UN DÓCIL GIGANTE EN MARES MEXICANOS, EL TIBURÓN BALLENA PÁG: 8 PARÓUE NACIONAL CAÑÓN DEL SUMIDERO: REFUGIO DE VERTEBRADOS TERRESTRES PÁG: 12 i ISSN: 1870-1760 L DE LA COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO V USO DE LA BIODIVERSIDAD CETRERÍA El halconero descaperuzó a su peregrino y alzó su puño enguantado. El halcón emprendió el vuelo y se elevó para esperar a que le levantaran alguna presa que cazar. Entonces el cetrero y su asistente comenzaron a batir el campo con la ayuda de una perra Springer Spaniel, cuya tarea es encontrar la caza para el halcón. Después de unos pasos se escuchó el chasquido que emiten las agachonas al emprender el vuelo. Una agachona volaba zigzagueante y tras esquivar el mortal ataque de su enemigo alcanzó refugio en unos árboles que le salvaron la vida. El instinto le dictó al halcón que aquella presunta presa era tan apta que merecía sobrevivir en vez de convertirse en el almuerzo de aquel día, por lo que abandonó la persecución y volvió a ponerse sobre "su equipo de tierra", esperando por la "presa nuestra de cada día". Unos pasos más y otra agachona alzó el vuelo, el halcón plegó sus alas y se lanzó en picada desde las alturas cayendo sobre la zancuda hasta alcanzarla, haciéndola rodar de un golpe, lo que provocó una nube de plumas. La conservación y la cacería deportiva no sólo son compatibles, son inseparables. Hubert Thummler, Wind ¡n My Face CETRERIA, UNA ALTERNATIVA PARA PROMOVER EL USO SUSTENTABLE Y LA CONSERVACIÓN DE LAS AVES DE PRESA Alberto de Ávila, campeón de la copa Alto Vuelo, Querétaro 2008, con un halcón criado en cautiverio en la uma El Diente, Monterrey, Nuevo León. Fotos: © Fulvio Eccardi L a cetrería no es sólo una moda- lidad más de cacería deportiva, es un arte vivo que está ganando rápidamente popularidad entre quienes tienen un interés genuino por el uso sustentable de los recur- sos naturales renovables y la con- servación de las rapaces y la caza, que consiste en cazar piezas silves- tres en su entorno natural con aves de presa entrenadas. Tan es así que en el año 2005 la comunidad internacional cetrera propuso a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco), que se reconociera a la cetrería como patrimonio cultural de la huma- nidad. Los orígenes de la cetrería están perdidos en los confines del tiem- po; sin embargo hay pruebas de que en el Lejano y Medio Oriente ya se practicaba desde hace varios miles de años. Se cree que se origi- nó y evolucionó en forma paralela en Mongolia y Persia. De Mongolia se extendió por Asia, mientras que de la región del Golfo Pérsico se difundió por Asia Menor, el norte de África y la Península Ibé- rica, desde donde se divulgó al resto de Europa. Se dice que en los tiempos de Marco Polo, el gran Kublai Khan contaba con 60 oficiales que co- mandaban numerosos grupos de tramperos y halconeros, los que cazaban para abastecer con carne al ejército. Asimismo, se sabe que los jeques, califas y príncipes ára- bes acostumbraban intercambiar halcones para mantener en bue- nos términos las relaciones entre sus feudos. Después del descubrimiento de América, los Reyes Católicos, quie- nes practicaban cetrería, le encar- garon a Colón "los más halcones de allá, se pudieran enviar". Las referencias a la cetrería en la Nueva España son numerosas; por ejemplo, Francisco López de Go- mara, en su obra Hispania Victrix, narra la afición de Moctezuma II por la altanería, la que practicó después de haber sido sometido por los conquistadores. Otros se- guidores de esta actividad fueron los virreyes Luis de Velasco, el Viejo, y su hijo Luis de Velasco II. De he- cho, el historiador Juan Suárez de Peralta afirma que en los tiempos 2 de Velasco II la cetrería formaba parte de los pasatiempos de la aris- tocracia colonial; sin embargo, con el pasar de los años, se extinguió en la Nueva España. En 1940 Guillermo José Tapia fundó la primera Asociación Mexi- cana de Cetrería como un intento por recuperar esta afición en Méxi- co; desafortunadamente se sabe muy poco del destino de esta aso- ciación. En 1964 Roberto Behar, el au- téntico pionero de la cetrería mexicana, se inició en este arte; unos años después formó el extin- to Centro de Investigación y Con- servación de las Aves de Presa en México. En la década de los seten- ta, México contaba con más de veinte halconeros. En la altanería, la modalidad más bella y espectacular de la cetrería, el halcón se deja caer desde las alturas para capturar a su presa Desde entonces, los mexicanos que practican cetrería se han con- centrado en diferentes agrupacio- nes cuyo objetivo en común es la práctica deportiva. Algunas de es- tas asociaciones realizan activida- des concretas de investigación y conservación como reproducción de rapaces en cautiverio, rehabilita- ción y reintroducción de aves de presa en su ambiente natural, con- trol de fauna nociva en parques industriales, campos de golf y ae- ropuertos, y divulgación de sus ac- ciones a través de publicaciones impresas y ponencias sobre educa- ción ambiental y aspectos veterina- rios en empresas, jardines de niños y planteles de educación básica, media y superior. Asimismo, llevan a cabo eventos informales de cetre- ría, pero la función primordial de estas asociaciones es obtener los registros de las aves para que sus miembros practiquen este deporte dentro de un marco legal. En la actualidad se estima que hay alrededor de 500 cetreros en la República mexicana, sin contar a los seudohalconeros, quienes en su mayoría son traficantes de aves de presa que promueven la venta clan- destina de rapaces. La cacería deportiva en México sólo se puede practicar legalmente dentro de las unidades de manejo de vida silvestre (uma), por lo que se puede concluir que casi todos los cetreros, si no es que todos, son cazadores furtivos, pero hay que considerar que hay suficiente caza para practicar cetrería fuera de las Halcón peregrino, tomando altura, que porta un transmisor de radiotelémetro. 