LA CIENCIA EN EL COMBATE AL COMERCIO ILEGAL DE ESPECIES PÁG.8 Desde tiempos remotos los seres humanos hemos he- cho uso de la biodiversidad, y dependemos en gran medi- da de ésta para nuestra supervivencia. Desde los alimentos que consumimos y la ropa que utilizamos, hasta medicinas y materiales de construcción, buena parte de los productos que utilizamos a diario son derivados de plantas y ampía- les silvestres. A éstos podemos añadir plantas ornamenta- les, mascotas y animales de exhibición, entre otros. Gran parte de estos productos son consumidos en el país de origen, pero muchos otros son obtenidos o producidos en un lugar y luego comercializados hacia otras partes del mundo. En general, regiones como África, Asia, Centro y Suramérica, son fuentes importantes de ejemplares, pro- ductos y derivados de vida silvestre para otras regiones co- mo Europa y Norteamérica. Jorge G. Álvarez Romero, Hesiquio Benítez Díaz y Adán Oliveras de Ita* CITES: UN CONVENIO PARA PROTEGER PLANTAS Y ANIMALES AMENAZADOS POR EL COMERCIO ILEGAL Se estima que el comercio interna- cional de flora y fauna silvestres produce miles de millones de dóla- res anualmente y está compuesto por cientos de miles de especíme- nes, entre organismos vivos, partes, productos y derivados. Este comer- cio rebasa las capacidades de los países y por lo tanto su regulación requiere la cooperación internacio- nal para evitar que sea una amenaza para las especies silvestres. Las presiones derivadas del co- mercio internacional y la falta de re- gulación de éste son factores que, sumados a otros como la pérdida de hábitat, han contribuido a la reduc- ción significativa de las poblaciones de muchas especies, algunas de las cuales se encuentran hoy en peligro de extinción. No obstante, cabe mencionar que gran parte del co- mercio de vida silvestre ocurre den- tro de los países y por lo tanto tam- bién requiere medidas nacionales que, de manera coordinada con la regulación del comercio internacio- nal, aseguren su conservación. ¿Qué es la cites? La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenaza- das de Fauna y Flora Silvestres (CI- TES por sus siglas en inglés) es un tratado internacional que se firmó en 1973 en Washington, D.C. Nace a raíz de la preocupación por el im- pacto del comercio internacional en la flora y fauna silvestres y de reco- nocer que la cooperación internacio- nal para su control es fundamental para proteger especies que son o pueden ser afectadas por el comer- cio. El objetivo de la CITES es la re- gulación del comercio internacio- nal, al mismo tiempo que promueve la conservación y el aprovechamien- to sustentable de la vida silvestre. De acuerdo con su Secretaría, desde que entró en vigor, ninguna especie pro- tegida por ésta se ha extinguido co- mo consecuencia del comercio in- ternacional. Actualmente, la CITES es uno de los acuerdos sobre conser- vación más grandes e importantes, y cuenta con 162 países miembros (partes) entre los que se encuentra México, país que se adhirió a la Convención en 1991. ¿Cómo funciona la CITES? La CITES proporciona un marco ju- rídico internacional en el cual se es- tablecen los procedimientos que deben seguir los países para la regu- lación efectiva del comercio inter- nacional de las especies incluidas en sus tres apéndices. Esto significa que la Convención no prohíbe como tal el comercio internacional de plantas y animales silvestres, sino que lo regula, sometiendo el comer- cio de las especies más amenazadas a regulaciones más estrictas. En es- te sentido, la CITES no invalida ni afecta la legislación interna de los estados-parte, apoyándose y depen- diendo de ésta para su implementa- ción; en la medida en que ésta y las medidas de control comercial y aprovechamiento sustentable sean efectivas, la Convención podrá al- canzar sus objetivos. Los apéndices cites Las especies amparadas por la cites están incluidas en tres apéndices (listas) que proveen un grado de pro- tección progresivo, de acuerdo con el grado de protección que requie- ran, siendo el Apéndice I el más res- trictivo. El Apéndice I incluye especies consideradas en peligro de extin- ción que son o pueden ser afectadas por el comercio internacional y, por lo tanto, éste deberá sujetarse a una reglamentación muy estricta. El Apéndice II incluye especies que si bien no se encuentran en peligro de extinción actualmente, pueden lle- gar a esta situación si no se regula su comercio internacional. Este apén- dice también incluye especies que no son afectadas por el comercio, pero deben sujetarse a las mismas medidas para facilitar el control de las primeras; por ejemplo, si se tra- ta de especies parecidas y que son difíciles de diferenciar. Finalmente, el Apéndice III incluye especies que son de interés para su conservación para alguna de las partes y que se en- cuentran bajo protección legal den- 2 Número aproximado de especies de todo el mundo incluidas en cites a- 3 «Ir Apéndice Fauna Flora Total Ap. 1 600 300 900 Ap. II 1 400 22 000 23 400 Ap. III 270 30 300 Total 2 270 22 330 24 600 tro de su jurisdicción y por lo tan- to necesitan la cooperación del resto de los países para que el co- mercio internacional no afecte sus poblaciones. La autorización para el comer- cio de especies incluidas en el Apéndice I sólo se da en circuns- tancias excepcionales, mientras que las especies incluidas en los Apéndices II y III pueden ser co- mercializadas bajo ciertas condi- ciones y medidas de control. El elefante africano (Loxodonta africana), emblema de la Convención, es una de las especies animales más controversiales, afectada principalmente por el comercio de marfil. Sus poblaciones están protegidas por cites en los Apéndices I y II. © Marco Pineda, Banco de Imágenes de la conabio. ¿Cómo regula la cites el comercio internacional? La regulación del comercio inter- nacional de especies CITES está ba- sada en un sistema de permisos y certificados (emitidos por las par- tes involucradas) que se otorgan cuando se cumplen ciertas condi- ciones. La principal condición es asegurar que dicha operación co- mercial no representa un riesgo o amenaza para la especie. Median- te un análisis de la situación pobla- cional de la especie y larevisión de los programas de aprovechamien- to y manejo de sus poblaciones es. posible evaluar la conveniencia de autorizar su exportación. Debe ve- rificarse también que la obtención, producción o aprovechamiento de la especie cumpla con las disposi- ciones especificadas en la legisla- ción referente a vida silvestre del país exportador. Para el caso de México, la Ley General de Vida Silvestre (LGVS), la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Pro- tección al Ambiente (LGEEPA) y la Norma Oficial Mexicana que esta- blece las categorías de riesgo para especies nativas de México (NOM- 059-ECOL-2001) son los instru- mentos legales que buscan la con- servación y el aprovechamiento sustentable de la flora y fauna na- cionales. Dicha legislación pro- porciona los lineamientos por me- dio de los cuales se regula el cui- dado, el uso y la conservación de las especies silvestres del país. Existen básicamente cuatro tipos