Skip to main content

Full text of "Ziento i diez consideraziones leidas i explicadas házia el año de 1538 i 1539"

See other formats


m»'*0¿  ««HOOS 

EMíOFORfüM 

GJNCO  Dí/^AR20  2. 


BR405  .V36  1862 


Valdís 


Juan  de 


1541. 


Ziento  i  diez 

consideraz iones 

leidas  i  explicadas  hazia  el 

ago  de  1538  i  1539. 


'ÍL^i^/ 


") 


y^^^^  ^4íW. 


.1?  A  E.  XVix 

m^v    6e^^.  j^_^ 


p.  1 
lis  mm  l  DIEZ  Cfl.\SIDERAZIOAES  DEL  VALDÉS, 

TRADUZIDAS  DEL  ITALIANO  EN  ROMANZE. 

f  Cómo  se  ha  de  entender ,  que  el  hom- 
bre  fué  criado  a  la  ¡majen  e  semejanza  de 
Dios.   Considcrazion  ¡trímera . 

^  Miicliiis  vi'zes  lie  ilelilícrado  entender, 
en  que  cosa  proprianientc  consista  aquello 
que  (lize  la  santa  Escritura,  que  el  lionilu'e 
fué  criado  a  la  imajen  e  semejanza  de  Dios. 
E  mientras  lo  he  procurado  entender  por  la 
lizion  ,  no  he  hecho  niniíun  provecho  :  por 
que  la  lizion  ajíora  me  tiraha  a  un  pareszer, 
e  agora  a  otro,  hasla  que  procurándolo  por 
la  considerazion  ,  me  pareszia  haherlo  en- 
tendido ,  o  ,  a  lo  menos  ,  haherlo  comenzado 
a  entender  :  loque  me  faltare,  lengo  por 
zierto ,  que  me  lo  dará  el  mesmo  Dios ,  que 
me  ha  dado  esto  que  poseo.  La  imajen  e  se- 
mejanza de  Dios  ,  entiendo  que  consiste,  en 
su  proprio  ser  ,  en   cuanto  es  impasihle  e 


1 

inmortal  ,  e  en  cuanto  es  benino ,  miseri- 
cordioso ,  justo  ,  fiel  e  verdadero.  Con  estas 
calidades ,  e  con  estas  perfiziones  entiendo  , 
que  crió  Dios  al  hombre  en  el  paraíso  terres- 
tre ,  donde  antes  que  fuese  desobediente  a 
Dios ,  era  impasible  ,  e  inmortal  ,  era  bue- 
no, misericordioso  ,  justo  ,  fiel ,  e  verdadero. 
Esta  imajen  e  semejanza  de  Dios  entiendo  , 
que  perdió  el  primer  hombre  ,  por  no  obe- 
deszer  a  Dios,  e  así  quedó  pasible  e  mortal, 
quedó  malvado ,  cruel ,  impío  ,  infiel ,  e  men- 
tiroso. Después  de  hal>er  entendido  esto  , 
por  la  considerazion ,  queriendo  conferir- 
lo con  la  Santa  Escritura  ,  hallo  que  se 
conforma  mui  bien  ,  con  aquello  que  dize 
S.  Pablo  Kph.  iiij.  e.  Col.  iij.  E  así,  tanto 
mas  me  confirmo  en  mi  considerazion.  E 
pasando  mas  adelante  entiendo  ,  que  esta 
imajen  de  Dios  ,  estaba  en  la  persona  de 
Cristo  [Xpo] ,  cuanto  al  ánimo  ,  antes  de  su 
muerte,  donde  era  benigno,  misericordio- 
so, justo,  fiel  e  verdadero.  E  cuanto  al  ani- 
ma e  al  cuerpo  ,  después  de  su  Resuretion, 
en  cuanto  ,  además  de  la  benignidad.,  e  mi- 
sericordia ,  justizia  ,  verdad  ,  e  fidelidad  , 


3 

posee  también  la  inmortalidad ,  e  impasibi- 
lidad. E  allende  d'  esto  entiendo ,  que  aque- 
llos ,  que  siendo  llamados  e  tirados  de  Dios 
a  la  graüa  del  evanjelio  hazen  suya  la  jus- 
tizia  de  Cristo  ,  e  son  encorporados  en  Cris- 
to ,  en  esta  presente  vida  recobran  en  parte 
aquella  parte  de  la  imajen  de  Dios  que  aper- 
tiene  al  ánimo :  e  recobran  en  la  vida  -  eter- 
na también  la  parte  que  apertiene  al  cuer- 
po. E  en  este  modo  vernemos  todos  ,  por 
Cristo  ,  a  ser  semejantes  a  Dios, como  Cris- 
to :  cada  uno  en  su  grado  :  Cristo  como  ca- 
beza ,  e  nosotros  como  miembros.  E  será 
verdaderamente  grandísima  felizidad  ver  en 
los  hombres  líondad,  misericordia  ,  justizia, 
fidelidad  ,e  verdad:  e  verlos  también  impa- 
sibles e  inmortales,  verlos  nuii  semejantes 
a  Cristo ,  e  verlos  mui  semejantes  a  Dios  : 
e  ver  que  con  esta  felizidad  de  los  hombres, 
cresze  la  gloria  de  Dios ,  e  cresze  la  gloria 
del  Hijo  de  Dios,  por  cuyo  medio  reconos- 
zeremos  todos  ha])er  conseguido  nueslra  feli- 
zidad ,  conosziendo  todos  por  nuestra  cabe- 
za ,  al  mesmo  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


4 


Que  la  (cUzidád  del  hombre  consiste  en  co- 
noszer  n  Dios:  e  que  no  podemos  conoszer le , 
si  primero  no  corioszcmos  a  Cristo.  Conside- 
razion  segunda. 

%  Muchos  hombres  se  liau  fatigado  mu- 
cho ,  (lescaudo  entender  en  qné  cosa  pro- 
priamente  consiste  la  felizidád  del  hombre : 
e  habiéndolo  procmMdo  como  hombres  con 
prudenlia  humana, lodos  han  errado  en  sus 
imajinaziones  ,  como  yerran  casi  en  todas 
las  otras  cosas,  que  procuran  sal3er  por  la 
misma  vía.  Esto  que  digo  ,  que  muchos ,  con 
mucho  trabajo  han  deseado  de  entender  ,en 
una  pala])ra  lo  enseña  Jesu  Xpó.  n.  Sr.  di- 
ziendo:  Hoec  esl  vita  (eterna  ,  ut  cognoscant  te 
verum  Deum  solum  ,  et  qnem  misisti  Jesum 
Christum.  Como  si  dijiese:  en  esto  consiste 
la  felizidád  del  hombre .  que  conozcan  a  Dios 
e  a  Cristo.  Mas  aunqne  Cristo  lo  enseñe,  no 
lo  entienden,  sino  aquellos  que  dejan  de  ser 
homlu'cs  ,  que  es  ,  aquellos ,  que  dejan  la 
imajen  de  Adam ,  e  toman  la  imajen  de  Cris- 
to, porque  solamente  estos  conoszena  Cris- 


5 
to,  e  en  Cristo,  e  por  Cristo  coiioszen  a  Dios  . 
Vienen  bien  los  hombres  ,  siendo  aun  hom- 
l)res  ,  a  un  zierlo  conoszimiento  de  Dios,  por 
la  contemplazion  de  las  criaUíras  ,  mas  en 
este  conoszimiento  no  hallan  felizidad  :  por 
qnc,  en  la  verdad,  la  felizidad  no  consiste 
en  ella  [él] ,  consistiendo  solamente  en  el 
conoszimiento  que  adquieren  de  Dios  ,  aque- 
llos ,  que  han  dejado  de  ser  hombres ,  e  co- 
noszcn  a  Dios  cncorporados  en  Cristo  ,  co- 
noszicndo  primero  a  Cristo.  E  a  estos  sirve 
la  leíion  de  la  Santa  Escritura  ,  e  la  con- 
templazion de  las  criaturas,  para  creszer  e 
aumentarse  en  aquel  conoszimiento  de  Dios 
en  en  [el]  cual  se  halla  í'elízidad  ,  e  vida  eter- 
na. El  conoszimiento  que  adquieren  de  Dios 
aquellos  ,  que  lo  conoszen  por  las  criaturas, 
entiendo  que  es  semejante  al  conoszimiento 
que  un  mal  pintor  adquiere  de  un  perfec- 
tíssimo  pintor,  viendo  las  cosas  que  ha  pinta- 
dote  el  conoszimiento  que  adquieren  de  Dios 
aquellos  que  le  conoszen  por  la  Santa  Escri- 
tura ,  entiendo  que  es  semejante  al  conoszi- 
miento que  un  ignorante  e  idiota  adquiere 
de  un  famosísimo  letrado  ,  leyendo  las  cosas 


6 

que  él  ha  escrito.  E  el  conoszimiento  que 
adquieren  de  Dios  aquellos  que  conoszen  a 
Cristo,  ^  e  son  encorporados  en  Cristo,  en- 
tiendo que  es  semejante  al  conoszimiento 
que  he  yo  del  Emperador,  por  haber  visto 
su  Retrato ,  e  por  haber  habido  mui  parti- 
cular inforniazion  de  todas  sus  costumbres, 
por  relazion  de  personas ,  que  son  mui  in- 
trínsicas  al  Emperador.  E  aquellos ,  que  en 
este  modo  conoszen  a  Dios ,  entiendo  que  le- 
yendo la  Santa  Escritura  conoszen  a  Dios  , 
como  conosze  un  hombre  docto  ,  un  grand 
letrado,  leyendo  sus  cosas.  E  los  mesmos  en- 
tiendo ,  que  contemplando  \rs  criaturas  * 
conoszen  a  Dios  ,  como  conosze  un  buen  pin- 
tor un  perfectísimo  pintor ,  remirando  las 
cosas  que  él  ha  pintado.  Habiendo  entendido 
esto  ,  entiendo  en  qué  cosa  consiste  la  feli- 
zidad  del  hombre,  e  hallóme  feliz,  e  entien- 
do mucho  mejor  ,  que  yo  no  hazia  antes  la 
gran  obligazión  ,  cjue  los  hombres  tienen  a 
Dios ,  e  al  Hijo  de  Dios  ^Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 


*    En  el  MS.  la  scritura  :  pero  como  en  it.  dize 
le  creaiure  ,  creo  errata. 


En  que  defieren  los  hijos  de  Dios  ,  de  los 
hijos  de  Adcun.  Considenizion  lerzera. 

^  Eii  lauto  somos  hijos  de  Dios  ,  en  cnan- 
to nos  dejamos  rejir  e  gobernar  de  Dios.  Asi 
dize  san  Pablo  :  Qui  spiritu  Dei  agunlnr  ,  ii 
sunl  ¡un  Dei.  E  asi  es  zierto  ,  que  aquél  que 
es  hijo  de  Dios ,  se  deja  rejir  e  gobernar  de 
Dios :  e  que  aquel  que  se  deja  rejir  e  gober- 
nar de  Dios,  es  hijo  de  Dios  :  e  por  el  con- 
trario ,  aquellos  que  se  v\]e\\  e  gobiernan 
por  la  prudenzia  humana ,  son  hijos  de  Adam, 
e  los  hijos  de  Adam  se  rijen  e  gobiernan  por 
la  prudenzia  humana  ,  no  conosziendo  ,  ni 
sintiendo ,  otro  riiimiento  ,  ni  otro  gobier- 
no. Este  rejimienlo,  e  este  gobierno  entien- 
do tanto  en  aquello  que  toca  al  cuerpo  , 
cuanto  en  aquello  que  apertiene  al  ánima. 
Los  hijos  de  Adam  rejiéndose  ,  e  gobernán- 
dose por  su  prudenzia  humana,  tienen  para 
conservarse  e  mantenerse  sanos  ,  ziertas  re- 
glas de  medizina :  e  tienen  otras  para  reco- 
brar la  sanidad  ,  o  salud  ,  cuando  están  en- 
fermos ,  teniendo ,  como  tienen ,  yerbas  i  rai- 


8 

zes  ,  e  otras  muchas  cosas ,  que  les  sirveu  a 
este  efecto.  Mas  el  hecho  está  el  que  ellos 
sepan  servirse  de  aquellas  cosas,  a  tiempo 
e  a  *  5ázon,lo  cual  es  casi  imposible.  Estos 
mesmos  hijos  de  Adam  tienen  para  conser- 
varse ,  e  mantener  sus  ánimos  en  puridad  e 
simplizidád  ,  la  Lei  de  Dios ,  e  tienen  la  doc- 
trina de  Cristo  ,  e  de  sus  Apóstoles.  El  ne- 
gozio  está  ,  que  sepan  entender  esta  lei  ,  i 
esta  doctrina ,  e  que  sepan  servirse  deltas  ; 
lo  cual  tengo  por  mas  imposible.  E  en  caso 
que  la  una  e  la  otra  cosa  fuese  posible ,  di- 
re  yo  **  por  aventura ,  que  así  como  sabién- 
dose ellos  servir  de  las  criaturas  se  conser- 
varían, e  manternían  sanos  ,  así  sabiéndose 
servir  de  la  santa  Escritura  se  conservarían 
e  manternían  sanos.  Mas  teniendo  lo  uno  e 
lo  otro  por  imposible  ,  tengo  también  por 
imposible  ,  que  un  fijo  de  Adam ,  se  manten- 
ga con  sanidad  corporal ,  ni  con  sanidad  es- 
piritual. Los  hijos  de  Dios  como  van  morti- 
ficando su  prudentia  humana ,  van  también 

*      Parcze  que  tlize  -  í'azón  - ,  pero  es  (írror. 
**     MS.  direys. 


9 

renunciando  el  utilidad  de  la^  medizinas  , 
con  todas  las  cosas ,  que  son  conjuntas  e 
perte/íientes  a  ella  ,  teniendo  solamente  por 
médico  el  mesmo  Dios  ,cl  cual  les  es  padre, 
del  cual  inmediatamente  son  gobernados  e 
mantenidos  en  sanidad  corporal  ,  sino  en 
tanta  cuanta  ellos  querrían  ,  alo  menos  tan- 
ta ,  cuanto  basta  ,  e  puede  servir  a  la  sani- 
dad espiritual ,  la  cual  en  ellos  es  la  prin- 
zipál.  ^  Dios  los  deja  caer  en  enfermeda- 
des ,  agora  por  mortiíicarles  ,  agora  por 
tentarles,  e también  porque  ellos  le  conos- 
can  por  Padre ,  e  por  Señor :  e  cuando  es- 
tán enfermos  él  muchas  vezes  los  sana  , 
sin  usar  las  medezinas  que  usan  los  hijos  de 
Adam.  Estos  mesmos  hijos  de  Dios,  como 
se  van  acoslando  a  Dios ,  van  haziéndose  se- 
mejantes a  aquellos  de  Samaría,  que  dezían 
a  la  mugér  :  Non  propter  tuam  loquelam  :  di- 
ziendo  ellos  taml)ien  a  la  santa  Escriínra  : 
Non  propler  liiam  loquelam.  Otra  lei  i  otra 
doctrina  tenemos  nosotros  ,que  nos  mantie- 
ne e  conserva  en  santidad  e  justizia  :  esta  es 
el  espíritu  de  Dios  ,  que  mora  en  nosotros  , 
el  cual  nos  rije  e  gobierna  en  tal  manera  , 


10 

que  ningún  menester  tenemos  de  otro  Teji- 
miento ,  ni  de  otro  gobierno  ,  mientras  no 
nos  apartaremos  de  nuestro  padre  zeles- 
te.  E  así  como  es  posible  que  uno  sea  hijo 
de  üios,  e  se  deje  rejír  e  gobernar  de  Dios, 
asi  es  posible  que  un  hijo  de  Dios  se  conser- 
ve e  mantenga,  en  sanidad  corporcál  e  espi- 
ritual. Los  hijos  de  Dios  se  sirven  bien  de 
los  médicos,  e  de  la  medczina  ,  por  conser- 
var la  sanidad  del  cuerpo  ,  como  se  sirven 
también  de  la  Escritura  para  conservar  la 
sanidad  del  ánimo:  mas  liazenlo  sin  con- 
liár,  ni  en  lo  uno,  ni  en  lo  otro,  porque  to- 
da su  fiduzia  está  puesta  en  Dios.  Sírvense 
asimismo  ,  para  conservar  la  sanidad  del 
cuerpo,  déla  observation  de  lugares  e  de 
tiempos  ,  como  se  sirven  de  algunas  zeri- 
monias  por  conservar  la  sanidad  del  ánimo. 
Esto  hazen  mas  por  conformarse  en  lo  exte- 
rior con  los  hijos  de  Adam  ,  que  porque  se 
sienten  menesterosos  de  tales  observaziones, 
siendo  asi ,  que  siendo  ellos  gobernados  de 
Dios  , 'solamente  observan  la  voluntad  de 
Dios,  i  solamente  dependen  délla.  Esta  ver- 
áíid  la   entienden  aquellos  que   la   experi- 


n 

meiitan ,  los  otros  se  hallan  mui  eiimarafia- 
dos,  porque  animalis  homo  non  percipit  ea 
quce  sunl  spirilus  Dei:  siempre  los  blasfema 
e  condena.  Para  ser  mejor  entendido  ,  pon- 
go este  ejemplo.  Hai  dos  hombres  ,que  quie- 
ren pasar  a  nado  un  gran  rio  :  viene  a  ellos 
uno  ,  que  es  platico  del  rio  ,  e  dízeles  en 
este  modo  :  si  quisierdes  pasar  solos ,  habéis 
de  entrar  por  aquí ,  i  entrados,  os  habéis  de 
gobernar  así  e  así ,  e  si  queréis  que  yo  vos 
pase ,  venid  detras  de  mí ,  e  no  tengáis  mie- 
do. Destos  dos  hombres,  el  uno  confiado  en 
su  prudenzia,  con  aquello  que  le  ha  sido  di- 
clio ,  se  mete  solo  por  el  agua :  por  este  en- 
tiendo el  hijo  de  Adam.  El  otro  ,  confiado  de 
aquel  platico  del  rio  ,  va  detras  del :  por  es- 
te entiendo  el  hijo  de  Dios.  E  así  como  ten- 
go por  zierto ,  que  es  mucha  mayor  la  locu- 
ra ,  la  presunzión ,  e  el  error  de  los  hijos  de 
Adam, que  aquella  de  aquel,  el  cual  pudien- 
do  pasar  el  rio  con  guía  ,  e  a  salvamento ,  se 
mete  a  la  ventura  de  pasar  solo :  así  tam- 
bién tengo  por  zierto ,  que  es  mucha  mayor 
la  prudenzia, e  la  discrezion  de  los  hijos  de 
Dios  ,  que  se  dejan  rejir  e  gobernar  del  espí- 


12 

rilu  (le  Cristo  ,  que  aquella  del  hom])rc  que 
(juiereautes  pasar  el  rio  con  guia, que  solo. 
E  háse  (le  eulender  ,  que  eu  lauto  uosolros 
somos  hijos  de  Dios  ,  eu  cuanto  estamos 
encorporados  en  Jesu  Cristo  luu^slro  Señor. 

^  De  donde  prozede  en  el  hombre  el  afecto 
vengativo  :  e  que  efecto  liaze  el  snfriniienlo 
aun  el  cual  Dios  va  difiriendo  la  venganza  de 
las  injurias ,  que  le  hazen  los  íionibres.  Con- 
siderazion  cuarta. 

Poniendo  de  una  parte  todas  las  ofensas , 
que  del  prinzipio  del  mundo  hasta  el  dia  de 
hoi  se  han  hecho  los  homl)res  el  uno  al  otro. 
E  poniendo  ,  de  la  otra  parte  ,  solamente 
aquella*,  que  un  homhre ,  en  un  solo  dia, 
haze  a  Dios  ,  me  paresze  ,  que  veo  sin  al- 
guna coniparazion,  ser  de  may(')r  calidad  e 
quantidád  esía  ,  que  las  otras.  Pasando  mas 
adelante  ,  e  considerando  en  los  homltres  el 
afecto  vengativo  tan  extremado,  quehai  mui 
pocos    injuriados   ,    los    cuales  podiéndose 

Debe  dezir-  aquellrt.?. 


13 

vengar  ,  no  se  venguen  :  e  considerando  en 
Dios  ,  qne  pudiendo  él  con  su  zeño  anichílar 
todos  aquellos  que  le  ofenden  ,  no  los  ani- 
cliila  ;  anles  les  sufre  e  comporta  ,  e  les  dá 
de  sus  bienes  :  me  he  puesto  a  esaminar,  de 
donde  prozede  el  afecto  vengativo  en  el  hom- 
bre ,  *  e  qué  efecto  haze  la  pazienzia  en  Dios. 
Tengo  p(U'  zierlo  ,  que  el  afecto  vcngalivo 
en  en  cí  hombre  ,  prozede  de  la  depravazion 
del  primer  homiu'e.  Con[/í]rmandome  en  es- 
to ,  que  si  la  luUura  humana  no  se  hobiese 
corrompido  ,  los  hombres  habrían  sido  aje- 
nísimos de  cualíjuier  venganza :  porque  sien- 
do criado  a  la  imajen  e  semejonza  de  Dios 
el  primer  homiu'e,  es  cosa  maniíiesía  ,  que 
fué  criado  con  afecto  ajeno  de  venganza,  co- 
mo lo  conoszemos  en  Dios.  Esto  es  ,  cuanto 
a/  liombre.  De  la  pazienzia  ,  con  la  cual  Dios 
sufre  las  injurias  ,  que  le  son  hechas  ordi- 
nariamente ,  considero  que  prozeden  todos 
eslos  efectos  ,  dignos  según  mi  pareszer  de 
gran  considcrazión.  Lo  primero  es  ,  que  mu- 
chos de  los  injuriados  ,  e  impíos  ,  vienen  a 

Mejor  los  Jiombí  es  :  i  cl'cc/oí. 


14 

ser  servidores  e  píos  :  lo  cual  uo  acoutesze- 
ria  si  eiijuriaudo  fuesen  castigados.  Lo  se- 
gundo, que  si  Dios  castigase  al  impío,  lue- 
go como  peca ,  en  breve  tiempo  serian  con- 
simiidos  todos  los  impíos  que  son  en  el  mun- 
do :  e  no  habiendo  impíos  ,  no  temían  los 
píos  el  modo  de  ejerzitár  su  piedad  ,  la  cual 
es  nezesario  que  sea  ejerzitada ,  porque  sien- 
do purificada, resplandezca  a  gloria  de  Dios. 
Lo  tcrzero  es  ,  que  considerando  los  píos  , 
cuan  ajeno  es  Dios  de  la  venganza ,  e  acor- 
dándose ,  que  aquello  que  a  ellos  les  convie- 
ne en  esta  presente  vida ,  es  recobrar  la  imá- 
jen  de  Dios  con  la  cual  el  primer  hombre 
í'ué  criado ,  reduzgan  sus  ánimos  a  dejar  to- 
da afee/ion  de  ira  e  de  venganza  ,  diziendo 
cuando  fuere  combatido  ,  estas  c  otras  se- 
mejantes palabras  :  «Mi  intento  es  recobrar 
la  imajen  e  semejanza  de  Dios,  con  la  cual 
el  primer  Hombre  fue  criado  :  esta  era  del 
lodo  ajena  de  venganza  ,  siendo  así  que  Dios, 
pudiéndose  vengar  no  se  venga  :  ni  a  mí 
^  tampoco  loca  vengarme  ,  sino  hazer  aque- 
llo que  haze  mi  Dios  ,al  cual  procuro  de  ha- 
zcrme  semejante.  lisios  tres  efectos  hallo, 


15 

que  vienen  en  utilidad  de  los  píos,  e  hallo 
oíros  dos  ,  que  vienen  en  daño  de  los  im- 
píos :  de  los  cuales  el  primero  es  ,  que  cuan- 
to mas  los  sufre  Dios  ,  tanto  mas  ofenden ,  e 
hazen  injurias  :  e  en  este  modo  mas  se  van 
acnujulando  e  acreszenlando  eterna  conde- 
nazión.  Lo  segundo  es  ,  que  con  la  inquie- 
tud e  trabajo  que  padeszen  en  sus  conzien- 
zias  ,  comienzan  a  sentir  en  esta  vida  aque- 
llo que  están  para  padeszcr  en  la  otra:  de- 
sean morir  pensando  de  ser  libres  de  la  pe- 
na: e  del  otro  lado  no  querrían  morir  ,  du- 
dando (pie  no  le[s]  sea  augmentada.  Üe  ma- 
nera ,  (jue  con  la  pazieirzia  con  que  Dios  su- 
fre e  defiere  la  venganza  de  las  injurias  (jue 
los  hombres  le  liazen ,  hallo  tres  provechos 
para  los  píos  ,  e  en  la  mesma  hallo  dos  da- 
ños para  los  impíos.  Donde  me  paresze  ,  que 
así  como  aun  el  bien  retorna  en  daño  de  los 
impíos, así  también  aquello  (jue  paresze  mal 
viene  en  provecho  de  los  píos ,  que  tienen  e 
abrazan  la  piedad  ,  la  cual  se  adquiere  por  la 
fée  en  Jesu  Cristo  nuestro  Señor.  Añidiré  ,  o 
ajunlaré  aquí  (res  cosas.  La  primera  ,  que 
mandándome  Dios ,  que  yo  perdone  a  aque- 


10 

líos  que  me  hazeii  injuria  ,  es  lo  mosmo  que 
mandarme  que  yo  sea  seiiiejaiile  a  él  ,  que 
yo  haga  como  él  haze.  Lo  segundo  ,  que  el 
afecto  de  la  venganza  ,  prozede  de  ánimo 
vil  ;  e  que  la  inclinazion  a  perdonar  ,  proze- 
de de  ánimo  jeneroso.  Terzero  ,  que  viendo 
el  hombre  cristiano  ,  que  con  mayor  fazili- 
dad  puede  perdonar  la  injuria ,  que  vengar- 
la ,  conosze  que  Dios  quiere  del  aquello,  que 
le  es  mui  fazil  de  hazer,  e  aquello  que  mas  le 
conviene ,  e  que  es  mas  útil.  E  [en]  este  modo 
o  manera  conoszere  ,  cuanto  es  grande  el 
amor,  que  tiene  Dios  a  los  hombres ,  por  los 
cuales  haesecutado  el  rigor  desu  justizia  en 
su  unijénito  hijo  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

La  dilicultad,  que  hní  en  el  entrar  en  el 
Reino  de  Dios  ,  cómo  se  entra  ,  en  que  con- 
siste. Considerazion  quinta. 

€  Naturalmente  el  hom])re ,  no  se  fia  de 
otro  hombre  ,  sino  es  en  aquello  ,  que  no 
puede  hazér  por  si  mismo.  Ni  tampoco  con- 
fía en  Dios ,  sino  en  aquello  ,  que  conosze  , 
e  vee  no  poder  conseguir  por  medio  de  crea- 


fe; 


^ 
•^ 


^ 
^ 

^ 


^ 


^ 


o 


1 


i 


*'\ 


t>3 


•  ^ 


^    v^    á    g'ci 

M^  b    ^     ¿    § 
^     "^    S    '^ 


es-  tí   <i» 


d 


V       o      g      C)    vL    ^    ;¿     o 

r^  I  tr"^  ^-^S  ^5 

^  gJ^  4^^  ^  i  ^ 
^  ^t  f^  -^  ^ 


^ 


-e 

el 


o 

o 


C3 


^l.t^ 


ÚJ 


:\ 


^       ^4       á 


-^•^ 


Q> 


<^  )<¿ 


<¿ 


-    _      _^^  í:  ¿ 

^  J    8   ^  í¿    X^  ^  c^       ^  hl   ^^^ 


^     .    o   ^    „    ^ 


^^"^  li^s^ 


:^^i 


5"í 


:^^g 


á     o    ^%^■¿c¿cS 


^llf 


^   ^    ^    ^    ^    ^  ?^   ^^T       ^^ 


.SI  ^ 


c^  ^    á    f-  S   w    o 


^  Y>  P 


^1      \""   ^ 


^ 


^^ 


.t^ 


17 

tura  alguna.  Tanta  es  la  impiedad  del  áni- 
mo  humano.   E  de  aquí  prozede  ,  que  con 
mayor  dificultad  se  reduze  a  confiar  en  Dios 
aquél ,  que  tiene  mayor  favor  de  las  cria- 
turas. Que  esto  sea  verdad  ,  lo  podemos  de 
aquí  entender  ,  que  ^  de  los  enfermos  se  re- 
duzen  solamente  a  remitirse  a  la  voluntad 
de  Dios  aquellos ,  que  no  tienen  el  modo  de 
pagar  al  médico  ,  ni  las  medizinas  ,  e  aque- 
llos que  aunque  tengan  el  poder  son  venidos 
a  tales  términos  ,  que  ni  en  lo  uno  ,  ni  en  lo 
otro  tienen  ya  esperanza.  De  donde  conside- 
ro la   perversidad  del  hombre  ,    considero 
también  la  bondad  de  Dios ,  en  cuanto  ayu- 
da e  favoresze  aun  aquellos  ,  los  cuales,  por 
mas  no  poder  se  remiten  a  su  voluntad  :  e 
no  mira  ,  en  los  demás  ,  cuanto  sean  píos  , 
o  impíos  ,  sino  solamente  a  que  él  ha  pro- 
metido su  ayuda  a  aquellos  ,  que  se  remiti- 
rán a  él ,  e  que  a  él  le  conviene  mantener 
su  palabra  :  e  que  esto  sea  verdad  lo  expe- 
rimentamos todas  las  horas,  no  ;solamente 
en  aquello  que  he  dicho  de  la  enfermedad  , 
mas  aun  en  todas  las  otras  cosas ,  que  al 
hombre  acontescan  en  esta  presente   vida. 


18 

Esto  niesmo.  Esto  mesmo,que  por  expirien- 
íia  veemos  en  las  cosas  exteriores ,  tengo  por 
zierto  ,  que  las  podremos  veer  en  las  cosas 
interiores.  Siendo  asi ,  que  un  hombre  no  se 
reduze  jamás  a  remitir  a  Dios  su  justifica- 
zión  ,  ni  su  resurreczión ,  ni  su  vida  eterna, 
hasta  que  no  conosze  ,  e  vee  ,  que  esto  no  se 
puede  conseguir  por  medio  de  las  criaturas. 
Ahora  ,  considerando,  qué  así  para  las  cosas 
exteriores ,  como  para  las  interiores  el  rico 
tiene  el  modo  ,  según  que  le  paresze  ,  de 
poderse  servir  de  las  criaturas ,  sin  remitir- 
se a  la  voluntad  de  Dios  ,  que  hr/ga  con  él 
como  le  paresziere  ;  conosco  la  causa  por 
qué  dizft  Cristo  ,  que  con  dificultad  entra  el 
rico  en  el  Keino  del  Zielo:  que  es  ,  viene  a 
remitirse  a  la  voluntad  de  Dios,  e  a  dejarse 
rejír  e  gobernar  de  Dios,renunziando  elre- 
jimiento  e  el  gowerno  de  la  prudencia  huma- 
na ,  érenunziando  el  favor  de  las  criaturas. 
De  donde  co//igio  ,  que  a  aquél  que  Dios 
quiere  meter  en  su  Reino  ,  agora  sea  ri- 
co ,  agora  sea  pobre  ,  primero  le  abre  los 
ojos,  para  que  conosca  su  imposibilidad:  e 
la  imposibilidad  que  tienen  las  criaturas  de 


49 

poderle  dar  aquello,  que  él  pretende  e  quer- 
ría. E  considero ,  que  la  diferentia  que  hai 
del  pío  al  impio ,  cuando  se  encomiendan  a 
Dios ,  consiste  en  esto ,  que  el  impío  se  re- 
mite a  Dios ,  por  no  poder  más;  e  el  pío  se 
remite  a  Dios ,  aun  cuando  se  podría  ayu- 
dar e  servir  de  las  criaturas.  Esto  tanto  en 
las  cosas  exteriores  ,  cuanto  en  las  interio- 
res. E  pienso  ,  que  podrá  una  persona  co- 
noszer  cuánto  confia  en  Dios  ,  en  las  cosas 
interiores  ,  por  aquello  que  conoszerá  ,  que 
confia  en  Dios  en  las  cosas  exteriores.  Aque- 
llos que  están  en  el  Reino  de  Dios  en  la  ma- 
nera que  yo  he  dicho  ,  son  los  pobres  ^  de 
espíritu  que  alaba  Cristo.  Tal  se  sentía  Da- 
vid ,  cuando  se  llamaba  pobre  e  ¡mendi- 
go. Estos  entiendo  ,  que  en  parte  han  con- 
seguido aquello  'que  se  demanda  diziendo 
Advc-niat  Regnun  (uum.  E  considerando  la 
felizidad  que  consiste  en  el  estar  e  perseve- 
rar en  este  Reino ,  entiendo  la  causa  porqué 
San  Joan  comenzó  su  predicazion  de  este 
Reino,  e  la  causa  porqué  del  mesmo  la  co- 
menzó Cristo,  e  la  causa  porqué  por  el  mes- 
mo efeto  lo  mandó  a  sus  apóstoles.  De   don- 


20 

de  colligio ,  que  el  prinzipio  ,  el  medio  ,  e  el 
fin  de  la  predicación  cristiana  debe  ser  pre- 
dicar el  Reino  de  Dios  e  hazer  fuerza  a  los 
hombres ,  que  entren  en  él ,  renunziando  el 
reino  del  mundo  ,  e  todo  aquello  que  le  per- 
tenesze.  Los  hombres  que  son  como  naszi- 
dos  en  este  Reino ,  considero  que  están  plan- 
tados en  Dios  ,  como  un  árbol  está  planta- 
do en  la  tierra :  e  que  asi  como  el  árbol  se 
mantiene,  e  produze  flores  e  frutos  por  la 
virtud ,  que  le  comunica  la  tierra  ,  así  aquel 
que  está  en  el  Reino  de  Dios  ,  se  mantiene, 
e  produze  flores  e  fructos  por  el  espíritu  de 
Dios,  que  lo  rije  e  gobierna:  e  aquel  que  es 
tal  es  hijo  'de  Dios,  e  justo  ,  e  ressuzitará 
glorioso  ,  e  terna  vida  eterna ,  por  que  es 
conforme  a  Jesu  Cristo  hijo  de  Dios:  e  este 
tal ,  como  por  añadidura  goza  de  las  cosas 
desta  presente  vida ,  poco  o  mucho ,  según 
que  conviene  a  la  gloria  de  Dios.  Entre 
aquellos  que  saben  e  entienden  de  este  Rei- 
no de  Dios  por  aquello  que  leen ,  e  por  aque- 
llo que  oyen  ,  aquellos  que  están  fuera  del : 
6  aquello  que  entienden,  e  saben,  del  mes- 
mo  Reino  ,  por  aquello  que  sienten  ,  e  por 


aquello  que  prueban ,  aquellos  que  están  en 
él  ,  conozco  mucha  mayor   diferencia  ,  que 
entre  aquellos  que  saben  e  entienden  del  re- 
jiraiento  e  gobierno  de  un  perfectísimo  Rei, 
por  aquello  que  leen  ,  e  por  aquello  que  oyen 
dezir  aquellos ,  que  están  fuera  del ,  e  aque- 
llo que  saben  [e]  entienden  ^del  mismo  reji- 
miento  e  gobierno  ,  por  aquello  que  veen  e 
prueban  aquellos  que  están  en  él.  Aiiidiré 
esto  ,  que  es  según  mi  juizio  a  propósito  , 
que  así  como  según  que  son  diversas  las  ca- 
lidades de  las  yerbas  que  están  en  un  mes- 
mo  prado  ,  asi  diferentemente  partizipan  de 
la  virtud  de  la  tierra  ,  cual  mas ,  e  cual  me- 
nos ,  cual  de  una  manera  e  cual  de  otra :  e 
así  según  que  son  diversas  las  complisiones 
de  aquellos  que  están  en  el  Reino  de  Dios  , 
así  Dios  diferentemente  les  comunica  de  su 
espíritu  a  cual  mas ,  a  cual  menos ,  e  a  quien 
de  una  manera  ,  e  a  quien  de  otra ,  e  todos 
están  en  un  mesmo  Reino ,  e   todos  partizi- 
pan de  un  mesmo  spíritu  ,  así  como  todas 
las  yerbas  que  están  en  un  mismo  prado  ,  to- 
das partizipan  de  una  misma  virtud  *  de  la 
"    Repetido  equivocadamente  ,  en  el  MS. 


22 

de  la  tierra.  E  asi  como,  si  las  yerbas  ,  si 
tuviesen  sentimiento  .  afermarían  que  es  ver- 
dad aquello  que  ha  sido  dicho  déllas  ,  asi 
^  aquellos  que  perteneszen  al  Reino  de  Dios, 
porque  tienen  espíritu,  afirman  ser  verdad 
aquello  que  se  ha  dicho  dellos ,  reconoszién- 
dolo  todo  del  favor  de  Dios  por  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

Dos  depravaiiones  del  hombre  y  una  natu- 
ral ,  e  otra  adquerida.   Considerazion  sexta. 

f  En  todo5  lo5  hombrea  no  vivificados 
con  el  espíritu  Sancto  ,  considero  dos  de- 
pravaciones :  una  natural ,  e  otra  adquirida. 
La  natural  entiendo  en  esto  :  Ñeque  infans 
unius  díei  y  e  en  aquello  :  In  iniquitalibus 
eonceptus  sum  :  e  in  aquello  de  san  Pablo : 
Eramas  natura  fiíii  irae.  E  semejantemente 
en  todos  los  lugares  déla  santa  Escritura, 
en  las  [los]  cuales  es  condenada  esta  nues- 
tra natura  humana.  La  adquerida  entiendo 
en  aquello :  Oninis  caro  corruperat  viam  suam: 
[e]  en  aquello  de  san  l'ablo :  Ego  autem  vive- 
bam  sine  lege  quondam:  e  jeneralmente  [en] 


23 

todos  los  Lugares  de  la  santa  Escritura 
donde  habla  de  la  malignidad  de  nuestra  car- 
ne. De  la  natural  prozede  la  adquerida  ,  e 
con  la  adquerida  es  inflamada  la  natural. 
Déstas  dos  depravaziones  entiendo  ,  que  la 
natural  no  pueda  ser  reparada  sino  por  gra- 
zin:  e  así  entiendo  ,  que  solos  aquellos  son 
libres  délla ,  que  por  la  fée  entran  en  el  Rei- 
no de  Dios,  e  vienen  a  ser  hijos  de  Dios  por 
el  spíritu  Santo,  que  mora  en  ellos  de  ma- 
nera ,  que  en  aquellos  que  conosziendo  Cris- 
to por  Kelazión  ,  digo  Revelazión  :  e  azep- 
tando  el  pacto  que  él  puso  entre  Dios  e  los 
hombres  ,  creen :  e  porque  creen  son  bapti- 
zados, es  reparada  en  ellos  la  deprava/ion 
natural,  e  quedan  solamente  con  la  que  han 
adquirido  ,  de  la  cual  se  van  librando  poco 
a  poco  ,  ayudándolos  en  ello  el  spíritu  de 
Dios  :  e  mientras  que  se  van  librando  ,  aque- 
llo en  que  ofenden  no  le[s]  es  contado  por 
pecado ,  porque  son  e  están  encorporados  en 
Cristo  Jesu,  e  por  esto  ,  como  dize  ,S.  P. , 
ninguna  cosa  les  viene  en  condenazion.  La 
deprava/ion  adquirida  con  la  inflaniazión  de 
la  natural ,  entiendo  que  así  como  es  adque- 


rida  por  hábito,  así  puede  ser  dejada  por 
hábito.  E  para  esto  entiendo  que  sirven  las 
leyes  e  prezeptos  que  a/  [la]  prudentia  hu- 
mana halla ,  de  manera  que  un  hombre  por 
sí  solo  se  puede  librar  de  la  depravación  ad- 
querida ,  e  de  la  inflamazión  de  la  natural , 
como  leemos  que  se  libran  muchos  ,ma[s]  no 
se  librarán  jamas  ¿de  la  depravación  natural 
por  sí  mismos ,  porque  désta  como  he  dicho, 
nos  libra  la  gratia  de  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 

*^  Que  Dios  quiere  que  a  él  remitamos  la 
esecution  de  todos  nuestros  deseos.  Conside- 
ration   séptima. 

f  En  efecto  es  verdad ,  que  por  expe- 
rientia  entendemos  [muchas  cosas ,  que  no 
entendiéramos  por  szienzia.  Habiendo,  pues, 
deliberado  muchas  vezes  de  hazer  muchas 
cosas  ,  la  una  mas  pía  ,  mas  santa  e  mas 
cristiana  que  la  otra  :  e  viendo  ,  que  casi 
siempre  mis  deliberationes  me  salían  al  con- 
trario ,  de  lo  que  yo  deliberaba ,  e  estando 
sin  pensar  ,  e  sin  que  ninguna  deliberation 


25 
mía  prezediese ,  hazer  alguna  cosa  pía ,  san- 
ta e  cristiana  ;  estaba  casi  confuso  en  mi 
mesmo ,  no  entendiendo  en  qué  consistiese 
este  secreto.  No  me  marabillaba,  que  en  las 
cosas  ,  que  como  hombre  deliberaba  ,  me 
saliese  al  contrario  de  aquello  que  yo  quería: 
mas  maribillábame  que  en  las  cosas  ,  que 
como  cristiano  deliberaba  me  acontesziese 
lo  mesmo  :  e  hallándome  en  esta  confusión, 
avino  que  leí  aquella  deliberation  de  san  Pe- 
dro ,  Si  Oportuerit.  E  considerando ,  que  aun- 
que la  deliberation  fué  pía  ,  e  santa ,  e  cris- 
tiana ,  le  salió  al  contrario  de  aquello  qu'él 
deliberó ,  entendí  que  la  causa  porque  mis 
delíberationes  me  salían  al  contrario  ,  era 
porque  deliberaba  sin  consideration  de  la 
imposibilidad  que  hai  en  mí  para  poner  en 
efecto  aquello  que  deliberaba.  E  allende 
desto  entendí  ,  que  aunque  Dios  castigaba 
mi  inconsiderazion ,  no  dejando  me  salir  con 
aquello  que  yo  quería ,  de  otro  cabo  satisfa- 
zía  a  mi  afizion  dejando  me  salir  con  aque- 
llo, que  no  procuraba,  ni  speraba,  ni  pre- 
tendía. De  donde  he  collijido,  que  la  volun- 
tad de  Dios  es ,  que  yo  dependa  del  de  ma- 


26 

ñera ,  que  ninguna  cosa  delibere  ni  propon- 
ga ,  sin  tenerle  delante  mis  ojos  ,  mostrán- 
dole mi  buena  voluntad  ,  e  remitiendo  le  a 
él  la  esecution  della.  Esto  tanto  en  las  cosas 
que  convienen  al  vivir  exterior  e  corporal  , 
como  en  aquellas  que  perteneszen  ál  vivir 
interior  e  espiritual.  Esta  voluntad  de  Dios 
reprime  tanto  que  aunque  yo  conosca ,  [que 
esto]  que  he  dicho  ,  es  aquello  que  él  quiere 
de  mí ,  no  mé  atrevo  a  delibrar  ,  diziendo 
lo  haré  así  ;  porque  conosco  mi  imposibili- 
dad :  e  no  osando  delibrar ,  atrevome  [a]  de- 
sear de  conformarme  siempre  con  esta  vo- 
luntad de  Dios  ,  e  remitir  a  Dios  la  ejecutión 
della ,  e  zertificome  ,  que  Dios  por  su  mise- 
ricordia me  favoreszerá  en  este  mi  buen  de- 
ssigno ,  e  entiendo  que  en  esta  manera  me 
debo  gobernar  en  todas  las  cosas.  Veníame 
nuevo  deseo  de  confiar  en  Dios  en  todas  las 
cosas :  remetirme  he  a  él ,  que  ponga  en  ese- 
cution este  mi  deseo.  En  esto  modo  deseo 
gobernarme  en  la  caridad ,  en  la  speranza , 
en  la  mortificazión  e  simplizidád  e  en  todas 
las  cosas  que  me  puedan  hazér  semejante  a 
Xpo,  e  semejante  a  Dios,  e  en  todas  las  co- 


27 

sas  que  puedan  redundar  en  provecho  cor- 
poral e  spiritual  de  ni¿  prójimo  ,  de  manera 
que  el  ^*  deseo  esté  vivo  e  entero  en  mí,  e 
la  esecutión  del  quede  remitida  a  la  bondad 
de  Dios.  En  estamesma  manera  ruego  a  to- 
da persona  cristiana  ,  que  se  gobierne ,  o  por 
mejor  dezir,  que  se  deje  gobernar  de  Dios  , 
zertificándole ,  que  Dios  no  solamente  le  cum- 
plirá sus  deseos ,  mas  le  contentará  con  otras 
muchas  cosas  ,  las  cuales  ,  sin  que  él  las 
piense  ,  ni  espere  ,  ni  deseé  ,  le  vernán  he- 
chas a  gloria  de  Dios  ,  e  a  edification  suya  e 
de  su  prójimo  ,  esto  hará  Dios  por  Jesu  Xpo. 
nuestro  Señor.  Para  confirmazion  de  las  co- 
sas dichas  considero ,  que  el  hombre  natu- 
ralmente delibera  solamente  de  aquellas  co- 
sas ,  que  él  piensa  ,  que  están  en  su  poder 
de  hazerlas  ,  o  no  hazerlas:  siendo  así  ,  que 
ninguno  delibera  de  hazer  que  llueva  ,  o  que 
haga  buen  tiempo.  De  donde  collijio,  que  a 
nuestras  deliberationes  ,  no  les  faltará  jamás 
arrogantia  e  presuntion,  si  pensaremos  ,  que 
esté  en  nuestro  poder  aquello  que  no  es  mas 
en  nuestro  poder  ,  que  el  llover  o  hazer  buen 
tiempo  :  así  que  no  conviene  deliberar ,  sino 


28 

desear  e  remitir  a  Oios  la  esecutión  de  aque- 
llo que  deseamos.  Además  desto  considero 
al  mismo  propósito ,  que  en  nuestras  delibe- 
raziones  cristianas  ,  siempre  debemos  con- 
siderar ,  si  aquello  que  deliberamos  es  gra- 
to a  Dios  ,  o  no  ;  porque  es  señal  de  [grande 
ígnoranzia  deliberar  de  hazer  una  cosa  por 
bonór  de  Dios  ,  la  cual  nó  seamos  ziertos 
que  [1]  la  sea  grata  a  Dios.  E  así  me  resuel- 
vo en  esto ,  que  nuestras  deliberaziones  en- 
tonzes  serán  buenas  e  discretas ,  cuando  se- 
rán conformes  a  aquello  que  Dios  quiere  de 
nosotros  ,  e  conforme  a  nuestra  posibilidad, 
porque  es  cosa  loca,  prometer  a  otro',  aque- 
llo que  no  es  en  poder  de  aquél  que  prome- 
te de  esecutarlo.  E  siendo  esto  verdad,  es 
bien  dicho ,  que  la  deíiberazión  consiste  en 
desear ,  remitiendo  a  Dios  la  esecuíion  de 
nuestros  deseos  :  teniendo  por  zierto  ,  que 
nos  favoreszerá  en  ellos  por  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 


29 


Los  pactos  e  convinenzias  ,  que  puso  entre 
Dios  e  los  hombres  Jesu  Cristo  n.  Sr.  Consi- 
deraíion  octava. 

f  Todos  los  hombres  en  reconoszimien- 
to  del  ser  que  tenemos  /le  Dios ,  naszemos 
con  obligazion  de  amara  Dios  ,  e  depender 
del,  e  de  dejarse  rejír  e'gobernár  del.  Esta 
ohligation  impedida  de  nuestra  depravation 
e  mala  inclination  nos  tira  a  todo  lo  contra- 
rio. Esta  obligation  podemos  llamar  lei  de 
natura ,  e  podemos  dezír! ,  que  por  ^^  des- 
cobrir  nuestra  obligazion,  e  la  depravazion, 
vino  la  lei  ,  que  por  medio  de  Moisen  se 
dio  al  pueblo  hebreo.  Es  tan  poderosa  la 
mala  inclinazión  en  los  ánimos  de  los  hom- 
bres ,  que  por  mucho  que  se  fatiguen  ,  ja- 
más no  vienen  a  satisfazer  a  su  obligation. 
Conosziendo  Dios  esto  envió  al  mundo  su 
unijénito  hijo  hecho  hombre, e  quiso  que  en 
él  fuese  esecutada  su  jiistizia  ,  por  lo  que 
todos  los  hombres  habian  faltado,  *  [e  ha- 
bían de  faltar]  e  estaban  por  faltar  a  la  obli- 
gation, con  la  cual  naszimos,  de  manera, 


*  Al 

marj. 


30 

que  este  es  el  pacto  entre  Dios  e  los  hom- 
bres ,  que  ellos  crean  e  tengan  ,  que  aquella 
justizía,que  fué  esecutada  en  Cristo  fijo  de 
de  Dios  ,  les  libra  e  haze  esentos  del  castigo 
que  mereszieran  por  aquello  que  faltan  a  la 
obligation ,  con  la  cual  naszen  e  que  Dios 
les  haze  justos,  los  tiene  por  hijos  adopti- 
vos :  e  como  a  tales  los  rije  e  gouerná  en  es- 
te presente  vida,  e  después  los  resuszita  e 
les  dá  vida  eterna.  La  prudentia  humana  no 
es  capaz  de  admitir  este  primer  pacto  por 
que  viendo  a  Cristo  hombre  como  a  los  otros 
no  entiende  que  sea  hijo  de  Dios ,  pues  que 
no  vee  en  qué  fundar  la  verdad  de  este  pac- 
to ,  para  creerlo ,  e  tenerlo  por  zierto  ,  e  fiar- 
se en  él,  por  eso  es  neszesario  una  propria 
e  particular  revelación  de  Dios ,  la  cual  eche 
por  tierra  todos  los  discursos  de  la  pruden- 
tia humana  ,  de  manera  que  teniendo  por 
zierto  e  firme,  que  Cristo  es  hijo  de  Dios,  e 
que  la  justizia  ,  que  en  él  fué  esecutada  nos 
haze  esentos  de  aquello  en  que  faltamos  a 
nuestra  obligazión.  Obligamos  a  Dios  a  jus- 
tificarnos según  el  pacto  que  ha  hecho  co  n 
nosotros ,  e  justificados  somos  encorporados 


31 

en  Cristo  ,  e  plantados  en  él  de  tal  manera  , 
que  asi  como  una  yerba  es  sostenida  de  la 
virtud  de  la  tierra  ,  donde  násze  o  es  plan- 
tada ;  así  nosotros  somos  sostenidos  de  la 
virtud  de  Cristo  ,  en  el  cual  porque  perse- 
veramos en  el  pacto  somos  plantados.  De 
este  pacto  dependen  otros  dos  pactos.  El  uno 
es ,  que  creemos  que  Cristo  reszusitó  glorio- 
so ,  que  esta  fée  nos  incorpora  en  la  resu- 
rection  de  Cristo  para  que  reszusitemos, co- 
mo él  resuzitó  ,  e  que  Dios  haga  con  noso- 
tros aquello  que  hizo  con  Cristo.  La  pruden- 
tia  humana  non  halla  en  que  fundar  esta  re- 
surection  :  no  la  cree  :  mas  el  hombre, que 
ha  azeptado  el  primer  pacto  ,  fazilmente 
azepta  esta  segundo.  El  otro  pacto  es ,  que 
nosotros  creemos ,  que  Cristo  vive  vida  eter- 
na en  summo  grado  junto  con  Dios  :  e  que 
esta  fée  sea  para  darnos  vida  eterna ,  e  que 
por  esta  fee  Dios  haga  con  nos  otros  aque- 
llo que  hizo  ,  e  haze  con  Cristo.  La  pruden- 
tia  humana  no  halla  en  qué  fundar  esta  es- 
peranza de  esta  vida  eterna  :  mas  el  hombre 
que  por  revelazion  ha  azeptado  el  primer 
pacto  ,  e  por  el  primero  ha  azeptado  el  se- 


^2 

gimdo  pacto  ,  fazilmente  azepta  este  terzero 
de  manera ,  que  zertificados  nos  otros  que 
Cristo  es  hijo  de  Dios  ,  azeptamos  el  pacto 
de  la  justificazion  por  la  fee,  el  cual  nos  in- 
corpora enel  muerte  de  Cristo;  e  azeptamos 
el  pacto  de  la  resurection  de  Cristo  ,  el  cual 
nos  incorpora  en  la  resurrection  :  e  azepta- 
mos ^^  el  pacto  de  la  vida  eterna  ,  que  nos 
incorpora  en  la  vida  eterna ,  que  vive  Cris- 
to. Nos  otros  creemos  cuatro  cosas  ,  e  Dios 
haze  cuatro  cosas  con  nos  otros.  Creemos  que 
Cristo  es  hijo  de  Dios ,  que  murió,  e  res^u- 
5Ító ,  e  que  vive,  e  Dios  nos  haze  hijos  su- 
yos ,  nos  justifica ,  nos  reszusita  ,  e  nos  dá 
vida  eterna.  Délas  dos  primeras  cosas  goza- 
mos en  esta  vida  presente ,  e  estas  hazen  que 
amemos  a  Dios  ,que  dependamos  del ,  según 
la  obligaíion  con  la  cual  naszemos  ,  habien- 
do venzido  gran  parte  de  nuestra  mala  in- 
clinazión.  De  las  otras  dos  cosas  gozaremos 
en  la  otra  vida  ,  e  esperimentando  en  esta 
vida  en  las  dos  primeras  cosas  la  verdad 
que  hai  en  el  pacto ,  que  puso  Cristo  entre 
Dios  e  nosotros  ,  nos  zertiücamos  de  la  ver- 
dad que  hai  en  los  dos  segundos  ,  la  cual 


35 

esperimentaremos ,  cuando  plazerá  a  la  di- 
iiina  Majestad :  entre  tanto  atendamos  a  es- 
tar e  perseverar  en  el  pacto  et  pactos  ,  que 
puso  ,  e  ha  puesto  con  nos  otros  Jesu  Xpo. 
nuestro  Señor. 

Un  exzellente  priuüejio  de  la  piedad.  Con- 
siderazion  novena. 

«I  Todas  las  buenas  obras  ,  a  las  cuales 
nos  movemos  en  esta  presente  vida ,  perte- 
neszen  ,  o  al  ser  hombre  ,  ó  al  ser  pió.  El 
ser  del  homl)re  ,  que  tenemos ,  nos  tira  a  te- 
ner compasión  el  uno  del  otro ,  e  ayudar  nos 
lo5  uno.s  a  los  oíros.  E  esto  en  todas  las  co- 
sas ,  que  perteneszen  a  la  comodidáí/  de 
la  vida.  La  piedad  nos  tira  a  confiar  en  Dios, 
a  amarlo  e  a  depender  del :  nos  tira  a  con- 
fiar en  Xpo.  e  amarlo  ,  e  a  predicarlo  :  nos 
tira  a  la  mortificazion  de  los  afectos  e  ape- 
titos ,  que  son  según  la  carne  :  e  nos  tira  al 
desprezio  de  todo  aquello  ,  que  el  mundo 
aprezia  ,  como  honrras  ,  estados  ,  riquezas. 
Será  una  persona  del  todo  ajeno  de  la  pie- 
dad ,  la  cual  no  solamente  se  exzersitará  en 


34 

todas  aquestas  cosas  a  las  cuales  el  ser  de 
hombre  que  ella  tiene  le  tira ,  mas  aun  en 
las  cosas  que  son  proprias  de  la  piedad  es- 
forzandose también  de  hazer  las ,  e  hará  par- 
te dellas  :  e  abrá  otra  persona  del  todo  pia , 
la  cual  no  solamente  se  exserzitará  en  las 
cosas  que  son  propriamente  de  la  piedad  , 
mas  aun  en  aquellas  que  son  proprias  del  ser 
del  hombre  que  ella  tiene  ,  aplicándose  a 
ellas,  cuando  se  le  ofreszerán :  e  así  como 
el  ajeno  de  la  piedad  exerzitandose  en  las 
cosas  que  [son]  proprias  de  la  piedad  ,  no  se 
exerzita  en  la  piedad  ,  mas  en  el  ser  de/  om- 
bre  ,  que  tiene  :  por  que  su  prinzipal  inten- 
to ^^  es  su  proprio  ynteresze ,  el  cual  es  pro- 
prio  del  ser  del  honbre.  Asi  a  la  encontra, 
la  persona  del  todo  pía  exerzitandose  en  las 
cosas  que  son  proprias  del  ser  del  hombre, 
que  ella  tiene ,  se  exerzita  en  la  piedad :  por- 
que su  prinzipal  intento  es  la  gloria  de  Dios, 
lo  cual  es  proprio  de  la  piedad  :  e  acontesze- 
rá  que  predicará  a  Xpo.  uno  que  es  ajeno  de 
la  piedad  e  no  se  exerzitará  en  la  piedad , 
porque  su  prinzipal  intento  será  su  propria 
gloria ,  e  su  proprio  ynteresze.  E ,  a  la  encon- 


35 

tra  ,  aconleszerá  que  una  persona  pia  ha- 
rá bien  a  uno  que  no  tiene  piedad  ,  e  se  exer- 
zitará  en  ella  ,  porque  su  prinzipál  intento 
es  la  gloria  de  Dios :  e  aunque  no  se  moujó 
a  aquella  cosa  con  caridad  xpiana  ,  sino  con 
misericordia  humana ,  no  dexó  por  tanto  de 
exerzitarse  en  la  piedad  :  de  donde  colligio, 
que  son  grandíssimos  los  privilejios  ,  de  los 
cuales  gozan  aquellos  que  tienen  piedad  ,  la 
cual  se  adquiere  con  el  espíritu  sancto  ,  que 
es  comunicado  a  los  fieles  por  medio  de  Jesu 
Xpo.  nuestro  Señor.  Añadiré  esto  ,que  aquel 
que  es  ajeno  de  la  piedad  ,  así  como  es  pri- 
vado del  conoszimiento  desta  difereuzia  de 
obras ,  que  aquí  está  puesta ,  así  también  es 
privado  de  conoszer,  que  él  jamás  no  se  excr- 
zita  en  la  piedad :  e  que  aquel  que  es  pío , 
entiende  muí  bien  cuando  se  exerzita  en  las 
cosas ,  que  son  proprias  del  hombre :  e  cuan- 
do se  exerzita  en  aquellas  que  son  proprias 
de  la  piedad  ,  este  solamente  pensando  al- 
gún tanto ,  o  por  mejor  dezír  no  descuidando 
se  jamás  de  sí  mismo ,  en  efecto  es  verdad , 
que  estos  privilejios  de  la  piedad ,  son  libros, 
que  dize  Isaías  ,  que  Dios  tenía  aparejados 


56 

para  aquellos  que  le  amasen,  que  es  para 
aquellos  ,  que  viniesen  a  conoszér  le  e  a  amar- 
le siendo  justificados  por  la  fee  en  JesuXpo. 
nuestro  Señor. 

En  que  manera  es  mejor  stado  ,  aquel  de 
la  psona  cristiana  que  cree  con  dilicultad,  que 
el  de  aquel  que  cree  con  fazilidad. Considera- 
zion  X. 

f  Entre  aquellos  que  tienen  nombre  de 
Xpiano  ,  considero  dos  maneras  de  hom- 
bres ;  la  una  estremadamente  fazil  a  creer, 
en  las  cosas  de  la  Relijion  todo  aquello  que 
les  es  dicho  :  e  los  otros  estremadamente 
difizíles.  E  entiendo  que  la  fazilidad  de  la 
una  nasze  de  superstizión  e  de  poca  discre- 
ción ,  i  considerazión  :  e  la  dificultad  de  la 
otra  nasze  de  mucha  consideración.  Los  pri- 
meros para  ninguna  cosa  llaman  al  Consejo 
de  la  pru  *Mentia  humana  ,  e  los  segundos 
la  llaman  en  todas  las  cosas  ,  e  así  con  difi- 
cultad se  reduzen  a  creer  aquello  que  no 
apruébala  prudentia  humana.  Los  primeros, 
entre  algunas  cosas  verdaderas  que  creen  , 


57 

creen  muchas  falsas  ,  e  acontesze  ,  que  dan 
mucho  mas  crédito  ,  a  muchas  cosas  falsas, 
que  a  las  pocas  verdaderas.  Los  segundos 
no  creen  las  falsas  ,  e  dudan  de  las  verda- 
deras. Considerando  mas  adelante,  hallo  que 
los  primeros  ,  cuando  son  zertificados  por  el 
espíritu  de  Dios ,  que  les  es  comunicado  ,  a 
las  cosas  verdaderas  que  creen ,  con  la  cual 
zertificazion  poco  a  poco  se  van  desengan- 
do  *  de  las  cosas  falsas  ,e  asi  las  van  dexan- 
do.  Después  hallo ,  que  los  segundos  del  mis- 
mo espíritu  de  Dios ,  cuando  les  es  comuni- 
cado ,  son  zertificados  en  las  cosas  verdade- 
ras ,  con  la  cual  zertificazion  ,  se  fortifican 
en  creer  las  cosas  verdaderas  e  en  no  creer 
las  falsas  :  de  manera  que  entrando  el  espí- 
ritu Santo  en  dos  personas  ,  en  una  mui  fa- 
zil  a  creer  ,  e  la  otra  mui  déficit ,  les  pone 
en  este  estado  ,  que  la  una  combate  consigo 
mesmo  trabajando  por  echar  fuera  de  su  ani- 
mo las  cosas  falsas  las  cuales  con  fazilidád 
se  ha  persuadido  :  e  la  otra  conbate  consigo 
mismo  trabajando  de  zertificarse  en  aquellas 
cosas  verdaderas  ,  las  cuales  no  ha  piídido 

*    Deseiigaílando  (?)  it.  disgannand». 


58 

creer  por  relazion  des  hombres.  Anbas  a  dos 
destas  personas  trabajan  ,  mas  tengo   por 
mejor  estado  aquél  de  la  persona  defizil  a 
creer  ,  que  aquel  de  la  fazil :  e  esto  por  tres 
cosas  prinzipales  :  La  primera  ,  porque  es 
mas  fazil  el  creer  la  verdad  a  la  cual  ayuda 
el  espíritu  Sancto  e  a  la  cual  ayudan  otras 
muchas  cosas :  que  el  no  creer  la  mentira  , 
lo  cual  inpede ,  la  superstízión  ,  con  muchas 
otras  cosas  -  -  a  segunda  porque  la  persona 
que  es  fazil  a  creer  ,  con  fazilidad  puede  ser 
engañada ,  e  aquel  que  es  difizil  con  dificul- 
tad se  dexa  engañar .  la  terzera  ,  porque  la 
persona  que  és  fazil  a  creer  ,  por  muchos 
dias  está  en  muchos  errores  como  estuvie- 
ron en  la  primitiva  [Iglesia]  *  aquellos ,  que 
se  convertían    del  judaismo  a  la   Relijion 
xpiana  :  e  aquella  que  es  difizil ,  está  libre 
de  toda  falsa  opinión  ,  siendo  así  que  sola- 
mente cree  aquello  que  el  espíritu  Santo  le 
ensena  ,  de  donde  me  resuelvo  que  sin  nin- 
guno romparnzion  es  mejor  el  eslndo  en  el 
cual  pone  el  spiritit  de  Dios  la  persona  difi- 
zil a  creer  ,  cuando  le  comienza  a  ensenar , 
*    Falta  en  el  MS. 


59 
que  aquel  en  el  cual  pone  a  aquella  *^  persona 
que  es  fazil  a  creer.  Después  me  resuelvo 
en  esto  ,  que  aquel  que  cree  ,  sin  que  el  es- 
píritu de  Dios  le  enseñe  ,  siempre  consiste 
mas  en  opinión ,  que  en  fee  ,  e  siempre  está 
niesclado  con  cosas  falsas  e  finjidas.  De  don- 
de se  podrá  entender ,  que  cuando  una  per- 
sona igualmente  dá  crédito  a  todas  las  cosas 
que  le  son  dichas  es  sin  espíritu  da  Dios , 
cree  por  relation  ,  e  persuasión  humana  ,  e 
por  opinión  e  no  por  revelazion  ,  ni  por  ins- 
pirazion.  E  siendo  verdad  que  la  heatitud 
del  hombre  no  consiste  en  creer ,  sino  en 
creer  por  revelazion ,  e  no  por  relation  ,  se 
concluye, que  no  es  fe  xpiana  aquella  que  es 
por  rrelazion  ,  mas  que  sola  aquella  que  es 
por  reuelation ,  es  la  cristiana  e  aquella  que 
nos  haze  beatos ,  e  aquella  que  trae  consigo 
la  caridad  e  la  esperanza  ,  e  aquella  que  pu- 
rifica los  corazones  ,  e  aquella  que  en  loda^ 
cosaí  agrada  a  Dios.  Désta  fee  nos  haga  ri- 
cos el  mesmo  Dios  ,  por  Jesu  Xpo.  nuestro 
Señor. 


40 


En  que  manera  el  ser  Dios  Justo,  redunda 
en  utilidad  de  aquellos  ,  que  por  revelaiion 
creen  en  Xpo.  Consideración  xi. 

f  Todas  las  perfizioiies  que  ia  santa  Es- 
critura atribuye  a  Dios ,  paresze  aun  a  la  pru- 
denzia  humana,  que  redundan  en  utilidad  del 
hombre  ,  saluo  uno  ,  la  cual  paresze  que 
le  redunda  en  daño ,  siendo  así  que  es  útil 
al  hombre  ,  que  Dios  sea  omnipotente  ,  li- 
beral, sabio  ,  fiel,  benigno,  misericordioso, 
e  piadoso.  Mas  no  le  paresze  que  lees  pro- 
vechoso ,  'que  sea  justo :  porque  siendo  Dios 
Justo  e  el  hombre  injusto  ,  no  halla  como  po- 
derse salvar  en  el  juizio  de  Dios.  La  bon- 
dad de  Dios  es  tanta ,  que  queriendo.,  que 
también  esta  su  perfección  la  cual  a  nuestro 
pareszer  redunda  en  daño  del  hombre  ,  re- 
dunde en  provecho  suyo  no  menos  que  to- 
das las  otras.  Determinó  de  esecutár  en  su 
proprio  hijo  el  rigor  de  la  justizia  ,  que  de- 
bía de  esecutár  contra  todos  los  hombres , 
por  todas  sus  inpiedades  e  pecados  para  que 
los  onbres  teniendo  por  cierta  esta  verdad 


41 

que  Dios  esecutó  el  rigor  de  su  justizia  en  su 
proprio  hijo  conoscan  que  les  es  tan  prove- 
choso ,  que  Dios  sea  justo  como  que  sea  mi- 
sericordioso :  siendo  zierto  que  administran- 
do justizia  no  puede  dejar  de  salvarles  , 
auiendo  ellos  azeptada  por  suya  la  justizia 
ya  esecutada  en  el  proprio  hijo  de  Dios.  De 
donde  entiendo  ,  e  me  zertefico  ,  que  Dios 
reveló  a  los  santos  del  testamento  viejo,  que 
su  justizia  auia  de  ser  esecutada  en  su  pro- 
prio hijo  Jesu  Xpo  nuestro  Señor :  para  que 
tuviesen  por  zierto  que  no  era  menos  favora- 
ble para  ellos  el  ser  Dios  justo  ,  que  mise- 
ricordioso ,  con  todas  ^"^  las  otras  perfezio- 
nes  que  son  atribuidas  a  Dios.  x\llende  des- 
to  entiendo ,  que  los  hombres  que  no  están 
zertificados  por  revelazión  ,  que  Dios  ha  ese- 
cutado  en  Xpo.  el  rigor  de  su  justizia ,  co- 
mo habernos  dicho  ,  temen  siempre  eljuizio 
de  Dios  ,  e  les  es  grave  ,  que  en  Dios  haya 
justizia :  porque  no  hallan  como  poder  satis- 
fazerla.  De  este  temor  naszen  las  supersti- 
ziones ,  naszen  los  escrúpulos  ,  e  naszen  las 
zeremonias:  De  las  cuales  cosas  somos  libres 
todos  los  que  por  revelazión  somos  venidos 


42 

al  conoszimiento  de  Cristo ,  siendo  zíertos  , 
que  siendo  Dios  justo  ,  no  nos  castigará  dos 
vezes.  Creemos  al  evanjelio  ,  el  cual  nos 
zertifica  ,  que  en  Xpo.  fuemos  castigados,  e 
en  esto  nos  aseguramos ,  sabiendo  que  Dios 
e[5]  justo  ,  e  que  fuemos  ya  castigados  en  la 
Cruz  en  Jesu  Xpo.  n.  Señor. 

En  que  manera  la  razón  de  nuestro  ombre 
interior  nos  sirve  de  aquello  que  los  ojos  en 
nuestro  hombre  exterior.  Considerazion  xii, 

f  Habiendo  muchas  vezes  dicho  que  el 
hombre  para  estar  e  perseveraren  el  Reino  de 
Dios,hamen5ter  de  mortificar  en  todo  epor 
todo  su  Razón ,  i  su  Prudenzia  humana ,  dúda- 
se ,  siendo  esto  verdad  ,  a  qué  propósito  puso 
Dios  en  el  hombre  la  razón ,  pues  que  no 
quiere  ,  que  el  se  sirva  della  estando  en  su 
Reino.  A  esto  risidiítamente  me  paresze  po- 
der responder ,  que  la  puso  Dios  en  el  hom- 
bre interior  a  aquel  fin  ,  que  puso  Dios  ojos  * 
en  el  hombre  exterior  :  siendo  así  que  oomu 
los  ojos  exteriores  son  hábiles  a  ver  el  sol , 

•    El  MS.- so/o,<?. 


45 

no  por  si  'mismos  ,  sino  con  el  mesmo  sol , 
e  semejantemente  todas  las  cosas  que  des- 
cubre el  sol :  así  la  razón  que  esta  en  el  hom- 
bre interior  es  hábil  a  conoszer  a  Dios  no 
por  sí  misma ,  mas  con  el  mismo  Dios  e  se- 
mejantemente todas  las  cosas  que  manifiesta 
Dios.  El  primer  hombre  ensoberbeszido  con 
su  razón ,  quiso  sin  Dios  conoszer  a  Dios , 
como  si  uno  sin  el  sol  quisiese  *  conoszer  e 
ver  el  sol ,  e  así  se  privó  del  conoszimiento 
de  Dios ,  e  fue  cíejado  al  gobierno  de  su  ra- 
zón ,  e  él ,  e  todos  aquellos  que  le  an  imita- 
do ,  procurando  de  conoszer  a  Dios  con  su 
razón  sola ,  por  medio  de  las  criaturas  ,  e  de 
las  Escrituras :  son  aun  mas  temerarios ,  que 
aquellos  ,  los  cuales  no  queriendo  ver  al  sol 
con  el  sol ,  procurasen  de  ver  ^^  lo  con  la 
lumbre  de  la  candela.  Hora  siendo  esto  ver- 
dad ,  entendemos  que  Dios  ha  puesto  en  el 
hombre  la  razón  ,  a  ñn  que  con  ella  co- 
nosca  a  Dios :  pero  con  Dios  ,  e  no  por  su 
discurso.  Está  bien  que  Dios  quiera  del  lioiii- 
bro  ,  que  morlifique  su  razón  en  cuanto  rila 
presume  de  conoszer  a  Dios  ,  e  las  cosas  de 
*    El  MS.  -  quieze. 


44 

Dios ,  por  si  sola ,  sin  el  espíritu  de  Dios  ,  si  él 
quiere  conoszer  a  Dios  ,  e  estar  en  el  Reino 
de  Dios  ,  en  la  manera  que  se  debe  liazer: 
De  esta  mortificazion  ya  otras  vezes  auemos 
hablado  e  dicho ,  que  es  aquella  ,  que  nos 
descubrió  Jesu  Xpo.  nuestro  Señor. 

Una  comparazion  que  muestra  en  que  con- 
siste el  benefizio  que  ha  rezebido  la  huma- 
na generazion  de  Dios  por  Xpo.  Considera- 
zion  xiii. 

f  A  un  gran  Rei  se  rebellaron  sus  vasa- 
llos :  por  la  Rebellion  él  los  condenó  a  muer- 
te ,  los  privó  de  sus  facultades  ,  los  echó  fue- 
ra del  Reino.  Condenados  e  privados  e  echa- 
dos ,  se  pusieron  a  servir  a  otro  Rei  foraste- 
ro enemigo  de  su  Rei  natural.  Donde  stando 
por  algún  spatio  de  tienpo  el  Rei,  que  era 
benino  para  con  sus  vasallos  deseando  re- 
duzirlos  a  su  Reino  ,  aquellos  que  andaban 
errando  e  estaban  desterrados ,  primeramen- 
te esecutó  el  rigor  de  su  justizia  en  un  hijo 
suyo  ,  e  después  mandó  echar  un  bando  ge- 
neral por  todo  el  mundo  ,  en  el  cual  decía- 


45 

ró ,  que  ya  su  justizia  era  satisfecha ,  e  que 
ya  el  auia  perdonado  jeneralmente  a  todos 
aquellos ,  que  se  le  habían  rebellado  ,  exhor- 
tándolos a  tornar  al  Reino  ,  e  prometiendo 
entera  restituzion  de  aquello  que  habían  per- 
dido. Oyeron  este  bando  aquellos  que  eran 
culpados  en  la  Rebelión  ,  de  los  cuales  al- 
gunos pretendiendo  de  no  haber  incurrido 
en  ella  ,  no  qmzieron  azeplar  el  perdón ,  pa- 
resziendo  les  que  azeptando  lo  se  hazian  cul- 
pados en  la  Rebellion.  Otros  que  aunque  se 
conoszieron  rebeldes ,  no  quizieron  dar  cré- 
dito al  bando  ,  pareszíéndoles  cosa  muí  es- 
traña  que  el  Reí  les  perdonase  porque  su  hi- 
jo le  aujado*  obediente.  Semejantemente  al- 
gunos de  los  otros,  que  aunque  se  conoszie- 
sen  Rebeldes  ,  i  aunque  tuviesen  por  zierto 
el  bando ,  i  tomasen  traslado  del ,  e  ellos  pro- 
prios  lo  publicasen  ,  no  por  eso  osaban  vol- 
ver al  reino  ,  antes  por  todas  vías  e  modos 
a  ellos  posibles ,  industriaban  e  buscal)an  de 
hallar  manera  de  alcanzar  perdón  del  Rei , 

*  Asi  el  MS.  traduziendo  :  era  staio  :  del  testo 
italiano.  Hai ,  pues  ,  yerro,  por  había  sido  ,  o  ha- 
ya sido. 


46 

con  servicios  ,  dones  e  presentes  ,  no  que- 
riendo por  ningún  ^^  modo  gozar  de  la  libe- 
ralidad del  Rei,  ni  de  la  obedienzía  del  hijo 
del  Rei :  e  no  viniendo  al  Reino  ,  no  les  eran 
restituidas  sus  haziendas :  e  asi ,  ni  estos ,  ni 
los  otros ,  no  gozaban  del  perdón  jenerál ,  de 
manera  que  cuan[to]  a  ellos  tanto  era ,  quan- 
lo  sí  no  hobiese  sido  hecho.  Fueron  e  hobie- 
ron  algunos  ,  los  cuales  conosziendose  re- 
beldes ,  e  dando  entera  fée ,  e  crédito  al  ban- 
do ,  confiando  en  la  palabra  del  Rei ,  azepta- 
ron  el  perdón  jenerál  e  vinieron  al  Rey  no  , 
sometiéndose  en  todo  e  por  todo  al  regimien- 
to de  su  Rei :  e  aunque  al  prinzipio  dudasen 
algún  tanto  del  perdón,  e  tanto  mas  viendo, 
que  nos  le  eran  luego  restituidas  sus  hazien- 
das ,  toda  via  perseverando  en  no  partirse 
del  Reino  ,  e  viendo  que  el  Rei  los  trataba 
bien ,  e  que  poco  a  poco  les  iba  restituyen- 
do aquello  que  habian  perdido  por  la  Rebe- 
llion  :  así  ellos  se  iban  zertificando  de  auer 
alcanzado  el  perdone  se  hallaban  contentí- 
ssimos  por  auer  venido  a  servir  a  su  Rei  e 
estar  debaxo  de  su  regimiento  e  gobierno  : 
e  porque  habían  probado  el  mal  de  la  Rebe- 


47 
Ilion  e  del  destierro  ,  se  privaban  e  despo- 
saiian  de  todas  las  amistades,  e  de  todas  las 
iíitelligenzias  de  los  hombres  ,  e  de  todos 
los  designos  proprios ,  los  cuales  según  su 
pareszer  ,  les  podrían  otra  vez  hazer  Rebel- 
des. En  esto  se  ocupaban ,  e  en  esto  se  exer- 
zitaban  :  con  lo  cual  ganaban  poco  a  poco 
tanto  crédito  con  el  Rei  ,  que  no  solamente 
les  restituía  todo  aquello  que  habían  perdido 
por  la  Rebellion  ,  ma  les  hazía  grandes  mer- 
zedes  ,  i  los  trataba  de  tal  manera  como  si 
jamás  no  hobieran  sido  rebeldes.  Esta  es  la 
comparazion ;  e  aunque  ella  sea  de  sí  propria 
clara  ,  no  quiero  dejar  de  declararla  un  poco 
mejor  :  e  asi  digo ,  que  estando  el  primer 
hombre  en  el  Reino  de  Dios ,  habiendo  sido 
criado  a  la  imajen  e  semejanza  de  Dios  ,  se 
rebeló  contra  Dios :  por  la  cual  Rebellion  fué 
privado  de  la  Imajen  e  semejanza  de  Dios , 
fué  echado  fuera  del  Reino  de  Dios ,  c  fué 
condenado  a  muerte  :  e  en  este  destierro  es- 
tuvo casi  toda  la  humana  generation  sirvien- 
do al  demonio  luengo  tiempo,  Queriendo 
Dios  por  su  misericordia  remediar  este  mal, 
primero  esecutó  el  rigor  de  su  justizia  en  su 


proprio  hijo  Jesu  Xpo.  ii.  Sr. ,  e  después 
mandó  predicar  por  todo  el  mundo  ,  como  ya 
su  Justizia  era  satisfecha ,  e  como  ya  él  ha- 
bía perdonado  a  todos  aquellos  que  eran 
re  ^^  beldes  ,  e  que  podian  a  su  plazer  volver 
al  Reino ,  de  qual  habían  sido  echados  :  e 
que  les  restituirían  su  imajen  e  semejanza, 
que  hablan  perdido.  Este  bando  ha  sido  oido 
por  todo  el  mundo  :  e  de  los  hombres  algu- 
nos teniendos'  por  santos  e  justos ,  e  an  pen- 
sado que  no  toca  a  ellos  el  perdón ,  pares- 
ziéndoles  que  donde  no  hai  error  ,  no  hai 
perdón  :  e  así  le  han  dejado  pasar.  Otros 
bien  que  se  tengan  por  rebeldes  ,  no  se  fían 
del  perdón  ,  paresziéndóles  cosa  mui  estra- 
na,  que  Dios  les  haya  de  perdonar,  e  rezé- 
bir  en  su  Reino  ,  e  restituirles  aquello  que 
perdieron  por  la  Rebellion  ,  por  la  justizia 
e  obedienzia  ajena.  Hai  otros ,  que  aunque  se 
cono5can  rebeldes  ,  e  aunque  tengan  por 
zierto  el  perdón  e  abrazen  el  euanjelio  ,  lo 
lean  ,  e  lo  prediquen  ,  por  todo  esto  no  se 
pueden  reduzir  a  entraren  el  Reino  de  Dios, 
porque  confian  mas  en  sí  mismos  que  en 
Dios  :  e  así  quieren  mas  aina  esta[r]  debaxo 


49 

de  su  prudentia  humana  que  venir  al  Reino 
de  Dios.  Estos  piensan  de  auer  de  adquerir 
el  perdón  de  la  Rebellion  ,  con  sus  indus- 
trias ,  e  deligentias  ,  e  con  sus  méritos  :  e 
por  que  tanto  éstos  ,  cuanto  los  otros  ,  no 
vienen  al  Reino  de  Dios,  no  sienten  el  bene- 
iizio  del,  ni  gozan  de  la  liberalidad  de  Dios, 
ni  de  la  obidienzia  de  Xpo.  a  la  cual  cosa 
les  conduze  su  propria  arroganzia  c  presun- 
zión  :  e  asi  se  están  sienpre  en  su  Rebe- 
lión. Hai  otros  que  _se  conoszen  rebeldes  a 
Dios ,  e  dan  entera  fee  e  crédito  al  perdón 
jeneral ,  que  en  [el]  euanjelio  les  es  predi- 
cado de  parte  de  Dios :  e  así  luego  sin  pen- 
sar mas  adelante   azeptando  el  perdón  ,  se 
vienen  al  Reino  de  Dios ,  renunziando  el  Rei- 
no del  mundo ,  e  el  gobierno  de  la  prudenzia 
humana.  Estos  si  bien  al  prinzipio  en  alguna 
manera  dudan  ,  dudan  del  perdón ,  dudan  del 
gobierno  e  Regimiento  de  Dios  ,  no  apar- 
tándose del  Reino  se  van  zertiñcando  en  la 
una  e  en  la  otra  cosa,  e  tanto  mas  cuanto 
que  sienten  que  Dios  les  van  restituyendo 
aquella  imajen  e  semejanza  de  Dios ,  la  cual 
el  primer  hombre  perdió  por  su  Rebelión , 

4 


50 

con  todos  los  otros  privilejios  perdidos  por 
la  misma  Rebelión^  E  porque  la  prinzipál 
pena  de  la  Rebelión  fué  la  muerte  ,  bien  que 
no  les  libre  de  la  muerte  temporal ,  porque 
mueren  como  los  otros  ,les  lil)ra  de  la  muer- 
te elerna  ,  prometiendo  les  la  Resurection, 
e  dando  les  la  señal  della  por  la  vivificazion 
enlerior  ,  e  por  la  Resurection  de  Xpo.  Es- 
tos viven  en  suma  alegría  ,  atendiendo  so- 
lanuMite  ,  a  mortificar  su  prudentia  ,  e  su 
razón  liuuiana  ,  e  todas  las  otras  cosas  que 
les  alraxo  a  la  pasada  Hebelion  ,  e  les  po- 
dría conduzu'  a  otra  tal  :  e  en  esto  se  ^'  es- 
tán e  en  esto  perseveran  ,  e  así  van  adqui- 
riendo tanto  favor  con  Dios,  que  el  no  sola- 
m'^nte  les  haze  senl  r  el  perdón  ,  e  la  feli- 
zidád  (jue  es  en  el  estar  en  su  Reino,  e  po- 
seer en  él  la  imajen  de  Dios  ,  mas  les  haze 
otras  muchas  gratias  e  dones  ;  azeptando  los 
por  hijos.  Este  Reino  se  comienza  en  esta 
vida  presente  ,  e  es  continuado  en  la  vida 
venidera  :  e  toda  esta  felizidád  la  reconos- 
zen  estas  personas  de  la  liberalidad  de  Dios , 
de  la  obidientia  de  su  unijénito  hijo  Jesu 
Xpo.  ntro.  Señor. 


51 


Entre  las  cosas  que  nos  obliga  a  creer  la 
piedad  crisliana  ,  cual  es  aquella  que  con  ma- 
yor dificultad  se  cree.  Considerazion  xiiíj. 

^  Habieiiílome  puesto  algunas  vezes  a 
considerar  ,  con  cuanta  dificultad  ,  se  redu- 
ze  el  animo  humano  a  creer,  como  convie- 
ne ,  las  cosas  de  la  piedad  cristiana  ,  cuan- 
do se  pono  a  mirarlo  e  a  remirar  lo  :  soi 
venido  a  examinar  enlre  todas  ellas  ,  cual 
sea  aquella  en  !a  cual  se  halla  mayor  difi- 
cultad ,  e  resuélvome  que  es  el  perdón  je- 
nerál  por  la  juslizia  de  Dios,  que  l'ué  ese- 
culada  en  Xpo.  En  esta  Resuluzion  soi  ve- 
nido considerando  ,  que  siendo  todos  los 
hombres  amigos  de  sus  proprios  intereses  , 
fazilmenlo  creen  aquellas  cosas  ,  en  las  cua- 
les no  pierden  nada  por  creer  las  :  e  con  di- 
licnltad  creen  aquellas  ,  las  cuales  creídas 
les  puede  redundar  en  algún  daño.  Siendo 
pues  verdad ,  que  entre  todas  las  cosas  que 
se  creen  en  la  piedad  Xpiana.  solo  esle 
perdón  jenerál  como  está  dicho  podria  re- 
dundar en  daño  de  aquel  que  lo  *  creyese 

*    Creyse  ,  en  el  MS. 


en  caso  que  no  fuese  verdad,  paresze  que 
mi  resolution  es  buena.  Teniendo  que  entre 
las  cosas  ,  que  se  creen  esta  es  aquella  que 
con  mayor  dificultad  se  cree ,  podría  forti- 
ficar esta  mi  resoluzion  con  muchas  razo- 
nes :  mas  esta  me  paresze  que  es  tan  bas- 
tante ,  que  me  quiero  contentar  con  ella  , 
fortificándola  con  aquello  que  se  vee  por 
experienzia  *  que  aun  aquellos  que  van  crein- 
do  ti  bando  que  se  predica  por  el  mundo 
del  perdón  jenerál  ,  muestran  que  creen 
desnudando  se  de  toda  justificazion  exterior, 
e  entrando  osadamente  en  el  Reino  de  Dios, 
en  el  cual  provee  Dios  a  los  suyos  igual- 
mente de  las  cosas  que  convienen  al  cuerpo 
c  al  áaima  :  toda  via  hallan  mucha  repug- 
nantia  en  sus  ánimos  ,  cuando  los  quieren 
reduzir  a  términos  ,  que  totalmente  esperen 
de  Dios  ,  la  sustentazion  del  cuerpo  e  del 
ánima.  Siendo  así  ,  que  sienpre  van  pen- 
sando e  diziendo  entre  sí  mismos.  E  si  no 
es  verdad  que  Dios  sin  mi  ^^  solizitiid  me 
pueda  proveer  de  las  cosas  nezesarias  para 
mi  sustentazion ,  que  sera  de  mí :  e  si  no  es 

*    El  MS. ;  expirenzia. 


55 

verdad  que  Dios  ha  esecutado  en  Xpo.  el  ri- 
gor de  su  juslizia  ,  e  que  por  su  orden  e 
mandado  se  publique  por  el  mundo  el  ban- 
do del  perdón  jenerál  ,  yo  quedaré  mala- 
mente burlado  :  e  es  zierto  que  tanto  mas 
haze  una  persona  estos  descursos  ,  cuanto 
mas  le  paresze  que  ella  por  si  sola  podria 
proveer  a  entranbas  cosas.  Pasando  mas  ade- 
lante, e  queriendo  examinar  cual  cosa  con 
mayor  dificultad  se  reduze  el  hombre  a  es- 
perar de  Dios  ,  o  la  sustentazion  del  cuer- 
po,  o  *  aquella  del  ánimo  :  pienso  que  sea 
la  sustentazion  del  cuerpo :  Esto  pienso  por 
que  con  menor  **  dificultad  se  reduze  el  hom- 
bre a  esperar  de  Dios  aquello  que  tiene  por 
mas  zierto  no  poder  conseguir  por  se  mis- 
mo. Siendo  también  verdad  ,  que  el  hombre 
se  desconfia  antes  de  se  mismo  en  su  justi- 
ficaziou  ,  que  en  su  sustentazion  ,  se  conclu- 
ye que  es  mayor  dificultad  reduzirse  a  es- 
perar la  sustentazion  corporal  que  la  spiri- 
tual.  Habiendo  llegado  con  mis  considera- 
ziones  hasta  aquí.   Entiendo  bien   cual  es 

•    El  MS. :  e  aquelU. 
•*    El  MS. :  mayor. 


54 

[la]  *  causa  ,  que  el  rico  con  dificultad  en- 
tra en  el  Reino  de  Dios  ,  e  queriendo  per- 
suadir a  mi  ánimo  ,  que  se  redusga  a  de- 
pender de  Dios  ,  así  en  las  cosas  corporales  , 
como  en  las  cosas  spirituales  ,  le  traigo  a  la 
memoria  como  Cristo  le  promete  por  añe- 
didura  a  aquellos  que  buscan  el  Reino  de 
Dios  :  e  pienso  que  hallando  lo  yo  verdade- 
ro todo  aquello  que  Ciisto  me  promete  en 
las  cosas  perteneszientes  al  ánimo  ,  que  no 
es  ocasión  de  dudar  de  no  haber  le  de  hallar 
verdadero  así  mismo  en  aquello  que  pertt- 
nesze  al  cuerpo.  Cuando  esto  no  me  basta , 
pienso  en  este  modo  :  E  siendo  yo  justifica- 
do por  haber  azeptado  ,  e  creído  el  bando 
del  perdón  jeneral ,  e  siendo  entrado  en  el 
Reino  de  Dios  ,  del  cual  el  primer  hombre 
por  la  Rebellion  fué  echado  ,  vo  recobrando 
los  previlegios  que  perdió  el  primer  hombre 
en  su  Rebellion  ,  debo  yo  dubdar  que  Dios 
sin  mi  solizitud  no  me  pueda  proveer  de  las 
cosas  exteriores ,  pues  que  es  verdad  ,  que 
el  primer  hombre  mientras  estuvo  en  el  Rei- 
no de  Dios  ,  sin  solizitud  fue  proveído  de- 

*     Palla  en  el  MS, 


55 
lias.  E  que  esto  sea  verdad  lo  conosco  de 
aquí ,  que  entre  las  otras  penas  con  las  cua- 
les Dios  castigó  su  Rebellion ,  fue  esta  ,  In 
sudore  vulliis  tai  vesceris  pane  íiio.  De  todas 
estas  consideraziones  colligio ,  que  me  con- 
viene con  el  ánimo  procurar  de  depender  de 
Dios  ,  tanto  en  la  sustentazion  del  cuerpo , 
cuanto  en  la  del  ánimo  :  e  tanto  mas  en  la 
sostcntazion  del  cuerpo  ya  que  he  azeptado 
e  creido  el  bando  del  perdón  jeneral ,  e  soi 
entrado  en  el  Reino  de  Dios  , cuanto  que 
conosco  que  es  verdad  (]ne  con  mayor  di- 
ficultad el  hombre  se  reduze  a  coníiar  en 
esta  cosa  ,  que  en  l;i  otra  :  Después  colli- 
gio ,  que  entonzes  seré  enteramente  ciiida- 
dino  del  Reino  de  Dios,  cuando  dependeré 
totalmente  de  Dios,  siendo  vivo,  e  verdade- 
ro miembro  del  hijo  de  Dios  :  Jesu  Xpo. 
nuestro  Señor. 

23  Como  se  dchrn  giíhevnnr  in.9  personas 
crisliaiías  en  sua  Irifuilnhones  i  (^/lu-honcs  e 
trabajos,  Consideralion  xv. 

f     Porque  la  prudenzia  humana  ,  según 


56 

que  otras  vezes  hemos  dicho  ,  piensa  que  es 
humildad  ,  no  confiar  en  Dios  ,  e  que  es  so- 
berbia confiar  en  él :  es  nezesario  que  la 
persona  cristiana  siempre  esté  con  ella  aler- 
ta de  manera  ,  que  no  la  venda  lo  blanco 
por  lo  negro  ,  ni  el  gato  por  liebre.  Cuando 
una  persona  pia  se  halla  en  algún  gran  tra- 
bajo e  afán  ,  e  es  solizitada  del  demonio  por 
medio  de  la  prudenzia  humana  ,  persua- 
diéndole, que  es  mal  el  creer  que  Dios  le  ha- 
ya de  librar  de  aquel  afán  e  trabajo  en  el 
cual  se  halla  e  que  aquello  que  á  él  le  per- 
tenesze  *  es  solamente  reduzír  su  ánimo  a 
contentar  se  de  aquello  que  Dios  querrá  ha- 
zérdél.  Esta  persuasión  pareszé  pia  e  sáne- 
la :  mas  examinada  con  el  espíritu  cristia- 
no ,  se  conosze  en  ella  no  se  que  de  de- 
sesperation  e  desconfianza ,  la  cual  consiste 
en  la  primer  parte  donde  dize ,  que  es  mal 
confiar  en  Dios  :  e  si  bien  la  segunda  parte 
de  reduzir  el  ánimo  es  buena ,  la  primera  ** 
a  la  gasta.  Ahora  para  que  la  segunda  sea 
buena  el  espíritu  cristiano  faze  buen[a]  a  la 

*    El  MS.  :  pertensze. 
**    Asi  el  MS. 


6f 

primera  persuadiendo  a  toda  persona  pía  , 
cuando  la  vea  en  trabajo  ,  o  afán  ,  que  Dios 
ha  prometido ,  que  terna  cuenta  con  aque- 
llos ,  que  la  tienen  con  él :  e  que  no,  los  de- 
xará  maltratar  de  'las  personas  del  mundo  , 
antes  que  terna  gran  cuidado  dellos ,  e  que 
los  ayudará  e  defenderá.  Tu  tienes  cuenta 
con  Dios ;  pues  tu  también  has  de  tener  por 
zierto  e  por  firme  ,  que  Dios  tiene  cuenta 
con  tigo  ,  e  que  luego  luego  te  sacará  des- 
te  afán  e  trabajo  ,  en  el  cual  te  hallas.  De 
manera  que  el  impío  que  busca  tu  mal ,  no 
terna  causa  de  gozar  de  *  de  tu  mal :  dizién- 
dole  estas  palabras ,  le  reduze  a  la  memo- 
ria todas  las  promesas  ,  que  Dios  haze  en  la 
sánela  Escritura  perteneszientes  a  esto  :  e 
cuando  la  persona  pía  que  está  tributada  es 
capaz  de  esta  verdad ,  e  está  firme  e  cons- 
tante en  es  la  esperanza ,  le  persuade  que  re- 
dusga  su  ánimo  a  contentarse  de  aquello 
que  querrá  hazer  Dios  con  el  en  esta  tribu- 
lazion  :  e  en  tal  caso  esta  conformidad  con 
la  voluntad  de  Dios,  es  pía  e  sancta  ,  por 
que  es  fundada  sobre  la  confianza  ,  que  es 

*    Asi  el  MS. 


58 

fundamento  pió  e  sánelo.  A  eslo  se  opone 
la  prudentia  humana  e  dize :  Habiendo  tu 
visto  que  Dios  *  premite  que  los  suyos  sean 
perseguidos  e  *  aflegidos  e  maltratados  ;  en 
que  puedes  tu  fundar  la  confianza  ,  que  el 
este  para  librarte  de  este  afán  e  trabajo. 
^^  Porque  eres  cristiano.  A  esto  replica  el 
espíritu  cristiano  :  ello  es  verdad  ,  que  Dios 
permite  todo  aquello  en  los  que  son  suyos, 
pero  es  ,  cuando  es  por  causa  del  evanjeh'o, 
por  la  manifestación  de  su  gloria  por  la  ílus- 
trazion  de  su  nombre,  e  no  por  la  malignidad 
6  apetito  de  los  hombres  del  mundo.  Con- 
siente bien  Dios ,  que  sus  santos  sean  mal- 
tratados **  [cuando  son  maltratados  porque 
son  santos] ,  porque  de  aqui  redunda  todo 
aquello  que  habemos  dicho  :  mas  no  lo  con- 
siente ya  cuando  son  maltratados  ,  como 
hombres  por  las  cosas  del  mundo :  porque 
ha  prometido  todo  lo  contrario.  David  se 
gloría  de  no  haber  visto  en  toda  su  vida  a 
ningún  justo  desechado  de   Dios  :  en  esto 

*    Así  el  MS. 

"  La  frase  puesta  [  ]  ,  falta  en  el  MS.  por  des- 
cuido; i  viene  repetida  está  ^sanios  porque  de  aqui 
redunda  todo  aquello  que  auvemos'» 


59 
mesmo  se  pueden  alabar  lodos  los  justos  : 
siendo  ansí  que  aunque  permita  Dios  que 
padescan ,  cuando  padeszen  por  que  son  san- 
tos e  justos ,  no  consiente  que  padescan  por 
las  co5as  ,  las  cuales  indiferentemente  acon- 
teszen  o  avienen  a  los  hombres  en  la  pre- 
sente vida.  De  todo  esto  que  se  ha  dicho, 
se  puede  colligir  que  una  persona  cristiana, 
cuando  es  maltratada  por  su  piedad  ejusti- 
zia ,  gozándose  ,  que  en  ella  e  por  ella  sea 
ilustrada  la  gloria  del  nombre  de  Dios  ;  se 
debe  remetir  toda  e  del  todo  a  Dios  redu- 
ziendo  su  ánimo  'a  contentarse  de  aquello 
que  Dios  ordenará  e  disponía  del  :  e  que 
cuando  es  maltratada  ,  como  persona  del 
mundo  debe  creer  e  tener  por  zierto  ,  que 
Dios  la  sacará  de  aquel  trabajo  e  de  aquel 
afán  con  mucha  satisfazion  e  contento  suyo: 
e  debe  reduzir  su  ánimo  a  contentarse  de 
aquello  que  Dios  hará.  Esta  despiísizion  es 
de  ánimo  verdaderamente  cristiano.  El  cual 
se  halla  solamente  eu  aquellos  ciue  están 
encorporados  en  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


Que  las  promesas  de  Dios  tocan  a  aquellos 
que  le  creen,  Considerazion  xvj. 

%  La  Piedad  cristiana  quiere  ,  que  el 
cristiano  tenga  por  zierto  e  firme ,  que  Dios 
en  la  presente  vida  puede  mantenerlo  con 
su  grazia  ,  e  en  su  gratia ,  e  que  en  la  otra 
vida  le  puede  dar  la  imortalidád  e  gloria: 
la  prudentia  humana  presumiendo  o  pre- 
tendiendo piedad  ,  le  persuade  ,  que  debe 
tener  por  zierto  que  Dios  hará  con  él  esto, 
mas  con  condition  ,  que  él  tenga  fee ,  espe- 
ranza e  caridad ,  que  son  los  dones  de  Dios , 
que  dan  vida  ,  e  ser  al  cristiano  :  e  no  en- 
tiende que  tanto  terna  uno  estos  tres  dones, 
en  cuanto  estará  zierto  e  firme  en  las  dos 
cosas  en  las  cuales  la  piedad  cristiana  quie- 
re que  el  cristiano  se  afirme  e  zertifique  , 
siendo  ansí  que  en  estas  dos  cosas  consiste 
la  fee  e  la  esperanza  e  la  caridad.  De  don- 
de se  collije  bien  que  al  cristiano  se  convie- 
ne ,  zerrar  las  orejas  a  la  prudentia^huma- 
na ,  e  abrirlas  a  las  promesas  del  espíritu 
santo :  e  así  atender  a  zertificarse  e  fundar- 


64 

se  eQ  aquellas  dos  primeras  cosas  entiendo 
que  en  tanto  consiguirá  e  poseerá  los  tres 
dones  cristianos  ,  fee  espe^^  ranza  ,  e  cari- 
dad en  cuanto  estará  zierto  e  firme  ,  que 
Dios  le  puede  mantener  lo  en  la  presente 
vida  con  su  grazia  ,  e  en  su  grazia :  e  que 
en  la  otra  vida  le  puede  dar  ^inmortalidad  e 
gloria  :  Yo  sé  (dirá  el  pió  cristiano)  que  Dios 
no  llama  a  si  ,  sino  a  aquellos  que  primero 
ha  conoszido  e  predestinado  ,  sé  también 
que  aquellos  que  él  llama  los  justifica  e  los 
glorifica  ,  e  soi  zierto  que  me  ha  llamado ,  e 
por  eso  me  zertifico  que  me  auía  conoszido 
e  predestinado  ,  e  que  me  ha  justificado ,  e 
que  me  ha  de  glorificar.  En  esto  está  ,  e  en 
esto  se  confirma  ,  sin  dudar  en  ninguna  ma- 
nera ,  por  que  las  promesas  de  Dios  se  cum- 
plen con  ellos. — Que  esto  sea  verdad  ,  se 
puede  probar  con  muchas  authoridades  de 
la  santa  Escritura :  mas  mejor  será  *  dezir  en 
este  modo,  que  verdad  desta  cosa  no  se  cree 
si  no  se  experimenta  :  e  que  la  experienzia 
pertenesze  solamente  a  aquellos  que  están 
encorporados  en  Jesu  Xpo.  nuestro  Señor. 
Asi  el  MS.  pero  el  ital.  daré. 


e^ 


En  qué  manera  el  hombre  para  ser  verda- 
dero cristiano  ,  se  debe  de  resolver  con  el 
mundo  e  con  sigo  mismo.  Considerazion  xvii. 

f  Todo  el  negozio  crisliano  coiisisle  en 
confiar  ,  creer  ,  e  amar :  porque  todo  esto 
es  piedad  ,  jiistizia  ,  e  santidad :  siendo  ansí 
que  el  hombre  confiando  adquiere  pietad  , 
creyendo  adquiere  justizia  ,  e  amando  san- 
tidad. Para  confiar,  creer, e  amar,  es  nesze- 
sario  saber,  entender  ,  e  conoszer:  saber  en 
que  cosa  se  debe  confiar ,  entender  en  que 
cosa  conviene  creer,  e  conoszer  aquello  que 
se  debe  amar :  a  *  esta  sabiduria  ,  conoszí- 
miento,  e  intelijenzia  el  hombre  es  incapaz  , 
parte  por  la  depravazion  que  le  es  natural  por 
el  pecado  orijinal,  e  parte  por  aquella  (|ue  se 
adquiere  con  malas  costumbres  ,  e  peores 
exerzitios.  listo  entendía  el  Sabio  ,  dizien- 
do  ,  ([ue  no  entra  sabiduría  divina  en  el  áni- 
mo mal  inclinado  ,  ni  mora  en  el  cuerpo 
sujeto  a  los  pecados.  Donde  entiendo,  que 
al  hombre  que   desea  confiar  ,  e   creer  ,  e 

*     Asi  el  MS.  lal  vez  por  eqiiivocazion  D. 


65 

amar  ,  para  adquerir  piedad  e  justizia  e 
santidad ,  pertenesze  atender  a  saber  ,  co- 
noszer  e  entender  *  despojando  el  ánimo 
de  toda  mala  inclination  ,  e  alexando  el 
cuerpo  de  todos  malos  exerzitios  ,  e  de  to- 
das malas  costumbres  :  Allende  desto  en- 
tiendo ,  que  para  despojar  **  el  animo 
de  toda  mala  inclina/ion  ,  conviene  que 
el  hombre  ,  animosamente  ,  e  jenerosamen- 
te ,  se  resuelva  con  el  mundo  ,  volviendo  las 
espaldas  a  lodos  sus  honores  ,  a  toda  su 
gloria  e  a  toda  su  estimazion  ,  no  preten- 
diéndola ,  ni  procurándola  ^^  ni  queriéndola 
en  ninguna  cosa  por  alguna  manera  ponien- 
do fin  toda  suerte  de  ambizion  i  de  propria 
estimazion.  Ademas  deslo  entiendo,  que  para 
alejar  el  cuerpo  de  todo  mal  ejerzitio  ,  e 
de  toda  mala  costumbre  ,  conviene  que  el 
hombre  valerosamente  se  resuelva  con  siso 
mesmo,  renunziando  con  efecto  todas  aque- 
llas cosas  de  las  cuales  ***  le  viene  o  le  pue- 
de venir  alguna  satisfazion  ,  o  algún  con- 
tento corporal ,  poniendo  fin  a  lodo ,  alexan- 

*     El  MS.  •  deuojando. 
"    Eü  el  MS,  aespor. 
***    En  el  MS,  se  viene  o  se  puede. 


64 

do  se  de  ello  ,  e  abominándolo  :  porque  ha- 
ziendo  lo  desla  manera  puriücará  el  animo 
e  el  cuerpo  e  se  hará  hábil ,  dando  le  Dios 
sabiduría  ,  entendimiento  e  conoszimiento , 
que  pueda  caber  en  él ,  e  así  verná  a  con- 
seguir confianza  ,  fee ,  e  amor  ,  e  será  pió  , 
e justo  e  sanctOj'epor  el  consiguiente  será 
verdadero  cristiano.  A  esta  residuzión  en- 
tiendo que  co/it;ida  a  cada  uno  Jesu  Xpo.  n. 
Sr.  diziendo  ;  qui  vull  venir e  posl  me  &c.  :  e 
entiendo  que  entonzes  toma  el  hombre  sobre 
sí  su  cruz  ,  cuando  voluntariamente  sufre  el 
martirio  con  el  cual  los  hombres  del  mundo 
le  quieren  martirizar ,  agora  sea  del  cuerpo, 
agora  sea  del  anima.  Aquel  del  cuerpo  su- 
frían los  verdaderos  cristianos  en  la  primi- 
tiva eglesia  ,  cuando  aquellos  que  eran  ma- 
nifiestos enemigos  de  Dios ,  e  Cristo ,  les  qui- 
taban la  vida  porque  creían  en  Xpo.  Aquel 
del  ánimo  han  sufrido  ,  e  de  mano  en  mano 
sufren  los  verdaderos  cristianos  ,  que  han 
seguido  las  pisadas  da  los  antiguos  ,  cuando 
aquellos  que  son  ocultos  enemigos  de  Dios 
c'de  Xpo.  los  desprezian  ,  los  tienen  por 
viles  ,  e  apocados  ,  les  privan  de  la  honrra 


65 

[e]  *  de  la  fama :  esto  entiendo  que  es  el 
mas  cruel ,  e  el  mas  terrible',  e  el  mas  insw- 
portable  martirio  de  todos  :  e  el  hombre 
que  está  firme  e  constante  a  semejante  mar- 
tirio ,  se  puede  tener  por  verdadero  mártir 
de  Xpo.  Además  desto  entiendo  ,  que  a  la 
resüluzion  que  debe  hazer  el  hombre  con  el 
mundo  ,  e  con  sigo  mismo  ,  e  al  martirio 
al  cual  se  debe  de  ofreszer  ,  anadió  Xpo. 
et  sequalur  inc:  Entiendo  que  no  adquiere 
el  hombre  la  piedad  ,  la  justizia  ,  la  santi- 
dad ,  por  la  resuluzion  ,  ni  por  el  martirio, 
mas  por  la  imitazion  de  Xpo.  en  cuanto  ^7 
imitando  a  Cristo  ,  va  recobrando  en  el  áni- 
mo la  imajen  ,  e  semejanza  de  Dios  con  la 
cual  el  primer  hombre  fué  criado  ,  preten- 
diendo recobrar  la  también  en  el  cuerpo  en 
la  resurection  de  los  justos  ,  donde  adqueri- 
da la  impasibilidad  e  la  inmortalidad  per- 
petuaraante  gozarán  los  cristianos  con  Jesu 
Xpo.  n.  Señor. 

*    Falta  en  el  M.S. 


M 


En  qué  cosa  se  debe  ocupar  la  persona  que 
pretende  [e]  *  desea  entrar ,  e  perseverar  en 
el  Reino  de  Dios :  e  qué  cosa  pone  el  hombre 
de  suyo.  Consideration  xviii. 

f  Entendiendo  aquello  que  dize  Jesu 
Xpo.  n.  Sr.,  que  ninguno  puede  venir  a  él, 
si  el  su  eterno  Padre  no  lo  atrae  ,  e  enten- 
diendo **  que  san  Pedro  dize :  Non  omnium 
est  fides  ,  e  que  la  fée  es  don  de  Dios ,  en- 
tiendo ni  mas  ni  menos  ,  que  no  es  en  po- 
der del  hombre  el  creer ,  el  amar ,  el  conOar, 
ni  es  en  el  poder  del  hombre  el  conoszer  a 
Dios,  ni  el  conoszerse  a  sí  mismo¡,  aborreszer 
al  ***  mundo  e  a  sí  mismo  :  siendo  asi  que 
todo  esto  es  menester  que  le  venga  por  par- 
ticular e  espezial  favor  de  Dios :  de  manera 
que  según  que  paresze  por  esto  :  no  es  en  el 
poder  del  hombre  el  formarse  en  lo  enterior 
pió  ,  justo  ,  santo ,  habiéndole  todo  esto  de 
venir    de  Dios.    De    la  otra  parte  entien- 


Falta  én  el  M.S: 

El  M.S.  :  e  entiendo. 

El  MS.  :  a. 


6^7 

do*  muchas  exhortaziones  e  anioneslaziones 
de  las  cuales  está  llena  la  santa  Escritura  , 
por  las  cuales  todos  los  hombres  jeneral- 
mente  son  exhortados  e  instruidos  a  la  pie- 
dad ,  a  la  justizia  ,  a  la  santidad.  Entiendo 
que  conviene  a  todo  hombre  pretender  ,  de- 
sear ,  e  procurar  pie/ád ,  justizia  ,  e  santi- 
dad. En**  pero  demandando  lo  a  Dios ,  pre- 
tendiéndole de  haber  lo  todo  del ,  e  por  el, 
e  entiendo  que  al  hombre  cristiano  ,  que  se 
ocupa  en  desear  e  demandar  esto  ,  convie- 
ne exerzilarse  con  todo  estudio  e  dilijenzia 
en  aquellas  cosas  que  le  tocan  a  él  ,  e  que 
paresze  que  están  en  su  poder  ,  qu'  es  ,  *** 
en  refrenar  los  afectos  e  apetitos ,  a  lo  me- 
nos en  aquellas  cosas  exteriores ,  en  las  cua- 
les se  puede  refrenar ,  como  sería  a  no  veer 
aquello  que  te  da  satisfazion  a  los  ojos  ,  o 
a  no  oír  aquello  que  deleita  a  las  orejas  :  e 
así  en  todos  los  otros  sentimientos  exterio-  -^ 
res  en  los  cuales  el  hombre  cristiano  se 
puede  venzér  ,  apartando  el  cuerpo  ,  cuan- 

Asi  el  MS.  con  arreglo  al  ilal. 
Asi  el  MS.  por  Empero  que  ahora  ponemos. 
***     ElMS.:7Me5. 


68 

do  no  podra  apartar  el  ánimo.  Mas  sobre  to- 
do e  prinzi pálmente  el  hombre  cristiano 
debe  atender  a  no  contentar  a  los  hombres 
del  mundo  ,  no  andar ,  ni  hablar  a  sus  pa- 
ladares ,  acordándose  siempre  de  aquel  di- 
cho de  san  Pablo  ,  si  hominibus  placiiero  etc. 
en  la  cual  cosa  se  debe  observar  esta  Re- 
gla. Si  seras  solizitado  a  complazer  a  los 
hombres  en  cosa  'contra  la  piedad  ,  no  les 
complazerás  en  ninguna  manera.  Si  en  cosa 
conforme  a  la  piedad  ,  siempre :  i  si  en  co- 
sa indiferente  ,  le  complazerás  en  aquellas 
en  las  cuales  ellos  *  se  de  *  descomplazen  a 
sí  mismos  :  e  no  les  complazerás  en  aque- 
llas en  las  cuales  ellos  hallan  propria  satis- 
fazión,  de  manera,  que  entonzes  se  reduzirá 
el  hombre  a  no  aplazér  a  los  hombres  cuan- 
do querrán  del  cosa  contraria  a  la  piedad  ,e 
cuando  ellos  rezibirán  en  aquella  cosa  pro- 
pria sátisfazión:  E  en  este  modo  no  rehusará 
de  satisfazer  les  ,  por  no  satisfazerles  ,  mas 
por  no  ofender  ,  la  piedad  e  por  no  dar  a  su 


*    Así  el  MS.  El  de  pareze  superfluo.   Véanse 
as  Advertencias  previas. 


69 

ánimo  pasto'  de  propria  salisfazióii.  A  esto 
se  rediizirá  el  hombre  fazilmente  encomen- 
dándose a  Dios  ,  e  viviendo  siempre  sobre 
sí ,  ímajinándose  ,  que  vive  entre  enemigos 
mas  que  mortales  entre  los  cuales  le  con- 
viene siempre  vivir  alerta;  para  que  en  nin- 
guna cosa  caya  por  inadvertenzia  :  e  ejerzi- 
tandose ,  e  ocupando  se  en  esto ,  no  preten- 
derá adquerir  por  ello  piedad  e  juslizia  ,  e 
sanctidad,  mas  pretenderá  solamente  de  te- 
ner bien  despierto  su  ánimo  e  bien  modera- 
das sus  costumbres ,  a  fin  ,  que  cuando  plu- 
giere  *  a  Dios  de  darle  la  piedad  la  justizia 
la  sanctidad  ,  caigan  en  su  ánimo  tan  felize 
e  prósperamente  ,  como  cae  el  agua  en  la 
buena  tierra  ,  cuando  ha  sido  arada  ,  e  pur- 
gada de  las  espinas  e  de  las  piedras  ,  tenien- 
do por  zierto,  que  así  como  no  obliga  a  Dios 
el  labrador  cuando  limpia  la  tierra  de  las  es- 
pinas e  de  las  piedras ,  que  él  le  envíe  sobre 
ella  su  agua  e  su  sol  ,  así  el  hombre  no 
obliga  a  Dios  ,  purgando  e  limpiando  los 
apetitos  de  su  cuerpo  ,  e  los  afectos  de  su 
ánimo  que  le  envié  el  espíritu  sancto.   Em- 

*    Asi  en  el  MS. 


70 

pero  así  como  el  sol  e  la  lluvia  fazeii  mas 
provecho  en  la  tierra  que  halla  *  arada  e 
purgada  de  las  espinas  e  de  las  piedras ;  asi 
también  el  espiritu  sancto  haze  mas  prove- 
cho en  el  ánimo  que  halla  ^^  libre  e  purga- 
do de  fos  afectos  e  apetitos.  En  esta  manera 
entendiendo  el  hombre  cristiano  aquello  que 
le  toca  a  él  e  ejerzitándose  en  ello ,  e  en- 
tendiendo aquello  que  debe  esperar  de  Dios  , 
e  deseándolo ,  en  breve  espazio  de  tiempo  se 
hallará  mui  conforme  a  la  Imajen  de  Dios 
e  a  aquella  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Que  la  vida  cristiana  consiste  en  esto  ,  que 
el  hombre  se  estime  muerto  al  mundo  e  pre- 
tenda vivir  a  Dios.  Considerazion  xix, 

%  Era  en  los  ojos  del  mundo  el  nombre 
cristiano  en  su  prinzipio  tan  vil  ,  e  tan 
despreziado  ,  deshonrado  et  abyecto  ,  que 
no  lo  [azeptaban  sino  aquellos  ,  los  cuales 
siendo  llamados  de  Dios  :  e  habiendo  pues- 
to fin  a  la  ambizion ,  *  a  la  gloria  ,  e  a  la  re- 

*    Así  en  el  MS. 
"*    El  MS.  anbition 


71 

putazion  del  mundo  ,  se  estimaban  e  jua- 
gaban del  todo  muertos  al  mundo ,  e  toma- 
ban este  nombre  de  cristiano  propriamente 
cuando  venían  al  baptismo  ,  de  *  manera  , 
que  primero  era  el  ser  llamado  de  Dios  ,  e  el 
estimarse  e  juzgarse  como  muertos  al  mun- 
do ,  e  después  venir  al  baptismo  ,  en  el  cual 
se  tomaba  el  nombre  cristiano  ,  por  que  los 
baptizados  bien  que  primero  fueron  llama- 
dos santos  después  fueron  llamados  cristia- 
nos ,  en  cuanto  electos  de  Dios ,  azeptabán 
la  justizia  de  Dios  esecutada  en  Xpo.  E  sien- 
do baptizados  eran  muertos  e  sepultados 
cuanto  al  mundo  ,  e  eran  resuzitados ,  e  vi- 
vian  cuanto  a  Dios  faziendo  profesión  de 
imitar  a  Cristo  ,  el  cual  ignominiosamente 
murió  al  naundo  ,  e  gloriosamente  vive  a 
Dios.  Esto  entendió  San  Pablo  donde  dize  , 
que  los  cristianos  son  muertos  e  sepultados 
en  el  baptismo  con  Cristo  en  la  muerte  del : 
para  que  así  como  Cristo  fué  muerto  e  sepul- 
tado e  vive  ,  así  también  nosotros  siendo 
muertos  e  sepultados  vivamos.  Somos  noso- 
tros cristianos  muertos  e  sepultados  tan  bien 
*    El.MS. :  del  manera. 


