■'^^m \jP^ÍS.:^lh''lc-JfcziJSJSJ-r'!r-:i¿'rE?li GENERAL LIBRARY ^ GF ^ I Üníversíty of Michigan i Presented by % .\Í).JUW..,A Itói^......^/» 190íl\| 1)^ LAMINA I. JS BltVN acó LIT ATAS Son individiios enteramente salvajes de esta tribu desconocida, alcanzados muchos kilómetros hacia adentro del bosque en las cercanías del Apo. EL ARCHIPIÉLAGO FILIPINO. COLECCIÓN DE DATOS GEOGRÁFICOS, ESTADÍSTICOS, CRONOLÓGICOS Y CIEN- TÍFICOS, RELATIVOS AL MISMO, ENTRESACADOS DE ANTERIORES OBRAS Ü OBTENIDOS CON LA PROPLV OBSERVACIÓN Y ESTUDIO l'OK Ar,(HJN()S l'ADHKS DE LA MISIÓN DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN ESTAS ISLAS. tom:o t. WASHINGTON: I M P R K N T A D K I. G O B I K K N O . 1900. PRÓLOGO GENERAL. Apenas cesó en Filipinas la dominación española, concebimos, por insinuación de nuestro R. P. Superior Pío Pi, cuya fué la primera idea, el proyecto de escribir este libro y de publicarlo juntamente con el nuevo Atlas del Archipiélago, que, desde algunos meses antes, se estaba preparando en el Observatorio de Manila. Moviónos á ello, ante todo, el amor que tenemos al país, y el consi- guiente deseo de que el mismo sea más y más conocido, por lo que entendemos vale. Indújonos, además, nuestro amDr á España, que, como la Historia atestigua, y algunos verán más claro otro día, ha dispensado al país muchísimo bien, que asimismo deseamos se conozca, aunque ello haya ido mezclado con desaciertos, que no queremos disculpar, ni querríamos extinguiesen todo agradecimiento. Y por fin, influyó no poco en nuestra resolución la mayor facilidad, que, para llevar á cabo este trabajo, nos ofrecía el hallarnos, por razón de las circunstancias, reunidos en Manila casi todos los misioneros jesuítas de Filipinas y el deseo de hacer algo que, siendo de pública utilidad al país, fuese á la vez una especie de obsequio al nuevo Gobierno, que, desde su instalación en Manila, ha tenido á bien dispensar su bene- volencia á la Misión de la Compañía de Jesús, concediendo á los establecimientos que ésta tiene abiertos en la capital, no menores con- sideración y subvención que el Gobierno de España les otorgaba. Bien quisiéramos haber hecho una obra perfecta; pero por dos razones, principalmente, no lo será, aparte de la de ser obra humana. Es la una el corto espacio de tiempo, durante el cual se ha debido componer esta obra, que resulta tan abultada, y aun dentro del cual se ha debido reunir gran parte de los copiosos datos que acumulamos en ella, tan heterogéneos además, bien que alguna parte de los mismos estuviese ya reunida. Y nos duele más la que podríamos llamar falta de madurez del libro, en lo que atañe á algunas cuestiones de apreciación, que hubieran requerido algún mayor estudio que, sin embargo, hemos procurado suplir con consultas. IV FKOLOOO GENERAL. La segunda razón es ser el libro parto, no d(» uno, sino de varios ingenios. Y aunque esto no haya tal vez perjudicado tanto la unidad d(í criterio, que es de desear, y aun en puntos muy opinables suele ha})(»r entre los distintos miembros del instituto religioso, á que pertenecemos los autores, todos r(\sidentes de bastante tiempo en el país, por la faci- lidad que hemos tenido para consultarnos unos á otros; todavía puede que haya afectado algo á la unidad de plan y método y producido alguna desigualdad en la extensión de las distintas materias, aun análogas ó hermanas, y algunas repeticiones ú omisiones, que de otra suerte se habrían evitado. Mas, aun teniendo en cuenta estos y otros defectos, que ni siquiera sabemos ver ahora, y que al público pedimos tenga á bien disimular en gracia de nuestra buena intención, creemos poder asegurar, sin inmo- destia, que hoy por hoy no existía una tan copiosa, variada y técnica- mente presentada compilación de datos, ya publicados,ya completamente inéditos, pertenecientes al Archipiélago Filipino. Sea, por fin, este trabajo, como todos los nuestros, á la mayor gloria de Dios. Manila^ ^25 de Dicíemhre de 1899, TABLA BE MATERIAS. Página. Tratado I — ( 'orografía 1-148 Tratado II— Etnografía 149-288 Tratado III— Estado de cultura 239-872 Tratado IV — Notas histórico-cronológicas 373-414 Tratado V — Orografía 415-442 Tratado VI— Hidrografía 443-532 Tratado Vil— Geognosia 533-572 Tratado VIII— Fitografía 573-654 Tratado IX— Zoograf ía 655-708 r IsT 1) I o E. TRATADO I.— corografía. 3 INTRODUCTION. Situación y límites del Arehijíiélaíro Filipino. — Islas que forman el Archipié- lago.— Extensión superñcial, ])OHÍción geográfica, división territorial, número 3 l^RoviN( I V ó DISTRITO DE MóRONíí. — Límites y condiciones jrenerales erficie. — Habitantes. — Idiomas. — Pueblos, visitas y barrios. — Puertos, montes y ríos. — Producciones más importantes. — Islas adyacentes 141 Isla de Balábac y adyacentes. — Límites y superficie. — Idioma. — Número de habitantes. — Número de pueblos, visitas y parroquias. — Producciones. — Islas adyacentes 146 Cagayán de Joló 147 TRATADO II.— ETNOGRAFÍA. Prólogo 151 Parte Primera. — Etnogenia. (l\PÍTULO I. — Primeros pobladores de las Islas Filipinas. Los negritos ó aetas. — Su origen mediato 6 inmediato. — Su suerte y estado presente 1 53 Capítulo II. — Transmigración de los indios á este .irrhipiéhtgo. Nuevos pobladores. — General origen de los indios. — Indígenas de Mindanao.— Razón «conñrmativa 1 56 Capítulo III. — Otras naciones que se han connaturalizado .en estas Islafi. Los moros. — Época de su venida. — Su establecimiento en esta tierra. — Cruza- miento de las razas. — Los chinos y japoneses. — Los naturales de Borneo. — Casos varios de otras gentes. — Origen de otros pueblos. — Observación. — Teoría geognosio-etnográfica. — Mestizos europeos. — Colonia europea 159 Capítulo IV. — Razas á que pueden reducirse los varios pueblos filipinos. Consideraciones preliminares. — Varias divisiones etnológicas. — Clasiíií'ación que adoptamos. — Observaciones 1 65 Parte Segunda. — Etnología. Capítulo I. — Caracteres físicos de la raza negrita y distribución de la misma por el Archipiélago. Caracteres generales. — Paralelo con los papuas. — Refutación de los contrarios. — División de la raza. — Mamanuas. — Negritos mestizos de Albay. — Otras muchas clases. — Cuadro etnológico 169 Capítulo II. — Descripción de los indonesianos y regiones que ocupan. Caracteres comunes. — Tribus indonesianas. — Sámales. — Bagobos. — Guian- gas. — Atas. — Tagacaolos. — Tagabauas. — Manobos. — Mandayas. — Bilanes. — Manguangas. — Dulanganes. — Tagabelíes. — Monteses ó buquidnones. — Suba- nos. — Tirurayes. — Caláganes 174 Xll IM)I( E. Capítulo 11 1. — CarfwfnrK de h( raza rnalat/ft y distrlhiirláti dr hi iulsmff ffor el Ar('hipiél(((/o. I'Aginas. Caracteres principales. — División de la raza. — Primera subraza: Malayo-ne- gritos (irayas, itetapanes, jíaddanes, ilonj^otes, bahigas, dunianíras, i))ila()s 6 italones, manguianes, isinayes, guinaanes, allabanes, apayaos, catatan- gis, adaugtas, abiinlones, calañas, (inianganes, calingas, bnquiles, aripas, igorrotes, tagbannas, tandolanos, tinitianos, bnlalacaunos, bnri(iues, bu- saos). — Cuadro etnológico 180 Capítulo I W — Pvímguc Ut (k¡cuelas prima- rias de segunda clase. — Escuelas primarias de tercera clase. — Junta adminis- trativa.— Resultados obtenidos 341 Secunda enseñanza de estudios (Generales y de aplicación. — Real Colegio de Santo Tomás. — Colegio de San Juan de Letrán. — Ateneo Municipal. — Seminarios conciliares. — Colegios privados. — Escuelas privadas de segunda enseñanza 342 Enseñanza superior. — Universidad de Santo Tomás. — Antigua UniTersidad de San Ignacio. — Antiguo Colegio de San Josí'^ 345 Escuelas profesionales y prácticas. — Escuela Normal de Maestros. — Escuelas prácticas y profesionales de Artes y Oficios. — Escuela Profesional de Náu- tica.— Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado. — Colegio de niños tiples 347 Colegios para educación de niñas. — Escuela Normal de Maestras de Nueva Cáceres. — Escuela Normal Superior de Maestras de Manila. — Escuela Munici- pal de Manila. — Colegio de Santa Isabel. — Colegio de Santa Catalina. — (>)legio de Santa Rosa. — Colegio de la Inmaculada Concepción ó de la Concordia. — Otros colegios de niñas 350 Otras instituciones análogas. — Museo-biblioteca de Filipinas. — Sociedad Musical Filipina de Santa Cecilia. — Observatorio de Manila 353 Algunas apreciaciones generales. — Profusión de la instrucción en Fili- pinas.— Resultados obtenidos. — Varias opiniones sobre la instrucción del pueblo filipino. — Capacidad intelectual de los filipinos. — Perversión moral atribuida á la supuesta excesiva profusión de la enseñanza. — Nuestro modo de pensar concreto sobre este particular 354 (capítulo IV. — Beneficencia. Hospitales. — Hospital de San Juan de Dios. — Hospital de San Lázaro. — Hos- pital de San José en Cavite. — Hospital de lazarinos en Cebú. — Hospital de lazarinos de Palestina en Ambos Camarines 358 Hospicio y asilos. — Real Hospicio de San José. — Asilos de huérfanos de Tam- bóbong y de huérfanas de Mandaloyan. — Asilo de San Vicente de Paúl 361 Otras instituciones benéficas análogas. — Casa de caridad de Cebú. — Real Casa déla Misericordia. — Centros de instrucción y beneficencia. — Asociaciones piadosas. — Establecimiento agrícola de niños rescatados en Tamontaca. — Monte de Piedad y Caja de Ahorros. — Conferencias de San Vicente de Paúl. . 362 y Capítulo V. — Sanidad, higiene, policía y orden públicos. Sanidad é higiene. — Inspección general. — Médicos titulares y mediquillos. — Sanidad marítima. — Balnearios. — Lazareto. — Matronas. — Vacunadoree. — Colegio de farmacéuticos 365 Policía y orden públicos. — Varios institutos. — Veterana. — Guardia munici- pal.— Servicio provincial de policía. — Policía secreta. — Guardia civil. — Tercios civiles de Mindanao. — Cuadrilleros. — Cuerpo de bomberos. — Alumbrado público 367 xvi índice. Apéndice. — Expoí^inonrs fílipin(tí<. lYijíiiias. Exposición General de laa IhIrh Filipinas en Madrid. — Exposición Regional de Filipina» M\ TRATADO IV.— NOTAS IIISTÓRICO-CRONOLÓGICAS (.'APÍTiiLo I. — Primer j)eríodo. Desde la expedición de Magallanes (1519) hasta el combate naval de Playa Honda (1617) :i75 (Capítulo II. — Segundo periodo. Desde el combate naval de Playa Honda (1617) hasta la destitución del gober- nador Zabálburu (1709) . . . .\ 381 C'apítulo 111. — Tercer periodo. Desde la destitución del gobernador Zabálburu (1709) hasta la toma de Manila por los ingleses (1762 ) '^89 Capítulo IV. — Cuarto periodo. Desde la toma de Manila por los ingleses (1762) hasta la sedición de Tayabas (1841 ) 394 ( /APÍTULo V. — (plinto periodo. Desde la sedición de Tayabas (1841) hasta el gobierno de D. Diego de los Ríos, último gobernador general español en las Islas Filipinas (1899) 401 TRATADO V.— OROGRAFÍA. Prólogo -1^17 Capítulo I. — Frincipale.^ .s'/.s-Zí^í/vr/.v (h' )iiO)itañaf^. Sistema de los Caraballos en la isla de Luzón —Núcleo del sistema.— Caraballos Occidentales.— Sierra Madre.— Cordillera del Este y del Sudeste.— Montes más notables -119 Sistema de la isla de Min doro.— Vértice del sistema.— Cordillera Septen- trional.— Cordillera Oriental. — Cordillera Occidental 422 Sistemas de Negros y Pana y en las islas Bisayas. — Cadena orográfica de Negros.— Cordillera principal de Panay.— Ramificaciones.— Picos más notables "^-^^ Sistema de la isla de Mindanao. — Idea general del sistema. — Cordillera Oriental.— Cordillera Centro-Oriental.— Cordillera Centro-Occidental.— Cor- dillera Occidental. — Montes más encumbrados 425 Capítulo II. — Cordíllerai^ de .'segundo // de tercer orden. Isla de Luzón.— Cordillera de Zambales.— Cordilleras de Tagaytay y Maquíling 429 Islas adyacentes á Luzón.— Batanes y Babuyanes. — Burias. — Masbate.— Ticao. — Polillo. — Catanduanes -^30 Islas adyacentes á Mindoro.— Marinduque. — Calamianes 431 Islas Bisayas.— Samar.— Leyte.—Biliran.— Cebú.— Bohol.—Siquijor.— (iui- marás.— Tablas. — Romblón.— Sibuyán 432 Islas adyacentes á Mindanao y demás (jrupos del Sur. — Dinágat. — Siargao. — Camiguín.— Basilan. — Joló.— Tawi-tawi.— Paragua.— Balábac 434 índice. XVll Capíti'ko III. — ]'(>l('(im:^. Sistemas dk voiaanks. — Influencia volcánica en la estructura del suelo íili- pino. — Sistema volcánico del Taul. — Sistema volcánico del Mayón. — Senten- cia unitaria. — Número y división de los volcanes íilipinos 4.*i7 Voix ANKs ACTIVOS. — ^ravóii, — Taul. — Racón. — Bulusan. — Babuyán. — Cami- guíii de Babuyanes. — Didica. — Canlaón ó Malaspina. — Camiguín del Sur. — Apo. — ^lacaturín 4.S8 Volcanes a pac; a dos. — Cana. — Aráyat. — ^laíjuíling. — Banajao. — Isarog. — Triga y Masaraga. — Amandiuing, — ]\Iagaso. — Diuata. — Calayo. — Matútum.^ — Butulan. — Sarangani 441 TRATADO VI.— HIDRCHfRAFÍA. Prólo(;o 445 Parte Primera. — Hidroíírafía ^Marítima. Capítulo I. — Isla de Luzón y (tdijacentcK, Ista de Luzón. — Golfo. — Bahías. — Senos y ensenadas. — Puertos y fondeade- ros.— Cabos y puntas 447 Archipiélagos de Batanes y Baruyanes é islas de Polillo y Catandua- NES. — Bahías. — Ensenadas. — Puntas 460 Isla de Mindoro y adyacentes. — Senos y ensenadas. — Puertos y fondeade- ros.— Cabos y puntas 461 Islas de Burias, Masbate y Ticao. — Senos y ensenadas. — Puertos y fondea- deros.— Puntas 4t)5 C A PÍTU LO II. — /.s'/rr.s' B'miii()(;() ^>57 División. — Desdentados. — (Vtííceos. — Perisodííctilos. — Artiodáctilo!;^ (Paqnider- nios. Rumiantes). — Roedores. — Inseetívoros. — Pinnipedos. — Fieras. — (Qui- rópteros.— Prosíniidos. — Primates H59 (' APÍTn.o U. — Atr.^. l*almíj)edas. — Zancudas. — Pájaros (Tenuirostros, Fisirostros, Dentirostros,(V)ni- rostros). — Trepadoras (Sindáctilas, Sijíodáctilas) . — Rapares. — Corredoras. — Prehensoras <><)(> Caim'ti'lo III. — B('/>(¡l('s V h(ffr((cl()s. Ofidios (Pitónidos, Coliibridos, Flá})idos, ViiH'ridos, l^seoleeófidos). — Saurios ((iecónidos, Lacértidos, I^rujinidos). — Kmidosauros. — (¿uelonios. — Batracios. íwíi (\\i*ÍTrLo J V. — IWcs. División. — Selacios. — Teleósteos (Ple^to78 ( 'apítulo V. — Articula(l()í<. Artrópodos. — Idea general. — Crustáceos. — Arácnidos. — Miriápodos. — Hexá- podos (Dípteros, Hemípteros, Lepidópteros, llimenópteros, Neurópteros, Ortópteros, Coleópteros) <)S1 Gusanos. — Carácter general y división. — (insanos planos. — Cúsanos cilin- dricos.— Rotatorios. — Anélidos (Tubícolas, Dorsibranquios, Abrauíjuios) <)95 C A PÍTULO VI. — Mohiscoi^. Idea general y división. — Lamelibranquios (Monomiarios, Dimiarios). — Gaste- rópodos (Pterópodos, Plátidos, Heterópodos). — Cefalópodos (Dibranquios, Tetrabranquios ) <)97 C'APÍTULo VIL — Radiadoi< y Protózooii. Radiados. — Caracteres generales. — Celentéreos ( F^spongiarios, Pólipos, Corales, Hidromedusas, F^ctenóforos). — F^quinodermos (Crinóideos, Asteróideos, Equinóideos, Holotúridos) 702 Protozoos. — División. — Protistos. — Rizópodos. — Infusorios 707 lA minas. (^()K()(íKAFIA. LÁ M 1 N A 1 . Atas Portada. 1 1. Ralsas de cañas 04 I II. Rastreando 44 IV. Plantando ])alay 4() V. Palay en sazón 48 VI. Acarreando gavillas de })alay 50 VIL Amontonando gavillas de })alay 52 VIII. Cueva de Biacnabató 54 IX. Manila 58 X. Puente de España, Manila W XI. Puente de Ayala, ]\íanila (K) XII. Calle de la Escolta, .Alanila 60 XIII. Barrio de Tondo, Manila 60 XIV. Barrio de Paco, Manila ()0 XV. Calle de Aviles inundada, Manila 60 XVI. Calzada inundada, ^lanila 60 XVIT. Trasladando zacate en canoas (estero de Manila) 62 XVIII. Balsas de caña y bancas en la playa de Malabon 62 XIX. Tagalos trasladando un piano 62 XX. Salinas en la provincia de Cavile 62 XXI. Instrumentos de pesca 64 XXII. Pescando con salambao 64 XXIII. Cascos y balsas 66 XXIV. Isla de Talim 66 XXV. Río Botocan 68 XXVI. Cascada en el río Botocan (Majayjay ) 68 XXVII. Río Botocan (cerca de la cascada) 68 XXVIII. Parao con batangas 70 XXIX. Serrando maderos para cascos 72 XXX. Chinos serrando 72 XXXI. Casco preparado para el calafateo 74 XXXII. Reparando un casco 76 XXXIII. Cascos del gobierno 78 XXXIV. IsladeCuyo 92 XXXV. Castillo de Cebú levantado por el P. Campión, S. J 110 XXX VI. Castillo de Zamboanga 126 XXXVII. Vista de Ayala 1 28 XXXVIII. Puerto y pueblo de Nasipit (N. Mindanao) 130 XXXIX. Alberique (Dávao) 130 XL. Pantalán de Mati (Mindanao) 130 XLI. Cotabato (Mindanao) 132 XLII. Fuerte de Reina Regente y río Pulangui 132 XLIII. Fuerte de Reina Regente 132 xxiii XXIV índice. IViv'iims. LÁMINA XLIV. Fuerte de Ixíbac \',>2 XLV. Isabela de Hasilan 134 XLVI. Hospital naval de Isabela de Basilaii \:\4 XLVII. Calle de Joló 140 XLVI 11. Casa principal de Joló 140 XLIX. Semáforo de la Estación Naval de Bahtbac 14() ltn(x;kafía. Lámina I . Negritos 1 r)4 IL Ranchería de inonts en el río Pulan<íni KU) III. Mestizos I ()4 IV. Aetas de ^lariveles 1 70 V. Taga(!aolos 1 7() VI. Dulanganes 1 78 VIL Tirurayes I SO VIH. Mujeres nianguianes 1 82 IX. Grupo de nianguianes 1 82 X. Tipos malayo-sinense y malayo-negrito LS() XL Tinguianes 188 XII. Manguianes cerca de su (;hoza 188 XIII. Dato joloano con sus hijos 190 XIV. Ranchería de moros en la islita de Bilanlnlan 190 XV. Mozos moros 190 XVI. Moros del interior 190 XVII. Choza improvisada 194 XVIII. Grupo de negritos 196 XIX. Altar que usan los monteses y otros i úñeles 202 XX. Bagobos de las faldas del Apo 202 XXL Bagobo asesino 202 XXII. Altar bagobo 202 XXIII. Moro joloano montado 204 XXIV. Morosde Joló 206 XXV. IMoro joloano (;on bolo y cris 208 XXVI. Datos moros del Pulangui 210 XXVII. Dato moro de Basilan 210 XXVIII. El dato Pedro Cuevas con su familia 212 XXIX. Moros yacanes 212 XXX. Vinta de moros 212 XXXI. Modo de llevar los niños 214 XXXII. Mujer filipina con sus hijos 214 XXXIII. Elaborando cigarros 214 XXXIV. Filipino preparando el techo de una casa 216 XXXV. Armazón de una casa de indios 216 XXXVI. Casa de indios en construcción 216 XXX VIL Casa de indios con cubierta de cogon 216 XXXVIII. Una casa y familia de indígenas 216 XXXIX. Casas de moros 216 XL. Cortijo de moros 216 XLL Pescando en un estero 218 XLII. Carretones de Manila 218 XLIIL Calesa 218 XLIV. Carruaje europeo tirado por haca filipina 218 índice. XXV VAghuis. Lamina XLV. C'ocliero íilipino 21 S XLVI. (/aiToiimta 21S XLVII. ("arretón 218 XLVIII. Cal)alleriza 218 XLIX. Indias lavando 220 L. Secando carne de carabao 220 LI. Vendedora tajrala 220 LII. Mnjer tagala 220 LI II-LI V. Indios lecheros 220 LV. Cama usada en Filipinas 220 LVI. Armas filipinas 220 ESTADO DE CULTURA. Lamina L Misionero catequizando indios 246 11. Iglesia de Mati (Mindanao) en construcción 248 I II. Iglesia de Santa María, Zamboanga 250 IV. Casa-misión de Joló 252 V. Iglesia de Joló 254 VI. Procesión en el pueblo de Bólong, Zamboanga 250 VIL Iglesia de Tetuán, Zand)oanga 258 VIH. Panigayan 260 IX. Bautismo de moros 26() X. Kastro filipino 270 XI. Arado filipino 272 XIL Ganadería 276 XIII. Secando tabaco 288 XIV. Secandí > a/Aicar 290 XV. Secando abacá 290 XVI. Secando pieles de carabao 294 XVII. Horno de ladrillos 302 XVIII. Iglesia de Zamboanga 334 XIX . Iglesia de San Sebastián, Manila - 334 XX. Iglesia de Mercedes, Zamboanga 336 XXL Catedral de Manila 336 XXII. Puente de Palo (Ley te) 338 XXIII. Puente de España, Manila 340 XXIV. Arrastrando un madero para construir la escuela de Mercedes (Zamboanga) 342 XXV. Escuela de Mercedes en construcción 342 XX VI. Niños y niñas yendo á la escuela (Tetuán) 342 OROGRAFÍA. Lámina I. Montes notables de Filipinas 418 II. Volcán Apo , 440 HIDROGRAFÍA. LÁMINA I. Bahía de Manila 448 II. Bahía de Manila 448 III. Bahía de Pujaga (Mindanao) 480 IV. Puerto de la Caldera, Zamboanga 482 V. Punta Sipaca 486 VI. Puerto Princesa 492 XXVI INDICK. Páginas. LÁMINA VII. RÍO Pinacanauán 498 VIII. Río Grande de la Pampanga 500 IX. Río Páfiig (cerca de Culi-culi) 502 X. Río Pásig (cerca de la laguna de Bay) 502 XI. Río Grande ó Pulangui ( Mindanao) 508 XII. Desembocadura del río Agusan 510 FITOGRAFÍA. Lámina I. Arando un campo de palay 578 II. Plantando palay 578 IIL Arrozales 578 IV. Segando palay 578 V. Transportando palay 578 VI. Palay agavillado 578 VIL Plantando zacate 580 VI 1 1. Zacatal 580 IX. Zacate en pinga 580 X. Cañaveral 580 XI. Cañas (cauáyang-totoó) 580 XII. Transportando cañas 580 XIII. Campos de hortalizas (Santa Ana) 582 XIV. Niños tagalos llevando hortalizas á Manila 582 XV. Bejucos 588 XVI. Acarreando ñipa 604 XVII. Plantación de tabaco y colonos de una hacienda 608 XVIII. Chino llevando plátanos 628 XIX. Palma bonga de Joló 632 XX. Balete y sementera de tabaco 638 ZOOGRAFÍA. LÁMINA I. Carabaos 660 11. Carabaos pastando 660 III. Carabaos bañándose 662 IV. Carabao en el fango : 662 TR^T^DO I. corografía 22823 1 IMIO JA)(}(). Pensóse en un principio reprodueir simplemente, paní estn eoleeeión de tratados, la Geografía de FHIpinas d(*l P. Franeiseo X. Baranera, S. J., por juzgarse ser la mejor de todas las hasta ahora pu])l¡eadas; empero, considerando la extensión con qu(^ salían las demás partes de la Geografía Física, es decir, la Orografía, la Hidrografía y la Cli'ma- tología, las cuales solamente se apuntíin en la Geografía de dicho autor, se juzgó conveniente dar mayor amplitud al presente tratado de Coro- grafía, en cuya composición nos hemos aprovechado también de más recientes trabajos, á saber, del último tomo de la Guia Ofclal de Flliplna^^ publicado en 1898, del Dledonarlo Knddopédico Hi^pano- Amerlcano y de algunas memorias y artículos relativos á Filipinas, escritos por personas conocedoras del país. En tres puntos hemos encontrado discrepancias muy notables entre los autores que han escrito sobre materias corográficas de Filipinas: en las mediciones geodésicas y valuación de superficies, en los censos de población de. las diversas islas, razas, ciudades y pueblos, y en la puntuación ú orto- grafía de los non)bres de islas, pueblos, montes, ríos, etc. En cuanto á medidas nos atenemos generalmente á las publicadas por el Instituto Geográfico de Madrid; por lo que toca á los censos de población hemos dado la preferencia a los datos encontrados en los registros parro- quiales más recientes, por parecemos la fuente más verídica de exactitud en esta materia; en lo referente á la puntuación y ortografía de los nombres, hemos adoptado la que nos ha parecido más corriente \ co- rrecta, consultando, en casos dudosos, la pronunciación de los naturales, los cuales no siempre parecen estar acordes, no quedando más recurso que usar la que ha parecido más conforme á las tendencias de los dia- lectos ó lenguas que se hablan en las regiones á que los pueblos, islas, etc. , de dudosa ortografía pertenecen. Los datos corográficos relativos á organismos civiles, militares y eclesiásticos, que funcionaban antes del I"", de Mayo de 1898, los reuni- mos todos en la introducción, no sólo para evitar repeticiones en las descripciones corográficas parciales de cada región, sino también por- que ya no existen de presente, á causa del cambio de soberanía en estas Islas. Manila^ 8 cU Dlc'ondyre dr 1899. INTHOUrCClÓN. SITUACIÓN y LÍMITES DKL ARCHIPIKLA(JO FILIPINO. El Archipiélago Filipino es un grupo de varias islas situado en la parte más septentrional del gran archipiélago asiático, dentro de la zona tórrida del Norte, entre los 4^ 40' y 20^ 8' de latitud N. y los llt)^ 40' y 126^ 34' de longitud E. del meridiano de (xreenwich. Eodéanlo por el N. y O. el mar de China, por el E. el Océano Pacífico, y por el S. el mar de Célebes. Desde las tierras extremas del NE. á las costas chinas hay unos 630 Kms. La tierra más próxima al N. es la isla Formosa, al E. las islas Palaos, al SE. el archipiélago de las Molucas, al S. la isla Célebes, al SO. Borneo, y al O. la Cochinchina. Los mares que lo circundan son muy profundos; no lejos de sus costas orientales, el Pacífico alcanza de 4,000 á (),000 metros de profundidad; el mar de Joló, entre Mindanao y Joló, llega á 4,069; el de Célebes mide de 3,750 á 4,755; y á lo largo de la costa oriental de Mindanao, profundiza hasta más de 5,000. Esto no obstante, las Filipinas se enlazan perfectamente con el archipiélago asiático por tres diferentes puntos en que los estrechos, llenos de islas, tienen poca profundidad, á saber: en el N. de Borneo por las islas de la Paragua y Balábac, en el NE. de Borneo por el archipiélago de Joló y en el NE. de Célebes por las islas de Sanguir y Balut. Es, pues, indudable que todo el Archi- piélago Filipino pertenece á la misma región geográfica que Borneo, Sumatra, Java y demás islas del gran archipiélago asiático y por con- siguiente al Asia, y no á la Oceanía. En efecto; atendiendo exclusiva- mente á la razón geográfica, basta observar la analogía que tiene la situación de las islas de la Sonda, Célebes, Molucas y Filipinas con relación al Asia, con la que respecto á la América ofrecen las Antillas; aquéllas limitan los mares interiores de China y de la Sonda, éstas los interiores también del golfo de Méjoco y mar Caribe, bañando respec- tivamente unos y otros las costas asiáticas y americanas, de modo que, según esta analogía, si las segundas pertenecen á América, las primeras corresponden al Asia.^ ^ Diccionario Enciclopédico Húpaiio- Americano ^ tomo viii, p. 371. b COROGEAFIA. ISLAS QUE FORMAN EL ARCHIPIÉLAGO. Créese que pasan de 1,400, si bien hasta ahora nadie ha dicho con exactitud el número de ellas. Para mayor claridad y orden en lo que se ha de decir en este tratado, consideramos dividido el Archipiélago en las siguientes partes ó regiones: 1*. Luzón é islas contiguas. 2*. Islas principales adyacentes á Luzón. 3*. Islas Bisayas é islas adyacentes á ellas. 4^. Mindanao é islas adyacentes. 5*. Archipiélago de Jólo. 6*. Paragua, Dumarán y Balábac é islas adyacentes á ellas. EXTENSIÓN SUPERFICIAL, POSICIÓN GEOGRÁFICA, DIVISIÓN TERRITORIAL, NÚMERO DE HABITANTES Y DENSIDAD DE POBLACIÓN POR PROVINCIAS. Tomamos los datos referentes a la división territorial, superficie y número de habitantes, del tomo correspondiente al censo de la pobla- ción de España, según empadronamiento hecho el 31 de Diciembre de 1887, y publicado en 1891 por el Instituto Geográfico y de Estadística, acomodándolos á la división anterior. Estos datos no tienen ahora más que un valor relativo por lo que se refieren al censo de población, Situación geográfica. Provincias ó distritos é islas. LUZÓN. De— A— Cagayán é isla Palaui llocos Norte Abra llocos Sur Isabela Bontoc Lepan to i Nueva Vizcaya Unión Benguet Zambales Principe Pangasipán Nueva Ecija Tárlac Pampanga Bulacán Bataán Manila Mórong é isla Talim ., Infanta é islas próximas Laguna y laguna de Bay Tayabas é islas próximas Batangas é islas próximas"* Ambos Camarines é islas próximas . . . Cavite y Corregidor Albay, Catanduanes é islas próximas. Sorsogón 17.4 17.6 17.1 16.9 16 16.1 16.7 16.1 16.1 16.1 14.7 15.6 15.7 15.2 15.2 14.8 14.6 14.4 14.3 14.2 14.3 13.8 13.2 13.6 13.2 14.6 12.8 12.5 18.6 18.6 18 17.9 17.5 17.4 17.3 17.1 16.9 16.9 16.4 16.3 16.2 16.1 15.8 15.3 14.3 14.9 14.8 14.8 14.7 14.7 14.6 14.2 14.2 14.1 13.5 13.2 Longitud E. de Greenwich. De— 120.9 120. 4 120.4 120.3 121.3 120.9 120.6 120.8 120.2 120.4 119.7 121.2 120 120.5 120.1 120.3 120.6 120.2 120.9 121 121.2 121 121.2 120.5 122. 2 120.6 123.2 123.8 122. 2 121 121 120.7 122. 2 121.4 121.2 121.5 120.7 120.9 120.5 122. 2 120.9 121.5 120.7 121.9 121.4 120.6 121.1 121.5 121.7 121.6 122.8 121.4 123.9 121 124 124.1 Super- ficie en Kms. cua- drados. 13,968 3,328 2,837 1,424 14,234 1, 322 2,690 4,384 2,008 2,416 2,229 3,051 2,854 6,610 5,3632 2,208 2,965 1,264 672 1,656 2, 194 2,603 5,893 3, 130 7,897 1,354 4, 123 1,954 Número de habi- tantes. 96,357 163, 349 41, 318 178, 258 48, 302 13, 985 23, 945 19, 379 110,064 15, 734 87,275 4,198 302, 178 156, 610 89, 339 223, 902 239, 221 50,781 300, 392 í 46, 940 7,100 169, 983 109, 780 311, 180 194,022 135, 053 195, 129 98,650 Habitan- tes por Km. cua- drado ó densidad de pobla- ción. 6.9 49.1 14.6 126.2 3.4 10.6 8.9 4.4 54.8 6.5 39.2 1.4 105.9 23.7 39.2 101.4 80.7 40.2 447.0 28.3 3.2 65.3 18.6 99.4 24.6 99.7 47.3 50.5 1 Incluimos los datos referentes á la comandancia de Tiagán. Lo mismo hacemos con las demás comandancias enclavadas en las otras provincias. 2 Ha de haber error en estas cifras. Más verosímil nos parece el número dado en la Geografía del P. Baranera, á saber, el de 2,277 Kms. cuadrados. 8 En la actualidad es considerablemente mayor este número. *Se incluye la superficie de la laguna de Taal ó de Bombón. INTRODUCCIÓN. Situación geográfica. rroviiicias ó distritos ó islas. I^itit De— 18.8 12.2 12.7 11.7 10.7 ud N. Á- o 21 13.5 13. 2 12.7 12.3 Lcmgiti Greei De— o 121.2 120. 3 122.9 123. 1 119.7 id E. de iwieh. Á-' o 121 121.5 123. 4 124. 1 121.2 Super- ticie en Kms. cua- drados. Número de habi- tantes. 10,517 67,656 1,708 21,366 14,291 115, 434 194,890 432,462 224, 965 504,076 242,4338 185,386 270,491 34,828 67,760 116,024 17,199 4,138 3,966 1,119 2,896 5,985 2,110 Habitan- tes por Km. cua- drado 6 densidad de iK)bla- cíón. PRINCIPA I.KS ISLAS ADYACENTES Á hz6n. ArchlpiélagosdeBataiiesyBnbuyanesi Mindoro é islas adyacentes: Lúbang. Bugallao, Ylín, Marindnque, Seme- rara Siba v v Caluva 620 10, 167 5082 3,897 1,600 13,5;i8 3,528 6,582 9,341 13,471 9,976 1,278 . 99,450- 1,275 1,765 14,584 360 17.0 6.7 Burias 2.4 Masbate v Tioao i 5.5 Archipiélagos de Calanüanes y Cuyos ' . BISAYAS. Pana y y adyacentes: 8.9 Cápiz, Calaguan, Gigantes, Sicogon Ilóílo. animarás. Inampulngan, Malagaban. Pan de Azúcar, Tagabanhán, Tagiv, etc 10.4 9.6 9.4 9.1 10.9 10 12.2 6.8 7.3 6.8 6.3 5.6 6.4 ■4.6 8.3 7.8 11.9 10.2 11.3 11 12.7 11.6 13.1 9.8 9.1 8.1 8 7.8 6.8 6.4 11.5 8.2 121.8 123.7 123.3 122.4 124.3 124.3 12L7 125.1 122.2 121.9 123.2 123.9 12L6 119.3 117.1 116.8 123.2 124.6 124.6 123.6 125.8 125.3 122.6 126.6 125. 4 123.3 125.2 126.3 122.3 121.4 119.7 117.1 54. 8 Bobo] V adyacentes: Bohol, Minocó Piniganó Lapinín. Panglao ó Danis, Siquijor 6 Fuegos 63.8 Cebú V adyacentes: Cebú, Bantayán, Guintaean, Mac- tán, Malapascua y Olango Negros 76.6 39.8 Samar v adyacentes: Sániar, Balicuatro, Batag, Capul, Dalupiri ó Puercos, Jomonjol ó Malhón, Laguán ó Laoang ó Ca- lamutang, Manicani, Parasan, Buad, Los Naranjos, Mesa, Ta- gapula y Limbancauayan Leyte y adyacentes: Leyte, Biliran, Calunagan, Lima- saua. Camotes, Carnasa, Gigan- tagan, Maripipi, Panaón,etc Romblón y adyacentes: Romblón, Bantón, Maestre de Campo, Sibuyán, Simara, Tablas 6 islotes adyacentes 1 13.8 27,1 27.3 MINDANAO É ISLAS ADYAC|:nTES. Surigao é islas adyacentes: Bucas, Diiiágat, Ginatúan, Gipdó, Siar- gao, Sibunga y varios islotes Misamisé islas adyacentes: Camiguín, Silina V otros islotes Zamboanga é islas adyacentes: Ma- lanipa, Olutanga, Santa Cruz, Saccol, Tigtauan y Tumalutan Cótabato y Bongo 2.1 Dávao é' islas adyacentes: Sámal, Malípano, Talicud, Sarangani y varios islotes Basilan é islas adyacentes 0.9 ARCHIPIÉLAGO JOLOANO. 1«. Grupo— Balanguingui: 14 islas (7 desiertas 2°. Grupo— Joló: 13islas(7deshabitadas) 3e^ Grupo— Recuaponsón: 8 islas casi todas desiertas 1.6 4". Grupo— Pangutaran: 23 islas (12 desiertas) 5". Grupo— Tagbabás: 14 islas desiertas 6». Grupo— Tawi-tawi: 42 islas (30 de- siertas) * Paragua y Dumará-n 0.4 Balábac 5.9 1 Coordenadas de todo el grupo. 2 Ha de haber error también en estas cifras. Adoptamos las dimensiones dadas por otros autores, á saber, 720 Kms. cuadrados. , ^^ . , ^ 3 El número de habitantes es actualmente muchísimo mayor, tanto que, según la Guía Oficial de Filipinas, ascendía en 1898 á 372,001. * Algunos autores reducen los seis grupos á solos cuatro, como se verá en el cap. xi. 8 ' COROGRAFÍA. ADVERTENCIA ACERCA DEL NÚMERO DE HABITANTES. En cuanto al número de habitantes, que, según la estadística anterior, asciende á 5,985,124, es menester notar que se trata, en dicha estadís- tica, de habitantes de alguna manera registrados en los censos civiles. En los registros parroquiales, verificados con posterioridad, aparecen algunos más que en los censos civiles; estas diferencias obedecen al mayor ó menor número de ocultaciones ú omisiones, debidas al cono- cimiento más ó menos adecuado del número de infieles. Debe tenerse en cuenta esta nota siempre que se trate del número de habitantes de las diversas islas y provincias. En un estudio llevado á cabo en el último trimestre de 1894, aparece la población de los archipiélagos, que componían el Gobierno General de Filipinas, en la siguiente forma: Población de los padrones parroquiales ^ <>, 414, 373 Omisiones y ocultaciones (2 por ciento) 128, 287 Clero 2,651 Personal militar 13, 640 ídem de la Armada 3, 459 ídem de Carabineros 440 ídem de Guardia Civil 3, 561 ídem de la Guardia Veterana 413 Asilados ^ - - - 689 Penados 702 Extranjeros: Chinos empadronados 49, 696 Ocultaciones 24, 848 Europeos, americanos y otros 1 , 000 Moros: Paragua y archipiélago de Joló 100, 000 Mindanao y Basilan 209, 000 Gentiles en Filipinas: Reducidos 138, 000 Independientes 692,000 '? ' 82, 759 Esta cifra parece que no ha de distar mucho de la realidad, por más que, rebajando de la misma las omisiones, ocultaciones, moros y gen- tiles, que no pueden figurar en los censos oficiales, resulta un aumento de población muy escaso entre 1877 y 1894; pero ya el Excmo. Sr. Arzobispo de Manila hizo notar en 1887, que los diez años anteriores habían sido tan calamitosos para Filipinas, que sólo dieron un aumento anual de 0.80 por ciento, y desde entonces hasta 1894 inclusive, ha sufrido también el Archipiélago serias desdichas, entre las que deben recordarse las epidemias de cólera, de influenza y de viruela. ^ Según los datos que obraban en la secretaría del arzobispado de Manila, á princi- pios del año 1898, la población, deducida de los padrones parroquiales, era de 6,559,998 habitantes, conforme á lo cual la suma total sería de 7,928,384. INTRODUCCIÓN. 9 Es de advertir tiuiibién, en cuanto a la división político-civil de Luzón, que en el territorio de algunas de las provincias ó distritos mencionados se han erigido recientemente comandancias político-militares, las cuales brevemente enumeraremos para completar el cuadro anterior. COMANDANCIAS NUEVAS. Apayaos, situada al N. de la provincia de Cagayán de Luzón. Cabugaoan, también en el N. de Luzón; so halla al O. de la coman- dancia de Apayaos. Amburayan, situada entre los distritos de Benguet, Tiagán, Lepanto y las provincias de llocos Sur y la Unión. Itaves, entre las provincias de Cagayán y la Isabela. Binatangan, en la costa oriental de la isla de Luzón, entre la Isabela y el distrito del Príncipe. Saltan, en la provincia de la Isabela. Llavac. enchivada también en la Isabela. Cayapa, creada in 1891 y enclavada en las vertientes del río Amba- yan, cerca de la provincia de Nueva Vizcaya. Quiangán cae al O. de Lepanto. La extensión superficial de estas comandancias y el número de sus habitantes van incluidos en la superficie y habitantes de las provincias ó distritos en que están enclavadas. PLAN QUE NOS PROPONEMOS. Nos ocuparemos en este tratado en cada una de las mencionadas islas, con una extensión proporcional á su importancia, haciendo primero una descripción general de toda ella, apuntando, con su situación geo- gráfica, su área, y tratando brevemente no sólo del numero y calidad de sus habitantes, sino también de su división político-civil en provincias, distritos y comandancias. Luego, si la isla es grande, la dividiremos en varias regiones, tratando en particular de cada una de ellas, comen- zando por las que se hallen más al N. y remitiéndonos convenientemente al Atlas de Filipinas^ ordenado conforme á este plan. Omitimos las descripciones hidrográficas y orográficas, las cuales po- drá ver el lector en los respectivos tratados de Hidrografía y Orografía, fijándonos más especialmente en lo que se pudiera llamar Corografía político-civil, sin omitir los datos de la Geografía Física, de que no se trata más especialmente en los demás tratados, como son las situaciones geográficas, el idioma de los habitantes, la industria y las producciones de las diferentes islas y provincias. Mas, antes de entrar en la descripción corográfica detallada de cada una de las divisiones territoriales, á fin de evitar repeticiones molestas, será bien dar, por vía de preliminares, alguna idea general de la orga- nización gubernamental de estas Islas, de la distribución del gobierno. 10 corografía. de la administración y organización judicial y económica, de la admi- nistración civil, de los organismos militares y navales y, finalmente, del gobierno eclesiástico y distribución jerárqui(;a del Archipiélago. ORGANIZACIÓN GUBERNAMENTAL. El gobierno del Archipiélago Filipino era privativo del Gobernador General, que era el único y legítimo representante del poder supremo del Gobierno del Rey de España en estas Islas, y como tal el jefe superior en todos los órdenes de la administración pública. Este cargo era desempeñado por un teniente general de ejército, con arreglo á leyes especiales vigentes en el Archipiélago, asesorándose de dos cuerpos consultivos, que eran la Junta de Autoridades y el Consejo de Administración. Funcionaba, independientemente del Con- sejo de Administración, un tribunal local de lo contencioso-administra- tivo, y á las inmediatas órdenes del Gobernador General, una secretaría del Gobierno General. Para el despacho de asuntos relativos á los ramos de Hacienda, Gobernación y Fomento funcionaban, en concepto de secretarías del Gobierno General, la Intendencia General de Hacienda y la Dirección de Administración Civil. DISTRIBUCIÓN GUBERNAMENTAL. Damos en el siguiente cuadro los diversos organismos del gobierno, que se ejercía en las diferentes provincias é islas. Los gobiernos par- ciales eran, ó civiles, ó civiles y político-militares, ó simplemente mili- tares, todos los cuales se dividían en ciertas categorías ó clases, indicios de mayor ó menor autoridad gubernamental. De las provincias de Luzón unas eran gobernadas por autoridades civiles y otras por gober- nadores militares con jurisdicción civil. Generalmente la categoría ó grado militar del gobernador correspondía á las facultades guberna- mentales; por esto expresamos en el cuadro dicha categoría. DISTRIBUCIÓN DEL GOBIERNO. Gobiernos civiles. Provincias. Islas. Categoría ó clase. Provincias. ! Bulacán Bataán 1 Manila Islas. Luzón id . ...id.. . Categoría ó clase. Caga van Luzón id id id id id id id id id 2\ 2a. 2\ 3a. 3a. la. 3a. 3a. 2a. la. la. llocos Nopte llocos Sur 3a. Gobi erno Isabela Unión Pangasinán Zambales Tárlac, Nueva Ecija Pam panga . Laguna Batangas i Tayabas ! Ambos Camarines ; Albay Sorsogón id id id id id id central. 2a. la. 2a. 2a. la. 3a. Los gobernadores, excepción hecha del gobernador civil de Manila que tenía la categoría de jefe de administración de l^ clase, eran jefes de administración de 2^. y en sus respectivas provincias los represen- tantes del Gobernador General de las Islas, la primera autoridad en el INTRODUCCIÓN. 11 ordon jenirquico y la superior en el administmtivo y en el económico por tener bajo su immediata dependencia las administraciones deposi- tarlas de Hacienda y fondos locales y ordenar el pago de todas las obli- gaciones consignadas en los presupuestos generales, provinciales y municipales. Tenían, además, los gobernadores civiles las funciones que las leyes y reglamentos les señalaban en los asuntos de correos, telé- grafos, presidios, cárceles, beneficencia, sanidad, obras públicas, montes, minas, agricultura, industria y comercio; eran sulxielegados de marina en algunas provincias; y ejercían todas las demás facultades, que en ellos delegaba el Gobernador General. La oñcina auxiliar de los gobernadores la constituía la secretaría, compuesta de un secretario con la categoría de jefe de negociado de 2''. y un oficial de administración de 2*. clase con el personal subalterno de escribientes necesarios en los gobiernos de 1". clase; de un secre- tario, jefe de negociado de S*". ; de un oficial de administración de 3*. clase con el respectivo personal subalterno para los gobiernos de 2*. clase; y de un secretario, oficial I"" de administración, con un oficial 4". y el personal subalterno adecuado para los gobiernos de 8^. clase. El gobierno civil de Manila contaba, por su importancia, con una oficina auxiliar y con una secretaría, compuesta de un jefe de nego- ciado de I""., como secretario, de un jefe de negociado de 3*., de un oficial I"", de administración, depositario de fondos provinciales, de un oficial 2"". y de otro S"". , más dos de 4^. clase con la asignación necesaria para escribientes, porteros y mozos. Golnernos político-mililares. Provincias ó distritos. Islas. Categoría del gobernador. Abra Nueva Vizcaya Mórong é isla Talim . Cavite Corregidor (Mar.i ) . . . Batanes Catandnanes Mindoro Masbate y Ticao Calamianes Cápiz Antique Concepción Iloilo Bohol Cebú Negros Oriental Negros Occidental . . . Samar Ley te Surigao Misamis Lanao Zamboanga Catabato Dávao Basilan (Mar.) Joló Paragua (Mar. ) Balábac (Mar.) Lnzón . id.. id.. id id Adyacentes , id id id .....id Panay id id id Bohol Cebú , Negros id Samar Ley te Mindanao id id id id id Basilan Archipiélago de Joló . Paragua Balábac Comandante de ejército. Id. Id. Brigadier 6 coronel. Teniente de navio. Capitán. Comandante. Id. Capitán. Id. Comandante. Id. Capitán. General de brigada. Comandante. General de brigada. Comandante. Teniente coronel. Comandante. Coronel. Comandante. Teniente coronel. Coronel ó teniente coronel. Comandante. Coronel. Comandante. Teniente de navio de 1*. clase. General de brigada. Capitán de fragata. Teniente de navio de 1». clase. 