de permisos o certificados CITES: exportación, importación, reexportación e introducción pro- cedente del mar. Todo espécimen de especies incluidas en cualquie- ra de los tres apéndices requiere uno de estos permisos, según el caso. Existen además certificados de origen, necesarios para identi- ficar la procedencia de los embar- ques de especies incluidas en el Apéndice III. Dentro de las medidas de con- trol que aplica la CITES se pueden establecer cuotas o cupos, pro- puestas por los estados que expor- tan los especímenes. Las cuotas son las cantidades máximas que pueden ser exportadas desde de- terminado país y están dadas en distintas unidades, por ejemplo número de ejemplares (Ej. 100 pe- ricos) o peso (kg) permitidos y son muy variables, dependiendo de la especie, el país y el estatus de con- servación de la especie. Estas cuo- 3 Los préstamos, donaciones o intercambios no comerciales de especímenes, como ejemplares de museo y muestras biológicas para investigación, están exentos de las regulaciones establecidas por cites, siempre que sean debidamente registradas ante la Autoridad Administrativa correspondiente. tas especifican las formas (trofeos, semillas, pieles, individuos vivos, etc.) en que pueden ser comerciali- zados los especímenes y deben estar basadas en estudios del estado de conservación (poblacionales, hábi- tat, etc.) y de manejo de sus pobla- ciones. En ocasiones, si lo amerita el estatus de conservación de la espe- cie, se pueden aplicar cuotas cero de exportación como medida de control y en estos casos la exportación de la especie queda restringida, en tanto no sea modificada la cuota. Excepciones En algunos casos es posible exentar de ciertas restricciones al comercio de especies incluidas en los apéndi- ces, dependiendo sobre todo del ori- gen y la finalidad del intercambio de los especímenes. En estos casos un permiso especial será emitido en vez de los permisos de exportación, importación o reexportación. Algu- nos ejemplos de lo anterior son ani- males criados en cautiverio o plan- tas reproducidas artificialmente, ejemplares destinados a la investi- gación científica (Ej. intercambio de ejemplares de museo o muestras biológicas), animales o plantas que forman parte de colecciones o exhi- biciones itinerantes, como circos, y ejemplares destinados a programas de conservación de la especie (Ej. reintroducción, programas de repro- ducción asistida, etc.), entre otros. ¿Cómo opera CITES? La Conferencia de las Partes (CdP) es el órgano máximo de la CITES y está formada por todos los países que son parte de la Convención. La CdP se reúne cada dos a tres años y agrupa a representantes de todos los países y observadores de organis- mos internacionales y ONG, tales co- mo PNUMA, FAO, WWF, UICN, Traf- ile, wwc, Greenpeace, entre otros. En la CdP se define el rumbo que deberá seguir la Convención, se orienta a los países para la interpreta- ción y aplicación de la misma y se realizan las enmiendas a los procedi- mientos de instrumentación y a las listas de especies (apéndices). De es- te modo, los apéndices son revisados y modificados periódicamente, con base en propuestas de las partes, que son aprobadas o rechazadas por la CdP. Es decir, qué especies se inclu- yen, cambian de categoría o se exclu- yen de los apéndices y por lo tanto ba- jo qué nivel de protección deben estar. ¿Cómo funciona la cites en el ámbito nacional? El funcionamiento de la CITES de- pende de la instrumentación efectiva de sus disposiciones por parte de ca- da una ele las partes. Para lograr lo an- terior, cada país define una Autoridad Administrativa y una o más autorida- des científicas, que son reconocidas por la Convención y cuyas funciones están definidas claramente. Las autoridades CITES La Autoridad Administrativa (aa) es la encargada de emitir los permi- sos o certificados, llevar registro de éstos y presentar informes sobre el comercio en ese país, manteniendo comunicación constante con los otros órganos de la CITES. Otras ac- tividades representativas que reali- za la AA son el análisis estadístico de importaciones, exportaciones y re- exportaciones, la operación de los centros de rescate y rehabilitación de individuos vivos confiscados y la gestión para la repatriación de espe- címenes decomisados. Una de las metas más importantes que debe buscar la AA es conseguir la vincu- lación y coordinación de las dispo- siciones de la CITES con la legisla- ción y los programas nacionales de conservación de la vida silvestre, de tal manera que la regulación del co- mercio internacional repercuta de manera efectiva en la conservación de la especies. La Autoridad Científica (AC) tie- ne la función de asesorar a la AA en materia de extracciones no perjudi- ciales y otros aspectos científicos, dictaminar las solicitudes de permi- sos y certificados para especies in- cluidas en los apéndices I y II y re- visar las propuestas de enmiendas a los apéndices a ser tratadas en la CdP. Durante este proceso la AC nor- malmente se apoya en asesores en materia de flora y de fauna y consul- 4 La guacamaya roja ( Ara macad) es.una de las especies más apreciadas en el mercado internacional de mascotas y se encuentra en peligro de extinción, por lo que fue incluida en el Apéndice 1. © Marco Pineda, Banco de Imágenes de la conabio. tacón grupos de expertos. Otras fun- ciones importantes que realiza la AC son la promoción de la investiga- ción, la organización de foros y reu- niones para el análisis de la situación de las especies CITES y el diseño y actualización de bases de datos con información de las especies CITES. Las autoridades CITES en su con- junto deben trabajar de manera con- tinua para la aplicación efectiva de las disposiciones de la Convención y participan en los diferentes foros por medio de sus representantes. ¿Qué pasa cuando no se cumplen las disposiciones de la cites? De manera general, el primer paso consiste en el aseguramiento (deco- miso) temporal de los embarques y, de acuerdo con la legislación nacio- nal de los diferentes países, la apli- cación de sanciones (económicas, penales, etc.) a los individuos o gru- pos involucrados en el comercio ile- gal de los especímenes. Una vez ase- gurado el embarque y dependiendo del tipo de especímenes de que se trate, éstos pueden ser repatriados al país de origen, enviados a centros de recuperación de especies silvestres, donados a colecciones científicas o zoológicos, o destruirlos. Normalmente los individuos vi- vos decomisados no pueden ser reintroducidos al medio silvestre por múltiples causas. Entre las prin- cipales se encuentran la dificultad de reconocer el origen preciso de los especímenes, el riesgo de introducir enfermedades o genes exóticos a la población en la que serán introduci- dos y su incapacidad para sobrevi- vir en el medio silvestre. ¿Qué especies están incluidas en los apéndices de la cites? La CITES incluye dentro de sus apén- dices alrededor de 30 000 especies de animales y plantas de todo el mundo. Las especies incluidas en los apéndices no necesariamente co- rresponden con las listas de especies en peligro de extinción del mundo, pues los apéndices solamente