  -f-  ar) :  carochar  y  carrochar,  de  origen  dudoso,  al 
lado  de  carocha  y  carrocha. 

ojAR  (ojo  -{-  ar) :  batojar,  de  batir  (comp.  cat.  batallar). 

oñar:  carroñar  =  causar  roña  o  llenar  de  ella  al  ganado  lanar, 
quizá  de  roña,  con  el  prefijo  ca. 

otar  (ote  -j-  ar).  Escamotar,  de  escamar ;  barbotar,  quizá  de  la 
raíz  barb.  como  barbullar ;  borbotar,  del  mismo  origen 
que  borbollar ;  balotar,  de  balota. 

UCAR  (uco  -\-  ar) :  besucar  y  machucar,  de  besar  y  machar. 
También  zambucar,  que  debe  derivar  de  zampar,  y  batu- 

II 


J4^  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

car,  que  se  halla  en  la  primera  edición  del  Dice,  de  Au- 
toridades y  que  debe  ser  vulgar,  porque  en  Colombia, 
según  Cuervo,  Ap.,  286,  se  usa  la  variante  batuquear, 
•  de  batir. 

Educar,  manducar,  etc.,  son  latinos ;  caducar,  de  ca- 
duco. 
UJAR  {ujo  -f-  ar) :  variante  de  ullar;  vemos  este  sufijo  en  apre- 
tujar, mamujar  y  mamullar,  mascujar  y  mascullar,  de 
apretar,  mamar  y  mascar.  Tapujarse,  al  lado  de  tapujo, 
de  taparse;  y  de  este  mismo,  combinado  aquel  sufijo  con 
ero,  iro,  tenemos  taperujarse  y  tapirujarse,  de  tapar,  al 
lado  de  taperujo  y  tapirujo.  Empapujar,  de  en  y  papo, 
ULAR.  Los  verbos  que  tenemos  con  esta  terminación,  como  emu- 
lar, gesticular,  modular,  pulular,  son  latinos  (aemulare, 
gesticulare,  modulare,  pululare),  o  derivados  de  nom- 
bres en  tilo,  ula,  como  capitular  y  clausular,  de  capítulo 
y  cláusula. 
ULLAR  (ullo  -\-  ar).  Despectivo,  como  ujar,  en  los  deverbativos 
mamullar  y  mascullar,  de  mamar  y  mascar,  y  en  los  de- 
nominativos patullar  y  patrullar,  de  pata.  También  en 
apabullar  y  en  los  onomatopéyicos  barbullar  y  farfullar, 
y  quizá  en  borbollar,  aunque  en  éste  parece  verse  la  re- 
duplicación de  la  raíz  bul,  lat.  bulare. 

Magullar,  variante  de  magular,  lat.  maculare ;  aturu- 
llar  y  aturrullar,  quizá  de  a  -|-  turullo. 
UÑAR.  Rascuñar  y  rasguñar,  al  lado  de  rasguño,  de  rascar  y 
rasgar.  Enfurruñarse,  engurruñarse  y  el  onomatopéyico 
refunfuñar.  El  murciano  escarcuñar  =  escudriñar,  pa- 
rece variante   de  éste :   cmbarduñar  =  embadurnar,   de 
origen  no  averiguado. 
URRAR  {urro  -f-  ar).  Despanzurrar,  de  des  y  panza ;  despachu- 
rrar, que  parece  variante  del  anterior,  y  chapurrar.  Su- 
surrar, del  lat.   susurrare. 
USAR,  Quizá  variante  de  usar,  lo  vemos  en  encantusar  y  enga- 
tusar, de  encantar  y  engatar. 

Acusar,  del  lat.  acensare;  rehusar,  del  b.  lat.  refusare. 
uscAR  {usco  -f  ar) :  apañuscar,  de  apañar ;  zurruscarse,  de  zu- 
rrarse, y  chamuscar,  derivado  tal  vez  del  lat,  flamma  = 
llama. 
UZAR  (uso  +  of)-  Carduzar,  de  cardar;  escaramuzar  al  lado  de 
escaramuza,  del  ant,  alto  al.  skérman ;  despeluzar  =  es- 


DERIVACIÓN"  Y  COMPOSICIÓN*  DE  LAS  PALABRAS  1 47 

peluzar,  de  des  o  es  y  pelo.  Pero  no  creo  se  halle  este  su- 
fijo en  chapuzar  y  sus  variantes  zapuzar  y  zampuzar,  si 
derivan  de  caput;  tampoco  en  desmenuzar.  Véase*  el  su- 
fijo siguiente. 

ZAR.  Con  esta  terminación  tenemos  algunos  verbos,  como  agu- 
zar, alzar,  cazar,  escorzar,  frezar,  desmenuzar,  trazar,  etc., 
que  ni  pueden  explicarse  por  la  derivación  castellana,  ni 
tienen  tampoco  en  el  latín  clásico  verbos  de  los  que  se 
hayan  formado ;  y  es  porque  proceden  del  latín  vulgar, 
que  formó  derivados  de  adjetivos  y  participios  en  tus  con 
el  sufijo  iarc,  así :  de  acutus,  acutiare,  aguzar ;  de  altus, 
altiare,  alzar;  de  captus.  captiare,  cazar,  etc. 

B).  Verbos  en  ear.  Es  la  forma  vulgar  correspondiente  a  la 
erudita  izar.  Los  escritores  latinos  de  la  época  de  la 
decadencia  transcribieron  los  verbos  griegos  en  ¡Ciu,  ¡Cstv 
(originariamente  '.l'.w.iv.v.y)  por  izo,  izare,  mientras  que 
el  vulgo  pronunciaría  idio,  idiare;  así  que  de  irrzzíC^'.j  sa- 
lieron en  latín  los  infinitivos  baptizare  y  baptidiare, 
que  respectivamente  dieron  en  romance  bautizar  y  ba- 
tear. 

Adoptado  por  la  lengua  el  sufijo  ear,  lo  empleó  mucho 
más  que  izar  para  formar  verbos  derivados  de  substanti- 
vos y  de  adjetivos,  y  hasta  de  pronombres  y  onomatopé- 
yicos. 

La  procedencia  vulgar  de  este  sufijo  y  su  arraigo  en 
la  lengua  se  ve  en  el  hecho  de  tener  muchos  verbos  con 
esta  terminación  al  lado  de  los  derivados  inmediatos  en 
ar,  y  con  la  misma  significación  que  éstos.  Así,  agujerear 
=  agujerar;  baldonear  =  baldonar;  centellear  =  cen- 
tellar ;  romancear  =  romanzar ;  regentear  =  regentar ;  res- 
ponsear  =  responsar ;  valorear  =■  valorar,  etc.  Otras 
veces  el  significado  es  distinto,  como  plantar  y  plantear; 
pasar  v  pasear;  o  el  derivado  en  ar  es  transitivo  y  el  en 
ear  intransitivo,  como  azular  y  azulear;  colorar  y  colo- 
rear (i). 

La  preferencia  que  la  lengua  dio  a  cslc  ?.utijo,  según 
notamos  en  el  párrafo  anterior,  hizo  también  que  toma- 
ran esta  terminación  verbos  que  por  su  origen  no  debie- 


(i)  En  Colombia,  según  Cuervo,  Ap.,  286,  el  pueblo  tiende  a  dar 
terminación  ear  a  los  verbos  en  ar,  cuando  quiere  denotar  signiñcación 
frecucntativ.1.  y  así  dicen  apalabrear,  apuñalear,  trotear,  ?tc 


148  JOSÉ  ALEMÁN  Y   BOLUFER 

ran  tenerla.  Así,  del  lat.  litigare  tenemos  litigar  y  lidiar,' 
pero  de  fumigare,  fumigar  y  humear,  y  no  humiar,  como 
•pide  su  etimología;  lo  mismo  sucede  en  canturrear  = 
canturriar ;  chapurrear  =  chapurrar,  y  canjear,  delinear,, 
emplear,  etc. 

Lo  mismo  que  los  en  ar,  estos  verbos  son  transitivos  o 
intransitivos,  según  la  función  que  al  formarlos  se  asig- 
ne al  nombre  primitivo ;  así, 

aletear  =  mover  las  alas;  basquear  =  tener  bascas; 
bracear  =  mover  los  brazos;  guerrear  ^  hacer  guerra, 
son  intransitivos ;  pero  arquear  =  dar  figura  de  arco; 
baldear  =  regar  con  baldes,  y  bastonear  =  dar  golpes 
con  bastón,  son  transitivos. 

Un  mismo  verbo  puede  tener  las  dos  acepciones,  según 
como  se  considere  la  función  del  nombre  primitivo ;  así, 
vocear  ==  dar  voces,  es  neutro ;  pero  vocear  =  llamar 
a  uno  a  voces,  transitivo. 

Los  derivados  de  adjetivos  son,  como  los  en  izar,  in- 
transitivos o  transitivos.  Así,  azulear,  cojear,  lozanear  y 
tontear,  intransitivos ;  pero  falsear  y  baratear,  activos. 

Del  pronombre  tú  hemos  derivado  tutear;  y  de  los 
sonidos  c,  chich  y  s,  los  onomatopéyicos  cecear,  cuchi- 
chear y  sisear;  en  todos  los  cuales,  como  se  ve,  se  halla 
reduplicado  el  elemento  raíz. 

Otra  prueba  del  arraigo  de  estos  verbos  la  tenemos 
en  los  derivados  que  forma  con  los  sufijos  que  hemos 
visto  en  la  derivación  nominal.  Así : 
ADEAr:  panadear,  si  se  le  supone  derivado  de  pan;  pero  mejor 
es  derivarlo  de  panadero,  como  carpintear,  de  carpinte- 
ro, con  pérdida  del  sufijo  ero. 
AJEAR :  tartajear,  onomatopéyico. 

ALACHEAR.   Véase   ALEAR. 

ALEAR :  patalear,  de  pata,  y  los  onomat.  chapalear  =  chapotear, 
tartalear:  también  bambolear,  de  significación  análoga 
a  la  del  gr.  pc(¡x?c(XiC(o  o  úCo)  =  temblar  de  frío,  castañe- 
tear; y  combinado  con  acho,  en  cambalachear,  quizá  de 
cambiar. 

AQUEAR.  Pallaquear,  en  Perú  y  Chile,  de  pallar;  y  bellaquear,. 
de  bellaco. 

Arrear:  zangarrear,  y  lo  mismo  en  portugués. 

éjear:  forcejear  =  forcejar;  voltejear  =  voltejar. 


DERIVACIOX  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 49 

eguear:  verdeguear,  de  verdear. 

equear:  temblequear,  de  temblar,  y  no  de  tembleque,  que  de- 
riva de  aquél. 

ETEAR.  Con  este  sufijo  se  forman  bastantes  verbos  de  significa- 
ción diminutiva  o  frecuentativa.  Así  barretear,  clavetear, 
cosctear,  ant.,  juguetear,  repiquetear,  sopetear,  traque- 
tear y  tembletear,  de  barrear,  clavar,  coso,  jugar,  repi- 
car, sopear,  traquear  y  temblar.  Además,  castañetear,  de 
castañeta,  y  herretear,  de  herrete. 

iqüear:  lloriquear,  de  llorar. 

olear:  chicolear,  de  chico  o  chicuelo;  bambolear  =  bambalear: 
véase  alear. 

OXEAR :  bambonear  =  bambolear. 

Orrear:  pintorrear,  de  pintar,  pitorrearse,  y  con  la  o  debilitada 
en  u,  canturrear  =  canturriar,  de  cantar. 

osear:  manosear,  de  mano;  babosear,  de  baba;  ventosear,  de 
viento. 

OTE.\R.  Tienen  significación  despectiva  o  frecuentativa,  y  son  en 
bastante  número,  como  los  en  etear.  Así:  bailotear,  la- 
votear, palmotear,  parlotear,  picotear,  pisotear,  revolotear 
y  tirotear,  de  bailar,  lavar,  palmear,  parlar,  picar,  pisar, 
re  -f-  volar  y  tirar.  También  manotear  y  rabotear,  de 
mano  y  rabo. 

Combinado  con  olo,  se  halla  este  sufijo  en  chacolotear 
y  zangolotear,  y  con  otro,  en  beborrotear  y  chisporro- 
tear, de  beber  y  chispear. 

ujear:  murmujear  =  murmurar. 

UQUEAR :  besuquear  =  besucar,  de  besar. 

Con  el  infijo  RU  tenemos  el  ant.  churrupear,  si  deriva 
de  chupar. 

C).  Verbos  en  ecer.  Los  verbos  castellanos  en  ecer  proceden  de 
los  latinos  en  escere,  como  acrecer  y  verdecer,  de  acci^s- 
cere  y  viridescere. 

Nuestro  romance  tuvo  cierta  predilección  por  este  su- 
fijo, hasta  el  punto  de  que  si  el  latín  tenía  el  verbo  de- 
rivado en  escere  al  lado  del  primitivo  sin  este  sufijo, 
como  carescere  y  carere,  clarescere  y  clarere,  floresce- 
re  y  florere,  adoptó  el  primero  y  desechó  el  segundo;  y 
así  tenemos  carecer,  clarecer  y  florecer,  y  no  carir,  clarir 
ni  florir.  Dio,, además,  la  forma  en  ecer  a  verbos  que  en 
lalín  no  la  tenían,  formando  merecer,  parecer,  perecer. 


l5o  JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 

permanecer  y  pertenecer,  de  merere,  parere,  perire,  pei- 
manere  y  pertinere;  y  muchos  que  de  éstos  pasaron  al 
castellano  antiguo,  como  fallir,  finir  y  establir,  de  falle- 
re,  finiré  y  stabilire,  los  dejó  como  anticuados  y  substi- 
tuyó por  fallecer,  fenecer  y  establecer. 

A  veces,  no  obstante,  subsisten  las  dos  formas,  por  la 
general  con  significación  distinta,  como  tullecer  y  tullir,. 
de  tollere. 

Además  de  los  verbos  dichos,  derivó  nuestra  lengua 
muchos  de  substantivos  y  de  adjetivos,  así:  favorecer^ 
mohecer,  pimpollecer  y  tallecer,  de  favor,  moho,  pimpo- 
llo y  tallo ;  como  blanquecer,  humedecer,  obscurecer  y  ro- 
bustecer, de  blanco,  húmedo,  obscuro  y  robusto.  Fos- 
forescer, con  la  s  del  sufijo  latino,  de  fósforo,  por  in- 
fluencia de  los  cultismos  fosforescencia  y  fosforescen- 
te; y  fortalecer,  de  fuerte,  por  el  influjo  de  fortaleza. 

También  los  tenemos  de  raíces  germánicas,  como  gua- 
recer y  escarnecer,  que  han  substituido  a  los  anticuados 
guarir  y  escarnir,  del  germ.  warjan  el  primero,  y  del 
ant.  alto  al.  skernon,  el  segundo,  así  como  guarnecer  al 
lado  de  guarnir,  del  ant.  alto  al.  warnon. 

Respecto  de  la  índole  de  estos  verbos  diremos  que  los 
simples  son,  como  en  latín,  en  su  mayoría  intransitivos, 
y  viceversa  los  compuestos.  Así :  amarillecer,  canecer, 
carecer,  fallecer,  fenecer,  florecer,  negrecer,  padecer,  pa- 
recer, podrecer,  verdecer,  etc.,  son  intransitivos :  blan- 
quecer, guarecer  y  guarnecer,  transitivos;  merecer  tie- 
ne las  dos  acepciones.  En  cambio,  emblandecer,  emblan- 
qtfecer,  embobecer,  embravecer,  embrutecer,  enmohecer, 
enriquecer,  enrojecer,  enronquecer,  enaltecer  y  endurecer, 
son  transitivos  de  significación  causativa,  y  por  eso  la 
forma  reflexiva  de  los  mismos  viene  a  ser  equivalente  a 
la  neutra  de  .los  simples :  así,  embobecer  =  volver  bobo 
a  uno ;  embobecerse  =  volverse  bobo  a  sí  mismo.  Algu- 
nos, como  enloquecer  y  entontecer,  tienen  la  acepción  tran- 
sitiva, y  además  la  neutra,  con  significación  igual  a  la  re- 
flexiva que  acabamos  de  ver:  otros,  como  encarnecer^ 
.  sólo  la  neutra. 


DERIVACIÓX  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  í3l 


DERIVACIÓN  INVERSA  O  RETRÓGRADA 


Esta  derivación  procede  al  revés  de  la  propia,  y  con- 
siste en  sacar  de  un  vocablo  derivado  o  compuesto  el  vo- 
cablo primitivo  o  el  simple  de  que  aquél  podría  proceder 
en  la  derivación  o  composición  ordinaria. 

No  es  muy  frecuente  este  procedimiento ;  pero  se  ha- 
llan ejemplos,  y  más,  en  nombres  que  en  verbos.  Así,  le- 
gislar deriva  de  legislador,  el  cual  procede  del  latín  legis- 
latorem ;  colar  un  grado,  en  b.  lat.  coliare,  del  subst.  colla- 
tionem,  colación,  y  prostrar  =  postrar,  en  el  latín  de  San 
Isidoro,  prostrare,  de  prostratus,  p.  p.  de  prosternare. 

En  nombres  tenemos :  asco,  de  asqueroso,  el  cual  pro- 
cede del  gr.  lat.  eschara,  escara;  burro,  del  lat.  burrí- 
chus,  de  donde  borrico;  carbunco,  de  carbúnculo  y  éste 
del  lat.  carbuncülus;  cuerdo  y  manso,  del  lat.  cordatus, 
y  mansuetus,  respectivamente ;  mango,  del  lat.  manicú- 
la;  preñez,  de  preñado;  disfraz  y  perdón  de  los  verbos 
disfrazar  y  perdonar:  el  adj.  /iioní/í/f,* mejor  que  de  hu- 
milem  que  habría  dado  húmil,  de  humildad. 

De  nombres  compuestos  tenemos:  dermis,  de  epider- 
mis, parasintético  griego,  formado  de  i-zi,  sobre,  y  oipjia^ 
piel ;  romero,  del  lat.  rosmarinus ;  el  ant.  enconía,  de 
malenconía,  variante  de  malencolía,  como  ésta  lo  es 
de  melancolía,  la  cual,  procede,  mediante  el  latino  me- 
lancholia.  del  gr.  ».{Krjiy//j\!a  (i)  que  significa  lo  mismo  que 
atrabilis,  negra  bilis.  Pero  en  castellano  se  tomó  el  nombre 
malenconía,  como  si  fuera  compuesto  con  el  adverbio  mal, 
y  se  formó  el  nombre  simple  del  que  en  tal  supuesto  po- 
dría proceder,  o  sea  enconía,  del  cual  después  se  formó 
encono  y  el  verbo  enconar- 
Corno  pertenecientes  a  esta  derivación,  podrían  consi- 
derarse los  potsverbales  formados  con  los  sufijo 
o,  y  entre  ellos  tembleque,  de  temblequear. 


(i)    Substantivo   derivado  del   adj.  nsXorj/oXo;,  compuesto  de   juX.ov, 
negro,  y  y.oXr,.  Wlis. 


152  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 


LA  COMPOSICIÓN  Y  LA  PARASÍNTESIS 


Además  de  la  derivación,  posee  nuestra  lengua  otros  dos 
procedimientos  para  enriquecer  su  caudal  lingüístico,  que  son: 
el  de  la  composición  y  el  de  la  parasíntesis.  La  derivación 
consiste,  como  sabemos,  en  formar  palabras  nuevas  por  medio 
de  sufijos  que  se  añaden  al  radical  de  un  vocablo  que  tiene  exis- 
tencia independiente  en  la  lengua,  como  fabulista,  de  fábula.  La 
composición  reúne  dos  o  más  palabras  en  una  sola,  como  casa- 
tienda, de  casa  -f-  tienda;  quitasol,  de  quitar  -\-  sol.  La  para- 
síntesis funde  en  uno  ambos  procedimientos,  formando  deri- 
vados y  compuestos  a  la  vez,  como  picapedrero,  de  picar  -\-  pie- 
dra -f-  ero ;  endulzar,  de  en  -f-  dulce  -\-  ar. 

Los  parasintéticos  deben  distinguirse  de  los  derivados  de 
compuestos;  así,  antepechado  es  derivado  de  antepecho,  com- 
puesto a  su  vez  de  ante  -\-  pecho ;  pero  desalmado  es  parasin- 
tético, porque  no  tenemos  el  vocablo  desalma,  ni  tampoco  al- 
mado,  que  hubieran  podido  formar  aquél ;  el  primero,  con  el 
sufijo  ado;  y  el  segundo,  con  el  prefijo  des. 

Dos  condiciones  se  requieren  para  la  formación  del  voca- 
blo compuesto,  una  lógica  y  otra  gráfica.  En  virtud  de  la  pri- 
mera se  funden  en  la  mente  dos  ideas,  para  designar  una  nue- 
va; y  en  virtud  de  la  segunda,  se  juntan  en  la  escritura  las  vo- 
ces que  designan  dichas  ideas.  Así,  noroeste  no  designa  el  nor- 
te y  el  oeste,  sino  un  punto  intermedio  entre  aquellos  dos,  y 
que  por  no  tener  vocablo  propio  con  que  expresarlo,  nos  va- 
lemos de  la  fusión  en  una  de  las  voces  que  sirven  para  la  deno- 
minación de  aquéllos. 

Los  compuestos  pueden  estudiarse  atendiendo:  i.°  A  la  ín- 
dole de  los  elementos  componentes.  2.°  A  la  relación  sintáctica 
en  que  aquéllos  se  unen.  3."  Al  orden  de  colocación  del  elemento 
determinante.  4.°  A  la  significación  del  compuesto  en  relación 
con  la  de  los  componentes.  5.°  A  la  forma  que  toma  el  primer 
elemento.  6.°  Al  grado  de  unión  de  los  componentes.  y.°  A  la 
índole  del  compuesto.  8.°  A  la  formación  del  plural.  9.°  Al  acento: 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  i  $5 

Atendiendo  a  la  índole  de  los  elementos  componentes,  pue- 
den distinguirse  las  siguientes  clases  de  compuestos;  i.", 
de  dos  adjetivos,  como  agridulce,  claroscuro;  2°,  de  dos 
substantivos,  como  carricoche,  casatienda;  3.°,  de  adje- 
tivo y  substantivo  o  viceversa,  como  mediodía,  salvo- 
conducto; ritiagre,  hilván;  4.°,  de  dos  verbos,  como  ga- 
napierde, vaivén;  5.°,  de  verbo  y  otra  parte  de  la  oración 
que  puede  ser:  o),  substantivo,  como  hincapié,  ESCAtnon- 
dar;  h),  pronombre,  como  cuxLqnicra;  c),  adverbio  o 
adjetivo  en  función  adverbial,  como  MALcasar,  A^ana- 
gloriarse :  d),  en  vez  del  verbo  puede  hallarse  el  tema 
verbal,  que  recibe  un  sufijo  y  forma  parasintéticos,  como 
sonámbulo,  manicuro.  También  los  hay  de  adverbio  y 
substantivo  de  significación  verbal,  o  adjetivo,  como 
bienandanca,  malcontento :  6.°.  de  una  oración,  como  bien- 
mesabe, o  de  una  frase  latina,  como  coranvobis ;  7.°,  de 
prefijo  y  adjetivo,  verbo  o  substantivo,  como  inexpresi" 
vo,  equidistar,  archicofrade.  Hay  también  compuestos  de 
conjunción  y  verbo,  como  siquiera,  o  de  preposición  \ 
relativo,  como  porque,  conque,  o  de  preposiciones,  como 
desde,  y  de  interjección  y  pronombre,  como  oxte. 

En  los  casos  anteriores,  exceptuando  los  de  los  núme- 
ros 4.°  y  6.°,  se  pueden  formar  también  parasintéticos,  así : 
i.°,  de  dos  adjetivos:  sólo  siendo  éstos  numerales,  trein- 
taidoseno;  2.",  de  dos  substantivos,  cachicuerno,  machi- 
hembrar; 3.°,  de  substantivo  y  adjetivo,  ropavejero,  o 
viceversa,  sietemesino ;  5.°,  de  substantivo  y  verbo,  misa^ 
cantono,  o  viceversa,  picapedrero;  7.°,  de  prefijo  y  adje- 
tivo o  nombre,  endulzar,  aprisionar,  etc. 

Las  partes  de  la  oración  que  forman  el  compuesto  se  unen 
en  éste  según  los  distintos  modos  como  se  relacionan  en 
la  sintaxis.  Así.  en  el  compuesto  camposanto,  el  adjeti- 
vo se  une  al  substantivo  por  concordancia ;  en  casatienda, 
se  unen  los  dos  substantivos  como  en  la  aposición ;  en 
agridulce  y  ajoqueso,  se  unen  los  elementos  componentes 
como  si  los  enlazara  la  conjunción  y,  que  parece  hallarse 
expresa  en  el  primero,  como  lo  está  en  coliflor.  En  haca- 
calle,  el  segimdo  elemento  determina  al  primero  como  si 
se  hallara  en  genitivo,  boca  de  la  calle,  así  como  en  apa- 
gavelas determina  también  el  segundo  al  primero,  como 
el  acusativo,  complemento  directo,  detennina  al  verbo.  A 


1 34  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

los  primeros  les  llamaremos  compuestos  de  coordinación, 
y  a  los  segundos,  de  subordinación. 

"  En  los  compuestos  de  subordinación  deben  distinguirse  dos 
clases,  según  el  orden  de  colocación  de  los  elementos  com- 
ponentes. En  los  formados,  según  la  índole  de  la  sintaxis 
latina,  el  elemento  determinante  precede  al  determinado, 
como  pesuña  =  uña  del  pie,  pedis  -|-  ungulam ;  y  vice- 
versa en  los  castellanos,  como  maestrescuela  =  maestro 
de  escuela;  cañamiel  =  caña  de  miel. 

'  Atendiendo  a  la  significación  de  los  compuestos  hemos  de 
distinguir:  a)  Compuestos  en  cuya  estructura  se  hallan 
l'^s  vocablos  expresivos  de  las  ideas  que  han  contribuido 
a  su  formación,  y  sólo  se  omite  la  expresión  de  la  rela- 
ción sintáctica,  relación  que  es  menester  suplir  para  com- 
prender el  significado.  Así,  lo  mismo  en  casatienda  que 
en  bocacalle  se  unen  dos  substantivos,  pero  en  distinta  re- 
lación, porque  el  primero  equivale  a  casa  que  a  la  vez 
es  tienda;  y  el  segundo,  a  boca  (o  entrada)  de  la  calle,  b) 
Compuestos  que  no  denotan  el  objeto  significado  por  \oi 
elementos  componentes,  sino  otro  al  que  conviene,  como 
complemento,  la  frase  formada  por  ellos ;  es  decir,  que 
designamos  con  estos  compuestos  un  objeto  particular  en- 
tre los  muchos  a  que  pudiera  aplicarse  la  frase  comple- 
mentaria que  ha  venido  a  formar  el  compuesto.  Así,  an- 
teojo =  lente  para  ante  el  ojo;  cortaplumas  =  instru- 
mento que  sirve  para  cortar  plumas  de  ave  para  escribir. 
c)  En  los  compuestos  cuyo  primer  elemento  es  una.  pre- 
posición, hemos  de  distinguir,  además  de  los  del  tipo  a«- 
teojo,  otras  dos  especies :  unos  en  que  el  objeto  designa- 
do por  el  segundo  elemento  se  contrapone  a  otro  de  igual 
especie  o  clase,  como  anteiglesia  =  iglesia  parroquial; 
antenombre,  nombre  que  se  pone  antes  del  nombre  pro- 
pio; y  otros  en  que  una  parte  del  objeto  designado  por 
el  segundo  elemento  se  contrapone  al  todo,  como  ante- 
brazo  ==  parte  del  brazo  desde  el  codo  hasta  la  muñeca ; 
anteiglesia  =  atrio,  pórtico  o  lonja  delante  de  la  iglesia, 
o  sea  parte  del  mismo  templo  o  iglesia,  d)  Adjetivos  com- 
puestos que  atribuyen  al  substantivo  a  que  califican  la 
posesión  de  lo  que  ellos  significan,  y  que  llamaremos  atri- 
butivos. Así,  ojinegro  no  significa  ojo  negro,  sino  que 
tiene  los  ojos  negros. 


