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REVISTA

DE LA

FACULTAD DE AGRONOMÍA Y VETERINARIA

PUBLICACIÓN MENSUAL

Año II La Plata, Mayo 31 de 1896 N'\ XVII

OBSTETRICIA

(Por el profesor, médico-veterinario Dr. Desiderio Bernier)

Destete

Cesación del amamantamiento natural y sustitución á la leche de la madre^ de alimentos que, según las especies, deben componer en adelante la alimentación de los productos.

Epoca del destete. La época en la cual debe verificarse el destete no puede ser determinada de un modo absoluto; depende de varias circunstancias, y varía, por cada especie, con las comarcas, sus con- diciones culturales y las reglas zootécnicas en ellas prácticadas.

Destete del potrillo, La raza, el estado de la yegua y el servicio al cual se emplea, son las principales causas que hacen variar la época del destete. Seis meses de amamantamiento no son demasiado para el potrillo de raza fina; y cuando la yegua no está preñada, se puede, sin inconveniente para ella, y con ventaja para el potrillo, prolongar el tiempo del amamantamiento.

La yegua sometida á un trabajo m.oderado, si es jóven, bien ali- mentada y bien cuidada, podrá amamantar su potrillo mas tiempo que la que se halla en condiciones opuestas.

La reparación del potrillo de la madre debe hacerse gradual- mente; una septiración brusca sería peligrosa para los dos, sobre todo en las razas finas: la afección que les une es mas grande que lo que se cree generalmente.

Al mismo tiempo que la separación se efectúa, se disminuye pro- gresivamente la ración de la madre y se aumenta la del potrillo.

Así, el destete se opera sin gran sufrimiento para la una y el otro, y sin que se produzcan en las mamas acumulación de leche, la cual se pierde poco á poco. Además, el aflujo que se llevaba hácia las mamas se hace hácia la matriz para favorecer el desarrollo del nuevo fruto de la concepción.

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Revista de la Facultad

La alimentación del potrillo debe ser buena, compuesta de avena ó maíz, de buen pasto y de bebidas harinosas. Una cierta cantidad de buena leche de vaca, todos los dias, durante los primeros meses del destete, no puede serle sino muy favorable.

La libertad durante los dias de buen tiempo en un potrero de pasto tierno y bueno, es una condición indispensable á su salud y á su perfecto desarrollo.

Si la secreción lechosa de la yegua no se detiene, y si hay que temer repleciones de las mamas, se ordeña la hembra una ó dos veces por dia, se le hace tomar en sus bebidas un poco de nitrato de po- tasa ó de bicarbonato de soda, aplicando además sobre las mamas tópi. eos astringentes: (p. ej.: barro con vinagre, perejil bien picado y aceite.)

Destete del ternero. En general, entre nosotros se deja el ternero á la madre; rara vez se alimenta artificialmente. En este último caso, se le da solamente la leche de los siete ú ocho primeros días ó calos- trmn\ después no toma sino leche desnatada.

A los 3 ó 4 meses, ya se va acostumbrando á la alimentación ve- getal. El pasto tiene que ser tierno y de buena calidad.

Si se trata de producir buenos toros para la reproducción, ó ter- neros y vacas de gran precio, hay que dejar tetar los terneros hasta los seis meses y mas. '

Destete del cordero. La separación debe hacerse gradualmente,

((No es antes del mes, dice Sansón, que el destete puede em- pezar sin inconveniente en las majadas administradas en vista del máximum de beneficios.»

Anomalías de la (íestación

La gestación normal es la regla; las anomalías en la gestación, la excepción.

Relacion¿imos con la gestación anormal la sítperf elación, la gesta- ción extra uterina, la lar dia, el parto prematuro, el aborto, las enfer- medades del feto.

S upe 1* f e t ae i u

El coito en una hembra fecundada, es por lo común estéril; sin embargo, existen ejemplos que demuestran la posibilidad de una secunda concepción. Se forman, en este caso, dos fetos de edades di- ferentes, que pueden llegar á término. Este estado constituye la super- fetación que no hay que confundir con la gestación gemelar ó múl- tiple. En la superfetacion, el parto tiene lugar en dos épocas diferentes, que corresponden á dos copulaciones; los productos se hallan elimi- nados al mismo tiempo en la segunda circunstancia.

Algunos han negado la posibilidad de la superfetación.

DE Agrono:síía y Veterinaria

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l^efstacióii e^tra uteriua

El huevo fecundado en lugar de llegar hasta la matriz, puede de- tenerse en un punto cualquiera del trayecto que tiene que recorrer y caer en la cavidad abdominal. Puede injertarse en el punto anor- mal donde se ha detenido, y experimentar las diversas fases de su desorroUo fuera del órgano incubador.

Es lo que se llama gcsiacióii extra uterina.

El valor del producto es absolutamente nulo.

Ea gestación extra uterina es muy rara; sus consecuencias para la madre no son siempre muy graves.

La eliminación del feto se hace á consecuencia del desarrollo de un abceso en la pared abdominal.

Apesar de esta anomalía, la hembra no pierde la facultad de re- producir.

No hay que confundir una gestación abdominal con la caida del feto y de sus envolturas en la cavidad del abdomen..

Este accidente, siempre mortal, se produce por la ruptura de las paredes de la matriz ó de la trompa, en caso de gestación tuhar.

Las cosas pasan de otro modo en la gestación abdominal primitiva: el huevo contrae adherencias sea con los intestinos, sea con las pare- des de la cavidad.

La hembra puede vivir, aún conservar la salud, pues el germen de- tenido en su desarrollo, se envuelve de un saco, por medio del cual esta en alguna suerte aislado de la economía.

Gesfacióu tarilía

Cuando sin causa conocida el parto se hace después del término lijado por la naturaleza, se dice ta r dio.

Xingun indicio puede hacerlo prever; es solamente posible com- probar que el feto continua con vida. El producto nace fuerte, alto y tiene los pelos y los vasos mas desarrollados que el ser de su especie nacido á término.

B*ai*to |it*eiiiatui*o

El parto se produce antes del término de la g'estación; pero el individuo nace viable. El ternero puede vivir después de una gesta- ción de 7 meses. Los productos nacidos antes del término tienen los vasos muy blandos, y los pelos muy cortos.

Muerte del feto

^luchas son las causas de muerte del feto. Acabo de señalar al- gunas de ellas; otras enumeré á propósito del aborto.

Se reconoce que el feto ha cesado de vivir cuando desaparecen los movimientos muy perceptibles del flanco, que acompañan la in- gestión de agua fría. (Véase los signos de la gestación).

Revista de la Facultad

El cadáver del feto no eliminado, puede experimentar dos transfor- maciones especiales: la putrefacción y la momificación. A veces, el embrión se detiene en su desarrollo y forma una masa carnosa mas ó menos voluminosa llamada mole.

La putrefacción se produce en el feto cuando éste viene á hallarse en contacto con el aire penetrando libremente en la matriz. Esto se produce en los casos laboriosos cuando todos los esfuer- zos para hacer el parto han sido infructuosos.

La putrefacción del feto en la matriz se anuncia por la salida de un líquido fétido, pútrido, morenuzco proveniente del útero.

En la vioniijicación^ el feto se seca, se endurece, toma la consis tencia del cuerno, el aspecto de una momia. Esta trasformación se produce cuando la muerte viene lentamente, sin sacudidas bruscas para la economía de la madre, y que esta continua gozando de una salud relativamente buena.

30 Mole, Durante la gestación, el feto puede experimentar un tras- torno en su evolución. A veces este trastorno es tan pronunciado que se hace difícil, sino imposible, distinguir una forma orgánica en el producto de la concepción. Se nota una masa confusa, cubierta de pe- los y provista de un cordón umbilical; esta masa recibe el nombre de mole.

Como el desarrollo no sigue ningún tipo, no puede tampoco llegar á este estado de perfección que coincide con la forma asignada por la naturaleza al ser normal, ni con el término de su eliminación. No puede pues haberépoca fija para la expulsión de la viole. La masa in- forme tiende á desarrollarse y hace creer al principio en una gestación normal, después en una gestación tardía; por fin se llega á presumir la existencia de una mole, cuando el término mas largo de la preñez ha pasado.

La compresión del flanco derecho permite reconocer la existencia de una masa dura, cuyo volúmen no queda estacionario en caso de gestación normal. Sí, al contrario, el feto se seca, se momifica, el de- sarrollo del vientre no hace mas progreso.

Aliorto

(Véase pág. 102 de la Eevista) l>IFI€UIiTAIIE^ «El. PAKTO

1 . OBSTÁCULOS PROVENIENTES ESCLUSIVAMENTE DE LA MADRE, Ó

DISTOCIA MATERNAL

Pueden dividirse:

En mecánicos ó materiales y 2^, En dinúmicos ó vitales.

DE Agronomía y Veterinaria

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OBSTÁCULOS MECÁNICOS

Los principales son: la forsió/i, la hernia, la caída de la matriz en la cavidad abdominal, el espasmo é indnración del cnello de la vía- triz ó de la vagina, el estrecliamiento del hacínete y los tumores útero- vaginales.

Torsión fie la matriz

Depende de un movimiento de rotación de la matriz que una vuelta ó media vuelta sobre sí. El cuello y á veces la vagina siguen este movimiento; sus paredes se doblan en el sentido de la torsión, la cavidad interior se estrecha á tal punto que no permite mas la sali- da del feto.

Se diagnostica este cambio de relación por la gran dificultad ó la im- posibilidad de introducir la mano en la matriz, así como por la presen- cia de pliegues espiroides al rededor del punto torcido.