72 

cuanto  al  ser  muertos  en  la  cruz  con  Cristo, 
como  cuanto  a  la  opinión  que  el  mundo 
tiene  de  nos  otros  ,  e  cuanto  a  aquella  que 
nos  tenemos  del ,  e  somos  resuszitados  e 
vivimos  tan  bien  cuanto  al  ser  resuszitados 
con  Cristo  ,  como  cuanto  a  la  opinión  que 
Dios  tiene  de  nos  dando  nos  su  espiritu 
sancto  e  a  aquella  ^^  que  nos  otros  tenemos 
dél ,  procurando  de  hazer  nos  mui  semejan- 
tes a  la  Imajen  de  su  unijénito  hijo  Jesu 
Xpo.  nuestro  Señor.  Después  que  el  nom- 
bre cristiano  comenzó  a  ser  honroso  e  glo- 
rioso en  los  ojos  del  mundo  ,  siendo  dél 
honrados  los  Reyes  e  los  Emperadores  ,  e 
después  que  el  baplismo  se  dá  e  comunica 
a  aquellos,  que  no  estfin  en  aquella  prime- 
ra deliberation  de  juzgarse  muertos  al  mun- 
do ,  bien  que  en  el  baptismo  se  tome  el 
nombre  Xpiano  ,  e  que  el  hombre  en  el 
baptismo  prometa  e  haga  profesión  de  imi- 
tar a  Cristo  en  cuanto  murió  al  mundo  ,  e 
vive  a  Dios:  porque  en  los  ojos  del  mundo, 
aunque  sea  cosa  honrrada  el  tomar  el  nom- 
bre de  Xpiano  ,  e  hazer  la  profesión  cris- 
tiana ,  es  deshonor  cumplir  aquello  que  se 


73 
promete  ,  e  guardar  la  profesión ,  conten- 
tándose comunmente  los  hombres  con  el  to- 
mar de  *  Cristo  aquella  parte  ,  que. ya  es 
honrosa  ,  que  es  el  nombre  e  la  profesión , 
non  curan  de  tomar  aquello  que  es  ignomi- 
nioso y**  que  es  el  morir  al  mundo  :  ni  aque- 
llo que  el  mundo  no  vee  ni  entiende  ,  que 
es  el  vivir  a  Dios :  e  por  eso  no  toca  a  ellos 
aquello  que  dize  san  Pablo,  porque  no  son 
muertos  con  Cristo, no  son  resuszitados  con 
Cristo  ,  siendo  así  que  no  resuszitará  sino 
aquél  que  muere.  Considero  que  al  cristia- 
no pertenesze  satisfaziendo  al  nombre]  que 
tiene  ,  e  guardando  la  profesión  que  ha  he- 
cho en  el  baptismo ,  reduzirse  a  aquella  de- 
liberazion  ,  a  la  cual  antes  que  viniese***  al 
baptismo  ,  se  reduzian  los  hombres  en  el 
prinzipio  de  la  manifestazion  del  Evanjelio, 
resolviéndose  en  este  modo.  Yo  soi  muerto, 
e  soi  sepultado  cuanto  al  mundo  :  porque 
cuando  me  baptizaron  ,  me  mataron  e  sepul- 
taron: yo  soi   resuszitado  ,  e  vivo  cuanto  a 

*    El  MS.  :  el  Cristo. 
•*     El  MS.  :  ymaginjoso  :  por  yerro. 
***     Asi  el  MS. 


74 

Dios  ,  porque  cuando  murió  Cristo  fué  se- 
pultado en  el  baptismo  con  Cristo  en  su 
rauerte  ,  comienzo  a  resuszitar  e  a  vivir 
con  Cristo  en  su  resurection  e  en  su  vida. 
Matando  Dios  en  la  Cruz ,  la  carne  de  Cristo 
mató  la  mia ,  e  resuzitando  Dios  a  Cristo  , 
me  resuzitó  a  mí.  Siendo  ,  pues,  verdad  es- 
to ,  que  yo  soi  muerto  e  sepultado  ,  con- 
viene que  en  mí  no  liaya  mayor  viveza  de 
afectos  e  de  apetitos  ,  que  en  un  hombre,  el 
cual  veramente  e  con  efecto  sea  muerto  e 
sepultado.  E  siendo  ni  mas  ni  menos  ver- 
dad que  yo  soi  resuszitado  e  vivo  ,  es  me- 
nester que  en  mi  vivan  todos  aquellos  afec- 
tos e  conzeptos  ,  que  están  en  un  hombre 
el  cual  verdaderamente  e  con  efecto  está  re- 
suszitado e  que  viva  con  esta  deliberation  e 
resuluzion  ,  vivirá  sobre  de  sí  ^'  e  vijilante , 
de  tal  manera  ,  que  cuando  conoszerá  en  sí 
algún  afecto  ,  o  algún  apetito ,  que  sea  de 
hombre  vivo  al  mundo  ,  luego  luego  traba- 
jará ,  de  matarlo ,  dizíendo ,  esto  no  loca ,  ni 
me  pertenesze  a  mí ,  que  soi  muerto  al  mun- 
do ,  e  cuando  se  sentirá  sollizitada  de  al- 
guna cosa,  que  sea  de  honor ,  o  de  estima- 


75 

ziou  mundana ,  o  cuando  se  resintirá  por 
que  le  viene  a  menudo  lo  uno  e  lo  otro ,  re- 
remediará  súbito  al  mal  diziendo  ,  Yo  sé 
que  no  vivo  al  mundo  ,  porqué  debo  pues 
pretender  o  estimar  aquello ,  que  estima  el 
mundo :  e  si  yo  vivo  a  Dios,  no  debo  pretender 
ni  estimar  sino  aquello ,  que  pretende  e  es- 
tima Dios  ,  que  es ,  que  yo  me  estime  muer- 
to e  sepultado  cuanto  al  mundo,  e  me  estime 
resuszitado  e  vivo  cuanto  a  Dios :  de  manera 
que  siendo  yo  ¡muerto  e  sepultado  al  mun- 
do, no  debo  pretender  cosa  del  mundo,  ni 
me  debo  résentír  ,  ni  doler ,  cuando  soi  pri- 
vado deltas  ,  e  siendo  reszusitado  a  Dios  ,  e 
viviendo  a  Dios  debo  pretender  cosas  de  Dios, 
6  doler  me ,  e  resintirme  cuando  seré  priva- 
do deltas.  E  las  cosas  de  Dios ,  que  debe  pre- 
tender el  cristiano  ,  ¡son  el  espíritu  Santo 
que  le  rija  e  gobierne ,  e  que  le  mantenga 
en  la  posesión  del  reino  de  Dios  en  la  pre- 
sente vida  ,  como  se  puede  ,  e  en  la  vida 
eterna  como  se  debe  ;  e  esto  con  Jesu  Xpo. 
nuestro  Señor.* 

*    El  MS.  aquí  :  sénior. 


76 


Que  en  la  enfermedad  ,  convaleszenzia ,  e 
sanidad  del  animo  ,  se  deben  gobernar  los 
hombres  como  en  aquella  del  cuerpo.  Consi- 
derazion  xx 

f  En  la  enfermedad ,  en  la  convaleszen- 
tia  e  en  la  sanidad  del  ánimo  ,  entiendo 
que  se  deben  gobernar  los  hombres  que  es- 
tán en  el  Reino  de  Dios ,  como  se  gobiernan 
los  hombres  discretos  en  la  enfermedad  , 
convaleszentia  e  sanidad  del  cuerpo.  Quie- 
ro dezir ,  que  así  como  el  discreto  enfermo 
del  cuerpo  ,  busca  discreto  e  esperimenta- 
do  médico  ,  el  cual  aplicándole  las  medizi- 
nas  convenientes ,  e  dándole  buen  rejimien- 
to  lo  sana :  asi  aquél  que  se  hallaba  enfer- 
mo del  ánimo  ,  debe  buscar  médico  o  mé- 
dicos spirituales  e  sperimentados  que  lo  me- 
tan en  el  camino  del  conoszimiento  de  Dios , 
e  de  Cristo  ;  para  que  hecho  miembro  de 
Cristo  ,  se  resane  de  la  enfermedad  del  áni- 
ma :  de  la  cual  entiendo  ,  que  sanan  todos 
aquellos,  los  cuales  siendo  llamados  de  Dios, 
creen  en  Cristo ,  quedando  todos  los  otros 


n 

en  su  enfermedad.  Además  desto  quiero  de- 
zir  ,  que  así  como  el  discreto  convaleszien- 
te  de  la  enfermedad  corporal  vive  siempre 
mui  atento  ,  e  mui  sobre  de  sí  en  todas  las 
cosas  ,  advertiendo  de  no  comer  cosa  que 
le  haga  recaer  ,  ni  de  hazer  ^-  algún  otro 
exzesso  que  le  puede  hazer  caer  en  el  mes- 
mo  inconveniente  :  así  aquel ,  que  se  halla 
con  alguna  sanidad  de  ánima  ,  mientras  es- 
tá en  la  convaleszentia  debe  vivir  mui  aten- 
to a  sí  mismo,  e  mui  sobre  de  sí  en^  todas 
las  cosas  ,  teniendo  miramiento  de  no  em- 
pacharse ni  ocuparse  en  'ninguna  de  aque- 
llas cosas  que  le  puedan  hazer  recaer  o  per- 
der alguna  parte  de  la  sanidad  que  ha  ad- 
querído  estando  en  las  conversaziones,  e 
en  las  otras  cosas  del  mundo:  estando  bien 
atento  e  vijilante  de  no  tomar  del  cosa  algu- 
na ,  que  le  haga  daño  ,  como  está  el  conva- 
lesziente  en  los  banquetes  e  en  las  otras 
partes;  donde  teme  de  errar  en  co^a  que  le 
pueda  gastar  la  sanidad  corporal  ,  finjien- 
do ,  que  come ,  e  no  comiendo ,  entretenién- 
dose de  manera  ,  que  no  gaste  su  sanidad , 
ni  ofenda  a  aquellos  que  le  miran.  Ademas 


78 

quiero  dezir ,  que  asi  como  aquél  que  ha- 
biendo estado  enfermo ,  e  habiendo  estado 
convalesziente  ,  bien  que  se  halle  sano  , 
siendo  discreto  ,  no  se  deja  desniandár  a 
comer  cosa  contraria  para  el  cuerpo  ,  ni 
haze  *  exerzitios  dañosos  aunque  no  viva 
con  aquella  atenzion  ,  ni  con  tanto  cuidado 
como  vivía  en  la  convaleszentia  ,  temiendo 
no  retornar  a  la  enfermedad  de  la  cual  es- 
tá sano :  así  ,  ni  mas  ni  menos  ,  aquel  que 
se  halla  sano ,  de  la  enfermedad  del  ánimo  , 
sintiéndose  mui  mortificado  ,  e  mui  vivifica- 
do ,  no  debe  vivir  mui  **  resguardadamente, 
ni  desviarse  de  las  pláticas  ni  de  las  con- 
versaziones  de  los  hombres  dejando  de  tra- 
tar las  cosas  exteriores  deste  mundo ,  te- 
miendo de  no  tornar  a  la  enfermedad  pasa- 
da por  la  depravazion  del  ánimo  conside- 
rando que  así  son  peores  las  recaídas  en  la 
enfermedad  del  ánimo,  como  las  recaídas 
en  la  enfermedad  del  cuerpo  ,  bien  que  des- 
le  caer  guarda  Dios  siempre  por  sí  mismo 

*     El  MS.  haza  :  pareze  equivocazion. 
**    Asi  el  MS.  Pero  ,  como  el  orijidal  ital*  dize 
irascur atañiente  :  debió  el  Irad.  poner  otra  voz. 


n 

a  aquellos  que  han  adquerido  la  sanidad  por 
la  Rejeneratión  e  renovazion  que  haze  el 
Espíritu  santo  en  aquellos  que  están  encor- 
p orados  en  Jesu  Xpo.  nuestro  Señor. 

Diferenlia  de  Pecados  e  de  pecadores:  obli- 
gation  de  piedad  :  [señales  de  piedad]  *  e  de 
impiedad.  Considerazion  xxi. 

f  Todos  los  hombres  que  pecan ,  o  pe- 
can contra  sí  mismos ,  o  contra  sus  próxi- 
mos ,  o  contra  Cristo  ,  o  contra  Dios.  Pe- 
can contra  sí  mismos  ,  ensuziando  sus  cuer- 
pos con  vizios  carnales  ,  e  con  borrachez , 
depravando  sus  ánimos  ,  con  ambition  ,  con 
envidia  ,e  con  ira :  porque  mientras  se  ejer- 
zita  en  estas  cosas  ,  allende  a  la  deprava- 
tion  natural  con  la  cual  ^^  naszen  añaden 
corrompimiento  en  sus  costumbres.  Pecan 
contra  de  sus  prójimos  ,  faziendoles  mal  e 
daño  en  la  persona  ,  en  la  hazienda  ,  en  el 
honor  ,  e  en  la  fama  ,  e  dando  les  mal  ejem- 
plo e  mala  doctrina.  Pecan  contra  Cristo , 
justificándose  con  las  proprias  obras  :  por- 

*    Ed  el  Mí>.  falta  lo  puesto  entre  []. 


eo 

que  en  esto  muestran ,  que  no  dan  crédito 
a  Cristo  ,  en  el  pacto  de  la  justificazión ,  el 
cual  pacto ,  derramando  su  sangre ,  puso  en- 
tre Dios  e  los  hombres  :  mostrando  que  no 
to  tienen  por  firme  e  que  no  se  fian  del.  Pecan 
contra  Dios  ,  cuando  se  resienten  ,  e  se  en- 
tristeszen  de  aquello  que  Dios  haze  ,  porque 
en  el  dolerse ,  e  resentirse  ,  e  entristezerse 
muestran  no  contentarse  dello  :  e  el  no  con- 
tentarse ,  prozede  del  no  juzgarlo  por  bue- 
no, e  el  no  juzgarlo  por  bueno  prozede  de 
no  tener  buena  opinión  de  Dios  :  por  el 
mesmo  caso  tiene  en  odio  a  Dios.  Aquellos 
que  pecan  contra  sí  mismos  pecan  contra 
la  dignidad  del  hombre.  Aquellos  que  con- 
tra sus  prójimos ,  contra  la  charidad.  Aque- 
llos que  contra  Cristo,  contraía  fee.  Aque- 
llos que  contra  Dios  ,  contra  la  piedad  natu- 
ral. Aquellos  que  pecan  contra  si  mismos, 
pecan  también  contra  sus  prójimos  ,  en 
cuanto  con  sus  pecados  les  dan  mal  ejemplo 
e  contra  Cristo,  en  cuanto  con  sus  pecados 
dan  mal  nombre  a  la  piedad  cristiana  :  pecan 
contra  Dios  en  cuanto  se  persuaden  ,  o  por 
la  lei  ,  o  por  sus  proprias  opiniones  ,  que  en 


81 
aquello  que  hazeu  ofenden  a  Uios.  Aquellos 
que  pecan  contra  sus  prójimos ,  pecan  con- 
tra sí  misinos  ,  aumentando  su  propria  de- 
pravazión  e  corruptión.  Pecan  contra  Cristo 
privándose  de  la  caridad  ,  que  es  el  contra- 
seño de  la  piedad  cristiana  :  e  pecan  contra 
Dios  ,  persuadiéndose  ,  o  por  la  lei ,  o  por 
su  propria  opinión  ,  que  en  aquello  que  ha- 
zen  ofenden  a  Dios.  Aquellos  que  pecan 
contra  Cristo  ,  pecan  contra  sí  mismos  pri- 
vándose de  la  justi(izazión ,  e  por  el  consi- 
guiente del  reino  de  Dios  :  pecan  contra  sus 
prójimos  dándoles  ejemplo  de  incredulidad: 
e  pecan  contra  Dios  ,  porque  ofendiendo  al 
hijo,  ofenden  al  Padre:  e  ofendiendo  al  en- 
viado [a]  *  a(|uc'l  que  le  envió.  Aquellos  que 
pecan  contra  Dios  ,  pecan  contra  sí  mis- 
mos ,  privando  se  de  la  piedad  :  contra 
sns  prójimos  dando  mal  ejemplo  :  contra 
Cristo  ,  por  el  mesmo  respecto  ,  que  hazen 
aquellos  que  pecan  contra  Cristo  :  pecan 
contra  Dios ,  por  la  unión  que  hai  entre  Cris- 
to e  Dios.  De  aquí  colligio**,  que   el  hom- 

*     Falta  en  el  M.S: 

**     Así  ,  el  iMS.  por  colijo. 


82 

bre  debe  a  sí  mismo  puridad  e  limpieza  ,1a 
cual  se  adquiere  con  la  mortiíicazion  de  los 
afectos  e  de  los  apetitos ,  que  son  según  el 
viejo  Adam  :  Debe  a  sus  prójimos  amor  e 
caridad,  con  buen  ejemplo  e  buena  doctri- 
na :  a  Cristo  fee,  e  a  Dios  piedad.  E  en- 
tiendo que  ^*  así  como  a  la  fee  está  anexa 
también  la  zierta  speranza  de  la  resurection 
e  vida  eterna  ,  así  a  la  piedad  está  anexa 
la  adorazion  en  spíritu  e  verdad.  Además 
desto  co//igio  *,  que  el  vivir  lizenzíoso  evi- 
zioso  ,  es  indizio  de  depravation  e  corrup- 
tion.  El  vivir  nozivo  al  prójimo  ,  es  indizio 
de  malignidad  e  iniquidad.  El  vivir  supers- 
tizioso  e  zeremonioso ,  es  indizio  de  incre- 
dulidad e  desconfianza.  E  el  vivir  mal  con- 
tento por  aquello  que  Dios  liaze  ,  es  indizio 
de  impiedad  :  asi  como  por  el  contrario,  el 
vivir  casto  ,  puro ,  e  modesto  ,  es  indizio 
de  mortificazion.  El  vivir  sin  perjuizio  de 
nadie, es  indizio  de  bondad  e  caridad.  El  vi- 
vir con  paz  en  la  conzíenzia ,  es  indizio  de 
fidelidad  e  confianza.  El  vivir  contento  de 
todo  lo  que  Dios  haze  ,  es  indizio  de  piedad 

*    Asi  ,  el  MS.  por  colijo. 


85 

e  santidad.  De  dónde  entiendo ,  que  así  co- 
mo solamente  por  don  de  Dios  se  adquiere 
morlificazion  ,  e  se  adquiere  caridad :  e  en- 
tiendo que  la  fee  ,  e  la  confianza  ,  e  la  pie- 
dad ,  e  la  santidad  ,  la  morlificazion  e  la  ca- 
ridad son  conservadas  e  acrecentadas  en  el 
hombre  por  el  espíritu  de  Dios,  el  cual  se  ad- 
quiere por  Jesu  Xpo.  nuestro  Señor.  Aña- 
diré esto ,  que  en  aquello  que  los  hombres 
pecan  contra  sí  mismos  e  contra  el  próji- 
mo ,  si  pecan  por  flaqueza  e  enfermedad  , 
luego  que  han  pecado  se  duelen  o  se  arre- 
pienten. Considerando  pA  ofensa  de  Dios  ,  el 
daño  del  prójimo  ,  e  el  suyo  proprio ,  e  qne 
que  en  aquello  que  los  hombres  pecan,  con- 
tra Cristo  e  contra  Dios  ,  si  pecan  por  fla- 
queza ,  e  enfermedad  ,  hazen  lo  mesmo  , 
considerando  la  ofensa  de  Cristo  e  de  Dios , 
el  mal  ejemplo  del  prójimo  e  su  proprio 
daño.  Et  además  ,que  así  como  aquellos  que 
pecan  en  vizios  carnales  hallan  satisfazion 
en  sus  pecados  cuándo  pecan  por  bellaque- 
ría: así  tambicü  aquellos  que  pecan  contra 
Cristo  en  la  justificazion  exterior ,  e  contra 
Dios  ,  doliéndose  de  aquello  que  Dios  haze, 


hallan  satisfazión  en  sus  obras ,  e  en  sus  sen- 
timientos ,  cuando  pecan  por  incredulidad  e 
por  impiedad.  E  con  este  contraseño  podrá 
una  persona  saper  *  cuando  peca  por  flaque- 
za 6  enfermedad  ,  e  cuando  por  bellaquería 
e  incredulidad  ,  proponiéndose  sobre  todo 
ante  los  ojos  la  luz  del  espíritu  que  se  ad- 
quiere por  Jesu  Xpo.  nuestro  Señor. 

Por  qué  causa  dá  Dios  im  hijo  a  una  per- 
sona pia  e  se  le  quila  luego,  Considerazion 
xxii. 

f  Examinando  entre  mí  mismo ,  que  cosa 
pretende  Dios  cuando  da  un  hijo  a  una  per- 
sona pía,  e  de  allí  a  pocos  dias  se  lo  quita: 
pienso  ,  que  pretenda  aquello  que  preten- 
demos nosotros  ,  cuando  damos  a  un  mu- 
chacho un  juguete  ,  e  viéndolo  muí  con-  ^^ 
tentó  del ,  e  queriendo  híizer  la  expíríenzia 
de  su  ánimo,  e  de  sucondition,  e  inclina- 
tion  ,  se  lo  quitamos.  E  entiendo,  que  asi 
como  hazemos  buen  concepto  de  aquél  mu- 

Asi  el  31S. ,  por  el  sapere  del  orij.  ilal.  sin  du- 
da po  r  descuido  ,  o  inadvertenzia  ,  en  vez  de  saber. 


85 
chacho,  que  con  la  misma  alegría  deja  el 
juguele  ciiáiulo  se  leifpiilamos  ,  que  lo  lomó, 
cuando  se  lo  dimos  ,  e  hazemos  mal  con- 
zepto  cuando  se  contrista  ,  e  se  duele  ,  e 
llora  ,  e  entonzes  le  damos  bofetadas  por 
ello  :  asi  Dios  queriendo  hazer  prueba  de  la 
persona  pía,  e  de  su  mortificazion  le  da  un 
hijo ,  e  cuando  lo  vee  alegre  ,  se  lo  quita  : 
e  si  la  dicha  persona  deja  el  hijo  cuando 
Dios  se  le  quita  ,  con  la  misma  alegría  ,  que 
lo  azeptó  cuando  se  le  dio,  da  buen  indi- 
zio  de  su  piedad  e  santidad  :  e  si  se  entris- 
teze  ,  se  duele  e  llora  * ,  da  triste  indizio  de 
su  piedad  ,  e  peor  de  su  mortificazión :  e  a 
las  vezes  acontesze ,  que  Dios  lo  castiga  por 
esto  mas  ásperamente  en  aquello  que  mas 
le  duele.  Una  diferenzia  hai  que  nosotros 
dando  el  juguete  al  muchacho  e  quitándose 
lo  pretendemos  de  probarlo  e  conoszerlo ,  e 
Dios  dando  el  hijo  a  la  persona  pía  e  qui- 
tándose lo  pretende  que  dicha  persona  co- 
nosca  a  sí  misma  ,  que  entienda  como  está 

*  En  el  MS.  tlize  se  entristesze  ,  se  duele  e  llo- 
ra e  .se  duele  ;  que  es  indudable  inadvertfenzia  , 
del  traductor. 


86 

en  la  piedad  ,  como  está  en  la  mortificazion, 
e  pretende  ejerzUarla  en  la  mortificazion  , 
e  es  también  mucho  mas  fazil  cosa  a  Dios 
dar  un  hijo  a  uno  ,  c  quitarse  lo  ,  que  al  hom- 
bre dar  un  pero  o  manzana  e  quitarse  lo. 
Con  esto  entiendo,  que  toca  et  apartiene  o 
pertenesze  a  una  persona  pía  gobernarse 
con  Dios  ,  cuando  le  priva  de  una  cosa ,  que 
le  ha  dado  ,  por  cara  que  fuesse ,  como  se 
gobierna  con  el  padre  ,  el  hijo  bien  inclina- 
do ,  cuando  le  quita  el  juguete  ,  que  le  ha 
dado.  Mas  a  esta  piedad  no  vienen  jamás  si- 
no aquellos ,  que  entran  en  ella  por  la  puer- 
ta e  esta  es  Jesu  Xpo-  nuestro  Señor. 

^^  Que  aíjiiel,  al  cual  Dios  desenamora  del 
mundo,  e  lo  enamora  de  si  ,  aconlesze  casi 
todas  las  mesmas  cosas,  que  a  aquel  que  se 
desenamora  de  una  dama  ,  i  se  enamora  de 
olra.Considerazion  xxiii. 

f     Hallando  mi  ánimo  niui  estéril  e  seco, 
e  como  ajeno  de  Dios  e  encendiendo-  *  que 
esto  prozedia  de  hal)erme  Dios  escondido  su 
En  el  MS. :  eniiendédo. 


87 
presenzia  :, pensé  remediara  mi  neszesidád 
reduziendo  mi  memoria  en  no  pensar  en 
otra  cosa  que  en  Dios.  Apenas  hobe  hecho 
esta  deliheratión  apenas  hobe  comenzado  a 
poner  la  en  esecntion  ,  que  entendí  ,  que 
aunque  sea  en  mi  poder  ocupar  mi  memo- 
ria en  Dios  ,  como  en  una  otra  cosa  ,  no 
por  eso  está  en  mi  poder  de  hazer  que  mi 
ánimo  sienta  la  presenzia  de  Dios ,  e  que 
así  lo  libre  de  la  esterilidad  ,  i  secura  ,  i 
ajenamiento  de  Dios.  Allende  desto  entendí, 
una  grandíssima  differentia  del  estado  ,  en 
el  cual  se  halla  el  ánima  cuando  se  fatiga 
por  tener  a  Dios  presente  ,  al  estado  en  el 
cual  se  halla  cuando  Dios  le  haze  sentir  su 
presenzia  ;  e  queriendo  conoszér  en  que  con- 
siste esta  diferenzia  ,  entendí  que  consiste 
en  esto ,  que  en  el  un  estado  obra  el  spíritu 
humano, 6  en  el  otro  obra  el  espíritu  sáne- 
lo :  e  así  me  resolví  ,  que  entre  los  dos  es- 
tados hai  la  mesma  difirenzia  ,  que  entre  la 
carne  e  el  espíritu.  Pasando  mas  adelante 
entendí  que  los  hombres  ,  los  cuales  por 
sus  designos  ,  e  por  sus  intereses  quieren 
e  procuran  el  desenamorarse  del  mundo  , 


88 

enamoranse  de  Dios  no  siendo  inspirados  ni 
movidos  a  ello  del  espíritu  sancto,son  nnii 
semejantes  a  los  hombres  ,  los  cuales  por 
sus  designos  e  por  sus  intereses  obran' e 
procuran  de  desenamorarse  de  una  cosa  ba- 
ja e  plebeya ,  e  enamorarse  de  otra  muí  ca- 
lificada ,no  siendo  inzitado  a  ello  ni  de  pro- 
prio  ímpetu  de  afizión  ,  ni  de  la  voluntad  de 
la  cosa  ,  a  la  cual  se  quieren  afizionar. 
Quiero  dezir,  que  son  casi  semejantes  la  di- 
ficultad ,  los  fastidios  ,  e  los  trabajos  ,  que 
esperimentan  aquellos  ,  a  aquellos  que  es- 
perimentan  estos ,  e  que  ni  estos  ni  aque- 
llos consiguen  jamás  aquello  que  pretenden. 
Además  desto  entendí  que  los  hombres  los 
cuales  Dios  quiere  desenamorar  del  mun- 
do ,  et  ^"^  enamorar  de  sí  mesmo ,  son  mui 
semeiantes  a  los  hombres  a  los  cuales  una 
persona  calificada  (juiere  apartar  de  otra 
que  sea  baja  e  plebeya  ,  e  enamorar  les  de  sí 
mesma.  Quiero  dezir ,  que  casi  las  mesmas 
cosas  aconteszen  al  uno  e  al  otro  ,  que  con 
la  mesma  i'azilidád  se  desenamora  e  enamo- 
ra el  uno  e  el  otro  ,  que  por  el  uno  c  el  otro 
pasan    casi   las   mesmas  cosas  ,  e  que  en 


89 

el  uno  e  en  el  otro  son  casi  los  mismos 
sentimientos  ;  porque  así  como  el  uno  es 
ayudado  a  desamar  e  amar  ,  con  favor  e 
carizías  ,  e  con  demostraziones  exteriores : 
así  el  otro  es  ayudado  ,  o  por  mejor  de- 
zir  constriñido  a  desamar ,  e  amar ,  con  fa- 
vores 6  carizias  e  demostraziones  interio- 
res ,  spirituales  e  divinas.  Una  díferentia 
hallo  notable  ,  que  el  uno  ,  porque  ama 
cosa  nnidable ,  está  siempre  con  temor  :  e  el 
otro  porque  ama  cosa  estable  e  firme  ,  ha 
echado  de  sí  todo  temor.  Ademas  de  esto 
iiallo  ,  que  el  uno  tiene  en  su  poder  la  sa- 
tisfazión  con  su  memoria  ,  cuanto  a  la  cosa 
que  ama,e  el  otro  siempre  está  a  la  mer- 
zéd  de  Dios  ,  no  teniendo  en  su  poder ,  de 
poder  tomar  ,  ni  sentir  mas  satisfazión  de 
aquello  que  Dios  le  quiere  dar  ,  haziéndole 
sentir  e  gustar  su  presenzia.  E  entiendo  , 
que  cuando  aquella  persona  a  quien  Dios 
quiere  desenamorar  del  mundo,  e  enamo- 
rarlo de  sí,  con  su  industria  e  con  sus  ejer- 
zizios  se  aplica  a  enamorarse  de  Dios  ,  es- 
perimenta  en  sí  aquello  ,  que  prueba  aquél , 
que  por  sus  designos   e   por    su  interesse 


90 

quiere  desenamorarse  del  mundo  i  enamo- 
rarse de  Dios  :  de  manera  que  aquellos  a 
quien  Dios  desenamora  e  enamora  ,  pueden 
dar  testimonio  del  estado  de  aquellos  ,  que 
se  fatigan  por  desenamorarse  e  enamorar- 
se: mas  estos  no  pueden  dar  testimonio  del 
estado  de  los  otros.  De  donde  entiendo  , 
que  se  fatigan  en  vano  los  hombres  ,  que 
por  sus  designos  quieren  desenamorarse  del 
mundo  e  enamorarse  de  Dios.  Ademas  desto 
entiendo  ,  que  se  pueden  juagar  por  dicho- 
sísimos ,  e  felizísimos  aquellos  ,  que  conos- 
zen  no  haberse  ellos  movido  a  desenamorar- 
se del  mundo  e  a  enamorarse  de  Dios ,  mas 
de  haber  sido  movidos  por  el  spiritu  santo. 
Además  desto  entiendo  ,  que  aquellos  que 
se  van  desenamorando  del  mundo  ,  e  ena- 
morando de  Dios  pierden  *  la  fatiga  ,  cuan- 
do sin  ser  movidos  a  amar ,  cuando  escon- 
diéndoles Dios  su  presenzia  ,  e  ellos  con  sus 
industrias  ,  e  con  sus  ejerzizios  la  quieren 
descobrir:  cuando  alej.indoseles  Dios  ,  ellos 
por  sus  satisfaziones  lo  quieren  tener  pre- 
sante. E  sobre  todo  entiendo  que  el  ejerzi- 
*     El  MS,  perden' 


91 

zio  proprio  de  aquellos  ^^  que  Dios  quiere 
desenamorar  del  muudo  e  enamorar  de  sí , 
es  aplicar  sus  ánimos  a  desenamorarse  del 
mundo  ,  no  queriendo  sus  favores  ,  ni  sus 
carizias  ,  ni  sus  blanduras  ,  echándolas  de 
sí  ,  huyendo  dellas  e  abominándolas',  no 
pretendiendo  \á  que  Dios  movido  por  este 
su  ejerzizio  le  deba  enamorar  mas  de  sí  , 
pero  hallándole  los  favores  de  Dios  despoja- 
do e  privado  de  los  favores  del  mundo  ,  se- 
rán mas  eficazes  en  él  ,  e  le  penetrarán 
mas  ,  e  lo  trasformarán  mas  en  Dios,  e  así 
mas  presto  consiguirán  e  adquirirán  ente- 
ramente el  amor  de  Dios.  Que  esto  sea  ver- 
dad ,  lo  entenderá  fazilmente  aquél  ,  que 
considerará  cuanto  mas  presto  verná  a  ena- 
morarse de  la  persona  muí  caliíicada,  aquél 
que  habrá  echado  e  renovado  del  todo  la 
plática  e  conversazión  de  la  persona  baja  e 
plebeya.  Habiendo  yo  passado  por  estas  con- 
sideraziones  ,  c  habiendo  yo  entendido  este 
secreto  e  otros  que  son  anexos  a  él  ,  que  de- 
penden del,  remirando  *  la  santa  escritura, 
he  conoszido  que    ai**  son  mui  conformes  a 

En  el  MS.  Remirano.  Eqiiivocazion  clara. 
**     En  el  MS.  Ay. 


92 

aquello  ,  que  en  ella  he  leído  :  siendo  así  qne 
Salomón  en  sus  Cantares  zelebra  este  ena- 
moramiento entre  Dios  e  el  ánima  ,  e  que 
es  llamado  adulterio  el  apartamiento,  cuan- 
do el  ánima  deja  a  Dios  ,  e  se  aplica  al 
mundo  :  pareszeme,  que  dejando  Jesu  Xpo. 
n.  Seíior  a  uno  que  le  quería  seguir,  e  lla- 
mando a  otro  que  ponía  impedimento  o  in- 
tervalo ,  no  fue  otro  que  rehusar  el  amor 
del  uno,  e  querer  enamorar  al  otro.  Esto 
mesmo  entiendo  que  quiso  dar  a  entender  , 
a  los  apóstoles,  cuando  les  dijo  Non  vos  me 
elegistis  *  sed  ego  elegí  vos.  Como  sí  hubiese 
dicho.  No  os  habéis  vosotros  enamorado  de 
mí ,  mas  yo  os  he  enamorado  a  vosotros.  Es- 
to mesmo  entiendo  que  quiso  dezír  san  Juan 
diziendo ,  que  el  ser  hijo  de  Dios  conviene 
que  venga  no  por  voluntad  de  hombre  ,  no 
por  spiritu  humano  ,  mas  por  voluntad  de 
Dios  e  por  espíritu  Sancto ,  de  manera  que 
al  hombre  conviene  en  la  presente  vida  apli- 
carse a  desenamorarse  del  mundo  e  ocupar- 
se en  rogar. a  Dios  ,  que  le  enamore  de  sí , 
dándole  para  este  efecto  el  espíritu  santo  el 

*     En  el  MS.  eligistis. 


a3 

cual  se  adquiere    creyendo  en  Jesu  Crislo 
nuestro  Señor. 

^^  Que  las  Personas  que  son  gobernadas  del 
espíritu  Santo  ,  sirviendo  a  Dios  pretenden 
creszér  en  el  amor  de  Dios.  Considerazion 
xxiiij. 

%  Dios  ama  jeneralmente  todos  los  hom- 
bres ,  e  ama  con  particular  amor  todos 
aquellos  ,  por  los  cuales  ha  esecutado  el  ri- 
gor de  sujustizia,  en  su  unijénito  hijo  Je- 
su Xpo.  nuestro  Señor.  Los  hombres  jene- 
ralmente aborreszen  a  Dios ,  e  lo  odian  con 
particular  odio  aquellos  ,  que  allende  a  la 
depravation  natural  conoszen  de  haber  añe- 
dido otras  depravaziones.  El  amor  que  Dios 
tiene  a  los  hombres  ,  prozede  de  las  gran- 
des cosas  que  ha  hecho  por  él  ,  de  manera, 
que  con  razón  grande  ama  mas  aquellos ,  a 
los  cuales,  toca  lajustiticazión  que  es  por  Cris- 
to. E  el  odio  del  hombre  contra  Dios ,  pro- 
zede de  la  depravation  ,  con  la  cual  le  ofen- 
de :  porque  como  se  dize  ,  quien  ofende ,  no 
perdona :  de  manera  ,  que  con  razón  abor- 


94 

reszen  mas  a  Dios  aquellos  que  han  ofendi- 
do mas  a  Dios.  Según  paresze  por  razón  , 
quíí  siendo  Dios  mas  perfecto  ,  sumamente 
debria  ser  amado  del  hombre :  e  que  siendo 
el  hombre  sumamente  imperfecto  ,  suma- 
mente debria  ser  odiado  de  Dios.  Semejan- 
temente, porque  *  habiendo  el  hombre  re- 
zebido  de  la  liberalidad  de  Dios  muchos 
bienes  ,  debía  amar  mucho  a  Dios :  e  que  no 
rezibiendo  Dios  del  hombre  sino  ofensas  e 
injurias ,  debria  el  hom])re  ser  aborreszido 
de  Dios.  Mas  ,  de  otra  parte  ,  tiene  tanta 
fuérzala  obligation  que  Dios  tiene  de  amar 
al  hombre  por  las  grandes  cosas  que  ha  he- 
cho e  haze  por  él  ,  que  aunque  conozca  en 
él  snma  imperfizion,  e  que  sea  ofendido  del, 
no  deja  de  amarlo.  Enterveniendo  a  Dios  en 
este  caso  con  los  hombres  aquello  ,  que  en- 
terviene  a  un  buen  Padre  con  un  desobe- 
diente e  vizioso  hijo ,  ei  cual  es  tirado  mas 
de  la  fuerza  de  aquello  que  ha  hecho  por  el 
hijo  para  amarlo  ,  que  de  la  desobidieníia 
e  depravation  del  hijo  para  odiarlo ,  e  lleva 

*    Tra(lucz.ión  literal.  No  vio  la  erriiíA  perche  , 
en  lugar  de  parche.  Véase  mi  tradiiczióii. 


95 
semejantemente  tanto  de  la  otra  parte  el 
odio  e  la  enemistad  que  el  hombre  tiene  con 
Dios  por  la  depravation  natural  ,  e  por  las 
ofensas  que  ha  añedido  a  la  depravation  , 
que  aunque  conosca  en  él  suma  períizion ,  e 
aunque  se  halle  e  sienta  benefiziado  de  Dios, 
no  solamente  no  se  puede  conduzír  a  amar  a 
Dios,  mas  ni  tampoco  puede  dejar  de  odiar- 
lo. Interveniendo  al  hombre  en  ^^  este  caso 
con  Dios,  aquello  que  enterviene  a  un  vizio- 
so  e  malvado  hijo  con  su  buen  padre  ,  en 
el  cual  tiene  mas  fuerza  su  bellaqueria  e 
malignidad  para  aborreszer  al  padre  ,  que 
el  conoszimiento  de  la  bondad  del  padre  ,  e 
de  la  gran  obligation  que  tiene  al  padre  pa- 
ra amarlo.  De  donde  entiendo,  que  querien- 
do Dios  ser  amado  del  hombre  ,  como  el 
buen  padre  quiere  ser  amado  de  su  hijo  , 
conosziendo  que  el  ímpetu  *  de  este  amor 
es  aquél  que  se  ha  dicho,  que  quien  ofende 
no  perdona  ,  esecutó  el  rigor  de  su  justizia 
en  su  proprio  hijo :  como  si  el  jjuen  padre 
dixiese  al  desobediente  hijo  ,  mira  que  yo 

*    Ímpetu.   Asi  el  MS.  por  haber  trad.  lilcral- 
meate  la  errata  ;  impelo  ,  por  impe[dÍ7ne7i'^ío. 


96 

he  castigado  a  tu  hermano  por  tus  desobe- 
dienzias  e  ofensas.  Pues  que  yo  he  quitado 
el  enipedimento  ,  ámame  tu  a  mí  ,  como  yo 
te  amo  a  ti.  Aquí  entiendo  ,  que  no  fué  me- 
nor el  intento  ,  que  Dios  tuvo  esecutando  el 
rigor  de  su  justizia  en  Xpo.  de  asegurarme , 
que  de  satisfazerse  a  sí.  Además  desto  en- 
tiendo ,  que  el  hombre  que  dá  crédito  a  es- 
ta justizia  de  Dios  esecutada  en  Xpo.  azep- 
tándola  e  haziéndola  suya,  pierde  del  todo 
el  odio  que  él  tiene  a  Dios  ,  e  comienza  a  * 
amar  a  Dios,  así  como  el  hijo  que  cree  ,  que 
su  padre  ha  castigado  a  su  hermano  por  lo 
que  él  había  desobedezido,  deja  de  aborres- 
zér  ,  **  e  comienza  a  amarlo.  Asi  entiendo 
que  así  como  el  hijo  deseando  ,  no  que  su 
padre  le  ame  ,  porque  ya  conosze  que  le 
ama,  ni  menos  que  le  ame  grandemente  , 
por  que  conosze  que  lo  ama  harto :  mas  de- 
seando él  de  amar  grandemente  a  su  padre  , 
se  aplica  con  todas  sus  fuerzas  a  servirle 
en  todas  las  cosas  que  piensa  le  sean  gra- 
tas ,  e  se  pone  a  grandes  peligros  por  él ,  e 

*     El  M.S-  :  comiem/a  amare  a  Üios. 
**    Fallan  en  el  MS.lasp.  :  a/y^aí/re,  del  testo  ilal. 


e  se  priva  de  todos  sus  plazeres,  e  de  todas 
sus  satisfaziones  'por  él ,  considerando  que 
siendo  amado  de  su  padre  ,  que  ni  mas  ni 
menos  ,  faziendo  él  grandes  cosas  por  su 
padre  ,  amará  grandemente  a  su  padre :  así 
ni  mas  ni  menos  el  hombre  justificado  ya  , 
deseando  no  que  Dios  le  ame  ,  porque  co- 
nosze  que  ya  le  ama  harto.  Mas  deseando  de 
amar  él  mucho  a  Dios  ,  so  aplica  con  todas 
sus  fuerzas  a  servir  a  Dios  conosziendo,  que 
siendo  él  amado  de  Dios  por  las  grandes  co- 
sas que  ha  él  hecho  e  haze  por  él ,  que  ha- 
ziendo  él  también  grandes  cosas  por  Dios , 
verná  a  amar  grandemente  a  Dios.  Además 
desto  entiendo  ,  que  la  consideration  de  los 
grandes  pecados  que  Dios  nos  ha  perdona- 
do ,  nos  haze  creszér  en  el  amor  de  Dios  , 
asi  como  la  consideration  de  las  grandes 
ofensas  que  le  habemos  hecho  cuando  no 
sentimos  el  perdón  ,  nos  hazen  creszer  en  el 
odio.  Además  desto  entiendo  que  los  servizios 
que  las  Personas ,  las  cuales  son  gobernadas 
del  Spíritu  Santo  hazen  a  Dius  no  son  hechas  * 

*    En  el  MS.  dize  hechars  ,  taduczion  literal  do 
falte  ,  errata  del  ilal. 


98 

**  por  satisfazer  a  la  obligation  con  la  cual 
naszenini  son  hechas  como  enséñala  pru- 
dentia  humana  ,  ni  como  enseña  la  filoso- 
fía humana  ,  pretendiendo  piedad  para  obli- 
gar a  Dios  ,  o  porque  él  le  perdone  las  ofen- 
sas ,  o  porque  él  le  ame ,  mas  propiamente 
por  obligar  se  él  a  si  mismo  de  amar  mas 
a  Dios ,  e  creszer  siempre  e  cada  dia  mas 
en  el  amor  de  Dios.  Allende  desto,  entien- 
do ,  que  los  servizios  a  los  cuales  el  spíritu 
sancto  aplica  a  estas  personas  son  por  dese- 
namorarle de  sí  mismo  e  del  mundo  e  para 
enamorarle  de  Dios  ,  e  de  las  personas  que 
aman  a  Dios.  E  entiendo  ,  que  entonzes  el 
hombre  se  desenamora  de  sí  mesmo ,  cuando 
se  priva  de  todas  las  cosas  que  le  pueden  dar 
e  causar  satisfaczión  exterior  de  cualquier 
manera  que  sea.  E  entonzes  entiendo  que  se 
desenamora  del  mundo  ,  cuando  quita  e  apar- 
ta de  su  ánimo  todo  pensamiento  de  satisfa- 
zer e  agradar  al  mundo ,  en  cosas  del  mundo , 
e  ofresziéndose  alguna  ocasión  pone  en  efec- 
to aquella  su  delibera tion.  E  entonzes  en- 
tiendo que  el  hombre  se  afiziona  a  Dios  ,  e 
a  las  personas  que  aman  a  Dios  ,  cuando  se 


99 

aplica  con  el  ánimo  a  ellas  ,  cuando  con 
oíizio  ,  e  servitio  ,  e  benefizio  se  obliga  a 
amarlas ,  haziendo  con  ellas  aquello  que 
haría  con  el  mismo  Dios,  si  lo  viese  menes- 
teroso de  su  servizio ,  según  que  dize  David 
que  hazía  él  ,  Psalm  16,  e  además  que  el 
padeszer  por  Xpo.  que  es  por  la  confesión, 
e  por  la  manifestazion  del  evanjelio  de  Je- 
sucristo ,  enamora  sobre  todo  de  Dios  e  de 
Cristo ,  aquellos  que  padeszen.  E  entiendo 
que  en  el  proprio  padeszer  c/  amor  les  pri- 
va de  gran  parte  del  sentimiento  de  aque- 
llo que  padeszen  :  e  con  todo  esto  entiendo, 
que  sin  Paragón  es  mayor  el  amor  que  Dios 
tiene  a  un  pío  e  justo  ,  por  triste  *  e  imper- 
fecto que  sea  ,  que  el  amor  ,  que  tiene  a 
Dios  un  pío  e  justo,  por  mui  perfecto  que 
sea.  Así  como  un  buen  padre  ama  mas  un 
hijo  por  triste  *  que  sea  ,  que  un  hijo  por 
bueno  que  sea  ,  ama  a  su  padre.  E  porque 
esto  es  verdad  ,  no  es  maravilla  si  aquellos 
que  son  tales  viven  con  mucha  seguridad  , 

*  Así  el  MS.  *  triste  e  enperfecto».  Pero  la 
primera  voz  casi  la  deja  en  italiano  tristo  :  la  se- 
gunda ,  ni  en  i  tal.  .  ni  en  castellano. 


que  ni  en  esta  vida  presente  les  puede  enr 
tervenír  cosa  que  sea  mala  para  ellos ,  ni  en 
la  vida  eterna  les  puede  faltar  la  felizidad 
prometida  a  aquellos  que  son  pios  e justos, 
conoszíendo  la  particular  providenzia  de 
Dios  e  son  justos'azeptando  lajustizia  de  Dios 
esecutada  en  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

^2  En  que  manera  son  movidas  Has  Perso- 
nas pías ,  a  poner  en  esecution  la  justizia  de 
Dios,  Consideralion  xxv. 

f  Muí  gran  parte  de  piedad  cristiana 
entiepdo  que  consiste  en  esto  ,  que  el  hom- 
bre no  disponga  jamás  de  sí ,  ni  con  el  efec- 
to ,  poniendo  en  esecution  su  voluntad,  ni 
con  el  pensamiento ,  diziendo  ,  esto  me  es- 
taría bien  ,  si  no  tiene  algún  evidente  indi- 
zio  de  la  voluntad  de  Dios  ,  de  manera  ,  que 
cuando  fastidiándole  el  estado  en  el  cual  se 
halla  ,  el  lugar  ,  e  la  manera  de  vivir  ,  o  le 
verná  pensamiento  de  dezír  ,  la  tal ,  o  la  tal 
cosa  me  estaría  bien  ,  diga  luego  :  mas  ,  qué 
se  yo ,  si  me  estaría  biejí  esto  ,  Dios  es  aquél 
que  sabe  lo  que  es  bueno  ,  e  pues  que  El 


ibi 

lo  sabe  ,  a  él  me  remito ,  que  me  ponga  en 
ello ,  e  entretanto  quiero  creer ,  que  aquello 
que  mejor  me  está,  es  el  estarme  en  aque- 
llo, que  yo  esto.  Con  esta  residuzion  conde- 
na el  hombre  el  juizio  de  la  prudentia  huma- 
na ,  e  de  su  razón  humana  ,  e  renunzia  su 
lumbre  natural,  e  entra  en  el  Reino  de  Dios, 
remitiéndose  al  rejimiento  e  al  gobierno  de 
Dios.  Allende  desto  entiendo  ,  que  aunque 
a  algunos  Santos  de  los  viejos  ,  e  otros  de 
los  nuevos  ha  manifestado  Dios]su  volun- 
tad, como  diríamos  con  palabras  ,  el  común 
lenguaje ,  con  el  *  cual  Dios  habla  a  los  pios, 
es  en  ponerles  en  la  voluntad ,  aquello  que 
hagan  ,  e  después  neszesitarles  a  hazér  lo  , 
o  fazilitarles  la  esecution  dello  ,  de  mane- 
ra ,  que  cuando  una  persona  pía  será  mo- 
vida ,  o  se  sentirá  movida  a  mudar  estado, 
lugar ,  o  modo  de  vivir ,  o  cualquier  otra 
cosa ,  en  la  cual  dudara  si  el  movimiento  es 
'de  espíritu  o  de  carne  ;  si  de  otra  parte  se 
vera  neszesitada  a  ponerla  en  esecution  , 
o  hallara  mucha  fazilidád  en  el  esecutar- 
la  , entenderá  que  Diosle  muestra  su  voluh- 

*    El  MS.  en'qtial. 


102 

tád  *  por  aquella  vía  :  e  teniendo  aquella  de- 
moslrazion  por  bastante  indizio  de  la  volun- 
tad de  Dios ,  no  dubdará  de  ponerla  en  esecu- 
lión.  Si  terna  la  voluntad  mas  no  la  neszesi- 
dád  ,  e  la  fazilidád ,  se  estará  queda :  E  si  ter- 
na la  nezesidád  e  la  fazilidád,  e  no  la  volun- 
tad ,  se  estará  asimismo  queda ,  dizíendo  ,  si 
esto  es  la  voluntad  de  Dios  ,  él  ^^  me  porná  en 
la  voluntad  ,  que  yo  la  esecute.  En  esto  se 
zertificará  tanto  mas ,  cuanto  que  según  yo 
entiendo  ,  e  tengo  por  zierto  e  firme  ,  que 
Dios  es  tan  zeloso  de  aquellos  que  atienden  a 
esta  piedad ,  que  aun  cuando  son  solizitados 
de  apetito  sensual ,  e  de  afecto  humano  tan- 
to ,  que  vengan  a  desear  la  e^ecution  ,  el 
mesmo  Dios  se  la  impide  ,  porque  no  se  ven- 
gan a  depravar ,  exzepto  cuando  quiere  cas- 
tigar los ,  dejando  los  caer  en  aquello  que 
ellos  desean  :  porque  lo  tiene  por  buena  co- 
sa para  ellos  ,  así  como  castigó  a  David  en 
el  caso  de  Bersabé.  E  este  castigo  es  mui 
terrible.  El  cual  entiendo,  que  consiste  no 
en  la  esecution  de  aquella  cosa  que  el  hom- 
bre desea  ,  sino  en  ti  conoszimiento  del  en- 

**    Enei  US.  y  Aquella  via.  En  ítal.  per  quella. 


105 

conveniente  *  en  el  cual  después  de  haberla 
esecutado  se  vee  caido.   En  semejante  caso 
también  conoszen  las  personas  pías  la  vo- 
luntad de  Dios ,  mas  aquella  que  es  con  ira, 
e  con  furor ,  e  así  se  conforman  mas  en  no 
deliberarse  a  pensar  que  esté  bien  sino  aque- 
llo en  que  se  hallan  ,  e  a  estar  atentos  a  oir 
este  lenguaje  de  Dios  ,  cuando  él  mueve  la 
voluntad,  e  fazilidád,  e  neszesita  la  esecu- 
tion  della  ,  con  el  cual  lenguaje    entiendo 
que  habla  Dios  también  a  los  impíos ,  como 
habló  a  Nabucodonosór ,  e  como  habló  a  Da- 
ño e  a  Cyro,  e  como  habló  a  Tito  eVespa- 
síano.  Empero  hai  una  gran  díferenzia ,  que 
en  aquello  que  estos  hizieron ,  i  en  aquello 
que  hazen  aquellos  que  son  impíos  ,  como 
ellos  no  conoszieron  ,  ni  conoszen  la  volun- 
tad de  Dios ,  e  por  eso  bien  que  la  hizieron 
no  por  eso  sirvieron  a  Dios  en  ello  :  E  los 
píos  porque  conoszen  la  voluntad  de  Dios ,  e 
conoszíéndola  la  ponen  en  esecutión ,  e  sir- 
ven a  Dios  en  ello  :  e  porque  aquellos  que 
son  tales  ,  en  todas  sus   obras  se  mueven 

*     En  el  MS.  así :  «sin  el  conoscimiento  del  en- 
conveny  ,  en  en  qual  después»  etc. 


con  este  conoszimiento ,  entiendo  que  en  to- 
das sus  cosas  sirven  a  Dios',  estos  son  aque- 
llos que  creen*,  fazen  suya  la  justizia  de 
[Dios  ejecutada  en]  JesuXpo.  nuestro  Señor. 

Que  la  Carne  es  enemiga  de  Dios  ,  mien- 
tras es  carne  no  rejenerada  :  e  que  la  reje- 
neration  es  propriamente  obra  del  Espíritu 
sánete.  Considerazion  xxvi. 

^  El  apóstol  San  Pablo  hablando  con  ex- 
pírientia  de  Espíritu  Sancto  condena  la  car- 
ne por  enemiga  de  Dios.  Encendiendo  por 
carne  ,  todos  los  hombres ,  en  cuanto  no  ^* 
son  rejenerados  por  el  spíritu  Sancto.  Lapru- 
dentía  humana ,  que  siempre  se  opone  con- 
tra el  spíritu  santo ,  imúendo  por  dura  e  por 
terrible  esta  condenation,  e  no  queriéndola 
sufrir ,  quiere  que  por  carne  entienda  san 
Pablo ,  aquello  que  habría  entendido  Sócra- 
tes, o  Platón,  que  es  el  juizio  de  la  carne. 
En  esta  sentenzia  concurren  todos  aquellos 

*  Asi  el  MS.  Pero  debió  suplirla  conjünzion  , 
q.  por  descuido ,  falta  en  el  italiano.  El  traductor 
omitió  además  las  tres  vozes  puestas  arriba  entre 
[]  ;  sin  duda  por  inadvertenzia. 


Bf05 
que  siguen  la  prudenzia  humana ,  teniendo 
por  cosa  fuera  de  razón  e  mala  el  condenar 
por  pecado  todas  las  obras  de  la  carne  no 
rejenerada  :  porque  según  el  pareszer  de 
ellos ,  hai  algunas  cosas  ,  con  las  cuales  no 
solamente  no  ofenden  a  Dios  los  hombres  no 
rejenerados  mas  con  efecto  le  sirven.  Como 
son  aquellas  en  las  cuales  convienen  con  los 
animales ,  siendo  movidos  a  ellas  el  uno  e 
el  otro  por  instinto  natural ,  como  es  el  criar 
el  padre  ,  el  hijo  ,  e  el  sustentar  el  hijo  el 
padre  ,  la  cual  cosa  dize  la  prudenzia  huma- 
na ,  que  no  siendo  vizio  ,  antes  siendo  vir- 
tud en  los  animales  brutos  ,  non  es  justo 
que  se  diga ,  que  las  mesmas  en  los  hom- 
bres 710  rejenerados  "sean  pecados  ,  porque 
en  tal  caso  vernía  a  ser  peor  la  condition 
del  hombre',  que  aquella  de  los  animales 
brutos.  Aquí  entiendo  que  se  engaña  la  pru- 
dentia  humana ,  en  cuanto  no  considera  , 
que  el  animal  bruto ,  no  teniendo  ni  pru- 
denzia ,  ni  razón ,  no  altera  la  orden  de  Dios, 
ni  el  instinto  de  la  natura :  E  el  hombre  no 
rejenerado  por  el  espíritu  sancto  ,  con  su 
prudenzia  e  razón  de  contino  lo  pervierte 


106 

e  altera :  antes  no  puede  dejar  de  perver- 
tirlo e  alterarlo  en  cuanto  ensoberbeszido 
con  su  prudenzia  e  con  su  razón  va  enmen- 
dando las  obras  de  Dios  ,  e  en  cuanto  amán- 
dose a  sí  mismo  ,  en  todas  las  cosas  que  ha- 
ze  pretende  su  interesse  e  su  propria  glo- 
ria ;  e  así  no  sigue  el  orden  natural ,  ni 
pretende  la  gloria  de  Dios  :  de  manera  que 
criando  el  padre  al  hijo  e  sustentando  el 
hijo  al  padre  ,  cada  uno  de  ellos  pretende 
su  gloria  ,  e  su  interesse  ,  e  su  satísfazión  , 
siendo  esto  en  los  hombres  propriamente 
por  el  vizio  de  la  carne  corrompida,  que  de- 
ja de  amar  e  de  estimar  a  Dios,  e  se  esti- 
ma e  ama  a  sí  misma  ,  pretendiendo  en  to- 
das las  cosas  su  proprio  interesse  e  con  su 
propria  gloria.  De  donde  considero  en  la 
presente  vida  aquello  que  en  la  casa  de  un 
Señor  que  tiene  treinta  esclavos  los  cuales 
todos ,  o  bien  proveyéndoles  de  las  cosas  nes- 
zesarias :  e  ordenándoles  las  cosas  en  las  cua- 
les quiere  ser  servido  dellos  ,  de  estos  trein- 
ta esclavos  me  imajino ,  que  los  diez  sean 
bozales  e  sin  entendimiento  ,  e  sin  razón 
ninguna  propriamente  como  bestias.    Estos 


107 

entiendo  ,  que  sin  pervertir  e  sin  alte^^rar 
la  orden  que  les  ha  dado  el  Señor  hazeii 
aquello  que  les  es  mandado  ,no  pretendien- 
do otra  cosa  ,  que  obedeszér  ál  Señor.  Los 
otros  diez  me  imajino  ,  que  son  pláticos ,  e 
que  tienen  juizio  e  discreszión  :  los  cuales 
pretendiendo  de  saber  e  entender  tanto  co- 
mo el  Señor,  e  alguna  vez  mas  ,  pervierten 
e  mudan  el  orden  que  les  es  dado  pensando 
de  hallar  mejor  el  punto,  e  teniendo  el  ojo 
a  sus  intereszes ,  siempre  tienen  el  ojo  a  ga- 
nar la  libertad  e  a  ser  mejor  tratados  e  mas 
cariziados  e  regalados  del  Señor  ,  no  con- 
tentándose del  cativerio  ,  ni  contentándose 
del  ordinario  tratamiento  que  reziben  del 
Señor.  Los  otros  diez  me  imajino  que  sean 
ni  mas  ni  menos  pláticos  e  entendidos  ,  que 
tengan  juizio,  injenio  e  discrezión  ,  empe- 
ro persuadiéndose  qu'el  Señor  sabe  más  que 
ellos  ,  e  *  no  serviéndose  de  aquello  que  sa- 
ben para  entender  el  intento  del  Señor  en 
aquello  ,  que  les  es  mandado  ,  sin  perver- 
tir ,  niTalterár  la  orden  ,|que  les  es  dada  , 

*    En  el  M.S.  :  en  no  fieruiendose-  Pero  es  cla- 
ra equivocazion-  El  ilal.  et  non   seruendosi. 


108 

obedeszen  al  Señor,  e  contentándose  de  sus 
cativerios  ,  e  de  sus  tratamientos  ,  obedes- 
ziendo  al  Señor  ,  pretenden  solamente  hazér 
aquello  que  les  es  ordenado  para  provecho, 
para  salisfazion ,  e  para  gloria  del  Señor. 
Los  diez  primeros  sirven  ,  empero  como  bes- 
tías  ,  con  lo5  cuerpos :  e  estas  son  en  el  mun- 
do los  animales  brutos.  Los  diez  segundos, 
sirviendo ,  pretenden  servir  ,  e  ofenden  ,  e 
entonzes  ofenden  mas  ,  cuando  ellos  sirven 
mas  e  mejor ,  porque  entonzes  alteran  e  per- 
vierten mas  la  voluntad  e  la  orden  del  Señor: 
e  estos  son  todos  los  hombres  en  cuanto  no 
son  rejenerados  del  spíritu  santo.  Los  diez 
terzeros  sirven  como  hijos  obedientes  ,  no 
pretendiendo  alterar  la  orden  ni  la  voluntad 
del  Señor ,  e  sirven  con  los  cuerpos  e  con  las 
ánimas :  e  estos  son  en  el  mundo  los  hombres 
rejenerados  del  espíritu  santo  ,  sin  la  cual 
rejenerazion  es  imposible  que  el  hombre  se 
pueda  rediizir  a  este  grado.  E  por  tanto  di- 
ze  bien  s.  Pablo,  que  la  carne  es  enemiga 
de  Dios  ,  e  no  se  commete  *  a  la  lei  e  a  la 
voluntad  de  Dios  ,  e  no  puede  ,'aun  que  quie- 
*    AsiclM.S. 


ra  ,  en  cuanto  el  hombre  *  de  su  pruden- 
tia  ,  e  de  su  razón  pretende  **  entender  las 
obras  de  Dios  ,  e  en  cuanto  enamorado  de 
sí  mismo  ,  en  todas  las  cosas  que  haze  se 
mira  ]a  sí  mismo.  Para  que  sea  mejor  en- 
tendido, digo  que  por^^rejeneration  entienn. 
do  aquella  mudanza  e  renovation  exterior  e 
interior,  que  haze  el  spíritu  santo  en  aque- 
llas personas  las  cuales  creyendo  en  Cristo, 
e  azeptandopor  suya  la  Justizia  de  Dios  ese-  , 
cutada  en  Cristo  son  mudados  e  renovados 
en  todos  sus  afectos  de  tal  manera  ,  que  no 
pretendan  **  ni  [en]¡  la  esecu^ion  de  sus  ape-  : 
titos,  ni  en  el  ímpetu  de  sus  afectos  ,  aque- 
llo que  pretendian  antes  de  la  rejeneratión, 
habiendo  perdido  el  entendimiento  de  que- 
rer enmendar  las  obras  de  Dios ,  e  habien- 
de  perdido  el  amor  proprio  ,  con  el  cual  se 

*  Hai  un  claro  en  el  MS.  :  se  conoze  ,  que  el 
traductor  no  azertó,  en  el  momento  que  escribia, 
con  la  correspondenzia  castellana  ,  de  la  voz  ital. 
iava^hitosi ;  i  dejó  un  hueco  para  ponerla,  luego, 
i  üo  lo  hizo;  prendándose ,  traduje  yo.  Véase  p. 
136  de  mi  tr. 

**  Yerro  claro  por  emendar.  Véase  el  ital.  que 
conservó  la  voz  cast. 

*"    En  el  MS. :  pretiendan  ni  la  etc. 


410 

amaban  a  si  mismos  ,  como  si  un  esclavo  , 
de  los  diez  del  orden  segundo  ,  pasase  al  nú- 
mero de  los  diez  de  la  orden  terzera.  Los 
hombres  que  con  injenio ,  e  con  artefizio  hu- 
mano pretenden  mudarse  e  renovarse  ,  en- 
tiendo que  no  consiguen  esta  rejeneration 
cristiana ,  sino  aquella  que  es  humana,  que  es 
de  carne ,  e  de  prudentía ,  e  ra^on  humana , 
como  fué  aquella  de  algunos  filósophos  jen- 
tiles  :  por  que  en  la  ra^ón  cristiana  solamen- 
te liene  parte  el  espíritu  santo  ,  de  modo 
que  en  tanto  es  rejeneíation  e  renovazión, 
en  cuanto  es  hecha  con  el  espíritu  santo  , 
quiero  dezir ,  en  cuanto  el  proprio  espíritu 
santo  la  haze  en  el  hombre  ,  cuando  él  sin- 
tiendo su  election  e  su  vocalion ,  e  dejando 
que  el  spíritu  santo  obre  en  él  ,  sin  preten- 
der de  obrar  él ,  ni  seguir  su  proprio  juizio , 
ni  su  proprio  parcszér  en  cosa  alguna,  cuan- 
do piensa  que  está  mas  lejos  de  su  rejenera- 
zion  e  renovazión, se  halla  mas  zerca  e  mas 
vezino  ,e  mas  entero ,  c  mas  perfecto  en  ella. 
E  esta  es  la  rejenerazion  e  la  renovazión 
que  dize  san  Pablo  que  haze  el  espíritu  san- 
to en  aquellos  que  son  verdaderos  cristia- 


m 

nos.  E  esla  es  la  mesma  de  la  cual  hablaba 
a  Nicodemo  el  mesmo  hijo  de  Dios  Jesii  Cris- 
to nuestro  Señor. 

Que  con  la  mortificazion  se  mantiene  el 
hombre  cristiano  en  la  resuluzión ,  e  que  con 
la  reduzión  del  ánimo  a  Dios  ,  se  mantiene 
en  la  zertilicazión  de  la  providenzia  de  Dios. 
Considerazion  xxvii. 

%  ^'^  El  hombre  ,  el  cual  siendo  llamado 
de  Dios  ,  sintiendo  su  vocazión ,  e  respon- 
diendo a  ella  ,  se  aplica  con  el  ánimo  a  la 
piedad,  entendiendo  *  que  primeramente  es 
movido,  a  resolverse  con  el  mundo  ,no  que- 
riendo del  mas  parte  de  aquella  que  plaze- 
rá  a  Dios  ,  que  él  tenga  en  su  dignidad  e 
en  su  estimation :  e  es  movido  a  resolverse 
consigo  mesmo  ,  no  queriendo  para  el  cuer- 
po ,  ni  mas  comodidad,  ni  estar  mas  bien 
exteriormente  de  aquello  que  plazerá  a  Dios, 
que  él  esté.  Además  entiendo  que  el  hombre 
no  puede  mantenerse  en  la  resuluzión  con 

*  Asi  el  MS.  conforme  con  el  ital.  Pero  es  erra- 
ta. Debe  dezir  entiendo. 


412 

el  mundp  ,  si  no  mortifica  los  afectos  que 
viven  en  él ,  de  la  amLizion  e  de  la  avari- 
zia,  e  propriíí  repiitazión.  Ni  puede  susten- 
tarse en  la  resuluzion  consigo  mesmo ,  si  no 
mortifica  les  apetitos  sensuales  ,  que  viven 
en  su  cuerpo:  empero  después  que  el  senti- 
miento de  su  vocazión  le  ha  movido  a  la^ 
dos  vocaziones  *.  El  sentimiento  de  la  fee  , 
a  la  cual  es  llamado  ,  junto  con  el  espíritu 
santo  ,  el  cual  por  la  fé  le  es  comunicado  ; 
mortifica  en  él  los  afectos  que  le  podrían 
impedir  e  disturbar  su  resuluzion  con  el 
mundo  ,  e  los  apetitos  que  le  podrían  impe- 
dí/' e  disturbar  la  resuluzion  consigo  mismo 
de  manera  que  la  fee,  e  el  spíritu  santo  mor- 
tifican los  afectos  c  apetitos  del  hombre  pa- 
ra conservarlo  e  ^mantenerlo  en  ;la  resulu- 
zion que  por  la  vocazión  ha  hecho  con  el 
mundo  e  consigo  mesmo.  De  donde  entien- 
do ,  que  el  sentirse  la  persona  pía  solízitada 
al'  ambizion,  e  a  la  propria  estimazión  ,  no 
es  señal  de  no  estar  resoluta  con  el  mundo, 

*  Así  el  MS.  Pero  debería  dezír  resoluziones  , 
con  arreglo  al  orijiíial  ilnl  ,  i  a  lo  dicho  anterior- 
mente. 


115 

si  no  de  no  haber  mortificado  sus  afectos. 
Semejaiileiiiente  entiendo  ,  que  el  sentirse 
la  persona  pía  solizitada  a  los  plazeres  del 
cuerpo  ,  no  es  señal  de  no  estar  resoluto 
consigo  mesmo  ,  sino  de  no  haber  mortifi- 
cado sus  apetitos.  E  así  tomo  esta  resolu- 
zión  ,  que  la  persona  pía  ,  la  cual  respon- 
diendo a  su  vocaziún  ,  está  resuluta  con  el 
mundo  e  consigo  mesma,  deseando  mante- 
nerse en  la  resuluzion  ,  debe  de  atender  a 
la  mortificazión  ,  la  cual  como  está  dicho  , 
mantiene  a  la  persona  en  la  resuluzion.  Se- 
mejantemente entiendo  que  la  mesma  voca- 
zión  de  Dios  ,  mueve  al  hombre  llamado  a 
azeptár  la  particular  providenzia  de  Dios  en 
todas  ^^las  cosas  ,  teniendo  por  zierto  ,  que 
todas  son  obras  suyas  en  las  cuales  parti- 
cularmente concurre  su  voluntad.  E  entien- 
do que  la  fee  ,  a  la  cual  el  hombre  es  lla- 
mado ,  e  el  spíritu  sancto  ,  el  cual  por  la 
fee  le  es  comunicado  ,  reduzen  al  hombre  a 
contentarse  de  todo  aquello  ,  que  le  acon- 
tesze  de  mal  e  de  bien  ,  teniéndolo  todo  por 
bueno  a  fin  que  se  mantenga  e  se  sus- 
tente en  la  zertificazion  ,  en  la  cuál  no  se 

8 


114 

podría  mantener  sino  con  aquella  reduzion. 
E  a(¡ní  entiendo  aun ,  que  el  sentirse  la  per- 
sona pía  ,  por  las  cosas  que  le  conteszen  de 
mal  al  cuerpo  no  es  señal  de  no  tener  la  zer- 
tificazión  de  la  providenzia   de  Dios  ,  sino 
de  no  haber  reduzido  el  ánimo  a  contentar- 
se de  aquello  que  Dios  haze.  E  así   me  re- 
suelvo en  esto  ,  que  junto    con  el  atender 
el  hombre  a  la  mortificazión  de  sus  afectos , 
e  de  sus  apetitos  ,  debe   atender  a  reduzír 
su  ánimo  a  esta  conformidad  con  la  volun- 
tad de  Dios  :  porque  en  este  modo  mante- 
niendo en  sí  su  resuluziou,  mantenía  tam- 
bién la  zertificazión  de  la  providenzia  de 
Dios  :  e  semejantemente  se  manterná  en  la 
piedad  ,  justizia  e  santidad,  que  se  adquie- 
re creyendo  en  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Para  zerlificarse  el  hombre  de  su  voca- 
zion.  Consideralion  xxviii. 

f  Porque  entiendo  ,  que  importa  gran- 
demente que  el  hombre  esté  zierlo  de  ser 
llamado  de  Dios  ,  a  la  gratia  del  evanjelio 
de  Cristo  ,  que  es  ,  a   íin  que  creyendo  en 


115 

Cristo  adquiera  inmortalidad  e  vida  eterna : 
porque  esta  zertifizazión  obra  en  él  la  reso- 
luzión  al  mundo,  e  consigo  mesmo,  e  la 
mortiíicazión  ,  con  la  cual  es  mantí^nida  la 
resuluzion.  Quiero  dezir ,  que  la  persona  que 
no  habrá  tenido  una  vocazion  tan  evidente  , 
tan  clara  ,  e  exterior,  como  fué  aquella  de 
san  Pablo ,  después  de  la  venida  del  spíri- 
tu  santo,  o  como  fué  aquella  de  los  Após- 
toles mientras  Cristo  conversó  con  los  hem- 
bras,  ni  tan  eficaz  e  pode  ^^rosa  como  en 
algunas  personas,  en  las  cuales,  bien  que 
sea  interior ,  los  afectos  *  son  tan  evidentes 
que  basta  por  exterior  :  sino  que  habrá  te- 
nido una  vocazion  plázida  e  remissa  co- 
mo es  en  aquellas  personas  ,  en  las  cua- 
les siendo  ella  interior  ,  e  no  podiendose 
mostrar  par  señales  exteriores ,  por  ser  ellas 
proprias  ,  exteriormente  moderadas  en  sus 
afectos  e  apetitos  ,  digo  que  esta  tal  perso- 
na se  podría  zertiíicár  de  su  vocazion  por  el 
sentimiento  de  su  justihcazión  por  la  fée. 
Quiero  dezir ,  que  cuando  una  persona  sien- 
do movida  a  la  piedad  cristiana  o  verdade- 
Asi  el  M.S.Pero  d.  d.  efectos. 


116 

ramente  ,  habieriflo  entendido  el  movimien- 
to ,  dubdara  si  fue  movida  por  ser  llamada 
de  Dios  ,  o  por  ser  solizitada  de  amor  pro- 
prio ,  hallando  en  sí  algún  sentimiento  de 
la  justiflcazión  por  la  fée  ,  que  es  ,  la  paz  de 
la  conzienzia ,  que  adquieren  aquellos  ,  los 
cuales  creyendo  házen  suya  la  justizia  de 
Dios  ,  podrá  bien  zertificarse  ,  que  sn  mo- 
vimiento a  la  piedad  fué  vocazión  de  Dios  , 
e  no  designo  de  prudentia  humana  ,  siendo 
esto  zierto  ,  que  solamente  aquellos  que  son 
llamados  de  Dios  ,  sienten  en  sí  el  benefizio 
de  la  justicia  de  Dios  esecutada  en  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

Que  el  ereer  con  dilicullád ,  es  señal  de  vo- 
calion.  Consideration  xxix. 

^  La  fazilidad,  con  la  cual  creen  las  co- 
sas de  la  fee  Cristiana  aquellos,  que  las  creen 
por  opinión  ,  por  relazión  ,  e  por  persua- 
sión: e  la  dificultad    con  la  cual  la*  creen 

Así  el  MS.  aquí ,  i  luego  en  seguida ;  en  vez 
ele  las  ,  como  el  ital.  le.  Creyó .  quizá  ,  que  se  re- 
lena a  la  fec  ,  i  no  a  las  cosas  ilc  ella. 


\\7 

aquellos  ,  que  la  creen  por  inspirazión  e  re- 
velatión  ,  me  ha  conduzido  a  esta  conside- 
razion, entre  algunas  cosas  verdaderas  creen 
muchas  falsas  ,  los  que  creen  por  relation, 
e  aun  son  mas  fáziles  a  creer  las  falsas  ,  que 
las  verdaderas  :  e  que  aquellos  que   creen 
por  revelazion,  creen  solamente   las  verda- 
deras, e  de  las  falsas  ninguna  cosa  admiten, 
de  manera  ,  que  es  mas  presto  señal  de  vo- 
cazión  la  dificultad  en  el  creer  ,  que  lafazi- 
lidád  :  aquel  que  cree  por  revelation  ,  tanto 
cree  cuanto  siente,  e  porque  en  aquello  que 
no  siente   halla  contradizión ,  cree  aquello 
que  le  es  inspirado  ,  e  revelado  ,  i  esto  no 
siempre  ,  sino  cuando  es  viva  i  entera  la  re- 
velation ,  ^°e  la  inspiratión  ,  i  el  sentimien- 
to ulterior.  Aquellos  que  adquieren  esta  fée 
llama  Cristo  beatos  ,e  estos  mesmos  son  hi- 
jos de  Dios  :  e  esta  es  la  fee,  que  lleva  siem- 
pre en  su  compañia  ,  la  caridad  e  la  espe- 
ranza ,  e  aquella  sin  la  cual  es  imposible 
aplazér  a  Dios  :  aquella  que  purifica  los  co- 
razones e  los  mundifica  ,  e  los   vivifica  :  de 
aquella  nos  haga  ricos  el  nuestro  Omnipo- 
tente Dios  ,  por  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


118 


Que  Dios  haze  con  nosotros  en  el  comuni- 
carnos las  cosas  spiriluales  ,como  en  el  darnos 
los  (rucios  déla  tierra.  Consideralion  xxx. 

%  Poniéndome  alguna  vez  a  cuenta  con 
Dios  ,  le  digo  en  este  modo  :  ¿Porqué  causa 
Señor,  cuando  llamáis  a  una  persona  a  vues- 
tro reino  ,  no  le  hazeis  luego  sentir  la  jus- 
tificazion:  no  le  dais  luego  el  spíritu  sanc- 
to ,  que  le  rija  e  gobierne ,  e  no  le  mostráis 
luego  vuestra  presenzia?  A  esto  me  paresze 
que  el  me  responde  diziendo  :  Por  la  mes- 
ma  causa  ,  que  cuando  uno  siembra  grano, 
no  hago  que  luego  nasca  ,  e  esto  porque 
se  pueda  recojer.  Esto  (digo  yo)  es  maldi- 
zión  del  pecado :  E  esto  otro  (diz^  él)  es  tam- 
bién por  lamaldízión  del  pecado.  Pues  que 
(digo  yo)  con  san  Pablo  ,  e  con  algunos  otros 
lo  habéis  hecho;  ¿porqué  no  lo  hazeis  je- 
neralmente  con  todos? Por  la  mesma  causa 
que  a  las  vezes  (dize  él)  he  dado  a  comer 
pan  a  los  hombres,  sin  que  na^ca  por  vía 
ordinaria,  queriendo  en  lo  uno  e  en  lo  otro 
mostrar  omnipotenzia.    Si  como  (digo  yo ) 


119 

esas  personas  a  las  cuales  habéis  dado ,  Se- 
ñor, pan  ,  por  vía  exlraordinaria  ,  reconos- 
zen  mas  de  vuestra  liberalidad  aquél  pan  , 
que  aquellos  que  lo  tienen  por  via  ordina- 
ria ;  así  también  reconoszerían  mas  de  vues- 
tra liberalidaád  los  dones   interiores  todos 
vuestros  electos,  si  hiziésedes  con  ellos  aque- 
llo que  hezistes  con  san  Pablo  ,  que  guián- 
doles  ,  como  los  guiáis  por  via   ordinaria. 
Lo  uno  e  lo  otro  (dize  él)  quiero  que  reco- 
noscan  de  mi  aquello  que  adquieren  por  la 
vía  ordinaria  ,  e  tanto  mas  cuanto  les  pa- 
resze  que  lo  adquieren  con  industria  e  fati- 
ga :  porque  en  esto  quiero  que  mortiíiquejí 
el  juizio  de  su  prudenzia  humana  ,  la  cual 
mortificazlon  no  sería  neszesaria  ,  si  reze- 
biesen  de  mí  estas  cosas  por  via  extraordi- 
naria. Quiero  yo  que  el  labrador  labre  la 
tierra  ^^  e  siembre   el  grano  ,  e  quiero  que 
me  atribuya  a  mí  el  fruto  de  su  fatiga.  Quie- 
ro semejantemente  ,  que  la  persona   spiri- 
tual  ,  fatigándose  e  trabajándose,  se  some- 
tan a  creer ,  e  a  amar  ,  e  que  asi  consigan  la 
justificazion ,  e  el  spírítu  sancto  :  e  quiero  , 
que  lo   atribuyan  todo  a  mí.  E  tu  tien  por 


120 

zierlo  ,  que  así  como  sería  temerario  el  la- 
brador que  peusase  de  recojér  mucho  gra- 
no, teniendo  a  su  mandado  el  agua,  cuando 
el  quisiese,  e  el  sol  cuando  él  quisiese, así 
ni  mas  ni  menos  sería  temeraria  la  persona 
spiritual  que  pensase  de  creszér  mucho  en 
la  piedad  teniendo  en  su  poder  las  inspira - 
tienes  cuando  él  quiziese.  Así  que  ,  ten  por 
zierto  ,  que  aquel  azierta  *  mejor ,  que  libre- 
mente ,  en  todo  e  por  todo  ,  deja  hazer  a  mí, 
sin  oponerse  en  cosa  alguna,  e  sin  pensar 
de  gobernar  de  sí,  aquello  ,  que  se  debe  go- 
bernar de  mí.  Con  esta  cousideration  pon- 
go a  mi  ánimo  en  paz  ,  cuando  lo  hallo  im- 
pazientee  mal  sufrido  en  V  esperar  de  Dios  : 
remetiéndome  en  todo  e  por  todo  á  mi  Dios 
zierto  que  me  gobierna  ,  e  me  gabernará  en 
este  negozio  cristiano  ,  segund  que  yo  lo  he 
menester  por  su  unijénito  hijo  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

Asi  el  MS.  Pero  el  ítal.  accelta ,  azepta. 


i21 


Que  es  mas  dañosa  la  viveza  de  los  afec- 
tos,  que  de  los  apetitos:  e  que  es  menester 
que  mueran  ambos.  Consideralion  xxxi. 

%  Examinando  en  qué  cosa  propria- 
mente  consiste  la  viveza  de  los  afectos  e 
de  los  apetitos  ,  e  cuando  ofende  esta  vi- 
veza ,  e  cuando  no  ofende  :  e  verificando  , 
que  la  viveza  de  los  afectos  consiste  en  la 
satisfazion  interior  ,  que  es  según  la  carne, 
que  es  en  el  estar  el  hombre  vivo  e  entero 
en  gustar  con  los  sentidos  del  ánimo  las  co- 
sas que  son  del  mundo  ,  como  son  sus  hon- 
rras  ,  e  sus  fanforronerías  ,e  prinzipalmente 
su  reputazion  e  fama.  E  entiendo  ,  que  la 
viveza  de  los  apetitos  consiste  en  la  satisfa- 
zion exterior ,  que  es  en  el  estar  el  hombre 
vivo  e  entero  a  gustar  con  los  zinco  senti- 
dos del  cuerpo  las  cosas  que  deleitan  e  con- 
tentan a  la  sensualidad  :  e  resolviéndome  , 
que  esta  viveza  de  afectos  i  apetitos  enton- 
zes  nuzen*,  cuando  aquellos  que  los  tienen, 

*  Asi  en  el  MS.  Pero  es  equivocazíon  clara  por 
7twze,eomo  dize  hiego  ,  en  sing.  pues  alude  a  la  vi- 
veza. 


122 

lio  la  coiiosze  ni  la  entiende ,  o  no  la  tiene 
por  vizio  ,  ni  por  deíelo  :  e  que   entonzes 
lio  nuze  ,  cuando  aquel  que  la  tiene  la  co- 
noze  e  la  entiende  ,  e  teniéndola  por  defe- 
lo  e  por  vizio  ,  a  poco  a  poco  la  va  refre- 
nando e  mortiticando,  vengo  a  considerar  , 
cual  fué  mas  dañosa  ,  e  mas  contraria  al  es- 
píritu sancto  ,  o  la  viveza  de  los  afectos  ,  o 
aquella  de  los  ape^'Uitos.  *  En  esta  consi- 
derazión  vengo  primero  considerando  ,  que 
la  viveza  de  los  afectos  tienen  vivo  al  hom- 
bre interior  en   las  cosas  del  mundo  ,  e  que 
la  viveza  de  los  apetitos  tiene  vivo  al  hom- 
bre exterior  en  las  cosas  de  la  carne  :  e  en- 
tiendo, que  cuanto  es  mas  digna  el  ánima 
que  el  cuerpo ,  tanto  es  mas  dañosa  ,  e  mas 
contraria  al  espíritu  la  viveza  de  los  afec- 
tos ,  que  la  de  los  apetitos.  Además  consi- 
daro  en  esto  modo  :  Irá  una  persona  a  una 
fiesta  por  su  satisfazión  ,  quiero  dezír  ,  por 
satisfazer  a  sus  apetitos  ,  en  veer  ,  óir  ,  en 
oler,  en  gustar,  en  tocar  ,  e  irá  otra  perso- 
na por  cumplir  con  el  mundo,  por  satisfa- 
zión de  aquel  que  haze  la  fiesta:  e  paresze- 
Así  el  MS.  Pero  debió  irad.  resoluzión. 


125 

rá  que  en  aquella  que  va  por  su  propria 
satisfazión,haya  mayor  viveza  que  en  aque- 
lla que  va  por  salisfazión  de  otro.  E  no  es 
verdad,  porque  si  en  aquella  que  va  por  sa- 
lisfazión ajena  no  fuesen  vivos  los  afectos 
de  la  propria  estimazion  e  del  honor  del 
mundo  ,  no  iría  :  de  manera  ,  que  si  bien 
no  va  tirada  de  sus  apetitos  ,  va  tirada  de 
sus  afectos  ,  e  de  aquellos  de  la  persona  a 
la  cual  desea  aplazér  ,  siendo  verdad  que 
aquella  persona  que  va  por  su  satisfazion  , 
satisfaze  a  sus  apetitos  ,  e  aquella  que  va 
por  satisfazion  ajena  ,  satisfaze  a  sus  afée- 
los ,  e  los  ajenos  ,  está  claro  ,  que  es  mas 
dañosa  e  mas  contraria  al  spíritu  la  salis- 
fazión de  los  afectos  ,  que  la  de  los  apetitos. 
Allende  desto  considero  ,  que  en  los  ojos  de 
la  prudenzia  humana  es  reprehendido  e  vi- 
tuperado aquél  que  desfrenadamente  está 
vivo  en  sus  apetitos  ;  e  es  loado  e  honrrado 
aquél ,  que  es  moderado  e  temperado  en 
ellos  :  e  es  lenido  por  santo  aquél  ,  que  del 
lodo  los  ha  mortificado  :  e  por  lo  contrario 
es  eslimado  e  preziado  aquél  que  tiene  vi- 
vos sus  afectos  de  honrra  e  de  propria  es- 


124 

limázion  :  e  es  leiiido  por  vil  e  apocado 
aquél  ,  que  en  lodo  esto  está  mortificado. 
Agora  siendo  verdad ,  que  a  los  ojos  de  la 
prudenzia  humana  siempre  paresze  grande 
aquello  ,  que  a  los  ojos  del  espíritu  santo 
paresze  pequeño:  e  siempre  paresze  peque- 
ño a  la  prudentia  humana  aquello  que  al  spí- 
ritu  santo  paresze  grande  ,  bien  seguirá  , 
que  teniendo  la  prudentia  humana  por  mas 
dañosa  *  ,  los  apetitos  que  los  afectos ,  que 
el  spíritu  santo  terna  por  mas  dañosos  los 
aféelos  ,  que  los  apetitos  :  Podríanse  consi- 
derar muchas  oirás  cosas  para  confirmar  és- 
to, mas  a  mí  bastan  me  harto  estas  para  ve- 
nir a  mí  intento  ,  ^^  el  cual  es  este  ,  que  la 
persona,  la  cual  atiende  a  ser  semejante  a 
Cristo  ,  e  semejante  a  Dios,e  a  comprehen- 
der  la  perfection  cristiana  ,  en  la  cual  es 
comprehendida  por  la  incorporalion  ,  con  la 
cual  está  incorporada  en  Cristo  ,  atienda  a 
la  mortificazión  de  sus  afectos  e  apetitos  , 
teniendo  siempre  estrecha  cuenta  con  ellos  , 
para  matarlos  en  aquello  que  los  verá  vi- 
vos: mas  prinzipalmente  atienda  a  la  morlí- 
Asi  ol   MS.  en  vez  de  dañosos. 


125 
ficazion  de  sus  afectos  ,  tanto  por  aquello 
que  habernos  iliclio,  cuanto  ambien  por  que 
en  la  muerte  de  los  afectos  ,  mueren  los  ape- 
titos ,  mas  no  mueren  yá  los  afectos  'en  la 
muerte  de  los  apetitos ,  antes  acontesze  ,  que 
en  la  muerte  de  los  apetitos  ,  reviven  los 
afectos  :  porque  como  se  es  dicho  ,  en  los 
ojos  de  la  prudentia  humana  es  estimada 
í-randemente  la  mortiíicazion  de  los  apeti- 
tos. Aquí  entiendo  esto  ,  que  cuando  una 
persona  con  prudentia  e  industria  humana 
mata  sus  afectos  ,  despreziando  la  honrra  e 
la  reputazión  del  mundo  ,  se  faze  viziosa , 
e  lizenziosa  ,  porque  viven  los  apetitos  ,  e 
házense  desfrenados  :  e  que  cuando  otra 
persona  con  el  espíritu  santo  mata  sus  afec- 
tos ,  juntamente  mala  sus  apetitos  ;  con  la 
cual  prueba  se  pueden  juzgar  muchos  de- 
signos e  movimientos  pertenesziéntes  al  des- 
prezio  del  mundo.  Si  son  de  spíritu  humano 
o  de  spíritu  sancto  :  querría  ,  que  en  mí 
fuesen  del  todo  muertos  los  afectos,  e  los 
apetitos  ,  de  manera  *  [que]  ni  mi  ánimo  se 
dilectasií  de  cosa  ,  que  no  fuese  spiritual  e 
^    En  el  M.S.  falta  [que]. 


426 

divina  :  ni  mi  cuerpo  tomase  de  las  cosas 
del  mundo  mas  de  aquello  ,  que  le  basta  pa- 
ra sustentarse  ,  e  mantenerse  en  el  mundo 
el  tiempo  que  Dios  le  ha  ordenado  que  viva 
en  él.  Mas  cuando  me  haya  de  alargar  en  al- 
guna cosa ,  cuando  haya  de  tener  en  mi  al- 
guna viveza ,  me  desplazería  menos  aquella 
de  los  apetitos ,  que  aquella  de  los  afectos. 
Quiero  dezír  ,  que  terne  por  menor  incon- 
veniente ,  el  ver  en  mí  alguna  viveza  de 
apetitos  e  il  satisfazerme  en  ellos  ,  que  el 
veer  en  mi  alguna  viveza  de  afectos  ,  e  sa- 
tisfazerme a  n)i  e  a  los  otros  en  ellos,  an- 
tes si  no  me  retuviese  la  vergüenza  del  mun- 
do ,  e  el  mal  ejemplo  de  las  personas  spi- 
rituales  ,  apenas  me  podría  detener  ,  que  al- 
guna vez  no  me  dejase  trasportar  a  salisfa- 
zér  a  mis  apetitos  ,  teniendo  por  zierto  que 
por  aquella  vía  mortificaría  mas  presto  los 
afectos  ,  e  que  muriendo  los  afectos ,  mori- 
rían juntamente  los  apetitos.  Añadiré  esto  , 
que  los  afectos  se  mortifican  mientras  que 
el  hombre  pudiendo  creszér  en  honrra  e  re- 
putazion  ,  e  en  mucho  crédito  con  los  hom- 
bres ,  no  quiere  e  lo  renunzia  todo.  E  que 


127 

los  apetitos  se  ^*  mortifican ,  cuando  el  hom- 
bre propríamente  los  puede  contentar  c  no 
los  contenta.  Aquél  que  mortifica  sus  apeti- 
tos mata  a  su  carne :  e  aquél  que  mortifica 
sus  afectos  se  cruzifica  todo  entero  a  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor  ,  diziendo :  satisfazien- 
do  a  mis  apetitos  alguna  vez  pensaré  de 
mortificar  mis  afectos.  Entendienáo  *  que 
la  vergüenza  ,  e  confusión ,  que  mereszería 
el  haber  satisfecho  a  mis  apetitos  ,  sería 
causa  que  yo  no  pensase  de  esecutár  mis 
afectos  que  me  guardase  de  satisfazerme 
mas  en  mis  apetitos  ,  como  tengo  por  zier- 
to  que  los  esperimentan  en  sí  muchas  de 
aquellas  personas  que  atienden  al  espíritu, 
de  los  cuales  solos  yo  hablo  aquí. 

En  qué  consiste  el  abuso  ,  [c]  en  que  con- 
siste el  uso  de  las  [magines  e  de  la  Escritu- 
ra.  Consideration  xxxii. 

t     El  mesmo  engaño  entiendo  ,  que  pa- 
deszen  tos  hombres  doctos  sin  spíritu  en  la 
santa  Escritura  ,  que  los  hombres  indoctos 
*     Asi  en  el  MS.  D;  d.  Entiendo, 


128 

sin  spírilu  en  las  iniajines,  en  esta  manera. 
Un  hombre  indoclo  tiene  un  Cristo  criizifica- 
do  en  su  cámara  ,  por  medio  del  cual  ,  siem- 
pre que  entra  en  la  cámara ,  se  acuerda  de 
aquello  que  Cristo  padeszió:  e  hallando  pie- 
dad e  relijión  en  este  acuerdo ,  pone  en  to- 
das las  otras  partes  de  la  casa  ,  otras  ima- 
jines semejantes  a  aquella  :  e  sabiendo  zier- 
to  ,  que  siempre  que  andará  por  casa  ,  que 
siempre  que  andará  por  iglesia  ,  e  también 
por  muchas  partes  de  la  zibdád  hallará  se- 
mejantes imájines  ,  que  le  reduzirán  a  la 
memoria  aquello  que  Cristo  padeszió  :  no 
se  cura  de  imprimir  en  su  ánimo  a  Cristo 
cruzíficado  ,  contentándose  de  verlo  pinta- 
do e  mientras  no  lo  tiene  en  su  ánimo  no 
siente  ni  gusta  el  Benefizio  de  la  pasión  de 
Cristo.  E  acontesze  ,  que  cuando  este  indoc- 
to se  mueve  a  demandar  alguna  cosa  a  Cris- 
to ,  paresziéndolc  que  le  basta  mirarlo  pin- 
tado con  los  ojos  corporales,  no  se  cura  de 
levantar  su  ánimo  a  mirarlo  con  los  ojos 
espirituales  ,  de  manera,  que  se  podría  de- 
zir,  que  no  ruega  a  Cristo  ,  sino  a  aquella 
pintura.  Ni  mas  ni  menos  un  hombre  docto 


129 
sin  spíritu  tiene  escrito  en  la  santa  Escri- 
tura las  cosas  perteneszientes  al  cristiano 
aquello  que  ha  de  creer  e  aquello  que  ha  de 
obrar  ,  de  manera  que  siempre  que  abre  su 
libro  ,  entiende  lo  uno  e  lo  otro :  e  pares- 
ziendole  que  le  basta  esto  ,  ocupa  todo  su 
estudio*,  su  dilijenzia  en  tener  muchos  li- 
bros, que  le  declaren  la  santa  Escritura  no 
curándose  de  imprimir  en  su  ánimo  aquello 
que  lee  ,  e  aquello  que  estudia  en  la  santa 
Escritura  ,  ni  de  formar  sus  opiniones  ^^ni 
sus  conzeptos  en  las  cosas  perteneszientes 
a  la  piedad  cristiana,  según  aquello  que  ahí 
lee  e  estudia.  E  acontesze  que  veniendole 
deseo  de  entender  algún  secreto  de  Dios  ,  e 
de  las  cosas  espirituales ,  atendiendo  a  ha- 
llarlo en  la  santa  Escritura  ,  no  levanta  su 
ánimo  a  rogar  a  Dios ,  que  se  lo  enseñe  ,  e 
que  se  lo  muestre  ,  de  manera  ,  que  no  tie- 
ne por  mira  el  spíritu  de  Dios:  sino  aquello 
que  por  proprio  injenio  ,  e  por  propria  na- 
tura ,  aprende  por  aquello  que  escribieron 
aquellos  que  tuvieron  el  spíritu  de  Dios  :  e 
si  padeszen  este  engaño  aquellos  que  tra- 
*    Así  el  MS,  D.  d.  e  toda  su  etc. 

9 


130 

tan  las  escritúraselas  cuales  han  sido  escri- 
tas por  el  spíritu  sancto  ,  podemos  pensar 
cual  será  el  engaño  de  aquellos  que  traían 
las  escrituras ,  que  son  escritas  por  spíritu 
humano.  El  hombre  indocto  que  tiene  spí- 
ritu ,  se  sirve  de  las  imagines ,  como  de  un 
alfabeto  de  la  piedad  cristiana  :  siendo  así 
que  tanto  se  sirve  de  la  pintura  de  Cristo 
cruzificado ,  cuanto  le  basta  a  imprimir  en 
su  ánimo  aquello  que  Cristo  padeszió  ,  e  gus- 
tar e  sentir  el  benefizio  de  Cristo  ;  e  cuando 
lo  ha  impreso  ,  e  lo  gusta  ,  e  lo  siente  ,  no 
se  cura  mas  de  la  pintura  ,  dejando  que  ella 
sirva  de  alfabeto  a  otros  prinzipiantes  :  e 
cuando  tiene  Cristo  en  su  ánima,  cuando  es 
enspirado  a  demandar  alguna  cosa  a  Cristo, 
no  se  cura  de  poner  los  ojos  corporales  en 
la  pintura ,  sino  poner  los  espirituales ,  en  la 
impresión  que  tiene  en  su  ánimo.  INi  mas 
ni  menos  el  hombre  docto  que  tiene  spíritu 
se  sirve  de  la  santa  Escritura  como  de  un 
alfabeto  de  la  piedad  cristiana  ,  do  nde  lee 
aquello  que  pertenesze  a  la  piedad  ,  hasta 
tanto  ,  que  penetra  en  el  ánimo  que  lo  gus- 
ta ,  e  lo  siente  ,  no  con  el  ^uizio  ni  con  el 


131 

injenio  humano  ,  sino  con  su  proprio  ánimo 
en  el  cual  imprime  aquellos   conzeptos ,  e 
aquellas  opiniones  de  Dios  que  ahí  están  es- 
critas ,  de  manera  ,  que  cuando  le  viene  de- 
seo de   entender  algún  secreto  de  Dios,  pri- 
meramente va  al  libro  de  su  ánimo  ,  prime- 
ro consulta  con  el  spíritn  de  Dios  ,  e  des- 
pués va  a  cotejar  aquello  que  ha  entendido, 
con  aquello  que   está   escrito    en    aquellos 
santos  libros  :  de  manera  que  habiéndose  al 
prinzipio  servido  de  la  santa  Escritura  ,  co- 
mo de  un  alfabeto,  deja  después  que  le  sir- 
van de  lo  mesmo  a  otros  prinzi plantes,  aten- 
diendo él  a  las  inspirationes  interiores  ,  te- 
niendo por  maestro  al  proprio  spíritu  de  Dios, 
e  sirviéndose  de  la  santa  Escritura  como  de 
una  conversazión  santa  e  que  le  causa  re- 
creazión  ,  quitando  de  sí  totalmente   todas 
las  escrituras  que  son  escritas  con  spíritu 
humano.  E  así  en  el  indocto  con  spiritu,  co- 
mo ^^en  el  docto  con  espíritu  ,  entiendo  que 
a  este  modo  se  cumple  aquello  que  era  pro- 
fetizado del  tiempo  del  evanjelio  donde  dize, 
Erunt  omnes  docti  a  Deo  ,  según  que  lo  es- 
perimentan  en  sí  aquellos  ,  que  consiguen 


452 

el  espíritu  que  es  comunicado  por  Jesu  Cris- 
to nuestro  Señor. 

En  qué  manera  con  la  Pazienzia  e  con  la 
Consolazión  de  la  Escritura  nos  mantenemos 
en  la  speranza.  Considerazion  xxxiii. 

4  Según  san  Pablo  ,  nos  otros  ,  los  cua- 
les en  esta  vida  estamos  en  el  reino  de  Dios , 
nos  mantenemos  en  la  speranza  de  la  vida 
eterna  con  la  pazienzia  e  con  la  considera- 
zion *  de  la  Escritura.  La  pazienzia  consiste 
en  esto ,  que  aunque  parezca  que  tarde  el 
cumplimiento  de  aquello  que  desean ,  forti- 
ficamos mas  nuestros  ánimos  ,  para  esperar 
mas  e  mas  no  apartándonos  de  la  confian- 
za. E  la  consolazión  de  la  Scritura  consiste 
en  esto ,  que  leyendo  en  ella  las  promesas 
de  Dios,  de  nuevo  nos  confirmamos  e  forti- 
ficamos en  la  speranza  ,  enterveniendonos 
aquello  [que]  acontesze  a  uno  ,  al  cual  un 
Señor  por  una  letra  suya  promete  mil  du- 
cados de  renta  :  el  cual  se  mantiene  en  la 

*  Así  el  MS.  por  consolazión  :  Véase  el  ital.  í 
el  epígrafe  del  cap.  ,  i  luego. 


153 

speranza  de  haber  esta  renta  con  la  pazien- 
zia  ,  fortificando  su  corazón  mas  a  mas  con 
la  esperanza  :  cuando  le  paresze  que  tarda 
el  cumplimiento  de  la  promesa  ,no  apartan- 
do se  de  la  speranza ,  e  consolándose  con  la 
letra  del  Señor,  con  la  cual  leyendo  la  pro- 
mesa ,  de  nuevo  se  consuela  en  el  esperar , 
e  de  nuevo  se  confirma  en  la  confianza  que 
tiene  de  conseguir  la  renta  que  le  es  prome- 
tida. Quiero  dezir  ,  que  así  como  éste  ,  su- 
friendo la  tardanza  ,  e  leyendo  su  Letra ,  se 
conserva  hasta  que  le  sea  guardada  la  pro- 
mesa ,  así  nos  otros  sufriendo  la  tardanza 
de  la  segunda  venida  de  Cristo ,  e  leyendo  la 
santa  Escritura  nos  conformamos  *  hasta 
tanto  que  vengamos  a  la  vida  eterna  ,  que 
nos  es  prometida  por  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 

•    Así  el  MS.  -  El  ital.  confermiamo  :  confirma- 
mos. 


154 

En  qué  consiste  el  Benefizio  que  los  hom- 
bres han  conseguido  de  Dios  por  Cristo.  Con- 
siderazión  xxxiiii. 

%  Un  hombre  rico  tiene  una  sclava  vi- 
zíosa  e  mal  inclinada  la  cual  tiene  los  hijos 
tan  viziosos  e  tan  mal  inclinados  como  ella. 
El  ,  por  ser  tales  ,  no  los  quiere  tener  en  su 
casa  por  algún  tiempo  ,  empero  en  otro 
tiempo  ,  por  alguna  otra  osasión ,  se  con- 
tenta de  tener  e  mantener  eu  su  casa  algu- 
nos dellos  ,  e  también  por  conservar  los  se 
goza  de  tratarlos  como  hijos  e  por  ^"^  que 
conosze  la  mala  incünation  déllos  ,  e  vee 
que  si  va  por  via  de  rigor  con  ellos  ,  será 
imposible  que  se  mantengan  en  casa  ,  los 
perdona  no  solamente  el  ser  naszidos  de  la 
esclava  viziosa  e  mal  inclinada  ,  porque 
cuanto  a  esto  apaziguó  su  ánimo ,  cuando  los 
admitió  [en]  su  casa  :  mas  todo  aquello  que 
harán  viziosa  e  bellacamente  venzidos  e  ti- 
rados de  aquella  mala  inclínazion  ,  con  la 
cual  naszieron ,  e  ellos  con  el  buen  tratíi- 
miento  del  Señor  ,  que  se  les  es  hecho  pa- 


155 

dre ,  e  con  las  buenas  costumbres  que  a- 
prenden  estando  en  su  casa  ,  van  dejando 
aquello  que  heredaron  de  la  vieja  e  mala 
madre  ,  e  van  adquiriendo  aquello  que  veen 
en  el  nuevo  e  buen  padre.  E  en  este  modo 
vienen  a  ser  herederos  de  los  bienes  del  Se- 
ñor, que  se  les  es  hecho  padre.  Coa  esta 
similitud  entiendo  ,  en  que  consiste  el  bene- 
íizio  de  Cristo  en  los  hombres.  El  hombre 
rico  es  Dios.  La  mala  sclava  es  la  natura 
humana,  depravada  por  la  primera  trans- 
gresión. Los  hijos  son  todos  los  hombres. 
La  casa  de  Dios  ,  es  el  reino  de  Dios.  El 
tiempo  en  el  cual  Dios  admite  los  hombres 
en  su  reino  ,  es  el  tiempo  del  evanjelio.  La 
ocasión  de  *  la  justizia  de  Dios  esecutada  en 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor  :  por  esta  se  con- 
tenta Dios  de  admitir  en  su  reino  aquellos, 
que  vienen  a  él ,  ede  tener  los  por  hijos,  e 
de  tratarlos  como  a  tales  :  e  porque  conosze 
la  mala  inclinazion  dellos  ,  e  vee  que  si  usa 
con  ellos  rigor  ,  será  imposible  que  se  pue- 
dan mantener  en  el  reino,  los  perdona  no 
solamente  el  vizio  de  la  natura  depravada  , 
*    Así  el  MS.  Debe  dezir  es. 


136 

con  la  cual  naszemos,  que  es  el  pecado  ori- 
jinál  (porque  cuanto  al  pecado  orijinal ,  les 
perdona  cuando  los  admite  al  Reino)  mas 
todas  aquellas  cosas  que  harán  viziosa  e 
bellacamente  tirados  e  venzídos  de  aquella 
mala  inclinazion  ,  con  la  cual  naszieron ,  la 
cual  les  es  propria  e  natural ,  mientras  ellos 
van  combatiendo  e  contrastando  con  ella  : 
donde  ellos  con  el  favor  de  Dios  ,  el  cual  de 
Señor  se  les  es  hecho  padre  ,  haziéndolos 
de  esclavos  hijos ,  e  con  las  buenas  costum- 
bres ,  que  aprenden,  estando  en  el  Reino  de 
Dios  ,  a  poco  a  poco  van  dejando  aquello 
que  tienen  de  la  mala  vieja  viziosa  madre  , 
e  van  adquiriendo  aquello  que  veen  en  el 
bueno  nuevo  e  divino  padre  ,  dejando  de 
pareszér  ,  e  de  ser  semejante[s]  a  la  madre, 
e  así  como  antes  que  viniesen  al  reino  de 
Dios,  tenían  e  representaban  en  sí  la  ima- 
jen e  semejanza  de  la  natura  depravada , 
así  ni  mas  ni  menos  entrados  en  el  reino  de 
Dios  ,  tienen  e  representan  en  si  la  imajen 
6  semejanza  de  Dios  ,  recobrando  aquello 
que  el  primer  hombre  perdió.  Con  esto  en- 
tiendo ,  en  que  manera  el  hombre  fué  cria- 


157 

do  a  la  imajen  5^  e  similitud  [de  Dios],  *  e  en 
que  consiste  el  Benefizio  que  los  hombres 
han  reszebido  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Dónde  prozede  «n  las  personas  pías  la  di- 
ficultad en  el  estar  en  aquello  que  pertenesze 
a  la  piedad  e  a  la  Justificazion.  Considera- 
lian  XXXV, 

^  Considerando  que  el  ofizio  de  la  pie- 
dades el  contentarse  el  hombre  de  todo  aque- 
llo que  Dios  haze  persuadiéndose  e  tenien- 
do por  zierto  ,  que  todo  ello  es  bueno  ,  e 
santo  e  justo  :  E  creyendo  que  todo  aquello 
que  acontesze  en  la  presente  vida  ,  acontes- 
ze  por  devina  providenzia  sin  que  alguna  co- 
sa avenga  a  caso.  E  considerando  que  el  oti- 
zio  de  la  fee  Cristiana  es  azeptar  con  el  animo 
e  confesar  con  la  boca  el  evanjelio  de  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor  :  e  viendo  de  una  parte 
en  muchos  hombres  que  no  tienen  spíritu  , 
mucha  conformidad  con  la  voluntad  de  Dios, 
de  tal  manera ,  que  no  se  duelen  ni  se  sien- 
Falta  en  el  MS.  sin  duda  por  omisión  involun- 
taria. 


i38 

ten  fuera  de  modo ,  ni  por  la  muerte  de  las 
personas  que  aman  grandemente  ,  ni  por  la 
pérdida  de  la  hazienda ,  ni  por  la  pérdida  de 
la  honrra ,  e  que  ellos  proprios  se  conten- 
tan de  morir  :  e  viendo  aun  en  muchos  otros 
hombres  que  no  tienen  spiritu ,  mucha  azep- 
talion  e  mucha  confesión  del  evanjelio  ,  sin 
ponerlo  punto  en  duda  :  e  viendo  de  otra 
parte  que  algunas  personas  spirituales  se 
duelen,  e  se  sienten],  e  se  entristeszenpor  la 
muerte  de  las  personas  que  aman ,  e  por 
otros  incómodos  que  les  entrevienen  e  que 
no  pueden  induzírse  a  querer  morir ,  e  que 
sienten  la  pérdida  de  la  hazienda  ,  e  la  pér- 
dida de  la  honrra  :e  viendo  aun  en  otras  per- 
sonas que  tienen  spiritu  ,  mucha  vazilazion 
en  la  azeptazion  e  confesión  del  evanjelio 
que  no  se  pueden  zertiíicár  ,  ni  confirmar 
del  todo  en  él  :  muchas  vezes  me  he  puesto 
a  considerar ,  la  causa  de  donde  prozedan 
estos  tan  contrarios  efectos  ,  siendo  así  que 
paresze,  que  en  aquél  que  no  tiene  spíiitu, 
no  debría  haber  conformidad  con  la  volun- 
tad de  Dios  ,  ni  debría  este  tal  dar  fee  al 
vanjelio  :  e  en  aquél  que  hai  spiritu,  de- 


439 
bna  haber  la  una  e  la  otra  cosa.  E  después 
de  haberlo  considerado  ,  entiendo  que  la 
carne  ,  aunque  a  las  vezes  ella  contradiga 
un  poco  a  la  carne  ,  al  fin,  se  deja  venzér  e 
sojuzgar  della  :  donde  siendo  en  el  hombre 
que  no  tiene  spíritu  ,  también  afecto  de  car- 
ne el  querer  se  conformar  con  Dios ,  como 
el  dolerse  ,  e  contristarse  ,  e  el  sentirse  ,  por 
los  incómodos  ,  que  se  le  ofreszen  en  la 
presente  vida  ,  acontesze  que  venziendo  el 
un  afecto  al  otro  paresze  ,  que  aquel  tal 
hombre  se  conforme  con  la  votuntád  de  Dios 
e  no  es  verdad  porque  no  se  conforma  sino 
con '^^  su  propria  voluntad,  con  la  cual  por 
su  satisfazión  e  por  sus  designos  delibera 
de  contentarse  de  toda  cosa  e  de  conformar- 
se en  toda  cosa  con  la  voluntad  de  Dios. 
Que  esto  sea  verdad,  lo  leemos  en  muchos 
libros  de  jentiles ,  e  lo  oímos  ,  e  veemos  en 
muchas  otras  jentes ,  unas  del  lodo  infieles  , 
e  otras  que  finjen  fee.  Asi  mismo  entiendo, 
que  siendo  en  el  hombre  que  no  tiene  spí- 
ritu también  afecto  de  carne  ,  el  azeptar  e 
confesar  el  evanjelio  ,  como  el  no  quererlo 
azeptár  ni  confesar  ,  aviene  que  venzíendo 


140 

el  un  affecto  al  otro  ,  paresze  que  el  tal 
hombre  cree  el  evanjelio,  e  no  es  verdad  , 
porque  no  cree  sino  su  opinión  e  imajina- 
zión,  como  el  Judío  que  está  pertinax  en  su 
lei ,  e  como  el  Moro  que  cree  su  alcorán.  De 
la  otra  parte  entiendo  que  la  carne  siem- 
pre repugna  al  spírilu ,  siempre  le  contra- 
dize  ,  e  siempre  contrasta  con  él  por  la  ene- 
mistad grandísima  que  liai  entre  ambos  a 
a  dos.  De  donde  aviene  ,  que  siendo  en  el 
hombre  que  tiene  spíritu  afecto  de  spíritu 
el  querer  se  conformar  con  la  voluntad  de 
Dios  ,  contentándose  de  todo  aquello  que 
Dios  haze  e  repugnando  e  contrastando  a  la 
carne  ,  sin  dejarse  venzér  sino  después  de 
largo  tiempo  ,  aviene  que  el  hombre  que 
tiene  spíritu  se  duele,  se  siente  ,  e  se  en- 
tristesze  por  los  incómodos  corporales  ,  e 
por  todas  las  otras  cosas  en  las  cuales  la 
carne  padesze  ,  e  sobre  todo  por  la  muerte, 
según  que  veemos  que  se  entristeszían  los 
sanios  de  la  lei  ,  e  según  que  se  habría  sen- 
tido san  Pablo  santo  del  evanjelio  ,  segund 
que  el  dize ,  sí  aquél  su  amigo  fuese  muer- 
to :  e  según  que  se  sintió  el  proprio  hijo  de 


Dios  Jesii  Cristo  n.  s.  Asimismo  entiendo, 
que  siendo  en  el  hombre  que  tiene  spíritu 
afecto  de  spiritu  el  querer  azeptár  e  confe- 
sar el  evanjelio  e  repugnando  e  contradizien- 
do  la  carne,  porque  no  tiene  parte  de  aquel 
deseo ,  ni  de  aquél  querer  ,  acontesze  que  el 
hombre  que  tiene  spiritu  siente  flaqueza  en 
la  fee  va  vazilando  e  dudando  en  ella  según 
que  leemos  en  algunos  sauctos ,  e  según  que 
veemos  nosotros  proprios  en  otros  ,  de  ma- 
nera ,  que  asi  como  de  la  poca  contradizión 
que  tienen  entre  si  los  afectos  de  la  carne, 
prozede  en  aquellos  que  no  tienen  spiritu , 
el  aparentia  de  la  piedad  e  Tapárentia  de  la 
fee:  asi  de  la  mucha  contradizión  que  hai 
entre  la  carne  e  el  spiritu ,  prozede  en  aque- 
llos que  tienen  spiritu  la  flaqueza  en  la  fé  , 
entreveniendo  en  el  hombre  aquello  que 
entreviene  en  el  mundo  en  una  provinzia  e 
en  una  república.  Quiero  dezir  ,  que  asi  co- 
mo cuando  una  persona  dize  ,  o  publica  al- 
guna cosa  con  afecto  de  spiritu  ,  luego  ha- 
lla contraste  ,  contradizión  ,  e  persecuzión 
exterior ,  bien  que  sea  cosa  que  por  el  or- 
dinario se  diga ,  e  se  platique  ,  empero  sin 


142 

espíritu  e  con  afecto  humano :  asi  ni  mas  ni 
menos  cuando  una  persona  quiere  con  mo- 
vimiento de  espíritu  persuadirse  e  ^"^  confor- 
marse en  una  cosa  pertenesziente  a  la  pie- 
dad ,  o  a  la  justiíicazion  ,  luego  halla  con- 
traste e  contradizíon  interior  porque  se  le- 
vantan contra  él  sus  afectos  e  sus  apetitos  , 
que  son  mortales  enemigos  del  spíritu.  E 
esto  acontesze  también  cuando  aquella  tal 
cosa  ha  sido  antes  azeptada  e  creída  délla 
con  afecto  proprio  e  con  propría  opinión. 
De  donde  tomo  esta  resi/luzión  ,  que  es  se- 
ñal ,  que  el  spíritu  sancto  es  aquel  que  obra 
en  el  bombre ,  aquel  que  le  pone  el  querer, 
e  el  desear  de  tener  mucha  piedad  e  mucha 
fee ,  cuando  en  todo  esto  el  hombre  halla 
dentro  de  sí  mucho  contraste  ,  e  mucha  con- 
tradizión,  e  cuando  también  lo  mismo  acon- 
tesze en  lo  exterior  del  hombre.  E  resuél- 
vome  ,  que  en  este  contraste  ,  e  en  esta  ba- 
talla o  lucha  cumple  trabajarse  e  fatigarse 
mucho  empero  sin  aflijirse  ,  ni  entristezerse, 
que  la  carne  con  lodos  sus  afectos  queden 
vivos  ,  e  el  spíritu  sánelo  tenga  la  victoria, 
e  sea  venzedór  :  porque  no  conviene  que  el 


145 

hijo  de  la  sclava  ,  que  es  la  carne,  con  el 
hijo  de  la  libre  ,  que  es  el  espíritu  ,  sea  he- 
redera de  los  bienes  que  son  propriamen- 
te  del  spiritu,  que  es  ,  de  conoszimiento  de 
Dios  en  esta  presente  vida  ,  e  de  la  visión 
de  Dios  en  la  vida  eterna.  E  diziendo  la  car- 
ne ,  entiendo  los  afectos  de  la  carne  ,  aque- 
llo que  los  hombres  reziben  de  Adáni  ,  lo 
cual  todo  cumple  que  muera  en  nosotros  , 
para  que  viva  todo  aquello  que  podemos  re- 
zebir  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

En  qué  consiste  la  libertad  cristiana ,  como 
se  conosze  e  como  se  ejerzita.  Considerazion 

XXXV  i. 

f  Para  entender  bien  en  que  consiste  la 
libertad  cristiana  ,  como  se  ha  de  conoszer, 
e  como  se  ha  de  ejerzitár  ,  importa  mucho 
entender.  Primero  ,  en  que  consiste  la  ser- 
vitud Hebrea :  como  se  entendía  i  como  se 
ejerzitaba.  La  servitud  hebrea  entiendo  que 
prozedía  del  imperio  de  la  Lei  la  cual  ame- 
nazando e  prometiendo  tenía  a  los  hombres 
en  servitud  ,  e  los  trataba  como  esclavos. 


t44 

Entre  aquellos  que  eran  del  pueblo  hebreo , 
algunos  por  inspirazión  se  aplicaban  a  la  Lei, 
e  otros  por  opinión':  e  había  algunos  otros 
que  no  se  curaban  de  la  Lei ,  viviendo  lizen- 
ziosamente  ,  no  conoszianla  servitud  hebrea , 
ni  se  ejerzitaban  en  ella.  Aquellos  que  por 
opinión  se  aplicaban  a  la  Lei  ,  deseando  e 
procurando  que  en  ellos  no  fuesen  esecuta- 
das  las  amenazas  ,  con  la  *  cual  la  Lei  ame- 
nazaba los  transgresores  e  que  en  ellos  fue- 
sen cumplidas  las  promesas  que  la  Lei  ha- 
zia  a  aquellos  que  la  guardasen  ,  conoszían 
la  servitud  hebrea  ,  mas  no  la  ejerzitaban 
como  convenía  :  porque  siendo  gobernados 
de  sus  proprios  spíritus,  eran  superstisiosi- 
simos  **  en  ¡algunas  |cosas  e  lizenziosísimos 
en  algunas  otras.  Aquellos  que  por  inspira- 
zión se  aplicaban  a  la  ^^  Lei  e  se  ejerzitaban 
en  ella  como  convenía  ,  deseando  sus  prome- 
sas e  temiendo  las  amenazas ,  conoszian  la 
servitud  hebrea  ,  viendo  qu ;  les  convenía 
estar  siempre  atados  a  la  Lei  e  se  ejerzi- 

Así  el   MS.  Debió  dezir  con  las  cuales   con 
le  qualij. 

