AÑO 3 NUM ti FEBRERO DE 1997 su aullido en la lejanía podría confundir- se con el de otro cánido, y las huellas de sus patas se parecen mucho a las de un perro grande. No es fácil hallar las evidencias. Los expertos buscan en el campo excretas, ma- drigueras, restos de presas, pelos o cualquier otra señal de la existencia de este mamífero. Todos quisieran afirmar que el lobo mexi- cano no ha desaparecido de la vida silvestre. La distribución histórica en América de la especie Canis lupus, de nombre común lo- bo gris, abarca desde Alaska hasta el centro de México y cuenta con veinticuatro subes- pecies; el lobo mexicano, Canis lupus baile- yi, es una de ellas, y habitaba en los bosques templados de pinos, encinos, táscate, etc., y en los pastizales del norte de México hasta mediados de la década de los años cincuen- Sigue en la pág. 2 EMMA ROMEU Viene de la portada RECUPERAR EL LOBO MEXICANO: UNA DEUDA CON LA BIODIVERSIDAD © Fulvio Eccardi ta, cuando se dio inicio a una campaña para “controlar sus po- blaciones”. La misma subespecie ya había sido exterminada en el sur de Arizona y Nuevo México y en el oeste de Texas en Estados Unidos. En 1975, los puntos de vista dieron un giro y el Comité Conjunto para la Conservación de la Vida Silvestre constituido por México y Estados Unidos, coincidió en la necesidad de pre- servar la subespecie y propuso un programa para su reproducción en cautiverio. Así se creó el Co- mité Internacional para la Recu- peración del Lobo Mexicano que fue el que despertó el interés por salvar a este animal autóctono. Para lograr la reproducción en cautiverio de estos lobos en la dé- cada de los setenta se capturaron en los estados de Durango y Chi- huahua seis lobos de los que que- daban en libertad (una hembra preñada y cinco machos) que fue- ron trasladados al zoológico del Arizona-Sonora Desert Museum de los Estados Unidos. Estos lo- bos fundadores y sus descendien- tes se reprodujeron entre sí, por lo que hasta hace poco los lobos mexicanos con que contaba este programa de recuperación pre- sentaban un alto grado de con- sanguinidad, lo que provocó la imperiosa necesidad de incorpo- rar animales de diferente tronco familiar o base genética para que en las nuevas cruzas no surgieran problemas y se pudiera continuar de manera sana la evolución de la especie. De aquellos primeros seis fundadores, tras varias generacio- nes, en 1993 habían nacido 139 individuos, de los cuales sobrevi- vían en zoológicos de Estados Unidos y México poco más de 70. Algunos de estos lobos, conside- rados de linaje o certificados —por no tener hibridación con otra subespecie de lobos, coyotes o perros— se reprodujeron en México, en lugares como la Esta- ción de Vida Silvestre de San Ca- yetano, en el Zoológico de San Juan de Aragón del D.F y en la Reserva de la Biosfera La Michi- lía, en Durango. Refiriéndose a esa reproduc- ción en cautiverio nos comenta el M. en C. Jorge Servín, investiga- dor del Instituto de Ecología, A.C., Centro Regional Durango: “En 1995 se logró incorporar a dicho programa un grupo repro- ductivo de lobos mexicanos que se mantenía en el zoológico de San Juan de Aragón y que no se habían tomado en cuenta para el programa binacional de repro- ducción en cautiverio. A estos animales se les hicieron rigurosas pruebas genéticas para confirmar que eran realmente Canis lupus baileyi. Cabe mencionar que los 2 lobos del zoológico de San Juan de Aragón se han reproducido exitosamente desde hace muchos años. El grupo de veterinarios a cargo del M.V.Z. Gerardo López Islas tuvo el acierto de mantener- los como grupos reproductivos, previendo que llegaría el momen- to en que se necesitaría incorpo- rar este grupo y su genoma a la población reproductiva fundado- ra. De la misma manera se incor- poró al programa otro grupo re- productivo de lobos mantenidos en el Ghost Ranch, en Arizona. Se tiene muy presente la necesi- dad de incorporar animales nue- vos al programa de reproducción. Se buscan de preferencia lobos que provengan del medio silves- tre, por lo que es muy importan- te para el éxito del proyecto lle- var a cabo la búsqueda de esos ejemplares silvestres”. Al parecer hasta el presente no se ha contado con un verdadero plan integrado cuya meta sea la preservación y reproducción del lobo gris mexicano. En la actua- lidad existen grupos conservacio- nistas, individuos, organizaciones gubernamentales, etc. muy inte- resados en esta subespecie. El Instituto de Ecología, A.C. ha mantenido desde 1982 un pro- grama pionero de investigación sobre Canis lupus baileyi. El maestro Servín nos explica al res- © Fulvio Eccardi pecto: “Este programa constitu- ye un esfuerzo real de conserva- ción