Para restablecer las relaciones del útero se emplea el procedimiento siguiente:

Cuando la torsión está ála izquierda re revuelca la hembra de la iz- quierda á la derecha, y cuando la torsión está á la derecha, la revol- cadura debe hacerse de la derecha á la izquierda.

En el primer caso, se acuesta primeramente la hembra sobre el cos- tado izquierdo, en seguida se la pone de dorso, después sobre el costa- do derecho, sobre el esternón ó el vientre para volver á ponerla sobre el lado izquierdo.

En el segundo caso, se obra de la misma manera, pero en sentido in- verso: la hembra está primeramente acostada sobre el lado derecho, y revolcada como está indicado mas arriba para volver sobre el cos- tado punto de partida. El hombre con la mano en la vagina favorece estas maniobras, y mientras que se revuelca la hembra, por un esfuer- zo, en sentido contrario, trata de inmovilizar la matriz, para impedir que siga el movimiento imprimido al resto del cuerpo. En muchos casos habrá que repetir mas de una vez estas maniobras, después de haberse asegurado que la torsión persiste. Si á pesar de todo nada se consigue por este medio, habrá que recurrir á una operación sin la cual la ma- dre y el producto están infaliblemente perdidos. La operación se prac- tica en el flanco derecho^ á dos pulgadas del ángulo externo del ilion. Después de haber afeitado la región, se hace una incisión oblicua de arriba abajo y de atrás á delante para poder penetrar con la mano. Se destuerce la matriz, y luego se reúnen los bordes de la solución de continuidad practicada en la piel por medio de una sutura enclavijada compuesta, observando en todo las regdas de la asepsia y antisepsia.

Hernia

Un golpe sobre el flanco, esfuerzos violentos, provocando una solu- ción de continuidad de las paredes musculares sin ruptura de la piel,

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Revista de la Facultad

pueden tener por efecto la penetración en la abertura de una porción de la matriz.

La dilatación extraordinaria del anillo ingaiinal puede dar lugar al mismo accidente: este hecho se ha observado en la perra.

En el primer caso, cuando la Jieniia es iimv ¡¡¡nítada, y tratando de g-randes hembras, se pondrá el animal en la posición dorsal para ha- cer el parto. Después de efectuado el parto se operará la hernia se- gún los métodos quirúrgicos, asegurándose bien antes si existen ó no adherencias.

En la hcriiia voliiiiiiiiosa de las grandes hembras, no hay otro recur- so sino la operación cesárea para salvar el producto.

En la hernia de las pequeñas hembras, se practicará siempre la ope- ración cesárea.

La herma iiiguÍ7tal de la matriz requiere una operación grave, com- plicada, cuya descripción sale de los límites que me he trazado.

Caifla de la matriz

En el caso de caída de la matriz, esta se halla situada debajo de su nivel ordinario, es decir mas abajo que el pubis. Durante el traba- jo del parto, el feto, en lugar de ser empujado hácia el orificio, viene á ejercer una presión sobre el borde anterior de este hueso ó abajo. Es imposible que se verifique el parto si la matriz no vuelve á su ni- vel normal.

Este estado se conoce fácilmente introduciendo la mano en el útero. Se remedia colocando la hembra de dorso; la m¿itriz, por su peso, baja al nivel del orificio vaginal; el obstáculo desaparece y el parto se lleva á cabo.

Kspajiimo. iudiiracióu y €»hlltei*aelóii del cuello del útero

Importa mucho establecer con seguridad el diagnóstico para la apli- cación racional del tratamiento.

i'^ En el espasmo: a) Se unta el cuello del útero con extracto de beladona; b) se inyecta en la vagina una solución de sulfato de atro- pina (0.50-0.60 en 200 á 300 gramos de agua), una infusión de beladona (120 gramos de planta fresca, 150 de planta seca en 3 litros de agua; 2 litros por la boca con una hora de intérvalo,el resto por inyección va- ginal (Laffite); c) irrigaciones de agua tibia á 40^* por medio de un en- teroclista; d) dilatación gradual con los dedos dispuestos en cono, el dilatación con la esponja preparada.

2 o JLnldi iftdttraciójiy obliteración-. 2^) incisión del cuello del útero observando los principios antisépticos, y después los medios que se emplean para combatir el espasmo; b) operación cesárea para salvar el producto cuando han resultado vanos todos los otros medios.

DE Agronomía y Veterinaria

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Estrechamiento del bacinete

Las vias por donde debe pasar el feto no ofrecen la capacidad necesaria, á consecuencia de una fractura consolidada de los huesos del bacinete, ó del desarrollo de una exostosis, etc. en la cara in- terna de la cavidad pelviana.

Estos obstáculos, fáciles de conocer, son muy graves, porque no pueden ser remediados. La embriotomia es el único recurso, si la via es demasiado estrecha para dejar pasar el feto.

Tumores úíero-vaftiiialesi

Son raros en nuestras hembras domésticas. En g^eneral, son forma- dos por quistes y pólipos. Los tumores sólidos se eliminarán por el método mas fácilmente aplicable (ligadura, tracción, enucleación, aplastamiento lineal, incisión simple, etc.) Los quistes se vaciarán con el bisturí.

Obstáculos dinámicos

Sucede que los esfuerzos son demasiado violentos, demasiado débi- les ó nidos.

En el primer caso, la parturición se áice tiunnlfiiosa. Se observa en las hembras jóvenes, vigorosas, que paren por primera vez, y que, acosadas por los dolores del parto, hacen esfuerzos violentos y conti- nuos, sin que el cuello de la matriz esté dilatado.

Se combate la parturición tumultuosa por medio de la inhalación de cloroformo. Se toma un pequeño tapón de algodón que se im- pregna con 10 á 15 gramos de cloroformo, y se pone cerca de la entrada de las narices.

vSe hacen inyecciones emolientes en la vagina, baños de v^apores Se tapa la hembra.

Los esfuerzos demasiado débiles ó nidos van acompañados de una debilidad aparente ó real.

La debilidad apeirente se conoce por los caracteres siguientes: el animal queda parado y no hace movimiento ninguno de impaciencia, su estado de gordura es satisfactorio; el ojo es brillante, la conjun- tiva colorada; la respiración es acelerada, el flanco tendido; el pulso duro, acelerado, los latidos del corazón imperceptibles.

La debilidad real se nota en las hembras extenuadas por esfuer- zos expulsivos violentos y de larga duración. Los animales flacos, viejos, debilitados por enfermedades anteriores pueden también pre- sentar este estado.

Si el feto está en buena presentación y posición normal, se apro- vechan los primeros esfuerzos de la madre para operar tracciones sobre el producto.

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Al mterior se administra:

Cornezuelo de centeno p: 50 gramos.

Vino colorado caliente i litro.

Se administra tibio y en dos veces.

Al exterior, baños de vapores debajo el vientre.

Obstáculo!^ flepeiiclieiiteis del feto ó diditoeia fetal

Enfer^íedades del feto

Hidrocefalia ó Jiidropesia cerebral. vSi el feto está en presentación anterior, se tratará de íijar la cabeza por medio de una soga ata- da en el pescuezo; después se perforara el cráneo con un bisturí corto y encorv^ado. Una vez abierto el cráneo, este se aplasta, sale el líquido y disminuye el volúmen de la cabeza. Se operan trac- ciones sobre la cabeza y los miembros anteriores.

Acitis ó Jiidropesia abdominal. Algunas veces las tracciones for- zadas se practican con éxito, porque por la compresión, el líquido abdominal puede salir fuera por la boca ó la nariz, como también puede salir por desgarramiento de la pared abdominal. En uno y otro caso, disminuye el diámetro del abdomen del feto y el parto se puede hacer.

Si este resultado no se obtiene, habrá que perforar el abdomen del feto por medio de un bisturí largo para dar salida al líquido.

Exceso de vohuneu. Puede ser general ó parcial (cabeza, tórax ó tren posterior).

vSi la presentación y la posición son normales, se podrá ensayar el parto íprzado.

Se inyectará previamente en la vagina un poco de aceite de oli- vos ó de agua de lino.

Si hay una disproporcíón marcada entre el volúmen total del feto ó de algunas de sus partes y el diámetro del bacinete, no quedará otro recurso que la embriotomía, ó la operación cesárea, según que se prefiere conservar la madre ó el producto.

Si hay gases, serosidad acumulados debajo la piel ó en una ca- vidad, (craneana, tórax, abdomen) incisiones longitudinales en la superficie del cuerpo, punciones practicadas en las cavidades per- miten á los fluidos salir antes y durante las maniobras del parto. El feto vuelve así á su volúmen natural.

Vicio de canfor niación, Es imposible dar las indicaciones apli- cables en todos los casos. Lo mas importante es diagnosticar bien la naturaleza de la monstruosidad, para poder luego emplear con intelig-encia y éxito la embriotomia porque, en muchos casos, será el recurso al cual habrá que apelar. Todo se reduce á disminuir el volúmen del feto para poder extraerlo.

DE Agronomía y Veterinaria

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AVES DE CORRAL

La incubación artificial

Por el Ingeniero Agrónomo A. Devaux I

La producción de las aves no es generalmente mas que una es- peculación muy accesoria en la chacra.

Hay, sin embargo, casos en que aplicada en cierta escala puede importar la mejor fuente de recursos.

Tales son: la proximidad de una gran ciudad, de un mercado im - portante, de una salida cualquiera, en donde la venta se hace á precios remuneradores, sobre todo si se puede procurar á poco pre- cio residuos industriales, desperdicios de moliendas ó de graneros.

Existen dos métodos de reproducción: la incubación natural y la artificial.