1 Mar. significa que el gobierno era administrado por un oficial de marina. 12 corografía. Los gobernadores político-militares tenían las mismas atribuciones que los civiles, excepto en lo económico, cuya gestión era privativa de los administradores de Hacienda en las provincias, donde los goberna- dores no eran, al propio tiempo, subdelagados del ramo. Lo propio sucedía con los comandantes político-militares en los gobiernos de igual clase. Comandancias 2)orLtico-rnilitares. Denominación. Isla. Luzón Provincia ó distrito. Categoría del coman- dante. Apayaos i Cagayán C'anitíln Cabugaoan id id Id Itaves id id Id Amburayan id 1 lieos Sur Id Tiagán id ■ id "^Fí^niente lo Quiangán id Leñan to Capitán. Id Saltan id ; Isabela Llavac id . 1 id Id Cayapa id Nueva Vizcava Id Binatangan Bontoc Lepanto(Dist,2) Benguet (Dist.) Infanta (Dist.) id 1 Príncirx' Id id Id id Id. id Id id Id Príncipe (Dist.) id .. Id Burias Burias Id Romblón Romblón Id Butiían Mindanao Surigao Id Dapitan id Misamis Malábang(Mil.) id Cotabato Id Reina Regente ( Mil. ) id id Capitán. Id Tucuran (Mil. ) id . id Bahía Illana (Mil.) id id Barás(Mil.) id id Capitán. Teniente I" Lebac (Mil.) id id Mati ...id . Dávao Capitán. Polloc id Cotabato . Glan id Dávao Capitán, Id Slasi (Mil.) Archipiélago de Joló . . . id Joló id Tataán(Mil.) Bongao (Mil.) id .. .id Id 1 Algunos autores modernos pretenden que se diga: Apoyaos. 2 Dist. significa que á veces se le llama también distrito, y Mil. que la comandancia era exclusiva- mente militar. ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. ORGANIZACIÓN .JUDICIAL. La administración de justicia en las Islas estaba encomendada á una audiencia territorial, que en lo civil y en lo gubernativo ejercía jurisdicción en todo el Archipiélago y tenía su residencia en Manila, y á dos audiencias para lo criminal que residían en Vigan y en Cebú.^ En todas las provincias y distritos había juzgados de 1^. instancia, los cuales se clasificaban en tres categorías, á saber, de entrada, ascenso y término; y dependían, en lo gubernativo y en lo civil, de la Audien- cia de Manila, y en lo criminal, de ésta ó de las del mismo nombre á que se hallaba adscrito cada uno. En todos los pueblos del Archipiélago existía un juzgado de paz. El ministro fiscal estaba representado por un fiscal en cada una de las audiencias y por un promotor fiscal en los juzgados de I"", instancia. Se hallaba también establecido un registro de la propiedad con un registrador en cada provincia. ^ Guia Oficial para 1898, p. 301. INTRODUCCIÓN. 13 Existían además, los notarios, prooumdores y abogados necesarios, adscritos á las respectivas audiencias. Véase ahora la organización peculiar de cada una de éstas. ACDIEXCIA TERRITORIAL DE MANILA. Se creó el 5 de Mayo de 1582. Se regía por unas ordenanzas, que se dictaron especialmente para este tribunal, por el decreto orgánico de 5 de Enero de 1891 y por las leyes orgánicas del poder judicial en la Península. Se componía de un presidente, dos presidentes de sala, nueve magistrados, un fiscal, que lo era de todo el Archipiélago, un teniente fiscal, tres abogados fiscales, un secretario de gobierno, un oficial 1"., letrado de dicha secretaría, tres secretarios de sala, tres oficiales de sala, cuatro procuradores, un portero mayor de estrados, y el pei'sonal de auxiliares y aspirantes necesarios. La fiscalía con- taba, además, con un secretario letrado y un aspirante. Se dividía en tribunal pleno, para el despacho de los expedientes gubernativos del mismo; sala de gobierno, para el de los asuntos rela- tivos al personal del ramo de justicia; sala de lo civil, para el conoci- miento y fallo de los pleitos civiles; y sala de lo criminal, para el cono- cimiento y sentencia de las causas crizninales. Dependían de la Audiencia de Manila, en lo civil, todos los juzgados del Ai'chipiélago, y en lo criminal, los de Quiapo, Binondo, Intra- nmi'os, Tondo, Albay, Batangas, Bulacán, Laguna, Pampanga, Bataán, Ambos Camarines, Mindoro, Nueva Ecija, Tayabas, Zambales, Cavite, Tárlac, Sorsogón, Lipa, Mórong y las comandancias político-militares, con atribuciones judiciales, de Burias, Catanduanes, Príncipe, Infanta, Masbate y Ticao. Los notarios y los procuradores estaban colegiados. Los dos cole- gios estaban regidos por sus respectivas juntas de gobierno, compues- tas de un decano, dos diputados, un tesorero y un secretario contador. Unido á la Audiencia de Manila funcionaba el tribunal local contencioso-administrativo. Estaba compuesto de* un presidente, que era el de la Audiencia, de cuatro magistrados, de dos jurídicos, que lo eran también de la Audiencia, de dos consejeros retribuidos del Consejo de Administración, y de un secretario, que lo era á la vez del Consejo de Administración. AUDIENCIA DE LO CRIMINAL DE CEBÚ. Su creación data del año 1888. Regíase por las mismas disposiciones legales que la de Manila. Su personal lo formaba un presidente, dos magistrados, dos suplentes, un fiscal, un teniente fiscal, un secretario y dos procura- dores, un portero ma3^or de estrados y el personal subalterno necesario. Entendía únicamente en lo criminal, y estaban adscritos á ella los juzgados de Cebú, Barili, Iloílo, Barotac Viejo, Cápiz, Antique, Bohol, Tacloban, Maasim, Dumaguete, Bacólod, Catbalogan, Boron- 14 COROGRAFÍA. gan, Misamis, Zamboanga, Concepción y los gobiernos y comandancias político-militares, con atribuciones judiciales, de Balábac, Surigao, Calamianes, Cotabato, Dávao, Jólo, Paragua, Dapitan, Bongao, Basilan y Romblón. AUDIE^'CIA DE LO CKIMINAL I)K VI3AN. La Audiencia de Vigan constaba del mismo personal y organización que la de Cebú. Pertenecían á ella los juzgados de Pangasinán, Unión, llocos Norte, llocos Sur, Abra, Cagayán, Isabela de Luzón y las comandancias y gobierno^ político-militares de Batanes, ambas Carolinas, Marianas, Benguet, Apayaos, Lepanto, Quiangán, Amburayan, Bontoc, Itaves, Tiagán y Nueva Vizcaya. .JUZGADO DE £MIIME11A INSTAN'CIA. Dividíase, como va dicho arriba, en tres categorías, á saber, de entrada, ascenso y término. Eran de entrada, los de Bataán, Ambos Camarines (Norte), Maasim (costa meridional de Ley te), Bacólod (costa occidental de Negros), Antique, Bohol, Cagayán, Isabela de Luzón, Cápiz, Dumaguete (costa oriental de Negros), Abra, Tárlac, Zamboanga, Misamis, Lipa, Barili, Borongan (costa oriental de Samar), Sorsogón, Mórong, Barotac Viejo y Concepción. De ascenso, los de Ambos Camarines (Sur), Tayabas, Unión, Nueva Ecija, Zambales, Mindoro, Cavite, Catbalogan (costa occidental de Samar), Tacloban (costa septentrional de Leyte) y Albay. De término, los de los cuatro distritos de Manila, a saber. Intra- muros, Quiapo, Binondo y Tondo, con los de Batangas, Pangasinán, Bulacán, llocos Sur, Pampanga, Laguna, Iloílo, Cebú é llocos Norte. Cada uno de estos juzgados tenía un promotor fiscal, un escribano de actuaciones, un intérprete y un escribiente, a excepción de los de Manila, que tenían dos escribanos cada uno. Había, además, dos intér- pretes chinos para los cuatro juzgados. REGISTRADORES DE LA PROPIEDAD. Dividíanse en tres clases: Correspondían á la 1*. los de Albay, Batangas, Bulacán, Ambos Cama- rines (Sur), llocos Norte, llocos Sur, Laguna, Pampanga, Pangasinán, Tayabas, Manila (Norte), Manila (Sur), Cebú é Iloílo; á la 2""., los de Cavite, Nueva Écija, Unión, Cápiz y Negros; y á la 3^., los de Abra, Bataán, Batanes, Cagayán, Ambos Camarines (Norte), Isabela, Marianas, Mindoro, Nueva Vizcaya, Tárlac, Zambales, Antique, Barotac Viejo, Bohol, Calamianes, Leyte, Misamis, Samar, Surigao y Zamboanga. El presidente de la Audiencia de Manila era inspector de todos los registros del Archipiélago. LABORATORIO DE MEDICINA LEGAL. Creado por real decreto de 25 de Mayo de 1897, servía para la prác- tica de análisis médico-legales. Constaba de un director, médico. INTRODUCCIÓN. 15 de un profesor, ñirmiieeutico, y del ])ersonal subalterno necesario. Funcionaba bajo la dependencia inmediata del presidente de la Audien- cia de Manila. ADMINISTRACIÓN ECONÓMICA KN GENERAL. Al frente de esta administración se hallaba el Intendente (leneral de Hacienda el cual tenía á sus órdenes, la inspección general, la consul- tor ía, las secciones de impuestos directos é indirectos, la junta de jefes y todas las demás dependencias del ramo. El reconocimiento y liquidación de derechos á favor de los acreedo- res del Estado por los servicios comprendidos en los presupuestos generales de gastos, la ordenación de pagos por cuenta de denn'hos reconocidos y la distribución de fondos para efectuar los pagos respec- tivos á las obligaciones centrales y provinciales, se hacían por medio de un centro llamado Ordenación General de Pagos. Existían, en Manila y en provincias, administraciones y su})delega- ciones de Hacienda con objeto d(^ vigilar e inspeccionar los diversos ramos de la Hacienda pública, la contabilidad general del Estado y la redacción de cuentas generaU^s de gastos e ingresos. Todas las cantidades, (|ue ingresaban im el Erario público en Manila y en las administraciones de provincias, se depositaban en la llamada Tesorería Central ó Tesorería General de Hacienda junto á la cual fun- cionaba la Caja de Depósitos. Dependían del Intendente General de Hacienda la administración de la Aduana de Manila y la junta de aranceles con la comisión de valoraciones. La administración económica en provincias se ejercía por medio de administraciones y subdelegaciones provinciales, regidas por el mismo gobernador, ayudado de un administrador al frente, como jefe sub- ordinado de la administración, llamada depositaría. Las administra- ciones se dividían en varias categorías, según la importancia de las provincias. La de Manila se regía por reglas y personal especiales. Administraciones por orden de importancia. Administraciones de — Personal. Cebú, Iloilo, Leyte, Albay, Bulacán, Pampanga, Pangasinán, Batangas. Bohol, Cápiz, Laguna, llocos Norte, Nueva Écija, llocos Sur, Cavite, Negros Oriental, Ambos Ca- marines, Samar. Cagayán, Negros Occidental, Tárlac, Unión, Tayabas, Antique, Zambales, Zamboanga. Isabela de Luzón, Surigao, Mórong, Mindoro, Bataán, Barili, Cotabato, Misamis, Sorsogón, Borongan, Maasim, Barotac Viejo. Romblón, Abra, Masbate y Ticao, Nueva Vizcaya, Calamianes, Batanes, Dávao, Lepanto, Isabela de Basilan, Paragua, Balábac, Catanduanes yDapitan (Delegadas). Un administrador, jefe de negociado de 3». clase, un interventor, oficial 3°., un oficial 4»., un cajero guarda-almacén recaudador y un aspi- rante. Un administrador, oficial 1»., un interventor, oficial 3°. y un cajero guarda-almacén, ofi- cial 4°. Un administrador, oficial 2o., un interventor, oficial 4». y un guarda-almacén recaudador, oficial 5o. Un administrador, oficial 3o., un interventor, oficial 5o. y un guarda-almacén recaudador. El subdelegado era el gobernador ó comandante político-militar. 16 COROGRAFÍA. ADMINISTRACIÓN LOCAL. Los agentes de la administración en los x)ueblos eran los capitanes municipales en unos, y en otros los gobernadorcillos, los cabezas de barangay, los comisionados de apremio, los investigadores y los ex})ende- dores de efectos timbrados, los cuales cuidaban de la recaudación de los impuestos y contribuciones y de la exacción de las gabelas y derechos ,del Estado en el radio de su jurisdición. DIRECCIÓN GENERAL DE ADMINISTRACIÓN CIVIL, La Dirección General de Administración Civil tenía á su cargo la gestión superior de todos los servicios referentes a los ramos de (lober- nación y Fomento, como son los de instrucción pública, beneficencia y sanidad, obras públicas, montes, minas, agricultura, industria, comercio, comunicaciones y meteorología. Del servicio meteorológico trataremos (mi la Climatología, y de los demás ramos dependientes de la Dirección Civil, en el tratado iii, correspondiente á la industria y comercio del Archipiélago, en el cual se toca en particular lo relativo al ramo de Fomento. No creemos necesario entrar en detalles acerca de los organismos de la sección de Gobernación, los cuales sufrían notables modificaciones con los cambios de ministerio en el Gobierno de la Metrópoli, sobre todo desde 1868, siendo una de las más trascendentales la que tuvo lugar con la reforma del régimen nnmicipal decretada en Mayo de 1898. OlUrANlZ ACIÓN MILITAR. EJÉRCITO I)K FILIPINAS. El ejército de Filipinas estaba constituido por fuerzas de infantería, caballería, artillería, ingenieros, guardia civil y carabineros. P^xis- tían, además, los cuerpos jurídico-administrativos de sanidad y veteri- naria, de equitación, auxiliar de oficinas militares y clero castrense. Para la organización y régimen de las fuerzas existía una capitanía general y varias subinspecciones, es á saber: la de infantería, caballe- ría y guardia civil, la de artillería, la de ingenieros y la de sanidad militar juntamente con el cuerpo administrativo del ejército y el clero castrense. Al comenzar el año 1898 existían las divisiones de operaciones de Mindanao al mando de un general de división y de los generales de brigada de Iligan y Joló, la comandancia general de Manila y Mórong, la de la Laguna y Batangas, la de Cavite y varias columnas volantes que operaban en otros puntos del Archipiélago mandadas por generales de brigada ó coroneles. INTRODUCCIÓN. l7 Fl'EKZAS NAVALES. ORGANIZACIÓN (ÍKNERAL DE LA MARINA. Las fuerzas navales del Arehipi^4ago oonstituían un apostadero y una escuadra. De ambas era jefe superior iiunediato el Comandante General del Apostadero y de la Escuadra, cargo que ejercía un contral- mirante de la armada. El apostadero, con los diversos c(^ntros y cuerpos que de 6] dependían, asumía la dirección de todos los asuntos del ramo. La escuadra estaba dedicada á la inspección, vigilancia y defensa de los mares y costas de las islas. ¥A Archipiélago se hallaba dividido en provincias marítimas, ií cuyo frente se hallaba un comandante de distinta categoría, según la impor- tancia del puesto, el cual ejercía á la vez (4 cargo de capitán del puerto más importante de su jurisdicción. El apostadero contaba con todos los servicios necesarios, con un arsenal, establecido en el puerto de Cavite, otro en construcción en el de Súbic (Olongapó), un varadero en la Isabela de Basilan y un dique en Polloc, todos provistos de los talleres necesarios. APOSTADERO DE FILIPINAS. Ejercía el mando del mismo un contralmirante de la armada, que tenía á sus inmediatas órdenes el Estado Ma3^or del Apostadero y de la Escuadra. El segundo jefe del apostadero era un capitán de navio de 1*. clase, que ejercía á la vez el cargo de comandante general del arsenal de Cavite. Auxiliaba al Comandante General dicho Estado Mayor, que estaba regido por un capitán de navio, la junta económica compuesta de los jefes más caracterizados de cada cuerpo, y la auditoría, que le aseso- raba en todos los asuntos de justicia. Dependían del apostadero: el cuerpo general de la armada, consti- tuido por los jefes y oficiales que ejercían destino, tanto en el apos- tadero, como en los buques de la escuadra. El cuerpo de ingenieros de la armada, representado por un inge- niero jefe y dos oficiales del cuerpo. El cuerpo de artillería de la armada, á cuyo frente se hallaba tam- bién un comandante ó teniente coronel. El cuerpo administrativo con el ordenador de marina, el interventor y los contadores de navio y de fragata. El cuerpo de infantería de marina, mandado por un teniente coronel y compuesto de las fuerzas de desembarco y de las compañías de guar- dias del arsenal. El cuerpo de sanidad de la armada, á cuyo frente se hallaba un subinspector de 1^. clase. 22823 2 18 COEOGRAFÍA. El cuerpo eclesiástico de la armada. El cuerpo jurídico de la annada, formado por el auditor y el fiscal con cuatro auxiliares. Las fuerzas navales, constituidas por los buques de la escuadra. Las comandancias de marina, que ei*an las de Manila é Iloílo, de las que dependían los distritos de Pangasinán, llocos, Aparri, Marianas, Carolinas y Leyte, y la comandancia de la división naval del Sur, de la que dependían los distritos de Mindanao y la Isabela. ESCUADRA. Constituían las fuerzas navales de la escuadra los buques siguientes: Dos cruceros de primera clase: Reina Crwtina y Cmtilla. Dos cruceros de segunda protegidos: Isla de Luzón é Tda de Chiba , Tres cruceros de segunda clase: YelasGO^ D, Juan de Austria y D, Antonio de ZTlloa. Tres cruceros de tercera clase: Marqués del Duero ^ Elcano y General Lezo, Dos cañoneros de primera: Quirós y Villalobos, Tres transportes: Manila^ Cebú y General Álava, • Un vapor de la Comisión Hidrográfica: Argos. Catorce cañoneros de segunda clase: Cala7nianes^ Paragua,^ Samar ^ Leyte^ Bulitsan^ Mariveles^ Aráyat,, Pampanga^ Albay^ Manileño,, Mln- doro,, Panay,, Callao y Mindanao, Cuatro cañoneros de tercera clase : Otálora,, Urdaneta,, Basco y Gardoqni, Cuatro lanchas cañoneras: Cor cuera,, Almonte,, Lanao y General Blanco, Un remolcador: Rápido, Tres lanchas de vapor y dos para el exclusivo servicio de la coman- dancia general y del arsenal de Cavite, sin contar las que existían en Yap y en la Isabela de Basilan. La fuerza de infantería de marina del apostadero, la componían: Un coronel subinspector accidental, un teniente coronel 1^^ jefe y los demás jefes y oficiales, que formaban el 2''. batallón del 1''''. regi- miento en este Archipiélago, más la compañía de guardias de arse- nales, que guarnecían los de Cavite y Subic. Terminamos dando una ligera idea de la hierografía de estas Islas. ORGANIZACIÓN ECLESIÁSTICA. GOBIERNO ECLESIÁSTICO. La superior autoridad eclesiástica de las Islas Filipinas, Joló, Maria- nas y Carolinas, reside en el Arzobispo de Manila, metropolitano de las cinco diócesis en que están divididas, el cual era, además, antes, teniente vicario general castrense de los ejércitos españoles de mar y tierra de estas partes orientales. INTRODUCCIÓN. 19 srFR\(íANE<)S. Las (li(Vo8Ís eclesiásticas, fuera de la dependiente del arzobispado, son gobernadas por los obispos de Ce})íi, Nueva Cáeeres, Nueva Segovia V Jaro. CURATOS Y MISIONES. Son en número de 967 ^ y han sido hasta el presente administradas por párrocos y misioneros pertencientes á las órdenes religiosas de San Agustín, San Francisco, Santo Domingo, Agustinos Recoletos, Benedictinos, Capuchinos, Compañía de tlesús y clero secular. Cada provincia y distrito tiene un vicario foráneo por lo menos. ARZOBISPADO DE MANILA. Tiene su sede y catedral en la ciudad de Manila y su prelado se halla asistido del cabildo eclesiástico compuesto de un deán, cuatro dignidades, á saber, arcediano, chantre, maestrescuela y tesorero, un doctoral, un penitenciario, un magistral, algunos canónigos de gracia y varios prebendados y capellanes de coro. Esta diócesis comprende las provincias y distritos de Manila, Bataán, Batangas, Bulacán, Cavite, Infanta, Laguna, Mindoro, Mórong, Nueva Ecija, Pampanga, Príncipe, Tárlac y Zambales, contándose en ella 259 parroquias con 1,811,445 almas. OBISPADO DE CEBÚ. Tiene su sede y catedral en la ciudad del mismo nombre y com- prende los distritos de Cebú, Bohol, Leyte, Marianas, Misamis, Samar y Surigao, en los que se cuentan 213 entre parroquias y misiones con 1,748,872 almas. OBISPADO DE NUEVA CÁCERES. Su sede y catedral se halla en la ciudad de Nueva Cáeeres, cabecera de Ambos Camarines, y dependen de él las provincias y comandancias de Ambos Camarines, Albay, Burias, Masbate y Tayabas, en las que se cuentan 124 entre curatos y misiones con 691,298 almas. OBISPADO DE NUEVA SEGOVIA. Tiene su sede y catedral en la ciudad de Vigan, capital de llocos Sur, y dependen de él las provincias y comandancias de llocos Sur, Abra, Benguet, Bontoc, Cagayán, llocos Norte, Isabela, islas Batanes, Lepanto, Nueva Vizcaya, Pangasinán, Tárlac y Unión, las cuales cuentan 171 entre parroquias y misiones con 997,629 almas. OBISPADO DE JARO. Su sede está en la ciudad de Jaro, distrito de Iloílo, y le pertencen Antique, Balábac, Basilan, Calamianes, Cápiz, Concepción, Cotabato, ^ En este número van incluidas las parroquias ó misiones de las islas Carolinas y Marianas. 20 COROGRAFÍA. Dávao, Joló, Negros, Paragua, Romblón y Zamboanga, contándose, en toda su extensión, 200 entre parroquias y misiones con 1,310,754 almas. Estos cuatro obispados carecen de cabildo, pero tienen su correspondiente curia eclesiástica y juzgado provisoral. El número de clérigos entre todas las diócesis es de 675, y el de párrocos y misioneros de 967, los cuales admininistran 6,559,998 almas, resultando más de 6,000 almas por párroco. Y siendo aproximadamente el número de sacerdotes del clero secular y regular unos 2,000, resulta un promedio de 3,279 fieles por cada sacerdote. CAPITULO I. ISIiA UK LUZÓN EX GENERAIi. SITUACIÓN (JEOGRAfICA. Luzón, la mayor y más septentrional de las islas del Archipiélago Filipino, está situada entre los 12^ 32' y 18^ 39' de latitud N. y los 119^ 42' y 124° 8' de longitud E. de Greenwich. Es de forma muy irregu- lar, prolongada de N. á S. y SE. , y más ancha al N. que al S. Estréchase mucho hacia los 14*^ 30', donde se halla situada la bahía de Manila, y más aún en los 14°, donde un angosto istmo une la parte mayor y occi- dental de la isla con la oriental. CONFIGURACIÓN DE LA ISLA. La costa de Luzón ^ presenta gran número de inflexiones, principal- mente en el centro y al S., donde hay grandes bahías y excelentes puertos y ensenadas. Desde la punta Negra, extremo NO. de la isla, la costa corre al SO. hasta el cabo Bojeador; luego vuelve al S., SE., Y SSO., que es la dirección general, hasta la punta Dile. En todo este trayecto, de un grado próximamente, pues el cabo Bojeador se halla hacia los 18° 30' y la punta Dile en los 17° 34', se encuentran la ensenada de Dirique, la barra de Cáuit, la punta Culili, el puerto de Currimao, el seno de Gan, la isla Badoc y la punta Solot, todo en el litoral de la provincia de llocos Norte, la isla y puerto de Salomague con la isla Pinget ya de la provincia de llocos Sur. En la punta Dile la costa empieza á formar curva hacia el E., en la cual están el seno de Solbec y los puertos de San Esteban y Santiago; sigue la costa al S. , con muy pocas inflexiones hasta la punta Dari- gayos casi en el mismo meridiano que la punta Dile. Antes de llegar á Darigayos, y en la desembocadura del río Ambu- rayan, acaba la provincia de llocos Sur y empieza la de la Unión, que se tiende, casi en línea recta, hacia el S. , con el avance hacia el O. determinado por la punta de San Fernando. Allí empieza la costa oriental del golfo de Lingayén. Hacia el fondo y al E. del golfo, en la desembocadura del Rabong, empieza la provincia de Pangasinán, cuya costa es la meridional de aquél. Frente á la isla de Cabalitían se halla el límite entre Pangasinán y Zambales. Desde las inmediaciones de la isla Santiago ó Purra la costa avanza al O. y SO. formando el cabo Bolinao; después se pronuncia hacia el S., sin más accidentes ^ Diccionario Enciclopédico Hispano- Americano, tomQ xi. 21 22 COROGRAFÍA. notables que la punta Arenas, la ensenada de Agno y la punta Tam- bobo. En punta Caimán, algo al S. del paralelo de 16° y frente á la isla Culebra, vuelve al E. para foimar el seno de Dasol, en cuya costa avanzan las puntas Bayambán, Banop y Santa Cruz, por enfrente de las islas Hermana Mayor y Hermana Menor. Siguen al S. el bajo Sabalay, las puntas Arenas y Bani, el puerto de Masinloc, las islas San Salvador y Macalabo, con la punta y arrecifes de Paláuig. Desde allí inclínase al SE. y SSE. hasta la montañosa península, que rodean por el O. los islotes Capones, Tabones y Frailes, y que cierra, también por el O., el puerto de Súbic. En dicha península se halla al SO. el puerto Silan- guin; en el interior del puerto de Súbic el de Olongapó, donde empieza la provincia de Bataán, formada por la península, que limita al O. la bahía de Manila, cuyas costas corresponden á las provincias de Bataán, Pampanga, Bulacán, Manila y Cavite. Saliendo de la bahía de Manila, para seguir hacia el S. , encuentranse la ensenada de Patungan, con los islotes Carabao y Limbones; en el fondo de aquélla empieza la provincia de Batangas. Más al S. encuen- transe el puerto Jámelo, la punta de Fuego, la isla Fortun, las puntas San Diego y Talín y el cabo Santiago. A partir de éste, hacia los 13° 45' de latitud N. , la costa meridional de Luzón presenta la ensenada de Papagas y el seno de Balayan, la punta Cazador y la isla Maricabán, la ensenada de Batangas, las puntas Matocot, Arenas, Talajib, Rosario, Malabrigo, Punas ó Loboó, Malagundi y Locoloco y el senito Colo- contó. En la punta Punas la costa recurva hacia el NNE. y E. para formar el gran seno de Tayabas; al N. de San fluan de Bogbog, en la barra de Nayón, empieza la costa de la provincia de Tayabas. Tién- dese después aquélla al SE. y S. con la punta Tuquian, ensenada de Catanauan, puerto Mulanay, seno Agoni, abra de Aguasa 3^ punta de Bondog, extremo Sur de la gran península que limita por el O. el seno de Ragay, en cuya parte Norte, hacia el E., acaba el litoral de Tayabas y empieza el de la provincia de Ambos Camarines. La costa oriental del citado seno avanza al S. hasta muy cerca del paralelo de 13° en la punta Cadburanan; muy al N. de ésta, no lejos de la punta y vigía de Palo, hállase la frontera entre Ambos Camarines y Albay. Doblada la citada punta Cadburanan, llamada también Panganiran, la costa corre al E. y SE. y se forma la irregular península, cuyo remate meridional es también el extremo Sur de la isla (12° 32'). En dicha costa se hallan los islotes Lamuyón y Solitario, el frontón Catandalán, el puerto de Putiao, el gran puerto de Sorsogón y varias pequeñas ensenadas. Dobladas las puntas Langao y Babulgan, en el estrecho de San Bernardino, empieza el litoral correspondiente á la parte oriental de Luzón. Encuentranse en primer término las islas Calintan, Juac y Ticlín, y siguiendo al N., la saliente punta Binorongan y otras hasta la de Bingay, donde la costa vuelve al O. para ir a formar el seno de Albay cerrado al N. por las islas Rapurrapu, Batán y Cacraray. Ésta, ISLA DE LUZÓN EN GENERAL. 23 con la isla de San Miguel y la costa Norte de la península que limita al N. el citado seno, forman el seno de Tabaco. De nuevo la costa toma la dirección N. y NO. y en la punta Gorda, algo al S. del islote Atalayan, se halla el límite oriental de Alba}' y Ambos Camarines; después recurva en semicírculo para constituir el seno de Lagonoy, y se tiende al E. hasta los canales de Maqueda y Tacbím donde están la ensenada de Lauing y las islas Canaguan. En la punta Panahonga, junto a las islas Pitogo, la costa declina hacia el O. y conserva esta dirección y la del ONO., con inflexiones variadísimas, hasta la bahía de Lamón. En este trayecto se encuentran sucesivamente las islas Malarad, Lanquipao, Lucsuhín, Lahuy y Quinabugan, la punta Tina juagan, el puerto de Sisiran, las islas Quina- lásag, Bacacay, Lamit, Sibauan y Paniqui, la punta y puerto Tambang, las puntas Quinabucasan y Sapenitan con las islas Siruma, Cantón, Caringo, Canimo y otras en la entrada de la gran bahía de San Miguel, en cu3'a costa Oeste se halla el límite entre Camarines Sur y Norte, la isla Quinamanucan, las islas Calaguas, el cabo Baluagan, la punta Pinagdungan, las islas Paranquiran, Tailón, Palumbató y Tunao, la ensenada de Mambúlao con varias isletas, la isla Jauto, la ensenada de Sógod, en cuyo fondo está el límite entre Ambos Camarines y Tayabas, la isla Jornal ig bastante al N. de aquélla, la península que termina con la punta Dapdap, las islas Balesín, Pásig y Alabat, y la ensenada de Apat. Desde la bahía de Lamón, y por enfrente de la isla Cabálete, la costa Este de Luzón va de S. á N. con cierta inclinación al NNE. ; es la menos estudiada de la isla. Su litoral corresponde ya al distrito ó provincia de la Infanta, y el accidente más notable que hay en él es el puerto real de Lampón y el avance de la punta Inaguican, frente á la parte Sur de la isla de Polillo. Pasado el límite Norte de la Infanta, y en territorio de la provincia de Nueva Écija, hállanse la ensenada de Dingala, ai N. de la cual, no lejos de la punta Súa, empieza el distrito del Príncipe. Aquí la costa se va pronunciando de cada vez más al NE. y en ella están la isla y punta Diotoring, la ensenada de Dibut, la punta del Encanto, la ensenada de Baler, la de Casiguran y la estrecha y larga península que termina con el cabo de San Ildefonso. Algo al N. del arranque de esta península empieza la costa de la provincia de la Isabela, con la ensenada de Dilásac, ó puerto de Tumango, y la ensenada de Palanan, donde aquélla, descrita la curva que forma dicha ensenada, va casi recta al N., interrumpida por la pequeña península de punta Aubarede. Dóblase luego al NO. y O., forma el puerto de Dimalansan y el seno de Divilacan, recobra la direc- ción N. y NNO. hacia los 17° 30' de latitud N., acaba la provincia de la Isabela y empieza la de Cagayán, sin accidentes notables, y pasada la latitud de 18°, rola al NE. para describir una curva y tomar la dirección O. en punta Escarpada. La costa Norte de Luzón, desde dicha punta y 24 COROGRAFÍA. pasada la isla Palaui con el cabo Engaño, forma un gran seno ó curva hacia el S., en la que se encuentra la desembocadura del río Grande de Cagayán y más al NO. la del río Pamplona. Sigue al NO. hasta la punta Cabicungan, que, así como la de Mayraira más al O., son las tierras más septentrionales de Luzón. Entre dichas puntas, y más cerca de la primera que de la segunda, está la frontera entre Cagayán é llocos Norte. Luego entre las puntas Dialao y Negra, se halla el seno de Bangui. SUPERFICIE TOTAL Y POBLACIÓN. La superficie total, incluyendo las ivslas más próximas, es de 106,631 Kms. cuadrados y el número de habitantes 3,432,424, según el cuadro puesto en la introducción. DIVISIÓN TERRITORIAL. NORTE DE LUZÓN. Comprende el Norte de Luzón las provincias de Cagayán con las comandancias de Apayaos, Cabugaoan é Itaves, llocos Norte, llocos Sur con las comandancias de Amburayan y Tiagán, Abra, Bontoc, Isabela con las comandancias de Saltan 3^ Llavac, Lepanto con la co- mandancia de Quiangán, Unión, Benguet, Nueva Vizcaya con la comandancia de Cayapa y el distrito del Príncipe con la comandancia de Binatangan. Estas provincias y distritos, trazados en el mapa No. 7 del Atlas de Filipinas^ constituirán el asunto del capítulo ii. CENTRO DE LUZüN (a). Abarca las provincias de Zambales, Pangasinán, Nueva Écija, Tárlac, Pampanga, Bulacán y el distrito de la Infanta con la isla de Polillo. Van comprendidos en los mapas Nos. 8 y 12 del Atlas de Filipinas y de ellos trataremos en el capítulo iii. CENTRO DE LUZÓN (b). Comprende las provincias de Bataán, Manila, Cavite, Mórong, Laguna y Batangas, trazadas en el mapa No. 9, de las cuales trataremos en el capítulo iv. SUR DE LUZÓN (a). Abarca las provincias de Tayabas, Ambos Camarines (Norte) des- critas en el mapa No. 10, las cuales serán objeto del capítulo v. SUR DE LUZÓN (b). Contiene las provincias de Ambos Camarines (Sur), Albay y Sorso- gón, las cuales podrán verse en el mapa No. 11, y serán materia tam- bién del capítulo v. ISLA DE LUZÓN EN GENERAL. 25 ISLAS PRÓXIMAS Y ADYACENTES. Al tratar de cada uno de estos grupos de provincias diremos algo de las islas próxiiiuis, dejando para el capítulo vi el tratar, con la debida extensión, de las islas que llamamos adyacentes, cuales son, por orden de latitud descendente, los archipiélagos de las Baümes y Babuyanes, Mindoro é islas adyacentes. Burlas, Masbate y Ticao, el archipiélago de las Calamianes y el de Cuyos. ADVERTENCIA. De las razas que pueblan esta isla y de sus idiomas, se tratará bre- vísimamente al hablar de las diferentes provincias en particular, única- mente por vía de descripción, sin entrar en consideraciones ni de carácter etnográfico ni filológico, las cuales podrá ver el lector en el tratado ii, que es de la Etnografía de las Islas Filipinas. Siendo tan varias las producciones de esta isla y tan diversas la industria y el comercio de las diferentes provincias, se tocarán estos puntos en la descripción de cada una de ellas, remitiendo desde luego al lector al tratado iii, partes S*". y 4*. , donde se habla respectivamente con especialidad de la industria y comercio de Filipinas. CAPÍTULO IL NORTE I>E JLUZÓÍÍ. [Mapa No. 7 del Atlas de Filipinas.] PROVINCIA DE CAGAYÁN. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Es la provincia de Cagayán muy dilatada y rica y una de las más antiguas del Archipiélago. Báñala al N. el mar de China; linda al S. con la Isabela; confina al E. con el Océano Pacífico y al O. con Itaves, Apayaos é llocos Norte. El terreno es quebrado con ele- vados montes cubiertos de vegetación. Entre los montes bajos y las elevadas cordilleras hay extensos é irregulares valles, con suelo gre- doso ó arcilloso, granítico y calizo. Riéganla cincuenta ríos ó esteros que fecundizan los valles. Hay una gruta notable en el monte Quira. SUPERFICIE Y HABITANTES. La superficie de esta provincia es de 13,968 Kms. cuadrados, habitada por 96,357 almas. Está poblada la provincia por diversas razas; los infieles ocupan generalmente los montes ó las costas del Pacífico de menos fácil acceso. Los aetas, de raza negrita, habitan la cordillera oriental de la Sierra Madre, hacia el lado del Pacífico. Los irayas pueblan las vertientes occidentales de dicha cordillera. Los gaddanes ocupan los terrenos comprendidos entre los ríos Chico y Magat. Los calingas^ se hallan entre el río Grande, el río Apayao y el monte Abúlug. Los apayaos moran en la gran cordillera central de Luzón. Los itaves, hacia el S. de la provincia. Los calañas, nabayuganes, catalanganes, itetapanes y dayadas ocupan algunos montes. Los guinaanes viven en los montes más altos, que separan la provincia de Abra de la de Cagayán. Los cristianos son los llamados cagayanes. Hay también algunos ilocanos emigrados. Muchos de los habitantes civilizados descienden de estas razas; algunos provienen de otras razas y provincias del Archipiélago, cons- tituyendo unos y otros, con los cagayanes, el núcleo principal de población en los pueblos. Son los naturales pacíficos, afables y aga- sajadores para con sus huéspedes. ,^ Calinga, en el idioma ibánag, significa enemigo y se aplica á veces á todos los infieles del valle del río Grande de Cagayán. Con todo se denominan especialmente calingas loe infieles que pueblan la zona dicha. 26 NORTE DE LÜZÓN. 27 PUEBLOS. La capital es Tuguegai'ao, situada cerca del río Grande hacia el S. de la provincia con unos 17,358 habitantes. La iglesia y casa-real son de manipostería y su plaza es una de las más espaciosas de todo el Archipiélago. Los pueblos principales son: Aparri, en la desembo- cadura del río Grande con 11,665 habitantes." Tiene puerto de poco fondo y los vapores pequeños sólo pueden entrar con seguridad en la boca del río en los meses de Noviembre á Enero. Desde Aparri, siguiendo la cuenca del río, se encuentran sucesivamente, hacia el S. : Camalaniugan, población de 5,171 habitantes; Lal-ló, que antiguamente fue sede episcopal, llamada Nueva Segovia, de 5,507 habitantes; Gat- taran, de 2,148; Nagsiping, de 885; Alcalá, de 6,637; Amúlung, de 6,493; é Iguig, de 4,619. Todos estos pueblos caen hacia la orilla oriental del río. En la orilla occidental, casi en el límite S. de la provincia, se halla Enrile, pueblo de unas 6,000 almas; y al N. de Enrile, Solana con unas 5,000. Tuao está situado á orillas del río Chico con 4,025 habitantes. Hacia el N. los pueblos más importantes son: Pamplona de 3,441 habitantes y Clavería de unos 2,000. El número total de pueblos es de 22; pero cuenta, además, esta provincia con 180 visitas ó barrios y 143 rancherías dé infieles reducidos. IDIOMAS. Por la parte de Tuguegarao se habla comunmente el ibánag. Entre la gente del pueblo se habla el itavés y los negritos hablan el idayán ó el aeta. En la orilla opuesta á Tuguegarao, por la parte de Enrile, se habla el gaddán. p]n Alcalá se habla casi exclusivamente el ilocano, por constar la población de familias emigradas de llocos. En el Norte y cMi la orilla oriental del río Grande se habla generalmente el ibánag, que se tiene por idioma de la gente más culta. Las rancherías de la parte occidental del río hablan el itavés y el apayao ó mandayo, y el maláneg por la parte del Sur. PRODUCCIONES, INDUSTRIA Y COMERCIO. La principal y más rica producción es el tabaco, del cual se exporta- ban anualmente más de 300,000 fardos, valuados en más de un millón de pesos. El mejor tabaco lo produce el partido de Itavés, en el cual ha}' todavía grandes terrenos incultos, cuyo cultivo pudiera hacer doblar el producto de este preciado artículo. Hay excelentes maderas, cuya extracción es difícil, á causa de lo montuoso y quebrado del terreno. Los indígenas las conducen á los pueblos arrastrándolas por medio de los carabaos hasta los esteros, por donde las transportan en balsas ó barangayanes. ^ Las principales especies son : camalayad, brenga, pama- lalián y afín, que emplean para la construcción de embarcaciones ^ Este modo de conducción es usado también en otras provincias. 28 COROGEAFÍA. pequeñas, niolave, ipil, narra, camagón, cedro, chano, palo-niaiía y otras, usada-s en la construc(;i6n de casas y niue})les. Cultívase, ade- más del tabaco, el palay, el maíz y la ñipa. Sin em])argo, (\s necesario importar el arioz y otros alinuuitos, pues no bastan los ([ue allí so cosechan para la manutención de los habitantes. La industria está representada por talleres de hi^rrería y carpintería, destilaciones de vino de ñipa, establecimientos d(^ pesca y salazón, salinas, pilanderías de arroz y unos cuantos télanos ordinarios para (d tejido de los géneros que emplean en los v<\stidos. y de p(»tat(\s 6 esteras de burí. Hay unas 80,()(K) cabezas de ganado, d(^ las cual(\s 82,0(M) son carabaos, 21, ()()() vacas, 14,000 cerdos y lo, 000 caballos. Se explotan varias canteras de piedra, y s(> dice que hay minas d(^ coljn^ en la cordi- llera volcánica de Maguipit. Las carreteras y caminos, que desde Tuguegarao conducen á Caba- gán (Isabela), desde Lal-ló á Aparri, desde Lal-16 á Alcalá y Tiiguega- rao, de Tuguegarao á Carig, de Tuao á Piat y desde Piat á Tal)ang se hallan en constante buen estado y admiten el tránsito de carruajes; las que ponen en comunicación á los demás pueblos entre sí son A'iaí)les únicamente por medio de caballerías y para los peatones. Las carre- teras y caminos se ponen intransitables en época de lluvias. Se atra- viesan los ríos por medio de puentes de balsas. ISLA PALAUI. La isla Palaui, separada de la extremidad NE. de Cagayán por un estrecho canal, es de mediana altura, bastante accidentada y de costas escarpadas en general; tiene sólo 5 millas de largo de N. á S. y 2^ de ancho. El cabo Engaño, formado por su extremidad JS'E., es de regu- lar altura; su punta Sur, que es al mismo tiempo O. del puerto de San Vicente, es un monte redondo y elevado. La punta, que forma el cabo Engaño, despide un arrecife de coral de corta extensión, delante del cual se ven dos rocas fuera del agua, llamadas Dos Hermanas; la más al N. y mayor de ellas tiene un cuarto de milla de ancho y se halla á media milla del cabo. La costa Oeste de la isla es escarpada y acanti- lada; en su punta NE. tiene tres islotes, de los cuales el de más afuera y más grande, llamado isla del Cabo ó Gran Laja, es una masa cua- drada de lava acantilada, de media milla de extensión, que puede ser vista á unas 27 millas de distancia; por la parte de dentro de este islote se sondan 15 y 20 metros de agua. Hay en el cabo Engaño faro de 1*. clase, que da grupos de destellos blancos. COMANDANCIAS DE APAYAOS, ( ABA(;A0AN É ITAVES. APAYAOS. Hállase esta comandancia político-militar al E. de las vertientes de la gran cordillera central del Norte, confinando al N. con Clavería, Pam- plona y Abúlug; al E. con Lal-ló y Gattaran hasta la confluencia del río NORTE DE LUZÓN. 