in situ. Para ello se constru- yó en un bosque de pino y encino de la zona de distribución histó- rica del lobo mexicano en la Re- serva de la Biosfera La Michilía, en Durango, un corral cuya su- perficie es de 1.5 ha. Durante 13 años se mantuvo en este corral a un grupo de cinco lobos (tres ma- chos y dos hembras), de los que se obtuvieron importantes datos sobre el comportamiento social de esta subespecie. En 1993 mu- rieron los dos últimos lobos de es- te grupo. A partir de 1994 se al- bergó en este mismo lugar a una pareja del programa binacional de reproducción; la pareja se ha reproducido, con lo cual se han podido recabar importantes datos sobre reproducción y crecimien- to de esta subespecie. También se ha obtenido de la observación de estos animales información sobre su comportamiento social, sus in- teracciones en el grupo, vocaliza- ciones, crecimiento, conducta de caza, etc. Cada año a partir de 1986 se realizan salidas de cam- po para buscar lobos silvestres. Con técnicas adecuadas obtene- mos y confrontamos información de ataques recientes a ganado, avistamientos, aullidos, madri- gueras, huellas, excretas, etc. Consideramos muy importante La conabio apoyó el proyecto “Los mamíferos del estado de Durango, México”, dirigido por el M. en C. Jorge Servín, que obtuvo información, entre otras especies, sobre el lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi). detectar la presencia de este de- predador tan elusivo en esta por- ción de la Sierra Madre Occi- dental”. A principios de los años ochenta aún se podían encontrar lobos en Chihuahua, Sonora y Durango. Los lobos siempre han sido repudiados por los ganade- ros, quienes argumentaban que perdían sus becerros, vacas, caba- llos y burros por los ataques de estos cánidos, capaces de traspa- sar los cercados y acercarse has- ta los mismos ranchos para co- brar sus presas. También se les responsabilizaba de propagar la rabia a otros animales silvestres, iniciando así una cadena que lle- 3 El lobo mexicano vivía en la Sierra Madre Occidental, en los estados de Chihuahua, Sonora, Durango, Coahuila, Zacatecas, Jalisco y Aguascalientes, y su distribución llegaba hasta el Valle de México. gaba hasta los perros domésticos. Ambos argumentos fueron la ra- zón de que en los años cincuenta se les condenara al exterminio. Los acuerdos para llevar a ca- bo la campaña de erradicación del Canis lupus baileyi se tomaron entre las autoridades sanitarias de México y de Estados Unidos du- rante la Convención de Nogales, efectuada el 26 de abril de 1949 por la Asociación Sanitaria Fron- teriza Mexicano-Norteamericana, que promovió una campaña de envenenamiento con monofluo- roacetato de sodio, un veneno lla- mado “1080”. En la actualidad este veneno está prohibido en am- bos países dadas su potencia y pe- ligrosidad. Anteriormente los ga- naderos mataban a los lobos en- venenándolos con cianuro y estricnina, y con el uso de las trampas tradicionales. Los efec- tos y resultados de esa campaña no se hicieron esperar. En el área de Nacozari de García, en Sono- ra, por ejemplo, perecieron enve- nenados 4 600 coyotes y lobos; y en Nuevo Casas Grandes, en Chi- huahua, murieron 7 800 de estos animales. Sin embargo, según Jorge Servín, las cantidades exac- tas de coyotes y lobos muertos nunca se dieron a conocer, por lo que también se perdieron datos importantes de su abundancia, proporción de sexos, edades, etc. Pero la historia del exterminio del lobo es mucho más antigua. Probablemente comenzó con la introducción del ganado en Nor- teamérica tras la llegada de los europeos. Desde entonces se han usado contra ellos trampas, vene- no, armas, se han quemado sus madrigueras, sus hábitats se han modificado o desaparecido y las presas de las que se alimentaban escasearon hasta el extremo de obligarlos a acercarse a los ran- chos para depredar ganado. Y precisamente esta última acción es la que ha provocado desde tiem- pos antiguos la respuesta agresi- va de los ganaderos contra ellos, por lo que apoyaron la campaña de envenenamiento. Según cálculos del biólogo norteamericano Roy T. McBride, en 1980 sólo existían en México 50 lobos grises en libertad. Para esta pequeña población las pro- babilidades de supervivencia eran difíciles, dadas las condiciones al- teradas de sus hábitats y en oca- siones la poca posibilidad de elu- dir los disparos de los ganaderos. Incluso si estas situaciones hubie- ran sido superadas, la recupera- ción de las poblaciones del lobo gris mexicano tenían en contra otros factores, por ejemplo que probablemente estaban muy ale- jados unos individuos de otros, o que se diera el caso de cruza con los perros cimarrones, o que no