Este último es el que parece mas ventajoso, sobre todo si se dis- pone de aparatos perfeccionados, come los que hoy se encuentran.

Las incubaciones artificiales permiten producir aves en cualquier época del año, lo que no es posible con las cluecas, que no en- tran en incubación sinó en ciertas épocas más ó ménos variables.

Esa circunstancia hace que se pueda obtener muy temprano, aves nuevas mucho antes que los productos de las gallinas incubadoras lleguen al mercado, y se sabe que las primeras aves, á causa de su rareza, se venden muy fácilmente, y á buen precio. Además, se puede producir en grande una cantidad considerable de pollos.

En fin, el manejo y la vigilancia de las incubadoras artificiales, confiadas á personas algo experimentadas, exigen tal vez menos tiempo que los cuidados que que se deben tener con las gallinas cluecas.

L(5 decimos por experiencia, porque hace años que nos consagra- mos á la cria de aves en grande escala.

Todos los sistemas de incubadoras tienden á realizar lo mejor po- sible las condiciones en las cuales entán colocados los huevos bajo la gallina.

El calor es suministrado por una lámpara ó ladrillos de carbón; la temperatura no debe pasar de 40*^ c. ni bajar de 39"; fuera de estos límites, puede morir el gérmen.

En los sistemas mas recientes, el calor es proporcionado por un recipiente lleno de agua colocado en la caja que contiene los hue- vos; lo incubación se hace entonces en medio de un calor húmedo que es favorable al nacimiento (es justamente lo que pasa debajo de la gallina) -además, se les ha provisto de un regulador aittovid- tico que mantiene una temperatura fija de 39 á 40'\

Las incubadoras pueden recibir 200^ 400 huevos y aun más, se-

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gun sus dimensiones. Los huevóos se colocan juntos, en hileras regu- lares, en una especie de cajones en forma de sector y dispuestos en la caja. El fondo de estos cajones asi como el de la caja es á claraboya á fin de asegurar la aeréacion indispensable.

Conviene siempre hacer funcionar la incubadora vacia antes de servirse de ella durante alg-unos dias, á fin de asegurar su marcha.

Mientras dura la incubación, debe cambiarse con la mano la po- sición de los huevos dos veces cada 24 horas, y al mismo tiempo que se procede á esta operación, cada hilera de huevos cambia de lugeir; la primera, la más cercana del centro del aparato, se coloca detrás, y cada una de las otras avanza hácia el centro; además, se cambia de lugar á los cajones; todo esto con el objeto de que cada huevo reciba la misma cantidad de calor, pudiendo la temperatura ser más débil en la periferia que en el centro del aparato.

Esta operación debe hacerse con las mayores precauciones, sin ruido y evitando los choques, que matan el embrión,

Hácia el cuarto ó quinto dia se procede al niírage de los hueVos. Para esto, se acerca el huevo á la llama de una vela en un parage oscuro entre las dos manos en forma de pantalla: los huevos claros, es decir, no fecundados, son trasparentes y deben eliminarse. Los fecundados presentan una mancha obscura, rojiza y móvil de la que se desprenden filamentos ramificados del mismo color, afectando el todo la forma de una araña.

Sucede también que pueda tratarse de lo que se llama falsos gér- menes, es decir, de embriones detenidos en su desarrollo y en con- secuencia muertos; se les reconocerá algunos dias después, en que la marcha no ha aumentado, mientras que los gérmenes vivos se han extendido cada vez más, y han concluido por ocupar casi todo el interior del huevo.

Los fabricantes proveen de pequeños aparatos llamados ovóscopos, que sirven para el mirage de huevos.

Son poco prácticos. Por lo demás con un poco de experiencia se llega á eliminar con seguridad los huevos no fecundados, sirvién- dose simplemente de las dos manos.

La mediana de los huevos no fecundados es de 5 70.

Puede llegar á 20 o/,, y más en invierno. Es necesario pues espe- rar una pérdida mayor cuando se opera en esta estación.

La elección de los huevos tiene su importancia. vSe dará la pre- ferencia á los voluminosos, que producen pollos mas fuertes. Los de cáscara lisa y regular deben ser preferidos á los de cáscara ru- gosíi, y deformada, que son á menudo- estériles.

En el momento de dar vuelta los huevos, y cuando por una causa ú otra se les debe sacar de la caja, es necesario evitar las corrien- tes de aire que los enfrien bruscamente, y puede así matar el po- llito. Evitar también la entrada en la caja, del gas del aparato ca- lentador, lo que produce la asfixia del gérmen, y este accidente no es raro en los malos aparatos.

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Tomando estas precauciones elementales se llega á obtener una mediana de 75 ^\ \, de pollos; alcanzando á veces á 90 7o cuando ha habido muy pocos huevos claros.

Estos resultados son ciertamente superiores á los obtenidos por la incubación natural en la que no se debe contar sino con el 50 7o, porque sobre 10 gallinas, por ejemplo, sucede con frecuencia que tres o cuatro aba,ndonan los huevos antes del nacimiento, y son otras tantas nidadas perdidas.

En el próximo número diremos algo sobre la mantención de los pollitos en las incubadoras.

REVISTA CLINICA

Por el profesor, médico-veterinario doctor Julio Lejeune

Operación df la uretrotomia

Numerosos son los caballos atacados de retención de orina, que han muerto por haberlos confiado á manos de curanderos ignoran- tes. Muchas veces, una operación muy sencilla, la uretrotomia, hubiera salvado á estos enfermos.

Creemos útil para los propietarios de caballos hacer conocer esta operación y las condiciones en las cuales se debe practicarla.

vSe practica la uretrotomia para extraer los cálculos vejigales y uretrales.

Modo operatorio. En el caballo, la incisión de la uretra, se hace en la región perineal, al nivel de la arcada isquial. Esta incisión debe tener una extensión suficiente (4 centímetros) para permitir la introducción de los instrumentos que deben servir para la extrac- ción del cálculo.

La solución de continuidad que se practica de afuera hacia aden- tro, interesa la piel, la doble aponeurosis del perineo, el ligamento suspensor de la verga, el músculo bulbo-cavernoso una capa erec- til bastante espesa (bulbo de la uretra) y la mucosa uretral, La pequeña hemorragia que se produce, resulta de la división de las ramificaciones de las arterias y venas bulbosas.

Para facilitar la incisión de estas diferentes capas se introduce en la uretra un tallo flexible ó junco muy redondo y un poco encor- vado á su extremidad cuidando de untarlo previamente con aceite de lino.

Un ayudante empuja esta sonda hasta que hag-a relieve en la arcada isquial. Es sobre esta, parte saliente de la sonda que el operador practica la incisión de los tejidos. Cuando el cálculo se encuentra en la vejiga ó en la porción pelviana de la uretra (seno

146 Revista de la Facultad

uretral) y es poco voluminoso, se puede con facilidad atraerlo hasta la arcada isquial introduciendo la mano por el recto. En estas con- diciones la extracción no ofrece dificultad.

Si el volumen del cálculo es considerable se debe recurrir á la operación de la litotricia ó bien de la uretro-cistotomia.

Operación de la litotricia

Esta operación consiste en dividir los cálculos demasiado volu- minosos para pasar á través del cuello de la vejig-a.

Por la incisión de la uretra arriba descrita se introduce en la vejiga una pinza especial llamada litotritor. Se ensaya, por me- dio de la mano introducida en el recto, de colocar el cálculo entre los dos labios de la pinza y de dividirlo. Es recomendable inyec- tar en la vejiga, en cantidad grande, agua tibia, para favorecer la salida de los sedimentos y los fragmentos que no pueden ser extraídos tacilmente con el litotritor.

Operación de la uretro-cistotomia

Cuando el cálculo es demasiado voluminoso para pasar á través del cuello de la vejiga y de la entrada de la uretra, es indica- do de agrandar el paso, por medio de una incisión de estas par- tes. Esta incisión se llama uretro-cistotomia.

La uretro-cistotomia se lleva á cabo por medio de un bisturí abotonado á hoja larga ó de un cistotomo.

Modo operatorio. vSe compone de dos partes.

parte. Uretrotomia perineal; ya lo hemos descrito.

2'^ parte. Cuando se sirve del bisturí, se la introduce en la vejiga por medio de una sonda acanalada y se practica una ó dos inci- siones en la parte superior del cuello de la vejiga.

Para facilitar esta incisión la sonda se lleva en un sentido opuesto y mantiene el cuello de la vejiga en su posición normal.

Con el cistotomo la operación es mas sencilla todavía. Se lo intro- duce por el cuello de la vejiga y después el operador apoya sobre una báscula separando así la hoja cortante en un grado calculado previamente.

Cuando es posible, se debe practicar la litotricia de preferencia á la uretro-cistotomia.

EL PORVENIR DE LA INDUSTRIA LECHERA

EN LA PROVINCIA DE BUENOS AlRES

Por Heriberto Gibson, ex-vocal del Consejo de la Facultad

El itustrado hacoidado D. Heriberto Gibson ha respondido digna- mente á la misión que le encomendó el P. E. para estudiar las condi-

DE Agronomía y Veterinaria

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eíones actuales de las indiístrias rurales en el Reino Unido de la Gran Bretaña y la aplicación qne pueda hacerse en esta Provincia de los conocimientos qne dicho estndio suministre co7i el envío al Ministe- rio de Obras Ptihh'cas de un inf orine sobre la producción de manteca y queso, qne contiene observaciones interesantes y de aplicación en el país.