DERIVACIÓN"  Y  COMPOSICIÓN'  DE  L.AS  PAL.\BRAS  1  OD 

S'°  Atendiendo  a  la  forma  que  en  el  compuesto  toma  el  pri- 
mer elemento  cuando  el  segundo  empieza  por  consonan- 
te, hemos  de  distinguir  los  compuestos  del  tipo  griego, 
en  los  cuales  termina  aquél  en  o,  sea  cual  fuere  su  vocal 
final,  como  filósofo,  gr.  s-.Xóaoso;,  de  los  del  tipo  latino,  en 
los  que  termina  en  i,  como  novilunio,  lat.  novilunium. 
La  forma  griega  la  tenemos  a  veces  en  compuestos,  for- 
mados de  elementos  latinos,  como  primogénito,  en  la 
vulgata  primogenitus ;  o  latino  uno  y  griego  otro,  como 
sociólogo,  del  lat.  socius,  socio,  y  el  griego  \i-¡tí),  tratar. 
Y  las  dos  formas  en  pluviómetro  y  pluvímetro,  del  lat. 
pluvia,  lluvia,  y  el  gr.  aá-oov,  medida. 

Cuando  la  segunda  parte  del  compuesto  empieza  por 
vocal  y  la  primera  termina  también  en  vocal,  se  nota  gran 
variedad,  según  el  grado  de  formación  del  compuesto  y 
según  la  clase  de  éste.  Los  del  tipo  latino  terminan  la  pri- 
mera parte  en  i,  como  en  el  caso  anterior ;  v.  gr.  boquian- 
cho,  de  boca  -j-  ancho;  cuellierguido,  de  cuello  +  ergui- 
do: los  demás  suelen  perder  la  final  del  primer  elemen- 
to. Asi  vemos  cuatralbo,  de  cuatro  -\-  albo ;  abrojo,  d.í 
abre  -(-  ojo ;  aguardiente,  de  agua  -\-  ardiente,  etc. ;  pero 
venngainjurias.  Hay  muchos  que  la  conservan  inalterable, 
caso  en  que  se  pronuncian  los  dos  elementos  con  distir- 
ción  como  si  no  hubiera  compuesto,  v.  gr.,  puercoespín, 
malaentrada,  mondaoídos,  tapaagujeros.  Distinción  que  se 
nota  taijibién  aun  en  el  caso  en  que  las  vocales  puedan 
contraerse  en  diptongo,  como  en  vengainjurias. 

6."  Hay  compuestos  cuyos  elementos  se  han  fundido  de  mane- 
ra que  aquéllos  se  nos  ofrecen  a  primera  vista  como  vo- 
cablos simples :  v-  gr.,  centolla,  que  procede  del  lat.  cen- 
tocula,  parasintético,  de  centutn,  ciento,  y  oculus,  ojo:  za- 
herir, que  a  través  de  las  formas  anticuadas  facerir  y 
fazferir,  procede  del  latín  faciem  ferire;  hidalgo,  de  hijo 
de  algo.  En  otros  se  nos  presentan  unidos  los  elementos 
sin  sufrir  modificación  ninguna,  como  mediodía,  milen- 
rama; o  bien  alterando  sólo  la  terminación  del  primer 

(  elemento,  como  mineromedicinal,  de  mineral  -j-  medici- 

nal; patituerto,  de  pata  -\-  tuerto.  Los  hay  también  im 
perfectos,  o  sea  que  siéndolo  ideológicamente,  escribi- 
mos y  pronunciamos  distintamente  los  elementos  que  los 
forman  sin  llegar  a  unirlos  en  la  escritura,  como  ojo  de 


1 56 


JOSÉ  ALEMANY   BOLUFER 


buey,  pata  de  gallo,  nombres  de  plantas.  Los  franceses 
en  este  caso  emplean  el  guión  para  indicar  el  compuesto 
y  expresar,  a  la  vez,  que  las  palabras  que  lo  forman  no 
han  de  tomarse  en  su  acepción  recta. 

A  los  compuestos  imperfectos  pertenecen  también  los 
que  como  ricahembra,  ricadueña,  etc.,  escribimos  en  una 
sola  palabra,  pero  admiten  la  forma  plural  en  sus  dos 
elementos  — ricashenibras,  ricasdueñas — ,  señal  de  que  no 
han  llegado  a  fundirse  enteramente  en  uno. 

7."  El  vocablo  compuesto  puede  ser  substantivo,  como  boca- 
calle; adjetivo,  como  verdinegro ;  pronombre,  como  cual- 
quiera; verbo,  como  contramandar;  adverbio,  como  an- 
teayer; preposición,  como  desde;  conjunción,  como  si- 
quiera, e  interjección,  como  oxte.  Los  parasintéticos  sólo 
pueden  ser  substantivos,  como  ropavejero;  adjetivos, 
como  aguagriero,  o  verbos,  como  machihembrar. 

*•"  Respecto  a  la  formación  del  plural  de  estas  voces,  diremos 
que  los  compuestos  perfectos  sólo  admiten  la  forma  de 
plural  en  su  segundo  elemento,  y  asi  decimos  ferrocarri- 
les, portafusiles,  agridulces,  patitiesos,  de  ferrocarril, 
portafusil,  agridulce  y  patitieso.  Los  compuestos  imper- 
fectos como  ojo  de  pollo,  ojo  de  buey,  etc.,  si  se  usan  en 
plural  sólo  admiten  la  forma  de  éste,  en  su  primer  subs- 
tantivo, como  ojos  de  pollo.  Los  demás  compuestos  de 
esta  clase  admiten  forma  plural  sólo  en  uno  o  en  los 
dos  elementos  componentes,  según  éstof  hayan  llega- 
do o  no  a  fundirse  enteramente  en  uno.  Asi  segui- 
mos diciendo  ricashembras  y  ricasdueñas,  pero  no  mon- 
tespíos,  sordosmudos,  bocasmangas.  bocascalles  y  salvos- 
conductos,  a  pesar  de  hallarse  estos  plurales  en  buenos 
autores  (i),  sino  montepíos,  bocamangas,  etc. 

Los  compuestos  de  pronombre  y  verbo,  como  cualquie- 
ra y  quienquiera,  son  también  imperfectos,  y  forman  el 
plural  en  su  primer  elemento:  cualesquiera,  quienesquie- 
ra; también  hijosdalgo,  de  hijodalgo;  pero  hidalgos,  de 
hidalgo. 

Carecen  de  forma  propia  para  expresar  este  número 
los  compuestos  cuyo  segundo  elemento  entra  en  la  com- 
posición en  forma  plural,  como  mondadientes,  apagave- 


(i)     Menéndez  Pida!,  Manual  de  Gramática  histórica  española,  §  87. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓX  DE  LAS  PALABRAS  ibj 

las,  etc.  Taxnpoco  admiten  plural  los  compuestos  de  una 
oración,  como  correvedile  y  hazmerreír,  ni  en  general 
los  formados  por  verbos,  como  quitaipón;  pero  decimos 
vaivenes,  de  vaivén. 
9'"  En  latín  el  acento  podía  cargar  en  la  primera  parte  del 
compuesto,  como  en  cuadrupédiis,  centímánus,  de  donde 
cuadrúpedo  y  centímano.  En  castellano  prevalece  siem- 
pre el  acento  del  segundo  elemento  en  los  compuestos  y 
parasintéticos  vulgares,  como  en  dosalbo,  patitieso,  qui- 
taipón, aguamanos,  hidalgo,  binomio;  pero  en  los  erudi- 
tos, formados  de  vocablos  griegos  o  latinos,  se  sigue  la 
regla  del  latín,  o  sea:  se  acentúa  la  primera  parte  si  la 
segunda  es  bisílaba  y  tiene  breve  la  vocal  de  su  primera 
sílaba,  como  bímano,  cuadrúmano,  de  mánus;  centíme- 
tro, milímetro,  del  gr.  ai-oov^  telégrafo,  de  ipáaio;  mas 
si  la  dicha  vocal  es  larga,  en  ella  recae  el  acento,  como 
decigramo,  miligramo,  telegrama,  del  gr.  -[fjiwí'i,  bifloro, 
de  flos,  flóris.  En  los  compuestos  de  litro,  gr.  K;-pcz,  se 
consideró  larga  la  cantidad  de  la  i. 

En  los  compuestos  imperfectos  conservan  ambos  ele- 
mentos su  acento  propio:  decimoséptimo,  decimonono; 
ricahembra,  etc. 

A  continuación  estudiamos  los  compuestos  según  el  or- 
den expuesto  en  el  número  primero,  o  sea  atendiendo  a 
la  índole  de  los  elementos  componentes. 

I.'    COMPUESTOS  FORMADOS  POR  DOS  ADJETIVOS 

A).  Dos  adjetivos  calificativos  que  denoten  cualidades  contra- 
rias forman  un  compuesto  adjetivo  que  expresa  una  cua- 
lidad intermedia  entre  las  indicadas  por  los  componen- 
tes; como  agridulce  =  que  tiene  mezcla  de  agrio  y  dul- 
ce ;  verdiseco  =  medio  seco ;  y  así,  cultipicaño  de  culto 
-f-  picaño;  jocoserio,  de  jocoso  -|-  serio.  También  si  de- 
notan colores:  como  verdinegro,  de  verde  -f-  negro;  ver^ 
descuro,  de  verde  -|-  escuro,  ant.  =  oscuro ;  rubicán,  de 
rubio  H"  cano.  En  otro  caso  reúne  el  compuesto  la  signi- 
ficación de  los  componentes,  como  tontivano  =  tonto  va- 
nidoso, o  sea,  tonto  y  vano ;  y  así,  sordomudo,  de  sordo  -j- 
mudo ;  mineromedicinal,  de  mineral  -f-  medicinal ;  ver- 
degay, de  verde  -}-  gayo. 


I  58  JOSÉ   ALEMÁN  Y   BOLUFER 

Resumbruno,  de  roso  -|-  la  locución  en  bruno. 

B).  Si  el  primer  adjetivo  es  numeral  cardinal  y  el  segundo 
calificativo,  el  compuesto  incluye  en  si  la  significación  de 
un  substantivo  que  denota  una  parte  o  miembro  del  ser 
al  que  se  atribuye  la  significación  total  del  adjeti'O 
compuesto :  como  dosalbo  =  que  tiene  dos  pies  albos ; 
y  así  tresalbo  y  cuatralbo.  Obsérvese  que  el  primer  ele- 
mento determina,  y  el  segundo  califica  al  substantivo  im- 
plícito en  el  compuesto. 

C).  Si  los  dos  adjetivos  son. numerales  cardinales  y  el  que 
expresa  número  menor  precede  al  que  lo  denota  ma- 
yor, queda  éste  multiplicado  por  aquél.,  y  el  compuesto 
toma  la  forma  plural,  como  cuatrocientos  =  cuatro  ve- 
ces ciento;  seiscientos  =  seis  veces  ciento  (i).  En  otro 
caso  se  suman  los  valores  de  ambos ;  así,  veintiuno,  vein- 
tidós, etc.,  hasta  veintinueve,  de  veinte  y  uno,  veinte  y 
dos,  etc. 

Obsérvese  que  precediendo  el  numeral  que  indica  nú- 
mero menor,  sólo  hemos  formado  los  compuestos  con 
ciento,  pues  escribimos  dos  mil,  tres  mil,  y  no  dosmiles, 
tresmiles,  como  hacemos  con  las  centenas  (3) ;  y  prece- 
diendo el  que  lo  indica  mayor,  los  compuestos  con  vein- 
te, veintidós,  etc. ;  pero  diez  y  seis,  treinta  y  dos,  y  no  die- 
ciséis. En  cambio,  unimos  estos  numerales  con  la  con- 
junción que  los  enlaza  en  los  parasintéticos  en  avo  y  evo, 
y  escribimos  dieciseisavo,  treintaidosavo,  treintaidose- 
no,  etc.  También  en  los  fraccionarios  escribimos  diesmi- 
lésimo,  diesmillonésimo,  cienmilésimo  y  cienniillonési- 
mo,  etc.,  aunque  decimos  diez  mil,  cien  mil,  etc. 

D).  Siendo  los  dos  adjetivos  numerales  ordinales,  sólo  hemos 
formado  los  compuestos  desde  el  decimotercio  o  décimo-' 
tercero,  hasta  el  decimonono  o  decimonoveno,  pues  un- 
décimo V  duodécimo  son  ya  latinos.  En  los  demás,  y  aun 
en  los  mismos  compuestos,  usamos  también  las  expresio- 
nes analíticas ;  así,  vigésimo  primero,  etc. ;  décimo  tercio 


(i)  o  bien,  tomamos  el  numeral  ciento  como  substantivo  con  el  va- 
lor de  centena,  caso  en  que  el  compuesto  lo  es  de  adjetivo  más  subs- 
tantivo. 

(2)  Sin  duda  porque  tomamos  el  mil  como  substantivo  en  la  acepción 
de  millar. 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I  ^Q 

y  décima  tercia;  pero  no  décimatercia,  como  equivocada- 
mente se  ha  escrito  (i). 

Todopoderoso  es  traducción  del  latín  omnipotens;  pri- 
mogénito, de  primogenitus ;  y  a  semejanza  de  él  hemos 
formado  segundogénito,  de  segundo  y  el  lat.  genitus. 
Tresdoble  =  triple,  como  si  el  doble  castellano  fuera  equi- 
valente al  sufijo  plex,  del  lat.  triplex  =  triple. 

Son  raros  los  substantivos  compuestos  de  dos  adje- 
tivos, como  altibajo  y  claroscuro. 
E).     Fuera  de  los  numerales  como  dieciseisavo,  treintaidose- 
no,  no.  creo  haya  parasintéticos  formados  de  adjetivos. 


2:   COMPUESTOS  FORMADOS  POR  DOS  SUBS- 
TANTIVOS 

Dos  substantivos  pueden  unirse  formando  substanti- 
vos compuestos,  y  adjetivos  o  verbos  parasintéticos. 

Primero  :  Substantivos  compuestos  de  substantivos.  —  Al 
unirse  dos  substantivos  para  formar  un  compuesto,  pue- 
den ocurrir  los  tres  casos  siguientes :  a),  se  unen  los  dos 
como  si  los  enlazara  la  copulativa  y:  ajoqueso,  ceropez; 
b),  uno  de  los  substantivos  determina  o  explica  al 
otro,  como  sucede  en  la  aposición :  casatienda,  fniisara- 
ña;  c),  uno  de  los  substantivos  determina  al  otro  a  la 
manera  del  genitivo :  bocacalle,  telaraña,  casapuerta.  A 
los  primeros  les  llamaremos  compuestos  copulativos ;  a 
los  segundos,  apositivos,  y  a  los  terceros,  subordinativos. 

<j).  Compuestos  copulativos. — Denotan  un  objeto  cuyo  concep- 
to resulta  de  la  suma  de  la  significación  de  cada  uno  de 
los  vocablos  componentes,  v.  gr. :  ajoqueso  =  guisado 
en  que  entran  el  ajo  y  el  queso;  ceropez  =  mezcla  de 
pez  y  cera;  salpimienta  ==  mezcla  de  sal  y  pimienta; 
calofrío,  indisposición  del  cuerpo,  en  que  alternativamen- 
te se  siente  calor  y  frío.  En  algunos  de  estos  compuestos, 
como  en  coliflor,  se  halla  la  copulativa  y,  ante  la  cual 
desaparece  la  vocal  final  del  primer  elemento,  como  ajia- 


(i)  Es  decir,  que  en  el  compuesto  la  primera  parte  del  mismo  ter- 
mina en  o.  El  género  se  indica  entonces  sólo  por  la  vocal  final  del  se- 
gundo elemento,  como  en  primogénito,  a,  y  no.  primagcnita^ 


l6o  JOSÉ    ALEMÁN  Y    BOLUFER 

ceite,  arquibanco,  arquimesa,  carricoche,  catricofre,  cla- 
viórgano. 

A  esta  clase  pertenecen  los  nombres  de  los  puntos  as- 
tronómicos situados  entre  los  cuatro  cardinales,  como 
nordeste,  de  norte  -f-  este;  pero  noroeste  y  norueste  (no 
nordoeste) ;  sudeste  y  sudoeste;  y  los  intermedios  entre 
éstos,  como  nornordeste,  nornoroeste;  sudsudcste,  sudsud- 
oeste;  oesnorucste,  oessudueste,  en  los  cuales  un  com- 
puesto entra  como  elemento  en  la  formación  de  otro  com- 
puesto. 
b).  Compuestos  apositivos.  En  éstos,  el  segundo  substantiva 
determina  o  especifica  al  primero  como  lo  haría  un  nom- 
bre en  aposición ;  v.  gr. :  casatienda  =  casa  que  a  la  vez 
es  tienda;  musaraña  =  mus  que  se  alimenta  de  insectos 
como  la  araña  (comp.  el  lat.  musaraneus) ;  zapapico  = 
zapa  que  a  la  vez  es  o  sirve  de  pico.  A  veces,  según  se 
concibe  el  compuesto,  parece  que  el  primer  substantivo 
determina  al  segundo,  como  varapalo  =  palo  largo  a 
modo  de  vara ;  pejemuller  =  mamífero  (mujer),  que  en 
su  forma  se  parece  a  un  pez. 

Esta  clase  de  compuestos  es  poco  numerosa ;  pero,  ade- 
más de  los  mencionados,  pueden  citarse  artimaña,  arte  -f- 
maña;  marimacho,  pejerrey,  pejesapo,  puercoespín,  tripi= 
callos,  y  los  compuestos  imperfectos,  como  pes  mujer  = 
pejemuller,  bnquehospital,  casacuna,  faldapantalón,  etc. 

Tenemos  algunos  latinos,  como  malvavisco,  de  malva- 
viscus ;  y  otros  en  los  cuales  hemos  añadido  al  substan- 
tivo latino  otro  substantivo  castellano  que  no  añade  nada 
a  la  significación  de  aquél.  Así,  salmuera,  de  sal  y  el 
lat.  muría  =  salmuera;  picobarreno,  del  lat.  picus  =  pí- 
cobarreno  -f-  barreno, 
c).  Compuestos  subordinativos. — En  éstos  un  substantivo  de- 
termina al  otro  como  si  se  hallara  en  genitivo.  En  los 
compuestos  latinos,  como  agricultura,  y  en  los  que  a 
imitación  de  ellos  hemos  formado,  es  el  primer  elemen- 
to el  determinante,  como  maniobra  =  obra  de  mano;  y 
viceversa  en  los  castellanos,  como  bocacalle  =  boca  de 
la  calle. 

Los  compuestos  del  tipo  latino  son  en  número  muy 
reducido,  y  algunos  deben  su  origen  al  hecho  de  haber 
juntado  en  una  palabra  las  dos  latinas  que  servían  para 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS 


l6l 


exipresar  el  objeto:  como  jusharha,  de  Jovis  barbam  = 
barba  de  Júpiter;  pesuña,  de  pedis  ungülam  =  uña  del 
pie.  De  éstos,  los  hay  cuyos  componentes  se  unieron  ya 
en  latín,  o  al  menos  se  hallan  así  escritos  en  los  códices 
latinos,  como  terraemotus  y  terrae  motns,  de  donde  de- 
cimos terremoto,  conservando  en  la  pronunciación  el  ge- 
nitivo latino;  mientras  que  en  otros,  como  aguaducho  y 
cabrahigo,  de  aquaeductus  y  caprificus,  nos  hemos  des- 
entendido del  genitivo,  y  los  pronunciamos  como  si  fue- 
ran compuestos  castellanos.  Aguamanil,  de  aquamanile 
o  aquaemanile,  que  de  los  dos  modos  se  decía  ya  en  la- 
tín. Formados  a  este  tenor  tenemos  ajicola,  gallocresta, 
y  quizá  gallipuente,  zarzamora,  zarzarrosa  (i),  etc.,  y  el 
parasintético  terromontero,  de  tierra  y  monte. 

Con  el  nombre  que  hace  de  genitivo  en  segundo  lugar, 
tenemos  condestable,  del  b.  lat.  comitem  stabuli  ==  conde 
o  jefe  del  establo  o  de  las  caballerizas;  aguamiel,  agua- 
viento, bocacalle,  bocamanga,  cañamiel,  colapez,  madre- 
perla, madreselva,  maestresala,  maestrescuela,  etc.,  etc., 
y  los  nombres  propios  de  poblaciones,  como  Ciudad  Ro- 
drigo, Fuentidueña,  Villadiego,  etc.  En  algún  compuesto 
parece  que  el  segundo  substantivo  desempeña  las  funcio- 
nes de  dativo,  como  aguamanos  =  agua  (que  sirve  para 
lavar  las)  manos. 

El  compuesto  viene  a  ser  un  complemento  especifica- 
tivo del  nombre  que  con  él  se  designa,  en  puntapié  = 
golpe  dado  con  la  punta  del  pie. 

La  preposición  de  se  expresa  a  veces  en  el  compuesto, 
como  en  hideperro,  hideputa  (hijo  de) ;  hijodalgo,  hi- 
dalgo, pundonor  (=  punto  de  honor).  Valdepeñas,  etc. 
Pero  por  lo  general  domina  la  índole  analítica  de  la  len- 
gua y  escribimos  separadamente  los  tres  vocablos,  o  los 
dos  que  forman  el  compuesto,  y  decimos  agua  de  Hu- 
ma y  agua  lluvia;  aguanafa  y  agua  nafa;  hoja  de  lata  y 


(i)  Según  la  definición  que  de  estos  dos  últimos  da  el  Diccionario, 
o  sea,  "el  fruto  de  la  zarza"  y  "la  flor  de  la  zarza" ;  pero  si,  como  ob- 
serva García  de  Diego  en  sus  Elementos  de  Gramática  Histórica,  i  2\\, 
nota,  el  uso  común  de  Castilla  emplea  dichos  compuestos  en  la  acep- 
ción de  "zarza  de  moras"  y  "zarza  de  rosas",  pertenecen  a  los  compues- 
tos que  llevan  en  genitivo  el  segundo  elemento, 

13 


í6a  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

hojalata;  madre  de  clavo  y  madre  clavo;  y  convendría 
uniformar  en  el  Diccionario  académico  la  grafía  de  es- 
tos compuestos  escribiendo  agualluvia,  aguasol,  etc., 
como  escribimos  aguanafa  y  cañamiel;  o  adoptar  el  guión 
como  los  franceses,  para  aquellos  compuestos  que  re- 
sultarían demasiado  largos,  escribiendo  pata-de-gallo, 
pie-de-cabra,  etc.,  y  también  en  otra  clase  de  compues- 
tos, como  franco-español,  hispano-americano,  etc. 

Son  bastantes  los  objetos  que  designamos  con  estas 
denominaciones.  Así,  madre  de  niños,  nombre  de  una 
enfermedad ;  pata  de  gallo,  nombre  de  una  planta ;  pie 
de  cabra  =  percebe;  pie  de  león,  nombre  de  una  plan- 
ta. Ojos  de  gato  =  persona  que  los  tiene  azules  o  va- 
rios en  el  color ;  ojos  de  sapo  =  persona  que  los  tiene 
muy  hinchados.  Tenemos  la  preposición  ante  en  tram- 
pantojo, de  "trampa  ante  ojo". 

Compuestos  extranjeros  de  esta  clase  son:  testaferro, 
del  ital.  testa-ferro;  oriflama,  del  fr.  oriflamme;  paque^ 
bote,  del  inglés  packet-boat,  etc. 
Se-gundo:  Adjetivos  parasintéticos  formados  de  dos  subs- 
tantivos.— Los  substantivos  que  entran  en  la  formación 
de  estos  parasintéticos  se  unen  en  relación  subordinati- 
va  o  copulativa,  pero  reciben  además  un  sufijo  que  los 
convierte  en  adjetivos  que  atribuyen  al  substantivo  a  que 
se  refieren  la  posesión  de  lo  significado  por  el  compues- 
to. En  castellano  son  en  poco  número,  y  menos  los  co- 
pulativos que  los  subordinativos.  Así,  a  semejanza  del 
lat.  caniformis,  hemos  hecho  vermiforme  =  que  tiene 
forma  de  gusano,  de  verme,  lat.  vermis  -|-  forma ;  cunei- 
forme =  que  tiene  forma  de  cuña,  del  lat.  cuneus, 
•  cuña  -}-  forma ;  cachicuerno  =  que  tiene  las  cachas  de 
cuerno. 

Algunos  de  estos  parasintéticos  parecen  confundirse 
a  primera  vista  con  los  compuestos  de  substantivo  y  ad- 
jetivo de  que  tratamos  más  adelante.  Así,  anquialmen- 
drado,  anquiboyuno,  cariacopado,  boquiconejtmo  y  ca- 
riampollar, podrían  explicarse  como  formados  por  los 
substantivos  anca,  casco,  boca  y  cara  -f-  los  adjetivos 
almendrado,  boyuno,  etc.;  pero  no  casquimulcño,  ni  ca- 
riampollado, por  lo  que  deben  considerarse  todos  como 
paransintéticos. 


bERIVAClÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS     l6i 

Como  formados  de  compuestos  copulativos  pueden  ci- 
tarse paniaguado,  de  pan  y  agua;  capigorrón,  de  capa  y 
gorra,  y  quizá  algún  otro. 
Tercero:  Verbos  parasintéticos  formados  de  substantivos. 
— Son  muy  pocos,  y  en  ellos  se  hallan  los  substantivos 
en  relación  copulativa;  como  en  machihembrar,  de  ma- 
cho y  hembra;  mancornar,  de  mano  y  cuerno.  Nordoves- 
tear =  noruestear,  parece  derivado  de  norueste.  Fini- 
quitar, de  fin  y  quito. 