fuera adecuada la proporción en- tre el número de machos y de hembras, y al no poder encontrar pareja se cruzaran con coyotes o perros salvajes. A principios de 1990 algunos autores considera- ban que apenas quedaban 10 lo- bos en libertad, aunque otros autores piensan que es muy difí- cil determinar la cifra de lobos sil- vestres. El lobo mexicano es la más pe- queña de las subespecies america- nas de Canis lupus. Miden, del hocico a la punta de la cola, alre- dedor de un metro y medio, y pe- san entre 20 y 40 kg. Su altura puede alcanzar hasta 75 cm. Su promedio de vida en cautiverio es de 14 años, y tan sólo se repro- ducen durante 8 años de su exis- tencia. En su ambiente se alimen- taban de venados, liebres y otras presas menores, aunque en los es- tómagos de algunos lobos caza- dos en el pasado se encontraron partes o trozos de vacas, burros, caballos y roedores. El color de su pelaje varía entre diversos to- nos de amarillo y se dice que los largos pelos de su cuello pueden erizarse al enfrentar alguna situa- ción de peligro, a lo que los espe- cialistas llaman “piloerección”, que no es más que la acción de erizar el pelo del lomo y la cola como parte de una exhibición 4 La Dirección General de Vida Silvestre de la semarnap ha promovido la creación del Comité Técnico Consultivo para la Recuperación del Lobo Gris Mexicano. Este Comité actuará como órgano de asesoría, consulta, coordinación y apoyo técnico al gobierno federal, sobre la estrategia que deberá desarrollarse para la recuperación y conservación del Canis lupus baileyi, así como también para la futura liberación de grupos familiares en áreas adecuadas con el fin de tener de nuevo poblaciones silvestres viviendo en libertad en nuestro país. conductual que denota agresión. Según una hipótesis del maes- tro Servín, el tamaño de las pre- sas que cazan los lobos depende del número de lobos que partici- pa en la cacería. Así, se piensa que un grupo grande de lobos ca- za animales más grandes, y un grupo pequeño caza presas de ta- lla menor. Se ha obtenido infor- mación de los llamados “trampe- ros”, que antiguamente trabaja- ban en los ranchos ganaderos colocando trampas para lobos, pumas, osos y coyotes, quienes aseguran que los lobos sólo ata- caban al ganado vacuno cuando estaban en grupos de más de sie- te individuos, porque necesitaban más carne para que el grupo so- breviviera. Dada la escasez actual de lobos silvestres en México, se piensa que sólo podrían andar, en el mejor de los casos, en grupos de cuatro o cinco individuos, o en parejas o solitarios. Y al estudiar lobos en cautiverio en La Michi- lía los científicos han observado que durante la caza los machos atacan directamente a la presa, mientras que las hembras sólo la acosan y no la atacan hasta que ya ha caído. Una de las estrategias emplea- das para la preservación in situ del lobo, es hacer extensas “jau- las” o corrales cercados con ma- lla ciclónica, donde los lobos pue- dan vivir en su ambiente natural en los territorios donde histórica- mente habitaban. Esos lugares deben tener la alimentación ade- cuada, agua suficiente y la vege- tación apropiada. Por supuesto, también deben contar con aten- ción veterinaria y con un progra- ma de vacunación preventivo. El objetivo final debe ser conservar esta especie y su hábitat para po- der garantizar su supervivencia a largo plazo. En áreas donde se han llevado adelante este tipo de proyectos se obtiene información biológica y ecológica sobre este depredador, que no fue estudia- do antes de su exterminio. Así se mantienen grupos sociales repro- ductivos y se crean los bancos de información, y se enriquecen los bancos de semen necesarios para 5 Se han obtenido pruebas indirectas que sugieren que en los estados de Durango y Chihuahua aún existe en libertad el lobo mexicano. © Fulvio Eccardi llevar adelante un adecuado pro- grama genético. Es fundamental que en la recuperación de este ma- mífero continúen participando con más recursos universidades, institutos de investigación, go- biernos estatales y federales, y or- ganizaciones no gubernamenta- les, así como también el sector privado y social. El Instituto Nacional de Eco- logía de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca ha mostrado gran interés en apoyar el plan de recuperación de esta subespecie. Actualmente tie- nen en la Dirección General de Vida Silvestre de este Instituto prácticamente terminado el docu- mento “Proyecto de conserva- ción y recuperación del lobo gris mexicano”. Alberto Aldama, subdirector de Programación y Apoyo de dicha Dirección nos di- ce: “En México existen en cauti- verio alrededor de 30 ejemplares de Canis lupus baileyi. Estos