3 Halconero con su taragote o barabary falcon, subespecie de halcón peregrino originarla del norte de África. Torzuelo o macho de halcón peregrino en plumaje juvenil es halagado por su maestro durante una sesión de adiestramiento. uma sin ocasionar perjuicios. A dife- rencia de cualquier otra modalidad de cacería deportiva, en la cetrería se manifiesta la selección natural, porque generalmente se cobran los individuos más vulnerables y sobre- viven los más aptos -ya que las ra- paces optan por las presas más fá- ciles de atrapar, es decir, aquellas más lentas o incapaces de encon- trar refugio- para que se reproduz- can y perduren las especies. Ade- más, muchos cetreros sólo cazan piezas de aquellas especies que ca- recen de valor cinegético para el cazador común, pero que son muy abundantes como las garzas garra- pateras, los estorninos y los gorrio- nes comunes, que son de origen europeo, pero se han adaptado muy bien en México. La cantidad de cetreros activos está creciendo rápidamente; sin embargo, en la Ley General de 4 Vida Silvestre no aparece mencio- nada la cetrería, por lo que se de- duce que en México ésta no se encuentra legalizada, pero tampo- co está prohibida; simplemente es tolerada. Si se toma en cuenta que en el Primer Informe de Gobierno la presente administración enfati- zó la importancia que tiene la sus- tentabilidad ambiental, que las aves de presa significan una enor- me riqueza para nuestro patrimo- nio biológico y que los cetreros mexicanos han demostrado su dis- posición al practicar cetrería según la reglamentación vigente, resulta conveniente revisar a la brevedad dicha ley con el fin de actualizarla, de tal manera que reconozca a la cetrería como una modalidad de cacería deportiva, facilite su prácti- ca y proteja a las rapaces, convir- tiéndola en un instrumento de conservación y aprovechamiento. Algunos cetreros consideran al esmerejón, por su velocidad de vuelo, como un gerifalte en miniatura. 5 Agrupaciones internacionales que nan influido en la cetrería mexicana Halcón aplomado especializado en cazar garzas ganaderas, aves introducidas de Brasil. Al cazarlas se beneficia a la fauna nativa. Asociación Internacional para la Cetrería y la Conservación de las Aves de Presa, iaf La iaf se dedica a preservar el arte de cetrería y sus tradiciones ac- tuando en favor de la conserva- ción y fomentando la preservación del hábitat natural y el uso susten- tare de la vida silvestre a través del financiamiento de proyectos de investigación para la conserva- ción de rapaces en Bielorrusia y Kazakstán, así como apoyo eco- nómico al Conservation Action NetWork del wwf. Asimismo, for- ma parte del Consejo Internacio- nal para la Caza y la Conservación de la Vida Silvestre, cic. La iaf promueve a la cetrería en el mundo entero como arte cinegé- tico. Fomenta los estudios ecológi- cos, la investigación, los aspectos veterinarios y la reproducción en cautiverio de las rapaces usadas en cetrería, bajo dirección científica, lo que demuestra el legítimo interés por respetar y conservar a las rapa- ces silvestres. Exhorta a observar las leyes, los tratados y los acuerdos, na- cionales e internacionales que, como consecuencia, permitan la perpetua- ción de este deporte. Demanda la observación -tanto de la cetrería, la cacería deportiva, la conservación y las leyes sanitarias, como de sus re- gulaciones, tradiciones y cultura- so- bre el aprovechamiento, importa- ción, exportación y manutención de las aves de presa, piezas de caza y el derecho al uso de la tierra. Mantiene una imagen positiva de la cetrería ante las organizacio- nes especialistas que regulan o que de alguna manera la afectan. Para lo cual, la iaf consta de 63 clubes de cetrería en 48 distintos países. Todas estas organizaciones están administradas por un presidente, dos vicepresidentes y un comité de 12 consejeros, de los cuales tres son biólogos profesionales, lo que les permite tomar decisiones o ha- cer recomendaciones sobre el uso sustentable de la vida silvestre. Desde el año 2000, México for- ma parte de los países integrantes de la iaf. Asociación Norteamericana de Halconeros, nafa La nafa es la agrupación más gran- de de personas que comparten el gusto por las aves de presa y por La cetrería podría definirse como una modalidad sofisticada de observación de aves o, como lo sugiere Miguel Delibes, una forma vocaclonal de esclavitud del hombre uno de los deportes cinegéticos más antiguos. Esta asociación promueve el es- tudio científico de las especies de rapaces, sus cuidados, su conserva- ción, su bienestar y su entrena- miento. Asimismo