Para que ese infornie pneda ser provechosamente titilizado, el sefior Ministro Dr. Frers, lo ha hecho picblicar en un folleto de setenta y una pajina, nítidamente impreso en los J alteres del Museo. Traba- jos de esta naturaleza redundan en beneficio positivo para la Provin^ cia, estimulando el desarrollo de su progreso agrícola. La Revista transcribe dos capítulos, cuya lectura recomienda, y que forman parte esencial del informe que lleva por título el del epígrafe.

Tierras En general toda la tierra de la Provincia se presta á la industria lechera y no hay una zona mas favorecida que otra para su realización. No creo sin embargo, que es el estanciero el que puede explotar la industria por su propia cuenta, es decir, hacer ordeñar las vacas de su establecimiento, recoger la leche, construir una fábrica con todas sus instalaciones, elaborar el artículo, enva- sarlo, sellarlo con su marca de fábrica 3^ enviarlo para su exporta- ción á Europa. Son tantos los quehaceres en una estancia grande que no basta su administración para criar los ganados, engordarlos, cultivar la tierra y cosechar sus frutos de maíz, alfalfa, cereales, remola-cha, papas, lino, etc., instalar tambos, fabricar manteca y que- so y, en fin, practicar todos los ramos de la industria agro-pecuaria. La organización de una empresa tan comprehensiva es demasiada complicada para el menaje del estanciero y las ganancias desapa- recen en los gastos de administración.

Hemos visto que en general el estanciero no lucra con la la- branza y prefiere arrendar su campo á los agricultores antes de abarcar la industria por su propia cuenta. Algo análogo pas-aría en la mdustria lechera y tendría que buscar la cooperación del indus- trial, cuya remuneración sería una parte de. los productos líquidos de la empresa. La introducción de un cultivo esmerado de la tie- rra para que cada hectárea produzca su máximum de forrajes, ce- reales, carne, lana, manteca, queso y productos similares, tiende á la subdivisión y acceso al arrendatario y al pequeño propieta- rio. Sin duda hay estancias donde se practican los diversos ramos de la industria agro-pecuaria y hay estancieros bastante activos y emprendedores para administrarlos con éxito, pero son excepciones que confirman la regla. Si la industria lechera ha de depender de las fábricas anexas á un establecimiento de campo, no promete un desarrollo muy satisfactorio. Si el estanciero á sus puesteros diez vacas lecheras á cada uno, hallará que descuidan sus majadas para atender á sus tambos, ó descuidan sus vacas para atender á sus ove- jas; ni unas ni otras recibirán el cuidado que merecen. El estáñele-

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Revista de la Facultad

ro podrá dedicarse exclusiv¿imente á la industria lecheni, pero en ese caso dejará de ser estanciero. Tendría que hacer lo que ha he- cho con las casas de negocio: separarlas por completo de la adminis- traci(Sn de su establecimiento; en otras palabras, poner un habilitcido ó arrendatario. Podría también estciblecer tres ó cuatro tambos en va- rios puntos de su estancia y enviar la leche diariamente á la fábrica mas próxima, en la suposición que la hubiere. Vn ejemplo práctico de ese sistema se trataba de establecer, - - si no se ha establecido ya en Las Rosas, Provincia de Santa-Fé, donde se proponía edificar una fábrica que contaba con una cantidad g'aranticla de leche cada día, proveida por varias estancias de los alrededores.

Para hallar al verdadero industrial en la producción de manteca y queso hay que buscarle entre los arrendatarios, los pequeños propie- tarios, los colonos y los chacareros de la Provincia. Para esa gente sería un aliento palpable tener un mercado donde vender la leche de sus diez ó veinte vacas diariamente. Según los datos suminis- trados por los informes coloniales una vaca lechera unos 1 8 pe- sos oro por año á su dueño, entendiéndose que éste no hace mas que ordeñar la vaca y vender la leche. Xo hay por qué suponer que las vacas de la Provincia de Buenos Aires den menos leche que las de Australasia, ni tampoco que la manteca fabricada con uniformi- dad valga mas en las colonias británicas, separadas de Europa por una distancia casi doble de la que existe entre el Rio de la Plata y el Támesis. Un chacarero que tenga 50 hectáreas, y que cultive la quin- ta parte con maíz^ alfalfa, etc., podrá tener con facilidad veinte vacas lecheras sin perjuicio de continuar otros ramos de su industria de agricultor, las que le producirían 360 s oro por año, sin requerir mas capital que el valor délas vacas mismas, una pequeña ramada, dos ó tres baldes y un carrito lechero para llevíir diariamente los cien ó ciento cincuenta litros de leche á la fábricai, y traer el suero á su casa. Quince chacareros que tengan veinte vacas lecheras cada uno, forman un núcleo suficiente para hacer el abasto de una fábri- ca de manteca.

Voy á terminar mi informe sobre la industria de manteca y que- so con una corta reseña de la parte que en mi humilde inteligencia, puede tomar el Exmo. Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para fomentar el desarrollo de un nuevo comercio en el Estado. Durante mi residencia de seis meses en esta tierra, he dedicado toda mi atención al estudio de la industria que motiva la presente Me- moria; he visitado varías Exposiciones, he presenciado las demos- traciones públicas de las lecherías modelos, he recurrido á los agentes generales de las colonias australasianas, he consultado á los comer- ciantes del ramo, he leido una verdadera biblioteca de obras sobre la materia, y con esta base presento las indicaciones que reputo mas adaptables para la Provincia.

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Convendría dar la mayor difusicSn á los conocimientos prácticos entre el pueblo rural de la Provincia. Se puede dividir el programa en las siguientes secciones:

Exposiciones y férias. —Dedicar una suma de dinero para que en la Exposición-Féria anual de la Sociedad Rural Argentina, como así mismo en todas las férias de la primavera y del otoño, haya una instalación de lechería modelo donde se fabrique manteca y queso, accesible al público. Los fondos podrían ser administrados por la Sociedad Rural Arg-entina, con la expresa condición de concurrir con la lecheria modelo á todas las férias de la Provincia.

Crear é invitar á las varias asociaciones rurales para que creen premios en dinero, medallas ó diplomas, á:

1. Vacas lecheras.

2. Idem en competencia, como productoras de manteca.

3. Máquinas de separar leche y de fabricar manteca y queso.

4. Vehículos para la conducción de leche. ^5. Envases para manteca y queso.

6. La mejor exposición de queso y de manteca para la expor- tación:

7. La mejor colección de productos lecheros.

8. Alodelos y planos de lecherías, fábricas y cremerías econó- micas .

Instrucción. Nombrar uno ó mas instructores técnicos cuya mi- sión será dar conferencias públicas en las férias y exposiciones, visitar las zonas dondó su presencia sea conveniente é informar á su Departamento de Gobierno con respecto á todo lo que interese á la industria.

Para la fabricación de manteca, los suecos y dinamarqueses serían quizás los mas indicados por sus conocimientos en el ramo. Para la fabricación de queso convendrían los canadienses por la impor- tancia de esa industria en su país. Es digno de mencionar que la República Argentina recibe en valores de máquinas agrícolas ma- yor cantidad del Canadá que de cualqíiier otro país.

Sería conveniente además hacer publicar una obra sobre la indus- tria en el idioma patrio, sea por concurso á un premio de dinero, sea mandándola escribir por una persona preparada en la materia. Dicha obra no debería ser demasiado extensa ó técnica. Debería tratar sobre tierras, razas lecheras, edificios é instalaciones, cerdos, forrages, leche, manteca, queso, tocino y jamón, sementeras y en- fermedades.

Premios. Sería un estímulo á la industria ofrecer una prima por cada tantas toneladas de manteca y de queso, fabricada por el sistema cooperativo procedente de chacras, colonias y centros agrícolas. Dichos premios á pagarse por el período de tanto por año.

Legislación. Cuando la industria haya tomado mayor desarro- llo en la Provincia será necesario legislar ó al menos reglamentar

Revista de la Facultad

respecto de la uniformidad del producto, la limpieza y la preven- ción de las adulteraciones.

El éxito que ha tenido el «Día de Arboles > en los Estados Uni- dos y en Nueva Zelandia autoriza á indicar su conveniencia al gobierno de una Provincia, cuya carestía de maderas es quizás su defecto principal en cuanto á sus oondiciones rurales.

La considerable importancia de la industria lechera, y el éxito completo que ha tenido en países menos adelantados que la Pro- vincia de Buenos Aires para desarrollarla, ha sido el motivo por que la he tomado como tema preferente en el cumplimiento de la misión con que el Exmo. Gobierno de la Provincia de Buenos Aires se sirvió honrarme.

Ha dicho un ilustre ganadero de la República Argentina, que el defecto principal de la vaca está en que no produce lana. Pero si produce 20 pesos oro en el año para su dueño, produce un sustituto muy excelente. El consumo de una vaca equivale al de cinco ove- jas. No hay ninguna oveja cuyo vellón valga cuatro pesos oro.

Las diversas embriotomías

Por el profesor, médico-veterinario Dr. Julio Lejcune

En una de las revistas anteriores nos hemos ocupado de las em- briotomias que mas servicios prestan al partero veterinario, es decir, de las de los miembros anteriores en primer lugar y en segundo lugar de los miembros posteriores. En este artículo, trataremos de las otras embriotomias que puedan ser de positiva utilidad en el arte difidl de los partos y solamente de las que hemos tenido oca- sión de practicar en nuestro servicio profesional.

Sucede á veces, que, después de salir 3,1 exterior, la parte ante- rior del feto, se encuentra tan comprimida la parte posterior, en las vias genitales, que ofrece un obstáculo insuperable al parto.