con- templan aquellas que están o pueden ser amenazadas por el comercio in- ternacional. Entre las especies o grupos de especies animales más representa- tivos de la CITES se encuentran ele- fantes, felinos, cetáceos, primates, loros y pericos, aves rapaces, coco- drilos, serpientes, tortugas, ranas, peces de acuario, arañas, mariposas, moluscos y corales. Las formas en que estas especies son comercializa- das varían mucho y pueden ser des- de individuos vivos para mascotas o exhibición, hasta trofeos de caza y muestras de tejido. Entre las plantas destacan cactá- ceas y suculentas, orquídeas, árbo- les ornamentales y especies made- rables. Las formas en que pueden comerciarse estas especies es muy variable: desde polen, semillas, flo- res, madera, bulbos y frutos, hasta individuos vivos o derivados (ex- tractos, resinas, muebles, etc.). Conclusiones La efectividad de la CITES para re- gular el comercio internacional y promover la conservación de las es- pecies incluidas en sus apéndices depende de su implementación en el ámbito nacional. Por lo tanto, son los países miembros quienes deben tomar las medidas necesarias para realizar programas de inspección y vigilancia efectivos en sus fronteras, puertos y aeropuertos y los respon- sables de promover el aprovecha- miento sustentable de la vida silves- tre y asegurar el funcionamiento adecuado de los establecimientos de reproducción artificial o en cautive- rio. Del mismo modo, deberán tra- tar de identificar a los responsables 5 Todos los colibríes están incluidos en el Apéndice II (familia Trochilidae). El comercio internacional de aletas de tiburón, altamente cotizadas en la cocina internacional, constituye una amenaza para la conservación de algunas especies. del comercio ilegal (redes de tráfi- co) y a los grupos involucrados di- rectamente en su extracción del me- dio silvestre. La participación de la sociedad, mediante sus distintos actores, es fundamental para que la CITES al- cance sus objetivos. En particular, la participación de la academia debe ser muy activa, ya que sólo por me- dio de investigaciones que incre- menten el conocimiento sobre el es- tado de conservación de las especies será posible tomar medidas de con- servación y de control fundamenta- das. Por su parte, las autoridades gu- bernamentales deberán continuar trabajando de manera cercana con la sociedad para mejorar la difusión y el intercambio de información y se- guir recibiendo asesoría del sector académico. Finalmente, los particu- lares involucrados en el aprovecha- miento e intercambio comercial de vida silvestre deben cumplir con las disposiciones de la Convención y apoyar en la medida de lo posible en el financiamiento de las investiga- ciones que permitan evaluar el im- pacto de las actividades productivas y comerciales. La CITES es un instrumento que directa o indirectamente atañe a to- dos nosotros, ya sea que compremos mascotas o plantas ornamentales, utilicemos artículos y productos de- rivados de vida silvestre o estemos directamente relacionados con su comercio. Corresponde a todos no- sotros asegurarnos de cumplir con las disposiciones establecidas en la Convención, contribuyendo así a la conservación de la biodiversidad mundial. \ T * Dirección de Enlace y Asuntos Internaciona- les, CONABIO. Bibliografía Hutton, Jon y Barnabas Dickson (eds.). 2000. Endangered Species Threate- ned Convention: The Past, Present and Future of CITES. Earthscan, Lon- dres. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. 1988. Diario Oficial de la Federación 28/01/1988. México, www.semamat. gob.mx/marcojuridico/federal/ legeepa.pdf Ley General de Vida Silvestre. 2000. Diario Oficial de la Federación 03/07/2000. México, www.semamat. gob.mx/vs/lgvs.shtml Norma Oficial Mexicana NOM-059- ECOL-2001. Protección ambiental. - Especies nativas de México de flora y fauna silvestres. Categorías de ries- go y especificaciones para su inclu- sión, exclusión o cambio. Lista de especies en riesgo, www.ine.gob. mx/ueajei/norma59a. html Sánchez, O., M. A. Pineda, H. Benítez, B. González y H. Berlanga. 1998. Guía de identificación para las aves y mamíferos silvestres de mayor co- piercio en México protegidos por CI- TES. Semamat-Conabio, México. Secretaría de la Convención sobre el Co- mercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Sil- vestres (CITES). 2001. Manual de CI- TES. Chátelaine-Ginebra (Suiza). UNEP-CITES. 2002. OverView of CITES Workshop on UNEP and UN/ECE En- vironmental Conventions in the Fe- deral Republic of Yugoslavia. Bel- grade, 14-16 November 200 1 . CITES Training Presentations (CD-ROM Card). CITES Secretariat, Ginebra. Página web de CITES en México: www. conabio.gob.mx/institucion/ cooperacionjntemacional/doctos/ cites.html Página web de cites internacional: www.cites.org Página de traffic internacional: www. traffic.org 6 Jorge G. Alvarez Romero, Mariana Bellot Rojas, Hesiquio Benítez Díaz y Adán Oliveras de Ita* LA CIENCIA EN EL COMBATE AL COMERCIO ILEGAL DE ESPECIES 3 . La Autoridad Científica CITES en México A partir de 2001, la Comisión Na- cional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) fun- ge como la Autoridad Científica (AC) de CITES en México. Esta res- ponsabilidad anteriormente recaía en la Dirección General de Vida Sil- vestre de la Semamat, quien a su vez es la Autoridad Administrativa (AA) de la CITES en México. El objetivo primordial de la AC es procurar que el comercio internacional (importa- ción, exportación, reexportación) de las especies incluidas en los apéndi- ces de CITES sea regulado, utilizan- do la información científica, técni- ca y comercial disponible, a fin de asegurar su aprovechamiento sus- tentable y. su conservación. Las principales funciones de la CONABIO como AC son: • La promoción de estudios para conocer la situación de las especies en riesgo sujetas a comercio inter- nacional. • El fortalecimiento de la coope- ración entre la comunidad científica, la sociedad y las autoridades guber- namentales para analizar, discutir y emitir recomendaciones para la con- servación y el aprovechamiento sus- tentable de estas especies. • La revisión de la situación de las especies incluidas en las listas de CITES. Para la puesta en práctica de la CITES, la CONABIO trabaja de mane- ra cercana con otras instituciones nacionales. La AC asesora a la Au- toridad Administrativa (AA), encar- gada de emitir los permisos y certi- ficados, para determinar si la exportación de determinada especie puede poner en riesgo a sus pobla- ciones silvestres. En algunos casos, emite recomendaciones sobre el manejo y aprovechamiento de las mismas. Para la aplicación de la Convención en México, es funda- mental el intercambio de informa- ción con la AA sobre los niveles de comercio (permisos CITES expedi- dos) de las especies CITES, la parti- cipación de México en los foros de la CITES y el funcionamiento de los centros de recuperación de especí- menes vivos decomisados. Asimismo, la CONABIO mantie- ne comunicación continua con la Autoridad de Aplicación de la Ley (la Profepa), encargada de realizar la inspección y vigilancia, para es- tar informada sobre el comercio