ha hecho de la cetrería un deporte de campo legal y reconocido. La nafa cuenta con un delegado mexicano, quien vela por los intere- ses de los halconeros mexicanos ante la iaf. The Peregrine Fund Institución creada por el halcone- ro Tom Cade, quien fue reconoci- do como el conservacionista del año en 1 999 por sensibilizar al pú- blico sobre las consecuencias de la posible extinción del halcón pere- grino en la naturaleza y por haber criado y devuelto a la naturaleza más de 7 mil halcones peregrinos en América del Norte. Por su gran labor, el halcón peregrino fue ex- cluido de la lista de especies en peligro de extinción desde aquel año, garantizando así la conserva- ción de la especie y la preservación de la cetrería. El programa de conservación del halcón peregrino en Estados Unidos de América fue tan exitoso que después de una larga veda ahora los halconeros estadouni- denses pueden, legalmente, cap- turar ejemplares silvestres para practicar cetrería. Para The Peregrine Fund la ce- trería es tan importante que en sus oficinas generales hay un museo donde se exhiben sus evidencias históricas y documentos que ligan a los halconeros con la conserva- ción de las rapaces. Agradecimientos A Juan Carlos Rojo, delegado de la nafa y representante de la iaf en México, a Rodrigo Munro Wilson, cetrero y criador de pájaros de ce- trería, a Daniel Rassvetaieff, Salva- dor Fuentes, Alberto de Ávila, Ri- cardo Padilla, Gabriel Alva, al doc- tor Javier Ceballos y a Michelle Guerra por su colaboración para la realización de este artículo. * Director nacional, Sección Cetrería, Federación Mexicana de Caza, A.C. seccioncetreria@gmail.com 7 N ATA L í CÁRDENAS-PALOMO 1 , JORGE A. H E R R E R A- S I LVE I R A 2 , Óscar Reyes-Mendoza 3 y Francisco Remolina 4 UN DÓCIL GIGANTE EN MARES MEXICANOS, EL TIBURÓN BALLENA El tiburón ballena llega a medir hasta 18 metros de largo. Foto: © Latinstock México E l tiburón ballena es una de las criaturas mari- nas más impresionantes y, a la vez, menos conocidas del planeta. Fue nombra- do y descrito por primera vez cuando en 1828 se capturó un espécimen en Sudáfrica. El tiburón ballena es un pez, el más grande del mundo; se le llama "ballena" debido a su gran tamaño que pue- de alcanzar el de un au- tobús urbano (15 a 18 m de largo) y llegar a pesar lo mismo que un avión (hasta 34 toneladas). La coloración y forma de su cuerpo hacen que pueda ser fácilmente identifica- do entre otros peces: su piel gris con líneas y pun- tos blancos repartidos por su lomo y el color crema de su parte ventral recuerda las fi- chas de juegos de mesa por lo que también es conocido como pez "damero" o "dominó"; la forma de su cuerpo es estrecha, con una gran cabeza ancha y plana que ter- mina en una enorme boca. A pesar de poseer alrededor de 27 mil di- minutos dientes, el tiburón balle- na, a diferencia de la mayoría de los tiburones, se alimenta princi- palmente de plancton (organismos diminutos, tanto animales como vegetales, que flotan y son des- plazados pasivamente en el agua), que captura en grandes cantidades filtrando agua de mar a través de sus branquias. La distribución del tiburón ballena es amplia: abarca todos los mares templados-cálidos del mundo, excepto el Mediterrá- neo. Eloy en día, 125 países del mundo han registrado la presencia de la especie, aunque únicamente han sido identificadas agregacio- nes estacionales en Australia (Arre- cife Ningaloo); Seychelles; Sri Lanka; India (Gujarat); Islas Maldivas; Filipi- nas (Donsol); Sudáfrica (costa occi- dental); Madagascar (costa nor- oriental); Tailandia; Ecuador (Islas Galápagos); Belice (Gladden Spit) y México (Golfo de California, Golfo de México y Mar Caribe). En estos sitios, al parecer preferidos por la especie, abunda el plancton y es frecuente ob- servar grupos relativamente grandes de tiburones, de al- gunas decenas a unos pocos centenares. Es una especie altamente migratoria; gra- cias al seguimiento satelital de organismos se han regis- trado algunos de sus viajes, incluido uno de más de 13 mil km, desde el Golfo de California hasta las cercanías de Australia. Por la escasa investiga- ción sobre la especie y su hábitat aún no se conoce el estado de las poblaciones de tiburón ballena a nivel mundial, regional o local; no obstante, se reconoce que la abundancia de organismos ha disminuido en las últimas décadas por el número de avistamientos y capturas en sitios donde aún se pesca con fines co- merciales. Por lo anterior, es una especie considerada vulnerable a la extinción a nivel internacio- nal (Lista Roja de la International Union for Conservation of Natu- re), y en nuestro país es una espe- cie catalogada como amenazada (Norma Oficial Mexicana nom- 059-ecol-2001). Ambas catego- rías indican que la especie podría llegar a encontrarse en peligro de extinción si siguen operando fac- tores que ocasionen el deterioro o modificación del hábitat o que disminuyan sus poblaciones. 