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THE LIBRARY OF THE
UNIVERSITY OF
NORTH CAROLINA
AT CHAPEL HILL
ENDOWED BY THE
DIALECTIC AND PHILANTHROPIC
j SOCIETIES
BUILDING USE ONLt
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S8
1921
a 00002 004
This BOOK may be kept out TWO V/EEKS
ONLY, and is subject to a fine oí FIVE
CENTS a day thereafter. It is DUE on the
DAY indicated below:
DICCIONARIO DE VOCES CUBANAS
J5-¿ jC Bl 1
Suplemento a ía 14/ edición
- •■-■■■ del Diccionario ■ ■ ■■ ■
de la R. A. de la Lengua
COMPRENDE:
6.828 voces o acepciones * 321 frases
52 refranes
PQi
íSTANTINO SU
(ESPAfJOLITO)
LIBRERÍA CERVANTES
DE
RICARDO VELOSO
HABAÍU
DS
Perlado, Páez y Cía.
MADHID
ES PROPIEDAD
: DEL AUTOR
Tienta Clarase, Villarroel, 17.— Barcelona
(yL ía wioLuox, aiot-ux oe uit cctAi olvidado ccvn-
poMavio, dou, o^tau-tALao cyáitcroe*- C-atvo, Aat>io
políatota w pt/oluttdo pettiadotj .
oí, <xu,kox>
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S DEL AUTOR
— PUBLICADAS
¡Emig?snter>I
(Dos ensayos de novela sobre emigración).
Oros son triunfa.
(Novela de asunto hispanoamericano).
La des-unión Mspanoaísaricana, y otras cosas.
(Artículos periodísticos),
Doña Caprichos.
(Novela de amoríos).
Ideas.
(Artículos periodísticos).
VOCABULARIO CUBANO.
(Suplemento a la 14.* edición del Diccionario de la Rea
Academia).
EN PREPARACIÓN
Diálogos.
Menudencias.
P^ÓÜOGO
• EL bien hablar e» a la manera
de la buena crianza».
SüFIEO J. OtíSSTO
Hará cosa de cuatro años, viajábamos nosotros en uno de
los trenes de "The Cuban C,6" que recorren longitudinalmente
el centro de la Isla, desde Santa Clare a Santiago de Cuba,
cuando un yanki, viajero próximo, vino a interrumpirme, muy
a mi placer, en la lectura de cierta novela flamante por enton-
ces, que los continuos bombos estrepitosos me forzaran a leer.
Pidióme mil excusas por l?, interrupción, que juro fué pla-
centera, y solicitó de mí is explicara el significado de la frase
pegarse al mamey. Díjele gustoso que siffaifiesba "vivir del
presupuesto nacional", y que en algunos cebaos, soiía eer una
bot'eíli.
— I Ohí ¿Ser un botella?* — inquirió mi interlocutor.
—Soteíla — expliquéle— . equivale a sinecura; esto es: ga-
nar un sueldo al Estado sin trabajar.
— Mí entiende... ser un chivo.
— Un chivo en miniatura, míster.
— Yes, yes...
Deseoso el míster, al parecer, de no ignorar esas voces
criollas que frecuentemente le dejaban in altes, había pregun-
tado en varias librerías por algún Diccionario do cubanismos,
y como no lo encontrara, firmemente creía que nada se hubie-
ra escrito sobre la materia, y no ;s explicaba él, razonable-
mente, tal abandono de los intelectuales estudiosos en asunto
de un atractivo e interés enormes, particularmente para los
extranjeros.
Presto desvanecí el error y las dudas del yanki, asegurán-
dole que, si bien era cuestión abandonada, el estudio del len-
guaje criollo había entretenido muchos años atrás (no se había
publicado entonces la obra de don Alfredo Zayas), a hombres
de talento, como Bachiller y Morales, Macías, Ramos Duarte,
Juan J. de Armas y otros, sobresaliendo en el grupo don Este-
ban Pichardo, con la publicación de su justamente alabado
Diccionario provincial casi razonado de voces y frases cubanas,
VIII
obra que había alcanzado las ediciones de 1836-49-62 y 75,
de ninguna de las cuales sería fácil cosa conseguir un ejemplar
en el día.
Creía yo haber satisfecho con esa ligera relación la curio-
sidad de mi compañero de viaje; pero no fué así, porque su
desagrado rayó en enojo al saber que desde el año de 1875
nadie hubiese reanudado la tarea.
En ñn, aquellas quejas y ansiedades del yanki no las eché
yo en saco roto, como suele decirse, y fué desde entonces
obsesionante idea, con la que a vueltas en el magín me quedé
dormido muchos noches y desperté no pocos días... — ¡Si yo
me atreviera! — decía en mi fuero interno con frecuencia. Y
con este vacilante propósito fui un día a cierta Biblioteca a
ojear y hojear por segunda vez el Diccionario de Pichardo, con
lo que no aumentó mi escasa animación de afrontar tan arduo
y laborioso asunto, no obstante haber reconocido en el libro
de Pichardo un excelente auxiliar en lo que atañe a Flora y
Fauna cubanas, por estar en él catalogados muchos nombres
de plantas y animales, tomados de los estudios de tan sabios
naturalistas como Poey, Sauvalle, Coloma, Gundlach y otros.
Decididamente, no era labor accesible a mis menguados
conocimientos, sin embargo de mis connaturales inclinaciones
a penetrarlo todo y saber un poco de cada cosa, aunque no
vaya de acuerdo con aquel refrán que reza: "aprendiz de
todo, maestro de nada."
Algún tiempo después, revolviendo libros empolvados en
cierta librería de viejo, hallé al azar la obra de Pichardo,
roídas de ratones las tapas y taladradas de comején las hojas;
pero a pesar de aquel deplorable estado del libro, debió de
dibujarse muy por lo claro el regocijo en mi semblante, porque
el usurero vendedor, tras de mirarme gatunamente por sobre
los anteojos, se dejó pedirme ¡¡diez duros!! por aquolla ruina
de libro, los que, al fin y al cabo de un inútil si bien razonable
regateo, hube de pagarle, con la añadidura de escuchar un
elogio a lo mercader de don Esteban Pichardo.
Cierto día, como si despertara de un sueño, vine a darme
cuenta de que estaba confeccionando muy seriamente este
VOCABULARIO CUBANO. Sobre mi mesa de trabajo conté
hasta diez o doce diccionarios, y en el centro, un montón de
anotaciones. No quedaba ya otro remedio; y como en mi tem-
peramento hay algo del carácter aragonés, me dije, paro-
diando al baturro de "a Zaragoza o al charco": — O yo acabo
con el Vocabulario, o el Vocabulario conmigo : una de dos.
IX
Y aquí le tienes, lector, vencido en larga y fatigosa lucha.
Si merece tus elogios o censuras ya me lo dirás. No quisiera
que mi victoria baya dependido de la debilidad suya, y bien
deseo que, andando los años, se estime en tanto este hijo mío,
que para libertarlo de la esclavitud de algún usurero en libros
de viejo, haya que pagarle ¡¡diez duros I!
Todos mis ratos de solaz a partir de ese momento, y cuenta,
lector, que no son muchos, los consagré con verdadero entu-
siasmo a esta labor, de cuyas asperezas sólo tendrán noticia los
que hayan compuesto o intentado componer un catálogo cual-
quiera de voces. Tratárase de confeccionar un Diccionario cas-
tellano, y fuera más fácil cosa, pues bastaría copiar el de la
R. A., intercalándole algunos millares de vocablos usuales en
España, que no figuran en él pero sí en otros. Mas, hacer un
"Diccionario provincial" de un país de América española, ya
es más peliaguda cosa si ha de ser obra seria: precísase dis-
cernir qué voces son genuinas del país en cuestión; cuáles son
introducidas de otra República americana; las de pura cepa
castellana, aunque no las acredite Diccionario alguno, y las
que se derivan de esas o que adquieren acepción distinta por
tierras colombinas. Y por si estas harto difíciles averiguacio-
nes no bastaran a desalentar al más animoso, agregúese el
trabajo de recoger al oído los modismos que en cualquiera
República hispanoamericana abundan más que peces en el
mar; defínanse hasta los que parecen decir mucho, aunque
apenas sea posib'c la definición, y, por contera, búsquese a la
mayor parte de ellos el sinónimo castellano que le corresponda.
Toda esa labor es de todo punto imprescindible al estudiar
un léxico particular de América hispana, si ha de presentarse
como un complemento del castellano, y no como algo inde-
pendiente, cual han hecho hasta hoy cuantos han catalogado
voces americanas.
Reconociendo nosotros esta falta de método o de discerni-
miento, que arrastró a muchos tratadistas a incluir como vo-
cablos americanos muchos usuales en la Península antes de
que realizara Colón el viaje histórico más famoso de que hay
memoria, moviónos en nuestra labor el deseo de dar a cada
voz su fe de nacimiento, que será, con cuantos errores* sean
advertidos, muchos seguramente, un paso adelante en el sis-
tema de catalogar voces en América, y uno de los mayores mé-
ritos de este libro, pues que algunos ha de tener por malo
que sea.
En lo que atañe a Flora y Fauna cubanas, nos hemos ser-
vido en gran medida del Diccionario de Pichardo, y no menos,
del "Nuevo Apéndice 0-Z"\ tomo XXVXH del Diccionario enci-
clopédico hispanoamericano, de Montaner y Simón, en cuyos
dos libros, junto con algunas ncíao obtenidas por distintos
medios, hemos reunido quizá la más completa colección que
pudiera tenerse de las voces con que la Botánica y la Zoología
tributan al lenguaje hablado en Cuba.
La 14.* edición del Diccionario de la R. A. de la Lengua
fué nuestra estrella polar, en la ruta emprendida con el fin de
encontrar el mayor número de afinidades entre el léxico cu-
bano y la lengua de Castilla,
Y la "Lexicografía antillana", — Habana, 1914, — del talen-
toso y erudito publicista don Alfredo Zayas y Alfonso, nos ha
servido para acreditar de voces caribes las empleadas por los
aborígenes cubanos.
Estos cuatro citados libros son, pues, los más sólidos ci-
mientos en que descansa nuestro VOCABULARIO CUBANO.
Nuestra opinión más imparcia! y sincera del Diccionario
de Pichardo, es que, con todos sus defectos, no podría ser obra
más acabada en aquella época, y que aumenta este mérito el
haberlo compuesto con materiales casi dispersos, que de di-
fícil, elevan a tarea abrumadora la por él emprendida, si se
compara a la nuestra, que ya encontró sólidas bases.
Sin embargo, dejaríamos de ser enteramente justos, si no
apuntáramos algunos defectillos que nosotros hemos procurado
no tener, aunque hayamos incurrido en otros.
Algunas de las definiciones de don Esteban Pichardo ado-
lecen de la debida claridad de dicción, falta compensada, justo
es reconocerlo, con otras explicaciones donde menudean datos
que dan amenidad.
Otros pequeños lunares filológicos o gramaticales, son los
de llamar verbo recíproco al reflexivo, como aprudenciarse
(resignarse), maguarse (chasquearse); los de seguir en ciertas
derivaciones de voces un sistema ya entonces reconocido como
arbitrario o caprichoso, cual de pez, pezes y pezcado; el de
aceptar en el lenguaje escrito la prosodia cubana o americana
de la c y la z, como seiba por ceibaí punsó en vez de punzó
(rojo), y otros por este orden.
Salvo en muy raras excepciones, Pichardo ha omitido las
familias botánicas o zoológicas a que pertenecen las plantas y
animales que reseña, lo cual es descuido de consideración, aun
cuando no deje de incluir casi nunca el nombre técnico de cada
especie, cosa esta última que coloca al Diccionario de Pichardo
por sobre otros americanos, donde se hace caso omi3o de fa-
milias y especies, con lo que se vuelven tan deficientes las
explicaciones, que hasta los más expertos naturalistas igno-
rarán de qué planta o animal se trsta, en muchos casos.
Pero el defecto capital que se advierte en el Diccionario
de Pichardo, común en los otros libros americanos de esta ín-
dole, con excepción única, en parte, del de don Rufino J.
Cuervo, es el de no especificar el origen, la derivación o el
uso de cada vocablo catalogado. Salvo en mucho3 casos de
voces caribes, de las demás no hace Pichardo ninguna distin-
ción, en cuanto a erigen y uso, ya sean castellanas puras, de-
rivadas de éstas, nacidas en otro país americano o cubanas.
Respecto a este particular, comete un ligero yerro el señor.
Zayas (i), cuando para replicar a Ciro Bayo sobre el origen de
la voz baqueano, dice: "Nos parece equivocado -Bayo, y su ob-
servación carece de fuerza, pue3 entre las veces cubanas no
podía incluir Pichardo una voz dominicana ". No sólo hay vo-
cablos dominicanos, sino haitianos, portorriqueños, etc., des-
conocidos en Cuba, como cajv.il, bariaco, caimoní, auyama, etc.,
en el Diccionario provincial casi razonado de voces y frases
cubanas (?), de Picbardo, sino que entre las conocidas y
usuales en Cuba, las hay castellanísimas o de uso en alguna
provincia española, como accesoria, administrador, camiseta
(prenda interior de vestir), caracol y el andalucísimo amolar
(fastidiar); anglicismos cual rail y galicismos como creyón,
comunes en casi todas partes donde sa había castellano;
americanismos como ajiaco, cacique y potrero ("dehesa" el
último), sin que se acrediten así con la menor distinción en
el léxico cubano, por él necesariamente estudiado antes de
componer su libro.
Resalta en seguida en ese sistema una imperdonable falta
de método, pero mucho más patente se muestra en cuanto
tropezamos con voces como éstas: argentino, na, natural de la
Argentina; boliviano, na, de Bolivia... que así encajan en un
Diccionario de "voces cubanas" como en uno de aragonesas.
(í) 'Lexicografía antillana» - Habana, 1914 - pág. 433.
Conformes con que se recojan esas voces en un Diccionario
cubano, si no figuraban en el de la R. A. u otro muy acredi-
tado y conocido que se haya tomado por base, pero están cla-
mando por alguna indicación convencional que las diferencie,
puesto que bayú, accesoria, ajiaco y boliviano serán voces
usuales en Cuba, pero sólo es cubana la primera, castellana
la segunda, americana la tercera, y en cuanto a la cuarta, o
sea boliviano, será castellana o americana, y en todo caso
bolivianismo. Más claro: en un diccionario castellano o de
americanismos, boliviano puede figurar sin distinción alguna,
y así mismo en un catálogo de bolivianismos, pero en ningún
caso sin su partida de nacimiento en un diccionario de los lla-
mados "provinciales" cual el de Pichardo.
Pero no está en nuestro ánimo rebasar la línea de lo
justo, y rogamos no se vea en estos intentos de crítica demole-
dora al libro de Pichardo, cuyo mérito no podrán mermar un
ápice estas disquisiciones.
Además, nos mueve a obrar así el presentimiento de que
cualquiera persona de mediana ilustración encontraría, si se
lo propusiera, en nuestro VOCABULARIO CUBANO, defectos
que serán mayores o menores que los de Pichardo, pero que
serán defectos, y deseamos ser acreedores a esa benevo-
lencia que me parece han de merecer cuantos confeccionan
un diccionario, tarea que no deseamos se le imponga por cas-
tigo a ningún enemigo nuestro.
Tócanos hablar sobre la otra piedra fundamental de este
VOCABULARIO CUBANO, o sea el Diccionario de la R. A.
de la Lengua.
Creemos con el Padre Juan Mir — seguros, sin embargo,
de no haber sido arrastrados por los pasionismos lamentables
de este sabio filólogo, que pone a Cervantes como un cretino
— "que no posee la lengua castellana Diccionario alguno que
la represente con fidelidad" (1); pues no somos de los que
opinamos que "todo el ser del castizo romance consiste en la
autoridad de la Real Academia" (2).
Mas en el caso de componer un diccionario especial o par-
(1) *Prontuario de hispanismo y barbarismn* - Madrid, 1908 - Introducción
página LXXIV.
(2) ídem; página LXXV.
XIII
ticular, cual éste, preciso será, aunque hasta ahora no se haya
hecho, presentarlo como rama, sección o suplemento del ge-
neral; y en este punto creemos que ni el mismo P. Juan Mir
apelaría a otro que al Diccionario oficial, reconociendo en él
el más indicado, y a la R. A. como la autoridad suprema,
dentro de lo razonable y justo.
Toro y Gisbert, en unos comentarios (1) a la 14.a edición
del Diccionario académico, dice: "Adolece por cierto de nu-
merosas faltas e infinitas omisiones, pero con todo, él es el
único léxico al que podemos acudir con alguna seguridad en
los casos dudosos. Y si lo comparamos con las obras de aná-
logo carácter publicadas en otras naciones de Europa, hemos
de confesar que se lleva la palma el infeliz libro que tanto
hemos criticado algunas veces."
Insertamos con gusto este juicio de Toro y Gisbert, porque
ha venido a consolidar nuestro concepto sobre el Diccionario
oficial, pese a las atinadas críticas de los Cejador, Valbuena,
Casares y otros, y de las desatinadas censuras de filólogos im-
provisados. Por eso hemos creído nosotros proceder acertada-
mente al presentar este VOCABULARIO CUBANO como su-
plemento a la 14.a edición del Diccionario de la R. A. de la
Lengua.
Tampoco ha de entenderse que tratemos de usar un cri-
terio cerrado, para seguir como ciego a lazarillo al Diccio-
nario oficial, no reconociendo más voces castellanas que las
abarcadas por él : sabemos perfectamente que de recoger
todas las voces castellanas, la R. A. necesitaría presentar su
catálogo en dos tomos y no en uno, cual hoy hace.
El Diccionario académico es obra de mortales, ya sea la
mejor en su género, y por lo mismo no podría ser intangible,
y pretenderlo es contra toda razón. Compónganlo dos mil aca-
démicos y proclámenlo perfecto, y ni así se librará de que,
cualquiera que sepa bastante menos que uno de los miembros
de la Academia, pueda encontrar deficiencias si eso se pro-
pone.
De esto nos convence el que nosotros mismos, con la
microscópica autoridad filológica que poseemos, hayamos po-
dido encontrar en el Diccionario de la R. A. algunas deficien-
cias, que, si por respeto callaríamos de buen grado, no hemos
de hacerlo, puesto que la docta Corporación dice estimar toda
clase de advertencias, aun cuando sean de floja autoridad y
escaso peso, como las nuestras.
(1) 'Los nuevos derroteros del idioma' - PariS, 1918 - pag 267.
XIV
Además de muchas voces calificadas en este Vocabulario
de comunes, que reclaman con todos los derechos el ingreso
en el catálogo oficial, hay muchas sin uso en Cuba, que piden
la catalogación, entre las cuales están, que no hayamos visto
recomendadas por nadie hasta la fecha: bacteria (microorga-
nismo), carajo (interjección sin significado propio), departa-
mental (de departamento), barra- fija (aparato gimnástico),
bombín (sombrero), pelele (calzoncillos y camiseta en una
pieza), tiovivo (ei carroussel de los franceses), marañuela
(dulce casero), etc., etc. Si se desea un galicismo quizás tan
admisible como otros que figuran en el catálogo oficial, vaya
por muestra creyón (carboncillo de dibujo) como dice casi
todo el mundo hoy.
Las frases "meter (a uno) en jareta" y "meterse en ca-
misa de once varas", por ejemplo, entrañan ideas absurdas,
y quizás por eso no las ha recogido la R. A., pero tienen muy
gracioso sentido irónico y sabor rancio de puro castizas.
De refranes, sólo una mínima parte acepta. Gonformea con
que se omitan los desterrados por el uso, y que reunirios sea
más bien labor de ferviente demopedista (folk-lorista) ; pero
ya que se incluyen refranes en el Diccionario oficial, por
cientos se podrían contar los que reclaman e38 derecho, con
tanta o mayor justicia que muchos de los que han obtenido
esa gracia.
Gomo prueba de que también se podrían presentar algunos
ejemplos de incompletas definiciones, se nos ocurre ésta:
"CARRIL — m. — En las vías férreas, barra de hierro quo"...
I Si precisamente la vía férrea es la3 barras de hierro!... De-
biera definirse: CARRIL — m, — Cada una de las barras de
hierro que forman paralelas la vía férrea.
El defecto más notorio, en el caso de tomar por base el
Diccionario académico para componer uno particular ameri-
cano, es que al aceptar americanismos no se indica la verda-
dera procedencia en muchos casos; pues solamente en la le-
tra A, existen nueve cubanismos en el Diccionario oficial sin
partida de nacimiento.
Indicado queda en estos breves reparos que nuestro Dic-
cionario oficial, siendo el mejor, no es un Alcorán ni una
Biblia, donde la3 imperfecciones entrañan misterios ultra-
humanos, y son inmutables por lo mismo, al decir de los
sabios varones que los interpretan: aquél es libro humano, y
ha de tener defectos, pero es el mejor archivo del idioma en
nuestros días.
Tiene la docta Corporación cerradas las puertas a los
XV •
neologismos, y obra perfectamente en lo que se refiera a los
transpirenaicos, aunque algunos se cuelan por el ojo de la
llave, empujados por- el uso; pero en esas puertas debiera de
abrirse una cancela, por lo menos, para dar paso franco a las
voces de mayor uso en América española, formadas sin inge-
rencias galicanas ni anglicanas, sino heredades- de las lenguas
autóctonas o salidas del ingenio popular, que son muchas, y
no pocas, entre ellas, sin equivalentes castellanos.
No estemos enteramente conformes con Giro Bayo (i)
cuando dice: "Sabido es que en América española sq habla un
castellano que necesita traducirse al español". Hoy por hoy,
no puede afirmarse eso con tal rotundidad. A propio intento,
se puede hablar y escribir en América de- modo que no io
entienda un castellano; pero ese castellano comprenderá per-
fectamente el lenguaje usual en cualquier país de América;
mas Giro Bayo podría aseverar eso mismo, andando el tiem-
po a paso ds lustros, pues ya lo dijo Bello: "con el tiempo se
hablará en América una jerga desconocida," aunque tampoco
anduvo muy acertado en el juicio el insigne filólogo y jurista
venezolano, porque con el tiempo, no se hablará una jerga
desconocida en América, sino una en cada país hispanoame-
ricano. Hoy mismo un cubano puede no dejarse entender de
un argentino, o viceversa. Pero, ¿a qué seguir este orden de
consideraciones? En España, un asturiano puede llegar a la.
Corte hablando para que no le comprendan, y un madrileño
podrá repetir el caso en Granada.
Pero lo innegable es que en América, aunque con la len-
titud que impone a la evolución del lenguaje el intercambio
de la vida moderna, sucederá con la lengua de Lope y los Ar-
gensoias lo que con la de Cicerón y Horacio en Europa.
Entre las razones a sustentar este criterio, generahnente
admisible sin reparos, están éstas atinadísimas, del eminente
filólogo bogotano Cuervo (2) : "Las naciones hispano-ameri-
canas, así por razón de sus climas y zonas, como de su cons-
titución política, tienen muchos objetos que les son peculiares,
y cuyo nombre pertenece por fuerza al caudal común de la
lengua."
Y esas voces que indica Cuervo merecen y deben ser reco-
gidas y vulgarizadas, en lo posible, por la R. A., con prefe-
(1) 'Vocabulario criollo-español, sud- americano ¡ - Madrid, 1911 - Prólogo, pri-
mer párrafo.
(2) 'Apuntaciones criticas sobre el lenguaje bogotano» - París, 1914- Prtílcf o,
página XVIII.
XVI
rencia, ni que decir tiene, a los términos extranjeros que cir-
culan abundantes, como si fueran moneda de legítima acuña-
ción. Al obrar así, se rejuvenecería el idioma con pura san-
gre, y sobre todo, se contribuiría a retardar la época en que
un castellano habrá de necesitar intérprete en las tierras
americanas donde España difundió su lengua, o un america-
no por tierras de Castilla.
No nos parece que viene muy fuera de ocasión recordar
aquí aquel precioso símil del gran Hartzenbusch (1), cuando
ingeniosamente dijo a ese respecto: "De loco graduaríamos
a un heredero que, sin registrar la casa donde había cómo-
damente vivido su padre, fuese afanoso de tienda en tienda
comprando muebles, colgaduras, alfombras y vasos, y al poner
en su lugar cada pieza, tropezase con otra tan buena por lo
menos como la que traía.
Pese a este agudísimo símil, estarán muy lejos de pasar
por locos quienes enriquecieron (?) la lengua de Tirso, Cal-
derón y Granada con el híbrido voquible de interviú, para
expresar entrevista, consulta, visita, interrogatorio, diálogo,
coloquio, charla, plática y otros, según el caso; o aquel otro
no menos repulsivo de mitin para lapida sepulcral de asam-
blea, sesión, reunión, congreso, conciliábulo, y hasta junta,
que seguramente morirá también. No fueron locos los que
, tales voces trajeron al idioma, pero tampoco se las pueden
dar de cuerdos.
Cuerdamente proceden los que no teniendo en su lengua
voz con qué designar un objeto o una idea la toman del sáns-
crito o del esperanto, que tanto monta, con tal que sea abso-
lutamente precisa y se adapte fácilmente a la prosodia del
lenguaje. Pero con más cordura obrará el heredero que tras
de registrar la casa donde había cómodamente vivido su pa-
dre, y de advertir algunas faltas en el moblaje, o cabida para
más adornos, repara las deficiencias con las cosas habidas en
las otras heredades testadas por su progenitor.
De más está decir que esas otras heredades de los espa-
ñoles son las Repúblicas hispanoamericanas, de cuyos parti-
culares léxicos se podrían extraer bellísimas galas mucho
más adaptables al castellano — ya que no pocas son originarias
del romance — , que cuantas adentran los aires de novedad
europeizante en la tierra del lenguaje casi cosmopolita.
Todo es preferible a que se deforme nuestro riquísimo
y jugoso lenguaje con voces híbridas, que, sobre ser innece-
(1) •Diccionario de Galicismos* de don Rafael M. Baralt. - Prólogo, pág. VI.
XVII
sarias, son las que preferimos usar por afán de petulancia,
que inconscientemente nos lleva a dañar lo que de más ca-
racterístico y sagrado tiene una raza o un pueblo. Por eso
debiera grabarse en el corazón de los españoles aquel sabio
consejo (1) del insigne Mariano de Cavia: "Combatir a cuan-
tos deforman, maltratan y desdeñan el habla española, es tan
necesario para la defensa nacional como fabricar en Trubia
cañones y municiones."
No hay tampoco que pedirle a la R. A. que abra las puer-
tas de par en par a los vientos que soplan de América, por-
que aquí se forman vocablos de tan estrafalario gusto y tan
incomprensible origen, que, no la gente gustosa de hablar bien,
sino que hasta el vulgo debiera desecharlos como inmundicias
pestilentes; pero cuando menos, en esas puertas del respe-
table recinto donde se "limpia, fija y da esplendor" al idioma,
hay que abrir, cual ya hemos insinuado, un postigo que mire
al Nuevo Mundo, en vez de la rendija por donde hoy va pa-
sando eon gran esfuerzo el léxico americano.
Cuando la Corporación académica se disponga a refrescar
el Diccionario con las cinco o seis mil voces que nos parece
se pueden escoger, como perfectamente adaptables al caste-
llano, de los americanismos en uso, convendría procediera con
más tino del empleado hasta ahora. En lo que atañe a cuba-
nismos, tal vez por servirse de corresponsales perezosos o
poco duchos en la materia, no ha seleccionado con grande
acierto los que incluyó como más admisibles en el catálogo
oficial.
En la 14a edición figuran solamente 138 cubanismos, de
los cuales, muy cerca de la mitad son de escaso interés o de
uso poco extendido. Cuando menos, a la mayoría de los cuba-
nos y de los extranjeros conocedores del país, les sorprenderá
por uno u otro motivo ver que la R. A. recoge las siguientes
voces cubanas: aguaitacaimán (ave), balay (plato de madera
para aventar el arroz), bongo (lancha para atravesar ríos),
castrón (puerco grande castrado), cotunto (el ave sijú), cusubé
(dulce de yuca), chapurrado (bebida refrescante), chote (el
chayóte, que sólo algún rústico dirá de esa manera), jeniquén
(el henequén, como dicen el noventa por ciento de los habi-
tantes del país), libra (tabaco de superior calidad), muleque
(negro bozal de siete a diez años), punto, (hoja pequeña de ta-
baco de aroma exquisito), quebrado (hoja de tabaco aguje-
reada, pero de superior calidad), sombrero jíbaro (el tosco
(1) cLa defensa del lenguaje» - 'El Imparciah, 1916.
usado por campesinos), taita (tratamiento para con los ancianos
negros), torería (íravecurs, do muchachos) y otras.
En cambio pasarían de quinientas las voces cubanas per-
fectamente csatelianizables, apoyadas per el uóo extendido
a fuera de ía Isla, en algunos casos.
Por que se vea con más precisión la claridad de este aser-
to, remitimos al lector a la siguiente lista de
Cubanismos aceptados pos? la Ps. R.
R
Ácana (2 acep.)
Agracejo.
Aguailaeaimán.
Agu;;jí.
Aguinaldo.
Alecrín.
Alijo.
Amor al uso.
Arabo.
Árbol de la cera.
Arribazóa.
Ateje.
Aura.
Auroro.
&
Bajareque.
Bajonado.
Balandro.
Balay.
Barbero.
Batey.
Bayamés, sa (2 acep.
Bayú.
Bayúa.
Bongo.
Boniatillo.
Boruga.
Bramadero.
Cabalaría.
Cafiroleta,
Calimba.
Calimbar.
Gamao.
Caney (2 aoop.)
Cantúft.
Capadura.
Castrón-
Catauro.
Coco.
Contracandela,
Conuco.
Cordel.
Cdtunto.
Cubano, na (2 acep.)
Cuje.
Cusubé.
CH
Champola.
Chapear.
Chapurrado.
Chimo jo.
Chino, na.
Chote.
Chotear.
D
Desbotonar.
Empilonar.
Entroncar (2 acep.)
Entronque.
Guagua
Guagus (áe)
Guajirfi.
Guajiro, ra.
Guatiní
Guizazo.
Molejón.
Molote.
Morrocoy.
Morrocoyo.
Muleaue.
Negrada.
Niño, ña.
Ñañigo, ga.
Ochavón, na
n
n
Habanera (2 acep.)
Habanero, ra (2 acep.
Habano.
Habano, n.-.
Hierba de limón.
Jeniquén.
Libra,
Limón (adj.)
Mas^co, oa.
Macana.
Maguey.
Majá.
Majagua,
Majagual
Mancuerna.
Manigua.
Mariposa.
Matancero, ra (2 acep.)
Pajón.
Pajonal.
Palma real.
Panudo.
Pasadero.
Pardo, da.
Perico.
Periquito.
Punta.
Q
Quebrado.
Qu imbombo.
Quina de la tierra.
Refacción.
Retranca.
Retranquero.
Rosa francesa.
S
Sabicü.
Sambumbia.
XX
Sambumbiería.
Trinitario,
ria (2. acep.
Santiaguero,
ra (2 acep.)
Serventía.
V
Socucho.
Sombrero jíbaro.
Vega.
Veguero.
T
Y
Taita.
Tejamaní.
Tocororo.
Tolla.
Yagua.
Yerba de 1
Yuraguano.
imón.
Torería.
z
Torre.
Trepadera.
Trillo.
Zacateca.
Zapata.
Ahora bien, cuando tantas voces castizas están sin recoger
por la R. A., muchas de las cuales, por tener frecuente uso
en Cuba, figuran en este VOCABULARIO, no van a tener más
suerte los muchos americanismos, cuyo uso no descieñan las
personas ilustradas.
El tercer punto de apoyo en que descansa este VOCABU-
LARIO CUBANO, si bien mucho más débil que los anteriores,
es la "Lexicografía antillana'", del eminente legista y nota-
ble historiógrafo don Alfredo Zayas.
Es libro de indiscutible mérito. Perdido el idioma de los
aborígenos antillanos, que careció de forma gráfica, sólo que-
dan unos cuantos vocablos dispersos, escritos a la manera
castellana en los escasos libros de misioneros, exploradores,
naturalistas, etc., que de España vinieron a civilizar y es-
tudiar la poco antes descubierta América. Esas pocas voces
y las desde entonces conservadas en denominaciones topo-
gráficas, son las que el señor Zayas ha recopilado y estudiado,
presentándolas en un catálogo extenso, en cuanto cabe, con
originales apuntaciones filológicas y disertaciones amenas.
De poco nos ha servido este meritísimo libro: nada más
que para, con la autoridad de su autor, poder indicar cuáles
XXI
voces tienen origen caribe, salvo muy contados casos que se
han escapado al estudio del señor Zayas, y son aquellos en
que omitimos su nombre, cual se verá en el texto.
Como estudio filológico de un idioma perdido, no podía
ser el del señor Zayas obra perfecta, por lo mismo que resul-
ta poco menos que imposible discernir en la evolución del
lenguaje indio, después de llegados los españoles, las voces
indias auténticas, y las que hayan resultado de la consiguiente
mezcla con el castellano.
Por eso muchos filólogos americanos, al estudiar los idio-
mas o dialectos indígenas, particularmente aquellos de que
se conservan sólo voces sueltas, incurren frecuentemente en
el error de acreditar de vocablos indios sencillas corruptelas
olvidadas del romance, traídas por el pueblo colonizador o
formadas aquí en mezcla con las lenguas autóctonas, ya por
los indios, bien por los españoles.
Un estudio detenido y serio sobre la materia probaría lo
dicho con múltiples ejemplos, y vamos a presentar con ese
objeto algunos casos.
Manió y neo, que Zayas clasifica de voces caribes, son sen-
cillas corrupciones de voces castellanas: manió, forma po-
pular de manido, derivado de manir (verbo de origen latino);
y nea, de anea o enea, que acaso hasta designe la misma especia
de hierba.
Un caso de otro orden, se ofrece con ia voz tayuyo, también
palabra caribe según Zayas, que a nuestro parecer se formó
así: del castellano hallullo, el andalucismo jallullo y de aquí
el cubanismo tallullo, corrompida la 11 en y para formar
tayuyo.
Estas disquisiciones no quitan méritos a ninguna obra de
la naturaleza de la escrita por Zayas; antes al contrario, son pal-
pable demostración de que la materia es más embrollada de lo
que pudiera parecer.
Hay un ligero punto en que discrepamos del señor Zayas,
si acaso no ha cambiado después de criterio, cual imagina-
mos, y es en que estime obra imperfecta la del señor Pichardo,
por no haber incluido las voces geográficas cubanas. Sacamos
esto a colación, porque el mismo juicio pudiera formarse de
este VOCABULARIO, donde tampoco figuran esas voces. Y es
que las voces geográficas sólo tienen cabida en un Diccionario
geográfico o enciclopédico, o destinado especialmente, como
el del señor Zayas, a reunir los vocablos de una lengua des-
aparecida en su mayor parte. El Diccionario de don Esteban
Pichardo y este VOCABULARIO recogen las voces d^l len-
XXII
guaje corriente, a la manera del de la R. A. y otros mu-
chísimos.
De admitir nombres de ríos, montes, etc., ¿por qué no los
de personas? Convendrá el señor Zayas en que no caben ni
los unos ni ios otros, porque ambos son nombres propios, es-
peciales, particulares.
Entre otros libros consultados en nuestras investigaciones,
merece particular mención, como catálogo general, el "Pe-
queño Latousse ilustrado", de Toro y Gisberi, el cual es, sin
disputa, el Diccionario que mayor número ele americanismos
reseña, y da pie en algunos casos para estimables orientacio-
nes. Al de Salva le debemos, como al monumental de Monta-
ner y Simón, excepción hecha del Apéndice indicado, alguno
que otro dato de escasísimo interés para nuestro objeto. Y
en los demás libros de este orden consultados... nada nuevo.
Entre las obras de carácter particular de que nos hemos
servido en lo posible están las "apuntaciones críticas sobre
'el lenguaje bogotano", de Cuervo.; el mejor libro que se haya
escrito sobre lexicografía americana. ¡Lástima grande que no
haya de cada país en América un libro siquiera parecido! Al
buscar en esta hermosa obra, pletórica de ciencia filológica
y erudición, afinidades con el léxico cubano, pocos datos ob-
tuvimos, pero, en cambio, so nos han revelado no pocos secre-
tos de nuestro idioma.
Otro libro muy aceptable es "El castellano en Venezue-
la", de Julio Gaicano, al que debemos alguna que otra noticia.
Otro más, que merece recuerdo y aplausos, es el "Vocabulario
criollo-español, sud-arnerieana" , por Ciro Bayo, que, si bien
peca de conciso en algunos artículos y está pidiendo mayor
extensión, pues no pasarán de tres mil las voces reseñadas,
y en "Sud-américa" hay mayor número, prestará buen ser-
vicio en la confección de cualquier Diccionario provincial de
América, y es una de esta clase de obras mejor acabada^.
Las demás, sinceramente confesamos que ningún servicio
nos han prestado, dada la diversidad de léxicos en la Amé-
rica española; y algunas que piadosamente no citaremos, sobre
argentinismos y quicheísmos, en pago al tiempo que nos han
robado, las condenaríamos a la pena que señaló el cura a ios
libros, de Don Quijotp.
Z-CÍÍI
Con los materiales tomados de todas las fuentea citadas,
sería imposible de tocio punto confeccionar este VOCABULA-
RIO CUBANO; así, pues, hubimos do recurrir a un manantial
fecundísimo, inagotable, c! ol que ña suministran todos los
diccionarios de todas lias lenguas: me refiero al lenguaje del
pueblo, del vulgo, que es el filólogo por excelencia. Podemos
asegurar que de ¡arios del pueblo hamos tomado al oído,
más de la cuarta parte de las voces contenidas en .este VO-
CABULARIO, y que aparecerán en su casi totalidad definidas
por primera vez, con las acepciones que aquí tienen.
No serán pocos los vocablos que se nos hayan trascone-
jado, sin contar los que no hemos querido recoger por tratarse
de modismos muy' locales, de limitada extensión, pues ca-
sualmente se traía de un pueblo, si cubano, en el que parece
haber individuos que inventan palabra para bu uso parti-
cular-, o familiar, cuando más.
Nuestro esfuerzo encaminóse a recoger el mayor número
de las voces o acepciones generalizadas, aunque hayamos es-
tado muy lejos de babor agotado la materia
No obstante el inmenso caudal de modismos mezclados
en el habla corriente, Cuba es uno de los países hispano-
americanos donde está menos corrompido el castellano, cual
se puede observar en la prensa diaria, dejando a un lado
aquello que invade el campo de la Retórica, y que no se re-
laciona con nuestro objeto del momento.
Para estudiar y clasificar con acierto este lenguaje del
pueblo de América española, sería indispensable, de todo pun-
to, el auxilio de un diccionario cuya confección echará de
menos el que emprenda la recopilación de un léxico particular
o general americano: aludo al que catalogue los andalucismos.
Multitud de voces americanas son corruptelas o deriva-
ciones de andalucismos, algunos de los cuales ya habrá arrin-
conado el desuso en esa región española.
Andaluces fueron los primeros exploradores y coloniza-
dores de América, y andaluces que trajeron en el idioma
muchas voces populares o vulgares, porque del pueblo o vulgo
salieron aquellas gentes. Por lo tanto, el origen de muchas
voces tenidas por americanas genuinas lo tendrán segura-
mente en Andalucía.
XXIV
Aludiendo a esto, dice Cuervo (1) muy atinadamente: "SI
día que tengamos un diccionario de andalucismos, hallaremos
maravillas los americanos". Y el eximio filólogo Cejador ase-
gura haber coleccionado, en una excursión de cuatro meses
por Andalucía, más de seis mil voces castizas no recogidas
por la R. A. hasta la 13," edición inclusive del Diccionario.
Por lo expuesto, ya se supondrá que no es fácil cosa acre-
ditar a cada vocablo de uso én América su partida bautismal.
Y en cuanto a Cuba particularmente se refiera, no estarían
de más los diccionarios del gallego y del bable.
No obstante esa escasez de fuentes para la buena clasifi-
cación, por el origen de las voces» ésta es de tal modo necesa-
ria, a juicio nuestro, que con todos los errores consiguientes
la preferimos a la ausencia total, y de aquí que hayamos
acometido la tarea, cual más arriba se dice, y es ocasión de
que expliquemos el método seguido.
Hacemos solamente tres distinciones de voces, a saber:
cubanismos, las de origen cubano, aun cuando se haya exten-
dido el uso fuera de la Isla; americanismo?, las de uso en
Cuba nacidas en otra nación americana, cualquiera que sea,
o de uso general en América, y comunes, las de origen caste-
llano con uso en España y América.
De los cubanismos, van señalados con un asterisco ante-
' puesto los aceptados por la R. A.; y en cuanto a los ameri-
canismos y voces comunes, se incluyen sólo en este VOCA-
BULARIO los no aceptados por esa respetable Corporación.
Véase la siguiente
(1) Obra citada, articulo !
XXV
LilSTA DE VOCES
CONTEHlDñS E$ ESTE VOCABULiA^IO
A
B
C
GH
B
É
F
G
H
I
J
K
L
LL
H
N
Ñ
O
P
Q
H
S
T
U
V
w
Y
Z
Catebismoa
466
421
943
48,
108
230
180
524
88
32
234
2
150
9
536
66
24
44
601
39
265
235
293
21
132
432
49
6005
AráSíkasismos
54
25
74
17
14
44
35
38
9
4
18
57
7
4
36
2
14
19
20
513
Comunes
23
i4
29
9
35
26
13
14
5
16
3
1
5
24
3
1
9
27
1
21
16
4-2
310
TOTAL
543
460
1046
20b
157
300
228
576
102
52
255
3
160
9
617
76
29
53
664
42
300
270
3'25
23
142
1
433
56
(i) 6828
(1) De estas 6.828 voces o acepciones, sólo figuran unas 3.600 en el Dicciona"
rio de Pichardo.
XXVI
La tabla que antecede habrá dado una idea al lector de
nuestro trabajo; sólo deseamos añadir que en esa clasificación
hemos procurado poner nuestro mayor interés en el acierto,
y ello io probarán las dudas esparcidas en algunos lugares
del testo; de los errores en que hayamos podido incurrir,
más paternidad correspe nú era a la escasez de fuentes que a
cuanto de nuestra voluntad y estudio ha dependido. Y a obrar
con gran cautela, para no dar por cubanismo una vos caste-
llana o por castellana un americanismo, no3 ha movido en
gran medida el recuerdo de las acerbas censuras que ha sus-
citado el señor- Tobías Garzón, con su célebre por lo dispa-
ratado " Diccionario argentino'", deudo se acreditan de argen-
tinismos, no sólo voces aceptadas por la R. A., sino algunas
que se encuentran en "El libro del buen amor".
En cuanto a las voces llamadas comunes, cabe advertir
que no todas son dignas de recoger por la R. A. Hay entre
ellas algunas que son corrupciones groseras del buen hablar
o vocablos galachos generalizados innecesaria y censurable-
mente en España y América española, si bien es verdad que
la inmensa mayoría son tan acreedoras a figurar en el Diccio-
nario académico, como las ya catalogadas en el.
*
*
Del abuso en inventar vocablos o modismos, cometido por
el pueblo, darán idea los siguientes ejemplos:
Al duro de plata se dice bolo, boleto, disco, tolete, rufo,
maraca, machete, rueda, tulipán, guayo, gaayacán, estrella
(el de moderna acuñación cubana), machacante (dicho también
en la jerga gitana), ojo de buey (que dice también el popula-
cho español), y aún presumimos que algún nombre más se
verá en el cuerpo del VOCABULARIO, no recordado de mo-
mento por nosotros.
De ramera hay estos equivalentes: sapo, cuero, venado,
chema, bacalao, pescado, picuda, casco, serrucho (alusión al
pez de ese nombre), pellejo y cebolla (ambos nombres usados
en España también).
A la peseta se dice bomba, chapa, tapa, guana,, caña, per-
jura y beata (que se oye al pueblo español también).
Ei vulgo es en todas partes infatigable inventor de voca-
blos, y si con respecto al de América tenemos además en
cuenta el caudal de voces usuales, tomadas a los indios, no
XXVII
parecerá exagerado que se dija con Toro y Gisbert (i) "que
un diccionario de americanismos completo ha de constar de
más de cincuenta mil voces o acepciones distintas".
Gont- rayéndonos al léxico cubano, se podrá ver ea la tabla
de voces inserta en la página XXV que la afirmación es muy
atinada, puesto que Cuba contribuiría a esa cifra con 6.005
acepciones propias.
Al decir "voces propias'1, hemos de advertir que para
componer este VOCABULARIO, nc hemos procedido melin-
drosamente, cual tratan de imponer algunos, con un crite-
rio más de moralistas quisquillosos que de filólogos. Entien-
den ellos que un diccionario no dale recoger las voces desde-
ñadas por los puritanos del buen hablar, ni mucho menos-
las groseras u obscenas. Y entendemos nosotros, con el apoyo
de íos que probablemente conocen mejor estas cuestiones,
que en un diccionario, particularmente si es provincial, deben
entrar cuantas voces autoriza el generalizado use, sean
aristocráticas o plebeyas, delicadas o repugnantes, que para
algo es diccionario. Quien lo confecciona, no cumple con el
deber que tal empeño le impone, si por escrúpulos a intercalar
voces groseras de uso general, defrauda luego las esperanzas
de quien pretende conocer ios significados. Al hacer un dic-
cionario, el autor se impone el deber filológico y social de
advertir qué voces son cié buen uso, cuáles sen impropias y
sus razones, y cuáles merecen condenación por obscenas u
otras causas; pero todo otro proceder será arbitrario, hijo
de una opinión caprichosa, o como muy bien dice Gejador,
una de nuestras menos discutibles autoridades lingüísticas y
filológicas, se obraría con un "criterio aristocrático a la an-
tigua". Y en oíro lugar (2), dice este eximio crítico: "...cuales-
quiera palabras que siendo del terruño suenen en labios de
españoles o americanos... Todas pertenecía al tesoro del idio-
ma castellano, y el idioma es el alma de la raza".
Así, pues, nosotros hemos catalogado toda voz generaliza-
da, agradable o repugnante, cuya existencia haya llegado a
conocimiento nuestro, y cumpliendo íos deberes que nos pa-
recen ineludibles en este caso, la voz que suena obscena o
groseramente la hemos calificado de vulgar o muy vulgar, si
no es que nos ha merecido, al tiempo, alguna otra censura,
como se podrá ver en algunos casos del texto.
(1) mLos nuevos derroteros -leí idioma', página 288.
(2) «Pasavolantes* -- Madrid, 1912 -página 252.
XXVIII
A todos cuantos se dignaren ojear o consultar este VOCA-
BULARIO, debemos advertirles, que no hemos tenido en cuen-
ta, al catalogar cada voz. los generalizados defectos de la
prosodia cubana, salvo en muy raras excepciones.
Esos defectos prosódicos de mayor importancia, y que de
tenerlos en cuenta fuera tan extenso este libro como el de la
R. A., son el empleo de la s en los sonidos ce, ci, y za, zo, zu,
común a gran parte de América; la confusión de la í y la r,
bastante generalizada en el pueblo, pues que suele oirse alma
por arma y arma en vez de alma; la corrupción de la h en ;',
muy frecuente entre campesinos, y !& de la y en 11 o viceversa,
o de esas dos letras en ñ, cual en el caso de la voz india yapa,
que degeneró en llapa y luego en ñapa.
Otras formas prosódicas naturales y frecuentes en donde-
quiera que se habla castellano, son afines a la de omitir la d
en las terminaciones ado, edo, ido, udo, particularmente en la
primera forma, que no ha de confundirse con la terminación
ao de algunas voces caribes, como camao (paloma salvaje) y
Marianao (población).
Son también frecuentes incorrecciones propias de gente
rústica, las cuales se oyen también en España, como haiga
por haya, alcontrar por encontrar, diferiencia por diferencia,
hadré por haré, sobre todo en muchos tiempos de verbos irre-
gulares, pues hasta en la prensa no falta quien escriba asóla
en vez de asuela.
De otra índole, son defectillos ciertos diminutivos de vo-
ces que por el concepto no los admiten en lenguaje correcto,
como por ejemplo nadita, ahorita, enseguidita, etc., o los di-
minutivos mal formados, cual naditica o naitica y ahoritica.
Estas formas son usuales también en otros países americanos,
como igualmente, aunque menos extendida, la de los aumen-
tativos en ísimo, (sima con otro sí antepuesto, que usurpa el
acento, por lo que se oye : buenisísimo, por bonísimo, y her-
mosisísima en vez de hermosísima, en cuyos defectos no es
raro que incurra hasta gente de porte elegante.
Algunos de esos diminutivos van reseñados en el cuerpo del
VOCABULARIO, por ser tan usuales como la voz originaria.
Otras faltas son menos notables, y, como las expuestas,
caerían de lleno en él estudio de la gramática y no de un dic-
cionario, que es la cuestión presente.
XXIX
Al final del cuerpo de este VOCABULARIO ponemos tres
Apéndices: uno de frases, otro de refranes, y de nombres pro-
pios en estilo familiar, el tercero.
Podríamos haber intercalado frases y refranes en el texto
general, como lo efectúa la R. A., pero aunque para un diccio-
nario general nos parece método excelente, no así para un
diccionario particular o provincial, en el que la mayoría de
las voces carecerán de frases particulares y de refranes, por
lo que ésas y éstos andarían como perdidos, con lo que no ga-
narían la amenidad que tienen en grupo.
Además, en Apéndices, podrán ser aprovechados más fá-
cilmente por los coleccionistas, y continuar la recopilación;
pues tanto en esto como en el VOCABULARIO estamos muy
distantes de creer que hayamos agotado la materia y realizado
labor definitiva y acabada.
Entre las frases, algunas habrá que no sean genuinamen-
te cubanas, y sí americanas o castellanas, cual indicamos en
algunas, pero en todo caso están incluidas, por ser muy usua-
les en Cuba y no estar recogidas por la R. A.
En cuanto a los refranes, hemos procurado circunscribir-
nos a los de pura cepa criolla, porque son infinidad los caste-
llanos, con uso o conocidos en Cuba, y que no están admitidos
por la R. A. Van incluidos algunos, muy pocos, castellanos,
por el frecuente uso que aquí tienen, y si otros tenidos en el
Apéndice por cubanos resultaren castellanos, téngase enten-
dido que no ha sido nuestro propósito cambiarles la paterni-
dad, y recuérdese que no nos presentamos como infalibles.
Respecto a los nombres propios en estilo familiar, hemos
recogido los más vulgares solamente, sin especificar origen,
puesto que, si bien se mira, el origen en este caso estriba en
el capricho, y éste es común a América y España y los otros
pueblos de la Tierra.
Como es nuestro propósito subsanar los errores y reparar
las omisiones en que hayamos podido incurrir al efectuar
esta fatigosa tarea, agradeceremos muy de veras cuantas in-
dicaciones se nos hagan, vengan de donde vinieren y en la
forma que lo estime más adecuada cada cual, ya pública,
bien privadamente, en forma de consejo o en tono da censura;
todo ello se dirigirá a un üo único: el de perfeccionar este
libro, que es mi mayor deseo.
Todo mi saber no ha podido presentar mejor ni mis aca-
bado este trabajo. Para mí no tiene deficiencias, porque no
las encuentro, pero aseguro tía antemano que ha do contener
muchas, y cuantas se me indiquen, por fuerza tendré que
agradecerlas; pues ningún padre ve todos lot^ defectos de un
hijo, y no hay padre que* no quiera la perfección misma para
éí. Esto mo sucede a mí con este hijo mío, sólo que yo estoy
convencido de que en una obra de esta aaturaleaa, sería poco
menos que un milagro, cosa impropia de estos tiempos, que
no apareciese aquí y allá la imperfección, para que no se
olvide por un momento qya 1& engendró un hombre como
todos los demás.
En tus manos queda, pues, lector indulgente, este humilde
trabajo mío, por cuyo extenso prólogo te pido mil perdones.
EL AUTOR.
TABLA DE ABREVIATURAS
acep acepción.
adj , . adjetivo.
adv. adverbio y adverbial.
Amer Americanismo.
aniie anticuada.
Bot Botánica.
cast. castellano.
Cúb Cubanismo.
Dic Diccionario.
epic epiceno,
esp especie.
Et Etimología.
F Familia.
f femenino.
fam familiar.
fig figurado.
ínter j interjección.
loe. . locución.
m masculino.
mod. adv. ....... modo adverbial.
pl plural.
p. p participio pasivo.
R. A. . . . . . . . . Real Academia de la
Lengua.
subs substantivo.
v. a verbo activo.
v. n id. neutro.
v. rec id. recíproco.
v. ref id. reflexivo.
vulg vulgar.
Zool Zoología.
* (asterisco). Va antepuesto a los cubanismos que
acepta la R. A.
xxx.y.w.wx.w.w.w.'www.w.®
A
ABAC
ABARÍt
Aba. Cub. m. — Arbusto que se
desarrolla silvestre en las
costas y terrenos bajos de
la isla de Pinos, elevándose
hasta cuatro metros; a sus
hojas se atribuyen cuali-
dades medicinales contra la
parálisis. También se lla-
ma abas, y algunos escriben
haba. (Bot. F. Euforbiáceas.)
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Ababuy. Amer. m. — Arbusto
silvestre,. especie de ciruelo,
con abundantes abrojos o
espinas, escaso en Cuba.
(Bot. esp. Ximenia america-
na, Lin.) (Et. Voz caribe,
Zayas).
Abacora. Cub. f. — vulg. — Es
corrupción de "albacora", y
tiene el significado que le
da la R. A. a esta voz.
Abacorar. Amer. v. a. — Poco
uso en Cuba. — Acometer em-
presas con marcado atrevi-
miento; acaparar en los ne-
gocios con reprensible am-
bición.
Abacorar. Cub. v. n. vulg. —
En el baile, acercarse a la
pareja en forma deshonesta
y con movimientos obscenos.
Abadejo. Amer. epic. m. — Pez
abundante en los mares an-
tillanos, que no tiene nada
de común con el bacalao. Es
de color bruno con franjas
más claras, excepto en la
cabeza, las aletas nadadoras
del color general, la pecto-
ral bordeada de negro, así
como la punta de la ven-
tral, y la dorsal tirando a
verde; labios de color verde
amarillento, y el iris negro
con un anillo dorado. Es un
bocado sustancioso. Hay
otras especies más raras.
(Zool.F. Serránidos; esp. Tri-
sotropis inter stitialis, Poey).
Abalaustrar» Común, v. a. —
Poner balaustres o figurar-
los.
Abaílado. Cub m. — desusada.
— En los bosques, el lugar
donde se notan ramajes
quebrados y matorrales
abatidos, por efecto de ha-
berse acostado animales, o
haberlo tomado los leña-
dores para descanso de sus
tareas. (Et. De "aballar").
Abandonadamente. Común.
adv. — Con abandono.
Abarrotada. Cub. f.-Una for-
,1
ABflJ
ABOG
ma particular del juego co-
nocido por "malilla". Tiene
los usos castellanos.
Abarrotar. Cub. v. a. — En el
juego abarrotada, la acción
de ganar a los otros juga-
dores con naipes inferiores
a todos o a algunos de los
de ellos. Tiene las acepcio-
nes castellanas.
Abarrote. Cub. m. — La ac-
ción y efecto de abarrotar
en el juego íiamado aba-
rrotada.
Abas. Cub. m. — El arbusto
aba. Véase.
Abastero. Amer. m. — En al-
gunas localidades, el indi-
viduo que abastece de gana-
do, frutas, hortalizas, etc.,
a una población. En Chile
tiene generalizado uso esta
voz. (Et. De "abastecer").
Abatido, da. Cub. adj. — Aplí-
case por la gente de mar a
los atados de tablas para
cajones, pipotes, etc. Tiene
las acepciones castellanas.
Abeja criolla. Cub. epic. f. —
Véase abeja de la tierra.
Abeja de la tierra. Cub. epio.
f. — Tipo de abeja parecido
al común, que sólo mide
unos diez a doce milíme-
tros, de aguijón casi inofen-
sivo, que se cría silvestre
en las rocas y bosques; su
miel es menos aromática
que la común, más oscura
y recargada de alcohol. Pro-
duce dos clases do cera : la-
cre de colmena y cera vir-
gen o prieta; aquélla es ne-
gruzca y dura, ésta más
blanda. Con la primera
construye unas celdillas
para criar los hijos, en las
que deposita una sustancia
acidosa que los campesinos
llaman cagadilla. Otros di-
cen abeja criolla. (Zool. esp.
Melipone cúbense).
Abeja de Castilla. Amer. epic.
f. — La importada de la Pe-
nínsula primitivamente.
También se llama abeja de
España.
Abeja de España. Atraer, epic.
f. — Véase abeja de Castilla.
Cub. m. — Árbol distin-
to al descrito con este nom-
bre por la R. A., que es
una especie indígena, cul-
tivada como ornamental por
su hermoso follaje y bellas
flores. Hay varias especies;
una de ellas es el abey ma-
cho. Véase. (Bot. F. Bigno-
nidceas; esp. Jacaranda sa-
groaana, D. C.) (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Abey hembra. Cub. ín. — El
árbol moruro abey. Véase.
Abey macho. Cub. m.— Una
especie del abey cubano,
también indígena y cultiva-
da como ornamental, que
alcanza un altura de 20 me-
tros y suministra buena
madera blanca, empleada
en carpintería gruesa. (Bot.
F. Bignoniáceas ; esp. Jaca-
randa cosrulea, Gris.)
Abigarramiento. Común, m.-
Acción y efecto de abiga-
rrar.
Abogado de sabana. Cub. m
_fam _E1 que lo es úni-
ABRÍ
— 3 —
camente si lo acredita con
el título académico. Tam-
bién se llama así al indivi-
duo que, siendo lego, alar-
dea de profundos conoci-
mientos en cuestiones judi-
ciales.
Abombado, da. Cub. adj. y p.
p. — Aplícase a las frutas re-
blandecidas e insípidas, o
sea fofas. Tiene los usos
castellanos.
Abombarse. Cub. v. ref.— La
fruta que sin pudrirse pier-
de su peculiar sustancia y
se pone fofa. Tiene los usos
castellanos.
Abonuco. Cub. m. — La rodi-
lla o rodete de trapos, hier-
ba, etc., que se pone en la
cabeza para transportar bul-
tos. También se dice abu-
nuco y babonuco. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Abosadtíra. Cub. f. — Acción y
efecto de abosar. También
se dice, aunque menos, abo-
camiento.
Abosamüento. Cub. m. — Lo
mismo que abosadura.
Abosar. Cub. v. a. — En las
riñas de gallos, el acto de
reanimar al gallo cansado
de luchar, para lo que se
apela hasta el chupar la
sangre de las heridas.
Abrandecosta, Cub. m. — Ár-
bol silvestre que se desarro-
lla en la región occidental,
de madera obscura, dura y
fina. (Bot. F. Malpigiáceas;
esp. Bunchosia nítida, D. C.)
Abrirse. Cub. v. ref. — flg. y
vulg. — Marcharse de un lu-
gar con disimulo y precipi-
tación. Es sinónimo de co-
rrerse y rajarse, en el mis-
mo vulgar lenguaje. Tiene
la acepción castellana.
Abrojo. Cub. m. — La especie
común descrita por la R.
A.; y se conocen en Cuba
otras especies diversas de
plantas con ese nombre ge-
nérico y un aditamento par-
ticular de cada una, como
se verá.
Abrojo amarillo. Cub. m. -Ar-
busto silvestre rastrero de
hojas compuestas, flores
amarillas, de donde toma
nombre, y fruto en cáp-
sula, cuya vestidura al se-
carse, quiébrase en segmen-
tos que se arrollan y endu-
recen a manera de agudas
espinas. (Bot. F. Cigofileas;
esp. Tribulus cistoides ,
Lin.)
Abrojo dfe Florida. Cub. m.-
Ar'bol indígena de corta ele-
vación, con espinas negruz-
cas axilares, hojas peque-
ñas, flores rojas, solitarias
y fruto esférico. (Bot. F.
Cácteas; esp. Pereskia por-
tulacce folia, Haw.)
Abrojo de piedra. Cub. m. —
Arbusto silvestre de madera
dura aunque porosa, de co-
lor amarillo sucio.
Abrojo terrestre» Cub. m. —
Arbusto espinoso, perenne,
algo mayor y semejante al
abrojo amarillo, de flores
moraduzcas, y cuyas hojas
sirven de pasto al garlado.
ACAC
— 4
ACAN
Boí. F. Cigofileas; esp. Tri-
bulus maximus, Lin.)
Abaje. Cub. epic. m. — Dimi-
nuto insecto, especie de pio-
jillo de ocho patas, color
anaranjado subido, que mi-
de un milímetro o menos,
se desarrolla en los vegeta-
les, cuya picada es aguda
y muy mortificante. Algu-
nos creen, erróneamente,
debido a su tamaño imper-
ceptible, que este insecto se
introduce debajo de la epi-
dermis. Otros dicen babuje
(Zool. Clase Arácnidos; or-
den Acáridos). (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Abonuco. Cub. m. — Véase
abonuco. (Et. Voz caribe,
según Zayas).
Aburrido, da. Común, adj. —
Lo mismo que fastidioso,
cansado, que aburre: "Una
sesión muy aburrida.'"
Abutilón. Cub. m. — Planta
apreciada en jardinería.
Hay varias especies que re-
ciben nombres particulares,
como escoba cimarrona,
malva de caballo y malva
de cochino. (Bot. F. Malvá-
ceas; esp. Abutilón pedun-
culare, Kth).
Acacia. Cub. f. — No es la aca-
cia común de la R. A. Véa-
se piñón amoroso.
Acacia mimosa. Cub. f. — Va-
riedad o especie de la ver-
dadera acacia. Árbol muy
elevado, de hojas que pre-
sentan la particularidad de
encogerse a la acción del
tatto, de donde toma el
nombre, de madera dura y
correosa, cenicienta con ve-
tas blanquecinas, utilizada
en carpintería rural. (Bot.
F. Leguminosas; esp. Mi-
mosa púdica o sensitiva).
Acajú. Cub. m. — En algunos
lugares de la región orien-
tal, se dice a la caoba. (Et.
Voz india).
Acaloradamente., Comú n. adv.
— Con acaloramiento: "Dis-
cutían acaloradamente."
Acaíorado, da. Común, adj. —
Lo mismo que vehemente,
fogoso: "Discusión acalo-
rada. "
* Ácana. Cub. m. — Árbol indí-
gena y silvestre de tronco
recto, que alcanza unos diez
metros, de hojas ovales, rí-
gidas, coriáceas, que produ-
ce una fruta sustanciosa
más pequeña que el zapote,
y cuya madera es una de
las más estimadas de Cuba
para construcciones rústi-
cas y navales, por su inco-
rruptibilidad y dureza, a
cuyas cualidades une las de
sonoridad, notable peso y
color rojizo hermoso. Hay
otra especie. Es de adver-
tir que la R. A. no reputa
de cubana esta voz, pero lo
es, indiscutiblemente, pues-
to que se trata de una plan-
ta indígena con nombre ca-
ribe. (Bot. F. Sapotáceas
esp. Labourdonnaisia alber-
cens, Benth). (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
*Ácana. Cub. m. — Madera del
ACEB
— 5 —
ACEI
árbol anteriormente descri-
to.
Ácana de costa. Cub. m. — ■
Otra especie semejante,
también de buena madera,
que se desarrolla en el lito-
ral. (Bot. F. S.; esp. Mimu-
sops dissecta, R. Br.)
Acántoiis. Cub. epic. m. —
Reptil, apenas conocido, que
tiene el lomo cubierto de
una especie de tubérculos
puntiagudos.
Acaráira. Cub. epic f. — Co-
rrupción campesina de la
voz caraira. Véase.
Acaro de moho. Cub. m. — Va-
riedad del acaro, que ataca
las hojas y frutos de las
plantas. (Zool. Clase Arác-
nidos; orden Acáridos; esp.
¿Eriophyes bleivarus?)
Acartonado, da. Común, adj.
— Denota consistencia de
cartón: "El exceso de al-
midón deja la ropa muy
acartonada" .
Accesoria. Cub. f. — flg. y fam.
— Por extensión, dícese a
toda vivienda de aspecto
mísero, si radica en pobla-
ción. (El Sr. Pichardo in-
cluye esta voz como cuba-
nismo, con su significado
propio en castellano, que
data, cuando menos, del Si-
glo de Oro).
Acción. Cub. f. — antic. — Se-
gún Pichardo, la cantidad
de terreno equivalente a
125 pesos de propiedad en
las haciendas comuneras.
Acebo criollo. Cub. m. —
Véase acebo de la tierra.
Acebo de la tierra. Cub. m.
— Nombre que se le da en
Cuba al acebo común o una
especie muy semejante, ma-
derable y de hojas medi-
cinales. También se dice
acebo criollo.
Acedía. Amer. epic. f. — El pez
conocido por este nombre
y más por "platija" en cas-
tellano; pero esta especie
americana tiene los ojos en
el lado izquierdo, que es de
color pardo con viso amari-
llo y manchas negras, con
las aletas unidas y de este
color. No es mal bocado.
(Zool. F. Pleuronectidos;
Symphurus plagusia,Bloch.)
Acediana. Cub. f. — vulg. —
Así dicen algunos al ama-
ranto o moco de pavo, por
corrupción de arcediana,
que es el cubanismo co-
rrecto.
Aceite de corólo. Amer. m.-
El extraído del fruto de
esta palma.
Aceite de palmiche. Amer.
m. — El obtenido del fruto
de algunas palmas, particu-
larmente la palma real; es
suave, condimenticio y no
se pone rancio.
Aceite de palo. Cub. m. —
Véase bálsamo de copaiba.
Aceitero. Cub. m. — Árbol
silvestre de madera fuerte,
pesada y amarilla, aprecia-
ble en ebanistería por su
fino grano.
Aceitillo. Cub. m.— Árbol sil-
vestre, de madera resisten-
te y pesada, ele color ama-
A COS
— 6
ACHÍ
rilloso, no tan bonito como
el del anterior, y con vetas
oscuras. De este árbol y el
que precede no hemos po-
dido encontrar las clasifi-
caciones botánicas.
Aceituno, na. Amer. adj. —
Empléase en lugar de "acei-
tunado, da" (que es la forma
correcta), particularmente
al aplicarse al ganado de ese
color de aceituna.
Aceituno silvestre. Cub. m.
— El árbol antillano más
conocido por "aceitunillo",
y que describe la R. A.
Acelerado, da. Común adj. —
Lo mismo que rápido :
"Marcha acelerada".
Acoma. Amer. m. — Árbol o
arbusto abundante en las
Antillas, aunque escaso en
Cuba, de hojas alternas y
aserradas, flores axilares en
racimos y raíces astrin-
gentes. Hay varias especies,
que acaso sean afines al
arrayán descrito por la
Real Academia, (Bot. F.
Bixáceas). (Et. Voz cari-
be).
Acona. Amer. m. — Planta es-
casa en Cuba y abundante
en las otras Antillas, de
fruto aromático y estimu-
lante. ¿Será el "arrayán
brabántico" de la R. A.?
(Bot. F. Mirtáceas; esp. Myr-
ttts greggíi). (Et. Voz cari-
be).
Acosta. Cub. m. — El tejido
más llamado coleta azul.
Véase.
Acostumbrado, da. Común.
adj. — Como decir habitual:
"El café tal es mi sitio
acostumbrado para tertu-
lia".
Acotefar. Cub. v. a. — vulg. —
Equivale a ordenar. "Estoy
acotejando los libros en el
estante". (Et. De a-cotejar,
incurriendo a la vez en bar-
barismo).
Acotejarse. Cub. v. reí. —
vulg. — Lo mismo que aco-
modarse. " Acotéjense, ami-
gos, a la mesa", dice el que
convida. Véase acotejar.
Acotejo. Cub. m. — vulg. —
Acción y efecto de acotejar,
se. Véase.
Acurrado, da. Amer. adj. y
p. p. — Aplícase a la perso-
na que afecta la pronuncia-
ción o los ademanes de los
andaluces. Véase acurrar-
se.
Acurrarse. Amer. v. ref. —
Imitar en el lenguaje o
costumbres lo típico de An-
dalucía. (Et. Derivación de
curro. Véase).
Achicarse. Cub. v. ref. — Fin-
girse en peores circunstan-
cias que otra persona, cuan-
do se tiene por móvil el de-
seo de sorprender. Parti-
cularmente, en el juego lla-
mado brisca, no matar con
as, simulando -no tenerle,
para esperar ocasión más
ventajosa. Tiene los usos
castellanos.
Achicoria blanca. Cub. f. —
Planta silvestre que se em-
plea en la composición de
bebidas refrigerantes y ape-
7 —
AGALL
riíivas. (Bot. F. Compues-
tas; esp. Cichorium endi-
' via).
Achicoria cimarrona. Cub. í.
— Especie parecida a la an-
terior, de idénticas propie-
dades, y semejante a la
achicoria común. También
se conoce por achicoria del
país, y silvestre.
Achicoria del país. Cub. f.
— Véase achicoria cimarro-
na.
Achicoria silvestre. Cub. f.
— La achicoria cimarrona.
Véase.
Adedica. Cub. f. — Planta sil-
vestre de hojas simples y
flor encarnada. (Bot. F. Ru-
biáceas; esp. Rondeletia ti-
nifolia).
Adinerarse. Común, v. ref. —
Equivale a enriquecerse :
"Fuiano se adineró en el
negocio tal".
Adormidera. Cub. f. — No es
la planta europea de este
nombre. Véase dormidera.
Adosar. Común, v. a. — Apo-
yar o arrimar una cosa de
espaldas a otra. (Et. Gali-
cismo tomado de adosser).
Adré. Amer. adv. — vulg. — Es
corrupción de "adrede", sin
que varíe el significado.
Afilorar, se. Cub. v. a. y ref.
— en desuso. — Lo mismo
que ataviar, adornar, aci-
calarse.
Afincar. Cub. v. a. — Prestar
dinero mediante garantía de
fincas rústicas y urbanas.
(Et. De a-finca-r).
Áfirolar9 se. Cub. v. a. y ref. —
Metátesis de afilorar, se,
más usado que éste.
Aflautado, da. Amer. adj. y
p. p. — Aplícase a la voz chi-
llona o atiplada. Véase
aflautar.
Afiauiar. Amer. v. n. — Tanto
en la conversación como al
cantar, hacerlo con voz agu-
da como de chillido. (Et.
De a-flauta-r).
Afluxionado, da. Cub. adj. y
p. p. — Aplícase a la persona
atacada de fluxión o cons-
tipado. Véase afluxionarse.
Afluxionarse. Cub. v. ref. —
Acatarrarse, constiparse.
(Et. De a-fluxión-arse).
Africana. Cub. f. — Planta de
jardinería parecida al cac-
to, aunque más chica, de
hojas carnosas y flores
grandes de cinco pétalos, fi-
gurando estrella, de color '
amarillo con pequeñas man-
chas pardas o negras. Otros
la llaman estrella, por la fi-
gura de la flor. (Bot. F.
Asclepiadeas ; esp. Stape-
lia variegata, Lin.)
Afrijolar. Cub. v. a. — fam. —
Matar a tiros. (Et. De a-fri-
jol-ar, dándole al fríjol sig-
nificado de bala).
Afueteadura. Cub. i. — Acción
y efecto de afuetear.
Afuetear. Cub. v. a. — en des-
uso.— Castigar con fuete, o
sea látigo o vergajo. Ha
caído en desuso desde que
se abolió la esclavitud de
los negros. (Et. De a-fuete-
ar. Véase fuete).
Agalla. Cub. f. — El árbol in-
ÁGIL
AGRI
dígena más conocido por
jagua-jagüita. Véase. Tie-
ne los usos castellanos.
Agalla. Amer. f.— Fig. y fam.
— Equivale a codicia: "Es
hombre-'de muchas agallas".
Agalla de costa. Cub. f. —
Arbusto silvestre espinoso,
no afín a la agalla, que se
desarrolla en el litoral, a lo
que debe su nombre, de ho-i
jas obovado-redondeadas, de
base cuneiforme, flores
blancas, madera dura, pe-
sada, de color morado vivo,
empleada en muebles. Tam-
bién se llama jamaguey de
costa, pitajoní espinoso y
pitajoní bravo. (Bot. F. Ru-
biáceas; esp. Randia acu-
leata, Lin.)
Agalludo,, da. Amer. adj. —
fam. — Lo mismo que "co-
dicioso, sa" : "Pedro es muy
agalludo". (Et. De agalla,
2.a acep.)
Agama. Cub. epic. f. — Una
especie rara de cangrejo.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Agapanto. Cub. m. — Especie
de lirio de flor grande con
seis pétalos y estambres ro-
sados, pero de olor menos
fuerte y agradable que el
común.
Agarradera. Amer. f. — Es si-
nónimo de asa. La R. A.
acepta agarradero.
Aguar. Cub. v. n. — vulg. —
Entre gente rústica, entién-
dese por abreviar, apresu-
rar, andar aprisa: "Agua,
que ya es tarde; si aguas,
llegarás pronto". (Et. Pro-
bable corrupción de "agili-
tar").
'Agracejo. Cub. m. — Árbol
indígena y silvestre, que se
desarrolla en terrenos ba-
jos y costeños hasta una al-
tura de siete a ocho metros,
de madera muy dura y de
color rojizo, empleada en
construcciones, y cuyo fru-
to agrada al ganado porci-
no. Hay otras especies efe
familias botánicas distii-
tas con aditamentos par-
ticulares. (Bot. F. Ruté-
ceas; esp. Brunelia iner-
mis, Molt.)
Agracejo carbonero. Cub. m.
— Ejemplar algo más ba;'o
y delgado, pero semejante,
utilizado para carbón ve-
getal. (Bot. F. Rubiáceas:
esp. Exostemma neriifo-
lium, A. Rich.)
Agracejo de monte. Cub. m
— Especie parecida a la an-
terior, en apariencia, que
se desarrolla en terrenos más
elevados. (Bot. F. Bixá-
ceas; esp. Guidonia risau-
riana) .
Agracejo de sabana. Cub
m. — Otra especie, conocida,
también por cofa. (Bot. F
Mirsináceas; esp. Paralhe-
sis cubana, Molt.)
Agrimensor. Cub. m. — Gu-
sano de forma cilindrica
de dos a tres centímetros
de largo, verdoso; al arras-
trarse lo hace con tal re-
gularidad, formando puen-
te, que por ello recibe est
nombre, y con más propie-
AGUA
— 9 —
AGUA
dad el de medidor en Amé-
rica del Sur. En Cuba tam-
bién se llama bicho. Es el
terror de los campesinos,
si se presenta como plaga,
pues diezma los cultivos.
Agrimonia:, Cub. f. — Planta
en nada semejante a la que
describe la R. A., herbácea,
rastrera, abundante en los
lugares húmedos y arcillo-
sos, de hojas amarillentas,
dentadas y flores blancas
azulosas apiñadas. Se uti-
liza como remedio febrífu-
go casero. Hay otras espe-
cies. (Bot. F. Labiadas; esp.
Teucrium- cúbense, Jacq.)
Agrio de Guinea. Cub. m. —
En algunos lugares, la ale-
luya. Véase.
Agrioso, sa. Cub. adj. — Equi-
vale a "agridulce". (Et.
De agrio-so, se).
Agripenno. Cub. epic. m. —
Véase agrípeno.
Agripen©. Cub. epic. m. — Ave
de paso, sedentaria en los
países del Norte, que cons-
tituye una amenaza para
las cosechas de arroz y de
otros granos, por lo que se
llama también hortelano del
arroz. Aeaso sea la misma
o muy semejante al horte-
lano de España. (Zool. esp.
Paserinus americanus).
Agua. Cub. f. — fam. — Véan-
se las frases 124 y 240-a, y
el refrán 29, en los Apén-
dices. Tiene los más de los
usos castellanos.
¡Agua! Cub. interj. — fam. —
Se grita como burla provo-
cativa con quien conduce
por la calle algún artefacto
antiestético, cual la arma-
dura de un catre de tijera,
verbigracia.
Agua bomba. Cub. f. — Díce-
se al agua templada, espe-
cialmente si es por efecto
de los rayos solares.
Aguacate^ Cub. m. — fam. —
Véanse los refranes 24 y
26. Tiene las acepciones
americanas castellanizadas.
Aguacate cimarrón. Cub. m.
— Árbol silvestre muy dis-
tinto al cultivado aguacate,
que se desarrolla en terre-
nos secos y elevados, apre-
ciado en carpintería por su
madera dura, persistente,
de regular peso y grano fino.
También se llama aguacate
silvestre. (Bot. F. Laurá-
ceas; esp. Persea sibiestris,
Rich.)
Aguacate silvestre. Cub. m.
— Véase aguacate cimarrón.
Aguacerito. Cub. epic. m. —
Diminutivo de aguacero.
Véase.
Aguacero, Cub. epic. m. —
Insecto poco volador, de ta-
maño de un centímetro o
menos, con dos luces tra-
seras fosfóricas, rojas o
amarillas, fijas o intermi-
tentes. Se parece a la lu-
ciérnaga, y se conoce tam-
bién por aguacerito y ani-
niita. (Zool. F. Lampyrido?;
esp. Photinus limbipennis,
la principal). Tiene la acep.
castellana.
Aguachento, ta. Amer. adj.
AGUA
10 -
AGUA
- — Equivale al castellano
"aguanoso, sa", refiriéndo-
se a frutas, y si del aguaca-
te en particular, por su ex-
ceso de madurez con pulpa
reblandecida, y que al di-
gerirla produce ventosidad.
(Et. ¿Del gallego aguaceri-
to?).
Aguachinangado, da. Cub.
— Fam. — Aplícase a la per-
sona que en la pronuncia-
ción, ademanes, modas, etc.,
remeda el estilo mejicano.
(Et. De z-guachÍ7iang-ado.
da).
'Aguaitacaisnán, Cub. epic.
m. — Ave zancuda de carac-
teres afines a la garza y al
alcaraván, pero con rasgos
particulares, de unos cua-
tro decímetros de largo to-
tal, de plumaje verdoso por
el lomo, blanquecino en el
pecho, remeras negras, mo-
ño verde metálico y ojos
amarillos. Emite muy raro
chillido cuando huye, y se
alimenta de pececillos y
roptiles anfibios. También
se conoce por cagón, espan-
tacairnán y matuango. Tie-
ne la costumbre de acechar
a los caimanes para anun-
ciar el peligro a sus com-
pañeros, de lo que recibe
el nombre. (Zool. F. Árdet-
elas; esp. Butorides vires-
cens, Lin.) (Et De "aguai-
ta"— (acecha — y caimán).
Aguaitar. Cub. v. a. — La R.
A. acepta este verbo como
sinónimo de acechar, sig-
nificado que apenas se le
da en Cuba, donde más bien
se hace sinónimo de atis-
bar; pero la verdadera
acepción cubana es mirar u
observar sin ser visto y
por mera curiosidad, mas
nunca porque, como en ace-
char, impele a ello algún
móvil o plan de maldad, ya
que se aguaita si se mira
por un agujero al través de
una puerta, por ejemplo,
sin saber quién pueda estar
en el recinto. Otros dicen
impropiamente agüeitar.
Aguaje. Cub. m. — antic. — De-
cíase al segundo barro muy
aguado que se ponía sobre
el azúcar para purgarle.
Tiene algunas de las acep.
cast.
* Aguají. Cub. epic. m. — Pez
acantopterigio de cuer-
po oblongo algo comprimi-
do, que mide hasta un me-
tro, correspondiendo la ter-
cera parte a la cabeza, de
boca muy hendida con la
mandíbula inferior salien-
te, de color moreno rojizo,
algo verdoso en el lomo, y
su peso alcanza 25 kilogra-
mos. (Zool. F. Serránidos;
esp. Mycteroperca bonasí,
Poey). (Et. Voz caribe, se-
gún Zaya.-).
Aguají. Cub. m. — Salsa hecha
a base de ají, con cebolla,
zumo de limón, ajo y agua,
que resulta muy picante.
Algunos la llaman mojo
crudo. (Et. De "agua" y
"ají").
Agualoja. Cub. f. — Se dice así
AGUÍ
11
AGUÍ
a la bebida refrescante des-
crita por la R. A. en "alo-
ja".
Aguediía blanca. Cub. i. —
Una especie del árbol ame-
ricano aguediía, más cono-
cida en Cuba por rompe-
hueso. Véase.
Agüeítamiento. Cub. m. —
poco uso — vulg. — El acto de
agüeitar. Véase.
Agüeitar. Cub. v. a. — vuig. —
Corrupción muy - generali-
zada de aguaitar. Véase.
Agüeiten, na. Cub. adj. —
— vulg. — poco uso. — Aplíca-
se a la persona aficionada a
agüeitar. Véase.
Agüinado, da. Cub. adj. —
Aplícase al ganado, parti-
cularmente el vacuno, de
pelo rojizo pálido, casi ru-
bio. (Et. De "a-gwm-ado,
da"; véase güin.)
* Aguinaldo. Cub. m. — Reci-
ben este nombre un creci-
do número de enredaderas
o bejucos silvestres muy
floridos, de flor en figura de
campana, por cuya varie-
dad crómica se distinguen
las especies con aditamen-
tos particulares, entre las
que son raras el aguinaldo
amarillo, el azul claro, el
de pinares, el matizado y el
velludo. Estas plantas son
muy visitadas por las abe-
jas, por suministrarles bue-
na materia para miel. To-
man ese nombre porque flo-
recen en Navidad, días de
aguinaldo. (Bot. F> Convol-
vuláceas.)
Aguinaldo azul. Cub. m. -Es-
pecie de hojas acorazone
das, semihendidas en tres
lóbulos, así como la corola
en cinco; flores del- color
indicado. (Bot. F. C; esp.
Convolvulus nü). ¿Será la
"maravilla" que describe la
R. A. en 4." acepción?
Aguinaldo blanco. Cub. va.—
La especie más abundante,
útil a las abejas y hermosa,
tanto, que, por su gran flo-
recimiento, causa la sensa-
ción de ver campos nevados
en estas tierras tropicales;
hay las variedades siguien-
tes: blanco grande, peque-
ño, purpúreo y violado, se-
gún sus flores, de todas las
cuales obtienen las abejas
rica y abundante miel.
También se llama aguinal-
do de Navidad y de Pas-
cuas, bejuco de campani-
llas, campanilla blanca, ji-
miní y jirimú. (Bot. F. C;
esp. Ipomea sida? folia,
Ehoisy).
Aguinaldo de almendra. Cub.
m. — Bonita enredadera de
jardín, de hojas profunda-
mente palmatífioas y flores
blancas con base purpúrea.
(Bot. F. C; esp. Ipomea di-
secta, Willd).
Aguinaldo de Navidad. Cub.
m. — Véase aguinaldo blan-
co.
Aguinaldo de Pascuas. Cub.
m. — El aguinaldo blanco.
Véase.
Aguinaldo rojo. Cub. m. —
Especie de tallos y pezo-
AGUJ
12 —
AGUJ
nes velludos, hojas cordi-
formes y flores grandes en-
carnadas. (Bot. F. C; esp.
Convolvulus grandiflorum) .
Aguinaldo rosado. Cub. m. —
Especie de hojas en forma
de saetas grandes con las
puntas inferiores muy agu-
zadas, y flores grandes del
color indicado. (Bot. F. C;
esp. Convolvulus sagittifo-
lius).
Aguinaldo violáceo. Cub. m.
Especie muy florida, de co-
lor violeta claro, de hojas
cordiformes angostas y pe-
dúnculos en figura de Y.
También se llama manto de
la Virgen. (Bot. F. C; esp.
Convolvulus violaceus).
Aguja blanca. Cub. f.— Es-
pecie del pez conocido en
castellano por "aguja", de
tamaño grande, de color ne-
gro azuloso en el lomo y
blanquecino el vientre, con
escamas muy duras y hue-
sosas, que alcanza un peso
máximo de 75 kilogramos,
siendo el promedio de 25.
Hay una variedad llamada
cabezona, por su enorme
cabeza. (Zool. F. Istiopho-
rida?; esp. Tetrapturus al-
bidus, Poey).
Aguja cabezona. Cub. f. —
Véase aguja blanca.
Aguja de casta. Cub. f. — Es-
pecie parecida a la prece-
dente, con el vientre tan
obscuro como el lomo, de la
que hay una variedad lla-
mada vareteada por tener
algunas franjas verticales
de color azul pálido; suele
pesar de 130 a 150 kilogra-
mos. (Zool. F. Ist.; esp.
Tetrap. amplus, Poey).
Aguja de puerco. Cub. f. —
El espinazo o vértebras del
cerdo. No es lo que la R. A.
explica en "agujas", aunque
sea tomado incorrectamen-
te de aquí.
Aguja de tranquera. Amer.
f. — Cada uno de los made-
ros clavados en la tierra y
dispuestos con agujeros que
atraviesan horizontalmen-
te varios palos, formando
así la tranquera que suele
colocarse a la entrada de
algunas fincas. La R. A.
acepta con este significado
la palabra simple de "agu-
ja", 20.a acep.
Aguja prieta. Cub. f. — Véase
aguja voladora.
Aguja voladora. Cub. f. — La
especie mayor del pez agu-
ja, de metro a metro y me-
dio de largo, y de color más
oscuro, con la aleta dorsal
muy alta. Otros dicen agu-
ja prieta. (Zool. F. Ist.;
esp. Istiophorus nigricans).
Agujón. Cub. epic. m. — Pez
abundante en los mares an-
tillanos, cuyo tamaño me-
dio es de un metro, de man-
díbulas en extremo puntia-
gudas, con la aleta dorsal
muy alta. Hay muchas es-
pecies, de las que dos re-
ciben aditamentos particu-
lares. Es bocado de mesas
humildes. (Zool. F. Esoci-
do?.)
— 13 —
AIRE
Agujón de casta. Cub. m. —
Especie de cuerpo redon-
deado, de 6 decímetros de
longitud caedia, de color
verdoso en el lomo y blan-
co en el vientre, con la
mandíbula inferior más
pronunciada, y dientes agu-
dos y fuertes. (Zool. F. E.;
esp. Belone crassa).
Agujón-sable. Cub. m. — Es-
pecie que recibe este nom-
bre por tener la mandíbula
inferior muy avanzada y
agudísima, alcanzando una
longitud total de un metro,
de color azul oscuro por el
lomo y blanco plateado por
el vientre , con manchas
azules hacia la cola. (Zool.
F. E.; esp. Belone macu-
lata, Poey).
Aguzado, da. Común, adj. —
De punta aguda, puntiagu-
do. "Planta de hojas agu-
zadas".
Ahocicar. Cub. v. n. — fig. y
fam. — Rendirse en una dis-
puta, ante los argumentos
incontestables del contra-
rio. (Et. a-hocic-ar, de
"hocico".
Ahogagato. Cub. m. — fam. —
Dulce en forma de paneci-
llos, hecho con harina de
yuca, huevo, azúcar y agua,
poco apreciado por lo seco
y empalagoso. También se
llama cusubé: (Et. De "aho-
gar" y "gato").
Ahogo. Común, m. — La en-
fermedad llamada asma y
también "ahoguío", de don-
de deriva por corrupción.
Empléase también para sig-
nificar la sofocación por
enfermedad de los anima-
les, particularmente los cer-
dos.
Ahorita. Amer. adv. — fam. —
Empléase para indicar la
corta cantidad de tiempo
entre el deseo y la acción
o el suceso y el relato. Nos
parece reprensible este di-
minutivo de "ahora", que
ni da ni quita fuerza a la
expresión, y por abomina-
ble tenemos el ahoritica,
diminutivo de ahorita, que
algunos suelen decir.
Ahoritica. Amer, adv. — vulg.
— Véase ahorita.
Ahuevado. Cub. m. — vulg. —
El acto de ahuevar. Véase.
Ahuevamiento. Cub. m.-muy
vulg. — Acción y efecto de
ahuevar.
Ahuevar. Cub. v. n. — muy
vulg. — Indecente manera de
llamar a las obscenas con-
torsiones de cintura, en el
baile conocido por rumba o
en el danzón. (Et. a-huev-
ar, de "huevo".
Aimiquá. Cub. m. — vulg. — Es
corrupción de jaimiquí.
Véase.
Aire. Cub. epic. m. — Uno de
los pocos mamíferos que
encontraron en Cuba los
exploradores españoles,
ejemplar curioso y raro
que suele verse en las mon-
tañas de la región orien-
tal; mide unos tres decíme-
tros de largo sin incluir la
cola, de color cervuno, con
AITÉ
- 14 —
AJÍ
la parte anterior del euerpo
muy peluda y la posterior
pelona, hocico alargado y
flexible, pies con cinco de-
dos provistos de uñas fuer-
tes y aguzadas, hace vida
nocturna por lo regular,
emite un chillido parecido
al de la lechuza, y, a la ma-
nera del avestruz, cree li-
brarse de peligros y perse-
cuciones con sólo ocultar la
cabeza. La hembra, según
nos comunica un amigo que
vio un ejemplar, tiene las
mamas a los lados de la
cola. También se llama al-
miquí, y tacuache. (Zool.
Orden Insectívoros; esp. So-
lenodon cubanas, Peters.)
Tiene las acep. cast., algu-
nas de las cuales incluyó
Pichardo en su libro, como
cubanismos.
AÉrón (AI), Cub, moa. adv. —
Dícese en vez de "al galo-
pe", respecto a las caballe-
rías. "Caminar o marchar
al airón'".
Alté, Cub. m. — -Árbol silves-
tre de. una altura media de
6 metros, y unos 60 centí-
metros de grosor el tronco,
de corteza delgada y par-
dusca, madera amarillenta
con vetas negras, dura, pe-
sada, fina y lustrosa des-
pués de pulida, usada en
ebanistería y preferida para
construir varas de medir
tejidos. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. Exostemma caribeum.)
(Et. Voz caribe).
Aité. Cub. m. — Otra especie
de árbol, más conocida por
yaití. Véase.
, Ajae. Cub. epic. na. — Nombre
poco generalizado de un
cangrejo que vive en los
manglares del litoral, no
comestible. (Et. Voz cari-
be, Zayas). Es de advertir
que en el caló gitano se
dice aja al cangrejo.
Ají. Cub. m. — Árbol silvestre,
poco conocido, do madera
amarillenta, pesada, dura y
fina. El uso más importante
de esta voz, en Cuba es para
designar el fruto america-
no descrito por la R. A. En-
tre las especies cubanas del
ají hay varias con adita-
mentos particulares, siendo
las menos conocidas o de
menor importancia el ají
caballero, dulce, así como
los cabeza de vaca y ca-
chucha, además el corazón
de paloma, de Guinea, es-
curre, jobo y lengua de pá-
jaro. Véase la frase 76 del
Apéndice. (Et. Del axí ca-
ribe, según Zayas).
Ají agujera» Cub. rn. — Espe-
cie de fruto muy picante,
parecido en figura y gusto
a la guindilla, aunque me-
nos retorcido. (Bot. F. So-
lanáceas; esp. Capsicum
baccatum, Lin.)
A|í dátil. Cub. m. — La espe-
cie cuyo fruto se prefiere
para los guisados, por el
agradable olor y no ser
muy picante.
AJi de Chile. Cub. m. — El de
fruto tan picante como el
AJIC
15
AL&C
de ají agujeta, pero más re-
dondeado que éste. (Bol. F.
S.; esp. Cap. anaum).
Ají de china. Cub. m. — Otra
especie de hojas lanceola-
do-oblongas, flores grandes
y fruto parecido a la an-
terior, llamado también to-
matillo de la Habana. (Bot.
F. S.; esp. Solanum hava-
nense, Jacq.)
Ají guaguao. Cub. m. — Es-
pecie que sirve de pasto al
ganado vacuno, de fruto
globoso y pequeño, suma-
mente picante, amarillo o
rojo, que comen algunos
pájaros. (Bot. F. S.; esp.
Cap. microcarpum).
Ajiaco. Cub. m. — fig. y fam.
— Además de la acep. ame-
ricana que aprueba la R. A.,
significa en Cuba tumulto,
algarada, escándalo o con-
fusión, como denotando la
diversidad de materias que
forman parte del potaje lla-
mada ajiaco. Véase la fra-
se 119 del Apéndiee.
Ajtaquito. Amer. m. — fam. —
Diminutivo de "ajiaco".
Apeen. Cub. m. — Planta sil-
vestre idéntica o muy pa-
recida a la "berenjena de
huevo" de la R. A., del mis-
mo tamaño, de fruto en
forma de huevo de gallina,
no tan aovado, hoja verde,
grande, y flor morada. Tam-
bién se llama jamaica. Hay
otra especie. (Bot. F. Sola-
náceas; esp. Solanum sca-
brum. Véase).
Ajicera!. Cub. m. — Terreno
donde crecen abundantes los
ajicones.
AjUoiio. Cub. m. — vulg. —
Entre gente rústica, equi-
vale a hilera, fila. (Et. Co-
rrupción, de "ahilar", aji-
lar, ajilorio, probablemente
traída a la Isla por loa an-
daluces o ios canarios).
Ajilorio. Cub. m. — vulg.—
Debilidad estomacal. En
cast. se dice "ahilo". (Et.
Véase la voz anterior).
AJitera. Cub. f. — vulg. — Lo
mismo que hartura. (Et.
Corrupción de "ahitera").
Ajumado, da» , Amer ; adj. —
Sinónimo de borracho,
ebrio. (Et. Corrupción dsi
andalucismo castellanizado
"ahumado, da").
Ajumarse. Amer. v. ref.-Em-
briagarse. También se dice
jumarse. (Et. Corrupción
de "humo", "ahumarse",
ajumarse).
Alacrán de Guinea. Cub.
epic. m. — Un arácnido in-
dígena de figura algo seme-
jante al alacrán común, que
suele encontrarse bajo las
piedras en las sierras de la
comarca occidental, que
emite un penetrante y des-,
agradable olor a vinagre, y
da fuertes picadas, aunque
no son venenosas. (Zook F.
Teliphonido?; esp. Mastigo-
proctus giganteus, Lucas).
Aiacrancilüo blanco. Cub. m.
— De la planta americana
descrita en "alacrancillo"
por la R. A. se conocen en
Cuba algunos tipos, dos de
ALAM
— 16
los cuales reciben adita-
mentos particulares. El blan-
co es de caracteres genera-
les, y se distingue por el
color blanco de sus flores.
Hay varias especies. (Bot.
F. Borr agine as; esp. Helio -
tropium bursiferum, Wr.)
Alacrancillo de playa. Cub.
— Especie de hojas linea-
les de cualidades medica-
mentosas, cual la mayor
parte de estas plantas, y
algo aromática. Esta espe-
cie y la anterior se conocen
también por rabo de ala-
crán, que es la figura de sus
flores. (Bot. F. B.; esp. H.
curassaricum, Lin.)
Alambiquería. Amer. f. — Fá-
brica donde se elaboran
aguardientes y alcoholes
por medio de alambiques.
Alambiquero. Amer. m. — El
dueño, encargado u opera-
rio de un alambique o de
una alambiquería.
AlambrOlo. Cub. m. — Planta
herbácea parecida al helé-
cho común, correosa y fuer-
te, aunque delgada. (Bot. F.
Dioscóreas; esp. Rajania
cordata, Lin.)
Álamo. Cub. m. — Hermoso ár-
bol exótico, distinto del re-
señado por la R. A., culti-
vado en parques y alame-
das, que alcanza hasta diez
metros, de tronco grueso y
maciza copa, que proyecta
muy espaciosa y fresca
sombra; de hojas grandes,
brillantes, y fruto seme-
jante a un higo diminuto.
A las buenas cualidades de
árbol de sombra, une otras
que le hacen poco estima-
ble, pues sus raíces, casi
superficiales, perjudican el
pavimento, y las frutillas,
muy abundantes, que se
desprenden de él, ofrecen al
paseante el peligro de res-
balar. Se reproduce de es-
tacas o margullos. De todos
sus órganos emite por inci-
sión abundante látex. No
debe confundirse con el
álamo jagüey o laurel de
la India. (Bot. F. Mareas;
esp. Ficus religiosa, Lin.)
Álamo amarino. Cub. m.—
Árbol también exótico, im-
portado antes que la espe-
cie anterior, de hojas lus-
trosas, propio de paseos por
su abundante copa. (Bot. F.
M.; esp. Ficus indica).
Álamo de Ea Carolina. Cub.
m. — Véase álamo del Norte.
Álamo del Norte. Cub. m. —
Árbol cultivado, originario
de América del Norte, muy
ramoso y copudo, de hojas
lustrosas y abundantes.
También se conoce por ála-
mo de la Carolina y álamo
de Virginia. (Bot. F. urti-
cáceas; esp. Populus hete-
rophylla) .
Álamo de Virginia. Cub. m.
— Véase álamo deí Norte.
Álamo Jagüey. Cub. m. — Ár-
bol más conocido por lau-
rel de la India. Véase.
Alante. Común adv. de lu-
gar— fam. — Denota idea de
proximidad, y equivale a
17 —
ALCA
cerca. Voz seguramente im-
portada de Asturias, donde
se usa mucho. (Et. Síncopa
de a-de-lante).
Alantico. Cub. adv. de lugar
— vulg. — Diminutivo de
alante. Uno de los múltiples
reprensibles casos de dimi-
nutivos americanos.
Albahaca anisada. Cub. f. —
Especie de la albahaca co-
mún que se distingue por
" el olor que 3u nombre in-
dica, y que otros llaman
albahaca de anís. (Bot. F.
Labiadas ; esp. Ocymun,
anisatum).
Albahaca aromática» Cub. f.
— Es la especie de más
fuerte y agradable olor y
gusto, que se emplea en la
preparación de bebidas
compuestas o mezcladas.
(Bot. F. L.; esp. Orthosi-
phon glabratus).
Albahaca cimarrona» Cub. f.
— Especie de hojas puntia-
gudas y ásperas, poco olo-
rosa, llamada también alba-
haquilla. (Bot. F. L.; esp.
Ocymiim americanurn).
Albahaca de ams. Cub. f. —
Véase albahaca anisada.
Albahaca de clavo. Cub. f. —
Tipo que se distingue por
el olor a esta especia. (Bot.
F. L.; esp. Oc. bassilicum).
Albahaca de sabaeta. Cub. f.
— Véase rompezaragüey.
Albahaca mondonguera. Cub.
f . — Es el tipo común de
muchos países y climas, de
tallos ramosos y velludos,
hojas oblongas, flor blan-
quecina, etc. Hay, además,
otras especies no menos
conocidas y de escasa im-
portancia, como la alba-
haca de cuchara, de Santa
Rita, francesa, morada, vio-
lada, etc.
Aibabaquilla. Cub. f. — Véase
albahaca cimarrona.
Aibah&q cilio- Cub. m. — El
arbusto más conocido por
filigrana de sabana. Véase.
Albalaca» Cub. f. — antic. —
Zapato con suela de yagua
usado por ios aborígenes
cubanos. (Et. Voz caribe).
Alborotoso, sa» Cub. adj.
fam. — Usase por "alboro-
tador, ra". "Juanito es muy
alborotoso."
Alcandés» Cub. epic. m. — Pez
que se adhiere al casco de
los buques, según Toro y
Gómez.
Alcanfor. Cub. m. — Véase sa-
gú de la India.
Alcaparra criolla. Cub. f. —
Planta indígena muy dis-
tinta del arbusto alcaparra
de la R. A., de hojas aco-
razonadas, verdinegras y
lustrosas, flores pequeñas
y blanquecinas y tallos fle-
xibles y verdosos, adapta-
bles a formar enredadera.
Tiene cualidades medicina-
les y aperitivas. (Bot. F.
Caparídeas; esp. Capparis
arborescens).
Alcatraz bianro. Cub. epic.
m. — Una especie de pelí-
cano (en Cuba no se oye
nunca este nombre, sino al-
catraz), de tamaño algo ma-
ALEC
— 18
ALEL
yor que las especies co-
munes, de plumaje entera-
mente blanco, y el pico ana-
ranjado con una especie de
cresta en la parte supe-
rior. Es ave de paso muy
rara. (Zool. esp. Pelecanus
erythrorhmchus Gmeí.)
Alce. Cub. m. — Indica el caso
de levantar o no de la tie-
rra la caña de azúcar cor-
tada, para transportarla al
ingenio por cuenta del due-
ño de éste o del cultivador
de aquélla. Es condición
que figura en los contratos
de este género. (Et. De "al-
zar").
Aücón. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que se desarrolla en
terrenos arenosos, abundan-
te en la isla de Pinos, ele-
vándose hasta seis metros,
de poco grosor, y que flo-
rece en primavera.
Alecrín. Cub. epic. m. — Pez
carnicero, muy voraz, el
mayor y más temible de los
tiburones, cuyo tamaño sue-
le exceder de cuatro metros
hasta nueve, cual lo han
observado marineros en alta
mar, de color pardo azulado
por el lomo y blanco por
debajo, con manchas en los
costados que desaparecen
con el desarrollo, de cabeza
obtusa y boca provista de
seis filas de dientes dobles.
Su carne tiene repugnante
olor da orina, y del hígado,
que suele pesa? seis arro-
bas, se extrae aceite. Esta
voz es de origen cubano,
aunque la R. A. diga sola-
mente: "pez del mar de las
Antillas"... (Zool. F. Car-
char idinidce; esp. Galeocer-
do arcticus, Fabre).
Alegruüla. Cub. adj. — Color
ceniciento como el ala de
grulla, de donde proviene
3a voz.
Aíels. Cub. m. — Las especies
cubanas que reciben el
nombre de alelí no se pa-
recen nada al alelí o alhelí
de la R. A. Una es arbus-
to silvestre que crece en las
faldas de las montañas cu-
banas y de la isla de Pinos,
hasta una altura de 6 me-
tros y que florece en pri-
mavera.
Alelí blanco. Cub. m. — Árbol
que se desarrolla silvestre
hasta 4 metros de altura
en terrenos malos, de flo-
res blancas y olorosas, que
emite resina -venenosa.
También se conoce por lirio
blanco, lirio de costa, tu-
lipa y atabaiba, que es su
nombre indio, ya en desuso
o apenas conocido. (Bot, F.
Apocináceas ; esp. Plumería
alba, L.)
Alelí punzó. Cub. m. — Arbus-
to silvestre de una altura
media de 3 metros, ramoso
todo el tronco, de hojas
ovaio-elípeicas, verdinegras
y brillantes, y flor roja. Se
llama también peregrina.
(Bot. F. Euforbiáceas: esp.
Jatropha integerrima, Jacq.)
Alehaya. Cub. f. — Una planta
distinta a la descrita por la
ALFI
— 19 —
ALGA
R. A., que se eleva hasta
metro y medio, de hojas
verdes en la haz y ama-
rillentas en el envés, con
venas de color rojizo, así
como la corteza y el cáliz d*e
su flor acampanada, que
palidece hasta un tono casi
blanco en la corola. Es con-
dimenticia y medicinal.
También se nombra agrio
de Guinea y serení. (Bot F.
Malváceas; esp. Hibiscus
sabdariffa). Tiene las acep.
cast.
Aleta. Cub. f. — flg. y fam. —
La mano. Tiene los usos
cast.
\leta20. Cub. m. — fig. y fam.
— Puñetazo, bofetada. "Le
dio dos aletazos por testa-
rudo ". Tiene la acep. cast.
Ufafor. Cub. m. — desusada. —
Dícese a la figura de rom-
bo o romboide.
y farde. Cub. f. — El madero
de sierra conocido por "al-
í'ajía" y "alfarjía" en cas-
tellano. Carece de los usos
que autoriza la R. A.
Ufardón. Cub. m. — Vigueta
mayor que la alfarda, o sea,
que la alfarjía, llamada
también tirante.
alfiler. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que se desarrolla en
terrenos pobres hasta la al-
tura de seis metros, de ma-
dera pardo-amarillenta, du-
ra, pesada, resistirte, de fi-
no grano, utilizada en car-
pintería gruesa. Otros lo
nombran jamaguey de lo-
ma. (Bot. F. Leguminosas;
esp. Belaira spinosa. Rich.)
Tiene los usos castellanos.
ASíUer. Cub. m. — La carne del
lomo de las reses, que otros
llaman alfilera, y en caste-
llano agujas.
Alfiler de criandera. Cub.
m. — El alfiler de vuelta que
esconde la punta después
deprendido, nombrado "im-
perdible" en castellano, y
también perezoso en Cuba.
Alfilera. Cub. f. — Véase alfi-
ler (2.a acep.)
Algarroba?. Cub. v. a. — El
acto de preparar el cordel
para pescar con algarrobas.
Véase.
Algarrobas. Cub. f. pl. -Cier-
tas raíces de mangle que
sirven para algarrobar.
Véase.
Algarrobo criollo. Cvb. m. —
Árbol afín al algarrobo co-
mún, que se desarrolla sil-
vestre, especialmente en la
región oriental, hasta con-
sidex^able altura, de buen
follaje, flores amarillentas,
madera dura y resistente,
de color amarillo con vetas,
y fruto leñoso. Exuda una
especie de resina empleada
en barnices y contra las
afecciones pulmonares. (Bot.
F. Leguminosas; esp. Hi-
mencea curbaril, Lin.)
Algarrobo del Brasil. Cub.
m. — Otra especie cultivada
como ornamental, poco
abundante, (Bot. F. L.; esp.
Prosopis juliflcra).
Algarrobo del país. Cub. m.
— Especie más afín que *el
ALGO
— 20
ALU
criollo al algarrobo común,
algo más bajo, de hojas di-
gitadas, flores blancas con
viso rosado, que también
produce la algarroba y su-
ministra buena madera.
Suele verse a los lados de
carreteras y caminos, donde
se reproduce al extremo de
que formarían boscaje si
no se cortaran frecuente-
mente los retoños. (Bot. F.
L.; esp. Pithecolobium sa-
man, Benth.)
Algarrobo de olor. Cub. m.
— El árbol más conocido por
faurestina. Véase.
Algodón. Cub. m. — Planta
silvestre, distinta de la co-
mún cultivada; es arbusto
que crece unos dos metros,
de hojas aovadas en ramas
muy abiertas, flores gran-
des, y que suministra una
borra parecida al algodón,
de lo que recibe el nombre.
Hay varias especies. Tiene
las acep. cast.
Algodón de riñon. Cub. m. —
Especie que toma este nom-
bre por presentar las semi-
llas unidas en forma de ri-
ñon, con borra blanca y
limpia. (Bot. esp. Gossipium
hirsutúm).
Algodón de seda. Cub. m. —
Especie de borra fina y sua-
ve como el capullo de seda,
de oolores varios: rojizo,
verdoso, etc. (Bot. esp. Gos-
sypium arboreum).
Algodón pepitoso. Cub. m. —
Tipo de borra blanca y no
*an limpia como la del de
riñon, con las semillas suel-
tas y esparcidas entre ella.
(Bot. Asclepias gigantea).
Alguien. Amer. pronombre. —
Es censurable el abuso que
cometen algunos empleando
este pronombre para subs-
tituir el adjetivo "alguno,
na", en casos como éste:
"alguien de ustedes", por
"alguno de ustedes".
Alhucema de costa. Cub. f.
— Véase incienso de playa.
No se parece en nada a la
alhucema común.
Aliado. Cub. m. — fam. — En
la Habana, el coche de pla-
za de pobre aspecto. Pro-
viene de cierta "alianza" de
los aurigas de coches vie-
jos para fijar en diez cen-
tavos la carrera, a que les
obligó la tarifa de veinte
establecida para los auto-
móviles de alquiler. Eso su-
cedió durante la guerra eu-
ropea, y entonces daba oca-
sión al consiguiente equí-
voco. Tiene el uso caste-
llano.
Aliblanca. Cub. epic. f. — Una
especie de paloma salvaje,
que recibe ese nombre. por
una faja blanca longitudi-
nal que tiene en las alas,
y es un bocado apreciable.
Vive también al Sur de los
Estados Unidos y en otras
Antillas. (Zool. F. Colúmbi-
das; esp. Melopelia leucop-
tera, Lin.)
*Alijo. Cub. m. — Equivale al
anglicismo "ténder", apli-
cado al pequeño vagón de
ALMA
21
ALME
hierro que va posterior-
mente unido a las locomo-
toras, y donde se transpor-
ta el agua y el carbón. Esta
voz es de origen cubano,
aunque la R. A. no lo haya
hecho constar así. (Et. De
"alijar").
Aliorra. Cub. epic. f. — Insec-
to apenas perceptible, que
cuando forma plaga destru-
ye las espigas tiernas de
algunos frutos, y que fué en
un tiempo motivo de espan-
to para los campesinos. (Et.
Corrupción de "alhorre",
erupción).
Almacigado, da. Cub. adj. —
Aplícase al ganado de color
cobrizo subido, formado por
la superposición del pelo,
que es blanco en la parte
inferior y rojo en la supe-
rior. (Et. De almacigo, cor-
teza de este árbol).
Almacigo. Cub. m. — Árbol
distinto del almacigo o len-
tisco que trae el Dic. de la
R. A., aunque tal vez sea el
que describe en "turbinto";
se trata de una especie sil-
vestre que crece unos doce
metros y abunda en los bos-
ques de Cuba, donde se dis-
tingue a simple vista por
el color cobrizo de su cor-
teza, que suele mudar cual
los animales la piel; de ho-
jas compuestas de foliólos
enteros de penetrante olor,
flores en racimos' axilares
de marzo a mayo, y cuyo
fruto come el cerdo. Pro-
duce por incisión una re-
sina dorada llamada cachi-
bú, que por extensión se
dice también al árbol, cono-
cido además con los nom-
bres de almacigo amarillo
y almacigo colorado. (Bot.
F. Burseráceas; esp. Bur-
sera gummifera, Lin.)
Almacigo amarillo. Cub. m. —
"Véase almacigo.
Almacigo blanco. Cub. m. —
Especie de corteza grisácea,
lisa y reluciente, madera
blancuzca, floja y quebra-
diza, flores blancas, inodo-
ras, en espigas, y fruto ver-
doso con manchas rojas.
(Bot. F. B.; esp. B. balsa-
mi f era).
Almacigo colorado. Cub. m.
— El almacigo. Véase.
Almacigo de costa. Cub. m.
— Especie muy parecida al
almacigo, con la diferencia
de que tiene abrojos, por lo
que se llama también al-
macigo espinoso.
Almacigo de paredón. Cub.
m. — Otra especie menos co-
nocida. (Bot. F. B.; esp. B.
angustata, Gris.)
Almacigo espinoso. Cub. m.
— El almacigo de costa.
Véase.
Almendrillo. Cub. m. — Árbol
indígena y silvestre afín al
almendro cubano, del que
se diferencia en ser de me-
nor tamaño. Hay dos espe-
cies con el mismo nombre.
(Bot. F. Ramnáceas; esp.
Rhamnidium revolutum y
R. retusum, Griseb.)
Almendrillo de costa. Cub.
ALMB
— 22
ALMO
m. — Especie parecida a las
anteriores, de madera roji-
za, dura, empleada en car-
pintería rústica. También
se llama pinipiniche de sa-
bana y piñipiñi de sabana.
( B o t . F. Rámneos; esp.
Rhamnidium, Wr. ) .
Almendro. Cuh. m. — Árbol
muy diferente al de la R.
A., de majestuoso aspecto,
que se eleva hasta 15 me-
tros, con 7 íu 8 de tronco
liso por medio de diámetro,
de hojas alternas, elípticas,
"lustrosas por la haz y ve-
lludas en el envés, flores de
cinco pétalos blancos, aro-
máticas, solitarias en las
axilas de las hojas altas.
Su corteza es verdigris al
exterior y rojiza en el lí-
ber, y la madera fuerte" y
blanca, con el corazón ro-
jizo; se utiliza en carpin-
tería. También se llama al-
mendro criollo para dife-
renciarlo del europeo. (Bot.
F. Teáceas; esp. Laplacea
curiyana, A. Rich.)
Almendro criollo. Cub. m. —
Véase almendro.
Almendro de la India. Cub.
m. — Árbol exótico impor-
tado de la India, muy ele-
vado y propio para paseos
y jardines por la bella y
caprichosa figura, pues sus
ramas parten horizontales a
la redonda en diversos pun-
tos del tronco, y forman
como una serie de bande-
jas superpuestas de mayor
a menor, de hojas grandes,
puntiagudas, verdinegras,
que al marchitarse tórnanse
rojas, flores chicas y ver-
dosas en racimos, y fruto
de pulpa rojiza agradable
con una semilla de sabor
idéntico a la almendra ver-
' dadera. (Bot. F. Combretá-
ceas; esp. Terminaiia ca-
tappa, Lin.)
AEmendro silvestre. Cub. m.
— Árbol indígena y silvestre
parecido al almendro. (Bot.
F. Sapotáceas; esp. Bumelia
cubensis, Griseb.)
Almez de flores pequeñas.
Cub. m. — Una especie del
almez común que se distin-
gue cual su nombre indica,
y como ése, muy elevado
también, de cuya corteza
fibrosa y correosa se hacen
sogas. (Bot. esp. Trema mi-
crantha).
Almigé. Cub. m. — Árbol que
se desarrolla silvestre en la
isla de Pinos hasta seis me-
tros de altura, sin uso co-
nocido. Otros dicen migé.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Almiquí. Cub. epic. m. — Nom-
bre cada vez más generali-
zado impuesto por Poey al
mamífero >aire. Véase. (Et.
Voz caribe).
Almironcillo. Cub. m. — Plan-
ta herbácea indígena y sil-
vestre, que constituye un
pasto bueno para el gana-
do. (Bot. F. Compuestas;
esp. Críéalia discolor, Gris.)
(Et. Diminutivo de "almi-
rón", planta).
Cub. m. — "Planta
ALTE
— 23
AMAD
de las Malváceas (Setaria
glauca, Beauv.)". Esto es
todo lo quo dice Pichardo
en.eu Diccionario, y la úni-
ca noticia que -tenemos de
tal planta cubana, por lo
que nos inclinamos a creer
que sea la misma de la R.
A. y de cuantos libros he-
mos consultado, que colo-
can de acuerdo en las Gra-
míneas y es común a mu-
chos países y climas.
Almorrana. Cub. í. — Planta
indígena y silvestre de las
cotiledóneas, de hojas al-
ternas y flor campanuda,
amarilla. Otros la llaman
tomate de mar. Tiene la
acep. cast. (Bot. F. Convol-
vuláceas; esp. Ipomcea te-
rodes, Chais)'.
ASsiroerneriia. Cub. f. — des-
usada. — Primitivo nombre
de la planta más conocida
hoy por astronomía, por
corrupción. (EL. Del ape-
llido Alstroemer (Garlos),
quien la introdujo y acli-
mató en la Isla).
ASstroemia. Cub. f. — en des-
uso.— Véase astronomía. (Et
de alstroemeria sincopada).
Aitea. Cub. f. — Planta silves-
tre y cultivada, distinta a
la de la R. A., o sea al mal-
vavisco; es de hojas pe-
queñas y dentadas, siidorí-
flcas, y por sus flores po-
licromas se distinguen mu-
chas variedades con nom-
bres particulares, como le-
che de Venus, de flores
blanquísimas, Mar Pacífico
y Mar Pacífico moñudo, de
flores rosadas y amarillen-
tas, y además, amapola,
malva de China, Hércules,
camelia y sangre de Adonis.
Bot. F. Malváceas; esp. Ei-
biscus phcenicens).
Alternante. Cub. m. — Véase
yerba de la sangre (1.a acep.)
Alto (De lo) Cub. adj.— En-
tre pescadores, los peces
que viven a grandes pro-
fundidades. Algunos peces
reciben este aditamento.
Debiera decirse de lo pro-
fundo o, en otro caso, de lo
bajo, pero la voz quizá sea
tomada de la expresión
"alta mar", donde real-
mente hay esas grandes pro-
fundidades.
Alzado. Cub. m. — Dícese, por
antonomasia, al individuo
que toma armas contra los
poderes constituidos, y que
busca el campo abierto para
teatro de sus hazañas.
Alzado, da. Amer. adj. -Aplí-
case a los animales domés-
ticos que se fugan de las
heredades.
Alearse. Cub. v. ref. — Insu-
rreccionarse contra el Go-
bierno constituido. Es de
advertir que la R. A. acepta
"alzamiento" como caste-
llano en tal sentido.
Alearse. Amer. v. ref. — Huir
los animales domésticos de
las haciendas. Tiene ade-
más el uso autorizado por
la R. A.
Amadrinadero. Cub. m. —
A7éase bramadero, que es el
AMARR
— 24 —
AMOR
cubanismo aceptado por la
R. A.
Amalignadura. Cub. f. — Ac-
ción y efecto de amalig-
narse.
Amalignarse. Cub. v. ref. —
poco uso. — Ser víctima de la
elevada calentura, casi mor-
tal, que se conoce, por an-
tonomasia, eon el nombre
de maligna.
Amapola. Cub. f. — En algu-
nos lugares se llama así a
la altea. Véase. Tiene, a la
vez, el verdadero uso cast.
Amarchantarse. Árner. v. ref.
— Hacerse cliente fijo de
un establecimiento. (Et. Del
andalucismo "marchante",
de uso autorizado por la
R. A.)
Amarrado, da. Cub. adj. —
vulg. -Aplícase a la persona
tacaña, miserable. (EL Co-
rrupción de "agarrado, da").
Amarrar. Amer. v. a, — En
casi toda América española
se comete un reprensible
abuso con este verbo que
casi ha desterrado los de
"liar, ceñir, vendar", entre
otros menos útiles, y sobre
todo el de "atar", que, par-
ticularmente en Cuba, po-
demos decir que está aboli-
do. Lo mismo se dice ama-
rrar un buque o un toro, que
amarrar una mosca o la
corbata, aunque para aque-
llos se precise un pesado
calabrote, y para éstas una
fibra de seda o un poco de
curiosidad. Tiene los sig-
nificados castellanos.
Amarrar. Cub. v. a. — fig. y
fam. — En contratos o con-
venios, aprovecharse una
de las partes de todas las
circunstancias posibles y
favorables para imponer
depresivas o desventajosas
condiciones a la otra. "A
Fulano lo amarraron mucho
en la escritura social".
Amarrarse. Cub. v. ref. — fig.
y fam. — Suele oirse por
"casarse". "¿ Cuándo te ama-
rrasí-Me amarro en abril".
Amelcocharse. Cub. v. ref. —
fig. y fam.-— Entre personas,
fingir agrado, afectar com-
placencia. Tiene el uso ame-
ricano castellanizado.
Amelcocharse. Cub. v. rec. —
fig. y fam. — Enamorarse.
Americanizarse. Amer. v. ref.
— Aquirir hábitos y cos-
tumbres peculiares de los
norteamericanos.
Americano, na. Árner. m. f.
— Dícese al natural de los
Estados Unidos o sea "nor-
teamericano, na", que ape-
nas se usa en Cuba.
Americ®aoc, na. Amer. adj. —
Aplícase a cosas de los Es-
tados Unidos.
AjBniqrai. Cub. m. — Véase jai-
miquí. (Et. Voz corrompida).
*Amor al raso. Cub. m. — Ar-
bolito de jardinería con
gajos cubiertos de suave
pelusa, de hojas cordifor-
mes, alargadas, de largos
pedúnculos y flor de vida
efímera, que amanece blan-
ca y anochece de color ro-
jizo, sufriendo la corola esa
AMPA
25
ANCHO
metamorfosis durante el
día. También se llama mal-
va rosa. Está aclimatada en
Europa. (Bot. F. Malvá-
ceas; esp. Hibiscus muta-
bilis) .
Amor y celos. Cub. m. -Véase
piñón amoroso.
Amores secos. Cub. m. pl. —
Varias plantas silvestres de
escasa altura, con tallo her-
báceo, hojas de variadas fi-
guras y tamaños, algunas de
las cuales constituyen buen
pasto y mejoran el terreno,
y que producen unas fruti-
llas diminutas, verdes,
aplastadas y peludas que se
adhieren a la ropa. En la
región oriental suelen lla-
marlas tostón, pero esta
planta es muy diferente.
(Bot. la más conocida, F.
Verbenáceas; esp. Priva
echinata, Juss.)
Amorrongado, da. Cub. adj.
— muy vulg . — Equivale a
ruin, cobarde, apocado.
Véase amorrongarse.
Amorrongarse. Cub. v. ref. —
muy vulg. — Como acoqui-
narse, acobardarse. Sinóni-
mo de apendejarse en len-
guaje menos indecoroso.
(Et. De a-morronga-rse).
Amoscarse. Cub. v. ref. —
Tiene parecido significado a
la acepción castellana, en
cuanto a la causa; pero en
Cuba equivale a sonrojarse,
aturdirse.
Ampanga. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 197 del Apén-
dice.
Amparo. Cub. m.-fam.-Véase
la frase 242 del Apéndice.
Anacagüita. Cub. f. — Corrup-
ción entre campesinos de
la voz anacahuita.
Anacahuita. Amer. . f. — Plan-
ta originaria de Tampico
(Méjico), que tiene una me-
diana elevación, cuyo fruto
huele a manteca rancia; de
virtudes pectorales. (Bot F.
Burragineas; eap. Cor di a
boisierii, D. C.) (Et. Voz
india).
Anacahuita. Amer. f.-Véase
camaruca.
Anafre. Cub. m. — Corrupción
bastante extendida de anafe.
Anaiboa. Cub. f.-en desuso.
— Véase naiboa. (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Anaína. Cub. adv. — vulg. — Se
oye entre los campesinos
como significando solapada-
mente. Probablemente sea
voz importada por los ca-
narios.
Anamú. Cub. m. — Planta es-
pontánea, herbácea, que
suele verse en las cunetas
y al borde de las paredes,
de menos de un metro de
alto, con hojas lanceoladas
y dentadas, flores blancas en
espigas, de fuerte olor a
ajos, que se transmite a la
leche en las vacas que la
pastan. Se considera un po-
deroso abortivo (Bot. F. Fi-
tolacáceas; esp. Petiveria
alliacea, Lin.) (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Anchoa pellada. Cub. epic. f.
— Pez parecido a una Jar-
ANDO
26
ANJA
dina pequeña, con la boca
grande y la aleta anal más
adelantada que la dorsal;
se le caen con mucha faci-
lidad las escamas, de lo que
recibe el nombre. Es pez
muy raro. (Zool. F. Clupei-
doe; esp. Pellona bleekeria-
na, Poey).
Andamiaje Común, ni. — Go-
mo "andamiada", conjunto
de andamios.
Andaraz. Cub. epic. m. — Ma-
mífero roedor, de tamaño
de unos 25 centímetros, sin
inclusión de la cola, pare-
cido a la juña carabalí,
aunque de color más os-
curo y con la cola cubier-
ta de pelos largos, negros
generalmente, que suele
verse en las montañas
orientales, donde vive en
ios árboles, ya en las ra-
mas, bien en los troncos
huecos, y se caza fácilmen-
te, proporcionando un bo-
cado aceptable. Otros le lla-
man mono, porque trepa fá-
cilmente a los árboles.
(Zool. F. Octodontidce ; esp.
Capromys melanuriis, Poey).
(Ét. De andar-az).
Andarivel. Cub. adj. — Comé-
tese en algunos lugares el
barbarismo de calificar así
al caballo de color oscuro
con las patas blancas.
Andón, na* Amer. adj. — Aplí-
case a la cabalgadura que
resiste mucho tiempo ca-
minando con paso largo,
regular y cómodo para el
jinete. (Et. De "and-ar,
and-ador, and-ón").
lo. Cub. m. — Además del
"andullo" que reseña la
R. A., se conoce en la Isla
una pasta de tabaco, ne-
gruzca y de repugnante
olor, que muchos negros
mastican con incomprensi-
ble deleite.
|Ánge!a María! Amer. interj.
— fam. — Usase para deno-
tar pleno asentimiento con
las manifestaciones del in-
terlocutor. También se dice
en Canarias, al parecer, y
bien puede ocurrir que allí
haya tenido origen.
Angola. Cub. f. — fam. — Véa-
se la frase 196 del Apén-
dice.
Animado, úa» Común, adj.- —
Lo mismo que alegre, di-
vertido, con animación:
"Baile muy animado".
Animita» Cub. epic. f. — En
algunos lugares recibe este
nombre el insecto aguacero.
(Et. Diminutivo de "áni-
ma").
Anís. Cub. m. — "Planta de
las Magnoliáceas (Illicium
parvifíorum, Mich.) (Sau-
valle)". Eso dice Pichardo
en su Dic, y nada más po-
demos añadir. No será la
especie común, puesto que,
se colocan en distintas fa-
milias botánicas. ¿Será el
"badián" cast.?
¡Anjá! Cub. interj. — vulg. —
Expresión de asentimiento.
(Et. Corrupción del cast.
"¡aja!").
ANÓN
— 27
ANTI
Anón de cembal. Cub. m. —
Además del anón americano
descrito por la R. A., que
es uno de los árboles fruta-
les más estimables de Amé-
rica, hay en Cuba otras es-
pecies frutales o silvestres,
como se verá. El de cembal
es silvestre, de aspecto her-
moso, que suele alcanzar
hasta 20 metros de altura,
de madera dura y olorosa;
el fruto engorda al gana-
do porcino, y las hojas al
vacuno y caballar. También
se llama laurel de cembal y
anoncülo de Cuba. (Bot. F.
Anonáceas; esp. Annona bu-
llata) .
Anón de fruto erizado. Cub.
m. — Especie del anón frutal
que alcanza mayor altura,
y que tiene el fruto cubier-
to de débiles púas, de lo
que recibe el nombre. Se
conoce más por su nombre
americano castellanizado de
"guanábano".
Anón de fruto lampiño. Cub.
m. — Otra especie que se
distingue cual lo indica su
nombre, y se conoce más
por mamón. Véase.
Anón de los pantanos. Cub.
m.— Arbolilio que se des-
arrolla espontáneo en los
terrenos cenagosos, cuyas
raíces, algo esponjosas, se
utilizan en sustitución del
corcho para tapones. Tam-
^bién se llama bagá y palo
bobo. (Bot. F. A.; esp. An-
nona palustris).
En la región oriental, se
dice al fruto del mamón.
Véase.
Anoncülo de Cuba. Cub. m. —
El anón de cembal. Véase.
Anortado, da. Cub. adj. y p.
p. — Aplícase al cielo o a la
atmósfera cuando anorta.
Véase anortar.
Anortar. Cub. v. impersonal. -
Viento frío, acompañado
algunas veces de llovizna,
que viene del Septentrión,
y que oscurece el cielo. (Et.
De "a-Nort-ar").
Anqueador, ra. Amer. adj. —
Aplícase a la cabalgadura
que anquea. Véase anquear.
Anquear. Amer. v. n. defec-
tivo.-Movimiento lateral de
las ancas en las caballerías,
muy molesto para el jinete.
Antejo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de rápido crecimien-
to, que alcanza una altura
mediana, de corteza morada
y madera de color amari-
llento, sin nudos, ligera, po-
rosa y flexible.
Anteojo de poeta. Cub. m.—
Enredadera de jardín que
produce una ílorecilla sin
aroma, pero rara y bonita,
amarillosa, con un pequeño
disco morado en el centro,
a semejanza de ojo, por lo
que también se llama ojo
de poeta. (Bot. F. Acantá-
ceas; esp. Tumbergia abata).
Anticonstitucional. Común.
adj. — Contra lo que precep-
túa la Constitución de un
pueblo.
Anticonstitucionalmente.
ANO
28 —
APAR
Común, adv. — Contrario a
lo que determina la Cons-
titución.
Antoíar. Cub. m. — antic. —
La tira de encaje o lienzo
bordado que se cose por las
dos orillas, y se conoce hoy
por su nombre castellano
de "entredós".
Antonino. Cub. epic. m. — Pee
que mide unos 3 decíme-
tros de largo, de cuerpo fu-
siforme, plateado, con una
mancha negra en la ex-
tremidad superior del opér-
culo, con diez aletas. Mal
bocado. (Zool. F. Carangi-
dce; esp. Decapterus maca-
rellus, Cuv.)
Añafé (De). Cub. adj. — Dí-
cese en algunos lugares al
papel de estraza, por co-
rrupción de "añafea".
Añil. Cub. epic. m. — Bonito
pez, más conocido por azu-
lejo (2.a acep). Véase. Tie-
ne los usos castellanos.
Añil cimarrón. Cub. m. — En
algunos lugares, la planta
añil, conocida también por
"jiquilete", que es como la
describe la R. A.
Añil del pinar. Cub. m. —
Suele decirse al arbusto
conocido por su nombre
castellano "zumaque".
Añil francés. Cub. m. — Otra
especie rara. (Bot. esp.
Serbania aegiptiaca, Pers.)
Año ir/inerto. Cub. m. — En
ciertos contratos de arrien-
do, cada año que, por co-
mún acuerdo de los contra-
tantes, se deja de abonar la
renta estipulada.
Apachurrado, da. Amer. adj.
— Aplícase a las personas,
y rara vez a las cosas, en-
cogidas, chaparras. Véase
apachurrar.
Apachurrar. Amer. v. a. —
Significar aplastar y, algu-
nas veces, hundir. (Et. Co-
rrupción de "despachu-
rrar").
Apagón, na. Amer. adj. —
Aplícase al cigarro puro
que por defecto de elabo-
ración o deterioro se apa-
ga frecuentemente. Otros
dicen cabezudo, da.
Aparato. Cub. m. — fam. —
Véanse las frases 65 y
234-a del Apéndice.
Aparecido. Cub. epic. m. —
— Lindo pajarillo estima-
ble para jaula por su bello
plumaje, mas no por su
canto, inarmónico y monó-
tono; tiene tamaño de go-
londrina; el macho es de
color azul marino, con las
alas y la cola negras, que
en invierno se torna ver-
de, como el permanente de
la hembra, patas de color
carmín, con el pico fino y
algo encorvado. Come gu-
sanillos y plátano maduro,
y construye su nido con
derroche de arte. También
se llama aparecido de San
Diego y azulito de plátano.
(Zool. F. Dacnididce; esp.
Arbelorhina cyanea, Lin.)
Aparecido de San Diego.
Cub. epic. m. — Véase apa-
recido.
APIL
29
APRU
Aparejería. Cub. f. — Taller
donde se construyen apa-
rejos. Véase.
Aparejo. Cub. m. — Por anto-
nomasia, una especie de
albardón rústico, hecho de
madera el esqueleto, relle-
no con paja o junquillo, y
forrado de lona, que se uti-
za para transportar carga
en caballerías. Tiene las
acep. cast., en cuyo lengua-
je se conoce el aparejo con
los nombres de "enjalma" y
"lomillo".
Apasito. Cub. adv. — Equi-
vale a "despacio". (Et. Co-
rrupción de "al pasito", de
"al paso").
Apasote Manco. Cub. m. —
Véase cenizo blanco. Es la
planta descrita por la R. A.
en "bien granada".
Apemdeüado, da. Cub adj. —
Equivale a "acobardado".
Sinónimo de amorrongado,
da, en más indecente len-
guaje. Véase apendejarse.
Apendejamiento. Cub. m. —
Acción y efecto de apen-
dejarse. Véase.
Apendejarse. Cub. v. ref. —
fam. — Acoquinarse, aco-
bardarse. Sinónimo, aun-
que menos indecente, de
amorrongarse. La R. A.
acepta en sentido figurado
la voz "pendejo" (cobarde),
sin acreditar su origen, que
lo tiene en Méjico.
Apilonar. Amer. v. a. — Lo
mismo que apilar. Es si-
nónimo del cubanismo en-
tongar.
Aplatanado, da. Cub. adj. — ■
Aplícase al extranjero
adaptado a las costumbres
del país. "Un gallego apla-
tanado".
Aplatanarse. Cub. v. ref. —
Familiarizarse con las per-
sonas, cosas y costumbres
cubanas. (Et. De "pláta-
no").
Apobanga (De). Cub. mod.
adv. — vulg. — Dícese de algo
superior, excelente.
Apolismar, se. Cub. v. a. y
ref. — poco uso. — Lastimar
o magullarse, sin derrame^
de sangre. (Et. De "aporis-
ma").
Aporreado. Cub. m. — Manjar
hecho con carne, tasajo o
bacalao cocido, desfibrado
después, y sazonado luego
con otros ingredientes. Es
un plato frecuente. Toma
por aditamento la materia
desfibrada. "Aporreado de
tasajo ".(Et. De "aporrear").
Aporrear. Cub. v. a. — Prepa-
rar el aporreado. Véase.
Tiene el uso cast.
Apotrerar. Amer. v. a. — In-
troducir ganado en la de-
hesa o potrero, acepción
ésta americana, recogida
por la R. A.
Aprudenciado, da. Amer.
adj. y p. p. — vulg. — Aplí-
case, si no con frecuencia,
sí con reprensible abuso
del idioma, a la persona
prudente. Véase apruden-
ciarse.
Aprudenciarse. Amer. v. ref.
— vuig. - n ^vestirse de
ABAB
— 30
ARAN
prudencia, contenerse, re-
primirse. Son obvias las
razones a demostrar que se
trata de un condenable
abuso de la lengua, cual
en otros muchos casos que
se forman en América ver-
bos innecesarios de subs-
tantivos correctos. En el
mismo caso está pruden-
ciarse, sinónimo más re-
prensible aún.
Apachinchado, da. Cub. adj.
y p. p. — poco uso. — Reple-
to, harto de comida, fruta,
dulces, etc. Véase apachin-
char, se.
Apachinchar, se. Cub. v. a.
y ref. — Saciarse, hartarse
de comida, golosinas, etc.
(Et. de apuc, forma imita-
tiva, e hinchar).
Apuntado d© cordón. Cub.
m. — Dícese al aguardiente
de floja graduación.
Arabia. Cub. f. — Tejido de
cuadros azules y blancos,
muy menudos, formados por
hilos de color azul oscuro
a la trama y blancos a la
urdimbre. Más comúnmen-
te se antepone la palabra
listado, con lo que se in-
curre en barbarismo, pues-
to que no se trata de lis-
tas, sino de cuadros.
* Arabo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que se eleva en té-
rsanos húmedos y costeños
hasta una altura máxima
ue 12 metros, de buen
tronco, regularmente grue-
so, que florece en primave-
ra, ..de made^, jura, resis-
tente, pesada, fibrosa en es-
piral, de color rojizo, em-
pleada principalmente en
horcones. Esta voz la re-
coge la R. A. sin acreditar-
la de cubanismo, cual ha
hecho con otras que lo son
indiscutiblemente. Tam-
bién se llama arabo colo-
rado. Hay otras especies
con aditamentos particula-
res. (Bot. F. Eritroxíleas ;
esp. Erytroxylum ovoba-
tum, Macf). (Voz caribe,
según Zayas).
Arabo amarillo. Cub. m.—
Parece ser una variedad
del arabo, que se distingue
por el color más pálido de
la madera.
Arabo colorado. Cub. m. —
Véase arabo.
Arabo de piedra. Cub. m. —
El árbol más conocido por
cubanicú. Véase.
Araíeio. Cub. va. — Árbol sil-
vestre de madera amari-
llenta, con el corazón par-
dusco, que por su resisten-
cia y dureza se aplica a
obras de carpintería grue-
sa.
Araña. Cub. f. — Además de la
planta conocida con este
nombre y el de "arañuela"
en castellano, hay otras
también de jardinería, una
de las cuales es indígena,
de hojas verdes elípticas,
con pelusa por el envés que
causa escozor, y flores azu-
les o blancas de escaso
aroma. Tiene las acepcio-
nes castellanas. (Bot. F.
AKBO
— 31
Gramíneas; esp. Panicum
pilosum) .
Araña-gato. Cub. f. — Planta
silvestre d.e virtudes medi-
cinales que algunos lla-
man por confusión ala-
crancülo, y que se conoce
mucho por martinia. (Bot.
F. Pedalieas; esp. Marty-
nia diandra.)
Araña peluca. Cub. epic. f.
— Nombre que toma la ara-
ñacomúnmente llamada "ta-
rántula", y que los indios
denominaban guabá, nom-
bre que, al parecer, con-
serva todavía en Santo
Domingo y Puerto Rico.
Arará. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que se desarrolla en
terreno colorado y en el li-
toral, hasta una altura de
siete a ocho metros, de ma-
dera poco apreciable. Hay
otras especies con este mis-
mo nombre. (Bot. esp. Ter-
?ninalia buceras.) (Et. Voz
probablemente tomada de
la región africana así lla-
mada)-
Arará. Cub. adj. — Aplícase
como aditamento a varios
animales, como la juña, el
bonasí, etc.
Arbicuaier. Cub. m. — Árbol
silvestre, elevado y abun-
dante, que produce resina
oor incisión, y suministra
nr iex-ft fuerte, apreciable
en -'arpintería.
Árbol! bonico. Cub. m. — Ár-
bol silvestre de mediana
elevación, recto, de agra-
dable aspecto, y madera
estimada por su dureza y
solidez.
Arfeo! de la bibijagua. Cub.
m. — El arbusto descrito en
bijaura. Véase.
*ÁrfeoI de la cera. Cub. m. —
Árbol silvestre que toma
ese nombre de la resina
que exuda, muy semejante
a la cera; su madera es
dura, fina, de bonito color
amarillo, apreciable en
ebanistería. También se
llama arraigan. (Bot. F.
Miricáceas; esp. Mynca ce-
rífera) .
Árbol de la frutlca. Cub.
m. — El más conocido por
jagua-jagüita. Véase.
Árbol de la gallina. Cub. m.
— Arbusto que recibe este
nombre porque su fruto
envenena a las gallinas que
lo ingieren; su madera es
dura y buena, de color
amarillento veteado, que
también contiene substan-
cia tóxica. Otros le llaman
palo-gallina. (Bot. F. Sola-
náceas; esp. Licium. acnis-
toides, Gris.)
Árbol deü amor. 'Cub. m. —
Véase piñón amoroso. ¿Se-
ré, el árbol "ciclamor" de
la R. A., que también elia
nombra árbol del amor?
Árbol! de la vida» Cub. m. —
Árbol silvestre abundante
que alcanza mediana ele-
vación, de madera fuerte,
compacta y fina, empleada
en carpintería y ebaniste-
ría. Los indios lo llamaban
guiquí, voz hoy en desuso
ARET
- 32 -
ARNI
Tiene el uso autorizado por
la R. A. (Bot. esp. Thuya
ortusa).
Árbol del cuerno. Cub. m. —
Árbol silvestre de mayor
abundancia en la región
occidental de la Isla; su
madera es dura e inflexi-
ble y se utiliza en ligazo-
nes. (Bot. F. Leguminosas;
esp. Acacia cornígera, Rich).
Árbol del sebo. Cub. m. —
Cierto árbol de cuyas se-
millas se extrae una mate-
ria sebosa propia para bu-
jías. (Bot. esp. Stiüingia
sebifera, Richard.)
Arce de Virginia. Cub. m.- —
Árbol silvestre de hojas so-
litarias y flores en racimos,
de madera dura, estimada
en ebanistería. Probable-
mente el arce descrito por
la R. A., o muy semejante.
Arcediana. Cub. f. — Es la
planta conocida en caste-
llano y también en Cuba,
por "amaranto41 y "moco
de pavo", que además se
llama en la Isla bledo de
clavo, mirabel y, por co-
rrupción, acediana.
Arete. Amer. m. — Toda for-
ma de pendiente usado por
las mujeres en las ore-
jas. En Cuba no se oye
nunca "pendiente" y entre
los nombres particulares,
hay los de dormilona, ro-
seta, etc.
Aretiílo. Cub. m. — Árbol r' -
vestre, abundante < la
provincia de la Habana, de
madera pesada, dura, re-
sistente y suave al tacto,
que se utiliza en carpinte-
ría. También se llama car-
bonero de costa y maco.
(Bot. F. Euforbiáceas; esp.
Savia sessiflora).
Argelino. Cub. m. — Árbol
silvestre que suele des-
arrollarse en el litoral has-
ta cinco metros de altura,
de madera dura, fina y algo
flexible. Tiene el significa-
do castellano.
Ariguaaense. Cub. subs. y
adj. — Dícese al natural de
San Antonio de los Baños,
por estar esta población in-
mediata al río Ariguanabo.
Ariguanense. Cub. adj. -Aplí-
case a cosas de San Antonio
de los Baños.
Arique. Cub. m. — Tira de
yagua que se utiliza para
atar, substituyendo al cor-
del, especialmente en la
industria tabacalera.
Aríeqmn de fruías. Cub. m.
— Postre compuesto de va-
rias frutas en conserva,
mezcladas : pera, meloco-
tón, fresa, etc., en el que
resaltan varios colores. El
nombre está tomado por
analogía del sorbete cono-
cido en castellano por "ar-
lequín".
Armatostre. Común, m. —
Corrupción de "armatoste".
Armilán. Cub. m. — Véase
grama "pintada.
*Arni5So. Cub. epic. m. — Pez
acantopterigio que alcanza
unos 3 decímetros de lar-
go, de color morado, más
AROM
— 33
pálido en las aletas y cola,
que es ahorquillada. Se pa-
rece al barbero, pero no
tiene el cuerpo aplastado.
Su peso medio es de tres
kilogramos. La R. A. no
señala, quizá por olvido, el
origen cubano de esta voz.
(Zool. F. Lutianidoe; esp.
Apsilus dentatus).
Aroma. Cub. f. — La hierba
marabú. Véase. Tiene los
usos cast.
Aroma amarilla. Cub. f. —
Nombre incorrecto del aro-
mo amarillo. Véase.
Aroma blanca. Cub. f.-Véase
aromo blanco.
Aroma de laguna. Cub. f. —
Arbusto indígena de poca
estimación, que se desarro-
lla en terrenos cenagosos.
(Bot. F. Rubiáceas; esp. Ce-
phalanthus occidentalis,
Lin.)
Aroma uña de gato. Cub. f.-
Arbusto de unos cuatro a
cinco metros de altura, de
corteza oscura, con pun-
tos blancos, que tiene vir-
tudes febrífugas, de hojas
pareadas, casi cordiformes,
flores pequeñas blanque-
cinas, en racimos parea-
dos, fruto en vainas lar-
gas y retorcidas con unas
semillas muy negras. Otros
la llaman soplillo. (Bot. F.
Leguminosas; esp. Mimosa
unguis-cati).
Aromal. Cub. va. — Terreno
donde abunda el aromo.
Véase.
Aromo amarillo. Cub. m. —
Árbol o arbusto pequeño de
hojas compuestas con fo-
liólos yugados, pequeños,
oblongos, obtusos, flores en
capítulos, y fruto en le-
gumbre encorvada, lampi-
ña, oblongo-lineal, cilin-
drica al extremo. Esta
planta es una plaga inex-
tirpable en el terreno que
invade. También se llama
aroma amarilla y cují. (Bot.
F. Leguminosas ; esp. Aca-
cia farnesiana, Willd.)
Aromo blanco. Cub. m.—
Otro arbolito sin espinas,
de hojas bipennadas con fo-
liólos oblongos lineales, flo-
res blancas en cabezuelas
esféricas, y legumbre lineal
comprimida, con las semi-
llas transversales a las val-
vas. También se llama cro-
ma blanca. (Bot. F. Legu-
minosas; esp. Lene cena glau-
ca, Benth.)
Aromo oloroso. Cub. m. — El
árbol conocido en castella-
no por "aromo", productor
de la celebrada flor aroma.
Arraigan. Cub. m. — Véase
árbol de la cera, que es el
cubanismo aceptado por la
R. A.
¡Arranca! Cub. interj.-fam.-
Empléase con énfasis des-
pectivo como negativa : "Yo
entiendo de eso más que
tú.— ¡Arranca!'1'1
Arrancarse. Cub. v. ref. —
farn. — Este verbo, con los
pronombres personales en
acusativo me, te, le, ante-
puestos o pospuestos, denpta
ARRAN
— 34
el caso de quedarse acciden-
talmente sin dinero, y así
se dice:, "Siempre se le
arranca en el juego, y no
escarmienta"; "no malgasto,
porque temo que pueda
arrancárseme". (Et. Del cas-
tellano "arrancado", arrui-
nado, de uso en Cuba). Tie-
ne los usos de v. a. caste-
llano.
Arrancarse. Cub. v. ref. —
fam. — Guando a este verbo
acompaña antes o después
el pronombre personal de
tercera persona en acusa-
tivo la, significa matar y
algunas veces suicidarse :
"Pedro juró que se la
arrancaría a Román"; dos
veces ha pretendido Juan
arrancársela'".
Arranchar. Cub. v. n.-antic-
Buscar y perseguir a los
negros esclavos, huidos.
Arranquera. Cub. f. — fam. —
Carencia absoluta de nu-
merario, o pobreza extre-
mada; pero se usa más co-
múnmente en los casos cir-
cunstanciales: "La arran-
quera es propia del hara-
gán". V. arranquitis. (Et.
Del. cast. "arrancado".)
Arranquín. Cub. m. — Caballo
viejo y flaco, jamelgo, re-
gularmente de alquiler. (Et.
Corrupción de arrenquín.
Véase).
Arranquitis. Cub. f. — fam. —
Tiene la misma acepción
que arranquera, pero es
más graciosa voz por la
forma técnica de la Pato-
logía que se le da, parti-
cularmente cuando se oye
arranquitis aguda, pobreza
extremada, y arranquitis
crónica, si muy duradera,
siempre con los verbos te-
ner o padecer, cual si efec-
tivamente fueran dolencias
físicas: "Padezco de arran-
quitis crónica"; "José tie-
ne arranquitis aguda". Et.
Del cubanismo arranque-
ra).
Arrayán. Cub. m. — Véase ras-
cabarriga.
Arrefoiatar. Cub. v. a. — Véa-
se arribiatar, de donde pro-
cede por corrupción.
Arrebiatarse. Cub. v. ref. —
fig. y fam. — Véase arribia-
tarse, forma de más uso, y
de donde deriva por co-
rrupción.
Arrecostarse. Amer. v. ref.-
vulgar.-Corrupción de "re-
costarse".
Arrempufón. Común, m. —
vulg. — Lo mismo que em-
pujón, empellón. (Et. Del
cast. antic. "arrempujar",
de algún uso entre gente
rústica, en Cuba).
Arrenquín. Cub. m. — La bes-
tia de carga, primera de
una recua o arria, a la cual
guía. (Et. De "¡arre!").
Arretrancos. Cub. m. pl. —
vulg. — Oyese por "arreos
para bestia de montar o de
carga". Otros dicen arri-
trancas, pero una y otra
voces son usadas sólo por
gente campesina. (Et. De
"retranca", ataharre).
ARR1B
35
AREIM
Arriar. Amer. v. a. — El la-
mentable abuso que se ha-
ce en América de este ver-
bo llega en Cuba a la exa-
geración, pues que hasta
en letras de molde amena-
za dejar sin uso los de
"soltar", "aflojar", "des-
prender", "tirar", etc.
Arriba. Cub. adv. — fam. —
Véanse las frases 63 y 95 en
el Apéndice.
*Arribazón. Cub. f. — "Gran
afluencia de peces a las
costas y puertos en deter-
minadas épocas"; descrip-
ción de la R. A., quien, tal
vez por error, pone esta
voz como masculina. En el
Dic. oficial se acepta "ri-
bazos" como castellano;
como una y otras voces de-
rivan de "arribar", resulta
más correcto el cubanismo.
Arribazón. Cub. f. — fig. y
fam. — Aplícase en igual
sentido que la acepción an-
terior, a personas y cosas,
con bastante más propiedad
que el galicano avalancha.
Arribiatar. Cub. v. a. Dis-
poner las bestias en forma
de arria o recua. Otros di-
cen arrebiatar con menos
corrección. (Et. De "rabia-
tar", atar por el rabo).
Arribiatarse. Cub. v. ref. —
fig. y fam. — Apegarse a lo
tradicional, seguir una idea
o doctrina rutinariamente.
Algunos campesinos dicen
arrebiatar se: "Pero como
no me gusta arrebiatarme
a los usos de mis agüe-
los"... dijo Liborio, en la
página 247 de "Aventuras
de un Mayoral", de don
Juan B. Jiménez. (Et. Véa-
se arribiatar).
Arrieriío. Cub. epic. m. — En
la región occidental, el ave
primavera.
Arriero. Cub. epic. m. — Ave
pseudotrepadora, cuya lon-
gitud total es de medio me-
tro, la mitad entre pico y
cola, que es ancha al ex-
tremo, de plumaje pardo
olivado en el lomo y rojizo
bermejo lo demás, con las
puntas de las timoneras ex-
teriores blancas precedidas
de una mancha negra, patas
aplomadas, así como el pico,
y los ojos avellanados con
el iris rojo. Es ave autóc-
tona de Cuba, aunque afín
a otras de las Antillas.
Emite un grito semejante
a la interjección gutural de
los que arrean ganado, de
donde recibe el nombre po-
pular. Es caza fácil y bue-
na, y se alimenta de peque-
ños reptiles. También se
llama guacaica y tacó. (Zool.
F. Cucúlidas; esp. Saurothe-
ra merlini, Orbigny).
Arriero. Cub. m. — Según Ji-
ménez, citado por Pichardo,
es un "árbol silvestre, de-
madera dura, poco elás-
tica".
Arriero chico. Cub. epic. m. —
Véase primavera.
Arrimo. Cub. m. — "Pared
sobre que no carga peso",
dice la R. A. En Cuba se
ARTE
36
ASAL
entiende por arrimo la pa-
red a que arriman por los
costados dos casas, o sea la
medianera en que se apo-
yan las dos construcciones.
Arrimo. Cub. m. — Derechos
que se abonan por apoyar
una construcción en la casa
contigua, y que regular-
mente son la mitad del
costo de la pared llamada
arrimo.
Arritrancos. Cub. m. pl. —
Véase arretrancos.
Arroz canilla. Cub. m. — Es-
pecie caracterizada por el
grano delgado y largo.
Arroz del Norte. Cub. m. —
El que se importa de los
Estados Unidos, muy apre-
ciado por su buen tamaño
y blancura inmaculada.
Arroz de Manila. Cub. m. —
El de aspecto y calidad ín-
fimos.
Arroz de Valencia. Cub. m. —
Importado de esta rica re-
gión española, de agradable
aspecto, redondo y prefe-
rido para el arroz con le-
che.
Artemisa de cosía» — Cub.
í. — Véase artemisa de pla-
ya.
Artemisa de playa. Cub. f. —
Una especie de la artemisa
americana que describe la
R. A., abundante en Cuba.
Desarróllase rápidamente
en el litoral, de tallos largos
y rastreros, de hojas ver-
des, simples, enteras y tri-
nervias, flores casi inodo-
ra,?, en racimos. También se
llama "artemisa de costa"
y carquesa, quizá por pa-
recerse a la carquexia de
España, aunque muy poco.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Iva cheirat^hifolia, H. B.
et K.)
Artemisal. Amer. m. — Lugar
donde abunda la planta ar-
temisa.
Artemlsero, ra. Cub. subs. y
adj. • — La persona natural
de Artemisa.
Artemisero, ?a. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa lo-
calidad.
Artemisilla. Cub. í. — Planta
Silvestre, especie de la ar-
temisa americana, que al-
canza menos de un metro
de altura, muy abundante,
de florecilías blancuzcas,
utilizada en remedios ca-
seros externos, después de
cocida. En la región orien-
tal se llama confitülo y en
otros lugares escoba amar-
ga, por su peculiar amar-
gura. (Bot. F. Compuestas;
esp. Argyrocheta bipinna-
tifida) .
As de oros. Común, m. — Así
suele oirse en los vulgos de
España y América por
"ano".
Asabaiado, da. Cub. adj. —
Aplícase a la caballería fla-
ca, con el pescuezo estirado
y delgado y cabeza erguida
y aguzada. (Et. De "sá-
balo").
Asalto. Cub m. — antic. —
Irrupción, en una casa, de
amigos de confianza, pro-
ASOR
— 37 —
ATAJ
vistos de música al objeto
de improvisar un baile,
cosa no esperada por los
moradores. Tiene los usos
castellanos.
Asalto. Cub. m. — Baile que
se celebra sin previo anun-
cio en alguna sociedad,
pero dispuesto con la nece-
saria antelación entre quie-
nes se proponen celebrarlo.
Asiento. Cub. m. — El punto
céntrico de una finca rús-
tica donde suelen estar las
casas o bohíos para vivir y
guardar las herramientas
los encargados de ella. Tie-
ne ios usos castellanos.
Aslguatado, da. Cub. adj. —
Aplícase a la persona o pez
atacados de ciguatera, por
corrupción generalizada
hasta entre los no criollos,
de la c en s, de "aciguatar-
se".
Asiguatarse. Cub. v. ref. —
Corrupción de "aciguatar-
se". Véase la voz anterior.
Asocado, da. Cub. adj. —
Apretado, comprimido. Ge-
neral corrupción hasta en-
tre los extranjeros de "azo-
cado". Véase asocar.
Asocar. Cub. v. a. — No sólo
este verbo es víctima de la
corrupción criolla de la z en
s, sino que se emplea im-
propiamente fuera de sus
funciones en marinería y
cordelería, aunque en pa-
recidos casos.
Asorar, se. Cub. v. a. y ref. —
Corrupción generalizada de
"azorar, se", que se oye
también en boca de muchos
extranjeros.
Astronomía. Cub. f. — Arbus-
to de jardinería, de bellas
flores moradas o rosáceas
en ramilletes, oriundo de
América del Sur, que se-
gún el color de las flores
toma los nombres de astro-
nomía rosada o Júpiter, y
astronomía morada. (Et.
Corrupción de alstroemia,
alstroemeria, de Alstroemer
(Carlos), quien introdujo y
aclimató la planta en Cu-
ba.) (Bot. F. Amarüídeas).
Astronomía amarilla. Cub.
f. — Árbol silvestre que se
eleva de ocho a diez me-
tros, de hojas verdes, de
brillo por la haz, flores
amarillas, de tenue pero
agradable olor, en panojas,
fruto aovado con tres se-
millas acidosas, también
amarillas, corteza grisá-
cea y madera rojiza. (Bot.
F. Malpigiáceas; esp. Mal-
pighia spicata).
Astronomía morada, Cub. f.-
Véase astronomía.
Astronomía rosada. Cub. f.-
Véase astronomía.
Atagallar. Cub. v. n. — "De-
sear con ansia una cosa".
(Pequeño Larousse).
Ataja. Cub. m. — antic. — El
acto de perseguir, de ate-
moriza!' y aprehender en
la fuga al delincuente, por
los vecinos del lugar de la
fechoría. Felizmente ya no
se presencian hoy esos es-
pectáculos de arrojar si-
ATBJ
38 —
ATEJ
lias y otros objetos que
obstruyeran o hiriesen en
la huida al malhechor. (Et.
De "atajar").
¡Ataja! Cub. inter j. — en des-
uso.— Grito de alarma para
la captura del malhechor
que huye. Voz tomada de
la segunda persona del pre-
sente de imperativo del
verbo "atajar".
Ataijaprimo. Cub. m. — Una
variedad del baile libre co-
nocido por zapateo criollo.
Atajarria. Cub. f. — Parte del
arreo que sujeta contra las
ancas de la cabalgadura, la
silla o el aparejo. (Et. De
"ataharre", su sinómino
castellano).
Atajo. Cub. m. — Conjunto de
veinte a veinticinco yeguas,
potros y potrancas con un
solo garañón. Tiene los usos
castellanos.
* Ateje. Cub. m. -Reciben este
nombre varias especies de
árboles indígenas y silves-
tres de variada altura, mu-
chas de las cuales tienen,
como se verá más adelan-
te, aditamentos particula-
res. Las hojas se parecen a
las del cafeto, el fruto es
gomoso y alimenta al ga-
nado, y las raíces son me-
dicinales. Suministran
buena madera a la carpin-
tería rural y fina casi to-
das las especies. (Bot. F.
Borragíneas; género Cordia)
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Aleje amarillo. Cub. m. — Es-
pecie que se eleva unos
cinco metros, de flor ama-
rilla, que le da el nombre.
(Bot. F. B.; esp. C. rotun-
di folia) .
Ateje Manco. Cub. m. — Tipo
de los menos elevados, de
flor blanca, que abunda en
los montes y florece en pri-
mavera. También se llama
baria blanca y uva gomo-
sa. (Bot. F. B.; esp. C. alba).
Ateje común. Cub. m. — Es-
pecie que se desarrolla en
cualquier terreno hasta una
altura aproximada de tres
metros, por treinta centí-
metros de diámetro el tron-
co, de madera excelente,
que florece en febrero.
(Bot. F. B.; esp. C. collo-
coca, S.)
Ateje de costa. Cub. m. — Se
parece al blanco, por lo que
algunos los confunden, pero
ése, como su nombre indi-
ca, se desarrolla en el li-
toral. (Bot. F. B.; esp. C.
bractea).
Átele de Cuba. Cub. m.-Una
de las especies de mayor
altura, sin grandes caracte-
res propios. (Bot. F. B.; esp.
C. adnata).
Ateje de hoja de olmo. Cub.
m. — Como el blanco, abun-
da en los montes, pero se
diferencia de él por la in-
dicación del nombre y su
mayor elevación. (Bot. F.
B. esp. C. ulmifolia, Juss).
Ateje globoso. Cub. m. — Es-
pecie poco conocida. (Bot.
F. B.; esp. C. bullata).
39
ATRA
Ateje hembra. Cub. m. — Es
de todo terreno, crece unos
tres metros y abunda en lá
región occidental de la Is-
la. (Bot. F. B.; esp. C. va-
lenmelara).
Ateje hermoso. Cub. m. — Es
el tipo de mayor altura,
que llega a los diez metros,
por medio metro de diáme-
tro de tronco. Desarróllase
en las sierras, cualquiera
que sea el terreno, y pre-
senta las ramas tortuosas.
Hay dos especies, conocién-
dose la segunda más por
vomitel colorado o encar-
nado. (Bot. F. B.; esp. C.
speciosa y C. sebestena).
Ateje macho. Cub. m. — Es
de los de madera más dura
y que. alcanza mayor ele-
vación. (Bot. F. B.; esp. C.
valenz'ielana) .
Atejillo. Cub. m. — Una es-
pecie enana del ateje, de
hojas elípticas, flor blanca,
cuya madera, de color su-
cio con vetas muy marca-
das, es ágera y desprecia-
ble por su inconsistencia,
aunque dura. También se
llama vomitel blanco (1.a
acep.) (Bot. F. B.; esp. C.
nítida) .
Aterrilladuia. Cub. f. — Ac-
ción y efecto de aterri-
llarse. Vé&se.
Aterrillarse Cub. v. ref.-En-
fermedad i modo de ta-
bardillo, que se produce en
las personas y animales por
exceso de la acción solar
sobre el cuerpo.
Atesarse. Cub. v. ref. — des-
usado.— Significa correr en
forma que bien pudiera pa-
recer buida. Es sinónimo
de correrse y rajarse en
lenguaje vulgar.
Atojar. Cub. v. a. — vulg. —
Entre campesinos, dícese
por "azuzar", en relación
con los perros y otros ani-
males, para que persigan
personas o ganado.
Atol. Cub. m. — Cualquier cal-
do espeso hecho con subs-
tancias farináceas, y así se
le pospone el nombre de
la planta que produce la
harina empleada: "atol de
arroz, atol de sagú" etc.
(Et. Apócope de "atole",
derivada del atolli de los
indios mejicanos).
Atortojarse. Cub. v. ref. —
vulg. — En algunos lugares
se oye por "atortolarse",
"enamorarse", y es corrup-
ción del primer verbo.
Atracada. Cub. f. — Riña. Ac-
ción y efecto de atracarse
(1.a acep.) Otros dicen atra-
cón: "Diego y José se die-
ron la gran atracada o el
gran atracón'".
Atracarse. Cub. v. recíp. —
fam. — Golpearse, reñir dos
o varias personas: "Ramón
tiene deseos de atracarse
con Pedro", o "Pedro y Ra-
món se atracaron'" .
Atracarse. Cub. v. ref. — fam.
— Forjarse ilusiones al ob-
jeto de atraer, engañar,
convencer o burlar a una
persona: "No te atraques,
AURA
40
AUVE
porque conozco tu verda-
dera intención". Tiene el
uso castellano de forma re-
flexiva.
Atracón. Cub. m. — Aumen-
tativo de atracada. Véase.
Tiene el uso castellano.
Atravesaño. Cub. m. — Voz
que tiene en total desuso
la castellana "traviesa",
con relación a la vía fé-
rrea. Otros dicen travesano.
Atrincar. Cub. v. a. — vulg. —
Suele oirse entre gente
rústica por "trincar".
*Aura. Cub. epic. f. — Ave de
rapiña diurna, especie de
buitre americano, origina-
ria, al parecer, de la Gua-
yana, conocida también en
otras Antillas y gran parte
del Continente, pero con
diversos nombres : zopilote
en Méjico, chicora y galem-
bo en Colombia, samuro en
Venezuela, chulo en Perú,
carranca en Paraguay, ga-
llinaza y gallinazo en Ar-
gentina, y urubú, jote y su-
cho en otros lugares. No
hemos podido obtener no-
ticia de que se la llame aura
fuera de Cuba, por cuya
razón incluímos la voz como
cubanismo, aun cuando la
R. A. al aceptarla no lo in-
dique, si bien resulta inex-
plicable que acredite de cu-
banismo aurero, su deri-
vado. A los detalles de la
R. A. pueden añadirse que
remonta el vuelo casi siem-
pre en espiral y con ligero
aleteo hasta una altura
vertiginosa; que, a esas al-
turas, su prodigiosa vista
le permite ver cualquier
animal muerto, por peque-
ño que sea; que es un buen
factor de salubridad pú-
blica por su insaciable vo-
racidad de materias orgá-
nicas en descomposición, y
que tiene en Cuba un ene-
migo implacable y algunas
veces mortal en el pequeño
pájaro llamado pitirre, que
suele volar sobre su cabeza
dándole terribles picotazos.
También se llama aura ti-
nosa. Véanse las frases 78
y 234 y el refrán 21 en
los respectivos Apéndices.
(Zool. F. Vultúridas; esp.
Cathartes aura, Lin)
Aura tsñosa.. Cub. epic. f. —
Dícese, no con gran fre-
cuencia, al aura, por tener
la cabeza desplumada y a
la manera del enfermo de
tina.
* Aurero. Cub. m. — Reunión
de muchas auras, lo que
suele suceder muy .cerca de
algún animal muerto que
empieza a corromperse.
Autopiar*©. Común, m. — El
piano automático, más co-
nocido por piatola.
Automóvil. Cub. m. — fam. —
En muchas localidades, sin
que sea probarle averiguar
su origen, se dice así a un
"vaso de leche con mante-
cado. Tiene la acepción
castellana. Víase la frase
90 del Apéndice.
Auvernla. Cub. f. — La planta
AVELL
— 41
AVIS
más conocida por Luisa.
Véase.
Avagiñar. Cub. v. n. — vulg. —
Se oye en el vulgo ínfimo
por "pagar". (Et. Voz afro-
cubana).
Avalancha. Común, f . — Ga-
licismo generalizado, que
podríamos substituir fácil-
mente y a fin de retardar
el destierro que les impo-
ne, con "lurte", casi olvi-
dado; "alud", que apenas
se usa; afluencia", y algu-
nos vocablos más. sin olvi-
darnos del cubanismo arri-
bazón, tan correcto como el
que más. (Et. De avalan-
che).
Ave-toro. Cub. epic. f. — Ave
parecida al alcaraván, más
conocida por guanabá rojo.
Véase.
ana de América. Cub.
-Véase avellano.
Avellano. Cub. m. — Árbol in-
dígena y silvestre de poca
altura, tronco grueso y nu-
doso, de madera blanca y
despreciable por blanducha,
de hojas alternas, grandes,
acorazonadas y verdosas,
flores del mismo color, ino-
doras; el tronco emite un
látex gomoso, especie de
caucho, y el fruto es una
baya tricoca con tres gra-
nos en todo semejantes a la
verdadera avellana, de don-
de recibe la planta el nom-
bre, que también se llama
avellana de América. Hay
otras especies. (Bot. F. Eu-
f.
forbiáceas; esp. Omphalea
triandra, Lin.)
Avellano de costa. Cub. m.- —
Una especie más raquítica,
que se desarrolla en el li-
toral. (Bot. F. Euf.; esp. O.
trichotoma, Muell).
Aventurero, ra. Cub. adj.—
Entre los campesinos, se
califica así, con gracia y
propiedad, a la planta de
cultivo que brota fuera de
su estación propia. Tiene
los usos castellanos.
Aviieño, ña. Cub. subs. y adj.
— Dícese a las personas na-
turales de Ciego de Avila.
Es más correcto ciegoavi-
leño, ña.
Aviieño, ña. Cub. adj.. — Aplí-
case a cosas de esa pobla-
ción.
Avispa casera. Cub. f. — V.
avispa urbana.
Avispa costanera. Cub. f. —
Especie de avispa de las
costas, blancuzca y de te-
rribles picadas.
Avispa urbana. Cub. f. — En-
tre las avispas indígenas
hay ésta, que es la más co-
mún y curiosa, que fabri-
ca sus panales con tierra en
dondequiera que haya un
ángulo arrinconado en el
interior de las viviendas. Es
inofensiva.
Avispiia. Cub. f. — InsectilJo
del tamaño de una hormiga
o poco más, que se ali-
menta generalmente con
larvas de otros insectos.
(Zool. Orden Himenópte-
ros).
AYUA
— 42 —
AZAP
Ayúa amarilla. Cub. f. — Es-
pecie de la ayúa americana
abundante, de majestuoso
aspecto por su altura, que
oscila entre diez y dieciséis
metros, con tronco de seis
a ocho y casi uno de diá-
metro, de hojas alternas,
compuestas, con hojuelas
lanceoladas, finamente ase-
rradas y espinosas, flores
pequeñas en panículas axi-
lares y terminales, fruto en
baya verde que se torna roja
al madurar, corteza bruna
recubierta de púas, y ma-
dera blanda y quebradiza,
pero de muy bonito color
amarillo con vetas y ondu-
laciones más oscuras, por
lo que se empla en cons-
trucciones y muebles. Las
hojas son medicinales. Tam-
bién se llama ayúa macho.
(Bot. F. Rutáceas; esp. Fa-
gara martinicensis, Lamk.)
Ayúa Manca. Cub. f. — Tipo
algo más reducido en volu-
men que la especie anterior,
pero semejante, de madera
más blanda y pálida, menos
resistente, por lo que se
utiliza poco en carpintería.
También se llama ayúa
hembra. (Bot. F. R.; esp.
Xanthoxylum juglandifo-
lium, Willd.)
Ayáa eayutania. Cub. f.-Es-
pecie escasa, de madera y
corteza con virtudes medi-
cinales. (Bot. F. R.; esp.
X. pteroto).
Ayúa cornácea. Cub. f. — Es-
pecie escasa también y sin
notables particularidades.
(Bot. F. R.; esp. X. coriá-
ceum).
Ayúa dumosa. Cub. f. — Es-
pecie que se desarrolla en
la región occidental, no uti-
lizable. (Bot F. R.; esp. X.
dumosum,).
Ayáa hembra. Cub. f.-Véase
ayúa blanca.
Ayúa macho. Cub. f. — La
ayúa amarilla. Véase.
Ayúa prieta. Cub. f. — Otra
especie sin importancia,
también conocida por ayúa
sin espinas. (Bot. F. R.;
esp. Fagara bombacifolia,
Kr.)
Ayúa sin espinas. Cub. f. —
La ayúa prieta. Véase.
Ayuda. Cub. f. — Así dicen en
muchos lugares por "ayúa".
Tiene los usos castellanos.
Azafrán cimarrón. Cub. m. —
Planta indígena pequeña,
bulbosa, de hojas lineales,
acuminadas; flor amarilla
interiormente y roja al ex-
terior, de la que se obtiene
materia colorante utiliza-
da como azafrán. Otros di-
cen azafrán criollo y del
país. (Bot. F. Hipoxídeas ;
esp. Curculigo scorzonerce-
folia, Baker).
Azafrán cimarrón. Cub. m. —
Otra planta más conocida
por yuquilla (1.a acep.)
Azafrán criollo. Cub. m. —
Véase azafrán cimarrón
(1.a acep.)
Azafrán del país. Cub. m. —
El azafrán cimarrón (1.a
acep.) Véase.
AZUC
— 43 —
AZUL
Izafrán falso. Cub. m. — La
planta conocida en caste-
llano por "azafrán bastardo"
como también la nombran
muchos en Cuba.
kzofaifa de costa. Cub. f. —
La azofaifa de playa. Véase.
Izofaifa de playa. Cub. f. —
Toman este nombre y el
de azofaifa de costa dos es-
pecies del azofaifo o azu-
faifo común. '
Izofaifo de ía espina de
Cristo. Cub. m. — Arbusto
silvestre, especie del azu-
faifo común, oriundo de Pa-
lestina, que toma ese nom-
bre porque la tradición es
que la corona de Cristo se
ha hecho de esta planta.
Azúcar centrífuga. Cub. am-
biguo.— Más fino y pálido
que el mascabado, aunque
más oscuro que el more-
no, por contener más me-
laza que éste.
Azúcar turbinada. Cub. am-
biguo.— De color más claro
que el anterior y menos
dulce; viene a ser el llama-
do moreno, en castellano.
Azucarería. Cub. f. — Local
donde se almacena o se
vende azúcar.
Azucarero. Cub. m. — Árbol
que recibe este nombre por
cierta resina gomosa y azu-
carada que produce, y que
se conoce más por palo co-
chino. Véase. Tiene las
acepciones castellanas.
Azucarito. Cub. m. — Planta
silvestre de muy escasa
importancia. (Bot. F. Sa-
pindáceas; esp. Paullinia
pinnata, Lin.)
Azucena. Cub. f. — Planta de
jardinería muy estimada,
originaria de Méjico, que
no es ninguna de las así
conocidas según la R. A., y
que se reproduce fácilmen-
te y mucho por medio de
sus cebollas, de flores blan-
cas muy bellas y fragantes.
Hay una variedad de flo-
res dobles llamada cardo.
(Bot. F. Liliáceas; esp. Po-
lyanthes tuberosa, Lin.)
Azucena de Méjico. Cub. f.-
Véase tararaco.
Azulejo. Cub. epic. m. — Bo-
nito pájaro de jaula por su
bello plumaje, no así por
su canto monótono, de paso
en la Isla; tiene tamaño
de canario, de bonito color
azul el macho en verano,
que se transforma luego,
hasta confundirse con la
hembra, en moreno oscuro
variado de gris verdoso,
con plumas azules en las
alas y el pecho. Se alimen-
ta de semillas y alpiste.
También se llama azulito
de alpiste. Es de advertir
que este pájaro no es el
descrito por la R. A. que en
Cuba se nombra azulejo
real. (Zool. F. Fringílidos ;
esp. Cyanospiza cyanea,
Lin.)
Azulejo. Cub. epic m. — Raro
y bonito pez, tamaño de
una sardina mediana, de
color azul con cinco fran-
jas más oscuras transver-
AZUL
— 44 —
AZUL
sales y .cola bifurcada.
También se llama añil. Se-
gún Pichardo ''hay otro
idéntico; pero todo amari-
llo (?), manchada de azul
la extremidad capital", cosa
ésta que no se explica lógi-
camente. (Bot. F. Serráni-
dos; esp. Hypoplectrus ín-
digo, Poey).
Azulejo. Cub. m. — Árbol que
se desarrolla silvestre en la
región occidental de la Isla
hasta seis metros de altu-
ra, abundante y de buena
madera.
Azule];©. Cub. m. — Planta de
jardinería, de tallos abun-
dantes, algo rastreros, hojas
alternas con foliólos obtu-
sos y flores azules en pina.
Se parece al romero y al
aciano, pero es de distinta
familia botánica. En algu-
nas localidades dicen be-
lesa y embeleso impropia-
mente. Hay muchas espe-
cies sin notables diferen-
cias, y algunas poco inte-
resantes : azulejo de bejuco,
de loma, de monte, de piñal,
de rosario, de sabana y
otras. (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Cicca virens,
Wr.)
Azulejo real. Cub. epic. m. —
Pájaro mayor que el azu-
lejo (1.a acep.), de color
azul oscuro, con las alas
y la cola negras el macho,
y la hembra pardo claro,
moreno por el vientre, así
como la cola y las alas con
el borde azul. Es ave de
paso en la Isla y muy rara.
Téngase presente que éste
es el pájaro "azulejo" de la
R. A. (Zool. F. Fringílidos;
Guiraca coerulea, Lin).
Azulito. Cub. epic. m. — En la
región oriental se llama
azulito a los pájaros apare-
cido y azulejo, diciéndoles
azulito de plátano al pri-
mero para distinguirlo del
azulito de alpiste, que es
como llaman al segundo.
Azulito de alpiste. Cub. epic.
m. — Véase azulito.
Azuíito de plátano. Cub.
epic. m. — Véase azulito.
*AzuIoma. Cub. epic. f. — Pa-
loma indígena y silvestre
de unos 3 decímetros de
longitud total, con la ca-
beza y el cuello azules y
el cuerpo de color de ta-
baco. También se conoce
por sus nombres indios de
cama y camao, y es pare-
cida a la llamada boyero.
Es de corto vuelo, vive en
parejas y su carne es subs-
tanciosa. Se trata de una
voz cubana, cual lo es la
especie zoológica, aunque
la R. A. al aceptarla no lo
diga. (Zool. F. Colúmbidas;
esp. Columba caribma).
BABO
— 45 —
BABU
B
Bablays. Cub. epic. f.-antic-
Véase biaya. (Et. Síncopa
I de bambiaya).
Babiney. Cub. m. — Lagunato
de aguas turbias, formado
por la lluvia, y que, por lo
mismo, tiene existencia
accidental. No debe con-
fundirse, cual hacen algu-
nos, con el itabo. (Voz ca-
ribe, según Zayas).
BafooiHjco. Cub. m. — Véase
babunuco.
Babosa, Cub. epic. f. — Mo-
lusco que se diferencia del
homónimo descrito por la
R. A. en que el cubano es
testáceo, cuya concha, de
escasa convexidad, es re-
donda, de dos centímetros
de diámetro y color grisá-
ceo. En pleno desarrollo es
cornúpeta. y, a semejanza
de la común, destila repug-
nante baba cuando se arras-
tra. Se encuentra entre in-
mundicias y basureros.
(Zool. esp. Helia aurico-
mas).
Babosa. Cub. f. — Enferme-
dad casi siempre mortal
que ataca al ganado vacu-
no, y consiste en unos ani-
malitos parásitos semejan-
tes a la babosa (1.a acep.),
que se crían adheridos a los
tejidos interiores de la res.
Se caracteriza esta enfer-
medad por la tristeza, ina-
petencia y flaqueza que se
apoderan del ganado. Entre
los campesinos suele decir-
se bicho.
Babosa. Cub. f. — El parásito
que produce la enfermedad
del ganado anteriormente
descrita.
Babcyana. Cub. epic. f. — En
la región oriental recibe
este nombre un pequeño
lagarto, de cola muy larga,
fina y azulosa, de cabeza
rojiza, que vive entre las
piedras. (Zool. esp. Ameiva
aubero).
Babujal. Cub. m. — Espíritu
maligno que vaga por el
campo, según dicen los
más atrasados campesinos
orientales, y que se intro-
duce en el cuerpo de las
personas. (Et. De babuje,
abuje).
Babujal. Cub. m.-fig. y fam.-
BACA
46
BACHA
Suele emplearse para de-
signar una persona de
quien se dice que tiene
pacto con el Diablo.
Babuje. Cub. epic. m. — Nom-
bre menos vulgarizado del
insectillo abuje. (Et. De
abuje, voz caribe).
Babunuco. Cub. m. — Rodete
o rodilla de vegetales o tra-
pos, que se pone en la ca-
beza para transportar en
ella bultos más cómoda-
mente. También se dice
abonuco, abunuco, y babu-
nuco. (Et. Voz caribe).
Bacabuey. Cub. m. — El ár-
bol descrito en vacabuey.
Aun cuando son pocas las
personas que escriben esta
voz con v, resulta inadmi-
sible la b, dado que se tra-
ta de un nombre compuesto
de vaca y buey.
Bacagüé. Cub. m. — Nombre
de un árbol silvestre. Al-
gunos suponen esta voz
caribe, como Zayas, y otros,
como Pichardo, creen que
se trata de la palabra que
dio origen al bacabuey o
vacabuey; nosotros nos in-
clinamos a creer que sea
una sencilla corrupción
campesina de vacabuey con
la consiguiente falta orto-
gráfica, y a esto nos indu-
ce a la vez el que no se
haya descrito científica-
mente ese árbol distinto del
vacabuey.
Bacalao. Cub. epic. m. —
"Pez raro y no como el
que lleva vulgarmente este
nombre. (Elacata cañada)".
Esto dice Pichardo. Tiene
las acepciones castellanas.
Bacán. Cub. m. — En la parte
oriental de la Isla, lleva
este nombre una especie de
empanadilla, hecha con
harina de maíz y carne de
cerdo, envuelta en las hojas
que cubren la mazorca de
aquél o de plátano. En
otros lugares se conoce con
su nombre vulgarizado de
"tamal", y en otros toma
el de tayuyo o tallullo. (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Baconá. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de madera amari-
llenta, , apreciable en car-
pintería por su resistencia,
dureza y fino grano. (Voz
caribe, Zayas).
Baconao. Cub. m. — Arbusto
alto de inútil madera, que
se encuentra en las mon-
tañas de algunas comarcas
de la región oriental. ¿No
será la misma especie an-
terior?
Bacuey. Cub. m. — Así se co-
noce en la parte oriental
la misma especie botánica
denominada macuey en la
occidental. Es una planta
silvestre y abundante, a
cuyas hojas en infusión al-
cohólica, se atribuye poder
estimulante para la fecun-
didad en las mujeres que
ingieran el líquido. (Voz
caribe, según Zayas).
Bachata. Cub. f. — Lo mismo
que "juerga", "holgorio",
"parranda", y en algunos
BAJA
— 47
casos "broma": "El do-
mingo es día de bachata
para mí".
Bachatear. Cub. v. n.— poco
uso. — Divertirse, bromear :
"Vamos a bachatear con
unas amigas".
Bachatero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a la persona ami-
ga de bromear y divertirse:
"Juan es muy bachatero".
Badaza. Cub. f. — desusada. —
Cada una de las correas o
cordones que se usaban en
el volante (vehículo deste-
rrado por el progreso' a
los lados del viajero para
que éste se sujetara.
Badiera. Cub. f. — Planta, ar-
busto silvestre de hojas al-
ternas y enterísimas, y flo-
res en panojas axilares.
(Bot. F. Poligaleas; esp.
Badiera doniingensis, D. C.)
Bagá. Cub. m.— desusada. —
El árbol anón de los pan-
tanos. Véase. (Voz caribe,
según Zayas).
Bagazal. Cub. m. — Lugar
pantanoso donde abunda el
árbol bagá.
Bahama. Cub. f. — Nombre
menos vulgarizado de la
yerba llamada Bermuda.
Véase.
Bahareque. Cub. m. — antic.
— Véase bajareque.
Bainoa. Cu~b. m.-fam. -Véase
la frase 164-6 del Apén-
dice.
Baja. Cub. f.-fam. -Véase la
frase 21 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
BajaquIHo. Cub. m. — Una
planta silvestre apenas co-
nocida. (Eot. F. Compues-
tas; esp. Baccharis ivce fo-
lia, Lin). (Et. Corrupción de
albahaquillo, albahaca.
Bajar. Cub. v. a. — flg. y fam.
— En la jerga comercial,
significa "pagar". Tiene los
usos castellanos.
'Bajareque. Cub. m. — Habi-
tación o casucha de mise-
rable aspecto y reducidas
dimensiones. (Et. Corrup-
ción de bahareque, un tipo
de bohío pobre de los abo-
rígenes).
*Bajonado. Cub. epic. m. —
Pez muy parecido a la do-
rada, de unos 3 decímetros
de largo, de color plateado,
bruno hacia el lomo, con
la aleta dorsal a todo lo
largo, cabeza de color dora-
do tirando a verde, y la
cola formando horquilla. Es
un bocado bueno. Algunos
autores, entre ellos, Poey,
Pichardo y Zayas, escriben
bajonao, y otros, así como
la R. A., aceptan la forma
bajonado; pero lo probable
es que se trate de una co-
rrupción por supresión de
la d, puesto que la primera
forma apenas se oye fuera
de los marineros. (Zool. F.
Sparido?; esp. Calamus ba-
'jonado, Bloch.)
Bajonao. Cub. epic. m. — ■
Probable corrupción de ba-
jonado. Véase.
Balance. Cub. va. — En algu-
nos lugares dícese a la me-
BALS
48
BALLE
cedora. Tiene las acepcio-
nes castellanas.
Balancearse. Cub. v. ref. —
Mecerse en el balance. V.
Tiene los usos castellanos.
Balanceo. Cub. m. — Acción y
efecto de balancearse. V.
Tiene los usos castellanos.
Balancín. Cub. m. — Diminu-
tivo de balance. Mecedora
de niña. Tiene las acepcio-
nes castellanas.
* Balandro. Cub. m. — "Barco
pescador aparejado de ba-
landra, que se usa en la
isla de Cuba". (R. A.)
* Balay. Cub. va. — "Plato de
madera, especie de batea,
con que se avienta el arroz
antes de cocerlo". (R. A.)
Presta ese mismo servicio
para otros granos. (Et. Voz
caribe, según Zayas).
Baldomero. Cub. m. — Árbol
silvestre de madera dura,
compacta y fina, de color
pardo claro, empleada en
carpintería.
Bauza. Cub. i. — fam. — Véase
la frase 17 del Apéndice.
BalsamOlo. Cub. m. — El %r-
busto incienso de playa.
Véase.
Bálsamo. Amer. m. — Suele
cometerse en América la
incorrección de llamar bál-
samos, con aditamentos par-
ticulares, a los árboles que
producen materias balsámi-
cas. Véanse algunos ejem-
plos a continuación.
Bálsamo de eojsslba. Amer.
m. — Árbol abundante en las
Antillas, del que se extrae
el llamado aceite de palo,
aplicado en medicina. La R.
A. acepta con aquél nombre
esa especie de resina, pero
no el árbol. (Bot. F. Legu-
minosas; esp. Copaifera
officinalis).
Bálsamo de Guatemala. Cub.
m. — Árbol exótico propaga-
do con ese nombre en Cu-
ba, así como la resina que
produce por incisión.
Bálsamo de Tolú. Amer. m.-
Arbol de grandes propor-
ciones, originario de Co-
lombia, que- produce en el
tronco por incisión una re-
sina suave de fuerte olor
parecido al de la vainilla,
muy apreciada en medici-
na por sus virtudes pecto-
rales. La R. A. acepta este
nombre para esa resina so-
lamente; no menciona el
árbol que la produce. (Bot.
F. Leguminosas; esp. My-
rospermum toluif erum,
Rich.)
Bálsamo peruviano-, Cub.
m. — Árbol exótico que tam-
bién produce resina medi-
cinal y aromática, pero me-
nos apreciable que la del
anterior.
Baluma. Cub. f. — vulg. — Co-
rrupción entre campesinos
de la voz "balumba".
Ballestrlnca. Cub. í. — Lazo
doble a manera de nudo
que se da con un cordel a
un objeto cualquiera. (Et.
Corrupción de la voz marí-
tima baile strinque, no re-
cogida por la R. A.)
BAND
— 49 —
BAÑA
Baílú. Cub. m. — Así dicen
muchos en lugar de bayú,
que es el cubanismo caste-
llanizado; y no es abuso
condenable, puesto que pa-
rece más adaptable al cas-
tellano con 11.
Bamhiaya. Cub. epic. f. —
desusada. — Primitivo nom-
bre del ave zancuda cono-
cida en muchos países por
"flamenco". También lleva
los nombres de babiaya y
Maya. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Banca-fallusta. Cub. f.-Jue-
go de naipes que consiste
en repartir la baraja en
tantos montones como ju-
gadores, escogiendo éstos
uno cada cual. Pierde el que
tenga cartas de menor va-
lor que los demás. Es poco
usado.
Bancazo., Cub. m. — En los
ingenios de azúcar, la ar-
madura de hierro donde
descansan los tres cilindros
que forman un trapiche
para exprimir la caña de
azúcar. (Et. De "banco").
Bancazo. Cub. m. — Por ex-
tensión, cometiendo un bar-
barismo. se dice a la cu-
beta o recipiente que re-
coge el jugo de la caña de-
bajo de los cilindros o ma-
zas.
Bandera española. Cub. epic.
f. — Otro nombre que suele
darse al pez biajaiba de lo
alto. Véase.
Banderilla. Cub. f. — Reciben
este nombre dos plantas,
una exótica, herbácea, cul-
tivada como ornamental en
los jardines, de flores rojas
grandes; y otra indígena y
silvestre de flores peque-
ñas, rojas también. (Bot. F.
Labiadas; esp. Salvia splen-
dens, Ker. y S. coccínea,
Juss.)
Banderilla azul. Cub. f. —
Planta espontánea, de hojas
redondeadas y flores azu-
les, pequeñas, que brota en
los terrenos yermos, y sue-
le verse también en los pa-
redones viejos y en los
bordes de las aceras. (Bot.
F. L.; esp. Salvia micran-
tha, Vahl.)
Bangaño. Cub. m. — Vasija
redondeada o semiesférica,
que consiste en el pericar-
pio curado de algún fruto,
como el güiro, por ejemplo.
Bangaño, ña. Cub. adj. — -
Aplícase, por extensión, a
todo recipiente o fruto
grande, que tenga la forma
indicada en el artículo an-
terior.
Baní. Cub. m. — poco uso. —
Nombre dado por los negros
a Dios. (Et. : africanismo).
Banquillo. Cub. m. — En el
bancazo (1.a acep.), cada
pieza donde descansan los
ejes de las mazas o cilin-
dros. Tiene los usos caste-
llanos.
Banadera, Común, f. — Baño
o bañera de latón destinada
al aseo total del cuerpo.
Bañarse. Cub. v. ref. — fam.
— Tener acierto o fortuna
BAEA
50
BARB
para empresas y negocios:
"Fulano se baña en el ne-
gocio de maderas". Tiene
las acep. cast.
Baño, Cub. m. — fam. — Acción
y efecto de bañarse. Véase.
Tiene las acep. cast.
Baracoa. Cub. adj. — Aplícase
como aditamento a una es-
pecie de bejuco.
Baraconense. Cub. subs. com.
y adj. — Dícese a las per-
sonas nacidas en Baracoa.
Baraconense. Cub. adj. —
Aplícase a las cosas de Ba-
racoa.
Baracutey. Cub. subs. com.
y adj. — fam. — Empléase en
tono burlesco por baraco-
nense. Véase.
Baracutey. Cub. adj. — Aplí-
case al ave sin pareja o que
se cría y vive sola. (Según
Zayas, indica la idea de so-
ledad desde los aborígenes
cubanos).
Baracutey. Cub. común. — fig.
y fam. — Dícese a persona
célibe o viuda que vive so-
litaria.
Baraja de pega. Cub. f. — La
preparada en forma de que
se peguen dos o más naipes
cuando así le convenga al
que la maneja.
¡Barajo! Amer. interj. — vulg.
— Tiene igual empleo que
"¡caramba!" y "¡porra!".
(Et. Simulación del casticí-
simo earajo, no aceptado
por la R. A., aunque lo
emplean cuantos hablan
castellano).
Baratez. Cub. f. — Así dicen
muchos por "baratura".
Barba de indio. Cub. f. — Re-
ciben este nombre varias
plantas herbáceas, espon-
táneas, que se desarrollan
en terrenos pobres, de una
cañita por tallo, sin ramas,
hojas largas, impercepti-
blemente dentadas, inflos-
rescencia en un penacho
lanudo y blanco a manera
de barba. (Bot. F. Gramí-
neas; esp. Andropogon
schcenanthus, Lin., la prin-
cipal).
Barba española. Cub. f. — La
planta guajaquilla. Véase.
Barbacoa. Cub. f. — Habita-
ción tosca de casas pobres
o viejas, que no recibe luz
solar, y que se forma ge-
neralmente de un pequeño
piso interior inmediato al
techo y casi siempre sin
puerta, pero que no puede
llamarse desván, como de-
finen algunos autores. Se
destina a guardar granos y
frutos, como dice Pichar-
do, pero también se utiliza
para dormitorio, entre otras
cosas. La R. A. admite 7
acep. americanas, ninguna
de las cuales tiene actual-
mente uso en Cuba.
Barbaján,, na. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na de maneras toscas, rús-
ticas: "Son muchos los
barbajanes que usan cor-
bata".
*Barbero. Cub. epic. m. — Pez
abundante, de unos 3 de-
BARB
— 51 —
BARÍ
címetros de largo, color de
chocolate, con escamas li-
geras de contornos casi im-
perceptibles, piel gruesa,
boca pequeña, que toma ese
nombre de dos espinas que
tiene a los lados del tronco
de la cora, afiladas, movi-
bles y que oculta en unas
hendiduras de la piel, pero
que levanta a voluntad
suya, y son temidas por los
pescadores. Es comestible,
si bien no muy estimado.
Hay varias especies. Tiene
las acep. cast. La R. A. di-
ce: "Pez del mar de las
Antillas"... pero es voz cu-
bana, aunque no conste así.
(Zool. F. Teuthidce; Teuthis
epatas, Lin., la principal).
Barbero* Cub. m. — La planta
y su flor más conocidas por
"jazmín de la tierra" (2.a
acep.). Véase.
Barbiquejo. Cub. epic. m. —
Especie de paloma salvaje
de regular tamaño, plumaje
pardo ceniciento con refle-
jos metálicos por arriba,
alas rojas, pecho y vientre
grises, garganta blanca, y
una lista también blanca,
que parte de la mandíbula
inferior, y pasa por debajo
del ojo, cuya circunstancia
le da nombre por corrup-
ción de la voz "barboque-
jo". Anda por el suelo, y es
caza muy estimable por su
carne substanciosa. (Zool.