3."  COMPUESTOS  FORMADOS  POR  UN  SUBSTANTIVO 
Y  UN  ADJETIVO 

El  compuesto  resultante  de  la  unión  de  un  substantivo 
y  un  adjetivo  puede  ser  substantivo  o  adjetivo,  tanto  si 
en  aquél  se  halla  el  substantivo  delante  del  adjetivo,  como 
si  se  halla  detrás,  por  lo  que  distinguiremos : 
A).  Substantivos  compuestos  de  substantivo  -f  adjetivo. — 
En  ellos  el  adjetivo  concierta  con  el  substantivo,  como  en 
el  latín  res  publica,  a  semejanza  del  cual  hemos  formado 
avetarda  y  su  variante  avutarda  (i),  de  ave  -\-  tarda: 
aguardiente,  de  agua  -j-  ardiente;  hierbabuena,  noche- 
buena, de  hierba  o  noche  -|-  buena;  melcocha,  de  miel  + 
cocha;  pimpollo,  de  pino  -I-  pollo;  vinagre,  de  vino  -\- 
agre;  hilván,  de  hilo  -|-  vano;  el  ant.  manderecha,  de 
mano  4"  derecha,  etc.,  etc.,  y  los  nombres  propios  Fon- 
seca,  de  f ont  (fuente)  +  seca ;  Valverde,  de  valle  -\-  ver- 
de; Villavcrde,  Aldeanueva,  etc. 

Tenemos  algunos  formados  de  voces  latinas,  como  tur- 
bamulta; o  tomados  de  otras  lenguas,  como  bancarrota, 
del  ital.  bancarotta;  y  también  híbridos,  como  lapislázu- 
li, del  lat.  lapis,  piedra,  y  el  ár.   Ojjj;!^,    lazurd,  azul. 

A  esta  clase  pertenecen  camposanto,  guardiacizñl,  e'.c, 
que  el  Diccionario  escribe  aún  separando  los  elementos 
componentes. 

En  estos  compuestos,  como  se  ve,  el  adjetivo  especifi- 
ca al  substantivo,  de  manera  que  juntos  vienen  a  designar 


(i)     Ant.  autarda  y  con  u  propagada,  avutarda. 


1^4  JOSÉ  ALÉMAÑY  JBOLÜt'Ek 

un  objeto  especial  entre  los  comprendidos  en  la  significa- 
ción del  substantivo,  y  distinto  de  los  significados  por  los 
dos  elementos  del  compuesto  tomados  en  su  acepción  pro- 
pia. Así,  hierbabuena  no  designa  una  hierba  cualquiv;'"a 
que  sea  buena,  sino  sólo  una  entre  todas  las  especies  bue- 
nas. Si  el  adjetivo  es  determinativo,  la  significación  es 
distinta,  como  en  mandoble  =  cuchillada  o  golpe  qu^  se 
da  esgrimiendo  el  arma  con  ambas  manos. 

Por  sinécdoque  tenemos  también  substantivos  de  esta 
clase,  como  Barbarroja,  rabopelado  =  zarigüeya,  y  los 
vulgares  caraancha,  carasucia,  etc.,  en  los  cuales  el  adjeti- 
vo concierta,  no  con  el  género  real  del  ser  designado  por 
el  compuesto,  sino  con  el  del  substantivo  a  que  se  une. 

Los  parasintéticos  de  esta  clase  son  raros :  como  ropa- 
vejero, de  ropa  -|-  vieja,  adjetivo  en  su  origen,  usado 
ya  como  substantivo.  El  substantivo  nochebueno,  deriva 
de  nochebuena,  con  sólo  el  cambio  de  la  vocal  indicadora 
del  género. 
B).  Substantivos  compuestos  de  adjetivo  +  substantivo. — • 
Como  en  la  clase  anterior,  el  adjetivo  concierta  con  el 
substantivo  y,  si  es  calificativo,  lo  especifica.  Así :  buena- 
ventura, buenandanza,  gentilhombre,  malandanza,  ant 
malaentrada,  malaventura,  ricadueña,  ricahembra,  rico- 
hombre, vanagloria,  y  los  nombres  propios  Santander, 
de  santo  -{-  Emeterio ;  Santillana,  de  santa  -)-  Juliana ;  y 
con  los  elementos  separados  Buenos  Aires,  etc. 

En  altiplanicie  el  adjetivo  ha  tomado  la  i  de  los  com- 
puestos latinos. 

El  substantivo  sanjuanada  debe  considerarse  como  de- 
rivado de  San  Juan. 

El  Diccionario  nota  como  compuestos  a  verdemar,  ver- 
demontaña y  verdevejiga;  pero  también  escribe  separa- 
damente verde  mar,  verde  oliva  y  verde  botella,  para  de- 
signar el  color  verde  semejante  al  de  estos  substantivos ; 
bien  que  en  estas  denominaciones  el  adjetivo  verde  está 
tomado  como  substantivo. 

Distinta  es  la  significación  de  los  compuestos  con  ad- 
jetivos de  significación  relativa,  como  medio,  alto,  bajo, 
primero,  etc. ;  pues  en  unos  se  contrapone  una  parte  del 
objeto  designado  por  el  substantivo  al  todo,  como  en  me- 
diodía =  "el  punto  medio  del  día",  significación  distin- 


bEklVACION  V  COÍklPOSIClÓK  DE  LAS  PALABRAS  1 6$ 

ta  de  la  de  medio  día  y  también  de  la  de  día  medio.  Per 
esto  debemos  escribir  medianoche  cuando  queremos  de- 
signar "el  punto  medio  de  la  noche",  aunque  no  lo  con- 
signe así  el  Diccionario.  El  mismo  adjetivo  medio  da  dis- 
tinta significación  a  los  compuestos  mediacaña  y  medio- 
paño. En  el  primero  designa  por  metáfora  un  objeto  que 
en  la  forma  se  parece  al  designado  por  el  compuesto  en 
su  acepción  propia,  y  en  el  segundo  equivale  a  casi,  o  a 
los  compuestos  que  forma  la  preposición  entre,  lo  mismo 
que  en   las  expresiones  medio  hermano  y  medio  luto. 

Escribimos  bajamar,  para  designar  el  fin  o  término  de 
la  menguante  del  mar ;  pero  separamos  los  elementos  com- 
ponentes en  alta  mar,  como  en  mar  alta  y  mar  ancha. 

El  latín  ver,  veris,  significa  primavera;  pero  como  nos- 
otros designamos  el  estío,  con  aquella  palabra  y  el  su- 
fijo OJIO,  ver  -\-  ano,  hemos  formado  el  compuesto  pri- 
mavera, para  denotar  la  primera  de  las  dos  estaciones 
que  designamos  con  aquella  voz,  como  decimos  primera 
noche  a  "las  primeras  horas  de  la  noche"  sin  distinguir 
por  la  grafía  las  dos  acepciones  en  que  pueda  tomarse  la 
frase  formada  por  esas  dos  palabras  (r). 

Si  el  adjetivo  es  numeral  cardinal,  el  compuesto  denota 
por  metáfora  y  sinécdoque  un  objeto  distinto  del  signi- 
ficado por  los  comporfentes,  como  milpiés,  milhojas,  ciem- 
piés y  cientopies.  Estos  substantivos  se  han  formado  al 
modo  de  los  adjetivos  atributivos  de  que  hablamos  en  D). 

De  notar  son  los  compuestos  elípticos  milenrama  = 
milhojas,  sieteenratna  y  cincoenrama,  en  los  cuales  se  su- 
ple el  substantivo  hojas  después  del  numeral;  así  llama- 
mos sieteenrama  a  la  tormentila,  porque  sus  hojas  están 
compuestas  de  siete  hojuelas,  esto  es :  siete  hojas  en  rama. 

El  numeral  tres  equivale  a  tres  veces  en  tresabuelo  y 
tresnieto;  compárese  trescientos. 

Compuestos  con  adjetivos  determinativos  son  también 


(i)  Lo  mismo  sucede  fuera  de  la  comí)osidón  con  los  adjetivos  me- 
ridional, central,  etc.  Así,  al  decir,  Europa  central  y  España  meridional, 
denotamos  la  parte  central  de  Europa  y  la  meridional  de  España.  Tam- 
bién en  latín,  griego  y  sánscrito  ocurre  lo  mismo  con  estos  adjetivos, 
cuya  significación  varía  según  el  modo  como  se  construyan  respecto  del 
substantivo.  Así  media  ubs  —  el  centro  de  la  ciudad ;  urbs  media  =  la 
ciudad  del  medio,  aunque  en  esta  lengua  no  siempre  se  observa  la  regla. 


1 66  JOSÉ    ALEMÁN  Y    BOLÜFÉÜ 

los  vocablos  usía,  usiría,  useñoría  y  vueseñoría,  de  vue- 
sa  -f-  señoría ;  usted,  y  el  ant.  vusted,  de  vuestra  -f  mer- 
ced; nuestramo,  de  nuestro  -f-  amo;  y  el  vocablo  mial- 
mas, usado  en  la  expresión  "como  unas  mialmas". 

Compuestos  extranjeros  de  esta  clase  tenemos  los  fran- 
ceses peticanon  y  peticano,  de  petit-canon ;  petimetre,  de 
petit-maitre,  etc. 
C).  Adjetivos  compuestos  de  substantivo  -f-  adjetivo. — Ex- 
ceptuando algún  parasintético,  como  agiiagriero,  que  se 
dice  en  la  Mancha  de  las  personas  que  van  a  tomar  las 
aguas  acídulas  (o  sea  agrias)  de  Puertollano,  en  los  de- 
más, compuestos  todos,  el  substantivo  cambia  su  vocal 
final  en  i,  como  en  los  del  tipo  latino :  así,  ojinegro,  de 
ojo  -|-  negro.  Equivalen  a  una  oración  de  relativo  en  la 
cual  el  substantivo  es  complemento  directo  del  verbo  te- 
ner y  el  adjetivo  un  predicado  de  dicho  complemento ; 
así,  ojinegro  =  que  tiene  los  ojos  negros;  rabicorto  = 
que  tiene  el  rabo  corto.  Pero  pueden  explicarse  mejor 
como  equivalentes  a  un  complemento  del  substantivo  con 
la  preposición  de  y  en  el  caso  en  que,  por  sinécdoque, 
atribuímos  al  substantivo  la  cualidad  que  sólo  conviene 
a  una  de  sus  partes ;  así,  moza  de  cara  ancha  =  moza 
ancha  de  cara  =  moza  cariancha  (i). 

Estos  compuestos,  aunque  cultos,  son  bastante  numero- 
sos, y  se  han  formado  según  la  sintaxis  de  las  lenguas 
romances,  pues  el  latín  construía  el  adjetivo  en  primer 
lugar,  formando  parasintéticos,  como  se  ve  en  flavicO" 
mus,  de  flavus  -[-  coma;  longimamis,  de  longus  -f  ma- 
nus,  etc.  Los  pocos  ejemplos  latinos  en  que  el  adjetivo 
se  halla  en  segundo  lugar,  como  oridurius  (=  boquidu- 
ro), parasintético  de  os,  cris  =  boca  -f"  durus  =  duro; 
oriputidus,  nariputens  y  harhirasus,  son  sin  duda  debi- 
dos al  latín  vulgar  y  en  tiempo  en  que  dominaba  ya  la 
sintaxis  descendente. 

En  la  mayoría  de  estos  compuestos,  el  substantivo  de- 
signa parte  del  cuerpo  de  un  animal,  así : 
con  a/a:  alicaído,  alirrojo.  », 


(i)  La  misma  significación  tienen  en  latín  y  griego  las  locuciones 
formadas  por  el  acusativo  libre  de  relación  construido  con  un  adjetivo. 
Así  feminac  nudae  brachia  =  mujeres  desnudas  de  brazos. 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 67 

con  anca:  anquiderribado,  -rredondo,  -seco. 

con  barba:  barbiblanco,  -cano,  -espeso,  -hecho,  -lampiño,  -lindo, 
-lucio,  -negro,  -rubio,  -recio,  -taheño. 

con  boca:  boquiancbo,  -angosto,  -blando,  -duro,  -fresco,  -frun- 
cido, -hendido,  -hundido,  -muelle,  -natural,  -negro,  -ras- 
gado, -roto,  -rubio,  -seco,  -sumido,  -torcido,  -tuerto. 

con  cara:  cariacontenido,  -aguileno,  -ancho,  -fruncido,  -gordo, 
-harto,  -largo,  -lucio,  -lleno,  -negro,  -redondo. 

con  cuello :  cuellicorto,  -degollado,  -erguido,  -largo. 

con  ojo :  ojialegre,  -enjuto,  -moreno,  -negro,  -tuerto.  Y  así  pue- 
den verse  en  el  Diccionario  los  compuestos  con  ceja, 
mano,  pata,  pelo,  rabo,  zanca,  etc. 

En  algunos  compuestos  sufre  apócope  el  substantivo : 
así,  de  arista,  tenemos  KRisblanco,  ARisnegro,  ARisprie- 
to;  de  cabeza,  CABizbajo;  de  casco,  CAScorvo  y  también 
CAZcorvo,  con  z  por  s,  debido  a  la  influencia  de  las  for- 
mas nazco,  nazca,  de  los  verbos  en  ecer. 

En  vez  del  adjetivo  puede  hallarse  un  participio,  como 
en  patiabierto,  carirraído,  caridoliente,  etc.  Pero  si  el  par- 
ticipio conserva  su  valor  de  verbo,  los  compuestos  per- 
tenecen a  la  clase  de  los  formados  por  un  substantivo  y 
un  verbo,  como  cuentadante,  mampuesto,  etc. 

Algunos  adjetivos  de  esta  clase  se  usan  sódo  como 
substantivos;  así,  papialbillo  =  patialbillo  =  jineta;  pe- 
tirrojo, nombre  de  un  pájaro;  rabihorcado,  nombre  de 
una  palmípeda. 

Según  Menéndez  Pida!  (i),  la  forma  actual  de  estos  com- 
puestos prevaleció  en  el  siglo  xv ;  pues  hasta  él,  aunque 
se  decía  rabilargo  y  cabezcorvo,  se  prefería  acaso  para 
mantener  la  integridad  de  los  dos  términos,  bocarrasga- 
do,  bocaabierto,  y  así  se  decía  águilas  que  llaman  cuello 
albas,  cigüeña  picoabierta.  Expresiones  que  pueden  ex- 
plicarse como  formadas  por  el  adjetivo  o  participio  y  el 
substantivo  en  acusativo  libre,  lo  mismo  que  la  frase  de 
Góngora  ''desnuda  el  pecho  anda  ella"  (2),  y  "Audaz  mi 
pensamiento  \  El  cénit  escaló  plumas  vestido"  (3). 

D).     Adjetivos  compuestos  de  adjetivo  +  substantivo. — 


(i)    Manual,  §  88,  2. 

(2)  En  el  romance  a  Los  Amores  de  Angélica  y  Mcdoro. 

(3)  Saledad  segunda,  versos  137  y  138. 


1 68  JOSÉ    ALEMÁN  y    BOLUFER 

Son  en  corto  número,  todos  parasintéticos  y  de  la  clase 
de  los  atributivos,  tanto  los  latinos,  como  grandevo,  mag^ 
nánimo,  unánime  y  centímano,  de  grandaevus,  magna- 
nímus,  unanímus  y  centimánus,  como  los  castellanos,  que 
formamos  especialmente  con  numerales,  así:  cincomesi- 
no,  sietemesino,  de  cinco  o  siete  -j-  mes ;  tresmesino  y 
tremesino  (de  tres  +  mes)  =  tremés,  del  lat.  trimensis; 
dosañal,  y  el  ant.  cincnentañal,  de  dos  o  cincuenta  + 
año. 

También  son  de  esta  clase  sanmigueleño,  sanjuanero, 
etcétera,  de  San  Miguel  y  San  Juan,  aunque  la  significa- 
ción es  distinta  de  la  de  los  anteriores. 

Cadañero,  ra,  es  elíptico,  si  se  dice  de  la  hembra  que 
pare  todos  los  años ;  pero  no  en  las  otras  acepciones,  como 
el  ant.  cadañal. 


4."  COMPUESTOS  DE  DOS  O  MAS  VERBOS 

En  estos  compuestos  se  unen  los  verbos  por  la  con- 
junción copulativa  y,  como  en  vaivén,  que  puede  omitirse, 
como  en  tiramira.  Un  mismo  compuesto  se  nos  ofrece  con 
y  sin  la  conjunción,  como  quitaipón  y  quitapón,  corre- 
veidile y  correvedile.  Pueden  formarse  también  por  la  re- 
petición de  un  mismo  verbo,  como  bullebulle,  y  uno  de 
los  verbos  puede  llevar  complemento,  como  correvedihE. 

El  compuesto  resulta  siempre  substantivo  y  denota  a), 
el  ser  al  que  como  sujeto  conviene  la  significación  com- 
pleja del  predicado  verbal  formado  por  los  elementos 
componentes,  como  en  bullebulle  =  persona  inquieta,  en- 
tremetida y  de  viveza  extraordinaria;  b),  el  objeto  que 
como  complemento  directo  completa  la  significación  del 
compuesto,  como  quitapón  =  adorno  que  suele  ponerse 
(o  sea  que  se  pone  y  se  quita)  en  las  testeras  de  las  cabeza- 
das del  ganado  mular  y  de  carga ;  c),  la  acción  conjunta  de 
los  verbos  componentes,  como  en  ciaboga  =  maniobra  de 
dar  vuelta  en  redondo  a  una  embarcación,  haciéndola  avan- 
zar (bogar)  por  un  lado,  y  retroceder  (ciar)  por  el  otro. 

Estos  compuestos  son  en  poco  número;  pero,  además 
de  los  mencionados,  podemos  citar:  duermevela,  gana- 
pierde, tiramira,  correverás,  pasapQsa,  y  algunos  otros. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 69 

También  lo  son,  aunque  el  Diccionario  no  los  considere 
tales,  tejemaneje,  cochitehervite,  tira  y  afloja,  etc. 

Entre  los  pocos  verbos  compuestos  de  otros  dos,  cita- 
remos tiramollar,  de  tirar  -\-  amollar. 


5/  COMPUESTOS  FORMADOS  POR  UN  VERBO  CON 
OTRA  PARTE  DE  LA  ORACIÓN 

El  verbo  puede  unirse  en  composición  con  un  substan- 
tivo, como  en  hincapié,  o  con  un  adverbio,  como  en  mal- 
casar: en  vez  del  adverbio  puede  haber  un  adjetivo  en 
función  adverbial,  como  en  cultiparlar.  Cuando  se  une 
con  un  substantivo,  puede  éste  formar  la  seg^unda  parte 
del  compuesto,  como  en  hincapié,  o  la  primera,  como  en 
escamondar.  En  este  último  caso  puede  hallarse,  en  vez 
del  verbo,  el  tema  verbil.  como  en  sonámbulo,  y  tam- 
bién un  pronombre  en  luear  del  substantivo,  como  en 
cualquiera.  Con  otras  partes  de  la  oración  es  más  raro 
que  se  junte  el  verbo;  pero  tenemos  el  compuesto  siquie- 
ra, formado  por  la  conjunción  si.  y  chiticallando,  con  la 
interjección  chito.  El  compuesto  puede  resultar,  según 
los  casos,  substantivo,  como  paraguas;  adjetivo,  como 
carnívoro;  pronombre,  como  quienquiera;  verbo,  como 
bienquerer ;  conjunción,  como  siquiera,  o  adverbio,  como 
chiticallando;  por  lo  que  distinguiremos  los  casos  si- 
guientes : 
A).  Substantivos  compuestos  de  verbo  -|-  substantivo. — 
Por  su  estructura  pertenecen  estos  compuestos  a  la  sin- 
taxis descendente.  Son  raros  en  latín  y  poéticos  casi  to- 
dos en  griego  (i).  pero  bastante  numerosos  en  las  len- 
guas romances.  El  compuesto  resulta  substantivo  por  ca- 
llarse el  nombre  al  aue  se  refiere  el  predicado  represen- 
tado por  el  tema  verbal  que  es  propiamente  el  que  entra 
en  esta  comnosición,  tomando  la  forma  de  la  tercera 
persona  de  sininilar.  o  sea  en  a,  si  el  verbo  es  de  la  pri- 
mera conjugación,  como  en  .\GV.\fiestas;  y  en  e.  si  de  la 


(i)  El  latin  nos  ofrece  ejemplos  como  verticordia  (di  verteré  xs= 
volver  4-  cor,  coráis,  corazón),  epíteto  de  Venus.  En  griego  abundan 
más,  como  ]jii3o7-JvT]^  =  que  odia  a  las  mujeres,  de  {usitu,  odiar  +  "pívíj, 
mujer. 

i3 


170  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

segunda  o  tercera,  como  ROUPEoIas,  cuBREcorsé,  aunque 
en  algunos  de  esta  última  termine  en  i,  como  BATihoja. 

El  substantivo  en  estos  compuestos  completa  la  sig- 
nificación del  verbo,  ya  como  complemento  directo,  ya 
como  complemento  circunstancial.  Los  primeros  son  en 
mayor  número,  y  en  ellos  el  substantivo  toma  la  forma 
de  plural,  denotando  con  ello  que  estas  denominaciones 
suponen  en  el  sujeto  a  que  se  aplican  la  reiteración  del 
acto  designado  por  el  verbo  sobre  el  objeto  en  singular. 
Así: 
a),  SIENDO  EL  SUBSTANTIVO  COMPLEMENTO  DIRECTO :  aguafiestas, 
alborotapueblos,  arrebatacapas,  atapiernas,  azotacalles, 
buscarruidos,  cascaciruelas,  catacaldos,  cortaplumas,  cuel- 
gacapas, chotacabras,  desuellacaras,  espantanublados,  guar- 
daaguas,  guardaagujas,  hincapié,  mondadientes,  monda- 
oídos,  pararrayos,  tapaagujeros,  vengainjurias,  etc.,  to- 
dos de  verbos  de  la  primera  conjugación,  como  lamepla- 
tos, metemuertos  y  rompeolas,  de  verbos  de  la  segunda,  y 
abrepuño,  abrojo,  batihoja,  batifulla  y  cubrecorsé,  de  ver- 
bos de  la  tercera. 

Con  el  substantivo  en  singular,  además  de  los  citados 
últimamente  en  el  párrafo  anterior,  se  ven  también  otros, 
como  cagaaceite,  quiebrahacha,  portaalmizcle,  portaban- 
dera, portacarabina,  tapaboca,  tapaculo,  etc. 

Compárense  paraguas  y  abrojo,  donde  ante  la  vocal 
inicial  del  substantivo  ha  desaparecido  la  final  del  ver- 
bo, con  guardaagujas,  tapaagujeros,  etc.,  en  que  persis- 
ten las  dos. 

Tirabuzón,  del  fr.,  tire-bouchon,  en  castellano  saca- 
corchos ;  paspié,  de  passe-pied,  etc. 

Los  parasintéticos,  como  picapedrero,  son  raros. 

b),    SIENDO    EL    SUBSTANTIVO    COMPLEMENTO    CIRCUNSTANCIAL.:  — 

Son  en  poco  número,  y  a  veces  se  expresa  la  preposición 
que  indica  la  especie  del  complemento:  como  saltaem- 
banco =  saltaembancos  =  saltabanco  =  al  italianismo 
saltimbanco  y  a  su  imitación  saltimbanqui;  y  sin  la  pre- 
posición, andarríos,  girasol,  tornasol,  tornaboda,  trota- 
conventos, cortafrío,  tornaviaje,  etc. 
B).  Compuestos  de  substantivo  -|-  verbo. — También  en  esta 
clase  el  substantivo  puede  desempeñar,  en  el  concepto  que 
designa  el  compuesto,  la  función  de  complemento  direc- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  I7I 

to  O  circunstancial ;  pero  estas  formaciones  son  raras, 
por  no  ser  propias  de  la  índole  de  nuestra  sintaxis.  El 
compuesto  resulta  verbo  en  la  mayoría  de  los  casos,  y 
en  algunos  substantivo.  Así,  en  los  verbos  fasferir  ant. 
(del  cual  facerir  y  zaherir),  escamondar  y  pelechar,  los 
substantivos  fas.  esca  y  pelo,  son  complemento  directo 
de  ferir.  mondar  y  echar  (i) :  como  en  mamparar ,  maní' 
presar,  mantornar,  mantener,  manutener  y  manuscribir, 
el  substantivo  mano.  lat.  manus,  es  complemento  circuns- 
tancial de  los  verbos  parar,  lat.  pressare.  tomar,  tener, 
y  lat.  scribere ;  como  lo  es  el  substantivo  sal,  en  salpicar 
y  sfflpresar.  de  picar  y  el  lat.  pressare. 

Compuesto  de  esta  clase  es  también  el  verbo  reiiñndi- 
car,  que  procediendo  del  latín  rem  vindicare,  o  sea.  vin- 
dicar la  cosa,  debía  ser  en  buena  derivación  renvindicar. 
En  Tovellanos.  Lista.  TJorente  y  Pastor  Díaz.  seg^Jn  nota 
Cuerv'o  (2).  se  halla  re^ñndicar,  quizá  por  haber  tomado 
el  substantivo  rem  por  el  prefiio  re  o  bien  por  imitación 
del  francés  revendinuer.  La  Academia  ha  uniformado  la 
ífrafía  de  este  verbo  con  la  del  nombre  reizñndicación. 
donde  el  rei  es  etimolóeico  poraue  procede  del  lat.  rei 
vindicationcm  =  vindicación  de  la  cosa. 

Como  substantivos  compuestos  de  nombre  y  verbo,  pue- 
den citarse  el  cultismo  sanpuisorha.  del  lat.  sangruis,  san- 
gre,  y  sorberé,  absorber:  el  elíptico  sietelevar  Cpor  sie- 
te puntos  levar)  ;  el  parasintético  misacantano,  de  misa  -}- 
cantar,  en  todos  los  cuales  el  substantivo  es  complemen- 
to directo,  v  mampuesto,  en  ciue  lo  es  circunstancial.  Cul- 
talatiniparla, de  culto  +  latín  4-  parlar:  Pediluvio,  del 
lat.  pes,  pedís  y  luere,  lavar. 
C).  Compuestos  de  pronombre  y  verbo. — Tenemos  los  subs- 
tantivos oíslo  v  auehacer.  y  los  pronombres  cualquiera  y 
quienpuiera.  También,  a  semejanza  de  homicida  y  homi- 
cidio, hemos  formado  suicida  y  suicidio,  del  lat.  sui  =  de 
si.  V  el  verbo  caedére,  matar.  Con  el  pronombre  detrás 
y  el  adjetivo  todo,  tenemos  el  subst.  sanalotodo. 


(i)  Aunque  de  análoga  significación,  reconoctn  otro  origen  alicor- 
t-:r,  aliquebrar.  f>crntqurbrar  y  maniatar,  que  po»*  dcrivací'«n  rocrr^q-va 
proceden  de  adjetivo,  como  maniatado,  perniquebrado,  ttc 

(2)    Apuntaciones,  5  911. 