ile- gal de las especies CITES. Por otro lado, la CONABIO asesora a la Profe- pa para la identificación de estas es- pecies. En este sentido, ambas ins- tituciones elaboraron de manera conjunta la Guía de identificación para las aves y mamíferos silvestres de mayor comercio en México pro- tegidas por CITES. Esta guía de in- E1 loro cabeza amarilla (Amazona oratrix) es una especie en peligro de extinción. Lo anterior está relacionado con la rápida declinación de sus poblaciones por su explotación para el comercio lícito e ilícito de mascotas, equivalente al 68% en 10 años. Su situación de conservación se agrava por el avance de la frontera agrícola y ganadera, que ha traído como consecuencia la pérdida de hábitat. Esta especie fue recientemente transferida del Apéndice II al Apéndice I, a raíz de una propuesta de México. Los psitácidos son el grupo de aves más comercializado, por lo que todas las especies se encuentran protegidas por cites en el Apéndice II; sin embargo varias especies, como la guacamaya roja (Ara macao), están incluidas en el Apéndice I. © Marco Pineda, Banco de Imágenes de la conabio. 7 Cuadro 1 . Número de especies mexicanas incluidas en los apéndices de la cites. Entre las plantas incluidas en los Apéndices de la cites están cactáceas, orquídeas, zamias, bromelias, heléchos, agaves, caoba y guayacán, mientras que entre los animales están aves, mamíferos, reptiles, anfibios, corales, arácnidos, moluscos y peces. Apéndice 1 Apéndice II 1 Apéndice III 2 Núm. de especies por grupo Plantas 102 1 850 0 1 952 Animales 77 425 37 539 Total 179 2 275 37 2 491 1 . Tanto cactáceas como orquídeas están incluidas como grupos en el Apéndice II. El número de especies presentado es el registrado en la base de datos internacional de cites y puede diferir del número de especies reconocidas para México. 2. No Incluye las poblaciones de México, pero se trata de especies cuya distribución abarca el territorio nacional. 3. Algunas especies se encuentran en más de un apéndice, ya que contienen subespecles o poblaciones protegidas de manera específica en diferentes apéndices. En México existen alrededor de 600 especies de cactáceas, de las cuales casi 80% son endémicas. Las cactáceas son uno de los grupos de plantas más apreciados y su demanda en el mercado internacional de plantas ornamentales es de las más importantes. Se sabe que existe un intenso saqueo ilegal de plantas y semillas con el fin de satisfacer este mercado, especialmente hacia EUA, Japón y Europa. La mayoría de las especies están incluidas en el Apéndice II, y algunas se encuentran en el Apéndice I. La reproducción o propagación artificial en viveros de estas especies constituye una opción viable para satisfacer su demanda y contribuir a su conservación, siempre y vestigación es una herramienta au- xiliar para la identificación de las es- pecies CITES de mayor comercio en México. Está enfocada al personal oficial mexicano, responsable de la vigilancia e inspección sobre vida silvestre, pero es accesible para cualquier persona interesada en te- ner información sobre las especies CITES. En el mismo sentido, la CO- NABIO participó en la elaboración de la Guía para la identificación de cactáceas amenazadas de México. Representación internacional de la AC de México La CONABIO ha participado en la elaboración y preparación de las po- siciones de México, formando par- te de las delegaciones nacionales desde 1994. Además de la Confe- rencia de las Partes (CdP), México ha participado en los foros del Co- mité Permanente, del Comité de Fauna y del Comité de Flora. Desde 200 1,1a CONABIO cuenta con la dis- tinguida participación del doctor Rodrigo A. Medellín (representante titular para la región de Norteaméri- ca) y de la doctora Patricia Dávila (representante alterno en el Comité de Flora para Norteamérica) como parte de la Delegación Mexicana en su calidad de asesores de la AC. La presencia de nuestro país en estos foros ha sido cada vez más im- portante y sobresaliente. Reciente- mente, durante la última CdP (San- tiago de Chile, 2002), México fue uno de los países que tuvo una de las participaciones más activas, propo- sitivas y fundamentadas, gracias al esfuerzo que el grupo de trabajo in- tegrado por representantes de las di- ferentes áreas de competencia de CI- TES en nuestro país realizó antes de la reunión. Cabe destacar que recientemen- te México fue honrado con el nom- bramiento de Rodrigo A. Medellín como vicepresidente del Comité de Fauna de CITES. La actuación de México en este Comité coloca a nuestro país en una posición estraté- 8 cuando estén manejados adecuadamente, ligados a actividades de conservación in situ y que preferentemente involucren a las comunidades locales. © Humberto Berlanga, Banco de Imágenes de la conabio. La piel del cocodrilo de pantano ( Crocodylus moreletii) ha sido bien valorada y apreciada por la industria peletera en el mercado internacional para producir artículos como bolsas, botas, carteras y cinturones. Aunado a esto, la reducción de su hábitat natural constituye un factor adicional que ha hecho necesario el control de su comercio para asegurar que se mantengan poblaciones saludables de esta especie. En México existen varios criaderos que han logrado reducir significativamente el impacto de la extracción de individuos del medio silvestre, lo cual ha contribuido a su conservación. La conabio está colaborando con especialistas para conocer la situación de la especie en México, ya que aparentemente sus poblaciones han tenido una recuperación significativa a partir de la veda nacional establecida en 1970. gica que nos da la oportunidad de participar activamente e influir de manera más directa en las resolucio- nes y decisiones derivadas de la Convención. El trabajo de la CONABIO como Autoridad Científica Alrededor de 2 500 especies de plantas y animales que se encuen- tran en México están incluidas en los apéndices y por lo tanto la siste- matización de información sobre las mismas es de vital importancia (véase cuadro 1). La CONABIO ha venido constru- yendo un sistema de información re- ferente a las especies incluidas en los apéndices de CITES. En éste se incluyen elementos de la historia natural de las especies, como distri- bución, situación demográfica y tendencias poblacionales, además de aspectos como su importancia económica, comercio legal e ilegal y opciones de manejo sustentable. Se busca que este sistema esté cons- tantemente actualizado y que sea ac- cesible por los diferentes actores in- volucrados en la implementación de CITES en México. El manejo de esta información permite dar asesoría a las autoridades administrativas y de aplicación de la ley en la toma de de- cisiones, así como fundamentar científicamente las propuestas de enmienda y la posición de nuestro país en los diversos foros de cites. Por otro lado, la CONABIO se ha dado a la tarea de establecer una red de expertos y autoridades naciona- les, con el fin de que se incremente y se mantenga un constante inter- cambio de información sobre las es- pecies incluidas en los apéndices. Por medio de esta red se promueve la organización de grupos de traba- jo (expertos) sobre especies priori- tarias, así como reuniones entre aca- démicos, gobierno, productores y organizaciones no gubernamentales con la finalidad de analizar la pro- blemática específica de las especies CITES. 