F. Colúmbidas; esp. Geo-
trygon martinica, Lin.)
Barboquejo. Cub.m. — Dícese
a la cinta o cordón para
ajusfar las botas, el corsé,
etc., que en castellano se
llama "agujeta", y en Cuba
también, aunque menos,
entise. Tiene el uso cast.
Barboquejo. Cub. m. — Dícese
al bozal que se le pone a
una caballería, cuando un
doblez de la soga sujeta la
quijada inferior, atada al
modo que recibe este nom-
bre en marinería.
Barbudo. Cub. epic. m. — Pez
de regular tamaño, cuerpo
casi cilindrico, de color ver-
doso por el lomo y dorado
en los costados, que recibe
ese nomkré de unos fila-
mentos que tiene, a la ma-
nera del salmonete, debajo
de la mandíbula inferior.
Es buen bocado. (Zool. F.
Polynemidce; esp. Polymi-
xia lowei, Gunth.)
Barbudo. Cub. epic. m. —
Otro pez muy distinto del
anterior, que toma ese nom-
bre de siete filamentos tác-
tiles que tiene en las aletas
pectorales. Es comestible,
(Zool. F. Polynemidce; esp.
Polydactylu s v irginicu s .
Lin.)
Baria. Cub. f. — Árbol indíge-
na y silvestre que se eleva
hasta diez metros, por uno
de diámetro en el tronco,
de hojas grandes, enteras,
lanceoladas y ásperas, flo-
res blancas muy visitadas
por las abejas, y madera do
las más apreciables en Cu-
ba, de color castaño obscu-
BARRA
52 -
BARRE
ro, dura, resistente y fle-
xible. También se conoce
por baria prieta y capá
prieto. Las barias son una
subdivisión del grupo de
árboles conocido por atejes.
(Bot. F. Borragíneas; esp.
Cordia gerascantoides, H. B.
et. K.) (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Baria. Cub. f. — Otra especie
parecida, pero menos apre-
ciable, aunque de madera
buena, dura y compacta, de
color almagre claro, em-
pleada en carpintería. Tam-
bién se llama caparrota y
palo rosa del país, criollo y
de la tierra. (Bot. F. B.;
esp. C. gerascanthus, Lin.)
Baria blanca. Cub. f. — Véase
ateje blanco.
Baria carbonera. Cub. f. —
Especie de madera muy in-
ferior a la de las anterio-
res, empleada en carbón
vegetal.
Baria prieta. Cub. f. — La
baria (1.a acep.). Véase.
Baribá. Cub. adj. — Aditamen-
to de una especie de jutía.
Véase.
¡Barijo! Cub. interj. — vulg. —
Empléala gente campesina
por "¡ajo!" y "j porra!"
(Et. Corrupción de barajo.
Véase).
Barra. Amer. f. — Prisión o
castigo a manera de cepo.
Véase la frase 46 del Apén-
dice. Tiene las acep. cast.
Barra de pan. Cub. f. — Véase
flauta de pan.
Barracón. Cub. m. — Casa o
barraca grande, de tablas
generalmente, y casi siem-
pre sin divisiones interio-
res, que se destina en las
fincas de caña para dormi-
torio de los braceros, y que
suele ser regularmente un
repugnante espectáculo,
cuando no foco de infec-
ción
Barrancorrio. Cub. epic. m. —
El pájaro cartacuba. Véase
(Et. De "barranco" y "río").
Barras de catre. Cub. f. pl.
— Armazón de madera del
catre para dormir. Muchos
suelen usar esta voz en sin-
gular, con reprensible abu-
so, cuando se trata de los
dos caballetes que forman
la tijera.
Barredera. Cub. f. — Cada uno
de los dos palos horizonta-
les, en que descansan los
cujes, cuando se pone a cu-
rar o secar el tabaco en
rama.
Barrejobo. Cub. m. — fam. —
desusada. — El acto de aca-
bar con rapidez y valor con
cuantos obstáculos o ene-
migos se oponen a los de-
seos de una persona.
Barrenillo. Cub. m. — Ter-
quedad, impertinente insis-
tencia: "Mi mujer no deja
el barrenillo de que com-
premos un automóvil".
Tiene los usos cast.
Barrer (Ai). Cub. mod. adv.
— En términos comerciales,
úsase cuando se vende o
compra un conjunto de
cosas diversas sin especi-
BAST
— 53 —
BATE
ficarlas : "Le vendo a usted
las existencias al barrer".
Barrigón. Amer. m. — fam. —
Díoese a los hijos de corta
edad, como indicando que
todas las actividades de
ellos están en la barriga:
" Tengo tres barrigones " ;
"voy a comprar dulces para
los barrigones" .
Barrí!. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 98 del Apéndice.
Barrilete. Cub. m. — El tam-
bor o cilindro del revólver,
donde se colocan las balas.
Tiene las acepciones caste-
llanas.
Barriiia criolia. Cub. f.-Véa-
se yerba de vidrio.
Base. Cub. f. — En el juego de
base-ball, cada uno de los
cuatro ángulos defendidos
en el cuadro por cuatro de
los nueve jugadores. Tiene
las acep. cast. (Et. Del in-
glés base).
Basieor. Cub. m. — En los se-
caderos de café llamados
tendales, el círculo interno,
de superficie más elevada
que el anillo formado con
el brocal exterior. (Et. Ga-
licismo formado de basse-
cour).
Bastidor. Cub. m. — La arma-
zón de madera, con tela
metálica, que se pone en
las camas para substituir el
jergón. Tiene las acepcio-
nes castellanas.
Bastón de San Francisco.
Cub. m. — Planta herbácea
anual, de hojas pecioladas,
dentadas, y panículas con
más de cien florecillas rojas
cada una, en un tallo de
de figura tetragónica, que
alcanza una altura aproxi-
mada de un metro. Tam-
bién se llama cola de león.
(Bot. F. Labiadas; esp. Leo-
notis nepetoefolia, R. Br.)
Basura. Cub. f. — En la in-
dustria tabacalera, por an-
tonomasia, los desperdicios
del tabaco en rama utili-
zables, y no despreciables,
cual su nombre parece in-
dicar. Tiene los usos cast.
Basurita. Cub. f. — fig. y fam.
— Comúnmente substituye a
la palabra "propina", en el
sentido de pequeña dádiva;
y otras veces equivale a
"un poco más", cuando se
pide algo de lo que se de-
sea. "Siempre doy al bar-
bero una basurita". "Eso es
poco; déme una basurita
más".
Batalla. Cub. f. — El espacio
de eje, en las carretas,
comprendido entre la ca-
ma y el sotrozo. Tiene las
acep. castellanas.
Batazo. Cub. m. — Golpe dado
con el bate (1.a acep.) Véa-
se.
Bate. Cub. m. — Mazo emplea-
do en el juego de base-ball
para rechazar la pelota.
Véase la frase 93 del Apén-
dice. (Et. Anglicismo deri-
vado de bat).
Bate. Cub. m. — fam. — Se
dice así al individuo tra-
pacero, buscavidas: "Fula-
no es un bate de cuenta".
BATÍ
— 54 —
BAYA
Parece más indicado el uso
de esta voz con v, pero es
más recomendable la b, con
el fin de no relajar el "va-
te" castellano.
Bateador. Cub. m. — El indi-
viduo que maneja el bate
(1.a acep.)
Batear. Cub. v. a. — La acción
de manejar el bate en el
juego de base-ball.
"Batey. Cub. m. — Plazoleta
en que está enclavado un
ingenio, circundada de edi-
ficios. La R. A., al aceptar
esta voz, se olvida, como
en otros casos, de acredi-
tarla de cubanismo. (Et.
Voz caribe, según Zayas;
probablemente derivada de
bato, pelota con la que ju-
gaban los indios precolom-
binos).
Batey. Cub. m. — Por exten-
sión dícese al espacio que
ocupa cualquiera fábrica, y
al lugar en que se hallan
situadas las casas de los
encargados y trabajadores
de una finca rústica.
Batlción. Cub. f. — Acción y
efecto de batir.
Batida. Cub. f. — En las riñas
de gallos, cada acometida
brusca de uno de ellos. Tie-
ne las acep. cast.
Batilongo. Cub. m. — La bata
de mujer, larga y sin ceñir
a la cintura. (Et. De "bata"
y "longo", largo).
Batista. Cub. epic. f. — Ave
de rapiña diurna, de plu-
maje negruzco cuando adul-
ta, patas y pico anaranja-
dos, que vive en los man-
glares y riberas de los ríos,
donde busca crustáceos pa-
ra su alimento, por lo que
no es perjudicial como la
mayor parte de las aves
de este género. Lleva nom-
bre onomatopéyico, y es
oriunda de América del
Sur. En la isla de Pinos se
conoce por copete. (Zool.
F. Falconidce; esp. ürubi-
tinga anthracina, Licht.)
Batista. Cub. f. — Tejido de
algodón estampado, con el
revés blanco, empleado pa-
ra prendas de vestir inte-
riores de hombre, general-
mente.
Baulería* Común, i. — Taller
donde se hacen baúles, o
establecimiento donde se
venden.
Bauilúa» Cub. i. — Árbol no
muy abundante, de regula-
res proporciones y buena
madera, conocido también
por boniato aguaeatülo.
(Bot. F. Lauráceas; esp.
Nectandra leucantha) .
Baya. Cub. f. — Molusco ma-
rino de buen tamaño, con
dos valvas a manera de al-
meja, de figura casi trian-
gular, que abunda en las
rocas y manglares de las
costas. Tiene las acep. cast.
Baya. Cub. f. — Una variedad
de la planta conocida por
güiro. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Bayabe» Cub. m. — En algu-
nos puntos de la región
oriental, dícese a un cordel
BAYO
55 —
sobre lo grueso. (Et. Voz
caribe, según Zayas).
Bayajá. Cub. adj. — Véase
pañuelo bayajá, (Et. Voz
caribe, según Zayas; una
población haitiana).
*Bayamés, sa. Cub. subs, y
adj. — "Natural de Baya-
mo". (R. A.)
*Bayamés, sa. Cub. adj. —
"Perteneciente a esta ciu-
dad de Cuba". (R. A.)
Bayate. Cub. m. — Árbol que
es bastante común en la
parte occidental de Cuba,
dice Zayas. (Et. Voz caribe,
según el mencionado autor).
Bayoneta. Amer. f. — Véase
bayoneta española.
Bayoneta española. Cub. f.
— Raro arbusto cuyo tron-
co se eleva unos cuatros
metros, erizado de hojas
puntiagudas y erectas, a
la manera de la antigua
bayoneta de fusil, que se
utilizan en la industria cor-
delera, y merced a las cua-
les se propaga y forma es-
pesos macizos, de flor blan-
ca y maloliente, que lla-
man cucaracha en algunos
lugares, Se llama también
bayoneta, espino, piñón de
■ .puñal y maguey silvestre.
(Bot. F. Liliáceas; esp. Yuc-
ca gloriosa, Lin.)
Bayoya. Cub. epic. f. — Espe-
cie de lagarto de unos 3
decímetros de largo, de co-
lor carmelita con franjas
morenas transversales y
dos fajas blancas latera-
les, desde la cabeza a la
mediación del cuerpo; tie-
ne una cresta longitudinal
en el lomo, hocico romo y
y rabo enroscado en espi-
ral. (Zool. F. Iguanidce; esp.
Leiocephalus vittatus, Ha-
llow).
*Bayú. Cub. m. — "Gasa, sitio
o reunión indecente u obs-
cena". (R. A.). El verdadero
significado es "casa de le-
nocinio".
*Bayúa. Cub. f. — Árbol indí-
gena, que es una de las más
estimables especies del gru-
po americano de ayúas, de
notable elevación, hojas
compuestas con folíolos
ovales, oblongos, brillantes,
flores en cimas terminales
y asilares, madera muy
apreciable en carpintería
fina, de bonito color ama-
rillo. Algunos dicen bayuda.
(Bot. F. Rutáceas; esp. Pa-
gara coriácea, Kr.).
Bayuda. Cub. f. — Corrupción
campesina de bayúa. Véase.
Bayuján. Cub. m. — En algu-
nos lugares de la costa del
Sur, dicen así al arbusto
rompezaragüey. Véase.
Bayuyo* Cub. m. — Arbusto
indígena y silvestre que se
desarrolla en las montañas
de la región oriental, de
hojas alternas, grandes, elíp-
ticas y más pálidas por el
envés. Es planta inútil.
También se conoce por pla-
tanillo de Cuba. (1.a acep.)
(Bot. F. Piperáceas ; esp.
Pipen o&nfusum, C. D. C).
Beata. Común, f. — fam. — Di-
BEJU
56 -
BEJU
cese a la peseta. Tiene los
usos aceptados por la Real
Academia.
Bebeco, ca» Cub. adj. — Re-
lativo al cabello blanco o
blanquecino.
Bebezón. Cub. i. — fam. — Ac-
ción y efecto de beber lico-
res exageradamente; bo-
rrachera: "Le gusta mucho
la bebezón a Fulano".
Becacina. Amer. epic. f. — El
ave llamada becacina crio-
lla. (Et. Del francés becas-
sine).
Becacina criolla. Cub. epic.
f. — El ave de ribera cono-
cida por becacina en otros
países americanos, y en Es-
paña por "chocha", aunque
parece ser especie distin-
ta: su plumaje es matiza-
do de carmelita y negro por
el lomo, y blanco, salpica-
do de negro, por el pecho,
con el pico largo y delgado.
Merodea en los terrenos
pantanosos, que sondea con
el pico en busca de molus-
cos y gusanos para alimen-
to. Su carne es muy esti-
mada. (Zool. esp.; Gallina-
go delicata).
BejucaBero, ra. Cub. subs. y
adj. — Dícese al nacido en
Bejucal.
Bejucalero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esta po-
blación.
Bejuco alcanfor. Cub. m. —
Tipo de bejuco silvestre,
escaso y poco apreciable.
(Bot. F. Piperáceas; esp.
Peperomia subrotundifolia,
C. D. G.)
Bejuco amargo. Cub. m. —
Especie indígena y silves-
tre, también muy escaso.
(Bot. F. Aristoloquiáceas ;
esp. Aristolochia trilobata,
Lin.)
Bejuco angarilla, Cub. m. —
Especie que se desarrolla
silvestre en terrenos bajos,
produce flor en primavera
y fruto en otoño. Sus tallos
son predilectos para cons-
truir nasas de pescar.
Bejuco baracoa. Cub. va. —
Tipo silvestre trepador, de
tallos muy largos, estima-
bles para setos, y hojas que
sirven de pasto al ganado.
(Bot, F. Sapindáceas; esp.
Serjania cubensis).
Bejuco boniato. Cub. m. —
Tipo que recibe este nom-
bre porque produce un bo-
niato pequeño que comen
los cerdos. Tiene hojas cor-
diformes y flores blancas,
olorosas, sobre largo pe-
dúnculo. (Bot. F. Convol-
vuláceas; esp. Convolvulus
batatas).
Bejuco borococo. Cub. m. —
Especie de tallos tan en-
trenzados, que llegan a
confundirse, cuyas flores
blancas se abren a la caída
de la tarde, produciendo
detonaciones.
Bejuco campanilla. Cub. m. —
Véase aguinaldo blanco.
seo caracol. Cub. m. —
Ejemplar que se distingue
porque su flor, en figura,
BHJU
— 57
BEJü
y colorido, parece lo que
su nombre indica; es oloro-
so, sin que se pueda decir
si es agradable o repug-
nante.
Bejuco carey. Cub. m. — Es
una especie afín al bejuco
guaraná, conocidos ambos
por bejuco guará: recibe
aquel nombre porque sus
hojas, muy ásperas, se uti-
lizan en pulir el carey.
(Bot. F. Dileniáceas; esp.
Tetracera pirpigigua).
Bejuco colorado. Cub. m. —
Tipo de tallos muy largos
y. delgados, que se utilizan
como cordel y en cercados;
es propio de terrenos bajos,
las hojas alimentan al ga-
nado vacuno y las semillas
al porcino. (Bot. F. Sapin-
dáceas; esp. Serjania lu-
cida).
Bejuco crioüo morado. Cub.
m. — Ejemplar parecido al
anterior, pero menos esti-
mado. (Bot. F. S.; esp. Serj.
os sana).
Bejuco cuadrante. Cub. m. —
Tipo muy escaso y sin no-
tables particularidades, que
sólo se encuentra en la pro-
vincia de la Habana.
Bejuco chamico. Cub. m. —
Más conocido por chamico-
bejuco. Véase.
Bejuco de bastones. Cub.
m. — Véase mantequilla.
Bejuco de canastas. Cub.
m, — Véase guaniqui.
Bejuco de canasto. Cub. m.
— Más conocido por gua-
niqui. Véase.
Bejuco de Conchitas. Cub.
m. — Planta rastrera muy
bonita, de raras flores en
figura de clítoris, de varia-
dos colores, según las dis-
tintas especies, que se co-
nocen por Conchita punzó
(encarnada), azul o blanca.
En la región oriental se
conoce más por deleite.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
varias del género Clito-
reum).
Bejuco de corrales* Cub. m.
— Comprende tres especies
de foliólos ovales, cunei-
formes en la base, torpe-
mente dentados, y lustrosos
en la haz, flores en raci-
mos, fruto velludo, y tallos
largos y flexibles, que se
aplican para componer las
cercas de corrales, de lo
que toman el nombre. (Bot.
F. Sapindáceas; esp. prin-
cipal : Serjania lupulina.
Schum.)
Bejuco de cruz. Cub. m. — >
Tipo silvestre de hojas ao-
vadas, algo dentadas, y fru-
to también aovado. (Bot. F.
Celastríneas; esp. líippo-
cratea ovata, Lam.)
Bejuco de Cuba. Cub. m. —
Especie de tallos delgados
y resistentes, empleados co-
mo cordel; las flores son
de las preferidas por las
abejas (Botánica. F. Rám-
neos; esp. Gouania tomen-
tosa, Jacq.)
Bejuco de fideo. Cub. m.—
Especie de tallos retorci-
dos y finísimos, a semejan-
BEJU
— 58 —
B.EJU
za de su nombre. (Bot. F.
Convolvuláceas ; esp. Cus-
cuta americana. Lin.)
Bejuco de guairo. Cub. m. —
Especie cuyas hojas se
aplican en medicina, parti-
cularmente como antipú-
tridas.
Bejuco de indio» Cub. m. —
Especie procurada para te-
rrazas y cenadores, por sus
notables desarrollo y fron-
dosidad, a lo que contribu-
yen el tamaño grande de
sus hojas, así como sus
bonitas flores amarillas, co-
locadas de tres en tres so-
bre un pedúnculo. (Bot. esp.
Ipomosa tuberosa).
Bejuco de Jabilta. Cub. m. —
Véase jabilla.
Bejuco de jaiba. Cub. m. —
Especie de tallos muy del-
gados.
Bejuco de ía Virgen, Cub.
m. — Especie silvestre, muy
ramosa y trepadora. (Bot.
F. Leguminosas; esp. Cas-
sia chrysocarpa).
Bejuco de lombrices. Cub.
m. — Especie de tallo cilin-
drico, como de media pul-
gada de grueso, con nudos
a la manera de caña, de
los que brotan dos hojas
delgadas, diferentes de las
corrientes, que son elípti-
cas y carnosas. Vive adhe-
rida a los árboles. (Bot. esp.
Pothos scandens).
Bejuco de mangle. Cub. m. —
Ejemplar de flor amarilla
que se desarrolla en el li-
toral entre el mangle o en
lugares cenagosos. (Bot. F.
Asclepiadeas; esp. Echites
torulosa).
Bejuco de parra. Cub. m. —
Véase parra cimarrona.
Bejuco de perdiz. Cub. m. —
Tipo de tallos muy largos
y flexibles, que se utilizan
como cordeles, que son tre-
padores, y que produce un
fruto conteniendo unas la-
minitas ligerísimas y muy
blancas, que al más ligero
soplo vuelan semejando ma-
riposas. También se llama
bejuco peludo y perdicero,
papelera y mariposa. (Bot.
F. Bignoniáceas; esp. Pi-
thecoctenium hexagonium).
Bejuco de perdiz rosado.
Cub. m. — Véase uña de ga-
to.
Bejuco de purgación. Cub.
m. — Véase yerba de purga-
ción.
Bejuco de San Pedro. Cub.
m. — Enredadera silvestre,
común, trepadora, propia
de los terrenos áridos. (Bot.
F. Malpigiáceas; esp. Styg-
maphyllum periplosifolium,
A. Juss.)
Bejuco de San Pedro, de
flor amarilla. Cub. m. —
Hay seis especies de este
tipo de bejuco de flores
amarillas, "con seis estam-
bres fuertes y cuatro abor-
tados". (Bot. F. Malpigiá-
ceas; esp. Stygmaphyllum
faustinum, Wrigth., laprin-
cipal).
Bejuco de tortuga. Cub. m.
— Ejemplar de hojas va-
BtíJU
— 59
BBJU
riables de dos en dos, de
flores blancas o amarillas
pentapétalas, y tallos grue-
sos que únicamente en ti-
ras pueden servir de cor-
del. (Bot. F. Leguminosas;
esp. Banchinia excixa, y
otra).
Bejuco de vergajo. Cub. m.
— Tipo de tallos gruesos
como de uno o dos centí-
metros, que se encuentra en
los bosques, y se emplea
para amarrar cercas. Tam-
bién se llama gaairo y ver-
gajo de toro. (Bot. F. Ru-
biáceas; esp. Heteropteris
laurifolia).
Bejuco de verraco, Cub. m.
— Ejemplar del que hay
dos especies parecidas a la
anterior, de hojas elípti-
cas y flores amarillentas, y
cuyas raíces proporcionan
un calmante y antiséptico
excelentes para el dolor
neurálgico. Otros le llaman
caínca. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. Chiococca racemosa,
Lin. y otra).
Bejuco de Y. Cub. m. — Es-
pecie que contiene abun-
dante látex lechoso, que
sirve de pasto a los cerdos,
de hojas cordiformes, pun-
tiagudas, y con tres grandes
flores blancas en cada pe-
dúnculo, mustias durante
el día, y hermosas y aro-
máticas por la noche. (Bot.
F. Convolvuláceas ;esp. Con-
volvulus latiflorus).
Bejuco de zarzuela. Cub. m.
— Tipo escaso que pasta el
ganado porcino. Acaso sea
la zarzuela peluda.
Bejuco guará. Cub. m. —
Nombre común a los beju-
cos carey y guaraná. Véan-
se.
Bejuco de guaraná. Cub. m.
— Ejemplar indígena y sil-
vestre, que sirve de pasto
al ganado, y cuyos tallos
gruesos y flexibles alcanzan
larga duración empleados en
cercas. Es una de las es-
pecies del bejuco guará, que
algunos llaman guaraná,
simplemente. (Bot. F. Di-
leniáceas; esp. Davilla ru-
gosa).
Bejuco lechoso* Cub. m. —
Especie venenosa, tanto la
resina amarillenta del ta-
llo, como sus hojas, cuyos
tallos son muy resistentes
como cordel. También se
conoce por curamagüey de
costa. (Bot. F, Asclepiadeas ;
esp. Fischeria habanensis).
Bejuco ¡efaatero. Cub. m. —
Especie propia de terrenos
áridos, con tallos más grue-
sos y ramosos que lo gene-
ral de los bejucos, de hojas,
redondeadas con un peque-
ño apéndice, de flores abun-
dantes en miel y tallos es-
ponjosos y amargos, medi-
cinales. Otros le llaman ja-
boncillo. (Bot. F. Rámneas;
esp. Gouania domingensis,
Lin.)
Bejuco lombricer© de cana.
Cub. m. — Especie rara y
medicinal. (Bot. Esp. Philo-
dendron lacerum).
B2JU
60
BEMB
Bejuco longaniza. Cub. m. —
Especie trepadora y de pas-
to, escasa. (Bot. F. Sapin-
dáceas; esp. Serjania oblon-
gata).
Bejuco marrullero. Cub. m.
— Tipo de tallos delgados y
largos, hojas acorazonadas,
flores amarillas purpúreas,
fruto en baya larga y del-
gada, con más de 20 se-
millas de color achocola-
tado. Es buen pasto. Se co-
noce también por caraco-
lillo de cerca. (Bot. F. Le-
guminosas; esp. Nigua ca-
pensis).
Bejuco pelado. Cub. m. —
Ejemplar escaso, silvestre,
trepador y que sirve de
pasto al ganado vacuno.
(Bot. F. Sapindáceas; esp.
Serjania glabra).
Bejuco peludo. Cub. va. —
Véase bejuco de perdiz.
Bejuco perdicero. Cub. m. —
Véase bejuco de perdiz.
Bejuco prieto. Cub. m. — Ti-
po muy parecido en aspec-
to y propiedades al bejuco
lechoso, que también se lla-
ma caramagüey prieto. (Bot.
F. Apocináceas ; esp. Fois-
teronia alexandri, y otra).
Bejuco sabanero. Cub. m. —
Ejemplar trepador y de
pasto, de escasa importan-
cia. (Bot. F. Sapindáceas;
esp. Serjania pratensis).
§ueo serna. Cub. m. — Ti-
po ramoso con espinas, que
se desarrolla en las ciéna-
gas y se conoce también
por péndola.
Bejuco ubi. Cub. m. — Espe-
cie que se desarrolla sil-
vestre en terrenos yermos,
trepadora, empleada en re-
medios caseros. (Bot. F.
Ampelídeas ; esp. Vitis
rhombif olia, Baker).
Bejuco ubi macho. Cub. m.
— Tipo parecido al anterior,
algo más grande y con flo-
res umbeladas. (Bot. F. A.;
esp. Vitis sieyoides).
Bejuquera. Cub. f. — Lugar
donde crecen amontonados
algunos bejucos, sin tener
las proporciones de bejucal.
Belesa. Cub. f. — Nombre que
se le da impropiamente en
algunos lugares a la plan-
ta conocida por azulejo (4.a
acep.)
Belia de noche. Cub. f. — La
planta de jardinería cono-
cida en castellano y tam-
bién en Cuba por "don-
diego".
Belladona de la tierra. Cub.
f. — La planta belladona,
también conocida en Cuba
por palo de gallina (1.a acep.)
Bemba. Cub. f. — El labio
grueso y saliente. Antes se
decía bembo. (Et. Voz afri-
cana).
Bembo. Cub. m. — antic. —
Véase bemba.
Bembón, na. Cub. adj. — Aplí-
case a la persona de labios
gruesos o bembas. Otros
dicen bembudo, da.
Bemhú. Cub. m. — vulg. — Al-
gunos dicen así a la yerba
brava. Véase. (Et. Corrup-
ción de benubú).
BERA
— 61
BETO
Bembudo, da. Cub. adj. — Lo
mismo que bembón, na.
Véase.
Beneficiar. Cub. v. a. — vulg.
— Matar una res para el
consumo de su carne:
" — Pues eso mismo — dijo
Liborio — he observado yo,
cada vez que en la hacien-
da beneficio una res". (Pá-
gina 219 de "Aventuras de
un Mayoral", por don Juan
B. Jiménez). Otras veces se
oye, aunque mucho menos,
por "castrar". En uno y
otro sentido, se comete un
enorme abuso del idioma,
ya que se da contrario sig-
nificado al verbo del que
tiene en castellano, dado
que no se favorece así al
ganado. Tiene las acepcio-
nes castellanas.
Beneficio. Cub. m. — Acción y
efecto de beneficiar. Véase.
Ampliando la crítica ante-
rior, señalaremos finalmen-
te, que se dice beneficio a
lo que es un sacrificio in-
discutible. Tiene las acep.
cast.
Beneficio. Cub. m. — vulg. —
Dícese cuando la meretriz
no cobra sus servicios por
espontánea voluntad. Si no
le pagan es mico. Entre el
populacho español tiene
parecido significado la pri-
mera voz.
Benubú. Cub. m. — Véase yer-
ba brava. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Bera. Cub. f. — Así escriben
algunos en lugar de vera,
que es como la R. A. acep-
tó un árbol homónimo al
arbusto cubano. No hay
ningún vocablo castellano
que comience con las síla-
bas be ra, y en cambio hay
dos voces vera (un substan-
tivo y un adverbio), y ade-
más dieciséis palabras que
empiezan con vera. Por esas
razones hemos descrito el
arbusto con v.
Bermejal. Cub. m. — Una ex-
tensión grande de terreno
de color bermejo.
Bermuda. Cub. f. — Hierba
exótica permanente muy
pequeña, abundante y es-
pontánea, que es una cañiía
muy fina verde, muy esti-
mada para jardines por la
suave superficie que pre-
senta. Es la descrita con el
nombre de "hierba fina"
por la R. A., o una especie
muy parecida. Se conoce
además por bahama, yerba
de Bahamas, de Bermudas
y de prados. Es un excelen-
te pasto. (Bot. F. Gramí-
neas; esp. Panicum diffu-
sum, Sw.)
Berregueyo. Cub. epic. m. —
El pez escolar chino (2.a
acep.) Véase.
Berro de cosía. Cub. m. —
Planta indígena, herbácea,
del litoral, parecida al be-
rro común, también abun-
dante en la Isla; no es co-
mestible. (Bot. F. Crucife-
ras; esp. Cakile marítima,
Scop.)
Betónica. Cub. f. — Planta
BIAJ
— 62 —
BIAJ
herbácea más alta que la
común de igual nombre y
algo parecida, pero de hojas
ásperas con bordes lisos, y
flores verdes purpúreas en
ramilletes. Es aromática y
medicinal, como la común.
(Bot. F. Labiadas; esp. Bet-
tonica officinalis).
Betumear. Cub. v. a. — Co-
rrupción de betunear. Véa-
se.
Betún. Cub. m. — Agua satu-
rada con substancia de pa-
los y venas de las hojas de
tabaco, que se usa para
humedecer el tabaco en ra-
ma. Tiene los usos caste-
llanos.
Betunear. Cub. v. a. — Opera-
ción de humedecer el ta-
baco en rama con el betún.
Véase. Mejor se diría "be-
tunar", aunque de sabor
arcaico, y mucho mejor to-
davía, "embetunar", cual
se dice con respecto al cal-
zado.
Biafaca. Cub. epic. f. — Pez
muy abundante de agua
dulce, que alcanza unos
tres decímetros escasos de
longitud, de color gris, bru-
no hacia el lomo, y figura
regular. Es buen bocado.
Aunque seguimos en esta
voz el uso autorizado por
las personas cultas, salvo
muy escasas excepciones,
cual Poey, entendemos que
debiera escribirse viajaca,
con v. (Zool. F. Chromida?;
esp. Acara tetr acantilar a) .
(Voz caribe, según Zayas.
Según Fr. Bartolomé de las
Casas, los indios pronun-
ciaban diahaca).
Biajaca de mar. Cub. epic.
f. — Pez muy parecido al
anterior, abundante en agua
salada, de color aceitunado
obscuro, con algunas man-
chas amarillas. (Zool. F.
Lobotidce; esp. Lobote su-
rinamensis, Poey).
Blajaiba. Cub. epic. f. — Pez
abundante, de cuerpo an-
cho y aplastado, blanco por
el vientre, que pasa al rosa
en los costados y concluye
morado hacia el lomo, con
varias listas amarillentas
en la parte anterior del
cuerpo, aletas rojas, así
como la cola, y ojos negros
con iris también rojo. Es
un bocado exquisito. Pro-
siguiendo la crítica que se
puede ver en la voz biajaca,
añadiremos que sólo dos
palabras que empiecen con
las letras bia están acep-
tadas en castellano: "biar-
ca" y "biaza"; y, en cam-
bio, hay veintidós con via,
de las cuales cuatro (sin
tener en cuenta las varias
acepciones), empiezan con
las dos sílabas viaja. Es,
pues, una poderosísima
razón para recomendar la
preferencia de la y. (Zool.
F. Lutianidce; esp. Neomoe-
nis synagris, Lin.) (Voz oa-
ribo. Zayas).
Biajaiba de lo alio. Cub.
epic. f. — Pez de parecido
tamaño y figura que el an-
BIBI
63 —
BIBI
terior, con franjas longitu-
dinales y paralelas, amari-
llas y rojas, semejando el
pabellón español, por lo que
también se llama bandera
española. No es muy abun-
dante. (Zool. F. Serránidos;
esp. Pleiropoma hispani-
cus, Guv.)
Biajaru. Cub. epic. m. — Pri-
mitivo nombre de la palo-
ma conocida por tojosa.
Véase. Aplicamos a esta
voz lo dicho en biajaca y
biajaiba. (Voz caribe, Za-
yas).
Biaya. Cub. epic. f. — desusa-
da.— El ave zancuda cono-
cida por "flamenco". (Et.
Según Zayas, voz caribe;
nosotros nos inclinamos a
creer que sea corrupción,
por aféresis, de la voz bam-
biaya, su otro nombre).
Biberón. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 138 del Apén-
dice. Tiene los usos cast.
Bibijagua. Cub. epic. f. —
Hormiga de gran tamaño,
color carmelita obscuro,
nocturna, muy dañina a
toda clase de cultivos, pues
destruye sus hojas con pas-
mosa rapidez. Vive en so-
ciedades muy nutridas, go-
bernadas por una reina que
se oculta en lo más profun-
do de la bibijagüera. Todos
los esfuerzos hasta el día por
extinguir esta amenaza del
agricultor, han sido estéri-
les : se propagan de manera
asombrosa. Son muy acti-
vas en sus trabajos. Las
madres son de cuerpo más
desarrollado y aladas, lo
que les permite hacer ex-
cursiones más largas. Entre
los medios adoptados para
la destrucción de la bibi-
jagua, aparte los científicos,
es curioso el que se pre-
tendió con la introducción
de la hormiga loca, por su-
ponerla enemigo encarni-
zado de aquélla, y cuyos re-
sultados supo decir en ver-
sos el poeta J. M.a de Cár-
denas, citado por Zayas:
Por que matase la bibijagua
La hormiga loca nos han traído,
Y así ahora tienen nuestras labranzas
En vez de uno, dos enemigos.
(Zool. F. Formícidos; esp.
Atta insularis, Guerin).
(Voz caribe, según Zayas).
Bibijagua. Cub. f. — fig. y
fam. — Dícese a la persona
activa y diligente, que tie-
ne iniciativa p-rupia.
Bibijagüera. Cub. f. — Habi-
tación subterránea de las
bibijaguas, compuesta de
múltiples galerías muy lar-
gas y angostas, que se re-
conocen exteriormente por
un montecillo de tierra, en
cuya cumbre está la en-
trada principal, pues sue-
len tener otras ocultas. Las
bibijagüeras son propias de
terrenos colorados, donde
algunas veces forman ciu-
dades. Algunas personas
dan terminación masculina
a esta voz, y no les falta
razón.
BIEN
64 —
BIJA
laguer®. Cub. m. — Véase
bibijagüera.
Bf hona. Cub. f. — Árbol sil-
vestre de cuatro a seis me-
tros de altura, que se en-
cuentra en terrenos pedre-
gosos, ya húmedos o secos,
de hojas alternas, elípticas,
lustrosas, y flores peque-
ñas en racimos; madera
blanca no utilizable en car-
pintería. Otros dicen palo
cachimba y ramón de vaca.
No obstante estar generali-
zada la forma bibona, nos
parece más correcto escri-
bir vibona. (Zool. F. Ara-
liáceas; esp. Dendroponax
cuneifolium, Wr.) (Voz ca-
ribe, según Zayas).
Bicho. Cub. epic. m. — Por an-
tonomasia, entre los cam-
pesinos, se dice al agrimen-
sor, y a la enfermedad del
ganado llamada babosa.
Véanse ambas voces.
Bicho de candela. Cub. m. —
El que se cría en las hojas
del laurel de la India. Véa-
se.
Bidel. Amer. m. — Especie de
aljofaina semejante al cuer-
po de una guitarra, que
descansa sobre tres o cua-
tro patas, la cual usan las
mujeres para lavarse la
pelvis sentándose a horca-
jadas. La R. A. acepta
"bidé". (Et. Del francés bi-
det).
Bien, Cub. adv. — fam. — Véa-
se la frase 229 del Apén-
dice.
Bienhechuría. Cub. f. — Las
mejoras o reformas intro-
ducidas en una finca arren-
dada sobre las que no tie-
ne legales derechos de pro-
piedad el arrendante. (Et.
De "bien y "hacer").
Bienmesabe. Cub. m. — Dul-
ce que se hace con almen-
dras, huevos, azúcar, etc.
Por lo tanto, no se parece
al merengue que describe
la R. A.
Bienteveo. Cub. epic. m. —
Así llaman algunos al ave
totí. Véase. Nombre toma-
do del sonido de su canto.
Bijabo. Cub. m. — desusado. —
El lugar abundante de bi-
jas. Es de advertir que este
nombre de árbol aceptado
por la R. A. como america-
nismo nos parece de ori-
gen cubano, y acaso una de
tantas voces que han pasa-
do de América al caste-
llano con olvido de su na-
cimiento.
Bifagua. Cub. f. — Árbol sil-
vestre de todo terreno, que
alcanza hasta nueve metros
de altura, de tronco delga-
do, hojas medicinales y ma-
dera sin aplicación. (Voz
caribe, Zayas).
Bijagual. Cub, m. — Sitio don-
de abunda el árbol bijagua.
Bijáguara. Cub. f. — Árbol
silvestre muy elevado, de
hojas grandes de color cas-
taño por el envés, de cuyo
cocimiento dicen que faci-
lita o estimula la mens-
truación; flores de color
carmelita, corteza amarga
BIJI
— 65 —
BIRI
y astringente, y madera ro-
jiza estimada en construc-
ciones por su notable re-
sistencia. También se llama
fuego y palo mabí. (Bot. F.
Rámneas; esp. Colubrina
ferruginea). (Voz caribe,
Zayas).
Bijaguarah Cub. m. — Lugar
donde abunda el árbol bijá-
guara.
Bijaura. Cub. f. — Arbusto de
copa frondosa, apreciado
en jardinería, de hojas
grandes dentadas, flores
también grandes, acampa-
nadas, blancas, y algunas
veces amarillentas, perfu-
madas y venenosas, que se
marchitan con la salida del
sol. Es el "floripondio" des-
crito por la R. A., llamado
así también, y además
campana, flor de campana,
árbol de la bibijagua, cam-
panilla blanca y floripondio
blanco. (Bot. F. Solanáceas ;
esp. Datura suaveolens).
(Voz caribe, Zayas; .
Bijirita. Cub. epic. m. — Paja-
rito emigrante, del que se
conocen muchas especies de
diversos tamaños y colo-
res, algunas muy bonitas,
que pasan en la Isla el oto-
ño y el invierno, retornan-
do luego a Norteamérica,
de donde son originarias.
La especie más común es
del tamaño de un canario,
de color aceitunado, algo
amarillenta en la parte in-
ferior; frecuenta los sem-
brados en busca de insec-
tos, su alimento principal,
pues también come fruta.
Es de ligerísimos movi-
mientos y muere en cauti-
vidad. Algunas de esas es-
pecies reciben nombres par-
ticulares, sin que se las
distinga con el genérico de
bijirita, y otras entre éstas
reciben además otros nom-
bres; en la región oriental,
cabrerito giro, chochito y
viudito; en la provincia de
Santa Clara, chinchilita, y
en Trinidad, mariposa ga-
lana. (Zool. F. Silvicolidce;
esp. principal : Dendroica
palmarum, Gmel.) (Voz ca-
ribe, Zayas).
Bijirita. Cub. común. — fig. y
fam. — Así dicen algunos,
en buen sentido, al cubano
hijo de padre español.
Bijirita. Cub. m. — Una come-
ta de papel de las más pe-
queñas, que lleva cola de
trapo.
Bijirita. Cub. adj. — Suelen
aplicarlo algunos en lugar
de "diminuto": "El niño
se crió siempre muy biji-
rita".
Bilongo. Cub. m. — Equivale
a brujería, o lo que suele
decirse en castellano gra-
ciosamente "mal de ojo":
"No comas esa fruta, que
tiene bilongo".
Billetero, ra. Cub. m. y f. —
La persona dedicada a la
venta ambulante de bille-
tes de la Lotería Nacional.
Birijí. Cub. m. — Árbol silves-
tre de unos cinco metros de
BLAN
— 66
BLBD
altura, propio de terrenos
bajos; florece al finalizar el
invierno, y su fruto lo
comen el ganado porcino y
algunos pájaros. Es buena
madera y hay varias espe-
cies. (Bot. F. Mirtáceas; esp.
principal: Eugenia poiret-
til, D. G.) (Voz caribe, se-
gún Zayas).
Birijí de hojas menudas.
Cub. m. — El tomillo de cos-
ta. Véase.
Bisté. Amer. m. — Tajada o
lonja de carne de res, asa-
da o frita. Es anglicismo
que nos parece bastante
más castellanizaba que el
híbrido "biftec" aceptado
por la R. A.
Biyaya. Cub f. — fig. y fam. —
desusada. — "Sinónimo de
bibijagua, en su sentido
metafórico"; dice Pichardo.
Parece una corrupción pro-
pia de niños.
Bizcorneado, da. Cub. adj.
— fam. — Api/case a la per-
sona que, po? defecto físi-
co, o de pr« pósito, sea o
finja ser bizca o bisoja, sin
que estén desterradas por
eso estas voces.
Bizcornear. Cub. v. n. — La
acción de concentrar la vi-
sual de ambas pupilas en
la nariz, remedando estar
bizco.
Blanco. Cub. m. — fam. —
Véanse la frase 80, y los
refranes 32 y 33 en los
respectivos Apéndices.
Blandura. Cub. f. — La hu-
medad atmosférica que po-
ne correoso el tabaco en ra-
ma recién cosechado, y es
oportuna en cierta época
del año para atarlo sin que
se quiebre ni dañe. Se dice :
"Hay, o no hay, blandura".
Blanquülo. Amer. epic. m. —
Pececillo semejante a una
sardina pequeña, que es
una especie de manjúa
(véase), aunque de mayor
tamaño, conocido también
por pez rey. (Zool. F. Clu-
peida?; esp. Engraulis
brownii, Bl.) (Et. Diminu-
tivo de "blanco").
Bledo. Cub. m. — Planta her-
bácea diferente a la descri-
ta por la R. A. con el mis-
mo nombre. Es muy abun-
dante y espinosa, crece
unos 6 decímetros, y pro-
duce unas florecillas en ra-
cimos pequeños. Hay va-
rias especies de dos fami-
lias botánicas diferentes,
con aditamentos particula-
res.
Bledo carbonero. Cub. m. —
Reciben este nombre varias
especies semejantes, de las
que la más importante está
definida en el Dic. de- la R.
A. con el nombre de "hierba
carmín", que también re-
cibe en Cuba, y todas son.
de ese color. (Bot. F. Fito-
lacáceas; esp. Phytolacca
decandra) .
Bledo de clavo. Cub. m. —
Más conocida por arcedia-
no. Véase.
So espinoso. Cub. m. —
Tipo con espinas rojas en
BOBI
67
BOBO
"el tallo y los pecíolos. (Bot.
F. Amarantáceas ; esp. Ama-
ranthus spinosus).
Bledo francés. Cub. m. —
Ejemplar escaso y sin no-
tables caracteres. (Bot. F.
A.; esp. A. paniculatus).
Bledo morisco. Cub. m. —
Muy parecido por el color
a las especies del carbone-
ro. (Bot. F. A.; esp. A. san-
guineus).
Bloc. Común, m. — Véase blo-
que.
Bloque. Común, m. — Así di-
cen algunos, con más co-
rrección que si emplearan
el equivalente bloc, común
en varios países, al taco
exfoliador de los calenda-
rios, y con mucha más fre-
cuencia al cuaderno de pa-
pel sin tapas empleado pa-
ra anotaciones provisiona-
les. Tiene también el uso
indicado por la R. A. y asi-
mismo se deriva del alemán
block.
Bloque. Cub. m. — En el jue-
go de billar, cierta combi-
nación o jugada con las bo-
las puestas delante de una
tronera.
Bobera. Cub. subs. común.
— Equivale a "bobo, ba",
empleado como substanti-
vo: "Pedro es un bobera";
"Juana es una bobera". En
Colombia significa bobería.
Bobiné. Cub. m. — Una es-
pecie de género de punto.
(EL Del francés bobine).
Bobito. Cub. epic. m. — Paja-
rillo muy parecido al pa-
pamoscas, que como éste
se alimenta de ellas y otros
insectos, del que se conocen
dos especies con aditamen-
tos particulares, de vuelo
corto y que permiten acer-
carse bastarte a las perso-
nas, por lo que recibieron
ese nombre. Hay otras es-
pecies afines, de vuelo ele-
vado y sosten iv /, que se
nombran pitii res.
Bobito chico. Cub. epic. m.
— El tipo más pequeño del
bobito, cual lo indica su
nombre, de plumaje more-
no olivado, que construye
su nido con hierbas y plu-
mas en alguna rama hori-
zontal. (Zool. F. Tyrannidce ;
esp. Blacicus cavibceus).
Bobito grande. Cub. epic. m.
— Tipo mayor que el pre-
cedente, cíe plumaje par-
dusco obscuro en el lomo,
grisáceo en el pecho y ama-
rillento en las patas, con
un mofiito erecto. Forma
su nido con lana vegetal,
pelos, plumas, etc., en los
huecos de los árboles. (Zool.
F. T.; esp. Myarchus sagro?).
Bobo. Cub. va. — Juego de nai-
pes, propio de mujeres, que
consiste en suprimir un
as a la baraja; luego se re-
parten las cartas y se van
formando parejas hasta que
uno de los jugadores se
queda con el as de oros sólo
en la mano, por lo que es
calificado de bobo, cual dis-
pone el juego. Tiene las
acepciones castellanas.
BOCA
68
Boca de dragón. Gub. f. —
Planta estimada en jardi-
nería, de hojas lanceoladas,
largas como de tres decí-
metros, cuya flor le da nom-
bre por semejanza. Véase
monigote.
Boca de león. Cub. f. — Plan-
ta también de jardinería
que toma ese nombre por
la figui\. de su flor. (Bot.
esp. Rytiaophyllum creno-
latum).
Boca de lobo. Cub. f. — Véase
colonia (1.a acep.)
Bocabajo. Cub. m. — Castigo
de azotes que se daba al
negro esclavo puesto en esa
posición, y que hoy se dice
al que suelen aplicar los
agentes de la Autoridad con
vergajo o sable a un indi-
viduo aprehendido, sea cual
fuere la posición de la víc-
tima.
Bocadillo. Cub. m. — Dulce
compuesto de boniato, azú-
car, etc.; es pastoso y sua-
ve.
Bocadito. Cub. m. -Cigarrillo
con envoltura de hoja de
tabaco en lugar de papel.
Bocadito de la reina. Co-
mún, m. — Dulce compuesto
con clara de huevo batida
con leche y harina, rociado
luego con la yema de huevo
y puesto en almíbar. Tam-
bién se dice sin emplear el
diminutivo.
Bocadulce. Cub. epic. m. —
Pez afín a los tiburones,
que alcanza un metro de
lpngitud, vive a gran pro-
fundidad y tiene los dientes
aplanados, por cuyas cir-
cunstancias se le considera
el menos temible de esta
clase de peces, y a lo cual
debe su nombre. No es co-
mestible. (Zool. F. Galeor-
nidoe; esp. Mustelus canis,
Mit.)
Bocatero, ra. Cub. adj. -Aplí-
case a la persona que habla
provocativamente, con jac-
tanciay fanfarronería. Equi-
vale al "bocón, na" del
castellano figurado.
Bocina. Cub. f. — La pieza de
metal que cubre exterior-
mente el extremo del eje en
el vehículo llamado volan-
te. Tiene los usos castella-
nos.
Bocón. Cub. epic. m. — Pe-
queño pez en figura de sar-
dina, aunque de mayor ta-
maño, con el hocico alar-
gado y retrasada la mandí-
bula inferior. (Zool. F. En-
graülidce; esp. Engraulis
edentulus, Cuv.) Tiene las
acep. cast.
Bodega. Cub. f. — Lo mismo
que "abacería", tienda de
comestibles. Tan generali-
zado está el uso de esta voz,
que se encuentra en las
producciones de los autores
más atildados, y no sólo ha
perdido sus propios signi-
ficados castellanos, sino que
no tiene sinónimo en Cuba.
Bodegueril. Cub. adj. — Díce-
se en lenguaje elegante a
lo característico de la bo-
dega y el bodeguero.
BOJE
— 69 —
BOLO
Bodeguero. Cub. va. — El due-
ño o empleado de una bo-
dega. Véase el refrán nú-
mero 11 del Apéndice.
Bodeguero. Cub. m. — fig. y
fam. — Dícese con cierto in-
justificado desdén de algo
torpe, rústico, chambón:
"Jacinto tiene tipo de bo-
deguero".
Bogfo. Cub. m. — vulg. — Al-
gunos escriben así en lugar
de bojío para señalar la
corrupción campesina de
"bohío". Es error evidente,
puesto que la h degenera
en j y no en g, cual puede
observarse en ajumado de
"ahumado", y en jutía de
"hutía", menos en los casos
que precede a un diptongo.
Bohío de vara en tierra.
Cub. m. — El bohío sin pa-
redes; esto es, la techum-
bre en forma de ángulo,
con las dos aguas o aleros
descansando en el suelo.
También se llama rancho,
su nombre americano cas-
tellanizado, y en Colombia
se dice rancho de vara en
tierra, a la manera cubana.
Boje. Cub. m. — Árbol indí-
gena y silvestre que se ele-
va unos diez metros en los
terrenos pedregosos del li-
toral, de tronco delgado, y
madera dura e inflexible
que suele destinarse a la
construcción de remos.
(Bot. esp. Maytenus buxi-
folius, Gris.) (Et. Suponen
algunos que los indios de-
cían box, de donde deriva;
pero lo probable es que se
trate de una corrupción de
"boj").
Boje de Persia. Cub. va. — ■
Suele llamarse así en la re-
gión oriental al arbusto
murraya. Véase.
Bojío. Cub. va. — Es corrup-
ción campesina, no muy
frecuente, de "bohío".
Bo!a (La). Cub. f. — fam. —
Véase la frase 182-a del
Apéndice.
Bolada. Cub. f. — fam.— Men-
tira que corre de boca en
boca. (Et. Del castellano
"bola", en sentido figura-
do).
Bolanchera. Cub. f. — antic. —
Especie de contradanza.
Bolas. Cub. f. pl. — fam. —
Véanse las frases 35 y 152
del Apéndice.
Boletín. Cub. va. — Por anto-
nomasia, el billete de fe-
rrocarril, único nombre que
tiene en Cuba. Recibe las
acep. cast.
Boleto. Cub. va. — vulg. — Di-
minutivo impropio de la
voz bolo, sin que altere el
significado, porque la mo-
neda de un duro ni puede
ser mayor ni menor.
Boliche. Cub. m. — Carne de
res de la parte del muslo.
Boiihoyo. Cub. va. — Llámase
al juego de muchachos más
conocido por hoyitos. Véa-
se.
Bolo. Cub. va. — vulg. — Díce-
se a la moneda de plata de
un duro, sin que se expli-
que fácilmente por qué
BOMB
— 70 ~
BOMB
analogía se le dice así. Tie-
ne los usos castellanos.
Bolo, la. Cub. adj. — Aplícase
a las aves con poca o nin-
guna cola.
Boloíídrón. Cub. m.-La plan-
ta quimbombó. "Véase.
Bolleo. Cub. m. — vulg. —
Equivale a "escándalo",
"alboroto", "pelotera": "Se
formó el gran bolleo". Otros
dicen folleo.
Boüito de cusubé. Cub. m.
— El dulce de cusubé, cuan-
do se presenta en forma de
panecillo.
B08I0. Cub. m. — antic. — El
primer barro que se em-
pleaba para purgar el azú-
car.
Bollo. Cub. m. — fam. — El
clítoris de la mujer. Está
desterrado el uso de esta
voz como castellana, debi-
do al significado muy ge-
neralizado que hoy tiene
en Cuba.
Bollo mina. Cub. m. — des-
usada. — Panecillo hecho
con harina de maíz relleno
con algún dulce, y envuel-
to luego en hojas de plá-
tano.
Bollo prieto. Cub. m. — en
desuso. -En la región orien-
tal, el dulce conocido en la
occidental por palanqueta
(véase), cuando se le añade
alguna especia.
Bomba. Cub. f. — antic. — Es-
pecie de cucharón grande
que se destinaba en los in-
genios a enfriar y granular
la pasta de azúcar. Tiene
las acep. cast.
Bomba. Cub. f. — antic. —
Una especie de fanal en fi-
gura de campana, "de cris-
tal, que se usaba a modo
de lámpara pendiente del
techo, para la protección a
una bujía.
Bomba, Común, f. — fam.—
Dícese a la chistera o som-
brero de copa.
Bomba. Cub. f. — fam. — Dicen
así algunos a la moneda
de una peseta. Es sinóni-
mo de guana, tapa, chapa
y otros.
Bombasí. Cub. m. — Tela de
seda fina y tupida, regu-
larmente de color negro.
Bombeadora. Cub. i. — antic.
— Especie de garrucha para
facilitar la tarea de trase-
gar el guarapo, que ha des-
echado el progreso.
Bombear. Cub. v. a. — antic.
— Operación de trasegar el
guarapo de un tacho a otro
por medio de un cucharón
mayor que el llamado bom-
ba, denominado bombón.
Bombear. Cub. v. a. — "Eje-
cutar la operación quirúr-
gica de extraer el agua del
vientre del hidrópico, tala-
drándole". Eso dice Pi-
chardo.
Bombear. Cub. v. a. — Ex-
traer agua de un pozo por
medio de una bomba.
Bombear. Común, v. a. — fig.
y fam. — Elogiar con exce-
so a una persona, darle
bombo: "Hoy se bombea a
BOMI
71 —
BONA
cualquiera a bajo precio".
Bombera. Cub. f. — Dícese
que la tiene o sufre la per-
sona falta de agudeza, de
gracia en el decir.
Bomberos. Cub. m. pl. — fam.
— En algunas localidades,
dícese al potaje de judías o
fríjoles negros. Cuando se
mezcla con arroz en blan-
co se dice moros y cris-
tianos.
Bombín. Común, m. — El som-
brero conocido por "hongo",
pero mucho más en Es-
paña y gran parte de Amé-
rica por bombín, aunque
no tenga esta voz la for-
tuna de figurar en el Dic.
oficial ni en la mayor par-
te de los diccionarios.
Bombo, ba. Cub. adj. — Aplí-
case a ciertos alimentos ve-
getales que han perdido su
peculiar substancia, con
particularidad a las fru-
tas reblandecidas. Véase
agua bomba.
Bombó. Cub. m. — Aféresis
poco usada de quimbombó,
que es el cubanismo acep-
tado por la R. A.
Bombón, Cub. m. — Especie
de cangilón de metal ma-
yor que el llamado bomba,
destinado en los ingenios a
trasegar el guarapo entre
dos tachos.
Bominí. Cub. m.— Árbol sil-
vestre apenas conocido, de
madera dura y fuerte, que
da resina por incisión. Pi-
chardo dice bominisí. (Yoz
caribe).
Bominisí. Cub. m. — Véase la
voz anterior.
Bonasí. Cub. epic. m. — Gé-
nero de peces acantopteri-
gios de bastante tamaño,
con la boca hendida hasta
más allá de los ojos, la
mandíbula inferior adelan-
tada, y una fila movible de
dientes al interior de la
boca. Son peces venenosos,
por lo que se persigue su
venta, principalmente de
las especies mayores. Véan-
se a continuación algunos
tipos con aditamentos par-
ticulares. (Zool. F. Serra-
nidce). (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Bonasí arará. Cub. epic. m.
— Ejemplar muy parecido
al llamado aguají, de color
moreno rojizo con franjas
más claras. (Zool. F. S.;
esp. Mycteroperca bonasí,
Poey).
Bonasí cardenal. Cub. epic.
m. — Tipo que alcanza un
peso de 15 a 25 libras, de
color rojo con manchas ne-
gras. Es una de las espe-
cies más peligrosas para
enfermarse de ciguatera.
(Zool. F. S.; esp. M. apua).
Bonasí de piedra. Cub. epic.
m. — La especie mayor de
estos peces y la más vene-
nosa, que alcanza un peso
de 15 kilogramos; es de co-
lor bruno con reflejo vio-
lado. (Zool. F. S.; esp. M.
venenosa, Lin.)
Bonasí gato. Cub. epic. m. —
Especie de color pardo mo-
BONI
72
BONI
rado con fajas claras en el
lomo, y manchas obscuras
por todo el cuerpo. (Zool.
F. S.; esp. M. tigris, Guv.)
*Bongo. Cub. m. — "Lancha
grande sujeta a una maro-
ma, que se utiliza para
atravesar los ríos", dice
la R. A.
Bongó» Cub. m. — Tambor que
usan los negros en sus fies-
tas, y en el que producen
una música tan desagrada-
ble, por lo sumamente mo-
nótona, que no se explica
sea entre ellos predilecta.
La llaman son. (Et Voz
africana).
Boniato!. Amer. m.-Un sem-
brado de boniatos.
* Boniatos©. Cub. m. — Dulce
compuesto de boniato y
azúcar. Se diferencia de la
cafiroleta en que no lleva
coco. Algunos campesinos
dicen incorrectamente bu-
niatillo. (Et. de "boniato").
Boniatillo. Cub. m. — Dos es-
pecies de árboles silvestres
de regular elevación y bue-
na madera aunque poco
utilizable, que también son
conocidas por boniato ama-
rillo y blanco, según que la
madera sea de uno u otro
color. (Bot. F. Lauráceas;
esp. Nectandra boniato, A.
Rich. y Phoebe triplinervis,
Griseb.)
Boniato. Cub. m. — Traemos
a este diccionario esta voz
castellana para significar
algunas particularidades de
la planta y su fruto en
Cuba, donde constituye uno
de los frutos de huerta más
estimables, y tan comunes
como la patata en España.
Hay multitud de especies
en la Isla que reciben adi-
tamentos particulares, en-
tre las que mencionaremos
el boniato amarillo, o de
yema de huevo, de tallo
verdoso, hojas redondea-
das y fruto con pulpa del
color que sus nombres in-
dican; boniato Antonio
Díaz, o blanco, de tallos y
fruto blancos, con la casca-
ra rosada éste, que alcanza
un peso hasta de 20 libras;
boniato rojo, o cachazudo,
de muy lento desarrollo,
con el bejuco blanco, hojas
redondeadas verdinegras, y
la pulpa del tubérculo
blanca con el pericarpio
rojizo; boniato camareto,
que tiene los tallos mora-
dos, así como el fruto ex-
teriormente; boniato mo-
rado, o brujo, de sarmien-
to morado como la especie
anterior, hojas ovales, ver-
des con venas también mo-
radas; boniato tumbasacos,
y matojito, de tubérculo
blanco por dentro y fuera;
boniato barbacoa, o camote,
especie importada del Cabo
de Buena Esperanza, poco
estimable; el boniato cuba-
no, y el aterciopelado, que
son de los más estimables.
En Cuba, solamente algunos
campesinos dicen "bunia-
to" (R. A.) y muniato. Ade-
BONO
— 73 —
BOTA
más de estos bejucos de
huerta se conocen algunos
árboles llamados boniato
con algún aditamento, como
se puede ver a continua-
ción. Véase el refrán 31 del
Apéndice.
Boniato aguacatiilo. Cub. m.
— Véase baullúa.
Boniato amarillo. Cub. m. —
Véase boniatülo (2.a acep.)
Boniato blanco. Cub. m. —
Véase boniatülo (2.a acep.)
Boniato cigua. Cub. m. — El
árbol más comúnmente co-
nocido por su nombre anti-
llano castellanizado de "ci-
gua".
Boniato del pinar. Cub. m.
— Árbol silvestre de terre-
no arenoso, poco abundante
y de madera sin aplicación.
(Bot. F. Lauráceas ; esp.
Phcebe montana, Griseb.)
Boniato de playa. Cub. m. —
Árbol silvestre, del que se
conocen cuatro especies, to-
das de mala madera, que
producen unas frutas a la
manera del tubérculo de su
nombre, no comestibles.
(Bot. F. Convolvuláceas ; esp.
principal: Ipomoea impe-
rati) .
Boniato laurel. Cub. m. — Ár-
bol silvestre de buena ma-
dera, color verdoso amari-
llento. (Bot. F. Lauráceas;
esp. Sthrychnodaphnce flo-
ribunda, Griseb.)
Bono. Amer. m. — Empléase
por "cupón", "acción", o
significando documento fi-
duciario de cualquier clase.
Boquinegro. Cub. epic. m. —
Pez escaso y sin mayor im-
portancia, que los pescado-
res, según Pichardo, suelen
confundirlo con el llamado
pompón. (Zool. F. Scieni-
dce; gen. Hcemulon).
Borde de playa. Cub. m. —
A'éase yerba de la sangre
(1.a acep.)
Borlote. Cub. m. — Ultima
partida en el juego de mon-
te, en la que por despedida
se apuntan pequeñas can-
tidades.
Borococo. Cub. m. — Equiva-
le a "confusión", "mezco-
lanza", "enredo": "María
ha hecho un borococo en el
baúl"; "Fulano tiene un
estilo de escribir tan malo
que es un borococo".
Borrachín, na. Común, adj. —
fam. — "Borracho, cha".
"Boruga. Cub. f. — Requesón
que consiste en batir la le-
che apenas coagulada con
azúcar, sin separar el sue-
ro, y que luego se toma
como refresco.
Boruga. Cub. común. — fig. y
fam. — Dícese en algunas
localidades, a la persona
despreocupada y cachazuda,
pero alegre y festiva en su
trato siempre.
Botada. Cub. f.— fam.— El
acto y el efecto del verbo
botar, cuando se usa en
substitución de "despedir",
respecto de un empleado.
Generalmente va precedida
del adjetivo "grande" apo-
copado, cual en infinidad
BOTA
— 74 —
de voces familiares, y así
se dice: "A Fulano le die-
ron la gran botada". Tam-
bién se dice botadura y
botón.
Botadito, ía. Cub. m. y f. —
Diminutivo de botado, da
(1.a acep.)
Botado, da. Amer. m. y f. —
Dícese a la criatura aban-
donada por sus padres, par-
ticularmente antes de en-
trar en la Inclusa. (Et. De
botar).
Botado, da. Amer. m. y f. —
Aplícase, con los verbos
"ser" o "estar", general-
mente, a los géneros co-
merciales que se venden o
adquieren a bajo precio:
"El arroz está botado".
Botador, ra. Amer. m. y f.
— Dícese a la persona pró-
diga en extremo, derrocha-
dora.
Botadura. Cub, f. — Lo mismo
que botada. Véase. Conser-
va el significado castellano.
Botaguano. Cub. m. — La úl-
tima vara del alero en un
techo o cobertizo de gitano,
como el de los bohíos.
Botana. Amer. f.-La vaina o
envoltura, de cuero gene-
ralmente, que se pone en
los espolones a los gallos
ingleses o de pelea, para
que no se lastimen.
Botar. Amer. v. a. — vulg. — El
extremado abuso que se
hace en gran parte de Amé-
rica de ese verbo, nos fuer-
za a traerlo a este Dic. Es
reprensible que hasta en
letras de molde empobrez-
ca el lenguaje corriente, al
extremo de tener fuera de
uso algunos verbos muy
necesarios que se han su-
plantado por el de botar.
"Derramar" y "verter",
por ejemplo, tan castizos y
útiles, están totalmente abo-
lidos, pues aun en los ca-
sos en que se vierta o de-
rrame un líquido involun-
tariamente ha de decirse
que se botó o ha botado.
"Lanzar", cuando no se
emplea en lenguaje figura-
do, apenas se usa. "Des-
pedir ", en las acep. pri-
mera y segunda de la R. A.,
tampoco se emplea, y así
se dice que "botaron a la
criada", cuando la han des-
pedido. Suele usurpar tam-
bién las funciones del ver-
bo "salir", pues no es raro
lo de "se botó a la calle",
cuando se ha salido de pa-
seo. Y dicho lo que ante-
cede, será prolijo añadir lo
que corresponda con res-
pecto a los verbos "tirar",
"arrojar" y hasta "per-
der", etc., etc.
Botarate. Amer. común. —
Dícese a la persona derro-
chadora, que malgasta el
dinero: "Jacinto es un 6o-
tarate" ; "Anita es una 6o-
t arate".
Botella. Cub. f. — Dícese a la
sinecura, sueldo que se co-
bra del Gobierno sin tra-
bajar: "Juan tiene dos 6o-
tellas". Es modismo nacido
BOTÓ
— 75 —
30T0
durante el gobierno del
Gral. Menocal. Tiene las
acep. cast.
Botellero. Cub. m. — Dícese
al político que prodiga las
botellas. Véase. Tiene los
usos castellanos.
Botellero, ra. Cub. m. y f. —
Dícese a la persona que
disfruta de una o más 6o-
íellas. Véase.
Boticaria. Cub. adj. — Sobre-
nombre de una clase de
hormiga. Véase.
Botija. Cub. f. — Árbol silves-
tre de medianas dimensio-
. nes, de madera blancuzca
veteada, despreciable. (Bot.
F. Bixáceas; esp. Cochlo-
permum hibiscaides, Kth.)
Tiene las acep. cast.
Botija. Cub. i. — Dícese por
antonomasia a la vasija de
hojalata empleada por los
campesinos para conducir
la leche a las poblaciones.
Botija verde. Cub. f. — fam.
Término de comparación, el
más ofensivo, cuando se
alude a los insultos que ha
merecido o puede merecer
una persona. Es de adver-
tir que botija verde sólo
encierra insulto en cuanto a
la intención, pues que nada
significa por sí mismo: "Le
dije hasta botija verde, y
no se dio por ofendido".
Según Cuervo, también se
usa en Colombia, pero su
origen parece cubano.
Botón. Cub. m. — fam. — Lo
mismo que botada. Véase.
Tiene las acepciones caste-
llanas.
Botón. Cub. m. — Reproche
despreciativo, particular-
mente si no es en privado,
con lo que aumenta el ve-
jamen.
Botón de oro. Cub. m. —
Planta silvestre distinta de
la descrita por la R. A. con
ese mismo nombre, de ho-
jas cordiformes, tomento-
sas, flores amarillas y se-
millas que gustan a las aves
de corral, por lo que es
planta estimable en las
granjas avícolas. (Bot. F.
Malváceas; esp. Abutilum
indicilm hirtum, G. Dou.)
Hay además otras dos plan-
tas con este nombre, una
indígena, ranunculácea, y
otra silvestre, compuesta.
Botón de plata. Cub. m. —
Planta silvestre de hojas
casi triangulares, y flores
dioicas de color blanco pla-
teado. (Bot. F. Compues-
tas; esp. Melanthera deltoi-
dea, Michx.)
Botonar,, Cub. v. impersonal.
— Apuntar en las plantas
nuevos brotes de ramas u
hojas, particularmente en
el tabaco. Véase desboto-
nar.
Botone!!!©. Cub. m. — Planta
silvestre de hojas ligera-
mente ovaladas, dentadas
con desigualdad, y flores en
cabezuelas solitarias de co-
lor anaranjado. (Bot. F.
Compuestas; esp. Verbeci-
na alata, Lin.)
BRAS
— 76 —
BREV
Boyero. Cub. epic. m. — Ave,
especie de paloma silvestre
parecida a la llamada bar-
biquejo, pero distinguida
por tener la frente y la
garganta de color bermejo,
más o menos encendido, y
ser de menor tamaño. Su
canto inarmónico imita la
voz del boyero al guiar los
animales, y de ahí su nom-
bre vulgar. Algunos con-
funden esta paloma con la
camao, del mismo género.
(Zool. F. Colúmbidas; esp.
Geotrygon montana, Lin.)
* Bramadero. Cub. m. — "Pos-
te al cual se amarran en el
corral los animales para
herrarlos, domesticarlos o
matarlos". (R. A.) En algu-
nos lugares se dice amadri-
nadero.
Brasiíete. Amer. m. — Véase
brasilete colorado.
Brasilete colorado. Cub. m.
— Árbol silvestre parecido
al brasil o palo brasil, que
también se desarrolla en
Cuba; tiene una elevación
de unos cuatro metros, es-
pinoso en el tallo y los pe-
cíolos, de hojas compues-
tas, elípticas, excelente ma-
dera morada con viso roji-
zo, que segrega un tinte del
primer color, útil como el
del palo brasil. Es la espe-
cie nombrada también sim-
plemente brasilete y ade-
más guacalote prieto. (Bot.
F. Leguminosas; esp. Cce-
salpinia rugeliana, Urb.)
Brasilete falso. Cub. m. —
Árbol silvestre de terrenos
arenosos, más elevado que
el anterior, de madera roja
confundible con el palo
brasil, que segrega un tin-
te muy caustico. (Bot. F.
Simarubdceas ; esp. Picram-
mia antidesmia, Sw.)
Brava. Cub. f. — fam. — Equi-
vale a "bravata": "Fulano
es muy aficionado a echar
bravas". (Et. Corrupción de
"bravata").
Brava. Cub. f. — fam. — Sabla-
zo con cierta imposición:
"Juan le dio o le tiró a Pe-
dro una brava".
Brava (A !a). Cub. mod.
adv. — fam. — Lo mismo que
decir "por fuerza" : "Le
quitaron las naranjas a la
brava".
Bravero. Cub. m. — fam. —
Significa lo mismo que
"bravatero", "perdonavi-
das": "Zutano es un bra-
vero, pero cobarde". (Et.
Corrupción de "bravate-
ro").
Bravísimo, ma. Amer. adj. —
Iracundo, enfurecido. Es
aumentativo de bravo, va
(1.a acep.)
Bravo, va. Amer adj. — Equi-
vale a "enojado", "enfa-
dado", "violento". "Diego
está bravo". Tiene algunos
de los usos castellanos.
Bravo, va. Cub. adj. — Lo
mismo que "trapacero",
ambicioso de pocos escrú-
pulos: "Roque es muy
bravo en sus negocios".
Breva. Cub. f. — Tabaco en
BROD
— 77
BEUJ
rama elaborado a manera
de pastillas muy prensadas
generalmente, que se em-
plea para masticar. Tam-
bién se dice al cigarro puro
o tabaco descrito por la
R. A., y en cuantos diccio-
narios hemos consultado,
sin obtener resultado sobre
su origen, que nos parece
cubano.
Brío. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 92 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
Brisa. Cub. f. — fam. — Así
dice la gente del pueblo,
no sin cierto gracejo, en
vez de apetito: "Tengo
brisa; voy a meterme la
frita". Tiene los usos auto-
rizados por la R. A.
Británica. Cub. f . — Nombre
que se aplica a una clase de
cigarro puro, de los de ma-
yor tamaño y de caja, no
de mazo.
Brocha. Cub. f. — El juego
llamado en castellano "chi-
to", "tángano" y "tejo".
Tiene los usos castellanos.
Véase la frase 129 del
Apéndice.
Brochar. Cub. v. a. — La ac-
ción de tirar con el disco o
tejo al chito donde se pone
el dinero en el juego lla-
mado "chito", "tángano" y
"tejo" en castellano, y bro-
cha en Cuba.
Broderí. Cub. m. — Brocado,
pasamano o encaje fino y
ancho usado para adornar
los vestidos. Algunos son
muy finos, de seda, con pre-
ciosos bordados. (Et. Gali-
cismo, de broderie).
Bronquear. Cub. v. a. — vulg.
— Reprender con dureza o
reñir. (Et. Reprensible de-
rivado de "bronca").
Bróiuia. Amer. f. — Pez co-
mún en los mares ameri-
canos, del que hay varias
especies, abundante la prin-
cipal en aguas del Japón.
(Zool. F. Brotulida?; esp.
principal: Brotula barbada,
Bl.)
Bruja. Cub. í.— Reciben este
nombre común tres plantas
afines, más conocidas por
brujita amarilla, blanca y
rosada. Véanse. Tiene las
acep. cast.
Braja. Cub. f. — La mariposa
más grande de las de color
obscuro, que es de cuerpo
grueso y poco alada. En la
región oriental se llama
tatagua. (Zool. esp. Erebus
odor o) .
Bruja. Cub. f. — En las pro-
vincias orientales, la per-
sona que se disfraza de
noche con un lienzo blanco,
en días de grandes fiestas,
y se entrega a mil malda-
des, que le son permitidas.
Va desapareciendo tal cos-
tumbre. Otros dicen ensa-
banado, porque el lienzo
suele ser una sábana.
Bruja. Cub. subs. m. y adj. —
fam.— Gomo adjetivo, con
los verbos "estar" o "que-
dar", denota carencia mo-
mentánea de dinero : "Ayer
me divertí hasta quedar
tSUJ
78 —
BUCA
bruja'". Y como substantivo,
se emplea con el individuo
que nunca tiene dinero ni
Lusca el medio de ganarlo,
como no sea con petitorios
o sablazos: "Jorge es un
bruja sempiterno".
Bruja sopera. Cub. ra. — Véa-
se la voz anterior. El adi-
tamento sopera, cuyo ori-
gen no es fácil adivinar, ex-
trema el significado de ella.
Brujería. Cub. f. — Religión
fetichista introducida y
mantenida por los negros,
de prácticas groseras siem-
pre y sanguinarias algunas
veces. Entre esas prácticas
está la de curar enferme-
dades siguiendo las super-
cherías en que influyen
sus repugnantes ídolos,
quienes ordenan en algu-
nos casos se ingiera sangre
de inocentes criaturas, las
cuales es preciso sacrificar,
y esto ha dado y da ocasión
en Cuba a algunos críme-
nes horrendos perpetrados
en niños de corta edad.
Brujena. Cub. f. — Dícese
como equivalente al lla-
mado "mal de ojo", con
respecto a persona, o de
cosa que se supone intoxi-
cada para producir malos
efectos en quien la ingiera :
"Este niño tiene brujería";
"le echaron brujería en el
café". Tiene el uso caste-
llano.
Brujita amarilla. Cub. f. —
Una de las especies de la
planta llamada bruja (1.a
acep.), como las otras dos,
de jardinería, bulbosa, de
hojas lineales, largas y flo-
res en escapo cuando abun-
dan las lluvias, amarillas
las de ésta, a lo que debe
su nombre. (Bot. F. Amari-
lídeas; esp. Sternbergia lú-
tea, Ker. Garvl.)
Brujita Maraca. Cub. f. — Es-
pecie semejante a la ante-
rior, de flores blancas, que
le dan nombre, también lla-
mada bruja (1.a acep.) (Bot.
F. A.; esp. Zephyranthes
tubispatha) .
Brujita rosada. Cub. f. — Es-
pecie de flores como indica
su nombre, sin otras varie-
dades que difieran de las
señaladas en las dos espe-
cies anteriores, y como
ellas, también llamada bru-
ja. (Bot. F. A.; esp. Z. ro-
sea, Lindl.)
Brujo. Cub. m. — Curandero
que practica la religión lla-
mada Brujería. Véase en 1.a
acep.
Brujo. Cub. adj. — Sirve de
aditamento a "tasajo", "bo-
niato", etc.
Brusca. Amer. f. — Véase yer-
ba hedionda.
Brusca. Cub. í. — desusada. —
"Cualquiera materia vege-
tal de fácil y pronta com-
bustión". (Pichardo).
Bruto. Cub. adj. — fam. — Véa-
se el refrán 13 del Apén-
dice. Tiene los usos caste-
llanos.
Bucare espinoso. Cub. m. —
Véase piñón espinoso.
BDEN
— 79 — .
BUNG
.Buche. Cub. m. — fam. — Indi-
viduo de la plebe, golfo.
Tiene las más de las acep.
cast.
Buchería. Cub. f. — fam. — Al-
guna acción deleznable de
algún buche.
Buchinche. Amer. m. — Café
o taberna de barrio, de po-
bre aspecto.
Buchón. Cub. m. — fam. —
Dícese con cariño al hom-
bre bonachón.
Budín. Común, m. — Dulce
hecho con harina, huevo,
leche, frutas, azúcar, etc.,
al baño de María. Es pas-
toso, de color amarillo, y al
cortarlo se presenta gela-
tinoso y brillante. Otros di-
cen pudín, con más correc-
ción si nos atenemos al
origen. (Et. Del inglés pud-
ding) .
Budión morado. Cub. epic.
m. — Especie del pez cono-
cido en castellano por "bu-
dión", de color morado.
Budióii verde. Cub. epic. m.
— La especie común del pez
budión, también llamada,
como en España, "donce-
lla".
Buenastardes. Cub f. pl. —
Planta de hojas regular-
mente redondeadas, ásperas
por el envés, de flor amari-
lla con un moñito colora-
duzco en el centro de la co-
rola, y cuya flor tiene la
propiedad de animarse con
la salida del sol y marchi-
tarse al anochecer, de lo
que toma ese nombre. Tam-
bién se llama doce del día.
Buey de saca. Cub. m.-Buey
amaestrado que se destina
a sacar los toros del po-
trero o dehesa.
Bufa. Cub. f. — fam. — Borra-
chera.
Bufandilla. Cub. Común. —
fam. — Dícese a la persona
borracha.
Búfano. Cub. m. — Árbol in-
dígena sin aplicación que
abunda en las ciénagas de
Zapata. (Bot. F. Oleáceas;
esp. Fraxinus viridis,
Michx).
Bugío. Cub. m.-— Véase &o-
gío.
Bujío. Cub. m.-Algunos cam-
pesinos, muy pocos, dicen
así por bohío. (Et. Bujío, de
bojío, de "bohío").
Bul. Cub. m. — Refresco hecho
de cerveza, agua, azúcar y
unas gotas de limón, que
tiene un consumo extraor-
dinario. (Et. anglicismo, de
bull).
Bulla. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 159 d;l Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
Bullarengue. Cub. m. — Díce-
se a cualquier cosa que en-
trañe fingimiento o false-
dad.
Bullarengue. Cub. m. — vulg.
— Dícese al clítoris.
Bullón. Cub. epic. m. — Así
dicen algunos al pez budión
castellano, por corrupción.
Bunga. Cub. f. — Orquesta de
muy reducidos instrumen-
tos, y por lo mismo, un me-
dio de meter ruido.
BURB
80
BUSO
Bunga. Cu b. f. — flg. y fam. —
Como "mentira", "engaño",
"trampa" : "No me conven-
ces con esa bunga"; eso es
una bunga".
Buniatal. Cub. m. — vulg. —
Corrupción de "buniatal".
Bunlatillo. Cub, m. — vuig. —
Algunos campesinos suelen
decir así, por corrupción, al
boniatillo (1.a acep.), que es
el cubanismo aceptado por
la R. A.
Buñuelo de catibía. Cub.
m. — En la región occiden-
tal, dulce hecho de yuca
rallada, frita en masa y
puesta en almíbar, que en
la parte oriental dicen bu-
ñuelo pobre.
Buñuelo de viento. Común.
m. — El "buñuelo" de la R.
A., que tiene ese nombre
generalizado en España y
gran parte de América. En
Cuba se conoce además por
buñuelo rico.
Buñuelo pobre. Cub. m. — En
la región oriental, el bu-
ñuelo de catibía. Véase.
Buñuelo rico. Cub. m. — Véa-
se buñuelo de viento.
Buquenque. Cub. común. —
Dícese a la persona alca-
hueta, encubridora o que
proporciona mujeres de
mal vivir: "Es una vieja
buquenque"; "ese cochero
es un buquenque". (Et. De
"buscar").
Burén. Cub. m. — Hornillo,
especie de cazoleta desti-
nada a cocinar las tortas de
cazabe. Algunas veces se
reduce a una simple plan-
cha de hierro. (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Buró. Común. — m. — Escrito-
rio o mesa de escribir. (Et.
Galicismo, de burean).
Buró. Común, m. — Oficina,
despacho o escritorio de un
profesional. (Galicismo).
Burujón. Cub. m.-Bulto des-
ordenado, generalmente de
ropas u otros objetos domés-
ticos, envueltos en un paño.
Burujón (En). Cub. mod.
adv. — Tanto refiriéndose a
personas como a cosas, de-
nota desorden, hacinamien-
to: "Los niños entran en
burujón a la escuela".
Burundanga. Cub. f. — Equi-
vale a enredo, confusión.
(Et. Corrupción de "mo-
randanga").
Burundanga (De). Cub.
mod. adv. — Equivale a "de
poco valor o escaso méri-
to": "Es un reloj de bu-
rundanga".
Burro. Cub. m. — Instrumen-
to a manera de andamio,
que consiste en un palo
como de media vara de lar-
go, amarrado por los extre-
mos con una soga en án-
gulo, en cuyo vértice va un
gancho, y el cual aparato se
emplea para apoyar un pie
en el palo al techar las ca-
sas de guano. Tiene las
acep. cast.
Buscas. Amer. f. pl. — Utili-
dades que obtiene un em-
pleado en cosas relaciona-
das con su destino, además
BUTÚ
— 81
BT7TU
de lo que obtenga de sala-
rio: "Las buscas me pro-
ducen otro sueldo".
Butaque. Cub. m. — Corrup-
ción, entre campesinos, de
"butaca".
Butúa. Cub. f. — vulg. — Lo
mismo que "comida". Si se
emplea con los verbos "me-
ter" o "pegar", aumenta
en vulgaridad. Otros dicen
butuba. "La butúa está en
la mesa"; "voy a meterme
la butúa".
Butuba. Cub. f. — Véase bu-
túa.
CABA
CABA
Cabalonga. Cub. f. — Árbol
silvestre que se desarrolla
en todo terreno hasta una
altura de cinco metros, y
cuyo tronco es de medio, de
diámetro; sus hojas son
lanceoladas y en desorden,
flor amarillenta, pardusca
hacia el centro. Todos sus
órganos contienen un látex
venenoso. En algunos dic-
cionarios, como el "La-
rousse", se confunde esto
árbol con el arbusto "haba
de San Ignacio". (Bot. F.
Asclepiadeas; esp. Trcvetia
neri folia, Juss.)
Caballada. Amer. f. — fam. —
Acción o frase torpe, des-
atinada : "Juan dice una ca-
ballada cuando menos se
espera". Véase ei refrán :J<-
del Apéndice.
•Caballería. Cub. i. — Esta
medida agraria equivale en
Cuba a 1.343 áreas. La
equivalencia en medidas
cubanas es de 18 cordeles
de ancho por 18 de fondo, o
sean 324 cordeles cuadra-
dos; y como cada cordel tie-
ne 24 varas cubanas linea-
les, lo que supone 576 va-
ras cubanas en cada cordel
cuadrado, tiene la caballe-
ría 186.624 varas cubanas.
Tiene las acepciones caste-
llanas más modernas. Otros
dicen caballería de tierra
para evitar confusiones.
Caballería. Cub. f. — flg. y
vulg. — Entre gente de baja
esfera social, es frecuente
esta voz en vocativo al sa-
ludarse o despedirse, cuan-
do se trata de uno a va-
rios: "| Hola, caballería!";
"ladiós, caballería!". O
también esta forma de peor
gusto: "¿Qué hubo, caba-
llería?".
Caballería de tierra. Cub. f.
Véase caballería (1.a acep.)
Caballerlcero. Cub. m. — El
individuo que en las cua-
dras cuida de las caballe-
rías. En castellano, * caba-
llerizo*.
Caballero. Cub. adj. — Em-
pléase como aditamento de
algunas especies botánicas:
ají, espuela, etc. Tiene las
acep. cast.
Caballerete. Cub. epic. m. —
CAEA
83 —
CABA
Pez acantopterigio de me-
dianas, aunque variables,
proporciones, cuyo peso
medio es de un kilogramo,
habiendo ejemplares de
cinco; es de color olivado
en el lomo y rojo cobrizo
en la parte inferior, con el
hocico alargado y la boca
pequeña. Es un bocado sa-
broso y sin peligro de ci-
guatera, cual ocurre con la
cubera, con cuyo pez ha
confundido Pichardo la es-
pecie descrita. (Zool. F. Lu-
tionidce; esp. Neomcenis gri-
seus, L.)
Caballete. Cub. m. — La lo-
ma de tierra que deja el
arado al trazar el surco.
Tiene las acep. cast.
Caballitero, ra. Cub. m. y f.
— Dícese al comediante o
volatín, y por extensión al
dueño o empresario de cir-
co ecuestre, aunque más se
diga "cómico". (Et. De "ca-
ballo").
Caballitero, ra. Cub. m. y f.
— La persona que posee
unos caballitos (2.a acep.)
Véase.
Caballito de la mar. Cub.
epic. m. — Pez de rara figu-
ra, sin aletas, de unos 20
centímetros de largo, de
cabeza erguida, con el ho-
cico muy largo a la manera
de un caballo. Es el des-
crito por la R. A. con los
¡ nombres de "caballo de
agua" y "caballo marino",
, pero el de las aguas cu-
banas presenta la particu-
laridad de su color moreno
conmanchitas azules. (Zool.
Hippocampus punctulatus).
Caballito del diablo. Cub.
epic. m. — Este insecto no
es el descrito con igual
nombre por la R. A., que
en Cuba recibe el de caba-
llito de San Vicente (véase).
El cubano es de color negro
con visos azulinos, abdo-
men pedunculado, patas lar-
gas con espinillas en las ti-
bias; las antenas, del ma-
cho son rectas y largas, las
de la hembra, más cortas
y encorvadas. La picada de
este insecto es muy aguda,
y venenosa para ciertos
animales. Es un enemigo
encarnizado y mortal de la
tarántula o araña peluda:
el macho acecha a la ara-
ña a la entrada de la cueva,
y lucha con ella hasta cla-
varle una antena, con la
que deposita un veneno que
la entontece y mata; enton-
ces la hembra arrastra a
la araña hasta un lugar
adecuado, donde la entie-
rra, no sin depositar antes
un huevecillo en su cuer-
po: la larva depositada en
el cuerpo de la araña tiene
así suficiente alimento hasta
su completa metamorfosis,
y abandona la "incubado-
ra" de perfecto insecto.
(Zool. F. Pompilida?; esp.
principal: Pepsia marqina-
ta, Beauv.)
Caballito de San Pedro.
Cub. epic. m. — Insecto ape-
— 84 —
OABB
ñas conocido, delgado y
alargado, de color pajizo,
muy saltador.
Caballito de San Vicente.
Cub. epic. m. — Es el in-
secto conocido y descrito
por la R. A. con el nombre
de "caballito del diablo",
que en Cuba le aplican muy
pocos en la región orien-
tal; pues el caballito del
diablo de Cuba es diferen-
te. También le dicen al-
gunos en aquella regióD
mulita del diablo. Véase el
refrán 8 del Apéndice.
Caballitos. Cub. m. pl.— Dí-
cese al circo ecuestre.
Caballitos. Cub. m. pl. —
Nombre del aparato gira-
torio con caballos de ma-
dera, que constituye un es-
pectáculo público propio
de niños. No habrá un solo
español que ignore cómo se
llama en castellano, y esto
no obstante, parece que los
señores Académicos no es-
tán conformes en catalo-
gar tío vivo.
Caballo. Cub. m. — Enferme-
dad venérea, mas no la co-
nocida con ese nombre y
los de "bubón" o "bubas"
en castellano, pues por ca-
ballo en Cuba se entiende
una postillita que se forma
en las partes más blandas
de los órganos genitales.
Es más benigno que el
chancro. Tiene las acep.
cast.
Caballo. Cub. m. — fig. y fam.
— Dícese a la persona estú-
pida, sea varón o hembra.
Véase el refrán 25-a del
Apéndice.
CabaíSo de carga. Cub. m. —
Medida de peso o volumen,
equivalente a dos quintales,
o sean 92 kilogramos, que
sirve de base para las ta-
rifas en algunas empresas
de transportes.
Cabecear. Cub. v. a. — Atar
las hojas de tabaco por la
base, lo cual tiene sabor a
barbarismo. Se usa con las
acepciones castellanas.
Cabeceo. Cub. m. — Acción y
efecto de cabecear. Véase.
Tiene la acepción castella-
na.
Cabeciduro, ra. kmer. adj.
— ñg. y fam. — Terco, tes-
tarudo: "Anita es tan ca-
becidura, que hay que ce-
der a cualquier antojo su-
yo". Atendiendo a la for-
mación de esta voz, más
parece denotar rudeza, en-
tendimiento tardo. (Et. De
"cabeza" y "duro": duro
de cabeza).
Cabeciduro, ra. Cub. adj. —
Aplícase al cigarro puro
que arde mal, ya por su
deficiente construcción u
otras causas. También se
dice cabezudo.
Cabellos de ángel. Cub. m.
pl. — El árbol más conocido
por faurestina. Véase.
Cabellos de ángel. Cub. m.
pl. — Planta indígena, tre-
padora, de tallos muy del-
gados y abundantes, hojas
opuestas, cordiformes, algo
CABfi
85 —
CABO
dentadas, divididas en tres
segmentos ovales, y flores
en racimos. Hay otra es-
pecie menos conocida. (Bot.
F. Ranunculáceas ; esp. Cle-
matis dioica, Lin.)
Cabeza de tornillo. Cub.
epic. m. — Dicen algunos al
pájaro cuco (véase), por los
rápidos movimientos late-
rales de su cabeza.
Cabeza de toro» Cub. m. —
Árbol silvestre que se des-
arrolla en algunos lugares
de la costa del Norte, de re-
gular elevación, madera
pardusca, más obscura
hacia el centro del tronco,
y cuya extremada dureza
casi la inutiliza para la
carpintería.
Cabezón. Cub. epic. m. — Pe-
cecillo que se cría entre los
arrecifes y en pocetas, de
unos diez a doce centíme-
tros, con la cabeza ancha
y los ojos pequeños. (Zoo!.
F. Aterinidce; esp. Atheri-
na microps, Poey).
Cabezote. Cub. epic. m. —
Pececillo parecido al ante-
rior, si bien de algo más
tamaño, con el cuerpo com-
primido y alargado, cabe-
za deprimida y muy ancha,
dos aletas dorsales y ojos
grandes. (Zool. F. Aterini-
doe; esp. Atherina laticeps,
Poey).
Cabezote. Cub. m. — La pie-
dra de irregular figura y
buen tamaño que se emplea
en manipostería ordinaria.
Cabezudo, da. Cub. adj. — Lo
mismo que cabeciduro, ra
(2.a acep.) Véase. Tiene las
acep. cast.
Cabildo de negros. Cub. m.
— Reunión que celebran los
negros de ambos sexos, en
los días para ellos más me-
morables, en la que can-
tan y bailan al uso afro-
cubano, y toman acuerdos
en cuestiones relacionadas
con la comunidad o la raza.
Cabildo de negros. Cub. m.
— fig. y fam. — Así dicen los
blancos a toda reunión de
hombres mediocres o inep-
tos, y en la que por fuerza
ha de imperar la confusión
y el error, cuando no el es-
cándalo.
Cablma. Amer. f. — Árbol sil-
vestre no muy conocido en
Cuba, más abundante con
ese nombre en Haití y Amé-
rica Central, que se eleva
unos diez metros, de hojas
aovadas grandes, con la
vena central blanca; tiene
agradable aroma, y madera
resistente de color amari-
llo. (Bot. esp. Rheedia aris-
tata, Gris.) (Voz caribe, Za-
yas).
Cabo de hacha. Cub. m. —
Árbol silvestre cuya eleva-
ción oscila entre cinco y
siete metros, de tronco del-
gado y recto, hojas de lar-
gos pecíolos, compuestas,
de folíolos elípticos en gru-
pos de siete a diez, y flo-
res en panojas; la semilla
es venenosa; su madera,
blancuzca, de fibra recta,
CAES
— 86 —
CABU
correosa, ligera, pero muy
fuerte, por lo que se esti-
ma mucho para cabos o
mangos de herramientas,
de lo que toma nombre. En
algunas comarcas conser-
va sus nombres indios de
guabán, jubabdn y juba-
bao. (Bot. F. Meliáceas;
esp. Trinchilia spondioides,
Swartz.)
Cabo de tabaco. Cub. m. —
Equivale a colilla de ciga-
rro puro. La R. A. acepta
"cabo" en ese sentido. Tie-
ne los usos castellanos.
Véanse las frases 70 y 194
del Apéndice.
Cabra. Amer. f. — Trampa en
el juego de dados. Conser-
va las acep. cast.
Cabra mora. Cub. epic. f. —
Pez como de medio metro
de longitud, de color mo-
reno olivado con manchas
anaranjadas en el cuerpo,
y blancas, más pequeñas,
en las aletas, boca grande
y cola redondeada. Es buen
bocado. (Zool. F. Pércidos;
esp. Epinephelus adscen-
cionis).
Cabrerito giro. Cub. epic. m.
— En la región oriental
dicen así algunos al paja-
rilio bijirita. Véase.
Cabrero, ra. Cub. m. y f. —
Avecica muy estimable
para jaula, tanto por su
canto melodioso, aunque
tenue, como por su pre-
cioso plumaje: recargado
de amarillo en la mayor
extensión, lomo en parte
verdoso, y cabeza negruz-
ca con alguna plumas ro-
jas y blancas. En la hem-
bra sobresale el color ver-
doso. Se alimenta de fruta.
(Zool. F. Tanagrida?; esp.
Spendalis pretrei, Lees.)
Tiene la acepción castella-
na.
Cabrilla. Cub. epic f.— Pez
distinto del descrito por la
R. A. con ese nombre, de
algo mayor tamaño, color
olivado pálido con tres
franjas obscuras, anchas,
oblicuas, salpicadas deman-
chitas rojas con un punto
negro en el centro de cada
una; la cola, que no es me-
llada como la de la cabri-
lla de España, y las aletas
ventrales, son rojizas, y
amarillas las pectorales, los
ojos negros, con tres cer-
quillos: encarnado, aceitu-
nado y amarillo, del. inte-
rior al exterior. Alcanza un
peso medio de dos kilogra-
mos, y es de carne blanca,
suave y exquisita. (Zool. F.
Pércidos; esp. principal :
Epinephelus maculosus,
Cuv.)
Cábula. Amer. f. — Dícese por
corrupción, muy generali-
zada en Cuba, en lugar de
"cabala", superstición.
Cabulla. Amer. f. — La R. A.
acepta esta voz americana
en la 14.a edición del Dic;
pero luego, en "Correccio-
nes y erratas" la substi-
tuye por "cabuya", que es
como la legaron los indios.
CACI
— 87 —
CACHA
Pero lo cierto es que son
muchos los que pronuncian
la 11 y no la y, lo cual
quitara pureza al lenguaje
caribe, pero es más adap-
table a nuestra fonética, y
lo decimos sin censura para
los que sustentan contraria
opinión.
Cacagual. Amer. m. — Finca
donde se cultiva el cacao.
No falta quien diga ca-
cahoal. (Et. Corrupción de
"cacahual").
Cacabea!. Cub. m. — Véase
cacagual.
Cacalote. Amer. m. — Dulce
hecho con granos de maíz
abiertos por la acción del
fuego al ser tostados ("ro-
setas de maíz", en caste-
llano), y puestos después
en almíbar. Otros dicen go-
yori. (Et. Voz mejicana:
una población y un ave).
Cacaiofce. Cub. m. — "Planta
leguminosa", según el Dic.
"Larousse-" ; y es cuanto
podemos decir, pues no co-
nocemos tal planta ni la
hemos oído nombrar nun-
ca.
Cacalote. Cub. m, — fam. —
poco uso. — En algunos lu-
gares, equivale a "dispara-
te", "necedad".
Cacicuto. Cub. va. — Así lla-
man algunos ai árbol
"achiote" o "bija", sus
nombres castellanizados,
más frecuentes en Cuba.
Cacito. Cub. m. — Una espe-
cie de perol pequeño, de
usos domésticos. (Et. Dimi-
nutivo de "cazo").
Cacito. Cub. m. — fam. — Dí-
cese a la barbilla de las
personas.
Cacle. Cub. m. — poco uso. —
En muy pocas localidades,
la chancleta.
Caeula» Cub. f. — En algunos
lugares de la región orien-
tal, la nata de la leche.
Cacharrazo. Amer. m. — fam.
— Trago de licor fuerte. Si
se emplea con los verbos
"poner" o "meter", des-
ciende a término muy vul-
gar: "Voy a tomar un ca-
charrazo"; "nos metimos o
nos pusimos un cacharra-
zo". En Cuba se dice más
cocotazo, cañazo, y, en len-
guaje más vulgar-, piedra.
Cacha»,- Común f. pl. — fam.
—Las nalgas, particular-
mente si ion prominentes.
(Et. Voz gallega).
Cachazudo. Cub. m. — -Gusa-
no de color pardusco por
encima, imperfectamente
listado de amarillo, vien-
tre de color verdoso, cabeza
negra con dos fuertes ga-
rras en la boca, y que al-
canza una longitud de 5
centímetros. Ocúltase de la
luz solar bajo tierra, y en
las horas de la noche ataca
las plantas de tabaco, en lo
que constituye una plaga
de cuidado, que puede ser
inesperada y rápida ruina
del cosechero, pues gene-
ralmente ataca la planta en
la base del tallo y la mata
OAOKI
— 88 —
cachu
en seguida. Es un gusano
tenazmente perseguido, pero
los medios ensayados hasta
la fecha no son muy efica-
ces. (Zool. F. Noctuidce;
esp. Feltia annexa, Treit.)
Tiene la acep. cast.
Cachibou. Cub. m. — Lo mis-
mo que cachibú. Véase.
Cachifos!. Cub. m. — La resina
del árbol llamado almacigo
(véase), y que algunos, por
extensión, dicen a dicho
árbol. Otros pronuncian
cacliibou.
Cachica. Cub. m. — poco uso.
— Entre los negros, se dice
al Diablo.
Cachimba. Cub. adj. — Sirve
de aditamento a otras pala-
bras, como palo y piedra.
Véanse. Tiene la acepción
castellanizada como "pipa
de tabaco".
Cachimbo. Cub. m. — antic. —
Una vasija grande de metal
que se usaba en los inge-
nios.
Cachimbo. Cub. m. — Inge-
nio de azúcar pequeño, de
escasa importancia indus-
trial.
Cachimbo, ba. Cub. adj. —
fig. y fam. — Aplícase a co-
sas despreciables o de poco
valor relativo. No tiene las
acep. americanas castella-
nizadas.
Cachiporra. Cub. epic. f. —
Llaman así en la región
oriental, a una especie del
ave zancuda conocida por
zarapico ("zarapito", según
la R. A.), en el resto de la
Isia. Es el zarapico o zara-
pito zancudo, por sus lar-
gas zancas: el macho tiene
el lomo negro retinto, así
como el pico, blancas las
partes inferiores, y las pa-
tas rosadas; la hembra se
diferencia en que el color
negro tiene viso cenicien-
to. Vive en terrenos cena-
gosos y come gusanos y
mariscos. (Zool. F. Scolo-
pacidoe; esp. Himantopus
nigricollis, Vieiil.)
Cachorro, rra. Amer. adj. —
fig. y fam. — Aplícase, des-
preciativamente, a la per-
sona rencorosa y mal in-
tencionada: "Perencejo es
muy cachorro". Tiene los
usos castellanos.
Cachucha. Cub. f. — "En el
juego del monte, cuando
han salido tres cartas igua-
les, apostar que ganarán o
saldrán dos iguales a la
sencilla que se elige antes
que la triple. Algunos di-
cen cuarteta'''. Esto dice
Pichardo. Tiene las acep.
cast.
Cachucho. Cub. epic. m. —
Pez acantopterigio de me-
diano tamaño que alcanza
un peso de 10 kilogramos,
con el cuerpo alargado de
color rojo encendido, más
pálido hacia el vientre, cola
ahorquillada, ojos negros y
grandes. Se pesca a grandes
profundidades, y su carne
es agradable. El nombre de
salmonete que le dan al-
gunos es impropio, toda vez
cafe
89 —
que se puede confundir
con el pez que lleva ese
nombre. (Zool. F. Lutiani-
dce; esp. Etelis oculatus,
Guv.)
Cachumbambé. Cub. m. — en
desuso. — Especie de co-
lumpio o balancín (así se
dice en España, aunque no
lo consigne la R. A.), que
forman los muchachos con
un tablón que apoyan en el
centro sobre alguna cosa
elevada, y en cuyos extre-
mos se sientan a horcaja-
das para columpiarse.
Cachurra. Cub. f. — fam. —
Establecimiento de reduci-
do ámbito y pobre aspecto.
Cuando se refiere a café
dícese buchinche. (Et. Di-
minutivo despectivo de
"casa").
Caerse. Cub. v. ref. — Suele
oírse en vez de "descarri-
larse", aunque sea simple-
mente "salirse de la vía
férrea" : "Se cayó una lo-
comotora". Se imagina
cualquiera al oir esto, que
se ha caído a un barranco.
Tiene los usos cast.
Café canalla, Cub. m. — Al
lavar los granos de café,
dícese canalla al que flota,
con lo que descubre su in-
ferior calidad, sin que pre-
sente forma defectuosa
cual el comúnmente llama-
do "triache".
Café carretero. Cub. m. — El
café líquido muy recargado
o fuerte, que frecuente-
mente se hace sin colarlo.
Toma este nombre porque
es el preferido de los ca-
minantes, particularmente
los carreteros que cumplen
tareas nocturnas.
Café cimarrón. Cub. m. — El
arbusto más conocido por
nabaco (2.* acep.) Véase.
Café de guanina. Amer. m.
— El que se hace con las
semillas de esa planta.
Café de mirto. Cub. m. — El
cafeto de preferido cultivo
en Cuba, por ser la varie-
dad de más vida producti-
va y de grano excelente.
Café fresco, Cub. m. — Por
extensión del significado
que "fresco" tiene en cas-
tellano, se comete en Cuba
un gracioso contrasentido
al llamar café fresco al re-
cientemente preparado, y
que por fuerza ha de estar
casi hirviendo.
Café garrapata. Cub. m. —
Llámase en los cafetales al
grano común o corriente,
después de separar el ca-
racolillo y el triache.
Café lavado. Cub. m. — El
grano que se va al fondo
del agua al lavarlo, con lo
que se acredita de buena
calidad, en oposición al ca-
lificado de canalla.
Cafetalista. Amer. común. —
La persona dueña o encar-
gada de un cafetal.
Cafetería. Cub. f. — desusa-
da. — Véase tostadero de
café.
Cafetero. Cub. m. — Entre los
empleados de un café, el
CAGU
— 90 —
CAGU
que prepara este líquido.
Tiene las acep. cast.
CafetiSIo, Cub. m. — Véase
nabaco (2.a acep.)
* Cafiroleta. Cub. f. — "Dulce
compuesto con boniato, co-
co rallado y azúcar". (R. A.)
Cagadilla. Cub. f. — Cierta
substancia pastosa y acida,
que depositan en algunas
celdillas de sus panales las
abejas de la tierra. Véase.
Es nombre dado por los
campesinos, que suponen es
el excremento de tales abe-
jas.
Cagadilla de gallina. Cub. f.
— Así dicen en algunos lu-
gares de la región oriental
al curujey (véase), por la
semejanza de sus flores
amarillas con manchas car-
melitas, y el nombre.
Cagón. Cub. epic. m. — Pez
que alcanza un peso de dos
kilogramos, de color rojo
que se torna rosado hacia
el vientre, con fajas obli-
cuas en el lomo y longitu-
dinales en los costados de
color amarillo, y las aletas
varían desde el rojo al ro-
sado y del amarillo al pa-
jizo. Ño es mal bocado. Al-
gunos le dicen cotorro.
(Zool. F. Lutianida?; esp.
fíhomboplites aurorubens).
Cagón. Cub. epic. m. — En al-
gunos lugares dicen así al
ave aguaitacaimán, que es
el cubanismo aceptado por
la R. A., por la frecuencia
con que evacúa el vientre.
Cagtsairán. Cub. m.— En al-
gunas localidades, dan este
nombre a una especie del
árbol más conocido en
América y Cuba, por "quie- ;1
brahacha" (R. A.), que al-
canza una altura de diez
metros, y es de madera pe-
sada, muy dura, pero vi-
driosa. Algunos le llaman
cagüirán. (Bot. F. Legumi-
nosas; esp. Hymensea flo-
ribunda). (Voz caribe, Za-
yas).
Cagualssa. Cub. í. — Véase
caguajosa.
Caguajosa. Cub. f. — En la
región oriental, la planta
pasionaria. Véase. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Caguala. Cub. í. — Así llaman
algunos a la planta barba
de indio. Véase.
Caguama. Cub. epic. -f. — La
más grande tortuga mari-
na, cuyo peso llega a ex-
ceder de 200 kilogramos,
pero de carne poco apre-
ciada, y sí algo sus hueves
y mucho la concha, que
tiene 15 placas córneas y es
de color acarminado. Es de
cabeza grande, con el ho-
cico romo, y las patas tra-
seras más cortas y aplana-
das. (Zool. F. Chelonida?;
esp. Talassochelus caretta,
Lin.) (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Caguane. Cub. m. — Molusco
marino de una o dos valvas,
confundible con el caguará.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Caguanetazo. Cub. m. — El
acto y la acción de quemar
CAGÜ
- 91 —
CAGU
el cagúemete, cuando el fin
es causar susto a una per-
sona.
aguársete, Cub. m.— Pelusa
o borra de algodón o de
otra materia vegetal de
combustión rápida, que los
muchachos queman por di-
versión én la palma de la
mano. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
iguaní. Cub. m. — El árbol
más conocido por jocuma
amarilla. Véase. (Et. Voz
caribe, según Zayas).
[iguaráo Cub. m. — Molusco
marino univalvo, aunque
también hay ejemplares de
dos valvas, de concha se-
micircular, que se ve con
grande abundancia en las
playas cubanas. Algunos
pronuncan grave esta voz.
(Et. Voz caribe, Zayas).
iguarero. Cub. epic. m. —
Ave rapaz, pero no carni-
cera, y pacífica, muy esca-
sa, que anda en parejas y
toma ese nombre porque se
alimenta de caguanes y ca-
¡guaraes (véanse). Tiene e!
pico muy largo, blanco y
en la parte posterior azu-
lado; el plumaje del macho
es ceniciento, algo azulóse
por el lomo, y el de la hem-
bra más obscuro por en-
cima, y blancos con franjas
de color castaño el pecho y
el vientre. También se lla-
ma gavilán caguarero y ga-
vilán zonzo, y es una espe-
cie afín al gavilán común.
(Zool. F. Falcónidas; esp.
Regev.hinus wilsoni, Gas-
sin.)
Caguarita. Cub. f. — Dícese a
la concha de menor tamaño
que se encuentra en las
playas. (Et. Diminutivo de
caguará) .
Caguasal. Cub. m. — Lugar
donde abunda el caguaso.
Véase.
Caguaso. Cub. m. — Hierba
parecida a la llamada es-
partillo, con hojas muy ás-
peras y de bordes cortan-
tes, que florece en terrenos
pantanosos, y sólo come el
ganado como último recur-
so. (Bot. F. Ciperáceas; esp.
carex scabrella, Vahl.)
Caguaso. Cub. va. — Otra es-
pecie de hierba semejante
a la anterior por la pro-
piedad de las hojas, pero
que se desarrolla en terre-
nos secos y áridos. (Bot. F.
Gramíneas; esp. Paspalum
virgatum, Lin.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Caguaso. Cub. m. — En Vuei-
tabajo, un árbol silves-
tre y abundante, con un
tronco de 6 a 8 metros por
medio de grueso, de corte-
za delgada, pardusca, ma-
dera dura, compacta, fina,
de color rosado, que se em-
plea en construcciones,
pero que ha de pintarse
siempre para preservarla
del comején. También se
llama caguato.
Caguaso. Cub. m. — Según
Zayas, "un lagarto de color
verde que no debe confun-
CAIC
— 92 —
UAIM
dirse con el caguayo"" (Et.
Voz caribe, Zayas).
Cagtsaie. Cub. m. — Hierba
silvestre abundante y no
muy apreciable, aunque se
desarrolla en buen terreno
siempre. (Et. Voz caribe,
según Zayas).
Caguato. Cub. m. — Véase ca-
guaso (3.a acep.)
Caguayo. Cub. epic. m. — Dan
este nombre en la región
oriental a cualquier lagar-
tija, pero particularmente
a un lagarto obscuro por
arriba y amarillo por el
vientre, que habita en las
costas, de muy ligeros mo-
vimientos, emite un tenue
silbido, y cuando se enfu-
rece enrosca su larga cola
en espiral sobre el lomo.
En la parte occidental de la
Isla se conoce por iguana, o
iguana de los fosos para
distinguirla de la verda-
dera iguana. (Zool. F. Igua-
nidce; esp. Leiocephalus ca-
rinatus, Gray). (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Cagülrán. Cub. m. — El árbol
más conocido por caguai-
rán. Véase. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Caibariense. Cub. subs. co-
mún y adj. — La persona
nacida en la villa de Gai-
barién. Festivamente se
dice cangrejero, va.
Calfeanense. Cub. adj. -Aplí-
case a cosas de esa villa.
Caico. Cub. m. — Arrecife a
flor de agua, muy peligroso
para las embarcaciones,
pues suelen ser grandes y
no visibles en su mayor ex-
tensión. (Et. Voz caribe,
Zayas). ¿Será tomada esta
voz del nombre indio "Los
Caicos", que designa unos
islotes existentes en la par-
te oriental de las islas Ba-
hamas?
Caimanera. Cub. f. — Lugar,
en las márgenes de los ríos,
que suelen frecuentar los
caimanes.
Calme. Cub. m. — Planta sil-
vestre que produce un pe-
queño tubérculo del mismo
nombre, de pulpa amarilla
y dulce, que come alguna
gente campesina. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Caimita!. Amer. m. — Lugar
donde abundan los árboles
caimito y caimitillo. Véan-
se.
Calmltlllo. Amer. m. — Árbol
silvestre de mediana altu-
ra, que se desarrolla en to-
do terreno, de hojas ovales
verde - obscuras brillantes
por la haz, y amarillas ti-
rando a castaño mate por
el envés, flores blancuzcas,
fruto semejante a la acei-
tuna, de color morado su-
bido cuando maduro, des-
agradable, y madera roji-
za, pesada y dura, emplea-
da en carpintería. (Bot. F.
Sapotáceas; esp. Chryso-
phyllum monopyrenum.
Jacq.) (Et. Diminutivo de
caimito).
Caimito, Amer. m. -Árbol sil-
vestre, abundante en las
CAIR
— 93 —
OAJE
Antillas, más elevado y
frondoso que el anterior,
de siete a ocho metros de
altura, de hojas parecidas
a las del caimitülo, lo mis-
mo que las flores, y made-
ra blanca, blanda, correosa,
poco utilizable, de corteza
rojiza; su fruto es redondo,
en figura y f amafio de na-
ranja, y contiene varias pe-
pitas negruzcas, del cual
hay dos clases, como se ve-
rán con sus nombres par-
ticulares a continuación.
(Bot. F. Sapotáceas; esp.
Chrysophyllum caimito,
Lin.) (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Caimito blanco. Cub. m. — El
fruto del caimito, con la
piel verde lustrosa y pulpa
blanda, exquisita y blanca,
de lo que toma nombre.
Caimito morado. Cub. m. —
El fruto del caimito, de pe-
ricarpio violáceo y masa
rosada o blancuzca, con ve-
tas moradas pálidas, menos
agradable que el anterior.
Caínca. Cub. f. — La planta
bejuco de verraco. Véase.
Cairel. Cub. m. — Planta ras-
trera de gruesos y largos
tallos utilizados como so-
ga, de hojas con tres fo-
líolos sedosos en el envés,
aovado el del centro y obli-
cuos los laterales, flores
grandes y amarillas, íasci-
culadas, en figura de cai-
reles, y fruto en legumbre.
Esta planta hervida sumi-
nistra un tinte negro, que
los indios empleaban para
revestirse la piel, aunque
apreciaban más la bija o
achiote. También se conoce
por jairel, ojo de buey y
picapica. (Bot. F. Legumi-
nosas; esp. Mucuna urens).
Cairo. Cub. m. — Mecha tosca
de algodón, que confeccio-
nan y consumen en algu-
nas casas de labriegos, para
alumbrarse. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Caisimón. Cub. m. — Planta
silvestre, cuyo tallo se ele-
va hasta más de un metro
de altura, longitudinal-
mente acanalado, de hojas
grandes, acorazonadas, pun-
tiagudas, de agradable olor,
empleadas en medicamen-
tos domésticos. Hay tres
especies, no distinguidas en
el lenguaje popular. (Bot.
F. Piperáceas; esp. princi-
pal : Piper umbellatum,
Lin.) (Et. Voz caribe, según
Zayas) .
Caisinilla. Cub. f. — "Vegetal
en el partido de Los Pala-
cios, que se estima medi-
cinal". (Pichardo).
Cafa (A la). Cub. mod. adv.
— Equivale a decir que una
cosa es buena o ajustada
al pensamiento que lo con-
cibió: "Hice una mesa, y
me quedó a la caja" "¿Cómo
está el baile? — A la caja".
Caja. Cub. m. — Algunos dicen
así al palo cajú. Véase.
Cajetilla. Cub. f.— flg. y fam.
— Dícese por "dentadura":
"Rosa tuviera la boca bo-
CAJO
— 94
CALA
nita de tener completa la
cajetilla".
Cajs, Cub. epic. m. — Pez de
unos 3 decímetros de largo,
de color amarillento, ex-
cepto en el lomo, que es
moraduzco, cola ahorqui-
llada y ojos negros. No es
mal bocado, pero sí pro-
penso a causar ciguatera.
Cuando joven se llama ca-
jisote. (Zool. F. Lutiani-
dos: esp. Neomcenis caxis,
Bloch).
Cajigal. Cub. m.— En la re-
gión occidental, se dice a
la planta de jardín Reina
Luisa (véase), o "damas-
quina" en cast.
Cajilla. Cub. f. — Se dice por
corrupción de "cajetilla",
que también se usa, al pa-
quete de cigarrillos, que
antes contenía 16 y actual-
mente 14, en casi todas las
marcas.
Cajisete. Cub. epic. m. — Véa-
se cajisote. (Et. Diminutivo
de cají.).
Cajisote. Cub. epic. m. —
Dícese al pez cají cuando
joven, que además de su
menor tamaño, se caracte-
riza por el color algo oli-
vado, con ocho fajas verti-
cales, estrechas y más cla-
ras. Algunos dicen cajisete.
CaJÓE. Cub. m. — Ea los cor-
tes de lefia, se da este nom-
bre al volumen de ella
equivalente a una vara de
alto, una de ancho y dos de
largo, o viceversa, y es la
tercera parte de lo que se
llama una cuerda de leña,
Véase. Tiene los usos caste-
llanos.
Cajuela. Cub. f. — Árbol sil-
vestre de apreciable ma-
dera de color de azafrán,
dura, compacta, de fino
grano, empleada en ebanis-
tería. (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Antidesma cu-
bana, Maf.).
Calabacear. Común, v. a. —
Dar calabazas: "Juana ca-
labaceó a José".
Calabaza. Cub. f. — Esta cu-
curbitácea, según sus for-
mas, toma diversos nom-
bres populares en Cuba: la
común es lo que se indica
en su apelativo; la de bo-
nete, es rara y de color
anaranjado, con un tubér-
culo adicional verde o blan-
cuzco encima; la de caba-
llo, o de puerco, de estruc-
tura irregular, destinada al
alimento de los animales
indicados; la de Castilla,
que es la común de Espa-
ña, cilindrica y alargada,
de las más apreciables; la
de culebra, muy alargada y
delgada, y la de yema de
huevo, es la más chica, casi
esférica, y preferida para
potajes. Tiene los usos cas-
tellanos.
Calabazo. Cub. m. — El fruto
de la planta llamada güiro,
que también toma este
nombre y el de güiro-ca-
labazo. Tiene la figura de
un cuerno de toro muy
grueso y más grande, con
CALA
95
CALO
la punta roma y la base
cerrada y esférica; cuando
maduro y curado, toma co-
ma color castaño y adquie-
re una dureza que resiste
el metal.
Calabazo. Cub. m. — Instru-
mento musical formado con
el calabazo (1,* acep.) des-
pués de ahuecado, al que
se le hacen unas ranuras
paralelas y juntas en la su-
perficie, que se rastrillan
luego con una varilla de
hierro, a modo de rallo, y
se produce un sonido seco,
que es apreciado en el país
como acompañamiento de
orquesta. También se dice
güiro, y algo guajey.
Calabozo, dio. m. — Especie
de machete cuya hoja, de
medio metro aproximada-
mente de largo, va ensan-
chándose a partir del cabo
o mango, de manera que
forma una barriga, y no
tiene punta. Se utiliza para
limpiar los sembrados de
hierbajos y para cortar
caña de azúcar. También
se llama machete calabozo.
Tiene las acep. cast., en-
tendiéndose que no se co-
noce en Cuba, el "calabozo"
o podón de la R. A.
Calaguaüa de la tierra. Cub.
f. — Recibe este nombre una
especie de la calaguala co-
mún en América, descrita
por la R. A.; pero que se
diferencia en que no se
desarrolla en los troncos
podridos de los árboles y sí
en el suelo, por lo que vie-
ne a ser una especie de he-
lecho parásito. (Bot. Orden,
Heléchos; esp. Aspidium
capense, Willd.).
Calalú, Cub. m. — Planta, es-
pecie de legumbre silves-
tre. (Bot. Amar anta ce as.)
Calalú. Cub. m. -Potaje hecho
con varios vegetales, entre
ellos calabaza y calalú, (1.a
acep.) que le da nombre, y
es manjar que estiman al-
gunos negros. (Et. Voz in-
dia).
Calamar a. Cub. f. — ün árbol
de madera dura y compac-
ta, no muy abundante, que
se utiliza en carpintería.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Calambreña. Cub. f. — Árbol
silvestre de mediana eleva-
ción, que se desarrolla en
terrenos áridos, de madera
blancuzca, que sólo se em-
plea para leña. También se
llama uverül.o y uvero blan-
co. (Bot. F. Poligonáceas;
esp. Coceo loba paluda,
Wr.)
Calambuco, ca. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na beata, muy apegada a
las cosas de la Iglesia, pero
cuando se hace hipócrita-
mente, sin devoción. Es de
advertir que también se
desarrolla en Cuba el árbol
"calambuco" que produce
el bálsamo de María, pero
se conoce en el país por
ocuje.
Calderetería. Amer. f. — Dí-
cese en gran parte de Amé-
CALI
96
CALM
rica con palmaria inco-
rrección, por "calderería".
Estaría bien aplicada la voz
al taller donde se hiciesen
calderetas solamente.
Calderetero, ra. Amer. m. y
f. — Lo mismo que "calde-
rero, ra". Véase calderete-
ría.
Calembée Cub. m. — desusada,
Dicen algunos al taparrabo.
Calentura. Cub. f. — La fer-
mentación del tabaco en
rama, que se efectúa dis-
poniéndolo en pilas. Tiene
las acep. cast.
Calentura. Cub. f. — Planta
silvestre, cuyo tallo se em-
plea en cordelería, y segre-
ga un jugo cáustico por in-
cisión; de hojas lanceola-
das con pecíolo y nervio
rojizo, y flor anaranjada.
(Bot. F. Asclepiadcas; esp.
Asclepias curassavica. Lin.)
Calentura blanca. Cub. f.—
Especie afín a la planta an-
teriormente descrita, que
se caracteriza por sus flores
blancas. (Bot. F. A.; esp.
Asclepias nivea).
Caliente. Amer. adj. — Se le
dan a este adjetivo algunas
aplicaciones incorrectas en
gran parte de América. Re-
firiéndose a una mujer,
equivale a calificarla de in-
citante, lujuriosa, que es
algo parecido a lo que la
R. A. admite con relación a
los irracionales. Si se apli-
ca especialmente al hom-
bre, con el verbo "ser",
quiere significar arrojo,
atrevimiento, sagacidad, etc.
Véase la frase 29 del Apén-
dice. Tiene los usos caste-
llanos.
Calilla. Amer. f. — La ayuda
consistente en alguna ma-
teria estimulante, que se
coloca en el ano para pro-
vocar la evacuación del
vientre. (Et. Probablemen-
te de "cala", que la R. A.
acepta en el primer artí-
culo, 3." acep. con parecido
significado).
Calilla de perro. Cub. f. —
"El excremento de perro".
(Pichardo).
* Calimba. Cub. f. — El hierro
a manera ele cuño que se
utiliza en caliente para se-
ñalar a los animales en la
piel.
Calimba. Cub. f. — Acción y
efecto de calimbar. Véase.
'Calimbar. Cub. v. a. — Mar-
car los animales con la ca-
limba. Véase.
Calimbar. Cub. v. a. — fig. y
fam. — Equivale a "pegar",
"castigar", "multar": "Le
calimbaron 20 duros de
multa". "Te voy a calimbar
un puntapié".
Calinda. Cub. f. — Baile libre
de negros al uso afro-cu-
bano, al que también suele
concurrir algún blanco de
la plebe. Otros dicen ca-
linga.
Calinga. Cub. f. — Véase ca-
linda.
Calmudo, da. Amer adj. — Lo
mismo que "indolente",
"calmoso, sa". No obstante
— 97 —
CA:
ser una palabra bien deri-
vada de la castellanísima
"calma", no figura todavía
en el Dic. oficial, aunque
hace más de un siglo que
se pronuncia en América, y
que no faltará quien la em-
plee festivamente en Espa-
ña, ya que la derivación no
precisa ingeniosidad.
Caííe derecha. Cub. f. — "En
el juego del monte la apues-
ta contraria a la cruceta,
esto es, que ganará o ven-
drá la carta del mismo
lado que ganó en el albur
o en el gallo. (Pichardo).
Cama camera. Cub. f. — La
matrimonial.
Cama medio camera» Cub. f.
— La destinada a una per-
sona, pero de algo más
ancho del corriente.
Camabua. Cub. f. — "Árbol de
Cuba, según el señor Ra-
món de la Paz". (Et. Voz
caribe, Zayas, de quien es
la cita). ¿Será la camagua?
Carnada. Común, f. — Tiene
parecida acepción a la ter-
cera académica de "capa";
pero carnada, con una pro-
piedad indiscutible, es cada
una de las superficies"
formadas por unidades de
una misma cosa, como fru-
tas, huevos, etc., super-
- puestas con simetría. Dí-
cese: "Esa pila tiene seis
carnadas de traviesas"; "la
caja tiene diez carnadas de
peras". Es acep. de uso ge-
neral, aunque la R. A. no
la recoja, y nos parece de
exportación asturiana.
Cama. Cub. epic. m. — Co-
rrupción de camao. Véase.
Camagua. Cub. í. — Pequeño y
delgado árbol, propio de te-
rrenos húmedos, de hojas
grandes, elíptico - obtusas,
flores de corola amarillenta
en racimo, y madera de co-
lor castaño muy claro con
vetas, bastante só'ida, pero
no muy apreciable. Tam-
bién se dice casmagua, cau-
mao y guacamarí común.
(Bot. F. Mirsináceas ; esp.
Wallenia laurifolia, Sw.)
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Camagüeyana. Cub. f. — En
la provincia de Camagüey,
dícese a la guayabera. Véa-
se.
Camagüeyano, na. Cub. subs.
y adj. El nacido en la pro-
vincia de Camagüey o su
capital, antes Puerto Prín-
cipe.
Carnagüeyano, na. Cub. adj.
— Aplícase a cosas perte-
necientes a la ciudad o la
provincia de Camagüey.
Camagüira.-» Cub. f. — Árbol
silvestre cuya madera, ama-
rillenta veteada, es dura,
resistente y de grano fino,
empleada en carpintería.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Camalara. Cub. f. — Así dicen
por metátesis al árbol ca-
lamar a. Véase.
Camalote. Cub. m.-Así dicen
algunos a la planta came-
lote (véase), que no es la
CAMB
— 98
CAMB
americana de este nombre
descrita por la R. A.
*Camao. Cub. epic. m. — Pa-
loma salvaje más conocida
por azulona, su otro nombre
cubano castellanizado. Al-
gunos dicen incorrectamen-
te camas.
Camareto. Cub. adj. — Sirve
de aditamento a una espe-
cie de boniato. Véase.
Camarón. Cub. m. — Especie
de helécho de aguas salo-
bres, conocido en la región
oriental. Tiene la acep.
cast. Véase el refrán 36 del
Apéndice.
Camarón. Cub. m. — Dícese
en Vueltabajo, según Pi-
chardo, a un árbol silves-
tre.
Camaruca. Cub. f. — Árbol
raro y escaso, originario de
América Central, elevado y
muy frondoso, debido al
enorme tamaño de sus ho-
jas, acorazonadas, como de
medio metro de diámetro,
lampiñas por la haz y pe-
ludas por el envés, que pro-
yecta muy espaciosa y fres-
ca sombra. También se
llama anacahuita (2.a acep.)
(Bot. F. Esterculiáceas; esp.
Sterculia carthaginensis,
Caw.) .
Camas. Cub. epic. m. — En
muy pocos lugares se dice
por camao. Véase.
Cambiavía. Amer. m. — Suele
decirse a las agujas de la
vía farrea, que en Cuba
tiene su nombre más gene-
ralizado de chucho (2.a
acep.)
Cambiavía. Amer. común. —
Dícese al guardaagujas,
pero casi siempre se em-
plea el cubanismo chuche-
ro, ra.
Cambustera. Cub. f. — Lo
mismo que cambutera, por
corrupción.
Cambute. Cub. m. — Nombre
que le dan algunos a la
planta cambutera (véase);
y que debe evitarse para
no confundirla con el "cam-
bute" de varios países
americanos y que acepta la
R. A.
Cambutera. Cub. f. — Capri-
chosa enredadera de tallos
delgados y muy entreteji-
dos, que se cultiva por lo
frondosa en jardines, para
emparrados y cenadores.
Hay dos especies: una de
hojas pequeñas, finas y se-
mejando encaje, y dos flo-
res cónicas, alargadas, de
color carmesí o blanco en
un pedúnculo; y la otra es
de hojas más grandes, cor-
diformes y ordinarias, y
flores de color escarlata
anaranjado en pina. Unos
suponen que es planta ori-
ginaria de Méjico, y otros,
como Pichardo, la tienen
por indígena. También se
llama cambustera, gambu-
tera y, con impropiedad,
cambute. (Bot. F. Convol-
vuláceas; esp. respectivas :
Ipomcea quamoclit, e /. coc-
cínea, Lin.)
CAMI
— 99
CAMP
Cambutera cimarrona. Cub.
f. — Enredadera o bejuco
silvestre e indígena seme-
jante a la anterior. (Bot. F.
Rubiáceas; esp. Manettia
lygistoides-, Gris).
Camelia. Cub. f. — Así dicen
impropiamente en la región
oriental a una variedad de
la altea. Véase.
Camelote. Cub. m. — Especie
de junquillo acuático, de
hojas lanceoladas, flores
rosadas en racimos erec-
tos, que proporciona mal
pasto, y de cuyos tallos se
sacan una fibras color de
perla, que se utilizan en
la confección de canastillos,
marcos de cuadros, etc.
Otros dicen camalote. (Bot.
F. Poligonáceas; esp. Poly-
gonum glabrum, Willd.)
Camero, ra. Cub. adj. — vulg.
— Equivale a "grande", re-
firiéndose a cualquier cosa
susceptible de tamaño. No
es menester indicar por
qué constituye un abuso
hablar de esa manera, aun-
que sea el vulgo quien tal
diga, imitado luego por la
gente que se cree superior.
Camino seronero. Cub. m. —
Además de los distintos ca-
minos que cualquier me-
diano diccionario explica,
en Cuba se ha bautizado
así al que pudiéramos com-
parar con el llamado "de
herradura", y es aquél por
donde puede caminar una
caballería cargada con un
serón.
Camiseta. Cub. f. — Así dicen
algunos al condón o preser-
vativo higiénico, ninguna
de cuyas voces, a cual más
. usadas en España y Amé-
rica, acepta la R. A., quizá
por escrúpulos mal aveni-
dos con la tarea de cata-
logar voces.
Camisón de corpino. Cub.
m. — Prenda interior de la
mujer, con medias mangas
y ajustadas a la cintura, de
poco uso actualmente, para
poner sobre el camisón
(único nombre que recibe
en Cuba la camisa de mu-
jer). Algunos dicen impro-
piamente sayuela.
Camón. Cub. m. — La pina o
trozo de madera curvo que
forma parte del aro de una
rueda.
Camonadura. Cub. f. — El
conjunto de camones que
componen el aro de una
rueda.
Camote. Cub. m. — El hecho
de no pagar lo perdido en
una apuesta, particular-
mente en las riñas de ga-
llos: "Ganaba diez duros,
pero al pagar me dieron
camote, y sólo cobré tres".
Campana. Cub. i. — El arbus-
to bijaura. Véase. Tiene las
acep. cast.
Campana (A la). Cub. mod.
adv. — fam. — Graciosa ex-
presión que equivale a
decir: "muy bien, perfec-
tamente"; y en el mismo
estilo familiar, en castella-
no, a las locuciones: "al
CAMP
— 100
CANA
pelo", "a pedir de boca":
"¿Cómo te va de salud?
— A la campana". "Tengo
la casa amueblada a la
campana". En algunos ca-
sos, es sinónimo de a la
caja.
Campanazo. Amer. m. — Di-
ce se en vez de "campana-
da".
Campanilla. Cub. f. — La en-
redadera aguinaldo. Véase.
Campanilla blanca. Cuh. f.—
Uno de los nombres menos
frecuentes del arbusto bi-
jaura. Véase. No debe con-
fundirse con la otra cam-
panilla, también de flor
blanca, que es la ¡enredadera
más conocida por aguinaldo
blanco.
Campechana. Cub. f. — Bebi-
da compuesta de varios li-
cores. También se llama
chapurrado (2.a acep.), pero
no debe confundirse con el
otro chapurrado, cubanismo
aceptado por la R. A.
Campo. Cub. m. — A guisa de
curiosidad, hemos de apun-
tar el raro y gracioso uso
que se le da en Cuba a esta
voz. En la Habana se llama
campo al resto de la Isla;
en las ciudades se indican
de esta manera los lugares
comarcanos, incluyendo
pueblos; en éstos se dice
campo a los alrededores ha-
bitados, y por último ni los
moradores de simples bo-
híos se consideran del
campo, puesto que, por ca-
prichoso contraste, son los
que mejor uso hacen de la
palabra "campo", ya que
con ella indican la campi-
ña, los terrenos de cultivo,
el despoblado. Tiene los
usos castellanos.
Cana. Cub. f. — Una palma
común en toda la Isla, y
de las más estimables, de
tronco recto que oscila
entre seis y ocho metros,
con las pencas en forma de
abanico, cuyas lacinias se-
páranse hacia la mitad y
ensanchan notablemente la
penca; el palmiche es un
buen alimento para el ga-
nado porcino, especialmen-
te. También se dice palma
cana. Tiene los usos caste-
llanos. (Bot. F. Palmas; esp.
Sabal umbraculifera) . (Et.
Voz caribe, Zayas).
Cana. Cub. f. — Dícese a la
penca de la palma de su
nombre, que cuando seca
toma color pajizo, y es de
las preferidas para techar
las viviendas campesinas
(bohíos generalmente), por
su larga duración, que, se-
gún algunas opiniones, pasa
del "medio siglo. También
se dice guano de cana.
Cañare©. Cub. m. — Véase
cangilón. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Canario. Cub. m. — Planta más
conocida por maromera.
Véase. Tiene las acep. cast.
Canario de manglar. Cub.
epic. m. — Uno de los paja-
rillos más conocidos con el
nombre común de bijirita.
— 101 —
CAND
Este es de color amarillo y
vive en los manglares, de
lo que toma el nombre.
(Zool. F. Silvic olido? ; esp.
Dendroica petechia guncl-
lachi).
Canarreo. Cub. m. — Véase
cangilón. (EL Voz caribe,
según Zayas).
Cáncamo. Cub. m. — La ar-
golla con espiga de rosca
o tornillo (en castellano,
"armella"), que se usa para
cerrar con candado, enla-
zando una pareja de ellas.
¿Tomará este nombre por
su parecido, aunque ligero,
al cáncamo conocido en ma-
rinería?
Cáncamo. Cub. m. — fam. —
Aplicado a personas, en
tono despreciativo, indica
un hombre inepto, y si se
trata de mujer, fealdad
ocasionada por una vejez
prematura.
Cancharrazo. Cub. m. -Dicen
así algunos incorrectamen-
te por "cacharrazo".
Canchila. Cub. f. — desuso. —
La quebradura o hernia.
Candela. Cub. f. — El excesi-
vo abuso que se hace de
esta palabra nos sugiere
alguna advertencia en son
de crítica, que no resultará
del todo impertinente. Lo
único que no significa en
Cuba es lumbre o luz, que
es su más propio empleo en
castellano. Aquí lo mismo
se dice candela a la parte
en combustión de un ciga-
rrillo, que al fogón encen-
dido, que a una hoguera,
como a un incendio, aunque
se trate de una espantable
, conflagración. Y esto se ve
en letras de molde a diario.
¿Será en algunos casos co-
rrupción y abuso de "can-
delada"? Véanse las frases
20, 30 y 74, y el refrán 25
de los respectivos Apén-
dices.
Candelilla. Cub. f. — Nombre
de dos especies de plantas
silvestres, comunes, muy
parecidas, cuyas hojas tie-
nen una especie de pelusa
muy punzante y que pro-
duce ronchas, de lo que
toma nombre; sus flores
son monoicas y suelen ver-
se en los cercados de las
fincas. (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Tragia volubüis,
Lin. y T. gracilis, Gris.)
Candelilla. Cub. f. — Se da ese
nombre a la oruga de un
insecto o mariposa peque-
ña, gris y nocturna; la cual
oruga ataca a las hojas de
la planta de tabaco, en for-
ma que la parte dañada pa-
rece como si se hubiese
quemado, de lo que toma
nombre. La mariposa depo-
sita una larva en la hoja,
que se desliza por la su-
perficie de ésta, hasta en-
contrar un punto de poca
resistencia por donde in-
troducirse bajo la epider-
mis, lo cual, una vez logra-
do, es el comienzo de la
cueva, larga a veces, que
inutiliza la hoja. Allí la
CAND
— 102
CAÑE
oruga alcanza su total des-
arrollo, unos doce milíme-
tros, momento en que aban-
dona el escondite y se des-
liza al suelo a formar su
capullo, para pocos días
después sufrir la postre-
ra metamorfosis en la ma-
riposa indicada. Ataca tam-
bién otras plantas de la
misma familia. También se
llama minador del tabaco.
(Zool. esp. Phtorimce oper-
culella, Zell.)
Candelilla. Cub. f. — Una cos-
tura de bastilla o jaretón.
Candel£ta. Cub. epic. f. —
Uno de los pajaritos cono-
cidos con el nombre común
de bijirita, que toma este
nombre particular por su
color rojo encendido cuando
vuela, pues ese es el color
que luce únicamente cuan-
do extiende las alas; el ma-
cho es de color azul obs-
curo por encimayblanco por
el vientre, y la hembra de
plumaje grisáceo en el lo-
mo. Como la mayor parte
de esas especies, no es se-
dentaria de Cuba, pero sí
la que mayor temporada
invernal pasa en la Isla.
(Zool. F. Silvio olido? ; esp.
Setophaga ruticilla, Lin.)
Candelón. Cub. m. — Una es-
pecie del árbol guama.
Véase guama hediondo.
Candil. Cub. epic. m. — Pez de
unos tres decímetros de lar-
go, de colorrojo, carmín muy
encendido hacia el lomo,
aleta dorsal amarilla, cola
agudamente ahorquillada,
escamas muy ásperas, ojos
negros y grandes, con un
anillo rojo y otro amarillo.
Se llama candil, por su re-
fulgencia en la obscuridad.
(Zool. F. Holocentridce; esp.
Myriopritis jacobus, Cuv.)
Candil de lo alto. Cub. epic.
m. — Especie del pez ante-
rior que vive a mayor pro-
fundidad, y cuya colora-
ción varía, tornasolándose.
(Zool. F. H.; esp. M. ful-
gen?).
Caneca. Cub. f. — desusada. —
Medida unitaria para lí-
quidos que equivale a
24'42 litros o decímetros
cúbicos. En otras partes de
América, una caneca equi-
vale a 19 litros. Tiene ade-
más la acep. cast.
Caneca. Cub. f. — "Botella de
barro llena de agua calien-
te, que sirve de calenta-
dor". Esto dice el "Pequeño
Larousse Ilustrado"' ; pero
es una definición capricho-
sa, toda vez que se dice "ca-
neca", en Cuba y en Alcalá
de Henares, con agua o sin
ella, a una botella de barro;
tan caneca es llena como
vacía.
Caneicitos. Cub. m. pl. — des-
usada.— En la región orien-
tal, una epecie de romería
al aire libre, al estilo de las
celebradas en El Caney, de
donde toma el nombre.
Canela blanca. Cub. f. — Dí-
cese al árbol cúrbana y su
producto. Véase.
CAÑE
103
CANG
Caneliiia. Cub. f. — Lo mismo
que canelillo. Véase.
Canelilio. Cub. m. — El árbol
más frecuentemente llama-
do copalillo. Véase. Hay
otra especie indígena, como
ésta, de escaso interés.
Canelillo. Amer. m. — Árbol
exótico, probablemente ori-
ginario de América del Sur,
donde se conoce con igual
nombre, de madera dura y
pesada, semejante en el co-
lor (amarillento rosado) al
canelillo indígena, y em-
pleada en carpintería. En
Cuba, muchos les dan ter-
minación femenina a estas
plantas. (Bot. F. Lauráceas;
esp. Ocotea cuneata).
Canequita. Cub. f. — desusa-
da.— Medida para líquidos,
especialmente para mieles
de caña, como la caneca,
equivalente a 4,88 litros.
Canevá. Cub. m. — Dícese al
tejido conocido en caste-
llano por "cañamazo", uti-
lizado para bordar y mar-
car la ropa. (Et. Galicismo
formado de canecas).
'Caney. Cub. m. — Especie de
bohío : pequeña casa de fi-
gura cilindrica, con techum-
bre cónica de guano, cuyo
vértice remata en un pe-
queño moño. Apenas se ven
ya estos bohíos en Cuba.
(Et. Voz taina, según la
R. A., y caribe, según Za-
yas).
*Caney. Cub. m. — fig. — Re-
codo de un río, de figura
semejante al caney.
Cangilón. Cub. m. — Dícese a
un barranco, un camino
encallejonado y de quebra-
do terreno. Esta voz va
substituyendo a cañare o y
canarreo, sus sinónimos.
Apenas tiene los usos cas-
tellanos.
Cangre. Cub. m. — Toma este
nombre el trozo de tallo de
yuca, de unos 15 centíme-
tros, destinado a la siem-
bra.
Cangrejera. Amer. í. — Sitio
en las costas o terrenos ce-
nagosos, donde abundan los
cangrejos y sus cuevas.
Cangrejera. Cub. f. — Vivero
o criadero artificial de can-
grejos. A pesar de que esta
voz suena tan castellana-
mente, aun no tiene estas
acep. en el Dic, oficial.
Cangrejero, ra. Cub. subs. y
adj. — íám. — Festivamente,,
por la abundancia y exce'-
lencia de los cangrejos, se
dice así en la provincia de
Matanzas, a los naturales
de Cárdenas, y en la de
Santa Clara, a los de Cai-
barién. O sean: cardenen-
ses y caibarienses. Tiene la
acep. cast.
Cangrejo. Cub. m. — "Cuando
en el juego de billar se ha
de ejecutar seguidamente,
so pena de perder lo hecho".
Esto dice Pichardo literal-
mente.
Cangrejo criollo. Cub. m. —
Una especie de cangrejo se-
mejante al de mar en la
fisura, pero de color agri-
CANI
- 104 —
CANT
sacio sucio, casi siempre
con algún miembro atrofia-
do, que vive en tierra en
sitios cenagosos de agua
salobre, y es de rápido mo-
vimiento. No es comestible»
o por mejor decir, es pe-
ligrosísimo para contagiar
la ciguatera, su enfermedad
crónica y peculiar.
Cangrejo moro. Cub. m. —
Lámase al cámbaro o can-
grejo de mar, pero tanto
éste como el anteriormente
descrito, son llamados ge-
neralmente con el simple
nombre de cangrejos. El
que se pesca en aguas cu-
banas, particularmente el
de Caibarién y Cárdenas,
es un bocado exquisito.
Cangrina» Cub. f. — Enferme-
dad propia del ganado, par-
ticularmente del vacuno,
muy parecida al carbunco
o carbunclo, pero de más
peligrosos caracteres, casi
siempre mortal. En el pe-
ríodo de gravedad, el ani-
mal se postra e hincha
enormemente, y algunas
veces derama sangre fétida
por boca y nariz. Es, al
igual que el carbunclo, su-
mamente contagosa.
Canica. Cub. f. — Así dicen
muchos campesinos a la ca-
nela que obtienen silvestre.
Canículo, !a. Cub. adj. — an-
tic. — Aplícase a la persona
tonta o mentecata.
Canisté. Cub. m. — vulg. —
Corrupción campesina de
canistel. Véase.
Canistel. Cub. m. — Árbol sil-
vestre no muy común, de
muy variable altura, de
hojas lanceoladas, puntia-
gudas, que produce una
fruta de pericarpio y pulpa
amarillentos, con una se-
milla grande y negruzca,
desagradable por su rara
dulzura, y que lleva el
nombre del árbol. Otros le
llaman macuá, y algunos,
por corrupción, canisté. (Bot.
F. Sapotáceas; esp. Lúcuma
nervosa, A. D. C.)
Canoa. Amer. f. — poco uso. — ■
Se dice a una canal ma-
nuable de madera, cinc,
etc., destinada al trasiego
de líquidos. Tiene la acep-
ción castellana.
Canoa. Cub. f. — poco uso. —
Suele oirse en lugar de
"artesa", cuando ésta es de
reducidas proporciones.
Cantar. Cub. m. — fam. —
Equivale a "chisme" "en-
gaño", o lo que en caste-
llano figurado decimos "bo-
la": "No me vengas con
ese cantar'". Es sinónimo en
Cuba de trova y tonada.
Tiene los usos castellanos.
Cantar. Cub. v. n.-fig. y fam.
— Empléase ^ara denotar
que una cosa despide mal
olor: "Ese pescado cania";
"a Fulano le cantan los
pies". Tiene las acep. cast.
Cantina. Cub. f. — En cafés y
fondas, la estantería donde
está colocada la botellería,
incluyendo el espacio com-
prendido entre aquélla y
CANT
105 -
CANA
el mostrador. Tiene algu-
nas de las acepciones cas-
tellanas.
Cantina. Cub. i, — Aparato
que se compone de varias
cazoletas de hierro esmal-
tado superpuestas, sirvien-
do el fondo de cada una de
tapa a la de abajo, y enla-
zadas las asas de todas con
una tira de latón, cuyos
extremos enganchan las de
la inferior, y sirviendo a
modo de asa común al pa-
sar por encima de ia supe-
rior. Estos aparatos se des-
tinan para repartir comi-
das a domicilio. En Colom-
bia, según Cuervo, también
recibe ese nombre un por-
tacomidas (forma castella-
na muy aceptable), cuya
forma ignoramos. Véanse la
frase 27 y el refrán 2 en
los respectivos Apéndices.
Cantinero. -Cub. m. — El in-
dividuo que conduce y en-
trega a domicilio las can-
tinas (2.a acep.). Tiene la
acepción castellana; pues el
dependiente de café encar-
gado de la cantina (1.a
acep.), es "el que cuida de
los licores y bebidas", cual
define la R. A., si añadimos
que los expende.
Cantío. Cub. m. — Corrupción
de canticio, forma america-
na de "canto", con rela-
ción a las aves. Véase la
frase 236 del Apéndice.
Canto. Cub. m. — Acción y
efecto de cantar (2.a acep.).
Véase la frase 219 del
Apéndice. Tiene las acep.
cast.
*Cantúa. Cub. f. — "Dulce se-
co, compuesto de boniato,
coco, ajonjolí y azúcar mo-
reno". (R. A.) Véase ché-
vere.
Cantada. Cub. f. — Así dicen
algunos al dulce cantúa
(cubanismo aceptado por la
R. A.), quizá con razón o
tal vez por excesivo refi-
namiento, que ambas cosas
pueden ser.
Canuco, ca. Cub. adj. — vulg.
— Suele oírse entre cam-
pesinos por "canoso, sa".
Caña. Cub. f. — Intercalamos
esta voz, que por antono-
masia significa en Cuba la
caña de azúcar, para con-
signar algunas particulari-
dades. La caña entre cul-
tivo e industria, constitu-
ye por sí sola la riqueza
cubana vital por excelen-
cia. Se conocen algunas va-
riedades de esta rica plan-
ta con aditamentos parti-
culares, y son: la criolla o
de la tierra, casi extingui-
da, que es la primeramente
introducida en Cuba, ra-
quítica, pero de jugo ex-
quisito, por lo que más se
ha cultivado como fruta; la
cristalina, es la última va-
riedad importada, de rápi-
do y buen desarrollo en
todo terreno; la morada j
la de cinta, que son los dos
tipos de más pronta fecun-
didad, pero no de más jugo,
importadas de Java, donde
CANA
106 —
cana
es indígena : y la común,
que va indicada en su ape-
lativo. Se entiende por ca-
ña de primavera la sem-
brada en esa estación, y
por caña de frío, la sem-
brada en invierno. Guando
se dice caña de planta, in-
dícase que la cepa recibirá
o ha recibido el primer
corte de los tallos, y caña
vieja es la que fué segada
o tumbada, como se dice en
el lenguaje popular, más
de dos veces; pues la se-
gunda siega se denomina,
aunque poco, soca de plan-
ta.
Caña. Cub. f. — fig. y fam. —
Entre la gente del pueblo,
suele decirse así al brazo,
como denotando fortaleza.
Otros dan a esta voz un sig-
nificado obsceno en igual
sentido: "Yo tengo la caña
muy dura", esto es: yo
tengo el brazo muy fuerte.
Véanse las frases 75, 114,
117 y 175 del Apéndice.
Caña. Cub. f. — fam. — Dicen
algunos a la moneda de una
peseta. Es sinónimo de
tapa, chapa, guana y otros.
Caña brava. Cub. f. — Dícese
al bambú, que se emplea
en Cuba para astas de ban-
dera, muebles ordinarios,
etc. En algunos lugares de
la región oriental, le dicen
pito.
Caña de Castilla. Cub. f. —
Se parece al bambú o caña
brava, por su aspecto, y
también por tener el tallo
hueco, pero es más delga-
da, menos alta y de color
más pálido, con un pena-
cho de flores pajizas al ex-
tremo de un escapo maci-
zo. Casi no tiene otro des-
tino que para varas de pes-
car. (Bot. F. Gramíneas ;
esp. Ginerium sacchoroi-
des, Kth.).
Caña de güín. Cub. f. — Es-
pecie semejante a la ante-
rior, con la cual la confun-
den algunos, pero mucho
más ligera, y cuya consis-
tencia depende sólo de su
delgada cascara, ya que el
tubo está relleno de una
materia blanquecina, es-
ponjosa, fofa. Esa finísima
cascara se emplea para
muebles de adorno, como
marcos de cuadros, jaulas,
etc., y con ella, los mucha-
chos hacen cometas. Crece
silvestre, como las dos an-
teriores, en las márgenes
de los ríos. Al escapo suele
llamarse simplemente güín.
También se desarrolla en
Cuba la llamada "caña de
la India" o "cañacoro".
(Bot. F. Gramíneas; esp.
Arundo donax, Lin.)
Caña santa. Cub. f.-La plan-
ta yerba de limón, que es
el cubanismo aceptado por
la R. A. Véase.
Cañabota. Cub. epic. f. — Pez
como de un metro de lar-
go, del grupo de los tibu-
rones, que vive a grande
profundidad, de cuerpo
alargado, cabeza deprimida
CANA
107 —
CANA
con ojos laterales, de seis
aberturas branquiales y
boca grande; la cola es la
tercera parte del largo to-
tal. (Zool. F. Eexeptranchi-
dce; esp. Hexanchus gri-
seus, Gm.).
Cañada. Cub. f. — Pequeño
arroyo, por el que solamen-
te corren las aguas en tiem-
po de lluvias.
Cañadón. Cub. m. — La caña-
da cuyo cauce es más pro-
fundo.
Cañaduzal. Cub. m. — poco
uso. — Dícese al plantío de
caña de azúcar, pero es
mucho más frecuente "ca-
ñaveral" y más aún co-
lonia.
Cañafístola. Cub. f. — En Cu-
ba se entiende por cañafís-
tola un arbusto y no un
árbol, originario de Pana-
má, de unos cinco metros
de altura, de madera resis-
tente, pesada y casi negra,
y cuyo fruto, una legumbre
cilindrica, tiene una pulpa
rojiza que es medicinal y
refrigerante. Este fruto por
su aspecto y cualidades, es
el mismo o muy parecido
al del árbol "cañafístula"
descrito por la R. A., y en
la región oriental lo deno-
minan cañandonga^ 1.a acep.)
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Cassia grandis, Lin.)
Cañafístola cimarrona. Cub.
f. — El árbol "cañafístula"
de la R. A., que en Cuba
suele alcanzar mayor altu-
ra de diez metros.
Cañamazo. Cub. m. — Planta
herbácea abundante en los
potreros, que alcanza me-
dio metro de altura, ramosa
desde la base, que cons-
tituye un buen pasto y re-
siste mucho la sequía.
También se llama "cambu-
te", su nombre castellano,
aunque menos. (Bot. F.
Gramíneas; esp. Stenoto-
phrum secundatum, Ktz.)
Cañamazo amargo. Cub. m.
— Especie de hierba pare-
cida en apariencia a la an-
terior, pero áspera, que
sólo come el ganado como
último recurso. (Bot. F.
Gramíneas; esp. Pospalum
conjugatum, Berg.)
Cañamazo dulce. Cub. m.—
Especie de hierba de ver-
dor perenne, parecida a la
descrita en cañamazo, pero
más estimable por ser su-
perior pasto, que compite
con las llamadas yerba de
Guinea y de Para. En algu ■
nos lugares le dicen cáña-
mo. (Bot. F. Gram,ív/:a<;
esp. Axonopus compresus,
Beauv.)
Cáñamo. Cub. m. — La hierba
cañamazo dulce. Véase.
Cañandonga. Cub. f. — En la
región oriental, la fruta de
la cañafístola. Véase.
Cañandonga. Cub. f.-Aguar-
diente de caña de mala ca-
lidad.
Cañandonga. Cub. f . — Una
especie de regaliz.
Cañazo. Cub. m. — Golpe que
se ocasiona a sí mismo en
CANO
— 103 —
CANU
las patas un gallo de pelea.
Cañazo. Cub. m. — fam. — Una
copa de aguardiente de caña
u otro licor fuerte, y el
acto de ingerirla: "Voy a
tomar un cañazo'". Si se
emplean los verbos "meter"
o "poner", el término des-
ciende a lo más vulgar.
Véanse las frases 53 y 136
del Apéndice.
Cañengue. Cub. subs. común
y adj. — fam. — Dícese des-
pectivamente a la persona
ílaca y desmadejada: "Juan
es un cañengue'". "Juana
es muy cañengue".
Cañero. Cub. va. — El vende-
dor callejero de caña de
azúcar para consumir como
fruta o en dulces caseros.
Cañero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a la persona o cosa en
relación con la caña de
azúcar y sus manipulacio-
nes.
Cañita santa. Cub. f. — Véase
yerba de limón, cubanismo
de la R. A.
Cañón. Cub. adj. — vulg. —
Aplícase como en sumo
grado ponderativo a una
cosa que satisface todos los
deseos del gusto. Claro está
que lo mismo se podía decir
"muy bien", "superior",
"admirablemente", sin ne-
cesidad de estropear el
lenguaje: "Eso está cañón".
Cañóna (A la). Cub. mod.
adv. — vulgar. — Equivale a
"muy bien": "El edin-cio
quedó a la cañona". (Et De
cañón, en la acepción cu-
bana).
Cañonazo. Cub. m. — La plan-
ta pluma de Santa Teresa.
Véase.
Cañonazo (El). Cub. m. —
Por antonomasia, dícese
en la Habana al que dispa-
ran por el meridiano a las
nueve de la noche, y que
sirve de base a la hora ofi-
cial. Véase la locución ad-
verbial 238 en el Apéndice
de frases.
Cañuela. Cub. f. — Además de
las varias hierbas conoci-
das con este nombre co-
mún en varios países, una
de las cuales se describe a
continuación como cañuela
de sabana, hay otra de dis-
tinta familia, parásita, con
los nudos del escapo muy
juntos y apenas pronuncia-
dos, que se utiliza en me-
dicamentos domésticos. (Bot.
F. Gramíneas; esp. Sor-
ghum halepense, Pers.)
Cañuela de sabana. Cub. f.
—Es la "cañuela" de la
R. A., común a varios paí-
ses, muy abundante en Cu-
ba, donde no constituye
mal pasto, pero el ganado
no la estima, porque suele
cortarse con los filos de las
hojas. También se llama
yerba mala y de don Car-
los.
Cañuela santa. Cub. f. — La
hierba conocida por yer-
ba de limón, que es el cu-
banismo aceptado por la
R. A. Véase.
CAO
109 —
CAOB
Canutar. Cub. v. a. — Sepa-
rar los cañutos de la caña
de azúcar a ras de los nu-
dos, para chuparles el ju-
go, cuya operación se hace
fácilmente con un cuchi-
llo. Debiera decirse des-
cañutar, pero ¡cualquiera
le impone al vulgo reglas
etimológicas, siendo como
es el verdadero y único fi-
lólogo universal!
Cañutillo. Cub. m. — Así di-
cen algunos a la planta pi-
tillo. Véase.
Cañutillo de paredón. Cub.
m. — Especie muy parecida
a la anterior.
Cao. Cub. epic. m. — Ave pa-
recida al cuervo de Euro-
pa por su configuración y
plumaje negro, pero de
menor tamaño, común en
la Isla, que admite la do-
mesticación, y entonces re-
sulta un ratero de cuida-
do, pues roba cuanto a su
lado produzca brillo. Se
alimenta de granos, frutas
y pequeños reptiles, y
cuando forma bando, pro-
duce gran alboroto con sus
chillidos. También se llama
cao montero, para distin-
guirlo del pinatero. (Zool.
esp. Corvus nasicus, Temm.)
Cao montero. Cub. epic. m.
— Véase cao.
Cao pinatero. Cub. epic m. —
Llámase, en la región occi-
dental, a un cao más pe-
queño que el anterior, que
frecuenta los pinares de
aquella comarca. (Zool. esp.
Corvus minutus, Gundlach.)
(Et. la voz cao es la ono-
matopeya del ave conser-
vada desde los aborígenes
cubanos).
Caoba. Cub. f. — Incluímos
esta voz castellanizada del
árbol americano, para re-
señar algunas particulari-
dades. De este árbol, cuya
madera tiene fama univer-
sal, que en algunos luga-
res de la región oriental
llaman acajú, se distinguen
en la Isla dos variedades
diferenciadas por el tama-
ño mayor o menor, que se
denominan caoba macho y
hembra respectivamente.
Según la variada colora-
ción de la madera, se dis-
tinguen la caoba de cara-
colillo de vetas acaracola-
das, que acepta la R. A. con
el simple nombre de "cara-
colillo"; la de clavo, salpi-
cada de puntos negros; la
de ramazón, de menos ve-
tas y más separadas, y la
lisa, que apenas tiene ve-
tas. Estas particularidades,
dicen los entendidos que
dependen del terreno en
que se desarrolla el árbol.
La caoba de Cuba tiene fa-
ma de ser la mejor del
mundo.
CaobHia. Cub. f. — La varie-
dad caoba hembra, que se-
gún opiniones aceptables,
es de madera menos sóli-
da y de color más pálido.
Caobilia. Cub. f. — Varios ár-
boles de familia distinta de
CAPA
110
CAPÍ
la caoba, reciben este nom-
bre común con algún adi-
tamento.
Caobiiia de costa. Cub. f. —
Árbol parecido al conocido
por caobiiia de sabana (1.a
acep.), que se desarrolla en
el litoral. (Bot. F. Rubiá-
ceas; esp. Stenostemma ro-
tumdatum, Gris.)
Caobiiia de sabana. Cub. f.
— Hay varias especies de
árboles que llevan este
mismo nombre, todos de la
misma familia, de flor blan-
ca unos y otros roja. La
especie principal y más
abundante tiene la madera
dura, compacta, pesada, de
color amarillo rojizo. En la
región occidental se cono-
ce más por hatillo y encos-
pe. (Bot. F. Rubiáceas; esp.
Rondeletia stellata, Sali-
val.)
Caobiiia de sabana. Cub. f.
— En la región occidental
toma este nombre el árbol
vigueta blanca. Véase.
Caobista. Cub. m. — El eba-
nista acreditado en traba-
jos de caoba.
Capá. Amer. m. — poco uso. —
Primitivo nombre de los
árboles más conocidos por
baria y ateje. Es voz ape-
nas usada en Cuba, y sí
mucho en Puerto Rico. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Capacete. Cub. m. — vulg. —
Corrupción de "tapacete".
Capadura. Cub. f. — Acción y
efecto de capar, o sea la
poda que se efectúa en la
planta de tabaco. Véase ca-
par (1.a acep.)
* Capadura. Cub. f. — Las ho-
jas que se recogen en se-
gunda cosecha de una mis-
ma mata de tabaco, y que
son inferiores en calidad y
tamaño a las primeras. La
R. A., que no explica bien
esta voz, se olvida de con-
signar que es cubana. Con-
viene observar que esta
acepción es un contrasen-
tido de la anterior; pues,
si capadura es cortar las
primeras hojas de una
planta de tabaco, ¿cómo
puede llamarse capadura a
las hojas que se quedan?
Tiene las acepciones cas-
tellanas.
Capar. Cub. v. a. — Podar las
matas de tabaco para que
produzcan la segunda co-
secha o el segundo corte.
Tiene las acepciones caste-
llanas.
Capar. Cub. v. a. — Privile-
gio del banquero en el jue-
go de monte para descon-
tarle la cuarta parte de lo
ganado, al que tenga la for-
tuna de ganar.
Caparrota. Cub. f. — Véase
baria (2.a acep.)
Caplcudo, da. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a cosas de
cabezas o extremos iguales
o que se pueden apreciar
así por alguna circunstan-
cia. Por ejemplo se dice en
el dominó a la ficha que
se puede colocar indistin-
tamente en las dos cabezas
CAPU
— 111 —
CARA
de una partida, y que ge-
neralmente cierra o ter-
mina el juego.
Capieúo, a. Cub. adj. — Co-
rrupción de capicudo, da.
Véase.
Capirro, rra. Cub. adj. — fam.
— Con relación a personas
y animales, significa cru-
zado de castas o razas.
Capitán. Cub. m. — fam. —
Tratamiento frecuente de
chinos a blancos, y que és-
tos devuelven en son de
burla. Tiene los usos cas-
tellanos.
Caporal. Cub. m. — en desuso.
— Juego de muchachos que
consiste en una bola de ce-
ra puesta al extremo de un
cordel, con la que se gol-
pean.
Caporalazo. Cub. m. — Golpe
que se dan los muchachos
con el caporal en la cabeza.
Capote. Cub. m. — Especie de
cucurucho, también llama-
do así, de lona, hule, yagua
u otra cosa, que se utiliza
en los tendederos de café
para resguardar éste cuan-
do se coloca en pilones.
Otros dicen casilla (4.a
acep.). Tiene los usos cas-
tellanos.
Capotear. Cub. v. a. — fam. —
— antic. — "Asesinar, robar
o despojar completamente
a alguna persona", según
Pichardo.
Capulí. Amer. m. — La planta
capulina. Véase. La R. A.
acepta esta voz para desig-
nar un árbol también ame-
ricano, de distinta familia
que la capulina de Cuba,
pero que parece la misma
planta, según lo explica.
Capulina. Cub. f. — Árbol sil-
vestre que alcanza hasta 12
metros, de ramas velludas
con hojas oblongas y ater-
ciopeladas por la haz y to-
mentosas por el envés, flo-
res blancas, fruta globosa,
pequeña, rojiza y agrada-
ble, que toma el nombre
del árbol; suministra ma-
dera dura, fina, amarillenta
con vetas parduscas. Tam-
bién se llama capulí, guá-
sima - cereza y memiso.
(Bot. F. Tiliáceas; esp.
Muntingia colabora, Lin.j
Carabalí. Cub. adj. — Aplícase
al negro de África, y es-
pecialmente si ha nacido
en esa región africana. Ya
quedan pocos negros afri-
canos en Cuba.
Carabina. Cub. f.-En el jue -
go de monte, pequeña can-
tidad de dinero que se
apuesta, fuera de lo usual.
Tiene las acep. cast.
Carabinear. Cub. v. n. —
Apuntar en el juego del
monte pequeñas cantidades
(carabinas) a la carta me-
nos favorecida por los ju-
gadores.
Caraca. Cub. f. — En algunos
lugares de la región orien-
tal, una torta de harina de
maíz. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Caracatey. Cub. epic. m. — El
CARA
112
CARA
ave más conocida por cre-
queté. Véase.
Caracolero, ra. Cub. m. y f.
— Ave de rapiña diurna
que se alimenta de molus-
cos, y especialmente de ca-
racoles, los que ingiere sin
romper la cascara; el ma-
cho es de color moreno obs-
curo, pico negro y patas
anaranjadas; la hembra,
moreno encendido, con la
garganta blanquecina. Sue-
le verse en las proximida-
des del río Cauto y en la
ciénaga de Zapata. También
se llama gavilán caracole-
ro. (Zool. F. Falconidce;
esp. Rostrhamus sociabilis,
Vieill.)
Caracolillo. Cub. m. — Árbol
silvestre que se eleva unos
diez metros, por uno de
grueso en el tronco, y que
toma ese nombre porque
las vetas de su madera, que
es buena, se presentan en-
sortijadas; es de color ama-
rillento.
Caracolillo de cerca. Cub.
m. — Véase bejuco marru-
llero.
Caracolillo Oso* Cub. m. —
Variedad del árbol caraco-
lillo, que tiene las vetas
naturales.
Caradura. Amer. subs. m. y
adj. — fam. — Dícese al indi-
viduo desfachatado, cínico:
'•Ramón es un caradura o
muy caradura". Está me-
jor formado el cubanismo
cariduro. (Et. De "dura" y
"cara", invertidos).
Carahata. Cub. f. — El ani-
mal parásito conocido hoy,
por corrupción, por carota.
Véase.
Caraira, Cub. epic. f. — Ave
de rapiña del tamaño del
aura y plumaje matizado
de negro y blanco, que
también se alimenta de
carnes en putrefacción, a
cuyo lugar acude antes que
las auras, las que le dis-
putan la presa, no obstante
respetarla y temerla, por lo
que también se llama rey
de las auras. Esta especie
de gavilán abunda más en
el Continente, pero toma
otros nombres, entre ellos,
caracará, carancho, chuc-
tará, taira, tareche y tuy,
muchos de los cuales son,
al igual que el nombre cu-
bano, reproducciones ono-
matopéyicas del grito que
produce. En Cuba se le
llama también ccaraira.
(Zool. F. Falconidce; esp.
Polyborus brasiliensis,
Jacq.)
Caraira. Cub. f. — En algu-
nos lugares dicen así a la
matraca de madera, por la
semejanza de sonido con
los gritos del ave que lleva
ese nombre.
Carajo. Cub. m.-muy vulg.-
Esta especie de interjec-
ción castellana (que, dicho
sea de paso, ignoramos
por qué no figura en el
Dic. de la R. A., puesto que
en él hay otras por el es-
tilo), sin significado pro-
CARA
113
CARB
pió, en Cuba lo tiene y en
muy mal sentido, porque
aceptándolo muchos por
sinónimo de "pene", el in-
tercalarla en una conver-
sación, constituye una de
las ofensas mayores para el
que escucha.
Caramaná. Cub. m. — Igual
que caramarama. Véase.
Caramarama» Cub. f. — Plan-
ta herbácea silvestre, pe-
queña y permanente, que
sólo por necesidad come el
ganado, sin que lo engorde.
Algunos dicen caramaná.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Carámbano. Cub. rn. — Véase
carángano. (Corrupción).
Carambola. Cub. m. — En la
región oriental dicen así a
una flor de color anaran-
jado subido que brota en
racimos.
Carángano. Amer. epic. m. —
Especie de piojo grande.
Otros dicen impropiamen-
te, o más impropiamente,
carámbano. (Et. Corrupción
de "cáncano", piojo).
Carañuela. Cub. f. — Trampa
en el juego, especialmente
de monte, que hace al-
gún postor con el dinero.
Carañiseüsta, Cub. común. —
Dícese a la persona que
hace la trampa llamada ca-
rañuela en el juego.
Carapacho. Cub. m. — fam. — -
Véase eí refrán 25 del
Apéndice. Tiene los usos
castellanos.
Carapacho. Cub. m. — Planta
silvestre de hojas lobadas
y flores con pétalos rosa-
dos. También se llama es-
coba. No es la planta que
la Pi. A. acepta con ese
nombre. (Bot. F. Malvá-
ceas; esp. drena sinuata,
Lin.).
Carata, Cub. i. — "Animal pa-
rásito de concha calcárea
que se encuentra entre los
palos y piedras, como en
la concha del carey, donde
se fija y la daña". Así dice
Pichardo que lo asegura el
doctor Gundlach. Otros di-
cen carahata.
Carátula. Amer. f. — Portada
o cubierta de algún libro
en rústica, cuando tiene al-
gún dibujo alusivo al texto.
Caravana. Cub. f. — La tram-
pa para cazar pájaros más
conocida por casilla (1.a
acep.). Tiene los usos cas-
tellanos.
Carbonero» Cub. m. — Varios
árboles de diferentes fa-
milias botánicas toman este
nombre común, algunos con
aditamento distintivo, apar-
te do los que en cada co-
marca toman ese nombre
por ser el destinado a la
industria carbonera. El más
conocido de los que no lle-
van sobrenombre es de ma-
dera dura, correosa, de co-
lor pardo claro, empleada
en carpintería gruesa. (Bot.
F. Caparídea" ; esp. Cappa-
ris jamaicensis, Jacq.)
Carbonero de costa. Cub.
m. — Especie más conocida
por aretillo.
8
CAÜD
114 —
CAED
Carbonero de sabana. Cufa.
m. — Árbol de buena ma-
dera, destinada principal-
mente para carbón, y que
se distingue por la abun-
dancia de sus flores amari-
llas en primavera. (Bot. F.
Leguminosas; esp. Cassia
biflora, Lin.)
Carbonero, ra. Cub. adj. —
Se aplica como sobrenom-
bre a varias especies botá-
nicas, como agracejo, baria,
ronco, etc. Tiene los usos
castellanos.
Carcamán, na. Cub. adj. —
desusada. — Aplícase a la
persona extranjera mal
portada y rústica en su
trato.
Cerdenense. Cub. subs. co^-
mún y adj. — La persona
nacida en Cárdenas. Fes-
tivamente se dice cangre-
jero, ra.
Cardenen&e. Cub. adj. -Aplí-
case a cosas de esa pobla-
ción.
Cardo. Cub. m. — Véase azu-*
cena.
Cardo santo, Cub. m. — Lleva
este nombre en Cuba una
planta herbácea medicinal
y común, muy distinta de
la conocida en España y
otros países con ese mismo
nombre. La cubana, acaso
soa una especie de la
"adormidera" castellana;
porque adormidera en Cu-
ba es también planta dife-
rente. Lo cierto es que el
cardo santo de Cuba tam-
bién se caracteriza por sus
excelentes cualidades cura-
tivas : los erizos contienen
unas semillas que propor-
cionan aceite cáustico y
purgante; la substancia
amarillenta y corrosiva de
que abunda toda la planta,
tiene por principio activo
la morfina, que es lo que
nos lleva a suponer sea la
adormidera., ya que además
pertenece a la misma fa-
milia botánica; sus hojas
son febrífugas. (Bot. F.
Papaveráceas; esp. Ávge-
mone mexicana, Lin).
Cardón, Arner. m. — Planta
silvestre, pequeña, con es-
pinas, que se desarrolla en
el litoral. En Cuba se llama
también Cardona y tuna ca-
bezona. (Bot. F. Cácteas;
esp. Melocactus habanen-
sis, Miq.)
Cardón, Cub. m. — En la ju-
risdicción de la Habana,
llaman cardón y escardan a
una planta pequeña y es-
pinosa que suele verse en
setos y cercados, de la cual
se asegura que contiene un
látex cáustico que puede
ocasionar ceguera. En otros
lugares se llama tuna de
cruz. (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Euphorbia lác-
tea, Haw.)
Cardona» Cub. f. — Véase car-
dón (1.a acep.).
Cordoncillo. Cub. m. — Nom-
bre popular de tres espe-
cies de hierbas silvestres
conocidas en castellano por
"cardo".
CARG
— 115
CARI
Careicilio. Cub. m. — Arbus-
tillo casi parásito en las
praderas, de hojas ásperas
y florecillas blancas en pa-
nojas, que perjudica al
desarrollo de otras plantas
de pasto. (Bot. esp. Carette-
lla americana).
Careicilio amarillo. Cub. m.
— Planta indígena de es-
caso interés y poco cono-
cida. (Bot. F. Compuestas;
esp. Wedelia reticulata,
D. G.
Careicilio de monte. Cub.
m. — planta silvestre, pare-
cida a la anterior, de muy
bellas flores rojas. También
se llama cordobancülo y.
rondeletia. (Bot. F. Rubiá-
ceas; esp. Rondeletia odo-
rata, Jacq.).
Carey. Cub. m. — La enreda-
dera más conocida por be-
juco carey. Véase. Tiene las
acep. de la R. A,
Carey. Cub. m. — El arbusto
más nombrado carey de
costa. Véase.
Carey de costa. Cub. m. —
Arbusto del grupo de los
atejes, que algunos deno-
minan así, de madera dura,
pesada, vidriosa, de capri-
choso color semejante al
carapacho del carey, de lo
que toma el nombre, y que
se emplea mucho en bas-
tones. Otros le dicen sim-
plemente carey (2.e acep.).
(Bot. F. B orr agine as ; esp.
Cordia angiocarpd, A. Rich.)
Carga. Cub. f. — Medida de
peso en conducciones, que
varía según el medio do
conducir empleado; pues
en caballo equivale a ocho
arrobas, o sean 92 kilo-
gramos; en carretón, a 10
quintales, y en cambeta a
30. Tiene los usos caste-
llanos.
Cargador. Cub. m. — La co-
rrea que sujeta en las ca-
ballerías de tiro la barra
del vehículo, conocida en
castellano por "sufra". Tie-
ne las acep. cast.
Cargar. Cub. v. a. — flg. — Cu-
brir el macho a la hembra
entre animales, particular-
mente si se trata del ga-
rañón a la yegua. Tiene los
usos castellanos.
Cargatasajo. Cub. m. — Jue-
go parecido a la brisca, en
el cual es obligación asis-
tir al palo de las cartas,
para lo que se toman car-
tas del montón, cuando no
se puede asistir, y pierde
el que se queda con mayor
número de cartas. Es una
especie de dominó con nai-
pes.
Cargazón (De). Cub. mod.
adv. — fam. — Con relación a
cosas, equivale al castella-
no "de pacotilla"; esto es,
de baja calidad, poco es-
timable: "Ese abanico es
de cargazón".
Cariaco. Cub. m. — antic. —
Baile indecente que se eje-
cutaba en chancletas mar-
cando un compás de poco
gusto.
Cariduro, ra. Cub. adj.-Aplí-
UARN
116
CABO
case a la persona descara-
da, cínica. Es sinónimo de
caradura.
¡Carijo! Cub. interj. — vulg.
— Es sinónimo del caste-
llano "icarajo!", corrom-
pido por los campesinos.
Caringa. Cub. f. — antic. —
Cierta canción bailable de
la plebe.
Caritate. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 47 del Apén-
dice.
Carite. Cub. epic. m. — "Pez
de la familia de los Scom-
bridios, género Cibium, pa-
recido a la sierra, más lar-
go y delgado". Esto dice
Pichardo.
Carmelita. Amer. adj. — Co-
lor del hábito usado por los
religiosos de ese nombre.
Se dice "claro " y "obscu-
ro", según que el color sea
más o menos fuerte que el
del hábito dicho.
Carmoní. Cub. m. — Árbol in-
dígena y silvestre, escaso y
sin aplicación. También se
llama cúrbana macho y
súrbana macho. (Bot. F.
Mirsináceas; esp. Cono-
morpha bumelioides, Gr.).
Carne. Cub. f. — vulg. — Díce-
ee a la mujer, regular-
mente con algún adjetivo
encomiástico, y con pensa-
miento salpicado de lasci-
via. Algunos hacen esta voz
sinónima de "concubina".
En fin, es una de esas pa-
labras repugnantes que to-
man significados a gusto
del que las usa. Tiene las
acep. cast.
Carne de doncella. Cub. f. —
Árbol silvestre cuya eleva-
ción oscila entre ocho y
diez metros, de hojas es-
patuladas, coriáceas, ver-
de-obscuras por la haz y
castaño por el envés, con
el borde ondulado, flores
rosadas en racimos erectos
y madera dura, pesada, de
color de carne, utilizada en
carpintería gruesa. (Bot. F.
Malpigiáceas ; esp. Byrsoni-
ma lucida, D. G.)
Carne del Norte. Cub. f. —
La carne seca y salada de
res, importada de los Es-
tados Unidos.
Carnero. Común, m. — fig. y
fam. — Dícese al individuo
que sigue una tendencia o
doctrina sin estudiarla ni
comprenderla bien, y sólo
porque ve que la siguen
otros. Una de tantas voces
que claman por ser inclui-
das en el Dic. oficial. Véa-
se el refrán 1 del Apén-
dice.
Caro. Amer. m. -Manjar com-
puesto de huevas de can-
grejo y casabe. Tiene el
uso castellano.
Carolina. Cub. f. — El árbol
jocuma blanca. Véase.
Carolina blanca. Cub. f. —
Árbol cultivado de pequeña
elevación, que recibe ese
nombre por el color de sus
flores. (Bot. F. Bombá-
ceas; esp. Pachia alba,
Walp.)
CARP
— 117
CARP
Carolina rosada. Cub. f. —
Árbol cultivado de hermoso
aspecto, con hojas palmea-
das que pierde al brotar las
flores, grandes y rojas.
(Bot. F. B.; esp. Pach. in-
sigáis, Lavign).
Carpeta. Cub. f. — Dícese con
suma frecuencia y tanta
incorrección en lugar de
"escritorio" o "despacho".
Carece de las acepciones
castellanas, o castellaniza-
das, por mejor decir.
Carpetero. Cub. m. — El au-
xiliar de escritorio, parti-
cularmente si éste es co-
mercial.
Carpintero churroso. Cub.
epic. m. — Una variedad del
pájaro carpintero (común
en Europa y América y
descrito por la R. A.), que
recibe ese aditamento por
ser de colores sucios y des-
pedir mal olor; se alimenta
especialmente de lombrices
de la tierra, y en figura y
hábitos difiere poco del ti-
po común del carpintero.
Carpintero escapulario. Cub.
epic. m. — Especie de tama-
ño corriente, con plumaje
de color gris amarillento
por debajo, repuntando a
moreno por el lomo, con
rayas negras transversales,
garganta de color cervuno,
con una media luna en el
pecho, de donde proviene
el sobrenombre, y el macho
con bigotes negros a los la-
dos del cuello. (Zool. esp.
Colaptes chrysocaulosus).
Carpintero Jabado. Cub. epic.
m. — Ejemplar cuyo pico
negro es mayor que el de
la especie común, sin que
difiera en tamaño el resto
del cuerpo, matizado todo
él de negro y amarillo, con
vetas blancas en las alas,
cabeza de color moreno
fuerte; es trepador como
las otras especies, pero en
espiral y a saltos, según Pi-
chardo, y se alimenta de
frutas. (Zool. esp. Colaptes
f emanamos, Vig.)
Carpintero real. Cub. epic.
m. — Especie de mucho ma-
yor tamaño que la común,
pues que alcanza cuarenta
y cinco centímetros desde
la cola al pico, de color ne-
gro con dos franjas blancas
a los lados del cuello que
se juntan sobre el lomo,
pico blanco y con un moño
en la cabeza de color es-
carlata, en el macho, y ne-
gro en la hembra. Son muy
escasos los ejemplares de
esta especie, que, según
Pichardo, habitan en los
"cedros muertos". (Zool.
esp. Campephilus bairdii,
Cass.)
Carpintero ruán. Cub. epic.
m. — Más conocido por car-
pintero verde. Véase.
Carpintero tajá. Cub. epic.
m. — Otro nombre del car-
pintero verde. Véase.
Carpintero verde. Cub. epic.
m. — Si no el mismo, pare-
ce tipo semejante al "pá-
jaro arañero" de la R. A.;
CARRA
— 118 —
CAERE
pues al igual que éste, tie-
ne el pico recto, encorvado
hacia la punta, y se ali-
menta de insectos. Es de
color verdoso, más pálido
por la pechuga, con el
"moño, cabeza, garganta y
un triángulo sobre la de-
lantera del cuello de car-
mín brillante", según Pi-
chardo; en la hembra los
colores son más pálidos, y
tiene la garganta y el trián-
gulo negros. Emite los so-
nidos tajá... tajá..., y otras
veces ruán... ruán..., por
lo que también se le conoce
por carpintero tajá y car-
pintero ruán. (Zool. esp.
Chloronerpes percussus,
Tem.)
Carquesa., Cub. f. — Planta
herbácea silvestre de tallo
rastrero o ascendente, con
hojas gruesas y digitadas,
aplicables en remedios ca-
seros, que se desarrolla en
las costas, particularmente
en las playas, por lo que
también se llama artemisa
de costa o de playa; pues
realmente es una especie
de la artemisa americana.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Ambrosia crithmifolia). (Et.
Corrupción de "carquexa").
Carranchoso, sa. Cub. adj.
— fam. — Aplícase a perso-
nas toscas, de rústicos mo-
dales.
Carraos. Cub. m. pl.— En al-
gunos lugares, zapatos gro-
seros que suelen usar al-
gunos campesinos.
Carraspique blanco. Cub. m.
— Véase carraspita.
Carraspita. Cub. f.-La plan-
ta de jardinería conocida
en castellano por "carras-
pique". En Cuba, se dice
carraspique blanco cuando
produce llores de este co-
lor, y carraspita, indistin-
tamente a esa especie y a
la de flores moradas. Tam-
bién se dice cestillo de pla-
ta.
Carreta, Amer. f. — Pesado y
rústico vehículo de carga,
con la cama del ancho co-
rriente de carro, pero de
largo extraordinario, sobre
dos altas y toscas ruedas,
con el cajón de estacas se-
paradas, y que suele ser ti-
rado hasta por cuatro pa-
rejas o yuntas de bueyes.
Véanse las frases 132, 221
y 256 del Apéndice.
Carretada. Cub. f. — La carga
que puede conducir una
carreta, equivalente a 1,380
kilogramos, o 120 arrobas,
pero si se trata de caña de
azúcar sólo equivale a 100
arrobas.
Carretear. Cub. v. n. — Suele
usarse algunas veces con
relación a persona, por una
especie de onomatopeya, al
modo de hablar el papaga-
yo o el loro, cuando lo
hacen confusamente. Tiene
acep. cast. (Et. Voz imita-
tiva).
Carretel. Cub. m. — Dícese al
carrete de hilo de coser, de
manera tan general, que ha
CARRI
— 119
perdido en toda la Isla su
verdadera y propia deno-
minación de "carrete". Úni-
co uso.
Carretillero, Común, ni. — El
individuo que maneja una
carretilla, que no podrá de-
cirse de otra forma en cas-
tellano, aunque ésta no esté
autorizada por la R. A.
Carretonero. Cub. m. — E!
conductor de carretones y
no de carretas, cual dicen
algunos diccionarios qu©
califican la voz de ameri-
cana. Como en Cuba no se
dice "carro", sino "carre-
tón", tampoco se dice "ca-
rrero", y sí carretonero. Y
"carretero" es lo que in-
dica en castellano : conduc-
tor de carretas.
Carricilío. Cub. m.-La plan-
ta gramínea conocida en
castellano, según la R. A.,
por "carrizo". También se
llama en Cuba tibisi gran-
de.
Carricilío de monte. Cub. m.
— "Planta inútil como hier-
ba de pasto", dice Pichar-
dO.
Carrilera. Cub. í. — Aparta-
dero o tramo corto de vía
férrea que se desvía de la
principal, especialmente en
las estaciones, para facili-
tar el movimiento, cruce y
ordenación ele los trenes.
Algunos dicen carrilera a
todo camino de hierro, ya
corto ya largo. (Et. de "ca-
rril").
Carrito. Cub. m. — Dícese,
particularmente en la Ha-
bana, al tranvía eléctrico,
quizá porque se llamó así
al antiguo de sangre, y se
haya conservado el nombre.
También se dice con tanta
frecuencia carro.
Carro. Cub. m. -Dícese a todo
cuerpo o compartimiento
de ferrocarril, ya sea va-
gón o coche: "Yo viajo
siempre en carro de pri-
mera"; "el comerciante tal,
tiene tres carros de hari-
na en la estación". "Coche",
en el primer sentido ape-
nas se oye, y "vagón" ca-
rece de uso; aunque a éste
no siempre se dice carro,
pues se hacen las diferen-
cias de "plataforma", plan-
cha, casilla y alguna otra.
No tiene los usos castella-
nos.
Carro. Cub. m. — Dícese al
tranvía eléctrico. Véase ca-
rrito.
Carruajería. Común, f. — Casa
o lugar donde se constru-
yen o venden carruajes. Es
palabra castelianísima, pe-
ro le falta ser contrastada
por la R. A.
Carta de libertad. Cub. f. —
antic. — El compromiso es-
crito, por el cual se le con-
cedía libertad a un esclavo.
Cartaeulía. Cub. epic. f. —
Nombre más vulgar del ave
conocida en Vueltabajo
como pedorrera, y en Cama-
güey, barrancorrio, el pri-
mero de esos nombres por
onomatopeya, y el según-
CASA
— 120 —
CASA
do, porque suele verse mu-
cho en los barrancos de los
ríos. Alcanza un tamaño de
15 a 20 centímetros, de
plumaje verdoso por enci-
ma y blanco en el pecho,
amarillenta la cabeza, con
la garganta y demás partes
rojizas; es dócil y de vuelo
corto, insectívoro, al ex-
tremo de ser un peligro
para las colmenas; cons-
truye su nido en el inte-
rior de una cueva que
practica en la tierra, y
emite un canto desagra-
dable y monótono. Tam-
bién suele decirse cartacu-
bita. Esta ave puede ser el
"martín pescador" de la
R. A. o una especie afín.
(Zool. F. Alcedinido? ; esp.
Todus multicolor, Gould.)
Cartacubita. Cub. epic. f. —
Véase cartacuba.
Cartagena. Cub. adj. — Aplí-
case como sobrenombre a
ciertos vegetales, como cai-
mito, cilantro, etc.
Casa de calderas. Cub. f. —
En los ingenios de azúcar,
el lugar donde se cocina el
guarapo, que también se
llama en algunas partes
casa de pailas.
Casa de cambios. Cub. f. —
Establecimiento donde se
cambia o invierte moneda
de diferentes cuños. Con la
reciente unificación de la
moneda, de circulación le-
gal, casi han desaparecido
por completo estos estable-
cimientos.
Casa de citas. Común. í. —
Casa a la que acuden pa-
rejas que procuran ocul-
tar sus amoríos.
Casa de maternidad. Cub. f.
— Dícese a la inclusa u
hospicio. En castellano, con
indiscutible propiedad, una
casa de maternidad es un
hospital para parturientas;
y por asociación de ideas,
el establecimiento donde se
recogen y educan criatu-
ras abandonadas por sus
padres, debiera de llamar-
se casa de "filialidad", ya
que no se hace con sus
nombres adecuados, pero
nunca casa de maternidad,
aunque bien pudiera decir-
se "casa maternal". Pero
el uso ha impuesto aquel
nombre, y hay que respe-
tarlo.
Casa de pailas. Amer. f. —
Véase casa de calderas.
Casa de pasajeros. Cub. f.
— antic. — Aquella que exis-
tía en algunas haciendas,
donde pernoctaban los ca-
minantes, y que era dona-
da por el Estado español
como merced especial, con
el compromiso, por parte
del adquirente, de ofrecer
gratis, lecho, lumbre y agua.
Casa de purga. Cub. f. —
antic. — Local anexo al in-
genio de azúcar, donde se
purgaba ésta, por medio de
barros especiales, procedi-
miento que ha reemplaza-
do la Química.
Casa de salud. Cub. f. — Di-
CASA
— 121
CASA
cese a las clínicas o sana-
torios que sostienen las so-
ciedades regionales espa-
ñolas. También se nombra
quinta de salud, con bas-
tante más propiedad, ya
que generalmente no se
trata de una casa, sino de
varias, rodeadas de jardi-
nes.
Casa de tabaco. Cub. f. — La
de techo de guano, y en
muchos casos las paredes
también, que se construye
en las fincas de tabaco (ve-
gas), destinadas a curar o
secar el tabaco en rama, el
cual se coloca en mancuer-
nas, sobre unos palos (cu-
jes) dispuestos horizontal-
mente
Casa de vivienda*. Cub. f. —
En los ingenios o hacien-
das, la casa donde viven
los dueños o administrado-
res.
Casabe. Cub. epic. m. — Pez
que recibe este nombre por
la semejanza de su carne
seca y poco apreciada con
el casabe, o sea el pan
hecho con harina de yu-
ca. Alcanza una longitud
de 3 decímetros, de cuerpo
aplastado y encorvado a
manera de arco, de color
verdoso aceitunado en el
lomo y plateado con viso
amarillo en el vientre, ale-
tas plateadas unas y ama-
rillentas otras, y cola ahor-
quillada, también amari-
llenta, mandíbula inferior
saliente, y ojos negros. Su
peso es de medio kilogra-
mo. Tiene el uso america-
no castellanizado. (Zool. F.
Carangida?; esp. Chloros-
combrus chrysurus).
Casabe de Brujas. Cub. m. —
El hongo más conocido por
quitasolillo (1/ acep.).
Casabe de levisa. Cub. m. —
El casabe o pan de harina
de yuca, si se obtiene ra-
llando ésta con la piel, ás-
pera como papel de lija,
del pez llamado levisa o li-
visa. Es el casabe preferido.
Casabería. Amer. f. — Esta-
blecimiento donde se hace
y vende el casabe.
Casabero, ra. Amer. m. y f.
— La persona que hace,
vende o que es adicta al
casabe.
Casabillo. Cub. m. — Especie
de grano o pequeña verru-
ga blanca, de materia hu-
moral endurecida, que sue-
le salir en el rostro a las
personas, y es de fácil ex-
tirpación.
Casado, da. Cub. adj. y p. p.
— En la jerga comercial,
dícese así a la casa o co-
merciante que se surte
siempre de un estableci-
miento único, almacén, de-
pósito o fábrica.
Casaisaco. Cub. m. — Vegetal
parásito de hojas anchas
con venas moraduzcas, que
se desarrolla en las palmas,
y cuyos tallos y hojas uti-
lizan algunos pájaros para
construir sus nidos exte-
' GASC
122
OASI
nórmente. (Et, Voz caribe,
Zayas).
Casamiento. Cub. m. — "Di-
cen en Puerto-Príncipe al
conjunto de diferentes dul-
ces secos, de cada cosa una
(?), y reunidos en un plati-
llo". Es copia literal de Pi-
ehardo. Ni hemos oído eso
nunca, ni acabamos de en-
tender esa explicación. Tie-
ne los usos castellanos.
Casar. Cub. v. n. — fam. —
Concertar apuestas en me-
tálico: "Juan y Antonio
casaron veinte duros a
quien más corriera". Tie-
ne las acep. cast.
Casarse. Cub. v. ref. — En la
jerga comercial, hacerse
cliente fijo de un estable-
cimiento. Tiene las acep.
cast.
Cascabelillo. Cub. m. — Ve-
getal silvestre cuya legum-
bre, cuando seca, suena al
agitarla como cascabeles,
de lo que toma ese nombre.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Crotalaria lati folia, Lin.).
Cascajo. Cub. m, — fig. y fam.
—Aunque parecido, no tie-
ne en Cuba el significado
que le señala la R. A. de
"moneda de vellón". En
Cuba se dice cascajo al di-
nero, sea de la especie que
fuere, y siempre para in-
dicar la abundancia o es-
casez que de él tenga una
persona: "Pedro tiene mu-
cho cascajo'"; "Juana es un
buen palmito, pero le falta
cascajo".
Cascambruca. Cub. f. — fam.
— Riña o escándalo en tu-
multo.
Cascaraña» Cub. f. — vulg. —
Dicen así algunos por "ca-
caraña".
Casco. Cub. m.— fam. — Dí-
cese a ia meretriz de ínfi-
ma categoría. Tiene las
acep. cast.
Cascos de... Amer. m. pl. —
Dulce hecho con el pericar-
pio de algunas frutas, en
almíbar: "Cascos de naran-
ja"; "cascos de guayaba".
Casero. Cub. m. — poco uso. —
Comerciante ambulante que
lleva a domicilio los gé-
neros de consumo domésti-
co. Tiene las acep. cast.
Casilla. Cub. f.-Cierta tram-
pa para aprisionar pájaros,
que se hace con palillos en
figura de pirámide, con ta-
pa en la base, y que se co-
loca horizontalmente en el
suelo. Otros la llaman ca-
ravana. Tiene las acep.
cast.
Casilla. Cub. f. — El vagón del
ferrocarril alto y cerrado.
Casilla. Cub. f. — En algunas
localidades, la carnicería, o
establecimiento donde se
expenden carnes.
Casilla. Cub. f. — Algunos di-
cen así al capote. Véase.