lo- bos se encuentran en los zoológi- cos de Chapultepec y de San Juan de Aragón en el Distrito Federal, y también en la Reserva de la Biosfera La Michilía, en Duran- go, en el Centro Ecológico de So- nora y en el Rancho Los Encinos, en Chihuahua. Estamos trabajan- do específicamente en la repro- ducción en cautiverio de la espe- cie, y en detectar sitios adecuados ecológicamente para reintroducir- la en la vida silvestre, en los que exista en la vegetación apropiada una comunidad sana y extensa de herbívoros (ungulados). Estos lu- gares deben estar alejados de ac- tividades humanas intensas, prin- cipalmente de la ganadería. Para ello la recuperación se está traba- jando en conjunto con personal de Estados Unidos y, aunque no se ha formalizado aún esa cola- boración, ya es un hecho.” A la par de los planes de re- producción y reintroducción de esta especie en su ambiente natu- ral debe llevarse a cabo un pro- yecto de educación ambiental, con objeto de mostrar a los ga- naderos y personas que residan en los bosques donde habiten los lobos la importancia que tienen depredadores como el lobo en el balance de las cadenas alimenti- cias, y además demostrarles el va- lor cultural de uno de los anima- les autóctonos de la fauna de México. El lobo mexicano, considera- do una especie en peligro de ex- tinción, requiere cualquier esfuer- zo necesario para que vuelva a ha- bitar en los pastizales y bosques del norte de México. Y así, cuan- do pobladores y ganaderos oigan el aullido de los lobos en la no- che, en lugar de terror, fobia o desprecio puedan sentir la satis- 6 LOBO COYOTE PERRO • * 41 ; ié . V V DELANTERA « • n .## ■. ♦ • . ## . A 5? TRASERA Huellas de lobos, coyotes y perros (tomado del libro The wolf in the Southwest, The Universlty of Arizona Press, 1992). facción de saber que un animal autóctono ha sido devuelto a su medio. "S Bibliografía Aldama Garisoaín, A., comunicación personal, enero de 1997. Brown, D.E. (editor), The Wolf in the Southwest. The Making of an En- dangered Species, The University of Arizona Press, Arizona, 1992. Cerdá Ardura, A., “La lenta agonía del lobo mexicano” en Especies en Peligro , noviembre de 1991. Cerdá Ardura, A. y F. Soberón Mo- barak, “Probabilidades de extinción del lobo mexicano mediante simu- laciones de cambio estocástico”, en Memorias del Primer Simposium Nacional sobre Lobo Gris Mexica- no (Canis lupus baileyi), Instituto Nacional de Ecología, México, 1994. 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Treviño Fernández, J.C., “El lobo mexicano. . . su futuro incierto”, en Memorias del Primer Simpo- sium. . . , Instituto Nacional de Eco- logía, México, 1994. En 1982 se dio inicio en México al Proyecto de Recuperación del Lobo Mexicano. En este plan se trabajaba con los llamados lobos de linaje certificado (con procedencia reconocida de esa subespecie), nacidos en cautiverio e hijos de auténticos ejemplares de Canis lupus baileyi. Sin embargo, ha tenido en contra aspectos como la poca variabilidad genética de los ejemplares con que cuenta, los escasos conocimientos que se tienen sobre su ciclo reproductivo, y la necesidad de estudios y recursos para llevar adelante la reintroducción de la especie al medio silvestre original. 7 DIEGO REY GADAS, JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ Y JUAN CRISTÓBAL LÓPEZ LA REFORESTACIÓN RURAL EN MÉXICO Reforestación de pinos en Michoacán. © Fulvio Eccardi La pérdida de cobertura ve- getal en México es un asunto que preocupa a todo el mundo. La desmedida tala que lleva a la des- trucción de los bosques hace que disminuya la producción de oxí- geno, se alteren los regímenes hi- drológicos y se pierda una parte importante de la diversidad bio- lógica. En respuesta a lo anterior se creó el Programa Nacional de Re- forestación (pronare). Por me- dio de este programa se coordina la mayoría de las plantaciones de árboles en el país; pero, en muchas ocasiones, no existe sufi- ciente información sobre los re- querimientos ecológicos de las es- pecies que se emplean, ni se cuen- ta con los datos necesarios acerca de las zonas más adecuadas para el buen crecimiento de las espe- cies plantadas. Con el fin de obtener esa in- formación, la conabio —en coordinación con el pronare— está llevando a cabo el proyecto “Sistema de apoyo a la toma de decisiones para la reforestación rural en México”. Este sistema ayudará a establecer los planes futuros de reforestación, toman- do en cuenta no sólo los requeri- mientos ecológicos mencionados más arriba sino también los as- pectos económicos y sociales a corto y mediano plazos que se de- rivarán de los diversos usos de las especies reforestadas. En este programa