29 Chico con (4 ch' Cjipiyán; al S. con la orilla izquierda del río Chico y al O. con las \'crti(*ntes de la gran cordillera del Norte. La pobla- ción consta de unas 1()J)0() almas, que componen niils de -l-O rancherías. Los ])ueblos principales son Fotol y Capinatan. ( ABACJAOAN. Esta comandancia político-militar confina al N. con los pueblos de Pamplona, Chivt^'ía y Abúlug; al K. con la comandancia de Apayaos; al S. con Abra y al O. con llocos Norte. ITAVKS. Esta comandancia político-militar, creada en 1889, confina al N. con los límites jurisdiccionales de Apayaos; al ¥j. con los de los pueblos de Keina Mercedes, Ganul, llagan. Hacienda de Santa Isabel, Tumauini, Cabagán Nuevo, Ca])agán Viejo, 8anta María, Enrile, Solana, Tuao, Piat y Maláneg en sus montes occidentales que colindan con Apayaos; al S. con los de la vertiente Norte de los montes de Bunguián; y al O. con las provincias de Abra y Bontoc. Tiene más de 15,000 habitantes. El pueblo principal es Magaogao. Hay en Itaves unas 126 rancherías, formadas generalmente por calauas, los cuales hablan el idioma itavés. PROVINCIA DE ILOCOS NORTE. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. y O. con el mar de China, al S. con llocos Sur, y al E. con la cordillera central hasta su terminación en el mar de la China, que la separa de Cagayán y de Abra. Su extensión mayor de N. á S. es de 19 leguas. El terreno es mon- tuoso y quebrado, con vegetación buena y variada. SUPERFICIE Y HABITANTES. Tiene esta provincia 3,324 Kms. cuadrados de extensión superficial, ocupada por unos 163,349 habitantes, consignados en los censos civiles. Habitan la provincia algunos de la tribu de los apayaos, los tinguianes y los igorrotes, siendo la mayor población de los indios llamados ilocanos. PUEBLOS. Laoag, que significa claridad, por gozar de un cielo despejado y muy limpia atmósfera, es la capital, con un vecindario de unas 28,122 almas, situada á una legua de la orilla del mar y junto al río de su nombre, en una extensa llanura, con algunos cerrillos en el centro. Tiene muy buena iglesia, hospital y otras muchas casas de excelente construcción. San Nicolás, al S. de Laoag, en la orilla opuesta del río, tiene 9,584 habitantes. San Miguel, más al interior en la orilla del 30 COROGRAFÍA. mismo río, es de 8,993 almas; y Dingrás, algo más al interior, también junto al río, tiene 11,647; Piddig, al N. de Dingrás, 10,579; y Ba- carra, no lejos del mar, en la orilla del río de este nombre, 12,843. Al S. de San Nicolás se halla la importante población de Bátac, con unos 19,000 habitantes, y al SO. de Bátac, en la costa del mar, el puerto de Currimao. Paoay, entre Bátac y Currimao, es población de 12,153 almas. En el S., también junto al mar, está el pueblo de Badoc de 9,000. El pueblo principal más al N. es Bangui de 6,177 habitantes. Tiene un total de 15 pueblos, situados generalmente á poca distancia del mar, unos 119 barrios ó visitas y 54 rancherías de infieles reducidos. IDIOMAS. Se habla generalmente el ilocano, y los tinguianes, que tienen su dialecto especial, entienden y hablan el ilocano en las rancherías inme- diatas á los pueblos cristianos. AGRICULTURA, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Pueden cultivarse en esta provincia el trigo y otros productos de las zonas templadas, especialmente toda clase de legumbres y verduras. En las montañas se dan las maderas indígenas más ricas y en el N. y en el interior se encuentran el pino, el roble y otros árboles semejantes. De los mismos montes se saca brea, mucha miel y cera. Encuén- transe igualmente carabaos cimarrones, jabalíes, venados, gallos, tórtolas y otras muchas clases de aves. En todos los pueblos de la provincia se cosecha arroz de superior calidad, maíz, buen algodón, caña dulce y tabaco regular. En el pueblo de Bangui se cosecha también bastante café y cacao. Los hombres se dedican, en su mayor parte, á la agri- cultura, y las mujeres á hilar y tejer, sobresaliendo entre todos el pueblo de Paoay, donde se hacen las famosas mantas de llocos. El ganado caraballar es notable y abunda en la provincia, donde también se encuen- tra ganado vacuno y caballar. La pesca es abundante en ríos y costas. El suelo no carece de riqueza mineral, abundando el hierro. La provincia se halla atravesada de N. á S. por una excelente calzada, que cruza los pueblos de Bangui, el más septentrional, Nagpartián, Pasuquín, Bacarra, Laoag, San Nicolás, Bátac y Badoc, internándose luego en la provincia de llocos Sur, cuyo primer pueblo es Sináit. Desde el pueblo de Bátac parte una calzada, que conduce al de Paoay, sitiíado al O., y al puerto de Currimao, el mejor de la provincia. De O. á E., y partiendo de la cabecera, se halla otra calzada, que, después de pasar por el pueblo de San Miguel, se ramifica en dos, una de las cuales conduce á Piddig y Solsona y la otra á Dingrás y Bauna. Otra calzada une la cabecera con el pueblo de Vintar, desde el cual pasa al de Bacarra, uniéndose á la general de N. á S. NORTE DE LUZÓN. 31 PROVINCIA DE ILOCOS SUR. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Confina esta provincia al N. con llocos Norte, al S. con la de la Unión, al E. con la de Abra y los distritos de Tiagán y Lepanto, y al O. con el mar de China. Tiene una extensión de 18 leguas de N. á S. y sólo 5 de ancho. El terreno es más })ien llano que montuoso. Está separada de la provincia de la Unión por el río Grande de Amburayan. SUPERFICIE TOTAL Y HABITANTES. Alcanza una superficie de 1,424 Kms. cuadrados, de los cuales unos 534 están cultivados, teniendo una zona forestal de más de 700 Kms. cuadrados. El número de habitantes pasa de 178,000, los cuales son, en su inmensa mayoría, de raza ilocana. Existen algunas rancherías d(5 tinguianes, especialmente en la parte montuosa. Habitan también los infieles llamados búsaos, igorrotes, guinaanes y negritos, que se extien- den por la cordillera al E., compartiendo el terreno con las rancherías de los itetapanes, mayoyaos, sitipanes y otras. Son los ilocanos de carác- ter franco y activo, lo cual los hace apreciables en todas partes. PUEBLOS. La capital ó cabecera es Vigan, de más de 12,000 habitantes, llanjada antes Villa Fernandina, fundada por el bizarro Salcedo. Es ciudad epis- copal, sede del obispo de Nueva Segovia. Está situada cerca del río Abra, en su orilla derecha y no lejos de la costa. Tiene muy buenas calles y un hermoso paseo, bastantes edificios de excelente construcción, entre los que descuellan la catedral, el palacio episcopal, el seminario, la casa-real, la administración de rentas, la casa-ayuntamiento, la escuela normal de ninas, el tribunal de naturales, el cuartel, la cárcel y otros varios que contribuyen á darle el aspecto de una verdadera ciu- dad. Las poblaciones más importantes son: Sináit, al S. de Badoc (llocos Norte), con 7,209 habitantes, la más septentrional de todas; Cabugao, con unas 9,000 almas; Lapog, con 4,682; Magsingal, con unas 10,441; Santo Domingo, con 5,355; San Ildefonso, con 8,361; San Vicente, de 4,000; Bantay, de 8,360; Santa Catalina, de 8,737; á la cual sigue, más hacia el S. , la mayor población de la provincia, Narva- cán, de unas 16,822 almas; Santa María, de 11,720; Candón, la tercera en importancia, de 14,035 habitantes; y Tagudín, lamas meridional de todas, con 7,864 almas. Todas estas poblaciones se hallan cerca de la costa y en orden de latitud descendente de N. á S. El total de pueblos es de 21 con unas 587 visitas ó barrios y 55 rancherías de infieles reducidos. IDIOMAS. Se habla el ilocano generalmente, y el tinguián en algunas rancherías, juntamente con algunos otros dialectos propios de los infieles que moran en los montes. 32 COROGRAFÍA. PRODUCCIONES, AGRICULTURA, INDUSTRIA, COMERCIO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Se dan con relativa abundancia las maderas llamadas panorapín, palo- china, casisguís, derán, bañaba, taculao y busilising. De los 534 Kms. cuadrados de cultivo que tiene la provincia, 36 son de superior calidad. De estos terrenos de cultivo, unos 282 Kms. cuadrados se destinan al cultivo de palay, 55 al maíz, 1 al trigo, 34 al añil, 29 a la cana de azú- car, 2 al coco, 2 á la célebre ñbra maguey, ()5 á legumbres y 04 al cacahuete. En cuanto a la industria, baste decir que en todos los pueblos existen telares que manejan las mujeres, y con los que fabrican tejidos de algo- dón para el uso doméstico, siendo los pueblos que más se dedican á esta industria los de San Ildefonso, Bantay, Cauayan y San Vicente, exis- tiendo en este último varios talleres de carpintería para la fabricación de toda clase de muebles. En Vigan, cabecera de esta provincia, existe un taller de carrocería y se construyen carruajes de todas clases y pre- cios. Casi todos los pueblos tienen señalado un día de la semana para el mercado, y en todos ellos la venta se reduce á legumbres y frutas del país, tejidos de seda y algodón hechos en la provincia, objetos de alfarería, tejidos de China y las diversas producciones agrícolas de la provincia. Los artículos que se exportan son añil, cocos, azúcar, panocha, camote, algodón y maguey, importándose gran cantidad de palay, por no bastar la producción de este artículo en la provincia para el consumo de la misma, y además, vinos y conservas de Europa, bagón, pescado seco, hierro en barras y labrado, aceite, aguardiente y semilla de añil. Las comunicaciones, aunque dejan bastante que desear, son, sin embargo, de las mejores del Archipiélago; y como la parte llana compone casi toda la zona agrícola cultivada, todos los pueblos tienen abundancia de caminos para sus sementeras, que facilitan la extracción de sus productos en la carretera general, que atraviesa la provincia de N. a S. Hay, desde Vigan á Sináit, puentes de madera y ladrillo en buen estado. Desde Vigan hacia el S. hasta el límite con la provincia de la Unión, los arroyos y ríos de poca profundidad carecen de puente, y los de alguna cantidad de agua tienen en la época de sequía ligeros puentes de madera y caña, que son arrastrados en las primeras aveni- das, efectuándose después el paso de una á otra orilla por medio de balsas, formadas de varias cañas unidas. Es puerto de regular importancia Salomague al N. del seno de Mag- singal y ensenada de Lapog. ISLAS PRÓXIMAS. Las islas próximas de más importancia son: Pinget y Salomague. Pinget, situada cerca y al NO. de la punta de Santo Domingo, es muy baja y está cubierta de bosque con playas de arena y rodeada de arrecifes, que parecen muy acantilados por el O. , puesto que á media NORTE DE LUZÓN. 33 milla de distancia no se encuentm fondo á mas de 50 metros de profun« didad. La punta dicha y esta isla forman un pequeño andadero, en el cual se entra solamente por el 8., pues la costa Norte se halla rodeada de arrecifes, que casi corren a unirse con la costa Este de la isla, y sería muy difícil verilearlos. A una milla próximamente al NO. de la punta Norte del puerto de Salomague hállase la isla de este mismo nombre, de modemda altura, rodtnida de un arrecife, que se extiende escasamente un cable ^ por el SO. y forma con la costa un paso, en el que se sondan de 28 á 80 metros de agua en su medianía, hallándose sus dos bandas rodeadas de arre- cifes, que salen á dos cables en la costa firme y á medio cable en la de la isla. COMANDANCIAS DE TIAGÁN Y AMBURAYAN. tiagAn. Hállase comprendida esta comandancia entre Abra, Amburayan, Lepan to é llocos Sur y cuenta con 7,798 habitantes, divididos en 25 rancherías y 58 barrios. La población principal es San Emilio de unos 1,(>58 habitantes. Se dedican los monteses, generalmente igorrotes de los llamados buriques y búsaos, al cultivo del pala}^ café, cacao, maíz, caña dulce, ca- mote, algodón y legumbres. Limítase su industria a tejidos de algodón y á la construcción de tampipes, sombreros, carteras y pipas. AMBURAYAN. Confina al N. con Tiagán é llocos Sur, al S. con la Unión, al E. con Lepanto y al O. con las provincias de llocos Sur y la Unión. Su pobla- ción es de unos 80,000 infieles, igorrotes generalmente, y 150 cristianos, distribuidos en 34 pueblos y 76 rancherías. El pueblo más importante es Alilem, su cabecera. Se habla el cancanay y el tinguián. Los demás pueblos son: Suyo y Cabacán. Su industria está limitada á algunos tejidos de algodón y otros ob- jetos de uso frecuente entre los infieles. PROVINCIA DE ABRA. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Toma esta provincia el nombre del caudaloso río que la baña por el centro. Confina al N. con llocos Norte, al E. con Cagayán y la Isabela, al O. con llocos Sur y al S. con Bontoc y Lepanto. De N. á S. mide unas 20 leguas' y de E. á O. solamente 8. Toda la provincia es muy quebrada por estar cruzada en todos sentidos de cordilleras de tercer orden; su vegetación es robusta y vigorosa en los montes, donde hay 1 Cable = 120 brazas =200. 61 7 metros. 22823 3 34 COROGRAFÍA. muchos bosques de corpulentos árboles, notables unos por su espesor, otros por la finura y dureza de sus maderas y casi todos por sus exquisitos frutos. El terreno es volcánico en general, con rocas silíceas y aluviones modernos. EXTENSIÓN SUPERFICIAL Y HABITANTES. Tiene una extensión superficial de unos 2,887 Kms. cuadrados, ocupada por más de 41,300 habitantes registrados en los censos civiles. En los montes viven los negritos y algunos guinaanes. Ocupan gran parte de la provincia los tinguianes. La mayor parte de los habitantes civi- lizados son ilocanos. Hay también unos 2,000 igorrotes propiamente tales. ^ PUEBLOS. El pueblo principal y cabeza de todos los demás es Bangued, situado en la orilla izquierda del río Abra, hacia el O. de la provincia, con 13,600 habitantes. Desde Vigan se va a este pueblo en unas cuatro horas de carruaje. Los otros pueblos importantes son: Tayuní, al E. de Bangued, con 11,237 habitantes; Bucay, también en la orilla izquierda del río, con 4,995 almas; Villavieja, casi al S. de la i)rovincia, con 2,331; La Paz, al N. de Tayum, con unas 3,000; Pidigan, al SO. de Bangued y en la orilla izquierda del río, con 2,295 y San Gregorio, entre La Paz y Tayum, con 3,262. El número total de pueblos es de 11 con unas 80 rancherías. IDIOMAS. Hablase generalmente el ilocano en los pueblos y el igorrote en algunas rancherías. Los demás infieles hablan sus respectivos dialectos, á saber el tinguián, el basiao y el guinaán. PRODUCCIONES, INDUSTRIA Y COMERCIO. La agricultura está bastante adelantada, si se considera la extensión superficial cultivada de unos 43 Kms. cuadrados y el corto número de brazos disponibles. Se da principalmente el tabaco, el arroz, el maíz, del que se llegan á coger tres cosechas al año, la caña y otros vegetales. En las cimas de la gran cordillera se crían pinos y robles, el madroño y otros árboles de las zonas templadas. Los productos dichos, juntamente con el algodón, que ahora cultivan, los mimbres ó bejucos, la miel y la cera constituyen los principales artículos del comercio de exportación, á lo que hay que añadir el producto de la explotación de las minas de cobre en la región de Gambang, entre Vigan y Bangued, y del carbón de ' Juzgamos ser exacta la opinión moderna de algunos etnógrafos que la palabra igorrote no es nombre genérico de varias razas, sino privativo de una raza especial y en esta acepción la tomamos. NORTE DE LUZÓK. 85 piedra, del cual ha}^ bastantes indicios en la nincheríade Paganao, al E. de La Paz, juntamente con las piritas de hierro, (|ue se hallan en varios sitios. A})unda la caza de animales mayores en los montes, como de búfalos, jabalíes y venados, siendo in numerables las especies de monos que habitan en los bosques. La industria se reduce al tejido de telas de algodón de diferentes clases, siendo notables algunas por su timira, igualdad y resistencia. Los pueblos están unidos entre sí por caminos de cabalgadura, los cuales ponen en comunicación esta provincia con las de Lepanto, Cagayán é llocos Sur. (X)MANI)ANCIA DE BONTOC. LÍMITES V CONDICIONES (ÍENERALES DEL TERRENO. Coníina al N. con Abra y Cagayán, al S. con Lepanto, al E. con la Isabela y al O. con Lepanto y Abra. Mide de N. á 8. unos 50 Kms. y de E. á O. 27. VA terreno es montuoso, no nuiy fértil y de constitu- ción probablemente volcánica. Es de clima templado y húmedo. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide 1,322 Kms. cuadrados y la pueblan unos 18,í)85 habitantes regis- trados en los censos civiles. De los infieles unos son ifugaos y otros igo- rrotes; hay también búsaos, itetapanes, calingas, gaddanes y dayadas, y algunos autores, en consideración al número de razas, que viven espa- rramadas por este territorio, hacen ascender el número total de habi- tantes á 82,500. -PUEBLOS. p]l más importante, y casi único, es la cabecera, que lleva el nombre de la provincia y tiene unos 10,751 habitantes. Merecen, sin embargo, nombrarse los pueblecitos de Sagada, Sacasacan y Basao, de reciente erección. IDIOMAS. Se habla el ilocano, el suflín, el ite tapan, el igorrote de Abra y otros dialectos análogos. PRODUCCIONES Y COMERCIO. Sólo se cultivan algunos terrenos en las orillas del río; toda la indus- ' tria de algunos infieles consiste en extraer la sal de los manantiales de Mainit, al NE. de Bontoc, de los cuales sale agua hirviendo, salada, inodora y muy clara. En Dulican, al O. de Bontoc, abunda la pirita de hierro, 3^ en Janolo existe un criadero que se supone ser de galena argentífera. El comercio es casi nulo. 36 COROGRAFÍA. PROVINCIA DE LA ISABELA. LÍMITES Y CONDICIONES (GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. con Cagayán é Itaves, al S. con Nueva Vizcaya y distrito del Príncipe, al E. con el mar Pacífico y al O. con Lepanto, Bontoc y Abra. Atraviesa la provincia de N. á S. el río Grande de Cagayán y de SO. a NE. su caudaloso afluente, el río Magat. La zona oriental, a lo largo de la costa del Pacífico, es montuosa y escar- pada, pues corre por ella de N. á S. la Sierra Madre. La zona que se extiende. al O. de la Sierra Madre es mucho más extensa y presenta llanos de valles fecundizados por los ríos Grande y Magat. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide unos 14,234 Kms. cuadrados y es la provincia más extensa de Luzón. Puéblanla 48,302 habitantes empadronados. Habitan los negritos en algunos montes de la cordillera del Este. Los demás infieles son de varias razas, igorrotes, yogades, que viven entre Echagüe y Angadanan, gaddanes, mayoyaos, ilongotes ó ibilaos, bujuanes, siti- panes, buyanganes, bunguianes, isauayas, ilongotes, buayas, que pueblan el territorio de Difún, y catalanganes. Entre los indios civilizados hay bastantes tagalos. Es tal vez la provincia que abunda en mayor número de razas infieles. PUEBLOS. El principal es llagan, su cabecera, en el centro de la provincia, situado en una altura y circunvalado por los ríos Grande de Cagayán y Pinacauanán de llagan, de clima templado y benigno. Ha sido varias veces destruido por el fuego. Tiene actualmente más de 13,049 almas. Desde Aparri se puede ir á este pueblo en 24 horas de carruaje. Cabagán Viejo y Cabagán Nuevo son pueblos próximos al N. de la provincia, sentados en la orilla derecha del río Grande, de más de 9,000 habitantes. Siguiendo la orilla derecha del río Grande hacia el S., se encuentran sucesivamente los pueblos de Balasig y Tumauini, antigua cabecera, con unas 4,500 almas; Gamú, al S. de llagan y en la orilla izquierda del río, con unas 5,320; Cauayán, de 2,167; Angadanan, de unas 3,900; Echagüe, de 6,633; y Carig, entre los ríos Grande y Magat, de unas 2,651. El número total de pueblos es 22. Tiene, además, 25 barrios ó visitas y unas 38 rancherías de infieles reducidos. IDIOMAS. Se habla el ilocano, el ibánag 6 cagayán, el gaddán y el tagalo. PRODUCCIONES, AGRICULTURA, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. El suelo es capaz de dar toda clase de productos agrícolas. El arroz, la caña dulce, el cacao y el café se desarrollan casi sin cuidado del NORTE DE LUZÓN. 87 agricultor, así como todo género do legumbres y verduras, (jue, en sabor y tamaño, pueden competir con las de España. Con todo la pro- ducción no llena las necesidades de los habitantes, por ser poco el te- rreno cultivado. La cosecha del maíz es objecto de algunos cuidados por parte de los natumles, porque, cuando el arroz alcanza precios elevados, constituye su principal alimento. El artículo principal y de más importancia es el tabaco, que se cosecha en gmndes cantidades y es considerado como el mejor de Filipinas, siendo el principal artículo del comercio de exportación que constituye la ri(|ueza del país. Se cría algún ganado vacuno. Los bosques, en su mayoría sin explotar, son abundantes en maderas preciosas aplicables á la ebanistería. Se dan con profusión el molave, el ipil, la narra, el camagón y otras maderas excelentes de construcción. Mo hay más {{uo dos regulares vías de comunicación en el interior, la que facilita el río Grande, y la carre- tera que de N. á S. re recorre el centro de la provincia. COMANDANCIAS DE SALTAN Y LLAVAC. SALTAN. Toma esta comandancia el nombre de un río, afluente del río Chico de Cagayán, y se extiende por la cuenca que forma dicho río, en la comandancia de Bontoc, rodeada de gaddanes e igorrotes. Sus habi- tantes son más de 14,000, generalmente infieles gaddanes reducidos, los cuales hablan el ibánag, el gaddán, el yuga y el iraya. LLAVAC. Comandancia exclusivamente militar enclavada en la provincia de la Isabela para reprimir los desmanes de los igorrotes y otros infieles. COMANDANCIA DE LEPANTO. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. con Abra y Bontoc, al S. con Benguet y Nueva Viz- caya, al E. con Bontoc y Quiangán y al O. con Tiagán y Amburayan. Mide de N. á S. 55 Kms. y de E. á O. 49. El terreno es montuoso. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene 2,167 Kms. cuadrados de superficie, ocupados por unos 16,152 habitantes ^ empadronados, de diversas razas, especialmente ifugaos é igorrotes búsaos. PUEBLOS. Los principales son: Cervantes, actual cabecera, situada casi en el centro del distrito y distante de Vigan unas 12 horas en carruaje; Ca- ^ El Estado General de Padres Agustinos de 1897 asigna 21,745 habitantes y, según el mismo Estado, la recdente población de Sabangán cuenta actualmente con 10,085 almas. 38 COROGRAFÍA. yán, antigua cabecera, al NE. y muy cerca de Cerv^antes; Mancayán, al SE. de la cabecera, famoso por sus minas de cobre. El número total de pueblos es de 5, y de 40 el de las rancherías. IDIOMAS. Se habla el ilocano, el catoán, el igorrote, el ifugao y otros dialectos. rilODUCTOS, INDUSTRIA Y COMERCIO. Tiene este distrito unos 70 Kms. cuadrados de terreno, cultivado por unos pocos indios y 8,000 igorrotes, el cual produce palay, tabaco, caña dulce, en pequeña cantidad, maíz y hortalizas. Abunda la narra, el molave, el bañaba, el pino secular, el roble, la sabina, el olmo, el madroño, el cedro y el casilang. Un tiempo estuvieron en explota- ción las minas de Mancayán, con un rendimiento anual de más de 4,000 quintales de cobre fino. Una carretera cruza el distrito de NO. á SE. , la cual, partiendo de Vigan, pone en comunicación Tiagán, Lepanto (pueblo), Cervantes y Mancayán, facilitando así el moviemento de importación y exporta- ción. COMANDANCIA DE QUIANGÁN. LÍMITES Y EXTENSIÓN. Confina al N. con Bontoc, al S. con Nueva Vizca^T., al E. con Nueva Vizcaya y la Isabela y al O. con Lepanto. Ocupa una extención de 80 Kms. cuadrados, poblados de unos 30,000 habitantes repartidos en multitud de rancherías, de las cuales se conocen por lo menos 218. PUEBLOS. La población principal es Quiangán, situada en el valle del mismo nombre, que corre de N. á S. desde Lepanto á Nueva Vizcaya, regado por el río Abúlao, afluente del Magat. Los otros pueblos importantes son: Magúlang, Nangaoa, Lagaui, Sapao y Bonaue. PROVINCIA DE LA UNIÓN. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. con Bocos Sur, al S. con Pangasinán, al E. con Lepanto y Benguet y al O. con el mar de China. Se extiende de N. á S. unas 16 leguas, y de E. á O. sólo 5. El terreno es llano junto á la playa y muy montuoso á poca distancia del mar. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene unos 2,008 Kms. cuadrados de superficie, ocupada por 110,064: habitantes empadronados, de raza ilocana y pangasinana, generalmente; hay muchas rancherías de igorrotes en los montes. NORTE DK LUZÓN. 39 PrEHI/)S. El principal on importancia civil es San Fernando, su cabecem, situado ceica del puerto del mismo nombre, de 14.542 almas. Hangar, pueblo el más septentrional, es de 10,T(>0 almas. Desde Bang'ar, costeando hacia el S.. se encuentran Nama^rpacán de unas 10.000 almas; Bagnotan, d(» 8,811: San Juan, de 11,181^: Baoang, de íKOTi^; Cabá, de 8,349; Agoó, de unas 11.000: Santo Tomás y Rosario, de 8.507. VA número total de pueT)los es 14. Hay 240 l)arrios 6 visitas y multitud d(^ rancherías, que, ni en lo espiritual ni en lo civil, dependen de pueblo alguno cristiano. IDIOMAS. Se habla el ilocano y el pangasinán, y (mi los montes, diversos diah^c- tos del igorrote. PRODUCCIONES, AORK I LTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO. p]n los montes se produce mucho sibucao. En ol terreno de cultivo, qu(^ es de unos (>4 Kms. cuadrados, hay unos 15,000 cultivadores, y se da tabaco, arroz, maíz, algodón, caíía dulce, cacao, frutas y raíc(\s fari- náceas. Hay unas 47,800 cabezas de ganado; 21,200 del caraballar, 8.200 del vacuno y unos 5,500 del caballar. Una carretera regular corre paralela á la costa y pone en comunicación todos los pueblos, arriba mencionados, entre sí y con los de llocos Sur por Tagudín, y con Pangasinán por San Fabián, desde donde se puede llegar en carruaje hasta Manila. COMANDANC^IA DP] BENGUET. LÍMITE? Y CONDICIONES (GENERALES DEL TERRENO. ' Es Benguet una comandancia enclavada en la provincia de la Unión. Confina al N. con Lepanto y Unión, al S. con Pangasinán, al E. con Nueva Vizcaya y Lepanto y al O. con la Unión. Fl país es montuoso y enclavado entre ramales de la gran cordillera de los Caraballos. La altitud y montuosidad del país contribuye á darle un clima semejante al de las zonas templadas. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide unos 24,001 Kms. cuadrados de superficie poblada por solos 15,734 habitantes empadronados, siendo tal vez mayor el número de los que viven por los montes y cerros. El número de cristianos es algo más de 1,000. Los infieles son generalmente igorrotes llamados benguetanos. PUEBLOS. El principal es la cabecera, llamado La Trinidad, población nueva y pintoresca, de 2,980 habitantes, situada en una hermosa y extensa vega, 40 COROGRAFÍA. no lejos de un pequeño lago, de unos 5 Kms. de periferia, en el que abundan los patos, otras aves acuáticas y las anguilas. Los demás pueblos importantes son: Galiano, al O. de La Trinidad, pueblo cristiano, de suelo muy fértil y productivo; Agno y Taquián. céle- bres por sus excelentes patatas (como las de Europa) y habichuelas; Carao, en donde se fabrican sacos y sombreros; Tabío, Sudab y Ba- guio, en donde se encuentran minas de oro. IDIOMAS. Se habla el ilocano. Los cristianos y los igorrotes. aunque hablan el benguetano, entienden y hablan también el.ilocano. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Disfruta de extensos pinares y se encuentran en sus bosques el roble, el camagón y buenas narras. El junco, de cuyo estambre ó meollo hacen los chinos lo que en Filipinas se llama tiiisin para la luz de aceite de coco, se cría con mucha abundancia. Se encuentran gigantescos heléchos. Se dan patatas, habichuelas y otras verduras enteramente iguales á los productos de las zonas templadas. También se dan el trigo y los garbanzos. Abunda en los montes la zarzaparrilla y se encuentran también en ellos las moras silvestres y aun las fresas. La pina, manga y plátano son de buena calidad. PROVINCIA DE NUEVA VIZCAYA. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Está comprendida, al N. y E., entre Lepan to, Bontoc, Quiangán, y la Isabela; al S. linda con Nueva Ecija y Pangasinán y al O. con Panga- sinán y Benguet. De N. á S. tiene unas 17 leguas y unas 8 de anchura de E. á O. El terreno es en general montuoso; en su parte meridional se alza el Caraballo Sur. ; cruza la provincia casi de SO. á NE. el río Magat que fecundiza el gran valle central, de terreno llano cultivado y casi todo de regadío. La orilla oriental del Magat es de terreno arenoso, á diferencia de la occidental que lo presenta arcilloso y más productivo. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide 4,384 Kms. cuadrados, ocupados por 19,379 habitantes empa- dronados. Los infieles son muy numerosos, pues, sólo los igorrotes, que habitan los montes septentrionales, serán unos 12,000; los tinguia- nes, que pueblan el NO., se calculan en 18,000, de los cuales sólo una pequeña parte se han reducido; los ilongotes ó ibilaos serán unos 4,000; y, finalmente, los isauayas, que moran hacia el O. y S., divididos en unas 14 rancherías, no bajan de 10,000. NORTE DE LIJZÓN. 41 l»UEBLOS. El principal es Bayombong, en la orilla izquierda del Magat, de unos 3,550 habitantes. Casi todos los pueblos nia« importantes se hallan en el gran valle del Magat por este orden, comenzando por los m&s septentrionales: Diadi, algo lejos de la orilla derecha, de 2,114 almas; Bagábag, en la orilla izquierda, de 1,000; íbung, al O. de Bagábag, de 1,097; Solano, en la orilla izquierda, al N. de Bayombong, de 4,411; Bambang, en la derecha del río, de unos 8,000; Díipax, al S. de Bambang, de 3,000; y, fínalmente, Aritao, de unos 1,000, al O. de Dúpax 3^ en la opuesta orilla, junto al afluente Minoli. IDIOMAS. Se habla el gaddán, el isinay, el ilongote ó ibilao y la lengua de diversas razas de ifugaos, (jue pueblan el terreno comprendido entre Solano y la gran cordillera central. PRODUCCIONES, AGRICULTURA, INDUSTRIA, (^OMERCIO Y VÍAS 1)K (COMUNICACIÓN. El palay es casi lo único que se cosecha; produce el suelo también, azúcar, cacao, café y tabaco, pero de inferior calidad y en cantidad insuficiente para el abastecimiento de la provincia. Las maderas de sus bosques son excelentes, abundando entre ellas la narra, el molave, el canutan, el baticulín y otras, todas de difícil exportación por las con- diciones del terreno. Se dan también resinas y gomas, que no se benefician. Hay buenas canteras de piedra y mucha caza mayor y menor; pero apenas existe industria alguna que llame la atención. El comercio es escasísimo, por la dificultad de comunicaciones con el exterior. En el interior existe una carretera regular que pone en comunicación entre sí los pueblos arriba mencionados, la cual está bien conservada y puede recorrerse en carruaje la mayor parte del año, á excepción de la época de lluvias, en que por razón de las aveni- das y dificultad de manejar las balsas, por la fuerza de la corriente de los ríos, no pueden comunicarse Bambang, Dúpax y Aritao; con todo, entre la cabecera, Solano y Bagábag puede haber comunicación, aun en tiempo de aguas, por no encontrarse entre estos puntos la dificultad dicha. COMANDANCIAS DE CAYAPA Y BINATANGAN. CAYAPA. Hállase esta comandancia en las vertientes del río Ambayan, cerca de la provincia de Nueva Vizcaya. Tiene unos 660 Kms. cuadrados de superficie. Habitan en ella algunos infieles ifugaos de diversas razas. Los pueblos son: San Miguel Arcángel de 2,249 habitantes, y Santa Cruz de Ana. 42 COROGRAFÍA. binatan(;an. Confina al N. con la Isabela, al E. con el distrito del Príncipe, al S. con Nueva Ecija y al O. con Nueva Vizcaya. Se compone de ran- cherías de ilongotes (italones ó ibilaos) y algunos negritos torrantes. Son unos 6,000 los infieles, y la población cristiana no pasa de BTo almas. Hablan el ilongote la generalidad de los infieles, y el ¡locano y tagalo los cristianos. En el pueblo de Munguia se cuentan 4,182 habitantes entre cristianos é infieles reducidos. DISTRITO ó COMANDANCIA DEL PRÍNCIPE. LÍMITES Y CJONI)lC^IC:)NES GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. con la Isabela, al S. con la Infanta, al E. con el Pacífico y al O. con Nueva Ecija, de la cual está separado por la cordillera del Este. El terreno es una no interrumpida sucesión de elevadas mon- tañas, todas inaccesibles y cubiertas de lozana vegetación. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide 3,051 Kms. cuadrados y sólo tiene 4,100 habitantes empadrona- dos. Los infieles son ilongotes en su mayor parte y negritos. Hacia el Norte moran los italones, raza muy salvaje y traidora, descendiente de los ilongotes. PUEBLOS. La cabecera es Baler, situada sobre terreno llano y fangoso. Tiene unos 2,100 habitantes. La ensenada de Baler es grande y espaciosa. Casiguran tiene unos 1,800 habitantes y Casignán cuenta con unos 200. La ensenada de Casiguran es una de las más abrigadas de Luzón. Dilásag es un pequeño pueblo cerca de la ensenada del mismo nombre, situado al N. entre la Sierra Madre y los confines de la Isabela. El número total de pueblos es 4 con varias rancherías de infieles. IDIOMAS. • Entre los cristianos se habla el tagalo y el ilocano. Los infieles hablan el ilongote. PRODUCCIONES, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Se cosecha palay, maíz, camote y varias legumbres y frutas al rede- dor de los pueblos. El café, algodón, caña dulce, tabaco 3^ cacao abun- dan poco, sin duda por la dificultad de comunicación con el exterior, la cual, junto con la natural indolencia de los pobladores, mantiene inmen- sas zonas de bosques vírgenes, que podrían ser terrenos excelentes para el cultivo. Las maderas de los bosques son de buena calidad, y abundan en ellos el baticulín, el bañaba, el catmón, la narra amarilla, el tm^ad y NORTE DE LUZÓN. 43 otras. Aunque ninguna exploración cientítioa se ha efectuado en el país, se cree, con fundamento, que hay minas de oro, cobre y cristaliza- cion(\s cuarzosas. La pesca en sus costas es prodigiosamente abundante y en la ensenada di* Casiguran, en tiempo de nortes, se pescan centenares de atunes. Los habitantes, especiahnente los de Baler, son aficionadísi- mos á la caza, que es abundantísima. El comercio es casi nulo, consis- tiendo en cambios de víveres entre los infieles remontados y los reduci- dos y cristianos. Los medios dv conmnicación con otras provincias son escasísimos; por tierra hay malas sendas, que á duras penas se pue- den recorrer á caballo ó en hamaca, y por mar apenas son las costas visitadas por barcos regulares, á causa de la falta de exportación, y en embarcaciones pequeñas, es peligrosísima la navegación en tiempo de nortes y vientos orientales. ISLAS (') ISLOTES I'RÓXIMOS. AI. S. de la punta del Encanto de la ensenada de Baler, entre las puntas Dimayabay y Dicapinisan, se halla la islita y punta Diotoring con algunos islotes. Entre la punta del Encanto y la desembocadura del río, cerca de Baler, se halla una serie de islotes, casi paralelos á la costa, llamados Los Confites. CAPITULO III. CENTRO DE IíUZÓN (A). [Mapas Nos. 8 y 12 del Atlas de Filipinas.] PROVINCIA DE ZAMBALES. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Está situada esta provincia en la costa occidental y en la parte más ancha de Luzón. Confina al N., NO. y O. con el mar de China, al S. con la provincia de Bataán y al O. con las provincias de Pangasinán, Tárlac y Pampanga. Mide 32 leguas de largo y 7 de ancho. El te- rreno es montuoso y poblado de vegetación en general. Los terrenos bajos son fértiles y casi los únicos cultivados. La costa es sucia en muchas partas por las piedras, peñascos, farallones y bancos en que abunda. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene de superficie 2,229 Kms. cuadrados y unos 87,275 habitantes empadronados. Los infieles negritos, vengativos y belicosos, habitan en los montes; los demás habitantes son casi todos de raza zambal, inclusos probablemente los llamados igorrotes ó cimarrones de Zam- bales. PUEBLOS. Iba es la cabecera, situada en la orilla izquierda y á 2i millas de la boca de un río que la circunda por la parte occidental, en terreno llano. Tiene unos 3,060 habitantes, dedicados principalmente al cultivo de las tierras, á la caza, pesca y cría de animales, como vacas, carabaos, caballos y cerdos; también algunos se dedican á recoger el ámbar, que suele encontrarse en la costa, y ésta es tarea de algunos habitantes de los pueblos de la costa. Los pueblos más importantes, comenzando por los más septentrionales, son: Bolinao, de unas 6,200 almas, situado no lejos del cabo de esté nombre, donde hay faro y semáforo de 1^. clase; Alaminos, cerca de la costa del seno de Lingayén, de 8,202 habitantes; Bani, de 4,295; Agno, de 5,294; Santa Cruz, de 5,319; Masinloc, de 2,847; Botolan y San Felipe, de 5,000; San Narciso, de 7,600, y San Antonio, de más de 4,668. En el magnífico puerto de Súbic, uno de los mejores del Archipiélago, se hallan los pueblos de Súbic y Olongapó. El número total de pueblos es de 25 con 154 barrios y varias rancherías de infieles. Además del puerto de Súbic, hay en la costa de Zambales algunos otros puertos de regular impor- tancia. 44 CENTRO DE LUZON. 45 IDIOMAS. Hablase el zambal y el ilocano en la parte meridional; el zambal, el iloeano y el tagalo en la región septentrional; el zambal y el pampango por la parte de Iba y Botolan; y el ilocano y pangasinán entre Alami- nos y Balincaguin. El aeta lo habla la raza negrita, que entiende tam- bién alguno de los idiomas más comunes en la provincia, como son el zambal y el ilocano. PRODUCCIONES, INDUSTRIA Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Además de las producciones comunes á Luzón, suministra buena cantidad de maderas para construcciones, en que abunda la provincia, y sería parte de su riqueza, si fuesen mejores los medios de conducción y exportación. También suministra brea, resinas, bejuco, miel, cera y ámbar, que se recoge en las playas. Se da el trigo y se cosecha excelente palay en cantidad notable. En los montes se cría la pina dulce, la cual es comparable con la de Java y Singapore. Se cría tanto ganado, que tomando los medios conducentes sería suficiente para abastecer de carne á todo Luzón. No carece de aguas minerales, entre las que son notables para enfermedades de la piel, las de Iba, Dasol, Paláuig y Súbic. Tiene minas de cobre y hullas, algunas importantes, en Agno y entre Balin- caguin y San Isidro. La industria es escasa; funcionan en algunos pueblos trapiches de madera, si bien no faltan algunos de hierro, movidos á vapor. Se halla bastante mal de comunicaciones esta provincia, y las pocas que hay son casi impracticables en tiempo de lluvias. Existe una carretera desde Bolinao, paralela á la costa, hasta Morón (Bataán), pasando por todos los pueblos, que se hallan cerca del mar, hasta San Narcisco, desde donde atraviesa la provincia de NO. á SE. hasta Morón. Esta carretera se ramifica desde Botolan á O'Donell (Tárlac) y desde Agno á Alaminos, Sual y San Isidro (Pangasinán), pasando por Balincaguin. ISLAS É ISLOTES PRÓXIMOS. En el interior del puerto de Subic, junto á la entrada de la bahía, se halla la isla Grande ó pulo Malaquí, de regular altura, con mucho arbolado, rodeada de arrecifes y bajo fondo, al S. de la cual avanza otra pequeña isla, que le está unida por un arenal y arrecife. Enteramente dentro de la bahía de Súbic se hallan los islotes Mayanga y Muntí. Al salir de la bahía de Súbic, costeando hacia el N. se encuentran los islotes llamados Frailes, que son seis peñascos muy próximos entre sí, los islotes Tabones y Lajas y los islotes Capones, donde está situado un faro de 1^. clase, casi al Oeste de San Antonio. Desde Capones hasta el seno de Masinloc no se encuentra isla ni islote de importancia. , Hállanse en el seno de Masinloc la isla Salvador de mediana altura. 