**    El  MS.  superstiosismos. 


445 

laban  en  ella  como  era  menester  ,  tenién- 
dose por  esclavos  ,  e  dependiendo  de  la  vo- 
luntad de  Dios ,  porque  siendo  gobernados 
del  spíritu  santo  ,  que  les  inspiraba  al  cum- 
plimiento de  la  Lei ,  eran  pios ,  justos  e  san- 
tos ,  de  manera  ,  que  la  servitud  bebrea 
consistía  en  la  Lei  ,  e  era  conoszida  cuan- 
do los  hombres  se  aplicaban  a  la  observa- 
tion  de  la  Lei  ,  e  era  ejerzitada  cuando  la 
aplicazion  prozedia  del  spíritu  santo.  Por  el 
contrario  ,  la  libertad  cristiana  consiste  en 
la  abroga tion  de  la  Lei ,  la  cual  fué  abro- 
gada del  todo  en  la  venida  del  spíritu  san- 
to ,  el  cual  suszedió  en  el  gobierno  del  pue- 
blo de  Dios  en  lugar  de  la  Lei:  Entre  aque- 
llos que  tienen  nombre  de  cristiano[s] ,  hai 
algunos  que  tientan  esta  libertad  por  espíri- 
tu santo  :  e  hai  otros  ,  que  la  adivinan  por 
spíritu  humano  :  e  hai  otros  ,  que  ni  la  sien- 
ten ,  ni  la  adevinan.  Aquellos  que  ni  la  sien- 
ten ,  ni  la  adivinan  ,  son  en  todo  e  por  todo 
semejantes  a  aquellos  ,  que  en  el  pue- 
blo hebreo  adivinaban  la  servitud  de  la  Lei  , 
siendo  en  todo  e  por  odo  supersticiosísimos  * 

*    El  MS.  superstioslsimos. 

10 


146 

obligándose  e  atándose  no  solamente  a  a- 
quello  que  piensan  ser  Lei  de  Dios  ,  mas 
aun  a  aquello  que  saben  ser  lei  humana :  e 
allende  desto  ellos  mismos  se  obligan  e  se 
atan  a  otras  leyes,  de  manera  que  no  saben 
ni  en  qué  consista  la  libertad  cristiana  ,  ni  la 
conoszen  ni  la  ejerzitan  ,  viviendo  los  mez- 
quinos en  miserable  e  dura  servitud.  Aque- 
llos que  por  espíritu  humano  adevinan  la  li- 
bertad cristiana, son  mui  semejantes  a  aque- 
llos que  en  el  pueblo  Hebreo  no  tenían  cuen- 
ta con  la  Lei :  estos  quitando  de  sí  todo  yugo, 
viven  lizenziosamente  ,  no  conoziendo  ni  e- 
jerzitando  como  conviene  la  libertad  cristia- 
na. Estos  son ,  por  el  ordinario  impíos  e  vi- 
ziosísimos  ,e  entiendo  que  adevinan  la  liber- 
tad cristiana  ,  con  spíritu  humano.  Aque- 
llos los  cuales  por  su  proprio  injenio  e  jui- 
zio  ,  e  por  aquello  que  leen  *  e  oyen  ,  e  en- 
tienden que  el  cristiano  es  libre  ,  los  cua- 
les no  considerando  sí  son  cristianos  de  tal 
manera  que  apertenga  **  dellos  la  libertad 

*    El  MS.  leyen  e  oyen.  Pero ,  pues  siempre  di- 
zc  leen  ,  en  otras  ocasiones ;  aquí  es  dislraczion. 
•*    Así  el  MS; 


147 

cristiana  ,  vienen  a  hazér  lizenzia  de  carne 
!a  libertad  cristiana.  Aquellos  que  por  spí- 
ritu  santo  sienten  la  libertad  cristiana  ,  son 
casi  semejantes  a  aquellos  ,  los  cuales  en  el 
pueblo  hebreo  por  spíritu  santo  se  aplicaban 
a  la  Lei  :  estos  conoszen  que  la  libertad 
cristiana  consiste  en  esto  ,  que  el  cristiano 
no  será  castigado  por  su  mal  vivir  ,  ni  será 
premiado  por  su  bien  vivir,  conosziendo 
que  el  castigo  es  para  los  incrédulos  ,  e  el 
premio  para  los  fieles  ,  siendo  así  que  Dios 
castigará  a  aquellos  que  no  creen  a  Cristo, 
e  no  creyéndo/e  no  azeptarán  el  pacto  que  él 
puso  entre  Dios  e  los  hombres  ,  e  que  pre- 
miará aquellos  que  creen  a  Cristo  ,  e  azep- 
tarán el  pacto  de  Cristo .  Aquellos  que  co- 
noszen en  este  modo  la  ^-  Libertad  cristia- 
na ,  no  teniendo  re.f  guardo ,  ni  a  castigo  ni 
a  premio ,  e  teniendo  no  *  resguardo  a  guar- 
dar el  decoro  de  la  persona  a  que  represen- 
tan en  la  presente  vida  que  es  ,  el  ser  miem- 
bro de  Cristo  perfectísima  cabeza  ,  e  a  vi- 
vir en  esta  vida  una  vida  semejante  a  aque- 

*     Así  el  MS.  pero  cí  no ,  sobra  :  i  lo  que  sigue, 
está  mal  traduziflo. 


448 

lia  que  han  de  vivir  en  la  vida  eterna  ejer- 
zitan  bien  la  libertad  cristiana  ,  porque  go- 
bernados del  spiritu  santo  de  una  parte  se 
hallan  e  se  conoszen  libres  e  esentos  de  la 
lei ,  tanto  que  les  paresze  de  poder  dezir 
con  san  Pablo  omnia  mihi  *  licenl ,  no  te- 
miendo de  ser  castigados  por  transgresión  , 
ni  sperando  de  deber  ser  premiados  por  ob- 
servation  ,  en  la  cual  cosa  sienten  e  conos- 
zen la  libertad  cristiana.  E  de  la  otra  parte 
se  hallan  e  conoszen  obligados  a  ser  seme- 
jantes a  Cristo  en  sus  vidas  e  costumbres,  e 
por  eso  dizen  con  san  Pablo  ,  non  omnia  ex- 
pediunt.  E  estando  en  esto  se  ejcrzitan  en  la 
libertad  cristiana  ,  de  manera  que  la  liber- 
tad cristiana  consiste  en  la  abrogazión  de  la 
Lei ,  e  es  conoszida ,  cuando  los  hombres  no 
temen  el  castigo  de  la  transgresión  de  la 
Lei ,  ni  pretenden  el  premio  de  la  observa- 
zión  della :  e  es  bien  ejerzitada  cuando  los 
hombres  [observan]  **  el  decoro  que  perle- 
nesze  al  cristiano  que  es  miembro  de  Cris- 
to ,  e  debe  ser  mui  conforme  'en  toda^  sus 

*  El  MS.  michi, 

*  Falta  en  el  MS.  por  claro  descuido. 


149 

cosas  a  Cristo.  De  todo  esto  coUígio  ,  que 
pues  que  los  hombres  adevinando  la  liber- 
tad cristiana  con  spiritu  humano  con  inje- 
nio  e  con  juizio  se  hazen  viziosos  e  impíos, 
e  no  la  entendiendo  se  hazen  superstizio- 
sos  i  miserables,  e  entencíiendola ,  conoszien- 
dola  ,  sintiéndola  ,  e  ejerzitándola  ,  por  spi- 
ritu santo  ,  se  hazen  santos  ,  píos  e  justos  , 
haziéndose  mui  semejantes  a  Cristo  nuestro 
Señor.  Es  bien  que  el  hombre  se  aplique  a 
entender  la  libertad  cristiana  ,  demandando 
a  Dios  su  spiritu  santo  que  se  la  haga  conos- 
zér  i  sentir ,  e  que  semejantemente  se  la  ha- 
ga ejerzitár  :  e  en  este  modo  ni  el  no  conos- 
zerla ,  lo  hará  vivir  con  superstizion  e  con 
miseria  :  ni  el  conoszerla  con  spiritu  huma- 
no ,  lo  hará  vivir  lizenzioso  en  las  costum- 
bres ,  e  impio  en  el  ánimo :  e  entenderla , 
conoszerla  ,  e  ejerzilarla  ,  lo  hará  vivir  sin 
temor  delante  Dios  con  santidad  e  justizia 
todo  el  tiempo  de  su  vida  ,  e  después  lo  por- 
ná  glorioso  en  la  vida  eterna  con  Jesu  Cris- 
to nuestro  Señor. 


150 

Que  aquellos  que  conoszen  a  Dios  por  la 
Relazión  de  hombres  ,  tienen  falsa  opinión 
del  :  e  que  aquellos  que  lo  conoszen  por  spi- 
ritu  Sanio  ,  la  tienen  buena.  Consideralion 
xxxvii. 

t  Eslo  es  siempre  verdad,  que  los  hom- 
bres forman  sus  opiniones,  e  sus  conzep- 
tos  ,  de  las  cosas  que  no  conoszen  ,  según 
la  Relazión  e  informazión  que  los  hombres 
les  dan  dellas,  E  acontesze  que  entendiendo 
que  un  hombre  se  afiziona  a  todo  aquello  que 
vee,  lo  tenemos  por  vano  :  entendiendo  que 
[se]  deleita  de  tomar  dineros  e  dones ,  lo  te- 
nemos por  avaro  :  entendiendo  que  siendo 
ofendido  no  perdona  lo  tenemos  por  cruel , 
inhumano  ,  e  vengativo.  Asimismo  es  ver- 
dad esto  siempre  que  si  acontesze  que  ^^  ha- 
yamos menester  de  aquel  tal  hombre  pro- 
curamos de  ganar  su  voluntad  con  aquellas 
cosas  que  son  según  la  opinión  e  el  conzep- 
to  ,  que  por  relazión  tenemos  del ,  en  la  cual 
estamos  ,  e  perseveramos  hasta  que  tenien- 
do estrecha  familiaridad  con  aquel  tal  hom- 


151 

bre  ,  a  poco  a  fpoco  vamos  formando  otras 
opiniones ,  o  otros  conzeptos  ,  según  aque- 
llo proprio  que  nos  otros  conoszemos  del. 
De  donde  prozede  ,  que  ya  no  procura- 
mos de  ganar  su  voluntad  ,  con  aquellas  co- 
sas que  primero  solíamos  siguiendo  la  rela- 
zion  ,  sino  con  aquellas  que  a  nos  otros  pa- 
reszen  a  propósito  según  el  conoszímiento. 
Esto  mesmo  nos  acontesze  con  Dios.  Los 
hombres  engañados  de  la  filosofía  humana, 
e  de  su  prudenzia  e  razón  ,  la  cual  no  per- 
viene  al  conozimiento  de  Dios  ,  e  engañados 
prinzipalmente  de  la  superstizíón  e  falsa  Re- 
lijión  nos  hazen  relazión  ,  que  Dioses  tan 
delicado  e  sensitivo  ,  que  por  cualquier  co- 
sa se  ofende  :  que  es  tan  vengativo,  que  to- 
das las  ofensas  castiga  :  que  es  tan  cruel , 
que  las  castiga  con  pena  eterna  :  que  es  tan 
inhumano  ,  que  se  goza  que  tratemos  mal 
nuestras  personas  ,  hasta  el  esparzír  nues- 
tra propria  sangre  ,1a  cual  él  nos  ha  dado: 
e  que  nos  privemos  de  nuestras  facultades  , 
la  *  cual  él  nos  ha  dado ,  para  que  con  ellas 
no5  mantengamos  en  la  presente  vida :  que 
*    Así  el  MS.  la  qual .  por  las  cuales. 


152 

se  goza  que  andemos  desnudos  ,  e  descalzos 
continuamente  padesziendo  :  que  es  vano  , 
e  que  le  plazen  los  presentes  :  e  que  se  go- 
za de  tener  oro ,  e  hermosos  paramentos  ,  e 
en  suma ,  que  se  deleita  de  todas  las  cosas 
las  cuales  se  deleita  un  tirano  :  e  se  goza 
de  tener  de  aquellos  que  le  son  sujetos.  Se- 
gún esta  Relazion  que  los  hombres  se  *  ha- 
zen  de  Dios  ,  nos  otros  formamos  nuestras 
opiniones,  e  nuestros  conzeptos  de  Dios  ,  e 
tanto  mas  cuanto  que  aquello  que  los  hom- 
bres nos  dizcn  de  boca ,  lo  hallamos  escri- 
to en  la  escritura  de  los  hombres  :  e  por  que 
nosotros  tanto ,  cuanto  ellos  ,  cuando  co- 
menzamos a  leer  la  santa  Escritura ,  ya  te- 
nemos conzebida  aquella  opinión  de  Dios  ,  e 
formados  estos  conzeptos  del  ,  acontesze  , 
que  no  sacando  el  verdadero  fructo  de  la  san- 
ta escritura  ,  lo  cual  consiste  en  conoszer  a 
Dios  ,  antes  estirándola  e  entendiéndola  se- 
gún aquella  opinión ,  e  según  aquel  conzep- 
to  que  traemos  con  nos  otros  por  la  rela- 
zion de  los  hombres  ,  interviene  ,  que  sien- 
Así  el  MS.  aquí  malamente  por  nos.  En  ital. 
ci;  que  antes  traduze  bien. 


155 

(lo  la  santa  escritura  Relazión  del  spírítu 
santo ,  mediante  la  cual  podríamos  conzebir 
verdadera  opinión    e  rectos  conzeptos  de 
Dios,  hazemos  que  ella  sea  Relazión  de  hom- 
bres, e  que  diga,  no  aquello  que  el  spíritu 
Santo  pretende  ,  sino  aquello  que  la  igno- 
ranzia  humana  se  im ajina.  De  donde  pro* 
zede  ,  que  los  hombres  conosziendo  que  tie- 
nen neszesidád    de  Dios] ,  porque  lo  tienen 
por  sensitivo  ,  por  vengativo  e  cruel ,  viven 
en  continuos  escrúpulos ,  en  continuos  te- 
mores i  terrores ,  que  son  cosas  que  por  el 
ordinario  enjendran  odio.   Por  que  lo  tene- 
mos por  inhumano  ,  tratamos  mal  nuestras 
personas  con  ayunos  ,  con  vijilias  ,  con  dis- 
ziplinas ,  e  con  todas  las  otras  cosas  que 
aborresze  la  carne  :  E   con  esto  pensamos 
de  agradar  mucho  a  Dios  :  Por  que  lo  te- 
nemos por  avaro  ,  le  ofreszemos  nuestra  ^'* 
facultad ,  e  le  ornamos  de  ornamentos  de  oro 
e  de  plata  e  de  joyas  :  e  en  suma ,  porque 
lo  tenemos  por  tirano  ,  nos  gobernamos  con 
él  en  todo  e  por  lodo ,  como  nos  goberna- 
mos con  aquellos  que  son  tiranos.  En  esto 
estamos  ,  en  esto  perseveramos  con  Dios  to- 


454 

do  el  liempo  que  formamos  nuestras  opinio- 
nes e  nuestros  conzeptos  de  Dios ,  por  la  re- 
lalion  que  tenemos  de  los  hombres.  De  don- 
de entiendo  ,  que  mientras  un  hombre  pro- 
cura de  ganar  la  voluntad  de  Dios,  con  estas 
cosas,  muestra  bien,  que  la  opinión  e  con- 
zepto  que  él  tiene  de  Dios  ,  es  por  relation 
de  hombres.  E  si  me  dirá  uno ,  yo  hago  estas 
cosas  por  conformarme  con  los  otros  ,  empe- 
ro no  confio  en  ellas  ,  ni  las  extimo  punto  : 
le  responderé  ,  que  es  cosa  dilizílima  enten- 
der ,  si  confía  en  ellas  o  no.  E  le  diré :  Quie- 
res tu ,  hermano  ,  entender  si  tu  confías  en 
ellas ,  o  no  :  examínale  bien  si  haziéndolas 
hallas  satisfazión  :  si  de  aquellos  que  las  ha- 
zen ,  tu  tienes  buena  opinión  ,  o  no  :  e  si  de 
aquellos  que  no  las  hazen  ,  tu  tienes  mala 
opinión  ,  o  no :  e  así  tu  entenderás  ,  si  tu 
confías  en  ellas ,  o  no  :  e  hallando  que  con- 
fías ,  tien  por  zierto  ,  que  la  opinión  e  el 
conzeplo  que  tu  tienes  de  Dios  ,  es  por  re- 
lazión  de  los  hombres.  Aquellos  que  azep- 
tando  al  evanjelio  ,  e  con  el  pacto  de  la  jus- 
lificazión,que  es  por  Jesu  Cristo  nuestro  Se- 
ñor ,  hechos  hijos  de  Dios  e  teniendo  fami- 


155 

liaridád  con  Dios  coiioszeu  a  Dios  ,  e  ad- 
quieren nneva  opinión  de  Dios  e  forman 
nuevos  conzeptos  de  Dios  ,  no  ya  por  rela- 
tion  ,  sino  por  conoszimiento  e  por  expe- 
rienzia  :  e  yendo  a  la  santa  escritura  con  su 
nueva  opinión  ,  e  con  sus  nuevos  conzeptos, 
hallan  en  ella  escrito  lo  mismo  qne  ellos  co- 
noszen  e  experimentan:  Estos  entienden  que 
Dios  es  pazientc  ,  misericordioso  ,  tíirdo  a 
la  ira  ,e  ajeno  de  la  venganza  ,  salvo  en  a- 
quellos  que  son  vasos  de  ira  ,  los  cuales 
también  por  algún  tiempo  tolera  e  comporta 
Dios.  Entendiendo  esto,  sacudenTuera  de  sus 
ánimas  los  escrúpulos  ,  los  temores  ,  e  los 
terrores,  entienden  que  Dios  es  tan  humano, 
que  por  dar  vida  eterna  a  los  hombres  ,  en- 
vió al  mundo  su  proprio  fijo  hecho  hombre 
en  el  cual  ejecutó  el  rigor  de  su  justizia  : 
donde  conoszen  ,  que  él  no  se  deleita  que 
los  hombres  traten  mal  a  sus  personas ,  em- 
pero *  que ,  de  tal  manera  estén  despojados  del 
amor  proprio ,  que  siendo  ellas  maltratadas 
por  cualquiera  ocasión  ,  no  seducían,  ni  se 

*    El   MS.  aquí ,  en  por  que  ;  en  vez  de  empero 
que. 


156 

resientan,  e  que  no  quiere  que  nos  prive- 
mos de  nuestras  facultades  ,  sino  que  lo  po- 
seamos de  tal  manera  ,  que  siendo  por  cual- 
quier ocasión  privados  dellas  ,  no  lo  tenga- 
mos por  males  ,  ni  nos  entristezcamos;  e 
que  siendo  nezesario  dejarlas  ,  llamándonos 
Dios  a  la  predicazion  e  manifestazion  del 
evanjelio  ,  súpitamente  las  dejemos  e  nos 
privemos  dellas.  Finalmente  te  ^^  niendo  es- 
tas personas  esta  nueva  opinión  ,  e  estos 
nuevos  conzeptos  de  Dios  ,  reconosziendo  a 
Dios  primo  *  en  Cristo  son  justos  e  santos  : 
e  conosziendo  que  Dios  se  deleita  de  justi- 
zia  e  santidad  ,  le  sirven  en  justizia  e  san- 
tidad. Reconosziendo  también  a  Dios  en  es- 
tas cosas  naturales  ,  se  contentan  de  todas 
las  cosas  de  cualquier  modo  que  ellas  ven- 
gan ,  siguen  voluntariamente  esta  orden  que 
Dios  ha  puesto  sin  dolerse  ,  ni  resentirse 
por  ninguna  de  aquellas  cosas  que  les  acon- 
tescan ,  teniendo  las  a  todas  por  buenas ,  por 
justas  e  por  santas  ,  bien  que  algunwíf  vez 
según  el  juizio  de  la  prudentia  humana  , 
sean  juzgadas  por  el  contrario.  É  porque  en- 
*    Así  el  MS.  por  primero. 


157 

úendeii  que  Dios  se  deleita  desla  obedienzia 
e  de  esta  mortificazion  de  la  prudentia  hu- 
mana ,  sirviendo  con  obedienzia  [i  con  mor- 
tificazion  ,  sirven  con  piedad:]  en  esto  están 
mientras  duran  *  en  la  opinión  e  en  el  con- 
zepto  que  se  tiene  de  Dios  ,  por  la  familia- 
ridad, por  el  conosziniiento ,  e  por  la  espi- 
ríenzia  ,  que  tienen  de  Dios  aquellos  ,  que 
azeptan  el  pacto  de  la  justificazion  que  es 
por  Jesu  ^Cristo  nuestro  Señor  ,  estos  en- 
tiendo ,  que  no  solamente  no  hallan  satis- 
fazión  en  las  cosas  que  hazen  aquellos  que 
están  en  la  opinión  de  Dios ,  e  en  los  conzep- 
los  de  Dios  que  se  tienen  por  relation  de 
hombres ,  empero  si  son  nezesitados  a  ha- 
zerlas  sienten  desplazér  c  descontento  :  et 
este  desplazér  e  descontento  en  estas  cosas 
juzgo  yo  que  sea  buen  contrasegfio  **  para 
conoszer  que  ya  el  hombre  ha  perdido  la  o- 
pinion  e  los  conzeptos  de  Dios  ,  que  son  por 
relation  de  hombres  ,  [et]  ha  adquirido  la 
opinión  e  los  conzeptos  de  Dios  ,  que  son 

*  En  el  MS.  falta  lo  que  vá  entre  [  ]  ,  i  lo  de- 
más está  entrercnglonado  ,i  repetidas  las  vozes  en 
la  op.  e  en  el  c. 

**    Así  en  el  MS. 


158 

por  familiaridad  ,  e  por  conoszimiento  de 
Dios  ,  e  por  expirienzia  de  las  cosas  que  son 
par  espirita  de  Dios.  Con  esta  considerazion 
entiendo  que  la  causa  porque  una  persona 
comenzando  a  tener  familiaridad  con  Dios, 
e  a  tener  expirienzia  de  las  cosas  del  spi- 
ritu  de  Dios,  cada  dia  le  paresze  que  se  re- 
nueva en  ella  el  conoszimiento  de  Dios,  que 
es  ,  que  venga  de  nuevo  a  conoszer  a  Dios 
e  porque  teniendo  por  luengo  tiempo  im- 
preso en  el  ánima  la  opinión  de  Dios  e  im- 
presos los  conzeptos  de  Dios  que  son  por 
relazion  de  hombres  :  e  no  pudiendo  así  de 
una  vez  despojarse  dellos  e  yéndolos  dejan- 
do poco  a  poco,  va  poco  a  poco  rezibiendo 
la  opinión  e  los  conzeptos  de  Dios  ,  que  son 
por  el  espíritu  de  Dios.  De  donde  prozede,  que 
tantas  mudanzas  les  pareze  fazer  en  el  co- 
noszimiento de  Dios  ;  cuanto  son  aquellas 
que  haze  en  dejar  la  vieja  opinión  e  los  vie- 
jos conzeptos  de  Dios ,  e  en  vestirse  de  nue- 
va opinión  e  de  nuevos  conzeptos  de  Dios  : 
e  porque  es  aun  mas  proporzionado  a  la  *  na- 

El  MS,  Lila  na  natura. 


159 
tura  depravada  del  hombre  el  estar  en  lo 
primero  que  en  lo  segundo  ,  en  *  lo  viejo 
que  en  lo  nuevo ,  en  lo  de  Adaní ,  que  en  lo  de 
Cristo  ,  en  aquello  de  la  Leí ,  que  en  aque- 
lo  del  evanjelio ,  entiendo  que  con  dificultad 
el  hombre  se  despoja  de  lo  í;¿ejo  e  se  viste 
de  [lo  nuevo.  E  entiendo  ,  que  al  hombre 
rejenerado  [e]  renovado  del  spíritu  santo 
pertenesze  tener  el  ánimo  atento  ^^  por  to- 
do el  tiempo  de  su  vida  a  despojarse  de  la 
opinión  e  de  los  conzeptos  de  Dios  que  son 
por  relazion  de  hombres  ;  e  a  vestirse  de  la 
opinión  e  de  los  conzeptos  de  Dios  que  son 
por  relazion  del  spíritu  de  Dios,  el  cual  se 
adquiere  por  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Por  una  comparazion  se  muestra  en  qué 
consiste  el  error  de  los  falsos  cristianos  ,  e 
(¡ué  cosa  es  acjuella  que  hazen  los  verdaderos 
cristianos.  Consideración  xxxviú. 

%     Esto  es  zierto  que  todos  nos  otros  juz- 
garemos e  tememos  por  mui  locos  ,  c  por 
mui  neszios  a  aquellos  ,  que  hallándose  des- 
El  MS;  en  elovicjo. 


160 

terrados  de  un  Reino  por  sus  deméritos  ,  e 
siéndole  [s]  *  presentada  de  parte  de  su  Rei 
una  patente  ,  firmada  de  su  nombre,  e  se- 
llada con  su  sello ,  por  la  cual  /e[s]  percíona 
8  le[s]  haze  hábil  [es]  para  que  torne[n]  al 
Reino :  e  lomando  ellos  la  Patente  ,  e  reco- 
nosziendo  en  ella  la  mano  [del]  Rei ,  e  el  se- 
llo del  Rei  ,  no  se  curasen  de  venir  al  Rei- 
no, poniéndose  a  examinar,  si  el  sello  con 
el  cual  fué  sellada  la  patente  es  de  oro  ,  o 
de  cobre  ,  e  ocupándose  en  adorarla ,  están- 
dose siempre  en  el  destierro  privados  del 
Reino  ,  i  privados  de  la  grazia  del  Rei  pro- 
curando por  otros  medios  e  por  otras  vías 
haber  lo  mesmo  que  el  Rei  graziosa  e  libe- 
ralmente  se  *  lia  dado  por  aquella  su  pa- 
tente que  ellos  han  reszebido ,  leida  i  reco- 
noszida ,  e  que  ellos  adoran  ,  e  observan  con 
reverenzia  haziendo  en  ella  e  con  ella  aque- 
llo que  no  les  importa  ,  según  el  intento 
por  lo  cuai  el  Rei  se  **  ha  enviado :  siendo  así 
que  aquéllo  que  a  ellos  siendo  sabios  ,  toca- 

El  MS.  equivocadamente  le  tres  vezes. 

Así  el  MS.  Pero  d.  d.  les  i  no  se.  Lo  mismo 
luego. 


161 

ría  de  hazér ,  sería  en  reszibiendo  e  conos- 
zieiido  la  patente  venirse  al  Reino  e  azep- 
tar  la  grazia  del  Rei ,  i  después  conservar  í 
guardar  mui  bien  su  paleníe  en  testimonio 
de  su  perdón  ,  i  aquí  conoszerían  de  la  ma- 
no del  Rei  e  del  sello  ,  todo  aquello  que  les 
importase  de  conoszér.  Con  esta  compara- 
zion,  o  semejanza,  entiendo  ,  qué  cosa  de- 
be bazer  el  bombre  luego  que  viene  en  co- 
noszimienlo  de  la  predicazion  evanjélica,  la 
cual  es  como  una  patente  ,  por  la  cual  Dios 
graziosa  e  libremente  nos  perdona  todos  los 
deméritos  por  los  cuales  estamos  en  des- 
tierro e  fuera  de  su  Reino  e  nos  babilíta  a 
tornar ,  i  a  entrar  en  él ,  i  a  recobrar  su  gra- 
zia, e  con  ella  su  imajen  e  semejanza.  E  en- 
tiendo también  cuan  ^"^  grande  es  i  en  qué 
consiste  el  error  ,  la  locura  ,  e  neszedád  de 
los  bombres  ,  los  cuales  leyendo  el  evanje- 
lio  ,  aprobándolo  e  teniéndolo  por  verdade- 
ro, i  no  confiando  en  aquello  que  promete, 
no  entrando  en  el  Reino  de  Dios  ,  no  bazien- 
do  paz  con  Dios,  se  ocupan  en  examinar  i 
averiguar  de  Dios  e  de  Cristo  cosas  curio- 
sas que  no  les  pertenesze  ,  i  que  no  les  son 

11 


162 

prevechosas  :  i  se  ocupan  servir  a  Dios  en 
aquellas  cosas  que  no  les  son  demandadas, 
ni  le  son  gratas ,  i  con  las  cuales  por  ventu- 
ra provocan  mas  contra  sí  la  ira  de  Dios. 
En  este  error  entiendo  que  vienen  todos  los 
hombres  ,  que  con  prudenzia  humana  se 
gobiernan  en  las  cosas  de  Dios  ,  no  conos- 
ziendo  a  Dios  ,  ni  conosziendo  a  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

Que  a  la  morlíficazión  respondo  la  vivifi- 
ca zion,  i  a  la  vivifica zión  responde  la  gloria 
de  la  Resurreczión.   Consideralión  xxxix. 

•  Esto  *  es  zierto ,  que  luego  que  el  hom- 
bre inspirado  de  Dios  azepta  el  pacto  de  la 
jusliíicazion  por  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  , 
comienza  a  morir  al  mundo ,  e  vivir  a  Dios: 
a  morir  a  Adám  ,  e  a  vivir  a  Cristo  :  a  salir 
del  Reino  ih  mundo  ,  e  a  entrar  en  el  Rei- 
no de  Dios :  e  que  al  tiempo  que  el  hom- 
bre muere  ,  separándose  el  anima  del  cuer- 

*  Kl  MS*  dize  :  Questo  es  rierío.  Pero  |joi\des- 
cuido.  Véase  el  Comienzo  de  la  Cons.  58,' 


165 

po  [acaba]  *  de  morir  al  mundo  e  de  morir 
a  Adam ,  e  de  salir  del  Reino  del  mundo  :  e 
que  cuando  resuszitará  tornando  a  unirse  el 
ánima  con  el  cuerpo  ,  perfecta  e  enteramen- 
te vivirá  a  Dios  ,  vivirá  a  Cristo  ,  e  estará 
en  el  Reino  de  Dios.  Donde  considerando  la 
diferenzia  que  hai  del  estado  de  un  hom- 
bre por  mui  mortificado  que  sea  a  Adam  e 
al  mundo  mientras  que  tiene  el  ánima  con 
el  cuerpo  ,  al  estado  de  un  hombre  ya  muer- 
to, partida  el  anima  del  cuerpo,  entiendo 
la  diferentia ,  que  será  del  estado  de  un  hom- 
bre por  mui  vivificado  que  sea  a  Dios  e  a 
Cristo  mientras  que  él  está  en  esta  presente 
vida ,  al  estado  en  el  cual  estará  resuszita- 
do  a  Dios  e  a  Cristo  en  la  vida  eterna.  En- 
tendiendo que  será  sin  ninguna  compara- 
zion  mayor  la  diferenzia  del  estado  de  la 
Resurection  ,  al  estado  de  !a  vivificatiou  , 
que  no  es  aquella  del  estado  de  la  muerte 
al  estado  de  la  mortificazion  ,  aunque  esta 


*  Hai  u»i  hueco  en  blanco  en  el  MS.  dejado  sin 
duda  para  la  Ir.  de  la  voz  ital.  cornpisce  ,  que  se 
olvidó  de  llenar  el  iradnctór.  1  en  el  r:  sig,  las 
vozes  del  reino  ,  eslán  repetidas. 


164 

sea  grandissima  ,  quiero  dezir,  que  hai mu- 
cho mayor  diferentia  del  hombre  resuszita- 
do  al  vivificado  ,  que  aquella  que  hai  del 
hombre  muerto  al  mortificado :  eutendieado 
que  el  mortificado  está  casi  muerto,  estan- 
do cruzificado  al  mundo ,  e  asimismo  ,  mas 
en  la  otra  vida  que  en  esta:  e  que  el  vivifica- 
do no  eslá  casi  resuszitado  ,  estando  sujeto 
a  pasiones  ,  e  a  la  muerte  ,  de  todas  las  cua- 
les ^^  cosas  es  libre  en  la  resurection.  E  en- 
tendiendo todo  esto  asi  acostumbro  yo  llamar 
la  mortificazión  ,  muerte  imperfecta  ,  e  la 
vivification  ,  resurection  imperfecta ,  e  en- 
tiendo, que  tal  será  en  la  vida  eterna  la  re- 
surection cual  es  en  la  presente  vida  la  vi- 
vification. Quiero  dezír,  que  la  gloria  de  la 
resurection  ,  responderá  a  la  perfizión  de  la 
viviticazión.  De  donde  colirio ,  que  pues  que 
a  la  mortificazión  responde  la  vivificazion 
en  esta  presente  vida ,  e  a  la  vivification  res- 
ponderá la  gloria  de  la  resurection  en  la  vi- 
da eterna  ,  al  pió  cristiano  que  desea  vivir 
vida  eterna,  pertencsze  atender  a  mortificar- 
se mucho  ,  a  ser  mui  semejante  a  Cristo  en 
la  muerte  por  ser  ni  mas  menos  mui  seme- 


165 

jante  a  Cristo  en  la  resurection ,  en  la  cual 
estará  perpetuamente  en  el  Reino  de  Dios 
juntamente  con  el  proprio  fijo  de  Dios  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

Dos  voluntades  en  Dios  ,  una  mediaiXa  ,  e 
otra  inmediata.  Consideralion  xl. 

í  En  Dios  'considero  dos  voluntades  , 
una  mediata  jenerál  ,  e  otra  inmediata  e 
particular.  Con  la  una  entiendo  que  gobierna 
el  Universo  ,  e  con  la  otra  entiendo  que  go- 
bierna los  redemidos  de  Cristo.  De  la  una 
entiendo  que  son  esecutadoras  las  criaturas, 
cada  una  en  su  grado  ,  e  en  su  ofizio :  e  de 
la  otra  entiendo  que  es  esecutór  el  spíritu 
Scaito  e  las  personas  que  'son  partizipantes 
del  mismo  espíritu.  Allende  desto  entiendo, 
que  con  los  efectos  que  resultan  de  la  vo- 
luntad mediada ,  muchas  vezes  se  entrístes- 
zen  los  hombres  porque  a  sus  pareszeres  re- 
dunda en  daño  dellos.  E  entiendo  que  de 
los  efectos  *  que  resultan  de  la  voluntad  in- 

*    El  MS.  aquí  ,  i  luego  ,  afectos  ,  por  equivo- 
cazion. 


166 

mediata  ,  siempre  se  gozan  aquellas  perso- 
nas, a  la5  cuales  tocún  ;  porque  siempre  re- 
dunda en  bien  dellos.  Los  cjfectos  de  la  vo- 
luntad mediata  entiendo  ,  que  son  aquellos 
que  resultan  de  las  iníluenzias  zelestes  ,  e 
de  las  otras  cosas  naturales  ,  ¡as  cuales  si- 
guiendo el  orden  qiie  Dios  les  ha  puesto  ,  tal 
hora  nuzen ,  e  tal  hora  ayudan.  Ésta  orden 
e  este  curso  entiendo,  que  algunas  vezes  es 
alterado  por  una  voluntad  de  Dios  inmedia- 
ta ,  e  entiendo  que  por  la  mesma  otras  ve- 
zes es  refrenada  :  e  en  esta  alterazión  e  re- 
frenation  entiendo  ,  que  consiste  una  parte 
de  la  voluntad  de  Dios  ,  que  yo  llamo  inme- 
diata :  por  que  no  se  sigue  el  orden  común 
e  jenerál :  La  otra  parte  de  la  .voluntad  de 
Dios  inmediata  entiendo  que  consiste  en  a- 
quella  cosa  que  él  por  sí  mismo  ,  e  con  su 
palabra  e  con  su  espíritu  santo  haze  :  como 
son  la  creaüon  del  mundo  e  particularmente 
aquella  del  hombre, la  reparalión  déla  hu- 
mana jeneratíon  por  Cristo,  '^^lavocation  a 
la  partizipazión  de  este  bien  ,  la  justifica- 
zion  con  todos  los  otros  conoszimientos  e 
sentimientos  espirituales.    A  esta  voluntad 


167 

de  Dios  inmediata 'entiendo  que  fué  el  hom- 
bre sujeto  de  su  primera  criation:  e  entien- 
ao  que  pecando  se  hizo  sujeto  a  la  voluntad 
de  Dios  mediata:  en  la  cual  sujetion  entien- 
do que  consisten  todos  tos  males  ,  e  todos 
los  trabajos  ,  a  los  cuales  nuestra  natura 
humana  es  sujeta  ,  entre  los  cuales  es  muí 
prinzipal  la  muerte.  En  este  discurso  dicho 
entiendo  dos  cosas.    La  una  que  desobede- 
ziendo  Adam  a  Dios  se  *  hizo  sujeto  a  la  vo- 
luntad de  Dios  ,  que  es  mediata  e  por  tan- 
to a  males  e  a  muerte  :  e  que  obedesziendo 
Cristo  a  Dios  torna  a  los  suyos  a  [la]  suje- 
tion e  a  la  voluntad  de  Dios  ,  que  es  imedia- 
ta ,  e  por  tanto  los  libra  de  males  ,  e  de  muer- 
te. E  entiendo  que  en  la  mesma  manera  los 
libra  de  los  males  ,  que  de  la  muerte.  De  la 
muerte  los  lil)ra ,  habilitando  los  a  la  Kesu- 
rection  ,eü  la  cual  vivirán  vida  eterna  :  e  de 
los  males  les  libra  algunas  vezes  ,  baziendo 
que  no  les  toquen  aquellos  ,que  según  el  cur- 
so ordinario  les  tocarían: otras  vezes  priván- 
dolos del  sentimiento  dellas  ;  e  otras  ve/.es 
mortificándoles  con  ellos  ,  de  tal   manera  , 
*    Así  el  MS.  Pero  d.  c\.  nos.  En  ital.  ci. 


168 

que  el  mal  se  convierte  en  bien  ,  de  ma- 
nera ,  *  que  así  como  no  libra  de  la  muer- 
te ,  e  de  tal  manera  que  no  muramos ,  mas 
los  habilita  para  una  vida  eterna  felizísima, 
asi  tampoco  nos  libra  de  los  males  de  tal 
manera  ,  que  nos  les  loquen  ,  empero  los 
habilita  a  sacar  deste  mal  el  bien.  La  otra 
cosa  que  entiendo  es ,  que  el  continuo  jemi- 
do  del  hombre  que  siente  ,  o  comienza  a 
sentir  en  sí  el  benefizio  de  Cristo  debe  ser 
deseando  e  demandando  ser  libre  de  la  su- 
jeszion  de  la  voluntad  de  Dios  mediata  ,  e 
ser  vuelto  a  la  voluntad  de  Dios  i^nmediata : 
porque  siendo  Dios  sumamente  bueno,  antes 
la  mesma  Bondad  en  aquella  su  voluntad 
immediata  ,  no  hai  cosa  ninguna  ,  que  no 
sea  tal  ,  cual  es  él  :  e  pienso  zierto ,  que 
consejando  Cristo  a  los  suyos  que  digan,  fíat 
volmlas  lúa ,  les  aconseja  ,  que  tengan  este 
deseo  que  he  dicho  ,  e  que  jíman  siempre 
en  esta  manera ,  como  si  dixiese  ,  demandad 
a  Dios  ,  que  vos  haga  esentos  deste  rejiniien- 

•  Este  periodo  ,  liasla  el  punto  final  .  está  erra- 
do en  el  MS.  por  falta  de  gramática.  V.  mitra- 
duczion  ,  paj.  190. 


169 

to  ,  e  deste  gobierno  ordinario  ,  e  que  os 
haga  sujetos  al  gobierno  e  al  rejiniiento  par- 
ticular ,  que  os  libre  del  gobierno  de  su  vo- 
luntad mediata ,  e  que  os  meta  en  ^el  de  su 
voluntad  imraediata  ,  de  tal  manera',  que  así 
como  los  ejérzitos  zelestes  son  gobernados 
immediatamente  de  Dios  ,  que  asi  vos  otros 
aquí  en  la  tierra  seáis  gobernados  immedia- 
tamente de  Dios.  De  donde  colligio  ,^que 
cuando  una  persona  pía  se  sentirá  trabaja- 
da e  molestada  en  el  cuerpo  o  en  el  ánimo  , 
hará  bien  que  atribuyendo  aquél  trabajo  e 
aquella  molestia  a  la  sujeszion  de  la  volun- 
tad de  Dios  ,  que  es  mediata  :  sienta  en  sí  el 
mal  de  Adam  ,  e  que  deseando  e  jimiendo 
por  sentir  el  bien  de  Cristo ,  diga  a  Dios  , 
fiat  voluntas  lúa  :  Líbrame  Señor  de  esta  tu 
voluntad  mediata  e  ¡jenerál  ^^  e  ponme  en 
tu  voluntad  imediala  e  particular  :  prívame 
del  sentimiento  del  mal  de  la  desubidienzia 
de  Adam  ,  e  pon  me  'en  el  sentimiento  de 
los  bienes  ,  de  la  ubidienzia  de  Cristo.  Los 
que  dizen  esta  palabra  ,  fíat  voluntas  tua  ,  e 
no  la  entienden  desta  manera  ,  si  quisiesen 
bien  examinar  sus  ánimos  ,  soí  zierto  que 


170 

hallarían  ,  que  lo  dizeu  por  mas  no  poder: 
siendo  así  qué  si  pudiesen  fazer  que  Dios 
hiziese  aquello  que  ellos  quisiesen  ,  no  se  re- 
mitirían faziimente  a  la  voluntad  de  Dios: 
empero  cuando  no  pueden  poner  en  ejecu- 
zión  su  voluntad  dizen  a  Dios,  fíat  voluntas 
tua  ,  haziendo  de  nezesidád  virtud.  Aquellos 
que  dizen  a  Dios  :  Fial  voluntas  tua  ,  pre- 
tendiendo, como  es  dicho  ,  de  estái*  sujeto  a 
la  voluntad  de  Dios,  que  es  immediata,  lo 
dizen  con  todo  el  ánimo  ,  lo  dizen  con  spí- 
ritu  sancto  ,  e  lo  dizen  en  el  sentido  ,  que 
pretendía  ,  que  se  dixese  Jesu  Cristo  nues- 
tro Señor  ,  no  entiendo  que  en  la  voluntad 
de  Dios  que  llamo  mediata  ,  no  haya  par- 
ticular providenzia  de  Dios  ,  empero  entien- 
do que  aquella  providenzia  es  jeneral  a  mu- 
chas personas  ;  como  es  el  llover  el  hazer 
sol  &c.  de  las  cuales  cosas  gozan  muchos. 
E  la  voluntad  de  Dios  i  inmediata  entiendo  , 
que  es  una  providenzia  de  Dios  mas  particu- 
lar e  favorable  con  aquellos  que  son  electos, 
como  fue  en  dar  nos  a  Cristo  ,  e  como  son 
otros  favores  ,  que  haze  mas  al  uno  que  al 
otro ,  de  los  cuales  tal  hora  gozan  algunos 


171 

impíos  ,  no  siendo  aquel  el  pvinzipal  inten- 
to de  Dios  ,  como  cuando  por  las  oraziones 
de  Josué  hizo  Dios  ,  estar  quedo  el  sol :  de 
aquel  favor  gozaban  muchos  impíos  ,  como 
sería  a  dezir  a  caso  ,  gozando  el  pueblo  de 
Dios  mui  otramente ,  porque  sentía  el  favor. 
De  esta  manera  se  puede  discurrir  por  to- 
dos los  favores^  exteriores  que  haze  Dios  a 
los  suyos  ,  de  los  cuales  gozan  siempre  otros 
que  no  son  suyos  ,  empero  no  conoszen  lellos 
aquella  mas  particular  e  favorable  provi- 
denzia  e  voluntad  de  Dios  :  e  así  cnanto  a 
ellos  son  cosas  venidas  a  caso.  Resuélvome 
pues  a  esto  ,  que  diziendo  voluntad  ck  Dios 
mediata,  entiendo  la  particular  providentia 
de    Dios  ,  que  es  con  el  orden  natural  ,  en 
el  cual  concurre  siempre  Dios.   E  que  di- 
ziendo voluntad  de  Dios  imediata,  entiendo 
la  mas  particular  e  favorable  providentia  de 
Dios  ,  por  la  cual  es  alterado  el  orden  natu- 
ral e  a  esta  atribuyo  todo  aquello  que  Dios 
obra  en  los  suyos  ,e  por  los  suyos  ,  e  llamo 
suyos  aquellos  que  son   encorporados  con 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


'*  En  que  manera  se  debe  gobernar  la  per- 
sona pia  en  el  estado  de  la  prosperidad  ,  e  en 
la  adversidad  interior.  Considerazión  xlii.  * 

^  Acontesze  que  hallándose  una  persona 
pía  en  un  estado  seca  ,  e  descontenta  ,  se 
halla  juntamente  sin  confianza  ,  e  casi  in- 
fiel. E  aconteszel  que  ihallándose  la  niesma 
en  otro  estado  con  satisfazion  ,  con  alegría 
e  contento  :  se  halla  juntamente  muí  con- 
fiado e  mui  fiel  e  con  mucha  fée.  De  don- 
de el  enemigo  de  la  humana  jeneralíón,  que- 
riendo perturbar  su  felizidád,  le  viene  a  per- 
suadir, que  confía  e  cree  por  el  bien  que 
halla  dentro  de  sí  ,  de  manera  que  confía 
en  si ,  e  no  en  Dios  ,  e  es  todo  el  contra- 
rio, E  por  eso  la  persona  pía  hallándose  en 
aquel  primer  estado',  conoszerá  e  entenderá 
aquello  que  es  de  por  sí  ;  cual  es  su  ser  ,  e 
el  ser  que  tiene  de  Adám :  e  pensará  ,  que 
por  haber  sentido  alguna  vez  o  otra  vez  el 

*  Así  el  MS.  -  Sobre  esla  alterazion  .  o  falta  de 
orden  ,  véase  la  Ñola  al  fin  de  esta  misma  "Consi- 
derazión, 


173 

favor  de  Dios  siente  en  aquel  estado  el  disfa- 
vor ,  siendo  así,  que  no  siente  jamás  el  dis- 
favor sino  aquel,  que  ha  sentido  el  favor.  E 
pensando  ansí,  se  zertificará  de  su  election  de 
su  vocation  e  predestinazión ,  e  dirá :  El  mes- 
mo  Dios  ,  que  sin  mérito  mió  me  ha  favores- 
zido  otras  vezes  me  traerá  fuera  destc  disfa- 
favór  e  me  tornará  en  el  favor.  Cuando  la 
persona  píase  hallará  en  el  estado  de  la  pros- 
peridad conoszerá  e  entenderá  aquello  que 
es  por  Dios  ,  e  el  ser,  que  tiene  de  Dios  ,e  el 
ser  que  tiene  por  Cristo :  e  conoszerá  en  sí  la 
presenziadeDios,  a  la  cual  atribuirá  el  amar, 
el  confiar  ,  e  el  creer ,  e  el  esperar  ,  conos- 
ziendo  que  son  todos  dones  de  Dios  ,  habien- 
do ya  conoszido  aquello  que  es  de  por  sí  , 
aquello  que  es  sin  Dios.  En  esta  manera  co- 
nosziéndose  a  sí  misma  en  el  primer  estado 
privada  de  la  presenzia  de  Dios  ,  e  conos- 
ziéndose  en  el  segundo  estado  rica  con  la 
presenzia  de  Dios ,  se  aumentará  mucho  en 
el  conoszimÍ9nto  de  sí,  [e]  en  el  conoszi- 
miento  de  Dios  :  e  esto ,  como  dize  Salomón: 
cst  omnis  homo  :  quiere  dezir  ,  que  en  esto 
consiste  todo  el  ser  ,  e  toda  la  perfizion  del 


174 

hombre  ,  que  él  conosca  que  su  ser  e  su 
pcrfizión  le  viene  de  Dios  por  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

NB.  Además  de  hallarse  esta  Considérazión 
xlii,  en  el  MS.  de  Hamburj,'o,  prepuesta  a  la  xli  ; 
se  dejó  el  traductor  español  sin  traduzír  la  Aggiun- 
ta  \_kdi'ZÍon  ,  que  liai  en  el  impreso  antiguo  ita- 
liano. (Véase  la  paj.  198  de  mi  traducción).  Dejó, 
sin  embargo ,  entré  las  pajinas  ,  o  llanas  71  ,  72, 
un  claro  ,  o  blanco  ;  que  indica  pensaba  traduzir- 
la  ,  mas  no  lo  verificó.  Paraque  no  falte  aquí  ,  la 
tomo  orijinál  del  impreso  italiano  de  Basiléa  M. 
D.  L.  Dize  :  Aggiunla. 

Non  intendo  che  alia  fede  risponda  la  giusti- 
ficatione  .  ma  che  coloro  che  credono  .  goddno 
della  giuslificatione  ,  della  giustüia  di  Dio  gid 
essequila  in  Chrislo.  El  inlendo  ^  che  d'  esser 
un'  Jniomo  giuslo  per  qiiesía  giuslitia  .  si  j)reHa 
tanlo  ,  o  si  stima  ,  o  si  vanagloria  tanlo  ,  quanto 
il  ladro  che  é  leuato  dalla  forca  la  seUimana  san- 
ta ,  si  preña  ,  si  stima  ,  esi  vanagloria  delta  sua 
liberatione.  Gli  huomini  non  si  stimano  mai  se 
non  di  quello  ,  in  che  trouano  et  conoscano  pro- 
pria  virtú  parlo  di  coloro  ,  che  hanno  sano  giu- 
dicio.  Et  se  alcuno  mi  dirá  ,  Perche  sqn'Paolo 
si  pretiaua ,  et  si  gloriaua  tanto  d'esser  Chris- 
tiano  ?  li  rispondcró  ,  che  san  Paolo  non  si  pre- 
tiaua di  se  per  gloria  pronria  ,  ma  si  pretiaua 
di  Chrislo  per  gloria  di  Dio  :  come  il  ladro  pre- 


175 

tiandosi  della  sua  liboratione  ,  non  si  gloria,  non 
si  prelia  di  se  per  propria  gloria  ,  ma  si  pretia, 
come  saria  a  diré  della  seliimana  santa  .  per 
gloria  di  Christo. 

'^  Que  Dios  quiere  que  las  personas  pias 
conoscan  que  todas  las  cosas  han  de  venir  del, 
e  que  pretendan  haberlas  todas  del.  Conside- 
razion  xli. 


í     Considerando  que  Jesu  Cristo  nues- 
tro Señor  zertííica  a  toda  persona  pia  ,  que 
alcanzará  (Je  su  eterno  Padre   todo  aquello 
que  en  la  orazión  confiando  demandará  :   e 
esperimentando  en  mi  c  hallando  la  mesma 
experientia  en  otras  personas  aplicadas  a  la 
piedad  ,  que  tal  hora  alcanzo  menos  aque- 
llo que  demando  ,  cuando  a  mi  pareszér  ten- 
go mas  fiuzia  e  lee  en  la  orazión  :  e  que  tal 
hora  alcanzo  mas   aquello  que   demando  , 
cuando  a  mi  pareszér   confio  menos  en  la 
orazión ;  pienso  así  que  Dios  demanda  al 
hombre  confianza  en  la  orazión  ,  así  como 
le  demanda  todo  su  amor.  Sabe  bien  Dios 
que  el  hombre  no  le  puede  amar  con  todo 


176 

el  corazón :  e  sal)e  bien  que  no  puede  con- 
(iíír  en  la  oratión  :  porque  lo  uno  e  lo  otro 
es  contrarío  a  su  natural  inclinatión  e  lo  uno 
e  !o  olro  es  menester  que  le  venga  de  el 
mismo  Dios:  e  él  se  lo  demanda  porque  se 
conosca  ,  e  conosziéndose  se  humille  e  se 
meta  a  la  merzed  de  Dios  ,  e  no  pretenda 
de  poder  alguna  cosa  de  por  sí  :  e  porque 
conosze  el  animo  humano  ^que  es  arrogan- 
ti.ssimo  ,  tcil  hora  es  mas  sordo  a  la  pitizion 
del  hombre  ,  cuando  el  hombre  le  paresze 
de  confiar  mas  en  la  oralion.  Esto  haze  Dios 
porque  el  hombre  no  atribuya  a  su  confian- 
za aquello  que  orando  alcanza  :  e  por  que 
entiéndala  diferentia  que  hai  entre  la  con- 
fianza que  es  propria  ,  e  aquella  que  viene 
de  Dios  :  e  porque  conosca  que  tiene  cuenta 
con  él ,  e  que  lo  ama  ,  alguna  vez  le  dá  a- 
quello  que  demanda  '^^  cuando^a  su  pareszer 
coid'ía  menos  :  otras  vezes  se  lo  dá  sin  que 
se  demande,  solamente  con  desearlo,  e  otras 
vezes  le  dá  aquello  que  podría  desear  ,  aun 
sin  desearlo.  De  donde  entiendo,  que  Dios 
quiere  del  hombre  ,  que  le  aplique  su  ánimo 
para  darle  todo  su  amor,  a  confiar  solamen- 


177 

te  en  él ,  e  a  esperar  del  todo  aquello  que  per- 
tenesze  a  esta  vida  presente  ,  e  a  la  venide- 
ra. Con  esta  aplicazión  ,  e  con  esta  propen- 
sión* entiendo  ,  que  el  hombre  adquiere  dos 
cosas  prinzipales  La  una  que  Dios  disimu- 
la con  él  la  frialdad  de  la  fee  **  en  el  amar, 
la  flaqueza  en  la  confianza  e  la  impazien- 
zia  en  la  esperanza.  E  lo  otro  ,  que  poco  a 
poco  el  mesino  Dios  lo  va  inflamando  en  el 
amor  :  fortificando  en  la  confianza  ,  e  ani- 
mando [en]  la  esperanza  ,  e  asi  viene  a  cum- 
plirse con  aquello  que  promete  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

Como  se  podría  una  persona  pía  serlificár 
de  haber  conseguido  piedad,  [e'\  jnslificazión 
por  spirilu  e  no  por  prudenzia  humana.  Con- 
siderazion  xliii. 

•  Porque  entiendo  ,  que  entre  las  otras 
cosas  ,  con  las  cuales  los  malos  spíritus  in- 

El  MS.  pone  presupuzion  :  pero  el  imp.  ilal. 
propensión. 

**  Así  subrayado  en  el  MS,  I  es  adizión  del  tra- 
ductor ,  i  desazertada. 

12 


178 

quietan  ,  e  molestan  los  pensamientos  de 
las  personas  aplicadas  a  la  piedad  ,  es  el 
persuadir  ,  que  el  conoszimiento  que  tienen 
de  Dios  e  de  Cristo  e  ía  intelijenzia  de  las 
cosas  espirituales  del  espíritu  sancto  ,  no  es 
aí/querída  dellos  por  revelazión  ,  o  por  ins- 
pirazion  interior  ,  como  la  adquieren  aque- 
llos que  son  electos  de  Dios  ,  e  como  convie- 
ne :  para  que  a  ellos  toque  aquella  beatitud 
por  la  cual  .íesu  Cristo,  nuestro  Señor  pro- 
nunzió  beato  a  san  Pedro  :  sino  por  injenio, 
por  juízio  ,  e  por  industria  humana ,  como  la 
adquieren  los  hombres  que  no  son  electos 
de  Dios  ,  e  por  tanto  no  son  tenidos  ni  11a- 
matlos  beatos.  E  porque  entendiendo  esto  , 
deseo  que  aquellos  que  conoszen  a  Dios  e  a 
Cristo  por  spíritu  Santo  ,  entiendan  su  bien, 
e  su  felizidad  ,  digo  que  toda  perst)na  pía 
e  justa  ,  por  la  justizia  de  Dios  ,  esecutada 
en  Cristo  ,  siendo  solizilada  con  tales  ima- 
jinaliones,e  con  tales  persuasiones,  cuan- 
to a  1)  primero  tenga  por  zierto  ,  que  sí  su 
piedad  ,  e  su  justificazión  ,  no  fuese  obra 
del  spíritu  Santo  ,  ella  no  seria  solizita- 
da  con  tales  imajinationes  ;  ni  '^  con  tales 


479 

persuasiones :  porque  la  carne  no  es  jamás 
contraria  a  la  carne,  e  siempre  es  contraria 
al  spírilu:  e  por  eso  los  malos  spíritus, los 
cuales,  como  dize  David  ,  buscan  mal  pen- 
samiento, sirviéndose  de  la  enemistad,  que 
hai  entre  la  carne  e  el  spíritu  santo  ,  pertur- 
ban el  spíritu  con  tales  persuasiones  ,  e  con 
tales  iraajinationes.  Si  con  esto  no  pudieren 
echar  de  sí  aquellas  imajinationes  e  persua- 
siones, comparen  aquello  ,  que  tienen  e  co- 
noszen  de  Dios  e  de  Crsto  ,  e  lo  que  entien- 
den de  las  cosas  rspirituales  por  obra  del  pro- 
prio  spíritu  sancto ,  con  aijuello  que  conos- 
zen  ,  e  entienden  comunmenle  los  hombres 
que  en  el  mundo  son  preziados  e  estimados 
por  sus  injenios  e  juizios  ,  e  por  sus  indus- 
trias,  los  cuales  han  leido  aquello  que  ellos, 
e  han  oido  aquello  que  ellos ,  e  pretenden 
aquello  que  ellos  ;  e  hallando  aquello  como 
con  efecto  lo  hallarán,  que  es  muí  d  i'ente, 
muí  diverso  e  de  otra  calidad  de  aquello  , 
que  ellos  conoszen  de  Dios  e  de  Cristo  :  e 
que  entienden  de  las  cosas  spirituales  por 
obra  del  proprio  spíritu  Santo  ,  de  aquello 
que  comunmente    conoszen  e  entienden  los 


180 

hombres  ,  se  podrían  bien  zertificár ,  que  ni 
con  injeuio  ,  ni  con  juizio  ,  ni  con  industria 
humana  han  conseguido  el  bien  de  la  pie- 
dad ,  e  el  bien  de  la  justilicazión :  sino  pro- 
prianiente  por  devina  revelazion  ,  por  devi- 
na inspirazion ,  e  por  spíritu  Santo  ,  salvo 
sí  no  serán  tan  presuntuosas  ,  e  tan  arro- 
gantes ,  que  piensen  de  te  i  •  aas  injenio  e 
mas  industria  e  mas  juizio  que  otros  hom- 
bres. Empero  este  pensamiento  esta  siempre 
lejos  de  las  personas  que  son  elejidos  de 
Dios  a  la  partizipazion  del  evanjelio  *  de  la 
grazia  e  favor  de  Dios  ,  que  es  predicado 
entre  los  hombres  en  el  evanjelio  de  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

En  qué  manera  conoszerá  uno  cuanto 
fructo  habrá  hecho  en  la  mortificazion  e  cual 
es  la  causa ,  que  los  aplicados  a  la  piedad  , 
son  solizitados  de  afectos  e  apetitos  ,  de  los 
cuales  no  eran  jamás  sido  solizitados.  Consi^ 
deration  xliiii, 

^     Yo  entiendo  que  cuando  una  persona 
*     Así  el  MS.  pero  es  adizión  viziosa. 


181 

querrá  entender  el  provecho  que  ha  hecho 
en  la  mortificazión  ,  quiero  dezír,qué  afec- 
tos e  qué  apetitos  ha  mortificado  ,  lo  podrá 
conoszer ,  examinándose  mui  bien  qué  afec- 
tos e  "^^  apetitos  ha  sentido  en  si  ,  vivos  e 
enteros  ,  siendo  solizitado  dellos.  E  consi- 
derando cuales  de  aquellos  ya  son  muertos 
o  mortificados ,  entenderá  cuanto  provecho  ha 
hecho  en  la  mortificazión.  Porque  entiendo, 
que  aquél  que  no  ha  sentido  jamas  la  ver- 
güenza de  hablar  de  la  justizia  de  Cristo ,  no 
ha  mortificado  el  afecto  de  la  vergüenza  , 
que  es  proprio  e  natural  en  el  hombre  :  e 
aquél  que  ha  sentido  la  vergüenza  e  ya  no 
la  siente  mas  es  aquel  que  la  tiene  mortifi- 
cada ,  como  la  tenía  mortificada  san  Pablo, 
según  que  el  muestra  diziendo  ,  que  no  se 
vergonzaba  de  predicar  el  evanjelio.  E  en- 
tiendo que  si  no  se  hobiese  jamás  vergonza- 
do  ,  no  se  habria  jamás  gloriado  de  no  ver- 
gonzarse.  Asimismo  entiendo  ,  que  no  ha 
mortificado  el  afecto  de  la  honrra  del  mundo 
e  de  la  propria  estimazión  ,  sino  aquél ,  que 
habiendo  estado  solizitado  a  ello,  e  habien- 
do contrastado  ya  no  es  solizitado.  Esto  mes- 


482 

mo  entiendo  de  los  afectos  de  la  ira,  e  de  Pen- 
vidia  ,  del  odio  ,  e  de  la  venganza  ,  como 
asimismo  entiendo  de  los  apetitos  sensuales, 
entendiendo  que  no  ha  mortificado  el  apeti- 
to carnal  sino  aquol  ,  qne  siendo  estado  so- 
lizitado  del ,  e  habiendo  contraslado  contra 
él  no  es  mas  solizitado.  Esto  mesmo  entien- 
do del  apetito  del  ver  cosas  que  le  deleitan 
los  ojos  ,  e  de  comer  cosas  que  deleitan  el 
gusto  ,  e  de  oir  cosas  vanas ,  e  del  mundo, 
e  de  oler  cosas  delicadas  ,  entendiendo  que 
solamente  puede  dezír  de  estar  mortificado, 
en  estos  apetitos  aquél ,  que  habiendo  es- 
tado solizitado,  e  molestado  de  ellos,  e  ha- 
biendo contrastado  con  ellos,  está  ya  redu- 
zido  a  términos  ,  que  o  no  los  sie.ite  ,  o  es 
tan  señor  dellos ,  que  con  fazilidád  los  ven- 
ze  cuando  le  molestan:  e  por  que  no  muere 
sino  ;iquel  que  ha  vivido  siendo  neszesario 
que  e¿'  aquellos  que  han  de  ser  vivificados 
muera  todo  aquello  que  es  según  la  carne, 
así  de  alectos  como  de  apetitos  :  entiendo, 
qne  habiendo  de  morir  todo  aquello  en  el 
rejenerado,  es  obra  de  Dios,  que  luego  que 
uno  viene  a  la  piedad,  sea  molestado  e  so- 


i85 

lizitado  lio  solamente  de  aquellos  afectos  e 
apetitos,  de  los  cuales  antes  era  solizítado 
empero  aun  de  otros  diversos,  que  nunca 
jamás  liabia  sentido  mui  estrafios  ,  a  ñn  que 
sentiéndolos  vivos,  los  mate,e  matando  los 
sea  hecha  en  él  la  rejenerazión  tan  perfec- 
ta como  conviene  a  aquellos  que  son  miem- 
bros del  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 

'^  De  donde  prozede  el  temor  de  la  muer- 
te en  las  personas  pias  :  e  que  es  señal  de 
predislinazion  el  contentarse  el  hombre  que 
haya  otra  vida.  Considerazion  xlv. 

*  Queriendo  entender  de  donde  proze- 
de ,  que  muchos  ajenos  de  la  pietád  ,  se  han 
ofreszido  voluntariamente  a  la  muerte  ,  e 
que  la  han  querido  e  deseado  ,  e  ellos  pro- 
prios  se  han  muerto:  e  muchos  píos  se  en- 
tristezen  e  se  resienten  con  la  memoria  de 
la  muerte ,  no  pudiéndose  reduzir  a  conten- 
tarse de  morir ,  lo  que  según  la  razón  hu- 
mana debría  ser  por  lo  contrario.  En  cuanto 
los  ajenos  de  la  piedad  o  no  creen  otra  vi- 


i84 

da ,  o  están  dudosos  en  ella  ,  o  no  piensan 
de  haber  de  estar  bien  en  ella.  E  en  cuanto 
los  píos  creen  otra  vida  ,  e  están  zíertos  dé- 
11a ,  e  están  zertificados  que  estarán  bien  en 
ella  ;  vengo  a   pensar  en  este  modo  ,  que 
entre  aquellos  que  son  ajenos  de  la  piedad, 
algunos  no  temen  la  muerte  ,  por  alguna 
opinión  ,  en  la  cual  están  persuadidos  :  e 
otros  por  que  tienen  por  cosa  Valerosa  el  no 
temerla  :  e  otros  aman  ía  muerte  ,  creyendo 
do  adquerir  fama  muriendo  :  e  otros  porque 
les  es  molesto  e  penoso  el  vivir  en  neszesi- 
dád  ,  o  en  deshonrra  ,  los  cuales  hazen  co- 
mo el  impaziente  enfermo  que  se  mete  a  pe- 
ligro de  caer  en  una  enfermedad  mayor  de- 
seando salir  de  aquella  menor  que  siente. 
En  todos  estos  considero  su  propria  temeri- 
dad ,  su  propria  locura  ,  e  su  propria  im- 
pazienzia.  Después  pienso  que  entre  los  pios 
que  temen  la  muerte ,  algunos  la  temen  , 
porque  no  están  del  todo  confirmados  en  la 
piedad  ,  ni  están  del  todo  zertificados  de  la 
jüstízia  con  la  cual  se  alcanza  vida  eterna. 
Otros  la  temen  por  instinto  natural  ,  siendo 
obra  de  Dios  ,  que  los  hombres  teman  la 


485 
muerte,  e  amen  la  vida  ,  porque  se  conser- 
van en  el  vivir.  E  otros  la  temen  en  cuanto 
es  dada  a  los  hombres  por  pena  de  pecado, 
siendo  obra  de  Dios  que  el  hombre  sienta 
por  castigo  ,  aquello  que  le  es  dado  por  cas- 
tigo ,  por  sententia  Jenerál  que  loca  a  todos, 
así  como  toca  a  todos  el  mal  del  pecado  ori- 
jinál.  En  todos  estos  conosco  piedad ,  jusli- 
zia  e  santidad  ,  si  bien  en  los  primeros  co- 
nosco flaqueza  e  enfermedad  ,  como  conos- 
co también  en  aquellos  píos  ,  los  cuales  sin 
sentir  inspiratión  interior ,  que  Dios  quiere 
que  mueran  ,  desean  e  aman  la  muerte  :  por 
que  este  deseo  nunca  le  falta  un  ramo  de  " 
impazienzia.  Semejante  a  aquella  de  aque- 
llos que  son  ajenos  de  la  piedad.  De  donde 
tomo  esta  resuluzión ,  que  pues  en  los  ajenos 
do  la  piedad ,  el  no  temer  la  muerte  e  el  a- 
marla  ,  prozede  de  temeridad  ,  de  locura 
de  impazienzia  :  e  el  temer  la  muerte  en  los 
píos  prozede  de  piedad ,  de  justizia,  de  santi- 
dad ,;que  ni  el  ajeno  de  la  piedad  tiene  cau- 
sa de  exaltarse  cuando  no  temerá  la  muer- 
te ,  ni  el  pío  terna  causa  de  entristezerse 
cuando  se  hallará  tímido  en  la  muerte ,  co- 


186 

nosziendo  qua  el  temor  le  viene  por  flaque- 
za e  enfermedad  por  la  poca  zerlificazión  e 
firmeza  que  tiene  de  *  la  confianza  ,  o  le  vie- 
ne por  la  natural  inclinazión ,  o  le  viene  por 
el  sentimiento  del  castigo  del  pecado  el  cual 
es  eficaz  en  todos  aquellos  que  perteneszen 
al  pueblo  de  Dios ,  aun  cuando  ellos  no  lo 
sienten  así :  A  donde  si  dirá  uno  que  habien- 
do Cristo  satisfecho  por  el  pecado  orijinál  , 
no  debrian  aquellos  que  son  sus  miembros, 
sentir  la  pena  ,  o  el  castigo  en  la  muerte: 
le  diré  ,  que  Cristo  no  revocó  la  sentenzia 
dada  contra  todos  nosotros  ,  que  nos  obliga 
a  la  muerte,  mas  que  la  remedió  con  la  Re- 
surectioíi ',  de  manera  ,  que  morimos  por 
Adam  ,  e  reszuszilamos  por  Cristo.  Tomo 
además  desto  otra  resuluzión  ,  que  es  ,  que 
el  pío  entonzes  se  contenta  de  la  muerte 
como  pío  ,  cuando  con  su  muerte  es  ilus- 
trada la  gloria  de  Dios  ,  como  se  contenta- 
ron los  mártires  cristianos  :  e  cuando  es  la 
voluntad  de  Dios  ,  que  él  muera  ,  por  que 
entiendo ,  que  entonzes  Dios  le  dá  el  con- 

*    Así  el  MS.  El  ital.  nella. 


187 

tentó,  de  manera,  que  cuando  una  perso- 
na pía  sentirá  en  sí  un  firme  temor  de  la 
muerte ,  no  pudiendo  reduzirse  a  contentar- 
se de  morir ,  puede  tener  por  zierto  que 
Dios  no  le  quiere  llevar  désta  vida  por  en- 
tonzes  ,  e  debe  pensar  qué  mientras  teme  , 
la  inclinazión  natural,  e  el  castigo  del  pe- 
cado hazen  sn  efecto  en  ella  :  e  así  no  se 
dolerá  ,  ni  se  terna  por  menos  pió  por  esto. 
Los  ajenos  de  la  piedad ,  cuando  menos  te- 
men la  muerte  ,  e  cuando  están  mas  redu- 
zidos  a  contentarse  délla  ,  si  quieren  dezír 
la  verdad  ,  confessarán  ,  que  si  fuese  en  po- 
der déllos  ,  no  querrian  que  hobiese  otra 
vida  :  porque  no  están  ziertos  de  haber  estar 
bien  en  ella.  E  aquellos  que  son  píos,  cuan- 
do mas  temen  la  muerte ,  dízíendo  la  ver- 
dad ,  confesarán  ,  que  no  se  conlentarian 
que  no  hobiese  otra  vida  ,  sintiendo  dentro 
de  sí  ,  que  Dios  no  los  ha  criado  para  esta 
sínó  para  la  otra.  "^^  E  este  no  contentarse  en 
el  hombre  désta  vida  sola  ,  entiendo  que  es 
gran  contrasegño  de  poterse  zertifizár  de  su 
piedad  ,  e  de  su  predestinazión  :  Porque 
tengo  por  zierto  ,  que  Dios  a  aquellos  a  los 


cuales  ha  de  dar  vida  eterna ,  les  pone  gran- 
díssimo  amor  ,  e  grandíssima  aíizión  délla  , 
de  manera ,  que  aquél  que  sentirá  en  su  áni- 
mo un  deseo  que  no  hobiese  otra  vida  tén- 
gase por  impío  ,  aun  que  ame  el  morir  ,  e 
no  se  desespere  ,  por  que  si  bien  está  fuera 
de  la  piedad ,  debe  pensar  que  Dios  es  pode- 
roso de  sacarlo  délla  ,  según  que  ha  sacado, 
e  saca  todos  aquellos  que  han  estado  e  es- 
tán en  ella  :  e  aquel  que  sentirá  en  su  áni- 
mo un  amor  a  la  vida  eterna  ,  no  conten- 
tándose con  la  vida  presente  ,  tengase  por 
pió  ,  e  por  predestinado  a  la  vida  eterna  , 
bien  que  tema  le  muerte  ,  considerando  to- 
do aquello,  que  aqui  se  ha  dicho  ,  e  sobre 
-lodo ,  que  también  temió  la  niuerle  el  üni- 
jénito  hijo  de  DiosJesu  Cristo  nuestro  Se- 
ñor. 

Que  aquellos  que  caminan  por  el  camino 
cristiano  sin  la  luz  interior  del  Espíritu  Sáne- 
lo, son  semejantes  a  aquellos  que  caminan  de 
noche  sin  la  luz  del  sol.  Consideralion  xlvi, 

f     Todos  aquellos  que  guiados  splaiften- 


189- 
te  con  su  lumbre  natural  ,  e  con  su  pruden- 
tia  humana  ,  presumen  de  entender  las  co- 
sas que  son  del  espíritu  de  Dios  ,  e  caminar 
por  el  camino  cristiano ,  que  es  ,  vivir  cris- 
tianamente, asemejo  a  un  hombre  que  con 
la  luz  sola  de  sus  ojos  va  de  noche  por  un 
camino  que  eslá  lleno  de  peligros,  e  de  in- 
convenientes :  e  me  paresze  ,  que  así  como 
a  este  hombre  tal  hora  un  lefio  le  pareszerá 
un  ladrón  ,  e  huirá  ,  una  piedra  un  hombre 
armado  e  temerá  :  e  otras  vezes  el  agua 
le  pareszerá  piedra  ,  e  se  amojará  :  e  la 
sombra  le  pareszerá  un  árbol ,  e  querieudo 
se  arrimar  a  él  ,  caerá  en  tierra  :  así  ni 
mas  ni  menos  aquél  que  guiado  de  su  lum- 
bre natural  camina  por  el  camino  de  Dios  , 
alguna  vez  es  espantado  de  las  cosas  que  no 
le  debrían  spantár ,  e  otras  vezes  se  asegura 
e  reposa  en  las  cosas,  en  las  cuales  no  se 
debría  asegurar  ni  reposar  :  e  así  caminan- 
do a  tientas  va  como  atónito ,  e  sin  saber  a 
donde.  Aquél  que  camina  con  la  lumbre  de 
'®  la  Santa  Escritura,  e  con  los  ejemplos  de 
los  santos  ,  empero  sin  espíritu  ,  asemejo  a 
aquél  que   camina  de  noche  llevando  una 


190 

candela  en  !a  mano  ,  e  [no]  va  del  todo  al 
fosco  *  :  empero  no  va  sin  temor  ,  ni  va  se- 
guro en  su  ánimo  ,  ni  está  zierto  de  no  ha- 
ber de  caer  en  muchos  inconvenientes.  De 
donde  entiendo  ,  que  así  como  al  caminante 
que  he  dicho  ,  que  camina  de  noche  con  so- 
la la  lumbre  de  sus  ojos  ,  el  mejor  e  mas 
sano  consejo  que  se  les  puede  dar  ,es,  que 
se  quede  en  el  camino  mientras  dura  la  no- 
che ,  hasta  tanto ,  que  salido  el  sol ,  le  mues- 
tre el  camino,  e  las  cosas  que  haí  en  él  ,  e 
él  ayudado  con  la  lumbre  de  sus  ojos  pueda 
caminar :  así  a  aquellos  que  solamente  con 
su  lumbre  natural,  con  el  testimonio  de  la 
Escritura ,  e  con  el  ejemplo  de  la  vida  de 
los  santjs,  camina  por  el  camino  de  Dios  , 
el  mejor  consejo  que  se  le  puede  dar  ,  es  , 
que  se  quede  en  el  camino ,  mientras  dura 
la  noche  de  su  propria  zeguedád  ,  hasta  tan- 
to ,  que  Dios  le  envíe  su  espíritu,  mediante 
el  cual  él  con  su  lumbre  natural ,  e  con  su 


Así  leo  ,  aunque  en  el  MS.  pareze  dezir  e  va 
del  todo  al  forse. 

El  ilal.  (lize  :  et  non  vá  del  tuito  al  biiio  ;  i  no 
vd  enteramente  a  oscuras. 


191 

prudentia  humana  ,  pueda  entender  bien  el 
camino ,  e  veer  todo  aquello  que  hai  en  él : 
E  si  me  demendare  una  persona  diziendo  , 
¿como  haré  yo  por  estarme  quedo  en  este 
camino?  le  responderé.  No  te  ejerzites  en 
coáa  alguna  pretendiendo  justiGcazion  ni  Re- 
lijion  de  ninguna  suerte  ni  calidad :  e  rue- 
ga afectuosamente  a  Dios ,  que  te  envié  su 
espíritu ,  que  te  sea  como  un  sol  en  este  ca- 
mino por  el  cual  tu  con  tu  prudenzia  sola 
no  sabes  ni  puedes  caminar  :  e  está  atento 
todo  tiempo  que  tardará  Dios  en  enviarte  su 
espíritu  ,  aplicándote  a  todas  las  cosas  que 
se  te  ofreszerán  ,  en  las  cuales  tu  conoscas 
verdadera  piedad  ,  sin  mestura  alguna  de 
siiperstizión  ,  e  conténtate  de  todo  aquello 
que  Dios  haze  ,  e  desconténtate  de  todo  a- 
quello  que  tu  liazes.  Esto  es  aquello  que  yo 
le  diré.  E  entiendo, que  así  como  si  todo  el 
sol  saliese  en  todo  su  resplandor  ,  de  tal 
manera  ofuscaría  los  ojos  del  caminante  , 
que  he  dicho,  que  no  se  podría  servir  mas* 
del ,  que  cuando  era  noche  :  así  ni  mas  ni 
menos  si  el  espíritu  de  Dios  diese  en  una  vez 
•    Así  el  MS.  D.  d.  déllos. 


192 

a  una  persona  todo  el  conoszimiento  que  le 
ha  de  dar  en  mucho  tiempo ,  la  ofuscaría  ,  e 
la  metería  en  mayor  inconveniente  ^^  que 
primero.  E  porque  esto  es  verdad  ,  entiendo 
que  nuestro  Dios  rico  de  liberalidad  i  mise- 
ricordia ,  nos  dá  su  spíritu  ,  e  nos  lo  dá  de 
manera  ,  que  nos  pueda  ayudar,  e  no  fazer 
daño  ,  no  según  nuestros  apetitos  ,  sino  se- 
gún su  eterna  sabiduría  ,  con  la  cual  como 
buen  padre  gobierna  a  aquellos  que  le  son 
hijos  ,  estando  encorporados  en  su  Unijéníto 
hijo  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Cuatro  contra  signos  de  conoszer  aquellos 
que  pretenden  piedad  e  spirilu  ,  no  teniendo 
ni  lo  uno  ni  lo  otro.  Considerazión  xlvii. 

f  Entendiendo  que  los  falsos  prophetas  , 
de  los  cuales  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  nos 
aconseja  que  nos  guardemos  ,  porque  se 
muestran  ovejas  ,  e  son  lobos ,  son  propria- 
mente  aquellos  ,  los  cuales  habiéndose  en- 
tremetido en  la  piedad  cristiana  ,  preten- 
diendo por  sus  ejerzizios  ,  e  industrias  ad- 
querir  el  spíritu  de  Dios  ,  e  ser  spirituales, 


495 

eno  habiendo  podido  salir  con  su  intento  , 
quedan  siempre  con  sus  ánimos  impíos  , 
aunque  lo  disimulen  e  fincan  piedad  cuanta 
ella  se  pueda  finjír  con  estraiias  supersti- 
ziones  ,  e  con  otras  zeremonias  que  tienen 
aparenzia  de  piedad  :  e  entendiendo  ,  que  la 
causa  porque  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  nos 
dize  ,  que  nos  guardemos  déstos  ,  es  ,  por- 
que son  la  mas  perniziosa  peste  que  hai  pa- 
ra aquellos  que  atienden  a  la  piedad  ,  en 
cuanto  habiendo  perdido  la  vergüenza  al 
mundo  ,  e  habiendo  renunziado  la  honra  e 
la  reputazión  exterior  ,  e  habiendo  perdido 
el  respeto  a  Dios,  e  a  toda  relijión  ,  atien- 
den solamente  a  hazer  cuanto  daño  pueden  a 
la  piedad  ,  e  a  las  personas  que  atienden  a 
ella  ,  hallando  la  puerta  abierta  a  ello:  por 
la  conversazión  e  comunicazion  que  tienen 
con  las  tales  personas  ,  e  deseando  que  los 
hombres  píos  i  espirituales  conoscan  estos 
tales  lobos  que  se  les  muestran  ovejas  ,  e 
conosziendolos  se  guarden  de  conversar  e 
platicar  con  ellos  con  la  simplizidád  colum- 
bina ,  la  cual  con  el  spíritu  han  adquerido , 
usando  la  prudenzia  serpentina  ,  la  cual  les 

15 


i94 

es  natural  ,  he  considerado  cuatro  contra- 
signos ,  con  los  cuales  las  personas  spiritua- 
les  podrán  descubrir  ,  si  aquel  que  viene  a 
ellos  ,  ^^  viene  llamado  de  Dios  ,  o  viene  por 
disigno  proprio  llamado  de  su  amor  proprio: 
Quiero  dezír  ,  si  aquél  que  despreziando  la 
falsa  relijión  la  cual  siguen  los  hombres  del 
mundo  ,  se  quiere  aplicar  a  la  verdadera 
relijión  ,  que  siguen  los  hijos  de  Dios  ,  vie- 
ne desengañado  por  su  prudenzia  e  por  su 
razón  humana  ,  o  puramente  por  la  parlizi- 
pazion  del  spiritu  santo  ,  por  que  entiendo, 
que  los  desengañados  por  prudenzia  huma- 
na ,  siempre  son  impíos  e  son  pernitiosos  a 
las  personas  spirituáles.  El  primer  contra 
signo  es  la  mucha  afeclión  a  las  cosas  spi- 
rituáles ,  deleitándose  en  ellas  ,e  corrien- 
do con  ansia  a  ellas.  E  llamo  cosas  espiri- 
tuales ,  todas  aquellas  cosas  que  son  pro- 
priamente  del  spiritn  santo  ,  e  son  interio- 
res e  divinas  ,  como  la  lection  de  la  santa 
Escritura  ,  los  razonamientos  de  las  cosas 
santas  ,  la  continua  oration  ,  i  la  continua 
adoralión  en  spiritu  ,  que  es  ,  el  contentar- 
se siempre  el  hombre  de  todo  aquello  que 


lí>5 
Dios  haze  ,  teniéndolo  todo  por  justo  ,  san- 
to ,  e  por  bueno  ,  en  cuanto  el  *  sufre  e  to- 
lera la  flaqueza  de  lu  carne.  El  segun[do] 
contra  segno  es  el  total  aborrezimiento   de 
todas  las  conversaziones  ,  e  de  todas  las  li- 
ziones  de  hombres ,  e  de  libros  ,  en  las  cua- 
les no  se  ve  en  alguna  parte  de  espíritu  san- 
to :  porque  entiendo  ,  que  el  hombre  que  ha 
gustado  verdaderameote  lalection,  e  la  con- 
versatión  de  las  personas  ,  e  de  los  libros , 
en  las  cuales  hai  spiritu    santo  ,  no  puede 
gustar  otros  hombres ,  ni  otros  libros  ,  e  si 
los  gusta  ;  es  señal  que  no  ha  gustado  estos 
otros.    El  terzér  contrasigno  es  ,   aprobar 
las  cosas  del   spirilu  ,  los  conzeptos  ,  e  los 
conoszimientos  ,  e  los  sentimientos  que  se 
adquieren  por  el  spiritu  sancto  ,  e  esto  con 
el  ánimo  ,  e  no  con  el  injenio.  La  prudenzia 
humana  aprueba  a  las  vezes  las  cosas  espi- 
rituales no  con    el  ánimo  ,  sino  con  el  in- 
jenio ,  e  por  opinión  ,  e  no  con  sentimien- 
to interior  :  e  entiendo  que  el  hombre,  que 
con  sentimiento  interior  lo  *  conosze  fazil- 


Asi  el  MS.  en  lugar  de  lo' 


196 

mente  ,  cuando  uno  las  aprue[ba]  con  el  áni- 
mo o  con  el  injenio.  El  cuarto  contrasegno 
es  la  mortificazión  del  ánimo  e  del  cuerpo: 
del  ánimo  en  todos  los  afectos  que  son  según 
el  mundo  ,  entre  los  cuales  pongo  prinzipal- 
metite  la  curiosidad  ,  por  cual^- quiera  via 
o  manera  ,que  ella  sea  adereszada  e  ornada : 
6  del  cuerpo ;  en  todos  los  apetitos  que  son 
según  la  carne.  La  prudenzia  humana  aprueba 
e  enseña  la  mortificazión  ,  mas  por  mucho 
que  ella  la  apruebe  e  enseñe  ,  no  ha  sido  ja- 
más ,  ni  nunca  habrá  hombre  que  sin  espí- 
ritu cristiano  ,  quiero  dezir  ,  que  sin  estar 
encorporado  en  Cristo,  la  adquiera,  de  tal 
manera  ,  que  no  pueda  ser  fazilmente  co- 
noszido  del  hombre  ,  que  en  parte  la  habrá 
adquerido  por  Jesu  Cristo  nuestro  Señor.  E 
por  tanto  me  resuelvo  en  esto  ,  que  las  per- 
sonas pías  e  cristianas  podrán  seguramente 
admitir  a  sus  conversaziones  e  pláticas  los 
hombres ,  que  verán  afizionados  a  las  cosas 
spirituales  apartados  e  desenamorados  de 
Jas  cosas  en  las  cuales  no  tiene  parte  el  spí- 
ritu  santo  e  de  aquellos  verán  ser  aproba- 
das las  cosas  que  son  de  spíritu  sancto  ,   e 


197 
en  aquellos  (o  en  los  cuales)  *  verán  verda- 
dera mortificazión  ,  teniendo  por  zierto  ,  que 
no  basta  la  prudentia  humana  ni  su  astuzia 
a  finjír  ni  a  disimular  en  todas  estas  cosas  , 
bien  que  baste  en  alguna  déllas  ,  i  aun  en 
ellas  no  en  todo ,  sino  en  parte-  E  esta  par- 
le es  fazilmente  descubierta  de  las  personas 
pías  ,  e  cristianas  ,  a  las  cuales  pertenesze 
usar  de  la  prudentia  serpentina,  de  manera, 
que  sirviéndose  de  estos  cuatro  contrasignos, 
conoscan  aquellos  que  vienen  a  ellos ,  mos- 
trándose ovejuelas  ,  siendo  en  efecto  lobos, 
e  haziendo  así ,  se  sirvirán  del  ayuda  que  les 
dá  e  nos  da  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Que  aquel  que  ora  ,  obra  ,  e  entiende,  en- 
tonzes  ,  ora  ,  obra  ,  e  entiende  ,  cuando  es  ins- 
pirado a  orar  ,  obrar  ,  e  entender.  Conside- 
razion  xlviii. 

f  Entiende  san  Pablo,  Rom.  viii.  ,  que 
entre  las  otras  cosas  en  las  cuales  somos  fa- 
voreszidos  e  ayudados  del  spíritu  de  Dios  , 
en  nuestras  flaquezas  e  enfermedades  es  la 

*  Así  el  Mí.  {en  los  cuales)  es  una  irad,  du- 
plicada. 


i98 

oration :  e  así  dize ,  que  no  sabiendo  nos  otros 
como  conviene  orar  ,  el  spíritu  de  Dios  ora 
por  nos  *  Dios.  ^^  De  donde  entiendo  ,  que 
entonzes  el  spíritu  santo  ora  por  nos  otros  , 
cuando  nos  mueve  ,  e  nos  mueve  a  orar  ; 
porque  entonzes  él  ora  en  nos  otros.  E  en- 
tiendo ,  que  aquél  que  ora  con  spíritu  de 
Dios  ,  demanda  aquello  que  es  la  voluntad 
de  Dios  ,  e  así  alcanza  aquello  que  quiere  : 
e  **  aquello  que  ora  con  spíritu  proprio  , 
demanda  aquello  que  es  su  propria  volun- 
tad ,  en  lo  cual  consiste  el  no  saber,  qué  , 
ni  cómo  conviene  orar.  El  ánimo  humano  es 
presuntuoso  e  arrogante  ,  e  no  queriendo 
conzeder ,  que  no  sabe  qué  ni  cómo  convie- 
ne orar  ,  dize  demandaré  ,  a  Dios  que  haga 
su  voluntad,  e  así  no  podré  errar  :  e  no  con- 
sidera que  rogar  a  Dios  esto  viene  por  mas 
no  poder  ,  e  que  por  aventura  no  le  está  bien 
ni  le  conviene  ,  que  Dios  haga  su  voluntad 
así  como  no  convenía  a  Ezechias  cuando  le 
fué  intimada  la  muerte  :  e  que  no  sabe  co- 
mo se  contentara ,  ni  conformara  con  la  vo- 

*    Asi  el  MS.  pero  sobra  la  última  voz  Dios. 
**    Así  el  MS.  porque  el  ital  dize  siempre  quello 
Pero  aquí  debió  traduzir  aquél. 


499 

untad  de  Dios.  No  queriendo  se  aun  con  es- 
Uo  el  hombre  dar  por  venzido  ,  dize  deman- 
daré a  Dios  ,  qne  haga  ,  que  yo  me  conten- 
te de  aquello  ,  que  será  su  voluntad:  e  así 
azertaré  ,  e  no  considera  que  muchas  vezes 
está  mejor  al  hombre  no  contentarse  ,  ni 
conformarse  con  la  voluntad  de  Dios  ,  como 
estuvo  mejor  a  Ezechias  ,  e  como  está  me- 
jor a  las  personas  las  cuales  doliéndose  e 
resintiéndose  por  aquello  que  Dios  haze  , 
vienen  a  reconoszerse  a  sí  mismos ,  e  a  co- 
noszer  a  Dií>s  ,  e  a  humillarse  a  sí  mismos ,  e 
a  exaltar  a  Dios  ,  de  manera  ,  que  quiera  o 
no  quiera  *  el  ánimo  humano  es  forzado  a 
confesar  lo  que  dize  san  Pablo  que  no  sa- 
bemos ,  qué  ni  cómo  debemos  orar:  e  aquel 
que  confiesa  esto  ,  entendiendo  del  mesmo 
san  Pablo  ,  que  el  spíritu  de  Dios  ora  por 
nosotros  ,  e  en  nosotros  ,  se  aplicará  a  rogar 
a  Dios  ,  que  le  dé  su  espíritu  ,  que  ore  por 
él  e  en  él.  Cuando  aquel  que  ora  con  spíri- 
tu humano  ,  dize  aquellas  palabras  del  Pa- 
dre nuesivo  f  fiat  voluntas  tiia  ,  si  bien  son  las 
palabras  dichas  con  el  spíritu  de  Dios  ,  no 
*    El  MS.  el  el. 


200 

ora  con  el  spíritu  de  Dios ,  por  que  no  ora 
inspirado  ,  sino  enseñado.  E  san  Pablo  no 
dize  que  el  spíritu  santo  nos  enseña  a  orar, 
sino  que  ora  por  nos  otros  ,  e  ora  en  nos 
otros.  Añadiré  esto  que  aquellos  que  oran 
con  spíritu  proprio  cuando  alcanzan  aquello 
que  en  la  oration  demandan ,  sienten  en  sus 
ánimos  una  contenteza  mezclada  con  ^''  so- 
berbia ,  e  con  propria  estimation:  e  aque- 
llos que  oran  con  spíritu  santo  ,  alcanzando 
aquello  que  en  sus  oratíones  demandan  , 
sienten  grandísimo  contentamiento  mescla- 
do  con  humildácí  e  con  morliíicazión  :  e  ten- 
go que  estos  sintimientos  son  bastantes  a 
dar  entero  conosziniiento  a  una  persona  ,si 
ella  ora  con  spíritu  proprio  ,  o  con  spíritu 
santo.  Es  bien  verdad  ,  que  si  uno  no  ha  ja- 
más orado  con  spíritu  santo  non  podrá  ha- 
zér  ésta  diferenzia.  Oraba  Cornelio  con  spí- 
ritu santo  antes  que  san  Pedro  fuese  a  su 
casa  ,  empero  no  entendía  que  oraba  con 
spíritu  santo  :  entendiéndolo  después  el  pro- 
prio Cornelio*  en  su  ánimo  ,  que  por  medio 
de  san  Pedro  alcanzó  de  Dios  ,  aun  mas  de 

•    Antepuesto  así  en  el  MS. 


201 

aquello  que  pretendía  ,  no  ya  el  espíritu  de 
Dios  que  oraba  por  él ,  e  en  él :  de  manera  , 
que  muchas  vezes  ora  el  spíritu  de  Dios  en 
nosotros  ,  e  por  nos  otros,  sin  que  nos  otros 
sepamos  que  sea  spíritu  santo  aquél  que  ora, 
e  qué  cosasea  aquello  que  orando  demanda. 
Lo  mesmo  entiendo  en  el  obrar  ,  que  en  el 
orar :  siendo  asi  que  san  Pablo  pone   tam- 
bién éntrelos  dones  del  spíritu  santo  elme- 
nistrár  ,  qne  es  servir  al  prójimo  ,  e  el  ejer- 
zitio  de  la  caridad.  E  entiendo  ,   que  por 
que  nos  otros  no  sabemos  ,  qué  ,  ni  cómo  , 
ni  cuando  debemos  obrar  ,  nos    dá  Dios  su 
espíritu  que  obre  en  nos.  La  prudenzia  hu- 
mana ,  que  siempre  se  opone  al  spíritu  de 
Dios  ,  pretende  de  saber  obrar  ,  e    cuando 
obra  ,  obra  por  su  utilidad    propria  ,  obra 
por  su  propria  gloria  ,  e  por  su  propria  sa- 
tisfazión  ,  no  puramente  por  provecho  de  su 
prójimo  ,  no  por  gloria  de  Dios ,  no  por  sa- 
tisfazión  de  aquellos  que  aman  a  Dios.  E  por 
tanto  no  sabe  ni  como  ni  cuando  haya  de 
obrar.  Por  lo  contrario  ,  el  spíritu  santo  , 
obra  por  el  útil  del  prójimo ,  por  satisfazión 
de  aquellos  que  aman  a  Dios ,  e  obra   por 


202 

gloria  de  Dios.  Cuando  aquél  que  obra  por 
spíritu  humano  ,  imita  las  obras  de  los 
santos  ,  sigue  la  dotrina  de  los  santos  ,  no 
entiendo ,  que  obra  con  spíritu  santo ,  sino 
con  spíritu  proprio  :  siendo  así ,  que  no  obra 
inspirado  sino  enseñado.  E  san  Pablo  dize, 
que  es  don  del  spíritu  santo  ,  el  obrar  por 
spíritu  santo*  Aquellos  que  obran  con  ^^  pru- 
denzia  humana  ,  hallan  contento  en  sus  o- 
bras  :  empero  mesclada  con  arroga ntia  e 
con  presunzión.  E  aquellos  que  obran  con 
spíritu  santo  ,  hallan  ,  también  ellos  con- 
tento en  sus  obras  empero  diferentísimo  por 
que  es  mesclada  con  humildad ,  e  mortifi- 
cazíón  ,  de  manera  ,  que  examinando  una 
persona  ,  su  ánimo  después  que  ha  obrado, 
podrá  con  esta  considerazion  entender  si  ha 
obrado  en  ella  la  prudenzia  humana  o  el  spí- 
ritu de  Dios.  Es  bien  verdad  que  aquél  que 
no  ha  obrado  jamás  con  el  spíritu  de  Dios, 
non  puede  hazér  esta  difirenzia.  En  Cornelio 
considero  en  el  obrar  lo  mesmo ,  que  ha 
considerado  leu  el  orar:  obraba  con  spiritu 
santo  ,  empero  no  entendía ,  que  era  spíritu 
santo ,  e  entendiólo  cuando  vido ,  e  sintió  en 


205 

sí  aquello  que  resultó  de  su  obrar.  E  entre  lo 
que  obraba  e  oraba  Cornelio  con  spíritu 'sanio 
antes  que  conosziese  a  Cristo  e  rezebiese  el 
spíritu  santo,  e  aquello  que  oró  e  obró  con 
spíritu  sancto,  después  que  hubo  conoszido  a 
Cristo  e  reszebido  el  spíritu  santo  ,  hago  yo 
esta  difirienzia,  que  primero  orando  e  obran- 
do no  entendía  que  oraba  e  obraba  por  spíri- 
tu santo.  Aquello  que  entiendo  en  el  orar  e 
en  el  obrar,  entiendo  igualmente  en  el  conos- 
zimiento  de  Dios  ,  e  en  la  intelijenzia  de  la 
santa  Escritura  considerando  qne  san  Pablo 
pone  también  por  don  de  espíritu  santo  estas 
inlelijenzias  ,  entendiendo,  que  no  sabiendo 
la  prudenzia  humana  entender  las  cosas  del 
spíritu  de  Dios,  da  Dios  su  spíritu  a  aquellos 
que  son  suyos  para  que  se  lo  enseñe.  El  áni- 
mo humano  soberbio  e  altivo  en  esta  parte , 
como  en  todas  las  otras  ;  preponiéndose  al 
spíritu  santo  ,  váse  ayudando  cuanto  puede 
por  alcanzar  *  con  la  propria  intelijenzia  e 

■  Hai ,  aquí .  en  el  MS.  esta  acolazion  marjinal: 
^Vor  ,  aqqiungerer  añedir  ,  alcanzar  ,  engañar . 
Pero  ,  de  esas  tres  interpretaziones  ,  solo  la  se- 
gunda es  admisible.  Giugnere  .  o  aggiugnere  , 
significa  .  llegar ,  conseguir ,  alcanzar. 


204 

juizio  el  conoszér  a  Dios ,  e  entender  la  sania 
Escritura.  E  es  cosa  maravillosa  ,  que  cuanto 
mas  se  ella  se  fatiga  en  esto  ,  tanto  más  se 
inhabilita  tomando  e  entendiendo  las  cosas 
de  Dios  [i  del]  spíritu  de  Dios  ,  en  el  sentido 
contrario  e  por  lo  contrario.  Aquellos  que 
entienden  c  conoszen  el  spirilu  ^^  santo  , 
cuanto  mas  se  aplican  a  entender  e  conos- 
zér, tanto  mas  entienden  e  conoszen.  Cuan- 
do aquel  que  conosze  e  entiende  las  cosas 
de  Dios,  va  con  injenio  proprio  e  con  pro- 
prio  juizio  ,  si  bien  entiende  aquello  que 
han  entendido  los  santos  ,  no  entiendo  que 
conosca  e  entienda  con  spirilu  santo  ,  sino 
con  prudentia  humana  ,  entendiendo  e  co- 
nosziendo  enseñado  ,  e  no  inspirado.  E  san 
Pablo  quiere  ser  don  de  Espíritu  santo  ,  el 
conoszér  con  spíritu  santo.  Aquél  que  co- 
nosze e  entiende  las  cosas  de  Dios  con  su 
proprio  injenio  e  juizio  ,  halla  la  satisfazión, 
que  halla  en  los  otros  conoszimieníos  ,  e  en 
las  otras  intelijenzias  de  las  cosas  humanas , 
e  de  las  scrituras  de  los  hombres  :  e  con 
la  satisfazión  mirando  en  ello  ,  siente  en  el 
ánimo  soberbia  ,  e  propria  estimazión  :  e 


205 

aquél  que  entiende  e  conosze  con  spiritu 
sanio  ,  halla  en  aquello  que  conosze  e  en- 
tiende ,  satisfazión  diferentíssima  de  aquella, 
que  halla  en  las  otras  cosas  que  conosze  e  en- 
tiende, e  siente  en  el  ánimo  humildad  e  mor- 
tificazión  ,  de  manera  ,  que  por  el  sentimien- 
to que  una  persona  halla  en  su  ánimo  cuan- 
do adquiere  un  conoszimiento  de  Dios  ,  e 
cuando  entenderá  un  lugar  de  la  santa  Es- 
critura', podrá  juzgar  si  ha  conseguido  a- 
quel  conoszimiento  e  aquella  intelijenzia 
con  proprio  injenio  e  juizio  ,  o  con  spiritu 
de  Dios.  Si  el  sentimiento  será  de  soberbia 
e  propría  estimazion ,  juzgando  que  aquello 
que  ha  conoszido  e  entendido  ,  es  con  su 
injenio  e  juizio,  no  se  reposará  en  él  :  e  si 
el  sentimiento  será  de  humildad  e  mortifi- 
cazión  juzgando  que  aquello  que  ha  conos- 
zido e  entendido  es  con  spiritu  santo  ,  se 
quietará  ,  e  se  fortificará  en  ello.  Es  bien 
verdad  que  aquél  que  no  ha  jamás  conoszi- 
do ni  entendido  con  spiritu  santo  no  puede 
hazer  esta  diferenzia.  De  estás  tres  conside- 
raziones  vengo  a  tomar  esta  resulutión  que 
asi  para  orar  como  conviene  como  para  obrar 


206 

e  como  para  coiioszér  e  en  ^^  tender  ,  e  co- 
mo aun  para  todas  las  otras  cosas  en  todas 
las  cuales  nos  ejerzitamos  con  el  ánimo  e 
con  el  cuerpo  en  la  presente  vida  ,  habernos 
nien[e]ster  del  gobierno  del  spiritu  de  Dios 
sin  el  cual ,  bien  que  nos  sea  molesto,  de- 
bemos confesar,  que  no  sabemos  orar  como 
conviene  ,  e  que  no  sabemos  conoszér  ni  en- 
tender como  conviene.  Con  esta  confesión 
demandaremos  siempre  a  Dios  su  spiritu 
santo  e  El  nos  lo  dará  por  Jesu  Cristo  nues- 
tro Señor. 

De  donde  prozede  que  la  prudenzia  huma- 
na ,  no  quiere  atribuir  a  Dios  todas  las  co- 
sas :  e  en  qué  modo  se  le  deben  atribuir.  Con- 
sidernzion  xlix. 

t  Por  tres  causas  conosco  e  entiendo 
que  los  hombres  engañados  del  juizio  de  la 
prudenzia  hnmana  ,  no  quieren  confesar  que 
toda  cosa  viene  de  Dios.  Lo  primero ,  por 
no  privarse  de  sus  méritos  por  sus  buenas 
obras ,  entendiendo  ,  que  se  privarían  dellas, 
cuando  se  atribuyese  a  Dios  toda  cosa:  sien- 


207 

do  así  que  en  sus  buenas  obras  se  conside- 
rada la  bondad  de  Dios  ,  e  no  aquella  de 
loá  hombres.  La  segunda  causa  entiendo 
que  es  ,  porque  juzgando  los  hombres  las 
obras  de  Dios  con  el  mesmo  juizio  ,  con  el 
cual  juzgan  sus  obras  proprias  ,  tienen  por 
mal  enDios  aquello  ,  que  tienen  por  mal  en 
los  hombres  malos  :  e  pareziéndoles  cosa 
absurda  e  mala  ,  el  atribuir  a  Dios  cosa  ma- 
la siendo  sumamente  bueno  ,  e  la  propria 
bondad,  se  resuelven  de  no  querer  atribuir 
a  Dios  toda  cosa.  La  terzera  causa  entiendo 
que  es  ,  porque  piensan  que  los  hombres  sí 
creyeren  que  Dios  hiziese  todas  las  cosas  , 
vernían  [a]  ser  disolutos  en  su  vivir  ,  lizen- 
ziosos,  e  viziosos  ,  e  insolentes  e  flojos  en  el 
socorrer  ,  ayudare  favoreszer  sus  prójimos, 
díziendo  cada  uno  de  sí  ;  Si  yo  vivo  mal, es 
porque  así  plaze  a  Dios  |que  yo  viva  :  e  lo 
mesmo  cuando  le  paresca  que  yo  viva  bien 
me  hará  vivir  bien.  E  diziendo  de  su  próji- 
mo si  el  lál  es  menesteroso  ,  tribulado  o 
aflejido,  es  porque ^^  aplaze  a  Dios,  e  cuan- 
do le  plazerá  que  no  sea  así  ,  lo  sacará  fuera 
de  la  neszesidád  ,  e  de  la  tribulazión  ,  e  de 


208 

la  aflizión  :  por  tanto  no  es  neszesario  que 
yo  me  empache  en  ello.  A  estas  tres  causas 
o  razones  de  la  prudenzia  humana  ,  entien- 
do que  llenamente  se  puede  responder  en 
este  modo.  A  lo  primero  qne  sí  los  hombres 
se  conoszíesen  a  sí  mismos  ,  conoszerían  en 
sí  rebelión  ,  iniquidad,  e  pecado  e  en  sus 
obras  amor  proprio  ,  e  interesse  proprio  :  e 
así  no  pretenderían  de  adquerír  mérito  por 
sus  obras  :  e  no  pretendiendo  lo  seria  qui- 
tada la  primera  causa  de  la  impiedad  ,  en 
la  cual  caen  fazilmente  aquellos  ,  que  en  los 
ojos  del  mundo  son  justos  e  santos  :  por  que 
estos  propiamente  son  aquellos  que  buscan 
méritos  en  sus  obras  :  de  este  inconvenien- 
te son  libres  aquellos  ,  que  conosziendo  el 
ser  e  la  natura  del  hombre ,  renunzian  sus 
méritos  atacándose  *  solamente  a  la  justizia 
de  Dios  esecutada  en  Cristo.  A  la  segunda 
causa  e  razón  se  puede  responder  que  si  a 
los  hombres  paresze  cosa  absurda  e  mala  , 
que  Dios  enduresziese  el  corazón  de  Faraón, 
haziéndole  pecar  en  no  dejar  pasar  al  pueblo 

*    En  el  MS"  ,  al  marjen  ,  se  sustituye  ,  a  ésa 
trail.  literal ,  otra  ,  poniendo  •  «  o  teniéndose.* 


209 
de  Dios  :  e  que  Dios  mandase  a  Seniei  que 
pecase  maldiziendo  a  David  :  e  que  Dios  hi- 
ziese  pecar  a  aquellos  a  los  cuales   dize  la 
Escritura  que  dio  spirilu  de  error:  e  que  or- 
dínase  que  Judas  pecase  vendiendo  a  Cristo  : 
e  que  Dios  cegase  a  aquellos  de  los  cuales 
se  *  habla  san  Pablo ,  Rom.  I.  para  que  caye- 
sen ^  en  suzios  e  iabominables  pecados  :  e  sí 
asimismo  paresze  a  los  hombres  cosa  absurda 
e  mala, lo  que  Dios   hizo  con  otros  muchos 
hombres  en  este  mundo  ,  no  es  por  que  las 
cosas  en  si  son  absurdas  e  malas  ,  ampero 
porque  son  obras  del  espíritu  Santo,  e  los 
hombres  juzgándolos  con  prudcntia  humana, 
con  la  cual  no  pueden  entender  el  divino  se- 
creto ,  que  hai  en  ellas ,  vienen  a  juzgar  falsa- 
mente de  ellos  ,  siendo  con  Dios  en  esto  ,  co- 
mo son  los  hombres  temerarios  con  los  Prín- 
zipes ,  juzgando  mal  dellos  ,  cuando  ^^  por 
el  buen  gobierno,  por  el  provecho  común  ha- 
zen  alguna  cosa  ,  que  viene  en  daño  de  al- 
gún particular  ,  no  considerando  ni   pene- 
trando el  intento  que  el  Prínzipe  tiene  en 
aquellas  cosas   [que]   así   haze  :  por  que  si 

*     Asi  en  el  MS. 

d4 


210 

las  considerasen  e  entendiesen  ,  juzgarían 
bien  de  las   cosas  ,  e  de   los  Prinzipes  que 
las  hazen.  Quiero  dezir  que  en  esta  mesma 
manera  los  hombres  temerarios  ,  porque  no 
entienden  el  intento  que  Dios  tiene  en  sus 
obras  las  juzgan  por  malas,  los  cuales  pre- 
tendiendo piedad,  no  las  quieren  atribuir  a 
Dios :  e  si  conosziesen  e  entendiesen  el  in- 
tento que  Dios  tiene  en  las  cosas  que  ellos 
juzgan  por  malas  ,  le  temerían  e  las  juzga- 
rían  por  buenas :   a  así   no  vernian  a  pri- 
var a  Dios  de  su  particular  providentia  ,  en 
todas  las  cosas.  E  ziertamente  si  estos  hom- 
bres  considerasen  que  enduresziendo  Dios 
el  corazón  de  Pharaon ,  paraque  pecase ,  no 
dejando  salir  el  pueblo   de  Dios  ,-  pretendió 
ilustrar  su  gloria  e  mostrar  &n  poder  en  el 
favoreszér  a  su  pueblo ,  contarían  la  dureza 
del  corazón  de  Pharaón  entre  las   obras^  de 
misericordia  de  Dios  ,  pues  que  della  resul- 
tó la  voluntad  del  pueblo  de  Dios.  Esle  mes- 
mo  juizio  harían  de  las  hiialdiziones   de  Se- 
raei  ,  e  del  vender  Judas   a   Cristo  ,  e  de 
los  pecados  de  aquellos ,  de  los  cuales   ha- 
bla s.  Pablo  ,  Piom.    primero:  e  harían  el 


2il 

niesmo  juizjo  en  todas  las  obras  de  los  hom- 
bres ,  no  dudando  de  atribuirlas  todas  a 
Dios,  escudriñando  el  secreto juizio  quo  hai 
en  ellas  ,  como  lo  escudriñan  las  personas 
pías  ,  a  las  cuales  entreviene  muchas  vezes 
que  tengan  por  error  una  cosa  suya ,  o  ajena, 
por  no  saber  el  intento  que  Diosliene  en  eila: 
e  después  con  el  liempi)  conosziendo  el  in- 
tento que  Dios  tuvo  en  ella,  la  tienan  por 
cosa  mui  azertada.  E  a  los  mesmos  acontes- 
ze  muchas  vezes  ,  que  tienen  por  bien  he- 
cha una  cosa  ,  que  después  con  el  tiempo 
conoszen  que  era  mal  hecha.  Esto  les  acon- 
lesze  también  cuando  no  están  bien  atentos 
a  considerar  los  juizios  de  Dios  ,  e  tal  hora  ^^ 
porque  no  siempre  plazca  Dios  que  ellos 
entiendan  *  aquello  que  El  pretende  en  sus 
obras  ,  como  por  aventura  no  le  **  plugo 
que  Moisen  e  Arón  entendiesen  aquello  que 
preiendia  en  la  dureza  de  Pharaon  para  que 
no  dejasefn]  de  hazer  ínstanzia  ,  que  les  de- 
jase salir  el  pueblo  de  Dios.  De  donde  pa- 
resze  ,  que  la   piedad   del  hombre  consiste 

*     En  el  MS.  entendian.  El  i  la) ,  inicndano. 
"     En  el  MS.  720  les  lugo* 


212 

en  aplicar  su  ánimo  a  entender  aquéllo  ,  que 
Dios  pretende  en  sus  obras  ,  máxime  en 
aquellas  que  parezen  absurdas  e  malas  :  e 
venerar  e  aprobar  aquellas  que  no  entien- 
de ,  teniéndolas  todas  por  santas  ,  justas  e 
buenas.  A  la  terzer  causa  e  razón  que  los 
hombres  hallan  por  no  confesar  que  Dios 
haze  todas  las  cosas ,  se  puede  con  eficazia 
e  con  la  propria  espirienzia  responder,  que 
los  hombres  que  creen  e  tienen  por  zierto, 
que  Dios  haze  todas  las  cosas  ,  por  la  mes- 
ma  causa  que  están  en  esta  zerteza  ,  son 
píos  e  justos  ,  e  siendo  píos  e  justos  son  en 
si  mismos  temperatissimos  e  modestissimos, 
e  son  con  ellos  *  proprios  misericordiosi- 
ssimos  ,  e  dilijentíssimos  ,  e  liberalisimos  ; 
en  cuanto  la  piedad  e  la  justizia  mortifican 
en  ellos  tanto  los  apetitos  de  la  sensualidad, 
que  los  podrían  hazér  vitiosos  e  insolentes  , 
cuanto  los  afectos  del  ánimo  ,  que  los  po- 
drían hazér  interessales  ,  e  amadores  de  sí 
proprios ,  e  por   conseguiente   remisos  con 

Así  el  MS.  Debió  poner  ,  cotí  los  suyos  pro- 
prios ,  si  quería  trailuzír  literalmente  el  con  li  lo- 
ro proprij  ;  o  ,  con  sus  prójimos  .  corrijiendo  /a 
verosiinil  errata  del  inipr.  italiano, 


2i5 

sus  prójimos  :  prozediendo  esta  moi  tificazión 
en  ellos  ,  parte   de  la   unión  ,  que    tienen 
en  sus  corazon[es]  con  Dios  ,  no  olvidándo- 
se jamás  de  Dios ;  e  prinzipalmente    de  la 
íncorporazión  ,  con  la  cual  están  encorpo- 
dos  en  la  muerte  de  Cristo  ,  el  cual  matan- 
do en  la   cruz  su  carne  ,  mató  juntamente 
aquella  de  todos  aquellos  ,  los  cuales  cre- 
yendo en  él,  se  hazen  miembros  suyos,  e 
aquellos  que  están  en  esto  ,  no  vienen  jamás 
a  escusar  su  lizenziosa   vida  ,  ni  la  viveza 
de  sus  ánimos   diziendo  que  plaze  a  Dios  , 
que  sean  hechas  así.    Antes   hallando  en  sí 
algún  vitio ,  e  hallando  en  sus  ánimos  algu- 
na viveza  ,  conoszen  las  reliquias  de  su  pro- 
pria  iniquidad  ,  rebelión  e    pecado  ,  e   de- 
mandan a  Dios  que  lo  mortifique  en  ellos  , 
como  ha  ^'  mortificado   el  resto  ,  ni  vienen 
a  ser  jamás  remisos  en  ayudar  e  favoreszer 
sus  prójimos  ,  sino  en   cuanto  meriendo  en 
ellos  los  afectos  ,  que  son  según  la  carne  e 
la  prudentia  humana  ,  e  reviviendo  aquellos 
que  son  según  el  spíritu ,  no  se  mueven  con 
afecto  ansioso  de  carne,  empero  muévense 
con  afecto  moderado  de  spíritu :  E  en  cuan- 


214 

to  no  sienten  en  si  mismos  movimiento  al- 
guno fie  ayudar  e  socorrer  a  sus  prójimos  , 
conoszen  que  así  lo  quiere  Dios.  Esto  digo  , 
por  que  las  personas  que  están  en  esta  pie- 
dad ,  teniendo  strecha  cuenta  con  sus  mo- 
vimientos interiores  ,  tienen  por  voluntad 
de  carne  aquellos  ,  que  no  son  según  aque- 
llo que  conoszen  ser  la  voluntad  de  Dios:  e 
tienen  por  voluntad  de  spírítu  aquello  ,  que 
conoszen  ser  conforme  a  la  voluntad  de  Dios, 
faziendo  este  juizio  por  el  deber  de  la  pie- 
dad ,e  por  deber  de  la  justificazión  ;  e  por 
aquello  que  enseñan  las  santas  Escrituras , 
viejas  e  nuevas  :  e  estando  atentos  a  esto 
venzen  los  movimientos  que  son  segnn  la 
carne  ,  e  esecutan  aquellos  que  son  según 
el  spíritu  :  e  si  bien  tienen  su  imperfeczión 
por  voluntad  de  Dios  ,  su  deseo  es  venir  a 
ser  perfectos  :  e  si  bien  tienen  por  voluntad 
de  Dios  el  padeszer  de  su  prójimo  ,  tienen 
también  por  voluntad  de  Dios  sus  movimien- 
tos para  ayudarles  e  favorezérles  :  e  conos- 
ziendo  en  la  propria  imperfeclion  e  en  el  pa- 
deszer de  sus  prójimos  la  voluntad  de  Dios  , 
que  es  con  ira  ,  e  conosziendo  en  el  proprio 


deseo  de  perfizióu  ,  e  en  sus  movimientos 
de  socoiTér  a  sus  prójimos  la  voluntad  de 
Dios  ,  que  es  con  misericordia  ,  amando  la 
voluntad  que  es  con  misericordia  ,  e  imyen- 
do  de  aquella  que  es  con  ira,  atienden  a  la 
perfizion  ,  o  atienden  a  socorrer  a  sus  pró- 
jimos ,  stándose  quedos  e  sosegados  ,  cuan- 
do no  sienten  *  movimiento  alguno  ,  enten- 
diendo que  Dios  quiere  que  estén  quedos  e 
sosegados.  Habiendo  dicho  aquello  que  mue- 
ve a  los  hombres  a  no  atribuir  a  iUos  todas 
las  cosas ,  e  aquello  que  se  le  puede  res- 
ponder ,  agora  diré  aquello  que  azerca  des- 
to  siento  remitiondome  a  mas  perfecto  e  spi- 
rituál  juizio.  ^^^  En  Dios  considero  dos  volun- 
tades como  ya  otra  vez  he  considerado  :  una 
mediada,  en  cuanto  obra  por  esto  que  llama- 
mos causa  segunda :  e  la  otra  inmediada  , 
en  cuanto  obra  por  sí  mismo.  A  la  media- 
da **  entiendo  que  están  sujetos  los  hombres 
por  el  pecado  orijinál :  e  de  la  mediada  en- 
tiendo que  son  libres  e  esentos  los  hombres 
por  la  Rejeneralion ,  empero   en  un  zierto 

*    Así  el  M5.  en  vez  del  entiendan  del  ital. 
**    Así  el  MS  .  eí  il.  inmediata. 