Casilla de equipajes. Cub.
f. — El furgón inmediato a
la locomotora que en los
trenes de viajeros se des-
tina a la conducción de los
equipajes y mercancías me-
nudas. También se dice ca-
CAST
— 123 —
CATA
silla de expreso. En muchos
casos se emplea la voz ca-
rro en lugar de casilla.
Casiüa de expreso. Cub. f.-
Véase casilla de equipajes.
Casillero. Cub. m. — En los
trenes de ferrocarril, el
individuo que custodia y
tiene a su cargo la casilla
de equipajes. Tiene las
acep. east.
Casillero. Cub. m. — En mu-
chas localidades, el carni-
cero; dueño de una carni-
cería o casilla.
Casimba. Cub. f. — Dice Za-
yas que es un "hueco o ca-
vidad en las peñas o terre-
no impermeable, donde se
forma natural depósito de
agua; o también de tierra
fértil". (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Casimba. Amer. f. -Recipien-
te subterráneo de reducida
capacidad, formado algu-
nas veces con un barril,
donde se recoge y conserva
el agua de lluvia.
Casmagua. Cub. f. — El ár-
bol caumao. Véase.
Castaña. Cub. f. — "La pieza
que sirve de chumacera
arriba a la maza mayor".
Esto dice Pichardo, refi-
riéndose al trapiche de
ingenio. Tiene las acep.
cast.
Castaña. Amer. f . — Dícese
así, por la semejanza con
el fruto del castaño común,
a los de los castaños ame-
ricanos.
Castaña purgante. Amer. f.
■ — El fruto del castaño pur-
gante.
Castaño criollo. Cub. m. —
El árbol o arbusto guará de
ley. Véase.
Castaño de Malabar. Cub.
m. — Nombre que se le da
en Cuba al conocido en
América y en la Isla tam-
bién por "árbol del pan",
que describe la R. A. Fué
importado en Cuba hace
más de un siglo, de la isla
de Jamaica.
Castaño purgante. Amer. m.
— Arbusto (Pichardo, que
lo titula sencillamente cas-
taño, lo describe como be-
juco) silvestre, de hojas
enteras, oblongas y flores
en panículas, cuyo fruto, ia
castaña purgante, es un vo-
mitivo o purgante tan fuer-
te, que si se suministra con
exceso es muy peligroso.
(Bot. F. Celastríneas; esp.
Eippocratea malpighice folia,
Rudg.)
Castilla. Cub. adj. — Usase
como aditamento de espe-
cies zoológicas y botánicas,
como abeja, caña, etc.
Castrear. Cub. v. a. — vulg. —
Dicen así muchos campesi-
nos por "castrar".
"Castrón. Cub. m. — "El cer-
do grande castrado". (R. A.)
Tiene la otra acepción cas-
tellana.
Catacuba. Cub. epic. f. — Pa-
rece corrupción de carta-
cuba, pero según Zayas,
esta forma se conserva del
caribe.
CATA
— 124
CATI
Cafalineta. Cub. epic. f. — Pez
que mide unos tres decí-
metros de longitud, de co-
lor gris perla con siete lis-
tas longitudinales amari-
llas, escamas ásperas y cola
ahorquillada. (Zool. F. Hce-
mulidoe; esp. Anisotremus
virginicus, Lin).
Catalufa. Cub. epic. f. — El
p«z cataluja. Véase.
Cataluja. Cub. epic. f. — Pez
de mediano tamaño, de
cuerpo oblongo y compri-
mido, de color rojo con bri-
llo plateado, escamas áspe-
ras, ojos grandes, que vive
a mucha profundidad. Otros
dicen catalufa. (Zool. F.
Ilolocentridce; esp. Priacan-
thus catalufa, Poey).
Cataluja de lo alto. Cub.
epic. f. — Varias especies
muy distintas del pez an-
teriormente descrito reci-
ben este nombre, porque
viven a grandes profundi-
dades, y son muy raras.
Catana. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 250 del Apéndice.
Catata. Cub. f. — En la re-
gión oriental, una especie
de semilla del mate, ama-
rilla y aplastada, que des-
tinan los muchachos a sus
juegos. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Catate. Cub. adj. — desusada.
— Aplícase a la persona que
alardea de ilustrada y es
ignorante y torpe.
Cataure. Cub. m. — Véase ca-
tauro, que es el cubanismo
aceptado por la R. A.
"Catauro. Cub. m. — Especie
de caja o cesta rústica y
manuable, hecha de yagua,
y destinada para guardar o
conducir frutas, huevos,
etc., y hasta para sacar
agua de los pozos. (Et. Voz
taina, según la R. A., y ca-
ribe, según Zayas).
Catedrático. Cub. m. — fig. y
fam. — Dícese, festiva e iró-
nicamente, al negro que
habla con afectación ora-
toria, empleando palabras
tan rebuscadas como ino-
portunas. Tiene los usos
castellanos.
Catey. Cub. epic. m. — Ave
trepadora y parlera, espe-
cie de papagayo, el más
chico de Cuba, de bello co-
lor verde salpicado de rojo
en algunas plumas de las
alas y a los lados del cue- .
lio, con el pico rosado blan-
quecino; vuela en banda-
das, se domestica fácilmen-
te, y hasta puede enseñarse
a modular algunas voces.
Abunda también en el Con-
tinente, donde se la conoce
con otros nombres. En la
región occidental de la Isla
más se le conoce por pe-
riquito y perico, pero tén-
gase presente que en la co-
marca oriental se dice pe-
rico a la cotorra. (Zool. F.
Psittacidce; esp. Conurus
euops, Wagl.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Catibía. Cub. f. — La yuca ra-
llada y seca que se emplea
en la confección de varios
CATI
— 125
CAYA
dulces. Véase la frase 33
del Apéndice. (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Catibo. Cub. epic. m. — Así
escriben algunas personas
tan ilustres como Poey,
Picbardo y Zayas la voz
que, con sujeción a las le-
yes morfológicas de nuestro
idioma, debe ser cativo
(véase); pues basta la ra-
zón de que sean innume-
rables las palabras que ter-
minan en ivo, y absoluta-
mente ninguna en ibo, si no
es tiempo de verbo, como
"escribo", de "escribir"; o
voz derivada de él, como
"recibo" (substantivo), de
"recibir", etc. Y el que sea
voz de origen caribe, como
se refiere al sonido y no a
su forma gráfica, que los
indios no conocieron, no
impide que se escriba ca-
tivo, ni dejará por eso de
ser tan caribe como escrita
con b.
Cativo. Cub. epic. m. — Reptil
acuático, especie de cule-
bra, como de un metro de
largo, olivada por encima,
con manchas negras en los
costados, y pardo amari-
llento por debajo; vive en-
tre las piedras de lagunas
y ríos, es inofensiva, y se
alimenta de larvas y plan-
tas acuáticas. Algunos es-
criben catibo (véase). (Zool.
F. Colubridoe; esp. Tetra-
norhinus variabilis, Dum.)
(Et. Voz caribe). Véase cu~
lebrita de crin.
Cativo. Cub. m. — fig. y fam.
— Dícese a la persona rús-
tica, ignorante y pacata.
Catre. Amer. m. — Por anto-
nomasia, el catre de tijera
para dormir, de mucho uso
en Cuba, aunque se va des-
echando.
Caumao. Cub. m. — El árbol
más conocido por canagua.
Véase. (Et. Voz india).
Cayajabo. Cub. m. — La se-
milla del árbol conocido
por mate de costa, seme-
jante en configuración y
color a una castaña, pero
más aplastada y circular
ésta y de dureza extraor-
dinaria. Algunas personas
lucen una de estas semillas
como colgante de reloj,
otras las estiman como
amuletos, y los muchachos
las aprecian mucho para
sus juegos en los que les
sirven cual monedas. (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Cayama. Cub. f. — Ave acuá-
tica zancuda, con la cabeza
y parte del cuello implu-
mes, de plumaje blancuzco,
con alas y cola negras de
tono verde, pico encoi^vado
de color pardusco; se ali-
menta de pececillos y crus-
táceos, fabrica su nido en
la copa de árboles eleva-
dos, y no es comestible.
(Zool. F. Tantalidce; esp.
Tantalus loculator. Lin.)
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Cayana. Cub. epic. f. — "Nom-
bre vulgar en Cuba del pez
CAYO
— 126
CAZU
Cirratum Gra". Esto dice
Záyas.
Cayarí. Cub. epic. m. — Can-
grejo de agua dulce, pe-
queño, rojo, que habita en
cuevas que construye en
lugares pantanosos. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Cayaya. Cub. f. — Pequeño
arbusto silvestre de tallos
acanalados y peludos, hojas
ovaladas con un ápice pun-
tiagudo, también peludas
por el envés, flores blan-
cas en racimos, y fruto asi-
mismo blanco, con una pe-
queña bolsa adicional, don-
de está la semilla, muy pa-
recida a la que forma de-
bajo de la piel el insecto
llamado nigua, por lo que
también toma este nombre
en algunas comarcas. Hay
otras especies menos comu-
nes y de escasa importan-
cia. (Bot. F. Borragíneas;
esp. Tournefortia hirsutis-
sima, -Lin). (Et. Voz caribe,
Zayas).
Cayera, ra. Cub. subs. y adj.
— antic. — La persona naci-
da en la villa de Cayo, que
hoy es la ciudad de San
Juan de los Remedios, o
simplemente Remedios, de
donde hoy se dice reme-
diarlo, na.
Cayere, ra* Cub. adj. — antic.
— Aplicábase a cosas de U*
villa de Cayo. Véase la voz
anterior.
Cayo de monte. Cub. m. —
Boscaje, lugar de reducida
extensión, aislado, poblado
de árboles y malezas, en
medio de una llanura.
Cayuca» Cub. f. — fam. — Dí-
cese festivamente a la ca-
beza, para indicar la tor-
peza de entendimiento de
un individuo. (Et. Del ca-
ribe, cayuco).
Cayuco, ca. Cub. adj. — fam.
Suele oírse esta voz ame-
ricana para calificar la ru-
deza de una persona: "Fu-
lano es un cayuco". Tiene,
aunque poco, el uso ameri-
cano castellanizado.
Caysumbo, Cub. m. — Nombre
menos frecuente del junco
llamado jayún. Véase. (Et.
Voz 'caribe, según Zayas).
Caxador. Cub. m. — Vitola d6
tabaco o cigarro puro de
tamaño grande y buena cla-
se. Tiene las acep. cast.
Cazóa. Cub. epic. m. — Dícese
así a todo tiburón de cría,
cuyo tamaño no ha de ex-
ceder de un metro a metro
y medio. Algunos dicen ca-
zón de ley.
Cazón de ley. Cub. epic. m. —
Véase cazón.
Ca^ón de playa. Cub. epic.
m. — Pez del grupo de ti-
burones, acaso el más chi-
co, que no llega a crecer un
metro, de hocico alargado,
con dientes oblicuos. Es co-
mestible. ¿Será el "cazón"
que describe la R. A.? (Zool.
F. Charchanidce; esp. Sco-
liodon porosus, Poey).
Cazuela. Cub. í. — El juego de
muchachos más conocido
por chinata. Véase. Véase
CEBO
127 —
CEDR
también la frase 31 del
Apéndice. Tiene las acep.
cast.
Cazuelero. Cub. adj. — fam.
— Dícese al hombre caso-
lero o cominero en caste-
llano, especialmente, cuan-
do sus inclinaciones de in-
truso están en la cocina.
(EL De "cazuela", y no de
"casa", como el "casolero"
castellano).
Cazuelero, ra. Cub. sub3. y
adj. — fam. — Dícese, en son
de burla, a los naturales
de Guanabacoa, por la fa-
ma de la industria alfarera
de esta población. En len-
guaje serio, se dice guana-
baccense.
Cazueíüta. Cub. f. — Véase
chinata.
Cebolla. Común, f. — Lo mis-
mo que "meretriz". Tiene
los usos castellanos de la
R. A.
Cebolleta. Cub. f. — Planta
herbácea anual, silvestre y
común, muy parecida, si no
es la misma, a la conocida
en castellano por "juncia".
Tiene el tallo triangular, y
produce unos tubérculos se-
mejantes a diminutas ce-
bollas que agradan a al-
gunas personas, y tienen
gusto a pulpa de coco, aun-
que picante, por lo que
también toma el nombre de
coquito la planta, además
de macagüita y cebollín.
Constituye una plaga inex-
tinguible en algunos jardi-
nes. (Bot. F. Ciperáceas;
esp. Cyperus rotundus, Lin.)
Cebollín, Cub. m. — Véase ce-
bolleta.
Cedazo. Cub. m. — Espacio
entre dos cambios de com-
pás, de una pieza bailable,
particularmente del dan-
zón: "Te cederé mi compa-
ñera para bailar un ceda-
zo". (Et. De "ceder").
Cedral. Cub. m. — Lugar don-
de abunda el cedro, que ya
va siendo escaso, con cuya
merma pierde Cuba una ri-
queza de consideración.
Cedro. A.mer. xa. — Este ár-
bol no es el mismo de que
habla la Biblia y dan fama
antiguos y célebres escri-
tores, que sin duda es el
que describe la R. A. como
de la familia botánica de
las Coniferas. Este, ameri-
cano, quizá más abundan-
te en la Isla que en el Con-
tinente, a pesar del enorme
consumo que se hace en el
país de su madera, alcan-
za una elevación que no
excede a la mitad de aquél :
unos 16 a 20 metros; su
tronco "suele llegar a dos
de diámetro", según Pi-
chardo, pero bueno es ad-
vertir que tal ejemplar, si
hay alguno, será un rarí-
simo fenómeno; lo frecuen-
te es que no alcance la mi-
tad. Tiene hojas grandes
terminadas en punta, con
el nervio central amarillo,
y hojuelas oblongas, flores
amarillas en panícula gran-
de, terminal, colgante, y
CEDE
— 128
CEIB
fruto ovoide, blanquecino,
que contiene una especie
de goma empleada como
pectoral eficaz; la corteza
en decocciones un buen re-
medio para golpes y contu-
siones. Pero el mérito y va-
lor principales de este ár-
bol están en su madera, in-
corruptible, aromática, de
color de caoba algo más
pálido, compacta, ligera y
muy laborable, con la que
se hacen verdaderas fili-
granas en ebanistería. Uno
de los consumos principa-
les es para cajones do ci-
garros puros. Aunque to-
davía abunda en la Isla este
árbol, es una lástima que,
dado su consumo extraor-
dinario, no haya quien se
preocupe de su repobla-
ción, ya que se planta de
estaca, sin quitarle la cor-
teza, por lo que no puede
ser menos costosa. También
se dice cedro macho, para
diferenciarlo del cedro hem-
bra., que es una variedad de
menores proporciones y
madera más clara. (Bot. F.
Melidceas; esp. Cedrela odo-
rata, Lin.)
Cedro de Himalaya. Cub. m.
— Especie cultivada, exó-
tica, del cedro, escasa y
poco estimable. (Bot. F. Af.;
esp. Cedrela toona, Lin.)
Cedro de Líbano. Cub. m. —
Tipo que, según Pichardo,
se produce en el monte de
ese nombre, en la provin-
cia de Santiago de Cuba, y
que no existe en el resto de
la Isla. (Bot, F. M.; esp. Ce-
drela libanis).
Cedro de Mélico. Cub. m.— -
Un árbol silvestre algo se-
mejante al cedro, que se ca-
racteriza por tener las ho-
jas apiñadas. Del nombre
cedro se ha abusado para
denominar otros árboles,
sin afinidades a los que lle-
van este nombre con pro-
piedad, y entre ellos, están,
además de este cedro de
Méjico, los llamados blanco,
de Carolina o de Virginia,
de España y rosado.
Cedro hembra. Cub. m. — ■
Véase cedro.
Cedro macho. Cub. m.— El
cedro. Véase.
Ceiba de costa. Cub. f. — Va-
riedad del árbol americano
llamado "ceiba", sin otras
particularidades que des-
arrollarse en el litoral.
Ceibadal. Amer. m. — Punto
en el mar donde abunda el
alga llamada "ceiba".
Ceibón. Cub. m. — Árbol, es-
pecie de ceiba, el más ele-
vado de Cuba, que alcanza
25 metros, de corteza eri-
zada de púas, hojas lan-
ceoladas, verdes por la haz
y grisáceas por el envés,
fruto de unos 15 centíme-
tros de largo, peludo y con
semillas ovoides, flores, de
cinco pétalos rematados en
concha, blancas por fuera
y rosadas por dentro. (Bot.
F. Bombdceas; esp. Bombax
einarginatum).
CED3
— 129
CENA
Ceibón Botija. Cub. m. — Ár-
bol muy escaso, apenas co-
nocido, semejante al ante-
rior. También se llama cei-
bón lanero, y sencillamente
lanero. (Bot. F. Malváceas;
esp. Ochroma lagopus).
Ceibón de agua. Cub. na. —
Árbol más conocido por
ceibón de arroyo. Véase.
Ceibón de arroyo. Cub. va. —
Árbol silvestre y abundante
en las previ. 'icias de Santa
Clara y Camagüey, que se
distingue y aprecia por ser
la madera más ligera de la
Isla, pues su peso especí-
fico es de 0,120 kilogramos;
es muy fibrosa y elástica,
de color blanco con viso ro-
sado. También se llama cei-
bón de agua. (Bot. F. Bom-
báceas; esp. Pacira acuá-
tica).
Ceibón lacero. Cub. m. -Véa-
se ceibón botija.
Ceja de monte. Cub. f. — Ca-
mino estrecho en ios bos-
ques: vereda. En otros
puntos de América se dice
simplemente ceja.
Celebrar, se. Cub. v. a. y re-
cíp. — fam. — En la región
oriental, equivale a "ena-
morar, se" : '"José celebra a
Inés"; "Pedro y Mercedes
se celebran". Tiene las
acep. cast.
Celestina. Cub. f. — Se cono-
cen con este nombre varias
especies botánicas, algunas
con aditamentos particula-
res, y otras más llamadas
rompezaragüey. Tiene las
acep. cast.
Celestina azul. Cub. f. — Es-
pecie silvestre, de flores
cual indica su nombre, de
la que hay una variedad
con flores blancas llamada
celestina blanca. (Bot. F.
Compuestas; esp. Ageratum
carymbosum, Zuce.)
CeSe3íina blanca. Cub. f. —
Véase celestina azul.
Ceíestina de agua. Cub. f. —
Planta acuática, de hojas
verticuladas, sumergidas,
que constituye la única es-
pecie cubana de su fami-
lia. (Bot. F. Ceratofúeas;
esp. Ceratophyllum demer-
sum, Lin,)
Ceüsdonáa criolla- Cub. f. —
Dan algunos este nombre,
impropiamente, a la yerba
de la sangre, pero con más
propiedad se dice a la yerba
celidonia, que se parece
algo a ía celidonia exótica
y común.
Celosa. Cub. f. — Arbusto sil-
vestre, espinoso, de media-
na elevación, de hojas car-
táceas, enteras o aserradas,
flores azulado-violadas en
espigíií; madera dura, pe-
sada, fina, amarillenta con
vetas suaves. También se
llama celosa cimarrona y
violetina. (Bot. F. Verbe-
náceas; esp. Duranta plu-
mierii, Lin.)
Celosa cimarrona. Cub. f. —
Véase celosa.
Cenata. Cub. f. — fam. — poco
uso. — Cena rumbosa y di-
9
CENT
130 —
CBECH
vertida entre varios ami-
gos.
Cenfoguense. Cub. subs.
com. y adj. — Dícese en len-
guaje más refinado por
cienfueguero, ra.
Cenfoguense. Cub. adj. —
Corno cienfueguero, ra. (2.a
acep.)
Cenizo. Cub. m.- — Árbol sil-
vestre y maderable, tam-
bién conocido por humo de
sabana y ojo de cangrejo.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Pithecolobium obovale,
Wright.).
Cenizo blanco. Cub. m. —
Planta silvestre que es la
"biengranada" de la R. A.
o una especie de ella, co-
nocida también por apa-
sote blanco. (Bot. F. Que-
nopodiáceas; esp. Chenopo-
dium albura, Lin.)
Central. Cub. m. — Dícese al
tren que recorre longitu-
dinalmente la Isla, desde la
Habana a Santiago de Cuba.
Algunos le dan acepción de
adjetivo, anteponiendo la
palabra "tren". Conserva el
significado castellano de
adjetivo.
Central. Cub. m. — En los úl-
timos años se ha genera-
lizado esta voz para desig-
nar el ingenio de azúcar de
mucha importancia. Tam-
bién se dice central azuca-
rero.
Central azucarero. Cub. m. —
Véase central (2.a acep.).
Ceatrffuga. Cub. f. — En los
ingenios de azúcar, cada
una de las calderetas rota-
torias a gran velocidad,
donde la pasta de azúcar se
seca, solidifica y granula,
constituyendo este trabajo
el último en la elaboración
del azúcar. Tiene las fun-
ciones de adjetivo que le
señala la R. A.
Centro. Cub. m. — desusada.
— La saya o vestido que se
pone debajo de una tela
transparente para que se
trasluzca el color de la pri-
mera. Tiene los usos cas-
tellanos.
Cepa cabaüero. Cub. f. —
"El señor Sauvalle trae va-
rios vegetales de este nom-
bre vulgar en las Lorantá-
ceas" , dice Pichardo.
Cera. Cub. f.— Enredadera, o
bejuco, exótica, cultivada,
cuyas hojas y flores, de co-
lor de rosa, tienen aspecto
de cera, principalmente por
su notable grosor. Tiene
las acep. cast.
Cera. Cub. f. — Véase cerillo.
Cera amanila. Cub. f. — El
árbol cerillo. (2.a acep.).
Véase.
Cera prieta. Cub. f. — Véase
cera virgen.
Cera virgen. Cub. f.-La cera
que produce la abeja crio-
lla: blanda y negruzca, cuyo
uso entre los campesinos
para alumbrarse va des-
apareciendo. También se
dice cera prieta.
Cercha. Cub. f. — Cada pieaa
arqueada de madera o me-
tal que sostienen ©1 toldo
CEEB
- 131 —
CBRI
o capota de los carruajes,
y por extensión, las que
sostienen algunas clases de
mosquitero en las camas.
Cerecero. Cub. m. — Así sue-
le decirse entre gente cam-
pesina al cerezo o cerezo
criollo, y no deja de ser re-
comendable esta denomi-
nación, para que se entien-
da que no se trata del ce-
rezo de Europa.
Cereza. Común, f. — La baya
que contiene la semilla o
grano del cafeto. Tiene las
acep. cast. Véase descere-
zadora.
Cereza. Amer. f. — Véase ce-
reza criolla.
Cereza criolla. Cub. f. — En
Cuba, el fruto del cerezo
de América.
Cerezo. Amer. m.— El cere-
zo criollo. Véase.
Cerezo criollo. Cub. m. ■ —
Arbusto de unos cuatro
metros de altura, de hojas
oblongas, lanceoladas, ver-
des, más obscuras por la
haz, y brillantes, flores
purpúreas, y cuyo fruto
consiste en una drupa es-
carlata de pulpa acidosa,
pero no enteramente des-
agradable, que se emplea
para conservas; el tronco,
de madera blanca y ligera,
produce buena goma, y la
corteza se utiliza para cur-
tir pieles. También se lla-
ma cerezo, cerezo de Ja-
maica, palo de gallina (2.a
acep.). y entre algunos
campesinos se le dice ce-
recero, que debiera ser
su nombre verdadero. (Bot.
F. Malpigiáceas ; esp. Mal-
phigia glabra, Lin).
Cerezo de Cayena. Cub. m.
— Arbusto silvestre, peque-
ño, de precioso aspecto, con
hojas como las del anterior,
brillantes, y fruto parecido,
astringente, pero más agra-
dable que aquél. (Bot. F.
Mirtáceas; esp. Eugenia uni-
flora, Lin.)
Cerezo de Jamaica. Cub. m.
—El cerezo criollo. Véase.
Cerezo de pinar. Cvb. m. —
Especie del cerezo criollo,
de escaso interés. (Bot. F.
Mirtáceas; esp. Eugenia me-
galopetala, Gr.)
Cerezo silvestre. Cub. m. —
El arbusto ciguaraya. Véa-
se.
Cerillo. Cub. m. -Forma mas-
culina que se le da a la
"cerilla" que en castellano
designa a la vela de cera,
larga, delgada y enroscada.
Cerillo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre cuya elevación me-
dia es de 9 metros, de her-
mosa y excelente madera,
de color azafranado, em-
pleada en bastones por sus
vetas caprichosas. Los pes-
cadores suelen usar astillas
de este árbol a manera de
antorchas, por su buena
combustión, y por esta cua-
lidad recibe el nombre in-
dicado, y los de cera (2.a
acep.), cera amarilla, y
además macagua de costa.
(Bot. F. Rubiáceas; esp.
CIBÍ
— 13a
CICO
Exostemma caribosum, D.)
Cerillo de costa. Cub. m. —
Árbol indígena y silvestre
que se desarrolla en el lito-
ral; es parecido al anterior
por su cualidad de combus-
tible. (Bot. F. Legumino-
sas; esp. Earpalicc cuben-
sis, Gr.).
Cerillo de loma. Cub. ni. —
Especie del árbol cerillo
(2.a acep.) (Bot. F. Berbe-
rídeas; esp. .Berberís fra-
ocimi folia, EL)
Cerrado, da. Común, adj. —
í'am. — Aplícase a la perso-
na de ruda inteligencia.
Tiene los otros usos caste-
llanos.
Cestillo de plata. Cub. m. —
La planta carraspita. Véa-
se.
Cevoruno, na. Cub. adj. —
Así dice alguna gente cam-
pesina, por corrupción de
"cervuno, na", al color del
ciervo.
Ciba. Cub. f. — antic. — Una
piedra blanca y diminuta
que los indios empleaban
para cuentas y collares de
adorno. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Cibí. Cub. epic. m. — Pez que
alcanza un tamaño aproxi-
mado de 4 decímetros y un
peso de cinco libras. Hay
cinco especies, de las que
solamente dos reciben so-
brenombre particular, con
las que suelen confundirse
las otras tres. Algunos es-
criben sibí con impropie-
dad. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Cibí amarillo. Cub. epic. m. —
Tipo de cuerpo ovalado y
comprimido, de coior pá-
lido algo azulino en el lo-
mo, con viso dorado en todo
el cuerpo; tiene las aletas
pectorales falcadas y la
caudal ahorquillada. (Zool.
F. Carangidce; esp. Caranx
cibí, Poey).
Cibí cocinero. Cub. epic. m.
— Especie de cuerpo más
alargado, y más obscura
coloración: aplomado hacia
el lomo, y azul fuerte por
el vientre, con la cabeza
algo amarilla. Como el an-
terior y las otras especies,
ofrece el peligro de causar
ciguatera. (Zool. F. Caran-
gidce; esp. Caranx iridinus,
Poey).
Ciboney. Cub. m. — Véase si-
boney. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Cibnney. Cub. m. — Véase si-
boney. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Cicote. Amer. m. — La basura
negruzca y hedionda que
se deposita, por efecto del
sudor, entre los dedos de
los pies de la gente des-
aseada. (Et. Voz originaria
de Méjico).
Cicotera. Amer. f.-Abundan-
cia de cicote. Véase.
Cicotudo, da. Amer. adj. —
Aplícase a la persona o al
pie con cicote. Véase.
Cicotudo, da. Cub. m. y f. —
fig. y f ám. — Dícese a la
CIGA
— 133 —
CIGU
persona desaseada y des-
preciable.
Ciego, ga. Cub. adj. — Aplí-
case al valle o toda exten-
sión de terreno rodeada de
bosque, e incomunicada por
lo tanto. De esta circuns-
tancia han tomado nombre
algunas poblaciones, como
Ciego Montero, Ciego de
Avila y otras.
CiegoavíSeño, ña* Cub. subs.
y adj. — Más propio que
avileño, ña (1.a acep.). Véa-
se.
Ciegoavileño, ña. Cub. adj.
Véase avileño, ña (2.a acep.)
Cielazo. Cub. m. — Espolona-
zo o puñalada que infiere
un gallo con el espolón a
su rival en la garganta. (Et.
De "cielo", paladar).
Cíen (Núniero). Cub. m. —
fam. — El excusado o re-
trete.
Cienfueguero, ra. Cub. subs.
y adj. — La persona natural
de Gienfuegos. Otros dicen
cenfoguense.
Cáenfueguero, ra. Cub. adj.
— Aplícase a cosas de esa
villa.
Cigarrera. Común, f. — En la
Isla, es la mujer que hace
cigarros, o sea cigarrillos o
pitillos, pero no los ciga-
rros como acepta esta voz
la R. A. para cigarro puro,
que en Cuba todo el mun-
do llama "tabaco", también
aceptado por la R. A. Los
tabacos (cigarros puros) los
hacen en la Isla únicamen-
te hombres, y se llaman por
ello "tabaqueros", cual lo
autoriza el Dic. oficial.
También se dice a éstos
torcedores.
Cigarrera. Cub. f.-Lo mismo
que "pitillera". Al estuche
de guardar cigarros puros
(tabacos) se dice tabaquera.
TsTo tiene esta voz más acep-
ciones en Cuba que las in-
dicadas.
Cigarrería. Cub. f. — Local
donde se fabrican cigarros,
o sean cigarrillos. Se dice
más fábrica de cigarros.
Cigarrería. Amer. f. — El es-
tablecimiento donde se ex-
pende tabaco elaborado, que
en Cuba más se dice "pues-
to, o vidriera, de cigarros".
Sería impropio decir "es-
tanco", como en España,
toda vez que el tabaco tie-
ne aquí libre venta y ela-
boración.
Cigarro. Común, m. — En Cu-
ba es la única denomina-
ción del cigarro de papel,
cigarrillo o pitillo. Al ci-
garro puro se dice única-
mente "tabaco", que tam-
bién autoriza la R. A.
Cigua. Cub. f. — Molusco ma-
rino univalvo, de concha
globosa y cónica, cubierta
de parásitos y de color ne-
gro con manchas blancas;
la base por donde se adhie-
re a los arrecifes.^ tiene
unos diez centíme¿ros de
diámetro. Algunas personas
gustan de este molusco gui-
sado, pero no es bocado
apreciable. Suele escribir-
GIGU
— 134 —
cuú
se incorrectamente sigua.
(Zool. F. Trochidce; esp. Li-
vona pica). (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Cigua amarilla. Cub. f. — Es-
pecie del árbol antillano
"cigua", descrito por la
R. A., de madera amarilla
y buena.
Cigua blanca. Cub. f.— Otra
especie, de madera blanca
y sin aplicación.
Cigua de mierda. Cub. f. —
Especie que toma ese nom-
bre por su mal olor.
Ciguanea. Cub. f. — Dícese a
todo lugar cenagoso en el
litoral. Algunos autores, en-
tre ellos Pichardo, escri-
ben esta palabra con s, lo
cual, según Zayas, cuya
opinión compartimos, es
uso vicioso. (Et. Voz cari-
be, según Zayas; probable-
mente derivada de la ca-
ribe "cigua").
Ciguapa. Cub. epic. f. — Ave
de rapiña nocturna, pare-
cida al mochuelo y al buho,
de color moreno más o me-
nos fuerte, con manchas
amarillas por encima, y el
pecho con partes blancuz-
cas, y dos penachos negros
en la cabeza. (Zool. F. Stri-
gidce; esp. Asió stigius,
Wagl.) (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Ciguapa. Cub. f. — En la re-
gión oriental llaman así al-
gunas personas al zapote de
culebra, y otras al icaco de
aura. Véanse.
Ciguaraya. Cub. f.— Arbusto
silvestre de cinco a seis
metros de altura, de hojas
compuestas con siete o nue-
ve folíolos opuestos y va-
riables, de excelentes pro-
piedades medicinales para
el aparato genito-urinario,
que produce flores en raci-
mos, y fruto en cápsulas de
color rojo pálido. Su ma-
dera es inútil. Algunos es-
criben siguaraya, siguiendo
la defectuosa prosodia cu-
bana. En algunos lugares se
conoce también por cerezo
silvestre. (Bot. F. Meliá-
ceas; esp. Trichilia glabra,
Lin.) (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Ciguaraya macho. Cub. f. —
Una especie del arbusto
anterior, de no tan buenas
propiedades medicinales.
(Bot. F. M.; esp. Trichilia
pallida, Sw.).
Cigüeña. Cub. f. — Vagoneta
de ferrocarril, por lo co-
mún plana y desmantelada,
movida automáticamente
por medio de palancas y
ruedas dentadas o tirada por
fuerza animal, y que usan
los peones o reparadores de
la vía para conducir mate-
riales, herramientas y para
trasladarse ellos mismos de
un punto a otro. Tiene al-
gunos usos cast.
Cijú. Cub. epic. m. — Algunas
personas escriben así en
lugar de "sijú" (pájaro de
las Antillas), que es la voz
aceptada por la R. A., y por
lo tanto, aunque parezca
CINT
— 135 —
CIRU
más correcta la forma cijú,
estimamos más respetable
el uso autorizado por esa
docta Corporación y el ge-
neralizado uso.
Culantrillo. Común, m. — Mu-
chas personas en España y
América dicen así por "cu-
lantrillo". Véanse las espe-
cies cubanas de esta planta.
Cimarrón, na. Amer. adj. —
fam. — Metafóricamente,
aplícase a la persona que,
sin causa conocida deja
de reunirse con sus amigos
habituales, o de concurrir
a un lugar acostumbrado.
Tiene los usos americanos
castellanizados. Véase el
refrán 9 del Apéndice.
Cinamomo criollo. Cub. m. — •
Es el cinamomo común o
una variedad de escasas
particularidades.
Cincollagas» Cub. f. pl. —
Planta silvestre como de un
metro de altura, de flor
acampanada de color de
carmín con cinco ondas, en
ramilletes, de hojas cordi-
formes, angulares y ase-
rradas.
Caliqueño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a los animales que,
debiendo tener cuatro de-
dos, nacen con cinco.
Cinta. Cub. f. — Listón de ma-
dera de unos ocho centí-
metros de ancho por dos o
tres de grueso, que se uti-
liza en carpintería para cu-
brir las junturas de las ta-
blas, en los cielos rasos de
madera, y otras obras. Vie-
ne a ser una clase de lo
que en castellano se dice
"ripia". Tiene los usos
castellanos.
Cirio. Cub. m.— Árbol silves-
tre de hermoso aspecto, de
madera muy apreciada por
su dureza, buen peso y fino
grano, de color amarillo con
vetas suaves. También se
llama guabico de sabana,
güimba, pico de gallo, pino
de monte y palo de bomba.
(Bot. F. Anonáceas; esp.
Xilopia obtusifolia). Tiene
el uso castellano.
Ciruela. Cub. f. — Nombre
que recibe el fruto de los
distintos ciruelos que se
desarrollan en Cuba, y que
toma el sobrenombre del
ciruelo respectivo, como ci-
ruela amarilla, campechana,
gobernadora y loca.
Ciraelüüo. Cub. m. — Véase jia
manzamUa.
Ciruelo. Amer. m. — Algunas
personas llaman ciruelo, si-
guiendo el uso americano,
al árbol común en Améri-
ca, más conocido por su
nombre castellanizado de
"jobo". Esto da lugar a
confusiones, puesto que en
Cuba la voz ciruelo (con
aditamentos) designa espe-
cies botánicas muy distin-
tas del jobo y de los cirue-
los europeos.
Ciruelo amarillo. Cub. m. —
Árbol silvestre muy co-
mún, que se planta de es-
taca y utiliza en setos vi-
vos, de hojas compuestas,
CISC
136 —
CLAV
con hojuelas pequeñas y
ovaladas; su fruto, algo
mayor que una aceituna, es
de color amarillo, y tiene
sabrosa pulpa. (Bot. F. Ana-
cardiáceas; esp. Spondias
purpurea, Lin.)
Ciruelo campechano. Cub.
m. — Especie parecida a la
anterior, pero de mayores
proporciones en todos los
órganos, de tallo violáceo,
flores rojas, y fruto ana-
ranjado, más grande y de
mejor gusto. También se
dice ciruelo loco, y algunos,
por la confusión apuntada
en la voz ciruelo, le dicen
jobo impropiamente. (Bot.
F. A.; esp. Spondias latea,
Lin.).
Ciruelo cimarrón. Cub. m. —
Véase jía manzanilla.
Ciruelo gobernador. Cub. m.
— Árbol cultivado, origina-
rio, al parecer, de la isla
de Madagascar, perfecta-
mente aclimatado en la
Isla. De sus ciruelas, que
las produce abundantemen-
te, se hace un dulce gela-
tinoso exquisito. (Bot. F.
Bixáceas; tribu Flacur-
cieas; esp. Flacourtia ra-
moatchi).
Ciruelo loco. Cub. m. — Véase
ciruelo campechano.
Ciscadura» Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de ciscar,
se. Algunos dicen cisca-
miento.
Ciscamiento. Cub. m. — fam.
Lo mismo que ciscadura.
Véase.
Ciscar, se. Cub. v. a. y ref.
— fam. — Lo mismo que
"avergonzar, se1': "Miguel
cisca a cualquiera con sus
despropósitos"; "Diego se
ciscó y no supo defender-
se". No tiene los usos cas-
tellanos.
CiudadeKa. Cub. f. — fig. — Dí-
cese a la casa de vecindad,
que también tiene este
nombre. Conserva la acep.
cast.
Clandestina. Cub. f. — vulg. —
Ramera que procura ocul-
. tar ai público su vicio.
Clarificadora. Cub. f. — Reci-
piente, por lo común de
hierro y en forma cúbica,
donde se clarifica el gua-
rapo.
Clarín. Cub. m. — En la re-
gión oriental, el chamico
azulado. Véase.
Cíanos©. Cub. adj. — fig. y
vuig. — En boca de campe-
sinos, califica a las perso-
nas que dicen las cosas con
claridad, en el sentido de
desparpajo: "Me gusta Jo-
sé por lo clarioso".
Clavar. Cub. v. a. — fig. y
fam. — Metafóricamente, se
le dan a este verbo muy va-
rios significados, además
de los que autoriza la R. A.,
y otros que, no constando
en su catálogo oficial, tie-
nen uso en España. Una
acep. que no carece de gra-
cia es la que indica fallos
judiciales o municipales, en
el sentido de imponer: "A
Zutano le clavaron diez du-
CLAV
— 137
CLAV
ros de multa o clies días
de arresto". Pero desciende
a lo obsceno y reprobable
también, como cuando se
alude a contraer enferme-
dades secretas.
Clave. Cub. f. — Instrumento
musical que consiste en dos
palos redondos, como de un
jeme de largo, de madera
dura y sonora, que se usan
golpeándolos uno contra
otro, para guardar el com-
pás y acompañar a la gui-
tarra en los cantos popula-
res particularmente, aun-
que también suele oirse en
orquestas. Tiene los usos
castellanos.
Clavel de barba. Cub. m. —
Hermosa planta de jardín
y su flor matizada, parecida
al clavel común por la fi-
gura, pero de corola mayor
y formando ramilletes; tie-
ne los tallos nudosos y las
boj as más anchas que el
común.
Clavel de China. Cub. m. —
Variedad también de jar-
dín, de flor parecida al tipo
común, algo más chica y
con la corola más abierta.
Clave! de España. Cub. m. —
Es el clavel común, singu-
larmente el rojo, pero es
mucho menos fragante que
el cultivado en la Península.
Clave! de indias. Amer. m.
Bícese a la flor de la co-
petuda. Véase.
Clave! de! Japón. Cub. m. —
Tipo de flor semejante al de
España, pero de mayor ta-
maño, y hojas más cortas y
romas.
Clave! de muertos. Cub. rn.
— Dícese a la planta co-
petuda (véase) y su flor.
Clavelito de manglar. Cub.
m. — Planta florida, vene-
nosa, que se desarrolla sil-
vestre en las ciénagas. (Bot.
F. Asclepiadeas; esp. Echi-
tes paludosa).
Clavelito de sabana. Cub.
rn. — Hay dos especies de
plantas, ambas venenosas,
con este mismo nombre,
que se desarrollan silves-
tres en el litoral, de hojas
lanceoladas, puntiagudas;
la primera es trepadora y
tiene flor rosada, y la otra
es de flor amarilla. (Bot. F.
Asclepiadeas; esp. Echites
biflora y E. andreswsii).
Clavellina. Cub. í. — En algu-
nos lugares se dice así a la
planta más conocida por
yerba de clavo. Véase. Nin-
guna de las clavellinas cu-
banas son las descritas por
la R. A.
Clavellina. Cub. f. — Planta
silvestre que se desarrolla
en las márgenes de los ríos,
cuyas ramas se inclinan
siempre hacia el agua, muy
cargadas de flores rosadas
que reciben el nombre de
la planta, las que se des-
prenden fácilmente a la
más ligera sacudida del ta-
llo. También se llama rosa
de río y lirio. (Bot. F. Li-
trarieas; esp. Ginora ame-
ricana) .
COBA
138 —
COBO
Clavellina de laguna. Cub.
f. — Dos plantas indígenas
de variada flor que se des-
arrollan en sitios húmedos,
y se conocen también por
verraco (1.a acep). (Bot. F.
Euforbiáceas; esp. princi-
pal : Crotón homolepidus,
Muell.)
Clavellina de paredón. Cub.
f. — Arbustillo de florecillas
muy menudas, conocido
además por cuaresmüla de
paredón. (Bot. F. Litra-
rieas; esp. Ginora glabra).
Clavellina de río. Cub. f. — ■
Especie que se desarrolla
en las márgenes de los ríos.
(Bot. F. Rubiáceas; esp.
Exostemma longiflorum).
Clavellina espinosa. Cub. f.
— Arbusto parecido a la
clavellina de paredón, y que
se conoce además por cua-
resmüla espinosa.
Club. Cub. m. — Véase tolete.
(Anglicismo.)
Coaba. Cub. f. — Así dicen al-
gunos, conservando la ver-
dadera voz india a la cuaba.
Véase.
Coba. Común, f. — fam. — En
Cuba no se entiende la pa-
labra "coba" por "embuste
gracioso", cual describe la
R. A., aunque, dado el la-
conismo de tal definición,
tiene alguna analogía con
la acepción que le da gran
parte del pueblo español y
americano. Se usa para de-
notar adulación, al hablar
con una persona, a quien se
trata por todos los medios
de agradar, con el fin de
captarse su simpatía o
ablandar la dureza de su
actitud. Se usa casi siem-
pre con el verbo "dar":
"Después de una larga co-
ba, conseguí de Fulano que
no se opusiera a mi em-
peño"; "tuve que darle
coba a Ramón para que no
se incomodara".
Cobero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a la persona aficiona-
da a dar coba (véase), por
"adulador, ra".
Cobija.^ Cub. f.— En la Isla se
dice solamente al techo de
guano o de yagua, con que
se cubren todos los bohíos
y algunas casas campesi-
nas, entre ellas las casas de
tabaco. En los demás casos
se dice "techo", "techum-
bre" o "tejado".
Cobijar. Cub. v. a.-La acción
de construir una cobija.
Véase. Tiene los usos cas-
tellanos.
Cobio, bia. Cub. m. y f. —
vulg. — Lo mismo que "con-
cubinato, concubina", en-
tre la plebe.
Cobio, bia. Cub. m. y f.— fíg.
y vulg. — Dícese a la perso-
na íntima amiga y confi-
dente.
Cobo. Cub. m.-Testáceo uni-
valvo de concha cónica en
espiral, que es el mayor de
los caracoles antillanos, cu-
ya base alcanza un diáme-
tro de 25 centímetros, cu-
bierto interiormente de una
substancia córnea, de un es-
coco
— 139 —
coco
malte anacarado amarillen-
to, con la abertura de color
acarminado. Los indios fa-
bricaban con esta concha
utensilios y objetos de
adorno; y actualmente se
hace una clase de fotuto
(véase), rompiéndole el re-
mate de la espiral. (Zool.
F. Strombida?; esp. Strom-
bus gigas). (Et. Yoz caribe,
Zayas).
Cobre. Cub. m. — fam. — Véa-
se la frase 91 del Apéndice.
Cobrero, ra» Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
la villa de El Cobre.
Cobrero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a cosas de esa villa.
Cobres. Cub. m. pl. — En los
ingenios de azúcar, dícese a
los aparatos de metal en
conjunto: "Limpiar los co-
bres".
Cocacola. Cub. f. — Un re-
fresco de color de café,
agradanle y popular.
Cocada. Cub. f. — Dulce que
se hace con la pulpa de
coco, seca, rallada y puesta
en almíbar.
Coco. Cub. epic. m. — Ave
zancuda, especie de ibis,
de cuerpo de tamaño de ga-
llina y pescuezo muy largo,
de plumaje general blanco,
y algunas plumas de alas y
cola, cabeza y pies de color
negruzco, pico largo, en-
corvado y verde. Vive en
las ciénagas del litoral, ali-
méntase de crustáceos, rep-
tiles, etc., y es abundante y
estimable caza. También se
llama coco blanco, para di-
ferenciarla de otras aves que
llevan ese nombre común.
(Zool. F. Tantalidce; esp.
Guara alba, Lin.). Tiene los
usos castellanos, menos el
figurado.
Coco. Cub. m. — fig. y fam. — ■
Dícese a la cabeza de per-
sona para indicar rudeza, o
denotar metafóricamente
que está vacía. Véanse la
frase 149 y el refrán 29 en
los respectivos Apéndices.
Coco. Cub. m. — fam. — La
moneda de plata equiva-
lente a cinco pesetas. Son
sinónimos en el mismo len-
guaje familiar o vulgar,
rueda, disco maraca, bolo,
guayo, tulipán y otros tan-
tos más, que figuran en este
catálogo.
*Cocó. Cub. m.-" Tierra blan-
quecina que emplean los al-
hamíes para las obras de
manipostería y suelos de
hormigón". Así define la
R. A.
Coco. Cub. m. — En la región
occidental, la tela más co-
nocida por nansú, y llama-
da así en el resto de la Isla.
Coco blanco. Cub. epic. m. —
Véase coco (1.a acep.)
Coco de agua. Cub. m. — Co-
múnmente se dice así al
coco (fruto de la palma de
este nombre, ambos descri-
tos por la R. A.) También
se dice sencillamente "co-
co", sin que en los más de
los casos dé lugar a confu-
siones entre el fruto y el
coco
140
cocu
árbol, porque éste tiene ge-
neralizado su otro nombre
de "cocotero", que también
acepta la R. A.
Coco macaco. Cub. m. — La
palma también llamada pa-
jicá. Véase.
Coco macaco. Cub. m. — El
bastón hecho con el tronco
de la palma pa]icá; el pre-
ferido de los perdonavidas
y otros tales.
Coco prieto. Cub. epic. m. —
Especie del ave coco (1.a
acep.), que se distingue por
su plumaje prieto. (Zool. F.
Tantalida?; esp. Plegadis
autumnalis, Hasselg.)
Coco rojo. Cub. epic. m. —
Otra especie del ave coco
(1.a acep.), de paso en Cuba,
sedentaria en América Cen-
tral, que se distingue por
su plumaje acarminado
muy hermoso. (Zool. F. T.;
esp. Guara rubra, Lin.)
Cocona. Cub. í. — antic. — Re-
compensa o premio de es-
caso valor.
Cócora. Cub. f.-fam. — Equi-
vale a incomodidad del áni-
mo, malestar, disgusto li-
gero: "Fulano tiene una
cócora tal, que ,ni hablar
con él se puede'1. También
suele oirse en el sentido de
persona impertinente, que
acepta la R. A.
Cocorícamo. Cub. m. — Lo
mismo que brujería. Véase.
Cocorícamo. Cub. m. — Al-
gunos emplean esta voz
afrocubana, para ponderar
una cosa: "Tiene cocorí-
camo la solución de ese
asunto".
Cocorioco. Cub. m. — vu-lg. —
Denota extravagancia, feal-
dad, particularmente apli-
cado a mujer: "Juana es
un cocorioco" .
Cocosí. Cub. epic. m. — antic.
— Primitivo nombre del
mancaperro. Véase.
Cocotazo. Cub. m. — fam.- — •
Golpe dado con los nudillos
en la cabeza. No es lo mis-
mo que "cogotazo". (Et.
De coco (2.a acep.), cabeza).
Cocotazo. Cub. m. — fig. y
fam. — Trago de licor fuer-
te. Véase la frase 137 del
Apéndice.
Cocotudo, da. Cub. adj. —
fam. -Equivale a testarudo,
terco: "José es muy coco-
tudo". (Et. De coco (2.a
acep.), cabeza).
Cocoyé. Cub. m. — antic. —
Cierto baile indecente de
origen haitiano. (Et. Voz
caribe).
Cocuyera. Cub. f. — Jaula
construida con alambres o
junquillo, destinada para
guardar los insectos fosfo-
rescentes llamados "coco-
yos" o "cucuyos". Pichar-
do hace esta curiosa obser-
vación: "A falta de luz, un
sacudimiento ligero en la
cocuyera, es el socorro más
pronto en la obscuridad".
(Et. De "cocuyo", cocui ca-
ribe).
Cocuyo. Cub. epic. m. — Pez
de unos 3 decímetros de
largo, con el cuerpo oblon-
COCU
— 141 —
COCHI
go y comprimido, la man-
díbula inferior muy salien-
te, de color moraduzco,
apuntando a azul en las in-
tersecciones de las esca-
mas. (Zool. f. Balistidce;
esp. Xanthiclithys ringens,
Lin.)
Cocuyo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de unos diez metros
de elevación, de tronco del-
gado, hojas elípticas, flores
axilares en penachos al ex-
tremo de las ramas, fruto
parecido a la aceituna y
que come el cerdo, y made-
ra dura de color amarillen-
to, empleada en carpinte-
ría gruesa. Hay otra espe-
cie con el mismo nombre,
y dos más con aditamentos
particulares. (Bot. F. Sapo-
táceas; esp. Sideroxylum
confertum, Wright.). He-
mos ue advertir que la
principal acep. de la voz
"cocuyo" o "cucuyo" es la
castellanizada por la R. A.
para designar la especie de
luciérnaga americana, muy
abundante en Cuba.
Cocuyo ciego. Cub. epic. m.
— Insecto parecido al co-
cuyo, algo menor y de color
negro. Observa Pichardo
que al comprimirlo emite
desagradable olor, y que "su
cocimiento es eficaz para
los dolores de oídos". El
vulgo ha dado en llamar
cocuyo ciego a este coleóp-
tero, porque tiene la creen-
cia de que las lucecillas del
cocuyo son los ojos, cuando
precisamente las tiene en
la parte trasera. (Zool. esp.
Zophobas morio).
Cocuyo de fruto chico. Cub.
m. — Especie del árbol co-
cuyo (2.a acep.), de madera
mala e inútil, y tiene el
fruto cual su nombre in-
dica. (Bot. F. Sapotáceas ;
esp. Lúcuma dictyoneura,
Bent. et Hook.)
Cocuyo de sabana. Cub. m.
— Especie también silves-
tre del árbol cocuyo (2.*
acep.), que se desarrolla en
terrenos secos, de madera
roja clara, más recia que la
de aquél, y cuyo fruto en
decocción proporciona un
estimable tinte violado.
(Bot. F. S.; esp. Bumelia
retusa, Sw.)
Coche. Cub. m. — fam. — Véa-
se la frase 89 del Apéndice.
Tiene ios usos castellanos.
Cochihirviendo. Cub. adv. —
fam. — poco uso.— Esta voz,
de muy escaso viso, lo tie-
ne para reemplazar por
corrupción la locución fa-
miliar castellana "cochite
hervite", en su significado
de hacer una cosa atrope-
lladamente.
Cochinata. Cub. f. — Dícese
en algunos lugares, por co-
china joven, o cerda que
aun no ha sido madre.
Cochinilla (De). Cub. mod.
adv. — Empléase esta locu-
ción entre los curiales, para
referirse a asuntos que pro-
meten dejar poca o ningu-
na ganancia.
CODO
142 —
cogí
Cochinilla de la mar. Cub.
epic. f. — "Insecto del orden
de los ápteros masticado-
res, bien conocido y comu-
nísimo en las orillas del
mar, principalmente en las
murallas de la Habana (que
ya no existen), donde andan
por las piedras corriendo
ligerísimas y duplicadas a
favor de sus muchos pies".
Descripción literal de Pi-
chardo.
Cochino. Cub. epic. m. — Pez
abundante, de unos 25 a 30
centímetros, de cuerpo
aplastado y casi tan ancho
como largo, de color acei-
tunado obscuro, más páli-
do hacia el pecho, por don-
de toma un viso amarillo,
con dos o tres pequeñas lis-
tas azules sobre el hocico y
una debajo, boca chica con
dientes cortantes y cola en
forma de media luna. Es
comestible, mas no muy
apreciado. (Zool. F. Balis-
tidce; esp. Balistes vetula,
Lin.) Tiene las acep. casi.
Cochino. Cub. adj. — Aplícase
como aditamento. Véase
palo cochino.
Cochura. Cub. f. — En algu-
nos pueblos de la región
oriental, es un dulce hecho
con guayabas en almíbar,
que en otros lugares suelen
llamar malarrabia. Tiene
las acep. cast.
Codorniz. Cub. epic. f. — La
codorniz de Cuba, cuyo ori-
gen ha dado lugar a varias
opiniones (unos la reputan
de indígena, otros como
oriunda de Europa, y al-
gunos por importada de los
Estados Unidos), es de con-
figuración parecida a las
otras especies ele su género,
y en hábitos también, pero
con algunas particularida-
des propias, especialmente
en el plumaje, que en el
macho es de color de ta-
baco claro con manchas
blancas, y un moñito en la
cabeza, y la hembra es del
mismo color más pálido y
sin penacho. (Zool. F. Te-
traónidas; esp. Colinus cu-
banensis, Gould.)
Cofa. Cub. f .— Veas. .. agracejo
de sabana.
Coger. Amer. v. a. — muy
vulg. — Entre cierta gente
es sinónimo de "cohabi-
tar". El empleo propio de
este verbo no tiene en la
Isla prevenciones ni obs-
táculos, como en América
del Sur, donde únicamente
tiene la indicada acepción,
pues en Cuba se usa con
las acep. cast. Véase el gru-
po Coger en el Apéndice de
frases..
Cogida. Cub. f. — muy vulg. —
La adquisición de una en-
fermedad venérea.
Cogioca. Cub. f. — fam. — Sig-
nifica el afán de lucro en
algunos políticos que sólo
persiguen el medro perso-
nal. "Zutano dice que se
sacrifica por la Patria, pero
le gusta mucho la cogioca" .
(Et. De "coger").
coi
— 143
COJI
Cogollero. Cub. m. — Oruga y
su gusano que aíaca y des-
troza los sembrados de ta-
baco, por lo que constituye
una temible amenaza de los
cultivadores. Tiene un lar-
go de 3 a 4 centímetros, de
color que varía entre ver-
doso y pardo rojizo, con
líneas longitudinales blan-
cas o amarillas, y la cabe-
za dura con dos fuertes ga-
rras. Su metamorfosis en
mariposa tarda un mes, al
cabo del cual presenta las
alas anteriores parduscas y
las posteriores blancas con
borde obscuro. (Zool. F.
Noctuidce; esp. Chloridea
virescens, Fab.)
Cogollo. Cub. m. — Entién-
dese, por antonomasia, el de
caña de azúcar, que come
con gusto el ganado, y es la
parte más tierna y supe-
rior del tronco. Tiene los
usos castellanos.
Cogotudo, da. Cub. adj. —
Aplícase a la persona a
quien la posición social o el
dinero llenan de soberbia:
"Fulano se ha vuelto muy
cogotudo desde que se sacó
la lotería".
Coi. Cub. m. — desusada. —
Rectángulo formado con
cuatro palos, que sostienen
por los bordes una red o
un tejido cualquiera a ma-
nera de banasta, en el que
se depositan objetos do-
mésticos en las casas rús-
ticas, especialmente comes-
tibles, para defenderlos de
las hormigas, gatos, rato-
nes y otros animales, ya
que el coi se coloca siem-
pre colgado del techo. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Coi. Cub. m. — -Cuna rústica
de niño pendiente del te-
cho, a la manera del coi
(1.a acep.), de donde toma
nombre.
Coiatal. Cub. m.— Lugar po-
blado de cojates. Véase.
También se dice cojotal, e
impropiamente cuajatal.
Cójate. Cub. m. — Planta sil-
vestre que se desarrolla
unos dos metros en el in-
terior de los bosques, de
hojas grandes, largas, agu-
zadas por los extremos, y
flores rojas. Su pasto es
dañino para las vacas de
leche, sin que sea bueno
para los otros animales.
(Bot. F. Cingiberáceas; esp.
Amoviurn thyrsoideum erec-
tum). (Et. voz caribe, Za-
yas).
Cójate. Cub. m. — También
toma este nombre una
planta cultivada, parecida
a la anterior y más nom-
brada colonia (1.a acep.)
Véase.
Cojatiüo. Cub. m. — Planta
silvestre parecida al jengi-
bre, que se desarrolla a
orillas de ríos y arroyos.
(Bot. F, Cingiberáceas ; esp.
Renealmia amcena, A. Rich.)
Coijinúa. Cub. epic. f. — Véase
cojinuda. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Cojinuda. Cub. epic. f. — Pez
COLA
144
COLM
abundante, de íigura re-
gular, tamaño de unos 3
decímetros, de color pla-
teado, con la cola ahorqui-
llada, y los ojos negros con
cerco plateado. Alguna gen-
te tiene prevención contra
este pez por suponerlo con-
tagioso de ciguatera, cosa
no probable en peces pe-
queños, pero lo cierto es
que se trata de un bocado
agradable. Muchas perso-
nas, algunas ilustradas, pro-
nuncian cojinúa, porque
dicen que ésa es la forma
caribe, pero la gente -que se
i precia de hablar bien dice
cojinuda, que sin disputa
es forma más adaptable al
castellano. (Zool. F. Caran-
gidce; esp. Caranx crysos,
Mitch.)
Cojoha. Amer. f . — Nombre
antillano del árbol más co-
nocido por "quiebrahacha",
su nombre castellanizado.
En Cuba le dan . algunos
terminación masculina : co-
jobo. (Et. De cohobo,, voz
caribe).
Cojobo., Cub. m. — Así dicen
algunos por cojoha (véase),
con lo que se cubaniza la
voz, pero se corrompe su
origen indio.
Cofotal. Cub. m. — Algunos
dicen así por cojatal. Véase.
Cola de león. Cub. f. — Plan-
ta más conocida por bas-
tón de San Francisco. Véa-
se.
Cola de ratón. Cub. f. — Es-
pecie de cordoncillo, regu-
larmente de seda, usado
para adornar los vestidos
de mujer.
Colchoneta. Cub. f. — El tíni-
co significado de esta voz
en Cuba, es para designar
una especie de colchón del-
gadísimo para cama. La
"colchoneta" indicada por
la R. A. se llama en la Isla
únicamente cojín.
Colector. Cub. m. — El en-
cargado o dueño de una o
varias colecturías. Véase.
Colectaría. Cub. f. — Esta-
blecimiento, con título con-
cedido por el Estado, d^nde
se expenden los billetes de
la Lotería Nacional de-
Cuba.
Coleta. Cuh. f. — La tela co-
leta azul. Véase. Tiene el
uso más corriente caste-
llano.
Coleta azul. Cub. f. — Tejido
de algodón o de lino, or-
dinario, de color azul de
prusia con líneas blancas
del ancho de dos hilos a la
urdimbre, qué también se
llama coleta, acosta y lis-
tado acosta.
Cc-ígadizo, Cub. m. — Especie
de cobertizo, con tejado a
una sola corriente. Pero su
uso principal, sobre todo
en los pequeños pueblos, lo
tiene para indicar les so-
portales de las casas de
madera. También se dice
impropiamente portal.
Colmena. Cub. f. — Véase la
frase 205 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
COLÓ
145 —
GOME
Galonease* Cub. subs. co-
mún, y adj. — La persona
nacida en la villa de Colón.
Coloaense. Cub. adj. — Aplí-
case a cosas de osa locali-
dad.
Colonia. Cub. f. — Preciosa
planta culüvada en jardi-
nería para formar espesos
macizo?, que alcanza dos
metros de elevación, de ho-
jas lanceoladas grandes, que
florece varias veces en el
año, y sus flores tienen
bello aspecto y agradable
olor, semejante al agua de
Colonia, de donde toma
nombre. También se llama
lobo, boca de lobo, lengua
de lobo, cójate (2." aoep.) y
pepú. Bot. F. Cingiberá-
ceas; esp. Alpinia nutans,
Rose.) Tiene los usos caste-
llanos.
Colonia» Cub. f. — Dícese a la
finca sembrada de caña de
azúcar. Quizá provenga este
nombre de las colonias que
se formaban de negros es-
clavos para cultivar ese
producto.
Coloniaje. Amer. m. — -Dícese
con marcado desdén e la
época de dominación espa-
ñola.
Colosao. Cub. m. — El que cul-
tiva una colonia (véase).
Carece de los usos caste-
llanos como substantivo.
Colono. Cub. m. — fam. — JSn
la jerga comercial, es el
detallista que goza de la
protección mercantil de un
almacén.
Colono, na. Cub. adj. — Aplí-
case a la cabalgadura de
pelo amarillento con la crin
blanca.
Colorado. Cub. m. — desusa-
da.— La fiebre conocida por
"escarlatina". Tiene los
usos casi de adjetivo.
Columpio. Cub. m. — Suelo
oirse en algunas localida-
des por "mecedora" . No por
eso ha perdido su verda-
dero uso casi.
Cocaay. Cub. f. — vulg. — Oye-
se como tratamiento entre
la gente de color, por co-
rrupción de "comadre",
para referirse a mujer.
Combina. Común, f. — vulg.—
Entre el populacho de Es-
paña y América suele oirse
esta voz. que es apócope de
"combinación".
Comebolas. Cub. común. —
fam. — Dícese a la persona
tonta y que se deja enga-
ñar fácilmente, hasta cre-
yendo aquéllo que parezca
más inverosímil. En caste-
llano existe el mote de ira-*
gabolas, para denotar an-
chas tragaderas, en sentido
metafórico, aunque no lo
consigne la R. A., y acaso
se derive por analogía de
ésa, ia voz cubana.
Cosneeará» Cub. m. — "Árbol
elevado en Bayamo, Cuba
(Santiago) y Guantánamo:
una especie con frutas ama-
rillas y ia otra negras, algo
mayores que granos de ca-
fé, que comen los mucha-
chos". Esto dice Piehardo,
10
COSIP
148 —
COKC
quien a su vez lo toma del
Dr. Gundlach.
Comedero» Cub. m. — Cada
lugar en los potreros o de-
hesas donde come tempo-
ralmente el ganado. Véase
el refrán 34-a del Apéndi-
ce. Tiene los usas cast.
Comedero. Cub. m. — fig. y
fam. — Lugar que frecuen-
ta un hombre determinado
para celebrar la apoteosis
de una aventura amorosa.
Algunas veces se dice a la
casa de citas.
Comején. Cub. m. — Véase el
refrán 15-a del Apéndice.
Tiene el uso cast.
Comer. Cub. v. a. — fig. y fam.
Con este verbo, sacándole
del círculo de sus funcio-
nes propias, se construyen
algunos giros graciosos que
pueden verse en el grupo
de su nombre en el Apén-
dice de frases.
Cometón» Común, m. — El ju-
guete de muchachos llama-
do "cometa'1, cuando es de
tamaño grande.
Compa. Cub. común. — vulg.
Apócope de "compañero"
que suele oírse entre gen-
te de baja estofa, sin per-
der su significado propio,
aunque más parece indicar
amigo íntimo. Véase ñero.
Gompay. Cub. m. — vulg. — ■
Corrupción frecuente entre
los negro3, de la voz "com-
padre". Véase comay.
Componte., Cub. m. — Castigo
con palo, vergajo, etc., es-
pecialmente cuando son
agentes de la autoridad
quienes así castigan, de
donde se ha formado el
verbo compontear: "La
Guardia Rural ha dado
componte a Fulano". (Et.
Probablemente de "compo-
ner", en sentido irónico).
Coinponteadura. Cub. f. —
Acción y efecto de com-
pontear. Véase.
Compontear. Cub. v. a. — Dar
componte. Véase. "En el
cuartel dieron componte a
alguno, porque sentí gri-
tos"; o así: "En el cuartel
compontearon, efe".
Comprometido, da. Común.
adj. — Lo mismo que "deli-
cado", "embarazoso" : "Car-
go muy comprometido'";
"situación comprometida'" .
Conasí. Cub. m. — Dicen así
algunos incorrectamente al
árbol ponasí. Véase.
Co&coní. Ctíb. m. — Especie
de grillo pequeño que se
encuentra regularmente en
las costas. (Et. Voz india).
Concuño, ña. Cub. m. y f. —
Los maridos de dos herma-
nas o las esposas de dos
hermanos son concuños en-
tre sí. Es apócope muy
aceptable de "concuñado,
da" que describe la R. A.
no con mucha claridad, por
cierto.
Concurrido, da. Común, adj.
— Denota que hay concu-
currencia: "Tertulia con-
currida''1; "baile concurri-
do", o "paseo poco concu-
rrhlo". Parece mentira que
CONCH
— 147 —
CONB5
la R. A. no haya recogido
esta casticísima voz.
Concha. Cub. f. — El cigarro
puro o tabaco de figura co-
rriente, pero aproximada-
mente de la mitad del ta-
maño ordinario. Tiene las
acep. cast.
Concha (De). Cub. adj.—
Aplícase como aditamento
al color moro (blanco) de
las cabañerías, cuando está
salpicado de manchas prie-
tas semejantes a conchas.
Conchita azui. Cub. f. — Es-
pecie del bejuco de Con-
chitas (véase), de flores
azules.
Conchita blanca. Cub. f. —
Especie del bejuco de Con-
chitas (véase), de flores
blancas.
Conchita punzó. Cub. f. —
Tipo del bejuco de Conchi-
tas (véase), de flores en-
carnadas, más conocido por
papito de la reina. Véase.
Conchucharse. Cub. v. recíp.
— fam. — Confabularse, po-
nerse de común acuerdo,
siempre con algún fin re-
prensible: "Varios miem-
bros de la Directiva se con-
chucharon para votar en
contra del proyecto". (Et.
Probable corrrupción de
"conchabarse", sinónimo en
castellano).
Conchuchearse. Cub. v. re-
cíp.— vulg. — Algunos dicen
así, con marcada incorrec-
ción, por conchucharse.
Véase.
Conchucheo. Cub. m. — Ac-
ción y efecto de conchu-
charse. Véase.
Condenado. Cub. epic. m. — •
Pez de regular tamaño y
coloración corriente, con
fajas oblicuas amarillas por
debajo. (Zool. F. Ho?mu-
lida?; esp. H-oemulon flavo-
lineatum). Tiene los usos
castellanos de adjetivo.
Condón. Común m. — La ves-
tidura del órgano genital
empleada en los coitos sos-
pechosos. Algunos dicen ca-
miseta, y en castellano tam-
bién se conoce por preser-
vativo higiénico. Segura-
mente que por repugnan-
cia, palmariamente divor-
ciada de la tarea de hacer
diccionarios, la R. A. no ha
recogido esta voz, que no
cabe tacharla de anglicis-
mo porque se derive del
apellido de su inventor.
Condnctor. Cub. m. — En los
trenes, tranvías, automóvi-
les de línea, etc., no es el
individuo que conduce o
guía el vehículo, siuo el
verdadero revisor, que va
encargado del orden, ex-
pende 0 requisa los billetes
o viajeros, y es, en suma,
quien ordena al conductor
auténtico. Tiene las acep.
cast.
Conectador* Común, m. — Re-
cibe este nombre cualquier
aparato que sirve para co-
nectar: "Un conectador
eléctrico".
Conejo. Cub. epic. m. — Pez
de rara figura, que crece
GONG
148
CONT
hasta un metro, de cuerpo
alargado y comprimido, eon
la aleta dorsal tres veces
más alta que el cuerpo y a
todo lo largo del lomo, con
el hocico muy alargado y
la boca muy hendida, de
color plateado con visos
azules. No es comestible.
(Zool. F. AlepisauHdoe ; esp.
Alepisaurus altivelis, Poey)
Tiene el uso principal cas-
tellano.
Confianzado, da. Común, adj.
— Aplícase a la persona que
se toma demasiada confian-
za con otra que no se la ha
ofrecido. Una de tantas vo-
ces castizas que no figuran
en el Dic. de la R. A. (Et.
De "confianza").
Confitólo. Cub. m. — Nombre
que le dan algunos a la
planta artemisiila. Véase.
(EL De "confite1").
Confortable. Común, adj.- —
Lo mismo que "cómodo".
(Et. De "confortar").
Congo., Cub. m. — desusada.—
Los huesos de la parte in-
ferior en las patas de los
cerdos. Otros dicen así a
toda la pata. Empléase tam-
bién para designar al na-
tivo de esa región africana.
Véase la frase 193 del
Apéndice.
Gongo. Cub. m. — Cierto baile
en pareja, propio de gen-
tualla.
Congo. Cub. m. — Baile por el
estilo del anterior.
Conguito. Cub. epic. m. — En
la región oriental, dicen así
algunos, por el plumaje ne-
gro, al pájaro mayo o ma-
yito. Véase.
Conguito. Cub. m. — En la
misma comarca, una es-
pecie de camarón prietuzco
y sin pinzas. (Et. Diminu-
tivo de congo).
Contado reMoso (Al). Cub.
loe. adv. — vulg. — Equivale
a decir sencillamente: "al
contado"; y si familiarmen-
te se añade rabioso, es por
dar más fuerza a la expre-
sión, pero no la tiene el
efecto: "Yo pago siempre
al contado rabioso'".
Contenta. Cub. f. — desusa-
da,— Documento a modo de
pacto, por el cual un acree-
dor se compromete a perci-
bir en pago total de una
deuda, parte de ella. Tiene
los usos de adjetivo caste-
llano.
Contesta. Amer. f. — vulg. —
Dícese por apócope de
"contestación", sin que
pierda su verdadero signi-
ficado: "Escribí una carta
a Jaime, y no obtuve con-
testa"'.
Contra. Cub. í. — Pequeña dá-
diva, en el comercio, de
vendedor a comprador, co-
mo una manifestación de
gracias per el consumo
hecho: "¿De qué quiere
usted la contra? — De agu-
jas *. Parece algo contrario
a lo que la voa representa
en castellano. En España se
dice "adehala"; en la re-
gión oriental de Cuba y en
CONT
— 149 —
OONV
Colombia, ñapa; en Salva-
dor, ajuste; en Costa Rica,
alipego, y llapa o yapa, en
América del Sur. Tiene las
acep. cast.
Contra (De). Cub. mod. adv.
— Equivale al adverbio
"además", y es tomado de
la voz anterior: "Fulano se
arruinó en el negocio, y de
contra perdió la salud".
"Me convidaron a comer, y
de contra, •& pasear en au-
tomóvil".
* Contracandela. Cub. t. — El
fuego que se aplica a un
sembrado (particularmente
de caña) a favor del viento,
cuando se declara un in-
cendio; y se hace con el fin
de que se encuentren los
dos fuegos, para impedir
que se propague a los te-
rrenos vecinos. (Et. De
"contra" y "candela").
Contracorriente, Común, f.
— Corriente contraria.
Contrajudía» Cub. í. — "En el
juego del monte, la carta
contraria a la judía", dice
Pichardo.
Contramaestre, Cub. epic.
m. — En Cabo Cruz llaman
así al ave más conocida por
rabijunco. Véase. Tiene las
acep. cast.
Ga«iramaestrico. Cub. epic.
m. — Llámase así a la ga-
viota pequeña, por su se-
mejanza con el contramaes-
tre. Véase.
Contrapunteo. Común, m. —
Controversia acompañada
de palabras o frases provo-
cativas. Es palabra caste-
llana, no catalogada por la
R. A., que acepta en tal
sentido el verbo "contra-
puntear".
Contrayerba. Árner. f.-Hier-
ba silvestre como de un pie
de altura, que se desarrolla
en terrenos yermos, muy
ramosa, de hojas dentadas,
flores muy chicas, amari-
llas, que es un buen reme-
dio casero para dolores de
vientre. No es la "contra-
hierba", americana tam-
bién, aceptada por la R. A.,
de la familia de las mó-
reas. (Bot. F. Compuestas;
esp. Fluveria, repanda
Lag.)
* Cómico. Cub. m.— -"Parcela
de tierra que concedían en
Cuba los dueños a sus es-
clavos para que éstos la
cultivasen por su cuenta".
La R. A. da por anticuada
esa voz, según se despren-
de de esa definición suya,
puesto que hace ya muchos
años que cesó la esclavi-
tud; pero es lo cierto que
tal palabra se sigue usando,
para indicar una finca pe-
queña con un bohío que
habita el único agricultor
que explota el terreno.
También se dice eunuco.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Convulsión. Común, f . — fig.
Equivale a "motín", y más
propiamente revolución de
carácter político. Tiene la
otra acep. cast., sin que
COPA
150 —
COPE
ésta deje de serlo tanto
como la otra.
Convulsivo. Amer. m. — Dí-
cese que lo es el revolucio-
nario. En Cuba se dice:
"Un convulsivo de agosto";
"los convulsivos de febre-
ro"; aludiendo a las revo-
luciones de 1906 y 1917
respectivamente. Tiene los
usoa cast.
Cono. Cub. m. — vulg. — Esta
voz que en castellano ca-
rece • de significado, y se
concreta a ser una inter-
jección mal sonante (y da-
mos estas explicaciones por-
que la R. A. no ha catalo-
gado la palabra), en Cuba
se toma en mal sentido, si
se intercala en alguna con-
versación, pues general-
mente, lleva este nombre
el órgano genital de la
mujer.
Copa-'. Amer-. m. — Árbol sil-
vestre que se desarrolla en
las márgenes de los ríos u
otros lugares húmedos, de
hojas compuestas con ho-
juelas enteras, coriáceas,
elípticas y lustrosas por la
haz, flores de cuatro pé-
talos blancos., y que produ-
ce la resina balsámica tan
afamada de su nombre,
utilizada en terapéutica y
en la confección de barni-
ces. Tal parece que se tra-
ta del "copayero" o la "co-
paiba" de la R. A., pues
sólo se diferencian en la
familia de que forman par-
te, si no hay error en esto.
(Bot. F. Burservceas; esp.
Protium heptaphyllum,
March.) (Et. Del azteca
copatli).
CopaliSlo. Cub. m. — Árbol in-
dígena y silvestre de me-
dianas proporciones, de
madera dura, compacta, fi-
na, de color amarillo ro-
jizo con vetas más obscu-
ras. (Bot. F. Verbenáceas;
esp. Vitex rigens, Gr.)
Copaliüío. Cub. m.- — Otro ár-
bol también indígena y sil-
vestre llamado canelillo
(1.a acep.), cuyo nombre
debiera prevalecer, para
evitar confusiones, de no
ocurrir que haya otros tres
árboles llamados canelülos,
por lo que no se evita la
confusión ni en una ni en
otra forma. Esta especie de
copalülo es de buena ma-
dera de color amarillo ro-
sáceo. (Bot. F. Sapindáceas ;
esp. Thoninia nervosa).
Copalülo. Cnb. m. — Véase
chicharroncillo de costa.
CopelcSlSo. Cub. m. — Árbol
semiparásito, puesto que, a
pesar de su buena corpu-
lencia, necesita el apoyo de
otro árbol, de hojas ovales
muy obtusas y flores blan-
cas. (Bot. F. Clus iáceas;
esp. Clusia alba, Lin.)'
Copeicillo de manglar. Cub.
m. — Especie del árbol an-
terior que se desarrolla en
terrenos cenagosos. (Bot. F.
C; esp. Clusia venosa, Lin.)
Copete. Cub. epic. m.— Véa-
se batista (1.a acep.).
C0P3
— 151 —
CORA
Copetuda. Cub. f. — La plan-
ta y su flor amarillenta,
descritas por la R. A. con
los nombres de "maravi-
lla", "clavelón" y "flor de
muerto", nombres los dos
últimos que también recibe
en Cuba, y además los de
clavel de muerto, clavel y
flor de Indias y escarolada.
Hay una variedad de flores
rojas llamada chambergo.
Véase.
Copey. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de todo terreno, cu-
ya elevación oscila entre
12 y 14 metros, de mala
madera, que produce por
ligera incisión una especie
de goma amarillenta y ve-
nenosa, de la que también
participan los demás ór-
ganos de la planta; tiene las
hojas ovales, algo coriá-
ceas, ñores en pinas rojas
o amarillosas, grandes, y
fruto de tamaño de naran-
ja, venenoso, que comen los
murciélagos. Otros dicen
cupey por corrupción. Nos
parece que este árbol es el
que describe la R. A. con el
nombre de "gutagamba", o
al menos, muy semejante.
de la misma familia. (Bot.
F. Guiíferas; esp. Clusia
rosea, Lin.) (Et. Voz cari-
be, que significaba "brea"
o "chapapote").
Copey bera. Cub. m. — Al-
gunos autores, entre ellos
Pichardo, escriben así en
lugar de copey vera. Sobre
esta incorrección, véase lo
apuntado en la voz bera.
Copey vera. Cub. m. — Hay
cuatro árboles silvestres
semejantes entre sí, que
reciben este nombre co-
mún. Tienen madera dura,
compacta, elástica, de co-
lor amarillento rojizo, más
o menos claro. (Bot. F.
Ternstremiáceas ; esp. prin-
cipal : Ternstrcemia obova-
lis, A. Rich.)
Coqid. Cub. m. — Según Za-
yas, "insecto de lugares
pantanosos, de monótono e
incesante chirrido". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Coquülo. Cub. m. — antic. —
Tela blanca y gruesa de al-
godón, que fué suplantada
por el dril.
Coquito. Cub. m.-Así llaman
algunos a la planta cebo-
lleta. Véase.
Coral. Cub. m. — El árbol co-
ralillo. Véase.
Coralillo. Cub. m. — Árbol
cultivado de hermoso fo-
llaje, de hojas compuestas
con hojuelas ovales, lisas,
flores pequeñas en espigas,
fruto en legumbre con se-
millas rojas, duras y lus-
trosas, que se utilizan para
collares y otros adornos, a
manera de coral. También
se dice coral, coralín y co-
ralito. (Bot. F. Legumino-
sas; esp. Adenanthera pa-
vonina, Lin.) (Et. De "co-
ral".)
Coralillo blanco. Cub. m. —
Bejuco o enredadera culti-
vada en jardinería, escasa
CORO
152 -
COED
y muy estimada para rami-
lletes por sus flores blan-
cas en espiga; es muy fron-
dosa y florece en invierno.
(Bot. F. Poligonáceas; esp.
Brunichia cirhosa, Gaertm.)
Coralillo rosado. Cub. m. —
Enredadera perenne, abun-
dante, cultivada para cer-
cas y emparrados, con flo-
res rosadas todo el año.
(Bot. F. Poligonáceas; esp.
Antigonum leptopus, Eook).
Coraüín. Cub. m. — El árbol
coralillo. Véase.
Coralito. Cub. m. — El árbol
coralillo. Véase.
Corasí. Cub. m. — Mosquito
que habita en los bosques,
de cabeza rojiza, y cuya
picada es muy dolor-osa,
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Corazón de cabrito. Cub. m.
— Una planta ornament?.!.
(Bot. F. Aroideas; esp. Ca-
ladium bicolor, Vent.)
Corcovio. Amer. m.-Gorrup-
ción de "corcovo".
Corcho. Cub. rn. — Especio de
colmena hecha del tronco
de" un árbol ahuecado, re-
gularmente de palma, y en
algunos casos ceñido con
flejes o aros de hierro. Tie-
ne los usos casi.
Corcho. Cub. m. -Vegetal ex-
clusivo de Cuba, del que
suele verse algún boscaje
en la región occidental, en-
tre Candelaria y Pinar del
Río, y que es "represen-
tante de una Flora ya ex-
tinta". (Bot. F. Cicadáceas ;
esp. Mierocycas colocoma,
A. D. G.)
*CordeL Cub. m. — Medida
agraria equivalente a 414'38
centiáreas (no 414, como
asegura la R. A.). En me-
didas cubanas equivale a
la 324* parte de una caba-
llería, o sean: 576 varas
cubanas cuadradas. Y en
medida lineal tiene 24 va-
ros" cubanas (antiguamente
eran 25), o sean 20'352 me-
tros. Tiene los otros usos
castellanos.
Cordillera (Por). Amer.
mod. adv. — antic. — Decíase
con respecto al reo o do-
cumento oficial que se con-
ducía de jurisdicción en ju-
risdicción, siendo respon-
sable el Juez Pedáneo ea
cada una de su puntual
conducción.
Cordobán. Cub. m. — Árbol
silvestre que se desarrolla
en todo terreno hasta cin-
co metros de altura, de
tronco delgado, que sum-
nistra buena madera; ai
semilla la come el ganado
porcino y también algums
aves de corral. (Bot. F. M?-
lastomáceas; esp. Miconw
cennotkrina) .
Cerdofeáa. Cub. m. — Otro ár-
bol silvestre muy distinta
del anterior, puesto qufe
casi es acaule, con hojts
en rosetón, oblongas, li-
neales, puntiagudas, pur-
púreas en la parte infe-
rior, y flores con pétalos
blancos. (Bot. F. Commeli-
C0.1N
153
CORO
náceas; esp. Tradescantia
discolor).
CordobancíHo. Cub. m. — Es-
pecie del cordobán (i."
acep.), que se diferencia
en ser de proporciones más
reducidas. (Bot. F. Melas*
fornáceas; esp. Packyanthus
poiretii, Gris.)
Cordcbaacillo de arroyo.
Cub. m. — Especie parecida
a la anterior, de mala ma-
dera, que se desarrolla en
terrenos húmedos. (Bot. F.
M.; esp. Miconia latvigata,
D. C).
CordobancíHo peindo. Cub.
m.- — Otra especie sin im-
portancia del cordobancülo.
(Bot. F. M.; esp. Miconia
ibagv,ensis).
CordobancíHo rosado. Cub.
m. — Tipo parecido a los
dos anteriores, de flores ro-
sadas. (Bot. F. M.; esp.
Conostegia xalapensis,!^)^.)
Cordón cerrado. Cub. m. — El
aguardiente de alta gra-
duación. Véanse apuntado
de cordón y medio cordón.
Cordón sanitario. Común, m.
—Vigilancia que se ejerce
en un lugar atacado por
alguna epidemia, para im-
pedir su propagación.
Cor!. Cub. epic. m. — antic. —
Primitivo nombre del co-
nejillo de India6; hoy más
conocido por "curiel". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Cornuda. Común, epic. f. —
Nombre más común en
Cuba del temible tiburón
aceptado por la R. A. con
los de "cornudilla" y "pee
martillo".
Cornuda de corona. Cub.
epic. f. — Dos especies her-
manas del tiburón antes in-
dicado, que tienen la cabeza
menos ancha, con la forma
de martillo casi perdida y
que alcanzan mucho menos
tamaño.
Gorofal. Cub. m. — Lugar po-
blado por las palmas llama-
das "corojos" (aceptada
esta voz por la R. A. como
americanismo).
Coralito. Cub. m. — fam. —
poco uso. — Dícese metafó-
ricamente a la persona o
animal rechonchos. (Et.
Diminutivo de- "corojo").
Corólo de Guinea. Cub. m. —
Es una variedad exótica de
la palma conocida por co-
rojo espinoso, o simple-
mente "corojo", cual la
acepta la R. A. Crece más
ésta y su fruto abunda más
en aceite que sus congéne-
res. (Bot. F. Palmas; esp.
Elais guineensis, Lin.)
Corojo de Jamaica. Cub. m.
—Especie cuyo tronco pa-
rece un cono invertido des-
de el vientre hasta la base,
y está rodeado de anillos
con aguijones, tiene seg-
mentos de hojas lineales,
flores en espádice con la es-
pata velluda, y el pedún-
culo con aguijones negros,
y fruto en drupa depri-
mida y globosa. (Bot. F.
P. esp ; Acrocomia lasiospa-
ta, M.).
COEO
— 154
COKO
Corólo espinoso. Cub. m. —
Es el corojo que describe la
R. A., también conocido con
su nombre simple en Cuba;
pero esa docta Corporación
lo describe tan lacónica-
mente, íjue precisa de más
detalles por tratarse de una
muy estimable especie bo-
tánica en Cuba. Es una pal-
ma silvestre, que se eleva
no más de 5 metros, con el
tronco muy grueso en el
centro, adelgazando hacia
los extremos, a la manera
de dos conos unidos por la
base, cubierto, así como las
pencas, de aguijones largos
y finos; el fruto, que lleva
también el nombre de "co-
rojo", es casi esférico, algo
mayor que una nuez, y en-
tre su cascara amarillenta
y la semilla (que es una al-
mendra muy agradable, re-
vestida con dura corteza),
hay una materia blancuzca
y grasosa, medicinal, lla-
mada aceite o manteca de
corojo; este fruto se pro-
duce en racimos, y los ta-
llos que los sostienen cons-
tituyen un pasto excelente,
además de poseer propie-
dades medicinales contra el
asma. Con las pencas se
desarrollan unos filamentos
muy largos y resistentes,
llamados pita de corojo, de
los que se hacen buenas so-
gas, y, sueltos, se utilizan
para pescar.
Corona. Cub. f. — Dícese así a
las hojas más elevadas en
la planta de tabaco. Tiene
los usos castellanos.
Corona. Cub. f. — Nombre de
una vitola de cigarro puro,
de tamaño corriente.
Corona. Cub. adj. — Empléase
como sobrenombre de algu-
nas especies botánicas o
zoológicas, cual cornuda de
corona.
Corona de la tierra. Cub. f.
— Arbusto de hermoso as-
pecto, de ramas y brazos
trígonos, que contienen lá-
tex medicinal muy eficaz
para los callos y los oídos.
Hay dos especies. (Bot. F.
Euforbiáceas; esp. princi-
pal : Euphorbia trigonia,
Haworth).
Coronado. Cub. epic. m. —
Pez que suele pasar de un
metro de largo y cien li-
bras de peso, y es el más
peligroso de contagio de
ciguatera, su enfermedad
endémica; es de cuerpo
alargado, cabeza cónica con
la boca muy hendida, es-
camas finas, de color verde
pálido muy bonito, con una
fajita amarilla que parte
de los ojos y recorre todo
el cuerpo. Hay otra especie
menos común, más peque-
ña, no tan peligrosa y del
mismo nombre. (Zool. F.
Carangidos; esp. Serióla la-
laudi. Cuv.) Tiene el uso
castellano.
Coronado. Cub. m. — fig. y
fam. — El marido a quien
su esposa es infiel. Equiva-
le al castellano "cornudo",
COERE
que en Cuba se dice ta-
rrudo.
Coronar. Cub. v. a. — flg. y
fam. — La acción de la mu-
jer infiel con respecto al
marido. A pesar de no po-
der asegurarlo, hubiéramos
supuesto que esta acepción i
tiene origen, o por lo me-
nos uso, en España; de to-
das suertes, es palabra no
exenta de gracia y limpie-
za de dicción, que bien po-
día desterrar más de cua-
tro indecentes expresiones
usuales en la Península y
en América. Tiene las acep-
ciones castellanas.
Corone!. Cub. m. — Llaman
así los muchachos a una
cometa de papel, de figura
rectangular. Tiene las acep.
caat.
Coronel. Cub. m. — fig. y fam.
— Dícese festivamente al
marido engañado. (Et. De
coronado (2.a acep.) Véase.
Corral. Cub. m. — desusada. —
Finca grande, con aguada
abundante, destinada a la
cría de ganado, cuya exten-
sión era de 421 caballerías,
equivalentes a unas 4 leguas
corraleras o 36.625 corde-
les; o sean 5.651 '42 hectá-
reas. También se decía co-
rral de asiento.
Corral de asiento. Cub. m. —
desusada. — Véase corral.
Corral de Concejo. Cub. m.
— El que se destinaba en
cada Concejo para deposi-
tar los animales extravia-
dos, que eran subastados si
en el término estipulado no
se presentaba su dueño a
recogerlos.
Corral falso. Cub. m. — El
corral pequeño que se tenía
distante del corral de asien-
to, para guardar provisio-
nalmente el ganado, a fin
de evitar largas caminatas.
Corraliílo. Cub. m. — Lugar
destinado a la cría de cer-
dos, regularmente dentro
de una finca donde se cría
ganado vacuno.
Correccional. Cub. m. — Véa-
se Juzgado Correccional.
Correcorre. Cub. m. — fam. —
Huida desordenada de gen-
te, por motivo de algúii es-
cándalo, alboroto o trage-
dia: "Sonó un disparo, y
se formó tal correcorre, que
no quedó nadie para con-
tar lo sucedido".
Corregir. Cub. v. n. — Eva-
cuar el vientre. Tiene las
acep. cast.
Correlativo, va. Cub. adj. —
vulg.-Suele oirse entre gen-
te inculta en lugar de "fre-
cuente", "corriente", "co-
mún", en lo que no existe
ninguna correlación: "Es
muy correlativo que los
trenes vengan con retraso
en tiempo de zafra". Huel-
ga toda crítica.
Correr, Cub. v. n. — Partici-
par con júbilo de fiestas
populares: "Este año voy a
correr los carnavales a la
Habana". Tiene los usos
castellanos.
Correrse. Cub. v. ref. — fam.
OOET
- 156 —
GOTO
— Marcharse solapadamente
de un lugar: "Jorge se co-
rrió antes de que le com-
prometieran a cantar". Es
sinónimo, en el mismo fa-
miliar estilo, de rajarse y
abrirse, que suenan más a
vulgaridad.
Correrse. Cub. v. reí. — vulg.
— Tener derrames espermá-
ticos nocturnos; padecer
espermatorrea.
Corrida. Cub. f. — Véase arri-
buzón (1.a acep.), que es el
cubanismo acep. por la
R. A, Tiene las acep. cast.
Corrida. Cub. f. — Acto de co-
rrerse (2.a acep.). Véase.
Corromper. Cub. v. a. — vulg.
— Mover el vientre de al-
guna persona o animal por
medio de purgante, lava-
tiva, etc.
Cor-ruto. Cub. m. — En la re-
gión oriental se dice a la
matraca. En otras partes
d ícese caraira.
Cortadera. Arner. U — Hierba,
común en terrenos panta-
nosos, de cuyo tallo parten
unas hojas de borde cor-
tante, de que recibe nom-
bre, que sólo come el gana-
do como último recurso.
(Bot. F. Ciperáceas; esp.
Cyper<üs olfersianus, K.)
Corte Correccional. Cub. f.
— Audiencia o juicio para
delitos menores que se ce-
lebra en un Juzgado Co-
rreccional.
Corto. Cub. adj. — fam. —
Véase la frase 4 del Apén-
dice. Tiene las acep. cast.
Corúa. Cub. epic. f.-Ave pal-
mípeda marina de color
obscuro y carne poco esti-
mada, que describe la R. A.
con lo» nombres de "mer-
go" y "cuervo marino".
(EL Voz caribe, Z&yas).
Corúa. Cub. f.— vulg. — Df-
cese a la meretriz de baja
estofa.
Coscorrón*. Cub. m. — Espe-
cie de galleta redonda, dul-
ce y esponjosa. No tiene el
uso castellano, substituido
en Cuba por cocotazo (1.a
acep.).
Cosaca. Cub. f. — Especie de
líber o película que cubre
los granos de maíz en las
mazorcas. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Gótica. Cub. epic. f. — Dimi-
nutivo de "cotorra". Tam-
bién se emplea la forma
castellana.
Cotica. Cub. f.— flg. y fam. —
Dícese por "cotorrita", a
una niña muy habladora.
Cotia. Arner. m. — La tela
gruesa, rayada o adamas-
cada, que se emplea para
cortinas, hamacas, etc. La
R. A. acepta "ootP. (Et.
Del francés coutil).
Cotoaí. Cub. m. — Un lienzo
de algodón ordinario y
blancuzco. (Et. Corrupción
de cotonía.
Cotorra. Cub. epic. f. — fam.
—Véanse las frases 6, 23 y
81, y el refrán 12 en los
respectivos Apéndices. Tie-
ne los usos castellanos.
Cotorrita. Cub. epic. f. — Di-
CRAV
— 157
CKES
cese al insecto semiesfé-
rioo, de color rojo y cabeza
negra, que se alimenta de
pulgones y parásitos de las
plantas, por lo que resul-
ta un buen defensor del
campesino, y se conoce en
castellano por "mariquita".
Cotorro. Cub. epic. m. — Así
llaman algunos al pez ca-
gón. Véase.
Cotaodo. Cub. epic. nx. — Co-
rrupción de cotunto, que es
el cubanismo aceptado por
la R. A. Véase.
*CotaEto. Cub. epic. m.— "En
Bayamo, sijú". Esto dice
la R. A., pero es de adver-
tir que esa voz está bas-
tante generalizada en la Is-
la. Véase cuco. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Crápsila. Cub. m. y adj. — Dí-
cese a un individuo del
bampa. Algunas veces se
emplea como adjetivo:
"Ramón es un crápula", o
así: "Ramón es muy crá-
pula". Véase la acep. si-
guiente.
Crápula. Cub. f. — Esta voz
toma forma femenina cuan-
do es nombre colectivo;
esto es, cuando determina
un conjunto de individuos
crápulas: "''En tal barrio bay
mucha crápula7'. Carece del
uso castellano.
Crapuloso, sa. Cub. adj. —
Denota cualidad de crápula.
Véase. "Hombre crapulo-
so"; "gente crapulosa".
Cravot va. Cub. m. y f. — Co-
rruptela, entre negros, de
"esclavo, va".
Crema. Cub. f. — Cigarro puro
de tamaño y forma de bre-
va, pero con cuatro aristas,
que adquiere al ser pren-
sado en la caja, que las
contiene. Tiene las acep.
cast.
Crequeté. Cub. epic. m. —
Ave de unos 25 centíme-
tros, de color cenizo, con
manchas verdes en eí cuer-
po y blancas en las alaa, de
pico anche, corto y hendi-
do; es diurna y nocturna.
Es sedentaria de Cuba y
emigra en ei otoño a regio-
nes más cálidas. El nombre
es la onomatopeya de su
grito molesto, que otros
traducen por caracatey y
querequeté. (Zoo!. F. Ca-
priraulgida? ; esp. Chorde-
tes minar, Cabanis).
Crequeté. Cub. epic. m. —
Tipo parecido al anterior,
de mayor tamaño, plumaje
gris y rojizo. Es ave de paso
procedente de América del
Norte, que sólo se ye en
Cuba algunos días de mayo
y octubre. No emite el gri-
to de la especie anterior.
(Zool. F. €.; esp. Ch. tnr~
ginianus, Gmel).
Crespo, Cub. m. — Bucle, ri-
zo ensortijado y pendien-
te de ios niños, que en Cuba
so conoce más con el nom-
bre castellanizado del fran-
cés "tirabuzón". Tiene los
usos cast. de adjetivo.
Cresta de gallo. Cub. f. — El
ORÍS
158
CUAB
árbol más conocido por
pito. Véase.
Creyón, Común m. — El car-
boncillo de dibujar, y no
lápiz, como dicen algunos
diccionarios. Es un galicis-
mo muy generalizado y de
los más aceptables. (Et.
Del francés crayon, lápiz).
Cría muerta. Cub. f. — Llá-
mase cría muerta a la re-
cién nacida, en los casos de
venta de sus padres, con
lo que trata de indicarse
que sin figurar en el com-
promiso de venta con res-
pecto al precio, será entre-
gada al comprador gratui-
tamente. No cabe mayor
absurdo, pero ¡cualquiera
pone coto a la manera de
hablar del pueblo! Véanse
las frases 45 y 179 del
Apéndice.
Crinolina. Cub. f.— Tejido de
algodón, grueso, ralo, re-
gularmente blanco o negro,
que se usa como entretela
en vestidos, gorras, etc. (Et.
Del francés crinoline).
Criollo, Ha. Amer. adj. -Ade-
más de aplicarse a las per-
sonas, cual lo acepta la
ft. A., designa en general, y
particularmente en Flora y
Fauna, cuanto se considera
indígena en cada país ame-
ricano, aunque a veces no
sea tal.
Cristal. Cub. m. — En algunos
lugares orientales se em-
plea en lugar de "jalea",
que es la voz usual en casi
toda la Isla. Tiene las acep.
cast.
Croase. Cub. m. — Tela de
algodón asargada blanca,
que se usa en sastrería para
bolsillos, etc. (Et. Del fran-
cés croisé).
Crucen©, ña. Cub. subs. y
adj .-—La persona nacida en
Cruces.
Cruceño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa lo-
calidad.
Cruceta. Cub. f.-Gierta com-
binación en el juego de
monte.
Crucetcar. Cub. v. n. — fam.
— Pasar una persona re-
petidas veces frente a una
casa, o en otro lugar, con
algún fin determinado o
que así se supone: "¿Qué
querrá ese señor que tanto
crucetea por la acera?"
Cruceteo. Cub. m. — Acción y
efecto de crucetcar. Véase.
Crudo, da. Cub. adj. — -Color
del lino sin blanquear, algo
más obscuro. Tiene los
usos castellanos,
Cruz. Cub. í. — fam. — Véase la
frase 86 del Apéndice. Tie-
ne las acep. cast.
Cuaba. Cub. f. — fam. — Nom-
bre común a varios árbo-
les silvestres de cuatro a
seis metros de elevación, de
cualidades resinosas, y cu-
yas varias especies toman
aditamentos particulares.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Cuaba. Cub. f. — Por exten-
sión, cualquiera astilla de
madera, de fácil combus-
CUAB
3 50
CUAB
tión y clara llama, que sir-
va para alumbar de ca-
mino por la noche.
Cuaba amarilla. Cub. f. —
Véase cuaba de costa.
Cuaba blanca. Cub. f. — Árbol
silvestre que se desarrolla
en terrenos secos, pedre-
gosos y quebrados de las
costas, hasta seis metros de
altura, de hojas compues-
tas de tres folíolos lustro-
sos por la haz, flores con
cuatro pétalos oblongos, y
madera muy resinosa, que
los campesinos utilizan a
manera de antorcha, por su
luz clara y sostenida. Tam-
bién se llama palo de roble
y cuaba de sabana. Es ma-
derable. (Bot. F. Rutáceas;
esp. Amyris balsamifera,
Lin.)
Cuaba de costa. Cub. f. —
Tipo semejante al anterior,
pero de folíolos más pe-
queños y fruto parecido a
la pimienta. También se
utiliza como hacha, espe-
cialmente por los marine-
ros, puesto que se desarro-
lla en el litoral, pero no
tiene luz tan clara, y des-
pide más humo que la
blanca. Otros la llaman in-
cienso, palo de incienso,
palo de resina y cuaba
amarilla. (Bot. F. R.; esp.
Amyris marítima, Jacq.)
Cuaba de Ingenio. Cub. í. —
Especie muy diferente de
las anteriores, de madera
dura, pesada, compacta,
amarilla y menos combus-
tible. También se dice cua-
billa. (Bot. F. Euforbiáceas;
esp. Crotón lucidus, Lin.)
Cuaba de monte. Cub. f. — •
Tipo parecido a las cuabas
blanca y amarilla, pero sin
particularidades dignas de
mención. (Bot. F. R.; esp.
Amyris plumieri, D. C.)
Cuaba de sabana. Cub. f. —
Véase cuaba blanca.
Cuabal.- Cub. m. — Espacio de
terreno arcilloso, en el que
suele encontrarse vetas de
minerales, que presenta
muy variada coloración, re-
gularmente quebrado y de
muy escasa fecundidad ve-
getal, aunque sí se trata de
árboles suelen tener buena
madera. (Et. Voz caribe).
Cuabal. Cub. m. — Sitio donde
abundan los árboles lla-
mados "cuabas".
Cuabalejo. Cub. m. — Dimi-
nutivo despectivo de cua-
bal (1.a acep.)
Cuabalero, ra. Cub. adj.—
Aplícase al terreno o tie-
rra arcillosa, cual se indi-
ca en la voz cuabal (í.a
acep.). Véase.
Cuabaiíto. Cub, m. — Dimi-
nutivo de cuabal (1.a acep.)
Véase.
Cuabaloso, sa. Cub. adj.—
Cualidad de cuabal. Véase
cuabalero.
Cuabear. Cub. v. a. — Alum-
brarle con rajas de cuaba
en pesquerías nocturnas,
con la otra intención, ade-
más, de aturdir a los peces,
para apresarlos mejor.
CUAJ
160 —
CUAN
Cuabüla. Cub. f. — Además de
recibir este nombre la cita-
ba de ingenio, se designa
así otra especie de menores
proporciones y escasa im-
portancia. (Bot. F. Rutá-
ceas; esp. Arm/ris sylvatica,
Jacq.)
CuabiUa de costa. Cub. t.~
Véase cerillo de costa.
Cuadra. Cub. f. — La Üia de
casas comprendida entre
dos bocacalles. La Ft. A.
acepta esta voz como ame-
ricana para significar man-
zana de casas, y esta acep-
ción tiene bastante propie-
dad, porque alude a la for-
ma regularmente cuadrada
de las manzanas; pero lo
que no se comprende es la
analogía del cubanismo,
que tiene perdido su valor
substancial de cuadro o
cuadrado. También se usa
en Colombia mal, por tra-
mo de calle; esto .es: com-
prendiendo las dos aceras
entre dos calles transver-
sales.
Cuadrado. Cub. adj. — Aplí-
case al hombre rudo y de
torpes modales. Tiene las
acep. cast.
Cuadro de café.. Cub. rn. —
Un cafetal, cuya extensión
viene a ser 1» cuarta parte
de una caballería, y que
comprenda diez mil matas
de cafó o cafetos.
Ooajancíllo. Cub. na. — Véase
cuajaniciüo.
Cuajaní. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de apariencia her-
mosa, común en los bos-
ques, que se eleva unos 15
metros, de hojas oblongas,
redondeadas en la base,
lampiña-, fruto en drupa,
con una semilla ovoide,
purpúrea, y madera dura,
usada en carpintería grue-
sa. Las hojas exprimidas
emiten olor de almendras
amargas. Produce por inci-
sión una goma parecida a
la arábiga. (Bot. F. Rosá-
ceas; esp. Prunus occiden-
tales, Sw.) (Et. Voz caribe,
Zayas).
Cuaianicülo. Cub. m. — Ár-
bol silvestre de madera du-
ra, resistente, de color ama-
rillo, que produce un fruto
parecido a la guinda, algo
más pequeño. Otro3 dicen,
quizá con más propiedad,
cuajancillo. (Bot. F. Rosa-
ceas; esp. Prunus $phoero~
carpa, Sw.)
Cuajará» Cub. m. — "Árbol sil-
vestre, madera de construc-
ción, que abunda en Sagua
la Grande". (Pichardo). (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Cual atal. Cub. m. — Corrup-
ción, entre campesinos, de
cojatal. Véase.
Cuajo. Cub. m. — La conden-
sación del zumo de la caña
en los ingenios. Tiene el
uso cast.
CuantL Cub. adv. — rulg. —
Incorrección, entre gente
ignara, del adverbio "cuan-
to", particularmente cuan-
do se emplea en la forma
adverbial "cuanto más",
CUAR
161 —
CUBA
que suelen decir algunos:
"cvtmti más".
Cuaresmilla. Cub. f. — Árbol
de aspecto elegante, de ho-
jas membranosas y muchas
flores rosadas, que toma ese
nombre porque florece en
la Cuaresma. (Bot. F. Li-
trarieas; esp. Ginora di-
plusodon, Koehne.)
Cuaresmüla de paredón.
Cub. f. — La clavellina de
•paredón.
Cuaresírú'ía espinosa. Cub.
f.— Véase clavellina espi-
nosa.
Cuarta» Cub. f. — Látigo de
mango muy corto y tralla
larga de cuerdas, o tiras
de cuero entretejidas en
forma de cadeneta. Es dis-
tinta de la cuarta mejica-
na. Tiene las acep. cast.
Cuartería. Común, f. — Con-
junto de habitaciones de
una casa: "Está bien dis-
tribuida la cuartería de
esta casa". (Et. De "cuar-
to", alcoba).
Cuartería. Cub. f. — D ícese a
la casa de vecindad.
Cuarteta. Cub. f. — En mu-
chas comarcas se dice así
a la dieciseisava parte de
una caballería de tierra.
Conserva su significado
poético.
Cuarteta. Cub. f. — Véase ca-
chucha.
Cuartillo. Cub. m. — Moneda
imaginaria equivalente a
dos centavos y medio, o
sean doce y medio cénti-
mos de peseta. En expre-
sión cubana, vale la mitad
de un medio. En algún lu-
gar de América del Sur
existe acuñada una mone-
da de cobre de ese valor.
Tiene las acep. cast.
Cuartón. Cub. m. — antic. —
"Fracción del territorio de
un partido a cargo de un
Pedáneo, denominado "cabo
de ronda" o "de cuartón",
que está bajo las inmedia-
tas órdenes de un capitán
o teniente del partido pe-
dáneo". Según Piehardo.
Cuartón. Cub. m. — Corral al
aire libre cerrado con es-
tacas o tablas.
Cubalibre. Cub. epic. m. —
En algunos lugares, un pa-
jarito de muy lindo plu-
maje, que semeja la bande-
ra cubana: azul verdoso y
blanco a listas con la gar-
ganta roja, y en cuyo can-
to parece pronunciar el
nombre que lleva por ono-
matopeya.
Cubanear. Cub. v. n. — fam. —
Manifestar carácter alegre,
frivolo, dicharachero, con
sus ribetes de informali-
dad. Es voz que no sale de
otros labios que los crio-
llos, y que dice muy poco
en favor de su Patria, de
cuyo nombro deriva la voz.
Cubaneo. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de cuba-
near. Véase.
Cubanicú. Cub. m. — Planta
silvestre, cuyas hojas se-
cas y pulverizadas tienen
virtudes terapéuticas para
11
CUBE
— 162
CUCA
llagas y úlceras. (Et. Voz
caribe, Z&yas).
Cubanismo. Cub. m. — Voca-
blo o frase propios de
Cuba.
Cubanismo,, Cub. m. — Afición
o simpatía por la cosas de
Cuba.
Cubanizar, se. Cub. v. a. y
ref. — Tomar caracteres o
apariencias cubanas, las
personas o las cosas. Cuan-
do se refiere a las perso-
nas se dice aplatanarse, fa-
miliarmente.
* Cubano, na. Cub. subs. y
adj. — Los naturales de Cu-
ba. Véanse los refranes 4
y 5 del Apéndice.
*Cubano, na. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de Cuba.
Cubano, na. Cub. subs. y adj.
— antie. — Las personas na-
cidas en Santiago de Cuba.
Hoy se dice generalmente
y con muy buen acierto,
santiaguero, va.
Cubano, na. Cub. adj.-antic.
— Aplicábase a cosas de esa
ciudad.
Cubera. Cub. epic. f. — Pez
que alcanza hasta un me-
tro de largo y 50 kilogra-
mos de peso, de cabeza
comprimida, con el hocico
corto, boca hendida hasta
debajo de los ojos, y
caninos muy desarrollados,
de color pardo morado, al-
go blancuzco en el vientre,
con visos dorados en las
escamas, y cola en figura
de media luna. Se parece
algo al caballerote, pero
éste es más chico. Es de
carne suave y muy subs-
tanciosa, sin peligro a la
ciguatera, a pesar de su ta-
maño grande. (Zool. F. Lu-
tianidce; esp. Neomcenis
ciánopterus, Cuv.) (Et. Voz
caribe, Zayas).
Cubereta» Cub. epic. f. — Dí-
cese a la cubera joven, muy
semejante al caballerote.
con el que algunos la con-
funden.
Cubiche. Cub. subs. común,
y adj.— fam. — Dícese festi-
vamente por cubano, na (1.a
y 2.a acep.) y por criollo,
lia.
Cucaracha. Cub. f. — En Ba-
racoa, una especie de he-
lecho silvestre. Tiene las
acep. cast.
Cucaracha. Cub. f. — En al-
gunas comarcas dicen así a
la flor de la bayoneta, por
su figura y mal olor.
Cucaracha verde, Cub. f. —
Véase cucarachita verde.
Cucaraehear. Cub. v. n. —
vulg. — poco uso. — Hacerse
el interesante con una mu-
jer a quien se pretende
enamorar. Sinónimo en más
aceptable lenguaje: mari-
posear.
Cucarachero, ra. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la persona
muy enamoradiza. Véase
cucaraehear. También se
dice, con más frecuencia tal
vez, encarachan, na.
Cucarachita verde. Cub. f. —
Insecto, especie de cucara-
cha, algo más pequeña, de
CUCA
163 —
creo
color verde, que suele en-
contrarse entre maderas
podridas, "y tiene la asom-
brosa particularidad — dice
Pichardo — que partiéndose
o quemándose la cabeza,
estando preñada, sale in-
mediatamente un sinnúme-
ro de cucarachiias". (Zool.
F. Blattidos; esp. Blatta vi-
re scens, Burm.)
Cucarachón. Amer. epic. m.
— Tipo de la cucaracha
americana, de tamaño ma-
yor, que oscila entre 5 y 6
centímetros, de repugnan-
te aspecto. Tiene élitros
coriáceos y alas, sin órga-
nos adhesivos entre las
uñas, y con un dibujo en
el protórax en figura de ca-
lavera, por lo que suele po-
nérsele por sobrenombre
del divino rostro. (Zool. F.
Blattido?; esp. varias del
género Blaberus).
Cucarachón. Amer. epic. m.
— Tipo de cucaracha ame-
ricana de parecido tamaño
al anterior, pero de más re-
pulsivo aspecto aún. Tiene
ei cuerpo muy aplastado,
con alas rudimentarias o
atrofiadas y el protórax se-
micircular; con órganos
adhesivos entre las uñas, y
vive debajo de las piedras.
(Zool. F. B.; esp. varias del
género Euryc o tis ) .
Cucarachón dei coco. Cub.
epic. m. -Reciben este nom-
bre dos especies de escara-
bajos, temibles enemigos
del coco o cocotero. Tienen
figura oblonga, cuerpo ro-
llizo, de color negruzco bri-
llante, con vellos en la par-
te inferior. El macho de
una, tiene tres cuernos en
el protórax; el de la otra
especie, sólo tiene uno con
dos eminencias laterales.
Las hembras carecen de
cuernos, y es de mayor ta-
maño y algo rojiza la del
primero. Atacan los coco-
teros de tronco enfermo y
también los de tierno des-
arrollo, en cuyo tronco pe-
netran por la raíz, delatán-
doles estas incursiones el
montoncillo de tierra que
forman al escarbar la cue-
va. (Zool. F. Scarabeidce ;
esp. respectivas: Strategus
anachoreta y S. titanus).
Cucarachón del divino ros-
tro. Cub. m. — Véase cuca-
rachón (1.a acep.)
Cucarachón, na. Cub. adj. — •
Igual que cucarachero, ra.
Véase.
Cuco. Cub. epic. m. — Peque-
ña ave no afín a la de este
nombre de Europa. Es noc-
turna y rapaz, de color par-
do obscuro, con la cabeza
blanca y manchas de este
color en las alas y lomo, las
patas amarillas con los tar-
sos implumes, y los ojos
casi negros. Vive en los
huecos de los árboles, y
antes de abandonar el nido
emite un canto de donde
toma nombre. Tiene los
nombres de cotunto (acep-
tado por la R. A.), cucubá.
CUCHU
— 164 —
CÜER
sijú cuco y sijú colunia,
sijú, de menor tamaño, qua
también existe en Cuba,
estos dos últimos para di-
ferenciarla del verdadero
(Zool. F. Strigidce; esp.
Gymnasio lawrenci, Sel.)
Cucubá. Cub. epic. m. — Así
dicen algunos al ave cuco.
Véase. (EL "Voz caribe, Za-
yas).
Cucuy ero. Cub. f. — Igual que
cocuyera. Véase.
Cuchareta. Cub. epic. f. —
Especie de pato salvaje que
tiene la extremidad del pi-
co ancha y aplastada, de lo
que toma nombre, por la
semejanza con una cucha-
ra, de plumaje pardo por
el lomo, matizado de blan-
co, gris y verde; blanco por
el pecho, algo violáceo por
el vientre, y cuello y ca-
beza verdes con brillo, más
obscuro en el macho. Es
ave de paso que viene de
América del Norte en sep-
tiembre y se va en abril.
(Zool. F. Anátidas; esp. Anas
clypeata.)
Cucharilla. Cub. f. — En Ba-
racoa, le dicen así al árbol
frijolillo (2/ acep.) Véase.
Cuchilla. Cub. f. — Dícese ge-
neralmente al cortaplumas.
Apenas tiene uso oon las
acep. cast.
Cuchilla. Amer. f. — Montaña
o sierra escarpada y que
termina en filo o cresta.
Cuchuflí. Cub. m. — fam. —
antic. — Lo mismo que "ca-
labozo " "cárcel".
Cuerazo. Amer. m. — Golpe
dado con el látigo llamado
cuero (i." acep.) Véase.
Cuerda de lefia. Cub. i. —
Véase cajón de leña.
Cuerear. Amer. v. a. — Cas-
tigar con látigo llamado
cuero (1.* y 2.a acep.) Tam-
bién se dice dar cuero: "Un
padre que da mucho cuero
a sus hijos". "Ayer cue-
rearon a Juan".
Cuerear. Cub. v. n. — muy
vulg. — Visitar casas de le-
nocinio. Véase cuero (3.a
acep.)
Cueriduro, ra. Cub. adj. —
fam. — Lo mismo que "des-
carado", "desfachatado".
(Et. De "cuero" [piel] y
"duro").
Cuero. Amer. m. — Látigo
tosco usado por arrieros y
campesinos, parecido a la
cuarta, con un remate de
cordel con nudos (que en
Cuba se llama pajuela) al
extremo de la tralla. Véase
la frase 231 del Apéndice.
Tiene las acep. cast.
Cuero. Cub. m. — Por exten-
sión de la voz anterior, dí-
cese en Cuba a todo instru-
mento de castigo a manera
de disciplina.
Cuero, Cub. m. — fam. — Dí-
cese despectivamente a una
meretriz.
Cuero. Cub. m. — Reciben este
nombre varias especies de
árboles, de hojas coriáceas,
rígidas, que toman adita-
mentos particulares, como
CTJER
165
CTJJE
se verá a continuación.
Todas son maderables.
Cuero de hojas grandes.
Cub. m. — Especie indicada
en su nombre. También se
llama guayabito y guaya-
bito de costa. (Bot. F. Ru-
biáceas; esp. Guettarda ca-
iypttrata, A. Rich.)
Caero de hojas medianas.
Cub. m. — Tipo que se ca-
racteriza cual su nombre
indica. (Bot. F. R.; esp. G.
macrocarpa, Gris.)
Cuero de hojas menudas.
Cub. m. — Tipo cuya va-
riante única está indicada
en su nombre. (Bot. F. R.;
esp. G. hololeucawrig.)
Cuero de sabana. Cub. m. —
Especie que se desarrolla
en terrenos áridos, sin no-
tables caracteres propios.
(Boí. F. R.; esp. G. elíptica,
Sw.)
Cuero duro. Cub. m. — Espe-
cie la más apreciada, de
cinco a seis metros de altu-
ra, de madera dura, com-
pacta, de color ceniciento.
(Bot. F. R.; esp. G. rígida, A.
Rich.)
Cuero verde. Cub. m. — Dí-
cese al de la res, recién
desprendido de la carne.
Cuerno, a. Cub. adj. — vulg.
— Lo mismo que cneridu-
ro, ra: "descarado, da".
Gomo esta voz apenas se
deja oir fuera del vulgo,
casi nunca se oye su forma
propia terminada en idu-
ro, idura.
Cuíco, ca. Cub. adj. — vulg.
— desusado. — Aplícase bur-
lescamente a los mejicanos
inmigrantes de humilde
presencia.
Cuisa. Cub. f. — Pequeña pa-
leta hecha de yagua, des-
tinada para tostar el casa-
he. (Et. Voz caribe, Zayas).
Cujabo. Cub. m. — Lugar don-
de abundan los cujes. (Et.
De cu je, caribe).
Cujate. Cub. m. — Así dicen
algunos por cójate. Véase.
Cujay. Cub. m. — desusada. —
Especie de trapiche peque-
ño, antiguo, a semejanza de
balancín, con una maza al
extremo para machacar la
caña de azúcar. (Et. Voz
caribe).
Cujazo. Cub. m. — Golpe dado
con un cuje (2.a acep.)
Cuje. Cub. m. — Arbusto que
se desarrolla en terrenos
pedregosos y estériles, de
tallos delgados, lisos, rec-
tos y altos, empleados para
encujar. Abunda en la cos-
ta. (Et. Voz caribe, Zayas).
*Cuje. Cub. m. — Por exten-
sión de la voz anterior, dí-
cese a cualquier tallo vege-
tal delgado, recto y alto. De
estas varas, hay un enor-
me consumo en Cuba para
secar las hojas de tabaco,
después de la recolección,
cosa que se efectúa colo-
cando los cujes horizontal-
mente, y sobre ellos en
mancuernas las hojas de
tabaco. Algunos dicen cuje
CUJÍ
— 166
CULA
de tabaco muy correcta-
mente cuando tiene este
empleo, para evitar confu-
siones. La R. A. al aceptar
este cubanismo, sólo se re-
fiere a este empleo del cu je,
y, ciertamente, incurrien-
do en error; pues los palos
que se clavan en la tierra
para sostener el cuje no
reciben este mismo nom-
bre; y además, el empleo
principal del cuje no está
en sostener las mancuer-
nas en las tierras donde se
cultivó el tabaco, que se
trata de unos días, y sí
dentro de las casas de ta-
baco, donde se tiene sema-
nas en esa misma forma.
Véase la frase 248 del
Apéndice.
Cujeado, da. Cub. adj. — fig.
y fam. — Equivale a decep-
cionado, experimentado por
las contrariedades de la
vida, pero no vencido :
"Fulano es hombre cujeado
en cuestiones de amor".
Se puede asegurar que ape-
nas ha tenido empleo esta
voz en lenguaje natural,
como no sea en funciones
de p. p. de cujear (1.a acep).
Cujear. Cub. v. a. — Poco uso.
— Pegar con un cuje (2.a
acep.) También se dice dar
cuje.
Cujear. Cub. v. a. — fig. y fam.
— poco uso. — Reprender,
amonestar.
Cují. Cub. m. — antic. — El
aromo amarillo. Véase. (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Cujito. Cub. m. — fig. y fam.
- — poco uso. — Dícese a la
persona alta y flaca. Tiene
uso como diminutivo de
cuje (2.a acep.)
Culantrillo. Cub. m. — Ade-
más de recibir este nombre
el helécho medicinal más
conocido con el nombre
castellano de "doradilla",
hay otros que son el ver-
dadero "culantrillo" o "ci-
lantrillo" de Europa y
América, cuyas distintas
especies, semejantes todas,
reciben en Cuba las deno-
minaciones que pueden
verse a continuación.
Culantrillo de hojas anchas.
Cub. m. — Especie indicada
en su sobrenombre. (Bot.
esp. Adianthum macrophy-
llum, Sw.)
Culantrillo de monte. Cub.
m. — Especie que se des-
arrolla en terrenos secos.
(Bot. esp. Ad. trapeziforme,
Lin.)
Culantrillo sedoso. Cub. m.
—Especie velluda. (Bot.
esp. Ad. sericeum, Eaton.)
Culantrillo triangular. Cub.
va. — (Bot. esp. Ad. deltoi-
deum, Sw.)
Culantrillo velludo. Cub. m.
— Indicado en su nombre.
(Bot. esp. Ad. villosum,
Lin.)
Culantrillo verde. Cub. m. —
(Bot. esp. Asplenium rhi-
zophyllum).
Culantro cimarrón. Cub. m.-
Tipo del cilantro o culan-
CU LE
167 —
CULI
tro común que se desarro-
lla silvestre en los lugares
húmedos, extendiéndose en
apariencia de colcha verde;
con hojas oblongas, denta-
das, ásperas, apreciadas
como especia para caldos y
guisos por sus cualidades
de apetente y medicinal,
aromática, con florecillas
blanquecinas en espigas.
También se llama yerba de
sapo, culantro sabanero y
de Cartagena. Otros dicen
"cilantro" en lugar de "cu-
lantro", que es forma tam-
bién aceptada por la R. A.
(Bot. F. Umbelíferas; esp.
Eryngium fa?tidum, Lin).
Culantro de Cartagena. Cub.
m. — Véase culantro ci-
marrón.
CuEantro de España. Cub.
m. — La especie propia de
la Península, que se cultiva
en Cuba, y es la única des-
crita por la R. A.
Culantro sabanero. Cub. m.
— Véase culantro cimarrón.
Culata. Cub. f.— Pared late-
ral de un edificio. Tamaño
barbarismo no merece co-
mentarios. Tiene los usos
castellanos.
Culebra. Cub. f. — antic. —
Cierto baile indecoroso de
la gentualla. Tiene las
principales acep. cast. Véa-
se la frase 111 del Apén-
dice.
Culebrita ciega. Cub. epic. —
f. — Especie muy pequeña
de culebra, pues que sólo
mide unos 25 centímetros,
de color grisáceo pálido
con puntos negros, y una
faja amarilla en la parte
inferior, la cabeza también
amarillenta y aparente-
mente sin órganos visuales,
de donde toma nombre.
(Zool. esp. Amphisbama
punctada) .
Culebrita de crin. Cub. epic.
f. — Especie que alcanza un
tamaño de 25 centímetros,
del grueso de una cerda de
caballo, que se cría en
charcos, de color castaño.
Es creencia popular, que si
se abandona en agua dul-
ce una cerda de caballo, sin
separarle la raíz o cepa, a
los dos o tres días se con-
vierte en una culebrita de
crin, que el vulgo llama
impropiamente cativo, nom-
bre que también aplica a
otra culebrilla que según
él, se forma en iguales
circunstancias con un ner-
vio de yagua. (Zool. esp.
Gordio acuático) .
Culebrita de cuatro patas.
Cub. epic. f. — Reptil, espe-
cie de lagartija, con cuatro
patas y cuerpo parecido a
una culebrita, de unos 25
centímetros de largo y co-
lor de tabaco.
Culeco, ca. Amer. adj. — vulg.
— Corrupción de "clueco,
ca", entre gente rústica.
Culipandear. Cub. v. n.-fam.
— Emplear falsas promesas
o evasivas con una perso-
CUMB
168 —
CUPI
na: "Ningún hombre debe
culipandear, sino decir las
cosas como son". (Et. De
"culo" y "pandear").
Culipandeo. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de culipan-
dear: "Juan nunca prome-
te nada; siempre anda con
culipandeos'.
Culipandeo. Cub. m. — fig. y
vuíg. — Confusión, desorden,
escándalo. "Se formó un
culipandeo en el parque, y
se acabó el paseo".
Culo. Cub. m. — muy vulg. —
En soez lenguaje, dícese a
las partes pudendas de la
mujer. Tiene las acep. de
la R. A.
Culona. Cub. f. — "En el jue-
go del monte, es lo contra-
rio del guanajay, que lla-
man otros contraguana-
jay", dice Pichardo.
Cultivo menor. Cub. m. — El
de frutos de huerta. Díceso
para diferenciarlo del de
caña, tabaco y oíros de más
importancia agrícola y co-
mercial.
Cumbancha. Cub. f. — vulg. —
Lo mismo que "juerga",
diversión poco ordenada.
Realmente es de esas vo-
ces que toman acepciones
a capricho del que las em-
plea. De esta voz se ha for-
mado el consiguiente verbo
cumbanchear o curaban-
char.
Cumbanchar. Cub. v. n. —
vulg. — Véase cumbancha.
Cumbanchear. Cub. v. n. —
vulg. — Véase cumbancha.
Cumbancheo. Cub. m. — vulg.
— Acción y efecto de cum-
banchar o cumbanchear.
Véase.
Cémbiia. Cub. común. — vulg.
— Equivale entre la plebe a
camarada, compañero y
amigo de confianza, ya sea
mujer u hombre.
Cumbrera. Cub. f. — La viga
más elevada sobre la que
descansan ¡as dos vertien-
tes de un tejado. Véase so-
brecumbrera. (Et. Del cast.
antic. "cumbrera", hoy
cumbre").
Cuna. Cub. i. — antic. — Re-
unión de gentuza en alguna
casucha, para bailar y di-
vertirse. Tiene las acep.
cast.
Cundango. Cub. m. — vulg. —
Lo mismo que sodomita o
maricón.
Cundeamor. Cub. m.-La en-
redadera americana que
describe la R. A. en "bal-
samina".
Cunee©. Cub. m. — vulg. — Co-
rrupción, entre campesi-
nos, de conuco, que es el
cubanismo aceptado por la
R. A.
Cuüo. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 133 del Apéndice.
Cupé. Cub. m. — Véase quina
del país.
Cupido. Cub. m. — En Villa-
clara, "un arbusto silves-
tre, común en las márge-
nes de los arroyos princi-
palmente, de aspecto pre-
cioso por la finura de sus
CU KA
169
CURB
hojas y sus ílorecitas mo-
radas de cinco pétalos es-
trellados y apiñados como
la alstruemia, a quien de
lejos se asemejan. Las hay
también amarillas". Esto
dice Pichardo.
Cuqueador, ra. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na aficionada a cuquear.
Véase.
Cuqueadura. Cub. f. fam. —
Véase cuqueo.
Cuquear. Cub. v. a. — fam. —
Empléase por "azuzar",
"provocar": "No cuquees
al perro, que te puede mor-
der". "José gusta de cu-
quear a los muchachos para
verles reñir y pegarse". (Et.
Del cast. antic. "cucar").
Cuqueo. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de cu-
quear. También se dice cu-
queadura.
Curafoara. Cub. f. — Según el
Dr. Gundlach, citado por
Pichardo, dícese a un ár-
bol en Baracoa.
Cniralaya. Cub. f. — En la re-
gión oriental se dice así a
un árbol que se desarrolla
en terrenos húmedos. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Curamagüey. Cub. m. — Be-
juco, o enredadera trepa-
dora, de tallos y pedúncu-
los peludos, y como de cua-
tro centímetros de largo los
primeros, de flores grandes
con la corola retorcida, y
en cimas. Es considerada la
planta más venenosa de
Cuba, tanto que, pulveri-
zado el tallo y mezclados
los polvos con carne, se usa
para matar los perros jí-
baros. Las hojas, sin em-
bargo, las pasta el ganado
vacuno. El curamagüey
blanco y el común son dos
especies muy aproximadas
a ésta. (Bot. F. Asclepia-
deas; esp. Marsdenia clau-
sa, R. Br.) (Et. Voz caribe,
Zayas).
Curamagüey blanco. Cub.
m. — Véase curamagüey.
Curamagüey común. Cub. m.
— Véase curamagüey.
Curamagüey de costa. Cub.
m. — Véase bejuco leñoso.
Curamagüey prieto. Cub. m.
— Véase bejuco prieto.
Cúrbana. Cub. f. — Árbol sil-
vestre, cuya elevación es
muy varia, entre 4 y 14
metros, de hojas espatula-
das, angostas por la base
y redondas luego, con bri-
llo por la haz, flores abun-
dantes, de color violeta
con anteras amarillas, en
corimbos terminales, fruto
en baya ovalada, negra, con
semillas también negras
brillantes, que comen los
cerdos, y de su madera se
construyen arados, con es-
pecialidad. De este árbol se
obtiene una canela pare-
cida a la de Ceilán, pero
menos estimable, por lo
que también se dice canela-
blanca al árbol y al pro-
ducto, en algunos lugares.
CURRO
170 —
CUTR
(Bot. F. Lauráceas; esp.
Canella alba, Murr.) (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Cúrbana macho. Cub. f. — El
árbol carmoní. Véase.
Cúrcuma. Cub. f.— La plañía
más conocida por lleven.
Véase. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Cureña. Cub. f. — fam. — Véa-
se la frase 39 del Apén-
dice
Curie!, la. Cub. m. y f. — El
conejillo de Indias, llamado
cobaya, curia, cuy y curí
en otros países america-
nos, siendo el último nom-
bre el que le daban tam-
bién los indios de Cuba.
Mamífero parecido al co-
nejo, pero de menor ta-
maño, dócil, doméstico, de
piel suave, cuya coloración
varía mucho, desde el ne-
gro hasta el blanco, pa-
sando por el cervuno y
mezclándose los tres en
ocasiones; carece de rabo,
tiene la patas muy cortas,
con cuatro dedos las delan-
teras y tres las traseras.
(Zool. F. Subungulata; esp.
Cavia cobaya, Schreb.). (Et.
Del caribe corí).
Curiela. Cub. i. — flg. y fam.
— Dícese a la mujer muy
paridora, recordando la no-
table fecundidad de la hem-
bra del curiel.
Curro, rra. Cub. m. y f. —
Dícese a la persona nacida
en Andalucía. No tiene la
acep. cast.
Curujey. Cub. va. — Reciben
este nombre varias plantas
parásitas que se desarrollan
en los troncos de los árbo-
les, principalmente en las
ceibas. Algunas tienen ho-
jas largas y cortantes, en
figura de cortas espadas; de
flores muy variadas, y al-
gunas bellas, que toman
nombre particular, como
flor de incienso, flor de San
Juan, rosadas, flor de San
Pedro, moradas, y cagadilla
de gallina, amarillas con
manchas prietas. (Bot. F.
Bromeliáceas unas, y otras
F. Orquídeas). (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
*Cusubé. Cub. va. — "Dulce
seco, hecho de almidón de
yuca, con agua, azúcar y a
veces huevos, de que for-
man bollitos". (Et. Voz tai-
na, según la R. A., y pro-
bablemente caribe, según
Zayas).
Cusubey. Cub. va. — Corrup-
ción rústica de cusubé, que
es el cubanismo aceptado
por la R. A.
Cutara. Cub. f. — De algún
uso en la región oriental,
por "chinela" o "chancle-
ta". (Et. Voz caribe, según
Zayas).
Cutarazo. Cub. va. — Golpe
dado con una cutara. Véa-
se.
Cutre. Cub. va. — Lienzo blan-
co y ordinario de algodón,
de consumo extraordinario
entre gente pobre para ca-
CUYU
171
CUYU
misas de mujer, sábanas,
etc. No tiene el uso caste-
llano.
Cuya. Cub. m. — Véase jocu-
ma blanca. (Et. Voz caribe,
Zayas) .
Cuyují. Cub. m. — Especie de
pedernal blanquecino y
muy duro, que, como el
verdadero, también produ-
ce chispas por choque o
roce. Algunos dicen piedra
de candela. (Et. Voz caribe,
Zayas).
CHAMA
172
CHAME
GH
Chabisnazo. Cub. m. — des-
usada.— "Mancha de otro
color, negro regularmente,
y hecha de golpe a lo lar-
go". (Pichardo).
Chacona. Cub. m. — Tela de
algodón transparente, algo
engomada, regularmente
blanca. (Et. Del francés ja-
conas).
Chagareta. Cub. f. — Palma
conocida más por palma
cana de monte. Véase.
Chagra. Cub. f. — El cilindro
de acero que se usa en al-
gunos oficios para afilar las
herramientas. (Et. Corrup-
ción de "chaira", su nom-
bre castellano).
Chagré. Amer. m. — desusa-
da.— Dícese a la piel cono-
cida por "tafilete". (Et. Del
francés chagrín) .
Chagrén. Amer. m. — Corrup-
ción de la voz anterior
(véase), desusada como ella.
Chamarín. Cub. epic. m. — El
pajarillo conocido en cas-
tellano por "chamariz",
del que es corrupción,
también llamado en Cuba
chirriador.
Chambelona. Cub. f. — Nom-
bre afro-cubano de una to-
nadilla que cantaban los li-
berales en sus fiestas y
manifestaciones de propa-
ganda política en 1916,
para las elecciones presi-
denciales, y que luego dio
nombre a la revolución
provocada y sostenida por
aquéllos en febrero hasta
mayo de 1917.
Chamfeeloroero, ra. Cub. adj.
— Aplícase a la persona
que gusta de cantar u o ir
la chambelona, y, por ex-
tensión, aplicóse a ios re-
volucionarios, encubridores
y liberales en general,
cuando la sedición que es-
talló en febrero de 1917.
Chamberga. Cub. f.-La plan-
ta copetuda (véase), cuan-
do presenta flores rojas.
Otros dicen chambergo.
Chambergo. Cub. m. — Véase
chamberga.
Chambergo, ga. Cub. m. y
f. — Pájaro del tamaño del
gorrión o poco más, de co-
lor negruzco con manchas
amarillas, más abundantes
CHAMI
173
CHAMI
hacia el vientre, con una
fajita de este color en el
cuello, más pronunciada
por detrás, y con algunas
plumas blancas por el
cuerpo, particularmente en
la antecola, con el pico
recto, agudo y cónico, ufias
largas, que emite no muy
desagradable canto, y cons-
tituye una amenaza para el
cultivador de arroz, en cu-
yos sembrados causa ver-
daderos estragos. Aunque
algunos opinan lo contra-
rio, es ave de paso, que
llega a Cuba en septiembre,
marcha en octubre y re-
torna en mayo. En la pri-
mavera, forman bandadas
aparte los machos y las
hembras, pero se mezclan
luego. (Zool. F. Icteridce;
esp. Dolichonyx oryzivo-
rus, Lia.)
Chamberguitc Cub. epic. m.
— Pajarillo semejante en
configuración y plumaje al
anterior, también de paso
en la Isla, de menor ta-
maño, y que le caracteriza
su corto vuelo, casi siem-
pre a ras de tierra, sobre la
que se posa generalmente.
(Zool. P. Fringilidce; e^p.
Coturniculus savannarum
passerinus, Wils.)
Chamico. Ámer. m. — De esta
planta americana, o sea
bautizada así en América,
pues es la conocida en cas-
tellano por "estramonio",
hay en Cuba algunas es-
pecies que todas toman adi-
tamentos particulares, como
se verá a continuación.
Chamico azulado. Cub. m. —
Planta espontánea, vene-
nosa, que se desarrolla
hasta poco menos de un
metro en terrenos yermos.
de tallo recto, cilindrico y
rojo, hojas grandes y den-
tadas, flor perenne de cá-
liz alargado, de color vio-
leta, que por la figura re-
cibe en la región oriental
el nombre de clarín, de
fruto verdoso y cubierto de
púas, del tamaño de un
huevo y mal oliente. Esta
planta es un eficaz pecto-
ral aspirando el humo de
sus hojas, y buen remedio
contra las hemorroides,
empleado en cataplasmas.
También se llama chamico
morado. (Bot. F. Solaná-
ceas; esp. Datura stramo-
niurn, Lin.)
Chamico bejuco. Cub. va. —
Reciben este nombre dos
plantas trepadoras y le-
ñosas, de hojas pecioladas
y flores terminales, grandes
y solitarias, de corola blan-
ca con tinte purpúreo una
de ellas, y blanca con visos
verdosos la otra. También
se llama bejuco chamico,
indiscutiblemente con mu-
cha más propiedad. (Bot. F.
S.; esp. Solanera longiflora
y S. grandiflora, respecti-
vamente).
Chamico blanco. Cub. m. —
Planta anual, abundante,
de jardinería, de hojas
CHANO
174 —
CHANG
ovaladas y flor blanca; es
planta venenosa, pero buen
alivio para los asmáticos si
aspiran su humo. (Bot. F.
S.; esp. Datura metel, Lin.)
Chamico doble. Cub. m. — La
planta llamada también
"túnica de Cristo", que es
su nombre castellano, y
que algunos denominan
ñangue.
Chamico morado. Cub. m. —
Véase chamico azulado.
Chamico silvestre. Cub. m.
— Planta espontánea escasa
y de poca importancia.
(Bot. F. S.; esp. Datura ce-
ratocaula, Jacq.).
* Champola. Cub. í. — Refres-
co hecho con pulpa de gua-
nábana, azúcar y agua, y en
algunos casos leche, que
también se llama guanaba-
nada, aunque con menos
frecuencia. También se co-
noce en algunos lugares de
América del Sur.
Chancleta. Común. íig. y
fam. — Suele oirse al vulgo,
tanto de España como de
buena parte de América,
para designar despectiva-
mente a una persona in-
hábil en el oficio o cargo
que desempeñe: "Jorge es
una chancleta como car-
pintero"; "Josefa es una
chancleta como mecanó-
grafa". Tiene la otra acep.
de la Real Academia. Véa-
se la frase 104 del Apén-
dice.
Chancletear. Cub. v. n.-fam.
— El acto de que un indivi-
f
dúo o conjunto de perso-
nas huyan de un lugar por
temor de algo: "Daba gus-
to ver cómo chancleteaba
la gente cuando empezó a
llover." Tiene la acep.
castellana.
Chancleteo. Cub. m. — fam.
— Acción y efecto de. chan-
cletear. Véase. Tiene la
acep. cast.
Chancletero, ra. Cub. adj. —
fam. — Aplícase, con me-
nosprecio, a gente de baja
estofa.
Chanfle. Amer. m.— Lo mis-
mo que "chaflán", segura-
mente por corrupción.
Changa. Cub. f. — d esusada.—
Equivale a "broma" o
"burla" cuando sólo tiene
el fin de tomar el pelo a
una persona. (Et. Corrup-
ción de "chanza").
Chango, ga. Cub. m. y f. —
desusada. — Apócope, de ma-
chango, ga. Véase.
Changuear, se, Amer. v. n. y
recíp. — fam, — Lo mismo
que "chancear, se", por
bromear, burlarse. (Et. Co-
rrupción de "chancear").
Changueador, ra. Amer. adj.
— fam. — De changuear, afi-
cionado a chancear o bro-
mear.
Changueadora. Amer. f. —
fam. — Acción y efecto de
changuear, se. En Cuba se
dice más frecuentemente
changueo.
Changueo. Cub. m. — farn. —
Acción y efecto de chun-
guear, se. Es sinónimo de
CHAPA
175 —
CHARA
changa, y algunos dicen
changue achira.
Changüí. Cub. m. — antic. —
Cierto baile entre la gen-
tuza, conocido en la actua-
lidad por guateque. Tiene
el significado de la R. A.,
solamente aplicable a los
juegos de pasatiempo.
Changuito, ta. Amer. m. y f.
—desusada. — Diminutivo de
chango, ga.
Chantage. Común, m. — Ne-
gocio sucio efectuado con
la amenaza de divulgar un
secreto ajeno, que regular-
mente encubre otro nego-
cio ilícito. (Et. Galicismo,
o por mejor decir, palabra
francesa). No tiene en cast.
sinónimo exacto.
Chantagista. Común. — La
persona que se dedica al
chantage. Entre una doce-
na de voces castellanas,
"difamador" y "libelista"
nos parecen las mejores
para barrera de este hí-
brido galicismo, aunque no
expresan exactamente la
idea. (Et. Del francés chan-
tage).
Chapa. Cub. f. — vulg. — Di-
cen algunos a la moneda de
una peseta. Tiene algunos
de los usos castellanos.
Chaparro. Cub. va. — El árbol
vacabuey. Véase. Es de ad-
vertir que no tiene afinidad
con el arbusto "chaparro"
de la R. A. No tiene las
acep. académicas.
Chaparro, rra. Común adj.—
Aplícase á personas o cosas
de menos tamaño del co-
rriente; y cuando se refie-
re a las primeras, denota al
mismo tiempo obesidad. En
cast. autorizado por la R. A.
se dice "achaparrado, da".
"Chapear. Cub. v. a. — "Lim-
piar la tierra de malezas y
hierba con el machete". (R.
A). Tiene la primera acep.
cast. además.
Chapear. Cub. v. a. — fíg. y
fam. — Degollar con mache-
te: "Ese guajiro le chapea
la cabeza a cualquiera".
Chapeo. Cub. m. — Acción y
efecto de chapear (1.a acep).
¿Por qué la R. A. no acep-
ta esta voz tan usual como
el verbo de que se deriva,
aceptado por ella?
* Chapurrado. Cub. m.- "Be-
bida compuesta de ciruelas
cocidas con agua, azúcar,
y clavos". (R. A.) (Et. De
"chapurrar").
Chapurrado. Cub. m. — Véase
campechana. No debe con-
fundirse con la voz ante-
rior, que acepta la R. A.
Chaquetear. Cub. v. n. — fig.
y fam. — Escapar, correr.,
"A Zutano no le quedó más
remedio que chaquetear."
Chaqueteo. Cub. m. — fam.—
Acción y efecto de chaque-
tear. Véase.
Charada. Cub. f. — Especie
de rifa, o más bien lotería,
que celebran los chinos
secretamente, pues las le-
yes prohiben toda esta cla-
se de juegos. Tiene el uso
castellano.
CHATO
176 -
CHECK
Charango. Cub. m. — Díce-
se a la carta de poco valor
en el juego llamado de
"malilla". No tiene el uso
castellanizado.
Charango, ga. Cub. adj. —
Aplícase despectivamente a
una cosa pequeña, insigni-
ficante, despreciable.
Charanguero, ra. Cub. adj.
— En el juego de malilla,
aplícase a la persona que
no deja de jugar aunque se
vea muy perseguida por
charangos. Véase.
Charola. Amer. í. — Suele
oirse para designar una
bandeja barnizada con laca
o maque negro. (Et. De
"charol'1).
Charrabascoso. Cub. adj. —
Empléase únicamente como
calificativo de la voz mon-
te. Véase. (Et. De "rama",
ramajeóse, chavramascoso.
charrabascoso, o de "cha-
rrasca", charrascoso, cha-
rrabascoso).
Chata. Amer. f. — fam. — Tra-
tamiento cariñoso dedicado
a la mujer, aunque tenga
la nariz aguileña. Tiene el
uso cast.
Chatlca. Amer. f. — Diminu-
tivo de chata. Véase.
Cfcatino. Cub. m. — Dícese al
plátano llamado verde,
cuando se presenta en ro-
dajas muy delgadas y muy
fritas. (Et. De "chato").
Chafo. Cub. adj. — Véanse las
frases 54 y 147 del Apén-
dice. Tiene el uso caste-
llano.
Chayo. Cub. m.-Arbusto sil-
vestre cuyos tallos rectos
elévanse un metro, de ho-
jas hendidas en secciones
dentadas, puntiagudas, ver-
des, más obscuras por la
haz, sobre largos pecíolos,
flores de cinco pétalos
blancuzcos, con el fruto,
así como el tronco, cubier-
to de púas, y que segrega
un jugo lechoso y venenoso.
(Bot. F. Euforbiáceas; esp.
Jatropha urens). (Et. Voz
caribe, Zayas).
Chayóte. Cub. m. — Además
de designar el fruto de la
planta americana "chayo-
tera" que describe la R. A.,
llámase en Cuba al árbol
más conocido por piñón
vómico. Véase.
Chayóte. Cub. m. — ftg. y fam.
Dícese a la persona torpe,
inhábil. Otros le dan uso
de adjetivo: "El alcalde tal
, es un chayóte o muy cha-
yóte7".
Chayóte blanco. Cub. m.—
El fruto de la chayotera
con el pericarpio liso y
blanco.
Chayóte verde. Cub. m. — El
fruto de la chayotera, que
se diferencia del anterior
en tener el pericarpio del
color indicado.
Check. Común, m. — Quere-
mos señalar que en Cuba
raya en abuso el uso de
esta palabra inglesa, harto
censurable, puesto que te-
nemos el anglicismo caste-
llanizado "cheque".
CIHERN
— 177
CHE VE
Cheche. Cub. m.— Dícese al
individuo bravatero, perdo-
navidas.
Chepudo-, da. Común, adj. —
l'arn. — Aplícase a la perso-
na que tiene chepa o cor-
cova.
Cherna. Cub. L—fíg. y vulg.
— Dícese a la meretriz.
Tiene la acep. casi, con que
se distingue el pez "mero",
que en Cuba no se conoce
por este nombre.
Chema americana- Cub. epic.
f, — El pez "cherna" o
"mero", que viene de Cam-
peche o Florida en viveros
a los puertos cubanos; es
la especie de mayor tama-
ño, y su peso oscila entre
25 y 35 libras. También se
llama cherna de vivero o
grande en muchos lugares;
de arribazón, en Matanzas;
de arribada, en Nuevitas y
Camagüey, y yucateca, en
los puertos de Pinar del
Río. (Zool. F. Serránidos;
esp. Epinephelus morio,
Val.).
Cherna criolla. Cub. epic. f.
— Especie de cherna que se
pesca en las costas cuba-
nas, cuyo peso oscila entre
10 y 12 libras, que tiene en
la cabeza fajas a lo largo,
obscuras, y a lo ancho en
el cuerpo; es bocado más
estimado que la especie
anterior. (Zool. F. S;
esp. Epinephelus striatus,
Bloch.)
Cherna de arribada. Cub.
©üie. f. — Dícese a la cher-
na americana (véase), en
los puertos de la provin-
cia ele Camagüey.
Cherna de arribazón. Cub.
epic. f. — En los puertos 4
matanceros, la cherna ame-
ricana. Véase.
Cherna de lo alto. Cub. epic.
f. — Véase cherno.
Cherna de vivero. Cub. epic.
f. — En muchos lugares, la
cherna americana. Véase.
Cherna grande. Cub. epic. f.
— La chema- americana
(véase), en muchos luga-
res.
Cherna yucateca. Cub. epic.
f. — En algunos puertds pi-
nareños, la cherna ameri-
cana. Véase.
Cherno. Cub. epic. m. — Pez
no muy abundante, que al-
canza más de un metro de
largu, con un peso de 25
kilogramos, que vive a
grande profundidad, por lo
que algunos le dicen cher-
na de lo alto; tiene de ocho
a nueve franjas obscuras,
verticales, en los costados
del cuerpo, sobre un fondo
moreno olivado, con los ojos
muy salientes, bigote obs-
curo sobre ios maxilares,
muchos apéndices pilosos
y una mancha grande en la
base de la aleta caudal, que
es redondeada. Tiene buena
carne. (Zool. F. Serranidee;
esp. Epinephelus mystaci-
nus, Poey).
Chévere. Cub. m. — El indi-
viduo bravucón, perdonavi-
das. Otros dicen chévere
12
CHICHA
178 —
CHICHA
cantúa. (Et. De chéchere,
cheche).
Chévere cantúa. Cub. m. —
fam. — Véase chévere.
Chibirlco. Cub. m. — Metáte-
sis de chiribico (2.a acep.).
Véase.
Chico. Amer. m. — En los jue-
gos de entretenimiento, do-
minó, billar, etc., significa
una tanda. Regularmente la
partida o sesión se com-
pone de tres chicos. Tiene
los usos castellanos.
Chico. Cub. adj. — Dícese al
vencido con respecto al
vencedor: "Daniel se que-
da chico a mi lado en el
billar".
Chícolongo. Cub. m.- — Juego
de niños que consiste en
tirar chapas o mates a un
pequeño hoyo que hacen en
el suelo. Algunos dicen in-
correctamente chocolongo.
En castellano se dice "bo-
che". (Et. De "chito", jue-
go, y "longo", largo).
Chicharro. Cub. m. — Árbol
silvestre, común, de made-
ra pesada y dura, de color
castaño obscuro con vetas.
Tiene la acep. cast. usual.
Chicharrón. Cub. m. — Árbol
silvestre que se eleva unos
diez metros, de hojas al-
ternas apiñadas en la ex-
tremidad de las ramas,
oblongas y ásperas, flore-
cillas en espij?" •;, fruto
comprimido y alado, y ma-
dera ligp" a y sólida, de co-
lor n;....u, por lo que tam-
bi^ ■ se llama chicharrón
prieto. Hay varios ejempla-
res con aditamentos parti-
culares. (Bot. F. Combre-
táceas; esp. Terminalia chi-
charronia, Wr.). Tiene los
usos cast,
Chicharrón. Cub. m. — fam. —
Dícese, y no será probable
averiguar por qué, a la
moneda de plata de un
duro.
Chicharrón, na. Cub. adj. —
Aplícase a la persona que
adula a otra, contándole
chismes con respecto a una
tercera.
Chicharrón amarillo. Cub.
m. — Tipo del árbol chi-
charrón, de parecidos ca-
racteres, pero de madera
amarilla obscura y más
elástica. También se llama
chicharrón de monte. (Bot.
F. Combretáceas; esp. Ter-
minalia arbuscula, Sw.)
Chicharrón de azúcar. Cub.
m. — Trozos de azúcar en-
durecida, o por mejor, pe-
gotes, emplastos, que sue-
len verse en los ingenios
entre los aparatos de mani-
pulación.
Chicharrón de costa. Cub.
til. — Véase chicharroncillo
de costa.
Chicharrón de farallón. Cub.
m. — Árbol indígena, escaso
y de poco interés. (Bot. F.
Menispermríceas ; esp. Ano-
mospermum axiloflorum,
Gris.)
Chicharrón de monte. Cub.
m. — El chicharrón amari-
llo. Véase.
CHICHI
— 179 —
CHICHI
Chicharrón espinoso. Cub.
m. — Otro árbol parecido a
los anteriores, sin otra par-
ticularidad que la indicada
en su nombre. (Bot. F. Eu-
forbiáceas; esp. Drypetes
glomerata, Gris.)
Chicharrón prieto. Cub. m.
— El árbol llamado simple-
mente chicharrón. Véase.
Chicharronciílo. Cub. m. —
Árbol de menores propor-
ciones que los anteriores.
(Bot. F. Menispermáceas;
esp. Pachijgone cubensis,
Gris.)
Chicharronciílo de costa.
Cub. m. — Árbol silvestre
semejante al anterior, que
se desarrolla en el litoral,
y se conoce también por
chicharrón de costa y cora-
lillo (3.a acep.). (Bot. F.
Sapindáceas ; esp. Thoninia
trifoliata, Poir.)
Chicharronciílo de paredón.
Cub. m. — Árbol también
silvestre, escaso y de poco
interés. (Bot. F. Mirsiná-
ceas; esp. Theophrasta
americana) .
Chichi. Cub. m. — Especie de
insecto coleóptero, según
Pichardo, en "figura de co-
cuy it o ciego, con pintas
blancas en las dos barbas",
que emite el chillido que le
da nombre.
Chichicate. Cub. m. — Arbus-
to silvestre común en las
selvas, afín a la planta
americana de este nombre,
pero con caracteres pro-
pios, que alcanza una al-
tura de dos y medio me-
tros, de tallos erguidos,
hasta de cinco centímetros
de grosor, espinosos y de
madera muy fibrosa, por
lo que se emplea en corde-
lería; de hojas alternas,
ovales, grandes, dentadas,
y con la haz verdosa y cu-
bierta de pelusa, y de tono
más pálido el envés, con es-
pinillas en las venas, flores
en pifias y fruto en baya
blancuzca. Algunos le dicen
por corrupción, chichicas-
tre. (Bot. F. Urticáceas; esp.
Urtica baccifera). (Et. Voz
probablemente mejicana,
según Zayas).
Chichicastre. Cub. m. — Véa-
se chichicate.
Chichigua. Cub. f . — Una de
las cometas de papel de
menor tamaño. (Et. Voz ca-
ribe, supone el señor Pi-
chardo, pero de serio, no
se usaría como hoy, puesto
que no se sabe conociesen
esos juguetes los niños in-
dios).
Chichlnguaco. Cub. epic. m.-
Pájaro dentirrostro, que
mide unos 3 decímetros del
pico a la cola, de plumaje
negro, con viso violado o,
más comúnmente, verdoso,
con la cola en figura de
hacha, por lo que también
se dice hachuela en la re-
gión oriental, y cuando
vuela, toma figura de V;
tiene el iris de color ama-
rillo pálido. Es muy pare-
cido al totí, con quien con-
CHIMO
180 —
CHINCH
vive, por lo que fácilmen-
te se confunden, lo que es
causa de que vaya perdien-
do aquella denominación
de origen onomatopéyico :
chi-chin-guaaa... co, para
recibir impropiamente la de
totí. Es perjudicial a los
sembrados de millo, arroz,
etc. Otros dicen chinchi-
guaco, chinguaco y ojón.
(Zool. F. Icteridce; esp.
Quiscalus yundlachii, Cass.)
(Et. Voz onomatopéyica).
Chilindrón. Cub. m. — Especie
de estofado muy substan-
cioso, hecho con carne de
cerdo, y particularmente
de carnero, partida en tro-
zos. Es desconocida la acep.
cast.
Chilindrón. Cub. m. — flg. y
fam.— Negocio sucio, espe-
cialmente si tiene relación
con las cuestiones del Es-
tado. "Es un político muy
aficionado o a quien gusta
el chilindrón'" .
ChilHna. Cub. epic. f.— Una
de las varias especies del
pajarito llamado bijirita.
Véase. (Et. De "chillar").
Chiassbacal. Cub. epic. m. —
"Pajarito exótico ya domi-
ciliado en raro paraje.
(Chrysomitis mexicana)".
(Pichardo).
Chimbólo. Cub. epic. m. — En
la región oriental, el pez
mapoi^ro, Véase.
Chimo. Cub. m. — Algunos di-
een así impropiamente por
chimojo, incurriendo en
apócope.
* Chimojo. Cub. m. — "Medi-
camento antiespasmódico,
hecho de tabaco, cascara de
plátano, salvia y otros in-
gredientes". (R. A., quien
reputa de taina la voz).
China. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 217 del Apén-
dice.
China pelona. Cub. f. — Pie-
dra dura parecida a la co-
nocida por tibe. Véase.
Chinata. Cub. í. — Uno de los
juegos preferidos de las ni-
ñas, que consiste en cinco
chinitas, mates o cosa así,
que se colocan cuatro en el
suelo y se van cogiendo una
a una mientras se tira al
aire la quinta, con el cui-
dado de tener una de aqué-
llas en la mano cuando se
ha de recibir ésta. Luego se
repite la operación reco-
giendo las del suelo de dos
en dos, y después todas de
una vez. Según la forma
que se le dé a la mano para
recibir las piedrezuelas o
mates, toma los nombres de
cepo, cepito, puente, cazue-
la, cazuelita y araña. Otros
dicen chinatas.
Chinatas. Cub. f. pl. — Véase
chinata.
Chinchal. Ámer. m. — Cafetín
o taberna del más pobre as-
pecto; suele decirse por
extensión a toda clase de
tienda en iguales condicio-
nes. (Et. De "chinche").
Chinchal. Cub. m.— Tabaque-
ría, o sea taller de pocos
CHINO
181
CH1QU
operarios, donde se elabo-
ran cigarros puros.
Chínehalito. Cub. m. — Dimi-
nutivo de chinchal, sin
verdadera función de di-
minutivo en la 2/ acep.,
puesto que no existe chin-
chal grande ni pequeño.
Precisamente la palabra
"chinchal " determina la
cualidad de reducido.
Chinche de monte. Cub. f.—
Insecto algo parecido a la
chinche casera, de peor
olor y con las alas carapa-
chosas, que en otros luga-
res de América llaman
chinche ele campo.
Chinchlguaeo. Cub. epic. m.
— Metátesis de cMchlngua-
co. Véase.
Chinchihta. Cub. epie. f.—
En algunos lugares del cen-
tro de la Isla, dicen así al
pájaro bijirita. Véase.
Chinchín. Cub. m. — fam. — La
llovizna menuda y sutil que
se conoce en castellano por
" calabobos" y por garúa en
América del Sur. (Et. Voz
imitativa).
Chinchona. Cub. f. — El árbol
vigueta. Véase.
Chingo, ga. Cub. adj. — fam.
— desusada. — Equivale a
"chico, ca", peqi'efio.
Chinguaco. Cub. epic. m —
Aféresis de chichinguaco.
Véase.
thinguirito. Cub. m. — des-
usada.— Trago de licor, que
boy se dice "cocotazo", en-
tre otras formas varias.
(Et. Voz de origen azteca).
Chinguito, ta. Cub. adj. —
desusada. — Diminutivo de
chingo, ga.
Chlnita. Común, f. — flg. y
fam. — Dicho gracioso, satí-
rico, irónico. Generalmente
se usa con el verbo "tirar" :
"Andrés gusta mucho de
tirar chinitas". Es acepción
más vulgar en España que
en América, aunque la R.
A. no lo haya reconocido
así.
Chiniío, ta. Cub. m. y f. —
Diminutivo de chino, na, en
las acep. cubanas, además
de tenerlo como uso caste-
llano.
* cuino, na. Cub. subs. y adj.
—El individuo descendien-
te de mulato y negra o vi-
ceversa. Tiene los otros
usos de la R. A.
Chino, na. Amer. m. y f. —
fam. — Tratamiento de ca-'
riño entre amantes.
Chlpofo. Cub. epic. m. -Nom-
bre que le dan algunos al
reptil "camaleón", más co-
nocido por éste castellano.
Chipólo cenizo. Cub. epic.
m. — Camaleón en cuya co-
loración abunda el gris.
Chipojo verde. Cub. epic. m.
— Camaleón en el cual
abunda más el color indi-
cado.
Chiqueado, éa. Cub. adj. —
fam.— Aplícase a la perso-
na, particularmente si se
trata de niños, que está
muy mimada o consentida
en sus caprichos: "Don
José tiene a su* niños muy
CHIBI
- 182
CHISP
chiqueados". Véase chi-
quear, se.
Chiqueador, ra. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na muy adicta a chiquear.
Véase.
Chiquear, se. Cub. v. a. y
recíp. — fam. — Acariciar o
mimar con exageración y
empalagosamente, de pala-
bra o por escrito: "Roque
chiquea mucho en sus car-
tas al padre, pues a cada
dos renglones le dice pa-
paíto"; "Daniel y Jacinto*
se chiquean". (Et. De
"chico").
Chiqueó. Cub. m. — Acción y
efecto de chiquear, se. Véa-
se.
Chiqufón, na. Cub. adj. —
Denota afición a ser chi-
queado. Véase chiquear, se.
ChiraoL Cub. epic. m. — El
pájaro totí, en algunos lu-
gares.
Chiribico. Cub. epic. m. — En
algunos puertos cubanos,
dícese así a un pez como de
un jeme de largo, de forma
orbicular, de color morado
obscuro, con escamas pe-
queñas, así como la boca y
los ojos, que son negros con
cerco amarillo azulado en
los extremos. La coloración
varía algo con la edad. Tam-
bién se llama chiribita.
Hay varias especies. (Zool.
F. Chcetodontidce; esp. Po-
macanthus paru, Bl.).
Chiribico. Cub. m. — Una es-
pecie de pastelito hecho de
harina, con azúcar, mante-
ca, etc. Otros dicen chibi-
rico.
Chiribita. Cub. epic. f. — Véa-
se chiribico (1.a acep.).
Chirigotero, ra. Común, subs.
y adj. — Se aplica a la per-
sona muy aficionada a mez-
clar chirigotas o cuchufle-
tas en su conversación:
"Diego es un chirigotero
poco oportuno.
Chirimbolos. Cub. m. pl. —
Juego que consiste en una
serie de bolas numeradas,
tantas como concurrentes,
que se mezclan, y el juga-
dor que saque la mayor,
ganará el dinero que todos
apostaron por igual.
Chirriador. Cub. epic. m. — El
pajarillo conocido en cas-
tellano por "chamariz", que
además recibe en Cuba los
nombres de chamarín, por
corrupción, y mayito de
ciénaga, por la semejanza
con el mayito.
Chispogeado, da. Cub. adj.
— fam. — Lo mismo que
"desprestigiado": "Es un
político chispogeado". Véa-
se chispogearse.
Chispogeadura. Cub. f.-fam.
— Lo mismo que chispogeo.
Véase.
Chispogecr. Cub. v. a. — fam.
— Ridiculizar a una perso-
na con palabras satíricas :
"Diego chispogeó a Roque
las arrogancias de éste".
Chispogearse. Cub. v. ref. —
fam. — Guando este verbo
toma forma reflexiva, ad-
quiere más fuerza en el
CHIVA
183
CHIVO
significado, y viene a de-
notar desprestigiarse : "En-
rique se chispogeó como
periodista".
Chispogeo. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de chispo-
gear, se. En algunos casos
se dice chispogeadura:
"Guando José dijo que na-
die le aventajaba a él en
Matemáticas, se le formó el
gran chispogeo". "Menuda
chispogeadura le dieron a
Javier".
Chispoleta. Cub. f. — Mucha-
cha de poco juicio, alegre,
vivaracha y algo coqueta.
Chiva. Amer. f. — Véase chivo
(1.a acep.), de más uso en
Cuba.
Chivada. Cub. f. — fam. —
Equivale a "chasco", "de-
cepción" : "Nos dieron bue-
na chivada en la carrera de
caballos".
Chivado, da. Cub. adj. — fam.
— Denota pobreza, escasez
de recursos: "Una familia
chivada". Véase chivarse
(1.* acep.).
Chivado, da. Cub. adj. — fam.
— Significa mal estado de
salud: "Manuel quedó chi-
vado de una pierna en el
vuelco del automóvil. Véa-
se chivarse (2.a acep).
Chivado, da. Cub. adj. — fam.
—Lo mismo que "dificul-
toso", "embarazoso": "Un
negocio muy chivado".
Chivadura. Cub. f. — fam. —
Acción y efecto de chivar:
"Estoy cansado de tanta
chivadura" .
Chivar. Cub. v. a. — fam. —
Como "provocar", "moles-
tar", "fastidiar": "Yo chi-
vé mucho a don Juan por
fanfarrón". El principal
uso es en infinitivo.
Chiveras. Cub. v. ref. — fam.
— Al tomar este verbo la
forma reflexiva recibe va-
rios significados, algunos a
capricho del que lo emplea.
Una de las principales
acep. es la de "arruinar-
se"; "Rafael se chivó en el
juego".
Chivarse. Cub. v. ref. — fam.
— Ser víctima de un acci-
dente: "Los volatineros se
chivan cuando menos lo es-
peran".
Chivarse. Cub. v. ref. — fam.
— Lo mismo que "irritar-
se", "encolerizarse": "Mi
mujer se chiva por un quí-
tame allá esas pajas". En
Colombia sr>gún Cuervo, em-
pléase enchivarse con esta
misma acepción.
Chivero, ra. Cub. adj. — fam.
Aplícase a la persona, re-
gularmente un político,
muy aficionado a los nego-
cios llamados chivo. (2.a
acep.). Véase.
Chivichana. Cub. f. — Lotería
o rifa secreta, prohibida y
perseguida por las autori-
dades.
Chivo. Cub. m. — Barba en
forma de perilla grande, a
la manera que la tiene el
chivo o cabrito. También se
dice, cual en otras partes
de América, chiva, pero con
CHOCA
184
CHOPA
menos frecuencia en Cuba.
Según Cuervo, en Colom-
bia se dice chivera.
Chivo. Cub. fia. — Negocio su-
cio, ilícito, particularmen-
te si lo efectúa algún po-
lítico: "El Senado? H.
entra en toda clase de
chivos'".
Chivo. Cub. m. — Algunos di-
cen así al árbol más cono-
cido por humo (2.a acep.)
Véase.
Chivo, va. Cub. m. y f.— Con
las acep. cast. de "cabrito"
y "cabra", se forman en
Cuba las frases 3, 38, 263.
85. 143 y 11 y el refrán
15-6 de los respectivos
Apéndices.
Chivo? va. Cub. adj.— Equi-
vale a "incomodado", "irri-
tado", y es el p. p. de chi-
varse (3." acep.) sincopado:
"Anits &q puso chiva, por-
que no la dejaron ir al
teatro".
Chivo (De). Cub. mod. adv.
— Lo mismo que decir de
contrabando, de tapadillo,
clandestinamente: "Nunca
falta quien entre en el tea-
tro de chivo™.
Chivón, na. Cub. adj. — fam.
— Aplícase a la persona
muy mortificante: "Un ni-
ño muy chivón." Véase
chivar.
Chocante. Común, adj. — Lo
mismo que "raro", "extra-
ño", en el sentido de que
despierta sospechas o que
llama mucho la atención:
"Es muy chocante lo suce-
dido ayer"; "un suceso
el Locante" .
Chocolate de maíz. Cub. m.
— Véase chocolate de rega-
lo.
Chocolate ce regalo. Cub.
xa. — El hecho con cacao y
maíz tostado, que también
se llama chocolate de maíz.
Chocolatero. Cub. adj. — En
la región oriental, aplícase
a un viento del Norte bas-
tante fuerte. Tiene el uso
castellano.
Chocolongo. Cub. m. — Dí-
cese incorrectamente por
chicolongo. Véase.
Chocho, Cub. m. — Especie de
fríjol chato, circular y
blanco, originario de las is-
las Canarias. Tiene, aunque
poco, el uso de adjetivo
casi ellano.
Chocho. Cub. epic. m. — En
algunos lugares, el pájaro
bijirita.
Chófer. Común, m. — El con-
ductor de automóvil; po-
dría llamarse en buen cas-
tellano autoniovilero o au-
tomovilista. En Cuba se
dice popularmente fotin-
guero al que conduce un
automóvil de plaza. (Et. Del
francés chauffeur, fogo-
nero).
Choncholí. Cub. epic. m. — En
muy poco lugares, el pá-
jaro totí.
Chopa amarilla. Cub. epic. f.
— Además del pez llamado
comúnmente "chopa", se
conocen en Cuba con adita-
mentos particulares, dos
CHOTE
185
CHOTB
especies mayores. La ama-
rilla, es de forma ovalada,
que se desarrolla hasta me-
dio metro, de dientes cor-
tantea y carne buena, y
cuya coloración la forman
escamas blancas y amari-
llas alternes. (Zool. F. Pi-
melepterida? : esp. Xipho-
sus sectatrix, Lin.j
Chopa blanca, Cub. epic. f.
— Especie de pez semejante
al anterior, menos en la co-
loración, que es blanca con
viso aplomado y una franja
longitudinal en los cache-
tes. (Zool. F. P.; esp. Xi-
phosus incisor, Cuv.)
Chorizo. Cub. m. — fam. — Así
dicen despectivamente los
blancos a los negros. Tiene
la principal acep. east.
Chorote. Cub. m. — Dfcese a
cualquier bebida muy es-
pesa, casi pastosa, especial-
mente si se trata de cho-
colate.
Chota. Cub. común, — fam. —
Lo mismo que choteador,
va. Véase.
*Chote. Cub. m. — Lo mismo
que "chayóte". Es cosa rara
que la R. A. acepte este cu-
banismo de muy poco uso,
y que al fin es voz corrom-
pida, y en cambio se olvide
de muchos cubanismos co-
rrectos y de uso general.
Choteado, da. Cub. adj. —
Aplicado a cosa, significa
muy vista, demasiado vul-
gar. 'Una película muy
choteada" ; moda choteado"
Choteado, da. Cub. adj. —
Cuando se refiere a persona,
denota descrédito, despres-
tigio: "Un Representante
choteado". Es sinónimo de
chispogeado, da.
Choteador, ra. Cub. adj. —
Lo persona aficioacda a
chotear. Otros dicen chota,
para los dos géneros.
Chateaé^ra. Gub. í. — Véase
choteo, de uso más gene-
ralizado.
*Chotcar. Cub. v. a. — "Poner
en ridículo, mofarse de una
persona". (R. A.) También
se emplea relativo a cosas:
"Andrés le choteó los di-
bujos a Luis". Otros em-
plean la forma reflexiva.
(Et. De "choto").
Chotearse. Cub. v. ref. —
Igual que "desacreditarse",
"desprestigiarse". Es sinó-
nimo de chispogearse.
Choteíto. Cub. m. -Broma li-
gera de palabra. Diminuti-
vo de choteo. Véase.
Choteo. Cub. m. — Burla, bro-
ma de palabra. Algunos di-
cen "choteadura,:, cuando
más bien se trata de una
tomadura de pelo. "Déjate
de choteos, y vamos a tra-
tar el asunto seriamente".
"Al actor Tal le formaron
la gran choteadura, por-
que se equivocó en un ver-
so". La R. A. no acepta
ninguno de los derivados
de chotear, ni siquiera cho-
teo, de más uso que el ver-
bo castellanizado, y la voz
que le dio origen.
Choteo. Cub. m. — Pitorreo
CHUCHO
— 186
CHULH
con escándalo: "Las bur-
las al orador acabaron con
un choteo colosal".
Chotiüo. Cub. m.— El árbol
más conocido por pimienta
de playa. Véase.
Chuchazo. Cub. m. — Golpe
dado con el chucho (1."
acep.). Véase.
Chuchear. Cub. v. a. — Azu-
zar con un chucho (1.a
acep.).
Chuchero. Cub. m. — El em-
pleado de ferrocarril que
cuida del chucho (2.* acep.),
que oíros dicen cambiavía,
y en castellano "guarda-
agujas".
Chucho» Cub. m. — Toma este
nombre cualquier forma de
látigo, y algunos lo hacen
extensivo a denominar el
"vergajo y las disciplinas.
(Et. De "achuchar").
Chucho. Cub. m. — Aparato
que, por medio de una sen-
cilla combinación mecáni-
ca, cambia las agujas en
los caminos do hierro.
También se dice con me-
nos frecuencia cambiavía.
(Et. Del inglés switch, des-
viador).
Chucho. Cub. m. — Por ex-
tensión, ramal corto de fe-
rrocarril, que comunica
una hacienda, ingenio, etc.,
con la línea principal.
Chucho. Cub. m. — Dícese al
conmutador de corriente
eléctrica. (Et. Del inglés
switch, desviadero).
Chucho. Cub. epic. m. — Pez
de rarísima figura, dei que
sólo puede dar una idea el
llamado "raya" en caste-
llano. El cuerpo presenta la
forma imperfecta de un
disco, que puede medir un
metro entre los nacimien-
tos de la cabeza y la cola,
por dos de ancho, alcan-
zando la cola, que más pa-
rece rabo, hasta tres me-
tros de largo, y que le da
nombre al pez, por su se-
mejanza de chucho (1.*
acep.) ; la cabeza tiene pa-
recido a la de tortuga, a
cuyo extremo están colo-
cados los ojos blancuzcos,
con una raya por pupila;
la parte inferior del cuerpo
es blanca, y la superior,
casi negra, con viso azul o
morado, y salpicada de
puntos blancos; la epider-
mis es cartilaginosa; y se
alimenta de conchas, mo-
luscos, etc., que tritura fá-
cilmente, merced a que su
boca está casi desprovista
de partes blandas. También
se llama "obispo", si bien
con menos frecuencia, que
es como lo describe la R. A.,
ciertamente con una tan
raquítica explicación, que
por eso lo hemos hecho
nosotros extensamente en
esta acep. cubana.
Chulear. Amer. v. a. — Ejer-
cer el infamante oficio de
rufián o chulo, con respec-
to a las mujeres públicas.
En Cuba carece de otros
significados.
CHUPA
— 187
CHUKHO
Chulería. Amer. f.- Vicia, pro-
fesión o concurrencia de
chulos, en el sentido de ru-
fianes que viven de explo-
tar a meretrices. No tiene
en Cuba más acepciones.
Chupadeos. Cub. m. pl. —
¿antic.?-La prenda de ves-
tir muy ceñida al cuerpo,
y la persona que la usa. En
este sentido, hemos visto
empleada la palabra en un
viejo libro cubano que sen-
timos no recordar. (Pudie-
ra tener origen del caste-
llano "chupa", pero no se
explica fácilmente su otro
componente déos, o sea de-
dos corrompido).
Chupeta. Cub. f. fam. — Véa-
se la frase 139 del Apén-
dice. (Et. De "chupar").
Chupotero, ra. Cub. m. y f.
— fam. — El que vive de un
destino del Estado, inde-
bida o inmerecidamente.
(Et. De "chupar").
Churria. Cub. f. — Corrupción
bastante generalizada de
"churre".
Churrloso, sa. Cub. adj. —
Aplícase a personas o cosas
churrientas o que tienen
churre o churria. Otros di-
cen churroso, sa.
Churros©, sa. Cub. adj. — Lo
mismo que churrioso, sa.
Véase.
DAGU
— II
DAJA
D
Dagamal. Cub. m. — Sitio
donde abunda el árbol da-
game. Véase.
Dagame. Cub. m — Árbol sil-
vestre y común,, de tronco
liso y alto sin ramaje, re-
matado con una pequeña
copa de hojas chicas, de
llores también pequeñas,
tuberosas y blancas, fruto
agradable al ganado, y ma-
dera muy dura y pesada,
de color gris amarillento,
empleada para ejes de ca-
rretas y otra carpintería
gruesa. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. Calycophylum candidi-
simum, D. G.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas)
Daguilla. Cub. í. — Árbol sil-
vestre cuya elevación os-
cila entre ocho y diez me-
tros por medio de diámetro
en el tronco, muy aprecia-
do por su líber, que es
como un caprichoso teji-
do de encaje, elástico a la
trama, que usan algunas
campesinas como delantal o
pañuelo; la corteza es fi-
brosa y muy resistente, por
lo que se utiliza como cor-
del en forma de tiras, y la
madera es mala y sin apli-
cación. (Bot, F. Timcleá-
ceas; esp. Lagetta lintea-
ria, Lam.)
Dagui2!a de loma. Cub. f. —
Especie del árbol anterior,
muy semejante a él. (Bot.
F. T.; esp. Lag. valenzue-
lana, Rich.)
Dagislya. Cub. f. — Así pro-
nuncian algunos la voz
anterior, cosa que nos pa-
rece incorrección.
Dahao* Cub. epic. m. — antic.
— Primitivo nombre del
pez dajao. Véase. (Et. Voz
caribe, según Zayas).
Dajao. Cub. epic. m. — Pez de
agua dulce, de unos 25 cen-
tímetros de largo, de cuer-
po alargado y comprimido,
cabeza ancha, con el labio
superior ensanchado y ele-
vado al extremo de la man-
díbula, escamas grande?,
cola ahorquillada, de color
algo moreno por encima y
blanco por debajo. Es un
estimable bocado. Se parece
algo en configuración a la
lisa. (Zool. F. Mujüidce;
DANZ
— 189 —
DEBU
esp. D a j au s montícola,
Grif-f.) (Et. Del caribe da-
hao) .
Dajilü, Cub. m. — antic. — Pri-
mitivo nombre del árbol co-
nocido por daguilla. Véase.
Dale. Cub. m. — Juego de mu-
chachos con bolitas, mates
u otros objetos, que se lan-
zan para producir el cho-
que de unos contra otros y
obtener como ganancia la
bolita o mate que recibe el
choque perteneciente al ju-
gador contrario.
Daüa morada, Cnb. f. — La
planta gigantón. Véase. Se
conoce la dalia verdadera.
Dama. Cub. f. — Cigarro puro
o tabaco del largo corrien-
te, pero delgado, poco más
de un cigarrillo de grueso.
Tiene los usos cast.
Damafagua. Cub. f. — desusa-
da.— Véase majagua.
Damasana. Cub. f. — En algu-
nos lugares de la Isla, se
dice al garrafón. (Et. Co-
rrupción de "damajuana").
Damnificado, da. Común, adj.
— Igual que "perjudicado",
la persona que se damnifi-
ca: "Soy el único damni-
ficado en el asunto".
Danza cubana. Cub. i. — Bai-
le de figuras, especie de ri-
godón, suplantada hoy por
el danzón, que pudiera lla-
marse baile nacional. Véa-
se.
Danzón. Cub. m. — La pieza
musical predilecta en todos
los bailes, así del pueblo
como de los salones aris-
tocráticos, por lo que me-
rece llamarse baile nacio-
nal. Su música no es deli-
cada, pero sí voluptuosa y
de cadencias un tanto inci-
tantes. Entra en su com-
posición, las muchas veces
que la música no pertenece
al autor, lo mismo un se-
lecto trozo de ópera que
cualquiera tonadilla calle-
jera, predominando un cier-
to gusto de la música afri-
cana llamada rumba. Es la
pieza con que terminan
siempre los conciertos de
banda en los parques, y no
es r?,ro que en un baile se
toquen danzones solamente.
Dátil. Cub. m.— Suele oirse
para denominar la planta
comúnmente conocida por
"datilera". Tiene la acep.
correcta para el fruto de
dicha palma. Oíros dicen
palma dátil.
Dátil. Cub. adj. — Empléase
como aditamento a una es-
pecie de ají. Véase.
Dátil. Común, m. — vulg. —
Dícese por "dedo" de la
mano: "Metió los dátiles
en el plato".
Debido, da. Común, adj. —
Lo mismo que "razonable",
"justo", "apropiad o" :
"Guardar la debida com-
postura en la escuela".
Debut. Común, m. — Repren-
sible galicismo que debe
desechar quien guste de
hablar bien, ya que tiene
muchas voces en nuestro
riquísimo idioma, como
DBQO
— 190
DBNU
"estreno", "comienzo",
"principio", "presenta-
ción", "inauguración", etc.,
según los casos, que lo
substituyen con elegancia.
(EL Del francés debut).
Debutar. Común, v. n.-Véase
sobre este galicismo lo
apuntado en la voz ante-
rior. (Et. Del francés dé-
buter).
Decidido, da* Común, adj. —
— Igual que "firme", "per-
sistente", "resuelto" : "Ten-
go decidido empeño en
aprender el ruso".
Declarado, da. Común, adj.
— Lo mismo que "ostensi-
ble", "manifiesto": "Es un
enemigo declarado de! pro-
greso".
Defecadora. Cub. f. — En los
ingenios, por antonomasia,
la caldera o aparato donde
se purifica el guarapo. Es-
ta voz, como denominación
genérica de máquinas des-
tinadas al fin explicado, no
puede ser más castiza, y
sin embargo no figura como
tal. Otros la denominan
descachazadora.
Degollado. Cub. epic. m. — •
Ave de paso que toma este
nombre de una mancha
roja que tiene en el cuello
el macho, que cuando adul-
to, tiene de plumaje negro
la mayor extensión del lo-
mo, alas y cola, el cuello y
la cabeza; el resto del plu-
maje es, así como el pico,
blanco, y las patas azuladas
con visos grisáceos; en el
joven, los colores son más
pálidos, incluyendo la man-
cha del cuello, que se pre-
senta rosada; la hembra es
de color pardo olivado, con
el pecho blanco. Llega a la
Isla en octubre, de paso
para los Estados Unidos.
(Zoo!. F. Fringüidce; esp.
Z amelo di a ludoviciana,
Lin.)
Deleite. Cub. adj. — Empléa-
se como aditamento a una
especie de bejuco. Véase.
Tiene el uso castellano.
Demajagua. Cub. f.— desusa-
"da. — Véase majagua. (Et.
Voz caribe, según Zayas.
Demajaguabo. Cub. m. — an-
tic. — Véase majagual. (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Demajagua!. Cub. m. — des-
usada.— Véase majagual.
Dentudo. Cub. epic. m. — Pez
de unos tres metros de lar-
go, que es uno de los sola-
cios más temibles por la
distribución de sus dien-
tes, colocados en dos filas
separadas, largos y afila-
dos, sobre todo los ante-
riores; tiene el hocico agu-
do, los ojos grandes, suave
la epidermis, de color azul
obscuro por encima y pálido
por debajo, y su carne no es
apreciable. También se lla-
ma dentuzo. (Zool. F. Isu-
ridoe; esp. Isurus oxyrhin-
chus, Raf.)
Dentuzo. Cub. epic. m. — De-
nominación incorrecta del
pez dentudo. Véase.
Denunciante. Com,ún. — Dice-
DESC
191 -
DUSO
se a la persona que de-
nuncia.
Derogable. Común, adj. —
Denota que puede derogar-
se: "Un decreto deroga-
ble".
Desamarrar. Cub. v. a. — Es
reprensible el abuso que se
comete con este verbo en
el lenguaje corriente, que
tiene abolido el de "des-
atar". Véase lo dicho en
amarrar.
Desanimación. Común, f. —
Lo contrario que "anima-
ción": "Hubo gran des-
animación en las fiestas de
este año". Parece increíble
que voces como ésta no fi-
guren en el Dic. de la R A.
Desanimado, éa. Común.
adj. — Dícese de algo no
concurrido, poco animado:
"El baile está desanimado" .
Desfeordadamente. Común.
adv. — Denota "con desbor-
damiento".
* Desbotona!. Cub. v. a. —
"Quitar los botones y la
guía a la planta de tabaco,
para impedir su crecimien-
to y para que ganen en ta-
maño las hojas". (R. A.).
Algunos emplean este ver-
bo con marcada incorrec-
ción, en vez de "desabo-
tonar".
Descabezar» Cub. v. n. —
"Muy usado en el interior
de ia Isla en significación
de ir, no derechamente, sino
buscando mejor paso por
las cabezadas de un río, o
por las extremidades bajas
de una loma, etc." (Pichar-
do).
Descachazadora. Cub. f. —
Véase defecadora.
Descacbazar. Cub. v. a. — Se-
parar del guarapo las im-
purezas que forman la es-
puma llamada "cachaza".
Descalabrarse. Cub. v. ref.
— fig. y fam. — desusada. —
Se descalabra una persona
cuando llega a su casa o a
otra de confianza y no en-
cuentra en ella a los mora-
dores. En el sentido de "he-
rir, se", castellano, más _se
dice romperse o partirse la
cabeza.
Descaleníarse. Cub. v. ref.
— Aplicado solamente con
relación a caballerías; vie-
ne a significar lo mismo
que "despearse", en caste-
llano, pero cuando degene-
ra en enfermedad, al ex-
tremo de que pierdan los
cascos o queden inú Liles
para camino.
Descerezatíora. Común, f. —
Aparato o máquina para
descerezar el café. La R. A.
dice en la voz "descere-
zar": "Quitar a la semilla
del café la carne de la ba-
ya o cereza en que está
contenida"; pero en la voz
"cereza" no aparece esta
acep. que aquí le da.
Descorubreo. Cub. m. — Así
dicen muchos en lugar de
"descombro", o sea acción
y efecto de descombrar.
Desconocedor, ra. Común.
adj. — El que desconoce.
DÉSE
192
DÉSE
Desconsideración. Común.
f. — Acción y efecto de des-
considerar: "Fulano tiene
muchas desconsideraciones
con su familia".
Desechable. Común, adj. —
Aplícase a algo que puede
desecharse.
Desechito. Cub. m. — -Dícese
en conjunto a las hojas de
tabaco inmediatamente in-
feriores en calidad a las
nombradas desecho. A más
de barbarigmo, como se ve-
rá en la voz siguiente, se
traía de un diminutivo que
no puede admitirse sin
menoscabo del bien hablar.
Desecho. Cub. m.— Dícese al
tabaco en rama de hojas
grandes, suaves, .de supe-
rior aroma y caiidad. Tam-
bién se dice desecho lim-
pio, lo cual es un doble
barbarigmo, porque no se
aviene la limpieza a califi-
car lo que se desecha, que
es siempre lo insignifican-
te, malo, de3prí?ciable, dan-
do por resultado de esto,
qUe desecho es el otro bar-
barigmo, toda vez que, para
hablar en castellano de mo-
do que nos entiendan, de-
biera significar lo inferior
del tabaco y no algo de lo
superior.
De&acbo. Amer. m. — Trozo
iiQ camino formado por el
mismo tránsito, que se des-
vía de una carretera para
salvar un tramo peligroso
© en reparación. Así es co-
mo dice el pueblo y alguna
gente culta, sin que les fal-
te razón, puesto que es
punto donde se desecha el
verdadero camino; pero
admisibles son las razones
para decir deshecho, de
"deshacer", si además es-
tán apoyadas por la voz
castellana "deshecha", de
parecido significado.
Desecho limpio. Cub. m. —
Véase desecho (1.a acep.).
Desembarrancar. Común, v.
a. — Sacar o poner a flote
una embarcación que ha
embarrancado.
Desembuilador, ra. Cub. adj.
— fam. — :Lo contrario de
embullador, ra. Véase.
Desembullamiento. Cub. m.
—fam. — Igual que desem-
bullo, pero de menos uso.
Véase.
Desembullar, se. Cub. v. a.
y ref. — fam. —Lo contra-
rio que embullar, se. Véase.
Desembullo. Cub. m.— fam.
Que no hay embullo: "Veo
mucho desembullo para el
baile del domingo".
Desencabuyar, se. Cub. v. a.
y reí'. — fig. y fam. — Véase
encabuyar, se.
Desenroscar, se. Común.
v. a. y reí. — Sacar o qui-
tar una cosa que está en-
roscada: "Desenroscaré la
tuerca"; "la culebra se
desenroscó del árbol". No
se puede expresar esto en
mejor castellano, aunque
sea sin autorización de
la R. A.
Desentongar. Cub. v. a. —
DSSH
193
Deshacer una tonga. Lo
contrario de entongar. Véa-
se.
Desfavorablemente. Común.
adv. — Lo que no es favo-
rable: "El tribunal falló
desfavorablemente para el
demandante".
Desgarradura. Arner. f. —
Acción y efecto de desga-
rrar. Véase. También se
dice desgarro.
Desgarrar. Arner. v. n. — Lo
mismo que "expectorar".
Tiene los usos castellanos.
Desgarro. Arner. m. — Esputo.
También se dice desgarra-
dura. Véase.
Desguasar, se. Cub. v. a. y
ref. — Es el verbo "desgua-
zar", corrompida la z en s
hasta por los no criollos, al
extremo de que nadie o
contadísimas personas lo
pronuncien bien. Se usa en
su aeep. marítima, pero se
extiende a todo acto en que
se destroza o desbarata una
cosa con algo de violencia:
"La niña desguasó la mu-
ñeca"; "algo se desguasó
en la cocina".
Desguase. Cub. m. — Acción
y efecto de desguasar. Véa-
se. Debiera decirse desgua-
ce, aun cuando no esto
aceptado por la R. A.; pero
todavía es más incorrecto
decir desguaso, cual em-
plean muchos.
Desguaso. Cub. m. — Véase
desguate.
Deshecho. Arner. m. — Véase
desecho (2.a acep.).
Deshijar. Cub. v. a. — Quitar
a las plantas de cultivo, es-
pecialmente a la de tabaco,
a cada cambio de luna, los
retoños, chupones o hijue-
los que le absorben savia,
con daño del buen desarro-
llo. En otros países se dice
deshijuelar (que tampoco
ha recibido el bautismo
académico), y nos parece
más correcto, pues deshijar
sería más aplicable a la
operación de arrancar los
hijos que broten al pie de
la planta. Pero mejor se di-
ría "podar".
Deshipotecar. Común, v. a.
— Quitar o levantar una hi-
poteca: "He deshipotecado
mi casa".
Desilusión. Común f. — Una
ilusión perdida: "Tal su-
ceso me ha causado una
gran desilusión". Sorpren-
de ver que ao figuren voces
como ésta en el Dic. oficial.
Deslindahle. Común, adj. —
Que puede deslindarse.
Desnsaniguar. Cub. v. a. —
Arrancar, cortar o quemar
la manigua (véase) de un
terreno.
Desnsaniguarse. Cub. v. ref.
— fig. y fam. — Trocar las
costumbres y hábitos cam-
pesinos por los ciudada-
nos: "Hace tres años que
Jacinto vive en el pueblo,
y todavía no se desmani-
guón. Lo contrario es en-
maniguarse.
Desmochar. Cub. v. a. — fig.
y fam. — Degollar con ma-
13
DBSP
— 194 —
DBSP
chete: "Jorge y Nicolás
fuéronse de palabras, y el
primero desmochó al se-
gundo de un machetazo*.
Desmoreceré^» Cub. v. reí. —
poco uso. — Ligero síáeope
o pérdida momentánea da
la respiración, por en as-
ceso do risa o do Danto. Es
lástima que no se divul-
gue este verbo, ya que no
tenemos uno en castellano
que determine con tañía
propiedad la idea,
Desmorecido, cfes Cub. p. p.
y adj. — poco uso.™ Aplícase
a la persona que se des-
moroce. Véase desmorecer-
se.
DesíííorceIdf¿ra. Cub. í. —
Véase desmote cimiento.
DesEJíoreciEniento. Cub. m. —
Acción y efecto de desmo-
recerse. Algunos dicen des-
morecidura.
Desorejado, da¡ Cub. f.dj. —
En Cuba tiene esta, voz. más
suave significado; quiere
decir pródigo, derrochador :
"Juan se volvió un desore-
jado desde que se sacó la
lotería".
Despabilarse. Amer. v. ref,
— vulg.— Marcharse solapa-
damente de un lugar. En
Cuba se usan más los ver-
bos fletarse, rajarse, abrir-
se y otros. Tiene ios em-
pleos castellanos.
Despachurramiento. Común.
m. — Acción y efecto de des-
pachurrar.
iíladors, ra. Cub. m.
-La persona que tiene
por oficio quitar los pali-
llos y nervios a las hojas
de tabaco. Incluímos como
cubana esta voz aun cuan-
do pudiera no serlo, por-
que no la hemos visto re-
cogida por ningún diccio-
nario.
Desparramo* Cub. m. — Des-
parcimiento desordenado de
personas o cesas; cuando
se refiere a las primeras,
gana en donosura. Es lo
mismo áesparmrn- %m iertfo,
no usado en Cuba, que tam-*
poco acepta la R. A., y 3e>-
ría lo menos que fie le pu-
diera pedir, ya que inclu-
ye en el Dio. las palabras
"desparramado, da", "des-
parramador, ra", y "despa-
rramar", por lo que no se
adivina la razón para no
admitir desparramaniiento.
Despatarrar; se. A,mer. v. a.
y ref. — Así dicen algunos
por "despachurrar, mn, de
uso cast. (EL De "despata-
rrar").
Despeíozadura. Cub. 1- des-
usada. — Véase despeluza*
miento.
Despeiu^sniiento. Cub. m. —
desusada.— Acción y efecto
de despeluzar:. en acep. cu-
bana. Entre gente que ha-
bla bien conserva el uso
castellano.
DeEpcSa.'Ear. Cub. v. a. — des-
usado.— Despojar a una
persona de todo su dinero
y bienes, particularmente si
es en el juego. Se usa mu-
cho más, y es más propio y
DHSP
195
DESU
significativo el verbo caste-
llano "desplumar", en su
sentido figurado. Entre
gente que habla bien, este
verbo cubano no tiene más
uso que el castellano.