46 COROGRAFÍA. muy arbolada, y se distinguen bien, á alguna distancia del puerto, el islote Luán cerca de la isla Salvador, la isla Malacaba, de forma cir- cular, la isla Matalvi, medianamente alta, muy emboscada y rodeada de mangles y el islote Pulapir, rodeado de arrecifes. Saliendo del seno de Masinloc, hacia el N. , se encuentra el islote Putipot y la isla Hermana Menor 6 Macalira, baja y cubierta de árboles, de una milla de diámetro próximamente, y la isla Hermana Mayor, á unas tres millas al NNO. de la Menor. La isla Culebra y el islote Ratón se hallan respectivamente al N. i NO. y al E. de la Hermana Mayor en el seno de Dasol. En la parte NE. del cabo Bolinao se encuentra el islote Silaqui, y al SSE. de este islote la isla Santiago, rodeada de arrecifes é islotes y de poca altura, cuyos habitantes viven casi todos reunidos en el pueblo de Binabalían, que mira al puerto de Bolinao. Al S. de la isla Santiago se halla la de Cabarruyan, bastante poblada, pues Anda, que es el pueblo principal, tiene unas 3,200 almas. Es bastante elevada y cubierta de bosques. Entre Santiago y Cabarruyan se hallan otras pequeñas islas de poca importancia, rodeadas de bancos y arrecifes de coral. Cerca de la extremidad SE. de la gran isla de Cabarruyan se halla un grupo de islotes redondos, elevados y cubiertos de vegetación, llamados Cien Islas, Mongos-mongos y Capulupulúan, al O. de los cuales demora el islote Comas y al S. de éste la isla Cabalitían. PROVINCIA DE PANGASINÁN. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Linda al N. con el golfo de Lingayén y las provincias de la Unión y,Benguet, al NE. con la de Nueva Vizcaya, al SE. y S. con Tárlac y Nueva Écija, y al O. con Zambales. El terreno es montañoso al O. , NE. y E. , y llano hacia el centro y S. , por donde corre el caudaloso Agno. Baja el terreno desde los montes al mar en suave pendiente, y cerca de la costa se deprime bastante, dando lugar á frecuentes inundaciones por el poco desagüe que la escasez de declive ofrece á los ríos en tiempo de lluvias abundantes. El suelo es fértil y á propósito para toda clase de producciones. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide unos 2,854 Kms. cuadrados, poblados de 302,178 habitantes, la mayor parte de los cuales pertenecen á la raza pangasinana. Algunos negritos errantes viven en los montes que separan esta pro- vincia de la de Zambales. Habitan también en la provincia algunos ilocanos. Pueblan los confines del NE. y E. algunos igorrotes. PUEBLOS. La cabecera es Lingayén, población de más de 14,120 almas, con notable iglesia y buen número de edificios de obra fuerte. Son pueblos s ^^1 ^BwwKIr^^v t '^'-IP ^^^^^^^^^HH gH^^rr^^^ «w^.^ __ mm.^^i^m!^^Ki fl^^^H a^^B BMÍ^«^|aw!-^, ^^^^SI^^H -^^H^^^^^l ^^^^E|b^ ^'* ^^'^^¡«^'«^^^^MPMÍÍ^^I^ ^^^H^H H^H^^^ j^*^ *v "^^^^^B I^^H^I HH^^^ ^'^^^^^^^•^^^^^H jB^^B jH^K' ' . 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Otros pueblos hay de más de 6,000 almas, que sería largo enumerar. El número total de pueblos es de 29 con unos 364 barrios. IDIOMAS. Se habla generalmente el pangasinán. Hablan el ilocano algunos pueblos del N., NE. y SO. Los negritos hablan el aeta, pero entien- den el pangasinán, lo propio que los igorrotes, que comercian con los pangasinanes. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. El cultivo más extendido es el del arroz, que se recolecta en abun- dancia, no obstante perderse, en casi la totalidad de los años, la cosecha en los pueblos bajos por efecto de las inundaciones. Se dan también la caña de azúcar, el maíz y aun el tabaco y coco, no pudiendo apreciarse casi por su insignificancia el cultivo del añil, café y cacao, de los cuales el primero es de muy buenas condiciones tintóreas. Pocas provincias tendrán tan grandes extensiones de terrenos cubiertos de nipales como la de Pangasinán, y ninguna probablemente los tendrá tam- poco en tan lastimoso abandono, á pesar de la utilidad que al indio le reportan, conocida de todos, y de lo dañoso que á la salud es ese mismo abandono. Esta abundancia de ñipa da origen y vida á la industria de su destilación para obtener luego el alcohol; industria, que sostenida siempre en pequeña proporción, hoy se encuentra bastante decaída. Asimismo existe, pero todavía en más ínfima escala, la industria de tejidos de burí, con el que fabrican petacas, sombreros, petates, bayones, etc., siendo verdaderamente de admirar la delicadeza del trabajo de estos objetos, cuya finura es extremada. La industria, que tiene, sin duda, alguna significación, es la comercial, sostenida con el arroz, los vinos y el azúcar, en mayor escala, como efectos del país para la exportación é importación. El comercio se verifica en su totalidad al por menor y por los chinos, como en el resto del Archipiélago. Como inherentes á esta industria, y sostenidos por ella, cuéntanse en gran número los pequeños buques dedicados al transporte. Rica es la provincia de Pangasinán en caza mayor y menor, y sus bosques abundantísimos en maderas, algunas de las cuales son muy finas, y también á propósito para construcción de embarcaciones, siendo las que salen de sus pequeños astilleros, según 48 COROGRAFÍA. personas inteligentes, de inmejorables condiciones marineras. No menos favorecida por la naturaleza es esta provincia en minerales. La sal común es tan abundante que ella le ha dado el nombre de Pan- gasinán, que significa lugar donde se hace la sal. Ha}" también oro y cobre que extraen los igorrotes, bajando á venderlo á los pueblos. El ferrocarril de Manila á Dagupan atraviesa la provincia, pasando por los importantes pueblos de Bayambang, Malasiqui, San Carlos, Calasiao y Dagupan. Cruzan la provincia en todas direcciones carrete- ras, que ponen en comunicación los pueblos entre sí y con Nueva Écija, por San Quintín; con la Unión, por San Fabián y Santo Tomás; con Tárlac, por Paniqui y Bayatín; y, finalmente, con Zambales, por Sual y Alós. PROVINCIA DE NUEVA ÉCIJA. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. con las provincias de Nueva Vizcaya y la Isabela, al S. con la de Bulacán, al E. con el Pacífico y el distrito del Príncipe y al O. con la Pampanga, Tárlac y Pangasinán. Parte del territorio de esta provincia es accidentado, y todo él fértil, prestándose á toda clase de producciones por la gran variedad de sus montes y llanuras. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene una superficie de 6,610 Kms. cuadrados, poblada de 156,610 habitantes empadronados. Tanto los civilizados, como los infieles, son de diversas . razas. Entre los primeros la mayor parte son tagalos, especialmente por la parte del S. Por el N. y NO. hay muchos panga- sinanes é ilocanos, y por el O. abundan los pampangos. Los infieles no empadronados habitan en el centro y estribaciones del Caraballo y son igorrotes, balugas ó negritos é ibilaos ó ilongotes. PUEBLOS. La cabecera es San Isidro, población de unas 6,900 almas, sentada sobre la orilla derecha del río Grande de la Pampanga, con buena iglesia y algunos edificios de fábrica. Los pueblos más importantes, comenzando por el N. y siguiendo el orden de latitud descendente, son: San Quintín, de 6,892 almas, en los confines de Pangasinán; Carran- glán, de unas 1,000, cerca del nacimiento del río Grande de la Pam- panga; Umingán, de 8,502, al S. de San Quintín; Rosales, al O. de Umingán, de 15,016; Pantabangán, al SE. de Carranglán, de 1,200; Cuyapó, de 16,325, al S. de Rosales; Bongabón, en la orilla izquierda del río Grande, de 5,707; Talavera, al O. de Bongabón, de 7,400; Cabanatúan, al S. de Talavera, junto á la orilla izquierda del río Grande, de 11,500; Aliaga, al O. de Cabanatúan. de 23,890; Jaén, á corta distancia de San Isidro, hacia el NE., de 5,524; Gapán, el E. de ^^' CENTRO DE LÜZON. 49 San Isidro, de 20,000, la población mayor de la provincia, famosa por la excelente calidad del tabaco, que antes se cosechaba en sus campos; San Antonio, al O. de San Isidro, de 7,000; Peñaranda, al NE. de Gapán, de 5,600; y Cabiao, hacia el S., en la orilla izquierda del río Grande, con 8,000 próximamente. El número total de pueblos es de 25 con 118 barrios. Muchísimos de los infieles, que moran en los montes, son enteramente independientes, sin género alguno de reduc- ción civil. IDIOMAS. Se habla por el S. el tagalo, por el N. y NO. el pangasinán y el ilocano y por el O. el pampango y el pangasinán, sin ser desconocido ni el ilocano ni el tagalo. Los infieles hablan sus respectivos idiomas, y sólo conocen el tagalo, ilocano ó pangasinán los que comercian con los cristianos. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Las aguas, que bajan de las montañas á la llanura, forman multitud de riachuelos, ^ue, ya por sí, ya unidos á los grandes ríos, como el Coronel, Grande, Chico, Managsac y otros, la inundan en sus fre- cuentes crecidas, abonando sus campos con el beneficioso limo que arras- tran sus corrientes. Su suelo es fértil y á propósito para el cultivo de los mejores y más ricos productos del país. En el centro y Sur coséchase el palay en abundancia, del que se exportan más de 500,000 cavanes^ anuales, constituyendo éste su principal producto; asimismo se planta el maíz en gran cantidad. En sus riberas recoléctase tabaco, si bien en menor escala que en lo antiguo, á causa de la depreciación que desde el estanco ha sufrido el tan renombrado de Gapán, que alcanzaba elevada prima entre los indígenas; la caña de azúcar se pro- duce bien y son de verdadera importancia algunas de las haciendas dedicadas á su cultivo, provistas de máquinas de vapor para el trapiche y refino, y alambiques para la extracción de alcoholes, existiendo alguna con verdadero lujo de aparatos. En la región del Norte hay magníficos terrenos de regadío, donde se siembra palay; otros á propósito para el cacao y café, demostrando la buena calidad del último el renombrado que en corta cantidad se recolecta en el barrio de Mariquit. Final- mente, en la misma región y en la central existen magníficos prados, donde pastorean la mayor parte de los ganados que constituyen la riqueza pecuaria de la provincia. En la costa del Pacífico crece el abacá espontáneo, abundante y de clase superior. Sus bosques en la parte llana se hallan más esquilmados, pero los de la montañosa son ricos en cantidad y variedad de maderas, siendo tan generales las más preciadas en la ebanistería como las más ordinarias para la construcción de las modestas viviendas de los indígenas. ^ Cavan = 75 litros. 22823 4 50 COROGRAFÍA. En tiempo de pocas lluvias so puede recorrer casi toda la provincia en carruaje. Comunica la provincia con la de Bulacán por las carreteras de San Isidro y Gapán á Baluarte (Bulacán) y de Peñaranda á Mayontoc (Bulacán), con la de Nueva Vizcaya, desde Carranglán á Aritao (Nue^'a Vizcaya), con la de Pangasinán, desde Rosales á Villasis (Pangasinán) y desde San Quintín a Tayug (Pangasinán), con la de Tárlac desde Cuyapó á Paniqui (Tárlac), desde Aliaga á La Paz (Tárlac) y desde San Juan á Victoria (Tárlac). PROVINCIA I)K TÁRLAC. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Linda al N. con Pangasinán, al S. con la Pampanga, al E. con Nueva Écija y al O. con Zambales. Su suelo es llano al E., montañoso al O., y en parte volcánico; en él se encuentran terrenos calizos, arcillosos, arenosos con capas de mantillo, ni es raro topar, hacia el O. en la cordillera de Zambales, con algunos fósiles á bastante altura sobre le nivel del mar. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide unos 2,277 Kms. cuadrados de superficie, poblada por unos 89,339 habitantes empadronados. Los habitantes pertenecen, por lo común, á las mismas razas de los de Pangasinán y Pampanga. PUEBLOS. La cabecera es Tárlac, situada no muy lejos del nacimiento del río de este nombre, afluente del Agno. Tiene unos 12,700 habitantes. Los pueblos más importantes son: Paniqui, en la orilla derecha del Agno, de 11,200 almas; Gerona, al N. de Tárlac, de unas 9,600; Victoria, al NE. de Tárlac, cerca de la laguna de Cañaren, de 12,645; La Paz, cerca del río Chico de la Pampanga, al SE. de Tárlac, de cerca de 1,721; Concepción, al S. de Tárlac, de 18,671; Capas, cerca de Concepción, de unas 3,865; San Miguel de Camiling, Santa Ignacia y Morlones, pueblos situados entre el río Tárlac y la cordillera de Zambales, de bastante población, especialmente San Miguel, al cual dan algunos autores hasta 18,000 almas. El número total de pueblos es 17 con 59 barrios. IDIOMAS. Se habla generalmente el pampango por el Sur y el pangasinán por el Norte; por la parte de Gerona se habla bastante el ilocano. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Contiene esta provincia riqueza forestal de mucha importancia y de fácil explotación por vía fluvial, dada la proximidad de los ríos á los bosques de árboles maderables de Tárlac, La Paz y Concepción, que CENTRO DE LUZON. 51 ocupan más de 150 Kins. cuadmdos y ofrecen maderas muy apreciadas, como la narra, ade, ambion^, g^iij^? ípíl y otras. En los montes de los puel)l()s de Camiling y Morlones, por la parte de la cordillem de Zam- bales, se encuentran en abundancia el molave y otras madems de cons- trucción. La producción agrícola es su principal riqueza y su producto más importante el arroz. En segundo termino figura el azúcar, sobre todo en las cercanías de Concepción. La carretera general del Norte atraviesa la provincia de N. á S., ramificándose hacia los pueblos prin- cipales. La vía férrea la atraviesa también casi paralela á la carretera, tocando por los pueblos de Bambán, Capas, Tárlac, Gerona, Paniqui y Moneada. Comunica con la provincia de Nueva Ecija por carretei*a desde Concepción á Arayán (Nueva Écija), desde Tárlac á San Vicente (Nueva Écija), desde Victoria á San Juan de Guimba (Nueva Ecija) y desde Paniqui á Cuyapó (Nueva Écija); con Pangasinán desde Paniqui á Bayambang (Pangasinán) por carretera y por ferrocarril y desde Cami- ling á Mangataren y Bayambang (Pangasinán) por carretera, y con la Pampanga por ferrocarril y carretera desde Capas y Concepción á Masapinit. rROVINCIA DE LA PAMPANGA. LÍMITES Y (X)NDICIONí:S GENERALES DEL TERRENO. Tiene por límites al N. la provincia de Tárlac y Nueva í^cija, al S. la bahía de Manila y la provincia de Bataán, al E. la provincia de Bulacán y al O. la de Zambales. El terreno es montañoso al O. en los confínes de Zambales, donde, además de la cordillera, divisoria entre esta provincia y la de Zambales, hay la de Mabanga cerca y al E. de Pórac. Alzase también otro grupo montañoso al E. de Magálang cerca de la frontera de Tárlac. La parte central de la provincia es llana, y la del Sur está cruzada por multitud de canales y esteros, cuyo detalle puede verse en el mapa No. 29 del Atlas de Filijpinas, EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene de superficie unos 2,208 Kms. cuadrados, con 223,902 habitantes empadronados, los cuales son en su inmensa mayoría indios pampan- gos, raza peculiar y distinguida entre todas las del Archipiélago. Hay también algunos ilocanos. Habitan en los montes los negritos ó aetas (balugas en lengua pampanga). PUEBLOS. La capital es Bacolor, de más de 17,100 habitantes, situada en terreno llano en la orilla derecha del río Betis. Tiene algunos buenos edificios de fábrica, como la iglesia, el convento, la casa-real y una magnífica casa-tribunal de sillería: tiene levantado un sencillo monumento á la memoria de Anda y Salazar. Hay otras poblaciones que compiten con 52 COROGRAFÍA. la capital en población, número y belleza de edificios, como non: San Fernando, Lubao, Aráyat, Macabebe, San Luis, México y Candaba, que tienen más de 14,000 habitantes; Apálit y Mabalacat, que pasan de 10,000; Angeles, Guagua y Magálang, que pasan de 9,000; Pórac, San Sinión y Santa Ana de 7,000, y, finalmente, Betis, Santa Rita, Santo Tomás y Minalin de más de 6,000. El número total de pueblos es de 26 con 328 barrios y 297 visitas. IDIOMAS. Se habla el pampango, idioma piiopio y exclusivo de la provincia. Los pocos indios que hay de otras razas, y aun los balugas que bajan al llano para comerciar, entienden y hablan el pampango. PRODUCOIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. La principales producciones de la provincia son azúcar, palay, maíz y algo de tintarrón, ó sea, añil, camote, gabe, tabaco y algodón. El valor de estos artículos se calcula en 1,210,000 pesos, poco más ó menos. Las maderas son escasas; sin embargo, los pueblos de Floridablanca, Pórac, Magálang y Aráyat producen algunas, y su importe con las canas-espinas y palmas asciende á 182,380 pesos fuertes. Minas no hay ninguna. Los datos de la industria fabril eran, hace pocos años, los siguientes: máquina de vapor para refinar azúcar, 1; alambiques para destilar alcohol, 8; máquinas para triturar caña-miel, hidráulicas, 31; de vapor, 177; de sangre, 44$; molinos de piedra para lo mismo, 366; alfarerías, 9; telares, 12,577; talabartería, 1; carrocerías, 15; zapaterías, 6; y carpinterías, 8. En Bacolor, San Feí^nando, Guagua, Angeles, Apálit y Aráyat existen almacenes de comestibles de Eu- ropa y del país, y en el tercero y último, bazares; en San Fer- nando y Guagua, botica; en Angeles, un botiquín; y en todos los pueblos de la provincia, carromatas de alquiler. El comercio lo verifi- can en ñipas tejidas, leña denominada bacauán, azúcar, miel, tinta- rrón, maderas, bayones, petates ó esteras, cal, tabaco y arroz. La ganadería es la industria más decaída en esta provincia, no por falta de terrenos, sino por la poca bondad de los pastos. La pesca es abundante; y si bien no ha alcanzado en este ramo de riqueza la importancia de otras provincias, empieza ya á iniciarse y su valor es de 13,950 pesos. Por último, como datos particulares que pueden consignarse, hay que añadir que existían dos estaciones telegráficas en San Fernando y Baco- lor, la primera de servicio limitado y la segunda completo, residiendo en la última el jefe de la línea. Al pueblo de Guagua, que figura como puerto, llega un vapor, cuyos viajes de todo el año se verifican un día sí y otro no. Dividida la provincia en dos partes, alta y baja, en la primera los aires son más puros y mucho mejores sus aguas; la temperatura es fresca y saludable. La parte baja, donde se cosecha el arroz con preferencia, es húmeda, no tan sana y doblemente calurosa, CENTRO DE LUZON. 53 sobre todo en los pueblos kx^alizados en zona^í arenosas, que son varios y los más principales de la provincia. Todos los pueblos tienen comu- nicaciones interiores, ya, por carreteras, ya por caminos vecinales; y los de Bacolor, Betis, Guagua, Sexmoan, Lubao, San Miguel, Maca- bebe, Minalin, Santo Tomás, Apálit, San Simeón, San Luis, Aráyat, Candaba y San Fernando también por la vía fluvial con las provincias de Manila, Cavite, Bulacán, Tárlac, Nueva Écija y Bataán, además de las carreteras ante dichas, por las que comunica con las mismas pro- vincias, á excepción de Cavite. La vía férrea corta la provincia de SE. á NO. y ha sido causa de un notable desarrollo en la industria y comercio del país. Pasa la línea por pueblos tan importantes como los de Apálit, Santo Tomás, San Fernando, Calúlut, Angeles y Mabalacat, cerca de los coníines de Tárlac. PROVINCIA DE BULACÁN. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. con Nueva Ecija, al S. con Manila y su bahía, al E. con los distritos de Mórong é Infanta y al O. con la Pampanga. El te- rreno es en su mayor parte llano y está cubierto de una vegetación rica y frondosa, que forma espesos bosques de árboles frutales, cruzándose en forma de bóveda sobre muchos de sus caminos. Algunos han llamado á esta provincia el jardín de Filipinas. Llamóse antigua- mente Meycauayan, del nombre de este pueblo, que era su capital. Es famosa la cueva de Biacnabató. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide 2,965 Kms. cuadrados, poblados por 239,220 habitantes empa- dronados, casi todos de raza tagala. PUEBLOS. La capital es Bulacán, de 14,000 habitantes, con buenos edificios; la iglesia es de hermosa fábrica. Hay levantado un obelisco consa- grado á la memoria del célebre botánico P. Blanco de la Orden de San Agustín. Embellécenla calzadas y paseos muy cómodos. Uno de los pueblos más hermosos es Balíuag, de unas 20,000 almas, atravesa- do por el río Quingua; tiene anchurosas calles y en su plaza se celebra mercado semanal. Fabrícanse en él sombreros y petacas finísimas. Quingua, al N. de Bulacán, de 6,714 almas, sitio de recreo para tomar baños en las cristalinas aguas de su río, es de campiña deliciosa. Angat, al NE. de Bulacán, de unos 6,630 habitantes, en cuyos montes se hallan abundantes minas de hierro, hermosas maderas de construc- ción, el ébano, el palo-tinto, el sibucao, etc., funde cauas y carajáis, de tanto uso en el país. San Miguel de Mayumo, de 16,865 habitantes, es notable por las minas de hierro y por el famoso manantial de Síbul, 54 COROGRAFÍA. donde tantos hallan alivio en sus dolencias. Malolos, al NO. de Bulaean, tiene unos 13,426 habitantes. Hagonoy, cerca de la bahía de Manila y de los confines de la Pampanga, cuenta más de 20,900 y Calumpit 15,900. Santa María, San Rafael y San Isidro son poblaciones de más de 10,000 almas, y Meycauayan, Polo, Obando y Santa Isabel tienen más de 9,000. El número total de pueblos es de 25 con 360 barrios y 356 visitas. IDIOMA. Se habla generalmente el tagalo. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Esta provincia se halla perfectamente cultivada y produce abundan- tísimas cosechas de arroz y maíz, bastante azúcar, añil, ajonjolí, cacao, café y toda clase de frutas y legumbres, con excelentes y variadas clases de maderas en sus montes, entre ellas el sibucao. Se da el gen- gibre, el tangán tangán, de que se extrae aceite para alumbrar, el cas- tor, para aceite medicinal, y el balao, del que se saca barniz para la pin- tura; tiene asimismo grandes nipales para la fabricación del aguar- diente de esta clase. La principal industria es la elaboración de sombreros, de los cuales hay un constante mercado en el pueblo de Balíuag; también se fabrican finísimas petacas de nito, que han obtenido premio en exposiciones universales, celebradas en las principales capitales de Europa, como también estimados tejidos de panos, sinamayes y rayadillos. En el pueblo de Angat hay abundancia de minerales de hierro casi sin explotar; además, se encuentra la piedra imán, carbón, cobre, plomo y plata, y pepitas de oro en los lavaderos de los ríos. Hay buenas can- teras, en las que se encuentra piedra pizarrosa y pedernal. Dista de Manila 5 leguas cruzando la bahía; hay vapor de Manila directamente y comunica también por tierra por una bien conservada carretera. De Bulacán á Balíuag ha}^ 36 kilómetros, á Hagonoy 18, á San Miguel de Mayumo 17, á San José 28 y á Meycauayan unos 20. Se comunica la provincia por carretera y ferrocarril con la Pam- panga; por carretera desde San Miguel á Polo (Nueva Eci ja) y á Pena- randa (Nueva Écija) con Nueva Eci ja; y por ferrocarril y carretera con Manila. La vía férrea corta la parte occidental de la provincia, pasando por los pueblos de Polo, Meycauayan, Marilao, Bocaue, Bigaá, Guiguinto, Malolos y Calumpit. COMANDANCIA DE LA INFANTA. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Tiene al N. la provincia de Nueva Ecija, al S. Tayabas, al E. el Pacífico y al O. Mórong, la Laguna y Bulacán. Es esta coman- dancia una faja de terreno bastante estrecha, sobre todo al Sur, CENTRO DE LüZON. 55 comprendida entre el mar y la cordillera del Este, que la separa de Bulacíín. Mórong y la Laguna. De dicha cordillem arnincan estribos que >)ajan hacia el mar y entre ellos corren ríos de poco curso. En la costa, al E. de Binangonan, avanza una península de costas casi descono- cidas, separada de tierra tírme por un canal, que la convierte en isla, y terminada por la punta Inaguican; cerca, y al S., hay otra península, que remata en la punta Tacligan. al O. de la cual se abre el famoso puerto real de Lampón. EXTENSIÓN y HABITANTES. La extensión total del terreno, incluyendo la isla de Polillo y adya- centes, es de 2,194 Kms. cuadrados, poblados de 7,100 habitantes empadronados, la mayor parte tagalos. Hay en los montes algunas rancherías de negritos dumagas que vagan por los montes de Binango- nan, refractarios á toda reducción. PUEBLOS. El principal y casi el único es la cabecera, Binangonan de Lampón, situada á 3 Kms. de la orilla del mar, con excelente puerto, que llaman del Real, y que es el antiguo de Lampón, tan conocido en el siglo xvii, por ser entonces el depósito de los galeones y de la riqueza de Manila, considerándolo más franco y libre para las comunicaciones con Nueva España, que el temido estrecho de San Bernardino. Tiene también otros dos puertos nombrados, Santa Mónica y Misna, por completo abandonados actualmente lo mismo que el del Real. Cuenta Binango- nan con más de 9,095 almas. IDIOMA. Se habla el tagalo que entienden y hablan también los pocos negritos que divagan por los montes y bajan al llano para comerciar. PRODUCCIONES, INDUSTRIA Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Tienen los montes de la Infanta buenas maderas, que están sin explo- tar, por la dificultad del arrastre y conducción. El terreno cultivado no llega á un kilómetro cuadrado y se cosecha palay, cocos, cacao y café. La industria se reduce á la fabricación de vino de ñipa, que se hace en Binangonan; antes existían más fábricas de este artículo y otras de aceite de coco, pero sufrió esta industria gran paralización con los destrozos del baguio de 1882. Los gíandes precipicios, montes y ríos que hay que atravesar, hacen imposible la construcción de buenos caminos sin costosos gastos, que tampoco exigen el corto comercio y escaso tráfico de la localidad. La senda que se dirige al pueblo de Sinaloan de la Laguna es el único camino que hoy existe para el correo y transeúntes. 56 COROGRAFÍA. . ISLA DE POLILLO Y ADYACENTES. SITUACIÓN Y DISPOSICIÓN DE POLILLO. Situada esta isla enfrente de la comandancia de la Infanta, está for- mada por una montaña central de regular altura y emboscadas laderas. Tiene la figura de un triángulo rectángulo, con lados entrecortados por varias abras ó ensenadas; el del Norte es limpio y acantilado; bordeado de islotes y peligrosos arrecifes el del Este, y en el del Oeste se encuentran proximidades limpias y hondas, excepto delante del puerto de Polillo, donde aparece un extenso arrecife, que, corriendo de SE. á NO. paralelamente á la isla, forma con ella un estrecho canal abierto al NO. con 28 ó 25 metros de fondo lama que conduce al puerto de Polillo. PUEBLO Y HABITANTES. El pueblo de Polillo, con un puerto regular, pero poco frecuentado y peligroso' por sus arrecifes, tiene unos 1,700 habitantes, casi todos de raza tagala. COMERCIO. El comercio de la isla de Polillo se reduce á la venta de balate y cera, que recogen con alguna abundancia. También en esta isla se encuentra carbón de piedra y minerales, pero como su extracción sería costosa no se explotan. ISLAS ADYACENTES. La isla Jomálig, de terreno montuoso, al SE. de Polillo, no tiene importancia y está deshabitada. Al S. de Polillo está la islita Balesín, de escasa importancia. Al E. de Polillo hay un grupo de islas también deshabitadas. Las principales son: Palasan, Nolaguinuan, Cabun- geoén, Iguicon y Patnanongan, la mayor de todas. CAPITULO IV. CENTRO DE IíUZÓN (B). [Mapa No. 9 del Atlas de Filipinas.] PROVINCIA DE BATAÁN. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Forma esta provincia una verdadera península unida al N. con Zam- bales y la Pampanga. Báñala al E. la bahía de Maijila, al SE. el paso llamado Boca Chica y al O. y SO. el mar de China. El terreno es montañoso, sobre todo en la parte meridional donde se levanta la cordillera de Mariveles, presentando, además, en varios de sus pun- tos extensas llanuras. Los ríos son poco caudalosos y sólo navegables algunos en embarcaciones pequeñas. Tiene de N. á S. 10 leguas y 8 de E. á O. Sólo una sexta parte de su territorio está cultivada. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide como 1,264 Kms. cuadrados, poblados por unos 50,761 habitantes empadronados, los cuales son en su mayor parte tagalos. Hay también pampangos en número considerable, sobre todo en los pueblos del NE. Por los montes hay bastantes negritos, los cuales viven, generalmente, vida errante, siendo muy contado el número de los que moran en ran- cherías, y mucho más escaso aún el de los empadronados en registro civil. PUEBLOS. La capital es Balanga, población hermosa con excelente iglesia; su torre posee buen reloj; la plaza es muy vistosa y las calles espacio- sas y alineadas. Son magníficos edificios de fábrica la casa-real, el tribunal y la cárcel. Tiene unas 9,000 almas. Las poblaciones más importantes son: Morong, de 3,000 almas, en el extremo más occidental; Dinalupijan, enteramente al N., de 2,600; Hermosa, al S. de Dinalu- pijan, de 3,000; Orani, cerca del S. de Hermosa, de 6,500; Sámal, al S. de Orani, de 4,500; Abúcay, de más de 7,000, al N. de Balanga; Orion, al SSE. de Balanga, de 7,600 y Mariveles, en el puerto del mismo nombre, cerca de la entrada de la bahía de Manila, de unas 2,000. El número total de pueblos es de 12 con 8 rancherías de negritos. IDIOMAS. Los cristianos hablan generalmente el tagalo, algunos el pampango, y los negritos que bajan á los llanos para comerciar entienden y hablan en una y otra lengua. 58 COROGRAFÍA. PRODUCCIONES, INDUSTRIA Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Está cultivada una sexta parte de su territorio, produciéndose con abundancia el palay y, además, la cana dulce, el añil y el ajonjolí, así como diferentes frutas. De la industria manufacturera sólo podemos decir que en el pueblo de Orani existe una alfarería, en la que se hacen formas de barro para pilones de azúcar, así como una fábrica de aguar- dientes; en Abucay un horno de teja's y ladrillos; en Balanga dos fábricas de alcoholes, y en Pilar otra. En el camino de Orani á Her- mosa se encuentra un sitio, llamado La Mina, cuyo producto son unas bolitas de hierro hidratado; en los montes se encuentran canteras de preciosos mármoles y jaspes blancos y rojizos en betas ú ondas. El ramo forestal es una de sus principales riquezas, pues de esta provincia se eurten de maderos para formar bancas y paraos de grandes dimen- siones, Manila, Bulacán y otras provincias limítrofes; así como de sus ricas maderas para construcción. Los pueblos de la provincia están en comunicación por medio de caminos y carreteras; la principal corre paralela á la playa de la bahía, desde Dinalupijan hasta Marive- les, bifurcándose en Balanga para llegar hasta Morong y Bagac en la costa del mar de China. Comunican los pueblos con Manila y provincias limítrofes por mar; con Zambales por tierra, desde Morong y Dinalu- pijan á Santa Rita (Zambales) y á Floridablanca (Pampanga). ISLAS PRÓXIMAS. En la boca del río Orani se encuentra la isla Tubutubu, con árboles y anegadizo, y hay también otra isleta situada casi en el mismo lugar. De los pulos ó islotes situados en la entrada de la bahía de Manila se tratará cuando describamos la isla del Corregidor. PROVINCIA DE MANILA. Por ser esta provincia la más importante del Archipiélago, tratare- mos de ella con especial orden y distinción. Esta provincia, que antes se llamaba de Tondo, está en el centro de Luzón, y tiene al N. la provincia de Bulacán, al S. la de Cavite, al E. la de la Laguna, y la bahía de su nombre al O. Con ser de las más pequeñas, pues no cuenta más que 98 Kms. de circunferencia, es, sin embargo, una de las más pobladas. Puede calcularse en 500,000^ el número de sus habitantes distribuidos en 28 parroquias. CAPITAL. La ciudad de Manila, fundada en 1571, es la capital de la provincia y de todo el Archipiélago. En ella tiene su residencia el Gobernador General y el Arzobispo metropolitano de todas las Islas, y la tenía también la Real Audiencia de Manila, las direcciones generales de ^ Consúltese lo dicho en la introducción acerca del censo de población. X CENTRO DE LUZON. 59 administración civil y hacienda, el gobernador civil y el ayuntamien- to municipal de Manila, el gobierno y administmción militar, con las inspecciones de ingenieros militares y civiles, el consejo de adminis- tración de correos y telégmfos, la aduana, donde la real hacienda tenía sus oficinas, y el cabildo ó casa municipal. Asciende á 14,000 el número de sus habitantes, sin contar los de los arrabales. Es ciudad fortificada desde 1590, con edificios todos de manipostería. Sus calles son bastante espaciosas y tiradas á cordel, conforme la tmzó su inmortal fundador Legazpi, con tal arte que siempre queda sombra en una de sus aceras. Las plazas y arrabales están embellecidos con hermosos jardines regados constantemente por surtidores; y gracias al inmoi'tal Carricdo, muerto en 1742, en todo el radio municipal apenas queda calle ó calzada, que no tenga su fuente respectiva para abastecer de agua con abundancia á sus vecinos. Además, es continua la comuni- cación que une los puntos extremos del radio municipal con la ciudad murada, ya por medio de la red telefónica, ya con las cuatro líneas de tranvías en explotación, que circulan por las principales calles de la ciudad y arrabales. IGLESIAS. La catedral ha sido restaurada de una manera suntuosa, imitando la ar- quitectura romano-bizantina. Hay, además, en Manila cuatro conventos, con espaciosos templos, pertenecientes á las órdenes religiosas de San Agustín, San Francisco, Santo Domingo y Recoletos de San Agustín, la residencia é iglesia de San Ignacio de los Padres de la Compañía de Jesús, la casa-misión de Padres Capuchinos, un convento é iglesia de religiosas de Santa Clara, y la iglesia de la Tercera Orden. INSTRUCCIÓN PÚBLICA. Hay un seminario conciliar á cargo de los señores sacerdotes de la Misión de San Vicente de Paúl ; los religiosos de Santo Domingo tienen una universidad real y pontificia, en la que confieren grados, de licenciado y doctor en las facultades de Teología y Cánones, y los de licenciado en las de Derecho Civil, Medicina y Farmacia. El Colegio de San Juan de Letrán de Padres Dominicos es para primera y segunda enseñanza, y tienen otro á su cargo los Padres de la Compañía de Jesús, llamado Ateneo Municipal, por haber sido fundado y subvencionado por el municipio; en ambos se dan los estudios generales de aplicación á la industria y comercio, y se confieren los títulos de bachiller en artes, perito mercantil y perito mecánico. Una escuela normal de maestros fundada por real orden en 1865, y erigida en escuela normal superior por real orden en 1894, donde se da también la instrucción primaria, está asimismo á cargo de los Padres de la Compañía. En todos los susodichos colegios los alumnos se dividen en internos y externos, si no es en el seminario, donde todos son internos. Tiene la 60 COROGRAFÍA. capital, escuela de náutica, escuela de artes y oficios, á la que se había agregado la antigua academia de dibujo y la escuela de peritos agróno- mos. Se publicaban en ella una gaceta oficial, un boletín eclesiástico del arzobispado de Manila y varios periódicos diarios y revistas. Para la educación y enseñanza de niñas hay el Colegio de Santa Isabel, al que se agregó el antiguo de Santa Potenciana, ambos de fundación remotísima, el de Santa Rosa y la escuela municipal, dirigidos por Hermanas de San Vicente de Paúl; el Colegio de Santa Catalina, á cargo de las Beatas Dominicas, y el Beaterío dicho de la Compañía. En las afueras de la población y á poca distancia se ven el Colegio de la Con- cepción, llamado de la Concordia, y el de Loban, dirigidos también por Hermanas de San Vicente de Paúl; y á una legua de Manila está el asilo de huérfanas de Mandaloyan bajo la dirección de las Madres Agustinas. BENEFICENCIA. En Intramuros encuentran los enfermos un grandioso hospital civil, y otro militar en las afueras, con el Hospicio de San José, estableci- mientos todos servidos por las Hermanas de la Caridad. Cuenta asi- mismo Manila con un hospital de leprosos, sito en San Lázaro, con una caja de ahorros y monte de piedad. Ha}^ también una cárcel espaciosa y un presidio, donde tienen cabida 800 penados, y en él se ejercitan éstos en varios oficios y artes de mucha utilidad. ARRABALES. Tres puentes suntuosos y uno de sillería y hierro, llamado puente de España, el colgante, y otro de hierro llamado de Ayala, sobre el Pásig, unen la ciudad con sus populosos arrabales. Merece especial mención el paseo de la Luneta. El arrabal de más importancia es Binondo. En él está centralizada la vida del comercio nacional y extranjei'o; tiene buenos edificios, entre los cuales descuella su iglesia parroquial, una de las más espaciosas, con buena torre; sus calles son anchas y muy abastecidas; llaman particu- larmente la atención el Hotel de Oriente, el Banco Español, la Central de Comunicaciones, las casas y tiendas de la Escolta y otros varios edificios. Al N. del anterior se halla Tondo, muy poblado también, y aunque tenga muchas casas de ñipa, sin embargo, desde la calle principal, llamada Divisoria, ya no se permite edificación alguna con esos materiales. Su iglesia descuella por su grandiosidad y esbeltez. Los otros arrabales cruzados por esteros, que forman el radio municipal, son: Trozo ó San José, Santa Cruz, Sampáloc, Quiapo, San Miguel, Ermita, Paco ó San Fernando de Dilao y Arroceros, distinguiéndose por la elegancia de sus viviendas San Miguel y San Sebastián, donde sobresale el mag- nífico templo de hierro de orden gótico, que acaban de levantar los CKNTRO DE LUZÓN. 61 Padres Recoletos de San Agustín. San Antón y Sampáloc ostentan her- mosas casas y espaciosas calles, entre las que se distinguen la calzada de Iris y la de Alix. Digno es también de mención el arrabal de la Ermita por las elegantes casas en él modernamente construidas y por hallarse en él los magníficos edificios de la Escuela Normal Superior de maestros y de los departamentos meteorológico, astronómico y magnético del Observatorio Central de Manila. Cuenta Manila con sus arrabales unos 300,000 habitantes. PUEBLOS. Los de mayor importancia son: Malabón, de 20,000 almas, que está en comunicación con Manila por medio del tranvía á vapor, que sale cada hora. La iglesia es espaciosísima con dos buenas torres. Hay un refino de azúcar, un asilo de huérfanos bajo la dirección de los Padres Agustinos Calzados. Constituyen la riqueza de este pueblo los corrales de pesca. Pásig, de 20,900 almas, tiene, además de la iglesia y con- vento, otras varias casas de fábrica hermosa y un beaterío para educa- ción y recogimiento de jóvenes mestizas é indias. Pateros, de 9,200 almas, es notable por la industria de la cría de numerosísimas bandadas de patos para la venta de huevos, de que hacen gran consumo los indios. Mariquina, de 11,000 almas, célebre por el manantial de agua ferruginosa conocido por El Chorillo, donde encuentran alivio los enfermos. Malate, de 6,100 almas, brilla por los muchos y bellísimos edificios recién levantados. Entre ellos descuella el suntuoso colegio de niñas, dirigido por las Madres Agustinas de la Asunción, las cuales tenían también á su cargo la escuela. normal superior de niñas. Santa Ana, de 6,000 almas, famoso por los finísimos encajes que elaboran las indias. San Pedro Macati ocupa posición pintoresca á orillas del Pásig. PRODUCTOS. Además de los comunes en el país, como son el palay, caña dulce, maíz, etc., cultívase en esta provincia y se exporta á otras el betel, cuya hoja aromática forma la parte principal del buyo. Pasay es el pueblo que casi exclusivamente se dedica á este ramo de agricultura. COMERCIO É INDUSTRIA. Hállanse establecidas en Manila y en los pueblos de la provincia varias fábricas de tabaco, hielo, hilo, cuerdas y cables de abacá, fundi- ciones de hierro, máquinas de aserrar maderas movidas por vapor, etc. El comercio de la copra, que promete mucho cuando se haga en grande escala, consiste en mandar á Europa la carne seca del coco para extraer su aceite. El principal tráfico del Archipiélago, así interior como exterior, se hace por Manila; muchos son los estable- cimientos comerciales de españoles y extranjeros que tienen sucursales en provincias. 