9 El jaguar (Panthera onca) está incluido en el Apéndice I, junto con el ocelote ( Leopardus pardalis), el margay (L wiedií) y el jaguarundi {Herpailurus yaguaroundi). Los gatos manchados son uno de los grupos más afectados por el comercio internacional de pieles. Los felinos silvestres (familia Felidae) están incluidos en los apéndices I y II. La difusión de información es una de las labores más importantes de la CONABIO como AC. Ésta la rea- liza mediante foros, talleres y cur- sos, además de su página web, la cual contiene información actuali- zada sobre el funcionamiento de la Convención, la participación de Mé- xico en los foros e información so- bre las especies incluidas en CITES. Proyectos de investigación Otra de las funciones importantes de la CONABIO como AC es promo- ver el desarrollo de información ac- tualizada sobre el impacto del co- mercio, la biología, la distribución y la abundancia de las especies me- xicanas incluidas en CITES, con el fin de evaluar la conveniencia de mantener o modificar su estatus dentro de los apéndices y emitir re- comendaciones sobre el otorga- miento de permisos de exportación y medidas de manejo. La participación de la CONABIO en el desarrollo de estos estudios es muy activa. Ésta incluye la identifi- cación de especies prioritarias, el desarrollo de los términos de refe- rencia, la búsqueda de instituciones e investigadores reconocidos para su realización, el fmanciamiento (o, en su caso, la búsqueda y gestión de otras fuentes de fmanciamiento) y su seguimiento. Revisión de los apéndices de CITES La revisión de los apéndices para su eventual enmienda es otra de las funciones importantes de la AC. Du- rante este proceso se promueven y organizan reuniones, consultas y grupos de trabajo. Este proceso es muy importante, sobre todo para de- terminar si es necesario incluir nue- vas especies que estén siendo ame- nazadas por el comercio y que no estén protegidas por CITES, excluir algunas o cambiarlas de un apéndi- ce a otro. Este es uno de los momen- tos más polémicos durante la rea- lización de la CdP, habiéndose lle- gado a revisar en alguna más de 100 propuestas de enmienda. Un ejemplo de lo anterior es que durante la 12a. CdP, México presen- tó la propuesta para transferir el lo- ro cabeza amarilla ( Amazona ora- trix) del Apéndice II al I, ya que es una de las especies mexicanas más afectadas por el comercio interna- cional. Esta propuesta fue aprobada por consenso y representa un logro más de nuestro país en materia de cooperación internacional para la protección de especies mexicanas amenazadas. Conclusiones La creáción de un acuerdo entre gobiernos, de tal magnitud que per- mita el comercio regulado en el ámbito mundial, es hoy día una realidad que protege a miles de es- pecies amenazadas. Sin embargo, la implementación de las medidas de control no es tarea fácil y de ello depende que se cumpla el objetivo de contribuir a la conservación de las especies amenazadas sujetas al comercio internacional. Ante esta situación, los países que forman parte de CITES tienen una gran la- bor y numerosos desafíos por de- lante, entre los que destacan la me- jora de sus sistemas de control y vi- gilancia, la realización de más y mejores estudios sobre las especies y el comercio, y hacer más eficien- tes los sistemas de expedición de permisos. Como Autoridad Científica de cites en México, la conabio tiene hoy en su camino numerosos retos que deberá enfrentar para alcanzar sus objetivos. Uno de los primeros es la consolidación del sistema de información sobre las especies CITES prioritarias (estatus de sus poblaciones en México, comercio, biología, identificación, etc.). Paralelamente, es indispensable la consecución de fondos para im- pulsar el desarrollo de nuevos estu- dios sobre las especies cites, ya que los datos obtenidos con estos proyec- tos serán traducidos a información que podrá determinar con mayor pre- cisión el estado de salud de las pobla- ciones de las especies mexicanas y con ello ofrecer recomendaciones fundamentadas que redundarán po- sitivamente en su conservación. 10 La CONABIO, en conjunto con el grupo de seguimiento de la CITES en México, está muy interesada en que la sociedad mexicana participe en el proceso de enmienda de los apéndices, por lo que convocan a la presentación de propuestas. Las bases de la convocatoria pueden consultarse en la página de la CONABIO. www.conabio.gob.mx/institucion/cooperacion_internacional/doctos/aplicacion_cites.htrnl mercio en México protegidos por CI- TES. Semamat-Conabio, México. Secretaría de la Convención sobre el Co- mercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Sil- vestres (CITES). 2001 . Manual de CI- TES. Chátelaine-Ginebra (Suiza). UNEP-CITES. 2002. OverView of cites Workshop on UNEP and UN/ECE En- vironmental Conventions in the Fe- deral Republic of Yugoslavia. Bel- grado, 14 a 16 de noviembre de 2001. En: CITES Training Presenta- tions (cd-rom Card). Secretaría CI- TES, Ginebra. El reto de CITES es que sus me- didas de control influyan verdadera- mente, hoy y a largo plazo, en la conservación in situ de las poblacio- nes de las especies protegidas. Para esto, es fundamental que estas me- didas estén sustentadas en informa- ción científica. Este es uno de los elementos clave que hasta el mo- mento han llevado a que CITES sea considerado como un instrumento efectivo, creíble y que promueve ac- tivamente el aprovechamiento sus- tentaba y la conservación de la bio- diversidad. f * Dirección de Enlace y Asuntos Internaciona- les, CONABIO. Bibliografía BirdLife International. 2000. Threat- ened Birds of the World. Barcelona, Lynx Edicions and BirdLife Interna- tional. Glass, Charles E. 1998. Guía para la identificación de cactáceas amena- zadas de México. Ediciones Cante- Conabio, México. Norma Oficial Mexicana NOM-059- ECOL-1994, que determina las espe- cies y subespecies de flora y fauna silvestres y acuáticas en peligro de extinción, amenazadas, raras y las sujetas a protección especial, y que establece especificaciones para su protección. Sedesol. Diario Oficial de la Federación 488: 2-60. Sánchez, O., M.A. Pineda, H. Benítez, B. González y H. Berlanga. 