8 Por sus hábitos alimenticios, los tiburones se congregan du- rante muchas horas en la super- ficie del agua, ya que allí abunda su alimento; sin embargo, ello los hace especialmente vulnerables a la pesca con arpón. Muchos paí- ses que por tradición capturaban al tiburón ballena han decidido proteger a la especie prohibiendo su pesca (Taiwán es el único lugar donde aún se captura); paradójica- mente, en los últimos años la car- ne y aletas del tiburón ballena han cobrado un alto valor comercial, lo cual constituye una amenaza a su conservación. Una sola aleta de tiburón ballena puede venderse en China en alrededor de los 10 mil dólares americanos. Su docilidad, que contrasta con su inmenso tamaño, hace de esta criatura un atractivo irresistible para turistas que visitan los sitios de agregación de la especie, por lo que actualmente están en marcha iniciativas que promueven activida- des económicas alternativas, como el turismo ecológico, basadas en la observación y nado con el tiburón ballena. Alrededor de estas activi- dades está el trabajo de industrias que negocian muchos millones de dólares al año y tienen un enorme potencial para un desarrollo soste- nible, siempre y cuando sea bajo un esquema bien planificado y or- denado. Tiburones ballena en México México es privilegiado por los avis- tamientos de tiburón ballena, ya que puede observarse de manera regular y predecible en tres pun- Avistamientos de tiburón ballena al norte del Caribe mexicano Elaborado por Natal! Cárdenas-Palomo tos del país: bahía de Los Ángeles (Baja California); bahía de La Paz (Baja California Sur) y el norte del Caribe mexicano (cerca de Isla Hol- box, Quintana Roo). En estos sitios, el turismo ecológico alrededor del tiburón ballena se ha convertido en uno de los ingresos económicos más importantes para las comuni- dades locales. Cada año, de mayo a septiem- bre, "escuelas" (término coloquial usado para hacer referencia a agregaciones de peces) de tiburón ballena migran a la zona marina ubicada al norte del Caribe mexi- cano, atraídas principalmente por la abundancia de alimento que se genera por la intensificación del fenómeno de surgencia de aguas profundas de Cabo Catoche. Ello hace de esta zona un lugar de alta productividad donde abunda uno de los alimentos preferidos del ti- burón ballena: el plancton. La agregación de tiburón ba- llena registrada cada año en esta zona marina presenta particulari- dades que la colocan como una de las más importantes de la especie a nivel mundial, ya que se ha re- gistrado el mayor número de avis- tamientos por temporada y se ha identificado uno de los grupos más grandes de organismos en compa- ración con otros sitios del mundo (más de 150). Por esta razón, este lugar brinda la enorme oportuni- dad de estudiar una especie cuya biología y ecología se conocen muy poco a nivel mundial, y al mis- mo tiempo supone un reto para la conservación. Esto ha motivado a las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Pro- tegidas (conanp), en especial a los grupos encargados del mane- jo del Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y del Parque Nacional Isla Contoy, a emprender diferentes acciones con grupos de pescadores (ahora prestadores de servicios turísticos), empresas pri- vadas, centros de investigación y organizaciones no gubernamenta- les, orientadas a alcanzar metas de conservación y uso sustentable. La zona norte del Caribe mexicano La zona marina ubicada al noreste de la Península de Yucatán, locali- zada entre dos áreas naturales pro- tegidas (Área de Protección de Flo- ra y Fauna Yum Balam y Parque Na- cional Isla Contoy), constituye una zona de transición entre el Golfo de México y el Mar Caribe. En esta área -que aún no cuenta con un ré- gimen de protección- se distribuye el tiburón ballena preferentemente entre los meses de mayo a septiem- bre. Por ello, en junio de 2005 la Semarnat y la conanp presentaron 9 Avistamientos de otras especies Elaborado por Natal! Cárdenas-Palomo Cabo Catoche ^ Delfines , Tortugas Mantas Cardúmenes El tiburón ballena frecuentemente nada cerca de la superficie. Foto: © Pablo Cervantes el Estudio Previo Justificativo para decretar la zona marina que visita el tiburón ballena como un Área Nacional Protegida bajo el estatus de Reserva de la Biosfera. La zona se caracteriza por ser altamente productiva debido a un fenómeno de surgencia producido por corrientes profundas que en- tran al canal de Yucatán, afloran a la superficie y avanzan desde el Caribe hasta el Golfo de México. Esta característica oceanográfica favorece la concentración de una gran diversidad de organismos de distintos grupos. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio) ha considerado esta zona como Región Marina Prioritaria para la Conservación (Región 62, Dzilam- Contoy), debido a la biodiversidad y recursos que alberga. La inten- sificación de la surgencia durante los meses de abril a septiembre al parecer está relacionada con la va- riación estacional observada en la corriente de Yucatán, por lo que se registra un incremento en la productividad que se refleja en la abundancia de plancton y con ello la presencia del tiburón ballena. La aparición del tiburón ballena en la zona marina ubicada al norte del Caribe mexicano es un espec- táculo conocido por los pescadores locales desde hace muchas gene- raciones atrás y un hecho que los científicos descubrieron reciente- mente. Desde el año 2000, pes- cadores y prestadores de servicios turísticos de las comunidades de Holbox y Chiquilá (Quintana Roo) comenzaron a ofrecer viajes de avistamiento y nado con el tiburón ballena. En 