62 COROGRAFÍA. PUERTO Y VÍAS DE CO^IUNICACTÓN. Acuden á él naves de todas las naciones del mundo; yendo gran número de embarcaciones menores á anclar dentro del río Pásig para descargar con más facilidad. Salen vapores diarios á diversos puntos de la isla de Luzón próximos a la capital; semanales, a las provincias más remotas de la misma y a China; y quincenales, á todos los puntos del Archipiélago y á Europa, encargados de llevar la correspondencia. Manila comunica por carreteras y ferrocarril con las provincias de Bulacán, Pampanga, Tárlac y Pangasinán; por vía fluvial con la laguna de Bay y provincias limítrofes; y por mar con otras provincias y con todas las islas. PROVINCIA DE CAVITE. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Confina al N. con la bahía de Manila, al S. con la provincia de Batan- gas, al E. con la de la Laguna y Manila y al O. con el mar de China. El terreno es montañoso á unos 8 Kms. de la playa Norte, elevándose paulatinamente el terreno desde el mar. Lo más montañoso de la pro- vincia está en el SO. y S. , donde se esparraman las vertientes del Súngay. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide 1,348 Kms. cuadrados de superficie poblada de unos 134,569 habitantes, los más de ellos tagalos. PUEBLOS. La capital es Cavite, puerto de mar y plaza fuerte. Llámanla los tagalos Cáuit, que quiere decir anzuelo, por ser ésta la forma que tiene su ensenada. Está unida á la isla por un estrecho istmo que parece artificial. Se llama también Cavite simplemente El Puerto. Es población de calles rectas, si bien un tanto angostas. Sus casas son de mampostería; tiene buena iglesia parroquial, dos con- ventos y el magnífico y espacioso hospital de Cañacao. Además, hay el santuario de Nuestra Señora llamado de Porta-Baga, un bien montado arsenal, buen astillero y un regular varadero, donde se recomponen y limpian fondos los vapores interinsulares del Archi- piélago. Le dan importancia las fábricas de elaboración de tabaco, los molinos de vapor, hidráulicos y de sangre para la fabricación del azúcar, las máquinas de aserrar maderas y las fábricas de jabón, de aceite y de alcoholes. Tiene unos 3,000 habitantes. Los pueblos más importantes son: Bacoor, Cavite Viejo, San Roque y Caridad en la espaciosa ensenada de Bacoor. Caridad ó Estanzuela tiene más de 6,000 almas, San Roque 11,500, Cavite Viejo 9,800 y Bacoor más de 13,600. En la playa occidental se encuentran: Rosario, de 6,600 habitantes; OENTKO DE LUZON. 63 Santa Cruz, do 7,600; Naic, do 7,400 y Ternate, de 2,200. En el interior, hacia el N., son pueblos importantes: Imus, do 14,000; Carmona, do 8,107 }' San Francisco de Malabón, de 8,700. Hacia el centro, Dasmariñas, do 8,500; Silang, de 9,100; Maragondón, de 10,400; Indang, de 14,700; y en el Sur, Bailan, de 4,189 y Alfonso, de 7,089. El número total do pueblos os 22 con 108 barrios. IDIOMAS. So habla el castellano en Cavito, Estanzueia y San Roque; y el tagalo en los demás pueblos. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. El terreno en los pueblos bajos produce arroz de muy buena calidad, uno do las más estimados en el Archipiélago. El café se cosecha en los pueblos do Indang, Silang y Alfonso y es tenido por el mejor de Filipinas. Van aumentando los plantíos en toda la provincia. Se dan también el maíz, la cana dulce y el cacao. Por la parte del SO. se dan los mayores y mejores productos forestales, pues hay bosques de robustos y corpulentos árboles, cuya madera es á propósito para cons- trucciones navales y para ebanistería. Hay buena caza miayor y menor. La ganadería figura con 15,000 cabezas de ganado caraballar, 9,000 vacuno, 6,000 de cerda y 5,000 caballar. La industria principal de esta provincia consisto, en los pueblos altos, en la fabricación de tejidos de abacá y algodón y en la elaboración del azúcar, para la cual hay más do 160 molinos, y en los pueblos de la costa, en la pesca, extracción de la sal y cultivo del arroz. El comercio tampoco está muy desarrollado; importa telas y quincalla y exporta palay, café, azúcar y pescado. Posee la provincia buenas carreteras que unen los pueblos costeros; pero muchas en tiempo de lluvias se ponen intransitables. Otras carreteras la cruzan en todas direcciones uniendo los pueblos y barrios principales. Comunica con Manila por la bahía, y por tierra, mediante una carretera costera; con Batangas por carretera desde Alfonso á Tuy (Batangas); y con la Laguna por carretera desde Carmona á Binang (Laguna). PROVINCIA Ó DISTRITO DEL CORREGIDOR. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. La isla del Corregidor yace en la entrada misma de la bahía de Manila. Tiene al E. dicha bahía, al N. el paso de Boca Chica, que la separa de Ba- taán y al SE. el de Boca Grande, frente al NO. de Cavite. Extiéndese esta isla^ en la dirección de OSO. á ENE., desde la punta Horadada hasta la punta Buri, unas 4 millas en su mayor longitud, siendo su ^Diccionario Enciclopédico Hispano- Americano, tomo v., p. 1133. 64 COBOGBAFÍA. anchura muy desigual por la irregularidad de su figura. Dista de Ma- nila, en línea recta, 26^ millas hasta la punta del río Pásig. Hállase for- mada, á un tercio de su mayor longitud, por un istmo estrecho, bajo y arenoso, que une dos altos montes, cortado casi á pico el de la parte oriental y elevándose el del O. con pendientes suaves hasta formar una extensa meseta, que es la parte más alta de la isla en que se halla situada la farola del puerto de Manila y el semáforo. En general todo el terre- no de la parte Oeste tiene crestas elevadas y pendientes rápidas, cortadas de repente por profundos barrancos, cuyo fondo se convierte, en la esta- ción lluviosa, en lecho de otros tantos torrentes. Hacia la parte Norte de este istmo, en una ensenada que forma la costa entre dos pequeñas playas, está situado el pueblo de San José con 420 habitantes. Esta ensenada proporciona un fondeadero mu}^ profundo y abrigado para toda clase de buques en la llamada monzón del SO. y en la del NE. Presenta asimismo hacia el NE. otro buen fondeadero, casi cerrado y formando puerto entre esta isla y el islote Pulo Caballo, que también tiene farola. En toda la parte occidental del Corregidor hay gran abundancia de aguas potables, delgadas y de excelentes propiedades, procedentes de filtraciones naturales de los montes, y tres manantiales que suministran en todo tiempo agua pura y sabrosa, y, además, próxima á los fondeaderos, por lo que con gran facilidad hacen aguada los buques. El clima es benigno, templado en general y muy saludable, alcanzando los naturales gran longevidad. Esta isla, por su posición y condiciones de salubridad, está llamada á ser escogida para local de un estableci- miento sanitario ó lazareto, y militarmente considerada, es la única base de defensa, que pudiera tener la importante bahía de Manila, tanto para una estación de torpederos como para abrigarse los buques encargados de defender la boca. El suelo es, en general, arcilloso, rojo-fuerte y sembrado de grandes pedruscos, que hacen muy difícil todo género de cultivo, y el subsuelo es de piedra arcillo-arenosa, blanda en unos parajes, en otros más dura, blanca, de aspecto pizarroso y dispuesta por capas diagonales de poco espesor, que se desprenden con facilidad, y en otros, final- mente, de granito arenoso no mu}^ duro. Las pequeñas porciones del suelo, que por su situación y calidad parecen más á propósito para el cultivo, se encuentran desmontadas y se aprovechan, aunque en pequeña escala, para siembras de palay, plátanos, maíz, camote y otras raíces; pero como la calidad húmeda y fuerte del terreno requiere un incesante trabajo para utilizarlo con ventaja, y esto es penoso para el indio, acostumbrado á sembrar en tierras vírgenes y feraces y abandonarlas luego al cuidado de la Providencia; tales sementeras son escasas, no rinden el producto que debieran y no alcanzan, ni con mucho, á proveer de lo necesario al corto número de sus habitantes. Otra de las causas, que impiden el mejor aprovechamiento de los terre- nos, son los vientos que se dejan sentir con violencia en la fuerza de # CENTRO DE LUZON. 65 las monzones, particularmente los del Norte, que, á más de soplar con gran furia, son nuiy secos y todo lo agostan. Sostiene la isla con sus pastos unas 200 cabezas de ganado mayor. Los naturales de esta isla no tienen más industria que la pesca, y no en grande escala; tíimpoco tienen comercio, y los artículos de primera necesidad van de Cavite y de las inmediatas costas de Bataán. IDIOMAS. Se habla el castellano y el tagalo como en Cavite. ISLAS PRÓXIMAS. Pulo Caballo es la mayor de las islas que rodean la del Corregidor. Está situada al S. y es muy escarpada. Tiene alguna vegetación y muy pocos habitantes. Hay faro de luz blanca en la extremidad Nordeste. La Monja es una roca cónica de unos 40 metros de altura, situada á unas 2i millas al O. de la isla del Corregidor. El Fraile es un islote de roca escarpada y limpio en sus inmediaciones; demora casi al S. del faro de Pulo Caballo y al NO. de la punta Restinga (Cavite.) Los Cochinos ó Lechones son cinco rocas bajas visibles que avanzan media milla de distancia al S. de la punta Sudoeste del puerto de Ma- riveles. El Cochino más oriental se llama Pulo Muntí. En la extremidad Noroeste del Corregidor se hallan las islitas Hora- dadas y Santa Amalia, más pequeña que el islote Monja. PROVINCIA Ó DISTRITO DE MÓRONG. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Esta provincia ó distrito linda al N. con Bulacán, al S. con la laguna de Bay, al E. con el distrito de la Infanta y la Laguna y al O. con Manila y Bulacán. El terreno, aunque quebrado en algunos puntos, no carece de extensas llanuras, que serían terrenos de excelente cultivo á no ser por las inundaciones de la laguna de Bay, que destruyen muchas veces los sembrados. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Juntamente con la isla de Talim tiene Mórong una extensión super- ficial de 1,656 Kms. cuadrados, poblados de 46,940 habitantes, casi todos tagalos. En la gran cordillera llamada Montes de San Mateo se en- cuentran algunos negritos. PUEBLOS. La cabecera es Mórong, de unas 10,000 almas. Tiene algunos edi- ficios notables, como la iglesia, de excelente fábrica y de muy buen 22823 5 66 COROGRAFÍA. gusto, especialmente la torre; el convento y el tribunal. Los pueblos más importantes están casi todos situados junto á la laguna y son: Jalajala, de 15,000 almas; Tanay, de 4,774; Barás, de 1,500; Binan- gonan, de 7,801 ; Cardona, de 10,000 ; Taytay, de 6,684 y Caínta, de 2,417. En el interior, Antipolo, con 3,700 habitantes, es sitio famoso en todo Filipinas por el santuario de la milagrosa imagen de Nuestra Señora de la Paz y Buen Viaje. El número total de pueblos es 14 con 5 visitas. IDIOMA. Se habla casi exclusivamente el tagalo, que entienden y hablan los mismos negritos que comercian con los tagalos. PRODUCCIONES, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. No es muy á propósito esta provincia para el cultivo ; sin embargo, se cosecha arroz y caña dulce en cantidad regular, maíz, tabaco y cañas- espinas. En sus montes se encuentran maderas de mola ve, narra, acle, bañaba, baticulín, dungón, calamansanay, tíndalo y otras, como tam- bién cañas y bejucos. En los montes de Balatic y Matabuag abundan los minerales de hierro, donde antiguamente estuvo la real fundición de bombas. En los montes de San Guillermo de Bosoboso, Jalajala, Tanay, Barás y Pililla hay gran número de reses de caza mayor. La industria de este distrito consiste, en su mayor parte, en hornos para hacer cal, en tejidos de petates y confección de trajes para los naturales. El principal comercio es el del azúcar y el de la cal, en grande escala, el del ganado vacuno y venados, cañas-espinas, maderas y pescados para la exportación ; y en el interior del distrito, el de palay, maíz, reses, aves, pescados, frutas y tabaco. Los pueblos están unidos entre sí por medio de carreteras y sendas, y comunica el distrito con las provincias limítrofes por tierra y por la laguna, y con todo el Archipiélago por el río Pásig. Con la provincia de Manila por carreteras, desde Caínta á Mariquina (Manila) ; y con ' la provincia de la Laguna, desde Pililla á Santa María (Laguna). ISLA DE TALIM. La isla de Talim, situada al S. y muy cerca de la punta Quinabulusan, se extiende de N. á S. en forma oval prolongada en sentido del meridiano. Tiene 14 Kms. de longitud y unos 6 Kms. en la parte más ancha. Atraviésala en la dirección de N. á S. una cordillera, de cuyos senos se extrae piedra muy buena, la cual desde hace algunos años es empleada en las obras del puerto de Manila. Mide unos 40 Kms. cua- drados. Tiene pocos habitantes que ocupan algunos barrios ó visitas, situados en la playa. Muchos de estos habitantes son los trabajadores de las canteras de las obras del puerto. Los principales barrios son : CENTRO DE LUZON. 67 Banta, Tabong, Quinagatang, Subay y Aanosa. Hacia el S. de la costa oriental se levantan algunos pulos ó islotes de poca importancia, el mayor de los cuales es el de Olgipan. Al O. del estrecho, que separa Talim de Mórong, se halla la islita ó pulo Insán. PROVINCIA DE LA LAGUNA. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Da su nombre á esta provincia la anchurosa laguna de Bay de 165 Kms. de circuito. Linda al N. con el distrito de Mórong y Bulacán, al E. con la cordillera que la separa del Pacífico, al S. con las provincias de Tayabas y Batangas y al O. con Cavite y Manila. El terreno es muy quebrado hacia los confines de Mórong, pero fértil por la nmlti- tud de ríos que lo cruzan, especialmente en la región del NO. y E., que es más llana. La extensión de la provincia es de 14 leguas de largo por otras tantas de ancho incluyendo la laguna. Las aguas de la laguna se embravecen á veces como las del mar, causando naufragio en embarcaciones regulares. VjH notable la configuración del monte Banajao y la gran cascada del Botocan, de que se hablara al tratar del pueblo de Majayjay. Merecen citarse también los baños termo-mine- rales de Aguas Santas y la gruta del Maquíling. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide 2,603 Kms. cuadrados, poblados por 169,983 habitantes empa- dronados, los cuales son casi todos de raza tagala. PUEBLOS. La capital es Santa Cruz, de unos 13,800 habitantes, con magnífico templo y enfermería de los* Padres Franciscanos. Tiene, además, nota- bles edificios de fábrica, públicos y particulares. Los principales pueblos son: al rededor de la laguna en la playa oriental, Siniloan, de 6,400 almas; Panguil, de 2,481; Paete, de 3,000 y Pila, de 5,600. En la playa meri- dional, Bay, de 2,400; Los Baños, de 2,850 y Calamba, de 11,476. En la costa occidental, Cabuyao, de 11,181; Santa Rosa, de 9,300; Bifíang, de 18,000 y San Pedro de Tunasan, de 3,800. En el interior, Pagsanján, al E. de Santa Cruz, de 6,300; Majayjay, al S. de Pagsanján, de 6,634, famoso por las inmediaciones de la cascada del Botocan, la cual está formada por el río Camatián, que bajando del gran monte Banajao por el E., y, recorriendo un espacio de más de 3 leguas, va recibiendo en su curso los caudales de otros varios afluentes, deslizándose por entre las quebradas que forman considerables canteras, hasta llegar al sitio del Salto en que se encuentra con una sima de más de 140 metros de profundidad. Allí las aguas se extienden, formando un frohtis de unos 90 pies en línea horizontal y caen perpendicularmente, formando mil ilusiones de variados colores, al ser herida por los rayos del sol el agua^ 68 OOBOGRAFÍA. pulverizada, que se eleva á manera de nube de humo, semejando de lejos un incendio. Al S. de Santa Cruz y SO. de Majayjay se halla Nacarlang, de 12,976 habitantes, notable por su cementerio, que es tal vez el mejor de Filipinas, el cual tiene una hermosa cripta debajo de su capilla. El número total de pueblos es 33 con 15 barrios y unas 400 visitas. IDIOMA. Se habla casi exclusivamente el tagalo. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE (^OMUNICAÍ lÓN. / Se considera esta provincia como el verjel de Filipinas. Su suelo produce toda suerte de plantas y árboles tropicales, especialmente cocos. Se cosecha caña dulce, palay, bonga, maíz, café y mucho coco, cuyo aceite es objeto de floreciente industria. La superficie del terreno cul- tivado pasa de 423 Kms. cuadrados. Cuenta la provincia con más de 45,000 cabezas de ganado caballar, vacuno, lanar, cabrío, de cerda y caraballar. Hay grandes destilatorios de vino de coco, ebanisterías, herrerías y fábricas de armas, célebres por los bolos que salen de sus talleres. La extracción de aceite se verifica en más de 210 molinos. Las frutas que se dan en esta provincia son exquisitas y se exportan á Manila; merecen mencionarse el lanzón y el chico-mamé. Se comunica con las provincias limítrofes por carreteras. Con Ta- yabas, desde San Pablo á Dolores y Tiaong (Tayabas); con Batangas, desde Calamba á Santo Tomás (Batangas) ; con Manila, desde Biñang á Muntinglupa (Manila); con Mórong desde Santa María á Pililla (Mó- rong). La comunicaión fluvial con Manila y su bahía por el Pásig es excelente. PROVINCIA DE BATANGAS. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Esta rica y bien cultivada provincia tiene al N. las de Cavite y Laguna, al S. el mar del Archipiélago y al E. la provincia y seno de Tayabas. Antiguamente era conocida esta provincia con el nombre de Balayan ó de Taal. Tiene de N. á S. 12 leguas y de E. á O. 20. El terreno es en general muy accidentado. Desde la gran cordillera del Súngay hasta el mar, va descendiendo gradualmente el terreno, formando espaciosas llanuras entre las pequeñas vertientes y colinas que generalmente espiran antes de llegar á la playa. Las puntas Santiago y Cazador son remates de terreno montañoso. Esta última separa las magníficas ensenadas de Balayan y Batangas. La región oriental es la más montañosa. Las grutas del pueblo de San Juan son de inmensa profundidad y casi inexploradas. LÁMINA xxvr. CASCADA DEL BOTOCAN (MAJAYJAY). CENTRO DE LUZON. 69 EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide la provincia 3,130 Kms. cuadrados, poblados de 311,180 habi- tantes casi todos tagalos. PUEBLOS. La capital, Batangas, de más de 37,400 habitantes, está situada en el seno de su nombre en el Sur del centro de la provincia, y posee muy buenos edificios, tales como la iglesia, el convento, la casa-real, el tribu- nal, la cárcel y otros particulares. El cementerio está colocado en situa- ción muy despejada, digno de población tan religiosa, como rica. Esta provincia tiene las poblaciones más numerosas del Archipiélago. Las más importantes en las playas del Sur son: Balayan, puerto en el seno de este nombro, con 22,126 habitantes; Calacá, en el mismo seno, de unos 11,745; Lemery, en el mismo seno junto al río Pansípit, de 13,000; Taal, junto á Lemery, en la orilla opuesta del río, de 15,921; Bauan, en la ensenda de Batangas, pueblo de los más numerosos, pues tiene más de 38,300 almas. Los pueblos más orientales son: San Juan de Bogbog de 13,456 almas y Loboó de 6,202. En la costa occidental se hallan Lian y Nasugbu de 3,889 y 8,263 almas respectivamente. Al N. de la Laguna de Taal se encuentra Talísay de 8,200 almas, y cerca de los confines de la provincia, hacia la Laguna, Santo Tomás, de 10,607 almas y Tanauan de 21,513. En el interior están situados Lipa de 39,559 habitantes, Rosario de 13,606, San José de 10,455, Ibaán y Taysán de unas 9,000 almas. El número total de pueblos es 22 con 520 barrios y 7 visitas. IDIOMA. Se habla casi exclusivamente el tagalo. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Se produce en abundancia excelente café en cantidad de 90,000 á 100,000 picos ^ anuales, caña dulce, de la que se fabrican unos 150,000 picos de azúcar cada ano, arroz, cacao y otros varios artículos. La industria presenta, al comercio finísimas telas de variadas clases, fabri- cadas en multitud de telares, de forma muy sencilla y de un costo insignificante. Estas telas se fabrican con seda, abacá y algodón, teñidas de colores muy vivos. La exportación del comercio, que hace esta provincia, representa un valor mayor que el duplo de la importa- ción. Anualmente se verifica en la cabecera de la provincia, á prin- cipios de Febrero, una feria notable no tan sólo por la gran concurrencia que atrae, sino también porque, á la vez, sirve de exposición agrícola é industrial, ofreciéndose premios honoríficos y en metálico á los exposi- tores más aventajados. También es muy concurrida y objeto de impor- tantes transacciones la feria que se celebra en Taal el 8 de Diciembre. 1 Pico = 139.344 libs. ing. =5} arrobas =63. 26 kilogramos. 70 COBOGRAFÍA. Cuenta la provincia con 146,576 cabezas de ganado, cuyo valor se cal- cula en 1,691,282 pesos fuertes. En los montes de San Juan, Santo Tomás y Rosario abundan las maderas superiores para construcción y otras para ebanistería. Dista de Manila 29 leguas; para arribar á Batangas por mar, se atraviesa la bahía de Manila y se dobla la costa NO. de Cavite. Hay varios vapores dedicados á esta línea. Por tierra, se va subiendo el río Pásig y atravesando algunos pueblos de la Laguna. Los caminos son todos buenos en la estación seca; pero durante las lluvias algunos de ellos se ponen intransitables por su poco afirmado y por la naturaleza muy arcillosa del terreno. Desde la cabecera parten dos carreteras generales al NE. y al Norte. Comunica por mar con todo el Archipiélago, y por carreteras con las provincias limítrofes; con la Laguna, desde Santo Tomás á Calamba (Laguna), con Tayabas, desde Rosario á Tiaong (Tayabas), y con Cavite,- desde Balayan, por senda, al barrio de Caitinja (Cavite). CAPITULO V. SUR DE liUZÓN. [Mapa8 Nos. 10, 11 y 14 del Atlas de Filipinas.] PROVINCIA DE TA YABAS. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. La forma irregular que presenta esta provincia hace algo dificultoso el designar con precisión sus límites. Puede decirse, con todo, que el del N. lo forman el distrito de la Infanta y el mar Pacífico, el del E. Ambos Camarines, el del S. el mar del Archipiélago ó de Mindoro y el del O. Batangas y la Laguna. El terreno es sumamente montuoso y la confi- guración de esta provincia muy irregular, pues si bien desde Gumacá al N. hasta Laguimanoc al S. ha}^ 6 leguas, y de punta Dapdap, también al N., á la Cabeza de Bondog al S., más de 20, resultan luego desde Batangas á la Cabeza de Bondog más de 30. Es la parte de terreno comprendida entre Gumacá y Laguimanoc una especie de itsmo, que divide la provincia en dos partes. Recorre lo largo de la provincia hasta Bondog una cordillera central de la que se derivan montes de menor importancia, que se extienden por el interior cubiertos de vegetación y surcados en todas direcciones por infinidad de ríos y arroyos. EXTENSIÓN Y HABITANTES. La superficie total de esta provincia es de 5,893 Kms. cuadrados, poblados de 109,780 habitantes, los cuales son casi todos tagalos en la región occidental y en las vertientes occidentales de la península de Tayabas, que termina en la punta de Bondog. Los que pueblan los confines de Camarines y las vertientes orientales de dicha península son bícoles. PUEBLOS. La capital es Tayabas, de unas 16,900 almas. En el siglo pasado fué la capital Calaoag en la costa del Pacífico. Los pueblos más importan- tes son: cerca de los confines de la Laguna, Maubán de 10,288 almas, Lucbán de más de 11,560, Dolores de 2,500 y Tiaong de 5,979; en la costa del Pacífico, Atimonan ó Lamoón de 10,712, con puerto de mucha seguridad y abrigo, Gumacá de 7,431 y Calaoag de 2,671; en la costa oriental de la península, Guinayangan de 2,216 y San Narciso de 71 72 COROGRAFÍA. 2,064; y en la occidental, Mulanay de 2,464, Catanauan do 3,754, Macalelón de 3,473, Pitogo de 2,500 y Pagbilao, cerca de Tayabas, de 6,152. El número total de pueblos es 20 con 425 barrios y 5 visitas. IDIOMAS. Se habla el tagalo en toda la región occidental y el bícol en el lado oriental de la península de Tayabas. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Se dan en los bosques gran variedad de maderas excelentes, para cons- trucción de barcos especialmente, las cuales se exportan al interior del archipiélago y también al extranjero. Sácase también de sus bosques gran cantidad de cera, brea, alquitrán, pez y cabo- negro; en sus dila- tados campos se crían miles de reses y se fabrica una gran cantidad de aceite de coco; el arroz que se produce es de muy buena calidad; tam- bién se hacen muchos sombreros, petacas y varios tejidos. En Tayabas se cría como especialidad la semilla llamada lumbán, que da un aceite secano muy bueno y que contiene gran cantidad de sustancias oleagi- nosas. Hay varios varaderos y astilleros, donde se construyen muchos y buenos buques para el cabotaje. Del manungal, madera sumamente amarga, se nacen unas copas en que el agua, al cabo de pocas horas, toma un sabor semejante al de la quinina, con efectos idénticos á los de esta planta. Existen unos 300 telares, donde se tejen telas compuestas de filamento de abacá y pina, y cuenta con unas 40 fábricas de aceite con prensas de madera. Se comunica esta provincia por mar con el resto del Archipiélago, y por tierra, con la Laguna desde Lucbán, Dolores y Tiaong, y con Cama- rines desde Calaoag y Guinayangan. En los pueblos de la playa Sur hay mucho movimiento de cabotaje. ISLAS PRÓXIMAS. CABÁLETE. Frente á la punta Saley, en la parte más septentrional de la provincia, se halla la islita Cabálete, atravesada de NO. á SE. por una pequeña cordillera llena de frondosos árboles y de vegetación. Al SE. de Cabálete, en la gran bahía de Lamón, se halla la isla de Alabat, que se extiende principalmente del NO. al SE., atravesada también por una cordillera de montañas frondosísimas, en donde se crían las mejores maderas de construcción y de ebanistería, cuya expor- tación hubiera, sin duda, tomado desarrollo á haber sido más conocida y frecuentada la navegación de la contracosta, que es, por otro lado, peligrosísima gran parte del año. Está poblada esta isla por algunas SUR DE LUZÓN. 73 familias tagalas que viven en barrios ó visitas junto á la playa occi- dental, de los cuales el principal es Sanginín, al SO. En los montes que se levantan al E. de esta visita, ha}^ carbón de piedra. En el centro de la isla, se encuentra el barrio de Camagón, y hacia el S. el de Silangan. Junto íi la punta Panján, al E. de Alabat, se halla el islote Pásig unido á Luzón por medio de arrecifes. PAGBILAO (iRANDK. Está casi unida á la punta Juaya de la costa firme de Luzón y forma con ésta los fondeaderos de Pagbilao al O. , el de entre islas al S. y el de Laguimanoc al Vj.; es de figura triangular, extendiéndose cerca de 4: millas de N. á S. y 3 millas de E. á O.; sus tierras se hallan dominadas por el monte Mitra. Sus costas están rodeadas de pequeños farallones y piedras sueltas que velan en gran parte á pleamar. PAGBILAO CHICO. Está al Pl de Pagbilao Grande y unido á él por un estrecho y corto arrecife de arena en que termina la isla por su parte Noroeste. PROVINCIA DE AMBOS CAMARINES. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Recientemente se unieron las dos provincias de Camarines Norte y Camarines Sur en una sola provincia llamada Ambos Camarines, la cual confina al N. con el mar Pacífico, al S. con el mar del Archipiélago, al O. con la provincia de Tayabas, y al E. con la de Albay y el mar Pacífico. El terreno en la parte septentrional está cruzado por muchos y caudalosos ríos y dominado por montañas bastante elevadas y cubier- tas de lozana vegetación, las cuales forman la cordillera, qu?e es con- tinuación de la que atraviesa la provincia de Tayabas. La parte más meridional es también montuosa y regada, en sus extensos valles, por ríos y arroyos, que inundan con frecuencia las llanuras y destruyen los sembrados. Tiene esta región 48 ríos y 296 arroyos. Las 53 cas- cadas que hay en esta parte de la provincia, prueban cuan accidentada es; algunas de estas cascadas tienen 13 y 15 metros de altura. En el pueblo de Ruba, al S. de la gruta de Orocosoc, hay una laguna de 5,184 metros de perímetro y 3.34 metros de profundidad; otra hay en la cima del monte Hanti que produce las filtraciones de la gruta de Calangitan. EXTENSIÓN Y HABITANTES. La superficie de Ambos Camarines, incluyendo las islas próximas, es de 7,897 Kms. cuadrados, poblados por 194,022 habitantes empadro- nados, generalmente bícoles, que son los genuinos y antiguos habitantes de esta región. 74 COEOGEAFÍA. Dos clases de negritos habitan en esta provincia: unos al Norte, en los montes de Capalonga, no lejos de los confines de Tayabas, y otros en las cercanías del monte Iriga. En las faldas del monte Isarog viven los salvajes llamados cimarrones del Isarog, los cuales también se hallan en algunas de las estribaciones de este monte, que se extienden por la llamada península de Camarines. Hay también igorrotes en el monte Iriga al SSE. del Isarog. PUEBLOS. La capital es Nueva Cáceres, de 7,395 habitantes, antigua sede epis- copal de estas Islas. Es residencia de la autoridad diocesana y de la autoridad civil. Tiene buenos edificios, tales como la catedral, el palacio episcopal, la casa-real, el tribunal, el seminario, el hospital y el colegio de niñas, que es al mismo tiempo escuela normal de maestras, fundación del Exmo. é Illmo. Sr. Gaínza, O. P. Las poblaciones más importantes son: Dáet, antigua capital de Camarines Norte, de 10,332 almas, situada entre el río de su nombre y su afluente, á media legua del mar Pacífico; Talísay, al NO. de Dáet, de 3,600; Labo, más al interior, también al NO. de Dáet, de 4,200 y Paracale, de 3,824, célebre por sus antiguas minas. En la región del Sur la población más importante es Caramoan, de 6,100 habitantes; Tinambac, al Este de la bahía de San Miguel; La- gonoy, sobre la costa oriental del seno de su nombre, de 3,549 habi- tantes; San José, al S. de Lagonoy, de 9,212 y Goa, al ONO. de San José, de 7,608. En la costa Sur, Ragay, de 900 almas y Pasacao de 1,183. En el interior, á orillas del caudaloso río Bícol, hay pueblos de importancia, entre los que merecen mencionarse. Bato, de 5,035 almas; Minalabac, de 3,869; San Fernando, de 2,844; Camaligan, de 5,050; Canaraán, de 5,248; Magárao, de 5,293 y Calabanga, no lejos de la costa Sur de la gran bahía de San Miguel. El número total de pueblos es 44 con 180 barrios y 221 visitas. IDIOMAS. Se habla generalmente el bícol y en algunos puntos el tagalo. Los cimarrones y las diferentes variedades de negritos tienen sus dialectos peculiares, si bien entienden y hablan el bícol los que comercian con los pueblos. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Las producciones forestales son maderas de buenas calidades para construcción, tales como el baticulín, molave y narra en la región septen- trional, y el anaján, cedro, mangachapuy, palo-maría, tíndalo, acle, balete, bagaínto, camagón, cedro, jaral y también narra y molave en la parte meridional. Se recogen en los bosques resinas, brea, almáciga y bastante cantidad de cera y miel. Entre los productos minerales se SUR DE LUZÓN. 75 cuentan el oro, hiero, plata, plomo y cobre, que se hallan en las minas de explotación de Mambúlao y en las dos de Paracale. En la parte Sur hay minas de hulla. Se encuentran también ciintei'as de mármol y criaderos de yeso. En la región meridional no hay minas conocidas, pero muchos ríos llevan partículas de oro. La agricultura está bastante adelantada, siendo objeto de especial cultivo el abacá; se da buen palay y azúcar, artículos todos de exportación. En el centro de la península de Cama- rines se levanta el majestuoso monte Isarog, poblado aún de infieles; al S. y O. de dicho monte se dejan ver extensas llanuras feracísimas, en donde se cosecha excelente palay, cacao, superior al de Molucas, maíz, abacá, caña dulce y toda clase de plantíos. Hay destilación de alcoholes, fabricación de azúcar corriente y refinado, destilación de esencia de ílang- ílang, platerías, zapaterías y tejidos, especialmente del llamado sina- may. Hay también prensas de abacá, hornos de ladrillo y pesquerías, con abundancia de ganado de todas clases, sobre todo caraballar y de cerda. • Los medios de comunicación interior son escasos en la región septen- trional cruzadu por cuatro carreteras; una de ellas corre paralela á la costa del seno de Ragay, por la que comunica la provincia con Tayabas; alárgase esta carretera hasta Dáet, en la costa del Pacífico, y de Dáet sube á Indán; por el mar comunica esta región con el resto del Archipiélago. En la región meridional son mejores y más abundantes los medios de comunicarse los pueblos entre sí y con el Archipiélago. Desde el puerto de Pasacao se va con facilidad á Nueva Cáceres; se puede recorrer en todas direcciones la región, comunicando con Albay desde Iriga á Polangui (Albay) y desde Tigaón á Sangay. ISLAS PRÓXIMAS. Muchas son las islas é islotes contiguos á las costas de esta provincia, especialmente en la costa Norte. Enumeraremos las principales. Al N. de Dáet se hallan las islas Calaguas, grupo de varias islas todas cubier- tas de vegetación. La principal de las Calaguas tiene 4 Kms. de largo por 1.5 Kms. de ancho; dista unos 22 Kms. de la costa. Los islotes que rodean la Calagua principal, llamada Tinagá, son: Pinagnapan, Samar, Maculabo, Ingalan, Siapa, Cagbalísay y Calagua. Al N. de Mambúlao y de Capalonga hay multitud de islotes y piedras que hacen dificilísima la navegación por aquellas . costas. Al NE. de Indán se halla la isleta Quinamanucan cubierta de verdor. Las islitas Canimo, Cantón y otras muchísimas constituyen un grupo al E. de Dáet en la entrada de la bahía de San Miguel. La islita Cáuit se destaca en el fondo de dicha bahía, y en su costa oriental, al N. , la islita de San Mi- guel. No se hallan menos pobladas de islas las costas de la península de Camarines, las cuales pueden verse en el capítulo i que dedicamos á la configuración de Luzón. 76 COROGRAFÍA. PROVINCIA DE ALBAY. LÍMITES y CONDICIONES (GENERALES DEL TERRENO. La moderna y comercial provincia de Albay, cerca del extremo SE. de Luzón, tiene al N. Ambos Camarines, al E. el Océano Pacífico, al S. la reciente provincia de Sorsogón y el mar del Archipiélago y al O. el mar del Archipiélago y Ambos Camarines. El terreno es quebrado y volcánico. Atraviesa la provincia una cadena de montanas de E. á O., destacándose no lejos de la costa oriental, frente al seno de Albay, el majestuoso volcán Mayón ó de Albay, que se divisa á 20 millas de distancia desde el mar. De los montes se derivan multitud de ríos, que fecundizan los valles y llanuras. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide esta provincia, incluyendo la isla Catanduanes y las contiguas á Luzón, 4,123 Kms. cuadrados, poblados por 195,129 habitantes, los cuales son en su mayoría bícoles. PUEBLOS. La capital es Albay, situada en el seno del mismo nombre y no lejos del volcán Mayón. Tiene 10,600 habitantes. Está dotada de muy buen caserío, con iglesia, tribunal, casa-parroquial y otros editicios públicos de buena construcción. En la costa oriental las poblaciones más importantes, comenzando por el N., son: Tivi, de unos 10,447 habitantes, conocido por los manan- tiales silíceos y las solfataras de Jigabó, hacia el Sur del gran seno de Lagonoy; Malínao, al SE. de Tivi, con 11,849 habitantes; Tabaco, al SE. de Malínao, de más de 18,000, es puerto concurrido, en el seno de su nombre, en el cual se hallan los pueblos de Malilípot de 5,858 almas y Bagácay de 11,379. En el seno de Albay se halla Lí- bog al N., de 5,751 almas, situado al O. del puerto llamado Sula, muy abrigado y de buen tenedero; Legazpi al NE. de Albay, puerto con- currido, de 6,830 almas; Manito, en la costa oriental de la ensenada de Paliqui, de 2,369 habitantes. Cerca de los confines de Ambos Cama- rines se hallan los pueblos de Libón, de unas 5,449 almas; Polangui, de 10,047; Ligao, al SE. de Polangui más al interior, de 17,900; entre Ligao y Polangui se halla el importante pueblo de Oas, de 15,987; Guinobatan, al SE. de Ligao y O. de Legaspi, de 20,414; Cagsaua, muy cerca al O. de Albay, de más de 22,000; y Camálig, al O. de Cag- saua, de 15,853. El número total de pueblos es 23 con 260 barrios. IDIOMA. Se habla casi exclusivamente el bícoL SUR DK LUZÓN. 77 PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Lo que tan grande impulso ha dado á esta provincia es la riqueza del abacá, que en ella se cultiva de un modo especial, cuya producción le rinde por término medio anual 4,750,217 pesos; además de este fila- mento produce los frutos propios de estas zonas. La industria consiste en primorosos tejidos de abacá y en la elaboración del aceite de coco. Se elaboran tejidos de sinamay y existen otras industrias de menor importancia. El mayor comercio es el de la exportación del filamento dicho. Hay en esta provincia numerosos astilleros para barcos de cabotaje, en donde se consume gran cantidad de preciosas maderas, que producen los montes enclavados en la misma. Existen miñas de carbón de piedra, oro, plata y óxido de hierro, en explotación, y una de azogue, abandonada. Las vías principales de comunicación para carruajes son las carre- teras que se extienden desde Albay á todos los pueblos de mayor importancia de la provincia. Hay cuatro estaciones telegráficas. ISLAS PRÓXIMAS. Al hablar de la configuración de Luzón en el capítulo i, situamos algunas islas próximas á las costas de la grande isla; diremos ahora brevemente algo de las más principales, situadas al ¥j. de los senos de Albay y de Tabaco. RAPURRAPL'. Es alta y de figura triangular. Tiene la visita de Santa Florentina, próxima á la medianía de la costa Sur, que es el único pueblo de la isla. Hay carbón de piedra. BATÁN. Tiene esta isla, semejante á la de Rapurrapu, unas 2 millas en su parte más ancha. El único pueblo importante, ó que merezca tal nom- bre, es Batán en la costa oriental. Hay varias minas de carbón de piedra. CACRARAY. Situada al O. de Batán, participa de las condiciones de las dos anteriores. No hay pueblo de importancia. SAN MIGUEL. Es la más pequeña de todas y está situada al E. de Tabaco, rodeada de arrecifes, como casi todas las demás. ISLA DE CATANDUANES. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Esta isla, situada al E. de la península de Ambos Camarines, se extiende de N. á S. rodeada por el Océano Pacífico; por el O. 78 COROGRAFÍA. báñala el canal de Maqueda, que la separa de Luzón. El terreno es muy quebrado y montañoso, muy fértil y regado por muchos ríos. De E. á O., en su mayor anchura, mide unos 40 Kms. y 70 de N. á S. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide unos 1,676 Kms. cuadrados, poblados por 33,310 habitantes, los cuales tienen muchos puntos de semejanza con los bisayas, según testi- monio de los primeros misioneros que los redujeron á la fe cristiana. PUEBLOS. La capital es Birac, de unas 6,843 almas, situada en la costa Sur sobre la ensenada de Cabugao; Calolbong, también al S., de unos 4,201 habi- tantes; Pandan, enteramente al N., de 2,500; Bato en el Sudeste; Payo, al S. del seno llamado Fondeadero Sur, y Bigá, cerca de Pa^^o, tienen unos 3,252 habitantes. El número total de pueblos es 9 con unas 10 rancherías formadas. IDIOMA. Se habla el bícol. PRODUCCIONES Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Las principales producciones son arroz, maíz, abacá, añil, algodón, cocos y buenas maderas de construcción. Los naturales sacan el oro de las arenas de los ríos por medio de los lavaderos. Se comunican por carretera los pueblos de Birac y Calolbong con Bato y el puerto de Baras en la costa occidental. ISLAS PRÓXIMAS. Es la más importante entre las islas próximas, la de Panay, en el seno de Payo, hacia el NE., lo mismo que las Bigá y Tambongón. La isleta Palumbanes con un grupo de islotes, situada enfrente de la ense- nada de Carao hacia el NO. de la isla, carece de importancia. PROVINCIA DE SORSOGÓN. LÍMITES y CONDICIONES GENEtlALES DEL TERRENO. La novísima provincia de Sorsogón se halla en el extremo SE. de Luzón, y confina al N. con la provincia de Albay y el Océano Pacífico, al S. con el estrecho de San Bernardino, al E. con el Océano Pacífico y al O. con el mar del Archipiélago. Las condiciones del terreno son semejantes á las del de la provincia de Albay. La parte más meri- dional forma una península, en medio de la cual se levanta el volcán Bulusan, origen de varias ramificaciones de montañas y de multitud de ríos que fecundizan extensos y fértiles valles. SUR DE LUZÓN. 