216 

modo.  Yo  pienso  que  en  el  Iniír  el  hombre 
aquellas  cosas  las  cuales  por  esta  voluntad 
mediada  le  podrían  hazer  mal,  e  en  aplicar- 
se a  aquellas  cosas  ,  las  cuales  por  la  mes- 
ma  le  podrían  liazér  bien  ,  consiste  el  li- 
b[e]ro  arbitrio  del  hombre  ,  perteneszien- 
do  todas  aquellas,  cosas  al  bien  estar  o  al 
mal  estar  esterior  e  corporal ,  al  vivir  vi- 
zioso  e  virtuoso  en  lo  exterior.  De  la  vo- 
luntad inmediata  entiendo  que  están  sujetos 
jeneralmente  todos  los  hombres  ,  obrando 
Dios  en  ellos  ,  en  unos  con  amor  ,  e  en  otros 
con  odio  :  en  otros  con  ira ,  i  en  oíros  con 
misericordia  ,  en  otros  con  favor :  e  en  otros 
con  disfavor.  Esta  voluntad  de  Dios  entiendo 
que  es  aquella,  a  la  cual  dize  san  Pablo  que 
los  hombres  no  le  pueden  hazér  resistenzía: 
e  esta  entiendo  que  usa  Dios  ilustrando  su 
gloria ,  e  mostrando  su  omnipolenzia  en  a- 
quellos  qne  son  suyos  de  manera,  que. en 
esta  voluntad  de  Dios  haya  dos  partes ,  o  dos 
voluntades,  una  de  odio  ,  de  ira  ,  e  disfavor. 
La  otra  de  amor,  de  misericordia,  e  de  favor. 
La  primera  entiendo  que  cayó  sobre  Pharaon, 
sobre  Semei ,  e  sobre  aquellos  ,  a  los  cuales 


217 

dio  Dios  espíritu  de  error,  e  sobre  Judas  ,  e 
sobre  aquellos  a  los  cuales  Dios  dio  in  re- 
probum  sensum,  E  esta  uiesuia  entiendo  que 
cayese  sobre  lodos  aquellos  que  son  vasos 
de  ira  ,  como  fué  Nerón  ,  e  como  han  sido 
8  son  e  serán  todos  aquellos  ,  que  con  ma- 
lignidad persiguen  el  spíritu  cristano  ,  en 
aquellos  que  son  miembros  ^^de  Cristo.  To- 
dos estos  entiendo  que  hazen  la  voluntad  de 
Dios  ,  sin  que  ellos  entiendan  qu'esta  es  su 
voluntad ,  porque  si  la  entendiesen  ,  dejarían 
de  ser  impíos  e  serian  pios.  La  voluntad  de 
Dios  de  amor,  de  misericordia  e  de  favor  , 
entiendo  en  Moisén  ,  Arón  ,  e  en  David  ,  e  en 
los  santos  de  la  Lei  :  e  la  entiendo  en  san 
Juan  baptista  ,  en  los  Apóstoles  ,  e  en  los 
mártires  ,  e  semejantemente  en  todos  aque- 
llos que  son  llamados  de  Dios,  a  la  partizi- 
pazión  del  evanjelio,  los  cuales  entiendo  que 
todos  cumplen  la  voluntad  de  Dios  :  porque 
en  esto  consiste  la  piedad  :  e  entiendo  que  ni 
en  Pharaon  ,  ni  Judas  ,  ni  aquellos  que  son 
vasos  de  ira ,  podrían  dejar  de  serlo  :  ni  Moi- 
sén, ni  Arón,  ni  san  Pablo  ,  ni  aquellos  que 
son  vasos  de  misericordia  :  de  manera,  que 


218 

Judas  lio  podría  dejar  de  vender  a  Cristo 
ni  san  Pablo  podría  dejar  de  predicara  Cris- 
to, Finalmente  entiendo  ,  que  en  las  cosas 
que  se  hazen  en  el  mundo  por  la  voluntad 
de  Dios  mediada  aquellos  que  son  vasos  de 
ira,  conoszen  el  orden  natural  ,  e  conos- 
zen  la  bondad  o  malignidad  de  los  hombres. 
Entiendo  ,  que  en  las  mes  mas  cosas  aquellos 
que  son  vasos  de  misericordia  ,  conoszen 
en  el  orden  natural  ,  la  voluntad  de  Dios 
que  puso  este  orden  :  e  en  ^'aquella  que  es 
o  paresze  bondad  o  malignidad  de  los  hom- 
bres ,  conoszen  con  la  voluntad  de  Dios  la 
bondad  e  la  malignidad  de  los  hombres.  Asi 
ni  mas  ni  menos  enliendo  ,  que  en  las  co- 
sas (jue  se  hazen  por  voluntad  de  Dios  in- 
mediada  aquellos  que  son  impíos,  no  conos- 
zen sino  sus  proprias  voluntades  ,  e  aque- 
llas de  aquellos  que  lo  hazen  :  e  entiendo 
que  en  lo  mesmo  aquellos  que  son  pios  , 
conoszen  la  voluntad  de  Dios  ,  atribuyen- 
dolo  todo  a  Dios  considerando  en  aquellos 
que  son  vasos  de  ira  ,  como  Pharaon  ,  Se- 
mei ,  Judas  ,  e  Nerón  ,  la  voluntad  de  Dios 
con  ira,  con   odio,  e  con  disfavor  :  e  co- 


219 

nos  ^^  ziendo  en  aquellos  que  son  vasos  de 
misericordia  como  aquellos  de/  pueblo  he- 
breo e  aquellos  del  pueblo  cristiano ,  la  vo- 
luntad de  Dios  con  amor  ,  con  misericordia, 
e  con  favor  :  e  en  este  modo  sin  hazér  in- 
juria a  Dios  ,  sin  depravarse  a  sí  mismos  ,  e 
sin  perder  la  caridad  ,  antes  ilustrando  la 
gloria  de  Dios  ,  mortificándose  e  cresziendo 
en  caridad,  vienen  a  creer  que  Dios  haze 
todas  los  cosas  ,  unas  con  su  voluntad  me- 
diada ,  e  otras  con  su  voluntad  inmediada  : 
algunas  como  en  vaso  de  odio  ,  e  de  ira  ,  e 
de  disfavor,  e  otras  como  en  vaso  de  amor, 
de  misericordia  e  de  favor  :  e  estos  son  a- 
quellos  que  entre  todos  los  hombres  son 
píos  ,  conosziendo  a  Dios  :  e  son  justos,  co- 
nosziendo  al  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nues- 
tro Señor. 

En  qué  consiste  la  depravazión  del  hombre, 
e  en  que  consisla  la  reparazión.  En  que  con- 
siste la  perfezión  cristiana.  Considerazion  L. 

^    Considerando  aquello  que  entiendo  * 

*  El  MS,  entendiendo.  Pero  por  manifiesto  des- 
cuido ,  las  dos  vezes 


220 

e  couosco  del    ser  de  Dios  ,  en  cuanto   es 
impasible  e  inmortal  ,  e  en  cuanto  es   sa- 
bio, justo  e  misericordioso,  fiel  e  verdade- 
ro ,  e  considerando  aquello  que  conosco  [e] 
entiendo  *  de/    ser    del   bombre  ,  en    cuan- 
to es  pasible  e  mortal  ,  e  en  cuanto  es  ig- 
norante ,  impío  ,  vengativo  ,  falso  e  menti- 
roso :  e  entendiendo  por  el  testimonio  de  la 
santa  Escritura,  que  el  hombreen  su  prima 
creazión  fué  criado  a  la  imajen  e  similitud 
de  Dios  ,  vengo  a  entender  ,  que  bai  tanta 
diferenzia  en  el  ser  en  el  cual  Dios  crió  al 
hombre  al  ser  en  que  agora  se  halla  ,  cuan- 
to hai  del  ser  que  conosco  de  Dios  ,  al  ser 
que  conosco  del  hombre*  E  sabiendo  por  el 
testimonio  de  la  santa  Escritura  ,  que  por 
el  pecado  del  primer  hombre  de  aquel  ser 
perfecto  ,  e  semejante  al  ser  de  Dios  es  ve- 
nido el  hombre  a  este  ser  imperfecto  ,  e  se- 
mejante al  ser  de  los  otros  animales  en  cuan- 
to al  cuerpo  ,  e  al  ser  de  los  malos  spíritus 
en  cuanto  al  ánima  ,  vengo  a  entender  ,  que 
el  mal  que  es  ^^  venido  a  la  humana  jene- 
ratión  por  el  pecado  del    primer  hombre  , 
consiste  en  esto  ,  que  de  impasible  es  veni- 


221 

do  a  ser  pasible  ,  sujeto  al  frió  ,  e  a  la  ca- 
lor, a  la  hambre  e  a  la  sed  ,  con  todas  las 
otras  incomodidades  corporales  ,  e  de  in- 
mortal es  hecho  morlál  ,  sujeto  a  la  muer- 
te ,  e  de  sabio  es  venido  a  ser  ignorante ,  de 
justo  impío  ,  de  misericordioso  vengativo  , 
de  fiel  falso  ,  e  de  verdadero  mentiroso.  De 
donde  entiendo  ,  que  por  que  el  mal ,  en  el 
cual  cayó  la  humana  jeneration  por  el  pe- 
cado ,  toca  a  los  hombres  en  los  cuerpos  e 
en  los  ánimos  :  la  grazia  que  Dios  ha  que- 
rido hazér  a  la  humana  jeneration  por  me- 
dio de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  ,  toca  ni 
mas  ni  menos  en  los  cuerpos  e  en  los  áni- 
mos ,  e  es  así  ,  que  luego  ,  que  el  hombre 
es  llamado  de  Dios  ,  azepta  por  suya  la  jus- 
lizia  de  Dios  esccutada  en  Cristo  ,  haziéndo- 
se  miembro  de  Cristo  ,  comienza  a  gozar 
de  la  primera  reparazíon  ,  que  es  del  áni- 
mo ,  que  es  por  la  muerte  de  Cristo :  e  es 
también  verdad  ,  que  el  hombre  que  partirá 
desta  vida  miembro  de  Cristo ,  gozará  de  la 
última  reparation  que  será  del  cuerpo  ,  e 
será  por  la  resurreczion  de  Cristo ,  que  será 
en  la  jenerál  Resurectión  de  todos  los  hom- 


222 

bres  ,  de  manera  ,  que  aquellos  que  son 
miembros  de  Cristo  por  la  muerte  de  Cristo 
reparan  el  mal  en  sus  ánimos  en  la  presen- 
te vida  ,  sino  en  todo  ,  a  lo  menos  en  par- 
te :  e  repara/I  *  por  la  resurectión  de  Cris- 
to ,  el  mal  de  sus  cuerpos  en  la  vida  eter- 
na :  e  entonzes  habrán  recobrado  entera- 
mente aquella  imajen  e  similitud  de  Dios, 
con  la  cual  fueron  criados  ,  siendo  en  los 
cuerpos  impasibles  e  inmortales  ,  e  siendo 
en  los  ánimos  justos  ,  sabios  ,  misericor- 
diosos ,  fieles  ,  e  verdaderos  ,  en  lo  cual  en- 
tiendo que  consiste  toda  nuestra  felizidád. 
Después  de  haber  entendido  lodo  esto  me 
resuelvo  ,  que  el  proprio  ejerzifio  ^del  cris- 
tiano en  la  presente  vida ,  es  atender  a  la 
reparazion  de  su  ánimo  e  recobrar  la  ima- 
jen e  similitud  de  Dios  ,  con  la  cual  fué 
criado  ,  e  aunque  como  he  dicho  ,  tanto 
desta  se  recobre,  cuanta  hai  en  el  hombre  , 
como  diriamos  de  enccrporaüon  en  la  muer- 
te de  Cristo  ,  toda  la  **  via    entiendo  ,  que 

'  Kl  !\IS.  (lize  reparar  :  i  tal  vez  ,  quiso  dezir 
repararán  :  ([iie  parcze  preferible  al  riparano 
del  impr.  ilaliiino. 

**     Asi  en  el  MS. 


223 

conviene  al  cristiano  ejerzitarse   a  recupe- 
rarla en  este  modo.  Cuando  por  la  depravi- 
dád  ^^  de  su  ánimo  será  solizitado  a  la  im- 
piedad recordándose  que  Dios  es  justo ,  dirá 
no,  que  a  mí   me  conviene  ser  justo  e  no 
ímpio.  Cuando  será  solizicíado  a  la  vengan- 
za *  dirá  nó  ,  que  a  mi  me  pertenesze  ser 
misericordioso  e  no  vengativo.  Cuando  será 
solizitado  a  la  ira,  recordándose  que  Dios 
es  paziente  ,  dirá  no  ,  que   a  mi  me  perte- 
nesze ser  paziente  e  no  iracundo.   Cuando 
será  solizitado  a  falsedad  e  mentira  ,  recor- 
dándose (jue   Dios,  es  verdadero  e  íiél  ,  di- 
rá no  ,  que  a  mi  me  conviene  ser  íiél  e  ver- 
dadero. Cuando  será  solizitado  a  querer  ser 
estimado  e   preziado    de  los  hombres  del 
mundo  ,  acordándose  que  Dios  es  pelegrino 
e  forastero  en  esta   presente  vida  ,  dirá  no, 
que  a  mí  me  conviene  ser  pelegrino  e  foras- 
tero con  Dios  ,  por  ser  del  todo  semejante    a 
Dios.  E  fiíialmente  ,  cuando  será  solizitado  a 
cosa  que  pueda  redundar  en  daño  del  pró- 
jimo ,  por  cualquier  manera  ,  que  sea  ,  re- 

*     El  MS-  así ,  clf;jó  de  traduziise  por  descuido; 
ricor dandosi  che  Dio  é  misericordioso. 


224 

cordandose  que  Dios  ama  tanto  los  hom- 
bres, que  por  reparar  *  el  mal  e  el  daño,  en 
el  cual  erau  caídos  dio  su  proprio  hijo  a  la 
muerte  ,  dirá  no:  que  a  mí  perlenesze  te- 
ner amor  e  caridad.  E  asi  discorriondo  por 
todas  las  cosas  con  las  cuales  uno  puede  ser 
solizitado  de  los  proprios  afectos  por  la  de- 
pravation  del  ánimo  ,  hallará  en  Dios  perfi- 
ziones,  con  las  cuales  las  podrá  reprimir, 
e  asi  poco  a  poco  irá  aumentando  en  sí  la 
reparation  del  ánimo,  que  es  la  primera  ,  e 
se  irá  habilitando  siempre  mas  a  la  repa- 
razíón  del  cuerpo  ,  que  será  la  última.  E  en 
este  ejerzizio  entiendo  que  consiste  la  per- 
Gzion  cristiana.  Quiero  dezir  ,  que  tanto  es 
un  cristiano  ,  mas  o  menos  perfecto  en  la 
presente  vida  ,  cuanto  ocupándose  mas  o 
menos  en  este  ejerzilio  ,  gana  mas  o  menos 
de  la  parte  que  se  adquiere  en  la  presente 
vida  de  la  imajen  e  similitud  de  Dios  con 
la  cual  fué  criado.  E  por  eso  entiendo  ,  que 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor  concluye  ^^  sus  ra- 
zonamientos en  la  perfizion  cristiana  ,  di- 
ziendo ,  Sed  perfectos  ,  como  vuestro  Padre 

*    Aquí  en  el  MS-  se  repite  tanto,  inulihnenle. 


225 

zeleste  es  perfecto.  Como  si  hubiese  dicho , 
finalmente  os  digo  ,  que  atendáis  a  ser  se- 
mejantes a  Diosen  la  perfection  :  El  es  per- 
fecto ,  vos  otros  atended  a  ser  perfectos  [co- 
mo] lo  es  él.  E  esta  es  propriamente  amo- 
nestazión  cristiana  porque  es  de  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor, 

En  qué  manera  se  haze  Dios  sentir ,  el  en 
que  manera  se  deja  Dios  ver.  Consideralion 
LI. 

i  Habiendo  muchas  vezes  dicho  ,  que  a 
las  personas  que  han  entrado  en  el  Reino  de 
Dios  azetando  la  grazia  del  evanjelio  haze 
Dios  sentir  su  presenzia  ,  e  que  a  las  mes- 
mas  deja  ver  su  presenzia  per  speculum  [in] 
cenigmate  y  como  dize  san  Pablo  :  vengo  ago- 
ra a  dezir  ,  que  es  sin  ninguna  comparazión 
mayor  el  favor  qne  Dios  haze  a  aquellos  ,  a 
los  cuales  deja  ver  su  presenzia  ,  que  el  que 
haze  a  aquellos  a  quien  haze  sentir  su  pre- 
senzia; en  cuanto  a  qu'el  que  la  vee,  es  ne- 
zesario  que  la  sienta  :  empero  aquel  que  la 
siente  ,  no  es  nezesario  que  la  vea  :  quiero 

d5 


226 

dezir ,  en  cuanto  el  veer  no  puede  eslar  sin 
el  sentir ,  i  el  sentir  puede  estar  sin  el  veer. 
Para  ser  bien  entendido  ,  esto  digo  ,  que 
enlonzes  entiendo  que  el  hombre  sienta  la 
presenzia  de  Dios  ,  cuando  amando  e  cre- 
yendo ,  confiando  e  esperando ,  e  cuando 
orando  e  obrando  e  entendiendo  siente  real- 
mente e  con  efecto  que  para  amar  e  creer  , 
a  confiar  ,  a  esperar  ,  e  aun  al  orar  e  obrar, 
e  entender  es  instituido  e  movido  del  espí- 
ritu santo  ,  sintiendo  que  el  spíritu  santo  es 
aquél  ,  que  lo  inspira  a  amar  e  creer,  e  a 
confiar  e  esperar  e  que  El  proprio  es  el  que 
ora  en  él  ,  i  que  obra  e  entiende  :  porque 
es  ansí  que  en  todos  estos  ejerzizios  sintien- 
do el  favor  del  spíritu  santo  ,  siente  la  pre- 
senzia de  Dios.  Después  digo  ,  o  allende  dés- 
to  *  digo ,  que  entonzes  el  hombre  vee  la 
presenzia  de  Dios  cuando  por  gratioso  favor 
de  Dios  le  es  mostrado  ,  en  que  ^^  manera 
sustenta  Dios  todas  las  cosas  que  ha  criado 
en  el  proprio  ser  en  el  cual  las  crió  :  e  en 
qué  manera  faltándoles  Dios  ,  o  apartándo- 

Así  el  MS.  con  esa  duplicada  interpretazion. 
La  primera  ,  es  preferible. 


227 

se  un  poco  dellas  ellas  dejarían  de  ser.  Para 
penetrar  bien  en  esta  considerazión  vo  imaji- 
nando aquello  ,  que  se  vee  ordinariamente 
en  la  casa  de  un  Papa  donde  todos  aquellos 
que  están  en  su  casa  dependen  del  ,  e  son 
sustentados  del  en  el  grado  e  en  la  dignidad 
en  la  cual  él  los  ha  puesto :  e  moriendo  el  Pa- 
pa ,  toda  su  casa  se  deshaze  e  deja  de  ser  , 
de  manera  ,que  aquel  que  era  secretario  no 
lo  es  mas.  Lo  mesmo  digo  a  todos  los  otros 
ofiziales  de  casa,  los  cuales  lodos  en  la  muer- 
te del  Papa  pierden  aquel  ser  ,  que  les  daba 
la  vida  del  Papa.  Pasando  mas  adelante  con- 
sidero aquello  que  por  expirienzia  se  entien- 
de en  un  hombre,  el  cual  en  tanto  es  hom- 
bre ,  en  cuanto  su  ánima  está  en  su  cuer- 
po, siendo  todo  él  sustentado  por  beneíizio 
délla.  Quiero  dezir,que  en  tanto  los  miem- 
bros del  cuerpo  ejerzitan  sus  ofizios  ,  en 
cuanto  el  ánima  está  dentro  del  cuerpo  : 
partida  el  ánima  ,  el  cuerpo  se  deshaze,  e 
se  torna  en  tierra ;  de  manera  ,  que  aquello 
que  antes  eran  ojos  ,  no  lo  son  mas.  Lo 
mesmo  digo  de  todos  los  otros  miembros 
del    cuerpo  ,  los  cuales    todos  ,  partida  el 


228 

ánjnia  del  cuerpo  ,  pierden  aquél  ser  que 
tenían  por  la  presentía  del  ánima  en  el  cuer- 
po. En  la  casa  del  Papa  porque  basto  yo  con 
mi  injenio  e  con  mí  juizio  a  considerar  e 
veer  aquello  que  he  dicho  ,  basta  bien  a  ver 
e  considerar  la  presentía  del  Papa ,  su  pro- 
videntía  ,  su  bondad  ,  liberalidad  ,  e  justi- 
zia ,  en  cuanto  mantiene  su  casa  con  buena 
orden  ,  e  con  buen  gobierno  ;  e  en  cuanto 
basto  yo  con  mi  injenio  e  discurso  a  enten- 
der por  expirienlia  ,  que  partida  el  ánima 
del  cuerpo,  el  hombre  deja  de  ser  aquello  que 
era  ;  zesando  cada  uno  de  sus  miembros  de 
éjerzitár  el  ofizio  que  ejerzítaba  :  basto  aun 
a  entender  por  ^^  expirienzia ,  como  el  ser 
que  tiene  el  cuerpo  le  viene  del  ánima  ,  e 
que  ella  es  aquella,  que  gobierna  cada  uno 
de  los  miembros  del  cuerpo  ,  como  convie- 
ne ,  hazíendo  que  sirvan  para  aquello  que 
fueron  criados.  E  así  entiendo,  que  en  el 
ánima  hai  providentia  e  discreszión  ,  e  to- 
das las  otras  cosas  que  a  esto  son  anexas. 
Mas  en  Dios  en  cuanto  no  basto  yo  ,  ni  con 
mi  injenio  ,  ni  por  expírientia,  a  entender  * 
en  que  manera  todas  las  cosas  dependen  d^e! 


229 

de  manera  que  faltándolas  El,  faltarían  ellas: 
no  puedo  por  mí  mismo  ver  aquello  que 
haí  *  en  la  casa  del  Papa  ,  ni  entender  aquello 
que  en  el  hombre  entiendo,  aunque  por  aque- 
llo que  oigo  dozir  ,  e  por  aquello  que  leo  lo 
puedo  imajinár :  empero  faltándome  el  ver  e 
faltándome  el  entender  por  expiríenzia ,  no 
me  puedo  zertificár  en  ello  ,  hasta  que  el 
mesmo  Dios  me  lo  deje  veer  e  entender,  co- 
mo esto  sea,  mostrando  me  su  presenzia,  la 
cual  entiendo  que  consiste,  en  esta  demoslra- 
tion ;  i  en  esta  unión.  Además  desto  entien- 
do ,  que  sería  gran  satisfaczion  a  un  criado 
favoreszido  del  Papa  ,  cuando  el  Papa  fuese 
inmudable  ,  e  inmortal  ,  ver  que  su  ser,  e 
su  sustentazión  en  aquél  grado  le  viene  del 
Papa  ,  e  depende  de  la  vida  del  Papa  :  e  en- 
tiendo aun  ,  que  sería  grandissima  satisfa- 
tion  ,  veer  realmente  e  con  efecto ,  en  qué 
manera  el  ser  la  sustentazión  de  su  cuerpo, 
depende  de  su  ánima :  e  entiendo  que  es  sin 
alguna  comparazion  mas  alta  e  mas  exze- 
lente  que  ninguna  deltas  ,  la  satisfazion,  la 

•    Así  el  MS.  Iraduziendo  en  ital.  quello  che  é 
nelU  etc. 


230 

gloria  ,  e  el  contento  que  sienten  en  si  las 
personas,  que  veen  en  cualquier  modo,  e 
en  que  manera  Dios  sostiene  sustenta  e  man- 
tiene todas  las  cosas  dándoles  ser  ,  e  dán- 
doles vida  ,  de  tal  manera  ,  que  sin  El  de- 
jarian  de  ser  e  de  vivir  :  porque  en  esta  vi- 
sión se  conoszen  e  se  sienten  favoreszidos 
de  Dios ,  e  en  la  mesma  se  adquieren  *  ,  e 
se  aseguran  en  sus  ánimos  ,  entendiendo 
que  son  sustentados  e  gobernados  de  aquél, 
que  tiene  en  su  poder  todas  las  cosas  ;  e  en 
la  mesma  visión  en  nueva  manera  conoszen 
en  Dios  omnipotenzia  ,  prudentia ,  justizia  , 
misericordia  ,  verdad,  e  fidelidad  ,  e  conos- 
zieuilo  esto,  creszen  en  el  amor  de  Dios,  en 
la  fee  e  confianza  en  Dios  ,  e  en  la  patien- 
tia  con  la  cual  esperan  la  vida  eterna  :  e 
así  viene  a  ser  aquello  que  dije  al  prinzi- 
pio  ,  que  viendo  el  hombre  la  presenzia  de 
Dios,  comienza  en  la  presente  vida  a  gustar 
en  parte  aquello  que  en  la  vida  eterna  gus- 
tará enteramente  con  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 

Así  el  MS.  conforme  a  una  errata  ,  aquí ,  del 
orij.  ilal. 


25i 


^^^  Que  el  cristiano  debe  poner  fm  al  afec' 
lo  de  la  ambizión  que  consiste  en  creszér  : 
e  aun  en  el  que  consiste  en  el  conservar. Con- 
sidera tion  LII. 

i  Entendiendo  que  Jesii  Cristo  nuestro 
Señor  dize  a  todos  nos  otros  que  somos  cris- 
tianos »  que  aprendamos  de  [El]  la  humil- 
dad del  corazón :  e  entendiendo  aun  que  san 
Pablo  nos  amonesta  ,  que  reduzgamos  nues- 
tros ánimos  a  aquello  que  conoszemos  deJesu 
Cristo  nuestro  Señor,  el  cual  siendo  hijo  de 
Dios  ,se  humilló  a  tomar  forma  de  hombre, 
haziendose  hombre  ,  vengo  a  conoszér  que 
así  como  la  humildad  del  ánimo  es  la  cosa  la 
mas  provechosa  al.crístano  ,  así  también  el 
afecto  de  la  ambition,que  es  su  contrario  , 
es  la  cosa  mas  pernitiosa  e  que  mas  lo  priva 
de  Cristo  ,e  mas  lo  haze  miembro  de  Sata- 
nás. E  llamo  afecto  deFambition  ,  todo  el 
deseo ,  todo  el  pensamiento  ,  e  toda  la  dili- 
jentia  ,  que  el  hombre  usa  con  intento  de 
acreszentár  su  estado  ,  su  honrra  ,  e  su  re- 
putazión ,  e  de  conservarse  en  aquello  que 


252 

ha  conquistado  e  adquerido:  de  manera  que 
hai  dos  maneras  de  afecto  ambizioso  :  ia  pri- 
mera de  creszér ,  la  segunda  de  sustentar. 
La  prudenzia  humana  juzga  libres  del  afec- 
to de  ambizion  aquellos  ,  que  ponen  fin  al 
creszér  ,  e  en  la  verdad  están  libres  de  una 
buena  parte  déllo.  Empero  réstales  otra  , 
la  cual  es  tanto  mas  difizil  de  dejar,  cuan- 
to que  la  prudentia  humana  no  la  conos- 
ze  ,  antes  juzga  viles  e  para  poco  aque- 
llos ,  que  no  la  tienen  ,  mas  el  spíritu 
santo ,  que  las  conosze  juzga  ambitiosos 
aquellos  ,  que  la  tienen  ;  e  quiere  que  a- 
quellos  que  él  gobierna  ,  del  todo  la  de- 
jen ,  la  renuntien  ,  e  se  libren  della  de 
manera  que  no  tengan  intento  de  creszér  en 
los  ojos  del  mundo  ,  ni  tengan  intento  a  con- 
servarse :  bien  que  no  les  demande ,  que  de 
industria  e  por  sus  fantasías  fagan  cosas  , 
por  las  cuales  vengan  a  abajarse  e  a  desmi- 
nuirse  del  estado  de  la  honrra  e  reputazión  en 
la  cual  se  hallan ,  contentándose  que  se  re- 
dusgan  a  creszér  e  a  descreszér  [según] 
que  será  la  voluntad  de  Dios  ;  e  quiere 
aun  ,  que  juntamente  se  ocupen  en  todo,  de 


233 

parte  *  en  augmentarse  en  los  ojos  de  Dios  , 
e  en  conservarse  en  aquello  en  que  serán  au- 
mentados. ^0'  E  por  tanto  ,  al  pió  cristiano, 
el  cual  debe  de  aprender  de  Cristo  la  humil- 
dad ,  e  reduzirse  a  ser  semejante  a  Cristo 
en  la  humildad ,  pertenesze  [pon]er  fin  a  la 
ambizión  ,  despojándose  de  todo  afecto  de 
pensar  de  aumentarse  en  las  cosas  del  mun- 
do ,  e  de  procurar  de  conservar  se  en  ellas, 
pensando  solamente  de  aumentar  se  en  las 
cosas  de  Dios  ,  confiando ,  sperando  ,e  aman- 
do e  procurando    conservarse   en    aquello 
que  habrá  adquerido  de  confianza ,  de  spe- 
ranza  ,  e  de  amor  ,  resolviendo  se  ,  que  a- 
quello  ,  que  le  pertenesze  'a  él  es  plazer  a 
Dios  e  a  aquellos    que   son    partízipes  del 
spíritu  de  Dios  e  no  al  mundo  ,  ni  a  aque- 
llos que  siguen  los  pareszeres  e  consejos  de 
la  prudentia  humana  :  e  haziendo  asi  ver- 
nán  a  ser  semejantes  a  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 

*    Así  el  MS.  en  vez  de  en  todo  e  por  todo  ,  con 
arreglo  al  impr.  ilal. 


234 

En  qué  manera  los  hombres  del  mundo 
atendiendo  a  la  honrra  ,  son  menos  viziosos  , 
que  atendiendo  a  la  conszienlia.  Considera- 
tion  Lili. 

•.  Todos  los  hombres  son  jeneralmente 
malignos  e  perversos  ,  tanto  que  andar  en- 
tre ellos  ,  es  lo  mesmo  que  andar  entre  ti- 
gres e  leones  ,  e  entre  vívoras  e  serpentes, 
sino  fuese  que  sus  furias  e  sus  rabias  son 
atadas  de  algunas  cadenas,  entre  las  cuales 
son  prinzipales ,  e  mas  fuerles  :  la  honrra , 
cuanto  a  esta  vida  presente  ,  e  la  conszien- 
lia, a  la  vida  venidera.  Quiero  dezir  ,  que 
el  intento  de  la  honrra  del  mundo  ,  refrena 
a  algunos  hombres  ,  que  no  sean  tan  vizio- 
sos ,  ni  tan  lizenziosos  en  su  vivir  ,  cuanto 
serian  siguiendo  su  natural  iuclinatión.  E 
a  otros  hombres  refrena  el  temor  de  la  pe- 
na eterna :  porque  piensan  ,  si  yo  hago  es- 
to ofenderé  a  Dios  ,  e  me  castigará  con 
pena  eterna  :  e  esta  es  la  conszienlia  :  de 
manera  que  se  puede  dezir  :  que  todos  los 
hombres  que  no  son  gobernados  del  espíritu 


255 

santo ,  son  como  muchos  leones  que  están 
encadenados ,  porque  no  hagan  mal  ;  pero 
de  tal  manera  ,que  rompiendo  las  cadenas 
ellos  con  su  furia  hazen  mal,  según  su  na- 
tural inclination.  Siendo  así  que  los  hom- 
bres mientras  están  ligados  ,  con  estas  ca- 
denas ,  no  hazen  mal ,  ni  son  lizentiosos  : 
empero  rotas  ^^^  las  cadenas  ,  con  la  furia  e 
rabia  hazen  mal  ,  según  su  natural  inclina- 
tion. Así  que  considerando  que  destas  cade- 
nas ,  con  las  cuales  los  hombres  están  ata- 
dos ,  la  mas  fuerte  es  la  honrra  del  mun- 
do :  siendo  así ,  que  mas  fazilmente  poslpone 
el  hombre  la  conszientia  ,  que  la  honrra  , 
vengóla  entender  que  los  hombres  que  atien- 
den a  las  honrras  del  mundo  ,  porque  se 
atan  con  la  mas  fuerte  cadena ,  son  entre  los 
otros  hombres  del  mundo  los  menos  vizio- 
sos  ,  e  menos  lizenziosos,  parte  por  su  pro- 
pria  inclination  .  porque  estando  sujetos  al 
gobierno  de  la  prudenzia  humana  ,  estiman 
mucho  la  honrra  ,  parte  por  respecto  de  a- 
quellas  personas  con  las  cuales  se  aconse- 
jan ,  parte  siendo  ellas  en  sí  aplicadas  a  la 
honrra ,  e  entendiéndolo  ,  aconsejan  siem- 


pre  rectamente  según  el  deber  de  la  honrra, 
lo  que  no  acontesze  así  en  la  conszienlia  , 
en  cuanto  el  hombre  de  sí  no  es  inclinado 
a  ella ,  o  porque  no  cree  mas  que  aquello 
que  vee,  o  porque  duda  ,  o  porque  se  pone 
en  disputa.  E  en  cuanto  queriéndose  con- 
sejar en  las  cosas  que  duda  ,  se  conseja  con 
otros  hombres  ,  que  no  son  aplicados  a  la 
conszientia ,  ni  la  entienden  ,  así  no  pueden 
aconsejar  rectamente  según  el  deber  de  la 
conszientia.  Que  esto  sea  verdad  ,  lo  conos- 
zerá  claramente  el  que  quisiere  examinarse 
asi  mismo,  hallando  por  verdad  que  esti- 
man mas  la  honrra  que  la  conszientia  ,  e 
que  son  mas  resulutos  e  virtuosamente  acon- 
sejados en  un  negotio  ,  cuando  lo  ponen 
en  caso  de  honrra  e  cuando  lo  ponen  en 
caso  de  conszientia:  e  podria  ser,  que  la 
causa  porque,  según  que  se  dize  ,  se  vive 
menos  viziosamente  e  lizenziosamente  entre 
los  infieles ,  que  entre  aquellos  que  se  lla- 
man cristianos  ,  es ,  porque  aquellos  en  las 
mas  cosas  atienden  a  la  honrra ,  e  estos  en 
muchas  atienden  a  la  conszientia.  De  esta 
jeneralidád  saco  los  hombres  rejenerados , 


257 

revocados  del  spíritu  santo  ,  los  cuales  sin 
ser  ligados  con  cadenas ,  viven  modestamen- 
te e  temperadamente  :  en  esto  son  goberna- 
dos del  spíritu  santo  ,  qne  es  comunicado  a 
aquellos  que  creen  ;  en  los  cuales  es  tan 
poderoso  este  gobierno  ,  que  sin  estar  liga- 
dos con  cadena  alguna ,  porque  no  temen 
la  deshonrra  ,  ^^  ni  son  escrupulosos  de 
conszientia  ,  venzen  a  todos  los  hombres  del 
mundo,  en  no  ser  viziosos  e  lizenziosos  , ha- 
biendo degollado  en  la  cruz  todos  sus  afée- 
los Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Que  la  Orazión  ,  e  la  Consideration  ,  son 
dos  Libros  o  intérpretes  ,  para  entender  la 
santa  Escritura  ,  mui  ziertús  :  e  como  se  debe 
el  hombre  servir  dellos.  Consideration  LIllL 

*  Tengo  por  cosa  mui  zierta  e  mui  ver- 
dadera »  que  para  la  intelijenzia  de  la  sa- 
cra Escritura  los  mejores ,  los  mas  ziertos, 
e  los  mas  altos  interpretes  ,  de  cuantos  el 
hombre  pueda  hallar  ,  son  estos  tíos  ,  la 
Oration  ,  e  la  Consideration.  La  Oration  en- 
tiendo que  descubre  el  camino  e  lo  abre  e 


238 

manifiesta.  E  la  Consideration  entiendo  que 
mete  al  hombre  en  él ,  e  lo  haze  caminar 
pi>r  él.  Además  deslo  entiendo  ,  que  es  me- 
nester que  estos  dos  intérpretes,  o  libros, 
sean  ayudados  de  parte  de  Dios ,  inspirando 
El  a  aquél  que  ora  a  orar,  porque  entiendo 
que  aquél  que  ora ,  no  siendo  inspirado  a 
orar,  ora  por  su  propria  fantasía  ,  por  su 
proprio  afecto, 'e  por  su  propria  voluntad:  e 
no  sabiendo  orar  como  conviene  ,  no  es  oido 
en  la  oralión  :  e  aquél  que  ora  inspirado  a 
orar  ,  ora  por  gloria  de  Dios  ,  e  ora  por 
voluntad  de  Dios  :  e  sabiendo  orar  como 
conviene,  es  oido  en  la  orazion,  siéndole 
conzedido  aquello  que  demanda.  La  Consi- 
deration entiendo  ,  que  ha  menester  ser  a- 
yudada  de  parte  del  hombre  que  considera 
con  la  propria  experientia  de  las  cosas  spi- 
rituales.  Quiero  dezir, 'que  jaquel  que  con- 
sidera ,  tenga  probado  en  sí  aquellas  cosas, 
de  las  cuales  habla  la  sania  Escritura  ,  de 
manera  ,  que  por  aquello  que  halla  e  conos- 
ze  dentro  de  sí ,  venga  a  entender  aquello 
que  está  escrito  en  la  santa  Escritura.  Aque- 
llos que  consideran  sin  esta  experienzia  van 


259 
al  hoyo  *  e  van  a  tientas  ,  e  aunque  a 
las  vezes ,  casi  adevinan  ,  e  otras  vezes  a- 
zierten  ,  no  teniendo  dentro  de  sí  la  prueba 
de  ello,  ni  saben  si  aziertan,ni  gustan  a- 
quello  en  que  aziertan.  E  aquellos  que  en 
la  oration  son  ayudados  del  spíritu  santo  , 
e  en  la  ^o*  Considerazión  ,  son  ayudados  de 
sn  propria  expirienzia  ,  azertando  muchas 
vezes,  antes  casi  siempre,  e  saben  que 
aziertan  ,  e  gustan  aquello  en  que  aziertan. 
Para  ser  mejor  entendido  ,  me  declaro  con 
dos  autoridades  ,  una  de  san  Pablo  ,  e  la 
otra  de  David  ,  osando  poner  ejemplo  en  mi. 
Digo  que  leyendo  aquello  de  san  Pablo  sicul 
teslimonium  Jesu  Chrisli  confirmalum  est  in 
vobis ,  6  queriendo  entenderlo  bien  ,  prime- 
ro [emplearé]  **  el  libro  de  la  orazión  ,  ro- 
gando a  Dios,  que  me  abra  el  camino  para 
la  intelijenzia  de  las  palabras  :  e  en  la  ora- 
zión estoi  constante  cuanto  puedo  tener  mi 
ánimo  firme  en  ella.    Después  abriendo  el 


*     Así  el  MS.  cquivoc.uulo  el  ital:  buio  [oscuro); 
con  buco,  o  buceo  ;  hoyo  agujero- 

Falta  en  el   MS.  pero   liai    un    hueco  ,  para 
traduzir ,  se  conoze  ,  la  voz  adopereró. 


240 

libro  de  la  Considerazióii ,  comienzo  a  con- 
siderar dentro  de  mí ,  de  cual  cosa  cris- 
liana  tengo  alguna  expirienzia:  e  comienzo 
también  a  examinar,  cual  es  el  testimonio 
que  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  trujo  al  mun- 
do. E  hallando  en  mi  el  gobierno  del  espí- 
ritu Santo  e  sinliendo  me  justificado  en  la 
justizia  de  Dios  esecutada  en  Christo  :  las 
cuales  dos  cosas  son  tan  conjuntas  en  sí , 
que  apenas  el  hombre  puede  entender ,  cual 
dellas  sienta  mas  ;  o  el  gobierno  del  spíritu 
santo,  o  la  justification  por  la  fee.  E  enten- 
diendo que  prinzipalmente  se  resuelve  en 
dos  partes  el  testimonio  que  publicó  Cristo 
al  mundo  ,  que  es  en  aquello  Appropinqual 
regnum  Ccelonim  ,  o  regnum  Dei  ,  que  todo 
es  uno ;  e  en  aquello  ,  que  hablando  él  de 
su  sangre  dize ,  Pro  vobis  el  pro  mullis  effun- 
detur  in  remissioneni  peccalorum :  de  las  cua- 
les dos  partes ,  la  una  tiene  intento  al  reino 
de  Dios  que  sé  comienza  a  sentir  e  gustar 
en  la  presente  vida  ,  e  se  continua  e  perpe- 
tua en  la  vida  eterna  :  la  otra  a  la  juslifica- 
zion  que  es  por  Cristo.  Vengóme  a  resolver 
que  san  Pablo  entendió  ,  que  los  Chorinthios 


241 

por  propria  expirienzia  podían  testificar  , 
que  Cristo  dize  la  verdad  en  el  testimonio 
que  dio  en  el  mundo  :  así  de  la  venida  del 
reino  de  Dios,  como  de  la  justificazión,  por 
la  justizia  de  Dios  esecutada  en  su  preziosi- 
sima  carne :  e  entiendo  que  en  tanto  se  pue- 
de llamar  e  juzgar  uno  cristiano  ,  en  cuan- 
to ha  confirmado  dentro  de  sí  este  testimo- 
nio de  Cristo  nuestro  Señor.  Queriendo  asi- 
mismo entender  ^^^  aquello  de  David .  Quo- 
niam  peregrinus  sutn  ego  tecum  ps.  58  e  ha- 
biendo abierto  el  libro  de  la  oration  ,  abro 
aquél  de  la  Consideration  ,  e  me  voi  exami- 
nando en  que  manera  soi  pelegrino  e  foras- 
tero en  la  presente  vida :  e  hallando  que  soi 
tal  ,  en  cuanto  no  soi  conoszido ,  ni  soi  pre- 
ziado  del  mundo  ;  e  en  cuanto  no  prezio  ,  ni 
estimo  al  mundo.  E  hallando  asimismo,  que 
en  este  mesmo  modo  Dios  es  pelegrino  en 
el  mundo ,  porque  no  es  conoszido  ni  pre- 
ziado  del  mundo  ni  estimado  :  i  por  que  él 
no  prezia  ni  estima  al  mundo  ,  teniéndolo 
por  aquello  que  el  es  ,  entiendo  que  quiere 
dezir  David  porque  el  mundo  haze  ,  Señor  , 
comigo  aquello  ,  que  haze  contigo :  e  yo  ha- 

16 


242 

go  con  el  mundo  aquello  que  tu  hazes:  En- 
tiendo que  en  este  mundo  *  fueron  pelegri- 
nos  con  Dios  los  santos  de  la  Lei :  e  en  este 
modo  lo  son  los  santos  del  Evangelio  ,  e  en- 
tre ellos  ,  como  cabeza  ,  el  hijo  de  Dios 
nuestro  Señor.  En  este  modo  entiendo  que 
e!  hombre  se  ha  de  servir  de  estos  dos  di- 
vinísimos Libros  :  é  entiendo  que  el  uno  a- 
yuda  al  otro  admirablemente :  e  aun  en- 
tiendo ,  que  aquel  que  puede  considerar 
con  propria  experienzia  yerra  siempre  que 
se  pone  a  considerar  sin  haber  abierto  pri- 
mero el  libro  de  la  Oratión:  e  pienso  que 
casi  siempre  ,  que  este  mesmo  es  mavido  a 
orar  ,  el  movimiento  es  por  instinto  de  Dios. 
De  todo  esto  colligio ,  que  siendo  esto  ver- 
dad ,  que  la  verdadera  intelijenzia  de  la  san- 
ta escritura  se  debe  de  buscar  por  medio 
de  estos  dos  intérpretes  o  Libros  ,  que  son 
Oration ,  e  Considerazion  ,  e  que  la  Oratíon 
es  menester  que  sea  ayudada  con  la  inspi- 
razion  de  Dios  :  e  la  Consideration  con  la 
experienzia  del  hombre  que  considera  ,  es 

*     Así  el  MS.  conservando  la  errata  del  italia- 
no :  mondo  .  por  modo. 


243 
también  verdad ,  que  al  pió  cristiano  que 
se  pone  o  se  mete  a  entender  la  santa  Es- 
critura ,pertenesze  vivir  en  continuo  deseo, 
que  Dios  le  dé  su  Espíritu  Santo  ,  e  aten- 
der a  la  mortificazión  de  todo  aquello  ,  que 
es  en  él  carne  e  prudentia  humana  ,  aíin 
que  a  la  mortificazión  suczeda  la  vivifica- 
zion:  porque  solamente  aquellos  que  se  son 
comenzados  a  mortificar  e  a  vivificar  *®^ 
pueden  considerar  con  propria  expirienzia 
por  que  ellos  solamente  sienten  en  si  los 
dones  spirituales  de  Dios  ,  que  adquieren 
aquellos  que  creen  en  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 

Contra  la  Curiosidad  ,  e  como  se  'debe  de 
leer  la  Sania  Escritura  sin  curiosidad  Con- 
siderazión  LV. 

n  Desea  el  ánimo  humano  mantenerse 
vivo  ,  e  conservarse  en  su  viveza  con  diver- 
sos manjares  ,  entre  ios  cuales  entiendo  , 
que  la  curiosidad  es  aquel  ,  que  mas  le  pla- 
zo ,  e  que  mas  le  satisfaze  ,  por  sí  misma  , 
e  por  que  siempre  va  mesclada  ambítion 


244 

con  ella  ,  e  la  vanidad.  Entiendo  que  esta 
curiosidad  ,  es  tan  sabrosa  al  ánimo  huma- 
no ,  que  se  apaszienta  del  de  cualquier 
manera  que  este  manjar  sea  guisado,  o  apa- 
rejado ,  con  tanto  que  sea  curiosidad.  Ago- 
ra siendo  neszesario  que  muera  este  ánimo 
humano ,  para  que  en  las  personas  que  atien- 
den a  la  piedad  cristiana  ,  sea  conservada  e 
mantenida  la  resuluzión,  la  cual  conoszien- 
dose  muerta  en  la  cruz  con  Cristo  ,  han  he- 
cho e  hazen  con  el  mundo  e  consigo  mis- 
mos :  es  aun  neszesario  que  le  sea  quitado 
la  vianda  ,  o  el  zibo  de  la  curiosidad  ,  no  se 
lo  dando  de  ninguna  manera  ,  ni  por  alguna 
via  quitándose  lo  ,  prinzipalmente  en  aque- 
llas cosas,  que  puede  pretender  piedad ,  re- 
lijión  ,  e  santidad  ,  porque  aquellas  le  son 
mas  preziosos.  E  entre  aquello  tengo  por  pe- 
ligrosísimo el  studio  de  la  Santa  Escritura 
cuando  es  con  curiosidad :  porque  aunque 
por  el  ordinario  es  buen  medio  para  matar 
el  ánimo  humano :  es  el  ánimo  de  otra  par- 
te tan  vivo  ,  que  lo  convierte  en  curiosidad, 
gozándose  de  mantenerse  con  ella  sola  mien- 
tras no  puede  con  otra  cosa.  E  por  tanto 


24é 
entiendo  que  al  pío  cristiano  conviene  ser 
mui  vijilante  ,  e  cauto  en  muchas  cosas  ,  en 
las  cuales  puede  haber  curiosidad :  e  porque 
no  la  haya  e  prinzipalmente  en  el  estudio 
de  la  santa  Escritura  para  que  la  sinzeridád 
del  spíritu  que  ha¡  en  ella  ,  no  se  convierta 
en  curiosidad  de  carne  ,  ^^^  como  acontesze 
a  los  curiosos  ,  los  cuales  leen  la  santa  Es- 
critura solamente  para  saber  e  para  enten- 
der :  en  la  cual  entiendo  ,  que  el  pío  cris- 
tiano debe  solamente  pretender  los  conoszi- 
mientos  e  sentimientos  interiores  ,  que  Dios 
por  medio  de  su  espíritu  santo  le  dará  en 
al  ánimo  :  e  aquello  que  él  *  mediante  ellos 
irá  sprimentando  de  las  cosas  del  spíritu 
santo ,  de  manera  que  tomando  en  una  ma- 
no un  libro  de  la  santa  Escritura  ,  pretenda 
entender  aquello  que  ha  pasado  por  él.  E 
así  piense  que  no  entiende  aquello  ,  que  no 
ha  spriraentado  :  e  pensando  esto  ,  si  desea- 
rá entenderlo  ,  atenderá  de  esperimentarlo  , 
e  no  a  buscar  con  curiosidad  aquello  que  en 
eso  han  entendido  los  otros  ;  e  atendiendo  a 

*    El  MS.  en  :  pero  ,  sin  duda  ,  por  equivoca- 
zión.  El  itaK  egli. 


246 

la  ispirienzia ,  juntamente  atenderá  a  la  to- 
tal niortificazión  del  ánimo ,  privándolo  de 
toda  curiosidad  ,  e  juntamente  con  la  ispi- 
rienzia ,  e  con  la  mortificazión  adquirirá  la 
verdadera  intelijenzia  de  la  santa  Escritura, 
e  entenderá  como  el  negozio  'cristiano  no 
consiste  en  szientia ,  sino  en  espirienzia  ,  e 
conoszerá  el  engaño  que  padeszen  aquellos 
que  piensan  ,  que  no  entienden  la  santa  Es- 
critura ,  porque  no  son  instituidos,  ni  for- 
nidos dé  szientia  e  de  doctrina  humana  ,  en- 
tendiendo como  a  aquellos  que  son  insti- 
tuidos ,  e  ricos  della  conviene  renunzíarla  o 
dejarla ,  para  adquerir  la  verdadera  inteli- 
jenzia de  la  santa  Escritura ,  la  cual  como 
he  dicho ,  no  se  adquiere  con  szienzia ',  ni 
se  debe  procurar  con  curiosidad  ,  empero  se 
adquiere  con  spirientia  e  se  debe  procurar 
con  simplizidád:  siendo  así,  que  a  aquellos 
que  son  instruidos  e  ornados  de  esta  simpli- 
zidád ,  revela  Dios  sus  secretos  ,  según  que 
lo  afirma  el  proprio  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 


247 

Cual  es  la  via  ,  o  camino  mas  zierlo  .  e 
mas  segura  ,  para  adquerir  perfeía  morlifi- 
cazión.  Consideralion  LVI. 

f  Habiendo  muchas  vezes  dicho  ,  que  es 
raui  nesze^^'saria  al  cristiano  ,  la  mortifica- 
zión  de  lodo  aquello  que  tiene  de  Adán  no 
ha  gran  tiempo  que  yo  he  entendido  la  cau- 
sa porque  ella  sea  e  es  neszesaria  ,  e  la  vía 
mas  zierla  e  mas  segura  para  venir  a  conse- 
guirla. E  he  la  aprendido  del  apóstol  san  Pa- 
blo ,  donde  él  habiendo  dicho  ,  que  procu- 
raba hazerse  semejante  a  la  muerte  de  Cris- 
to con  intenzión  de  venir  a  partizipár  de  su 
resurection  ,  trabajando  por  comprehender 
la  perfizion  cristiana  ,  asi  como  se  sentía 
comprehendido  en  ella  de  Cristo  ,  dize  que 
fazía  esto  olvidándose  totalmente  de  sus  co- 
sas pasadas  ,  tanto  aquellas  que  le  podian 
causar  satisfazión  ,  cuanto  aquellas  que  le 
podian  causar  molestia :  e  ocupando  su  me- 
moria en  acordarse  que  era  llamado  de  Dios 
por  Cristo  e  que  la  vocation  era  superna,  que 
es  ,  que   era  llamado  ,  para  qne  creyendo 


248  t- 

adquiriese  vida  eterna  antes  entiendo  que*^ 
esta  es  la  vida  para  la  [cual]  el  spíritu  sáne- 
lo mortifica  aquellos  que  responden  siendo 
llamados  de  Dios  :  e  es  así^  quej  el  hombre 
teniendo  en  su  memoria  este  pensamiento, 
viene  a  fuir  e  aborreszér  todas  las  cosas  que 
le  pueden  impedir  esta  vocazión  ,  e  viene  a 
buscar  e  a  amar  todas  las  cosas  que  la  pue- 
den conservar  e  acreszentár :  e  así  vinien- 
do [a]  aborreszér  sus  afectos  e  apetitos ,  co- 
nosziendo  que  ellos  son  aquellos  que  le  pue- 
den impedir  su  vocation  ,  viene  a  mortifi- 
carlos de  tal  manera ,  que  muriendo  en  él 
todo  aquello  que  tiene  de  Adám  ,  e  vivien- 
do aquello  que  es  de  Cristo ,  viene  a  ser  muí 
semejante  a  Cristo  ,  interveniéndole  aquello 
que  acontesze   a  una  persona  ,  la  cual   es 
llamada  de  un  gran  Prínzipe  a  una  gran  fies- 
ta ,  la  cual  temiendo  de  ser  impedida  é 
disturbada  en  el    camino  de  algunas  cosas 
deleitosas  ,  que  se  le  podrían  ofreszér  ,  to- 
ma por  espediente  para   librarse  de  todas 
aquellas  cosas  e  pasar  libremente  por  ellas 
de  tener  siempre  en  su  memoria  ,  que  es 
llamada  de   aquél  gran  Prínzipe  e  que  es 


249 
llamada  para  aquella  gran  fiesta  a  cuya  *09 
comparazión  todas  aquellas  fiestas  que  en 
el  camino  se  le  podrían  ofreszér  ,  no  son 
fiestas  ,  sino  juegos  de  mochadlos  o  niños. 
Quiero  dezir  ,  que  si  como  esta  persona  lle- 
vando vivo  en  su  memoria  este  pensamien- 
to ,  mortifica  en  sí  todos  los  apetitos  que 
le  pueden  invenir  de  ver  las  fiestas  que  se 
le  ofreszen  en  el  camino  ,  mucho  mejor  que 
sí  hiziese  deliberation  de  no  verlas  :  por 
que  podría  ser  ,  que  viniendo  acaso  a  ver- 
las, sería  impedida  e  disturbada  de  ellas, 
de  tal  manera  ,  que  cuando  él  llegase  a  ver 
la  fiesta  prinzipál ,  ya  ella  fuese  complida  , 
o  acabada.  Así  ni  mas  ni  menos  antes  mu- 
cho mejor  la  persona  llamada  de  Dios  ,  te- 
niendo vivo  en  su  memoria  el  pensamiento 
de  su  vocazión ,  mortifica  e  también  mata 
en  sí  todos  los  afectos  e  apetitos  los  cuales 
siendo  según  el  hombre  viejo  ,  le  pueden 
impedir  e  disturbar  su  vocation  ,  mucho 
mejor  que  si  él  se  deliberase  de  contrastar 
siempre  con  ellos  ;  por  que  podría  ser  que 
desviándose  de  su  vocation  ,  se  desviase 
también  de  su  deliberazión.  Antes  diré  me- 


250 

jor  ,  porque  haziendo  esto  en  este  modo ,  el 
spiritu  santo  es  aqnél  que  la  mortifica ,  e  si 
lo  hiziese  de  otra  manera  ,  siendo  la  pru- 
dentia  humana  aquella  que  obraría,  no  ver- 
nía  jamás  a  conseguir  su  intento  ,  siendo 
ordenation  de  Dios  ,  que  el  spiritu  santo  sea 
el  maestro ,  e  la  guía  de  todos  aquellos  que 
son  llamados  a  la  grazia  del  evanjelio  de  su 
unijénito  hijo  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

De  donde  prozede  ,  que  con  el  conozimienlo 
e  sentimiento  de  las  cosas  de  Dios  ,  es  morti- 
ficada la  carne,  Consideration  LVIF. 

•  Todos  los  dias  mas  me  voi  zerlifican- 
do  que  el  negozio  cristiano  no  es  szientia  , 
sino  esperientia  :  Quiero  dezir ,  que  no  se 
adquiere  por  szienzia  ,  sino  por  **^  expirien- 
zia.  Primero  entendí  que  el  proprio  ofizio 
del  cristiano  es  atender  a  la  mortificazion  : 
Atendiendo  a  ella  siente  que  la  utilidad  de- 
11a  consiste  en  esto,  que  mortificando  el 
hombre  sus  afectos  e  apetitos  poco  a  poco 
va  comprehendiendo  aquella  divina  perfe- 
zión  cristiana  en  la  cual  es  comprehendido 


251 

por  la  encorporazión  ,  con  la  cual  creyendo 
es  incorporado  en  Cristo.  Pasando  mas  ade- 
lante conoszí ,  que  el  camino  mas  zierto  e 
mas  seguro  ,  por  el  cual  aquél  que  es  lla- 
mado de  Dios  ,  viene  a  la  verdadera  morti- 
ficazión,  es,  tener  siempre  firme  en  la  me- 
moria un  pensamiento  firme  ,  que  es  lla- 
mado de  Dios  [e]  que  la  vocazión  es  hecha 
para  darle  vida  eterna.  Agora  entiendo  ,  que 
este  maravilloso  efecto  de  mortificazión  por 
la  memoria  de  la  vocation  ,  prozede  de  parte 
de  la  vileza  de  la  carne  ,  e  parte  de  la  efi- 
cazia  de  las  cosas  de  Dios:  Quiero  dezir, 
que  siendo  lo  carne  vil  e  miserable  ,  e  su- 
jeto flaco  e  enfermo ,  por  poder  tener  en  sí 
los  cononoszimienlos  e  sentimientos  de  las 
cosas  divinas  ,  aviene  que  por  la  eficazia  de 
ellas  ella  se  espanta  e  se  haze  vil ,  de  ma- 
nera que  fazilmente  es  venzida  e  sobrepuja- 
da del  espíritu :  e  asi  queda  mortificada  jun- 
tamente con  todas  las  cosas  que  en  el  hom- 
bre son  corrutas  o  corrompidas  ,  por  la  de- 
pravation  de  la  carne :  e  por  que  es  mui  efi- 
caz la  memoria  de  la  vocation  de  Dios  en 
los  hombres  ,  con  el  conoszimiento  e  sen- 


252 

timiento  de  las  cosas  divinas  ,  e  ellos  son 
sujetos  flacos  e  enfermos  ,  entiendo  que  di- 
ze  Dios,  que  el*  hombre  que  le  verá  non  se 
podrá  sustentar  con  el  ánimo  ni  con  el  cuer- 
po ,  e  por  eso  es  reservada  la  perfeta  visión 
de  Dios  a  los  justos  en  la  vida  eterna ,  cuan- 
do la  carne  resuzilada  serú  hábil  sujeto  pa- 
ra sufrir  la  visión  de  Dios.  En  este  medio  de 
una  parte  por  benefizio  de  Dios  en  los  justos 
es  mortificada  la  carne  no  solamante  con  la 
memoria  de  su  vocazión  ,  empero  aun  con 
cualquiera  vocation  e  sentimiento  que  per- 
tenesca  a  las  cosas  de  Dios ;  e  de  la  otra  par- 
le va  mode*^*  raudo  en  ellas  esta  memoria, 
estos  conoszimientos  ,  e  estos  sentimientos , 
porque  no  vengan  a  menos  acomodándose  a 
la  flaqueza  de  la  carne  como  liemplan  el 
caldo  del  liquór  que  queremos  conservar  en 
un  vaso  de  vidro  ,  de  manera ,  que  sin  rom- 
per el  vidro  ,  el  liquor  se  conserve  en  el 
vaso.  Entiendo  que  los  ejerzizios  corporales 
e  exteriores  ,  juntamente  con  las  otras  co- 
sas que  son  de  industria  humana  sirven  a 
las  personas  llamadas  de  Dios  de  un  entre- 
tenimiento en  el  estado ,  en  el  cual  los  ha 


255 

dejado  un  conoszimiento  o  un  [sentimiento 
de  alguna  cosa  de  Dios  ,  [que]  ha  pasado 
por  fatiga  de  *  ellos  hasta  [que]  le  sea  dado 
e  comunicado  otro  ,que  le  haga  hazer  pro- 
greso en  la  mortiflcazion  ,  de  manera  ,  que 
tengo  razón  de  dezir  ,  que  el  negozio  cris- 
tiano no  es  szienzia  ,  sino  esperienzia.  Si 
fuese  szientia ,  haría  el  efecto  que  hazen  las 
otras  szientias  :  que  es  hinchar  [e]  ensoher- 
beszer  [a]  aquellos  que  la  tienen  :|  e  porque 
es  expirienzia  ,  haze  el  efecto  que  hazen  las 
otras  expirienzias  ,  qu  es  humillar  **  e  echar 
por  tierra  todo  aquello  que  es  prndentia  hu- 
mana ,  e  exaltar  e  poner  en  el  zielo  todo 
aquello  que  es  espíritu.  Yo  entiendo  ,  que 
este  efecto  está  en  aquellos  ,  que  siendo  lla- 
mados de  Dios  son  miembros  de  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

*  En  el  MS.  está  lachado  lo  que  va  ahi  en 
bsslardilla  ,  i  ilejado  solo  «ha  pasado  por  ellos». 
Pero  como  en  el  italiano  dize  í  'che  ó  passalo  fcr 
loro  fatiche*  etc. .  restituyo  ahí  lo  lachado.  Aunque 
hai  errata  en  el  italiano  (porque  no  se  entiende 
este  paso  l.ion)  :  fatiche  ,  por  fintanloche. 

**  En  el  MS.  dize  :  humillaróe  e  echar  etc.  Pero 
el  se  ,  esu  de  mas. 


254 

Ocho  diferenlias  entre  aquellos  que  pre- 
tenden e  procuran  de  mortificarse  con  propria 
industria  ,  e  aquellos  que  son  mortificados  del 
spirilu  santo.  Consideration  LVIII. 

*    Esta  cosa  es  siempre  verdadera  ,  que 
todos  los  hombres  aplicándose  a  la  relijión, 
tanto  a  la  falsa ,  que  consiste  en  supersli- 
ziosas  observationes ,  cuanto  a  la  verdadera, 
que  consiste  en  azeptár  la  grazia  del  evan- 
jelio  de  Cristo  ,  se    aplican  también  a   la 
mortificazión  :   empero   entre  aquellos  que 
procuran  mortiticarse  con  el  spíritu  santo  , 
he  considerado  ocho   díferentias  notables  , 
por  las  cuales  podrá  una  persona  conoszér  sí 
se   morliüca  por  propria  industria  o  si  es 
raor^'^tificadü  del  espíritu  santo.  La  prime- 
la  diferenzia  es  ,  que  aquellos  que  se  morti- 
fican con  propria  industria  ,  son  presuntuo- 
sos e  ambilíosí)s  ,  conosziendo  su  propria  vir- 
tud en  sus  mortificaziones.  E  aquellos  que 
son  mortiíicados  del  spíritu  Santo  ,  son  hu- 
mildes e  modestos  ,  no  conosziendo  alguna 
propria  virtud  en  sus  mortificaziones ,  sien- 


255 
do  así  que  el  spíritii  santo  haze  en  ellos  a- 
quello  ,  que  una  fiebre  mui  grande  haze  en 
un  hombre.  Quiero  dezír,  que  asi  como  por 
la  presenzia  de  la  gran  fiebre  el  hombre  es- 
tá como  privado  de  todo  deseo  carnal  ,  te- 
niendo solamente  vivo  el  deseo  de  la  salud, 
asi  por  la  presentia  del  spíritu  santo  está  el 
hombre  privado  de  todo  aquello  que  es  car- 
ne ,  teniendo  solamente  vivos  los  deseos  es- 
pirituales. La  segunda  diferentia  es  »  que 
aquellos  que  pretenden  mortificarse  ,  van 
siempre  buscando  nuevas  maneras  ,  e  nue- 
vas invenziones  para  conseguir  la  mortifi- 
cazión  ,  e  aquellos  que  son  mortificados  del 
espíritu  sancto ,  abrazan  las  ocasiones  de  las 
mortíficaziones  que  les  son  ofreszidas  por 
cualquier  via  o  manera  que  vengan  persua- 
diéndose que  con  aquellas  e  en  aquellas  le 
quiere  Dios  mortificar.  La  terzera  diferen- 
zia  es  que  aquellos  que  se  mortifican  siem- 
pre viven  tristes  e  malcontentos  ,  por  que 
se  privan  de  sus  plazeres  e  contentos  cor- 
porales ,  e  no  son  regalados  ni  'acariziados 
con  los  spirituales  :  e  aquellos  que  son  mor- 
tificados ,  casi  siempre  viven  alegres  e  con- 


256 

lentos ,  porque  aborreszen  ,  o  comienzan  a 
aborreszer  los  plazeres  corporales,  e  comien- 
zan a  gustar  los  plazeres  spirituales.  La 
cuarta  diferenzia  es  ,  que  aquellos  que  se 
mortifican  son  semejantes  a  un  hombre  ,  al 
cual  fuese  cortada  la  cabeza  con  una  sierra 
áspera  e  mohosa  ,  en  cuanto  todas  las  cosas 
le  son  desabridas  e  ásperas :  e  aquellos  que 
son  mortificados  ,  son  semejantes  a  un  hom- 
bre al  cual  fuese  cortada  la  cabeza  con  una 
spada  bien  afilada  ,  de  un  brazo  diestro  en 
cortar.  En  cuanto  sin  que  el  sienta  la  mor- 
tificazión  ,  el  spíritu  santo  lo  mortifica.  Que 
esto  sea  verdad,  lo  saben  por  espirienzia  las 
personas,  que  son  mortificadas  de  la  presen- 
zia  del  spíritu  santo.  La  quinta  diferenzia 
es  ,  que  aquellos  que  se  mortifican  viviendo 
^•^  siempre  en  continuo  trabajo  ,  i  en  conti- 
nua fatiga  ,  son  semejantes  al  hombre  que 
con  gran  fatiga  aprende  una  szienzia  difizí- 
lima  e  insuavísima  el  cual  hallando  en  aque- 
llos prinzipios  mucha  insuavídád  e  mucha 
molestia  solamente  se  consuela  con  la  opi- 
nión que  tiene  de  salir  con  aquella  szientia. 
E  aquellos  que  son  mortificados  ,  no  traba- 


jando  ni  afatigándose  en  la  mortificazión , 
son  semejantes  al  hombre  que  se  va  delei- 
tando e  recreando  en  el  estudio  de  la  szien- 
zia  que  tiene  ya  aprendida ,  el  cual  hallan- 
do pocas  cosas  ,  que  no  entienda ,  halla  po- 
cas cosas  que  le  den  molestia.  La  sexta  di- 
ferenzia  es  ,  que  en  aquellos  que  se  morti- 
fican do  por  sí  ,  jamás  es  perfecta  mortifi- 
cazión :  antes  son  semejantes  a  la  cal  viva, 
en  cuanto  así  como  la  cal  viva  no  ahuma 
mientras  que  no  le  echan  agua  enzima,  que 
le  *  muestre  el  fuego  que  tiene  dentro  :  así 
ellos  mientras  no  tienen  ocasión  de  errar , 
no  yerran  ,  e  veniendo  la  ocasión  luego 
muestran  la  viveza  que  tienen  dentro  erran- 
do ,  o  siendo  estrechamente  solizitados  a 
errar.  E  aquellos  que  son  mortificados  del 
espíritu  santo  ,  tienen  verdadera  mortifica- 
zión ,  e  son  semejantes  a  la  cal  muerta,  en 
cuanto  así  como  la  cal  muerta  ,  no  humea 
por  mucha  agua  que  le  sea  echada  enzima, 
así  ellos  no  yerran  ,  ni  son  mui  solizitados  a 
errar  ,  por  muchas    ocasiones  que   se    les 

Así  en  el  MS. ,  aquí ,  i  antes  ahuma  :  todo  con 
desazierto. 

17 


258 

ofrescan  ,  e  así  será  esta.  La  séptima  dife- 
renzia  ,  que  aquellos  que  se  mortifican  en 
las  ocasiones  de  errar  ,  miserablemente  se 
pierden:  porque  engañados  déla  prudenzia 
humana  ,  van  siempre  huyendo  las  ocasio- 
nes que  les  inzitan  a  errar  :  e  aquellos  que 
son  mortificados  en  las  ocasiones  de  errar 
que  se  les  ofreszen  ,  se  refinan  como  el  oro 
en  el  fuego  :  porque  ayudados  del  spiritu 
santo ,  en  las  proprias  ocasiones  se  morti- 
fican ,  no  huyendo  ninguna  dellas  :  e  por  tan- 
to son  los  mesmos  en  las  ocasiones  que  fue- 
ra dellas.  La  octava  diferenzia  es, que  aque- 
llos que  se  mortifican  con  propria  industria 
prinzipalmente  atienden  a  la  mortificazión 
de  la  carne  ,  no  teniendo  casi  ningún  inten- 
to a  mortificar  el  animo  ,  no  conos^'^ziendo 
que  del  nasze  todo  el  mal  e  aquellos  que 
son  mortificados  del  spiritu  santo  ,  atienden 
prinzipalmente  a  la  mortificazión  del  ánimo, 
conosziendo  qne  del  prozede  todo  el  mal  :  e 
conosziendo  que  mortificado  el  ánimo  resta 
mortificada  la  carne  ,  con  el  examen  de  es- 
tas diferentias  podrá  una  persona  conoszér 
si  ella  se  mortifica ,  o  si  es  mortificada  del 


259 

espíritu  santo  ,  advertiendo  en  esto  ,  que  hai 
tres  estados  en  las  personas  que  son  mor- 
tificadas en  el  espíritu  santo.  El  uno  es, 
cuando  el  espíritu  santo  le  *  mortifica  sin 
que  ellas  sientan  ,  ni  conozcan  en  sí  la  vir- 
tud del  spíritu  santo.  E  en  este  estado  les 
pertenesze  aquello  que  habernos  dicho  en  la 
cuarta  diferenzia.  E  el  otro  es  cuando  el 
spíritu  santo  les  mortifica  ,  e  ellas  sienten  e 
conoszen  en  sí  la  virtud  del  spíritu  sancto  : 
e  en  este  stado  les  pertenesze  aquello  que 
habemos  dicho  en  la  primera  diferenzia.  El 
terzero  es  ,  cuando  por  la  absentia  del  es- 
píritu sancto ,  o  por  no  sentir  e  no  conos- 
zer  ellas  su  presenzia  ,  se  van  mortificando 
con  propria  industria  :  e  en  este  stado  sien- 
ten buena  parte  de  aquello  que  'habemos 
dicho  en  la  diftírenzia  primera  ,  lerzera  , 
cuarta  e  quinta,  que  sienten  aquellos  (jue se 
mortifican  con  propria  industria.  Es  bien  la 
verdad  que  aquellos  que  son  mortificados 
del  espíritu  santo ,  sus  industrias  en  la  mor- 
lificazión  les  son  útiles  ,  siendo  con  efecto 

*     Asi  el  MS.  en   vez  de  las  por  dejar  la  voz 
ilal.  le. 


^60 

verdad  aquello  que  dize  san  Pa'Mo ,  que  * 
diligentihiis  Deum  omnia  cooperanlur  in  bo- 
nnm  ,  A  gloria  de  Dios  ,  e  del  hijo  de  Dios 
Jesu  Christo  nuestro  Señor. 

Que  en  el  movimiento  a  orar ,  el  Spiritu 
zerlifica  al  hombre  que  le  alcanzará  aquello 
que  demanda.   Considerazion  LIX. 

•  Leyendo  [en]  Esaias  ,  que  siendo  in- 
timada la  muerte  de  parte  de  Dios  a  Eze- 
chías  Rei  pío,  él  se  resintió  e  se  dolió,  e  se 
lamentó  rogando  con  lágrimas  a  Dios  que 
*'5^  no  le  quitase  la]v¡da.  E  leyendo  poco  mas 
adelante  que  siéndole  intimada  al  mismo 
Rei  de  parte  de  Dios  la  dislruizion  de  Je- 
rusalém  ,  con  la  captividad  de  Babilonia,  sin 
sentirse  ni  dolerse  ,  ni  lamentarse  ,  e  sin 
rogar  a  Dios  que  revocase  la  sentenzia  se 
contentó  que  la  voluntad  de  Dios  fuese  ese- 
cutada  ,  azeptándolo  por  benefizio  de  Dios  , 
que  aquellos  males  no  acontesziesen  en  sus 
dias.  E  considerando  que  Dios  prolongó  los 
([lias  de  la  vida  a  Ezechias  e  que  esecutó  su 

*  En  el  MS.  ,  che. 


%1 

sentenzia  sobre  Hierusalem  ,  vengo  a  zerti- 
ficarme  ,  que'  siendo  las  personas  pías  go- 
bernadas del  espíritu  sancto ,  maximanien- 
le  en  las  orationes ,  siendo  así  que  como  d¡- 
ze  san  Pablo  ,  El  spíritu  de  Dios  ora  por 
ellos  ,  e  en  ellos  ,  no  ruegan  casi  jamás  a 
Dios  sino  que  *  aquello  que  es  la  voluntad 
de  Dios  de  conzederles  ,  de  la  cual  consta  al 
spíritu  de  Dios  ,  que  las  inspira  a  orar.  Se- 
gún el  juizio  de  la  razón  humana  ,  hobiera 
sido  mas  justo  ,  e  mas  conveniente  ,  que 
Ezechias  so  resintiera ,  e  se  lamentara  ,  e  se 
moviera  a  rogar  a  Dios  por  la  revocatión  de 
la  sentenzia  dada  contra  Hierusalem  ,  que 
por  la  revocatión  de  la  sentenzia  dada  con- 
tra su  propria  vida.  E  Ezechias  Rei  pío  mo- 
vido del  spíritu  santo  rogó  por  la  propria 
vida,  e  en  aquello  que  tocaba  a  Hierusalem, 
se  conformó  con  la  voluntad  de  Dios  :  a  don- 
de entiendo,  que  [a]  las  personas  pias  per- 
tenesze  tener  mucha  cuenta  con  sus  movi- 
mientos :  quiero  dezir  ,  que  deben  de  adver- 
tir mucho  siendo  movidas  de  rogar  a  Dios 

*     Así  el  MS.  Mejor  ,   o  mas   literal  sería  :  de 
aquello. 


262 

de  alguna  cosa ,  si  aquél  movimiento  es  de 
espíritu  humano  o  de  spíritu  sancto.  En- 
tiendo aun  ,  que  el  proprio  conlrasegno  con 
el  cual  podrían  juzgar  entre  estos  movimien- 
tos ,  es  la  zerteza  ,  o  la  inzerteza  interior 
con  la  cual  se  hallará  en  la  oratión  ;  hallán- 
dose iiiziertos  de  haber  de  alcanzar  de  Dios 
aquello  que  demandan  ,  juzgarán  que  el  mo- 
vimiento es  de  espíritu  humano  :  e  hallán- 
dose ziertos  de  alcanzarlo ,  juzgarán  que  el 
movimiento  es  de  spíritu  sancto  :  siendo  así, 
que  el  movimiento  del  espíritu  sancto  trae 
siempre  consigo  la  zertificazión  juzgando  el 
hombre  en  este  modo, si  el  espíritu  de  Dios, 
que  me  ha  movido  a  orar  ,  no  supiese  *^*^ 
que  la  voluntad  de  Dios  es  de  conzederme 
aquello  que  le  demando  ,  no  me  habría  mo- 
vido. Esta  zertificazión  tengo  por  zierto  que 
fué  en  Ezechia  al  tiempo  que  demandó  que 
le  fuese  prolongada  la  vida  :  e  por  no  sentir 
en  si  esta  zertificazión  ,  tengo  por  zierto  que 
el  mesmo  Ezechia  no  demando  que  fuese 
revocada  la  senlenzia  dada  contra  Hierusa- 
lém.  Con  esta  zertificazión  veo  que  oró  Cristo 
resuszítando  a  Lázaro |,  e  rogando  por  la 


263 

conservalion  de  sus  deszipulos  :  e  con  la  du- 
bitazión  veo  que  oraba  en  el  huerto  :  e  por 
que  senlia  de  donde  prozedía  ^quél  movi- 
miento ,  orando  se  remitia  a  la  voluntad  de 
Dios,  E  si  el  mesmo  hijo  de  Dios  sintió  es- 
tos dos  movimientos ,  [e]  en  el  uno  se  halló 
zierto  e  en  el  otro  dudoso  puede  pensar  cada 
uno  si  le  conviene  estar  sobre  sí  en  ellos  , 
bien  que  solamente  los  conoszerán  aque- 
llos que  serán  verdaderos  miembros  del 
mismo  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

De  donde  prozede  ,  que  los  superstiziosos 
son  severos ,  e  los  verdaderos  cristianos  son 
misericordiosos  e  piadosos.  Consideration  LX. 

•  La  severidad  e  rigurosidad  ,  que  veo  e 
conosco  por  el  ordinario  en  las  personas 
que  el  vulgo  tiene  por  devotas  e  espiritua- 
les, siendo  en  la  verdad  superstiziosas  e  ze- 
rimoniosas  cuanto  al  castigar  o  desear  cas- 
tigar los  vizios  e  defectos  de  los  hombres  , 
entiendo  que  prozede  de  dos  causas.  La  una 
es  la  propria  natura  del  hombre  ,  el  cual 
es  inclinado  a  estimar  e  preziar  sus  cosas  e 


264 

a  condenar  e  a  despreziár  las  ajeíias.  E  la 
otra  la  propria  natura  de  las  siipersti- 
ziones  e  de  las  zerinionias ,  a  las  cuales  se 
anexa  la  severidad  e  la  rigurosidad  :  e  es  así 
que  queriendo  estas  tales  personas  supers- 
tiziosase  zeremoniosas  ,que  su  vivir  supers- 
tizio  e  zeremonisio  *  sea  estimado  e  pre- 
ziado  son  forzados  a  ser  severos  e  rigurosos 
con  obras  e  con  palabras  contra  aquellos  que 
no  siendo  como  son  ellos  ,  tienen  de  los  vi- 
zios  e  defectos  exteriores :  para  que  así  sea 
mas  preziado  e  mas  estimado  su  vivir  que 
tienen  por  virtuoso.  E  es  aun  verdad  ;  que 
teniendo  las  superstiziones  e  zeremonias  su 
orijen  e  prinzipio  de  alguna  manera  de  lei, 
que  los  ^'^ hombres  se  imajinan  ,  e  siendo 
aneja  a  la  natura  de  la  lei  de  **  severidad  e 
la  rigurosidad  ,  porque  ella  se  mantiene 
con  ellas  i  se  sustenta  ,  acontesze  que  tanto 
aquellos  que  atienden  a  la  observalion  de  la 
lei,  o  de  las  zirimonias   e  superstiziones. 

Así  el    MS.   sin  duda  equivocadamente   por 
superstizioso  e  zeremonioso.  En  el  renglón  terzero 
se  ,  es  equivocazion  por  es. 
"    Así  el  MS.  de  ,  por  ,  la. 


265 
que  naszen  de  ella,  cuanto  aquellos  que  a- 
tienden  a  hazer  que  los  oíros  la  observen 
son  severos  e  rigurosos  contra  aquellos  que 
no  las  guardan.  De  aquí  entiendo  la  causa  de 
donde  prozedia  en  los  hebreos  la  severidad  e 
riguridad:  e  por  esto  no  me  maravillo  si  aque- 
llos que  ensersuperstiziosos  e  zerimoniosos, 
son  semejantes  a  los  hebreos ,  son  aun  se- 
veros  contra  los  vizios  e  defectos   de  los 
hombres.  E  aquello  que  mas  estimo  es   que 
con  esto  entiendo  ,  porque  era  Dios  en   el 
tiempo  de  la  Lei  severo  e**  riguroso  ,  mos- 
trando a  los  hombres  mas  severidad  e  ri- 
gurosidad ,  que  piedad  e  misericordia  ,  aun- 
que les  mostrase  lo  uno  e  lo  otro,   E  ,  stimo 
mucho  mas  entender  con  esto,  que  porque 
después  que  Dios  envió  al  mundo  su  unijé- 
nito  hijo  Jesucristo  nuestro  Señor, los  hom- 
bres no  están  debajo  de  la  Lei ,  sino  debajo 
del  Evanjelio',  el  cual  es  ajeno  de  severidad 
e  rigurosidad  ,  aviene  que  aquellos  que  per- 
teneszen  al  Evanjelio  ,  siendo   Pueblo    de 
Dios  ,  no  son  severos   ni  rigurosos  contra 
los  vizios  e  defectos  de  los  hombres ,  antes 
son  piadosos  e  misericordiosos  :  e  aun  de 


266 

aquí  acontesze  que  Dios  muestra  mas  piedad 
e  misericordia  que  severidad  e  rigurosidad  : 
de  manera  que  el  afecto  de  la  severidad  e 
rigurosidad  en  el  hombre  es  indizio  de  a- 
mór  proprio  ,  de  ánimo  sujeto  a  la  lei  a 
superstiziones  ,  e  a  zerimonias  ,  como  eran 
los  ánimos  de  los  hebreos :  E  el  afecto  pia- 
doso e  misericordioso  ,  es  indizio  de  morti- 
Bcazión ,  e  de  ánimo  librado  de  la  Lei  ,  co- 
mo son  aquellos  de  los  verdaderos  cristia- 
nos miembros  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor . 

*^^  En  qué  manera  se  gobierna  una  perso- 
na pia  en  las  cosas  que  le  enlrevienen.  Con- 
sideration  LXL 

f  Toda  persona  pia  en  las  cosas  que  le 
aconteszen  en  esta  vida  presente,  entiendo, 
que  se  gobierna  en  esta  manera.  Siendo  los 
aczidentes  de  calidad  que  en  ellos  no  con- 
curra su  voluntad :  si  'son  adversos  e  con- 
trarios ,  como  la  pérdida  de  la  honrra  ,  o 
de  la  hazienda  ,  o  la  muerte  áe  cualquier 
persona  que  le  sea  cara  e  amada ,  consué- 
lase diziendo  ,  así  ha  plazido  a  Dios  :  e  si 


267 

soQ  prósperos  ,  e  favorables  ,  como  el  au- 
mento de  bienes  exteriores  e  interiores  no 
se  ensoberbesze  ,  considerando  ,  esta  ha  si- 
doobra  de  Dios  ,  e  no  niia.  Siendo  las  co- 
sas de  calidad  ,  que  en  ellas  concurre  la 
propria  voluntad  ,  si  son  de  males  ,  como 
son  los  proprios  defectos  e  pecados  ,  se  abra- 
za con  Cristo  ,  diziendo  ,  si  en  mi  hai  de- 
fectos e  pecados  ,  en  Cristo  hai  satisfazión 
e  justificazion  :  e  si  son  de  bienes  e  de  fa- 
vores en  obras  exteriores  ,  o  sentimientos 
interiores  ,  no  «'ensoberbesze,  porque  vee 
en  la  tal  cosa  la  bondad  de  Dios  ,  e  no  la 
suya  propria.  E  entiendo  que  el  contento 
que  la  tal  persona  halla  en  las  cosas  que  ha- 
ze  bien  ,  es  mui  semejante  al  contento  que 
una  persona  puede  sentir  cuando  una  per- 
sona haze  buena  letra  :  porque  otro  que  es- 
criba bien  le  traiga  la  mano  con  la  suya. 
Quiero  dezir  ,  que  así  como  esta  persona  se 
contenta  viendo  la  letra  hecha  con  su  ma- 
no ,  bien  que  no  sea  con  su  industria  ,  atri- 
buyéndola a  aquél  que  le  ha  guiado  la  ma- 
no e  atribuyéndose  a  si  mismo  los  yerros  que 
hai  en  la   letra  ,  conosziendo  que  el  otro 


Í68 

hobiera  hecho  mejor  letra  con  su  propria 
mano  :  asi  la  persona  spirituál  se  contenta 
de  la  considerazión  de  las  obras  que  haze 
Dios  en  ella  e  por  ella  atribuyéndolas  a 
Dios  ,  e  atribuyendo  a  sí  misma  los  erro- 
res que  hai  en  las  obras  ,  conosziendo  que 
serían  mucho  mejores ,  si  Dios  las  hobíese 
hecho  sin  ella.  Que  esto  sea  verdad  lo  en- 
tenderán por  propria  espirienzia  aquellos  , 
que  tienen  gusto  de  las  cosas  del  spíritu 
sancto  que  se  adquiere  por  Jesu  Cristo  nues- 
tro Señor. 

'*'  Que  en  el  Jtiizio  de  las  obras  de  aque- 
llos que  son  hijos  de  Dios  ,  no  tiene  mas  ju- 
ridizion  la  prudenzia  humana ,  que  en  el  Jai- 
zio  de  las  proprias  obras  de  Dios.  Considera- 
tión  LXIL 

^  En  la  mesma  manera, e  por  la  mesma 
causa  que  entendió  s.  Pablo  ,  que  aquellos 
que  son  gobernados  del  spíritu  de  Dios,  son 
hijos  de  Dios  ,  entiendo  yo ,  que  aquellos  que 
son  hijos  de  Dios ,  son  gobernados  del  spí- 
ritu de  Dios.  E  entiendo  ,  que  así  como  la 


269 
prudenzia  humana  es  incapaz  del  conoszi- 
miento  de  Dios  ,  así  igualmente  es  incapaz 
del  conoszimiento  de  aquellos  que  son  hi- 
jos de  Dios:  i  asi  como  la  prudentia  huma- 
na no  penetra  a  entender  el  admirable  con- 
sejo que  hai  en  las  obras  de  Dios ,  no  pene- 
tra tampoco  a  entender  el  divino  consejo 
que  hai  en  las  obras  de  aquellos  que  son  hijos 
de  Dios  ;  siendo  estas  e  aquellas  hechas  del 
spíritu  sancto.  Después  entiendo  que  la  pru- 
dentia humana  cuando  se  pone  a  juzgar,  las 
obras  de  aquellos  que  son  hijos  de  Dios  , 
condenándolas  e  tasándolas  por  causa  de  la 
mesma  temeridad  ,  q\ie  parcsze  cuando  se 
pone  a  juzgar  las  obras  de  Dios,  condenán- 
dolas e  calumniándolas  :  Quiero  dezir  ,  que 
no  es  menor  temeridad  aquella  de  los  hom- 
bres que  siguen  el  juizio  de  la  prudenzia  hu- 
mana ,  cuando  se  ponen  a  juzgar  mal  de 
Moisén  por  los  hebreos  ,  que  mató  cuando 
adoraban  al  Bezerro  :  e  cuando  se  ponen  a 
juzgar  mal  de  Abrahám  ,  porque  mandando 
a  su  mujer  Sara  que  mintiese  ,  diziendo  que 
era  su  hermana  ,  e  no  mujer  ,  e  porque  san 
Pablo  maldijo  a  Ananías  estando  al  juizio 


270 

en  su  presenzia :  e  porque  escuso  la  maldi- 
zión  ,  diziendo  que  el  no  conoszía  :  e  cuan- 
do semejantemente  se  ponen  a  juzgar  algu- 
nas cosas  semejantes  a  estas  ,  las  cuales  ha- 
zen  los  hijos  de  Dios  gobernados  del  spiri- 
tu  de  Dios  ,  las  cuales  según  el  juizio  de  la 
prudenzia  humana  son  absurdas  e  reprehen- 
sibles ,  e  según  el  juizio  de  Dios  son  san- 
tas e  buenas:  digo  que  esta  no  es  menor  te- 
meridad que  aquella, con  la  cual  se  ponen  a 
*•' juzgar  mal  de  Dios  ,  porque  favoresze  con 
bienes  temporales  a  muchos  tristes  ,  o  rui- 
nes *  privando  dellos  a  muchos  buenos  ,  e 
por  que  haze  otras  cosas  que  la  prudenzia 
humana  calumnia  e  condena  ,  e  por  las  cua- 
les las  leyes  humanas  castigan  rigurosa- 
mente a  los  hombres  que  las  hazen  ,  siendo 
así  que  no  tiene  mas  juridition  la  pruden- 
zia humana  en  el  juizio  de  las  obras  de  los 
píos,  que  en  el  juizio  de  las  obras  de  Dios 
siendo  hechas  estas  del  mismo  Dios  ,  e  las 
otras  de  aquellos  ,  los  cuales  siendo  hijos 
de  Dios  son  gobernados  del  spirítu  de  Dios, 

*     En  el  MS.  está  esto  al  marjen  ,  traduziendo 
la  voz  tristi ,  itali.ma  ,  que  antes  dejó  tristes. 


271 

e  por  tanto  son  libres  e  esentos  de  toda,  lei 
humana  ,  así  como  es  libre  e  esento  el  mes- 
mo  Dios.  Quiero  dezir  ,  que  no  habrían  te- 
nido mas  razón  los  hombres  de  castigar  a 
Abrahám  ,  si  hobiese  degollado  a  su  hijo 
Isách  ,  que  de  condenar  a  Dios  porque  mata 
con  muerte  supitánea  a  muchos  hombres. 
Empero  este  gobierno  del  espíritu  de  Dios 
no  es  conoszído  ,  ni  entendido  ,  sino  de  a- 
quellos  que  son  partizipanles  del  mesmo  spí- 
rítu  de  Dios  ,  según  que  se  conosze  por  expi- 
rienzia  e  según  que  dize  san  Pablo  gran  pre- 
dicador del  Evanjelio  de  Dios,  e  de  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

Qae  la  sania  Escritura  es  como  una  cande- 
la en  un  lugar  obscuro  ,  e  que  el  spirilu  sáne- 
lo es  como  el  sol.  Esto  se  muestra  por  siete 
conformidades.  Considerazion  LXlll. 

^  San  Petro  en  la  segunda  Epístola  en- 
tiende que  el  hombre  que  atiende  a  la  pie- 
dad ,  no  teniendo  otra  luz  en  ella  que  aque- 
lla de  la  santa  Escritura  ,  es  semejante  al 
hombre  que  está  en  un  lugar  escuro  ,  no  te- 


272 

niendo  otra  luz  en  él  que  el  de  una  cando- 
la.  E  entiende  que  el  hombre  que  atiende  a 
la  piedad  ,  habiendo  conseguido  el  spiritu 
de  Dios  que  le  guia,  e  lo  [en]  camina  en  ella, 
es  semejante  a  una  persona  o  al  hombre  que 
está  en  un  lugar  adonde  entran  los  rayos 
del  sol ,  que  lo  hazen  claro  e  resplandezien- 
te  :  onde  yo  considero  siete  cosas.  La  pri- 
mera que  así  como  el  hombre  que  está  en 
el  lugar  escuro  está  mejor  con  la  candela 
que  sin  ^'^  ella  :  así  el  hombre  qne  atiende 
a  la  piedad  ,  la  cual  por  *  eso  es  lugar  scuro, 
en  cuanto  su  razón  e  prudentia  humana  ,  le 
hazen  mas  presto  daño  que  provecho  en 
ella  ,  está  mejor  con  la  santa  Escritura,  que 
sin  ella.  La  segunda  cosa  que  considero  es 
que  así  como  el  hombre  en  el  lugar  escuro 
no  vfíe  las  cosas  ,  que  hai  en  él  ,  tan  clara 
c  manifiestamente  con  la  candela  ,  como  las 
podría  ver  con  el  sol :  asi  el  hombre  que 
atiende  a  la  piedad  ,  no  entiende  ni  conos- 
ze  las  cosas  de  Dios  ,  ni  al  mesmo  Dios  tan 
claramente  e  manifiestamente  con  la  santa 
Escritura  ,  como  podría  verlo  e  conoszerlo 

*    Así  el  MS.  Por  falla  de  conoziraienlo. 


275 
con  el  espíritu  de  Dios.  La  terzera  cosa  que 
considero  es  :  que  así  como  el  hombre  que 
está  en  lugar  escuro  con  la  luz  de  sola  la 
candela ,  está  en  peligro  de  caer  *  en  el  pozo 
viniendo  ocasión  que  le  amate  la  candela  : 
así  el  hombre  el  cual  atendiendo  a  la  pie- 
dad no  tiene  otra  luz  que  aquella  de  la  san- 
ta Escritura  ,  está  en  peligro  de  quedar  sin 
luz  viniendo  alguna  ocasión  que  le  prive  de 
la  santa  Scritura  o  de  la  verdadera  inteli- 
jenzia  de  ella.  La  cuarta  cosa  que  considero 
es  que  así  como  el  hombre  que  está  en  el 
luííár  escuro  adonde  está  la  luz  de  la  cande- 
la  ,  acaesze  tal  hora  que  queriendo  que  dé 
mas  luz,  o  la  despavila  él,  o  busca  quien 
la  despavile :  e  en  el  despavilár  acaesze  que 
ella  se  apaga,  e  el  houibre  queda  sin  luz  ; 
asi  al  hombre  que  atiende  a  la  piedad  sola- 
mente con  aquello  que  conosze  e  entiende 
por  la  santa  Escritura ,  acaesze  tal  hora  que 
queriendo  entender  mas  e  mejor  en  ella,  e 
por  ella  ,  o  la  enterpreta  ella  ,  o  busca  quien 
se  la  enterprete  ,  e   en  el  enterpretalla  a- 

*     Así   el   MS.  por  malíi  traduczión  ,  de  bitio 
Véase  la  Consid.  LIV  paj.  103  MS. 

18 


274 

caosze  que  haziéiidola  de  Escritura  santa 
escritura  humana  ,  el  hombre  cae  en  el  po- 
zo *  ,  aunque  él  se  persuada  de  no  estarlo. 
La  quinta  cosa  que  considero  es  ,  que  así 
como  entrando  los  rayos  del  sol  en  un  lu- 
gar escuro  ,  donde  el  hombre  se  sirve  de  la 
luz  de  una  candela,  acaesze  que  el  hombre 
vee  mas  claramente  que  antes  todas  las  co- 
sas que  hai  en  aquel  lugar  ,  quedando  la 
candela  como  sin  luz  e  como  sin  resplan- 
dor ^-^  de  manera ,  que  ya  el  hombre  que- 
riendo ver  las  cosas  que  hai  en  aquél  lugar , 
por  aquello  que  menos  mira  es  la  candela  , 
asi  entrando  el  spíritu  sancto  en  el  ánimo 
del  hombre  que  atiende  a  la  piedad  sirvién- 
dose para  ello  de  la  santa  Escritura ,  acaes- 
ze que  el  hombre  entiende  e  conosze  las  co- 
sas de  Dios  ,  e  al  mesmo  Dios  ,  mas  clara- 
mente ,  que  no  hazía  antes  ,  quedando  la 
santa  Escritura  cuanto  a  él  ,  o  para  él ,  co- 
mo sin  luz  e  sin  resplandor  de  manera,  que 
ya  queriendo  entender  las  cosas  de  la  pie- 
dad e  queriendo  conoszér  a  Dios  ,  por  a- 
quello  que  mira   menos  ,  es  la  santa  Escri- 

*    Véase  lu  Nota  prezedenle. 


275 
tura  atendiendo  a  considerar  con  el  spíritu 
santo ,  que  está  en  su  ánimo ,  e  [no]  con  a- 
quelloque  está  escrito  en  ella.  San  P[edro] 
alaba  bien  el  estudio  de  la  santa  Escritnra  , 
empero  mientras  el  hombre  está  en  el  lugar 
escuro  de  la  prndenzia  e  Razón  humana :  e 
quiere  que  este  ^estudio  dure  hasta  tanto  , 
que  la  luz  del  spíritu  santo  resplandesca  en 
el  ánimo  del  hombre.  Entendiendo  que  venida 
esta  luz  el  hombre  no  tiene  mas  menester 
de  buscar  aquella  de  la  santa  Escritura  ,  la 
cual  de  si  misma  se  va  ,  así  como  se  apar- 
ta la  luz  de  la  candela  ,  entrando  los  rayos 
del  sol  :  e  así  como  se  apartó  Moisén  por  la 
presenzia  de  Cristo  ,  e  la  Leí  por  la  pre- 
senzia  del  Evanjelio.  La  sesta  cosa  que  con- 
sidero es  que  así  como  el  hombre  que  goza 
la  luz  del  sol,  cuando  supiese  zierto  que  no 
podría  fallar  ,  aunque  no  echaría  por  ahí  la 
candela  por  el  benefizio  reszebido ,  antes  la 
dejaría  para  que  sirviese  a  otros  de  aquello 
que  le  sirvió  a  él ,  no  por  eso  se  sirviria  en 
aquello  que  se  servía  de  antes:  así  el  hom- 
bre que  goza  de  la  luz  del  espíritu  santo  , 
sabiendo  zierto  que  no  le  puede  faltar,  bien 


276 

que  lio  eche  por  ahí  la  santa  Escritura  ,  an- 
tes la  deja  para  que  sirva  a  otros  de  aquello 
que  ie  ha  servido  a  él ,  no  se  sirve  por  tan- 
to della  en  aquello  que  se  sirvía  de  antes  , 
según  que  ya  otras  vezes  he  considerado.  La 
séptima  cosa  que  considero  es  ,  que  así  co- 
mo no  es  de  la  esentia  del  sol  cuando  entra 
en  el  lugar  donde  está  la  candela  ,  mostrar 
e  descobrir,  todo  aquello  que  en  sí  contiene 
la  candela ,  así  ni  mas  ni  '^i  menos  no  es 
de  la  esentia  del  spíritu  sancto  cuando  en- 
tra en  el  ánimo  de  aquél,  el  cual  aplicado  a 
la  piedad  ,  se  sirve  de  la  santa  Escritura , 
mostrar  e  descubrir  todos  los   secretos  que 
están  enserrados  en  ella  ,  bien  que  muestre 
6  descubra  dellos  aquella  parte  ,  que  Dios 
quiere  que  sean  descubiertos  al  hombre,  al 
cual  es  dado  el   spíritu  sancto.  Los  dones 
del  espíritu  santo   son  diferentes  ;  e  siendo 
la  sancta  Escritura  [escrita]  de  diferentes  o 
por  mejor  dezir  diversas  personas;  las  cua- 
les han  tenido    diferentes  dones  de  espíritu 
santo  ,  e  así  escribieron  diferentemente:  por 
consiguiente  es  entendida  de   las  personas 
que  tienen  el  spíritu  santo  de  una  o  de  otra 


277 
parte  o  de  otra  en  otra  según  que  son  dife- 
rentes los  dones  que  les  son  comunicados 
de  Dios  con  el  espíritu  santo  ,por  Jesii Cris- 
to nuestro  Señor. 

En  que  manera  quiere  ser  seguido  i  imiía- 
lado  Jesu  Cristo  nuestro  Señor,  Considera- 
zión  LXiriI. 

^  Habiendo  ya  otras  vezes  dicho  e  to- 
cado en  estas  considerationes  ,  como  enton- 
zes  yoentendia  aquello  que  dize  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor  ,  qui  vull  venire  post  me ,  ab- 
neget  semet  ipsum  et  tollat  crucem  suam ,  et 
sequatur  me:  vengo  agora  a  dcEir  con  me- 
jor consideration ,  que  entiendo  que  en  aque- 
llas palabras  dize  Cristo ,  Todo  hombre  que 
me  querrá  seguir  deseoso  de  ser  cristiano , 
renuntie  aquello  que  enseña  la  prudenzia 
humana ,  diziendo  que  el  hombre  no  debe 
fallar  a  sí  mesmo  ,  ni  a  los  suyos  ni  a  su 
honrra,  con  intento  de  no  faltar  a  Dios  ni 
a  aquellos  que  son  de  Dios  ,  ni  a  la  bonrra 
de  Dios,  e  tome  sobre  sí  su  cruz  ,  que  es, 
su  martirio ,  la  vergüenza  ,  e  la  ignominia 


278 

que  padeszerá  en  los  ojos  de  los  hombres  del 
mundo  faltándose  a  sí  mismo  ,  a  los  suyos 
e  a  su  honrra  ,  e  hazíendo  asi  me  seguirá 
a  mí  ,el  cual  lie  fallado  a  mí  mismo ,  hazien- 
do  me  de  hijo  siervo  por  no  faltar  a  Dios'^^ 
e  he  faltado  a  los  mios  ,  no  teniendo  por 
mios  sino  a  aquellos  que  Dios  ha  llamado , 
e  hecho  mios  ,  haziéndolos  santos  e  justos  : 
e  he  faltado  a  mi  honrra.  contentándome  de 
morir  como  malhechor  ,  e  haziendo  asi,  me 
seguirá  a  mí ,  e  será  verdaderamente  cris- 
tiano. De  manera  que  propriamenle  la  ver- 
güenza e  la  injuria  que  resulta  al  cristiano 
por  la  abnegation  de  sí  mismo ,  faltando  se 
a  sí  ,  e  a  los  suyos  e  a  su  honrra , sea  la  cruz 
del  cristiano,  e  que  es  lo  mesmo  que  andar 
detrás  de  Cristo.  Quiero  dezir ,  que  valgan 
tanto  estas  palabras  de  Cristo  ,  cuanto  si  yo 
dijiese  ,  quien  querrá  ser  cristiano  ,  se  es- 
time muerto  al  mundo  ,  cuanto  al  no  bus- 
car la  gloria  ,  ni  la  reputazión  del  mundo  ,e 
procure  aquello  que  Cristo  procuró  ,  e  bus- 
que aquello  que  Cristo  buscó ,  e  en  este  mo- 
do será  verdadero  cristiano,  como  son  aque- 
llos ,  los  cuales  conosziendose  e  sintiéndose 


279 
comprados  de  Cristo  ,  lo  tienen  e  lo  ronos- 
zen  por  superior  ,  e  adoran  en  spiritií  e 
verdad  al  verdadero  Dios  que  es  Padre  de 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Cómo  se  entiende  de  aquello  que  dize  san 
Pablo,  que  Cristo  reina  e  reinará  hasta  que 
hecha  la  Resurelion  de  los  justos  ,  consigne  el 
Reino  a\su  eterno  Padre.  Consideration  LXV, 

*  Los  hombres  que  reinan  en  el  reino 
del  mundo  ,  viven  debajo  de  cuatro  crudeli- 
simos  tiranos  :  el  demonio  ,  la  carne ,  e  la 
honra  ,  e  la  muerte.  El  Demonio  los  tira- 
niza haziéndoles  impíos  ,  e  enemigos  de  Dios, 
conduziendoles  muchas  vezes  a  hazér  que 
ellos  proprios  se  maten  por  diversas  vias.  La 
carne  los  tiraniza  haziéndolos  viziosos  e  li- 
zenziosos.  La  honra  los  tiraniza  hazíéndo- 
les  lijeros,  vanos  ,  presuntuosos  ,  de  manera 
que  viviendo  mueran.  La  muerte  los  tiraniza, 
no  dejándolos  gozar  de  su  propria  prosperi- 
dad e  felizidád  trocándose  *  en  ella  los  pasos. 

*  Así  claro  el  MS.  Pero  quizá  quiso  poner  ; 
troncándose  etc. 


280 

Esta  tiranía  no  la  en-^^^ tienden  sino  aquellos 
que  la  sienten:  e  sienten  la  solamente  aque- 
llos ,  que  queriendo  entrar  en  el  Reino  de 
Dios. procuran  de  reduzirse  a  la  piedad  ,  tra- 
bajan por  mortificar  la  carne,  e  quieren  re- 
solverse con  el  mundo,  poniendo  fin  a  la  glo- 
ria ,  e  a  la  honra ,  e  piensan  en  d/sponerse 
e  contentarse  de  morir  ;  por  que  luego  que 
quieren  esto  ,  hallan  dificultad  en  ello,  sien- 
ten e  esperimentan  la  tiranía ,  e  conoszen 
se  tiranizados.  Si  su  querer  de  estos  mesmos 
de  entrar  en  el  reino  de  Dios  es  vocazión 
del  niesmo  Dios  e  no  fantasía  propria ,  a- 
zeptando  por  suya  la  justizia  de  Dios  ese- 
cutada  en  Cristo  ,  salen  en  la  presente  vida 
de  la  tiranía  de  los  tres  tiranos  ,  saliendo  del 
reino  del  mundo  ,  e  entrando  en  el  reino  de 
Dios  ,  en  el  cual  reina  Dios  por  Cristo :  quie- 
ro dezir ,  que  reina  Cristo  ,  como  hijo  de 
Dios  ,  siendo  el  en  aquellos  que  están  en  su 
Reino  ,  e  con  ellos  proprios  aquello  que  es 
la  cabeza  en  los  miembros  del  cuerpo  :  por 
que  así  como  de  la  cabeza  deszieiide  de*  vir- 
tud e  eficazia  en  los  miembros  del  cuerpo  , 
*    Así  el  MS.  este  rfe  supérfluo. 


284 

los  cuales  della  son  gobernados,  así  de  Cris- 
to desziende  virliíd  e  eficazia  [a]  aquellos  que 
están  en  el  reino  de  Cristo  ,  con  la  cual  com- 
baten con  los  tiranos  que  tienen  tiranizados 
los  otros  hombres  :  e  así  son  gobernados  de 
Cristo  en  la  presente  vida  ,  e  por  ^medio  del 
mismo  consiguiremos  la  resurection  e  la  \ii 
da  eterna.  E  asi  saldrán  ,  de  la  tiranía  del 
cuarto  tirano,  que  es  la  muerte  ,  e  entrarán 
en  el  reino  de  Dios  ,  donde  reinará  Dios  por 
sí  mismo  entre  tanto  estos  salidos  del  reino 
del  mundo  ,  habiendo  sentido  la  tiranía  de 
los  cuatro  tiranos  ,  sienten  la  dulzeza  e  sua- 
vidad del  reino  de  Cristo  sintiendo  en  sí  ia 
virtud  e  eficazia  de  Cristo  ,  e  el  gobierno  del 
spíritu  sancto  ,  e  sintiéndose  señores  de  sus 
apetitos  sensuales  ,  e  de  sus  afectos  de  hon- 
ra ,  e  de  ambitíon  del  mundo  ,  siendo  re- 
sulutos  consigo  mesmo[s]  e  con  el  mundo  , 
en  cuanto  encorporados  en  Cristo  hallan  su 
carne  muerta  ,  e  hallan  muerto  en  sí  el  res- 
pecto al  mundo  ,  e  zertificándose  de  su  re- 
surection ,  inmortalidad  ,  e  vida  eterna  :  la 
cual  zertificazion  haze  en  ellos  este  efecto 
que  si  bien  sienten  la  muerte  cuanto  ^^4  al 


Í82 

cuerpo  ,  no  la  sienten  cuanto  al  ánima  /por 
la  zíerta  esperanza  de  la  resureczion.  En 
esto  entiendo  que  consiste  el  reino  de  Cris- 
to :  e  porque  hecha  Ja  resurection  de  los 
justos ,  no  nos  quedará  de  combatir  con  el 
Demonio  ,  no  habremos  menester  mortificar 
la  carne  ,  ni  contrastar  con  el  mundo  ,  ni 
habrá  muerte  que  venzér ,  entiendo  que  dize 
san  Pablo  que  entonzes  Cristo  consignará  el 
reino  de  su  eterno  Padre  ,  e  que  será  Dios 
el  todo  en  todas  las  cosas,  rejiendo  e  gober- 
nando todas  las  cosas  por  si  mismo  ,  de 
manera ,  que  el  reino  de  Cristo ,  según  san 
Pablo  ,  durará  hasta  [la]  resurection  uni- 
versal ,  e  el  reino  de  Dios  en  los  hombres 
comenzará  entonzes,  e  será  continuo  ,  per- 
petuamente conosziendo  los  hombres  el  be- 
nefizio  rezebido  de  Jesu  Cristo  nuestro  Se- 
ñor: como  acontesze  [a  un]  sediento  cami- 
nante ,  al  cuál  le  es  dado  un  vaso  de  agua 
fria  ,  que  mientras  bebe  siente  el  benefizio 
del  vaso  que  le  dá  el  agua  ,  e  habiendo  be- 
bido ,  bien  que  poniendo  el  vaso  a  una  parte, 
agradesca  a  aquél  que  le  dio  de  beber ,  to- 
da vía  conosze  ,  que  por  medio  del  vaso  res- 


285 
zibió  aquel  benefizio :  de  manera  ,  que  así 
como  el  agradeszído  caminante  que  se  re- 
creó con  el  vaso  de  agua  fria ,  mientras  be- 
be siente  el  benefizio  del  vaso ,  e  después 
que  ba  bebido  sintiendo  el  benefizio  e  co- 
nosziéndülo  de  aquél  que  le  díó  el  vaso  ,co- 
nosze  aun  el  benefizio  del  vaso  ,  asi  los  hom- 
bres mientras  están  en  la  presente  vida  , 
sienten  el  reino  de  Cristo  ,  sintiendo  el  be- 
nefizio de  Cristo  ,  e  en  la  vida  eterna  senti- 
rán e  conoszerán  el  benefizio  de  Dios  ,el  cual 
les  ha  dado  a  Cristo  ,  e  conoszerán  el  bene- 
fizio de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

En  qué  manera  el  espíritu  maligno  es  mas 
impetuoso  que  el  Spiritu  Santo.  Considera- 
tion  LXVI. 

•.  Queriendo  entender  cual  espíritu  es 
mas  impetuoso  en  el  hombre  ,  el  santo,  o  el 
maligno ,  me  resuelvo  que  es  mucho  mas 
impetuoso  el  spiritu  maligno  en  el  impío  , 
que  el  ^^^  espíritu  bueno  en  el  pío  :  movién- 
dome a  esta  resuluzíón  por  dos  considera- 
tiones  ,  de  las  cuales  la  una  está  fundada 


S84 

en  la  propria  natura  tle  los  spiritos  por  que 
el  maligno  es  de  natura  impetuoso  ,  e  el  san- 
to es  de  natura  manso  e  quieto,  tanto  que, 
si  alguna  vez  paresze  que  haya  ímpetu  o  al- 
terazión  en  él  ,  no  es  cosa  suya  ,  sino  de  la 
viveza  de  la  carne  del  hombre  ,  en  la  cual 
e  por  el  cual  obra  el  spírilu  santo.  E  la  otra 
es  fundada  en  la  propria  natura  de  los  hom- 
bres por  que  siendo  ellos  mas  inclinados  a 
los  movimientos  del  espirito  maligno  que  a 
los  del  spirito  sánelo  ,  acaesze  que  a  aquel 
del  maligno  son  inzitados  con  proprio  afec- 
to,  e  con  propria  inclination:  e  a  los  otros 
del  espirito  sancto  son  retardios  *  de  la  mes- 
ma  cosa ,  de  manera  ,  que  siendo  el  spíritu 
maligno  impetuoso  de  su  propria  natura  , 
e  siendo  inzitado  el  spíritu  maligno  en  el 
impío  con  la  propria  natura  del  impío  ,  e 
siendo  el  spíritu  sancto  tardío  en  el  pío 
con  la  propria  natura  del  pío ,  en  cuanto 
es  hombre,  acaesze  que  es  mas  impetuoso 
el  espirito  maligno  en  el  impío ,  que  el  spi- 
rito sancto  en  el  pío.  E  en  el  impío  entien- 
do ,  que  por  el  ordinario  no  es  nada  impe- 

•    Asi  el  MS. 


285 
tiloso  el  espirito  santo  :  e  eii  el  pío  entiendo 
que  es  mas  o  menos  impetuoso  el  espirito 
maligno  ,  según  la  mayor  o  menor  viveza  de 
los  afectos  que  halla  en  él:  e  en  el  mesmo 
entiendo  que  es  mas  o  menos  eficaz  el  mo- 
vimiento del  spiritu  santo ,  según  que  es  ma- 
yor o  menor  la  mortificazión  que  hai  en  él 
siendo  asi  que  con  la  viveza  de  los  afectos  e 
de  los  apetitos  del  pío  son  acreszentadas  las 
fuerzas  e  el  ímpetu  del  spiritu  maligno  ,  e 
con  la  mortificazión  son  repremidas  e  retar- 
dadas :  e  porque  es  aun  verdad  que  con  la 
viveza  de  los  afectos  e  apetitos  del  pío  son 
retardadas  e  reprimidos  los  ímpetus  del  spi- 
ritu santo  ,  e  con  la  mortificazión  son  acres- 
zentados  e  ayudados:  entendiendo  que  todo 
esto  es  verdad  ,  entiendo  aun  que  el  pío  que 
quería  que  los  movimientos  del  spiritu  ma- 
ligno no  tengan  fuerza  ,  ni  sean  eficazes  en 
él  ,  e  que  los  movimientos  del  espíritu  santo 
tengan  fuerza  e  eficazia  en  él  ,  debe  atender 
a  la  mortificazión  de  sus  afectos  í  apetitos , 
atendiendo  a  matar  en  si  mesmo  aquello 
que  ^^^  tiene  de  Adam  [e]  a  vivificar  aquello 
que  tiene  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


286 

Que  en  los  sníos  rejenerados  por  el  spirito 
sanio  siendo  esperienlia  de  las  cosas  de  Dios, 
hai  también  zertilicazión  deildiS.  Considera- 
zion  LXVIÍ, 

f  Todo  aquello  que  en  esta  vida  se  haze, 
se  conosze  ,  e  se  entiende ,  o  es  por  instinto 
natural  o  es  por  expirienzia,  o  por  szienzia,  o 
por  divina  inspirazión  e  revelazión.  en  las  bes- 
tias es  instinto  natural  e  experienzia  ,  según 
que  cada  uno  por  sí  lo  puede  considerar.  En 
los  hombres  es  jeneralniente  instinto  natural 
e  experientia  ,  como  en  las  bestias,  bien  que 
con  mayor  exzelenzia  :  e  es  aun  szienzia  la 
cual  entiendo  que  consiste  en  aquello  ,  que 
un  hombre  aprende  de  otro  hombre  no  te- 
niendo dello  mayói-  zertiíicazion  ,  que  la  re- 
lazión  que  le  es  hecha  :  e  esto  tanto  en  las 
cosas  divinas  cuanto  humauíis.  En  los  hom- 
bres rejenerados  por  espíritu  santo ,  es  ins- 
tinto natural  e  experienzia  ,  e  szienzia  e  a- 
demas  divina  inspirazión  e  revelazión.  Quie- 
ro dezir  ,  que  los  hombres  rejenerados  saben 
e  conoszen  e  entienden  algunas  cosas  por 


287 
instinto  natural ,  otras  por  szienzia ,  e  otras 
por  experienzia  ,  otras  por  divina  inspira- 
zión  ,  estando  en  ellos  el  instinto  natural 
mas  casto ,  e  mas  puro  que  en  los  otros  hom- 
bres; e  teniendo  experienzia  no  solamente 
de  las  cosas  naturales  e  humanas  como  los 
otros  hombres  ,  mas  aun  de  las  cosas  espi- 
rituales e  devinas:  entiendo  *  szienzia  no 
solamente  aprendida  de  otros  hombres,  mas 
aun  inspirada  e  rebelada  de  Dios.  Todos  los 
hombres  estando  sin  espíritu  santo  ,  están 
sin  expirenzia  de  las  cosas  spiriluales  e  de- 
vinas ,  teniendo  solamente  la  szienzia  delias, 
que  se  adquiere  por  la  Scritura.  De  donde 
acaesze  que  así  como  en  las  cosas  humanas 
e  naturales  ,  de  las  cuales  no  tienen  expi- 
renzia ,  estando  con  sola  la  szienzia  ,  están 
con  opinión  sin  alguna  zertificazion ,  así  en 
las  cosas  divinas  estando  sin  expirenzia ,  es- 
tán con  opinión  sin  zertiíica^^'zión  alguna, 
en  cuanto  donde  no  hai  espirentia.no  puede 
haber  zertificazion  ,  e  la  expirenzia  en  las 
cosas  de  Dios  es  reservada  a  aquellos  que 
tienen  spirito  de  Dios  ,  los  cuales  teniendo 

*    Así  el    MS.  Pero  debe  dezir  :  e  teniendo. 