Pe&p&llejadura* Amer.~l. —
Lo mismo que "desolladu-
ra". No faltará quien así
diga por tierras de Casti-
lla, con indiscutible propie-
dad,
Despellejar. Común, v. a. —
fig. y fam. — Murmurar,
hablar mal de una persona:
"Esa mujer despelleja a
cualquiera que esté ause~i-
te". Tiene el otro uso east.
natural.
Despepitar, Cub. v. a.~ Eóte
verbo, en el sent;do de qui-
tar las pepitas a frutos
agrícolas, es castellano,
aunque no lo tenga per tal
la R. A. En Cuba, por an-
tonomasia, empléase por
desmotar, en el sentido de
quitar las pepitas y motas
a los capullos de la^ plan-
tas algodoneras, ace tam-
poco ügura ea la 14.* edi-
ción del Dio, académico.
Despercatarse» Cub. v. ref.
— muy vulg .—-.Baste decir
que es lo contrario de "per-
catarse", par-a que nos exi-
mamos de comentar el dis-
parate.
Despernancarse. Amer. v.
ref. — Abrirse excesrv ara ente
de piernas. En correcto
castellano se dice "espa-
rrancarse", y en muchos
lugares de las provincias
cantábricas de España, des-*
parranearse y escarran-
charse.
¡Despídase! Cub. iuterj. —
fam, — Usase graciosamente
para asentir con entusias-
mo o para ponderar con
calor uca cosa. "¿Cómo
quedó el baile? — i Despída-
se i Como nunca'". En el
mismo caso está ¡despídete!
¿Despídete! Cub. interj. —
fam.— Véase ¡despídase!
Destarradla. Cub. f. — "Véa-
se destarr amiento.
Desíarramientó. Cub. m. —
fam. — Acción y efecto de
destarrar, se.
Destarrar, se. Cub. v. a. ref.
— fam.' — Herirse o matarse
en accidente: "Ese ciclista
cualquier día se destarra".
(Et. De tarro, cuerno, udes-
farr-arse").
Destroncar. Amer. v. a. — ■
Empléase por "desatran-
car7', con bastante propie-
dad.
Destutanarse. Amer. v. ref.
— fig. y fam. — Demostrar
vivo efán en el estudio o en
trabajos corporales o men-
tales, con propensión a en-
fermarse. (Et. De "tuétano"
c o f rompido: " dea-tü ian-
arse).
DesurtidCj da= Común, adj. — •
Aplícase a lo que no está
surtido; esto es, que no
presenta las consiguientes
variedades : "Estableci-
miento de surtido " .
Desusado, da-, Común, adj. —
Aplícase a lo que tiene poco
DIAB
196 —
DIAC
uso o que lo ha perdido
por completo : "Vocablo
desusado".
Desventajosamente. Común.
adv. — Significa con escasa
o ninguna ventaja: "Fula-
no lucha desventajosamen-
te".
Devanarse. Cub. v. ref. —
desusado. — Empléase con
relación a los niños, cuando
hacen contorsiones en el
suelo, por efecto de risa,
llanto, u otra pasión.
Dexagerar. Común, v. a. —
vulg. — Prótesis frecuente
en el vulgo de España y
América de "exagerar".
Día de díablitos. Cub. m. —
antic. -Aquél en que los ne-
gros celebraban su fiesta de
diablitos, y, por extensión,
el día de Reyes, que era
como la fiesta oficial y tra-
dicional de ellos.
Diabüto. Cub. m. — El negro
que disfrazado con colori-
nes y muy chocarreramen-
te, va haciendo mil inde-
centes contorsiones, acom-
pasadas por infernal grite-
ría, que producen otros
muchos individuos de su
raza, quienes lo rodean y
siguen a modo de proce-
sión, la que toma el nombre
de comparsa de ñañigos.
Este grotesco espectáculo,
de origen africano, esté
muy restringido, y desde
hace muchos años, sólo se
ha visto alguna ve* en la
Habana en díae de propa-
ganda política. Tiene los
usos cast.
Diablo. Cub. epic. m. — Raro
pez de muy irregular figu-
ra, por su cabeza ancha,
deprimida y de forma
triangular, rematada con
un pico elevado, de ojos la-
terales grandes, boca pe-
queña subterminal, y con
un tentáculo retráctil, for-
mado por la dorsal espi-
nosa atrofiada, que oculta
en una cavidad situada en-
tre la boca y la dicha pro-
tuberancia de la cabeza; la
mitad posterior del cuerpo
es mucho más delgada y de
forma cónica; el lomo, de
color moreno obscuro, está
cubierto de tubérculos
óseos y espinosos, y de
manchas negras, que des-
aparecen después de muer-
to; la parte inferior es ás-
pera y de color rojo cobri-
zo. Su tamaño es de un pie.
Hay un pez conocido en
castellano con los nombreB
de "escorpina", "escorpe-
na", "peje diablo" y "dia-
blo de mar" que, a juzgar
por la descripción de la
R. A., pudiera ser el mis-
mo : lo ignoramos. (Zool. F.
Maitheidce; esp. Ogcoce-
phalus ves-pertüio, Lin.)
Tiene las acep. cast.
Diablada. Cub. í. — Corrup-
ción de "diablura", trave-
sura.
Dlacanán. Cub. m. — Según
Zayas, "una de las varie-
dades de la yuca, reputada
DIEZ
197 -
DISC
de muy productiva". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Diana. Cub. epic. f. — Pez de
unos 25 centímetros, de fi-
gura corriente, color mo-
reno amarillento, con una
faja vertical blanca a cada
lado del vientre, ojos gran-
des y cola bifurcada. (Zool.
F. Serránidos; esp. Serra-
nus phcebe, Poey). Tiene
las acep. ca3t.
DiMdibí. Cub. m. — Así escri-
ben algunos, entre ellos,
personas de amplia ilustra-
ción, como Pichardo, y de
tan honda cultura como Za-
yas, la voz dividivi, que
rechaza el uso de la b. Véa-
se con i'.
Díctamo. Cub. m. — La planta
que hoy, por corrupción, se
conoce más por ítamo. Es
de advertir que no se trata
del díctamo que describe la
R. A. y que es aceptable la
corrupción para evitar con-
fusiones.
Díctamo real. Cub. m. — Lo
mismo que díctamo. Véase
ítamo.
Dichosón, na. Cub. adj. —
faro. — Equivale a "dichoso,
sa"; pero expresado con
cariño y aludiendo a cosa
momentánea y transitoria,
y no con el carácter de es-
tabilidad que siempre tie-
ne el adjetivo castellano.
Diente de perro. Cub. m. —
Roca a flor de tierra que
presenta la superficie eri-
zada de picos.
Diez dei día. Cub. f. ni. —
Véase verdolaga de sabana.
Diferiencia. Común, f. — vulg.
— Corrupción, entre gente
rústica de España y Amé-
rica, de "diferencia".
Dímpués. Amer. adv. — vulg.
— Corrupción de "después".
Dir. Común, v. n. — Corrup-
ción entre gente rústica,
únicamente en infinitivo,
del verbo "ir".
Dirigible. Común, adj. — De-
nota que puede dirigirse.
Dirigible. Común, ra. — Díce-
se al moderno globo aeros-
tático, de segura dirección:
"Los dirigibles han desem-
peñado buen papel en la
guerra europea".
Dirigirse. Común, v. ref. —
Encaminarse: "Me dirijo a
la oficina".
Disciplina. Cub. f. — Véase
disciplinilla. Tiene las acep.
castellanas.
Disciplinaria. Cub. f. — Véase
disciplinilla.
Disciplinilla. Cub. i. — Plan-
ta parásita que se desarro-
lla en los árboles, con el as-
pecto de disciplina de azo-
tar, de donde proviene su
nombre, por sus tallos de
más de dos metros de lar-
go, articulados y sin hojas,
y con flores moradas, ver-
des, rosadas, etc., en pinas
al extremo; fruto en bayas
con muchas semillas bri-
llantes. También se nombra
disciplina y disciplinaria.
(Bot. F. Cácteas; esp.
Rhipsalis cassytha, G.) Tie-
ne el uso cast.
DOBL
198
DON
Díseipiinüla. Cub. f. — Plan-
ta indígena parecida a la
precedente, pero que se
desarrolla en terrenos pe-
dregosos, y con los tallos
lechosos y florecillas ama-
rillas. Como a la otra, se
llama también disciplina y
disciplinaria. (Bot. F. JEtí-
foroiáceas; esp. Euphorbia
cassühoides).
Disco, Cub. m. — fam. — Dí-
cese ü la moneda de un
duro de plata, aunque tan
discos sean las demás mo-
nedas. Véase la frase 12
del Apéndice, Tiene ios
usos castellanos.
Divertidamente. Común, adv.
— Con regocijo o diversión:
"Hemos pasado muy diver-
tidamente el día en el
campo".
Dividivi. Amer. m. — El árbol
más conocido en Cuba por
guatapaná. Véase. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Doblada. Cub. i. — fam.— Ac-
ción y efecto de doblar, se.
Otros dicen doblón, como
aumentativo.
Dcblada3. Cub. f. pl.— El re-
pique de campanas a la
puesta del sol, cor-ocido por
"toque de ánimas "
Doblar, se. Cub. v. a. raf. —
flg. y fam. — Lo mismo que
"avergonzar, se", "correr-
se": "José se dobla por el
más mínimo requerimien-
to": "Pedro dobló a Igna-
cio con unos cuantos des-
propósitos".
Doble. Común, m. — En el
juego, el naipe que forma
pareja y es igual a otro en
valor. Tiene los demás usos
castellanos.
Debfór?. Cub. m. — fam. — Véa-
se doblada. Tiene las acep.
castellanas.
Doblón de a dos. Cub. m. —
Moneda de oro, cuyo valor
intrínseco son dos duros de
plata, y que más general-
mente se llama "escudo",
su nombre castellano. Al-
gunos dicen dobloncito, y
es más propio que doblón
do a dos.
Doblón de un peso. Cub. m.
— La moneda de oro que
vale cinco pesetas.' Tam-
bién se llama escudito, y
con sus nombres castella-
nos "escudillo''' v "dobli-
11a".
"DobloncSto. Cub. m. — Doblón
de a dos. Véase.
Doce de! día. Cub. í. pl. —
Véase buenastardes.
Dominico. Cub. epic. m.-Pa-
jarillo de plumaje prietuz-
co salpicado de pintas blan-
cas, pico encorvado, y que
emite unos chillidos des-
agradables. Tiene las acep.
castellanas.
Dominico. Cub. m. — En algu-
nos lugares de la región
oriental, recibe este nom-
bre una especie de cama-
rón prietuzco con pinzas.
Don Carlos. Cub. m. — Véase
piñón vómico.
Don Carlos. Cub. adj. — Em-
pléase como aditamento de
yerba, para nombrar la
DORil
199
DÜLZ
más conocido por cañuela
(2.a acep.)
Dcnque, Cub. m. — Bomba ab-
sorbente ce grande tamaño.
(Et. Del inglés donksy).
Dorad?* da. Cub. Qdj. — Aplí-
case a ¡as caballerías de co-
lor de almagre acaobado.
Tiene el uso oast.
Dorado, «3a. Cub. in. y f, —
Especie de mosca prietuz-
ca con el extremo de color
dorado, donde tiene una
ponzoña con la que produce
fuertes y venenosas pica-
das. Habita en los terrenos
cenagosos.
Dormidera. Cub. f. — La plan-
ta americana descrita por
la R. A. con el nombre de
"sensitiva", que también
se llama así en Cuba. Otros
dicen adormidera, dormi-
lona y moriviví.
Dorial-lona. Cub. f. — Véase
dormidera.
Dormilonas* Ámer. i. pl. —
Pendientes de oreja, redon-
dos y con brillantes, y una
esmeralda en el centro. Muy
rara vez se emplea el sin-
gular.
Dormir, se. Cub. v. a. — fig.
y fam. — Engañar ccn arti-
ficios a una persona hasta
convencerla de que una
cosa es buena, siendo real-
mente mala o encontrada
con su deseo. Es una acep-
ción no exenta de gracia
del verbo "dormir". "An-
tonio durmió a Pedro y le
hko firmar la escritura";
"Aniceto me duerme con
sus gracias".
Droga. Cub. f. — En la jerga
comercial, Be dice al género
de venta muy dificultosa
o que lo rechaza el públi-
co. También se dice maru-
ga. Tiene el uso cast.
Drogéa. Cub. m. — -Aumenta-
tivo de droga. Véase.
DuchL Cub. m. — antic. —
Asiento tosco de madera,
do una sois pieza, que se
construía algunas veces con
forma de animal cuadrú-
pedo, (Et. Corrupción del
caribe áujo, duho).
Dulcfe. Cub. adj. — fam. Véan-
se la frase 5 i y el refrán
7 en los respectivos Apén-
dices. Tien'9 los uso3 cast.
Dulce. Cub. adj. — Aplícase al
individuo que blasona de
que se enamoren fácilmen-
te de él las mujeres. Tam-
bién se dice dulzón.
Dulzón. Cub. adj. — Véase
?ulc.e. Caroce de forma fe-
menina en esta acep. cu-
bana; pero tiene las caste-
llanas.
EBAN
ÍOO
Ébano amarillo. Cub. m. — El
árbol más conocido por jo-
cuma amarilla. Véase.
Ébano amarillo. Cub. m. —
Otro árbol más conocido por
palo blanco (2.a acep.) Véa-
se. Debiera desecharse el
nombre de "ébano" para
este árbol y el anterior, a
fin de evitar confusiones,
puesto que no forman parte
del grupo de las ebenáceas.
Ébano carbonero. Cub. m. —
Es el árbol comúnmente co-
nocido por "ébano", inclu-
so en Cuba, de corazón muy
negro y albura blanca, que
describe la R. A.
Ébano mulato. Cub. m. — Va-
riedad del ébano, de madera
negra con vetas más cla-
ras, pesada, dura y que ad-
mite muy suave pulimenta-
ción. Empléase en ebanis-
tería.
Ébano real. Cub. m. — Espe-
cie de ébano de menores
proporciones que el común,
cuya madera es enteramen-
te de un negro intenso e
incorruptible, con la que
se fabrican preciosos mue-
bles, y es preferida para
bastones, aunque tiene la
dificultad de ser algo vi-
driosa, si bien muy dura.
(Bot. F. Ebenáceas; esp.
Diospyros tetrasperma,
Sw.).
Ébano verde. Cub. m. — Va-
riedad del ébano común,
originario de América del
Sur, que se caracteriza por
su apreciada madera de co-
lor aceitunado obscuro con
vetas más pálidas.
Elevado, da. Común, adj. —
Lo mismo que "alto":
"Montaña muy elevada".
Elevador. Común, m. — El
aparato destinado a elevar
personas o cosas, más cono-
cido por "ascensor".
Elevad©r9 ra. Común, adj. —
Aplícase a algo que eleva.
Embadurnamlento. Común.
— Acción y efecto de em-
badurnar.
Embalador. Cub. m. — Vitola
fina, algo mayor que la co-
rriente, de cigarro puro.
Tiene las acep. cast.
Embalsamar, se. Cub. v. a.
y ref. — vulg. — Equivale a
EMBB
201 -
EMBO
"embriagar, se", en su sen-
tido natural: "Jacobo es
muy aficionado a embalsa-
marse".
Embarcar. Cub. v. a. — flg. y
vulg. — Con respecto de una
persona, injuriarla con de-
nuestos para alguno de sus
progenitores. Tiene los
usos castellanos.
Embarcar, se. Amer. v. n. a.
y ref. — Tomar el tren o
mandar una mercancía en
él. Es un barbarismo de
los gordos, puesto que sólo
es aplicable a embarcación.
Pero de no decirse entre-
nar, se, que ni se usa en tal
sentido ni sería muy pro-
pio, bien puede tenerse por
de admisible uso, ya que
en castellano son impres-
cindibles tres palabras para
expresar esa idea que re-
clama una sola voz.
Embarcircado. Cub. m. — La-
bor de mujer en tejidos,
especie de randa.
Embarcinar. Cub. v. a. — Sa-
car hilos de un tejido para
hacer el embarcinado. Véa-
se.
Embarrilar. Cub. v. a. — flg. y
vulg. — Se oye en boca de la
plebe, dándole significado
de "matar", y lo ponen en
ejecución los bravateros
cuando por casualidad son
homicidas: "Ese embarrila
a cualquiera"; "no te me-
tas con ése. porque te em-
barrilará".
Embeleso. Cub. m. — - La plan-
ta de jardinería que se lla-
ma en castellano "belesa",
nombre también conocido
en Cuba, y además jazmín
azul y azulejo, impropia-
mente este último, porque
da lugar a confusión con el
verdadero azulejo.
Embeíuuar. Cub. v. a. — Hu-
medecer el tabaco en rama
con el líquido que se ob-
tiene por infusión de pa-
lillos y venas de la misma
plañía, llamado betún. El
vulgo corrompe la voz y
suele decir muy frecuente-
mente betumear. Tiene la
acep. cast.
Embicadura. Cub. f. — Véase
embique.
Embicar. Cub. v. a. y n. — El
caso de que una cosa caiga
ajustada en una cavidad u
hoyo, y también que se me-
ta o tire exprofesamente.
Algunos dicen embocar, de
donde acaso derive por co-
rrupción.
Embique. Cub. m. — Acción y
efecto de embicar. Otros
dicen embicadura.
Embocadura. Cub. i.— Igual
que embicadura. Véase em-
bicar.
Embocar. Cub. v. a. y n. —
Véase embicar. Tiene las
acepciones castellanas.
Embonabie. Cub. adj. — Aplí-
case a lo que está ajusta-
do, a la medida con rela-
ción a otra cosa. Véase
embonar.
Embonadura. Cub. f. — ¿Acción
y efecto de embonar.
SMEU
102
EMPA
Embonaré Cub. v. a. — Aco-
modar, encajar, ajustar una
oosa a ctr^.
Emboque. Cub. m.-Igu*1-] que
embique. Véase eralñcar.
T'ene ia í.cqt>. easi.
Embuchado. C-vb. m, -Enfer-
medad de Iíjs aves que pro-
viene de comer alimentos
malos o con exceso. Tiene
las acep. cast.
Embuchaco de la sierra.
Cub. m. — Se .dice al sabro-
so embutido de carne ado-
bada, que se recibe de Ex-
tremadura.
Embullador, ra. Cub. adj. —
fam.— Aplícase a la persona
que anima a otra a tomar
alegre participación de al-
go, (Et. Do "bulia": em-
b%illo.-dor, ra).
Embulladura* Cub. i. — -fam.
Lo mismo que embullo, pe-
ro de menos uso.
Embullamiento. Cub. m. —
fam. — Igual que embullo,
pero menos usado.
Embullar, ¡se. Cub. v. a. y
ref. — fam. — Decidirse con
regocijo a una cosa, a ins-
tancias de otra persona o
por espontáneo entusias-
mo. Admite antepuesta la
preposición des\ Embullé
a Daniel para ir al teatro";
"Pedro se embulló, y nos
acompañará". (Et. De "bu-
lla": em-bull-ar, se).
Embuí!©. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de embu-
llar, se. Otras veces se oye
embulladura y embulla-
miento. "Hay mucho em-
bullo para la velada"; "ya
pasó el embullamiento" .
Emburujar. Araer. v. a,— fig.
y fam. — Atropellar, confun-
dir, desconcertar a una
persona: "Habíame claro y
no trates de emburújate-
me".
Empacho, Cub. m. — fam. —
Véase la frase 224 del
Apéndice.
Encajadura. Amer. f. — poco
uso.-— Acción y efecto de
empajar. Véase.
Eíapalsa*, -s*. Arríe?, v. a. y
ref. — poco uso. — Llenarse el
estómago de cosas insubs-
tanciales o dañinas.
Empaquetar, &&. Amer. v. a.
y ref. — ñg. y fam. — Lo mis-
mo que "ataviar, se"; "aci-
calar, so". Es de notar que
la P... A. acepta el america-
nismo "empaque" en tal
sentido. En el Continente es
costumbre decir "paquete"
por "elegante". Tiene las
acep. cast.
Empastar. Cub. v. a. — Des-
tinar un terreno para pas-
to: "Esta finca la voy a
empastar el año próximo".
Tiene los usos cast.
Empatadura. Amer. f. — Ac-
ción y efecto de empatar.
Se dice más empate en 1."
y 2." acepciones *de empa-
tar. Véase.
Empatar. Amer. v. a. — .Unir
o juntar las extremidades
de dos cosas iguales, como
cordeles, tejidos o trozos de
madera, de modo que no
BitPJS
203 —
se note la unión o la jun-
tura.
Empatar. Amer. v. a. — Por
extensión, unir por medio
de iazos o nudos trozos de
hilo, cordel, ote. Tiene ios
usos cast.
Empatar. Cub. v, n. — fig. y
iam. — Se emplea este ver-
bo muy graciosamente, con
el pronombre la por com-
plemento directo, antepues-
to o pospuesto; para sig-
nificar ^ue un individuo se
embriaga dos o más veces
sin intervalos de verdadera
lucidez; "Damián se em-
borracha los domingos y la
empata les lunes"; *ése las
empata siempre".
Empelar. Amer. v. a. — flg. y
fam. — Decir seguidamente
disparates, mentiras, inju-
rias, etc.
Empate* Amer. m. — Acción y
efecto de empatar (1.a y 2.a
acep.) -
Empedrado, ría. Cub. adj. —
Se sobrepone al adjetivo
inoro, ra (véase), para sig-
nificar que las manchas
prietas son redondeadas,
por lo que también se dice
moro o mora de concha.
Tiene el uso de substantivo
castellano.
Empelotado, da. Cub. adj.
— fam. — Muy enamorado,
atortelado. Véase empelo*
tarse (2.a acep.).
Empeloiadura. Cub. f. — Véa-
se empelotamiento.
Empelotamiento. Cub. m. —
Acción y efecto de empe-
lotar, .se (1." y 2." acep.)
También se dice empelota-
dura
Empelotar, ae. Arr.-er. y. a.
y ref, — Desnudar, se; po-
nerse en cueros. "Yo no me
empeloto para dormir". En
Cuba se dice más encuerar,
se. (Et. De en pelota, gra-
cioso modo adv. cast.)
Empelotara©. Cub. v. ref. — -
fsm. — Enamorarse apasio-
nadamente o antojarse de
algo: Moisés se empelotó
con Juana"; "el niño se
empelotará con el juguete
si lo ve".
Empellita. Cub. f. — Chicha-
rrón de la manteca de cer-
do. (Et. De "pella").
Emperador, Cub. epic. ni. —
Dícese al pez espacia, sin
que haya perdido este nom-
bre común y más propio.
Tiene las acep. cast.
Emperador. Cub. m. — Una
vitola de cigarro puro ele-
gante y de buena calidad.
Empercudirse. Cub. v. ref.
— Equivale al verbo caste-
llano "empulgarse", o sea
mancharse la ropa blanca
con pintas obscuras por
haberse guardado húmeda.
(Et. Del "percutir", caste-
llano).
Empilonadle. Cub. adj. —
Aplícase al tabaco cuando
se puede empilonar. Véase.
Empilonado* Cub. m. — Ac-
ción y efecto de empilo-
nar. Otros dicen empilona-
m rento: "Un empilonado de
tabaco".
ENCA
204
ENCA
EmpilonamientOo Cub. m. —
Véase empilonado.
* Empilonar. Cu b. v. a. —
Hacer montones de tabaco
seco poniendo las hojas ex-
tendidas unas sobre otras".
(R. A.) A otras materias en
este sentido, se dice siem-
pre "apilar", o entongar, su
equivalente cubano.
Emplumar, se» Cub. v. a. y
ref.-vulg. — Recibe muy ca-
prichosas y variadas acep-
ciones. En la jerga comer-
cial, se dice por "vender",
cuando se trata de un gé-
nero o una propiedad que
vale menos de lo cobra-
do : "Le emplumé a Fulano
la finca en más de lo que
vale". Se usa como "des-
pedir", refiriéndose a un
subalterno: "Emplumé a
Juan por inútil para su
puesto". Er. la forma re-
flexiva, equivale a "beber",
"marcharse" y otros: "Me
emplumé antes de terminar
la función"; "se emplumó
él solo la tarea"; "me em-
plumaría un vaso de agua".
En fin, es de esas voces po-
pulares de uso particular
para cada persona que la
emplea. En la acep. auto-
rizada por la R. A. casi
nunca se oye en Cuba.
Empotrerar. Amer. v. a. —
Meter el ganado en un po-
trero o dehesa para engor-
darlo o criarlo.
Encabillar. Común, v. a. —
Poner cabillas a una ven-
tana, puerta, etc.
Encabronadura. Cub. f. —
vulg. — Véase encajona-
miento.
Encabronaren enío. Cub. m. —
vulg. — Acción y efecto de
encabronar, se. Véase. Otros
dicen encabronadura.
Encabronar, se. Cub. v. a. y
ref. — vulg. — Lo mismo que
"encolerizarse", "enfure-
cerse": "Los negocios en-
cabronan a Juan con fre-
cuencia"; "el león se en-
cabronó". (Et. Delcast. "ca-
brón").
Encabullar. Amer. v. a. — Así
dicen algunos por encabu-
yar. Véase.
Encabuyar. Amer. v. a. —
Atar, liar, forrar alguna
cosa con cabuya ' o cordel.
Otros dicen encabullar.
Véase lo anotado en la voz
cabulla.
Encabuyar» se. Cub. v. a. y
ref. — fig. y fam. — Confun-
dir o enredarse en algún
asunto de solución embara-
zosa. Otros lo emplean in-
vertido : cuando proponen
a una persona que les ilus-
tre sobre alguna dificul-
tad, y en este caso más co-
rrectamente se diría des-
encabuyar, se.
Encachorrado, da. Cub. adj.
—vulg. — Aplícase a la per-
sona malhumorada y ren-
corosa con respecto de
otra, o que lo está transi-
toriamente. Más suele de-
cirse cachorro, rra.
Encachorrarse. Cub. v. ref.
— vulg. — Equivale a "em-
- 205
ENCB
perrarse", pero con ren-
cor y mala intención: "Los
hijos mal criados se enca-
chorran cuando los padres
les zurran". (Et. De "ca-
chorro").
Encalabernadura. Cub. f. —
fam. — Véase encalaberna-
miento.
Encalabernaniiento. Cub. m.
fam. — Acción y efecto de
encalabernarse. También se
dice encalabernadura.
Encalabernarse. Cub. v. ref.
— fam. — Obstinarse con
exagerada terquedad: "Si
mi mujer se encalaberna en
algo, hay que ceder a sus
antojos". (Et. Del cast. "en-
calabrinarse", por corrup-
ción, ein uso en Cuba).
Encandilar. Cub. v. a. — En-
tre pescadores, alumbrarse
con un candil para pescar,
pero ha de entenderse que
los candiles usados por
ellos son astillas de cuaba,
o de otro árbol cuya ma-
dera sea combustible y pro-
duzca buena llama. Tiene
las acep. cast.
Encapotado, da. Cub. adj. —
Aspecto que presentan las
aves cuando están tristes y
alicaídas, por efecto de la
enfermedad encapotarse.
Véase. "Tengo un gallo en-
capotado1'. Tiene los usos
castellanos.
Encapotadura. Cub. f. — Ac-
ción y efecto de encapotar-
se. Véase. También se dice
encapotamiento.
Encapotamiento. Cub. m. —
Lo mismo que encapotadu-
ra. Véase.
Encapotarse. Cub. v. ref. —
Enfermarse las aves de
manera que presenten sín-
tomas de inapetencia, in-
movilidad, tristeza, y sobre
todo las alas caídas en for-
ma de capota, de lo que
proviene el nombre. Tiene
las acep. cast.
Encarnizadamente. Común.
adv. Con encarnizamiento :
"Lucharon encarnizada-
mente".
Encartonar, se. Común, v. a.
y ref. — Estancar o parali-
zar los progresos de la tu-
berculosis en una persona :
"La tisis se encartona, no
se cura".
Encasquiüadura. Cub. f. —
Acción y efecto de encas-
quillarse (i.* y 2.a acep.).
También se dice encasqui-
llamiento, aunque menos.
Encasquillarse. Cub. v. ref.-
Quedarae una bala en el ca-
ñón al disparar un arma de
fuego : *Se encasquilló el
revólver". (Et. De "casqui-
11o"). Otros dicen así cuan-
do falta la cápsula.
Encasquillarse. Cub. v. ref.
— flg. y fam. — Acobardarse,
acoquinarse: "Ramón se
encasquillé al oir los insul-
tos".
Encender. Cub. v. a. — ñg y
fam. — Lo mismo que "cas-
tigar" o "pegar": "Le en-
ciende las costillas". Tie-
ne I03 usos cast.
Encender. Cub. v. a. — ftg. y
ENCO
206
BNCU
fam. — Obtener en el juego
gran ventaja sobre el con-
trincante: "Encendí a José
al ajedrez".
Encendida. Cu£. f. — fig, y
í'am. — Acción y efecto de
encender en las dos acep.
cubanas: "Rieardo le dio a
su hijo la gran encendida" ;
"ayer le di buena en-cendÁ-
da al billar a Enrique".
Enclgraaterse. Cub. v. reí".- —
Así dicen algunas personas
en lugar de "aciguatarse".
Encina criolla. Cub. f.-— Es-
pecie de. la encina común,
también cultivada en Cuba.
Otros dicen encino criollo.
Encino criojüio. Cub. m. —
Véase encina criolla.
Encintar. Cub. v. a. — Poner
en los cielos rasos o techos
las cintas. Véase. Tiene al-
gunos usos cast.
Encomendería'. Cub. m. — El
individuo que tiene a su
cargo ei suministro do car-
ne a una ciudad. (Et, De
" encomendar ").
Enconarle. Ame'r. v. ref.-—
poco uso.— -Equivale al ver-
bo "sisar", en el mentido da
pequeño hurto. Tiene las
acep. cast;
Encordio. Cub. m.—~ Así dicen
algunos incorrectamente por
"incordio", bubón.
Encorio. Cub. m. — muy vulg.
— Dícesc al pie entre la
chusma. (Et. Voz africana).
Etecorjoco. Cub. m. — muy
vulg, — El zapato entre gen-
tualla. (Et. Del aíricauis-
mo encorio; véase).
Eacospe. Cub. m. — El árbol
caobilla de sabana. Véase.
Encuerado, da. Cub. adj. —
Gomo decir en castellano;
"en cueros". En otros pun-
tos de América equivale,
ganando en donosura, a
"pobre". Véase encuerar,
se.
Encuerars se.» Cub. v. a. y
ref. — Lo mismo que "des-
nudar, se"*: "Encueraron al
niño"; "me encueraría los
días calurosos". (Et. Del
mod. adv. cast. "en cue-
ros").
Encueriado, úr>,> Cub. adj. —
Corrupción de encuerado,
da. Véase.
Encuevar, se» Común, v. a, y
ref.-I.ntroducir alguna cosa
o uno mismo en una cueva;
Los menos, en Cuba como
en España, dicen come lo
autoriza la R. A.: "enco-
var". Ei vulgo, p&dre de
todos los idiomas, entiende
poco de morfología, y por
eso dice encuevar.
Encuevarse; Cub. v. ref. —
Por extensión, úsaos con el
individuo muy atajíate de
las costumbres caseras, y
que se pasa io más del
tiempo en su casa: "Un
hombre que se encueva
mucho".
Encujado. Cub. m.-~ Acción y
efecto de encujar. Véase.
Enejar* Cub. v. a. — Cual-
quier operación realizada
con cu jes (véase), particu-
larmente la de colocar en
ellos tabaco.
".NOEU
207 —
"NFU
Enchilado. Cub. m. -Guiso de
mariscos, especialmente del
cangrejo moro o cámbaro,
en cuya salsa entra el ají
chile como componente, de
donde proviene su nombre.
Büciilian Cub. v. a, — Prepa-
rar el enchilado. Véase.
Etjchsrcrtas*» Cub. v. a, — Ma-
niobrar con el chucho (2.E
y 4.a acep.), Véanse.
Bjéchocbar. Cub. v. a.-— Dejar
en un chucho (3.* aeep.) un
tren o varios comparti-
mientos.
Enchuchar, Cub. v. a.- — fig. y
fam. — Encaminar a una
persona en determinada di-
rección.
Bachiicharse. Cub. re?. — ñg.
y fam.— En forma reflexiva
toma acepciones a capricho
este verbo. Equivale a mar-
charse de un lugar : "Antes
de que terminara la vela-
da me enchuché'". Otras ve-
ces significa contraer ma-
trimonio; "Por fin, Fulano
se enchucha con Fulana".
Y no falta quien degrade el
verbo hasta hacerlo sinóni-
mo de "fornicar*.
■Enchutado, da* Amer. adj, —
Aplícase al individuo que
gasta de vivir entre rufia-
nes o chulos, o que parti-
cipa de eus aficiones.
EriéhulsxíúoVilo , Amer. m.< —
Acción y efecto de enchuté
lar, se. Véace.
Enchufar, se. Amer. v. a, y
ref. — Seguir el degradante
oficio de chulo, o explota-
dor de meretrices.
Enea». Cub. i. — Dícese a toda
corteza correosa de vegetal.
Enebro criollo. Cub. m. —
Véase sabina criolla.
Efifrentarse. Amer. v. reoíp.
— Encontrarse dos indivi-
duos frente a frente, con
desagrado por parte de al-
guno o de ambos: "No qui-
siera enfrentarme con Fu-
lano".
Effifimado, da. Cub. &:Ij. —
desusado. — Lo mismo que
" infatuado ", " envanecido ".
Véase enfuñarse.
EBfsííadtjríf, Cub. f. — Acción
y efecto de enfuñarse. Véa-
se. Otros dicen enfuña-*
miento.
Emfunsmúento, Cub. m. — Lo
mismo que enfunadura.
Véase.
JBufaiaars*. Cub. v. re?,—-c as-
usado. -Enorgullecerse, en-
vanecerse. (Et. Corrupción
de "ufanarse'"';.
Bnfuaeh&úvtt&m Cub. £, -Igual
que enfunchamiento. Véa-
se.
Ejsfaachaskilé'ssto. Cub. m. —
Acción y efecto de enfun-
char, €3. Véase. También se
dice enfuñe hadara.
ERf-aaohar, se. Cub. v. a. y
ref. — Enojar, enfadarse.
(Sí. Del cubanismo fun-
che).
Enftiíladuira* Cub. í. — Acción
y efecto de enfuñarse. Véa-
se. También se dice enfu-
ñamiento.
Énff«ñamte*ato. Cub. m. -Véa-
se enfunadura.
Enfuñarse. Cub. v. rel-vulg.
BNGU
208
ENJI
Enfadarse, y manifestarlo
gruñendo. (Et. Corrupción,
por síncopa, de "enfurru-
ñarse").
Engolillarse. Cub. v. ref. —
fam. — Entramparse una
persona de vida desordena-
da, y especialmente si tiene
al juego por causa. Suele
tener los otros usos caste-
llanos.
Engollepado, da. Cub. adj.
— poco uso. — Equivale a
"atragantado". Véase en-
golletarse.
Engcüepadara. Cub. f. — Ac-
ción y efecto de engollepar-
se. Véase.
Engoliepar&e. Cub. v. ref. —
poco uso. — Comer con glo-
tonería dulces u otras co-
sas difíciles de ingerir, has-
ta atragantarse. (Et. De en-
golletarse, gollete).
Engrincharse. Cub. v. ref. —
fam. — poco uso. — Poner
grave aspecto, mostrando
descontento y hasta enojo.
(Et. Probable corrupción de
"engrifarse").
Enguadamiento. Común, m.
— Acción y efecto de engua-<
dar. Véase. Más se dioe
enguade.
Enguadar. Común, v. a. —
fam. — Engañar con zala-
mería. Es más usual en al-
gunas provincias españolas
que en América. Significa
lo mismo que "engatusar"
y acaso sea coirupoión de
ésta.
Enguade. Común, m. — Véase
engvudami&nto.
Enhorquetarse. Cub. v. ref.
— Lo mismo que "espa-
rrancarse" en castellano y
espernancarse en América.
(Et, De "horca", "horque-
ta", en-horquet-arse).
Enjabonado, da. Cub. adj. —
Aplícase a la caballería de
pelo blanco en la raíz y
obscuro en el extremo, que
resulta blanquecino en la
combinación. Otras veces se
antepone rosillo, lia, sin que
varíe el significado. (Et. De
"jabón").
Enjambre. Cub. epic. m. —
Dos especies de peces acan-
topterigios, parecidos a la
cabrilla, pero de menor ta-
maño: uno de color rojo
obscuro con manchas de
bermellón, y el otro oliva-
do claro con las manchas de
anaranjado vivo, y tres
manchas redondas negras a
los lados del lomo. Es buen
bocado. (Zool. F. Percidce;
esp. Petromoíopon cruen-
tatus y P. gattatus, respec-
tivamente).
Enjaminado, da. Cub. adj. —
Significa ataviado, adorna-
do, pero en sentido nega-
tivo, para denotar ridicu-
lez o extravagancia, por lo
que siempre se antepone el
adverbio "mal" u otro de
parecida expresión: Un ni-
ño mal enjaminado".
Enjlcadura. Cu 6. f.— Acción y
efecto de enjicar. Véase.
Enjicar. Cub. v. a. — Poner en
las cabezas de las hamaca»
BNRA
209 ~
BNSO
los jicos (véase), para sus-
penderlas.
Enjillarse. Cub. v. ref. — des-
usado.— No cuajar el grano
de maíz u otros.
Enjorquetarse. Cub. v. ref. —
Corrupción muy extendida
de enjorquetarse. Véase.
Enmanijgpádó, da. Cub. adj.
— Aplícase al terreno po-
blado de malezas: "Una
parte muy enmaniguada de
una finca". (EL De mani-
gua).
Enmaniguado, da. Cub. adj.
— fig. y fam. — Aplícase a la
persona que ha perdido el
hábito de la ciudad y ad-
quirido el campestre :
"Juan se ha enmaniguado
completamente".
Enmaniguarse* Cub. v. ref.—
Poblarse un terreno de
manigua, o sea malezas.
Enmaniguarse. Cub. v. ref,. —
fig. y fam. — Hacer vida de
campo la persona habitua-
da al ambiente social.
Enmatular. Cub. v. a. — Ope-
ración de formar matules
con las hojas de tabaco, y
por extensión, con cual-
quier otra cosa.
Enojotarse. Cub. v. ref. — Lo
mismo que onojotarsc. Véa-
se.
Enrajonado. Cub. m. — Acción
y efecto de enrajonar. Véa-
se.
Enrajonar. Cub. v. a. — Relle-
nar una obra de albañilería
con piedras menudas lla-
madas rajones, lo que sue-
le suceder en pisos, azo-
teas, etc.
Enrejar. Cub. v. a. — Poner al
ganado vacuno la soga lla-
mada rejo. Tiene los usos
castellanas.
Enrolamiento* Amer. m. —
Véase enrole. (Et. Del fran-
cés enrólement, alistamien-
to, reclutamiento).
Enrolar, se. Amer. V. a. y
ref. — Equivale a "alistar,
se", tratándose del reclu-
tamiento de ¡ropas. (Et. Del
francés enroler).
Enrole. Amer. m. — Acción y
efecto de enrolar, se. Tam-
bién se dice enrolamiento.
Galicismo reprensible, por
innecesario) .
Ensabanado. Cub. m. — Véase
bruja (3.a acep.)
Ensalada* Cub. f. — Refresco
preparado en los cafés con
agua, zumo de limón, hier-
babuena, unas gotas de
cierta substancia roja, azú-
car o sirope y algunas ta-
jadas de pina.
Enseriamiento. Amer. m. —
Acción y efecto de ense-
riarse. Véase.
Enseriarse. Amer. v. ref. —
Ponerse momentáneamente
serio con otra persona,
'mostrándose reservado con
ella. Este caso es uno de
los que mejor señala el
censurable abuso america-
no de formar verbos de
substantivos, cuando no lo
pide la elasticidad de nues-
tro rico idioma.
Ensoparse. Común, v. ref.—
U
ENTE
— 210
ENTO
Lo mismo que "mojarse",
"calarse", por efecto de la
lluvia: "Llevaba un para-
guas roto y me ensopé de
pies a cabeza". Tiene las
otras acep. casi.
Entabicad*
m.-
-Ac-
ic&r.
ción y efecto de enl
Véase.
Entabicar. Amer. v. a.-Gcns-
truir tabiques. Nos parece
más propio que el caste-
llano "tabicar".
Entalegado. Común, m. — Pi-
so formado con tarugos de
madera. También se le da
empleo de adjetive. "El en-
tarugado de Iv calle Tal";
"calles entarugadas".
Entarugado, da. Cub. adj. —
— flg. y fam. — Equivale a
confundido, florado, aver-
gonzado.
Entarugar. Común, v. a. —
Construir un pavimento con
tarugo»; oponer éstos a una
cosa cualquiera. No e3 ver-
bo académico, pero sí muy
aceptable y usual.
Entarugarse. Cub. v. re,r. —
fig. y fam. — Acobardarse,
sonroj arse, e.o n f u n d i r s e :
"Jorge se entaruga fácil-
mente".
Enteleridos da. Cub. adj.- —
desusado. — Se aplica a la
persona enjuta: "Niño muy
entelerido". Como es voz
de nao entre campesinos, lo
probable es oir que se diga
entelerío, a.
Entelerio, a. Cub. adj. — Lo
mismo que entelerido, da.
Véase.
Enterciado. Cub. m. — La ac-
ción de enterciar. También
se dice, aunque menos, en-
tere iadui -a. "Pedro trabaja
en el enterciado7" .
EntercSadwr. Cub. m. — El in-
dividuo que se dedica a
enterciar.
Eñterc!ar« Cub. v. a. — Dis-
poner el tabaco en rama,
en tercios. Víase. "En la
escogida Tal enterciaba Ra-
món".
Entisadura. Cub. f. — Acción
y efecto de entisar. Véase.
Entísar. Cub. v. a. — Forrar
en forma de red un reci-
piente, con cordel u otra
materia semejante. (Et. Del
francés tisser, tejer).
Entibe. Cub. m. — La cinta o
cordón más conocido por
barboquejo (1.* acep.). Véa-
se. (Et. Del francés tisser).
Entizar. Amer. v. a. — Empol-
var con tiza él taco de bi-
llar.
Eaiongador° Cub. m.- — El in-
dividuo que efectúa la ope-
ración de entongar. Véase.
Esítofígadu- a. Cub. f. — Ac-
ción y efecto de entongar.
Véase. También se oye en~
tongue.
Entongar* Cub. v. a. — Colo-
car mercancías u otras co-
sas en tongas o pilas. Lo
mismo que "apilar".
Entongue. Cub. m. — Véase
entongadura.
Entontamiento. Amer. m. —
Acción y efecto de enton-
tar, se. Véase.
Entontar, se. Amer. v. a. y
ENTR
211
BNZU
ref. — Dícese incorrectamen-
te por "entontecer, se".
Entrada. Cub. f. — fam. — ^Ac-
ción y efecto de entrar, se.
Véase. "Le di una entrada
de palos al perro". Tiene
los usos castellanos.
Entrar, se, Cub. v. a. y re-
cíp. — fam. — Lo mismo que
"castigar", "pegar, se":
"Te voy a entrar a golpes;
"dos chiquillos se entraron
a pedradas". Tiene las acep.
cast.
Entre-día. Cub. m. — Dícese
con referencia a cualquier
momento del día solar.
Entreíueríe. Cub. adj. — Se
aplica al tabaco interme-
dio entre fuerte y suave.
Mejor dicho estaría "semi-
fuerte".
Entrenador, ra. Común, m.
y f. — Dícese a la persona
que ejercita o entrena a
otra en algún deporte.
Véase entrenar.
Entrenamiento. Común, m. —
Acción y efecto de entrenar,
se. Véase.
Entrenar, se. Común, v. a y
ref. — Ensayar, ejercitar,
amaestrar, se en un de-
porte. (Et. Del francés en-
traíner).
*Entroncar. Cub. v. a. — Unir
o empalmar un camino de
hierro o carretera con otro
u otra de más tránsito.
*Entroncar, se. Cub. v. n. y
recíp. — Juntarse o engan-
charse dos o varios com-
partimientos de tren. Tiene
las otras acepciones que
también admite la Real
Academia.
*Entronqi<¿^. Cub. m. — Ac-
ción y efecto de entroncar,
se.
Envasar. Amer. v. a. — En el
comercio, colocar mercan-
cías en el recipiente que
sirva para transportarlas,
cualquiera que sea él. Sue-
le tener, no con frecuencia,
las acep. cast.
Envase. Amer. m. — Dícese a
cualquier recipiente en el
que se Transporta una mer-
cancía: saco, pipote, cajón,
botella, etc.
Envenenar. Cub. v. a. — íig. y
fam. — Enamorar, seducir, o
más bien desempeñar un
falso papel de Don Juan
Tenorio.
Enyerbaíura. Cub. f. — vulg.
— Acción y efecto de en-
yerbar, se (2.a acep.).
Enyerbar, se- Amer. v. a. y
ref.-Sembrar o cubrirse un
terreno de yerba. En Cuba
también se dice empastar.
Enyerbar, se. Cub. v. a. y
ref. — fam. — Presentarse un
negocie con dificultades in-
vencibles o fracasar en él:
"Ese negocio se enyerba-
rá"; "cuestión enyerbada".
Enyagadero. Amer. m. — El
lugar destinado a enyugar
los bueyes.
EífZíinchador. Común, m. — El
obrero dedicado a enzun-
char.
Enzunchar. Común, v. a. —
Poner zunchos a una cosa:
BSCA
212 —
ESCO
"Ya enzunché las ruedas
del coche".
Esbozar. Común, y. a. — - Lo
mismo que "bosquejar",
hacer esbozos o bocetos.
Escabiosa. Cub. f. — Planta
silvestre que se desarrolla
en terreno yermo, común
en ios alrededores de la Ha-
bana, de hojas dentadas, y
florecillas blancas en pare-
jas al pie de las hojas. Se
utiliza en remedios case-
ros. Algunos dicen impro-
piamente esclaviosa. No se
ha de confundir esa planta
con la del mismo nombre
que describe la R. A. (Bot.
F. Escrofulariáceas; esp.
Capraria biflora).
Escabiosa ambarina. Cub. f.
— Nombre de la planta co-
nocida en castellano y más
también en Cuba, por "viu-
da". Otros la denominan
escoba morisca.
Escaparate» Amer. m. — Dí-
cese al armario destinado
en habitaciones a guardar
ropa. En Cuba está deste-
rrada por completo la voz
"armario", y escaparate no
se usa nunca en el verda-
dero sentido castellano,
pues se dice "vidriera".
Véase la frase 186 del
Apéndice.
Escaramujo. Cub. m. — fig. y
fam. — Viene a ser algo así
como mal de ojo, o lo que
en Cuba se llama brujería,
con relación a cosas sola-
mente: "Fruta con escara-
mujo".
Escarden., Cub. m. — Algunos
dicen así al cardón. Véase.
Escarolada. Cub. f. — En al-
gunos lugares de la región
oriental, la planta cope-
tuda. Véase.
Escarranchamiento. Común.
m. — Acción y efecto de es-
carrancharse. Véase.
Escarrancharse. Común, v.
ref. — Separar o abrir con
exceso las piernas. De poco
uso en Cuba. Algunos dic-
cionarios reputan de ame-
ricanismo esta voz, e incu-
rren en error, a nuestro
juicio. El autor de este li-
bro no sabía que existiera
América en la Tierra cuan-
do en sus juegos infantiles
decía siempre, por no ser
menos que los demás niños,
escarrancharse y no de otra
forma. Nosotros tenemos
este verbo por una sencilla
corrupción del castizo "es-
parrancarse", cuando no
del modo adverbial "a es-
carramanchones", cosa me-
nos probable.
Esclaviosa. Cub. í. — Corrup-
ción de escabiosa. Véase.
Escoba. Cub. f. — La planta
más conocida por carapi-
cho. Véase. Tiene la prin-
cipal acep. cast. Véase el
refrán 17 en el Apéndice.
Escoba amarga. Cub. f. — La
planta artemisüla. Véase.
Escoba cimarrona. Cub. f. —
Planta indígena y silvestre
que algunas personas cul-
tivan en jardines. También
se llama abutilón. (Bot. F.
asco
213
ESCO
Malváceas; esp. Abutilón
•triquetrum).
Escoba de bruja. Cub. f. —
Planta tomentosa, de hojas
cordiformes y flores ama-
rillas pequeñas. (Bot. F.
Malváceas; esp. Bastardía
viscosa).
Escoba morisca. Cub. í. —
Véase escabiosa ambarina.
Escobilla. Cub. f. — El apén-
dice capilar que le sale en
el pecho al pavo adulto.
Tiene los usos cast.
Escobilla. Cub. f. — Reciben
este nombre dos plantas de
diferente familia botánica,
pero de alguna semejanza
por tener la inflorescencia
en forma de plumero o es-
cobilla, de lo que toman
nombre. (Bot. F. Escrofu-
lariáceas; esp. Scoparia dul-
cís. Gramíneas; esp. Era-
grostis poacoides).
Escobillar. Cub. v. n. — Cier-
to modo de cruzar las pier-
nas en el baile llamado za-
pateo cubano. (Et. Voz imi-
tativa).
Escobilleo. Cub. m. — Acción
y efecto de escobillar. Véa-
se.
Escobón hembra. Cub. m. —
Árbol silvestre común, de
madera amarilla obscura,
apreciable en carpintería.
Escobón macho. Cub. m. —
Árbol semejante al anterior,
pero de madera más pesa-
da, dura y fina.
Escofieta. Cub. f. — En algu-
nos lugares, el gorro que se
suele poner a los niños.
Escogedor, ra. Cub. m. y f.
— Por antonomasia, el ope-
rario, varón o hembra, que
se dedica a escoger tabaco.
Escogida. Cub. f. — Por anto-
nomasia, la tarea de sepa-
rar las distintas calidades
de tabaco en rama.
Escogida. Cub. f. — El local o
la reunión de operarios
donde éstos se dedican a es-
coger y separar las varias
clases de tabaco en rama.
Escolar. Cub. epic. m. — Pez
de cuerpo alargado y algo
comprimido, de color obs-
curo con viso morado, y
cubierto de escamas espi-
nosas y blancas, con el ab-
domen aquillado en forma
de serrucho; cabeza grande
y ancha, aplastada encima
y aguzada hacia el hocico;
boca muy grande con el in-
terior muy negro y equipa-
da con fuertes dientes. Vive
a 300 o más brazas de pro-
fundidad, y es un bocado
excelente. Ofrece la notable
particularidad de que sus
huesos, que son blandos,
destilan una grasa muy
suave y substanciosa, que
se desliza a todo lo largo
del aparato digestivo, y sale
del cuerpo espontáneamen-
te, lo cual, según Poey, "es
un leve inconveniente para
privarse de un buen regalo
que nos trae otras conve-
niencias". Este pez, en Ita-
lia, que es donde más abun-
da (ruvetto), tiene excep-
cional fama. (Zool. F. Gem-
ESCO
214 —
ESCR
pylidos; esp. Ruvettus pre-
tiosus, C). Tiene las acep.
cast.
Escolar chIVio. Cub. epic. m.
— Hay dos peces con este
mismo nombre, muy dife-
rentes entre sí y del an-
terior. La principal es rara,
de color moreno violado,
que se pesca a grandes pro-
fundidades, y tiene la boca
grande con los dientes se-
parados. Se parece algo a
la picuda. (Zool. F. Cheilo-
dipteridcs; esp. Scombrops
oculatus, Poey).
Escolar chino. Cub. epic. m.
— El otro pez de este nom-
bre es de color "obscuro de
pizarra", y de figura algo
parecida al cachucho. Véa-
se. Algunos pescadores le
dicen berregueyo.
Escolarear. Cub. v. n. — Entre
pescadores, dedicarse a pes-
car escolares. Véanse.
Escolare©. Cub. m. — Acción
y efecto de escolavear. Véa-
se.
Escondidas. Amer. f. pl. —
Así dicen los muchachos al
juego conocido en España
por "escondite". En algu-
nos lugares de Cuba se dice
gárboli y gárgaros.
Escopeta. Cub. f. — fam. —
Véanse la frase 166 y el re-
frán 27 en los Apéndices
respectivos. Tiene los usos
castellanos.
Escoradura. Cub. f. — Acción
y efecto de escorar. Véase.
Escorar. Cub. v. a. — poco
uso. -Empléase algunas ve-
ces este verbo por "apun-
talar", aplicado a cualquier
cosa, y hasta pudiera oirse
en vez de "calzar" o "acu-
ñar", lo cual es censura-
ble, puesto que tiende a
desnaturalizar este yerbo
marítimo, derivado de "es-
cora", cuando hay multitud
de verbos en castellano, se-
gún los casos, que pueden
cubrir admirablemente el
puesto usurpado por es-
corar.
Escorarse. Cub. v. ref. — poco
uso. — Dásele a este verbo
significado de arrimarse a
otra persona, apoyarse en
ella. Véase lo apuntado en
la voz anterior, y se com-
prenderá que este caso es
aún más censurable.
Escribano. Cub. epic. m. —
Pez abundante, como de
unos 4 decímetros de largo,
de cuerpo alargado y com-
primido, con los costados
semiplanos, de coloración
muy variada, según las dis-
tintas especies, pero predo-
minando el color aplomado
en el lomo, y el plateado en
el vientre; tiene la mandí-
bula superior recogida y
muy aguzada la inferior, la
cual forma una especie de
afilado pico muy duro, de
color negruzco, que algunos
han comparado a una plu-
ma de escribir, por lo que
tomó ese nombre de es-
cribano; tiene la aleta dor-
sal casi rudimentaria y muy
cerca de la cola, y ésta en
BSCÜ
215
BSMB
forma de horquilla; esca-
rias grandes y caedizas;
rada a ñor de agua, saltaa-
co frecuentemente fuera, y
ib es bocado estimable.
(Zo-ol. F. Eer.%irar:yphidce;
géiero : Eypcrhamphus ; es-
pecies varias).
Escúb.:^©. Cub. epic. m.-In-
secto coleóptero carnicero
que vive en constante y rí-
pid;j movimiento scbre la
superficie del agua, aun
cuando también suele zam-
bullirse. No ha de confun-
dirse con el croribano do
agua, que es una especie de
araña, aunque con algunos
caracteres afines. (Zool. F.
Gyrinianos; esp. Dinentes
longimanus y D. metalli-
ene).
Escribano. Cub. epic. m. —
Ave zancuda de color mo-
reno obscuro con pequeñas
manchas blancas, con el
pico largo y verdoso, acar-
minado en la base, ojos y
patas do color rojo. Se pa-
rece a la gallinuela, y ai-
gimas personas las confun-
den. (Zool. F. Rallidce; esp.
Linnopardalus maculatus
ramsdeni). Esta voz tiene
las usuales acep. cast.
Escíidlto,. Cub. m. — La mo-
neda de oro equivalente a
cinco pesetas. (Eí. Diminu-
tivo de "escudo").
Escudo de la Habana. Cub.
m. — "Planta de las Labia-
das. (Scutellaria habanen-
sis. Jacq.) " Esto lo dice Pi-
chardo.
Escuelero, r®. Amer. m. y f.
— El maestro o la maestra
de escuela. En Cuba se oye
sólo en beca de gente rús-
tica: " — Que valse el escue-
lero"... ('"Aventuras de un
Mayoral1', por ,T. B. Jimé-
nez, página 13).
E»©*H*re. Cub. adj. — Adita-
mento de ají. Véase.
Bsca&a&as&Sa. Cub. f. — Así
escribe mucha gente en vez
de excusabaraja. Véase.
Esesacüa ds rosas* Ctib. f. —
La planta de jardín llama-
da "geranio*, que también
es su nombre más conocido
en Cuba.
Esgsrrar* Arnst. v. n. — vulg.
— Corrupción de desgarrar.
Véase.
Esgarro. Amer. m. — Escupi-
tajo. Corrupción de desga-
rro. Véase.
Esmeralda» Cub. epic. f. —
Pez de semejante Sgura a
la anguila, cuyo largo os-
cila entre cuatro y ocho
decímetros entre las dis-
tintas especies, con un an-
cho aproximado de tres a
cuatro centímetros, y el
cuerpo algo aplanado, sin
escamas, con la cola larga
y rematada en punta, y la
aleta dorsal a lo largo del
lomo; las otras aletas son
de color rojo y el cuerpo
moraduzco claro. Es pez de
agua salada y dulce. En la
base de la lengua tiene una
protuberancia que despide
variados reflejos, de lo que
toma aquel nombre. (Zool.
ESP A
216
ESPA
F. Gobiidce; género: Go-
bius). Tiene la prineipal
acep. casL
Esmeralda cabezona. Cub.
epic. f. — Variedad del pez
esmeralda, que se distingue
por ¡a cualidad que le da
nombre particular.
Esmeralda de mar» Cub.
epic. f. — Especie que vive
sólo en agua salada, sin
mancha de reflejos en la
boca, y, al contrario de las
otras especies, con las
aletas ventrales desnudas.
(Zool. F. G.: esp. Erotelis
valenciensis, Poey).
Esmeralda de río. Cub. epic.
f. — Especie que alcanza el
mayor largo de todas, de
agua dulce, y sin otras par-
ticularidades. (Zool. F. G.;
esp. Gobioides barreto,
Poey).
Esmeralda negra. Cub. epic.
f. — Variedad del pez esme-
ralda, indicada en el nom-
bre.
Esmorecerse. Amer. v. rof.-
Lo mismo que " aletargar-
se", "desmayarse". En Cu-
ba se dice más desmore-
cerse. (¿Será voz importa-
da de Asturias?).
Esmoreeámlento. Amer. m. —
Acción y efecto de esmore-
cerse. Véase.
Eso. Cub. pronombre. — fam.
— Véase la frase 36 del
Apéndice.
Espantacaímán. Cub. epic.
m. — El ave más conocida
por aguaitacaimán, que es
el cubanismo aceptado por
la R. A.
Espartillo. Cub. m. — Hierba
abundante en caminos y po-
treros, de hojas delgadas a
modo de cordeliilos; es me-
nos que mediano pasto
cuando con ias aguas re-
verdece. (Bot. F. Gramí-
neas; esp. Spirobolus indi-
cus, R. Br.)
Espartillo. C'b. rn. — lierba
parecida a la anterior, de
menor tamaño, y que se
desarrolla en lugares hú-
medos. (Bot. F. Ciperáceas;
esp. Motíscus filiformis, H.
B. eí K.).
Esportillo de agiaa» Cub. m.
— Especie sin notables par-
ticularidades, que se des-
arrolla en arroyos, panta-
nos, etc. (Bot. F. Ciperá-
ceas; esp. Ellocharis éa-
pitaia. R. Br.)
Esportillo raaefeo. Cub. ni. —
Especie de espartillo (1.a
acep.). que crece en terre-
nos yermos y es peor pas-
to que aquella especie. (Bot.
F. G.; esp. Paspalum alter-
ni flor uní, A. Rieh.)
Espartólo sabanero. Cub.
m. — Especie que brota en
terrenos pobres y come co-
mo último recurso el gana-
tío; sus flores parecen pe-
nachos de algodón. Algunos
dicen alambrillo a esta
yerba, pero es cosa que
debe evitarse para no con-
fundirla con el verdadero
alambrilla. (Bot. F. Gramí-
ESPI
217
KSPI
neas; esp. Trachypogon
gouni, Tourn.)
Espejera. Cub. f. — Llaga que
forman a las caballerías los
arreos o la espuela.
Esperanza. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 241 del
Apéndice.
Espernancarse. Común, v.
ref. — Abrirse de piernas
como para sentarse a hor-
cajadas. La R. A. acepta
"esparrancarse". En Amé-
rica más se dice así, esper-
nancarse.
Esperen. Cub. m. — Acción y
efecto del verbo "esperar",
cuando la espera resulta
exagerada. Para darle más
fuerza todavía a la espera,
muchos anteponen ei adje-
tivo "grande" apocopado:
"Llevé el gran esperón".
Espetaperross (A). Amer.
mod. adv. — Equivale a de-
cir en castellano: "a todo
correr", "como alma en pe-
na", etc.: "Se marchó a es-
petaperros".
Espigelia. Cub. f. — Planta
anua silvestre como de 4
decímetros de altura, con
tallo recto, hojas lanceola-
das, opuestas, flores de co-
lor pajizo con pétalos mo-
raduzcos, en espigas, en el
centro de cuatro hojas al
final de las ramas; emite
mal olor y es venenosa,
pero sin abuso es un buen
vermicida. (Bot. esp. Spi-
gelia anthelmia).
Espinaca silvestre. Cub. f. —
Una especie del bledo cu-
bano.
Espinal. Amer. m. — El sitio
donde abundan los espinos.
Es corrupción o mala de-
rivación de espino. Véase.
Espinilla. Común, f. — Peque-
ño grano o barro que suele
salir en el cutis, y que se
extrae con sólo exprimirlo.
Espinilla. Cub. m. — Árbol o
arbusto espinoso de terre-
nos áridos, poco ramoso, de
hojas pequeñas y redondas,
flores amarillas de cinco
pétalos, en racimos, made-
ra dura y fuerte. También
se conoce por junco marino
y espino blanco. Tiene vir-
tudes estomacales, y la tra-
dición popular supone que
los judíos hicieron la co-
rona de Jesús de esta plan-
ta. (Bot. F. Leguminosas;
esp. Perkinsonia oculeata,
Lin.).
Espino* Cub. m. — Arbusto in-
dígena y silvestre cuyo
tronco se eleva a dos me-
tros, muy ramoso y espi-
noso, de madera muy dura,
con bonitas vetas retorci-
das de color amarillo. (Bot.
F. Rubiáceas; esp. Machao-
nia cymosa, Gris.)
Espino. Cub. m, — La planta
más conocida por bayoneta
o bayoneta española. Véase.
Espino blanco. Cub. m. —
Véase espinillo.
Espino de hojas chicas.
Cub. m. — Especie del espi-
no (1.a acep.), que se dis-
tingue por su nombre adi-
ESPU
— 218
ESTA
cional. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. Machaonia microphy-
lla, Gris.)
Espirituado, da. Cub. adj. —
vulg. — Equivale entre gen-
te rústica y supersticiosa,
a "endemoniado" o poseído
por algún perverso espíri-
tu. Mas correcto sería decir
"espiritado", como partici-
pio pasivo de "espiritar".
Espirituado, raa. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
. Sancti Spíritus.
EspErittuano, na. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa ciu-
dad.
Espolón. Cub. m. — fam. —
Dícsse a un muchacho tra-
vieso. Tiene la principal
acep. casi.
Espolonazo. Común, ni. —
— Golpe que da un ave,
particularmente el gallo,
con el espolón. La R. A.
acepta "espolada", "espo-
lazo" y "espolonada", las
tres para indicar el golpe o
arremetida de espuela, de
a caballo. Las dos últimas
formas nos parecen acepta-
bles con respecto al espo-
lón y más cuando ninguna
forma se acepta para este
caso.
Espacia. Amer. f . — Dícese
impropiamente a la espuela
del gallo: "espolón". Tie-
ne las acep. cast.
Espuela de caballero. Cub.
f. — Además de la planta eu-
ropea de jardín, conocida
también en Cuba con ese
nombre, hay algunos ar-
bustos que reciben esa de-
nominación común o gené-
rica. Elévase uno aproxi-
madamente 3 metros, con
hojas lanceoladas, en figura
de estrella o roseta de las
espuelas, con una florecilla
rosada; la madera de color
amarillento y dura, se uti-
liza part. bastones. También
se llama rosetülo. (Bot. F.
Teofrastáceas; esp. Jacqui-
nia ruscifolia).
Espuela de caballero de
costa. Cub. i. — Arbusto
parecido al anterior, de
hojas con punías rígidas,
que se desarrolla en el li-
toral. (Bot. F. T.; esp. /.
linearis).
Espuela, de caballero de Sos
piñales. Cub. f . — Especie
con preciosas hojas erec-
tas y puntiagudas, de ma-
dera amarilla veteada de
rojo, compacta y fuerte, de
la que se hacen preciosos
bastones. Hay otro árbol
que algunos le dan este
mismo nombre, pero que se
conoce más por sabina ci-
marrona. (Bot. F. T.; esp.
/. oculeaia).
Espueiazo. Amer. m. — Díce-
se tanto al golpe de espue-
la como al de espolón. Véa-
se lo apuntado en espolo-
nazo.
Esquinero. Común, m. — Dí-
cese, aunque menos, al
mueble llamado "rincone-
ra".
Establo. Cub. m. — No cabe
abusar más del idioma que
BSTK
219
BXCU
decir a una cochera, o es-
tablecimiento donde se al-
quilan coches, establo. Ape-
nas tiene uso en su propio
empleo.
Estalage. Cub. rn. — "Esta-
blecimiento nuevo y redu-
cido de industria, agricul-
tura, granjeria, etc." Esto
dice Pichardo. Nunca he-
mos oído tal, por lo que su-
ponemos sea voz anticuada.
Estante. Cub. m. — La estaca
que se clava verticalmente
en las cercas. Tiene las
acep. cast.
Estantería. Cub. f. — Un con-
junto de estantes. Véase.
Tiene uso en la má3 co-
rriente acep. cast.
Estera. Cub. f. — En los in-
genios, por antonomasia, la
que gira a modo de cuerda
sin fln, para conducir la
caña a los trapiches. Tiene
las acep. cast.
Estero- Cub. m. — Dícese im-
propiamente a la ría.
Estrella. Cub. i. — La mone-
da de plata de un duro, de
cuño cubano, con una es-
trella en el anverso : la es-
trella solitaria. Tiene las
acep. cast.
Estrepitarse. Cub. v. ref. —
vulg. — Producirse estrépito
y algazara en alguna re-
unión. A todo el que guste
de hablar bien, debe hala-
garle que no se extienda el
uso de esta voz a mayores
límites de los reducidos que
tiene.
Estropajo. Cub. m. — Bejuco
silvestre y común, muy
frondoso y propagador, cu-
ya sombra se estima dañina
para otras plantas; de flo-
res amarillas monoicas: las
masculinas en racimo ter-
minal y solitarias las fe-
meninas; su fruto, algo
mayor que un pepino, con-
tiene unos filamentos en-
sortijados, parecidos al es-
tropajo, de donde toma
nombre la planta. En algu-
nos lugares le dicen jabon-
cillo. (Bot. F. Cucurbitá-
ceas; esp. Luffa acuiangula,
Ser.)
Estuche (De), Cub. mod.
adv. — Dícese con respecto
de la persona voluble y
acomodaticia, que es en
opinar y servir del primero
que llegue, sin perjuicio de
ser luego de otro contrario :
" Suelen abundar dondequie-
ra los individuos de estu-
che".
Etamina. Cub. f. — Tejido de
lana, algodón o seda trans-
parente y de un solo color,
para vestidos de mujer. (Et.
Del francés étamine).
Eticarse, Común, v. ref. —
Enfermarse de tuberculo-
sis. La R. A. acepta los ad-
jetivos "ético, ca" y "hé-
tico, ca", como sinónimos,
pero ni este verbo ni tam-
poco el de "heticarse", que
es de uso común en Espa-
ña y América.
Excusabaraja. Cub. f. — Es-
pecie de cesta o banasta sin
tapa, que se hace de un
JfiXTR
— 220
aro, al que se le da barriga
con cordeles o bejucos en-
tretejidos, y que se cuelga
del techo para preservar las
cosas de la humedad o para
poner quesos a que desfilen
la grasa. Es incorrección de-
cir y escribir escusabaraja.
Extraña rosa. Cu b. f. — La
preciosa planta de jardín
llamada en castellano, y
también en Cuba, simple-
mente "extraña". Una de
sus variedades toma el
nombre de Reina Margarita.
¡Ey! Cub. interj. — vulg. — Voz
de uso entre la plebe para
saludarse, en substitución
de la palabra "¡hola!".
También se dice ¡yeey!
FAIN
— 221
FAJA
Facistol, la. Cub. adj. — fam.
— poco uso. — Equivale a
"vanidoso", "ensoberbeci-
do". Algunos dicen facisto-
lero-, ra. En Venezuela dí-
cese facistor, ra.
Facistolería. Cub. f. — fam. —
poco uso.-Arrogancia o va-
nidad de un individuo fa-
cistol o facistolero.
Facistolero, ra. Cub. adj. —
fam. — poco uso. — Véase fa-
cistol, la.
Factor. Común, m. — Cada
parte que forma parte de
un todo o un resultado:
"Son factores de la emigra-
ción, la carencia de trabajo
o el exceso de población".
Faena. Cub. f. — antic. — Tra-
bajo que efectuaba el jor-
nalero (y muy antiguamen-
te el esclavo), aparte de las
horas de costumbre, y por
el que cobraba un sobresa-
lario. Hoy se dice fajina en
algunos lugares. Tiene las
acep. cast.
Fainada. Cub. f. — fam. — Ac-
ción o dicho torpe, inopor-
tuno, propio de una perso-
na calificada de faina:
"Juan comete muchas fai-
nadas". Otros dicen faine-
ría.
Fainería. Cub. f.-fam. -Véase
fainada.
Faino, na. Cub. adj. — fam. —
Equivale a "mentecato",
"incivil", "rústico". Algu-
nas veces se usa como subs-
tantivo.
Fafada» Cub. f. — Acción y
efecto de fajar, fajarse.
También se dice fajadura,
fajazón y fajera.
Faiador, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a los animales que
embisten, que acometen.
Véase fajar. "Un toro muy
fajador".
Faiador, ra. Cub. adj. — Apli-
cado a personas, significa
azuzador, amigo de fajarse
o de ver fajarse a otros.
Véase fajarse (1.a acep.)
Fajadura. Cub. f. — Véase fa-
jada.
Fajar. Común, v. a. — Lo mis-
mo que "acometer", "em-
bestir", con respecto a los
animales: "Un perro que
faja". En la Península tie-
FALO
— 222
FANO
ne muy poco uso. Tiene los
otros usos cast.
Fajarse. Ámer. v. recíp.-fam.
— Equivale a "pelear", "re-
ñir", irse a, las manos,
cuando se trata de perso-
nas: "Juan y Antonio se
fajaron'".
Fajarse» Cub. v. ref. — fam. — •
La acción de comenzar o
continuar una tarea: "Se
fajó a escribir".
Fajazón. Cub. m. — fam. — Lo
mismo que fajada: "Se for-
mó la gran fajazón entre
los muchachos".
Fajera. Cub. f. — fam. — Igual
que fajada. Véase.
Fajina. Cub. f. — La faena ex-
traordinaria del jornalero,
que suele efectuar los días
festivos, y que cobra apar-
te de su salario. Antes se
decía faena, de donde de-
riva.
Fajón, na. Cub. adj. — fam.—
Aplícase a la persona o ani-
mal inclinada a fajar o fa-
jarse: "Un niño muy fa-
jan'".
Faldeíiín. Amer. m. — -El traje
que se pone a los niños pa-
ra reoibir el bautismo. En
algunos lugares se dice va-
quero.
Faldinegro, gra. Cub. adj. —
Aplícase al ganado de color
bermejo con la parte ab-
dominal negra. (Et. De
"falda" y "negra").
Falondres (De). Cub. mod.
adv. — poco uso. — Equivale
a "de repente", "de pron-
to", "de golpe", y se apli-
ca más cuando se trata de
una caída.
Faltón, na. Común, adj. —
Aplícase a una persona
irreverente, que no guarda
el debido respeto: "Juan
es un faltón'".
Fambá. Cub. m. — muy vulg.
— Entre gente de la chus-
ma, el trasero de las perso-
nas. (Et. Voz africana).
Familia. Cub. i. — fam. — Tra-
tamiento afectuoso, siem-
pre en vocativo, con que
una persona saluda o se
despide de un grupo: "Ho-
la, familia"; "adiós, fami-
lia.'' Tiene las acep. cast.
Fana. Cub. f. — fam. — Véase la
frase 34 del Apéndice.
Fandango. Amer. m. — ñg. —
Equivale a "desorden", "al-
boroto", "pendencia": "Se
formó un fandango en el
café Tal".
Fanguito. Cub. ep;c. m. —
Pececillo que pertenece al
grupo de los guajacones, de
color pardo con viso verde
por encima y amarilloso
por el vientre, con puntos
de reflejos plateados o do-
rados en todo el cuerpo, y
el iris de color azul pá-
lido. Es comestible. (Zool.
F. Pecüida?; esp. Limia vit-
tata, Guich.) (Et. De "fan-
go").
Faña-faña. Cub. común. —
poco uso. — Dícese festiva-
mente a una persona gaga.
(Et. Voz imitativa).
Fañoso, sa. Amer. adj. — Lo
FAU
223
FERN
mismo que "gago, ga". (Et.
De faña).
Faro!. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 94 del Apéndice.
Tiene las acep. cast.
Farolito. Cub. m. — Planta
muy parecida al alque-
quenje que describe la R.
A., si no es la misma, de
mayor desarrollo en Guba,
pues que alcanza más de
metro y medió, de hojas
oblongas, dentadas y muy
aguzadas en los extremos,
flores amarillas, y fruto se-
mejante a un tomate dimi-
nuto, por lo que también
se llama tomatillo, ence-
rrado en una vejiga men-
branosa y hueca, que da
nombre a la planta, con
la que juegan los mucha-
chos haciéndola reventar
con estruendo. (Bot. F. So-
lanáceas; esp. Phy salís cu-
rasaviva).
Farolito. Cub. m. — Es la en-
redadera o bejuco descrito
por la R. A. con el nombre
de "farolillo", y cuyos fru-
tos están, como en la plan-
ta anterior, envueltos en
un globito de aire, que I03
muchachos hacen estallar
en la frente.
FarruQuiño, ña. Común, subs.
y adj. — Es diminutivo de
"farruco", y en Cuba se
usa en el sentido que le da
la R. A. a esta voz, aplicada
a los asturianos y gallegos
que viven niños fuera de
su tierra natal.
Fau. Cub. adj. — fam. — Véase
la frase 79-c del Apéndice.
(Et. Del inglés foul).
Faurestina. Cub. f. — Árbol
de hermosa apariencia por
su abundante copa, esti-
mado para sombrear los ca-
minos, porque, además, re-
siste fuertemente los ciclo-
nes y tormentas, de hojas
compuestas, flores en ra-
cimos de largos pedúncu-
los, y fruto en legumbre
recta y comprimida. Tam-
bién se llama forestina, por
corrupción, algarrobo de
olor y cabellos de ángel
(1.a acep.) (Bot. F. Legumi-
nosas; esp. Albizzialebbeck,
Benth.)
Favorecido, <áa. Común, adj.
— Aplícase a la persona ob-
jeto de suerte favorable:
"Favorecido con el nremio
mayo:
Otras veces tiene
funciones de substantivo :
"Un favorecido Dor la suer-
te".
Federico, ea. Cub. adj. —
vuig. — Entre el populacho,
es sinómino de "feo, a":
"Mujer muy federica. (Et.
Del nombre personal "Fe-
derico").
Féferes. Amer. m. pl. — Oye-
se esta voz para designar
en conjunto cosas super-
fluas, menudencias, trastos,
etc. En Guba, más se dice
tareco.
Feliciano, na. Cub. adj. —
vulg. — Empléase en vez de
"dichoso", "feliz", entre el
populacho.
Fernandino, na. Cub. subs.
FIGD
— 224
FILI
adj. — antic. — Decíase a la
persona o cosa natural o
perteneciente a la población
de Cienfuegos. Hoy se dice
cienfueguero, ra, o cenfo-
guense.
Ferretero. Común, m, — Díce-
se al dueño o dependiente
de una ferretería; esto es,
el que comercia con ar-
tículos de hierro y otros
metales.
Ferrocarril urbano. Cub. m.
— antic. — Decíase al tran-
vía de sangre.
Fiador. Cub. m. — desusado. —
Correa que sujeta la caja
del quitrín o volante a las
barras, para impedir o
atenuar el vaivén, de las
que se emplean tres o cua-
tro en cada vehículo. Tiene
los usos castellanos.
Ficticio» Cub. m. — vulg. —
Sutileza engañosa, embus-
te de poca monta: "Déja-
te de ficticios".
Ficha. Cub. f. — Pieza de ma-
dera o de hierro cilindrica,
de unos siete decímetros de
largo por dos de diámetro,
que usan los agrimensores
para hacer señales en el te-
rreno que miden, y al efec-
to la clavan en la tierra.
Tiene los usos castellanos.
Ficha. Amer. común. — DíceSB
al individuo de baja con-
dición moral : "Pedro es un
ficha, o una ficha, de cui-
dado".
Figura. Amer. f. — Empléase
con marcada incorrección
en vez de "modo" o "ma-
nera" : "De tal figura le in-
sultó, que nos avergonzó a
todos".
Fijón, na. Cub. adj. — poco
uso. — Aplícase a la perso-
na muy dada a fijar la
atención o la vista en cosas
y personas, con las que nada
tiene que ver, ni le impor-
tan.
Filaüa. Cub. f. — Tela de lana,
rala, de un solo color, que
suele emplearse principal-
mente para colgaduras y
banderas.
Filete. Cub. m. — Entre taba-
queros, dícese a la tira, re-
gularmente de papel, que se
usa para cubrir las juntu-
ras de las tablas en las ca-
jas de los cigarros puros.
Tiene las acep. cast.
Fuetear. Cub. v. a. — Poner
los filetes a los cajones de
los cigarros puros o taba-
cos.
Fileteo. Cub. m. — Acción y
efecto de filetear. Véase.
Filigrana. Cub. f. — Arbusto
silvestre, pequeño, de ra-
mas abundantes, hojas ao-
vadas con bordes ondeados,
ásperas y de virtudes pec-
torales, fíorecillas de varia-
dos colores, según las dis-
tintas especies, y fruto pe-
queño, apiñado, que suelen
comer algunas personas.
Varias de las especies re-
ciben aditamentos particu-
lares, como se verá a con-
tinuación. Tiene el uso cas-
tellano.
Filigrana cimarrona. Cub. í.
225
FÍSI
- — Véase yerba de la san-
gre (3.a acep.)
Filigrana de costa. Cub. f. —
Especie de poco interés que
se desarrolla en el litoral.
(Bot. F. Euforbiáceas; esp.
Exccecaria cubensis).
Filigrana de fruto blanco.
Cub. f. — La especie más co-
nocida por filigrana del pi-
nar. Véase.
Filigrana de fruto morado.
Cub. i. — Véase filigrana de
mazorca.
Filigrana del pinar. Cub. f.
— Especie que se distingue
por el color blanco de su
fruto, de lo que también
toma el nombre de filigrana
de fruto blanco. (Bot. F.
Verbenáceas; esp. Callicar-
pa acuminata).
Filigrana de mazorca. Cub.
f. — El tipo de hojas mayo-
res, lanceoladas y aserra-
das, común, de fruto muy
abundante, morado de ten-
dencia al rojo, por lo que
se llama también filigrana
de fruto morado,, y en mu-
chos lugares de la parte
central de la Isla le dicen
mierda de gallina. (Bot. F.
Verbenáceas; esp. Callicar-
pa americana) .
Filigrana de mazorqulüla-,-
Cub. f. — Especie muy pa-
recida a la anterior, que
tiene los frutos en mazor-
ca más pequeña. (Bot. F.
Verb-. esp. C. reticulata).
Filigrana de pina. Cub. f. —
Tipo de hojas elípticas, flo-
res en cabezuela, como las
otras, ovoides o globosas,
de corola lila con el cuello
amarillo, y fruto de color
rosado, dispuesto a manera
de pina, que es el más co-
mestible. (Bot. F. Verb.;
esp. Lantana trifolia).
Filigrana de sabana. Cub. f.
— Especie común en terre-
nos áridos, sin particular
interés, que también se co-
noce por albahaquillo. (Bot.
F. Compuestas; esp. Eupa-
toriura odoratum).
Filipina» Cub. f. — Prenda- de
vestir el hombre, regular-
mente de dril, que tiene fi-
gura de chaqueta, pero sin
solapas, y con cuello que
se abotona a la manera de
camisa.
Filomeno. Cub. m. — muy
vulg. — Corrupción, entre
alguna gente campesina, -de
"fenómeno'1.
Fino, na. Amer. adj. — Aplí-
case como aditamento al
gallo y a la gallina de pe-
lea. Tiene las acep. cast.
Fine. Cub. común.-Dícese con
relación a personas y algu-
nas veces a cosas, como tér-
mino de comparación para
señalar sus reducidas pro-
perciones-de volumen.
Firmón. Cub. adj. — fam. —
Aplícase al abogado de obs-
curo nombre que se busca
la vida estampando firmas
sin escrúpulos. Otras veces
se le da uso de substantivo.
Fásico, cao Cub. adj. — fam.
poco uso. — Aplícase a la
15
FLEC
— 226
persona de maneras afecta-
das y lenguaje enfático.
Fislnga. Cub. f. — vulg. — des-
usada.— Dícese a cualquier
cosa despreciable por su ta-
maño insignificante y va-
lor escaso.
Fiato. Amer. m. — Melancolía
o tristeza que agria el ca-
rácter de una persona. Tie-
ne las acep. cast.
Flatoso, sa. Amer. adj. — Se
aplica a la persona propen-
sa a padecer de flato. Véase.
I- lauta de pan. Cub. í. — Pan
esponjoso, presentado en fi-
gura algo cilindrica, como
de medio metro de largo,
angosto, y con una hendi-
dura longitudinal. En nada
se parece a una flauta, sin
embargo. También se llama
barra de pan, y es nombre
más adecuado, y más toda-
vía el de "telera" que le
dan muchos con sujección a
la autoridad de la R. A.
Flay. Cub. m. — fam. — Un in-
tento vano, un empeño que
fracasa o que se descubre
como encubridor de segun-
da intención. "Eso es un
flay"; "no me vengas con
ese flay". (Et. Del inglés
fty).
Fleco» Amer. m. — El cabello
recortado que dejan sobre
la frente algunas mujeres,
y que toma ese nombre por
analogía con el verdadero
fleco.
Fleco de aroma. Cub. m. —
El fleco de nudos, que to-
ma ese nombre por la se-
mejanza con la flor de la
aroma olorosa.
Fleco de peine. Cub. m. — El
fleco de hilos sueltos, por
la semejanza con los dien-
tes o las púas de los peines.
Fleta. Cub. f.— fam. — Zurra
que se le da en castigo a
un niño.
Fletar. Cub. v. a. — fam. — po-
co uso. -Castigar con azotes
a un niño.
Fletar. Amer. y. a. — Por ex-
tensión del uso marítimo de
este verbo, úsase cuando se
alquila cualquier vehículo
para conducir personas o
carga.
Fletarse. Cub v. ref. — vulg.
— Marcharse solapadamente
de una reunión, y como hu-
yendo de algo. Es sinóni-
mo de rajarse, correrse,
abrirse, y otros.
Flete. Cub. m. — vulg. — Con-
quisla callejera y noctur-
na de meretriz. Entre el
populacho madrileño, de
donde tal vez sea tomada
la idea, significa el acto del
coito. Tiene las acep. cast.
Fletear. Cub. v. n. — vulg. —
Excursión callejera de al-
gunas prostitutas que bus-
can compañero.
Fletera. Cub. f. — fam. — Me-
retriz de ínfima categoría,
que procura sus conquistas
callejeando de noche.
Flor. Cub. adj. — Como si di-
jéramos "admirable", "muy
bien": "Una caricatura
flor". Otros dicen flor fina.
FLOR
227
FLOR
Tiene las acepciones caste-
llanas.
Flor de agua. Cub. f. — Véase
nelumbio.
Flor de aire. Amer. f. — Nom-
bre común en América de
una flor poco apreciable.
(Bot. F. Bromeliáceas; esp.
Fillandsia polystachya).
Flor de azufre. Cub. f — La
flor llamada malviva. Véase.
Flor de barbero. Cub. f. — La
planta y su flor más cono-
cidas por jazmín de la tie-
rra (2.a acep.) Véase.
Flor de campana. Cub. f. —
Se dice por su figura a la
flor de la bijaura, o sea el
"floripondio" de la R. A.
Flor de confites. Cub. f. —
Véase manaca.
Flor de incienso. Cub. f. —
La que produce una de las
especies del curujey. Véase.
Flor de Indias. Amer. f. — La
de la planta conocida en
Cuba por copetuda. Véase.
Flor de la bibijagua. Cub. f.
— Dicen así algunos a la
flor de la bijaura (véase),
habiendo tomado ese nom-
bre, porque se suponía que
ahuyentaba la hormiga lla-
mada bibijagua.
Flor de la calentura. Cub. f.
— La de la planta calentura.
Véase.
Flor de la cruz. Cub. f. — En-
redadera silvestre de flores
en forma de aspa. (Bot. F.
Poligaleas; esp. Securidaca
virgata).
Flor del cáliz. Cub. f. — Véa-
se pitajaya.
Flor del Sol. Cub. f.-En al-
gunos lugares, el girasol.
Flor de Pascua. Amer. f. — •
Arbusto elevado que florece
en Pascuas de Navidad, o
mejor dicho : en esa época
se cubre su follaje de brác-
teas de color rojo encendi-
do, que le dan un aspecto
de "manto de fuego". Hay
una variedad blanca. (Bot.
F. Euforbiáceas; esp. Eu-
phorbia pulcherrima).
Flor de pasión. Amer. f.-AI-
gunas personas aceptan es-
te nombre para la flor de la
pasionaria, o sea la grana-
dilla.
Flor de pato. Cub. f. — Enre-
dadera silvestre de hojas
cordiformes, que toma ese
nombre por la figura de sus
flores, que semejan patos
sin extremidades inferiores,
de matizada coloración in-
teriormente y fétidas. (Bot.
F. Aristoloquiáceas; esp.
Aristolochia grandiflora) .
Flor de pedo. Cub. f. — Véase
yedra (2.a acep.)
Flor de San José. Cub. f. —
La que produce la planta
llamada vara de San José.
Véase.
Flor de San Juan» 'fub. f. —
La de color rosado produ-
cida por una de las espe-
cies del curujey. Véase.
Flor de San Juan. Cub. f. —
Un árbol silvestre de made-
ra compacta, dura, fina, de
color amarillento sucio.
(Bot. F. Malváceas; esp.
Hibiscus cannabinus, Lin.)
FOCO
228
FOLLÉ
Flor de San Pedro. Cub. f.—
La de color morado produ-
cida por una de las espe-
cies del curujey. Véase.
FSor de Y blanca. Cub. f. —
Una planta silvestre sin in-
terés. (Bot. F. Convolvulá-
ceas; esp. Ipomoea bonanox,
Lin.)
Flor Una. Cub. adj. — fam. —
Véase flor.
Floripondio blanco. Cub. m.
— La planta descrita por la
R. A. con el sencillo nom-
bre de "floripondio", que
también recibe en Cuba, y
puede verse además en este
Vocabulario con el de bi-
jaura.
Florista. Común, i. — Mujer
que se dedica a vender flo-
res: "Las floristas vende-
rán más flores cuanto más
encantadoras sean". Tiene
el otro uso autorizado por
la R. A.
Florón. Cub. m. — Dícese al
clavo romano, y también al
que tenga cabeza muy
grande, fija, ancha, con
adornos en relieve, sea ésta
de la materia que fuere.
Tiene las acep. cast.
Flus,. Cub. m. — Dícese al tra-
je de caballero o niño
cuando se compone de pan-
talón, chaleco y chaqueta.
íFo! Amer. interj. — Empléase
para significar asco, cuan-
do se percibo mal olor, y
equivale al castellano
"¡puf!".
Foco eléctrico. Común, rn. —
Bomba o lámpara eléctrica
de gran tamaño, que alum-
bra por medio de carbon-
cillos regularmente, que
emite un intenso torrente
de luz, y se destina para
alumbrado público, parti-
cularmente.
Fogaje. Cub. m. — Calor in-
terno del organismo, por
alteración de la sangre, que
puede producir erupción.
Fogueado, da. Cub. adj. — fig.
y fam. -Aplícase a una per-
sona ducha, experimenta-
da: "Un hombre fogueado
en lides amorosas'".
Foguearse. Cub. v. ref. — fig.
y fam.-Lo mismo que "ex-
perimentarse", hacerse
práctico en algo: "Trabajo
le costó foguearse como ci-
cerone".
Fogueo. Cub. m. — fig. y fam.
— Acción y efecto de fo-
guearse. Véase.
Foguerear. Cub. v. a. — des-
usada.—Prender fuego a la
leña gruesa que no haya
podido carbonizarse, al
quemar las malezas de un
terreno que se piensa dedi-
car al cultivo. Esto sacamos
en consecuencia de lo que
dice Pichardo de esta voz,
que nunca hemos oído.
Folíolo. Común, m. — Lo mis-
mo que "hojuela" en Botá-
nica. (Et. Del latín folio-
lum).
Folleo. Cub. m. — vulg. — Sig-
nifica trifulca, pelotera, es-
cándalo: "Se formó el gran
folleon.
229 —
FORRO
Folleo. Cub. m.- — vulg. — Véa-
se follón,
Follón. Cub. m. — vulg. — Bo-
rrachera alcohólica, en gra-
do sumo, cuando presenta
caracteres repugnantes.
Otros dicen folleo (2.a acep.)
Tiene algunas de las acep.
castellanas.
Follonista. Cub. común. — Dí-
cese al borracho vulgar.
Fomentar. Cub. v. a. — Este
verbo no suele tener en
Cuba ninguno de los signi-
ficados castellanos : empléa-
se en lugar de "fundar", y
algunas veces de "organi-
zar y explotar un negocio";
pero la primera acepción es
la más generalizada, y así
se dice: ''Fulano fomentó
un ingenio de azúcar". Pa-
réeenos bastante admisi-
ble esta acep. al castellano,
y hasta le da garantía el
que haya en España un
Ministerio de Fomento.
Fomento. Cub. va. — Acción de
fomentar. Véase.
Fondeado, da. Amer. adj. —
Aplícase a la persona rica,
especialmente si guarda
mucho dinero en efectivo.
Otras veces empléase con
relación a una persona que,
careciendo casi siempre de
dinero o cosa que lo valga,
lo tiene una vez por casua-
lidad.
Fondearse* Amer. v. ref . — Lo
mismo que "enriquecerse".
Fondero, ra. Amer. m. y f. —
La persona que tiene en
propiedad o a su cargo una
fonda. En Cuba nadie dice
"fondista", cual autoriza la
R. A.
Fondo. Amer. m. — Una espe-
cie de paila o caldera de
pequeño tamaño.
Fonfón. Cub m. — antic. -Cas-
tigo de azotes que se daba
a los negros esclavos.
Fonil. Cub. m. — Según Pi-
chardo, en Puerto Príncipe,
es o era sinónimo de "ano".
Foquita. Cub. f. — poco uso. —
En algunos pueblos dicen
así a los niños negros cuan-
do están desnudos, por la
semejanza que, según el
capricho de algunos, tienen
con unas focas amaestra-
das, que se exhibían con
otros animales en cierto
circo ambulante.
Forestina. Cub. f. — Es co-
rrupción de faurestino,.
Véase.
Fcrnalla. Cub. f. — No se en-
tiende en el sentido anti-
cuado de "horno" que se-
ñala la R. A., sino que de-
signa la parte inferior e in-
dependiente del horno por
donde se extrae la ceniza.
Forrado, da. Cub. adj. — fam.
— Lo mismo que "rico, ca" :
"Un hombre forrado"; "so-
ciedad forrada". Tiene los
usos cast.
Forrarse. Cub. v. ref. — fam.
Enriquecerse: "Juan se fo-
rró". Tiene los usos cas-
tellanos de "forrar".
Forro. Cub. m. — Trampa, en-
gaño, falsedad: "Salir con-
cejal gracias a los forros o
FOTI
230 —
FOTU
falsos votos"; "Pedro mete
muchos forros cuando jue-
ga al dominó". Tiene las
acep. cast.
Forro (De). Cub. mod. adv.
— Equivale a "clandestina-
mente", y, en algunos ca-
sos, al gracioso "de gorra":
"Entré de forro a la Ex-
posición"; "fui al banquete
de forro". Este uso denota,
a la vez, que se suplanta a
otra persona. Es sinónimo
del no menos usual de
chivo.
Forro de catre. Cub. m. — La
vestidura de lona u otro te-
jido, de que se forma la ca-
ma de un catre de tijera.
Fósforo higiénico. Cub. m. —
Cerilla que sólo enciende
por efecto del roce con la
laminilla de la misma ma-
teria que tiene la caja; no
ofrece peligro ni produce
incendios. En Cuba no se
dice "cerilla" nunca, sino
"fósforo".
Fósforos. Cub. m. pl. — fam.
■ — Véanse las frases 161 y
245 del Apéndice.
Fotingo. Cub. ni. — Automóvil
pequeño de plaza o alqui-
ler. Es voz nacida no ha
mucho entre el populacho,
y ya hoy no se desdeña casi
en el habla corriente.
Fotingo. Cub. m.-Por exten-
sión de la voz anterior, dí-
cese a la mezcla en un vaso
de leche y mantecado. Em-
pezó llamándose automóvil,
y nada más natural que al
llamar fotingo a ese ve-
hículo, se diga también a la
dicha mezcla. El origen es
lo que tenemos por cosa
inaveriguable.
Fotingo. Cub. m. — vulg. —
Entre gente mal hablada, es
sinónimo de "nalgas", par-
ticularmente las abultadas
de mujer.
Fotinguero. Cub. m. — Con-
ductor de automóviles o de
fotingos. (1.a acep.). Cual-
quier voz es preferible al
repugnante galicismo cho-
fer.
Fotnro. Cub. epic. m. — El pez
más conocido por joturo.
"Véase. En opinión de al-
gunos, foturo es corrupción
de joturo; pero a nosotros
nos parece más posible que
la primera forma haya dado
origen a hoturo, y que de
aquí hayase corrompido en
joturo. (Et. Voz probable-
mente de origen caribe).
Fotaitazo. Cub. m.— El soni-
do o, por mejor decir, ruido
que se produce con una sola
emisión de aire en el fo-
tuto. Véase.
Fotuto. Cub. m. — Especie de
trompa que se hace de un
caracol marino grande, al
que se rompe la punta de
la espiral, y en el que, al
soplar por ella, se produce
un ruido estrepitoso y des-
agradable. Suele usarse
para meter ruido en algu-
nas fiestas públicas, y en
ciertos lugares del interior
se anuncia con él peligro
de incendio, desbordamien-
FRAI
231
FRAI
to de un río. etc. También
se dice, no con frecuencia,
guamo, y por corrupción
fututo. (Et. Del caribe bo-
tato).
Fotuto. Cub. m. — Por exten-
sión, dícese a todo instru-
mento de metal u otra ma-
teria, en el que se produzca
ruido a la manera del ver-
dadero fotuto (1.a acep.),
como ciertas bocinas de au-
tomóvil, etc.
Fragata. Común, epic. f. —
Así se dice también por al-
gunos en Cuba al ave más
conocida por "rabihorca-
do".
Fragata. Cub. f. — Vagón alto
y cerrado de ferrocarril,
destinado a carga menuda.
Tiene las otras acep. cast.
Fraile. Cub. epic. m. — En al-
gunas comarcas orientales,
la especie de mosca más
nombrada rodador. Véase.
Frailecillo. Cub. epic. m. —
Además de aplicarse este
nombre al ave fría, cual
admite la R. A., se conoce
otra especie parecida en
Cuba, probablemente uno
de los chorlitos, que suele
medir unos 25 centímetros
de pico a cola, de plumaje
aplomado claro por encima,
así como una especie de
moña que tiene en su ca-
beza, grande; el vientre, la
garganta y la frente son de
color blancuzco, y tiene al-
gunas plumas negras por
el cuerpo. Es ave zancuda,
pero ele patas no muy lar-
gas y amarillas, pico corto
y fuerte, y ojos morenos con
los párpados rojos. Habita
en los huecos del suelo, re-
gularmente en el litoral,
corre con suma ligereza, y
se alimenta de insectos y
moluscos. Es sedentaria en
el Continente. También se
llama frailecito, títere y
zarapico. Hay otras espe-
cies menos importantes con
ese nombre genérico. (Zool.
F. Charadridce; esp. Oehto-
dromus wilsonius, Ord.)
Frailecillo. Cub. m. — Arbus-
to que alcanza dos metros
de altura, de ramaje tor-
tuoso- con hojas alternas,
oblongas y ovales, que se
emplean como vomitivo y
purgante caseros; tiene flo-
reciílas blancas y fruto del
tamaño de una cereza ama-
rilla, con una semilla que
tiene dos ojitos negros, de
donde dicen que tomó nom-
bre la planta, que también
se llama San Juan del Co-
bre, frailecito y "tuatúa",
su nombre castellanizado.
(Bot. F. Euforbiáceas; esp.
J at r o p h a gossypiifolia,
Lin.)
Frailecillo cimarrón. Cub.
m. — Especie parecida del
arbusto anterior, pero de
menores proporciones. (Bot.
F. E.; esp. Crotón lobatus,
Lin.)
Frailecillo gritón. Cub. epic.
m. — Especie del ave frai-
lecillo (1.a acep.) que le ca-
racteriza el hecho de que
FRAS
232
FRÍJ
cuando ve algún peligro
para su nido o muy cerca
al cazador, emite un tan
raro chillido, que puede
confundir a éste, si no es
diestro en ese deporte, pues
que guiado por la proce-
dencia del grito caminará
en sentido contrario del si-
tio donde lo emite el ave.
Es de color gris moreno en-
cima y blanco debajo, con
un collar y una faja en el
pecho negros. También se
dice frailecillo sabanero y
títere sabanero, porque
suele vivir más alejado del
litoral que la otra especie.
(Zool. F. Ch.; esp. Oxye-
chus vociferus).
Frailecillo sabanero,. Cub.
epic. m. — Véase frailecillo
gritón.
Fraileciio. Cub. m. — Así di-
cen muchos a las distintas
especies zoológicas y botá-
nicas descritas como frai-
lecillo.
Framboyán. Amer. rn. — Ár-
bol exótico, acaso origina-
rio de la India, de unos
cinco metros do altura, de
hojas elípticas, pequeñas, y
hermosas flores rojas en
ramilletes, que brotan en el
verano, al caer las hojas.
Es árbol propio de jardi-
nes y paseos por su elegan-
cia. (Bot. esp. Flamboyant
colvillea). (Et. Del- francés
flamboyant).
Frangollo. Cub. m. — Dulce
hecho de plátano llamado
verde pulverizado y azúcar.
Frasco. Cub. m. — desusada.
— Medida de capacidad para
líquidos, equivalente a tres
botellas o sean 2'442 litros.
Tiene el uso cast. principal.
Fregar. Cub. v. a. — ñg. y fam.
— Suele oirse por "azotar"
o "pegar". Tiene las acep.
castellanas.
Freno. Cub. m. — fam. — Véa-
se el refrán 40-6 del Apén-
dice. Tiene las acep cast.
Fresco, ca. Común, adj. —
fig. y fam, — Atrevido, des-
vergonzado: "Un niño muy
fresco". Véase café fresco
y la frase 57 del Apéndice.
Tiene los otros usos cas-
tellanos.
Frescura. Común, f. — fig. y
fam. — Desvergüenza, atre-
vimiento de una persona
calificada de fresca. Tiene
los otros usos castellanos.
Fresno de América» Cub. m.
— Véase fustete.
Friega. Cub. f. — fig. y fam. —
Equivale a "zurra", "azo-
taina", y es acción y efec-
to de fregar, verbo menos
usado en ese sentido que la
voz reseñada: "Le di una
friega a uno de los mucha-
chos".
Fríjol blanco. Amer. m. — La
voz "fríjol" casi ha deste-
rrado en Cuba las de "ha-
ba" y "judía". El presente,
que también se llama "frí-
jol común", es la judía
blanca.
Frísol caballero. Cub. m. —
Enredadera común y su
fruto : un grano mayor que
FRÍJ
233 —
FRIJ
el colorado, de figura elíp-
tica, algo aplanado, y color
jaspeado de blanco y rojo.
También se llama fríjol de
la tierra. (Bot. F. Legumi-
nosas; esp. Dolichos la-
blah).
Fríjol cimarrón. Cub. m. —
Planta silvestre y su fruto,
cuyo grano, especie de ju-
día, come alguna gente po-
bre. (Bot. F. L.; esp. Vigna
glabra).
Fríjol colorado. Cub. m. — La
judía de tamaño corriente
y color moraduzco. Tam-
bién se llama fríjol mulato.
Fríjol común. Amer. m. — El
fríjol blanco. Véase.
Fríjol de carita. Amer. m. —
El llamado en España "ju-
día de careta"; blancuzco
con un lunar negro en la
cisura de la piel.
Fríjol de gallina. Cub. m. —
Árbol común de hojas com-
puestas con folíolos ovales,
flores grandes y amarillas,
en racimos, legumbre erec-
ta, membranosa y oblonga,
así como el grano. (Bot. F.
L.; esp. Cassia glauca,
Lam.)
Fríjol de la tierra. Cub. m.
— El fríjol caballero. Véase.
Fríjol de olor. Cub. m. — En-
redadera de adorno con
flores perfumadas. (Bot. F.
L.; esp. Clitoria speciosa).
Fríjol de Veracruz. Cub. m.-
— El más conocido por fri-
jol negro.
Fríjol grande. Cub. m. —
Planta de legumbres muy
largas y estrechas, que
cuando tiernas (habichue-
las) se emplean en guisos j
ensaladas. (Bot. F. L.; esp.
Dolichos jsesquipedalis,
Lin.)
Fríjol negro. Amer. m. — La
judía negra, que es una de
las de menor tamaño. En
Cuba constituye uno de los
potajes más populares, que
se come mezclándolo con
arroz cocido, y a cuya mez-
cla se dice familiarmente
moros y cristianos. Tam-
bién se llama fríjol prieto y
de Veracruz.
Fríjol prieto. Amer. m. — El
fríjol negro. Véase.
Fríjoles. Cub. m. pi. — Véanse
las frases 122 y 244 del
Apéndice.
Frijolillo. Cub. m. — Una en-
redadera silvestre. (Bot. F.
Leguminosas ; esp. Ryncho-
sia mínima).
Frijolillo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de grueso tronco, de
hojas sobre largo pecíolo,
compuestas con foliólos
ovales, puntiagudos, con
visos azulados, cuyo fru-
to comen el cerdo y otros
animales, y madera fuerte
que se usa en carpintería
gruesa. También se llama
guama, jurabaina (en la re-
gión central) y cucharilla
en algunos lugares orienta-
les). Hay dos especies que
se describen a continua-
ción. (Bot. F. Legumino-
sas).
Frijolillo amarillo. Cub. m. —
FRUO
— 234 —
FÜBT
Especie del árbol frijolillo
(1.a acep..), de madera muy
dura de color azafranado.
También se llama jayaba-
caná amarillo y guama de
costa. (Bot. F. L.; esp. Lo-
chocarpus, latifolius).
Frijoliílo bada. Cub. m. —
— Especie del árbol baria,
de buena madera, fina, pe-
sada, de color parduzco.
Frijolillo p>raeto. Cub. m. —
Tipo del árbol frijolillo (1.a
acep.), de madera indicada
en su nombre. También se
llama guama bobo y guama
de soga. (Bot. F. L.; esp.
Lochocarpus sericeus, Kth.)
Frijolito. Cub. m. — Especie
de fríjol pequeño, aplana-
do, en figura de media luna,
que ofrece muchas varie-
dades. (Bot. F. Legumino-
sas; esp. Phaseolus luna-
tus, Lin.)
Frío. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 28 del Apéndice.
Friofrío. Cub. m. — Árbol co-
mún cuyo tronco tiene el
corazón moraduzco, de flo-
res amarillas, y de cuya
madera se hace leña. (Bot.
F. Leguminosas).
Frita. Cub. f.— fam. — Dícese
a la comida. Véase la frase
121 del Apéndice.
FroniiL Cub. m. — Dícese por
"frontalera", de cabezada
de caballo. Otros dicen
frontín. Suele usarse en las
acep. cast.
Frontín. Cub. m. — Igual que
frontil. Véase.
Frucanga. Cub. f. — poco uso.
— La sambumbia, cuando
se le echa ají.
Fruta bomba. Cub. f. — Mo-
derno nombre que se le da
a lá fruta "papaya", a cau-
sa del significado que se le
ha dado por el pueblo a
esta voz, sinónima de "va-
gina".
¡Fúa! Cub. interj. — fam. —
Empléase para expresar por
onomalopeya el ruido qué
produce un golpe, caída, etc.
Fuácata. Cub. f. — - fam. —
Equivale a "pobreza", "mi-
seria". También se dice
fuacatina. Véase la frase 60
del Apéndice. (Et. De fuá).
Fuaeatazo. Cub. m. fam.-—
Así dicen algunos por "ba-
tacazo".
Fuacatina. Cub. f. — fam. —
Véase fuácata.
Fuego. Cub. m. — En algunos
lugares orientales, el árbol
bijáguara. Véase. Tiene los
principales usos castella-
nos.
Fuente. Cub. f. — El tejido
membranoso en que viene
el feto al nacer, entre hu-
mores acuosos. Tiene los
principales usos castella-
nos.
Fuetazo. Amer. m. — Golpe
dado con un fuete. Véase.
Fuete. Amer. m. — Nombre
que le dan algunos al lá-
tigo, y que otros extienden
a todo instrumento seme-
jante de castigo. (Et. Gali-
cismo derivado de fouet).
Fueteadura. Amer. f.-Acción
y efecto de fuetear. Véase.
FULM
235
FÜNG
Fuetear. Amer. v. a. — Casti-
gar con fuete. Véase.
Fuetecito. Amer. m. — Un
fuete pequeño.
Fufú. Amer. m. — Manjar he-
cho con plátano, calabaza
u otros frutos, amasados
después de cocidos, y rocia-
dos con manteca. También
se dice mogo.
Fufú. Cub. m. — fam. — Equi-
vale a "talento": "Un chi-
co de mucho fufú.''''
Fugada. Cub. f. — En algunos
lugares, una pequeña ráfa-
ga de aire.
Fugada. Cub. f. — fig. y fam.
■ — poco uso. — Lo mismo que
"ímpetu", pequeño arreba-
to: "Damián es hombre de
muy frecuentes fugadas".
Fuíquiti. Cub. m. — vulg. —
Término despreciativo en
comparaciones: "Un libro
de fuíquiti".
Fular. Común, m. — desusada.
Tela fina de seda y algodón.
(Et. Galicismo derivado de
foulard).
Fulminante. Amer. m. — La
cápsula o pistón que por
efecto del golpe de gatillo
produce la descarga en las
armas de fuego.
Fulminante. Cub. m. — Planta
herbácea silvestre de hojas
lanceoladas, flores de coro-
la purpúrea axilares, y que
produce una vaina que des-
pués de seca, al contacto
con la humedad, revienta
bruscamente y lanza las se-
millas, de cuyo efecto toma
el nombre. (Bot. F. Acantá-
ceas; esp. Piuellia germini-
flora).
Fuma. Cub. f. — La ración de
cigarros puros a que tiene
derecho, además del jornal,
el obrero elaborador de
ellos, y es la ración que
fuma diariamente. Véase la
frase 214 del Apéndice.
Fuma. Cub. f. — Por exten-
sión, la cantidad de tabaco
que consume una persona
diariamente, en la especie
que fuere.
Fuma. Cub. f. — Cierta vitola
de cigarro puro o tabaco
de tamaño corriente y pre-
sentada en mazo.
Fumarse. Cub. v. ref. — vulg.
— Este verbo, con los pro-
nombres personales lo, la,
acompañando al sufijo se,
denota superioridad, astu-
cia de una persona con re-
lación a otra: "Diego en un
negocio con Javier se lo fu-
mó"; "A Pedro no hay
quien se lo fume como pin-
tor", esto es: no hay quien
le supere en ese arte.
Fumín, Cub. m. — Dícese en
vez de "esfumino"; esto es:
al rollito de papel estopo-
so, puntiagudo, que se em-
plea en dibujo para esfu-
mar.
Funche. Cub. m. — Manjar he-
cho con harina de maíz,
manteca, sal y agua, que
suele mezclarse con can-
grejo. Otros dicen serensé.
Véase la frase número 222
del Apéndice.
Fungir. Amer. v. n. — Equi-
FUSI
236
FUTü
vale al castellano "oficiar",
pero significando que se su-
ple provisionalmente a otra
persona en un cometido, sin
reunir todas las cualidades
precisas que el puesto re-
clama. Es verbo bastante
generalizado en toda Amé-
rica, y bien puede admi-
tirse en el buen hablar, ya
que no vino de ajenos idio-
mas.
Furnia- Cub. i.— Sima verti-
cal profunda y angosta, más
propiamente cuando es en-
tre peñas. En el caló gita-
no significa cueva.
Furrumallia. Cub. f. — Dícese a
la gente de baja estofa, y
por extensión, a toda cosa
despreciable: "En tal ba-
rriada hay mucha furru-
malla"; "ese sombrero es
de furrumalla" .
Fusilar. Cub. v. impersonal.
• — Corrupción de "fucilar",
esto es, descargar eléctrica-
mente la atmósfera por me-
dio de relámpagos, sin rui-
do, y con el sólo efecto de
la luz, que causa fantás-
tica visión de noche. Esa
corrupción de la c en 5 no
la cometen solamente los
criollos en este caso, sino
también los españoles, tal
vez por el escaso uso que
tiene en la Península el
verbo y lo generalizado que
está en la Isla. Tiene el
uso cast.
Fusilazo. Cub. m. — Corrup-
ción de "fucilazo". El efec-
to de fusilar. Véase.
Fustete. Cub. m. — Árbol pa-
recido en sus aplicaciones
al arbusto "fustete" de la
R. A. Es silvestre y común
en la región oriental, de
hojas subenteras, oblongas,
flores dioicas en espigas :
las masculinas en espigas
cilindricas, las femeninas
en cabezuelas globosas; ma-
dera elástica de color ama-
rillo anaranjado y jaspea-
da, que se usa para basto-
nes con especialidad, aun-
que es muy estimable para
obras varias, entre ellas
submarinas. Tiene además
los nombres de fresno dei
América, mora espinoso,, de
loma y del país. (Bot. F.
Mareas; esp. Chlorophora
tinctoria).
Fututo. Cub. m.— Corrupción
de fotuto. Véase (1." acep.)
Fututu. Cub. adj. -Equivale a
"malo", "despreciable".
Esta voz parece de origen
catalán.
GALA
— 237
GALA
Gaceta. Común, f . — fig. y
fam. — Dícese a la persona
que siempre está enterada
cié la última noticia, y la
cuenta en todas partes sin
reservas.
Gago, ga. Cub. adj. — Regu-
larmente se dice al tarta-
mudo, pues al gago verda-
dero se le dice fañoso.
Gaguear. Cub. v. n. — Em-
pléase en lugar de "tarta-
mudear", o cuando se imi-
ta al tartamudo.
Gagueo. Cub. m. — Acción de
gaguear o tartamudear.
Otros dicen gaguera.
Gaguera. Cub. f. — Lo mismo
que gagueo. Véase.
Galafate. Cub. epic. m. — Pez
que mide unos 3 decíme-
tros, de color negro azulado
cuando vivo, y enteramente
negro después de muerto.
Toma ese nombre porque,
al decir de los pescadores,
muerde el anzuelo y se ro-
ba la carnada. (Zool. F. Bá-
listidce; esp. Melichthys pi-
ceus, Poey).
GaEambote. Cub. epic. m. —
Se llama así al pez "lisa"
en su edad primera.
Galán. Cub. m. — Reciben este
nombre varios árboles y
arbustos, muy apreciables
en jardinería algunos por
el perfume de sus flores,
que toman aditamentos par-
ticulares. Tiene las otras
acep. cast. (Bol, F. Solaná-
ceas).
Galán de costa-, Cub. m. —
Árbol de grupo distinto a
los otros galanes aquí des-
critos. Tiene madera dura,
pesada, de color amarillo
obscuro con vetas, y es
apreciable en ebanistería
por el suave pulimento que
admite.
Galán de día. Cub. m. — Pe-
queño árbol de hojas oblon-
gas, puntiagudas, con el
nervio central amarilloso y
abultado, brillantes por la
haz, florecillas blancas pe-
dunculadas en grupos, no
menores de seis, más olo-
rosas de día que de noche,
de donde proviene su nom-
bre, y fruto en baya viola-
da que tiñe de azul. Tam-
GALA
238
GALLA
bien se llama jazmín de día.
(Bot. F. S.; esp. Cestrum
diurnum) .
Galán de día de sabana.
Cub. m. — Arbolito de hojas
elípticas, brillantes, y flores
verdes amarillentas. (Bot.
F. S.; esp. C. laurifolium).
Galán de noche. Cub. m. —
Árbol pequeño, copado, de
hojas alternas, ovales, pun-
tiagudas, olorosas, flores
verdosas algo blanquecinas
y bayas de color de perla.
Las flores se abren al ano-
checer, y exhalan un perfu-
me penetrante y venenoso,
si llegase a saturar la at-
mósfera de un dormitorio.
Otros le dicen jazmín de
noche. (Bot. F. S.; esp. C.
nocturnum).
Galán de noche. Cub. m. —
Arbusto de hojas elípticas
u ovales, con la base cunei-
forme, flores de corola blan-
ca y amarilla, y bayas de
color anaranjado. Las flo-
res, como en la especie an-
terior, también se abren de
noche, y emiten un perfume
muy fuerte. Algunos le di-
cen, creemos que impropia-
mente, nabaco a esta plañ-
ía. (Bot. F. Escrofulariá-
ceas; esp. Brunfelsia níti-
da,, Benth.)
Galán de noche morado.
Cub. m. — Especie parecida
a la anterior, de flores mo-
radas, que también se co-
noce por lila de las Anti-
llas. (Bot. F. E.; esp. B. ces-
toides, Rich.)
Galanazo. Cub. subs. y adj.
— desusada. — El individuo
muy galán.
Galanga. Cub. f. — Una espe-
cie de la planta conocida
por malanga, oriunda de
África. Tiene las hojas
grandes en forma de escu-
do, y produce un tubérculo
de color amarillo, interior-
mente, de uso común en las
comidas populares. (Bot. F.
Aroideas; esp. Arum colo-
casia).
Galano, na. Amer. adj. -Aplí-
case a la res en cuyo pelo
entran variados colores,
especialmente el blanco y
el bermejo.
Galantina. Amer. f. — Exqui-
sito manjar hecho con car-
ne de pavo, pollo u otra
ave preparada en forma de
embutido, y que se come
frío a manera de entran-
te. (Et. Del francés galan-
tine).
Galón, Cub. m. — Medida de
capacidad para líquidos,
equivalente a cuatro bote-
llas y media, o sean 3'663
litros, según Pichardo.
Galucha. Amer. f. — Equivale
al castellano "galope". Es
acción y efecto de galuchar.
Galuchar. Cub. v. n.-Lo mis-
mo que "galopar".
Gallado, da. Cub. adj. — For-
ma corrompida, al parecer,
de gayado da, que, sin em-
bargo, parece más admisi-
ble al castellano.
Gallareta azul. Cub. epic. f.
— Especie del ave conocí-
GALLA
239 —
GALLE
da en castellano por "galli-
na de agua", "gallareta" o
"foja", clasificada como tipo
intermedio entre las pal-
mípedas y las vadeadoras.
Esta especie se caracteriza
por su plumaje azul con
reflejos purpúreos o verdo-
sos, remeras y timoneras
negras, y algunas plumas
blancas debajo de la cola,
el pico acarminado con la
punta verde, y la callosidad
frontal de color azul claro;
vive regularmente en las
inmediaciones de arroyos y
lagunas, y efectúa incur-
siones por los sembrados,
causando bastante daño a
las cosechas. Habita tam-
bién en el Continente y en
otras Antillas, y puede ser
domesticada para que viva
entre las aves de corral.
(Zool. F. Rallidoe; esp. Fúli-
ca martinico., Lin.)
Gallareta de pico blanco.
Cub. epic. f.— Especie de
gallareta, cuyo plumaje
principal es negro de piza-
rra con viso olivado en el
lomo, y negro retinto hacia
la cabeza; tiene también
plumas blancas debajo de
la cola, así como de este
color el pico y la callosi-
dad frontal, con una man-
cha avellanada en el ápice
de uno y otra, patas oli-
vadas y acarminado el iris.
Es ave de paso que inmi-
gra de América del Norte,
y muy parecida a una de
las especies de Europa.
(Zool. R.; esp. F. ameri-.
cana, Gmel.)
Gallareta de pico colorado,
Cub. epic. f. — Tipo de la
gallareta que parece la mis-
ma especie descrita por la
R. A. en el segundo artícu-
lo de "foja", y que vive
en ambos Continentes. Tie-
ne el plumaje negro ceni-
ciento, tirando a pardo oli-
vado en el lomo, la placa
frontal y el pico rojos, con
la punta amarilla éste, pa-
tas verdosas con un anillo
rojo en las tibias, y el iris
también rojo. Es de pare-
cidos hábitos a la gallareta
azul, y causa menos estra-
gos en los cultivos que ésta.
(Zool. F. R.; esp. Gallinuela
galeata, Licht.)
Gallaruza. Cub. f. — poco uso.
— Dícese a la mujer de ma-
neras varoniles, y campe-
chana en su trato.
Gallego. Cub. epic. m. — Ave
acuática, parecida, en ma-
yor tamaño, a la gaviota de
Cuba. Su plumaje en el ve-
rano es aplomado tirando
a negro, con la rabadilla, el
vientre y la cola blancos, y
las patas, el pico y los pár-
pados rojizos; en el invier-
no tiene la cabeza blanca
con plumas negras. El pico
es anguloso por la parte in-
ferior, cerca de la punta.
Es ave sedentaria, que vive
en los cayos y costas, y ani-
da en los huecos de la tie-
rra. El gallego persigue al
alcatraz y le arrebata de la
GAXLE
— 240
GALLÍ
boca los peces, pero a su
vez es perseguido por el ra-
bihorcado, que se los obli-
ga a vomitar. (Zool. F. La-
ridos; esp. Chroicocephalus
atricilla, Lin.)
Gallego. Cub. epic. m. — El
pez más conocido por ju-
relete. Véase.
Gallego, ga. Amer. subs. y
adj. — Así dicen las gentes
ordinarias, vistan mal o
bien, a los españoles en
general, despectivamente.
En España se ha hecho si-
nónimo de "tacaño", entre
el populacho soez. Se pone
como aditamento a cosas,
plantas y animales.
Gallego re-aL Cub. epic. m. —
Ave palmípeda de paso,
muy rara y de mucho más
tamaño que el gallego (1.a
aeep.); tiene el plumaje
gris azulado por encima,
con las partes inferiores,
cuello y cabeza blancos
cuando adulto, y cuando jo-
ven es pardusco con man-
chas blancas y estrías por
iodo el cuerpo. (Zool. F.
Larido?; esp. Larus smith-
somanus, Goues).
Gaülería. Cub. f. — El conjun-
to de varios gallos de pe-
lea, o la casa, patio, etc.,
donde se tienen y cuidan.
Algunos dicen, con más
propiedad "gallera'1, en el
segundo caso, y es como lo
autoriza la R. A.
Gallería. Cub. f. — fam. — Al-
tanería con astucia de un
individuo que se dispone a
engañar a otro. (Et. De ga-
llo. Véase).
Gallero. Amcr. m.~~ Dícese al
individuo que cuida o pe-
lea gallos.
Gallero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a la persona muy afi-
cionada a las riñas de ga-
llos, y que juega mucho di-
nero en ellas.
Galleta. Común, f. — Equivale
a "bofetada". En algunos
diccionarios hemos visto
esta voz como americanis-
mo, y como cubanismo en
otros. Nos parece muy dis-
cutible su nacimiento, por
cuanto tiene frecuente uso
en España, particularmen-
te entre los muchachos, y
por eso la hemos clasifica-
do de común. Véanse las
frases 155, 158 y 208 del
Apéndice. Tiene los usos
castellanos de la R. A.
Galletazo. Cub. m. — Lo mis-
mo que "bofetón" : galleta
dada con mucha fuerza.
Gallina, Cub. f. — ¡ Esta ave,
como hembra det gallo, re-
cibe en Cuba los mismos
aditamentos de éste. Véase
gallo. Tiene además las
acep. cast. del lenguaje fi-
gurado.
GalSina. Cub. f. — fam. — Suele
substituir £. la palabra
"mujer", cuando se trata
de enaltecer las gracias fí-
sicas de ella, y así se dice:
"¡Vaya una gallina! n; "la
gran gallina".
Gallinuela. Cub. epic. f. — To-
man este nombre común las
GALLI
241 —
GALLO
especies de aves conocidas
en castellano por "galline-
ta", "polla de agua", "rey
de codornices" y "fúlica".
Hay varios tipos de pluma-
je obscuro, que alcanzan
un jeme de longitud, con el
pico tan largo como la ca-
beza, y son mejores corre-
doras que nadadoras. Algu-
nos confunden el ave es-
cribano (véase) con la ga-
llinuela (Zool. F. Rallidce;
género: Rallus).
Gallinuela chica. Cub. epic-
f. — La especie más peque-
ña, llamad!? también galli-
nuelita, que acaso sea la co-
nocida por "chocha" en
castellano.
Gallinuela de agua dulce.
Cub. epic. f. — Especie de
plumaje leonado con estrías
negras, que vive a orillas
de lagunas y ríos, y fre-
cuenta los sembrados de
caña de azúcar, sin causar
daños. (Zool. F. R.; esp. R.
elegans, And.)
Gallinuela de manglar. Cub.
f. — Tipo parecido al ante-
rior, que vive en las proxi-
midades de los pantanos
salobres y en los manglares.
(Zool. F. R.; esp. R. longi-
rostris, Bodd.)
Gaüinuelita. Cub. epic. f. —
La gallinuela chica. Véase.
Gallito. Cub. epic. m. — El
ave más conocida por ga-
llito de río.
Gallito. Cub. rn. — flg. y fam.
— Dícese al hombre peque-
ño, altanero y presumido,
por analogía con la pecu-
liar postura del gallito ame-
ricano. Véase.
Gailito americano. Cub. m. —
Gallo de reducidas propor-
ciones y altaneras postu-
ras, oriundo de América
Septentrional. También se
dice quiquiriquito.
Gallito colorado. Cub. m. —
Véase ítamo.
Gallito de río. Cub. epic. m.
— Ave vadeadora o zancuda
de 25 a 30 centímetros de
largo, de color rojizo ferru-
ginoso, más obscuro en al-
gunas partes, las remeras
verdosas, amarillas en la
punta, el pico y una callo-
sidad que tiene en la base
de éste, de color anaranja-
do, las patas aplomadas y
el iris pardo. Tiene una
pequeña cresta, y en las
articulaciones radio-carpia-
nas, una púa a manera de
espolón, de color amarillo;
los dedos son muy largos, y
caminan sobre las hojas flo-
tantes de las plantas acuá-
ticas sin hundirlas, en las
que coloca su nido, cuyos
pichones defiende con va-
lor. También se llama ga-
llito y jácana, que es el
nombre americano de esta
ave. (Zool. F. Rallidce; esp.
Parra jacana).
Gallo. Cub. m. — -fig. y fam. —
Dícese que lo es el indivi-
duo sagaz, vivo, astuto; y
otras veces, en acep. ame-
ricana, significa valiente,
atrevido, resuelto. Véanse
16
GALLU
242 —
GAMB
los refranes 19 y 20 del
Apéndice.
Gallo castizo. Cub. m. — El
gallo obtenido por cruce
de gallo inglés y gallina es-
pañola, lo cual tiene sabor
de barbarismo, porque cas-
tizo es lo que no revela ex-
trañas ingerencias.
Gallo de la tierra. Cub. m. —
El gallo español. Véase.
Gallo español. Cub. m. — La
especie de gallo grande, co-
mún, que no es belicoso.
También se conoce por ga-
llo de la tierra.
Gallo fino. Cub. m.— El que
también se conoce por gallo
inglés, aunque se oye este
nombre con menos frecuen-
cia en Cuba que en Es-
paña.
Gallo inglés. Común, m. —
El gallo de pelea, origina-
rio de Inglaterra, fino, es-
belto, fiero y valiente, al-
gunos de cuyos ejemplares
alcanzan precios elevados.
También se nombra en Cu-
ba, con más frecuencia, ga-
llo fino.
Gallo panameño. Cub. m. —
Tipo grande muy zancudo,
importado de Panamá y
apreciable para cría.
Galludo. Cub. epic. m. — Pez,
especie de tiburón, que
apenas mide un metro, de
cuerpo delgado, color par-
do ceniciento, hocico pun-
tiagudo, con la boca en la
parte inferior formando
media luna, de dientes con
punta lateral afilada; en las
aletas laterales tiene unas
espinas semejantes a es-
polones de gallo, por lo que
recibe ese nombre. De su
hígado se obtiene una grasa
apreciable para alumbrar.
(Zool. F. Squalidce; esp.
Squalus acanthias, Lin.)
Gambado, da. Amer. adj. —
Aplícase a la persona o ani-
mal de piernas torcidas.
Equivale al castellano "pa-
tizambo", de algún uso en
Cuba. Véase gambarse.
Gambadura. Cub. f.-El efec-
to de gambarse. Véase.
Gambarse. Cub. v. ref. — Tor-
cerse las piernas a conse-
cuencia de algún ejercicio
(por ejemplo, montar a ca-
ballo), o simular ese de-
fecto. (Et. Del cast. antic.
gamba, pierna).
Gambusina. Cub. interj. —
desusada. — Empléase como
burla cuando una persona
llev^i un chasco o es vícti-
ma de algún engaño.
Gambusino. Cub. epic. m. —
Según Zayas, un "pececillo
sin valor como comestible".
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Gambute. Cub. m. — "Yerba
permanente en las Antillas,
que sirve de pasto al ga-
nado caballar. Lanier la
estudió en la isla de Pi-
nos". Esto dice Zayas,
quien reputa de caribe la
voz. ¿Será el "cambute" de
la R. A.?
Gambutera. Cub. f. — Algunos
GANG
— 243 —
GÁBB
dicen así a la enredadera
cambutera. Véase.
Ganarán. Cub. m. — "En el
juego del monte, la suerte
que se propone para ele-
gir". Esto dice Pichardo.
Ganchete. Amer. m. — fam. —
Véase la frase 68 del Apén-
dice.
Gandido, da. Cub. adj. — Em-
pléase por "goloso", afi-
cionado a golosinas, y se
emplea generalmente con
los niños: "Es tan gandido,
que no dejó ni un dulce a
su hermana". Adviértase
que la corrupción de esta
voz gandío, a, casi es su
forma única actual en el
habla corriente.
Gandinga. Cub. f. — El híga-
do, particularmente de cer-
do, cuando se prepara en
trozos en estofado. En al-
gunas localidades dicen pi-
pián. Véanse las frases 180
y 181 del Apéndice.
Gandío, a. Cub. adj. — fam. —
Corrupción muy generali-
zada de gandido, da. Véase.
Gandío, a. Cub. adj. — fam. —
Algunos lo hacen sinónimo
de "haragán", "picaro".
Gandul. Cub. m. — El arbus-
to más conocido por guan-
dú. Véase. Tiene el uso
castellano, aunque poco ex-
tendido.
Ganga. Cub. epic. f. — Ave
distinta a la conocida en
España con ese nombre,
aunque de parecidos hábi-
tos. Es zancuda, de paso en
agosto y en primavera. Su
plumaje tiene mezcla de
blanco, negro y leonado
claro por encima, y blan-
cuzco por debajo. Su carne
es bocado estimable. Tam-
bién se llama zarapito real.
(Zool. F. Scolopacida?; esp.
Bartramia longicauda,
Lath.)
Gapalear. Cub. v. n. — des-
usado.— Hacer bruscos mo-
vimientos mecánicos con
brazos y piernas, al salvar
un obstáculo o esquivar un
golpe. (Et, Metátesis de ga-
lapear, movimientos del ga-
lápago).
Gapalear. Cub. v. n. — fig. y
fam. — Recurrir a toda cla-
se de esfuerzos mentales
para salir de algún emba-
razo o confusión.
Gapaleo. Cub. m. — desusado.
- — Acción y efecto de gapa-
lear. Véase.
Garabina. Cub. f. — En algu-
nos lugares, la crisálida de
la mariposa, en vísperas de
sufrir esta metamorfosis.
Garage. Común, m. — Local
donde se guardan automó-
viles. (Et, Voz francesa).
Garañón. Amer. subs. y adj.
— fig. y fam. — Dícese al
hombre mujeriego, parti-
cularmente de edad avan-
zada. Tiene la acep. cast.
Garapiña. Amer. i.- — Refresco
que se hace con la cascara
o mondos de pina, agua y
azúcar, y que se deja unos
días en preparación para
que se ponga más acidoso.
Gárboli. Cub. m. — El juego de
GARC
244 —
CARZ
muchachos conocido en
castellano por "escondite",
que también se llama en
Cuba gárgaros y escondi-
das, nombres americanos
ambos.
Garcilote. Cub. epic. m. — Con
este nombre genérico se co-
nocen dos aves zancudas o
de ribera, del tipo de las
garzas, pero de mayor ta-
maño. (Zool. F. Ardeidce).
(Et. Aumentativo de gar-
za).
Garcilote blanco. Cub. epic.
m. — Especie del color indi-
cado, con patas y pico ama-
rillo verdoso, cuando joven.
Adulto, algunos ejemplares
siguen siendo blancos y
otros adquieren algunas es-
trías negras, y en la nuca,
es de color gris azulado. Es
ave muy rara. (Zool. F. A.;
esp. Andubonia occidenta-
lis, And.)
Garcilote ceniciento. Cub.
epic. m. — Tipo de plumaje
gris claro, con la cabeza ne-
gro-azulosa y frente blan-
ca, así como la garganta,
con dos plumas blancas y
largas en el cogote, pico
amarillo, más obscuro en
la parte superior, y patas
verdosas. Acaso sea una va-
riedad de la garza real de
España. (Zool. F. A.; esp.
Árdea k'egpdias, Lin.)
Garcita. Cub. epic. f. — La
menor de las garzas, que
vive también en otras An-
tillas y en América del
Norte, de variado plumaje,
que merodea por lagunas y
ciénagas, donde se procura
pececillos y pequeños rep-
tiles para su alimento. Es
poco apreciada de los ca-
zadores por su escasa car-
ne. (Zool. F. Ardeidce; esp.
Ardetta exilis, Gmel.)
Garete. Común, m. — fam.—
Véase la frase 103 del
Apéndice.
Gárgaros. Amer. m. pl. —
Véase gárboli.
Garrafón. Cub. m.-ñg. y fam.
-Sinecura importante, con-
cedida por el Estado. Es
modismo reciente, pero muy
generalizado, que expresa
más que botella. Véase.
Tiene los usos castellanos.
Garrapata. Cub. adj. — Véase
café garrapata. Tiene los
usos castellanos de subs-
tantivo.
Garrotero, ra. Cub. adj. — Lo
mismo que "tacaño", "usu-
rero": "Un comerciante
muy garrotero" .
Garza azul. Cub. epic. f. — Lo
mismo que garza común.
Véase.
Garza blanca. Cub. epic. f. —
Ave zancuda o de ribera,
del tipo de ¡as garzas, de
plumaje muy blanco, algu-
nas de cuyas plumas se es-
timan para sombreros de
señora, de patas negras con
los dedos anaranjados y las
uñas negras, pico también
negro con la base anaran-
jada. Por su tamaño y ca-
racteres parece la garceta
que describe la R. A. (Zool.
GATA
245
GAVI
F. Ardeida?; esp. Garcetta
candidissima, Gmel.)
Garza común. Cub. epic. f. —
Semejante a la anterior,
con la diferencia de que
aquélla vive en los cayos
frecuentemente, y ésta no
sale de las ciénagas y la-
gunatos, sino a los terre-
nos cultivados. Cuando jo-
ven, es de plumaje blanco,
con las plumas del vértice,
hijuelas y remeras prima-
rias algo teñidas de azul
grisáceo. Cuando adulta,
tiene el plumaje azul ce-
niciento, con cabeza y cue-
llo tirando a castaño, patas
olivadas, pico azul en la
base y negro en la punta.
Su carne no es apreciada.
También se llama garza
azul, y tal vez sea la gar-
zota española. (Zool. F. A.;
esp. Florida ccerulea, Lin.)
Garzón. Cub. epic. m. — Ave
zancuda, especie de garza,
pero mayor, de plumaje
blanco, pico amarillo y pa-
tas negras. En la primavera
le nacen en el lomo algu-
nas plumas rizadas largas,
que anuncian la pubescen-
cia, y se utilizan en som-
breros de señora. (Zool. F.
A.; esp. Her odias egretta,
Gris.)
Gata. Cub. epic. f. — Pez, es-
pecie de tiburón de los me-
nos temibles, que crece
unos dos metros y medio,
de piel áspera, rojiza, con
manchitas negras, que van
desapareciendo en el des-
arrollo, boca en la parte in-
ferior con pequeños dien-
tes, y cabeza obtusa y de-
primida, con una especie
de bigote en la mandíbula
superior, de que le pro-
viene por analogía el nom-
bre vulgar. Dicen que tiene
las partes genitales a seme-
janza de las de la mujer.
Hay una variedad que ca-
rece de manchas negras.
(Zool. F. Ginglymostomido? ;
esp. Ginglymostoma cirra-
tum, Gmel.)
Gateado amarillo. Cub. m. —
"La Arboricultura Cubana
tra-? gateado amarillo, ár-
bol silvestre de madera du-
ra, pesada, grano fino, albu-
ra blanco-amarilloso sucio,
veteado de pardo claro",
dice Pichardo.
Gateado negro. Cub. na. —
" ( Brosymum guianensis ) ,
de albura blanco-rojizo
muy claro y corazón pardo
verdoso". (Pichardo).
Gaviar» Cub. v. n. defectivo.
— Brotar la espiga del maíz.
Gavilán. Cub. m. — La herida
que causa el desarrollo vi-
cioso de una uña, particu-
larmente del pie: lo que en
castellano se llama "uñe-
ro". Tiene las acep. cast.
Gavilán. Cub. epic. m. — Reci-
ben en Cuba este nombre
genérico varias especies de
halcones. El más común de
los que no tienen adita-
mento ni nombre especial,
se parece al milano; es de
color negruzco en el lomo,
GAVI
246
GAVI
alas y cola, ésta muy ahor-
quillada, y las demás par-
tes blancas, y el pico y las
garras muy fuertes y cur-
vos. Alcanza el tamaño de
gallina. (Zool.. F. Falcóni-
das; esp. Elanioides forfi-
catus, Lin.)
Gavilán. Cub. epic. m. — Tipo
de ave también de rapiña,
de paso en invierno, que se
retira hacia el Norte en la
primavera. Es uno de los
gavilanes más dañinos: se
establece en las proximida-
des de las moradas cam-
pesinas y arrasa con las
crías de las aves de corral.
Los rasgos más caracterís-
ticos son los anillos pluma-
dos que rodean los ojos, y
la rabadilla de color blan-
co; pues su plumaje total
es obscuro. (Zool. F. F.;
esp. Circus hudsonius.)
Gavilán bobo. Cub. epic. m.
— Parecido al gavilán de
monte, y se llama bobo por-
que es inofensivo a las aves
de corral: sólo caza pajari-
llos e insectos. (Zool. F. F.;
esp. Buteo latissimus, Wil-
son.)
Gavilán caguarero. Cub.
epic. m. — Más conocido por
caguarero, simplemente.
Véase.
Gavilán caracolero. Cub.
epic. m. — Descrito en cara-
colero, que escomo más se
le conoce. Véase.
Gavilán colilargo. Cub. epic.
m. — Especie indígena de
Cuba, de plumaje obscuro,
parecida al azor, que habita
en las montañas, pero hace
excursiones por los lugares
del campo habitados, y
causa estragos entre las
aves de corral. Hay otras
dos especies menores y casi
inofensivas, con este mis-
mo nombre. (Zool. F. F.;
esp. Accipiter gundlachi,
Law.)
Gavilán colirrojo. Cub. epic.
m. — El más conocido por
gavilán de monte. Véase.
Gavilán de monte. Cub. epic.
m. — El tipo tal vez más
abundante en Cuba, que
también habita en otras
Antillas y en América Sep-
tentrional. Tiene tamaño
algo mayor que una ga-
llina, de- color pardo mo-
reno por encima, blanco
con estrías negras en la
frente y la garganta, partes
inferiores blancas, pecho y
cuello pardo-ferruginoso, y
cola rojiza con franjas mo-
renas transversales. Se ali-
menta de reptiles, ratones,
aves de corral, pájaros, etc.
Describe grandes circunfe-
rencias antes de tomar una
presa, como para explorar
el terreno. Hay otra espe-
cie de menor tamaño. Tam-
bién se llama guaraguao y
gavilán colirrojo. (Zool. F.
F. esp. Buteo borealis).
Gavilán zonzo. Cub. epic. m.
— Véase caguarero.
Gavilla. Cub. f. — Véase ma-
nojo.
Gaviota. Cub. epic. f.-Se lia-
GAVI
— 247
GAYA
ma gaviota en Cuba al ave
"golondrina de mar" de la
R. A., de la que hay nume-
rosas especies, algunas de
las cuales reciben adita-
meitos particulares. Tie-
nen el pico largo y aguza-
do, la cola más o menos
ahorquillada, y son exce-
lente! pescadoras, particu-
larmente de sardinas, las
que tragan de cabeza. Unas
especes son sedentarias y
otras de paso. Entre las
primeras, con el nombre
conún de gaviota, hay cua-
tro de plumaje gris pálido
poi encima, las partes infe-
riores blancas, y el vértice
negó verdoso, que sólo se
diferencian en el pico : ne-
gro, corto y grueso, una;
largo, negro, con la punta
anarilla, otra; rojo de co-
nl, las otras dos. Y una de
paso, la especie de menor
í.maño, de manto pálido
cmiciento, partes inferio-
ra blancas, y cabeza y re-
neras externas negras.
(k>ol. F. Láridas; género :
Sernas).
Gavota boba. Cub. epic. f.
—Especie de color pardo
pe encima, cabeza y cuello
alomados, frente y vien-
tn blancos, cola apenas
abrquillada, pico fuerte,
paas cortas y muy trase-
ra? vuela muy alto y a
larcas distancias, y se re-
fuga en las embarcaciones,
dorle se deja coger fácil-
mate con la mano, por lo
que recibe el sobrenombre;
pero algunos suponen, tal
vez bien fundados, que si
se deja atrapar, es única-
mente por efecto del can-
sancio habido en sus largos
vuelos. También se llama
"pájaro bobo", que, al pa-
recer, es su nombre caste-
llano. (Zool. F. L.; esp.
Anous stolidus, Lin.)
Gaviota monja. Cub. epic. f.
— Dos especies muy pare-
cidas, de plumaje total e
intensamente negro, con
viso verdoso por encima, y
blanco en las partes infe-
riores. (Zool. F. L.; esp.
Haliplana fuliginosa, Lin. y
H. ancesthetica, Scop.)
Gaviota negra. Cub. epic. f.
— Especie indicada en su
nombre. (Zool. F. L.; esp.
Hydrochelydon surinamen-
sis, Gmel.)
Gaviota pico de tijera. Cub.
f. — Tipo de plumaje negro,
con un raro pico muy com-
primido, de mandíbula in-
ferior más alargada. (Zool.
F. L.; esp. Rhynchops ni-
gra, Lin.)
Gaviotica. Cub. epic. f. —
Véase contramaestrico.
Gayado, da. Cub. adj. — Aplí-
case a la caballería de pelo
dorado o castaño con man-
chas blancas. Algunos di-
cen gallado, da, forma que
nos parece más castellani-
zable.
Gayareta. Cub. epic. f. — Al-
gunos dicen así a la galla-
reta. Zayas estima esta voz
GENE
— 248 —
GIGA
como caribe, pero más pa-
rece corrupción de la 11.
Sea como fuere, debe pro-
nunciarse gallareta, que es
la forma castellana de la
R. A. Véase la frase 165 del
Apéndice.
Gaznatón. Común, m. — Golpe
dado con la mano. La R. A.
acepta "gaznatada" y "gaz-
natazo".
Genciana. Cub. f. — Blanta
herbácea, erecta, como de
medio metro de alto, abun-
dante en los lugares húme-
dos, de hoja elíptica y flor
en cimas. Es diferente de
la europea, aunque de la
misma familia. Hay varias
especies. (Bot. F. Gencia-
neas).
Genciana de Cuba. Cub. f. —
Tipo sin notables particu-
laridades. (Bot. F. G.; esp.
Schultesia heterophylla,
Mig.)
Genciana de !a tierra. Cub,
i. — Especie que se encuen-
tra en lugares secos. (Bot.
F. G.; esp. Voyra aphylla,
Pers.)
Genciana de la tierra de
costa. Cub. í. — Tipo que se
desarrolla en terrenos se-
cos del litoral. (Bot. F. G.;
©sp. Enicostema littorali,
Blume.)
Genciana del país. Cub. f. —
Especie de flores azules,
matizadas de blanco. (Bot.
F. G.; esp. Eustorna süe-
nifolium, Gal).
General. Cub. m. — fam. — Si-
nónimo de jefe. Véase.
Tiene los usos castellanos.
Genízara. Cub. epic. f.— Pez
de unos 25 centímetros de
largo de color rojizo. (Zool.
F. Labridce; esp. Clejticus
genizarra, Val.)
Gente de color. Cub. i — Dí-
cese a los negros y mula-
tos en conjunto. Es de ob-
servar que nunca entran
en esta común deiomina-
ción los chinos, aunque
también son de color, pues-
to que se trata de expresar
que no se relaciona con in-
dividuos de la raza banca.
Geranio de manzana. Cub.
m. — Epecie del ge'anio,
muy apreciada en jaidine-
ría por su grato obr de
manzana, en lo que ¡e pa-
rece al tipo conocilo en
España por "geranio de
malva", pero sus flores son
rojas y no blancas, (iot.
esp. Pelargonium capta-
tum, Art.)
Geranio manchado. Cub, va.
• — Distinguido por la tan-
ja circular que imita los
bordes de la corola. (3ot.
esp. P. zonale).
Gerstroemia. Cub. f. — Nm-
bre impropio de la pinta
astronomía. Véase.
Gibareño, ña. Cub. sufe. y
adj. — La persona nacia en
Gibara.
Gibareño, ña. Cub. dj. —
Aplícase a cosas de es: po-
blación.
Gigantón. Cub. m. — La dan-
ta y su flor cultivad en
jardinería, de tallo tieco,
G0FI
— 249 —
GOLQ
hojas compuestas y flores
graneles y dobles de color
violeta. Prodúcese de es-
taca, pues sus semillas no
alcanzan pleno desarrollo.
También se llama dalia
morada. (Bot. F. Compues-
tas; esp. Dahlia variabilis).
Ginúa. Cub. f. — vulg. — Así
dicen los individuos de la
plebe a una copa de gi-
nebra, de cuya palabra de-
riva, por regla morfológica
imposible de establecer :
"Vamos a tomar una gi-
núa".
Girasol enano. Cub. m. —
Planta y su flor semejantes
al girasol común, pero de
menores proporciones. (Bot.
F. Compuestas; esp. H. de-
bilis, Nutt.)
■Giro, ra. Amer. adj. — Aplí-
case al gallo o a la gallina
de pelea, que tienen el
plumaje de las alas y de la
golilla (véase) amarillo, y
negruzca la pechuga.
Girolí. Cub. adj. — Aplícase al
gallo giro con el color ama-
rillo algo verdoso.
Gloriar. Cub. v. a. — poco uso.
— Echar gotas de aguar-
diente u otro licor en el
cale, te, etc.
Gofio. Común, m. — Harina
hecha con trigo o maíz tos-
tados, que constituye un
alimento fuerte y muy
apreciable en las islas Ca-
narias, donde se bautizó
así, y que es de gran con-
sumo en la numerosa co-
lonia de esa provincia es-
pañola, en Cuba.
Golilla. Cub. f. — Las plumas
del cuello de algunas aves,
cuando, como las del gallo,
tienen la cualidad de eri-
zarse en forma de la ver-
dadera golilla.
Golilla. Cub. f. — fam. — Deu-
da, especialmente si es con-
traída por pérdida en el
juego. Véase engolillarse.
Golondrina. Cub. epic. f. —
vulg. — El vulgo de algunos
lugares da este nombre al
vencejo. Tiene el verdadero
uso, y hasta algunas espe-
cies de este pájaro, como se
verá a continuación, toman
algún aditamento para dis-
tintivo.
Golondrina. Cub. f. — Véase
yerba de la niña (1.a y 2.*
acep.)
Golondrina de cueva. Cub.
epic. f. — Especie propia de
las Antillas mayores, de
plumaje azul acerado, con
visos verdes o violados en
el lomo, en la parte infe-
rior de la cabeza y en las
plumas escapulares; la fren-
te, garganta, costados del
pecho y rabadilla, así como
las partes inferiores, en ge-
neral, de color pardo ave-
llanado, con la parte media
del cuerpo blanca. Vive y
anida en lugares obscuros
como las cuevas, de donde
proviene el nombre. Llega
en marzo y marcha en oc-
tubre. (Zool. esp. Petroche-
lidon fulva, Vieill.)
GOMA
250
GRAJ
Golondrina grande. Cuo.epic.
f. — Especie de la que el
macho adulto tiene el plu-
maje de color negro y azu-
lóse-, con visos de púrpura
y violeta por encima, y
blanco debajo de las alas.
La hembra y el pichón son
parduscos, blanquecinos por
el vientre. Anida en prima-
vera en los rincones de edi-
ficios y huecos de peñas o
de árboles. Llega en febre-
ro y marcha en agosto. Es
la especie mayor, cual lo
indica su nombre, ignorán-
dose de dónde viene ni
adonde va, y, al parecer,
sólo fué estudiada en Cuba.
(Zool. esp. Progne crypto-
lenca, Baird.)
Golpazo. Común, m. — Au-
mentativo de "golpe": el
que se da con mucha fuer-
za: "Me di un golpazo con-
tra la puerta".
Golpe de cuerda. Cub. m. —
El que recibe un gallo de
pelea, cerca de la nuca, y
que le aturde y entontece.
Golpe de tijera. Cub. m. — La
puñalada o espolonazo que
recibe el gallo entre las
alas.
Golleio. Cub. m. — muy vulg.
— Meretriz de ínfima cate-
goría.
Goma. Cub. f. — Véanse las
frases 43 y 109 del Apén-
dice.
Goma elástica. Cub. f.-Nom-
bre impropio que se da al
árbol exótico productor de
la goma elástica, en Méjico
y otros países, donde se ex-
plota en la industria. Es
poco abundante en Cuba,
donde se cultiva sólo como
ornamental; de hojas gran-
des, coriáceas, de color ver-
de obscuro y brillante por
la haz, y rojizas mate por el
envés. Las hojas, al brotar,
se presentan enrolladas co-
mo pequeños tubos. En Cu-
ba no fructifica esta planta.
(Bot. F. Mareas; esp. Ficus
elástica, Boxb.)
Gotero. Amer. m. — El apa-
rato conocido en castellano
por "cuentagotas", cual-
quiera que sea su clase. Es
voz aceptable en nuestro
idioma.
Goyorí. Cub. m. — Véase ca-
calote (1.a acep.)
Graciola. Cub. f. — Planta
herbácea de la misma fa-
milia que la descrita con
este nombre por la R. A.,
pero diferente. Es de tallos
tendidos, de hojas espabi-
ladas u ovales, subsesiles, y
flores azuladas de color azul
pálido. Desarróllase en te-
rrenos húmedos. (Bot. F.
Escrofulariáceas ; esp. Rer-
pestis monnieria, Kth.)
Grajiento, ta. Cub. adj. -Aplí-
case a la persona malolien-
te. (Et. De grajo, Véase).
Grajo. Cub. m. — Olor repug-
nante que despiden algu-
nas personas, particular-
mente los negros. Suele
substituir a la voz "soba-
quina", cuando el mal olor
emana de los sobacos.
GRAN
251
GRAS
Grajo. Cub. m. — Planta indí-
gena de fétido olor, que le
da nombre; de hojas ovala-
das, brillantes en la haz.
flores blancas axilares, y
gran número de frutos es-
féricos con asperezas en la
epidermis. (Bot. F. Mirtá-
ceas; esp. Eugenia tuber-
culata).
Grama. Cub. f. — Reciben este
nombre genérico, que tal
vez sea el verdadero cas-
tellano, varias especies de
hierbas : la más conocida
por "hierba fina" y otras
que toman aditamento par-
ticular. (Bot. F. Gramí-
neas).
Grama de caballo. Cub. f. —
Especie escasa, que consti-
tuye un buen forraje. Tam-
bién se llama pata de ga-
llina. (Bot. F. G.; esp. Ma-
nisuris impresa, Kunt.)
Grama de Castilla. Cub. f. —
Tipo muy abundante, de
pasto excelente. (Bot. F. G.;
esp. Panicum repans, Lin.)
Grama de playa. Cub. f. —
Especie de buen pasto que
se desarrolla en el litoral.
Bot. F. G.; esp. Stenota-
phrum dimidiatum, Bron.)
Grama pintada. Cub. f. — Es-
pecie de regular pasto, co-
nocida también por armi-
lán. (Bot. F. G.; esp. Echi-
nochloa colona).
Granadillo blanco. Cub. m.
— Árbol indígena silvestre
de poca estimación, tam-
bién llamado limoncillo y
tomeguín (2.a acep.) (Bot.
F. Rutáceas; esp. Fagara
pterota, Lin.)
Granadillo de costa. Cub. m.
— Árbol indígena y silves-
tre algo parecido al grana-
dillo americano (también
conocido en Cuba, y des-
crito por la R. A.); pero de
distinta clasificación téc-
nica. También se llama gra-
nadillo macho. (Bot. F. Ver-
benáceas; esp. Vitex ilici-
folia, Rich.)
Granadillo macho. Cub. m. —
Véase granadillo de costa.
Granado agrio. Cub. m. — Es-
pecie del granado, de fru-
to agrio, empleado con éxi-
to en la evacuación de lom-
brices y solitarias. (Bot, F.
Mirtáceas; esp. Púnica gra-
natum, Lin.)
Granado de costa. Cub. m.
— "Arbusto de costas, ma-
dera fuerte y elástica", di-
ce Pichardo.
Granado de sabana. Cub. m.
—Arbusto de "madera muy
dura, correosa, color de ca-
fé claro con vetas", según
Pichardo.
Granado enano. Cub. m. —
Variedad pequeña y ele-
gante del granado, aprecia-
da para jardinería.
Grandulón, na. Amer. adj. —
Corrupción de "grandullón,
na" : demasiado grande, coa
respecto de una persona.
Grasilla. Cub. f. — Una planta
silvestre. (Bot. F. Utricula-
riáceas; esp. Pinguicula ft-
tifolia. Wr.) (Et. De "gra-
sa").
GROS
252
GRUP
Gratén. Común, m. — Cierta
forma de preparar en la co-
cina pescado, pollo, etc. (Et.
Del francés gratín).
Greca. Cub. f. — Una cafete-
ra de dos cuerpos cilindri-
cos en la que se hierve el
café, y se cuela luego con
sólo invertir la posición del
aparato.
Gregorito. Cub. m. — desusa-
da.— Lo mismo que "bur-
la", "engaño", "chasco".
Gregré. Cub. m. -Véase grin-
guele.
Grengué. Cub. m. — La plan-
ta más nombrada gringuele.
Grenguele. Cub. m. — Véase
gringuele.
Griega. Cub. f.— desusada. —
Especie de cofia de redeci-
lla usada por las mujeres.
Gringuele. Cub. m. — Planta
herbácea anual de tallo fi-
broso, de color violado, con
hojas grandes, ovales, ase-
rradas, puntiagudas, con dos
barbillas algo rizadas en la
base. Es indígena. Recibe
por corrupción los nombres
de gregré, grengué y gren-
guele, que le dan los ne-
gros africanos, los cuales
suelen emplearla en guisos.
(Bot. F. Tiliáceas; esp. Cor-
chorus olitorius, Lin.) (Et.
Voz afrocubana).
Grosella. Cub. f. — Un arbus-
to y su fruto, distintos de
la verdadera grosella, no
cultivada en Cuba. Hay dos
especies con este nombre
común, cultivadas ambas, y
cuyo fruto, esférico y muy
ácido, se destina para con-
servas. Reprodúcese de es-
tacas. (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Phyllanthus dis-
tichus y Ph. emblica.)
Grosella cimarrona. Cub. f.
— Especie, también arbus-
to, silvestre, parecida a las
anteriores. (Bot. F. E.; esp.
Ph, grandifolius).
Grosella de la Florida. Cub.
f. — Lo mismo que grose-
llero de la Florida. Véase.
Grosellero de la Florida.
Cub. m. — Enredadera espi-
nosa, de hojas espatuladas,
flores blancas abundantes y
olorosas, y fruto esférico de
color anaranjado, menos
ácido que los anteriores, y
usado en refrescos y con-
servas. También se llama
grosella de la Florida y
guinda. (Bot. F. Cácteas;
esp. Peres kia oculeata).
Grosello. Cub. m. — Así dicen
y escriben algunos por gro-
sella.
Grulla. Cub. f. — vulg. — Dí-
cese a la moneda de una
peseta. Son sinónimos en el
mismo lenguaje guana, cha-
pa, tapa, etc. Tiene la acep.
cast. para denominar el ave
que también existe en Cuba.
Grullo. Cub. m.-vulg. — Nom-
bre que suele dar el vulgo
a la moneda de un duro de
plata. Son sinónimos gua-
yo, bolo, disco, rueda, ma-
raca y otros más. También
significa el macho de la
grulla, como en castellano.
Grupela. Cub. f. — Dícese por
GUAB
253
GUAB
"baticola". Es corrupción
de la voz militar "grupe-
ra", que algunos corrom-
pen más aún, y dicen gu-
rupela. En otros lugares de
América se dice gurupera.
Guaba. Cub. f. — antic. — Pri-
mitivo nombre de la ta-
rántula o araña peluda, de
uso -en otras Antillas. (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Guabairo. Cub. epic. m. — Dos
especies de aves nocturnas
parecidas al chotacabras;
una es probablemente se-
dentaria en Cuba, y la otra
de paso en las Antillas, ori-
ginaria de América Septen-
trional. La primera es de
menor tamaño que la se-
gunda, la cual mide unos 3
decímetros de pico a cola.
Son de color rojizo variado
de negro. Durante el día
ocúltanse en lo más in-
trincado de las selvas, y por
la noche cazan insectos al
vuelo, sin producir ruido,
con los que se alimentan.
Su rasgo característico es
la boca hendida, y el pico
corto, con algunas barbas a
los lados. Pone los huevos
en el suelo, sin nido. Tam-
bién se llama guaraiba. No
son el crequeté, cual supo-
nen algunos, aunque sí pa-
recidas y de la misma fa-
milia. (Zool. F. Caprimul-
gidce: esp. respectivas : An-
trostomus cubenñs y A. ca-
rolinensis, Gmel.) (Et. Voz
caribe, Zayas).
Guabán. Cub. m. — desusada.
— Primitivo nombre del ár-
bol más conocido hoy por
cabo de hacha. (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Guabano. Cub. m. — Árbol sil-
vestre, escaso, apreciable
en carpintería, por su ma-
dera dura, compacta, fina,
de color amarillento, lige-
ramente veteada. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Guabico. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de poca elevación,
con ramas tortuosas, de ho-
jas ovales, obtusas, alter-
nas, lustrosas y pálidas, flo-
res solitarias de seis péta-
los y buena madera. Hay
dos variedades con adita-
mentos particulares. (Bot.
F. Anonáceas; esp. Xilopia
obtusifolia). (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Guabico de costa. Cub. m.
— Variedad del guabico que
se desarrolla en el litoral,
de madera dura, consisten-
te, y de fino grano.
Guabico de sabana. Cub. va.
— La especie más conocida
por cirio. Véase.
Guabina. Cub. epic. f. — Va-
rios peces acantopterigios,
de agua dulce, muy abun-
dantes, que alcanzan me-
diano desarrollo, de cuer-
po algo cilindrico, cabeza
obtusa, con dos aletas dor-
sales, la caudal redondea-
da, y piel mucilaginosa de
color obscuro. Su carne es
exquisita y saludable. (Zool.
F. Gobiidre). (Et. Voz cari-
be, Zayas).
GUAB
254 —
GUAC
Guabina. Cub. común. — fig. y
fam. — Dícese a la persona
que procura congraciarse
con todo el mundo, aplau-
diendo todas las opiniones
por encontradas que sean,
sin sentir verdadero entu-
siasmo por ninguna. Lo que
decimos en castellano "co-
mer a dos carrillos" o "na-
dar entre dos aguas". De
esta voz, siguiendo la cos-
tumbre americana de for-
mar verbos de substantivos,
aunque no sea censurable
en este caso, se han deri-
vado guabinear, guabineo y
guabineador, ra. Véase la
frase 15 del Apéndice.
Guabina cabezona. Cub. epic.
f. — Especie de guabina (1.a
acep.), indicada en su nom-
bre.
Guabina ciega. Cub. epic. f.
— Véase pez ciego.
Guabina de ley. Cub. epic.
f. — Es la especie del pez
guabina más importante y
de mayor tamaño, que al-
canza un peso de 3 kilo-
gramos, de color aceituna-
do, y con la cabeza depri-
mida. (Zool. F. G.; esp.
Phlypnus dormitor, Lac.)
Guabina boyera. Cub. epic.
f. — (Zool. F. G.; esp. Awaous
taiasica, Licht.)
Guabina mapo. Cub. epic. f.
— (Zool. F. G.; esp. Dormi-
tator maculatus, Bloch.)
Guabina sapo. Cub. epic. f. —
Pez parecido al conocido
por sapo. Véase.
Guabineador, ra. Cub. subs.
y adj. — fam. — Lo mismo
que guabina (2.a acep.)
Véase.
Guabinear. Cub. v. n. — fig. y
fam. — Véase guabina (2.a
acep).
Guabineo. Cub. m. — Acción y
efecto de guabinear. Véase.
Guabiniquinaje. Cub. epic.
m. — antic. — Primitivo nom-
bre de un cuadrúpedo mon-
tes, que se desconoce cuál
pueda ser ni cuál su ver-
dadero nombre dado por
los indios. Zayas dice a este
respecto: "En tanto que
Oviedo y López de Gomara
escribieron guabiniquinaje,
el Padre Las Casas dijo
guaminiquinaje, y en algu-
na ocasión guaminiquinax,
así como Oviedo en ciertas
veces guabiniquimar". Al-
gunos suponen que sea el
almiquí. El caso es que te-
nía el aspecto de liebre y
zorra, y, al parecer, era es-
pecie abundante en la Isla,
constituyendo un preciado
alimento.
Guabiniquimar. Cub. epic. m.
— antic. — Véase la voz an-
terior.
Guabiniquinax. Cub. epic. m.
— antic. — Véase guabini-
quinaje.
Guabino. Cub. m. — En la re-
gión oriental, dicen así los
muchachos al último mate
(semilla del bejuco mate),
que les queda sin perder,
en sus juegos.
Guaca. Cub. f. — Concavidad
subterránea que se destina
GUAC
255
GUAC
a precipitar la madurez de
las frutas. (Et. Voz caribe,
Zayas; seguramene corrup-
ción de huaca).
Guaca. Amer. f. — Dícese al
dinero o prendas que lo
valgan, cuando se tiene en-
terrado; y en algunos luga-
res, por extensión, dícese a
la hucha o alcancía.
Guaca. Cub. f. — fam. — poco
uso. — Algunos le dan signi-
ficación de reprimenda,
amonestación, riña. Otros
pronuncian guasca.
Guacabina. Cub. f. — Provi-
siones de boca que se llevan
para un viaje. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Guacabina. Cub. f. — "La res
extraña que se introduce en
una piara de ganado", dice
Pichardo.
Guacacoa. Cub. f.-Arbol sil-
vestre de unos cinco metros
de elevación , cuyo líber es
de materia fibrosa, forman-
do tejido, del que se hacen
riendas, y cintas de agri-
mensor. Por esta circuns-
tancia, confunden algunos
este árbol con la daguilla,
que, aunque de la misma
familia botánica, es de gé-
nero distinto. Hay dos es-
pecies. (Bot. F. Timeleá-
ceas; esp. Lasianclenia cu-
r, bensis, Ben.) (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Guacaica. Amer. epic. f. — El
ave más conocida en Cuba
por arriero. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Guacal. Cub. m. — Armazón
hecha de barrotes o tablas,
a manera de jaula tosca,
que se utiliza para trans-
portar ciertas mercancías.
No tiene ninguno de los sig-
nificados americanos. (Et.
Del azteca huacal).
Guacaiote. Cub. m. — Enre-
dadera trepadora de tallos
gruesos y espinosos, así
como su fruto, que es una
especie de haba grande, de
piel fuerte y pulpa veneno-
sa, que usan los muchachos
como dinero en las transac-
ciones de sus juegos. Hay
dos especies con aditamen-
tos particulares. Antigua-
mente se decía guanana.
(Et. Voz india, probable-
mente mejicana).
Guacaiote amariilo. Cub. m.
— Especie común en los ar-
senales del litoral, de folio-
Ios ovalados, obtusos, des-
iguales en la base, flores
amarillas en racimos y se-
millas también amarillas.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Ccesalpinia bondux, Roxb.)
Guacaiote prieto. Cub. m. —
Tipo que también crece en
las costas, de hojuelas sub-
acorazonadas en la base,
flores amarillas y semillas
algo aplanadas, de color
gris obscuro. (Bot. F. L.;
esp. C. bonducella, Flem.)
Guacaiote prieto. Cub. m. —
Hemos visto que algunos
dicen así al brasilete co-
lorado, lo que más nos pa-
rece error que otra cosa.
Guacamarí. Cub. m. — Véase
OUAC
— 256 —
<*UAC
camagua. (Et. Voz india). |
Guacamarí común» Cub. m. —
Véase camagua.
Guacamaya. Cub. epic. f. —
Pez de tipo parecido al lla-
mado vieja, de colores rojo
y amarillo muy vivos.
¿Será el titulado bandera
española?
Guacamaya. Cub. f. — Planta
de jardinería de hojas ro-
jas matizadas de amarillo.
También le dicen platanillo
de Cuba de monte. (Bot. F.
Cannáceas; esp. Canna in-
dica, Lin.)
Guacamaya. Cub. f. — Planta
silvestre de hojas aovadas,
con virtudes terapéuticas,
tricolores, así como la in-
florescencia. También se
llama papagayo y tricolor.
Reciben además el nombre
común de guacamaya va-
rias especies leguminosas,
todas con aditamentos par-
ticulares. (Bot. F. Amaran-
táceas; esp. Amaranthus
gangeticus, Lin.) (Et. Voz
caribe, según Zayas).
Guacamaya amarilla. Cub. f.
— -Arbusto silvestre, espi-
noso, de unos cuatro me-
tros de altura, de foliólos
elípticos, flores de pétalos
amarillos, que forman raci-
mos terminales, en figura
de pirámides, sobre largos
pedúnculos. Es planta me-
dicinal. (Bot. F. Legumino-
sas; esp. Coesalpinia pul-
cherrima, Sw.)
Guacamaya colorada. Cub. f.
— Variedad de la especie
anterior, con los pétalos
amarillos y rojos.
Guacamaya de costa. Cub. í.
- — -Así dicen algunos al palo
campeche, que no es el le-
gítimo.
Guacamaya doble. Cub. f. —
El arbusto guacamayón.
Véase.
Guacamaya francesa. Cub.
f. -Arbusto silvestre de ho-
jas compuestas, con hojue-
las grandes, oblongas, sub-
truncadas en la base y re-
dondas en el ápice, de pe-
cíolo triangular, y flores
amarillas en largos raci-
mos terminales. Es pare-
cida a la guacamaya ama-
rilla, pero de mayores pro-
porciones. También se co-
noce por guajaba, yerba de
las herpes y yerba de los
empeines. (Bot. F. L.; esp.
Cassia alata, Lin.)
Guacamayabo. Cub. m. — Lu-
gar donde abundan las gua-
camayas.
Guacamayo, ya. Cub. va. y f.
— antic. — Decíase cuando la
guerra separatista, a los es-
pañoles, por los colores de
la bandera. Tiene el uso
americano castellanizado,
como masculino, que acep-
ta la R. A. para designar
un ave, especie de papa-
gayo.
Guacamayo, ya. Cub. adj. —
Aplícase a todo lo que ten-
ga reunidos los colores del
pabellón español.
Guacamayón. Cub. m. — Ar-
busto de mayores propor-
GUAD
— 257
GUAG
ciones en iodos sus órga-
nos que la guacamaya, es-
pecialmente en el número
de pétalos de sus flores.
También se llama guaca-
maya doble. ¿Será la gua-
camaya francesa?
Guacamol. Amer. m. — Ensa-
lada de aguacate con ce-
bolla; vinagre y aceite.
También se dice guacamo-
le. (Et. Voz india).
Guacamole» Amer. m. — Véa-
se guacamol.
Guacanco. Cub. m. — "Vege-
tal rubiáceo (Phialanthus
rigidus, Gris.). (Sauv.)".
Esto dice Pichardo.
Guacarnaco, ca, Cub. adj. —
íam. — Denota torpeza, ma-
jadería, aplicado a perso-
nas.
Guáchara. Cub. f. — íam. —
Equivale a "mentira", "em-
buste". (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Guáchere. Cub. m. — fam. —
Voz algo usada para signi-
ficar un golpe que se da
con los dedos o los nudillos.
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Guachinanga. Cub. f. — Tran-
ca de cerrar una puerta,
que se empotra en la pared
por las extremidades.
Guachinango, ga. Amer. subs.
y adj.-Dícese burlescamen-
te a la persona nacida en
Méjico.
Guachinango, ga. Cub. adj.
— fam. — Aplícase a la per-
sona astuta con zalamería.
Guadaíupe. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 246 del
Apéndice.
Guadañero. Común, m. — El
marinero que conduce un
guadaño. Véase.
Guadaño. Común, m. — Bote
pequeño con toldo a popa,
que se usa para transpor-
tar personas en los puertos.
Calificamos de común esta
voz, aun cuando pudiera ser
dudoso su origen, pues en
España se usa solamente en
los puertos andaluces.
Guafe. Cub. m. — poco uso. —
Pequeño muelle de madera
sobre el mar o en la mar-
gen de un río. (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
* Guagua. Cub. f. — Dícese a
una cosa baladí, de valor
insignificante. (Et. Voz ca-
ribe).
Guagua. Cub. epic. f. — Reci-
ben este nombre varios in-
sectos hemípteros pareci-
dos a la cochinilla, de color
gris o blancuzco, que ata-
can a los árboles frutales,
como el anón, el cocotero,
el limonero, y muy parti-
cularmente el naranjo, cu-
yas cosechas destruyen, y
algunas veces destrozan la
plantación. Los machos son
alados y las hembras ápte-
ras, las cuales se adhieren
a las hojas, quedando pro-
tegidas por una especie de
escudo, que casi imposibi-
lita el exterminio, si no se
procura con una solución
de jabón de ballena y pe-
tróleo. Pero este insecto
17
GUAG
258
GUÁI
tiene mortal enemigo en los
conocidos por cotorrita y
avispita. (Zool. F. Cocci-
dce; géneros: Diaspis, As-
pidiotus y otros).
Guagua, Cub. f. — Especie de
ómnibus destinado a dar
viajes con itinerario fijo.
En la Habana existen aún,
con detrimento del ornato
público, para recorrer al-
gunas calles de la ciudad.
"Guagua (De). Cub. mod.
adv. — Equivale a la forma
castellana "de balde": "Es
cómodo ir de guagua a
cualquier parte". Su uso
está muy generalizado ya
fuera de Cuba.
Guagua. Cub. m. — Una plan-
ta silvestre. (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Guaguanche. Cub. epic. m. —
Pez común en los mares de
Cuba, de uno a dos pies de
largo, de cuerpo semejante
al de la anguila, algo menos
redondo, con el lomo de co-
lor pardusco y el vientre
plateado, y una faja late-
ral verdosa. Es un bocado
exquisito. Algunos pronun-
cian guaguancho. (Zool. F.
Sphyrcenidae; esp. Sphyrce-
71a guaguanche, Cuv.) (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Guaguanche (De). Cub.
mod. adv. — vulg. — Lo mis-
mo que decir, de guagua o
de balde, en castellano:
"Fui de guaguanche a la
merienda". Otros dicen de
guaguancho.
Guaguancho. Cub. epic. m. —
Algunos dicen así en vez de
guaguanche.
Guaguancho (De). Cub.
mod. adv.-Véase guaguan-
che (de).
Guaguao. Cub. adj. — Aplíca-
se a una variedad de ají.
Véase. (Et. Voz caribe).
Guagüero. Cub. m.— El con-
ductor del carruaje llamado
guagua (3.m acep.).
Guagüero, ra. Cub. adj. —
fam. — Se aplica a las per-
sonas que demuestran exa-
gerado empeño en adqui-
rir las cosas regaladas o
a muy bajo precio. (Et. Del
mod. adv. de guagua).
Guaguií. Cub. m. — desusada.
— La planta más conocida
por malanga blanca. Véase.
(Et. Voz caribe).
Guaiboso, sa. Cub. adj. —
Aplícase a la persona muy
dada a gritar o quejarse,
sin causa para ello: "Un
chiquillo muy guaiboso"" .
Guaijacón. Cub. epic. m. —
vulg. — Así dicen algunos
incorrectamente por guaja-
cón. Véase.
Gualmareño, ña. Cub. subs.
y adj. — Dícese a la persona
de Guáimaro.
Guaímareño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a las cosas de esa
población.
Guáimaro. Cub. m. — Árbol
silvestre, elevado, de ma-
dera dura, pesada, de gra-
no fino, color pardusco, cu-
yas hojas comen los caba-
llos, y que produce unas
semillas del tamaño de gar-
GUAI
259
GUAJ
banzo. (Et. Voz caribe, se- I
gún Zayas).
Guaínica. Cu b. epic. f. — Véa-
se mayito. (Et. Voz india).
Guainúa. Cub. epic. f. — Pri-
mitivo nombre conservado
en algunos lugares del pá-
jaro solibio. Véase. (Et. Voz
caribe).
Gualrajabo. Cub. m. — antic.
Véase guairajal.
Guairajal. Cub. m. — El lugar
donde abunda el guairaje.
Véase. Antiguamente se
decía guairajabo, forma in-
dia.
Guairaje. Cub. m. — Reciben
este nombre común varios
árboles y arbustos, todos
con algún aditamento par-
ticular. (Et. Voz caribe,
según Zayas).
Guairaje blanco. Cub. m. —
Pequeño arbusto de hojas
cartáceas, elípticas, oblon-
gas, redondas en la base,
con puntos translúcidos,
flores de corola blanca, en
corimbos fasciculados, sé-
siles, y madera dura y pe-
sada. (Bot. F. Mirtáceas;
esp. Eugenia disticha, D.
C)
Guairaje de hojas ovales.
Cub. m. — Árbol pequeño
de hojas cartáceas, chicas,
elípticas, cuneiformes,
translúcidas, flores en ra-
cimos pubescentes, y bue-
na madera. (Bot. F. M.; esp.
E. buxifolia, Will.)
Guairaje de sierra. Cub. m.
— Árbol indígena escaso,
parecido a los anteriores.
Bot. F. Celastríneas; esp.
Maytanus cuneifolius, Gris).
Guairaje macho. Cub. m. —
Pequeño árbol de hojas co-
riáceas, elípticas, obtusas
en la base, con una corta
punta en el apéndice, sin
puntos translúcidos, flores
en racimos, baya globosa,
cuyo fruto engorda a los
cerdos, y madera dura y
fuerte. (Bot. F. Mirtáceas;
esp. Eugenia axillaris).
Guairajecillo. Cub. m. — Véa-
se guairajillo.
Guairajillo. Cub. m. — Arbo-
lito de menores proporcio-
ciones que el guairaje.
Algunos dicen guairajeci-
llo, y aunque son los menos,
se adaptan mejor a las le-
yes castellanas de formar
los diminutivos. (Bot. F.
Mirtáceas; esp. Eugenia li-
neata, D. G.)
Guaüro. Cub. m. -Algunos lla-
man con este nombre pri-
mitivo al bejuco de ver-
gajo. Véase. (Et. Voz ca-
ribe).
Guairo santo. Cub. m.-Plan-
ta silvestre. (BoL F. Ver-
benáceas; esp. Acgiphüa
elata, Sw.)
Guairo santo de costa. Cub.
m. — Véase palo guitarra.
Cuajaba. Cub. f. — antic. —
Véase guacam.aya francesa.
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Guajaca. Cub. f. — Vegetal
parásito que se desarrolla
en las ramas de los árboles
y en las rocas, de largos
GUAJ
260
GUAM
filamentos colgantes, que,
después de hervidos, se
usan para rellenos de co-
jines, etc.; produce flores
de corola azul. (Bot. F.
Bromeliáceas; esp. Tilland-
sia fasciculata, Sw.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guajacón. Cub. epic. m. — Pe-
cecillo de agua dulce muy
abundante, de color pardo
claro por el lomo y azulado
en el vientre, con reflejos
metálicos por todo el cuer-
po. La hembra crece más
que el macho. Suelen cui-
darse en piscinas de adorno.
Se alimenta de insectos y
larvas de mosquitos, por lo
que resulta beneficioso a la
higiene. Las migas de pan,
según Zayas, lo matan. Al-
gunos dicen guaijacón y
guayacón. (Zool. F. Pceci-
liidce; esp. Gambusia pune-
tata, Poey). (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Guajaibón. Cub. m. — Según
Zayas, un bejuco que se
usa en Cuba como cuer-
das. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Guajalón. Cub. m, — Así he-
mos oído nombrar un be-
juco, que acaso sea el an-
terior.
Gua jamón, na. Cub. adj. —
Aplícase a, la caballería de
color bayo fuerte, con la
crin y la cola blancas.
GuajaquilSa. Cub. f. — Planta
parásita muy parecida a la
guajaca, de filamentos muy
delgados. También se co-
noce por barba española.
(Bot. F. B.; esp. Tillandsia
usneoides, Lin.)
Guajara. Cub. m. — Según Za-
yas, un árbol silvestre de
Cuba. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Guajey. Cub. m. — desusada.
— Lo mismo que calabazo
(2.a acep.) (Et. Voz caribe.
Zayas).
Guapea. Cub. epic. f. — Pece-
cillo, especie del guajacón,
de color pardo verdoso,
con reflejos plateados y
puntos negros. (Zool. F.
Pcecüiidce; esp. Limia cu-
bensis, Poey). (Et. Voz ca-
ribe. Zayas).
* Guajira. Cub. f. — "Canto po-
pular entre los campesi-
nos de la isla de Cuba".
(R. A.)
* Guajiro, ra. Cub. m. y f. —
"Campesino blanco de la
isla de Cuba". (R. A.).
Guajiro, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a personas y cosas que
siendo de población pare-
cen campesinas por su as-
pecto rústico : "Un hombre
muy guajiro".
G^joti. Cub. común. -antic-
li. 'amiento entre los abo-
rigen s cubanos que equi-
valía a. "usted" castellano.
(Et. Voz , >-ibe).
GuaJdrapearo Cub. v. n. — an-
tic. — Véase «, atrapear. (Et
de "gualdrapa ).
Gualdrapeo. Cu- m. — antic.
— Véase guaira ?o.
Guama. Cub. m.- Árbol sil-
vestre de buen; madera, y
GUAM
— 261 —
GU N
de cuya corteza se fabri-
can sogas y cuerdas, tam-
bién conocido por frijoli-
llo (2.a acep.) Véase. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guama bobo. Cub. m. — Véa-
se frijolillo prieto.
Guama candelón. Cub. m. —
Árbol silvestre de hojas
compuestas con hojuelas
opuestas, flores blancuzcas
con visos purpúreos en ra-
cimos laterales, legumbre
comprimida con una espe-
cie de alas longitudinales
en los bordes. También se
llama guama hediondo.
(Bot. F. Leguminosas ; esp.
Piscidia erythrina, Lin.)
Guama de costa. Cub. m. —
El árbol más conocido por
frijolillo amarillo. Véase.
Guama de San Bartolomé.
Cub. m. — Especie silvestre
del guama sin notables par-
ticularidades. (Bot. F. L.;
esp. Lonchocarpus blainii,
Wr.)
Guama de soga. Cub. m. —
Véase frijolillo prieto.
Guama hediondo. Cub. m. —
Lo mismo que guama can-
delón. Véase.
Guamaca. Cub. f. — Árbol que
se eleva silvestre unos diez
metros, de madera dura,
amarillenta, empleada en
carpintería. Et. Voz caribe,
Zayas).
Guamajal. Cub. m. — Sitio
donde abundan los árboles
guamas.
Guamao. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que se desarrolla en
el litoral, < e buena ma-
dera, muy esistente a la
humee i. ambién suele
llamarse guamaro. (Bot. F.
Leguminosas; esp. Loncho-
carpus oligospermum). (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guamaro. Cub. m. — Algunos
dicen así al árbol guamao.
Véase.
Guamica. Cub. epic. f. — an-
tic. - — Primitivo nombre de
la paloma conocida por ra-
biche. (Et. Voz caribe).
Guaínin!quinaje. Cub. epic.
m. — antic. — Véase guabini-
quinaje.
Guammiqulnax. Cub. epic.
m. — antic. — Véase guabini-
quinaje.
Guamo. Cub. m. — antic. — El
fotuto (1.a acep.), entre los
aborígenes. (Et. Voz cari-
be, según Zayas).
Guámpara. Cub. f. — Véase
mocha.
Guana. Cub. f. — Árbol- silves-
tre de hojas cordiformes,
grandes y brillantes, flores
tubulosas, amarillas, termi-
nales. El líber de este ár-
bol es un tejido fibroso, ca-
lado, de color amarillo, que
se utiliza en sombreros y
para liar mazos de cigarros
puros. Hay otra especie.
(Bot. F. Magnoliáceas; esp.
Lirio denclron lagetta, Gris.)
(Et. Voz caribe).
Guanabá. Cub. epic. m. — Ave
zancuda común de unos 6
decímetros de largo, de co-
lor ceniciento aplomado,
más obscuro hacia el lomo,
GUAU
262
GUAN
cabeza negra por detrás,
con manchas negras en las
mejillas, con muchas plu-
mas blancas o leonadas a
manera de cresta, de donde
también toma el nombre de
guanabá real. Se alimen-
ta de cangrejos y peces,
vuela muy pesadamente y
se deja cazar con facilidad.
Tiene las patas amarillas,
el pico aplanado y negruz-
co, y los ojos rojos. (Zool.
F. Ardeidce; esp. Nycthero-
dius violáceas, Lin.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guanabá de Florida. Cu b.
epic. m. — Especie de plu-
maje negro verdoso, con
brillo en el lomo y la ca-
beza, con plumas blancas,
largas y angostas en el co-
gote, y el resto del plumaje
pálido con visos de color
lila. Esta especie, como la
anterior, es sedentaria.
(Zool. F. A.; esp. Nycthi-
corax n&vius).
Guanabá real. Cub. epic. m.
— Véase guanabá.
Guanabá rojo. Cub. epic. m.
— Ave de paso muy pare-
cida al alcaraván, de color
rojo, que le da nombre, que
llega a Cuba en septiembre
y se retira en abril. Tam-
bién se llama ave-toro.
(Zool. F. A.; esp. Botaurus
lentiginosus).
Guanabacoense. Cub. subs.
com. y adj.-La persona na-
cida en Guanabacoa. Festi-
vamente se le llama ca-
zuelero, ra.
Guanabacoense. Cub. adj.
— Aplícase a cosas de esa
población.
Guanabanada. Amer. f. —
Véase champola, que es el
cubanismo aceptado por la
R. A.
Guanabanilla. Cub. í. — Árbol
silvestre de mediana ele-
vación, de hojas pecioladas
con venas curvas, y flores
amarillas, en cimas termi-
nales. Hay otras especies
con aditamento, muy pare-
cidas, que se citan a conti-
nuación. (Bot. F. Ocná-
ceas; esp. Gomphia revo-
luta). (Et. De guanábana).
Guanabanilla de monte. Cub.
f.— (Bot. F. O.; esp. G. acu-
minata, D. G.)
Guanabanilla de pinar. Cub.
f.— (Bot. F. O.; esp. G.
elliptica, Rich).
Guanabanilla de sabana.
Cub. f.— (Bot. F. O.; esp.
G. ilicifolia, D. C.)
Guanábano cimarrón. Cub.
m. — Además del árbol ame-
ricano llamado "guanába-
no", y descrito por la R. A.,
hay en Cuba esta especie
silvestre, de hojas oblon-
gas, más grandes, y la gua-
nábana con las aréolas de
la epidermis substituidas
por espinillas carnosas, de
pulpa no comestible. (Bot.
F. Anonáceas; esp. Anona
montana, Macfad.)
Guanabima. Cub. f. — El fru-
to de la palma conocida por
"corojo". (Et. Voz caribe,
Zayas).
GUAN
263
GUAN
Guanabo. Cub. m. — Véase
guanal. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Cuanaja. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 112 del
Apéndice.
Guanajada. Cub. f. — fam. —
3quivale a "sandez", "ma-
jadería", "despropósito",
acción propia de un indi-
viduo calificado de guanajo
(véase) : "Vicente comete
muchas guanajadas, en
cuanto abre la boca o se
nueve"; "Don Juan, escri-
biendo, no dice más que
guanajadas".
Guaraajay. Cub. m. — Cierta
combinación en el juego de
monte. (Et. Voz india).
Guana jayense. Cub. subs.
com. y adj.— La persona de
Guanajay.
Guanajayense. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa
villa.
Guanajo, ja. Arner. subs. y
adj. -fam. — Di cese a la per-
sona tonta o mentecata.
Tiene la acep. americana de
la R. A.
Guanajote, ta. Cub. subs. y
adj. — fam. — Es aumentati-
vo de guanajo, ja, en la
acep. fam. de este Voca-
bulario, y se aplica, por lo
tanto, a la persona extre-
madamente necia.
Guanal. Cub. m. — Sitio don-
de abunda la palma lla-
mada guano. También se
dice guanaba.
Guanana. Amer. f. — antic. —
Primitivo nombre antillano
del guacalote. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Guanana. Cub. epic. f. — Re-
ciben este nombre común
con aditamentos, dos espe-
cies de gansos salvajes, de
paso en Cuba, donde inmi-
gran de América Septen-
trional. Son aves palmípe-
das que suelen verse en la-
gunas y ríos. (Zool. F.
Anatido3).
Guanana blanca. Cub. epic.
f.— Tipo de plumaje blan-
co, cuando adulto, con las
remeras primarias negras,
y la hijuela cenicienta.
(Zool. F. A.; esp. Chen hy-
perboreus, Gmel.)
Guanana prieta. Cub. epic.
f.— Especie de plumaje ce-
niciento, con una franja
blanca en la base de la
mandíbula superior, y el
pecho blanco manchado de
negro. Hay otra especie con
este mismo nombre, muy
rara. (Zool. F. A.; esp. An-
ser gambelii, Hart.)
Guanani. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de madera dura,
compacta, fina y amarilla.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Guanaraiba. Cub. f. — antic. —
Primitivo nombre del man-
gle prieto. Véase. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Guanaro, ra. Cub. m. y f. —
Primitivo nombre de la pa-
loma salvaje más conocida
por paloma sanjuanera o
de San Juan. Véase. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guandú. Cub. m. — Arbusto
GUAN
264
GÜAN
parecido al "codeso" de la
R. A., o acaso una especie
de él, que se eleva unos dos
metros, de ramas velludas,
hojas compuestas de folio-
Ios lanceolados, verdes todo
el año, flores amarillas, de
tenue aroma, semejando
mariposas, y por fruto una
legumbre conteniendo una
especie de judías, emplea-
das en algunos guisos. Otros
le llaman gandul, por co-
rrupción y asimilación.
(Bot. F. Leguminosas ; esp.
Cajanus bicolor). (Et. Voz
caribe, Zayas).
Guángara. Cub. f. — Bullicio,
gritería, escándalo. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guaní. Cub. epic. m. — antic.
— Primitivo nombre del pa-
jarillo "colibrí", zunzún en
Cuba con más frecuencia.
Véase. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas) .
Guanichiche. Cub. m. — La
palma yuraguano. Véase.
Guanín. Arner. adj. — desusa-
da.— Aplícase al oro de baja
aleación. La R. A. acepta
guañín. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Guaninas. Amer. m. — Lugar
donde abunda la plañía
"guanina", que describe la
R. A.
Guaníquí. Cub. m. — Bejuco
silvestre que se desarrolla
en las sierras, cuyos tallos
alcanzan un grosor de 4
centímetros, con hojas elíp-
ticas, puntiagudas, lampi-
ñas, flores blancuzcas, sin
corola, en racimos flojos, y
baya de color negro pur-
púreo. Los tallos de esta
enredadera, por su flexibi-
lidad y resistencia, se desfi-
nan a la construcción de
canastas y cestas, por lo
que también se nombra be-
juco de canastas o de ba-
nastos, y otros le dicen gta-
niquiquí. (Bof. F. Fitolacá-
ceas; esp. Villamilla octan-
dra, Hock.) (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Guaniquinabo. Cub. m. — an-
tic.— Primitivo nombre de
guaniquinal.
Guaniquina!. Cub. m. — Lu-
gar donde abunda el gua-
niquí. Véase.
Gíiamqjsiique. Cub. m. — Pian-
ín. silvestre de hojas lan-
ceoladas, acuminadas, y
í!or de color blanco platea-
do. Algunos confunden esta
planta con la guaniquiquí.
(Bot. F. Amarantáceas ; esp.
Celosía argéntea). (Et. Voz
caribe, Zayas).
Guaniquiquí. Cub. m. — Al-
gunos dicen así al bejuco
más llamado guaniquí. Véa-
se. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Guano. Cub. m. — Esta voz en
Cuba va perdiendo su pri-
mitivo significado, por la
generalización de la voz
"palma", y actualmente en
la Isla, apenas tiene otro
uso que para designar la
penca de la palma. Las pal-
mas que aun llevan el
nombre guano con algún
GUAN
265 —
GUAO
aditamento, son las descri-
tas más abajo.
Guano. Cub. m. — fam. — Al-
gunos- dicen así al dinero,
en abstracto.
Guano blanco. Cub. m. — Pal-
ma de tronco alto y delga-
do, de todo terreno, cuyas
pencas se emplean para te-
char bohíos, y el tronco
para cercas; el fruto lo
come el cerdo. También se
llama miraguano y yura-
guano blanco. (Bot. F. Pal-
mas; esp. Thrinax argén-
tea, Mart.)
Guano cana. Cub. m. — La
palma cana y su penca.
Véase.
Guano cana de monte. Cub.
m. — Véase palma cana de
monte.
Guano de costa. Cub. m. —
Palma parecida al guano
blanco, y cuyo fruto comen
los cerdos, y las hojas los
caballos. También se llama
guano de lana y yuraguano
o miraguano de lana. (Bot.
F. P.j esp. Thrinax parvi-
flora) .
Guano de lana. Cub. m. —
Véase guano de costa.
Guano espinoso. Cub. m. —
Palma de madera casi in-
corruptible, que produce
pencas espinosas empleadas
para techar bohíos. Tam-
bién se llama yuraguano o
miraguano espinoso. (Bot.
F. P. ; esp. Copernicia
wrightii, Gris.)
Guano prieto. Cub. m. — Pal-
ma de tronco corto, pencas
verdes, lampiñas o pubes-
centes en el envés, con di-
visiones unidas en la ter-
cera parte, desde la base, y
lígula anchamente redon-
deada. Bot. F. P.; esp. Thri-
nax rodiata, Lob.)
Guantanameño, ña. Cub.
subs. y adj. — La persona de
Guantánamo.
Guantanameño, ña. Cub. adj.
— Aplícase a cosas de esa
ciudad.
Guao. Cub. m. — Arbusto quo
alcanza unos tres y medio
metros de altura, común en
el litoral y terrenos, ári-
dos, de hojas compuestas,
con foliólos ovales, oblon-
gos, dentados, brillantes en
el anverso y tomentosos por
el reverso, florecillas rojas
en panícula, madera rojiza
empleada para carbón, y
pocas veces en carpintería.
La semilla alimenta al ga-
nado porcino. Este arbusto
tiene los órganos impreg-
nados de una especie de re-
sina cáustica que mancha
de negro la epidermis,
mancha que degenera lue-
go en llaga. Según tradicio-
nes populares, la sombra de
este arbusto es dañina al
hombre, y al parecer está
comprobado en las personas
de piel muy blanca. Véase
la frase 182 del Apéndice.
(Bot. F. Anacardiáceas ; esp.
Comocladia dentata, Jacq.)
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Guao de costa. Cub. m. —
GUAR
266
GUAR
Árbol más elevado que el
arbusto anteriormente des-
crito, de hojas semejantes,
con los dientes más pro-
nunciados, de buena made-
ra amarilla veteada, fuerte
y pesada. Es menos dañi-
no que la especie anterior,
y se desarrolla en terrenos
arenosos. (Bot. F. A.; esp.
Metoprium browner, Vr.)
Guapería. Cub. f. — fam. — Si-
nónimo de osería y brava,
y del castellano "bravata".
Guapo, pa» Cub. subs. y adj.
— fam. — En Cuba no signi-
fica "valiente", como en
otros puntos de América, y
sí "perdonavidas", que es el
cobarde con ropajes de va-
lentía, lo cual no es lo mis-
mo. En femenino sólo tiene
uso de adjetivo, y ya se
puede suponer con qué cla-
se de mujeres. Es sinónimo
de los cubanismos oso,
guaposo, bravero y otros.