1998. Guía de identificación para las aves y mamíferos silvestres de mayor co- Página web de cites-conabio (cites en México): www.conabio.gob.mx/ institucion/cooperacion_intemacional/ doctos/cites, html Página web de CITES-CONABIO (CITES en México): www.conabio.gob.mx/ institucion/cooperacion_intemacional/ doctos/apendices.html Página web de CITES internacional: www.cites.org La tortuga de carey (Eretmochelys imbricata) se encuentra en peligro de extinción, y al igual que el resto de las tortugas marinas está incluida en el Apéndice I, Estos animales se han visto afectados por el comercio internacional; ejemplo de lo anterior es el comercio de adornos y piezas hechas a partir de su caparazón. Otras actividades como la pesca incidental han afectado también sus poblaciones. La conabio forma parte del grupo de trabajo regional que se encarga de recopilar información biológica de la especie para elaborar un plan de manejo que incluya a todos los países de su área de distribución. © Pablo Cervantes H Fulvio Eccardi y Rosalba Becerra LAS ORQUÍDEAS EN LA CITES ENTREVISTA A ERIC HÁGSATER Las orquídeas constituyen uno de los grupos de plantas de ornato más comercializados en todo el mundo. Por las dificultades para regular su comercio, la familia completa fue incluida en el Apéndice II de la CITES. Para conocer su opinión sobre esta problemática, entrevistamos Eric Hágsater, director del herbario AMO, que contiene una de las colecciones orquideológicas más importantes de América. ¿En términos generales, podríamos decir que hay dos tipos de mercado para las orquídeas? Estaría- mos hablando de un mercado amplio para todos aquellos que las quieren comprar y un mercado pa- ra los coleccionistas; ¿se pueden diferenciar estos dos universos? Hay unos cuantos géneros y muy pocas especies con los que se han hecho la mayoría de los híbridos, que son las orquídeas del comercio. Tenemos los géneros Cattleya, Laelia y Phalaenopsis, por ejemplo. Sus es- pecies se han prestado porque son hortícolamente in- teresantes. Puedes tener en tu casa una planta de és- tas con flor durante un mes, quizá más, y aguantan muy bien. Aquí estamos hablando de muy pocas espe- cies, si acaso unos cientos. Pero aparte tenemos mi- les, más de 30 000 especies que no tienen absoluta- mente ninguna cualidad hortícola y que, efectivamente, tienen interés para los coleccionistas por lo raro, lo pe- queño y mientras más colorido, más interesante. Hablando del comercio, en el panorama internacio- nal, ¿todas las plantas que se comercian son culti- vadas o existe un comercio de plantas extraídas de la naturaleza? Hay las dos cosas. El gran comercio es de plantas de viveros; las cifras Importantes por las cantidades que se mueven son principalmente de plantas que se reprodu- cen por meristemos, por semillas o por división, y esta- mos hablando realmente de grandes cantidades. Sin embargo, sí hay una cierta cifra de plantas silvestres que han sido monitoreadas, pero si analizamos las cifras que dan las redes de monitoreo, las que se refieren a Méxi- co por ejemplo, resulta que son dos o tres ejemplares por especie, y son las que el grupo del herbario amo ex- porta o importa porque son las especies que estamos trabajando en Suramérica, o con alguien de Inglaterra para hacer algún análisis de dna, o cosas por el estilo. Esto no tiene ningún valor económico y sí abulta las es- tadísticas de la cites. Obviamente también hay un co- mercio ilegal subterráneo que no es monitoreado. Co- mo para muchas otras cosas el contrabando existe, pero no es muy significativo desde el punto de vista econó- mico, ni desde el punto de vista de la conservación. Un caso especial es el de las especies de Paphiopedilum y Phragmipedium (alrededor de 100 especies), que han sido colectadas en tan grandes cantidades por su valor hortícola. Algunas especies están en peligro de desa- parecer en su hábitat natural y su destino es básicamen- te el mercado internacional. ¿Cuánto puede afectar a una población no sólo el saqueo de ejemplares para la exportación, sino tam- bién para la venta local? La colecta de plantas afecta de manera importante al- gunas poblaciones de orquídeas e incluso ha puesto en peligro de extinción ciertas especies vistosas como los Lycastes. Actualmente en México es una de las princi- pales amenazas, junto con la destrucción de hábitats muy diversos. Se podría hacer énfasis en que el comer- cio internacional, en órdenes de magnitud, es menos im- pactante que el comercio local. Sin embargo, es más fá- cil echarle la culpa al mercado Internacional que asumir la responsabilidad local. Aquí debemos ser muy cuidadosos. Realmente mu- cho de lo que se colecta en el campo no es para el co- 12 mercio internacional. La gran mayoría es para el comer- cio local, probablemente 90% y con la cites no vamos a detenerlo. Hay la ¡dea de que es necesario evitar to- do el comercio internacional porque con eso vamos a garantizar la permanencia de la biodiversidad. Creo que eso es un gran error. Es más, creo que fue un error gra- vísimo haber incluido en la cites todo: mariposas, co- leópteros, orquídeas... cites estaba originalmente ba- sada en el comercio de animales en peligro de extinción. Cuando digo animales estoy hablando básicamente de mamíferos y de aves cuya problemática es totalmente diferente. Y no soy el único que piensa así, muchos cien- tíficos se opusieron desde el principio, pero en la reu- nión de Costa Rica, a la hora de votar, los políticos tu- vieron el mal tino de incluir las orquídeas como se había hecho para los mamíferos y las aves. Con los animales se necesitan dos adultos para crear un nuevo individuo. Con las orquídeas, con un menstemo se pueden obte- ner los millones que quieras. ¡No se pueden aplicar las mismas reglas! Y no sólo eso, sino que a la hora de de- cir “pásennos sus listas de especies en peligro de extin- ción”, toda Centroamérica dijo: “mi flor nacional está en peligro de extinción”, aunque no fuera cierto. Estas es- pecies se quedaron en el Apéndice I y ahora estamos pagando los platos rotos. El quitar esas especies de al- lí ha sido un problema político muy grande. ¿Cómo vas a quitar ésta especie si es mi flor nacional?; ¿cómo vas a comerciar con ella? ¡Qué mejor que tu flor nacional sea un recurso que puedas utilizar! No te vas a acabar tus recursos naturales por eso y, en cambio, sí vas a te- ner un ingreso adicional en el país por exportar esa flor. Pero algunos lo consideran una afrenta. Yo creo que la cites ha creado una serie de proble- mas importantes, sobre todo para los que queremos tra- bajar científica y correctamente en el estudio de las plan- tas. Se suponía que los científicos estarían exentos mediante el intercambio entre instituciones registradas. Sin embargo algunos países no han registrado sus ins- tituciones ante la cites. Otros sólo las han registrado pa- ra el intercambio de material herborizado. Sin embargo se requiere también material vivo. Entonces, ¿en la cites están muchas especies de orquídeas que no deberían estar porque se pueden reproducir con mucha facilidad? Sí, absolutamente. La gran mayoría de las orquídeas se propagan con muchísima facilidad; la posible conve- niencia de que estén en cites sería únicamente evitar el comercio de especímenes silvestres directamente ex- traídos de la naturaleza. Desde el punto de vísta de la reproducción no tienen ningún problema de conserva- ción, incluso la orquídea más cultivada comúnmente, la vainilla, es una especie que en términos demográficos está extinta, es decir, prácticamente no hay vainilla sil- vestre. Existen aproximadamente 30 individuos de vai- nilla y no hay reproducción de manera natural. En las plantaciones el fruto se fermenta, por eso tiene fragan- cia, pero la semilla que contiene ya no es viable y por lo tanto ya no pueden reproducirse sexualmente. Muchas orquídeas son plantas centenarias que se reproducen