IJÜ  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

D).  Compuestos  de  substantivos  -\-  raíz  verbal. — Tenemos 
algunos  latinos  :  ya  adjetivos,  como  alígero,  belígero,  fruc- 
tífero y  carnívoro,  de  aligérum,  beligérum,  fructiférum  y 
camivórum,  en  los  cuales  el  substantivo  es  complemento 
directo,  así  como  en  terrígeno  y  undívago,  de  terrigenus 
y  undivagus,  lo  es  circunstancial ;  ya  substantivos,  como 
sanguja  y  noctiluca,  de  sanguisuga  y  noctiluca ;  y  los  que 
hemos  formado  a  imitación  de  éstos,  cultos  todos,  como 
somnámbulo  y  sonámbulo,  de  somnum  -{-  ambulare  ;  som- 
nílocuo, de  somnum  -|-  loqui ;  plantígrado,  de  planta  -\- 
gradiri ;  vermífugo,  de  vermis  +  f ugére ;  manicuro,  de 
mano  -|-  curar;  manifacero,  de  mano  +  facer,  etc. 

E).  Compuestos  de  verbo  y  adverbio  o  Adjetivo  en  función 
ADVERBIAL. — Si  el  advcrbio  o  adjetivo  se  baüan  delante^ 
el  compuesto  resulta  verbo ;  si  no,  substantivo.  Así : 

Verbos  :  bienquerer,  malbaratar ,  fnalcasar,  maldecir^ 
malograr  (por  mal-lograr),  malparar,  malversar,  menos- 
preciar, etc.  Menoscabar,  quizá  parasintético  de  menos  y 
cabo.  Y  con  adjetivos,  equiparar,  del  lat.  aequiparare; 
rarefacer,  de  rarefacere,  y  cultiparlar,  de  culto  +  hablar. 
Substantivos. — Bogavante,  de  bogar  y  avante;  cátale-^ 
jo  y  también  catalejos,  de  catar  +  lejos ;  pasavante,  de 
pasar  4-  avante ;  tornatrás,  de  tornar  -|-  atrás,  v  cena- 
aoscuras, de  cenar  -\-  la  locución  a  oscuras.  También  lo'? 
hay  con  el  adverbio  delante,  como  bienestar,  malestar; 
el  inf.  substantivado  bienquerer,  y  los  nombres  de  acción 
bienandanza,  malquerencia,  etc. ;  menoscuenta  y  algu- 
nos más. 

6.*     SUBSTANTIVOS  COMPUESTOS  DE  UNA  ORACIÓN 

Algunas  oraciones,  especialmente  exhortativas,  han  ve- 
nido a  designar  el  objeto  con  ocasión  del  cual  se  enun- 
cian reiteradamente :  como  andaniño,  hazmerreír,  dimes 
y  diretes,  nomeolvides,  sanalotodo,  tenteempié,  tenteen- 
elaire, tentemozo:  bienmesabe,  bienteveo,  etc.,  y  el  fami- 
liar penseque,  de  la  frase  pensé  que...  También  imitan- 
do el  canto  del  ave  se  ha  dado  el  nombre  de  Diostedé  a 
una  trepadora  de  la  América  meridional. 

Finalmente  de  algunas  frases  latinas  hemos  hecho  tam- 
bién substantivos,  como  coranvobis,  cumquibus,  vade- 
mécum, etc. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  i 73 

7/     COMPUESTOS  FORMADOS  CON  PREFIJOS 

Damos  el  nombre  de  prefijo  a  las  preposiciones,  > 
también  a  los  vocablos  o  partículas  que  no  teniendo  exis- 
tencia independiente  en  la  lengua,  se  emplean  antepues- 
tos a  un  substantivo,  adjetivo  o  verbo,  para  formar,  ya 
compuestos  puros,  ya  parasintéticos.  Los  que  usamos  en 
castellano  son  los  iguientes: 

A,  AL.  Procede  del  artículo  árabe  al  que  ante  ciertas  letras  sue- 
na a  por  asimilarse  la  /  a  la  consonante  siguiente.  Lo  te- 
nemos en  nombres  árabes,  como  alcalde,  alcantariUa,  al- 
quería, adarga,  etc.;  en  nombres  latinos  o  griegos  que 
vinieron  a  nuestra  lengua  por  intermedio  del  árabe,  como 
alcázar  (lat.  castra),  azúcar  (lat.  saccharum),  adarme  (grie- 
go o,'/c//.tií,  ),  altramuz  (gr.  0=,-  |io;  ),  y  en  nuniDres  roman- 
ces que  lo  tomaron  por  influencia  del  árabe,  como  acv- 
prés  ==  ciprés,  ayunque  =  yunque,  alatón  =  latón.  Hoy 
no  tiene  signiíicación  especial  ninguna,  ni  se  emplea  como 
elemento  de  composición. 

A  y  AN-  Este  prefijo  no  es  más  que  la  partícula  negativa  griega 
¿v  ante  vocal  y  ¿  ante  consonante,  que  tenemos  en  cas- 
tellano en  voces  tomadas  del  griego,  como  amorfo,  ateo 
y  anarquía,  de  oho.cío;,  ¿üjo;  y  'j-''j.'/iyx,  y  en  compues- 
tos y  parasintéticos,  formados,  en  general,  de  voces  grie- 
gas. Con  adjetivos  forma  compuestos,  como  apir  ético, 
de  7:j;>".'./ü;;  anepigráfico^  de  epigráfico.  Con  substan- 
tivos origina  parasintéiicos  que  pueden  ser,  ya  adjetivos 
atributivos,  como  acotiledóneo,  de  zoTü/.r,ciú»v;  ya  adjeti- 
vos substantivados,  como  anaerobio,  de  ar;,o,  aire,  -f-  «-.o;, 
vida;  ya  siibstantivos,  como  asistolia,  de  o-jzvjKt^,  contrac- 
ción, anuria,  de  oy,í,ov"  orina,  etc. 

Con  voces  no  griegas  es  raro;  pero  se  halla  en  algu- 
nas, como  anormal,  y  también  se  dice  ya  amoral,  como 
adjetivo  de  significación  intermedia  entre  moral  y  su 
opuesto  inmoral. 
A.  Preposición  y  prefijo,  procedente  del  lat.  ad,  como  se  ve  en 
acorrer,  aducir,  afectar  y  afeitar,  afligir,  apretar  y  atraer, 
de  acurrcrc,  adducére,  affectare,  affligére,  adpectorare  y 
atlrahérc. 

En  latín  denotaba  esta  partícula  la  idea  de  aproxi- 
mación en  el  espacio  y  en  el  tiempo ;  y,  por  tanto,  direc- 


1^4  JOSÉ   ALEMAÑY    BOLÜFEft 

ción  O  tendencia  hacia  un  punto  en  sentido  recto  o  figu- 
rado; en  el  lenguaje  popular,  como  ya  nota  Cuervo  (i), 
vino  a  ser  puramente  intensiva,  por  lo  que  muchos  com- 
puestos se  hicieron  sinónimos  de  los  simples ;  y  asi  te- 
nemos en  castellano  arrebañar  =  rebañar,  arredondear 
=  redondear,  asentar  ===  sentar,  asosegar  =  sosegar, 
aplanchar  =  planchar,  afincar  =  fincar,  etc. 

Algunos  de  estos  compuestos  han  quedado  anticuados; 
como  amatar,  arremedar,  arrempujar,  arrascar,  etc.,  en 
vez  de  los  cuales  usamos  los  simples  matar,  remedar,  etc. 
Otros,  por  el  contrario,  los  empleamos  en  vez  de  los  sim- 
ples, como  abastecer,  agradecer,  por  bastecer  y  grade- 
cer;  o  en  acepciones  en  que  el  simple  ha  quedado  an- 
ticuado, como  acometer  =^  ant.  cometer;  y  otros,  por 
fin,  han  sido  substituidos  por  compuestos  con  en,  como 
el  ant.  acomendar^  por  encomendar;  amarañar,  por  en- 
marañar, etc. 

¡Forma  verbos  y  adjetivos  parasintéticos.  Los  prime- 
ros derivan  de  substantivos,  adjetivos  y  adverbios:  los 
segundos,  de  substantivos.  Asi: 
1°  Verbos,  a)  De  substantivos:  alancear,  alanzar,  amoldar, 
amanerarse,  amojonar,  amolar,  apedrear,  apesadumbrar, 
aprisionar,  atenacear  y  atenazar,  de  lanza,  molde,  mane- 
ra, mojón,  muela,  piedra,  pesadumbre,  prisión  y  tenaza. 
Los  en  dad  pierden  el  sonido  final  ad,  como  en  la  deri- 
vación :  apiadar  y  avecindar,  de  piedad  y  vecindad. 

En  estos  parasintéticos,  el  substantivo  primitivo  en- 
tra en  el  concepto  verbal,  a  veces  como  acusativo  inter- 
no ;  V.  gr. :  apiadar  =  causar  piedad ;  pero  más  común- 
mente como  complemento  circunstancial,  como  aprisio- 
nar =  poner  en  prisión. 

b)  De  adjetivos  :  adulzar  =  endulzar,  alelar,  agrandar,  aman' 

sar,  avasallar,  avecinar,  avivar,  de  dulce,  lelo,  grande, 
manso,  vasallo,  vecino  y  vivo.  Amamantar,  del  participio 
mamante.  En  ellos,  como  se  ve,  el  adjetivo  viene  a  ser 
predicado  del  complemento  directo:  asi,  amansar  =  ha- 
cer manso  a  un  animal. 

c)  De  adverbios  :  amanecer,  del  lat.  mane ;  alejar,  de  lejos ; 

anochecer,  de  noche. 


(i)    Apuntaciones,  §  903. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1?^ 

t."  Adjetivos.  Con  el  sufijo  ado  forma  adjetivos  derivados 
de  substantivos,  y  que  denotan  semejanza:  como  acon^ 
chado,  abrasüado,  abrutado,  adamado,  achulado,  ana- 
ranjado, adamascado,  apezonado,  etc.,  de  concha,  bra- 
sil, bruto,  dama,  chulo,  naranja,  damasco,  etc.  Algunos 
son  equivalentes  a  los  derivados  en  udo,  como  abigota- 
do =  bigotudo:  a  los  en  oso,  como  agarbado  =  garbo- 
so: a  los  en  uno,  como  ahombrado  =  hombruno. 
\B.  Preposición  latina  que  denota  "punto  de  partida  u  origen 
en  el  tiempo  y  en  el  espacio"  y  que  empleada  como  pre- 
^jo  tomaba  la  forma  abs  ante  c,  Q  y  t,  y  perdía  la  b, 
ante  m,  s  y  v  (i),  por  lo  que  se  nos  ofrece  en  castellano 
con  las  formas  ab,  au,  abs,  es  y  a  en  los  vocablos  proce- 
dentes del  latín,  como  ABJurar,  Ausentarse,  ABStraer,  Es- 
conder y  Amover,  de  ABJurare,  ABsentaxe,  ABStrahére,  abs- 
condére  y  Amoveré. 

Como  prefijo  castellano  es  muy  poco  usada:  sólo  se 
halla  en  voces  técnicas  y  con  significación  no  muy  preci- 
sa. De  éstas  vemos  dos  en  el  Diccionario  académico,  que 
son:  abomaso,  del  lat.  omasum,  panza,  y  abintestato,  de 
la  frase  latina  ab  intestato.  En  otros  se  ven  ABartrosis  (2), 
del  gr.  '<f,üf.i«3';,  articulación;  ABarticulación,  ABtrritar, 
etcétera.  Combinada  con  ante  (b.  lat.  abante)  la  tenemos 
en  WAubrazo,  AVAUpiés,  AVAKdicho,  y  en  los  ants.  avan- 
guarda  y  AWAnguardia.  También  la  usamos  en  las  frases 
latinas  ab  irato,  ab  initio,  etc. 
abs.  Véase  ab. 

AD.  Sólo  tenemos  este  prefijo  en  compuestos  latinos,  como  ad- 
mirar, adjunto,  adyacente,  adunar,  advertir,  etc.,  de  ad- 
mirari,  adjunctum,  adjacentem,  adunare,  advertére,  etc. 
En  algunos  anticuados,  como  adormento  =  armento,  y 
en  el  substantivo  adefesio,  de  la  frase  latina  ad  Ephesios. 
La  d  final  de  este  prefijo  se  asimilaba  en  latín  a  la  inicial 
del  vocablo  a  que  se  unía,  si  ésta  era  c,  g,  f  ó  p,  como 
Accederé,  Accurrcre,  Acglomerarc    wfH.n^ye.  APponcre:  po- 


(i)  También  ante  /  cambiaba  en  an,  coniu  en  anferre;  pero  ningima 
de  las  voces  en  que  sufrió  este  cambio  ha  pasado  al  castellano. 

(2)  Palabra  híbrida,  pues  las  significaciones  con  que  la  usan  los  mé- 
dicos, o  sea  "encaje  de  un  hueso  de  modo  que  permita  el  movimiento" 
y  "articulación  movible"  no  creo  que  autorice  a  derivarle  del  griego 
aTct|>6pu>3i;>  que  signiñca  "desarticulación". 


176  JOSÉ   ALEMAÑY    BOLUFER 

día  asimilarse  ante  l,  r,  n  ó  s,  como  alIocuHo  y  adIocu- 
tio,  Abrogare  y  Aurogare;  ADnexus  y  Amiexus,  ADsiste' 
re  y  Assistere;  y  podia  perderse  ante  scr^  sp  y  ST,  como 
ADScribere  y  Ascribere;  ADspectus  y  Aspectus,  ADstrin^ 
gere  y  Astringere.  El  castellano,  en  estos  casos,  conserva 
la  D  sólo  ante  scr  y  st,  en  poquísimos  vocablos  eruditos, 
como  adscribir,  adscripción,  adstringir,  adstricción,  y  la 
rechaza  en  los  demás,  como  acorrer,  aglomerar,  alocu- 
ción, arrogar,  anejo  y  oí/j/íV.. Únicamente  ante  c,  cuando 
ésta  tomó  sonido  silbante,  o  sea  ante  e,  i,  conserva  la  c 
latina  representante  de  la  d :  como  en  Acceder,  Accesión, 
Accidente,  etc. 

AMBi.  Del  lat.  ambo,  ambos,  del  mismo  origen  que  el  griego  ajupí 
(véase  anfi).  Tenemos  este  preñjo  en  compuestos  y  deri- 
vados latinos,  como  ambidextro,  de  ambidextrum,  am- 
biguo, de  ambiguus;  y  en  voces  técnicas,  parasintéticas, 
como  ambíparo,  del  lat.  parére,  parir;  ambíope,  del  grie- 
go ótj*,  o7:óc,  ojo ;  ambígeno,  de  la  raíz  ^cv,  del  gr.  Tq^'ojj.aij  ve- 
nir a  ser,  nacer. 

En  latín  se  convierte  en  algunos  casos  en  am,  como 
en  Amputare,  amputar;  y  en  an,  como  en  Anfractuosus, 
anfractuoso.  Pero  con  estas  formas  no  se  emplea  en  for- 
maciones castellanas. 

ANA.  Tenemos  esta  preposición  griega,  como  prefijo,  en  vocablos 
griegos  o  grecolatinos,  y  con  las  significaciones  de  de 
nuevo,  como  en  anabaptismo ;  contra,  como  en  anacro- 
nismo; encima  o  sobre,  como  en  anatema.  Fuera  de  los 
vocablos  griegos,  sólo  se  usa  en  voces  técnicas,  como 
anáclasis,  de  xXáuj,  romper;  anadipsia,  de  1:^ol,  sed;  anáfi- 
sis, de  cpúaií,  naturaleza,  y  otras,  en  las  cuales  no  se  si- 
guen muy  escrupulosamente  las  leyes  de  la  derivación  y 
de  la  parasíntesis. 

ANFI.  Este  prefijo  es  la  preposición  griega  «¡i-f^  (i),  que  sig- 
nifica "de  una  y  otra  parte"  y  que  lo  mismo  que  ana, 
sólo  tenemos  en  voces  griegas,  como  anfiteatro,  gr.  lai. 
amphitheatrum,  y  en  formaciones  técnicas,  como  anfiás- 
ter,  del  gr.  «s-^p,  estrella;  anfigastro,  del  gr.  TctaxTjp.  vien- 
tre ;  anfición,  de  xúiov,  perro,  etc. 

ANTE,  preposición.  Procede  de  la  latina  ante,  denota  como  ésta, 


(i)     Por  exigencia  de  la  fonética  castellana  cambió  la  m  en  n. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 77 

anterioridad  de  tiempo  o  de  lugar,  y  se  junta  en  nuestra 
lengua  con  verbos,  adverbios,  adjetivos  y  substantivos. 
Así: 
(i)  Con  verbos:  a  semejanza  de  los  latinos  antecederé  y  ante- 
ponére,  de  donde  anteceder  y  anteponer,  hemos  forma- 
do ANTEcoger  =  coger  a  una  persona  o  cosa  llevándola 
por  delante;  ASiEpagar  =  pagar  con  anticipación;  y  los 
ants.  MiTEmostrar  =  pronosticar,  y  ANTE»oíar  =  inti- 
tular. 

b)  Con  ADVERVios :  sólo  con  los  de  tiempo,  como  ANTEo^'^r,  an- 

lEanoche  y  ASTEantaño ;  ASiEanteayer  y  ASTEanteanoche. 

c)  Con  adjetivos:  tenemos  antemeridiano  y  antenado  (subs- 

tantivo éste)  de  los  latinos  antemeridianus  y  antenatus ;  y 
formados  en  castellano,  axte/i  lííórico,  ASJEdiluviano,  an- 
TEpemiltimo  y  ANTEpasado,  pues  antepechado,  debe  de- 
rivar de  antepecho.  Con  el  substantivo  latino  ostium,  for- 
mó en  lo  antiguo  el  parasintético  antuzano,  modelo  que 
no  ha  sido  imitado. 

d)  Con  substantivos  :  más  usado  que  con  las  otras  clases  de 

palabras,  aunque  no  mucho,  forma  tres  clases  de  com- 
puestos, si  atendemos  a  la  significación  de  éstos,  a)  Res- 
tringe la  significación  del  simple,  denotando  una  parte 
del  mismo  como  contrapuesta  al  todo :  así,  AUTEbraso  = 
parte  del  brazo  desde  el  codo  a  la  muñeca,  b)  Contra- 
pone el  objeto  designado  por  el  simple  a  otros  de  su 
misma  especie,  como  en  ASJEiglesia  =  iglesia  parro- 
quial, c)  Designa  un  objeto  al  que  sirve  de  complemen- 
to la  frase  formada  por  la  preposición  y  el  substantivo 
simple,  así :  anteojo  =  (lente  para)  ante  (el)  ojo.  Véan- 
se los  siguientes  ejemplos : 

de  a),  ASTEtemplo,  AUTEcapilla,  MsTEÍglesia  =  pórtico,  etc. 

de  b),  AKTEcámara,  ASTEsala,  \STEnombre. 

de  c),  AüiEcama,  AUJEpecho,  ASiEvispera,  ASiEpuerto,  etc. 

Con  los  substantivos  año,  día  y  noche,  forma  los  ad- 
verbios antaño,  antedía  y  antenoche;  y  con  mano  y  de, 
el  m.  adv.  de  antemano. 

Cambiada  en  anti  la  vemos  en  anticipar,  del  lat.  an- 
ticipare, por  antecipare;  en  antifaz  =  antefaz,  en  an- 
tipara, de  ante  y  parar,  y  en  otras  voces  vulgares.  Véa- 
se anti,  al  final. 

anti,  prefijo,  que  procede  de  la  preposición  griega  «vt-,  igual 


¡7^  .TOSE    ALEMANY    BOLUFER 

en  su  origen  a  la  latina  ante,  y  que  significa  en  frente 
de,  contra,  en  vez  de.  Lo  tenemos  en  substantivos  y  ad- 
jetivos, procedentes  del  latín  y  griego,  y  en  otros  for- 
mados en  castellano.  Así: 

a)  Substantivos:  anticristo,  antídoto,  de  los  grecolatinos  an- 

tichristus  y  antidotus ;  pero  AíiTicrítico,  ANiipapa,  an- 
TÍpoca  (de  apoca),  A^Tipontificado,  y  el  ant  ANTipa- 
pasgo. 

b)  adjetivos:  antilógico  y  antitético,  de  los  griegos  otvi-Xoftzrj; 

y  dvx'.Btv.Y.ÓQi  pero  A^TiEmético,  AUTiescorbútico,  anti^í- 
pasmódico,  ANTipútrido,  ANTitrinitario,  ANTirremnático, 
etcétera. 

c)  También  en  compuestos  parasintéticos,  formados  de  voces 

griegas,  como  antisepsia  (de  aíjitc),  antiflogístico  (a/J.op.oxo!;) 
y  antipirético   {zupz-ri-). 

Cambiando  en  ante,  lo  vemos  en  antecristo  =  anticristo. 

Véase  ante  al  final. 

APO,  prefijo.  Procede  de  la  prep.  griega  ázó,  igual  en  su  origen 
a  la  latina  ab,  y  que  en  composición  significa  origen, 
separación,  cesación  y  privación.  Lo  tenemos  en  substan- 
tivos grecolatinos,  como  apocalypsis,  apócope,  apócrifo, 
apogeo,  etc.  (apocalypsis,  apócope,  apocryphus,  apogéus) 
y  en  vocablos  técnicos,  compuestos  y  parasintéticos,  casi 
todos  de  voces  griegas:  así,  apomorfina,  de  morfina;  apo- 
crénico,  de  ■/.p-^'^ri,  fuente ;  apodacrítico,  de  Bázpu,  lágrima ; 
apofonía,  de  (pü)vyí,  sonido ;  apogamia,  de  paoc,  casamien- 
to, etc. 

ARCHi,  arc^  arce,  arci,  arz,  formas  con  que  tenemos  el  prefijo 
latino  ARCHi,  en  los  substantivos  que  de  dicho  idioma  han 
pasado  al  nuestro,  como  se  ve  en  archidiácono,  de  archi- 
diacónus ;  arcángel,  de  archangélus ;  arcediano,  de  archi- 
diacónus ;  arcipreste,  de  archipresbyter,  y  arzobispo,  de 
archiepiscopus.  El  prefijo  latino  procede  del  griego,  y  de- 
nota en  los  compuestos  preeminencia  o  superioridad. 

En  los  compuestos  formados  en  castellano,  sólo  han 
sobrevivido  las  formas  archi  y  arqui,  como  se  ve  en  ar- 
CKicofrade,  ARCKicof radía;  ARCHiduque,  ARCHiducado, 
ARcmlaúd  y  en  el  irónico  archi  pámpano :  ARQUidióce- 
sis,  ARQUiepiscopal  y  A'RQVitrabe.  Arquivolta  al  lado  de 
ARCHivolta,  del  ital.  archivolto. 

AVAN.  Apócope  del  adv.  ant.  avante,  formado  de  las  preposicio- 


Í)ERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 79 

nes  latinas  ab  +  ante.  Lo  tenemos  en  los  compuestos 
AVAMbraso,  y  en  los  ants.  AVAMpiés,  Awxsguardia,  avax- 
guarda  y  AVAyídicho  =  sobredicho  o  antedicho.  Avan- 
trén del  fr.  avan-train.  Pierde  la  a  inicial  por  aféresis  en 
vanguardia  y  el  ant.  vanguarda. 
KEXE.  Tenemos  este  adverbio  latino  que  significa  bien,  en  ver- 
bos, en  adjetivos  y  en  substantivos  abstractos,  ya  latinos, 
como  bendecir,  beneficio,  benevolencia,  etc.,  de  benedi- 
cére,  beneficium,  benevolentia,  etc. ;  ya  castellanos,  como 
BEiiEmérito  y  BE^iEplácito,  adjetivo  el  primero  y  subs- 
tantivo el  segundo,  de  los  latinos  meritus  y  placítum.  Con 
la  forma  bien,  se  halla  también  en  BiE^andante,  BIEX^'^- 
nida,  BiExgM^rer,  BiESzñvir,  que  pertenecen  a  los  com- 
puestos formados  con  adverbios, 
uis,  prefijo  latino,  que  significa  dos  veces,  y  que  como  en  latín 
conserva  unas  veces  la  s,  según  vemos  en  Bisabuelo,  bis- 
agra.  Bisarme^  bisojo,  Bistorta,  y  otras  no,  como  en  bi- 
corne, de  bicornis.  La  cambia  en  2  en  Bizcocho  y  Biznieto 
al  lado  de  Bisnieto. 

Lo  general  es  que  pierda  la  s;  como  se  ve  en  los  com- 
puestos latinos  biceps,  bicornis,  biformis,  bipédus,  bire- 
mis,  bisextus,  etc. ;  de  donde  los  castellanos  bíceps,  bicor- 
ne, biforme,  bípedo,  birretne,  bisiesto,  etc. 

Significando  dos  se  une  con  substantivos  y  forma  ad- 
jetivos atributivos  parasintéticos,  como  bifloro,  bilttero, 
bímano,  bisílabo,  bivalvo,  etc.,  de  flor,  lat.  littéra,  mano, 
sílaba  y  valva.  También  bisagra,  del  b.  lat.  acra,  extre- 
midad, biciclo,  bicicleta  y  binomio,  del  gr.  vójto;,  parte, 
porción,  usados  como  substantivos. 

Con  la  misma  significación  lo  emplean  los  químicos  en 
los  compuestos  Bicarbonato,  Bióxido^  Bisulfuro,  etc.,  usa- 
dos como  substantivos. 

Del  tipo  dosalbo  son  los  adjetivos  bicóncavo  y  bicon- 
vexo =  que  tiene  dos  superficies  cóncavas,  o  convexas. 

Con  su  significación  propia,  o  sea  la  de  dos  veces,  se 
halla  en  los  substantivos,  Bisabuelo,  Bisnieto  o  bisnieto  y 
Bizcocho.  También  en  los  adjetivos  como  bífero,  del  lat. 
biférus;  bisunto,  del  lat.  unctus,  etc. 

De  notar  son  los  verbos  bifurcarse  y  bilocarse,  y  los 
substantivos  bisección  y  bisector. 

En  billón  por  bimillón,  denota  que  el  substantivo  sim- 


1 8o 


JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 


pie  se  toma  dos  veces  por  factor ;  así  i.ooo.ooo  X  i.cxx).ooo 

=   1. 000.000.000.000. 

CATA.  Del  griego  /.az^j,  que  en  composición  significa  hacia  abajo, 
según,  completamente,  tenemos  esta  preposición  como 
prefijo  en  compuestos  griegos  o  grecolatinos,  substan- 
tivos o  adjetivos,  como  catálisis,  cataplasma,  catarro,  ca- 
tástrofe, católico,  catóptrico,  etc.,  de  za-ccíXua-.;,  xct-ot.opoo;, 
etcétera  (véanse  las  etimologías  en  el  Diccionario),  y 
en  voces  técnicas,  como  CAJAgénesis,  catácroto,  del  grie- 
go y.;^.'jz^  ruido;  catacústica,  de  acústica,  etc. 