Carece de los usos caste-
llanos.
Guapo, pa. Cub. adj. — fam. —
Equivale a "encolerizado",
"enfurecido": "Se puso
muy guapo Javier cuando
lo requerí".
Guaposo. Cub. adj. — fam. — •
Aplícase al individuo va-
lentón, aunque más se dice
guapo (l.1 acep.). Tal vez
haya dado origen al cuba-
nismo oso, de más uso e
igual significado.
Guara. Cub. f. — Reciben en
común este nombre con
algún aditamento, varios
árboles y arbustos. Aun-
que algunos los denominan
castaño criollo, por la se-
mejanza con el castaño eu-
ropeo, al que está mejor
aplicado ese nombre es a
la guara de ley. (Bot.- F.
Sapiruláceas ) . (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Guara colorada» Cub. f. —
Árbol más conocido por
guaraná, y llamado también
guara macho.
Guara común. Cub. í. — Ár-
bol o arbusto parecido a la
guara de ley. (Bot. F. S.;
esp. Cupania americana,
Lin.)
Guara de costa- Cub. f. —
Véase guara de ley.
Guara de ley. Cub. f. — Ár-
bol o arbusto de diez me-
tros de altura, de hojas
compuestas con ocho ho-
juelas elípticas, cariáceas por
encima, suaves por debajo,
abruptamente yugadas, de
madera dura, pesada, de
color rojizo pálido, y fruto
parecido a la castaña, pero
de gusto más dulce. Tam-
bién se llama guara de cos-
ta y castaño criollo. (Bot.
F. S.; esp. Cupania glabra,
Sw.)
Guara macho. Cub. f. — Ar-
busto más conocido por
guaraná. Véase.
Guarabo. Cub. m. — desusada.
— -Véase guaral.
Guaraca. Cub. f. — antic. —
Según Zayas, "una de las
variedades del aje o bata-
ta". (Et. Voz caribe, Zayas).
GUAR
267 —
GÜAR
Guaracahulla. Cub. f. — Mo-
derna forma, más adapta-
ble al castellano, de la voz
guaracabuya. Véase.
Guaracabuya. Cub. f. — Árbol
silvestre común, de madera
de color anaranjado con
preciosas vetas, fina y dura,
que se utiliza en carpinte-
ría y ebanistería. Muchos
pronuncian gvaracabulla.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Poinciana pulcherrima).
Guaracha. Cub. f. — Dícese a
una canción popular que
se canta a coro.
Guaracha. Cub. f.-Lo mismo
que ''broma", "diversión",
"parranda": "Mañana es
día de guaracha": "esta
noche formaremos una
guaracha" .
Guarachero. Cub. adj. -Aplí-
case al gallo que en la pe-
lea mueve con maestría la
cabeza para esquivar los
golpes del rival.
Guarachero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a la persona ale-
gre, divertida, amiga de
juergas.
Guaraguao. Cub. epic. m.—
El gavilán de monte. Véase.
(Et. Voz caribe, Zayas). En
otras Antillas tiene dife-
rentes acepciones.
Guaraiba. Cub. epic. f. — El
ave más conocida por gua-
bairo. Véase. No es el ere-
queté, cual suponen o afir-
man, entre otros, Pichardo
y Zayas. (Et. Voz caribe,
según el último).
Guara!. Cub. m. — Lugar don-
de abunda el árbol o ar-
busto guara. Son pocos los
que emplean la primitiva
forma guarabo.
Guaraná. Cub. f. — Árbol sil-
vestre que alcanza unos 6
metros de altura, de hojas
compuestas con foliólos
oblongos, dentados; su pro-
piedad más notable es que
las semillas gustan a los
cerdos, pero se envenenan
con ellas. Esta intoxica-
ción se llama sahuma/ya.
Es de notar que algunos
pronuncian y escriben esta
palabra con acento grave.
También se llama guara
macho y guara colorada.
(Bot. F. Sapindáceas ; esp.
Cupania macrophylla,
Rich.) (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Guaraná. Cub. m. — Así dicen
algunos al bejuco guaraná,
parecido al bejuco carey,
y no igual, como suponen
algunos. (Et. Voz caribe).
Guaraná macho. Cub. f.- —
Árbol parecido al llamado
simplemente guaraná, cu-
yas semillas producen un
tinte morado obscuro.
Guarandol. Amer. m. — Lien-
zo blanco de algodón o lino,
empleado con especialidad
para sábanas. Modernamen-
te se ha estilado en colores
para vestidos de mujer.
(Et. Anglicismo derivado de
warandol, que es como ge-
neralmente y con incorrec-
ción se escribe).
Guarango. Cub. m. — En la
GUAR
— 268
GUAR
región oriental, el bohío sin
tabiques interiores, esto es,
de un solo compartimiento,
y habitado por una familia,
a veces numerosa. (Et. Voz
caribe).
Guairana. Cub. m. — "Planta,
dice Zayas, cuyas hojas son
sumamente ásperas". Pen-
samos nosotros que acaso
sea la enredadera llamada
guaraná o bejuco guaraná.
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Guarapero, ra. Cub. subs. y
adj. — La persona que ven-
de guarapo. Como adj., de-
nota gusto por el guarapo.
Guarapeta^ Cub. común. —
fam. — Dícese a la persona
muy adicta a los licores
fuertes: "Domingo es un
guarapeta". (Et. De gua-
rapo).
Guarapeta. Cub. f.— También
significa borrachera alco-
hólica: "Daniel tiene una
guarapeta que no se sos-
tiene de pie".
Guarapillo. Cub. m. — En al-
gunos lugares, dicen así los
muchachos a un botón o
disco de madera, hueso,
etc., que suelen emplear en
las transacciones de sus
juegos.
Guarapo. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 21.8 del
Apéndice. Tiene las acep.
castellanizadas.
Guararey. Cub. m. — Exceso
de amor; mal de amores:
"Tener guararey por una
mujer".
Guardacandela. Cub. m. — En
las fincas de caña de azú-
car, el individuo encargado
de evitar los incendios de
los cañaverales.
Guardacandela. Cub. m. — El
trozo de palo encendido que
se deja en el fogón para
evitar el encender éste de
nuevo.
Guardalmacén. Cub. m. — En
los pequeños pueblos del
interior de la Isla, dícese
al jefe de estación del fe-
rrocarril. Tiene muy poco
uso en la acep. cast.
Guardarraya. Cub. f. — Calle
o camino que se deja entre
dos terrenos sembrados, es-
pecialmente de caña, para
el tránsito de personas y
aun de vehículos.
Guardarraya. Cub. f. — Por
extensión, toda vereda o ca-
mino angosto.
Guardia. Cub. f. — fam. —
Véanse las frases 66 y 211
del Apéndice. Tiene los
principales usos cast.
Guardia Rural. Cub. f.-Cuer-
po de gente armada que
cuida del orden fuera de
poblado, y persigue a los
malhechores.
Guardia rural. Cub. m.-Cada
individuo uniformado, do
número, en el cuerpo mi-
litar antes dicho.
Guardiero. Cub. m. — vulg. —
Así dicen los campesinos al
guardián de fincas rústi-
cas.
Guareao. Cub. epic. m. —
Nombre onomatopéyico, to-
GUAR
269 —
GUAS
mado del grifo de un ave,
la mayor de las especies de
vadeadoras. Mide unos tres
palmos de largo, de pluma-
je moreno con visos oliva-
dos, y estrías blancas en
las plumas, pico largo, algo
curvo, de color negro, así
como las patas, y ojos- ana-
ranjado-i. Al parecer, esta
ave se encuentra también
en el Continente. Habita a
orillas de las lagunas y cié-
nagas, y se alimenta de
moluscos, gusanos e insec-
tos, por lo que resultan
beneficiosas sus incursio-
nes a los cultivos. Tiene
buena carne. Algunos le
dicen guariao. (Zool. F. Ra-
llida?; esp. Aramus gigan-
teas, Bon.)
Guariado, da. Cub. adj. —
vulg. -Aplícase a toda cosa
de colores chillones mez-
clados: "Un vestido muy
guariado".
Guariao. Cub. epic. m. — Véa-
se guareao. (Et. Voz ono-
matopéyica conservada del
caribe).
Guaricandilla. Cub. común.
— Dícese a una persona de
la plebe.
Guaricandilla. Cub. común.
— La persona informal y
revoltosa.
Guariminiea. Cub. común. —
En la región oriental, em-
pléase por "ridículo, la", y
cursi: "Fulano es un gua-
riminiea".
Guariqueña. Cub. f. — Labor
de mujer en tejidos, que
consiste en sacar hilos de
una dirección, y formar di-
bujos bordados con los
otros. Et. De Guarico, puer-
to haitiano).
Guasa. Cub. epic. f. — Pez
acantopt erigió de gran vo-
lumen, que alcanza un peso
de 250 kilogramos, con el
cráneo corto, ancho, depri-
mido entre los- ojos, la boca
hendida hasta más allá de
ellos, el hocico corto y la
mandíbula superior salien-
te, de color aceitunado,
más obscuro en el lomo,
con manchitas obscuras
cuando adulto. Su carne es
apreciabie. Véase la frase
177 del Apéndice. (Zool. F.
Serranido?; esp. Promicrops
guttatus, Lin.) (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas). Tiene
las acep. cast.
Guasabaco. Cub. epic. m. —
Pez de unos tres decíme-
tros de largo, de cabeza de-
primida, con los cachetes
abultados, sin dientes vo-
merianos, con las aletas
verticales bordeadas de ro-
jo. (Zool. F. Gobiida?; esp.
Eleotris guavina). (Et. Voz
caribe).
Guasábalo. Cub. epic. m. —
Una especie de rana pe-
queña de color verde, que
emite un chillido muy agu-
do y fuerte. Algunos la lla-
man guasábalo de sabana.
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Guasábalo de sabana. Cub.
epic. m. — Véase guasábalo.
GIJAS
— 270
GUAS
Guasanga. Amer. f. — Albo-
roto, riña, pelotera. Algu-
nos dicen guasángara. Hay
quien hace esta voz sinó-
nima de guángara, pero ésta
sólo indica lo mismo en
cuanto al ruido que se pro-
duzca, pero no en son de
riña. (Et. Voz de origen ca-
ribe, según algunos, pero a
nosotros nos parece un
modismo formado del cas-
tellano "guasa").
Guasángara. Cub. f.— vulg.
— Véase guasanga.
Guasanguero, ra. Amer. adj.
— Aplícase a la persona
propicia a formar guasan-
ga, alboroto, escándalo.
Guasasa. Cub. epic. f. — Mos-
ca diminuta muy abundan-
te en los lugares húmedos
y en los bosques, hasta for-
mar verdaderos enjambres,
que molestan mucho a las
personas. También se dice
guasaza. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Guasaza. Cub. f. — Algunas
personas pronuncian y es-
criben así la voz guasasa,
pero suponiendo que ten-
gan razón, el uso casi gene-
ral es el de la s y no la z.
Guasca. Amer. f. — Lo mis-
mo que guaca (3.* acep.)
Véase.
Guaseta. Cub. epic. f. — Pez
acantopterigio que crece
hasta un pie y engorda una
libra, de color olivado, más
claro hacia el abdomen, con
manchas obscuras, y pintas
f.—
-Ar-
anaranjadas que se obscu-
recen con el alcohol. La
epidermis es resbalosa y la
carne de buen gusto. (Zool.
F. Serranidoe; esp. Alphes-
tes afer, Bloch.)
Guásima. Amer. f. — Toman
este nombre americano va-
rios árboles que reciben
aditamentos particulares.
Son muy parecidos al olmo.
Algunos escritores cambian
la s en c, pero nadie dice
guácima en Cuba. En pocos
lugares dicen guásuma, que
parece corrupción. (Ét.
Voz india.)
Guásima amarilla. Cub.
Véase guásima-baria.
Guásima-baria. Cub. f-
bol de mediana elevación,
de tronco más recto y me-
nos ramoso que la guásima
común, de hojas grandes,
oblongas, acuminadas, al-
ternas aproximadas, tomen-
tosas en el envés, puntia-
gudas, de flores axilares con
el cáliz velludo, fruto
oblongo, también velludo,
de color pardo, en posición
vertical al extremo de lar-
go pedúnculo. También se
llama guásima amarilla.
(Bot. F. Tiliáceas; esp. hu-
chea platypetala, Rich.)
Guásima boba. Cub. f. — Tipo
que alcanza 8 metros, pa-
recido al anterior, cuyo
fruto comen los cerdos, y
que se desarrolla en cual-
quier terreno. (Bot. F. Es-
terculiáceas ; esp. Guazuma
polytotrya).
guas
— 271
GUAT
Guásima cereza. Cub. f. —
Véase capulina.
Guásima común. Cub. f. —
Árbol también silvestre
que alcanza diez metros de
altura y uno escaso de
grueso su tronco, de hojas
dísticas, oblongo- lanceola-
das, semiacorazonadas en
la base, aserradas, de flores
blancuzcas en corimbos axi-
lares, y fruto parecido a la
nuez, de figura ovoide-glo-
bosa, tuberculada. Su ma-
dera, de poco peso, em-
pléase para taburetes, hor-
mas de zapatos y otros. Con
mucha más frecuencia se
dice simplemente guásima;
y por la disposición hori-
zontal de sus ramas, tiene
historia lúgubre este árbol,
pues ha sido el preferido
en todo tiempo para suici-
darse, y para ahorcar indi-
viduos durante las revolu-
ciones y guerras. (Bot. F.
Esterculiáceas; esp. Guazu-
ma tomentosa). Hay otra
especie.
Guásima de caballo. Cub. f.
— Árbol que alcanza una
pequeña elevación, no ma-
yor de 5 metros, de tronco
delgado.
Guásima de costa. Cub. f. —
Véase guasimilla.
Guasimal. Amer. va. — Lugar
poblado de guásimas.
Guasimilla. Cub. f. — Se da
este nombre, además de los
que con él reciben algún
aditamento, a varios ár-
boles parecidos entre sí y
a la guásima, pero en me-
nor tamaño que ésta. Son
de familias distintas, y ca-
recen de mayor interés. La
especie principal, también
llamada guásima de costa,
y en algunos lugares ma-
jagua macho, majagüiWx
blanca y saguá, es un ár-
bol que se desarrolla en el
litoral, de hojas grandes,
ovales o acorazonadas, pun-
tiagudas, aserradas, de flo-
res lanudas en corimbos, y
fruto en bayas con nume-
rosas semillas. (Bot. F. Ti-
liáceas; esp. Prockia cru-
cis. Lin.)
Guasimilla cimarrona. Cub.
f. — Árbol silvestre de me-
diana elevación, de hojas
oblongo - lanceoladas, acu-
minadas, oblicuas en la
base, flores en cimas axila-
res, y fruto en baya. (Bot.
F. Urticáceas; esp. Trema
micrantha, Blume.)
Guasimilla del pinar. Cub.
f. — Árbol silvestre parecido
a las guasimillas anterio-
res. (Bot. F. Samidáceas;
esp. Casearia stipularis,
Vent.)
Guásuma. Cub. f. — antic. —
Así se decía en vez de guá-
sima, y todavía dice al-
guno que otro campesino.
Véase la frase 26 del apén-
dice. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Guata. Común, f . — Algodón
en rama prensado que se
pone para rellenos de hom-
breras, etc. (Et. Galicismo).
GUAT
272
GUAT
Guata. Cub. f. — Equivale a
"engaño", "mentira". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guataca. Cub. f. — Dícese a la
azada de hoja ancha o de
poca altura. Almocafre. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guataca. Cub. f. — fam. — Dí-
cese a la oreja de pabellón
grande, tosco y saliente.
Guataca. Cub. común.— fam.
— La persona aficionada a
lisonjear o adular: "José
es un guataca"; "Josefa es
una guataca". También se
dice como adjetivo, guata-
queador, ra (2.a acep.) y
guatacón, na.
Guatacada. Cub. f. — fam. —
poco uso. — Véase guata-
quería.
Guatacón, na. Cub. adj. —
fam. — Véase guataca (3.a
acep.)
Guatacudo, da. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la persona
o animal de oreja o gua-
taca muy desproporcionada.
Guata¡>aná. Cub. m. — Árbol
silvestre de ocho a nueve
metros, de hojas bipenna-
das, foliólos oblongo-linea-
les, obtusos, de flores blan-
cas en racimos, madera
muy dura de color de caoba
obscuro, empleada en car-
pintería gruesa; su corteza,
abundante en tanino, se
emplea para curtir, y de
sus legumbres se obtiene
por infusión tinta negra.
También se llama dividivi.
Otros dicen guaracabulla;
¿no será error? Hay otro
guatapaná que parece lla-
man algunos cacalote. (Bot.
F. Leguminosas ; esp. Co?-
salpinia conaria, Wílld.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Guataqueados-, ra. Cub. m.
y f. — La persona que tra-
baja con la guataca (1.a
acep.).
Guataquead©»-, ra. Cxib. adj.
— fam. — Aplícase a la per-
sona aficionada a adular.
Véase guataca (3.a acep.).
Guataquear. Cub. v. a. — Tra-
bajar con la azada o gua-
taca (1.a acep.).
Guataquear. Cub. v. a. — farn.
—Lo mismo que "adular",
oficio o afición de una per-
sona guataca (3.a acep.).
Guataqueo. Cub. m. — La ac-
ción de guataquear o tra-
bajar con la guataca (1.a
acep.).
Guataqueo. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de guata-
quear (2.a acep.), o sea adu-
lar.
Guataquería. Cub. f. — fam. —
La acción innoble propia de
una persona calificada como
guataca (3.a acep.), o sea
adulación, lisonja. También
se dice guataqueo y algo
menos guatacada.
Guatepeor. Cub. m. — fam. —
Véase el refrán 14 del Apén-
dice.
Guateque. Cub. m. — Reunión
de gente del pueblo, parti-
cularmente negros y mula-
tos, en la que se canta y
baila. (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
GUAT
— 273
GUAV
Guateque. Cub. m. — flg. y
fam. — Dícese por extensión
a cualquier jolgorio impro-
visado : "Esta tarde va-
mos a formar un guateque
varios amigos".
Guatiao. Amer. adj. — antic. —
Aplicábase por los conquis-
tadores a los indios some-
tidos a las leyes españolas.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Guaiíbere. Cub. epic. m. —
Aunque las más de las ve-
ces hemos visto escrita así
esta voz caribe, entendemos
que debe preferirse el uso
de la v, por aproximarse así
más a las leyes ortográfi-
cas de nuestro idioma. Véa-
se guatívere.
*Guatiní. Cub. epic. m. —
Nombre del pájaro más co-
nocido por tocororo, cuba-
nismo aceptado también por
la R. A.
Guatívere. Cub. epic. m. —
Reciben este nombre varios
peces de pequeño tamaño,
con la barriga abultada, la
mandíbula inferior más sa-
liente, ojos negros y esca-
mas poco pronunciadas.
Tienen vivos colores con
puntos azulados. Los más
comunes son: uno de color
amarillo con escasos jpun-
tos azules, y otro, de color
rojo de escarlata. Tienen
buena y saludable carne.
(Zool. F. Serranidoe; esp.
Bodianus fulvus, Lin. y B.
fulvus ruber, Bloch.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Guatívere. Cub. epic. m. —
El pájaro más conocido por
pitirre.
Guatívere. Cub. común. —
fam. — desusado. — Igual que
guatívero, ra. Véase.
Guatívero, ra. Cub. subs. y
adj. -fam. — Dícese a la gen-
te campesina rústica, de
escaso trato social, y aplí-
case al habitante, de la ciu-
dad que demuestra apoca-
miento o cobardía en el
trato de gentes. También se
dice, aunque menos, gua-
tívere (3.a acep.), de donde
es corrupción.
Guatrapear. Cub. v. n. — de-
fectivo.— Cierta manera de
caminar las cabalgaduras,
que es una especie de trote
muy suave y corto, muy có-
modo, debido al compás re-
gular de las patas. Antes
se decía gualdrapear. (Et.
De '"gualdrapa").
Guatrapeo. Cub. m. — Acción
y efecto de guatrapear. Lo
mismo que el desusado
gualdropeo.
Guauro. Cub. m. — Especie de
enredadera de virtudes me-
dicinales contra el pasmo,
el tétanos y otras dolen-
cias. (Bot. F. Asclepiadeas).
(Et. Voz caribe, Zayas).
Guavina. Cub. epic. f. — Al-
gunos escriben así el nom-
bre del pez guabina (véase).
Sería muy difícil determi-
nar, con arreglo a los cá-
nones del idioma, cuál de
las dos formas es la más
admisible. Poey y Parra
emplearon la v; los anti-
18
GUAY
274 —
GUAY
guos cronistas e historia-
dores, y además, Pichardo,
Zayas y otros, la b. El vul-
go también emplea la 6;
por lo tanto, nosotros pre-
ferimos la forma guabina,
y así hemos catalogado la
palabra.
Guayaba. Amer. f. — vulg. —
La gente del pueblo comete
el barbarísimo de llamar así
al árbol frutal conocido por
"guayabo"; pero la gente
ilustrada sólo dice "guaya-
ba" a la fruta, que es lo
correcto.
Guayaba. Amer. f. — fam. —
Equivale a "embuste",
"mentira": "No me ven-
gas con guayabas"; "eso es
una guayaba".
Guayaba cotorrera. Cub. f.
— El fruto del guayabo co-
torrera.
Guayaba del Perú. Cub. f. —
La que produce el guayabo
del Perú. Véase.
Guayabera. Cub. f. — Espe-
cie de camisa de hombre,
con bolsillos en la pechera
y en los costados, muy
adornada con pliegues y
lorzas de la misma tela, que
se usa sin chaqueta, y con
la falda por encima del
pantalón, al exterior. Es
prenda de vestir muy ge-
neralizada y típica del
campesino cubano. En una
crónica de un viajero por
Córdoba, hemos visto esta
palabra significando tam-
bién una prenda de vestir;
desconocemos si será la
misma. (Et. De "guayaba").
Guayabero, ra. Cub. subs.
y adj. — Dícese a la persona
muy aficionada a la guaya-
ba, fruta o dulce.
Guayabero, ra. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la persona
o población en cuya comar-
ca se produce abundante-
mente la fruta o el dulce
de guayaba.
Guayabero, ra. Amer. adj. —
fam. — Aplícase a la persona
embustera, cuando las men-
tiras carecen de mayor im-
portancia.
Guayabillo. Cub. m. — Árbol
indígena y silvestre pare-
cido al guayabo, de bonita
madera color amarillo jas-
peado, dura, y que admite
hermoso pulimento. Tam-
bién se llama pimiento ci-
marrón de arroyo. (Bot. F.
Mirtáceas; esp. Anamomis
guayabillo, Griseb.)
Guayabillo de costa. Cub.
m. — El árbol cuero de hojas
grandes. Véase.
Guayabita. Cub. f. — La fru-
ta del guay abito (1.a acep.).
Véase. También se dice
guayabita del pinar.
Guayabita. Cub. í. — Licor
compuesto con aguardiente
y zumo de la guayabita (1.a
acep.)," muy popular en Pi-
nar del Río.
Guayabita de! pinar. Cub.
i. — Lo mismo que guaya-
bita (1.a acep.).
Guayabito. Cub. m. — Arbus-
tillo como de un metro de
altura, que se desarrolla
GUAY
275
GUAT
principal y casi exclusiva-
mente en la región occiden-
tal de la Isla, de corteza
rosada, hojas pequeñas,
ovaladas, acuminadas, flo-
res blancas, fruto en figu-
ra de guayaba, así como el
sabor, pero tíe tamaño de
una cereza, con el pericar-
pio amarillo, del cual se
compone el licor llamado
guayabita (2.a acep.}, que
es el nombre del fruto.
Otros llaman a esta planta
guayabita del pinar, y gua-
yabita del pinar a su fruto.
(Bot. F. Mirtáceas; esp.
Psidium guayabita, Rich.)
Guayabito. Cub. epic. m. —
Dícese al ratoncito, que
apenas si se nombra así en
Cuba. (Zool. esp. Mus mus-
culus, Lin.)
Guayabito. Cub. m. — fig. y
fam. — Dícese al individuo
que vive de una mujer pú-
blica. Rufián o chulo.
Guayabito del pinar. Cub. m.
-Véase guayabito (1.a acep.)
Guayabo. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 254 del
Apéndice. Tiene en Cuba su
verdadera acep., y hay va-
rias especies de ese árbol
frutal que reciben adita-
mentos particulares.
Guayabo agrio. Cub. m. —
Árbol silvestre y cultiva-
do, especie del guayabo co-
mún, cuya fruta es muy
apreciada para conser-
vas. Su madera es la más
apreciable de los guayabos,
por su dureza, fino grano y
bonito color amarillo jas-
peado. (Bot. F. Mirtáceas;
esp. Psidium guayava, Rd.)
Guayabo blanco. Cub. m. —
Una variedad del guayabo
cotorrero, que la caracte-
riza su fruto de color blan-
cuzco, interiormente.
Guayabo cotorrero, Cub. m.
— Arbusto silvestre muy
abundante, de unos cuatro
metros, con hojas pareci-
das, y algo más chicas, al
guayabo del Peni, que flo-
rece dos veces en el año,
de fruto esférico con una
coronilla de color amari-
llo, así como la epidermis,
y pulpa rosada, muy esti-
mable para dulces, pastas,
etc.; suelen comerlo los
animales, especialmente las
cotorras, de donde toman
nombre, fruto y planta.
(Bot. F. M.; esp. Psidium
pomiferum).
Guayabo del Perú. Cub. m.
—Arbusto menos común
que las otras especies, de
hojas elípticas, puntiagu-
das, coriáceas, flores blan-
cas axilares, fruto, el de
mayor tamaño, en figura de
pera mediana, con pulpa
blanca, más escasa en semi-
llas que las otras y más
sabrosa, por lo que se des-
tina como postres. (Bot. F.
M.; esp. Psidium pirife-
rum.) Es de advertir que
la guayaba es, como el plá-
tano y la pina, una de das
frutas más abundantes y
populares de Cuba.
GUAY
276 —
GUAT
Guayacán. Cub. m. — vulg. —
La moneda de plata de cin-
co pesetas. Es sinónimo, en
el mismo popular lenguaje,
de tulipán, maraca, guayo,
disco, bolo y otros varios.
Tiene el uso americano
castellanizado para desig-
nar el árbol que describe
la R. A.
Guayacán blanco. Cub. m. —
Variedad del árbol "gua-
yacán" algo menos elevada,
de madera menos resisten-
te y no tan pesada.
Guayacán negro. Cub. m. —
Es el árbol descrito por la
R. A. en "guayaco", cono-
cido además, incluso en
Cuba, por "guayacán" y
"palo santo".
Guayecanabo. Cub. m.-antic.
— Véase guayacanal. (Et.
Voz caribe, según Zayas).
Guayacanal. Amer. m. — Lu-
gar donde abundan los ár-
boles llamados guayacanes.
La primitiva forma es gua-
yacanabo.
GusyaesncIElo. Cub. m. — Ar-
busto parecido en aspecto,
cualidades y usos al guaya-
cán, de menores proporcio-
nes, con foliólos oblicua-
mente lanceolados, elípticos
u obovales, puntiagudos u
obtusos, y fruto mucrona-
do. (Bot. F. Cigofileas; esp.
Guaiacum sanctum, Lin.)
Guayacancillo bobo. Cub. m.
— Arbusto silvestre pare-
cido al anterior, aunque
de diferente familia. Tam-
bién se llama guayamacillo.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Ateleia cubensis, Gris.)
Guayacancillo de costa. Cub.
m. — El arbusto más cono-
cido por rana macho. Véa-
se.
Guayacanclilo de loma. Cub.
m . — Véase rascabarriga
amarillo.
Guayacón. Cub. epic. m. —
El pececillo guajacón. Véa-
se.
Guayadura. Cub. f. — poco
uso. — Acción y efecto de
guayar. Véase.
Guayamancillo. Cub. m. —
Véase guayacancillo bobo.
Guayar. Cub. v. a. — Desme-
nuzar con el guayo alguna
cosa. En castellano, "ra-
llar".
Guayara. Cub. f . — Véase
guayaro. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Guayaro. Cub. va. — La plan-
ta más conocida por yu-
quilla de paredón. Otros
dicen con menos propiedad
guayara y guayaré. (Et.
A^oz caribe, Zayas).
Guayará. Cub. m. — Véase
guayaro. (Et. Voz caribe).
Guayo. Cub. m. — El utensilio
de cocina conocido en cas-
tellano por "rallo", cual-
quiera que sea su forma.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Guayo. Cub. m. — En algu-
nos lugares orientales, un
árbol de buena madera, que
produce un fruto colorado
o amarillo en tamaño de
aceituna.
Guayo. Cub. m. — El árbol
GUIO
277 —
GÜÍN
más conocido por roble-
guayo. Véase.
Guayo. Cub. m. — vulg. —
Dice así el vulgo a la mo-
neda de un duro, de plata,
y él sabrá por qué. Son si-
nónimos disco, rueda, ma-
raca, estrella, machete y
otros varios.
Güeldis (De). Cub. mod.
adv. — fam. — Lo mismo que
"de balde", o el cubanismo
de guagua: "Le gustan de
güeldis las cosas a cual-
quiera".
Guerra. Cub. f. — El juego de
billar conocido en castella-
no por "guerra de bolas",
que muy pocos dicen así en
Cuba. Tiene las acep. cast.
Guerra. Cub. f. — Juego de
monte en el que la banca
se transmite por turno en-
tre los jugadores.
Guerra americana. Cub. f. —
El juego de billar que se
conoce en castellano, se-
gún la R. A., por "guerra"
simplemente.
Guiabar. Cub. m. — Véase
guiabara. (Et. Voz caribe,
según Zayas).
Guiabara. Cub. f. — Árbol del
litoral, más conocido por
"uvero", su nombre ame-
ricano castellanizado. Otros
dicen, tal vez con menos
propiedad, guibar. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Güica. Cub. f.-Lo mismo que
"temor", "miedo": "Tie-
ne una güica que no se
aguanta en pie". (Et. Voz
caribe, Zayas).
¡Güigüí! Cub. inter j. — vulg.
— Grito de los muchachos
y los chuscos para mofar-
se de una persona.
Güije. Cub. m. — vulg. — Co-
rrupción, por metátesis, de
jigüe. Véase.
Guijo. Cub. m. — El eje de las
mazas o cilindros en les
trapiches de ingenio.
Guillado, da. Común, adj. —
Lo mismo que "chiflado"
en lenguaje familiar: "An-
tonio y Juana están gui-
llados el uno del otro";
"Anita me tiene guillado".
Guilladura. Común. f.-Equi-
vale a "chifladura". Ac-
ción y efecto de "guillarse"
(R. A.), y del cubanismo
guillar, de menos uso.
GuiUar. Cub. v. n. — fam. —
Lo mismo que "mentir"; su
mayor uso es en infinitivo.
Tiene la acep. en la forma
reflexiva que señala la R.
A., como sinónimo de "chi-
flarse".
Guillo. Cub. m. — fam. — Lo
mismo que "mentira", "en-
gaño sin importancia" : "Te
descubrí un guillo.''''
Güímba. Cub. f. — El árbol
más conocido por cirio.
Véase.
Güín. Amer. m. — El escapo,
con su penacho, que produ-
cen las diversas especies de
cañas. En Cuba, particular-
mente, se dice al de la caña
de güín. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Güín. Cub. m. — fam. — Tér-
mino de comparación, en el
güín
278
GUIK
sentido de delgadez : "Estoy
más flaco que un güin" ;
"se quedó como un güin'".
Guincho. Cub. epic. m. — Ave
de rapiña, especie de ga-
vilán, que vive en costas y
cayos, donde atrapa peces
para su alimento, de plu-
maje pardo obscuro por
encima y blanco en la nu-
ca, partes inferiores, pecho
y cabeza con estrías obs-
curas en los dos últimos,
cara de color azulado, así
como la base del pico, que
es negruzco hacia la punta,
iris amarillo, patas ceni-
cientas y garras negras. Es
la especie cubana mayor en
su género, que algunos su-
ponen de paso porque tam-
bién abunda en el conti-
nente. (Zool. F. Falconidoe;
esp. Paudion carolinensis,
Gme-1.)
Guinda. Cub. f. — Dícese al
declive o corriente en las
techumbres de casas rús-
ticas: "Una casa con mu-
cha o poca guinda"; "te-
jado con demasiada guin-
da".
Guinda. Cub. f. — Véase gro-
sellero de la Florida. Tiene
la acep. cast. como fruto
del guindo.
Guinea. Cub. f. — antic. —
Cierto lienzo burdo de al-
godón. Tiene el uso de la
R. A.
Guineo. Cub. m. — En la re-
gión oriental se ha genera-
lizado esta voz como si-
nónimo de "plátano" (fru-
ta^, sea cual fuere su es-
pecie, y no sólo la clase que
así acepta la R. A. Tiene
los usos cast.
Guineo, a. Cub. subs. y adj.
— fam. — poco uso. — En al-
gunas localidades, aplícase
a personas tontas, mente-
catas.
Guineo, a. Cub. adj. — Aplí-
case como aditamento a es-
pecies botánicas y zooló-
gicas, cual agrio, lombriz,
ñame, periquito, plátano,
yerba, etc.
Güinero, ra. Cub. subs. y adj.
— La persona nacida en
Güines.
Güinero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a cosas de esa pobla-
ción.
Güiquí. Cub. m. — antic. —
Véase árbol de la vida.
Güira. Amer. f. — fam. — Dí-
cese a la cabeza cuando se
quiere significar rudeza,
torpeza. Otros dicen güiro.
Como uso principal tiene
el castellanizado para de-
signar el árbol y su fruto
americanos, comúnmente
conocidos con ese nombre.
Güira cimarrona, Cub. f. —
Variedad medicinal del ár-
bol "güira", de menores
proporciones en todos los
órganos. De la pulpa, del
fruto mezclada con miel de
abeja se obtiene la miel de
güira, empleada con éxito
en la curación externa del
ganado. La decocción del
palo úsase para purgar a
las parturientas. Y, por úl-
GUIE
— 279
GUIE
timo, existe un jarabe que
lleva el nombre de la planta
güira cimarrona, que es un
acreditado medicamento
pectoral. También se llama
magüira y masgüira.
Güira cimarrona. Cub. f. —
El jarabe obtenido del ár-
bol de ese nombre. Véase.
Güira criolla. Cub. f. — Algu-
nos dicen así al árbol ame-
ricano llamado simplemen-
te "güira".
Güira macho. Cub. f. — Plan-
ta trepadora silvestre de
hojas opuestas, simples, en-
teras, coriáceas y flores de
color carmesí. (Bot. F. Big-
noniáceas; esp. Schlegelia
parasítico, Gris.)
Güira^o. Amer. m. — fam. —
Golpe ocasionado con el
fruto de la güira o con la
cabeza: "Se dio un güirazo
contra el dintel de la puer-
ta".
Güireño, ña. Cub. subs. y
adj. — La persona de Güira
de Melena.
Güireño, ña. Cub. adj. -Aplí-
case a cosas de esa pobla-
ción.
Gülrito. Cub. va. — Lo mismo
que güirito espinoso. Véa-
se.
Güirito de pasión. Cub. m. —
El fruto de la pasionaria,
que suelen comer los mu-
chachos.
Güirito espinoso. Cub. m. —
Pequeño arbusto de jar-
dín, parecido a la beren-
jena, con el tallo y las ve-
nas de las hojas espinosos,
flores azules, fruto en figu-
ra de pera pequeña, termi-
nado en una punta pareci-
da a un pezón, de color
amarillo, con virtudes con-
tra el asma. También se
dice simplemente güirito.
(Bot. F. Solanáceas; esp.
Solanum mammosum, Lin.)
Güiro. Cub. m. — Bejuco ras-
trero con los tallos a modo
de la calabacera, con el
fruto de su nombre y lla-
mado también güiro macho,
de figura ovoide, grande,
con la cascara tan dura,
que. después de seco y va-
ciado, se destina como va-
sija para transportar agua
entre los campesinos; pro-
duce flor blanca y emite
mal olor. El fruto, después
de habilitado para el ser-
vicio doméstico, también se
llama bangaño y algo to-
tuma. Véanse las frases
20-a y 142-a del Apéndice.
(Bot. F. Cucurbitáceas).
(Et. Voz caribe, Zayas).
Güiro. Cub. m. — El instru-
mento musical hecho con
el güiro amargo, o sea el
fruto del güiro cimarrón.
También se llama calaba-
zo. Véase.
Güiro. Cub. m. — fam. — Algu-
nos dicen así a la cabeza de
persona, en lugar de güi-
ra (1.a acep.) Véase.
Güiro amargo. Cub. m. — Así
dicen algunos al fruto
güiro del güiro cimarrón.
Véase.
Güiro cimarrón. Cub. m. —
GUIS
280 —
GUIZ
Enredadera cultivada, ras-
trera, parecida al güiro (1.a
acep.), de flor amarilla y
fruto semejante a un cuer-
no de res, mucho más grue-
so y algo más largo, de
punta roma, color pajizo,
con el que se hace el ins-
trumento musical llamado
güiro (2.a acep.) y calabazo.
Véase esta voz. Al fruto le
dicen algunos güiro amar-
go y en desuso gujey y
guajey.
Güiro macho. Cub. m. — De-
nominación que dan algu-
nos al fruto del güiro (1.a
acep.).
Guisasal. Cub. m. — Corrup-
ción generalizada de gui-
zazal. Véase.
Guisasillo. Cub. m. — Pala-
bra corrompida, hasta por
los extranjeros que pro-
nuncian bien la z y la c.
Es la planta descrita por la
R. A. en "guizacillo".
Guisaso. Cub. m. — Corrup-
ción generalísima de la
voz guizazo, que es el cu-
banismo aceptado por la
R. A.
Guiso. Cub. m. — En la re-
gión vueltabajera, se dice,
por antonomasia, a una es-
pecie de potaje hecho con
granos tiernos de maíz.
Conserva el verdadero uso
castellano.
Güisqui. Amer. m. — Cierto
licor fuerte de proceden-
cia norteamericana. ( E t .
Anglicismo, formado de
whiskey.j
Güite. Cub. m. — Dícese a
cierta mancha amarilla que
suele salir en el rostro.
También se dice güito. (Et.
Del inglés white, lo cual es
un doble contrasentido : de
gramática, porque se con-
vierte un adjetivo en subs-
tantivo, y de lógica, puesto
que white en inglés no es
amarillo, sino blanco).
Güito. Cub. m. — Véase güite.
Guizazal. Cub. m. — Lugar
donde abunda el guizazo.
Véase. Si guizazo está acep-
tada por la R. A., nada más
justo que también lo estu-
viera su derivada guizazal.
*Guizazo. Cub. m. — Planta
que la R. A. hace sinónima
do la "pata de gallo" en
castellano. Lo cierto es que
en Cuba reciben este nom-
bre varias yerbas de dis-
tintas familias, de las que
algunas toman aditamen-
tos. Las cualidades son en
todas parecidas : abundan
en terrenos yermos, produ-
cen unos frutos espinosos,
más o menos esféricos, que
se adhieren a la ropa y los
zapatos al caminar por en-
tre esas plantas, que come
el ganado antes de que flo-
rezcan. Algunas son medi-
cinales. (Et. Voz caribe).
Guizazo. Cub. m. — El fruto
de las plantas llamadas
guizazos. Véanse.
Guizazo bobo. Cub. m. —
(Bot. F. Tiliáceas; esp.
Triumfetta grosu lárice folia,
A. Rich.)
GURRU
281
GUST
Guizazo bravo. Cub. m. —
(Bot. F. Gramíneas; esp.
Cenchrus destichophyllus,
Griseb.)
Guizazo de cabaHo. Cub. m.
— Tipo, acaso el más abun-
dante, cuyo fruto alcanza
hasta una pulgada. (Bot. F.
Compuestas; esp. Xanthium
strumarium, Lin.)
Guizazo de cochino. Cub. m.
— Uno de los tipos más
elevados del guizazo. (Bot.
F. Tiliáceas; esp. Trium-
fetta rhomboidea.)
Gujey. Cub. m. — antic. — Pri-
mitivo nombre del güiro que
produce el güiro cimarrón.
Véase. (Et. Voz caribe).
Gumarraeho. Cub. m. — des-
usada. — El señor Pichardo
reputa esta voz como si-
nónima de "mamarracho";
nunca la hemos oído, y en
todo caso será una vulga-
rísima corrupción.
Gurupela. Cub. i. — Corrup-
ción de grupela. Véase.
Gurrumina. Cub. f. — Dícese a
una cosa de insignificante
valor o escaso tamaño. (Es-
ta voz parece oriunda de
Asturias).
Gurrupear. Cub. v. n. — Des-
empeñar el papel de gurru-
pié. Véase. (Galicismo).
Gurruplé. Cub. m. — El auxi-
liar del banquero en el
juego de monte y otros.
(En Cuba, casi nadie dice
gurupié como en otros lu-
gares de América y en Es-
paña). (Et. Del francés
croupier.
Gusano blanco. Cub. m. —
El que se forma en los
troncos podridos de los ár-
boles, etc., que alcanza has-
ta un decímetro, y es muy
blanco.
Gusano de la tierra. Cub.
m. — En algunos lugares, la
lombriz que se desarrolla
en los sitios húmedos.
Gusano meón. Cub. m. — El
mancaperro, en algunas co-
marcas. Véase.
Gusto cubano. Cub. m. — La
erupción de la piel conoci-
da por "salpullido".
HABA
— 282 —
HALA
Haba. Cub. ni. — Así escriben
algunos en lugar de aba.
Véase.
* Habanera. Cub. f. — "Danza
propia de la Habana que
se ha generalizado". (R. A.)
'Habanera. Cub. f. — "Músi-
ca de esta danza". (R. A.)
* Habanero, ra. Cub. subs. y
adj. — La persona natural
de la Habana.
* Habanero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a cosas pertene-
cientes a la Habana. En al-
gunos casos se dice haba-
no, na.
* Habano. Cub. m. — "Cigarro
puro elaborado en la isla
de Cuba, con hoja de la
planta de aquel país". (R.
A.). Es de advertir que el
uso de esta voz está mu-
chísimo más generalizado
fuera de Cuba.
* Habano, na. Cub. adj.- "Per-
teneciente a la Habana y
por extensión a la isla de
Cuba. Dícese más especial-
mente del tabaco" (R. A.).
Habato, ta. Cub. adj. — an-
tic. — Aplícase a la persona
torpe y grosera. Por co-
rrupción de la h en ;, más
se dice hoy jabato, ta.
Hablilla. Cub. i. — antic. — Hoy
jabilla, la voz generalizada
por corrupción de la h. Es
el árbol más conocido por
salvadera. Véase.
Habiya. Cub. i. — antic. — Pri-
mitivo nombre de la sal-
vadera. Véase.
Hacendado. Cub. m.-En Cu-
ba significa solamente, por
antonomasia, el dueño de
un ingenio azucarero. Es
de notar que "hacienda",
aunque con escaso uso,
tiene la legítima acepción
castellana.
Hachudo. Cub. epic. m. —
Pequeño pez, especie de
sardina. (Zool. F. Clupei-
da?; esp. Engraulis rpro~
ductus, Poey).
Hachuela. Cub. epic. f. — En
algunos lugares, el pájaro
totí (véase), por la figura
de su cola. Conserva el sig-
nificado cast.
Halarse. Cub. v. reí. — antic.
— Por haberse corrompido
la h en j, hoy nadie dice
sino jalarse. Véase.
HAEI
283 —
HENI
Amer. m. — fam. — La
acción de halar o tirar de
algo con violencia: "Rom-
per una cuerda de dos ha-
lones". El pueblo ha co-
rrompido la h, y dice jalón
y jalar.
Hamaquear, se. Amer. v. a.
y ref.-Producir movimien-
to de vaivén a una cosa,
como el que se puede im-
primir lateralmente a una
hamaca, de donde proviene
la voz. En lenguaje figu-
rado, se dice jamaquear,
que tiene origen en la co-
rrupción popular de la h
en j.
Hamaqueo. Amer. m. — La
acción y el efecto de ha-
maquear, se. Véase.
Hamo» Cub. m. — desusada. —
Especie de red de manga,
rematada en punta, y con
un aro en ia boca. Se dice
también jamo, por corrup-
ción de la h.
Harina» Cub. f. — fam. — Sig-
nifica "dinero" en abstrac-
to: "Fulano es hombre de
harina"... que para un cas-
tellano probablemente sig-
nificaría: hecho de engru-
do. ¿Provendrá el uso de
esta voz de aquel refrán
castellano que dice: "don-
de no hay harina, todo es
mohína?" Tiene las acep.
cast.
Harina bruta. Cub. f. — fam.
Equivale a dinero acuñado,
harina en metálico: "Juan
tiene mucha harina bru-
ta'1''; "pago con harina bru-
ta, y no con giros".
Hatero. Cub. m. — El indivi-
duo que posee o cuida un
hato. Generalmente se dice
montero, cuide o posea mu-
chos o pocos animales.
Hatillo. Cub. m.-El árbol más
conocido por caobilla de
sabana. Véase.
Hato. Cub. m. — antic. -Gran-
de extensión circular o po-
ligonal de terreno, desti-
nada a la cría de ganado.
Tiene las dos acep. cast.
principales en lenguaje
natural y figurado.
Hayabacaná. Cub. m. — an-
tic.— El árbol que, por co-
rrupción de la h, se co-
noce hoy por jayabacaná.
Véase.
Helécho. Cub. m. — Además
de recibir este nombro to-
das las plantas de jardín de
las Filicíneas, hay otras es-
pecies arbóreas de las Cia-
teáceas, algunas de Jas cua-
les reeiben aditamentos
particulares, como son el
espinoso, gigante, acuático,
hembra, real, lustroso, etc.
Heniquén. Cub. m. — Así di-
cen algunos en lugar del
americanismo castellaniza-
do "henequén", la voz más
usada en Cuba por los que
bien hablan, y en vez de
jeniquén, corrupción no
muy extendida fuera de al-
gunos campesinos, y que
sin embargo recoge la R. A.
entre los cubanismos por
HIERK
284 —
HIGO
ella incluidos en el caste-
llano.
Hércules. Cub. m. — Véase
altea.
Hicacal. Amer. m. — antic. —
Véase icacal.
Hicaco. Amer. m. — antic. —
El arbusto "icaco" que
describe la R. A. como ori-
ginario de las Antillas. Al-
gunos campesinos dicen ji-
caco.
Hicadura. Cub. f. — El con-
junto de hicos (cuerdas)
que sostienen la hamaca.
También se dice jicadura,
por corrupción.
Hicaquillo. Cub. m. — antic.
Véase icaquillo.
Hico. Amer. m. — Cada uno
de los cordeles que sostie-
nen una hamaca en el aire.
Algunos dicen jico, por co-
rrupción. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Hicotea. Cub. epic. f. — antic.
— Véase jicotea.
"Hierba de limón. Cub. f. —
Véase con y griega, que así
están catalogadas todas las
hierbas.
Hierro. Cub. m. — Cada vez
que se surca la tierra con
el arado en la misma di-
dección, es un hierro; así,
pues, un terrera» tiene tan-
tos hierros como veces se
haya arado. Tiene las prin-
cipales acep. cast.
Hierro. Cub. m. — Por anto-
nomasia, el que se destina
incandescente para señalar
el ganado en la piel. Véase
el refrán 34-b del Apéndice.
Hierro. Cub. m. — Reciben es-
te nombre común, con adi-
tamentos particulares, al-
gunos arbustos que sólo se
destinan para leña. Son de
distintas familias botáni-
cas.
Hierro. Cub. m. — fam. — Dí-
cese a la moneda de un cen-
tavo; "Tengo diez hierros".
El modismo más popular
es kilo.
Hierro de costa. Cub. m. —
Arbusto que se desarrolla
en el litoral. (Bot. F. Bo-
rragíneas; esp. Cordia
erythrococea, Gris.)
Hierro del pinar. Cub. m. —
Tipo que se desarrolla en
terrenos áridos. (Bot, F.
Melastomáceas; esp. Pa-
chyanthus cubensis, A.
Rich.)
Hierro de sabana. Cub. m. —
Indicado en su nombre.
(Bot. F. Borragíneas; esp.
Bourreria virgata, G. Dou.l-
Hierro peludo. Cub. m. —
(Bot, F. Bor.; esp. B. to-
mentosa, G. Dou.)
Higadillo. Amer. m. — Cierta
enfermedad de las aves,
particularmente de las do-
mésticas, causada por aglo-
meración de sangre en el
hígado, y la cual, según
Pichardo, se cura cortando
la extremidad de uno o dos
dedos.
Higón. Cub. m. — Algunos di-
cen así al árbol americano,
descrito por la R. A. con el
nombre de "higuerón", que
también se dice en Cuba.
HOJA
— 285
HORA
Higuana. Cub. epic. f. — Al-
gunos escriben con h esta
voz, en lugar de "iguana",
que es como acepta la R. A.
el nombre de este lagarto
americano que también vi-
ve en Cuba.
Hincada. Cub. f. — Igual que
"hincadura", acción y efec-
to de hincar o hincarse, en
el sentido de lastimarse con
una aguja, clavo u otro ob-
jeto punzante, único uso
que tiene en Cuba.
Hineonazo. Cub. m. — fam.—-
Aumentativo de hincad,**-
Hinojo. Cub. m. — Planta sil-
vestre que recibe este nom-
bre por la semejanza con
el verdadero hinojo, que
describe la R. A., cultivado
también en Cuba, y lla-
mado así o hinojo común
para evitar confusiones. El
tipo cubano carece de im-
portancia. (Bot. F. Com-
puestas; e s p . Baccharis
scoparioides, Griseb.)
Hinojo común. Cub. m. -Véa-
se hinojo.
Hinojo de sabana. Cub. m. —
Especie parecida al hinojo.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Eupatorium foeniculaceum,
Willd.)
Hoja bruja. Cub. f. — Véase
víbora.
Hoja menuda. Cub. f. — Ár-
bol que se desarrolla en el
litoral, de madera muy fi-
brosa, flexible y resistente,
de color violáceo obscuro,
empleada en carpintería
rural. (Bot. F. Mirtáceas;
gen., Eugenia).
Hojalatería. Común, f.— Arte
de hacer objetos de hoja-
lata: "Muy entendido en
hojalatería ". Tiene las
acep. de la R. A.
Hojaldre. Cub. m. — En algu-
nos lugares dicen así al pan
hecho con harina de trigo,
mezclada con manteca, hue-
vo y azúcar, que presenta
una miga esponjosa y blan-
ca. Tiene el legítimo uso
castellano, en la mayor
parte de la Isla.
Hojuela. Cub. f. — Dícese en
algunos lugares al hojaldre
verdadero. Tiene los usos
castellanos.
Holán. Común, m. — Tejido de
algodón o lino, del que hay
diversidad de clases, en
blanco y estampado. En
Cuba generalmente se es-
cribe sin h : olán. (Et. De
"holanda", o quizá del
francés hollande).
Holancína. Cub. f. — Tela de
algodón y rara vez de lino,
ligera, casi transparente y
regularmente estampada,
que se usa para vestidos
de mujer. Generalmente se
escribe "olancina".
Hoüguinero, ra. Cub. subs. y
adj.-La persona natural de
Holguín.
Holguinero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a las cosas per-
tenecientes a esa población.
Hora. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 48-a del Apéndice.
Tiene las acep. cast.
HORM
286
HOUT
Horcón. Amer. va. — Dícese a
todo madero que en posi-
ción vertical, en las casas
rústicas de tabla, sirve a
modo de columna para sos-
tener vigas o aleros de te-
jado.
Hosxonadura. Cub. f. — Un
conjunto de horcones. Véa-
se.
Hormona. Común, f. — El es-
tablecimiento donde se ha-
cen o venden hormas de
zapatos.
Hormiga boticaria. Cub.
epic. f. — Especie de tama-
ño pequeño, blanca hacia la
parte inferior del cuerpo,
y de color de tabaco lo res-
tante; despide un olor des-
agradable de cloroformo.
En algunos lugares orien-
tales de la Isla la llaman
santanica. Es de advertir
que hay en Cuba varias es-
pecies de hormigas conoci-
das únicamente con este
nombre genérico, y otras
que tienen nombres parti-
culares, como la bibijagua,
además de las que aquí se
describen con aditamentos.
Hormiga brava. Cub. epic. f.
— Tipo muy dañino a las
plantas, y que ataca tam-
bién a las personas, con
muy agudas picadas.
Hormiga cabezona. Cub.
epic. f. — Dícese a ciertas
especies de hormigas no
acabadas de formar. -
Hormiga de a!a. Cub. épic. f.
—Especie algo mayor que
la conocida por soplillo y
semejante. Además toman
este nombre las hormigas
aladas de la especie que
fueren.
Hormiga de ponzoña. Cub.
epic. f. — Especie que des-
pués de decapitada vive de
dos a tres días, y causa
agudas picadas, no dañinas.
Hormiga leona. -Ci^b. epic. f.
— Parece ser, a juzgar por
la semejanza de costum-
bres, la "hormiga león" de
la R. A.
Hormiga loca. Cub. epic. f.
— Especie que fué traída de
Francia, con el propósito
de que exterminara a la
hormiga conocida por bibi-
jagua, y ha resultado un
enemigo más de las plan-
tas, y también de las per-
sonas. Véase bibijagua.
Horqueta (En). Cub. mod.
adv. — Sistema de cortar las
hojas de tabaco, que con-
siste en separarlas del
tronco de dos en dos con el
trozo de tallo que las una.
También se dice mancuer-
na, que es el cubanismo
aceptado por la R. A.
Horqueta de camino. Cub. i.
— El punto donde un cami-
no se divide en dos, a dere-
cha e izquierda.
Horro, rra. Cub. adj. — Aplí-
case al tabaco o cigarro
puro mal ardedor, a causa
de su mala calidad o defi-
ciente elaboración. También
se dice jorro, rra, su co-
rrupción.
Hortelano del arroz. Cub.
HUAC
287
HÜEV
epic. m. — Algunos dicen así
al ave ogrípeno. Véase.
Hortensia. Cub. f. — Además
de aplicarse este nombre a
la planta de jardín, oriun-
da del Japón, que explica
el Dic. de la R. A., dan al-
gunos esta denominación a
la planta más conocida por
müflores. Véase.
Hospitalariamente. Común.
a d v . — Con hospitalidad :
"Tratar hospitalariamente
a. los extranjeros, es de
gente noble y caballeresca".
Hoyador. Cub. m. — Instru-
mento perforante de hie-
rro o madera, que se utili-
za para sembrar por medio
de hoyos abiertos en la tie-
rra.
Hoyar. Cub. v. a. — Abrir en
la tierra hoyos con el ho-
yador, para preparar cier-
tos plantíos, como de cafe-
tos, por ejemplo.
Hoyltos. Cub. m. pl. — Juego
de niños que practican en
tres hoyos que abren en el
suelo, con unas bolitas de
cristal u otra materia. En
algunos lugares se dice bo-
lihoyo.
Huacal. Amer. m. — En Cuba
más se pronuncia guacal,
(véase), aunque parezca
más correcto el uso de la
h, y en el lenguaje escrito
así es más generalmente
usada.
Huaco. Cub. m. -Muchas per-
sonas escriben así en vez de
guaco (véase), que es como
se dice generalmente.
Huano. Cub. m. — Así escriben
por exceso de refinamiento
algunas personas en vez de
guano.
Huesero, ra. Cub. adj. — fam.
— desusada. — En son de
burla, se dice en las gran-
des poblaciones a la gente
de los suburbios.
Huesillo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de madera amarilla
pardusca, dura, compacta,
de grano fino. También se
conoce por hueso de costa.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Miroxylon hceferiodes, Kr.)
Hueso. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que alcanza unos
diez metros, de hojas ama-
rillentas, fruto también
amarillo, pequeño, y do
buena madera blanca. (Bot.
F. Euforbiáceas; esp. Dry-
petes incurva, Mili.)
Hueso de costa. Cub. m. —
Dícese al árbol huesillo.
Véase.
Hueso de costa. Cub. m. —
También toma este nombre
otro árbol de madera bue-
na, dura, compacta y fina,
que se desarrolla en el li-
toral. (Bot. F. Bixáceas;
tribu Flacurcieas ; esp. Xy-
losma rdtidium, A. Gray.)
Hueso espinoso. Cub. m. —
Otra especie parecida, pero
con espinas. (Bot. F. B; ti\
Fl.; esp. X. infestum, Gris.)
Huevo (De a). Cub. mod.
adv. — Dícese para signifi-
car la escasa importancia
de alfjo: "Un traje de a
HÜÍD
288
HUYU
huevo". Véanse las frases
150 y 213 del Apéndice.
Huevo de galio. Cub. m. —
Arbusto silvestre de tierras
rocosas, madera dura, tan
sumamente vidriosa, que
basta sacudirlo para que
se quiebre; de hojas ver-
des azuladas por encima y
pálidas por debajo, puntia-
gudas, elípticas, con bordes
ondeados, flores pequeñas
pentapétalas, blancas. Toda
la planta contiene un látex
lechoso y cáustico, eficaz
contra las hemorragias.
También se llama pegojo
lechoso y palo lechoso. (Bot.
F. Apocináceas; esp. Ta-
berncemontana laurifolia).
Huevo de tortuga. Cub. m.
— Según el Dr. Gundlach,
citado por Pichardo, "en
la costa de Manzanillo y
Cabo Cruz nombran así a
tres variedades de un ár-
bol de madera muy buena
y dura".
Huevo mal parido. Cub. m.
— Dicen así en algunos lu-
gares al huevo abortado,
de cascara reblandecida.
En otros dicen huevo mo-
vido.
Huevo movido. Cub. m. —
Véase huevo mal parido.
Huido, da. Común, subs. y
adj. — Equivale a "fugiti-
vo", "fuga": "La huida de
los prisioneros fracasó";
"los presos huidos han
vuelto a ingresar en la cár-
cel".
Humatán. Cub. m. — antic. —
Véase jumatán.
Humo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de madera resisten-
te, dura, compacta y bue-
na. También se llama hu-
mo espinoso. (Bot. F. Le-
guminosas; esp. Pitheco-
lobium tortum, Mart.) Tie-
ne las acep. cast.
Humo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre parecido al anterior,
aunque de familia distin-
ta, que también se conoce
por chivo (3.a acep.), y to-
meguín (3.a acep.). (Bot. F.
Rutáceas; esp. Xanthoxy-
lum stenopterum, Wrigh.).
Humo de sabana. Cub. m.-^—
El árbol más conocido por
cenizo. Véase.
Humo espinoso. Cub. m. — El
árbol humo (1.a acep.) Véa-
se.
Hurtacuerpo. Cub. m. — des-
usada.— Movimiento brusco
de menosprecio que se hace
cuando se encuentra una
persona enemiga. Esto es lo
que se desprende de lo que
Pichardo explica en su
obra. Nosotros nunca lo he-
mos oído. Al parecer, otros
dicen jurtacuerpo y justa-
cuerpo.
Huyuyo. Cub. epic. m. — an-
tic.-Véase juyuyo, corrup-
ción generalizada.
Huyuyo, ya. Cub. adj. — an-
tic—Véase juyuyo, ya.
ICAC
JGUA
Ibica. Cub. f. — La pieza de
hierro dulce que se pone en
la parte superior de la
manga, en los ejes de ma-
dera de algunos vehículos.
(Et. Corrupción de "cibi-
ca").
Icacal. Amer. m. — Lugar po-
blado de icacos. Algunos
escriben hicacal incorrec-
tamente.
Icaco de aura. Cub. m. — Una
especie del arbusto ameri-
cano "icaco" que describe
la R. A., de madera dura,
compacta, pesada, de color
blanco agrisado, que se des-
tina para cercas; produce
un fruto aplastado, negro
y algo velludo, y desarró-
llase en lugares húmedos.
También se llama icaco
peludo e icaco prieto, y me-
nos generalmente, ciguapa,
palo mulato y teta de ye-
gua. Algunos escriben in-
correctamente hicaco. (Bot.
F. Rosáceas; esp. Hirtella
mollicoma).
Icaco peludo. Cub. m. — Lo
mismo que icaco de aura.
Véase.
Icaco prieto. Cub. m. — El
icaco de aura. Véase.
Icaquillo. Cub. m.-Una plan-
ta cultivada. Carece de in-
terés. Algunos escriben in-
correctamente esta voz con
h. (Bot. F. Rosáceas; esp.
Sicania icania, Aubl.)
Icaqulllo. Cub. m. — Arbusto
silvestre de madera dura,
compacta, muy pesada, de
color castaño obscuro.
£ caquiSlo de Las Pozas. Cub.
m. — Pequeño árbol silves-
tre, de hojas oblongas, en-
teras, y flores en panículas.
(Bot. F. Clusidceas; esp.
Quina tenatiflora, Wrigh.)
Idos. Común, f. — Dícese en
vez de " recuerdo " en casos
como éste: "No tengo idea
de haber visto ese drama".
Identificación. Común, f. —
Acción y efecto de iden-
tificar: "No fué posible la
identificación del cadáver".'
Iguana. Cub. epic. f. — Ade-
más del reptil conocido co-
múnmente por "iguana",
hay en Cuba otro lagarto
semejante, llamado así,
también iguana, de los fo-
19
INOI
290 —
INCO
sos y con más frecuencia
caguayo. Véase.
Iguana de los foscas. Cub.
epic. f. — Véase iguana.
Iguaniia. Cub. f. — Véase ma-
buja.
Ilimitadamente. Común, adv.
— Sin limitación: "Te quie-
ro ilimitadamente".
Ilusión. Cub. f. — vulg. — En-
tre alguna gente rústica es
corrupción de "alusión".
Tiene los usos castellanos
correctos.
Ilusionar, se. Común, v. a.
y ref. — Producir ilusión,
entusiasmarse: "Ilusioné a
los niños con regalarles ju-
guetes"; "me ilusioné de-
masiado en mi empresa, y
de ahí provino el fracaso";
"Don Juan se ilusionó con
hundirme de dos plumazos
en la polémica".
Imperial. Cub. va. — Una vi-
tola de cigarro puro o ta-
baco de buen tamaño y es-
cogida calidad. Tiene las
acep. cast.
Impremeditadamente,, Co-
mún, adv. — Con impre-
meditación, sin premedi-
tar: "Los impulsivos sue-
len hacer las cosas impre-
meditadamente'".
Impremeditado, da. Común.
adj. — Aplícase a lo que no
se ha premeditado: "Un
crimen impremeditado" .
Improvisadamente. Común.
adv. — Con improvisación :
"Nada debe hacerse impro-
visadamente'".
Incienso. Cub. m. — Planta
herbácea, cultivada con es-
timación en los jardines,
como medicinal, y por su
olor al verdadero incienso,
de lo que toma nombre.
Tiene las hojas compuestas
de foliólos multilobados, fi-
nos, algo azulinos con visos
plateados, tomentosos, y
flores en cabezuelas. Se
hacen con esta planta va-
rios remedios domésticos
en maceración con alcohol.
(Bot. F. Compuestas; esj).
Artemisia abrotanum, Lin.)
Tiene el uso principal cast.
Incienso. Cub. m. — En al-
gunos lugares, la cuaba de
costa. Véase.
Incienso ajenjo, Cub. m. —
Es el ajenjo común que se
cultiva en algunos jardines.
Incienso de playa. Cub. m. —
Arbusto del litoral, con los
órganos tomentosos y sedo-
sos, en cuyos tallos están
colocadas con simetría las
hojas, que son espatuladas,
obtusas, irregulares, rema-
tadas en el ápice con tres
Conchitas, flores en espi-
gas cortas que forman co-
rimbo, blancas y velludas
en el tubo de la corola.
También se llama alhuce-
ma de costa y balsamillo, y
menos generalmente, in-
cienso marino. (Bot. F. Bo-
rragíneas; esp. Tournefor-
tia guaphalodes, R. Br.)
Incienso marino. Cub. m. —
Lo mismo que incienso de
playa. Véase.
Inconstitucionalmente. Co-
INPI
291
INMO
mún. adv. — Contra lo que
prescribe la Constitución
de un país: "Eso se ha de-
cretado inconstitucional-
mente".
Incontestablemente» Común.
adv.- — De manera incontes-
table: "Una cosa incontes-
tablemente acatada4'.
indigestarse. Común, v. ref.
— Padecer indigestión: "El
niño se indigestó con dul-
ces". Es cosa inexplicable
que la R. A. no haya reco-
gido este verbo.
Indigestarse. Común, y. ref.
— fig. y fam. — Metafórica-
mente se indigesta el que
no comprende o no digiere
ciertas lecturas: "Juan se
indigestó con lecturas anar-
quistas, y da gusto oírle
disparatar".
Indio. Cub. adj. — Aplícase al
gallo de pelea de plumaje
colorado obscuro y el pe-
cho negro. También sirve
de aditamento a ciertas es-
pecies botánicas. Véase la
frase 87 del Apéndice.
Indomia. Cub. f. — vulg. —
poco uso. — Entre gente
campesina significa nove-
dad, modernismo: "A mí
que no me vengan con in-
domias", porque no hay
más verdades que las lega-
, das por nuestcos padres",
dice un campesino.
Infiernito. Cub. m. — Cono o
pirámide de pólvora hu-
medecida, que los mucha-
chos queman como si fue-
ra una luz de bengala, y
produce luz blanca. Algu-
nos dicen mosquito.
Infierno. Cub. m. — Cierto
juego de naipes, entre va-
rios jugadores, que más
- bien es de pasatiempo.
Infundio. Común, m. — Lo
mismo que "patraña",
"embeleco", "embuste":
"La personalidad de Fula-
no está rodeada de infun-
dios'".
Ingenio. Amer. m. — En Cuba
nadie dice "ingenio de azú-
car", cual acepta la R. A.,
sino simplemente ingenio,
a la fábrica de azúcar. Tie-
ne el principal uso caste-
llano.
Inglés. Común, m. — fig. y
fam. — Dícese festivamente
al acreedor: "Le apuraron
los ingleses demasiado, y se
marchó del pueblo sin pa-
gar a ninguno".
Inglés, sa. Común, adj. —
Aplícase como sobrenombre
a gallo, gallina, pato, etc.
Véanse las frases 232 y 233
del Apéndice.
¡ngüento. Amer. m. — vulg. —
Corrupción, entre gente
rústica, de "ungüento".
Injundia. Amer. f. — vulg. —
Corrupción vulgar de "en-
jundia".
Injuriado. Cub. subs. y adj.
— Tabaco en ra-ma de la
clase inferior. Tiene los
usos cast.
Inmortal. Cub. f. — La planta
conocida en España y otros
puntos de América por
IPBC
— 292 —
"dondiego" y "dondiego de
noche", incluso en Cuba.
Interior. Cub. m. — Dícese en
la Habana al resto de la
Isla, sin exclusión de las
poblaciones del litoral, y
únicamente en éstas dan
buen uso a ese vocablo en
igual sentido. Tiene los
usos castellanos.
Interviú. Común, f.— Parece
mentira que haya tomado
tan hondas raíces este an-
glicismo innecesario en
nuestro idioma, cuando po-
dríamos substituirlo, se-
gún los casos, con una bue-
na mozada de voces casti-
zas, entre las que sobre-
salen "entrevista", "visi-
ta", "consulta", "conver-
sación", "diálogo", y, en
lenguaje familiar, "charla",
"plática", etc. Y es de ad-
vertir que muchos, por
dárselas de que conocen el
inglés, o para que se vea
que lo saben, escriben in-
terview, como si hubieran
nacido en la misma Ingla-
terra.
interviuvar. Común, v. a. —
Lo mismo que "entrevis-
tarse", "consultar". Véase
interviú. (Et. Anglicismo).
Ipecacuana cimarrona. Cub.
f. — Planta silvestre medi-
cinal. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. Cephaelis muscosa,
D. G.)
Ipecacuana de Mélico, Cub.
f. — Planta exótica, también
medicinal. (Bot. F. Violá-
ceas; esp. Jonidium stric-
tum, Benth.)
Ssabeüita. Cub. epic. f. — Pez
de muy rara figura: un
óvalo terminado en punta
a un extremo, por su cabe-
za a modo de hocico, y al
opuesto, la cola con dos
hendiduras laterales. El
cuerpo es aplastado, y lu-
ce hermosos colores, varia-
dos desde el azul al ama-
rillo en listas; tiene la boca
muy pequeña y protráctil,
con dientes velutinos, ojos
negros con un cerco ama-
rillento, muy cerca del ho-
cico. (Bot. F. Chcetodonti-
dce; esp. Angelichthys cilia-
ris, Lin.)
IsSeño, ña. Cub. subs. y adj.
La persona natural de las
islas Canarias. No tiene
otro uso en la Isla.
Isleño, ña. Cub. adj. — Aplí-
case a cosas de las islas
Canarias.
Itabo. Cub. m. — Especie de
laguna con agua transpa-
rente, por lo regular con
manantiales en el fondo.
Cuando no reúne estas cir-
cunstancias o presenta muy
turbia el agua, se llama
babiney." Véase. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Itamo. Cub. m. — Pianta sil-
vestre de tallo y ramas de
color verde obscuro, que
emiten al quebrarlos un
líquido eficaz para las eva-
cuaciones intestinales y es-
tomacales; las hojas son
alternas, opuestas, termi-
ÍTAM
293 -
ÍTAM
nadas en punta, gruesas y
aquilladas, que, si se mas-
tican, son buen remedio
para las afecciones de la
garganta, y cocidas, para
las del pecho; las flores, de
color rojo y amarillo, for-
man grupos, y por su con-
figuración semiglobosa, se-
mejan el cuerpo de un
pájaro, por lo que también
se llama a esta planta pa-
lomilla colorada, y gallito
colorado; otros dicen ítamo
real. Hay otras especies,
(Bot. F. Euforbiáceas; esp.
Euv)h orbia tithimaloides) .
(Et. Corrupción de "dícta-
mo"; no es el díctamo de
España).
Rareio real. Cub. m. — Véase
ítamo.
JABA
294
JABÍ
Jaba. Cub. f. — Especie de
cesta cuya mayor dimen-
sión es la altura, hecha de
junco, soga y más frecuen-
temente de yagua; no tiene
asas y la tapa cierra en-
cajando en la boca de la
cesta. Un cordel o junco o
tira de yagua con tas ex-
tremidades sujetas al cuer-
po de la cesta, pasa por
sobre la tapa a manera de
asa. La jaba se destina
para conducir las vituallas
compradas en la plaza o
mercado a las casas. Véan-
se las frases 107, 172, 173,
191 y 199 del Apéndice.
(Et. "Voz caribe, Zayas).
Jabado, da. Amer. adj. — Dí-
cese a lo que está matizado
de varios colores con cier-
ta simetría, cualidad que
diferencia esta voz de gua-
riado, da. Su principal
aplicación es a las aves.
(Et. De habado, da).
Jabanés, sa. Cub. subs. y
adj.-antic. — Así decían al-
gunos antiguamente en vez
de habanero, ra.
Jabato, ta. Cub. adj. — Aplí-
case a la persona torpe,
ruda, grosera. (Et. De ha-
bato, ta).
Jabiüa. Cub. í. — Enredadera
de hojas subacorazonadas,
redondeadas, y flores dioi-
cas: las masculinas, de co-
lor anaranjado, grandes, en
racimos, y las femeninas
solitarias; fruto globoso,
tamaño de güira, con se-
millas'grandes que produ-
cen aceite lubrificante y
medicinal, por presión,
siendo la fevillina su prin-
cipio activo. Como medica-
mento es utilizado para cu-
rar el pasmo a los anima-
les. Otros dicen jabiya, y
una y otra forma son co-
rrupciones generalizadas.
También se llama bejuco
de jabilla, secua y pepita
amarga. (Bot. F. Cucurbi-
táceas; esp. Fevülea cor-
difolia, Lin.) (Et. De ha-
billa) .
Jabilio blanco. Cub. m. —
Además del árbol "jabi-
lio" que describe la R. A.
como americano intertro-
pical, hay en Cuba tres es-
JABO
295
JAUA
pecies que toman adita-
mentos particulares. La
presente es de madera
blanca. Adviértase que el
jabillo es más conocido en
Cuba por salvadera.
Cabillo encarnado. Cub. m.
— Especie de madera ana-
ranjada, más prieta y ve-
teada hacia el centro, du-
ra, compacta y fina.
Jabillo prieto. Cub. m.~ Es-
pecie la más estimable por
su buena madera, de color
pardusco, estimada para
construir embarcaciones
pequeñas.
Jabita. Cub. f.— Diminutivo
de jaba. Véase.
¿abito. Cub. m. — "Árbol que
ofrece dos variedades:
blanco y prieto. Se asegura
que su aserrín daña el ór-
gano nasal". Esto dice Za-
yas, de lo que inferimos
que se tratará de los ju-
billos blanco y prieto des-
critos, puesto que dañan
los órganos nasal y visual
con el aserrín. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Jabiya. Cub. f. — Véase ja-
billa.
Jabiyo. Cub. m.— Lo mismo
que jabillo. Véase.
Jabón. Cub. epic. m. — Pez
de mediano tamaño, do
cuerpo oblongo y compri-
mido, color moreno subido
con espacios pálidos en los
costados, que toma ese
nombre de cierto humor
espumoso como el jabón y
de repugnante aspecto, que
le cubre la piel. Tiene la
mandíbula inferior muy
saliente. También le dicen
jaboncillo. Véase la frase
48 del Apéndice. Tiene las
principales acep. cast.
(Zoo!. F. Serranidce ; esp.
Rypticus, Bloch.)
JaboncIIEo. Cub. epic. m. — El
pez descrito en jabón. Véa-
se.
Jaboncillo. Cub. m. — Ade-
más del árbol americano
descrito con este nombre
por la R. A., hay en Cuba
una planta más conocida
por bejuco leñatero, y otra
generalmente llamada es-
tropajo. Véanse. Tiene las
principales acep. cast.
Jaboncillo. Cub. m. — Dícese
a cierta capa de terreno
inmediatamente después de
la vegetal, de color aplo-
mado, pastosa, compacta e
impermeable, circunstan-
cia ésta que, en tiempo de
lluvia, sostiene la tierra
saturada de agua, con lo
que perjudica los cultivos,
pudriéndose las raíces.
Jabuco. Cub. m. — Especie de
jaba o cesta en tal forma,
con la boca más estrecha
que el fondo, de mayor ta-
maño que aquélla y desti-
nado a parecidos usos. Ob-
sérvese que la derivación
de esta voz parece indicar,
con sujeción a las normas
gramaticales, menor tama-
ño, y es todo lo contrario.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Jácana. Amer. epic. f. — poco
JAGU
296
JAGU
uso. — El ave más conocida
en Cuba por gallito de río.
Véase.
«Jaco. Cub. epic. m. — Dícese
en algunos lugares a la
tortuga joven. Tiene el uso
castellano aplicado al ca-
ballo. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
«legua amarilla. Cub. f. —
Véase jagua azul.
Jagua azul. Cub. f. — Arbus-
to afín a la jagua ameri-
cana que describe la R. A.,
de hojas obovales, lampi-
ñas, madera dura, de color
rosado, que se desarrolla
y es común en las costas,
por lo que también se lla-
ma jagua de costa y pera
de mar, además de jagua
amarilla y blanca. (Bot. F.
Rubiáceas; esp. Genipa
clusia? folia, Gris.)
«Jagua blanca. Cub. f. — Véa-
se jagua azul.
Jagua de costa. Cub. f. — La
jagua azul. Véase.
Jagua-lagüita. Cub. f. — Ár-
bol o arbusto indígena y
silvestre, de hojas espino-
sas, buena madera, y cuyo
fruto con alumbre se des-
tina para teñir el yarey.
También se llama agalla,
roble agalla, árbol de la
frutica y roble amarillo
(2.* acep.) (Bot. F. Borra-
gíneas; esp, Bourreria ca-
Uophylla, Gris.)
«Jagua!. Amer. m. — Lugar
donde abunda el árbol "ja-
gua".
Jaguay. Cub. m. — Arbusto de
tallo recto y madera ama-
rilla buena, empleada en
ebanistería. (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Jagüecillo. Cub. m. — Árbol
silvestre de hojas coriá-
ceas, oblongas, obtusas en
la base y redondeado el
ápice, fruto globoso, made-
ra dura, de color castaño
claro, con vetas. Suele de-
cirse también jagüeicito.
(Bot. F. Mareas; esp. Ficus
pertusa, Lin.)
Jagüeicito. Cub. m. — Véase
jagüeicillo.
Jagüey. Cub. epic. m. — Una
especie de mosquito zan-
cudo, de color negruzco,
que abunda en los bosques
del litoral y que produce
agudas picadas. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Jagüey. Cub. m.— Curiosísi-
mo árbol de muy raras
particularidades, muy co-
mún en la Isla. Unas veces
se desarrolla aislado, pero
generalmente busca el apo-
yo de otro árbol, al que ya
con las raíces, bien con los
tallos que tiene pendientes,
ya con el tronco, acaba por
ahogarlo y usurparle el
puesto. Otras veces brota,
porque allí haya sido de-
positada una semilla, en
alguna sinuosidad de la
corteza o tronco de un ár-
bol, al que, como en el caso
anterior, acaba por matar.
Hay muchas especies con
ese nombre común, aparte
las que toman aditamentos
JAGfi
297
JAIB
particulares, una de las
cuales es más conocida por
higón y también "higue-
rón", que es su nombre
castellanizado por la R. A.
Son árboles grandes con
raíces adventicias, de ma-
dera blanda, y aprecia-
da sólo para construir ba-
teas y platos. Estos árbo-
les contienen un látex le-
choso de virtudes pectora-
les, que se utiliza también
a modo de liga, para ca-
zar pájaros. (Bot. F. Ma-
reas; género: Ficus.) (Et.
Voz caribe).
Jagüey. Cub. m. — Simbóli-
camente, dícese a una per-
sona desleal, como el árbol
de este nombre, que bus-
cando apoyo al principio,
acaba por quitarle la vida
a quien se lo presta.
Jagüey común. Cub. m. —
Especie del jagüey (1."
acep.j, de hojas grandes,
membranosas, óvalo-oblon-
gas, con la base redondea-
da, cordiforme y el ápice
agudo. (Bot. F. M.; esp.
F. membranácea, Wrig.)
Jagüey hembra. Cub. m. —
Árbol de hojas elípticas,
obtusas en ambos extre-
mos, fruto globoso, mucho
más largo que el pedicelo.
De sus raíces hacen ios
agrimensores cordeles para
medir, que estiman porque
carecen de elasticidad.
(Bot. F. M.; esp. F. suffo-
caus, Bau.)
Jagüey macho* Cub. m. —
Tipo parecido a los an!e-
riores, pero de hojas ova-
les, acostilladas, y fruto
globoso aterciopelado. El
fruto de todos los jagüeyes
es de figura semejante al
higo. (Bot. F. AL; esp. F.
radula, Willd.)
JagüiHa. Cub. f. — Árbol in-
dígena y silvestre que se
eleva unos 6 metros, de
hojas obovales, pubescentes
en el envés, flores con la
corola tomentosa, extericr
e interiormente, y buena
madera, utilizada en car-
pintería. (Bot. F. Rubiá-
ceas; esp. Genipa caruto,
Kth.) (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jaiba. Amer. epic. f. — Aplí-
case este nombre a varias
especies de crustáceos de
agua dulce, semejantes al
cangrejo de mar, con el
carapacho menos convexo,
tres patas a cada lado y
dos tenazas o bocas. Su co-
loración general es more-
na en la parte superior, y
blancuzca en la inferior.
"Se buscan en luna cre-
ciente porque están gordas;
en menguante desovan y se
ponen flacas", según Pi-
chardo. Cuéntase que la
jaiba, cuando encuentra
una almeja con las valvas
abiertas, le arroja arena
para impedirle cerrarlas, y
darle caza más fácilmente.
Algunos escriben jaiva;
pero aun cuandu sea ar-
bitraria toda opinión sobre
JAIV
298 —
JAMA
este vocablo, parece más
correcto el uso de la b, ya
que lo apoya el uso de los
más. (Zool. F. Poriunido?;
esp. principal : Callinectes
diacanthus, Latr.) (Et. Voz
caribe, Zayas).
Jaiba. Cub. común. — fig. y
fam. — Dícese a la persona
que emplea medios poco
lícitos para engañar a
otra, con respecto a un ne-
gocio o asunto. Este signi-
ficado proviene, por ana-
logía, de la artimaña que
usa el crustáceo jaiba para
comerse las almejas, según
se explica en la voz ante-
rior.
Jailbén. Cub. epic. m. — Au-
mentativo de jaiba (1.a
acep.) ; se aplica a la es-
pecie mayor, algo escasa.
Jañmiquí. Cub. m. — Árbol
silvestre que alcanza unos
10 metros de elevación, de
madera resistente de co-
lor morado obscuro, em-
pleada en carpintería ru-
ral; las abejas estiman el
polen de sus flores, y el
fruto alimenta al ganado
vacuno y porcino. Algunos
corrompen la voz en aimi-
qui. (Bot. F. Sapotáceas;
esp. Mimusops jaimiquí,
Wrig.) (Et. Voz caribe, se-
gún Zayas).
Jairel. Cub. m. — La enreda-
dera más conocida por cai-
rel. Véase.
Jaiva. Amer. epic. f. — Véase
jaiba, que parece forma
más correcta.
Jalado, da. Amer. adj. — fam.
— Aplícase a la persona
embriagada de alcohol.
Véase jalarse.
Jalapa. Cub. f. — Véase mara-
villa.
Jalar. Amer. v. a. — vulg, —
Equivale a "tirar", atraer
materialmente hacia uno,
una cosa tirando de ella.
(Et. Corrupción tal vez an-
daluza o canaria del cast.
"halar").
Jalarse. Cub. v. ref. — Signi-
fica "emborracharse". En
algunos puntos de América
y en Andalucía se oye ha-
larse, con más corrección.
Jalón. Amer. m. — vulg. — Ac-
ción y efecto de jalar.
Equivale a "tirón". (Et.
Corrupción de "halón").
Jamaca. Cub. f. — vulg. — Así
dicen algunos campesinos
por corrupción de "hama-
ca".
damaguey. Cub. m. — Árbol
silvestre espinoso, que se
desarrolla unos cuatro me-
tros en terrenos estériles,
de reducido follaje, made-
ra dura, compacta, de co-
lor pardo obscuro, emplea-
da en carpintería rural.
También se llama yama-
guey. (Bot. F. Legumino-
sas; esp. Belairia mucro-
nata, Gris.) (Et. Voz cari-
be).
Jamaguey de loma. Cub. m.-
Tipo de árbol parecido al
anterior, también de buena
madera, y que algunos de-
nominan alfiler. (Bot. F. L.;
JAUA
299 —
JAKA
esp. B. espinosa, A. Rich.)
Jamaguey de tres hojas.
Cub. m. — Árbol semejante
a los anteriores. (Bot. F.
L.; esp. Pictetia ternata,
D. C.)
Jamaica. Cub. f. — Véase aji-
cón.
Jamao. Cub. epic. m. — Va-
riedad muy rara de la tor-
tuga acuática, conocida en
Cuba por jicotea, de uñas
muy largas. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Jamaquear. Cub. V. a.— flg. y
í'am. — Entretener a una
persona con promesas que
no han de cumplirse, cuan-
do solicita algún favor. Se-
gún Zayas, se deriva de la
voz "hamaca". Pero es de
suponer que no suceda sin
pasar por la forma hama-
quear, corrompida luego la
h en j; o también de "ha-
maca", jamaca,, jamaquear.
Jamaqueo. Cub. xa. — Acción
y efecto de jamaquear.
Véase.
Jamast. Cub. m. — Véase ja-
nasl. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jamo. Cub. m. — Corrupción
muy generalizada de ha-
mo. Véase.
Jamón. Cub. m. — - fam. —
Véanse las frases i 40 y 257
del Apéndice.
Jan. Cub. m. — Estaca o palo
puntiagudo que se utiliza
para sembrar por medio de
hoyos.
Janasí. Cub. m. — Árbol sil-
vestre, indígena según al-
gunas opiniones, que se ele-
va unos 4 metros, de ma-
dera compacta, aunque
blanda, elástica y de color
del cedro. (Et. Voz caribe).
Otros dicen jamasí.
Janazo, Cub. m. — Golpe dado
con un jan. Véase.
Jandinga. Cub. f. — vulg. —
Entre alguna gente rústi-
ca, corrupción de gandin-
ga.
Janear, se. Cub. v. a. ref. —
poco uso.— Detener o dete-
nerse en un punto deter-
minado y repentinamente,
algo que estaba en movi-
miento.
Japa. Cub. f. — Véase palma
cana de monte.
Jaquimón. Cub. m.— La já-
quima, con un tornillo gi-
ratorio y una argolla, a la
que se ata el cabestro, con
lo que se evita que éste se
retuerza.
Jara cdolia. Cub. f. — Árbol
silvestre que se desarrolla
hasta 10 metros de altura,
con el tronco recto, made-
ra dura, compacta, pesada,
de color acerado con vetas,
y abundante en la juris-
dicción de Cienfuegos.
¿Será la jara común? (Et.
Voz caribe, según Zayas,
pero la R. V la acredita
de árabe).
Jaragua. Cub. f. -Árbol o ar-
busto silvestre de unos 5
metros de alto, de madera
dura, compacta, de color
blanco pardusco, empleada
para estacas. Hay dos es-
JARÜ
300
JAYA
pecies. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. principal : Phialan-
thus stillans, Gris.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Jaramaguey de costa» Cub.
m. — Véase agalla de costa.
Jarana. Cub. f. — fam. — Equi-
vale a "broma", "chanza",
burla ligera: "Te lo dije
en jarana"; "Diego toma
en serio las jaranas". No
tiene los usos de la R. A.
Jaranear. Cub. v. a. — fam. —
Emplear jaranas o chanzas
en el trato con personas.
Jaraneo. Cub. m. — fam. —
poco uso. — Acción y efec-
to de jaranear.
Jaranero, ra. Cub. adj. -Aplí-
case a la persona aficio-
nada a jaranear o chan-
cearse: "Pedro es muy ja-
ranero".
Jarcia. Cub. f. — Por antono-
masia de la acep. maríti-
ma, dícese en Cuba a toda
cuerda gruesa o calabro-
te, fabricados con la fibra
de la planta henequén.
Jardín. Cub. m. — La plañía
más conocida por madama.
Tiene las acep. cast.
Jarico. Cub. m. — Dícese al
macho de la tortuga lla-
mada jicotea. Véase. (Zool.
esp. Chrysentys palustris,
Gmel.) (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jaruqueño, ña. Cub. subs. y
adj. — La persona natural
de Jaruco.
Jaruqueño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de Jaru-
co.
Cub. i. — Especie de
palma que se desarrolla en
terrenos arenosos, hasta
una altura de 5 metros, cu-
yas pencas se utilizan para
techar bohíos, la madera
para horcones y cercas, y
el fruto para alimento de
cerdos. (Bot. F. Palmas;
esp. Copernicia hospita,
Mart.) (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jata de Csuamabacoa. Cub.
f. — Tipo de palma parecida
a la anterior, que es pro-
pia de las proximidades de
Guanabacoa. (Bot. F. P.;
esp. C. macroglossa, H.
Wendl.)
Jatal. Cub. m. — Lugar donde
abunda la palma jata.
Jatía. Amer. f. — Árbol sil-
vestre y abundante en los
bosques de las Antillas, que
alcanza unos 10 metros de
elevación, y dos de cir-
cunferencia en el tronco,
de madera correosa, em-
pleada en obras finas. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Jatlal. Cub. m. — Sitio donde
abunda el árbol jatía.
Jaula. Cub. í. — En algunos
lugares, dícese al vagón de
ferrocarril, sin techo y con
barrotes a los costados,
destinado a transportar ca-
ña de azúcar.
Jayafoacaná. Cub. m. — Árbol
silvestre, espinoso, de me-
diana elevación, cuyas ho-
jas y corteza contienen una
savia caustica, empleada
con buenos resultados en
JAYA
301
JAZM
la curación de erupciones
cutáneas. El fruto lo come
la cotorra únicamente. Al-
gunos dicen hayabacaná,
que es su forma primitiva,
y otros, por corrupción,
yayabacaná. Hay otra es-
pecie. (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Pera oppositi-
folia, Gris.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
tíayabaeaná amarillo. Cub.
m. — Véase frijolillo ama-
rillo.
•iayabacoa. Cub. i. — Según
Zayas, un "árbol de poca
elevación y de madera
útil". (Et. Voz caribe, se-
gún el autor citado).
«layajabico. Cub. m. — Arbus-
to silvestre del litoral que
alcanza unos 4 metros, de
hojas alternas, elípticas,
enteras, muy puntiagudas,
flores blancas, pequeñas,
en cimas axilares, fruto en
baya globosa, madera com-
pacta, dura, pesada, em-
pleada en bastones, y cor-
teza amarga y resinosa, de
virtudes medicinales, par-
ticularmente en enferme-
dades venéreas. También
se dice yayajabico. (Bot. F.
Rámneas; esp. Columbrina
acuminata, Gris.) (Et. Voz
caribe, Zayas).
Jayajabico. Cub. m. -Árbol o
arbusto lampiño, resinoso,
de hojas coriáceas, con es-
típulas apiculadas, flores
blancas en cimas tricóto-
mas axilares, corteza y fru-
to diuréticos y astringen-
tes. Hay otra especie no
medicinal. También se lla-
ma, como a la especie an-
terior, yayajabico. (Bot. F.
Rubiáceas; esp. Erithalis
fructicosa, Lin.)
Jayao. Cub. epic. m. — Pez
que alcanza hasta medio
metro de largo, y cuyo peso
oscila entre 3 y 4 kilogra-
mos, de cuerpo oblongo, con
el lomo elevado y compri-
mido, hocico largo y pun-
tiagudo, aletas verticales
cubiertas de pequeñas es-
camas, de color gris algo
rosáceo hacia el lomo, la-
bios amarillos y el interior
de la boca anaranjado. Es
buen bocado. También se
llama pargo blanco. (Zool.
F. Ecemulida? ; esp. Hoe-
mulon álbum, Cv.) (Et. Voz
caribe, Zayas).
dayún. Cub. m. — Especie de
junco de ciénagas y ríos,
que, por su grosor y re-
sistencia, en unión de otras
plantas y basura, suele
obstruir el paso de las
aguas. (Et. Corrupción ge-
neralizada de c a y u mb o
[véase]).
Jazmín. Cub. m. — Además de
los jazmines verdaderos,
reciben en Cuba este nom-
bre otras plantas, de la
misma familia, de diferen-
tes nombres en otros paí-
ses. Además, se dice jaz-
mín a otras clases de plan-
tas por tener la circuns-
tancia de producir flores
blancas y perfumadas.
JAZM
302 —
Jazmín café. Cub. m. — Plan-
ta voluble, de flores sim-
ples y cáliz apenas dentado,
que se reproduce rápida-
mente por medio de sus
raíces, y forma setos o ma-
cizos muy espesos. (Bot. F.
Jazmíneas; esp. Jasminum
grandiflorum, Lin.)
Jazmín criollo, Cub. m. —
Dícese al jazmín común.
Jazmín de Arabia» Cub. m. —
Lo mismo que jazmín fran-
cés. Véase.
Jazmín fie día. Cub. m. -Véa-
se galán de día.
Jazmín de España. Cub. m.
— Diferente al que descri-
be la R. A. Es un arbusto
de ramas peludas, con ho-
jas opuestas, cordiformes,
tomentosas en el envés, y
flores en umbelas termina-
les, amontonadas, de coro-
la blanca, con el tubo más
largo que el cáliz. (Bot. F.
/. ; esp. J. pubescens,
Willd.)
Jazmín de Italia. Cub. m. —
Recibe este nombre la
planta comúnmente llama-
da "dulcamara".
Jazmín de ia montaña. Cub.
m. — Arbusto ornamental,
empleado en jardinería
para formar setos, de ho-
jas opuestas, grandes, elíp-
ticas, verdes con brillo, flo-
res de tubo estrecho y co-
rola blanca. (Bot. F. Apo-
cináceas; esp. Tabemos-
montana coronaria., R. Br.)
Jazmín de !a tierra. Cub-
m. -Planta trepadora de pe-
queñas hojas opuestas, im-
paripennadas, flores gran-
des solitarias de penetran-
te perfume. También se
llama jazmín de olor. (Bot.
F. «/.; esp. J. grandiflorum,
Lin.)
Jazmín de !a tierra. Cub. m.
— Otra planta y su flor re-
ciben este nombre: es sil-
vestre, de ramas trepado-
ras, con hojas elípticas,
verticiladas, lustrosas, y
flores grandes amarillas.
También se llama barbero
y flor de barbero. (Bot. F.
Apocináceas; esp. Allaman-
da cathartica, Lin.)
Jazmín del Cabo. Amer. m.
— Dícese a un arbusto de
jardín y a sus flores bellas
y fragantes. Es la celebra-
da gardenia de España.
Jazmín de noche. Cub. m. —
Véase galán de noche.
Jazmín de olor. Cub. m. — El
jazmín de la tierra (1.a
acep.)
Jazmín de Punta Gorda.
Cub. m. — Árbol silvestre de
madera dura, compacta, fi-
na, de color amarillento
pardusco veteada.
Jazmín de sierpe. Cub. m. —
Árbol silvestre de madera
dura, compacta, de grano
fino, de color blancuzco
azafranado.
Jazmín diamela. Cub. m.-La
planta y su flor conocidas
en Europa por "di ame la" y
"gemela", que también re-
cibe en Cuba el primero de
esos nombres, y además los
JEJE
303 —
JE NI
de jazmín malabar y jaz-
mín "pompón.
Jazmín francés. Cub. m.- —
Planta parecida al jazmín
común, pero de flor más
recogida y gruesa. Tam-
bién se llama jazmín de
Arabia. (Bot. esp, Mogori
sambac).
Jazmín malabar. Cub. m. —
Véase jazmín diamela.
Jazmín pompón. Cub. m. —
El jazmín diamela. Véase.
Jazmincillo, Cub. m.-El jaz-
minillo, que es como más
comúnmente se dice. Véa-
se.
Jazminülo. Cub. m. — El ar-
busto más conocido por
malacara. Véase. Otros di-
cen jazmincillo.
Jedlondo, da. Cub. adj. -Co-
rrupción, entre gente rús-
tica, de "hediondo, da".
Jefe. Cub. m. — fam. — Trata-
miento, con mezcla de res-
peto y confianza, que da el
pueblo en lenguaje fami-
liar al individuo en quien
reconoce superioridad so-
cial. Es sinónimo de gene-
ral y maestro.
Jején, Amer. epic. m. — Mos-
quito apenas perceptible a
simple vista, de picada mo-
lesta, que forma nubéculas
en las costas, cayos y lu-
gares húmedos cuando el
tiempo está en calma. Mide
unos dos milímetros, de
color pardusco con las pa-
tas blanquecinas. Algunos
dicen impropiamente jen-
jén. Véase la frase 150 del
Apéndice. (Zool. F. Siinv-
lido?; esp. Oecacia furens,
Poey). (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jelengue. Ci:b. m. — vulg. —
poco uso. -Alboroto, escán-
dalo, riña.
Jeníguana. Cub. epic. f.-Pez
de pequeño tamaño, de
cuerpo alargado, color gri-
sáceo con diez fajas longi-
tudinales doradas, y otra
negra ancha en el lomo que
se bifurca en la cola. Es
comestible. No ha de con-
fundirse con el pez jení-
guano. (Zool. F. E'smuli-
dee; esp. Hcemulon rnelanu-
rum, Lin.) (Et. Voz caribe).
Jeníguano. Cub. epic. m. —
Pez de menor tamaño que.
el anterior, de color bruno
verdoso, algo blancuzco por
el vientre, con fajitas ho-
rizontales amarillo-dora-
das. Los pescadores lo re-
pudian porque se come la
carnada. No debe con-
fundirse con el otro pez je-
níguana. (Zool. F, Hcemu-
lidce; esp. B. jeníguano,
Poey). (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jeníguano, na. Cub. adj.-*-
vulg. — Aplícase a la per-
sona o animal de raquíti-
cas proporciones.
Jenipa. Cub. f. — Tinte que
producen los árboles copey
y jagua, usado por los abo-
rígenes para teñirse el
cuerpo. (Et. Voz caribe,
Zayas).
* Jeniquén. Cub. m. — vulg. —
JBRB
304 —
JÍA
La planta textil conocida
por "pita" o "henequén".
La R. A. acepta el cubanis-
mo jeniquén, que sólo dice
alguna gente rústica, y que
es sencilla corrupción de
heniquén, a su vez corrup-
ción de "henequén", que
es como dice en Cuba casi
todo el mundo, y nadie se
atrevería a escribir en co-
rrecto lenguaje jeniquén,
de no saber que lo per-
mite la R. A. Son infinidad
ias voces cubanas que me-
recen antes que ésta la
sanción académica. En Cu-
ba el jeniquén, heniquén, o
"henequén" es una esti-
mable fuente de riqueza
agrícola e industrial.
Jenjém. Cub. epic. m. — Así
dicen algunos incorrecta-
mente en lugar de jején.
Véase.
Jequerití. Cub. m. — La plan-
ta peonía. Véase.
JequL Cub. m.-El árbol más
conocido por jiquí. Véase.
Jequáa. Cub. f. — Según Za-
yas, un "arbusto silvestre
de flores amarillas que co-
me el cerdo". (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Jequllete. Cub. m. — Véase
jiquilete. (Et. Voz caribe,
Zayas).
«Jeremiquear. Cub. v. n. —
fam. — poco uso. — Sollozar
o gemir sin verdadero mo-
tivo para ello. En otros lu-
gares americanos dicen je-
rimiquear, con menos pro-
piedad: "Un niño mimado
jeremiquea con frecuen-
cia". (Et. De "jeremiada";
aceptable derivación).
Jeremiqueo. Cub. m. -Acción
y efecto de jeremiquear.
Véase.
Jerez. Común, m. — Vino ex-
quisito de alto precio y
crédito mundial, cosechado
en Jerez y su comarca:
"Una copa de jerez'"; "el
jerez es muy estomacal".
Es voz que clama por que
se incluya en el Dic. oficial.
Jía. Cub. f. — Varias plantas
de diversas familias reci-
ben este nombre común
con algún aditamento par-
ticular, pero hay una lla-
mada simplemente jía, y es
un arbusto espinoso de ho-
jas opuestas, coriáceas, y
flores amarillas, purpures-
centes, amontonadas en las
axilas. A pesar de las cien-
tíficas refutaciones vulga-
rizadas de Poey y otros,
una gran parte de los cam-
pesinos cubanos continúan
sosteniendo la opinión de
que este arbusto nace del
cuerpo de una avispa. (Bot.
F. Rubiáceas; esp. Scola-
santhus parviflorus, Wrig.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
JÉa amarilla. Cub. f. — Véase
jía brava.
Jía blanca. Cub. f. — Arbusto
silvestre de madera dura,
compacta, suave, utilizada
en carpintería urbana. (Bot.
F. Samidáceas; esp. Casea-
ria alba, A. Rich.)
Jía brava. Cub. f. — Árbol o
JÍA
— 305
JIBA
arbusto de hojas elípticas,
aserradas, lampiñas, con
puntos translúcidos, flores
pequeñas en fascículos la-
terales, madera dura, com-
pacta, de bonito color ama-
rillo de canario, empleada
en ebanistería y tornería.
También se llama fía ama-
rilla. (Bot. F. Santidáceds ;
e s p . Gasearía ramiflora,
Vahl.)
Jía de flcr grande» Cub. f. —
Especie de escaso interés.
(Bot. F. S.; esp. Sarnyda
grandiflora, Gris.)
Jía espinosa. Cub. f. — Véase
jía macho.
J5a macho,, Cub. f. — Arbusto
silvestre de hojas espátu-
la das, lampiñps, flores
dioicas : las masculinas
blanquecinas, en racimos
axilares o laterales; las
femeninas, fasciculadas o
solitarias. También se lla-
ma jía espinosa. (Bot, F.
Euforbiáceas; esp. Adelia
pedunculosa, A. Ríen.)
Jía manzanilla. Cub. í. — Ar-
busto de hojas elípticas,
flores en racimos o carim-
bos, con corola de cuatro
pétalos, y drupa oval u
oblonga. También se llama
ciruelillo, ciruelo cimarrón
y yand. (Bot. F. Olacáceas;
esp. Ximenia americano,,
Lin.)
Jía peluda. Cub. f.-Indicada
en su sobrenombre. (Bot.
F. Samidáceas: esp. Gasea-
ría hirta, Sw.)
Jía prieta. Cub. f, — (Bot. F.
-S'.; esp. C. espinescens,
Gris)
Jía sin hojas, Cub. f. —Ar-
busto espinoso de hojas
muy pequeñas y pedicelos
axilares. (Bot. F. Rubiá-
ceas; esp. Phyllacantha
grisebachiamis, Hook).
Jibá. Cub. m. — Reciben este
nombre común sin distin-
tivo alguno, excepto el ji-
bá de costa, varios arbus-
tos silvestres de tallos le-
ñosos, hojas enteras, cadu-
cas, alternas, lampiñas', de
flores blancas pequeñas,
fruto en drupa roja, que
comen el ganado y algu-
nas aves. Desarróllase en
terrenos húmedos y pedre-
gosos. A uno de estos ar-
bustos llaman en algunos
lugares jibara. (Bot. F.
Eritroxíleas; género: Ery-
throxylum) (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Jibá de costa. Cub. m. — Es-
pecie del arbusto jibá de
buena madera, de color
amarillo pardusco, cuyo
fruto proporciona tinte ro-
sado. (Bot. F. E.; esp. E.
brevipes, D. C.)
«libara-, Cub. f. — Véase jibá.
Jlhar&cón. Cub. m. — Según
Pichardo, el lugar por don-
de desagua un río en el
mar, cuando lleva exceso
de agua y corre paralelo
a la costa.
Jlibarero, ra. Cub. adj. -Aplí-
case a cierta casta de pe-
rros adiestrados en perse-
guir y aprehender a los
20
JICO
306
J1GÜ
animales que se vuelven
montaraces. (Et. De "jíba-
ro".
Jibe. Cub. m. — Díoese a toda
especie de tamiz o cerni-
dor. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jicaco. Cub. m. — Así dicen
algunos campesinos inco-
rrectamente por "icaco".
(Et. Corrupción de hicaco).
Jfcadura. Cub. f. — Corrup-
ción muy generalizada de
hicadura. Véase.
Jicama. Amer. f. — El bejuco
más conocido por jiquima.
Véase.
Jícare. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de notables propor-
ciones, y madera dura,
compacta, fina, de color
amarillo pálido.
Jico. Cub. m. — Corrupción
generalizada de hico. Véa-
se.
Jicotea. Cub. epic. f. — Espe-
cie de tortuga de agua dul-
ce, abundante en ríos y la-
gunatos, que alcanza un pie
de longitud. "Su vitalidad
os tanta — explica Pichar-
do — , que aun después de
cortada la cabeza muerde,
y sus entrañas palpitan
largo tiempo". Se alimenta
de insectos y frutas. Su
carne, así como los hue-
vos, son bocados aceptables.
Suele llamarse jarico al
macho de esta especie de
quelonio, y otros aplican
ese nombre a una especie
distinta casi extinguida.
Algunas personas escriben
hicotea, no sabemos si por
conservar el primitivo
nombre o por creer que
"jicotea" es corrupción,
cosa que parece discutible
en este caso, entre cuan-
tos atestiguan la frecuen-
te degeneración de la h en
;'. El caso es que nadie dice
hoy sino jicotea. Véase el
refrán 40 del Apéndice.
( Z o o 1 . F. Emididce; esp.
CJirysemys palustris, Gmel.)
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Jiede. Cub. tiempo de verbo.
— fam. — Véase la frase 249
del Apéndice.
Jlgua. Cub. f. — Árbol silves-
tre de sólida y pesada ma-
dera, fino grano, amarilla
con vetas, empleada en
mueblería. (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Jlguabo. Cub. m. — Lugar
donde abunda el árbol ji-
gua.
Jiguagua. Cub. epic. f. — Pez
abundante que alcanza un
tamaño de siete a ocho de-
címetros, con el perfil an-
terior de la cabeza muy ar-
queado, la boca casi hori-
zontal, con una mancha ne-
gra en el opérculo y otra
menos marcada en los ra-
dios inferiores de las ale-
tas pectorales. Algunos di-
cen siguagua. Es comesti-
ble, pero no muy acepta-
ble. (Zool. F. Carangida? :
esp. Caranx hippos, Lin.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Jiguana. Cub. epic. f. — Al-
JIJI
— 307
JIÑA
gunos dicen así impropia-
mente al lagarto americano
"iguana" que describe la
R. A. Otros escriben hi-
guana.
Jiguanero, ra. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
Jiguaní.
Jiguanero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de Jigua-
ní.
Jigüe. Cub. m. — La tradición
de supersticiones popula-
res ha dado este nombre a
un fantasma que, al pare-
cer, se presentaba en for-
ma y figura de indio ena-
no, con cabellos largos, que
surgía de las aguas de al-
gunos ríos. Aun hay gen-
tes en la comarca oriental
que relatan sucesos de ji-
gües como cosas reales. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Jigüe. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que alcanza una
elevación de diez metros,
más conocido por sabicú,
su nombre cubano acep-
tado por la R. A., y prefe-
rible, por lo tanto.
Ji güera. Cub. f. — Vasija for-
mada con el fruto del árbol
americano "güira". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Jigüerita. Cub. f. — Diminu-
tivo de jigüera. Véase.
Jijira. Cub. f. — Planta sil-
vestre indígena de dos a
tres metros de altura, con
espinas de color de cuero,
negras en la punta, y flores
tubulosas, inodoras. Hay
otra especie. (Bot. F. Các-
teas; esp. Harrissia fer-
norvi, Britt.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Jijón. Cub. m.— Árbol silves-
tre muy escaso y apenas
estudiado, parecido a la
caoba, de madera dura y
fina. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jimagua. Cub. común. — Dí-
cese a un hermano gemelo
con respecto del otro :
"Dos niños jimaguas" ; "un
hermano jimagua'". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Jimagua. Cub. común. — Dí-
cese, por extensión, a toda
cosa que aparentemente es
igual a otra: "Javier cons-
truyó dos casas jimaguas"".
Jiminí. Cub. m. — La enreda-
dera más conocida por
aguinaldo blanco. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Jimlrú. Cub. m. — Otro nom-
bre poco frecuente del
aguinaldo blanco. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Jindama. Común, f.— vulg. —
Manifestación de miedo o
cobardía.
Jindama. Cub. f. — vulg. —
Equivale a borrachera de
alcohol.
Jinete. Cub. m.-flg. y fam.-
Dícese al individuo de mal
vivir o que gusta de vivir
de sablazos. Es lo que suele
decirse familiarmente, "un
pájaro de cuidado". Tiene
los usos castellanos.
Jifia. Cub. f.— muy vulg.— El
excremento humano.
Jiñar. Cub. v. n. — muy vulg.
JIQUI
308
JlHI
— Lo mismo que "defecar".
Jipato, ta. Amer. adj. -Aplí-
case a las personas de tez
amarillenta, como si pade-
cieran de ictericia.
Jipato, ta. Cub. adj. — Se
aplica a las frutas que han
perdido la peculiar subs-
tancia.
Jipi. Amer. m. — Dícese, por
contracción, al sombrero de
jipijapa, entre la gente del
pueblo.
Jipijapa. Cub. adj. — Además
de darle su empleo propio
a esta voz. aplícase como
adjetivo a todo tejido de
lino, algodón, etc., grueso,
semejando el que se hace
de jipijapa.
Jiquí. Cub. m. — Árbol silves-
tre que se eleva de 13 a 14
metros en todo terreno, de
hojas coriáceas con venas
oblicuas algo acostilladas,
fruto globoso, pequeño, que
comen algunos animales,
de madera durísima, inco-
rruptible, de color mora-
do obscuro con vetas ne-
gras. También se llama je-
quí, y jequí o jiquí espi-
noso. (Bot. F. Sapotdceas;
esp.Bumélia hórrida, Gris).
(Et. Voz caribe, Zayas).
Jiquí de ley. Cub. m. — Una
variedad del jiquí.
Jiquá espinoso. Cub. m. —
Véase jiquí.
Jiquí hedlondoo Cub. m. —
Arbusto, variedad del jiquí,
de madera de color de cue-
ro obscuro.
Jiquiabo. Cub. m. — Lugar
donde abunda el árbol ji-
quí. Véase.
Jsq.uiciüoo Cub. m. — Árbol
silvestre de madera dura
y fina, de color amarillen-
to con vetas, y corazón par-
do rojizo. También se dice
jiquicülo de costa, (Bot. F.
Malpigiáceas") .
JlquícISlo de cosía. Cub. m.
. — Véase jiquicülo.
Jiquima. Amer. f. — Llámanse
así dos enredaderas trepa-
doras igualmente conocidas
por jicama. (Bot. F. Legu-
minosas). (Et. Voz caribe.
Zayas).
Jiquima cimarrona. Cub. f.-
Especie de hojas compues-
tas, con hojuelas ovales,
tomentosas en el envés,
flores azules, estrechas, en
racimos, y legumbre con se-
millas parecidas al haba.
(Bot. F. L.; esp. Calopogo-
nium coeruieum, Hemsl.)
Jíquiatia dulce. Cub. f. — Es-
pecie también de flores
azules, que produce un ri-
zoma parecido al boniato,
algo mayor, de epidermis
amarilla y pulpa blanca,
muy abundante en almi-
dón, que gustan algunas
personas, y es un excelente
alimento para el ganado
porcino. (Bot. F. L.; esp.
Pahyrhigus a n gulatu s,
Rich.)
¡fa. Cub. f. -Dícese a cier-
ta planta parásita. (Bot. F.
Orquídeas; esp. Brassia
caudata, Lindl.)
Cub. f.— fam.— Di-
JOCU
— 309
JOJO
cese que una cosa tiene ji-
ribilla, cuando presenta di-
ficultades al deseo que
haya despertado en uno :
"Tiene jiribilla la solución
de ese asunto". Véase la
frase 470 del Apéndice.
Jobito. Cab. m. -Variedad del
árbol americano descrito
por la Real Academia en
"jobo", que también se co-
noce en Cuba.
Jobo hembra. Cub. m. — Va-
riedad escasa del jobo des-
crito por la R. A., de fruto
esférico y más dulce.
Jobo negro. Cub. m. — Otra
variedad del jobo, de ma-
dera más obscura, dura y
pesada.
Jobos!. Amer. m. — Según
Zayas, "nombre de un ár-
bol que abunda en las An-
tillas". (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jocú* Cub. epic. m.-Pez muy
parecido al pargo, del cual
se diferencia, aparentemen-
te, en que tiene un espa-
cio claro en el cachete y
una línea interrumpida de
puntos azules debajo del
ojo; además es propenso al
contagio de ciguatera, y el
pargo no. Tiene la aleta
caudal bifurcada, el hoci-
co alargado y los caninos
agudos. (Zool. F. Lutiani-
dce; esp. Neomcenis jocú,
Bioch.) (Et. Voz caribe,
Zayas).
Jocuma. Cub. f. — Se conocen
dos árboles con est8 nom-
bre y aditamentos particu-
lares. (Bot. F. Sapotdceas).
(Et. Voz caribe, Zayas).
Jocuma amarilla. Cub. m. —
Árbol que se eleva a 15
metros, de hojas cartáceas,
ovales, que se desarrolla
en las costas y terrenos
pedregosos, con tronco rec-
to y hermoso, de madera
dura y muy fuerte, de co-
lor amarillento rojizo, em-
pleada en mueblería. Tam-
bién se llama ébano ama-
rillo y jocuma prieta. (Bot.
F. S.; esp. Sideroxylon
mastichodendron, Jacq.)
Jocuma blanca. Cub. f.-Ar-
bol silvestre que alcanza
unos 10 metros de altura,
de hojas cartáceas, lanceo-
ladas, puntiagudas, con las
venas arqueadas, de made-
ra dura, sólida, blancuzca,
empleada en carpintería
rural. Produce un látex re-
sinoso empleado en la cura
de hernias recientes. Tam-
bién se llama Carolina y
cuya. (Bot. F. S.; esp. Di-
pholus salicifolia, A. D. C).
Jocuma prieta. Cub. f. — La
jocuma amarilla. Véase.
Jocusete. Cub. epic. m. — Se-
gún Zayas, un "pez pa-
recido al jocú, aunque más
pequeño". (Et. Del caribe
jocú).
Jo jote. Cub. adj. — Véase jo-
joto, ta.
Jojoto, ta. Cub. adj. — Dice
Zayas: "Se aplica al bo-
niato que pasa de sazón, y
tiene partes endurecidas, y
sabor poco agradable. Al-
JOVfl
— 810
JUBI
gunos agricultores achaoan
esa oondieión del tubércu-
lo a la picadura de un gu-
sano". También se aplica a
otros frutos, como el plá-
tano, por estar resecos.
Otros dicen jojote. (Et. Voz
caribe, Zayas).
«Jorobado. Cub. epic. m. -Re-
ciben este nombre varios
peces de cuerpo alto, corto,
fuertemente comprimido, y
con una especie de joroba
en el perfil del lomo; es de
color plateado, con esca-
mas finas. La mayor de las
especies no alcanza un pie.
(Zool. F. Carangidce; esp.
Selene vomer, Lin.) Tiene
el uso castellano.
Jorro, rra. Cub. adj. — Co-
rrupción bastante extendi-
da de horro, rra. Véase.
Joturo. Cub. epic. m. — Pez
de río cuyo tamaño oscila
entre uno y dos pies, con
un peso promedio de 3 ki-
logramos, de cabeza gran-
de, achatada, hocico agudo,
con la boca en la parte in-
ferior, de color aplomado
obscuro en el lomo, más
pálido por debajo. Vive en-
tre las rocas, y es bocado
agradable. (Zool. F. Mugi-
lidne; esp. Joturus pichar-
di, Poey). (Et. Voz caribe,
Zayas).
Joveilanense. Cub. s u b s .
com. y adj. — La persona
nacida en Jovellanos.
Joveilanense. Cub. adj. —
Aplícase a cosas pertene-
cientes a Jovellanos.
Juan de la Cruz. Cub. m. —
Árbol silvestre que tam-
bién se desarrolla en la isla
de Pinos, de tronco recto
y grueso, que alcanza gran
elevación y suministra muy
buena madera, dura, com-
pacta, fina, de color mo-
rado subido, que produce
tinte de dicho color, del
cual bastan unas gotas en
un vaso para contener una
hemorragia. (Bot. esp.
Granderia espinosa).
Juba. Cub. f. — Según Zayas,
es el "nombre de un árbol
silvestre en la isla de Cu-
ba". (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Jubabán. Cub. m. — poco uso.
— El árbol más conocido
por cabo de hacha. Véase.
(Et. Voz caribe).
Jubabao. Cub. m. — poco uso.
— Otro nombre del árbol
más conocido por cabo de
hacha. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Jubilado, da. Cub. adj. —
Aplícase a la persona muy
experimentada e n algo,
que posee todos los secre-
tos de una cosa: "Jubila-
do en amores"; "estar ju-
bilado en juegos de nai-
pes". No necesita comen-
tarios tamaño barbarismo.
Tiene las acep. cast.
Jubilarse. Cub. v. ref. — vulg.
— Experimentarse, adqui-
rir práctica en alguna co-
sa. Véase la voz anterior.
Tiene los usos cast.
Jubito. Cub. m. — flg. y fam.
JUCA
311
JUOÍ
— poco uso. — Diminutivo
de jubo. Véase. Dícese me-
tafóricamente al hombre
pequeño y muy flaco.
Jubo. Cub. epic. m. — Toman
este nombre varias espe-
cies de culebras de cuerpo
muy delgado, inofensivas
al hombre si no son pro-
vocadas, en cuyo caso sue-
len vengarse a latigazos
con la cola. La especie más
común alcanza un metro, y
es dañina a las crías de
aves de corral; su color es
aplomado con viso rojizo o
verdoso. (Zool. F. Colubri-
dce; esp. Alsophis anguli-
fer, Bibron.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Jucaral. Amer. m. — Lugar
donde abunda el árbol já-
caro.
Júcaro amarillo. Cub. m. —
Especie del árbol antillano
júcaro, descrito por la
Real Academia, de hojas
alternas, obtusas, espatu-
ladas, lampiñas, inflores-
cencia en espigas peduncu-
ladas axilares; fruto en
drupa ovoide, destinada a
la cría de cerdos, madera
dura compacta, utilizada
en carpintería. ( B o t . F.
Combretáceas ; esp. Ter-
minalia hilar xana,
Stend.)
Júcaro bravo. Cub. m. — Ár-
bol parecido al verdadero
júcaro, con el que lo con-
funden algunos. (Bot. F.
Leguminosas ; esp. Lysilo-
na latisigna, Benth.)
Júcaro de playa. Cub. m. — •
Especie del verdadero jú-
caro, de hojas obovales, es-
patuladas, lampiñas en la
haz, sedosas en el envés,
inflorecencia en espigas ci-
lindricas y madera muy
dura e incorruptible. Tam-
bién se llama júcaro prieto
y espinoso. (Bot. F. C; esp.
T. bucera, Wrig.)
Júcaro espinoso. Cub. m. —
Véase júcaro de playa.
Júcaro mastelero. Cub. m.-
Arbol que se eleva silves-
tre hasta 6 metros, de ma-
dera dura.
Júcaro prieto. Cub. m. — Lo
mismo que júcaro de pla-
ya. Véase.
Jucato. Cub. m. — desusada.
— Según Zayas, una "es-
pecie de bolsa o saco". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Judío. Cub. epic. m. — Pájaro
abundante en Cuba y otros
pueblos americanos, donde
recibe distintos nombres :
aní, chamán, garrapatero,
samurito, etc. Su tamaño
es de unos 3 decímetros,
de cola muy larga, y plu-
maje totalmente negro con
reflejos verdosos. Es de
costumbres suaves y fa-
miliares, se acerca mucho
a las viviendas y personas,
y vuela regularmente en
bandadas. No es caza ni
bocado estimable. Toma ese
nombre por la onomato--
peya de su canto: hu... ii,
o, de donde judío. (Zool. F.
Cucúlidos; esp. Crotaphaga,
JUNG
312 -
JURO
ani, Lin.) Tiene loa usos
cast.
Juey. Cub. epic. m. — desuaa-
da. — Según Zayas, "un
cangrejo que habita en los
manglares". (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Júgano. Cub. m. — antic. —
Primitivo nombre de la
planta llamada nab ac o .
Véase. (Et. Voz caribe, Za-
^yas).
Jújano* Cnb. m. — Véase na-
baco. (Et. Corrupción de
júgano) .
Juma. Amer. f. — fam. — Bo-
rrachera: "¡Vaya una ju-
ma la de Ramón!"
Jumarse. Común, v. ref. —
fam. — Lo mismo que em-
briagarse de alcohol. Es de
advertir, que este verbo y
sus derivados y voces afi-
nes son resultados de ha-
berse corrompido la h en
j. (Et. Jumarse, de ajumar-
se, ahumarse, humo).
Jumatán. Cub. m. — fam. —
Dícese ai borracho empe-
dernido.
Jumera. Cub. común.-fam.-
Además de borrachera, cual
admite la R. A., significa
en Cuba borracho o aficio-
nado al alcohol: "Jorge es
un jumera indomable" ;
"Anita es un poco jume-
ra".
Junco de ciénaga. Cub. m.-
Especie de junco, que co-
men los animales como
último recurso. (Bot. F.
Ciperáceas; e s p . Eleocha-
r4s interstincta, R. Br.)
Jainco marino. Cub. m. — El
arbusto llamado espinillo.
Véase.
Júpiter. Cub. m. — Véase as-
tronomía rosada.
Júpiter. Cub. m. — Véase pi-
ñón amoroso.
Jora. Cub. f. — muy vulg.—
Individuos de la condición
moral que puede suponer-
se, dieron este nombre a
los agentes de la autoridad,
uniformados.
Jurabaiba. Cub. f. — El ár-
bol más conocido por fri-
jolillo. Véase. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Jurabaina. Cub. f. — Otro
nombre del árbol frijoli-
llo. Véase. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Juracán. Cub. m. — vulg. —
Corrupción de "huracán",
entre gente rústica.
JureS. Cub. epic. m. — Pez
abundante de cuerpo oval,
comprimido, que cuando
adulto es casi blanco, y
propenso al contagio de ci-
guatera. Cuando joven le
denominan gallego y jure-
lete. (Zool. F. Car ang idee ;
esp. Cavanx atus, Agas.)
Jure!. Cub. m. — vulg. — poco
uso. — Según Pichardo, con
los verbos "coger" y "te-
ner", significa miedo, y con
"tener" y "tomar", em-
briaguez. Nunca lo hemos
oído.
Jureiete. Cub. epic m. — Dí-
cese al jurel joven. Véase.
Jurga. Cub. f. — antic. — Es-
pecie de baile "bonito y
JUTÍ
— 313
JUYU
gracioso", según Pichardo,
acompañado de canto algo
picaresco. Ha desaparecido
su uso.
Jurtacuerpo. Cub. m. -Véase
huriacuerpo.
Justacuerjto. Cub. m. -Véase
hurtacuerpo.
-latía. Cub. epic. f. — Así dice
todo el mundo en la Isla,
por corrupción de "hutía",
a este mamífero que des-
cribe la R. A. Hay varias
especies con aditamentos.
Véanse las frases 185 y
215 y el refrán 39 de los
respectivos Apéndices.
(Zool. F. Octodontidce).
Jutía arará. Cub. epic. f. —
Variedad del mamífero ju-
ña, de pelo blanco, abun-
dante en la parte occiden-
tal de la Isla.
Jutía baribá. Cub. epic. f. —
Otra variedad, también de
Vuelt abajo.
Jutía caraba!!. Cub. epic. f.
— Especie de cuerpo más
aguzado, de pelo terso y
largo, leonado, de algo me-
nor tamaño que el corrien-
te. También se dice jutía
mona. (Zool. F. O.; esp.
C apr o my s prehensiles,
Paeppig.)
Jutía conga. Cub. f. — Es la
especie de mayor tamaño,
que alcanza 4 decímetros
hasta el nacimiento del ra-
bo, de figura muy semejan-
te a la rata, y color colora-
duzco ceniciento. Es do-
mesticable. (Zool. F. O.;
esp. C, pilorid.es, Pal.)
Jutía mandinga. Cub. epic.
f. — Variedad de pelo total-
mente negro, que suele
verse en los cayos de la
costa Norte, particularmen-
te en los de Cárdenas.
Jutía mona* Cub. epic. f. —
La jutía carabalí. Véase.
Jutía vaSensuelana. Cub.
epic. f. — Variedad de pelo
uno propenso a blanquear.
Juyuyo. Cub. epic. m. — Por
corrupción de huyuyo, dí-
cese a un ave palmípeda,
especie de pato, de muy
bello aspecto: tiene el
vientre blanco, el pecho
rojo con triángulos blan-
cos, la cola negra, y el res-
to del cuerpo, así como el
moño (que sólo adorna la
cabeza del macho), de co-
lor verde precioso con re-
flejos dorados; la hembra
tiene los colores menos
fuertes. Los ojos son cas-
taños, con los párpados de
color bermellón. Alcanza
una longitud de medio me-
tro, vive sobre las aguas y
en los troncos de los ár-
boles, y es domesticable.
En algunos lugares le di-
cen pato real. (Zool. F.
Anatidce; esp. Aix sponsa,
Lin.)
Juyuyo, ya. Cub. adj. — Aplí-
case a las personas y ani-
males huraños, indómitos.
Juyuyo. Cub. epic. m. — Es-
pecie de hormiga inofen-
siva a ios cultivos, pero
que pica, y por su maña
de picar y huir en seguida,
JUZG
— 314 —
JüZG
se la llama también muer-
de-huye o muerde -juye.
Juzgado Correccional. Cub.
m. — Juzgado a cargo de un
juez para juzgar y senton-
oiar delitos menores, y cu-
yas sentencias son inape-
lables. También se dice
simplemente "Correccio-
nal".
KILO
— 315 —
KIMO
K
Kepis. Común, m. — Así es-
criben algunos en lugar de
"quepis", que es como la
R. A. adaptó este galicismo.
Kilo. Cub. m. fam. — Dícese
a la moneda de un centavo.
Es sinónimo de hierro en
el mismo familiar lengua-
je, aunque con menos uso
éste. Tiene la acepción cas-
tellana.
Kimona. Cub. f. — Es el "ki-
mono" o "quimono" que
traen algunos diccionarios.
Una especie de bata larga
de estilo japonés, que usan
las mujeres como traje
casero.
LAGA
— 316
LAGA
Labal. Cub. m. — "Tela de
hilo, poco conocida, que se
parece a la silesia". Esto
dice Pichardo. Actualmen-
te, nos parece que ni la una
ni la otra se conocen ni
poco ni mucho.
Lacre. Cub. m. — Árbol exó-
tico, originario de la Gua-
yana, que alcanza una al-
tura de 10 metros, que to-
ma ése nombre de una re-
sina parecida al lacre que
exuda la corteza. Su made-
ra es ligera, resistente, fi-
brosa, fina, "de un hermo-
so color de gamuza o de
carne, pálido, veteado".
(Bot. esp. Bimia guaya-
nensis). Tiene los usos cas-
tellanos.
Lacre de colmena. Cub. m.
— Especie de cera que fa-
brica la abeja criolla o de
la tierra (véase), de virtu-
des vulnerarias y anties-
pasmódicas.
Lado. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 110 del Apéndice.
Lagaña de aura. Cub. f. — En
algunos lugares del centro
de la Isla, dícese a una
"planta de pocas hojas,
que echa el fruto colorado,
redondo corno el tomate ci-
marrón", según Pichardo.
Hay varias especies. En
otros lugares le dicen pa-
pua y rompezaragüey.
(Bot. F. Compuestas; géne-
ro Vernonia).
Lagaña de aura. Cub. í. — El
arbusto más conocido por
malacara. Véase.
Lagaña de aura de paredón.
Cub. f. — Un arbusto sil-
vestre de escaso interés,
también llamado rompeza-
ragüey morado. (Bot. F.
Compuestas; esp. Vernonia
incequiserrata) .
LagarteadOj, da. Cub. adj. —
Dicen así los muchachos al
rabo o cola de las cometas
de papel, cuando llevan ti-
ras de trapos alternando
los colores blanco y negro.
Lagarto de río. Cub. epic.
m. — Varias especies de un
pez de cuerpo alargado, de
boca hendida hasta mucho
más atrás de los ojos, y
que alcanza un tamaño de
tres a cuatro decímetros.
317
La especie principal es ver-
dosa con fajas vehicula-
res obscuras. No es comes-
tible. (Zool. F. Synodonti-
da?; esp. Synodus fceteus.
Lin.)
Laguer. Cub. m. — Una espe-
cie de cerveza ligera fabri-
cada en el país, y que cons-
tituye la bebida de mayor
consumo por excelencia.
(Et. Del inglés lager).
Lagunato. Amer. m.-Lo mis-
mo que "lagunajo" o char-
co grande. Es un diminu-
tivo despectivo bien for-
mado.
Lajero, ra. Cub. subs. y adj.-
- -La persona nacida en San
José de las Lajas o en San-
ta Isabel de las Lajas , co-
nocida esta última pobla-
ción más por "Lajas" sim-
plemente.
Lajero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a cosas de esas dos
poblaciones.
Lambarear. Cvb. v. n. — des-
usado.— Callejear por ocio-
sidad, distracción, o por
vicio de holgazanería.
Lambareo. Cub. m. — desusa-
do. — Acción y efecto de
lambarear. Véase.
Lambarero, ra. Cub. adj. —
desusado. — Aplícase a la
persona que lambarea o
callejea por distracción o
vicio. Véase lambarear.
Lámpara. Cub. común-. -vulg.
— Dícese a la persona im-
pertinente, molesta, de la
que cuesta trabajo des-
prenderse: "Jacinto es
un lámpara inaguantable".
Tiene los usos cast.
Lampuso, sa. Cub. adj. — Lo
mismo que "atrevido",
"desvergonzado".
Lanero. Cub. m. — El árbol
más conocido por ceibón-
botija. Véase.
Lanilla bJaaca, Cub. f. — Ár-
bol silvestre muy escaso,
de madera ligera, amari-
llenta.
Lanliía prieta» Cub. f. — Ár-
bol también silvestre y es-
caso, de madera dura, re-
sistente y obscura.
Lanudo. Cub. va. — Árbol sil-
vestre de madera dura,
compacta, fina, de color
amarillento obscuro.
Largar. Cub. v. a. — vulg. —
Metafóricamente, se usa en
vez de "pegar", castigar.
Tiene los usos autorizados
por la R. A.
Largar. Cub. v. n. — fam. —
Con el pronombre personal
de tercera persona la ante-
puesto, significa morirse :
"Fulano, cualquier día la
larga".
Lata. Cub. f. — En algunos lu-
gares del campo, llaman así
a un palo tosco que se apo-
ya por los extremos en dos
horquetas clavadas en la
tierra, y que se pone a la
entrada de las fincas rús-
ticas a manera de talan-
quera, para impedir el pa-
so libre. Tiene los usos
castellanos.
Latigazo. Cub. m. — Cierta fi-
gura del baile contradan-
LAUR
318 -
LBBI
za o rigodón. Tiene el uso
castellano.
Laurel. Cub. m. — Reciben es-
te nombre, casi todos con
algún aditamento, varios
árboles de una misma fa-
milia, que es la del laurel
verdadero, y de otras. Una
especie importante se lla-
ma sencillamente laurel,
que tiene las hojas pare-
cidas al verdadero, y su
madera es apreciable en
carpintería. (Bot. F. Lau-
ráceas; esp. Acrodiclidium
wrightii, Meisu).
Laurel blanco. Cub. m. — El
árbol más conocido por le-
visa (2." acep.) Véase.
Laurel de cembal. Cub. m. —
Véase anón de cembal.
Laurel de España. Cub. m.
— El árbol laurel cuyas ho-
jas en España se emplean
como especia, y que en Cu-
ba es una planta exclusi-
vamente de adorno, pues
que ni florece ni fructifica.
Laurel de la India. Cub. m.
— Hermoso árbol ornamen-
tal y de sombra, muy es-
timado para paseos y tam-
bién para carreteras, por
ser muy resistente a los ci-
clones, a pesar de sus raí-
ces superficiales; y en el
primer caso, tiene la difi-
cultad de que la multitud
de sus fruticas. que se des-
prenden incesantemente,
hacen peligroso el tránsi-
to, porque con facilidad se
resbala. Es muy coposo, de
hojas chicas, ovaladas,
elípticas, brillantes, de co-
lor verde obscuro. En sus
hojas suele haber con mu-
cha frecuencia un insecto
que si cae en la vista de
una persona le causa un
escozor muy fuerte, por lo
que se llama bicho de can-
dela. El árbol también se
llama álamo-jagüey. (Bot.
F. Mareas; esp. Ficus ní-
tida, Thunb.)
Laurel de loma. Cub. m. —
Árbol silvestre indígena,
de hojas alternas, elípticas,
con venas arqueadas, y
fruto en baya ovalo-oblon-
ga. (Bot. F. Lauráceas ; esp.
Beilschmiedia péndula,
Hem.)
Laurel pico de gallo. Cub.
m. — El árbol más conocido
por cirio. Véase.
Lausí. Cub. m. — antic. — Tela
de seda en colores, que se
deshilaba para bordar con
los hilos. Ni se conoce ya
la tela ni se usa el proce-
dimiento.
Lavado, da. Cub. adj. — Aplí-
case al ganado de pelo ber-
mejo tirando a blanco. Si
el pelo es casi blanco so-
bre fondo negro se dice la-
vado fardinegro. Tiene los
usos castellanos.
Lea. Común. f.-Entre el vul-
go de España y gran parto
de América suele oirse así
en vez de "ramera".
Lebisa. Cub. epic. f. — Mu-
chas personas escriben así
en lugar de levisa (véase),
que es la forma ortográfica
LBUHÍS
319
LHCHU
más adaptable al castella-
no, en el que ninguna voz
comienza con las sílabas
lebi.
Lebrancho. Cub. epic. m. —
El pez "lisa" (más conoci-
do en castellano por "mú-
jol") cuando alcanza ta-
maño grande.
Lebrero. Cub. m. — Árbol sil-
vestre de madera dura,
compacta, fibrosa, de gra-
no fino, de color pardo
amarillento con vetas más
obscuras, empleada en
mangos de instrumentos.
También se llama torcido,
palo torcido, mano de pi-
lón y yaya macho. (Bot. F.
Melastomáceas; esp. Mou-
r r ir i a valenzuelana, A.
Rích.)
Lecusa. Cub. f. — Véase mate
calentura.
Leche. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 79-6 del Apéndice.
Leche de Venus. Cub. f. —
Una variedad de la planta
altea. Véase.
Lechera. Cub. f. — La yerba
lechera. Véase. Tiene las
acep. oast.
Lechera marina. Cub. f. —
Especie de hierba parecida
a la anterior, abundante en
las playas, que se llama
también yerba lechera ma-
rina. (Bot. F. Euforbiáceas;
esp. Euphorbia trichotoma,
H. B. et K.)
Lechero. Cub. m. -Árbol sil-
vestre de hojas coriáceas
y oblongas, y flores en ra-
cimos terminales. Este ár-
bol, así como las dos plan-
tas anteriores y las dos
primeras que van pospues-
tas, toman esos nombres
por el abundante látex le-
choso que producen. (Bot.
F. Euforbiáceas; esp. Sa-
pium laurocerasus, Lin.)
Lechero, ra. Cub. adj. — vulg.
— Aplícase a la persona
arriesgada con buena suer-
te, en cualquiera clase de
empresas. Otros, en más
vulgar lenguaje, dicen le-
chan, na. Tiene los usos
castellanos. En algunos lu-
gares andaluces equivale a
"logrero".
Lechón, na. Cub. adj. — muy
vulg. — Véase lechero, ra.
Tiene los usos castellanos.
Lechonata. Cub. f. — Dicen
así muchos a la hembra del
lechón, pero más se dice
con su nombre castellano
"lechona". Lechonata sería
correctamente aplicable a
un conjunto de lechones.
Lechosa. Cub. f. — Planta
herbácea, erecta, polimor-
fa, de hojas ovales, en fi-
gura de violín. Toma el
nombre del jugo lechoso
que oontiene. También se
llama yerba lechosa. (Bot.
F. Euforbiáceas; esp. Eu-
phorbia heterophylla, Lin.)
Lechoso. Cub. m. — El árbol
huevo de gallo. Véase.
Lechuga. Cub. f. — Arbusto
silvestre, poco estudiado,
de madera dura, elástica,
de color amarillo sucio.
Tiene el uso castellano.
LEÑO
— 3íí0
LBNO
Lechuga cimarrona. Cub. f.
— Planta acuática cuya&
hojas sobrenadan en los
ríos. También se dice le-
chuguilla. (Bot. F. Avoi-
deas; esp. P istia stratiotes,
Lin.)
Lechuguilla. Cub. í.- — La le-
chuga cimarrona. Véase.
Lechuguilla de agua. Cub, f.
— Plañía acuática de hojas
circulares grandes, que flo-
tan amontonadas en ríos y
lagunas. (Bot. F. Salviniá-
ceas; esp. Salvinia hispida,
Kth.)
Lechuza. Cub. epic. f . — La
lechuza de Cuba se dife-
rencia de la de España en
que tiene mayor tamaño y
la cola ligeramente escota-
da. Por lo demás, es idén-
tica en hábitos y configu-
ración. Tiene el uso fig.
castellano.
Legua corralera. Cub. í. —
Medida superficial, desusa-
da, equivalente a la cuarta
parte aproximadamente de
un corral. Véase.
Legua cubana. Cub. f. — Me-,
dída longitudinal equiva-
lente a 5.000 varas cuba-
ñas, o sean 4.240 metros.
Lengua de Sobo. Cub. f. —
Véase colonia (1.a acep.)
Lengua de pájaro. Cub. i. —
Uno de los tipos del ají.
Véase.
Lengua de vaca. Cub. í. —
Reciben este nombre co-
mún varias plantas muy
diferentes, entre ellas una
rnás conocida por taburete
y otra por pasa de negro.
Véanse. Entre las que no
reciben otra denominación
diferente, hay una que tie-
ne las ramas tetragónicas,
hojas eartáceas, lanceola-
das, grandes, flores de co-
rola blanca en cimas, y
fruto en drupa ovoide-
globosa. (Bot. F. Verbená-
ceas; esp. Aegiphylla mar-
tinicensis, Jacq.)
Lengua de vaca. Cub. f. —
Planta silvestre semipará-
sita, muy común en terre-
nos áridos, do asombrosa
reproducción por medio de
sus rizomas, extendiéndose
por el suelo; las hojas su-
ministran fibra textil esti-
mable, y machacadas, tie^
nen virtudes pectorales,
aplicadas en cataplasmas.
(Bot. F. Liliáceas; esp.
§ ans e vie r a guineensis,
Willd.)
Lengüilargo, ga. Común.
adj. — fam. — Aplícase a la
persona que no guarda se-
cretos y todo lo descubre:
"Nada se puede hablar en
secreto ante Luis, porque
es un lengüilargo y todo lo
divulga".
Leña. Cub. f. — muy vulg. —
En el más soez de los len-
guajes se dice ai pene.
Tiene el verdadero uso
castellano.
Leñatero.' Cub. adj. — Aplí-
case a una especie de be-
juco. Véase.
Leño amarilla. Cub. m. -Véa-
se palo blanco (2.a acep.)
LE VI
— 321 —
LIBO
Leontina. Común, f. — Cade-
na de reloj que va de un
bolsillo a otro, sujeta o no
a un ojal del chaleco. (Et.
Del francés leontine).
Leopoldina. Común, f. — La
cadena de reloj que pende
del bolsillo donde se lleva
esa prenda. No tiene el uso
que le señala la R. A.
Lépero, ra. Cub. adj. — Apli-
case a la persona ladina,
astuta: "Muy lépero". (Et.
Del cast. "lepe").
Leva. Amer. f. — vulg. — Dí-
cese entre la plebe a la
chaqueta o americana. Se
dice mucho, particular-
mente en Colombia, donde
suena menos mal que en
Cuba. (Et. De "levita").
Levente. Cub. común. — Dí-
cese a la persona advene-
diza, de costumbres desco-
nocidas. Véase la frase 210
del Apéndice.
Levisa. Cub. epic. f. — Raro
pez de figura casi circular,
un disco algo más ancho
que largo, aplastado, de
color moreno obscuro, con
escamas muy duras y ás-
peras, por lo que su piel
se utiliza a la manera de
papel de lija. Por la parte
inferior es suave. Alcanza
hasta un metro de diáme-
tro; la cola es mitad más
larga que el cuerpo, de
bordes aserrados y armada
de una o más espinas. Tie-
ne los ojos, las narices y
los opérculos en la parte
superior, y en la inferior
la boca y las hendiduras
branquiales. Algunos es-
criben lebisa, forma que se
sale de los cauces ortográ-
ficos del castellano; y otros
pronuncian livisa. (Zool. F.
Dasybatidce; esp. Dasy-
batus torrei, Garm.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Levisa. Cub. f. — Árbol sil-
vestre que se eleva unos
diez metros, de hojas al-
ternas, oblongo - lanceola-
das, brillantes, con las ve-
nas arqueadas, madera re-
sistente, dura, de color
amarillo verdoso, y que le
da nombre su corteza ás-
pera, como la piel del pez
levisa. También se nom-
bra laurel blanco. (Bot. F.
Lauráceas ; esp. Acrodicli-
diuvi jamaicense, Ne.)
Leviya. Cub. f. — Según Za-
yas, un "árbol de madera
dura que alcanza hasta 30
pies de elevación". ¿No
será el árbol levisa? (Et.
Voz caribe, según el autor
mencionado).
Libertar. Cub. v. a. — En la
jerga de jugadores de mon-
te, significa hacerse cargo
de la carta de otro juga-
dor, para aceptar apues-
tas sobre ella, si se lo per-
mite el banquero. Tiene los
usos castellanos.
Liblsa. Cub. epic. f. — Así es-
criben algunos en vez de
livisa. Véase.
Liborio. Cub. m. — fam. —
Nombre simbólico del pue-
blo cubano, cual decir
21
LIBR
— 322
LIJA
"Juan Español" al de Es-
paña. En el libro "Aven-
turas de un Mayoral", por
don Juan B. Jiménez, el
protagonista es un guaji-
ro llamado Liborio, que
viene a representar sim-
bólicamente al campesino
cubano, y quizá tenga ori-
gen la tradición en este li-
bro. En caricatura se debe
su vulgarización y tal vez
la ingeniosa interpretación
gráfica al semanario hu-
morístico "Política Cómi-
ca"; se presenta a Liborio
enjuto de cuerpo, alto, vis-
tiendo pantalón y camisa,
cubierto con sombrero de
guano, portando el típico
machete a la cintura, sin
bigote y con luengas pa-
tillas, que son el rasgo dis-
tintivo del guajiro cha-
pado a la antigua.
"Libra. Cub. f. — "Denomi-
nación dada a la hoja de
tabaco de superior cali-
dad". (R. A.). Según Pi-
chardo, "la tercera clase de
tabaco de calidad". Aunque
lacónica, es propia la defi-
nición de la R. A., que
bien pudo extenderse a de-
cir que es la hoja más
grande entre las no dete-
rioradas, cuando le acom-
pañan las cualidades de co-
lor, calidad y aroma supe-
riores. Tiene los otros usos
de la R. A.
Libra de pie. Cub. f. — Dí-
cese a la hoja de tabaco
llamada de libra, cuando es
cortada de la parte baja de
la planta.
Lienzo. Cub. m. — El espacio
comprendido entre dos pa-
los horizontales de una
cerca. Tiene las acep. cast.
Ligar. Cub. v. a. — Contratar
a un precio determinado e
invariable el producto de
una cosecha antes de la re-
colección; si se trata de
caña, antes de ser molida,
con relación al azúcar que
produzca. Tiene las acep.
castellanas.
Ligero. Cub. adj. — fam. —
Véase la frase 9 del Apén-
dice.
Lija. Cub, epic. f. — Pez de
mar distinto al que con
ese nombre describe la R.
A. Tiene el cuerpo muy
comprimido, escamas pe-
queñísimas y muy ásperas,
a lo que debe su nombre
popular, y en vez de aleta
dorsal, tiene una larga,
gruesa y resistente espina.
Hay las especies que se ve-
rán a continuación. (Zool.
F. Monacanthidce). Tiene
el uso corriente castellano.
Lija barbuda. Cub. epic. f. —
Especie de cara obtusa por
efecto de una eminencia
que tiene en la cabeza, de
donde proviene su nombre.
Tiene la piel aterciopelada
de color cobrizo claro con
motas obscuras. (Zool. F.
M.; esp. Alutera monoceros,
Obs.)
Lija colorada. Cub. epic. f.
— Especie de color pardo
LIMO
323 —
LIMO
rojizo, con un espacio
blanco a los lados del lo-
mo, en figura de silla de
montar, que alcanza un pe-
so de tres kilogramos.
(Zool. F. M.; esp. Canthe-
rines palhis, Ranz.)
Lija trompa. Cub. epic. f. —
Especie de cara muy agu-
da, de donde proviene su
nombre, y con la espina
dorsal endeble. Su colora-
ción está formada por fa-
jitas azules longitudinales
con puntos negros. Crece
hasta casi un metro y es
comestible. (Zool. F. M.;
esp. Alutera scripta, Obs.)
Lila de las Antillas. Cub. f.
• — El arbusto más conocido
por galán de noche mora-
do. Véase.
Lima de piquito. Cub. f. —
Así dicen algunos al fruto
del limero, más conocido
en Cuba con su otro nom-
bre castellano de "lima",
aunque los que se precian
de hablar bien, dicen lima
solamente al fruto.
Limeña. Cub. f.— En el bi-
llar, cierto golpe muy sua-
ve de taco.
*Limón. Cub. adj. — Véase
yerba de limón.
Limón. Cub. común. — fam. —
Dícese a la persona mala
bailadora.
Limón agrio criollo. Cub. va.
Dícese a la variedad del li-
monero (en Cuba dicen así
muy pocos al árbol), y su
fruto, que se desarrolla sil-
vestre en las lomas; el
fruto es pequeño, redon-
do y muy ácido.
Limón café. Cub. m. — Véase
mate árbol.
Limón dulce. Cub. m. — V.
limón francés.
Limón francés. Cub. m. —
Las variedades de árbol y
fruto distinguidas por que
éste es más grande que una
naranja, de corteza gruesa
y rugosa, que se emplea
para dulce en conserva.
Limón grande. Cub. va. — El
árbol y su fruto, algo ma-
yores que los comunes, de
figura ovalada éste y no
tan ácido como el corriente.
Llmoneillo. Cub. va. — Véase
yerba de limón, que es el
cubanismo aceptado por la
R. A.
Llmoneillo. Cub. va. — El ár-
bol conocido por granadillo
blanco. Véase.
Lümoneiío. Cub. va. — Arbus-
to inerme de hojas com-
puestas, con foliólos óvalo-
oblongos, acuminados, en
pedúnculos axilares, flore-
cillas blancas y fruto es-
férico, pequeño, de color
rojizo. (Bot. F. Auranciá-
ceas; esp. Glicosmis pen-
taphylla, Corr.)
Limoncito. Cub. va. — Arbusto
de menos elevación que el
anterior, espinoso, de ho-
jas compuestas, con tres
hojuelas, flores blancas,
fruto pequeño, ovoide, de
color rojo y sabor agri-
dulce. También se llama
limoncito de Batavia y de
LINO
— 324
LIRI
China. (Bot. F. A.; esp.
Triphasia aurantiola, Lour.j
Limoncito de Batavla, Cub.
m. Véase limoncito (segun-
da acepción).
Limoncito de China. Cub. m.
— El limoncito (2.a acep.)
Véase.
Limones. Cub. m. pl. — Los
maderos exteriores de la
cama de una carreta, qué
van a los qostados, próxi-
mos a las ruedas.
Limosnero, ra. Araer. m. y
í. — En España se dice a la
persona caritativa. "Ro-
saura es muy limosnera";
y en América, este adje-
tivo se substantiva para
hacerlo sinónimo de "por-
diosero": "Vacié mi bolsi-
llo en las manos de un li-
mosnero".
Limpia-bacines. Cub. epic.
m. — Pececillo de color ne-
gro, algo violado, de cola
bifurcada. (Zool. esp. Plec-
thropoma nigricaus, Poey.)
Linchamiento. Común, m. —
Acción y efecto de linchar.
Lino. Cub. m. — Especie de al-
ga de agua dulce, que suele
abundar en ríos y arroyos,
de hojas largas, filiformes,
que flotan en la superficie,
hasta formar espesos ma-
cizos. También se llama li-
no de rio y de zanja. (Bot.
F. Nayadáceas; tribu Pota-
meas; esp. Potamogetón lu-
cens, Lin.) Tiene las acep.
castellanas.
Lino. Cub. m. — Árbol silves-
tre que alcanza 10 metros,
de madera amarilla, dura y
clástica, que se astilla fá-
cilmente.
Lino blanco. Cub. m. — Ar-
busto que se eleva a unos
cuatro metros, en las cos-
tas rocosas de la isla de
Pinos.
Lino de río. Cub. m. — Véase
lino (1.a acep.)
Lino de zanja. Cub. m. — La
planta lino (1.a acep.) Véa-
se.
Lipidia. Cub. i. — fam. — Im-
pertinencia, majadería.
Lipidia. Cub. común. — fam.
— Dícese a la persona ma-
jadera, obstinada, fastidio-
sa: "Pedro es un lipidia";
"Anita es una lipidia".
Más se dice lipidioso, sa.
Lipidioso, sa. Cub. adj.-fam.
— Aplícase a la persona
molesta, fastidiosa: "Do-
mingo es un lipidioso ina-
guantable". También se di-
ce lipidia (2.a acep.)
Lirio. Cub. m. — Reciben este
nombre diversidad de plan-
tas herbáceas, arbustos o
árboles, los más con algún
aditamento particular. El
tipo más común es árbol de
cuatro a cinco metros, de
regular madera, hojas muy
oblongas, alternas, amon-
tonadas en el ápice, flores
aromáticas en cimas, em-
pleadas para dulces. Son
plantas lechosas. En algu-
nos lugares las llaman sú-
chel, por corrupción del
americanismo suche. El
primitivo nombre era ata-
LIRI
325 —
L1BI
baiba, ya desechado en Cu-
ba. Varias especies se co-
nocen simplemente por li-
rios, y una es la clavellina
(2.a acep.). No tiene el uso
castellano.
Lirio amarillo. Cub. m. — Es-
pecie de flor indicada en el
sobrenombre. (Bot. F. Apo-
cináceas; esp. Plumería lú-
tea, Ruiz.)
Lirio amarillo. Cub. m. —
También toma este nom-
bre el más conocido por
lirio de playa.
Lirio blanco. Cub. m. — Alelí
blanco. Véase.
Lirio chucho. Cub. m. — Véa-
se lirio de dulce.
Lirio de cinta. Cub. m. —
Planta de bellas flores
blancas con franjas pur-
púreas obscuras, aromáti-
cas, colocadas en umbela,
ai extremo de un grueso y
desnudo escapo. También
se llama tulipán. (Bot. F.
Amarilídeas; esp. Crinum
amaoile} Doun.)
Lirio de costa. Cub. m. —
Véase alelí blanco.
Lirio de costa. Cub. m. -Es-
pecie parecida a la ante-
rior, del litoral. (Bot. F.
Apocindceas; esp. Ramuol-
fia cubana, A. D. G.)
Lirio de dulce. Cub. m. -Ár-
bol de hojas oblongas, agu-
das, flores de corola trico-
lor, por lo que también se
llama lirio tricolor, y cu-
yos pétalos son muy esti-
mables para hacer dulce.
También se llama lirio
chucho. (Bot. F. Apocind-
ceas; esp. Plumería rubra,
Lin.)
Lirio de los Alpes. Cub. m.
— Especie con flor de corola
grande, blanca, en forma de
copa. (Bot. F. Amarilídeas:
esp. Eucharis grandiflora,
Plañen.)
Lirio de paredón. Cub. m. —
Especie de escasa impor-
tancia. (Bot. F. Apocind-
ceas; esp. Ranwolfia salici-
folia, Gris.)
Lirio de playa. Cub. m. —
Tipo de flores amarillas,
también llamada lirio ama-
rillo (2.a acep.) (Bot. F.
Apocindceas; esp. Plumería
obtusa, Lin.)
Lirio de San Juan. Cub. m.
— Planta herbácea perenne,
de hojas dísticas y abun-
dantes, flores blancas, que
brotan por San Juan, en
junio, de donde toma ese
nombre y el de lirio sari-
juanero. (Bot. F. Amari-
lídeas; esp. Himenocallis
caribcea, Herb.).
Lirio de San Pedro. Cub. m.
— Especie parecida a la
anterior, de hojas más pe-
queñas, dentadas, y flores
más chicas, de corola más
ancha. (Bot, F. Amarilí-
deas; esp. Crinum ameri-
canum).
Lirio morado. Cub. m. — Ár-
bol de flores moradas. (Bot.
F. Apocindceas; esp. Plu-
mería obtusa, Lin.)
Lirio sanjuanero. Cub. m. —
Véase lirio de San Juan.
LOCB
- 326 —
LONG
Lirio tricolor. Cub. m. -Véa-
se lirio de dulce.
Lisa francesa. Cub. epio. f.
■ — El pez más conocido por
macabí. Existe en los ma-
res cubanos la verdadera
lisa o sea el mújol, que na-
die, ni nativos ni extran-
jeros, denomina con su otro
nombre de "lisa."
Listado. Cub. m. — Tejido de
algodón con listas de colo-
res. Véase la frase 108 del
Apéndice. Tiene el uso cas-
tellano de adjetivo.
Listado aeosta» Cub. m. —
Véase coleta azul.
Listado arabia. Cub. m. —
Véase arabia.
Listado escocés. Cub. m. —
Tejido a grandes cuadros
en colores vivos, lo cual
es un barbarismo.
Listas. Cub. f. pl. — fam. —
Véase la frase 195 del
Apéndice.
Livisa. Cub. epic. f. — Véase
levisa.
Lpbelia. Cub. f. — Planta sil-
vestre de lugares húmedos,
de hojas oblongas, desigua-
les, aserradas, pecioladas,
y puntiagudas en el ápice,
llores de corola azul en ra-
cimos. Las hojas tienen
virtudes curativas pectora-
les y antivenéreas. (Bot. F.
Lobeliáceas; esp. Lobelia
clifortiana, Willd.)
Lobo. Cub. m. — Véase colo-
nia (1.a acep.) Tiene el uso
castellano.
Locería. Amer. f. — Estable-
cimiento donde se vende
loza. En España, "alfare-
ría".
Locero. Amer. m. — El indi-
viduo dueño o empleado de
una locería. En España,
"alfarero".
Losa, Cub. f. — Véase agua-
loja.
Lombriz. Cub. adj. — Aplícase
a una especie de bejuco.
Véase.
Lombriz de Guinea. Cub. f.
— Especie de lombriz muy
pequeña y aplastada, que
suele aparecer, aunque es
un caso rarísimo, bajo la
piel de las personas, par-
ticularmente de los ne-
gros.
Lombriz de hígado. Cub. f.
— Cierto gusano que se en-
cuentra en el hígado en-
fermo de las vacas.
Lometa. Cub. f. — Altonazo,
pequeño monte. (Et. Dimi-
minutivo de "loma").
Lomibayo, ya. Cub. adj. —
Aplícase al ganado vacu-
no con el lomo y los cos-
tillares de pelo casi blanco
sobre fondo negro.
Lomo. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 209 del Apéndice.
Londres. Cub. m. — Vitola
grande y fina de tabaco o
cigarro puro.
Loneta. Cub. f.-Tejido blan-
co, grueso, ordinario, de
algodón, asargado, que se
emplea para toldos, panta-
lones de obreros, etcétera.
(Et. Diminutivo de "lo-
na").
Longorón. Cub. m. — Molusco
LORO
327
LUZ
marino bivalvo, cuyas con-
chas tienen figura de ala
en tamaño de 20 centíme-
tros, blancas y de bordes
muy afilados. Vive en el
cieno, y lo come alguna
gente. (Zool. F. Pholadidce;
esp. Pholas costata, Lin.)
¡Longorones! Cub. Ínter j. —
vulg. — poco uso. — Negativa
enfática.
Loreto. Ci(b. epic. m. — "Pez
clasificado por el señor
Poey, perteneciente al gé-
nero Gramnia. (Gr. Lore-
to. Poey)". Esto dice Pi-
chardo.
Loro. Cub. epic. m. — Reciben
este nombre varias espe-
cies de peces de brillante
coloración, sobresaliendo el
verde; tienen la cabeza al-
go achatada, y la boca for-
mada con cuatro piezas:
dos inferiores y otras dos
superiores. Tiene el prin-
cipal uso castellano. (Zool.
F. Scaridce; género Scarus).
Loro de Guinea. Cub. epic.
f. — Especie de papagayo
de color ceniciento, oriun-
do de esa región africana.
(Zool. esp. Psitíacus eri-
tacus).
Loro guacamayo. Cub. epic.
m. — Una de las especies
del loro (1.a acep.) de color
acarminado en la cabeza,
el lomo amarillo y la parte
de la cola verdosa, que al-
canza cerca de un metro.
Lote. Cub. m. -Restos de una
mercería o pequeño con-
junto de varios géneros
diversos, que se vende a
bajo precio, como en li-
quidación. Es sinónimo de
saldo.
Lotonero. Cub. m. — Árbol
silvestre, especie de almez
de buena madera.
Luisa. Cub. f.-Planta de jar-
dinería cuyos tallos, cuan-
do crecidos, se doblan ha-
cia el suelo y rastrean lue-
go; de hojas aladas, denta-
das y puntiagudas, y flores
de cinco pétalos rojos.
También se llama "auver-
nia". Es planta distinta en
todo a la que describe la
R. A.
Luz. Cub. f. — En las venta-
nas con reja formada por
cabillas de hierro, que
atraviesan a los barrotes
horizontales (maineles) de
madera, dicen los carpin-
teros luz al espacio com-
prendido entre dos barro-
tes y el ancho de la ven-
tana. Tiene los principales
usos castellanos.
LLAVfil
LLORÓ
Cub. m. — Árbol sil-
vestre de mediana eleva-
ción, que suministra ma-
dera de color rojizo ve-
teado. Algunos dicen ya-
nta, su nombre caribe, al
parecer.
Llantén cimarrón. Cub. m. —
Además del llantén común
y el de agua, o sea la alis-
ma, descritos por la R. A.,
hay en Cuba el titulado ci-
marrón, de hojas pareci-
das al verdadero llantén,
aunque de familia dife-
rente, que se desarrolla
en lugares húmedos. (Bot.
F. Aiismáccas; esp. Echi-
nodorus rostratas, Eng.).
Llanto. Cub. m.-fam. — Cier-
to canto semejante a gemi-
dos, que acompaña al baile
llamado zapateo cubano.
Llave. Cub. f. — Cada viga o
vigueta que descansa en
las paredes, al nivel del
cielo raso, si lo hay, y en
la que se apoya con pun-
tales la viga más alta que
sostiene las vertientes del
tejado. Tiene las acep. cast.
Llave. Cub, i. — Cierta carta
en el juego de monte, que
sirve de base a determina-
das jugadas.
Llerén. Cub. f. — Planta cul-
tivada cuyo tallo recto y
cilindrico se eleva a me-
dio metro, en cuya extre-
midad superior se reúnen
en forma aovada las hojas,
que son muy largas, lan-
ceoladas, flores blancas y
tubérculos al extremo de
ensortijadas o confundidas
raíces, aovados, de epider-
mis rugosa y fécula blan-
ca, alimenticia. Algunos
dicen y eren, cúrcuma y
yuquüla (3." acep.) (Bot. F.
Amarantáceas ; esp. Cala-
thea allonia, Lindl.)
Llorón. Cub. m. — El arbus-
to más conocido por rorn-
pehueso. Véase.
Llorón. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que se eleva unos
8 metros en las sierras del
litoral, cuyo fruto comen
los cerdos y algunas aves,
y es de madera mala. Tam-
bién le llaman palo llorón,
y este nombre, al decir de
Pichardo, proviene de que
LLOIiO
329 —
LLORO
es "árbol chorreado". (Bot.
F. Rubiáceas; esp. Guet-
tarda lucida).
lorona. Cub. f. — Arbusto
silvestre de hojas lanceo-
lado-oblongas, obtusas, co-
riáceas, flores en racimos
estrechos, colgantes en po-
sición vertical, de donde
recibe el nombre popular;
su madera es utilizada en
carpintería. (Bot. F. Eri-
cáceas; esp. Cyrilía anti-
llana, Michx.)
MABO
330
MABU
Ma. Cub. i. — vulg. — Entre
los individuos de la raza
negra se da este trata-
miento a las ancianas de
su casta, con gran respeto.
(Et. Apócope de "madre").
Mabí. Amer. m.-antic. — Pri-
mitivo nombre de la plan-
ta conocida por bijdguara.
Es voz que ya no se oye en
Cuba y sí en otras Anti-
llas. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Mabinga. Cub. f. — fam. —
poco uso.-Dícese al estiér-
col.
Mabinga. Cub. f. — desusada.
— Cierto guiso o potaje que
se hace con retoños de ma-
langa, verdolaga o acelga y
otros ingredientes.
Mabinga. Amer. f. — Dícese
al tabaco de baja calidad.
Maboa. Cub. f. — Nombre co-
mún de dos árboles, con
aditamentos particulares,
que alcanzan una altura
de doce metros, suminis-
tran buena madera y una
especie de resina empleada
en la destrucción de mue-
las careadas para evitar las
extracciones. (Bot. F. Apo-
cinúceas; género Carnera-
rio,). (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Maboa común. Cub. f.-Véa-
se maboa de montaña.
Maboa de montaña. Cub. f.
— Especie de hojas mem-
branosas, elípticas, puntia-
gudas, flores blancas en ci-
ma terminal, y madera du-
ra y resistente de color
ceniciento. También se
llama maboa común. (Bot.
F. A.; esp. C. latifolia,
Lin.)
Maboa de sabana. Cub. f. —
Árbol, y pocas veces ar-
busto, de hojas lanceola-
das, oblongas, obtusas, y
madera dura y compacta
de corazón negro, que se
emplea en bastones. (Bot,
F. A.; esp. C. retusa, Lin.)
Mabuja. Cub. epic. f. — Pe-
queña lagartija nocturna,
aplastada, de color ceni-
ciento obscuro, que se ali-
menta de insectos y vive
por el día en los huecos de
las paredes y techo de las
casas. Algunos la llaman
MACA
331 —
MACA
iguanita. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Mabuya. Cub. epic. f. — "Es-
pecie de lagartija noctur-
na, aplastada", según Pi-
chardo, que seguramente
será la mabuja. (Et. Voz
caribe).
Maca. kmer. epic. f. — antic
— Primitivo nombre de la
cotorra. Se conserva algo
esta voz en las otras Anti-
llas. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Macabí. Cub. epic. m. — Pez
de unos 3 decímetros de
largo, de cuerpo cilindri-
co, puntiagudo en los ex-
tremos, de color plateado,
obscuro hacia el lomo, cola
muy ahorquillada, hocico
semejante al del cerdo, y
carne poco estimada por
las abundantes espinas. Al-
gunos escriben macaví y
también se conoce por lisa
francesa. (Zool. F. Albuli-
dce; esp. Albula vulpis,
Lin.) (Ét. Voz caribe, Za-
yas).
* Macaco, ca. Cub. adj. -Aplí-
case a la persona fea o de-
forme, de raquíticas pro-
porciones, por analogía con
el mono americano de ese
nombre.
Macaco. Cub. adj. — Véase
coco macaco.
Macagua. Cub. f. — Árbol sil-
vestre que abunda en los
bosques, cuyo tronco se
eleva unos 14 metros, de
madera blanca con el co-
razón prietuzco, dura, re-
sistente, fibrosa, empleada
en carpintería; es de flo-
recillas blancas y fruto
rojizo, a semejanza de la
bellota, que comen los cer-
dos con provecho. También
se llama macagua amarilla.
(Bot. F. Mareas; esp. Pscu-
dolmedia havanensis,
Sauv.) (Et. Voz caribe, Za-
yas). No tiene ninguna de
las acep. castellanizadas
por la R. A.
Macagua amarilla. Cub. f. —
La macagua. Véase.
Macagua de cosía. Cub. f.
— El árbol más conocido
por cerillo de costa. Véase.
Macaguabo. Cub. m. — des-
usada.— Véase macagua!.
Macagua!. Cub. m. — Lugar
donde abunda el árbol ma-
cagua. También se dice
macaguabo.
Macaguán. Cub. m. — Árbol
silvestre apenas conocido,
de madera fibrosa y floja,
de color blancuzco de viso
rojizo con jaspeado obscu-
ro, y corteza rugosa, de co-
lor de tabaco con manchas
amarillentas. (Et. Voz ca-
ribe). ¿No será la maca-
gua?
Macagüero, ra. Cub. subs.
y adj. — La persona nacida
en Macagua.
Macagüero, ra» Cub. adj. —
Aplícase a cosas pertene-
cientes a esa localidad.
Maeagüits. Cub. f.-La plan-
ta más conocida por cebo-
lleta. Véase.
"Macana. Cub. f. — "Garrote
MAOA
— 332
MACO
grueso, de madera dura y
pesada". (R. A.).
Macana (De). Cub. mod.
adv. — vulg. — Empléase co-
mo para afirmar con ro-
tundidad, cual si se dijera:
con toda seguridad, sin du-
da alguna: "Es de macana
que voy al baile".
Macanazo. Cub. m. — Golpe
causado con una macana.
Véase.
Macanazo. Cub. m. — Por ex-
tensión, cualquier golpe
dado con la mano o algún
instrumento: "Jorge y Ror
man se dieron dos maca-
nazos".
Maca©. Cub. m. — Crustáceo
del que hay especies de
mar y de tierra, que se
asemeja al conocido por
"ermitaño" en España, o
quizá sea el mismo; tiene
repulsiva figura de araña,
del tamaño de cangrejo no
muy grande, con todos los
miembros cubiertos de re-
pugnante babosidad. S e
resguarda bajo la concha
abandonada de algún otro
crustáceo, a cuyo amparo
se mueve, no enseñando
más que los extremos de
las patas. Produce fuertes
picadas. (Zool. F. Paguri-
dce; esp. principal: Ceno-
bita diogenes, Latr.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Macao. Cub. m.— fig. y farn.
— Usase como término de
comparación despreciativo,
en relación con personas
deformes.
Macaví. Cub. epic. m. — Véase
macabí.
Macimera. Cub. f. — La plan-
ta maromera. Véase.
Macío. Cub. m. — La planta
conocida en castellano por
"espadaña", y particular-
mente se dice en Cuba a
la pelusa o borra lanuda
que se obtiene, cuando ma-
duro y seco, del cilindro
color de tabaco que produ-
ce la planta al final de su
largo escapo. Suponemos
que esa pelusa utilizada en
la Isla para relleno de al-
mohadas y otros, no tendrá
un nombre particular tan
generalizado como macío,
en nuestro idioma, y bien
merece se castellanice. La
corrupción ma¿ío está ge-
neralizada hasta entre mu-
chos extranjeros.
Maco. Cub. m. — Molusco, es-
pecie de caracol, pero de
concha no corriente y rara,
que tiene figura de un
huevo grande, pulida, bri-
llante, con manchas de al-
gún color, según la espe-
cie, y con una abertura
longitudinal. También se
dice negromaco. (Zool. F.
Cyproeida?; esp. Cy prosa
exanthema, Lin.) (Et. Voz
caribe, Zayas). Es muy pa-
recido al conocido en cast.
por margarita.
Maco. Cub. m. — Fig. y vulg.
— Dicen algunos a la va-
gina de la mujer, por ana-
logía con la abertura del
molusco maco.
MAOü
- 333
MACHO
Maco. Cub. m. — El árbol
más conocido por aretillo.
Véase.
Macón. Cub. m. antic. — Pri-
mitivo nombre, ya des-
echado, del árbol macurije.
Véase. (Et. Voz caribe).
Macuá. Cub. m, — El árbol
canistel. Véase.
Macubá. Cub. m. — Dícese a
cierta clase de rapé de ta-
baco.
Macuenco, ca. Cub. adj. vul.
— Aplícase a los animales y
rara vez a personas, flacos,
de aspecto mísero.
Macuey, Cub. m. — La planta
descrita en bacuey; es co-
rrupción.
Macurige. Cub. m. — Algunos
escriben así, incorrecta-
mente a nuestro parecer,
la voz macurije.
Macurije. Cub. m. — Árbol
silvestre que' se desarrolla
en lugares húmedos, de ho-
jas alternas, opuestas, con
foliólos elípticos, aguzados,
coriáceos, flores pequeñas
de color castaño en raci-
mos paniculados, de las que
obtienen las abejas abun-
dante miel; el fruto ali-
menta al cerdo, y la ma-
dera es dura, olorosa, de
color amarillento. Esta
planta tiene virtudes me-
dicinales contra la erisipe-
la. Hay otra especie. El pri-
mitivo nombre es raacorí.
(Bot. F. Sapindáceas; esp.
Ratonia apelata, Gris.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Macurey. Cub. m. — Algunos
dicen así al bejuco macu-
sey. Véase. (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Macusey. Cub. m. — Enreda-
dera de tallo corto y ho-
jas aproximadas, cartáceas,
empleado como mimbre, y
en medicina para curar
las contusiones. Algunos di-
cen macurey. (Bot. F. Aroi-
deas; esp. Anthurium pal-
matum, Kth.)
Machango, ga. Cub. adj. fíg.
y fam. — Aplícase a las per-
sonas que, por sus moda-
les torpes y groseros, se
asemejan al mono america-
no de este nombre.
Machacante. Común, m. vul-
gar.— La moneda de plata
equivalente a un duro. Se
oye entre el pueblo bajo
de algunos lugares de Es-
paña. Son sinónimos en
Cuba, bolo, rueda, mara-
ca, etc.
Machete. Cub. m. — Véase la
frase 5 del Apéndice. Tie-
ne los usos castellanos.
Machetear. Cub. v. a. — fig.
y fam. — En la jerga co-
mercial, vender los artícu-
los a bajo precio: "Voy a
machetear unos abanicos".
Tiene el verdadero uso
castellano.
Macheteo* Cub. m. — fig. y
fam. — Acción y efecto de
machetear. Véase. Tiene la
acep. cast.
Macho. Cub. adj. — Aplícase
al grano de arroz u otro
cereal que, sin haberse
desprendido de la cascara,
MADA
— 334 —
MAGA
está mezclado entre los
limpios. Véase la frase 153
del Apéndice.
Macho. Amer. adj. — Aplíca-
se a ciertas especies de ve-
getales en oposición a las
clasificadas de hembra, ge-
neralmente por la particu-
laridad de que no fructi-
fican.
Macho. Cub. m. — Jugada de
billar cuando dos bolas es-
tán juntas y enfiladas con
una tronera.
Machucar. Cub. v. a. — fam.
— Lavar mal la ropa. Tie-
ne el uso cast.
Machucón. Amer. m. — Ac-
ción y efecto de machucar,
en su acepción castellana.
Lo mismo que "machuca-
miento" o "machucadura".
Machucona. Cub. subs. y adj.
— Dícese a la mala lavan-
dera.
Machuelo. Cub. epic. m. —
Pez, especie de sardina.
(Zool. F. Clupeidce; esp.
Opisthonemus t hr i s s a ,
Lin.)
Machuque©. Cub. m. — Ac-
ción y efecto de machucar.
Véase.
Madama. Cub. f. — Planta
herbácea anual, común en
los jardines, de rápido des-
arrollo y efímera vida, de
hojas lanceoladas, denta-
das, con preciosas flores,
aunque irregulares, de co-
lores variados, blanco, rojo
o matizado; produce las se-
millas en una ampolleta
oblonga y peluda, que re-
vienta a la más ligera pre-
sión. También se llama
jardín. (Bot. F. Balsamí-
neas; esp. Impatiens bal-
samina) .
Madras. Cub. m. — antic. —
Tela de algodón con listas
de colores chillones, im-
portada de Madras (India).
Madrasta. Común, f. — Co-
rrupción muy extendida de
"madrastra".
Madre. Cub. f. — Entre car-
boneros, la pila de leña
dispuesta para ser carbo-
nizada, que mide cuatro
varas en cuadro y siete
cuartas de alto. Véase la
frase 184 del Apéndice.
Madruguero, ra. Cub. subs.
y adj. — La persona natural
de Madruga.
Madruguero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a las cosas perte-
necientes a Madruga.
Maestro. Cub. m. — Trata-
miento en sentido respe-
tuoso, que otorga el pue-
blo a quien considera su-
perior. También se dice je-
fe. Tiene las acep. cast.
Maestro de azúcar. Cub. m.
— En los ingenios, el en-
cargado de dar el punto de
cochura al azúcar. En al-
gunos lugares dicen azu-
carero.
Maestro de tacho. Cub. m.
— El individuo encargado
de un tacho, en los inge-
nios ele azúcar donde este
producto se cristaliza.
Magacuya. Cub. f. — Árbol
MAGU
335 —
MA.»N
silvestre apenas conocido.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Magua. Cub. f.-fam. — Equi-
vale a "engaño", "chasco",
"decepción". (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Maguacán. Cub. m. — Según
Zayas, un "árbol silvestre
de la isla de Cuba". (Et.
Voz caribe, Zayas).
Maguado, da. Cub. adj. —
fam. — Quedarse triste o
contrariado a consecuen-
cia de algún desengaño.
Véase maguarse.
Maguarse. Cub. v. ref. —
fam. — Chasquearse, recibir
alguna decepción. (Et. Del
caribe magua [véase]).
* Maguey. Cub. m. — Planta
silvestre textil parecida al
henequén, que se desarro-
lla en terrenos yermos y
pedregosos, de hojas car-
nosas, lanceoladas, lineales,
largas, con gruesas espinas
en los bordes, a manera de
dientes, las cuales hojas
forman macolla reunidas al
extremo de un tronco bajo
y leñoso. Estas hojas pro-
porcionan materia textil
inferior al henequén, y
además se emplean para
lavar la ropa, curar úlce-
ras a los animales y espe-
sar y blanquear la lechada
de cal. Del corazón del es-
capo, también fibroso, se
hacen asentadores para
navajas barberas. Fuera de
Cuba, también con autori-
zación de la R. A., se co-
noce esta planta más por
"agave" o "pita". (Bot. F.
Amarüídeas ; esp. Fuvcrcea
cubensis, Vent.) (Et. Voz
caribe).
Maguey de cosía. Cub. m. —
Especie que crece silves-
tre en el litoral, de hojas
más anchas y pálidas, y
escapo más alto y cubierto
de flores amarillas. (Bot. F.
A.; esp. Agave sobolifera,
Salm.)
Maguey silvestre. Cub. m.-
Silvestres son todas las es-
pecies del maguey, pero
recibe este nombre parti-
cular la más conocida por
bayoneta española. Véase.
Magülra. Cub. f. — El árbol
más conocido por güira ci-
marrona. Véase. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Maicena. Cub. f. — Harina de
maíz muy fina y blanca,
empleada en algunos man-
jares, y que se importa de
los Estados Unidos.
Maicena. Amer. f. — El esta-
blecimiento destinado a al-
macenar o vender maíz.
Maicero. Amer. m. — El due-
ño o encargado de una
maicería. Véase.
Maicero, ra. Amer. adj. —
Aplícase a todo aquello re-
lacionado con el maíz :
"Negocio maicero'".
Masciar. Cub. v. a.-poco uso.
— Echar maíz a las galli-
nas, o a los cerdos en el
monte para reunirlos.
Mainel. Cub. m. — Cada ta-
bloncillo que atraviesan las
MAJÁ
336
MAJÁ
cabillas verticalmente en la
reja de una ventana.
Maíz. Cub. m.— Así dicen los
criollos, cambiando ade-
más del acento, con arreglo
a su peculiar prosodia, la
z en s, en lugar de "maíz";
y no son pocos los extran-
jeros que pronuncian en
una sola emisión de voz
esta palabra. Como este vo-
cablo es de origen antilla-
no, pudiera suceder que
fuera esa la verdadera
pronunciación de los abo-
rígenes; pero, sea como
fuere, debe evitarse. Véan-
se las frases 18 y 25 del
Apéndice.
Maíz aventurero. Cub. m. —
El maíz que se cosecha
fuera de la estación pro-
pia.
Mmz de agua. Cub. m. — El
que se siembra en prima-
vera, estación de las llu-
vias.
Maíz de frío. Cub. m. — El
que se siembra en invierno.
Maíz de pollo. Cub. m. —
El que produce mazorcas
de grano tan raquítico que
se destina para alimento de
pollo.
Maíz saraso. Cub. m. — Dí-
cese al grano entre tierno
y curado.
*Maiá. Cub. epic. m. — La es-
pecie más grande de cu-
lebra cubana, parecida al
boyé del Continente, que
alcanza hasta cuatro me-
tros, dándose casos raros
de mayor longitud, y no
dos metros como asegura
la R. A. Tiene la piel ama-
rillenta, con manchas car-
melitas colocadas simétri-
camente; no es venenosa,
y sólo acomete al hombre
en el caso de ser atacada;
vive en los bosques, a cu-
yos árboles trepa; se ali-
menta de aves y pequeños
cuadrúpedos, y su piel es
muy estimable para obje-
tos de lujo, como cintos,
carteras, etc. (Zool. F.
Boas; esp. Epicrates angu-
lifer, Bib.) (Et. "Voz caribe,
Zayas).
Majá. Cub. subs. com. y adj.
fam. — Dícese a la persona
holgazana, indolente: "Ja-
vier es un majá"; "María
es muy majá'". Por la pe-
reza con que sé arrastra
esa culebra.
Majá amarillo, Cub. epic. m.
— Véase majá ciego.
Majá ciego. Cub. epic. m. —
Dícese impropiamente a
una especie del majá que
alcanza unos 8 decímetros
de largo. (Zool. F. B.; esp.
Tropidophis melanur a ,
Scheg.)
Majá de Santa María. Cub.
epic. m. — La especie de
mayor tamaño, con las
manchas irregulares, mo-
renas en los bordes y par-
das hacia el centro.
Majá manchado. Cub. epic.
m. — Otra especie, como las
anteriores, inofensiva.
(Zool. F. B.; esp. T. macu-
lata, Bib.).
MAJA
- 3.
MAJA
Majaderear. Amer. v. n. —
vulg.-Lo mismo que "mo-
lestar", "incomodar", que
se deriva de "majadería",
y señala el frecuente vicio
americano de formar inne-
cesariamente verbos de
substantivos y adjetivos.
* Majagua. Cub. f. -Árbol sil-
vestre que se desarrolla en
los lugares húmedos hasta
una altura de 12 metros, de
hojas grandes, alternas,
acorazonadas, -florea gran-
des de cinco pétalos ama-
rillos tirando a encarnado;
con el líber se confeccio-
nan cuerdas inflexibles,
que usan los agrimensores
para medir; la madera, de
color aceitunado con vetas,
es dura y muy apreciable
en ebanistería. Algunos di-
cen demajagua. Hay mu-
chas especies; la presente
se conoce también por ma-
jagua azul y común. Las
otras especies llevan so-
brenombres particulares.
Véase el refrán 10 del
Apéndice. (Bot. F. Malvá-
csas; esp. Hibiscus tilia-
ceus, Lin.) (EL Voz caribe.
Zayas) .
Majagua. Cub. f. — vulg. —
Dícese a la chaqueta o
la americana, conocida más
generalmente en Cuba por
saco.
Majagua. Cub. f. — La tira de
líber del árbol de ese nom-
bre, y, por extensión, la de
cualquier otro vegetal si es
parecida.
Majagua azul. Cub. f. — En
algunos lugares la majagua
(1.a acep).
Majagua blanca. Cub. f. —
Especie de majagua (1.a
acep.) que se caracteriza
por su madera blanca de
corazón ceniciento, algo
veteada, flexible y porosa,
empleada como la otra en
carpintería y ebanistería.
También se dice majagua
hembra.
Majagua común. Cub. f. —
Véase majagua (1.a acep.)
Majagua de cosía. Cub. f. —
Especie propia del litoral.
También se conoce por ma-
jagua del pinar y majagüi-
lla de costa. (Bot. F. Tiliá-
ceas; esp. Carpodiptera cu-
bensis, Gris.)
Majagua de Cuba. Cub. f. —
Variedad de "madera fuer-
te, compacta, poco elásti-
ca, de color amarillento con
vetas moradas".
Majagua de Florida. Cub. f.
— Especie de hojas enteras,
acorazonadas, lampiñas y
maderable, como las otras.
(Bot. F. T.; esp. Thespesia
populnea, Soland.)
Majagua del pinar. Cub. f. —
Lo mismo que majagua de
costa. Véase.
Majagua hembra. Cub. i. —
Véase majagua blanca.
Majagua macho. Cub. f.—
Véase guasimü'a.
*Majaguaí. rub. m. — Sitio
poblado de majaguas. Aun-
que la R. A. no acredita de
cubanismo la voz, como
22
MAJA
— 338 —
MAJU
quiera que lo es majagua,
por fuerza ha de serlo esa
su derivada. Es de adver-
tir que, aunque tampoco
majagua está clasificada en
el Dic. oficial como cuba-
nismo, se da a entender
que lo es en la definición
académica de la voz; y lo
es realmente.
Malagüero. Cub. m. — El in-
dividuo que confecciona
sogas de majagua.
Majagüilla. Cub. f. — Reciben
este nombre varias espe-
cies de árboles de diver-
sas familias, muy pareci-
das, y de menores propor-
ciones que la majagua (1.a
acep.); todas las especies
son de buena madera, y al-
gunas llevan aditamentos
que las distinguen.
Majagüilla blanca. Cub. i. —
Véase guasimilla.
Majagüilla de ciénaga. Cub.
f. — Especie o variedad, de
madera de color moreno
claro con vetas, dura, elás-
tica y pesada.
Majagüilla de costa. Cub. f.
— Hay varias especies que
reciben este mismo nom-
bre, entre ellas, las tam-
bién conocidas por maja-
gua de costa, una, y maja-
güilla espinosa, otra.
Majagüilla espinosa. Cub. f.
— Véase majagüilla de cos-
ta. (Bot. F. Malváceas ; esp.
Pavonia, spinifex, Gav.)
Mafagüilia macho. Cub. f. —
Otra especie sin importan-
cia. (Bot. F. Tiliáceas; esp.
B elotia gravicefolia, A.
Rich.)
jagüillar. Cub. m. — Lugar
donde abundan las maja-
guillas.
Maiagüín. Cub. m. — Reciben
este nombre dos especies
de árboles silvestres pare-
cidos a la majagua (1.a
acep.), pero más pequeñas.
(Bot. F. Malváceas; esp.
Pavonia supandurata, Wr.
y P. Cor difolia, Wr.)
Majarete. Arner. m. — Man-
jar pastoso hecho con ha-
rina de maíz, leche y azú-
car. También se dice "ma-
zamorra", su nombre cas-
tellanizado por la R. A.
Majaseador, ra. Cub. adj. —
fig. y fam.-Dícese a la per-
sona holgazana. Véase ma-
jasear.
Majaseadora. Cub. f. — Lo
mismo que majaseo. Véase.
Majaseamiento. Cub. m. —
Véase majaseo.
Majasear. Cub. v. n.— fig. y
fam. — Mostrar pereza para
el trabajo, hacer que se
hace: "Un operario que
majasea mucho". (Et. De
majá, 2.a acep.).
Majaseo. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de maja-
sear. También se dice,
aunque menos, majaseadu-
ra y majaseamiento.
Majomía. Cub. f. — desusada.
— Majadería, de donde pa-
rece corrupción.
Majúa. Cub. epic. f. — Vulgar
corrupción de manjúa.
Véase.
MALA
— 339 —
MALA
Mal de los siete días, Cub.
\ m. — Dícese a la enferme-
dad, especie de tétanos, que
ataca a los niños de pecho.
Maiacara. Cub. f. — Arbusto
de pequeñas ramas trepa-
doras, con hojas esparci-
das, ovales, acuminadas, y
flores blancas en racimos.
También se llama jazmin-
cilio, jazminillo y lagaña de
aura (2.a acep.) (Bot. F.
Plumbagíneas; esp. Plum-
bago scandens, Lin.)
Malagueta brava. Cub. f. —
Árbol silvestre parecido a
la malagueta, que también
se desarrolla en Cuba. (Bot.
F. Anonáceas ; esp. Xüopia
grandiflora, Aubl.).
Malambo. Cub. m. — Árbol
silvestre de corteza muy
amarga, febrífuga. En
nuestras notas lo tenemos
identificado con la cúrba-
na, pero no tenemos segu-
ridad de esto. Otros dicen
me lambo.
Malanga. Cub. f. — Aparte al-
gunas plantas puramente
ornamentales, que toman
ese nombre común, como
la malanga trepadora y la
malanga verde, reciben esa
denominación varias es-
pecies de una planta de
huerta, cuyo fruto, un tu-
bérculo grande que lleva el
mismo nombre, constituye
un preciado alimento po-
pular. Tiene una macolla
formada con los pecíolos,
que arranca del tubérculo y
sostiene unas hojas muy
grandes, en figura de es-
cudo por el centro. (Bot. F.
Aroideas). (Et. Voz africa-
na, según unos y caribe,
según otras opiniones, así
también en lo que respecta
al origen de la planta).
Galanga. Cub. f.— El tubér-
culo que produce la planta
malanga. Véase.
Malanga. Cub. común. — fig.
y fam. — Se dice a la per-
sona inhábil, torpe en el
desempeño de un cometido
determinado: "José, como
carpintero, es un malan-
ga".
Malanga. Cub. adj. — Aplíca-
se a la persona cobarde, tí-
mida: "Ricardo es muy
malanga".
Malanga. Cub. f.-vulg. — Dí-
cese en algunas localidades
al sombrero de paja. Ave-
riguar la analogía que
haya en esto no será fácil
rompecabezas.
Malanga amarilla. Cub. f. —
Especie de malanga (1.a
acep.) cuyo tubérculo tie-
ne pulpa amarillenta. (Bot.
F. A.; esp. Xanthosoma sa-
gittifolium, Sch.)
Malanga blanca. Cub. f. — La
especie de tubérculo cuya
pulpa es blanca, y el más
apreciado. También le di-
cen guaguí. Entre otras
variedades de esta especie
por la figura del tubércu-
lo, toman nombre parti-
cular dos : la malanga ro-
bleza y la burra. (Bot. F,
MALA
— 340
MALO
A.; esp. X. sagittifolium.
Sch.).
Malanga burra. Cub. f.-Va-
riedad de la malanga blan-
ca. Véase.
Malanga cimarrona. Cub. f.
— Especie silvestre con ho-
jas circulares, que causa a
los cerdos cuando las co-
men la enfermedad llama-
da sajumaya, por lo que
también lleva ese sobre-
nombre.
Malanga isleña. Cub. f.-Es-
peck) más pequeña que las
otras cultivadas, de hojas
peltadas y tubérculo de
carnosidad rosada y agra-
dable. También le dicen
ñame isleño. (Bot. F. A.;
esp. Colocasia anticuorum,
Schot.)
Malanga morada. Cub. i. —
Especie de hojas y pecío-
los violados, con los tu-
bérculos pequeños. Tam-
bién se dice yautía. (Bot. F.
A.; esp. X. violaceum,
Schot.)
Malanga robleza. Cub. f. —
Variedad de la malanga
blanca. Véase.
langa safumaya. Cub. t.
— Véase malanga cimarro-
na.
íalanga trepadora. Cub. f.
— Planta de jardín de ho-
jas grandes, verdes con
manchas doradas. (Bot. F.
A.; esp. Pothos áurea.)
lalanga verde. Cub. f. —
Otra especie de jardín.
(Bot. F. A.; esp. Alocasia
metálica, Schot.)
Malangar. Cub. m. — Terre-
no sembrado de malangas..
Malanguiíla. Cub. f.— Espe-
cie de malanga no comes-
tible, cultivada en jardine-
ría, de hojas acopadas y
pecíolos verdes, con una lí-
nea central a lo largo de
color carmín. (Bot. F.
Aroideas; esp. Xanthosoma
cúbense, Schot.)
Malarrabia. Amer. f. — Dulce
hecho de plátano, boniato
o guayaba, etc., en almí-
bar.
Malatobo. Cub. adj.-Lo mis-
mo que maratobo. Véase.
Maiatogo, g&. Cub. adj. —
muy vulg. — Aplícase a lo
que es extremadamente
malo.
Malcasadas Cub. f. — Véase
yerba de la niña (2.a acep.)
Malditas. Cub. f. pl. — Espe-
cie de diviesos que pade-
cen las personas.
Maligna. Cub. f.— fam.— Dí-
cese a la fiebre que pone
en trance de agonía al pa-
ciente.
Malogrado, da. Común, adj.
— Que no se logra, que des-
aparece o muere antes de
sazón: "Cosecha malogra-
da''; ''malogrado escritor".
Malofa. Cub. f. — La planta
tierna del maíz que se em-
plea para alimentación del
ganado. En otros puntos de
América se dice "malojo",
que es como acepta la R. A.
esta voz. Véase la frase 59
del Apéndice.
Malojero. Cub. m. — El indi-
MALV
341
MALV
viduo que trabaja en la
siembra, corte, conducción
o venta de maloja.
Malparido, da. Amer. adj. —
Aplícase a la criatura o
fruto objeto de un aborto.
Malva. Cub. f. — Reciben este
nombre común con algún
aditamento multitud de
plantas, la mayor parte de
jardín, pertenecientes a
diversas familias botáni-
cas, y no solamente a las
Malváceas, corno lo acepta
la R. A.
Malva Manca. Cub. f.-Plan-
ta herbácea silvestre que
se desarrolla en terrenos
malos, de hojas ovales,
oblongas, plegadas, denta-
das, ásperas y blancuzcas;
flores en glomérulos. Tie-
ne virtudes medicinales,
emolientes. (Bot. F. Ester-
culiáceas; esp. Waltheria
indica, Jacq.)
Malva cimarrona. Cub. f. —
La más conocida por malva
de caballo. Véase.
Malva colorada. Cub. f. —
Planta arbustosa silvestre,
de hojas ovales, aserradas,
puntiagudas, y flores roji-
zas en racimos. (Bot. F. Es-
terculidceas; esp. Melochia
nodiflora, Sw.)
Malva común. Cub. f.-Plan-
ta subfruticosa de hojas
lampiñas, oblongo-lanceo-
ladas. (Bot. F. E.; esp. M.
piramidata, Lin.)
Malva de caballo. Cub. f. —
Planta subfruticosa de ho-
jas elípticas, lanceoladas,
aserradas por encima de la
base, y flores axilares ama-
rillas. También se llama
malva cimarrona. Parece
ser una especie hermana
del abutilón. (Bot. F. Mal-
váxeas; esp. Sida acuta,
Buru.)
Malva de Castilla. Cub. f. —
Algo parecida a la anterior,
pero de hojas más gran-
des. ¿Será la malva de Es-
paña?
Malva de cochino. Cub. f. —
Planta apreciada en jardi-
nería, de hojas lanceoladas,
especie afín a la denomi-
nada abutilón. (Bot. F.
Malváceas; esp. Sida rhom-
bifolia, Lin.)
Malva de China. Cub. f. —
Véase altea.
Malva mulata. Cub. f.-Plan-
ta herbácea con abundan-
tes espinillas, y de color de
tabaco claro.