2002, debido al éxito, se incrementó de manera signifi- cativa esta actividad, misma que se realizaba sin ninguna regla de conducta por parte de los turistas. Año tras año, más visitantes de todo el mundo acuden a Holbox, pagando excursiones entre los 50 y los 100 dólares estadounidenses por persona. Esta actividad alertó a las autori- dades de la conanp que a partir de 2003 iniciaron estudios del tiburón ballena en esta zona, a través del Proyecto denominado "Dominó: Ecología, Dinámica Poblacional y Definición de Estrategias de Manejo del Tiburón Ballena en el Atlántico Mexicano" (www.domino. conanp. org.mx), cuyo objetivo principal es establecer los elementos que per- mitan regular la actividad turística en los periodos de agregación del tiburón ballena al norte de Isla Holbox. Este proyecto surge en res- puesta a la solicitud de los mismos pescadores y prestadores de servi- cio, para que el Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam inter- viniera e instaurara alguna norma- tividad para realizar esta actividad y, a la vez, garantizara la protección de la especie. Entre los principales logros del proyecto "Dominó" está el establecimiento de un código de ética para la realización de la acti- vidad turística (por ejemplo, la dis- tancia mínima para nadar con los tiburones, usar chalecos para no sumergirse, la prohibición para to- carlos y perseguirlos, entre otras); también las autoridades han llevado a cabo el mareaje de organismos, la foto-identificación y censos de po- blación, tanto por lancha como por 10 sobrevuelos. Gradas a este proyec- to se sabe que los tiburones que visitan la zona son en su mayoría organismos de 5 a 7 metros de lon- gitud; normalmente se encuentran en pares o tríos y en ocasiones en grupos de hasta 60 individuos; su variación genética no es tan amplia y la proporción de machos es ma- yor que la de hembras. El hábitat del tiburón ballena en el Caribe mexicano Con el fin de generar información que permita encontrar el equili- brio entre la actividad económica y la conservación, instituciones de diferentes disciplinas, junto con la conanp, han llevado a cabo dife- rentes estudios para promover la conservación del tiburón ballena. Desde 2005, el cinvestav-ipn, Unidad Mérida, junto con Pronatu- ra Península de Yucatán, The Na- ture Conservancy (tnc), en colabo- ración con la conanp y prestadores de servicios turísticos, han llevado a cabo el programa "Caracteriza- ción del hábitat y monitoreo del tiburón ballena en la costa noreste de Yucatán". Algunos resultados de estos estudios han permitido determinar que dentro del área de distribución y abundancia del tiburón ballena al norte del Caribe se identifican dos zonas de mayor importancia para la especie, en las cuales se registran altas concen- traciones de zooplancton y Cl-a (indicador de alta productividad primaria en el sistema). Lo anterior sustenta la idea del uso de la zona como sitio de alimentación del ti- burón ballena, que muestra cierta preferencia por algunos grupos de zooplancton como sergésti- A FLOR AMIENTO CORRIENTE DE YUCATÁN V ^RESUSPENSIÓN ? ■ 3 'Vtf v fuljo M ÉNÍACi* NimilEMTÍS í N ■' 31 f f 'l BAJA CONCEtíTRACtÓNOENrmOCí NO. SILICIO VO/ V_/ YFÓSTOHO RETORNO DE NUTRIENTES f ALW CONCEWTHAaÓN OE NrTRÓQENQ. SILICIO dos, quetognatos, huevos de pez, appendicularia y larvas de gaste- rópodos. Esta zona es considera- da de alta productividad a nivel mundial, por lo que además del tiburón ballena da albergue a mu- chas otras especies de importancia ecológica y económica, como del- fines, mantas, tortugas marinas, peces de importancia comercial y langostas. Por tal motivo, preser- var el buen estado de esta zona adquiere mayor relevancia. Los estudios que llevan a cabo el cinvestav y la conanp tienen la finalidad de contribuir al entendi- miento del papel del tiburón ba- llena en el ambiente marino, con el objetivo de que la gente sea capaz de usar este conocimiento para asegurar la supervivencia de la especie en la zona. Si bien se ha avanzado en algunos aspectos de la biología y ecología de la es- pecie, así como en poner en fun- cionamiento acciones de manejo, queda aún mucho por investigar y acciones que implementar. El problema -como en mucho otros casos de conservación de la bio- diversidad- es la falta de recursos económi- cos y la escasa parti- cipación de la inicia- tiva privada que ya se ve beneficiada con la presencia de esta especie en el Caribe mexicano, a través de la derrama de recur- sos económicos que el turismo deja con tal de nadar con este gigante de los mares. Si quieres nadar con el tibu- rón ballena en el norte del Caribe mexicano no olvides contratar a prestadores de servicio autoriza- dos, respetar el código de con- ducta establecido y disfrutar de la experiencia que muy pocos afor- tunados en el mundo han vivido. Nadar junto a un tiburón ballena es una experiencia inolvidable, que nos permite constatar lo pequeños que somos ante las grandes mara- villas de la naturaleza. Sin embar- go, es una especie vulnerable por lo que nuestras acciones pueden tener enormes efectos que ponen en peligro la permanencia de estos maravillosos gigantes en nuestros mares. 1 Pronatura Península de Yucatán, A.C ./ CINVESTAV-IPN 2 Profesor investigador titular del Departamento de Recursos del Mar, cinvestav-ipn, Unidad Mérida. 