muy esporádicamente en condiciones naturales. En- cuentras una planta enorme encima de un árbol que pro- duce nuevos brotes año con año y no se muere hasta que le ocurre una tragedia. La propagación o expansión vegetativa es mucho más importante que la reproduc- ción sexual. ¡Es la eterna fuente de la juventud! La vai- nilla es una de ellas: en términos de reproducción natu- ral está extinta, en términos estrictos; si le aplicas las fórmulas, éstas tendrían que estar en cites; sin embar- go, hay millones de plantas genéticamente iguales. Cualquier planta cultivada se puede dividir o pueden sa- carse de ella esquejes, se vuelven a plantar para pro- ducir miles. Es decir, no hay ningún peligro de que de- saparezca la especie. En realidad, si no fuera por la manipulación del hombre, la vainilla ya no existiría. Des- de el punto de vista biológico, la vainilla sería la prime- ra especie que debería estar en cites. Si fuera así, es- to resultaría una aberración completa, es decir que ni la vainilla ni sus productos se podrían comercializar por estar en peligro de extinción. ¿Existe el caso contrario, es decir que una especie esté en peligro y al no aportarse elementos para demostrarlo no está incluida en cites? Desde luego, pero no hay que olvidar que las que están en cites son las del comercio. Si está toda la familia en el Apéndice II es porque nadie puede reconocer las es- pecies. La cites en un tratado sobre el comercio inter- nacional de las especies, no una convención sobre con- servación. Simplemente regula el comercio para, en algunos casos, evitar la depredación. En el caso espe- cífico de las orquídeas, como en los embarques no se pueden distinguir unas especies de otras, se incluyeron todas para conocer el volumen del comercio existente. Desgraciadamente fueron incluidas y ahora no hay quien las pueda sacar y todo está sujeto a la cites, aun- que no exista un comercio significativo. La aplicación de la cites -yo diría que en plantas e insectos- está com- pletamente tergiversada. Por ejemplo, tú tomas una planta cultivada y si cualquiera de los antepasados es- tá en peligro, no puedes comerciar con ella; una tonte- ría, porque las partes originales que se usaron para pro- ducir un híbrido a lo mejor están en peligro de extinción actualmente, pero ya hace 20, 30 o 100 generaciones que han estado en cultivo. ¿Qué harías para restructurar esto dentro de la cites? Mira, yo he estado trabajando con la cites. He partici- pado en el comité de plantas en varias reuniones. Creo Hay especies de orquídeas que conocemos porque han sido mantenidas o cultivadas por comunidades indígenas desde hace cientos de años; en muchos casos no se conoce la planta en estado silvestre, sino los bulbos que la gente cuida y mantiene, y cuyas flores se encuentran en el mercado. Son plantas que se prestan para ser domesticadas y que pueden ser una belleza en la casa o representar un ingreso familiar complementario. Definitivamente el cultivo es una forma de conservar la especie. Vendedor de Laelias, San Miguel de Allende, Guanajuato. ©Al Mullen que va a ser muy difícil quitar a las orquídeas de la ci- tes, porque aunque tenemos argumentos muy válidos, los políticos no los entienden y hay muchos grupos que están fanáticamente a favor de la conservación sin en- tender los detalles. Yo también estoy a favor de la con- servación de la biodiversidad, pero no de manera irre- flexiva. Además, cites ya ha hecho ciertos cotos de caza particulares y protegidos. Ahora, los países desa- rrollados que ya tienen las especies no tienen que im- portar nada. Ellos pueden reproducir y vender las espe- cies originarias de otros países sin ningún problema y sin ninguna competencia del país de origen. Si acaso, si el vivero no puede demostrar el origen de su material, no lo podrá reexportar. De hecho a lo que está llevando la cites es a que nosotros, los países de gran diversi- dad, en la práctica no podamos utilizar nuestros recur- sos para comerciar con ellos. Hay por supuesto algunas cosas positivas que se han hecho dentro de cites; por ejemplo, se pueden comerciar frascos con plántulas en medio estéril que evidentemente vengan de semillas que no ponen en peligro nada. Pero con plantas adul- tas, a punto de florecer, es muy difícil obtener los permi- sos apropiados, especialmente si están en el Apéndice I. Para éstas debes tener el permiso del país importa- dor y el del exportador, y en la práctica es Inmanejable. A esto hay que agregar que para tener un comercio flui- do no todo son importaciones de grandes cantidades, sino que también existe un comercio de pequeña esca- la. Un turista que se quiere llevar 10 plantas, no se va a tomar el trabajo de ir a la Secretaría correspondiente a pedir un permiso cites: simplemente no las compra. En Costa Rica lo que han hecho es vender plantas en peli- gro de extinción, que están en el Apéndice I de cites, en pequeños tubos de ensayo y obviamente éstos los pa- san por la aduana sin problemas. Pero en realidad lo que la cites nos prohibió es utilizar de manera ágil nues- tra biodiversidad, y tener una fuente de ingresos adicio- nal. Es una tristeza que no lo hayamos entendido así. Todavía hay grupos que creen que cuando estás expor- tando plantas estás destruyendo la biodiversidad. Yo me temo que la pérdida de la biodiversidad se debe más a la pérdida del medio ambiente y a la pérdida del hábitat, y quizá en algunos casos muy particulares, a la colecta selectiva de algunas especies de interés hortícola, que a lo mejor representan 2 o 3% de las especies de un país, pero incluso éstas se ven más afectadas por el co- mercio local que por el internacional. ¿Lo que tú planteas es que, en última instancia, la biodiversidad puede racionalmente ser objeto de comercio? Obviamente, y que todos los países que no la tienen qui- sieran tenerla. Ahora para Japón, para Australia, para Estados Unidos, para Suiza, para Alemania, exportar esas plantas que están en el Apéndice I es poco menos que imposible. Si tienes un viverista con mucha pacien- cia y lo que quieres es mantener el germoplasma en tu país, pues está bien. Pero nunca hay una demanda tan grande, excepto en esas pocas especies de interés hor- tícola. Tienes que pensar que realmente no hay deman- da. La demanda de las especies botánicas llega a ser de 1 00 o 200 ejemplares como máximo por año. No po- demos pensar que de estas especies, que en México te- nemos 1 300, va a haber un comercio organizado: no lo va a haber jamás. Pero si ya hay tres o cuatro plantas en Alemania, los alemanes van a reproducirlas sin pro- blema. Ellos están utilizando tu germoplasma. No es-un gran negocio, pero en fin... Yo creo que habría que ver primero para qué sirve y para qué no sirve la cites. Un error en muchos países 14 Rhynchostele macúlala Dibujo de Rolando Jiménez Machorro es pensar que es un tratado de conservación y que la legislación interna se hace en función de aquél. Algo que hemos discutido mucho aquí es hasta dónde conviene meter más especies a la norma 059 cuando sabemos que están en peligro de extinción por la destrucción de su hábitat y ei resultado ha sido que, cuando sales