se recomien- da reforestar con plantas nativas, lo que ayudará a la conservación de la biodiversidad, a la preser- vación del germoplasma y a lo- grar una mayor capacidad de adaptación de las especies a los si- tios en que se planten. El progra- 8 Es importante reforestar en cada zona con las especies adecuadas para esa zona en particular. Vivero de palma chate en Veracruz. © Fulvio Eccardi El Programa Nacional de Reforestación (pronare) es un organismo descentralizado de la Secretaría de Desarrollo Social que cuenta con recursos humanos y conocimientos técnicos en todo el país. Para la producción de las plantas, el pronare coordina las ma parte del principio de que la reforestación de las zonas rurales debe considerarse una actividad de restauración ambiental y de conservación in situ de la biodi- versidad. Los requerimientos ecológicos de las especies se determinan to- mando en cuenta ciertas varia- bles, entre ellas las características de esas especies, su distribución histórica (obtenida de la base de datos de los principales herbarios y/o colecciones de México); el análisis de las bases de datos in- ternacionales de especies útiles actividades de viveros oficiales dependientes de varias instituciones federales y estatales, además de coordinar otros a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (sedeña), y algunos más pertenecientes a organizaciones campesinas. Vivero de encinos en el Ajusco. © Fulvio Eccardi 9 Viveros y regiones donde se reforestará con las plantas allí propagadas. En la actualidad ya se han determinado los requerimientos ecológicos de las especies recomendadas como útiles para la reforestación del estado de Morelos, así como las áreas de influencia (áreas donde se debe reforestar con las plantas de los viveros) y las áreas potenciales (superficies adecuadas para reforestar con determinadas especies). El Programa Nacional de Reforestación coordina la producción de plantas de 378 viveros. Zonas adecuadas para el crecimiento del árbol del nanche (Byrsonima crassifolia). Zonas adecuadas para el crecimiento del pino real ( Pinus montezumae). para la reforestación, que inclu- yan especies nativas de México o con requerimientos ecológicos si- milares a las de especies de nues- tro país; revisiones bibliográficas y experiencias empíricas de pro- fesionales y técnicos dedicados a la producción de plantas para la reforestación. También se anali- zan las condiciones climáticas, edáficas y topográficas. Cada vivero donde se propa- guen las especies que se utilizarán para la reforestación beneficiará a determinadas áreas, en las que se han considerado aspectos co- mo las vías de comunicación, las fuentes de energía, la mano de obra, la capacidad de produc- ción, etc. También se tendrá en cuenta la disponibilidad de ger- moplasma en el vivero, las unida- des ecológicas que lo circundan y los tipos de vegetación predomi- nante. Así, tras un análisis en el que se utilizan también los siste- mas de información geográfica (SIG) se escogerán las áreas idea- les donde debe plantarse cada especie. El PRONARE coordina la pro- ducción de plantas de 378 viveros; en 1996 se propagaron en ellos 318 especies de árboles y arbus- tos, más de la mitad de las cuales son mexicanas A 10 ISABEL CRUZ, EDUARDO MARTÍNEZ, ENRIQUE MUÑOZ Y FRANCISCO VÁZQUEZ LA B I o : s INFORMi Los sistemas de información geográfica (SIG) son una herra- mienta muy útil en las investiga- ciones de las ciencias naturales. En el estudio de la biodiversidad, por ejemplo, permiten represen- tar cartográficamente la distribu- ción y la abundancia de las espe- cies tanto en el ámbito regional como en el nacional, lo que con- tribuye al conocimiento de las di- ferentes zonas biogeográficas y de las regiones con alta biodiversi- dad o con endemismos. Median- te los SIG se puede evaluar de una manera geográfica la infor- mación y el conocimiento acerca de la biodiversidad con que cuen- ta nuestro país. El “mapeo” de la biodiversi- dad facilita el reconocimiento de las regiones donde es prioritario establecer un programa de con- servación, apoya las investigacio- nes para el aprovechamiento de los recursos naturales y los estu- dios sobre aquellas regiones don- de la información biológica es es- casa. Al presentar en un mapa de México la distribución de los di- ferentes grupos taxonómicos es evidente que existen regiones prácticamente inexploradas en lo que a información biológica se refiere. Los sistemas de información geográfica surgieron debido a la necesidad de almacenar, manipu- ) I V E R S I D A D Y LOS ISTEMAS DE lCIÓN GEOGRÁFICA lar y desplegar la información proveniente del mundo real. La cartografía automatizada apare- ció