CKN'Ti.  Del  latín  centiim,  ciento,  lo  usamos  como  prefijo  en  la 
nomenclatura  del  sistema  métrico  decimal,  con  la  signi- 
ficación de  centésima  parte,  como  CENXiár^a,  CE^TÍgra- 
do,  CENTigramo,  CENJilitro,  CENJÍmetro,  y  lo  tenemos 
con  su  propia  significación  de  ciento,  en  parasintéticos 
latinos,  como  centímano,  centinodia^  de  centimánus,  cen- 
tinodia, y  en  voces  técnicas,  como  centípedo,  de  pes,  pe- 
dís, pie,  todos  adjetivos  atributivos  que  pueden  usarse 
como  substantivos.  También  en  el  compuesto  centipli- 
cado, de  plicare,  plegar,  con  la  significación  de  cien  veces. 

c.íRCUM.  Esta  preposición  latina  conserva  su  significación  pro- 
pia de  "alrededor",  "en  torno",  en  los  poquísimos  com- 
puestos que  forma  en  castellano:  como  los  adjetivos  cir- 
cuMpolar  y  ciRCVNz'e ciño,  y  el  substantivo  circunz^o/m- 
ción,  del  lat.  volutionem. 

Circunnavegación  es  derivado  de  circunnavegar,  y  éste 
y  otros,  como  circundar,  circunferencia  y  circuir,  proce- 
den de  los  latinos  circumdare,  circumferencia  y  circuiré, 
por  circumire.  Como  se  ve  por  los  ejemplos,  conserva  la 
m  final  ante  p,  y  la  cambia  en  n  ante  otra  consonante  cual- 
quiera. 

cis.  Sólo  tenemos  este  prefijo  en  cisalpino,  cispadano  y  cismon- 
tano, procedentes  de  los  parasintéticos  latinos  cisalplnus, 
cispadanus  y  cismontanus,  formados  con  aquella  prepo- 
sición que  significa  del  lado  de  acá,  y  los  substantivos 
Alpes,  Padus  y  mons,  montis. 

CiTRA.  Con  esta  preposición  latina,  que  no  es  más  que  la  forma 
comparativa  de  la  anterior,  sólo  hemos  formado  el  pa- 
rasintético citramontano  =  cismontano. 

co,  prefijo;  con,  preposición  y  prefijo.  Proceden  del  latín  cum_. 
preposición  que,  como  prefijo,  cambiaba  la  u  en  o,  como 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  l8l 

se  ve  en  comparare,  de  cum  -\-  parare,  y  sufría  además 
las  siguientes  modiñcaciones : 

.:)  Ante  las  consonantes  c,  q,  d,  t,  x,  s,  J,  v  y  g  seguida  de  vocal, 
cambiaba  la  m  en  n  ;  como  se  ve  en  concipere,  conquirere, 
condoleré,  contemplare,  connumerare,  consilium,  conju- 
rare, convenire  y  congelare,  de  donde  proceden  conce- 
bir, ant.  conquerir,  condoler,  contemplar,  connumerar, 
consejo,  conjurar,  convenir  y  congelar,  casos  en  que 
conserva  el  castellano  la  n,  tanto  en  los  vocablos  latinos 
como  en  los  de  nueva  formación ;  como  concuñado,  con- 
dominio, contertulio,  y  hasta  la  doble  n,  como  en  conno- 
tar y  connovicio.  No  se  sigue  la  regla  en  el  cultismo  cum- 
quibus. 

b)  Ante  las  consonantes  /  y  r,  cambiaba  la  m  en  n  o  la  asimi- 
laba a  dichas  letras ;  como  f  o«ligére  y  colligére ;  con- 
rigére  y  corrigére.  La  misma  vacilación  ocurre  en  c?s- 
tellano  ante  r,  como  vemos  en  conrear,  conreinar  y  co- 
tycinado,  correinante,  corredentor ;  correlato  y  correli- 
gionario; pero  conservamos  la  n  ante  l  y  ll,  como  en 
el  ant.  conloar  y  el  moderno  conllevar. 
Ante  B,  p  y  m,  conservaba  la  m  en  latín,  como  se  ve  en  com- 
binare, comparare  y  commutare.  El  castellano  conserva 
la  m  en  los  compuestos,  tanto  latinos  como  castellanos 
ante  b  y  p:  combinar,  comparar,  compaternidad;  pero 
no  ante  m,  caso  en  que  la  cambiamos  en  n  en  los  com- 
puestos latinos,  como  conmutar,  o  mejor  la  dejamos  per- 
der, como  en  comandar  y  comadreja,  de  commandare  y 
commatercúlam.  La  misma  vacilación  vemos  en  los  com- 
puestos castellanos ;  pues  al  lado  de  conmensal,  tenemos 
comensal,  de  con  -}-.el  lat.  mensa  =  mesa;  aunque  la 
tendencia  es  a  perderla,  como  en  comedio  de  con  -}-  me- 
dio. También  la  perdemos  ante  p  en  copartícipe  y  copar- 
ticipación. 
Ante  voces  que  comienzan  por  vocal  y  también  por  gyx.  des- 
aparecía la  m,  como  se  ve  en  coacervare,  coaetaneus, 
coepiscopus,  coinquinare  y  copnoscére.  Lo  mismo  sucede 
en  castellano,  tanto  en  los  compuestos  latinos,  como  co- 
acervar, coetáneo,  coepíscopo,  coinquinar  y  conocer,  como 
en  los  castellanos;  v.  gr. :  coadministrador,  coadvuvar  (del 
lat.  adjuvare),  coautor,  coeficiente,  coexistir,  cointeresa- 
do, etc.  En  cambio  decimos  comentar  de  cum  -\-  initiare. 


102  JOSÉ  ALEMÁN  Y  BOLUFER 

como  también  se  dijo  en  latín  comtium,  de  donde  co- 
micio. 

Forma  verbos  y  substantivos  compuestos ;  y,  unida  con 
substantivos,  verbos,  substantivos  y  adjetivos  parasinté- 
ticos. Así: 

°  Verbos  compuestos.  En  éstos  denota :  a)  Que  la  acción  del 
simple  se  ejecuta  por  dos  o  más  personas,  ya  al  mismo 
tiempo,  como  en  conllevar,  conreinar,  compadecer,  con- 
tratar, ya  en  el  mismo  lugar,  como  en  convivir,  ya  con 
igualdad  de  efecto,  como  coRResponder.  b)  Que  la  acción 
del  simple  recae  sobre  dos  o  más  objetos,  ya  directos, 
como  en  coordinar,  ya  uno  directo  y  otro  no,  como  en 
co'Nfiar.  La  forma  reflexiva  de  algunos  es  exclusivamen- 
te recíproca,  como  en  compenetrarse,  cORuesponderse.  A 
veces  el  compuesto  es  sinónimo  del  simple  como  con- 
femporizar. 

"  Substantivos  compuestos.  En  ellos  denota  que  el  objeto 
designado  por  el  compuesto  es  de  la  misma  cla%e  que  el 
denotado  por  el  nombre  simple  y  que  se  halla  con  él  en  re- 
lación de  igualdad,  como  se  ve  en  concanónigo,  con- 
ciudadano, concolega,  concofrade,  concuñado,  condueño, 
connovicio,  etc.  También  con  nombres  abstractos,  como 
concausa,  condominio,  concatedralidad,  compaternidad, 
coRRelación,  coRReinado,  y  en  los  latinos  condiscípulo, 
conjuez,  consocio,  etc.,  de  condiscipülus,  conjudícem,  con 
socius,  etc. 

Significación  distinta  tiene  en  compuerta.  Es  expletiva  en 
concambio  y  equivale  a  inter  en  comedio.  Contorno  y  co- 
marca son  postverbales. 

"  Parasintéticos:  a),  Verbos:  concentrar,  confrontar,  con- 
geniar, congraciar,  de  los  substantivos  centro,  lat.  frons, 
frontis,  genio,  gracia:  y  el  ant.  confraternar,  del  adj.  fra- 
terno; b),  substantivos:  comensal,  compaño,  compana- 
je  (i),  contertuliano,  contrincante,  correligionario,  de  los 
nombres  lat.  mensa,  pan,  tertulia,  trinca  y  religión ;  c),  ad- 
jetivos :  son  muy  pocos :  concorpóreo  y  conteste,  del  lat. 
Corpus,  oris,  cuerpo,  y  testis,  testigo. 

Combinada  con  so,  forma  el  vocablo  conswwo  (con 
+  so  -}-  uno). 


(i)    Mejor  que  companage. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 83 

CONTRA^  preposición  y  adverbio  latino  y  castellano,  que  tenemos 
en  compuestos  recibidos  del  latín,  como  contraponer,  con- 
trastar, contradictor,  de  contraponére,  contrastare,  con- 
tradictorem,  y  en  compuestos  castellanos,  con  la  significa- 
ción de  enfrente  de,  en  contra, 

\°  Con  la  significación  de  en  contra  se  une  a  verbos  y  nombres 
de  acción,  denotando  acción  contraria  u  opuesta  en  algu- 
na manera  a  la  designada  por  el  vocablo  simple,  como  se  ve 
en  coNTRAfallar,  coNTRAindicar,  coTRAntandar,  contra- 
marchar,  etc.;  coNTRAwarc/m. 

2°  Con  la  misma  significación  se  une  a  otra  clase  de  nombres 
para  denotar  un  objeto  cuyos  efectos  son  contrarios  a 
los  del  objeto  designado  por  el  simple ;  como  coxtra/m^- 
ro,  coNTRAveneno,  coNTRAventana. 

3.°  Con  la  significación  de  enfrente  de,  denota  un  objeto  de  la 
misma  especie  que  el  designado  por  el  nombre  simple,  y 
que  generalmente  se  halla  inmediato  a  éste,  para  resguar- 
darlo o  asegurarlo;  como,  co^iRAbarrera,  coyiTRAdique, 
coyiiRAhilera,  cosTRAquilla,  coisíTRAvidriera;  también  con- 
TRAcosta,  coíirRAbatería,  etc. 

4.°  Como  consecuencia  de  la  anterior,  denota  persona  o  cosa 
que  en  categoría,  grado  u  otra  calidad  ocupa  lugar  se- 
cundario respecto  del  simple,  como  co'STRAalmtrante  y 
contralmirante,  co^^TRAtnaestre,  coyiTRAataguta,  contra- 
canal,  co\iRAcehadera.  co'STRAguía,  coxtra//o,  contra- 
tnesa,  etc. 

Forma  algunos  adjetivos  parasintéticos,  como  contra- 
natural, contrafajado,  contraflorado,  contrapalado,  de 
natura,  faja,  flor  y  palo,  y  el  compuesto  contra/>W<7,  usa- 
do en  la  locución  adverbial  a  contrapelo. 

DE.  Como  preposición  y  como  prefijo  procede  del  latín  de,  se- 
gún vemos  en  degenerar,  degradar,  degollar,  de  degene- 
rare, degradare,  decollare.  En  nuestra  lengua  forma  ver- 
bos, substantivos,  adverbios  y  preposiciones  compuestos 
y  también  verbos  parasintéticos.  Así : 
r."  Se  junta  con  verbos  simples,  añadiendo  a  la  significa- 
ción de  éstos  la  idea  de  separación  o  alejamiento,  y 
la  de  privación.  Así :  marcar  una  cosa  es  poner  una  mar- 
ca en  ella;  DEmarcarla  es  separarla  o  distinguirla  de 
las  demás  por  medio  de  una  marca.  Caer  ==  venirse  aba- 
jo ;  DEccíer  -=  venirse  abajo  desde  el  punto  o  límite  a  que 


184  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

se  había  llegado.  De  esta  significación,  que  es  la  funda- 
mental, procede  la  de  privación :  v.  gr. :  raigar  es  echar 
raíces,  prender  o  agarrarse  con  ellas  en  tierra ;  derraigar, 
ant.,  no  es  no  echar  raíces,  sino  desprender  del  suelo  lo 
que  ya  había  arraigado  en  él.  En  esta  acepción  privativa  es 
más  común  el  prefijo  des;  y  así  tenemos  BEf alear  y  des- 
falcar. 

Si  el  verbo  simple  tiene  significación  negativa,  refuer- 
za la  idea  del  mismo.  Así  BEmacrarse,  del  lat.  macrare  = 
enflaquecer;  o  mejor,  denota  la  prosecución  de  la  acción 
del  verbo  simple,  considerada  desde  el  momento  en  que 
se  inició,  como  DEnegrecer  y  DEnegrir  (éste  del  lat.  ni- 
grere)  =  ennegrecer.  Nótese  que  estos  dos  verbos  signi- 
fican lo  mismo ;  pero  en  denegrecer  se  toma  la  acción 
desde  su  origen,  y  en  ennegrecer  se  la  considera  yendo 
hacia  su  realización. 

De  la  idea  de  origen  pasó  a  significar  la  de  causa.  Así 
hatir  =  golpear  una  cosa  con  ímpetu  y  violencia ;  debatir 
=  contender,  disputar  acerca  de  una  cosa,  por  ella,  o  por 
causa  de  ella. 

2."  Con  substantivos  tiene  significación  negativa ;  v.  gr. :  de- 
mérito =  falta  de  mérito;  el  ant.  DEfianza  ==  desconfian- 
za ;  pero  es  privativa  en  BEfoliación. 

3,°  Foma  tambiv^n  adverbios  compuestos,  todos  de  lugar,  como 
dentro  (del  lat.  intro) ;  HEbajo,  BEfuera  (del  lat.  foras) : 
y  obsérvese  que  estos  adverbios  exigen  en  su  comple- 
mento la  misma  preposición;  así:  debajo  de  techado, 
dentro  de  cosa. 

4°  Júntase  con  substantivos  formando  verbos  parasintéticos, 
en  cuya  significación  el  substantivo  primitivo  entra  como 
complemento  circunstancial  con  la  misma  preposición. 
Así,  derrocar  =  precipitar  desde  una  roca;  decantar  = 
poner  una  vasija  de  canto;  deletrear  =  pronunciar 
las  letras  de  una  sílaba  o  palabra,  separadamente  cada 
tma  de  las  demás.  Con  el  idv.  lesne  forma  deleznarse. 
Es  privativa  en  d ejemplar  (de  ejemplo  en  su  4.*  acepc). 

5.°  Por  analogía  de  significación  con  el  prefijo  ex  o  es.  se  jun- 
ta con  algimos  verbos  compuestos  con  este  último ;  en 
un  principio  quizá  para  reforzar  la  significación  de  los 
mismos,  aunque  ahora  sean  sinónimos ;  romo  descomtd- 
gar  =  excomulgar,  desperezarse  =  esperezarse,  desper- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 85 

tar  =  ant.  espertar,  despedir  =  ant.  espedir,  etc.  (Véase 
ES.)  También  se  junta  con  es  procedente  de  s  inicial  la- 
tina, en  despejar  ==  espejar,  y  ant.  desparcir  =  esparcir. 

6.°  Con  la  preposición  latina  ex  y  la  misma  de,  ha  formado  la 
compuesta  desde  =  de  -|-  ^^  -|-  de. 

DECA.  Es  el  numeral  griego  U/.a,  diez,  que  tenemos  en  los  pa- 
rasintéticos grecolatinos,  decagonus,  decasyllabus,  deca- 
logus,  de  donde  los  nuestros  decágono,  decasílabo  y  de- 
cálogo, y  en  los  castellanos  decagramOj  decalitro  y  decár- 
metro,  todos  adjetivos  atributivos  usados  como  substan- 
tivos. También  en  las  voces  técnicas  decácero,  del  gr.  zápcí;, 
cuerno;  decadáctilo,  etc.,  decandrio,  etc. 

DECi^  apócope  de  décimo,  lo  tenemos  en  decigramo,  decilitro  y 
decímetro,  con  la  significación  de  décima  parte. 

DENTRO.  Como  prefijo  lo  tenemos  sólo  en  el  ant.  DEXTRO/raéT  = 
meter,  introducir. 

DES.  Es  la  forma  vulgar  del  prefijo  dis,  muy  usada  en  nuestra 
lengua  para  la  formación  de  compuestos  y  parasintéticos. 
La  significación  primitiva  de  este  prefijo,  o  sea  la  de 
desunión  y  separación,  la  vemos  en  los  verbos  parasintéti- 
cos que  forma  con  substantivos  que  denotan  parte,  como 
destrozar,  destrizar,  despedazar,  desmigar,  desfilar,  des- 
hilar, etc.,  de  trozo,  triza,  pedazo,  miga,  fila,  hilo,  etc.; 
y  de  ella  derivan  las  demás,  que  son : 

a)  La  negativa  que  vemos  en  T)Esestimar,  DEsacertar,  DEspla- 

cer,  Desdeñar,  TtEsadvertir,  etc.,  verbos  que  pueden  de- 
finirse por  la  negación  xo  y  el  verbo  simple. 

b)  La  privativa  que  tienen  uEsarniar,  DEsatollar,  DEScotisolar, 

DEScmbolsar,  DEsabollar,  DEsenfrenar,  etc.,  que  se  dife- 
rencian de  los  anteriores  en  que  desarmar,  por  ejemplo, 
no  es  no  armar,  sino  quitar  a  uno  las  armas  que  tiene,  como 
desatollar  =  sacar  del  atolladero  al  que  está  atollado, 
r)  Denota  también  acción  inversa  a  la  del  verbo  simple.  Así: 
desagradar,  no  es  "privar  a  uno  del  agrado",  ni  tampo- 
co "no  agradar",  sino  disgustar,  fastidiar,  causar  des- 
agrado. 

d)  También  denota  cesación,  como  DEsamar  =  dejar  de  amar ; 
DEScreer  =  dejar  de  creer,  etc. 

c)  Con  verbos  de  significación  privativa  o  negativa,  es  inten- 

siva, o  sea  refuerza  la  significación  de  los  mismos,  en 

«4 


1 86  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFEH 

conformidad  con  la  suya  propia ;  como  JDEsmenguar,  des- 
gastar,  'Despartir,  DEsnegar. 

Las  mismas  significaciones  tiene  en  los  verbos  para- 
sintéticos que  forma  con  substantivos  que  no  denotan 
parte,  como  puede  verse  en  desabejar,  desbocar,  desalar 
(por  dessalar),  desainar,  desamorar,  despampanar,  de 
abeja,  boca,  sal,  saín,  amor,  pámpano,  en  todos  los  cuale-j 
es  privativa ;  en  despavorir,  de  pavor,  es  intensiva  por 
la  idea  negativa  que  envuelve  el  simple  pavor. 

Forma  substantivos  compuestos  de  nombres  abstractos, 
con  significación  ya  negativa,  ya  privativa :  como  BEsabor 
(por  dessabor),  DEsamor,  DEsaire,  DEsasímilación,  des- 
aparición,  BEsaplicación,  BEsalumbramiento,  HEsgracia, 
BEsorden,  etc. :  y  adjetivos,  como  T>ES>am,able,  HEsapaci- 
ble,  DEsapercibido,  DEsaplicado,  BEsalumbrado,  DEsleal, 
etcétera.  Parasintéticos  son  desalmado  y  desasado,  de 
alma  y  asa. 

Por  analogía  de  significación  con  de  ha  substituido  a 
este  prefijo  en  algunos  verbos  latinos.  Así:  BEsarmar  = 
lat.  BEarmare;  BEsnudar  =  lat.  BEnudare,  y  tiene  la  mis- 
ma significación  que  éste,  en  BEsformar  =  BEjormar; 
BEScrecer  =  BEcrecer;  BESpeñar  =  BErrocar;  pero  no 
en  BESnegar  y  BEnegar. 

También  equivale  a  in  privativo,  en  BEScomodidad  = 
Incomodidad,  y  a  en  =  in,  en  los  ants.  BEsamistad  = 
Enemistad,  BEsamigo  =  Enemigo  (lat.  inimicus). 

Para  des  de  de  -j-  es,  véanse  de  y  es,  al  final  de  sus 
artículos  respectivos. 
DI,  del  mismo  origen  que  dis,  lo  tenemos  en  compuestos  lati- 
inos  como  difamar,  digerir,  dilatar,  diminuir,  disentir, 
divertir,  etc.,  que  proceden  de  diffamare,  digerére,  di- 
latare, diminuére,  dissentire,  divertére,  etc. 

Sólo  en  difracción,  del  lat.  fractio,  onis,  y  en  el  ant.  di- 
fiuciar,  de  fiucia,  y  quizá  en  algún  otro  compuesto,  es 
prefijo  castellano. 
DI,  del  gn'ego  Bí;,  que  significa  dos  veces  y  que  tiene  el  mismo 
origen  que  el  dis  latino.  Tenemos  este  prefijo  en  com- 
puestos eruditos  griegos,  como  díptero,  de  o:s:Tsf,oc,  di- 
sílabo, de  oíoúXXaSo;,  y  en  compuestos  técnicos,  forma- 
dos casi  todos  de  voces  griegas,  de  los  cuales  unos  son 
adjetivos  parasintéticos,  atributivos,  como  didelfo   (de 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS      1 87 

oi>.<pú;.  Útero) ;  díptero  (de  —soóv,  ala) ;  otros,  substantivos, 
ya  parasintéticos  como  digenia  (de  73v-,  de  Ysworo),  engen- 
drar), ya  sólo  compuestos,  como  Bigétiesis. 

día.  Preposición  griega,  del  mismo  origen  que  la  latina  dis 
(véase  dis),  y  que  como  prefijo  significa,  separación,  a 
través,  mediante,  con.  La  tenemos  en  vocablos  griegos,  ya 
compuestos  como  diámetro,  diástilo,  gr.  o-.ajiíTpo;.  oioraTuXo;, 
ya  derivados,  como  diátesis,  diacrítico,  diatónico,  etc., 
gr.  lat.  diathésis,  gr.   oictxp'.-ixó;,  gr.  lat.  diatonicus. 

Forma  compuestos  y  parasintéticos,  especialmente  con 
voces  griegas;  como  diapente,  de  -i^iz,  cinco;  DiAcentro, 
diacústica;  diatérmano,  de  Osear,  calor;  diágrafo,  de  ipá'su¡, 
escribir;  y  especialmente  en  nombres  de  ungüentos  o  em- 
plastos, denotando  la  materia  que  entra  como  principal 
ingrediente  en  la  confección  de  éstos;  como  diascor- 
dio,  de  37.0,00107,  escordio;  diacadmia,  de  xaojista,  calami- 
na, etc.  Estos  nombres  proceden  en  su  origen  de  las 
frases  formadas  por  esta  preposición  con  el  genitivo 
del  nombre  del  ingrediente,  asi  diahótano,  del  lat.  dia- 
hotanon  y  éste  del  gr.  íwi  oo-caviüv,  que  significa  mediante 
o  con  hierbcus,  supliendo  el  nombre  genérico  emplasto, 
ungüento,  etc.  Aunque  ya  en  griego  aparecen  formados 
estos  nombres,  como  diarrodón,  gr.  otc/'ppooo;. 

DIS  (i).  Es  el  mismo  prefijo  latino  dis,  de  igual  origen  que  his,  o 
sea  el  mismo  que  originó  el  numeral  dúo,  dos,  y  que 
denota  idea  de  desunión,  de  división  o  separación  de 
tpartes,  como  se  ve  en  disponere  =  poner  o  colocar  se- 
paradamente ;  disunire  =  desunir  lo  que  está  unido. 

En  latín  clásico  conservaba  este  prefijo  por  lo  gene- 
ral la  s  ante  palabras  que  empezaban  por  las  consonan- 
tes c,  j,  p,  s,  t,  como  vemos  en  discerncre,  discernir ;  dis- 
junctiz'us,  disyuntivo;  disparare,  disparar;  dissonare, 
disonar;  distare,  distar;  y  la  asimilaba  ante  /,  como 
diffamare,  difamar.  Ante  otras  consonantes  perdia  la 
s,  y  tomaba  la  forma  di,  como  se  ve  en  digressionem, 
digresión;  dilucidare,  dilucidar;  dimitiere,  dimitir;  di- 
rigere, dirigir;  divertcre,  divertir.  Ante  vocal  o  h  cam- 
biaba la  j  en  r,  como  en  dirimere  (i),  dirimir.  Pero  el 


(i)    Con  la  forma  dir,  sólo  tenemos  este  prefijo  en  nuestra  lengua, 
en  dirimir  y  sus  derivados  dirimente  y  dirimiblc. 


188  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

latín  vulgar  conservó  la  í  por  regla  general,  y  cambió' 
además  la  i  en  e,  dando  lugar  al  prefijo  des. 

Resulta  de  lo  dicho  en  el  párrafo  anterior  que  sólo 
tenemos  el  prefijo  dis  en  compuestos  eruditos,  ya  laíi-. 
nos,  como  los  citados  anteriormente,  ya  castellanos.  Es- 
tos son  en  ipoco  número,  como  dislocar  y  disculpar,  pa- 
rasintéticos del  lat.  locus,  lugar,  y  de  culpa;  Disgustar, 
y  disminuir,  lat.  diminuére.  Algunos  tienen  su  forma  pa- 
ralela en  DEs-^  como  disc-  y  desconvenir,  disc-  y  des- 
continuar, disp-  y  desplacer,  disf-  y  desfrutar.  También 
en  de-,  como  disformar  =  deformar;  y  en  di-,  com  di- 
famar =  disfamar. 

Está  por  des,  de  de  -f-  es,  en  dispertar  =  despertar,  y 
también  quizá  en  disfrutar  =  ant.  desfrutar:  y  por  es 
en  disfumar  ==  esfumar,  del  ital.  s fumare. 

Tenemos  también  loe  adjetivos  compuestos  Discon- 
forme y  Discontinuo,  al  lado  de  las  formas  con  des-; 
fisforme  =  deforme,  lat.  deformis;  ant.  disgerible  = 
digerible;  y  los  substantivos  disconveniencia  =  desc-; 
disformidad  =  deformidad,  y  Disparidad. 

Resulta  también  de  lo  dicho,  que  no  tenemos  en  cas- 
tellano voces  latinas  ni  romances  que  empiecen  por  disb. 
disd,  disn. 
Dis^  del  prefijo  gr.  ou;;-,que  equivale  a  nuestros  adjetivos  malo 
o  difícil,  como  se  ve  en  ouc^sdií^  =  mala  digestión,  dis- 
pepsia, y  o'Kxov.ia,  parto  laborioso  o  difícil,  distocia,  subs- 
tantivos derivados  de  los  adjetivos  oJaTrsxTo;;  y  oÚ3toxo;, 
que  a  su  vez  son  compuestos  parasintéticos  derivados 
i  del  radical  de  los  verbos  -áxToj,  cocer,  y  -i.-xuu^  parir. 

La  lengua  técnica  lo  emplea  para  formar  compuestos, 
eapecialmente  de  voces  griegas,  como  se  ve  en  Disartri- 
tis,  Disartrosis  (del  gr.  apOpT-ic;,  «p'ípujai;);  y  parasintéti- 
cos, como  disfagia,  dislalia,  dislexia  (de  cpy'fo|iC£i,  comer ; 
XrjXim,  hablar ;  Xi^ic^  dicción).  Dismenorrea,  de  jiyjv,  mens- 
truo, y  páo),  fluir. 
EN  (i).  Como  preposición  y  como  prefijo  procede  del  latín  in, 
como  se  ve  en  enardecer,  encarnar  y  entender,  de  inar- 
descére,  incamare  e  intendére;  y  como  in,  cambia  la  n 
en  m  ante  b  y  p  {^Mhcher,  Emparrar),  pero  no  ante  l  y  r 
(ENlaciar,  Enrubiar).  Es  raro  que  se  junte  con  verbos 
sim(ples  modificando  la  significación  de  éstos,  como  en. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  189 

E'scogcr  y  EUprender;  pero  se  usa  bastante  en  la  forma- 
ción de  verbos  y  adjetivos  parasintéticos,  derivados,  los 
primeros,  de  substantivos  o  de  adjetivos,  como  embocar 
y  endulzar,  de  boca  y  dulce ;  y  los  segundos,  de  substan- 
tivos, como  encapado,  de  capa. 