3 Estudiante de maestría del cinvestav-ipn, Unidad Mérida. 4 Director del anp, Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam Esquema del flujo de energía en el hábitat del tiburón ballena. Elaborado por Óscar Reyes- Mendoza, Jorge A. Herrera Silveira y Tomás Zaldivar Incremento del número de visitantes a la zona del tiburón ballena. Elaborado por Natalí Cárdenas-Palomo 11 Marco Antonio Altamirano González-Ortega*, Alejandra Riechers Pérez, Roberto Luna-Reyes, Jaqueline Guzmán Hernández y Roberto Vidal-López PARQUE NACIONAL CAÑÓN DEL SUMIDERO: REFUGIO DE VERTEBRADOS TERRESTRES VILLAHERMÚSA Tap-ncTujIa Ubicación del Cañón del Sumidero en el estado de Chiapas. E l Parque Nacional Cañón del Su- midero (pncs) se encuentra di- vidido en su parte media por una majestuosa formación geológica que es producto de la separación de las capas terrestres, derivada de una combinación de fallas que permitieron infiltraciones y origi- naron cavidades, grietas, barran- cas y cañones erosionados duran- te el Plioceno. A lo largo del fondo de la for- mación geológica del Cañón del Sumidero se ubica el ño Grijalva, extendiéndose aproximadamente 30 kilómetros de longitud, que lo atraviesa en su totalidad. Su majes- tuosidad puede ser observada en todo su esplendor desde El Atala- ya, el más elevado de sus mirado- res a más de 1 000 metros de altu- ra mientras su punto más alto se encuentra alrededor de los 1 200 metros, donde las paredes del Ca- ñón presentan una verticalidad casi total. Desde estas alturas es posible observar en algunos pun- tos de sus muros afloramientos de agua en forma de cascadas, pro- venientes de canales subterráneos, que después de haber sido filtra- das por el característico suelo cárs- tico que predomina en el área son vertidas al cauce del río Grijalva. El Cañón del Sumidero termina en su parte más nororiental en el vaso de la presa Ing. Manuel Mo- reno Torres (Chicoasén), que cap- ta las aportaciones pluviales pro- venientes de la propia cuenca del Grijalva y de las extracciones que se realizan desde el vaso de la pre- sa Dr. Belisario Domínguez (La An- gostura), ubicada al sur-poniente del estado de Chiapas. La presa Chicoasén se encuentra entre las que tienen la cortina de conten- ción de embalse más alta del mun- do, con 261 metros, ocupando el sexto lugar después de las de los países euroasiáticos (Italia, Geor- gia, Suiza y Tayikistán). El sistema hidrológico al que pertenece (Gri- jalva) aporta al país una distribu- ción de la potencia hidroeléctrica de 52.30%. Aunada a su alto valor hidroló- gico, el Cañón del Sumidero ofrece al espectador una belleza paisajís- tica que se evidencia por la mez- cla singular de diferentes tipos de vegetación (selva alta perennifo- lia, selva mediana subperennifolia, selva baja caducifolia, bosque de pino y bosque de pino y encino), con la presencia de flora y fauna sil- vestre característica, originada por las marcadas diferencias climáti- 12 cas que se pueden observar en tan sólo pocos kilómetros de recorrido durante su ascenso. El Cañón del Sumidero es por sí solo un labora- torio vivo en el que, además de las prácticas de recreación que en él se desarrollan, es sitio idóneo para la realización de actividades educati- vas, culturales y de carácter cientí- fico, ya que es uno de los lugares de mayor belleza natural en el país que reúne condiciones singulares por su variedad de vegetación, fau- na y flora silvestres, clima, topogra- fía y el alto valor geológico que re- presenta. Por estas y otras razones fue decretado en 1980 como área de utilidad pública con la categoría de Parque Nacional. El pncs se encuentra ubicado entre tres regiones fisiográficas del estado de Chiapas (Depre- sión Central, Altiplanicie Central y Montañas del Norte) y abarca los municipios de Chiapa de Corzo, Chicoasén, Osumacinta, San Fer- nando, Soyaló y Tuxtla Gutiérrez. La mayor parte de la propiedad del pncs es de tipo ejidal y, en me- nor grado, hay terrenos nacionales y tierras de carácter privado. Por el incumplimiento en el pago de las indemnizaciones a propietarios particulares durante el proceso de expropiación existen predios que aún continúan en litigio. Además, otras actividades humanas deriva- das de los cambios en el uso del suelo, como la tala, la agricultu- ra, la ganadería, los incendios y la contaminación, han provocado modificaciones en la estructura y composición de la vegetación y de los cuerpos de agua. No obstante las amenazas que acechan al pncs, éste forma par- te de la Región Terrestre Prioritaria para la conservación denominada "La Chacona-Cañón del Sumide- ro", considerada por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio); así como del Área de Importancia para la Conservación de las Aves en México "Laguna Bélgica-Sierra El Limón-Cañón del Sumidero", pro- puesta por el Consejo Internacional para la Protección de las Aves en México (cipamex). Recientemente, fue incluido en la lista de los hu- medales de importancia mundial por la Convención ramsar. Desde su decreto, el principal uso que se le da al pncs es de tipo turístico, pudiéndose realizar reco- rridos vía terrestre donde se puede observar, desde sus miradores, el cauce del río Grijalva; o por lancha, visitar varias cascadas