en la década de los sesenta y consistió en la elaboración de ma- pas por computadora. En sus ini- cios estos sistemas fueron conce- bidos como medios de almacena- miento, diseño y reproducción de cartografía; sus objetivos inicia- les fueron, entre otros: abaratar costos de producción y reproduc- ción de mapas, elaborar mapas de acuerdo con las necesidades espe- cíficas de un usuario, crear ma- pas sombreados, en tres dimen- siones, etc. ¿De qué manera los sistemas de información geográfica pue- den ayudar a crear y aplicar mo- delos y escenarios sobre la biodi- versidad de México? Con base en la distribución histórica de las es- pecies y mediante diversos pro- gramas del sistema de informa- ción geográfica se puede llegar a establecer modelos de la distribu- ción potencial de animales, plan- tas y hongos, es decir, podría sa- berse qué superficies son adecua- das para albergar esas especies. Estos modelos nos permitirán por una parte establecer con cierto grado de confiabilidad la ubica- ción de un determinado grupo ta- xonómico y por otra establecer pautas para estimular la investi- gación biológica en zonas donde probablemente se encuentra un determinado grupo de organis- mos. Llevar adelante estos traba- jos dará apoyo a los proyectos que se interesen en la investiga- ción taxonómica en esas regiones. El éxito de estos trabajos depen- de hasta cierto punto de la cali- dad de la información disponible, de la capacidad de procesamien- to del programa que se utilice, del tipo de computadoras con que se cuente y sobre todo de la creati- vidad humana. Otro ejemplo de la utilidad de los sistemas de información geo- gráfica para resolver los proble- mas ambientales es el caso de la deforestación. En los estudios de deforestación los SIG pueden ayudar a construir mapas que muestren la pérdida de masa fo- restal, describan la tasa de defo- restación actual y predigan los es- cenarios donde la deforestación puede llegar a ser mayor o menor que la tasa actual. Esto permiti- ría desarrollar hipótesis acerca de la pérdida de la biodiversidad se- gún diferentes tasas de deforesta- ción. Este aspecto tiene una im- portancia fundamental, ya que permite presentar argumentos que ayuden en la toma de decisio- nes sobre el aprovechamiento de los recursos naturales por parte de los sectores gubernamental y privado. 11 Pasos básicos en el empleo de un sistema de información geográfica: entrada, manejo, análisis y salida de datos Entrada de datos. La entrada de datos consiste en el ingreso de la información al sistema y es uno de los procesos que requiere mayor tiempo y dedicación, ya que muchas veces se trabaja con una gran cantidad de información. La digitalización, las tablas de datos, y los mapas escaneados, entre otros, son ejemplos de formas de ingreso de datos al sistema. Los datos deben tener como característica principal la geo-referencia, es decir, estar referidos a un sistema de coordenadas convencional. Manejo de datos. El componente de manejo de datos incluye aquellas funciones necesarias para almacenar, recuperar y procesar la información en el sistema. Existe una gran variedad de métodos para organizar los dalos en los sistemas; por ejemplo, topológico, que consiste en establecer la relación espacial de los elementos en el mapa digital. Análisis de la información. Permite establecer relaciones espaciales entre diferentes temas (álgebra de mapas) por ejemplo, la sobreposición, con el objeto de generar nueva información para la SELECCIÓN Y PREPARACIÓN DE INFORMACIÓN CARTOGRÁFICA I I ASIGNACIÓN DE > PROYECCIÓN CARTOGRÁFICA BASE DE DAT0S GEOGRÁFICOS 2 I 3 creación de escenarios, dependiendo de las necesidades del usuario. Salida de datos. Es el producto de los procesos anteriores y consiste en la obtención de formatos digitales, mapas impresos y bases de datos. Secuencia de uso de un sig. (Tomado parcialmente del libro Understanding GIS, esri. 1990). 12 Los SIG también pueden de- sempeñar una tarea importante en la creación y evaluación del Sistema de Áreas Naturales Pro- tegidas y de las áreas prioritarias para la conservación, pues facili- tan el análisis de estas áreas des- de un punto de vista multitemá- tico. Es decir, permiten combinar diversos temas, como la vegeta- ción potencial de las áreas, los ti- pos de suelo y su uso actual, las características urbanas o rurales, la distribución y abundancia de las especies, etc. De esta manera se pueden establecer los límites de dichas áreas, así como sugerir su ordenamiento ecológico y acon- sejar la forma adecuada de su ex- plotación. La conabio cuenta con dos sistemas de información geográ- fica. Uno de ellos, llamado Are/ Info, puede operarse