Malva peluda. Cub. f.-Plan-
ta de bojas cordiformes,
flores axilares y terminales
de pétalos amarillos con
manchas rojas. (Bot. F. M.;
esp. Sida urens, Lin.)
Malva rizada. Cub. f. — Plan-
ta arbustosa de hojas ova-
lo - lanceoladas, aserradas,
y flores amarillas. (Bot. F.
M.; esp. Malvastum tricus-
pidatum, A. Gray.)
Malva rosa. Cub. f. — Véase
amor al uso.
Malva té. Cub. f. — Planta
arbustosa, lampiña, de ho-
jas ovales, acuminadas,
aserradas, y flores de pé-^
MAMA
— 342 -
talos amarillos. También se
dice té de la tierra. (Bot.
F. Tiliáceas; esp. Corcho-
rus siliquosus, Lin.)
Malvira. Cub. f. — Planta de
jardinería de hojas ovala-
das y flores amarillas, lo
que también le da el nom-
bre do flor de azufre y se
conoce además por mirto.
(Bot. F. Leguminosas ; esp.
Bauhinia m egalandra,
Gris.)
Mama. Común, tiempo de
verbo. — fam. — Véase el re-
frán 35 del Apéndice.
Mama-señora. Cub. f. -Entre
algunos campesinos, trata-
miento que dan a la abue-
la.
Mamadera. Cub. f.— El pe-
zón de goma u otra mate-
ria que se pone al biberón.
Mamado. Cub. m. — Instru-
mento que hacen los mu-
chachos con un cuerno de
vaca y una pluma, en el
que producen un sonido
desapacible.
Mamado, da. Cub. adj. —
Equivale a "tonto", "men-
tecato": "Es muy mama-
do " .
Mamalón, na. Cub. adj. — Se
aplica a la persona holga-
zana y robusta que gusta
de vivir sin ganarlo, pero
sin declararse amiga de lo
ajeno. En otros puntos de
América se dice mangan-
zón, na, usado en Cuba.
Mamarrachar. Cub. v. n. —
Formar parte de un grupo
de mamarrachos. Véase.
Mamarracho. Cub. m. — Más-
cara grotesca y ridicula
que toma parte en algunos
grupos por Carnestolendas.
Tiene las acep. cast.
Mambá. Cub. m. — Árbol sil-
vestre apenas conocido,
cuya madera no resiste a
la intemperie.
Mambí. Amer. m. — antic. —
Decíase al conspirador o
revolucionario contra el
dominio de España en las
Antillas, pero sólo en el
caso de que fuese criollo.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Mambisa. Amer. f. — Decíase
a la mujer criolla en las
circunstancias del mambí.
Véase.
Mameluco. Amer. m. — Pren-
da de vestir propia de ni-
ños, consistente en panta-
lones y una especie de cha-
leco, todo en una pieza. Se-
gún Pichardo, se decía así
a principios de siglo... y al
cabo de los años cien, se
continúa diciendo lo mis-
mo. Tiene el uso fig. cast.
Mamey. Cub. m. — fam. —
Véanse la frase 141 y el re-
frán 6 de los Apéndices.
Tiene las acep. americanas
castellanizadas.
Mamey amarillo. Cub. m. —
Árbol y su fruto, más co-
nocidos por mamey de San-
to Domingo. Véase.
Mamey colorado. Cub. m. —
Dícese al árbol y su fruto
descritos por la R. A. en 3.a
y 4.a acepciones del artí-
culo "mamey1'. Es árbol
343 —
elevado de hojas cartáceas,
espatuladas, cuneiformes en
la base, flores de corola
blanca, fruto ovoide como
de un decímetro de ancho
por dos de largo aproxima-
damente, de cascara color
de tabaco, áspera, y pulpa
rojiza, seca, dulce, sabrosa,
con una semilla grande,
negra y lustrosa. Es una de
las frutas más estimables
y abundantes en Cuba.
También se llama mamey
zapote y zapote mamey.
Mamey de Santo Domingo»
Cub. m.-El árbol y su fru-
to que describe la R. A. en
1.a y 2.a acepciones del ar-
tículo "mamey". Es un ár-
bol elevado de hermosa co-
pa, con hojas coriáceas,
elípticas, lustrosas; flores
blancas fragantes ; fruto
esférico, grande, de quince
a veinte centímetros de
diámetro, cubierto por una
membrana correosa, y la
pulpa amarilla, envuelta
en una membrana fina y
blanca, agridulce y sabro-
sa. Es árbol resinoso por
incisión, y esa especie de
goma se utiliza para curar-
erupciones cutáneas. Tam-
bién se llama mamey ama-
rillo.
Mamey zapote. Cub. m. —
Véase mamey colorado.
Mameyazo, Cub. m. — fam. —
Golpe dado con la mano o
algún instrumento.
i Mameyes! Cub. interj. —
vulg. — Empléase para ex-
presar negación rotunda,
con obscena intención. Al-
gunas veces se oye ¡los ma-
meyes!
Mamita. Amer. f. — Diminu-
tivo con melosidad de
"mamá". Lo correcto sería
"mamaíta".
Mamltíca. Amer. f. — vulg. —
Diminutivo incorrecto del
diminutivo mamita. Véase.
Mamoa. Cub. f. — Según Za-
yas, un "árbol de madera
utilizable en carpintería".
(Et. Voz caribe, según di-
cho autor).
Mamón. Cub. m. — Árbol dis-
tinto al de este nombre
que describe la R. A., de po-
ca elevación, silvestre, de
hojas oblongas u oblongo-
lanceoladas; su fruto (lla-
mado mamón, mamón de
manteca y anón de man-
teca) es más grande que el
anón común, de figura aco-
razonada, epidermis sin
areolas o conchas, de color
amarillo obscuro, pulpa
dulce, pero no tan sabrosa.
También se dice anón de
fruto lampiño. (Bot. F.
Anonáceas; esp. Anona re-
ticulata, Lin.)
Mamón. Cub. m.-El fruto del
mamón. Véase.
Mamón de manteca. Cub.
m. — En la región occiden-
tal, se dice al fruto del ma-
món. (1.a acep.). Véase.
MamonciSIo. Cub. m. — Her-
moso árbol de corlo tronco
y muy ancha y espaciosa
copa, que proyecta exten-
MANÁ.
844 —
MANA
sa y agradable sombra.
Tiene las hojas alternas,
de dos en dos, con foliólos
elípticos, puntiagudos, lus-
trosos; el fruto, también
llamado mamoncillo, es re-
dondo u ovoide, de color
verde en el exterior, agri-
dulce, sabroso y astringen-
te, en racimos. (Bot. F. Sa-
pindáceas; esp. Meliococca
bijuga, L.)
Mamoncillo. Cub. m. — El
fruto del mamoncillo. V.
Mamporro. Cub. epic. m. —
Véase maporro.
Manaca. Cub. L — Palma sil-
vestre que se eleva de 5
a 6 metros en el litoral,
indígena, cuyo fruto come
el cerdo, y las pencas se
utilizan para techar casas
rústicas. También se llama
palma macana y flor de
confites. (Bot. F. Palmas;
esp. Caiyptrogina dulcís)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Manacal. Cub. m. — El lugar
donde abunda la manaea.
Véase.
Managuaco, ca. Cub. adj. —
Aplícase a la persona rús-
tica, torpe.
Managuaco, ca. Cub. adj. —
Se aplica al animal que
tiene las patas, el hocico
u otra parte del cuerpo
con manchas blancas. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Managüero9 ra. Cub. subs. y
adj. — La persona natural
de Managua.
ígüero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de Ma-
nagua.
Managüises. Cub. m. pl. —
Especie de angarillas de
burda confección, con be-
jucos, palos o cosa- seme-
jante, que se utilizan para
transportar cargas a caba-
llo. (Et. Voz caribe, Zayas).
Manajá. Cub. m. — Árbol sil-
vestre, espinoso, de terre-
nos bajos, con hojas duras,
rígidas, también espinosas,
madera dura y resistente,
empleada en obras rústi-
cas; emite por incisión una
resina amarilla muy apre-
ciada para curar heridas
y preservar del pasmo.
(Bot F. Gutíferas; esp.
Rkeedia aristata, Gris.) (Et.
Voz caribe, Zayas).
Manají de costa. Cub. rn. —
Árbol de menores propor-
ciones que el anterior, que
se desarrolla en el litoral,
de ramas casi horizontales,
hojas coriáceas, elípticas,
cortamente pecioladas, con
el margen ondulado. (Bot.
F. G.; esp. Rh. ellyptica,
Wrig.)
Manafucillo. Cub. m. — Véase
manajuilio.
ManajuOlo. Cub. m. — Planta
pequeña, parecida a la es-
puela de caballero, de ho-
jas muy rígidas, mucrona-
das. Algunos dicen con me-
nos corrección, manajuci-
llo. (Bot. F. G.; esp. Rh.
ruscifolia, Gris.)
Manatí. Cub. m. — Árbol sil-
vestre, probablemente in-
MANO
— 345
MAND
dígena, que alcanza 12 me-
tros de elevación y se en-
cuentra en los bosques.
También se llama yarúa y
uvero macho. Tiene las
acep. castellanizadas, co-
munes en América. (Bot. F.
Poligonáceas: esp. Coccolo-
ba retusa, Gris.)
Manearnontero. Cub. m. —
Planta silvestre leñosa, -con
espinas, de hojas bipenna-
das y flores amarillentas
verdosas. (Bot. F. Legumi-
nosas; esp. Pithecolobium
unguiscati, Benth.) (Et. De
"mancar" y "montero").
Manearnontero. Cub. m. —
Enredadera silvestre de ho-
jas triplinervias, flores pe-
queñas en cimas corirnbi-
formes, venenosa. También
le dicen matamontero. (Bot.
F. Loganiáceas; esp. Stry-
chnos grayi, Gris.)
Mancaperro. Cub. epic. m. —
Gusano, especie de ciem-
piés, de cuerpo cilindrico,
que crece unos 2 decíme-
tros, cubierto de' anillos es-
camosos, de color negro al-
go verdoso, brillante, por
cuyas articulaciones segre-
ga un líquido rojizo y co-
rrosivo, maloliente; para
reposar se enrolla en espi-
ral. Algunos le dicen coco-
sí y gusano mean. (Zool.
F. Intuido?; esp. Spirobolus
granáis). (Et. De "mancar"
y "perro").
* Mancuerna. Cub. f. — En la
recolección del tabaco, se
dice así a cada par de ho-
jas que se cortan unidas
por un trozo de tallo, para
mejor colocarlas a secar.
La R. A. acepta este signi-
ficado de substantivo fe-
menino, pero realmente es
un modo ad' erbial, en
mancuerna,) que se emplea
con muchos verbos, como
"poner, cortar, colocar...
en mancuerna". En todo
caso, como también se dice
una mancuerna de tabaco,
lo que procede es aceptar
las dos formas. Tiene la
primera y segunda acep.
académicas.
Mancuerna. Cub. f. — Hablan-
do de cebollas, ajos y otros,
se dice, no al par de uni-
dades, sino a la pareja de
ristras enlazadas.
Mancuerna (En). Cub. mod.
adv. — Véase mancuerna (1.a
acep.)
Mandar. Cub. v. a. vulg.
— Suele oírse en vez de
"pegar" o "castigar": "Le
mandó un puñetazo." Tiene
las acep. cast.
Mandarse. Cub. v. vulg. —
Marcharse solapadamente
de algún lugar: "Fulano se
mandó sin que nadie se
diera cuenta". Tiene los
usos cast. como verbo ac-
tivo.
Mandarse. Cub. v. reí. vulg.
— Propasarse descarada-
mente de palabra con una
persona, faltarle al respeto ;
"No te mandes con Fulano
que puedes salir mal".
Mandinga. Común, desusado.
MANG
346 —
MANG
— El negro natural de esa
comarca africana.
Mandinga. Cub. adj. — Aplí-
case a una especie de ju-
tía. Véase.
Mandolina. Común, f. — Deli-
cado instrumento músico,
semejante al laúd, que se
toca con una pluma. (Et.
Del francés mandoline).
Maneadero. Amer. m. — Lu-
gar destinado para ma-
near potros y domarlos.
Manejadora. Cub. f.-La don-
cella que tiene niños a su
cuidado : niñera. (Et. De
"manejar").
Manejo. Amer. m. — Ardid
poco limpio empleado en
cualquier asunto. Tiene las
acep. cast.
Manganzón, na. Amer. adj.-
Véase mamalón, no,.
Mangas. Cub. f. pl. — Pasadi-
zo, especie de callejuela,
entre dos filas de estacas
o dos cercas, destinado al
tránsito del ganado.
Mangle amarillo. Cub. m. —
Dícese a una especie de es-
casa importancia del man-
gle.
Mangle bobo. Cub. m. — El
árbol patabán. Véase.
Mangle botón. Cub. m. —
Véase yaná.
Mangle colorado. Cub. m. —
Es el mangle que describe
la R. A. con ese nombre
simple. Árbol lampiño que
se desarrolla en las ciéna-
gas del litoral, con las ra-
mas sostenidas por raíces
verticales , de hojas obo-
vales, enteras, coriáceas,
flores blancas, madera ro-
jiza que expele un jugo de
ese color empleado en la
curación de la lepra. La
corteza y las hojas contie-
nen abundante tanino, por
lo que se emplean como
curtientes. El principal uso
de la madera es para car-
bón. También se llama
mangle de uña.
Mangle de uña. Cub. m. —
Véase la especie anterior.
Mangle negro. Cub. m. — El
más conocido por mangle
prieto. Véase.
Mangle prieto. Cub. m. -Ár-
bol afín al mangle blanco
descrito por la R. A., que
también se desarrolla en
Cuba con ese nombre. Se
eleva a diez metros en los
lugares pantanosos del li-
toral; de sus ramas penden
unos filamentos que arrai-
gan en el suelo y dan ori-
gen a nuevos árboles; tie-
ne hojas acuminadas, lan-
ceoladas, flores pequeñas,
corteza negruzca, madera
sólida, pesada, resistente,
de color pardo obscuro, que
se emplea en construccio-
nes navales y marinas.
También se dice mangle
negro y guanaraiba. (Bot.
F. Verbenáceas; esp. Avi-
cennia nítida, Jacq.)
Mango. Amer. m. -Incluímos
aquí este nombre de árbol
común en América y des-
crito por la R. A., para
anotar las muchas varié-
MANÍ
— 347
MANÍ
dades de su fruto (mango y
manga) en Cuba, y son:
blanco, amarillo, bizco-
chuelo, dátil, jobo, manza-
no, de señora, de plátano,
de corazón, etc. Véanse las
frases 264, 202 y 251 del
Apéndice. En Cuba apenas
tiene uso la verdadera
acep. cast., pues se dice
"cabo".
Mangoneado!", ra. Común.
adj. — Aplícase a la persona
dada a mangonear: "Un
político mangoneador" .
Manguear. Cub. v. a. — vulg.
— Equivalente a la expre-
sión cast. "dar cortes de
manga", en lenguaje flg.
Mangul. Cub. m.-fam. — Tra-
tamiento de amigo o cama-
rada entre gente del pue-
blo. Viene a ser lo mismo
que el madrileñismo nin-
chi, y es sinónimo de los
cubanismos compa, cúmbi-
la y otros. También se oye
manguiri. (Et. Voz africa-
na).
Manguülo. Cub. m. — En los
arreos de caballo para vo-
lante, cada una de las co-
rreas que sujetan las tira-
deras a los lados de las an-
cas.
Manguindó. Cub. m. — fam. —
Dícese al individuo holga-
zán. (Et. Voz africana).
Manguiri. Cub. m. — fam. —
,Lo mismo que mangui. (Et.
Voz africana).
Manibari. Cub. m. — Primi-
tivo nombre de la planta
verdolaga. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Manicaragua. Cub. m. — En
algunas localidades, se dice
a un aperitivo compuesto
de vermut y ron.
Manicaío, ta. Cub. adj. — an-
tic. — Lo mismo que valien-
te, animoso, esforzado. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Manicero. Cub. m. — El indi-
viduo que vende maní.
Manido, da. Amer. adj. —
Aplícase a las materias
orgánicas que anuncian su
próxima descomposición con
mal olor, particularmente
al pescado. (Et. Barbaris-
mo derivado del cast. "ma-
nir").
* Manigua. Cub. f. — "Terre-
no de la isla de Cuba cu-
bierto de malezas". (R. A.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Manigua. Cub. f. — Juego de
monte improvisado entre
varios amigos en alguna
casa de confianza, para ju-
gar cantidades de entrete-
nimiento.
Maniguazo. Cub. m. — Au-
mentativo de manigua (1.a
acep.)
Manigüita. Cub. f. — Diminu-
tivo de manigua (1.a acep.)
Maninje. Cub. m.-Según Za-
yas, un "árbol silvestre de
la isla de Cuba". (Et. Voz
caribe, según dicho autor).
Manió, a. Cub. adj. — vulg.—
En esta forma (solamente
en masculino) reseña Zayas
la voz manido, da, como de
origen caribe. Así dice el
MANO
— 348 —
MANT
vulgo, pero es por supre-
sión de la d, tan frecuente
en castellano. Es derivado
do "manir", verbo de ori-
gen latino, y no. voz cari-
be. Véase manido, da.
Manito. Cub. m. — Especie de
maná que se suministra a
los niños como purgante.
Manfarria. Cub. i. — Especie
de manija de rueda gira-
toria, de madera o hierro,
encajada en ella.
Manjúa» Cub. epic. f. — Re-
ciben este nombre varias
especies de pececilíos, de
dos a sei8 centímetros de
largo, de cuerpo casi ci-
lindrico, sin escamas y co-
lor plateado. Es un bocado
muy rico. Algunos dicen
incorrectamente ma j ú a .
(Zool. F. Engraulidce; gé-
nero Stolephorus). (Et. Voz
caribe, Zayas).
Manjaurí. Cub. epic. m. — Pez
de agua dulce muy escaso,
que alcanza un metro, de
cuerpo revestido con escu-
detes óseos, de color pardo
obscuro tirando a verde;
no es comestible y sus
huevos son venenosos. Es-
te pez es representante de
las especies antediluvianas
que sólo se encuentran en
estado fósil en el viejo Con-
tinente. (Zool. F. Lepisos-
teidce; esp. Lepisosteus
tristichus.) (Et. Voz caribe,
Zayas).
Mano. Cub. f. fam. — Véanse
las frases 19, 20, 116 y 130
del Apéndice. Tiene las
acep. casi
Mano de pilón. Cub. f. — El
árbol lebrero. Véase.
Manojear. Cub. v. a. — Em-
pleado solamente para sig-
nificar la operación de pre-
parar el tabaco en mano-
jos. Véase.
Manojeo. Cub. m. — Acción y
efecto de manojear. Véase.
Manojo. Cub. m. — Por anto-
nomasia, el atado de taba-
co en rama que se compone
de 4 gavillas, aproximada-
mente dos libras. Estavoz,
aunque respetable por el
uso arraigado, está mal
aplicada, primeramente,
porque "manojo" en caste-
llano es lo que cabe en una
mano, y el manojo cubano
difícilmente ló abarcan dos;
y además, porque la gavi-
lla castellana es mayor que
el manojo y no menor
cuatro veces, como resulta
en Cuba.
Mansera. Cub. f,-poco uso.-
Especie de artesa que re-
coge debajo del trapiche el
zumo de la caña. (Et. Co-
rrupción de "mancera").
Manta. Cub. epic. f. — Pez
monstruoso y de repugnan-
te aspecto, de cuerpo aplas-
tado en figura romboidal,
más ancho que largo; de
un ángulo parte su larga
cola, y en el opuesto, en
el centro de una hendidura,
tiene la boca, ancha en la
parte anterior, con unas
cien filas de pequeños dien-
MANT
— 349
MANT
tes en la mandíbula infe-
rior, a la que lleva los ali-
mentos, cangrejos, peces y
otros que busca entre el
cieno, con las dos aletas
rostrales, a semejanza de
cuernos; su coloración es
muy obscura en el dorso y
blanca por debajo; suele
alcanzar basta 5 metros de
ancho y 6 toneladas de peso,
y toma el nombre de man-
ta por la analogía de su fi-
gura. Es pez peligroso para
las pequeñas embarcacio-
nes y el hombre, a quie-
nes puede envolver entre
sus pliegues. Hay otra es-
pecie menos temible, que
se diferencia en tener la
boca en la parte inferior,
con dientes en las dos man-
díbulas y las aletas rostra-
les de menor tamaño. Tie-
ne las principales acep.
cast. (Zool. F. Rhinopteri-
dce; esp. Manta dorosíris,
Walb. y Modula hiposto-
raa, Banc).
Manteca de coco. Amer. f.-
La obtenida del coco, fruto
del cocotero, excelente para
preservar los metales de la
oxidación.
Manteca de corojo. Cub. f.
— La pulpa del fruto pro-
ducido por el corojo espi-
noso. Véase.
Mantecado de huevo. Cub.
m. — Dicen así algunos al
mantecado (sorbete), con lo
que incurren en pleonasmo,
puesto que no hay mante-
cado sin huevo.
Mantecado de leche. Cub.
m. — El mantecado (sorbe-
te), que como no lo hay sin
leche, los que así digan in-
curren en pleonasmo.
Mantequero. Cub. m. — "Ár-
bol muy grande y grueso y
cuya madera, de color de
majagua, es buena (Gun-
dlach)", según Pichardo.
Mantequero, ra. Ciib. adj. —
desusada. — Aplícase a la
embarcación de poca im-
portancia o de mal aspecto.
Mantequero, ra. Cub. adj. —
Se aplica festivamente a
los detallistas de comesti-
bles. Casi siempre se dice
bodeguero.
Mantequilla.
ta, especie
jardinería,
padores, hojas muy
ticas, aserradas, y
Cub. i.— Plan-
de bejuco de
de tallos tre-
elíp-
flores
amarillas. También se lla-
ma bejuco de bastones, y
matanegro (2.a acep.). (Bot.
F. Düeniáceas; esp. Dilio-
carpus solandri, G m e 1 . )
Tiene el uso castellano.
Mantequillera. Amer. f. —
Dícese a la mantequera,
pero destinada a la mante-
quilla.
Mantequillera. Cub. f. — Una
variedad de la planta moya,
por sus florecillas amari-
llas.
Manto de la Virgen. Cub. m.
— La planta más conocida
por aguinaldo violáceo.
Véase.
Mantuano, na. Cub. subs. y
MANZ
350
MAPO
adj. — La persona nacida en
Mantua.
Mantuano, na. Cub. adj. —
Aplícase a cosas pertene-
cientes a esa localidad
vueltabajera.
Manzanilla. Cub. f. — Véase
manzanilla de la tierra.
Manzanilla de la tierra. Cub.
f. — Con este nombre, el de
manzanilla del país, y más
simplemente manzanilla, se
conocen dos plantas de la
misma familia que las re-
señadas por la R. A., pero
distintas, a lo que sacamos
en consecuencia. Son sil-
vestres y ambas medicina-
les: una es planta herbá-
cea anual, de hojas alter-
nas cuneiformes, aserra-
das, y ñores amarillas; la
otra es también yerba, pero
perenne, de hojas subses;-
les, cuneiforme-obovales, y
flores en cabezuelas pedun-
cuiadas. (Bot. F, Compues-
tas; esp. Chrysanthellus
procumbens, Flich. y Egle-
tis domingensis, Gass.)
Manzanilla del país. Cub. f.
— Véase manzanilla de la
tierra.
Manzaniller.o, ra. Cub. subs.
y adj. — La persona nacida
en Manzanillo.
Manzanillero, ra. Cub. adj.-
Aplícase a cosas de esa po-
blación.
Manzanillo del morrillo.
Cub. m. — Una especie del
árbol americano manzani-
llo, también conocido así
en Cuba, descrito por la
R. A. (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Excoscaria sa-
graei, Mili.)
Manzanillo de monte. Cub.
m. — Árbol del que sólo co-
nocemos su nombre, toma-
do del Dic. de Pichardo.
Suponemos sea especie afín
a la anterior.
Mañana. Cub. f.-fam. — Véa-
se la frase 190 del Apén-
dice.
Mapiango. Cub. m. — muy
vulg. — Oyese en boca de
individuos de baja estofa,
como "camarada", amigo
íntimo.
Mapo. Cub. epic. m. — Pez de
agua dulce de unos diez
centímetros, de cuerpo ro-
busto, con la cabeza ancha,
boca grande algo oblicua,
de color pardusco tirando a
aceitunado y manchas más
obscuras. No es buen bo-
cado. Aunque pertenece al
grupo de peces conocidos
por guabinas, no debe con-
fundirse con el guabina
mapo. (Zool. F. Gobiidos;
esp. Gobius soporator, Cv.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Maporro. Cub. epic. m. — Pez
de cuerpo cilindrico y sin
escamas, parecido a la an-
guila, que carece de aletas
pares, y las impares son
rudimentarias, de color
pardo obscuro y claro ma-
tizados, ojos muy peque-
ños y próximos al hocico.
En la comarca oriental
también se dice mamporro,
miso v chimbólo. (Zool. F
MARÁ
— 351 —
MABA
Symbranchidce ; esp. Sym-
branchus marmoratus,
Bloc.)
Maquey. Cub. m. — En algu-
nos lugares orientales, un
caracol muy pequeño que
suele verse adherido a ob-
jetos húmedos. (Et. Voz
caribe).
Máquina. Cub. f. — Por anto-
nomasia, el automóvil.
Mar-Pacífico. Cub. m. -Véase
altea.
Mar-Pacífico moñudo. Cub.
m. — Véase altea.
Marabú. Cub m. — Planta
herbácea, arbusfosa, ras-
trera, de tallos rojizos, mal
pasto, que se propaga mu-
cho por medio del estiér-
col de las reses que ingie-
ren esta planta, y es una
plaga inextirpable por su
notable reproducción, per-
judicial a la tierra. Tam-
bién se llama aroma. (Bot.
F. Leguminosas; esp. Dic-
grostachys nutans, Benth.)
Maraca. Amer. f. — Especie
de sonajero formado con
un pequeño güiro ahueca-
do, en el que se introducen
unas piedrezuelas que pro-
ducen un sonido seco. Es
apreciado instrumento pa-
ra acompañar ciertas mú-
sicas de América. También
se dice maruga (1.a acep.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Maraca. Cub. f.-vulg. — Sue-
le oirse para designar la
moneda de plata de un du-
ro. Es sinónimo de bolo,
disco, tulipán, rueda, gua-
yo y otros.
Maragasimar. Cub. m. —
"Arbusto silvestre en las
sierras y tierra negra de
la isla de Pinos: florece en
primavera y es venenoso".
(Pichardo).
Marañuela. Cub. f.-La plan-
ta y su flor originaria del
Perú, que describe la R. A.
con el nombre de "capu-
china", que no se conoce en
Cuba, donde el color de la
flor, moreno encendido, se
toma por comparativo en
términos de colores.
Maratobo. Cub. adj. — Aplí-
case al gallo de pelea de
color almagrado claro, más
obscuro en las alas, y con
alguna pluma negra en el
pecho. Otros dicen mala-
tobo.
Maravedí. Cub. m. — Véase
yerba maravedí.
Maravilla. Cub. f. — Se cono-
cen dos plantas en Cuba,
distintas de las descritas
por la R. A. Una es hierba
perenne de tallo erguido,
afelpado, que produce mu-
chas variedades de flores :
blancas, amarillas, mora-
das, rojas, etc., que se ani-
man al atardecer. (Bot. F.
Nictagíneas; esp. princi-
pal: Mirabüis jalapa, Lin.)
Véase el refrán 18 del
Apéndice.
Maravilla. Cub. i. — Planta
silvestre de flor con la co-
rola carmesí y fruto con-
sistente en una cápsula con
MARE
- 352 -
MARI
diez o doce semillas. (Bot.
F. Acantáceas; esp. Ruellia
macrophylla, Vahl.)
Maraya. Cub. f. — El arbus-
to murraya. Véase.
¡Vlarbella. Cub. epic. f. — Ave
acuática del (amafio de la
gallina, de plumaje negro
con reflejos verdes, con dos
fajas parduscas a lo largo
del pescuezo; ésto es largo
y en figura de S, en su po-
sición natural; el pico rec-
to y largo, de color amari-
llo, así como las patas.
(Zool. esp. Plotus anhinga).
Et. De "mar" y "bella".
Marcha. Cub. f. — Cierto paso
muy suave de cabalgadu-
ra, en que mueve las pier-
nas a compás y sin movi-
mientos laterales del cuer-
po.
Mar-hador, ra. Amer. adj. —
Se aplica a la cabalgadura,
con relación a si es buena
o mala andadora.
Marchanterío. Amer. f. —
Equivale a "clientela". Es-
ta voz y la de "marchante".
(R. A., 3.a acep.) son de ori-
gen andaluz; y si ponemos
la primera como america-
nismo, es porque en Amé-
rica tiene su mayor o casi
único empleo.
Marchar. Cub. v. n. defecti-
vo.— Caminar una caballe-
ría con el paso llamado
marcha. Véase.
Marearse. Cub. v. ref.-flg.-
Perder alguna tela el buen
colorido, antes de usarla, y
otras veces se dice cuando
ha perdido la natural con-
sistencia. Tiene el empleo
castellano.
Mareo. Cub. m.-El efecto de
marearse un tejido. Véase.
Tiene los usos cast.
Marmullar. Amer. v. a. — Ha-
cer marguüos (véase) o
plantarlos.
Margülleo. Amer. m. — Ac-
ción y efecto de margullar.
Véase.
Margullo. Amer. m.-Gajo de
ciertas plantas que basta
hincarlo en tierra para que
arraigue y se desarrolle. En
cast. se dice "acodo".
MarlaEííta* Cub. f.— "Arbus-
to silvestre de madera du-
ra y grano fino, color pardo
claro. (Arbor. Cub.)", se-
gún Pichardo.
Marinero. Cub. m. — fam. —
Dícese al maricón o sodo-
mita. Tiene los usos co-
rrectos.
Mafllope. Cub. f.-Vérse ma-
rilópcz.
Marilópez. Cub. f. — Peque-
ño arbusto de hojas lan-
ceoladas, dentadas, con dos
glándulas en la base, pe-
cioiadas, y flores de cinco
pétalos amarillos, sin olor.
Se emplea en remedios ca-
seros pectorales. Algunos
dicen marüope. (Bot. esp.
Furneva ulmifolia, Lin.)
* Mariposa, Cub. epic. f. —
Bello pajarillo de jaula,
"de unos catorce centíme-
tros de longitud total", se-
gún la R. A.; con precioso
plumaje: verde pálido en
MARI
— 353
MARO
ei lomo, aceitunado en las
alas, rojo en el vientre, en
ía rabadilla y en la cola,
violeta azuloso en la cabe-
za y negros los ojos y el
pico. Por esta diversidad
de colores, en algunos lu-
gares le dicen arco iris; en
otros le llaman verdón. La
hembra es de color verde
en la parte superior y oli-
váceo en la inferior. Es pá-
jaro de paso en Cuba, don-
de vive siete meses al año.
El macho emite de noche
un canto muy melodioso.
(Zool. F. Fringilida? ; esp.
Cyanospira ciris, Lin.) Tie-
ne los usos cast.
Mariposa. Cub. f.-Véase be-
juco de perdiz.
Mariposa. Cub. f. — Arbus-
tillo que crece metro y me-
dio, cultivado en los jardi-
nes con estimación, por
sus flores blancas a ma-
nera de mariposas, muy
perfumadas; tiene hojas
grandes, lanceoladas, en-
vainadoras. Desarróllase es-
pontáneo en lugares hú-
medos. (Bot. F. Cingiberá-
ceas; esp. Hedychium co-
ronarium, Willd.)
Mariposa. Cub. f. — Planta
silvestre que debe el nom-
bre a la disposición de sus
hojas, de tres en tre3, sien-
do más larga la del medio;
crece en lugares húmedos y
produce flores amarillas
sin aroma. Esta planta
contiene un ácido que des-
vanece las manchas de tin-
ta. Se llama también vina-
grera y vinagrillo. (Bot. F.
Oxalídeas; esp. OxaUs ylu-
mieri, Jacq.)
Mariposa. Cub. epic. f. — Pez
grande, escaso, de cuerpo
c imprimido, color platea-
cnr con viso rosáceo y cu-
bierto de manchas blancas.
Es buen bocado. (Zool. F.
Lampridm; esp. Lampris
luna, Gmel.)
Mariposa galana. Cub. epic.
f. — Así dicen en Trinidad
al pajarillo bijirita. Véase-
Mariposa sanjuanera. Cub.
epic. f.— -La mariposa de
alas amarillas, que suele
verse con abundancia por
San Juan.
Mariposear. Cub. v. n. — flg.
y fam. — Hacer el amor a
varias mujeres sin decidir-
se a llevarlo al terreno se-
rio con ninguna.
Mariposeo. Cub. m. — Acción
y efecto de mariposear.
Véase.
Mariposón. Amer. m. — Dí-
cese al individuo galantea-
dor, mujeriego, en el buen
sentido de la palabra.
Mariquita. Cub. f. — En al-
gunos lugares, miel o almí-
bar mezclado con queso
fresco.
Maritalmente. Común, adv.
— Do manera marital:
"Diego y Josefa viven ma-
ritalmente".
Maroma. Amer. f. — Suerte
efectuada por volatines.
Maromera. Cub. i. — Reciben
este nombre varias plantas
23
MARS
354 —
MART
que producen unas legum-
bres oblongas, encorvarlas,
en racimos terminales, que
oscilan al impulso del
viento con suma facilidad,
de donde toman el nombre.
Son plantas herbáceas, de
hojas terminales, con flo-
res en racimos opuestos
regularmente. También le
dicen canario y macimera.
(Bot. F. Leguminosas ; gé-
nero : Crotalaria) .
Maromero, ra. Amer. m. y f.
— Dícese al volatín, varón
o hembra, que efectúa
maromas. Véanse los re-
franes 37 y 38 del Apén-
dice.
Maromero, ra. Amer. adj. —
Aplícase al político versá-
til, que se acomoda fácil-
mente a todas las situacio-
nes : cambia-casacas.
Marquesa. Cub. m.-"En Ca-
bo de Cruz llaman así a
una planta cuya leche sir-
ve para curar la boquera.
Dr. Gundlach", según Pi-
chardo. ¿Será la planta
"carquexia" de la R. A.?
Marrón. Cub. m. — Color rojo
obscuro. (Galicismo).
Marroquí. Amer. m.-La piel
de cabra curtida y lustrosa.
(Et. Galicismo).
Marrullero. Cub. adj. — Aplí-
case a una especie de be-
juco. Véase. Tiene el uso
castellano.
Marsella. Cub. f. — En algu-
nos lugares de la región
oriental, el tejido piqué
empleado en chalecos.
Martí. Cub. m. — La moneda
de oro de cinco duros, que
tiene, como las demás, el
busto de José Martí. Ya
empieza a decirse inco-
rrectamente martí de a
cuatro, martí de a dos, se-
gún que las monedas sean
de cuatro o dos duros.
Martillo. Cub. m. — La unión
en ángulo recto de dos
cuerpos de edificio; tam-
bién se dice de una finca
rústica que forme ángulo
recto. Tiene el uso cast.
Martín pescador. Cub. epic.
m.-Pez pequeño cuyas ale-
tas pectorales y ventrales
tienen cierta semejanza de
patas, con la cabeza com-
primida, los ojos pequeños
y altos, con un apéndice
cartilaginoso al extremo de
la espina dorsal anterior,
el cual utiliza a modo de
carnada, cuando esconde
el cuerpo entre el cieno o la
arena, para atraer a los pe-
cecillos que le sirven lue-
go de alimento. La colo-
ración es muy variada, lo
que le facilita la oculta-
ción entre las plantas ma-
rinas. También se conoce
por pescador, sencillamen-
te. Hay varias especies.
(Zool. F. Antenariidce; esp.
principal : Antennarius his-
trio, Lin.). También se
aplica ese nombre al ave
que describe la R. A., más
conocida en Cuba por mar-
tín zambullidor.
Martín zambullidor. Cub.
MARÜ
— 355 —
MATA
epic. m. — El ave conocida
en España y gran parte de
América, incluso Cuba, por
martín pescador. También
se llama en la Isla pitirre
de manglar y de río.
Martinia. Cub. f. — La planta
araña-gato. Véase.
Martinica. Cub. f. — Véase
yerba hedionda.
Maruga. Cub. f. — El sonajero
de hojalata u otra materia,
empleado como juguete
para entretener a los niños
pequeños. También se ex-
tiende esta voz a designar
el instrumento músico más
conocido por maraca (1.a
acep.).
Maruga. Cub. f. — Planta ar-
bustosa de tallo erecto con
hojas trifoliadas, cuyas
hojuelas tienen figura óva-
lo-lanceolada y puntiagu-
da, que toma ese nombre
porque sus legumbres me-
cidas por el viento suenan
como la maruga (1.a acep.)
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Crotalaria amagyroides).
Maruga. Cub. subs. y adj. —
fam. — Refiriéndose a cosas,
equivale a "inservible", de
escaso valor. Es más em-
pleado en la jerigonza co-
mercial para designar gé-
neros de difícil venta: "Un
establecimiento con muchas
marugas" ; "zapato muy
maruga'".
Marugaza. Cub. f. — fam. —
Aumentativo de maruga
(3.a acep.).
Marugón. Cub. m. — fam. —
Aumentativo, más usual
que el anterior, de maruga
(1.a y 3.a acep.).
Masa. Cub. f. — Por antono-
masia, se entiende la car-
ne sin hueso de animales
y frutas: "Carne de masa";
"la aceituna tiene poca
masa". Véase la frase 19
del Apéndice. Se hace poco
uso de las acep. cast.
Mascavidrios. Cub. común. -
fam. — Aplícase a la per-
sona borracha, porque pu-
diera masticar el vidrio de
las copas, de tanto empinar
el codo.
Masgüira. Cub. f. — El árbol
güira cimarrona. Véase.
Masío. Cub. m. — Corrupción,
que se oye también en boca
de los no criollos, de la voz
macío. Véase.
Masado, da. Cub. adj. -Aplí-
case a las personas grue-
sas, particularmente a las
hembras, con sus ribetes de
lascivia.
Mata. Cub. f. — Dícese en
Cuba, por extensión, a todo
vegetal, sea árbol, arbusto
o simple yerba. Algunas
veces, particularmente tra-
tándose de árboles frutales,
se antepone al nombre del
árbol; por eso no se oye
nunca "anón", "mango",
"plátano", etc., sino "ma-
ta" de anones, de mangos,
de guayabas, de plátanos,
etcétera.
Mataburros. Común, m. pl. — <
fam. — Dícese festivamente
al Diccionario: "Voy a
MATA ~ 356 — MATE
jas ovales» y flores rojas
en fascículos, con brácteas
diminutas. (Bot. F. Nicta-
gíneas; esp. Boerhaavia pa-
niculata, Rich., la princi-
pal). (Et. De "matar y pa-
vo").
Mataperico. Amer. m. — poco
uso.-Lo mismo que en cas-
tellano "capirote" o "capi-
rotazo".
Matazón. Cub. f.— La acción
y el efecto de matar, cuan-
do se trata de animales
para el abastecimiento de
una población: "Hoy no
hay matazón"; "no traen
más que imeyes viejos para
matazón'".
Mate. Cub. m.-Bejuco de ta-
llos trepadores, hojas tri-
foliadas, flores con el cáliz
acampanado y de color
purpúreo, y legumbres que
contienen unas semillas
duras y rojas, empleadas
por los muchachos en sus
juegos. (Bot. F. Legumino-
sas; esp. Canavalia cuben-
sis, Gis.). (Et. Voz caribe
Zayas).
Mate. Cub. m. — Reciben est<
nombre las semillas de- la;
plantas mate. Si son ama
rillas, se llaman así y ca
yajabos en la región orien-
tal, y si rojas, se añade e
aditamento "colorado"
mate colorado. En cambie
en la región occidental, s
dice simplemente "mate
al colorado y se conoce po
guacalote el amarillo. Esta
semillas las utilizan le
consultar el mataburros".
(Et. De "matar"y "burro").
Matado, da. Amer. adj. —
Aplícase a la caballería con
mataduras o llagas.
Matagallegos. Cub. m. pl.—
Cierta especie de panetela
bastante empalagosa. (Et.
De "matar" y "gallego").
Matahambre. Cub. m. — Dul-
ce pastoso hecho con yuca,
huevo y azúcar, al que
también se suele añadir en
ocasiones pan rallado y pa-
sas. (Et. De "matar" y
"hambre").
Matamontero. Cub. m.-Véa-
se mancamontero. (Et. De
"matar" y "montero").
* Matancero, ra. Cub. subs.
y adj. — La persona nacida
en Matanzas.
* Matancero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a las cosas perte-
necientes a esa ciudad.
Matanegro. Cub. m. — Ar-
busto algo voluble, de ho-
jas compuestas con foliólos
oblongos, de punta obtusa,
y redondeados en la base,
flores en racimos compues-
tos. Recibió ese nombre,
porque sus tallos se utili-
zaban como vergajos para
castigar a los negros es-
clavos. (Bot. F. Connará-
ceas; esp. Rourea glabra,
Kth.)
Matanegro. Cub. m. — Otra
planta más conocida por
mantequilla.
Matapavo. Cub. m. — Reciben
este nombre dos plantas
herbáceas perennes, de ho-
MATE
— 357
MATI
muchachos en sus juegos
con valor de monedas.
Mate-árbol. Cub. m. -Arbus-
to de buena elevación, con
hojas trifoliadas, obovales,
enteras, con puntos negros
en el envés, y madera dura,
correosa, de cojor amarillo
veteado. También se cono-
ce por limón-café. (Bot. F.
Rutáccas; esp. Fagara toe-
diosa, Kr.)
Mate calentura. Cub. m. —
Una variedad de la semilla
mate (2.a acep.) defectuosa,
de color azul pálido tiran-
do a ceniciento. En la re-
gión oriental le dicen le-
CXISOL,
Mate colorado. Cub. m. — En
la región oriental, la semi-
lla de color rojo del mate
(i." acep.).
Mate de casta. Cub. m. —
Enredadera semejante al
mate (1.* acep.), diferen-
ciándose en la legumbre
que es oblonga, cortamente
estipulada, con las costi-
llas prominentes. (Bot. F.
Leguminosas; esp. Canava-
lia obtusifolia, D. C).
Matecilío. Cub. rn. — "Es ar-
busto, variedad, corazón
castaño obscuro". (Piehar-
do).
Matejaelp. Cub. epic. m. —
Reciben este nombre co-
mún varios peces de dife-
rentes familias, algunos
con aditamentos particula-
res; son pequeños, de viva
coloración, en la que so-
bresale el rojo, que es el de
la especie principal, cono-
cido también por matejuelo
colorado. (Zool. F. Eolo-
centridce; esp. Holocentrus
matejuelo, Bloch.)
Matejuelo blanco. Cub. epic.
m. — Pez diferente del an-
terior, de cuerpo alargado,
con una sola aleta dorsal, y
la caudal escotada, con
puntas más largas en el
macho, y de color indicado.
(Zool. F. Malacanthid.ce ;
esp. Malacantkus plumieri,
Bloch.)
Matejuelo colorado. Cub.
epic. rn. — Véase matejuelo.
Matejuelo real. Cub. epic. m.
— Pez de cuerpo alargado
y flexible que alcanza hasta
dos pies. (Zool. F. Elopidoe;
esp. Elops saurus, Lin.)
Matíalino. Cub. m. — Árbol
silvestre, escaso, cuya ma-
dera, consistente, fina y de
color de caoba amarillento,
es apreciada en carpintería
fina.
iné, Común, f. — Función
teatral vespertina. Son ad-
misibles voces de extrañas
lenguas al castellano, cuan-
do con ellas determinamos
cusas que no tienen nom-
bre en la nuestra, o que
evitan el empleo de varias
palabras con una sola; pero
en este caso hemos acudido
en auxilio a un vecino que
no nos sirve a gusto, pues
matine no puede indicar
nada con relación a la tar-
de, sino a la mañana. Los
que hacen masculina esta
MATU
358 —
MAYI
voz, que no son pocos, co-
meten otro barbarismo más.
(Et. Del francés matmée,
mañana.
Matólo. Cub. m.-Cada tallito
que brota de la cepa de un
árbol talado. (Et. Diminu-
tivo de "mata").
Matojo. Amer. m. — Dícese a
un matorral pequeño.
Matrería. Cub. f. — fam. -poco
uso. — Marrullería, argucia
de no muy buena inten-
ción, propia de una per-
sona calificada de matrera.
Matuango. Cub. epic. m. —
Véase aguaitacaimán.
Matucey. Cub. m. — "Especie
de bejuco". (Pequeño La-
rousse).
Matul. Cub. m. — Corrupción
generalizada, por apócope,
del cubanismo matulo, que
ya apenas se oye. Por an-
tonomasia, significa una
cierta cantidad de manojos
de tabaco en rama dis-
puestos en un atado.
Matul. Cub. m. — Dícese en
vez de "bulto", "lío", de
ropa, etc.
Matul. Cub. m. — fig. y fam. —
Dícese a la persona baja y
rechoncha.
Matulo. Cub. m. — antic. —
Primitiva forma de la voz
matul. Véase.
Matungo, ga. Amer. adj. —
Aplícase a la cabalgadura
vieja de poca resistencia y
aspecto lastimoso. (Et. De
matado, matadura, llaga).
Matungo, ga. Cub. adj. — fig.
y fam. -Aplícase por el vul-
go a personas flacas y dé-
biles.
Maturranga. Amer. f. — fam.
Argucia, acción poco lícita
en algún asunto o negocio:
"Me disgusté con Fulano
porque me hizo una ma-
turranga'". (Et. De "ma-
tar").
Maturranguero, ra. Amer.
adj. — Aplícase a la persona
tunante de baja condición
moral. Véase maturranga.
Maya. Cub. f. — La planta
más conocida por pina de
ratón (1.a acep). Véase. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Mayal. Cub. m. — Lugar don-
de abunda la planta maya.
Mayapí. Cub. m. — Árbol sil-
vestre apenas conocido, de
madera muy buena, con el
corazón muy duro. Si se
quema verde esta madera,
produce una excelente re-
sina, estimable en la in-
dustria jabonera.
Mayetado. Cub. m. — Cierto
estilo de cerca o estacada
donde los palos forman án-
gulos diversos.
Mayito. Cub. epic. m. — Her-
mosa y abundante ave pro-
pia de Cuba, que alcanza
unos dos decímetros de
longitud total, de plumaje
negro en casi todo el cuer-
po, con las alas, parte del
lomo, rabadilla y muslos de
color amarillo vivo precio-
so; los pies y el pico, largo
y puntiagudo, son negros.
La hembra tiene el pluma-
je principal verdoso, y el
MAZO
— 359
MEDÍ
amarillo es menos intenso
que en el macho. Se ali-
menta de insectos, larvas y
frutas; emite un silbido no
molesto. Algunos confun-
den este pájaro con el soli-
bio. También se llama ma-
yo y conguito. (Zool. F. Ic-
tericia?; esp. Icterus hume-
ralis, Vig.). (Et. Voz caribe,
Zayas) .
Mayito de ciénaga. Cub.
epic. m.-El pájaro más co-
nocido por chirriado r.
Véase.
Mayo. Cub. epic. m. — Nom-
bre menos frecuente del
pájaro mayito.
Mayo. Cub. adj. — Aplícase al
gallo de pelea que tiene
plumas amarillas en las
alas y negra la pechuga.
Maza. Cub. f. — Cada uno de
los tres cilindros horizon-
tales que componen el tra-
piche en los ingenios de
azúcar. Tiene los usos cas-
tellanos, aunque poco.
Mazamorra. Cub. f. — Una
planta acuática sin im-
portancia. (Bot. F. Ninfeá-
ceas; esp. Brasenia schre-
beri, Gmel.)
Mazamorra. Amer. f. — fig. y
fam. — Cierto tumor que se
forma en las patas de las
caballerías, a consecuencia
de la humedad, en la que
suele encontrarse un pará-
sito que causa el mal.
Mazorquilla. Cub. f.-En Tri-
nidad, según el Dr. Gun-
dlach, citado por Pichardo,
es un arbusto que produce
flor colorada y fruto azul
cuando maduro. Tiene el
uso de diminutivo caste-
llano.
Mazorquilla. Cub. f. — En
otras partes de la Isla, es
una planta herbácea, anual,
rastrera, de hojas ovales,
puntiagudas, y flores blan-
cas azulosas, apreciable
para curar calenturas.
(Bot. F. Acantáceas; esp.
Blechum brownei, Juss.)
Mazorquilla de costa. Cub.
f. — Planta muy parecida a
la anterior, común en el
litoral. (Bot. F. Hipericí-
neas; esp. Hypericum are-
narioides, A. Rich.)
Mecedor. Cub. m. — Muchas
personas dan esta forma
masculina a la silla o si-
llón conocido por "mece-
dora" en cast.
Mecha. Común, i. — fam. —
Véase la frase 2 del Apén-
dice.
Mechar. Cub. v. a. — inde-
cente.— La acción contra el
sexto mandamiento, y has-
ta contra la naturaleza del
hombre.
Mechazo. Cub. m. — vulg. —
Golpe fuerte causado con
la mano o algún instru-
mento, a una persona o
animal: "A Zutano le die-
ron el gran mechazo'".
Media leche (A). Cub. mod.
adv. — Dícese que lo está el
niño que sólo mama de un
pecho, porque la nodriza
cría dos.
Media luna. Cub. m. — Cierta
MBLA.
— 360 —
MHLÓ
especie de cuchilla, de esa
figura, que los muchachos
ponen en la cola de las co-
metas para cortar el hilo
de otras.
Media-media. Amer. f. — Di-
cese, no con mucha fre-
cuencia, al calcetín, parti-
cularmente en el comercio
al por mayor: '"Dos doce-
nas de medias -medias'" .
Mediecito. Cub. m. — fam. —
Diminutivo de medio, sin
que se altere el valor de la
moneda.
Medio. Cub. m. — Moneda de
níquel de cinco centavos,
equivalente al real de ve-
llón. Es medio real de Cu-
ba, y de ahí que se le diga
simplemente medio. Véan-
se las frases 52, 157, 164
y 243, y el refrán 28 en los
respectivos Apéndices. Tie-
ne los usos castellanos.
Medio cordón. Cub. m. — Dí-
cese al aguardiente de floja
graduación, que no alcan-
za los 28 grados.
Medio tillado. Cub. m. -Aplí-
case a la tabla de media
pulgada y al clavo de pul-
gada y media que se em-
plea para clavarla.
Medregai. Amer. epic. m. —
Pez acantopterigio que al-
canza un pie de largo, pa-
recido al coronado, pero sin
la faja longitudinal ama-
rilla. Hay varias especies.
(Zool. F. Corangidw; esp.
principal; Serióla, fascia-
ta, Bloch.)
Meiadora. Cub* f. — La. últi-
ma paila donde termina de
cocer y purgar el guarapo,
y de la cual sale ya pastoso,
en forma de mieL (Et. De
u melado", de "miel").
Melamho. Cub. m. — Véase
malambo.
Melcocha. Cub. f. — Dícese
por comparación a cual-
quier cosa en pasta, con
aspecto de la verdadera
melcocha.
Metcochado, da. Amer. adj.
— Empléase con relación a
toda substancia que tiene
el punto pastoso de la mel-
cocha. En Cuba se dice con
particularidad a los hue-
vos cocidos ni muy blan-
dos ni duros: "Deseo cua-
tro huevos melcochados^.
Melcochar. Amer. v. a. — Dar
a cualquier substancia el
punto pastoso de melcocha.
Melón. Común, m. — flg. y
fam. — Dícese al individuo
torpe, rudo, bellaco: "Don
Juan es un melón'". Tiene
el legítimo uso castellano.
Melón bangaño. Cub. m. —
Dicen así al melón de agua
o sandía cultivado en Cuba.
Melón de Castilla. Cub. m.
— La especie corriente de
España, que tiene la cas-
cara con profundas hendi-
duras longitudinales, como
señalando el sitio por don-
de ha de partirse en reba-
nadas.
Melón de olor. Cub. m. —
Tipo de pequeño tamaño,
epidermis muy tersa y
amarilla, y carne poco ju-
MBPL
— 361 —
HEKE
gosa, pero de agradable
olor.
Melón francés. Cub. m. —
Variedad del melón de agua
que se caracteriza por su
pulpa blanca.
Melón moscatel. Cub. m. —
Variedad del melón de Cas-
tilla o común, de figura casi
esférica.
Melonada* Común, f. — farn.
Torpeza, bellaquería, ac-
ción propia de un indivi-
duo llamado melón: "Don
Juan en su polémica no
dijo más que melonadas".
Melosamente. Común, adv.-
Con melosidad: "Es propio
de novios hablar melosa-
mente".
Melton. Cub. m.' — Tejido
burdo y grueso, de lana,
o borra de lana, en colores,
empleado para abrigos or-
dinarios.
Meluza. Cub. f. — Residuo pe-
gajoso del zumo de la caña
o de miel que se queda en
las manos o ensucia al&o.
(Et. De "melaza", miel).
Membrillo. Cub. m. — Árbol
silvestre no muy abundan-
te, que se desarrolla en el
litoral y terrenos húmedos
hasta diez metros de altu-
ra.- El cerdo come sus se-
millas.
Memiso; Cub. m. -Forma in-
correcta y muy extendida
de rnemizou
Memizo. Cub. m. — El árbol
más conocido por capulina.
Véase.
Meple. Cub. m. — Cierta ma-
dera exótica de muy bo-
nito veteado, que se utili-
za en ebanistería. Es muy
ligera y blanca: "El mo-
blaje de mi casa es do
meple" .
Meque. Cub. m. — Golpe da-
do a una persona con la
mano, especialmente con los
nudillos.
Mercadela. Cub. f. — Planta
de jardinería con las hojas
largas de un paimo, de ba-
se cuneiforme, verde-azu-
ladas, y flores amarillas.
Otros dicen, creemos que
con menos corrección, mer-
cadera. (Bot. F. Compues-
tas; esp. Caléndula offici-
nalis, Lin.)
Mercadera. Cub. f. — Véase
mercadela.
Mercedar. Cub. v. a. ahtic.
— La acción de conceder
mercedes. En cast. antic. se
decía "mercendear''.
Merequetén. Cub. adv. fam.
— Equivale a "excelente",
"muy bien" : "— ¿ Cómo
está ese manjar? — Está me-
requetén."
Merequetén. Cub. m. — Lo
mismo que "dificultad",
ponderando el mérito de
algo: "Ese monumento tie-
ne merequetén"; "tiene
merequetén la solución de
ese problema".
Meridiano. Amer. m. — En
vez de "mañana", "tarde"
y "noche", para indicar a
qué parte del día solar per-
tenece una hora determi-
nada, se dice en Cuba y
MBSA
362 —
MIBL
otras partes de América "a
las tantas antes meri-
diano" (A. M.) o "pasado
meridiano" (P. M.); o sea
antes y después del medio-
día: "Se celebrará tal re-
unión a las 4 P. M."; "la
conducción del cadáver se-
rá a las 8 A. M."
Merma. Cub. epic. f. — "Pez
de la familia Scombridios,
género Thynnus (Th. Pe-
lamys, L.)" Esto dice Pi-
chardo.
Mero de aletas amarillas.
Cub. epic. m. — Pez, especie
del comúnmente conocido
por "mero", que se carac-
teriza por su coloración
pardo de acero, con las ale-
tas dorsal y pectoral bor-
deadas de amarillo. Existe
en mayor abundancia en las
profundidades de la bahía
matancera, y es buen bo-
cado. Alcanza un peso do
25 kilogramos. (Zool. F.
Serránidos; esp. Epinephe-
lus flavolimbatus, Poey).
Mero de lo alto. Cub. epic.
m.-L "ie que recibe este
nombre por la profundidad
en que vive y se pesca; es
de color apizarrado claro,
alcanza 200 kilogramos de
peso, y tiene buena carne.
También se llama mero le-
gitimo. (Zool. F. S.; esp.
Garumpa merus, Poey).
Mero legitimo. Cub. epic. m.
— El mero de lo alto. Véase.
Mesarr'í, Cub. f. — Corrupción
de ' 'besana", no muy gene-
ralizada.
¡Métele! Cub. interj.-fam.-
Así se suele exclamar para
animar a que cante, baile,
etc., otra persona, o como
en señal de aprobación y
aplauso por haberlo hecho
bien. Suele posponerse al-
gún vocativo, entre los que
se oye: "¡Métele, guaya-
bo!".
Meterse. Cub. v. ref. y recíp.
— fam. — Enamorarse con
mucha vehemencia: "Fu-
lano se metió con Fulana";
"Juan y Rosa se han me-
tido mucho".
Mico. Común. m.-fam.-Véa-
se la frase 44 del Apén-
dice.
Mieditis. Cub. m. — fam. —
Graciosa forma popular de
la voz "miedo", por la ter-
minación técnica patológica
que recibe. Aumenta en
gracejo cuando se añade
crónica o aguda, como si
realmente se tratase de en-
fermedades: "Le entró
mieditis aguda"; "padece
mieditis crónica".
Miedo. Cub. m. — vuíg. — Em-
pléase frecuentemente en
vez de "temor", como en el
caso: "No hay miedo de
que llueva". Véanse las
frases 22-a y 37 del Apén-
dice.
Miel de abeja. Cub. f. — Dí-
cese a la que produce ese
laborioso insecto, porque
por "miel", simplemente,
se entiende siempre la de
caña de azúcar. Tiene las
acep. cast.
MIJE
— 363
MILLO
Miel de descarga. Cub. f. —
La conocida en castellano
por "miel de furos", o sea
la que destilan los panes o
pilones de azúcar por tales
aberturas.
Miel de güira. Cub. f. — Véa-
se güira cimarrona.
Miel de purga. Cub. f. —
Cierto extracto que se ob-
tiene del guarapo de azúcar
en los últimos toques de su
elaboración.
Mierda de gallina. Cub. i. —
Árbol de madera dura, fina,
amarillenta con vetas obs-
curas, según Jiménez, ci-
tado por Pichardo.
Mierda de gallina. Cub. f. —
Varias plantas herbáceas,
de las que dos toman el
nombre de yerba de la san-
gre (1.a y 2.a acep.) y una
de las cuales también el de
filigrana cimarrona.
Mije. Cub. m. — Árbol silves-
tre, no escaso, de tronco
delgado y recto que se ele-
va hasta 6 metros, de hojas
y flores pequeñas, buena
madera, y fruto parecido a
la grosella, que comen al-
gunas personas con azú-
car. Algunos pronuncian
miji y otros mije, pero la
voz legítima es la descrita.
(Bot. F. Mirtáceas; esp.
Chitraculia rigida, Kunt.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Mije. Cub. m. — Defectuosa
acentuación de la voz mije.
Véase.
Mije blanco. Cub. m. — Va-
riedad del árbol mije, que
la distingue su fruto blan-
co.
Mije morado. Cub. m. — Va-
riedad del árbol mije, de
fruto morado.
Mijeal. Cub. m. -Lugar donde
abunda el mije. Otros dicen
impropiamente mijial.
Miji. Cub. m. — Defectuosa
pronunciación de la voz
mije. Véase.
Mijial. Cub. m. — Forma in-
correcta de mijeal.
Milfíores. Cub. f.-Planta sil-
vestre de tallo leñoso que
alcanza un metro, por dos
centímetros de grueso; de
hojas aovadas, anchas,
puntiagudas, de flores múl-
tiples, blancas, rosadas o
moradas, en macolla en lo
alto de la mata. Se propa-
ga mucho, y suele consti-
tuir plaga en algunos te-
rrenos. También se llama
hortensia y milrosas. (Bot.
F. Verbenáceas; esp. Cle-
rodendron fragans, Willd.)
Milhombres. Común, m. —
Sobrenombre irónico que
se aplica al individuo de
baja estatura y altanero.
Milrosas. Cub. f.-Véase mil-
fíores.
Millo blanco. Cub. m. — Va-
riedad del millo de grano
blanco.
Millo de pollo. Cub. m. —
Guando el millo se siembra
muy separado porque se
quiere el grano para la cría
de aves de corral. Si se
desea para forraje se siem-
bra muy junto.
364
MISM
Millo morado. Cub. m. — Va-
riedad del millo de grano
con el color indicado. Tam-
bién se dice millo negro.
Millo negro. Cub. m. — Véase
millo morado.
Mimbre. Cub. m. — Véase el
refrán 10 del Apéndice.
Tiene los usos cast.
Minador del tabaco. Cub. m.
— El gusano más conocido
por candelilla (2.* acep.)
Mingo. Cub. m.-Dícese al in-
dividuo pacato que sirve
de objeto de burla a otros :
"Tomaron a Ramón por
mingo'". Tiene las acep.
castellanas.
Mingo. Cub. m. — Juego de
muchachos que consiste en
tirar una bola o un mate
(2.* acep.) a chocar con
otro, y el que tal logra,
gana todos los que se tira-
ron inútilmente.
Minuta (A la). Cub. mod.
adv. — Modo de freir pes-
cado, chuletas o costillas,
etc., que consiste en rebo-
zarlos antes con pan o ga-
lleta rallados y huevo ba-
tido.
Mirabel. Cub. m. — Planta
distinta a la descrita por
la R. A. Véase arcediana.
Mlracaimán. Cub. epic. m. —
Véase aguaitacaimán, que
es el cubanismo aceptado
por la R. A.
Miraguano blanco, Cub. m.
— Véase guano blanco.
Miraguano de lana. Cub. m.
— Véase guano de lana. Es
la especie de palma que
produce la mejor pelü3a
llamada "miraguano", y
usada en rellenos de almo-
hadas y otros.
Miraguano espinoso. Cub.
m. — Véase guano espinoso.
Miriñaque. Cub. m. — antic. —
La tela rala utilizada para
marcar o bordar, conocida
en castellano por "caña-
mazo" y en Cuba con el ga-
licismo canevá.
Mirto. Cub. m. — Además del
mirto común, se conoce
con este nombre la planta
malvira.
Mirto del país. Cub. m. —
Arbusto indígena parecido
al verdadero mirto, aun-
que de familia diferente.
(Bot. F. Melastomáceas;
esp. Mouriria spathulata,
Gris.)
Mirto de río. Cub. m. — Ar-
busto que se desarrolla en
las márgenes de los ríos y
lagunas, de hojas pequeñi-
tas con puntos translúci-
dos. (Bot. F. Mirtáceas; esp.
Calyptranthes syzygium,
Sw.)
Misa de saí:sd. Cub. f. — La
que promete el enfermo, y
cuyo costo ha de reunir re-
cogiendo limosnas, que ya
es práctica sólo conservada
por alguna gente supersti-
ciosa del pueblo bajo.
Mismitlco» ca» Amer. adj. —
vulg.-Achicamiento del di-
minutivo mismito, ta; de
"mismo, ma". El excesivo
abuso que se hace en Amé-
rica del diminutivo, con-
MOCHA
— 365
MOJA
dure a estas deformacio-
nes del buen lenguaje; pues
se da forma diminutiva a
voces que la rechazan vi-
vamente, como en el pre-
sente caso, que de "mismo"
se deriva mismito, y luego,
por si no bastara, se dice,
y con no poca frecuencia,
mismitico. ¿No es entera-
mente igual decir "voy
ahora mismo" como "ahora
mismitico o mismito", en lo
que respecta a fuerza de
expresión?
Mismito, ta. Amer. adj. —
vulg. -Diminutivo de "mis-
mo, ma". Véase la voz an-
terior.
Miso» Cub. epic. m. — El pez
más conocido por maporro.
Véase.
Mobiliario. Común m. — El
conjunto de muebles de una
casa. En castellano correc-
to se dice "moblaje". (Et.
Del francés mobiliaire ) .
Mocear. Común, v. n.-Entre
gente rústica se dice por
"cortejar" sin hacerlo con
la seriedad del que piensa
en el matrimonio. Tiene
uso en muchas aldeas de
España, y probable origen
en Asturias: "Fulano ya
está en edad de mocear";
"un muchacho que mocea
mucho".
Mocha. Cub. f. — Utensilio de
agricultor, especie de ma-
chete barrigón, cuya ba-
rriga va ensanchando
opuesta al mango, y ter-
mina redonda o cuadrada.
Algunos dicen guámparo..
(Et. De "mocho").
Mochazo. Cub. m. — Golpe de
mocha. Véase.
Mochazo. Cub. m. — flg. y
fam. — Por extensión, cual-
quier golpe que se da con
intención de agredir: "Le
metió dos mochazos".
Mochil. Cub. m. — Muchacho
que ayuda al tabaquero su-
ministrándole el tabaco de-
nominado "triba" con que
se rellenan los cigarros pu-
ros o tabacos. No tiene el
uso cast.
Modistura. Cub. f.-El apren-
dizaje o el oficio de mo-
dista : "Estoy aprendiendo
modistura"; "muy inteli-
gente en modistura".
Mogo. Cub. m. — El manjar
más conocido por fufú.
Véase.
Mogolla. Cub. f. — Los re-
cortes de las hojas de ta-
baco, superiores, que se
emplean luego para relle-
nar los cigarros puros o ta-
bacos. Otros dicen mogollo.
Mogollo. Cub. m. — Véase
mogolla.
Mohato, ta. Cub. adj. — Aplí-
case generalmente a las ca-
ballerías de color moreno
obscuro.
Mohoso, sa. Cub. adj. — fam.
— poco uso, — Aplícase en
días de fiestas populares a
la persona que rehusa mez-
clarse en las diversiones.
Tiene el uso cast.
Mojarra común. Cub. epic.
f. — Especie del pez conoci-
MUJU
— 366 —
MOKD
do en castellano por "mo-
jarra"; tiene el cuerpo
comprimido, de figura algo
romboidal, con el lomo ele-
vado, la mandíbula infe-
rior saliente, de color pla-
teado obscuro, y alcanza
unos 25 centímetros. (Zool.
F. Guerridoe; esp. Guerres
plumieri, Guv.)
Mojarra de casta. Cub. epic.
f. — Especie de cuerpo más
prolongado, con el lomo
menos alto, que alcanza 3
decímetros, con seis fajas
verticales a cada lado del
cuerpo, y las aletas ventra-
les de color amarillo. (Zool.
F. G.; esp. Xistcema cine-
reum, Walb.)
Mojarra de ley. Cub. epic. f.
— Tipo de figura elíptica,
que alcanza algo menos de
dos decímetros. (Zool. F.
G.; esp. Encynostomus gu-
la, Guv.)
Mojo. Amer. m. — Especie de
salsa espesa hecha con to-
mate, o ajo, etc., cuyos
nombres se posponen, y la
cual se añade a los manja-
res después de condimenta-
dos. (Et. Corrupción del
cast. "moje").
Mojo crudo. Cub. m. — Véa-
se aguají.
Mojo crudo. Cub. m. — En
otros lugares, dicen así a
una mezcla en seco de ce-
bolla y perejil picados en
diminutos trozos, que suele
comerse con la carne fri-
ta.
Mujuy. Cub. epic. m. — antic.
—Mamífero parecido a la
jutía, bocado que era es-
timadísimo por los caci-
ques indios, y cuya especie
se ha extinguido. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Mola. Cub. epic. f. — El pez
conocido en castellano por
"pez luna", también lla-
mado así en Cuba, y ade-
más pez muía y pez sol.
'Molejón. Cub. m. — Dícese
al farallón, o sea la roca
que sobresale a flor de agua
o de tierra. Algunos dicen
múcara.
Molondrón. Cub. m. — La
planta más conocida por
quimbombó, que es el cu-
banismo aceptado por la
R. A.
* Molote. Cub. m. — Alboroto,
escándalo tumultuario: "Se
formó el gran molote en la
plaza del mercado".
Molleja. Cub. f.-fam. — Véase
la frase 183 del Apéndice.
Tiene las acep. cast.
Mollero. Amer. m. — Dícese a
la parte más musculosa del
brazo y la pierna particu-
larmente. (Et. Corrupción
de "molledo").
Mona. Cub. f. — Cierta cons-
truccción o figura de la co-
meta que hacen los mu-
chachos. Tiene los usos
castellanos más corrientes.
Monda. Cub. f. — Acción y
efecto de mondar. Véase.
Como más se oye es dar
una monda.
Mondacapullo. Cub. m. — Ar-
busto de madera excelente
MONO
— 367 —
MONT
que produce un fruto muy
gustado por el cerdo. (Et.
De "mondar" y "capullo").
Mondar. Cub. v. a. -poco uso.
— Pegar o castigar con ex-
ceso: "Un padre que mon-
da a sus hijos sin conside-
ración"; "mondé al mucha-
cho porque me faltó al res-
peto." Más se oye dar una
monda. Tiene los usos cas-
tellanos.
Moneda. Cub. f. — Por anto-
nomasia, la de oro de cinco
duros: "Tengo un caballo
que vale sesenta monedas".
Moniato. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que alcanza unos 12
metros de altura, de made-
ra blanca, suave, con el co-
razón amarillento, apenas
utilizada en carpintería por
su escasi. consistencia. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Monifato. Cub. m. — Dícese a
la figura contrahecha que
representa persona o ani-
mal. (Et. Extraña corrup-
ción de "monicaco").
Monigote. Cub. m. — Enre-
dadera cultivada en jardi-
nería, de flor compuesta
con un botón blanco, y la
corola, en forma de embu-
do, de color morado. Tam-
bién se llama boca de dra-
gón y salvilla. (Bot. F. Es-
crofulariáceas; esp. Anti-
rhinum majus). Tiene las
acep. cast. en lenguaje fig.
Mono. Cub. epic. m. — Véase
andaraz. Tiene algunas de
las acep. cast.
Mono. Cub. m. — Árbol gigan-
tesco, de mayores propor-
ciones, al parecer, que la
ceiba, considerado el ma-
yor de Cuba. Es muy es-
caso y apenas conocido.
(Bot. esp. Adominia digi-
tala).
Monos. Amer. m. pl. — Véase
la frase 115 del Apéndice.
Monomaquía. Cub. f. — Mo-
vimiento o gesticulación de
una persona, cuando pa-
rece propio de un mono.
Tiene mucho más uso en
plural: "Hacer muchas
monomaquías.'1'' No tiene la
acep. castellana.
Monótonamente. Común.
adv. — Con monotonía:
"Leer muy monótonamen-
te".
Monta. Cub. f. Época de cru-
zar caballo y yegua. Tam-
bién se dice caballo de
monta al que no es de tiro
y sí de montar.
Monte. Cub. m. — fam. — Sue-
le oirse esta voz para sig-
nificar "fuera de poblado",
en acepción algo semejante
a campo. Tiene los usos
cast. Véanse las frases 14,
102 y 248 y los refranes
3 y 9 de los Apéndices.
Monte-Cristo» Cub. m.- "Ár-
bol silvestre de madera
fuerte, resistente y grano
fino, color amarillo par-
dusco. (Arbor. Cub.) ". Cita
de Pichardo.
Monte charrabascoso. Cub.
m. — Bosque de arboleda
rala y baja. Véase charra-
bascoso.
MORA
368 —
MOKB
Montear. Cub. v. a. — Cierta
operación que se hace con
el agua de lluvia para que
gane en potabilidad. Tiene
los usos cast.
Montería. Cub. f. — Guiso de
carne de cerdo, ave, etc.,
que se ha dejado asada del
día anterior. (Et. De "mon-
te").
Montero. Cub. m. — Indivi-
duo que tiene bajo su cus-
todia un terreno donde se
cuida y cría ganado. Véase
la frase 235 del Apéndice.
Montón-pila. Cub. m. — vulg.
— Ridículo pleonasmo em-
pleado para denotar mucha
abundancia de algo: "Tie-
ne montón-pila de dinero".
Montuno, na. Cub. subs. y
adj. — En la región orien-
tal es sencillo equivalente
de "campesino", guajiro;
en cambio, en la occidental
es insulto, porque se toma
como significado de torpe,
incivil. Véase el refrán 3
del Apéndice.
Mora blanca. Cub. f. — El
árbol conocido comúnmen-
te por "morera", y cuya
hoja en España se destina
al cultivo del gusano de
seda.
Mora de loma. Cub. f. — El
árbol más conocido por
fustete. Véase.
Mora del país. Cub. f. — Véa-
se fustete.
Mora de piedras. Cub. f. —
Hierba que se desarrolla
entre las piedras de ríos y
otros lugares húmedos.
(Bot. F. Urticáceas; esp.
Bohemeria cylindrica, Sw.)
Mora espinosa. Cub. f. —
Véase fustete.
Mora negra. Cub. f. — Árbol
silvestre de "Rojas grandes,
enteras, con puntos negros,
y buena madera. (Bot. F.
Móreas; esp. Morura nigro>,
Lin.)
Morcilla. Común, f. — fam. —
Equivale a "mentira". Tie-
ne los usos natural y figu-
rado de la R. A.
Morcillero, ra» Común, adj.
— Aplícase a la persona
mendaz, embustera; que
dice morcillas. Tiene los
usos de la R. A.
Morder. Cub. v. a. — flg. y
fam. — Equivale a "enga-
ñar", y en tal sentido que-
da incluido "estafar" o
"robar"; por eso no deja
de ser gracioso oir: "Die-
go mordió a Pedro", sin
que le haya clavado los
dientes. "Me mordieron en
la compra del sombrero";
"a Javier le mordieron tres
duros". Tiene los usos cast.
No es difícil oir este verbo
como para denotar que se
ha adquirido una enfer-
medad secreta.
Mordida. Cub. f. — Acción y
efecto de morder. Véase.
Mordoré. Amer. m. — poco
uso. — Color rojizo con viso
morado. (Et. Voz francesa).
Morena pintada. Cub. epic.
f. — Especie del pez angui-
liforme conocido en caste-
llano por "morera"; esta
MORO
— 369 —
MORRO
especie no alcanza el tama-
fio corriente de un metro,
y tiene la epidermis blanca
con abundantes manchas
negras. Es comestible.
(Zool. F. Muroenidoe; esp.
Lycodontis funebris, Ranz.)
Morena verde. Cub. epic. f.
— Especie del pez "more-
na" de mayor tamaño, no
menor de metro y medio,
de color moreno obscuro,
cubierto por una especie de
costra verde que desapare-
ce al ser lavada. Es voraz,
y su carne suele causar la
ciguatera. (Zool. F. M.; esp.
Lycodontis moringa, Guv.)
Moringa. Cub. f. — Fantasma
imaginario con que se ate-
moriza a los niños. Por tie-
rras ibéricas se hace pare-
cido o igual uso de la voz
"coco", con autorización de
la R. A.
Morir bien. Cub. expr. adv. —
fam. — Perder una partida
en el juego, pero no sin de-
mostrar que se jugó con
pericia: "Eso es morir
bien".
Moriviví. Cub. m. — En la re-
gión oriental, la planta
"sensitiva" de la R. A.,
más conocida en Cuba por
este nombre, y también
dormidera y dormilona.
Moro. Cub. adj. — Aditamento
de "cangrejo": cangrejo
moro. "Véase.
Moro, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a las caballerías de
pelo blanco con viso obs-
curo. Se añade azul cuando
el viso es de ese color; em-
pedrado, da, o de concha,
cuando las manchas son
semicirculares y cenicien-
tas; mosqueado, da, si las
manchas son pequeñas y
morenas; etc., etc.
Morón. Amer. epic. m. — "Pez
de agua dulce, tamaño de
una vara, sin espina y sa-
broso, el mismo de Santo
Domingo", dice Pichardo.
Morón. (De). Cub. mod. adv.
— fam. -En la jerga comer-
cial, dícese que lo es el mal
pagador. No deja de ser un
gracioso equívoco, pues al
oído lo mismo puede pare-
cer demorón (de "demo-
rar", que demora), como
habitante del pueblo Mo-
rón.
Moronense. Cub. subs. com.
y adj. — La persona natural
de Morón.
Moronense. Cub. adj. — Aplí-
case a las cosas de esa po-
blación.
Moros y cristianos. Cub. m.
pl. — fam. — Graciosa expre-
sión para decir al potaje de
fríjoles o judías negras,
cuando se mezcla con arroz,
al tiempo de comerlo, por
la mezcla de lo blanco y lo
negro.
Morriñoso, sa. Cub. adj. —
Aplícase a las personas o
animales decaídos de áni-
mo, tristes, enfermos. (Et.
De "morriña").
* Morrocoy. Cub. epic. m. —
Véase morrocoyo.
* Morrocoyo. Cub. epic. m. —
24*
MORÜ
370 —
MOST
"Galápago americano, co-
mún en la Isla de Cuba, con
el carapacho muy conve-
xo, rugoso, de color obscu-
ro y con cuadros amari-
llos". (R. A.). También se
dice morrocoy.
Morronga. Común, í. — muy
vulg. — El pene.
Morronguería. Cu b. í. — vulg.
— Acción deleznable, pro-
pia de una persona califi-
cada de morronguera. Véa-
se.
Morronguero, ra. Cub. adj.-
vulg. — Aplícase a la perso-
na miserable, ruin, tacaña.
Morronguero, ra. Cub. adj.-
vulg. — Lo mismo que "co-
barde".
Moruro. Cub. m. — Reciben
este nombre tres especies
de árboles con aditamentos
particulares. En algunos
lugares les dicen impropia-
mente sabicú. (Bot. F. Le-
guminosas). (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Moruro abey. Cub. m. — Ár-
bol silvestre quo se eleva
unos 8 metros, de hojas
aladas, con los foliólos pe-
queños y oblongos, madera
dura, buena, pesada, de co-
lor de vino. También se
llama abey hembra, tengue,
palo de rayo, y moruro de
sabana. Es el "abey" de la
R. A., o una especie muy
afín. (Bot. F. L.; esp. Pel-
topkorum adnatumt, Gris.)
Moruro de costa. Cub. m.—
Arbusto como el anterior,
de hojas aladas, con folio-
Ios oblongos obtusos, más
pálidos por el envés, flores
sésiles en cabezuelas blan-
cas. Otros dicen soplillo.
(Bot. F. L.; esp. Calliandra
portoricensis, Benth.)
Moruro do sabana. Cub. m.
— El moruro abey. Véase.
Moruro prieto. Cub. m. —
Especie parecida al mo-
ruro abey. (Bot. F. L.; esp.
Pithecolobium cilicifolium,
Benth.)
Mosca de caballo. Común, f.
— La más conocida en Es-
paña por "mosca de burro"
y "mosca de muía".
Moscovia. Cub. f. — Una piel
entera de res curtida hasta
dejarla suavísima, teñida
después de colorado, que
algunas personas utilizan
para la cama, por lo fresca.
Mosquito. Cub. m. — "Planta
de las Orquídeas (Leochi-
lus salvus, Gr.)", dice Pi-
chardo. Tiene las acep.
cast. Véase la frase 72 del
Apéndice.
Mosquito. Cub. m. — Véase
infiernito.
Mosquito lancetero. Cub. m.
— Especie de mosquito que
causa terribles picadas.
Mostacilla. Cub. f.-La plan-
ta de tabaco recién nacida;
entendiéndose que no llega
a postura.
Mostaza de la tierra. Cub.
f.— Especie de mostaza no
cultivada, de hojas en fi-
gura de lira, y flores ama-
rillas como la común, que
también se desarrolla en
MUDA
— 371 —
MUER
Cuba. ¿Será la "mostaza
silvestre" de la R. A.? (Bot.
F. Cruciferas; esp. Br as sica
júncea, Goss.)
Mosto muerto. Cub. m. — La
mezcla de miel de azúcar
y agua, después de desti-
lada.
Mosto vivo, Cub. m. — La
mezcla anterior cuando el
agua entra n menor pro-
porción.
Mota. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 131 del Apéndice.
Tiene los usos cast.
Mota (A la). Cub. modfadv.
— Cuando se siembra algu-
na planta trasplantándola
con las raíces y la tierra
adherida a ellas, si se tra-
ta de plantas que se siem-
bran generalmente por aco-
dos.
Moya. Cub. f. — La planta de
jardinería conocida en cas-
tellano con el nombre de
"margarita", y también en
Cuba, así como con el de
moyita, de la que hay va-
riedades de flores blancas,
rosadas y amarillas; una de
las amarillas recibe el
nombre de mantequillera.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Chrysanthemum corona-
rium, Lin.) Véase la frase
145 del Apéndice.
Múcara. Cub. í. — Sinónimo
de molejón.
MucaraL Cub. m. — Dícese al
terreno en que abunda la
roca múcara o 'molejón.
Muda de ropa. Cub. f. — Em-
pleándose entre parroquia-
no y tendero, entiéndese
pantalón y camisa o panta-
lón y guayabera.
Mudada. Cub. f. — Dícese a la
mudanza o cambio de do-
micilio.
Muela. Cub. f. — fam. — Lo es
en Cuba la persona trapa-
cera. Véase la frase 83 del
Apéndice. Tiene los usas
castellanos.
Muengo, ga. Cub. adj. — Se
aplica a las personas o ani-
males que les falta una
oreja, o que tienen inútil
el pabellón de ella.
Muerde-huye. Cub. m. -Véa-
se juyuyú. Algunos corrom-
pen la voz en muerde-juye
y muerdejulla.
Muerde-Juye. Cub. m. — Véa-
se la voz anterior.
Muerdejulla. Cub. f. — Véase
muerde-huye. (Et. Corrup-
ción).
Muerte. Cub. f. — fam. — Véa-
se el refrán 7 del Apéndice.
Muertería* Cub. f. — vulg.—
Equivale a "funeraria" o
establecimiento funerario.
Afortunadamente, semejan-
te barbarismo va cayendo
en desuso.
Muertero. Cub. m. — El due-
ño o encargado de una
muertería. Véase.
Muerto, ta. Amer. adj. — Lo
mismo que "desanimado"
con relación a cosas :
" — ¿Cómo está el paseo? —
Muy muerto'". "Semana
muerta", dice un comer-
ciante. Tiene los usos cast.
Véanse las frase3 13, 22-a
MURA — 372 —
y 204 y el refrán 16 de los
Apéndices.
Mujeriega (A la). Común.
mod. adv. -Cabalgar el hom-
bre como la mujer, con las
piernas a un solo lado., y
no a horcajadas. En Cuba
no se dice "a mujeriegas",
única forma aceptada por
la R. A., aunque la consig-
nada aquí es o parece ser
tan aceptable como ella, no
obstañle la autoridad que
le han dado los clásicos an-
tiguos y modernos a la otra.
Mulatería. Cub. f.-— Barrio o
lugar donde residen mu-
chos mulatos, y sobre todo
mulatas.
Mulatero. Cub. adj.-El hom-
bre aficionado a enamorar
mulatas.
Mulatico, ca. Cub. adj. -Úni-
co diminutivo de "mulato,
ta", usado en Cuba.
Malecón, n«. Cub. m. y f. —
Aumentativo de muleque.
Véase.
Mulengo, ga. Cub. subs. y
adj. — fam. — Dícese con ex-
presión meliflua por "mu-
lato, ta".
*Muleque. Cub. común. —
"Negro bozal de siete a diez
años*. (R. A.). Cuando ex-
cede de esa edad se dice
niuiecón, na.
Mulita del diablo. Cub. f. —
Véase caballito del diablo.
Muniatal. Amer. m. -Corrup-
ción de "buniatal".
Munlato. Amer. m. — Corrup-
ción de "boniato".
Muralla. Cub. f. — Nombre
MUERA
impropio del arbusto mu-
rraya. Véase.
Muraya. Cub. f. — Véase mu-
rraya.
Murciélago. Cub. epic. m.~
Además de las distintas es-
pecies de mamíferos ala-
dos, así llamados común-
mente, hay en Cuba un pe:
volador, merced al grai
desarrollo en forma de ah
de las aletas pectorole;
posteriores, que alcanza m
tamaño de 3 decímetros
con el cuerpo alargado
subcuadrangular, la cabez?
cubierta de placas óseas, }
una espina a cada lado (
inclinada hacia atrás. Si
coloración es muy variable
moreno o verdoso olivad(
el lomo y pálido por debajo
y las alas obscuras mancha-
das de azul. (Zool. F. Dac-
tylopterus volitaus, Lin.)
Murlchí. Cub. m. — "Árbol
silvestre, así denominada
en el territorio oriental, d<
buena madera. (Arb. Cub.) "
Cita de Pichardo.
j Murió! Cub. interj. — fam.—
Empléase para dar poi
terminada una discusión, 3
equivale a decir: se acabó
"¡Murió! No hablemos má:
de eso".
Murralla. Cub. f. — Otro nom-
bre incorrecto del arbustc
marraya. Véase. Parece má
adaptable al castellano lf
II que la y, pero no en esí«
caso sin incurrir en impro-
piedad, porque murray<
se deriva de Murray, ape-
MURRA
— 373
MURÜ
llido del General que im-
portó de la India la planta.
Murraya. Cub. f. — Arbusto
exótico, cultivado en jardi-
nería por lo muy frondoso,
con hojas aladas de poca
punta, y deprimidas en la
base, de color verde obs-
curo, brillantes, flores blan-
cas y fragantes en ramille-
tes, y fruto en bayas rojas.
También suele llamarse
boje de Perno, e incorrec-
tamente, muralla, mura-
ya, y murralla. "Véase esta
última voz. (Bot. F. Auran-
ciáceas; esp. Murraya exó-
tica, Lin.)
Murumaca. Cub. i. — Gesti-
culación burlesca: "Hacer
murumacas a una perso-
na". (Et. Probablemente
corrupción de monoma-
quía. Véase).
NABO
— 374 —
NADI
Nabaco. Cub. m. — El arbus-
to más conocido por galán
de noche (2.a acep.). Véase.
Nabaco. Cub. m. — Arbusto
silvestre de buena madera,
dura, compacta, empleada
en carpintería; de hojas
subcoriaceas, opuestas, de
color verde obscuro por
encima, más pálidas por el
envés, y florecillas a mane-
ra de campanillas colgan-
tes, blancas y olorosas, en
ramilletes. También se lla-
ma palo de toro, cafetillo,
café cimarrón, júgano y jú-
jano. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. F ar ame a vaginata,
Gris, y otra). (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Nabüma. Cub. f. — antic. —
Véase guanabima. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Naborí. Cub. m. — antic. —
Cierta clase de esclavo in-
dio que formaba parte de
una naboría. Véase.
Naboría. Cub. f. — antic. — Un
conjunto de esclavos indios
que al principio de la co-
lonización española se con-
cedía a determinado caci-
que o noble. Zayas, en su
"Lexicografía Antillana",
aporta valiosas pruebas en
el sentido de que naboría
determinaba un esclavo y
no un grupo. Y la R. A.,
que no señala el vocablo
como cubanismo, dice:
"NABORÍA - común. — In-
dio libre que en América
se empleaba en el servicio
doméstico".
Nacencia (De 5a) . Cub.
mod. adv. — Dícese a las
crías de ganado que sólo
tienen meses de nacidas.
Nada. Cub. pronombre. —
Véanse las frases 239, 246
y 258 del Apéndice.
Nadie. Cub. pronombre. —
f am. — Véase la frase 259
del Apéndice.
Nadita. Amer. pronombre. —
fam.- — Diminutivo de "na-
da", cosa absurda, cual su-
cede con muchos diminu-
tivos americanos, porque ni
existe un nada pequeño ni
existe algo menos que nada.
También se oye naditica,
por si no bastara, y de aquí
NARA
— 375 —
NARI
que se oiga la vulgarísima
forma naitica.
Naditica. Cub. pron. — vulg.
— Véase nadita.
Naiboa. Cub. f.-El jugo blan-
cuzco o almidón obtenido
de la yuca rallada y expri-
mida. Otros dicen anaiboa.
(Et. Voz caribe, Zayas).
Naitica. Cub. pron. — vulg. —
Véase nadita.
Najesí. Cub. m. — "Árbol co-
mún en Baracoa para cons-
trucción y para hacer teja-
maníes'". (Pichardo).
Nancer. Cub. m. — Arbusto
pequeño le abundantes ra-
mas, con las hojas más
anchas y redondas hacia el
ápice, en el extremo de los
gajos, y de fruto muy áci-
do, utilizado para refres-
cos. (Bot. F. Malpigiáceas).
Napoleón. Cub. m. — Cierta
vitola eleg&nte, y de buen
tamaño, de tabaco o ciga-
rro puro.
Napoleones. Cu b. m. pl. —
Una clase de botas, con
elástico, particularmente
para señora.
Naranja. Cub. f. — Además de
las comúnmente conocidas,
que explica la R. A., hay
en Cuba tres variedades,
frutos de las tres espe-
cies de naranjos que to-
man aditamentos particu-
lares en la Isla. Véase "na-
ranjo".
Naranjito del obispo. Cub.
m. — V ó a s e naranjito de
San José.
Naranjito de San «Joaé». Cub.
m. — Arbolito ornamental de
espeso follaje, de hojas pe-
queñas, así como sus flo-
res, blancas y fragantes, y
por fruto una naranjita re-
donda y muy acidosa. Tam-
bién se conoce por naran-
jito del obispo. (Bot. F. Au-
ranciáceas ; esp. Curas vul-
garis myrtifolia, Riss.)
Naranjo bergamota. Cub.
m. -Variedad del árbol fru-
tal conocido por "limero"
en cast., de flores grandes,
dobles y olorosas, y fruto
(naranja bergamota) , gran-
de, aplastado, de epider-
mis rugosa y aromática.
(Bot. F. Auranciáceas; esp.
Citrus vulgaris bergarnia,
Riss.)
Naranjo de Urna. Cub. m. —
Especie del árbol frutal li-
mero, de fruto (naranja
de lima), pequeño, con la
epidermis muy suave y
olorosa, jugo acíduloso y
fresco, del que hay dos va-
riedades : el de fruto re~
dondo y el de piquito. (Bot.
F. A.; esp. C. medica li-
metta, Hook.)
Naranjo morelra. Cub. m. —
Una variedad silvestre y,
al parecer, indígena del
naranjo agrio, de madera
utilizable para mangos de
aperos, con el fruto de piel
rojiza, y jugo agridulce,
desagradable, quo comen
algunas aves y causa dolor
de cabeza a las personas.
Narigón. Cub. m. — Por ex-
tensión, dícese a la argolla
NAZA
— 376 —
NBGR
que se engancha en el na-
rigón (R. A.), practicado en
la ternilla de la nariz a los
animales, regularmente to-
ros y bueyes.
Nar!:lón. Cub. m. — Tarríbién
por extensión, el agujero
que se practica al extremo
de los troncos de árbol de-
rribados, para arrastrarlos
tirados por bueyes fuera
de los bosques.
Narigón. Cub. m. — En la
siembra de caña, la distan-
cia entre los extremos de
dos trozos arrojados al sur-
co.
Narigonero. Cub. m. — El in-
dividuo que le pone los na-
rigones al ganado.
Narigonero. Cub. m. — El que
conduce una res tirada de
una soga sujeta al narigón
(1.a acep.).
Narizón, na. Amer. adj. —
Equivale a los castellanos
"narigón, na" y "narigudo,
da": "Un hombre muy na-
rizón1".
Navajón. Cub. m. — Dicen así
algunos al machete de pun-
ta roma, y hoja menos lar-
ga de lo corriente, que usan
los guajiros para abrirse
camino entre zarzales.
Nazareno amarillo. Cub. m.-
Una variedad o especie del
árbol americano "nazare-
no" que describe la R. A.
Nazareno morado. Cub. m.-
El árbol americano cono-
cido simplemente por "na-
zareno", que describe la
R. A., por cierto que inclu-
yéndolo en la familia bo-
tánica de las Rámneaa, y en
otros libros lo hemos visto
en las Celastríneas.
Nea. Cub. f. — Hierba perma-
nente abundante en la isla
de Pinos, que consyiuye un
excelente pasto. (Et. Voz
caribe, según Zayas; pero
nosotros nos inclinamos a
creer que se trata de una
corrupción se n c i 11 a de
"anea", y tal vez la misma
planta que describe la
R. A.)
Negracuba. Cub. f. — En al-
gunos lugares deja comar-
ca oriental, un árbol de
hojas muy aromáticas que
se ponen entre la ropa lim-
pia para perfumarla.
'Negrada. Cub. f. — antic. —
"Conjunto o reunión de
negros esclavos que cons-
tituía la dotación de una
finca". (R. A)
Negrada. Cub, f. — Por ex-
tensión de la voz anterior,
se dice a cualquier grupo
de negros, aunque no con
gran frecuencia.
Negrazo, za. Común, m. y f.
— Aumentativo de "negro,
gra" : el individuo de esta
raza que alcanza desmedi-
das proporciones.
Negrero. Cub. subs. y adj. —
Aplícase al hombre blanco
aficionado a enamorar mu-
jeres negras: "Dicen que
los catalanes son muy ne-
greros". Tenía los usos cas-
tellanos cuando la esclavi-
tud.
— 377 —
raou
Negrito. Cub. epic. m. — Pre-
cioso pajarillo indígena de
Cuba, de color negro inten-
so, incluso pico y patas,
con algunas plumas blan-
cas en el borde de las alas.
Vive y es muy estimado en
cautividad por su lindo
canto. Hace el nido esfé-
rico, con la entrada lateral.
(Zool. F. Fringilidce; esp.
Melophurrha nigra, Lin.).
Negro, gra. Amer. m. y f. —
fam. — Tratamiento cariñoso
entre individuos de la raza
blanca y diferente sexo.
Véanse los refranes 15 y
15-c del Apéndice. Tiene
los usos castellanos.
Negromaco. Cub. m. — Véase
maco.
Nelumbio. Común, m. — Una
planta acuática que abun-
da en las lagunas y reman-
sos de los ríos; se trata de
una especie de loto, cono-
cida también en España,
que luce flores sobre altos
pedúnculos. En Cuba tam-
bién se llama flor de agua
y se conocen dos especies
más con sobrenombres par-
ticulares. (Bot. F. Ninfeá-
ceas; esp. Ninfcea jameso-
niana) .
Nelumbio amarillo» Cub. m.
—Especie del nelumbio de
hojas peltadas y enteras,
con flores solitarias, gran-
des y amarillas. (Bot. F. N.;
esp. Nelurnbium luteum,
Willd.)
Nelumbio blanco* Cub. m. —
Especie de hojas cordifor-
mes casi circulares, a flor
de agua, con flores diurnas,
grandes y blancas, con los
estambres amarillos. De
sus semillas se extrae una
especie de aceite transpa-
rente y medicinal. (Bot. F.
Ar.; esp. Ninfcea ampia,
D. C.)
Nene. Cub. m. — fam. — Tra-
tamiento cariñoso de algu-
na mujer a su compañero.
Netamente. Común, adv. —
De manera neta, para ex-
presar más bien "exclusi-
vamente", "genuinamen-
te"; "Es netamente espa-
ñol".
Ni. Cub. adv. — fam. — Véase
la frase 146 del Apéndice.
Nieve. Cub. f. — Barbarismo
que se oye para designar el
hielo artificial.
Nieve. Cub. f. — Mata de jar-
dinería, de unos 6 decíme-
tros de altura, muy fron-
dosa, que se cubre de unas
florecillas blancas, las que
le dan aspecto de copo de
nieve, de donde proviene
su nombre.
Nigua. Cub. f. — El arbusto
cayana. Véase. Tiene el uso
castellanizado. Véase la
frase 32 del Apéndice.
Nigua de paredón. Cub. f. —
Especie del arbusto llama-
do cayaya o nigua, de hojas
enteras y flores en espi-
gas. (Bot. F. Borragíneas;
esp. Tournefortia laurifo-
lia, Vent.)
Niguatejo, Ja. Cub. adj. —
NOCHK
— 378
vulg. — Corrupción de ni-
guatero, va. Véase.
Niguatero, ra. Amer. adj. —
Aplícase a la persona que
tiene niguas o que es pro-
pensa a adquirirlas. Inco-
rrectamente dicen algunos
campesinos niguatejo, ja.
Nlgüero. Amer. va. — Sitio
donde abundan las niguas.
NSJao (De). Cub. mod. adv.
— vulg. — Empléase entre el
vulgo para afirmar o con-
firmar algo: "¿Vienes con
nosotros? — Eso es de ni-
jao".
'Niño, ña» Cub. m. y f. —
"Tratamiento que los ne-
gros y mulatos dan a sus
amos, y en general a todo
blanco". La R. A., al acep-
tar esta voz, incurre en
inexactitud, pues sólo se
oye en boca de los negros
ancianos, y no de negros
y mulatos en general.
Ñipe. Cub. m. — Tejido do al-
godón o lino, generalmente
liso y de un solo color, que
se emplea para camisas y
guayaberas; si es muy do-
ble, también se usa para
trajes. (Et. De "nipis").
Ñipe. Cub. m. — Botellita con
una capacidad de un cuarto
de botella, que se emplea
para cervezas. (Et. Del in-
glés nip.).
Níquel. Cub. m. — Por anto-
nomasia, se entiende la
moneda de ese metal, equi-
valente a un medio, o sean
cinco centavos.
Cub. f.—fam.— Véan-
se las frases 22 y 188 y el
refrán 15-c de los Apéndi-
ces. Tiene los usos cast.
Nogal ceniciento. Cub. m. —
Una variedad del nogal eu-
ropeo, llamada también no-
gal de América.
Nogal de América. Cub. m.
— Véase nogal ceniciento.
Nogal de Cuba. Cub. va. — El
nogal común de Europa,
que se cultiva en Cuba úni-
camente como ornamental,
pues no fructifica. Tam-
bién se llama nogal del
país.
Nogal de la india. Cub. va. —
Hermoso y copudo árbol
originario de Virginia,
aclimatado en Cuba, de ho-
jas sobre largo pecíolo;
con una glándula basilar
encima, inflorescencia en
cimas, madera dura, fuer-
te, fina, de color negro. De
sus semillas se extrae un
aceite empleado como pur-
gante y en la industria.
También se llama nogal
prieto y nogal peludo. (Bot.
F. Euforbiáceas; esp. Aleu-
rites triloba, Forst.)
Nogal del país. Cub. va. —
Véase nogal de Cuba.
Nogai peludo. Cub. va. — El
nogal de la India. Véase.
Nogal prieto. Cub. va. — Véa-
se nogal de la India.
Norte. Cub. va. — En toda la
Isla se entiende por Norte
el territorio de los Estados
Unidos de América, y se
aplica como adjetivo a co-
sas importadas de ese país.
NUDI
379
NÚME
Tiene los usos castellanos.
Norte. Amer. m.— En la re-
gión oriental se dice a la
llovizna con ventolera que
trae esa dirección.
Novenos reales, Cub. m. pl.
— antic. — "Derechos co-
rrespondientes al Estado;
la novena parte de los diez-
mos". (Pichardo).
Noy. Amer. común. — fam. —
Dícese al individuo nacido
en Cataluña.
Nudillo. Cub. m.— En las te-
chumbres de los edificios
rústicos, dícese a la vigue-
ta que enlaza las de un ca-
ballete para impedir que
éste se abra. (Et. De "nu-
do").
Nueviteño, fía. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
Nuevitas. Otros dicen nue-
vitero, ra; y mejor se diría
novitense o noviteño, ña,
que no se oye nunca.
Nueviteño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa po-
blación.
Nuevitero, ra. Cub. subs. y
adj. — Véase nueviteño-, ña.
(1." y 2." acep.)
Nuez vómica cubana. Cub. f.
— El fruto del piñón vómi-
co, que contiene tres al-
mendras de grandes cuali-
dades curativas.
Número cien (El). Cub. m.
fam. — Dícese al excusado.
ÑAME
$80 —
NWG
Ña. Amer. f. — vulg. — Véase
ño, ña.
Ñame. Cub. va. — fam. — Ade-
más de la acepción caste-
llanizada, en Cuba tiene
empleo esta voz para cali-
ficar de torpe, ruda, inhá-
bil a una persona: "Fu-
lano es un ñame". Véase la
frase 160 del Apéndice.
Ñame. Cub. m. — fam. — Díce-
se al pie desproporcionada-
mente grande: "Apenas
hay zapatos para esos ña-
mes".
Ñame amarillo. Cub. m. — El
ñame cuyo tubérculo tiene
la pulpa de ese color, no
muy agradable. También
se dice ñame de Guinea y
pelado.
Ñame blanco. Cub. m. — La
variedad cuyo tubérculo
alcanza mayor tamaño, de
tres a seis kilogramos re-
gularmente de paso, y de
pulpa blanca, substanciosa.
Ñame bombo. Cub. m. — El
ñame morado.
Ñame cimarrón. Cub. m. —
Especie silvestre de ñame,
que es planta raquítica,
con hojas oblongas, y de
tubérculo pequeño y blan-
co no comestible. (Bot. F.
Dioscóreas; esp. Dioscorea
bullifera) .
Ñame cimarrón. Cub. va.—
Véase volador.
Ñame de Guinea. Cub. m. — •
El ñame amarillo.
Ñame isleño» Cub. m. — Véase
malanga isleña.
Ñame morado. Cub. m. — Va-
riedad cuyo tubérculo tie-
ne de ese color la pulpa,
que no es apreciable como
el blanco o el amarillo.
Tanroién se dice ñame
bombo.
Ñame pelado. Cub. va. — Véa-
se ñame amarillo.
Ñame volador. Cub. m. -Véa-
se volador.
Ñangado, da. Cub. adj. —
Aplícase a las personas o
animales con las piernas
deformadas, torcidas o dé-
biles. (Et. Extraña, pero
probable corrupción, entre
gente negra, de gambado.
Véase).
Ñangue. Cub. va. — Planta de
hermosas flores exterior-
NEQU
381 —
NO
mente violadas y blancas
en el interior, conocida
también por chamico doble
y más por "túnica de Cris-
to", su nombre castellano.
Ñañara. Cub. f. — Lo mismo
que "lacra", cicatriz pe-
queña; rasguño, arañazo.
(Et. Parece corrupción imi-
tativa de "cacaraña", pro-
pia de los negros).
*Ñáñigo, ga. Cub. subs. y
adj. — "Dícese al individuo
afiliado a una sociedad se-
creta, formada por negros
en la isla de Cuba" (R. A.)
Ñañiguismo. Cub. m. — La
secta de los ñañigos. La
R. A. al aceptar la voz an-
terior, no debió olvidarse
de ésta.
Ñapa. Amer. f. — Adehala o
pequeña dádiva que regala
el comerciante al parro-
quiano. Tiene uso en la re-
gión oriental, pues en el
resto de la Isla se dice
contra. Véase. (Et. De yapa,
llapa, ñapa).
Ñato, ta. Amer. adj. fam. —
Dícese en vez de "chato,
ta." (Et. Del bable ñatu, se-
gún Cuervo).
Ñengue. Cub. m. vulg. —
Usase como término de
comparación entre el vul-
go para indicar que algo es
bueno: "Eso está ñengue".
(Et. Voz africana).
Ñeque. Cub. común, fam. —
Dícese en algunos lugares
a la persona que tiene mala
sombra, al decir del pue-
blo, o que es anuncio de
desgracia: "Pedro no tiene
amigos porque está acredi-
tado de ñeque".
Ñeque. Amer. m. fam. — El
individuo que se tiene por
valiente y es provocador;
un perdonavidas, como se
dice graciosamente en Es-
paña: "Horacio se tiene por
ñeque".
Ñero. Cub. m. vulg. — En al-
gunos lugares, no muchos,
significa amigo íntimo, ca-
ntarada. (Et. Nos parece co-
rrupción por aféresis de
"compañero", y nos basa-
mos en lo frecuente que es
entre la gente del pueblo
esta clase de corruptelas:
como combina, de combi-
nación; pues en otros luga-
res se dice compa en la
misma acep. que ñero, y las
las dos formas unidas com-
ponen la verdadera pala-
bra: compa-ñero).
Ñinga. Cub. f. vulg. — El ex-
cremento humano. Se oye
sólo como expresión de
desprecio para con una
persona: "Que se vaya a la
ñinga". (Et. Voz africana).
Ñinga. Cub. adv. vulg.-Equi-
vale a "nunca", en nega-
ción rotunda.
Ño, ña. Cub. m. y f. vulg. —
Tratamiento respetuoso que
los negros jóvenes dan a
los ancianos, equivalente a
"don", "doña", "señor",
"señora". En otros lugares
de América no tiene esta
exclusividad de los negros
NON
882
NONO
y está más generalizada en
el pueblo. (Et. Corrupción
por aféresis de señó, seña,
en vez de "señor", "seño-
ra ).
Ñon. Cub.
m.— Dícese al in-
dividuo bravatero, perdo-
navidas.
Ñoño, ña» Común, adj. — ñg. y
fam. — Aplícase a cosas in-
substanciales, sosas: "Una
poesía enteramente ñoña"".
OCUJ
— 383 —
OFÓN
0
Obstinado, da. Común, adj.
— Lo mismo que "porfia-
do", "testarudo", "terco":
"Un niño muy obsti-
nado''.
Ocu]e. Cub. m. — Árbol sil-
vestre muy elevado, al pa-
recer indígena, aunque es
el conocido por "calaba" y
"calambuco" en otros paí-
ses, y que describe la R. A.
Hay dos variedades. Su re-
sina constituye el afamado
bálsamo de María o de ca-
laba, en medicina. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Ocuie hembra. Cub. m. —
Variedad muy parecida a
la macho, pero de madera
blanca, dura y correosa.
Ocisle macho. Cub. m. — La
variedad más comúnmente
llamada ocuje, sin adita-
mento. Crece en terrenos
húmedos; tiene las hojas
opuestas, ovales, elípti-
cas, muy obtusas, flores pe-
queñas, blancas, aromáti-
cas, en espigas, fruto esfé-
rico, carnoso, que come el
cerdo, y madera de color
rojo, incorruptible. (Bot. F.
Gutiferas; esp. Calophy-
lliim calaba, Jacq.)
* Ochavón, na. Cub. subs. y
adj. — "Aplícase al mestizo
nacido de blanco y cuarte-
rona, o de cuarterón y
blanca". Correcta explica-
ción de la R. A., pero ha de
entenderse que "cuarte-
rón" se relaciona sólo con
la raza negra, puesto que
ya no existen en la Isla
ejemplares de indio.
Ocho. Cub. m. — Cierta figu-
ra de 8 en el baile contra-
danza o rigodón.
Of eiia. Común, f. — Planta
de jardinería cultivada
como de adorno en las ca-
sas, de flores pequeñas de
color anaranjado subido,
tirando a vino, de virtudes
medicinales. (Bot. F. Gen-
cianeas).
Ofelia. Cub. f. — Por compa-
ración, se dice al color de
las flores de la planta an-
teriormente descrita: "Un
vestido de color ofelia".
Ofón. Cub. m. — Árbol silves-
tre, que algunos suponen
indígena y otros de origen
OJO
384 —
OJOT
africano; se eleva unos doce
metros, y es muy ramoso,
de hojas oblongas, atercio-
peladas en el envés, flores ¡
bienias de corola azul pá-
lido, fruto como una cirue-
la pequeña, de color car-
melita, agridulce. También
se llama ofón criollo y ro-
ble de güiro. (Bot. F. Ver-
benáceas; esp. Vitex diva-
ricata, Sw.)
Ofón criollo. Cub. m. — Véa-
se ofón.
Ojanco. Cub. epic. m. — Pez
acantopterigio de unos 25
centímetros, y peso de una
libra, de color carmín con )
algunas listas amarillas.
(Zool. F. Lutianidce; esp.
Noemosnis mahogoni, Guv.)
(Et. De "ojo").
OJancha. Cub. f. — Árbol sil-
vestre de madera estima-
ble, de color castaño pá-
lido. El señor Fernández y
Jiménez supone, según Pi-
chardo, que este nombre
sea corrupción de hoja an-
cha.
Ojo de buey. Cub. m. — La
planta más conocida por
cairel. Véase. Pudiera ser
la misma que describe la
R. A., aunque figuren en
familias botánicas diferen-
tes.
Ojo de buey. Común, m. —
fam. — Algunos dicen así a
la moneda de plata de un
duro, que también suele
oirse entre el populacho
español. Son frecuentes si-
nónimos, bolo, maraca, dis-
co, etc.
Ojo de buey de costa. Cub.
m. — A r b o 1 silvestre "de
tronco recto, delgado, ma-
dera dura, compacta, pesa-
da", que se emplea para
estacadas. (Bot. esp. Cana-
valia reflexa, Hook.)
Ojo de cangrejo. Cub. m. —
El árbol más conocido por
cenizo. Véase.
Ojo de cuabal. Cub. m. -Por-
ción de tierra cuabalosa en
medio de terrenos buenos.
También se dice, aunque
mucho menos, manchón de
cuabal.
Ojo de gallo. Cub. m. — El
callo que se forma entre
los dedos de los pies, y que
se conoce en castellano por
"ojo de pollo".
Ojo de pescado. Cub. m. —
Especie de verruga que
suele salir en las manos.
Ojo de poeta. Cub. m. — La
enredadera también cono-
cida por anteojo de poeta.
Véase.
Ojo de ratón. Cub. m.-Plan-
ta silvestre sin interés.
(Bot. F. Fitolacáceas ; esp.
Rivina Icevis, Lin.)
Ojo de yuca (A) . Cub. mod-
adv. — Guando se siembra la
caña en trozos de dos o más
nudos, enterrados en hoyos
abiertos con azada.
Ojón. Cub. epi*. m. — El pá-
jaro más conocido por chi-
chinguaco. Véase.
Ojotarse. Cub. v. ref. de-
fectivo.— Cuando los frutos
OMIN
385 —
ORILL
de la tierra adquieren una
especie de ojos aislados,
duros, insípidos, que aca-
ban por dañar y pudrirlos
por entero. Otros dicen
enojotarse.
Ojoto, ta. Cub. adj.- Aplícase
al fruto que se ha ojotado.
Véase ojotarse.
QSán. Cub. m. — Forma muy
generalizada de holán. V.
Olanclna. Cub. f. — Véase ho-
lancina.
Oliscoso, sa. Cub, adj. -Aplí-
case a las carnes que em-
piezan a despedir mal olor.
(Et. Del cast. "oliscar").
Olisquear. Común, v. a. —
faro. — Olfatear, oler: "Un
perro que olisquea admira-
blemente".
Olisqueo. Común, m. -Acción
v efecto de olisquear.
Olivarera. Cub. f. — vulg. —
Dícese en algunos lugares,
con palmaria incorrección,
a ia aceitunera.
Ombligo de Venus. Cub. m.
—La hierba llamada qui-
tasolillo (2/ acep.) Véase.
Ombliguero. Cub. m. — En
las dehesas o potreros
grandes, la valla que di-
vide en dos partes el te-
rreno, con el objeto de pro-
curar el desarrollo del
pasto, en una, mientras el
ganado pace en la otra. (Et,
De "ombligo").
Ominosa (La). Cub. f. — Dí-
cese despectivamente a la
época de colonización y ci-
vilización de España en
Cuba. Ya son algunos los
cubanos que rechazan ese
calificativo por injusto de
toda injusticia.
Oreganal. Común, m.— Lu-
gar donde abunda el oré-
gano, o donde se cultiva.
Orégano cimarrón. Cub. m.-
Especie silvestre del oré-
gano, que es una yerba
erecta de hojas pecioladas,
flores de color azul pálido
en cimas, que tiene uso
medicinal, y constituye un
pasto de último recurso.
'Bot. F. Labiadas; esp.
Hyptis suaveolens, Poit.)
Orégano francés. Cub. m. —
Planta rastrera de tallos
herbáceos, cilindricos, que-
bradizos, peludos, con ho-
jas cordiformes, puntiagu-
das, dentadas, carnosas, de
fuerte olor a orégano. Se
usa, igual que el orégano
común, como especia. (Bot.
F. Labiadas; esp. Coleus
aromaticus, Benth.)
Organizador, ra. Común.
adj. — Que organiza : "Un
buen organizador de fes-
tejos".
Oriental. Cub. subs. y adj. —
Dícese al individuo y cosas
de la provincia de Santiago
de Cuba, porque está al
Oriente.
Oriente. Cub. m. — La parte
más oriental de la Isla, o
sea la provincia de San-
tiago de Cuba.
Orillero, ra. Cub. subs. y adj.
— fam. — La gente de la
raza blanca de mal pelaje,
o de mala fama moral. Dí-
26
OSHR
386
OVBR
cese asi porque se supone
que vive en las orillas de
los pueblos.
Orozuz criollo. Cub. m. —
Planta silvestre algo pare-
cida en cualidades al oro-
zuz común, de tallos algo
rastreros, que alcanzan un
metro escasamente, con ho-
jas ovales, puntiagudas, y
flores blancas en capítu-
los. En decocción, úsase
contra las dolencias pecto-
rales. Desarróllase en luga-
res húmedos, donde suele
formar como una especie
de colchón. (Bot. F. Ver-
benáceas; esp. Lippia dul-
cís, Frev.)
Ortiga. Cub. f. — Especie de
enredadera silvestre cuyas
hojas producen los efectos
de la verdadera ortiga.
(Bot. F. Urticáceas; esp.
Pilca lucida, Blume.)
Ortiguilla. Cub. f. — Planta
indígena que algunos con-
funden con la ortiga de Eu-
ropa; es una hierba que
abunda en los bordes, mu-
ros de casas viejas, etc.,
de hojas aserradas con la
base cuneiforme, y tiene
todos los órganos provis-
tos de pelos urticales que
causan escozor. (Bot. F.
Urticáceas; esp. Fleurya
umbellata, Wed.)
Osear. Cub. v. n. — vulg. —
Provocar con injurias o in-
solencias el enojo y disgus-
to de una persona.
Osería. Cub. f. — Acción y
efecto de osear. Véase.
Oso. Cub. m. — Dícese al in-
dividuo bravucón, bocate-
ro, provocador. V. guapo.
Ostión. Cub. m. — Especie de
ostra de menor tamaño (lo
contrario de la acep. aca-
démica de esta voz), y de
figura más irregular, de
cascara más obscura. Es el
marisco más substancioso
de Cuba, y particularmente
los ostiones de Sagua la
Grande son riquísimos.
Otomano. Cub. m. — Tejido
fino y doble de algodón, que
se emplea para vestidos de
mujer y también para gua-
yaberas.
Ova criolla, Cub. i. — Planta
acuática. (Bot. F. Ninfeá-
ceas; esp. Nuphar advena,
Ait.)
Ovación. Común, f. — Acla-
mación muy entusiasta y
estruendosa con aplausos y
vivas: "El público tributó
una merecida ovación al
orador". (Et. Aunque gali-
cismo formado de ovation,
es admisible al castellano,
porque no son muchos los
sinónimos, y porque ya
existe la voz en nuestra
lengua, con acep. distinta,
derivada del latín ovatio.)
Ovacionar. Común, v. a. —
Aplaudir delirantemente.
Véase la voz anterior.
Overo, ra« Cub. adj. — Aplí-
case a los mulatos que tie-
nen la epidermis con man-
chas blancas, particular-
mente en la cara y las ma-
nos.
PADR
387 —
PAIL
Pacho, cha. Cub. adj. — Aplí-
case a las personas calmo-
sas, indiferentes o pasivas
siempre: "Fulano es un
pacho" .
Pacholí. Cub. m. — desusada.
— "Polvos olorosos que
usan algunas mujeres en el
seno o de otras maneras en
saquillos o almohadillas, y
también el líquido de su
olor". (Pichardo).
Pachorrada. Cub. f. — vulg.
- — Véase patochada.
Pachotada. Amer. f . — vulg.
— Corrupción muy exten-
dida en América de la voz
"patochada": necedad, di-
cho impertinente. En Cuba
suele oirse también pacho-
rrada.
Padrasto. Común, m. — vulg.
—Corrupción muy genera-
lizada en los pueblos de
América y España, de la
voz "padrastro".
Padrejón. Cub. m. — Padeci-
miento propio del hombre
que presenta los mismos
síntomas e iguales efectos
que el histerismo en la
mujer. (Et, De "padre").
Padrino. Cub. m. fam. -Véase
el refrán 30 del Apéndice.
Paganini. Cub. común. — fam.
— Caprichosa forma popu-
lar de la voz pagano, na.
Véase.
Pagano, na. Amer. subs. y
adj. — fam. — La R. A. dice
que significa "el que paga".
En muchos lugares de
América y en toda la Isla
quiere decir el que paga,
sí; pero no como sinónimo
de "pagador", sino como
de "primo", en su uso fa-
miliar. También se oye pa-
ganini.
Pailero. Cub. m. — El indivi-
duo que en los ingenios de
azúcar trabaja en las cal-
deras llamadas pailas.
Pailero. Común, m. — El indi-
viduo que fabrica, compone
o vende pailas, u otros ob-
jetos de metal de pareci-
dos usos, particularmente
si la industria es ambulan-
te.
Pailón. Cub. va. — Especie de
cazo o cangilón manuable.
Su nombre más correcto en
PAJÓ
— 388
PALI
castellano es "perol"'. (Et.
De "paila").
Paja. Cub. m. — vulg. — El ac-
to de masturbarse. Tiene
los significados castellanos.
Pájaro. Cub. m. — vulg. — En
algunos lugares, es sinóni-
mo de "sodomita".
Pájaro de las tempestades.
Cub. epic. m. — El ave más
llamada pampero. Véase.
Pájaro meteoro. Cub. epic.
m. — El más conocido por
rabijunco. Véase.
Pajero, ra. Cub. adj.— vulg.
— Aplícase a la persona afi-
cionada a masturbarse. (Et.
De paja. Véase).
Pajicá. Cub. m. — Especie de
palma indígena y silvestre,
de tronco delgado y nudo-
so, que suele emplearse
para bastones. En algunos
lugares le dicen pajuá, pal-
milla o coco macaco, aun-
que este último nombre se
ha generalizado más para
designar el bastón. (Bot. F.
Palmas; esp. Bactris plu-
meriana, Mart.) (Et. Voz
india).
Pajilla. Cub. f. — lia planta
pitillo. Véase.
Pajilla. Cub. m. — Dícese casi
generalmente al sombrero
de paja. Conserva la apli-
cación masculina por re-
ferirse a sombrero. Tiene
el uso castellano.
*Pajón. Cub. m. — "Hierba
silvestre de la familia de
las gramíneas : es una es-
pecie de esparto fino, sin
la consistencia de éste, y
ele muy poco alimento para
el ganado, que solamente lo
come cuando no encuentra
otra cosa". (R. A.)
"Pajona!. Cub. m. — Lugar
donde abunda la hierba lla-
mada pajón. Al aceptar esta
voz la R. A. para la acep-
ción castellana de "pajón",
por aceptada puede darse,
creemos nosotros, para el
cubanismo también.
Pajuá. Cub. m. — Véase paji-
cá.
Pajuela. Cub. f. — El cordel
entretejido o con nudos que
se pone al extremo del lá-
tigo.
Pajurria. Cub. f. — Dícese al
tabaco de hojas de ínfima
calidad. (Et. De "paja").
Pala. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 82 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
Palanqueta. Cub. f. — Dulce
ordinario hecho con hari-
na de maíz y miel.
Palanqueta. Cub. común.—
desusada. — Sobrenombre
aplicado a los chinos en son
de mofa.
Palanquetero, ra. Cub. m. y
f. y adj. — La persona que
hace, vende o es muy afi-
cionada al dulce palanque-
ta (1.a acep.) Véase.
Palenque. Cub. m. — antic. —
Lugar retirado, oculto las
más de las veces por bos-
ques, adonde los negros es-
clavos huidos se retiraban
para vivir reunidos e inde-
pendientes.
Palisandro. Común, m. —
PALM
— 389 —
PALM
Cierta madera de muy bo-
nito veteado, muy estimada
para muebles.
Palito. Cub. m. — Por antono-
masia el nervio grueso cen-
tral de la hoja de tabaco.
Es de advertir que nadie
dice "palillo", y sin em-
bargo, todo el mundo dice
"despalillar" a la opera-
ción de separar ese nervio
a la hoja. "Palillo" y "des-
palillar" son voces caste-
llanas en ese sentido.
Palma alcanfor. Cub. f. —
Nombre que se aplica im-
propiamente a una planta
en nada afín a los vegetales
conocidos por "palmas".
Véase sagú de la India.
Palma barrigona. Cub. f. —
Especie indígena de palma,
cuyo tronco, que se eleva
unos 10 metros, forma ha-
cia el centro una abultada
y larga barriga, de madera
empleada para colmenas, y
en una pieza para canoas;
el fruto lo comen los cer-
dos. (Bot. F. Palmas; esp.
Colpothrinax wrigtii, H.
Well).
Palma barrigona de sierra*
Cub. f. — Especie parecida
a la anterior. (Bot. F. P.;
esp. Gaussia princeps, H.
Wen.)
Palma cana. Cub. f. — Tipo
de palma muy abundante
en terrenos estériles, don-
de suele formar verdade-
ros bosques, extensos a ve-
ces, de tronco elevado, re-
matado en un penacho de
pencas muy estimables para
techar bohíos; es de flores
blancuzcas, y el fruto lo
comen los cerdos. También
se llama guano cana (par-
ticularmente cuando se re-
fiere a la penca), y palmi-
to. (Bot. F. P.; esp. Sabal
blankburnianum, Glage.)
Palma cana de monte. Cut
f. — Especie parecida a 1 tí
anterior, también conocida
por japa, chagareta y gua-
no cana de monte. (Bot. F.
P.; esp. Sabal japa, Sau-
valle.)
Palma eauüe. Cub. f. — Espe-
cie indígena sin particula-
ridades dignas de mención
especial. (Bot. F. P.; esp.
Hemithrinax c o m p a c t a,
Hook.)
Palma cimarrona. Cub. f. —
Tipo también indígena.
(Bot. Orden Heléchos; fa-
milia o suborden Ciateá-
ceas; esp. Cyathea insig-
nis).
Palma criolla. Cub. f. — La
más conocida por palma
real, en muchos lugares.
Paüma dátil. Cub. f. — Espe-
cie cultivada que produce
el fruto dátil. (Bot. F. P.;
esp. Phamix dactylifera,
Lin.)
Palma de abanico. Cub. f. —
Tipo cultivado como orna-
mental en parques y jar-
dines, ele poca altura, y
cuyas pencas son muy lu-
cidas y abiertas. (Bot. F.
P.; esp. Livistona chinen-
sis, R. Br.)
PALM
390 —
PALM
Paima de caracol. Cub. f. —
Nombre impropio de una
planta cultivada en jardi-
nes, distinta de las palmas
verdaderas. (Bot. F. Pan-
danáceas; esp. Pandarías
utilis, Borg.)
Palma enana. Cub. f. — La
p alma conocida común-
mente por "palmito", de la
que hay tres especies en
Cuba con el mismo nombre.
Palma erizada. Cub. f. — Una
especie de helécho arbores-
cente, común en la región
occidental. (Bot. esp. Cya-
thea sera, W.)
Paima jipijapa. Cub. f. —
Plañía cultivada, de cuyas
hojas se obtiene la fibra
empleada en sombreros de
Panamá. (Bot. F. Ciclaníá-
ceas; esp. Carludovica pal-
mata, Ruiz).
Palma justa. Cub. í. — Una
especio de escaso interés.
(Bot. F. P.; esp. Geonoma
intermedia, Gris.)
Palma macana. Cub. í. —
Véase macana.
*Paíma real. Cub. f. — La es-
pecie más importante y
hermosa de Cuba, de ma-
jestuoso aspecto, que ha
merecido ser cantado por
todos los poetas criollos y
algunos extranjeros; tiene
el tronco recto y limpio,
que se eleva hasta cerca
de 20 metros, por medio de
diámetro, rematado por un
reducido y bello penacho
de pencas largas, que le da
la semejanza de un plume-
ro, cual apunta con preci-
sión Pichardo, en el centro
del cual se eleva un escapo
largo y recto, a modo de
pararrayos, y que de tal
sirve efectivamente, aun-
que con la probabilidad de
que el árbol se abra longi-
tudinalmente o se caiga. En
cada lunación se desprende
del penacho una penca con
la yagua (véase) a que está
unido el pecíolo. El tronco
es fofo en el interior, y de
madera resistente y dura al
exterior, que se emplea pa-
ra paredes de bohíos y ca-
sas rústicas. Las pencas se
utilizan para techar; la flor
produce buena miel. Se cal-
cula que este útilísimo y
hermoso, árbol tiene un va-
lor promedio de 5 duros, y
que produce uno al año.
En algunos lugares le di-
cen palma criolla. También
es conocida esta especie de
palma en el Continente.
(Bot. F. P.; esp. Roystonea
regia, Cook.)
Palma yagruma. Cub. f. —
Especie de escaso interés,
cuyo fruto comen los ani-
males.
PaSma yuraguano. Cub. f. —
Tipo de poca importancia.
(Bot, F. P. esp. Thrinax
radiaia, Lodd.)
Paimarejo. Común, m. — Un
palmar pequeño. También
se dice palmarito.
Palmarito. Común, m. — Di-
minutivo de "palmar ".
Véase paimarejo.
PALM
391
PALO
Palmatoria. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 87 del Apén-
dice.
Palmera erizada. Cub. f. —
Especie de helécho arbo-
rescente. (Bot, F. Cia-
tedceas; esp. Cyathea se-
rra, Willd.) Otros dicen
palma erizada.
Palmera sin espinas. Cub.
i. — Planta parecida a la
anterior. (Bot. F. C; esp.
C. balanocarpus, Eaton.)
Palmiche. Cub. m. — Tela
delgada, ligera, de algodón
o de lana, que se emplea
para trajes de hombre en
el verano. (Et. del inglés
Palm Beach, población de
los Estados Unidos). Tiene
el uso castellano.
Palmilla. Cub. í. — La palma
llamada pajicd. Véase. Hay
dos variedades : palmilla
común y negra.
Palmilla común. Cub. f. —
Véase palmilla.
Palmilla negra. Cub. f.-Véa-
se palmilla.
Palmireño, ña. Cub. subs. y
adj. — La persona natural
de Palmira.
Palmireño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa lo-
calidad.
Faímista. Cub. f. — Adivina-
dora, quiromántica. Derí-
vase esta voz de "palma",
con alusión a la de la ma-
no, donde las palmistas lo
averiguan todo, al parecer.
Palmito. Cub, m. — Véase
"palma cana". Tiene la
segunda acep. de la R. A.
Palo. Cub. m. — vulg. — El
acto del coito.
Palo. Cub. m. — En Cuba se
aplica esta voz con adita-
mentos particulares a mul-
titud de plantas madera-
bles, árboles o arbustos, de
muy diversas familias bo-
tánicas, cual se describen
a continuación. Véanse las
frases 67, 185 y 253. Tiene
la mayor parte de las acep-
ciones académicas.
Palo (De). Amer. m. — Díce-
se con poco gusto y bastan-
te incorrección, en vez de
"madera", en muchos ca-
sos condenados por el co-
rrecto decir; por ejemplo:
"Una silla de palo".
Paio amargo. Cub. m. — Ar-
busto que al parecer cons-
tituye el único ejemplar
indígena de su familia bo-
tánica. Tiene las hojas
ovalo-oblongas, pecioladas,
flores en panículas pirami-
dales; emite un abundante
látex amarillo a la más li-
gera incisión. También se
llama palo amarillo. (Bot.
F. Papaveráceas; esp. Boc-
conia frutescens, Lin.)
Palo amarillo. Cub. m. —
Véase palo amargo.
Palo azucarero. Cub. m. —
El árbol palo cochino. Véa-
se.
Palo blanco. Cub. m. — Árbol
indígena de corteza elásti-
ca y amarga, hojas abrup-
tamente pennadas, con ho-
juelas espatuladas, oblon-
gas, redondeadas en el api-
PALO
392
PALO
ce, y flores en panículas
con pétalos amarillos. Re-
gularmente se desarrolla
en los terrenos montuosos;
tiene cualidades medicina-
les. (Bot. F. Simarubáceas;
esp. Simaruba glauca,
D. G.)
Palo blanco. Cub. m. — Ár-
bol distinto del anterior, de
escaso interés, conocido
también por leño amarillo
y ébano amarillo. (Bot. F.
Bignoniáceas; esp. Tecoma
leucoxylon, Mart.)
Palo bobo. Cub. m. — Véase
anón de los pantanos.
Palo boniato. Cub. m. — Re-
ciben este nombre tres
plantas arborescentes sin
mayor interés. También se
dice palo moniato. (Bot. F.
Apocináceas; esp. princi-
pal : Rauwolfla canescens.
L.)
Palo bronco. Cub. m. — Hay
varios arbustos con este
nombre común, que tienen
flores rojas en corimbos o
umbelas axilares y el fruto
en drupa. (Bot. F. Malpi-
giáceas; género Malpighia.
Palo bronco de monte. Cub.
m. — Una de las especies
anteriormente indicadas.
(Bot. F. M.; esp. M. oxi-
cocca, Gris.)
Palo bronco de pina!. Cub.
m. — Otra especie semejan-
te a la común llamada palo
bronco. (Bot. F. M.; esp. M.
coccifera, Lin.)
Palo cachimba. Cub. m. —
Véase bibona.
Palo café. Cub. m. — Así di-
cen algunos al pitajoní ci-
marrón. Véase.
Palo campeche. Cub. m. —
Algunos dicen así al palo
brasil, también conocido en
Cuba, con lo que se da lu-
gar a confusiones, puesto
que hay, como se verá, otro
palo campeche.
Palo campeche. Cub. m. —
Árbol indígena, distinto del
exótico cuya madera reci-
be este nombre, y que tam-
bién se conoce en la Isla.
Tiene Jas hojas casi redon-
das, pequeñas, aladas, per-
fumadas, flores amarillas
en racimos compuestos, y
madera de color rojo obs-
curo empleada para tintes.
También se llama guaca-
maya de costa. (Bot. F. Le-
guminosas; esp. Coesalpinia
bijuga, Sw.)
Palo cochino. Cub. m. — Ár-
bol silvestre de corteza
blancuzca, brillante en las
ramas, con flores de cuatro
pétalos, y fruto parecido a
la aceituna. De todos los
órganos de la planta fluye
un látex resinoso, líquido
al principio, conocido por
"goma azucarada", y es de
color rojizo y fuerte olor.
También se dice azucarero
y palo azucarero. (Bot. F.
Terebintáceas; esp. Hedwi-
gia balsamifera, Sw.)
Palo coral. Cub. m. — Véase
ponasí.
Palo cotorra. Cub. m.-El ar-
busto rompehueso. Véase.
PALO
393
PALO
Palo cruz. Cub. m. — Árbol
silvestre de buena eleva-
ción, de madera hermosa,
pesada, dura y fina, que
produce por decocción un
tinte rojizo claro empleado
con eficacia para contener
las hemorragias bucales.
Palo de bomba. Cub. m. — El
árbol cirio. Véase.
Palo de cabra. Cub. m. — Ar-
busto silvestre sin particu-
laridades dignas de men-
ción. (Bot. F. Rubiáceas;
esp.; Randia nigescens.
Palo de cacao. Cub. m. —
Árbol indígena de hojas
ovales festoneadas, y flo-
res amontonadas en paní-
culas. (Bot. F. Melastomá-
ceas; esp. Miconia elata,
D. C.)
Palo de caja. Cub. m. — Ár-
bol silvestre que alcanza
una elevación de 4 metros,
de hojas trifoliadas, elípti-
cas, dentadas, lisas por la
haz, tomentosas y de color
castaño en el envés, flores
de cuatro pétalos, en raci-
mos axilares, madera de co-
lor anaranjado, utilizable
en cai*p infería. Hay otra
especie más conocida por
yañilla. (Bot. esp. Schmide-
lia occidentalis, Sw.)
Palo de clavo. Cub. m. — Dí-
cese al clavero, o sea al
árbol que produce el clavo
de especia.
Palo de hierro. Cub. m. — El
árbol más conocido por
quiebrahacha. Véase.
Palo de incienso. Cub. m. —
Véase cuaba de costa.
Palo de jeringa. Cub. m. —
El árbol "ben", que des-
cribe la R. A., más cono-
cido con esfe nombre en
Cuba.
Palo de lanza. Cub. m. — V.
yaya (2.a acep.)
Palo de rayo. Cub. m. — Véa-
se moruro abey.
Palo de resina. Cub. m. —
Véase cuaba de costa.
Palo de roble. Cub. m. —
Véase cuaba blanca.
Palo de rosa. Cub. m. — Se
dice al árbol baria (segun-
da acepción), que no es el
que produce la madera co-
nocida en castellano por
"palo de rosa'1, por lo que
más frecuentemente se dice,
para evitar confusiones,
palo de rosa criollo, de la
tierra y del país.
Palo de rosa criollo. Cub.
m. — Véase palo de rosa-
Palo de rosa de la tierra.
Cub. m. — El palo de rosa.
Véase.
Palo de rosa del país. Cub.
m. — Véase palo de rosa.
Palo de toro. Cub. m. — Véa-
se nabaco (2.a acep.)
Palo diablo. Cub. m. — Véa-
se pinga de perro.
Palo ensebado. Amer. va. —
Dícese a la cucaña, parti-
cularmente, cuando es ho-
rizontal y sobre el mar.
Palo gallina. Cub. m. — La
planta belladona de la tie-
rra, que es la verdadera be-
lladona. Este nombre lo re-
PALO
— 394
PALO
cibe porque su fruto mata
a la gallina que lo ingiere.
Palo gallina. Cub. m. — Véase
cerezo criollo.
Palo gallina. Cub. m. — El
peralejo blanco. Véase.
Palo guitarra. Cu b. m. — El
roble amarillo (1.a acep.)
Palo guitarra. Cub. m. -Véa-
se guairo santo de costa.
Palo hediondo. Cub. m. —
Planta arborescente, con
hojas compuestas de folio-
Ios ovalo-oblongos, redon-
deados en el ápice, flores
en corimbos axilares, y
fruto en legumbre coriá-
cea y lampiña. (Bot. F. Le-
guminosas; esp. C a s s i a
emarginata. Lin.)
Palo lechoso. Cub. m. — Véa-
se lechoso.
Palo llorón. Cub. m. — Véase
llorón (2.a acep.).
Palo mabí. Cub. m. — Véase
bijáguara.
Palo moniato. Cub. m. — Lo
mismo que palo boniato.
Véase.
Palo moro. Cub. m. — Dos ar-
bustos indígenas muy pa-
recidos reciben este nom-
bre: tienen flores en pa-
nículas terminales y fruto
en baya. (Bot. F. Rubiá-
ceas; esp. principal: Psy-
chotria brotvnci. Spreng.)
Palo mulato. Cub. m. — Véase
icaco ele aura.
Palo negro. Cub. m. — Dicen
así algunos al palo brasil
verdadero.
Palo ramón. Cub. m. — El ár-
bol ramón. Véase.
Palo torcido. Cub. m. — El
árbol lebrero. Véase.
Palo verraco. Cub. m. -Árbol
silvestre de madera pesa-
da, compacta, fina, de co-
lor amarillo pálido con ve-
tas suaves.
Paloma. Cub. epic. f. — Esta
voz se aplica con el propio
uso castellano. Guando se
trata de las palomas salva-
jes, a excepción de las que
tienen nombres particula-
res, como boyero, azulona,
barboquejo, torito camao y
tal vez otras, reciben adi-
tamentos especiales de Cu-
ba, cual se podrá ver más
adelante. Pero en la verda-
ra acep. cubana que se em-
plea esta voz paloma es
para designar un pez de fi-
gura regular con el cuerpo
aplastado, de unos 3 decí-
metros de largo, de color
plateado, más obscuro hacia
el lomo, sin escamas, con
las aletas dorsal y ventral,
así como la cola, que es
ahorquillada, de gran des-
arrollo, circunstancia que
por comparación le pro-
porcionó el nombre
pillar.
Paloma. Cub. f. — Espacia do
cometa de papel en figura
romboidal.
Paloma. Cub. f. — fig. — y fam.
— La persona que por su
impericia es candidata a
perder en el juego. Véase
la frase 84 del Apéndice.
Paloma boba. Cub. epic. f.
PALO
395
PALO
— La paloma torcaz ceni-
cienta. Véase.
Paloma de Castilla. Cub.
epic. f. — Dícese a la mayor
parte de las especies do-
mésticas, aplicándoles ade-
más en ocasiones sus pro-
pios sobrenombres caste-
llanos.
Paloma de San Juan. Cub.
epic. f. -Véase paloma san-
juancra.
Paloma rabiche. Cub. epic. f.
— Tipo de paloma silvestre
parecida a la tórtola, de co-
loración cenicienta, muy
abundante en los campos
cubanos, donde forma ban-
dos numerosamente nutri-
dos, que vuelan frecuente-
mente a ras del suelo; la
particularidad que le da
este nombre es su larga
cola en forma de cuña pun-
tiaguda. En algunos lugares
suelen decirle paloma ra-
bílela, y su nombre indio es
guanica. (Zool. F. Colúm-
bidas; esp. Zenaidura ma-
croura. Lin.)
Paloma rabuda. Cub. epic. f,
— Véase paloma rabiche.
Paloma sanjuanera. Cub.
epic. f. — Especie silvestre
más pequeña que la pa-
loma torcaz, de cuerpo re-
dondeado, color ceniciento
con viso de carmín, que
suele verse en mayor nú-
mero por San Juan, de lo
que toma el nombre. Tiene
la cola redondeada, hace su
nido con palitos, y emite un
canto desagradable. Tam-
bién se dice paloma, de San
Juan. Su nombre primitivo
era guanaro, ra. (Zool. F.
C; esp. Columba cenaida).
Paloma iojosa. Cub. epic. f.
—La más pequeña y linda
de las especies de palomas
silvestres que habitan en
Cuba, de coloración pareci-
da a la anterior, que vive
en parejas, se domestica
fácilmente, confecciona el
nido con hierbas en el sue-
lo o en los árboles. Es muy
sabroso, pero escaso boca-
do. Frecuenta los terrenos
cultivados, donde busca se-
millas para su alimento. En
lenguaje caribe se llamaba
biajaní. (Zool. F. C.j esp.
Columbigallina passerino
Lin.)
Paloma torcaz cabeciMas^
cao Cub. epic. f. — Especie
de paloma torcaz que, como
va indicado en su nombre,
tiene la parte superior de
la cabeza de un puma je
blanquísimo.
Paloma torcaz cenicienta.
Cub. epic. f. — Tipo de la
paloma torcaz en la que do-
mina el color indicado en
su aditamento.
Paloma torcaz morada, Cub.
epic. f. — Tipo de paloma
torcaz, con el plumaje
abundante en el color que
su sobrenombre indica.
Paloma viajera. Cub. epic.
f. — Es una especie silves-
tre, por lo que no ha de
confundirse con la afama-
da paloma mensajera, que
PALU
396 —
PAMP
algunos llaman con aquel
nombre, de paso y muy
rara en la Isla, originaria
de América del Norte. Es la
de mayor tamaño de cuan-
tas se conocen en Cuba.
(Zool. F. C; esp. Columba
migratoria, Lin.)
Palometa. Arner. epic. f. —
Tres peces acantopterigios
reciben este nombre co-
mún, y sólo difieren en la
coloración de dorado y pla-
teado combinados. Tienen
el cuerpo ovalado, compri-
mido, con el bocico trun-
cado, boca pequeña y hori-
zontal y las aletas anal y
dorsal con la punta muy
prolongada. (Zool. F. Ca-
rangida?; género Trachyno-
tus).
Palomilla. Cub. epic. f.— In-
secto como de dos centí-
metros de largo, muy da-
ñino para las hojas de ta-
baco y otros vegetales.
(Zool. esp. Crambus sacha-
ralis) .
Palomilla. Cub. f. — Carne de
res de la parte del lomo,
poco apreciada por su du-
reza.
Palomilla colorada. Cub. f.-
Véase ítamo.
Palote. Cub. m. -Rollete o ro-
dillo de madera usado en
la cocina para prensar o
planchar pastas y otros
preparados culinarios. Tie-
ne los usos castellanos.
Palucha. Cxib. f.-fam. -Char-
la frivola con algo de em-
'buste o de adulación: "Me
entretuvo con su palucha
más de lo que deseara".
Paluchear. Cub. v. n. — í'am.
— Charlar frivolamente con
ánimo de captarse la sim-
patía de los oyentes y serles
agradable. (Et. De palucha.
Véase.)
Paluchería. Cub. f. — fam. —
Acción y efecto de palu-
chear. En muchos casos es
lo mismo que palucha:
"Déjate de tanta paluche-
ría,} ', o "de tanta palucha".
Pámpano. Cub. epic. m. — Pez
acantopterigio de mucho
mayor tamaño que el cono-
cido en castellano con este
nombre, puesto que alcanza
un metro. Tiene el cuerpo
ovalado, muy comprimido,
de coloración variable con
la edad o desarrollo, del
azul al morado en el lomo,
y del blanco al dorado en el
vientre, con una mancha
obscura en el opérculo. Es
comestible. (Zool. F. Ca-
rangidoe; esp. Aletis cilia-
ris, Boch.)
Pampero. Cub. epic. m. — Re-
ciben este nombre dos aves
palmípedas, semejantes a
la gaviota, pero con el pico
corvo en la punta, narices
tubulares, y el dedo poste-
rior rudimentario. Acom-
paña a las embarcaciones
en alta mar, y suele volar
mucho cuando el tiempo es
tempestuoso, por lo que se
llama también pájaro de
las tempestades, y "petrel"
en otros lugares, que, al
PANE
— 397
PAN'Ü
parecer, es su verdadero
nombre castellano. (Zool. F.
Procellaridoe; esp. Oceani-
tis oceánica, Kuhl.).
Pan. Cub. m. — Suele decirse
a una montaña elevada, de
poca extensión y aislada.
Véase la frase 35-a del
Apéndice. Tiene los usos
castellanos.
Pan de Caracas. Cub. m. —
Torta de harina de maíz
con azúcar o miel, cocinada
en horno.
Pan de cazabe. Cub. m. —
desusada. — Dícese al caza-
be. Se oye con mucha más
frecuencia torta de cazabe.
Pan de monos. Cub. m. — El
árbol de origen africano
conocido en castellano por
"baobab", nombre que
también recibe en Cuba.
Panetela. Cub. f. — fam. —
Aplícase como término de
encomio a toda cosa exce-
lente en algo: "Este som-
brero es panetela;''1 - "¿Cómo
está el café? — Panetela".
Una de tantas verrugas que
le salen al idioma castella-
no en América. Tiene las
acep. de la R. A.
Panetela. Cub. f. — Dos ar-
bustos reciben este nombre
común sin sobrenombres.
Se cultivan en jardinería;
producen florecillas de cá-
liz colorado, fasciculadas o
aglomeradas en las axilas o
en los dientes de las hojas.
Toman ese nombre del olor
a panetela que exhalan por
la noche. (Bot. F. Eufor-
biáceas; esp. Phyllantus
angustifolius, Sw., y otra).
Panetela francesa. Cub. f.-
Planta cultivada de hojas
cordiformes, verdes, con
listas plateadas, cuyas flo-
res emiten olor a panetela.
(Bot. F. Piperáceas; esp.
Peperomia ar giréis, Morr.)
Panetela panameña. Cub. f.
— Planta parecida a las an-
teriores, pero con los folio-
Ios más largos y anchos.
(Bot. F. Poligonáceas; esp.
Muehlembeckia platy ciada,
Meisn.)
Panqué. Cub. m. — Especie
de panetela o bizcocho. Al-
gunos dicen panqueque y
otros ponqué. (Et. Del in-
glés pancake).
me. Amer. m. -Véase
panqué.
Pantera, Cub. común. — fam.
— Dícese al individuo tra-
pacero en sus negocios y
empresas. Tiene las acep.
cast.
Pantomima. Cub. f. — En al-
gunos lugares, la planta
vejiga de perro, su nombre
castellano, conocido tam-
bién en Cuba, y además por
tomatillo, aunque este úl-
timo nombre pudiera ser
que no designara la misma
planta, sino una especie
afín.
Pantufa. Amer. f. — Corrup-
ción muy generalizada de
"pantufla".
"Panudo. Cub. adj. — "Aplí-
case al fruto del aguacate,
cuando su carne es consis-
PAPA
— 398 —
PAPE
tente, que es como más se
aprecia", dice la R. A.
Paño de Ea tierra. Cub. m. —
La porción de terreno, no
muy extensa, que se dispo-
ne para el cultivo. Cuando
tiene figura triangular se
dice pañoleta.
Pañoleta. Cub. f. — Véase pa-
ño de tierra.
Pañuelo bayajá. Cub. m. —
Pañuelo grande, algo me-
nos de una vara cuadrada,
estampado con colores vi-
vos, a grandes cuadros, lis-
tas o flores, que lo emplean
algunas, muy pocas, cam-
pesinas en la cabeza, pero
más generalmente para
transportar vituallas, o gé-
neros comprados en algún
establecimiento.
Papas. Cub. f. pl. — fam. —
Véase la frase 128 del
Apéndice. En singular, tie-
ne los usos castellano y
americano castellanizado.
Papagayo. Cub. m. — En al-
gunos lugares dicen así los
mucbachos a una cometa
de papel sin palos y con
una tira de tela por cola.
Tiene algunos de los usos
castellanos.
Papagayo tricolor. Cub. m.
— La planta más conocida
por guacamaya (3.a acep.),
que es la que describe la
R. A. con el sencillo nombre
de "papagayo".
Papaya. Cub. f. — vulg. — Dí-
cese al órgano sexual fe-
menino. El uso de la voz
papaya en esta acepción
casi la ha desterrado del
lenguaje decente para de-
signar el fruto del papayo
(voces ambas castellaniza-
das), por lo que suele de-
cirse fruta bomba.
Papaya cimarrona. Cub. f. —
El fruto del papayo cima-
rrón. Véase.
Papayal. Amer. m. — Lugar
donde abunda el papayo.
Papayina. Cub. f. — El látex
medicinal obtenido del pa-
payo.
Papayo cimarrón. Cub. m. —
Especie silvestre y, al pa-
recer, indígena de Cuba, del
papayo. Tiene el tronco
bajo, ramoso, con hojas
palmatíficas, lóbulos ente-
ros y fruto esférico, del
tamaño de la nuez. (Bot. F.
Pasiflóreas; esp. Carica
prosoposa, Lin.)
Papayo hembra. Cub. m. —
Variedad del papayo que
se distingue por sus flores
de pétalos blancos, y el
fruto de mayor tamaño que
el corriente.
Papayo macho. Cub. m. —
Variedad, de flor con péta-
los amarillos.
Papazo. Cub. m. — fam. —
Golpe causado con la mano,
bofetada, o puñetazo: "Le
dieron dos papazos por en-
trometido". (Et. De "papa",
patata).
Papel arroz. Cub. m. — El
blanco, empleado en ciga-
rrillos.
Papel berro. Cub. m. — El de
color verdoso, también em-
PAPI
— 399
PARA
pleado en cigarrillos, im-
pregnado en substancia de
berro. Es de escaso consu-
mo.
Papel brea. Cub. m. — El de
color crema, con ligero
gusto de brea, usado en ci-
garrillos.
Papel pectoral. Cub. m. — El
de color castaño muy in-
tenso y gusto dulzaino,
también usado en cigarri-
llos.
Papel trigo. Cub. m. — El de
color amarilloso y más
grueso que los anteriores,
que le da al cigarrillo gus-
to más fuerte.
Papelera. Cub. f. — Véase be-
juco de perdiz.
Papeles. Cub. m. pl.-fam. —
Véase la frase 127 del
Apéndice.
Papeles (Los). Cub. m. pl.
— desusado. — Baile desho-
nesto de la gentualla, del
que ya no se oye hablar.
Papeíetero. Cub. m. — vulg.
— Dicen así algunos a los
empleados de oficina pú-
. blica que cubren los docu-
mentos de citaciones. (Et.
De "papeleta").
Papelista. Cub. m. — fam. —
Lo mismo que "picaplei-
tos" : "Fulano es un simple
papelista, y todos le tienen
por abogado". (Et. De "pa-
pel").
Papita. Cub. f.-Véase lagaña
de aura. (Et. De "papa",
patata).
Papito. Cub. m. -Reciben este
nombre los bejucos llama-
dos Conchitas por la figura
de sus flores, semejantes al
clítoris de la mujer que
algunos llaman papo y pa-
pito.
Papito. Cub. m. — Diminu-
tivo de papo. Véase.
Papito de la reina. Cub. m.
— Enredadera trepadora, de
hojas con tres foliólos an-
chamente ovalados, y flor
de corola blanca, matizada
de amarillo y púrpura en-
cendido. También se llama
Conchita punzó. (Bot. F.
Leguminosas; esp. Centro-
sema plumieri, Benth.)
Papo. Común, m. — El órgano
sexual femenino. Es tanto
o más frecuente en Cuba el
diminutivo papito. Tiene
los usos cast.
Paraca. Cub. epic. f. — antic.
— Uno de los primitivos
nombres de la cotorra. (Et.
Voz caribe, Zayas).
* Paradero. Cub. m. — Voz
muy generalizada para de-
signar la estación del fe-
rrocarril; ésta casi nadie la
emplea fuera de la Haba-
na. Tiene, aunque poco, las
otras acep. de la R. A.
Parado. Cub. p. p. — fam. —
Véase la frase 151 del
Apéndice. Es de advertir
que, aunque con autoriza-
ción de la R. A., se abusa
de esta voz para significar
"estar de pie", al extremo
de que no se use ninguna
otra forma : "Estuve parado
más de una hora"; "no
puedo estar parado".
PARA
400 —
PARA
Paraguas. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 192 del
Apéndice.
Paraguayo. Cub. m.-Mache-
te de hoja larga y recta que
usa la Guardia Rural.
Paraíso. Cub. m. -Árbol exó-
tico cultivado como orna-
mental, que acaso sea el
conocido en castellano por
"cinamomo", aunque tiene
una elevación doble, pues que
alcanza 15 metros. Es de
tronco recto y limpio, con
una frondosa copa que pro-
yecta espaciosa y fresca
sombra, con flores de color
violeta, fragantes, en raci-
mos. Todos sus órganos
están impregnados de un
jugo venenoso y medicinal.
En algunos lugares de la
región oriental le dicen
"prusiana". (BoL F. Meliá-
ceas; esp. Melia acederach,
Lin.)
Paraíso enano. Cub. m. —
Arbusto de jardinería que
se eleva unos dos metros,
de hojas pequeñas bipen-
nadas, persistentes. (Bot. F.
M.; esp. M. nana).
Paraíso francés. Cub. m. —
El árbol más conocido por
su nombre castellano de
"ben".
Paral. Cub. m. — Madero que
a modo de horcón, se co-
loca perpendicular, las más
veces provisionalmente,
para sostener el techo do
una casa en reformas.
Paraná. Cub. adj. — Aplícase
a una especie de yerba.
Véase.
Parar. Cub. v. a.— Usase, con
notorio abuso del buen len-
guaje, y muy corriente-
mente, por "levantar" o
alzar del suelo alguna cosa
que requiere posición ver-
tical. Tiene algunas de las
acep. académicas.
Pararse. Amer. v. ref. — La
R. A., en la 17.a acep. del
verbo "parar" lo acepta
por "ponerse en pie"; pero
lo acredita ele americanis-
mo anticuado. En Cuba, con
esa acep., lamentándolo
cuantos gustan de hablar
bien, está muy lejos de an-
ticuarse: casi se puede
afirmar que lo de "ponerse
en pie", "levantarse" y
otros verbos sinónimos es-
tán completamente aboli-
dos en el lenguaje corrien-
te. Por lo demás, sumamos
nuestro desagrado a las
protestas que haya habido
contra la catalogación de
ese verbo con tal signifi-
cado en el Dic. oficial, por
muy extendido uso que tu-
viese en América, tanto
más, cuanto que son miles
los vocablos de este Conti-
nente con más derecho a la
buena acogida por la docta
Corporación, que limpia,
fija y da esplendor al habla
de Cervantes, Granada, Cal-
derón, Lope y mil.
Pararse. Cub. v. ref. — fig. y
fam. — Prosperar, orrique-
cerse por cualquier moti-
PARE
— 401 —
PARG
yo : "Fulano se paró con el
alza del azúcar".
Parche. Cub. epic. m. — Re-
ciben este nombre varios
pececillos acantopterigios
cíe escaso interés. Tienen
el cuerpo corto, alto y com-
primido, con fajas y círcu-
los negros, y boca pequeña,
terminal, provista de agu-
dos dientes. Tiene las acep.
¿asi. (Zool. F. Chcetodonti-
da?; género Chcetodon).
* Pardo, da. Cub. m. y f. —
Dícese a los mulatos, por-
que esta voz les es, al pa-
recer, menos agradable.
Adviértase que la R. A.
acepta este vocablo como
propio de Puerto Rico y do
Cuba. Tiene las otras acep.
castellanas.
Parecencia. Cub. f. — vulg. —
Entre gente campesina,
equivale a "semejanza":
"Entre esto y aquello hay
alguna 'parecencia'". (Et. De
"parecer ", parecencia;
como de "comparecer",
comparecencia.
Pared. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 262 del Apéndice
Tiene los usos cast.
Pareira brava. Cub. f.-Plan-
ta voluble de hojas alter-
nas, simples, enteras, cor-
diformes, pecioladas, obtu-
sas, flores dioicas muy chi-
cas, verdosas, terminales,
las masculinas en corim-
bo3, las femeninas en raci-
mos; el fruto, a modo de
arveja, es peludo y co-
mestible, y la raíz se esti-
ma como antídoto contra
las mordeduras de reptiles
venenosos. (Bot. F. Menis-
pevmáceas; esp. Cissampe-
los pareira, Lin.)
Parejear. Cub. v. n. — Atri-
buirse méritos ajenos o
imaginarios, proclamándo-
los con fanfarronería. Ape-
nas tiene más uso que en
infinitivo: "Don Juan es
muy dado a parejear".
Parejería. Cub. f. — fam.—
Acción y efecto de pare-
jear. Véase.
Parejero, ra. Cub. adj. — fam.
— Aplícase a la persona
fanfarrona, que presume
de los méritos que está le-
jos de tener. Véase pare-
jear.
Pargo blanco. Cub. epic. m.
— El pez también llamado
jayao. Véase.
Pargo criollo. Cub. epic. m.
— Especie del pez conocido
por "pargo", olivado por el
lomo, pálido por el vientre
con las aletas rojas, menos
la dorsal que es amarilla,
y alcanza un peso de 10
kilogramos. (Zool. F. Lu-
tianida?; esp. Noemomis
analis, Cuv.)
Pargo de !o alto. Cub. epic.
m. — Especie que se pesca a
grande profundidad, de co-
lor rojo con una mancha
lateral negra, y ojos sa-
lientes amarillos. (Zool. F.
L.; esp. N. vivanus, Cuv.)
Pargo guachinango. Cub.
epic. m. — Especie de color
acarminado, con mancha
m.
PARRI
402 —
PASA
lateral negra como la an-
terior, pero más intensa,
que alcanza hasta 15 kilo-
gramos de peso. (Zool. F.
L.; esp. N. aya, Bloch.)
Parición. Cub. f. — Vulg. —
Acción y efecto de parir, o
sea fructificar las plantas.
Parir. Cub. v. n. defectivo. —
vulg. — Por extensión, el
acto o propiedad de fruc-
tificar las plantas. Se oye
sólo entre campesinos. Tie-
ne los usos cast.
Parra. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 64 del Apéndice.
Parra cimarrona. Cub. f. —
Bejuco silvestre, común en
los bosques, de caracteres
afines a la verdadera parra,
cuyo fruto, muy acidoso, se
usa sólo en agraz. Del sar-
miento de esta planta se
chupa un agua transparen-
te, suave y aperitiva, que
es preciado hallazgo del
viajero sediento. También
se llama bejuco de parra.
(Bot. F. Ampelideas; esp.
principal: Vitis indica).
Parrandear. Amer. v. n. —
Andar de juerga, de ? pa-
rranda.
Parrandero, ra. Amer. adj.
— Aplícase a la persona
muy aficionada a andar de
parranda o parrandear.
Otros dicen parrandista.
Parrandista. Amer. adj. —
Véase parrandero, ra.
Parrita cimarrona. Cub. f. —
Planta de escaso interés,
conocida también por ubi
de cinco hojas. (Bot. F.
Ampelideas ; esp. Vitis he-
redacea, Ehrh.)
Parrita de playa. Cub. f. —
Planta arborescente afín a
la anterior. (Bot. F. A.; esp.
V. arbórea, Lin.)
Partirse. Cub. v. ref. — vulg.
— Este verbo, con el pro-
nombre la como comple-
mento directo, antepuesto o
pospuesto, denota venganza
o el efecto de alguna mala
acción: "A Fulano se la
partieron". Otras veces sig-
nifica "matar": "Diego de-
sea partírsela a Ramón".
Pasa de negro. Cub. f. —
Planta parásita, cultivada
algunas veces en jardine-
ría, de hojas muy grandes,
oblongas o lanceoladas, que
alcanzan hasta una vara de
largo y una tercia de an-
cho, dentadas, con gruesas
venas, y cuyos pecíolos
parten de la raíz misma;
el espádice, que es rojo
obscuro, se cubre al com-
pleto desarrollo de fruti-
cas esféricas, de color ro-
jo intenso. También se lla-
ma lengua de vaca (prime-
ra acepción). (Bot. F. Aroi-
deas; esp. Anthurium cras-
sinervium Schott.) La voz
"pasa" tiene en Cuba to-
dos los significados cast. y
el americano castellaniza-
do con respecto al pelo de
los negros.
Pasa de negro. Cub. f. —
Planta sin importancia del
grupo de heléchos. (Bot.
PASI
403 -
PASM
esp. Asplenium plantagi-
neum, Lin.)
Pasa. Cub. adj. muy vulg. — ■
Dicen el vulgo y los que se
contagian con él que una
mujer está pasa (y es la
única aplicación) cuando
está hermosa e incitante.
Tal vez se quiere expresar
algo así como si se tratase
de fruta que está pasada
cuando ha madurado dema-
siado. (Et. De "pasar",
"pasada", pasa).
Pasador. Cub. m. fig. — Re-
ciben este nombre varias
larvas de insectos coleóp-
teros, de color amarillo ne-
gro o rojo, con fuertes
mandíbulas, con las que ta-
ladran los tallos de algu-
nas plantas, particularmen-
te la de tabaco, que enfer-
ma y mata. (Zool. F. Ela-
teridce).
Pasionaria azul. Cub. f. —
Especie de la planta co-
múnmente conocida por
"pasionaria": es de hojas
grandes alternas, divididas
en cinco lóbulos, y flor
grande y hermosa de color
azul. Al fruto le dicen en
algunos lugares pendanga.
(Bot. F. Pasiflóreas; esp.
Passiflora ccerulea).
Pasionaria de Candelaria.
Gub. f. — Planta velluda de
hojas redondeadas, con la
base cordiforme, y flores
blancas con la corola ro-
sada. También se 11 a m a
pasionaria hedionda (2.a
acep.) y pasionaria vejigo-
sa. (Bot. F. P.; esp. P. f os-
tia a, Lin.)
Pasionaria de cerca. Cub. f.
— Varias especies que se
desarrollan en las cercas.
(Bot. F. P.; esp. principal:
P. suberosa, Lin.).
Pasionaria de Las Pozas.
Cub. f. — Preciosa enreda-
dera por sus flores de co-
lor violeta. (Bot. F. P.; esp.
P. stipulata, Aub.)
Pasionaria de flor carmín.
Gub. f. — Especie, de flor
cual lo indica su nombre.
(Bot. F. P.; esp. P. oblon-
gata, Sw.)
Pasionaria hedionda. Cub. f.
— Especie de hojas redon-
deadas, flor de corola blan-
quecina y corona anaran-
jada; fruto esférico, pe-
queño y colgante. (Bot. F.
P.; esp. P. pendulifera,
Ber.).
Pasionaria hedionda. Cub.
f. — Véase pasionaria de
Candelaria.
Pasionaria vejigosa. Cub. f.
— Véase pasionaria de
Candelaria.
Pasmo de estómago. Cub m.
— El padecido en este ór-
gano a consecuencia de
beber agua muy fría des-
pués de haber ingerido al-
gún alimento muy caliente.
No es de graves consecuen-
cias.
Pasmo de luna. Cub. m. — El
que contrae alguna caballe-
ría sofocada si se le quita
la silla o montura.
Pasmo de sabana. Cub. m. —
PATA
— 404
PATE
El adquirido por una ca-
ballería lastimada a los
efectos del sol, la lluvia o
el sereno en campo abierto.
Paso de carreta (A). Cub.
loe. adv. — Lo mismo que
"a paso de tortuga" en
cast.; lentamente. "Cami-
nar a paso de carreta'" .
Paso nadado. Cub. m.-El de
la caballería, cuando desvía
a los lados y a compás las
patas, que resulta cómodo.
Pata. Cub. f.— Véase la fra-
se 116 del Apéndice.
Pata de gallina. Cub. i. —
Vanas plantas herbáceas,
rastreras, comunísimas en
tiempo de lluvia, cuyas es-
pigas presentan la figura de
su nombre, por lo que pro-
bablemente sea la conocida,
según la R. A., por "pata
de gallo". No es buen pas-
to. Una de las especies se
conoce más por grama de
caballo. (Bot. F. Gramíneas ;
esp. principal : Cynosurus
separius).
Patabán. Cub. m. -Árbol que
se desarrolla en las ciéna-
gas hasta 12 metros de al-
tura, de hojas opuestas,
enteras, ovales, y madera
dura, de color moreno claro
empleada para postes, etc.
También se llama mangle
bobo. (Bot. F. Combretá-
ceas; esp. Laguncularia la-
cemosa, <3aretu).
Patabanal. Cub. m. — Lugar
donde abunda el árbol pa-
tabán. Véase.
Patadas (A). Cub. mod. adv.
— Empléase para denotar
abundancia, exceso de una
cosa: "Los mangos este año
andan a patadas". "Hom-
bres ambiciosos se encuen-
tran a patadas".
Patana. Cub. f. — Lo mismo
que patanco. Véase.
Patanco. Cub. m.-Planta in-
dígena silvostre, de color
verde claro, incluso el fru-
tro, con espinas en los ta-
llos de color carmelita y
punta negra, cuyas incisio-
nes son malignas; tiene
flores blancas. Otros dicen
patana. (Bot. F. Cácteas;
esp Harrisia criophora).
Patao. Cub. epic. m. — Pez
abundante que alcanza unos
3 decímetros de largo, de
cuerpo comprimido con el
lomo abultado, hocico có-
nico, boca grande, de color
plateado con reflejos azu-
lado", aletas negruzcas, algo
más pálidas las pectorales.
Fs comestible. (Zool. F.
Guerridce; esp. Guerres pa-
tao, Poey).
Patas. Cub. i. pl.— El guiso
conocido por "callos" en
castellano, pero sin pican-
te.
Patata del aire. Cub. f.— El
fruto del volador. Véase.
Patato, ta. Cub. adj. — íam. —
Aplícase a personas re-
chonchas,, de baja estatura,
y algunas veces a animales
o cosas.
Patentado, da. Común, adj.
— Aplícase a lo que goza de
patente, según la 8.a acep.
405
PATO
del Dic. académico: "Pro-
ducto patentado" .
Patente. Cab. ra. — Específi-
co medicinal de nombre
acreditado. Se comete un
barbarismo al darle forma
masculina, pero el uso ge-
neral lo ha sancionado así.
Patillano, na. Cub. adj. — Se
aplica a la cabalgadura que
apoya en el suelo la parte
trasera de los cascos, por lo
que camina defectuosamen-
te. (Et. De "pata" y "lla-
no").
Patio. Cub. m. — En las esta-
ciones de ferrocarril, el es-
pacio donde están los al-
macenes, vías, etc. Tiene
los usos cast. Véase la frase
154 del Apéndice.
Patio de gallos. Cub. m. — El
lugar al aire libre desti-
nado a la cría y esparci-
miento de los gallos de pe-
lea.
Patiseco, ca. Cub. adj. —
Aplícase al fruto raquítico
y de escaso o ningún jugo
cuando llega el momento de
su madurez. 'Una pina pa-
tiseca'".
Pato. Cub. adj. — Una clase
de tasajo. Véase. Tiene los
usos castellanos de subs-
tantivo. Véase la frase 165
del Apéndice.
Pato cuchareta. Cub. epic.
m. — Una de las especies
conocidas en conjunto por
pato de la Florida, distin-
guida por su pico de punta
muy aplanada. (Zool. F.
Anatidce; esp. Spatula cly-
peata, Lin.)
Pato chiquito. Cub. epic. m.
— Otra de las especies de
pato de la Florida, de pe-
queño tamaño, color mati-
zado de rojo y negro, con
las alas morenas y la cola
verde, cabeza negra, con
inclusión del pico, y una
faja blanca entre éste y los
ojos. (Zool. F. A.; esp. Anas
discors).
Pato de la Florida. Cub.
epic. m. — Se da este nom-
bre a todas las especies de
aves palmípedas, de paso,
que vienen a la Isla en in-
vierno, de América del
Norte. Algunas o casi todas
las especies reciben a la
vez nombres particulares,
cual se puede ver anterior
y posteriormente a esta
descripción. Pero hay una
especie abundante, que re-
cibe este nombre única-
mente, y es de pequeñas
proporciones, de coloración
variada de verde intenso,
azul fuerte y blanco, con
una ancha faja semilunar
delante del ojo. (Zool. F. A.;
esp. Querquedula discors,
Lin.)
Pato de la Florida. Cub. m.
— ñg. y fam. — Dícese a los
turistas norteamericanos
que vienen a pasar la tem-
porada de invierno en
Cuba.
Pato inglés. Cub. epic. m. —
Especie del pato de la Flo-
rida, accidentalmente de
PATU
406 —
PEDO
paso en la Isla. (Zool. F.
A.; esp. Anas borchas,
Lin.)
Pato morisco. Cub. epic. m.
— Tipo de pato de la Flo-
rida, de tamaño corriente,
de plumaje negro con man-
chas blancas, pico azul cla-
ro y patas cenicientas.
(Zool. F. A.; esp. Anas ma-<
riloides).
Pato pescuecüargo. Cub.
epic. m. — Pato de la Flo-
rida que se distingue por
su largo pescuezo. (Zool. F.
A.; esp. Dafila acuta, Lin.)
Pato real. Cub. epic. m. — El
pato de la Florida, más co-
nocido por juyuyo. Véase.
Pato rojo. Cub. epic. m. -Es-
pecie de pato de la Florida,
de color indicado en el so-
brenombre. (Zool. F. A.;
esp. Erismatura rubida,
Wils.)
Patojear. Cub. v. n. — Andar
con los pies torcidos como
el patojo. Aunque repren-
sible el abuso de formar
verbos de adjot. y subst.,
éste es uno de los casos to-
lerables y aun plausibles.
Patojera. Cub. f. — El defec-
to físico del patojo.
Patón, na. Amer. m. y f. —
vulg. — Así dice la gente
soez a los españoles.
Patuleco, ca. Amer. adj. —
Aplícase a la persona que
dobla las piernas, por falta
de dominio en las rodillas;
algo así como "pateta" en
castellano. Algunos dicen
patuleque.
Patuleque. Cub. adj. — Lo
mismo que patuleco, ca.
Véase.
Favo. Cub. m. — fam. — Véa-
se la frase 24 del Apén-
dice.
Payama. Cub. f. — Traje des-
ahogado y de tela ligera,
de hombre, para andar por
casa. La especie de chaque-
ta, carece de solapas,, y en
los ojales, que parten desde
el cuello, lleva una especie
de entorchado sencillo. En
otros lugares de América
se dice pijama.
Payama de baño. Cub. f. —
Especie de batón con man-
gas, de felpa, propio para
la salida del baño.
Pechada. Cub. f. — Golpe de
mano dado en el pecho a
una persona.
Pechero. Cub. epic. m. —
Lindo pajarillo de pluma-
je ceniciento, con algunas
partes amarillas.
Pechicatería. Cub. f. — des-
usada. — Mezquindad, cicar-
tería.
Pechicato, ta. Cub. adj. —
desusado. — Mezquino, cica-
tero.
Pechito. Cub. epic. m. — En
algunas localidades, el pa-
jarillo tomeguín. Véase.
Pedo. Cub. m. — muy vulg. —
Significa entre el vulgo ín-
fimo "pendencia con escán-
dalo" y otras veces "borra-
chera". Pero como esta voz
no sale sino de los labios
de la plebe, nunca se oye
pronunciar la d. Véase el
PoíGO
— 407 —
PELO
refrán 24 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
Pedo de chino. Cub. m. —
Véase yedra (2.a acep.).
Pedorrera. Cub. epic. f. — El
pajarito cartacuba. Véase.
Tiene la acep. académica
de sucio significado.
Pega. Cub. f. — fam. — Signi-
fica trabajo, tarea, labor:
"Voy a la pega"; "Andrés
no tiene pega". (Et. De pe-
garse, Véase).
Pega-pega. Amer. f. — Reci-
ben este nombre varias
plantas herbáceas, cuyos
frutillos espinosos se pegan
a la ropa del «animante;
crecen hasta un metro y
constituyen regular pasto.
Esa cualidad anterior es
afín a las plantas amores
secos, tamarindillo y yerba
lechera, con las que se
confunden algunas perso-
nas. (Bot. F. Leguminosas;
esp. principal: Desmodium
ciliar e, D. G.)
Pegarse. Cub. v. ref. — fam.
— Se le dan algunos usos
particulares en Cuba a este
verbo, cual puede verse en
el grupo de su nombre del
Apéndice de frases. Espe-
cialmepte úsase por "tra-
bajar", o por mejor decir,
denota la acción de hacer
algo : "Ale pego a escri-
bir". "Se pegaron a exca-
var y remover la tierra".
Tiene los usos castellanos.
Pegojo. Cub. m. — Árbol o
arbusto silvestre descrito
en huevo de gallo. Véase.
Pejero, ra. Cub. adj. — Así
califica la gente de color a
los blancos de mal pelaje y
escasa o ninguna educa-
ción.
Pejigoso, sa. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na molesta, impertinente.
Es sinónimo de lipidioso,
sa. (Et. De "pejiguera",
que en Cuba se personali-
za).
Pela. Amer. f. — fam. — Lo
mismo que "zurra", "azo-
taina" : "Le dieron una pe-
la regular". (Et. De "pe-
lar").
Pela (La). Cub. f.— vulg.—
Dice así el vulgo ínfimo a
la muerte. (Et. Corrupción
de "pelada").
Peleón, na. Cub. adj — Aplí-
case a la persona amiga de
camorra o de riña. En cas-
tellano se dice "peleador,
ra".
Peletería. Cub. f.— Estable-
cimiento donde se venden
zapatos. No tiene el uso
castellano.
Peletero. Cub. m. — Dueño o
empleado de una peletería.
Véase.
Película. Cub. í. — íam. — Ri-
ña con escándalo: "Se for-
mó la gran película". Tie-
ne los usos castellanos.
Pelona. Cub. f. — Entre los
muchachos, la cometa de
papel, sin flecos en los cos-
tados.
Pelos. Cub. m. pl. — fam. —
Véase la frase 174 del
Apéndice.
PEND
- 408
PEND
Pelota. Cub. f. — flg. y fam, —
Equivale a "deseo vehe-
mente", "gran entusias-
mo": "Tengo pelota por
reunir una buena bibliote-
ca". Véanse las frases 49 y
178 del Apéndice. Tiene los
usos castellanos.
Pellejito. Cub. m. — Cierto
cuero de vaqueta suave y
fino. (Et. De "pellejo").
Pelíejo. Común, m. — vulg. —
Ramera de ínfima catego-
ría. Tiene las acep. cast.
Penca. Cub. f. — Abanico im-
plegable, casi circular, for-
mado con una penca fina
de palma, o fibras entrete-
jidas de algún vegetal. Por
extensión, y con manifiesta
impropiedad, se dice así al
abanico de cartón de pare-
cida figura, que suelen re-
galar en los establecimien-
tos a los clientes. Tiene las
acep. cast. Véanse las fra-
ses 88 y 225 del Apéndice.
Penca (En). Cub. mod. adv.
— Empléase con respecto al
tasajo, cuando está en ma-
sas aplanadas, grandes.
También cuando se presen-
ta cocido en trozos, y no en
fibras o salpicón, que es lo
más usual en la cocina
criolla.
Penco. Común, m. — fam. —
La ramera de baja catego-
ría. Tiene las acep. de la
R. A.
Penda. Cub. f. — Árbol sives-
tre de hojas cartáceas, co-
riáceas al final, oblongas,
obtusas, pulidas en la haz,
con venas arqueadas en el
envés, flores blancas, olo-
rosas, en racimos erectos.
También se nombra semi-
lla de pájaro. (Bot. F. Ver-
benáceas; esp. Cytharexy-
lum candatum, Lin.)
Pendanga. Cub. f.-poco uso.
— El fruto de la pasionaria
azul. Véase.
Pendejada. Cub. f. — Véase
pendejera (1.a acep.)
Pendejada. Amer. f. — fam. —
Acción ruin, deleznable,
propia de un hombre pen-
dejo; acep. ésta aceptada
por la R. A. como caste-
llana, aun cuando sería
muy discutible su naci-
miento, que para nosotros
lo tuvo en Méjico.
Pendejera. Común, f . — El
conjunto de pelos que na-
cen en los lugares ocultos
de las personas. Otros di-
cen pendejada. La R. A.
acepta "pendejo", y por eso
acreditamos de común esta
voz su derivada, pero du-
damos del uso corriente en
ninguna parte de la Penín-
sula, y ambas voces son
frecuentísimas en Cuba y
aun en otros países ameri-
canos.
Pendejera. Cub. f. — Arbusto
silvestre con aguijones en
las ramas y en las hojas,
que son grandes, hendidas
y escabrosas en la haz, y
blancas, tomentosas en el
envés, y fruto en baya glo-
bosa. Algunas personas,
para evitar el uso de esta
PENI
409
PEÓN
voz por algo indecorosa en
su otra acep., dicen pren-
dedera a este arbusto. (Bot.
F. Solanáceas; esp. Sola-
num torvum, Sw.)
Pendejera espinosa. Cub. f.
— Especie parecida a la
anterior, también conocida
por pendejera hembra.
(Bot. F. S.; esp. S. gersifo-
lium) .
Pendejera hedionda. Cub. f.
— Véase pendejera macho.
Pendejera hembra. Cub. f.
— La pendejera espinosa.
Véase.
Pendejera macho. Cub. f. —
La especie mayor, de hojas,
enteras, ovales, olorosas, y
flores blancas en cimas ter-
minales. También se cono-
ce por tabaco cimarrón (1.a
acep.). (Bot. F. S.; esp. S.
verbascifolium, Lin.)
Pendejeral. Cub. m. — Lugar
donde abunda el arbusto
pendejera.
Pendejo de perro. Cub. m. —
La planta más conocida por
tostón. Véase. La voz "pen-
dejo" tiene en Cuba las dos
acep. que recoge la R. A.
como castellanas.
Péndola. Cub. f. — Bejuco
cuyo fruto está dispuesto
a modo de péndola de reloj.
También se dice bejuco
serna.
Peninsular. Amer. subs. y
adj. — Por antonomasia, se
dice a las personas y cosas
pertenecientes a España u
oriundas de ella. Entiénda-
se que no quedan compren-
didas personas y cosas de
Portugal, como pudiera
suponerse.
Peo. Cub. m. — muy vulg. —
Lo mismo que "borrache-
ra". En el "Pequeño La-
rousse" vemos esta voz
como popular en femeni-
no. (Et. Corrupción de "pe-
do").
Peo. Cub. m. — muy vulg. —
Riña, alboroto, escándalo
tumultuario.
Peonía. Cub. f. — Bejuco tre-
pador de hojas abrupta-
mente pennadas, con folio-
Ios multiyugados, oblongos,
obtusos, flores rosadas en
racimos terminales., legum-
bres oblongas, subtrunca-
das en los extremos, en ra-
cimos, que contienen unos
granos duros, de un her-
mosísimo rojo con un lu-
nar negro, empleados en
collares y otros adornos de
mujeres. La tradición po-
pular reputa a esta planta
de poseer ciertos dones ma-
ravillosos, para vaticinar
los trastornos atmosféricos.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
A b r u s precatorius, Lin.)
También se llama peonía
de San Thomas, jequerití,
peronil y regaliza.
Peonia blanca. Cub. f. —
Esta planta y las especies
del mismo nombre común,
excepto la que antecede,
son yerbas de hojas com-
puestas . y flores amarillas
axilares. (Bot. esp. Rhyn-
chosia reticulata, D. C).
PERA
— 410 —
PERCH
Peonía criolla. Cub. f. -Véa-
se peonía blanca. (Bot. esp.
R. phaseoloides, D. G.)
Peonía chica. Cub. f. — Véa-
se peonía blanca. (Bot. esp.
R. mínima, D. C.) •
Peonía de sabana. Cub. f. —
Véase peonía blanca. En la
región oriental le dicen pe-
pusa. (Bot. esp. R. caribea,
D. C).
Peonía de San Thomas. Cub.
f. — Véase peonía.
Pepino cimarrón. Cub. m. —
Especie silvestre de pepi-
no, cuya planta es de ca-
racteres afines a la culti-
vada, y que produce un
fruto semejante a un pe-
pino pequeño, con la epi-
dermis cubierta por duras
espinillas, colgado de un
largo pedúnculo. Este fru-
to suelen comerlo con sal
los muchachos. (Bot. F. Cu-
curbitáceas; esp. Cucumís
anguria) ,
Pepito amargo. Cub. m. —
Véase jabilla.
Pepondrica. Cub. f.-desusa-
da. — En la región oriental
es sinónimo de "juerga".
Pepú. Cub. m.— La planta
más conocida por colonia
(1.a acep.). Véase. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Popusa. Cub. f. — La planta
peonía de sabana. Véase.
Pera de mar. Cub. f. — Véase
jagua azul.
Peralejo blanco. Cub. m. —
Véase palo de gallina (3.a
acep.)
Peralejo común. Cub. m. —
Véase peralejo de sabana.
Peralejo de monte. Cub. m.
— Árbol más alto y recto
que el peralejo de sabana,
y hojas más chicas, y cuya
madera es dura, buena, de
color pardo rojizo. (Bot. F.
Malpigiáceas; esp. Byrso-
nima cubensis, Juss.)
Peralejo de piñal. Cub. m. —
Otra especie sin mayor in-
terés, llamada también pe-
ralejo de pinares. (Bot. F.
M.; esp. B. spicata, RichJ
Peralejo de pinares. Cub.
m. — El peralejo de piñal.
Véase.
Peralejo de sabana. Cub. m.
— Este es el árbol ameri-
cano que describe la R. A.
en "pera'ejo", nombre sen-
cillo que también suele re-
cibir en Cuba, donde se
conoce por la especie más
importante de los perale-
jos. Es un arbolito tortuo-
so de 3 a 4 metros, con
hojas ovales, lustrosas por
encima y tomentosas y ro-
jizas en el envés, flores
amarillas, y corteza de
propiedades curtientes y
febrífugas. También se lla-
ma peralejo común. (Bot. F.
M.; esp. B. crassifolia).
Percala. Amer. f. — vulg. —
La gente rústica suele de-
cir así a la tela llamada
"percal".
Percha. Cub. f. — vulg. — Sue-
le oirse entre el vulgo por
"chaqueta" o "americana".
En el mismo lenguaje es
sinónimo de leva y maja-
PERE
— 411
PERI
gua, pero lo corriente es
decir saco, que ha desecha-
do toda otra forma del len-
guaje corriente, hablado o
escrito. Tiene la acep. cast.
de "mueble para colgar
ropa".
Perchero. Común, m. — Lo
mismo que "percha": apa-
rato para colgar ropa, som-
breros, etc.
Perdicero. Cub. adj. — Véase
bejuco perdicero.
Perdigón. Cub. adj. — Véase
tierra perdigón.
Perdiz. Cub. epic. f. — Dícese
impropiamente a una es-
pecie de paloma silvestre,
más pequeña que la verda-
dera perdiz, de cuerpo re-
choncho, con la cabeza y la
garganta de color azul pre-
cioso, con una línea blanca
que parte del pico, pasa
por debajo de los ojos y se
junta en la nuca; el resto
del plumaje es moreno, ti-
rando a rojizo en el pecho.
Además se diferencia de la
perdiz verdadera en que se
posa y anida en los árboles.
Tiene sabrosa carne. (Zool.
F. Colúmbidas; esp. Starna
cyanocephala, Lin.)
Perdiz. Cub. adj. — Véase be-
juco de perdiz.
Perdurable. Cub. f. — poco
uso. — En algunos lugares,
la tela usada en zapatos de
señora, conocida por "tabi-
nete".
Peregrina. Cub. f. — Varias
plantas reciben en Cuba
este nombre común. La
más conocida e interesante
es un arbustillo de unos 3
metro? de altura, de flores
rojas, más conocido por
alelí punzó. Véase.
Peregrina. Cub. f. — Arbusto
semejante al anterior, tam-
bién conocido por yurami-
ra. (Bot. F. Euforbiáceas;
esp. Jatropha hastata,
Jacq.)
Peregrina. Cub. f. — Planta
cultivada en los jardines.
(Bot. F. Malváceas; esp. Hi-
biscus phoeniceus, Lin.)
Peregrina dei pinar. Cub. i.
— Arbusto con flores ro-
jas en cimas, como las
dos peregrinas primeras.
(Bot, F. Euf.; esp. /. an-
gustifolia, Lin.)
Perejil de costa. Cub. m.
— La planta más conocida
por verdolaguilla blanca.
Véase.
Perejil de playa. Cub. m.
— Lo mismo que perejil de
costa.
Perezoso. Cub. m. — El al-
filer llamado en castellano
"imperdible", y conocido
también en Cuba por alfi-
ler de criandera.
* Perico. Cub. epic. m. — En
la región oriental se dice
así al ave parlera conocida
más generalmente por ca-
tey. La R. A. dice que es
ave "indígena de Cuba y
América Central"; por eso
incluímos la voz como cu-
banismo.
Perilla. Cub. f. — Remate re-
dondeado o puntiagudo, del
PEES
— 412
PETO
cigarro puro o tabaco, que
se corta o taladra para fu-
marlo. Tiene las acep. cast.
Perillán. Cub. m. — antic. —
Cierto baile antiguo, algo
deshonesto, de la gente del
pueblo.
'Periquito. Cub. epic. m. —
— El ave prehensora y par-
lera indígena de Cuba, co-
nocida más generalmente
por catey. Véase.
Periquito de Guinea. Cub.
epic. m. — Especie de papa-
gayo, parecido al periquito
o catey, oriundo de esa re-
gión africana.
Perjura» Cub. f. — fam. — Dí-
cese a la peseta. Es sinóni-
mo de guana, tapa, chapa,
beata, caña, bomba y otros.
Perro. Cub. m. -fam. -Véanse
las frases 41, 76, 252 y 261
y el refrán ~o de los Apén-
dices.
Perro, rra. Cub. adj. — vulg.
— Antepuesto a un subs-
tanüvo, significa "grande",
0 más bien "desmesura-
do": "Un perro abanico";
"una perra maleta". Tiene
1 >s más de las acep. acadé-
i ricas.
Peí r.) de la sierra. Cub.
epic. m.-En la región occi-
dení: 1, una especie de
iguann.. Algunos usan este
nombro en diminutivo.
Persua "vamente. Común.
adv.- Ion persuasión: "Le
hablo persuasivamente'".
Vocab' • que pide a gritos
la inclusión en el Dic. ofi-
cial.
Peruétano, na. Amer. adj. —
Aplícase a la persona mo-
lesta, impertinente.
Pescador. Cub. epic. m. —
Véase "martín pescador".
Tiene los usos castellanos.
Pescao. Cub. m. — muy vulg.
— Dícese a la meretriz de
baja categoría. Es corrup-
ción de pescado, pero como
la voz no sale de la esfera
del vulgo ínfimo, preciso es
apuntarla como queda.
Peseta. Cub. adj. — fam. —
Equivale a "fastidioso",
"impertinente": "Fulano
es un peseta inaguanta-
ble". "No seas peseta". {YA.
Derivación de pesado, para
formar el equívoco consi-
guiente). Tiene el uso ver-
dadero.
Pesetero, ra. Cub. adj. —
Aplícase despectivamente
a la persona tacaña, ruin.
Pesquero. Amer. m. — Sinó-
nimo de "pesquera": lugar
donde abundan y se pescan
peces.
Petaca. Cub. f. — Dícese en
algunos lugares de la pro-
vincia de Santa Clara a un
árbol cuyo fruto consiste
en una baya globosa que se
abre por un extremo, sin
perder su forma, y por
donde salen unos filamen-
tos largos, nutridos de co-
lor carmín precioso y bri-
llante, que cuando largos
parecen un plumero. Tiene
los usos castellanos.
Peto. Cub. m. — La parte de
los calzoncillos que abraza
PEZ
413 —
PEZ
la cintura y sujeta el vien-
tre, y que regularmente es
una pieza de piqué sobre-
puesta a la tela. No deja
de ser un b a r b a r i s m o,
puesto que en nada se re-
laciona con el pecho, de
donde deriva el vocablo.
Tiene las acep. cast.
Peto. Cub. epic. m. — Pez
grande que alcanza hasta
metro y medio de largo y
70 kilogramos de peso.
Tiene el cuerpo alargado,
la cabeza también larga,
terminada en una especie
de pico; su coloración es
de azul de acero, obscuro
por encima y pálido por
debajo; cuando joven tiene
el cuerpo cubierto de fajas
anchas longitudinales; es
buena carne. ( Z o o 1 . F.
Scombridce, esp. Acantho-
cybium solandri, Cuv.)
Pétrea. Cub. epic. f. — Enre-
dadera voluble cultivada,
de hojas sencillas, opues-
tas, coriáceas, flores de
cuatro pétalos violados y
un disco del mismo color
más fuerte en el centro.
(Bot. F. Verbenáceas; esp.
Pétrea volubilis, Jacq.)
Petrina. Cub. f. — Metátesis
de pretina. Véase.
Pez ciego. Cub. epic. m. —
Reciben este nombre dos
especies de peces de un
decímetro de largo, de
cuerpo prolongado y com-
primido y color rosáceo.
Deben el nombre a que ca-
recen de vista, por tener
los ojos cubiertos con una
membrana, no obstante
presentar los embriones
este órgano en estado per-
fecto. Vive en las aguas
subterráneas y en cuevas
inundadas, particularmente
en la región occidental. Al-
gunos le dicen guabina
ciega. (Zool. F. Brotulidoe ;
esp. Lucífuga subterraneus,
Poey, y otra).
Pez de pluma» Cub. epic. m.
— Varias especies de peces
que se caracteriza por
tener "el primer mterespi-
noso de la aleta anal en
forma de plum i o rtada,
para recibir la vejiga na-
tatoria", y por iaa varias
filas de dientes aplanados,
que en la parte pc;jterior
de la boca semejan un em-
pedrado, al decir de Pi-
chardo. (Zool. F. Sparidoe;
esp. Calamus calamus, Cuv.)
Pez muía. Cub, epic. m. —
Véase mola. Es el pez co-
nocido en cast. por "pez
luna".
Pez perro. Cub. epic. m. —
Pez raro que se distingue
por tener los dientes muy
largos, así como los tres
radios espinosos primeros
de la aleta dorsal. (Zool.
esp. Lachnolaemus cani-
nus).
Pez perro colorado. Cub.
epic. m. — Pez parecido al
anterior, con los costados
de color negro y colorado
en dos fajas longitudinales.
Suele causar ciguatera.
PICA
414 —
PICA
(Zool. esp. Bodianus ru-
fus).
Pez-palo. Cub. epic. m. —
Pescado parecido al baca-
lao, que se importa en
Cuba, seco y salado, cuya
dureza le da nombre y es
un sabroso bocado.
Pez rey. Cub. epic. m. — Véa-
se blanquillo.
Pez sol. Cub. epic. m. — El
pez conocido en castellano
por "pez luna". Véase mo-
la.
Pez zorro. Cub. epic. m. —
"El mismo de Europa, muy
corpulento, lóbulo supe-
rior de la cola prolonga-
dísimo". Esto dice Pichar-
do; nada hemos podido
añadir, ni siquiera saber si
existe en España ese pez.
(Zool. F. Lamnido?; esp.
Alopias vulpes, Lia.)
Pianola. Común, f. — El pia-
no automático o autgpip.no,
ya sea de pedal o eléctrico.
Piaña. Cub. f. — vulg. — Signi-
fica "peseta". Son sinóni-
mos en el mismo lenguaje,
más o menos admisible al
buen hablar, caña, tapa,
chapa, perjura, bomba,
guana y otros.
Picaculo. Cub. epic. m. — In-
secto coleóptero, especie
afín al "cortapicos" de la
R. A., de dos a tres centí-
metros de largo, negruzco,
y cuyo abdomen remata en
unas ponzoñas, a manera
de tenazas, cuya picada
molesta mucho. Es de no-
tar que no recibe el nom-
bre por picar en el culo, y
sí por tener en esa parte
del cuerpo el instrumento
de picar: caprichos del
pueblo, que siempre fué y
será el filólogo por exce-
lencia.
Picada. Cub. f. — Significa
"sablazo", en lenguaje fi-
gurado: "José me tiró una
picada de diez duros". Véa-
se la frase 200 del Apéndi-
ce.
Picadero. Común, m. — fam.
— Gasa de lenocinio. Tiene
los usos castellanos.
Picadilio. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 87-a del
Apéndice.
Picado. Cub. m. — Cierta in-
tensidad en el choque de
las bolas de bftlar. Véase
la frase 132 del Apéndice.
Picado. Cub. m. — Juego de
muchachos que consiste en
rebotar monedas u otros
objetos contra la pared, de
manera que vaya una a
encontrar o aproximarse a
la empleada anteriormente.
Picado. Cub. m. — Senda o
camino angosto abierto en
los bosques o maniguas.
En América del Sur dícese
picada.
Picador. Cub. m. — Jornalero
o gañán que abre o desbro-
za con machete el camino
llamado picado (3.a acep.)
Tiene los usos castellanos.
Picaflores. Cub. epic. m. —
El paj arillo zunzún. Véase.
En América del Sur se dice
picaflor.