al campo a colectar, te pueden meter a la cárcel. A mí me van a agarrar a palos algún día, pero creo que el proble- ma es que la normatividad se ha definido mucho por mastozoólogos y ornitólogos, que están pensando bá- sicamente en las pocas especies que ellos trabajan. Al hablar de colectas, por ejemplo, un botánico sale al cam- po y colecta mucho de lo que encuentra. Un mastozoó- logo es generalmente un especialista en un grupo en el que se conocen todas las especies y su trabajo radica en algún aspecto particular de una o varias especies. No hace colectas generales. Hablando de orquídeas, yo te puedo decir que de 1960 para acá, hemos más que duplicado el número de especies conocidas para Méxi- co. Hablamos de haber ido de 600 a 1 300 especies y acabamos publicar dos nuevos volúmenes de Icones Orchidacearum en donde describimos 26 nuevas espe- cies para la ciencia en México, ¡uno de los países me- jor colectados del Neotrópico! La mejor manera de asegurar la conservación de la biodiversidad, aparte de mantener el hábitat, es encon- trar las mil maneras de aprovechar económicamente la flora silvestre mediante su reproducción y cultivo. Si la legislación lo impide en la práctica, no lograremos ase- gurar la conservación. En los medios académicos suele haber una paranoia sobre la exportación de plantas. Esto ha impedido pro- mover la conservación exsitu. Un caso claro son los cac- tos, en el que México indudablemente tiene una ventaja comparativa por su riqueza en diversidad y clima. Debe- ríamos ser los primeros exportadores de plantas repro- ducidas. Pero son otros los países que se benefician. ¿ Quieres agregar algo más? Mi observación es que cites no es una organización pa- ra la conservación; insistiría en que hablando de orga- nismos que se reproducen con facilidad, ha sido total- mente negativa. Debemos desarrollar estrategias en México y en los países megadiversos, tomando en cuenta la realidad de cada grupo de organismos, que aseguren la conservación de la biodiversidad. Yo diría que la conservación del hábitat debería ser la primera estrategia. La segunda es promover la conservación ex situ mediante el aprovechamiento del material reprodu- ciéndolo en viveros para su comercialización en todas sus formas y en todo el mundo. Desde un punto de vista científico, la cites ha frena- do la producción de nueva información sobre la biodi- versidad. Desde el punto de vista del manejo de recur- sos naturales ha transferido el aprovechamiento a los países desarrollados. Ha frenado la propagación de es- pecies con algo de Interés hortícola, y por lo tanto su conservación ex situ en los países megadiversos. De alguna manera pareciera que fomentar la aplica- ción de la cites es más interesante y hace más ruido que realmente tomar medidas para la protección de la biodiversidad del país, como son frenar el mercado in- terno de plantas silvestres, promover la propagación o realmente preservar y vigilar las áreas de diversidad o incluso las áreas naturales protegidas. Sin embargo de alguna manera la cites ha hecho que el comercio Inter- nacional de especímenes silvestres haya decrecido. El gran reto es ¿cómo mantener sus efectos positivos y re- vertir los efectos negativos? 15 LIBROS LIBROS LIBROS LIBROS MÉXICO NATURALEZA VIVA El catálogo de la exposición fotográfica del mismo nombre rea- lizada por el biólogo y fotógrafo Fulvio Eccardi, muestra los as- pectos más sobresalientes de la diversidad biológica mexicana en 1 50 imágenes seleccionadas de un acervo de cientos de miles de fotografías. Cada imagen está acompañada de un texto sinté- tico, pero ricamente informativo, escrito por el ecólogo Víctor M. Toledo, un estudioso de las relaciones de las etnias mexica- nas con la naturaleza que las rodea. Mares, desiertos, selvas secas, bosques templados, humeda- les y selvas húmedas son los capítulos que integran este impor- tante trabajo documental que da cuenta de los esplendores de la naturaleza mexicana. Lunwerg Editores, de Barcelona, España, ofrece esta bella edición bilingüe de 184 páginas; en el prólogo, el doctor José Sarukhán, Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, comenta: “Cada fo- tografía es una ventana por la que el visitante se puede asomar al maravilloso mundo de nuestra naturaleza, pero que también lo debe hacer reflexionar sobre nuestra responsabilidad colectiva de conservar y mantener de manera racional y sustentable el pa- trimonio natural que poseemos y del cual dependemos para sos- tener nuestra vida y nuestra nación”. En sus 1 0 años de vida, la CONABIO ha logrado reunir y siste- matizar valiosa información, para conformar la base de datos más grande sobre biodiversidad de México, que ha servido para nor- mar las políticas públicas en nuestro país referentes al estableci- miento de áreas naturales protegidas, la conservación de espe- cies en peligro de extinción y la atención temprana a in- cendios forestales, entre otras. Tanto en la exposición fotográfica como en este catálogo, la participación y el apoyo de la CONA- BIO han sido fun- damentales, y han hecho posible, en- tre otras cosas, que México, naturale- za viva presente al gran público información acerca de la riqueza biológica de Mé- xico, sus ecorregiones, regiones indígenas y áreas prioritarias pa- ra la conservación. Dar a conocer la importancia que tienen en nuestra vida los sistemas ecológicos de los cuales dependemos, fortalecerá el interés general por conservarlos. La CONABIO tiene un centro de documentación e imágenes con libros, revistas, mapas, fotos e ilustraciones sobre temas relacionados con la biodiversidad; más de 1 500 títulos están disponibles al público para su consulta. Además distribuye cerca de 150 títulos que ha coeditado, que pueden adquirirse en sus oficinas a costo de recuperación o donarse a bibliotecas que lo soliciten. Para obtener más información, por favor llame al teléfono 5528-9172, escriba a cendoc@xolo.conabio.gob.mx, o consulte los apartados de Centro de Documentación y de Publicaciones en la página web de la CONABIO (www.conabio.gob.mx). COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD La misión de la CONABIO es promover, coordinar y apoyar actividades dirigidas a crear, organizar, actualizar y difundir la información sobre la biodiversidad de México, para lograr su conservación, uso y manejo sustentable. SECRETARIO TÉCNICO: Víctor Lichtinger COORDINADOR NACIONAL: José Sarukhán Kermez SECRETARIO EJECUTIVO: Jorge Soberón Mainero DIRECTORA DE evaluación DE PROYECTOS: Ana Luisa Guzmán Los artículos reflejan la opinión de sus autores y no necesariamente la de la CONABIO. El contenido de Biodiversitas puede reproducirse siempre que se cite la fuente. Registro en trámite. COORDINACIÓN Y FOTOGRAFÍAS: Fulvio Eccardi asistente: Rosalba Becerra biodiversitas@xolo.conabio.gob.mx DISEÑO: Luis Almeida, Ricardo Real producción: BioGraphica cuidado de la edición: Antonio Bolívar IMPRESIÓN: Offset Rebosán, S.A. de C.V. COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD Liga Periférico Sur-Insurgentes 4903, Col. Parques del Pedregal, 14010 México, D.F. Tel. 5528 9100, fax 5528 9131, www.conabio.gob.mx