como el Ár- bol de Navidad y el Velo de Novia, así como la Cueva de Colores y la de los Murciélagos. Durante estos recorridos, la observación de verte- brados terrestres, como los monos araña (Ateles geoffroyi), los coco- drilos ( Crocodylus acutus) y una gran variedad de aves acuáticas, es un atractivo más para los visi- tantes del Parque. Los vertebrados terrestres del Parque El estudio de la composición de los vertebrados terrestres y la relación que guarda con las áreas geográfi- cas que habitan ha permitido reco- nocer la importancia y el estado de salud de los hábitats que ocupan, al igual que su grado de utilidad para las comunidades humanas. Este tipo de análisis cobra relevan- cia cuando se realiza en áreas re- conocidas como importantes para Desde la parte más alta del Parque se observan las paredes del Cañón con una verticalidad impresionante. Foto © Fulvio Eccardi 13 El ratón mexicano (. Peromyscus mexicanus), el abanlquillo escamoso mayor (Anolis tropidonotus), la tángara roja (Pi ranga rubra) y la serpiente petatilla ( Drymobius margaritiferus), son especies comunes del pncs. Fotos © Roberto Vidal López y Jorge Arturo Hidalgo G. El manejo de las especies -en este caso de un murciélago- durante la realización del inventario proporcionó información relevante para su conservación. Foto © Roberto Vidal López la conservación de la biodiversi- dad, que están siendo fuertemen- te amenazadas, como sucede en el pncs. Antecedentes de investigacio- nes realizadas en el pncs señala- ban la presencia de 92 especies de aves y 53 de mamíferos. En lo que respecta a los anfibios y reptiles no se tenía reporte de ningún traba- jo de investigación que arrojara un número confiable de especies, sin embargo se tenía conocimiento del registro informal de dos especies para el primero y 22 para el segun- do grupo. No obstante, no existía algún trabajo que englobara la ri- queza de vertebrados terrestres de esta área natural protegida. La información disponible y confiable sobre los vertebrados terrestres del pncs era escasa y se había realizado hace más de diez años. Por este motivo, era necesa- rio actualizarla y proporcionar da- tos recientes para ampliar su co- nocimiento y proponer medidas de protección para el hábitat que ocupan estos organismos, como procurar el mantenimiento de las condiciones naturales y de sus pro- cesos ecológicos, difundir y aplicar la normatividad en materia am- biental entre las comunidades hu- manas vinculadas con el Parque y disminuir la presión sobre especies de vertebrados terrestres bajo pro- tección con algún interés comer- cial; todo esto a través del fomento del aprovechamiento sustentable de la vida silvestre mediante la implementación de programas de conservación y manejo. Actualmente sabemos que la ri- queza de vertebrados terrestres del pncs es de 361 especies (17 anfi- bios, 48 reptiles, 221 aves y 75 mamíferos), siendo las más abun- dantes la ranita militar ( Syrrho - pus pipilans), el sapo cuaresmero ( Ollotis valliceps), el escamoso ra- yado ( Sceloporus variabilis), el aba- niqueo escamudo mayor (Anolis tropidonotus), el zopilote negro ( Coragyps atratus), el pato buzo (¡ Pha/acrocorax brasilianus), el mur- ciélago frutero (Artibeus jamaicen- sis) y el ratón mexicano ( Peromys- cus mexicanus). Esta información se obtuvo mediante el proyecto "Vertebrados Terrestres del Par- que Nacional Cañón del Sumide- ro, Chiapas, México" (clave cona- bio BK003), para el que la conabio otorgó fondos al Instituto de Histo- ria Natural del Estado de Chiapas (ihn), donde muestreamos y reco- pilamos información de diferentes sitios dentro del Parque, entre los meses de junio de 2004 y noviem- bre de 2005. En términos generales, se en- contró que la riqueza de vertebra- dos terrestres del pncs es muy di- versa, con especies de anfibios y reptiles de amplia distribución en Mesoamérica, así como el predo- minio de especies de aves cano- ras y de hábitos acuáticos; tal es el caso de las garzas (Ciconifor- mes). De las especies con un alto atractivo turístico sobresalen los monos araña (Ateles geoffroyi), que se puede advertir fácilmente en tropas que habitan cerca del río Grijalva. Otros mamíferos de fácil registro son la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus) y el oso hor- miguero (Tamandúa mexicana), a quienes se les puede observar en los senderos cercanos a alguno de los miradores del Parque. Los cocodrilos (Crocodylus acutus), las garzas blancas ( Casmerodius ai- bus) y los patos buzos ( Phalacro - corax brasilianus), junto con el ga- vilán pescador ( Pandion haliaetus), son las especies que habitan y do- minan las márgenes del río. Consideraciones y acciones futuras Desde el punto de vista de la con- servación, hay que tener en cuen- ta que del total de los vertebrados terrestres que habita en el pncs, 19% se encuentra en alguna cate- goría de riesgo contemplada por la Norma Oficial Mexicana nom-059- ecol-2001. Si consideramos que el Parque se encuentra dentro del la zona conurbana de Tuxtla Gutié- rrez, es prioritaria su conservación ya que representa un refugio para 14 las especies de vertebrados terres- tres que allí se distribuyen, además de pertenecer a un macizo forestal dentro de una misma provincia bió- tica que, para el caso de algunas es- pecies