PICO
— 415 —
PICHO
Picapica. Cxíb. ambiguo. —
Véase cairel.
Picar. Cub. v. a. — Abrir en
un bosque o manigua una
senda o picado (3.a acep.)
Tiene los usos castellanos.
Picar. Cub. v. a. — Cierta for-
ma de darle con el taco a
la bola de billar, para cau-
sar el choque más o menos
intenso.
Picarazado, da. Cub. adj. —
Equivale a los castellanos
"cacarañado" y "picoso".
(Et. De "picar").
Pico. Cub. m. — fam. — Véan-
se la frase 78 y el refrán
40-a de los Apéndices res-
pectivos.
Pico de galio. Cub. m. — Ár-
bol de hojas pareadas, ob-
tusas, hendidas por la ex-
tremidad, flores blancas en
ramilletes, madera buena
de corazón pardo rojizo,
empleada en carpintería.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Cynometra c u b e n s i $, A.
Rich.)
Pico de gallo. Cub. m. —
Véase cirio.
Pico verde. Cub. m. — Véase
tajá.
Picoteadura. Cub. f. — Lo
mismo que picoteo. Véase.
Picoteo. Cub. m. — Acción y
efecto de picotear. Véase.
Picotear. Cub. v. a. -Desme-
nuzar, hacer añicos una
cosa, particularmente si es
con tijeras: "El niño pi-
coteó el periódico". Tiene
los usos castellanos.
Picotear. Cub. v. a. — flg. y
fam. — Matar con crueldad.
Picúa. Cub. epic. f. — vulg. —
Corrupción de picuda, muy
generalizada entre el vulgo.
Picúa. Cub. f. — vulg. — Equi-
vale a "meretriz".
Picuda. Cub. epic. f. — Pez
que alcanza un tamaño
poco menor de un metro,
de figura alargada, colora-
ción obscura por encima,
pálida por debajo, con re-
flejos plateados y azulados
y manchas negras latera-
les; tiene la boca muy
grande con la mandíbula
inferior saliente y carnosa
en la punta. Suele causar la
ciguatera. (Zool. F. Sphy-
roenidce; esp. Sphyroena ba-
rracuda, WftI.)
Picudilia. Cub. epic. f. — Pez
más pequeño que la picu-
da, de figura parecida, que
alcanza medio metro, de
color olivado, más obscuro
en el lomo, con dos fajitas
longitudinales. Es buen
buen bocado. (Zool. F.
Sphyrcenida?; esp. Sphyroe-
na picudilla, Poey).
Piche. Cub. m. — fam. — poco
uso. — Equivale a "cobar-
día", "miedo". "Fulano
cogió piche".
Pícher. Cub. m. — Uno de los
nueve jugadores en el ba-
se-ball: el que maneja el
bate. (Et. Del inglés pit-
cher) .
Pichita* Cub. f.— fam. — Véa-
se la frase 247 del Apén-
dice.
Pichón. Cub. m. — Dícese a la
PIBD
— 416 —
PILA
cría de cualquier ave, ex-
cepto de la gallina, que se
dice siempre "pollo" y po-
llona. Véase la frase 247
del Apéndice.
Pichón, na. Cub. m. y f. —
flg. y fam. — Dícese al crio-
llo descendiente directo de
extranjero, añadiendo
siempre la nacionalidad
paterna o materna: "Pi-
chón de española"; "pi-
chona de asturiano".
Pichón, na. Cub. adj. — flg. y
fam. — Lo mismo que "tí-
mido", "timorato": "Zuta-
no es muy pichón".
Pidemia. Cub. f. — vulg. —
Graciosa corrupción entre
campesinos de la voz "epi-
demia": "Una pidemia me
dejó sin gallinas".
Piedra. Cub. f. — flg. y fam.
— Dícese a la persona pe-
sada, majadera, cargante :
"Fulano es una piedra".
"Ahí viene la gran piedra".
Tiene los usos castellanos.
Piedra. Cub. f. — fam. — Una
copa de licor fuerte. Véase
la frase 135 del Apéndice.
Piedra cachimba. Cub. f. —
Piedra calcárea que pro-
duce una cal muy estima-
ble a las veinte horas de
calcinaría: blancuzca, de
fino grano, muy blanda,
que permite herirla con la
uña, y que adquiere dure-
za y consistencia a la in-
temperie.
Piedra de San Migueí. Cub.
f. — Piedra muy compacta,
pesada y dura, de color
aplomado claro, que se ex-
trae de unas canteras pró-
ximas al pueblo que le da
nombre, cerca de la Haba-
na.
Pieza. Cub. f. — vulg. — Entre
la plebe, se dice a la con-
cubina. Tiene los usos cas-
tellanos.
Pijazo. Cub. m. — Así se dice
en la región occidental al
vergajo de cocodrilo.
Pijirigua (De). Cub. mod.
adv. — fam. — Dícese de lu-
gares, reuniones, edificios,
etc., despectivamente, para
indicar inferioridad: "Un
teatro de pijirigua"; "un
baile de pijirigua". (Et. Voz
de origen caribe, según Za-
yas).
Pijojo. Cub. m. — Árbol sil-
vestre, apenas conocido, de
madera dura, pesada, fina,
de color pardo amarillento.
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Pijotada. Cub. f. — fam. — Lo
mismo que pijotería. Véa-
se.
Pijotería. Común, f. — fam. —
Dícese a la cosa o acción
ruin, deleznable, miserable.
Esta voz es de importación
andaluza. Algunos en Cuba
dicen pijotada.
Pijotero, ra. Común, adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na tacaña, miserable, ruin.
Gomo la voz anterior, es de
origen andaluz.
Pila. Cub. f. — En algunas lo-
calidades, particularmente
en la Habana, se comete el
PIMI
— 41'
PIMI
barbarismo de llamar pila
a la fuente o llave de agua.
y no al recipiente donde cae
el líquido, que sería lo co-
rrecto: "Abre la pila";
'"toma agua en la pila".
Tiene los principales usos
castellanos.
Pila. Cub. í. — Juego de mu-
chachos que efectúan con
mates, cuando los colocan
en el suelo de cuatro en
cuatro, de manera que uno
quede sostenido por los
otros tres a manera de pi-
rámide. Véase pila tirada.
Pila tirada. Cub. f. — El jue-
go anteriormente dicho, en
el que cada jugador forma
su pila, y tiran todos por
orden con un mate a des-
truirlas, ganando todos los
mates el que destruye la
pila última.
Piloto. Cub. epic. m. — Pez de
uno a dos pies de largo, de
cuerpo prolongado y algo
comprimido, con fajas ne-
gras y blancas verticales,
boca terminal pequeña,
oblicua, las aletas ventra-
les largas, las otras cortas,
que toma ese nombre por
su costumbre de acompa-
ñar y guiar a los tiburones.
También se llama "rome-
ro", que es su nombre cas-
tellano. (Zool. F. Carangi-
da?; esp. Nancrates ductor,
Lin.) Tiene las acep. caste-
llanas.
Pimienta de Castilla. Cub.
f. — La pimienta verdadera.
Pimienta de costa. Cub. f. —
Especie de pimentero sil-
vestre que se desarrolla en
el litoral. (Bot. F. Piperá-
ceas; esp. Piper cubensis,
D. C.)
Pimienta de Guinea. Cub. f.
— Planta cultivada cuyos
frutos ácidos se emplean
en medicina y remedios
caseros. (Bot. F. Anoná-
ceas; esp. Xilopia cethiopi-
ca, A. Rich.)
Pimienta de playa. Cub. f. —
Especie parecida a la de
costa. (Bot. F. P.; esp. P.
vichar dianum. C. D. C.)
Pimienta malagueta. Cub. f.
— Planta de buena madera
y cuyos frutos se destinan
a remedios caseros. (Bot. F.
Anonáceas ; esp. Asimina
neglecta, Gris.)
Pimienta malagueta. Cub. f.
— Otra, más conocida por
pimiento de monte. Véase.
Pimiento cimarrón. Cub. m.
— Árbol silvestre. (Bot. F.
Mirtáceas esp. Myrtus le-
riocarpa, Wrig. y otra).
Pimiento cimarrón de arro-
yo. Cub. m. — Véase guaya-
billo.
Pimiento de costa. Cub. m.
—Árbol silvestre del lito-
ral, cuyo fruto se asemeja
en forma y olor a la pi-
mienta verdadera. (Bot. F.
M.; esp. Eugenia cincta,
Gris.)
Pimiento de monte. Cub. m.
— Árbol parecido al ante-
rior, llamado también pi-
mienta malagueta (2.a
W
P1NG
418 —
PINO
acep.). (Bot. F. M.; esp.
Myrcia coriácea, D. G.)
Pinalero, ra. Cub. subs. y
adj. — La persona de Pinar
del Río. Se dice más pina-
reño, ña.
PinaSero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de Pinar
del Río. Más se dice pina-
reño, ña.
Pinareño, ña. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
Pinar del Río. Algunos di-
cen pinalero, ra.
Pinareño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa po-
blación. Otros dicen pina-
lero, ra.
Pinedo. Cub. m. — Hierba sil-
vestre, anual, difusa, de
hojas obovales, con la base
cuneiforme, irregularmen-
te dentadas. (Bot. F. Com-
puestas; esp. Acanthosper-
mum humile, D. G.)
Pinedo Manco. Cub. m. —
Planta rastrera, espinosa,
silvestre en el litoral, que
produce flores blancas.
(Bot. F. Amarantáceas; esp.
Altemanthera $ p in o s a ,
Roens.)
Pinero, ra. Cub. subs. y adj.
— La persona natural de la
isla de Pinos.
Pinero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a cosas de esa isla.
Pinga. Cub. f. — muy vulg. —
El órgano genital mascu-
lino.
Pinga de gato. Cub. f. —
Planta de hojas lanceola-
das, lampiñas, amarillen-
tas, adelgazadas en la base
y pecioladas; cuyo pecíolo
es de color carmín pálido
en la espiga y amarilloso
en la parte de fruto. (Bol.
esp. Achyranthes áspera,
Lin.)
Pinga de perro. Cub. f. —
Arbustillo silvestre de ho-
jas elípticas, obtusas, cuyo
fruto, cuando la vaina se
abre en la madwe^. da
nombre al vegetal, por se-
mejanza, en la significa-
ción criolla de la voz pinga.
También se llama palo dia-
blo, nombre preferible,
aunque menos usado. (Bot.
esp. Capparis cynphallo-
phora, Lin.)
Piniche. Cub. m. — Véase pi-
ñipiñi.
Pinipiniche. Cub. m. — Véase
piñipiñi.
Pinipiniche de sabana. Cub.
m. — Véase almendrillo de
costa.
Pino. Cub. ra. — Toman este
nombre simple dos árboles
indígenas y silvestres, es-
pecies de pinos de buena
madera, que una se des-
arrolla en la isla de Pinos
y otra en la región occi-
dental de Cuba. (Bot. F.
Coniferas; esp. Pinus cari-
bea y P. cubensis respec-
tivamente) .
Pino de Australia. Cub. m. —
Especie de pino muy pa-
recido al verdadero, por la
elevación y figura, exótico,
pero comunísimo en la Isla,
donde se reproduce mucho
mediante sus s e m i 11 a s .
PÍHT
419
También se llama pino de
Chipre. (Bot. F. Casuarí-
neas; esp. Casuarina equi-
setifolia, Lin.)
Pino de Chipre. Cub. va.—
Véase pino de Australia.
Pino ds monte. Cub. m. —
Véase cirio.
PinoE. Amer. m. — Manjar
heeho con harina de maíz
lostado y miei.
Pinreles. Cub. m. pl. — muy
vuig.-Los pies, entre gente
de baja estofa. En el caló
gitano dícese pinré al pie.
Pintada. Cub. epic. — f. — Lo
mismo que pintadilla, de
mayor empleo. Véase.
Pintadiiia. Cub. epic. f. — Pez
que suele alcanzar gran
tamaño, de color azul obs-
curo por encima y plateado
en el vientre, que debe su
nombre a una serie de lí-
neas negruzcas que tiene
en los costados. Es comes-
tible, aunque suele causar
ciguatera. También se dice
pintada. (Zocl. F. Scombri-
d<e; esp. Scomberomorus
regalis, Bloeh.)
PintadiHa. Cub. f. — Cierta
enfermedad de las aves,
particularmente de las ga-
llinas, que algunas veces
diezma las crías, y cuya
enfermedad ataca al híga-
do.
Píntano. Cub. epic. m. — Pe-
queño pez de unos 15 cen-
tímetros, que frecuenta o
vive en los arrecifes, de
cuerpo oval y comprimido,
con escamas grandes, ate-
noideas, menos en el ho-
cico, de color amarilloso o
plateado, con cinco fajas
verticales de color verde-
obscuro. (Zool. F. Chceto-
dontido?; esp. Ghjphisodon
sazatilis, Lin.)
Pinto, ta. Cub. adj. — Aplí-
case al gallo o gallina de
pelea cuyo plumaje es
blanco y negro.
Pinto, ta. Cub. adj. — poco
uso. — Aplícase a la perso-
na que revela mucha saga-
cidad y viveza, pero apli-
cadas con no muy buen fin.
Véase la frase 156 del
Apéndice.
Pintón, na. Amer. adj. — Se
aplica a la fruta que aun
no ha madurado lo bastan-
te, particularmente al plá-
tano.
Pina. Cub. f. — Además de
entenderse, por antonoma-
sia, en toda la Isla, la ana-
na (planta de la que hay
en Cuba algunas varieda-
des con sus aditamentos,
como se verá más adelan-
te), significa una forma
particular del juego de bi-
llar, que consiste en tirar
con una bola a un con-
junto de 16, colocadas en
el lugar del mingo. Véanse
la frase 123 y el refrán 6
del Apéndice.
Pina de Cuba. Cub. f. — Va-
riedad de la anana o pina,
que se distingue por su fru-
to de color moraduzco ex-
teriormente. más pequeño
que el de la tierra, y más
420 —
PINO
substancioso, por lo que se
refiere para postres y re-
frescos. También se llama
pina morada.
Pina de la tierra. Cub. f. —
La otra variedad de la ana-
na o pina, cuyo fruto es
de color verduzco exterior-
mente, y de inferior calidad
y mayor tamaño que la de
Cuba. Ambas sostienen un
importante comercio de ex-
portación en la Isla.
Pifia de ratón. Cub. f. —
Planta cuyas hojas forman
macolla a flor de tierra, a
semejanza de la verdadera
pifia o anana, y cuyas ho-
jas, de más de un metro
de largas, tienen figura de
espada, con aguda punta y
espinas corvas, fuertes y
distantes en los bordes; el
fruto lo produce en el cen-
tro apiñado en un racimo
erecto y cónico, en tama-
fio cada uno de huevo de
paloma o algo mayor, de
color amarillo el pericar-
pio cuando maduro, con
pulpa blanca y agridulce,
de propiedades laxantes; es
silvestre y suele emplearse
en setos vivos. Toma ese
nombre porque la frecuen-
tan los ratones. También le
dicen maya y piñuela (1.a
acep.) (Bot. F. Bromeliá-
ceas; esp. Bromelia pin-
guin, Lindl.)
Pifia de ratón. Cub. f. — Ar-
busto silvestre, conocido
también por ruibarbo de la
tierra y raíz de indio. (Bot.
F. Rubiáceas ; esp. Morinda
Royoc, Lin.)
Pifia morada. Cub. f. — Véase
pina de Cuba.
Piñal. Amer. m. -Terreno de-
dicado al cultivo de la
pina o anana.
Piñazo. Cub. m. — fam. — Lo
mismo que "puñetazo". Es
de notar que con ese signi-
ficado se dice pina en mu-
chos lugares de la costa
cantábrica española, que se
desconoce completamente
en Cuba, no obstante pare-
cer derivado piñazo de esa
acepción.
Piñipiñi. Cub. m. — Árbol in-
dígena silvestre de hojas
opuestas, coriáceas, obova-
les, disminuyendo hacia el
pecíolo, enteras, brillantes
en la haz, flores blancas, y
madera blanca, veteada,
muy dura y fuerte. Tam-
bién se llama piniche y pi-
nipiniche. (Bot. F. Celas-
tríneas; esp. Elododendron
attenuatum, A. Ric.)
Piñipiñi de sabana. Cub. m.
— Véase almendrillo de
costa.
Piñón. Cub. m. — Además de
usarse esta voz con adita-
mentos para designar va-
rias especies del arbusto
americano "piñón", de las
Euforbiáceas, aceptado por
la R. A., empléase también
en la misma forma, esto es,
con aditamentos, para
nombrar varias plantas de
las Leguminosas. Tiene al-
PIÑO
421 —
PIÑO
guno de los usos castella-
nos.
Piñón amoroso. Cub. m. —
Árbol silvestre, cultivado
como ornamental en algu-
nos jardines, que se repro-
duce de estaca, con flores
amariposadas de hermoso
color rosado, algo violáceo,
en racimos axilares. Tam-
bién se llama acacia, amor
y celos, Júpiter (2.a acep.),
piñón milagroso y árbol del
amor. Este último nombre
nos induce a creer que sea
el "ciclamor" de la R. A.,
también conocido por "ár-
bol del amor", pero no
hemos podido salir de du-
das: son de la misma fami-
lia, pero lo reducido de las
descripciones no nos per-
mite afirmar más. (Bot. F.
Leguminosas ; esp. Loncho-
carpus sepium, D. C.)
Piñón botija. Cub. m. — Ar-
busto silvestre que se ele-
va hasta 6 metros, y es el
mismo que describe la R. A.
en la voz "pifión", de hojas
cordiformes, redondeadas,
hendidas, angulosas, en los
extremos de las ramas, so-
bre largos pecíolos, flores
blancas amarillentas en
cimas, fruto con tres se-
millas, de las que se obtie-
ne aceite purgante muy
fuerte, que también sirve
para alumbrar, y la raíz y
otros órganos suministran
un tinte de color violeta.
(Bot. F. Euforbiáceas; esp.
Jatropha curcas, Lin.)
Piñón de costa. Cub. m. —
Árbol silvestre de rápido
desarrollo en todo terreno,
de tronco espinoso, hojas
de tres foliólos ovalo-rom-
boides, que come el gana-
do, flores acampanadas her-
mosas, de color escarlata,
fruto en vaina con semillas
también de color escarlata
con una mancha negra;
empléase para formar se-
tos vivos. También se llama
piñón espinoso y búcare
espinoso. (Bot. F. Legumi-
nosas; esp. Erythrina co-
rallodendron, Lin.)
Piñón de Cuba. Cub. m. —
Arbusto silvestre común de
hojas circulares, flor colo-
rada que proporciona
abundante miel, que se em-
plea para cercas y setos
vivos por su rápido des-
arrollo y espeso follaje. Si
se planta alternando con la
pina de ratón (1.a acep.), se
dice de pina y piñón y re-
sulta impenetrable. (Bot. F.
Leguminosas; esp. Ery-
thrinmitis, Jacq.)
Piñón de pito. Cub. m. —
Véase piñón de sierra.
Piñón de puñal. Cub. m. —
Véase bayoneta española.
Piñón de sierra. Cub. m. — ■
Arbusto cuyas flores en
forma de espada emplean
los muchachos para hacer
flautas y pitos, por lo que
también se llama piñón de
pito. (Bot. F. Leguminosas;
esp. Erythrina cubensis,
Wrig.)
PINÜ
423
PIRU
Piñón espinoso. Cub. m. —
El piñón de Cuba. Véase.
Piñón francés. Cub. m. — Ár-
bol cultivado de foliólos
ovales, lampiños, flores de
hermoso rojo obscuro, en
grandes racimos termina-
les. (Bot. F. L.; esp. Ery.
cristagalli, Lin.)
Piñón inglés. Cub. m. — Véa-
se piñón real.
Piñón milagroso. Cub. m. —
Véase piñón amoroso.
Piñón plumayo. Cub. m. — El
piñón vislota. Véase.
Piñón real. Cub. m. — Espe-
cie cuyas flores de color
escarlata tienen el cáliz
espatáceo, hundido hasta
cerca de la base. También
se dice piñón inglés. (Bot.
F. L.; esp. Ery velutina,
Wilid.)
Piñón vislota. Cub. m. — Otra
especie de escaso interés,
nombrada además piñón
plumayo. (Bot. F. L.; esp.
Gliricidia cubensis, Lin.)
Piñón vómico. Cub. m. — Ár-
bol muy común, cultivado
por el grande aprecio en
que se tiene su fruto, lla-
mado nuez vómica cubana;
tiene, las hojas largamente
pecioladas, y flores de co-
lor escarlata en cimas.
También se conoce en al-
gunas localidades por don
Carlos y chayóte (1.a acep.)
(Bot. F. Euforbiáceas; esp.
Jairopha multiftda, Lin.)
Piñuela. Amer. f. — Nombre
americano, algo usado en
Cuba, de la planta pina de
ratón (1.a acep.)
Piñuela. Cub. f. — Planta sil-
vestre de hojas largas, aca-
naladas en macolla, en
cuyo centro brota un capí-
tulo sésil de flores rosadas.
(Bot. F. Bromeliáceas; esp.
Kcratas plumieri, E. Morr.)
Pipián. Cub. m. — En algunas
localidades el guiso más
conocido por g anding a .
Véase.
Pipistey. Cub. m. — Arbusto
que crece en las ciénagas
del litoral, de madera fi-
brosa, muy dura y resisten-
te en obras submarinas.
Piquera. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 77 del Apén-
dice. Tienen algún uso las
acep. cast.
Piquete. Cub. m. — Dícese a
una banda de música u or-
questa de muy reducido
grupo de músicos., que no
suele exceder de ocho:
"Amenizó el baile un pi-
quete'". Tiene los usos cas-
tellanos.
Piquinini. Cub. adj. — fam. —
En lenguaje cariñoso equi-
vale a "pequeño, ña".
Pirarse. Común, v. ref.-fam.
— Lo mismo que "mar-
charse", "fugarse": "Se
piró de la cárcel".
Pire. Cub. m. — fam. — Falso
ofrecimiento que se descu-
bre en lo que una persona
promete a otra: "No me
vengas con esos pires".
"Eso es un pire".
Pirulí. Cub. m.-Bombón acá-
— 423
PITA
ramelado que dan como
adehala o contra a los mu-
chachos en las tiendas de
víveres.
Pisa. Cub. f. — antic. — Exca-
vación circular de una
vara de hondo, donde un
buey, alrededor de un pos-
te colocado en el centro, a
modo de noria, va pisando
la tierra con el agua que
se echa para formar el ba-
rro, que hace años se em-
pleaba para purgar el azú-
car en los ingenios. (Et. De
"pisar").
Pisar. Cub. v. a. — vulg. — La
tercera acep. que la R. A.
da a este verbo, en el sen-
tido de cubrir el macho a
la hembra entre aves; en
Cuba se aplica a todos los
animales, inclusas las per-
sonas.
Piscuala. Cub. f. — Arbusto
cultivado de ramas subtre-
padoras, con hojas regular-
mente opuestas, ovales, en-
terísimas, flores fragantes
que varían del blanco al
rojo, hermafroditas o polí-
gamas, en espigas axilares
y terminales. (Bot. F. Com-
breláceas; esp. Qiiisqualis
indica, Lin.)
Piso. Cub. m. — Tributo que
se paga al dueño de un po-
trero por cada res que se
meta en él a pastar: "Fu-
lano me debe el piso de
diez vacas". Tiene las acep.
castellanas.
Pita. Cub. f. — Por extensión,
dícese en toda la Isla a
cualquier cordel fino de
materia fibrosa vegetal.
Véase la frase 210-a del
Apéndice.
Pitada. Común f. — Acción y
efecto de pitar. Véase. Tie-
ne las acep. de la R. A.
Pitahaya. Cub. f. — antic. —
Véase pitajaya. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Pitajaya. Cub. f.-Planta dis-
tinta de la de flores encar-
nadas conocida con este
nombre en otros pueblos
americanos. Es trepadora y
rastrera, y se encuentra a
lo largo de las ramas de al-
gunos árbol ss y en las cer-
cas, con tallo herbáceo de
cinco a seis aristas, ver-
doso, sin hojas, con mano-
jitos de espinas, de gran-
des y olorosas flores de
pélalos blancos, cuya coro-
la está rodeada de hojuelas
amarillentas; las flores
permanecen cerradas e in-
sípidas durante el día, y el
fruto está en baya grande,
anaranjada, de sabroso ju-
go. También se llama flor
de cáliz. Hay otras especies
de menor interés. (Bot. F.
Cácteas; esp. Hxjlocereus
triangularis, Lin.)
Pltajoní. Cub. m. — Reciben
este nombre en común
con aditamentos particula-
res varios arbustos indíge-
nas y silvestres. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Pitajoní bravo. Cub. m. —
Véase agalla de costa.
Pitagoní cimarrón. Cub. m. —
PITB
— 424 —
PITI
Arbusto que se eleva unos
4 metros, de hojas elípticas
u obovales, algo puntiagu-
das, sedosas por el envés,
con las venas arqueadas,
flores blancas en racimos
terminales, fruto del ta-
maño de cereza, obscuro,
agridulce, que gusta al cer-
do, y madera sólida correo-
sa, empleada en mangos de
utensilios. También se lla-
ma pitajoní macho y palo
café. (Bot. F. Rubiáceas;
esp. Amajoba fagifolia.
Desf.)
Pitajoní espinoso. Cub. m.-
Yéase agalla de costa.
Pitajoní hembra. Cub. m. —
Especie de fruto más apre-
ciado que la conocida por
cimarrón, que suelen co-
mer algunas personas.
(Bot. F. R.; esp. Alibertia
edulis, A. Rich.)
Pitajoní macho. Cub. va. —
Véase pitajoní cimarrón.
Pitar. Común, v. n. — fam.—
Marcharse solapadamente,
escabullirse, fugarse. Oye-
se mucho entre el popu-
lacho español fambién.
Tiene las acep. de la R. A.
Pitera. Cub. f. — En el horno
de carbón de leña, lugar
por donde se hunde o ahon-
da la tierra que lo cubre,
a consecuencia de otro hun-
dimiento interior, que se
anuncia con el escape de
humo.
Pitera. Cub. f. — Hoyuelo que
forman los gusanos en las
heridas del ganado. (Et. De
"pitar").
Piticá. Cub. f. — Diminutivo
de "pita".
Pitillo. Cub. m. — Planta sil-
vestre de terrenos húme-
dos, abundante, rastrera, de
hojas muy pequeñas,
oblongo-lanceoladas, flor
también chica de color
azul, que constituye un
pasto regular. También se
llama cañutillo y pajilla.
(Bot, F. Commelíneas; esp.
Commelina cayennensis,
Rich.)
Pitiminí (De). Cub. mod.
adv. fam. — Dícese de una
cosa para significar el poco
aprecio que merece, por su
aspecto o cualidades de mal
estado, escaso valor o con-
fección mala: "Un abrigo
de pitiminí"; "una casa de
pitiminí". Véase la frase
163 del Apéndice.
Pitirre. Cub. epic. m. — Va-
rias especies de un pájaro
pequeño reciben este nom-
bre con algún aditamento.
Son aves tan valientes que
persiguen y acometen a
otras mucho mayores, como
el aura, dándoles picotazos
en la cabeza, y causándoles
la muerte algunas veces.
Otros, muy pocos, dieen pi-
tirri. Véanse la frase 220
y el refrán 21 de los Apén-
dices respectivos.
Pitirre. Cub. m. — Arbusto sil-
vestre que se encuentra en
la jurisdicción de Cienfue-
gos, de preciosa y excelen-
PITI
425
PLAC
te madera, color amarillo
rosáceo, veteada, muy dura,
finísima, empleada en eba-
nistería y bastones.
Pitirre abejorro. Cub. epie.
m. — Es ave de paso en el
estío, de color gris tirando
a moreno en el lomo, con
un moñito de plumas ana-
ranjadas, cola negruzca y
partes inferiores blanqueci-
nas. Su nombre está forma-
do por la onomatopeya de
su canto, y el aditamento lo
debe a los estragos que cau-
sa en los colmenares, par-
ticularmente comiéndose los
zánganos de las colmenas.
(Zool. F. Tirannidce ; esp.
Tyrannus intrépidas).
Pitirre de manglar. Cub.
epic. m. — Lo mismo que pi-
tirre de rio. "Véase.
Pitirre de río. Cub. epic. m.
— El martín pescador des-
crito por la R. A., o el mar-
tín zambullidor reseñado en
este libro. También se dice
pitirre de manglar.
Pitirre guatíbere. Cub. epic.
m. — La especie de menor
tamaño y la más abundan-
te, con las plumas del moño
amarillas; es sedentaria de
Cuba, y toma el aditamento
de la onomatopeya do su
canto. (Zool. F. T.; esp.
Pitangus caudifasciatus,
Orb.)
Pitirre real. Cub. epic. m. —
La especie de mayor tama-
ño, que no emigra, existen-
te también en la isla de
Pinos y Bahamas. (Zool. F.
T.; esp. Tyrannus magni-
rostris, Orb.)
Pitirrear. Cub. v. n. — El piar
de los polluelos del pitirre,
lo que hacen abriendo des-
mesuradamente la boca y
emitiendo los chillidos des-
abridos y pertinaces.
Pitirrear. Cub. v. n. — fig. y
fam. — Pedir o proponer
algo con descomedida tena-
cidad, causando molestia
insoportable: "Te concedo
lo que pides, si no piti-
rreas más".
Pitirreo. Cub. m. — Acción y
efecto de pitirrear (véase),
en las dos acep.
Pitirri. Cub. epic. m. — Así
dicen algunos en vez de pi-
tirre, que parece ser la for-
ma más propia, o cuando
menos, la de mayor uso.
Pito. Cub. m. — Árbol silves-
tre de hojas alternas, inflo-
rescencia axilar, de made-
ra resistente empleada en
horcones y soleras, más co-
nocido en la región occi-
dental por cresta de gallo.
(Bot. F. Tiliáceas; esp.
Sloana curatilli folia).
Pito. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 232 del Apéndice.
Pitre. Amer. m. — desusada. —
Equivale a "currutaco",
"lechuguino". (Et. Contrac-
ción corrompida de "peti-
metre").
Placer. Cub. m. — Especie de
jardinillo o plazoleta chi-
ca. Tiene las acep. cast.
Plaeeteño, ña. Cub. subs. y
PLAN
- 426
PLAT
adj. — La persona natural
de Placetas del Norte.
Placeteño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa vi-
lla.
Plan. Cub. m.-Dícese, en vez
de "plano", a la parte llana
del machete, y se emplea
siempre con el verbo
"dar": "Le dieron plan de
machete". Tiene los usos
castellanos.
Planazo. Arner. m. — Golpe
dado con la parte plana de
un machete, sable, etc.;
"cintarazo" en castellano:
ílTe voy a dar de plana-
zos".
Plancha. Cub. f. — El vagón
de ferrocarril conocido en
castellano y en Cuba por
"plataforma", pero sin cos-
tados. Tiene los usos cast.
Planchado, da. Amer. adj. —
fam. — Lo está la persona
que no tiene dinero, acci-
dentalmente: "Se quedó
planchado en el juego".
Tiene los usos cast.
Planta. Cub. f. — Dícese en
lugar de "fábrica", pero no
substituye esta voz en to-
dos los casos, pues si se
dice planta de hielo, planta
eléctrica, etc., nadie dice
planta de cigarros ni plan-
ta de cervezas. Tiene las
acep. cast.
Plantilla. Cub. i. — Bizcocho
casero, esponjoso, pequeño
y aplastado. Se dice en la
región oriental. Tiene los
usos castellanos.
Plantea. Cub. f.-fam. -Equi-
vale a "jactancia", "fanfa-
rronería": "Fulano echa
muchas plantillas".
Plantillero, ra. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na engreída, fanfarrona,
jactanciosa: "Don Juan es
un plantillero insoporta-
ble".
Plataforma. Cub. í.—FA dis-
co giratorio de hierro con
carriles, que se emplea en
las vías férreas para cam-
biar la dirección a las lo-
comotoras, vagones, etc., y
que se llama en castellano
"placa giratoria".
Platanero. Cub. adj. — Véase
viento platanero.
Platanilío. Cub. m. — Este
nombre con aditamentos
designa varias plantas de
tres familias botánicas.
Una es indígena, de hojas
largas, uninervias, puntia-
gudas, medicinales, llama-
da simplemente platanilío.
(Bot. F. Leguminosas; esp.
Cassia lineata, Sw.)
Platanilío de Cuba. Cub. m.
— El arbusto más conocido
por bayuyo. Véase.
Platanilío de Cuba (flor co-*
lorada). Cub. m. — Planta
silvestre de hojas ovales
mucronadas, y flores rojas
con matiz amarillo. (Bot. F.
Cannáceas; esp. Canna coc-
cínea, Mili.)
Platanilío de Cuba (flor de
cangrejo). Cub. m. — Planta
silvestre de hojas ovales,
puntiagudas, y flor roja,
con más matiz amarillo que
— 427
PLAT
la anterior. (Bot. F. Canná-
ceas; esp. C. indica, Lin.)
Platanillo de Cuba amarillo.
Cub. m. — Otra especie muy
parecida a la anterior. (Bot.
F. C; esp. C. glauca).
Píatanillo de Cuba de mon-
te, Cub. ni. — "Véase guaca-
maya (2.a acep.)
Platanillo de ¡s!a de Pinos.
Cub. m. — Otra especie pro-
pia de esa Isla. (Bot. F. Pi-
peráceas; esp. Piper tuber-
culatum).
Piataníllo de monte. Cub.
m. — Otra especie. (Bot. F.
P.; esp. P. longifolium) . ■
Plátano. Cub. m. — Traemos
a este Vocabulario esta voz
generalizada en todos los
países del habla castellana,
únicamente para anotar al-
gunas particularidades de
Cuba, donde es el tercer
producto agrícola en im-
portancia, y del que se co-
nocen multitud de varie-
dades, distinguidas por el
fruto, del que se hace un
enorme consumo diario,
pues figura en todas las
mesas, cocido, frito, en
dulce, al natural, etc., y
sostiene un importante co-
mercio de exportación. Las
diversas especies de pláta-
nos pueden dividirse en dos
grupos: el de los destina-
dos a cocina, como el bu-
rro, hembra y macho o de
corazón; y el de los desti-
nados a postre, cual los
indio, dátil de Orinoco,
enano, moscatel, dominico,
de seda, manzano, Johnson
y ciento en boca. Este úl-
timo es tan pequeño, que
se pueden comer varios de
una sola vez. El plátano
macho, que es el más co-
mún, se llama movido en
Oriente y malparido en
Occidente, cuando aun no
está en su verdadera sa-
zón.
Plátano de Virginia. Cub. m.
—Árbol de madera ende-
ble, de color amarillento,
parecido al plátano orien-
tal, y llamado también plá-
tano occidental.
Plátano occidental. Cub. m.
—Véase plátano de Virgi-
nia.
Plátano oriental. Cub. m.- — ■
Árbol silvestre elevado, de
tronco recto, liso, de cor-
teza que cambia anualmen-
te, con la copa esférica, y
madera dura, blanca, em-
pleada en carretería.
Plátano silvestre. Cub. m. —
Planta indígena y silves-
tre, con el tronco totalmen-
te cubierto con las bases
de los pecíolos de sus ho-
jas, que son oblongas. (Bot.
F. Musáceas; esp. iíelico-
nia bihai, Swartz.^
Platilla. Cub. f. — Tela de al-
godón ordinaria, toda de
un color, con brillo. En
castellano se conoce por
"percalina", y en España
suele ser de mejor calidad
que la importada en Cuba.
Platillo. Cub. m. — Guiso de
fideos con carne de ave,
PLUM
— 428 —
POBL
vaca o cerdo, y sin caldo.
Tiene los principales usos
castellanos.
Plaza. Cub. f. — En algunas
localidades del interior se
dice al parque del muni-
cipio. Tiene las acep. cast.
Plazos. Cub. m. pl. — Véase
la frase 219 del Apéndice.
Plugaste!. Cub. m. — Cierto
lienzo ordinario de algodón
engomado, que se emplea
para forrar zapatos ordi-
narios, particularmente.
Pluma. Cub. f. — Llave de la
cañería del agua en el in-
terior de las casas. Otros
dicen pluma de agua. Véa-
se. Tiene los usos castella-
nos.
Pluma de agua. Cub. f. —
Véase pluma. Entiéndase
que en Cuba no es la "uni-
dad de medida que sirve
para medir y aforar las
aguas", como explica la
R. A., y sí únicamente el
aparato de metal conocido
por llave, de cualquiera ca-
pacidad, por el que sale el
agua: "Tráeme agua de la
pluma". "La pluma de
agua está rota".
Pluma de oro. Cub. f.-Plan-
ta cultivada en los jardi-
nes, de tallo algo cónico
elevado casi un metro, con
espiguitas doradas hacia el
final, en forma de pluma;
sus raíces se extienden
mucho horizontalmenfe, y
de ellas brotan otros tallos.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Solidago verga áurea).
Pluma de Santa Teresa.
Cub. f. — Planta cultivada
en los jardines, de tallo te-
rrestre, articulado, con flo-
res blancas en figura de
embudo, nocturnas. Estas
flores tienen la propiedad
de abrirse bruscamente a
cosa de las ocho de la no-
che; y antiguamente se lla-
maba, y aun no ha perdido
por entero el nombre, ca-
ñonazo, porque a esa hora
la fortaleza de la Cabana
anunciaba la oficial con un
disparo de cañón, que ac-
tualmente se oye a las nue-
ve de la noche.
Plumerito. Cub. m. — Hierba
silvestre que produce pe-
queñas flores en capítulos,
semejantes a plumeros.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Solidago stricta, Ait.) Hay
otra especie parecida, en la
familia de las Poligoná-
ceas.
Plumilla. Cub. i. — Diminuti-
vo que suele emplearse con
las dos plantas descritas en
pluma. Véase.
Plus. Cub. m. — Licor^ com-
puesto de dos o más lico-
res, que se toma después
del café, por lo que en
otros lugares de América
se dice pluscafé, que no se
oye nunca en Cuba. (Et.
Del francés pousse-café).
Pobladora. Cub. f. — Véase
verbena francesa.
Poblano, na. Amer. subs. y
adj. — Dícese al habitante
de pueblo.
POLLO
— 429
POMP
Ja. Cub. f. — Especie de en-
redadera silvestre trepado-
ra, cuyo fruto se produce
en una vaina babosa, algo
achatada, de color carmeli-
ta, que emplean los mu-
chachos para hacer pitos.
Polca. Cub. f. — En muchas
localidades, y sería curioso
saber por qué, se dice al
bizcocho de tamaño co-
rriente: "Voy a tomar cho-
colate con polcas".
Pólipo herbáceo. Cub. m. —
Véase víbora.
Polvacera. Cub. f. — Corrup-
ción de "polvareda", a tal
punto generalizada, que
hasta se oye en labios de
las personas medianamen-
te cultas. Aunque incluí-
mos como cubanismo esta
corrupción o derivación vi-
ciosa, no será raro que
tenga uso en otros países,
puesto que se pronuncia
más fácilmente que "pol-
vareda".
Ponía. Común, f . — vulg. —
Oyese al populacho español
y americano para signifi-
car el órgano genital mas-
culino. En Cuba por tal
motivo, va perdiendo sus
legítimos usos castellanos,
al extremo de que se repu-
dia en las conversaciones
esta voz.
Pollero. Cub. m. — Muchas
personas cometen el bar-
barismo de llamar pollero
al gallinero.
Polio. Cub. m. — Entre los
criadores y jugadores de
gallos de pelea, dícese al
gallo joven cuyo espolón
no alcanza una pulgada.
Tiene los usos castellanos.
Pollo de traba, Cub. m. —
Véase pollo rebajado (2.a
acep.)
Pollo rebajado. Cub. m. —
Gallo de pelea al que se
han rebajado los espolo-
nes, para que aparezca
como pollo (véase) y pueda
luchar con ventaja contra
un pollo verdadero.
Pollo rebajado. Cub. m. —
fig. y fam. — Dícese al hom-
bre trapacero, astuto, sa-
gaz, que oculta estas ar-
mas vistiéndose de bobo.
También se dice pollo de
traba.
Pollona. Cub. i. — La polla
próxima ya a ser gallina;
se procura no decir "po-
lla", su nombre castellano,
por el mal uso que se hace
de esta voz.
Pomarrosa. Cub. f. — Muchas
personas, cometiendo un
notorio barbarismo. dicen
así, no sólo al fruto del
yambo, que sería lo correc-
to, sino al árbol mismo.
Pomarrosa cimarrona. Cub.
i. — Especie silvestre del
árbol conocido en castella-
no por "yambo". (Bot. F.
Mirtáceas; esp. Eugenia ja-
bosoides, Wr.)
Pompón. Cub. epic. m. — Pez
acantopterigio que alcanza
hasta 8 decímetros de lar-
go, con el lomo levantado,
de color gris, con una í'ran-
PONCH
430
POEKA
ja vertical ancha, en medio
del cuerpo, boca pequeña
con labios gruesos. Es buen
bocado. (Zool. F. Hasmuli-
áce; esp. Anisotremus suri-
namensis, Bioch.) Tiene el
uso castellano o castella-
nizado.
Ponasí. Cub. m. — Arbusto o
arbolito silvestre del lito-
ral, venenoso, medicinal, de
hojas elípticas, puntiagu-
das, con la base cuneifor-
me, flores de color rojo
obscuro en cimas termina-
les. También se llama palo
coral e impropiamente co-
nasí. (Bol. F. Rubiáceas;
esp. Hamelia patens, Jacq.)
Ponasí amarillo. Cub. m. —
Especie semejante a la
precedente, con las hojas
opuestas y más elípticas, y
flores amarillas y más
grandes. (B.ot. F. R.; esp.
H. lútea, Bhr.)
Ponchada. Cub. f. — Acción y
efecto de poncharse, en las
dos acep. Véase. En la de
lenguaje figurado y fami-
liar es un vocablo no exen-
to de gracia: "Fulano se
dio la gran ponchada'".
También se dice poncha-
dura y ponche cuando sólo
corresponden a la primera
acep. de poncharse.
Ponchadura. Cub. f. — Véase
ponchada.
Poncharse. Cub. v. ref.-Ro-
tura accidental de un neu-
mático de bicicleta, auto-
móvil, etc., por donde se
escapa ei aire comprimi-
do: "Se ponchó el auto-
móvil tal".
Poncharse. Cub. v. ref. —
fig. y fam. — Empléase, res-
pecto de las personas,
cuando las cosas no le sa-
len a uno a medida de los
deseos, o cuando se sufre
una equivocación: "Fula-
no se ponchó en su em-
presa"; "un orador que se
poncha".
Ponche. Cub. m. — V é a s e
ponchada. Tiene las acep.
castellanas.
Ponina. Cub. f. — Contribu-
ción personal en cualquier
gasto que se haga a escote :
"Pagaremos a ponina".
Ponqué. Amer. m. — Véase
panqué.
Popa. Común, f. — fig. y fam.
— Dícese al trasero de las
personas. Tiene las acep.
castellanas.
Poplín. Cub. va. — Cierta tela
de algodón, entrefina, a un
color, empleada para ves-
tidos de mujer. (Et. Del
francés popeline).
Porra. Cub. f.-Diversos jue-
gos sencillos de puro en-
tretenimiento reciben este
nombre. Son de suerte, y
algunas veces llevan el fin
de que uno o varios de los
jugadores, los perdidosos,
paguen el gasto de lo bebi-
do o comido. Entre esos
juegos están el de levantar
el naipe de menos valor; el
de tachar números puestos
en fila, hasta que se borre
el reservado secretamente
PBED
431 —
PRIM
por uno de los jugadores,
perdiendo el que tachó, etc.
"Vamos a jugar, o a echar,
una porra". Tiene los usos
castellanos.
Portal. Cub. m. — Véase col-
gadizo. No tiene otro uso,
porque al portal verdadero
se dice "zaguán" en todos
los casos.
Portuguesa. Amer. f. — an-
tic. — Decíase en la región
oriental a la moneda de
oro de media onza. Es voz
de las Antillas.
Posol. Amer. m. — C i e r t o
manjar hecho con granos
de maíz tiernos y carne.
(Et. Corrupción del meji-
canismo pozole).
Postura. Cub. f. — Por anto-
nomasia, se entiende la
planta tierna del tabaco,
en estado de trasplantarla:
"Este año hay mucha y
buena postura,". Tiene las
acep. castellanas.
Pótala. Cub. í. — poco uso. —
Por extensión del signifi-
cado marítimo, dícese a
cualquier cosa tosca y pe-
sada.
Potrerero. Cub. m. — poco
uso. — El dueño o encargado
de un potrero o dehesa.
Potrerillo. Amer. m. — Dimi-
nutivo de "potrero".
Prado. Cub. m. — fam. — Véa-
se la frase 55 del Apéndice.
Prángana. Cub. f. — fam.- —
Véase la frase 61 del Apén-
dice.
Predicador. Cub. epic. m. —
Gracioso nombre que algu-
nos aplican al pájaro totí,
por laj costumbre que tiene
de posarse en una rama y
repetir por largo tiempo
su monótono canto.
Prendedera. Cub. f. — Así
dicen algunos al arbusto
pendejera, para evitar el
uso de esta voz, obscena en
Cuba.
Preparador, ra. Común, adj.
— Que prepara.
Preservativo higiénico. Co-
mún, m. — Véase condón.
Pretina. Cub. í. — En Cuba
se entiende por "bragueta"
o "portañuela". Algunos
dicen incorrectamente pe-
trina.
Prestidigitación. Común, f.
— El arte del prestidigita-
dor: "Suerte de prestidi-
gitación".
Pretorio. Cub. m. — Dícese al
escalón o a la escalera de
pocos peldaños, de piedra
o manipostería, que en al-
gunas poblaciones hay en
las aceras, delante de las
puertas, para librar ei des-
nivel entre el pavimento y
el piso de las casas.
Prieto, ta. Cub. m. y f.-fam.
— Tratamiento de cariño
entre personas blancas.
Tiene los usos castellanos.
Primavera. Cub. epic. f. —
Reciben este nombre dos
aves semitrepadoras, de
paso en la Isla en prima-
vera, por cuyo raro acci-
dente fueron bautizadas así
en la región oriental, pues
en la occidental se llaman
PR1N
432
PÜDÍ
arriero chico y arrierito,
por la semejanza con el
arriero. (Zool. F. Cucúlidos;
esp. Coccyzus americanus,
Lin., la especie principal).
Primavera. Cub. f. — La oru-
ga de una mariposa cre-
puscular, que alcanza un
decímetro de longitud, de
color verde amarillento,
con una línea oblicua en
medio del cuerpo, blanca y
negra; es muy voraz, y
ataca y mata las plantas
• de tabaco, por lo que tam-
bién toma el nombre de
veguero, aunque su labor
sea precisamente contraria
a la del verdadero veguero.
A su completa metamorfo-
sis se presenta como mari-
posa grande, de grueso
cuerpo, con el abdomen
cónico, de color pardo gris.
(Zool. F. Sphingidce).
Principen©, ña. Cub. subs. y
adj. — antic. — La persona
nacida en la provincia o
la capital de Puerto Prín-
cipe. Hoy se dice camagiie-
yano, na, de Gamagüey,
Prineipeño, na. Cub. adj. —
antic. — Aplicábase a cosas
de esa ciudad.
Pringamoza. Cub. f. — Ar-
busto voluble cubierto do
pelos urticantes, que cau-
san una irritante picazón;
tiene las hojas alternas,
penninervias, pecioladas,
estipuladas, y flores monoi-
cas: las masculinas en ra-
cimos, y las femeninas sub-
espigadas. (Bot. F. Eufor-
biáceas; esp. Platygyna
urens, Mercier).
Privilegiado, da. Común.
adj. — Denota que tiene pri-
vilegio: "Entendimiento
privilegiado" .
Prodigiosa. Cub. f. — Véase
víbora.
Prontico. Cub. adv. — fam. —
Diminutivo de "pronto".
Uno de los muchos casos
en que se abusa del dimi-
nutivo impropiamente, por-
que prontico ni señala más
prontitud que "pronto", ni
tampoco, por lo contrario,
expresa menos rapidez en
efectuar algo.
Provocativamente. Común.
adv. — Denota "con provo-
cación" : "Le hablaba muy
provocativamente " .
Prudenciarse. Amer. v. ref.
— vulg. desusada. — Véase
aprudenciarse.
Prusiana. Amer. f . — Cierta
tela de algodón estampada.
Prusiana. Cub. f. — El árbol
más conocido por paraíso.
Véase.
Pucha. Cub. f. — Ramillete de
flores diversas dispuestas
en forma cónica. Es uno de
los cubanismos que nos pa-
recen muy dignos de caste-
llanizarse, y sobre todo, ya
que no tenemos en nuestro
idioma casi ningún sinóni-
mo, bien merece ocupar el
puesto del híbrido bouquet
de los galiparlantes.
Pudín. Común, m. — El dulce
más conocido en América
por pudín. Véase. Atendien-
PÜIil
— 433 —
PULS
do al origen, es más correc-
to pudín. (Et. Del inglés
pudding) .
Puente. Cub. va. — Pieza de
oro u otro metal que coloca
el dentista en substitución
de dos o más muelas, apo-
yada en las naturales.
Véase la frase 230 del
Apéndice. Tiene las acep.
castellanas.
Puerco. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 1 16-6 del
Apéndice.
Puerta. Cub. f.--La primera
carta que descubre el ju-
gador en una jugada de
monte. Tiene los usos cas-
tellanos.
Puerta de golpe. Amer. f.—
La rústica de listones o ta-
blas que se pone a la en-
trada de las fincas. Se llama
de golpe porque cierra sola,
para lo cual se dispone algo
inclinada, de manera que
después de abierta vuelva
a su natural posición. Vie-
ne a ser la conocida por
"cancilla" en castellano.
Pulir. Cub. v. a. — fam. — Este
verbo, con el pronombre
" la " en acusativo, pospues-
to o más generalmente an-
tepuesto, expresa trabajo
constante, algunas veces
con privaciones: "Fulano
bubo de pulirla mucho
para no pasar hambre".
"Mengano la pule muy
duro'". (Este muy duro.
equivale a "mucho" o
"muy bien"). Tiene las
acep. cast.
PuJpa. Cub. f. — Por antono-
masia, se entiende la del
fruto del tamarindo, ama-
sada con azúcar y presen-
tada en pasta, cuyo comer-
cio constituye los medios de
subsistencia de alguna gen-
te humilde. Otros dicen
pulpa de tamarindo. Tiene
las acep. cast.
Pulpa. Cub. f. — fam. — Equi-
vale a "excelente", "admi-
rable"; o "sabrosísimo",
cuando se trata de alimen-
tos: "Una empanada que
estaba pulpa". "Ese edifi-
cio quedó pulpa".
Puípa de tamarindo. Cub. f.
— Véase pulpa (1.a acep.)
Pulpería. Cub. f. — Puesto al
aire libre, regularmente,
donde se vende pulpa de
tamarindo. Hoy este co-
mercio es ambulante.
Pulpero. Cub. m. — El vende-
dor ambulante de pulpa de
tamarindo, que suele ser
un tipo callejero gracioso
por su aspecto y su pregón.
Pulpita. Cub. f. — Diminutivo
de pulpa en las dos acep.
Pulsa. Cub. i. — vulg. — En al-
gunos lugares dicen así a
la pulsera de adorno en las
mujeres. Más generalmente
se emplea la forma mascu-
lina.
Pulso. Cub. m. — La pulsera
de joyería, cuyo uso es ge-
neral, o poco menos, en el
lenguaje corriente. Otros
dicen menos correctamente
pulsa. Tiene las acep. cast.
Pulso (A) . Cub. mod. adv. —
28
PUNT
— 434 —
PURG
Empléase cuando una per-
sona bebe de un tirón una
cantidad exagerada de li-
cor: "Se bebió media bo-
tella de ron a pulso'": o
cuando se come algo sin
pan: "Yo no puedo comer
carne a pulso"; o cuando
efectúa una persona sola
un esfuerzo que requiere
de ordinario el de varias:
"Destruyó el tabique a
pulso" ; etc., etc.
* Punta. Cub. f.-"Hoja de ta-
baco, de exquisito aroma y
superior calidad, pero pe-
queña" (R. A.) Tiene mu-
chos de los otros usos cas-
tellanos.
Punta. Cub. f. — El encaje de
puntas conocido en caste-
llano por "puntilla", voz
que no se usa nunca en
Cuba con esa acep., no obs-
tante el abuso que se co-
mete con los diminutivos.
Véanse las frases 198 y
228 del Apéndice.
Punta de ganado. Cub. f. —
Cierto número de cabezas
de ganado, que se compone
de un toro de tres años,
varios de dos, y otras reses
menores de uno.
Puntero. Cub. m. — El nervio
que une cada dos hojas en
ciertas pencas de las pal-
mas. Tiene algunos de los
usos castellanos.
Puntilla. Cub. f. — Dícese a
la punta de París utilizada
para clavar. Nadie le da en
Cuba éste su nombre cas-
tellano. Tiene todas las
acep. cast., menos la de
"encaje", que se dice pun-
ta (2.a acep.)
Punto criollo. Cub. m. -Cier-
to estilo de cantos popu-
lares, con instrumentos
musicales o sin ellos, pero
que siempre van acompa-
ñados por la típica clave.
Algunos de estos cantos son
melódicos, pero otros, y
acaso los más oídos, no po-
drían ser más monótonos
ni antimusicales.
Punto de chicharrones. Cub.
m. — Dícese que lo está el
melado de la caña de azú-
car, cuando la superficie
se mantiene llana, y so-
lamente burbujea en las
orillas por la acción del
fuego.
Punto de huevos. Cub. m. —
Cuando la superficie del
melado se levanta formando
ampollas, que al romperse
dejan hoyos como de hue-
vos.
Punto de melcocha. Cub. m.
— Dícese cuando el melado
se espesa.
Punto de pluma. Cub. m. —
Es general el barbarismo de
llamar punto de pluma a
la pluma de escribir, cuan-
do es lo cierto que la pluma
tiene dos puntos.
Punzada. Cub. f. — poco uso
— Equivale a "necedad",
impertinencia de palabra
Tiene las acep. cast.
Purga. Cub. i. — Acción y
efecto de purgar. Tiene
PURI
— 43o —
PURÍ
aunque poco, los usos cast.
Purgar. Cub. v. n. — Destila-,
ción del melado cuando ya
ha cristalizado. Tiene las
acep. cast.
Puriah Cub. m. — Lugar don-
de abunda el árbol purio.
Véase.
Purio. Cub. m. — Árbol silves-
tre de hojas oblongas, lam-
piñas, de frondoso follaje,
cuya sombra conserva el te-
rreno fresco y le da ferti-
lidad; tiene flores fascicu-
ladas. solitarias, axilares.
También se dice yaya (3."
acep.) (Bot. F. Anonáceas;
esp. Bocadea laurifolia,
Bent.) (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Purísima. Cub. f. — La planta
vicaria. Véase.
QUBM
436 —
QUEM
Q
*Quebrado. Cub. m. — "Hoja
de tabaco de superior cali-
dad, pero agujereada". (R.
A.) Tiene las otras acep.
cast.
Quebrado. Cub. m. — Paso es-
trecho, pero navegable con
pequeñas embarcaciones,
entre dos grupos de arre-
cifes.
Quebrar. Cub. v. n. — En el
juego de monte, salir una
carta contraria a la espe-
rada. Tiene las acep. cast.
Quebrar. Cub. v. a. — Usase en
vez de "curar", pero sólo
en el caso de indigestión,
que se dice "quebrar el em-
pacho'".
Quécher. Cub. m. — Uno de
¡os nueve jugadores en el
juego de base-ball. (Et. Del
inglés catcher).
Quemada. Cub. f. fam. —
Equivale a "chasco", "en-
gaño", "petardo": "Medie-
ron la gran quemada cuan-
do, encargué este traje". "A
Fulano le dio un sujeto
una quemada de diez du-
ros". También se dice en-
cendida. Es la acción y el
efecto de quemar (1.a acep.)
y quemarse. Véanse.
Quemado. Cub. m. — Cierto
juego de muchachos, en
que las uñas hacen las ve-
ces de tacos y por bolas se
emplean mates.
Quemado. Cub. m. — Dícese a
un terreno del que se ha
quemado la maleza para
dedicarlo al cultivo.
Quemado, da. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na repetidas veces engaña-
da o burlada en alguna
cosa, por lo que ya tiene la
consiguiente experiencia:
"Es un hombre muy que-
mado en cuestiones de
subscripciones públicas".
Véase quemar (1.a acep.) y
quemarse. Tiene los usos
castellanos.
Quemador. Amer. m. — Me-
chero de algunas luces,
como la de acetileno.
Quemar. Cub. v. a. — fig. y
fam. — Burlar, engañar o
abusar de la superioridad
en algo con respecto de una
persona: "Román quema-
ría a Pedro en los negocios
QUFQ
437
QUIM
si pudiera". "Me quemaron
al billar esta tarde". Tiene
las acep. caát.
Quemar. Cub. v. a. -En asun-
tos de cocina, suele decirse
por "tostar": "Quemar el
cazabe"; "el dulce de coco
es más sabroso si se que-
ma'".
Quemar, se. Cub. v. a. y re-
cíp. — En el juego de mu-
chachos llamado quemado,
el chocar de dos mates.
Quemarse. Cub. v. ref. — fig.
y fam. — Lo mismo que
"chasquearse", "equivocar-
se": "Roque se quemó en
sus pretensiones". "Te que-
maste, porque en la caja
no había lo que tú supo-
nías". Tiene los usos cas-
tellanos.
Quemazón. Amer. f. — Liqui-
dación de géneros a bajo
precio. Viene a ser lo que
en castellano se llama "ba-
ratillo". "En tal estableci-
miento hay quemazón de
artículos". "Precios de que-
mazón". No tiene los usos
castellanos.
Quemí. Cub. epic. m. — Cierto
cuadrúpedo encontrado en
la Isla por los españoles, y
cuya especie se ha extin-
guido. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Queque. Cub. m. — Galleta
ordinaria y dulzona, redon-
da, con puntas estrelladas
en el borde, que en las
tiendas de comestibles dan
como contra o adehala a
los niños compradores. (Et.
Del inglés cake).
Querequeté. Cub. epic. m.—
El ave crequeté. Tal vez sea
el querrequerre de otros
países americanos. (Et.
Voz onomatopéyica).
Quiebrahacha. Cub. epic. m.
— Además de su principal
acep., para designar el ár-
bol americano que descri-
be la R. A., emplean algu-
nos esta voz para denominar
al ave totí (véase), y al pez
llamado en castellano "za-
patero".
Quüele. Cub. m. — Manjar
hecho con harina de maíz
tostado y azúcar; si se em-
plea miel se dice pinol.
Quimbámbaras. Cub. f. pl. —
fam. — Voz empleada en al-
gunas frases para expresar
un lugar remotísimo; que
lo es tanto, cuanto que
existe solamente en la fan-
tasía de quien la emplea:
"Viene de las Quimbámba-
ras"; "ese es un viaje a las
Quimbámbaras" ; "vaya
usted a las Quimbámba-
ras".
Quimbazo. Cub. m. — Golpe
dado con el quimbo. Véase.
Quimbo. Cub. m. — fam. — Di-
cen algunos así al mache-
te. "Enarboló el quimbo y
les dio que correr". Otros
lo hacen sinónimo de re-
vólver: "Sacó el quimbo y
disparó los seis tiros".
*Quimbombó. Cub. m. — La
planta cuyo fruto es co-
mestible en potajes, cono-
QUIN
438
QUIT
cicla en otros países ameri-
canos por "quingombó",
nombre también aceptado
por la R. A. En Cuba, con
mucha menos frecuencia,
recibe a la vez los nombres
de bombó, botonaron y mo-
londrón. (Et. Voz caribe,
según Ferrer, y africana,
según Zayas, quien parece
estar más en lo cierto,
puesto que lo es la planta).
Químico. Cub. m. — fam. —
Véanse las frases 7 y 13 del
Apéndice.
Quina. Cub. f. — Reciben este
nombre varias plantas de
diversas familias botáni-
cas, entre las que toman
aditamentos las siguientes.
"Quina de la tierra. Cub. i.
— Así autoriza la R. A.
para designar al árbol
americano que ella descri-
be con el nombre de "ague-
dita", nombre que también
recibe en Cuba, además de
quina del país.
Quina del país. Cub. f. — Lo
mismo que quina de la tie-
rra. Véase.
Quina pitón. Cub. f. — El ár-
bol indígena más conocido
por vigueta. Véase.
Quinal. Cub. m. — Lugar don-
de abunda la quina.
Quinar. Cub. v. a. — fam. —
desusada. — Ganar una dis-
cusión o controversia con
argumentos inesperados e
incontrastables.
Quinconce. Cub. m. — Plantío
de árboles en hileras, de
modo que éstas sean para-
lelas y perpendiculares en-
tre sí, pero de forma que
cada árbol de una línea
quede equidistante de dos
de la fila anterior y de
otros dos de la posterior.
En castellano se dice plan-
tar "al tresbolillo". (Et. Del
francés quinconce).
Quinta. Cub. f.-Dícese a una
de las clases superiores del
tabaco en rama, que no es
el quinto tipo, en ordena-
ción numeral, como parece
indicar. Tiene los empleos
castellanos.
Quinta de salud. Cub. f. —
Dícese exclusivamente a los
grandes y hermosos hospi-
tales que sostienen las so-
ciedades españolas. Algu-
nas quintas de salud suelen
ser espaciosos jardines po-
blados de bellos y confor-
tables pabellones en creci-
do número, cual la que sos-
tiene la colonia asturiana,
que es indiscutiblemente la
mejor. Otras veces se lla-
man casa de salud, que no
resulta propio.
Quiquiriquito. Cub. m. —
Véase gallo americano.
Quitacarnisa. Cub. m. — Jue-
go de naipes entre dos per-
sonas que se reparten la
baraja, cuyo propósito es
que uno de los jugadores
se quede sin carta que co-
rresponda a la del compa-
ñero, lo que resulta difici-
lísimo, y a las veces de muy
larga duración, por lo que
QUIT
— 439 —
QÜOR
ha tomado el otro nombre
de sinfín.
Quitasol chino. Cub. m. —
Planta cultivada en los jar-
dines, con la que se forman
bonitos macizos en las
fuentes y también en tie-
rra. (Bot. F. Ciperáceas;
esp. Cyperus altermifolius,
Lin.)
Quitasol de Brujas. Cub. m.
— Véase quitasolillo (1.a
acep.)
Quitasolillo. Cub. m. — Una
especie de seta grande, co-
mestible, también llamado
quitasol de Brujas y casabe
de Brujas.
Quitasolillo. Cub. m.- Planta
herbácea silvestre, común
en los arroyos y zanjas, de
tallos rastreros, hojas cir-
culares, sobre largos pecío-
los que le dan el nombre, y
flores pequeñas blancas; es
medicinal. También se lla-
ma ombligo de Venus.
(Bot. F. Umbelíferas; esp.
Hydrocotyle umbellata,
Lin.)
Quitolis. Cub. m. — fam. —
Equivale a "perdón", y se
usa siempre en la frase :
"no hay quitolis".
Quorum. Común, m. — Núme-
ro preciso de miembros
para constituir una junta o
tomar algún acuerdo, según
lo que disponga el Regla-
mento de la colectividad.
Debiera decirse, o mejor
dicho, escribirse en forma
castellana; cuorun. (Et. La-
tinismo).
RABÍ
440 —
RABÍ
R
Rabanito francés. Cub. m. —
Así dicen algunos, sin que
sepamos por qué, al vul-
garísimo rábano, que se
cultiva en casi todos los
países, además de Francia.
Rábano de agua. Cub. m. —
La planta conocida en cas-
tellano por "rabanillo".
Rabia. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 171 del Apéndice.
Rabiasca. Cub. f. — fam. —
Enojo destemplado o rabie-
ta sin motivo: "Pedro está
con rabiasca, o tiene ra-
biasca, o cogió una rabias-
ca por tal causa". (Et. De
"rabiar").
Rabiche. Cub. adj. — Aplícase
a una clase de paloma sil-
vestre. Véase paloma ra-
biche. Algunos emplean esa
voz simple como substan-
tivo, en el mismo caso.
Rabihorqueta. Cub. adj. —
Aplícase a cierta señal que
se hace en el ganado, ade-
más de la otra que se prac-
tica con un hierro canden-
te; y consiste en cortarle
las orejas de manera que
presentan dos puntas. Tam-
bién se dice rabihor quilla-
do. Eso, más que barbaris-
mo es una barbaridad, pues-
to que una cosa es oreja y
otra rabo.
Rabihorquillado, da. Cub.
adj. — Lo mismo que rabi-
horqueta.
Rabijunco. Cub. epic. m. —
Ave palmípeda, acuática,
que mide poco menos de un
metro de la cola al pico,
ambos inclusive, parecida
a la gaviota, de plumaje
blanco con algunas fajas
negras, y el pico de color
rojo hermoso. Toma ese
nombre de la especial dis-
posición de las plumas en
la cola, estrechas y largas
a semejanza de un rabo.
Anida en las rocas y fre-
cuenta las embarcaciones y
los árboles. Emite un des-
agradable chillido a mane-
ra de pito, por lo que tam-
bién se llama contramaes-
tre. Otros descomponen el
nombre y le dicen rabo de
junco. (Bot. F. Pelecanidce;
esp. Phaethon flavirostris,
Brandt.)
RABO
441
RABU
Rabilargo. Cub. epic. m. —
Dícese al pajarillo ameri-
cano más conocido también
en Cuba por "colibrí".
Rábula. Cub. f. — Cada una
de las dos tirillas que ci-
ñen el pantalón o el cha-
leco.
Rabirrubia. Cub. epic. f. —
Pez abundante de unos
3 decímetros de largo, de
color morado obscuro por
el lomo, que va clareando
hacia el vientre hasta el
blanco; las aletas moradas,
menos la anal, que es ru-
bia, así como la cola, ahor-
quillada, de donde le pro-
viene el nombre. Es bocado
estimable. (Zool. F. Pérci-
dos; esp. Mesoprion chry-
surus). (Et. De "rabo" y
"rubio").
Rabirrubia de lo alto. Cub.
epic. f. — Pez más pequeño
que el anterior, de color
carmín, con la cola profun-
damente bifurcada, que se
pesca a mayor profundi-
dad, de lo que toma nom-
bre.
Rabisacado. Cub. adj. — El
corte de oreja en los ani-
males, indicado en la voz
rabihorqueta, cuando se
deja una sola punta..
Rabito peludo. Cub. m. — La
planta más conocida por su
nombre castellano de "al-
morejo".
Rabito peludo. Cub. m. — La
yerba rabo de gato. Véase.
Rabo. Cub. m. — muy vulg. —
Dícese al órgano genital
varonil. Véanse las frases
215 y 226 del Apéndice.
Tiene las acep. cast. prin-
cipales.
Rabo de alacrán. Cub. va. —
Véase alacrancillo de pla-
ya.
Rabo de gato. Cub. m. —
Hierba que constituye un
pasto bueno y abundante,
conocida también por rabi-
to peludo. Hay otra de ese
mismo nombre. (Bot. F.
Gramíneas; esp. Chcetochloa
imberbis, Scribm.)
Rabo de junco. Cub. epic.
m. — El ave más conocida
por rabijunco (véase), muy
distinta de la "rabo de
junco" de la R. A.
Rabo de majá. Cub. m. — Así
llaman los muchachos a la
cola que ponen a las come-
tas, cuando la hacen con
tiras de trapo, blancas y
negras alternas. También
dicen rabo lagarteado.
Rabo de zorra. Cub. m. —
Hierba que toma este nom-
bre del penacho que adorna
su tallo a la manera indi-
cada. Es un mal pasto que
reputan algunos como va-
riedad de la barba de indio
y que algunos llaman toro-
lico. No es la misma de la
R. A. de aquel nombre.
Rabo lagarteado. Cub. m. —
Véase rabo de majá.
Rabuda. Cub. adj. — Aplícase
a paloma. Véase. Algunos
usan esta voz como subs-
tantivo en el mismo caso.
Rabudita. Cub. epic. f. — Pe-
BAÍZ
— 442
RAJA
quena ave de paso anual-
mente en la región occi-
dental, de color ceniciento
azulado por encima, alas
pardas y cola negra, blan-
ca por debajo con viso gris
en el pecho. Entre campe-
sinos suele decirse rabuíta.
Zool. F. Silvidw; esp. Po-
lioptila coerulea, Lin.)
Rabuíta. Cub. epic. f. — Co-
rrupción, entre gente cam-
pesina, de rabudita. Véase.
Rab«Ja. Cub. f. — En la reco-
laeción de boniatos, dícese
al conjunto de los que por
su mal estado se destinan
a ios cerdos.
Raí!. Común, m. — El riel o
carril de los caminos de
hierro; voz tan generaliza-
da en Cuba que casi ha
desterrado los sinónimos
de! castellano correcto. (Et.
Anglicismo).
R&ír americana. Cub. f. —
Víase sagú (1.a acep.)
Raíz de China. Cub. f. — En-
redadera silvestre de tallos
delgados, cuya raíz estí-
mase antídoto de algunos
venenos y estimulante de
la fecundidad maternal.
También se llama zarza-
parrilla y zarzaparrilla de
la tierra. Hay otras dos es-
pecies de ese mismo nom-
bre. (Bot. F. Liliáceas; esp.
Smilax havanensis, Jacq.)
Raíz de indio. Cub. f. — La
pina de ratón (2.a acep.)
Véase.
Raíz de paciencia. Cub. f. —
"Planta medicinal de que
se hacen bebidas aperiti-
vas. (Rumex patientia)",
según Pichardo.
Rajada. Cub. f. — Acción y
efecto de rajarse (1 .a
acep.) : "Fulano, al oir la
indirecta, se dio la gran
rajada". Otras veces se oye
rajadura y r ajamiento.
Rajadura. Cub. f. — fam. —
Acción y efecto de rajarse
(2.a acep. y pocas veces de
la 1.a): "Las rajaduras de
Zutano en sus negocios le
desacreditan". También se
dice rajada y Tajamiento.
Rajamlento. Cub. m. — fam. —
Acción y efecto de rajarse
en las dos acep., particu-
larmente en la 1.a. Véanse
rajada y rajadura.
Rajar, se. Cub. v. a. y ref. —
fam. — Equivale a marchar-
se oculta o inesperadamen-
te de un lugar o reunión:
"Señores: yo me rajo".
"Fulano se rajó cuando
menos se esperaba". Es si-
nónimo de correrse, abrir-
se y fletarse. Tiene las acep.
cast. de verbo activo.
Rajarse. Amer. v. ref. — fam.
— Arrepentirse de un com-
promiso, negar una pala-
bra dada, desdecirse: "Do-
mingo se ha rajado de
comprar la casa"; "pudo
rajarse del .negocio". Este
uso del verbo "rajar" pro-
bablemente es de origen
mejicano.
Rajatabla (A). Amer. mod.
adv. — Usase como el caste-
llano "a la carrera", "pre-
RAMO
- 443 —
RANA
cipitadamente" : "Harás tal
cosa a rajatabla'" .
Rajón. Cub. m. — En las obras
de albañilería, los pedazos
de piedra o ladrillo que se
llaman "ripios" en caste-
llano y en Cuba también.
(Et. De "raja").
Ralada. Cub. f. — El excre-
mento de las aves, particu-
larmente las domésticas.
Tiene poco uso fuera del
lenguaje campesino, y es
lástima que no se extien-
da, pues no sería despre-
ciable huésped en la lengua
castellana.
Ramajear. Cub. v. a. — Lo
mismo que el castellano
"chapodar", cortar el ra-
maje inútil a los árboles.
Ramajeo. Acción y efecto de
ramajear. Véase.
Ramón. Cub. m. — Varios ár-
boles de diversas familias
botánicas reciben este nom-
bre, pero uno, acaso el más
interesante, no recibe nin-
gún aditamento diferencial,
y es indígena, silvestre,
propio de lugares húme-
dos, de hojas alternas, ova-
les, lanceoladas, que cons-
tituyen un buen pasto en la
sequía; de flores blancas,
y fruto en baya rojiza de
cuatro aristas. También se
llama palo ramón. (Bot. F.
Ulmáceas; esp. Celtis occi-
dentalis, Lamk.)
Ramón de caballos. Cub. m.
— Árbol silvestre que se
eleva unos diez metros, de
hojas oblongas puntiagu-
das, que comen con pro-
vecho los animales en tiem-
po de seca, y madera bue-
na, resistente. También se
llama ramón del interior.
(Bot. F. Mareas; esp. Tro-
phis americana, Lin.)
Ramón de costa. Cub. m.—
Árbol indígena silvestre,
inerme, de hojas ovales,
con la base oblicua, y ase-
rradas en la parte superior,
que también son buen pas-
to; tiene buena madera, de
color amarillo ceniciento, y
crece en las márgenes de
los ríos, y especialmente
en el litoral, por lo que
toma ese nombre y el de
ramón de playa.
Ramón del interior. Cub. m.
— El ramón de caballos.
Véase.
Ramón de playa. Cub. m. —
El ramón de costa. Véase.
Ramón de vaca. Cub. m. —
Véase bibona.
Ramoncillo. Cub. va. — Planta
herbácea silvestre, de gran-
de y feraz desarrollo en
tiempo de lluvias, que co-
men los animales.
Ramoncillo. Cub. m. — Árbol
que se eleva unos diez me-
tros, de madera dura y
fuerte, blanca veteada, que
se emplea en obras rús-
ticas.
Rana. Cub. f. — La pieza de
hierro compuesta de dos
trozos de riel en ángulo con
el vértice truncado, que se
emplea en los caminos de
hierro para enlazar las
KANCH
— 444 —
RASC
vías. Véase el refrán 37 del
Apéndice. Tiene ios usos
castellanos.
Rana macho. Cub. f. — Árbol
o arbusto de buena made-
ra, elástiea, incorruptible,
empleada en obras subma-
rinas, de color ceniciento
obscuro. También se dice
simplemente rana y gua-
yacancillo de costa. (Bot. F.
Leguminosas; esp. Behai-
mia cubensis, Gris.)
Ranaco. Cub. epio. m. — Una
especie pequeña de sapo.
Rancheados, ra. Cub. adj. —
antic. -Aplicábase a la per-
sona o perros dedicados a
ranchear. Véase.
Ranchear. Cub. v. n. — antic.
- — En tiempo de la escla-
vitud de los negros, la ocu-
pación de personas o pe-
rros de buscar en los ran-
chos a los negros huidos.
Ranchería» Cub. f. — antic—
Acción y efecto de ran-
chear. Tiene además el uso
americano castellanizado.
Rancho. Cub. m. — V é a s e
bohío de vara en tierra.
Tiene las principales acep.
castellanas.
Rancho. Cub. m. — fam. — En
la jerga comercial, se tra-
duce por factura de poca
monta: "He vendido dos
ranchos".
Ranchue-Iero, ra. Cub. subs.
y adj. — La persona de Ran-
chuelo.
Ranchuelero, ra, Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa po-
blación.
Ranero. Cub. m. — Lagunato,
pantano, etc., donde abun-
dan y crían las ranas.
Raposa. Cub, f. — antic. — Re-
cipiente en que se recibían
cebollas, patatas, etc.
Raquíticamente. Común, adv.
— De manera raquítica :
" Crece raquíticamente " .
Rascabarriga. Cub. m. — Ar-
busto silvestre de unos
4 metros de elevación, que
se desarrolla en las már-
genes de los ríos y arro-
yos, de hojas con un nervio
central muy fuerte, fruto
de figura cordiforme, de
color amarillo anaranjado,
y cuyos tallos se emplean
para cujes y látigos. Tam-
bién se llama arrayán. (Bot.
F. Rubiáceas; esp. Spadea
amoena,, A. Rich.)
Rascabarrig.a amarillo, Cub.
m. -Árbol silvestre de bue-
na madera, de color ama-
rillo claro. También se dice
guayacancillo de loma. (Bot.
F. R.; esp. Casasia calo-
phylla, A. Rich.)
Rascabucheador, ra. Cub.
adj. — vulg.— Lo mismo que
rascabuchero, ra. Véase.
Raseabucbeadura. Cub. f. —
vulg. — Véase rascabucheo.
Rascabucheamiento. Cub.
m. — vulg.- — Lo mismo que
rascabucheo. Véase.
Rascabuchear. Cub. y. a. y
n. — vulg. — La definición de
este verbo es cuestión pe-
liaguda. Tiene acepciones
caprichosas; casi pudiéra-
mos decir que para usos
— 445
RASP
particulares. Si alguien ob-
serva lo que hay o sucede
en una morada ajena, dí-
cese* que rascabuchea; y si
un hombre, en el baile por
ejemplo, no es con su pa-
reja todo lo decente que
debiera — y entonces el ver-
bo puede ser recíproco — ,
se dice que Fulano rasca-
buchea a Fulana o se ras-
cabuchean. Y por el estilo
siempre indicando algo de
indecoroso en la acción, el
verbo rascabuchear sirve
poco menos que para todos
los usos. (Et. De "rascar"
y "buche").
Rascabucheo. Cub. m.-vulg.
—Acción y efecto de rasca-
buchear. Otros dicen ras-
cabucheadura y rascabu-
cheamiento.
Rascabuchero, ra. Cub. adj.
— vulg. — Aplícase a la per-
sona aficionada a rascabu-
chear. También se dice
rascabucheador, ra.
Rascase. Cub. epic. m. — Pez
que alcanza un tamaño de
3 decímeTros, de figura algo
irregular, con las aletas
muy desarrolladas, menos
las pectorales, de color ce-
niciento con manchas ne-
gras, cola espatulada, boca
pequeña, y ojos negros con
el iris bruno. Hay otras es-
pecies sin mayor interés.
(Zool. esp. Scorpoena rasca-
sio, Poey).
Raspa. Cub. f. — Parte de los
guisados que se queda pe-
gada a la cacerola, y re-
sulta más tostada. Particu-
larmente se refiere al
arroz. Tiene los usos caste-
llanos.
Raspada. Cub. f. — fam. — Ac-
ción y efecto de raspar.
Véase. Los menos dicen
raspadura (2.a acep.)
Raspadura. Cub. f. — El azú-
car ordinario en masa en-
durecida, por estar satu-
rada de miel, y que cons-
tituye en algunos lugares
una industria casera, pre-
sentándola en pequeños pi-
lones de figura piramidal,
envueltos en hojas de plá-
tano. En la preparación de
esos pilones suele emplear-
se también queso. Llámase
asimismo raspadura a los
pegotes que como residuos
quedan en los aparatos de
elaborar el azúcar. En otros
puntos de América, se dice
rapadura, sin s. Tiene las
acep. cast.
Raspadura. Cub. i. — fam. —
Lo mismo que raspadla.
Véase.
Raspadura de flor. Cub. f. — ■
La raspadura (1.a acep.)
cuando en su elaboración
entra azúcar de mejor cla-
se, que le da más suavidad
al paladar.
Raspalengua. Cub. m.- — Ár-
bol silvestre de hojas gran-
des, elípticas u oblongas,
aserradas, lampiñas en la
haz, tomentosas en el en-
vés, fruto en cápsula glo-
bosa, de tamaño de cereza,
dulzaino, que comen con
RAST
446 —
REBA
provecho los cerdos y cier-
tas aves, pero que produce
un gran ardor de lengua a
las personas, de donde toma
nombre; su madera es
blanda, ligera, de color
amarillento, y se utiliza en
ebanistería. (Bot. F. Sami-
dáceas; esp. Casearia hir-
suta, Sw.)
Raspapolvos. Cub. m. pl. —
fam. — Equivale a "repri-
menda", "amonestación",
"regaño", y es voz gracio-
sa: "Le echaron un raspa-
polvos en la oficina, por
llegar tarde".
Raspar. Cub. v. a. — fam. —
Despedir a un empleado o
subalterno. "Rasparon a
diez empleados en la fá-
brica, por perturbadores".
Al verbo botar, por desdi-
cha para el habla de Cer-
vantes, no falta quien lo
haga sinónimo de este otro.
Tampoco falta quien a ras-
par dé el asqueroso signi-
ficado de obras contra la
naturaleza varonil. Tiene
los usos castellanos.
Rasponazo. Cub. m. -Peque-
ña desgarradura de la piel
en ligero accidente: Me di
un rasponazo en la pierna".
(Et. De "raspar", con la
influencia de "arañazo" y
otros).
Rastrojo. Cub. m. — En Cuba,
por extensión de la acep.
académica, se dice "ras-
trojo", muy frecuentemen-
te en plural, al residuo, al
desperdicio de alguna cosa:
"Sólo quedan los rastrojos
de la cosecha de patatas".
"En la carnicería no hay
más que rastrojos^.
RavioSi. Cub. m. -Cierta masa
de queso y mantequilla con
la que se hace sopa. Algu-
nos escriben esta voz con
b. (Et. del italiano ravioli).
Real. Amer. m.- — Moneda de
plata equivalente a dos
reales de vellón o diez cen-
tavos. El peso de plata
consta de diez reales.
Véanse la frase 157 y el
refrán 28 en los respecti-
vos Apéndices. Tiene las
acep. cast.
Real fuerte. Amer. m. — En
Cuba y otros países ameri-
canos, no se dice así a la
moneda mejicana que cita
la R. A., por ser descono-
cida en ellos. Se entiende
por real fuerte una mone-
da imaginaria, equivalente
a ésa, o sean dos y medio
reales de vellón, de manera
que el duro tiene ocho rea-
les fuertes. Es unidad mo-
netaria empleada en Cuba,
solamente en el comercio
importador, y en uso deca-
dente.
Rebacadero. Cub. m. — Algu-
nos escriben así incorrec-
tamente la voz revacadero,
que se deriva de "vaca", y
requiere por lo tanto el
empleo de la v. Véase.
Rebambaramba. Cub. f. —
vulg. — Escándalo tumultua-
rio, desorden, confusión
callejera. Es sinónimo de
RBCL
— 447 —
EBOO
corre-corre, y de molote,
aceptada ésta por la R. A.
Rebasar. Cub. v. n. — poco
uso. — Algunos emplean este
verbo para manifestar que
se salvan los obstáculos
de un asunto. Tiene los
usos castellanos.
Rebencudo, da. Cub. adj. —
fam. — Equivale a "porfia-
do", "testarudo", "terco":
"Anita es muy rebencuda'".
(Et. De "rebenque").
Rebenque. Cub. f. — fam. —
Lo mismo que "incomodo",
"mal humor", "fastidio":
"Fulano tiene rebenque".
Rebenque. Cub. adj. — Véase
tasajo rebenque.
Rebumbio. Amer. m. — fam.
—Alboroto, desorden, con-
fusión: "Más que reunión,
aquello fué un rebumbio".
Reburujina. Amer. f. — Ac-
ción y efecto de reburujar,
o sea "reburujo" en cas-
tellano.
Recado. Cub. m. — En pocos
lugares, lo que general-
mente se conoce por vian-
da. Véase. Tiene las acep.
castellanas.
Recentína. Cub. adj. — Aplí-
case a la vaca recién pa-
rida. (EL De "reciente").
Receso. Amer. m. — Descanso
en un debate, corta sus-
pensión de los trabajos en
una asamblea, juicio oral,
etc.: "El Presidente con-
cedió un receso de diez mi-
nutos".
Reclamo. Común, m. -Anun-
cio periodístico en forma
gacetillera, que es una ma-
nera, no siempre ingeniosa,
de proponer indirectamen-
te al lector el consumo de
algún género, sin que des-
cubra la verdadera inten-
ción de lo que lee hasta
casi concluir la lectura.
(Et. Del francés rédame).
Reclamo. Cub. m. — Dícese
impropiamente por "recla-
mación": "Hice el reclamo
de las averías a la fábri-
ca".
Reclusión perpetua. Común.
f. — Término del Código
Penal que señala la pena
inmediatamente inferior a
la de muerte, y se extingue
a los 30 años de empezar a
sufrirla, si el Gobierno su-
pone que se ha corregido
el penado, pues que tiene
derecho a no darle libertad
entonces.
Reclusión temporal. Común.
f. — Pena que ocupa el ter-
cer grado en la escala del
Código Penal, y como má-
ximo, puede durar desde
doce años y un día hasta
veinte años.
Recogerse. Cub. v. ref. —
fam. — Usase generalmente
en imperativo, para re-
convenir a una persona
que se propasa en algo:
" Recójase, amigo, que le
pueden costar caros los
atrevimientos". "Si no te
recoges, vas a tener un dis-
gusto".
Recolta. Cub. f.— poco uso.
— En algunas comarcas se
RBDU
448 —
REFA
oye esta voz en lugar de
"recolección", " cosecha "^
especialmente si se trata
de café. (Et. Del francés
récolte).
Reconstrucción. Común, f.-
Acción y efecto de recons-
truir: "La reconstrucción
del teatro".
Recortado, da. Cub. adj. —
fam. — Se aplica festiva-
mente a la persona de baja
estatura. Tiene los usos
castellanos, como p. p. del
verbo "recortar".
Recortes. Cub. m. pl. — fam.
— Equivale a "lecciones",
"modelos", "reglas": "El
pinche toma recortes del
cocinero". Tiene los usos
castellanos.
Rechupetín (De). Cub. mod.
adv. — fam. — Empléase,
aunque menos, cómo el
castellano "de rechupete",
de más uso en Cuba, para
expresar exquisitez, exce-
lencia: "Este guisado está
de rechupetín" . La R. A.
acepta "ser de rechupete"
como frase fam. Nosotros
opinamos que no es tal
frase, y sí un modo adver-
bial, toda vez que se dice
de rechupete en muchas
frases que no las forma el
verbo "ser", como por
ejemplo: "estar de rechu-
pete"; "quedar de rechu-
pete"; etc.
Reducidamente. Común, adv.
— De manera reducida :
"Una familia que vive re-
ducidamente".
Reembarque. Común, m. —
Acción y efecto de reem-
barcar : "El reembarque
de las tropas".
* Refacción. Cub. f.-La R. A.
acepta este cubanismo y no
el más importante, del cual
deriva, o sea el verbo re-
faccionar. Además de in-
currir en ese olvido, da un
significado inexacto a la
voz refacción; pues dice
que es el "gasto que oca-
siona al propietario el sos-
tenimiento de un ingenio
u otra finca". Esto que co-
piamos literalmente no se
entiende en Cuba sino con
palabras castellanas como
las de "gasto", "egreso" y
otras; "refacción" es algo
distinto, es la acción y el
efecto del verbo refaccio-
nar, y en este lugar, que
es el más adecuado, se ex-
plica. Véase.
Refaccionar. Cub. v. a. -Fa-
cilitar al dueño o explota-
dor de una finca rústica,
los géneros y dinero nece-
sarios para el cultivo de
ella, en tanto que no se re-
coja y venda el producto
cosechado. En este com-
promiso verbal o escrito,
que se efectúa regular-
mente entre un comer-
ciante y un agricultor, sue-
le haber algunas condicio-
nes especiales, corno la de
garantizar el importe del
consumo con la propia co-
secha, con la finca misma,
o con cabezas de ganado,
REFU
449
RBIN
etc.; cargar un interés fijo
al importe de lo facilitado;
cobrar esto con parte de la
cosecha y no en dinero;
hacer la recolección el pro-
pio refaccioni<-ta, y otras.
Véase la voz refacción,, y se
comprenderá lo mal infor-
mada que ha sido la R. A.
al aceptar este cubanismo,
y lo poco justa que le han
hecho ser a esa docta Cor-
poración, no aceptando la
voz matriz o sea este verbo
refaccionar.
Refaccionario, ria. Cub. adj.
— Aplícase a la persona a
quien se refacciona, y a los
asuntos en relación con re-
faccionar. Algunos le dan
uso de substantivo.
Refaccionista. Cub. común.
— La persona o casa de co-
mercio que refacciona una
o varias fincas de cultivo.
Refistolería. Cub. f. — Arro-
gancia, jactancia, afectada
vanidad personal.
f?eílstoleros ra, Cub. adj. —
Aplícase a la persona alta-
nera, vanidosa, afectada en
sus modales, gestos y ex-
presión.
Refitolero, ra. Cub. adj. — Se
aplica a la persona muy
obsequiosa y zalamera.
íeffrescante. Común, adj. —
Aplícase a las cosas que
'La zarzaparri-
bebida refres-
refrescan :
lia es una
cante".
!efunfuñador, ra. Común.
adj. — Se aplica a la perso-
na dada a refunfuñar:
"Pedro es muy refunfu-
ñador".
Refutable. Común, adj. —
Aplícase a cosa que pueda
refutarse: "Una opinión
refutable".
Regalía. Cub. f. — Una vitola
grande de cigarro puro o
tabaco. Tiene algunas de
las acep. académicas.
Regaliza. Cub. í. — La planta
peonía. Véase. No es la
"regaliza" de la R. A.
Regatear. Cub. v. n. — No se
aplica este verbo en Cuba
solamente a las regatas de
embarcaciones, sino que,
por extensión, a todas luces
incorrecta, se dice a las
porfías de velocidad entre
caballos, bicicletas, etc.
Tiene los usos castellanos.
Regateo. Cub m. — Acción y
efecto de regatear. Véase.
Es caso curioso que cuando
se trata de embarcaciones
no se diga regateo, sino
"regata", en correcto cas-
tellano. Tiene la acep. cast.
Regiano, na. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
Regla.
Regiano, na. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa lo-
calidad.
Regustado, da. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na que ha quedado satis-
fecha de una cosa.
Reina Luisa. Cub. f. — Plan-
ta cultivada en los jardi-
nes, de tallo herbáceo que
alcanza unos 8 decímetros
de altura; las hojas de la
REJO
— 460
parte inferior del tallo son
grandes, oblongas, puntia-
gudas y dentadas, y las de
la parte superior, peque-
ñas; tiene flores grandes,
sin olor, pero muy hermo-
sas, de pétalos violados.
También se conoce por ca-
jigal y por su nombre cas-
tellano de "damasquina",
aunque menos. (Bot. F.
Compuestas; esp. Zinnia
elegans).
Reina Margarita. Cub. i. —
Una variedad de la planta
de jardín conocida en Cuba
por extraña rosa, y en cas-
tellano simplemente por
"extraña".
Reinado. Cub. m. — ant ic. —
Cierta reunión o fiesta pa-
recida ai cabildo de negros
(1.a acep.), en la que éstos
proclaman una reina que
con su cohorte preside el
festival. Hoy los negros
tienen sus reuniones más o
menos importantes, algu-
nas con carácter secreto,
pero fundan y sostienen so-
ciedades serias y decentes
de recreo en casi todas las
localidades.
Rejeca. Cub. adj. — Véase
rejega.
Rejega. Cub. adj. — Aplícase
a la vaca que se deja orde-
ñar fácilmente, porque se
ha acostumbrado a que se
le amarre el ternero al pes-
cuezo con el rejo. Véase.
Rejo. Cub. m. — Soga con que
se amarra el ternero al
fe
pescuezo de la vaca pa
ordeñarla.
Rejuego. Cub. m. — fam. •
Embrollo, ardid de no mi
buena índole: "Juan c
sus rejuegos convenció
Roque".
Relajeada. Cub. f. — fam.
Véase relajeadura.
Relajeador, ra. Cub. adj.
fam. — Aplícase a la pers
na amiga o aficionada a r
lajear. Véase. Otros dic<
relajero, ra.
Relajeadura. Cub. f. — fam.
Acción y efecto de relajee
Véase. También se dice r
lajeada y relajeamiem
aunque se oye menos.
Relajeamiento. Cub. m
fam. — Aféase relajeadura
|ear. Cub. v. a. — fam
Lo mismo que "bromeai
"tomar el pelo,1" reírse
mofarse de una persona
cosa: "A Diego le relaje*
ron sus caricaturas"; "R
món relajeó o ha relajea<
como quiso a Tomás". (I
De "relajar").
Relajero, ra. Cub. adj.-fa¡
— De menos uso que reí
jeador, ra.
Relajo. Cub. m. — fam. A
Equivale a "pornografía
"depravación": "Un lib
de relajo"; "palabras,
cuentos de relajo". No fal^ei
quien degrade la voz a si;
niñear el acto del coito.
Relajo. Cub. m. — fam. — A
boroto, desorden, escánd;
lo: "La fiesta concluyó ce
el gran relajo".
>1 —
RBNG
ReSaJón, na. Cub. adj. — fam.
Aplícase a la persona de
costumbres depravadas, afi-
cionada a cosas de relajo
(1.a acep.) "Fulano es muy
relajón o tiene costumbres
relajonas".
íeSambido, da. Cub. adj. —
i Corrupción casi admisible
de relamido, da, que está
,' muy generalizada.
Relamido, da. Cub. adj. —
Aplícase a la persona de
pretensiones desfachatadas,
irrespetuosas. Una mujer
festejada o pretendida por
quien considera inferior, la
llama relamido. Muchos di-
cen relambido, da, forma
que parece ganar en dono-
sura.
Ijie.lampuso, sa. Cub. adj. —
fam. — Desfachatado, des-
comedido, indecoroso, más
j|¿ que lampuso, sa. Véase.
^■teíente. Cub. m.-La refrac-
m ción de la luz solar cuan-
gl do molesta la vista, y la
m\ lunar que deja sentir frial-
dad: "El relente del sol";
"el relente de la luna".
Esta última forma viene a
ser la acep. académica.
eilollo, Ha. Cub. adj. — fam.
¡ — V é a s e reyoyo, ya, de
jí donde deriva por corrup-
-i ción.
emandingo. Cub. m. — vulg.
— Escándalo, confusión, al-
boroto. Es sinónimo de re-
aljj lajo (2.a acep.) salpafuera,
correcorre, folleo, rebum-
bio y otros.
emediano, na. Cub. subs. y
adj. — La persona natural
de San Juan de los Reme-
dios o, simplemente y más
común, Remedios.
Remedian©, na. Cub. adj. — -
Aplícase a cosas pertene-
cientes a esa ciudad.
Remetida. Cub. f.-En el jue-
go de burro, cuando los ju-
gadores ponen su cuota en
el fondo común, después de
una jugada.
Remisión. Cub. f. — En el co-
mercio, especie de factura
provisional, que se manda
con una mercancía dentro
de la localidad. Tiene las
acep. cast.
Remojo. Amer. m. — antic. —
Equivale a "propina". En
lenguaje criollo suele oírse
en el pueblo basura y ba-
surUa, como sinónimos.
Tiene ios usos castellanos.
Remolacha. Cub. f. — Según
Pichardo, de este planta de
escaso cultivo en Cuba, el
señor Goloma y Garóes dis-
tingue ocho variedades: "la
blanca, de Silesia; la ama-
rilla, de Alemania; la glo-
bosa roja; la larga, color
de rosa; la amarilla, de
Castelmándarg; la larga
violeta, y la larga roja'".
Renculillo. Cub. m. — fam. —
Incomodo, rabieta capri-
chosa: "Inés tiene un ren-
culillo inaguantable".
Rengue. Amer. m. — antic. —
Cierto tejido de algodón
transparente, usado en col-
gaduras, cortinas, mosqui-
teros, etc. Hoy se diee "mu-
RBPO
selina". Véase la frase 99
del Apéndice.
Renovable. Común, adj. —
Aplícase a lo que puede re-
novarse: "Un contrato re-
novable".
Reñido, da. Común, adj. —
fig. y fam. — Lo mismo que
"encontrado", "opuesto":
"El desaseo está reñido con
la buena educación"; "cos-
tumbre reñida con la hom-
bría de bien".
Repartidera. Cub. f. — En los
ingenios, una paila peque-
ña destinada a trasegar el
melado.
Reparto. Cub. m. — Por an-
tonomasia, el terreno ur-
banizado que se fracciona
en solares. Tiene los usos
castellanos.
Repellador, ra. Cub. adj. — ■
vulg. — Aplícase a la per-
sona que gusta de repellar.
Véase.
Repellar. Cub. v. n. — fig. y
vulg. — Emplear contorsio-
nes obscenas en el baile,
particularmente en el lla-
mado rumba. Tiene el aso
castellano.
RepeEIo. Cub. m. — Acción y
efecto de repellar. Véase.
Repliegue. Común, m. -Plie-
gue doble o superpuesto.
(Et. De "replegar").
Reportaje. Común, m. — In-
dagación y obtención de
noticias con destino a los
periódicos. Otros dicen re-
porterismo. (Et. Del inglés
repórter).
Repórter. Común, m. — En
— 452 — RBSB
castellano, " gacetillera
que, siendo bastante m
aceptable, ha caído en de
uso, por el mal sentí
despectivo que se le
dado a esta voz. (Anglici
mo).
Reporterismo. Común m
Véase reportaje.
Reproductivo, va. Cotnú
adj. -Aplícase a lo que ti
ne cualidades de reprodu
ción: "Planta reprodu
tiva".
Repuntado, da. Cub. p. p.
Significa abocado, prope
so: "Jacinto está repu,
tado de bronquitis". Vea
repuntar, de menos uso
otros tiempos de su conj
gación.
Repuntar. Cub. v. a. — P
extensión, aunque de po¡
uso, aparte su p. p
cese a la propensión o c
mienzo de una enferma
dad: "A Moisés le repun^
la tisis". Tiene poco uso
las acep. cast.
Resaca. Cub. f. — fam. — po
uso,— La acción de casi
gar o golpear exagerada
mente: "A Roque le dieri,
una resaca de palos". "B1L
recibió una resaca de pui„|
tapies".
Resedá. Cub. m. — Arbusti
de jardinería que no par<T
ce ser la "reseda" castj
llana, puesto que figur^
en familias distintas. Ti
ne el tronco erizado, hoj
opuestas, subenteras, ov
lo-!anceoladas, como de u;
d,pl¡
l'S
453 — rbvA
pulgada de largo; flores
pequeñas en ramilletes ter-
minales, amarillas, fragan-
tes. Es medicinal. (Bot. F.
Litrarieas; esp. Lawsonia
alba, Lamkj
;sedá francés. Cub. m. —
Variedad del arbustillo re-
sedá, de flores blancas.
¡sfriadera* Cub. f. — Espe-
cie de artesa de hierro,
grande, aplanada, de figu-
ra rectangular, empleada
3n los ingenios.
í-solladero. Cub. m. — Lu-
•^ar por donde surge un río
""Subterráneo en la parte an-
terior de su aparición. En
castellano se dice "rezu-
nadero"; pero no está mal
'ormado el cubanismo. (Et.
be "resollar").
Phftama árbol. Cub. f. — Esta
llanta y la siguiente, aun-
c)'Ji[ue de la misma familia,
■H'Hio son ninguna de las 11a-
11 'i nadas "retama" en casíe-
c j laño. Esta, es un árbol de
tiadera flexible y ligera,
■pol dilizada en carpintería.
as!vBot. F. Compuestas; esp.
wkéne&io plumbeus, Gris.)
iwjtama arbusto. Cub. f. — El
'Blji'Tbusto más conocido por
pmülvia cimarrona (2.a acep.)
"éase.
:©bado, da. Amer. adj. —
.plícase a la persona o
nimal rebelde, indómito.
.tranca. Cub. f. — El freno
e los carruajes, de cual-
uier forma que sea, y tra-
nse de cualquier clase de
shículo, sin excluir los
vagones de ferrocarril. La
voz "freno" sólo tiene al-
gún uso para designar, en
esta acep., el de aire com-
primido de las locomoto-
ras.
Re-tranca. Cub. f.-fig. y fam.
— Contener la confianza de
una persona cuando se juz-
ga excesiva o peligrosa :
"Pedro le puso la retran-
ca a su amigo Juan". "Pon-
le la retranca a ese mu-
chacho si no quieres que
abuse de ti".
R atrancar. Cub. v. a. — Hacer
uso de la retranca (1.a
acep.)
* Retranquero. Cub. m. — Dí-
cese al guardafrenos, en-
cargado de la retranca (1/
acep.) Véase.
Retreta. Cub. f. — Concierto
musical en parques pú-
blicos, ejecutado por una
banda militar o de paisa-
nos, de día o de noche, cir-
cunstancias que no hacen
al nombre. Tiene la prime-
ra acep. académica.
Retreta. Cub. f.— fig. y fam.
— Equivale a "conjunto",
"serie", "porción": "A Fu-
lano le dieron una retreta
de palos".
Revacadero. Cub. m. — Sitio
regularmente sombreado y
sin hierba, en los potreros,
donde suele reunirse el ga-
nado vacuno después de
comer. Es incorrecto el
empleo de la b. Véase el
refrán 34-a del Apéndice.
(Et. De "vaca", re-vaca-
dero).
Revancha, Común, i.— Equi-
vale a "despique", "ven-
ganza", "desquite", "com-
pensación" y otras, según
el caso, que van sucum-
biendo ante el empuje
arrollador de la híbrida re-
vancha. (Et. Del francés
revancha ) .
Reverbero. Amer. m. — Es-
pecie de infiernillo o co-
cinilla portátil, muy pe-
queña, de muy variadas
formas, generalmente asis-
tida con alcohol, y desti-
nada a calentar líquidos
por la noche.
Revés, Cub. m. — Cierto gu-
sano que se cría en el tron-
co de la planta de tabaco,
dañándola. Tiene el uso
castellano.
Revieníacafoaílo. Cub. m. —
Hierba silvestre, común en
los lugares húmedos, pe-
renne, cuyo tallo se eleva
unos tres decímetros con
hojas alternas, lanceoladas,
agudas, dentadas, malolien-
tes, y flores largas con pé-
talos blancos. Es una de las
pjantas más venenosas de
las Antillas; con su pasto
se hinchan los caballos y
otros aninaales. También se
llama "quibey", que es el
nombre americano castella-
nizado, y tibey por corrup-
ción. (Bot. F. Lobeliáceas;
e s p. Isotoma longiflora
Presl.).
Revirada. Cub. f. — fam. —
K
454 — rbvo
Acción y efecto de revirar^- ¡
se. Véase. Otros dicen re-
virón como aumentativo,
(i.* acep.).
Re-virarse. Cub. v. ref. — fam.
— Equivale a "desobede-
cer", "indisciplinarse", "re-
belarse". Guando se trata
de cosas, indica que salen
contrarias al deseo de quien
las maneja: "Raúl se re-
viré contra su jefe". "Se
ha revirado un escuadrón".
"Un clavo que se revira"
(que se tuerce). Este verbo,
en parecidas acep.. si no las
mismas, parece de naci-
miento gallego, así como la
forma simple virar.
Revirón. Cub. m. — fam.— Lo
mismo que revirada. Véase.
Revirón, na. Cub. adj. — fam.
— Aplícase a personas o
cosas propensas o inclina-
das a revirarse. Véase.
Revolisco. Cub. m. — Barullo,
confusión, enredo de per-
sonas o cosas: "La gente
formó un revolisco a la sa-
lida del teatro". "Has hecho
un revolisco con la ropa".
(Et. De "revolver").
RevoítüEo. Cub. m. — Guisado
a manera de pisto, en el
que entran variados com-
ponentes, ya sean vegetales
o animales: "Revoltillo de
pescado"; "revoltillo de le-
gumbres". Tiene algunos
usos castellanos.
Revolución. Cub. f. — Cierto
juego de billar en que to-
man parte cuatro bolas y
no tres, que es lo corriente
RETO — 465 — R1PI
case a la voz "criollo, lia",
cuando se quiere significar
al cubano blanco que no
desciende en primera ge-
neración de extranjeros:
"Es una criolla reyoya™.
Otros dicen rellollo^ que si
parece más admisible al
castellano, presenta en cam-
bio una cacofonía más des-
agradable.
Rezagado, da. Común, adj.
— Aplícase a lo que se re-
tarda o queda a la zaga :
"Un discípulo rezagado".
Rezumbador. Cub. epic. m.-
En algunos lugares, dícese
al pajarillo zunzún. Véase.
Rezumbador. Cub. m. — Es-
pecie de peonza o trompo,
contruído en forma que al
girar produce un zumbido.
Riboda. Cub. f. — poco uso. —
Corrupción de r ib o t a .
Véase.
RIboía. Cub. i. — desusada. —
Reunión donde se habla y
bromea desordenadamente.
Otros dicen menos correc-
tamente riboda. (Et. Del
francés ribote).
Ricachón, isa. Común, adj.- —
Aumentativo de "rico, ca";
lo mismo que la acep. aca-
démica "ricacho, cha". Al-
gunos le dan acep. de subs-
tantivo.
Ringla (En). Cub. mod. adv.
— Equivale a "perfecta-
mente", "muy bien": "El
moblaje está en ringla".
Ripiar. Cub. v. a. — Deshila-
cliar, desfibrar, deshacer
en tiras o jirones una cosa:
Tiene las acep. casíellanas.
Revolvedor. Cub. m. — Por
antonomasia, el recipiente
que hay en los ingenios
para revolver y pastificar
1 el guarapo, operación que
: facilita un aparato coloca-
• do al objeto en el interior.
Revolverse. Cub. v. ref. —
' fig. y fam. — Procurar líci-
1 tamente la prosperidad
personal; como el castella-
no "bandearse", que se usa
; mucho en Cuba. Se revuel-
ve el que viste mejor que
de costumbre; el que con-
sigue un buen empleo; el
que tiene más dinero que
de ordinario; etcétera". —
"¿Qué tal van tus asuntos?
— Me revuelvo". Algunos
dicen que use revuelve Fu-
lano como cayuco en la
arena"'. Tiene los usos cas-
tellanos.
íevuelo. Cub. m. — Ataque
dirigido por un gallo de pe-
lea a su rival sin sujetarle
con el pico, esto es, al
vuelo.
Revuelo. Cub. m.-fig. y fam.
— Ardid de que pretende
valerse una persona para
conseguir de otra un fa-
vor: "Fulano me tiró un
revuelo para disimular el
sablazo que me prepara-
ba"; "me vino con el re-
vuelo de que tenía a la mu-
jer enferma y le di cinco
duros".
Rey de las auras. Cub. epic.
m. — El ave caraira. Véase.
EReyoyo, ya. Cub. adj.-Aplí-
ROBL
456
ROBL
"El niño ripió los panta-
lones". "La carne se ripia
para hacer ropa vieja".
aera» Cub. común. — fam.
— Dícese a la persona de la
plebe, de la hez social:
"Fulano es un ripiera";
"Fulana es una ripiera".
Ripiería Cub. f. — fam. — Lu-
gar o reunión de gente ri-
piera (véase) : "En mi ba-
rrio hay mucha ripiería".
Ripio. Cub. m.~ La acción y
el efecto de ripiar. Véase.
Tiene las acep. cast. prin-
cipales. Véase la frase
142-b del Apéndice.
Roblar. Cub. m. -Lugar donde
crecen los robles, que en
castellano se dice "roble-
do" y "robledal".
Roble. Amer. m. — Reciben
este nombre varias espe-
cies de árboles que sólo tie-
nen de común con el verda-
dero roble el ser madera-
bles.
Roble agalla. Cub. m. — El
árbol jagua-jagüita. Véase.
Roble amarillo. Cub. m.—
Árbol silvestre de hojas
aovadas, flores corimbosas,
y madera fibrosa, compac-
ta, de color pajizo, emplea-
da en carpintería. También
se llama palo guitarra. (Bot.
F. Verbenáceas; esp. Citha-
rexylum triUosum, Jacq.)
Roble aRR&ritlo. Cub. m. — El
árbol jagua-jagüita. Véa-
se.
Roble blanco. Cub. m. — Ár-
bol silvestre de hojas rígi-
das, diminutamente esca-
mosas, flores -rosadas en
panojas terminales, y ma-
dera dura, compacta, de
color gris amarillento, em-
pleada en hormas de zapa-
tos, yugos para bueyes, etc.
También se llama roble de
yugo. (Bot. F. Bignoniá-
ceas; esp. Tabebuna pen-
taphylla).
Roble bombo. Cub. m. — Un
árbol apenas conocido.
Roble de guayo. Cub. m. —
Árbol de hojas aovadas, li-
sas, que sirven de pasto; el
fruto lo comen las aves, la
madera es dura y resisten-
te, y se emplea en carpin-
tería gruesa. Hay otra es-
pecie con este mismo nom-
bre. (Bot. F. Verbenáceas;
esp. Clerodendron lindema-
num, A. Rich.)
Roble de güiro. Cub. va. —
El árbol más conocido por
ofón. Véase.
Roble de olor. Cub. m. — Ár-
bol silvestre que crece unos
8 metros, de flores muy
aromáticas, que le dan
nombre, de madera dura y
fuerte, color amarillento,
empleada en construccio-
• nes. (Bot. F. Bignoniáceas;
esp. Catalpa punctata, Gris).
Roble de yugo. Cub. m. — El
roble blanco. Véase.
Roble negro. Cub. m— Ar-
busto silvestre de hojas
elíptico - oblongas, enteras,
flores blancas en panícula
terminal, y madera estima-
ble. (Bot. F. Borragíneas;
Si
457
ROMB
esp. Bourreria succulenta,
Jacq.)
Roble prieto. Cub. rn. — Otra
especie de buena madera.
(Bot. F. Borragíneas; esp.
Ehretia tinifolia, Lin.)
Roble real. Cub. m. — Árbol
indígena de buena madera,
que alcanza notable eleva-
ción. (Bot. F. Bignoniáceas ;
especie Tecoma longiflora,
Gris.)
Roble sabanero. Cub. ni. —
Véase rompeporrá.
Rocío. Cub. m. — fam. — Véa-
se la frase 103-6 del Apén-
dice.
Roleta. Amer. f. — vulg. — Así
dicen algunos por "ruleta'1,
que es el galicismo caste-
llanizado.
Romeriüo. Cub. m. — Reciben
este nombre varias espe-
cies de hierbas, de las cua-
les toman algunas adita-
mentos particulares.
Romerillo. Cub. m. — Véase
salvia cimarrona.
Romeriüo blanco. Cub. m. —
Hierba silvestre anual, muy
común, de tallo erguido,
que alcanza cerca de un
metro, con hojas pennado-
partidas, y flores amarillas
en capítulos. Crece en los
sitios húmedos, y no es rara
en los tejados de casas vie-
jas; es buen pasto, y tie-
ne propiedades pectorales.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Bidens pilosa, Lin.)
Romerillo cimarrón. Cub.
m. — Hierba silvestre anual
de hojas pecioladas, ovales,
acuminadas, y flores blan-
cas; es mal pasto. (Bot. F.
C; esp. Nocca mollis, Jacq.)
Romerillo de costa. Cub. m.
— Planta herbácea de ra-
mas alternas, hojas opues-
tas, lanceoladas, y flores
amarillas, que se desarro-
lla en los lugares roquizos
del litoral. También se
11 a m a romerillo francés.
(Bot. F. C; esp. Virguiera
helianthoides, H. B. et K.)
Romerillo de loma. Cub. m.
— Hierba anual lampiña de
tallo tetrágono erecto, y
flores amarillas. (Bot. F. C.
esp. Bidens bipinnata, Lin.)
Romerillo francés. Cub. m.
— Véase romerillo de costa.
Romerillo retama. Cub. m.
— Otra especie de escaso
interés.
Romero cimarrón. Cub. m. —
Cuatro plantas reciben este
nombre, dos de las cuales,
como se verá, tienen ade-
más otros. La más conocida
así es una planta herbácea,
anual, de hojas opuestas y
flores en cabezuelas amari-
llas. Crece en los terrenos
yermos del litoral. (Bot. F.
Compuestas; esp. P e c tis
cubensis, Gris.)
Romero cimarrón. Cub. m. —
Hierba silvestre que antes
de florecer huele a limón y
después a chinche, por lo
que también se llama yerba
chinchera. (Bot. F. C; esp.
P. plumieri, Gris.)
Romero cimarrón. Cub. m.
Véase tebenque.
ROMP
458
RONC
Romero de monte. Cub. m.-
En algunos lugares, una
planta semejante al verda-
dero romero (también cul-
tivado en Cuba), pero con
las hojas "en figura estre-
llada e inodora", según
Pichardo.
Romero de playa. Cvb. m.—
"Planta parecida al rome-
ro, aunque inodora, salo-
bre y picante". (Pichardo).
Romero macho. Cub. m. —
Hierba silvestre, anual, te-
rrestre, muy ramosa, de
hojas lanceoladas, pun-
teadas, y flores en cabezue-
las solitarias. (Bot. F. C;
esp. P. próstata, Cav.)
Rompehueso. Cvb. m.— Ar-
busto silvestre de hojas
lampiñas, elípticas, ovales o
lanceoladas, enteras o irre-
gularmente aserradas, con
líneas y puntos translúci-
dos abundantes; flores di-
minutas amontonadas en
fascículos, fruto globoso,
pequeño, rojo, y madera
dura, compacta, pesada,
amarillenta con vetas, em-
pleada en carpintería grue-
sa. También se llama llorón
(1.a acep.). palo cotorra,
sarna, sarna de perro y
sarnilla. (Bot. F. Samidá-
ceas; esp. Gasearía sylves-
tris, Sw.)
Romperropa. Cub. m. — Ar-
busto silvestre de flores
blancas en panículas ter-
minales, que abunda en la
ciénaga de Zapata. También
se conoce por roble saba-
nero y sabañón. (Bot. F.
Bignoniáceas ; esp. Tecoma
lepidophylla, Gris.)
Romperse. Amer. v. ref. —
Con relación a la cabeza,
"descalabrarse": "El niño
se rompió la cabeza", Tiene
las acep. cast.
Rompezaragüey. Cub. m. —
Reciben este nombre, que
probablemente es el "rom-
pezaragüelles" castellaniza-
do, numerosos arbustos y
hierbas. Algunas de estas
plantas se conocen también
por celestina, otras por la-
gaña de aura, y una por
albahaca de sabana. La es-
pecie más importante co-
nocida sólo por rompezara-
güey, es una planta silves-
tre, perenne, ramosa, de
tallo leñoso y quebradizo,
de hojas opuestas, aovadas,
puntiagudas, aserradas, y
flores pequeñas, blancas, en
ramilletes terminales, que
brotan por Navidad. Las
hojas en cocimiento son
buenas para la diarrea.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Vernonia remotiflora, Rich.)
Rompezaragüey macho. Cub.
m. — Un arbusto de escaso
interés. (Bot. F. C; esp. V.
habanensis, D. C.)
Rompezaragüey morado.
Cub. m. — El arbusto lagaña
de aura de paredón. Véase.
Ronco. Cuh. epic. m. — Pez
abundante, de unos 25 cen-
tímetros de largo, figura
regular, de color azul en el
lomo, con fajas longitudi-
ROSA
459 —
ROSA
nales, azules y amarillas al-
ternadas el resto del cuer-
po, las aletas de color acei-
tunado con el borde ama-
rillo, y ojos grandes negros
con el borde oliváceo. Hay*
muchas especies. (Zool. F.
Hcemulidce; esp. Hcemulon
serratum, Poey).
Ronco amarillo. Cub. epic.
m.-Tipo de color más ama-
rillo que la especie ante-
rior. (Zool. F. R. esp. R. lu-
teum, Poey).
Ronco arará* Cub. epic. m. —
"Especie con líneas longi-
tudinales en el cachete",
según Pichardo. (Zool. F.
R.; esp. R. arará, Poey.)
Ronco blanco. Cub. epic. m.-
Hay cuatro especies de este
mismo nombre. (Zool. F.
R.; esp. R. albidum, Poey,
la principal).
Ronco carbonero, (hib. epic.
m. — Otra especie distinta
en la coloración. (Zool. F.
R.; esp. R. carbonarius,
Poey).
Ronco prieto. Cub. epic. m.
— Hay varias especies con
este color indicado. (Zool.
F. R.; esp. E. retrocurrens,
Poey, la principal).
Rosa. Cub. f. — Hay en Cuba
una enorme vturiedad de
rosas, algunas de las cua-
les se nombran posponien-
do a "rosa" algún sobre-
nombre particular, como se
verá más adelante. Pero
son muchas las que toman
nombres particulares, y en-
tre ellas, las siguientes :
Paul Neyrón, Capitán Chris-
ty, Augusta Victoria, Tosca,
Príncipe Alberto, Príncipe
Negro, Capitán Ito, Pío
Nono, Reina de España,
Perla de Cuba, Perla de los
jardines, Coqueta de blan-
cas, Conde París, Bella in-
glesa, Estrella de León,
Bola de nieve y muchas
más;
Rosa alabastro. Cub. f. — De
tamaño corriente, muy
blanca y sin olor.
Rosa beüavista. Cub. f. — De
tamaño corriente, con los
pétalos retorcidos, de color
rosa pálido, sin olor.
Rosa Borbón. Cub. f. — De
color rojo encendido, sin
espinillas.
Rosa de Alejandría. Cub. f.
— La rosa de Castilla. Véa-
se.
Rosa de Bengala. Cub. f. —
De pétalos aterciopelados,
de color rojo, sin aroma.
Rosa de Castilla. Cub. i'.—
Grande, roja y olorosa.
También se llama rosa de
Alejandría.
Rosa de cien hojas. Cub. f.
— De numerosos pétalos, de
color rosado vivo, sin aro-
ma.
Rosa de limón» Cub. f. —
Producida en enredadera,
de pétalos blanquecinos
muy rizados, y que huelen
a limón.
Rosa de Mahón. Cub. f.—
De tamaño grande, color
amarillento y sin olor.
ROSA
460
RUBÍ
Rosa de río. Cub. f. — Véase
clavellina (2.a acep.)
Rosa de sabana. Cub. f. —
Una planta silvestre. (Bot.
F. Apocináceas ; esp. E chi-
tes rosea, A. D. C.)
Rosa de verano. Cub. f. —
Se produce en pareja, es
vaporosa, de pétalos rosa-
dos, muchas espinas suaves
y olor agradable.
* liona francesa, Cub. f. — La
rj'Qlfa, de Europa, que es
muy cultivada en Cuba,
uonde también recibe este
r.c-mbre.
Fosa microfila. Cub. f. — De
lionas muy pequeñas y flor
roja, sin olor.
Rosa minadora. Cub. f. —
Planta que toma este nom-
bre porque se extiende
bajo tierra, y produce su
flor blanca e inodora a ras
del suelo.
Rosa miniatura. Cub. f. —
Véase rosa mosca.
Rosa Montalvo. Cub. f. — De
gran tamaño, con los péta-
los blancos y el centro ver-
de, sin aroma.
Rosa mosca. Cub. f. — De
muy diminutas proporcio-
nes todos los órganos de la
planta. Se llama también
rosa miniatura.
Rosa Napoleón. Cub. f. —
Muy hermosa, de color rojo
encendido.
Rosa perfecta. Cub. f. — De
color carmín, en tamaño
corriente, y de proporcio-
nes casi perfectas.
Rosa pompón. Cub. f. — Una
variedad que imita al pom-
pón.
Rosa te. Cub. f. — Grande,
amarillenta, de suave per-
fume.
Rosa©. Cub. m.- "Árbol cuya
madera es de construcción,
según el general Carrillo."
(Cita de Pichardo). (Et. Co-
rrupción de "rosado").
Rosario. Cub. m.-flg. y fam.
— Entre gente rústica, pero
con gracejo indiscutible, se
oye esta voz como para
significar término o frase
confusos por la novedad;
palabras incomprensibles
dentro del corto léxico de
los campesinos: " — ¿Qué
rosarios son ésos de que
está usted hablando, señor
Conde? — " ...Esto dice Li-
borio en la página 92 de
Aventuras de un Mayoral,
por don Juan B. Jiménez.
Tiene los usos castellanos.
Rosetas. Cub. f. pl. — Pen-
dientes de mujer en forma
de rosa con piedras pre-
ciosas: "Unas rosetas de
brillantes".
Rosetillo. Cub. m. — El ar-
busto espuela de caballero.
Véase.
Rositas. Cub. f. — pl. — Las
rosetas de maíz, que tam-
bién tienen este nombre
castellano.
Rubio-volador. Cub. epic. m.
— "Pez de la familia Trí-
glidos; género Prionotus
(Pr. punctatus, Bl.)." Cita
de Pichardo. ¿Será el lia-
RUIS
461
RÜMB
mado "rubio", en caste-
llano?
Rueda. Cub. f. — Cierta figu-
ra circular en el baile 11a-
. mado "contradanza". Tiene
las acep. cast.
Rueda. Cub. f. — fam.— Dicen
algunos así a la moneda de
un duro de plata. También
se oye como sinónimos,
entre otros, bolo, disco, tu-
lipán, guayo, maraca, es-
trella y grullo.
Rufián, na. Cub. adj. — Lo
mismo que "burlón", ami-
go de tomar el pelo. Esta
voz es muy poco oída, como
no sea en la forma de subs-
tantivo masculino, con su
propio significado.
Rufianada. Cub. f.-poco uso.
— Burla propia de un indi-
viduo calificado de rufián.
Véase.
Rufo. Cub. m. — fam. — poco
uso. — Dícese a la moneda
de un centavo, de níquel.
Generalmente se llama kilo.
Ruibarbo de la tierra. Cub.
m. — Véase pina de ratón
(2.a acep).
Ruin. Cub. adj. — Aplícase a
la hembra de los animales
deseosa de macho. En cas-
tellano se dice "salida",
que también se usa en
Cuba.
Ruiseñor cubano. Cub. epic.
m. — Pequeño pájaro propio
de las Antillas, distinto del
ruiseñor de Europa, pero
de parecido tamaño y tam-
bién canoro. Es de pluma-
je ceniciento, olivado por
encima, algo ferruginoso
en el lomo, con las partes
inferiores blancas, algo
agrisado el pecho, cola y
alas morenuzcas, con una
especie de bigote de es-
trías negras en la base del
pico. Come frutas e insec-
tos, y vive en las monta-
ñas y en cautividad. En
otras Antillas y también en
Cuba se le dice simplemen-
te ruiseñor. (Zool. F. Mus-
cicapido?; e s p. Myiodestes
elisabeth, Lemb).
Rumba. Cub. f. — Baile muy
obsceno en pareja, cuyo
atractivo principal son las
indecorosas contorsiones de
cintura, bien cuando la pa-
reja baila suelta o enla-
zada. Tiene origen africa-
no, así como las cadencias
de su música.
Rumba. Cub. f. — Música del
baile de este nombre. Véa-
se.
Rumba. Cub. f. — Juerga de
varios amigos, en la que se
come, bebe y pasea, y de
la que muchas veces suelen
participar meretrices; "Co-
rrer una rumba"''; "esta
noche vamos de rumba".
Otros dicen rumbantela.
Rumbantela. Cub. f. — La
rumba (3.a acep.), pero
cuando reina cierto orden
no frecuente en la rumba.
Rumbear. Cub. v. n. — Andar
de juerga o rumba (3.a
acep.) : "Fulano es muy
amigo de rumbear" .
RUPB
4H2
RUSO
Rumbero, ra. Cub. adj. -Aplí-
case a la persona aficiona-
da a correr rumbas (3.a
a c e p . ) : "Jorge es muy
rumbero".
Ruperto. Cub. m. — fam. — Así
llaman algunos a la mone-
da de piala de media pe-
seta, o sea un real.
Rusia. Cub. f. — Cierto lien-
zo muy grueso y tosco, ge-
neralmente de lino o con
mezcla de algodón o yute.
Ruso. Cub. m. — fam. — La
moneda de plata de diez
centavos, que también se
llama ruperto, y correcta-
mente real.
— 463
Sabaco. Cub. epic. m. — Pez
de figura algo irregular que
mide hasta 3 decímetros, y
casi 2 desde el lomo al
vientre, de color amari-
llento con manchas viola-
das, con una pequeña aber-
tura bronquial, y la boca
muy chica. Otros dicen so-
baco, impropiamente. (Zool.
esp. Balistes sabaco, Poey).
(Et. Voz caribe, Zayas).
Sabana (De). Cub. adj. —
Empléase como aditamen-
to, particularmente de mul-
titud de vegetales. Esta voz
tiene muy extendido uso
en su significado america-
no aceptado por la R. A.
Adviértase que el origen de
"sabana" probablemente es
cubano.
Sabanalamar. Cub. f. — Sa-
bana en el litoral que fre-
cuentemente se inunda por
estar al nivel del mar. (Et.
De "sabana" y "mar").
Sabanazo. Cub. m. — Una sa-
bana o pradera de reduci-
das dimensiones.
Sabanero. Cub. m.— El indi-
viduo que tiene a su cargo
cuidar del ganado que haya
en una sabana. Tiene los
usos castellanizados.
Sabanetón. Cub. m. — Una
pradera más pequeña que
el sabanazo. Véase.
Sabanilla. Cub. f. — Diminu-
tivo de "sabana", pero sin
que ésta sea de las reduci-
das dimensiones del saba-
nazo.
Sabañón. Cub. m. — El ar-
busto romperropa. Véase.
Sabelecclón. Cub. m.-Planta
herbácea de tallo cilindri-
co, recto, que se eleva casi
un metro, de hojas cauli-
nares, lineal -lanceoladas,
dentadas, flores blancas o
amarillentas muy chicas,
que contienen aceite volá-
til, y raíces medicinales.
Recibe este nombre, según
unos, porque los mucha-
chos se engañaban indu-
ciendo a que algún incauto
masticara sus hojas amar-
gas con la promesa de que
así sabría la lección; según
otros, a que los muchachos
marcaban con ellas las lec-
ciones, porque suponían
SABI
464
SABL
que facilitaba la memoria.
Los muchachos de entonces
no eran como los de ahora,
seguramente. (Bot. F. Cru-
ciferas; esp. Lepidium vir-
ginicum, Lin.)
*Sabicú. Cub. m. — Árbol in-
dígena y silvestre que se
eleva unos 10 metros y al-
canza larga vida, de hojas
compuestas, con hojuelas
ovales, muy obtusas, flores
pequeñas, amarillas o blan-
cas, fragantes, en racimos,
legumbre aplanada que no
come ningún animal, y ma-
dera dura, pesada, compac-
ta, de color pardo claro, ve-
teada, utilizada en carpin-
tería gruesa. También le
llaman jigüe, y algunos in-
debidamente, moruro. (Bot.
F. Leguminosas; esp. Li-
siloma formosa, Hitche.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Sabichoso, sa. Cub. adj. —
fam.-Aplícase, irónicamen-
te, al individuo que quiere
aparentar más conocimien-
tos de los que realmente
tiene: "Joaquina es muy
sabichosa''\ (Et. De "sa-
ber").
Sábila. Cub. f. — La planta
conocida en castellano por
"áloe", productora del ací-
bar tan estimado en medi-
cina.
Sabina cimarrona. Cub. i. —
En la región oriental, un
árbol indígena y silvestre,
de hojas aplanadas, lan-
ceoladas, agudas, que dis-
minuyen hacia la base, y
de buena madera. (Bot. F.
Coniferas; esp. Podocarpus
coriaceus, Rich.)
Sabina cimarrona. Cub. f. —
En la región occidental, un
árbol de madera fina y per-
fumada, con ramas muy
delgadas, destinadas para
lápices. Crece en las mon-
tañas. (Bot. F. Coniferas;
esp. P. angustifolius, Gris.)
Sabina criolla. Cub. f. — Al-
gunos suponen que este ár-
bol es la verdadera "sa-
bina" de la R. A.; otros,
que es indígena, y otros
más, exótico y sólo seme-
jante a la legítima sabina.
Sea como fuere, su deno-
minación de sabina criolla,
que es lo que nos interesa,
es cubana, y el árbol se
desarrolla silvestre, y su-
ministra preciosa madera
para muebles. También se
llama sabina de costa y
enebro criollo. (Bot. F. Co-
niferas; esp. Juniperus
virginiaua, Lin.)
Sabina de costa. Cub. f. —
Véase sabina criolla.
Sabinal. Cub. m. — Lugar po-
blado de sabinas, que en
castellano se dice "sabi-
nar".
Sable. Cub. epic. m. — Pez
anguiliforme que crece
hasta un metro, de cuerpo
tan aplastado, que semeja
una hoja de sable, de lo
que toma nombre; su color
es plateado brillante, con
la epidermis lisa, la aleta
dorbal a todo lo largo del
SACA
— 46c
SAFA
cuerpo, cabeza parecida a
la de culebra, con los dien-
tes encorvados y ojos ne-
gros grandes. También le
dicen cinturón de plata.
(Zool. esp. Trichiurus lep-
turus, Lin.) Tiene las acep.
castellanas.
Sabrosón, na. Cub. adj. —
fam. -Aplícase a la persona
que pretende las cosas por
pura simpatía, sin que real-
mente deje de ser simpá-
tica: "Fulano quiere bai-
lar de sabrosón'", esto es:
sin pagar, cual los otros
bailadores.
Saca. Cub. f.~ En las riñas
de gallos, la parte propor-
cional de lo ganado en la
apuesta, correspondiente al
individuo que cuida y pelea
el gallo; consta regular-
mente del diez por ciento.
Tiene algunos de los usos
castellanos.
Saca de autos. Cub. f. —
Derechos judiciales que
percibe un procurador en
los trámites de ciertos ex-
pedientes.
Sacabocado. Cub. m. -Mues-
ca que se practica al borde
de un objeto cualquiera.
Tiene la acep. cast. de len-
guaje natural.
Sacado. Cub. adj. -Véase ra-
bisacado.
Sacasebo. Cub. m. — Planta
herbácea silvestre, no co-
mún, que engorda al ga-
nado vacuno y caballar.
Sacate. Cub. m. — Véase yer-
ba de Castilla. ¿Será el
"zacate" castellanizado?
Sacateca. Cub. rn.-Así pro-
nuncian hasta los extran-
jeros, en vez de zacateca,
que es el cubanismo acep-
tado por la R. A.
Saco. Amer. m. — Lo mismo
que "americana", "chaque-
ta". No tiene sinónimo en
Cuba. Al parecer, se usa
también en las Canarias.
Véase la frase i 18 del Apén-
dice. Tienes las acep. cast.
Saetía. Cub. f. — Planta her-
bácea silvestre, parecida
al espartillo, que nace y
crece en tiempo de lluvias,
y constituye un pasto de
último recurso, cuya semi-
lla, cuando seca, se pre-
senta en una vaina en figu-
ra de saeta, que lastima a
los animales, y hasta los
puede herir en los ojos
causándoles ceguera. (Bot.
F. Gramíneas; esp. Grameu
saetía).
Safada. Cub. f. — fam. — Ac-
ción y efecto de safarie:
"La safada de Daniel fué
oportuna"; quiere decir que
Daniel esquivó con habili-
dad y oportunamente un
compromiso. Cuando se re-
fiere a cosa dícese safadu-
ra. Véase safar, se.
Safadura. Cub. f. — Lo mismo
que safada. Otros dicen sa-
famiento, aunque menos.
Véase safarse.
Safamiento. Cub. m. — Véase
safadura.
30
SAGÚ
— 466
SALA
Safante» Cub. adv. — Corrup-
ción de zafante. "Véase.
Safar, se. Cub. v. a. y ref.
— Es corrupción extendida
hasta entre los no criollos,
quizá por el poco uso que
tiene en España este verbo,
de "zafar", que casi nadie
usa así, pero no ha per-
dido los usos propios cas-
tellanos como sinónimo de
soltar, desatar, esquivarse,
evadirse, etc.
Safio. Cub. epic. m.-Pez que,
según Pichardo, es una es-
pecie de congrio. (Zool. F.
Ophisuridce; esp. Uranich-
thys brachycephalus, Poey).
Sagú. Cub. m. — Planta her-
bácea, exótica, cultivada,
común, tuberosa y ramosa,
de hojas lanceoladas, lar-
gas de unos tres decíme-
tros, con un limbo cilin-
drico entre el limbo y la
rama, y flores blancas. Esta
planta produce unos tu-
bérculos alargados, blancos,
de los que se extrae una
fécula muy sana y alimen-
ticia que se llama sagú,
como el conocido así en
castellano. Otros dicen a
esta planta raíz americana
y yuquüla (2.a acep.) (Bot.
F. Escitamíneas; esp. Ma-
rmita arundinacea, Lin.)
Sagú. Cub. m. — La substan-
cia farinácea extraída de la
raíz de la planta de este
nombre, anteriormente des-
crita. Véase. No ha de con-
fundirse con el "sagú" cas-
tellano.
Sagú de la India. Cub. m. —
Planta de adorno en figura
de palma enana que no se
eleva más de un metro,
cuyo tronco presenta unas
pencas pequeñas con hojas
lanceoladas, mu}7 largas y
estrechas, a manera de plu-
mas. Su verdor es perenne
y alegre. También se llama
alcanfor y tapioca, e im-
propiamente palma alcan-
for. (Bot. F. Cicadáceas;
esp. Cycas circinnalis ) .
Saguá. Cub. f. — Véase gua-
similla.
Sagüero, ra. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
Sagua la Grande.
Sagüero, ra. Cub. adj. -Aplí-
case a cosas de esa villa.
Sajumaya. Cub. f. — Enfer-
medad peculiar de los cer-
dos, que los ahoga y mata.
Los síntomas son de tris-
teza, inapetencia, y la ex-
pulsión de espuma por la
boca. Suele curarse con
una sangría que se les
practica cortándoles el rabo
o castrándolos.
Salación. Cub. f. — fam. — Ac-
ción y efecto de salar, se.
Véase. "Le* cayó la sala-
ción-".
Salado, da. Cub. adj. — fam.
— Algunos le dan el signi-
ficado de "trapacero", per-
sona de pocos escrúpulos.
Tiene mucho uso en la
acep. cast. de "gracioso".
En ambos casos se usa
siempre con el verbo "ser".
Tiene los usos castellanos.
SALA
467
SALP
Sacado, da. Cub. adj. y p. p.
— f'am. — Indica desgracia,
infortunio accidental: "Fu-
lano está salado en su em-
presa". Es de advertir que
la corrupción salao para la
forma masculina y salda
para la femenina están muy
generalizadas, puesto que
solamente el pueblo usa
este cubanismo. Véase el
refrán 23 del Apéndice.
i Saladrigas. Cub. común, pl.
— fam. — Equivale a "me-
quetrefe", "entremetido".
jaíamaüiquita. Cub. epic. f.
— Lagartija muy pequeña,
de unos tres decímetros de
largo total, de bonita colo-
ración, aceitunado con mu-
chas listas transversales,
paralelas, obscuras, orilla-
das con rayas blancas, y la
extremidad de la cola acar-
minada. Habita en las ren-
dijas de las casas de made-
ra regularmente, y tiene
muy ligeros movimientos.
Es inofensiva. (Zool esp.
Sphcesiodactylus sputator).
alar. Cub. v. a. — flg. — Su-
jetar en el suelo a una per-
sona y echarle sal o escu-
pirle en las partes puden-
das, según Pichardo. Tiene
los usos castellanos.
¡dar, se. Cub. v. a. y ref. —
flg. y fam. — Deparar mala
suerte en un asunto a otra
persona o a uno mismo;
lastimarse, perder en el
juego, etc.: "José le saló el
íegocio a su hermano".
'Que no venga Diego, por-
que nos salará la fiesta".
"Volcó el automóvil y se
saló'". "Me ha salado una
mala carta".
Salcocho. Cub. m. — Los des-
perdicios o sobrantes de la
comida, cuando se desti-
nan a la ceba de cerdos.
Tiene el uso castellanizado
como acción y efecto de
salcochar.
Saleta. Cub. común. — fam. —
Dícese a la persona voluble,
informal: "Zutano es un
saleta, porque ayer me dijo
una cosa y hoy lo contra-
rio". Tiene el uso castella-
no de diminutivo.
Salivazo. Común, m. — Lo
mismo que "salivajo" o
"escupitajo": la cantidad
de saliva que se escupe de
una vez.
Salmón. Cub. epic. m. — Pez
que, según Pichardo, "en
nada se parece al salmón
de Europa". (Zool. F. Ca-
rangidoe; esp. Elagatis pin-
nulatus, Poey.)
Salmonete. Cub. epic. m. —
Cuatro especies de peces
pequeños y comestibles re-
ciben este nombre; la prin-
cipal es de color morado
pardusco, blanco por el
vientre, con fajas amari-
llas. (Zool. F. Mulidce; esp.
principal : Hypínueus fla-
viovitatus, Poey.)
Salpafuera» Cub. m. — fam. —
Escándalo en ' alguna re-
unión o lugar en el que
median desafíos, y concluye
con la huida de los concu-
SALT
468
SALV
rrentes: "Se formó un sal-
pafuera y acabó el baile".
Salpicón, na. Cub. adj.-fam.
— desusada. — Aplícase a la
persona que intercala obs-
cenidades en la conversa-
ción, como para obtener
fama de ocurrente.
Saltadero. Cub. m.— Algunas
personas dicen así al salto
de agua o cascada.
Saltanejoso, sa. Cub. adj. —
Aplícase al terreno plano,
pero con pequeñas ondula-
ciones.
Saltante. Cub. f. — En el jue-
go de monte, la primera
carta que se saca por deba-
jo de la baraja, en una ju-
gada.
Saltaperico. Cub. m. -Hierba
silvestre perenne, propia de
lugares húmedos, de hojas
elípticas, obtusas, con la
base cuneiforme, peciola-
das, y flor de color azul
violado. (Bot. F. Acantá-
ceas; »sp. Ruellia tuberosa,
Lin.)
Saltapericos. Cub. m.— Otra
especie más conocida por
verdolaga de sabana. Véase.
SaSto (Al), Cub. mod. adv. —
Equivale al castellano "de
salto", esto es, al momen-
to, y úsase principalmente
para indicar que se paga de
contado: "Yo pago al sal-
to".
Salto (De un). Cub. loe. adv.
— Empléase para expresar
prontitud en el desempeño
de una comisión: "Quiero
que hagas esto de un salto".
Salto de la pulga. Cub. m. —
Cierta suerte de los vola-
tines parecida al "salto de
trucha" de la R. A.
Salvada. Cub. f. — fam. — Ac-
ción y efecto de salvarse.
Véase. "Me di la gran sal-
vada al vender las acciones
antes de que bajaran".
Salvadera. Cub. f. — Árbol
elevado muy común en par-
ques y paseos, erizado, de
espeso follaje que proyecta
espaciosa y apacible som-
bra, de hojas redondeadas
o cordiformes, subenteras
puntiagudas, aserradas, bi-
glandulosas en la base; e
fruto se abre con brusque
dad y ligera detonación
lanzando a distancia las se
millas, de donde toma nom-
bre; las semillas son me
dicinales y comestibles, y e
látex es venenoso y produ
ce erosión en la epidermis
Habiya y habüla eran su
nombres primitivos; hoy s
conoce también por "jabi
lio", que es la denomina
ción americana castellani
zada. (Bot. F. Euforbiáceas
esp. Hura crepitans, Lin.
Salvarse. Cub. v. ref. — fan
— Salir bien de un asunte
tener fortuna en una em
presa. Esta acep. del verh
"salvar" tiene la particu
laridad de que en todos le
tiempos se emplea con én
fasis o exclamación: "Fu
laño se salvó con el nuev
empleo". "/Me salvé!" Tid
Sal
SALV
469
SAMB
ne muchos de los usos cas-
tellanos.
Salvia. Cub. f. — Planta sil-
vestre distinta de la des-
crita por la R. A., aunque
parecida, que en Cuba se
¡lama salvia de Castilla. La
presente es una especie
abundante, anual, difusa,
de hojas ovales con la base
cuneiforme, puntiagudas y
aserradas, y flor de color
azul. (Bot. F. Labiadas; esp.
Salvia occidentalis, Sw.)
Salvia americana. Cub. f. —
Planta arbustosa indígena,
silvestre, aromática, de ho-
jas ovales u ovalo-oblon-
gas, rugosas, aserradas, y
flores violadas en cabezue-
las. (Bot. F. Verbenáceas;
esp. Lippia gemminata, H.
B. et K.)
Salvia cimarrona. Cub. f.—
Planta arbustosa silvestre,
de ramas tomentosas, hojas
oblongas, o elíptico-oblon-
gas, puntiagudas, aromáti-
cas y eficaces para el dolor
de cabeza, aplicándolas en
las sienes; flores purpures-
centes en cabezuelas co-
rimbosas. Desarróllase en
el litoral, particularmente
en los lugares roquizos, por
lo que, además de salvia del
país, se llama también sal-
via de costa, de playa y
marina. (Bot. F. Compues-
tas; esp. Pluchea odorata,
Cass.)
Salvia cimarrona. Cub. f. —
Arbusto silvestre de hojas
cuneiformes con la base
aserrada o trífidas, y ca-
pítulos amarillos en paní-
cula corimbosa. También
se llama retama arbusto y
romerillo (2.a acep.) (Bot.
F. C; esp. Neurulwna lo-
bata, R. Br.)
Salvia colorada. Cub. f. —
Planta silvestre anual de
cualidades medicinales, con
flores purpurescentes. (Bot.
F. C; esp. Pluchea purpu-
rescens, D. G.)
Salvia de Castilla. Cub. f. —
Planta cultivada en los jar-
dines particulares por sus
virtudes curativas, de hojas
pequeñas, lanceoladas, ru-
gosas, y flores azules. Es
la "salvia'* de la R. A.
Salvia de costa. Cub. f. —
Véase salvia cimarrona (1.a
acep.)
Salvia del país. Cub. f. — •
Véase salvia cimarrona (i.1
acep.)
Salvia de playa. Cub. f. — La
salvia cimarrona (1.a acep.)
Véase.
Salvia macho. Cub. f. — Véa-
se salvia morada.
Salvia marina. Cub. f.-Véase
salvia cimarrona (1.a acep.)
Salvia morada. Cub. f. — Una
especie parecida a la sal-
via colorada, pero de ma-
yores proporciones. Tam-
bién se llama salvia macho.
(Bot. F. Compuestas; esp.
Pluchea bifrons, D. G.)
Salvilla. Cub. f. — Véase mo-
nigote.
'Sambumbia. Cub. f. — Be-
bida fermentada que se
SAN
hace con agua y miel de
caña, a la que algunos agre-
gan ají. La R. A. acepta
este cubanismo y su deri-
vado, pero las personas que
creen hablar correctamen-
te dicen zambumbia con z;
y todo fuerza a creer que la
forma aceptada es corrom-
pida, puesto que en la pro-
sodia cubana no existe la z.
Sambumbia. Cub. f. — fam. —
Por extensión, dícese a
toda bebida que, por estar
demasiado aguada, ha per-
dido su peculiar sabor:
"Eso no es café; es sam-
bumbia".
'Sambumbiería. Cub. f. —
Lugar donde se hace o ven-
de sambumbia. (1.a acep.)
Véase.
Sambumbiero, ra. Cub. m.
y f. — La persona que pre-
para o vende sambumbia
(1.a acep.) Véase.
San Diego. Cub. m. — Planta
anual cultivada en jardi-
nería, de tallo erecto, hojas
lanceoladas, oblongas, flo-
res en cabezuelas esféricas,
difilas en la base de color
morado, blanco o matiza-
das de los dos colores, que
son de larga duración,
hasta mucho después de
desprendidas de la planta,
por lo que también se llama
inmortal y siempreviva. Tal
vez sea la planta conocida
en castellano por "perpe-
tua encarnada". (Bot. F.
Amarantáceas ; esp. Gom-
phrena globosa.)
470 — SANA
San Diego cimarrón. Cub.
m. — Planta rastrera silves-
tre, abundante en las saba-
nas, de florecilias blancas,
que constituye mal pasto.
(Bot. F. A.; esp. Gomphrena
decumbens, Jacq.)
San Diego cimarrón. Cub.
m. — La hierba más cono-
cida por san Dieguillo.
Véase.
San Dieguillo. Cub. m. —
Hierba silvestre lampiña,
erecta, de hojas pecioladas,
desiguales, ovalo-oblongas,
gruesamente dentadas, flo-
res en cabezuelas esféricas,
olorosas; es un pasto malo.
También se llama san Die-
go cimarrón (2.a acep). (Bot.
F. Labiadas; esp. Hyptis
capitata, Jacq.)
San Juan del Cobre. Cub.
m. — Véase frailecillo (2.a
acep.). San Juan se pone
como aditamento a muchas
especies de animales y
plantas.
San Pedro, Cub. m. — Ade-
más de aplicarse como adi-
tamento a varios bejucos
(véanse), denomínanse así
muchas plantas, por sus
flores, entre las que me-
recen especial mención
unas especies parásitas que
se forman sobre los árbo-
les y presentan flores gran-
des, hermosas, de pétalos
amarillos, matizados de ro-
jo, en panículas. (Bot. F.
Orquídeas).
Sanaco, ca. Cub. adj. — fam.
Equivale a "necio", "men-
SANG
471 —
SANT
tecato", "bobo": "Zutano
es muy sanaco". Algunas
personas emplean la forma
femenina como común a los
dos géneros. También se
oye sanana. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Sanana. Cub. adj. — Véase
sanaco, ca. Esta voz tiene
uso en Andalucía, pero ig-
noramos el significado que
allí tenga.
Sancristobalero, ra. Cub.
subs. y adj. — La persona
nacida en San Cristóbal.
Sancristobalero, ra. Cub.
adj. — Aplícase a cosas de
esa localidad.
Sangre. Cub. í. — fam. — Véa-
se la frase 207 del Apén-
dice.
Sangre de Adonis. Cub. f. —
Véase altea.
Sangre de doncella. Cub. f.
— Árbol indígena, silvestre,
de buena madera, dura y
fuerte, de color rosáceo.
(Bot. F. Malpigiáceas; esp.
Byrsonima biflora, Gris.)
Sangriligero, ra. Amer. adj.
— fam. — Aplícase a la per-
sona bien parecida y de
trato agradable, simpática.
También se dice sangrili-
viano, na. Esta voz y las
dos siguientes están bien
formadas y son admisibles
al buen castellano; pero es
lástima grande que signi-
fiquen cosa distinta de la
que dan a entender, por-
que sangriligero y sangri-
liviano parecen indicar al
individuo ágil, ligero, li-
viano, de movimientos des-
embarazados.
Sangriliviano, na. Cub. adj.
— Véase sangriligero, ra.
Sangripesado* da. Amer.
adj. — Por oposición a san-
griligero, ra, aplícase a la
persona antipática, fasti-
diosa, repugnante. Exten-
diendo la crítica apuntada
en sangriligero, ra (véase),
anotaremos que esta voz
más parece significar in-
dolencia, pesadez.
Sangrón, na. Cub. adj. -Aplí-
case a la persona imperti-
nente, molesta, antipática:
"Ricardo no se da cuenta
de lo sangrón que es".
Sanguijuela de la tierra.
Cub. epic. f. — Especie pe-
queña de sanguijuela, pro-
pia de Cuba.
Sanguinaria. Cub. f. — Mu-
chos substantivan esta voz
para designar las diferen-
tes yerbas sanguinarias o
yerbas de la sangre. Véan-
se.
Sanjuanero, ra. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
San Juan de los Yeras o
en San Juan y Martínez.
San juanero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esas lo-
calidades.
Santa María. Cub. f. — La
planta que describe la R. A.
en "matricaria".
Santa Rita. Cub. f.-Pequeño
arbusto de jardinería, con
hojas ovalo-oblongas, sub-
acorazonadas, redondeadas
en el ápice, y flores de co-
SAPB
472
SARD
rola roja en corimbos sub-
sentados. (Bot. F. Rubiá-
ceas; esp. Ixora coccínea,
Lin.)
Santacruceño, fia. Cub. subs.
y adj. — La persona natural
de Santa Cruz del Sur.
Santacruceño, fia. Cub. adj.
— Aplícase a cosas de esa
población.
Santanica. Cub. epic. f. —
Véase hormiga boticaria.
*Santiaguero, ra. Cub. subs.
y adj. — Dícese a la perso-
na nacida en Santiago de
Cuba; en la capital, no en
la provincia, que a éstos se
dice orientales. Antes se
decía cubano, na.
*San£iaguero, ra. Cub. adj.-
Aplícase a las cosas de esa
ciudad.
Santiagnero, ra. Cub. subs. y
adj. — La persona de San-
tiago de las Vegas.
Santiagnero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa lo-
calidad.
Santo Domingo. Cub. m.-En
la región oriental, la planta
vicaria. Véase.
Sao. Cub. m. — Sabana o pra-
dera de reducidas dimen-
siones con algunos mato-
rrales o grupos de Árbo-
les aislados. (Et. F la Za-
yas que sea voz e.\: ube, pero
acaso lo sea.t
Sapear. Cub. v. n. — vulg. —
Ejercicio de la prostitución
con reservas; no pública-
mente. (Et. De sapo. Véase).
Sapear. Cub. v. n. — vulg. —
Indagar o buscar mujeres
que ejercen la prostitución
con alguna reserva.
Sapería. Cub. f. — vulg. — Si-
tio donde abundan las mu-
jeres que sapean. Véase sa-
pear (1.a acep.) uUn barrio
de mucha sapería."
Sapería. Cub. f. — vulg. —
Otros dicen así a la casa de
lenocinio o a las mujeres
que hay en ella.
Sapillo. Cub. m. — Cierto bi-
cho que ataca a las col-
menas. Tiene los usos cas-
tellanos.
Sapo. Cub. m. — Dícese a la
meretriz. Tiene la acep.
castellana.
Sapo. Cub. epic. m. — Pez
pequeño de figura regular,
pero con la cabeza grande,
y los ojos en la parte más
elevada de ella, la boca
muy hendida, la piel muy
resbalosa, que vive en las
desembocaduras de los ríos.
En nada se parece al "sapo
marino" o "pejesapo" de
la R. A. (Zool. esp. Bactra-
chus tau, Lin.)
Sapote. Amer. m. — Corrup-
ción de "zapote".
Capotillo. Amer. m. -Corrup-
ción de "zapotillo".
Sarazo. Amer. adj. — Se apli-
ca al maíz cuando empie-
za a madurar.
Sardina. Cub. epic. f. — Va-
rios peces pequeños y sa-
brosos reciben este nombre,
pero apenas se parecen a
la sardina de Europa, como
no sea en el tamaño, si la
europea no es de las ma-
SASA
473 -
SBBI
yores. (Zool. F. Clupeida?;
esp. principales del género
H aréngala.)
Sardina de ley. Cub. epic. f.
—Especie que forma gran-
des cardúmenes. (Zool. F.
C; esp. H. sradina, Poey.)
Sardina escamuda. Cub.
epic. f. — La sardina de Es-
paña.
Sardo, da. Amer. adj. — Aplí-
case al ganado que tiene el
pelo salpicado de pequeñas
manchas de cualquier co-
lor. En castellano, "mos-
queado, da".
Sargazo. Cub. m. — Una yer-
ba de mal pasto.
Sarna. Cub. í. — Véase sarna
de perro. Tiene los usos
castellanos.
Sarna de perro. Cub. f. — El
arbusto más conocido por
rompehueso, que se dice
también simplemente sar-
na.
Sarnüia. Cub. f.-Véase rom-
pehueso.
Sasafrás. Cub. m. — Árbol
exótico, pero distinto, al
parecer, del descrito por la
R. A.; es común en la for-
mación de setos vivos, para
lo que se planta de estaca,
crece unos seis metros, es
resinoso, ramoso, de hojas
compuestas olorosas, flores
blancas en racimos axila-
res y terminales, madera
blanda y blanca, que en de-
cocción es eficaz para cu-
rar espasmos estomacales.
Este árbol no fructifica en
Cuba. (Bot. F. Burseráceas;
esp. Bursera graveolens).
Sato, ta. Cub. m. y f. — Dí-
cese a una especie de pe-
rros de raza fina, de pelo
corto y tamaño pequeño,
pero muy ladradores. La
hembra es muy lasciva.
Sato, ta. Cub. adj. — flg, y
fam. — Por extensión, signi-
fica incitante, lascivo.
Sauce. Cub. m. — Véase sau-
ce del país.
Sauce dei país. Cub. m. —
Árbol silvestre distinto del
descrito por la R. A., aun-
que de la misma familia
botánica. Es de notable ele-
vación, de hojas alternas,
simples, estipuladas, linea-
les, aserradas, lampiñas,
madera dura y flexible, de
color amarillo rojizo, ve-
teada; se propaga por me-
dio de sus ramas. Común-
mente se dice sauce. Tam-
bién existe en Cuba la es-
pecie de la R. A., "sauce
llorón", cultivada como or-
namental. (Bot. F. Salicí-
neas; esp. Salix humbold-
tiana, Willd.)
Sayuela. Cub. f. — Especie de
camisa de mujer ajustada
a la cmtura, larga y con
medias mangas, que se pone
sobre el camisón. En algu-
nos lugares dicen camisón
de corpino y también viso.
Sebiya. Cub. epic. f. — Ave
zancuda o de ribera, gran-
de, que alcanza unos 8 de-
címetros de longitud total;
cuando joven, su plumaje
es blanco, y cuando adulta,
SIíCÜ
474 —
SB5M1
rosado pálido con algunas
plumas en las alas y la
cola de un bello carmín,
pico ensanchado en forma
de espátula, y patas y tar-
sos de color negro. Vive en
las ciénagas y orillas de las
aguas estancadas, y se ali-
menta de pececillos, repti-
les y gusanos. Vuela alto y
apenas se posa en los árbo-
les. Se encuentra también
en el Continente. Algunos
escriben sevilla y seviíja.
Parece más correcto el uso
de la b. (Zool. F. Platalei-
dce; esp. Platalea ajaja,
Lin.) (Et. Voz caribe, Za-
yas.)
Sebo. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 201 del Apéndice.
Seborucal. Cub. m. — Lugar
donde abundan los seboru-
cos (1.a acep.)
Seboruco. Cub. m. — Piedra
roquiza, porosa y erizada.
que se encuentra a flor de
tierra, particularmente en
las costas. El cubanismo
molejón significa lo mismo
y está aceptado por la R.
A.; además hay otros dos
sinónimos: múcara y dien-
te de perro. (Et. Del caribe
ciba, ciboruco, ceboruca,
seboruco.)
Seboruco. Cub. m. — vulg. —
La meretriz.
Sécate. Cub. m. — Véase yer-
ba de Castilla. ¿Será el
"zacate" de la R. A.?
Secua. Amer. f. — La enreda-
dera americana más cono-
cida en Cuba por jabilla.
Véase.
Segundo. Cub. epic. m. — Pez
parecido al pámpano, pero
de cuerpo más aplastado,
de color blanco obscuro
hacia el lomo, con escamas
pequeñas. (Zool. F. Caran-
gidce; esp. Caranx secun-
dus, Poey.) Tiene los usos
castellanos.
Seguro. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 97 del Apén-
dice.
Seiba. Amer. f. — Véase sei-
bón.
Seibadal. Amer. m. — Véase
seibón.
Seibón. Cub. m. — Esta voz y
las dos anteriores son co-
rrupciones, bastante gene-
ralizadas entre los no crio-
llos, de "ceiba", ceibadal y
ceibón. Véanse las dos úl-
timas en este Vocabulario.
Algunos autores opinan que
los aborígenes no pronun-
ciaban ce, ci, sino se, si, y
acreditan de legítimas esas
voces corrompidas, pero es
cosa muy aclarada ya en
sentido contrario por algu-
nos filólogos americanos.
Sello. Cub. m. — fam. — Véase
la frase 134 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
Sema. Cub. m. — antic. — Cier-
to mito en el que adoraban
los aborígenes, el cual en-
carnaba las fuerzas todas
de la Naturaleza. (Et. Co-
rrupción del caribe cerní).
Semicupio. Cub. m. — Bana-
dera en figura de poltrona
SBNS
47o
SERÉ
con espaldar, de asiento
hundido, regularmente de
latón, que se usa para ba-
ños de asiento, en los que
se moja desde la mediación
de los muslos hasta la par-
te superior de la cintura.
(Et. De semi, medio, y cu-
pio, ¿de cuerpo"?).
Semilla de pájaro. Cub. f. —
El árbol más conocido por
penda. Véase.
Sensacional. Común, adñ —
Aplícase a lo que causa
sensación: "Suceso sensa-
cional". A los que repudian
por galicismo esta voz, ten-
dríamos que preguntarles
lo que hacemos con el cas-
ticismo "sensación".
sensatamente. Común, adv.
— Equivale a decir "con
sensatez": "Procedió sen-
satamente".
>enserení. Cub. m. — Según
Zayas, "una yerba usada
en Camagüey para refres-
cos y usos domésticos".
(Et. Voz caribe, según di-
cho autor).
Senserenico. Cub. epic. m. —
Véase tomeguín del pinar.
(Et. Voz caribe, Zayas.)
Sensiblería. Común. f.-Sen-
sibilidad afectada o fingi-
da: "Dejémonos de sensi-
blerías, y vamos al grano".
Sensiblero, ra. Común, adj.
—Aplícase a la persona que
afecta sensibilidad refina-
da: "Damián es muy sen-
siblero".
ensitiva. Cub. f. — La plan-
ta víbora. Véase. No es nin-
guna de las "sensitivas" de
la R. A.
Sentido. Amer. m. — fam. —
Dícese en lugar de "sien":
"Le dio un golpe en un
sentido". Encontramos a la
voz reputada de america-
nismo, pero nos parece que
en esa acep. la usa gran
parte del pueblo español.
Tiene los usos castellanos.
Sentirse. Cub. v. ref. — Lo
mismo que "resentirse";
esto es, enojarse, enfadar-
se: "Fulano se sintió mu-
cho con el regaño del pa-
dre"; "Juan está sentido
con Roque". Tal vez se de-
rive del adjetivo castellano
"sentido, da", aplicable a
la persona que se molesta
u ofende con facilidad.
Tiene los usos castellanos.
Señal. Cub. f. — Por antono-
masia, la que se practica en
las orejas al ganado (sacado,
rabisacado, horqueta, rabi-
horqueta, y rabihor quilla-
do), además de la efectua-
da con el hierro candente
llamado calimba, sobre la
piel, como un medio más
para distinguirlo. Véase el
refrán 34-fr del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
Señó, ñá. Común, m. y f. —
vulg. — Véase ño, ña.
Señorita. Cub. f.-Véase ver-
dolaga verdadera. Tiene el
uso castellano.
Serení. Cub. va. — La planta
más conocida por aleluya.
Véase. (Et. Voz caribe, Za-
yas.)
SBRRU
476
SEVI
Serensé. C u b . m. — Véase
funche. (Et. Voz caribe,
Zayas.)
Serna. Cub. adj. — Aplícase a
una especie de bejuco. Véa-
se.
Serrano. Cub. epic. m. — Re-
ciben este nombre muchos
peces de poco tamaño, en-
tre 15 y 20 centímetros,
de distintas familias zoo-
lógicas. La especie más in-
teresante es de cuerpo bien
formado, que alcanza hasta
25 centímetros, con muchas
fajitas azules por todo el
cuerpo, y dos fascículos es-
pinosos. (Zool. F. Serráni-
dos; esp. Serranus fascicu-
laris, Val.)
Serruchar. Amer. v. a. — Ser-
virse del serrucho para
aserrar una cosa.
Serrúchete (Al). Cub. mod.
adv. — fam. — Lo mismo que
al serrucho.
Serrucho. Cub. epic. m. — Pez
que alcanza muy cerca de
un metro de largo, de cuer-
po prolongado, grueso, de
color azuloso en la parte
anterior y blanquecino en
la inferior, provisto de una
sierra sumamente cortan-
te. Guando crece mucho le
llaman algunos pescadores
sierra, que no debe con-
fundirse con el pez sierra
castellano. (Zool. F. Gobii-
dce; esp. Cibium acervum,
Guv.) Tiene el uso caste-
llano.
Serrucho. Cub. m. — En al-
gunos lugares, un arbusto
que tiene las hojas con los
bordes fuertemente denta-
dos.
Serrucho. Cub. m. — fam. —
Dícese a la ramera vulgar.
Serrucho (Al). Cub. mod.
adv. — fam.— Lo mismo que
"a medias", "a la mitad".
Otros dicen al serrúchete:
"José y Diego van al se-
rrucho en el negocio"; "un
hallazgo de dinero entre
dos debe repartirse al se-
rrúchete'3.
'Serventía. Cub. i, — "Cami-
no que pasa por terrenos
de propiedad particular, y
que utilizan los habitantes
de otras fincas para comu-
nicarse con los públicos."
(R. A.). Es de advertir que
ese camino es sólo para
persona o caballería, no
para vehículo. (Et. De
"servir").
Sesí. Cub. epic. m. — Pez pa-
recido al pargo, que alcan-
za unos 3 decímetros, con
la membrana de las aletas
pectorales negra y la cola
amarilla. Hay otra especie
más chica. (Zool. esp. Me-
soprion buccanella, Guv.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Sesí de lo alto. Cub. epic.
m. — El mismo pez de algo
mayor tamaño y ojos sal-
tones, que se pesca a gran-
des profundidades.
Sevicia. Cub. epic. f . — El
"Pequeño Larousse" trae
esto cubanismo para nom-
brar un "ave de río ame-
ricana parecida a la gar-
SIEM
477 _
SUÓ
za". ¿Será la sebiya des-
crita en este Vocabulario,
aun cuando en nada se pa-
rezca a la garza?
Sevilla. Cub. epic. f.— Véase
sebiya.
Seviya. Cub. epic. f. — Véase
sebiya.
Siba. Cub. f. — antic. — Defec-
tuosa pronunciación de la
voz (a su vez anticuada
también) ciba. Véase.
Sibí. Cub. epic. m. — Corrup-
ción de cibí. Véase.
Siboney. Cub. común. — des-
usada.— Es corrupción ge-
neralísima de ciboney o ci-
buney, formas caribes que
ya hoy nadie usa. Desig-
naba a los aborígenes cu-
banos, y aun se emplea
para con el nativo de Cuba.
Pichardo cree que la voz
legítima es con s, pues se
cuenta entre los que supo-
nen que los sonidos ce, ci
no entraban en la prosodia
de los indios, y lo deduce
de que tal suceda entre los
cubanos de origen español
o africano. Hoy la opinión
predominante ha destruido
ésa.
Sicote. Cub. m. — Véase ci-
cote, de cuya voz es co-
rrupción ésta, muy gene-
realizada hasta entre los no
cubanos.
Sicotudo, da. Cub. adj. —
Véase con c, que es la for-
ma correcta.
Siempreviva. Cub. f. — La
planta de jardín muy co-
nocida también por "don-
diego", su nombre caste-
llano, y que no ha de con-
fundirse con la siempre-
viva" de la R. A.
Sierra. Cub. epic. f. — Véase
serrucho (1.a acep.)
Sietecueros. Cub. m. pl. —
La inflamación de los de-
dos de las manos, conocida
en castellano por "pana-
dizo".
Sigua. Cub. f. — Véase cigua.
Siguagua. Cub. f. — Véase ji-
guagua.
Siguanea. Cub. f. — Véase ci-
guanea.
Siguapa. Cub. epic. f. — Co-
rrupción de ciguapa. Véase.
Siguaraya. Cub. f . - — Véase
ciguaraya.
Siguatera. Amer. f.-Corrup-
ción del castellano "cigua-
tera".
Si guato, ta. Amer. adj. —
Corrupción del castellano
"ciguato, ta".
Sijú cotunto. Cub. epic. m.
— Especie de ave parecida
al sijú de las Antillas, que-
describe la R. A., pero con
los tarsos implumes, de,
mayor tamaño, y que sólo
caza de noche. La R. A.
acepta su otro nombre de
cotunto, como cubanismo.
También se dice sijú cuco,
y más generalmente cuco.
Véase.
Sijú cuco. Cub. epic. m. —
Véase sijú cotunto y, me-
jor, cuco.
Sijú platanero. Cub. epic.
m. — Es el ave nocturna de
las Antillas que describe
SINS
478 —
SINV
la R. A. en "sijú", nombre
simple, que es el más em-
pleado en Cuba. Aunque es
nocturna, suele buscar de
día el alimento, y tiene lo¿
tarsos plumados; estas dos
cualidades y su menor ta-
maño la diferencian del
sijú cotunto o cuco.
Silesia. Amer. f. — desusada.
— Cierto tejido de liño: si
blanco, para camisas; si
crudo, para pantalones.
Sillón. Cub. m. — Dícese a la
mecedora, en el mayor uso
de esta voz. Tiene los usos
castellanos.
Singar. Cub. v. n.-muy vulg.
— El acto del coito.
Singar. Cub. v. a. — fig. y
muy vulg. — Molestar, im-
portunar. En otros lugares
de América dicen chingar.
Siniestrado, da. Común, adj.
— Se aplica a la persona o
cosa víctima de un sinies-
tro: "El establecimiento si-
niestrado". Es una voz de
muy mal gusto.
Sino. Cub. m. — En los inge-
nios, la horma de azúcar
que carece de orificio. Tie-
ne los usos castellanos.
Sinsonte. Cub. m. — El "Pe-
queño Larousse" recoge
este cubanismo como sinó-
nimo de "bobo". Quizá se
trate de un modismo ' local
o de muy pocos lugares,
porque nunca lo hemos
oído. En su significado ver-
dadero es corriente, puesto
que abunda en Cuba ese
pájaro americano. Véase
la frase 73 del Apéndice.
Sinsonte prieto. Cub. epic.
m. — Especie del pájaro sin-
sonte, de mayor tamaño, de
plumaje más obscuro y sin
timoneras ni remeras blan-
cas. Se encuentra en los
cayos de la costa norte.
(Zool. esp. Mimus gundla-
chi) .
Sinsontillo. Cub. epic. m. —
El pajarillo que después
del zunzún, es el más pe-
queño de Cuba; de figura
y de plumaje parecido al
sinsonte, de color plúmbeo
azulado en el lomo, y blan-
co con viso gris en el pe-
cho, las remeras y timone-
ras negras con estrías blan-
cas en las más salientes.
Su nido es muy artístico,
abunda en la región orien-
tal, y emite un canto agra-
dable. (Zool: F. Süvidce;
esp. Polioptilla lembeyei,
Oundl.)
Sinvergüencearse. Cub. v.
ref. — vulg. — Perder la ver-
güenza. Uno de los casos
reprensibles de verbos for-
mados de substantivos o
adjetivos.
Sinvergüencería. Común, f.
— Acción deleznable de una
persona sinvergüenza. Otros
dicen sinvergüenzada.
Sinvergüenzada. Común. í.
— Lo mismo que sinver-
güencería. No se explica
que esta voz y la anterior
no figuren en el Dic. ofi-
cial, donde consta "sinver-
güenza".
SITI
479 —
Sl/BH
Sinvergüenzura. Amer. f.—
Lo mismo que sinvergüen-
zada o sinvergüencería.
¡Sio! Cub. interj. — vulg. —
Empléase para imponer si-
lencio. (Et. Corrupción de
"¡so!".)
Sirajo. Cub. epic. m. — -Pez
pequeño de agua dulce, que
carece de interés y se en-
cuentra en la región orien-
tal. (Zool. F. Gobiidee; esp.
Sicydium siragus, Poey).
(Et. Voz caribe, Zayas.)
Sirimba. Cub. f. — Síncope,
ligero desmayo: "A mi
hermana le dio una sirim-
ba".
Slrindango. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 8 del Apén-
dice.
Sirope. Común, m. — Almíbar
o jarabe de azúcar, muy
empleado en los cafés para
endulzar bebidas refrescan-
tes. (Et. Del francés sirop).
Sitiería. Cub. f. — Aldehuela.
Lugar donde están próxi-
mos entre sí varios sitios.
Véase.
Sitiero, ra. Cub. subs. y adj.
— -La persona que posee en
propiedad o arrendamiento
un sitio. Véase.
Sttiecito. Cub. m. — Diminu-
tivo de sitio. Véase.
Sitio. Cub. m. — Lugar en
campo abierto con una o
dos viviendas rodeadas de
algunas tierras de cultivo.
Otros dicen sitio de labor.
Es lo que en castellano se
conoce por "casería". Tie-
ne las acep. cast.
Sitio de crianza. Cub. m.~
Pequeña hacienda destina-
da a la cría de ganado, con
morada y corral
Sitio de labor. Cub. m. -Véa-
se sitio.
Sitio de viandas. Cub. m. —
En las grandes haciendas,
el lugar donde se cultivan
los frutos menores u hor-
talizas.
Soaré. Común. í. — Uno de
los galicismos más repren-
sibles, por cuanto hay mul-
titud de voces castizas,
como "tertulia", "reunión",
"sarao", etc. postergadas
ante el empuje de él. En
Cuba está muy generaliza-
do en lenguaje periodísti-
co, y muchos escriben la
voz en puro francés. (Et.
De soirée).
Sobada. Cub. f. — Acción y
efecto de sobar, castigar.
En castellano se dice "so-
ba" y "sobadura", que
también se usan en Cuba.
Soberado. Amer. m. — poco
uso. — Equivale a "desván".
(Et. Reprensible corrupción,
por epéntesis, de "sobra-
do").
Sobordo. Común, m. — Re-
gistro o revisión de la car-
ga de un buque para con-
frontar las mercancías por
la documentación.
Sobrancero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a toda cosa que
excede del tamaño o medi-
da usuales o convenidas.
(Et. De "sobrar").
Sobrecumbrera. Cub. f. — En
SOLÍ
— 480
SONG
las casas rústicas o en los
bohíos, la vigueta que se
pone en el vértice de la te-
chumbre y que sujeta el
guano contra la otra vigue-
ta interior llamada cum-
brera.
Soca. Amer. f. — El retoño de
caña de azúcar, cuando lo
es de tercera cosecha en
adelante, pues en Cuba al
de segunda se dice soca de
planta.
Soca de planta. Cub. f. —
Véase soca.
Socollón. Cub. m. -Sacudida,
estremecimiento, choque.
(Et. Corrupción del caste-
llano "socollada").
*Socucho. Cub. m. — "Hin-
cón, chiribitil". (R. A.). Es
de advertir que la R. A.
acepta esta voz a la vez
como mejicanismo.
Soezmente. Común, adv. —
De forma soez : "Le diri-
gió la palabra muy soez-
mente".
¡Sola vayas! Cub. interj. —
fam. — Exprésase ante algo
que, según el vulgo, es sín-
toma de mal agüero, como
cuando grita la lechuza,
cuando pasa una persona
antipática, etc.
Solar. Cub. m.-Lo mismo que
"casa de vecindad" : "Gen-
tuza de solar'"; "¿qué pasa
en el solar? Más se dice
cuartería, ciudadela y con
su nombre castellano. Tie-
ne las acep. de la R. A.
Solibio. Cub. epic. m. — Así
escriben muchos en vez de
solivio, que parece la for-
ma más adecuada a la or-
tografía castellana.
Solivio. Cub. epic. m. -Pájaro
muy parecido al mayito,
con el que lo confunden al-
gunos, pero de algo más ta-
maño. Cuando joven, su
plumaje es de color verde
olivado, con las partes in-
feriores, muslo, rabadilla
y cobijas del ala amarillo
verdoso, que en la edad
adulta el primero se trans-
forma en negro y el segun-
do en amarillo intenso.
Tiene también su nombre
indio de guainúa. (Zool. F.
lcterido>; esp. Xanthornus
hypomelas, Bonap.) (Et. Voz
onomatopéyica del canto del
ave: so... li... vio...)
Sollate. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 203 del
Apéndice.
Sombra. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 100 del
Apéndice. Tiene las acep.
castellanas.
*Sombrero jíbaro. Cub. m. —
"El de campo, hecho de
hoja de palma y bastante
ordinario, que se usa en las
islas de Cuba y Puerto
Rico". (R. A.)
Son. Cub. m. — Baile dé ori-
gen africano y maneras in-
decentes, que usan los ne-
gros y la gentualla blanca.
Toma ese nombre porque su
música es un ruido sordo,
seco y monótono de tambor.
Tiene los usos castellanos.
Songa. Cub. f. — fam. — Equi-
SUBS
— 481 —
SUME
vale a "burla", "ironía":
"Fulano siempre habla con
songa". (Et. Parece corrup-
ción de "sorna", aunque es
voz conocida en el Conti-
nente con otras acep.)
Songuiia. Cub. f. — fam. —
Diminutivo de songa, que
indica aumento y no dis-
minución de la burla em-
pleada, como generalmente
sucede con las voces de sig-
nificados despectivos.
Sonso, sa. Amer. adj. — Co-
rrupción de "zonzo, za".
Soplillo. Cub. m. — En algu-
nos lugares, el arbusto aro-
ma uña de gato, y en otros
el moruro de costa.
Soplillo. Cub. epic. m. —
"Una ele las especies de
hormigas que forman pa-
nales imperceptibles en los
troncos de les árboles, sin
destruirlos ni picar a las
personas" (Pichardo).
Sosquín. Cub. m. — La esqui-
na de un edificio cuando
presenta un ángulo obtuso;
y por extensión, dícese al
terreno u otra cosa que
forma esa figura.
Subibaja. Cub. m. — fam. —
Graciosa denominación de
una lonja o rebanada de
pan untada con mantequi-
lla: "Un café con subiba-
ja". Carece de plural.
Subsanación. Común, f. —
Acción y efecto de subsa-
nar: "Es importante la
subsanación de tal error".
Substanciosamente. Común.
adv.-Con substancialidad, o
calidad de substancia: "Co-
cina muy substanciosa-
mente".
Sucusumucu (A lo). Cub.
mod. adv.— poco uso. — Lo
mismo que el castellano "a
lo somorgujo", esto es, so-
lapadamente: "Se marchó
a lo sucusumucu" .
Súchel, Cub. m. — Véase lirio.
Sueío macho. Cub. m. — des-
usada. — Piso ordinario de
hormigón.
Sueste. Cub. m.— -fam. — des-
usada.-Tradúcese por "bo-
rrachera alcohólica", y otras
veces por "cobardía" o
"temor". •
Suiset. Cub. m. — Tela fina
de algodón mercerizada en
colores, que se emplea ge-
neralmente para vestidos
de mujer y camisas de
hombre. (Et. Del francés
sóie, seda).
Suiza (La). Cub. f.— El jue-
go de niñas conocido en
España por la cuerda, que
consiste en que dos sosten-
gan por los extremos una
soga, dándole impulso de
rotación mientras otra sal-
ta en el centro, pasándole
por sobre la cabeza y por
debajo de los pies.
Sumiaeara. Cub. f. — Según
Zayas, una "planta silves-
tre, cuyo fruto es parecido
al ají, de color amarillo".
(Et. Voz caribe, según dicho
autor).
Sumercé. Cub. común.-Tra-
tamiento de sumo respeto
que usan los ancianos ne-
31
SURB
482 —
SÜTA
gros con los blancos respe-
tables. Va cayendo en des-
uso.
Sunsún. Cub. epic. m. — Co-
rrupción de zunzún. Véase.
Surat. Cub. m. — Tela fina
asargada de algodón, en co-
lores, con viso de seda, que
se emplea para refajos y
adornos de vestido. (Et.
Galicismo).
Súrbana. Cub. í. — Yerba sil-
vestre que se desarrolla en
tiempo de lluvias hasta seis
decímetros, con flores de
color violáceo. Es buen
pasto. (Bot. F. Gramíneas;
esp. Panicum coloratum.)
Súrbana macho. Cub. í. — El
árbol c úr b ana mach o.
Véase.
Susidio. Cub. m. — ¿antic? —
Según la explicación que
hace Pichardo de esta voz,
significa sobresalto, inquie-
tud.
Suspiro. Cub. m. — En algu-
nos lugares, el merengue
pequeño de figura aovada.
Tiene los usos castella-
nos.
Sustanciosamente. Común.
adv. — Lo mismo que subs-
tanciosamente. Véase.
Sutache. Cub. m. — Cordon-
cillo de seda en colores, con
una hendidura longitudinal,
que le da semejanza de dos
cordones, uno más delgado
que el otro, y que se usa
para adornar vestidos. (Et.
Del francés soutache.)
T..BA
— 483
Tabaco. Cub. m. — El princi-
pal uso de esta voz es el
que autoriza la R. A.; pues
sabida es la importancia
que tiene el tabaco en la
vida comercial de Cuba,
donde constituye la segun-
da fuente de riqueza. Ade-
más, con el nombre de ta-
baco, se conoce un arbusto
silvestre que se eleva unos
4 metros, de flores aromá-
ticas, fruto que come el
cerdo y madera de color de
tabaco, dura, fina, emplea-
da en bastones. (Bot. F. Hi-
dr oleáceas; esp. Hydrolea
s pinosa, Lin.). Tiene los
demás usos académicos.
Tabaco cimarrón. Cub. m. —
El arbusto pendejera ma-
cho. Véase.
Tabaco cimarrón. Cub. m. —
Varias plantas de diversas
familias toman también este
nombre: una es solanácea,
otra, loganiácea, y otra
más, escrofulariácea. Care-
cen de importancia.
Tabaco de fuma. Cub. m. —
El tabaco o cigarro puro
que elabora el tabaquero
para su uso particular, y
que es como un derecho
que se concede por la ma-
nipulación.
Tabaco de sabana. Cub. m.-
Arbusto silvestre que so
distingue por su flor rosa-
da. (Bot. F. Gencianeas;
esp. Schultezia stenophylla,
Mart.)
Tabaco mabinga. Cub. m. —
Del tabaco en rama, los
despojos, que otros llaman
basura.
Tabai. Común, m. — Barrilete
chato y tosco de madera en
el que suelen colocarse las
sardinas arenques para la
exportación.
Tábano. Cub. m. -Planta sub-
arbustosa silvestre, de ho-
jas oblongas, aserradas, con
punios translúcidos; flores
en fascículos axilares y
terminales, blancas. Em-
pléase en remedios caseros
para combatir el reuma-
tismo. (Bot. F. Malvéceos;
esp. P a v o nia typhaloea,
Cav.) Tiene el otro uso cas-
tellano.
Tabaquera. Cub. f. — Estuche
TABL
484 —
TACÚ
o petaca de bolsillo desti-
nada a guardar los tabacos
para el consumo diario de
una persona.
Tabaquería» Cub. f.-Su prin-
cipal uso es para designar
el taller donde se elaboran
los tabacos o cigarros pu-
ros; luego, se emplea tam-
bién con el significado de
la R. A.
Tabla. Cub. f. — En la jerga
comercial dícese al mos-
trador: "Lleva muchos años
pegado a la tabla'''; "tú no
has estado detrás de la ta-
bla nunca". La R. A. acepta
en 18a acep. "mostrador
de carnicería"; pero nos
inclinamos a creer que no
proviene de aquí el cuba-
nismo, puesto que no se
dice así en Cuba, y sí más
bien de "tablero", aunque
bien pudiera tratarse de
una mera coincidencia.
Tiene los usos castellanos.
Tabla de cinta. Cub. í. — La
tabla que tiene media pul-
gada inglesa de espesor,
también conocida por tabla
de medio tillado.
Tabla de medio tillado. Cub.
f. — Véase tabla de cinta.
Tabla de tillado. Cub. f. —
Aquella cuyo espesor es de
una pulgada inglesa.
Tablas (Las). Común. f. pl.
— En términos teatrales, .se
dice al escenario: "Tiene
buena presencia en las ta-
blas"; "se dedicó de muy
niña a las tablas'".
Tablero. Cub. m. — fam. —
Véase la frase 171 del
Apéndice. Tiene los princi-
pales usos castellanos.
Tablero (De). Cub. mod.
adv. — Cierta manera de
sembrar la caña en tierras
bajas para preservarla del
daño de las aguas.
Tablilla. Común, f. — Hablan-
do de chocolate, la tableta
dividida en onzas por me-
dio de hendiduras.
Taburete. Cub. m. — Reciben
esta denominación varias
plantas. Entre las que no
llevan aditamento, única-
mente merece mención
particular un arbusto sil-
vestre también conocido
por lengua de vaca. (Bot.
F. Rubiáceas; esp. Psycho-
tria pubescens, Sw.)
Taburete de flor blanca.
Cub. m. — Tipo indicado en
su sobrenombre. (Bot. F.
R.; esp. P. involucraba, R.)
Taburete de flor marañueia.
Cub. m. — Especie con las
flores en panícula, del co-
lor indicado. (Bot. ' F. R.;
esp. Palicurea crocea, A. C.)
Tacó. Cub. epic. m. — Dícese
en la parte de Bayamo al
ave arriero. Véase. (Et.
Voz onomatopéyica: ta...
cooo).
Taco, ca. Cub. adj. — Aplí-
case a la persona de afec-
tada pulcritud en el vestir,
lo que siempre ha de ser a
la moda. (Et. Probable afé-
resis de "currutaco, ca").
Tacuacha. Cub. f. — fam. —
desusada.-Equivale a "fal-
TAJÁ
— 485
sedad", "mentira", "enga-
ño". (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Tacho al vacío. Cub. m. —
Especie de paila grande de
cobre, con un serpentín en
el centro, por donde cir-
cula vapor de agua para
cocer el guarapo y crista-
lizar el azúcar.
Tachuela. Cub. f. — Especie
de plato que suele formar
parte de un reverbero o in-
fiernillo, para calentar algo
en él, en seiviciQS noctur-
nos. Tiene el otro uso cas-
tellano.
Taguatagua, Cub. f. — Árbol
silvestre que se desarrolla
en terrenos áridos; de ma-
dera casi tan negra como el
ébano, dura, compacta, vi-
driosa, fina. (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Taino, na. Cub. adj. — antic.
— Significa "bueno, na".
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
'Taita. Cub. m. — "Trata-
miento que suele darse a
los negros ancianos". (Real
Academia.)
Taitón. Cub. m. — Tratamien-
to que se otorga entre cam-
pesinos al abuelo. Es au-
mentativo de taita, que si
en castellano se dice así al
padre, bien puede conce-
derse el de taitón al abuelo.
Tajá. Cub. epic. m. — "Ave de
la especie de la llamada
carpinteros. En algunas
partes se le conoce por pico
verde". (Et. Voz, caribe,
Zayas, de quien es la des-
cripción).
Tajalán, na. Cub. adj. — fam.
— Aplícase a la persona
holgazana, que intenta vivir
a costa de otra.
Tajaleo. Cub. m. — fam. — Dí-
cese festivamente a la co-
mida; "Llegó la hora del
tajaleo'"; "el tajaleo está en
la mesa".
Tajaleo. Cub. m. — fam. —
Confusión, escándalo, pen-
dencia: "Se armó el gran
tajaleo" .
Tajarria. Cub. f. — vulg. —
Arreos o aparejo de una
cabalgadura. (Et. Corrup-
ción del sinónimo castella-
no "ataharre").
Talisayo. Cub. adj. — Véase
mayo (2.a acep.)
Tallullo. Cub. m. — Especie de
torta hecha con harina de
maíz, carne de cerdo en
trozos, salsa de tomate, etc.,
que se envuelve en hojas
de plátano para cocerla.
Hoy se dice más "tamal",
que es el nombre ameri-
cano aceptado por la R. A.
Muchos dicen ya por co-
rrupción tayuyo. (Et. De
"hallullo", "jalluilo", ía-
llullo).
Tallullo perdido. Cub. m. —
En algunos lugares, el
manjar anterior cuando se
hace con el maíz tierno.
En otras partes, le dicen '
tamal en cazuela.
Tamal en cazuela. Cub. m. — -
Véase tallullo perdido.
Tamalero, ra. Amer. m. y f.
— 486
TAPA
— La persona que hace o
vende tamales.
Tamarindillo. Cub. m. — "Ar-
bustillo silvestre — dice Pi-
chardo — que desaparece en
la seca; hojas semejantes a
las del tamarindo, mimo-
sas : echa también vainitas :
mancha y pica; pero los
animales las comen".
Tambaleque. Cub. común. —
fam. — Dícese burlescamen-
te a la persona de caminar
inseguro, que se tambalea.
Tambailsa. Cub. í. — Árbol o
arbusto de folíolos ovales
u ovalo-redondeados, to-
mentosos y flores amari-
llas. (Bot. F. Leguminosas;
e s p . Sophora tomentosa,
Lin.)
Tambor. Cub. m. — antic. —
La chapa de hierro que cu-
bría los cilindros de made-
ra llamados mazas, de las
que tres componen un tra-
piche en los ingenios. Hoy
esas mazas son de hierro
macizo. Tiene las acep. cas-
tellanas.
Tambor. Cub. epic. m. — "Pez
de la familia Tetrodonti-
dios; género, Tetrodon, del
que se conocen ocho espe-
cies, según Poey". Cita de
Pichardo.
Tambor. Cub. m. — Tejido de
yute muy ordinario y grue-
so, del que se hacen sacos,
etc. Es muy parecido a la
harpillera.
Tambor. Cub. m. — Barrilete
de latón que se emplea para
transportar algunas subs-
tancias: "Un tambor de
carburo".
Tambora. Cub. f. — fam. —
Mentira, engaño, chisme:
"No me vengas con esa
tambora, que no cuela".
Tamboril. Cub. epic. m. —
Pez escaso que crece un
palmo, y toma ese nombre
— según Pichardo — , porque
fuera del agua infla exa-
geradamente los cachetes.
Tanda. Común, f. — Función
teatral de corta duración,
que generalmente no exce-
de de una hora: "Se pone
en primera tanda la zar-
zuela tal". Tiene los usos
autorizados por la R. A.
Tapa. Cub. f. — antic. — Lo
mismo que tapabalazo.
Véase.
Tapa. Cub. f. — fam. — Así di-
cen algunos a la peseta.
Tiene los usos castellanos.
Tapabalazo. Cub. m. — antic.
Equivale a "portañuela",
bragueta, o al cubanismo
pretina.
Tapaeamino. Cub. m. — Va-
rias plantas silvestres, al-
gunas herbáceas, toman
este nombre por el fecun-
do desarrollo, con el que
obstruyen y cierran pronto
cualquiera senda o camino
abierto en un bosque o
matorral. Una de ellas es
de hojas ovales, puntiagu-
das y panojas sentadas.
Otra es de tallo herbáceo
rastrero, en cuyos nudos se
propagan las raíces, hojas
acorazonadas y flores blan-
487 —
cas. (Bot. esp. Psychotria
nervosa y P. herbácea) . Son
las dos más interesantes.
Tapaculo. Cub. epic. nj. — Pez
no común parecido al len-
guado, de cuerpo redon-
deado, blancuzco por deba-
jo y morado por el lomo.
Hay otras especies. (Zool.
F. Pleuronectidce ; esp. Mo-
nochirum lineatus, Guich.)
Tap^síeño, ña. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
Tapaste.
Tapasteno, ña» Cub. adj. —
Aplícase a cosas de ese tér-
mino.
Taquear. Cub. v. n. — fam. —
Vestir con afectada elegan-
cia y pulcritud, siguiendo
impecablemente la moda.
Se usa sólo con respecto al
hombre. (Et. Del cubanis-
mo taco. Véase).
Taquería. Cub. f. — fam. —
Acción y efecto de taquear.
Véase.
Taquería. Cub. f. — fam. —
Esta voz se degrada (no
así las demás derivadas de
taquear), para significar
charranada, acción delez-
nable: "Diego le hace una
taquería a cualquiera ".
Taracol. Cub. m. — "Denomi-
nación de un crustáceo, es-
pecie de cangrejo". (Et.
Voz caribe, Zayas, de quien
es la descripción).
Tarantín. Cub. m. — desusa-
da.— Trasto que se cuelga
de alguna pared o pendien-
te del techo.
Tararaco. Cub. m. — Planta
herbácea, perenne, de jar-
dín, con hojas lanceoladas,
aquilladas, de flor colgante
con el limbo de color es-
carlata y el tubo verdoso.
También se llama azucena
de Méjico. Eay una varie-
dad de flores dobles. (Bot.
F. Amarükleas; esp. Hip-
peastrum reginoe, Herb.)
(Et. Voz caribe, Zayas).
Tararey. Cub. m.-"En Villa-
clara es un arbusto común
en las sabanas, de hojas
oblongas y el fruto muy
dulce, sin acidez", según
Pichardo. (Et. Voz caribe).
Tarde. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 189 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
Tarea. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 87 del Apéndice.
Tiene el uso corriente cas-
tellano.
Tarea de leña. Cub. f.— Me-
dida de leña cuyo volumen
equivale a las siguientes
proporciones: tres trozos
de largo, dos de alto y uno
de grueso. También se lla-
ma cuerda de lefia.
Tareco. Cub. m. — Dícese a
cualquier trasto de escaso
valor, aunque no falte
quien use la voz en plural
para designar el moblaje de
una casa.
Tareco. Cub. m. — flg. y fam.
— Dícese a la mujer sin
atractivos físicos o enveje-
cida prematuramente.
Tarimaco. Cub. m. — fam. —
Dícese a cualquier trasto
TARRO
— 488
TASA
despreciable. (Et. De tare^-
co, 1.a acep.)
Tarimera. Cub. f.— desusada.
■ — Equivale a "mujer alca-
hueta".
Tarja. Cub. f. — Entre agri-
mensores, medida de diez
unidades, sean éstas corde-
les, decámetros, etc.
Tarjar. Cub. v. a. — Medir por
tarjas. Véase.
Tarlataea. Amer. f. — Tejido
sumamente ralo en colores,
que se emplea para pre-
servar de las moscas mar-
cos de cuadros, lámparas,
dulces, etc. (Et. Del fran-
cés tarlatane).
Tarreador, ra. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la per-
sona amiga o aficionada a
tarrear. Véase.
Tarrear. Cub. v. a. — fam. —
Practican este verbo las
personas casadas con res-
pecto al compañero o la
compañera, cuando son in-
fieles; y también la per-
sona que tiene amoríos con
otra casada. Más decente-
mente dícese coronar. (Et.
Del cubanismo tarro, cuer-
no).
Tarribroco, ca. Cub. adj. —
Aplícase al ganado que tie-
ne muy próximas entre sí
las puntas de los tarros o
cuernos.
Tarro. Cub. m. — Asta o cuer-
no de algunos cuadrúpedos.
Véase el refrán 25-6 del
Apéndice. Apenas tiene uso
en la acep. cast.
Tarro. Cub. m. — fig. y fam. —
Lo que en castellano, en
sentido figurado, se dice
"cuerno", o sea el acto de
infidelidad conyugal. Véase
el refrán 22 del Apéndice-.
Tarro. Cub. m. — fig. y fam. —
Dícese a un asunto intrin-
cado, ele difícil solución,
por aquello de que los más
de los cuernos están torci-
dos y aun retorcidos: "Ese
pleito es un tarro"". No deja
de ser ingeniosa la acep.