En  los  verbos  derivados  de  substantivos,  el  nombre 
primitivo  desempeña  la  función  de  acusativo  u  objeto  in- 
terno (véase  Gramáf.  Acad.,  §  274,  h)  como  en  embo- 
lar =  poner  bolas  en  las  puntas  de  los  cuernos  a  los  toros, 
o  la  de  complemento  circunstancial,  como  en  embodegar 
=  poner  una  cosa  en  la  bodega.  En  ambos  casos  el  verbo 
resulta  transitivo,  si  su  significación  recae  en  un  objeto 
externo,  como  embolar  toros,  emboscar  gente;  e  intran- 
sitivo o  reflexivo  si  la  significación  se  cumple  en  el  su- 
jeto del  verbo,  como  en  empelar  =  echar  o  criar  pelo; 
empopar  =  calar  mucho  de  popa  un  buque ;  emboscarse 
la  tropa ;  todo  lo  cual  puede  comprobarse  con  los  siguien- 
tes ejemplos :  embalsamar,  embojar,  embotarse^  engra- 
sar,  embarcar,  embocar,  empalizar,  emborrar  y  embotar, 
de  los  substantivos  bálsamo,  boj  a,  bota,  grasa,  barca, 
boca,  palo,  borra  y  bote:  y  también  en  empelotarse,  em- 
perrarse, encenagarse  y  ensimismarse,  de  pelota,  perro, 
cieno  y  sí  mismo. 

En  los  derivados  de  adjetivos,  desempeñan  éstos  la  fun- 
ción de  predicado  del  complemento  directo  (véase  Gra- 
mática, §  203) ;  como  en  embellecer  =  poner  bella  a  una 
persona  o  cosa;  embobar  ==  poner  a  uno  como  bobo;  y 
así,  empequeñecer,  embotar,  endulzar,  engrosar,  enrubiar, 
ensuciar,  etc.,  de  pequeño,  boto,  dulce,  grueso,  rubio,  su- 
cio, etc. 

En  estos  parasintéticos  es  frecuente  el  sufijo  ecer,  como 
se  ve  en  emblandecer,  emblanquecer,  embravecer,  em- 
brutecer, enriquecer,  enrojecer,  enronquecer,  enaltecer, 
encarecer,  etc.,  de  blando,  blanco,  bravo,  bruto,  rico,  rojo, 
ronco,  alto,  caro,  etc. 

Algunos  de  estos  parasintéticos  han  substituido  a  los 
correspondientes  verbos  simples,  como  ennoblecer,  por 
el  ant.  noblccer,  de  noble ;  encanecer,  de  cana  =  ant.  ca- 
necer, del  lat.  canescére.  Otros  tienen  acepción  transiti- 
va como  ennegrecer,  de  negro,  que  no  la  tiene  el  simple 
negrecer,  del  lat.  nigrescére. 


190  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

Los  hay  equivalentes  a  los  simples  derivados;  como 
embarnizar  ==  barnizar;  emperdigar  =  perdigar,  y  así 
ENerizar,  en  jabonar.  Enlardar,  etc. ;  pero  no  siempre,  como 
encaminar  y  caminar.  Otros,  como  encartar,  enchicar, 
endeliñar,  enlisar,  han  quedado  anticuados,  y  los  han 
substituido  sus  homónimos  con  el  prefijo  a:  acortar,  achi- 
car, adelinar,  alisar.  En  cambio  tenemos  en  por  a  en  em- 
bovedar =  abovedar,  de  bóveda. 

Los  adjetivos  parasintéticos  formados  con  este  prefija 
terminan  casi  todos  en  ado,  y  pueden  definirse  por  una 
oración  de  relativo  con  el  verbo  llevar,  cuyo  complemen- 
to directo  es  el  substantivo  primitivo ;  v.  gr. :  entapado  = 
que  lleva  capa;  y  así,  enflechado,  engolillado,  encapar- 
cetado,  encapirotado  y  enjoyelado,  de  flecha,  golilla,  ca- 
pacete, capirote  y  joyal:  o  en  sentido  pasivo,  como  en- 
cureñado, enchapinado  y  enlanado,  de  cureña,  chapa  y 
lana.  Algunos  como  encebollado,  ensaimada  y  ensalada, 
de  cebolla,  saín  y  sal,  se  usan  ya  como  substantivos. 

Endevotado,  de  devoto;  endeble,  de  deble;  enclenque, 
del  lat.  clinícus. 

Forma  también  los  substantivos  enseres,  de  ser,  y  em- 
peine, del  lat.  pectén,  ínis ;  los  adverbios  ENcima,  En- 
horamala, Enhorabuena;  los  ants.  ENdemás,  Enante,  En- 
denantes, Entonce  =  mod.  entonces,  y  la  conjunción 
EMpero. 

En  algunos  derivados  del  latín  tenemos  en  o  ens  por  ex; 
como  enjambre,  del  lat.  examínem ;  ensanchar,  de  exam- 
pliare. Asimismo  en  castellano  ensalzar  y  exalzar,  de  ex 
y  alzar.   (Véase  ex.) 

EN  (2).  Del  gr.  h,  del  mismo  origen  que  la  preposición  latina 
in,  véase  en  (i),  tenemos  este  prefijo  en  parasintéticos 
griegos,  como  encéfalo,  endemia,  de  if/i'^ «Xoc,  ivor¡u.'cí,  y  en 
algunas  voces  técnicas  formadas  de  elementos  griegos, 
como  empiosis,  de  tuúov,  pus ;  encroita,  de  ipóa,  color,  tin- 
te ;  enantema,  de  rM-q\w,  eflorescencia,  etc. 

EN  privativo.  Véase  in  (2). 

ENDo.  Del  gr.  svSov,  dentro.  Forma  como  en^  substantivos  pa- 
rasintéticos, de  voces  griegas,  como  endocardio,  de  y.apV.a, 
corazón,  endocarbio,  óe/.o.pzóíi.  fruto;  endoderma,  de  Sspixct^ 
piel,  y  algún  adjetivo  como  endotérmico,  de  Oáp^Y¡,  calor. 

ENTO.    Del  gr.    ivxó;.    dentro.  Forma  substantivos  compuestos. 


DERIVACIÓN'  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  IQI 

como  ent O soario,  de  Cmáp'.ov,  animalito;  ^kío^oo,  de  C-vov, 
animal;  entotorrea,  de  otorrea;  y  adjetivos  parasintéticos, 
como  entótico,  de    oj;,  ¿toc,    oreja,  etc. 

ENTRE.  Procede  esta  preposición  de  la  latina  ínter  (véase  ín- 
ter), y  la  tenemos  en  nuestra  lengua  en  compuestos  la- 
tinos, como  entrelucir,  entredicho,  entrelunio,  de  inter- 
lucére,  interdictum  e  interlunium,  y  en  compuestos  cas- 
tellanos, adjetivos,  verbos  y  substantivos. 

i.°  Con  adjetivos  denota  que  el  substantivo  a  quien  califica  el 
adjetivo  compuesto  no  posee  la  cualidad  del  simple  sino 
a  medias,  o  sea,  que  tiene  la  cualidad  intermedia  entre 
la  denotada  por  el  adjetivo  simple  y  la  contraria;  como 
entreancho  =  que  ni  es  ancho  ni  angosto;  entredoble  = 
que  ni  es  doble  ni  sencillo,  y  así,  entrecomo,  entrec/o^ 
ro,  entre//»o,  etc. 

2."     Con  verbos  denota: 

a)  Lo  mismo  que  con  los  adjetivos,  o  sea,  que  la  significación 

del  verbo  simple  se  verifica  a  medias  entre  la^idea  que 
éste  designa  y  la  opuesta;  como  entrecortar  =  cortar 
una  cosa  dejando  algo  sin  cortar;  entreoír  =  oír  una 
cosa  sin  oírla  del  todo,  y  así:  EyiTREtallar,  ESTREmesclar, 
Ei^TREtener,   EisiTREpunsar,  EyíTREcavar. 

b)  Que  el  complemento  directo  del  verbo  simple  sufre  la  ac- 

ción de  éste  a  la  vez  que  otro  que  lleva  la  preposición 
con:  V.  gr. :  entrejuntar  =  juntar  los  entrepaños...  con 
los  travesanos ;  y  así.  ENTREí^;Vr,  E^iRElazar. 

c)  Que  la  significación  del  verbo  simple  se  verifica  entre  varios 

objetos  que  son  complemento  circunstancial  con  la  mis- 
ma preposición :  como  entremeter  =  meter  una  cosa 
entre  otras,  y  así :  ENTREjacar,  E^iREcriarse. 

Y  lo  mismo  en  los  pocos  compuestos  parasintéticos  que 
forma,  como  entrevenarse  y  entrepelar,  de  vena  y  pelo. 
ji."     Con  substantivos  denota : 

a)  Un  objeto  que  se  halla  entre  dos  iguales  al  designado  por 

el  nombre  simple,  tomado  éste  en  sentido  recto  o  figura- 
do; como  entreacto  =  baile,  o  espacio  de  tiempo  entre 
dos  actos,  y  así:  estreUHo,  ESTREcalle,  ENTREcana/,  en- 
TREc^rra,  ESTREpanes,  ESTREsurco,  etc.  En  entredós,  se 
calla  el  nombre  de  los  objetos. 

b)  Un  objeto  que  se  halla  entre  el  designado  por  el  nombre 

simple  y  otro  que  natural  o  artificialmente  le  sigue  o  su- 


192  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

cede,  como  entrecoro  =  espacio...  desde  el  coro  a  la  ca- 
pilla mayor,  y  así :  ENTREpechuga,  ENTREsuelo,  entre- 
corteza,  etc. 

El  uso  de  esta  preposición  con  dos  o  más  sujetos  uni- 
dos por  la  conjunción  3;  (véase  Gram.  Ac,  §  319)  ha  origi- 
nado el  compuesto  entrambos ;  y  la  locución  entre  tanto, 
el  adv.  compuesto  entretanto. 

ENTRO.  Sólo  tenemos  este  prefijo  en  entrometer,  del  lat.  intro- 
mittere,  y  en  sus  derivados  entrometido  y  entrometimien- 
to.  No  forma,  pues,  compuestos  en  castellano. 

EPi.  Preposición  griega  que  significa  sobre,  encima,  y  que  te- 
nemos como  prefijo  en  compuestos  grecolatinos,  como 
epidermis,  epiglotis,  epinicio  — lat.  epidermis,  epiglottis, 
epinicion ;  gr.  izíospii;,  l-v(kw--dz,  i-ivixiov—  o  sólo  griegos, 
como  epistaxis,  de  iriataric;  y  en  parasintéticos  formados 
en  castellano,  como  epicarpio,  de  xao-ó;  fruto ;  epizootia, 
de  Cojov,  animal,  etc. 

EQUi,  Del  latin  aequus,  igual,  tenemos  este  prefijo  en  vocablos 
latinos,  ya  compuestos,  como  equivaler  y  equiparar,  de 
aequivalere  y  ^equiparare ;  ya  derivados,  como  equi- 
librio, de  aequilibrium ;  ya  parasintéticos,  como  equívo- 
co, de  aequivócus ;  y  en  algunos  pocos  castellanos ;  ya 
verbos,  como  Equidistar,  Equiponderar;  ya  substantivos 
abstractos,  como  Equidiferencia;  ya  adjetivos  parasinté- 
ticos, atributivos,  como  Equiángulo. 

ES.  Del  mismo  origen  y  significación  que  ex,  como  se  ve  en  es- 
caldar, escalfar,  escocer,  escodar,  escomerse  y  el  asturia- 
no escosa,  que  proceden  de  los  latinos  excaldare,  excale- 
facére,  excoquére,  excutére,  excomedére  y  excursa.  El 
latín  vulgar  conservó  íntegro  el  prefijo  ex  en  casos  en 
que  el  clásico  perdía  la  x,  como  se  prueba  por  los  ant.  es- 
leer y  esleír  del  vulgar  exlegere,  cuando  el  clásico  era 
eligére,  de  donde  el  culto  elegir ;  esforzar,  b.  lat.  exf ortia- 
re ;  esfriar,  de  f rigidus,  etc. 

Su  significación  propia  es  la  misma  de  ex,  o  sea :  fue- 
ra de,  de;  y,  por  tanto,  con  verbos  denota  la  acción  del 
simple,  pero  ejecutada  "de  dentro  hacia  fuera",  como  se 
ve  en  escupir,  del  lat.  conspuére  ==  manchar  con  la  saliva 
que  se  escupe ;  y  así  Estirar,  Escoger.  También  escurar,  de 
curar,  y  Esclarecer.  A  veces  parece  expletivo,  como  en 
escarmenar  =   carmenar;  ant.   escalentar  =   calentar; 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PAL.\BRAS  ípS 

ant.  esblandir  =^  blandir,  ant.  esperecer  =  perecer; 
ant.  estropezar  =  tropezar,  y  en  los  substantivos  ants. 
ESca)Hbrón  y  EStropezón  y  la  prep.  Esconfra,  usados  hoy 
sin  el  prefijo ;  y  es  que  hay  casos  en  que  por  efecto  del 
modo  como  se  concibe  la  significación  del  simple  o  por 
efecto  de  esta  misma  significación  se  añade  el  prefijo  sin 
ser  necesario  en  realidad. 

Con  verbos  parasintéticos  significa  hacer  salir  o  des- 
aparecer el  estado  u  objeto  denotados  por  el  primitivo; 
como  esperezarse,  de  pereza ;  escardar,  de  cardo ;  esci- 
bar,  ant.,  del  lat.  cibus,  cebo. 

Combínase  con  de,  por  ser  de  significación  análoga, 
y  DE  -j-  ES  =  DES,  hacen  que  se  confunda  con  des  proce- 
dente de  Dis,  como  vemos  en  escamar  =  descarnar; 
escibar  ==  descibar;  esperezarse  ==  desperezarse;  y  así, 
esc-  y  descabullirse,  esc-  y  descafilar;  esc-  y  ant.  descam- 
par, esc-  y  descolar,  esm-  y  desmirriado,  esp-  y  despa- 
bilar, esp-  y  despalmar,  esp-  y  despatarrarse,  esp-  y 
despejar,  esp-  y  despeluzar,  esp-  y  desperezarse,  esp-  y 
despolvorear,  est-  y  destajo,  esc-  y  descantillón. 
EX.  Preposición  latina  que  significa  fuera  de,  y' que  tenemos 
como  prefijo  en  vocablos  cultos  procedentes  del  latín, 
como  exacerbar,  exaltar,  exclamar,  exhibir,  expectorar, 
extenuar,  etc.,  de  exacerbare,  exaltare,  exclamare,  expec- 
torare, extenuare,  y  también  en  algimos  formados  en  cas- 
tellano, como  los  verbos  excarcelar,  exclaustrar,  excul- 
par, exhumar,  expatriarse,  explayar  y  expropiar,  de  los 
substantivos  cárcel,  claustro,  culpa,  lat.  humus  (tierra), 
patria,  playa,  y  el  adjetivo  propio.  Como  se  ve,  todos  son 
parasintéticos  y  denotan  que  el  objeto  sobre  el  que  recae 
la  acción  se  coloca  por  el  agente  fuera  de  la  cosa  designa- 
da por  el  nombre  primitivo.  También  lo  tenemos  en  el  ad- 
jetivo excéntrico,  de  centro,  y  en  los  abstnu-t.w  ^xcomu- 
nión  y  extradición,  éste  del  lat.  traditioneni 

En  algimos  oasos  tomó  este  prefijo  las  formas  en,  ens 
o  enj,  como  vemos  en  Enjambre,  Esjuto  y  ehí jugar,  de 
"^examinem,  exsuctus  y  exsucare ;  Ensancho  y  ENsayo,  de 
exampliare  y  exagium.  como  Ensalzar,  de  exalzar :  en- 
juagar, de  enjaguar,  y  éste  de  ex  -f-  aqua  =  agua. 

El  prefijo  ex  conservaba  la  x  en  el  latín  clásico,  ante 
vocal  y  ante  una  de  las  consonantes  c,  h.  p.  t,  s.  La  con- 


194  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

vertía  en  /  ante  /,  y  podía  conservarla  o  no  ante  p.  Ert 
los  demás  casos  la  perdía,  como  vemos  en  ebullitionem, 
educare,  egregius,  eligcre,  emanare,  enarrare,  erigére  y 
evitare,  de  donde  los  castellanos  ebullición,  educar,  egre- 
gio, elegir,  emanar,  enarrar,  erigir  y  evitar.  Pero  de 
emendare  hemos  hecho  enmendar. 

El  latín  vulgar  conservó  la  x  en  todos  los  casos,  como 
decimos  en  el  prefijo  es. 

También  usamos  este  prefijo  con  nombres  de  em- 
pleos y  dignidades  para  denotar  que  la  persona  a  quien 
se  refieren  ha  obtenido  aquéllas  o  éstos  y  que  ya  no  los 
tiene :  como  ex  provincial,  ex  ministro,  expresiones  que 
deberían  escribirse  en  una  sola  palabra. 

EXTRA.  Preposición  latina  que  significa  fuera  de.  En  latín  for- 
mó muy  pocos  compuestos,  de  los  cuales  sólo  extraor- 
dinarius,  extraordinario,  ha  pasado  a  nuestra  lengua.  Con 
ella  hemos  formado,  además,  algunos  adjetivos  parasin- 
téticos ;  como  extrajudicial,  del  lat.  judicium,  y  extrava- 
gante, de  vagar;  el  adv.  extramuros,  de  la  frase  latina 
extra  muros ;  los  verbos  extralimitarse,  extravasarse,  ex- 
travenarse y  extraviar,  de  límite,  vaso,  vena  y  vía,  y  el 
substantivo  extratémpora,  del  lat.  tempus,  oris,  tiempo. 

HECTO.  Síncopa  del  gr.  izc-óv,  ciento,  tenemos  este  prefijo  en  los 
compuestos  hectárea  (de  área),  iiY.CTogramo,  JiRCTolitro 
y  üECTÓmetro,  adjetivos  atributivos  usados  como  subs- 
tantivos. También  en  hectógrafo,  del  gr.  Tpá'fo,  escribir.. 

HEXA.  Del  gr.  s'^cz,  forma  que  toma  el  numeral  i^,  seis,  en  algu- 
nos compuestos  griegos,  como  é^oíyojvoc;,  áfasSpo;,  de  donde 
hexágono  y  hexaedro,  que  también  se  escriben  sin  h, 
exágono  y  exáedro.  En  voces  técnicas  lo  tenemos  en  pa- 
rasintéticos como  hexápodo,  del  gr.  iroD;,7:ooo;.  pie;  hexas- 
pérmeo,  de  axápua,  semen,  semilla;  HEXApétalo,  hexa- 
sépalo,  etc. 

HIPER.  Del  gr.  ú-áp,  preposición  que  corresponde  a  la  latina  su- 
per,  y  que  como  ésta  significa  sobre  y  más  allá  de  lo  de- 
bido. La  tenemos  como  prefijo  en  compuestos  grecolati- 
nos,  como  hipérbola,  hipérbaton,  y  en  compuestos  y  para- 
sintéticos formados  en  castellano,  la  mayor  parte  subs- 
tantivos; como  HiPERcmíí,  hiperdulia,  gr.  oouXfíot,  hiper- 
crítico;  hiperemia,  gr.  «Tjjia;  hipertrofia,  gr.  zpo'^r^.  En  todos- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  IQ? 

ellos  la  preposición  califica  al  nombre  como  si  fuera  ad- 
jetivo. 

HIPO.  Del  gr.  oró,  preposición  que  corresponde  a  la  latina  sub,  y 
que  como  ésta  significa  debajo,  en  sentido  recto  o  figu- 
rado. La  tenemos  en  compuestos  grecolatinos,  como  hi- 
pocausto,  hipócrita,  o  solo  griegos,  como  hipocresía,  hi- 
pocondrio, y  en  otros  formados  en  castellano,  como  hipo- 
castáneo,  gr.  zac-cávE-.o;,  mpocicloide,  hipocrás,  del  gr.  xpíai;, 
mezcla ;  hipodérmico,  de  l\rj\xa,  piel,  etc. 

IN  (i).  Es  la  misma  preposición  latina  que  en  el  lenguaje  vul- 
gar originó  la  castellana  en,  y  que  tenemos  en  compuestos 
eruditos  tomados  del  latín,  como  incinerar,  inclinar,  irri- 
gar, inmolar,  de  incinerare,  inclinare,  irrigare  e  inmolare ; 
en  los  semicultos  injertar  e  injerto,  de  insertare  e  inser- 
tum,  y  en  algunos  pocos  formados  en  castellano.  La  n  su- 
fre los  mismos  cambios  que  la  del  prefijo  negativo  in. 
Véase  in  (2). 

De  los  pocos  verbos  que  forma  en  nuestra  lengua, 
unos,  como  ly: filtrar,  iMplanfar  e  i'scautarse  (del  lat.  ca- 
ptare), son  meramente  compuestos;  y  otros  como  im- 
bursar,  insacular  e  insalivar,  de  los  substantivos  latinos 
bursa,  saccúlus  y  saliva,  son  parasintéticos.  También  te- 
nemos los  substantivos  isfurción,  i:< finta,  mfingidor  e 
iMplanfón;  infolio,  formado  de  la  frase  latina  in  folio, 
y  el  adjetivo  anticuado  i'sfingido. 

in  (2).  Prefijo  negativo  o  privativo,  procedente  del  latino  in 
que  es  del  mismo  origen  que  el  gr.  5v  (véase  an).  En 
latín,  tanto  este  prefijo  como  la  preposición  in,  cambian 
la  n  en  m  ante  las  consonantes  b  y  p,  así :  luberbis,  im- 
permeabilis,  de  donde  imberbe  e  impermeable;  la  man- 
tienen inalterable  o  la  asimilan  a  la  consonante  inicial  del 
vocablo  simple  si  ésta  es  m,  rol,  como  mmediatus,  in- 
mirabilis  (i) ;  lUegitimus  e  iNÍudus;  iRraíionalis  e  IN- 
rectus;  y  la  pierde  ante  el  grupo  gn,  como  icnorare,  icno- 
bilis.  El  castellano  sigue  la  tradición  latina,  excepto  ante 
m,  caso  en  que  mantiene  siempre  la  n;  y  así  decimos  im- 
berbe,  impermeable ,  pero  imnediato,  i'nmózñl,  etc. ;  in- 
legible  al  lado  de  JLEgible  (2);  \Rrcbaiiblc  e    iRrealica- 


(i)     En  este  ejemplo  el  prefijo  no  es  negativo,  sino  la  preposición  in. 
(2)     La  «  se  asimila  cambiando  en  /,  y  desaparece:  así  ilegible  de- 
il-legible. 


igS  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

ble,  al  lado  del  ant.  irremunerado  y  del  vulgar  iNrom- 
pihle.  También  en  ignorar;  pero  hemos  rehecho  imioble, 
desentendiéndonos  del  lat.  ignobilis.  Con  la  i  cambiada 
en  e  lo  tenemos  en  encinta,  endino,  enemigo,  enfermo, 
enfermedad,  envidia  y  envidioso,  que  proceden  de  incin- 
ctam,  indignum,  inimicum,  infirmum,  infirmitatem,  invi- 
diam  e  invidiosum ;  y  también  en  enemistad,  de  amistad. 
Quizá  también  reconozca  este  origen  el  en  de  endeble. 
El  prefijo  ha  desaparecido  en  soso,  de  insulsum. 

Se  une  a  adjetivos  y  a  substantivos  abstractos  con 
valor  meramente  negativo ;  así,  inacabable,  incensura- 
ble, incesante,  iRredimible,  irrazonable,  ilegal,  impen- 
sado, improcedente,  etc. ;  inacción,  inaplicación,  luper- 
f oración,  improcedencia,  etc.  También  a  vocablos  latinos, 
como  indeciso,  infidencia,  infidente,  de  decisus,  fidentia, 
fidente. 

En  latín  se  une  a  veces  a  substantivos  concretos,  for- 
mando adjetivos  parasintéticos  de  la  clase  de  los  atributi- 
vos, como  imberbis,  mermis,  mformis,  implumis  (de  bar- 
ba, arma,  forma  y  pluma),  de  donde  los  nuestros  imber- 
be, inerme,  informe,  implume.  El  castellano  no  ha  segui- 
do este  procedimiento. 

Forma  verbos  compuestos  de  significación  privativa, 
como  se  ve  en  incapacitar,  que  no  es  no  capacitar,  sino 
privar  de  capacidad  a  quien  la  tenía;  y  así,  incomunicar, 
inhabilitar,  indisponer. 

Con  verbos  forma  adjetivos  parasintéticos,  como  in- 
cansable, de  cansar;  inmejorable,  de  mejorar. 

INFRA.  Del  latín  zn/ra,  debajo,  tenemos  este  prefijo  en  muy  po- 
cos vocablos  eruditos,  como  infrascrito  e  infrascripto,  de 
scriptus,  escrito;  y  en  los  técnicos  inFRAcretáceo,  infra- 
jurásico,  iNFRAhioideo,  etc.  En  infraoctava,  denota  los 
seis  días  comprendidos  entre  el  primero  y  el  último  de  la 
octava. 

ínter,  preposición  latina  que  en  vulgar  cambió  en  entre,  y  te- 
nemos en  castellano,  en  compuestos  eruditos,  casi  todos 
latinos,  como  interceder,  interdecir,  interpelar,  interpo- 
ner, inteligencia,  interregno,  etc.,  de  intercederé,  interdi- 
cére,  interpellare,  interponére,  intelligentia,  interregnum, 
etcétera.  Esta  preposición  no  es  más  que  la  forma  com- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 97 

parativa  de  la  preposición  in  =  en,  lo  que  nos  explica 
su  significación  y  también  la  de  entre. 

En  nuestra  lengua  forma  muy  pocos  compuestos,  en- 
tre los  cuales  citaremos  intercow&jo  e  iy;TERcadente ;  en 
mayor  número  son  los  parasintéticos,  adjetivos  todos, 
como  intercelular,  intercostal,  intérdigital,  interlineal,  in- 
tcrmaxilar,  internacional,  intertropical,  de  célula,  costa, 
lat.  digítus,  línea,  lat.  maxilla,  nación,  trópico;  o  verbos, 
como  interfoliar,  interpaginar,  de  folio,  página. 

Interprender  e  interpresa,  de  los  latinos  prehendére 
y  prehensa. 

INTRO.  Lo  mismo  que  entro,  no  tenemos  este  prefijo  más  que  en. 
compuestos  latinos,  como  introducir,  introductor,  intro- 
ducción, de  introducére,  introductorem,  introductionem, 
y  en  el  ant.  intrometer  hoy  entrometer. 

Los  médicos  han  formado  con  este  prefijo  el  com- 
puesto intropeltímctro,  para  designar  un  instrumento  con 
el  que  miden  la  estrechez  de  la  pelvis. 