79 KXTKNSIÓX Y HABITANTES. Tiene unos 1,954 Kms. cuadrados de superficie, poblada de 98,650 habitantes, genemlmente de mza bícol. PUEHLOS. Sorsogón es la capital de esta nueva provincia. El puerto de Sor- sogón es el mejor de todos los que se encuentran en el paso del estrecho de isla Verde al de San Bernardino; es propio para toda clase de buques; sirve de refugio para los que, navegando en el mar de Marin- duque, se encuentran sorprendidos por alguna colla ó baguio que corra por el Norte del paso de Ticao, y de arribada para los buques que hayan sufrido averías al pasar el estrecho de San Bernardino. pjn su boca, comprendida entre la punta Bantique al O. y la de Bagatao al E., se encuentran las islas de Bagatao y Malumahíian, que la dividen en tres canales, siendo el que forman dichas islas entre sí el principal y único practicable para toda clase de buques, pues el llamado Boca Chica, al E. de la isla de Bagatao, es nuiy estrecho con ima piedra en su parte Sur, y para pasar por el, aim las lanchas deben aproximarse á la costa de Bagatao, que es limpia con 13 a 15 metros de agua, lo que no sucede en la opuesta. Todavía es peor el canalizo que se encuentra entre la isla de Luzón y el placer que despide la de Ma- lumahúan, que, aunque de 5 á 8 metros de fondo, es muy estrecho. Las costas é islas de una y otra banda, que forman el canal, son lim- pias, y los islotes, que se desprenden de la del Norte, acantilados por la parte de fuera; por lo que navegando á medio canal se va zafo de todo peligro. La bahía de Sorsogón, á que se sale pasado el canal de entrada, es espaciosa y tiene 9 millas de profundidad al ENE. hasta las proximi- dades del pueblo de Sorsogón, con sondas que disminuyen progresiva- mente desde 17 a 5 metros fondo fango. Al N. de esta bahía hay una gran ensenada de 7.5 metros fondo fango en casi toda su extensión. La costa de Casiguran, al S. de Sorsogón, es notable por la defor- mación que experimenta. Según su aspecto y los datos de más con- fianza, disminuye desde hace tiempo anualmente 84 cm. Tiene, sin duda, actualmente Sorsogón más de 10,700 almas. En la misma bahía de Sorsogón se encuentran Jubán de 5,555 almas; Castilla, de unas 2,694, en la entrada de la bahía; Magallanes, de 2,928; Pilar, en el puerto de Putiao en la costa occidental, de 9,127; Dónsol cerca de los confines de Albay, de 4,682; Bulan cerca del Sur de la península, de 5,545; Matnog, en la costa del Pacífico, de 2,320; Bulu- san, de 5,413; Barcelona, demás de 4,947 y Gubat, una de las mayores poblaciones de la provincia, de 12,590 habitantes. El número total de pueblos es 16 con 131 barrios y varias visitas. 80 COROGRAFÍA. IDIOMA. Se habla el bíeol. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUXK ACIÓN. Los principales productos, aparte de las maderas de constriiceión que se crían en sus montes, son especialmc^nte el abacá y el cóprax, produc- tos de exportación. La industria está tan adelantada como la de la provincia de Albay. Ha}^ varias minas sin explotar. Los principales pueblos se comunican por carreteras y sendas; se va á Albay por tierra desde Pilar. ISLAS PRÓXIMAS. Las islas ó islotes próximos a esta provincia son de escasa impor- tancia. Varias se levantan al SE. de la parte más meridional de la pro- vincia, al N. del estrecho de San Bernardino. Las demás se enumeran y sitúan sumariamente en el capítulo i. CAPITULO YI. isijAS adyacentes a Ll zon. [Mapas Nos. 10, 13. 15. 17 y 24 del Atlas (U- Filipinas.] ARCHIPIÉLAGOS DE BATANES Y BABUYANES.. Al N. de la isla de Luzón y SSE. de Formosa se hallan dos grupos de islas denominados Batanes el uno y Babuyanes el otro, más pró- ximo al N. de Luzón. BATANES. El primero lo componen las islas Basay ó Batán, Saptán é Ibayat, que son las más importantes. Dos islas septentrionales cerca de For- mosa llamadas Yamí y Norte, ó islas Baschi, terminan el grupo por el Norte; otras islas hay de escasa importancia ó deshabitadas, tales como Siayán, Diogo, Misanga, Déquez, Mabudis y las rocas Diamis. BASA Y Ó BATÁN. La más importante de las Batanes es Basay ó Batán; mide 20 Kms. de N. á S. y 4 Kms. de E. á O. Al N. se eleva el monte Irada, que parece volcánico. El terreno es montuoso, pero tiene grandes mesetas ó llanos cultivados. SAPTÁN. A unos 6 Kms. del SO. de Basay se levanta la isla de Saptán, la cual tiene de superficie como la mitad de la anterior. Reúne las mismas condiciones que el de la anterior el terreno de esta isla. Situada al NO. de Basay y distante de ella unas 20 millas. Es la isla más fértil de todas las Batanes. ISLAS BASCHI. Constituyen estas islas un pequeño grupo, el más septentrional. Son de pequeñas dimensiones y verdaderos islotes. Las principales son, comenzando por las más próximas á Batanes: Siayam, Mabudis, Tanem, Misanga y Yamí. Todos estos islotes, excepto el último, se ven á simple vista desde Batanes. La más importante de todas es Yamí, habitada por los baschi, infieles y gente bárbara, al decir de los batanes. Se ignora si la lengua de los baschi es derivada del batán ó idioma 81 22823 6 82 COROGRAFÍA. especial. No se entienden los de batanes con los baschi si bien tienen algunas palabras comunes. PUEBLOS. En las Batanes los pueblos más importantes son: Santo Domingo de Basco, que es la cabecera y tiene 2,652 almas, situado al pie del monte Irraya; es el mejor terreno de Batanes, el más llano y pinto- resco y tiene buenos edificios. El puerto es bueno y está resguardado, menos de los vientos del Oeste. Al S. de Santo Domingo, á 5 Kms., está Magatao, pueblo de 1,195 almas. Tiene la mejor iglesia de Batanes y un puerto para embarcaciones pequeñas; á 2 Kms. del pueblo anterior está San José de Ibana, de 1,914 almas. San Vicente, único pueblo de la isla de Saptán, tiene 1,935. Toda la isla de Saptán está rodeada de pequeños barrios. Maya, único pueblo de Ibayat, de 1,080 almas, está situado en terreno fértilísimo y no lejos de bosques de ricas maderas para ebanistería, pero no tanto para construcciones. BABUYANES. El segundo grupo consta de las islas Calayán, la mayor de todas, Babuyán, nombre que se ha dado al grupo por abundar en él los cerdos (bábuyes). Son también de regulares dimensiones las islas Camiguín, Dalupiri, Fuga y Font; las más lejanas de Luzón son las dos llamadas Balíngtang que dan nombre al canal que se extiende entre las Babuya- nes y la isla de Saptán, la más meridional de las Batanes. Algunos autores enumeran las islas Balíngtang con las Batanes. DALUPIRI. La más al O. del grupo de las Babuyanes se halla á 25 millas pró- ximamente al NE. de la punta Cabicungan de Luzón. Tiene un aspecto regular de cerca de 8 millas de extensión. Situada la isla Fuga á 9 millas al SSE. de Dalupiri, es más baja y llana que ésta, y se extiende de E. á O. ocupando unas 10^ millas. Es conocida esta isla por el puerto de Musa situado en su extremidad Oeste. Situada á unas 13 millas al E. de Dalupiri, es mayor y más elevada que la isla de Fuga; está formada de montañas y tierras llanas que son más altas en el centro de la isla y cortadas en algunos puntos por valles profundos. Se extiende próximamente de E. á O. unas 10 millas. Tiene una regular ensenada en su costa meridional. BABUYÁN. Es la más al NE. y la más elevada de todo el grupo de las Babuyanes, y se halla a 25 millas próximamente al ENE. de Calayán. Tiene un volcán en su extremidad Oeste. ISLAS ADYACENTES A LüZON. 83 i'AMiuríx. Es muy montuosa y elevada sobre todo al NE. Su extensión es de 12 millas de NNE. á SSO.. y demora próximamente á 32 millas al S. i SE. de Babuyán. Es eelebre por el monte volcánico llamado Cami- guín. A 7i millas al E. i SE. de la puntn NE. de Camiguín se levantan las rocas Guinapac, parecidas á dos torres rodeadas de varios farallonci- tos. Al NE. de dichas rocas se levantan las Didicas, cuatro rocas más elevadas que las Guinapac y rodeadas de varias rocas menores; forma grupo con estas rocas una isleta baja, de unos íU) metros de altura y de 1 milla de circunferencia. Sobre su costa Nort« existe un volcán activo. FONT. Tiene 1^ milla de perímetro, es alta y escarpada por (^1 Oeste y está deshabitada gran parte del año. PUEBLOS. En las Babuyanes los pueblos principales son : Musa, en la isla Fuga, con buena iglesia, y Calayán, en la isla de este noml)re, situado cerca de la mitad de la playa oriental, tiene 584 habitantes, indios batanes. En Camiguín hay algunas rancherías de indios batanes. IDIOMAS. Hablan estos naturales (batanes y babuyanes) una lengua especial (batán) que no hay que confundir con el ibánag, si bien le es semejante. PRODUCCIONES, COMERCIO, INDUSTRIA Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Las Batanes, excepto Ibayat, son pobres en arbolado y maderas de construcción. En cambio, en las demás islas hay abundancia de cal, arena y piedra para construcciones. Las producciones principales son: ube, camote, maíz, un poco de arroz y algo de caña dulce para hacer de su zumo el vino que \\sima>n palee. No hay mucha variedad de frutas, si bien las pinas de Batanes son tan ricas, que superan en tamaño y calidad á las demás del Archipiélago. Se dan bien en ellas las patatas, el trigo y las verduras y legumbres de España. La industria principal consiste en la cría de vacunos, que toma proporciones notables, especialmente en la cría de cerdos, cabras y caballos. Exportan estos animales en cantidades notables. También la exportación de la manteca de cerdo ha tomado grandes proporciones. Al rededor de los pueblos se cultivan cocales, especialmente en Ibayat, de los cuales se saca el aceite y se exporta también á Manila. La comunicación de unas islas con otras es dificultosísima por las fuertes corrientes de aquellos canales y malos fondeaderos; mucho más difícil es la comuni- cación con lo restante del Archipiélago. Ninguna autoridad española ni misionero ha pisado sus playas.^ ^ La mayor parte de los datos referentes á Batanes están tomados de una carta del P. Fr. Anastasio Idígoras, O. P., publicada en La Política de España en Filipinas, Nos. 138, 139, 140, 141 y 142. 84 COROGRAFÍA. ISLA DE MINDORO Y ADYACENTES. LÍMITES Y CONDICIONES (tENERALES DE MINDORO. Es esta isla la sexta en magnitud en el Archipiélago Filipino. Hállase al S. de Luzón y su costa occidental confina con el mar de China, formando, con el grupo de las Calamianes, el estrecho de Mindoro divi- dido en dos pasos por el batico Apo. Hacia el N. se halla separada de la costa de Luzón por el estrecho de isla Verde y contina al E. con el mar de Bisayas y por el S. con el mar de Mindoro. El terreno es montuoso, \^ su vegetación exuberante y buena; produce excelentes maderas de construcción y se encuentran en ella minas de azufre y de carbón de piedra. Es de las islas menos explotadas en su interior. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene 10,167 Kms. cuadrados juntamente con sus islas adyacentes. La población total asciende á 67,656 habitantes empadronados; con los infieles no reducidos á vida civil que pueblan el interior pasa, sin duda, de 106,200. La raza principal que mora en el interior es la de los manguianes, de costumbres muy incultas y salvajes. Algunos suponen que los manguianes son únicamente los infieles que moran en las montañas cerca de Mangarín y que los demás del interior son los llamados bangotes, buquiles, tadiananes, durugmunes, beribíes, buctu- lanes, tirones y lactanes. No faltan autores, entre ellos Blumentritt, que sospechan haya negritos en las cercanías del monte Halcón. PUEBLOS. La cabecera es Calapán, situada en una pequeña península de la costa septentrional, con 5,953 habitantes. En la misma costa septentrional se encuentran: Puerto Galera, famoso por ser sitio de arribada, que cuenta unas 1,700 almas; Nauján, de 5,200; Pola, en el fondo de una magnífica ensenada al NE. ; Mangarín y Sablayán, de unas 2,000 almas, en la costa occidental. Mambúrao y Palúan son también poblaciones de importancia en la misma costa occidental, hacia el NO. de la isla. Todos los pueblos están situados cerca de la costa. IDIOMAS. Se habla el tagalo hacia la parte septentrional, el bisaya panayano en la región más meridional y por el interior varios dialectos manguianes. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Los inmensos bosques de esta isla están poblados de toda clase de maderas, palmas, cañas, etc., sin que apenas se saque de ellas pro- vecho alguno por falta de población que los explote. Entre los árboles ISLAS ADYACENTES Á LUZÓN. 85 OS notable el calingii, especie de canela. Cerca de los pueblos princi- pales hay cortes de maderas en los bosques próximos, las cuales se exportan á Manila en grandes cantidades. Los principales cortes, que existen, tienen lugar en los pueblos de Palíian, Mambúrao, Iriron, Bulalácao, Pola, Pinamalayan, Nauján y la cabecera. Su tráfico esta reducido á un corto número de barcos, mediante los cuales exportan sus maderas á Manila y Patangas. Los extensos nipales de Pola, cuyos productos se exportan a las provincias de Patangas, Tayabas e isla de Marinduque; los bejucos, la palma burí y la cera (jue se obtiene de los pueblos de Puerto Galera, Palúan y Mambúrao; el carey, que se coge en los mogotes que ci rendan la isla; las l)ancas grandes de una sola pieza (luo se constru- yen en los pue})los de Bacoó y Subaang; el sibucao, que se exporta de Puerto Galera, el aceite de balao, la brea, nigui y ca})()-negro; tales son los principales artículos de exportación, y aunque se va generalizando también la siembra del abacá, todavía es nuiy poco el que se coge. El beneficio de la caña dulce, al que se han dedicado en estos últimos anos en Calapán, Abra de Ilog y Mambúrao, ha dado resultados relativamente satisfactorios, habiéndose exportado en el aíio próximo pasado 1,200 picos. El cultivo del tabaco, ya tan antiguo en los pueblos de Sabla- yán y Santa Cruz, es bueno y parecido al de igorrotes. El algodón también se da con bastante abundancia y sólo lo utilizan los naturales para su uso, no exportándose más que de la isla de Ylín. De la gana- dería de Mindoro no merece citarse más que la existente en los pueblos de Abra de Ilog, Nauján y Mangarín, que no se destina más que para el consumo de los habitantes, tal vez por falta de embarcaciones que lo exporten, pudiendo apreciarse en 4,000 cabezas. Existe también en la isla, y como cosa exclusiva de sus bosques, el tamárao, especie de búfalo ó carabao, más pequeño, pero de una ferocidad indomable; tiene dos cuernos derechos y no en forma de media luna, como el carabao, y se le caza á lazo y á lanzadas. Algunos lo cazan montados en un carabao dándole, cuando va á atacar á éste, una lanzada en los ojos ó en el pecho; pero es muy arriesgada cualquiera que sea la forma de caza de este animal y no se exponen á ella los naturales sino por necesidad, cuando les destroza sus sembrados. Productos minerales no se conocen en esta isla, si no es el azufre, que se encuentra en bastante cantidad en el pueblo de Subaang, el yeso en Nauján y el pedernal que se exporta de Bacoó. Las comunicaciones son casi todas marítimas y peligrosas, pues aun- que pueden comunicar por tierra con la cabecera los pueblos de la costa oriental de la isla, sin embargo, es preferible hacerlo por mar, pues lo escabroso del terreno, los muchos ríos que hay que atravesar con peligro de los caimanes, y los extensos pantanos que existen entre Nauján y Pola, dificultan y hacen muy penoso el viaje por tierra. Los pueblos del Norte y Oeste tan sólo pueden comunicar con la cabecera por mar, por 86 COROGRAFÍA. no existir terreno viable por tierra á causa de las escarpadas sierras que existen entre Puerto Galera y Subaang. ISLAS ADYACENTES. Las principales islas adyacentes á Mindoro son: al NO. el grupo de Lúbang, al NE. el grupo de Marinduque, al SO. el grupo de Ylín y al S. el grupo de Semerara. GK(TP(J LÚBANÍi. La isla de Lúbang es la mayor, la más importante y la única habitada de este grupo de islas; tiene de extensión unas 16 millas de NO. á SE. y sobre 4 de ancho. La costa Este forma varias cortaduras, entre las que se encuentra el seguro puerto de Tilig, y varias ensenadas más ó menos abrigadas. Las tierras del interior, en la región Norte hasta el paralelo de Tilig, son bajas y llanas, y desde este puerto hasta el S. que- bradas y montuosas, siendo las montañas más elevadas las que se hallan cerca de la playa de Gontín, en la costa occidental, al SSE. del pueblo de Lúbang. Lúbang es el pueblo principal de la isla, situado en la costa Norte á 2 millas de la punta Sala. Tiene unas 6,616 almas. Los habitantes de la isla son generalmente tagalos dedicados á la agricultura, á la caza y á la pesca. Sobre las playas se encuentran, en ciertas épocas del año, grandes cantidades de huevos de tortuga y de tabón, los cuales sirven de alimento á los naturales. Las otras islas del grupo son: Ambil, al E. de Lúbang; los islotes Talinas, al S. de la ensenada de Loog, hacia el SE. de la isla; Mandaui, 1 milla al N. de la de Ambil; el islote Malabatúan también al N. de Ambil; Cabra, célebre por su faro de 1^. clase, la más occidental del grupo y de 2 millas de extensión de NO. á SE., y Golo. la más oriental. GKUPO DE MARIXDUQUE. La isla principal es Marinduque, situada al NE. de Mindoro y S. de Luzón. Es de figura casi circular, de unas 25 millas de diámetro, montuosa y bastante elevada, con una sierra en su parte oriental que corre de N. á S., formada por los montes Tapian, San Antonio y Mar- langa. Su terreno es fértil, aunque sólo está regado por pequeños riachuelos, siendo la principal producción de la isla el arroz. Tiene dos puertos, el de San Andrés al NO. y el de Santa Cruz al NE. y algunas ensenadas que proporcionan fondeaderos de tal cual seguridad sobre las costas del Este, Sur y Oeste, según la monzón reinante y el estado de la mar. Las problaciones más numerosas son: Boac, de 15,000 almas y Santa Cruz de Ñapo, de 15,600. Se exporta gran cantidad de arroz. ISLAS ADYACENTES A LUZÓN. 87 Sus habitan tos son gononihnente tagalos. Las islas próximas más principales son: ol grupo de los Tres Reyes, al SO.. Mompog V Maninagan al NE. v San Andrés con algunos islotes al NO. (¡RIIH) 1)K YLÍN. Ylín, la isla principal del grupo, tiene 10 millas de extensión de NO. á SE. y su forma (\s la de un triángulo prolongado; sus tierras son altas y montañosas. Toda la costa oriental es elevada y cubierta de arljoledas y espesos manglares, que llegan hasta la orilla del mar, excepto en las cercanías de su punta SE., (|ue es de roca tajada. Tiene un pequeño pueblo llamado Ylín, de unos 500 habitantes, tagalos y bisayas, dedicados á la pesca de balate y tortugas, de la cual viven. Está situado en casi la mitad de la costa occidental en frente de la isla Am bolón, de regular altura y rodeada de arrecifes. (iRlPO J)E SEMERAHA. Comprende este grupo las islas de Semerara, Nagubat, Libagao, Si bolón, Sibatón, Caluya, Sil)ay y Panagatan. Semerara está á 8 mi- llas al SE. de la punta Buruncan, extremidad Sur de Mindoro, tiene Si- millas de extensión de NNO. á SSE. y 4:^ en su mayor ancho en la punta Sur. Es isla montuosa, aunque de regular altura (156 metros). Sus costas son irregulares. Tiene un pueblo ó visita, situado en la parte NE. y habitado por 150 personas dedicadas á recoger el balate de los bajos que rodean la ensenada. El paso entre esta isla 3^ la de Mindoro es limpio y hondable. Según testimonio del capitán de fragata, D. Manuel Villavicencio, jefe que fué de la Comisión Hidrográfica de Filipinas, hay en esta isla, inmediato á la playa, á un pie de la superficie de la tierra, carbón de piedra, bueno hacia el Norte y regular en la costa oriental. Nagubat es una isla situada á 5 millas al NE. de Semerara, pequeña y de regular altura. Caluya, á Si millas al SE. de Semerara, tiene 4 millas de N. á S. y 1^ de ancho y su tierra más elevada, en su parte Sur, se levanta 190 metros sobre el nivel del mar. Sibolón está á 10^ millas al E. de Semerara y á 6 millas al N. de Sibatón, rodeada de arrecifes. Sibay, á Ti millas al SSE. de Semerara y 2i millas al SO. de Caluya, es isla de solos 65 metros de altura sobre el nivel del mar. Panagatan son unos islotes y arrecifes al SSO. del Semerara y á 7 millas de Sibay. El paso que las islas más orientales del grupo de Semerara forman con la extremidad NO. de Panay tiene 19 millas de ancho y es muy profundo. 88 COROGKAFIA. ISLA DE BüRIAS. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. Forma esta isla una comandancia. Es estrecha y larga en la dirección de NNO. á SSE., y esta situada en el estrecho que separa Mas))ate de Ambos Camarines. Al N. y NE. tiene la isla de Luzón y al SE. la de Ticao. El interior es fragoso y enriscado, y en el centro descuella un monte llamado Engañoso. La cordillera atraviesa la isla de NO. á SE. y hacia al SO. está el islote Gorrión en la punta de una d(^ las estribaciones de aquélla. En las costas del NE. y Oeste hay algunas llanuras que se prestan a varios cultivos. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene esta isla 292 Kms. cuadrados de superficie, poblados solamente por 1,703 habitantes, casi todos bícoles. Al principio de este siglo habitaban la isla algunos moros. PUEBLO. Ei único pueblo es San Pascual, en la extremidad NO. de la isla, puerto enfrente de la isleta Busín, rodeado de multitud de islotes, de varios bajos fondos ó estrechos y de pequeños placeres. Tiene, junta- mente con el barrio de Clavería, unos 1,600 habitantes, los cuales, con otros de cinco visitas no lejanas, constitu3^en el número total de almas en la isla. PRODUCTOS, INDUSTRIA Y COMERCIO. Los espesos bosques de esta isla producen buenas maderas de cons- trucción, pero por la dificultad de acarreo y conducción no se exportan. Se produce tabaco en poca cantidad, abacá, caña dulce, arroz y cocos. El ganado abunda mucho y se exporta a Manila. La industria con- siste en la fabricación de bayones de burí, palma abundantísima en sus bosques que ha dado nombre á la isla- MASBATE Y TICAO. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. La isla de Masbate está limitada al SE. por el estrecho de San Ber- nardinoy por los mares que bañan á Burlas, Cebú, Panay y Romblón. Extiéndese de NO. á SE. en una extensión de 72 millas; es de figura triangular y toda ella montañosa, formada por una cordillera central bastante elevada, que siguiendo una dirección semicircular termina en las puntas SO. y SE. de la isla, desprendiéndose hacia el NO. una ramifi- cación que va á formar la punta Bugui; las otras puntas de menor im- portancia son también estribaciones de estas mismas cordilleras. Ticao tiene 23 millas de NO. y SE. por 4 de ancho; está situada cerca de la costa Oeste de Albay. Su terreno es frondoso y fértil. Sus ISLAS ADYACENTES A LUZON, 89 principales puertos, aunque no muy buenos, son el de San Miguel y el de San Jacinto. Ticao divide el paso de su nombre en dos canales: el del Oeste, que forma con Mas bate, tiene unas 5 millas en su menor ancho, y el del Este, que forma con Luzón, de unas 8^ millas, el más frecuentado por los navegantes. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Masbate y Ticao tienen una extensión superficial de 3,897 Kms. cuadrados, con un total de 21,366 habitantes empadronados. Los de la parte septentrional son bícolos y los de la meridional bisayas. PUEBLOS. Masbate es la cabecera en el seno de Palánog. Tiene 2,900 almas. Balino, situado en la costa oriental, de unas 2,500 almas, dista unas 3 millas del puerto de la Magdalena. En los puertos de Usón y Naro ha}^ dos pueblos de regular poblac^ión, lo mismo que en el seno ó puerto de Cataíngan, en la costa oriental. Milagros es otro pueblo pequeño de unos 3,441 habitantes. Las costas Sur y Oeste son poco pobladas. En Ticao, el pueblo más importante es San Jacinto, en el puerto de este nombre. Tiene unos 2,824 habitantes; el puerto es regular, como se ha dicho. IDIOMAS. A pesar de que la población en ambas islas es bastante homogénea, no sucede lo mismo con el carácter y dialecto. Se habla el bícol, tagalo y bisaya, entrando cada uno de ellos en proporción á la distan- cia que separa los pueblos de las provincias madres de los citados dialectos. Así en Balino y Lauang se habla preferentemente el tagalo, en Ticao y Usón el bícol, y en Palanas, Cataíngan y Milagros el bisaya. PRODUCCIONES, INDUSTRIA Y COMERCIO. La producción agrícola, á pesar de obtenerse la general de todo el Archipiélago, especialmente arroz, cana dulce, cacao, algodón y abacá, es con todo, escasa, y es preciso importar los artículos más usuales^ como el arroz. En Magdalena, Masbate, Cataíngan y San Jacinto, se produce tabaco en calidad fuerte, que lo hace apreciable á los bícoles, si bien en la plaza de Manila alcanza precios bajos. Es uno de los ramos de mayor riqueza juntamente con la cría de ganado vacuno que ha tomado crecidas proporciones en los últimos años. La industria está limitada á la extracción de productos forestales, en unión de la pesca, caza y tejidos, especialmente en la confección de unas esterillas de palma, que por la calidad del trabajo y la firmeza de los colores han llamado la atención en las exposiciones de Europa. El comercio queda reducido 90 COEOGRAFÍA. á la exportación de algunos productos agrícolas, forestales y del ganado vacuno, ó á la importación del arroz, víveres y géneros de Europa. Los naturales extraen oro de las arenas de los ríos. ISLAS PRÓXIMAS. Las islas próximas son: la de San Miguel y Mataban, en los extremos NO. y SE. respectivamente de Ticao; un islote en el puerto Barrera, Norte de Masbate; la isla de Deagan en el seno de Naro; la de Bugtün en el puerto de Cataíngan; las islas Naro, en la entrada del seno Asid al S. de Masbate, y las islas Zapatos y Jintotolo al SO. de la punta Pulanauta. En la costa occidental son de notar los islotes de la bahía de Jíin y las islas Nap^yaguan, Nabugbut y Majaba. ARCHIPIÉLAGOS DE CALAMIANES Y CUYOS- LÍMITES. Suelen comprenderse por los autores los grupos de Calamianes y Cuyos bajo el solo nombre de Calamianes. Según esto, son las Calamianes un grupo de más de cien islas entre la Paragua al SE., Mindoro al N., Panav al E. v el mar de Mindoro al S. Todas estas islas son generalmente montañosas, quebradas y de buena vegetación. EXTENSIÓN Y HABITANTES. La extensión total de estos grupos es de 1,600 Kms. cuadrados y la población de los habitantes empadronados de 14,291. Son en su mayor parte bisayas, llamados calamianes ó tagbanuas, y en los montes de las dos islas mayores, Calamián y Busuanga, habitan infieles, probablemente de raza negrita. En la isla Agutaya, del grupo de Cuyos, habitan los agutaínos, raza malaya especial. ISLAS DEL GRUPO CALAMIANES. Las islas principales del grupo Calamianes son: Calibangbagan, Lina- pacan, Cabuláun, Nangalao, Malubutglubut, Nanga, Busuanga, Usón, Peñón de Coron y Culión. CALIBANGBAGAN. Esta situada a 8 millas al E. de la punta Norte de la Paragua y tiene 2i millas de extensión de NO. á SE. LINAPACAN. La mayor de su numeroso grupo; se halla entre la costa Nordeste de la Paragua y la isla Calamián, á unas 12 millas de la primera. Tiene 10 millas de extensión 4e N. á S. y su costa Norte forma dos bahías ISLAS ADYACENTES Á LUZON. 91 profundas. En la ensenada del Este se \en varias puntas escarpadas de forma cónica, y en su ángulo Sudoeste se encuentm el pequeño pueblo de San Nicolás. ISLAS tAlULÁrN. Pequeño grupo situado al SE., distante 14 millas de la punta Nor- deste de Linapacan. Se compone dc^ dos grandes islas y de varios islotes ó piedras. NANtíALAO. Situada al NE. de Cabuláun, es de regular altura y está formada por una colina central. MALrBl'TtíLrBrT. Se halla á 10 millas al ENE. de la isla C'al)uli; es la ujás al NO. de las islas del grupo Linapacan. ISLAS NANdA. Se hallan comprendidas entre las islas Malubutglubut y la de Ca- libangbagan. BX'Sl'ANGA. Es la isla mayor del grupo de las Calamianes; tiene cerca de 34 millas de N. i O. á SE. i E., y 18 millas en su parte más ancha, de forma muy irregular y sus costas se hallan entrecortadas por numerosas y profundas ensenadas y bahías. Su costa Nordeste forma, con la mul- titud de islas que la cercan, la costa Oeste del paso occidental del Apo. La isla es montañosa, despoblada y poco cultivada, á pesar de que su suelo es fértil y propio para las producciones del Archipiélago, pero sus pocos habitantes, reunidos casi todos en el pueblo de Busuanga, se ocupan principalmente en la pesca del balate y en recoger nidos de salanganas.^ USÓN. Esta isla se halla delante de la boca occidental del estrecho de Coron, tendida de E. á O. en una extensión de 4 millas con 1^ en la parte más ancha. Está rodeada de islotes y arrecifes. PEÑÓN DE CORON. Está situada al SE. de Busuanga; es muy elevada, peñascosa y sin arbolado alguno. Mide 11 millas de N. á S. y 4i de E. á O. hacia su cabeza Norte. CULIÓN. Esta isla, llamada también Calamián, se halla al SO. de Busuanga, de la que está separada por un canal de unas 3 á 4 millas. La pobla- ción más importante es Culión, de unas 2,100 almas, situada en la costa ^ Pueden verse algunas particularidades acerca de estos nidos en el tratado de Zoografía, cap. ii. 92 COROGRAFÍA. Nordeste, sobre la punta Norte, con un buen puerto. Las tierras son muy fértiles, pero los moradores sólo cultivan un poeo de arroz, dedicándose casi exclusivamente á la pesca del balate; n- cogen también cera, que es de calidad superior, y nidos de salanganas. Todas las islas del grupo Calamianes abundan en reptiles, venados, puercos de monte y aves que destruyen los cultivos. Las canas de estas islas constituyen una especialidad. ISLAS DEL OKUPO CUYOS. Se encuentran al S. de Mindoro, hacia la mitad de la distancia entre la costa Oeste de Panay y el NPl de la Paragua, y forman un grupo com- puesto de multitud de pequeñas islas é islotes altos y peñascosos que ocupan una porción de mar, próximamente circular, de más de 45 millas de diámetro. Las principales son Cuyo, Canipo y Agutaya. Llámase también esta isla Gran Cuyo; tiéndese de NE. á SO. á una distancia de 7.i millas con un ancho máximo de 4 millas. Una pequeña cordillera la divide en el sentido de su longitud. Sobre la costa Oeste de la isla se halla el pueblo de Cuyo, cabecera de todas las Calamianes tomadas como un solo grupo político. Tiene probablemente más de 6,300 habitantes dedicados principalmente á la pesca del balate, tor- tugas y perlas y á la recolección de nidos de salanganas en las islas de la Paragua y Culión, pues allí es donde se encuentran de ordinario en más abundancia. También se cría el ganado de cerda y varias clases de aves. CANIPO. Se halla á 6i millas al NO. de la isla de Cuyo, es pequeña, limpia y acantilada y está formada por un monte central. Cerca y hacia el NE. de Cuyo, se levantan los islotes Siparay, Tacbubuc y las isletas de Tagauayan y Cocoró. AGUTAYA. Se halla próximamente en el centro de las islas Cuyos y tiene 3 millas de extensión de N. á S. ; es limpia y acantilada por todas partes, excepto por el SO., y está rodeada de varios islotes, como el Dit al NNO., el Maracañao al NE., el Matarabis al E., los de Guinlabó, Paya, Patunga, Pamitinan y Lúbic al SO., y Ocó, Imarúan y León hacia el O. El pueblo de Agutaya tiene 2,046 habitantes. IDIOMAS. Se habla el calamián, el bícol y el bisaya. El bisaya más espe- cialmente en las islas Cuyos, por la cercanía de Pana}^, que, después ¡|f'!!"\' ■ }f o, o -3 1 ISLAS ADYACENTES A LUZÓN. 93 del calamián ó tagbanua, os la lengua geneml en todo el grupo de las Calamianes. En la isla Agutaya se habla un dialeetx) especial llamado agutaíno. El conyuvo se habla en las islas más próximas á la Pamgua. PRODUCCIONES. Ya las hemos indicado al hablar de algunos pueblos. Puede decirse, en general, que los habitantes de estas islas se dedican más bien á la caza » y pesca que á la agricultura, pues sólo se cultivan tierras para la pro- ducción de los alimentos de primera necesidad que se consumen en las mismas islas. Expórtanse algunas canas, que son buscadas, cera, y desde hace pocos años, cacao, cuyo cultivo va aumentando, y algunas cabezas de ganado. La industria consiste en la fabricación de vinos y tejidos de telas y de abacá, especialmente en Cuyo. En algunas de las islas se encuentra oro. CAPÍTULO VIL BISAYAS OCCIDKXTALES. [Mapas Nos. Kí y 20 del Atlas de Filipinas.] INTRODUCCIÓN. Las Bisayas, llamadas por los antiguos islas de Pintados, ocupan el centro del Archipiélago entre Luzón al N. , Mindanao al S. , el Pacíñco al E. y la Paragua al O. Hállanse situadas entre los 9^ 2' y 12° 39' de latitud N. y entre los 121° 48' y 125° 50' de longitud E. de Greenwich. La superficie total de todas las Bisayas es de 57,714 Kms. cuadrados y el número de habitantes 2,202,565. Dividimos todo el grupo en tres partes, que serán el objeto de este capítulo y de los dos siguientes, a saber: 1*. Bisayas Occidentales (Archipiélago de Romblón é isla Panay). 2^. Bisayas Centrales (Negros, Cebú y Bohol). 3*. Bisayas Orientales (Samar y Ley te). Diremos también algo de las islas adyacentes á estas principales al tratar de cada una de ellas. ARCHIPIÉLAGO DE ROMBLÓN. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL GRUPO. Comprende el archipiélago de Romblón las islas de Romblón, Bantón, Maestre de Campo, Sibuyán, Simara, Tablas é islotes adyacentes. Está rodeado por las islas de Marinduque, Luzón y Burlas al N., Panay al S., Masbate al E. y Mindoro al O., y comprendido entre los 12° 3' y 13° 4' de latitud N. y entre los 121° 34' y 122° 50' de longitud E. de Greenwich. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene unos 1,278 Kms. cuadrados de superficie con una población de 34,828 habitantes empadronados, los cuales son en su mayoría bisa^^as; en la isla de Tablas existen infieles de raza negrita y en la misma isla y en la de Romblón, infieles manguianes. ISLAS Y PUEBLOS. El grupo septentrional del archipiélago de Romblón está formado por las islas Maestre de Campo, Dos Hermanas, Bantón, Bantoncillo y 94 • BISAYA8 OCCIDENTALES. 95 Simara, las cuales fomian entre sí, y eon las costas de Mindoro al O,, Marinduque al N. y Tablas al S., canales muy limpios, muy profundos y muy conocidos y frecuentados por los buques de Filipinas, que en sus derrotas desde Manila, por el estrecho de isla Verde, se dirigen á las provincias de Iloílo, Negros y Cebú y al SE. del Archipiélago. El grupo meridional consta de las islas de Tablas, Koml)lón, Sibuyán é islotes próximos. MAESTRE DE (AMPO. Se halla esta isla á 11 millas al SE. de la tierra más próxima del elevado morro (jue forma el monte Dumali en Mindoro; es de forma circular con 3^ millas de diámetro, nuiy montuosa y de bastante altura. El principal fondeadero es Concepción y Sibali en la parte Sudeste de la isla. DOS HERMANAS. Son dos islas pequeñas, planas, de unos 4:2 metros de altura y nmy próximas entre sí, que se hallan al NE. i E. de Maestre de Campo, y á 5 millas de distancia la más al Oeste llamada Carlota. Se halla esta isla á 18 millas al E. de Maestre de Campo y á 7 millas al SE. de la isla oriental de las Dos Hermanas, llamada Isabel; tiene cerca de 4 millas de N. á S. lo mismo que de E. á O. , y es elevada, picuda y acantilada, excepto por su parte Sur en que se extiende un pequeño arrecife de piedras. En la costa oriental se abre una ensenada.^ en la que se halla el pueblo de Bantón, de terreno sumamente estéril, como el de toda la isla. Tiene 4,063 habitantes dedicados á la agricultura. Se produce tabaco en pequeña cantidad y no muy bueno. Hay una mina de yeso muy especial y otra de almagre muy inferior. BANTONCILLO. Islote situado al SO. de Bantón, estrecho y largo con tres cuartos de milla de N. á S. Se halla esta isla próximamente en la medianía del paso entre Bantón y la cabeza Norte de la isla de Tablas. Hay en esta isla un pueblo llamado Corcuera de unos 2,004 habitantes. Esta isla, estrecha y larga, se extiende de N. á S. entre el pequeño grupo Bantón y Bantoncillo al N. y la extremidad Noroeste de la isla de Panay al S., separando el paso SE. de Mindoro, llamado Tablazo de Cápiz, de que se tratará luego. Tiene 35 millas de extensión de N. á S. y unas 10 en su mayor ancho. Es montuosa y en su extremi4ad Norte 96 COROGRAFÍA. se halla el monte Cabezo de Tablas, de 733 metros de altura, el cual domina toda la isla. En la costa Sudoeste se halla el puerto y pueblo de Loog, el mejor de la isla. Tiene el pueblo 0,463 habitantes. Hay, además, en la isla otros varios pueblos como Tingarac, Parpagoja ó Salcedo, de 2,274 almas, y Odiungan, de 5,651, en la costa occidental; Badajoz, de 9,461, y Bantag en la oriental; Andayao en la del Noroeste, y Catalog en la del Sudoeste. Divide este isla el paso estrecho entre Panay y Tablas; es montañosa y picuda. HOMBLÓN. Se halla esta isla á unas 6 millas al E. de la parte Nordeste de Tablas. Tiene 8i millas de largo de N. a S. y 4i en su mayor ancho. Es montuosa y riquísima en cuarzo, mármol y pizarra. El puerto de Romblón en la parte occidental superior de la isla, aunque pequeño, es uno de los mejores de Bisayas. Delante del puerto se destaca la isla Lubung. En la punta Sabang hay una farola ó luz para orientar á los marinos en la entrada al puerto. Al pie de una gran montaña, en el fondo del puerto, está situado el pueblo principal de la isla, llamado Romblón, de 7,263 habitantes. Isla situada al N. de Lubung y á 7i cables de la costa Noroeste de Romblón. COBRADOR. Isla que demora á 1 milla al NNO. de Alad. Esta isla se halla situada en el centro del archipiélago; es montuosa, picuda, y casi en su centro se eleva, entre otros, un pico que domina toda la isla, llamado pico de Sibuyán; tiene de extensión de NO. á SE. cerca de 17 millas y 9i de NE. á SO. Sus ríos principales son tres: el Mabolog, que nace en el pico más elevado y cae hacia su parte Sudoeste en vistosas cascadas á un extenso valle, donde se enriquece con otros pequeños riachuelos y viene á desaguar en una extensa playa de arena á muy corta distancia al E. de la punta Mabolog, de la que toma el nombre. El Cambulayan tiene su origen en la falda oriental del pico Sibuyán, serpentea poi: las quebradas de varios montes que se encuentran en su curso y aumentando su caudal con varios riachuelos que se le reúnen, desagua al E. de la isla á muy corta distancia de la punta Cambulayan. El Nailog tiene su nacimiento en la mediana altura de un pico que está al NO., y muy inmediato al pico más elevado; se le reúnen varios BISAYA8 OCCIDENTALES. 