en compu- tadoras personales y en otras más complejas y de mayor capacidad, conocidas comúnmente como es- taciones de trabajo. El otro sis- tema es Intergraph, que se utili- za únicamente en las estaciones de trabajo. Ambos sistemas se em- plean para el análisis geográfico de mapas y de sus atributos co- mo puntos, líneas o polígonos que señalen, por ejemplo, puntos de colectas, líneas de ríos y carre- teras, polígonos de áreas priori- tarias para la conservación, etc. 1. Mantenimiento y análisis de la información espacial Transformación de datos Es la capacidad del sistema para importar y exportar información de y a otros sistemas. Corrección geométrica Se refiere a la asignación de coordenadas a los mapas, de tal manera que al ser sobrepuestas sobre otro mapa exista coincidencia. Transformación de proyecciones Capacidad de transformar la base cartográfica en diferentes proyecciones. 2. Mantenimiento y análisis de la información no espacial Funciones para la edición de atributos Funciones para establecer condiciones y búsquedas La información no espacial puede ser analizada y transformada en función de las necesidades del usuario. Con base en ciertos criterios que establece el usuario se puede generar nueva información utilizando la ya existente. 3. Análisis integrado de información Selección, clasificación y medición Sobreposición de mapas Interpolación y no espacial Estas opciones se utilizan para el despliegue de la información tal como fue introducida al sistema. Se trata de una de la funciones quizá más importantes, ya que con ella se genera nueva información espacial de acuerdo con las necesidades del usuario, utilizando dos o más capas de información. Con esta función se busca establecer los valores de locaciones a partir de una serie de valores vecinos. 4. Formato de salida Salida de datos o productos La información producida en un sig puede ser impresa en forma de mapas o tablas. FUENTE: Palacio P , José Luis (1992). Introducción a los sistemas de información geográfica, Instituto de Geografía, unam, México. FUNCIONES DE UN SIG Y CREACIÓN DE MODELOS Dentro de las características de manejo y análisis de la información en un sig es importante definir la capacidad que tiene el sistema para generar nueva información, y para ello es necesario conocer sus funciones analíticas, que se muestran en el cuadro. 13 La capacidad de los sig para analizar y transformar la información espacial permite la creación de escenarios, es decir, construir modelos a partir de la evaluación de la información. En los escenarios se pueden modificar las variables, de forma que se pueden obtener escenarios probables, factibles o deseables; estos resultados son utilizados para conocer las condiciones actuales o para predecir los fenómenos estudiados TOPOGRAFÍA SUELOS TEXTURA ISOYETAS USO DEL SUELO Ecuación universal de pérdida de suelo RESULTADO MAPA EROSIÓN En la Subdirección de Siste- mas de Información Geográfica de la conabio se está trabajan- do actualmente en la revisión de los proyectos que comprendan la cartografía digital editada por computadora. Sin embargo, con- viene reducir el número de pasos de esta actividad, por lo que se tiende a la personalización de los sistemas con sus respectivos len- guajes de programación, lo que permitirá escoger la información que se necesite. La personalización del sistema consiste en agrupar una serie de instrucciones en un programa que, al ejecutarlo, nos reducirá tanto el proceso como el tiempo que se emplea para estas tareas. Por ejemplo, con el sistema Arc/info el lenguaje de progra- mación sería el Are Macro Lan- guaje (aml), con el que se puede optimizar de manera general el desempeño de todo el procedi- miento. Entre los trabajos espe- cíficos que se realizan se cuentan los análisis del medio físico (por ejemplo climas y modelos digita- les del terreno) y del medio bio- lógico (por ejemplo la distribu- ción de diferentes especies). Por otra parte, en colaboración con el Instituto de Geografía de la UNAM se analizan las imágenes de saté- lite para el conocimiento de la ve- getación en el territorio nacional. Todo lo anterior nos permitirá hacer una evaluación, tanto re- gional como nacional, del estado de la biodiversidad. % Bibliografía Burrough, P.A., Principies of geo- graphical information system for land resources assessment. Claren- don Press, Oxford, 1987. (Jnderstanding ais: The Arc/info Method, esri, 1990. Maurer, A.B., Geographical popula- tion analysis: tools for the analysis of biodiversity, Blackwell Scientific Publications, 1994. Palacio, J.L., Introducción a los sis- temas de información geográfica. Instituto de Geografía, unam, Mé- xico, 1992. Tivy, J., Biogeography: a study of plants in the ecosphere, Longman Scientific & Technical Publishers, 1993. Toledo, V.M., “La diversidad bioló- gica de México” en Ciencia y De- sarrollo, núm. 81, año XIV, 1988. 