KiLi^  KILO.  Véase  quili,  quilo. 

META.  Tenemos  esta  preposición  griega  as-or,  como  prefijo  en 
substantivos  y  adjetivos  griegos  y  grecolatinos,  como 
metamorfosis,  metáfora,  metafórico,  jisTízuóp-sioa-;,  ustczaop  á 
li.cTa'fop'.xoi.que  pronunciamos  a  la  latina —  metamorphósis, 
metaphóra,  etc.,  y  en  compuestos  técnicos,  casi  todos  subs- 
tantivos. 

Significa  junto  a,  después,  en  el  espacio  y  en  el  tiem- 
po, entre  o  con;  como  victatarso  =  parte  del  pie 
comprendida  entre  el  tarso  y  los  dedos;  metanefro  (del 
gr.  vcspo';,  riñon)  =  riñon  definitivo,  último  de  los  ór- 
ganos que  se  desarrolla  para  cumplir  la  función  urina- 
ria; metaqueta  (del  gr.  yat-n;,  cabellera),  adj.  que  se 
aplica  a  las  larvas  de  anélidos  poliquetas,  etc.  Y  así :  me- 
ixblástula,  METAgástrula,  yiETAbrusita,  METAclorita,  meta- 
génesis,  etc. 

mili.  Sólo  en  voces  del  sistema  métrico  decimal,  como  MiLi^ra- 
mo,  MiLilitro  y  MiLÍmetro,  tenemos  este  prefijo,  que  pro- 
cede del  latín  mille,  mil,  con  la  significación  de  milési- 
ma parte. 

MiRiA.  Del  gr.  p.o-.Cjdicz  mil.  pl.  neutro  dc'>'J'''''í'i'i"niorable,  te- 


igS  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

nemos  este  prefijo  en  voces  del  sistema  métrico  decimal, 
como  MiRiAgramo,  MiRiÁmetro,  MiRiAÜtro,  y  en  otras, 
técnicas  también,  como  minanto,  del  gr.  oívOo;,  flor.  Mi- 
riápodo  por  miriópodo,  del  gr.  jiupiÓTrouc,  -ooo;. 

.MONO.  Del  gr.  lióvoc  que  significa  único,  solo.  Lo  tenemos  en  com- 
puestos grecolatinos,  como  monolito,  monosílabo,  de  mo- 
nolithus,  monosyllábus ;  en  el  híbrido  latino  monóculo, 
de  monocülus,  y  en  compuestos  y  parasintéticos  forma- 
dos en  castellano,  ya  substantivos,  como  m,onomanía 
{^a^Áa)  monoteísmo,  (Oso;,  dios);  monografía  (-ípc^ícw, escri- 
bir) ;  ya  adjetivos,  como  MONocotiledón  =  monocotiledó- 
neo,  Motiopétalo,  MONOsépalo,  etc. 

.-MULTi.  Del  lat.  multus,  mucho,  tenemos  este  prefijo  en  compues- 
tos latinos,  adjetivos  y  verbos,  todos  eruditos,  como 
multiforme,  multilátero,  multiplicar,  de  multiformis, 
multilatérus,  multiplicare,  y  en  derivados,  como  multi- 
plicación, de  multiplicationem.  En  castellano  se  emplea 
en  voces  técnicas  para  formar  parasintéticos  atributivos, 
como  multicelular,  multifocal,  multinucleado,  de  célula, 
foco  y  núcleo ;  y  algún  determinativo  objetivo,  como  mul- 
típara, del  lat.  parére,  parir. 

"Jío.  Como  prefijo  lo  tenemos  sólo  en  el  compuesto  nonato,  for- 
mado de  la  frase  latina  non  natus,  no  nacido. 

^Ob.  Esta  preposición  latina,  que  como  prefijo  asimila  la.  b  a  las 
consonantes  c,  f  y  p^  según  vemos  en  occurrére  Defende- 
ré y  OFponére,  y  la  pierde  ante  m,  como  en  omitiere,  la 
tenemos  en  nuesra  lengua  con  las  formas  ob  y  o  en  com- 
puestos procedentes  del  latín,  como  ocurrir,  ofender,  opo- 
ner y  omitir,  procedentes  de  los  anteriormente  citados, 
y  en  obcecar,  obduración,  objetar,  obligar,  observar,  etc., 
que  proceden  de  obcaecare,  obdurationem,  objectare,  obli- 
gare y  observare. 

Fuera  de  los  vocablos  latinos,  no  se  halla  como  prefijo 
más  que  en  algunas  voces  técnicas,  con  la  significación 
de  enfrente  de,  contra,  como  se  ve  en  OBovoide,  y  en  obli- 
gulado,  obpiramidal,  obsutural,  etc.,  de  lígula,  pirámide 
y  sutura. 

•-tiMNi.  A  semejanza  de  omnipotente,  del  lat.  ounipotentem,  ad- 
jetivo compuesto  de  omnis,  todo,  y  potens,  que  puede, 
hemos  formado  omnisapiente  y  omnisciente,  de  los  par- 
ticipios latinos  sapientem  y  scientem,  y  también  ou^ivi- 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  1 99 

dente  y  OM^íipresente,  no  admitidos  aún  en  el  Dicciona- 
rio. Con  el  mismo  valor,  pero  con  la  radical  del  verbo  en 
la  segunda  parte  del  compuesto,  tenemos  omnívoro,  del 
lat.  omnivorus  (vorare) ;  y  a  semejanza  de  éste,  omnísono, 
de  sonar,  que  tampoco  ha  adoptado  el  Diccionario. 

Omnipotencia,  procede  del  lat.  omnipotentia ;  omni- 
presencia  y  omtiisciencia  son  derivados  de  omnipresente 
y  omnisciente. 

Otra  especie  de  compuestos  con  omni  son  los  que  tie- 
nen por  segundo  elemento  un  substantivo,  como  omní- 
modo, de  omnimodus,  a  semejanza  del  cual  se  dice  omni- 
forme, de  forma. 
PAN  y  PANT.  Del  gr.  -a;,  equivalente  al  latino  omnis  (véase  omni), 
que  con  las  formas  uorv-  y  xavt-  se  nos  ofrece  en  los  com- 
puestos, como -otv-oV.sia,  panacea;  rc£v-:-G-&o6o; con  la  vocal 
de  unión  o)  pantóf  obo. 

En  la  lengua  culta  forma  substantivos  y  adjetivos 
compuestos  o  parasintéticos,  como  panorama,  gr.  opa^a 
vista;  panteísmo  y  panteista,  gr.  O^ó;,  Dios;  panóptico, 
gr.  ox-cixói;,  que  se  refiere  a  la  visión,  etc. ;  pantógrafo, 
gr.  Yp^'fw,   escribir;  pantómetra,  gr.   jijipov,  medida. 

En  griego  un  mismo  compuesto  tiene  a  veces  las  dos 
formas,  como  xavTÓaooot;  y  ravaoco;,  sapientísimo ;  porque 
pan  no  toma  la  vocal  de  unión,  regla  que  deben  tener  en 
cuenta  los  médicos  que  han  formado  panofobia,  que  de- 
bería ser  panfobia,  y  mejor  pantofobia,  derivado  de 
-cív':o'ió?o;,  ya  que  en  griego  los  substantivos  en  ía  deri- 
van de  los  adjetivos  en  os. 

Obsérvese  además  que  los  adjetivos  como  pantófobo 
los  hemos  hecho  esdrújulos,  desentendiéndonos  de  la  acen- 
tuación griega,  la  cual,  en  los  casos  en  que  la  segunda 
parte  del  compuesto  está  formada  de  un  tema  verbal,  car- 
ga sobre  esta  segimda  parte,  si  el  compuesto  tiene  signi- 
ficación activa;  así,  pantofóbos  =  el  que  tiene  miedlo  a 
todo,  y  en  la  primera,  si  la  tiene  pasiva,  como  a^zó^pafoos  = 
escrito  por  uno  mismo. 
PARA.  Preposición  griega  znfjá,  que  tenemos  como  prefijo  en 
vocablos  griegos  o  grecolatinos,  como  paralelo,  parhe- 
lio  (i),  paráfrasis,  que  proceden  de  parallelus,  -aprJXio;  y 
paraphrasis. 


(i)    La  h  de  parhclio,  lo  mismo  que  la  de  pcrxhclio,  responde  al  es- 


200  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

Como  prefijo  significa  al  lado,  contra,  y  lo  tenemos 
en  vocablos  técnicos,  compuestos  o  parasintéticos,  como 
paraselene  y  parámetro,  del  gv.  oíKr¡Yq,  luna,  y  ii.;-pov,  me- 
dida; paracronismo,  del  gr.  xpóvo;,  tiempo,  etc. 

PARA.  Esta  preposición  castellana  no  la  vemos  más  que  en  los 
compuestos  parapoco  y  parabién,  formado  el  primero  de 
la  frase  complementaria  para  poco,  y  el  segundo  de  la 
oración  para  bien  sea. 

PEN,  del  latín  paene,  casi.  Sólo  en  el  substantivo  penumbra,  del 
lat.  umbra  =  sombra,  y  en  península  y  penúltimo,  de  los 
latinos  paeninsula  y  paenultimus,  vemos  este  prefijo  en 
nuestra  lengua. 

PER  y  también  por.  Con  estas  dos  formas  tenemos  en  nuestri 
lengua  la  preposición  y  prefijo  latino  per,  como  vemos 
en  perforar,  perdurar  y  porfía,  de  perforare,  perdurare 
y  perfidia.  Como  prefijo  significa  por  completo,  del  todo, 
significación  que  añade  a  las  voces  simples  a  que  se  une 
en  los  pocos  compuestos  que  forma  en  castellano,  como 
los  verbos  VERcatar,  FEudonar  y  PERfumar  (del  lat.  fu- 
mare) ;  el  adjetivo  vERÍnclito,  y  los  substantivos  perfil  y 
FERfolla,  de  los  latinos  filum  y  folia.  También  en  los  pa- 
rasintéticos perfoliado  y  perfoliata,  convertido  éste  en 
substantivo. 

Toma  la  forma  por  en  los  compuestos  porque  y  por- 
qué; en  PORmenor,  ¡  PORvida!,  PORvenir,  y  en  el  parasinté- 
tico pordiosear,  de  la  frase  por  Dios.  El  mismo  origen  debe 
tener  el  peri,  de  peripuesto,  y  el  pro,  de  PRomedio. 

Con  significación  despectiva  lo  tenemos  en  PERJurar, 
del  lat.  perjurare.  Los  químicos  lo  emplean  en  su  nomen- 
clatura para  designar  los  cuerpos  compuestos  que  tienen 
el  mayor  número  posible  de  átomos  del  simple  que  entra 
en  su  formación :  como  PERborato,  PERbromiiro,  PERÓ.vido, 
etcétera. 

PERI.  Del  gr.  ~zrn,  que  procede  del  mismo  origen  que  el  latín 
per,  lo  tenemos  en  substantivos  y  adjetivos  grecolatinos, 
como  período,  periplo,  de  periodus,  períplus ;  periódico, 


píritu  áspero  que  lleva  en  griego  el  simple  r^Xio;,  sol,  del  cual  se  forman 
aquellos  compuestos ;  pero  podría  omitirse  por  lo  mismo  que  la  omiti- 
en  hexaedro  y  poliedro,  vocablos  en  que  concurre  la  misma  cir- 
cunstancia que  en  aquéllos,  por  ser  compuestos  de  i  a,  cara.  Lo  mejor 
sería  uniformar  la  grafía  de  estas  voces.  , 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  201 

peripatético,  de  periodicus,  peripateticus ;  o  griegos,  como 
perifrástico,  perigeo,  de  ríp'.spaa'rr/.ó;,  rsprfc'.ov,  y  también 
en  formaciones  nuevas. 

Significa  alrededor,  por  todas  partes,  como  se  ve  en 
periantio  y  perigonio,  parasintéticos  de  los  gr.  avOo;,  flor, 
y  7ÓV0;,  semen,  etc. 

Por  analogía  con  perigeo,  hemos  formado  perihelio 
(de  :^X'.o;,  sol). 

Es  expletiva  en  perineumonía  =  neumonía  =  gr. 

zvcUu.ov;'cí. 

POLI.  Del  gr.  r^okú,  equivalente  al  latino  multus  (véase  multi),  te- 
nemos este  prefijo  en  voces  procedentes  del  griego,  ya 
adjetivos  atributivos,  como  poliedro,  policromo,  xo/^úsopo;, 
TToXjy.poiiioc;  ya  determinativos,  siendo  la  segunda  parte  un 
radical  verbal,  como  polígrafo,  TcoXüYpoíao;,  ya  derivados  de 
los  anteriores,  como  poligrafía,  KoXufpatpía,  poliarquía,  de 
-oXjapxtct.  En  castellano  se  usa  en  lenguaje  técnico,  for- 
mando parasintéticos;  ya  adjetivos,  como  polipétalo,  po- 
lisépalo,  polivalvo,  de, pétalo,  sépalo  y  valva,  ya  substanti- 
vos, como  politeísta  y  politeísmo,  de  Osóq,  Dios ;  poliuria, 
de  3upov  ,  orina,  polinomio,  vófxoí,  división,  etc.  Tiene  si- 
nónimos en  multi,  como  policéfalo  =  al  híbrido  multi- 
céfalo. 

POR.  Véase  per. 

i'os  y  POST.  Del  latín  post,  adv.  y  prep.,  que  significa  después,  de- 
trás, y  que  tenemos  como  prefijo  en  compuestos  latinos, 
como  posponer,  de  vost poneré ;  en  parasintéticos,  como 
postergar,  de  postergare,  y  en  derivados,  como  pospositi- 
vo, de  postpositivus.  En  castellano  lo  tenemos  en  algunos 
pocos  vocablos;  como  en  los  compuestos  pospierna,  pos- 
fecha,  pospelo,  posTdata,  post  fijo,  y  en  los  parasintéti- 
cos, postdilHvíano  y  postónico,  de  diluvio  y  tono.  Tomó  la 
forma  pest,  en  pestorejo,  de  post  auriculam ;  y  pcs,  en 
pescuezo. 

i'RE.  Del  prefijo  latino  prae,  como  vemos  en  preceder,  precaución 
y  preclaro,  de  praecedére,  praecautionem  y  praeclarum. 
Forma  en  nuestra  lengua  algunos  compuestos,  verbos, 
nombres  de  acción  y  adjetivos,  con  la  significación  de 
antelación,  prioridad  o  encarecimiento  que  añade  a  la  del 
vocablo  simple.  Así:  Verbos,  PREdc terminar,  PREdispo- 
ner,  pREdominar,  PREJijar,  PREsuponer. 

i5 


202  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

Nombres  de  acción:  predilección  (lat.  dilectionem), 
FREdis posición,  PREdominio,  YREJloración,  FREfoliación, 
VREsu  posición. 

Adjetivos:  predilecto  (lat.  dilectus),  VREinserto,  y  el 
parasintético  preliminar,  del  lat.  limen,  inis. 
PRETER.  Sólo  en  los  vocablos  latinos  preterir  y  pretermitir,  de 
praeterire  y  praetermitére,  y  en  algunas  voces  técnicas, 
como  FRETERnatural,  FRETERgeneración  y  PRETERz;^r/^- 
bra,  vemos  este  prefijo,  con  la  significación  de  fuera  de. 
PRO.  Del  lat.  pro,  que  significa  delante,  por,  en  vez  de,  y  que  te- 
nemos en  nuestra  lengua  en  compuestos  latinos,  como 
proponer,  procurar,  procónsul,  pronombre,  etc.,  de  pro- 
ponére,  procurare,  proconsúlem,  pronomínem,  y  en  al- 
gunos, muy  pocos,  castellanos ;  ya  verbos,  como  FROpasar, 
los  ants.  FROSuponer  y  FROvagar,  y  los  parasintéticos  pro- 
fazar,  de  faz,  y  prohijar,  de  hijo;  ya  substantivos,  como 
FRonuncio,  FROtutor  y  el  abstracto  FROpartida. 

De  esta  preposición,  y  también  de  per,  procede  la  nues- 
tra por;  pero  es  de  notar  que  los  contados  compuestos  que 
tenemos  con  por,  si  exceptuamos  el  ant.  porhijar  =  mod. 
prohijar,  corresponden  al  por  del  latín  per. 

De  la  misma  preposición,  en  sui  forma  latina  prod,  y  en 
la  significación  que  tomó  en  compuestos  como  prodesse, 
procede  el  castellano  pro  =  provecho,  que  vemos  en  pro- 
hombre  y  en  FROcomún. 

El  vulgo  suele  confundir  este  prefijo  con  pre,  y  así 
dice  FREnunciar  por  FRonunciar,  como  antiguamente  se 
dijo  VROsuponer  por  FREsuponer.  Prae,  en  su  origen,  es 
el  caso  locativo  de  pro,  y  se  distingue  en  la  significación, 
como  puede  verse  en  los  compuestos  procederé  y  prae- 
cedére,  de  donde  proceder  y  preceder;  proscribiré  y  prae- 
scribére,  de  donde  proscribir  y  prescribir;  providere  y 
proevidere,  de  donde  proveer  y  prever;  provenire  y  prae- 
venire,  de  donde  provenir  y  prevenir,  etc.,  en  algunos  de 
los  cuales  pre  es  sinónima  de  ante,  como  preceder  = 
anteceder;  prever  =  antever,  preponer  =  anteponer,  en 
su  segunda  acepción. 
PROTO,  del  gr.  Tcpoito;,  primero.  Tenemos  este  adjetivo  como  pri- 
mera parte  de  un  compuesto  en  los  substantivos  griegos 
prototipo  y  protocolo,  de  zpcu-cÓTUTioc;  y  upojxózoXXov,  y  desig- 
nando preeminencia  o  superioridad,  ya  en  el  tiempo,  ya 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  203 

«n  categoría,  en  los  compuestos  castellanos  PROTomártir, 
FROToalbéitar,  FROJOnotario,  etc.  También,  en  la  nomen- 
clatura científica,  en  PROTOc/orwro,  FROTÓxido  (óxido), 
FROTOplasma,  FROiovértebra,  FRoronema,  del  gr.  v^jict, 
hilo,  filamento,  etc. 

-QUiLi,  QUILO.  Sólo  en  voces  del  sistema  métrico  decimal,  como 
quii^ogramo,  QUiLolitro,  QuiLÓmetro,  que  también  se  es- 
criben con  k,  kilogramo,  etc.,  tenemos  este  prefijo,  tomado 
del  gv.'/j'h.o'.  mil.  Toma  la  forma  quili,  en  QuiLiárea. 

RE.  Procede  del  latino  re  que,  con  esta  forma  y  con  la  más  an- 
tigua de  RED^  lo  tenemos  en  castellano  en  vocablos  lati- 
nos, como  refregar  y  refracción,  de  refricare  y  refractio- 
nem;  redargüir  y  redención,  de  redarguére  y  redemptio- 
nem. 

En  nuestra  lengua  se  emplea  mucho,  pero  sólo  en  la 
forma  re,  para  formar  compuestos  y  parasintéticos,  así: 

1°    Verbos  compuestos.  En  ellos  denota: 

<á)  Movimiento  hacia  atrás  o  en  sentido  contrario  al  designado 
por  el  verbo  simple,  como  en  REbotar,  REbatir,  REtornar. 
También  en  los  nombres  de  acción,  como  REOcción. 

h)  Reiteración  o  repetición,  como  en  REagravar,  REarar,  REatar, 
REaventar,  REbautizar,  REcaer,  REclegir,  RElimar,  REimpri- 
mir,  REuntar,  etc. 

-c)  La  suma  de  las  dos  significaciones  anteriores,  o  sea:  reite- 
ración, pero  en  sentido  contrario  al  indicado  por  el  verbo 
simple,  y,  por  tanto,  volver  una  cosa  a  su  estado  ante- 
rior; como  en  REconquistar,  REaportar;  REanimar,  re- 
avivar,  REedificar,  REhabilitar,  REembolsar,  etc. 

<d)  Refuerza  la  significación  del  simple,  como  en  REolzar,  re- 
amar,  REconcomerse,  REsaber,  REsoplar. 

£)  A  veces  es  expletiva,  como  en  REdoblar,  REdxiplicar  (lat.  re- 
duplicare), recomendar,  que  ha  substituido  al  ant,  co- 
mendar,  etc. 

f)  Júntase  con  verbos  ya  compuestos,  como  en  REconvenir,  RE- 
concomerse, y  también  con  verbos  latinos,  como  en  re- 
medar, de  re  +  imitare ;  regodearse,  de  re  -f-  g^udere. 

2."  Verbos  parasintéticos.  Fórmanse  éstos  de  substantivos  y 
adjetivos,  y  denotan  la  reproducción  o  imitación  del  ob- 
jeto designado  por  éstos  o  de  alguna  de  sus  propiedades, 
como  rebombar  =  sonar  como  una  bomba;  rech\nar  = 


204  JOSÉ   ALEMANY    BOLQFER 

sonar  como  las  chinas,  y  así,  remolinar,  rebalsar,  reblan- 
decer, refrescar,  regolfar,  etc. 

3.°  Adjetivos  y  substantivos  compuestos  :  a)  Refuerza  la  sig- 
nificación de  los  simples,  en  reviejo  =  muy  viejo;  re- 
agudo =  muy  agudo;  rebisabuelo  =  tatarabuelo,  rebis- 
nieto =  tataranieto,  etc. :  'REdolor,  REgordete.  A  veces  es 
expletiva,  como  en  recancamusa. 

h)  Con  algunos  substantivos  denota  un  objeto  semejante  aL 
designado  por  éstos,  y  que  en  cierto  modo  les  sirve  de 
complemento,  como  Rebotica,  Recámara,  REcocina,  etc. 

4°  Adjetivos  parasintéticos.  No  conocemos  más  que  redo- 
mado y  redomón,  de  re  y  domar. 

5.°  Se  combina  con  el  prefijo  en,  en  reemplazar,  de  re  +  en  + 
plaza;  y  con  es,  formando  el  prefijo  res. 

Res,  Procede  de  la  imión  de  los  prefijos  re  -f-  es,  y  lo  tenemos 
como  expletivo  en  algunos  verbos,  como  REsquebrajar  =^ 
esquebrajar  =  quebrajar;  equivale  a  des,  en  otros,  como 
REspelusar  =  espeluzar  =  DESpeluzar;  REsquitar,  ant. 
=T>Esquitar ;  y  al  simple  es  en  alguno,  como  resfriar  == 
ant.  csfriar,  de  ex  -|-  frigidare.  A  veces  atenúa  la  sig- 
nificación del  simple,  como  en  REsquebrar,  REsquemar,  y 
denota  encarecimiento  en  REsguardar. 

Rescatar,  del  lat.  captare;  rescontrar,  parasintético  de 
contra  o  escontra;  respingar  es  igual  en  portugués,  y  en. 
ital.  respingere.  También  el  substantivo  REsquicio.  No 
se  confundan  con  éstos  los  que  como  respigar  (re  +  es- 
pigar, lat.  spicare),  restablecer  (re  -\-  establecer,  de  esta- 
ble), etc.,  son  sólo  compuestos  de  re,  porque  en  ellos  la 
sílaba  es  pertenece  al  radical  del  segundo  elemento  del 
compuesto. 

retro.  Procede  este  prefijo  del  adverbio  latino  retro,  compue.s- 
to  de  re,  y  significa  hacia  atrás,  significación  que  añade  a 
los  verbos  simples  a  que  se  une,  como  se  ve  en  retroce- 
der y  retrogradar,  de  retrocederé  y  retrogradare.  Forma 
en  castellano  algunos  verbos,  adjetivos  y  substantivos 
compuestos,  y  denota : 

á)  Que  la  significación  del  compuesto  anula  en  cierto  modo  la 
del  simple,  verificada  en  tiempo  anterior,  como  en  retro- 
vender =  volver  el  comprador  una  cosa  al  mismo  de 
quien  la  compró;  y  así  retroc^ííów,  RETROventa,  retro- 
vendición. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS     2o5 

h)  Que  la  acción  del  simple  se  ejerce  sobre  lo  pasado,  como 
en  KETRoactivo,  RETROSpectivo  (parasintético,  de  specta- 
re),  o  se  finge  en  lo  pasado :  RETROtraer,  REiROtracción. 

-c)     Contrapone  una  parte  del  objeto  al  todo,  como  en  retro- 
guardia  o  un  objeto  a  otro  igual,  como  en  RETROpilastra. 
Toma  la  forma  reta  en  RETAguardia  y  RETAguarda. 
Formas  vulgares  son  redropelo  y  sus  variantes  re- 
dopelo y  rodapelo,  compuestos  en  que  significa  contra. 

SATIS.  Lo  tenemos  en  algunos  compuestos,  como  satisfacer,  sa- 
tisfacción, satisfactorio,  satisdación,  todos  latinos,  de  sa- 
tisfacere,  satisfactionem,  satisfactorius,  satisdationem. 

SE  y  SED.  Con  estas  dos  formas  tenemos  este  prefijo  que  denota 
separación,  en  voces  procedentes  del  latín ;  como  seducir, 
^ePúrar,  sedición,  etc.,  de  SEducere,  SEparare,  SEDtíto- 
nem;  pero  no  en  compuestos  castellanos. 

SEMI.  Prefijo  latino  que  con  la  significación  de  medio  o  casi  lo 
tenemos  en  substantivos  y  adjetivos,  tomados  del  latín, 
como  semicírculo,  semiforme,  de  semicircülus  y  semifor- 
mis ;  y  en  bastantes  compuestos  castellanos ;  v.  gr. :  semi- 
esfera,  SEMicircunferencia,  SE^neje;  SEMidiós,  SEAidiosa; 
SESíidormido,  SEMidifwito,  semivívo,  SEMitransparente, 
etcétera.  Con  algunos  nombres  de  animales  denota  seres 
fantásticos  que  tenían  una  mitad  de  hombre,  así :  semico- 
brón  o  SEMicapro,  en  lat.  semicapnim,  y  SEUidragón. 

TESQUI.  Tenemos  este  prefijo  en  substantivos  y  adjetivos  lati- 
nos, como  sesqnimodio  y  sesquipedal  (de  sesquimodius  y 
sesquipedalis),  y  en  compuestos  castellanos  formados  a 
imitación  de  éstos.  En  los  compuestos  substantivos  aña- 
de la  significación  de  medio  a  la  unidad  designada  por 
el  simple,  así :  sesquihora  =  hora  y  media.  Unido  a  un 
ordinal,  significa  la  unidad  más  una  fracción  cuyo  nume- 
rador es  la  unidad  misma  y  el  denominador  el  número  or- 
dinal. Así,  sesquitercio  ==  uno  y  un  tercio;  sesquiquinto 
=  uno  y  un  quinto. 

15IN  (i).  Esta  preposición,  procedente  de  la  latina  sine,  sólo  se  ve 
como  prefijo  en  el  adjetivo  siNvergüensa,  y  en  los  subs- 
tantivos si'snúmero,  sií^razón,  smsabor  y  el  ant.  sin/mí- 
ticia  =  mod.  injusticia. 

En  la  forma  latina  se  halla  en  el  substantivo  sinecura, 
formado  de  la  frase  latina  sine  cura  =  sin  cuidado. 