588 

expirenzia  de  las  cosas  espirituales  ,  saben 
que  conoszen  e  que  entienden  las  cosas  natu- 
rales e  humanas.  Quiero  dezir  ,  que  hai  tanta 
diferenzia  de  aquello  que  los-  hombres  reje- 
nerados  saben  ,  conoszen ,  entienden  en  las  * 
divinas  ,  a  aquello  que  en  las  mesmas  sa- 
ben e  conoszen  e  entienden  los  oíros  hom- 
bres por  sabios  que  sean  ,  cuanto  hai  de  a- 
quello  que  saben  e  conoszen  e  entienden  en 
la  medizina  los  médicos  que  saben  solamen- 
te la  theórica  de  ella ,  a  aquello  que  saben 
e  conoszen  los  médicos  los  cuales  juntamen- 
te con  la  theórica  tienen  la  práctica.  De  don- 
de vengo  a  colejir  que  no  teniendo  los  hom- 
bres no  rejeneredos  espirentia  en  las  cosas 
divinas ,  no  pueden  tener  confianza  ni  des- 
confianza, que  sea  salda  e  firme  sino  sola- 
mente por  opinión  en  la  manera  que  la  tie- 
nen en  las  cosas  humanas.  E  por  tanto  sale 
verdadero  aquello  que  he  escrito  en  otra 
Considerazion  ,  que  muchas  vezes  da  Dios  a 
las  personas  pías  algunas  cosas  las  cuales 
no  confían  de  alcanzar  ,  negándoles  otras 
que  confían  alcanzar  ,  entendiendo  que  es- 

*    Así  el  MS. 


289 

to  acaesze  ,  cuando  su  confiar  e  su  descon- 
fiar consiste  en  szienzia  e  opinión  e  no  en  ex- 
pirenzia  e  zertificazión.  Después  vengo  a 
colejír  que  teniendo  los  hombres  rejenera- 
dos  espirenzia  de  las  cosas  espirituales  , 
tienen  zerliñcazion  de  ellas,  e  que  teniendo* 
tienen  también  confianza  e  desconfianza  sal- 
da e  firme.  E  por  eso  viene  a  salir  verdad 
aquello  que  he  escrito  en  otra  Considera- 
zion  ,  que  por  la  zerteza  o  inzertenidád  con 
la  cual  las  personas  pías  se  hallan  en  laora- 
tion  pueden  entender  ,  cuando  son  inspira- 
das a  orar  del  spíritu  sancto  ,  e  cuando  son 
movidas  a  orar  del  spíritu  humano ,  e  por  el 
consiguiente  ,  cuando  han  de  confiar  e  cuan- 
do han  de  desconfiar.  Tenia  Ezechia  rei  de 
Judea  espirentia  en  las  cosas  spirituales  :  e 
por  eso  siendo  inspirado  a  orar  en  su  enfer- 
medad ,  oró  e  fuele  prolongada  la  vida"?,  se- 
gún su  confianza.  E  el  mesmo  Rei  ^^^  des- 
confiando de  poder  con  su  orazión  alcanzar 
de  Dios  que  revocase  la  sentenzia  dada  con- 
tra Hierusalem  ,  no  se  curó  de  orar  sino  ho- 

Así  el  MS.  que  omite  ,  por  descuido  ,  la  voz 
zertificazión, 

18 


290 

hiera  tenido  espirienzia  en  las  cosas  devi- 
nas ,  gobernándose  solamente  con  la  szien- 
tia.  Con  tanta  mas  fidutia  hobiera  orado 
demandando  la  revocatión  de  la  fsententia 
dada  contra  Hierusalém  ,  cnanto  que  oran- 
do habia  alcanzado  la  revocazión  de  la  sen- 
tenzia  dada  contra  su  vida  ,  empero  tenien- 
do la  expirenzia  dejó  de  gobernarse  con  la 
szienzia  ,  e  así  estuvo  firme  en  la  confian- 
za e  firme  en  la  desconfianza.  E  si  la  expe- 
rienzia  de  las  cosas  divinas  enseña  esto  a 
lino  de  aquellos  que  tenían  el  espíritu  de 
Moisén  ,  cuanto  mejor  lo  enseñará  a  aque- 
llos que  tienen  el  spíritu  de  Jesu  Cristo  nues- 
tro Señor[?]. 

Que  el  deseo  de  saber ,  es  imperfizión  en  el 
hombre  contra  el  juizio  de  la  prudenlia  hu- 
mana. Considerazión  LXVIU. 

*  La  prudenzia  humana  juzga  que  el  de- 
seo de  saber  sea  gran  perfizión  en  el  hom- 
bre e  el  Espíritu  sancto  juzga  que  él  es  gran 
imperfizion  en  el  hombre.  La  prudentia  hu- 
mana confirma  su  opinión ,  diziendo  ,  que  se 


291 
ha  visto  por  experienzia  ,  que  en  el  mundo 
aquellos  hombres  han  vivido  mas  virtuosa- 
mente, que  teniendo  mayor  deseo  de  saber 
se  han  dado  a  querer  saber  mas  ,  e  han  sa- 
bido mas  ,  e  aquí  alega  una  multitudo  de 
Philósophos  :  e  el  espíritu  santo  por  el  con- 
trario confirma  su  sentenzia,  diziendo,que 
por  el  deseo  de  saber  vino  el  pecado  en  el 
mundo  ,  e  por  el  pecado  la  muerte  ,  e  con 
ella  todas  las  miserias ,  e  todos  los  trabajos, 
a  los  cuales  en  la  presente  vida  estamos  su- 
jetos. Que  esto  sea  verdad  ,  lo  prueba  por  la 
persuasión  del  Demonio ,  el  cual  dijo  a  Eva 
Eriíis  sicut  Díi  scieníes  bonum  et  maliim.  Pa- 
sando mas  adelante  ,  dize  el  espíritu  santo . 
que  el  deseo  del  saber  destruyó  a  los  He- 
breos ,  en  cuanto  deseando  ellos  entender 
las  profezias  que  hablan  del  Mesías :  et  pro- 
curando lo  entender  ^^^  por  via  de  injenio  e 
de  discurso  humano  se  imajinaron  e  figuraron 
un  Mesia  tan  contrario  a  aquél  que  Dios  les 
envió  ,  que  cuando  lo  tuvieron  ,  no  lo  co- 
noszieron  ,  e  no  lo  conosziendo  no  lo  res- 
zibieron  e  del  no  rezebirlo  resultó  que  no 
solamente   no  lo   gozaron   mas    les    causó 


292 

ruina  e  perditioii.  Pasando  mas  adelante  di- 
ze  el  spíritu  santo  ,  que  los  jentiles  desean- 
do saber  la  orijen  e  el  prinzipio  de  las  cosas 
naturales ,  procuraron  de  saberlo  con  sus 
injenios  e  discursos.  Donde  acaesze  aquello 
que  dize  san  Pablo  ,  que  desvaneszieron  en 
sus  pensamientos  ,  e  adoraron  las  criaturas, 
e  cayeron  en  otros  absurdos  ,  et  brutos  in- 
convenientes. También  dize  el  espíritu  san- 
to ,  que  muchos  hombres  deseando  saber 
las  cosas  que  perteneszen  a  la  Relijión  Cris- 
tiana ,  e  procurándolo  con  la  lumbre  natu- 
ral ,  han  hecho  tan  estraños  conzeptos  de 
Dios  e  de  Cristo  ,  del  estado  cristiano /e  del 
vivir  cristiano  ,  que  se  puede  dezir  con  ver- 
dad ,  que  de  Cristo  no  tienen  otra  cosa  que 
el  nombre  ,  partezipando  de  una  parte  del 
inconveniente  de  los  Hebreos  ,  en  cuanto 
leen  la  santa  Escritura  ,  e  deseando  "enten- 
derla ,  e  procurándolo  no  con  lumbre  spiri- 
tual  con  la  cual  fué  escrita  ,  sino  con  lum- 
bre natural ,  no  la  entienden  :  e  partizipan- 
do  de  la  otra  parte  del  inconveniente  de  los 
jentiles  ,  en  cuanto  deseando  saber  aquello 
que  supieron  los  jentiles  ,  leen  aquello  queí 


295 
escribieron  los  jentiles  ,  e  sienten,  como  sin- 
tieron los  jentiles  ,  e  forman  ánimos  jenti- 
les. Habiendo  probado  su  sentenzia  el  spíri- 
lo  santo  contra  el  deseo  de  saber  que  tienen 
los  hombres,  dize  después,  que  la  virtud 
que  se  adquiere  deseando  saber ,  e  sabiendo 
aquello  que  se  puede  saber  con  la  lumbre  na- 
tural, es  mas  presto  vit¡o,que  virtud,  sien- 
do así  que  haze  a  los  hombres  presuntuosos 
e  insolentes  ,  e  por  el  consiguiente  impíos 
e  incrédulos.  Que  esto  sea  verdad,  consta 
por  aquello  ,  que  los  hombres  que  siguen 
el  proprio  *  lumbre  natural  ,  cuanto  son 
mas  viziosos  según  el  mundo  ,  tanto  menos 
confían  en  Dios  ,  e  lanto  menos ,  creen  en 
Cristo:  e  por  tanto  son  mas  impíos  e  mas  '^^ 
incrédulos  ,  de  manera  que  está  bien  dezír, 
que  el  deseo  de  saber  es  granimperfizión  en 
el  hombre.  En  este  discurso  aprendo  dos 
cosas  :  la'una  ,  que  la  prudentía  humana  no 
tiene  ninguna  juridizión  en  juzgar  de  la  pcr- 
íizión  del  hombre  :  La  otra, que  a  todo  hom- 
bre el  cual  siendo  llamado  de  Dios  a  la  gra- 
tia  del  Evanjelio  responde  ,  pertenesze  mor- 

*     Así  el  MS. 


294 

tificár  e  matar  en  sí  el  deseo  de  saber  de 
cualquier  manera  ,  que  ello  sea  por  no  caer 
en  el  inconveniente  de  los  falsos  cristianos, 
e  de  los  jentiles  ,  e  de  los  Hebreos  ,  ni  en 
aquello  que  cayeron  nuestros  primeros  pa- 
dres :  e  para  venir  a  la  perfizión  que  vino  s. 
Pablo  ,  no  procurando  ni  deseando  de  saber 
otra  cosa  que  Cristo  ,  i  este  cruzificado :  la 
cual  sabiduría  debemos  desear  et  procurar, 
mas  con  oration  a  Dios  ,  nos  los  cuales  ha- 
biendo azeptado  la  gratia  del  evanjelio  so- 
mos verdaderos  cristianos  incorporados  en 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor, 

Que  el  hombre  debe  siempre  reconoszerse 
incrédulo  e  defectuoso  en  la  fee  ,  e  que  tanta 
fee  hai  en  el  hombre  cuanto  hai  de  conoszi- 
rniento  de  Dios  e  de  Cristo.  Conideralion 
LXIX. 

^  Cuando  considero  la  grandísima  efica- 
zia  que  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  atribuye  a 
la  fee  ,  diziendo  ,  que  con  ella  por  pequeña 
que  sea  podemos  transferir  los  montes  de 
un  lugar  a  otro  :  tornando  sobre  de  mí  e 


295 
no  hallándome  con  esta  fee  tan  eficaz  ,  co- 
nosco  cuan  débil   e  flaca  *  es  mi  fee :  e  en- 
lónzes  vuelvo  mi  ánimo  a  Dios  dizlendo  con 
los  Apóstoles  ,  Domine  auge  michi  **  fidem, 
E  diziendo  con  el  Padre  del  lunático  Domine, 
adjuva  incredulitatem  meam.    E  entendiendo 
que  la  fee  me  ha  de  venir  por  don  de  Dios  , 
e  teniendo  por  zierto  que  terne  tanta  de  fee, 
cuanto  terne  de  conosziraiento  de  Dios  e  de 
Cristo  :  siendo  así  que  los  hombres  por  mu- 
cha buena  relazión  que  tengan  de  otros  hom" 
bres  ,  tanto  se  fian  dellos',  cuanto  los  co- 
nos ^^'zen  me  vuelvo  a  rogar  a  Dios  ,  que  se 
me  deje  conoszer,  e  que  se  me  deje  ver,  e 
que  me  deje  conoszer  e  veer  a  Cristo  ,  como 
se  puede  en  la  presente   vida  :  para  que  yo 
confie,  e  así  mi  fee  sea  fuerte  e  eficaz.  Don- 
de considero  la  astutia  del  enemigo  de  la  hu- 
mana jeneration  ,  e  enemizísimo  de  Cristo  , 
en  cuanto   entendiendo  él ,  que    el  intento 
con  el  cual  Cristo  exajeró  tanto  la  eficazia 
de  la  fee  ,  haze  que  los  hombres  ,  por  mu- 
cho que   creyesen  ,  e  por  mucho  que  con- 

En  el  MS.  pareze  dezir  fiasca 
**    Así  ,  en  vez  de  ,  mihi. 


296 

fiasen  ,  siempre  se  juzgasen  incrédulos  e  de- 
fectuosos en  la  fee  ,  ha  hecho  que  entre  los 
hombres  que  aprueban  el  evanjelio  de  Cris- 
to ,  sea  cosa  honrrosa  el  creer ,  e  cosa  vi- 
tuperosa el  no  creer  o  dubdar :  para  que 
persuadiéndose  ellos  por  su  honrra  que 
creen,  no  vengan  a  conoszerse  incrédulos  e 
defectuosos  en  la  fee :  e  así  no  vengan  jamás 
a  adquerir  aquello  que  Cristo  pretende  que 
adquieran  ,  que  es  el  conoszimiento  de  Dios  e 
de  Cristo  ,  e  por  el  conoszimiento  la  fee  ,  e 
por  la  fee  ,  la  justificazion  ,  e  por  la  justifica- 
zión  la  glorificalión  e  vida  eterna.  E  es  ver- 
daderamente grande  en  todas  las  cosas  la  ze- 
guedád  ,  e  la  ignoranzia  de  los  hombres ,  que 
veen  solamente  con  los  ojos  de  la  prudentia 
humana:  e  grandíssima  en  esto  ,que  no  ad- 
mitiendo en  las  cosas  humanas  un  testimonio 
que  testifique  solamente  de  oidas  ,  si  no  ha- 
bla de  zierta  szienzia  ,  o  de  propria  experien- 
zia ,  se  persuade  por  sí  e  por  los  otros  ,  que 
en  las  cosas  divinas  les  baste  testificar  de  oí- 
dos no  teniendo  zierta  szienzia  ,ni  propria  ex- 
perienzia  ,  antes  no  pretendiendo  lo  uiio , 
ni  procurando  lo  otro :  e  lo  que  peor  es  ,  re- 


^97 
prehendiendo  a  aquellos  que  pretenden  la 
zierta  szienzia  ,  e  "procuran  la  expirenzia  , 
no  contentándose  de  testificar  de  oida  por 
relazion  de  otros.  E  en  las  cosas  divinas  en- 
tiendo que  tienen  zierta  szientia  aquellos  , 
que  conoszen  a  Dios  e*a  Cristo  por  revela- 
tion  e  inspirazión ,  de  las  cuales  cosas  sola- 
mente pueden  dar  testimonio  ^^^  aquellos  que 
lo  tienen  ,  e  su  testimonio  es  verdadero. 
Los  otros  si  bien  dan  testimonio  de  *  si  por 
oídas  ,  su  testimonio  no  es  verdadero,  por 
que  no  sienten  como  hablan.  E  en  las  mes- 
mas  cosas  de  Dios  entiendo  que  tienen  expi- 
renzia aquellos  que  hallan  e  sienten  en  si 
mismos  los  efectos  que  haze  en  ellos  el  co- 
noszimiento  de  Cristo  que  los  haze  justos  e 
por  el  consiguiente  los  afectos  déla  piedad 
i  los  afectos  de  la  justificazión.  Todos  los 
otros  hombres  cuando  dan  testimonio  destas 
cosas  ,  no  teniendo  la  expirenzia  de  ellas  , 
su  testimonio  no  es  verdadero  porque  no 
sienten  como  hablan.  De  todo  esto  vengo  a 
colejír  que  el  hombre  se  debe  juzgar  incré- 

*    Traduczión  literal.  El  ital.  dize  »di  se^'  Pero 
d.  d*  <  di  esse*. 


298 

dulo  i  defectuoso  en  la  fee  ,  mientras  no 
tiene  tanta  fee  que  baste  con  ella  a  mover 
los  montes  de  lugar  a  lugar.  E  que  juzgán- 
dose tul  debe  [de]  mandar  a  Dios,  que  le 
d^  fee  ,  no  contentándose  de  testificar  en  las 
cosas  devinas  por  oídas  e  porrelation  ,  sino 
por  zierta  szienzia  e  propria  expirentia.  Ade- 
más desto  vengo  a  colejir ,  que  babiendo 
con  efecto  tanta  de  fee  en  el  bombre,  cuan- 
to bai  de  conoszimiento  de  Dios  e  de  Cristo  , 
e  que  por  la  fee  adquiere  el  hombre  la  jus- 
tificazión  e  por  la  justificazión  adquiere  la 
glorificazión  e  la  vida  eterna  ,  e  que  pudien- 
do  dar  Dios  en  un  instante  al  hombre  tan- 
to conoszimiento  de  sí  e  de^Crísto,  dejándo- 
se conoszer  e  mostrándo/e  *  a  Cristo  cuanto 
basta  para  creer ,  no  debemos  desconfiar  de 
la  salvazión  del  bombre  mientras  está  el 
ánima  en  el  cuerpo,  sperando  siempre  que 
Dios  haga  con  él  aquello  que  puede  e  aque- 
llo que  suele,  dejándose  conoszer,  e  mos- 
trándole a  Cristo  a  fin  **  que  conoszíendo 
crea  e  ame  e  creyendo  goze  de  la  justiñca- 

*     E\  ^[^.:  mostrándole. 
**    El  MS.  a  fine. 


^99 

zion  cristiana.  E  gozando  de  la  justificazion 
cristiana  vaya  a  vivir  e  regnar  con  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

^^^  En  qué  consisten  aquellos  tres  dones  de 
Dios,  fee  ,  esperanza  e  charidád  :  e  en  que 
consiste  su  eniinentia  entre  los  oíros  dones ,  e 
la  emÍ7ientia  de  la  charidád  entre  los  tres 
dones.  Consideratíon  LXX. 

f  Considerando  que  el  Apóstol  pone  por 
mas  alto[s]  e  exzelente[s]  entre  los  dones  de 
Dios  ,  la  fee  ,  la  esperanza  e  la  caridad  , 
muchas  vezes  me  lie  puesto  a  examinar  en 
que  consiste  esta  eminentia  :  e  no  habiendo 
podido  entender  bien  en  qué  consisten  ,  no 
me  paresze  de  haber  podido  entender  en  que 
consista  su  eminentia  entre  los  otros.  Agora 
comenzando  a  mi  pareszér  a  entender  en 
que  "consisten ,  comienzo  también  a  sentir 
en  que  consiste  su  eminentia.  La  fee  en- 
tiendo que  consiste  en  esto ,  que  el  hombre 
crea  e  tenga  por  zierto  todo  aquello  que  se 
contiene  en  la  santa  Escritura  ,  confiando 
en  las  promesas  divinas  ,  que  se  contienen 


500 

en  ella  ,  como  si  a  él  propria  e  prinzipal- 
mente  fuesen  hechas.  De  aquellas  dos  par- 
tes de  la  fee  ,  que  son ,  el  creer  i  el  confiar, 
entiendo ,  que  de  la  una  es  capaz  en  algu- 
na manera  el  ánimo  humano  :  Quiero  dezir, 
que  el  hombre  es  bastante  ,  a  reduzirse  a 
creer  o  a  persuadirse  que  cree.  E  de  lo  otro 
entiendo  que  es  incapaz  :  quiero  dézir  ,  que 
no  basta  por  sí  solo  a  reduzirse  a  confiar 
ni  a  persuadirse  que  confía  ,  de  manera, que 
aquél  ,  que  cree  e  no  confía  ,  muestra  que 
su  creer  es  industria  e  injenio  humano  ,  e 
no  inspiration  divina  ;  e  aquél  que  creyendo 
confía  ,  muestra  que  su  creer  es  inspiralion 
erevelation.  De  donde  entiendo  ,  que  el  con- 
fiar es  buen  contrasegno  en  el  hombre  pa- 
ra zertificarse  ,  que  él  cree  por  inspiralion 
e  revelalión.  La  esperanza  entiendo  que 
consiste  en  la  patientia  e  en  el  sofrimiento 
con  el  cual  el  hombre  que  cree  e  confia  es- 
pera el  complimiento  de  las  promesas  de 
Dios  ,  sin  ponerse  en  la  servitud  del  De- 
monio con  impiedad  ,  ni  en  aquella  del 
mundo  con  *^''  vanidad,  ni  en  aquella  de  su 
propria  carne  con  vitio :  como  un  capitán  , 


301 
el  cual  teniendo  promesa  del  emperador  , 
que  venido  en  Italia  se  servirá  del  :  bien 
que  tarde  el  emperador  ,  e  bien  que  sea  so- 
lizitado  de  muchos  prínzipes  que  se  querrian 
servir  del  ,  no  quiere  azeplár  partido  nin- 
guno ,  esperando  la  venida  del  Emperador: 
temiendo  ,  que  si  viene  e  lo  halla  sirviendo 
a  otro  no  lo  querrá  azeptár  en  su  servitio. 
Esta  esperanza  prosnpone  la  fee  :  quiero  de- 
zir ,  que  para  esperar  es  neszesario  que  ha- 
ya fee  en  aquel  que  espera  ,  con  la  cual  dé 
crédito  a  aquello  que  le  es  dicho  ,  e  confíe 
en  aquello  que  le  es  prometido  :  porque  de 
otra  manera  no  se  podría  mantener  en  el 
esperar.  E  que  la  esperanza  consista  pro- 
priamente  en  esto  lo  entiendo  por  algunas  pa- 
labras *  que  leemos  en  los  Evanjelios  ,  co- 
mo es  aquella  de  las  diez  vírjines  que  es- 
peraban el  esposo  :  e  aquella  de  los  hom- 
bres que  esperan  a  su  Señor  cuando  torne. 
La  charidád  entiendo  que  consiste  en  el 
amor  e  en  la  afizion  ,  la  cual  el  hombre  que 
cree  ,  confía  e  espera  ,  tiene  a  Dios  e  a  Cris- 

*     Así  el  MS.  traduziendo  literalmente  la  errata 
ilal.  parole  ,  por  parábale. 


502 

to  ,  e  semejantemente  a  las  cosas  de  Dios  e 
de  Cristo  ,  estando  propriamente  afizionado 
e  enamorado  del  creer,  del  confiar  ,  e  del 
esperar  ,  de  manera  ,  que  porque  aquel  que 
tiene  estos  tres  dones  de  Dios  ,  está  unido 
con  Dios  ,  creyendo,  sperando  e  amando,  con 
mucha  razón  son  estos  tres  dones  los  mas 
altos  e  los  mas  exzelentes  entre  todos  los 
otros.  Habiendo  entendido  en  que  consisten 
estos  tres  dones  de  Dios,  e  en^que  consiste  su 
eminentia,e  deseando  entender  por  cual  cau- 
sa el  mesmo  Apóstol  pone  la  caridad  por 
mas  eminente  entre  la  fee  e  la  esperanza  , 
pienso  e  tengo  por  zierto  ,  que  la  eminentia 
consiste  en  esto  ,  que  aquel  que  cree  e  con- 
fía ,  no  está  jamás  saldo  en  la  fee  si  no  halla 
gusto  e  sabor  en  el  creer  e  el  conliár  :  ni 
estará  saldo  en  el  esperar  aquel  que  espera  , 
si  no  hulla  gusto  e  sabor  en  el  esperar.  Sien- 
do pues  la  caridad  aquella  que  dá  el  gusto 
eel  sabor,  con  la  cual  es, sustentada  la  fee  e 
la  speranza  se  sigue  bien  que  la  caridad  es- 
tá ^^^  mas  eminente  entre  la  fee  e  la  espe- 
ranza ,  en  cuanto  ella  mantiene  e  sustenta 
las  otras  ,  e  ella  por  sí  sola  se  mantiene  e 


305 

sustenta  :  e  en  cnanto  la  fee  faltará  cnando 
no  haya  que  creer ,  ni  en  qué  confiar,  e  la 
esperanza  fallará  ,  cuando  siendo  tornado 
Cristo ,  e  siendo  hecha  la  resurection  de  los 
justos  non  habrá  mas  que  esperar  :  empe- 
ro la  caridad  no  faltará  jamás  ,  por  que  ha- 
brá siempre  qué  amar  e  habrá  siempre 
qué  gustar  :  por  que  en  la  vida  eterna  a- 
maremos  a  Dios  e  a  Cristo  ,  e  hallaremos 
gusto  e  sabor  en  la  contení plazion  de  Dios 
e  de  Cristo  ,  nos  otros  que  en  la  presen- 
te vida  habernos  vivido  con  fee ,  esperanza , 
e  charidád  ,  incorporados  en  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

Sobre  la  sanclisima  oratión  del  Padre  nues- 
tro. Consideralion  LXXI. 

^  En  la  santísima  oratión  del  Padre 
nuestro  ,  considero  todo  esto  primeramente, 
que  llamando  a  Dios  padre  ,  me  conviene 
reduzirme  a  esperar  de  Dios  todo  aquello  , 
que  un  obediente  hijo  puede  esperar  de  un 
bonísimo  e  amoroso  padre  :  e  si  bien  soi  hi- 
jo desobediente ,  no  importa  ,  porque  Dios 


504 

no  me  considera  por  aquello  que  yo  soi  por 
mí  sino  por  aquello  que  yo  soi  por  Crislo, 
del  cual  yo  soi  miembro  ,  e  el  cual  fué  obe- 
dientísimo  hijo  :  por  la  cual  filiation  ,  llamo 
yo  a  Dios  padre.  Si  yo  le  llamase  Padre  por 
la  jeneration  jenerál ,  importaría  el  ser  mió: 
empero  llamándole  así  por  la  particular  re- 
jeneration,  no  ya  iaiporta  el  ser  mió  ,  para 
hazerme  obediente,  o  desobediente  ,  mas 
como  he  dicho  ,  el  ser  de  Cristo  que  fué  o- 
bedientísimo.  E  allende  desto  intendo  ,  que 
conviene  que  me  reduzga  a  ser  con  Dios 
tal  ,  cual  es  un  bueno  e  obediente  hijo  con 
su  padre.  Segundariamente  considero  ,  que 
diziendo  iVosíer,  presupongo  que  tengo  por 
hermanos  todos  aquellos  ,  los  cuales  por  la 
rejeneration  tienen  a  Dios  por  padre,  e  que 
yo  me  debo  gobernar  con  ellos  como  con  her- 
manos. Terzio  considero  ,  que  por  que  Dios 
está  donde  es  ^^^  conoszido  ,  acostumbra  la 
santa  Escritura  dezir  ,  que  Dios  está  en  el 
zielo  :  porque  aquí  es  conoszido.  Dios  está 
en  todas  sus  criaturas  :  empero  no  se  dize 
que  está  sino  en  aquellas  ,  que  le  conoszen  , 
e  donde  el  se  deja  conoszér.    Cuarto  consi- 


505 

dero ,  que  el  proprio  deseo  del  pío  cristia- 
no,  es  ,  que  el  nombre  de  Dios  sea  santi- 
ficado :  quiero  dezir ,  que  Dios  sea  estima- 
do e  juzgado  de  todos  por  santo  e  por  bue- 
no *  en  todas  sus  obras ,  como  lo  es  en  la 
verdad.  La  prudentia  humana  no  hallando 
santidad  ni  justizia  en  muchas  de  aquellas 
cosas  que  entrevienen  a  los  hombres  en  esta 
vida  ,  huyendo  del  inconveniente  de  atri- 
buir a  Dios  ínjuslizia  ,  cae  en  otro  incon- 
veniente ,  privando  a  Dios  de  su  particular 
providenzia  en  todas  las  cosas  ,  e  el  espirito 
santo  ,  conosziendo  en  todas  las  cosas  san- 
tidad e  justizia  ,  de  la  parte  de  Dios  ,  no 
dubda  de  atribuir  a  Dios  todas  ,  deseando 
que  los  hombres  cativando  el  juizio  de  su 
prudenzia  humana  santifiquen  el  nombre  de 
Dios  ,  confesando  e  sintiendo  ,  que  Dios  ha- 
ze  todas  las  cosas,  eque  en  todas  hai  san- 
tidad e  justizia.  Hai  algunos  hombres  ,  que 
santifican  a  Dios  en  las  cosas  que  ellos  juz- 
gan por  buenas  tirándose  atrás  en  las  cosas 
que  juzgan  ser  malas.  E  hai  otros  hombres 
que  santifican  a  Dios  jeneralmente  en  todas 

*    Así  el  MS.  en  lugar  dejwí/o. 

20 


306 

las  cosas  ,  empero  con  la  boca  e  no  con  el  co- 
razón. E  el  deseo  del  pió  Cristiano ,  es  ,  qne 
sea  Diis  santificado  en  todas  las  cosas  ,  e 
que  la  santificazión  salga  del  corazón  :  por 
que  en  este  modo  quiere  Dios  ser  santifica- 
do. Quinto  considero  ,  que  el  proprio  e  con- 
tinuo jémito  del  pío  cristiano  consiste  en  el 
desear  ,  que  luego  luego  ,  o  presto  presto  , 
venga  el  Reino  de  Dios  ,  cuando  hecha  la 
resureczion  de  los  justos  consignará  Cristo 
el  reino  a  su  eterno  Padre:  porque  aquello 
será  propriamente  el  reino  de  Dios,  en  cuan- 
to los  justos  serán  gobernados  inmediata- 
mente de  Dios  ,  viendo  ellos  a  Dios  faciem 
ad  faciein,  Beina  la  presente  vida  Dios  en  los 
justos,  empero  por  Cristo  ,  así  como  da  luz, 
empero  '^'^  por  el  sol  :  e  reinará  Dios  en  la 
vida  eterna  por  sí  mismo  ,  así  como  por  sí 
mismo  dará  luz.  Sexto  considero  ,  que  los 
píos  cristianos  huyendo  de  la  voluntad  de 
Dios  ,  que  es  con  ira  ,  e  de  aquella  que  es 
mediata  por  esto  que  llamamos  causa  se- 
gunda ,  demandan  que  sea  esecutada  aquí 
en  tierra  aquella  voluntad  de  Dios  ,  que  es 
esecutada  en  el  zielo ,  entendiendo  aquella 


507 

que  es  [con]  misericordia  ,  e  con  amor  ,  e 
aquella  que  es  imediata  por  el  mesmo  Dios. 
Séptimo  considero  ,  que  sintiendo  los  píos 
cristiaDOs  ,  que  de  la  maldilion  por  el  peca- 
do del  primer  hombre  resulla  que  coman  el 
pan  con  dolor  ,  e  con  solizitúd  ,  demandan  a 
Dios  que  librándoles  de  solizitúd  e  del  dolor, 
les  provea  de  la  ordinaria  provisión  ,  o  de 
la  ordinaria  sustentazión ,  de;  manera  que 
sin  dolor  ,  e  sin  solizitúd  ,  sean  proveídos  e 
sustentados  según  sus  neszesidades  ,  reco- 
nosziendo  su  sustentazión  solamente  de  la 
liberalidad  de  Dios  ,  et  comenzando  en  esto 
a  sentir  el  remedio  del  pecado  del  primer 
hombre  ,  sintiendo  juntamente  el  benefizio 
de  Cristo,  Octavo  considero  ,  que  los  píos 
cristianos  no  porque  dub[den]  del  perdón 
jenerál  que  han  rezebido  por  la  justizia  de 
Dios  esecutada  en  Cristo  ,  porque  desto  es- 
tán ziertísimos  ,  sino  porque  gozan  de  acor- 
darse que  son  deudores  :  La  cual  memoria 
causa  en  ellos  humildad  en  el  conspecto  de 
Dios  ,  demandan  siempre  a  Dios  que  les  per- 
done aquellas  cosas ,  por  las  cuales  con  jus- 
tizia los  podría  castigar  :  et  entiendo  que  le 


508 

alegan  el  perdón  que  ellos  han  hecho  a  aque- 
llos que  les  eran  deudores,  mas  presto  por 
obligarse  a  perdonar  ,  que  por  obligar  a 
Dios  que  por  tal  cosa  les  perdone  a  ellos. 
Esto  entiendo  así  por  aquello  ,  que  Jesu 
Cristo  añade  en  el  Evanjelio  ,  diziendo  ,  si 
perdonades  vos  será  perdonado.  Nono  con- 
sidero ,  que  conosziendo  los  pios  cristianos 
su  flaqueza  temen  la  tentazion  ,  en  cuanto 
ella  les  puede  quitar,  o  apartar  del  decoro 
cristiano,  e  conosziendo  juntamente  la  nes- 
zésidad  que  tienen  de  ser  mortificados  con 
las  tentaziones  demandan  a  ^'^^  Dios, no  que 
no  les  tiente,  sino  que  las  tentaziones  sean 
de  calidad,  que  no  les  hagan  perder  el  de- 
coro cristiano.  DéziiTiO  considero  ,  que  te- 
niendo los  píos  cristianos  entendido ,  que  son 
muchos  los  males  que  combaten  al  justo  , 
temen  de  no  ser  opremidos  déllos ,  e  conos- 
ziendo la  flaqueza  de  sus  fuerzas ,  para  po- 
derles hazer  resistenzia  ,  recorren  a  Dios  , 
demandándole  que  les  libre  de  todos.  En  es- 
tos deseos  e  en  estas  demandas  entiendo  que 
están  e  perseveran  las  personas  pías  ,-no  so- 
lamente por   la   doctrina  exterior  de   Jesu 


309 
Crislo  nuestro  Señor ,  que  hallan  escrita  en 
su  historia,  empero  aun  por  la  doctrina  in- 
terior del  espíritu  santo,  el  cual  pone  en 
sus  ánimos  estos  deseos  ,  e  les  mueve  a  de- 
mandar estas  cosas:  e  aquellos  que  con  la 
doctrina  esteriór  de  Cristo  no  tienen  la  inte- 
rior del  spíritu  sancto,  orando  enseñados  c  no 
inspirados  ,  no  oran  como  verdaderos  e  vi- 
vos miemhros  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Que  pretendiendo  el  hombre  adquerir  la 
parte  de  la  imajen  de  Dios  ,  que  no  le  per- 
teneszin  ,  perdió  la  parte  que  le  perleneszia. 
Consideralion  LXXIL 

•  En  la  creazion  del  homhre  leo  ,  que 
el  fue  criado  a  la  imajen  e  similitud  de  Dios. 
E  poco  mas  adelante  leo  ,  que  pretendiendo 
de  adquerir  la  imajen  de  Dios,  fue  desobe- 
diente a  Dios  ,  o  fue  echado  del  paraiso  te- 
rrestre. De  donde  entendiendo  que  fué  di- 
ferente la  imajen  e  similitud  de  Dios  ,  con 
la  cual  fué  criado  el  homhre  ,  de  aquella 
que  en  su  depravatión  pretendió  el  hombre, 
soi  venido  a  considerar  ,  que  la  imajen  de 


510 

Dios  con  la  cual  fué  criado  el  hombre  es  a- 
quella  que  le  perleneszia  como  a  hombre  , 
aquella  que  podía  estar  i  caber  en  él :  e  que 
la  iniajen  de  Dios  que  pretendió  el  hombre 
es  aquella  que  no  le  perteneszia  siendo  hom- 
bre ,  aquella  que  es  propria  de  Dios  no  sien- 
do comunicable  a  las  *^^  creaturas.    E  bien 
que  de  las  palabras  que  contienen  la  crea- 
zión  del   hombre  solamente  se   colije  ,  que 
la  imajen  de  Dios  con  la  cual  él  fue  criado, 
consisiia  en  la  superioridad  que  tenía  sobre 
todas  las  otras  criaturas  ,  todavía  por  aque- 
llo ,  que  me  paresze  ,  que  sintió  san  Pablo , 
e  aquello  que   veo  cumplido  en  Cristo  ,  e 
siento  e  veo  comenzado  en  aquellos  que  son 
miembros  de  Cristo  ,  entiendo  que  allende 
de  la  superioridad  que  nota  ja  Escritura  , 
era  el  hombre  semejante  a  Dios  cuanto  al 
ánimo,  en  la  piedad  e  justizia  e  santidad;  e 
cuanto  al  cuerpo  ,en  la  impasibilidad  et  in- 
mortalidad. En  esto  me  zerlifico  ,  acordán- 
dome que  por  Cristo  recobramos  aquello  , 
que  por  Adam  perdemos  *.    La  piedad  ,  la 

Así  el  MS,  .  i  luego.   Pero  el  italiano  ,  per- 
demmo  :  perdimos. 


311 

juslizia  e  santidad  perdemos  por  Adám  e  per- 
demos la  impasibilidad  e  la  inmortalidad  de 
los  cuerpos ,  e  por  Cristo  recobramos  en  esta 
vida  la  piedad  ,  la  jiistizia  e  la  santidad  en  los 
ánimos  ,  e  cobraremos  en  la  vida  eterna  la 
impasibilidad  e  la  inmortalidad  de  los  cuer- 
pos :  e  porque  veo  a  Cristo  resuszitado  ya  im- 
pasible e  inmortal,  be  dicho  que  veo  en  El 
cumplida  e  perfecta  la  imujen  de  Dios  que 
perdió  el  hombre:  e  porque  siento  que  a- 
quellos  que  son  miembros  de  Cristo  ,  reje- 
nerados  del  espíritu  sancto  ,  tienen  piedad 
e  justizia  e  sanctidád  ,  he  dicho  ,  que  en 
ellos  veo  comenzada  a  repararse  la  imajen 
de  Dios  que  perdió  el  primer  hombre.  Déla 
imajen  de  Dios  que  pretendió  el  hombre  , 
bien  (|ue  de  la  santa  Escritura  no  puedo  re- 
colejir  ,  que  ella  consistiese  sino  en  la  szien- 
zia  del  bien  e  del  mal ,  todavía  por  ;iquelIo 
que  considero  en  cada  uno  de  los  hombres 
que  no  han  conseguido  la  rejeneration  cris- 
tiana ,  e  propriamente  por  aquello  que  tam- 
bién aquellos  que  la  tienen  conseguida,  sien- 
ten en  sí  mismos  e  conoszen  de  sí  mismos  , 
entiendo  que  allende  a  la  szientia  del  bien 


512 

e  del  mal  que  nota  la  santa  Escritura,  pre- 
tendió el  hombre  la  imajeu  do  Dios  que  con- 
siste en  el  proprio  ser  de  Dios ;  *''^  el  cual 
por  si  es  ,  e  da  ser  e  vida  a  toda  cosa  que  es 
e  vive  ,  e  por  eso  ama  a  sí  mismo  ,  e  ama 
por  sí  todas  las  cosas  ,  e  quiere  ser  amado 
por  sí  mismo  ,  e  sobre  todas  las  cosas  ,  e 
tiene  ^majestad  ,  gloria  ,  e  omnipotenzia. 
Esto  lo  pienso  así  eníe/idiendo  ,  que  vivien- 
do toda  vía  en  el  hombre  aquella  maldita 
persuasión ,  del  enemigo  de  la  humana  je- 
neratión  vive  toda  via  temeraria  pretensión 
de  adquerír  la  imajen  de  Dios ,  la  cual  sola- 
mente pertenesze  a  Dios  ,  no  siendo  comu- 
nicable con  las  criaturas  donde  entiendo 
que  prozede  ,  que  el  hombre  no  quiere  de- 
pender de  otro  que  de  sí  mismo  :  a  la  cual 
cosa  atiende  cuanto  le  es  posible  ,  e  que 
ama  a  sí  mismo,  e  ama  por  sí  todas  las  co- 
sas ,  e  pretende  en  todo  su  propria  gloria  , 
e  quiere  poner  en  eseculión  todo  aquello 
que  le  viene  al  apetito.  E  de  la  misma  fuen- 
te entiendo  que  prozeden  en  el  hombre  las 
otras  cosas  que  son  anexas  a  estas  :  como 
son  la  propria  estimazion ,  el  ambizión  ,  la 


315 

vana  gloria  ,1a  ira  ,  la  envidia.  E  entiendo  , 
que  en  los  hombres,  que  por  Cristo  han  con- 
seguido la  rejeneration  cristiana  ,  en  tanto 
se  les  va  quitando  el  pretender  la  imajen  de 
Dios  ,  que  no  les  pertenesze,  en  cuanto  ellos 
van  recobrando  aquella  que  les  pertenesze, 
de  manera  ,  que  como  en  ellos  va  creszien- 
do  la  piedad  ,  la  justizia  ,  e  la  santidad,  así 
va  descreziendo  el  amor  proprio ,  la  ambi- 
tión,  la  propria  estimation,  el  arrogantia  , 
e  la  propria  temeridad :  haziendo  este  sin- 
gularísimo efecto  en  ellos  la  encorporazión 
con  la  cual  están  encorporados  en  Cristo,  de 
la  cual  les  viene  el  ser  hijos  humildes  e  o- 
bedientes  ,  no  presuntuosos  ,  ni  desobedien- 
tes ,  como  fué  el  primer  hombre.  Para  en- 
tender mejor,  me  pongo  a  considerar  entre 
Dios  e  el  hombre ,  el  demonio  e  Cristo  ,  lo 
mesmo  que  entre  un  padre  ,  un  hijo  pre- 
suntuoso ,  un  mal  esclavo ,  e  un  hijo  obe- 
diente. E  entiendo  que  hizo  Dios  con  el 
hombre ,  dándole  su  ¡majen  e  similitud  ^^* 
aquello  que  haze  un  padre  con  su  hijo  , 
dándole  en  su  casa  una  authoridád  ,  cuanta 
conviene  al  hijo  ,  e  que  hizo  el  hombre  con 


514 

Dios,  pretendiendo  la  imajen  de  Dios, aque- 
llo que  haze  un  hijo  presuntuoso  con  su 
padre,  que  no  se  contenta  del  grado  que 
tiene  en  la  casa  del  padre  como  hijo  ,  pre- 
tende e  quiere  el  grado  que  tiene  elpadre: 
et  que  hizo  el  demonio  con  el  hombre,  per- 
suadiéndole que  fuese  desobediente  a  Dios  , 
aquello  que  haze  un  mal  esclavo  con  su  se- 
ñor, procurando  de  apartar  de  su  obedien- 
zia  al  hijo  por  darle  desplazar  e  por  echarse 
lo  a  perder  e  arruinárselo.  E  entiendo  que 
hizo  Cristo  con  Dios  contentándose  que  fue- 
se en  él  esecutada  la  justízia  de  Dios  ,  aque- 
llo que  haze  un  obediente  hijo  con  su  pa- 
dre ,  contentándose  que  su  padre  lo  casti- 
gue a  él  ,  por  aquello  que  habia  de  castigar 
al  otro  hijo  desobediente  ,  para  reduzirlo  a  su 
obedientia  ,  e  restituirle  en  su  casa  el  gra- 
do e  la  dignidad  que  le  conviene  como  a 
hijo.  De  todo  lo  dicho  tomo  dos  resoluzio- 
nes.  La  primera,  que  al  pió  ciistiano  con- 
viene desistir  de  pretender  aquella  ímajen  i 
similitud  de  Dios  que  no  le  pertenesze  ,  re- 
nunziando  todo  deseo  de  saber  ,  lodo  amor 
proprio  ,  toda  ambizión ,  toda  propria  esti- 


315 

mazióii  ,  toda  arroganzia  ,  e  toda  presuii- 
zión  ,  e  alendér  a  recobrar  enteramente  a- 
qiiella  iniajen  e  similitud  de  Dios  ,  que  le 
pertenesze ,  demandando  a  Dios  mayor  pie- 
dad ,  mayor  justizia  ,  e  mayor  santidad  ,  e 
demandándole  impasibilidad  e  inmortalidad. 
Lo  segundo  que  al  pío  cristiano  pertenesze 
conoszér  de  la  obedienlia  de  Cristo  ,  su  re- 
parazion  :  e  conoszér  de  la  desobedientia  de 
Adam  su  depravazion  ,  e  así  dejar  de  imi- 
tar a  Adám  et  ^^^  atender  de  imitar  a  Cristo  , 
qui  cum  ¿n  forma  Del  esset ,  non  rapinam  ar- 
bilratus  est  esse  se  aequalem  Deo  ,  sed  semet 
ipsiim  exinanivil  formam  serví  accipiens  :por 
la  cual  cosa  Dios  lo  exaltó  ,  e  le  dio  abso- 
luta potestad  e  superioridad  en  zielo  e  en 
tierra  :  tanto  valió  delante  de  Dios  la  obe- 
dientia  e  la  humildad  de  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 


516 

Que  la  unión  entre  Dios  e  el  hombre  se  ha- 
za por  amor  :  que  el  amor  nasze  del  conos- 
zimienlo  :  e  que  cosa  es  cognitión  ,  amor ,  e 
unión.  Consideralion  LXXIII, 

•  En  tanto  entiendo  que  el  hombre  está 
unido  con  Dios,  en  cuanto  el  hombre  ama  a 
Dios ,  si  el  amor  es  grande  ,  la  unión  es 
grande :  e  si  el  amor  es  poco  ,  la  unión  es 
poca.  Hai  algunos  hombres  que  aman  a  Dios 
por  relazíón  ,  mas  estos  no  están  unidos 
con  Dios,  porque  amaron  primero  a  sí  mis- 
mos que  a  Dios,  amando  a  Dios  por  si  mis- 
mos. Hai  otros  hombres  que  aman  a  Dios  , 
por  que  queriendo  Dios  ser  amado  dellos , 
se  ha  dejado  conoszer  e  veer  dellos  :  estos 
están  unidos  con  Dios  ,  por  que  aman  pri- 
mero a  Dios  ,  que  a  sí  mismos  ,  amando  se 
a  sí  mismos  por  Dios.  En  estos  entiendo  que 
es  tanta  la  unión  que  tienen  con  Dios, 'cuan- 
to el  amor  que  tienen  a  Dios  :  e  que  tanto 
es  el  amor  que  tienen  a  Dios  ,  cuanto  es  el 
conoszimiento  que  tienen  de  Dios.  Síes  en- 
tero e  perfecto  el  conoszimiento  ,  es  entero 


317 

e  perfecto  el  amor  ,  e  entera  e  perfecta  la 
unión  ,  e  por  el  contrario  :  do  manera  ,  que 
tanto  haide  perfizión  o  de  imperfizión  en  la 
unión,  cuanto  liai  de  perfizión  o  de  imperfi- 
zión en  el  amor  *  ,  e  conoszimienlo  lo  mes- 
mo  es  entre  el  amor  e  conoszimiento.  De 
donde  entiendo  ,  que  porque  el  conoszimien- 
to que  los  hombres  tienen  de  Dios  en  esta 
vida  ,  es  imperfecto  por  la  virtud  de  nuestra 
carne  :  es  también  imperfecto  el  amor  que 
tienen  a  Dios  ;  ^^^  e  imperfecta  la  unión  que 
tenemos  con  Dios.  E  entiendo  aun  que  por 
que  en  la  vida  eterna  nuestra  carne  no  será 
vil ,  empero  gloriosa  ,  será  nuestro  conos- 
zimiento perfecto  ,  será  nuestro  amor  per- 
fecto ,  será  nuestra  unión  perfecta.  Entre 
tanto  entiendo  ,  que  la  persona  pia  la  cnal 
por  liberalidad  de  Dios  comienza  a  conos- 
zér  a  Dios  ,  amar  a  Dios  ,  e  eslar  unida  con 
Dios  ,  debe  pretender  de  creszer  en  el  co- 
noszimiento, en  el  amor,  [e]  en  la  unión  , 
no  juzgándose  privada  del  conoszimiento,  ni 
del  amor  de  Dios,  ni  de  la  unión  ,  mientras 

Asi  el  MS.  ,  equivocadamente  ,  quiza  ,  por  , 
*  en  la  unión»  del  italiano. 


318 

halla  en  sí  alguna  parte  de  cognitión  ver- 
dadera ,  alguna  parte  de  amor,  alguna  par- 
le de  unión.  El  conosziniiento  verdadero  e 
eficaz  ,  como  otras  vezes  he  dicho  ,  entiendo 
que  consiste  en  ziertos  sentimientos ,  e  en 
ziertos  conoszimientos  del  proprio  ser  de 
Dios  ,  que  adquieren  las  personas  pías  ,  al- 
gunas mas  e  otras  menos  ,  algunas  con  ma- 
yor evidenzia  ,  otras  con  menor  ,  según  la 
voluntad  de  Dios  ,  que  causa  los  sentimien- 
tos e  los  conoszimientos  de  los  cuales  sola- 
mente pueden  dar  testimonio  aquellos  que 
los  han  gustado  ,  antes  solamente  ellos  en- 
íienden  este  lenguaje  ,  siendo  a  todos  los 
otros  totalmente  [iiijintelijible*  :  siendo  ve- 
ríssimo  aquello  que  dize  san  Pablo ,  que  el 
hombre  sin  el  espíritu  de  Dios ,  no  entiende 
las  cosas  ,  que  son  del  espíritu  de  Dios.  El 
amor  verdadero  e  eficaz  de  Dios  ,  entiendo 
(jue  consiste  en  una  entrañable  afítion  que 
el  hombre  tiene  a  Dios  ,  e  a  todas  las  cosas 
íjue  son  de  Dios  ,  deseando  que  El  sea  co- 
noszido  ,  amado  e  preziado  ,  en  el  mundo  , 
do  [la]  manera  que  es  justo.  Que  El  sea  co- 
*    El  MS.  tradujo  aquí  literalmente  la  errata. 


519 
noszido  ,  amado  "e  preziado  con  esta  entra- 
ñable afection  ,  entiendo  que  pretendió  Cris- 
to ,  que  sus  cristianos  dixiesen  aquella  pri- 
mera parte  del  padre  nuestro,  que  toda  per- 
tenesze  a  la  gloria  de  Dios,  Üésta  entraña- 
ble afition  ,  entiendo  que  prozede  ,  que  el 
hombre  ama  a  Dios  sobre  todas  las  cosáis , 
amando  todas  las  cosas  por  Dios  :  las  cria- 
turas en  jenerál ,  en  cuanto  son  criaturas  de 
Dios  :  todos  los  hombres  en  cuanto  son  cria- 
turas de  Dios  ,  et  en  cuanto  Dios  quiere  ^^'* 
que  el  prójimo  sea  amado  :  e  prójimo  es  to- 
do hombre  de  cualquier  sangre  ,  estado  ,  o 
condizión  que  sea  :  e  los  hombres  rejene- 
rados  del  espíritu  santo,  como  criaturas  de 
Dios  ,  como  prójimos  ,  e  prinzipalmente  en 
cuanto  en  ellos  se  conosze  e  vee  la  imájen 
e  similitud  de  Dios, de  aquella  manera,  que 
ya  otras  vezes  he  declarado.  Entre  las  cria- 
turas aquellas  ama  mas  el  homb:  e  que  ama 
a  Dios,  que  ilustran  mas  la  gloria  de  Dios  : 
e  entre  los  hombres  que  ama  como  próji- 
mos ,  aquellos  ama  mus  ,  que  vee  menos  de- 
pravados ,  e  menos  impíos  ,  e  digo  menos  , 
enteiídiendo  que  en  todos  los  hombres  no 


320 

rejenerados  por  el  espíritu  sánelo  ,  se  halla 
depravazión  e  impiedad.  Entre  los  hombres 
rejenerados  aquel  que  ama  a  Dios  por  amor 
de  Dios  ,  ama  mas  aquellos  que  vee  e  co- 
nosze  ser  mas  conformes  a  la  imajen  e  simi- 
litud de  Dios  ,  en  quien  vee  mas  propria  e 
mas  natural  esta  imajen  e  similitud  E  a  sí 
mismo  ama  el  hombre  que  ama  a  Dios  ,  co- 
mo criatura  de  Dios  ,  como  prójimo  ,  e  en 
cuanto  vee  reformada  en  sí  la  imajen  e  si- 
militud de  Dios  ,  no  procurando,  ni  que- 
riendo en  modo  alguno  ser  amado  por  sí 
mismo  ,  antes  ,  despreziando  e  abominando 
el  amor  que  los  liombres  le  tienen  ,  cuando 
no  le  aman  por  amor  de  Dios.  De  esta  ma- 
nera ,  entiendo  que  el  hombre  que  ama  a 
Dios  ,se  ama  a  sí  mismo  por  amor  de  Dios, 
e  ama  todas  las  cosas  por  amor  de  Dios,  E 
después  entiendo  ,  que  el  hombre  que  se 
ama  a  sí  mismo  sobre  todas  las  cosas,  ama 
por  respecto  de  sí  mismo  a  Dios  :  en  esto 
pretende  provecho  en  el  amor  de  Dios :  ama 
por  respecto  de  sí  mesmo  las  criaturas  ,  a- 
mando  mas  aquellas  ,  de  las  cuales  espera 
mas  utilidad  :  ama  por  respecto  de  sí  mismo 


521 

todos  los  hombres  ,  amando  mas  aquellos , 
que  le  son  mas  provechosos  e  mas  neszesa- 
rios  :  e  ama  por  respecto  de  sí  mismo  los 
hombres  que  piensa  que  tienen  conseguida 
la  rejeneralión  cristiana  *  aquellos  *^'^  de  los 
cuales  él  pretende  poder  conseguir  piedad  , 
justízia  e  santidad  :  e  risulutamente  preten- 
de 6  procura  de  ser  amado  por  sí  mismo  ,  e 
ser  amado  sobre  todas  las  cosas,  lo  cual  , 
como  otras  vezes  he  dicho  ,  es  natura/  al 
hombre  ,  en  cuanto  pretende  adquerir  la 
imajen  de  Dios  ,  que  no  le  conviene.  E  aquí 
entiendo  ,  que  el  hombre  que  se  reduze  a 
no  querer  ser  amado  sino  por  amor  de  Dios, 
sintiendo  molestia  en  el  amor  que  le  tienen 
por  sí  mismo  ,  se  puede  juzgar  de  haber  he- 
cho gran  pro[ve]cho  en  el  conoszimiento  de 
Dios ,  en  el  amor  de  Dios  ,  e  en  la  unión  de 
Dios.  De  esta  suerte  e  calidad  entiendo  que 
es  el  amor  que  tienen  los  hombres  unidos 
con  Dios  ,  el  cual  entiendo  que  estcá  en  par- 
le en  el  hombre  en  la  presente  vida  ,  e  que 
estará  entero  en  la  vida  eterna:  e  aquél  que 

*     Asi  el  MS.  oniilido  ,  por  descuido  ,  amando 
mas. 

21 


522 

sentirá  algún  tanto  desta  parte  ,  terna  bien 
causa  de  vivir  alegre  e  contento  ,  teniendo 
atjuella  parte  (^onio  por  cabeza  e  funda- 
mento de  su  argumento  ,  *  e  de  su  perfizión 
en  la  vida  eterna.  La  unión  verdadera  et  efi- 
caz entre  el  bombre  e  Dios  ,  consiste  en  a- 
quello  que  dize  san  Juan  ,  que  aquel  que 
ama  a  Dios  ,  queda  ,  o  mora  ,  en  Dios  .  e 
Dios  mora  en  él.  La  babitazión  de  Dios  en  el 
hombre  se  puede  bien  sentir  ,  como  en  la 
verdad  ella  se  siente:  empero  a  aquellos  que 
no  la  sienten  ,  no  se  puede  dar  a  entender. 
Lo  mesmo  casi  se  puede  dezir  de  la  babita- 
zión  del  hombre  en  Dios  :  e  digo  casi ,  porque 
paresze  que  se  puede  dar  a  entender,  dizien- 
do,  que  aquél  que  amando  a  Dios  está  unido 
con  Dios,  mora  en  Dios  ,  recuérdase  siempre 
de  Dios  ,  así  como  aquél  que  amando  una 
criatura,  está  unido  con  ella,  mora  en  ella, 
acordándose  siempre  délla  :  es  bien  verdad 
que  ni  tampoco  con  esto,  s' entiende  el  mo- 
rar del  hombre  en  Dios.  Por  esta  unión  entien- 
do que  rogaba  Jesu  Cristo  nuestro  Señor 
a  su  eterno  e  zeleste  Padre  ,  demandándo- 

*     Asi  el    íMS.  Equivocadamenle. 


325 

le  ,  que  aquellos  que  habían  de  creer  en  él , 
fuesen  una  misma  cosa  con  él  e  con  el  mis- 
mo Padre  e  que  fuesen  entre  ellos  una  mis- 
ma cosa.  ^^6  De  aquella  divina  unión  proze- 
de  que  el  hombre  en  todo  e  por  todo  se  re- 
mita a  la  voluntad  de  Dios  ,  despojándose 
de  su  propria  voluntad  ,  e  así  se  reduze  a 
(juerér  aquello  que  Dios  quiere  ,  e  en  el  mo- 
do que  él  quiere  ,  a  amar  aquello  que  Dios 
ama  ,  e  en  el  modo  que  él  ama ,  et  por  el 
consiguiente  a  no  querer  aquello  que  Dios 
no  quiere  ,  e  a  no  amar  aquello  que  Dios  no 
ama.  E  el  hombre  así  remetido  *  e  reduzido, 
puede  tener  por  zierto  que  está  unido  con 
Dios  ,  e  que  Dios  mora  en  él  ,  e  él  mora  en 
Dios  :  e  ent  .'uderá  ,  que  en  tanto  está  unido 
con  Dios  ,  en  cuanto  así  remitido  e  reduzi- 
do :  si  lo  está  mucho  ,  la  unión  es  mucha  , 
si  esta  poco  ,  la  unión  es  poca.  Prozede  aun 
desta  divina  unión,  que  al  hombre  plaze  e 
desplaze  lodo  aquello  ,  que  plaze  e  despla- 
ze  a  las  personas  que  están  en  la  mesma 
unión ,  de  manera  ,  que  entre  ellos  hai  gran- 

En  el  MS.    hiii  aquí  acolazión  ,  que  dize    «en 
jtaliaüo  ,  rimesso.' 


524 

di  im;i  ;•  üfor  nidad  en  la  volnntád  e  os  lan 
gr.ind  •  :  í  oíifirmidáíl  qüP  hai  entre  ellos  , 
cu; i. I'  rs  g  iiiwle  la  uiinm  que  eüos  tienen 
con  Di  >s  ,  f^  enlre  si  mismos  Rsla  coiilor- 
mid.id  es  himhieü  buen  (V>iiliasegno  con  el 
cu.íl  el  ho  n')re  piiede  se  zerlilicár  si  está 
unido  con  l)ios,e  cnanto  ha  consegnido  de 
esta  nnión.  Habiendo  entendido  conio  la 
unión  enlre  el  hombre  e  Dios  se  haze  por 
amor,  e  qne  el  amor  nasze  de  la  cognitíon 
que  el  hombre  tiene  de  Dios  :  e  habiendo 
entendido  aun  ,  en  qué  consiste  la  unión  e 
el  amor  ,  e  el  conoszimiento  ,  me  venp;o  a 
resolver  en  esto  ,  que  a  la  persona  que  alien- 
de  a  la  piedad  pertenesze  atender  a  conse- 
guir la  congnitión  de  Dios  ,  e  con  la  cogni- 
tíon el  amor  ,  e  con  el  amor  la  unión  ,  pre- 
tendiéndolo de  conseguii'  todo  por  la  libera- 
lidad de  Dios  e  ocupándose  ella  en  conos- 
zerse  a  sí  misma,  quiero  dezir,el  flaco  e 
miserable  ser  del  hombre,  e  desenamorarse 
de  sí  misma  ,  no  queriendo  ser  amada  por 
sí  niesma  ,  e  procurando  de  ser  amada  por 
Dios  ,  e  en  desunirse  de  sí  misma;  no  que- 
riendo las  cosas  según  su  fantasía  e  voluu- 


325 
tád,  sino  según  que  Dios  se  las  ofreszerá  ,  o 
por  sí  mismo  ,o  por  medio  délos  hombres, 
o  por  medio  de  las  criaturas  :  e  en  este  mo- 
do consiguirá  la  perfecta  cognition  de  Dios, 
e  el  perfecto  amor  de  Dios  ,  e  la  per*''^fec- 
la  unión  de  Dios  ,  mas  no  ya  en  la  presente 
vida  ,  porque  la  carne  no  rosuszitada  ,  no 
es  hábil  sujeto  para  esto  ,  empero  en  la  vida 
eterna  ,  como  la  carne  resuszitada  será  há- 
bil sujeto  para  ser  ,  como  será  ,  semejante  a 
la  carne  gloriosa  ,  con  la  cual  resuszitó  Je- 
su  Cristo  nuestro  Señor. 

Que  a  las  personas  pías  enlreviene  en  las 
cosas  spiríluales  aquello  ,  que  aconlesze  en  las 
cosas  exteriores  a  aquél  que  siendo  ziego  co- 
mienza a  veér.  Considerazian  LXXIV. 

^  A  la  persona  que  comienza  a  entender 
las  cosas  espirituales  e  divinas  ,  e  que  las 
comienza  a  conoszer  ,  entiendo  que  acon- 
lesze aquello  que  a  las  personas  las  cuales 
habiendo  por  algún  aczirlente  perdido  la  vis- 
la  de  los  ojos  ,  la  comienzan  a  recobrar. 
Quiero  dezir  ,  que  así  como  estas  personas 


526 

van  conosziendo  el  ser  de  Ins  cosas  ,  según 
que  van  recobrando  la  vista  de  los  ojos  , 
primero  confíisítniente  ,  como  aconleszió  al 
ziego  del  evanjelio  ,  el  cual  comenzando  a 
abrir  los  ojos  via  los  hombres  e  pareszíale 
que  fuesen  árboles  ,  e  después  menos  confu- 
samente ,  hasta  tanto  que  de  mano  en  mano 
vienen  a  veer  las  e  conuszer  las  en  su  pro- 
prio  ser  :  ni  mas  ni  menos  las  personas  van 
conosziendo  las  cosas  spirituales  e  divinas, 
según  que  van  purificando  sus  ánimos  con 
fee  ,  e  con  amor  e  con  unión  con  Dios  : 
primero  le  *  conoszen  confusamente  ,e  des- 
pués menos  confusamente,  e  así  de  mano  en 
mano  se  van  avanzando  en  la  cognition  de- 
llas  ,  hasta  tanto  que  alleguen  :  quiero  dezir, 
hasta  tanto  que  vienen  a  conoszer  a  Dios  ,  e 
las  cosas  que  son  de  Dios  ,  en  el  modo  que 
se  puede  en  la  presente  vida.  E  de  aquí  en- 
tiendo que  prozede  ,  (jue  aquella  cosa  que 
una  persona  sin  espíritu  aprueba  ,  e  tiene 
por  santa  ,  por  justa  ,  e  por  buena  ,  en  las 
cosas  de  Dios,  otra  persona  que  tiene  espí- 
ritu la  condena  e  la  dá  por  defectuosa  '^^  e 
*    Así  el  MS.  En  lugar  de  las. 


527 

mala.  E  de  aquí  prozede  aun  ,  que  aquello 
que  una  persona  que  tiene  poco  espíritu  tie- 
ne por  mui  azerlado  ,  otra  que  tiene  mas 
spíritu  que  ella  lo  tiene  por  error  ,  yendo  así 
de  mano  en  mano  ,  cresziendo  la  claridad 
del  jiiizio  que  las  personas  spirituales  hazen 
de  las  cosas  divinas:  Onde  entiendo ,  que  no 
es  menor  el  error  de  las  personas  pias,  cuan- 
do en  las  cosas  spirituales  e  divinas  que  co- 
noszen  ,  forman  sus  firmes  conzeptos  según 
aquello  que  con  el  primero  conoszimiento 
vienen  ii  conoszer  ,  no  esperando  a  otros  co- 
noszimientos  mas  claros  e  mas  evidentes  , 
que  aquel  del  ziego  que  comienza  a  cobrar 
la  vista  de  los  ojos  cuando  en  las  cosas  que 
comienza  a  veer  forma  sns  firmes  conzeptos 
según  aquello  que  al  prinzipio  le  paresze 
no  esperando  verlas  mejor  ,  e  mas  clara- 
mente, después  entiendo  que  a  toda  perso- 
na pía  pertenesze  ser  mui  modesta  en  el  im- 
probar o  condenar  las  cosas  por  aquello  que 
plaze  o  desplazo  a  Dios  considerando  que  el 
juizio  que  haze  Dios  de  las  cosas  es  diferen- 
tísimo de  aquél  que  liazen  los  hombres  por 
mui  espirituales  que  sean   siendo  asi  que 


328 

muchas  vezes  condena  una  persona  que  tie- 
ne mucho  espíritu  ,  aquello  que  aprueba  o- 
Ira  que  tiene  poca  spírilu  :  e  entiendo  que 
solamente  se  deben  aprobar  por  sanias  ,  et 
condenar  por  malas  aquellas  cosas  ,  de  las 
cuales  se  tiene  el  zierlo  testimonio  de  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

Como  se  entiende  ,  que  Dios  nos  cnmunica 
sus  dividios  Thesoros  'por  Crisl  o:  Como  reina 
Dios  por  Cristo  :  e  como  Cristo  es  cabeza  de 
la  Iglesia,  Considerazion  LXXV. 

^  Queriendo  entender  en  que  manera 
nos  otros  que  somos  miembros  de  Cristo  , 
conseguimos  todas  las  cosas  de  Dios  por 
Cristo  ,  considero  que  así  como  todos  los 
hombres  que  tienen  clara  la  vista  de  los  ojos 
exteriores  ,  conoszen  el  ser  exterior  de  las 
cosas  por  benefizio  del  sol ,  en  el  '"''^  cual  ha 
puesto  Dios  su  luz  esteriór  :  así  todos  los 
hombres  que  tienen  clara  la  vista  de  los  ojos 
interiores ,  conoszen  todas  las  cosas  interio- 
res por  benefizio  de  Cristo  ,  en  el  cual  como 
dize  san   Pablo  ,  Dios  ha  puesto  todos  los 


529 
tesoros  de  su  divinidad.  Quiero  dezir  ,  que 
así  como  habiendo  Dios  puesto  en  el  sol  to- 
da la  luz  exterior  el  mismo  sol  envia  sus  ra- 
yos ,  los  cuales  hazen  su  efecto  ,  e  son  efi- 
cazes  en  aquellas  cosas  que  son  hábiles , 
para  que  siendo  solamente  privados  del  be- 
neíizio  del  sol  aquellos  animales  ,  a  los  cua- 
les falta  la  vista  de  los  ojos  ,  e  aquellos  que 
se  enzierran  en  las  cámaras  o  en  las  spe- 
luncas  donde  los  rayos  del  sol  no  pueden 
penetrar  :  habiendo  asimismo  Dios  puesto 
en  Cristo  todos  los  tesoros  de  su  divinidad  , 
el  mesmo  Cristo  esparze  estos  sus  tesoros 
sobre  aquellos ,  los  cuales  siendo  hombres 
están  vestidos  de  la  misma  librea  que  el  fué 
vestido  :  los  cuales  tesoros  son  eficazes  en 
aquellas  personas  ,  que  ha  tirado  Dios  al  co- 
noszimiento  de  Cristo  ,  e  así  son  miembros 
de  Cristo  :  siendo  privados  de  esta  divina  in- 
fluenzia  solamente  aquellos  que  no  tienen 
conoszimiento  de  Dios  ,  e  por  consiguiente 
no  son  píos,  e  que  no  tienen  conoszimien- 
to de  Cristo  e  por  consiguiente  no  son  jus- 
tos porque  en  solos  estos  no  son  eficazes 
los  divinos  tesoros  que  Cristo  derramó  sobre 


530 

los  hombres ,  estando  tan  privados  del  seii- 
limiento  e  del  conoszimieiiio  de  ellos,  cuan- 
to aquél  que  nasze  ziego  ,  está  privado  del 
sentimiento  e  del  conoszimiento  de  la  luz 
de!  sol.  E  entiendo  ,  que  así  como  a  aquél 
que  se  halla  en  esta  privatión  ,  pertenesze 
rogar  a  Dios  que  le  abra  ,  e  que  le  esclares- 
ca  la  vista  de  los  ojos  ,  de  míuiera  que  pue- 
da gozar  también  el  de  la  luz  del  sol  ,  pues 
que  el  sol  de  sí  se.  deja  veer  e  gozar  :  así 
también  aquñl  que  no  siente  en  sí  los  dones 
de  Dios  ,  que  son  cumunicados  a  los  hom- 
bres por  Cristo  pertenesze  rogar  a  Dios  que 
lo  ^^0  habilite  ,  e  lo  purifique  ,  de  manera 
que  venga  a  ser  buen  sujeto  para  reszebir 
eficazmente  los  divinos  tesoros  los  cuales 
sparze  Cristo  sobre  todos  los  hombres,  pues 
que  para  todos  Dios  los  ha  puesto  en  él  ,  e 
él  jeneral mente  los  sparze  sobre  todos  ,  se- 
gún que  lo  entendió  mui  bien  san  Juan  ,  dí- 
ziendo,qi!e  de  aquello  que  abunda  en  Cris- 
to ,  rezebimos  todos  nos  otros  que  somos 
sus  miembros,  grazia  e  mayor  grázia.  Sien- 
do asi,  que  por  medio  de  Moisén  Dios  nos 
dio  la  Lei ,  empero  por  medio  de  Cristo  nos 


551 

dio  gratia  ,  justificando  nos  en  la  jnstizia  e- 
seciitada  en  el  mismo  Cristo  :  e  nos  dá  ver- 
dad ,  dándonos  su  espíritu  ,  que  nos  enseña 
toda  verdad.  E  piiri|ue  todos  estos  divinos 
tesoros  vienen  e  ver/ián  a  los  hombres  en 
esta  vida  ,  de  Cristo  ,  e  él  los  dá  e  los  cu- 
munica  ,  se  dize  bien  ,  que  este  es  el  reino 
de  Cristo  ,  e  que  durará  hasta  ,  que  hecha 
la  resureclion  de  los  justos  ,  Cristo  consigne 
el  reino  a  su  eterno  Padre.  Regna  al  presen- 
te Dios  mas  por  Cristo  :  así  como  manda 
Dios  su  luz  ,  empero  por  el  sol  :  e  en  la  vi- 
da eterna  reinará  Dios  por  sí  mismo  ,  cumu- 
nicará  su  luz.  Quiero  dezir  ,  que  en  la  vida 
eterna  de  Dios  vernán  imediatamente  a  los 
hombres  los  divinos  dones  ,  e  de  Dios  verná 
a  los  homÍK'es  imediatamente  la  luz  ,  en- 
tendiendo en  esto  modo  el  beneíizio  de  Cris- 
to azerca  de  los  hombres,  e  el  reino  de  Cris- 
to en  la  presente  vida.  Entiendo  aun,  en  qué 
modo  es  Cristo  cabeza  de  la  Iglesia.  Quiero 
dezir  qué  ei.tiendo ,  que  asi  como  de  mi  ca- 
beza desziende  virtud  por  todos  mis  miem- 
bros, siendo  ellos  todos  sustentados  e  gober- 
nados de  ella  ,  así  de  Cristo  desziende  vir- 


5^^ 

túd  por  todos  aquellos  que  perteneszen  a  la 
Iglesia  siendo  lodos  ellos  sustentados  e  go- 
bernados con  los  divinos  dones  ,  que  les 
son  comunicados  de  Cristo.  E  entiendo  que 
perteneszen  a  la  Iglesia  aquellos  que  siendo 
llamados  de  Dios ,  e  lirados  *  e  tirados  al  co- 
noszimienlo  de  Cristo],  son  hábiles  a'  rezebir 
con  eíicazia  los  divinos  tesoros  que  en  mu- 
cha abundanzia  sparze  sobre  todos  los  hom- 
bres el  unijénito  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

^^^  Qué  cosa  es  escándalo  ,  et  en  que  mane- 
ra las  personas  cristianas  se  deben  gobernar 
en  el  escándalo.  Considerazion  LXXVÍ. 

t  Considerando  cuanta  estima  se  h.aze 
del  escándalo  en  la  santa  Escritura  ,  en 
cuanto  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  amenaza 
al  mundo  por  causa  del  escándalo  ,  avisan- 
do nos  que  no  demos  escándalo  a  ninguno 
de  aquellos  que  creen  en  él :  e  en  cuanto  san 
Pablo  dize,  que  por  no  scandalizár  un  cris- 
tiano ,  dejarla  de  comer  carne  todo  el  tiem- 

*     Así  repetido  en  el  MS.  por  eí|uivocazión. 


355 

po  de  su  vida  :  he  deseado  vivir  en  esta  vi- 
da de  manera ,  que  yo  no  sea  causa  de  scan- 
dalo  a  ninguno  :  e  lie  deseado  lo  mesmo  pa- 
ra las  personas    que  yo   amo  en  Cristo.  E 
considerando  de  otra  parte  ,  que  no  se  pue- 
de vivir  en  esta  vida  sin  escandalizar  a  al- 
gnno  ,  siendo  así  que  el  proprio  Cristo  es- 
candalizó ,  antes  [es]  llamado  piedra  de  es- 
cándalo ,  en  cuanto  stropezando  en  su  hu- 
mildad e  bajeza  ,  han  caido  e  caen  muchos 
sin  poderse  levantar:  primero  he  considera- 
do, que  escándalo  es  lo  mesmo  que    cosa 
que  ofende:  e  asi  dezimos  que  escandalizó  * 
aqnél  ,  que   por  aquello  que  oye   dezir ,  o 
vee  hazer  ,  se    aparta  ,   o  es   soliszitado  e 
tentado  de  apartarse  de  aquello  que  no  se 
debria  ,    o    no    se    querría    apartar.    Des- 
pués he  entendido  por  la  santa  Escritura  , 
que  Dios  scandaliza,  e  es  scandalizado  :que 
los  santos  de  Dios  escandalizan  ,  e  son  escan- 
dalizados: que  los  sanios  del   mundo  scan- 
dalizan  ,  e   son  escandalizados  •  e    que  los 
hombres  del  mundo  que   no  atienden  a  al- 
guna santidad  ,  scandalizan  .  mas  no  son  es- 
*     Así  el  MS.  en  lugar  de  :  s" escandalizo  (?). 


354 

candalizados.  Scandaliza  Dios  a  sus  santos  , 
cuando  siendo  ellos  imperfectos  ,  e  ponién- 
dose con  el  lumbre  natural  a  juzgar  las  o- 
bras  de  Dios ,  son  tentados  a  juzgar  mal  de 
Dios  ,  o  a  no  creer  la  providenzía  de  Dios. 
Que  esto  sea  verdad  ,  paresze  por  el  Salmo 
Lxxii.  Quam  Bonus  Israel  Deiis.  Scandaliza 
Dios  aun  a  los  santos  del  mundo  en  todas 
las  cosas  que  no  son  conformes  a  la  razón 
bumana  :  porque  ellos  no  teniendo  otra  lum- 
bre que  la  natural,  e  '^'^  juzgando  las  con 
ella  ,  las  ta^an  e  condenan  por  malas  :  e  de 
aquí  prozede,  que  con  dificultad  se  reduzen 
a  querer  atribuir  a  Dios  particular  provi- 
denzia  e  que  no  quieren  admitir  la  predes- 
tinazión  ,  sino  a  su  modo  :  aquellos  que  juz- 
gan las  obras  de  Dios  con  lumbre  spirilual, 
jamás  los  escandaliza  Dios  ,  ni  a  aquellos  que 
catívan  sus  entendimientos  a  Dios  :  ni  tam- 
poco escandaliza  Dios  a  los  bombres  del 
mundo  ,  [)orque  ellos  no  tienen  'uenta  nin- 
guna con  Dios  ,  creyendo  que  í  ¡as  las  co- 
sas vienen  a  caso.  Dios  es  escanda üiado  ,  o 
tensado  a  hazér  aquello  que  no  qiierria,  por 
ser  ,  como   es  misericordioso   e    piadoso  , 


555 

cuando  aquellos  que  Él  tiene  por  suyos  ,  e 
favoresze  como  suyos  ,  se  desconfian  de  sus 
promesas  o  de  su  omnipotentia  e  providen- 
zia  ,  en  cuanto  con  la  desconfianza  lo  pro- 
vocan a  castigar  los  casi  contra  su  volun- 
tad. Desta  manera  lo  escandalizaban  los  He- 
breos en  el  desierto  ,  como  paresze  por  la 
historia  ,  e  por  los  Salmos  77.  e  94.  Es  aun 
Dios  escandalizado  de  los  santos  del  mundo, 
con  la  arrogantia  e  presuntion  ,  con  la  cual 
se  venden  por  santos  de  Dios  ,  poi  lo  cual 
Dios  es  forzado  a  castigarlos  con  la  zegue- 
dád  ,  como  castigó  a  los  hebreos  ,  e  castiga 
los  falsos  cristianos.  E  es  Dios  escandalizado 
de  los  impíos  ,  cuando  con  sus  pecados  e 
vitios  muestran  e  descubren  la  impiedad  e 
infedelidád  de  sus  ánimos  ,  en  cuanto  es  casi 
ueszesií/ado  a  destruirlos ,  como  paresze 
por  muchos  lugares  de  la  santa  Escritura  , 
e  particularmente  por  aijuello  que  dize  san 
Pablo  Rom.  I.  Los  santos  de  Dios  escanda- 
lizan a  Dios  en  la  manera  que  se  ha  dicho, 
6  escandalizanse  los  unos  a  los  otros  ,  cuan- 
do los  perfectos  usan  mas  überlád  ,  (|ue 
no  convernia  en  presenzía  de  los  imperfectos, 


556 

con  la  cual  libertad  ellos  son  tentados  a  lia- 
zér  mal  juizio  de  la  fee  cristiana  ;  o  a  ha- 
zer,  como  hazen  los  perfectos  ,  no  teniendo 
por  zierto  e  firme  que  hazen  bien.  *  Des- 
ta  manera  de  escándalo  tenia  intento  san 
Pablo  de  guardarse  siempre  ,  como  consta 
Rom.  Xíiii  e  1.  Corintb.  Vill.  '^^  Los  mes- 
mos  escandalizan  a  los  santos  del  mundo  , 
cuando  no  se  conforman  con  ellos  en  las  co- 
sas que  a  su  pareszér  son  Relijión  e  sancli- 
dád.  Asi  se  escandalizaban  de  Cristo  loses- 
cribas  e  fariseos  ,  como  paresze  31atb.  15. 
E  los  Hebreos  se  escandalizaban  de  san  Pa- 
blo ,  como  paresze  por  esto  ,  que  basta  el 
dia  de  boi  los  santos  del  mundo  se  escanda- 
lizan de  las  Epístolas  que  escribió  san  Pa- 
blo, juzgándolas  dannosas  al  vivir  cristiano. 
E  así  se  puede  dezir  ,  que  los  santos  del  mun- 
do han  esiropezado  e  estropiezan  en  Cristo, 
e  en  los  verdaderos  cristianos  ,  e  en  sus  co- 
sas ,  e  tanto  mas  cuanto  ellos  son  mas  se- 
mejantes a  Cristo.  De  este  escándalo  se  ban 
de  curar  poco  los  cristianos  que  son  santos 

.4 sí  el  MS.  en  vez  del  ital    inale  que  pareze 
errala- 


557 

de  Dios  ,  como  se  curó  poco  Cristo  dizien- 
do  ,  sinite  eos,  ccecí  sunt ,  el  duces  ccecorum, 
Math.  15.  Los  hombres  del  mundo  no  son 
escandalizados  ¡de  los  santos  de  Dios  ,  por 
que  no  competen  con  ellos.  Los  santos  de 
Dios  ,  son  escandalizados  de  Dios^por  sus 
imperfectiones  ,  e  por  la  niesma  imperfec- 
tion  los  imperfectos  son  [escandalizados  de 
los  perfectos  ,  en  la  manera  que  se  ha  di- 
cho ,  que  de  los  santos  del  mundo  son  es- 
candalizados los  santos  de  Dios  :  en  cuanto 
siendo  de  sí  mismos  *  falsamente  doctrina- 
dos e  consejados ,  e  siendo  de  ellos  persegui- 
dos con  chismerías  ,  con  maltratamiento  e 
con  muerte  ,  son  solizitados  a  apartarse  del 
Evanjelio  e  de  Cristo,  Este  es  el  escándalo  por 
el  cual  Cristo  amenaza  al  mundo, e  del  cual 
Cristo  previene  a  cada  uno  que  se  guarde. 
Math.  xviii.  Son  tnmbien  scandalizados  los 
santos  de  Dios  ,  de  [los  hombres  impíos  , 
bien  que  compran  **  su  escándalo  en  cuan- 
to viendo  en  ellos  obras  de  impiedad  ,  e  de 

En  el  MS.,  al  marjen  ,  se  pone  «  o  ,  f/e  suyo*; 
como  otra  trailuczión  del  ilal.  da  loro. 

Así  irailuze  el  comprano  del  italiano  ,  que 
pareze  errata. 

22 


538 

incredulidad  ,  son  tentados  a  lo  mesmo  ,  e 
gon  molestados  dellos.  Desta  manera  era 
scandalizado  Loth  con  las  suzicdades  de  los 
hombres  de  Sodoma  ,  como  consta  II.  Pelr. 
ii.  E  scandalizan  los  santos  del  mundo  a 
Dios,  e  a  los  santos  de  Dios  ,  en  la  manera 
que  se  ha  dicho.  E  los  mesmos  son  scanda- 
tizados  de  Dios,  e  de  los  santos  de  ^^'*  Dios  , 
en  la  manera  que  se  ha  dicho.  Los  mesmos 
se  escandalizan  el  uno  al  otro  ,  en  cnanto 
por  maravilla  se  halla  uno  que  apruebe  la 
manera  de  vivir  del  otro  ,  cosa  que  es  natu- 
ral a  la  santidad  del  mundo  la  cual  consis- 
te en  supertiziosas  observationes.  Los  mes- 
mos son  escandalizados  de  los  hombres  del 
mundo  ,  en  cuanto  en  ninguna  cosa  se  con- 
forman con  ellos.  Los  hombres  del  mundo 
scandalizan  a  Dios,  e  los  santos  del  mundo, 
en  el  modo  como  se  ha  dicho  :  empero  ellos 
no  se  scandalizan  jamás  en  algún  modo  , 
porque  no  tienen  cuenta  con  Dios  ,  ni  con 
la  relijión  ,  ni  con  la  piedad.  Hai  bien  una 
suerte  de  hombres  del  mundo  ,  que  por  la 
conversazión  que  tienen  con  los  santos  del 
mundo  ,  pretenden  zierta  manera  de  santi- 


339 

dad,  escandalizándose  como  los  santos  del 
mundo ,  bien  que  no  son  tan  perniziosos  co- 
mo los  santos  del  mundo.  De  todo  este  dis- 
curso vengo  a  tomar  esta  resuluzión  ,  que 
a  toda  persona  cristiana  pertenesze  atender 
a  formar  dentro  de  sí  un  ánimo  tan  seme- 
jante a  Dios  e  a  Cristo  ,  que  totalmente  se 
escandalize  de  aquellas  cosas  ,  de  las  cuales 
se  escandaliza  Dios  :  que  son  de  la  descon- 
fianza e  dubitazión  ,  de  aquellos  que  son  san- 
tos de  Dios  ,  empero  imperfectos  :  de  la 
arroganzia  de  los  santos  del  mundo, e  délos 
vitios  e  pecados  con  los  cuales  los  hombres 
del  mundo  manifiestan  la  impiedad  e  in- 
credulidad de  sus  ánimos :  e  que  les  perte- 
nesze atender  a  formar  su  manera  de  vivir 
tan  sem»'jante  a  la  manera  de  la  vida  de  Cris- 
to nuestro  Señor,  que  no  escandalize  en 
ningún  modo  a  Dios  ,  desconfiando  del  ,  o 
dudando  de  sus  promesas ,  e  de  su  omnipo- 
tenzia  e  providenzia:  ni  escandalize  en  cosa 
alguna  a  los  santos  de  Dios ,  slimando  poco 
el  escandalizar  los  santos  del  mundo  cuan- 
do no  s'  entreviene  *  la  gloria  de  Dios ,  la 
£1  MS.  (lize  :  nos  entreviene.  Que  es  peor. 


540 

verdad  cristiana  ,  e  la  edificazión  ,  e  prove- 
cho de  ios  sanios  de  Dios ,  como  liazia  Cris- 
lo  según  que  paresze  Malli.  xv.  e  como  iia- 
zía  san  Pablo  .  e  como  han  hecho  e  hazen 
de  mano  en  mano  aquellos  que  han  *^^  se- 
guido i  imilatio  ,  e  siguen  e  imitan  a  Cristo, 
estropiczen  ,  caigan  e  rómpanse  el  pescue- 
zo los  santos  del  mundo  an'es  ,  que  la  ver- 
dad del  Evanjelio  padesca  detrimento  algu- 
no ,  en  los  santos  de  Dios.  Onde  si  dubdara 
uno  ,  diziendo  ,  ¿  cómo  me  debo  gobernar 
cuando  seré  forzado  a  scaiidalizar  o  a  los 
santos  de  Dios  ,  que  son  imperfectos  en  ser 
superstiziosos  ,  o  a  los  sanios  de  Dios  que 
no  han  sido  jamás  superstiziosos  ?  Le  dií-é , 
que  se  guarde  de  hazér  como  hizo  san  Pedro 
en  Anliochia  ,el  cual  teniendo  mas  respec- 
to a  aquellos  que  eran  superstiziosos  .  scan- 
dalizó  ,  faziendo  eslropezár  a  aijuellos  ,  que 
no  lo  liabian  sido  jamás.  Quiero  dezir  ,  que 
teniendo  respecto  a  la  superstizión  e  pertina- 
zia  de  los  convertidos  del  Judaismo  ,  scan- 
dalizó,  e  puso  en  peligro  la  sinzeridád  de  la 
fee  ,  de  los  convertidos  de  la  jentilidád,  fin- 
jiendo  la  observation  de  la  Lei,  contra  la  fée 


341 
cristi^ína.  E  le  diré,  que  haga  como  hizo  san 
Pablo  en  el  mesmo  tiempo  el  cual  teniendo 
mas  respecto  que  no  fuese  scandalizada  la 
fee  de  aquellos  de  la  jentilidád  ,  que  la  su- 
perstizión  de  aquellos  del  judaismo  ,  repre- 
heudíó  publicamente  a  san  Pedro.  Quiero 
dezir  que  si  una  persona  cristiana  que  en- 
tiende la  verdad  evanjélica  ,  e  conosze  la 
verdad  cristiana ,  se  hallará  entre  personas 
que  van  entencíiendo  e  conosziendo  la  una  e 
la  otra  cosa  ,  acomodándose  a  sus  incapazida- 
des  e  frajilidades  ,  hará  como  hizieren  ellos, 
pi'etendiendo  diestramente  de  atraer  los  a  la 
cognitión  de  ambas  a  dos  cosas.  E  digo  mas, 
que  en  caso  que  se  halle  donde  haya  de  en- 
trambas suertes  de  personas  ,  si  pensare  , 
que  disimulando  con  aquellos  que  guardan 
aun  alguna  parle  de  superstizion  ,  haya  de 
scandalizár,  e  fazér  raer  aquellos  que  son 
libres  de  la  superstizion,  en  cuanto  viéndo- 
lo a  él  en  la  superstizion  ,  podrían  venir  a 
tener  porneszesaria  la  superstizion  ,  no  de- 
be desimulár  en  modo  alguno  *^^  aunque 
pÍHise  de  poner  a  peligro  la  vida,  teniendo 
siempre  resguardo  que  la  fee  cristiana  e  la 


542 

verdad  evanjéüca  esté  siempre  finiiee  cons- 
tante. Aquí  añadiré  esto  ,que  cuando  la  per- 
sona cristiana  scandalize  a  un  cristiano  que 
conosze  la  verdad  evanjélica  por  no  escan- 
dalizar a  otro  cristiano  que  aun  no  la  entien- 
de bien  ,  si  su  error  prozede  de  avaritia  ,  o 
de  ambizion ,  por  ser  e!  uno  mas  rico ,  e 
mas  poderoso  que  el  otro  ,  su  error  es  into- 
lerable, e  si  su  error  prozede  de  indiscre- 
tion ,  o  de  ílaquesa  e  enfermedad ,  es  tolera- 
ble. En  todas  estas  cosas  dichas  aprendo  es- 
tas treze  cosas  :  La  primera  qué  cosa  es  es- 
cándalo. La  segunda  ,  que  por  no  escanda- 
lizar en  las  obras  de  Dios,  me  conviene  re- 
nuntiar  mi  prndenzia  e  mi  razón  humana  e 
rogar  a  Dios  que  me  dé  la  lumbre  spi ritual 
con  e\  cual  [yo  entienda]  sus  obras.  La  terze- 
ra ,  que  entonzes  scandalizo  yo  a  Dios  cuando 
me  desconfio  de  sus  obras  promesas  ,  e  de 
su  omnipotenzia  e  providentia.  La  cuarta  , 
que  yo  me  debo  guardar  cuanto  me  será  po- 
sible ,  de  no  usar  de  mi  libertad  cristiana ,  en 
presenzia  de  cristianos  flacos  e  enfermos  en 
la  fée.  La  quinta  ,  que  debo  de  estimar  po- 
co el  escándalo  que  los  santos  del   mundo 


545 

loman  de  la  verdad  del  evanjelio.  La  sexta, 
que  el  escándalo  que  es  pernitioso  ,  a  aquel 
que  escandaliza  ,  és  aquello  que  hazen  los 
sanios  del  mundo  pretendiendo  hazer  servi- 
tio  a  Dios  :  e  aquí  aprendo  que  me  debo  de 
guardar  como  del  fuego  ,  de  perseguir  algún 
hombre  de  cualque  manera  ,  pretendiendo 
servir  a  Dios  en  ello.  La  séptima,  que  debo 
tener  por  buen  coiitrasegño  de  piedad  , 
cuando  me  escandalizan  las  obras  de  la  im- 
piedad e  de  la  infedilidád  de  los  hombres 
del  mundo.  La  octava  ,  que  es  buen  contra- 
segfio  para  conoszer  los  santos  del  mundo  , 
la  fazilidád  con  la  cual  son  escandalizados 
de  toda  manera  de  personas  ,  e  el  publicar 
e  mostrar  su  escándalo.  ^^^  La  novena,  que 
es  señal  de  impiedad  ,  no  ofender  se  ,  ni  es- 
candalizarse el  hombre  de  cosa  ninguna.  La 
dézima  ,  que  me  conviene  ser  en  lo  interior 
semejante  a  Dios  e  a  Cristo  ,  por  no  escan- 
dalizarme sino  de  aquello  de  que  se  escan- 
daliza Dios  ,  e  Cristo.  La  onzena  ,  que  [me] 
conviene  vivir  como  vivió  Cristo  por  no  es- 
candalizar sino  como  escandalizó  Cristo.  La 
dozena,  que  por  ningún  modo  debo  scanda- 


344 

lizár  a  ninguno  en  perjuizio  de  la  fee  cris- 
tiana aunque  sepa  de  escandalizar  la  flaque- 
za e  enfermedad  de  los  iniperfeclos  cristia- 
nos. La  dézima  terzia  cosa  que  aprendo  es, 
que  cuando  scandalizare  en  perjuizio  do  la 
fee  cristiana  ,  por  indiscrezión  ,  o  por  flaque- 
za e  enfermedad  ,  mi  error  será  tolerable  , 
e  cuando  escandalizare  en  perjuizio  de  la 
mesma  fee  cristiana  ,  por  avaritia  o  por  am- 
bizion  ,  mi  error  será  intolerable :  e  de  este 
error  soi  zierto  que  me  guardará  Dios  ,  e 
guardará  también  a  todas  las  personas  que 
ha  llamado  a  la  azeptazión  de  la  grazia  del 
Evanjelio,  a  ser  herederos  con  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor, 

Dos  contrariedades  entre  aquellos  que  vi- 
ven según  la  carne,  e  aquellos  que  viven  se- 
gún el  spiritu.   Consideration  LXXVII, 

'  Considerando  que  los  hombres  que  vi- 
ven según  la  carne  ,  estando  olvidados ,  o 
desacordados,  creen  poco,  confii^n  menos, 
6  aman  mucho  menos  ,  según  que  ellos  pro- 
prios  lo  conoszen  e  lo  sienten  ,  e  según  que 


345 

lo  muestran  en  sus  palabras  ,  empero  no 
queriendo  moslrarlo  :  c  considerando  que 
los  mesmos  cuando  eslan  sobre  de  sí ,  se  per- 
suaden qne  creen  mucho  ,  e  que  confian  mu- 
cho ,  e  que  aman  mucho  mas  :  e  conside- 
rando de  la  otra  parte  ,  que  las  personas 
que  viven  según  el  spíritu  ,  estando  descui- 
dados ,  creen  ,  confian  ,  e  aman  poco  ,  o  ^^^ 
mucho  ,  según  la  parte  del  spíritu  que  ¿^tie- 
nen  ,  según  que  ellos  proprios  lo  conoszen  e 
lo  sienten  en  si  ,  e  según  que  lo  muestran 
en  sus  palabras  ,  hablando  con  mas  piedad, 
con  mas  fee,  con  mas  confianza  ,  e  con  mas 
afectión  de  las  cosas  de  Dios  ,  cuando  ha- 
blan fríamente  ,  e  cuando  el  ímpetu  del  spí- 
ritu los  mueve  a  hablar  de  las  cosas  de  la 
piedad  ,  e  de  la  fee,  e  de  la  confianza  ,  e  del 
amor  ,  que  todos  los  hombres  del  mundo 
juntos  ,  cuando  con  dilijenzia  e  con  alen- 
zión  se  ponen  a  hablar  déllas.  E  conside- 
rando aun  ,  que  acaesze  muchas  vezes  ,que 
aquellas  mesmas  personas  estando  sobre  sí, 
no  se  pueden  reduzir  a  creer  ,  ni  menos  a 
confiar  ,  e  mucho  menos  a  amar  ,  rae  he 
puesto  a  querer  entender  de  donde  proze- 


346 

den  estos  efectos  tan  contrarios:  e  hallo  , 
que  la  una  parte  prozede  de  aquello  que 
dize  Cristo  ,  qne  ex  abundanlia  coráis  os  lo- 
cjiíilur.  De  donde  acaesze  ,  que  no  teniendo 
aquél  que  vive  según  la  carne  ,  en  el  cora- 
zón ,  ni  fee,  ni  coníianza  ,  ni  amor  ,  no  pue- 
de dar  de  aquello  que  no  tiene  ,  e  por  con- 
siguiente no  puede  mostrar  cuando  está 
descuidado  fee  ,  confianza  ,  e  amor  :  e  por 
que  aquél  que  vive  f>e§án  el  espíritu  ,  tie- 
ne en  el  corazón  piedad  ,  fee  ,  confianz;í  e 
amor  ,  habiendo  de  dar  de  aquello  que  tie- 
ne ,  es  neszesario  ,  que  por  mui  descuida- 
do que  esté  ,  dé  piedad  ,  fee  ,  coníianza  e 
amor  ,  e  por  esto  llama  la  santa  Escritura 
vena  ,  o  minero  de  vida,  la  boca  del  justo. 
E  hallo  aun  ,  que  la  otra  parte  destas  cosas 
contrarias  prozede  de  esto,  que  el  hombre  , 
que  vive  según  la  carne  ,  porque  no  tiene 
cuenta  con  el  corazón  ,  entonzes  se  persua- 
de que.  cree  ,  que  confia  ,  e  que  ama  ,  cuan- 
do tiene  la  fee  ,  la  confianza ,  e  el  amor  en 
el  entendimiento  ,  conosze  que  es  neszeísario 
al  cristiano  que  crea  ,  que  confie  ,  que  ame: 
e  él  entonzes  se  persuade  que  cree,  e  que 


547 

confia  ,  e  que  ama.  E  las  personas  que  vi- 
ven según  el  spíritu  por  que  tienen  cuenta 
con  el  corazón  ,  no  contentándose  con  el 
tener  en  el  entendimiento  la  fee  ,  la  confian- 
za ,  e  el  amor  no  se  pueden  persuadir  de 
creer,  confiar  e  amar  ,  sino  cuando  sienten 
en  sus  corazones  ,  los  efectos  de  la**^^  confian- 
za e  del  amor.  E  porque  este  sentimiento  es 
por  favor  de  Dios  ,  el  cual  lo  dá  no  cuando  el 
hombre  lo  quiere  ,  empero  cuando  le  plaze 
a  su  divina  Majestad:  de  aquí  acaesze  ,  que 
entonzes  las  personas  que  viven  según  el  es- 
píritu, hallan  mas  dificultad  en  el  creer  ,  en 
el  amar  ,  e  confiar,  cuando  ellas  mas  ins- 
tantemente lo  procuran.  De  donde  se  co- 
lije bien  ,  que  por  aquello  que  el  hom- 
bre muestra  de  fuera  ,  estando  descuidado  , 
se  ha  de  tomar  iudilio  de  aquello  que  tiene 
dentro  :  e  después  ,  que  por  la  fazilidád  e 
dificultad,  con  la  cual  el  hombre  se  per- 
suade de  creer  ,  confiar,  e  amar  ,  se  puede 
entender  si  su  feé ,  confianza  e  amor  ,  están 
en  el  entendimiento  o  en  el  corazón.  E  así 
se  toma  esta  r'jsuluzion  ,  que  aquellos  los 
cuales  estando  neglijentes  hablan  mas  cris- 


548 

tianamente  :  e  cuando  mas  se  quieren  con 
industria  humana  reduzir  a  confiar  ,  creer  , 
e  amar,  hallan  mas  dificultad  en  eilo  ,  son 
verdaderamente  cristianos  ,  incorporados  en 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Dos  dolores  ,  uno  según  el  mundo  ,  e  el 
airo  según  Dios  :  e  dos  flaquezas  ,  una  según. 
la  carne  ,  e  otra  según  el  spiriíu.  Conside- 
ralión  LXXVllI. 

f  Así  como  pone  san  Pablo  dos  dolores, 
el  uno  según  el  mundo ,  e  dize  que  este  cau- 
sa muerte  :  e  el  otro  según  Dios ,  e  dize  que 
este  causa  vida  :  así  pongo  yo  Dos  flaquezas, 
una  según  la  carne,  e  entiendo  (jue  esta 
causa  temor  :  e  la  otra  según  el  spíritu  ,  e 
entiendo  que  esla  causa  amor.  E  póngolo  * 
porque  lo]  siento  en  los  dolores  que  po- 
ne san  Pablo  ,  entendiendo  que  entonzes  el 
hombre  siente  dolor  según  el  mundo  ,  cuan- 
do cae  en  algún  inconveniente  que  le  causa 
vergüenza  ,  o  pérdida  ,  o  alguna  otra  inco- 
modidad icn  los  ojos  del  mundo  ,  en  la  re- 

*    Así  en  el  MS.  equivocadamente. 


549 

putazión  e  dignidad  del  mundo.  E  entiendo 
que  este  dolor  causa  muerte  ,  en  cuanto  el 
hombre  que  se  duele  en  este  modo  ,  si  no 
remedia  presto  a  su  dolor  ,  ^^^  se  haze  blas- 
femo contra  Dios  :  por  que  atribuyendo  le  la 
causa  de  su  dolor ,  se  queja  del  :  e  de  ser 
blasfemo  contra  Dios ,  viene  a  adquerirse  mu- 
erte eterna.  Asimismo  entiendo, que  el  hom- 
bre entonzes  siente  dolor  según  Dios  ,  cuan- 
do cae  en  algún  inconveniente  ,  por  el  cual 
teme  ser  privado  de  la  grazia  de  Dios  ,  e  del 
spíritu  santo  ,  del  Cristo  ,'e  del  mesmo  Dios: 
e  entiendo  que  este  dolor  causa  vida  ,  en 
cuanto  aquél  que  se  duele  en  este  modo  ,  se 
conosze  mas  e  mejor  a  sí  mismo  ,'e  así  se  re- 
comienda e  se  remite  mas  cordialmente  a 
Dios :  e  del  encomendarse  e  remitirse  a  Dios 
viene  a  adquirir  resurectíón  ,  e  vida  eterna. 
Cuanto  a  las  dos  flaquezas  que  yo  pongo  , 
entiendo  ,  que  entonzes  el  hombre  es  flaco 
según  la  carne  ,  cuando  la  su  flaqueza  nas- 
ze  de  amor  proprio  :  e  llamo  flaqueza  ,  el 
resentirse  por  las  cosas  que  le  aconteszen 
contra  su  voluntad.  Esta  flaqueza  entiendo 
que  causa  temor :  por(|ue  donde   hai   amor 


350 

proprio  ,  está  siempre  temor  :  e  entiendo 
que  esta  flaqueza  es  tolerable  en  las  perso- 
nas cristianas  ,  no  siendo  señal  de  impie- 
dad sino  de  imperGzion.  Asi  mismo  entien- 
do que  entonzes  el  hombre  es  flaco  según 
el  spíritu ,  cuando  su  flaqueza  nasze  del 
amor  de  Dios  ,  resintiéndose  cuando  se  vee 
privar  de  Dios  ,  ó  de  alguna  de  las  cosas 
que  son  de  Dios  ,  las  cuales  le  son  medios 
para  creszér  en  el  amor  de  Dios ,  e  en  la 
confianza  en  Dios  :  esta  flaqueza  entiendo 
que  causa  amor  ,  porque  prozede  de  amor, 
e  así  se  convierte  en  amor  ,  e  por  tanto  es 
loable  e  es  indizio  de  perfizión  Cristiana. 
Flaqueza  según  la  carne  ,  empero  no  vitu- 
perable ,  entiendo  que  era  aquella  que  sen- 
tía san  Pablo,  por  la  reprobazión  de  los  He- 
breos :  e  flaqueza  según  el  spiriUi  ,  entien- 
do que  era  a(|uella  ,  que  sentía  san  Pablo 
por  el  estímulo  de  la  carne,  e  aquella  que 
sentía  por  la  mortal  enfermedad  de  aquel 
su  amigo.  R  era  aun  flaqueza  según  el  spí- 
ritu aquella  ,  que  senlieron  aquellos  de  Mi- 
leto  por  la  partida  de  san  Pablo  ,  de  donde 
colijo  que  las  personas  cristianas  no  se  de- 


351 

ben  contristar ,  o  *6*  entristezér  mucho  en 
sus  flaquezas  que  son  se^^ún  la  carne  ,  pues 
que  en  ellas  son  tolerables  porque  *  son 
mortales  :  e  que  las  mesmas  personas  cris- 
tianas se  deben  alegrar  mucho  en  sus  fla- 
quezas que  son  según  el  espíritu  ,  pues  que 
son  señálele  perfizión  ,  e  vía  de  vivitication, 
de  resurection  ,  e  vida  eterna.  Los  hijos  de 
este  siglo  sienten  el  dolor  que  es  según  el 
mundo,  mas  no  sienten  el  dolor  que  es  se- 
gún Dios :  e  los  de  Dios  sienten  el  uno  e  el 
otro  dolor,  el  uno  en  cuanto  vive  en  ellos 
Adám  ,  e  el  otro  en  cuanto  vive  en  ellos  Cris- 
to. Los  hijos  de  este  siglo  tienen  bien  la  fla- 
queza que  es  según  la  carne,  mas  no  todos 
la  conoszen  por  flaqueza  ,  ni  la  sienten  por 
lál.  La  flaqueza  que  es  según  el  spiritu,  ni 
la  tienen  ,  ni  la  conoszen  ,  ni  la  sienten  :  e 
los  hijos  de  Dios  tienen  ,  conoszen, sienten , 
entrambas  flaquezas  conosziendo  en  la  fla- 
queza que  [es]  según  la  carne  ,  las  reliquias 
del  viejo  Adám  ,  e  conosziendo  en  la  flaíjue- 
za  ,  que  es  según  el  spiritu,  la  renovatión 
del  nuevo  Adám  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

*     Asi  el  MS.  i  tal  vez  ,  bien. 


352 

Cuanto  sean  peligrosos  los  errores  que  ha- 
zen  los  hombres  pretendiendo  piedad.  Consi- 
derazion  LXXIX. 

^  Tengo  por  zierto  que  entre  los  erro- 
res ,  los  cuales ,  nos  que  somos  hijos  de 
Dios  ,  cometiendo  podeiiios  ofender  a  Dios  , 
los  mayores  sean  aquellos  los  cuales  se  co- 
meten pretendiendo  piedad,  que  esto  sea 
verdad  lo  veo  tanto  por  la  rigurosidad,  con 
la  cual  Dios,  según  que  se  lee  en  la  santa 
Escritura  ,  ha  castigado  estos  errores, cuan- 
to porque  paresze  en  la  mesma  santa  Escri- 
tura,  que  Dios  ha  detenido  con  su  mano  ^^^ 
aquellos  que  han  seido  suyos  ,  no  consin- 
tiendo que  caigan  en  semejantes  errores, 
no  hahicndo  hecho  lo  mesmo  en  los  otros 
errores  ,  en  los  cuales  ,  han  tenido  inien- 
zión  de  satisfazér  a  sus  afectos  e  apetitos  : 
de  la  rigurosidad  ,  con  la  cual  Dios  ha  cas- 
ligado  aquellos  que  han  errado  pretendiendo 
piedad.  Podría  prinzipalmente  dar  testimo- 
nio aquel,  el  cual  queriendo  tener  el  Arca 
del  testimonio  la  cual  ,  a  su  pareszér  ,  es- 


553 
taba  para  caer  ,  súpito  murió,  et  Saúl ,  el 
cual  fué  privado  del  reino  de  Israel ,  e  pri- 
vado perpetuamente  de  la  grazia  de  Dios  , 
por  el  sacrífizio  que  hizo  a  Dios  ,  por  la  vic- 
toria habida  contra  ziertas  jentes  ,  de  las 
cuales  le  había  mandado  Dios  ,  que  no  íU- 
jase  cosa  viva  ,  que  no  pasase  por  el  filo  de 
la  espada.  Donde  si  me  demandara  uno ,  di< 
ziendo  ,  ¿porque,  pues  ,  no  ha  usado  Dios 
esta  mesma  rigurosidad  con  otros  que  han 
errado  mas  pernitiosamente ,  pretendiendo 
piedad?  Como  diriamos  con  san  Pablo  ,  el 
cuál  antes  que  fuese  cristiano  ,  pretendiendo 
piedad  perseguia  e  mataba  los  cristianos. 
Le  responderé  primero,  que  hasta  agora  no 
me  ha  dado  Dios  cuenta  dello  :  e  después 
le  diré  :  que  Dios  no  usa  esta  rigurosidad 
sino  con  aquellos  ,  que  son  del  número  de 
los  suyos  :  e  san  Pablo  ,  cuando  estaba  en 
aquél  error,  no  era  del  número  de  aquellos 
de  Dios  ,  habiendo  ya  el  pueblo  Hebreo  de- 
jado de  ser  pueblo  de  Dios  :  e  por  tanto  no 
fué  castigado  su  error,  como  aquel  de  Oza, 
ni  como  aquél  de  Saúl.  Cuanto  a  que  Dios 
haya  retenido  con  su  mano  a  sus  electos  , 

23 


554 

no  les  dejando  errar  en  la  piedad  ,  si  bien 
los  ha  dejado  errar  en  otras  cosas  ,  me  bas- 
ta por  efícazísimo  ejemplo  aquello  que  se 
escribe  de  David  ,  el  cual  pretendiendo  pie- 
dad ,  deseó  edificar  el  templo  de  Jerusalém, 
e  Dios  no  se  lo  consintió  ,  porque  no  era  su 
voluntad  ,  que  él  lo  edificase,  e  por  eso  ,  el 
'65habria  errado,  si  lo  hobiera  edificado.  E 
el  mesmo  pretendiendo  satisfazér  a  su  ape- 
tito con  Bersabée  ,  hizo  malar  a  su  marido  , 
e  de  la  mujer  hizo  aquello  que  quiso  :  a  la 
cua!  [cosa]  Dios  no  puso  impedimento  algu- 
no. Así  mismo  san  Pedro  no  pretendiendo 
piedad  ,  negó  a  Cristo  ,  e  Dios  lo  consintió. 
E  pretendiendo  piedad  ,  no  querría  *  con- 
versar con  los  jentiles  ,  e  Dios  no  lo  consin- 
tió :  así  como  tampoco  consentía  que  san 
Pablo  fuese  ,  donde  él  pretendiendo  piedad 
querría  *  ir,  hasta  que  aquella  su  pretensión 
no  fuese  suya  ,  sino  del  espíritu  Santo  que 
moraba  en  él.  E  tengo  por  zierto  ,  que  la 
mas  continua  e  ordinaria  tentazion  ^  con  la 
cual  las  personas  pías^son  tentadas  es  esta 
del  pretender  piedad  en  la  cual  el  anjel  de 

*    Asi  el  MS.  en  vez  do  quería. 


555 
Sathanás  se  transfigura  en  anjel  de  luz  ,  ha- 
ziendo  que  paresca  piedad  aquéllo  que  no  es 
piedad.  Empero.las  personas  pías  se  pueden 
consolar  con  dos  cosas.  La  una  es  ,  que  con- 
tra las  teulaziones  del  anjel  de  Sathanás  , 
tienen  las  ilustraziones  del  espíritu  Sancto  , 
el  cual  descubre  el  engaño  del  spíritu  ma- 
ligno. E  la  otra  es  ,  que  Dios  acostumbra  de 
retener  con  su  mano  las  personas  pías  por 
que  no  caigan  en  esta  suerte  de  error ,  por 
ser  tan  contrario  a  la  verdadera  piedad.  E 
juntamente  deben  las  personas  pías  estar 
siempre  alerta  ,  de  manera  ,  que  viniendo 
a  ellos  el  anjel  de  Sathan[ás]  transfigurado 
en  anjel  de  luz,  lo  conoscan,  e  asi  se  guar- 
den del.  Tres  cosas  me  pareszen  aquí.  La 
primera  que  pues  es  tan  grande  el  error  que 
se  comete  pretendiendo  piedad  debe  todo 
hombre  ir  con  mas  resguardo  a  hazer  las 
cosas,  con  las  cuales  pretende  piedad  ,  que 
a  hazRr  las  cosas  con  las  cuales  pretende 
la  propria  satisfazíon.  La  segunda  ,  que  las 
personas  que  son  elejidas  de  Dios  no  yerran 
pretendiendo  piedad  ^^^  por  la  ilustrazión 
que  tienen  del  spíritu  santo  ,  e  porque  Dios 


356 

los  retiene  con  su  mano.  Es  gran  señal  de 
piedad  ,  e  de  electión  de  Dios  ,  el  no  errar 
pretendiendo  piedad.  E  la  terzera  ,  enlonzes 
el  hombre  yerra  pretendiendo  piedad  ,  cuan- 
do haze  una  cosa ,  con  la  cual  por  sí  solo 
piensa  satisfazer  a  Dios  ,  e  obligar  a  Dios  : 
como  si  yo  castigase  mi  cuerpo  ,  no  con 
el  intento  que  dize  san  Pablo  que  castigaba 
el  suyo  ,  que  era  por  tenerlo  en  servitud  e 
sujeto  a  su  espíritu  ,  empero  con  intento  de 
mereszér  por  aquél  castigo  que  yo  hago  en 
ijií.  Amplificando  esta  comparazión  ,  por  to- 
das las  cosas  exteriores  que  hazen  los  hom- 
bres, se  entiende  cuando  yerran  pretendien- 
do piedad  ,  e  torno  a  dezir  ,  que  aquél  que 
se  sentirá  endereszado  por  el  camino  por  el 
cual  no  se  yerra  pretendiendo  piedad  ,  se 
puede  zerlificár  ,  que  es  hijo  de  Dios,  e  por 
el  consiguiente  ,  hermano  del  unijénito  hijo 
de  Dios  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


357 


Cual  es  el  intento  que  tiene  Dios  ,  deman- 
dando a  los  hombres  aquello  que  por  si  solos 
no  le  pueden  dar  ,  e  no  les  da  enjma  vez  to- 
do aquello  que  les  quiere  dar.  Considera- 
tion  LXXX. 

*  Entendiendo  ,  que  en  efecto  es  ver- 
dad ,  que  los  hombres  que  veen  con  los  ojos 
de  la  prudentia  humana  ,  tienen  por  injus- 
lizia  en  Dios  ,  e  por  crueldad  que  Él  deman- 
de a  los  hoaibres  cosas  ,  las  cuales  ellos  por 
si  solos  no  le  pueden  dar ,  como  son  el  amor 
con  todo  el  corazón,  en  el  tiempo  de  la  Lei: 
6  la  fee  de  corazón  en  el  tiempo  del  Evan- 
jelio  :  que  son  dos  cosas  ,  que  tanto  puede 
dar  el  hombre  a  Dios  de  si ,  cuanto  puede 
tocar  el  zielo  con  la  mano.  Entiendo  *  aun, 
como  en  efecto  es  verdad,  que  los  hombres 
que  veen  con  los  ojos  del  spíritu  santo  ,  en 
la  rnesma  demanda  ,  e  por  la  mesma  deman- 
da conoszen  en  Dios  misericordia  e  piedad, 
e  conoszerían  en  Él  todo  lo  contrario ,  en 
caso  que  demandase  cosa  ,  que  con  fazili- 
Así  el  MS.  por  Entendiendo. 