97 pequeños riachuelos, y recorriendo el nife extenso valle que tiene la isla, desagua por el Norte en el centro de una ensenada con playa de arena entre las puntas Balaring y Padulog. Además tiene la isla otra infinidad de riachuelos, todos ellos, en general, con la mejor agua dulce que se encuentra en dicho archipiélago. La isla es sumamente fértil y tiene hermosas llanuras propias para diferentes cultivos; pero sus habitíintes, que viven en la mayor miseria, sólo siembran lo absolutamente indispensable para su existencia y recogen algún balate, carey y oro en los lavaderos del río Nailog. Los manguianes, que viven en las montanas, son bastante pacíficos, nada aficionados al trabajo y tan sucios (jue la generalidad de ellos van desnudos y llenos de toda clase de erupciones cutííneas las más repugnantes. Tiene la isla tres pueblos principales pertenecientes al distrito de Romblón, llamados Capidiocan, en la costa oriental, de 3,797 habi- tantes, Magallanes, en la costa Norte, de 1,744 y Azagra de 3,798. Ade- más de estos pueblos hay varias visitas esparcidas por las costas. En el interior hay monteses sin reducir de la raza de los manguianes. Al espacio de mar comprendido entre Romblón, Sibuyán, islas, próximas y Panay llaman los marinos Tablazo de Cápiz. IDIOMAS. Se habla generalmente el bisaya, excepto entre los manguianes que tienen su dialecto peculiar. PRODUCCIONES. En los diversos pueblos de este archipiélago se cultivan las tierras lo suficiente para atender al sustento de sus moradores. Se da algún tabaco de no muy buena calidad. Desde hace algunos años la exporta- ción de cóprax toma serias proporciones en Romblón. Se exporta almáciga que se recoge en Romblón y Sibuyán. Están algo explotadas las canteras de mármoles de Romblón. ISLA DE PANAY Y ADYACENTES. SITUACIÓN, LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DE PANAY. La isla de Panay pertenece al grupo de las Bisayas; está situada entre los 11° 55' (punta Tabún) y 10° 24' (punta Caducdulá) de latitud N. y entre los 121° 49' (punta Pucio) y 123° 9' (punta Blanca) de longitud E. de Greenwich. Al N. de ella se extiende el llamado Tablazo de Cápiz ó pequeño mar interior, comprendido entre Panay y las islas más chicas de Tablas, Romblón, Sibuyán y Masbate, como se ha dicho; al E. corre el estrecho de Concepción y de Iloílo que la separa de numerosos islotes próximos y de la isla de Negros, y al S. y al O. se extiende el importante mar, también interior, conocido con el nombre de mar de 22823 T 98 COROGKAFÍA. Joló Ó de Mindoro, que asimisino la separa de las islas de Negros, la Paragua, grupo de Cagayanes y arehipiélagos de Cuyos y Calainianes. Todos los islotes e islas adN^aeentes y algunos que no lo son, dept^nden gubernativaniírnte de los distritos provinciales en c^ue esta isla se divide. La isla de Panay representa en conjunto una forma groseramente triangular en que los tres lados del triángulo se arrumban de ONO. á ESE., de NE. á SO. y de NNO. á SSE. El aspecto general de esta isla es montañoso, aunque enriquecida de muchos 3" tendidos valles de gran fertilidad. EXTENSIÓN Y HABITANTES. La superñcie total es de 13,538 Kms. cuadrados, incluyendo las islas adyacentes, poblada por 756,786 habitantes empadronados, los cuales en su mayoría son bisayas. Se hallan algunos millares de intieles llamados mundos que moran en los montes, lo mismo quc^ los negritos que habitan algunas cordilleras. DIVISIÓN CIVIL DE LA ISLA EN PROVINCIAS Ó DISTRITOS. La misma disposición de las cordilleras hace natural la división de la isla en tres provincias ó distritos que son: Antique, Cápiz e Iloílo con la comandancia ó distrito de Concepción. PRODUCCIONES. Es ya notoria la feracidad del suelo de Pana}^; entre sus árboles se distinguen el molave, el ébano y el sibucao del que se exportan anual- mente grandes cantidades para la China; en los montes divisorios de Iloílo, en la isla de Guimarás y en la comandancia de Concepción hay mucha y muy buena madera; pero el distrito que sobresale entre los otros en riqueza forestal es el de Cápiz, en el que se cuentan hasta 87 especies de excelentes maderas de construcción. En sus bosques recógese gran cantidad de miel, cera y brea. No tiene gran importancia la riqueza minera de esta isla. Sospéchase que hay azogue; existe cobre, aunque se desconoce la situación de sus yacimientos; es probable que puedan encontrarse criaderos de hierro en algunos montes y hay muchos lugares en que se ha explotado ó se explota el oro, tales como los alrededores de Dumárao, Binatusan, Lansán, etc. Encuéntranse indicaciones de carbón ó lignito en los términos de Buruanga, Balete, Valderrama y otros puntos. Se explotan varias canteras, como las de Morobozo, Gutujan, Tinucúan é Igam; y hay también buenos mármoles y hermosas tonalitas, que pueden sustituir ventajosamente á los granitos. La cal es abundan- tísima y de buena calidad en el distrito el Iloílo, donde se explotan varias cántelas de una caliza de buen aspecto y bastante dura, parti- cularmente en Igbarás y en el monte Tinicoan. mSAYAS OCCIDENTALES. 99 So recoge en íil)undaiK'¡a algodón, maíz, cacao, pimienta, eaf(?, ta])ae(). eaña dulce y arroz, siendo estos dos últimos artículos de n)ucha consideración por su excelente calidad. En sus praderas, (pie ocupan gran parte de su sup(»rticie, se cría numeroso ganado: sólo en el distrito de Cápiz se cuentan nuus de 50,000 cabezas, la mayor parte carabaos; son nuiy estimados los caballos de Iloílo. I^os animales silvestres son bastante numerosos, particular- m(Mite los búfalos, venados, gansos, jabalíes y otros. Los ríos a])undan en caimanes, y en ríos y playas los ])escados y mariscos, encontrándose también (^1 carey. ISLAS ADYACENTES. Los principales islas adyacentes ó próximas á Panay son: En la costa Norte; Buracay, Taguadián, islotes Mobay, Tuat, 01uta3^a, Zapatos, Gigantes Norte y Sur ó Sibuluac-babay y Sibuluac-lalaqui. En la costa Este: Manigonigo, Nabunut, Balbagan, islas Gigantes, Binuluangan, Calaguan, Sicogon, Canas, Luginot, islas Bayas, Pan de Azúcar, Culebra, Malangaban, Danao, Sombrero, Tagó, Bulubadiangán, Tagubanhán, Anauayan, Calabazas, Siete Pecados, (juimarás, Lalunga, Nadúlao, Guiuanóp e Inampulugan. En la costa Oeste; Maniguín, Balbatan, Maralison é islas y arrecifes Cagayanes, ó sea, Cagayán, Cagayancillo, Caluga y Cavilli. Diremos brevísimamente algo de las más importantes. PAN I)K AZÚCAR. Esta isla próxima á la costa de Panay, es la mayor y la más sep tentrional de un grupo de cinco islas que se encuentran en la entrada Norte de la silanga de Iloílo. En su base tiene 4 millas de extensión, y de los dos picos notables que presenta, el mayor se eleva 621 metros sobre el nivel del mar. Tiene varios islotes en sus inmediaciones. SIETE PECADOS. Es un grupo de siete islotes ó de siete pedruscos que se encuentran á medio canal desde el banco Iguana y poco antes del recodo que forma la punta Norte de la isla Guimarás con la costa de Panay; el más alto de ellos sobresale sólo unos 8 metros fuera del agua y todos son acantilados. ÍJUIMARÁS. Esta isla se halla comprendida en la entrada Sur del estrecho que separa Panay de Negros y muy próxima y delante de la costa de Iloílo con la que forma la silanga de este nombre. El terreno es fértil y produce arroz, abacá, algodón, maíz y tabaco en corta cantidad. Los pueblos más importantes son: Buena Vista de 4,383 almas, Nagaba de 6,297 y una multitud de visitas. Los moradores de esta isla se hallan 100 COROGRAFÍA. dedicados á la agricultura y al beneficio de sus productos; también se dedican á la caza, á la pesca y á la elaboración de telas finas y ordina- rias. Hacia el SE. de Guimarás se hallan las isletas Nadulao, Lalunga, Inampulugan, Nauay, Guiuanón y Panabulon con varios islotes de escasa importancia. PROVINCIA Ó DISTRITO DE ANTIQUE. LÍMITES. Confina al N. con el distrito de Cápiz, al E. con el de Cápiz y el de Uoílo, y al S. y O. con el mar. EXTENSIÓN y HABITANTES. La extensión total de este distrito es de 482 Kms. cuadrados, de los cuales corresponden 27 a las islas próximas. El número de habitantes empadronados se hace ascender á 115,434. IDIOMA. El idioma es el bisaya, aunque algo modificado. PUEBLOS, VISITAS Y PARROQUIAS. Consta de 19 ayuntamientos, de los que pasan de 10,000 almas Siba- lón, Culasi y Pandan, y el de Antique tiene 10,929 habitantes. San José de Buenavista es la cabecera con 6,000 almas, situado al S. de la punta Dalipe, en terreno llano, hermoso y ameno, como lo indica el lisonjero nombre que lleva. Cuenta el distrito con los pueblos siguientes, además de la cabecera: Aniniy, de 5,100 almas; Antique, Barbaza, de 6,334, Bugason, de 12,097; Cagayancillo, de 2,316; Culasi, de 10,382; Dao, de 7,635; Egaña y Guisijan, de 3,086; Malupa, de 2,534; Pandan, de 10,037; Pat- nongón, San Remigio, de 2,976; San Pedro, de 6,190; Sebaste y Siba- lón, de 15,000; Tibiao, Valderrama y Caritan. Entre ellos figuran como principales Sibalón, Culasi, Pandan y Antique, antigua cabecera. Los barrios ascienden á 53 con 5 visitas y muchas rancherías de infieles reducidos. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. De pocos años a esta parte ha empezado a desarrollarse la agricultura, y hoy produce ya en cantidad considerable palay y caña dulce, y en menor cantidad abacá, sibucao, café, cacao y tabaco de excelente calidad. Como industrias auxiliares de la agricultura pueden citarse la gana- dería y la fabricación del azúcar. La industria propiamente dicha se reduce a la fabricación de tejidos de pina, jusi y sinamay, que sostiene á unas 12,000 tejedoras ocupadas en 7,000 telares. El comercio interior es escasísimo. El exterior se verifica por medio de pequeños barcos de cabotaje que exportan á Iloílo y á Manila azúcar, abacá, arroz BISAYAS OCCIDENTALES. 101 y telas, en gran cantidad; y en pequeña, sihueao, cueros, etc. 1a\ importación ascendió en 1870 a !^T,378 picoi^ y la exportación a 197,809. Se encuentran en los bosques ricas y variadas maderas de construc- ción y ebanistería, tales como el niolave, ipil, bañaba, dungón, alin- tatao, narra, etc. Ademán, se extraen en bastante abundancia breas, resinas, almácigas, cera y miel. En las inmediaciones del pueblo de Antique se encuentran criaderos de carbón, si bien á mucha profundi- dad, y en la gran cordillera criaderos de metales, así como grandes l)ancos de mármol de distintos colores y de estructura más 6 menos fina sin explotación. En la isla de Nugas se encuentra sigay en alguna abundancia. F]n la estación seca puede transitarse con comodidad por los caminos del distrito, pero durante las lluvias se ponen en su mayor parte intransitables para carruajes. Existen dos carreteras generales que comunican respectivamente con los distritos limítrofes. La una parte del pueblo de San José, recorre todos los pueblos del Norte y une este distrito con el de Cápiz por el pueblo de Navas. La otra parte taml)¡en de San José, y siguiendo por Antique, lo une con Iloílo por el pueblo de San Joaquín. Estas carreteras se hallan interrumpidas en las cordilleras de N. á S. y quedan reducidas á senderos más ó menos accesibles, según la época del ano. PROVINCIA Ó DISTRITO DE CÁPIZ. f^XTENSIÓN Y SUPERFICIE. Hállase este distrito en la parte Norte de Panay y confina al N. con el mar desde la punta Bulacaue hasta la punta Naisog, al SE. y S. con la cordillera que lo separa del distrito de Iloílo y al E. con las montañas que forman la línea divisoria con el distrito de Antique. Comprende este distrito las islas Cárabes con Buracay y los islotes Tabún, Malaya, Maraoa, Mahabang na Pulo, Masulag, Tuad, Bato ang Baga, Mantalinga, Olutaya, Magatalijan, Nagtig y algunos otros. Su superficie es de 4,547 Kms. cuadrados y la de sus islas 55. ASPECTO GENERAL DEL DISTRITO. El terreno es en gran parte llano, bajo y muy expuesto á frecuentes inundaciones, excepto en los pueblos de Banga, Buruanga, Jamindán y Sapián, situados en las faldas de los montes; todos los demás ocupan extensas llanuras de asombrosa fertilidad á causa del gran número de ríos y arroyos que los bañan. NÚMERO DE HABITANTES. La población asciende á 224,000 habitantes, aunque no es fácil pre- cisarla, por estar mucha gente diseminada en los montes de Balete, Ibajay, Libacao, Madalag y Tapas, sin reconocer más autoridad que la de sus caciques. 102 CORüGKAFÍA. PUEÍ3LOS, VISITAS Y TARIiOQUIAS. La cabecera es Cápiz, situada en la boca del río Panay, con unos 22,000 habitantes; su perspectiva es deliciosa, con terreno llano, atra- vesado por buenas calzadas que facilitan la comunicación con Iloílo y Antique. Para defensa propia tenía una pequeña fortaleza guarnecida por un destacamento. Es estación telegráfica. Los otros pueblos son: Balete, Banga, Batan, Buruanga, Calivo, Cuartero, Dao, Dumalag, Dumárao, Ibajay, Ivison, Jimeno, Jamindán, Jaguaya, Lezo, Libacao, Loctugan, Mayon, Macato, Madalag, Malínao, Mambúsab, Navas, Numancia, Panay con 16,672 habitantes, Pilar con 14,448, Pontevedra de 11,800, Pauitan, Sapián, Sigma, Tangalan y Tapas. PRODUCCIONES, INDUSTRIA, (COMERCIO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Sus productos forestales son abundantísimos, contándose 87 especies de maderas de construcción, aunque son muy escasas en la cabecera y pue- blos del litoral. Explótanse, además, breas y resinas de varias clases. La agricultura va tomando gran incremento de algunos anos a esta parte, figurando entre sus productos el arroz, el azúcar, el tabaco, el abacá, el añil, el cacao y el maíz. Tiene alguna importancia la industria, espe- cialmente por la fabricación de alcoholes, para la cual cuenta con algunas fábricas en grande escala que producen al año más de 2,550,000 litros. La construcción de bayones para envase constituye uno de los objetos importantes de su industria y comercio, y las manufacturas de sombreros y petacas de palma, así como de los tejidos de seda, algodón y abacá, se hallan bastante generalizadas. El comercio es poco floreciente. Las transacciones se verifican en las ferias que semanalmente tienen lugar en todos los pueblos en días determinados, siendo los principales artículos de este comercio el palay, el abacá, la pina en fibra, los tejidos y el pescado seco. La exportación se hace en barcos de cabotaje. La ganadería figura entre la riqueza del distrito con 45,624 cabezas de un valor aproximado de 324,504 pesos fuertes. Los caminos se hallan en buen estado durante la esta- ción seca; en la de lluvias se ponen casi intransitables para carruajes. En algunos puntos del distrito hay minas de oro y otros metales. PROVINCIA Ó DISTRITO DE ILOÍLO. LÍMITES Y ASPECTO GENERAL DEL DISTRITO. Abraza este distrito toda la costa Sudeste de la isla de Panay desde la punta Nordeste de Bulacaue, en los 11^ 87' de latitud N., hasta la del Sur ó Nasog en los 10° 24' de latitud N., con un desarrollo de litoral de 140 millas. Tiene al N. el distrito de Cápiz, al E. el estrecho e isla de Guimarás adscrita á Iloílo, al O. la provincia de Antique y al S. el mar de Mindoro. BISAYAS OCCIDENTALES. 103 Portoneeen á este distrito las islas de Guiíiiarás é Inainpulugaii con los islotes Xadúlao, Laliinga, Nauay, Nalibás, Nagárao, Susan, (luiíia- nón, Panabulon, Ijiisarán, Tandog, Babalod, Tiniguiban, grupo de Siete Pecados y otras mas insignificantes todavía. El aspecto general de este distrito es el de un hernioso parque, bien cultivado y s(un])rado de casas de buen aspecto y cómodas, á las que prestan som])ra hermosos frutales; los pueblos son casi todos grandes, limpios, y con ])uen caserío. En ninguna otra provincia ó distrito son tantas ni tan buenas las iglesias, todas de piedra y de bastiinte buen gusto arquitectónico, siendo verdaderamente notable el cementerio de Janiuay. Ningún otro distrito esta üimpoco tan cruzado por tantos y tan bien conservados caminos y calzadas. SUPERFICIE Y HABITANTES. Se cree ser de 355 Kms. cmidrados, sin contar los H0(\ que se atribu- yen á la comandancia de Concepción, (pie, como diremos después, pertenece á este distrito. La superficie de sus islas e islotes es de unos 598 Kms. cuadrados. Este distrito es, después de Manila, el más poblado del Archipiélago, pues, según el Censo Oficial de 1887^ sus habitantes ascienden á 423,462. En todos los pueblos, especialmente los playeros, hay muchos mes- tizos, europeos y chinos, y una numerosa colonia china esparcida por todo el distrito. En los montes de las divisorias de Cápiz y Antique se encuentran algunas, aunque escasas y miserables, familias de negritos ó actas, que van disminuyendo rápidamente. Mucho más numerosas é importantes son las tribus y familias de indios monteses, realmente bisayas de raza, lengua y costumbres, procedentes en gran parte de prófugos de otros pueblos. IDIOMA. Como en todo el resto de la isla se habla el bisaya. PUEBLOS, VISITAS Y PARROQUIAS. El pueblo, capital del distrito, lleva el mismo nombre de éste. Situado Iloílo en la costa Sudeste de Panay forma un puerto excelente y abriga- dísimo para buques de 15 pies de calado. La población es de planta irregular y sus dos calles más importantes siguen el curso del río; su caserío es bueno y mejora con rapidez. Según el Cejiso Oficial de 1887^ el número de sus habitantes era de 11,884. Después de Manila, es la población comercial más importante de Filipinas, tanto en la exporta- ción, como en la importación de productos. Además, gozaba, como Manila, de un ayuntamiento, de un establecimiento de crédito y casas de baño; tiene buen puerto y policía urbana y de seguridad. Entre sus edificios descuella la casa-gobierno por su construcción, lo mismo 104 COROGRAFÍA. que la iglesia, la capitanía de puerto, el convento y la cárcel. La ría de Iloílo es un brazo de mar, que, después de penetrar en la cabecera y recorrer los pueblos de Molo, Arévalo y Otón, vuelve á desembocar en el océano, permitiendo la entrada en todo tiempo á embarcaciones mayores, al par que les proporciona excelente abrigo contra los vientos del I"", y 3". cuadrantes. Fabrícanse aceite, vinagre, vino de coco, cal, esterillas y otros obje- tos de palma muy estimados. Jaro, antiguamente Santa Isabel, que cuenta con 13,070 habitantes, está situado en terreno llano, sobre la orilla derecha del caudaloso río de su nombre, río navegable hasta para pontines y barcos de cruz; goza de un puerto comodísimo para embarcaciones de cabotaje y de un puente de piedra. Se fundó el pueblo en 1584 ó 1585 y dista de Iloílo 4 Kms. Es sede episcopal, desmembrada de la de Cebú por Bula de Pío IX en 1865. Tiene una buena iglesia catedral, palacio episcopal, seminario conciliar y otros edificios particulares muy suntuosos. Contaba, al igual que Iloílo, con un ayuntamiento. Los otros pueblos del distrito son : Alimodián, Anilao, Arévalo, Barotac Nuevo, Barotac Viejo, Báñate, Buenavista, Cabatúan de 20,035 habitantes, Calínog, Córdoba, Dingle de 12,098, Dueñas, Du- mangas de 15,178, Guimbal, Igbarás de 11,359, Janiuay de 26,460, La Paz, Lambúnao, Leganés, León de 14,714, Lucena, Maasin, Mandurriao, Miagao, Mina, Molo, Nagaba, Otón de 13,883, Passi de 14.688, Pavía de 6,328, Pototan de 15,939, San í^nrique, San Miguel, San Joaquín de 13,649, Santa Bárbara de 19,717, Tigbauan de 16,850, Tubungan. Zárra- ga y la visita de Navalás. PRODUCCIONES É INDUSTRIA. La cosecha principal de este territorio es la de caña dulce, trigo, maíz, arroz, café, cacao, tabaco, abacá y varias hortalizas; los labradores son 37,552. Se conocen minas de oro y otros metales, así como canteras de piedra fina. Los ilongos hacen muy finos y notables tejidos de pina, jusi, sinamay y telas de algodón. Tiene la provincia abundantes y muy buenos pastos; todos los pueblos crían vacas, carabaos, carne- ros y caballos, que son considerados como los mejores de las Islas. Hay 153,439 cabezas de ganado, la mayor parte vacuno. El puerto de Iloílo es el segundo del Archipiélago en actividad comercial, así de alta mar como de cabotaje; fué habilitado para el comercio universal el año 1855. Además de las importantes cosechas del azúcar, las tiene Iloílo muy buenas de arroz y tabaco; su industria es notable por sus manufacturas de tejidos de pina lisa ó labrada al telar, de seda y algodón, seda y pina y de solo algodón ó abacá; se cuentan más de 30,000 telares en dicha provincia. BISAYAS OCCIDENTALES. 105 DISTRITO Ó COMANDANCIA DE CONCEPCIÓN. EXTENSIÓN Y LÍMITES. Esta comandancia es dependiente del distrito de Tloílo; hállase situada en el extremo NNE. de Panay. Dependen de ella las islas de Binuluangan, Calaguan, Sicogon, Pan de Azúcar. 'Fago. Bnlubadiangán y Tagubanhán y los islotes Calabazas, Bayang, Nasiducan, Buri, 8alog, Binauan, Anauayan, Bagal)u, Som- brero. Diinao, Malangaban, Buglug, Bitad, Magoisi, Culebra, Panga- noncolangán, Bayas, Tumaquín, Cañas, Luginot, Adialayo, Tabugún, Pulupinta, Talunanáun, Balbagan, Nabunut, Manigonigo, Gigante Norte ó Sibuluac-babay, Gigante Sur 6 Sibuluac-lalaqui, Uaidajóu, Bantigui. Cabayao, Antonia y algunos otros más pequeños. La extensión, del que podríamos llamar continente, es de 800 Kms. cuadrados y la total de las islas 107. NUMERO DE HABITANTES. Según la Guía Oficial de Filipinas 2K(r a d año 1897^ asciende á 38,982 el número de sus habitantes. PUEBLOS, VISITAS Y PARROQUIAS. Concepción, que es la cabecera, de más de 4,000 habitantes, posee un excelente fondeadero. Ajuy, con su visita de Colasi, de 6,228, Balasan, Caries, Lemery, San Dionisio, Sara de 11,740, Batad y Estancia de 12,564. PRODUCTOS É INDUSTRIA. Los productos son los comunes á todo Panay. La industria consiste principalmente en beneficiar las haciendas azucareras, especialmente en Ajuy. CAPÍTULO VIH. BISAYA8 CENTRALES. [Mapas Nos. 21, 22 y 23 del Atlan de Filipinas.] ISLA DE NPXtROS. LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO. La isla de Negros pertenece al grupo de las Bisayas y está compren- dida entre la de Panay al O. y la de Cebú al E. ; se presenta en forma prolongada de N. á S. con extenso, alto y redondeado frontón en su parte SO., donde yace el codillo de Sojotón. Sus límites son: al N. el mar de Bisayas, al S. el que la separa de Mindanao, al E. el canal que la separa de Cebú y al O. el mar de Joló. ASPECTO. Las estribaciones de la cordillera central ó divisoria de la isla for- man hermosos y grandes valles, de los cuales sólo se hallan habitados los de la parte del Oeste, desde Sojotón hasta Silay al N. y al NE., en donde las llanuras se pierden de vista y se hallan entrecortadas por los ríos más caudalosos de la isla. Aunque muy accidentado el terreno, es muy fértil la parte cultivada á causa de los numerosos ríos que la fer- tilizan. El centro de la isla permanece aún inexplorado. Sus costas son bastante regulares, y muy acantiladas las del Sur y Este, presen- tando pocas ensenadas y ningún puerto. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene unos 220 Kms. de largo por 87 en su mayor ancho en el referido codillo dé Sojotón, 3^ una superficie de 9,341 Kms. cuadrados. La población de la isla asciende á 240,000 habitantes; unos son bisayas y otros panayanos. IDIOMAS. La lengua más general es la bisaj^a; entre los infieles y monteses el panayano. PRODUCTOS. Esta isla produce con abundancia el mejor cacao de las Bisayas, como también cera, arroz, trigo, maíz, cana de azúcar, café, tabaco, algodón, abacá, bagó, sibucao, etc. Abunda el ganado vacuno, caballar, de cerda 106 BISAYAS CENTRALES. Iü7 y caral)allar. En sus bosques se encuentran buenas maderas de cons- trucción, entre ellas la teca. Sus costas abundan en pescado, care}', balate, gulamán, lagán, etc., pero los naturales son poco aficionados al trabajo, y no se dedican á esta clase de industria. En la costa oriental y en frente de los montes IJling y Alpaco de la isla de Cebú, se han encontrado recientemente afloramientos de carbón. Su industria so reduce á tejidos de abacá y de palma. DIVISIÓN EN PROVINCIAS. íl^ta isla se ha dividido recientemente en dos provincias, á saber, Negros Occidental y Negros Oriental. NEGROS OCCIDENTAL. LÍMITES. Tiene al N. las islas de Sibuyán y Romblon, al Vj. Negros Oriental, al S. Mindanao y al O. la isla de Panay, ocupando por consiguiente este distrito, como lo indica su misma denominación, la banda occidental de la isla, desde el mar hasta la línea divisoria de las aguas de la gran cordillera central, más la región septentrional. ASPECTO. Este distrito es muy fértil y gracias al constante trabajo y á los adelantos introducidos por los muchos europeos allí establecidos, puede colocarse casi al frente de todos los del Archipiélago. Son sin número las máquinas de vapor, hidráulicas y de sangre, así como los aperos de labranza para el cultivo de los campos y extracción del azúcar. Contribuye al desarrollo del comercio una calzada general para carruajes que une todos los pueblos entre sí. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Tiene 5,800 Kms. cuadrados, y sus habitantes ascienden á 231,512. PUEBLOS. Bacólod, situado en la parte litoral de la isla y en terreno desigual, cuenta con 11,624 habitantes y es la cabecera. Posee muy buenos edi- ficios así públicos como privados, distinguiéndose la iglesia, el convento, la casa-gobierno, el tribunal y varios otros de buena construcción. Los demás pueblos son: Arguelles, Bago de 13,390 almas, Binalbagan, Caban- calan, Cádiz Nuevo, Calatrava, Cauayan, Dancalan, Escalante, Granada, Ginigaran de 13,620, Guilhungan, Guimbalaon de 11,670, Ilog, Isabela con 12,310, Isio, Jimamaylan, La Carlota con 12,117, Manapla, Minu- lúan de 12,132, Murcia, Pontevedra con 10,901, San Enrique, Saravia, Silay con 13,780, Suay, Sumag, Tolón y Valladolid. 108 COEOGEAFÍA. NEGROS ORIENTAL. LÍMITES. Confina al N. y O. con el distrito de Negros Occidental, al E. con las islas de Cebú y Bohol y al S. con Mindanao. EXTENSIÓN Y HABITANTES. Mide 3,541 Kms. cuadrados y cuenta, según el último censo, con 140,489 habitantes. PRODUCTOS É INDUSTRIA. Este distrito no es, a la verdad, tan fértil como el anterior, con todo, la laboriosidad de los naturales, estimulada por los europeos, hace que se coseche caña dulce, abacá, palay, cacao, cafe y algodón. La industria consiste en la molienda de la caña dulce y fabricación de bayones para el empaque del azúcar. Es notable la de almohadas de algodón, de las que cargan gran cantidad los vapores. PUEBLOS. Dumaguete, situado en la costa Sudeste de la isla, próximo á la desem- bocadura del río y en terreno llano, es la cabecera del distrito; sus habi- tantes son 14,352. Los demás pueblos son: Amblan, Ayungon, Ayu quitan, Bácong de 10,129 almas, Bais, Bayauan, Dauin, Guijulugan, Jimalálud, Manjúyod, Nueva Valencia, Siaton, Sibulan, Tanhay con 11,743, Tayasan, Tolón y Zamboanguita. ISLAS PRÓXIMAS. Casi ninguna isla de importancia se halla al rededor de Negros. Muca- bog es una isleta de media milla de extensión, que se halla á 2f millas al NE. de la punta Sagay y divide en dos canales el paso del Tañón. En el estrecho del Tañón, cerca de la costa oriental de Negros, se halla la isla y fondeadero del Refugio, á 1 milla de la costa, delante de la punta Tabón. Es alta por su parte Norte y tiene 1^ millas de largo de N. á S. y 1 milla de ancho de E. á O. Las islas Bais son dos comprendidas en la ensenada de este nombre. La isla Apo se halla á unas 3i millas al S. 77° E. de la punta Zamboanguita. Hacia el SO. no hay más que los islotes Dajugan y Agutayan. ISLA DE CEBÚ Y ADYACENTES. SITUACIÓN, LÍMITES Y CONDICIONES GENERALES DE CEBÚ. Forma parte del grupo de Bisayas y hállase situada precisamente en el centro de ellas. Está comprendida entre los 9° 25' 46'' (punta Tañón) y los 11° 16' 37" (punta Bulalaqui) de latitud N. Tiene al N. la isla de Masbate, al S. la de Siquijor, al E. las de Leyte, Camotes, Mactán y BISAYAS CENTRALES. 109 Bohol y al O. las do Batayán y Negros. Su costa oriental está bañada por el mar llamado de Cebú, y la occidental por el estrecho del Taíión que la sepam de Negros. Sus contornos son bastante irregulares, pre- sentando la isla una forma estrecha y alargada en la dirección de NNE. á SSO. EXTENSIÓN. La longitud máxima de la isla, desde la punta Tañón á la punta Bula- laqui, es de 216 Kms., y la mayor anchura de 3(), contados desde la punta de Balambán á la de Bagácay. La superficie es de (3,582 Kms. cuadrados, incluyendo las islas próximas. POBLA(^IÓN. Según datos publicados por el Boletín de Cebú^ la población, á prin- cipios de 1888, era de 518,032 habitantes, distribuidos entre 52 pueblos. La población relativa alcanza, por lo tanto, en Cebú una cifra impor- tante, por ser de más de 123 habitantes por kilómetro cuadrado. IDIOMA. El idioma es el bisaya cebuano. I>UEBLOS. La cabecera es Cebú, situada en la costa oriental de la isla, con clima cálido, que, aunque constante, es sano. Su puerto es magnífico, formado por las islas de Mactán y Opón que lo abrigan de todos los vientos. El terreno de los alrededores es llano, pero pedregoso y arenisco. Constituyen la ciudad unos 2,000 edificios, ascendiendo el número de sus habitantes á 14,800. Las calles son de trazado bastante regular y espaciosas, mas carecen de empedrado. La casa del gobierno es un edificio bastante bueno. El palacio episcopal merece también ser mencionado por el gusto con que se halla adornado interiormente, aunque es pequeño. La catedral, terminada á fines del siglo pasado, es un templo suntuoso. En el se conserva la cruz, que, según tradición, clavó Magallanes en Cebú al posar en él su planta. La iglesia del convento de agustinos calzados e^ magnífica; el convento de los Padres Recoletos y el seminario conciliar de San Carlos, antes colegio de la Compañía de Jesús, son dignos de mención. Corta la ciudad un ria- chuelo de escasa importancia, pero hállase aquélla perfectamente surtida de aguas. Frente á la ciudad, hacia el Este, se divisa la isleta de Mactán, donde terminó sus días, víctima de su valor, el insigne Magallanes. En las afueras de la ciudad hay un buen cementerio, un espacioso hospital para leprosos y una fortaleza artillada. Los pueblos que comprende este distrito son : Alcántara, Alcoy, Alegría, Aloguinsan, Argao de 34,252 almas, Asturias, Badián, Barili, lio COROGRAFÍA. Balambán, Bagó, Boljoón, Borbón, Carear de 34,096, Carinen, Catmón, Compostela, Consolación, Córdoba, Daán-Bantayán, Dalaguete de 20,257, Danao, Dumanjug, el Pardo de 10,007, Ginatilan, Liloan, Ma- dridejos, Malabúyoc, Mandaue, Medellín, Moalboal, Minglanilla de 10,767, Naga de 16,519, Nueva Cáceres, Oslob, Pilar, Pinaniungajan, Ronda, Sambúan, Santander, San Fernando de 18,811, Santa Fe, San Francisco, San Nicolás, Sógod, San Remigio, Sibongan de 21,931, Tagobón, Tudela, Talanibán, Talísay de 19,229, Toledo y Tuburan. PIIODUCCIONES, INÍ)USTRIA Y COMERCIO. Los montes dan buenas maderas de construcción, abundan las aves y reptiles y hay caza de venados y puercos de monte. Las principales cosechas son: arroz, cacao excelente, maíz, azúcar regular, algodón, legumbres y frutas, pero la escasez de lluvias y la falta de terreno apto para el cultivo, hacen que la agricultura no pueda adquirir el desarrollo que en otros distritos. En sus costas se cría la tan celebrada Regadera de Cebú, única en su género, y también el rarísimo y nuiy buscado molusco Gloria maris. Descubriéronse en 1827, y antes que en ninguna otra parte del Archi- piélago, minas de carbón de piedra, siendo sus principales criaderos: Alpacó, Uling, Guilaguila, Naga, Danao y Compostela. Los múlti- ples experimentos hechos con estos carbones permiten asegurar que, si bien inferiores a las hullas inglesas, son perfectamente aplicables á la navegación y a la industria, pudiendo considerarse como superiores á los de "Australia. Encuéntranse también galenas auro-argentíferas hacia el centro de la isla, en los sitios de Panapog, pueblo de Con- solación, Acsubing, Búntam y Talambán; no faltan, además, aluviones auríferos, conservándose aún vestigios de antiguos lavaderos. La industria cebuana se reduce á la elaboración del azúcar, á la de la tuba ó vino fermentado del cocotero, á la de la sal en salinas marítimas, á la alfarería en los pueblos vecinos á la capital y á los tejidos de seda, pina, sinamay, bayones y amacanes de abacá y algodón; son célebres los hojaldres y quesos de Cebú. Sostiene Cebú un comercio de cabotaje de bastante importancia con Manila, Camiguín, Bohol, Negros, Surigao y Cagayán de Misamis. Los puertos de embarque más conocidos son: Bagó, Carmen, Danao, Cebú, Carear y Argao al E. ; Bantayán, Tuburan, Balambán y Barili al O. En la costa oriental hay una calzada que pone en comunicación la ciudad con 21 pueblos y en la oriental otra, no menos excelente, para enlazar los varios pueblos entre sí. > X X X o w h3 BI8AYAS CENTBALES. 111 ISLAS ADYACENTES. COSTA ESTE. Cap!ta7)c!llo, — Isloto situado á 2^ millas al E. de la punta Saac, es de fio'uiíi circular eon alg-unos ár])oleí!¡; el islote Calanganián se halla á 12 millas ENPl de la punta Nailon, y easi al ONO. de la boca del puerto de Palonipon en la isla de Leyte. Hay una luz tíja blanea en la punta Bagácay. Mactdn. — Isla famosa en la historia, situada enfrente de la eosta del pueblo de Cebú, muy rasa y casi toda ella un manglar que se inunda en las grandes mareas quedando poco terreno seco, el cual está lleno de cocales. En esta isla se halla el pueblo de Opón de 12,745 habitantes, dedicados exclusivamente á la pesca y al trabajo de las salinas. OJango, — Isla situada al E. de Mactán, de escasa importancia. Smnilón, — Se halla esta isla á unas 3 millar al ENE. de la punta Tañón y dista poco más de 1^ millas de tierra; tiene unos dos tercios de milla en su base y 54 metros de altura, es limpia y acantilada, con playas de arena y frontones de piedra. COSTA OESTE. Bantayán. — Demora esta isla al O. de la extremidad Norte de la isla de Cebú y á unas 17 millas al NE. de la isla de Negros; es de poca altura y sus tierras más elevadas se encuentran en su centro y sobre la parte media de la costa oriental. Tiene 10^ millas de largo de NNO. á SSP]. y unas 4 millas de ancho. Las nueve islas, que com- ponen el grupo que se halla sobre Bantayán, §stán rodeadas de bajos que quedan en seco en las grandes bajamares y permiten pasar de unas á otras á pie enjuto. Las islas Jilan tangán son dos islas, de las cuales la mayor se halla 2^ millas al N. de la punta Ogtón y la menor entre ella y la costa. El pueblo de Bantayán es el más importante de los de la isla y está situado en la parte Sudoeste de su costa, á orillas del mar, sobre una lengüeta de arena. Tiene más de 14,400 habitantes junta mente con las visitas de Ogtón y Lauis, los cuales están dedicados enteramente á la pesca de perlas, nácar, carey, balate, gumalán y lagán. Islas Doong. — Estas islas se extienden 10 millas al SO. desde la punta Pásil de Bantayán en dirección á la punta Sagay de la isla de Negros. Son de escasa importancia. COSTA NORTE. Guintacan. — Esta isla se halla entre Lauis, extremidad Norte de la isla de Bantayán, y la punta Candaya, extremo Oeste de la cabeza de Cebú. Es rasa y cubierta de arbolado, estrecha y larga con 6i millas de extensión de N. á S. Jihitnil, — Isleta situada á una milla delante de la punta Cáuit; es de mediana altura y de cerca de 2 millas de extensión de N. á S. 112 COROGRAFÍA. Malapascua, — Esta isla, que los naturales llaman Lu^on, so halla situada a unas 3 millas al NE. de la punta Bulalaqui. ¥a\ las costas de esta isla abunda el balate y el earey. I^as orillas están cubiertíis de árboles sabinos, conocidos en el país con el nombre de agojos ISLA DE BOHOL Y ADYACENTES. LÍMITES T)K BOHOL. Pertenece al grupo de Bisayas, y s(^ halla situada entre las de Cebú al O. y Leyte al NE. ASPECTO GENERAL DE LA ISLA. , El interior de la isla es montañoso, y sus costas, bajas y arenosas por regla general, no ofrecen seguridad a los buques, pues, aunque se encuentran algunos puertos ó ensenadas, no pueden entrar en ellos las embarcaciones de gran calado. Son dignas de verse, en el centro de esta isla, unas cuevas espaciosas con grandes galerías subterráneas, adornadas de caprichosas estalactitas y estalacmitas. Están agregadas al distrito de Bohol las islas de Siquijor, Panglao y Lapinín. EXTENSIÓN. La superficie del distrito es de 2,380 Kms. cuadrados. POBLACIÓN. El número de almas en el*distrito asciende á 260,000. Los boholanos son activos y emprendedores, y en esto se distinguen de los demás habitantes del Archipiélago. La esgrima á lanza de los boholanos es tan famosa, como la moruna á campilán, y su valor les ha hecho en todo tiempo temibles á los moros. IDIOMA. Se habla el bisaya, si bien con algunas modificaciones locales, que hacen se le dé el sobrenombre de bisaya boholano. PUEBLOS. La cabecera es Tagbilaran, situada al SO., frente á la isla de Panglao, de la cual la separa un estrecho. Tiene 9,471 habitantes. Los demás pueblos son: Alburquerque, Anda, Antequera de 11,254 almas, Baclayón, Balilijan, Batuanan, Calapé de 10,100, Candijay, Carmen, Catigbían, Corella, Corte, Dimiao, Duero, García-Hernández, Getafe, Guindulman, Inabanga de 10,543, ípil, Jagna de 12,700, Lila, Loay, Loboc de 10,900, Loón de 19,006, Maribojoc de 10,700, Sevilla, Sierra- Bullones, Talibon, Tubigón de 14,272, Ubay, Valencia y Vilar. HISAYAS (KNTHALKS. 113 rK()in'(( lONKS, INDI STKIA Y VÍAS DK ( OMlTNir^l^lÓN. El suelo iK) í\s iiuiy fértil; pero eoii el asiduo trabajo se produce bas- tante arroz, eate, tabaco, al^^odoii, maíz, mijo, camoto y otras muchas plantas alinuMiticias y útiles, abundando también las maderas de cons- trucción. Se encuentran indicios de la existencia de fosforo de hierro, c()hr(» y hulla. Hay varios manantiales de a^uas minerales. La indus- tria (\sta reducida a tejidos de diferentes clas(\s, como telas de seda, pina y alo'odon. manteles y servilletas de nuicha duración, principalmente del llamado sinaniay y las preciosas esterillas del junco llamado ticoy; fabrícanse. además, pan "muy sabroso, ricos bizcochos y rosquetes. Exportase^ vino de coco, balate, cera, sigayes y perlas. Los pueblos del interior conumícanse entrc^ sí por caminos d(* herradura; casi todos los díMuás por medio de carretearas asaz cómodas para carruajes. ISLAS PRÓXIMAS. COSTA NORTK. Se hallan las islas Pandan, Cabulan al NNO. de la punta I^auis, Bana- cón, Mahanay, Jandayan, Tambú y Jau con otra multitud innumerable d(^ islotes, rocas y arrecifes diseminados en fiTnte de la costa Norte. Lapinín. — Hacia el NPl se halla la isla Lapinín ó Minoc separada de Bohol por un estrecho canal. Es rasa, cubierta de maleza y de 8 millas le longitud. Tiene una islita al SE. de la extremidad Norte llamada Tinuíbo. Lapinín Chico está casi unido á la costa Sudoeste de Lapinín Grande. COSTA ESTE. En esta costa se hallan sólo las isletas Tintiman, Lumittis y Tabón. COSTA SUR. La costa Sur es mucho más despejada y limpia que la del Norte. Sólo se levanta en ella la isla Pamilacan hacia el SSE. del canal de Tagbilaran. COSTA OESTE. Panglao, — Es una isla pegada al SO. de Bohol, pues, aunque la separa el canal de Tagbilaran, á marea baja se puede pasar de una á otra á pie enjuto por la parte SE. del canal. Tiene los pueblos de Panglao al SO., de 6,855 habitantes y Dauis al NE. de 7,985. La costa es desabrigada y no ofrece punto alguno en que pueda estarse al ancla. Al SO. de Panglao se levanta la islita Balicasag. Las isletas Sandingan, Cabilao y Calapé se hallan enfrente de la costa que corre desde Loón á Calapé. Síquijor. — Es la isla más importante y poblada de cuantas rodean á Bohol. Está situada al SE. de la parte inferior de Negros y casi al 22823 8 114 COROGRAFÍA. S. del estrecho que separa Cebú de Bohol á unos 28 Kms. al SE. de la entrada Sur del estrecho del Tañón. Es de poca altura, de tierras muy quebradas y está formada por un monte central por cuyas faldas corren las aguas en todas direcciones formando nmltitud de pequeñísimos arroyos que fertilizan la isla; al NE. de este monte central se encuentra el monte Gudtingan, cuyas caídas al N. y al E. forman las puntas de Sandugan y Daquit. Esta isla tiene 27 Kms. en su mayor extensión de ONO. á ESE. y 20 de N. á S. Las producciones de la isla son : tabaco de superior calidad, arroz y maíz, que apenas cubren el consumo anual de la población, el abacá y buen cacao, que lo cambian por cera y algo- dón. También exportan tejidos gruesos de abacá y recogen algún carey, balate y nidos de salanganas de clase inferior. Los principales pueblos son: Siquijor de 11,695 habitantes, con buen puerto, el mejor de la isla, Canoan de 10,695, Lacy de 7,629, San Juan de 6,171 y María de 5,556. Es esta isla de las más pobladas entre las de su tamaño, pues la den- sidad de población es de unos 88 habitantes por Km. cuadrado. CAPITULO IX. BI8AYAS ORlE]S^TAJ^ES. [Mapas Nos. IS. 19 y ;^Ü del Atlas do Filipiíuus.] ISLA J)K SÁMAK Y ADYACENTES. LÍMITES Y ASPECTO (JENERAL DE SAMAR. Esta dilatada isla, llamada antiguamente ll)aha(), es la más oriental de las Bisayas. Hállase situada al SE. de la i)arte extrema sudorien- tal de la isla de Luzón, de la que la separa el estrecho de San Bi^rnardino. Hacia el SO. se halla separada de la isla de Ley te por el angosto estrecho de San Juanico, que corre de N. á S., comprendido entre varias porciones de la costa SO. de Samar y NE. de Ley te y los dos brazos de mar llamados mar occidental de Samar el del Norte, y bahía de San Pedro y San Pablo el del Sur. El mar occidental de Samar es el seno que se forma entre la costa Oeste de la isla de Samar, la costa Norte de Ley te y la costa Este de Masbate; en él se hallan las islas llamadas Bili- ran, Parasan, Buad, Maripipi, Canahauan, Libucan, Mesa, Daram, Tagapula y otras menos importantes. Es una porción de mar no bien reconocido aún, que ofrece bastantes peligros para la navegación. En general, las mismas costas de Samar necesitan nuevos y detallados reconocimientos, sobre todo la contracosta oriental, irregular, mon- tuosa y bordeada de pequeñas islas é islotes peñascosos. El distrito de Samar está constituido, además de la isla de este nombre, por otras pequeñas adyacentes á sus costas, entre las cuales figuran, como más importantes, las llamadas Balicuatro, Batag, Capul, Dalupiri ó Puercos, Jomonjol ó Malhón, Laguán ó Laoang ó Cala- mutanang, Manicán, Parasan, Daram, Buad, Los Naranjos, Mesa, Tagapula y Limbancauayan. La figura de esta isla viene á ser cuadrilonga y sus contornos muy irregulares por la parte del SO. Tiene más de 28 leguas su mayor largo, ó sea en línea recta de N. á S., y como unas 20 de anchura por la parte Norte, ó sea de E. á O. El terreno es montuoso, aunque tam- bién hay hermosos llanos cubiertos de sementeras. EXTENSIÓN Y HABITANTES. La extensión de la isla de Samar, con sus adyacentes, se calcula en 13,471 Kms. cuadrados, poblada de 185,386 habitantes. En los bosques y montes se cree que habrá unos 10,000 indígenas remontados, donde hacen vida independiente y salvaje. 