Véase la frase 166-a del
Apéndice.
Tarro. Cub. m.— fig. y vulg.—
Algunos, con censurable
abuso de esta voz, le dan
significación de "pene".
Tarrudo, da. Cub. adj. -Aplí-
case al ganado vacuno y
lanar de abundante corna-
menta.
Tarrudo, ús. Cub. adj. — fig. y
fam. — Aplícase a la perso-
na casada que carga con los
tarros que la compañera le
pone. Mejor expresado está
coronado, da, y hasta nos
parece preferible al "cor-
nudo, da", castellano.
Tarugo» Cub. m. — fam. —
Atolondramiento, sobresalto,
susto grande: ''Fulano aca-
ba de pasar un buen taru-
go". Tiene las acep. cast.
Tasajear. Amer. v. a. — Ata-
sajar, preparar el tasajo.
Tasajear. Cub. v. a. — Efec-
tuar cortes hondos en las
carnes y pescado para sa-
larlos bien.
Tasajear. Cub. v. a. — fig. y
fam. — Matar a una persona
TASA
— 489' —
TEJA
con exceso de crueldad, a
puñaladas o machetazos.
También se dice "mache-
tear", que es como la ad-
mite la R. A.
Tasajera. Cub. f. — Lugar
donde se coloca el tasajo en
las tiendas de comestibles.
Tasajería. Amer. f. — Local
donde se prepara o vende
tasajo al por mayor.
Tasajero, ra. Amer. adj. —
Defermina lo relativo al
tasajo: "Fulano es muy
tasajero''1; "industria tasa-
jera".
Tasapto. Cub. m. — Así dicen
en muchos lugares a la
carne de cerdo ahumada o
curada en trozos. Además,
empléase como diminutivo
de "tasajo".
Tasajo brujo. Cub. m. — Dí-
cese al tasajo importado por
creencia de que crece al
condimentarlo, y realmente
es así, per lo muy prensa-
do que está.
Tasajo de manta. Cub. m. —
El que por ser de la barri-
ga de la res, presenta una
superficie semejante a una
manta.
Tasajo de pato. Cub. m. — El
que todo es fibra.
Tasado en penca. Cub. m. —
Dícese al importado del
Continente, por estar en
graneles trozos aplastados.
Tasajo fresco del país. Cub.
m. — El preparado en Cuba.
Tasajo rebenque. Cub. m.- —
El de peor calidad, abun-
dante en nervios y atoci-
nado.
Tasajudo, da. Amer. adj.—
flg. y fam. — Aplícase a la
persona encanijada, enjuta.
Tatagua. Cub. epic. f. — En la
región oriental, una mari-
posa grande, bella y noc-
turna, que en otros lugares
llaman bruja. Véase. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Taurete. Amer. m. — vulg. — ■
Corrupción de "taburete".
Tayuyo. Cub. m. — Véase ta-
llullo en este orden: "ha-
llullo", "jallullo" (castella-
nas) tallullo, tayuyo (cuba-
nismos).
Te de costa. Cub. m.— Véase
yerba de la sangre (3.a
acep.)
Te de la tierra. Cub. m. —
Véase malva te.
Tea. Cub. f. — fam. — Véase la
frase 62 del Apéndice.
Tebenque. Cub. m. — Hierba
silvestre anual, común en
las playas, de tallos delga-
dos, ramificados desde la
base, rastreros, hojas in-
versamente lanceolado - li-
neales, y flores amarillas."
Es planta aromática con
gusto de anís, y remedio
pectoral eñeaz. También se
llama romero cimarrón (3.a
acep.) (Bot. F. Compuestas;
esp. Pectis ciliaris, Lin.)
"Tejamaní. Cub. m. — "Tabla
delgada y cortada en lis-'
tones de unos 30 centíme-
tros de largo, por diez de
ancho, que se colocan como
tejas en los techos de las
490
TEPE
casas" (R. A.) Hay que aña-
dir un detalle importante:
que esas tablillas están re-
bajadas por una de las ca-
bezas, que es por donde
monta o descansa en la
parte gruesa de la próxima.
Otros dicen tejamanil.
Tejamanil. Cub. m. — Véase
tejamaní.
Tejano. Cub. m. — Sombrero
parecido al cordobés en ca-
lidad, forma del ala y co-
lor, pero con la copa aca-
bada en figura piramidal de
cuatro aristas. ¿Será forma
originaria de Tejas?
Tela real. Cub. f. — desusada.
— Una especie de lienzo
usado en camisas.
Tela rica. Cub. f.-Tejido fino
y suave de algodón, gene-
ralmente blanco, usado para
ropa de mujer.
Telar. Cub. m. — antic. — Bar-
barismo cometido antigua-
mente para designar así a
la armazón donde se insta-
laba el trapiche, en los in-
genios.
Tembladera. Amer. f. — For-
ma femenina que se da a
la voz castellana "tembla-
dero", o sea "tremedal",
tenga o no tenga yerba en-
cubriendo la superficie ce-
nagosa.
Templa. Cub. f. — La canti-
dad de melado de azúcar
contenida en un tacho, que
ya tiene el punto necesa-
rio para extraerla y desti-
tinarla a otra manipula-
ción. (Et. De "temple").
Temporal. Cub m. — fig. y
fam. — Dícese festivamente
al individuo de pocos es-
crúpulos en sus tratos, tra-
pacero. Tiene los usos cas-
tellanos.
Tempranito. Amer. adv. —
fam. — Diminutivo de "tem-
prano", que ni le quita ni
le da fuerza de expresión.
Tenaza. Cub. común. — fig. y
fam. — Dícese al individuo
que demuestra codicia en
sus tratos y negocios. Al-
gunas personas le quitan
gracia a esta voz dándole
forma adjetivada, pues me-
jor dicho parece "Fulano
es una tenaza" que no "Fu-
lano es muy tenaza".
Tendal. Cub. m.-Obra de al-
bañilería que consiste en
una superficie cuadrada de
cemento, limitada por un
pequeño muro, en la cual
se pone a secar el café
antes de descascararlo. (Et.
De "tender").
Tendedera. Cub. f. — Cordel
donde se cuelga la ropa al
sol después de lavada. (Et.
De "tender").
Tendido. Cub. m. — Atado de
soga hecha con el líber del
árbol llamado majagua, y
que suele tener de 20 a 25
brazas de largo. Tiene los
usos castellanos.
Tengue. Cub. m. — Véase mo-
ruro abey.
Tepeterepe. Cub. m. — fam.
— Lo mismo que "patatús",
ligero desmayo o síncope.
(Et. Voz imitativa.)
491 —
Tereiecito. Cub. m. — Dimi-
nutivo de tercio. Véase.
Tercio. Cub. m. — El empaque
usual del tabaco en rama,
hecho con yaguas, y que
suele contener sobre un
quintal de tabaco. Su figu-
ra es cúbica, como de 7 a
8 decímetros en cualquiera
dimensión. Esta voz acaso
tiene origen en la 5.a acep.
de la R. A.: "mitad de la
carga de una acémila,
cuando va en fardos"; pues
la carga usual para bes-
tias, en tercios de tabaco,
es precisamente de dos.
Por extensión, dícese a iodo
bulto que se envuelve en
yagua, pues que resulta
ésta la principal circuns-
tancia.
Terciopelo de monte. Cub.
m. — Dos plantas, ésta y la
siguiente, llevan el nombre
de terciopelo por la dispo-
sición sedosa o aterciope-
lada de sus hojas. Son plan-
tas volubles. (Bot. F. Con-
volvuláceas; esp. Ipomoea
argentifoliq, A. Rich.)
Terciopelo solferino. Cub.
m. — Véase la voz anterior.
^Bot. F. C; esp. /. calophy-
lla, Wrig.)
Terniüa. Cub. f.-Dícese a las
costillas falsas de las reses
vacunas que se emplean
para dar substancia a cal-
dos.
Terno. Cub. m. — Aderezo de
joyas compuesto de pen-
dientes, collar y alfiler para
el pecho. Otros añaden dia-
dema y pulseras, pero en-
tonces resulta un barbaris-
mo, por decir terno a más
de tres cosas en conjunto.
Tiene algunas de las acep.
castellanas.
¡Tesiaí Cub. interj. — Em-
pleada con los bueyes un-
cidos para instarlos a re-
troceder. (Et. Corrupción de
"tesa", tercera persona del
presente de indicativo del
verbo "tesar").
Teta. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 142 del Apéndice.
Tiene el uso corriente cas-
tellano.
Teta de vieja. Cub. f.— Véa-
se yerba lechera.
Teta de yegua. Cub. f.-Véa-
se icaco de aura.
Tetí. Cub. epic. m. — Pez su-
mamente pequeño, que se
cría en los arroyos de poca
corriente. Otros dicen tití.
(Et. Voz caribe, según Za-
yas).
Tibe. Cub. m. — Piedra, espe-
cie de esquisto, empleada
para amolar instrumentos
cortantes. (Et. Voz caribe.
Zayas).
Tibey. Cub. m. — La planta
revientacaballo . Véase. (Et.
Corrupción del castellano
"quibey").
Tibisi. Cub. m. — Especie de
carrizo silvestre de varios
tallos o cañas que se elevan
hasta tres metros, pero tan
delgadas, que se rinden a
su propio peso, y única-
mente las menos crecidas
se mantienen erectas; como
TIBRR
492
TIMB
dice Pichardo, "parece una
miniatura del bambú"; las
hojas sirven de pasto al
ganado vacuno, y presenta
su inflorescencia en raci-
mos multiíloros terminales.
Con las cañas se hacen jau-
las para pájaros, nasas, etc.
Hay varias especies. (Bot.
F. Ciperáceas; esp. Arthros-
tylidium cúbense, Rupr.)
Tibisi grande. Cub. m. — Es
el "carrizo" de la R. A.,
llamado también en Cuba
carricülo y carricillo de
monte.
Tibisis!. Cub. m. -Lugar don-
de abunda el tibisi. Véase.
Tibor. Cub. m. — Dícese a la
bacinilla u orinal.
Tiburón. Cub. m. — fig. y fam.
Dícese al individuo trapa-
cero, codicioso, tragaldabas
en sus empresas: "Fulano
es un tiburón". Otros dan a
esta acep. uso adjetivado:
"Muy tiburón'". Tiene el
uso castellano.
Tienda mixta. Cub. f. — Es-
tablecimiento donde se ex-
penden por menor géneros
comerciales de muchos ra-
mos : ropa, sedería, co-
mestibles, sombreros, etc.
Tierra (De la). Cub. mod.
adv. — Pónese como adita-
mento a varias especies de
animales y plantas que son
o se consideran propias de
Cuba. Equivale en muchos
casos al adjetivo criollo, lia,
pero muy pocas veces se
usan indistintamente. Véa-
se la frase 58 del Apéndice.
Tierra agria. Cub. í. — Dícese
al terreno que se agrieta
por la acción solar. En cas-
tellano, con autorización de
la R. A., se dice "tierra
abertal".
Tierra de perdigón. Cub. í.
— La tierra mulata, cuando
se presenta granulosa, cual
perdigones, por lo que es
mucho menos productiva.
Tierra mulata. Cub. f.-Entre
las tierras que tienen de-
nominaciones particulares
por la coloración, tiene de-
nominación criolla única-
mente la tierra mulata,
cuyo color es de tabaco, y
es la más reputada de ex-
celente para todo cultivo.
Tierradentro. Cub. m.-antic.
— Designábase así, hasta
no ha muchos años, a la
parte central de la Isla, sin
exclusión del litoral. Y se
aplicaba a las personas de
esa región.
Timba. Cub. f. — El más ordi-
nario de los dulces pasto-
sos que se hacen de la gua-
yaba. Véase ia frase 168 del
Apéndice. Tiene los usos
castellanos.
Timbeque. Cub. m. — Baile
poco decoroso que celebran
los negros, y al que tam-
bién suelen concurrir indi-
viduos blancos de la plebe.
Véase la frase 255 del
Apéndice.
Timbeque. Cub. va. — fam,—
Algunos hacen esta voz si-
nónima de "escándalo" o
"alboroto", aludiendo al
TINO
493 —
TIRA
poco orden que suele rei-
nar en el baile así llamado.
Timbilía. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 169 del
Apéndice. (Et. Diminutivo
de timba).
Timbiriche. A.mer. m. — Tien-
da pobre y de mal aspecto.
Tina. Común, f. — En algunos
diccionarios, repútase esta
voz, cuando designa la
mitad de un barril o pipa,
como propia de distintos
países americanos, entre
los que se cuenta Cuba, y
es lo cierto que tina en tal
acep. es de uso muy exten-
dido en gran parte de Es-
paña, donde seguramente
tuvo origen. Tiene las otras
acep. castellanas.
Tinglado. Cub. m. — Por an-
tonomasia, en los ingenios,
él tablado en ligero declive
donde cae la miel que pur-
gan los panes de azúcar.
Tiene el uso castellano.
Tinglado. Cub. epic. m. -Es-
pecie de tortuga muy es-
casa, con el carapacho re-
vestido de piel sin esca-
mas. (Zool. esp. Sphargis
coriácea, Lin.)
Tinosa, Cub. adj. — Aplícase
como aditamento al ave
más conocida simplemente
por aura. Algunos emplean
esta voz como substantivo,
impropiamente.
Tinosa. Cub. epic. f. — "Pez
de la familia Carangidoe, gé-
nero Carangas (C. lugubris,
Poey, y C. fontalis, Poey)".
Cita de Pichardo.
Tiperrita. Cub. f. — Mecanó-
grafa; regularmente la em-
pleada en las oficinas del
Gobierno.
Tira. Cub. f.— fam. — Véase la
frase 105 del Apéndice.
Tiene las acep. cast.
Tiradera. Cub. f. — Cada co-
rrea que sujeta las barras
del vehículo al sillín del
caballo. En castellano se
dice "sufra".
Tirante. Cub. va. — La vigue-
ta llamada también alfar-
dón, que suele medir hasta
25 centímetros de tabla y
unos 15 de canto. Véanse
las frases 162 y 227 del
Apéndice.
Tirante. Cub. epic. m.— Pez
muy largo y delgado, tan
sumamente raro, que, se-
gún el sabio naturalista
cubano Poey, sólo le ha
visto un pescador una vez.
Tirantería. Cub. f. — Un con-
junto de tirantes (1.a acep.)
Tirantón. Cub. m. — Madero
de sierra que mide desde
35 centímetros de tabla y
de canto hasta 45. (Et. Au-
mentativo de tirante [1.a
acep.])
Tirar. Cub. v. a. — Usase como
sinónimo de "conducir" o
"transportar": "El carre-
tonero tal tira las mercan-
cías de cual casa". Tiene
las acep. cast.
Tirarse. Cub. v . reí. — '
fam. — Empléase como
sinónimo de "propasarse",
"extremarse", para formar
algunas expresiones raras,
TITO
pero graciosas: "Fulano se
tiró en la construcción de
la casa"; es decir: la cons-
truyó mejor de cuanto se
suponía. "No te tires con
Zutano^7; o sea: no te pro-
pases en tu trato con él.
En este último sentido es
lo mismo que mandarse.
Tiene las acep. cast.
Tirito. Cub. m. — En la re-
gión oriental, el mate ama-
rillo, cuando tiene forma
esférica.
Taro. Cub. m. -Acción y efec-
to de tirar. Véase. Tiene
las acep. cast.
Tiro (De!). Cub. mod. adv.
— Equivale a "por conse-
cuencia" : "Juan fué derro-
tado, y del tiro se retiró de
la política".
Tiro hecho (A). Cub. loe.
adv. — Significa "con segu-
ridad plena": "Esta tarde
voy a tiro hecho a resolver
el asunto".
Títere. Cub. epic. m. — Dícese
al ave más conocida por
frailecillo. Véase. Tiene los
usos castellanos.
Títere sabanero. Cub. epic.
m. — Véase frailecillo gri-
tón.
Tití. Cub. epic. m. — Véase
tetí. Tiene el uso caste-
llano. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Titingó. Cub. m. — vulg. —
Equivale a "escándalo",
"alboroto". (Et. Voz afri-
cana).
Titonia. Cub. i. — Planta sil-
vestre de hojas grandes,
494 — toco
simples y ásperas; flor de!
color rojo pálido. (Bot. F.
Compuestas; esp. Tithonia
tagetiflora, Desp.).
Titundía. Cub. f. — antic. —
Cierto baile campestre de
que apenas si se conserva
el recuerdo.
Toa. Cub. f. — antic. — Nombre
dado, quizá por onomato-
peya, a la rana, entre los
aborígenes cubanos. (Et.
Voz caribe, Zayas.)
Tobillera. Cub. f. — fam. —
Dícese despectivamente a
la mujer joven, de barrio,
que aun usa las sayas por
el tobillo.
Tocino. Cub. m. — Arbusto
trepador de terrenos ári-
dos, cuyos gajos están pro-
vistos de múltiples, fuertes
y pequeños aguijones; ho-
jas compuestas de muchos
folíolos diminutos, linea-
les, obtusos, de lados des-
iguales, y flores en cabe-
zuelas. (Bot. F. Legumino-
sas; esp. Acacia paniculata,
Willd.) Tiene los usos cas-
tellanos.
Tocolotear. Cub. v. n. — Ba-
rajar y distribuir uno a
uno todos los naipes en dos
o más montones.
Tocoioteo. Cub. m. — Acción
y efecto de tocolotear.
*Tocororo. Cub. epic. m. —
Esta voz es uno de los cu-
banismos que la R. A. acep-
ta sin indicar su origen.
Ave trepadora que mide
unos 20 centímetros, inclu-
vendo su cola casi tan lar-
TO.JO
49c
TOLLA
ga como el cuerpo; de bello
plumaje, verde metálico
por el lomo, ceniciento cla-
ro en el pecho y la gargan-
ta, negruzcas con manchas
blancas las alas, azul vio-
lado en la cabeza, azul ver-
doso en la parte superior
de la cola y blanco por de-
bajo, rojo el vientre; pico
algo corvo, de color rojo en
la base y negro en el ápi-
ce, y los- ojos de color ber-
mellón. Es pájaro indígena
de Cuba. Se alimenta de
insectos y semillas; anida
en los huecos de los árbo-
les; no es asustadizo; vive
en jaula, y su canto es tan
monótono cual lo indica su
nombre onomatopéyico. Los
indios le denominaban gua-
tiní. (Zool. F. Trogonidce;
esp. Tragón tennurus.)
Todito, ta. Amer. adj. — Im-
propio diminutivo del ad-
jetivo "todo, da".
Toítíeo, ca. Cub. adj. — vulg.
— Por si expresa poco la
forma toíto, ta, que es co-
rrupción de todito, ta, no
falta quien exagere el di-
minutivo indicado, aunque
la forma toditico, ca, se
oye sólo a gente rústica. Se
trata de una de tantas vo-
ces que son víctimas del
afán del diminutivo en
América.
Toíto, ta. Cub. adj. — vulg. —
Véase toitico, ca.
Tojosa. Cub. adj.— Es el adi-
tamento de una paloma sil-
vestre. Véase paloma. Al-
gunos emplean esta voz im-
propiamente como substan-
tivo. Guando se dice tojo-
sita, en diminutivo, se
substantiva, pues nadie dice
"paloma tojosita", sino pa-
loma tojosa, o tojosita.
Tojosita. Cub. epic. f. — Véa-
se tojosa.
Toletazo. Cub. m. — Golpe
causado con un tolete (1.a
acep.)
ToSete. Cub. m.-Palo de unos
6 decímetros de largo, con
empuñadura torneada, que
con el revólver compone el
armamento de la policía
municipal. Lo usan sujeto
al cinturón. Ahora comien-
za a ponerse de moda en el
lenguaje periodístico el hí-
brido vocablo club, como
sinónimo. Tiene el uso cas-
tellano.
Tolete. Cub. m. — Dícese por
extensión a todo garrote
corto.
Tolete. Cub. m. — fam. — Se
dice a la persona tosca,
ruda , de entendimiento
tardo : "Jacinto es un tc»-
le te".
Tolete. Cub. m. — fam. — Dí-
cese entre el pueblo, y él
sabrá por qué, a la moneda
de plata de un duro. Es
sinónimo, en el mismo po-
pular lenguaje, de bolo,
boleto, disco, rueda, guayq,
tulipán, estrella, maraca y
otros.
'Tolla. Cub. f. — Especie de
duerna, hecha regularmente
con un tronco de árbol.
TOMB
496 —
TONA
destinada para bebedero de
animales.
Toma. Cub. f. — fam. — La
cantidad de licor que se
toma de una vez, y por ex-
tensión, la ronda que se
toma entre varios amigos.
También se dice en plural
cuando se refiere a lo to-
mado entre varios jugado-
res y que pagan los perdi-
dosos: "Yo pago las to-
rnas".
Tomatal. Común, va. — Lugar
sembrado de tomates.
Tomate cimarrón. Cub. m. —
Varias especies de plantas
silvestres, que producen
unos tomates muy peque-
ños, redondos, muy agrios,
usados en condimentacio-
nes, y para mitigar el do-
lor de quemaduras. (Bot. F.
Solanáceas; esp. principal:
Solanum ramosum.)
Tomate de mar. Cub. m. —
Véase almorrana.
Tomatillo. Cub. m. — Véase
farolillo (1.a acep.)
Tomatillo de la Habana.
Cub. m. — El ají de china.
Véase.
Tomeguín. Cub. epic. m.-Pa-
jarillo indígena de muy
bella figura, cuyo largo no
excede de- un decímetro, de
color olivado por encima,
ceniciento olivado por de-
bajo, blancuzco por ei
vientre, anaranjado con
borde negro en la parte in-
ferior de la garganta: la
hembra tiene la coloración
menos intensa. Fabrica el
nido globoso con entrada
lateral. En algunos lugares
de la región oriental,, le
dicen viudito y en otros pe-
chito. (Zool. F. Fringílidos ;
esp. Enethia lepida, Lin.)
Tomeguín. Cub. m. — El árbol
más conocido por granadi-
no blanco.
Tomeguín. Cub. m. — El árbol
más llamado humo (2.a
acep.)
Tomeguín del espinar. Cub.
m. — Véase tomeguín del
pinar.
Tomeguín del pinar. Cub.
epic. m.— Con este nombre
se conoce en la región oc-
cidental el pájaro llamado
senserenico en la oriental.
Es una especie del tome-
guín (1.a acep.), de colores
más bellos. También se
llama tomeguín del espi-
nar. (Zool. E. F.; esp. E.
canora, Gmel.)
Tomillo de costa. Cub. m. —
Árbol de madera resistente,
flexible, morada, utilizada
en carpintería gruesa.
También se llama bijirí de
hojas menudas. (Bot. F.
Mirtáceas; esp. Eugenia
rigidifolia.)
Tcná. Cub. f. — vulg. — Co-
rrupción de tonada.
Tonada. Cub. f. — fam. —
Equivale a "filfa", engaño
ligero de palabra, y tam-
bién se indica con esta voz
que una ponderación es
exageradamente injusta:
"No me vengas con tona-
das"; "Ja fama de ese tenor
TOBE
497 —
TORO
es una tonada", Téase la
frase 148 del Apéndice.
Tonga. Cub. f. — Pila ordena-
da de alguna mercancía:
"Sacos en tonga"; "una
tonga de tablas".
Tongonearse. Amer. v. ref.
— vulg. — Es corrupción de
"contonearse" y conserva
ese significado.
Topada. Amer. f. — Acción y
efecto de topar. Véase. Al-
gunos dicen "tope", que es
forma catalogada por la
R. A. en 7.a acepción.
Topar, se. Amer. v. a. y re-
cíp. — Pelear o reñir. Usase
principalmente cuando se
prueban en la pelea dos
gallos, antes de una lidia
seria. Tiene algún uso en
las acep. cast.
Topetón. Cub. m. — Dícese
cuando dos cartas forman
pareja en el juego llamado
quitacamisa. Véase.
Torcedor. Cub. m. — Por an-
tonomasia, el individuo que
tiene por oficio torcer ta-
baco, o sea elaborar los ci-
garros puros. Adviértase
que la R. A. acepta como
castellana esa acep. de
"torcer".
Torcido. Cub. m. — El árbol
más conocido por lebrero.
Véase.
Torcido. Cub. m. — La acción
de torcer tabaco en rama, o
sea elaborar los cigarros
puros o tabacos: "José tra-
baja en el torcido".
'Torería. Cub. f. — "Travesu-
ra de muchachos". De no
ver esta voz aceptada así
por la R. A., creeríamos
que se trataba de un voca-
blo castellano.
Torería. Cub. f. — Algunos,
impropiamente, y por ex-
tensión de la voz anterior,
la hacen sinónima de "in-
juria", "insolencia".
Torete. Cub. m. — En algunos
lugares de la comarca
oriental, dícese a una bola
de queso envuelta en cor-
teza de plátano. Tiene la
principal acep. cast.
Torito. Cub. epic. m. — Lla-
man así algunos a la palo-
ma salvaje, más conocida
por barbiquejo. Véase.
Torito. Cub. m. — El juego de
monte entre pocos jugado-
res y con apuestas de poco
dinero.
Torito. Cub. m. — Guiso que
se hace con las partes se-
xuales de ganado vacuno.
Tornilio. Cub. m. — Cierta fi-
gura en el baile conocido
por "contradanza". Tiene
las acep. cast.
Toro. Cub. epic. m. — Reciben
este nombre siete especies
de peces, caracterizados por
estar provistos de dos es-
pinas a manera de cuer-
nos; tienen una especie de
carapacho formado con es-
cudetes óseos soldados en
los bordes; son venenosos,
particularmente el hígado.
(Zool. F. Ostracionidos; esp.
principal : Ostracionidium
quadricorne, Lin.) Tiene los
usos castellanos.
,32 ,
TORT
498 —
TOST
Torolico. Cub. m. — La yerba
rabo de zorra. Véase.
Torombolo, la. Cub. adj. —
fam. — Aplícase a la perso-
na de baja estatura y obe-
sa; generalmente se dice
"rechoncho, cha."
Toronja agria. Cub. f. — La
variedad de la cidra o to-
ronja, muy acidosa, em-
pleada solamente en dulce.
Toronfa dulce. Cub. f. — Va-
riedad de la toronja o ci-
dra, cuyo fruto es más
chico y más dulce que la
anterior, que suele comerse
con azúcar por sus vir-
tudes estomacales.
Torozón. Cub. m. — Los cam-
pesinos cubanos no dicen
así a la enteritis del gana-
do, sino a la hinchazón del
vientre cuando proviene de
haberse atragantado y per-
dido la respiración; por lo
tanto es acep. distinta de
la académica.
"Torre. Cub. f. — "Chimenea
del ingenio de azúcar" (R.
A.) Tiene las demás acep.
castellanas.
Tortilla. Amer. f. — En algu-
nos lugares, por antonoma-
sia, la de maíz.
Tortilla. Común, f. — muy
vulg. — Placer sexual entre
dos mujeres.
Tortillera. Amer. f. — La mu-
jer que hace tortillas de
maíz.
Tortillera. Común, f. — muy
vulg. — Dícese a la mujer
que tiene el vicio indicado
en tortilla (2." acep.)
Tortor. Cub. m. — Acción o
acto de dar continuadas y
repetidas vueltas a una
cosa, circular o espiral-
mente.
Torvisco de las Antillas.
Cub. m. — Especie de la
planta torvisco, silvestre,
de hojas lanceolado-oblon-
gas, subcoriáceas, lampi-
ñas, venenosas. (Bot. F. Ti-
meleáceas; esp. Daphnop-
sis timifolia, Meissu.)
Tostadero de café. Cub. m.
— Establecimiento donde se
tuesta, muele y expende
café. Antes se decía más
propiamente cafetería. Más
correcto sería decir tosta-
duría y no tostadero, para
no quitarle a ésta sus fun-
ciones de adjetivo. La R. A.
no acepta ninguna de las
dos voces, con ser castizas.
Tostón» Cub. m. — Planta sil-
vestre de tallo erecto, nu-
doso, con dos ramas en
cruz a cada nudo, hojas
variables de figura ovala-
da, algunas rematadas en
punta, florecillas de color
morado pálido, en ramille-
tes de tres o cinco, alter-
nando con pinas de igual
número de frutillas espi-
nosas, que se adhieren a
la ropa, y raíz gruesa y
m u y reproductiva. Esta
planta, al parecer, tiene
virtudes curativas contra la
blenorragia uretral. Tam-
bién se conoce por pendejo
de perro. Hay otra especie
rastrera. (Bot, F. Nictagí-
l
499 —
neas; esp. Boerhaavia erec-
ta). Tiene algunas de las
acep. cast.
Totazo* Cub. m. — Golpe que
se recibe en la cabeza, al
tropezar contra algún ob-
jeto: "Se dio un totazo
contra la mesa". (Et. ¿De
"cogotazo?").
Totí. Cub. epic. m. — Ave co-
munísima de bien torneada
figura que confunden al-
gunos con el chichinguaco,
que mide unos 3 decíme-
tros, incluyendo su lar.ga
cola redonda, de plumaje
negro con reflejos morados,
con el pico encorvado al ex-
tremo. Causa mucho daño
en las siembras de cerea-
les, compensado en parte
por la limpieza que hace,
al mismo tiempo, de insec-
tos dañinos. También se
llama, aunque menos, quie-
brahacha, chocholí, biente-
veo, chiraol y "predicador.
(Zool. F. Icteridos; esp. Di-
ves atroviolaceus, O r b . )
(Et. Voz caribe, Zayas).
Totí. Cub. m. — fam. — Em-
pléase como término de
comparación en negrura :
"Tiene el corazón más ne-
gro que las alas de un totí".
Totuma. Cub. f. — Véase güi-
ro (1.a acep.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas.)
Totuma. Cub. f. — Véase za-
pote de culebra.
Traba. Cub. f. — La misma li-
gadura empleada con las
caballerías, según la R. A.,
cuando se aplica a las patas
de los gallos de pelea. En
vez de nudo se pone una
tablilla a la que va sujeto
un extremo de la cuerda,
pasando ésta luego por un
agujero practicado en ella.
Muchos emplean el dimi-
nutivo trabilla. Tiene al-
gunos usos castellanos.
Traba. Cub. f. — Especie de
trampa, que los muchachos
ponen en las colas a las co-
metas para enredar la de
otro dueño. También se
emplea mucho el diminuti-
vo trabilla.
Trabar, se. Cub. v. a. y ref.
fam. — Se hace tan repren-
sible abuso de este verbo,
que pocas veces se emplea
con corrección. En algunas
ocasiones úsase con gracia,
como cuando un orador se
equivoca o pierde el hilo
del discurso, pues se dice
que se trabó. Tampoco es
muy censurable el empleo
en lenguaje figurado, cuan-
do una persona no acierta a
salir de una equivocación,
en cuestión de números,
por ejemplo. Pero que se
diga trabar por no pagar
una deuda o quebrar frau-
dulentamente, por descu-
brir una mentira, sorpren-
der al delincuente infra-
ganti, aprehender, engañar
y hasta por contraer una
enfermedad secreta, eso ya
nos parece un abuso inca-
lificable.
Trabilla. Cub. f.— Véase tra-
ba (1." y 2.a acep.)
i
TEA2Í
500
Trabuco» Amer. m. — Cigarro
puro o tabaco tosco de vi-
tola corta y gruesa. Tiene
la principal acep. cast.
Trabuco. Cub. m. — Vela pe-
queña y gruesa empleada
para faroles de coche. Al-
gunos, por extensión, dicen
así a toda vela.
Tráfico. Cub. m. — Suele em-
plearse esta voz en lugar
de "tránsito". En la Haba-
na hay un cuerpo de poli-
cía llamado de Tráfico, que
realmente es de tránsito,
puesto que está encargado
de moderar la velocidad y
regular el cruce de los ve-
hículos. Tiene el uso ver-
dadero.
Traje. Cub. m. — poco uso. —
En algunos lugares de la
región occidental dícese al
cuerpo en el vestido de las
mujeres. Tiene los usos
castellanos, pero ha de en-
tenderse que cuando se
refiere al de hombre, mu-
chos no incluyen chaleco,
dado el poco uso que de tal
prenda se hace.
Tralla. Cub. f. — vulg. — Suele
oirse en el vulgo por ca-
dena de reloj, más llamada
leontina. Es de notar que
entre los malhechores en
España se dice fusta y tra-
lla a la cadena de presidio
o a los grillos. ¿Será ése el
©rigen?
Trancado. Cub. adj. — Aplí-
case al paso torpe y mo-
lesto de la cabalgadura:
"Camina a paso trancado".
Transar. Amer. v. n. — Equi-
vale a "ceder", "acordar",
"dirimir", "transigir". Este
último verbo es el sinóni-
mo legítimo, pues el ame-
ricanismo se deriva de
"transacción". Lo inco-
rrecto en este caso es lo
correcto de otros: que se
diga tranzar. "Hemos tran-
sado la cuestión para no
reñir". "Se transaron por
la mitad de su valor".
Tranzar. Amer. v. n. — Véase
transar.
Trapiche. Cub. m. — Dícese al
ingenio pequeño, donde sólo
se elabora raspadura (véa-
se) y miel. Tiene el princi-
pal uso en la acep. de la
R. A., pero ha de entender-
se que merece una explica-
ción más amplia.
Traquío. Cub. m. — Corrup-
ción, muy generalizada en-
tre campesinos, de "tra-
quido".
Trasnocheo. Común, m. -Ac-
ción y efecto de trasno-
char: "El trasnocheo le
traerá a Diego perjuicios a
la salud".
Travesano. Cub. m.-La tra-
viesa de vía férrea, que
casi nadie dice así en Cuba.
Más generalmente se llama
atravesaño.
Travesera. Cub. f. — Dícese a
la planta albahaca de sa-
bana. Véase.
Trébol. Cub. m. -Reciben este
nombre con aditamentos
particulares tres plantas de
familias distintas a las que
TREN
— 501 —
TRIN
describe la Real Academia.
Trébol criollo. Cub. m. —
Véase trébol de olor.
Trébol de agua. Cub. m. —
Reciben este nombre dos
especies de hierbas flotan-
tes de aguas dulces, con
hojas cordiformes o pelta-
das, alternas, sobre largos
pecíolos, y flores en umbe-
las sésiles peciolares. (Bot.
F. Gencianeas; esp. Lim-
nanthemum humboldtia-
num, Gris, y L. grayanum,
Grnel.)
Trébol de olor. Cub. m. —
Planta silvestre propia de
terrenos húmedos, de tallo
hueco, que alcanza dos me-
tros de altura, con hojas
grandes como de un palmo,
simples, ovales, dentadas,
puntiagudas, con las venas
muy pronunciadas, emplea-
das para aromatizar el ta-
baco; flores grandes, blan-
quecinas, olorosas, en co-
rimbos terminales. Tam-
bién se conoce por trébol
criollo. (Bot. F. Compues-
tas; esp. Eupatorium aro-
matisans, D. C.)
Tren. Cub. m. — desusada. —
En los ingenios, el conjun-
to de aparatos para elabo-
rar el guarapo. Tiene el
uso castellano.
Tren. Cub. m. — Empléase por
"taller'1 : "Tren de lavado",
donde se lava y plancha la
ropa; "tren funerario",
donde se construyen y ven-
den ataúdes, también lla-
mado muertería; etc.
Tren. Cub. m. — Usase por •
"agencia": "Tren de mu-
dadas", la agencia que se
encarga de trasladar mue-
bles; "tren de carretones,
establecimiento dedicado al
servicio de carros; tren de
cantinas", la casa que sirve
comidas a domicilio en
cantinas (véase) ; etc.
Tren. Cub. m. — fam. — Maja-
dería, insistencia pertinaz
y molesta: "Fulano se trae
un tren con su empeño..."
"Trepadera. Cub. i. — "Jue-
go de cuerdas que forman
dos estribos y un cinto, de
que se valen los guajiros
para subir (trepando) a las
palmeras a cortar el fruto
o las pencas". (R. A.) (Et.
De "trepar").
Trepadera. Cub. f. — Por ex-
tensión, dícese al aparato
de hierro consistente en
dos pinchos que se atan a
los pies, con el que se
suben por postes los traba-
jadores en instalaciones
eléctricas.
Tresillo. Cub. m. — Una com-
binación especial de laá*
bolas en el juego de billar
conocido por pina. Tiene el
uso castellano.
Tribilín. Cub. m. — fam. — Dí-
cese a un muchacho o a
persona pequeña.
Tricolor. Cub. f. -Véase gua-
camaya (3.a acep.) »
* Trillo. Cub. m. — Equivale a
"vereda", voz ésta que usan
pocos en Cuba.
Trinca. Cub. f.— fam,— poco
TRIQ
— 502
TROM
uso. — Véase la frase 69 del
Apéndice. Tiene algunos de
los usos castellanos.
Trincayo. Cub. epic. m. — En
algunos lugares de la re-
gión oriental, dícese al
gusarapo de aguas estan-
cadas, cuando está próximo
a convertirse en mosquito.
Trincha. Común. f. — En car-
pintería, una especie de
formón estrecho, sin serlo
tanto como el escoplo, ni
tan grueso.
*Trinitario, ría. Cub. subs. y
adj. — La persona nacida en
Trinidad.
*Trinitario, ria. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa
ciudad.
Trinquete. Cub. m.-Voz em-
pleada con respecto a per-
sonas, como término de
comparación en fortaleza,
salud, etc.: "Más fuerte
que un trinquete" .
Tripa de pollo. Cub. f. —
Cierto rizo o conjunto de
pliegues que se hacen a un
tejido, para colgaduras mo-
destas o vestidos.
Tripular. Cub. v. a. — vulg. —
Hemos oído y hasta leído
en letras de molde este
verbo como significando ca-
balgar, guiar, conducir un
caballo, al hablar de las ca-
rreras hípicas. Es un bar-
barismo reprobable. Tiene
el verdadero uso castellano.
Trique. Cub. m. — Entre los
muchachos, suele darse este
nombre al juego llamado
en España "de tres en ra-
ya", que también se cono-
ce así en Cuba. Tiene los
usos castellanos.
Trisca. Cub. f. — poco uso. —
Acción y efecto de triscar.
Véase.
Triscar. Cub. v. a. — fam. —
poco uso. — Burlarse de una
persona o tomarle el pelo,
como familiarmente se dice,
de una manera muy disi-
mulada.
Trompa. Cub. epic. f. — Raro
pez de hocico muy prolon-
gado, a manera de tubo.
(Zool. F. Solenostomidce ;
esp. Solenostomum tabaca-
rius.) Otros dicen trompe-
ta. Tiene los usos cast.
Trompa. Cub. f. — fam. — Sue-
le decirse a una nariz pro-
minente. Tiene los usos
castellanos.
Trompeta. Cub. epic. f. —
Véase trompa (1.a acep.)
Tiene las acep. castellanas.
Trompetero. Cub. m. — fam.
Suele decirse al mosquito
por el zumbido.
Trompetero colorado. Cub.
epic. m. — Dícese al pez pa-
recido a la trompa (1.a
acep.), que tiene la aleta
caudal terminada a modo de
látigo, y es del color in-
dicado. (Zool. F. Aulosto-
matidce; esp. Aulostomum
coloratum.)
Trompetilla. Cub. f. — Estri-
dencia que se produce so-
plando en un puño, coloca-
do a manera de trompeta,
lo cual se hace para befar-
TULI
503
TUMB
se groseramente de una
persona.
Trompo. Cub. m. — fam. —
Suele decirse a una perso-
na para denotar que es
muy ruda y torpe. Véase la
frase 16 del Apéndice. Tie-
ne las acep. cast.
Trompón. Amer. m. — Puñe-
tazo muy fuerte. Es au-
mentativo de "trompada".
Tronera. Cub. f. — fam. —
Véase la frase 152 del
Apéndice. Tiene los usos
castellanos.
Tropa. Cub. m. — fam. — Díee-
se al individuo calavera:
"Fulano es un tropa". Tie-
ne las acep. cast.
Trova. Cub. f.— fam.— Filfa,
mentira, engaño disimula-
do de palabra: "No me
vengas con trovas".
Trovador. Cub. epic. m. —
Véase zunzuncillo.
Trovero, ra. Cub. adj. -Aplí-
case a la persona aficiona-
da a decir trovas. Véase.
"Ramón es muy trovero".
Trozos. Cub. m. pl. — fam. —
Véanse las frases 75 y 120
del Apéndice.
Trullada. Cub. f. — Lo mismo
que "trulla", o sea turba,
multitud.
Tulipa. Cub. f. — Véase alelí
blanco.
Tulipán. Cub. m. — fam. — Así
dicen algunos a la moneda
de plata de un duro. Se
oj7en también guayo, disco,
rueda, maraca, bolo y otros
varios sinónimos.
Tulipán. Cub. m. -Véase lirio
de cinta.
Tullida. Cub. f. — fam. — Véa-
se la frase 216 del Apén-
dice.
Tumba. Cub. f. — Tiene uso
como acción y efecto de
tumbar, por "cortar", "ta-
lar", etc. Cuando se dice
tumba y deja se entiende
que no se limpia el terre-
no, y lo contrario, si se dice
tumba y limpia. Véase la
frase 234-6 del Apéndice.
Tumba. Cub. f. — desusada. —
Reunión de negros para
bailar al uso africano.
Tumba. Cub. epic. f. — Recibe
este nombre un pez apenas
conocido. (Zool. F. Mela-
canthidoe; esp. Caulolatilus
cyanops, Poey.)
Tumba. Cub. f. — El tronco de
madera de sierra que mide
más de 4 decímetros de ta-
bla y de canto. Grueso de
viga.
Tumbadero. Cub. m. — Dicen
así algunos en vez de tum-
ba (talar o cortar), y otros
con más propiedad, a la
reunión de varias en un»
bosque.
Tumbadero. Cub. m. — fam. —
Casa de lenocinio.
Tumbar. Cub. v. a. — Empléa-
se por "talar", cuando se
refiere a los bosques, y en
vez de "cortar", cuando se
trata de la caña de azúcar,,
formas ambas que nos pa-
recen aceptables; pero de
ninguna manera, cuando se
* usa en vez de "inclinar" o
TUNA
— 504
TUVO
"entornar"; v. gr. : "tumba
un poco al armario"; ni
tampoco por ganar; v. g. :
"tumbo en la carpintería
tres duros diarios"; ni en
otros empleos por el estilo.
Tuna. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 225 del Apéndice.
Tiene algunos de los usos
castellanos, especialmente
para designar la planta de
ese nombre con aditamentos
particulares, como se verá.
Tuna blanca. Cub. f. — Espe-
cie de tuna o nopal, que
es una planta arborescente,
abundante, con hojas sub-
cilíndricas, caducas, flores
rojas que no se abren
completamente, con los es-
tambres más largos que los
pétalos, de color rosa. Es
planta medicinal. (Bot. F.
Cácteas; esp. Nopalea co-
chenillifera. Lin).
Tuna cabezona. Cub. f. — La
planta más conocida por
cardón (1.a acep.). Véase.
Tuna de Castalia. Cub. f. —
Dícese al verdadero nopal,
productor del higo chumbo,
también llamado en Espa-
ña "tuna" y en Cuba tuna
mansa.
Tuna de cruz. Cub. í —
se cardón (2.a acep.)
Tuna espinosa. Cub. f.
pecie muy espinosa de tuna o
nopal, también llamada "tu-
na brava" y "tuna colora-
da ", nombres catalogados por
la R. A. como castellanos.
Tuna mansa. Cub. f. — Véase
tuna de Castilla. k
-Véa-
-Es-
Tuna silvestre. Cub. f.-r-Es-
pecie de tuna, impropia-
mente llamada así, puesto
que silvestres lo son todas,
que se caracteriza por sus
artículos pequeños y fruto
comestible. (Bot. F. Các-
teas; esp. Opuntis opuntia,
Lin.).
Tunero, ra. Cub. subs. y adj.
— La persona de Victoria
de las Tunas.
Tunero, ra. Cub. adj. — Aplí-
case a cosas de esa locali-
dad.
Tupición. Cub. m. — Acción y
efecto de tupir: "Tupición
en la nariz".
Tupido, da. Común, adj. — Lo
mismo que "espeso",
"apretado": "Lienzo muy
tupido".
Tupido, da. Común, adj. —
Significa obstruido: "Ca-
ñería tupida".
Tupido, da. Cub. adj. — fam.
— Aplícase a la inteligen-
cia para calificarla de tar-
da, ruda.
Tusa. Cub. f. — En Bayamo,
según Pichardo, la con-
serva de guayaba envuelta
en tusas de maíz. Tiene los
usos castellanizados.
Tusa. Cub. f. — fam. — Véanse
las frases 40 y 103 y el re-
frán 34 de los Apéndices
respectivos.
Tuvolé (A). Cub. mod. adv.
— Empléase con respecto a
la mata del café, cuando se
le deja a su natural des-
arrollo. (Et. Galicismo for-
mado de a tout volee).
UBÍ
505
UNA
u
Ubi. Cub. m. — Reciben este
nombre genérico con al-
gún aditamento particular,
varias enredaderas o beju-
cos silvestres de la fami-
lia de las Ampelídeas, (Et.
Voz caribe, Zayas.)
Ubi agrio. Cub. m.— Especie
trepadora por medio de
zarcillos, cuyos tallos se
emplean para hacer canas-
tas, con hojas trifoliadas,
d e folíolos cuneiformes,
obovales, y baya globosa.
(Bot, F. A.; esp. Vitis aci-
da, Chap.)
Ubi común. Cub. m. — La es-
pecie más abundante, tam-
bién trepadora por medio
de zarcillos, de hojas sim-
ples, acorazonadas, oblon-
gas, flores amarillo-verdo-
sas, en umbelas compues-
tas pequeñas; también se
emplea para canastas, y
las hojas para remedios do-
mésticos del reumatismo.
(Bot. F. A.; esp. V. siciui-
cles, Micq.)
Ubi de cinco hojas. Cub. m.
— Véase parrita cimarrona.
Ubi de cuatro lados. Cub.
m. — El ubi de vejigatorio.
Ubi de hoja ancha. Cub. m.
—Otra especie. (Bot. F. A.;
esp. Vitis cordi folia, Lam.)
Ubi de tres hojas. Cub. m. —
Véase ubi macho.
Ubi de vejigatorio. Cub. m.
— Especie de propiedades
excelentes para vejigato-
rios, de lo que toma nom-
bre. También se llama ubi
de cuatro lados y uvas mo-
ras. (Bot. F. A.; esp. V.
cuadr angular is, Wall.)
Ubi macho. Cub. m. — Espe-
cie de hojas trifoliadas, con
folíolos ovales, lampiños y
aserrados, flores de cuatro
pétalos escarlata, baya glo-
bosa, ovoide, purpúrea. *
También se llama ubi de
tres hojas. (Bot, F. A.; esp.
V. trifvliata, Baker.)
Una. Cub. f. — fam. — Véase la
frase 144 del Apéndice.
Tiene los usos castellanos.
jUnjü! Cub. interj. vulg. —
Empleada por los negros, *
particularmente en señal de
asentimiento; lo mismo que
decir: "así es".
líña de gato. Cub. f.-Bejuco
UVA
506 —
UVBR
silvestre, de hojas ovales
terminadas en punta, ver-
des por encima, algo ama-
rillentas por debajo, "el
nervio común que sostiene
dos hojas, termina en tres
garfios o espinas corvas";
produce unas vainas muy
largas, de unos 5 decíme-
tros, y se estima como an-
tídoto. También se llama
bejuco de perdiz rosado.
(Bot. F. Bignoniáceas; esp.
Bignonia unguiscati, Lin.)
Uña de gato. Cub. f. — Otra
planta llamada zarza (1.a y
2.a acep.).
Uñate. (Ai) Cub. mod. adv.
— Dícese a la forma de gol-
pear una cosa con la uña
del pulgar, aplicándole
fuerza al rozarla contra la
yema del índice, o la de
éste contra aquél. Es voz
muy usada por los mucha-
chos en los juegos de ma-
tes.
Uva de caleta. Amer. f. — La
"uva de playa" de la R. A.,
o sea el fruto del uvero.
Uva gomosa. Cub. f. — Dicen
así algunos al ateje blanco
o baria blanca. Véase.
Uvas moras. Cub. f. pl. -Véa-
se ubi de vejigatorio.
Uvera". Amer. m. — L u g a r
abundante de uveros.
Uverillo. Cub. m. — El árbol
calambreña. Véase.
Uvero blanco. Cub. m. —
Véase calambreña.
Uvero de costa. Cub. m. —
Especie del uvero, que es
un arbusto de hojas ovales,
oblongas, coriáceas, rojizas,
y fruto redondeado, ovala-
do. (Bot. F. Poligonáceas;
esp. Coccoloba rupescens,
Wrigh.)
Uvero de playa. Cub. m. —
Es el árbol americano co-
nocido por "uvero" y ad-
mitido su nombre por la
R. A. Su fruto, la uva de
playa, es conocido en Cuba
por uva de caleta), su otro
nombre americano.
Uvero macho. Cub. m. — El
árbol manatí. Véase
VACÍ
507 —
VAIN
Vaca. Cub. epic. f. — Con este
nombre común se conocen
varias especies de peque-
ños peces que miden de 10
a 15 centímetros, de colo-
res variados y escaso inte-
rés. (Zool. F. Anthiadidce;
esp. principal: Plcctropo-
ma fuella, Cuv.)
Vacabuey. Cub. m. — Árbol
silvestre que crece en te-
rrenos pantanosos hasta
cuatro o cinco metros de
altura, y en pocos casos
hasta diez; su madera es de
bonito aspecto, pero no se
aprecia en carpintería. Las
hojas, por su aspereza ex-
trema, se aplican para pu-
lir madera y metales. Tam-
bién se llama chaparro. Las
más de las personas escri-
ben bacabuey, en nuestra
opinión impropiamente.
(Bot. F. Dileniáceas; esp.
Curatella americana). (Et.
De "vaca" y "buey").
Vacío, a. Amer. adj. — Dícese
impropiamente por "des-
cargado, da", con relaciÓD
a una caballería: "Una ye-
gua vacía". Tiene los ver-
daderos usos cast.
Vagada (De una). Cub. mod.
adv. — Equivale a "de una
vez", "de una sentada":
"Fulano se comió seis pa-
necillos de una vagada".
(Esta voz, cuando no ori-
gen, tiene sabor asturiano).
Vaina. Cub. f. — fam. — poco
uso. — Salto que da una
persona por sobre otra,
para tirarse al agua. Tiene
los usos castellanos.
Vaina. Cub. f. — fam. — El acto
del ayuntamiento carnal.
Vaina. Cub. m. — fam.— Díce-
se al individuo voluble, in-
formal y de escasos escrú-
pulos en sus tratos: "Pedro
es un vaina".
Vainada. Cub. f.— fam. — Ac-
ción reprensible dé un in-
dividuo que se califica de
vaina (3.a acep.) : "Ramón
me hizo una vainada que
no le perdonaré".
Vainilla. Cub. f. — Planta in-
dígena, parásita, de flores
blancas, aromáticas, cuyas
Vainillas se emplean en dul-
VAQU
508
VAQU
cería y medicina. No es la
planta americana de este
nombre que describe la
R. A., aunque pertenece a
la misma familia y tiene
idénticos usos. La de Cuba
es de cualidades inferiores,
y crece en los árboles, cual
el conocido por palma cana.
(Bot. F. Orquídeas; esp.
V anilla planifolia, Aubr.)
Vainilla amarilla. Cub. f.—
Especie de la vainilla con
flores amarillentas. (Bot. F.
O.; esp. Epidendrum fuca-
tam, Lindl.)
Vainilla rosada. Cub. f. —
Tipo cuyas flores tienen el
indicado color. (Bot. F. O.;
esp. E. atropurpureum,
Benth.)
Valedura. Cub. f. — Regalo en
dinero, que suele hacer el
jugador que gana al que
pierde, o a otra persona
presente en el juego.
Valia. Cub. f. — Circo rústico
hecho con estacas, al aire
libre por los costados, don-
de se pelean gallos. En el
Continente, con indiscuti-
ble propiedad, dícese galle-
ra. Véase la frase 10 del
Apéndice. Tiene las acep.
cast.
Vapor. Cub. m. — Remate de
cuero u otra materia que
se pone al extremo de los
tacos de billar, para suavi-
zar el golpe con la bola.
Véase la frase 176 del
Apéndice. Tiene las acep.
castellanas.
Vaquero. Cub. m. — En algu-
nos lugares de la región
oriental se dice al falde-
llín. Véase.
Vaqueta. Cub. m. fam. — Dí-
cese al individuo informal,
trapacero: "Fulano es un
vaqueta". Estuvimos en du-
da si poner esta voz con
v o con b, puesto que nun-
ca la hemos visto escrita
en su acep. cubana, y que
existen las dos formas en
castellano. Pero hemos
optado por la v, toda vez
que en castellano existe la
frase "tener cara de va-
queta", con parecido uso,
de la cual es probable de-
rive el cubanismo.
Vaqueta. Cub. epic. f. — Tres
especies de peces apenas
conocidos, aunque estudia-
dos o clasificados por el sa-
bio naturalista cubano Poey,
reciben este nombre. (Zool.
F. Scienidce; género :
Eques). Tiene el uso cast.
Vaquetilla. Cub. m. fam. —
Dícese al individuo califi-
cado de vaqueta (véase la
acep.), pero no tan riguro-
samente que deje de mere-
cer expresión de simpatía,
por la nobleza que pone en
sus acciones.
Vaquetilla. Cub. f. — El cue-
ro más delgado y fino que
la vaqueta.
Vaquetón. Cub. desusada. —
La vaqueta o cuero desti-
nado a fuelle del volante.
Vaquetón. Cub. m. — Aumen-
tativo de vaqueta (1.a acep.)
Véase.
VAEI
— 509
VELO
Vaquetudo, da. Cub. adj. —
Descarado, atrevido. (Et. de
"vaqueta").
Vara cubana. Cub. f. — Uni-
dad en medidas de longi-
tud, que equivale a 848 mi-
límetros. Empléase sola-
mente en medidas agrarias,
pues el comercio al detalle
usa la vara de Castilla, y
para otros empleos está el
metro. El comercio al por
mayor vende por yardas.
Vara de San José. Cub. f. —
La planta más conocida por
varita de San José, que se
parece muy poco a la "vara
de José" que describe la
R. A.
Vara en tierra (De). Cub.
mod. adv. — Véase bohío.
Varía. Cub. í. — Algunos es-
criben así el nombre del
árbol baria. Véase. Como
no les falta razón, por ser
discutible el uso de la b y
la v en este caso, lo con-
signamos aquí, aunque ha-
yamos escrito la voz con
b autorizados por el exten-
dido uso.
Varita de San José. Cub. í.
— Planta herbácea, bisa-
nual, de jardinería, con el
tallo erguido, hojas gran-
des de posición horizontal
sobre largo pecíolo, rugo-
sas, algo cordiformes, fes-
toneadas, flores grandes,
acampanadas, en espigas
axilares, en el ápice del
tallo, de color morado,
blanco, rosado y otros, se-
gún la variedad. También
se dice vara de San José.
(Bot. F. Malváceas; esp.
Althea rosea, Cav.).
Vate. Cub. m. fam. — Véase
bate (2.a acep.)
*Vega. Cub. f. — "Terreno
sembrado de tabaco" (Real
Academia.) No tiene otro
uso.
Veguerío. Cub. m. — Alde-
huela formada con los bo-
híos u otras viviendas de
los vegueros o cultivadores
de tabaco.
Veguerío. Cub. m. — La re-
unión de varias vegas. V.
"Veguero, ra. Cub. m. y f.
— "Labrador que trabaja en
el cultivo de una vega".
Esto dice la R. A. sin refe-
rirse al uso cubano de la
voz vega; pero como ella
acepta este cubanismo, bien
podemos incluir como cas-
tellanizada la voz veguero.
Tiene los otros dos usos
de la R. A.
Veguero. Cub. m. — Véase
primavera. Tiene algunos
de los usos castellanos.
Veguita. Cub. f. — Una vega,
pequeña.
Vejerano, na. Cub. subs. y
adj. fam. — Empléase des-
pectivamente como "viejo,
ja", y viene a ser lo que el
castellano " vejestorio " :
"Rosa es una vejerana o
muy vejerana.'"
Vela. Cub. f. — Véanse las
frases 1, 79-a, 125 y 126 del
Apéndice. Tiene los usos
, castellanos.
Velorio. Cub. m. — Ofrenda a
k
VENE
510 —
VBRB
un santo que se cumple con
una reunión nocturna ca-
sera, o velada, alumbrán-
dole, pero parloteando, bai-
lando, bebiendo y comien-
do golosinas. Tiene la acep.
americana catalogada por
la R. A., pero no concreta-
da en Cuba a los difuntos,
sino extendida a los enfer-
mos de gravedad, que sue-
len ser actos de holgorio
parecidos al descrito, cuan-
do se celebran entre el pue-
blo. Véase la frase 208 del
Apéndice. (Et. De "velato-
rio").
Venado. Cub. m. — fam. —
Uno de los muchos nombres
que recibe la meretriz vul-
gar. Tiene el principal uso
castellano.
Venduta. Cub. f. — Pequeño
establecimiento donde se
venden frutas y hortalizas.
Si está instalado en la pla-
za de abastos, no recibe este
nombre, sino el de "pues-
to", aunque también haya
quien lo llame así, en cas-
tellano, si está fuera del
mercado. (Et. Probable ga-
licismo derivado de vendue,
según R. J. Cuervo).
Vendutero. Cub. m. — El due-
ño o encargado de una ven-
duta. Véase.
Venenoso. Cub. m. — fam. —
Dícese festivamente al in-
dividuo triunfante siempre
en lides de amor, o que por
tal se tiene: "Diego es te-
mido como venenoso por
los padres". Otros le dan
acep. de adj. Tiene el uso
castellano.
Venia. Amer. í. — El saludo
militar. Tiene las legítimas
acep. castellanas.
Vera. Cub. f. — Reciben este
nombre dos arbustos en
nada afines al árbol ame-
ricano que acepta la R. A.,
de uno de los cuales, por su
madera dura, fina, compac-
ta, se hacen bastones. Al-
gunos, impropiamente, es-
criben bera. (Bot. F. Ru-
biáceas; esp. principal:
Antirrcea granulota, Gris.)
Vera cera. Cub. f. — Árbol
silvestre de buena madera,
amarillenta, fuerte, algo
vidriosa y fina.
Verbasco criollo. Cub. m. —
Planta silvestre de tallo
erecto, casi simple, blanco,
tomentoso, con hojas es-
patulado-lanceoladas. (Bot.
F. Compuestas; esp. Gua-
phalium purpureum, Lin.)
Verbena. Cub. f. — La especie
de verbena de flores azules.
Verbena cimarrona. Cub. í.
— Especie espontánea de la
verbena, más apreciada que
las otras para remedios
caseros. (Bot. F. Verbená-
ceas; esp. Valerianoides
orubica, Vahl.)
Verbena de hoja angosta.
Cub. f.-Especie distinguida
como lo indica el nombre.
(Bot. F. V.; esp. Val. an-
gustifolia, Vahl.)
Verbena de Italia. Cub. f. —
La verbena francesa. Véase.
Verbena francesa. Cub. i. —
511
YERRA
Hierba rastrera de rápida
fecundación., empleada para
alfombrar jardines, y muy
estimada por su policro-
mía lucida en florecillas de
cinco pétalos en racimos.
También se llama verbena
de Italia, filigrana y pobla-
dora.
Verdolaga de costa. Cub. f.
— Véase yerba de vidrio.
Verdolaga de Cuba. Cub. f.
— Una especie silvestre y
sin usos de la verdolaga.
(Bot. F. Portulacdceas; esp.
Claytonia perfoliata, Dom.)
Verdolaga de mar. Cub. f. —
Planta rastrera de flores
blancas, común en las pla-
yas. (Bot. F. Amarantdceas ;
esp. Iresina crassifolia,
Moq.)
Verdolaga de sabana. Cub.
f. — Yerba anual de tallo
desparramado, con las arti-
culaciones cubiertas de pe-
los largos, hojas alternas,
lineales, lanceoladas, que se
emplea para alfombrar los
jardines, y cuyas flores se
abren bruscamente a cosa
de las diez de la mañana.
También se llama saltape-
ricos y diez de la mañana.
(Bot. F. Portulacdceas; esp.
Portulaca pilosa, Lin.)
Verdolaga francesa» Cub. f.
— Hierba carnosa lampiña,
de hojas alternas, enterísi-
mas, glaucas, ovales, y flo-
res pequeñas, rosadas. Hay
una variedad con las hojas
matizadas de blanco. Las
hojas se emplean contra el
dolor de cabeza, aplicadas *
en las sienes. (Bot. F. P.;
esp. T a lin u m pateas,
Willd).
Verdolaga verdadera. Cub.
f.— Dícese así a la verda-
dera verdolaga, para dife-
renciarla de las otras espe-
cies aquí reseñadas. Los
indios la llamaron mani-
bari.
Verdoíaguslla blanca. Cub. f.
— Especie de verdolaga sil-
vestre, conocida también
por perejil de costa. (Bot.
F. Amarantdceas; esp. Ire-
sina portulacoides, Moq.)
Verdón. Cub. epic. m. — El
pajarillo más conocido por
mariposa, que es el cuba-
nismo aceptado por la R. A.
No es el verdón o verderón
que figura en el Dic. oficial.
Verdugo, ga. Cub. adj. -Aplí-
case al ganado de pelo co-
lorado veteado de negro.
Vergajo de toro. Cub. m. —
Véase bejuco de vergajo.
Verocos. Cub. va. pl. — muy
vulg. — Los testículos.
Verracada. Cub. f. — fig. v,
fam. — Majadería, sandez,
dicho o acción de un indi-
viduo verraco (4.a acep.)
Verraco. Cub. m. -Véase cla-
vellina de laguna.
Verraco. Cub. epic. m.— Se-
gún Pichardo, "pez de estos
mares, de los Balistes, que
tiene una pequeña abertura*
branquial".
Verraco, ca. Cub. m. y f. —
El cerdo o la cerda que se
vuelven montaraces, los que'
YIAJ
512
VIVO
adquieren feroces caracte-
res, y su carne mal sabor.
En opinión de Pichardo.
podría llamarse jabalí cu-
bano. Véanse las frases 71
y 79 del Apéndice. Tiene el
uso castellano como subs-
tantivo.
Verraco, ca. Cub. adj.-fam.-
Aplícase a la persona ma-
jadera, que dice imperti-
nencias. También suele
usarse como substantivo.
Verraquera. Cub. f. -desusa-
da.— En algunos lugares,
"borrachera".
Verraquero, ra. Cub. adj. —
Aplícase a una casta de pe-
rros de muy fino olfato, li-
geros y atrevidos, que se
destinan a perseguir verra-
cos (3.a acep.)
Verrugato. Cub. epic. m. —
"Pez de estos mares pare-
cido al Ronco", según Pi-
chardo. (Zool. F. Scienido?;
esp. Micropogum undula-
tus, Desm., según Poey).
Versar. Cub. v. n. — fam. —
Entre gente del pueblo sig-
nifica hablar, perorar:
"Fulano versa bien". Tie-
ne los usos castellanos.
Veta. Amer. f. — poco uso. —
En algunos lugares, equi-
vale a "cordel" o "soga".
Tiene las acep. cast.
Vlajaca. Cub. epic. f. — El pez
biajaca. Véase. Aun cuan-
do la personas más autori-
zadas escriban la voz con b,
cual la hemos descrito,
nosotros optaríamos por el
empleo de la v, como allí
indicamos.
Viajaiba. Cub. epic. f. — El
pez biajaiba. Véase. Exten-
demos a esta voz lo dicho
en la anterior.
Viajanco, ca. Cub. adj. —
Aplícase despectivamente
a personas viejas. Es voz
incorrecta que debiera pro-
nunciarse venjanco, ca, y
mejor aún substituirla por
el "vejestorio" castellano.
Vianda. Cub. f. — Dícese.a los
frutos de huerta, como
cierta clase de plátano, la
malanga, el boniato, etc.,
que se presentan en la
mesa cocidos o fritos. Em-
pléase más en plural. No
tiene los usos cast.
VIbona. Cub. f. — Véase bi~
bona. Nos parece más adap-
table a la ortografía caste-
llana el empleo de la v: vi-
bona, aun cuando la recha-
ce el uso generalizado.
Víbora. Cub. f. — Planta ar-
bustosa, erguida, ramifica-
da, carnosa, lampiña, de
hojas opuestas, pecioladas,
aovadas, con el borde on-
deado y un punto blanco
en cada concha u onda, de
los que nacen renuevos que
vegetan al aire y pendien-
tes de las hojas, las cuales
se supone que son acidas
por la mañana, insípidas al
medio día y amargas de
noche; también las flores
están colgantes. Toma el
nombre de víbora, porque
suponía el vulgo que de sus
VICHY
513
VIBJ
raíces, al parecer veneno-
sas, salían víboras. Tam-
bién se llama, por su par-
ticular verdor y reproduc-
ción perennes, inmortal,
prodigiosa, hoja bruja,
siempreviva, y pólipo her-
báceo. (Bot. F. Crasuláceas;
esp. Bryophyllum calyci-
num, Salisb.)
Viborear. Cub. v. a. — Hacer
señales con las uñas o en
otra forma a los naipes,
para preparar o facilitar
jugadas ilícitas.
Vicaria. Cub. f. — Planta de
jardinería, abundante, con
varios tallos ramosos, de
hojas pecioladas, oblongas,
más estrechas por la base,
verdes por encima y algo
amarillentas en el envés,
flores de cinco pétalos y se-
mitriangulares, rosados o
blancos, según la variedad,
y el centro carmín. Las flo-
res, blancas, en infusión
eon algunas gotas de alco-
hol, se emplean para en-
fermedades de la vista. En
algunas localidades la nom-
bran Santo Domingo y pu-
rísima. (Bot. F. Apociná-
eeas; esp. Vinca rosea, Lin.)
Victoria. Cub. f. — antic. —
"Tela de algodón fuerte, de
color o negra, usada para
zapatos". Tiene los usos
castellanos.
Vichy. Cub. m. — Tejido de
algodón, generalmente la-
brado o bordado con listas
o cuadros en colores, que
se emplea para camisas y
guayaberas.
Vidriera. Amer. i. — El esca-
parate de los estableci-
mientos. No tiene el nom-
bre castellano en Cuba,
pues un escaparate es un
armario de habitación. En-
tiéndose que no sólo se dice
vidriera al escaparate con
vista de la calle, sino a la
que sirve de mostrador en
muchos comercios.
Vidriera. Cub. f. — Por anto-
nomasia, el puesto en el
interior de los cafés o en
los soportales, donde se ex-
pende tabaco elaborado, ce_
rillas, y algunas veces ob-
jetos de bolsillo, como lá-
pices, carteras, etc. Suele
formar este pequeño co-
mercio, un ligero estante y
una vidriera a modo de
mostrador que le da nom-
bre al puesto.
Vidriero. Cub. m. — El dueño
o encargado de una vidrie-
ra (2.a acep.) Véase.
Vieja. Cub. epic. f. — Pez
abundante en los mares
cubanos, que alcanza hasta
más de un pie de largo, de
coloración blanca por el
vientre, que va mudando
hacia el lomo en acarmina-
do negruzco, cola roja y
ahorquillada en media
luna, las aletas pectorales
amarillas, rojas las ventra-
les y la anal, y boca pe-
queña. Es buen bocado, sin
llegar a ser excelente. Hay
'otras especies. (Zool. F. La-
33,
VIGU
— 514 -
VIGU
brido?; esp. Scarum auro-
frenatus. Val). Tiene el uso
castellano.
Vieja. Cub. epic. f. — Según el
doctor Gundlach, citad® por
Pichardo, en Guantánamo
llaman así a "una especie
de camarón sin pinzas".
Vieia. Cub. f. — fam. — Véase
la frase 113 del Apéndice.
Viejo, ja. Cub. m. y f. — fam.
— Dícese cariñosamente a
los padres. Véase el refrán
7 del Apéndice. Tiene los
usos castellanos.
Viejo, ja. Cub. m. y f. — fam.
— Tratamiento cariñoso em-
pleado entre amigos o entre
amantes, y cuya expresión
cariñosa aumenta con el
uso del diminutivo.
Viento platanero. Cub. m. —
Viento huracanado, cuya
intensidad tiene por medi-
da, entre los campesinos,
que abata o tumbe los pla-
tanales.
Vientre (De). Cub. mod.
adv. — Empléase con rela-
ción a la yegua parida o
preñada.
Vigueta. Cub. f. — Nombre
que reciben algunas espe-
cies de árboles, cuyos tron-
cos se emplean con buen
resultado para viguetas, de
donde proviene su nombre.
La especie conocida sin
aditamento se nombra
también quina, pilón, vi-
gueta naranjo blanco y
chinchona. (Bot. F. Rubiá-
ceas; esp. Exostenma flo-
ribundurn. Roem.)
Vigueta blanca. Cub. f. —
Especie indígena que en la
región occidental nombran
caobilla de sabana (2/ acep.)
(Bot. F. /?.; esp. Rondele-
tia aleternoides.)
Vigueta de cocina. Cub. í. —
Árbol indígena parecido a
la vigueta, conocido tam-
bién por vigueta hembra.
(Bot. F. Ebenáceas; esp.
Alaba caribacea, Hiern.)
Vigueta del Perú. Cub. í.—
Árbol- silvestre que se ele-
va unos 14 metros, que "no
tiene el corazón bien mar-
cado; pero es susceptible
de pulimento, propio para
muebles".
Vigueta hemfc/a. Cub. f. —
Véase vigueta de cocina.
Vigueta naranjo. Cub. f. —
Árbol silvestre que se ele-
va a 10 metros en terre-
nos cenagosos, de hojas
elípticas u ovales, puntia-
gudas, verdes por la haz,
pálidas por el envés, y el
fruto ovoide, liso y rojo.
Es de las más estimables
maderas para viguetas, y
uno de los árboles conoci-
dos por caobilla de sabana
(1.'. acep.) (Bot. F. Rub.;
esp. R. timifolia, Gris.)
¿Será el "acebo" caste-
llano?
Vigueta naranjo blanco. Cub.
f . — Véase vigueta.
Vigueta peiuda. Cub. i. —
Según Fernández y Jimé-
nez, citado por Pichardo,
es un árbol de "madera
dura, pesada, de grano fino;
VINA
515
VIOL
albura amarilla obscura,
corazón veteado".
Vlllaclareño, ña. Cub. subs.
y adj. — La persona nacida
en Villacíara, o sea Santa
Clara, capital o provincia.
También viliaclarense.
VHÍaclareño, ña. Cub. adj. —
Aplícase a cosas de esa
provincia o su capital.
Otros dicen viliaclarense.
Viliaclarense'. Cub. subs.
eom. y adj. — Véase villa-
clareño, ña (1.a acep.)
Viliaclarense. Cub. adj. —
Véase villaclareño, ña (2.*
acep.)
VHIareño, ña. Cub. subs. y
adj. — Empléase exclusiva-
mente con las personas na-
cidas en la provincia de
Santa Clara, conocida tam-
bién por Las Villas, da
donde proviene la voz.
Vinagrera. Cub. t. — Reciben
este nombró varias plantas
también conocidas por vi-
nagrillo (1.a acep., nombres
que determinan sus pro-
piedades acidosas. Una de
ellas es más conocida por
mariposa (4.a acep.); otras
son plantas silvestres, pro-
pias de lugares húmedos,
con el tallo de unos 25 cen-
tímetros de altura, hojas en
grupos de a tres, flores
amarillas pentapétalas re-
torcidas. (Bot. F. Oxalí-
deas; esp. principal: Oxalis
corniculata, Lin.)
Vinagrera. Cub. f. — Especie
que se diferencia de las
anteriores por sus flores
moradas. También se llama
violeta cimarrona. (Bot. F.
O.; esp. O. violácea, Sw.)
Tiene el uso castellano.
Vinagrillo» Cub. m. — Véase
vinagrera (1.a acep.)
Vincgrillo. Cub. m. — Planta
exótica cultivada en algu-
nos jardines. (Bot. F. Po-
ligonáceas; esp. Rumex ob-
tusifolius, Sw.)
Violeta cimarrona. Cub. f. —
Véase vinagrera (2.* acep.)
Viólala china. Cub. f. — Plan-
ta herbácea de ligeras se-
mejanzas con la violeta
verdadera, también culti-
vada en Cuba. E3 frecuente
en los jardines, anual, di-
fusa, con hojas ovales ase-
rradas, pecioladas, con flor
de limbo azul y corola mo-
raduzca obscura. (Bot. F.
Escrofulariáceas; esp. To-
renia asiática, Lin.)
Violeta silvestre. Cub. f.—
Especie salvaje de la ver-
dadera violeta. (Bot. F.
Violáceas; esp. Jonidium
procumbens, Gris.)
Vioietjna. Cub.J. — La planta
celosa cimarrona. Véase.
Violan. Cub. m. — Aparato de
madera que consiste en una
media luna con muescas o
ranuras, a la que va unido
perppndicularmente un palo
largo, que se emplea para
apoyar el taco de billar
cuando la bola está muy
distante. Véase el refrán 40
#del Apéndice. Tiene los
usos castellanos.
Violín. Cub. m. — fam. — Api
VIST
— 516
VOLA
dicen algunos al catre de
tijera.
Virar, se. Amer. v. a. y ref.
—El excesivo abuso que se
comete con este verbo ma-
rítimo, abuso de probable
origen gallego, nos fuerza a
incluirlo en este Vocabula-
rio para indicar algunas
impropiedades. Si un vian-
dante dobla por una es-
quina, pocos serán los que
no digan que ha virado o
viró por tal calle. Pasar o
doblar la hoja de un libro
es virarla. Si tuerce alguno
una cosa, la vira. Si se
vuelve la espalda, se ha vi-
rado la cara. El que se
arrepiente, se vira, en al-
gunos casos. El que con-
testa a un reproche, se vira
contra el que reprocha. En
fin, virar sirve poco menos
que para todo.
Viruta. Cub. f. — fam. — Lo
mismo que "dinero" :
"Juana es un palmito sin
viruta". Tiene el uso cas-
tellano.
Viruta. Común, f . — fam. —
Engaño. Véase la frase
115-a del Apéndice.
Visera. Cub. f. — Cada una de
las anteojeras que lleva el
caballo de tiro en la cabe-
zada, para obligarle a que
mire sólo de frente. Tiene
las acep. cast.
Viso. Cub. m. — En algunos
lugares, la sayuela. Véase.
Vista. Cub. f. — Derechos que
devenga el abogado, pro-
curador, etc., por cada folio
que examina de ciertos ex-
pedientes. Tiene las acep.
castellanas.
Viudito. Cub. epic. m. — Véase
bijirita (1.a acep.)
Volador. Cub. m. — Bejuco
silvestre trepador, de hojas
acorazonadas, que come el
ganado vacuno y caballar;
produce unos frutos col-
gantes, que se denominan
patatas del aire, por la se-
mejanza con las verdade-
ras, y se comen cocidos o
asados, pero se estiman
poco, a causa de su pecu-
liar amargura. También se
llama ríame cimarrón y
ñame volador. Hay otras
especies del mismo nombre.
(Bot. F. Dioscóreas; esp.
Rajania hastata, Lin.) Tie-
ne las acep. cast.
Voladora. Cub. f. — La rueda
gigantesca que regula el
movimiento motriz y se
llama "volante" en cast.
Volantería. Amer. f, — antic.
— Taller donde se cons-
truían los vehículos llama-
dos "volantes" o "quitri-
nes".
Volantero, ra. Cub. subs. y
adj. — desusada. — La bestia
caballar adiestrada en la
conducción del volante.
Volantín. Amer. m. — Cometa
pequeña de papel con cola
de tiras de trapo.
Volatín. Cub. m. -Véase "vo-
latines". Tiene los usos
castellanos.
Volatines. Cub. m. pl. —
Planta silvestre de tallo ci-
VOMI
517 —
VÜEL
líndrico con hojas denta-
das, lanceoladas, dispuestas
en trío, flores pequeñas con
cuatro pétalos amarillos, a
las que sucede una vaina
chica con varias semillas.
Esta planta tiene propie-
dades medicinales. También
se llama volatín. (Bot. F.
Capar Ideas ; esp. Cleome
polygama) .
Volido. Amer. m. — Dícese en
vez de "vuelo": "El aura
dio un volido.'1''
Volío. Amer. m. — vulg. —
Corrupción, entre gente
rústica, de volido.
Voló. Cub. adj. — fam. — Véase
la frase 98 del Apéndice.
Vomitel. Cuh. m. — Reciben
este nombre varias espe-
cies de árboles con adita-
mentos particulares; casi
todas de buena madera, y
con frutos comestibles, pero
tóxicos si se ingieren con
exceso. (Bot. F. Borragí-
neas; género Cordia).
Vomitel amarillo. Cub. m. —
Árbol silvestre de hojas
oblongas, aspérrimas, ve-
nosas y aterciopeladas por
el envés, flor acampanada,
amarilla tirando a roja, y
madera dura, compacta, co-
rreosa, de color amarillo
claro. (Bot. F. B.; esp. C.
scabrifolia, A. D. G.)
Vomitel blanco. Cub. m. —
Véase atejillo.
Vomitel blanco. Cub. m. —
Otra especie llamada hie-
rro de costa. Véase.
Vomitel colorado. Cub. m. —
Es la segunda especie del
ateje hermoso. Véase. Ár-
bol escabroso de hojas ova-
les, subenteras, flor de co-
lor escarlata y madera fina
muy estimada para instru-
mentos musicales, estu-
ches, etc. También se llama
vomitel encarnado. (Bot. F.
B.; esp. C. sebcestena, Lin.)
Vomitel encarnado. Cub. m.
— Véase vomitel colorado.
Voraz. Cub. epic. m. — "Pez
de lo alto, rojizo y estima-
do", según Pichardo. (Zool.
F. Anthiadidoe; esp. Meso-
prion vorax, Poey).
Vueitabajero, ra. Cub. subs.
y adj. — La persona nacida
en Vueltabajo.
Vweliabajero, ra. Cub. adj.
— Aplícase a cosas de esa
comarca.
Vueltabajo. Cub. f. — Nombre
familiar o popular que
desde antiguo se da a la
parte occidental de la Isla,
o sea la provincia de Pinar
del Río. Los habitantes de
Santiago de Cuba y de Ca-
magüey suelen decir Vuel-
tabajo- al resto de la Isla,
desfigurando así el verda-
dero significado.
Vueltarriba. Cub. f. — Por
oposición a Vueltabajo, se
llama así a la parte orien«-
tal de la Isla.
WARA
518
WARA
W
Warandol. Cub. m. — Lienzo
blanco destinado para sá-
banas. Como más adapta-
ble al castellano debiera
decirse guarandol. (Angli-
cismo).
519
YAGít
Y. Cub. adj. — Véase bejuco
de Y.
Yaba. Cv.b. í. — Árbol silves-
tre abundante en tierra ro-
jiza, que alcanza hasta 12
metros de altura, de hojas
imparipennadas, con folío-
los ovales, acuminados,
lampiños, flores pequeñas,
purpúreas, en panículas
grandes terminales, madera
dura, compacta, de color
rojizo, empleada en cons-
trucciones. La resina de
este árbol es venenosa y el
humo de su madera, tan
dañino para la vista, que
puede causar ceguera. Tam-
bién se llama moca. (Bot.
F. Leguminosas; esp. An~
dirá inermis, H. B. et K.)
(Et. "Voz caribe, Zayas).
Yaba amarilla. Cub. f. — Ár-
bol indígena parecido al
anterior, no tan abundante.
(Bot. F. L.; esp. A. micro-
carpa, Gris.)
Yabruma. Cub. f. — desusada.
— Véase y agruma. (Et. Voz
caribe, Zayas).
Yabú. Cub. m. — La planta
yabuna. Véase. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Yabuas. Cub. f. — Yerba sil-
vestre, común en las saba-
nas, donde forma como al-
fombra con sus tallos en-
redados, rastreros, que es
muy dañina a la vegeta-
ción y de muy difícil exter-
minio, por su gran repro-
ducción y raíces hondas y
enmarañadas. Es un mal
pasto. También se conoce
por yabú y yabura, que pa-
recen corrupciones. (Bot. F.
Gramíneas; esp. Gramen*
yabuna.) Et. Voz caribe,
Zayas).
Yabunal. Cub. m. — Lugar
donde abunda la yerba ya-
buna. Véase.
Yabura. Cub. f. — Véase ya-
buna.
Yagruma. Cub. f. — Reciben *
este nombre y el de ya-
bruma, por corrupción éste,
dos árboles maderables,
* aunque de madera floja, de
dos familias botánicas dis-
YAGU
— 520 —
YAGU
tintas, como se verá a con-
tinuación. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Yagruma hembra. Cub. f. —
Árbol de mediana altura, de
hojas grandes, alternas,
palmeadas, con siete o más
divisiones, verdes por la
haz y blanco plateado por
el envés, con nervios dora-
dos, flor rosada con visos
amarillos, en espigas, a la
que sucede una almendra
de propiedades emulsivas,
y madera blanca, tierna,
porosa. La corteza, las ho-
jas y el látex de este árbol
s e estiman medicinales.
(Bot. F. Ulmáceas; esp. Ce-
cropia peltata, Lin.) Hay
otras dos especies con este
mismo nombre.
Yagruma macho. Cub. f. —
Árbol silvestre, inerme,
común, de tronco limpio,
con una copa de ramaje
ralo, hojas grandes, digi-
tadas, sobre largos pecío-
los, con folíolos oblongos,
más estrechos en la base,
ondulados, dorado - sedosos
en el envés, flores blancas
en figura de umbela, colo-
cadas en larga panícula
terminal, y madera floja y
de corta duración. Las
hojas tienen virtudes medi-
cinales contra la hernia.
(Bot. F. Araliáceas; esp.
Dendroponax morotoloni,
Planch.)
*Yagua. Cub. f.— "Tejido fi-
broso que rodea el tronco
de la palma real, del cual
se desprende naturalmente
todas las lunaciones, y sir-
ve para varios usos". (Real
Academia). Es de advertir
que la yagua rodea sola-
mente la parte más tierna
y elevada de la palma; el
largo excede de un metro,
y el grosor en el centro al-
canza un centímetro. Con-
vertida en fibras, llamadas
ariques, se emplea para
atar. Al natural, su mayor
uso está en la envoltura del
tabaco en rama, para for-
mar los tercios. Véase la
frase 101 y el refrán 30-a
de los respectivos Apéndi-
ces. (Et. Voz caribe, Zayas).
Yaguafusta. Cub. f. — Según
el doctor Gundlach, citado
por Picharclo, es una palma
abundante en los montes de
, Guantánamo, parecida a la
. .palma real, más pequeña,
sin barriga, y de pencas
frágiles.
Yaguasa. Cub. epic. f. — Ave
palmípeda, especie de pato
salvaje, más chico que el
común, que también se en-
cuentra en las otras Anti-
llas mayores y en otros
puntos americanos, de plu-
maje rojizo claro con la ca-
beza pardo-obscura, gar-
ganta blanco-sucia, pico
ceniciento, y patas amari-
llentas olivadas. Vuela a
orillas de ríos y lagunas;
se alimenta del palmiche
de las palmas, y es perju-
dicial a los arrozales. (Zool.
F. Anatida?; esp. Anas ar-
YAIT
521 -
borem, Lin.) (Et. Voz cari-
be Zayas).
Yagueyes. Cub. m. pl. — an-
tic. — "Depósitos naturales
de agua de lluvia". (Et. Voz
caribe, según Zayas, de
quien es la cita).
Yaicuaje. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que se eleva unos 8
metros, indígena, con hojas
abruptamente pennadas, fo-
líolos enteros, oblongos,
lampiños, brillantes, flores
blancas en panojas, y ma-
dera dura, compacta, de co-
lor rojizo claro. (Bot. F.
Sapinddceas; esp. Exothea
paniculata, Radk.) (Et. Voz
caribe, Zayas).
Yaicuaje de costa. Cub. m.
— Especie también indígena
y silvestre, de hojas terna-
das, con folíolos espátula-
dos, lineales, y venas obli-
cuas. (Bot. F. S.; esp. E.
trifoliata, Sw.)
Yaigua. Cub. f. -Según Zayas,
una "planta silvestre sin
aplicación alguna". (Et. Voz
caribe, según dicho autor).
Yaimay. Cub. m. — "Árbol de
madera dura que se emplea
para horconadura". (Et.
Voz caribe, según Zayas,
de quien es la descripción).
Yaimiquí. Cub. m. — Algunos
dicen así por jaimiquí.
Véase. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Yaití. Cub. m. — Árbol silves-
tre de mediana altura, rec-
to, de hojas lanceoladas,
remotamente aserradas, con
nervio negruzco, flores pe-
queñas, amarillas, fruto
anaranjado, y madera du-
rísima, con el corazón ne-
gro, empleada para postes,
etc. Todos los órganos de
este árbol están impreg-
nados de un jugo cáustico,
y el humo de la madera
daña la vista y la cabeza.
También se llama aité (2.a
acep.) (Bot. F. Euforbiá-
ceas; esp. Gyrtimanthes lu-
cida, Sw.) (Et. Voz caribe,
Zayas).
Yaití bobo. Cub. m. — Especie
indígena, afín a la anterior.
(Bot. F. E.; esp. Sebastiania
albicans, Wrigh.)
Yaití de hojas menudas.
Cub. m. — Otra especie tam-
bién silvestre, (Bot. F. E.;
esp. S. pallens, J. Muell.)
Yamá. Cub. m. — El árbol
llama. Véase. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Yamagua. Cub. f. — El árbol
yamao. Véase. (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Yamaguey. Cub. m. — Véase
jamaguey. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Yamao. Cub. m. — Árbol sil-
vestre que alcanza unos 10
metros de altura, de hojas
abruptamente pennadas, con
diez o doce folíolos oblon-
gos u oblongo - elípticos,
puntiagudos, que comen ?1
ganado vacuno y caballar,
flores pequeñas, blanqueci-
nas e inodoras, en panoja,
fruto en figura irregular de
pera, con cuatro aristas en
YAX.A,
522 —
YARE
el pericarpio, correspon-
dientes a otras tantas semi-
llas, que forma espigas y lo
comen los cerdos, y madera
floja y blanca, pero bastan-
te resistente a la intempe-
rie, por lo que se usa en
construcciones. Este árbol
produce una resina tóxica,
y, según Zayas, es creencia
popular que el simple con-
tacto del cuerpo humano
con el tronco, contiene la
hemorragia de cualquier
herida. También se llama
yamugua. (Bot. F. Helia-
ceas; esp. Cuarea trichi-
lioides, Lio.) (Et. Voz ca-
ribe, según Zayas).
Yaraaquey. Cub. m.-Corrup-
ción de yamaguey. Véase
jamaguey, que es el sinó-
nimo de mayor uso. (Et.
Voz caribe, Zayas).
Yana. Cub. f. — Árbol silves-
tre, costeño, de hojas al-
ternas, muy variables, lan-
ceoladas o elípticas, flores
en cabezuela globosa, pe-
dunculadas, en racimos o
panículas. El tronco de este
árbol es muy tortuoso, pero
suministra madera muy
dura, estimable para cons-
trucciones. (Bot. F. Com-
bretáceas; esp. Conocarpus
erectus, Lin.) (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
\ ana. Cub. m. — Véase fía
manzanilla. (Et. Voz caribe,
Zayas).
Yanal. Cub. m. — Lugar en
las riberas marítimas donde
abunda el árbol yana y la
yanilla.
Yanilla. Cub. m. — Árbol in-
dígena y silvestre, especie
de mangle, que se eleva en
laa ciénagas del litoral unos
6 metros, de hoja9 temadas
con folíolos lanceolado-
oblongos, redondeados en el
ápice, ondeados en el mar-
gen y peciolados; madera
dura, resistente y negra.
(Bot. F. Simarubáceas; esp.
Picroodendron baccatum,
Kr.) (Et. Del caribe yana).
YaKiílar. Cub. m. -Lugar don-
de abunda el árbol yanilla.
También se dice yanal.
Yarey. Cub. m. — Reciben este
nombre una palma indíge-
na y su penca estimadísi-
ma, común en la región
oriental, de tronco bajo y
delgado, cuyas hojas o pen-
cas, plegadas y sin espinas,
se emplean en fibras para
tejer sombreros, jabas, se-
rones, y otros objetos que
constituyen una industria,
casera regularmente, en la
que libran la subsistencia
muchas familias, como en
Trinidad, por ejemplo. (Bot.
F. Palmas; esp. Chamce-
rops yarey). (Et. Voz ca-
ribe, Zayas).
Yarey. Cub. m. — Dícese a la
penca de la palma anterior-
mente descrita, y por ex-
tensión, a los tejidos hechos
con ella.
Yareyai. Cub. m. — Paraje
1 donde abunda la palma
yarey.
YAYA
323 —
Yarua. Cub. f.— El árbol ma-
natí. Véase. (Et. Voz cari-
be, Zayas).
Yaruga. Cub. i. — Árbol sil-
vestre, que probablemente
será la yarúa con el nombre
corrompido.
Yautía. Cub. f. — En Puerto
Rico es el nombre genérico
de la malanga. En Cuba de-
signa a la malanga morada.
Véase. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Yaya. Cub. f. — Árbol silves-
tre muy abundante, de
tronco recto, hojas elíptíco-
laneeoladas, lampiñas, flo-
res pequeñas, blancuzcas, y
madera asimismo blanca,
resistente, aunque flexible,
empleada en construccio-
nes. También se llama yaya
común y de m,onte. (Bot. F.
Anonáceas; esp. Oxandra
lance olata, Baill.) (Et. Voz
caribe, Zayas).
Yaya. Cub. f. — Otra especie
parecida, y nombrada tam-
bién palo de lanza. (Bot. F.
A.; esp. Asirninia rhombi-
folia, Gris.)
Vaya. Cub. f.— El árbol más
conocido por purio. Véase.
Vaya. Cub. f. — Por antono-
masia, dícese a cualquier
palo usado a modo de bas-
tón. Véanse las frases 42 y
50 del Apéndice.
ifaya brava. Cub. f. — Según
el doctor Gundlach, citado
por Pichardo, un "árbol en
Cabo Cruz, cuyas fruticas
son venenosas para las ga-
llinas".
Yaya cimarrona. Cub. f. —
Árbol silvestre de tallo muy
ramoso, con hojas ovalo-
oblongas muy puntiagudas,
brillantes en la haz, flor
chica amarilla, y fruto que
alimenta al ganado porci-
no; la corteza es medicinal,
y la madera se emplea para
vigas, cujes y bastones,
según el grosor. (Bot. F.
Melasiomáceas ; esp. Mouri-
ria parvi folia, Benth.)
Yaya coman. Cub. i. — La
yaya (i* acep.)
Yaya de monte. Cub. f, —
Véase yaya (1.* acep.)
Yaya macho, (hcb. f. — El ár-
bol lebrero. Véase.
Yayabacaná. Cub. m. — Véase
jayabacaná.
Yayaiabite. Cub. m. — Véase
jayajabieo.
Yeyal. Cub. m.- Paraje donde
abunda el árbol yaya.
Yayero, ra. Cub. adj. — poco
uso. — Aplícase a la persona
importuna y entrometida;
"Fulano es muy yayero.
Yedra. Cub. i. — Se conocen
varias plantas con este
nombre, algunas con adita-
mentos, distintas a las que
describe la R. A., y que
pertenecen a distintas fa-
milias botánicas. Una es
hierba silvestre, anual,
trepadora, común, de hojas
ovalo-oblongas, pecioladas,
y cuyas raíces las emplean
los campesinos como reme-
dio para los callos. Tam-
bién se llama yedra del
'país. (Bot. F. Quenopodiá-
YERB
ceas; esp. Anredera spica-
ta, Pers.)
Yedra. Cub. f. — Otra especie
cultivada de flores muy pá-
lidas, también conocida por
flor de pedo y pedo de chi-
no. (Bot. F. Fitolacáceas;
esp. Agdestis clematidea,
Moc)
Yedra del país. Cub. f. — La
yedra (1.a acep.) Véase.
Yedra morada. Cub. f. —
Planta exótica, originaria
de Méjico, cultivada en los
jardines. (Bot. F. Polemo-
niáceas; esp. Coboea scan-
dens, Cav.)
Yedra terrestre. Cub. f. —
Una planta indígena. (Bot.
F. Malváceas; esp. Sida ve-
rónica? folia, Lam.)
Yema doble. Cub. f. — Dulce
hecho con yema de huevo y
azúcar batidas, cocinado en
forma de pequeñas tortas
dobladas al medio y pre-
sentadas en almíbar.
Yema real. Cub. f. — Dulce
parecido al anterior, hecho
al baño de María, y pre-
sentado en pequeños tro-
zos.
Yerba. Cub. f. — Véanse las
frases 56, 59 y 263 del
Apéndice. Obsérvese que se
hace mucho uso de esta voz
en Botánica para designar
multitud de plantas, ade-
más de las que, como la
yerba Luisa, la mora, la
cana, la buena, la carmín,
la de pordioseros, la de las
golondrinas y otras, llevan
524 — YERB
nombres admitidos como
castellanos por la R. A.
Yerba brava. Cub. f. — La
planta benubú o bembú.
¿Será ésta la conocida por
yerba Weyler?
Yerba bruja. Cub. f. — Hierba
de tallos ascendentes y ve-
lludos, con hojas lineales
largas, acuminadas, que
constituye un pasto exce-
lente. También se llama
yerba Paraná, del Paral y
de Para. (Bot. F. Gramí-
neas; esp. Panicum numi-
dianum, Lank.)
Yerba buena cimarrona.
Cub. f. — Especie parecida
a la hierbabuena, también
cultivada en Cuba, con las
hojas subcordiformes en la
base, festoneadas, arruga-
das, ásperas, y de color ver-
de más obscuro que ésa,
que produce flores azula-
das. (Bot. F. Labiadas; esp.
Salvia serótina, Lin.)
Yerba caimán. Cub. f. — Es-
pecie silvestre de tallo lam-
piño, con hojas lanceoladas,
acuminadas, con puntos
translúcidos, racimos erec-
tos delgados. (Bot. F. Po-
ligonáceas; esp. Polygonum
acre, H. B. et K.)
Yerba celidonia. Cub. f. —
Especie parecida a la celi-
donia común, llamada ce-
lidonia criolla, y de exce-
lentes propiedades contra
los esputos sanguinolentos.
Yerba cepa. Cub. f.- "Planta
silvestre permanente, pre-
ferida por el ganado vacu-
YERB
525 —
YERB
no y caballar", según Pi-
chardo.
Yerba chinchera. Cub. f. —
Véase romero cimarrón (2.a
acep.)
Yerba de aura. Cub. f. — En
la jurisdicción de Bayamo,
según Pichardo, recibe este
nombre una planta pare-
cida a la buenastardes, de
flores amarillas, pequeñas,
y hojas estimadas para
ciertas enfermedades uteri-
nas. ¿Será la yerba de pur-
gación!
Yerba de Bahamas. Cub. f.
— Véase bermuda.
Yerba de Bermudas. Cub.
f. — La planta bermuda.
Véase.
Yerba de Castilla. Cub. f. —
Hierba silvestre común,
que no es pasto muy esti-
mado de los animales. Tam-
bién se llama sacate y sé-
cate. (Bot. F. Gramíneas;
esp. Panicum fascicula-
tum.) ¿Será el "zacate" de
la R. A.?
Yerba de clavo. Cub. f. —
Especie perenne, silvestre,
de tallos rastreros o flotan-
tes, de hojas oblongas y flo-
res grandes sobre largos
pedúnculos. Algunos la lla-
man clavellina (1.a acep.)
(Bot. F. Onagrarieas; esp.
Jussicea repensa.)
Yerba de Don Carlos. Cub.
f. — Véase cañuela de saba-
na.
Yerba de Garro. Cub. f. —
Varias especies de plantas
herbáceas o subfruticosas,
de hojas lanceoladas, flores
axilares, sésiles, semillas
asurcadas en la comisura,
que son un excelente depu-
rativo de la sangre. Deben
este nombre a don Joaquín
Garro, según Pichardo, por
haberse curado con ellas la
elefantíasis. (Bot. F. Ru-
biáceas; esp. Diodia lipioi-
des, Gris.)
Yerba de Guinea. Cub. f. —
Hierba perenne abundante,
que constituye un excelente
alimento del ganado, y es
muy apreciada para formar
pasto artificial; tiene el
tallo o cañita rígida con
nudos vellosos, alrededor
del cual brotan las hojas
en macolla, que son linea-
les, lanceoladas. Es yerba
que crece rápidamente has-
ta un metro y se propaga
mucho. (Bot. F. Gramíneas ;
esp. Panicum máximum,
Jacq.)
Yerba de la Caridad. Cub.
f. — Planta silvestre que se
parece ai orégano, aunque,
de hojas más pequeñas, que
se recetaba contra el có-
lera. También se llama
yerba del Cobre.
Yerba de la niña. Cub. f. —
Varias especies de yerbas
silvestres anuales; una de
las dos más importantes es,
lechosa, muy común en po-
treros y caminos, medici-
nal y buen pasto. También
, se llama golondrina (1.a
acep.) (Bot. F. Euforbiá- *
YBRI?
526
ceas; esp. Euphorbia pros-
tata, Eit.)
Yerba de la niña. Cub. f. —
Hierba semejante a la an-
terior, y llamada como ella
golondrina y además mal-
casada. (Bot. F. E.; esp. E.
pelulifera, Lin.)
Yerba de Sa paciencia. Cub.
i'.— Vé?se yerba mulata.
Yerba de la sangre. Cub. t.
— Yerba ornamental usada
en los jardines para ma-
cizos y adornos. También
pe llama sanguinaria, yer-
ba sanguinaria, yerba Ma-
ría, alternante y borde de
playa. (Bot. F. Amarantá-
ceas; esp. Telanthera poli-
gonoides, Mo.)
Yerba de la sangre. Cub. i.
— Yerba silvestre abundan-
te, de hojas ovales, obtusas,
aserradas, flores peduneu-
ladas en cabezuelas globo-
sas blancas, fruto en dru-
pa roja, cuya pulpa sabe a
patata, por lo que en algu-
nos lugares llaman papita a
la planta; las hojas en de-
t cocción son buen remedio
para contener la expectora-
ción sanguinolenta, por lo
que también se llama san-
guinaria, yerba sanguina-
ria, y además mierda de
gallina. (Bot. F. Borragí-
neas; esp. Cordia globo-
, sa^ H. B. et K.)
Yerba de la sangre. Cub. f.
— Otra especie de parecidas
proporciones a la anterior,
aunque diferente, y quer
lleva los mismos nombres
de sanguinaria, yerba sanr-
giíinaria, mierda de gallina,
y además el de filigrana
cimarrona. (Bot. F. Verbe-
náceas; esp. Lantana invo-
lucrata, Lin.)
Yerba de la sangre cima*
rrona. Cub. f. — Especie
afín a la segunda especie
de este nombre. (Bot. F.
Borragíneaa; esp. Cordia
microphylla, Roem.)
Yerba de las herpes. Cub.
i. — Véase guacamaya fran-
cesa.
Yerba del Cobre. Cub. i. —
Véase yerba de la Caridad.
* Yerba de limón. Cub. i. —
Planta parecida a la yerba
de Guinea, en el aspecto,
aunque más chica, con
agradable olor de limón.
Es antiasmática. Esta yer-
ba se conoce en castellano
por "esquenanto", y en
Cuba, además del acepta-
do por la R. A., recibe los
nombres de caña o cañita
o cañuela santa, y limon-
cillo. (Bot. F. Cingiberá-
ceas; esp. Costus spioatus,
Sw.)
Yerbare lombrices. Cub. f.
— Véase yerba lombricera.
Yerba de ¡os empeines.
Cub. f . — Véase la guaca-
maya francesa.
Yerba del Paral. Cub. i. —
Véase yerba bruja.
Yerba de Para. Cub. f. — La
yerba bruja. Véase.
Yerba de plata. Cub. f.-Es-
pecie que crece espontánea
en lugares húmedos, y que
YBRB
— 527
YSEB
suele cultivarse en jardi-
nes y casas, de tallo ramo-
so, lampiño, con hojas al-
ternas, semejando monedas
de plata en la figura y el
color, de donde proviene la
popular tradición de que si
prospera la planta en una
oasa, es indicio de prospe-
ridad en sus moradores.
(Bot. F. Piperáceas; esp.
Peperomia pallucida, H. B.
et K.)
Yerba de pollo. Cub. t. —
Una especie silvestre de es-
caso interés. (Bot. F. Com-
melináceas; esp. Trades-
cantia geniculata, Jacq.)
Yerba «Se prado. Cub. f. •
Véase bermuda.
Yerba de purgación. Cub. í.
— Enredadera silvestre, co-
nocida también por bejuco
de purgación. (Bot. F. Nic-
tagíneas; esp. Boerhaavia
scandens, Lin.)
Yerba de San Jerónimo.
Cub. f. — Especie silvestre
de hojas acuminadas, ova-
lo - lanceoladas. (Bot. F.
Gramíneas; esp. Oplisme-
nus compositus, Beauv.)
Yerba de San Martín. Cub.
i. — Yerba silvestre muy es-
timada como medicipal, por
la gran cantidad de tanino
y fécula que contienen sus
órganos. (Bot. F. Violáceas;
esp. Sauvagesia erecta,
Lin.)
Yerba de sapo. Cub. i. — Es-
pecie de yerba silvestre y
medicinal, más conocida
par culantro cimarrón.
Véase.
Yerba de tejado. Cub. f. —
Yerba silvestre que se des-
arrolla en los tejados, bor-
des de aceras y paredes hú-
medas. Hay dos especies.
(Bot. F. Urticáceas; esp.
Pilea depressa, Blurn.)
Yerba de vidrio. Cub. ¿-Es-
pecie do hojas opuestas
carnosas, y flores axilares
y terminales, que se des-
arrolla en las costas, y al
arrancarla de la tierra pro-
duce un sonido como de
vidrios rotos, a lo que debe
este nombre. Son dos espe-
cies semejantes. También
se llama barrilla criolla y
verdolaga de costa. (Bot. F.
Aizoideas; esp. Sesuvium
microphyllum, Willd.)
Yerba guanina. Cub. f. — La
planta americana llamada
"guanina", y cuyo nombre
está recogido por la R. A.
Yerba hedionda. Cub. f. —
Planta silvestre muy abun-
dante, de tallo herbáceo que
se eleva hasta un metro, do,
folíolos pareados-, ovalo-
lanceolados, puntiagudos,
verde-obscuros en la haz y
pálidos en el envés, flores
amarillas en racimos cor-
tos; las semillas de sus vai-
nas pueden suplir, tostadas,
al café; las hojas, cuyo olor,
repugnante aa nombre a la
planta, contienen un jugo
que alivia las quemaduras,
y se estima como depura-
* tivo de la sangre. También
— 528
YBY
se llama brusca (1.a acep.)
y martinico,, (Bot. F. Legu-
minosas; esp. Cassia occi-
dentalis, Lin.)
Yerba hedionda velluda,
Cub. f. — Especie parecida
a la anterior caracterizada
como lo indica su nombre.
(Bot. F. L.; esp. C. hirsuta,
Lin.)
Yerba lechera. Cub. f. —
Planta silvestre de tallos
muy delgados, cilindricos,
rastreros, moraduzcos. con
hojas pareadas muy peque-
ñas, lingüiformes, diminu-
tamente dentadas; entre
cada par de hojas, una pina
de ílorecillas blancas con
visos morados. Esta yerba
contiene un abundante jugo
blanco y picante, parecido
a la leche, de donde pro-
viene su nombre, y el sen-
cillo de lechera, además de
teta ele vieja. (Bot. F. Eu-
forbiáceas; esp. Euphorbia
serpens, H. B. et K.)
Yerba lechera marina. Cub.
f. — Véase lechera marina.
Yerba lechosa. Cub. f. —
Véase lechosa.
Yerba íombricera. Cub. f. —
Especie indígena anual, de
hojas lanceoladas, ovala-
das, flores blancas, purpú-
reas, que es un remedio
antihelmíntico estimable.
También se llama yerba de
lombrices, que no debe con-
fundirse con el bejuco de
este nombre. (Bot. F. Lo-
ganiáceas; esp. Spigelia an-
thelmiá, Lin.) r
Yerba mala. Cub. f. — Véase
cañuela de sabana.
Yerba maravedí. Cub. f. —
Planta herbácea indígena,
medicinal, apreciada como
eficaz estimulante del apa-
rato urinario. También se
llama simplemente mara-
vedí. (Bot. F. Celastríneas;
esp. Myginda u r a g o y a ,
Jacq.)
Yerba María* Cub. í. — La
yerba de la sangre (1.a
acep.) Véase.
Yerba Paraná. Cub. f. — La
yerba bruja. Véase-
Yerba sanguinaria. Cub. f, —
Reciben este nombre las
tres especies de yerba de la
sangre. Véanse.
Yerba terrestre. Cub. f. —
Hierba silvestre, rastrera,
buen pasto y medicinal.
(Bot. esp. Glecoma hede-
racea).
Yerba Weyler. Cub. f.-Plan-
ta herbácea, espinosa, que
crece medio metro, de fi-
gura semejante a la ortiga
común, que es mal pasto y
perjudicial a la tierra. Los
campesinos le han puesto
ese nombre en recuerdo de
ese General español, cuando
la guerra de Independencia.
Yerbilla. Cub. f. — antic. —
"Tela de algodón o de hilo,
cuyo nombre es ya poco
usado". (Pichardo).
Yerén. Cub. m. — Véase lle-
rén. (Et, Voz caribe, Zayas).
;Yey! Cub. interj. — vulg. —
La emplea la plebe como
saludo. Algunas veces se
TUQU
— 52£ —
YU.RA
oye: "¡yey, familial" Véa-
se ¡ey!
Yin. Amer. m. — Así dicen al-
gunos a la ginebra. (Et. Del
inglés gin).
Yincotel. Cub. m. — Licor
compuesto de ginebra, hier-
babuena, curasao, etc.
Yúa. Cub. f. — Según Fernán-
dez y Jiménez, citado por
Pichardo, es un árbol de
madera pesada, compacta,
dura, fina, con la albura
blanco-verdosa y el cora-
zón rojizo veteado. (Et. ¿Co-
rrupción de yarúa?
fuca. Cub. f. — De esta planta
liliácea, fecular, america-
na, cuyo nombre está acep-
tado por la R. A., hay en
Cuba las variedades si-
guientes: yuca blanca o
cristalina, la dulce, la de
Cartagena y la agria. Véan-
se la frase 79 y el refrán
31 de los respectivos Apén-
dices.
ruea cimarrona. Cub. f. —
Véase yuquilla de paredón.
ucateca. Cub. epic. f. — En
algunos puertos pinare-
ños, dícese a la chema
americana. Véase.
uquiila. Cub. f. — Reciben
este nombre varias plantas
de distintas familias botá-
nicas, cuyas raíces contie-
nen fécula como la yuca.
Una de estas plantas se
conoce más por azafrán
cimarrón. (Bot. F. Eipoxí-
deas; esp. Curculigo scor-
zonercefolia, Baker.) (Et.
Diminutivo de "yuca").
Yuquilla. Cub. f. — La especie
más conocida por sagú (1."
acep.)
Yuquilla. Cub. f. — Véase lle-
rén.
Yuquilla de paredón. Cub. f.
— Planta indígena y silves-
tre, común en las sabanas,
de tallo deprimido, hojas a
manera de penca de palma
en miniatura, con los folío-
los articulados en la base,
estrechamente lineales; la
raíz o tubérculo, que es
perenne, suele crecer mu-
cho, y proporciona abun-
dante fécula que después
de rallada y lavada es muy
blanca, y se estima como
excelente para almidón. La
raíz, frita en trozos, mata
ios ratones, por lo que tam-
bién se llama yuquilla de
ratón (1/ acep.) además de
guayaro (su nombre indí-
gena), y yuca cimarrona.
(Bot. F. Cicadáceas; esp.
Zamia angustifolía, Jacq.)
Yuquilla de ratón. Cub. f. —
La yuquilla de paredón.
Véase.
Yuquilla de ratón. Cub. f. —
Otra especie parecida a la
anterior. (Bot. F. C; esp.
Z. punilla, Lin.)
Yuquilla de ratón del pinar.
Cub. f. — Otra especie indí-
gena, afín a las dos ante-
riores. (Bot. F. C; esp. Z.
media, Jacq.)
Yi/raguana. Cub. f. — Algunos
dicen así por yuraguano,
YÜRA
530
YÚYB
que es el cubanismo acep-
tado por la R. A.
'Yuraguarao. Cub. m. — La
planta "miraguano" que
describe la R. A., también
llamada así en Cuba, ade-
más de yaraguana y guaní-
chiche. (Et. Voz caribe, Za-
yas).
Yuramlra. Cub. f. -Véase pe-
regrina (2.a acep.)
Y&yere. Cub. m. — poco uso.
— En Camagüey, equivale a
decir "miedo cerval".
ZAFA
- 531
ZAMB
',. Cub. f. — Es de advertir que
en la prosodia de los cuba-
nos no existe la z; por lo
tanto, si las voces de este
grupo no aparecen en la
letra s, es para consignar-
las con la debida corrección
castellana.
¡abija Cub. f. — En Trinidad,
según el doctor Gimdlach,
citado por Piehardoi. dícese
a una planta de flores blan-
cas distinta, al parecer, del
áloe, que también toma
aquel nombre en castellano.
Zacateca. Cub. m. — Sepul-
turero, muñidor de entie-
í rros, especialmente el que
acompaña los cadáveres
vestido de librea" (R. A.)
La corrupción de la z en
este caso está generalizada
hasta entre muchos no
>i criollos. Tiene los usos cas-
tellanos.
jeatecas, Cub. m. pl. — fam.
— Dícese al individuo re-
I v o i í o s o y entrometido :
"Don Juan es un zacate-
cas " .
ifacoca» Amer. f.— farn, — ■
Pendencia tumultuaria : "Se
armó la gran zafacoca".
Zafante. Cu 6. adv. — fam. —
Usase como si dijéramos
"aparte", "menos", "ex-
cepto": "Todos fueron al
teatro, zafante Ramón".
Hasta entre los extranjeros
se oye la voz corrompida
safante. (Et. De "zafar").
Zambeque. Cub. adj. — fam. —
Equivale a "tonto", "men-
tecato" : "José es muy
zambeque'".
Zambequería. Cub. f. — fam.
—Tontería, majadería, di-
cho o acción de un indivi-
duo zarri beque. Véase.
Zambulla. Cub. f. — poco uso,
— Preparación del plátano
ver de , que consiste en
freirlo en trozos cilindricos,
aplastados luego, y después
mojados en agua de sal para
volverlos a freir.
Zambullo. Amer. m. — Barril
o tonel cubierto, destinado
en algunos lugares para re-
coger y transportar las in-
mundicias.
Zarnfouüo. Amer. m. — Dícese
zapa — 533
a las inmundicias, por ex-
tensión de la voz anterior.
Zambullo. Cub. m. — flg. y
vuíg. — Dícese a la persona
chaparra y sucia. Véase la
frase 167 del Apéndice.
Zambumbia. Cub. f. — Véase
con s, que es como acepta
esta voz la R. A., aunque
probablemente sea la co-
rrupción de la voz y no su
forma verdadera.
Zambumbiería. Cub. f.-Véa-
se sambumbiería, que es la
forma castellanizada por la
Real Academia.
Zanca de grulla. Cub. f. —
Una planta silvestre de flo-
réenlas blancas en panoja.
Zarscsraña. Cub. f. — Planta
silvestre permanente, abun-
dante en la isla de Pinos,
que es buen pasto para el
ganado vacuno y caballar,
y las raíces son un nutriti-
vo alimento para el cerdo.
(Et. De "zanca" y "araña").
Zancudo» Amer. epic. m. —
Dícese a un mosquito de
zancas muy largas.
'Zapata. Cub. f. — "Zócalo de
fábrica en que se apoya
una pared de madera"; se-
gún la R. A., o con más
claridad: pared baja de
manipostería, que se cons-
truye a manera de cimien-
to, en la que descansan al-
gunas paredes o tabiques de
madera. Tiene algún uso en
las otras acep. cast.
Zapateo criollo. Cub. m. — El
baile zapateo propio de
Cuba.
ZAPO
o. Cub. m. — Según
Pichardo, "planta liliácea
de jardinería, a modo de
tararaco, pero la hoja mo-
rada por fuera. Sus flores
son unas cápsulas achapi-
nadas y bivalvas como al-
meja, babosas por dentro".
Zapato. Cub. m. — fam. — Véa-
se lo frase 106 del Apén-
dice.
Zapatudo, «la. Cub. adj. —
Aplícase a ciertos frutos de
huerta, como el plátano,
cuando se quedan correosos
después de fritos. También
suele decirse a la carne y
cualquier otro alimento en
iguales o parecidas cir-
cunstancias. Tiene algunos
de los usos castellanos.
Zapote. Cub. m. — Véase el
refrán 6 del Apéndice. Tie-
ne mucho uso para desig-
nar el árbol americano y su
fruto, que describe la Real
Academia. Sapote es co-
rrupción.
Zapote de culebra. Cub. m.
— El árbol americano, es-
pecie de zapote, que se co-
noce en otros puntos ame-
ricanos por "chico zapote"
y "zapotillo" (usado éste en
Cuba), arhbos aceptados por
la R. A. Algunos en la Isla
le dicen ciguapa y totuma.
Zapote espinoso. Cub. m. —
El árbol jiquí. Véase.
Zapote negro. Cub. m.— Una
especie poco interesante del
árbol zapote. (Bot. F. Ebe-
náceas; esp. Diospyrus lau-
rifolia, Rich).
— 533
ZOQU
Zaragate, Cub. adj. — poco
uso. — Equivale a "zalame-
ro", "obsequioso": "Me
fastidia Juan por lo extre-
madamente zaragate'".
Zarapico. Común, epio. m. —
Así suelen decir muchos al
ave "zarapito" de la R. A.,
de la que hay en Cuba va-
rias especies.
Zarapito. Cub. epic. m. —
Además del zarapito des-
crito por la R. A., existe en
Cuba otra especie sin par-
ticular sobrenombre, zan-
cuda, de unos 25 centíme-
tros de longitud total, con
plumaje verdoso por enci-
ma, pecho gris con manchas
blancas y negras, garganta
blanca y pico largo y recto.
(Zool. F. Scolopacido?; esp.
Totanus solitarius).
Zarapito. Cub. epic. m. — Otra
especie más conocida por
frailecillo. Véase.
Zarapito real. Cub. epic. m.
— Especie del zarapito ver-
dadero, del que hay varios
tipos en Cuba con ese norn-
• bre, algunos de los cuales
se parecen ai chorlito eu-
ropeo, y el principal se
llama ganga. Véase.
Zarapito zancudo. Cub. epic.
m. — Véase cachiporra.
Zarza. Cub. f. — Además de la
zarza común, reciben en
- Cuba este nombre dos plan-
tas, de otras familias bo-
tánicas. Una es arbusto tre-
pador de hojas opuestas,
elípticas, pecioladas, con
aguijones encorvados, por
lo que en la región oriental
le dicen uña de gato (2.a
acep.) Crece en todo terre-
no. Hay otras especies.
(Bot. F. Nitagíneas; esp. Pi-
sonea aculeata, Lin.)
Zarza. Cub. f. — Otra especie,
también arbusto trepador,
de hojas ovalo-oblongas, li-
geramente oblicuas en la
base, y armado de fuertes
aguijones. En la comarca
occidental se conoce por
uña de gato (1.* acep.) (Bot.
F. Ulmáceas; esp. Celiis
aculeata, S\v. y otras).
Zarza, blanca. Cub. f. — Otra
especie afín a la primera
zarza. (Bot. F. Nictugíneas;
esp. Pisonia nigricamus ) .
Zarzaparrilla. Cub. f. — Véase
raíz de China. No es la zar-
zaparrilla de España.
Zarzaparrilla cimarrona» Cu b.
f. — Véase zarzuela peluda.
Zarzaparrilla de la tierra.
Cub. f. — Véase raíz de Chi-
na.
Zarzuela peluda. Cub. f. —
Una especie de zarza sil-
vestre también conocida por
zarzaparrilla cimarrona.
(Bot. F. Liliáceas; esp. Smi-
lax inoblis, Humb.)
Zocucho. Amer. m, — Cuartu-
cho, tabuco, zaquizamí.
Zona. Cub. f. — Por antono-
masia, en las poblaciones,
barriada, calle o tramo de
calle, destinado oficialmen-
te para las casas de leno-
cinio.
Zoquetada. Común, f. — Ac-
Z0RZ
— 534
ZUNZ
ción de un individuo lla-
mado "zoquete".
Zoquetear. Cub. v. a. — fam.
— Forma irrespetuosa y ul-
trajante de discutir o re-
ñir, metiendo al contrin-
cante los puños por la cara.
Zorzal. Cub. epic. m. — Pájaro
de la misma familia que el
de este nombre descrito por
la R. A. La especie cubana,
abundante en los bosques
de la comarca occidental, es
de plumaje ceniciento api-
zarrado por encima, más
obscuro hacia la cabeza,
garganta negra, pecho, ca-
dera, vientre y partes in-
feriores avellanados, pico
negruzco, patas rojas, de
donde toma el nombre de
zorzal de patas coloradas y
el de zorzal real (1/ acep.)
(Zool. F. Túrdidos; esp. Mi-
mocichla rubripes, Temm.)
Zorzal de patas coloradas.
Cub. epic. m. — Véase zor-
zal.
Zorzal gato. Cub. epic. m. —
Especie de paso en la Isla,
en los meses de invierno,
de plumaje de color gris de
pizarra, menos en el vérti-
ce de la cola, que es negro,
así como las patas y el pico.
Emite un sonido parecido
al maullido del gato de
cría, de donde proviene su
sobrenombre. (Zool. F. T.;
esp. Galeoscoptes caroli-
nensis, Lín.)
Zorzal real, Cub. epic. m. —
El zorzal. Véase.
Zorzal real. Cub. epic. m.-2-
Otra especie, la más pare-
cida a la de la R. A., por
su plumaje blanco en el
vientre y las caderas. Es
tipo propio de la región
oriental. (Zool. F. T.; esp.
M im o c i c h la schislacea,
Baird.)
Zulú. Cub. m. — Tejido ordi-
nario de algodón, regular-
mente negro, que emplea la
gente pobre para vestidos
de luto.
Zumaque-barniz. Cub. m. —
Materia que se extrae de
un árbol resinoso que se
desarrolla en la región
oriental.
Zumbar, se. Cub. v. a. y ref.
— fam. — Es verbo que toma
acep. caprichosas; equiva-
le a marcharse solapada-
mente, a desmedirse o pro-
pasarse en acciones o pa-
labras, a pegar o pegarse,
etc., etc. Véase el grupo de
frases de este verbo, en el
Apéndice.
Zumbador. Cub. epic. m. —
Véase zunzún.
Zumbete. Cub. epic. m. — el
zunzún. Véase.
Zumzum. Cub. epic. m. — Este
es el verdadero nombre del
pájaro descrito en zunzún,
pero en general se pronun-
cia la n y no la m.
Zunzún. Cub. epic. m. — Pa-
jarillo, especie del colibrí,
frecuente en los jardines,
donde busca insectos en las
flores y liba en ellas, de
plumaje verde metálico con
ZÜNZ
— 535 —
ZUNZ
reflejos dorados por enci-
ma, alas y cola negruzcas,
garganta verde dorada,
vientre gris claro. Es
de ligerísimos movimien-
tos; emite un zumbido con
las alas que le da nombre;
es valiente para atacar a
otras aves mayores, y fa-
brica un nido muy curioso
con pelusa vegetal. Tam-
bién se llama zumbador,
zumbete y picaflores. De-
biera de pronunciarse zum-
zum y no zunzún, puesto
que deriva de zum-bido.
(Zool. F. Trochilidce; esp.
Sporadinus ricordi, Gerv.)
Zunzuncallc Cub. epic. m. —
Especie pequeñísima del
pe j arillo zunzún, que el
doctor Gundiach estimaba
como el pájaro más peque-
ño del mundo, y propuso
se llamara pájaro mosca.
¿Será el "pájaro mosca"
de la R. A.? También se co-
noce por trovador. (Zool. F.
T.; esp. Calypte heleno?,
Gundiach.)
ÍIPHftDICES
PLP&HDICB PHlCDHi^O
FIASES
Por parecemos más agradable a los lectores, hemos pues-
to, cual se indica en el prólogo, las frases en un Apéndice,
tanto porque seguramente resultará su lectura más amena
que si estuvieran regadas y casi perdidas en el texto prin-
cipal, como por facilitar el estudio de este aspecto en las mo-
dalidades cubanas del idioma castellano; y al efecto, por se-
guir algún orden, imprescindible en trabajos de esta índole,
sujetos necesariamente a método, hemos opiado por separar
las frases en tres secciones, a saber:
Primera sección: Frases de verbo conjugable, y de cuyo
verbo se reúnen varios casos.
Segunda sección: Frases de verbo conjugable, del que só-
lo hay un ejemplo; y
Tercera sección: Frases invariables.
Los números del margen corresponden a las indicaciones
en el cuerpo del Vocabulario, para las cuales, hemos prefe-
rido, pues así lo exige la materia de este libro, los cubanismos,
y en segundo lugar las voces castellanas si aquéllos faltan, o
éstas desempeñan papel importante en la frase, donde se verán
unos u otras subrayados.
Seguramente que entre estas frases habrá alguna que no
sea de verdadero origen cubano, pero sí en su inmensa mayo-
ría, y en todos los casos, de uso muy extendido en el poís;
pues aquí, como al catalogar las voces, hemos desechado las
de uso local.
PRIMERA SECCIÓN
Comprende las frases reunidas en pequeños grupos, por la
comunidad de verbo, el cual va puesto en infinitivo, y •
todos los grupos en orden alfabético de los verbos, que
son los siguientes: AGUANTAR, AMARRAR, ANDAR, •
— 540 —
CASE, CAMBIAR, CAMINAR, COGER, COMER, DAR,
DEJAR, ECHAR, ESTAR, HABLAR, HACER, IR, LAR-
GAR, LLEVAR, MASCAR, MATAR, METER, MOJAR,
PASAR, PEGAR, PERDER, PONER, PREGUNTAR,
QUEDAR, SABER, SALIR, SER, SOLTAR, TENER,
TIRAR, TOMAR, TRABAR, VALER, VENDER, VENIR,
VER y VOLVER.
Aguantar la vela (a una persona). — Esperar más de lo
convenido a que concluya una diligencia, visita, etc.
Aguantar la mecha. — Soportar las malas consecuencias de
alguna cosa imprevista y desagradable. Tiene uso en
España.
Amarrar
3. Amarrar el chivo. — Empléase para expresar que riñen dos
novios.
4. Amarrar corto (a una persona). — Restringir o coartar las
libertades que disfrutaba o podría disfrutar una persona,
en cualquier asunto o negocio.
5. Amarrar machete. — Así anuncian ios campesinos la edad
adulta de sus hijos varones, que es cuando empiezan a
"amarrar" el machete a la cintura: "Tengo dos mucha-
chos que ya amarran machete".
Andar como cotorra. — Hacerlo una persona con las pun-
teras hacia adentro o los talones hacia fuera.
Andar como químico. — Caminar un individuo con pasos
menudos y de manera afectada. Otros emplean el verbo
"caminar".
Andar como pájaro sirindango. — Dícese que lo efectúa la
persona que anda de la Ceca a la Meca sin objeto deter-
minado o conocido que & tal le obligue.
— 541 —
Caer
9. Caer ligero. — Ser simpático; caer en gracia. Lo contrario
de caer pesado: "Fulano le cae ligero a cualquiera".
10. Caerse la valla. — Dícese para ponderar en extremo lo
animada y divertida de una fiesta popular. Otros emplean
el verbo "hundir".
11. Cambiar la vaca por la chiva. — Esto hace el que aban-
dona un buen negocio para dedicarse a otro que supone
superior, y resulta luego más malo que el primero. El
cambio de una vaca por una chiva claro que resulta muy
desventajoso.
12. Cambiar el disco. — Así se invita a un terco para que no
persista en una majadería, o a un lenguaraz para que no
prosiga en soltar despropósitos. La frase está tomada
de invitar a cambiar el disco de un fonógrafo, cuando no
gusta la pieza.
12-a. Caminar como químico. — Véase la frase 7 en "Andar",
13. Caminar para el muerto. — Lo efectúa un individuo arro-
jado, valiente, que hace frente a cualquier ataque de,pa-
labra u obra: "Fulano no camina para el muerto'".
Coger
14. Coger monte (una persona). — Incomodarse inoportuna-
mente, por efecto de una broma que no se ha empleado
con tal propósito de provocación. Otros emplean el verbo
"ir".
15. Coger guabinas. — Dícese que las coge el que se encuen-
tra entontecido. ,
16. Coger un trompo con la uña. — Empléase para ponderar
— 542 —
la extremada dificultad de algo, pues nada será más di-
ficultoso que coger un trompo, o sea una peonza, con
una uña cuando gira.
17. Coger de baliza (a una persona). — Tomar como blanco
de sátiras molestas a una persona, con persistencia; o
también molestar con sucesivas impertinencias.
18. Coger (a uno) asando maíz. — De igual significado que la
frase 20.
19. Coger (a uno) con la mano en la masa. — Significa lo
mismo que la frase 20.
20. Coger (a uno) con la ruano en la candela. — Esta frase
y las dos anteriores, denotan el hecho de encontrar infra-
ganti a un ladrón. La más graciosa es sin disputa la
número 18, por la caprichosa e incomprensible analo-
gía que pueda haber entre asar maíz y robar: cosas del
ingenio popular. Las tres se usan a la vez con el verbo
"trabar".
20-a. Coger Gümo. — Efectuar pesquisas ai objeto de saber
o descubrir algo, a la manera del que rastrea entre los
bejucos de ese nombre para coger el fruto.
21. Coger-le la baja (a uno). — Encontrar el lado flaco, o la
debilidad anímica de una persona, y abusar de esa cir-
cunstancia para mejor obtener un propósito respecto de
ella: "Diego le cogió la baja a Damián".
22. Coger la noche (a uno). — Perder la buena oportunidad
para la realización de un deseo, por haberse descuidado.
Véase el refrán 15-e.
22-tt. Coger miedo al muerto. — No determinarse a una cosa
por falta de valor; no repeler una agresión por lo mismo.
Cerner
23. Comer cotorra. — Lo mismo que comer lengua; pues
lengua y cotorra las comen las personas charlatanas, par-
ticularmente si charlan sin ton ni son.
24. Comer pavo. — En el baile, lo come el que se queda sin
pareja, tanto en Cuba como en algunos países del Conti-
nente. Es cosa rara que nunca se diga "guanajo" en este
caso, ya que al pavo se le llama siempre de esa manera.
25. Comer maíz. — Lo comen los funcionarios del Estado,
o los administradores de justicia que se muestran par-
ciales en sus cometidos, mediante dinero. Es decir: lo
que verdaderamente "comen" es metal acuñado.
— 543 — »
» •
26. Comer guásumas. — Solían hacerlo antiguamente los mu-
chachos que faltaban a la escuela, a espaldas de sus
padres, aunque comiesen otras cosas o nada. "Hacer la
rosca", dícese con más gracia en algunos lugares de
España.
27. Comer de cantina. — Esta frase y la siguiente indican la
escasez de energías en una persona porque come mal o
poco, lo que, al parecer, demuestra su aspecto flaco o es-
cuálido. Indudablemente que un cuerpo mal nutrido no es
para grandes empeños ni físicos ni intelectuales.
28. Comer frío. — De idéntico significado a la frase anterior.
29. Comer caliente. — He ahí lo contrario a lo que expre-
san las dos frases anteriores. Pero desconfíese del que
diga de sí mismo que come caliente, porque pudiera
pretender ocultar así que come de cantina o frío.
30. Comer candela. — Eso dicen que suelen hacer los per-
donavidas para imprimir más energía a sus bravatas,
pero nadie ha visto que ninguno haya comido candela,
realmente.
31. Comer en cazuela. — Hablar mal de una persona sin
saber que oye los juicios ella o algún allegado. Es cier-
tamente manjar poco apetecible.
32. Comer como nigua. — Dícese con respecto de la persona
que traga más que come, por comparación con lo mucho
que "come" o pica el insecto nigua,
33. Comer cativía. — De idéntico significado que la frase 35. <
34. Comer fana. — Significa lo mismo que la frase 35.
35. Comer bolas. — Esta frase y las dos anteriores señalan la
excesiva credulidad de algunos que "comen" eso mientras
los engañan. Son los mismos que no se cansan de tragar
ruedas de molino, o los que por tierras de Iberia son apo-
dados de tragabolas. '
35-a. Comerse un pan. — Darse un chasco, cual el de saludar
a una persona equivocadamente. Claro está que es el pan»
menos substancioso de todos.
36. No comer de eso. — Emplea esta frase el que rechaza una
proposición por creer que le perjudica.
37. No comer miedo. — No indica esta frase, cual parece, no
tener miedo, sino que hay valor y decisión, aunque más
uso hacen de ella los que sólo en la lengua llevan la va-
lentía.
38. No comer corazón de chivo. — Dicen así algunos para ad-
vertir que no se dejarán fácilmente amedrentar o engañar. ,
— 544
39. Dar cureña. — De igual significado que el número 40.
40. Dar tusa. — Huir como alma que persigue el Diablo.
41. Dar perro muerto (a una persona). — Molestarla con cor-
tesías ampulosas o una larga visita.
42. Dar yaya. — Significa lo mismo que la número 43.
43. Dar goma. — Esta frase y la anterior son sinónimas de
"apalear". Esta tiene más generalizado uso cuando los
agentes de la autoridad castigan con vergajo de tripa, por
aquello de que es elástico cual la goma.
44. Dar mico. — No pagar el gasto de algo, particularmente si
se trata de servicios de meretriz, en cuyo sentido se usa
también entre el populacho español.
45. Dar la cría (de una cosa). — Suele pedirla de una prenda
de vestir extravagante, algún amigo, para burlarse de la
novedad: "Si me dieras la cría de ese sombrero". Algunos
emplean el verbo "vender".
46. Dar barra. — Indecente forma de expresar el ayunta-
miento carnal.
47. Dar caritate. — Es lo que hace un amante reñido, cuando
pasea con pareja distinta por delante de la otra.
48. Dar jabón (a una persona). — Adularla. Tiene uso en Es-
paña.
48-a. Dar la hora (una cosa). — Empléase para ponderar la
excelencia de una cosa cualquiera, menos un reloj : "Ten-
go un bastón que da la hora", lo cual ya se supondrá que
no ha de ser con campanadas precisamente.
49. Dar-le a la pelota. — Significa lo mismo que la frase 51.
50: Dar-le a la yaya. — De igual significado que la frase 51.
51. Dar-!e dulce (a una cosa). — Estas tres frases se usan con
} relación al que demuestra tener tino y buen acierto en
cosa determinada. Si a la tercera frase, o sea la 51, se
añade: "a la cintura", transfórmase en obscena, con
vistas a la pornografía.
52. Dar-üe medio (a uno). — Para ponderar a una persona en
algo, se dice que "hay que darle medio": "A Fulano,
como escritor, hay que darle medio". Desde luego que si
solamente se le da medio o sean cinco centavos, es bien
poco.
53. Darse un cañazo, o el gran cañazo. — Tirarse una plan-
cha, llevar un chasco.
- 545 — ,
53-a. ATo haberle dado yerba, o maloja (a una persona).
Véase el número 59 en el grupo "Echar".
Dejar
54. Dejar (a uno) chato. — Avergonzarlo. Lo contrario de
"quedarse chato".
55. Dejar para prado (una cuestión). — Equivale a la si-
guiente.
56. Dejar para yerba (una disputa). — Esto propone a su
contrincante el que quiere zanjar una cuestión. Efectiva-
mente, las más de las discusiones vale más dejarlas para
yerba o para prado.
Echar
=
57. Echar fresco (a una persona). — Reprenderla. Tiene uso
en España, aunque no conste así en el catálogo oficial.
58. Echar-le tierra (a una disputa). — Enterrarla; esto es:
darla por concluida, repartiéndose equitativamente la
razón entre los disputantes, para evitar la riña o el es-
cándalo.
: 59. No haberle echado maloja, o yerba (a una persona). —
Quien tal dice demuestra que alguien se toma más con-
fianza de la concedida, porque si le hubiese echado al-
guna vez yerba o maloja, era señal de que le interesaba
no tuviera apetito.
¡
T,
Estar
0. Estar en la fuácata. — Sinónimo de la 62.
Estar en la prángana. — De igual significado que la 62.
2. Estar en la tea. o en la tea incendiaria. — Desdichado el •
que en tal estado se vea. Las tres frases indican pobreza,
indigencia. Equivalen a las castellanas "estar a la cuarta
pregunta", y "estar en la calle", a la que suele añadirse
en Cuba: "sin llavín y peleado con el sereno". Las tres i
frases se usan también con el verbo "quedar".
. 35*
A
— 546 —
63. Estar de arriba. — Tiene el mismo significado que la si-
guiente.
64. Estar en la parra. — Esta frase y la que antecede, por
oposición a las tres anteriores, indican que se goza de
buena posición social.
65. Estar en el aparato. — Lo está una persona a quien las
circunstancias o la política elevan, algo inopidamente,
a una investidura de mando.
66. Estar de guardia. — Lo está el que va a pagar o ha pa-
gado un convite en el café.
67. Estar a medio palo. — Tener una media merluza; estar
medio beodo. Significa lo mismo en otros lugares ame-
ricanos.
68. Estar de medio ganchete (una cosa). — Cuando algo se
queda a medio hacer o incompleto.
69. Estar a la trinca. — Lo está una persona correcta y ele-
gantemente vestida.
70. Estar (una cosa) de chupa y déjame el cabo. — Véase la
explicación en la frase 73. ("Estar de chupa y déjame el
cabo", literalmente se refiere al tabaco o cigarro puro;.
71. Estar (una cosa) como patada de verraco. — Sinónima de
la 73.
72. Estar (una cosa) como patada de mosquito. — Véase la 73.
73. Estar (una cosa) como patada de sinsonte. — Esta frase
y las tres anteriores dicen lo mismo, y se emplean para
ponderar la excelencia de algo.
74. Estar la cosa en candela. — Véase la explicación en la
siguiente.
75. Estar la caña a tres trozos. — Esta frase y la anterior
se oyen en labios de pesimistas cuando tratan de cues-
r. tiones sociales o políticas, y algunas veces presagian así
males o trastornos inmediatos.
76. Estar de ají para perro (una cosa). — Esta frase acen-
túa la gravedad que anuncian las dos anteriores. No se
adivina fácilmente la analogía que haya entre la frase
y el pensamiento.
77. Estar (uno) a la piquera. — Lo está el que acecha las opor-
tunidades, casi siempre con el fin de lucro. Como si di-
jéramos: estar a la que salta.
78. Estar en el pico del aura (una cosa). — Señálase así la su-
ma dificultad de lograr un deseo, por lo muy aito que el;
aura remonta el vuelo. Por tierras de Iberia, todavía de-
notan mayor dificultad cuando le ponen cornamenta a la
luna y dicen que está por los cuernos de ese satélite.
— 547 —
79. Estar el verraco en la yuca. — Indícase así que una per-
sona se sacia en algo que es de oportunidad, a la manera
del verraco, cuando por descuido del dueño penetra en un
sembrado de yuca.
79-íi. Estar debiendo a cada santo una vela. — Esto y deber
a las once mil vírgenes, que ya es deber, viene a significar
lo mismo. Oyese también en el Continente, y quizá no se
desconozca en España la frase.
79-í>. Estar de mala leche. — Lo mismo que decir: estar de
mal talante o de mal humor. Tiene uso en España y pro-
bablemente origen.
79-e. Estar fau (una persona). — Estar cansado o inútil con
relación de una cosa. Un viejo, por ejemplo, está fau en
asuntos de amores y amoríos.
Hablar
80. Hablar un blanco. — Dice el negro, que a él le toca ce-
rrar la boca cuando habla un blanco.
81. Hablar como cotorra. — Hacerlo con exceso y sin tino,
pero aun será preferible escuchar a una cotorra que a
determinadas personas. Esta frase tiene uso y probable
origen en España.
Hacer
82. Hacer (uno) la pala. — Véase la frase siguiente de indén-
tico significado. *
83. Hacer (uno) la muela. — Las dos frases denotan que se
finge trabajar. * m
84. Hacer (uno) la paloma. — Quedarse desnudo mientras se
seca la ropa que se ha mojado o lavado.
85. Hacer el chivo cojo, o loco. — Fingirse tonto.
86. Hacer, o no hacer, la cruz. — En boca de un comerciante,
haber, o no haber, hecho la primera venta del día.
87. Hacer la tarea del indio. — La que ha de realizar un
jugador rezagado, particularmente en el billar, para al-
canzar al contrincante. No puede ser indio el tal en Cuba,
pero sí tendrá que trabajar como si lo fuera.
87-o. Hacer (a uno) picadillo*. — Matar con ensañamiento o*
— 548 —
exceso de crueldad; si se trata de amenaza en esa forma,
no debe perturbar el sueño del amenazado. Tiene uso en
otros puntos de América.
87-6. Hacer la bola. — Véase la frase 182-a, sinónima.
88. Hacerse de pencas. — Rehusar hipócritamente una cosa
que se arde en deseos por la posesión. Como decir "nun
queiro, nun queiro", mientras se alarga la mano.
Ir
89. Ir en coche. — O la siguiente:
90. Ir en automóvil. — Indican estas dos frases que se sale
mejor de como podía esperarse de un asunto. Natural-
mente: lo común es ir a pie.
91. Ir al Cobre. — Va al Cobre el que cabalga en mal jumento,
porque es fama que los peregrinos que visitan la Virgen
de la Caridad, en el Cobre, suelen montar jamelgos de
alquiler, y éstos casi siempre son de lastimosa presencia.
92. Ir-Ie al brío (a una persona). — Véase la 95.
93. Ir-le al bate (a una persona). — Véase la 95.
94. Ir-Ie al farol (a una persona). — Véase la 95.
95. Ir-Ie a arriba (a una persona). — Estas cuatro frases
señalan la resolución de una persona en demandar de
otra el cumplimiento de un compromiso contraído y es-
quivado, como el de pagar una deuda. No falta tampoco
quien las emplee para significar el acto de dar un sa-
blazo (sin sable), o también con él, con un palo o la
simple mano.
96. Irse al barril. — Como quebrar en el comercio; arrui-
narse en el juego, etc.
97. Irse del seguro. — Perder la ecuanimidad; que no sólo
las armas de fuego han de irse del seguro.
98. Irse voló. — Huir, escaparse precipitadamente de un lu-
gar. Esta voz voló es tomada del verbo volar.
99. Irse de rengue liso. — Es frase ya en desuso, y significa
lo mismo que la anterior.
100. Irse por la sombra. — Frase irónica y equívoca que ca-
rece de significado fácilmente explicable; se emplea como
«ontestación a una despedida, y podría equivaler li-
terariamente a: "que te vaya bien". Tiene mucha más
gracia si se emplea de noche, puesto que, si hay sombra,
®s artificial... Advertimos anticipadamente a los caza-
— 549 —
• •
dores de gazapos, que ya sabemos que la luna puede pro-
ducir sombra.
101. Irse a cortar yagua. — Incomodarse a consecuencia de
una broma ligera que no tenía ese propósito.
102. Irse al monte. — Sinónima de la anterior. Véase la
número 14, forma de más empleo.
103. Irse al garete. — Perderse en un mar de confusas de-
ducciones impropias del caso, durante un discurso o algo
semejante. También se emplea esta frase figurada en cas-
tellano, aunque no conste así en el Dic. de la R. A.
103-a. Irse a freír tusas. — Usase casi siempre en imperati-
vo, como si dijéramos: "vaya usted a paseo, a la porra,
al Diablo..."
103-6. Irse en rocío. — Dícese que le sucede esto a la planta
de maíz de notable lozanía y raquítica mazorca.
Largar
104. Largar la chancleta. — Se explica en la número 106.
105. Largar la tira. — Se explica en la número 106.
106. Largar el zapato. — Las tres frases significan "mo-
rirse", aunque, como fácilmente se comprenderá, algo
más que chancleta, tira y zapato se larga en el caso ése.
Las tres se usan a la vez con el verbo "soltar".
107. Largar la jaba. — Dícese que la larga el individuo que,
entretanto se civiliza. También se emplea con el verbo
"soltar".
Llevar
107-a. Llevar (uno) mucho vapor. — Véase el número 176 con
"Tener". •
107-&. Llevar en jaba. — Véase el número 173 con "Tener".*
108. No llevar de ese listado. — Esto suele decir quien no
está conforme con alguna proposición que le hacen.
Mascar •
109. Mascar goma. — Dicen que les gusta hacerlo a las pocas
mujeres blancas que se enamoran de negros, por este
solo hecho, y aunque masque otra cosa o nada. »*
— 550 —
110. No mascar de ese lado. — No estar conforme con alguna
proposición.
Matar
111. Matar la culebra. — Es sinónima de la siguiente.
112. Matar la guanaja. — Esta frase y la anterior significan
lo mismo. No se precisa de feroz instinto para dar
muerte a ese reptil y esta gallinácea; basta sólo matar
el tiempo o hacer que se hace para poner las dos frases
en práctica.
113. Matar la vieja. — Saciar el apetito; simplemente comer,
aunque no se trate de hambre vieja, si bien quiera indi-
carse tal.
Meter
114. Meter gaña. — Acometer a puño o estaca en ristre. Otros
le dan significado de abreviar una tarea o labor.
115. Meter (a uno) los monos en el cuerpo. — Intimar, ate-
morizar a una persona. Ya debe ser tarea peliaguda
meter monos en el cuerpo humano, puesto que lo regular,
a lo que de la frase se deduce, es tenerlos fuera. Tiene
uso en otros lugares de América.
115-0. Meter (a uno) la viruta. — Engañar a una persona.
Es frecuente oir entre el pueblo español viruta por men-
tira.
116. Meter-le (a uno) la mano. — Propinarle algunos mam-
porros, lo cual es una manera especial de meter, porque
más bien es sacar... ronchas o sangre.
117. Meterse en caña. — O la que sigue.
118. Meterse en el saco. — Estas dos frases equivalen a
"embriagarse".
119. Meterse el ajiaco. — Explicada en la número 122.
d20. Meterse los trozos. — Explicada en la número 122.
121. Meterse la frita. — Explicada en la número 122.
122. Meterse los fríjoles. — Las cuatro frases son sinóni-
mas de "comer". También se usan con los verbos "poner"
y "pegar".
123. Meterse en la pina. — Ya es cosa difícil meterse en una
— 551 - *
pina; pero, en fin, métense los que se acobardan o áco-t
quinan sin verdadero motivo.
124. Meterse el tiempo en agua. — Con esta frase vaticinan
o presagian algunos pesimistas acontecimientos desagra-
dables, lo cual es peor que si verdaderamente lloviera,
aunque de una u otra forma, después de la tempestad
viene la calma, según dicen por tierras castellanas.
124-a. Meterse un cañazo. — Véase "Pegar", número 136.
124-&. Meterse un cocotazo. — Véase "Pegar", número 137.
124-c. Meterse una piedra. — Véase "Pegar", número 135.
Mojar
125. Mojar velas. — Hacerlas caseras derramando cera en
los pabilos, que se colocan pendientes de un aro, al cual
se le imprime movimiento de rotación.
126. — Mojar velas. — En sentido figurado de la frase ante-
rior, dicen así los muchachos cuando en el baño se zam-
bullen en círculo.
127. Mojarse-Be (a uno) los papeles. — Fracasar en un em-
peño o propósito desmedido, al parecer.
128. No mojarse (uno) ni con papas. — Empléase regular-
mente en imperativo, para coartar las pretensiones de una
persona. Es frase absurda, por cuanto las papas (patatas),
no mojan a nadie, únicamente que de antemano se guisen '
con abundante caldo.
Pasar
*
129. Pasar la brocha. — Explicada en la número 131.
130. Pasar la mano. — Explicada en la número 131.
131. Pasar la mota. — Esta frase y las dos anteriores equi-
valen a "lisonjear". Brocha es la del barbero, por lo que
esta frase tiene afinidad con la de "dar jabón". Mota es
la de empolvar el cutis.
132. Pasarse de picado. — Propasarse en alguna pretensión;
perder la ecuanimidad. Es frase tomada del juego de •
billar.
132-a. Pasarse la carreta delante de los bueyes. — Dícese,
— 552 —
con referencia al individuo que se extralimita en algo;
que se empeña por gastar más de lo que gana, por
ejemplo.
Pegar
133. Pegar-Ie el cuño (a una cosa). — Véase el número 134.
134. Pegar-le el sello (a una cosa). — Las dos frases se em-
plean generalmente en imperativo para confirmar algo,
a la manera de los documentos públicos, que si no llevan
sello o cuño carecen de alguna de las garantías de legali-
dad. Las dos se usan a la vez con el verbo "poner".
134-a. Pegarse la frita. — Véase la número 121, en "Meter".
134-&. Pegarse los fríjoles. — Véase la número 122, en
"Meter".
134-c. Pegarse el ajiaco. — Véase la 119, en "Meter".
134-c/i. Pegarse los trozos. — Véase la número 120, en
"Meter".
135. Pegarse una piedra. — Explícase en la número 137.
136. Pegarse un cañazo. — Explícase en la número 137.
137. Pegarse un cocotazo. — Esta y las dos anteriores son
frases sinónimas, y significan tomar una copa de licor
fuerte. La más graciosa es indiscutiblemente la primera,
porque parece la más absurda, pero realmente una copa
de licor en el estómago causará estragos parecidos a los
de una pedrada. Se usan también con el verbo "meter".
138. Pegarse al biberón. — Explícase en la número 142.
139. Pegarse a la chupeta. — Explícase en la número 142.
140. Pegarse al jamón. — Explícase en la número 142.
141. Pegarse al mamey. — Explícase en la número 142.
142." Pegarse a la teta. — Estas cinco frases que tan marca-
damente envuelven la idea de la nutrición, significan que
ésta es por cuenta del Estado, o más claramente, que se
vive a costillas de Liborio (el pueblo cubano).
Perder
142-a. Perder güiro, calabaza y miel. — Arruinarse en un
negocio, con el que se intentaba reponerse del quebranto
habido en otro. Hay desde luego quien en este caso,
— 553 —
"pierde" hasta la serenidad y se levanta la tapa de los#
sesos.
142-6. No perder ripio. — No desperdiciar ninguna ocasión,
como Valbuena o Clarín, que en críticas a poetastros no
perdían ripio tampoco.
Poner
142-e. Poner-Ie el sello (a una cosa). — Véase la 134, con
"Pegar".
142-c/i. Poner-le el cuño (a una cosa). — Véase la 134, con
"Pegar".
142-d. Ponerse la frita. — Véase la número 121, en "Me-
terse".
142-e. Ponerse los trozos. — Véase la 120, en "Meter".
142-/1. Ponerse los fríjoles. — Véase la 122, en "Meter".
142-#. Ponerse el ajiaco. — Véase la 119, en "Meter".
142-/i. Ponerse una piedra. — Véase la 135, en "Pegar".
142-i. Ponerse un cocotazo. — Véase la 137, en "Pegar".
142-,?'. Ponerse un cañazo. — Véase la 136, en "Pegar".
143. Ponerse de chivo cojo, o loco (una persona o una cosa).
— Si lo primero — y no ha de confundirse con la frase
"hacerse el chivo cojo, o loco", — equivale a enfurecer-
se. Si se refiere a cosa, significa confusión, escándalo.
144. No poner una. — Suele suceder esto al que le fracasan •
todos los propósitos, uno tras otro.
Preguntar
145. Preguntarse-lo a Moya. — Como si dijéramos. "Averi-
güelo Vargas". ,
146. Ni preguntes. — Expresión enfática empleada para con»
firmar algo, afirmativa o negativamente.
Quedar
•
147. Quedarse (uno) chato. — Quedarse avergozado, corrido;
lo opuesto a "dejar chato", que es avergonzar a uno.
147-a. Quedarse en la fuácata. — Véase la número 60, en
"Estar". » ,
— 554 —
• «
'147-6. Quedarse en la prángana. — Véase la 61. en "Estar".
147-c. Quedarse en la tea, o en la tea incendiaria. — Véase
la 62.
148. No Quedar-Ie (a una persona) más que la tonada. —
Gozar fama de un mérito que se ha perdido enteramente
o que no se tuvo. Esta frase viene a destruir el refrán
castellano de "cría fama y échate a dormir".
Saber
149. Saber por dónde le entra el agua al coco. — Dícese iró-
nicamente que lo sabe quien presume de saber, y ya
sería saber más de la cuenta.
150. Saber hasta dónde el jején puso el huevo. — Empléase
para ponderar el saber de una persona; pero su uso se
va inclinando más y más a la ironía de la frase anterior,
para aludir a quien, al decir de sí propio, sabe mucho.
¡No sería poco saber dónde pone el huevo ese impercep-
tible insecto!
151. Saber, o no saber, dónde está uno parado. — Es de igual
empleo que la frase castellana de "saber, o no saber,
(uno) dónde le aprieta el zapato". Ciertamente, el que
no sabe dónde está parado (de pie) no cabe que ignore
más.
Salir
151 -a. Salir con la jaba. — Véase la número 191, en "Tomar".
152. Salir como bola por tronera. — Frase irónica — dado
que en la tronera se entra, no se sale por ella — tomada
del juego de billar, con la que se alude al mal éxito
, en una empresa. Algunos la usan para denotar que una
persona huye solapadamente.
Ser
153. Ser muy macho. — Muy valiente, cuando llega la ocasión
no extemporánea de demostrarlo.
154. Ser del patio. — Así dicen los cubanos que lo son, para
• señalar ventajas sobre el que no haya nacido en Cuba.
155. Ser galleta con gorgojo. — Lo es el hombre casado.
156. Ser pinto, rabón y mocho (un individuo). — Dícese para
denotar la desconfianza que inspira un sujeto, a quien
1 i se supone capaz de malas< acciones.
— 555 — ,
» •
157. Ser un pollito de a real y medio. — Dicen que lo es el i
hombre que, cuando llega a la pubertad, empieza a
mudar el tono de voz.
158. Ser visita de galleta. — La persona que cansa en una
visita, ya por lo prolongada, ya por lo monótona.
159. Ser el hombre de la bulla. — Dícese del que se eleva,
con algo de general sorpresa, y arrastra algo de la actua-
lidad tras de sí. Aplícase frecuentemente a un político
que cualquier suceso le da resonante nombradía.
160. Ser un ñame, o un ñame con corbata. — Dícese a una
persona torpe e iletrada, que desempeña un cargo propio
para otra más apta y culta. En política suelen abundar
estos ejemplares en todas las latitudes.
161. Ser un figurín sin fósforos. — Un individuo elegante-
mente vestido, pero sin dinero. Ya es bien poca cosa no
tener fósforos.
162. Ser más corto el tirante. — Empléase esta frase para
señalar la desmedida pretensión de una persona.
163. Ser de pitiminí, o pitiminí golpeado (una cosa). — Fútil,
despreciable. Lo de "golpeado" es lo que no se explica
fácilmente.
164. Ser mucho pan por medio. — Signifícase con esta frase
que se pretende más de lo equitativo, o que se ha com-
prado algo sumamente barato. Por medio (cinco centa-
vos) no es posible dar mucho de nada.
164-a. Ser más guapo que Francisco Esteban. — Antigua alu-
sión irónica a un perdonavidas de gran respeto, con la
que se ponderaba el valor de un individuo cobarde de
ánimo y valeroso de palabra.
164-6. Ser de Bainoa. — Dícese en toda la Isla, menos en
Bainoa, naturalmente, a la persona tonta, pacata, aunque,
ya se podrá suponer que en Bainoa, como en Coria, ,no
son bobos todos los habitantes.
165. ¿Será pato o gayareta? — Quien tal diga descubre 1«
desconfianza de que una cosa sea tal cual se la presentan*
o distinta en el fondo, por el parecido que hay entre
gayareta o pato, sin que sean un ave misma.
166. No ser (uno) escopeta. — Dice no serlo el individuo á
quien se apura con recomendaciones de prontitud, en
una comisión o encargo. Al parecer, de otra forma, pu-»
diera ser escopeta, transformación de que se olvida la
metempsicosis.
166-íK. El mundo es un tarro. — La voz tarro (cuerno) aquí
sintetiza todo un poema, indudablemente el mundo no »
>,
— 556 —
puede estar más torcido y aun retorcido, porque el
tarro pudiera ser de ciervo o de reno.
166-&. No ser (uno) una pata de puerco. — Protesta de no
serlo la persona que se ve desconsiderada o postergada.
Es cosa de elevar preces al cielo para no verse algún
día objeto de una desconsideración, con lo que vendremos
a las cuentas de que somos pata de puerco...
Soltar
166-c. Soltar la tira;
166-c/í.. Soltar la chancleta;
166-d. Soltar el zapato;
1 66-e. SoUtar la jaba. — Véanse estas cuatro frases en el grupo
"Largar", números 105, 104, 106 y 107 respectivamente.
167. Zambullo, suelta lo que no es tuyo. — Esto gritan los
muchachos cuando ven que una persona intenta sustraer
u ocultar "algo que no es suyo", efectivamente.
Tener
168. Tener timba (una acción). — Explicada en la 171.
169. Tener timbilla (una acción). — Explicada en la 171.
170. Tener jiribilla (una acción). — Explicada en la 171.
171. Tener rabia, o rabia en el tablero (una acción). — Esta
frase y las tres anteriores son sinónimas y casi indefini-
bles. Usanse generalmente como manifestación de en-
tusiasmo o admiración por lo que otra persona ha efec-
tuado; otras veces se usan, con cierta ironía, para de-
, mostrar desagrado por la misma causa.
172. Tener gato en jaba (una cosa). — Como decir en caste-
llano que "hay gato encerrado"; y, verdaderamente, la
jaba es un encierro riguroso de veras.
173. Tener en jaba (una cosa). — Dar por segura la obtención
de algo que se pretende, por ganado un pleito, etc. Claro
que no pocas veces eso de tener una cosa en jaba puede
ser una ficción óptica. También se emplea el verbo
l "llevar".
174. Tener pelos en las patas. — Jactancia de bocateros para
indicar que son osos, es decir, valientes. Se olvidan de
que casi todos los cuadrúpedos tienen también pelos en
las patas, y citemos el conejo, verbigracia; y se olvidan
— 557 —
al mismo tiempo de que el oso es perfectamente do-
mesticable.
175. Tener la caña dura7— Gomo tener el brazo muy ejer-
citado en propinar mamporros.
176. Tener mucho vapor (una persona). — Estar borracha.
Otros emplean el verbo "llevar".
L77. Tener boca de guasa. — Tenerla tan descomunal y fea
como la de ese pez.
178. Tener pelota (por algo). — Indica vehemencia, deseo
ardiente de algo; "Nosotros tenemos pelota por concluir
este vocabulario".
179. Tener la cría muerta (una persona). — Al parecer, la
tienen así los irresolutos y los apáticos.
180. Tener mucha gandinga (una persona). — Ser muy pere-
zosa, indolente, apática, una persona.
181. Tener poca gandinga (una persona). — No es cual parece,
lo contrario de la frase anterior; pues el que tiene
poca gandinga no suele andar más abundante de ver-
güenza.
182. Tener peor sombra que un guao. — Alude al individuo
fastidioso, antipático, de mala sombra, por lo dañina que
es la del árbol guao al hombre.
182-a. Tener la bola. — Estar rico en la medida ambiciona-
da. Se dice "hacer la bola", como es lógico, mientras no
se concluyó la tarea, tarea que, como amasada con la am-
bición, casi ninguno la concluye sino en la hora de rendir
el viaje de la vida.
483. No Tener molleja (una persona). — Quien no tiene mo-
lleja suele no tener tres gramos de dignidad. Queda ex-
plicada la afinidad entre cosas tan antagónicas o por
mejor decir, extrañas entre sí.
184. No tener (uno) madre. — De igual significado que la an-
terior. No deben de enojarse por esto los huérfanos,
pues no serán pocos los que no teniendo madre tengan
vergüenza. «
185. El palo tiene jutía. — Dicen esto quien se escama de
algo, como el gato que ya se espantaba ante el agua
fría, desde que se escaldara con la caliente. '
Tirar *
186. Tírame con el escaparate. — Expresión de júbilo y
aplauso ante un buen bailador, cantante, etc. Claro que
esta invitación a que le tiren a uno un escaparate (arma-
— 558 —
' «
rio), podría hacérsele a Sansón antes de que le cortaran
la cabellera, aunque bien pudiera ser que le tirasen a
uno un escaparate de juguete.
187. Tírame con la palmatoria. — Expresión del mismo uso
que la anterior. Por enorme que sea el entusiasmo des-
pertado en uno, el deseo de que lo descalabren con una
palmatoria, sálese de todo límite prudencial. Es verdad
que nunca se ha dado el caso ése... si no ha sido como
remate de alguna disputa.
Tomar
188. Tomar la noche. — Explicada en la 190.
189. Tomar la tarde. — Explicada en la 190.
190. Tomar la mañana. — Las tres frases son sinónimas en la
significación de ingerir una o cada una copa de licor, con
la diferencia de tiempo indicada en ellas.
191. Tomar la jaba (una persona). — Empobrecerse al extre-
mo que casi sea preciso pedir limosna, a imitación de
ciertos mendigos portadores de una jaba, cesta o saco.
También se emplea el verbo "salir".
191-a. Trabar (a uno) asando maíz. — Véase la número 18.
191-6. Trabar (a uno) con la mano en la candela. — Véase
la 20.
191-c. Trabar (a uno) con la mano en la masa. — Véase la 19.
192. Trabarse-le (a uno) el paraguas. — Perder el hilo al
pronunciar un discurso; confundirse en cuestión de nú-
meros; etc. Esta frase tiene origen en que los enemigos
políticos del eminente tribuno don Juan Gualberto Gómez,
a quien siempre caricaturizan con paraguas, le achacan
haberse equivocado al pronunciar un discurso, al ex-
tremo de tener que abandonar la tribuna sin haberlo ter-
minado, cosa que no ha de creerse de tan inspirado y
argumentista orador.
Valer
193. Valer un Gongo (una cosa). — Como si dijéramos que
vale un Potosí: mucho. Es frase muy usual también en
España. t
— 559 -
194. No valer un cabo de tabaco (una cosa). — Término rná-i
ximo o extremo para despreciar algo. Sin embargo, el
cabo de tabaco no es lo que menos vale, puesto que no
falta un negro anciano que lo recoja del suelo y lo fume.
para quien seguramente será un afortunado hallazgo.
Vender
195. Vender listas. — -Esto hacen el hombre o la mujer sol-
teros, cuando procuran exhibirse lo más posible ante el
objeto de su amor oculto todavía. Cada vez que se pasa
a vista del objeto del amor es una lista que se vende.
195-a. Vender la cría. — Véase el número 45.
Venir
196. No venir de Angola. — Sinónima de la siguiente.
197. No venir de Ampanga. — Emplean estas dos frases los
que necesitan advertir que no se dejarán engañar tan fá-
cilmente como se pretende.
Ver
198. No ver-!e la punta (a una cuestión). — No comprender
el objeto o el interés de ella. Al parecer, basta que se
vea la punta.
199. No poder ver a un pobre con jaba grande. — Esto dice
quien goza de momento con algo que mejora su posición,
y siente que la envidia le rodea. '
Volver
Í00. Volver, o no volver (uno), por la picada. — Repetir o ?o
el intento de satisfacer un deseo que se ha malogrado.
Regularmente, "no se vuelve por la picada", porque se
ha escarmentado; pero los hay tan testarudos, que son
capaces de "picar" toda la vida. ,<
- 560 -
,201. Volver un sebo (a una persona). — Confundirla, ano-
nadarla.
SEGUNDA SECCIÓN
Abarca las frases de verbo conjugable, de las que sólo hay
un ejemplo por cada verbo
202. Acabar con la quinta y con los mangos, — Dilapidar.
203. Arrancar (a uno) el sollate. — Murmurar muy mal de
una persona, con lo que realmente se le "arranca" el
prestigio.
204. Cargar con el muerto. — Soportar inocentemente la cul-
pa de un suceso. En castellano se usa la frase de "echar-
le (a uno) el muerto", que es afín, y se emplea también
en Cuba.
205. Castrar la colmena. — El rapto, con sus consecuencias.
206. Colgarle (a uno) la galleta. — Despedir a un empleado.
Es de origen argentino, y no muy generalizada en Cuba.
207. Correrle (a uno) la sangre (en un asunto). — Tener en
él intereses comprometidos. Seguramente que fué ambi-
cioso el primero que usó esta frase.
' 208. Creer, o no creer, en velorios, o en velorios de chino.
— Creer, o no creer, fácilmente en infundios o engaños
que saltan a la vista. En otros lugares americanos se dice
ver velorios por "ver visiones".
209. Doblar el lomo. — Trabajar, aunque la tarea no re-
quiera esa posición.
210/ Encender-le la leva (a uno). — Pegarle.
21(0-a. Enredar la pita. — Embrollar una cuestión. Tiene uso
• en otros países americanos.
211. Entrar de guardia. — Acometer repentina y seguida-
mente a una persona con denuestos o golpes. Tiene poco
« uso.
212. Escacharse-le (a uno) la patente. — Fracasar en una
empresa en que hasta entonces se había triunfado.
213. Freír huevos. — Gesticulación despreciativa, que con-
■ siste en producir con la boca un ruido como si se frieran
huevos.
,214. No ganar (uno) ni para , la fuma. — Lo cual es ganar
— 561 —
bien poco, si no alcanza para el consumo diario de*
tabaco.
215. Gustarle (a uno) chupar el rabo a la jutía. — Ser afi-
cionado al alcohol. Gomo la castellana: "empinar el
codo", usada también en Cuba.
215-a. Hundirse la valla. — Véase la 12, en el grupo "Caer".
216. Jugar (a uno) una tullida. — Una mala partida.
217. Llegarte (a uno) la china. — Sobrevenirle una desgra-
cia, una hora mala.
218. Menear (a uno) el guarapo. — Pegar, castigar.
219. Morirse a plazos. — La impaciencia del que espera
mucho, excesivamente, una cosa. Es una forma especial
de morirse, no cabe duda.
220. Pagar al canto del pitirre. — Pagar al contado y en
moneda acuñada. Debe ser, seguramente, muy "puntual"
el canto de ese pájaro, a lo que buenamente se deduce.
221. Parar (a uno) la carreta. — Contener o reprimir los
atrevimientos o bravatas a un insolente; coartar a un
subordinado las libertades de que hace mal uso. Para
poner en ejecución esta frase, no es menester conducir
una carreta, por lo tanto.
222. Parecer funche en batea. — Dícese de la persona re-
choncha y mofletuda.
223. Pescar gambusinos. — Graciosa y, algunas veces, sar-
cástoca invitación, que se emplea con los españoles jó-
venes recién llegados. Se les convida a la pesca de esos
peces imaginarios, y si aceptan, es el pie para todo género
de burlas, crueles a veces. La pesca es, por necesidad,
nocturna.
224. Quebrar el empacho. — Curarlo. Esta operación se hace
levantando con fuerza el pellejo de la rabadilla.
225. Rascarse con una penca de tuna. — Aludiendo a <io
muy espinosa que es esta penca, empléase esta frase para
reprender los lamentos del que dice estar mal, cuando'^
está bien, económicamente.
226. Raspar (a uno) el rabo. — Despedir un empleado.
227. Rompérsele (a uno) el tirante. — Dícese del que fra-»
casa en algún intento.
228. Sacarle la punta (a una cosa). — Tomar una frase o
dicho en malicioso sentido. Esta frase nos parece que se *
usa también en España.
229. Sentarse bien. — Entre campesinos equivale a efectuar-
lo con el espaldar de la silla apoyado en la pared. Este
nombre de tal costumbre seguramente es de origen an-
86,
— 562 —
daluz. Al menos, Palacio Valdés, en su bellísima novela
"La Hermana San Sulpicio", lo pone en boca de una de
las hermanas de Anguila, quien invita a Sanjurjo a
"sentarse bien".
230. Servir de puente. — Suele lamentarse de esto, en son
de protesta, el que observa que se altera en daño suyo
el orden correlativo sobre algo.
231. Sonar el cuero. — Castigar o pegar con rigor. Desde
luego que no es preciso hacerlo con el cuero, pues basta
la simple mano.
232. Tocar el pito inglés. — Marcharse solapadamente, aun-
que sea sin tocar pito ni flauta.
233. Trabaiar para el inglés. — Hacer una cosa que no re-
dunda después en provecho propio, aun cuando ésa era la
intención. Algunas veces se puede trabajar para un
sueco o para el vecino de al lado, que no siempre ha de
ser inglés el favorecido. Esta frase tiene origen y el
mayor uso en España, aunque no lo acredite así la R. A.
234. Vomitar como aura. — Lo hace el que no guarda se-
cretos; y se alude así a que el ave aura hace lo mismo coa
el alimento.
234-a. Zumbarle en el aparato. — Confesamos rendidos, que
por más esfuerzos que hemos hecho, no hemos podido
acertar con el significado propio de la frasezuela. Oyes©
como manifestación admirativa...
TERCERA SECCIÓN
Contiene las frases y locuciones invariables
'234-6. A tumba y aguanta. — Empléase para denotar con-
formidad anticipada, por lo que ha de acontecer de malo,
y resignación por lo que de malo ha sucedido.
,235. A la vos de un montero. — Véase explicada en la si-
guiente.
230. Al cantío de un gallo. — Esta frase y la anterior soa
tinónimas. Empléanlas los campesinos para dar una idea
de distancia, al caminante que les pregunta por el lu-
gar adonde dirigen sus pasos. Pero desconfía, lector, si
algún día te da un guajiro una esperanza de esa clase,
porque te parecerá no -llegar nunca, o que los monteros
— 563 —
y gallos de estos intertrópicos se gastan descomunales
pulmones, a juzgar por lo bien que gritan y cacarean.
Hay cantío de gallo que te sonará en los oídos dos leguas
consecutivas de camino; y cónstete que los guajiros dicen
así, por ser para ellos, por la costumbre, menos cortas
las distancias, y porque suponen servirte con el desinte-
rés y nobleza peculiares en ellos.
237. Para que sudes. — Como si dijéramos por tierras de
Iberia: "¡chúpate ésa!"; "para que te fastidies". In-
dudablemente, el sudar es un castigo.
238. Como cañonazo. — Expresión usada para confirmar algo.
Por ejemplo: " — ¿Vas esta noche a la velada? — Como
cañonazo". Alude a la hora fija (nueve de la noche) que
se dispara por el meridiano el cañonazo anunciador de la
hora oficial.
239. Nada de nada, y
240. No creas nada. — Expresiones sinónimas. Sirven de es-
tribillo para recalcar lo que se dice.
240-a. Ni agua;
241. Ni esperanza;
242. Ni amparo y
243. Ni medio. — Cuatro negaciones usadas con marcado sa-
bor enfático.
244. Los fríjoles, y
245. Los fósforos. — Ambas, negaciones rotundas con vis-
tas a lo obsceno. •
246. Ni te ocupes, Guadalupe. — Empléase como para inducir
a que se desista de un empeño.
247. Entre pighita y pichón. — Equivale a "entre Pinto y
Valdemoro". Ni una cosa ni la otra.
248. Del monte, ni un cuje. — Equivale a decir: "me arre-
piento de lo dicho o convenido". También se usa para
indicar que no se desea saber nada de un asunto deter-
minado. ',
249. Ni jiede ni huele. — Dícese aplicado al hombre inepto:
que no sirve ni para una cosa ni otra.
250. Al fin, parió Catana. — Desengañarse de alguna cosa q>,ie
se porfiaba contra razón. Como decir: "caerse del asno".
Parece frase española.
251. A buena hora mangas verdes. — Dícese al que cuenta
como secreto o novedad lo que es ya de público dominio;
o también al que llega con retraso o a destiempo a una
cita. ,
252. Ese perro ya me ha mordido otras veces. — Usase para*
— 564 —
advertir que no se dejará engañar el que ya ha sido
engañado en la misma forma otra o varias veces.
253. Le cayó comején al palo. — Dícese cuando sobrevienen
varios contratiempos seguidos. Sí; el palo que le caiga
comején no podría ser pasto de mayor desgracia.
254. ¡Métele, guayabo! — Manifestación de entusiasmo para
aplaudir o animar a una persona que canta, baila, etc.
255. ¿Qué pasa en el timbeque? — Saludo entre la plebe.
Como si se dijera: "¿Gomo están ustedes?"
256. A paso de carreta. — Gomo decir "a paso de tortuga".;
no se llevan gran ventaja una y otra, en lo de caminar
calmosamente.
257. ¡Y un jamón! — Dícese enfáticamente para rechazar una
pretensión.
258. Más nada, y
259. Más nadie. — Inversión de términos muy extendidos en
América, en ambos casos, particularmente en Cuba, y
que dicen: "nada más" y "nadie más".
260. Muy duro. — Equivale a "muy bien", "excesivamente",
"mucho".
261. Como pelos en perro. — Emplean esta comparación los
campesinos para indicar el rápido y abundante nacimien-
to en los sembrados o plantaciones.
262. Hasta la pared de enfrente. — Con lo que se da idea,
aunque no exista esa pared, o ya sea en campo abierto,
de que una cosa alcanza las máximas proporciones.
263. Y otras yerbas que ni los chivos las comen. — Sonso-
nete que se agrega burlescamente a los apellidos de una
persona: "Jacinto Gómez, Fernández, y otras yerbas que
ni los chivos las comen".
264. A como quiera van los mangos. — Dícese para denotar
i que de una cosa es tal la abundancia, que en eso estriba
su poca estimación.
APÉNDICE SEGUIDO
HEFÍ^flriBS
Corto es, ciertamente, el número de refranes cubanos,
aunque no tenemos la pretensión de haberlos reunido todos
en este Apéndice, si bien creemos que esta colección es un
ensayo que recoge seguramente la mayor parte. No es el
pueblo cubano muy adicto al cultivo y empleo del refrán, y
de otra parte, siendo tan rico nuestro idioma en ellos, al
extremo de que el más rústico e iletrado conozca un buen
golpe, ha por fuerza de presentarse pobre en este aspecto el
léxico particular criollo. Las necesidades sentidas de refra-
nes oportunos en el lenguaje del pueblo, cúbrense con los
aportes del habla castellana, tanto más fácilmente, cuanto que»
aquellas necesidades son exiguas.
Aun con ser pocos esos refranes, no todos los comprendidos
en este Apéndice son cubanos; y ha de entenderse que no por
alargar la lista hemos intercalado algunos adagios castellanos,
sino porque, no estando aceptados por la R. A. los que aquí
figuren, son de muy frecuente uso en Cuba, tanto o quizá
más que en España misma. No son, con todo, muchos, sino
una mínima parte, los proverbios castellanos aquí incluidos;
únicamente los que se oyen a diario, y esa circunstancia va
indicada en cada descripción correspondiente.
Por seguir algún orden que sirva de método al que qui-
siere conocer prontamente el empleo de los refranes, o que
deseara extender y completar este sencillo estudio, hemos
hecho una distribución o clasificación ideológica, separancfo
por grupos los adagios según la comunidad de concepto en •
cada varios.
En lo demás, el sistema es el mismo empleado en el ,
Apéndice de frases.
566 —
Sobre las apariencias
1. Aunque visto de lana no soy carnero. — De igual signifi-
cado que el número 3, para aconsejar que no se debe
calificar de torpe a una persona, guiados por su aspec-
to. Si no con gran frecuencia, este refrán se oye también
en España; en Cuba no lo desconoce nadie.
2. Si todos somos de barro, no es lo mismo cantina que ca-
charro. — Esta es una réplica a la igualdad utópica de
los socialistas : entre los hombres habrá siempre diferen-
cias por el saber y la posición social.
3. No por venir del monte soy montuno. — De la misma ín-
dole que el número 1. En la región oriental, este adagio
pierde vigor de concepto, puesto que "montuno" allí es
sencillamente campesino, labriego, y no encarna idea
despectiva; mientras que en la comarca occidental sig-
nifica incivil, torpe, rústico... y el que viene del monte
no quiere ser montuno de ninguna manera.
Sobre la conformidad
4. Lo que está en Cuba es de los cubanos. — O este otro :
5. Entre cubanos no vamos a andar con boberias. — Son estos
dos refranes un tanto egoístas para con los extran-
jeros, a pesar de la conformidad que señalan, o quizá
por eso mismo. En el aspecto de hermandad que presen-
tan estos dos proverbios, aconsejan resolver amigable-
' mente todas las diferencias sin irse a las greñas, puesto
que todo se ha de quedar en casa.
f Al finalizar el año, pina, mamey y zapote. — Refrán propio
para prohijado por pesimistas: cuando nos muramos,
aquí se quedará todo, y mientras vivamos, ¿para qué ser
ambicioso ni malhumorarse por quítame allá esas pajas?
7. Al que por su gusto muere, la muerte le sabe a dulce. ■ —
Naturalmente: si ese es su gusto, de ningún modo puede
desagradarle morir. ¡Santa conformidad es! Lo mismo le
sucede "al que p¡.<r su gusto corre"... correrá toda la
vida.
8. Caballito de San Vicente, que lleva la carga y no lo siente.
— Alude a que ese insecto efectúa volando el acto del
— 567 — .
coito. Si por gusto o capricho o ignorancia camina uní)
cargadas las espaldas, a buen seguro que no sentirá el
peso. En España, cuando los chiquillos prenden un mu-
ñeco de papel en la espalda de una persona, dicen luego
regocijados: "Inocente, inocente, que lleva la carga y
no lo siente".
Sobre la cortesía
9. Con buenos modos se saca al cimarrón del monte. — Que
indica cuan conveniente resulta emplear la cortesía para
lograr un fin propuesto, cerca de otra persona. Este re-
frán se opone al brutal castellano de que "la letra con
sangre entra", y encierra más verdad que él, aunque mu-
chas veces fracasen las formas corteses.
10. A quien no quiere mimbre se le da majagua. — He aquí
un adagio que contradice notablemente al anterior, pero
que no se opone a él por completo, puesto que recomienda
el empleo de la suavidad antes que el de la imposición;
es decir: el requerimiento antes que la fuerza; palos,
pero antes las razones. Equivale al castellano: "al que
no quiere caldo, taza y media".
Sobre la fatalidad
11. Padre bodeguero, hijo caballero y nieto pordiosero. —
Esto dicen que les sucede a los cubanos hijos de espa- <
ñoles que reúnen fortuna, a lo que se puede replicar:
"en todas partes cuecen habas, y en mi tierra a caldera-
das". Parecidamente se emplea este refrán en otros
países americanos, por lo que acaso no sea de origen cu-
bano; en el Perú se dice: "El padre perulero, el hijo ca-
ballero y el nieto pordiosero". ,
12. Cotorra de Gayo (hoy ciudad de Remedios), cuanto más
vieja más caballo. — O aquel otro :
13. Te pareces a Canuto, cuanto más viejo más bruto. — Se-
ñala el progreso hacia atrás de algunas personas, tan ru- .
das, que. en efecto, parece olvidan en vez de aprender.
14. Salir de Guatemala para entrar en guatepeor. — Al que,
le sucede esto se le dice también que "ha cambiado la''
— 568 —
vaca por la chiva". No deja de ser fatalidad que uno trate
de prosperar y se encuentre con que ha perdido cinco
para obtener dos. Este proverbio se usa mucho en Es-
paña y con él, éste que se desconoce en Cuba: "Salir de
Málaga y entrar en Malagón".
15. Sacar lo que el negro del sermón: la cabeza caliente y
los pies fríos. — De aquí se desprende que también hay
blancos a quienes ocurre lo mismo, puesto que el caso
del negro se pone como ejemplo. Es, efectivamente, una
gran fatalidad no saber aprovechar las enseñanzas. Re-
frán muy usado en España.
15-a. Ladrar como los comejenes. — Empléase, aunque poco,
para señalar la esterilidad de algún empeño noble. Lo
que sería cosa de devanarse los sesos, por qué se recu-
rrió a ese insecto, cuando no es precisó acudir a tan ex-
tremado antagonismo.
15-6. Chivo que rompe tambor, con su pellejo paga. — Real-
mente, así debiera ser, pero muchas veces la pelleja de
un chivo inocente substituye la que rompió otro.
15-e. Al negro siempre le coge la noche. — Indudablemente,
la imprevisión es causa de muchos males irremediables;
por eso "coge" la noche a tantos, negros o blancos.
Sobre la hipocresía
16. Hacerse el muerto para ver pasar el entierro. — Hay, ©n
efecto, muchos Garlos I por el mundo, pero casi ninguno
de ellos deja que le coloquen en capilla ardiente: es más
sencillo hacerse el bobo cuando se quiere saber la opinión
que se tiene de uno mismo.
17. La escoba nueva siempre barre bien. — De un principio,
el trato de una persona, el cumplimiento de un subalter-
' no, o cosa así, suele ser a entera satisfacción, y es porque
cuidamos siempre de ocultar los defectos que puedan des-
merecernos a la vista del que empieza a tratarnos. No te
fíes, pues, lector, de las escobas nuevas.
1 8. La flor de la maravilla, cátala morta cátala viva. — Esa
flor se marchita a la salida del sol, y se anima al ponerse.
'' Por eso el refrán alude a los que bailan al son que les
tocan, o al que es blanco entre blancos y negro entre
negros, y... nada por sí mismo. Otras veces se alude con
ese adagio a las personas enfermizas o a las que tan
pronto son encomiadas como denigradas.
— 569 —
19. Este gallo que no canta, algo tiene en la garganta. — Estos»
dos versos pueden pasar por refrán, y pueden incluirse
en este grupo, ya que dan a entender que algo maquina
el que nada dice cuando no es ocasión de callar. Es una
tradición americana. Atribúyenla los mejicanos al pueblo
ante el silencio de un Virrey recién nombrado; los perua-
nos le dan origen cuando llegó a Lima el Virrey, marqués
de Castel Fuente, y los cubanos aseguran que ellos son los
autores : unos cuando llegó el Gobernador, conde de Santa
Clara, y otros, cuando el Marqués de la Torre. Bueno será
darle a Vargas el encargo de que averigüe lo cierto. El
caso es que el Virrey o el Gobernador, contestó o mandó
contestar ese pareado con este otro, que a muchos, en
efecto, según dicen, hubo de desagradar la realidad de lo
anunciado :
20. Este gallo cantará, y a muchos les pesará. — Véase el
refrán anterior.
Sobre ía impotencia humana
21. Por mucho que el aura vuele, siempre la pica el pitirre.
— Este ligerísimo pájaro persigue al aura dándole te-
rribles picotazos en la cabeza; y el vuelo alto y rápido
del aura no la libra de esta persecución, mortal a veces.
Por eso indica el refrán que las cosas que han de suceder, 1
sucederán, pese a los contrarios esfuerzos.
22. Al que ha de cargar tarros, al nacer le apuntan. — Sig-
nifica que cada cual será lo que el Destino le reserve;
pero por sí o por no, bueno será no abandonarse al Des- ,
tino, porque pueden apuntar los tarros al nacer y a{,ro-"
fiarse luego.
23. Cuando uno está salao (salado), hasta los perros lo mean,
— Dicen así algunos ante un alud de desgracias qtfe
juzgan inevitables. Otros quieren indicar con este refrán
que el que está en desgracia concluye por perder cuanto
constituía su reputación. '
24. Aguacate maduro, pedo seguro. — Si das ocasión a la
desgracia, ella vendrá irremisiblemente. Por lo mismo,
si no quieres expeler ventosidades, no comas aguacate.
25. A candela brava no hay carapacho duro. — Contra la *
fuerza no hay resistencia. Si tan brava es la candela, no
habrá carapacho que no calcine. .»•
— 570 —
'25-a. Patada de yegua no mata caballo. — Esto dice el hom-
bre ante las amenazas o golpes de una mujer; pero real-
mente es una jactancia del sexo fuerte: una yegua pue-
de matar a un caballo y una mujer a un hombre. Al fin,
refrán.
25-6. La res ruin toda se vuelve tarro. — Indica que suele
quejarse más quien menos derecho tiene a la queja.
Sobre la murmuración
26. Cuando el río suena, agua, piedras o semillas de aguacate
lleva. — Es el mismo refrán castellano conocidísimo, ai
que se añaden los términos de piedras y semillas de
aguacate, con lo que se fortalece la expresión de que en
las murmuraciones populares algo hay de cierto siempre,
pero que ese algo puede no ser precisamente lo que se
propala.
Sobre la necedad
27. Ya los pájaros tiran a las escopetas. — Aplícase al ig-
norante que pretende imponer su necio criterio.
28. ¿Quieres medio por la gracia y dos reales por la caballa-
da?— Pregunta irónica que se le hace al que comete
una indiscreción o dice un despropósito.
" Sobre la oportunidad
ied. Al pie del coco ha de beberse el agua. — No desprecies
la ocasión favorable, porque "la ocasión la pintan calva",
y hay que cogerla por los pelos.
30. El que tiene padrinos se bautiza, y el que no, no. — O lo
que es lo mismo: si tienes amigos influyentes, sírvete de
ellos, que subirás más fácilmente. Es refrán castellano.
30-a. Poner la yagua antes de que caiga la gotera. — Gomo
si dijéramos: "ponerse el parche antes de que salga la
llaga", o "curarse en salud". Todo lo cual aconseja ser
precavidos y previsores. ^
f i
571 —
Sobre el orden de las cosas
31. El boniato en lodo y la yuca en polvo. — Cada cosa en su
lugar, pues el boniato ha de sembrarse en tierra hú-
meda y la yuca en seca.
32. Ellos son blancos, ellos se entienden. — Esto dice el negro
de los blancos y el blanco de los que tiene por superio-
res o jefes, para denotar que "quien manda, manda,
y cartuchos al cañón", o "donde ordena capitán, no
manda marinero".
33. ¡Quién fuera blanco, aunque fuese catalán! — Esto es un
suspiro del negro que siente su inferioridad, y si dice
"catalán", es porque de los hombres blancos es el que
supone más afín, por ser muchos los que, al parecer,
se amanceban con negras.
34. Dios y hombre; mujer y tusa. — Empléase para señalar
la superioridad del sexo fuerte con respecto al débil.
No ha de dudarse que un hombre haya sido el autor de
este refrán, porque de ser mujer hubiera dicho lo con-
trario, con toda seguridad.
34-a. Coda comedero tiene su revacadero. — Cada cual tiene
lo que se merece. Claro que esto lo pensará sólo el que
está satisfecho de lo que tienes aunque no lo haya mere-
cido.
34-6. Hierro mata señal. — Indica que un acuerdo o con- \
venio anula el anterior. Es tomado del pacto entre gra-
naderos, según el cual, la marca hecha con hierro en la
piel de las reses prevalece anulando la señal.
34-c. Al que le venga el sayo que se lo embone. — Cada cual
que se cargue con sus culpas. Cuando una persona larg¡f°'
una sátira, otra puede citar el refrán para dar a entender
que la pulla no le hiere. El origen de este refrán es
eastellano. ^
Sobre la pereza
i
35. El que no llora no mama. — Una recomendación a usar del
propio esfuerzo para lograr algo. Tiene uso legítimo
por tierras de Castilla, aunque no lo reconozca la R. A. ,
36. Al camarón que se duerme \ la corriente se lo lleva. — Ad->
/
— 572 —
vierte el peligro de ser muy confiado, porque "al que
se hace de miel, las moscas se lo comen"; hay, pues,
que ser muy activo en todo. Es refrán usado en España,
sin la autorización académica, pero quizá en ningún país
de nuestro idioma se utilice más veces que en Cuba.
Sobre la vanidad
37. Porque la rana brinque no es maromera. — O este otro :
38. Porque el grillo salte no es maromero. — Indudablemente
los maromeros o volatines hacen algo más que brincar
y saltar. No se presuma, pues, de volatín cuando se es
solamente rana o grillo.
39. No puede ser melodioso el canto de la jutía. — ¡Qué ha
de serlo! aunque mil años cantase. Este refrán empléase
para negar a una persona sus vanidosas pretensiones.
40. Aunque la jicotea zambulla, no es submarino. — Refrán
modernísimo e ingenioso. El que por casualidad haya
tocado el burro la flauta, no quiere decir que sea músico.
Ya lo sabes, lector: puedes apostar cuanto gustes a que
por más que se sumerja la jicotea en el agua, a ser sub-
marino no llegará nunca.
40-a. No te dará en el pico, Perico. — O sea: no te esfuerces
en tal empeño, que es cosa fuera de tus posibilidades.
Es de locos más que de presuntuosos, pretender los
entorchados de general sin ser soldado siquiera.
40-6. No se han hecho los frenos para los puercos. — Ni la
miel para la boca del asno, dícese por tierras de Iberia,
y también por estas intertropicales.
40-c. Una cosa es con violín, y con guitarra otra cosa.
' Como si dijéramos que "una cosa piensa el borracho y
otra el tabernero". Las cosas son como son, y no como
<.-, queremos que sean. Tiene origen hispano.
r
•\
APÉNDICE TEÍ^CE^O
(fiombfes propios en estilo familiar)
PRIMERA SECCIÓN
Del estilo familiar al castellano correcto
Beííta ::::::::: I IsabeL
Cancha ín^j
Canchita i Candad.
Ganda » -, , , .
Candita í Candelaria.
Caruca Caridad.
Catana ]
Catuca | Catalina.
Catufa )
Cayaya (mtiy locali Candelaria.
Cuca . Caridad.
Chano, na Sebastián, na.
Chara, ro i D „ .
Charita, to I Ro8ari°-
Chefo,fa i , . f
Chefito, fita \ Jose' eía"
Chepe, pa (poco uso) .... ídem.
Chico, ca Francisco, ca.
Chicho, cha Sixto, ta.
choífta: : ::::::: I soledad.
Chucho, cha Jesús, sa.
Chumbo, ba Jerónimo, ma.
Falo, la Eafael, ela.
l
t
*"
\
— 574 —
\
Félillo Félix.
5^,°' Ia 1 Rafael, ela.
PjIIo, lia i '
Frasco, ca. . i ^
r¡¿~Z Ji¿l Francisco, ca.
Frasquito, ta I '
Lalo, la Laureano, na.
Lico, ca Manuel, ela.
Lola i ta i
Lolita i Dolores-
Marica . \
Maricusa i
Mariquilla /
Mariquita María.
Maruca
Maruja
Marujilla
Marujita
Mayía José María.
2¡¡í° I Mario.
Mayito I
Moncho, cha J
Mongo, ga > Ramón, na.
Monguito, ta )
Moneo, sa Simón, na.
Nico, ca Nicolás, asa.
Ñieo, ca Antonio, a.
Faco, ca i
Fancbo, cha / _
Panchito, chita ( Francisco, ca.
Paquito, ta I
Pepe, pa José, efa.
Perico \
Periquillo f „ ,
Periquín ( ^edr<>-
Perucho )
Quico, ca Francisco, ca.
Quilla (poco uso) María.
Sólita Soledad.
Tindo, da Agustín, na.
Tona > . . .
Toñita I Ant°ma.
Trina Trinidad.
íünta ::::::::: I a»*™*»--
ÍSfofi: :::::::! ■>-*«•*•.
Zazo, za Lázaro, ra.
> , i
— 575 —
/
SEGUNDA SECCIÓN
Del casteilano correcto al estilo familiar
Agustín, na Tindo, da.
Antonia ¡Toñita.
Antonio, a ....... Nico, ca.
i Canda,
Candelaria < Candita.
( Cayaya.
i Cancha.
Caridad Canchita.
I Caruca.
' Cuca.
i Catana.
Catalina ) Catuca.
( Catufa.
Desiderio I J6??; ?*•
I Yeyíto, ta.
Dolores í ^ola.
I Lohta.
Félix Felilio.
/ Chico, ca.
i Frasquito, ta.
] Paco, ca.
Francisco, ca < Pancho, cha.
j Panchito, ta.
/ Paquito, ta.
1 Quico, ca.
Qert™dis líSfia.
Gregorio \^oy?:7^
5 I Goyito, ta.
Isabel jgeja.
i Bélica.
Jerónimo, ma Chumbo, ba.
Jesús, sa Chucho, cha.
Joaquín, na Juaco, ca.
í Chefito, ta.
José, efa °£efo' fa-
' ) Chepe, pa.
' Pepe, pa.
José María Mayía.
Laureano, na Lalo, la.
— 576 —
Lázaro, ra ....... . Zazo, za.
Manuel, ela Lico, ca.
/ Marica.
I Maricusa.
I Mariquilla.
] Mariquita.
Maria ( Maruca.
Maruja.
Marujilla.
Marujita.
Quilla.
„ i, Mayo.
Mano • í'Mayito.
Nicolás, sa Nico, ca.
í Perico
„ , ) Periquillo.
Pedro Periquín.
' Perucho.
'. Palo, la.
Rafael, ela I Felo, la.
( Filio, lia.
Ramón na ! MonS°> Sa
±vamon, na I Monguito, ta.
( Chara.
-r, ■ } Charo.
Rosario {TvFZ s*-
j Gliarita.
' Charito.
Sebastián, na Chano, na.
Simón, na Monso, sa.
Sixto, ta Chicho, cha.
( Chola.
Soledad j Cholita.
( Sólita.
Trinidad Trina.
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ÍNDICE
Páginas
Dedicatoria v
Prólogo • . vn
Tabla de abreviaturas xxxi
Vocabulario 1
APÉNDICES
De frases 539
De refranes 565
De nombres propios familiares. — Primera sección . 573 ^
» » » Segunda sección. 575
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