En estas condiciones hacemos la resección de toda la parte del feto que se encuentra al exterior y por medio de un propulsor es- pecial ó de la mano sola, hacemos reentrar en la matriz la parte posterior. Para no herir el útero, por el contacto directo de los hue- sos puestos á descubierto, se debe conservar la piel en una exten- sión bastante grande para suturarla de manera á cubrir perfecta- mente todos los huesos mas ó menos puntiagudos. Esta sutura se practica antes de hacer reentrar en la matriz, la parte posterior del feto. Después, se busca las piernas para atraerlas al exterior y concluir el parto.

DE Agronomía y Veterinaria

Si por su volumen demasiado grande, la parte posterior del feto, opusiera un obstáculo serio al parto, se practicaría la embriotomia de un miembro ó de los dos miembros por el procedimiento ya des- crito en la révista anterior.

Operación de la symfisiotomia

En la presentación isquial, cuando el exceso de volumen del feto, ofrece un obstáculo insuperable al parto, hay indicación de practicar la symfysiotomia. Esta operación consiste en cortar la symfysis isquio-pubiana del feto en la dirección del gran eje del cuerpo. Se consigue así un acercamiento de las dos mitades del coxal y una disminución de volúmen que permiten concluir el parto.

Para practicar la symfisiotomia, empleamos un embriotomo que merece una mención especial por sus buenas condiciones y por la facilidad de manejarlo. Indicamos en seguida su forma y dimen- siones.

Este embriotomo, tiene un metro de largo; la hoja cortante, 6 centímetros de largo y 5 de ancho. La forma en ángulo que pre- senta la hoja, permite fijarla exactamente sobre la parte que se quiere cortar sin que pueda desviarse en ningún sentido.

Los dos extremos de la hoja son muy redondos para no herir los órganos que se deben respetar.

La operación se divide en dos partes.

parte Incisión de la piel. Esta incisión que tiene 10 centíme- tros de largo, se practica, sobre la arcada isquial, con un bisturi especial de hoja encorvada.

2^ parte. Sección de la synnfisis isqiiio-puhiana. Para no lesionar la vagina ni el útero, se introduce el embriotomo en la matriz, ocul- tando la hoja cortada en el hueco de la mano.

Se coloca la hoja cortante sobre la arcada isquial en el punto representado por la symfisis isquio-pubiana.

Visto lo largo del mango del embriotomo, la extremidad opuesta á la hoja se encuentra afuera de las partes genitales y mientras la mano del operador aplicada sobre la hoja, se concreta puramente á dirigir el instrumento, un ayudante, armado de un martillo, aplica golpes metódicos sobre la extremidad opuesta del embriotomo, hasta cortar completamente la symfisis isquio-pubiana.

En la próxima revista, nos ocuparemos de las otras embrioto- mias que encuentran frecuentemente su aplicación en la práctica usual.

Revista de la Facultad

Fisiología Especial Veterinaria.

EUNCION DE LA DIGESTION. De L(3S ALIMENTOS. (Por el Profesor sustituto Dr. Télix Mezzadrelli)

Antes de entrar en el estudio de las transformaciones que sufren las sustancias extrañas que deben servir para el mantenimiento del or- ganismo, es necesario conocer sus caracteres, propiedades, composi- ción, origen, y las leyes según las cuales, los animales usan de ellas.

Los alimentos son sustancias que el animal introduce del exterior en su cuerpo, que las transforma y absorbe, haciéndolas aptas para proveer á todas las necesidades del organismo, considerado como máquina viviente industrial.

vSintéticamente, el alimento se compone de dos partes, de una mate- rial y otra vital, de fuerza ó dinámica.

El alimento, provee por lo tanto, á la renovación de los fluidos, á la reparación de los sólidos del organismo, á las sustancias necesa- rias á la formación de la materia que lo compone, y á la energía indis- pensable para el cumplimiento de las funciones.

Los alimentos pueden ser:

Vegetales.

Animales.

Minerales.

Los vegetales que toman de la tierra y del aire los elementos nece- sarios para su desarrollo, transforman bajo la fuerza de las vibraciones de la radiación solar, los minerales en principios inmediatos elaboran- do la materia orgánica, y almacenando el potencial de la energía actínica (del griego actin radio) transformada.

Los elementos que los vegetales se asimilan de los minerales son:

Carbono Silicio.

Hidrógeno Potasio.

Oxígeno Sodio.

Azoe Calcio.

Fosforo Magnesio.

Azufre Manganeso.

Cloro Fierro.

Los que se encuentran todos en la composición de los organismos animales en estado de combinaciones varias, que poco se diferencian de los vegetales. Comparando la composición química de los gér- menes que dán origen á la série ontogénica de los dos reinos orgá- nicos el huevo y el grano, encontramos:

DE A(.tR(3nomía y Veterinaria

153

Huevo Grano

Albúmina / ^ r (xluten 1

^ . ,• Alatenas azoadas , . ^Materias azoadas

Caseína S Album, r ibnn. \

jMateria grasa ^Materia grasa

Azúcar Almidón, azúcar

Azufre y P'ósforo Azufre, Fósforo

Sales minerales Sales minerales

Agua Aguas

Entonces la sustancia vegetal es la materia primitiva de los orga- nismos sensitivos, la que para fabricar los cuerpos animales no nece- sita sufrir sino débiles modificaciones; así los alimentos que son introducidos en el tubo digestivo sufren de una manera total ó parcial^ por la acción de los jugos bucales y gastro-entéricos un cámbio de estado; se disuelven, se transforman y son absorbidos; y si sirven á la nutrición del animal, es en una forma indirecta {(L. Bernard).

Estas son las transformaciones de las partes materiales que com- ponen los alimentos.

Observemos ahora lo que pasa con el potencial, fuerza ó energía vital de que están cargados.

Ea energética nos enseña que el potencial no aumenta ni se destru- ye, permanece invariable como las sustancias materiales; en el mo- vimiento de desintegración (división, descomposición) ese potencial de fuerza de tensión se transforma en fuerza viva (calor, trabajo mecánico, movimiento), y en esta forma anima los rodajes de la máquina animal quemando su siihstracttun y originando sus po- tencias.

Es claro que las sustancias como el potencial de los alimentos, no hacen mas que mudar de posición y de forma sin pérdida ni utilidad la materia, como la energía no se pierden, todo lo que exis- te es eterno, indestructible; aunque en perenne movimiento, los áto- mos, las moléculas de los cuerpos y las fuerzas que acumulan no aumentan ni se destruyen.

Debemos al inmortal Lavois sier las pruebas experimentales de la conservación de la materia, habiéndose demostrado con la ayuda de la química:

lo Que es imposible crear la mas pequeña partícula de sustan- cia.

2^ Que es imposible destruirla.

3'^ Que cualesquiera que sean las variaciones sufridas por la sus- tancia, esta queda siempre invariable en cantidad.

El alimento, para cumplir su rol de cuerpo nutritivo debe pro- veer al organismo, de sustancias orgánicas y principios inorgánicos, (agua, sales minerales); las primeras quemadas en los tejidos por el oxígeno, se transforman en energía dinámica, ó metamorfosean en carnes vivientes según leyes determinadas; los segundos proveen á varias necesidades orgánicas.

154

Revista de la Facultad

Del análisis hecho en los vegetales, resultan compuestos:

í 1*^ Album ínóides ó ni- )

Principios inmediatos azoados trosrenados

\ 2 o A mi

Albúmina Caseina Gelatina

das.

Anhidridos de alcoholes

1" Poliglicósicos

Principios inmediatos no azoados ó no nitroge- nados, ó hidratos de car- bono ó extractivos no azoados

3*^ Principios inorgánicos

20 Glncosios

3*^ Policflicosios

4** Grasas ^ Sales minerales

f Almidones \ Dextrinas ^ Celulosa

/' Dextrosa Levulosa Galactosa Inosite Sorbite Dulcite Perseite

Biosa Triosa

sacarificables

y

no sacarificables

Sacarosa Melitosa Lactosa Maltosa

Agua

Estos principios de los vegetales son los mismos que concurren á la composición del organismo de nuestros animales domésticos her- bívoros, los que con ligeras modificaciones, sirven de nutrición á los animales carnívoros.

La distinción de animales herbívoros y carnívoros es pues, pura- mente convencional, porque en realidad, el herbívoro se alimenta de carne vegetal encerrada en los tejidos de los vegetales, como el car- nívoro de vegetales elaborados en carne por los herbívoros .

Debemos notar que los principios que componen los vegetales, no se encuentran igualmente repartidos en todas las partes de las plan tas: varían según se consideren las raíces, las hojas, las flores y los frutos.

Si la planta es joven ó adulta, la proporción mas exacta se encuen- tra en las partes aéreas de las plantas en el momento de su flores- cencia.

Observemos cuál es el rol de los varios principios que componen los vegetales una vez que han sido introducidos en el organismo y por las transformaciones sufridas son aptos á ser absorbidos.

Los albuminóides\ según Voigt se encuentran en los cuerpos, bajo dos formas: una albúmina fija y difícilmente descomponible, la de las células ó tejidos; y una albúmina de circulación descomponible , cir- culante, que alimenta las células dándoles la actividad funcional- La

DE Agronomía y Veterinaria

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albúmina fija (de los órganos) no se descompone, para equilibrar al gasto de la funcionalidad de la economia, sola en tanto que la alimentación sea insuficiente, como se nota en la falta de alimentación, abstinencia, etc.; en estos casos los animales se alimentan á expensas de sus pro- pios materiales disminuyendo de peso (autofogía).

Así, las alhíiininóidcs participan de la regeneración y edificación de la economía; consumiéndose en la sangre, aumentan la energia de los fenómenos vitales y la capacidad dinámica del organismo, re- constituyen los tejidos, la sangre, los músculos, tendones, cartílagos, proveen á los materiales orgánicos del esqueleto, favorecen la pro- ducción de la leche y activan tal vez los fenómenos de engorde.