558 

dad  ^^5  los  hombres  le  pudiesen  dar :  e  po- 
niéndome a  considerar  ,  dónde  prozeden  es- 
tos dosjuizios  tan  contrarios  ,  los  cuales  en 
esta  demanda  de  Dios  hazen  la  prudentia  hu- 
mana e  el  spíritu  Santo  :  he  entendido,  que 
el  juizio  que  haze  la  prndeuzia  humana,  pro- 
zede  del  no  conoszér  el  ser  de  Dios  ,  ni  co- 
noszér  el  ser  del  hombre  :  e  que  el  juizio 
que  haze  el  spíritu  santo  prozede  del  conos- 
zér el  ser  de  Dios  ,  e  el  ser  del  hombre  :  e 
es  zierto  cjue  del  no  conoszér  la  prudentia 
humana,  el  ser  de  Dios  ,  prozede  ,  que  vien- 
do que  él  demanda  a  los  hombres  aquello 
que  ellos  no  le  pueden  dar  ,  juzga  que  lo  ha- 
ze por  condenarles  ,  como  juzgaría  de  un 
Prinzipe  del  mundo  ,  el  cual  demandase  a 
sus  vasallos  que  por  un  año  no  dormiesen  , 
poniéndoles  pena  si  dormiesen.  E  que  del 
no  conoszér  la  mesma  prudenzía  humana  , 
el  ser  del  hombre  prozede  ,  que  temía  por 
cosa  mejor  e  mas  útil  al  hombre  ,que  Dios 
le  demandase  mas  presto  aquello  que  él  le 
puede  dar,,  que  aquello  que  no  le  puede 
dar:  asi  como  juzga  e  tiene  por  mejor  ,  que 
un  Prinzipe  del  mundo  demande  a  sus  va- 


359 
salios  mas  presto  aquello  que  con  faziliclád 
le  pueden  dar ,  que  aquello  que  ni  aun  con 
dificultad  le  pueden  dar.  E  es  aun  verdad, 
que  [de]  el  conoszímiento  que  tiene  el  spí- 
ritu  santo  del  ser  de  Dios  prozede  ,  que  no 
juzgando  del  ,  aquello  que  de  los  Prínzipes 
del  mundo  ,  conosze  que  demandando  El  a 
los  hombres  aquello  que  no  le  pueden  dar  , 
no  lo  haga  por  condenar  los  ,  sino  por  sal- 
varles :  e  que  de/  conoszimiento  que  tiene 
el  spíritu  santo  del  ser  del  hombre  ,  proze- 
de ,  que  conosziendo  que  él  en  sí  es  tan 
arrogante  ,  que  si  Dios  demandase  por  su 
salvazión  cosa  que  el  con  fazilidad  de  si 
mesmo  le  pudiese  dar  ,  entrarla  en  tanta 
soberbia  cuando  se  la  hobiese  dado  ,  que 
por  la  mesma  via  que  pensase  adquerir  sal- 
vation  ,  adquirirla  condenation  :  viene  a  co- 
noszer  ,  que  el  intento  con  el  cual  Dios  de- 
manda a  los  hombres  aquello  que  ellos  por 
sí  no  le  pueden  dar ,  no  es  por  condenarles, 
como  juzga  la  prudentia  humana  :  ni  es 
tampoco  por  dificultarles  su  salvation,como 
juzga  la  misma  prudenzia  '^6  humana  ,  la 
cual  por  esto  tiene  a  Dios  por  injusto  e  por 


360 

cruel  ,  empero  es  por  salvarles  e  fazilitarles 
su  saivazión  ,  haziendo  Dios  esto  a  fin  ,  que 
probando  los  hombres  de  amar  a  Dios  con 
todo  el  corazón ,  e  conosziendo  el  *  su  im- 
posibilidad en  entrambas  cosas  ,  ocurran 
a  Dios  ,  demandando  le  la  una  e  la  otra 
cosa  ,  a  fin  que  Dios  se  las  dé  ambas  a 
dos  :  e  ellos  dándolas  a  Dios  ,  adquieran  la 
felizidád  que  desean  ,  no  por  aquello  que 
son  por  si  mismas  ,  mas  por  aquello  que  son 
por  Dios  ,  de  manera  ,  que  con  mucha  ra- 
zón ,  no  humana  sino  devina  los  hombres 
que  veen  con  los  ojos  del  spiritu  santo  ,  co- 
noszen  misericordia  e  piedad  en  Dios  ,  con- 
siderando que  demanda  a  los  hombres  a- 
quello  que  ellos  no  le  pueden  dar  por  sí  so- 
los ;  conoszerian  crueldad  en  Dios  cuando 
les  demandase  aquello  que  ellos  le  pueden 
dar  por  si  solos:  así  como  un  hombre  que 
tuviese  discreszión  ,  cuando  viese  que  un 
padre  pone  el  gobierno  de  su  estado  en  un 
hijo  suyo  ignorante  e  imprudente  ,  teniendo 
por  sabio  al  padre,  juzgaría  que  él  no  tuvo 
intento  a  hazér  Señor  a  su  hijo  ,  sino  a  ha- 
*     Asi  el  MS.  Sohra  el. 


561 

zerle  perder  su  estado  :  lan  diferente  es  el 
jiiizio  que  liaze  en  el  juizio  de  Dios  ehspí- 
ritu  santo  ,  de  aquel  que  haze  en  lo  mes- 
mo  la  prudenlia  humana.  E  aquí  entiendo, 
que  por  las  mesmas  causas,  que  Dios  de- 
manda a  los  hombres  aquello  que  por  sí  no 
le  pueden  dar  ,  acaesze  que  aquellos  a  los 
cuales  él  comienza[a]  dar  amor  e  fee,  e  au- 
mento en  entrambas  cosas,  por  algunos  co- 
noszimientos  e  sentimientos  ,  e  por  algunos 
gustos  de  las  cosas  spirítuales  e  devinas,  no 
les  dá  tanta  evidenzia  e  tanta  claridad  en 
ello  ,  cuanto  ellos  querrían  ,  e  cuanta  bas- 
taría a  hazer  que  ellos  lo  pudiesen  conipre- 
hendér  con  sus  entendimientos.  Quiero  de- 
zir  ,  que  así  como  les  demanda  aquello  que 
ellos  por  si  no  le  pueden  dar  ,  porque  no 
entren  en  soberbia  ,  como  entrañan  cuando 
les  demandase  aquello  que  ellos  le  pudiesen 
dar  ,  6  asi  se  impidiesen  su  salvatión  ,  así 
no  nos  deja  comprehender  enteramente  las 
cosas  espirituales  ,  que  le^  haze  sentir  a  las 
vezes  ,  167  porque  no  se  soberbescan  ,  e  así 
impediscan  *   su   salvazión  ,   conosze  Dios 

■*     Así  el    MS.  por  impidan. 


36^2 

iiuestí'a  mala  masa  e  deseando  nuestra  sal- 
vazión  ,  nos  trata  como  vee  que  conviene 
que  seamos  tratados  ,  haziendo  en  esto  con 
nos  otros  aquello  qué  nos  otros  hazemos  con 
un  muchacho ,  queriendo  hazer  que  él  nos 
ame,  e  dependa  de  nos  otros.  Quiero  dezir 
que  asi  como  nos  otros  no  damos  al  niño  de 
una  vez  todo  aquello  que  él  querría  de  nos 
otros  ,  e  que  nos  otros  le  queremos  dar,  an- 
tes alguna  cosa  le  damos  del  todo ,  otras  en 
parte  ,  e  otras  solamente  le  mostramos  , 
cnanto  basta  a  hazerle  venir  de  buena  gana, 
e  enamorarlo  déllas  ,  a  (in,  que  se  vaya  ena- 
morando de  nosotros  ,  nos  siga  e  dependa 
de  nos;  conoszíendo  que  si  nos  otros  le  dié- 
semos en  una  vez  todo  aquello  ,  que  tene- 
mos para  darle  ,  se  ensoberbería ,  e  no  nos 
amaría  ,  ni  dependería  de  nos  otros.  Así 
Dios  no  nos  dá  en  una  vez  todo  aquello  que 
nos  queremos  del  ,  ni  todo  aquello  que  él 
nos  quiere  dar  ,  empero  alguna  cosa  nos  da 
del  todo  ,  otras  en  parte  ,  e  otras  nos  las  de- 
ja veer  tanto  ,  cuanto  basta  a  hazer  nos  ve- 
nir voluntariamente  a  enamorar  nos  de  ellas, 
para  que  le  signamos  ,  le  amemos ,  e  dejpen- 


565 
damos  del.  esto  lo  haze  Dios  porque  conos- 
ze  que  somos  tales ,  que  si  nos  diese  en  una 
vez  todo  aquello  que  tiene  para  darnos  ,  nos 
hazíamos  soberbios  ,  e  así  no  habria  de  nos 
otros  aquello  que  quiere  ,  que  es  ,  que  lo 
amemos  a  él  con  todo  el  corazón  ,  e  que 
para  adquerir  la  vida  eterna ,  creyendo  fir- 
memente hagamos  nuestra  la  justizia  del 
nnijénito  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nuestro 
Señor. 

Dos  flaquezas  en  Cristo  e  en  sus  miembros, 
e  dos  polenzias  en  él  e  en  ellos.  Considera- 
zion  LXXXl. 

^  En  Cristo  considero  dos  flaquezas.  La 
una  es  aquella  ,  que  él  sentía  en  lo  interior, 
6  la  otra  es  aquella  que  él  mostraba  en  lo 
exterior.  Aquella  que  él  sentía  en  lo  inte- 
rior ,  la  considero  en  las  lágrimas  que  echó 
^^^  sobre  .lerusalem  ,  i  en  aquellas  que  echó 
en  la  muerte  de  Li'izaro  ,  e  en  el  angonía  , 
con  la  cual  oraba  en  el  huerto  sudando  go- 
tas de  sangre.  E  aquella  que  mostraba  en 
lo  exterior  ,  la  considero  ,  viendo  que  era 


564 

tenido  por  bajo  ,  [por]  plebeyo  ,  por  vil  ,  e 
también  por  mal  hombre  ,  pernizioso  ,e  por 
scandaloso  ,  e  viendo  que  fué  odiado  ,  ul- 
trajado ,  e  perseguido  hasta  ser  cruzificado 
por  malhechor ,  e  como  malhechor  :  e  en- 
tiendo, que  sin  ninguna  comparazióu  era 
mayor  la  flaqueza ,  que  Cristo  mostraba  en  lo 
exterior  ,  que  aquella  que  sentia  en  lo  in- 
terior. Quiero  dezir  ,  que  no  era  en  aquel 
grado  de  flaqueza  la  interior  que  él  sentia 
como  era  la  exterior  que  él  mostraba.  En  el 
mesmo  Cristo  considero  dos  potenzias ,  dos 
virtudes  e  eficazias.  La  una  es  aquella  que 
sentia  en  lo  interior  ,  la  otra  es  aquella  que 
mostraba  en  lo  exterior.  La  polenzia  que 
Cristo  mostraba  en  lo  ulterior ,  la  considero 
en  este  modo  ,  que  dijo  a  san  Pedro  cuando 
lo  reprehendió  por  la  oreja  que  cortó  a  Mal- 
chó  dizíéndole,  «No  piensas  tu  que  puedo  ro- 
gar a  mi  Padre ,  e  rae  enviará  mas  de  doze 
mil  lejiones  de  Anjeles  :  &c.  E  la  considero 
en  muchas  palabras  que  leo  en  san  Juan  , 
cuando  hablaba  Cristo  de  la  unión  que  tenía 
con  Dios.  E  la  potenzia  que  tenia  Cristo  en 
lo  exterior  ,  la  considero  ¡en  los  milagros 


565 
que  házia  ,  e  en  la  authoridacl  con  la  cual 
los  hazia  :  e  en  la  potenzia  e  majestad  con  la 
cnal  hablaba  e  enseñaba  :  et  entiendo  que 
sin  ninguna  coniparazion  era  mayor  la  po- 
tenzia ,  la  virtud  ,  e  la  eficazia  ,  que  Cristo 
sentia  en  lo  interior ,  que  aquella  que  mos- 
traba en  lo  exterior.  Quiero  dezir  ,  que  no 
era  en  aquel  grado  de  potenzia  la  exterior 
que  mostraba  ,  como  era  la  interior  que 
sentía.  En  cada  uno  de  aquellos  que  son 
miembros  de  Cristo  ,  considero  casi  lo  mes- 
mo  que  considero  en  Cristo.  Porné  un  ejem- 
plo en  s.  Pablo  ,  en  el  cual  así  mismo  con- 
sidero dos  flaquezas:  una  la  cual  sentia  en 
lo  interior  ,  e  la  otra  que  mostraba  en  lo 
exterior.  Aquella  que  sentia  en  lo  interior  , 
se  conosze  bien  por  aquello  que  dize  del  pe- 
cado que  moraba  en  él ,  Rom.  7.  ,  e  por  a- 
quello  mesmo  entiendo  que  dize  II.  Cor.  ij. 
lib&nter  '^^  gloriabor  in  infirmilalihus  meis  ^ 
por  lo  mesmo  entiendo  que  dize  ,  Cum  infir- 
mor  forlíor  siim.  Por  lo  mesmo  entiendo  que 
le  fué  dicho  de  parte  de  Dios  ,  Siifficit  tibí 
gralia  mea  ,  nam  virtiis  mea  in  infirmilale 
perficitur.  E  aquella  que  mostraba  en  lo  ex- 


566 

leriór  ,  se  mostraba  bien  por  la  mala  o- 
pinión  ,  que  casi  todos  tenian  del  ,  cada 
uno  lo  perseguia  ,  cada  uno  lo  blasfema- 
ba ,  lo  trataba  mal  ,  lo  martirizaba  ,  así 
como  se  lee  en  los  Actos  de  los  Apósto- 
les ;  e  según  que  el  mesmo  escrive  I.  Cor. 
iiii  ,  e  II.  Cor.  xi.  E  entiendo  que  era  mu- 
cha mayor  la  flaqueza  que  san  Pablo  mos- 
traba en  lo  exterior  ,  que  aquella  que  sen- 
lia  en  lo  interior.  Quiero  dezir  ,  que  no  era 
en  aquel  grado  de  flaqueza  aquella  que  san 
Pablo  sentía  en  lo  interior  ,  como  era  aque- 
lla que  mostraba  en  lo  exterior.  En  el  mis- 
mo san  Pablo  ,  considero  dos  potenzias,  dos 
virtudes  ,  e  eficazias.  La  una  la  cual  sentía  en 
lo  interior,  e  la  otra  la  cual  mostraba  en  lo 
exterior.  Aquella  i|ue  sentía  en  lo  interior 
la  publicaba  diziendo  ,  Onmiá  possum  in  eo 
qui  me  conforíal.  e  lo  mostraba  bien  a  la 
descubiería,  Rom.  8. ,  diziendo  ,  que  no  era 
bastante  criatura  alguna  a  separarlo  del  amor 
de  Dios.  E  aquella  que  mostraba  en  lo  ex- 
terior ,  se  vee  por  los  milagros  que  bazía  , 
e  por  la  niuclia  jente  (¡ue  convertía  :  e  en- 
tiendo que  era  mucho  mayor  la  potenzia  que 


567 
sentía  san  Pablo  en  lo  interior  ,  que  aquella 
que  mostraba  en  lo  exterior.  Quiero  dezir, 
que  no  era  en  aquél  grado  de  potentia  aque- 
lla que  s.  Pablo  mostraba  en  lo  exterior  co- 
mo era  aquella  que  sentia  en  lo  interior.  Lo 
mesmo  que  considero  eu  san  Pablo,  lo  con- 
sidero ,  en  cada  uno  de  aquellos  que  son 
miembros  de  Cristo  mas  o  menos  ,  según 
que  es  la  parte  de  la  fee  ,  e  del  spíritu  sa^nc- 
to,  que  postee  cada  uno  de  aquellos  ,  en- 
tendiendo que  del  ser  san  Pablo  miembro 
de  Cristo  prozedia  que  él  er:i  en  todo  lo  di- 
cho semejante  a  Cristo.  Después  entiendo 
que  la  cousiderazion  de  las  dos  flaquezas 
consideradas  en  Cristo,  baze  este  efecto  en 
aquel  que  los  »70  considera,  que  va  en  él  fal- 
tando la  flaqueza  que  siente  en  lo  interior  , 
en  cuanto  van  muriendo  en  él  sus  afectos, 
e  apetitos  :  e  va  cresziendo  en  él  la  flaque- 
za que  muestra  en  lo  exterior  ,  en  cuatito  es 
tenido  por  mas  plebeyo  ,  e  mas  vil  ,  e  por 
mas  apocado  ,  e  es  mas  odiado  et  mas  ul- 
trajado e  mas  perseguido  ,  e  mas  maltrata- 
do. E  entiendo  aun  que  la  consideraron  de 
las  dos  potenzias  virtud  e  eíicazia  conside- 


368 

radas  en  Cristo  ,  haze  este  efecto  en  aquel  , 
que  las  considera  ,  que  en  él  va  cresziendo 
la  potenzía  ,  la  virtud  ,  la  eficazia  que  sien- 
te en  lo  interior  en  cuanto  tiene  [mas]  paz 
en  la  conszienzia  ,  tiene  mas  spíritu,  e  mas 
altos  conoszimientos,  e  mas  divinos  cónzep- 
tos  de  Dios  ,  e  de  las  cosas  de  Dios  :  e  va 
en  éi  faltando  la  potentin ,  la  virtud  e  la  efi- 
cazia ,  que  muestra  en  lo  exterior ,  en  cuan- 
to se  muestra  solamente  cuando  es  inspira- 
do e  movido  de  Dios  a  mostrarse  ,  de  mane- 
ra ,  que  tanto  es  uno  mas  semejante  a  Cris- 
to ,  cuanto  es  mas  flaco  en  aquello  qne  se 
vee  e  mas  poderoso  en  aquello  que  no  se 
vee.  *  Añadiré  esto  ,  que  los  santos  del  mun- 
do conoszen  la  potentia  en  Dios ,  por  la  po- 
tenzia  que  Cristo  mostraba  en  lo  exterior  : 
conosziendo  flaqueza  en  Dios  ,  por  la  fla- 
queza que  Cristo  mostró  en  lo  exterior.  Co- 
noszen potenzia  en  Dios  por  la  transfigura- 
zión  de  Cristo  ,  ,  e  conoszen  flaqueza  en  Dios 
por  la  muerte  de  Cristo.  E  entiendo  que  los 
santos  de  Dios  conoszen  sin  ninguna  compa- 

*     Así  el  MS.  Falla  :  [i  es  menos  poderoso  en  lo 
que  se  vee]. 


369 
razióu  mayor  polentia  en  Dios  ,  por  la  fla- 
queza que  Cristo  mostró  en  lo  exterior  ,  qne 
por  la  polenzia  que  Cristo  mostró  en  lo  ex- 
terior :  e  es  así  en  efecto  que  conoszen  ma- 
yor potenzia  en  Dios  por  la  cruz  de  Cristo  , 
que  por  la  transfigurazión  de  Cristo  ,  conos- 
ziendo  que  es  en  verdad  así :  e  así  se  siente 
(jue  del  mostrarse  Cristo  flaco  ,  resultó  su 
muerte  de  Cruz:  e  de  su  muerte  de  cruz,  ha 
resultado  todo  el  bien  del  mundo  ,  toda  la 
felizidád  ,  e  prosperidad,  de  la  cual  gozan  e 
gozarán ,  aquellos  que  son  miembros  de  Cris- 
to ,  juntamente  con  Cristo  ,  siendo  en  ellos 
aquello  qne  fué  ,  e  aquello  que  es  en  él ,  Al 
cual  sea  gloria  por  siempre  jamás.  Amén. 

^''  En  qué propríamenle  consiste  el  agonía 
que  sintió  en  su  pasión  ,  e  en  su  muerte  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor.  Consideration  LXXXIl. 

^  Habiendo  oido  muchas  vezes  hablar  de 
la  agonía  ,  del  temor  e  fastidio  e  molestia 
que  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  sintió  en  su 
pasión  e  muerte  ,  a  personas  que  pretendían 
mostrar  la  causa  por  que  Cristo  sintió  tanto 

24 


570 

el  padeszér  e  morir  ,  habiendo  padeszido  , 
e  siendo  mnerlos  muchos  hombres ,  algunos 
como  hombres  e  otros  como  cristianos,  al- 
gunos dellos  sin  haber  mostrado  tanto  sen- 
timiento ,  otros  que  no  habiendo  mostrado 
alguno  ,  e  otros  habiendo   mostrado  de  go- 
zarse e  deleitarse  en   el  padeszér  ,  e  go- 
zarse en  el   morir  ,  e  no  habiendo  quedado 
jamás  satisfecho  en  mi  ánimo  ,  ni  con  aque- 
llo  que  oia  dezír  ,  ni  con  aquello  que  leía 
en   los  libros  que  trataban  esta    materia  : 
últimamente  ayuntando  aquello  que  oí  de- 
zir  a  un  predicador  ,  con  aquello  que   se 
lee  en  Esaías  ,  e  en  san  Pedro  ,  he   toma- 
do  esta    resulutión  ,  que    habiendo  puesto 
Dios  ,  en  Cristo  todos  nuestros  pecados  ,  pa- 
ra   castigar  los  todos  en  él ,  e  habiéndolos 
el  tomado  todos  sobre  del,  e  conoszido  los 
todos  en  jenerál  e  en  particular  ,  sintió  por 
cada  uno  dellos  aquella  confuí^ión  ,  aquella 
vergüenza  ,  e  aquel  dolor ,  que  habría  sen- 
tido si  él  proprio  los  hobiese  cometido   to- 
dos. Donde  viendo  se  en  presenzia  de  Dios\ 
contaminado  e  culpado  con   tantos  ,  e   tan 
abominables  pecados  ,  acaeszió  que    sintió 


571 

toda  aquella  agonía  ,  todo  aquél   temor ,  e 
toda  aquella    tristeza  dentro  de  sí  ,  e  toda 
aquella  vergüenza  e  confusión  ,  que  habría 
tocado  a  sentir  a  cada  uno  de  nos  ,  por  ca- 
da uno  de  nuestros  pecados  cuando  hobiése- 
mos    sido  castigados  por   ellos  :   de  donde 
prozedió  que  en  el  huerto  sudaba  gotas  de 
sangre  ,  por  el   agonía   que  sentía  ,  no   de 
verse  zercano  a  la  muerte  ,  mas  de  verse  en 
presenzia  de  Dios  ,  lleno  de  tantos  pecados  , 
por  lo  cual  oraba  la  faz  puesta  en   tierra  , 
como  que  se  aveigonzase  de  mirar  el  zielo, 
conosziendo  sobre  sí  tantas  ofensas  hechas 
contra  Dios.   E  esta  es  verdaderapiente   la 
causa  ,  ^^'^  que  Cristo  mostró  mas  sentimien- 
to de  dolor  en  su  pasión  e  muerte  ,  que  nin- 
guno de  los  mártires  que  han  padeszido  por 
el  evanjelio,  e  que  ninguno  de  los  hombres 
del  mundo,  que  son  muertos  por  el  mundo: 
6  de  esta  vergüenza  e  confusión  que  sintió 
Cristo  viéndose  ensuziado  e  enmarañado  con 
nuestros  pecados  ,  puede  haber  sentido  al- 
guna   partezilla  aquél  ,  que  se    habrá  visto 
en  el  acatamiento  o  presenzia  do  algún  gran 
Prínzipe  ,  rogándole  por  el  perdón  de  algu- 


572 

no  que  ie  ha  sido  traidor  ,  sintiendo  éi  la 
vergiienza  que  liahria  locndo  a  sentir  al  otro. 
Que  esto  pues  sea  verdad  ,  que  en  Cristo 
haya  Dios  puesto  todos  nuestros  pecados,  e 
que  CftlSTO  los  haya  tomado  todos  sohre  de 
si  ,  consta  por  Esaias  ,  donde  dize:  «El  qui- 
tó nuestras  enfermedades  ,  e  nuestros  dolo- 
res Él  los  sufrió.»  K  poco  mas  adelante:  «El 
fué  azotado  por  nuestras  rebeliones  ,  e  ba- 
tido por  nneslras  iniquidades, «  E  mas  ade- 
lante :  «Él  tomó  el  pecado  de  muchos.»  E, 
allende  desto,d¡ze:  «de  su  livor  hemos  si- 
do sanados.»  Esto  mesmo  paresze  por  san 
Pedro  ,  el  cual  sintiendo  lo  mesmo  que  sin- 
tió Esaias  ,  ame  casi  lo  mismo  que  Esaias. 
¡  Ai,  misero  de  mí  ,  que  agora  soi  bien  cla- 
ro del  mal  que  he  hecho  ofendiendo  a  Dios  , 
no  viviendo  según  la  voluntad  de  Dios  ,  sien- 
do así  que  con  cada  una  de  mis  ofensas  ,  e 
con  cada  uno  de  mis  pecados  ,  augmenté  el 
agonía  ,  el  temor  ,  e  la  molestia ,  que  sintió 
Cristo  mió  ,  en  su  pasión  e  en  su  muerte ! 
Aquí  entiendo  dos  cosas  importantísimas.  La 
una, que  si  el  rigor  de  la  justizia  que  fué  ese- 
cu  tada  en  Cristo  ,  tanto  en  lo  exterior  cuan- 


373 

to  en  lo  ¿nleriór  ,  liobiese  sido  esecutado  en 
todos  nos  oU'os  ,  locando  a  cada  uno  su  par- 
le por  sus  ofensas  e  pecados  lodos  fuéramos 
idos  en  perdizión,  no  siendo  ninguno  de  nos 
bastante  a  poder  sufrir  sobre  si  la  parte  del 
castigo  ,  que  le  habria  cabido  a  sufrir  por 
su  parte,  en  caso  que  Cristo  no  bebiese  sa- 
tisfecho a  la  juslizia  de  Dios  por  nos  otros. 
E  el  ir  en  perdizión  entiendo  que  babría  con- 
sistido en  esto ,  que  ninguno  de  nos  babría  si- 
do bastante  a  eslar  saldo  e  ^^^  firme  en  el  pa- 
deszer ,  sin  venir  a  menos  ,  e  así  apartarse 
de  la  obedienzia  de  Dios.  E  por  eso  dijo  bien 
Caifas  ,  que  *"  si  lo  bobiera  bien  sentido  , 
cuando  dijo  :  Expedil  nobis  ,  uí  unus  homo 
moría  tur  pro  p  ¡pulo  ,  el  non  tola  gens  pereat. 
La  otra  cosa  que  yo  entiendo  aquí  es  ,  que 
fué  Hias  que  neszesurio  que  fuese  mas  que 
bombre  ,  antes  que  fuese  hijo  de  Dios  aquél, 
que  fiohiese  de  reconziliar  a  los  hombres  con 
Dios  :  por  que  habiendo  de  ser  castigado 
por  los  pecados  de  todos  ,  conosziéndolos  e 
sintiéndolos  lodos  en  sí  ,  así  bien  ,  como  si 
Él  los  hobiese  cometido  todos  ,  pudiese  ha- 

*     Así  el  MS.  Pero  sobra  el  que. 


574 

zer  resistenzia  ,  al* agonía  ,  temor  e  tristeza, 
a  la  vergüenza  e  confusión  ,  sin  venir  a  me- 
nos (!  sin  apartarse  en  ninguna  manera  .  ni  en 
alguna  parte  de  la  obedienzia  de  Dios  ,  perse- 
verando e.estando  saldo  [e]  constante  en  ella, 
como  estuvo  Jesu  Crtislo  nuestro  Señor  ,  el 
cual  es  comparado  al  cordero  que  es  llevado 
al  cuchillo,  tanto  por  la  innozenlia  con  la 
cual  vivió  ,  cuanto  por  la  obedientia  con  la 
cual  se  contentó  de  ser  sacrificado  por  nos 
otros  ,  siendo  hijo  de  üios  ,  e  una  mesma 
cosa  con  Dios.  La  cual  obedienzia  ,  le  es  e 
será  gloria  e  honrra  en  sempiterno.  Amén. 

Zinc§  considerationes  en  la  Resurecíión  de 
Cristo.  Consideralión  LXXXIII. 

f  En  la  resurection  gloriosa  de  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor,  considero  zinco  cosas, 
las  cuales  en  gran  manera  me  inzitan  a  vi- 
vir en  la  presente  vida ,  una  vida  mui  seme- 
jante a  aquella  que  tengo  de  vivir  en  la  vida 
eterna.  La  primera  es  ,  que  así  como  el  tor- 
mento^ que  sintió  Cristo  padesziendo  ,  fué 
en  gran  manera  acreszentado  por  haber  El 


575 
lomado  sobre  sí  nuestros  pecados  ,  e  por  co- 
noszerlos  en  si ,  así  bien  como  si  Él  los  bo- 
biese  cometido  todos:  así  la  gloria  que  sin- 
tió Cristo  ressnzitando  ,  fué  acreszentada  en 
grandísima  manera  ^'''  por  [ver]  que  todos 
nosotros  resuszitábamos  con  Él.  La  sef^un- 
da  ,  que  así  como  matando  Dios  en  la  cruz 
la  carne  de  Cristo  ,  mató  la  nuestra  ,  de  tal 
manera  ,  que  cuanto  a  él  somos  tenidos  e 
juzgados  ,  como  si  realmente  e  con  efecto 
fuésemos  nuiertos.  Así  reszuszitando  Dios  a 
Cristo  nos  resuszitó  a  nos  otros  ,  de  tal  ma- 
nera ,  que  cuanto  a  Él  somos  tenidos  e  juz- 
gados ,  como  si  realmente  fuésemos  resus- 
zitados.  La  terzera  ,  que  así  como  el  efecto 
por  el  cual  es  conoszida  en  la  presente  vida 
nuestra  encorporazión  en  la  muerte  de  Cris- 
to es  nuestra  mortiíicazión  ,  no  aquella  que 
hazemos  nos  otros  ,  con  nuestras  industrias, 
sino  aquella  que  conseguimos  por  la  incor- 
porazión  en  Cristo  ,  la  cual  baze  el  espíri- 
tu sánelo  ,  que  por  la  fée  nos  es  cumunica- 
do  ,  haziendo  nos  aborreszér  el  mundo  con 
todo  aquello  que  es  [de]  mundo  ,  e  también 
a  nos  otros  mismos  ,  con  todo  aquello  que  es 


576 

nuestro  :  asi  ni  mas  ni  menos  el  efeto ,  por 
el  cuál  es  conoszido  en  la  presente  vida  nues- 
tra incorporazión  ,  en  la  resurectión  de  Cris- 
to ,  es  nuestra  vivificazión  ,  la  cual  liaze 
la  mesma  incorporazión  en  Cristo  [efectua- 
da por]  el  mesmo  espiritu  santo  eri  nos 
otros  ,  rejenerando  nos  e  renovando  nos  to- 
do e  del  todo,  e  haziendo  nos  amar  a  Dios, 
e  a  todo  aquello  que  es  de  Dios  ,  e  amar  a 
Cristo  e  a  todo  aquello  que  es  de  Cristo.  La 
cuarta  cosa  que  considero  es,  que  así  como 
con  mis  pecados  aumento  el  agonía  e  el  tor- 
mento de  Cristo  en  su  pasión,  así  con  mi  re- 
surectión aumento  el  gozo  e  plazér  de  Cristo 
en  su  resurectión  :  e  así  como  me  duelo  de 
aquello ,  así  me  glorío  desto  :  antes  la  gloria 
de  esta  cosa  faze  ,  que  casi  me  olvido  del 
dolor  de  la  otra.  La  quinta  cosa  que  consi- 
dero es  ,  que  solamente  aquellos  que  están 
encorporados  en  Cristo  ,  son  e  están  ziertos 
de  su  resurectión  fundándola  en  la  resurec- 
tión de  Cristo.  E  por  tanto  san  Pablo  que- 
riendo persuadir  a  los  Corint/iios  la  resurec- 
tión de  los  justos  ,  funda  sus  persuasiones 
en  la  resurectión  de  Cristo.  Con  estas  consi- 


377 
deralíones  vernemos  nosotros  cristianos  a 
sentir  en  nuestros  corazones  la  utilidad  , 'que 
nos  viene  de  la  resurectión  gloriosa  de  Jesu 
Cristo  nuestro  Señnr. 

'^^  Que  solamente  la  incorporation  en  Cris- 
to es   aquella  que   mortifica.   Considerazión 

Lxxxiiir. 

^  Tornando  a  considerar  aquello  que 
otras  vezes  he  considerado  ,  cuanto  a  las 
dos  depravaziones  que  son  o  estíui  en  oí  hom- 
bre ,  de  la  cual  la  una  es  natural, e  heredi- 
taria ,  e  la  otra  es  aí/querida  ,  i  es  aprendi- 
da ,  vengo  a  entender,  que  ambas  a  dos  es- 
tas depravationes  están  en  el  ánimo,  e  están 
en  el  cuerpo.  Quiero  dezir,  que  de  nuestros 
primeros  padres  lodos  los  hombres  hereda- 
mos *  esto  que  naszen  en  los  ánimos  impíos 
c  enemigos  de  Dios  ,  e  iníieles  a  Dios,  e  llenos 
de  amor  proprio  :  e  en  los  cuerpos  naszen  vi- 
ziosos  e  mal  inclinados.  E  demás  digo  ,  que 
con  los  malos  ejerzizios,  con  las  malas  com- 
pañías ,  e  con  las  falsas  doctrinas  ,  ymos 
Así  el  MS,  por  heredan. 


378 

aumentando  tanto  la  depravazión  del  ánima, 
por  la  cual  naszemos  hijos  de  ira  ,  cuanto  a- 
quella  del  cuerpo,  por  la  cuál  somos  muchas 
vezes  peores  que  las  bestias.  La  prudentia  hu- 
mana no  conosziendo  la  depravazión  natu- 
ral del  ánimo  ,  ni  del  cuerpo  ,  antes  no  co- 
nosziendo sino  la  adquerida  del  cuerpo  ,  no 
ha  tenido  jamás  intento  a  mortificar  en  los 
hombres  sino  aquello  que  ha  conoszido  por 
mal  :  e  de  aquí  acaesze  ,  que  todas  las  le- 
yes ,  doctrinas  [e]  Rf-:lijiones  que  han  halla- 
do los  hombres  ,  han  tenido  intento  sola- 
mente a  mortificar  la  depravatión  del  cuer- 
po, e  désta  solamente  la  adquerida  :  empe- 
ro Dios  conosziendo  prinzipalmente  la  de- 
pravatión natural  ,  e  de  esta  teniendo  por 
peor  aquella  del  ánimo  ,  en  la  Lei  de  Moisén 
tuvo  intento  a  mortificar  la  una  depravatión 
e  la  otra,  e  prinzipalmente  aquella  del  áni- 
mo ,  que  es  mas  natural  ,  e  mas  pernitiosa 
a  los  hombres,  siendo  como  es  mas  contra- 
ria a  Dios  ,  e  por  eso  encomendaba  el  amor 
de  Dios  ,  la  adorazión  de  Dios  ,  e  la  confian- 
za en  Dios ,  e  prohibía  toda  concupiszenzia 
interior.  Esto  que  pretendia  hazer  la  Lei  de 


379 
Dios  en  los  hombres  ,  no  lo  liazia  jamás,  no 
ya  por  la  iraperfizión  de  la  Lei  ,  mas  por  la 
imperfizión  de  los  hombres  ,  empero  híize  lo 
la  incorporazioii  en  Cristo  :  siendo  así  qne 
como  primero  es  incorporado  el  hombre 
por  la  fee  en  Cristo  comienza  a  morir  en 
él  '"^^  la  depravalion  natural  e  la  adqnerida, 
e  van  muriendo  según  que  se  van  incorpo- 
rando en  Cristo  :  casi  se  va  el  hombre  in- 
corporando en  Cristo  ,  según  que  va  sien- 
do semejante  a  la  mnerte  de  Cristo  :  e  mien- 
tras el  va  por  este  camino  ,  no  le  son  impu- 
tadas aquellas  cesasen  las  cuales  yerra  ,  o 
por  la  depravation  natural  ,  o  por  la  adque- 
rida. E  muriendo  primero  en  él  la  deprava- 
lion natural ,  e  désta  antes  aquella  del  áni- 
mo que  aquella  de!  cuerpo,  le  es  fazilitada 
la  mortificazión  de  la  depravation  adquerida, 
la  cual  [le]  resla  :  para  que  como  por  ejerzizío 
atienda  a  mortificar  la  mientras  vive:e  mor- 
tifica la  antes  con  la  considerazíón  ,  que  con 
los  efectos  exteriores ,  e  la  consid^-razión  es 
de  aquello  que  padeszió  Cristo  del  ser  muer- 
to en  la  Cruz  con  Cristo  ,  e  ser  resuzilado 
con  Cristo  ,  e  ser  su  intento  vivir  en  la  vida 


580 

eterna  con  Cristo  ,  las  cuales  consideratio- 
nes  son  de  tanta  iniportanzia  o  de  tanta  eíi- 
cazia  en  el  hombre  ,  ijue  haziéndole  perder 
el  gusto  de  todas  las  cosas  de  la  vida  pre- 
sente ,  mortifica  en  él  lodo  aquello  de  la  car- 
ne, e  mundo  bien  que  *  piense  que  muera 
del  lodo  hasta  que  con  efecto  muera  el  hom- 
bre. De  todo  esto  se  colije  ,  que  la  priulen- 
lia  humana  -no  sa]>e  quñ  cosa  sea  mortifi- 
caziún  ,  e  que  la  Lei  de  Moisén  la  encomen- 
daba ,  mas  no  la  daba  :  e  que  solamente  se 
adquiere  por  la  eucorporatión,  con  la  cual 
nos  otros  que  creejnos  ,  somos  incorporados 
en  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Cuatro  maneras  ,■  por  las  cuales  los  cristia- 
nos conoszen  a  Dios  por  niciUo  tÍ6  Críslo.  Con- 
sidcrazión  LXXXV. 

^  Habiendo  hablado  muchas  vezes  del 
conoszímiento  de  Dios,  como  de  cosa  im- 
portantísima e  tanto  que  *'^'  en  ella  consiste 
la  felizidád  ,  e  la  vida  eterna  ;  e  habiendo 
dicho  como  ha  i  tres  vi  as    para  conoszér  a 

*     Así  el  MS   por  «wo  pienso  » 


581 

Dios  ,  una  por  !a  conlemplazión  de  las  crea- 
luras  ,  la  cual  es  propria  de  los  Jentücs  :  la 
otra  por  la  loclion  ác  la  sania  Escrilnra,  la 
cual  fué  propria  de  los  Hebreos ,  e  la  oli'a 
por  Cristo  ,  la  cual  es  propria  de  los  Cristia- 
nos :  e  no  habiendo  jamás  quedado  satisfe- 
cho en  esta  terzera  (quiero  dezir  en  el  modo 
de  la  inlelijenzia  ,  por  la  cual  nos  otros  cris- 
tianos conoszemos  a  Dios  poi-  Cristo)  des- 
pués de  haberlo  mui  bien  considerado,  hallo 
cuatro  maneras  ,  por  las  cuales  nosotros 
cristianos  conoszemos  a  Dios  por  Cristo.  La 
primera  es  ,  por  revelazión  de  Cristo.  La  se- 
gunda ,  por  la  cumunicatión  del  espíritu 
Sancto.  La  terzera  ,  por  la  reieneralion  e 
renovation  Cristiana.  E  la  cuarta  ,  por  una 
zierta  visión  interior,  por  revelazion  de  Cris- 
to. *  Entiendo  que  el  Cristiano  conosze  a 
Dios  cuando  el  mesmo  Cristo  se  le  deja  co- 
noszér  :  por  que  entouzes  en  él  conoszemos 
a  Dios  ,  siendo  en  **  la  expresa  imajen  de 
Dios  ,  conforme  a  aquello  :  Pliitippo  qui  vi- 
chi me  ,  videt  el  Pilrem  meum.  J.  xiiii.  :  e 

*     Así  la  puuluaziou  en  el   MS.  Cíjuivocadii. 
**     :\sí  el  MS.  por  él. 


382 

conforme  a  aquello  que  dize  s  Pablo  ,  Co« 
los.  I.  ,  hablando  de  Cristo  :  Qui  est  imago 
Dei  invisibilis.  Et  que  esto  sea  verdad  ,  que 
por  revelation  de  Cristo  el  cristiano  conosca 
a  Dios  ,  paresze  por  aquello:  Ñeque  palrem 
qiiis  novil  nisi  films  ,  et  cid  voluerit  fllius 
revelare.  Math.  xi.  Esta  revelation  entiendo 
que  es  interior,  no  teniendo  en  sí  cosa  algu- 
na que  sea  visible,  e  así  pertenesze  a  los  ojos 
interiores  ,  e  no  a  los  exteriores:  E  esta  pre- 
supone el  conosziraiento  de  Cristo.  Quiero 
dezir  ,  que  al  conosziniiento  de  Cristo  ,  * 
Dios  por  revelation  de  Cristo  ,  prezede  el 
conoszimienlo  de  Cristo  ,  el  cual  entiendo 
que  consiste  ,  en  conoszér  su  divinidad  ,  su 
humanidad  ,  su  ser  divino  e  himiano,  su 
gloria ,  e  su  ignominia ,  su  dignidad  e  su  ba- 
jeza ,  e  así  su  omnipotenzia  ,  e  su  humildad. 
E  es  zierto  que  sabiendo  yo  que  Cristo  es  la 
imajen  de  Dios  ,e  viendo  en  él  omnipoten- 
zia ,  justizia  ,  verdad  e  ^-^  fidelidad  ,  vengo 
a  conoszér  no  ya  por  relazión  de  la  santa 
Escritura  ,  sino  por  revelazión  del  mismo 
Cristo  que  en  Dios  hai  omnipotenzia,  justi- 

Así  el  MS.  con  el  italiano. 


385 

zia ,  e  verdad  ,  e  fidelidad  ,  pues  que  estas 
cosas  eslán  en  Cristo  ,  e  Cristo  es  la  ¡majen 
de  Dios\  de  manera  que  aquél  que  conosze 
en  este  modo  aXristo  ,  no  por  revelazion  de 
hombres  ,  sino  por  revelazion  interior  del 
mismo  Cristo  ,  puede  dezir  con  verdad, [que 
conosze  a  Dios  en  Cristo  ,  así  como  un  hom- 
bre al  cual  s.  Pablo  (en  el  cual  era  gran 
parte  de  la  ¡majen  de  Cristo) ,  hubiese  des- 
cubierto lodo  su  ánimo  ,  e  todas  sus  cosas 
interiores  ,  habría  podido  dezir  con  verdad 
que  conoszia  [a]  Cr¡sto  en  san  Pablo  ,  bien 
que  esta  comparazión  no  sirve  para  azertár, 
sino  para  a/üiár  en  aquello  que  quiero  de- 
zir^Por  la  cumunication  del  espíritu  sancto, 
entiendo  que  conosze  el  cristiano  a  Dios  : 
porque  entiendo  que  a  aquél  que  cree  en 
Cristo  ,  es  dado  el  spíritu  santo  :  e  enten- 
diendo por  s.  Pablo,  (pie  el  espíritu  de  Dios 
escudr¡ña  los  profundos  secretos  de  Dios  , 
entiendo  aun  que  conoszemos  al  mesmo  Dios, 
e  por  Cristo  ,  en  cuanto  por  Cristo  nos  es  da- 
do el  spíritu  santo  ,  siendo  el  mesmo  aquel 
que  nos  lo"dá  por  voluntad  e  ordínatión  de 
Dios  ,  así   como  por  la   mesma  voluntad  e 


584 

ordination  nos  es  dada  esta  luz  empero  por 
el  sol  :  e  es  zierlo  que  el  spíriursanto  es  efi- 
caz en  mi  que  soi  cristiano  ,  a  hazernie  co- 
nozér  omnipotenzia  en  Dios  ,  por  la  gran  po- 
tenzia  que  muestra  en  mi  ,  mortiíicándo- 
me  :  a  hazerme  conoszér  sapientia  en  Dios 
por  la  sabiduría  que  adquiero  por  su  espí- 
ritu sanio  :  a  liazer  me  conoszér  justizia  en 
Dios  ,  por  que  me  justifica  en  Cristo  :  a  ha- 
zér  me  conoszér  verdad  en  Dios  por  que  me 
cumple  lo  que  me  promete  :  a  hazer  me  co- 
noszér bondad  e  misericordia  en  Dios,  por 
que  comporta  e  *^^  sufre  mis  poquedades  e 
pecados  :  e  asi  vengo  a  conoszér  en  Dios  to- 
das aquellas  cosas  no  ya  por  relazión  de 
escritura  ,  sino  por  lo  que  obra  en  raí  el 
spírilu  santo  ,  ei  cual  me  es  cumunicado 
por  Cristo.  i*or  la  rej enera tión  e  renovaiion 
cristiana  entiendo  que  ei  cristiano  conosze 
a  Dios  ,  porque  entiendo  que  siendo  el  reje- 
nerado  e  renovado  por  el  espíritu  saucto 
el  cual  por  Cristo  le  es  cumunicado  ,  va  de- 
jando e  renunziando  la  imajen  de  Adám  ,  la 
cual  nos  es  propria  por  l;i  jeneration  huma- 
na ,  por  la  cual  naturalmente  somos  hijos 


385 

de  ira  ,  somos  enemigos  de  Dios  ,  impíos  , 
rebeldes  ,  e  infieles  ,  e  va  tomando  e  reco- 
brando la  imajen  de  Dios  ,  que  nos  es  pro- 
pria  por  la  rejeneralion  cristiana  ,  por  la 
cual  casi  naturalmente  somos  hijos  de  gra- 
zia  ,  hijos  adoptivos  de  Dios  ,  somos  amigos 
de  Dios  ,  pios ,  obedientes  ,  e  fieles  ,  e  así  po- 
co a  poco  venimos  a  conoszér  a  Dios  en  nos 
otros  ,  conosziendo  en  nos  aquellas  devinas 
perfiziones ,  las  cnales  la  santa  Escritura  a- 
tribuye  a  Dios  :  e  adquiriendo  la  rejenera- 
tion  e  renovalion  por  el  spíriiu  sanio  ,  e  el 
spíritu  santo  por  Cristo  ,  viene  a  ser  verdad 
que  por  Crislo  conoszemos  a  Dios  en  nos 
Giros  :  e  es  cosa  clara  que  no  conoszeremos 
Jamás  en  Dios  verdad  ,  fidelidad,  justizía  , 
bondad  ;  si  primero  no  fuésemos  nos  otros 
verdaderos  ,  fieles  ,  justos  ,  buenos  ,  &c. 
siendo  natural  al  hombre  juzgar  de  otro  se- 
gún aquello  que  conosze  de  sí  :  Por  una 
zierta  visión  interior  entiendo ,  que  el  cris- 
tiano conosze  a  Dios  ,  después  que  lo  ha 
conoszido  por  revelazión  de  Cristo  ,  por  la 
cumunicatíon  del  espíritu  santo  ,  e  por  la 
rejeneration  cristiana  :  e  cuanto  a  esta  cog- 

25 


386 

nition  rae  remito  a  aquello  que  he  dicho  en 
otra  considcralion  ,  en  la  cual  he  puesto  al- 
gunas comparationes ,  por  las  cuales  el  hom- 
^80  bre  que  no  habrá  allegado  a  este  conos- 
zimiento  de  Dios,  en  algún  modo  podrá 
arribar  a  entender  en  que  ella  consiste  :  e 
si  arriba ,  soi  zierto  que  le  verna  tanto  de- 
seo deste  conoszimiento  ,  que  irá  de  conlino 
detrás  de  Dios  ,  diziéndole  aquellas  amoro- 
sas palabras,  Oslende  michi  *  faciem  turnn  : 
e  aun  estol  zierto  que  Dios  la  mostrará  , 
cuando  le  plazerá  e  como  le  plazerá  a  su 
divina  majestad  acomodándose  a  la  incapa- 
zidád  humana  ,  la  cual  es  incapazísima  de 
esta  visión  interior  :  e  por  que  los  cristia- 
nos encorporados  en  Cristo  ,  que  conoszen  a 
Dios  por  revelatión  de  Cristo  ,  por  la  cumu- 
nicatiou  del  espíritu  santo  por  la  rejenera- 
tion  e  renovation  cristiana  ,  se  van  hazien- 
do  capazes  de  esta  visión  interior  yéndose 
allegando  a  la  impasibilidad  e  inmortalidad, 
se  dize  con  verdad  ,  que  por  Cristo  nos  otros 
cristianos  venimos  a  conoszér  a  Dios  por 
una  zierta  visión  interior,  empero  en  parte, 

*    Así  el  MS.  por  mihi.  1  luego:  timam. 


587 
como  se  puede  en  la  presente  vida  ,  sienrlo 
reservada  la  perfecta  e  eiitern  visión  para  la 
vida  eterna  ,  donde  perpetuamente  viendo 
a  Dios  cara  a  cara  ,  seremos  beatísimos  con 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor  a  quien  sea  glo- 
ria por  siempre  jamás  Amén. 

Para  conoszer  los  movimientos  interiores 
cuando  son  de  spiritu  santo  ,  cuando  de  spi- 
rilu  maliíjno  ,  e  cuando  de  spiritu  proprio. 
Considerazion  LXXXVL 

^  En  una  epístola  me  acuerdo  haber 
scrito  ,  en  qué  manera  los  hombres  en  la 
presente  vida  son  movidos  a  todas  las  cosas 
con  uno  destos  tres  spíritus ,  con  el  spiritu 
sancto  e  divino  ,  con  el  spiritu  proprio  e 
nmlo  ,  con  el  spiritu  maligno  e  diabólico:  e 
por  que  entiendo  cuanto  importa  a  aquellos 
que  atienden  a  la  pertizión  cristiana  ,  saber 
con  (jué  espíritu  son  movidos  a  obrar  '^'  o 
a  no  obrar  ,  vengo  de  nuevo  a  considerar  , 
que  sepamos  bien  nos  otros  que  atendemos  a 
la  perfiction  cristiana  ,  que  para  adquerir 
aquello  que  buscamos  ,  que  es  !a  inmortali- 


588 

dad  ,  e  la  vida  eterna  ,nos  conviene  seguir 
el  movimiento  del  espíritu  sancto  ,  e  huir 
del  espíritu  aialigno,  e  contrastar  con  aquél 
del  spíritu  proprio.  Después  entiendo  e  con- 
sidero ,  que  a  muchos  acaesze  ,  que  no  sa- 
biendo hazér  diferentia  entre  estos  movi- 
mientos, pensando  de  seguir  el  espíritu  san- 
to ,  siguen  el  espíritu  maligno  ,  o  van  detras 
del  spíritu  proprio  ,  prozediendo  su  error  no 
ya  del  no  sab^r  para  donde  les  conviene 
caminar,  porque  saben  bien  que  les  convie- 
ne caminar  a  la  vida  eterna  ,  ni  del  no  sa- 
ber el  camino  :  poique  saben  bien  que  el 
camino  es  la  piedad  ,  la  justizia  ,  la  santi- 
dad. Mas  del  no  conoszér  en  que  cosa  pro- 
príameole  consiste  ,  la  piedad  ,  la  juslízia 
[e]  la  ^santidád,  porque  en  caso  que  lo  co- 
nosziesen  se  azercarían  a  conoszér  cuando 
son  movidos  del  espíritu  santo,  cuando  del 
spíritu  maligno  ,  cuando  del  espíritu  pro- 
prio :  siendo  así  ,  que  según  que  el  hombre 
va  coiiosziendo  en  qué  cosa  propriamente 
consiste  la  piedad,  e  la  justizia,  e  la  santi- 
dad ,  así  se  le  van  abriendo  los  ojos  a  co- 
noszér ,  cuando  es  movido  de  un  spíritu  ,  e 


589 

cuando  de  otro  ,  sin  el  cual  conoszimiento 
el  hombre  que  atiende  a  la  perfizion  cristia- 
na ,  es  nnii  semejante  a  una  nao  que  está  en 
medio  de  la  mar  ,  no  sabiendo  con  que  vien- 
to ha  de  Uiivegár  ,  por  haber  perdido  el  agu- 
ja. Habiendo  pues  considerado  ,  como  todo 
esto  es  verdad  ,  de  que  no  hai  ninguno  de 
aquellos  que  atienden  a  la  perfizion  cristia- 
na ,  que  no  pueda  dar  algún  testimonio  ;  sol 
venido  aun  a  considerar,  que  después  que 
el  hombre  atiende  a  la  perfizion  cristiana, 
sabe  que  camina  a  la  vida  eterna  e  sabe  que 
el  camino  es  la  piedad  ,  la  justizia  e  la  san- 
tidad, es  neszesario  que  sepa  ,  que  ia  san- 
tidad con'^-siste  en  la  election  de  Dios,  que 
es  que  solamente  son  santos  aquellos  los 
cuales  Dios  elije  e  azepta  para  si  ,  que  la 
justizia  consiste  en  creer  en  CRISTO  ,  que 
es  que  solami^Ue  son  justos  aquellos  ,  los 
cuales  creyendo  hazen  suya  la  justizia  de 
CRISTO,  e  que  la  piedad  consiste  en  apro- 
bar por  bueno  todo  aquello  que  Dios  obra  , 
6  contentarse  dello  ,  que  es  que  solauíenle 
son  píos  aquellos  ,  que  con  sus  ánimos  a- 
prueban  aquello  que  Dios  obra  :  e  de  tal  raa- 


590 

ñera  se  contenían  ,  que  no  lo  mudarían  ni 
aUerarian  ,  aun  que  pudiesen.  Porque  en- 
tiendo ,  que  sabido  esto  ,  comienza  el  hom- 
bre a  allegarse  al  conoszér  los  movimientos 
delspiritu  ,  cuando  son  de  espíritu  bueno  , 
e  cuando  de  espíritu  malo  ,  e  cuando  son 
de  espírilu  proprio  ,  siendo  así  que  tiene  por 
movimiento  de  espírilu  bueno  ,  todas  aque- 
llas cosas  que  van  endereszadas  a  responder 
a  la  vocalión  de  Dios  a  dezir  con  san  Pablo, 
Domine,  quid  me  vis  [acere?  e  con  Anania  , 
Ecce  ego  ,  Domine,  e  todos  aquellos  que  van 
endereszados  a  creer  en  Cristo  a  dezir  siem- 
pre ,  Domine  ,  adiuva  incredulitatem  meam  , 
et,  Domine  auge  mihi  *  fidem,  e  lodos  aquellos 
que  van  endereszados  a  remelirse  en  todo 
e  por  todo  en  Dios  ;  a  dejar  se  rejír  e  gober- 
nar de  Dios  ,  aprobando  e  teniendo  por  bue- 
no lodo  aquello  que  haze  Dios  ,  el  mesmo  tie- 
ne por  movimienlo[s)  de  espíritu  maligno  to- 
dos aquellos  que  son  contrarios  a  eslos.  Tiene 
por  movimienlo[s]  de  espíritu  proprio  aque- 
llos, los  cuales  si  bien  no  son  contrarios  a  es- 
los, no  son  contrarios  dellos.  Con  esto  pienso 

*    El  MS.  ,  michi. 


391 
que  toda  persona  que  terna  estrecha  cuen- 
ta consigo  niesnia  ,  se  allegará  mucho  al 
verdadero  conoszimiento  de  los  espíritus , 
para  entender  con  cual  de  ellos  ha  de  cami- 
nar :  e  pienso  que  aun  se  azercará  ;mas  e 
mejor  ;  zertificandose  que  son  movimientos 
de  spiritu  sancto  ,  aquellos  que  la  tirarán  a 
la  imitazión  de  Cristo  ,  prinzipalmente  en 
cuanto  fue  obidientísimo  a  su  eterno  Padre, 
e  en  cuanto  en  él  ,fué  per-^^^fectísima  cari- 
dad ,  e  en  cuanto  tuvo  profundísima  humil- 
dad ,  e  grandísima  mansedumbre  :  porque 
es  cosa  zierla  que  el  spiritu  santo  en  aque- 
llos que  son  miembros  de  Cristo  ,  siendo  el 
niesmo  que  fué  en  Cristo  les  inspira ,  e  mue- 
ve ,  a  aquello  que  inspiró  e  movió  a  Cristo, 
a  él  como  cabeza  e  como  hijo  lejítimo ,  e  a 
ellos  como  miembros  e  hijos  adoptivos  :  e 
zertificandose  aun  que  son  movimientos  de 
espíritu  maligno  aquellos  que  son  contrarios 
a  estos  ,  e  que  son  movimientos  de  espíritu 
proprio  aquellos  que  tiran  al  hombre  al  in- 
leresse  proprio  ,  a  la  propria  honrra  e  glo- 
ria ,  e  a  la  propria  recreatión  e  satisfazión. 
E  aun  con  esto  no  digo  que  se  azierte  a  ha- 


592 

zér  esta  diferenzia  de  espíritus  ,  en  conos- 
zér  estos  movimientos  ,  mas  digo  ,  que  asi 
se  va  el  hombre  allegando  ,  reservando  la 
perfecta  e  entera  cognition  a  aquellos  que  la 
tienen  por  particular  don  de  Dios  ,  los  cua- 
les conoszen  a  Sathanás  también  cuando  se 
transfigura  en  anjel  de  luz ,  cuando  les  ofres- 
ze  e  propone  cosas  aparentes  a  la  piedad  , 
justizia,  e  santidad  :  en  el  cual  tiempo  pro- 
priamente  perteneszen  estos  avisos ,  sien- 
do como  es  grandísimo  el  inconveniente  , 
en  el  cual  caen  los  hombres  cuando  yerran 
pretendiendo  piedad.  Finalmente  me  resuel- 
vo en  esto  ,  que  el  hombre  que  desea  ca- 
minar a  Dios  con  viento  próspero  ,  preten- 
da recobrar  en  la  presente  vida  la  imajen 
de  Cristo,  poniéndose  ante  los  ojos  a  Cristo, 
e  reduziendose  a  seguir  aquellos  movimien- 
tos que  habría  seguido  Cristo  ,  e  a  contras- 
tar con  aquellos  movimientos  que  no  habría 
seguido  Cristo  :  e  esta  es  la  perfection  que 
nos  es  propuesta  a  todos  nos  otros  que  so- 
mos miembros  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


39S 

Que  todas  las  criaturas  fueron  gastadas  en 
la  depravatión  del  hombre  ,  e  que  sercm  res- 
tauradas en  la  reparación  del  hombre.  Consi- 
derazion  LXXXYIÍ. 

^84  <í  Leyendo  a  san  Pablo  he  hallado  , 
que  toca  muchos  secretos  dignos  de  mucha 
consideration  :  e  entre  los  otros  he  tenido 
por  dignísimo  aquel  que  toca  la  restaura- 
zión  de  las  criaturas  en  la  resureczion  glo- 
rioí:a  de  los  hijos  de  Dios  :  en  la  consi- 
derazion  del  cual  secreto  he  entrado  mu- 
chas vezes,  e  me  ha  aconteszido  ,  que  cuanto 
mas  lo  he  querido  entender  |,  tanto  menos 
lo  he  entendido.  Allega  bien  un  spíritu  has- 
ta esta  intelijencia  ,  que  asi  como  el  hom- 
bre en  su  depravazión  gastó  todas  las  cria- 
turas ,  así  en  la  reparazion  del  hombre  serán 
reparadas  todas  las  criaturas  :  que  some- 
tiendo el  primer  Adám  todos  los  hombres  a 
la  miseria  e  a  la  muerte  ,  gastó  todas  las 
criaturas  :  e  que  condiiziendo  el  segundo 
Adám  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  los  hom- 
bres a  la  felizidad  ,  e  a  la  vida  eterna  ,  res- 
taurará todas   las  criaturas  :  mas  como  no 


394 

entendí  en  qué  manera  las  criaturas  en  la 
depravation  del  hombre  habian  sido  gasta- 
das ,  no  entendí  tampoco  en  que  manera  en 
la  reparatión  del  hombre  serán  restauradas: 
en  la  cual  cosa  consiste  el  secreto  que  en- 
tiende s.  Pablo,  el  cual  secreto  paresze, 
que  habia  entendido  primero  Esaías  a  los 
65.  ,  donde  promete  Dios  de  criar  Zielos 
nuevos  ,  e  tierra  nueva.  E  el  mesnio  secre- 
to paresze  que  entendió  san  Pedro  en  el  úl- 
timo Capítolo  de  su  Segunda  epístola  :  e  lo 
mesmo  paresze  que  sea  entendido  en  el  Apo- 
calipsis xxi.  Agora  entiendo  ,  que  habiendo 
criado  Dios  al  hombre  en  un  estado  de  in- 
mortalidad ,  e  de  suma  felizidád  crió  todas 
las  cosas  con  tal  orden  ,  e  con  tal  tempera- 
mento ,  que  todos  ellos  se  acordaban  a  ha- 
zer  al  hombre  inmortal  e  felezísimo.  Des- 
pués entiendo  que  sometiéndose  el  hombre 
a  la  miseria ,  por  comer  el  fructo  del  árbol 
de  la  scienlia  del  bien  e  del  mal  ,  e  come- 
tiéndose a  la  muerte  por  ser  desobediente  a 
Dios  ,  comiendo  el  fructo  del  árbol  contra 
el  mandamiento  de  Dios  ,  fue  neszesario  que 
todas  las  criaturas  dejasen  el  ser  del  tem- 


395 

peramiento  con  el  cual  habían  sido  criadas 
para  hazer  al  hombre  inmortal  e  felezísimo, 
e  tomasen  otro  ser,  e  otro  lemperamiento  , 
con  el  cual  todas  las  cosas  se  acordasen  ^^^ 
a  hazer  el  hombre  miserable  e  mortal.  E  de 
aquí  entiendo  que  prozeden  las  malas  in- 
fluenzias  del  zielo ,  e  las  cosas  venenosas  [e] 
insalubres  que  produze  la  tierra  ,  las  cuales 
todas  aumentan  la  miseria  del  hombre.  E  de 
esto  ,  que  todas  las  criaturas  lomaron  para 
hazér  al  hombre  miserable  e  mortal  ,  en- 
tiendo que  dize  s.  Pablo  ,  que  todas  ellas 
ansiosamente  d'ísean  de  ser  libres.  Enten- 
diendo esto  vengo  a  entendrr  ,  que  habien- 
do de  ser  el  hombre  inmortal  e  felizísinio  en 
la  resurection  de  los  justos  ,  todas  las  cria- 
turas tornarán  a  cobiár  aquél  ser  ,  aquel 
temperamiento  e  aquel  orden  ,  con  el  cual 
fueron  criadas  ,  para  hazér  al  hombre  en  su 
reparatión  inmortal  e  feüzísímo ,  así  como 
en  su  depravaliÓM  perverlieron  su  ser  ,  su 
temperamiento  e  su  orden  para  hazer  les  mi- 
serables e  mortales.  Eu  esta  jeneralidád  de 
criaturas  no  entiendo  que  sean  comprehen- 
didos  los  Ánjeles  buenos ,  por  que  no  ha- 


396 

hiendo  sido  gastados  ,  no  tienen  neszesidád 
de  ser  restaurados ,  ni  los  Ánjeles  malos  por 
que  no  habiendo  sido  gastados  con  el  honi- 
hre  para  hazer  miserable  e  mortal  al  hom- 
bre, no  serán  restaurados  con  el  houibre 
para  hazerlo  inmortal  e  feüzisimo.  En  esta 
considerazión  mas  que  en  otra  ninguna  des- 
tas  que  hasta  agora  he  considerado ,  me  pa- 
resze  ver  la  grandísima  obli^atión  la  cual  no 
solamente  los  hombres  en  particular  ,  mas 
todas  las  criaturas  en  jenerál  tienen  a  Cristo. 
Siendo  así  que  por  la  obedienzia  de  Cristo 
los  hombres  tornarán  a  aquél  ser  de  inmor- 
talidad e  feiizidád  ,  que  perdieron  por  la 
[desjobedienzia  de  Adam  :  e  por  lo  mesmo 
las  criaturas  tornarán  a  recuperar  el  ser  e 
el  temperamiento  perfeclisimo,  que  perdie- 
ron por  la  desobedienzia  de  Adám  :  e  así 
queda  en  mi  ánimo  impreso  esto  ,  que  Adam 
desobedesziendo  a  Dios  depravó  todos  los 
hombres  ,  e  los  condenó  a  muerte  ,  e  gastó 
todas  las  criaturas  ,  e  las  sotopuso  ,  i^^'  como 
dize  san  Pablo  ,  a  la  vanidad  :  e  que  Cristo 
obedesziendo  a  Dios  ,  reparó  todos  los  hom- 
bres ,  e  les  dio  inmortalidad  ,  e  restauró  to- 


mi 

das  las  criaturas  e  las  puso  en  su  ser  esta- 
ble e  firme.  Yo  hablo  de  aquello  que  será 
en  la  resurection  de  los  justos  ,  como  si  ya 
fuese  porque  cuanto  a  Dios  ya  es  después 
de  Cristo  resuszitado  ,  e  cuanto  mns  me  a- 
cuerdo  desto  ,  tanto  aborresco  toda  manera 
de  inobedienzia  a  Dios  ,  e  tunto  mas  me  a- 
brazo  con  toda  manera  de'obedienzia  a  Dios, 
6  siento  que  según  que  me  vo  aplicando  a 
esto  ',  así  va  faltando  en  mí  la  imajen  de 
Adam  ,  e  se  va  reformando  la  imajen  de 
Cristo  e  semejantemente  la  de  Dios  ,  al  cual 
sea  gloria  en  sempiterno.  Amen. 

Cual  es  la  causa  r/ufí  Dios  mandó  al  hom- 
bre ,  que  no  comiese  del  árbol  de  la  szienlia 
del  bien  e  del  mal.  Considerazión  LXXXVÍfL 

f  Muchas  vezes  he  deliberado  entender, 
porque  Dios  al  tiempo  que  puso  al  hombre 
en  el  paraíso  terrestre  ,  le  mando  ,  que  no 
comiese  del  fruto  del  árbol  de  la  szienzia 
del  bien  e  del  mal  ,  e  no  me  salisfaziendo 
desto  que  comunmente  se  entiende  ,  que 
mandó  Dios  al  hombre  esto,  por  que  lo  co- 


398 

nosziese  por  superior  :  la  cual  causa  no  rae 
será  *  bástanle  ,  bien  que  no  la  rehuso  :  e 
cuantas  vezes  me  ha  venido  este  deseo  ,  tan- 
tas vezes  lo  he  echado  de  n)í  ,  teniéndolo 
por  curioso  ,  como  tengo  por  curiosos  todos 
los  deseos  los  cuales  en  las  obras  de  Dios 
van  buscando  el  porqué:  e  ha  rae  acaeszido, 
que  siendo  ya  libre  de  esta  curiosidad  ,  le- 
yendo con  otro  intento  el  primer  Capitulo 
del  Génesis  ,  pienso  haber  entendido  aque- 
llo que  yo  deseaba.  Cuanto  a  lo  primei'o  en- 
tiendo que  Dios  crió  al  hombre  en  un  estado 
entero  e  perfecto  ,  en  el  cual  tenia  el  lum- 
bre spirilual  ,  que  le  servia  de  aquello,  que 
agora  le  sirve  el  lumbre  natural  ,  que  era  lo 
niesmo  que  la  szientia  del  bien  e  del  mal. 
Después  entiendo  ,  que  en  medio  de  aquél 
paraíso  terrestre  había  dos  árboles,  de  los 
cuales  el  uno  '^''  llama  la  Kscrilura  el  árbol 
de  la  Vida  ,  e  el  otro  el  árbol  de  la  szienzia 
del  bien  e  del  mal.  En  el  cual  entiendo  que 
habia  Dios  puesto  esta  virtud  natural  ,  que 
el  uno  hiziese  inmorlál  al  (¡ue  comiese  del , 

*     En  el  MS.  pareze  ,  que  se  quiso  lachar  la  í ; 
i  dejar  solo  era. 


399 

e  que  el  otro  diese  la  szienzia  del  'bien  e 
del  mal  a  aquel  que  comiese  del.  E  eutien- 
do  'que  asi   como  la  imortalidád  era  suma 
felizidád  ,  así  la  |szienzia  del  bien  e  del  mal 
era^suma|miser¡a.  Aquello  que  digo  del  ár- 
bol de  lajVida,  entiendo  por^'esto  ,  que  ha- 
biendo Dios  dado   la  maldizión   al   hombre 
por  el  pecado  ,  dize  la  Escritura  que  dijo  , 
que  lo  echaba  fuera  del  paraiso  terrestre  a 
fin  que  no  comiese  del  árbol  de  la  vida ,  e 
así  viviese  siempre.  No  se  contentó  Dios  con 
el  echar  al  hombre  fuera  del  paraiso  ,  em- 
pero puso  por  guarda  un  chérubín.  Donde 
paresze  ,  que  aquel  árbol  tenía  esta  virtud 
natural  ,  de  dar  inmortalidad.  Aquello  que 
digo  del  árbol  de  la  szienlia  del  bien  e  del 
mal  ,  lo  entiendo  ,  por  aquello  que  leeo  que 
en  el  mesmo  instante  que  aquellos  primeros 
padres  engañados  de  la  serpiente  comieron 
del  fructo  del  árbol  ,  tuvieron  la  szientia  del 
bien  e  del  mal  ,  de  manera    que  luego  se 
le[s]  abrieron  los  ojos  ,  e  luego  hallando  de- 
fecto en  las  obras  de  Dios  conoszieron  estar 
desnudos  :  de  donde  vengo  a  entender  que 
Dios  hizo  con  el  primer  hombre  ,  como  ha- 


400 

ze  la  madre  con  su  hijo  pequeñito.  Quiero 
dezir  ,  que  asi  como  viendo  una  madre  a  su 
hijo  que  tiene  junto  un  cuchillo  ,  temiendo 
que  si  lo  toma  con  la  mano  que  se  cortará 
con  él.  le  manda  que  no  se  allegue  a  él ,  di- 
zíéndole  ,  que  si  se  allegua,  que  le  dará  de 
bofetones:  así  poniendo  Dios  al  primer  hom- 
bre en  el  paraiso  terrestre ,  e  conosziendo  el 
inconveniente  ,  en  el  cual  estaba  para  caer, 
si  comiese  del  fructo  del  árbol  de  la  szien- 
zia  del  bien  e  del  mal  ,  le  mandó  que  no 
comiese  del ,  diziéndole  ,  que  si  del  comiese 
moriría.  Después  entiendo  ,  que  así  como 
allegando  el  hijo  al  cuchillo  ,  e  cortándose, 
cae  en  e!  inconveniente  del  cual  su  madre 
le  ha  ^^^  avisado  ,  e  la  madre  ,  por  su  des- 
obidienzia  le  azota  según  que  lo  habia  ame- 
nazado ,  de  manera  que  cae  el  ínuchacho  en 
dos  inconvenientes.  El  uno  es  del  cortarse 
por  la  propriedád  del  cochillo  ,  e  el  otro  es 
de  los  golpes  por  la  desobidienzia  azerca  de 
la  madre  ;  así  comiendo  el  primer  hombre 
del  árbol  de  la  szit-nzia  del  bien  e  del  mal  , 
cayó  en  el  inconveniente  del  cual  Dios  le 
habia  avisado ,  e  Dios  lo  castigó  con  la  muer- 


40i 

te,  según  que  lo  había  amenazado  ,  de  suer- 
te, que  cayó  el  hombre  en  dos  inconvenien- 
tes ,  el  uno  es  del  abrirse  los  ojos  para  sa- 
ber el  bien  e  el  mal  ,  donde  perdió  el  lum- 
bre spiriluál  e  adquirió  la  lumbre  natural  : 
perdió  la  szienzia  divina  ,  e  adquirió  la  szien- 
zia  6  el  discurso  humano  :  e  esto  fué  por  la 
propria  natura  del  árbol  ,  por  la  cual    sin 
el  mandamiento  habria  hecho  el  mesmo  e- 
fecto.  E  el  otro  inconveniente  es ,  aquél  de  la 
muerte  ,  e  aquello  fué  por  la  desobidienzia  , 
con  la  cual  desobedesziendo  a  Dios  comió  del 
fructo  del  árbol.  De  donde  vengo  a  colejir  , 
que  mostró  grandísimo  amor  Dios  al  hom- 
bre ,  mandándole  que  no  comiese  del  fruc- 
to de  aquel  árbol.  Entiendo  que  se  lo  man- 
dó, porque  no  cayese  en  el  inconveniente  que 
cayó  en  saber  el  bien  i  el  mal  el  cual  es  ma- 
yor de  aquello,  que  nos  otros  podemos  imaji- 
uár.  Esto  es  conforme  a  aquello  que  dize  s. 
Pablo,  que  por  la  inobedienzia  entró  el  peca- 
do ,  e  por  el  pecado  entró  la  muerte  ,  la  cual 
es  esecutada  en  todos   los  deszendientes  del 
primer    Adám  :  porque  desobe[deszi]endo  * 

*     El  MS.  dize  :  desobediendo. 

26 


402 

él,  desobedeszieron  ^.ot'os  ,  e  iisí  pecaron  to- 
dos ,  e  [)or  eso  mue/r'-i  todos  :  asi  como  por 
el  contrario  ,  por  la  obedienzia  entró  la  jus- 
tizia  e  *  la  justificazión  ,  e  por  la  justiíica- 
zión  entró  la  vida  a  la  cual  reszuszitarán 
gloriosos  todos  los  miembros  del  sígundo 
Adám  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  :  porque  o- 
bedeszieudo  él  ,  obedeszieron  todos  ellos  ,  e 
así  son  justificados  todos  ,  e  por  tanto  res- 
zuszitarán todos  a  gloria  et  ^^^  inmortalidad. 
Esta  intelijenzía  que  he  puesto  de  la  virtud 
de  estos  dos  árboles  ,  me  satisfaze  ,  en  cuan- 
to con  ella  es  ilustrado  el  benefizio  de  Cris- 
to :  cuanto  al  resto  ,  yo  me  remito  a  mejor 
intelijenzia.  En  esta  considerazión  se  me  o- 
freszeii  algunas  cosas  las  cuales  desenria  sa- 
ber :  empero  teniéndolas  por  curiosas  ,  las 
dejo  estar  ,  hasta  que  plazerá  a  Dios  de  ha- 
zér  me  las  entender :  e  esto  tengo  por  zier- 
to  que  hará,  cuando  en  mí  será  mortifica- 
do en  todo  e  por  todo  el  deseo  de  saber  : 
porque  Dios  qu»ere  ,  que  así  como  el  pri- 
mer hombre  se  perdió  deseando  saber  ;  así 
nos  otros  nos  ganemos  mortificando  e  ma- 

*     Así  el  MS.  f^n  vez  de  o. 


405 

lariiio  íntlo  deseo  de  Si.hí^r  ,  co;  'en',.;.  '*>  nos 
con  saber  solamente  Jesu  (j  ..>  u  oiíziíi- 
xo  ,  el  cual  nos  es  a  nos  otros  el  arho!  <ie 
la  vida,  a  él  sea  gloria  siempre.  Amén. 

Sfñs  causas ,  por  las  cuales  paresze  ,  que 
fué  neszesario  que  el  Hijo  de  Dios  viviese  en 
el  modo  e  en  la  forma  de  la  vida  que  vivió. 
Considerazion  LXXXIX. 

*  Al  presente  hallo  seis  causas  en  la 
consideratión  de  las  cuales  ,  me  paresze  ver 
el  maravilloso  consejo  con  el  cual  el  unijé- 
nito  hijo  de  Dios  hecho  hombre  vivió  entre 
los  hombres  en  la  forma  de  la  vida  que  lee- 
mos que  vivió.  La  primera  causa  es  esta  , 
que  habiendo  Dios  [dejlerminado  de  enga- 
ñar la  prudenzia  humana  ,  salvando  ,  no  a- 
quellos  que  son  sabios,  empero  aquellos  que 
creen,  como  entiende  san  Pablo,  I.  Cor.  I., 
era  neszesario  que  Cristo  tomase  en  el  mun- 
do una  forma  de  vivir,  en  la  cual  en  nin- 
guna m;inera  pudiese  ser  conoszido  de  la 
prudeutia  humana.  Si  Cristo  hobiese  toma- 
do la  forma  del  vivir  de  san  Joan  Baptista  , 


404 

!a  priulenzia  humana  habría  hallado  en  a- 
qnella  austeridad  exterior  ,  en  que  fundarse 
^90  para  azeptarlo  por  hijo  de  Dios.  E  si  ho- 
biese  tomado  la  forma  de  vivir  de  Moisen , 
habria  asi  mismo  la  prudentia  humana  ha- 
llado en  aquella  grandeza  exterior ,  en  que 
fundarse  para  azeptarlo  por  hijo  de  í)ios:e 
por  tanto  fué  nezesario  ,  que  tomase  la  for- 
ma de  la  vida  que  tomó  ,  en  la  cual  no  fué 
ni  bobo  aparentia  ninguna  de  austeridad  , 
ni  de  grandeza  :  e  así  viene  a  ser  que  cuan- 
to mas  la  prudenzia  humana  la  considera, 
tanto  menos  halla  en  que  fundarse  para  ve- 
nir a  azeptár  a  Cristo  por  Hijo  de  Dios  E 
aquí  cuadra  bien  una  carta  que  me  acuerdo 
haber  escrito  ,  pretendiendo  de  mostrar  la 
causa  por  que  Cristo  ,  alguna  vez  descubría 
su  divinidad,  e  otras  vezes  la  cobría.  La  se- 
gunda causa  es  esta  ,  q»ie  habiendo  de  ser 
la  vida  de  Cristo  como  un  ejemplo  de  vida 
para  aquellos  ,  a  quien  él  venía  a  hazér  lu- 
jos de  Dios,  era  neszesario  que  tomase  a- 
quella  forina  de  vida  ,  que  fuese  mas  imita- 
ble a  todas  las  otras.  Sí  Cristo  hobíese  to- 
mado la  forma  de  la  vida  de  san  Joan  Bap- 


405 
lisia  habría  spaiitado  a  mtichos  con  la  as- 
pereza e  austeridad :  e  si  liobiese  lomado  a- 
quella  de  Moisén  ,  pocos  le  habriaii  podido 
imitar :  e  por  lanío  fué  neszesario  que  to- 
mase aquella  que  tomó  tan  imitable  a  todas 
snertes  de  personas  ,  que  ningún  hombre  se 
puede  excusar  ,  diziendo  ,yo  no  puedo  imi- 
tar a  Crislo  ,  no  puedo  vivir  como  vivió 
Crislo.  No  entiendo  que  tomando  Crislo  la 
forma  de  la  vida  que  lomó  pretendiese,  que 
cada  nno  que  bebiese  de  ser  hijo  de  Dios  , 
le  imitase  en  aquél  vivir  exterior  ,  empero 
que  fuese  entre  todas  In  mas  fazil  de  imilár 
de  aquellos  ,  que  junlamenlc  lo  quisiesen 
imitar  en  el  vivir  exterior  ,  e  en  el  vivir  in- 
terior ,  cuanto  a  lo  interior  en  la  obedien- 
zia  a  Dios  ,  en  la  caridad  ,  en  la  mansedum- 
bre ,  en  la  humildad  del  ánimo  ,  e  cuanto 
a  lo  '91  exterior  en  el  vivir  sin  ansteridad ,  e 
sin  grandeza,  empero  con  pobreza  ,  bajera, 
e  vileza.  La  terzera  causa  es  esta  ,  que  vi- 
niendo Crislo  a  salvar  toda  suerte  de  jen- 
te  ,  era  neszesario  que  lomase  una  forma  de 
vivir,  en  la  cual  pudiese  platicar  e  conver- 
sar con  toda  suerte  de  personas.  Si  hobíese 


406 

tomado  Cristo  la  forma  del  vivir  de  s.  Joan 
Baptista  ,  los  pubÜcanos  pecadores  ,  e  las 
rameras  ,  se  habrían  vergonzado  de  hablar 
con  él ,  antes  él  mesmo  no  habria  podido 
(guardando  el  decoro)  hablcír  ni  conversar 
con  ellos  ,  e  si  hobiese  tomado  la  forma  del 
vivir  de  Moisén  ,  las  personas  bajas  e  ple- 
beyas ,  no  habrían  podido  por  su  grandeza 
platicar  ,  ni  conversar  con  él  ,  e  por  eso  fue 
neszesario  que  tomase  la  forma  de  la  vida 
que  tomó  ,  en  la  cual  podia  platicar  e  con- 
versar ,  como  platicaba  e  conversaba  ,  con 
toda  suerte  de  personas  ,  tanto  que  por  ella 
era  calumniado  ,  de  aquellos  que  hazian 
profesión  de  santidad.  La  cuarta  causa  es 
esta  ,  que  viniendo  Cristo  a  predicar  el  Rei- 
no de  Dios  ,  e  a  ponernos  *  en  posesión  del , 
e  consistiendo  el  reino  de  Dios ,  como  dize 
s.  Pablo  en  justizia  ,  paz  ,  e  gandió  en  el 
spíritu  Santo  era  neszesario  que  con  su  ejem- 
plo nos  mostrase  una  forma  de  vivir  muí  a 
propósito  ,  para  mantener  nos  en  la  justizia, 
en  la  paz  ,  e  gáudio  del  Reino  de  Dios.  Sí 
CRISTO   hobiese  tomado  la  forma  del  vivir 

•    Asi  el  MS.  i  con  azierto. 


407 
de  s.  Joan  Baptisla  ,  la  cual  del  mundo  era 
aprobada  por  santa  ,  por  que  el  mundo  es 
tan  discreto  ,  que  estima  aquellos ,  «[ue  no 
le  estiman  ,  habria  puesto  sus  imitadores  en 
conipetenzia  con  los  santos  del  mundo.  E  si 
hobiese  tomado  la  forma  del  vivir  de  Moisén, 
que  es  procurada  de  los  hombres  del  mun- 
do ,  babria  puesto  sus  imitadores  en  co[m]- 
petenzia  con  los  hombres  ^^^  del  mundo  ,  e 
por  tanto  fué  neszesario  que  tomase  la  for- 
ma del  vivir  que  tomó ,  la  cual  es  de  tal  ca- 
lidad ,  que  aquellos  que  la  imilan  ,  se  con- 
servan en  su  justizia  ,  en  su  paz  ,  e  en  su 
gáudio  :  porque  no  viniendo  en  cowpetenzia 
con  los  santos  del  mundo  ,  ni  con  los  hom- 
bres del  mundo  ,  no  son  privados  de  la  po- 
sesión que  tienen  en  el  Reino  de  Dios.    La 
quinta  causa  es  aquella  ,  que  habiendo  de 
padeszer  Cristo   por  nuestros  pecados  una 
muerte  cruel ,  vergonzosa  ,  e  pública  ,  e  in- 
justa ,  no  voluntaria,  era  neszesario  que  to- 
mase una  forma  de  vivir  que  fuese  mui  aze- 
ta  a  venir   a  este  efecto.   Si  Cristo  hobie- 
se lomado  la  forma  del  vivir  de  san  Joan 
Baplista  ,  aunque  la  fama  de  la  santidad 


408 

no  le  hobiese  librado  de  la  muerte  cruel , 
como  no  libró  a  s.  Joan  Baptista,  lo  habria 
librado  de  a  muerte  vergonzosa  e  pública, 
como  libró  a  san  Joan  Baptista.  E  si  Cristo 
hobiese  tomado  la  forma  del  vivir  de  Moisén, 
aunque  la  grandeza  del  estado  no  lo  hobie- 
se librado  de  la  muerte  violenta  ,  como  no 
ha  librado  a  muchos  grandes  del  mundo  ,1o 
habria  librado  de  la  muerte  vergonzosa  e 
pública  ,  e  por  tanto  fué  neszesario  que 
tomase  aquella  forma  de  vivir  ,  en  la  cual  , 
muriendo  vergonzosamente  ,  noblesziese  la 
vergüenza  :  e  muriendo  publicamente  nos 
zertifica  a  todos  nos  otros  que  la  sabemos  e 
creemos  ,de  nuestra  justiGcazion  ,  de  In  cual 
cosa  conviene  que  estemos  ziertísimos.  La 
sexta  es  esta  ,  que  viniendo  Cristo  a  predi- 
car ,  a  dar  rejeneration  e  renovázión  inte- 
rior ,  las  cuales  cosas  presuponen  mortiíi- 
cazión ,  era  neszesario  que  tomase  una  for- 
ma de  vivir  mui  acomodada  a  la  mortifica- 
zión ,  para  mostrar  con  ella  e  por  ella  ,  la 
propria  via  de  la  mortificazión.  Sí  Cristo  ho- 
biese tomado  la  forma  del  vivir  de  san  Joan 
Baptista  habria  bien  mostrado  la  via  de  la 


409 
mortificazion  del  cuerpo  ,  por  la  aspereza 
de  la  vida  ,  mas  no  ya  de  la  mortificazion 
del  ánimo  ^^^  por  la  repulazión  que  tiene  en 
e!  mundo  esta  forma  de  vivir.  E  si  hobíese 
tomado  Cristo  la  forma  de  vivir  de  Moisén,  no 
habria  mostrado  ni  la  una  mortificazion  ni 
la  otra  :  e  por  tanto  fue  neszesario  que  to- 
mase la  forma  de  vivir  que  tomó  ,  en  la  cual 
mui  mejor  que  en  ninguna  otra  adquiere  el 
hombre  la  mortificazion  del  ánimo  ,  e  por  la 
del  ánimo  aquella  del  cuerpo  ,  en  cuanto  el 
mundo  tiene  por  viles  aquellos ,  que  sin  ha- 
zér  profesión  de  santidad  exterior  ,  viven 
santamente,  e  estos  desprezia  como  cosa  vi- 
lísima :  e  en  cuanto  después  *  de  este  des- 
preziamiento  viene  la  mortificazion  del  cuer- 
po ,  e  así  en  aquellos  que  imitan  la  forma 
del  vivir  de  Cristo  es  zierta  e  perfecta  la 
mortificazion.  En  estas  seis  causas  aprendo 
seis  cosas.  La  primera  ,  que  aquel  que  por 
la  considerazión  de  la  vida  de  Cristo  lo  que- 
rrá conoszer  por  hijo  de  Dios  ,  tiene  nesze- 
sidád  de  mortificar  el  juizio  de  su  pruden- 
zia  humana.  La  segunda  ,  qne  ningún  bom- 

*     Así  el  MS.  :  i  luego  ,  al  marjen  ;  o  atrás. 


410 

bre  se  puede  excusar  dizieiido  ,  que  no  pue- 
de imitar  la  forma  del  vivir  de  Cristo.  La 
lerzíTa  ,  (jue  entonzes  el  cristiano  es  mas 
semejante  al  vivir  de  Cristo  ,  cuando  tiene 
una  forma  de  vivir  mas  apta  a  hazér  ,  que 
puedan  liablár  con  él  [e]  conversar  toda  suer- 
te de  personis.  La  cuarta  ,  que  aquella  for- 
ma de  vivir  es  mas  apta  a  hazér  que  el 
hombre  en  ella  se  conserve  en  la  posesión 
del  Reino  de  Dios  ,  que  no  viene  en  compe- 
tenzia  con  ninguna  suerte  de  hombres;  ni 
de  los  santos  del  mundo  ,  ni  de  los  hombres 
del  nnmdo.  La  quinta  ,  que  aquella  forma 
de  vivir  es  mas  semejante  a  aquella  del  hijo 
de  Dios  ,  que  es  mas  dispuesta  íil  martirio. 
E  la  sesta  ,  que  aquella  forma  de  vivir  es 
mns  propria  e  hábil  a  conseguir  ía  mortifi- 
cazión  cristiana  ,  que  es  mas  despreziada  en 
los  ojos  del  mundo  ,  en  la  cual  sin  hazér 
profesión  de  santidad  exterior  ,  el  hombre 
vive  santamente.  E  de  todas  estas  cosas,  di- 
chas tomo  esta  resuluzión  ,  que  aquellos 
que  viven  santamente,  sin  ^^^  hazer  profe- 
sión de  santidad  exterior,  son  mui  hábiles  e 
dispuestos  al  martirio,  i  se  conservan  mui 


4Í1 

bien  en  el  Reino  de  Dios  ,  son  aptos  a  con- 
versar con  toda  manera  de  personas ,  imi- 
tando la  forma  del  vivir  que  tuvo   Cristo  ,  e 
engañan  la  prudenzia  humana  :   e  por  eso 
propriamente  pertenesze  a  ellos  aquello  que 
dize  san  Pablo  ,  Colos.  iii ,  morlid  enim  estis 
el  vita  veslra  abscondila  est  cum  Christo   in 
Deo  :  a/  cual  sea  gloria  por  siempre.  Amen. 
Añadiré  esto  ,  que  conservándose  Cristo 
en  aquella  forma  de  vida  en  la  cual  naszió, 
nasziendo  hijo  de  Dios,  hasta  que  murió  por 
voluntad  de   Dios    nos  enseña  a  nos   otros 
que  haremos  bien  ,  conservando  nos  en  a- 
quella  forma  de  vida  ,  en  la  cual  nos  halla- 
mos cuando  somos  llamados  a  ser  hijos  de 
Dios  :  con  que  en  aijuella  atendamos  a  re- 
duzir  nuestra  forma  de  vivir,  o  nuestra  for- 
ma de  vida  ,  en  cuanto  nos  será  posible  ,  a 
la  forma   del   vivir  que   tuvo  Cristo   en   el 
mundo  ,  de  manera  ,  que  en   nos  otros  res- 
plandesca  enteramente  la  imajen  e  semejan- 
za de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 


44-2 

En  qué  cosa  consiste  la  perfezión  cristia- 
na,  el  deber ,  e  el  decoro  cristiano.  Conside- 
ra lió  n   XC. 

tf  Muchas  vezes  he  dicho  ,  que  la  perG- 
zión  crisliana  consisleeii  esto  que  el  hombre 
incorporado  en  Cristo  en  su  muerte  e  en  su 
resurectión  ,  viva  según  el  deber  cristiano  , 
guardando  el  decoro  cristiano  ,  entendiendo, 
que  en  tanto  adquirirá  el  hom])re  la  perfi- 
zión  cristiana  ,  en  cuanto  vivirá  según  el 
deber  cristiano  ,  guardando  el  decoro  cris- 
tiano. Agora  digo  ,  que  entonzes  vive  el 
hombre  según  el  deber  cristiano  ,  e  ^^^  guar- 
da el  decoro  cristiano  ,  cuando  se  ocupa  en 
aquellas  cosas  ,  en  las  cuales  se  habría  ocu- 
pado Cristo.  E  por  consiguiente  digo,  que 
entonzes  el  hombre  se  aparta  del  deber 
cristiano  ,  e  deja  de  guardar  el  decoro  cris- 
tiano ,  cuando  se  ocupa  en  aquellas  cosas  , 
en  las  cuales  no  se  habría  ocupado  Cristo  : 
de  manera,  que  aquel  que  quiere  adquerir 
la  perfizión  cristiana  ,  deseoso  de  compre- 
hendér  aquella  dignidad  ,  en  la  cual  es  com- 


415 

prehendido  ,  pertenesze  atender  a  vivir  en 
iodo  e  por  lodo  según  el  debiu*  crislia- 
no  ,  e  guardar  el  decoro  crisliano  ,  ponién- 
dose delante  los  ojos  toda  la  Vida  de  Cristo, 
constituyendo  su  deber  e  su  decoro  en  ser 
en  todo  e  por  todo  semejante  [a]  Cristo  ,  ha- 
ziendo  solamente  aquello  que  Cristo  hazia  , 
e  no  haziendo  por  ningún  modo  aquello  que 
Cristo  no  hazia.  Pasando  mas  adelante  di- 
go ,  que  así  como  entiendo  ,  que  mientras 
los  hombres  ,  como  dize  la  santa  Escritura, 
carne  ,  c  sangre  no  pueden  por  ninguna  ma- 
nera allegar  a  tanta  perfizión  ,  cuanta  se  co- 
nosze  en  Cristo  :  así  entiendo  aun  ,  que  a 
todos  ios,  que  se  conoszen ,  e  se  sienten  in- 
corporados en  la  muerte  de  Cristo  e  en  la 
resureclion  de  Cristo  ,  pertenesze  íijár  *  los 
ojos  en  esta  tan  alta  perfizión  ,  pretender  de 
adquerirta  e  con  efecto  procurarla  :  porque 
a  esto  entiendo,  que  mesura  e  mueve  el  es- 
píritu sancto  aquellos ,  a  los  cuales  Cristo 
les  es  comunicado.  Aqui  gano  dos  cosas  : 
la  una  ,  que  de  hoi  mas  atribuiré  a  la  fla- 
queza  de   mi   carne   todo  aquello    que  ha- 

*     I  al  marjen  ,  en  el  MS.  o  ,  hincar. 


M4 

ze  *  ,  qn  >  no  hnhria  litM-bo  C?¡slo:  e  IímId 
a(|ii('llu  que  dpj.iré  de  li;izer  que  tío  harria 
dejaüod.;  Iiazer  Oislo  :  e  atribuiré  j  l.i  Tuer- 
za e  eficHzia  del  espírilu  Crisli;i¡io  lodo  a- 
qutíllo  que  liaze  * ,  que  habría  becbo  Cristo, 
e  todo  aquello  que  dejaré  de  ba¿ér  ,  que 
habría  dejado  de  bazer  Cristo:  uo  uie  ex- 
cusando en  aquello  que  prozederá  de  mi  en- 
fermedad e  flaqueza  ,  ni  baziéndome  sober- 
bio por  aquello  que  prozederá  de  la  fuerza 
e  eíicazia  del  espíritu  Crístinuo.  La  otra  co- 
sa que  gano  es  .  que  de  hoi  mas  no  iré  exa- 
minando, como  diríamos  ,  Quid  liceat  ,  te- 
niendo que  esta  sea  cosa  de  siervos  ed  scla- 
vos  :  e  iré  mirando  i  ^^^  remirando  ,  como 
diríamos,  Quid  expediat  ,  teniendo  que  esto 
sea  cosa  de  hijos  e  terne  por  cosa  expedien- 
te e  conveniente  para  mí  ,  vivir  se'p:un  el 
deber  Crisliano  ,  e  i^uardar  el  decoro  cris- 
tiano ,  mirando  este  deber  ,  e  este  decoro, 
como  diríamos  ,  in  facie  Clirisli  ^  en  todo 
aquello  que  está  escrito  del ,  e  en  todo  aque- 
llo (jue  por  las  cosas  escritas,  e  por  aquello 
que  yo  esperimentare  en  mí ,  podré  colejír 

*     Así  el  MS.  por  haré  (?). 


415 

de  sus  divinas  pp!  fiziones.  En  eslas  dos  co- 
sas en.ienílo  oirás  dos.  La  una  ,  qu«   no  co- 
noszeii  la  dignidad  crislinna  a(|nellos  que  van 
procnraudo  de  cubrir  con  prelesto  de    pie- 
dad cristiana  aquellas  cosas  ,  que  hazen  por 
flaqueza  e  enfermedad  de  carne:  e  la  otra 
que  no  se  conoszen  fijos  de  Dios  aquellos  , 
que  vaíi  examinando  cjuid  liceat  ,  siendo  es- 
to zierto  ,  que  aquellos  que  conoszen  la  dig- 
nidad cristiana  ,  de  buena  gana  manifiestan, 
e  confiesan    aquello  que  es  de  la  flaqueza  e 
de  la  enfermedad  de  su  carne  :  e  que  aque- 
llos que  se   conoszen  hijos  de  Dios  ,    aver- 
gonzándose de  examinar  ,  quid  liceat  ,  van 
mirando  ,  quid  expedint  ,  atribuyendo  a  su 
propria  enfermedad  e  flaqueza  todo  aquello 
que  hazen  ,  e  todo  aquello  que  dejan  de  ha- 
zér  atendiendo    al   quid  íicel  ,  *  e  saliendo 
del  quid  expedit ;   del  cual  procuran  no  sa- 
lir jamás  aquellos  que  conoszen  la  dignidad 
cristiana  ,  e  se  conoszen  hijos  de  Dios.   La 
flaqueza  e  la  enfermedad   entiendo  ,  que  la 
tenemos  todos  en  el  cuerpo  e  en  el  ánimo. 
A  la  flaqueza  e  enfermedad  del  cuerpo  ,  en- 
En  el  MS.  .  por  descuido  :  liceat. 


416 

tiendo  que  perteneszen  todas  aquellas  cosas, 
en  las  cuales  delicadamente  e  con  deleite 
corporal  servimos  a  la  neszisidád  corporal. 
E  a  la  flaqueza  e  enfermedad  del  ánimo,  en- 
tiendo que  perteneszen  todas  aquellas  co- 
sas ,  en  las  cuales  tenemos  intento  a  salis- 
fazér  a  los  ojos  del  mundo  ,  de  manera  ,  que 
caminando  yo  a  caballo  ,  sirvo  delicadamen- 
te a  la  neszesidád  de  mi  cuerpo  ,  cosa  que 
no  hazia  Cristo  por  e!  ordinario :  e  esta  es 
flaqueza  e  enfermedad  de  mi  cuerpo ,  e  pro- 
curando que  la  cabalgadura  sea  polida  ,  e 
bien  fornida  ,  tengo  intento  de  salisfazér  a 
los  ojos  del  mundo  ,  e  esta  es  flaqueza  e  en- 
fermedad de  mi  ánimo.  Este  ejemplo  se  pue- 
de estendér  a  todas  las  otras  cosas  que  tra- 
tamos en  esta  vida  presente.  ^^^  Donde  con- 
viene advertir  ,que  aquellos  que  comienzan 
en  las  cosas  exteriores  e  corporales ,  a  con- 
formar su  vida  con  aquella  de  Cristo  ,  inco- 
rren  en  peligro  de  no  adquerir  jamás  la 
conformidad  en  lo  interior,  que  es  la  esen- 
tiál ,  e  de  caer  en  vana  gloria  ,  e  en  presun- 
tión  :  e  por  eso  conviene  ,  (jue  toda  persona 
llamada  de  Dios  a  la  gralia  del  evanjelio  , 


417 

comienze  a  conformarse  con  el  vivir  de  Cris- 
to en  lo  interior  ,  como  diriamos  ,  en  la  o- 
bedienzia  a  Dios,  en  la  mansedumbre,  en 
la  humildad  del  ánimo  ,  e  en  la  caridad  ,  e 
después  atienda  a  conformarse  también  con 
el  vivir  de  Cristo  en  lo  exterior,  empero  en 
tanto  en  cuanto  lo  exterior  le  ayudará  ,  e  le 
servirá  a  creszer  en  lo  interior  :  porque  esto 
es  aquello  que  prinzípalmente  plaze  a  Dios 
e  a  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Que  solamente  los  hijos  de  Dios  tienen  sa- 
tisfazión  zierla  en  todas  las  cosas.  Conside- 
ra zión  XCÍ. 

•i  Por  una  de  tres  vías  vienen  todus  los 
hombres  a  las  cosas  ,  tanto  acjueüas  que  per- 
teneszen  a  la  piedad  ,  cuanto  a  todas  las  o- 
Iras  por  nuestra  voluíitád  ,  contra  nuestra 
voluntad  ,  e  por  favor  de  Dios.  En  las  cosas 
a  las  cuales  vi^njinos  ¡lor  nuestra  voluntiid  ,* 
nos  es  designo.  En  las  cosiis  a  las  cuales  ve- 
Así  el  iMS.  Aquí  puso  nos,  Iraduzieiulo  el  mis- 
mo lérmiuo  ci  ,  que  luego  ,  dos  vczes  ,  iuterprel«i 
por  no. 

27 


418 

ninios  contra  nuestra  voluntad  no[s]  es  pa- 
sión. En  las  cosas  a  las  cnales  venimos  por 
favor  de  Dios  ,  no[s]  es  admirazión.  Los  hi- 
jos de  Adáni  ,  no  hallan  jamás  satisfazión 
zierla  e  firme  en  las  cosas  a  las  cuales  pre- 
tendiendo piedad  vienen  con  designo  :  por 
que  sus  designos  van  fundados  en  interesze 
proprio  e  en  amor  proprio.  E  teniendo  este 
fundamento  >  cuando  no  les  sale  su  designo 
no  pueden  eslár  con  satisfazión  ,  por  mucho 
que  ellos  se  persuadan  de  quedar  satisfechos: 
e  quiéreido  mostrar  a  los  oíros :  que  ello  sea 
asi  verdad  lo  entienden  por  propria  expe- 
rienzia  aquellos  ,  los  cuales  con  designos  , 
pretenden  piedad  ,  mudando  ^^^  manera  de 
vivir  ,  de  estado  e  de  condizión  ,  o  se  ocu- 
pan e  se  ejerzitan  mas  en  una  cosa  que  en 
otra.  Los  hijos  de  Dios  entonzes  hallan  sa- 
tifazión  zierta  e  firme  en  las  [cosas  ,  a  las 
cuales  vienen  por  propria  voluntad  con  de- 
signo ,  cuando  su  designo  es  ayudar  a  la 
mortificazión,eala  vivificaziónenla  cual  han 
comenzado  a  entrar  por  favor  de  Dios  que 
es  servir  a  Cristo  en  sus  miembros.  Que  es- 
to sea  verdad  ,  lo  entienden  por  propria  ex- 


419 

pirenzia  aquellos,  los  cuales  teniéndose  por 
muertos  en  la  cruz  con  Cristo ,  atienden  a  la 
mortificazión  ,con  designo  de  mortificarse  so- 
lamente por  vivir  como  mu'Ttos ,  pues  que 
son  muertos  ,  e  su  vida  esíá  escondida  con 
Cristo  en  Dios.  Los  hijos  de  Adám  por  mara- 
villa están  sin  pasión  e  sin  dolor  en  las  cosas 
en  las  cuales  vienen  sin  su  voluntad  ,  como 
son  desastres ,  *  enfermedad  ,  muerte ,  e  des- 
honor :  porque  no  conoszen  en  estas  tales  co- 
sas la  voluntad  de  Dios  ,  o  si  la  conoszen  , 
la  tienen  por  rigurosa  ,  e  por  tanto  sojuz- 
gan enemigos  de  Dios.  Que  esto  sea  verdad, 
casi  todos  lo  sabemos  por  alguna  expiren- 
zia.  Los  hijos  de  Dios  entonzes  están  sin  pa- 
sión e  sin  dolor  en  las  cesas  ,  a  las  cuales 
vienen  contra  su  voluntad  ,  cuando  conos- 
ziendo  en  ellas  la  voluntad  de  Dios  se  redu- 
zen  a  conformarse  con  ella  ,  en  la  cual  con- 
formidad hallan  contento  ,  e  satisfazion  en 
sus  ánimos  ,  aunque  la  carne  sienta  dolor  e 
aflizión  estando  en  aquella  cosa  ,  en  la  cual 
no  querría  estar.  E  no  es  maravilla  que  en 
estas  tales  cosas  la  carne  se  resienta  e  se 
*    El  MS.  en  enfermedad. 


420 

duela  ,  pues  que  se  resintió  e  dolió  en  ellas 
el  uüijénito  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nueslro 
Señor.  Los  hijos  de  Adam  pocas  vezes  vie- 
nen a  cosas  de  piedad  por  favor  de  Dios  ,  e 
cuando  vienen  no  lo  sienten  ,  ni  lo  conos - 
zen  ,  e  por  eso  no  lo  gnslan  ,  e  no  gustán- 
tándolo,  no  pueden  hallarse  dentro  con  sa- 
lisfazión.  Que  esto  sea  verdad  ,  lo  conoszen 
por  expirenzia  aquellos  ,  los  cuales  habien- 
do sido  hijos  de  Adam  ^^^  son  ya  hijos  de 
Dios  los  cuales  se  acuerdan  de  algunas  co- 
sas  a  las  cuales  vinieron  ,  por  favor  de  Dios, 
no  conosziendo  ellas  en  ellas  el  favor  de 
Dios  ,  e  por  tanto  no  lo  gustando  ni  hallan- 
do contento  en  ellas.  Los  hijos  de  Dios  vie- 
nen muchas  vezes  por  favor  de  Dios  ,  a  las 
cosas  de  la  piedad ,  e  cuando  lo  sienten  e 
conoszen ,  entonzes  lo  gustan  ,  e  gnsláíido- 
lo  ,  hallan  satisfazión  ,  e  están  con  admi- 
razión.  Que  esto  sea  así  verdad  ,  lo  conos- 
zen por  expirenzia  los  niesmos  hijos  de  Dios, 
•  viniendo  a  muchas  cosas  sin  propria  volun- 
tad e  sin  designo ,  sin  contradizion  ,  e  sin 
pasión  ,  sino  proprianiente  por  admirable 
favor  de  Dios  ,  de  manera  ,  que  se   hallan 


421 

con  abominazion  de  las  cosas  que  antes  a- 
maban  ,  e  amor  de  las  cosas  que  antes  abo- 
rreszian,  sin  saber  ellos  por  qué  via  ,  ni  por 
qué  modo  sean  yenido[s]  a  ello.  Esta  mara- 
villosa e  favorable  obra  entiendo  que  baze 
Dios  ,  en  sus  hijos  en  este  mundo  ,  aprién- 
doles  los  ojos  a  la  cognition  *  de  Cristo  la 
cual  mostrando  les  que  ella  pertenesze  a 
ellos,  baze  que  aborrescan  sus  propriasjus- 
tizias  :  quiero  dezir  ,  todo  aquello  que  ha- 
zen  los  hombres  pretendiendo  justiíicarse  en 
el  acatamiento  de  Dios  ,  lo  cuál  del  todo 
dejan  ,  e  desprezian ,  e  condenan  ,  abrien- 
do[les]  los  ojos  a  la  cognition  de  su  divini- 
dad ,  los  tira  al  conoszimiento  de  sí  mes- 
mos,  e  de  los  hombres  del  mundo  ,  e  así  los 
desenamora  de  ellos  niesmos  e  del  mundo  , 
e  los  enamora  de  sí  e  de  Cristo  ,  abriéndo- 
les los  ojos  al  conoszimiento  ,  que  matando 
Dios  en  la  cruz  la  carne  de  Cristo  ,  mató 
juntamente  la  carne  dellos  ,  los  tira  al  odio 
de  la  propria  carne ,  e  baze  que  resolvién- 
dose consigo  mesmos  ,  amen  la  mortifica- 
zíón  i  la  procuren.  Abriéndoles  los  ojos  al 
*     Así  el  MS.  Falta,  aquí  ,  [de  la jusHzia]. 


422 

feh'zísimo  estado  de  la  vida  eterna  por  la 
consideratiou  de  Cristo  reszusilado  ,  íes  ha- 
ze  aborreszer  la  vida  presente  e  todo  aque- 
llo que  hai  en  ella  ,  e  que  pertenesze  a ^^® 
ella  ,  e  así  aman  la  vida  eterna  ,  e  despre- 
zian  la  vida  presente  ,  e  gozan  de  perderla. 
Finalmente  ,  siempre  que  Dios  quiere  redu- 
zir  a  sus  hijos  al  aborreszimiento  de  una 
cosa  mala  ,  entiendo  que  les  da  conoszi- 
miento  de  una  cosa  buena  :  porque  haze  , 
que  afizionados  a  la  buena,  aborreszerán  la 
mala  mui  mas  presto  ,  que  si  les  diese  co- 
noszimieuto  de  la  inesma  cosa  mala.  Así 
como  mas  presto  e  con  más  fazilidád  me 
reduziria  a  aborreszer  el  vivir  mundano  con- 
siderando la  felizidád  del  vivir  cristiano , 
que  no  baria  considerando  el  mal  del  vivir 
mundano.  Lo  cual  entiendo  que  prozede  de 
la  natural  condizión  del  corazón  humano , 
que  no  puede  dejar  de  amar  alguna  cosa  , 
de  manera  ,  que  para  reduzirlo  a  aborreszer 
una  cosa  que  ama ,  es  neszesario  que  le  sea 
propuesto  alguna  otra  cosa  que  ame.  En  este 
discurso  entiendo  diez  cosas  prinzipales.  La 
primera  ,  que  los  hijos  de  Adam  no  hallan 


425 

en  cosa  alguna  ,  ni  zierta  ni  firme  satisfa- 
zión  :  e  que  los  hijos  de  Dios  la  hallan  en 
todas  las  cuales  fazen  como  hijos  de  Dios. 
La  segunda  ,  que  entonzes  mi  designo  en  a- 
quello  que  yo  hago  por  mi  voluntad  ,  será 
cristiano  ,  cuando  pretenderé  aumentarme 
en  aquello  en  que  soi  comenzado  a  entrar 
por  favor  de  Dios.  La  terzera  ,  que  en  aque- 
llo que  rae  viene  contra  mi  voluntad  ,  aun- 
que la  carne  se  resienta  e  se  duela  ,  el  áni- 
mo se  ha  de  contentar  e  satisfazér.  La  cuar- 
ta, que  en  aquellas  cosas  soi  venido  por  fa- 
vor de  Dios  ,  en  las  cuales  yo  no  conosco 
designo  mió  ,  ni  violenlia  ajena.  La  quinta, 
que  dando  me  Dios  conoszimiento  de  las  co- 
sas espirituales,  eternas  ,  e  verdaderas,  me 
tira  al  aborreszimiento  de  las  cosas  corpo- 
rales ,  temporales  e  falsas.  La  sesta  ,  que  por 
el  conoszimiento  de  la  vida  eterna  vengo  a 
aborreszer  la  vida  presente.  La  séptima  , 
que  conosziendo  me  muerto  en  la  cruz  con 
Cristo  ,  fazilito  mi  mortificazión.  La  octava, 
que  atendiendo  a  la  cognition  de  Dios ,  ven- 
go al  conoszimiento  de  mí  mismo  e  del  mun- 
do,  e  en  aborreszimiento  de  mí ,  e  del  mun- 


do.  La  novena  ,  que  atendiendo  a  cónoszér 
la  justizia  de  Cristo  ,  renunzio  e  rehuso  to- 
das mis  juslificaziones.  La  dézima  ,  que  a- 
quellos  que  i  no  han  co -^^  *  menzaclo  a  abo- 
rreszer  las  proprias  jiislificaziones  e  a  sí  mis- 
nio[s]  e  al  mundo  e  a  la  vida  presente  e  las 
cosas  temporales  e  falsas  ,  no  han  aun  co- 
menzado a  ser  hijos  de  Dios  ,  empero  son 
aun  hijos  de  Adáni :  siendo  así  que  en  aque- 
llos que  comienzan  a  ser  hijos  de  Dios  ,  se 
comienzan  a  sentir  todos  estos  aborreszi- 
mientos ,  a  los  cuales  vienen  por  otras  tan- 
tas aíiziones:  e  hijos  de  Dios  son  aquellos, 
que  creyendo  al  Evanjelio  están  encorpora- 
dos  en  el  unijénito  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo 
nuestro  Señor. 

En  qué  manera  la,  mortificazion  es  el  con- 
trasigño  por  el  cual  se  conoszen  los  hijos  de 
Dios,  Considerazion  XCIL 

^  Habiendo  muchas  vezes  dicho  ,  que 
Qs  *  proprio  contrasegno  ,  por  el  cual  puede 
el   hombre  conoszer  de  ser  hijo  de  Dios  , 

•    Así  en  el  MS. 

**    Así  el  MS.  por  »  el. 


425 

siendo  iimerto  en  la  cruz  con  Cristo  ,  e  sien- 
do resnszilado  con  Cristo  ,  es  la  mortítica- 
zión  ,  medíante  la  cual  el  aborresze  al  mun- 
do e  a  sí  mismo.  E  enlendiendo  que  el  de- 
monio ,  como  astuto,  e  sagaz,  podría  tomar 
de  aquí  ocasión  pata  inquietar  los  hijos  de 
Dios  ,  dándoles  a  entender,  que  no  lo  son, 
pues  que  no  conoszen  en  sí  tanto  odio  al 
mundo  ,  e  a  si  mismos  ,  que  no  tengan  pla- 
zér  muchas  vezes  de  contentar  al  mundo  ,  e 
satisfazerse  a  sí  mismo[s]  me  vengo  a  decla- 
rar. En  esto  digo  ,  que  entendiendo  yo  por 
expirentia  ,  que  luego  que  es  llamado  un 
hombre  de  Dios  a  la  grazia  del  Evanjelio ,  e 
entra  en  ella  es  incorporado  en  Cristo  ,  e 
por  tanto  es  muerto  con  CRISTO  ,  e  resuszi- 
tado  con  Cristo  se  siente  e  se  halla  entera- 
mente del  todo  mudado  en  desigños,en  pro- 
pósitos ,  e  en  deseos  ,  de  manera  ,  que  a- 
borresze  aquello  que  antes  amaba  ,  e  ama 
aquello  que  antes  aborreszia  :  soi  déste  pa- 
reszer,  que  la  mortiíicazíón  e  el  aborreszi- 
miento  del  mundo  e  de  sí  mismo  ,  es  el  pro- 
prio  contrasegno,con  el  cuid  el  Cristiano  se 
conosze  ser  hijo  de  Dios  ,  e  por  tanto  here- 


426 

dero  déla  vida  eterna:  mas  no  entiendo  que 
esta  raortificazión  ,  ni  que  este  aborreszi- 
miento  ,  sean  de  deuina  *  -^''  vez  perfectos 
e  enteros  en  el  ánimo  e  en  el  cuerpo  del 
hombre  ,  que  viene  a  ser  bijo  de  Dios  por  la 
azeptazión  del  Evanjelio  ,  e  por  la  incorpo- 
ration  en  Cristo.  Ni  entiendo  que  sean  per- 
fectos ni  enteros  ,  ni  aun  en  el  ánimo  solo; 
empero  entiendo  que  la  encorporation  en 
Cristo  haze  este  efecto  en  el  hombre  ,  que 
azepta  la  grazia  del  Evanjelio ,  que  asi  co- 
mo antes  que  la  azeptase  se  gozaba  e  delei- 
taba con  el  ánimo  e  con  el  cuerpo  ,  de  las 
honrras  e  de  la  dignidad  del  mundo  ,  buscán- 
dolas e  procurándolas  ,  e  teniendo  su  inten- 
to prinzipalmente  en  ellas  ,  no  gustando  , 
ni  gozando  de  las  cosas  prinzipales  e  divi- 
nas, ni  teniendo  ningún  intento  a  ellas  ;  e 
por  tanto  no  buscarlas  ,  ni  procurarlas :  ** 
así  después  que  la  ha  azeplado,  aborres- 
ze  en  su  ánimo  aquello  que  antes  procura- 
ba e  buscaba  ,  e  ama  aquello  que  antes 
despreziaba  e  huia  ,  mudando  del  todo  su 

*    Así  el  MS.  por  ,  de  una. 

**    Asi  ei  MS.  por  buscándolas  e  procurándolas. 


427 
intento  :  e  aunque  el  cuerpo  repugne  e  con- 
trediga  no  siendo  aun  mortificado  del  todo , 
baste  que  el  ánimo  esté  mudado  en  cuanto 
al  intento  conforme  á  su  conoszimiento. 
Aquello  que  digo  de  los  hombres  *  e  de  la 
dignidad  del  mundo  ,  digo  aun  de  los  delei- 
tes e  plazeres  del  mundo  ,  entendiendo  que 
así  como  el  hombre  que  azepta  la  grazia  del 
Evanjelio  ,  antes  que  la  azepte  lodo  su  in- 
tento es  de  buscar  e  procurar  sus  plazeres  e 
sus  contentos  ,  deleitando  a  su  sensualidad, 
e  querría  si  fuese  posible  tener  otros  tantos 
sentidos  corporales  ,  por  contentarse  e  satis- 
fazerse  sensualmente  en  el  uso  de  las  crea- 
turas  ,  e  se  duele  e  se  resiente  cuando  le 
falta  alguno  de  los  sentidos  corporales  o  tie- 
ne en  alguna  manera  alguno  dellos  gasta- 
do: así  después  que  tiene  azeptada  la  grazia, 
no  solamente  no  atiende  a  aquello  que  aten- 
día antes  ,  empero  por  el  contrario  todo  su 
intento  es,  de  privarse  de  todo  aquello  que 
puede  dar  satisfazión  e  contento  a  su  sen- 
sualidad, e  le  duele  ser  neszesitado  a  satis- 
fazerla  en  alguna  cosa  por  sus  ^^^  tentar  su 

*     El  MS.  deja  la  errata  del  italiano. 