SIN  (2),  del  gr.  aóv.  del  mismo  origen  y  significación  que  el  la- 
tín cunt,  castellano  con,  tenemos  este  prefijo  en  compues- 


2o6  JOSÉ    ALEMANY    BOLUFER 

tos  grecolatinos,  como  sinopsis,  sinalefa,  o  sólo  griegosv 
como  sinartrosis,  sincronismo.  Ante  h  y  p,  cambia  la  n 
en  m,  como  vemos  en  símbolo  y  simpatía,  de  los  gr.  lats. 
symbólum  y  sympathia. 

En  nuestra  lengua  forma  pocos  compuestos ;  pero  se 
halla  en  sínquisis,  del  gr.  'fó^^^  y  en  el  parasintético  sino- 
via, del  lat.  ovum,  gr.  ¿óv. 

so.  Véase  sub. 

SOBRE.  Esta  preposición,  forma  vulgar  de  la  latina  super,  la  em- 
pleamos como  prefijo  en  la  formación  de  verbos,  adjetivos 
y  substantivos  compuestos,  con  las  siguientes  acepciones: 

l.°  Con  verbos,  a)  Aumenta  la  significación  del  simple,  ya  en 
sentido  absoluto,  ya  en  sentido  comparativo.  En  el  pri- 

'  mer  caso  equivale  a  mucho  o  con  exceso,  como  en  so- 

BREalsar,  soBREabundar,  soBREañadir,  soBREcargar:  en 
el  segundo,  a  más,  como  en  soBREexceder,  soBREpujar, 
SOBREsalir.  Esta  misma  significación  tiene  en  sobre- 
entender. 

h)  Denota  que  la  significación  del  verbo  simple  recae  sobre  un 
objeto  que  generalmente  es  efecto  de  la  acción  del  mis- 
mo :  como  soBREsembrar  =  sembrar  sobre  lo  ya  sem- 
brado; y  asi  soBRE.yo/ar,  soBREe dificar,  soBREponer,  so- 
BREscribir,  de  escribir ;  o  que  ha  sufrido  ya  la  acción  del 
simple,  como  en  soBREa.yar. 

c)  Expresa  tiempo  posterior,  o  sea  después,  en  S0BREz;entr, 
sOBREvivir;  y  como  sub,  acción  repentina  en  soBREsal- 
tar,  soBREcoger.  En  soBREía-Mar^  restringe  la  significa- 
ción del  simple. 

Nótese  también  sobreaguar,  de  agua,  único  parasin- 
tético que  forma  este  prefijo. 

2."  Con  ADJETIVOS.  Es  menos  usada,  y  equivale  a  más  que, 
como  en  sobreg^tmí/o,  soBREesdrújulo,  soBREhiimano,  y 
también  en  sobrenatural,  del  lat.  supernaturalis. 

3.**  Con  SUBSTANTIVOS,  a)  Denota  un  objeto  al  que  conviene 
como  complemento  la  frase  formada  por  la  preposición 
y  el  nombre  simple,  y  que,  por  tanto,  se  halla,  pone  o 
coloca  encima  de  éste ;  como  soBREcowa,  soBREcalsa, 
soBREcopa,  soBREclaustro,  soBREcejo,  soBREcarta,  sobre- 
lecho;  y  lo  mismo  en  soBREcaña,  sOBREmano  y  soBREten- 
dón.  Denota  tiempo  en  soBREparto.  b)  Expresa  un  obje- 
to de  la  misma  especie  que  el  denotado  por  el  nombre 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  207 

simple,  y  que  se  halla  encima  de  éste,  o  le  es  superior, 
como  sOBREdiente,  soBREflor,  soBREcincha,  sobreh o mbr e . 
soBREsello,  soBREfas,  soBREprecio,  soBREcédida,  sobre- 
suelo;  soBREJues  y  soBREdezmero.  c)  Contrapone  parte 
al  todo  designado  por  el  simple,  en  soBREtarde,  y  denota 
exceso  en  soBREaliento. 

4.°  Forma  también  los  adverbios  sOBREttianera  y  soBREsano. 
Cuando  el  simple  empieza  por  vocal  no  se  contrae  con 
ésta,  la  final  del  prefijo;  v.  gr. :  sohrEAlzar;  pero  si  aqué- 
lla es  e  puede  verificarse  la  contracción;  así,  sobrEEXci/ar 
y  sobrExcitar,  sobrEEntender  y  sobrEntender ;  sobrEEx- 
ceder  y  sobrEXceder,  sobrEEsdrújulo  y  sobrEsdrújulo; 
pero  sobrEscribir. 

SON.  Véase  sub. 

sos.  Véase  sub. 

SOTA  y  SOTO.  Procede  este  prefijo  del  latín  subtus,  preposición 
derivada  de  sub,  y  que  como  ésta  significa  debajo.  En 
latín  no  forma  compuestos.  En  castellano  toma  la  forma 
soto  en  el  compuesto  sotoministro  =  sorrxministro ;  y  sota, 
en  soTAcaballeriso,  soTACochero,  sotkcó mitre,  etc.,  de- 
signando como  stib,  1°  a,  cargo  u  oficio  subalterno  al 
denominado  por  el  nombre  simple.  En  otros  substanti- 
vos, como  soTA¿7aní:o,  sot Abasa,  designa,  cOmo  sub,  i."  b, 
el  objeto  que  se  halla  debajo  del  indicado  por  el  sim- 
ple. Nótese  sotavento  (lat.  ventus)  =  costado  de  la  nave 
opuesto  al  barlovento. 

su.  Véase  sub. 

sub.  Preposición  latina  que  en  composición  asimila  su  conso- 
nante final  a  la  inicial  del  vocablo  con  que  se  une,  si  éste 
comienza  por  c,  G,  p  ó  f;  como  vemos  en  succurrere,  suG- 
gerere,  supportare  y  svFfrenare,  de  donde  proceden  so- 
correr, sugerir,  soportar  y  sofrenar;  la  conserva  inva- 
riable o  la  asimila  ante  m  ó  r,  como  en  svBtnittcre  y  sum- 
mitere,  someter;  svBridcre  y  SüRridere,  sonreír;  pierde 
la  b  ante  sp,  como  en  suspirare,  suspirar,  y  se  reduce  a 
sus  ante  ci,  como  en  suscitare,  suscitar;  ante  p,  como  en 
suspendere,  suspender,  y  a  veces  ante  t,  como  en  susti- 
nere,  sostener  (i).  Ante  otras  consonantes  queda  inva- 
riable, como  en  suBscríft^r^,  suBScri&tr  y  suscribir;  SUB- 


CO    También  en  el  castellano  susíroer,  de  traer,  mejor  que  la  forma 
erudita  substraer. 


208  JOSÉ   ALEMANY   BOLÜFER 

levare,  solevar.  Por  efecto  de  las  leyes  de  la  fonética 
latinocastellana,  toma  esta  preposición  en  nuestra  len- 
gua las  formas  sub,  su,  sus,  so,  sos  y  son,  como  se  ve 
por  los  anteriores  ejemplos;  y  también,  aunque  más  ra- 
ramente SOR,  SA,  ZA  y  CHA,  scgún  vemos  en  soRmigrar, 
de  submigrare ;  SAhiimar,  de  suííumare ;  ZAhondar,  de 
sub  -j-  fundare,  y  CHApodar,  de  supputare. 

Significa  bajo,  debajo  de,  en  sentido  recto  o  figura- 
do, y  forma  substantivos  y  verbos  compuestos,  y  verbos, 
adjetivos  y  algún  substantivo  parasintéticos.  Así: 

i.°  Substantivos:  a)  Lo  mismo  que  contra,  denota  que  la  per- 
sona o  cosa  designada  por  el  compuesto  ocupa  lugar  o 
grado  secundario  respecto  de  la  denotada  por  el  simple, 
como  se  ve  en  los  siguientes  ejemplos:  suBalcalde,  sub- 
brigadier,  svnclase,  suBclavero,  STJBComendador,  suBÍns- 
pector,  suBÍntendente,  svBteniente,  sochantre,  soflama. 

b)  Un  objeto  que  se  halla  debajo  del  designado  por  el  nombre 
simple,  como  en  subsuelo,  sobanda,  sobarba,  solapa,  so- 
baco (sub-brachium)  sopeña;  pero  sopapo  =  golpe  que 
se  da  con  la  mano  en  el  papo. 

Distinta  es  la  significación  de  los  compuestos  socapa 
y  socolor,  formados  de  las  locuciones  so  capa  y  so  color. 

2.°  Verbos  compuestos.  En  éstos  denota  que  la  acción  del  sim- 
ple se  efectúa  de  abajo  hacia  arriba  o  en  lugar  inferior; 
y  también  acción  secundaria,  atenuada  o  furtiva  respec- 
to de  la  significada  por  aquél,  como  se  ve  en  los  siguientes 
ejemplos: 

a)  Gon  sub  :  suBcntender.  suBsandr,  suBseguirse,  suBarrendar, 

suBordinar  (lat.  ordinare) ;  pero  suBrayar. 

b)  Con  so :  soasar,  socalzar,  socavar,  sojuzgar,  solevantar,  so- 

liviar (del  lat.  levigare),  sofreír,  ant.  sofocar  y  solivian- 
tar, derivado  de  soliviar. 

c)  Con  son:  sofreír,  soNsacar. 

d)  Con  sor:  sormigrar,  de  submigrare,  y  sorprender. 

e)  Con  SA  :  sahumar,  de  suííumare ;  y 

f)  Con  ZA :  zahondar,  del  lat.  fundare,  y  zabullir,  de  subbullire. 

2,.°  Verbos  parasintéticos.  Derivan  casi  todos  de  substanti- 
vos, como  sonrisar,  sonrodarse,  sonrosar,  de  risa,  lat.  rota, 
rueda,  y  rosa;  sobarcar^  sobrasar,  el  ant.  sobrazar  sofal- 
dar, soflamar,  somorgujar,  soterrar  y  sopuntar,  del  lat. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  209 

brachium,  y  de  brasa,  brazo,  falda,  flama,  lat.  mergúlus, 
tierra  y  punto.  Sonrojar,  del  adjetivo  rojo. 

4,°  Adjetivos.  Son  todos  parasintéticos ;  asi  los  latinos  subcu- 
táneo y  sublunar,  de  subcutanéus  y  sublunaris,  como  los 
castellanos,  subclavio,  submaxilar,  subranquial  y  subma- 
rino, del  lat.  clavis,  maxila,  branquia  y  mar. 

5."         Substantivos  :  socollada,  de  cuello,  y  no  sé  si  algún  otro. 

SUÉTER.  Preposición  y  adverbio  latino,  que  significa  debajo  y  que 
sólo  tenemos  como  prefijo  en  subterfiwio,  del  lat.  subter- 
fugium. 

SUPER.  Preposición  latina,  que  tenemos  como  prefijo  en  nuestra 
lengua  en  compuestos  eruditos  tomados  del  latín,  como 
los  verbos  superabundar,  superponer,  etc.,  de  superabun- 
dare y  superponére ;  los  adjetivos  superable  y  superfino. 
de  superabilis  y  superfluus,  y  los  substantivos  superabun- 
dancia y  superstición,  de  superabundantia  y  supersti- 
tionem. 

En  nuestra  lengua  forma  muy  pocos  compuestos;  en 
el  Diccionario  sólo  tenemos  l<^s  adjetivos  suPERdowtt- 
iiante  y  super/íko  y  el  substantivo  suPERintendente,  en 
todos  los  cuales  tiene  la  significación  de  sobre  en  el  sen- 
tido de  preeminencia  o  superioridad.  Supervivencia,  su- 
perintendencia y  otros,  son  derivados. 

SUPRA.  Preposición  latina,  derivada  de  super,  y  que  con  la  sig- 
nificación de  sobre,  encima,  tenemos  en  vocablos  técnicos, 
casi  todos  adjetivos  parasintéticos  que  denotan  que  el 
substantivo  al  que  se  refieren  se  halle  colocado  encima 
del  designado  por  el  nombre  primitivo:  como  supracla- 
vicular,  situado  encima  de  la  clavícula ;  y  así  supraa^ro- 
mial,  supracostal,  siiprapiibiano,  etc.,  de  acromion,  cos- 
ta =  costilla,  y  pubis.  Dícese  supraescapular  y  supraes- 
pinoso,  de  escápula  y  espina;  y  mejor  suprascapttlar  y 
supraspinoso,  del  lat.  scapula  y  spina.  También  se  halla 
el  substantivo  supraspina  (del  lat.  spina). 

sus.  Véase  sub. 

TRANS.  Preposición  latina  que  empleada  como  prefijo  perdía  la 
s  ante  voces  que  empiezan  por  esta  letra,  como  en  tran- 
scribere,  TRASscribir  y  TRAscribir;  TRA'Sscendere,  tran- 
sccnder  y  TRAscender.  Podía  perder  las  letras  ns  ante  las 
consonantes  d,  j,  l,  m  y  N,  como  en  TRA^sducere  y  tra- 
ducere,    TRAducir,   TRA'ssjectus   y   TRAJectus,   iRAyecto; 


210  JOSÉ  ALEMANY  BOLUFER 

TRANslationem  y  TRAlationem,  TRANs/adów  y  TRAslación; 
TRAiíSmittére  y  TRAmittére,  transwí'ííV  y  TRAsmitir;  trans- 
montmius  y  TRAinontanus,  TRANSwowtono  y  TRAmontano . 
TRANsnominationem  y  iRAnominationem,  TRANsnomina- 
ción.  Ante  las  demás  consonantes  y  también  ante  vocaU 
persistía  íntegra:  TRAi<¡sfundére,  TRANsfundir  y  TRAsfun- 
dir;  TRANSp onere,  TRANSponer  y  TRAsponer;  TRAi<ísalpi- 
ñus,  TRAiS!  sal  pino  y  TRASalpino. 

En  castellano  la  tenemos  entera  en  los  compuestos 
cultos,  lo  mismo  latinos  que  castellanos,  como  TRANs&or- 
dar  (de  bordo) ;  y  pierde  la  n,  conforme  lo  pide  la  evolu- 
ción fonética,  en  los  vulgares  como  TRAshordar.  Así  que, 
según  se  ve  en  los  ejemplos  anteriores,  se  nos  ofrece  con 
las  formas  trans,  tran  y  tra  en  compuestos  latinos  o  cul- 
tos, y  con  la  forma  tras  en  los  vulgares. 

En  composición  significa  del  otro  lado,  a  través  de, 
después.  Forma  verbos  y  substantivos  compuestos,  y  ver- 
bos y  adjetivos  parasintéticos,  con  las  siguientes  significa-, 
ciones. 

I."    Verbos  compuestos.  En  éstos  denota: 

a)  Que  la  acción  del  verbo  simple  recae  de  nuevo  sobre  el 
efecto  o  resultado  de  la  misma,  pero  en  distinto  lugar, 
como  en  TRASplantar  =  plantar  un  vegetal  en  sitio  dis- 
tinto del  en  que  está  plantado,  y  así  TRANScn&íV,  trans^ 
portar,  etc. ;  o  posteriormente,  como  en  TRASpeinar  = 
volver  a  peinar  ligeramente  lo  que  ya  está  peinado.  En 
este  sentido  viene  a  equivaler  a  re,  como  vemos  en  tras- 
tejar  =  REtejar.  La  misma  significación  debe  verse  en 
TRAStrabarse. 

h)  Acción  a  través  de  un  objeto;  ya  sea  la  designada  por  el 
verbo  simple,  ya  otra  que  viene  a  denotar  el  compuesto, 
como  en  trasver  =  ver  a  través  de  una  cosa;  transpi- 
rar (del  lat.  spirare)  =  pasar  los  humores...  a  través  de 
los  poros  de  la  piel.  Y  así  TRAsminar,  TRASpasar,  tras- 
pintarse. 

c)  Que  la  acción  del  verbo  simple  se  verifica  imperfectamente, 

como  en  trasoíV,  TRAsquilar  (de  esquilar)  o  que  excede 
los  debidos  límites,  como  en  TRAsloar. 

d)  Equivale  a  contra  en  TRAseñalar. 

e)  Con  otras  significaciones  se  ve  en  TRAStornar,  TRAStrocar, 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓX  DE  LAS  PALABRAS  211' 

TRAStumbar,  TRASverter,  ruASudar,  TRAsechar  (del  lat.  as- 
sectari),  iRASsfregar  y  TRAStnatar. 
2°    Verbos  parasintéticos.  Se  forman  todos  de  substantivos,. 
y,  en  el  concepto  complejo  que  designan,  entra  el  substan- 
tivo como  complemento  circunstancial,  ya  doble,  ya  sen- 
cillo. Así  : 

a)  El  substantivo  simple  denota  el  punto  de  partida  (desde)  y 

el  término  (a)  de  la  acción  del  verbo,  como  en  transvasar 
=  mudar  un  líquido  de  un  vaso  a  otro  vaso ;  y  así,  trans- 
bordar, translinear,  transterminar  y  translimitar,  de  bor- 
do, línea,  término  y  límite. 

A  veces  es  complemento  directo  interno,  como  en  tran- 
substanciar. 

b)  El  substantivo  simple  denota  el  medio  a  través  del  cual  o 

durante  el  cual  se  verifica  la  acción  del  verbo,  como  en 
trasvenarse,  trashumar,  transmontar  y  trasnochar,  de 
vena,  lat.  humus,  tierra,  monte  y  noche.  Y  trasladando  la 
significación  al  agente,  trasvinarse,  de  vino,  y  traslum- 
brar, de  lumbre. 

c)  Significa  detrás  en  trascartarse  y  trasconejarse,  de  carta  y 

conejo. 

Nótense  además  traslumbrar,  traspintar  y  translapar. 
3.°  Substantivos  compuestos  :  En  la  formación  de  éstos  en- 
tra el  prefijo  con  la  significación  de  detrás  o  después,  y 
los  compuestos  designan  objetos  a  los  que  conviene  la 
significación  de  la  frase  formada  por  el  prefijo  y  el 
nombre  simple :  como  trascoro  =  sitio  detrás  del  coro, 
trasudor,  sudor  que  viene  detrás  o  después  de  algún  te- 
mor o  congoja ;  y  así  iRASalcoba,  TRAScocina,  TRAScorral, 
TRAstienda,  TRAScuarto,  TRAscantón :  también  trasmano  y 
traspié.  Con  esta  significación  equivale  a  veces  a  contra; 
así,  TRASpilastra  =  co^TRApilastra,  y  a  re,  TRASCocina 
=  REcocina. 

Nótese  también  trasmallo,  en  sus  dos  artículos,  y  tras- 
trás. 

4."  Adjetivos  parasintéticos.  Tenemos  el  latino  transalpino, 
de  transalpinus.  y  los  castellanos  trashoguero,  trasijado 
y  trasojado,  transatlántico  y  transpirenaico. 

5.®  Forma  también  los  adverbios  compuestos  TR.\S(,';i/t'.;;;rv/rc. 
TRAsanteayer  y  TRASwañawa. 

Tenemos  tras  por  el  numeral  tres,  en  trasañejo  = 


212  JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 

tresañejo;  trasdoblar  y  trasdoble  =  tresdoblar  y  tresdo- 
ble; y  también  en  transnieto  y  trasnieto  =  tresnieto  = 
tataranieto;  transbisabuelo  y  trasbisabuelo  =  tatarabue- 
lo; transbisnieto  y  trasbiznieto  =  tataranieto,  los  cuales 
pueden  explicarse,  ya  por  confusión  de  tras  con  tres,  ya 
por  la  composición  con  tras,  en  el  sentido  de  detrás  o 
después. 

TRES.  Véase  tri. 

TRi.  Prefijo  latino  y  raíz  de  la  que  se  formó  en  esta  lengua  el 
numeral  tres,  lo  tenemos  en  voces  procedentes  del  latín, 
como  tricorne,  tridente,  triángulo,  trébol,  etc.,  de  tricor 
nis,  tridentem,  triangulus,  trifolium. 

Lo  que  hemos  dicho  de  bis,  puede  decirse  de  tri,  mu- 
tatis  mutandis,  o  sea  que  significa  tres  en  parasintéticos 
atributivos,  ya  adjetivos,  como  trilítero,  del  latín  littera, 
letra;  TRiRrectángulo,  etc.,  ya  substantivados,  como  tri- 
ciclo, del  gr.  -xúxXoí;,  círculo,  rueda ;  tricornio,  de  cuerno,  y 
lo  mismo  en  trióxido  y  trisulfuro. 

En  trillan  significa  que  el  substantivo  simple  millón 
se  ha  tomado  tres  veces  por  factor. 

Con  la  forma  tres,  lo  tenemos  en  TREsabuelo  y  tres- 
nieto.  También  en  tresdoblar  y  tresdoble  =  triplicar  y 
triple,  y  en  el  adv.  trestanto  =  tres  veces  tanto. 

ULTRA.  Preposición  latina  que  significa  del  lado  de  allá,  lo  opues- 
to de  citra;  y  la  tenemos  en  los  compuestos  ultrafnar,  ul- 
TRApuertos  y  VLTRAtumba,  y  en  los  adjetivos  parasinté- 
ticos ultramontano,  de  monte;  ultramundano,  de  mun- 
do, etc.  Con  algunos  adjetivos  forma  compuestos  en  la 
lengua  usual,  denotando  grado  superior  al  superlativo, 
como  ULTRArrevolucionario,  \jl.tr  Arre  alista. 

uní.  Del  numeral  uno,  lat.  unus,  forma  adjetivos  parasintéticos, 
atributivos,  como  uniforme  y  unicolor,  de  los  latinos  uni- 
f ormem  y  unicolorem ;  y  los  castellanos  unilateral,  uni- 
personal, unisexual,  univalvo,  etc.,  del  lat.  latus,  eris,  y 
de  persona,  sexo,  valva.  Unicornio,  de  cuerno  (lat.  uni- 
cornis),  se  usa  sólo  como  substantivo. 

En  uniforme  y  unísono,  significa  mismo;  y  en  unigé- 
nito, lat.  unigenitus,  solo. 

Lo  tenemos  también  en  el  verbo  unificar,  del  lat.  uni- 
ficare. Uniformar  y  univocar,  con  derivados  de  uniforme 
y  univoco. 


DERIVACIÓN  Y  COMPOSICIÓN  DE  LAS  PALABRAS  2  I  3 

vi^  viCE,  VISO  y  viz.  Del  latín  z-ix,  vicis,  que  significa  ves.  En 
el  latín  de  la  decadencia  formó  algunos  compuestos,  como 
vicecomes,  acusat.  vicecomitem,  de  donde  vizconde.  Sólo 
se  junta  con  nombres  de  cargo  u  oficio,  y  denota  que  la 
persona  designada  por  el  compuesto  tiene  las  veces  o  au- 
toridad de  la  indicada  por  el  nombre  simple,  como  en  vi- 
CEALinirante,  viCEcanciller,  viCEcónsul,  viCErrector^  et- 
cétera. 

Tiene  la  forma  vi,  en  virrey,  virreina,  virreino  y 
virreinato ;  vis,  en  vizconde,  y  viso  en  los  ants.  visorr^y^ 
viSQrrí'/na_,  visorr^ino  y  visorreinado. 


Resulta  de  lo  dicho  en  los  párrafos  anteriores,  que  los 
sublstantivois  compuestos  pueden  formarse :  a),  de  dos 
substantivos:  bocamanga;  h),  de  dos  adjetivos:  claroscu- 
ro; c),  de  substantivo  y  adjetivo:  aguardiente;  d),  de 
adjetivo  y  substantivo:  vanagloria;  el  adjetivo  puede 
ser  numeral  cardinal,  milhojas,  y  el  substantivo  llevar 
ima  preposición :  milenrama;  e),  de  dos  o  más  verbos : 
vaivén,  correvedile,  o  uno  repetido:  bullebulle;  /),  de  ver- 
bo y  substantivo :  rompeolas,  portafusil;  el  substantivo 
puede  llevar  un  adjetivo  que  lo  determine  y  callarse :  sie- 
televar;  g),  de  pronombre  y  verbo :  quehacer;  h),  de  adver- 
bio o  adjetivo  en  función  adverbial  y  verbo :  bienestar, 
malestar;  i),  de  verbo  y  adverbio  o  locución  adverbial: 
tornatrás,  cenaaoscuras ;  f),  de  adverbio  y  nombre  de  ac- 
ción, bienandanza;  k),  de  una  oración  o  fraile:  nomeol- 
vides, coranvobis;  1),  de  prefijo  y  substantivo. 

Los  substantivos  parasintéticos  son  en  corto  número  ; 
pero  pueden  citarse  los  formados  de  substantivo  y  ver- 
bo, como  manicura;  y  los  de  substantivo  y  adjetivo,  como 
ropavejero,  que  más  bien  son  adjetivos  substantivados. 
De  pronombre  y  verbo  es  suicidio,  formado  a  imitación 
de  homicidio,  del  lat.  sui,  de  si,  y  caedcre,  matar. 

Los  adjetivos  compuestos  se  forman:  a),  de  dos  ad- 
jetivos: tontivano,  trcsalbo;  b),  de  subsantivo  y  adjetivo: 
ojinegro;  algunos  usados  sólo  como  substantivos;  papial- 
hillo;  c),  de  prefijo  y  adjetivo:  inexpresivo. 

Los  parasintéticos  son  en  mayor  númer<<  ^•""  i- 


-214  JOSÉ   ALEMANY   BOLUFER 

tantivos,  y  se  forman:  a),  de  dos  adjetivos:  dieciseisavo; 
b),  de  dos  substantivos:  anquialmendrado ,  cachicuerno; 
r;,  de  adjetivo  y  substantivo:  cinc  o  me  sino ;  d),  de  subs- 
tantivo y  raíz  verbal:  sonámbulo;  e),  de  prefijo  y  subs- 
tantivos :  ahombrado,  encapado. 

Los  verbos  compuestos  pueden  serlo :  a),  de  adverbio  o 
adjetivo  y  verbo,  como  bienquerer,  cultiparlar;  b),  de 
substantivo  y  verbo,  como  mamparar ;  c),  de  prefijo  y 
verbo,  como  convivir.  Los  parasintéticos  se  forman:  d), 
de  dos  substantivos,  como  mancornar;  b),  de  prefijo  y 
substantivo,  como  emiirear;  c)  de  prefijo  y  adjetivo,  como 
.endulzar. 


índice 


PAGS. 


Concepto    de    la   derivación i 

Derivación  nominal  directa 3 

Los  sufijos  a,  e,  o 3 

Los  demás  sufijos  por  orden  alfabético 5 

Sufijos  átonos  en  voces  esdrújulas 133 

Derivación  verbal 136 

o)   inmediata 137 

b)  mediata,   y   sufijos  usados   en   ella 141 

Derivación  inversa 151 

Ija  composición  y  la  parasíntesis 152 

Compuestos  de   dos  adjetivos 157 

ídem    de    dos    substantivos 159 

ídem    de    substantivo    y    adjetivo 163 

ídem   de  dos   verbos 168 

ídem  de  verbo  con  otra  parte  de  la  oración 169 

ídem  de  una  oración 172 

ídem    con    prefijos 173 


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