Los alhuviinóides introducidos en el organismo en cantidad insufi- ciente lo empobrece, pues este consume mas de lo que recibe; introdu- cidos en cantidad superior á las necesidades, pero sin exceso, habrá formación de carne. El equilibrio de la nutrición en un organismo en estado de reposo es mantenido cuando absorbe tres veces mas de albúmina dt la que arroja en forma de uréa.

Rol de las amidas. Estas son formas transitorias que sufren los albuminóides, y entran en la composición de los vegetales.

Son ricas en ázoe, tienen un poder nutritivo comparable al de la albúmina, y tal vez igual, pero en los herbívoros exclusivamente, pues según Zimtz, en estos animales, las amilas proveen á las nece- sidades de los fermentos del tubo digestivo, ahorrándose la sustancia albuminóide, lo que no pasa en los carnívoros, en donde por las dis- tintas fermentaciones intestinales, no pueden reemplazar la albú- mina.

Rol de los principios inmediatos no azoados. Son termógenos, en- gendran y .mantienen el calor animal y la respiración, además ejercen acción sobre el engorde y la producción del trabajo.

Rol de los principios inorgánicos. Son tan necesarios como las sus- tancias orgánicas. (Liebig). Esto es evidente considerando que todos los sólidos y líquidos de la economíaen los encierran proporciones con- siderables.

Así el cloruro de sodio participa de la constitución de la sangre, de las serosidades, y de los líquidos de secreción; ademas, excita el intestino, y activa el trabajo de nutrición.

El fierro entra en la composición de las ematias; los carbonos y fosfatos, en la organización del esqueleto, etc.

El agna es absolutamente indispensable, para la vida, es suminis- trada á la economía bajo forma de bebida ó unida á los alimentos.

Las bebidas en el organismo, tienen un rol complejo: i'^ Extinguen la sed. 2^ Favorecen la digestión y contribuyen á la composición de los tejidos. Disuelven los principios solubles de los alimentos y fa- cilitan la absorción. En fin, el agua favorece las fermentaciones in- testinales y sus sales intervienen en la nutrición ganeral.

[Continuará.)

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Revista de la Facui^tad

CULTIVO DE LA MORERA

POR EL PROFESOR DOCTOR DOMINGO TAMARO Traducido del italiano por el alumno Antonio Troií^e

I. Terreno

Se dice que la morera arraiga en cualquier terreno. Esto es ver- dad, pero existe una diferencia entre vegetar y prosperar.

En los paises que desde tiempo inmemorial se cultivan las mo- reras, las plantaciones ya existentes pueden servir de norma para escoger la localidad donde se puedan cultivar. PEira obtener pre- ceptos útiles se requerirla que este cultivo fuese hecho siempre racionalmente, y que se pudiese demostrar con cifras su conve- niencia.

Entre nosotros, (en Italia,) no podemos dudar en la elección de una localidad adaptada á la morera, porque á prior i se puede decir que este cultivo es practicable en cualquier parte.

En la alta Italia las moreras mas exuberantes y robustas son las del territorio de Cremona, Brescia, V erona y parte del Berga- masco, ó sea donde los prealpes limitan con la llanura. Mas que al clima y á la exposición, á las buenas cualidades físicas y quími- cas de estos terrenos, que son por demás profundos, se debe el que esto# árboles alcancen un desarrollo considerable y den tanta abundancia de hoja. En la base de estas colinas se hallan los ter- renos formados por las rocas calcáreas y por los detritus de las rocas cristalinas de los Alpes; por consiguiente, son terrenos muy fértiles, de composición compleja y también bastante ricos en huí mis.

Un terreno en el cual prevalece la arcilla, por la impermeabi- lidad de ésta, se mantiene constantemente húmedo. Las moreras plantadas en estos terrenos en sus primeros años de vida tienen una vegetación vigorosa, pero mas tarde se estacionan en su de- sarrollo. La madera crece blanda, mal conformada y las plantas dan poca hoja. Durante el invierno sufren por el frió; en el vera- no, rajándose el terreno, las raices sufren por el calor, y con esta alternativa de calor y de frió se genera la gangrena. Los troncos y las ramas se cubren de musgos y de liqúenes y por esto las plantas se enferman pronto y mueren.

En los terrenos silíceos que tienen propiedades opuestas á los arcillosos, la morera crece también vigorosa en los primeros años, pero con el trascurso del tiempo sino se emplean repetidos abonos lánguidecen y 'dan muy poco producto.

Los terrenos muy calcáreos son muy frios 5^ grietándose en ve-

DE Agronomía y Veterinaria

157

rano hacen sufrir á las plantas. En los terrenos muy ricos en Jm- jjius las hojas resultan demasiado suaves.

Considerando la profundidad de la capa arable sabemos que esta es necesaria particularmente para las plantas arbóreas que tienen la raiz muy desarrollada. Si, por otra parte, en las capas inferiores la raiz halla una capa impermeable, compacta, de greda ó turba, que impida su prolongación, entonces las moreras tienen una ve- getación raquítica, dan hoja pequeña de fácil descomposición.

Igualmente es nociva la humedad en prados de regadío, ó también en las bajas llanuras, donde los terrenos no están bien drenados.

Por último, para la morera se requiere un terreno que se caliente pronto y teniendo en cuenta también su composición, creo en con- clusión que es menester un terreno mas bien profundo, mediana' mente ligero, de 7iaturaleza cnlcareo-areilloso, permeable al agua r á las raices y fácil de calentarse.

En caso de que el agricultor no posea terrenos de esta especie y tampoco puede con el arte suplir á inconvenientes mayores, es mejor renunciar al cultivo de la morera.

II.— Clima

La acción combinada del aire, agaia, luz y calor y la intensidad con la cual obran estos agentes forman la característica del clima.

Sin el concurso del aire no puede tener lug-ar la germinación de las semillas, elaboración de jugos y desarrollo y vitalidad de las raices. De las plantaciones muy espesas no se puede esperar mucho producto de hoja sana y bien nutrida: así sucede para las ramas muy tupidas.

Es necesario, pues, que el terreno se conserve flojo alrededor de las plantas, puesto que penetrando el aire no tan solo sirve para la respiración de las raices sino también para descomponer las sustancias inertes del terreno y hacerlas asimilables. Cuanto mas compacto es un terreno tanto mas profundo y frecuente requié- rese labrarlo.

El agua es un elemento indispensable para la vegetación: en el terreno y al estado líquido, como solvente y elemento nutritivo; en las plantas porque constituye una gran parte del jugo; en el aire al estado de vapor.

Hallándose en cantidad excesiva en el terreno, las plantas no florecen, la madera se forma con dificultad; si es, en cambio, defi- ciente, las plantas crecen poco vigorosas, son de poca vida y se cargan de frutos. Se quita la excesiva humedad mediante labores especiales ó con el drenage; la aridez se remedia cubriendo el ter- reno en primavera, ó regando las hojas, ó bien aún suministrando abonos líquidos durante la vegetación.

158 ^ Revista de la Facultad

Sin la luz no es posible una buena alimentación de las plantas. Concurre en gran parte á desarrollar la planta favoreciendo la alimentación y además la traspiración.

Un árbol que crece á la sombra ramas largas y delgadas, y hojas cloró ticas y flojas.

El calor favorece la traspiración y mantiene en actividad la ve- jetación, pero para ser eficaz debe ir acompañado de un cierto grado de humedad.

El clima tiene, pues, una notable influencia sobre la calidad de la hoja y, ciertamente, hay una gran diferencia entre la hoja obte- nida de plantas encerradas, con poca luz y aire, con las crecidas sobre colinas abiertas, ventiladas, expuestas á la acción directa del sol; habrá una buena diferencia entre la hoja obtenida en atmós- fera y terrenos húmedos, paludosos, y la de terrenos y atmósferas secas y frascas.

Respecto al calor, las observaciones hechas demostrarían que la morera no vegeta en los paises donde la temperatura de invierno desciende á 2 ¡bajo cero, y donde, después del deshojado en prima- vera, no haya por lo menos tres meses en los cuales la tempera- tura media supere los 14'^

En la alta Italia, las épocas en las cuales se producen las prin- eipales fases de la veg'etación de la morera, son las siguientes:

Primer movimiento de la vegetación, 3=^ década de Abril.

Germinación, i**^ década de Mayo.

Floración, id id id.

Maduración del fruto, 3*' id Id Junio.

Caida de la hoja, 3'^ id id Octubre

Según Gasparin, la moreda comienza á engrosar las yemas cuan- do la temperatura media alcanza á g". A 14I las hojas se desarro- llan completamente; y cuando en el otoño la temperatura media se reduce nuevamente á 14'^ la vegetación comienza á estacionarse. Para que la morera pueda dar una buena cantidad de hoja, es me- nester que, desde la época en la cual comienzan á engrosar las yemas á aquella en la cual la temperatura, después del calor estival baja á 14^, pueda recibir por lo menos una suma próxima á 3000 grados de calor, calculándose que para el desarrollo completo de cada yema son necesarios 58 grados próximamente.

Es por esto que el cultivo de la morera acompaña casi en todas partes al de la vid, y donde ésta no puede madurar su fruto, la morera tampoco produce una cantidad de hoja suficiente pai'a com- pensar los gastos y la ocupación del terreno.

Cada ramo se puede considerar dividido en tres partes, esto es: a parte inferior ó madera formada, que ha aprovechado por entero la temperatura estival; la parte media ó madera verde, crecida du- rante los últimos calores estivales y al principio de otoño; y en parte superior ó herbácea formádase poco antes que la temperatura descendiera á 140.