428 

vida,  e  qnerría  ser  privado  de  losziñco  sen- 
tidos ,  e  se  goza  cuando  se  halla  privado  de 
algnno  dellos  ,  ose  haliíi  con  algnn  defecto 
en  ellos.   Todo  esto    digo  que  comienza  a 
sentir  en  si  luego  el  hombre  que  azepla  la 
grazia  del  Evanjelio,  haziendo  se  ,  o  vinien- 
do a  ser  hijo   de  Dios.   E  además  digo  ,  qne 
según  que  el  hombre  va  cresziendo  en  la  in- 
Corporation  en  Cristo  ,  así  va  cresziendo  en 
su  morliíicazión  ,  en  su  aborreszimienlo,  en 
calidad  e  en  cantidad.  En  calidad  ,  aborres- 
ziendo  cada  dia  mas  aquello  que  ha  comenza- 
do a  aborreszér  ,  porque  lo  conoszia  ajeno  de 
Cristo,  e  indigno  de  persona  crisliana  incor- 
porada en  Jesu  Cristo  ,  aborresziendolo  aun 
con  el  cuerpo  como  con  el  ánimo  exterior  e 
interiormente  ,  como  son  las  cosas  que  son 
soezas  e  suzias  ,  las  cuales  aborreszerán  aun 
los  hombres ,  los  cuales  con  el  lumbre  natu- 
ral pre/í'nden  ser  justos  e  sanios.  E  en  can- 
tidad aborresziendo  muchas  mas  cosas  de  a- 
quello  que  ha  comenzado  a  aborreszér.  por 
que   comienza    siendo  en    él  mas   clara   la 
lumbre  spirilual  ,  andando  ,  o  yendo  conos- 
ziendo  mas  distintamente  las  cosas  que  per- 


429 
leneszen  el  hombre  cristiano, e  aquellfis  que 
lio  le  perleneszeii  va  aborresziendo  mas  co- 
sas ,  odiándolas  primero  con  el  ánimo  ,  e 
rediiziendose  a  poco  a  poco  a  aborreszerlas 
aun  con  el  cuerpo  ,  e  trabajando  ,  porque 
cresca  en  él  el  odio  de  ellos  tanto  aquel  del 
ánimo  cuanto  aquel  del  cuerpo.  Este  es  pro- 
priamente  el  ejerzizio  del  hombre  cristiano, 
por  todo  el  tiempo  de  su  vida.  De  todo  este 
discurso  se  colije  bien  esto  ,  que  el  contra- 
segno  con  el  cual  yo  conosco  que  soi  hijo  de 
Dios  ,  que  soi  muerto  en  la  cruz  con  Cristo, 
no  es  la  total  mortificazión  ,  e  el  total  abo- 
rreszimienlo  del  mundo,  e  de  mí  mismo  , 
con  el  ánimo  e  con  el  cuerpo  en  todas  las 
cosas  ,  empero  el  prinzipio  de  la  mortifica- 
zión e  de  los  aborreszimientos  en  algunas 
cosas  prinzipales  ,  cuando  es  venido  sin  ser 
procurado  ni  buscado  con  industria  huma- 
20^  na  ,  e  cuando  está  en  el  ánimo  ,  bien  (jue 
la  carne  ,  e  la  sensualidad  quiera  ,  busque 
e  ¡>rocure  lo  contrai'io,  e  bien  que  e¡:  aque- 
llo que  se  le  ofresze  ,  se  goze  e  se  deleite  , 
estando  el  ánimo  libre  de  aquél  gozo  ,  e  de 
aquél  deleite ,  sintiendo  desplazér  e  moles- 


430 

tía  en  aquellas  cosas  ,  de  las  cuales  es  for- 
zado, por  la  flapieza  desu  carne,  a  tomar 
mas  de  aquello  que  le  basla  a  suplir  a  su 
neszesidád  corporal  ,  de  manera  ,  que  el 
cuerpo  resziba  aquellas  cosas  ,  e  no  ¡el  áni- 
mo,  sintiendo  el  hombre  junlamenle  con  la 
satisfazion  del  cuerpo  ,  ^el  afán  del  ánimo  : 
et  en  esto,  que  es  ,  el  no  tomar  el  hombre 
de  las  criaturas  mas  de  aquello  que  basta 
para  servir  a  su  neszesidád  corporal ,  entien- 
do que  consiste  el  odio  ,  el  cual  quiere  Cris- 
to que  tengan  a  la  propria  vida  aquellos  que 
querrá/i  ser  sus  miembros  :  e  entiendo  que 
san  Pablo  estando  en  este  contraste  ile  su 
animo  ,  no  querría  *  que  su  cuerpo  tomase 
de  las  cosas  criadas  mas  de  aquello  que  bas- 
taba para  sustentarse  \wo  :  e  su  cuerpo  no  ** 
queria  tomar  mas  ,  para  satisfazer  e  delei- 
tar su  sensualidad;  sentía  aquello  que  escri- 
be a  los  Romanos  Cap.  7.  E  pues  que  por  s. 
Pablo  pasaba  aquello  que  él  en  aquel  lugar 
dize  e  confiesa  ,  ninguna  persona  lia  de  te- 

*    Así  el  MS.  por  queria. 
**     Así  el  MS.  l'ero  sobra  ese  no  ,  equivocada 
Irad.  del  ne. 


431 

iierse  por  ajena  de  Cristo  ,  ni  de  la  filiatión 
Cristiana  que  sienta  viveza  en  su  carne  :  e 
porque  no  siente  en  todo  e  por  todo  el  odio 
del  mundo  e  de  sí  mismo  que  le  conviene 
tener  para  ser  perfecta  ,  empero  sintiendo 
parte  de  esta  mortíficazión  e  de  estos  abo- 
rreszimientos  ,  como  habemos  dicho  ,  tiene 
buena  causa  de  tenerse  por  hijo  de  Dios  por 
incorporado  en  Cristo  ,  e  muerto  en  la  cruz 
con  Cristo  e  de  atender  de  manera  a  la  mor- 
tíficazión ,  que  ella  cresca  tanto  ,  que  venga 
[a]  ser  semejante  a  Jesu  Cristo  nuestro  Se- 
ñor, el  cual  como  dize  s.^Pablo  ,  non  sibi 
ylacuil.  A  El  sea  gloria  por  siempre.  Amén. 

^^^  Que  aquel  padeszér  es  mas  cristiano . 
e  mas  grato  a  Dios  en  el  cual  aquel  que  pa- 
desze  halla  menos  su  voluntad.  Considera- 
zión  XClíl. 

*  Todo  aquello  que  padeszemos  en  la 
presente  vida  nos  ,  que  atendemos  a  la'per- 
fizion  cristiana  ,  o  es  en  los  cuerpos  ,  o  en 
los  ánimos  ,  o  es  por  nuestra  propria  volun- 
tad o  es  por  voluntad  ajena.    Por  nuestra 


452 

propria  voluntad  padeszemos  cuando  nos 
oíros  niesmos  nos  privamos  de  nuestras  co- 
modidades ,  6  de  nuestras  satisfaziones.  E 
por  voluntad  de  otros  padeszemos  ,  cuando 
sin  nuestra  voluntad  somos  privados  de  nu- 
estra comodidad  e  de  nuestras  satisfaziones. 
El  ánimo  humano  ,  como  muchas  vezes  he 
dicho  ,  es  arrogantísimo  ,  e  siendo  tal  en 
todas  sus  cosas  busca  su  propria  gloria  ,  e 
su*propria  honrra  :  e  por  tarito  según  (|ue 
en  nos  otros  está  vivo  el  ánimo  humano  mas 
o  menos  ,  asi  hallamos  mas  o  menos  satis- 
fazión  en  aquello  que  padeszemos.  Si  el  áni- 
mo está  mui  vivo  hallamos  mucha  sntisfa- 
zión  en  aquello  que  padeszemos  por  nuestra 
propria  voluntad,  e  poca  en  aquello  que  pa_ 
deszemos  por  voluntad  ajena:  i  si  el  ánimo 
está  mui  muerto  hallamos  poca  salisfrizion 
en  aquello  que  padeszemos  por  nucslra  pro- 
pria voluntad  ,  e  mucha  en  aquello  que  pa- 
deszemos por  voluntad  ajena.  1  esla  |)oca  o 
mucha  salisfazión  nos  puede  dar  teslímouío 
de  nuestra  mortificazión.  La  persona  que 
tiene  mui  vivo  el  ániuu)  ,  siempre  se  siente 
i  se  resiente  en  las  cosas  que  padesze   por 


433 
voímilád  ajena ,  así  porque  ella  no  piensa  que 
sufriendo  aquello  con  pazienzia  ,  agrade  a 
Dios  ,  pareszienrlole  qur  [es]  por  mas  no  po- 
drr  ,  así  porque  siendo  el  ánimo  humano 
arroííanlísinio  no  puede  sufrir  ,  que  le  sea 
hecha  vinlentia.  La  niesma  persona  ,  que 
tiene  mui  vivo  su  ánimo  siempre  se  alegra  i 
realegra  i  se  contenta  en  las  cosas  que  pa- 
desze  por  volunlnd  propria  ,  así  porque  ella 
piensa  que  padesziendo  agrada  a  Dios  ,  así 
porque  ,  donde  conosze  propria  voluntadlos 
halla  siempre  salisfazión.  Por  el  contrario 
la  persona  que  tiene  mui  mortificado  su  áni- 
mo ,  siempre  estima  poco  ,  i  tiene  sospe- 
cha de  aquello  que  padesze  por  voluntad 
propria  ,  asi  por  que  la  prinzipal  cosa  a  la 
cual  tiene  intento  ,  es  mortificar  su  propria 
voluntad  ,  teniendo  siempre  sospecha  della, 
así  porque  estando  en  medio  de  su  propria 
ghuMa  ,  no  se  puede  bien  contentar  con  el 
padeszér  que  es  voluntario,  conosziendo  que 
siempre  resulta  en  gloria  e  honrra  de  aquel 
que  padesze.  E  la  mesma  persona  ,  que  tie- 
ne mui  mortificado  su  ánimo  ,  siempre  stima 
mucho  ,  i  se  contenta  de  aquello  que  pa- 

28 


454 

desze  por  voluntad  de  Dios  ,  asi  porque  aque- 
llo que  padesze  conosze  que  redunda  en  lion- 
rra  e  gloria  de  Dios  ,  a  la  cual  cosa  atiende 
prinzipalmente.  Entre  las  cosas  que  el  hom- 
bre padesze  por  voluntad  propria  pudiendo  si 
quisiese  no  padeszer  pongo  la  abstinentia  ,  i 
la  desziplina  ,  las  vijilias  ,  los  zilizios  ,  con 
todo  aquello  que  a  esto  es  anexo.  I  entre  las 
cosas  que  el  hombre  padesze  por  voluntad 
ajena  ,  pongo  las  fuerzas  ,  las  deshonrras  , 
las  persecutiones  ,  el  martirio  ,  la  enferme- 
dad i  la  muerte  con  todo  aquello  que  a  esto 
es  anexo.  Las  personas  que  por  propria  es- 
perienzia  habiendo  conoszido,  que  cosa  es 
ánimo  vivo  ,  i  que  cosa  es  ánimo  mortifi- 
cado o  a  lo  menos  comenzado  a  mortiíicar- 
se  ,  examinándose  a  sí  mismos  por  aquello 
que  habrán  padeszido  i  padeszerán  en  en- 
trambas las  maneras,  que  es  ,  por  propria 
voluntad  e  por  voluntad  ajena  ,  conoszerán 
como  es  verdad  todo  aquello  que  aquí  está 
escrito  ,  respondiendo  el  conoszimienlo  a  la 
expirenzia  ,  i  conosziendo  atenderán  a  mor- 
tificar de  bien  en  mejor  ,  sus  ánimos  ,  hasta 
reduzir  los  a  términos  que  en  aquello  que 


455 
padeszerán  fpor  propria  voluntad  ,  prelieii- 
dan  ayudar  i  servir  a  aquellos  que  son  miem- 
bros de  Cristo  ,  i  a  la  mortiíicazión  ,  que  la 
feé ,  i  el  espíritu  santo  ,  hazen  en  ellos  en 
el  modo  que  otras  ^09  vezes  he  dicho  :  i  que 
en  aquello  que  padeszerán  por  voluntad  aje- 
na ,  conosziendo  en  todo  ello  la  voluntad  de 
Dios  ,  í  no  aquella  de  los  hombres ,  i  de  las 
otras  criaturas  que  le  hazen  padeszér  se  ale- 
gren i  s3  contenten  ,  pretendiendo  satisfa- 
zer  al  deber  de  la  piedad  ,  e  guardar  el  de- 
coro cristiano  ,  i  entiendo  que  el  hombre 
que  padesze  por  voluntad  ajena  ,  entonzes 
atiende  al  deber  de  la  piedad  cristiana  , 
cuando  viniendo  en  pobreza  por  cualquier 
ocasión  ,  se  contente  del  la.  Lo  mesmo  di^o 
de  la  deshonrra  ,  de  las  enfermedades  cor- 
porales ,  e  de  la  muerte  ,  con  todas  las  otras 
cosas  que  son  de  aquella  calidad.  I  entonzes 
entiendo  ,  que  el  mesino  hombre  que  pades- 
ze por  voluntad  ajena  guarda  el  decoro  cris- 
tiano ,  cuando  padesziendo  por  Cristo  ,  se 
contenta  de  padeszér  ,  gloriándose  ,  como 
dizc  san  Pablo  ,  en  las  aílicziones.  I  por 
Cristo  entiendo  que  padeszen  aquellos  ,  los 


456 

cuiíles  por  predicar  el  Evanjelio  ,  o  por  en- 
senar el  vivir  Cristiano  ,  teniendo  don  de 
Apóstoles  ,  o  de  doctores  ,  son  perseguidos 
maltratados  ,  deshonrados  ,  e  martirizados: 
i  aquellos  los  cuales  por  el  vivir  cristiano, 
en  el  cual  se  atiende  a  recobrar  la  imajen  i 
similitud  de  Dios ,  por  la  imitazlon  de  Cristo 
son  tenidos  por  viles  ,  son  murmurados  e 
blasfemados  ;  i  aquellos  los  cuales  por  aco- 
modar e  satisfazér  a  aquellos  que  son  miem- 
bros de  Cristo ,  i  están  incorporados  en  Cris- 
to ,  se  privan  de  sus  comodidades  ,  i  de  sus 
satisfaziones  ,  e  este  padeszer  voluntario  , 
tengo  que  sea  el  mas  proprio  al  cristiano. 
Aquellos  que  padesziendo  por  voluntad  aje- 
na ,  imitan  a  Job  satisfazen  al  deber  de  la 
piedad  ,  í  conformándose  con  la  voluntad 
de  Dios  :  i  aquellos  que  padesziendo  por  vo- 
luntad ajena  ,  i  también  por  voluntad  pro- 
pria  ,  imitarán  a  san  Pablo  ,  guardarán  el 
decoro  cristiano  ,  habiendo  Dios  mostrado 
en  Job  un  eficazísimo  ejemplo  de  pazienzia 
en  el  padeszer  por  voluntad  P"  ^''^  "•"  ajena  en 
las  cosas  naturales  ,  i  en  san  Pablo  un  divi- 
nísimo ejemplo  del  animosidad  en  el  pades- 


457 

zer  por  voluntad  ajena  en  las  cosas  cristia- 
nas. I  en  este  discurso  aprendo  ocho  cosas. 
La  primera  ,  que  según  mi  ánimo  se  con- 
tenta mas  o  menos  de  aquello  que  él  pades- 
ze  por  su  propria  voluntad  ,  o  por  voluntad 
ajena  ,  conosco  que  es  mayor  o  menor  su 
mortificazión.  La  segunda ,  que  en  aquello 
que  padezco  por  mi  propria  voluntad  ,  si  no 
lo  padesco  por  Cristo  ,  busco  mi  honrra  i  mi 
gloria  ,  [e  mi  interesze  ,  e  mi  utilidad.  La 
terzera  ,  que  contentándome  de  aquello  que 
padesco  por  voluntad  ajena  ,  satisfago  a  la 
piedad  ,  e  guardo  el  decoro  cristiano  ,  e  por 
tanto  busco  la  homTa  ,  e  gloria  de  Dios.  La 
cuarta  ,  que  debo  de  tener  por  zierto  ,  que 
todo  el  padeszer  de  cualquier  calidad  que 
sea»  que  sin  mi  votunlád  se  me  ofresze  en 
la  presente  vida  ,  es  por  voluntad  de  Dios. 
La  quinta  ,  que  entonzes  padesziendo  satis- 
faré a  la  piedad  cristiana  ,  cuando  imitare 
a  Job.  La  sesta  ,  que  entonzes  padesziendo 
guardaré  el  decoro  cristiano,  cuando  imita- 
re a  s.  Pablo ,  en  cuanto  él  imitó  a  Cristo. 
La  séptima  ,  que  padeszen  por  Cristo  aque- 
ilos  que  le  predican  ,  que  le  imitan  ,  i  a- 


458 

quellos  que  le  sirven  eii  sus  miembros.  La 
octava,  que  aquel  padeszer  voluntario  es  mas 
proprio  al  cristiano, que  redunda  en  utili</ád 
de  aquellos ,  que  son  incorporados  en  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

Tres  suertes  de  conzienzias  ,  una  por  la 
Lei  natural ,  i  otra  por  la  Leí  escrita  ,  e  la 
otra  por  el  Evanjelio.  Considerazion  XCIIII. 

f  Todos  los  hombres  del  mundo  entien- 
do ,  que  forman  sus  conszienzias  con  uño 
de  estos  tres  medios.  Hai  algunos  ,  los  cua- 
les atendiendo  a  la  piedad  natu  p- ^'" °*  ral , 
la  cual  consiste  en  esto  ,  que  el  hombre  se 
emplee  del  todo  ,  e  cada  uno  de  los  miem- 
bros de  su  cuerpo  en  aquellas  cosas  ,  para 
las  cuales  conosze  ,  que  Dios  lo  crió  a  él  e 
a  ellos  ,  i  que  se  sirva  de  todas  las  cosas 
criadas  propriamente  para  aquello  ,  que  Dios 
las  crió:  van  formando  sus  conszientias  por 
la  lei  de  la  natura  ,  teniendo  buena  o  mala 
opinión  de  sí  mismos,  según  que  conoszen 
que  su  vivir  es  mas  conforme  ,  o  no  confor- 
me ,  al  deber  de  la  pieded  natural.  Estos 
entiendo  ,  que  cuanto  han  mas  ilustrado  sus 


4S9 

entendimientos  para  conoszér  aquello  a  que 
son  obligados  por  la  piedad  natural  ,  e  cuan- 
to mas  se  aplican  a  salisfazér  aquella  obli- 
gazión  ,  tanto  peor  opinión  tienen  de  sí  mis- 
mos ,  conosziendo  que  faltan  mucho  *  e  en 
muchas  cosas  al  deber  de  la  piedad  natural, 
a  la  cual  el  hombre  por  la  depravazión  del 
pecado  orijinal  ,  por  ningún  modo  ,  por  sí 
mismos  ,  pueden  satisfazér.  Hai  otros ,  los 
cuales  atendiendo  a  la  piedad  hebrea  ,  la 
cual  consiste  en  esto  ,  que  el  hombre  en  to- 
do i  por  lodo  viva  conforme  a  aquellas  le- 
yes a  las  cuales  es  obligado ,  o  se  persua- 
de de  ser  obligado  ,  guardándolas  según  la 
intenzión  de  aquél  que  las  hizo  ,  van  for- 
mando sus  conszienzias  por  aquello  que  co- 
noszen  de  aquellas  leyes  ,  e  teniendo  buena 
o  mala  opinión  de  sí  mismos  ,  según  que 
conoszen  que  su  vivir  es  conforme  o  no  con- 
forme a  aquello  que  demandan  del  aquellas 
leyes  :  estos  entiendo  ,  que  cuanto  mas  co- 
noszen aquello  a  que  les  obliga  aquellas 
leyes  ,  i  cuanto  mas  se  aplican  a  cumplir 

*    En  el  MS.  .  muclios'^   Pareze  correczion  ,tlei 
traductor.  Véase  la  pajina  siguiente. 


440 

con  aquella  obligatión,  tanta  peor  opinión 
tienen  de  sí  mismos,  conosziendo  qne  fal- 
tan muchos  *  i  en  muchas  cosas  al  deber  de 
aquella  piedad  hebrea  ,  a  la  cual  ellos  tie- 
nen intento  de  satisfazer  siéndoles  esto  im- 
posible ,  tanto  por  la  zeguedád  de  sus  en- 
tendimientos ,  con  los  cuales  en  ningún  mo- 
do pueden  penetrar  a  conoszér  propriamen- 
te  la  intenzión  de  aquél  que  dio  las  leyes  , 
i  no  la  conosziendo  no  pueden  jamás  asegu- 
rarse de  haberlas  satisfecho  ,  ^lo^uanlo  por 
la  rebelión  de  la  carne  ,  lo  cual  como  dize 
s.  Pablo  ,  no  se  solomete  a  la  Lei  de  Dios  , 
ni  lo  puede  hazer.  Hai  otros  hombres ,  que 
oyendo  la  voz  del  Evanjelío  ,  la  cual  prome- 
te la  remisión  de  pecados  i  la  reconziliazión 
con  Dios  a  aquellos  que  creen  en  Cristo  , 
dejando  de  pretender  la  piedad  natural  ,  i 
renunzíando  la  pretensión  de  la  piedad  he- 
brea ,  se  abrazan  con  la  piedad  cristiana  , 
la  cual  consiste  en  esto  ,  que  el  hombre  in- 
corporado por  la  fee  en  Cristo  ,  se  tenga 
por  pío,  justo  i  santo  ,  no  obstante  que  no 
satisfaga  en  todo  a  la  piedad  natural  ,  ni  a 
*    Así  el  MS.  en  vez  de  mucho. 


441 

la  piedad  hebrea ,  i  aun  de  mas  no  obstante 
qne  no  satisfaga  en  todo  iil  deber  e  al  deco- 
ro de  la  piedad  cristiana  ;  estos  entiendo  , 
que  cuanto  mas  han  ilustrado  sus  entendi- 
mientos en  el  conoszimiento  del  Evanjelio  i 
de  Cristo  ,  i  cuanto  mas  se  aplican  a  dar 
crédito  al  Evanjelio  ,  tanto  mejor  opinión 
tienen  de  sí  mismos  ,  formando  sus  opinio- 
nes, no  por  aquello  que  ellos  conoszen  de  sí 
mismos  ,  sino  por  aquello  que  creen  del 
Evanjelio  ,  que  conosze  a  Dios  ,  el  cual  no 
lo[s]  considera  por  aquello  que  son  en  sí  , 
sino  por  aquello  que  son  en  Cristo.  No  los 
tienen  por  buenos  ni  por  malos  por  aquello 
que  se  allegan,  o  por  aquello  que  se  alejan 
del  deber  de  la  piedad  natural  ,  ni  del  de- 
ber de  la  piedad  hebrea  ,  ni  por  aquello  que 
guardan  o  no  guardan  el  decoro  de  la  pie- 
dad cristiana  ,  sino  por  la  fidelidad  o  infi- 
delidad ,  con  la  cual  perseveran  ,  o  se  [a]par- 
ian  del  Evanjelio  i  de  Cristo.  Los  hombres 
que  atienden  a  la  piedad  natural ,  sin  tener 
la  piedad  cristiana ,  por  !o  mas  son  viziosos; 
por  que  en  ellos  la  carne  se  haze  lizenzio- 
sa.  Los  hombres  que  [ajtienden  a  la  piedad 


442 

hebrea  ,  sin  tener  la  piedad  cristiana  ,  por 
el  ordinario  son  superstiziosos,  i  escrupulo- 
sos: antes  de  aquí  naszen  todos  los  escrú- 
pulos i  todas  las  dubdas  en  aquello  que  lla- 
mamos o  llaman  casos  de  conszienzia  :  por 
que  no  pudiendo  los  hombres  enteramente 
entender  la  intenzion  de  aquél  que  dio  la 
Lei^'^  acaesze  que  no  pudiéndose  el  hombre 
zertificár  de  baber  satisfecho  a  la  lei  ,  va 
procurando  de  satisfazér  con  superstiziones, 
e  todavía  queda  con  grandísimos  escrúptílos, 
los  cuales  son  mayores  en  aquellos  ,  que  es- 
tan  mas  aplicados  a  satisfazér  a  la  piedad 
hebrea,  allende  que  en  la  intelijenzia  de  la 
intenzion  de  la  lei  hai  tantas  opiniones ,  cuan- 
tos hai  de  aquellos  que  procuran  de  enten- 
derla. En  suma  ,  mientras  que  el  hombre 
está  sujeto  a  la  lei ,  habiendo  de  formar  su 
conszientia  por  la  opinión  que  el  mesmo  tie- 
ne de  sí  mismo  ,  no  viene  jamás  a  sentir 
paz  en  la  conszienzia. 

Los  hombres  que  atienden  a  la  piedad 
cristiana  van  formando  como  he  dicho  su[s] 
conszienzias  por  la  opinión  que  Dios  tiene 
dellos  ,   considerándolos   incorporados    en 


443 

Cristo  ,  i  no  por  aquello  que  ellos  conoszen 
de  sí  mismos  ,  según  que  va  siendo  en  ellos 
eficaz  la  piedad  cristiana  ,  así  van  ellos  ca- 
da dia  mas  satisfaziendo  a  la  piedad  natu- 
ral ,  i  a  la  piedad  hebrea  ,  no  por  formar 
sus  conszienzias  por  sus  satisfaziones  ,  sino 
por  guardar  el  deber  de  la  piedad  cristia- 
na ,e  el  decoro  del  Evanjelio.  En  estos  so- 
los no  se  hallan  vizios,  porque  en  ellos  su 
carne  no  es  lizenziosa  :  antes  siendo  muer- 
ta en  la  cruz  con  Cristo  ,  a  poco  a  poco  se 
va  mortificando  :  i  en  estos  solos  no  hai  su- 
perstiziones  ni  escrúpulos  ,  porque  saben 
que  Cristo  les  ha  librado  de  toda  la  lei  ,  ha- 
biendo satisfecho  por  ellos  :  i  siendo  libres, 
no  tienen  qué  mas  les  acuse  ,  i  por  que  sa- 
ben aun  que  Dios  no  les  pone  en  cuenta  a- 
quello  que  faltan  al  deber  de  la  piedad  cris- 
tiana ,  e  al  decoro  del  Evanjelio  ,  el  cual  les 
obliga  amorosamente  a  ser  semejantes  a 
Dios  ,  í  a  ese  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nues- 
tro Señor. 


444 

Que  los  hombres  son  incapazes  de  la  divi- 
na jeneralión,  del  hijo  de  Dios  ,  i  de  la  espi- 
ritual rejener alian  de  los  hijos  de  Dios.  Con- 
siderazion  XCV . 

2'^  f  Entre  las  cosas  las  cuales  la  cu- 
riosidad humana  muestra  su  temeridad , 
tengo  por  mui  prinzipal  el  querer  saber  i  en- 
tender la  divina  jeneration  del  hijo  de  Dios, 
en  que  manera  el  hijo  es  enjendrado  del  Pa- 
dre ,  por  cual  causa  el  Verbo  de  Dios  se  lla- 
ma Hijo  ,  o  el  Hijo  de  Dios  se  llama  Verbo. 
I  digo  que  tengo  por  mui  prinzipal  esta  te- 
meridad entre  las  otras  :  por  que  entiendo, 
que  así  es  incapaz  el  entendimiento  humano 
de  compreheoder  la  divina  jeneration  del 
Hijo  de  Dios  por  ser  esta  ,  como  es ,  cosa  a- 
jenísima  de  aquello  ,  que  él  sabe  ,  entien- 
de i  esperimenla  de  su  propria  jeneration, 
como  es  incapaz  un  gusano  ,  que  se  enjen- 
dra  de  la  corrupzión  de  la  tierra  ,  de  la  in- 
telijenzia  de  la  jeneration  humana  :  que  es  , 
cómo  un  hombre  es  hijo  de  olro  hombre  ,  o 
uno  de  los  otros  animales  es  hijo  de  otro 


445 

animal  ,  por  ser  esla  ,  como  es  ,  cosa  ajení- 
sima de  su  propria  jeneralión.  I  allende 
tiesto  entiendo  ,  que  así  como  en  caso  que 
un  gusano  vüiiese  o  entender  en  qué  mane- 
ra un  hombre  es  enjendrado  de  otro  hom- 
bre ,  e  lo  quisiese  dar  a  entender  a  los  otros 
gusanos  ,  ellos, no  serian  jamás  capaz  de 
ello  siendo  cosa  ajena  del  todo  de  su  jene- 
ralinu  :  así  puesto  que  un  hombre  viniese 
a  entender  la  divina  jeneration  del  hijo  de 
Dios  ,  i  la  quisiese  dar  a  entender  a  los  o- 
tros  hombres  ,  ellos  no  la  entenderían  ja- 
más ,  por  ser  como  es  cosa  diferentísima  de 
su  jenerntión  :  i  por  eso  es  grandísima  la 
temeridad  de  los  hombres  ,  que  con  su  lum- 
bre nnturál  solo  quieren  entender  este  di- 
vinísimo misterio  :  i  aun  es  grande  aquella 
de  aquellos  ,  que  lo  quieren  entender  ayu- 
dados de  la  santa  sacra  Escritura  en  aquel 
lenguaje.  I  de  aquí  prozede  ,  que  si  bien 
san  Joan  entendió  la  divina  jeneration  del 
hijo  de  Dios ,  i  la  quiso  dar  a  entender  a  los 
hombres  ,  [no]  son  ellos  ^'^capazes ,  no  en- 
tendiendo aquello  que  según  s.  Joan  significan 
los  vocablos  ,  con  los  cuales  él  la  quiso  de- 


446 

clarar,  como  si  dijésemos  ,  qué  cosa  enten- 
dió S.Joan,  diziendo  ,  Logos ,  q  Verbiim. 
Queriendo  moslrár  aun  mejor  la  incapazi- 
dád  de  la  intelijenzia  humana  en  la  divina 
jeneralión  del  hijo  de  Dios  ,  pienso  en  este 
modo  ,  que  si  ella  es  incapaz  de  la  rejene- 
ratión  spirituál  de  aquellos  ,  los  cuales  in- 
corporados por  fee  en  el  hijo  de  Dios  ,  vie- 
nen a  ser  por  adoptión  hijos  de  Dios  ,  ¿cuan- 
to será  mas  incapaz  de  la  divina  jeneralión 
del  proprio  hijo  de  Dios?  Agora  pues  ,  que 
la  intelijenzia  humana  sea  incapaz  désta  re- 
jeneratión  spirituál  ,  lo  saben  por  experien 
tia  todos  aquellos  que  son  rejenerados  ,  co- 
nosziendo  en  sí  ,  que  no  habrían  jamás  en- 
tendido este  divino  misterio  ,  si  no  lo  hubie- 
sen esperimentado  :  i  conosziendo  aun  que 
aunque  se  afaliguen  para  hazér  capazes  a- 
quellos  que  están  fuera  délla  ,  no  hazen  na- 
da ,  como  tampoco  haría  nada  el  gusano ,  el 
cual  habiendo  entendido  ,  cómo  va  la  cosa 
de  la  jeneralión  humana,  quisiese  hazér  ca- 
pazes della  a  los  otros  gusanos.  Esto  mes- 
mo  entiendo  por  aquél  razonamiento  que 
cuenta  s.  Joan  (jue  pasó  entre  Jesü  Cristo 


447 

nuestro  Señor ,  i  aquél  gran  maestro  de  Is- 
rael IlanKicloNicocíemo  ,  el  cual  de  noche  le 
vino  a  hablar,  i  es  así  ,  que  hablándole  Cris- 
to de  la  rejeneration  spiritual  ,  con  la  cual 
el  hombre  deja  de  ser  hijo  de  ira  ,  i  se  haze 
hijo  de  gralia  ,  deja  de  ser  hijo  de  Adaní  ,  i 
se  haze  hijo  de  Dios  ,  Nicodemo  con  lodo 
su  lumbre  natural  ,  con  toda  su  szienzia  hu- 
mana ,  i  con  toda  su  inlelijenzia  de  la  sa- 
grada Escritura  ,  era  tan  incapaz  de  esta  re- 
jeneration spiritual  ,  que  casi  maravillándo- 
se Cristo  le  dize  ,  Tu  es  magisler  in  Israel  , 
el  hcec  ignoras  :  i  añade  ,  si  terrena  dixi  vo- 
bis  el  non  credilis ,  ^'^  Quomodo  si  dixero  vo- 
bis  cceleslia  credelis?  Queriendo  dezir  ,  si  tu 
eres  incapaz  de  esta  rejeneration  spiritual , 
de  la  cual  bien  que  sea  espiritual  ,  es  tal 
que  se  haze  aquí  en  tierra  ,  e  en  los  hom- 
bres de  tierra  :  cuanto  mas  incapaz  serás  de 
la  rejeneration  divina  para  creerla  ,  de  la 
cual  te  podría  hablar  ,  siendo  así  ,  que  ella 
no  se  haze  en  tierra  ,  sino  en  el  zielo ,  i  no 
se  haze  en  cosa  terrena  ,  sino  zeleste  ?  Así 
que  esta  pues  sea  la  conclusión ,  que  siendo 
verdad  que  el  hombre  ,  mientras  es  hombre 


448 

sin  espíritu  santo  ,  con  todo  su  lumbre  na- 
tu'ál ,  con  todas  sus  szienzias  i  dolrinas  hu- 
níiinas  i  escritas  ,  no  solamente  es  i¡:cripáz 
de  entender  la  divina  jeneralión  del  nnijé- 
nito  hijo  de  Dios,  mas  es  aun  incapaz  de 
entenclér  la  spiritua!  rejenerution  de  los  hi- 
jos adoptivos  de  Dios.  No  sea  alguno  tan  o- 
sado  ,  que  sin  haher  conseguido  la  lejene- 
tion  spiíituál  ,  presuma  entenderla,  ni  ha- 
blarla. ÍSi  sea  alguno  tan  temerario  ,  que  sin 
haber  conseguido  la  rejeneration  spirituál, 
i  haber  sido  admitido  a  aquellos  sagrarios 
de  Dios  ,  a  los  cuales  fué  admitido  Sciu  Juan 
cuando  dijo  :  In  principio  eral  verbum  ,  e 
no  se  alreva  de  quererla  entender  ,  pene- 
trar, ni  conseguir  con  injenio  e  discurso  hu- 
mano ,  teniendo  por  zierto  que  deste  divino 
misterio  solamente  son  capazes  aquellos  ,  a 
los  cuales  por  voluntad  de  Dios  lo  quiere 
revelar  el  proprio  hijo  de  Dios  Jesü  Cristo 
nuestro  Señor. 


Que  enlonzes  el  hombre  se  conosze  pelegri- 
no  en  el  mundo  ,  cuando  porque  Dios  lo  ama, 
el  mundo  lo  persigue.  Considerazion  XCVL 

f  Comunmente  lodos  los  hombres  se  es- 
timan ziudaclanos  de  aquella  tierra ,  donde 
son  naszidos  ,  estimándose  ^'^  pelegrinos  e 
forasteros  en  todas  las  otras  tierras.  Aque- 
llos que  pretenden  que  toda  tierra  sea  pa- 
tria al  hombre  ,  en  ninguna  parte  [se]  esti- 
man pelegrinos.  Aquellos  que  siendo  reje- 
nerados  i  renovados  por  el  spíritu  santo  ,  son 
mas  que  hombres  ,  sumándose  ziudadanos 
del  reino  de  Dios  ,  i  de  la  vida  eterna  se  es- 
timan pelegrinos  en  todas  las  tierras  del 
mundo.  Los  primeros  siguiendo  el  sentido  , 
van  detrás  al  juizio  de  la  sensualidad.  Los 
segundos  siguiendo  la  lumbre  natural  ,  van 
detrás  de  la  prudenzia  i  razón  humana.  Los 
lerzcros  ,  siguiendo  el  lumbre  spiritual  , 
van  detrás  a  la  fee  ,  a  la  speranza  ,  i  a  la 
caridad.  Los  primeros  se  deleitan  de  aque- 
llo que  pláze  a  la  sensualidad.  Los  segun- 
dos despreziando  aquello  queplaze  a  la  sen- 

29 


450 

sualidád ,  buscan  la  propria  gloria ,  i  la  pro- 
pria  satisfaziou  de  sus  ánimos.  Los  lerzeros 
despreziando  la  una  i  !a  otra  cosa  ,  aman  la 
honrra  de  Dios  i  la  gloria  de  Cristo.  A  los 
primeros  ,  ama  el  mundo.  A  los  segundos 
desprezia  el  mundo  ,  bien  que  la  otra  parte 
los  aprezia  i  estima.  A  los  terzeros  odia  ,  i 
desprezia  i  persigue  el  mundo.  A  los  prime- 
ros no  conosze  Dios.  A  los  segundos  abomina 
Dios;  A  los¡terzeros  aprezia  ,  ama  ,  i  favores- 
ze  Dios.  Adonde  no  entiendo, que  Dios  apre- 
zie  ,  ame  ,  i  favoresca  eslos  terzeros  ,  por 
que  el  mundo  los  desprezie,  les  abomine  ,  e 
les  persigna  ;  sino  que  el  mundo  les  despre- 
zia ,  los  abomina  ,  i  los  persigue  ,  por  que 
Dios  ios  aprezia  .  los  ama  ,  í  los  favoresze. 
Después  entiendo  ,  que  de  sentirse  estos  ta- 
les de  una  parte  apreziados  ,  amados ,  i  fa- 
voreszidos  de  Dios  ,  i  de  la  otra  parte  des- 
preziados  ,  perseguidos  i  aborreszidos  del 
mundo  ,  resulta  ,  que  ellos  siguiendo  donde 
les  lleva  el  espíritu  santo  ,  corriendo  detrás 
la  fée  ,  esperanza  ,  i  caridad  ,  se  estiman  pe- 
legrinos  en  la  presente  vida  ,  estinicuido  se 
ziudadanos  de  la  vida  eterna.    Stimando^e 


451 

pelegrinos  en  la  vida  preséntenle  viven  co- 
mo pelegrinos  ,  no  teniendo  intento  de  he- 
redarse en  la  presente  vida  ,  ni  a  gozar  de 
aquello  que  gozan  aquellos  que  son  ziuda- 
darios  de  ella  ,  i  así  pasan  lijera mente  por 
todas  estas  cosas  ,  no  poniendo  afizión  algu- 
na a  ellas :  i  teniendo  se  por  ziudadanos  de 
Ja  vida  eterna  ,  comienzan  a  vivir  como  se 
vive  en  ella  i  tienen  intento  de  heredar  se  en 
ella  ,  i  a  gozar  en  aquello  que  gozan  aque- 
llos que  son  ziudadanos  de  ella  ,  i  en  esto 
ponen  su  afizión.  Aquestos  entiendo,  que  si 
bien  la  memoria  de  la  muerte  les  espanta 
cuanto  al  sentido,  i  cuanto  a  la  viveza  ,  que 
está  en  ellos  ,  en  sus  afectos  i  apetitos  ,  cuan- 
to al  reputarse  pelegrinos  en  esta  presente 
vida  ,  i  ziudadanos  de  la  vida  eterna  ,  los 
alegra  ,  i  les  da  contento  ,  considerando  que 
la  muerte  es  el  fin  de  su  pelegrination.  Aque- 
llos que  si  bien  son  preziados  ,  amados  ,  i 
favoreszidos  de  Dios  ,  no  son  aun  despre- 
ziados  ,  aborreszidos  ,  i  perseguidos  del 
mundo,  no  se  estiman  aun  pelegrinos  ,  en  la 
presente  vida,  no  siendo  tratados  como  pele- 
grinos,  bien  que  se  estimen  ziudadanos  de  la 


452 

vida  eterna ,  en  cuanto  conoszen  que  son  pie- 
ziados  ,  amados  i  favoreszidos  de  Dios.  Es 
bien  la  verdad,  que  esta  esliniazión  no  es  en 
aquellos  entera  i  perfecta,  hasta  tanto  ,  que 
conosziendo  los  el  mundo  por  preziados,  a- 
mados  ,  i  favoreszidos  de  Dios  ,  les  comienze 
a  tratar  como  pelegrinos  ,  despreziandolos  , 
aborresziendolos  ,  i  persiguiéndolos:  porque 
entonzes  ellos  sintiéndose  tratados  del  mun- 
do como  pelegrinos  ,  ocurran  a  Cristo  i  o- 
curran  a  Dios  :  i  siendo  como  son  mas  pre- 
ziados ,  mas  amados  ,  mas  favoreszidos  de 
Dios  ,  i  mas  ilustrados  en  el  conoszimiento 
de  la  vida  eterna  ,  se  estiman  pelegrinos  i 
forasteros  en  la  presente  vida  ,  de  manera 
que  aun  que  después  el  mundo  los  torne  a 
preziár  ,  i  a  amar  ,  i  a  tratarlos  bien  ,  ellos 
no  dejan  de  estimarse  pelegrinos,  i  de  tener 
por  bueno  el  salir  de  la  pelegrinazión.  Aquí 
entiendo  dos  cosas.  La  primera  ,  que  que- 
riendo Dios,  que  aquellos  que  él  ama  vivan 
como  pelegrinos.  I  la  segunda  ,  que  entre  ^'^ 
aquellos  que  odian  el  mundo  ,  por  que  son 
perseguidos  del  mundo  por  hi  piedad  ,  i  a- 
quellos  qué  lo  odian  por  otros  respectos,  bai 


45^ 

esta  diferenzia  ,  que  estos  segundos  aunque 
tengan  odio  al  mundo  mientras  son  despre- 
ziados  del  mundo  ,  i  se  contentarian  de  sa- 
lir del  mundo ;  cuando  el  mundo  los  torna 
a  preziár  amando  el  mundo  no  querrían  por 
ningún  modo  salir  del  mundo  ,  i  los  otros  , 
después  que  una  vez  aborreszen  al  muudo, 
viéndose  despreziados  aborreszidos  [i  perse- 
guidos] del  mundo,  no  tornan  mas  a  amar  al 
mundo  ,  por  mucho  que  él  los  ame  ,ilos  esti- 
me. Esta  diferenzia  prozede  de  aquí ,  que 
siguiendo  la  lumbre  del  espíritu  santo  ,i  sien- 
do ilustrados  en  el  conoszimiento  de  la  vida 
eterna  ,  siempre  se  tienen  por  pelegrinos  en 
la  presente  vida  ,  i  siempre  se  tienen  por 
ziudadanos  del  reino  de  Dios  i  en  la  vida 
eterna ,  e  por  esto  aborreszen  esta  vida  ,  e 
gozan  de  salir  della.  Por  contrario  los  otros 
siguiendo  la  lumbre  natural  ,  no  tienen  zer- 
teza  alguna  de  la  vida  eterna  ,  í  si  la  tienen, 
no  están  seguros  de  estar  bien  en  ella  ,  e 
por  tanto  no  aborreszen  del  todo  esta  vida  , 
ni  gozan  de  salir  della.  En  este  discurso  en- 
tenderán las  personas  cristianas  ,  que  se  han 
de  estimar  pelegrinos  e  forasteros  en  el  nuui. 


454 

do  en  la  presente  vida  ,  i  que  se  han  de  es- 
timar ziudadanos  del  reino  de  Dios  ,  i  de  la 
vida  eterna  :  i  que  si  el  sentirse  muí  medro- 
sos de  la  muerte  les  liará  conoszér ,  que  no 
son  [a]  esto  de  estimarse  pelegrinos  ,  deben 
con  la  continua  orazión  pretenderlo  ,  siendo 
ziertos  que  cuanto  estarán  mas  perfectamen- 
te en  esto  ,  entonzes  serán  mas  semejantes 
a  Cristo  ,  i  mas  semejantes  a  Dios  ,  los  cua- 
les han  sido  i  son  en  la  presente  vida  foras- 
teros i  pelegrinos  ,  i  como  han  sido  tales  , 
son  tratados  :  i  a  toda  persona  cristiana  per- 
lenesze  [proci/rár]  de  ser  semejante  a  Dios  , 
i  al  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

iS¿  la  Jusíificazión  es  filudo  de  la  piedad , 
i  si  la  piedad  es  fruclo  de  la  Justi/icazion, 
Considerazion  XCVIf. 

^  Queriendo  examinar  entre  estos  dos 
dones  de  Dios,^'^  piedad  i  justificazión,  cuál 
dellos  se  pueda  dezir  que  sea  fructo  del  o- 
tro  :  ss  ,*si  la  piedad  es  fruclo  de  la  justi- 
ficazión ,  siendo   el  hombre  primero  justo 

*  En  el  MS  ss. ,  abreviadura  ,  por  scilicet  ,  o 
por ,  esto  es. 


455 

que  pío ,  o  si  la  juslificazión  es  fruto  de  la 
piedad  ,  siendo  el  hombre  primero  pío  que 
justo,  i  queriendo  en  estoprozeder  como  por 
orden,  primeramente  digo  ,  que  por  piedad 
entiendo  el  verdadero  culto  divino  ,  que  con- 
siste en  adorar  a  Dios  en  espíritu  i  verdad  , 
Joan 4.,  aprobando  con  el  ánimo  todo  aquello 
que  Dios  haze  ,  teniéndolo  por  justo  ,  santo 
i  bueno.  En  esta  signiíicazión  entiendo  que 
usa  s.  Pablo  este  vocablo  piedad,  I.  Tim.  5., 
i  digo  ,  que  por  justificazión  entiendo  la  pu- 
ridad de  la  conszienzia  ,  que  osa  pareszer 
delante  el  Juizio  ,  cual  era  aquella  de  s.  Pa- 
blo cuando  dezia  ,  Reposila  eü  míhi  corona 
iusliticB,  (&c.  Pasando  mas  adelante  entien- 
do ,  que  llamando  en  conzilio  ,  para  hazer 
este  examen  ,  la  lumbre  natural  la  pruden- 
ziairazon  humana  ,  siempre  ella  dirá  i  afir- 
mará ,  que  la  justificazión  es  fructo  de  la  pie- 
dad ,  entendiendo  ,  que  no  puede  uno  te- 
ner justificazión  i  puridad  en  su  conszienzia, 
si  primero  no  adora  a  Dios  en  spíritu  e  ver- 
dad dándole  aquello  que  como  criatura  suya 
le  debe  dar  ,  i  que  luego  que  dá  a  Dios  aque- 
llo que  le  debe  dar  es  justo  ,  teniendo  lim- 


456 

pieza  en  su  conszienzia.  I,  así  se  resuelve, 
que  la  justificazion  es  fructo  de  la  piedad  , 
pues  que  del  ser  un  hombre  pío  ,  resulta  que 
es  justo.  Después  entiendo  ,  que  llamando 
en  Conzilio  para  hazer  este  examen  el  spíritu 
santo, el  spíritu  cristiano,  él  dirá  i  afirmará, 
que  la  piedad  es  fructo  de  la  justificazion ,  en- 
tendiendo ,  que  no  puede  el  hombre  tener 
piedad  ,  adorar  a  Dios  en  spíritu  i  verdad  ,  si 
primero  no  es  justo  ,  azeptando  el  Evanjelio 
do  Cristo  ,  haziendo  suya  lajustizia  de  Cristo: 
i  entendiendo ,  que  luego  que  el  hombre  cre- 
yendo es  justo  ,  comienza  a  tener  piedad  , 
adorando  a  Dios  en  espíritu  i  verdad.  I  así 
se  resuelve  ,  que  la  piedad  es  fructo  de  la 
justificazion  ,  porque  el  hombre  es  primero 
justo  que  pío.  Si  fuese  verdad  aquello  que 
dize  la  lumbre  natural ,  la  prudenzia^'^i  ra- 
zón humana,  por  la  mesma  causa  siguiria  , 
que  no  ha  sido  ,  ni  hai  ,  ni  será  hombre  pió, 
quiero  dezir,  que  enteramente  i  cumplida- 
mente dé  a  Dios  aquello  que  le  debe  dar ;  i 
siendo  verdad  aquello  que  el  spíritu  Santo  , 
el  spíritu  cristiano  dize  ,  sigue  bien  ,  que  ha 
sido  ,  i  es  ,  i  será  un  gran  número  de  hom- 


457 
bres  justos,  porque  han  sido,  son  ,i  serán 
muchos  hombres,  que  han  sido,  son  i  serán 
justificados  por  Cristo  ,  azeptando  i  hazien- 
do  suya  la  justizia  de  Cristo.  Los  hombres 
que  juzgan  que  la  justificazión  sea  fruto  de 
la  piedad  ,  por  el  mesmo  caso  dan  testimo- 
nio de  sí  ,  que  juzgan  por  lumbre  natural, 
por  prudenzia  i  razón  humana,  como  habria 
juzgado  Platón  i  Aristóteles ,  los  cuales  no 
tuvieron  notizia  alguna  de  Cristo  :  i  estos  en 
verdad  no  sé  yo  aquello  que  sienten  de  Cris- 
to ,  del  negozio  cristiano  ,  ni  del  ¡Evanjelio. 
Los  hombres  que  juzgan  ,  que  la  piedad  sea 
fructo  de  la  justificazión  ,  por  el  mesmo 
caso  dan  testimonio  de  sí  que  juzgan  por 
espíritu  santo  ,  por  spíritu  cristiano  ,  como 
juzgaban  s.  Pedro,  s.  Pablo ,  los  cuales  lar- 
gamente conoszieron  a  Cristo  ,  i  tuvieron  del 
spíritu  de  Cristo  :  estos  tienen  esta  opinión 
de  Cristo,  que  en  él  castigó  Dios  todos  nues- 
tros pecados  ,  que  es  ,  todo  aquello  que  fal- 
tamos a  aquello  ,  que  como  criaturas  de 
Dios  éramos  i  somos  obligados  a  dar  a  Dios : 
sienten  del  negozio  cristiano ,  que  ello  es  un 
vivir  debajo  del  gobierno  del  spíritu  santo, 


458 

en  santidad  i  jiislizia  :  i  sienten  del  Evanje- 
lio  ,  que  es  un  bando  que  comprehende  es- 
las  dos  cosas  :  la  remisión  de  los  pecados  , 
i  la  juslificazión  por  Cristo  ,  i  el  rejimiento 
i  gobierno  del  spírilu  santo  :  de  las  cuales 
dos  cosas  gozan  aquellos",  los  cuales  creyen- 
do en  Cristo  azeplan  el  l^]vanjelio.  De  todo 
este  Discurso  se  colije  ,  que  aquellos  que 
entienden  la  juslificazión  ser  frncto  de  la  pie- 
dad ,  siguen  a  Platón  i  Aristóteles  :  i  que  a- 
quellos  que  entienden  ^-^  la  piedad  serfructo 
de  la  justificazión  ,  siendo  la  justificazión 
fruto  de  la  fée  ,  siguen  a  san  Pablo  i  a  s. 
Pedro.  Se  colije  aun  ,  que  este  nombre  pie- 
dad ,  entendido  en  el  modo  que  aquí  se 
entiende  ,  no  se  puede  atribuir  a  Dios  ,  por 
que  El  no  debe  nada  a  ninguno  :  antes  por 
el  contrario ,  cada  uno  le  debe  a  El  ,  í  aquello 
que  El  haze  con  nosotros  ,  no  es  por  piedad, 
no  es  por  débito  ,  ni  por  obligation  ,  sino 
por  compasión  ,  por  misericordia  ,  i  por  li- 
beralidad ,  siendo  con  nos  otros  en  todas  las 
cosas,  misericordioso  i  liberal.  Lo  cual  prin- 
zipalmenle  se  debe  conoszer  en  esto  ,  que 
puso  todos  nuestros  pecados  en  su  preziosi- 


459 
simo  hijo  Jesu  Cristo  nuestro  Señor  para  po- 
ner en  nos  oíros  la  justizia  del  niesnio  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

Cówo  se  ha  de  entender  aquello  que  dize 
la  Santa  Escritura  ,  atribuyendo  la  condem- 
nation  agora  a  la  infidelidad,  agora  a  las  jna- 
las  obras  :  i  la  salvazión  agora  a  la  fee ,  ago- 
ra a  las  buenas  obras.  Consideratión  XCVIÍI. 

n  Entre  las  cosas  que  en  la  santa  Escri- 
tura dan  molestia  a  las  personas  cristianas , 
que  teniendo  fee  ,  sienten  dentro  de  sí  el 
fruto  de  la  fee,  que  es  la  juslificazion  ,  i  el 
fruto  de  la  juslificazion  ,  que  es  la  paz  de  la 
conszienzia  cuando  quieren  examinar  entre 
ellos  sus  conzeptos  ,  sus  sentimientos  spiri- 
tuales  ,  lengo  por  muí  prinzipal  esta  ,  que 
sintiéndose  ellos  justificados  por  la  fee,  i  por 
consiguiente  con  paz  de  conszienzia  ,  no  pue- 
den entender  porque  causa  hablando  Cristo  Math-  25. 
del  día  del  juizio  dize  ,  que  condenará  algu- 
nos por  que  no  habrán  obrado  bien  ,  i  que 
salvará  otros  porque  habrán  obrado  bien- 
Ni  por  qué  causa  diga  s.  Pablo  ,  que  Dios  Rom,  2. 


4eo 

dará  a  cada  uno  según  sus  obras  :  i  san  Pe- 
dro, que  Dios  juzgará  a  cada  uno  según  sus 
obras.  De  que  tanto  raas  se  maravillan,  cuan- 

Marc.  16.  lo  que  el  mesmo  ('rislo  dize  ,  que  se  salvará 
quien  creerá  ,  i  que  será  condenado  ,  quien 

Rom.  lOí  pQ  creerá.  I  el  mesmo  a.  Pablo  dize,  que  la  fée 
del  corazón  justifica ,  i  l;i  confesión  de  la  boca 
salva.  ^-'  I  el  mesmo  san  Pedro  atribuye  la 
salud  del  ánima  a  la  fee.  [  del  no  entender  es- 
to acaesze  ,  que  cada  uno  dellos  piense  en 
este  modo:  Si  Dios  me  ba  de  juzgar  según 
mis  obras ,  no  hai  dubda  ninguna  ,  sino  que 
me  condenará  :  porque  en  ellas  no  bai  bon- 
dad ninguna.  Antes  en  aquello  que  pares- 
zen  mejores ,  bai  mas  contaminazión  de  a- 
niór  proprio,  interosse,  i  de  propria  gloria, 
de  manera,  si  yo  be  de  ser  juzgado  por  mis 
obras,  mis  cosas  irán  mal.  Onde  deseando 
yo  de  quitar  esta  molestia ,  i  este  escrúpulo 
de  las  personas  cristianas  í  spirituales  ,  i 
salvar  la  intelijenzia  de  la  santa  Escritura  , 
de  manera  ,  que  no  se  contredigan  ,  pienso 
así ,  que  en  las  obras  buenas  o  malas  ,  no 
considera  Dios  la  cantidad  ,  sino  la  calidad, 
la  cual  consiste  en  el  ánimo  de  aquel  que 


461 

haze  la  obra,  en  las  cosas  donde  las  emplea. 
Que  esto  sea  verdad  en  las  malas  obras  ,  no 
es  menester  probarlo  ,  i  que  sea  verdad  en 
las  buenas  obras  ,  consta  por  aquello  que 
Cristo  *  dize ,  de  aquellos  que  ecbaban  sus 
dineros  en  el  tesoro  del  Templo  ,  loando  el 
ánimo  de  aquel  que  baze  la  obra.  I  consta 
aun  por  aquello  que  el  mesmo  Cristo  dize  , 
hablando  del  día  del  Juizio  :  adonde  no  di- 
ze ,  que  salvará  aquellos  que  .habrán  sido 
caritativos  simplemente,  sino  aquellos  que 
habrán  sido  caritativos  con  él  ,  que  es ,  aque- 
llos los  cuales  creyendo  estarán  encorpora- 
dos  en  él.  Donde  paresze  que  diga  Cristo, 
que  salvará  aquellos  que  habrán  usado  con 
él  caridad,  i  condenará  nquellos  ,  que  no  la 
habrán  usado.  Agora  siendo  claro  que  no 
pueden  obrar  con  ánimo  pío  ,  sino  aquellos 
que  son  píos  i  santos  :  ni  pueden  conoszer  a 
Cristo  en  sus  miembros  para  usar  caridad 
con  él  ,  sino  aquellos  que  perteneszen  al 
mesmo  cuerpo  de  Cristo  ,  consta  claramen- 
te que  no  pueden  obrar  bien  ,  obrar  cris- 

*    Omite  e¡  MS.  la  zita  marjiíial  de  Mar.  xii.  i 
luego  Mat.  xxv. 


462 

tianamente  ,  sino  aquellos  que  son  miem- 
bros de  Cristo,  aquellos  que  tienen  del  spi- 
ritu  de  Cristo  i  son  píos,  i  santos  ,  i  justos, 
i  creen  en  Cristo  :  i  constando  esto  ,  consta 
aun  ,  que  es  lo  niesmo  en  la  santa  Escritura 
el  dezír  ,  que  los  hombres  se  salvarán  por 
sus  22^^  buenas  obras  ,  i  se  condenarán  por 
sus  malas  obras  :  i  el  dezir  ,  que  se  salva- 
rán por  su  fee  ,  i  que  serán  condeijados  por 
su  infidelidad.  Onde  las  personas  cristianas 
han  de  saber  dos  cosas.  La  una  ,  que  solos 
esos  obran  bien,  porque  teniéndose  por  jus- 
tificados por  Cristo  ,  no  prebenden  justificar- 
se por  sus  buenas  obras ,  i  así  obrando ,  o- 
bran  puramente  por  amor  de  Dios  ,  i  no 
por  amor  proprio,comn  obran  los  hombres, 
los  cuales  no  teniéndose  por  justificados  por 
Cristo  ,  pretenden  justificarse  por  sus  bue- 
nas obras  ,  i  así  obrando  por  amor  proprio , 
por  propi  io  interesze  ,  i  no  por  amor  de 
Dios,  no  obran  bien:  porque  sus  obras  no 
agradan  a  Dios  no  pueden  ser  llamadas  bue- 
nas obras.  La  otra  ,  que  juzgándolos  Dios  , 
seí^un  sus  obras  ,  no  les  porná  en  cuenta  la 
contaminazión  que  conoszerá  en  ellas  ,  ha- 


465 
biendoles  perdonado  el  pecado  orijinál ,  con 
todo  aquello  que  tienen  de  esa  mala  raíz  : 
i  porque  les  porná  en  cuenta  la  fee  ,  que  les 
habrá  dado  ,  i  la  puridad  que  habrá  en  sus 
obras  ,  poca  o  mucha  ,  en  cuanto  serán 
fructo  de  aquella  fee  :  i  así  los  salvará  Dios, 
mostrando  en  el  juizio  exterior ,  que  los  salva 
por  sus  buenas  obras,  salvándolos  verdadera- 
mente por  la  fee  que  el  les  habrá  dado  , 
justificará  Dios  la  sentenzia,  con  la  cual  con- 
denará los  impíos  i  superstiziosos ,  i  salvará 
los  píos  i  santos  ,  alegando  las  obras  exte- 
riores de  la  una  i  de  la  olra  parte  :  el  vivir 
con  santidad  i  justizia  de  la  una  parte  ,  i  el 
vivir  con  injustizia  i  impiedad  de  la  olra 
parte.  Empero  esto  hará  por  los  hombres, 
que  no  coiioszen  ,  ni  veeii  sino  lo  exterior  , 
i  en  la  mesma  sentenzia  a  aquellos  que  co- 
noszen  i  veen  lo  interior  ,  la  raiz  de  donde 
nasze  el  vivir  ,  i  el  obrar  de  la  una  parte  ,  i 
el  vivir  i  obrar  de  la  otra  parte,  siendo  mas 
que  hombres  por  la  rejeneration  cristiana 
conoszerán  que  la  fee  ha  salvado  aquellos 
que  se  salvarán  ,  i  que  la  idfúlelidad  ha 
condenado  aquellos  que  serán  condenados. 


Aquí  me  podría  dezir  un   impío  queriendo 

caliunniar  --'  la  sania  Escrilura  ,  i  un  su- 
perstizioso  ,  queriendo  canonizar  sus  obras 
supersliziosas  :  Si  esto  que  tu  dizes  fuese 
verdad,  ¿qué  nezesidad  habría  de  hazer 
ruÉ'nzion  de  las  obras  ?  no  seria  mejor  ,  que 
la  escritura  estuviese  lirnie  en  dezir  ,  que 
cualquiera  que  creyere,  se  salvará  ,  i  cual- 
quiera que  no  creyere  ,  será  condenado?  A 
estos  responderé  tres  cosas.  La  primera ,  que 
del  no  entender  ellos  la  santa  Escritura  , 
prozede  que  hallan  inconstanzia  en  ella  ,  i 
no  la  hallarían  si  la  entendiesen  :  i  la  en- 
tenderían ,  si  no  la  quisiesen  entender  con 
prudenzia  e  razón  humana  ,  la  cual  es  inca- 
paz de  las  cosas  que  son  del  espíritu  de  Dios, 
como  son  la  santa  Escritura.  La  'segunda  , 
que  habiendo  Dios,  como  habernos  dicho  , 
de  justilicár  su  sentenzia  ilelante  los  hom- 
bres ,  los  cuales  no  veen  sino  lo  exterior  ,es 
neszesario  que  alegue  las  obras  que  son  ex- 
teriores ,  aquellas  que  dan  testimonio  de  la 
fée  de  aquel  que  cree,  i  de  la  infidelidad  de 
aquel  que  no  cree.  I  ia  terzera  ,  que  siendo 
todos  los  hombres  promptisimos  a  obrar  mal, 


465 

1  tardísimos  a  obrar  bien  ,  paresze  cosa  nes- 
zesaria  que  la  santa  Escritura  use  deste  mo- 
do de  hablar  para  refrenar  la  prompteza  al 
mal  ,  i  inzitar  la  tardanza  al  bien,  para"que, 
asi  como  aquellos  que  sienten  ya  la  rejene- 
ratión  i  renovation  cristiana,  se  apartan  del 
mal  ,  i  se  apli(|uan  al  bien  ,  solamente  por 
el  deber  de  la  mesma  rejeneration  i  renova- 
tion ,  por  guardar  el  decoro  cristiano  ,  por 
no  contristar  ,  antes  por  alegrar  el  spirito 
Santo  :  así  aun  aquellos  que  se  comienzan  a 
sentir  rejenerados  i  renovados  hagan  lo  mes- 
mo  ,  por  hazer  firme  su  vocazióu  ,  i  por  o- 
brar  su  salud.  1  hagan  esto  aun  aquellos 
que  no  conoszen  rejeneration  ni  renovazión, 
por  temor  de  ser  condenados  :  i  así  es- 
tos sean  menos  malos  ,  i  los  otros  siendo 
menos  malos  sean  mejores  por  proprío  inte- 
resse,  hasta  que  habiendo  comenzado  a  sen- 
tir los  efectos  de  la  Rejeneration  i  renova- 
tion cristiana  sean  aun  ellos  buenos,  no  ha- 
ziendo  mal  ,  i  haziendo  bien,  no  ya  por^^"^ 
temor  i  por  interesse  ,  sino  solamente  por 
el  debrr  de  las  personas  cristianas  encor- 
poradas  en  el  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nuestro 

30 


466 

Señor ,  al  cual  sea  gloria  por  siempre.  Amen. 

üe  donde  prozede  que  los  hombres  no  creen 
que  en  Cristo  fueron  castigados  todos  nues- 
tros pecados  ,  o  lo  creen  con  dificultad.  Con- 
sidera zión  XCIX. 

i  Considerando  la  grandísima  dificultad 
con  la  cual  los  hombres  se  reduzen  a  creer 
el  Kvanjelio ,  la  buena  nueva  de  la  remisión 
de  los  pecados  ,  justificazion  ,  i  reconzilia- 
tion  con  Dios  ,  por  la  juslizia  de  Dios  ese- 
culada  en  Cristo  ,  siendo  así  ,  que  aun  a- 
quelíos  que  creen  por  Revelation  i  divina 
inspirazion  ,  hallan  mas  dificultad  en  creer 
esla  remibión  de  pecados  .justificazion  i  re- 
conzíliation ,  que  todas  las  otras  cosas  jun- 
tamente ,  que  cree  la  iglesia  cristiana  ,  mu- 
chas vezas  me  he  puesto  a  pensar  ,  de  donde 
puede  prozeder  esta  dificuUád  :  i  ultima- 
mente  soj  venido  a  esta  resuluzión  ,  que  pa- 
ra creer  esta  remisión  de  pecados ,  justifi- 
cazion i  reconziliazion  ,  halla  el  hombre 
dentro  de  sí  la  contradizión  de  su  mala  cons- 
zienzia  :  por  esto  acaesze  que  con  graiidísi- 


467 
ma  dificultad  se  reduzen  a   lenér  por  justos 
aquellos  que  creen  por  divina  revelazion  ,  i 
devina    inspirazión  ,  no   pudiéndose  jamás 
reduzir  a  esto  aquellos  ,  qne  creen  por  opi- 
nión ,    i  por  relazión  ,  aquellos   que  creen 
inspirados  ,  hasta  que  no  hallan  paz  en  sus 
conszienzias  ,  no  creen  enteramente  al  evan- 
jelio  :  i  hallando   paz  en  sus   conszienzias  , 
zesando  su  contradizion  interior  es  quitada 
la  dificultad  en  el  creer  al  Evanjelio.  Aque- 
llos que  creen  enseñados  ,  *  jamas  creen  al 
Evanjelio,  por  que  jamás  no  zesa  la  contra- 
dizion interior  ,  no  zesando  ella  ,    no  zesa 
tampoco   la  dificultad  en  el    creer  :   antes 
mientras  que  dura  la  contradizion  ,  la  difi- 
cultad se  puede  llamar  imposibilidad.  CrcvMi 
los  hombres  i'azilmente  por  relazión  de   la 
sania  Escritura,  que  Dios  es  omnipotenlissi- 
mo  ,  jüslissimo  :  creen  que  Cristo  es  ino- 
zentíssimo  ,  i  purissimo    de  todo    pecado. 
Creen  que  Cristo  padeszió  por  voluntad  de 
Dios  :  por  que  en  ninguna  de  estas  cosas  ha- 
llan contradizion  2"^^  interior  que  baste  a  ha- 

*    Así  el  MS.  que  suprime  :  [como  no  hallan  ja- 
más paz  en  sus  conzitnzias.] 


468 

zér  que  no  crean  aquello  que  afirman  las 
sacras  Escrituras :  i  por  no  excluir  el  Í3ene- 
fizio  (le  Cristo  creen  aun  que  Cristo  satisfizo 
por  el  pecado  orijinál  :  por  que  tampoco 
hallan  en  esto  contradizión  ,  en  cuanto  ,  por 
que  no  les  acusando  sus  conszienzias  del  pe- 
cado orijinál  ,  no  conosziendo  en  ello  pro- 
pria  culpa  ,  fazilmente  se  reduzen  a  creer, 
que  sin  mérito  proprio  les  es  perdonado  a- 
quelio  en  que  no  conoszen  propria  culpa  :  í 
cuando  se  viene  al  punto  de  creer,  que  Cris- 
to satisfizo  a  Dios  ,  por  los  pecados  que  ca- 
da uno  dellos  comete  ,  bien  que  tengan  las 
santas  Escrituras  las  cuales  largíssimamenle 
dan  testimonio  de  esto,  antes  todas  ellas,  en 
conformidad  ,  predican  esto  ,  luego  se  tiran 
afuera  ,  porque  hallan  la  contradizión  inte- 
rior en  sus  proprias  conszienzias  :  i  así  se 
resuelven  de  acortar  el  benefizio  de  Cristo 
solamente  al  pecado  orijinál  entendiéndolo  a 
su  modo  ,  u  a  estenderio  aun  a  los  pecados 
proprios  ,  empero  con  la  junta  de  ia  pro- 
pria salísfazión  ,  como  si  Cristo  dixiese  ,  Yo 
he  satisfecho  por  los  pecados  de  todos  vos 
otros  ,  empero  con  pacto  que  cada  uño  sa- 


469 

tisfaga  por  los  suyos :  i  no  consideran  la  in- 
juria ,  la  cual  en  eslo  íiazen  a  Cristo  ;  no  la 
consideran  ,  porque  no  la  sienten  :  i  no  la 
sienten, porque  no  conoszen  a  Chrísto.  Aque- 
llos que  por  don  de  Dios  creen ,  que  Dios  es 
justísimo  ,  que  Cristo  es  innozenlísimo  ,  que 
fue  obra  de  Dios  el  padeszer  de   Cristo  ,  i 
que  padeszió  por  el  pecado  orijinal  ,  al  fin 
se  reduzen  de  creer  ,   que  por  el  padeszer 
de  Cristo  adquieren  la  remisión  de  los  pe- 
cados ,  i  son  justos  ,  i  están  en  grazia  de 
Dios  yn  reconziliados  con  Dios  ,  consideran- 
do en  este  modo  ,  Si  Dios  es  justísimo  ,  si 
Cristo  es  innozentíssimo ,  si  aquello  que  Cris- 
to padeszió  ,  lo  padeszió  por  voluntad   de 
Dios  ,  i  si  la  voluntad  de  Dios  fué  que  él  sa- 
tisfiziese  por  el  pecado  orijinal ,  es  verdad 
aunque  los  hombres  que  han  alcanzado  lo- 
do el  perdón  de  sus  pecados  ,  son  justos  ,  i 
son   reconziliados   con  Dios  ,  pues  que   del 
pecado  orijinal  nos  viene  a  todos  ser  peca- 
dores ,  injustos  ,  i  enemigos  de  Dios  ,  i  nos 
viene  el  hazer  cosas  de  donde  creszemos  en 
la  injustizia  ,  i  en  la  enemistad.  Con   esta 
considerazión  pazifican  sus  conszientias  ,  i 


470 

fazilitan  el  creer  ,  i  tienen  por  zierto,^2*^que 
aquellos  que  no  creen  esto  ,  o  no  creen  que 
Dios  es  justísimo  ,  o  no  tienen  que  Cris- 
to es  innozentíssimo  ,'o  no  creen  que  fué 
voluntad  de 'Dios  el  padeszer  de  Cristo: 
por  que  si  lo  creyesen  ,  creerían  aquello 
que  se  sigue  ,  que  es,  que  padeszió  no  por 
sí ,  sino  por  ellos  ,  i  por  eso  se  ternian  por 
justos.  Aquí  en[tiendo]  todo  esto.  Prime- 
ro la  zeguedad  de  la  prudenzia  humana  , 
que  no  es  capaz  de  la  verdad  que  predi- 
ca el  Evanjelio.  Lo  segundo  ,  la  ignoran- 
tia  de  los  hombres  ,  los  cuales  no  enten- 
diendo de  donde  viene  esta  incapazidád  , 
no  atienden  a  remediarla  ,  sino  a  cubrirla. 
Terzero ,  que  satisfaziendo  Cristo  por  el  pe- 
cado orijinál,  satisfizo  por  todo  aquello  que 
nos  otros  pecamos  por  la  mala  inclination 
que  nos  es  [a]  nos  natural  por  el  pecado  ori- 
jinál. Cuarto ,  que  la  fee  de  aquellos  que 
creen  enseñados  ,  no  quietando  ni  pazifican- 
do  la  conszienzia  ,  no  fazilita  el  creer  que 
en  Cristo  fueron  castigados  todos  nuestros 
pecados.  Quinto  ,que  la  fee  de  aquellos  que 
creen  inspirados  ,  aquietando  i  pazificando 


471 

la  coiiszientia  ,  fazilila  el  creer  que  en  Cris- 
to fueron  castigados  todos  nuestros  pecados. 
1  es  así  ,  que  aquellos  que  tienen  esta  fee 
inspirada  probando  i  esperimentando  en  sí 
la  verdad  que  predica  el  Evanjelio,  vienen  a 
entender  por  expirenzia  aquello  que  primero 
creían  por  inspirazión.  Primero  creen,  que 
Cristo  fué  castigado  por  ellos  porque  así  lo 
predica  el  Evanjelio  :  i  ellos  interiormente 
son  movidos  a  creer  que  esto  sea  verdad : 
después  hallando  paz  en  sus  conszientias  en- 
tienden ,  en  que  manera  Cristo  fue  castiga- 
do por  ellos.  Aquellos  que  no  lo  creen  ,  o  lo 
creen  no  inspirados  ,  sino  enseñados ,  no  ha- 
llando jamás  paz  en  sus  conszientias,  no  en- 
tienden jamás, siendo  cumplido  en  ellos  aquel 
dicho  del  profeta  ,  JSisi  credideritis ,  non  ¿n- 
telligetis.  Esa.  7. 

Que  los  fnictos  ,  los  cuales  en  las  personas 
cristianas  en  el  prinzipio  de  su  incorporalion 
en  Cristo  ,  pareszen  de  spirito  ,  son  carne, 
Considerazión  C. 

í  Viendo  por  expirienzia  ,  que  casi  en 
todas  las  personas  ,  las  cuales  azeplando  el 


472 

evanjelio  vienen  a  ser  incorporados  '-^^^  en 
Cristo  ,  en  el  prinzipio  ,  de  su  incorpora- 
lión  se  hallan  ziertos  gustos  i  sentimientos, 
i  ziertos  deseos  i  ínipetos  ,  i  ziertas  inte- 
Uijenzias  de  la  santa  Escritura ,  del  negozio 
cristiano  ,  i  ziertas  lágrimas ,  lo  cual  paresze 
que  sea  lodo  de  espíritu  ,  i  es  todo  de  carne  , 
i  como  cosa  de  carne  con  el  tiempo  se  seca 
e  cae.  I  queriendo  entendéi*  de  donde  proze- 
de  esto ,  he  considerado  ,  que  a  cada  uno  de 
aquellos  que  son  incorporados  en  Cristo  , 
acaesze  aquello,  que  a  un  ramo,  el  cual  ha- 
biendo sido  corlado  de  un  árbol  ,  i  enxerto 
en  otro  árbol  :  quiero  dezir  ,  que  asi  como 
este  ramo  no  produzeria  el  fruto  que  pro- 
duze  ,  sí  no  fuese  enxerto  en  aquel  árbol 
mas  aquel  primer  fruto  es  casi  todo  del  jugo 
que  iruxo  consigo  del  árbol  donde  fué  cor- 
lado, así  la  persona  incorporada  en  Christo 
no  lernia  los  gustos  ,  ni  los  sentimientos,  ni 
los  ímpetDS ,  ni  los  deseos  ,  ni  las  intellijen- 
zias  ,  ni  las  lágrimas  ,  que  tiene  ,  si  no  fue- 
se incorporado  en  Chuisto  :  aunque  aquello 
es  casi  todo  carne  ,  afecto  de  carne  ,  i  coni- 
plazimienlo  ,  i  satisfazión  de  carne  ,  la  cual 


475 

estando  aun  viva  ,  no  pudiéndose  satisfazér 
ni  complazer  en  cosas  carnales ,  se  aplaze  i 
se  satisíaze  en  cosas  spiritiiales.  Donde  en- 
tiendo ,  que  toda  persona  que  viene  a  ser 
incorporada  en  Cristo  ,  puede  alegrarse  de 
aquellos  gustos  i  senlimienlos  ,  de  aquellos 
deseos  i  ímpelos,  i  de  aquellas  intelijenzias 
i  lágrimas  ,  en  cuanto  la  hazen  zierta  que 
ella  es  incorporada  en  Cristo,  siendo  así  , 
que  no  ternía  ninguna  destas  cosas  ,  si  no 
fuese  partízipe  de  aquella  incorporation  :  i 
entiendo  ,  que  teniéndolo  por  fruto  de  car- 
ne ,  i  no  de  espirito  ,  por  jugo  de  aquella 
raiz  de  Adáoi ,  i  no  de  aquella  de  Cristo  ,  los 
debe  de  echar  de  sí  e  cortar  los ,  no  pas- 
ziendose  en  ningún  modo  dellos ,  porque  les 
entrevernía  aquello  que  entreviene  a  muchas 
personas  ,  las  cuales  pasziéndose  de  tal  man- 
jar, se  persuaden  d'3  vivir  en  spíritu  ,  í  vi- 
ven en  carne.  I  entiendo  que  deben  tener 
intento  que  en  ellos  no  se  halle  cosa  que  no 
sea  spíritu  ,  i  que  no  sea  de  la  raiz  de  Cris- 
to en  la  cual  está  incorporada  i  casi  enxer- 
ta  ,  teniendo  por  fructo  de  la  raiz  de  Cristo 
la  humildad  ,  la  mansuetúd  ,  la  pazienzia  , 


474 

i  el  desprezio  de  sí  mismo ,  ^28  la  abnegazion 
de  su  propria  voluntad  ,  la  obidienüa  a  Dios, 
la  caridad  porque  todas  estas  cosas  fueron 
vistas  en  Cristo  mientras  conversó  corporal- 
mente  entre  los  hombres  ;  i  a  esto  nos  ins- 
pira Dios  ,  i  nos  mueve  el  spirilu  de  Cristo : 
i  ésía  resplandesze  en  aquellos  los  cuales  es- 
tán perfectamente  incorporados  en  Cristo  : 
i  estos  fructos  resultan  en  gloria  de  Dios  , 
i  en  gloria  de  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

De  donde  prozede  que  los  impíos  no  pueden 
creer  y  lo*  que  los  superstiziosos  creen  con 
fazilidad  ,  i  que  los  píos  creen  [con]  dificultad. 
Considerazion  CI. 

^  En  los  impios  considero  la  imposibili- 
dad en  el  creer:  i  llamo  impíos  aquellos, 
que  haz(3n  profesión  de  ser  enemigos  de  Dios, 
como  Faraón  ,  i  como  los  Escribas  i  Fari- 
seos ,  que  eran  contrarios  a  Cristo.  En  los 
superstiziosos  considero  la  fazilidád  en  el 
creer:  i  llamo  superstiziosos  aquellos  ,  los 
cuales    no    siendo  píos  ,   hazen    profesión 

*    Asi  el  MS.  Pero  es  supérfluo  este  lo. 


475 
de  piedad  ,  i  creen  que  son  píos.  I  en  ios 
píos  considero  la  dificultad  en  el  creer :  i 
llamo  píos  aquellos,  los  cuales  habiendo  por 
spíritií  Sancto  azeptado  el  perdón  jenerál  que 
nos  ofresze  el  Evanjelio  ,  atienden  a  confir- 
marse en  él ,  i  a  vivir  en  la  presente  vida , 
una  vida  semejante  a  aquella  que  han  de  vi- 
vir en  la  vida  eterna.  La  imposibilidad  de 
los  impíos  entiendo  que  consiste  en  esto  , 
que  Dios  les  ziega  los  ojos  ,  les  zierra  las 
orejas  ,  i  les  enduresze  los  corazones  ,  a  fin 
que  no  conosziendo  el  perdón  jenerál,  el  cual 
les  es  intimado  ,  no  crean  ,  i  asi  no  adquie- 
ran salud.  Esto  lo  entendió  a  este  modo  s. 
Joan  cuando  dize ,  Propterea  non  poíerant 
credere  ,  quia  iterum  dixit  Esaias  ,  Exceca- 
vil  oculos  eorum.  Antes  esto  mesmo  entendió 
Cristo  ,  como  paresze  por  los  otros  tres  e- 
vanjelistas  :  i  lo  entendió  s.  Pablo  ,  como 
testifica  san  Lucas  en  el  último  capítulo  de 
los  Actos.  La  fazilidád  con  la  cual  creen  los 
supers^-^tiziosos,  entiendo  que  prozede  del 
creer  con  prudenzia  humana  ,  del  creer  por 
opinión  i  por  relazión  ,  i  del  creer  por  usan- 
za i  costumbre  ,  teniendo  el  dubdár  por  im- 


476 

piedad.  Qne  esto  sea  así  verdad  consta  por 
eslo  ,  que  entre  las  cosas  verdaderas  qne 
creen,  creen  muchas  otras  falsas,  i  creen 
mas  las  falsas  que  las  verdaderas  :  antes  no 
creen  aquellas  que  son  el  fundamento  de  to- 
dns  las  verdaderas  :  que  son  la  remisión  de 
los  pecados ,  i  la  reconziliation  con  Dios  , 
porla  jnstizia  de  Dios  ejecntada  en  (irislo  , 
1  digo  que  no  la  creen  ,  porque  si  la  creye- 
sen ,por  el  mesmo  caso  dejarian  de  ser  su- 
perstiziosos  ,  i  serían  Píos.  La  dificultad  con 
la  cnal  creen  los  píos  ,  entiendo  que  proze- 
de  de  la  prudenzia  humana  ,  de  la  mala 
conszienzia  ,  e  de  la  viveza  del  ánimo  ,  i  de 
la  laszivia  de  la  carne  :  i  prozede  de  la  pru- 
denzia humana ,  porque  cuanto  mas  ellos 
van  procurando  de  zertificarse  en  la  fee  , 
tanto  la  prudenzia  humana  les  va  haziendo 
mas  contraste  i  em pedimento  en  ella.  Qu^esto 
sea  verdad  consta  por  esto  ,  que  porque  ellos 
prinzipalmente  procuran  de  zerliricarse,qne 
en  Cristo  fueron  castigados  todos  sus  peca- 
dos ,  en  esto  hallan  mas  contraste ,  que  en 
todas  las  otras  cosas  que  creen  aquellos  que 
son  Cristianos.    Prozede  de  la  mala  cons- 


477 
zienzia  ,  en  cuanto  ella  acusa  al  hombre  co- 
mo enemigo  de  Dios  ,  i  por  esto  él  con  di- 
ficultad se  asegura  en  aquello  que  le  dize  el 
Evanjelio  ,  que  ya  Dios  lo  ha  perdonado  ,  i  lo 
tiene  por  amigo.  Que  esto  sea  verdad  cons- 
ta por  esto  ,  (jue  luego  que  el  hombre  tiene 
paz  en  su  conszienlia  ,  está  confirmado  en  la 
fee  ,  de  tal  manera  ,'que  poco  es  solizitado 
a  dubdar.  Prozede  de  la  viveza  del  ánimo  , 
i  de  la  lascivia  de  la  carne  ,  en  cuanto  sien- 
do el  ánimo  del  hombre  amigo  del  vivir  ,  i 
siendo  la  carne  amiga  del  gozar  ,  contrasta 
azerrimamenle  contra  la  fee  ,  entendiendo  o 
adevinando  que  la  fee  mata  en  el  hombre , 
la  viveza  del  ánimo,  mor --^^  tífica  la  laszivia 
de  la  carne.  Que  esto  sea  verdad  consta  por 
esto,  que  según  en  el  hombre  va  muriendo  la 
viveza  del  ánimo  ,  i  la  laszivia  de  la  carne  , 
así  se  vá  en  él  fazilitando  el  creer  :  empero 
no  se  ha  de  entender  ,  que  la  muerte  ,  ni  que 
la  mortificazión  sean  aquellas  que   fazililan 
el  creer  ,  sino  que  siendo  la  fee  aquella  que 
nos  mata  ,  i  nos  mortifica  es   en  nos  otros 
fazilitado  el   creer  le^  [son]  *  quitadas  las 

*     En  el  MS.  le  quitadas  que  nohaze  sentido. 


478 

tuerzas  a  nuestros  enemigos  ,  digo  a  aque- 
llos, que  nos  hazen  dificultosos  en  el  creer, 
de  manera  ,  que  la  prudenzia  humana  ,  la 
mala  conszientia  ,  i  la  viveza  de  nuestros 
ánimos  ,  con  la  laszívia  de  nuestra  carne  , 
son  tres  instrumentos  ,  de  los  cuales  se  sir- 
ven los  malos  espíritus  ,  para  dificultarnos 
el  creer  a  nos  otros ,  que  creemos  por  re- 
vélalion  ,  i  por  divina  inspirazión.  Antes 
con  estos  mesmos  tres  instrumentos  entien- 
do qué  es  impedido  el  creer  el  perdón  je- 
neral  a  los  superstiziosos ,  los  cuales  con  fa- 
zilidád  creen  todas  las  otras  cosas  ,  i  con  los 
mesmos  entiendo  ,  que  es  imposibilitado  el 
creer  a  los  impíos ,  los  cuales  ha  hecho  Dios, 
ziegos  ,  sordos  ,  mudos  ,  siendo  en  todos  , 
que  es,  en  los  impíos  ,  i  en  los  superstizio- 
sos ,  i  en  los  píos ,  el  enemigo  prinzipál  el 
amor  proprio  :  e  zierto  es  verdad  ,  que  del 
prozede  la  contradizión  de  la  prudenlia  hu- 
mana ,  de  [él]  la  contradizión  de  la  mala 
conszienzia  ,  i  de  [él]  la  repugnazion  de  la 
viveza  del  ánimo ,  i  de  la  laszivia  de  la  car- 
ne. Que  esto  sea  verdad  consta  por  esto,  que 
sí  no  hobiese  amor  proprio ,  el  hombre  no 


479 

seria  tan  curioso  en  quererse  zertiticár  de 
la  verdad  cristiana,  ni  sería  lan  scrupidoso 
en  la  conszienzia  ,  ni  repugnaría  a  la  muerte, 
de  la  viveza  del  ánimo  ,  ni  a  la  mortifica- 
zion  ,  de  la  laszivia  de  la  carne  i  así  zessa- 
rian  las  contradiziones ,  i  zesando  las  [con- 
Iradiziones  ,  zesaría  aun  la  dificultad  jen  el 
creer.  De  todo  este  discurso  se  puede  tomar 
esta  risuluzion  ,  que  si  los  impíos  querían 
ser  librados  de  la  imposibilidad  en  el  creer, 
atiendan  a  renun^^*  ziar  el  amor  proprio  si 
podrán;  i  que  si  los  superstiziosos  se  querrán 
conoszér  que  [no]  son  píos  ,  que  no  creen  co- 
mo deben  creer,  ni  aquello  que  deben  creer, 
atiendan  a  despojarse  del  amor  proprio 
cuanto  pudieren:  i  que  los  píos  que  se  sen- 
tirán molestados  de  la  dificultad  del  creer, 
e  que  querrían  quitar  la  dificultad  ,  i  así 
fazilitár  el  creer  ,  trabajen  por  desenamo- 
rarse de  sí  mismos  i  del  mundo  ,  e  de  ena- 
morarse de  Dios  i  de  Cristo.  Esto  harán  con- 
siderando el  mal  ,  que  aquellos  *  mismos, 
i  en  el  mundo  ,  i  el  bien  que  hai  en  Dios  i 
en  Cristo.  Digo  que  esta  considerazion  les 

*    Así  en  el  MS. ,  en  vez  de  ,  que  hai  en  ellos  etc. 


480 

será  mui  ulil,  con  que  vaya  siempre  acom- 
pañada con  la  oratióii ,  rogiindo  a  Dios  que 
les  desenamore  de  sí  mismos  i  del  mundo  , 
í  que  los  enamore  [de]  sí  i  de  Cristo,  i  que 
mate  i  mortifique  en  ellos  todo  aquello  que 
es  carne  i  prudenzia  humana  para  que  sean 
capazas  de  tanta  cantidad  de  fee  ,  cuanta 
basta  a  hazér  ,  que  ni  vengan  jamás  a  dub- 
dar,  ni  a  titubearen  ella  ,  siéndole  siempre 
fiel  i  leal  como  les  pertenesze  ,  siendo  he- 
chos hijos  suyos  por  la  incorporaron  con  la 
cual  están  incorporados  en  su  unijénito  hijo 
Jesu  Cristo;  nuestro  Señor. 

Que  ia  fee  cristiana  tiene  nezesidád  de  ser 
confirmada  con  la  expirientia  :  cual  es  la  ex- 
pirienzia  ,  i  como  se  adquiere.  Considera- 
zión  CU. 

^  Siendo  el  fundamento  del  negozio  cris- 
tiano el  creer  ,  que  consiste  en  el  azeptár 
el  perdón  jenerál  por  la  justizia  de  Dios  ya 
esecutada  en  Cristo  ,  paresze  cosa  propria  , 
qne  el  cristiano  se  ocupe  en  aquellf/s  consi- 
deraziones  que  perteneszen  al  creer  ;  i   así 


481 

yo  entre  las  otras  cosas  que  he  considerado, 
en  lo  que  toca  al  creer  es  esta  ,  que  el  hom- 
bre jamás  no  está  saldo  ,  i  firme  ,  i  constan- 
te en  la  fee  cristiana  ,  hasta  que  no  tenga 
en  sí  alguna  expirienzia  de  aquello  [que] 
cree  :  i  es  así  zierlo  que  tanto  tiene  de  (ir- 
meza,  cuanto  tiene  de  propria  expirienzia  : 
í  ninguna  cosa  mas  nos  ^^^entreviene  a  nos 
otros  que  creemos  con  el  Evanjelio  de  aque- 
llo que  nos  acaesze  con  un  hombre  mui  sa- 
bio ,  i  mui  spiritual.  Quiero  dezir  ,  que  así 
como  mientras  creemos  la  sabidufia  i  la  es- 
piritualidad de  este  hombre  por  relazion  de 
otros  hombres  ,  estamos  dispuestos  de  tal 
manera  ,  que  viniendo  otros  hombres  ,  los 
cuales  nos  hagan  contraria  relazion  ,  muda- 
remos la  opinión  que  tenemos  del  ,  o  a  lo 
menos  dudaremos  della  ,  hasta  que  tenien- 
do estrecha  familiaridad  con  aquél  tal  hom- 
bre, conoscamos  por  expirienzia  que  es  ver- 
dadera la  relazion  que  nos  es  hecha  porque 
entonzes  no  basta  hombre  ninguno  a  persua- 
dirnos al  contrario  :  así  también  mientras 
creemos  aquello  que  dize  el  Evanjelio  ,  que 
Dioscastigó  en  Christo  todos  todos  nuestros 

32 


482 

pecados  por  la  relazión  que  nos  hazen  aque- 
llos que  nos  predican  el  Evanjelio  ,  está  mas 
a  peligro  ,  que  viniendo  otros  predicadores 
que  nos  digan  el  contrario  ,  cree[re]mos  de 
otra  manera  ,  o  lo  menos  dubdaremos  de  la 
primera  predicatión  ,  hasta  tanto ,  que  te- 
niendo nos  otros  la  expirienzia  de  aquello 
que  nos  es  predicado  ,  en  el  evanjelio  ,  es- 
temos firmes  i  constantes  en  aquello  que 
creemos  ,  no  pudiéndo  todos  [los]  hombres 
del  mundo  mudar  ni  ajenar  en  ninguna  ma- 
nera nuestra  fee  pues  que  es  confirmada  con 
la  propria  expirienzia.  De  donde  entiendo  , 
que  el  primer  i  prinzipál  intento  que  debe- 
mos tener  nos  otros  que  azeptamos  el  evan- 
jelio ,  creyendo  que  en  Cristo  Dios  ha  cas- 
tigado todos  nuestros  pecados  ,  i  adquerir 
la  expirienzia  desto  ,  a  fin  que  siendo  así 
confirmada  nuestra  fee  ,  no  sea  bastante 
hombre  alguno  de  apartar  nos  della  ,  ni  de 
hazer  nos  dubdár  ,  ni  titubear  en  ella,  co- 
mo son  bastantes  ,  mientras  nuestra  fee  no 
está  confirmada  ,  con  la  espirientia.  I  si  al- 
guno me  demandara  en  que  manera  se  ad- 
quiere la  expirienzia  de  la  fee  ,  le  responde- 


485 
ré  ,  que  enlouzes  el  hombre  tiene  la  expi- 
rienzia  de  aquello  que  cree  ,  cuando   tiene 
paz  en  su  conszienzia  ,  paresziéndole  poder 
pareszer  en  el  juizio  de  Dios,  con  aquella 
niesma  sigiiridád  ,  que  pareszería  ,  si  hobie- 
se  vivido  con  la  innozentia  que  vivió  Cristo, 
i  255  hobiese  padeszido  por  voluntad  de  Dios, 
aquello  que  padeszió  Cristo.  Después  le  res- 
ponderé ,  que  la  mortificazión  i  la  vivifica- 
zión  son  eíicazisimas  expirienzias  ,  con  la[s] 
cua[les]  es  confirmada  nuestra' fée  siendo  así, 
que  solamente  aquellos  los  cuales  creen,  se 
conoszen  justos  en  Cristo   ,  tienen  mortiG- 
cazíón  i  tienen  vivificazión.  I  si  me  deman- 
dará otro  ,  diziendo ,  como  haré  yo  que  creo 
para   confirmar  mi  fee  con  expirientia  :  le 
responderé  dos  cosas :  La  una  que  se  despo- 
je de  todas  las  justificaziones  que  son  sin 
Cristo  ,  tanto  de  aquellas  que  consisten  en 
no  hazer  ,  cuanto  de  aquellas  que  consisten 
en  hazér,  i  que  abrazándose  solamente  con 
la  justificazión  que  está  en  Cristo,  que  con- 
siste en  creer ,  trabaje  con  orazión  a  Dios  , 
suplicándole  que  le  haga  sentir  la  paz  de  la 
conszienzia,  que  lo  mortifique  ,  que  lo  vivi- 


fique  :   1  la  otra  ,  que  tenga  estreclnsiraa 
cuenta  consigo  mesmo  ,  con  sus  obras ,  con 
sus  palabras  ,  i  con  sus  pensamientos  ,  con 
intento  de   conoszér  en  toda^   estas    cosas 
cuanto    ha   adquirido  de   mortificazión  ,  i 
cuanto  de   vivificazión  ,  i  con  intento    aun 
de    mortificarse  ,  i   de  vivificarse  cada  dia 
mas  :  pretendiendo   de  adquirir  esta  expi- 
rienzía  cristiana  ,  con  la  cual  es  confirma- 
da *  la  fee  cristiana  ,  i  a  aquél  que  desease 
de  saber  ,  cómo  debe  hazer  para  despojarse 
de  sus  justificaziones  .  así  de  aquellas  cosas 
que  consisten  en  no  hazer  como  de  aquellas 
que  consisten  en  hazér ,  le  diré  ,  que  de  aque- 
llas que  consisten  en  no  haz^r  se  despojará  , 
conosziendo,  que  si  no  mata  ,  que  si  no  ro- 
ba, si  no  es  fornicario ,  i  si  no  haze  injuria  al 
prójimo  ,  es  ,  o  porque  no  es  inclinado  a 
ello  ,  o  porque  teme  la  vergüenza  del  mun- 
do ,  o  la  pena  con  la  cual  son  castigados  es- 
tos pecados  en  esta  vida  ,  i  de  esto  se  podria 
zertificár  ,  considerando  ,  que  no  deja  de  fa- 
zer  otras  cosas  a  las  cuales  es  inclinado  , 
que  no  son  vergonzosas  en  el  mundo ,  ni  son 

*    Así  el  MS   corrcjido  al  márjen. 


485 

castigadas  cu  esta  vida ,  como  son  la  ambi- 
tiüu  ,  la  lionrra  ,  la  propria  estimai,ión  ,  i  la 
satisfazión  ;  í  le  diré  aun ,  que  de  las  cosas 
que  consisten  en  hazer  se  ^^'^ despojará  ,  co- 
nosziendo  de  una  parle  la  superstizión  que 
ha  puesto  en  algunas  ,  i  de  la  otra  parte  el 
amor  proprio  ,  con  el  cual  ha  contaminado 
i  suziiulo  las  oirás  ,i  en  este  modo  verná  a 
términos  ,  que  conosziendo  se  en  sí  privado 
i  despojado  de  toda  su  justificazión  ,  será 
constriñido  de  abrazarse  con  aquella  que  le 
ofresze  el  Evanjelio  ,  mostrándole  como  Dios 
castigó  todos  nuestros  pecados  en  su  unijé- 
uito  hijo  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Contra  las  imajinationes  con  las  cuales  es 
perturbada  nuestra  fee  cristiana.  Conside- 
razion  CU  I. 

*  Aquello  que  muchas  vezes  he  dicho  , 
que  el  ser  el  hombre  solízitado  a  dubdár  , 
es  señal  de  provecho  cristiano,  lo  torno  a- 
gora  a  considerar:  por  que  entiendo  que  la 
tal  solizitazion  nasze  del  querer  el  hombre 
creer ,  i  del  desear  estar  firme  i  constante 


486 

en  la  fee  cristiana  ,  en  el  perdón  jenerál  , 
que  es  intimado  a  los  hombres  en  el  Evan- 
jelio.  Los  impíos  no  son  solizitados  a  dudar, 
porque  no  quieren  ni  desean  creer.  Ni  tam- 
poco los  superstiziosos  son  solizitados  a  du- 
dar", porque  creyendo  con  prudenzia  huma- 
na i  carnal  ,  no  tienen  quien  les  solizite  a 
dubdar.  yXquelIos  que  han  hecho  progresso 
en  el  vivir  cristiano  ,  son  poco  solizitados  a 
dubdar,  porque  habiendo  con  mucha  expi- 
rienzia  confirmado  su  fee,  tienen  desarma- 
do a  su  enemigo  ,  digo  aquellos  que  te  soli- 
zitaban  a  dubdar :  i  aqui  entiendo  ,  que  los 
hombres  son  incapazes  de  poder  tener  en 
sí  tanta  fee  ,  que  del  todo  sean  libres  de  ser 
solizitados  a  dubdar  ,  i  por  eso  Dios  les  dá 
la  fee  según  su  cápazidád  ,  asi  como  nos 
otros  no  ponemos  el  agua  tan  caliente  en 
vaso  de  vidro  ,  como  en  uno  de  tierra  ,  ni 
en  uno  de  tierra  como  en  uno  de  cobre  , 
acomodándonos  a  la  ^^^  cápazidád  del  vaso 
no  queriendo  que  se  rompa  ,  de  manera,  que 
la  mucha  solizitazión  al  dubdar  ,  queda  so- 
lamente para  aquellos,  que  habiendo  deja- 
do la  impiedad  ,  i  siendo  aquí  desengañados 


487 

de  la  siiperstizión ,  comienzan  a  azeplár  por 
elspíriUi  santo  el  perdón  jenerál  que  pnbli- 
ca  el  evanjelio  ,  i  comienzan  a  hazer  fructo 
en  el  vivir  cristiano,  i  van  aprovechando  en 
él  :  'porque  estos  deseando  creer  ,  hallan 
dentro  de  sí  viva  la  prudenzia  humana  de  la 
cual  se  sirven  los  malos  espíritus  para  soli- 
zitarles  a  dudar  ,  i  es  asi  ,  que  cuando  una 
persona  destas  renunziando  i  dejando  sus 
iustificaziones  ,  aquellas  que  consisten  en 
hazer,  i  aquellas  que  consisten  en  no  hazer, 
se  quiere  abrazar  con  la  justizia  de  Cristo 
que  nos  ofreze  el  Evanjelio  ,  cuando  por  su 
imperfectión  no  la  vee  tan  clara  ,  [ii  descu- 
bierta ,  como  vee  las  cosas  corporales  ,  i  a- 
quellas  qne  consisten  en  prudenzia  humana, 
luego  es  tentada  i  solizitada  a  dudar  de  la 
verdad  que  afirma  el  Evanjelio.  Donde  aque- 
lla tal  persona  debe  luego  remediar  la  ten- 
tazión  en  este  modo.  Primeramente  terna 
por  zierto  coiitrasigno  de  su  provecho,  en  la 
fee  cristiana  el  ser  solizitado  a  dubdár  :  i 
dirá  ,  si  yo  no  quisiese  e  desease  de  creer, 
no  sería  solizitado  a  dudar  ,  así  como  yo 
no  era  solizitado  ,  cuando  no  estaba  en  este 


488 

querer  ,  i  en  este  deseo  ,  i  así  venia  a  quie- 
tarse con  aquella  cosa  ,  con  la  cual  el  de- 
monio procura  de  inquietarla.  I  si  le  verná 
fantasía  de  dezir  ,  que  su  dudar  es  de  la 
mesma  calidad,  que  es  la  de  aquellos,  que 
dubdan  sin  espíritu  ,  dirá  no  es  verdad,  por 
que  aquellos  que  dudan  sin  espíritu  ,  no  sien- 
ten fastidio  en  el  dudar  ,  ni  desean  de  ser 
libres  ,  i  yo  siento  fastidio  en  el  dudar,  i  «le- 
seo de  ser  libre  ,i  por  consiguiente  soi  zierto 
que  mi  dudúr  no  es  de  la  calidad  ,  que  es  a- 
quella  de  aquellos  que '^^*' dubdan  sin  espirilu, 
quiero  dezir,  sin  ser  tentados  i  solizilados 
a  dudar  por  que  desean  creer.  Segundamen- 
te  pensarán  así :  si  esta  fee  cristiana  no  fuese 
cosa  spiritual  i  divina,  no  bailarla  en  mí  la 
contradizion  ,  que  baila,  así  como  no  ban  ba- 
ilado en  mí  contradizion  las  cosas  que  no 
son  espirituales  ni  divinas  ,  sino  supersti- 
ziosas  e  bumanas  ,  en  las  cuales  me  be  que- 
rido persuadir  ;  i  en  este  modo  la  contradi- 
zion ,  con  la  cual  el  demonio  la  querrá  in* 
quietar  ,  le  será  instrumento  para  quietarse. 
Terzero  pensará  así  :  si  esta  fee  cristiana  no 
fuese  don  de  Dios ,  no  sintiria  en  mí  los  nue- 


489 

vos  deseos  de  aplazér  a  Dios  ,  de  estar  siem- 
pre unido  con  Dios  ,  de  verlo  glorificado  i 
santificado  de  todos  los  hombres  :  los  cuales 
deseos  después  que  me  soi  deveras  aplicado 
a  ellos  siento  ,  i  en  este  modo  con  la  espi- 
rientia  del  amor  de  Dios  ,  se  zertificará  de 
la  verdad,  que  hai  en  aquello  que  el  evan- 
jelio  afirma.  Cuarto  pensará  asi :  si  esta  fee 
Cristiana  no  fuese  cosa  spiritual  i  divina  , 
no  me  habria  comenzado  a  dar  aborreszi- 
miento  de  las  cosas  corporales  ,  humanas ,  i 
del  mundo  ,  las  cuales  si  bien  no  hs  abo- 
rresco  del  todo  ,  a  lo  menos  soi  venido  a  es- 
to ,  que  no  lo  amo  ,  ni  lo  procuro  ,  ni  lo 
deseo  ,  como  solía  :  i  en  este  modo  con  la 
expirientia  de  la  mortificazion  se  confirma- 
rá en  la  verdad  cristiana.  Quinto  pensará 
así:  si  yo  conosziese  otra  cosa  mejor  que  es- 
ta ,  o  a  lo  menos  ,  que  fuese  igual  a  esta , 
con  la  cual  yo  pudiese  pareszér  delante  el 
juizio  de  Dios  ,  ternia  bien  causa  de  dudar 
de  la  verdad  del  la  :  agora  no  conosziendo 
yo  ni  otra  mejor,  ni  otra  tal,  no  tengo  cau- 
sa de  dudar.  I  en  -'^^este  modo  se  zertifica- 
rá ,  que  está  a  la  gananzia  ,  i  no  a  la  pérdi- 


490 

(la  ,  i  que  en  perseverar  en  esla  feé  Cristia- 
na ,  no  pnede  perder  sino  ganar ,  i  si  le  ver- 
ná  en  la  fantasía  de  dezir  qne  podría  per- 
der mucho  en  caso  que  no  fuese  verdad  a- 
quello  que  dize  el  Evanjelio  ,  en  cuanto  atri- 
buiría a  Cristo  aquello  que  no  se  le  debe  ,  i 
no  debiendo  se  lo  vernía  a  ofender  la  glo- 
ria e  la  majestad  de  Dios  ,  recurrirá  luego 
a  la  spirientia  ,  i  pensará  así  ,  después  que 
yo  me  conosco  perdonado  por  Cristo  ,  i  re- 
conziliado  con  Dios  por  Cristo  ,  reconoszién- 
dome  muerto  con  Cristo  i  resuszitado  con 
Cristo  ,  i  esperando  mi  gloriücazión  con 
Cristo  ,  yo  conosco  i  siento  i  hallo  en  mí 
prinzipios  de  mortificazion  por  el  desprezio 
del  mundo  ,  i  de  mi  mesmo  ,  i  siento  prin- 
zipios de  vivificazion  por  el  amor  i  afizión 
a  Dios  ,  a  la  gloría  de  Dios  ,  i  a  la  voluntad 
de  Dios  :  i  estos  prinzipios  son  buenos  :  i 
siendo  verdad  que  de  una  mala  causa  no 
nasze  jamás  un  buen  efecto  ,  también  es 
verdad  ,  que  es  buena  la  causa  de  donde  es 
naszido  este  efecto  :  í  por  tanto  es  ziertísi- 
mo  i  verdadero  aquello  ,  que  publica  i  íirnia 
el  Evanjelio  ,  que  habiendo  Dios  puesto  en 


491 
Cristo  todos  nuestros  pecados  ,  i  habiéndolos 
castigados  todos'en  Cristo  ,  nos  ha  perdo- 
nado a  todos  ,  i  nos  ha  reconzih'ado  consigo 
por  Cristo,  de  el  cual  perdón  ,  i  de  la  cual 
reconziliazión  gozan  todos  aquellos  que 
creen.  Aquí  se  aíirmarR  la  persona  cristia- 
na ,1a  cual  queriéndose  abrazar  con  la  jus- 
tizia  de  Cristo ,  será  perturbada  con  las  per- 
suasiones ,  que  la  solizitará/i  a  dudar  ,  i  ze- 
rrando  la  puerta  a  aquellos  que  le  podrían 
venir  ,  se  encomendará  a  Dios  ,  diziendo  con 
Ezechias  ,  Domine  vim  patior  ,  responde  pro 
me.  Esa.  58.  [38] ,  i  sea  zierta  que  Dios  le 
ayudará  cumpliendo  con  ella  ¡aquello  que 
promete  por  David  ,  donde  dize,  cum  ipso 
snm,  in  Iribulatione  eripiam  eum  el  glorifi- 
cabo  eum. 

2^^  Que  el  Baplismo  por  la  fee  del  Evanje- 
lio  es  eficaz  también  en  los  niños,  que  mue- 
ren antes  ,  de  venir  a  la  edad  de  poder  apro- 
bar ser  baptizados.  Consideratión  ClIIf. 

^  Tomando  ocasión  de  aquello  que  dize 
s.  Pedro  ,  que  el  Arca  en  la  cual  se  salvó 


492 

Noé  en  el  Diluvio  ,  fué  figura  de  nuestro  bap- 
tisino  cristiano  ,  he  considerado  ,  que  así 
conioNoé  dando  crédito  a  la  palabra  de  Üios, 
creyó  que  vernía  el  diluvio  ,  i  creyó  que  él 
i  los  suyos  se  salvarían  en  el  arca  ,  no  por 
virliid  del  arca  ,  la  cual  naturalmente  no 
podia  bazér  este  efecto  ,  sino  por  la  volun- 
tad de  Dios, que  usaba  aquella  arca  por  ins- 
trumento de  la  saliul  del  e  de  los  suyos:  Así 
nos  otros  dando  crédito  al  Evanjeliode  Dios, 
creemos  que  Cristo  verná  a  juzgar  los  vivos 
í  los  muertos,  i  creemos  que  siendo  casti- 
gados en  Cristo  nuestros  pecados  ,  nos  i  los 
nuestros  nos  salvaremos  en  aquél  juizio, 
baptizando  nos  ,  no  por  la  virtud  del  agua , 
la  cual  naturalmente  no  puede  hazer  este 
efecto  ,sinó  por  la  voluntad  de  Dios  ,  el  cual 
usa  el  agua  por  medio  de  nuestra  salud.  Ha- 
bría bien  podido  Dios  salvar  eñ  el  diluvio  a 
Noe  sin  el  arca ,  i  paresze  que  tomó  por  re- 
medio el  arca  para  condeszender  con  la  fra- 
jilidád  de  Noé  ,  el  cual  mas  fazilmente  cre- 
yó que  se  salvaría  en  el  arca  ,  que  no  habría 
creído  de  haberse  de  salvar  sin  el  arca  ,  bien 
que  él  no  se  confió  en  el  arca  ,  sino  en  la 


495 
palabra  de  Dios ,  que  le  prometió  de  salvar- 
lo en  el  arca :  i  así  se  salvó  Noe  ,  no  en  el 
arca  ,  sino  en  la  fee  con  la  cual  hizo  el  arca, 
i  se  puso  en  ella.  Ni  mas  ni  menos  nos  po- 
dría bien  Dios  salvar  en  el  dia  del  juizio , 
sin  el  agua  del  baptismo,  i  paresze  que  io- 
nio por  medio  el  agua  por  condeszender  a 
ni/estra  frajilidád  ,  la  cual  baze ,  que  mas 
fazil mente  creamos  de  ser  salvos  por  el  bap- 
tismo ,  que  no  creemos  de  habernos  de  sal- 
var sin  el  baptismo  ,  aunque  no  nos  fiamos 
en  el  agua,  sino  [en]  la  palabra  del  Evanjelio 
de  Dios  ,  que  promete  de  salvar  nos  por  el 
baptismo ,  i  así  seremos  salvos  en  el  juizio 
universal  ,  no  porque  nos  baptizamos ,  sino 
259  pQj.  1^  fgg  ^.Qn  Ijj   ^.^^^\  i^Qs  jjaptizamos. 

Donde  entiendo  dos  cosas.  La  una  que  a  to- 
dos nos  oíros  que  somos  crislianos  ,  perte- 
nesze  asegurarnos  en  el  juizio  de  Dios  ,  con 
la  memoria  que  somos  baptizados  ,  como  se 
aseguraba  Noe  en  el  diluvio  con  la  memo- 
ria del  arca  ,  siéndole  a  él  el  arca  ,  aquello 
que  nos  es  a  nos  otros  el  Baptismo.  La  otra 
que  nos  otros  que  somos  baptizados  siendo 
niños  ,  nos  hemos  de  zertificár  que  enton- 


494 

zes  realmente  i  con  efecto  somos  baptizados, 
cuando  venidos  los  años  de  la  discreszión  ,  i 
sintiendo  por  voluntad  de  Dios  la  voz  del 
Evanjelio  ,  gozamos  de  ser  baptizados  ,  de 
modo  ,  que  cuando  no  fuésemos  baptizados 
entonzes  nos  baptizaríamos  ,  acaesziendonos 
aquello  que  podría  haber  acaeszido  [a]  un 
hombre ,  el  cual  fuese  sido  puesto  en  el  ar- 
ca de  Noe  mientras  qu'el  dormía  ,  el  cual 
despertando  i  hallándose  en  el  arca  ,  agra- 
deszería  a  Noe  que  lo  hobiese  puesto  en  el 
arca  ,  afirmando  ,  que  si  él  no  bebiese  en- 
trado ,  e  pudiese  entrar  ,  que  sin  dubda  nin- 
guna él  entraría  :  de  manera  ,  que  así  como 
aquel  hombre  habiendo  entrado  en  el  arca 
no  por  su  fee  propria  ,  sino  por  la  fee  de 
Noe  ,  se  habría  salvado  en  el  arca  por  su 
propria  fee  ,  teniendo  por  bueno  el  haber 
entrado  en  el  arca  ,  así  nos  otros  que  en 
nuestra  niñez  hemos  sido  baptizados  ,  habi- 
endo entrado  en  el  baptismo  no  por  nuestra 
propria  fee  ,  sino  por  la  fee  de  aquellos  que 
nos  pusieron  en  ello  ,  nos  salvaremos  en  el 
baptismo  por  nuestra  fee  propria  ,  aproban- 
do i  teniendo  por  bueno  el  ser  baptizados. 


495 
Al  propósito  diré  olra  cosa  ,  que  así  como 
los  animales,  los  cuales  Noe  puso  en  el  ar- 
ca ,  entraron  por  la  fee  de  Noe ,  i  se  salva 
ron  en  el  diluvio  por  la  fee  de  Noe  ,  no  te- 
niendo ellos  szienzia  de  bien  ni  de  mal  para 
entrar  en  el  arca  ,  ni  para  aprobar  la  en- 
trada ,  siendo  puestos  en  ella  ,  así  los  niños 
de  los  primeros  cristianos  que  entraron  en 
el  baplismo  por  la  fee  de  sus  padres  ,  i  no 
allegan  a  la  edad  de  poder  aprobar  ni  ripro- 
bar  aquello  que  sus  padres  han  hecho  ,  a- 
quellos  por  que  no  tienen  conoszimiento  del 
bien  ni  del  mal ,  se  salvarán  en  el  juizio  de 
Dios  por  la  fee  ,  con  la  cual  sus  padres  les 
habrán  ^^'^  puesto  en  el  baptismo.  En  efecto 
es  grandísima  la  fuerza  i  la  elirazia  de  la 
fee,  digo  de  aijuella  ,  que  dando  crédito  a 
liis  promesas  de  Dios  ,  está  zierta  del  com- 
plimiento  de  ellas  ,  mostrando  su  zertiíica- 
zión  en  poner  en  ejecuzión  aquella  cosa  ex- 
terior,  que  de  parle  de  Dios  le  es  mandada. 
Esta  fee  salvó  a  Noe  en  el  diluvio  por  medio 
del  arca  ,  i  esta  fee  salvará  en  el  dia  del  jui- 
zio por  medio  del  baptismo  a  todos  nos  otros, 
los  cuales  creyendo  al  Evanjelio  seremos  bap- 


496 

(izados, ¿n  nomine  Patris  ,  et  Filii  ,  et  Spi- 
riliis  sanctí ,  a  los  cuales  sea  gloria  por  siem- 
pre jamás.  Amen. 

Tres  prinzipios  ,  de  donde  naszen  las  irj- 
noranzias ,  con  las  cuales  los  hombres  yerran 
contra  Dios.    Considerazión  CV. 