14 LIBROS LIBROS LIBROS LIBROS LIBROS CHIPINQUE Los VISITANTES del Parque Ecológico de Chipinque cuentan ahora con la Guía de campo pa- ra las aves de Chipinque. Este parque, de 1 624 hectáreas, está ubicado en las alturas del muni- cipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León, dentro del Par- que Nacional Cumbres de Mon- terrey. El lugar ofrece diversos ambientes dada su accidentada topografía, y está poblado por di- ferentes comunidades vegetales. Su nombre, Chipinque, proviene del vocablo náhuatl chipini que significa caer gota a gota. Las autoras de la guía, María de la Luz Sada de Hermosillo, Blanca López de Mariscal y Lin- da Sada de Rosenzweig, recopi- laron la información necesaria so- « bre las aves más abundantes en la región con el fin de que las per- sonas que visitan el parque pue- * dan familiarizarse con ellas, y em- pezar a conocerlas e identificar- las. La descripción de cada ave incluye datos sobre su hábitat, su voz, si es residente o visitante temporal, sus características físi- cas, distribución y comporta- miento. La guía también incluye una interesante tabla con la cla- sificación de las aves por tamaño, lo que permite al visitante ubicar más fácilmente la especie que le interese. La guía, de 129 páginas y un Guía de Campo para las Aves de CHIPINQUE María de la Luz Sada de Hermosillo • Blanca López de Mariscal • Linda Sada de Rosenzweig Ilustrado por: Lorenzo Rosenzweig formato fácil de manejar por los observadores de aves, tiene una atractiva portada realizada por Lorenzo Rosenzweig, ilustrador también de las 50 especies de aves que aparecen en el volumen. Es- tas detalladas ilustraciones a co- lor son fundamentales para la identificación de las especies en el campo. Editada con los auspicios de la conabio, la Guía de campo pa- ra las aves de Chipinque es otro aporte al conocimiento de la di- versidad ornitológica del país, y un paso más en la divulgación de la fauna mexicana. "\ 15 UNESCO Diversity as a Resource: Relations between Cultural Diversity and Environment-Oriented Society del 6 al 10 de abril de 1997 Informes: Cooperative Técnico Scientifiche Di Base a R.L. (COBASE), Via Vitorchiano 23, 000189, Roma, Italia. Tel. (396) 333 0078 y (396) 333 8552 Fax (396) 333 0081 ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE PARQUES ZOOLÓGICOS, ACUARIOS Y AFINES (ALPZA) VII Congreso Latinoamericano de Zoológicos, Acuarios y Afines “La nueva gestión de los zoológicos para la conservación’’ del 16 al 20 de abril de 1997 Informes: Fernando Pacheco M. VII Congreso de ALPZA. 11 Oriente 2407, Col. Azcárate, 72007, Puebla, México Tel. (22) 358713, 358718 y 358700 Fax (22) 358607 Correo electrónico: cbsgmex@noc.pue.udlap.mx cíp UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA A North American Workshop: Towards a hierarchical microscale ecological classification for the sustainable management of terrestrial ecosystems Informes: Dr. José de Jesús Molina Ruiz. Universidad Autónoma de Chihuahua. Dirección, Investigación y Postgrado. Chihuahua, Chih., México Tel. (14) 13 37 65 Fax (14) 14 44 96 Correo electrónico: jmolina@uachih.uachnet.mex ASOCIACIÓN ETNOBIOLÓGICA MEXICANA, A.C. II Congreso Internacional de Etnobotánica 97: “La etnobotánica como base del manejo sustentable de la diversidad vegetal” del 12 al 17 de octubre de 1997 Informes: M. en C. Juan Manuel Rodríguez Chávez, presidente de la Asociación Etnobiológica Mexicana, A.C., Facultad de Ciencias, UNAM, 04510, México, D.F. Tel. (915) 622 4878 Fax (915) 616 0451 COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD La conabio es una comisión intersecretarial dedicada a coordinar y establecer un sistema de inventarios biológicos del país, promover proyectos de uso de los recursos naturales que conserven la diversidad biológica y difundir en los ámbitos nacional y regional el conocimiento sobre la riqueza biológica del país y sus formas de uso y aprovechamiento. COORDINADOR NACIONAL: José Sarukhán Kermez SECRETARIA TÉCNICA: Julia Carabias Lillo SECRETARIO EJECUTIVO: Jorge Soberón Mainero ^¿HtlVERSITAS El contenido de Biodiversitas puede reproducirse siempre que la fuente sea citada. COORDINADOR: Fulvio Eccardi ASISTENTE: Emma Romeu eromeu@xolo. conabio. gob.mx diseño: Luis Almeida y Ricardo Real PRODUCCIÓN: Redacta, S.A. de C.V. Fernández Leal 43, Col. Barrio de la Concepción, Coyoacán, 04020 México, D.F. Tel. y fax 554 1915, 554 4332, 554 7472, http://www.conabio.gob.mx Registro en trámite.