DE Agronomía y Veterinaria

159

Resulta de varias experiencias que la parte herbácea, para tomar la consistencia de la parte leñosa verde, requiere 170° grados de calor, y para convertirse al estado de madera formada ó estacio- nada se precisa de 450'^ á 460", según las circunstancias que mas ó menos pueden hacer sentir á la planta la influencia del calor atmosférico y solar.

Por consiguiente, por efecto de la temperatura invernal en los climas templados sufrirá cuando mas la parte herbácea, ó sea la cima de los racimos; pero en los climas frios, ó sugetos á fuertes hielos, podrá sufrir también la porción leñosa verde, que será aun de mayor extensión^ mientras que por el menor calor de los me- ses de Setiembre y Octubre muy poca parte habrá podido reducirse á madera formada ó estacionada.

Además, en tales condiciones de clima, el deshojado de las mo- reras se hace muy tarde, á menudo también á mediado de Julio (i), por lo cual las nuevas emisiones pierden cerca de veinte dias de máxima temperatura estivcil.

Por esto, precisamente, se prohibe en Bergamo podar después del 24 de Junio, práctica que deberla ser observada todavía mas es- crupulosamente en los climas frios y podar la planta en invierno.

El cálculo de la hoja que puede producir una morera se funda sobre la cantidad de hoja desarrollada después del deshojado del año anterior, porque á cada una de ellas corresponde una yema, de la cual depende la vegetación.

La longitud de las nuevas ramas, que puede dar una morera des- pués del deshojado, no está siempre en relación justa con la canti- dad de hoja obtenida, puesto que no siempre las hojas, y por con- siguiente las yemas, se hallan entre si á igual distancia. Esta depende del mayor grado de humedad de la estación ó del terreno.

En las moreras viejas ó enfermas y en los terrenos muy áridos ó pobres, en vez de dividir por 58 la suma de temperatura, para obtener la cantidad de hoja se deberá dividir por 70 ó por 80.

Comparando, pues, estos datos y los de los gastos de cultivo y v^alor de la hoja, respecto á la tierra, con los gastos y con el valor de otro producto, débese establecer la conveniencia del cultivo de la morera. No debemos seguir la cieg'a mania de querer cultivar to- das las plantas en cualquier clima, y cualquiera sea la condición del terreno, de la mano de obra, del consumo, etc.

III,— Situación

Para la vegetación de la morera, las colinas y las cuchillas son las mejores situaciones.

De este modo las plantas están en ventilación continua, mejor ex- puestas al sol, y á la luz por la superficie inclinada y reciben mayor

(1) Acjní se efectuaría en Diciembre.

i6o

calor. La pendiente favorece el derrame de las aguas y por eso el terreno se conserva mas permeable, las raices pueden extenderse mas y las hojas, aunque mas pequeñas de las de los llanos, son mas nu- tritivas. Por fin: las colinas son menos expuestas á los hielos, á las heladas, á los roclos, á la neblina, cuyos dos últimos fenómenos mu- cho influyen sobre la bondad de la hoja.

En las llanuras las plantas hallan generalmente tierras frescas y fértiles, que favorecen una vegetación exuberante y dem grandes pro- vechos en los años favorables; las hojas son mas acuosas; pero mucho mas desarrolladas que los de la colina. Están, si, sugetas á las hela- das, pero por la abundancia de productos, la llanura es la situaci(')n preferida por el moricultor.

Los valles presentan en mayor grado los mismos inconvenientes de la llanura. El número de horas de sol es muy reducido, las heladas son frecuentes, el roció abundante, y por lo tanto las enfermeda- des criptogámicas recrudecen y solamente las variedades mas rús- ticas pueden prosperar.

Menos adecuadas aun son las exposiciones próximas á los arro- yuelos, á los cursos de las aguas, á los arrozales, de donde se le- vantan neblinas cuando domina el viento norte en la parte superior de la atmósfera y el sud debajo.

Entonces las nieblas producen efectos desastrosos sobre los brotes tiernos, y también sóbrelas hojas tiernas; si, por otra parte, la estación de las heladas ha pasado, la condensación de la humedad que se levanta de la tierra unida á la del aire, forma una neblina que aumenta la humedad de las hojas ya desarrolladas. Sobreviene brus- camente la aparición del sol, el cual con su calor marchita la epi- dermis muy embebida y queda mas ó menos quemada.

El parenquima, que da el color verde á la epidermis, se altera igual- mente; de donde la hoja obtenida es tan defectuosa que no puede servir para alimentar al gusano.

Para terminar diré que, para la morera conviene evitar los luga- res bajos, hilrnedos y expuestos d las neblinas 6 d las heladas tar- dias, como también las alturas dominadas por los vientos^ los cuales inflityen en 7nanera perjudicial sobre las plantas; elíjase mas bien 2¿n lugar reparado (2), ó dios piés de una colÍ7ta, en una ensenada ó en una llanura, donde no reine mucha húmedad.

IV. Exposición

Si no en un grado tan elevado como el del clim¿i, es verdad que la exposición al norte, al este, al oeste ó al sud, influye en la calidad de la hoja. La hoja de moreras cultivadas al sud ó poco asoleadas es

(2) Como se hallan^ por ejemplo, las plantaciones de la Facultad de Agronomía y Veterinaria.

DE Agronomía v Veterinaria i6i

muy acuosa y poco nutritiva y fácilmente atacada por las enferme- dades. Naturalmente, la mejor exposición es la del norte, después sigue la del este, por último la del oeste. Al sud no se pueden culti- var moreras mas que en las provincias meridionales. ( i ).

INFORMACIONES

Datos del Mensaje

Refiriéndose á las iniciativas realizadas en el período administra- tivo de 189,5, eri favor de las industrias rurales, dice el señor Go- bernador de la Provincia Dr. Udaondo en su mensaje leido en la la asamblea legislativa á mediados del corriente mes:

Del estado antes mencionado, resulta que la Provincia tiene 1*440.893 hectáreas cultivadas, que la ganadería, concretándose á las tres especies principales, alcanza á 7.204,767 animales vacunos, 1.679.225 caballares y 52.206.672 lanares.

Los establecimientos comerciales ordenados en 1 1 grupos se en- cuentran: 8319 en la Región Xorte, 3038 en la Central, 2190 en la Sur y 100 en la Patagónica.

Sobre la población total de la Provincia, que según los resultados del censo de ^layo 10 de 1895* debe haber alcanzado en Enero de 1896 á la cifra de 944.795,1a natalidad está representada por el 38 por mil, la mortalidad por el 19 y la nupcialidad por el 6.

Encerrado dentro de los límites que le han marcado la ley de Presupuesto y las leyes especíales que han autorizado determinadas obras públicas, el departamento del ramo ha dedicado sus preferen- tes esfuerzos al fomento de las industrias rurales de la Provincia, adoptando á este fin cuantas medidas han sido posibles.

Dada esta tendencia, apenas necesito deciros que se han atendido principalmente á la viabilidad pública y medios de transporte, de- pósito y embarque de los productos de la agricultura y ganadería

Puedo aseguraros con legítima satisfacción que se han obtenido algunas mejoras de no escasa importancia en esta materia, pero no- puedo ocultaros que están aún muy lejos de satisfacer las necesidades Ello se explica si se tiene presente que nuestra producción agrícola y ganadera tiene movimientos verdaderamente convulsivos en sus ascensos y descensos, de tal modo que es sumamente difícil preveer con exactitud cual ha de ser la extensión de los servicios públicos

(1) Septentrionales.

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Revista DE la P\\cüLtAD

que han de requerir. Los inopinados y bruscos incrementos que de un año para otro se manifiestan en determinados ramos de la pro- duccción, crean necesidades nuevas é imprevistas, de manera que por mucho que se haga siempre se echará de ver que los servicios crea- dos ó las mejoras introducidas no guardan completa relación con la suma de los productos. Como ejemplo de ello basta recordar que la cosecha de cereales suele tener de un año á otro variaciones que alcanzan á centenares de miles de toneladas y que el movimiento de exportación de ganados y su consiguiente trasporte por ferro- carril ha tomado proporciones sumamente considerables desde solo dos ó tres años acá.

Sancionada por V. H. en Diciembre 17 de 1895 las modificaciones y ampliaciones á la ley de desagües del Sur, que os presenté á prin- cipios de 1894, se dictó en Enero 23 del corriente año el decreto re- glamentario de la misma.

La Comisión encargada de la dirección y administración de las obras ha organizado ya sus oficinas técnica y de contabilidad, mientras se da la última mano á los estudios que tenía preparados el Depar- tamento de ingenieros. En virtud del contrato con el Ingeniero señor Félix R. Rojas, que encontré en ejecución al iniciarse mi ad- ministración, se ha efectuado en los canales de la Sección de Ajó 274*944 metros cúbicos de excavación durante el año pasado, alcan- zando el trabajo total realizado hasta la fecha á 434.608 metros cúbicos. Puedo aseguraros ,que los trabajos se proseguirán con ma- yor actividad una vez que la Comisión haya organizado definitiva- mente la percepción del impuesto y administración de las obras^

El sistema de imposición á zonas limitadas, que forman la base de la ley de desagües y que tan ópimos frutos ha dado en los Esta- tados Unidos^ va á ser ensayado entre nosotros por primera vez en vasta escala, apliceindolos á estas trascendentales obras, cuya propia magnitud las haría de imposible realización con los recursos ordi- narios del Erario público. Si este primer ensayo da los resultados que toda la Provincia espera, quedará trazado el camino y abiertos nuevos horizontes para este país en que tanto hay que hacer para fomentar la producción.