*  Considerando  aquello  que  dize  s.  Pa- 
blo ,  hablando  del  pecado  que  babia  come- 
tido conlra  Dios  ,  persiguiendo  la  iglesia  cris- 
liana  ,  Sed  misericordiam  Dei  conseculiis 
sum  ,  quia  ignorans  feci  in  incredulitale  :  i 
considerando  la  oration  con  la  cual  Cristo 
puesto  en  la  cruz  rogó  a  su  eterno  padre 
por  el  pecado  de  aquellos  que  lo  cruzifica- 
ban  ,  diziendo  ,  Paler  dimilte  illis ,  non  enim 
sciunt  quid  faciunl  :  i  considerando  aquello 
que  s.  Pablo  dize  de  los  sabios  del  mundo  , 
Si  enim  cognovissent  ,  numquam  Dominum 
glorioe  crucifixissení  :  he  colejido  tres  prinzi- 
pios ,  de  los  cuüles  entiendo  que  prozeden 
lodos  los  errores  que  los  hombres  hazén  con- 
tra Dios  por  ignoranlia.  El  primero  es  la 
malitia  ,  lo  segundo  la  inconsiderazión  ,  lo 


497 
terzero  la  incredulidad.  En  este  modo  de^ 
estar  de  san  Pablo  en  la  incredulidad  ,  del 
no  creer  que  Cristo  fuese  hijo  de  Dios  ,  que 
fuese  el  Mesias  prometido  en  la  Lei  ,  que 
fuese  muerto  por  los  pecados  de  cada  uno  , 
que  fuese  resuszitado  por  la  resurection  de 
cada  uno  ,  i  que  fuese  glorificado  por  la  glo- 
rification  de  cada  uno  ,  prozedia  que  perse- 
guía i  mataba  aquellos  que  creian ,  i  predi- 
caban esto ,  pensando  hazér  servizio  a  Dios 
en  ello  como  han  hecho  ,  e  hazen  de  mano 
en  mano  otros  con  aquella  misma  intenzion 
que  hazia  san  Pablo  los  cuales  ási  como  s. 
Pablo  han  errado  i  yerran  contra  Dios  no 
por  inconsideration  ,  por  que  él  i  ellos  van 
con  atenzion  a  aquello  2^'  que  hazen  ,  ni  con 
malilla  ,  porque  no  odian  por  su  interesze 
aquello  que  persiguen  ,  sino  por  infidelidad, 
por  no  creer  en  Cristo :  De  donde  entiendo 
que  prozedió  que  usando  Dios  misericordia 
con  s.  Pa.  ,  le  dio  a  conoszer  a  Cristo ,  i  así, 
de  perseguidor  famoso  ,  vino  a  ser  predica- 
dor famosísimo  ,  como  entiendo  que  les  [ha] 
acaeszido  a  aquellos  que  han  errado  como 
erró  s.  Pablo.  Del  no  considerar  aquello  que 

53 


498 

hazúin  los  jeiililes  ,  que  fueron  ministros  i 
esécutores  ile  la  muerte  de  Cristo  ,  proze- 
dio  ,  que  inconsidera[da]mente  erraron  ,  ma- 
tando al  inozente  ,  como  han  errado  muchos 
jentiles  ,  que  han  dado  la  muerte  a  muchos 
cristianos,  no  considerondo  aquello  que  ha- 
zen  :  porque  si  lo  considerasen  como  dehrían, 
no  hai  duda  ninguna  que  no  lo  harían  :  i  por 
eso  como  yerran  como  h(3stias  ,  no  les  es 
puesto  en  cuenta  su  error.  Esto  creo  tenien- 
do por  zierto  ,  que  Dios  oyó  a  Cristo,  cuan- 
do dijo  ,  Pater  dimille  illis  ,  no)i  enim  sciunt 
quid  faciunt.  I  s.  Esteban  cuando  dijo  ,  Do- 
mine, ne  eslaluas  illis  hoc  peccalum.  Del  es- 
tar los  ánimos  de  los  escribas  i  fariseos  in- 
dignados contra  Cristo,  como  han  estado  , 
e  están  de  mano  en  mano  indignados  conlra 
aquellos  (jue  imitan  a  Cristo  ,  los  ánimos  de 
aquellos,  que  siendo  semejantes  a  los  escri- 
bas i  fariseos  ,  hazen  profesión  de  santidad 
exterior  , estando  vazíos  de  la  interior,  pro- 
zedíó  ,  i  ha  ido  ,  i  va'prozediendo  ,  que  ma- 
liziosamente  maíando  aquellos  que  han  co- 
noszido  i  conoszen  que'  son  miembros  de 
CuRisTo  ,  los  cuales  siempre  han  sido  odia- 


499 

dos  de  los  sánelos  del  mundo  ,  porque  rui- 
nan i  echan  por  tierra  aquella  santidad ,  de 
la  cual  ellos  hazen  profesión  :  con  estos  no 
entiendo  que  Dios  usa  misericordia  ,  porque 
aunque  están  ,  como  s.  Pablo,  en  la  incre- 
dulidad ,  no  es  la  incredulidad  aquella  que 
les  haze  errar ,  sino  la  propria  raalízia  i  ma- 
lignidad. Ni  entiendo  que  rogó  Cristo  ,  ni 
ruegan  los  miembros  de  Cristo  por  estos  , 
porque  su  error  no  nasze  de  inconsiderazión, 
sino  de  maligna  depravazión  :  antes  este  pe- 
cado entiendo  que  es  aquél  ,  que  llama  Cris- 
to contra  el  spíritu  Scinlo  ,  el  cual  dize  que 
no  -''^  será  perdonado  en  este  mundo ,  ni  en 
el  otro:  i  el  mismo  pecado  entiendo  que  lla- 
ma s.  Joan  t^eccaliim  ud  imrtem.  Los  hom- 
bres que  imitando  los  Fariseos  i  Scribas  , 
yerran  por  ignorantia  naszida  de  malitia  , 
entiendo  que  han  dejada  el  ser  de  hombres, 
i  son  spíritus  infernales.  Los  hombres  que 
imitando  los  jentiles  ,  los  cuales  mataron  a 
Cristo  ,  yerran  por  ignoranzia  naszida  de  in- 
considerazión ,  entiendo  que  han  dejado  de 
ser  hombres  i  son  bestias.  I  los  hombres  que 
imitando  a  san  Pablo  yerran  por  ignoranzia 


500 

naszida  de  incredulidad  ,  entiendo  que  son 
verdaderamente  hombres  ,  a  los  cuales  és 
tan  propria  la  incredulidad  ,  como  es  propria 
a  las  bestias  la  inconsiderazión  ,  i  es  propria 
a  los  spíritus  infernales  la  malizia:  i  por  eso 
el  error  que  nasze  de  incredulidad ,  sin  mes- 
tura de  malizia  i  de  inconsiderazión  ,  halla 
misericordia  delante  de  Dios  ,  siendo  tirado 
a  la  fee  aquél  ,  que  yerra  por  ignoranzia 
naszida  de  incredulidad.  Onde  si  me  deman- 
dare alguno  diziendo  ,  de  donde  crees  tu  que 
nasca  el  errar  por  ignoranzia  de  los  Hebreos, 
de  los  cuales  dize  san  Pablo  Rom,  10.  Igno- 
rantes enim  jusliliam  Dei  et  siiam  querenles 
staluere ,  juslitia  Dei  non  sunt  subiecli.  Les 
responderé  ,  que  naszia  parte  de  malizia  i 
parte  de  incredulidad  ,  por  el  odio  que  te- 
nían al  evanjelio.  Que  esto  sea  verdad  cons- 
ta por  esto  que  algunos  creyeron  ,  i  otros 
quedaron  en  su  incredulidad.  Esto  mesmo 
responderé  a  quien  me  demandare  ,  donde 
prozedió  í  prozede  el  errar  por  ignoranzia 
de  aquellos  que  dize  Cristo  ,  lU  omnia  qiii  in- 
terficit  vos  arbitretiir  se  obsequium  prestare 
Deo  ,  i  tanto  mas  ,  cuanto  me  consta   que 


501 

san  Pablo  fue  uno  déslos ,  i  halló  misericor- 
dia :  porque  su  error  por  ignoranzia  naszió 
de  incredulidad.    En  este  discurso    aprendo 
esto  ,  que  todo  hombre  debe  estar  alerta  no 
apasionarse  jamás  en  las  cosas  que   perte- 
neszen  a  la  RelijionL  quiero  dezir  ,  en  defen- 
der una  cosa  ,  i  conlradezir  otra  con  pasión: 
para  que  la  pasión  no  le  ziegue ,  de  mane- 
ra ,  que  venga  a  errar  contra  Dios ,  por  igno- 
rantia  naszida  de  malitia.  ^^^^  Después  apren- 
do ,  que  el  hombre  no  debe  sin  considera- 
lión  meterse  o  ponerse  a  alguna  cosa  de  a- 
quellas  ,  que  se  le  ofreszerán  ,  i  mucho  me- 
nos a  aquellas  qne  tocan  a  la  relijión  ,  a  fin 
que  no  venga  a  ser  contado  en  el  número  de 
las  bestias.  Además  aprendo, que  el  hombre 
que  se  halla  libre  de  la  pasión  ,  de  la  incon- 
sideratión  por  no  errar  contra   Dios  ,  debe 
conoszerse  en  la  incredulidad  ,  i  así  rogar 
a  Dios  que  lo  libre  della  :  i  entre  tanto  dehe 
abstenerse  de  poner  en  ejecution  aquellas  co- 
sas., que  serán  en  perjuizio  del  prójimo:  i 
entonzes  mas  cuando  le  pareszerán  mas  san- 
ias ,  i  mas  justas  delante  de  Dios,  i  apren- 
do aun  ,  que  solo  el  cristiano  rejenerado 


502 

siendo  mas  que  hombre  salido  de  !a  incre- 
dulidad ,  no  yerra  por  malizia  ,  no  yerra  por 
inconsideraiion  ,  ni  yerra  por  incredulidad, 
errando  solamente  por  frojilidad.  En  cuanto 
no  ha  dejado  aun  del  todo  de  ser  hombre, 
aun  no  ha  comprehendido  del  lodo  la  perfi- 
zión  cristiana  ,  en  la  cual  está  comprehen- 
dido por  la  incorporatión  ,  con  la  cual  está 
incorporado  en  la  muerte,  en  la  resurec- 
lión,  i  en  la  glorificazión  ,  del  hijo  de  Dios 
Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

Que  aquello  que  los  Sanios  del  mundo  i  los 
sabios  del  mundo  han  llamado  i  llaman  lum- 
bre natural  prudenzia  i  Razón  humana  :  lla- 
ma la  santa  Escritura ,  Szientia  del  bien  e  del 
mal.  Considerazion  CVÍ. 

f  Por  aquello  que  yo  leo  de  la  creation, 
i  de  la  depravazion  del  hombre  ,  conside- 
ro que  primero  fue  criado  el  hombre  a  la 
imajen  i  semejanza  de  Dios ,  i  fué  puesto  en 
el  huerto  que  llaman  Paraiso  terrestre  :  i 
después  comiendo  del  fruto  del  árbol  de  la 
szientia  del  bien  i  del  mal ,  perdió  la  ima- 


503 

jen  i  semejanza  de  Dios  ,  y  fue  echado  del 
paraíso  terrestre  ,  (juedandose  con  la  szieu- 
tia  del  bien  i  del  mal ,  entendiendo  ,  que  así 
como  no  es  natural  al  hombre  según  su  íprí- 
mera  creazión  el  estar  '-^^^  fuera  del  paraíso 
terrenal  ,  asi  primeramente  no  le  es  natural 
el  tener  la  szienzia  del  bien  í  del  mal.  1  a- 
quello  que  yo  esperimento  en  la  reparazion 
del  hombre  en  su  rejeneration  i  renovazión, 
considerando  que  por  azeptár  la  grazia  del 
evanjelio  ,  la  remisión  de  los  pecedos  ,  i  la 
reconziliazion  con  Dios  por  la  juslizin  de  Dios 
esecutada  en  Cristo  ,  i  así  entrar  en  el  reino 
de  Dios  1  recobrar  la  imajen  [i]  semejanza 
de  Dios,  i  tener  el  gobierno  del  spíritu  san- 
to,es  neszesitadoa  cativar  su  entendimiento 
i  renunziari  mortificar  su  prudenzia,  i  su  razón 
humana  i  su  lumbre  natural ,  entiendo  que 
aquello  que  la  santa  Escritura  llama  szienzia 
del  bien  i  del  mal ,  los  sabios  del  mundo  han 
llamado  i  llaman  lumbre  natural  ,  pruden- 
zia i  Razón  humana  :  i  así  vengo  a  entender, 
que  es  neszesitado  el  hombre  a  cativar  el 
entendimiento  a  mortificar  su  prudenzia  i  su 
lumbre  natural  ,  que  es  lo  mesmo  ,  que  re- 


504 

nunziár  la  szienzia  del  bien  i  del  mal  ,  para 
conseguir  la  reparation  ,  la  rejeneration  ,  i 
la  renovation  cristiana  :  porque  es  cosa  jus- 
tísima ,  que  si  él  ha  de  recobrar  aquello  que 
perdió  ,  renunzie  primero  aquello  que  ga- 
nó ,  consideramos  ,  *  si  ha  de  recobrar  el 
lumbre  espiritual ,  renunzie  el  lumbre  na- 
tural (i  sí  conzedemos ,  como  es  neszesario 
de  conzedér  por  aquello  que  leemos  ,  i  por 
aquello  que  esperimentamos)  que  la  repara- 
tion de  la  nuestra  natura  humana  por  la  re- 
jeneration í  renovazion  cristiana  consiste  en 
esto  ,  que  el  hombre  azeptando  el  evanjelio, 
es  incorporado  en  Cristo  va  recobrando  el 
ser ,  el  grado  i  la  dignidad  ,  en  la  cual  el 
primer  hombre  fue  criado ,  i  va  dejando  el 
ser  ,  el  grado  i  la  dignidad  ,  en  la  cual  ^1 
primer  hombre  quedó  después  que  fué  de- 
pravado: así  también  es  neszesario  que  con- 
zedamos  ,  que  así  como  aquello  que  gana- 
mos no  es  natural  al  ser  que  agora  tenemos, 
así  también  aquello  que  dejamos  no  **  era 

*    Así.  Pero  puede  haber  equivocaziou  del  co- 
piante. Kn  vez  de  como  si  diióramos. 
**    Este  no,  sobra.  Es  errata  del  italiano. 


505 
natural  al  ser  el  cual  segund  la  primera 
creation  teníamos  :  por  la  cual  cosa  venimos 
claramente  a  entender  ,  que  -^^  la  lumbre 
natural  que  agora  tenemos ,  no  es  de  nues- 
tra primera  creazión  ,  sino  de  nuestra  de- 
pravazión :  i  allende  a  esto  ,  que  la  lumbre 
spiritual  que  por  Cristo  ganamos  ,  es  de 
nuestra  primera  creazión  :  i  esta  lumbre  spi- 
ritual entiendo  que  era  casi  natural  al  hom- 
bre en  su  primera  créazion  ,  como  agora  le 
es  natural  la  szienzia  del  bien  i  del  mal  ,  i 
la  lumbre  natural,  i  pienso  que  no  reconos- 
ziendo  el  primer  hombre  la  lumbre  spiritual, 
por  cosa  propriamente  suya  ,  sino  cumuni- 
cada  por  favor  de  Dios  ,  deseó  la  szienzia 
del  bien  i  del  mal ,  pretendiendo,  que  aque- 
lla le  sería  como  no  *  es  natural.  I  desta  szi- 
enzia del  bien  i  del  mal  entiendo  que  ad- 
quiere el  hombre  mayor  o  menor  parte  , 
según  que  él  está  mas  o  menos  purgado  í 
purificado  en  los  afectos  i  apetitos  ,  que  son 
según  la  carne.  De  donde  pienso  que  han  to- 
mado ocasión  los  sabios  del  mundo  a  creer, 
que  la  szienzia  del  bien  í  del  mal  sea  cosa 
*    Así  el  MS.  Pero  el  no  falta  ea  el  italiano 


506 

espirilnal ,  i  que  sea  ¡de  la  primera  creazion 
del  hombre ,  no  considerando  que  prozede 
este  efecto  de  aquí  ,  que  asi  es  perfizion  en 
el  hombre  en  el  eslado  de  la  depravazión  la 
szienzia  del  bien  i  del  mal  ,  i  la  lumbre  na- 
tural ,  como  era  en  el  estado  de  su  primera 
creazion  ,  i  en  el  estado  de  su  reparazión  la 
lumbre  spirituál.  Contra  aquelbí  habemo.-s 
dicho  ,  se  ofreszen  dos  cosas.  La  primera  , 
que  por  aquello  que  dize  san  Pablo  Horn.  i. 
que  los  jentiles  con  la  lumbre  natural  ha- 
brían podido  conoszer  a  Dios:  i  por  aquello 
que  dize  el  mesmo  Rom.  5.  que  los  mesmos 
naturalmente  hobieran  podido  conoszer  la 
voluntad  de  Dios  ,  paresze  que  la  lumbre  na- 
tural no  sea  del  estado  de  la  depravazión 
del  hombre,  sino  del  estado  de  su  primera 
creazion.  La  segunda  ,  que  siendo  verdad 
que  los  santos  viejos,  corno  Üavidi  los  sanios 
nuevos  como  san  Pablo  ,  en  aquello  que  han 
escrito  se  han  servido  de  la  Inmbre  natural , 
de  la  prudenzia  i  razón  humana  ,  paresze  que 
ni  es  mala  ,  ni  se  debe  renunziar  ,  dejar,  ni 
mortificar.  A  la  primera  ^^e  entiendo  que  se 
puede  responder , que  queriendo  s  .Pablo  con- 


50  7 
venzer  los  jenliles  ,  en  cuanlo  que  se  excusa- 
ban diziendo  ,  que  no  habían  podido  conos - 
zer  a  Dios  ,  i  por  tanto  no  le  habian  adorado: 
ni  hábian  podido  conoszer  la  voluntad  de 
Dios  ,  i  por  eso  habian  vivido  víziosaniente , 
les  muestra  que  aunque  no  habian  tenido  el 
conoszimiento  de  Dios  para  adorar  lo,  ni  el 
de  la  voluntad  de  Dios  para  obedeszerlo  ,  el 
cual  conoszimiento  siendo  por  lumbre  espi- 
ritual ,  fué  en  el  primer  hombre  antes  de 
su  depravazion  i  está  en  los  cristianos  en 
nuestra  reparazión  :  no  habiendo  tenido  el 
conoszimiento  que  tuvieron  los  Hebreos  por 
sus  santas  Escrituras  ,  ni  *  habiendo  tenido 
el  conoszimiento  que  se  puede  conseguir  con 
la  lumbre  uaturál  por  la  contemplazión  de  las 
criaturas,  i  por  el  testimonio  de  sus  conszien- 
zias  ,  i  no  habiendo  satisfecho  a  este  conos- 
zimiento de  Dios,  i  de  \\  voluntad  de  Dios 
venian  a  ser  culpados  ,  no  les  quedando 
scusa  alguna  ,  de  manera  ,  que  de  las  pala- 
bras de  s.  Pablo  no  se  puede  colejir ,  que  el 
hombre  (Cristiano  no  haya  de  renunziar  su 
lumbre  natural  ,  sino  que  basta  la  lumbre 

*    Así  el  MS. 


508 

natural  pyra  conoszér  a  Dios  en  zíerta  ma- 
nera ,  i  entender  la  voluntad  de  Dios.  A  la 
segunda  entiendo  que  se  puede  responder 
que  los  santos  se  sirven  de  sus  Escrituras  de 
la  szienzia  del  bien  i  del  mal  ,  en  aquello 
que  ella  es  capaz  ,  en  la  cual  cosa  está  ella 
aun  mas  ilustrüda  en  ellos  por  la  lumbre 
spiritual  :  i  que  la  han  renunziado  i  morti- 
ficada en  aquello  de  que  ella  es  incapaz  que 
es  en  la  justíficazion  por  Cristo  ,  en  la  recon- 
ziliazión  con  Dios  ,  en  el  rejimiento  e  go- 
bierno del  spíritu  santo:  i  jeneralmente  en 
todas  las  cosas  zelestiales  ,  spírituales  i  di- 
vinas :  entiendo  bien  que  seria  mui  mayor 
la  felizidád  ,  i  la  perfizión  del  hombre ,  que 
tuviese  totalmente  apagada  i  muerta  la 
szienzia  del  bien  i  del  mal  ,  i  fuese  total- 
mente enzendido  i  vivo  el  lumbre  spiritual , 
mas  entiendo  que  la  carne  pasible  i  mortal, 
no  es  hábil  sujeto  para  tanta  felízidad  i  -^' 
entiendo  que  será  esto  después  de  la  resu- 
rection  ,  cuando  habrá  conseguido  impasi- 
bilidad i  inmortalidad  entre  tanto  es  nesze- 
sario  ,  que  se  sirvan  los  santos  de  la  szien- 
zia del  bien  i  del  mal ,  i  de  la  lumbre  natu- 


509 

ral :  porque  conversan  i  contraían  con  los 
hombres  que  se  sirven  de  la  misma  szienzia 
i  de  la  mesma  lumbre,  siguiendo  en  eslo  a- 
quel  consejo  de  Crislo.  Eslote  prudentes  s¿- 
ciií  serpenles.  Malb.  10.  I  aquello  que  dize 
san  Pablo,  sensibus  auíem  perfecti  estote ^  \. 
Cor.  IV.  Aquí  se  me  ofreszen  dos  cosas.  La 
primera  ,  que  por  que  la  szienzia  del  bien 
i  del  mal  .  la  lumbre  natural  ,  la  prudenzia 
i  razón  humana  ,  están  en  el  hombre  ,  por 
la  desobedienzia  a  Dios  ,  i  son  del  estado  de 
la  depravazión  nunca  acaesze  que  esta  szien- 
zia i  esta  lumbre  ,  i  esta  prudenzia  ,  dan  al 
hombre  verdadera  felizidád  ,  antes  afirma 
Salomón  ,  que  cresziendo  la  szienzia ,  la  lum- 
bre ,  i  la  prudenzia  ,  cresze  la  afliclion  ,  í  el 
afán  i  el  dolor  ,  i  por  esto  descresze  ,  o  des- 
mínuye  ,  la  felizidád.  Lo  segundo  ,  que  con- 
siderando que  Adám  antes  que  tuviese  la 
szienzia  del  bien  i  del  mal ,  no  se  vergon- 
zaba  de  estar  desnudo  ,  i  después  que  tuvo  la 
szienzia  del  bien  i  del  mal ,  se  vergonzó  i 
vistió  ,  vengo  a  entender  ,  que  mientras  el 
hombre  tiene  la  lumbre  spirituál  i  se  sirve 
délla    no  conosze    defecto   ninguno  en  las 


510 

obras  de  Dios ,  ni  pretende  correjirlas  ni  mo- 
derarlas: i  que  mientras  que  tiene  la  szien- 
zia  del  bien  i  del  mal  ,  i  se  sirve  della  ,  co- 
nosze  defecto  en  las  obras  de  Dios  ,  i  pre- 
tende correjirlas  i  enmendarlas  :  tal  es  [la] 
arroganzia  ,  que  los  hombres  que  se  glorían 
de  tener  la  szienzia  del  bien  i  del  mal ,  de 
tener  mucha  lumbre  natural  ,  mucha  pru- 
denzia  i  razón  humana  :  i  tal  es  por  el  con- 
trario la  humildad  de  los  hombres  que  tie- 
nen la  lumbre  espiritual  ,  que  están  en  el 
reino  de  Dios  ,  estando  por  la  fee  «leí  Evan- 
jelio  encorporados  en  el  hijo  de  Dios  Jesu 
Cristo  nuestro  Señor. 

En  qué  manera  del  no  conoszerse  el  hombre 
a  si  mismo ,  ni  a  Dios  ,  le  es  causada  la  im- 
posibilidad m  el  azeptár  la  grazia  del  Evan- 
jelio.  Considerazión  CVI/. 

*  Cuanto  mas  profundamente  me  pongo 
a  considerar  ^*^el  beneflzio  de  Cristo,  consi- 
derando como  él  es  en  todos  i  sobre  lodos 
aquellos  que  le  azeptan  ,  tanto  mas  me  ma- 
ravillo ,  que  todos  los  hombres  no  corran 


511 

Iras  él  i  como  no  le  abrazan  i  meten  en  sus 
corazones  ,  siéndoles  ofreszido  en  don  la  re- 
remision  de  los  pecados,  i  reconziliazíón  con 
Dios  ,  i  por  consiguiente  la  [inmortalidad  i 
vida  con  Cristo.  I  habiendo  me  puesto  mu- 
chas vezes  a  considerar  ,  de  dónde  puede 
prozedér  que  no  azepten  esta  singularísima 
grazia  todos  aquellos  que  tienen  nolizía  de 
ella  ,  he  entendido  que  prozede  del  no  co- 
noszerse  el  hombre  a  sí  mismo  ,  ni  [a]  Dios : 
i  en  efecto  acaesze  que  no  conoszíendo  el 
hombre  en  sí  la  impiedad  ,  i  la  malignidad, 
i  la  rebelión  ,  que  le  son  naturales  por  el  pe- 
cado orijinál,  no  desconfía  de  sí  mismo,  de 
.poder  por  sí  mismo  satisfazér  a  Dios  ,  i  ser 
justo  delante  de  Dios.  Así  mismo  acaesze  , 
que  no  conoszíendo  el  hombre  en  Dios  bon- 
dad ,  misericordia  ,  i  fidelidad  ,  no  se  fía  de 
Dios,  i  así  no  se  puede  persuadir  ,  ni  asegu- 
rar en  su  ánimo  que  le  pertenesca  a  él  la 
juslizia  de  Cristo  ,  que  por  aquello  que  pa- 
deszió  Cristo,  Dios  le  azeple  a  el  por  justo. 
I  si  el  hombre  se  conosziese,  considerándo- 
se impío  ,  maligno  ,  i  rebelde  ,  no  solamente 
por  sí  ,  sino  por  ser  como  es  hijo  de  Adám  , 


512 

desconfiaría  de  sí  ,  poderse  justificar  por  si ,  i 
si  conosziese  a  Dios  ,  conosziendo  en  él  bon- 
dad ,  misericordia  ,  i  fidelidad  ,  fazilmenle 
se  fiara  del ,  azeptando  el  perdón  que  le  o- 
fresze  el  Evanjelio  ,  i  tanto  mas  ,  cuanto 
que  conosziendose  a  sí  mismo ,  no  le  pares- 
zería  mui  eslraño  ,  que  Dios  le  perdonase  sin 
mérito  suyo  proprio  los  males  ,  i  los  encon- 
venientes  ,  en  los  cuales  se  conosze  estar 
caido,  parte  sin  culpa  suya  propria,  i  parte 
con  culpa  suya  propria  naszida  i  derivada  de 
la  ajena :  con  la  cual  cosa  entiendo  que  se 
excusaba  David  de  su  pecado  diziendo :  Ecce. 
Domine,  in  iníquilatibiis  conceptiis  sum  &c. 
2^^^  donde  entiendo  ,  que  así  como  es  imposi- 
ble que  el  hombre  no  conosziendose  a  sí  mis- 
mo ,  ni  conosziendo  a  Dios  azepte  la  grazia 
del  evanjelio  ,  i  se  asegure  con  ella ,  así  es 
imposible  que  el  hombre  conosziendose  a  sí 
mismo  ,  i  conosziendo  a  Dios  ,  pretenda  ni 
piense  de  justificarse  porjsus  proprias  obras, 
ni  por  esquivar  de  las  malas,  ni  por  apli- 
carse a  las  buenas.  I  si  me  dirá  uno ,  como  , 
pues,  los  santos  Hebreos  que  se  conoszian 
a  sí  mismos,  i  conoszian  a  Dios  ,  pretendían 


513 

justificarse  con  los  sacrifizios  (|ue  mandaba 
la  Lei  ;  les  responderé  ,  que  los  santos  He- 
breos ,  no  constituían  sus  jusliíicazíones  en 
sus  sacrifizios  ,  sino  en  la  palabra  de  Dios  ; 
que  les  pronietia  de  perdonarles  haziendo 
ellos  aquellos  sacrifizios.  í  aquí  entiendo  , 
que  era  miii  mas  difizil  a  los  santos  Hebreos, 
porque  se  conoszian  a  sí  mismos  i  conoszian 
a  Dios  ,  reduzirse  i  tenerse  por  justos  ,  sa- 
crificando ,  que  no  es  a  los  santos  cristia- 
nos ,  que  se  conoszen  a  sí  mismos  ,  i  conos- 
zen  a  Dios  ,  a  reduzirse  i  tenerse  por  justos 
creyendo  i  azeptando  la  grazia  del  evanjeÜo. 
En  cuanto  es  ziertísimo  que  los  santos  He- 
breos sacrificando,  conoszian  qne  daban  a 
Dios  aquello  ,  que  ellos  prí>prios  por  su  na- 
tural inclinación  gozan  de  darle  ,  i  aquello 
que  conoszian  que  en  sí ,  i  por  sí  no  aplaze 
ni  satisfaze  a  Dios  ,  como  consta 'por  muchas 
cosas  que  leemos  en  la  santa  Escritura  vie- 
ja ,  i  particularmente  en  los  Salmos  ,  i  en 
Esaíns  :  i  en  cuanto  es  aun  zertisiníoi  verisi- 
nio  que  los  santos  cristianos  creyendo  conos- 
zen que  dan  a  Dios  aquello  que  poi'  su  natural 
inciination  no  le  querrían  dar ;  i  aquello  que 

34 


514 

Dios  goza  ,  i  quiere  que  le  sea  dado  ,  como 
consla  por  loda  la  sania  Escritura  nueva  : 
de  donde  tomo  esta  resuluzion  ,  qu-;  los 
hombres  ,  los  cuales  en  el  tiempo  del  Evan- 
jelio  pretenden  juslííicarse  obrando  ,  dan  tes- 
timonio de  sí  ,  que  no  se  conoszeií  a  sí  -^^ 
mismos^  ni  conoszen  a  Dios:  que  aquellos 
que  pretenden  ser  justos  creyendo,  dan  tes- 
iDonio  ,  de  sí  ,  que  se  conoszen  a  sí  mismos, 
i  *  conoszen  a  Dios.  Adonde  acordándome  de 
un<i  comparazióu  que  he  escrito  diziendo 
que  hizo  Dios  con  el  pueblo  Hebreo  ,  dán- 
dole una  Lei  zerimoníosa  ,  aquello  ijue  h;i- 
ze  un  mercader  ,  el  cual  partiéndose  para 
Levante  ,  i  dubdando  de  la  castidad  de  su 
mujer  conosziéndola  inclinada  a  componer 
sonetos  í  canziones  ,  le  ordena  ,  que  le  es- 
criba cada  dia  un  soneto  sobre  las  cosas  que 
han  pasado  entre  ellos  aunque  el  no  se  [de- 
leite] de  sonetos.  I  considerando  que  a  los 
Hebreos  ,  los  cuales  no  se  conoszian  a  sí 
mismos  ni  conoszian  a  Dios  acaeszia  aque- 
llo que  podía  acaeszer  a  la  mujár  del  merca- 

Eii  el  MS.»  i  no  conoszen».  Pero  equivocada- 
mente. 


515 

dér ,  en  caso  que  no  conosziendo  su  inclina- 
zion,  ni  aquella  del  marido  ,  pensase  de  jus- 
tificarse con  él  ,  dándole  sonetos  ,  habiendo 
perdido  la  castidad:  i  considerando  ,  que  a 
los  Hebreos  que  se  conoszian  a  sí  mismos 
i  conoszian  a  Dios  ,  entervenia  aquello  que, 
podria  acaeszer  a  la  mesma  mujer  en  caso 
(jue  ella  conosziendo  su  ínclinatión  ,i  aque- 
lla del  marido  ,  pretendiese  haziendo  sone- 
tos obedeszér  al  marido  ,  i  no  desviarse  o 
ocuparse  en  otras   materias  ,  en  deshonrra 
del  marido  ,  vengo  a  conoszér  el  grandísi- 
mo inconveniente  ,  en  el   cual  están  en  el 
tiempo  del  Evanjelio  aquellos  que  pretenden 
i  piensan  de  justificarse  obrando  .  i  obrando 
aquello  ,  que  no  le  es  mandado  :  siendo  asi 
que  no  pueden  pretender  obedienzia  como 
los  santos  Hebreos  ,  la  cual   obedienzia   les 
era  imputada  a  justizia  ,  i  /os  tenia   unidos 
con  Dios  sin  cometer  adulterio  contra  Dios, 
como   aquellos  que    no  conosziéndose  a  sí 
mismos  ,  ni  conosziendo  ;i  Dios  ,  pretendían 
justificar  se  sacrificando.  En  este  discurso  -^* 
aprendo  dos  cosas  importantísimas  entre  las 
otras.  La  primera  es ,  que  pues  que  es  ver- 


516 

dad ,  que  ya  Dios  no  demanda  a  los  hombres 
(jiie  sacritíquen  ,  demandándol'es  que  crean, 
que  azeplen  la  grazia  ,  la  remisión  de  peca- 
dos ,  i  la  reconziíiazión  con  Dios  ,  que  les 
ofresze  el  Evanjelio  ,  rnoslrándoles  como  lia- 
}3Íendo  Dios  puesto  con  Cristo  los  peOados  de 
todos  los  hombres,  en  él  los  ha  castigado 
todos,  i  así  su  justizia  queda  satisfecha  ,  el 
hombre  por  pecador  i  malo  ,  que  él  sea  ^ 
que  no  se  lerna  por  perdonado  ,  i  por  recoii- 
ziüado  con  Dios  ,  i  así  por  justo  :  -por  el  mes- 
mo  caso  dará  tesümoniu  de  si  que  no  conos- 
ze  a  Dios  ,  pues  que  no  se  fía  de  su  palabra, 
1  no  conosze  a  Cristo  pues  que  no  está  zier- 
to  que  es  justo  en  Cristo  :  i  si  este  tal  hom- 
bre pretenderá  justificarse  obrando  ,  dará 
testimonio  de  si  ,  que  no  conosze  la  natural 
inclinazión  del  hombre  ,  de  mauera  ,  que  o 
me  debo  yo  conoszér  justo  en  Cristo  bieu  que 
me  conosca  en  mí  por  pecador  ,  o  debo  de 
negar  aquello  que  afirma  el  Evanjelio  ,  que 
en  Chhisto  Dios  ha  castigado  la  iniquidad  i 
los  pecados  de  lodos  los  hombres  i  los  mios 
con  ellos  :  o  soi  coustriñido  a  dezir  ,  que 
Dios  [esj  injusto  castigando  dos  vezes  los  pe- 


517 
cados ,  la  una  en  Cristo  ,  i  la  otra  en  mí.  I 
por(]uc  dezír  esto  sería  impiedad  .  i  negar  lo 
otro  seria  incrednlidád ,  resta  que  yo  me  es- 
fuerze  de  tenerme  por  perdonado  i  reconzi- 
liado  con  Dios  ,  i  así  por  justo  en  Oíslo  , 
sujetando  la  lumbre  natural  a  ía  lumbre 
spíriluál.  La  segunda  cosa  que  yo  aprendo 
aquí  es  ,  que  siendo  verdad  ,  que  la  imposi- 
bilidad que  el  hombre  tiene  de  azeptár  este 
santo  Evanjelio  de  Christo  ,  prozede  del  no 
conoszer  el  hombre  a  sí  mismo  ,  ni  conoszer 
a  Dios,  a  todo  hombre  pertenesze  aplicarse 
mucho  al  deber  *  e  conoszer  a  sí  mismo  ,  i 
su  natural  ínclínatión  ,  tomándola  desde 
Adám,  i  a  conoszer  -^-^  a  Dios  tomando  por 
prinzipál  aplicazión  la  continua  orazión ,  ro- 
gando afectuosamente  i  ferventemente  a 
Dios  ,.que  le  abra  los  ojos  del  ánimo  ,  de 
manera  ,  que  venga  a  estos  conoszimienlos, 
i  rogándole  que  si  se  los  ha  comenzado  a 
abrirse  los  ,  que  se  los  abra  cada  hora  mas, 
i  en  este  modo  si  no  babrá  comenzado  a  a- 
zeptár  el  santo  Kvanjelio  de  Christo  ,  yéndo- 
sele  quitando  la  imposibilidad  ,  lo  comen- 

'     Así  el  MS,  Por  deveran. 


zara  a  azeptar  ,  i  s¡  lo  habrá  comenzado  a 
azeplar  ,  siéndole  quitada  la  dííicullád  que 
halla  en  azeptar  lo  ,  lo  azeptará  mas  i  me- 
jor siendo  la  fee  eficaz  en  él  a  mortificarlo , 
con  las  cuales  cosas  es  confirmada  en  nos- 
otros la  fee  cristiana  ,  la  cual  es  fundamen- 
to en  esta  divinísima  confesión  de  s.  Pedro, 
cuando  'dijo  a  Cristo  ,  Tu  es  Chrislus  fiíius 
Deiuiui  :  al  cual  sea  gloria  por  siempre  ja- 
más Amen. 

En  qué  modo  per  tenes  ze  a  todos  el  mal  de 
la  desobedlenzia  de  Adam  ,  i  el  bien  de  la 
obedienzia  de  Cristo  loca  a  lodos.  Considera- 
zión  CVIIl. 

> 
í  Por  aquello  que  leo  en  la  santa  Escri- 
tura ,  i  por  aquello  que  conosco  en  mí  mis- 
mo ,  entiendo ,  que  para  venir  a  creer  el 
bien  de  la  obedienzia  de  Cristo ,  i  que  obe- 
desziendo  Cristo  obedeszimos  todos  nos  o- 
tros  ,  i  que  resuszitando  Cristo  reszuszi ta- 
mos todos  ,  conviene  i  es  neszesario  creer 
el  mal  de  la  desobedlenzia  de  Adam  ,  i  que 
desobedesziendo  Adám    desobedeszimos  to- 


519 
dos,  i  {|ue  muriendo  Adam  nioríiuos  lodos, 
digo  ser  iieszesario  a  cada  uno  creer  el  mal 
de  Adám  para  venir  ü  creer  el  ])íen  de  Cris- 
to :   porque  entiendo  ser  imposible  que  el 
hombre  crea  el  bien  de  Cristo  ,  sino  cree  el 
mal  de  Adám  ,  siendo  así  ,  que  no  creyén- 
dolo no  lo  sentirá  ,  i  no  sintiéndolo  no  de- 
seará, ni  procurará  de  librarse  ,  i  no  deseán- 
dolo, ni  procurándolo,  no  verná  jamás  a  creer 
el  benefizio  *  de  Cristo  el  cual  es  la  ^^^  pro- 
pria  medizina  contra  el  mal  de  Adam.  Em- 
pero si  cree  el  mal  de  Adám  ,  i  juntamente 
con  creerlo  ,  le  siente  ,  bailándose  asi  mis- 
mo impío  ,  infiel ,  i  enemigo  de  Dios  :  i  co- 
mo conoszerá  haber  venido  a  tal  impiedad  , 
i  infidelidad  ,  i  enemistad  ,  siu  su  culpa  pro- 
pría  ,  iísí  fazilmente  se  reduzirá  a  creer  de 
poder  venir  a  la  piedad  ,  fidelidad  i  amistad 
sin  su  proprio  mérito  ,  donde  creerá  bien , 
el  beueíizio  de  Cristo ,  i  creyéndolo  sentirá  , 
sintiéndose    mas  fié!  ,  i  amigo  de  Dios  en 
Cristo  :  í  entonzes  con  efecto  conoszerá  que 
así  como  el  mal  de  la  desobedienzia  de  Adam, 
mientras  no  lo  creia ,  i  no  lo  creyendo    no 

*     Así  el  MS.  No  el  ilal. 


520 

lo  sentía  ,  era  eficaz  a  hazerlo  por  su  pro- 
pria  culpa  mas  impío  ,  mas  infiel  ,  i  mas 
enemigo  de  Dios  ,  así  el  bien  de  la  ubidien- 
zia  de  Cristo  es  asimismo  eficaz  mientras  lo 
cree  ,  i  creyéndolo  lo  siente  de  hazerlo  en  sí 
proprio  mas  fiel  i  mas  amigo  de  Cristo.  Don- 
de entiendo ,  que  así  como  aquellos  que  creen 
el  mal  de  Adám  ,  se  libran  del ,  i  aquellos 
q»ie  creen  el  bien  de  Cristo  ,  gozan  del ,  así 
aquellos  que  no  creen  el  mal  de  Adáui  ,  no 
se  libran  ,  i  aquellos  que  no  creen  [e!]  bien 
de  Cristo  ,  no  gozan.  Es  bien  verdad  ,  qite 
así  como  aquellos  que  creen  el  mal  de  Adám. 
i  bien  de  Cristo  ,  pasan  por  el  mal  de  Adam, 
i  está  en  ellos  en  parte  suspenso  el  bien  de 
Cristo  ,  así  aquellos  que  ni  creen  el  mal  de 
Adám  ,  ni  el  bien  de  Cristo  ,  pasan  por  el 
bien  de  Christo  ,  i  está  en  ellos  suspenso  el 
mal  de  Adám  ,  en  cuanto  que  aquellos  que 
creen  pasan  por  las  miserias  desla  presente 
vida  ,  i  por  la  muerte  ,  (|ue  son  cosas  del 
mal  de  Adám  ,  i  mientras  están  en  la  pre- 
sente vida  ,  i  mientras  están  sus  cuerpos  en 
la  sepultura  ,  está  en  ellos  en  parte  suspenso 
el  bien  de  Cristo  :  e  en  cuanto  aquellos  que 


521 

no  creen  pnsan  en  la  presente  vida  por  el 
bien  de  Cristo  ,   gozando  de  muchas  cosas 
juntamente   con  aquellos  ípie  creen   el  bien 
de  Cristo  ,  i  en  la  vida  eterna,  por  que  res- 
zusilarán  ^^'*  les  será  suspendido  el   mal  de 
Adám  :  así  entiendo  ,  que  así  como  el  mal  de 
Adam  fué  eficaz  a  hazer  nos  morir  a  todos  , 
de  la  cual   muerte   son  libres,  aquellos  que 
creen ,  así  el  bien  de  Cristo  es  eficaz  a  reszu- 
sitár  a  todos,  de  la  cual  resureclion  no  goza- 
rán aquellos  que  no  creen  ,  porque  estos  tales, 
no  estarán  bien  en  ella.    En  Adam  morimos 
todos  ,  en  Christo  reszuszitamos  todos  :  i  en 
el  mal  de  Adám  quedarán  todos  aquellos  que 
no  azeptaren  el  bien  de  Cristo  ,  mas  no  que- 
darán en  el  biende  Cristo  sino  a(|uellos  que  le 
han  creído  ,  i  los   que  le  habrán  azeptado  i 
sentido  :  por  que  en  efecto  la  resurection  de 
Cristo  no  será  gloriosa  sino  para  aquellos  , 
que  creyendo  ser  muertos  en  Adám  i  reszus- 
zilados  con  Cristo,  se  darán  a  vivir  en  la  pre- 
sente vida  ,  como  muertos  i  reszuszitados  , 
comenzando  desde  aquí  a  vivir  una  vida  muí 
semejante  a  aquella,  que  han  de  vivir  en  la 
vida  eterna  ,  de  manera  ,  que  así   como   la 


522 

vívificazioii  es  resnreclion  imperfecta  ,  así  el 
vivir  crislicuio  en  el  eslado  de  la  vivitica- 
zion  es  imperfecto  ,  aunque  al  respecto  del 
vivir  en  el  estado  de  la  depravazion  es  per- 
fectísimo  :  i  el  retrato  del  vivir  en  el  eslado 
de  la  resnreclion  ,  en  cnanto  es  imitable  en 
el  estado  de  la  vivilicalión  ,  lo  vemos  en 
Cristo  nuestro  Señor  en  su  puridad  ,  bon- 
dad ,  fidelidad  ,  ohedienzia  ,  i  caridad.  E 
aqui  aprendo  dos  cosas.  La  una  que  pues 
que  el  hombre  creyendo  el  mal  de  Adam,  se 
libra  del  ,  i  creyendo  el  bien  de  Cristo  goza 
del  ,  a  cada  uno  pertenesze  creer  este  mal  i 
este  bien  no  sperando  de  sentir  lo  para  * 
creerlo  ,  que  esto  sería  un  perverlir  la  or- 
den puesta  de  Dios  ,  el  cual  quiere  que  crea- 
mos antes  que  sintamos  ,  empero  creyendo 
para  sentirlo  ,  por  que  cn^yendo  juntamente 
el  mal  i  bien ,  el  eficazia  del  bien  nos  privará 
del  sentimiento  del  mal  en  la  -^"^  presente 
vida  en  parte  ,  i  en  la  eterna  en  todo  ,  sien- 
do así  ,  que  entónzes  seremos  de  lodo  libres 
del  mal  de   Adam  ,  i  del  todo  intentos  '*   a 

í]l  MS.  pero.  Mas  sin  tUula  equivocailamenlo. 
*'     El  MS.  pareze  lüzc  inlcnlcs.  Pero  de'  uiiihos 
modos  ,  la  voz  queda  sin  ir. 


523 

gozar  el  bien  de  Cristo.  La  otra  que  aprendo 
aquí  es  que  aquellos  los  cuales  en  la   pre- 
sente vida  no  se  dan  a  vivir  como  muertos  i 
reszuszilados  ,   imitando  el  vivir  de  Cristo, 
no  creen  que  murieron  en  Adam  ,  i  que  re- 
suszitaron  en  Cristo  ,  por  nuiclio  qne  ellos 
digan  i  afirmen  que  creen  entrambas  cosas: 
porque  si  lo  creyesen  ,  no  hni  duda  sino  que 
se  aplicarian  a  vivir  como  muertos  i  reszus- 
zitados  ,  siendo  estu  propriamente  el  efica* 
zia  déla  fee,  de  reduzir  poco  a  poco  aque- 
llos que  creen  en   verdad   ser  muertos  en 
Adám  ,  i  reszuszilados  en  Cristo  ,  a  vivir  co- 
mo   muertos  i  como  reszuszítados  ,  no  por 
que  entiendan  de  hazerse  justos  ,  sino  por 
que  ya  se  conoszen ,  i  sienten  justos  en  Cris- 
to ,  i  porque  esperan  la  corona  de  la  justi-» 
zia  que  es   la  inmortalidad  i  vida   eterna : 
aquí  añadiré  esto  ,  que  así  como  la   azepta- 
zión  del  indulto  que  bíi::;e  un  Kei  a  aquellos 
que  buidos  por  algim  cxzeso  fuera  de  su  Rei- 
no ,  se  están  al  servitio  de  otro  Rei ,  es  eti- 
cas a  bazér  ,  que  dejando  ellos  el  Reino  es- 
Irafio  ,  i  el  servitio  del  Rei  cstrafio  ,  se  tor- 
nen a  su  Reino  ,  í  a  servir  a  su  Rei  ,  así  la 


524 

azeplazion  del  Evaiijeüo  ,  es  eficaz  a  hazer 
que  todos  los  hombres  que  lo  azeplan  dejan- 
do el  Reino  del  mundo  ,  i  el  servilio  del 
mundo  se  vengan  al  Reino  de  Dios  ,  i  al  ser- 
vilio de  Dios:  i  que  dejando  el  vivir  según 
la  carne  ,  vivan  según  el  espíritu  asi  que  a- 
quellos  que  no  dejan  el  Reino  del  mundo  , 
i  el  servitio  del  mundo  ,  í  el  vivir  según  la 
carne ,  dan  testimonio  de  sí  ,  que  no  lian 
azeplado  bien  el  Kvanjelio  ,  por  mucho  que 
ellos  digan  ,  que  lo  creen  ,  no  otramente 
que  aquellos  los  cuales  no  dejan  el  Reino 
estraño  i  el  servilio  <lel  Rei  eslraño  tornan- 
do -^^  en  su  Reino  a  servir  a  su  Rei  ,  dan  tes- 
timonio de  sí  ,  que  no  azeplan  el  indulto  de 
su  Rei  ,  por  mucho  que  digan  de  azeplarlo, 
i  de  creerlo,  pues  que  no  hazen  la  voluntad 
de  el  Rei  que  quiere  lo  mesmo  dellos  ,  que, 
Dios  de  nos  otros  ,  que  es  ,  que  dejemos  el 
reino  del  mundo  ,  i  el  servilio  del  mundo  , 
que  vengamos  al  reino  de  Dios  ,  a  servir  a 
Dios  en  santidad  i  justizia  ,  i  en  el  Evanjelio 
de  su  unijénito  hijo  Jesu  Cristo  nueslro  Se- 
ñor, 


5^5 

El  conzeplo  ,  que  como  Cristiano  lenfjo  ni 
presente  de  Cristo  ,  i  de  aquellos  que  son 
miembros  de  Christo.   Considerazion  CIX. 

f  Deseando  (le  resolverme  en  mí  mismo 
en  el  conzeplo  ,  r|Me  como  Cristiano  debo 
tener  de  Cristo  ,  voy  considerando  en  él  dos 
jeneraliones  ,  la  una  divina,  i  la  otra  hu- 
mana :  i  dos  tiempos  ,  el  uno  de  vituperio  ,  i 
el  otro  de  gloria.  Según  la  jeneration  divina 
conosco  que  Cristo  es  el  Verbo  de  Dios,  bi- 
ja de  Dios  ,  de  \,\  mesma  sustanzia  del  Pa- 
dre ,  i  una  mesma  cosa  con  él ,  tan  semejan- 
te a  él  ,  que  pudo  bien  dezir  a  s.  Philipo  : 
Philippe  .  qui  videl  me ,  videt  el  Patrem  meum. 
Joan  14.  Esto  entiendo  (|ue  es  aquel  verbo* 
con  el  cual  crió  Dios  todas  las  cosas,  según 
que  dijo  Moisés  ,  dixil  Deus  fíat  lux:  i  se- 
gún que  dize  David  Sai.  3"2.  Verho  Domini 
cceli  firmali  sunl.  Con  esta  mesma  palabra 
entiendo  que  mantiene  Dios  todas  las  cosas 

En  el  MS.  hai ,  íjquí  ,  aootazión  al  uiarjon  , 
que  (lize  :  «Donde  dizo  el  verbo  ,  se  enlieniie  Pa- 
labra.» 


526 

coníonne  a  aquello,  [n  ¿pso  vita  eral.  Joan. 
í.  i  iiquello  ,  Porlans  omnin  verbo  virlulis 
suce  ,  Heb.  1.  Esta  mesiiia  Palabra  entiendo, 
qne  por  obra  de  su  spíritu  santo  ,  en  el  vien- 
tre de  la  Santísima  Virjen  vislió  Dios  de  car- 
ne ,  con  intento  de  reparar  todas  las  cosas 
por  ella  ,  según  que  las  crió  todas  por  ella, 
i  las  mantiene  todas  con  ella  :  i  entiendo, 
que  esta  Palabra  de  Dios  dize  Esaias  53.  fue 
próspera  -^'  en  Cristo  en  cuanto  resultó  a- 
quelloque  Dios  pretendió  en  ella  ,  í  por  ella: 
i  así  entiendo  ,  que  es  una  mesma  Palabra 
aquella  ,  de  la  cual  dize  s.  Joan  //*  princi- 
pio eral  Verbum  ,  el  Verbum  eral  apud  Deuní, 
el  Deus  eral  vcrbwn.  I  mas  abajo  ,  el  verbum 
caro  facliim  esl.  Icón  aquello  que  dize  s.  Pa- 
blo Col.  i.  Quoniam  iii  ipso  condilu  siinl  uni- 
versa in  cceíis  el  in  Ierra.  Empero  poniéndo- 
me a  escudriñar  ,  en  que  cosa  consiste  esta 
divina  jenerazión  del  Hijo  de  Dios  ,  del  Verbo 
de  Dios,  en  qué  manera,  el  bijo  esenjendrado 
del  padre,  porque  causa  la  palabra  es  llama- 
da bíjo,i  el  bijo  es  llamado  palabra,  me  bailo 
tan  iücapá'-:  desta  inlclijenzia ,  que  de  nuevo 
me  afirmo  en   aquello  que  be  escrito  en  una 


527 

cunsiderazioii  ,  díziondo ,  que  así  como  los 
gusanos  que  son  cnjendrados  de  la  corrupzióu 
de  la  Tierra  ,  son  del  lodo  incapazes  de! 
modo  ,  con  que  un  hombre  es  [enjjendrado, 
de  olro  hombre  ,  así  los  hombres  que  son  en- 
jendrados  por  jeneriizion  carnal,  son  del  todo 
incapaze'j ,  no  solamente  del  modo  que  fué  en- 
jendrado  el  hijo  de  Dios  ,  mas  ¡lun  del  modo 
que  los  hijos  de  Dios  ,  son  enjendrados  por 
el  spírilo  Síuito  de  Dios.  I  si  yo  entendiese, 
en  que  manera  entendieron  ,  Moisen  ,  i  Da- 
vid ,  s.  Joan  ,  i  s.  Pablo  ,  (|ueH)ios  crió  todas 
las  cosas  por  su  pah.bra  ,  entendería  tam- 
bién esle  divino  secieto  que  voi  escudriñan- 
do ,  en  el  cual  yo  voi  considerando  la  po- 
lenzia  con  la  cual  Crislo  aun  en  el  eslado  hu- 
milde hazia  aquello  que  quería  ,  siendo  lue- 
go obedeszido  de¡sus  criaturas,  sin  que  nin- 
guna le  impidiese  ,  mns  de  aijueilo  (jiie  le 
era  conzedido.  Si  plaziere  a  Dios  ,  que  yo 
sea  capaz  de  este  divino  secreto  ,  ñutes  que 
yo  salga  de  la  presente  vida  ,  añadiré  aquí 
aquello  ,  que  él  me  enseñará  ,  a  gloria  suya 
i  de  Cristo  ,  i  de  aquellos  que  son  hijos  de 
Dios  en  Cristo  í  por  Cristo.   Otramente   me 


528 

conlenlaré ''^^^  con  eslo  ,  (|ue  soi  zieilo  ,  que 
veré  con  eslos  ojos  corporales  en  la  vida  cier- 
na, aquello  (|ue  al  presente  deseo  de  veer  con 
los  ojos  del  ánimo  :  i  entre  tanto  me  gozo  en 
esto,  que  al  presente  conosco  que  esta  pa- 
labra de  Dios  ,  este  liijo  de  Dios  ,con  el  cual 
i  por  el  cual  Dios  ha  criado  i  reparado  todas 
las  cosas,  es  de  la  mesma  sustanzia  del  Pa- 
dre ,  es  una  mesma  cosa  con  él ,  i  es  eterno 
como  lo  es  él  ,  entiendo  que  acomodándose 
el  spíritu  santo  a  nuestra  incapazidád  ,  ha- 
blando con  nos  otros,  usa  de  estos  vocablos 
usados  entre  nos  otios  ,  como  son  ,  verbo,  i 
hijo  ,  no  poi'que  ellos  comprendan  el  divino 
secreto  ,  sino  porque  tengamos  algún  nom- 
bre en  él.  Según  esta  divina  jeneralion  ,  en- 
tiendo que  Cristo  es  hijo  prímojéiiilo  de  Dios, 
por  su  eternidad  ,  que  siempre  fué  hijo  ,  i 
que  es  hijo  unijénito  de  Dios  :  por  su  singu- 
laridad ,  que  solo  él  es  hijo  por  jenerazión, 
siendo  todos  los  otros  que  son  hijos,  hijos  por 
rejenerazión.  Cuanto  a  aquella  divina  jene- 
ralion de  Cristo  enliendo,  que  en  él  no  bobo 
diminuzión  ,ni  aumeniu,  El  mesmo  era  antes 
de  la  enctirnazión,  «jue  fué  en  la  encarnazión, 


529 
i  que  es  en  la  gloriBzazión.  Según  la  jene- 
razioii  humana  entiendo  ,  que  Crislo  por  o- 
bra  del  spírilu  santo  fué  enjendrado  en  el 
vientre  de  la  santíssima  Virjen ,  en  qué  mo- 
do yo  no  lo  sé.  A  mi  me  basta  saber  ,  que 
la  carne  de  la  cual  la  palabra  de  Dios  se  vis- 
tió en  el  mundo  ,  fué  tomada  de  aquella  san- 
tíssima Virjen  por  que  según  esta  carne  co- 
nosco  a  Cristo  por  hijo  de  David  ,  i  de  Abra- 
ham  ,  i  veo  en  parte  ya  complido  en  él  las 
promesas  de  Dios  hechas  a  David  ,  cuanto  a 
la  perpetuidad  del  reino  en  su  simiente  i  he- 
chas a  Abrahám  ,  cuanto  a  la  multiplica- 
zión  de  su  simiente,  i  cuanto  a  la  heredad 
del  mundo  ,  i  espero  de  veer  lo  enteramen- 
te cumplido  en  la  vida  eterna  ,  hecha  la  re- 
surection  de  los  justos.  Según  esta  jene- 
razión  -^^  humana  conosco  en  (Cristo  dos  tiem- 
pos :  el  uno  de  vituperio  ,  i  el  otro  de  glo- 
ria. En  el  tiempo  de  vituperio  le  conosco 
hombre  pasible  i  mortal ,  con  todas  las  mise- 
rias ,  las  cuales  siendo  anexas  a  la  pasibili- 
dád  i  mortalidad  ,  creszen  en  el  hombre  que 
vive  en  pobreza.  Yo  lo  conosco  con  una  car- 
ne semejante  a  la  mía ,  salvo  que  la  suya  no 

55 


550 

era  carne  de  pi^c  ulo  ,  ni  carne  sujeta  a!  pe- 
cado como  hi  niia.  En  este  tiempo  conosco 
a  Cristo  humilisiini) ,  i  mansísimo  ,  eslimán- 
dose él  por  a"|ue!lo  que  era  en  aquél  ser  ,  en 
el  cual  estaba  vestido  de  carne,  como  [dis- 
frazado] *  entre  los  hombres,  para  ser  tra- 
tado de  los  hombres  como  hombre.  En  este 
mesmo  tiempo  conosco  a  Cristo  obedientisi- 
mo  a  su  eterno  padre,  mundísimo  de  todo 
pecado  ,  i  por  tanto  justísimo  i  santísimo,  de 
manera  ,  que  podrá,  seguramente  dezir  a  a- 
quellos  que  le  perseguían  ,i  calumniaban, 
Qliís  ex  vobis  arguel  me  de  peccato  ?  Joa.  8. 
I  pudo  bien  dezir  san  Pablo  ,  hablando  del, 
2,'  Cor.  5.  Eum  quí  non  noveral  peccatum.  1 
san  Pedro  ,  1/  2.  ,  Qui  peccatum  non  fecit 
ñeque  esl  invenlus  dolus  in  ore  ejus  :  i  desta 
innozentia  de  Cristo  están  llenas  las  santas 
Escrituras  ,  como  de  cosa  neszesarísima  de 
ser  entendida  de  todos  aquellos  que  se  co- 
noszen  justos  en  él  i  por  él.  En  el  tiempo  de 
la  gloria  conosco  a  Cristo  hombre  impasible 

En  MS.  h.ii  un  hueco ,  en  vez  de  esta  voz :  i 
al  innrjen  ,  la  ítal.  stravcsüto  ,  que  el  traductor 
suspendió  traduzir  ,  al  pronto  ,  i  olvidó  luego. 


551 

e  inmortal  ,  i  lo  conosco  gloriosísimo  ,  i 
triunfanlísimo  .  como  aquel  que  liii  .idqueri- 
do  absoluta  potestad  en  ziel  >  i  en  tierra 
habiendo  conquistado  el  Ueino  de  Dios,  i  la 
heredad  de  Dios  para  los  elcjídos  de  Dios  , 
habiendo  los  muertos  a  lodos  en  sí ,  resiis- 
zitados  a  todos  en  sí  ,  i  glorificddos  a  lodos 
en  sí  ,  i  así  viene  a  ser  dellos  aquello  ,  que 
es  de  él.  En  este  tiempo  conosco  a  Cristo 
por  Señor  ,  por  cabeza  ,  i  por  Rei  del  pue- 
blo de  Dios  ,  de  la  iglesia  de  Dios,  i  de  los 
escojidos  i  elcjidos  de  Dios  :  conosco  a  Cris- 
to por  señor  de  los  elejidos  de  Dios  porque 
entiendo  que  él  los  ha  redemido  con  su  pre- 
ziosa  sangre  ,  librando  los  del  pecado  ,  del 
infierno  ,  i  de  la  muerte  ^eo  en  las  cuales  co- 
sas los  había  puesto  í  a  las  cuales  cosas  los 
habia  obligado  ,  i  hecho  sujetos  el  primer 
hombre  :  i  porque  los  Apóstoles  en  sus  es- 
crituras huelgan  de  llamar  a  Cristo  santo  , 
conoszen  a  Cristo  cabeza  de  la  iglesia  de  Dios, 
porque  entiendo  que  habiendo  Dios  puesto  en 
él  su  espíritu  santo  ,  con  todos  los  tesoros  de 
su  devinidád,  él  los  comunica  i  los  distribu- 
ye liberalisiraamente  a  aquellos  ,  que  siendo 


¿52 

encorporados  tn  él  pertenes/m  a  la  Iglesia 
de  Dios  ,  a  cada  uno  seiíúii  mi  (íapazidád  ha- 
ziendo  con  ellos  aquello  que  liaze  mí  cabe- 
za con  mi  cuerpo  ,  en  tanto  que  así  como  mi 
mano  ,  si  pudiese  hablar  ,  diría  i  afirmada 
que  siente ,  qne  de  mi  cabeza  le  desziende 
una  virtud  vital,  mediante  la  cual  ella  vive, 
así  cada  uno  dellos  ,  los  cuales  incorporados 
en  Qristo  son  iglesias  de  Dios  ,  porque  pue- 
de hablar  dize  i  afirma  ,  (|ue  siente  que  de 
Cristo  le  viene  una  virtud  spirituál ,  median- 
te la  cual  el  vive  una  vida  espiritual.  Esto 
lo  entendió  san  Joan  Cap.  I.  cuando  dize  , 
Et  de  plenilúdine  eius  nos  omnes  accepimus  , 
et  gratiam  pro  gratín  &c.  I  así  lo  entendió 
s.  Pablo  Col.  1.  Quoniam  in  illo  complacilum 
est  palri  habitare.  Conosco  a  Cristo  por  Rei 
en  el  pueblo  de  Dios  ,  porque  entiendo  qne  él 
es  aquel  que  con  su  espíritu  lo  rije  i  gobierna 
no  solamente  en  las  *  causas  interiores  i  divi- 
nos como  cabeza,  mas  también  como  Dios  :  en 
las  cosas  exteriores  i  corporales  como  Rei  en 
todas  las  cuales  cosas  siendo  como  son  hijos 
de  Dios  ,  como  dize   san  Pablo,  Rom.    8. 

*     El  MS.  por  cosas. 


535 

Agunliir  spirilu  Dei  :  i  así  enüendo  ,  que 
no  es  llamado  Reino  spiritual  el  reino  de 
Dios  ,  porque  nos  gobierna  en  las  cosas 
spirituales  ,  sino  por  que  gobernándonos 
en  las  cosas ;  spirituales  i  corporales  ,  no 
nos  gobierna  con  leyes  exteriores  ,  sino  con 
leyes  interiores  ,  qué  es  el  gobierno  del  spi- 
rilu santo,  i  spirilu  cristiano.  Deste  reino 
de  Cristo  están  llenas  las  santas  Escrituras  , 
Esaias  5. ,  Mich.  5.  ,  Daniel  7. ,  por  los  cua- 
les entiendo  ,  que  en  la  presente  ^^^  vida 
reina  Dios  ,  pero  por  Cristo,  i  que  en  la  vi- 
da eterna  reinará  Dios  ,  mas  por  si  mismo 
porque  entonzes  será  el  todo  enjodas  las  co- 
sas I.  Cor.  15.  En  este  modo  conosco  a  Cris- 
to glorioso  por  Rei  en  el  pueblo  de  Dios  , 
por  cabeza  en  la  Iglesia  de  Dios  ,  i  por  Se- 
ñor de  los  elejidos  de  Dios :  i  conosco  a  Cris- 
to bumilde  innozentisimo  ,  i  libre  de  todo 
pecado  ,  i  abundante  de  toda  justizia  ,  i  co- 
nosco cumplido  en  parle  en  él  las  promesas 
de  Dios  becbas  a  David  í  a  Abrabam  ,  i  lo 
conosco  por  bijo  de  Dios  primojénito  ,  i  uno- 
jénilo  ,  i  conosco  que  es  el  verbo  de  Dios  , 
con  el  cual  crió  Dios  todas  las  cosas ,  i  co- 


534 

nosco-lo  eterno  i  consustanzial :  ¡  tengo  por 
zierto  ,  que  asi  como  irá  siendo  en  mí  mas 
eficaz  la  fee  cristiana  ,  mortificándome  i  vi- 
vificándome ,  asi  se  irán  haziendo  mas  cla- 
ros i  mas  destintos  estos  conozimientos  de 
Cristo  ,  por  los  cuales  de  dia  en  dia  iré  co- 
nosziendo  siempre  mas  a  Dios  ,  como  se  pue- 
de conoszer  en  esta  presente  vida,  mientras 
esta  carne  siendo  pasible  i  mortal ,  no  es  há- 
bil sujeto  a  ver  a  Cristo  i  a  Dios  cara  a  cara, 
como  yo  veré  en  la  vida  eterna.  Habiendo 
tomado  esta  resulution  en  el  conzepto  que 
debo  tener  de  Cristo  ,  me  voi  resolviendo 
en  el  conzepto  que  tengo  de  tener  de  aque- 
llos que  son  miembros  de  Cristo,  consideran- 
do cada  uno  dellos  por  hijo  de  Dios,  no  primo- 
jénito  ,  como  Cristo,  el  cual  siempre  fué  hijo, 
empero  hijo  adoptivo  por  Cristo  i  en  Cristo  : 
no  unijénito  como  Cristo  ,  que  es  fijo  por  je- 
nerazión,sino  rejenerado  por  Cristo  i  en  Cris- 
to ,  naszido  hijo  de  ira ,  i  renaszido  hijo  de 
Dios:  no  en  el  estado  de  la  glorificazión  en  la 
cual  está  Cristo ,  siuó  en  el  estado  del  vitupe- 
rio ,  en  el  cual  fue  Cristo :  no  Señor  de  lo.s 
elejidos  de  Dios,  empero  uno  del  número  de 


535 

aquellos  ,  los  cuales  siendo  elejidos  de  Dios 
son  siervos  de  Cristo  ,  redemidos  i  compra- 
dos por  '^'^  Cristo  :  no  cnlieza  de  la  Iglesia 
de  Dios  como  Cristo  ,  sino  miembro  de  la 
Iglesia  de  Dios  ,  de  la  cual  es  cabeza  Cris- 
to :  no  R(3i  del  pueblo  de  Dios,  como  Cris- 
to ,  sino  gobernados  del  spíritu  de  Cristo  , 
mediante  el  cual  spíritu  conosco  ,  que  todos 
los  miembros  de  Cristo  están  unidos  entre 
sí  mismos  ,  í  unidos  con  el  mismo  Cristo  ,  i 
por  tanto  unidos  también  con  Dios  ,  estan- 
do ellos  en  Dios,  í  Dios  en  ellos.  I  así  veo 
cumplida  aquella  oration  que  bizo  Cristo 
al  Padre  por  esta  unión  ,  Joan  17. ,  diziendo, 
iil  el  ipsi  in  nobis  unum  sinl  ,  &c.  i  entiendo 
como  en  esta  unión  consiste  toda  la  períi- 
ziou  cristiana.  Ruego  a  Dios  que  en  tal  ma- 
nera ,  la  imprima  en  mi  memoria  ,  que  no 
paresca  *  por  un  momento  ella  |se  aparte  o 
se  aleje  della  ,  a  fin  que  yo  no  haga  jamás 
cosa,  que  no  sea  digna  desta  unión  ,  la  cual 
concsco  del  mió  Cristo  ,  que  es  mi  Señor  , 
mi  Cabeza  ,  i  mi  Rei  :  a  él  sea  gloria  con  el 
Padre  ,  i  con  el  Spíritu  Santo.  Amen. 
•    Así  el  MS.  traduze  una  errata  del  ilal. 


Que  los  dones  espirituales  no  son  entendi- 
dos hasta  que  son  poseídos.  Considerazión 
ex  i  última. 

^  Grandísimo  testimonio  de  la  vida  cris- 
tiana es  este  ,  que  según  el  hombre  cristia- 
no se  va  perfizionando  en  las  costumbres 
cristianas  ,así  se  va  clarificando  en  los  con- 
zeptos  cristianos.  Antes  tengo  por  zíerto  que 
el  mismo  spíritu  cristiano,  que  le  va  per- 
fizionando ,  en  las  costumbres  ,  le  va  clari- 
ficando en  los  conzeptos  tanto  ,  que  apenas 
se  puede  entender  si  la  clarificazíon  en  los 
conzeptos  viene  de  la  perfizion  en  las  cos- 
tum'^^^bres,  o  si  la  perfizion  en  las  costum- 
bres viene  de  la  clariticazión  en  los  conzep- 
tos :  empero  es  seguro  dezir  ,  que  la  una  i 
la  otra  cosa  viene  del  spíritu  cristiano  ,  el 
cual  maravillosamente  obra  la  una  í  la  otra 
cosa  en  aquellos  que  azeptan  el  Evanjelio 
de  Cristo.  Esto  he  dicho  a  este  propósito  , 
que  habiendo  entendido  que  el  negozio  cris- 
tiano no  es  szíenzia  ,  sino  expirienzia ,  i  ha- 
biendo procurado  por  muchas  comparazíe- 


557 
nes  ,  hazer  capazes  desta  verdad  a  algunas 
personas  ,  no  he  quedado  jamás  satisfecho 
en  mí  ánimo,  de  manera,  queme  pareszie- 
se  haberlo  declarado  a  mi  modo  mi  conzep- 
to  ,  hasta  agora  ,  que  por  mi  juízio  habién- 
dolo comprehendido  con  mas  claridad  ,  me 
paresze  de  poderlo  exprimir  i  declarar  me- 
jor :  i  así  digo  ,  que  entre  creer  i  azeptar 
las  cosas  cristianas  ,  la  fé  ,  la  spernnza  ,  i  la 
caridad  ,  con  injenio  humano  ,  o  con  spíritu 
cristiano  ,  conosco  la  diferenzia  ,  que  conos- 
co  entre  el  azeptár,  i  aprobar  aquellas  tres 
virtudes  naturales  ,  magnanimidad  ,  fortale- 
za, i  liberalidad,  i  tenerlas  con  efecto.  Quie- 
ro dezir,  que  así  como  hai  algunos  hombres, 
los  cuales  oyendo  hablar  de  las  tres  virtudes 
naturales ,  i  de  la  perfizión  dellas  ,  aunque 
no  las  conoscan  en  sí  ,  las  aprueban  i  azep- 
lan  por  buenas  ;  asi  hai  también  algunos 
hombres ,  los  cuales  oyendo  hablar  de  aque- 
llos tres  dones  de  Dios  ,  fé ,  esperanza  ,  i 
caridad  ,  i  de  la  perfizión  i  eficazia  de  ellas 
aunque  no  las  conoscan  en  sí  ,  las  aprueban 
i  azeptan  por  buenas 2*^*  creyendo ,  que  aque- 
llos que  azeptan  la  grazia  del  Evanjelio  gozan 


558 

de  la  remisión  de  los  pecados ,  i  reconzilia- 
zión  con  Dios  por  Cristo :  i  aprobando  la  es- 
peranza ,  con  la  cual  estos  que^esperan  la 
felizidád  de  la  vida  eterna  ,  i  el  amor  con  el 
cual  aman  a  Dios  sobre  todas  las  cosas  ,  i 
aman  el  prójimo  como  a  sí  mismo.  ¡I  ade- 
más desto  digo  ,  que  así  como  mientras  aque- 
llos que  aprueban  aquellas  tres  virtudes  na- 
turales ,  no  las  poseyendo  ,  bien  que  oigan 
hablar  dellas  [de]  buena  voluntad  por  el  de- 
seo que  tienen  de  poseer  las ,  no  es  tanto 
que  les  dé  entera  satisfazión  :  'antes  cuando 
se  miran  a  sí  mismos  ,  i  se  hallan  sin  ellas, 
se  entristeszen  i  están  mal  contentos  ,  i  tan- 
to mas  cuanto  les  paresze  que  ellas  sean  mas 
perfectas ,  por  que  pierden  la  esperanza  de 
poder  las  adquerir  ;  así  también  aquellos  , 
que  aprueban  los  tres  dones  de  Dios  no  los 
poseyendo  ,  bien  que  gozan  de  oir  hablar 
dellos  ,  por  el  deseo  que  tienen  de  poseer- 
los ;  empero  no  es  tanto  que  les  dé  entera  sa- 
tisfazión :  antes  cuando  se  miran  a  sí  mis- 
mos ;  i  se  hallan  sin  ellos  ,  se  entristeszen, 
i  están  mal  contentos  ,  i  tanto  mas  cuanto 
les  paresze  que  los  dones  sean  mas  perfec- 


539 

tos  ,  por  que  pierden  Iíi  speranza  de  poder 
los  adqiierir  .  después  digo ,  que  así  como 
cuando  acaesziese  que  los  hombres  que  a- 
prueban  las  tres  viitudes  naturales  no  las 
poseyendo ,  viniesen  a  poseerlas  ,  conoszien- 
dose  magnánimos  ,  fuertes ^^^i  liberales ,  añr- 
marian  de  no  haber  jamás  entendido  bien  , 
qué  cosa  sean  estas  tres  virtudes  ,  i  mucho 
de  otra  manera  ,  se  gozarían  de  oir  hablar 
[d^J  ellas  conosziendolas  en  sí ,  i  aunque  les 
doliese  cuando  se  conosziesen  imperfectos 
en  ellas  ,  no  les  dolería  que  ellas  fuesen  tan 
perfectas  como  son:  asi  ni  mas  ni  menos 
cuando  acaesze  que  los  hombres  que  aprue- 
ban los  tres  dones  de  Dios  no  los  poseyen- 
do ,  vienen  a  poseerlos  ,  porque  Dios  se  los 
da  ,  conosziéndose  con  fee  ,  con  speranza  i 
con  caridad  ,  aíirman  de  no  haber  jamás  en- 
tendido bien  aquello  que  son  estos  tres  do- 
nes de  Dios:  i  plenisimamente  se  gozan  ,  i 
se  satisfazen  de  oir  hablar  dellos  ,  i  tanto 
mas  ,  cuanto  aquél  que  habla  ,  habla  mas 
altamente  dellos  :  por  que  los  conoszen  en  sí, 
i  bien  que  se  duelen  i  se  entristeszen ,  cuan- 
do mirándose  a  sí  mismos  ,  se  conoszen  im- 


540 

perfectos  en  ellos,  no  les  duele  que  sean  tan 
perfectos  como  son  ,  antes  se  contentan  ,  i 
ellos  querrían  si  fuese  posible  añedir  les  mu- 
cha mayor  perfizión  :  tanta  es  la  salisfazión 
que  hallan  en  el  creer  ,  sperár  ,  i  amar.  En 
este  modo  entiendo,  que  asi  como  no  es  capaz 
del  ser  magnánimo  ,  ni  fuerte  ,  ni  liberal , 
sino  aquel  que   tiene  la  magnanimidad  ,  la 
fortaleza  i  la  liberalidad ,  así  no  es  capaz  del 
creer  ,  i  esperar  ,  i  amar  ,  sino  aquel  que 
por  spirilu  cristiano    tiene  don  de  fee  ,  de 
speranza  ,  i  de  caridad  ,  i  así  viene  a  ser 
verdad  tanto,  que  casi  se  toca  con  la  mano, 
que  los  dones  spirituales  i  cristianos  no  son 
entendidos  hasta  que  sean  poseídos.  En  es- 
te discurso  entiendo  todo  esto,  Primo  ,  que 
siendo  verdad  ,  que  no  son  capazes  ,  de  los 
dones  de  Dios,  para  entenderlos,  sino  aque- 
llos que  los  tienen  ,  a  toda  persona  que  los 
querrá  entender,  pertenesze    demandarlos 
primero  a  Dios  ,  i  no  pensar  que  él  entiende, 
hasta  que  los  conosca  i  sienta  en  sí  ,  como 
el  magnánimo  conosze  -^^  i  siente  en  sí   la 
magnanimidad.  Segundo  que  aquellos  pue- 
den dezir  que  conoszen  i  sienten  en  sí  los  do- 


54! 

nes  (le  Dios  ,  que  hallan  entera  satisí'azión , 
cuando  oyen  hablar  délas  cosas  cristianos: 
i  aunque  se  duelen  i  se  enlristeszen  cuando 
se  veen  injperfeclos  en  ellas  ,  se  gozan  e  se 
contentan  que  ellas  sean  tan  perfectas  como 
son  ,  considerando  ,  que  cuanto  ellas  son 
mas  perfectas  ,  tanto  viene  a  ser  mas  ilus- 
trada la  gloria  del  Evanjelio  de  Cristo  i  de 
Dios  :  i  tanto  viene  a  ser  mas  conoszida  la 
bajeza  i  vileza  ,  la  enfermedad  í  flaqueza  del 
hoiíibre.  Terzero  ,  que  así  como  en  ser  uno 
magnánimo  tiene  la  magnanimidad  :  en  el 
ser  fuerte  ,  tiene  la  fortaleza  :  e  en  el  ser  li- 
beral tiene  la  liberalidad  :  asi  en  el  azeptár 
uno  la  grazia  del  Evanjelio,  tiene  fee  ,  i  es 
justo  :  i  en  el  dése  ir  el  dia  del  juizio  ,  tiene 
esperanza  ,  i  es  santo  :  i  en  amar  a  Dios[e] 
al  prójimo  ,  tiene  caridad ,  i  es  pió.  Cuarto, 
que  así  cerno  el  magnánimo  no  pierde  la 
magnanimidad  ,  por  caer  dos  o  tres  vezes  en 
pusilanimidad  ,  si  no  se  descuida  ,  de  tal  ma- 
nera ,  que  olvidándose  del  ser  magnánimo  se 
venga  a  bazer  pusiláiiimo  :  i  aquello  que  di- 
go del  magnánimo ,  lo  digo  del  fuerte  ,  i  li- 
beral ;  así  el  justo  por  la  fee  cristiana  ,  no 


542 

pierde  la  justízia  cristiana ,  por  cometer  dos 
o  tres  iniquidades  ,  si  no  se  descuida  de  tal 
manera  de  la  fee  ,  que  olvidándose  del  ser 
justo  por  la  fee ,  se  haga  injusto.  I  aquello 
que  digo  del  justo  ,  digo  del  santo  por  la 
speranza  ,  i  digo  del  pío  por  la  caridad 
i)onde  si  me  demandare  uno  ,  diziendo  ,  si 
yo  creo  ,  que  aquel ,  el  cual  por  don  de  Dios 
tiene  fee  ,  speranza  i  caridad  ,  puede  venir 
a  perder  la  justizia  ,  la  santidad  ,  i  la  pie- 
dad ,  que  ha  adquerido  con  la  fee  ,  speran- 
za i  caridad?  le  diré  ,  que  si  es  posible  que 
venga  a  perder  la  fee  ,  la  speranza ,  i  la  ca- 
ridad ,  será  también  posible  que  pierda  la  ^^^ 
justizia  ,  la  santidad  .  i  la  piedad  ,  siendo 
estos  los  efectos  de  aquellos  ,  i  le  diré  ,  que 
tengo  por  masdiGzil,  que  uno,  el  cual  por  don 
de  Dios  tiene  fée ,  speranza  i  caridad  ,  depra- 
varse de  tal  manera  ,  que  la[s]  pierda  i  con 
ellas  pierda  la  justizia  ,  la  santidad  ,  i  la  pie- 
dad ,  que  no  es  que  un  otro  ,  el  cual ,  es  por 
don  natural  magnánimo  ,  fuerte  ,  i  liberal , 
venga  a  hazerse  tan  pusilánimo,tan  tímido  i 
tan  avaro  ,  que  pierda  la  maganimidád  ,  la 
fortaleza  ,  i  la  liberalidad.  I  le  diré  allende 


545 

desto  ,  que  asi  como  es  cosa  segura  al  mag- 
nánimo ,  fuerte  ,  i  liberal ,  el  vivir  sobre  de 
si,  sospechando  de  si ,  que  si  se  descuida  po- 
drá venir  a  perder  la  magnanimidad,  la  for- 
taleza ,  i  la  liberalidad  ,  así  ni  mas  ni  menos 
es  cosa  segura  al  justo ,  santo ,  i  pió  .  el  vivir 
sobre  de  sí,  sospechando  de  si  ,  que  si  él  se 
descuida ,  podría  venir  a  perder  la  fee,  la  es- 
peranza, i  la  candad  ,  i  cou  ellas  la  justizia, 
la  santidad  ,  i  la  sabiduría.  Es  bien  verdad, 
que  yo  terne  por  muí  mas  seguro  uno  ,  que 
por  el  spíritu  interior  será  zertificado,  que 
por  ningún  modo  puede  venir  a  perder  su  jus- 
tizia, su  santidad  ,ní  su  piedad,  que  un  otro, 
que  viva  siempre  sobre  sí  ,  sospechoso  de  sí: 
porque  entiendo  ,  que  la  siguridád  que  es  di- 
vina ,  mortifica  i  mata  los  deseos  del  pecar  , 
así  como  aquella  que  es  humana  ,  la  vivifica, 
i  enziende.  I  porque  entiendo  aun  ,  que  el 
sospechar,  que  es  casi  temer  ,  aun  cuando  es 
de  spíritu  santo  ,  siendo  propí  ¡o  de  los  He- 
breos, es  cosa  de  imperfectos  Cristianos,  sien- 
do proprio  de  los  perfectos  cristianos  ,de  a- 
qiiellos  que  tienen  mucha  fee  ,  mucha  spe- 
ranza ,  mucha  caridad  ,  dezir  con  s.  Pablo  , 


544 

Quísonos  separaba  a  Charitate  Christi?  Rom. 
viii.  Aquí  añadiré  ^es  esto  ,  que  asi  como  la 
liberalidad  es  tan  anexa  a  la  magnanimidad, 
que  no  puede  ser  magnánimo  ,  quien  no  es 
liberal ,  así  la  speranza  i  la  caridad  son  tan 
anexas  a  la  fee  ,  que  es  imposible  que  ten- 
ga fee  ;  quien  no  tiene  speranza  i  caridad  , 
siendo  aun  imposible  que  uno  sea  justo  sin 
ser  santo  i  pió.  Em\íevo  des  tas  verdades  cris- 
tianas no  son  capazes  aquellos,  los  cuales 
en  las  cosas  cristianas  no  tienen  la  expirien- 
zia  la  cual  solamente  tienen  aquellos  que 
por  don  de  Dios  ,  i  por  benefizio  de  Cristo  , 
tienen  lee  ,  esperanza ,  i  caridad ,  i  asi  son 
pios  ,  santos  ,  i  justos  en  Cristo  ,  i  atienden 
a  comprehender  la  piedad  ,  la  justizia  ,  i  la 
santidad  ,  en  la  cual  son  couiprebendidos 
siendo  semejantes  a  Dios  ,  i  al  bijo  de  Dios 
Jesucristo  nuestro  Señor.  Amen. 

Fin  de  las  Ciento  i  Diez  Consideraziones 
que  se  acabaron  áe  trasladar  en  xxiiij  de  No- 
viembre Año  de  MDLVIIl  a  gloria  de  Dios  i 
del  hijo  de  Dios  Jesu  Cristo  nuestro  Señor. 

*    El  MS.  Qui. 


Cuando  el  año  de  1855  ,  con  traduczión 
mia  ,  imprimí  por  vez  primera  en  castella- 
no ,  las  CK  CoNSiDERAZiONES  ,  indiqué  la  exis- 
tenzia  de  otra  Versión  hecha  el  año  de  i  558, 
i  contenida  en  un  MS.  rejistrado  en  el  Catá- 
logo de  la  Libreria  de  Uí'fenbach  publicado 
el  a.  1730.  Ya  impresa  mi  traduczión  ,  me 
dio  notizia  Benjamin  B.  Wiffen  ,  de  que  ese 
i\IS.  se  conservaba  en  la  Librería  de  la  ziu- 
dád  de  Bamburiío.  Desde  que  lo  supe  me 
propuse  isnpriujirle  :  i  el  mismo  B.  B.  W. 
me  hizo  el  íavór  de  procurar  ,  a  mi  costa  , 
una  copia  ,  a  plana  renglón  ,  que  pareze  fiel- 
menle  hecha,  i  que  rezihí  el  28.  6°m.  del 
año  1860. 

El  que  hizo  la  copia  ,  preíijó  a  su  trabajo, 
por  salisfazerme  ,  la  declarazión  siguiente, 
que  traduzco  a  la  letra. 

«Esta  Copia  de  las  Cienlas  i  diez  Consi- 
«deraziones  del  Valdés  ,  se  sacó  del  Manus- 
«crito  orijináUque  tiene  al  fin  la  fecha  del 
«año  de  1558  [en  la  Coleczión  de  Uffenbach), 
«i  que  ahora  se  guarda  en  la  Sladl  Bihíio- 
c<teh  [Biblioteca  de  la  ziudad]  de  Hamburgo, 
«señalada,  Tlieologia  ,  Libri  myslice ,  N.  4, 
r>Qiinrl.  La  Copia  se  ha  hecho  pajina  por  pá- 
«jina  ,  linea  por  linea  ,  con  el  orijinál»  i  ha- 
« hiendo  sido  revisada  ,  la  creo  fielmente  he- 


2 

«cha. — Hamburgo  12  de  Mayo  de  1860  — 
«Dr.  Johann  WilhelmFerdinaiid  Beniliatdi.» 

Sigue  a  esta  declarazión,  otra  de  B.  B.W. 
que  ,  traduzida  también  literalmente  ,d¡ze  : 

«Habiendo  recopiado  veinte  pajinas  de  es- 
«ta  copia  ,  i  habiendo  recorrido  por  entre 
«veinte  Consideraziones  ,  comparando  varias 
«parles  de  ellas  con  la  versión  moderna  ; 
«tengo  motivos  para  creer  ,  que  esta  Copia 
«hecha  por  el  Dr.  Bernhardi  ,  mereze  todií 
«confianza. —  Monte-iírato  ,  zerca  de  Wo- 
«bnrn,  5.°  m.  21.  1860.  —  B.  B.  Wiffen.« 

Con  estas  Declaraziones  ,  hai  adjunta  una 
carta,  que  traduzida  literalmente,  diz(í  asi  : 

«Hamburgo  12  de  Mayo  de  1860,  — A  Mr. 
«Benjamin  B.  WilTen. —  Vk\o  a  ud.,  Señor, 
«excuse  l;i  falla  de  omitir  las  palabras  des- 
«pués  de  «ninguna  dellas»  ;  ¡  remito  a  nú. 
«correjida  la  copia  délas  pájinasM3.'  i  114.' 
«para  suplir  el  lugar  faltoso  de  la  pajina  1 15 
«de  mi  Copia  ,  por  nd.  rezibida. 

«En  el  MS.  or'jinál  de  las  í^onsiderazio- 
«nos  ,  no  hai  absolulamenle  pajina  115  ,  si- 
«nó(]uea  la  paj.  112  sigue  inmediatamente 
«la  115."  ,  estando  las  otras  numeradas  de 
«la  misma  manera  que  yo  las  he  copiado. 
«En  la  paj.  71  liene  el  orijinál,  como  dá  mi 
«copia  ,  "Considerazión  XLII»  ,  i  en  la  paj. 
«72  «Considerazión  XLI.»  Por  lo  qué  haze 


o 
«a  la  «Adizión»  ,  que  desea  iid.  se  copie  , 
«ninguna  hai  en  el  MS.  orijinál ,  i  en  sn  lu- 
«gár  ,  hai  un  hueco  grande  ,  o  blanco  ,  en 
«el  papel  ,  según  va  trazado  fielmente  por 
«mi  :  pues  si  observa  ud.  el  renglón  de  co- 
«mienzo  en  cada  pajina  ,  los  halhirá  ud. 
«siempre  colocados  mucho  mas  arriba,  que 
«el  de  la  pajina  72  *  ,  habiendo  en  elLi  un 
«gran  espazio  blanco  ,  según  le  encontré  en 
«el  orijinál.  Pero  ,  en  la  milád  de  mi  copia, 
«hallará  ud,  olra  entera  pajina  ,  dejada  en 
«blcinco  por  mera  in;idverlenzia  mia  :  por 
«haber  creído  ,  que  habia  escrito  todas  las 
«planas  de  a(]uel  cuadernillo  ,  i  comenzado 
«a  escribir  en  otro.  Desgraziadamenle  no  me 
«yperzibi  de  la  falla  ,  hasla  la  revisión  (pie 
«hize,  concluida  ya  la  copia  ,  por  cuyo  mo- 
«tivo  no  la  enmendé.  Enlre  las  pájir.as  2í>0 
«i  210  ,  [véanse  las  pajinas  456  i  438]  ha- 
«llará  ud.  otras  dos  ,  que  carezen  de  núme- 
«ro  ,  asi  dejadas  de  propósilo  ,  por  estar  lo 
«mismo  en  el  !\1S.  :  lo  que  también  suzede, 
«donde  ,  en  el  orijiná!  ,  como  en  mi  copia  , 
«de  la  pajina  200  ,  pasa  al  n.°  205  ínmedia- 
« lamente.»  [Véanse  las  pajinas  422.  424]. 

«Adjunta  hallará  ud.  la  autorizazión  que 
«desea,  aunque  escrita  en  inglés  ,  pues  pre- 
«supongo  ser  cosa  indiferente  el  idioma  en 

*     Véanse,  en  el  texto  ,  las  pajinas  i74  75.  Ed. 


«que  vaya  escrito  tal  testimonio  ,  habiendo 
a  también  cambiado  el  número  del  año  1750, 
«por  el  df!  1558  ;  no  viendo  razón  por  qué 
«nuestro  Manuscrito  ,  haya  de  considerarse 
«escrito  en  aquél  año  ,  siendo  manifiesta- 
«mente  mucho  mas  antiguo  su  carácter  de 
«escritura.  —  Quedo  de  ud.  con  el  mayor 
«respeto.  William  Bernhardi  Dr.» 

A  esto  sigue  la  Copia  del  MS.  ,  a  plana 
renglón  ,  en  las  '268  pajinas  ,  o  llanas  ,  que 
contienen  las  CX.  Consideraziones. 

Trascribo  los  testimonios  prezedentes, co- 
mo prueba  de  las  dihjcnzias  practicadas  pa- 
ra asegurar  la  íidelidád  de  la  Copia.  I  ha- 
biéndola yo  toda  recopiado  ,  para  enlregár- 
sela  al  impresor  ,  puedo  también  declarar, 
que  el  trabajo  del  Dr.  Bernhardi,  en  su  con- 
junto ,  pareze  hecho  con  íidelidád.  Solo 
creo  haya  alguna  distraczión  del  copiante  , 
en  pequeñezes,  que  como  no  me  parezieron 
sustanziales  ,  en  vez  de  moleslár  ,  sohre 
ellas  ,  paraque  reconsultasen  el  MS.  ,  dila- 
tando así  su  impresión  ,  me  limito  a  seña- 
lar, por  todo  el  vcdumen  ,  con  diversidad  de 
letras  ,  aquellas  ,  que  dejo  ,  o  corrijo  ,  don- 
de presumo  puede  haber  dislracziones  del 
copiante,  i  no  vizios  del  MS.  Hamburgués. 

Así  ,  por  ejemplo,  en  la  pajina  99  ren- 
glón 8  de/:  en  la  i 04  r.  Í5  [emendo  -..en  la 
105  r.  H  e  e/ :  i  en  otras  varias  pajinas,  las 


5 

pocas  letras  bastardillas  ,  iinn  o  mas  que  se 
vieren  ,  indican  que  allí  puede  haber  una 
dislraczión  ,  o  descuido  del  copiante  ,  i  no 
defecto  del  MS.  crijinál. 

Otras  vezes  ,  como  ,  por  ejemplo  ,  en  la 
pajina  58  ,  las  frases  ,  a  que  la  Nota  2.'  a- 
lude  ,  de  fallar  uña  ,  i  sobrar  otra  ,  pueden 
no  estar  en  el  MS.  orijinál  ,  sino  ser  tam- 
bién descuidos  del  Copiante.  En  estos  casos 
adopto  ej  medio  de  anotarlas  ,  no  determi- 
nándome a  variar  ,  ni  a  volver  a  molestar  a 
mi  amiiio  WilTen  para  que  consultasen  el 
MS.  en  Hamburgo. 

Esto  ,  junto  con  las  Notas  al  pie  de  algu- 
nas pajinas  ,  pienso  ,  que  basta  para  mostrar, 
que  este  volumen  es  un  traslado  del  MS.  de 
Hamburgo  ,  fiel  en  lo  esenziál ,  a  juizio  mió, 
que  es  ,  en  conservar  todas  las  palabras  ,  i 
su  punluazión  ,  cuando  es  del  caso  ,  o  por 
ser  peculiares  al  MS.  i  del  traductor  antiguo; 
o  usarse  en  las  Consideraziones  ,  impresas 
en  italiano  el  año  1550,  En  el  MS.  se  halla, 
por  ejemplo  ,  la  rayita  que  se  verá  en  el  ren- 
glón 18  de  la  página  61.  Como  esta  ,  se  ha- 
llarán ,  por  todo  el  volumen  ,  otras  cosas  , 
que  parezen  modernismos.  Las  vozes  zielos, 
zinco  ,  i  otras  ,  vienen  casi  siempre  escritas 
con  zedilla  en  el  MS. 

Pero  ,  no  siempre  ,  he  creido  indispensa- 
ble conservar  su  manera  de  escribir  i  pun- 


6 

tuár.  Como  todos  nuestros  papeles  antiguos, 
en  este  de  nuestro  traductor  ,  ocurren  tra- 
zadas las  palabras  sin  cuidado  ,  ni  conexión, 
ni  consecuenzia.  Una  voz  misma ,  apareze 
diversamente  escrita.  Charidad,  caridad :  ju- 
gete ,  i  juguete  ;  dilirenda  ,  diferencia  ,  dife- 
rentia :  designos  ,  i  designios :  lestimonjo  ,  i 
lesíimonio  :  movjdo ,  i  mouido  :  cayga  i  caya  : 
enbiár ,  embiár ,  i  enuiar  :  venir ,  venjr  ,  [ve- 
nir :  daño,  i  daño:  ómhres ,  onbres ,  honbres, 
i  hombres.  Escribe  p.  e.  en  la  pajina  91  r.  20. 
Hauiendo  ,  i  en  seguida  en  el  r.  21  pone 
auiendo ,  i  otras  vezes  habiendo.  Para  vozes 
que  requieren  z  ,  usa  indistintamente  z  ,  c  , 
i  t ,  pues  pone  vicio  ,  vitio  i  vicio :  juyzio , 
juilio ,  juicio ,  i  juicio.  Quita  la  A  ,  de  vozes, 
que  por  su  etímolojía  la  requieren  ,  i  péne- 
la ,  don;le  no  debe  ,  como  en  horden  ,  que 
otras  vezes  escribe  orí/en.  Suele  poner  e  por 
i  ,  según  modismo  antiguo  ,  como  en  la  pa- 
jina 74  r.  1  fué  por  fui.  Pero  esto  lo  usaron , 
en  su  tiempo  ,  mucbos  ,  como  el  caya  por 
caiga.  Une  ,  a  vezes  ,  vocablos  ,  que  debió 
separar:  sea  por  se  ha  ^vapor ,  por  va  por; 
o  desune  viziosamente  una  palabra  ,  como 
con  bida  ,  por  convida.  I  haze  también  unión 
de  vocablos  ,  por  carenzia  absoluta  de  azen- 
tuazión  ,  como  cjuel  ,  en  vez  de  quel. 

De  tal  entreverada  grafía  ,  dejo  intactos 
vestijios    abundantes  ,  i  superabundantes  , 


7 
para  dar  a  conozér  el  estado  del  Manuscri- 
1(3  ;  porque  bastaba  para  ello  ,  el  facsiinile 
que  acompaña  al  volumen  ,  mui  bien  ejecu- 
tado por  T.  L.  de  Bouck.  En  él  se  verá  p.e. 
consideración  ,  i  consideración  :  henino  ,  i  he- 
nignoSic.  De  lasmucbas  abreviaturas  que  en 
él  ocurren  ,  se  conservan  también  algunas, 
para  muestra.  Véanse  las  pajinas  2  ,  4  ,  i 
otras.  Una  que  otra  omisión  ,  la  suplo  en- 
lre[]. 

Pareze  indudable  ,  que  el  mismo  traduc- 
tor antiguo  ,  fué  el  escritor  del  MS.  ,  i  que 
este  su  trabajo ,  es  el  propio  borrador  ,  i  no 
ya  un  traslado  en  limpio,  dispuesto  para  la 
publicazión.  Pienso  ,  que  esto  se  mostrará 
claro  ,  por  todo  el  volumen ,  al  que  le  exa- 
mine con  detenimiento  :  i  también  ,  que  hu- 
bo un  deliberado  propósito  ,  de  que  la  tra- 
duczión  ,  fuese  palabra  por  palabra  ,  entera- 
mente arrimada  al  italiano  ,  i  aun  con  la 
misma  puutuazión. 

Que  el  traductor  fué  un  español,  del  tiem- 
po en  que  está  feciíado  el  M8.  ,  no  será  du- 
doso jpyra  el  intelijente  ,  que  observe  el  ca- 
rácter de  letra  en  el  Facsímile  ,  no  solo  de 
mano  española  ,  sino  española-clerical  ,  si  el 
dictado  se  permite.  I  aunque  no  puedo  desig- 
nar ,  fijamente  ,  quién  fuese  el  traductor  , 
su  propio  trabajo  muestra  claro,  a  mi  pare- 
zér  ,  que  fué  uno  ,  mui   afecto   al    libro  , 


8 

pues  le  españolizó  con  toda  la  escrupulosa 
fidelidad  de  que  fué  capaz.  Luego  pondré 
mi  conjetura  azerca  de  quien  pudo  ser.  No 
lo  fué  ,  de  seguro  ,  el  I)r.  Juan  Pérez  ,  que 
conozia  a  fondo  ,  í  entendía,  hablabií,  i  es- 
cribia  gramáticamente  la  lengua  italiana  ,  de 
suerte  ,  que  al  trasladar  un  escrito  del  tos- 
cano  al  castellano  ,  ni  hubiera  variado  los 
números  í  casos  en  un  sustantivo ,  ni  alte- 
rado los  tensos  en  un  verbo  ,  ni  suspendido 
la  traslazión  de  una  voz  por  ignorar  su  sig- 
niíicado.  Al  traductor  de  nuestro  Manuscri- 
to, le  suzede  todo  eso  ,  i  ,  a  mi  ver  ,  por  una 
razón  bien  obvia  :  porque  su  conozimiento 
de  la  lengua  italiana,  no  prozedia  de  ha- 
berla estudiado  gramaticalmente  ,  sino  del 
uso  de  ella  en  el  trato  ,  í  en  sus  viajes  ,  i  de 
bien  saber  las  lenguas  latina  i  castellana  , 
de  las  cuales  ,  por  ese  orden  ,  es  hija  i  her- 
mana aquella.  De  esla  clase  de  conozimien- 
to ,  en  lengua  italiana  ,  de  nuestro  Anóni- 
mo ,  se  presentan  pruebas  ,  en  las  Notas 
que  se  hallarán  en  varias  pajinas  ,  por  todo 
el  tomo.  No  en  todos  los  pasos  traduzidos  sin 
miramiento  a  la  gramática  :  porque  era  pe- 
dantería ,  i  superfluidad  ,  anotarlos  lodos  ,  i 
así  ,  causar  confusión  i  fastidio.  Aqui  ,  sin 
embargo ,  señalaré  algunos  de  esos  pasos  no 
anotados. 

Véanse  las  pajinas ,  i  renglones  que  desig- 


9 

nan  los  Números. 

10  al  último  ,  donde  puso :  «Esta  verdad» 
debió  tradiizír  con  arreglo  al  italiano:  «Es- 
tas verdades  las  entienden  aquellos»  &c. 

11 ,  1  -  7  ,  se  extravió  también  ,  por  en- 
tender mal  ,  pues  «trouano  in  esse  molti 
intríchi»  no  quiere  dezir  «se  bailan  mui  en- 
marañados.» I  luego  ,  «los  blasfema»  i  «pa- 
sar a  nado»  ,  son  traducziones  erradas. 

12  r.  penúlt.  debió  poner  «afectos  venga- 
tivos.» 

13  ,  2  ,  puso  ceño  (zeño)  por  «amago»  , 
que  en  italiano  es  «cenno.»  I  en  el  .r.7  puso 
«en»  por  «de  Dios.»  1  en  el  r.  20  debió 
poner  «prozedan»  i  en  el  r.  último  «los»  no 
haze  falla.  Siendo  seis  ,  por  consiguiente  , 
los  errores  en  esta  pajina  13. 

30  ,  iO  ,  11  «dá»  ,  debia  ser  «dará»  i 
«este  primer  pacto»  en  lugar  de  «este  pacto: 
primero  por.»  Cosa  que  el  traductor  bubie- 
ra  corre j ido  ,  al  poner  en  limpio  su  borrador. 

33  ,  4  ,  también  habría  quitado  la  repeti- 
zión  ,  «puso  ,  e  ha  puesto.»  I  en  el  r.  pe- 
núltimo ,  hubiera  correjido  el  italísmo  «será 
una  persona»,  pues  en  la  pajina  34  r.  5  tra- 
dujo :  «e  habrá  otra  persona»  &c.  Aunque 
en  la  misma  pajina  34  dejó  el  otro  italismo 
de  «a  la  encontra.» 

55  ,  21  «este  solamente»  ,  es  mala  Ira- 
duczión. 


10 

56  ,  17  «mucha»  ,  no  equivale  a  la  voz 
ilaliana  «  Iroppa.» 

57  ,  5  -  10  descuidó  la  iraduczión  literal 
de  costumbre. 

58  ,  1  «relazión»  ,  debió  Iraduzir  «reía- 
ziones»  :  i  en  el  renglón  8  «no  creer»  ,  es 
menos  preziso,  que  si  hubiera  dejado  «des- 
creer.» 

59  ,  15  debió  no  omilir ,  después  de  «hom- 
bre» la  voz  «cristiano.» 

40  ,  6-  8  equivoca  los  tensos  «redundan» 
i   «redundo.» 

44  ,  15  hai  singular,  por  el  plural  «otros 
Reyes  extraños.»  I  al  renglón  19  ,  sobra 
«los»  ;  en  reduzirlos. 

47  ,  9  -  11  «restituía»  ,  «hazía»  ,  «trata- 
ba» son  tensos  diferentes,  que  en  italiano. 

48  ,  16  «les  haya  de»  ,  no  pareze  tan 
bueno  ,  como  «les  deba  de.» 

51  ,  6  «como  conviene»  ,  no  es  aquí  bue- 
na traduczión  de  «come  bisogna»  :  ni  en  el 
renglón  19  ,  «siendo  pues  verdád«  es  equi- 
valente a  «Quantunque  essendo  vero.» 

52  ,  5  «se  creen»  no  corresponde  al  «cre- 
dano»  del  italiano  :  i  en  el  renglón  9  i  si» 
guientes  ,  con  la  voz  «aquellos»  ,  haze  plu- 
ral, lo  que  está  en  singular  en  el  italiano. 

55  ,  2  i  3  «borden  e  mandado»  ,  son  tra- 
duczión redundante  de  la  voz  italiana  «or- 
dine.» 


11 

54  ,  14  ,  traduze  fielmente  «E  siendo»  : 
pero  debió  suprimir  la  conjunzión  ,  que  es- 
lá  de  mas. 

56 ,  6  «gato  por  liebre»  ,  es  ,  cuando  me- 
nos ,una  ti'aduczióninnezesariamenle  libre: 
i  en  el  renglón  8  sobra  la  conjunzión  en  «e 
es  solizitada»  ,  pues  además  de  no  haberla 
en  italiano  ,  perjudica  al  sentido. 

60,  18  i  siguientes,  no  corresponden  con 
el  italiano,  (¡ue  dize  <ila  fede  et  la  speranza, 
dalle  quali  nasce  et  procede  la  cliaritá.  D'on- 
de  s¿  raccogiie  beneche  ai  Chrísliano  si  appar- 
lieney> ,  donde  olvidó  ,  lo  que  no  va  de  bas- 
tardilla ,  i  trasladó  mal  en  «se  conviene.» 

61  ,  5  «que  Dios  le  puede  mantener  lo 
[che  Dio  é  per  mantenerlo]  ,  es  ,  a  la  vez  , 
traduczión  libre  ,  i  literal  ,  i  por  consiguien- 
te ,  errada.  1  en  los  renglones  15  ,  16  ,  de- 
bió usar  del  subjuntivo  «esté»  ,  i  «confir- 
me» ,  en  lugar  del  indicativo. 

63  ,  5-  6  debió  usar  el  singular  en  «exer- 
zitios»  ,  i  en  «costumbres»,  i  poner  artícu- 
lo ,  si  no  quería  iraduzíra  mi  manera.  1  en 
lo  que  sigue  ,  tampoco  tradujo  bien  ,  por 
apegarse  demasiado  al  italiano. 

68  ,  8  i  siguientes  «si  serás  solizitado»  &. 
comparado  el  paso  con  el  italiano  ,  se  nota- 
rá la  diversidad.  I  en  los  renglones  19  ,  20, 
«ellos  rezibirán»  i  «no  rehusará»  ;  no  son 
traduczión. 


42 

69,  7  «caya»  (o  caiga  ,  como  hoi  dezimos), 
es  Iraduczióti  del  «cada«  ,  pero  no  buena  , 
porque  ,  o  la  voz  loscana  equivale  a  la  de 
«uceada»  ,  o  de  ella  es  errata.  I  en  el  ren- 
glón 9,  erró  lambién  en  las  vozes  «por  ello». 

74  ,  16  -  18  ,  me  pareze  ,  que  no  debió 
errar  con  el  italiano  ,  sino  corréjirle  ,  de 
uno  de  los  dos  modos  ,  que  admite  sin  gran 
violenzia. 

75  ,  15  ,  añade  el  traductor  aquí  ,  «ni 
doler»  ,  que  ,  con  arreglo  al  italiano  ,  solo 
debía  verse  en  el  renglón  16. 

76  ,  18  ,  19  ,  «de  Dios  ,  e  de  Cristo.»  Las 
vozes  «de  Dios»  ,  ni  están  en  el  italiano  ,  ni 
parezen  escritas  por  Valdés.  I  en  el  renglón 
último,  «creen» ,  es  traduczión  inexacta  de 
«credano». 

78  ,  9  ,  i  siguientes  ,  por  demasiado  lite- 
rales en  su  traduczión  ,  embarazan  i  dificul- 
tan la  perspicuidad. 

80,  15,  «tiene  en  odio»  ^  es  traduczión 
literal  ,  pero  desazertada  ,  a  mi  ver  :  pues 
pienso  ,  qus  en  italiano  debia  dezír  «ban'in 
odio»  ,0,  «hanno  in  odio.» 

95  ,  16  ,  «a  los  bombres»  ,  es  equivoca- 
zión  clara  ,  pues  en  el  renglón  17  ,  tradujo 
bien,  «por  él.» 

98  ,  11  i  12,  pudo  traduzir  ,  «para  des- 
enamorarlas de  si  mismas»  ,  en  lugar  del 
sonsonete  qne  trasladó. 


15 

99  ,  2 ,  sobra  la  voz  «ofizio»  ,  que  no  se 
lee  en  el  italiano. 

dOl  ,  17  .  «será  movida»  ,  son  vozes  so- 
brantes ,  i  que  casi  debi  omitir:  pues  el  tra- 
ductor probablemente  las  bubiera  suprimi- 
do ,  si  bubiese  puesto  en  limpio  su  trabajo. 

105  ,  19  ,  debió  poner  «sirvieron  [ni  sir- 
ven] a  Dios  en  ello  :  » &c.  para  no  omitir  na- 
da del  italiano.  Pero  ,  en  este  paso,  tuve  yo 
distraczión  peor  ,  pues  en  la  pajina  132, 
primera  edizión  de  mi  iraduczión  ,  después 
del  renglón  cuarto  ,  me  dejé  en  el  tintero  lo 
siguiente:  «I,  por  eso  ,  aunque  lo  bizieron, 
con  lodo  ,  no  sirvieron  ,  ni  sirven  en  eso  a 
Dios.)'  íaiego  ,  en  la  reimpresión  ,  correjí 
este  descuido.  Véase  la  pajina  78  de  ella. 

104  ,  M.  «Entendiendo»  ,  es  ,  tal  vez, 
buena  enmienda  del  ilidiano  ,  que  puso  «In- 
tendo»  ;  pero  si  se  adopta  la  enmienda,  bai 
que  variar  la  puntuazión. 

106,  19  ,  «treinta»  ,  es  también  enmien- 
da de  «tanti»  ,  errata  del  italiano. 

110  ,  8  i  10  ,  Iraduze  literalmente,  »razon 
humana»  «razón  cristiana»  ,  conforme  a  la 
errata  del  italiano  ,  en  lugar  de  «rejenera- 
zión»  ,  que  es  lo  recto. 

115  ,  renglón  último  ,  «o  verdaderamen- 
te», es  Iraduczión  equivocada. 

120  ,  9  ,  «azierta»  ,  es  quizá  una  enmien- 
da azertada. 


14 

133  ,  2  ,  liai  equivocazión  del  MS.  ,  por 
«mas  e  mas.» 

142  ,  3  ,  «e  conformarse»  ,  debe  leerse 
con  el  italiano  ,  «e  confirmarse.» 

145  ,  15  ;  16  ,  dezia  en  el  MS.  «Eiilra»  i 
«crisliano»  :  pero  enmendé  con  arreglo  al 
italiano. 

172  ,  10  ,  «e  con  mucha  fee»  ,  es  adizión 
del  traductor. 

181.  En  esta  ,  i  otras  pajinas  ,  usa  aver- 
gonzaba ,  vergonzado  ,  vergonzarse»,  ¡  biéh  , 
al  parezér  ,  pues  si  dezimos  ,  «vergüenza»  , 
no  temamos  nezesidád  de  añadir  ,  o  preíijár 
una  «a-)  ,  en  las  derivaziones  de  la  voz. 

195  ,  al  fin  ,  «e  entiendo  que  el  hombre, 
que  con  sentimiento»  &c.  está  mal  tradnzi- 
do  ,  mas  por  defecto  del  italiano  ,  que  está 
desazertado  hasta  en  la  puntuazión. 

7)dO  ,  10  ,  «veer  e  gozar.»  El  traductor  a- 
ñade  ahí  la  voz  «veer»  :  pero  tratar  de  ver 
directamente  al  sol  ,  parezeria  querer  zegár. 

Esos  reparos  ,  i  los  anotados  al  pie  de  pa- 
jina ,  por  todo  el  volumen  ,  prueban  lo  ya 
sentado.  Que  el  traductor  conozia  e!  italia- 
no ,  solo  por  trato  i  uso  ,  i  por  su  previo  co- 
nozimiento  del  latin  i  castellano.  Que  este 
31anuscrito  Hamburgués  ,  nos  presenta  su 
liabajo  en  el  mismo  borrador  ,  i  no  en  Copia 
ya  puesta  en  limpio. 

Como  el  año  de  1855  ,  conozia  el  Manus- 


15 

crito  solo  de  oidas  ,  al  referirme  a  él  ,  en 
las  Ñolas  a  mi  Iraduczión  de  lasZiENTo  iDiez 
CoNSiDERAzioNEs  ,  iridíqué  la  espezie  ,  de  (jue 
estando  fechado  el  año  do  1558  ,  cuando  mo- 
raba en  Basüea  Celio  Segundo  Curio  ,  edilói- 
del  lexlo  italiano  el  año  de  1550,  podía  ser 
dicho  MS.  obra  de  Juan  Pérez,  o  de  Zipria- 
no  de  Valera  ,  entre  otros  de  los  varios  re- 
formistas españoles  ,  que  existían  entonzes. 
Pero  ,  a  vista  de  la  Copia  fidedigna  del  MS., 
i  conforme  le  recopiaba  ,  tocaba  como  con  la 
mano,  la  aspereza  de  su  estructura  ,  i  que 
no  era  posible  ,  fuese  obra  de  Juan  Pérez  , 
según  dejo  antes  notado. 

Hallábase  Curio  en  Basilea  el  año  de  1555, 
cuando  publicó  un  lomo  en  octavo  ,  con  es- 
te título  :  «Coelii  Secundi  Curionis  Selecta- 
runí  lípistolarum  Librí  dúo.  -  Basileee  ,  Per 
loannem  Oporinum.»  En  la  pajina  107  de 
ese  libro  ,  en  carta  que  dirijo  a  Fulvio  Pe- 
regrino Morillo  ,  el  padre  de  la  zelebrada 
Olimpia  ,  le  di'/,e  :  Equidem  dum  solis  ar- 
dores híc  vilo  ,  diuertit  ad  nos  lo.  Chiros  , 
Hispanus  ,  qui  cum  mihi  iietus  intercedil 
necessitudo  .  cuius  inilium  lileraB  fecerunt  , 
coetera  religionis  perfectissima  ratio  confir- 
mavit.»  &c.  Eíí  seguida  refiere  ,  lo  que  de 
sus  viajes  por  Asia  i  África  ,  le  contó  su  es- 
pañol amigo  Juan  de  Quirós. 

Esas  pláticas  ,  o  conversaziones  de  Curio, 


i6 

i  Qiiirós  ,  para  entretener  los  calores  ,  o 
siestas  de  la  Canícula,  pasaron  en  una  quin- 
ta italiana  ,  donde  veraneaba  el  primero  , 
poco  antes  de  abandonar  a  su  pais  ,  ensena- 
do por  lo  escrito  en  el  evanjelio  de  s.  Ma- 
teo X.  25 

Abí  escribe  Curio  a  F.  Morato  ,  que  la 
mutua  afizión  a  las  letras  ,  le  babía  becho 
amigo  con  Quirós  ,  i  que  la  identidad  de 
miras  relijiosas  entre  ambos,  babía  estrecba- 
do  luego  su  amistad.  1  también , según  pien- 
so ,  la  identidad  de  la  suerte  :  pues  Quirós 
siendo  español  ,  si  no  se  bubieía  bailado  en 
situazión  semejante  a  la  de  Curio  ,  no  le  ba- 
bría  tratado,  i  si  la  vatio  religionis  ,  que 
menziona  ,  prezisó  a  Curio  a  dejar  a  Italia  ; 
pareze  ,  que  su  amigo  errante  Juan  Quirós  , 
por  ra2Ón  igual  ,  pasase  también  de  Italia  a 
Suiza  i  Alemania,  i  fuese  a  Basjlea  ,  atraído 
por  su  amigo  Curio. 

De  aquí  simplemente  naze  mi  conjetura  , 
que  el  traslado  de  las  CK  Consideraziones  , 
becbo  el  año  de  1558  ,  i  coüservado  en  el 
MS  Hamburgués  ,  pueda  ser  trabajo  del  ami- 
go de  Curio.  Sabemos  cuanto  desconliaba 
C.  S.  Curio  ,  de  Pedro  Pablo  Vergerio  ,  que 
fué  quien  le  entregó  para  su  impresión  el 
traslado  al  italiano  de  las  CX  Considerazio- 
nes :  i  no  es  inverosimil  que  llevado  de  esta 
desconíianza  presumiese  que  Vergerio  babía 


17 

substraído ,  i  quizá  destruido  ,  el  autógrafo 
castellano  de  la  obra  ;  o  sino  ,  que  éste  hu- 
biese caído  en  manos  de  los  Inquisidores. 
En  cualquiera  de  ambos  exiremos  (suponien- 
do traductor  a  Quírós)  ,  Curio  pudo  sentir 
la  perdida  ,  o  extravio  ,  del  Manuscrito  cas- 
tellano ,  i  al  volver  a  ver  a  su  español  ami- 
go en  Basílea  ,  instarle  a  repararla  ,  atenién- 
dose muí  escrupulosamente  a  la  versión 
italiana  ,  que  tenía  el  propio  Curio,  por  muí 
literal.  Presento  esta  conjetura  ,  sin  poner  , 
como  dize  Boscán  , 

al  deseo  por  alcalde  , 
por  Reina  a  la  fantasía  : 
pues  no  tengo  la  pretensión  imposible  ,  de 
adiestrar  a  investigadores  mas  felizes  i  en- 
tendidos. Ahí  queda  consignada  ,  lo  mismo 
para  admitida  ,  que  para  desechada. 

Añadiré  ,  por  último  ,  que  si  pareziere 
cosa  insufrible,  a  la  luz  de  estos  tiempos, 
publicar  el  Borrador  tosco  ,  o  mal  dolado, 
del  proprio  Libro  ,  que  siete  años  haze  ,  tra- 
duje e  imprimí  con  pretensiones  de  mayor 
cuidado  ;  debe  considerarse  ,  que  eso  mis- 
mo me  obligaba  mucho  ,  cuando  no  atendie- 
se a  otras  razones ,  para  mí  de  fuerza. 

Debo  al  MS.  Hamburgués  ,  con  no  sé  que 
jénero  de  reconozimiento,  parte  de  una  en- 
señanza ,  qne  sería  torpeza  despreziár  :  pues 
estando  algo  confiado  en  los  aziertosdemí 


i8 

versión  ,al  confrontarla  con  el  MS.  antiguo, 
noté  mejor  los  desaziertos  en  ella  ,  i  acu- 
do ahora  al  remedio  reimprimiéndola  ,  al 
mismo  tiempo  que  saco  a  luz  esta  muestra 
de  amor ,  dada  a  los  escritos  de  Valdés  por 
un  español  de  sus  tiempos ,  que  callando  su 
nombre  ,  nos  probó  su  discreta  modestia. 
Madrid,  9.6' m.  1862. 

Luis  DE  Usóz  i  Rio. 

Los  números  que  se  verán  enlrerenglona- 
dos  por  las  pajinas  de  este  volumen ,  seña- 
lan las  planas  del  Manuscrito. 


FE  DE  ERRATAS 


N, 

Lia. 
1 

Dize- 

a  es 

Debe  dezir. 

\ 

Considerazioi 

Considerazion 

13 

2 

su  zefio. 

un  zpflo 

1-5 

ult. 

injuriados 

injuriadores 

\A 

8 

porque 
pueda 

para  que 

23 

6 

puede 

34 

15 

13 

14 

42 

20 

ojos 

los  ojos 

56 

6 

por  lo  negro 

por  "neíjro 

58 

11 

manifeslacior 

i(MS. ' 

n)  manifestazión 

65 

15 

toda 

a  toda 

64 

18 

e  Cristo 

e  de  Cristo 

08 

En  la  nota     as 

las 

76 

15 

hallaba 

halla 

79 

15 

ejerzíia  [en  a 

breviat]  ejerzilan 

85 

12 

0  se 

e  se 

87 

ult. 

(falta  la  con] 

unzion)  i 

88 

1 

enamoranse 

enamorarse 

97 

En 

la  Nota    hech 

ars 

hechas 

109 

13 

Falta  un  asterisco 

* 

^17 

15 

i  entera 

e  entera 

id. 

16 

i  el 

e  el 

i25 

2 

amblen 

también 

127 

21 

tos 

los 

131 

7 

spiritn 

spíritu 

138 

ult. 

vanielio 

evanjclio 

140 

2 

el 

al     ■ 

142 

3 

00 

60 

445 

ult, 

,  odo 

todo 

155 

14 

ánimas 

ánimos 

160 

21 

cuai 

cual 

164 

ull, 

,  mas 

mas  ni 

184 

11 

do 

de 

190 

Ñola  tiiilo 

tullo 

190 

8 

les 

le 

19i 

3 

demendare 

demandare 

195 

7 

ve  en 

veen 

202 

22 

ha 

he 

205 

23 

estás 

éstas 

206 

2 

sobra  el  segundo  todas.  Debe 
dezir  solo  en  las  cuales 

212 

19  i 

20    los  podrían 

les  podrían 

218 

6i 

i  10    orden 

orden 

245 

14 

al 

el 

250 

2 

aqnél 

aquél 

525 

17 

cuanto  asi 

cuanto  está  así 

544 

17 

aquellos 

aquellos 

374 

6 

estnvo 

estuvo 

408 

3 

de  a 

déla 

453 

6 

ningún 

ningún 

463 

24 

ií/fidelidád 

infidelidad 

465 

18 

proprío 

proprio 

467 

5 

relazión  , 

relazión. 

498 

14 

estatuas 

statuas 

521 

5 

234 

254 

ADVERTENZIA. 

Paj. 

12 

r.  23  qus      que 

Theological  Semmary-Spee 


1    1012  01069  0198