de aves y murciélagos, pue- de funcionar como parte esencial de un corredor biológico. De igual forma, es primordial la conservación de los cuerpos de agua de esta área natural protegida, ya que de éstos dependen gran parte de los grupos animales estudiados. Después de la generación del inventario de vertebrados terrestres del pncs, el grupo de trabajo del ihn hemos tenido reuniones periódicas con personal de la Comisión Na- cional de Áreas Naturales Protegi- das (conanp) para colaborar en la determinación de los componen- tes que contendrá el Programa de Conservación y Manejo del Parque, en lo referente a la vida silvestre. Algunos desafíos han sido identifi- cados, como obtener la representa- tividad de otros grupos taxonómi- cos (insectos y peces), precisar las áreas prioritarias a conservar den- tro del Parque y la potencialidad de uso de la fauna silvestre por los pobladores locales en unidades de manejo formalmente establecidas. Estas acciones buscan promover que los pobladores locales adop- ten alternativas de manejo y uso sustentable que representen una opción real para su desarrollo y la conservación de los ecosistemas. Referencias Altamirano González-Ortega, M.A., J. Guzmán H., R. Luna R., A. Riechers P. y R. Vidal L. 2006. "Proyecto BK003: Vertebrados Terrestres del Parque Nacional Cañón del Sumi- dero, Chiapas, México", informe final a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiver- sidad (conabio), Instituto de Historia Natural, Chiapas, México, 35 p. Diario Oficial de la Federación. 1980. "Decreto por el que se declara Par- que Nacional, con el nombre de Cañón del Sumidero el área descrita en el considerando quinto, y se ex- propia en favor del gobierno federal una superficie de 217.894,190.00 m 2 , ubicada en el estado de Chia- pas", 8 de diciembre. http://www.seprem.com/paginas/ SeccionTecnica/PresasMundo/Pre- sasMundo.html Vargas, M., F. S. Escobar y R. del Án- gel (comps.). 2000. Áreas naturales protegidas de México con decretos federales (1899-2000), Instituto Na- cional de Ecología-Semarnap, Red para el Desarrollo Sostenible. Vivo, E.J. 1974. "Geomorfología del Sumidero y de la región central de Chiapas: memoria de la primera conferencia regional de geografía de Chiapas", en Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, vol.cxvi: 141-165. * Instituto de Historia Natural del Estado de Chiapas, Dirección de Investigación biomarc2002@yahoo.com. mx El pncs es sitio idóneo para la realización de actividades de esparcimiento, educativas, culturales y de carácter científico. Foto © Fulvio Eccardi 15 LIBROS LIBROS LIBROS Plantas con potencial uso ornamental del estado de Morelos En México existe un gran número de especies nativas orna- mentales; sin embargo, en la industria hortícola se producen y comercializan principalmente las introducidas, por lo que se desaprovecha el potencial que existe en el país. Esto se debe fundamentalmente al desconocimiento de las especies nativas, su manejo y propagación, aunado a la dificultad para obtener semillas mejoradas. Conocerlas podría reper- cutir en el desarrollo de la industria hortícola nacional e internacional. En este libro se presentan 180 especies de Morelos con un potencial uso ornamental, las cuales pertenecen a 77 familias y 135 géneros. Para su mejor comprensión se ela- boró una ficha descriptiva de cada especie con los siguientes datos: nombre científico, familia, sinonimia, nombre común, descripción, valor ornamental, distribución geográfica, ori- gen, tipo de vegetación, altitud, floración y otros usos. Aparece también un mapa de distribución de la planta en el estado y la foto de cada especie. La edición estuvo a cargo de Rafael Fernández Nava, Ale- jandro Rendón Correa y María de la Luz Arreguín-Sánchez y es una coedición de la conabio y la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD La misión de la conabio es promover, coordinar, apoyar y realizar actividades dirigidas al conocimiento de la diversidad biológica, así como a su conservación y uso sustentable para beneficio de la sociedad. secretario técnico: Juan Rafael Elvira Quesada coordinador nacional: José Sarukhán Kermez secretaria ejecutiva: Ana Luisa Guzmán directora de evaluación de proyectos: María del Carmen Vázquez La conabio te invita a consultar sus acervos bibliográfico y de imágenes relacionados con la biodiversidad. Para mayor información llama al teléfono 5004 4972 o consulta la página web . Los artículos reflejan la opinión de sus autores y no necesariamente la de la conabio. El contenido de Biodiversitas puede reproducirse siempre que se citen la fuente y el autor. Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2005-040716240800-102. Número de Certificado de Licitud de Título: 13288. Número de Certificado de Licitud de Contenido: 10861. editor responsable: Fulvlo Eccardl Ambrosl diseño: Renato Flores asistentes: Thalía Iglesias, Leticia Mendoza cuidado de la edición: Adriana Cataño impresión: Lltoprocess Impresos producción: Gala Editores, S.A. de C.V. blodlversltas@xolo.conablo.gob.mx COMISIÓN NACIONAL PARA EL CONOCIMIENTO Y USO DE LA BIODIVERSIDAD Liga Perlférlco-lnsurgentes Sur 4903, Parques del Pedregal, Tlalpan 14010 México, D.F. Tel. 5004-5000, fax 5004-4931, www.conablo.gob.mx Distribución: nosotros mismos