La estadística agrícola de la Provincia, sin cuyo auxilio es de todo punto imposible reglar con exacto criterio los intereses eco- nómicos, ha reposado hasta ahora en datos muy vagos ó en cálculos mas ó menos arbitrarios. Así, por ejemplo, no tenemos ningún co- nocimiento medianamente aproximado de la producción real de cereales y mucho menos de la importancia de cada cosecha, que es entre tanto un factor de primer órden en el régimen comercial del país. El monto de las cosechas es deducido, sea de las cifras de la exportación, sea del área sembrada, y basta enunciar para que se evidencie lo falaz de los cálculos.

Careciéndose de recursos para organizar un servicio más completo de informaciones estadísticas, se ha caido en la idea de acudir á los

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informes de un número limitado de agentes de la producción, por cuyas manos pasa entre tanto la totalidad de la misma en cuanto se refiere á los cereales, que constituyen la gran cosecha de la Pro- vincia. Quiero referirme á los propietarios ó conductores de máqui- quinas de trillar y desgranar; porque si se prescinde de una redu- cida proporción todos los cereales pasan por dichas máquinas.

Sobre esta base se está levantando por vía de ensayo un estado de la cosecha de 1895-1S96, cuyo resultado á juzgar por el que hasta ahora se ha obtenido, puede llegar á superar todas las previsiones dada la excelente acogida que ha encontrado entre los agricultores y la eficacísima cooperación tanto de los empresarios de trilladoras y desgranadoras, como de otros agentes voluntarios que intervienen en el procedimiento.

Como antecedente necesario de este considerable trabajo se ha terminado ya una estadística completa de las trilladoras y desgra- nadoras que existen ó trabajan en la Provincia, con indicación de sus dueños, poder, etc.

He confiado á una Comisión de personas desinteresadas y compe - tentes el estudio de una idea iniciada por cierto número de consig- natarios, hacendados y saladeristas, y que reputo sumamente impor- tante y benéfica para nuestra ganadería. Tal es la creación de un Mercado General de Ganados, en que necesariamente se concentrará el movimiento y comercio de todas las especies de ganados que sir- ven al consumo de Buenos Aires, La Plata y poblaciones circunve- cinas, á la exportación y al negocio de invernada. La Comisión acaba de presentar su informe y espero que la idea podrá ser rea- lizada en breve y sin mayores dificultades.

Las medidas prohibitivas adoptadas en algunos Estados euro- peos con respecto á la introducción de animales lanares enfermos de sarna, produjeron verdadera y fundada alarma entre nuestros productores y provocaron una animada é inagotable discusión so- bre los medios conducentes á la estirpación de la enfermedad en nuestros rebaños. Cediendo á las reiteradas peticiones de la Socie- dad Rural Argentina, y mientras llegaba la oportunidad de que V. H. dictase las disposiciones legales del caso, adopté las que es- taban dentro de mis atribuciones, dictando en Febrero último un decreto por el cual se fijan plazos, pasados los cuales será prohibi- da la introducción á las Tabladas del Estado de animales ovinos atacados de sarna y se dispone la desinfección de los wagones de ferrocarril en que hubiesen sido transportados.

Con fines generales de propaganda é instrucción agrícola se han llevado á cabo varios estudios por comisionados ad-hoc, tanto aquí como en Europa, la mayor parte- de ellos puramente honora- rios. Se ha terminado el estudio agrícola de las islas del Paraná y

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se ha publicado la interesante memoria de los mismos, presentada por el Ingeniero Agrónomo señor Antonio (xil. (i)

Están en prensa y aparecerán en breve dos importantes informes sobre Industria de lechería y exportaci(Sn de ganados, presentados por el Sr. Heriberto Gibson, comisionado en Inglaterra; una obra so- bre la flora de la Sierra de Curamalal, cuyo estudio se encomendó al Sr. Dr. Cárlos Spegazzini, (2) y finalmente un folleto con datos para la estadística agrícola, compilados por el Sr. Cárlos hemée.

Féria Exposición de la Sociedad Rural Argentina

Buenos Aires, Abril 23 de 1890.

A S. E. el Sr. Ministro de Obras Públicas de la Pro7<i¡icia de Buenos Aires.

Señor Ministro: Por resolución de la C. D. de la Sociedad Rural Argentina que tengo el honor de presidir, comunico á V. S. que la Sociedad celebrará en los dias 20 al 30 de Setiembre del corriente año una Féria-Exposicion de ganadería, agricultura y máquinas; y ratificando lo manifestado en nota de esta Sociedad de 30 de Se- tiembre de 1895 al Exmo. Sr. (gobernador, vuelvo á solicitar de ese gobierno por intermedio de A". S. su cooperación, en la forma de premios en dinero que serían ofrecidos á su nombre é incorporados al programa que teng-o el placer de adjuntarle en la torma de un suplemento que comprenderá las especies, razas y categorías á que se sirviesen otorgar premio, dentro ó fuera de las ya comprendidas en él.

Tiene el agrado de reiterar al Sr. Ministro las seguridades de su consideración mas distinguida.

José Francisco Acosta. Jodian Frers.

Secretario.

La Plata, Mayo 15 de 1894.

Teniendo en cuenta la benéfica influencia de las ferias-exposicio- nes sobre el progreso agrícola de la Provincia, y considerando que es un deber de los poderes públicos cooperar al mayor éxito de las mismas, el P. E.

(1) Profesor de agronomía en la Facultad de Agronomía Veterinaria.

(2) Profesor de ciencias naturales en la Facultad de Agronomía y Veterinaria.

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Resuelve:

Acordar á la Sociedad Rural Arg'entina la suma de diez mil pesos moneda nacional para contribuir á los premios en dinero ofre- cidos por dicha Sociedad á los expositores de productos agrícolas y ganaderos, que concurran á la féria-exposición que celebrará en la ciudad de Buenos Aires en los dias 20 á 30 de Setiembre del corriente año.

La suma á que se refiere esta resolución se imputará á la partida Obras Públicas del Presupuesto vigente.

(t. UDAOXDO.

Emilio Frers.

Vacunación anti-carbunculosa

Su primera aplicaci(Sn pública fué hecha por Pasteur, Chanberland y Rouse en 1881, con una experiencia practicada sobre 50 carneros, en la cual obtuvieron la comprobación de su eficacia, etc., Apartir de ese año, se practicó en gran escala en Francia y extendióse á los demás paises; existiendo laboratorios para la preparación de la va- cuna en Roma, Pesth, Odessa, etc.

En la Repúbhca Argentina se practica desde hace pocos años, pero en reducida escala, por cuanto se tropieza con dificultades casi insuperables: el precio elevado de la vacuna y el muy inferior de los animales, comparado este con el de los europeos; por el largo tiempo que debe esperarse para obtenerla y por los temores que de sus resultados abrigan las personas que no conocen sus efectos.

La vacunación debe practicarse de preferencia en primavera, pues reporta la gran ventaja de que los animales se hallen inmunes en verano, estación en la cual se desarrolla con mayor írecuencia el carbunclo.

Se practican dos inoculaciones, una preparatoria y la segunda mas fuerte, que la inmunidad.

No se debe hacer la inoculación con la X<^ 2 solamente, porque esta ocasionaria una mortalidad de alguna consideración.

Se emplea con 1 2 ó 1 5 dias de intervalo, mas ó menos, y se hace esta operación con una jeringa de Pravatz ligeramente modificada en su graduación, pues el tallo del embolo tiene solo ocho gradua- ciones en vez de veinte. La jeringa debe ser completamente nueva y desinfectada.

i66 Revista DE LA Facultad

El punto elegido para la inoculación varia según la especie de los animales: á los ovinos se les vacuna bajo la piel del muslo en su parte interna; á los bovinos y otros animales de gran talla, de- trás de la espalda, por ser una parte donde existe mucho tejido con- juntivo y la piel es bastante delgada.

La cantidad de líquido varia también: en los ovinos se inyecta una división de la jeringa ó sea un octavo de centímetro cúbico, y en bovinos dos divisiones ó sea un cuarto de centímetro cúbico.

Los animales que generalmente se vacunan son los ovinos y bo- vinos, y algunas veces el caballo, al cual se le inocula en los cos- tados del cuello á igual distancia del borde superior y de la gotera yugular.

No deben hacerse las dos vacunaciones del mismo lado del cuerpo. En los ovinos, por ejemplo, la primera en un muslo y la otra en el del lado opuesto.

Empléese la vacuna lo mas pronto posible y todo tubo que haya sido abierto utilizese inmediatamente, por ser este líquido un medio de cultura muy apropiado para los microbios del aire.

Terminadas las inoculaciones, limpíese perfectamente bien la je- ringa. Procédase con la mayor asepcia y antesepcia, á fin de ino- cular el líquido completamente puro.

Recuérdese que cualquier falta en estas medidas, puede ser causa de trastornos que hagan peligrar la reputación del veterinario y los intereses del cliente. A. Diirrieii.

Varias

El Comité de la Exposición Vitícola Italiana, le ha concedido á la Facultad, veinte entradas permanentes para que puedan concu- rrir á aquel interesante torneo industrial, los alumnos de la Sección Agronómica, por turno.

Mientras dure ia licencia que se le acordó al profesor ingeniero agrónomo D. Ramón Pieres para que inspeccione los viñedos del país, por encargo del Gobierno Nacional lo reemplazará el inge- niero agrónomo D. Juan Puig y Nattino.

La Municipalidad ha nombrado vacunadores á los alumnos de la Sección Veterinaria, Juan Robert, Marcial Gallastegui y Pedro N. Quiroga.

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