115 116 COROGRAirÍA. PUElíLOS. Hacia la mitad de la costa occidental de la isla está situado el put^blo de Catbalog*aii, cabecera del distrito, con un puerto bastante con- currido y 6,072 habitantes. Los otros pueblos son: Balangiga de 4,130, Basey de lií,852, Bo})ón, Borongan de 12,563, Calbáyog de 20,725, Calbiga, Catarman de 9,495, Catúbig de 11,517, Oándara de 11,001, Guiuan de 12,872, Hernani, Hiabong, La Granja, Lauang 6 Laoang, Lavezares, Mercedes, Mondragón, Oquendo, Oras, Palápag, Panibujan, Palanas^ Páric, Pinabagdao, Quinapundan, San Julián, Sáletelo, San Sebastián, Santa Rita, Súlat, Tarangnán, Túbig, Villareal, Zuniárraga, Santa Margarita, Santo T\ino y Weyler. rRODUCXnONES. Las producciones naturales de la isla son, como en todo el Archipié- lago, muchas y muy variadas. Diferentes clases de madera, principal- mente las que sirven para la construcción de embarcaciones, un gran número de frutas silvestres, la cana de varias clases, las raíces alimen- ticias, los bejucos, la miel, la cera, la caza, la pesca, todo abunda en esta isla, que no tiene nada que envidiar en producciones á otras del Archipiélago; sin embargo, la que más aprecian sus naturales es la de la miel y de la cera, que tanto abundan en sus montes y en sus espesos bosques. No es menos apreciado el coco, y muchos se dedican á la extracción del aceite, particularmente en Guiuan. Hoy los tres cultivos más importantes son los del palay, coco y abacá. Entre las plantas medicinales que se crían en la isla, es famosa la que produce la pepita llamada isagud 6 frutilla de San Ignacio, conocida también con el nombre de pepita de Catbalogan por criarse en las inmediaciones de este pueblo; son tantas las virtudes que se le aplican, que sirve, dicen algunos, de antídoto á cierta clase de venenos.^ El P. Murillo de la Compañía de Jesús, en su Geografía líistórica^ hablando de ella dice que en Pekín la buscan los chinos con grande de ansia, pues fué el más eficaz remedio que se halló contra una epidemia de calor, y ninguno que la tomó murió. Además de ésta, hay otras muchas cuyas virtudes son bastante conocidas. ISLAS PRÓXIMAS. Son tal vez más de 300 las islas que rodean la de Samar; sólo indica- remos las más importantes. COSTA NOROESTE. Las islas Balicuatro, situadas sobre la costa Noroeste de Samar, están comprendidas entre la punta Balicuatro y la punta Bobón, 18 millas al E. de la primera; forman dos grupos, á saber, el de Biri al Oeste, compuesto de cuatro islas y el de Cabauan Grande al Este. ^ Véase el tratado de Fitografía, cap. viii. BISA Y AS ORIENTALES. 117 Grujxf de B¡r¡. — Situado al NE. de la piintíi Balicuatro se eompone de euatro islas; la principal, Biri, dista unas 3^ millas de dieha punta; tiene cerca de 4 millas de largo y 8 de ancho. Hay en esta isla los pue- blos de Enriqueta y Biri. Quimaligan, isla situada entra la de Biri y la de Samar, tiene un pueblo del nombre de la isla. (rrvpo de Cahauan Ormidf, — Rsüí al SE. del de Biri, y próximo á la costa de Samar. La principal del grupo es Cabauan Grande. COSTA OESTE. Capul. — Demora esta isla al SE. del grupo de las islas Ticlines, con las cuales forma el estrecho de San Bernardino. Es de regular altura, sÍ(mkIo las tierras más altas las de las inmediaciones de Abac, que se encuentra en la costa oriental á unas 2^ millas de la puntfi Sur de la isla. El pueblo de Abac tiene unos (1,834 habitantes. En la parte Norte de esta isla se halla la ensenada conocida con el noml)re de Puerto de Galeras. Se enciientra cobre en los montes. Grupo de Ticlines. — Son las Ticlines tres islas, llamadas Calinüín, Juac y Ticlín, las cuales forman con la costa de Luzon el estrecho de las Ticlines, que corre de NE. á SO. Calintan. — Demora esta isla á poco más d(^. 5 cables al SE. de la punta Culasi. Es la más al S. de las Ticlines. Tiene 1 milla de exten- sión y en sus montes abunda el ébano. Juac. — Isla próxima y al NPl de la de Calintan, de cerca de 1^ millas de extensión de N. á S. y media milla de E. á O. ; es también mon- tuosa y poblada de árboles de ébano. Ti clin. — Isla situada á dos tercios de milla de la punta Pandan. Los Naramjos. — Forman un grupo compuesto de seis pequeñas islas llamadas San Andrés, Rasa, Del Medio, Dársena, Aguada y Escarpada. Se halla situado este grupo T millas al S. de la tierra de Tajiran de la costa de Luzón. Daliopiri ó isla de los Puercos. — Está situada entre la isla Capul y la costa más occidental de Samar. Es baja, cubierta de arboleda y rodeada de playas sembradas de piedras. Tiene los pueblos ó visitas de Dalupiri y Pilar. Abunda mucho la caza en esta isla, en especial la de puercos monteses. En su parte central tiene una gran laguna con muchos caimanes. Tagapida. — Isla situada al S. del grupo Los Naranjos. í^s mon- tuosa y tiene una visita ó pueblito. Mesa. — Pequeña isla al SE. de Tagapula. Es también montuosa. Limbancauayan. — Isla al E. de Mesa ó Talajit. Es bastante llana, tiene el pueblo del Santo Niño de 5,640 habitantes y una visita. Caviandag. — Isla al ENE. de la de Mesa; es circular y de regular altura con unas 2 millas de diámetro. Grupo de Libucan. — Es un pequeño grupo compuesto de tres islas y varios islotes, á 4i millas al O. de la punta Traguán. 118 COROGRAFÍA. Lihucan-Dac(K — Es la isla mayor del grupo y tieno 2 millas largas de extensión, con buen fondeadero. Tangad'Lihican, — Isleta á 1 milla al NO. de la isla anterior. Al SO. de la isla principal del grupo se encuentran los islotes Maraquit-Daquit y al SE. los de Laya-laya. Biiri, — Isla de 2i millas al NO. de Catbalogan. Tiene dos fondeaderos, uno al Va, y otro al N. En algunas de las islas anteriores hay visitas ó rancherías. Grupo de Canahauan. — Situado sobre la costa Oeste de Samar á 8 millas al NO. de Catbalogan. Se compone de varias islas é islotes, á saber: Timpasan, Canalinan-Dacó, Canalinan-Gutiay, Boloang, Cabanti- guianes, Balading-Dacó y Batgongón, las cuales afectan la forma de un anillo elíptico, de 4i millas de diámetro mayor en la dirección de ONO. á ESE. y 2i millas de diámetro menor, dentro del cual y de sus conchas interiores, se encuentran buenos fondeaderos resguardados de todos vientos y mares. La gran bahía de Maqueda está formada por la costa de Samar al S. de Catbalogan y las islas de Parasan y Buad. Parasan. — Isla sobre la costa de Samar, delante de la boca de la bahía de Maqueda; tiene unas 10 millas de largo de N. á S. y 5 en su mayor ancho; es baja con algunas playas de arena. Tiene un pueblo de este nombre. Buad, — Isla al E. de Parasan en la entrada de la bahía de Maqueda; es casi circula!' de unas 4^ millas de diámetro y poco elevada. Tiene el pueblo de Buad, de escasos recursos e importancia, el de Zumárraga de 6,404 habitantes, situado en la costa occidental, y varias visitas. Daram, — La mayor de las islas que rodean á Samar; se extiende irregularmente de N. á S. formando dos penínsulas casi de iguales dimensiones. Es bastante llana y formada por extensos manglares. Está situado al O. de Parasan y Buad. En su playa hay algunas ranche- rías ó visitas de poca importancia. Está rodeada de islotes. Lintancan, — Isla situada al S. de la bahía de Maqueda, en la entrada Norte del estrecho que forma la isla Daram con la de Samar. Tiene algunas visitas ó rancherías en las costas. Canal de Janahatas. — Está en la extremidad ONO. del estrecho de San Juanico que separa las islas de Samar y Leyte. Jahualla, — Hállase esta isla sobre la punta redonda en que termina la angostura de la entrada del canal en la costa Norte. Jandbmi, — Demora esta isla al SE. de la de Jabualla. Tanahaay, — Se encuentra á corta distancia hacia el SSE. de la isla Janabón. Es de figura triangular y tendida de NO. á SE. Hállanse muchas piedras cerca de sus playas. En la entrada septentrional del famoso canal de San Juanico se halla la llamada angostura de Santa Rita, nombre de un pueblo de 3,014 habitantes, situado en la costa occi- dental de Samar. BISAYAS ORIENTALES. 119 Estrecho de San Juanlco, — Ofrece este estrecho uno de los espec- táculos naturales de mfc atractivo en el Archipiélago. Tiene una anchura media de solo G cables y en ciertos parajes llega á tener úni- camente dos. Su fondo es irregular en cantidad y calidad, pues se sondan desde U metros el menor hasta 20 metros el mayor, á medio canal, siendo, en general, la calidad conchuela al N., arena al S. y en varios sitios piedra indistintamente. Encierra una multitud de peque- ñas islas y bajos sueltos, (^ue vienen á aumentar la estrechez de este pintoresco canal, cuyas corrientes y costas dificultan no poco la nave- gación. ¥a\ todo el trayecto del canal se ven, en la cosüi de Samar, unas cuevas bajas, abiertas en la pena, en las cuales se han encontrado restos y esqueletos humanos de dimensiones mayores que las de los actuales habitantes de las islas vecinas. IUnamoc. — Hállase esta isla en el fondo de la bahía de San Pedro y San Pablo frente á Basey; es regularmente alta y termina en forma de mesa. COSTA SUR. 2/(uiic<()iL — Demora esta isla á 4^ millas al SO. del pueblo de Guiuan, Es casi circular de 2^ millas de diámetro, con un monte central de regular elevación; la rodea por todas partes un arrecife de 3 cables de extensión, excepto por la parte Noroeste. Tiene un espacioso fondea- dero comprendido entre el cantil Norte de dicha isla y el que despide la costa que forma la ensenada. Varias isletas se encuentran á lo largo de este fondeadero. Termina la punta Sur de Samar con inia isleta rasa pegada á ella. COSTA ESTE. Es esta costa muy poco reconocida. En una expedición á la región meridional de Samar tuvimos ocasión de admirar el magnífico puerto natural de Pambujan, que opinamos es el mejor de toda la isla. Hállase entre las puntas Matarinao y Burá. De entrada fácil, limpio y de pro- fundo fondo, ofrece en su interior el canal de Tanglad abrigado de todos vientos y formado por una serie de islas é islotes que se extienden para- lelos á la costa comprendida entre Pambujan y Hernani. A pocas millas al N. de Pambujan está el famoso puerto de Borongan, en cuya entrada se hallan las islas Andis y Dibinubo. Al N. de Súlat se hallan las islas Anahao y Catalaban. Más al N., frente al puerto ó seno de Oras, se levanta la isla Hilaban y el islote Tubabao. Al SSE. de Hilaban se extiende una serie de isletas for- mando un semicírculo terminado por el islote Pásig enfrente del pueblo de Páric ó Dolores. COSTA NORTE. En esta cosa se hallan las importantes islas siguientes: Laguán, Batag, Cahayagan y Bacán. 120 COBOGRAFÍA. Laguán, — Forma esta isla con la de Samar un estrecho canal que pone en comunicación la ensenada de Laguán con la angostura de Calomatan. El pueblo de Laguán se halla en la parte Sudoeste. Tiene 7,773 habitantes. Hay varias visitas y es isla bastante poblada. Batag. — Está situada esta isla al NNE. de la de Laguán. Tiene poca altura y contribuye notablemente al abrigo del puerto de Palá- pag. Es poco habitada y sólo cuenta con una visita importante, Mahinog. Cahayagan, — Es la más pequeña de las islas que forman el puerto de Palápag. Está rodeada de pedruscos. Bacán,— T>^vc\ov*^ esta isla á 3 millas al E. del puerto de Palápag y muy próxima á la costa de Samar. Está formada de tierras bastante altas y acantiladas. Toda la costa Norte ofrece poca seguridad á los marinos por los arre- cifes é islotes que se levantan cerca de ella. ISLA DE LEYTE Y ADYACENTES. LÍMITES Y ASPECTO GENERAL DE LEYTE. Pertenece á las Bisayas; hállase situada entre Samar al NE., Diná- gat y Mindanao al SE. , Bohol al SO. , Cebú al O. y Masbate al NO. Es de figura cuadrilonga muy irregular, más ancha al N. y S. que en el centro. Tiene 160 Kms. de N. á S. por 75 de anchura máxima. En la extremidad Norte de Leyte, formando con ella una especie de canal, se encuentra la isla Gigantangan, al S. de la bahía de Ormoc las Camotes y cerca de la costa, delante del monte Sacripante, un grupo de cuatro pequeñas islas. En la costa oriental hacia el NE. está Le3^te separada de la isla de Samar por el angosto estrecho de San Juan ico. Casi unida á la lengua de tierra que forma la punta Noroeste de Leyte, se encuentra en su parte oriental la isla de Biliran formando el estrecho canal de este nombre; hacia el E. existe el de Janabatas, extremidad ONO. del de San Juanico, con las islas Jabualla, Janabón y Tanabaay. Al N. de la ensenada de Hinunangan están las pequeñas islas de Cabugán. En la aguda punta Sudeste, con que termina la isla, sé forma, con la inmediata de Panaón, el estrecho de este nombre y el puerto de Liloan. Diremos luego algo de las más importantes de estas islas. El interior de la isla es montañoso y se encuentran varios cráteres de volcanes apagados, con gran cantidad de conchas, que revelan los grandes trastornos físicos que ha sufrido esta isla, habiendo las aguas llegado á dominar sus montanas y probablemente á separarla de la isla de Samar con la que en lo antiguo debió formar un solo conti- nente. Hay grandes valles que los naturales cultivan. Tiene dos lagos, á saber, el de Bito, y otro más pequeño en el término de Jaro, al N., que comunica con el mar por el río Leyte. BIS AYAS ORIENTALES. 121 EXTENSIÓN Y HABITANTES. La actual provincia de Leyte comprende hoy, además de la isla de Leyte, las de Biliran. Camotes, Gigantangan, Limasaua, Maripipi, Panaón y otras más pequeñas, con una superficie total de 9,976 Kms. cuadrados. El número de habitantes empadronados asciende á 270,491. IDIOMA. La lengua que st» habla es la bisaya. rUEBLOS. La cabecera es Tacloban. Hermosamente situado este pueblo en la entrada del estrecho de San Juanico, en el fondo de la bahía de San Pedro y San Pablo, es puerto muy concurrido y tiene buenos edificios, así públicos como particulares. Los demás pueblos son: Abúyog de 9,534 habitantes, Alangálang de 9,038, Albuera, Bato, Babatungon, Ba- rugo de 12,755, Baybay, Burauen de 21,200, Cabalían, Capoocan, Cajag- naán, Carigara de 13,099, Caibiran, Dagami de 12,220, Dúlag de 13,557, Hilongos, Hindang, Hinunangan, Hinundayan, Inopacan, Jaro de 10,422, Leyte, Maasim, Mac-Crohón, Malibago, Malitbog, Maripipi, Matalom, Mérida, Ormoc, Palo de 18,297, Palompón, Pastrana, Quiot, San Isidro del Campo, San Miguel, Sógod, Tanauan de 17.046, Tolosa, Tabontabón y Villaba. PKODUCCIONES, INDUSTRIA Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. Los montes están poblados de bosques que dan mucha brea, al par que buenas y variadas maderas de construcción; abunda en ellos la miel y la cera. Hay en todas las islas abundantes aguas y minerales de oro, plomo, plata, hierro y azufre. P]l bejuco y otras enredaderas útiles, el burí, la ñipa y las cañas se hallan en abundancia. El comercio de exportación es notable, pues se exporta el abacá por valor de 5,000,000 de pesos y el azúcar por valor de 50,000; también se ex- porta cacao, café, aceite y maíz. El ganado caballar, vacuno y de cerda alcanza el valor de unos 63,000 pesos. La cera, miel, nido de salanganas, conchas, esponjas y perlas se utilizan también, pero en pequeña escala. El principal de sus productos, como ya se deduce de su rendimiento anual, es el abacá, de tal suerte que ningún otro distrito puede competir con él en esta parte, por cuanto sus siembras duran hasta 40 años, y con poquísimo trabajo se cosecha, siendo su producción permanente, en grandes cantidades de buena calidad. Hay sólo cuatro pueblos interiores, los demás todos son playeros, siendo los puertos más importantes los de Tacloban, Cari- gara, Ormoc, Baybay, Hilongos, Maasim y Malitbog. Las juris- dicciones ocupadas por los pueblos comprenden unas 572,000 hectáreas, 122 COROGRAFÍA. de las que 250,000 están cultivadas; el resto son tierras incultas de montes y pasto. En algunos pueblos de la costa oriental son delicadísimos los trabajos de bordados y tejidos que hacen los naturales, especialmente las mujeres. Distingüese entre todos el pueblo de Dúlag. La costa oriental de Leyte tiene su red de caminos para carruajes en todo tiempo, y la occidental en algunos trayectos, en otros para caballos y peatones, siendo la locomoción y medio de transporte más usual la navegación por mar; el gran número de esteros repartidos por la isla, si bien interceptan algún tanto los caminos, facilitan la navegación interior. ISLAS PRÓXIMAS. COSTA NORTE. Maripipi, — Es la isla más septentrional que consiste en un monte redondo cubierto de arbolados, de unos 911 metros de elevación sobre el nivel del mar. Samhahcas. — Son unos islotes ó pedruscos muy próximos entre sí, rodeados de un bajo fondo de arena. Bilirari. — Se halla esta importante isla sobre el extremo Noroeste del la de Leyte tendida en una extensión de 20 millas próximamente de NO. á SE. y 10 millas de ancho en su perpendicular. Es montuosa, bastante elevada, y en su parte Norte se encuentra la cabeza de la pequeña cordillera que la divide en el sentido de su longitud, con el pico más elevado al Oeste. Los pueblos más importantes son : Almería, Naval y Biliran en la costa occidental y Caibiran en la oriental, con multitud de visitas al rededor de la costa. Es notable esta isla por sus azúfrales á la largo de la cordillera central. Calumpijan, — Lsla pequeña al E. del pico agudo de Leyte, llamado Pacduhauan, y á 1 milla de la costa. Las isletas Polo \ Calajit se hallan en medio del pequeño canal que forma el Sur de Biliran con la costa Norte de Leyte. COSTA OESTE. Gigantangan. — Demora esta isla á 1^ milla de la punta Taglanigan, región Noroeste de la de Leyte, con 2 millas de extensión de NNO. á SSE. por 1 milla de ancho. Calangaman. — Islote á 7 millas al O. de Banta3\ Desde Villaba hasta Ormoc no se levantan cerca de la costa más que unos pocos islotes y arrecifes. Camotes, — Llámanse así unas islas que forman grupo, las cuales están unidas por pequeños arrecifes j se llaman: Pasijan, Poro y Ponsón, con un islote al N. de la primera llamada Talong. Están situados al S. de la bahía de Ormoc, }' la de Ponsón, que es la más septentrional del grupo, dista 5^ millas de la punta Calunangan, con la que forma BISAYA8 ORIENTALES. 123 un paso ancho y profundo. Son islas pobladas y nay en ellas algunos pue})litos ó visitas. Grupo Cuatro Isla.^. — Son casi las únicas islas que se encuentran cerca de la costa desde Ornioc á Inopacan. La isla más al Norte, que es la más pequeña, se llama Daquio; la más larga, al OSO. de Daquio, Mahaba; la más cercana á la costa de Ley te y la mayor, Apit; y la más al Sur Himuquitan. dmigao, — Desde Inopacan hasta Maasim no se encuentm casi más isla que Canigao, la cual es de poca importancia. COSTA SUR. Limamua, — Isla situada á 2 millas al SE. de la extremidad Sur de Leyte; es estrecha y larga y tiene 4i millas de extensión de N. á S. y 1 milla en su mayor ancho. Tiene los pueblitos ó visitas de San Bernardo y Triana. Panaón. — Isla separada del SE. de Leyte por el pe(|ueno estrecho de su nombre. Es montañosa, estrecha y larga, se extiende ITi millas de NNO. á SSE. y su mayor ancho es de 5 millas hacia la cabeza Norte. La costa oriental es de aspecto pintoresco por ser acantilada, presentando de trecho en trecho vistosas cascadas e infinidad de arro- yuelos. Es bastante poblada y sus pueblos principales son: Liloan al Norte y San Ricardo al Sur. Hay oro cerca de la punta Pinutan. COSTA ESTE. Apenas hay islas de importancia en la costa Este, á excepción de las mencionadas al tratar de la costa occidental de Samar. CAPÍTULO X. ISr^A BE MIISTDAT^ÍAO Y ADYACKXTES. [Mapas Nos. 26, 27 y 28 del Atlas de Filipinas.] ISLA DE MINDANAO EN GENERAL. LÍMITES Y SUPERFICIE. La isla de Mindanao, la más meridional del Archipiélago. Filipino, está situada entre los 5° 36' y 9^ 49' de latitud N. y los 121^ y 127^ de longitud E. de Greenwich. Después de Luzón, es la mayor de todo el Archipiélago. Según datos del Instituto Geográfico y de Estadística, su superficie, compren- diendo las pequeñas islas adyacentes, es de 99,450 Kms. cuadrados, que es, poco más ó menos, la misma cifra que dan los Padres Buceta y Bravo en su Diccionario de Filipinas, NÚMERO DE HABITANTES. La población, según el Censo de 1887^ es de 209,087 almas, pero en esta cifra no se incluyen muchos indígenas del interior. IDIOMAS. El castellano algo corrompido, el moro en sus dialectos joloano, sámal, yacan, maguindanao y el de la costa de Dávao, el bisaya ce])uano, el bagobo, el guianga, el tagacaolo, el bilán, el montes, el mamanua, el tiruray, el tagabelí y el dulangán son las principales lenguas que se hablan en Mindanao. \ DISTRITOS Y PROVINCIAS. La isla de Mindanao se halla dividida en siete distritos ó provincias que son: I"", de Zamboanga, 2"". de Misamis, S"". de Surigao, 4"". de Dávao, 5"". de Cotabato, 6*". de Basilan y 7*". de Lanao. En lo eclaciás- tico, parte pertenece al obispado de Jaro y parte al de Cebú. PRODUCTOS MAS IMPORTANTES. Los productos minerales de la isla de Mindanao no son bien cono- cidos, y únicamente se ha venido recogiendo de muy antiguo por los naturales algún oro, que presentaban, y presentan todavía, al cambio en las provincias del Norte, donde se han llevado a cabo algunos ensayos. Desde muchos años gozan de gran nombradía los criaderos auríferos 124 ISLA DE MINDANAO Y ADYACENTES. 125 del distrito de Misamis. La zona aurífera está eouiprendida, «egón D. Enrique Abella, entre los ríos Cataran al E. 6 Iligan al O., á lo largo de las euencas de los ríos Bulalácao, Iponao, Cagayán, Bigaán 3' Catniún. P]n los territorios de Sibuguey, Surigao y Mati existen yaeiin lentos earboníferos. El azufre hállase muy abundante al rededor de los varios volcanes de la isla, y las aguas minerales abundan en Potal)at() y otros puntos. Ya por la calidad de las tierras, ya por la abundancia de las lluvias, 6 ya por la influencia del clima, aparece en todas partes la isla cubierta de verdor y. por lo general, poblada de árboles. Encuentranse en sus bosques maderas de muchas clases y abundan las útiles para cons- trucciones navales y ur])anas, entre Ir.s (jue merecen ser citadas las siguiíMites: guijo, molave, narra, ipil, malatumbaga, lauaan, (uimagón, el mancono 6 árbol del hi(»rr(), canuming, palo-maría, teca, pagatpat, mangachapuy, sibiu'ao y bancal. El cogon, con otras plantas gramí- neas y algunas juncáceas, el carrizal, la caña boja, el bejuco y otras enredaderas, forman impenetrables bosques. Abunda mucho el coco- tero, la esbelta palmera bonga, la pimienta l)etel y el plátano; se da el abacá, los arbustos del cacao y los del café de un modo privi- legiado tanto por la rapidez de su crecimiento como por la excelencia de sus semillas, el cabo-negro, el algodonero, el añil, la pina, la caña dulce, el arroz y el tabaco. El clavero y la nuez moscada hállanse en el seno de Sibuguey, en el que vegeta expontáneamente la canela. Ei maíz, el camote, el maní, el ube, el gabe y otros productos de índole análoga se crían abundantemente en todos sus distritos, así como las frutas, y entre ellas el riquísimo mangostán, las gomas y las resinas ocupan bosques enteros. En fin, es tal la riqueza vegetal de Mindanao que no sólo iguala, sino supera en sus productos vegetales á Luzón y Bisaj^as, si bien son, á la verdad, menos explotados que en estas islas. No queda Mindanao, tampoco, atrás délas demás islas en el reino ani- mal. Abundan tanto los monos de todas especies que se encuentran en todas partes; hay bastante ganado caballar, vacuno y búfalos ó cara- baos, domésticos en casi su totalidad, ó en piaras de conocido dueño; puercos domésticos y remontados ó jabalíes, que se propagan más y más, por no consumirlos los moros, que en cambio persiguen los venados del bosque. Se encuentran asimismo muchos^ reptiles, unos pequeños y venenosos, como culebras, alacranes, lagartijas y muchas sanguijuelas en los ríos y en los árboles; otros mayores, como iguanas, especie de lagarto, que llega á tener hasta 2 metros de longitud, y culebras, de las cuales la boa alcanza dimensiones extraordinarias; en algunos ríos y esteros se encuentran caimanes ^ de bastante magnitud. Las aves son muy variadas, atronando los bosques con su canto el cálao; abundan las palomas y tórtolas, entre las cuales es notable la llamada de la puñalada, 1 Así los llaman con impropiedad los indígenas; propiamente son cocodrilos. Véase el tratado de Zoografía, cap. iii. 126 COROGRAFÍA. por una mancha de encarnado vivo que se destaca en su blanco pecho, los loros, las gallinas silvestres, el martín pescador, etc. Entre los cuadrumanos merecen citarse especialmente los monos blancos y taguang, mezcla de mono y murciélago; de los demás animales el puerco-ciervo, el dugongo, notable mamífero del orden de los cetáceos; y entre las aves la salangana por el precioso nido que fabrica prefe- rentemente en las cavernas de Mindanao e islas adyacentes. En el distrito de Zamboanga se halla el primer puerto que tomaron y fortificaron los españoles al conquistar Mindanao, llamado de la Caldera PRIMER DISTRITO Ó PROVINCIA DE ZAMBOANGA. LÍMITES Y SUPERFICIE. Está limitado el distrito de Zamboanga al N. por la punta de Mara- lag (Misamis), al E. por el distrito de Cotabato, al S. por el estrecho de Basilan y al O. por el mar de Célebes. Tiene 9,847 Kms. cuadrados de superficie, que en su mayor parte se considera como forestal, puesto que, exceptuando la vega inmediata á la capital, donde sus habitantes siembran algún arroz, del resto de su territorio no se tiene noticia concreta; sin embargo, el encontrarse los territorios de Sibuguey poblados por más de 80,000 habitantes hace suponer que haya grandes extensiones de terreno cultivado. NÚMERO DE HABITANTES. Puede fijarse en 19,903 el número de los cristianos, habitantes de Zamboanga y pueblos inmediatos, según los Entacios Generales del Obispado de Jaro en 1897 ; en 8,000 el de los moros; y en 90,000 el de los súbanos idólatras, habitantes del inexplorado territorio de Sibuguey. IDIOMAS. Hablase en Zamboanga el castellano, el chabacano, ó sea, una mezcla de castellano, tagalo, bisaya y moro, á causa del gran roce que han tenido con gentes de otras provincias, el moro sámal y el subano. PUEBLOS, VISITAS Y BARRIOS. La villa de Zamboanga es la capital de Mindanao. Su caserío está magníficamente situado en una extensa llanura poblada de cocoteros é innumerables sementeras ó campos de arroz. Muchos de sus edificios son de materiales fuertes y otros de tabla con techo de zinc galvanizado ó ñipa; descuellan entre ellos la iglesia y casa-con- vento, la casa del gobernador general de Mindanao, la del gobernador del distrito, la comandancia de marina, la de ingenieros, etc. El hos- pital militar, construido no ha mucho, es muy capaz y de forma elegante. ISLA DE MINDANAO Y ADYACENTES. 127 Su fortaleza, llamada del Pilar, con gruesos muros de piedm, cuarteles en su interior, almacenes, etc., construida bajo la dirección del P. Melchor de Vera, de la Compañía de Jesús, ha prestado inapreciables servicios en las antiguas invasiones de moros piratas. Su puerto, aunque abierto y combatido por las olas, si reinan los vientos del Sur y del SO., ofrece abrigo contra los del Norte y del Este; en el río Masinloc, 3 millas al NE., hay un fondeadero bien abrigado contra todos los vientos. Posee un hermoso pan talán y un faro de O*, clase, sideral con luz fija roja. Dependen de Zamhoanga^^ de 7,684 almas, las visitas de Santa María, Gusú, Tipón y San Roque. Los pueblos pertenecientes á este distrito son: Tetuán de 5,572 almas, con las visitas de Pútig y Talontalón; Las Men'cedes de 3,839, con las de Manicaán, Catumbal y Bualan; Bólong de 1,144, con las de Curúan, Taguite y Tamión; y Ayala de 1,655, con las de Talisayan, Erenas ó Malayat, Sinónóng y la colonia penitenciaria de San Ramón. sp:gündo distrito ó provincia dk misamis. LÍMITES Y superficie. Comprende el distrito de Misamis parte del Norte de la isla de Minda- nao, las islas Camiguín, Silina y varios islotes. Confina por el N. con el mar que baña las islas de Negros, Siquijor y Bohol, por el S. con el distrito de Cotabato, por el E. con el distrito de Surigao y por el O. con el de Zamboanga. Tiene un desarrollo de costa de más de 102 leguas desde las islas de Murciélagos hasta la punta Diuata. Alcanza una extensión de 18,000 Kms. cuadrados aproximadamente.^ NÚMERO DE HABITANTES. La población asciende, según el Censo de 1887^ á 116,024; pero es sin duda mucho mayor, atendidas las numerosas rancherías que hay en el interior poco conocidas todavía. Según el Estado General del Obispado de Cebú^ publicado en 1897, el número de almas de este dis- trito asciende á 169,356. IDIOMAS. Los idiomas de Misamis son: el bisaya cebuano, el montes y el moro malanao. ^Van en letra cursiva las poblaciones en que reside el misionero; el número de almas y visitas está tomado del Estado de 1898^ hecho por los Padres de la Misión de la Compañía de Jesús. Debido al trabajo civilizador de los misioneros aumeiitó tanto en estos últimos años la población cristiana en casi todos los distritos de Min- danao, que, al parecer, hay contradicción entre el número de habitantes que, según el Estado de 1898, da cada pueblo de por sí, y el asignado, no sólo por el Censo de 1887 y sino también por los Estados Generales del Obispado de Jaro en 1897. 2 Va incluida en este número parte de la superficie del nuevo distrito de Lanao. 128 COROGRAFÍA. PUEBLOS, VISITAS Y BARRIOS. La cabecera lleva el nombre de Cagayán de Misarais, la cual junto con Gusa, su visita, tiene 11,029 almas. Está situada sobre la orilla del río de su nombre y en terreno llano. Sus edificios públicos y varios de particulares son de buena construcción. Son pueblos de este distrito: Tagoloaii de 8,498 almas, con las visitas de Agusan, situado en la costa Norte, en la bahía de Macajalar 6 Maca- balan, San Martín, Minsoro, Malibog, Pamplona, Silo y Santa Ana; Jasaán doi 4,564, con las visitas de Canajauan, Solana, Villanueva, Patrocinio, Clavería y Bubuntugan; lialingasag de 9,330, con las visi- tas de Casúlug, Caual, San Roque, la Concepción, Rosario, Lagontong y Salay; Talisayan de 5,877, con las visitas de Balinguan, Quinugui- tan, Santa Inés, San Miguel y Portolín; Glngóog de 4,615, con las visitas de Medina, Minlagas, Odiungan, Linugus, San Juan, Consuelo y Asturias; Guinsilitan, Sogay, Catarman, Mambájao, Mahinoc, Ipo- nan, Opol y Molugan; el Salvador de 6,640, Alubijid, Initao, Naauan, Higan de 2,466, Misamis de 6,313, situado en la orilla Oeste de la bahía de Panguil, con fondeadero comprendido entre la punta del Fuerte al N. y la de Pubut, terminación de la falda Este de la colina, que se encuentra a una milla del fuerte; Loculan, Giménez, Aloran, Oro- quieta de 12,200, Layanan, Langarán de 12,219, Baliangao; Sumüao de 4,122, con las visitas de Talmagmag, Calipayan, Sancanan, Tanculan, Balao, Quilábong, San Juan, Malucu, Impasugon y Silipon; Sevilla^ de 4,145 con las visitas de Calasúngay, Linábo^ Bugcaon, Valencia, Covadonga, Monserrat, Oroquieta y Sila3^ COMANDANCIA DE DAPITAN. Del distrito de Misamis depende la comandancia de Dapitan, que confina al N. con el mar de Bisayas, al E. con Misamis, al S. con Zam- boanga y al O. con el mismo mar de Bisayas. Su superficie es de 1,056 Kms. cuadrados aproximadamente. Sus pueblos son: Dapitan de 7,627 habitantes, que es la cabecera, con sus visitas de La Conquista, Barcelona, Dampolan, Haya y Libay; Dipólog de 5,090, con las visitas de Polanco y Sianib; Lvbungan de 4,556, con las visitas de Dohinop, Langatían, Manocan, Matan, Miatan, Labao, Toocan y Siris. TERCER DISTRITO Ó PROVINCIA DE SURIGAO. LÍMITES Y SUPERFICIE. Comprende el NE. y Este de la isla de Mindanao y, además, las de Bucas, Dinágat, Ginatúan, Gipdó, Siargao, Sibunga y varios islotes. ^Llámase oficialmente misión de Sevilla conforme á los planes de ensanche de los misioneros jesuítas; sin embargo, los misioneros la llaman oficiosamente misión de Linabo, porque el misionero reside en Linabo, por ahora, y no en Sevilla, pueblo pequeño. ISLA DE MINDANAO Y ADYACENTES. 129 Confina al N. con el estrecho de Surigao, al E. con el Océano Pacífico, aJ S. con el distrito de Dávao y al O. con el de Misamis. La mayor longitud de este distrito de N. á S. es de 124.25 Kms. y 97.98 de E. á O. en su parte mas ancha, pudiéndose cahudar su superficie, seg-ón datos oficiales, en 11,831: Kms. cuadrados \ de los que sólo unos 100 se destinan á la agricultura. NÚMERO in: lIABrrANTES. Según el ('r/i.sf> ÓJiduJ (h 1887, son 67,700; y 85,125, segftn la Guía Ofcíal de 1898. Según el Ií'^f(fdo Genera/ del Ohi^pado de Cehá^ publi- cado en 1897, el número de almas asciende en este distrito á 113,105. IDIOMAS. El ])isaya, el mamanua. el manobo y el mandaya. PUEBLOS, VISITAS Y HARKIOS. El pue])l() de Suríijao, (|ue con su visita Ananaon tiene í^251 almas, es la ca])ec(M'a. Está situado en la parte extrcuna Norte de la isla de Min- danao. á 1 millas al SE. de la punta Bilaá, so})re la playa en la orilla derecha de un río. Este distrito, llamado hasta 1858 d(^ Caraga, fue el primero del Archipiélago Eilipino que recibió la luz del Evangelio y el primero también que formó parte de la nación (vspailola en estos mai'es. Ix)s demás pueblos de est(^ distrito son: I)¿vá(j(itái\ 6,228 ahnas, con las visitas d(^ Nonoc, Lo reto, Libjó, Cagdayánao y Melgar; (\intilan de 12,210, eoH las visitas de Lanuza y Carrascal; Placer y Taganadn de 1,713, con las visitas de Tala vera y Tamamana; Gígáquit de 9,997, con las visitas de Bamag, Claver y Taganito; Nmnancia de 4,328, con las \ isitas de Sapao, San Isidro y Pamosoíngan; Calrmitog de 5,129, con las visitas de Dapás, Pilar, Cambasag y Socorro; Tándag de 8,345, con las visitas de Tago, Tigao, Cortés, Caguáit, Alba, Colón y San Mi- guel; Lianga de 5,350, con las visitas de Oteiza, Marijatag, Javier, Lepanto, Gamot, San José de Balú y Safito Niño; y Bidig de 7,217, con las visitas de Jinatúan, San Juan, Malixi, Linguig, Loyola, San José, El Bruch y Carpineto. COMANDANCIA DE BUTUAN. Depende del distrito de Surigao la comandancia de Butúan, capital Biítúan de 12,013 habitantes, la población más bonita del distrito, situada en el seno de su nombre, en la parte Norte de Mindanao. Confina esta comandancia, al N. con dicho seno y el distrito de Surigao, al E. y S. también con Surigao y al O. con el distiito de Misamis. En 1872 se levantó un monumento á Hernando de Magallanes para conmemorar el sitio en que se celebró la primera misa en Filipinas; es ^ Se incluye la superficie de la comandancia de Butúan. 22823 9 130 COROGRAFÍA. de piedra, de dos cuerpos, concluyendo con una pirámide truncada; la inscripción está hecha con letras de oro sobre una lápida de mármol de Italia. El pueblo de Butúan cuenta como visitas: Túbay, Tolosa, Amparo, Comillas, Carmen, Nasipit, uno de los más hermosos y seguros putnlos del Norte de Mindanao, Santa Ana, San Ignacio, San Vicente, Candelaria de Tobra y Tortosa. Pertenecen á esta comandancia, además de Mainit y sus visitas, todos los pueblos y visitas respectivas situados á orillas del río Agusan. La Enperanza de 2,460 almas, con las visitas de Las Nieves, Verdú, San Estanislao, Concordia, Remedios, Milagros y Corinto; Talacogon de 8,560, con las visitas de La Paz, Sagunto, Asunción, San Luis, Guadalupe y Santa Inés; Prosperidad de 3,144, con las visitas de Azpeitia, Los Arcos, Borbón, Ebro, Novelé y Rosario; Venida de 4,597, con las visitas de Patrocinio, Borja, Vigo, San Pedro, Clavijo, Loreto, Gracia, Ausona, San José, Trento, Cuevas, Tudela y San Isidro; Játiva de 1,848, con las visitas de Moncayo, Gandía, Pilar, Compostela y Gerona; y Mainit (separado de las orillas del Agusan) de 4,607, con las visitas de Jabonga, San Roque, Santiago y San Pablo. CUARTO DISTRITO Ó PROVINCIA \W. DÁVAO. LÍMITES Y SUPERFICIE. Está situado este distrito en la parte Sudeste de Mindanao. Ocupa el territorio que antes se llamó Nueva Guipúzcoa, y se extiende desde la ensenada de Mayo inclusive, en el mar Pacífico, hasta la punta de Malatuna, junto a la ensenada de Tuna en el Sur de la misma isla de Mindanao. Confina al N. con el distrito de Surigao, al NO. con el de Cotabato, en cuya parte intermedia está la laguna de Bulúan y el terri- torio llamado Boayén ó Buhayén, y al SE. con el mar Pacífico, donde se halla el puerto de Balete 3^ la bahía Pujaga. Pertenecen á este dis- trito las islas Sámal, Talicud, Pujaga, las de Sarangani, Sirangam, Molerón y Lumbal con los islotes Malípano y Sigáboy. Desde la punta Tagabón, extremo Sur de la ensenada de Mayo, hasta el cabo San Agustín, la extensión de su costa es de unos 48.28 Kms. ; desde el cabo San Agustín hasta el NO. del pueblo del Rosario, en la desembocadura del río Hijo, mide sobre 102.09 Kms.; y desde este pueblo hasta la punta Sarangani, extremo Sur del distrito, 161.58. La parte más ancha de la costa Oeste tiene 57.70 Kms. , desde punta Gorda al interior. La extensión superficial de este distrito es de 20,785 Kms. cuadrados. NÚMEKO DE HABITANTES. Con ser fértilísimo este distrito, es, sin embargo, el más despoblado; pues según el Censo Oficial de 1887^ no contaba más de 3,966 habi- tantes. Según el Estado General del Obispado de Jaro^ publicado á principios de 1895, el número de dichos habitantes ascendía á 4,810. Va iralií ISLA DE MINDANAO Y ADYACENTES. 131 IDIOMAH. VA bisaya, bagobo, guianga, tagabaua, tagacraolo, ata, calagaii, nianol)o, moro, taga])elí, bilán y sánguil son los que so hablan on ol distrito. PUEBLOS, VISITAS V HARRIOS. El pueblo de Dávao^ que es la calvecerá, de 13,874 almas, tiene anchas calzadas tiradas á cordel ; la casa-convento es de las mejores de Mindanao y abundan en el pueblo las casas grandes de madera, de buen gusto. Los demás pueblos de este distrito son: las visitas de Astorga, Santa Cruz, Rosario, Asunción, Táum, Avances, Candelaria, Calatmva, Los Mártires, Belén, Oyanguren, Guernica, Alberique, Matina, Aclisan, Lagondogan, Calosón, Olas, I^agongón, Santa Fe, Morella, Garellano, Oran, San Ignacio, Roquetas, Arapiles, Aviles, Bañólas, Santillana, Cristina, Segorbe y Melilla, dependientes de Dávao; Penaplata de 1,848 almas, con sus visitas San José de Sámal, San Ramón, Alcira, Tarifa, Carmona y Cervem; y Malálag (por haberse disgregado reciente- mente de Dávao, el numero de almas de su población va englobado aiin en el de Dávao), con sus visitas Iberia, Vera, Santa Isabel, La Estrada, Marbella, San Juan, Refugio, Victoria, La Trinidad, Santa María, San Miguel, Alegría, Pilar, Magalibas, Nuin, Bulut y Tumánao. COMANDANCIA DE MATI. Depende de este distrito la comandancia de Mati, la mayor en exten- sión entre todas las del Archipiélago, pues tiene 9,634 Kms. cuadrados. Sus pueblos son: Mati de 2,475 almas, situado en la hermosa bahía de Pujaga, con sus visitas de San Estanislao, La Concepción, La Paz, La Guía, San Alonso, El Pilar, Tamisan y Dac; Sigáboy de 2,217 almas, con sus visitas de Luzón, Pundaguitan, Monserrat, Nazaret, San Juan, Cuabo, Carmen, San Jaime, Javier, Macambol y Anunciación; Caraga de 4,054, con las visitas de Manorígao, San Fernando, San Fermín, Mercedes, Concepción, Santiago, San Pedro, San José, Santa Fe, San Luis, San Francisco y Santa María; Manay de 2,649, con las visitas de Zaragoza, Santa Cruz, San Ignacio, Jovellar, Tarragona, Manresa y San Fernando; Catel-Baganga de 6,561, con las visitas de San Nicolás, Dapnán, Quinablangan, Baculín, San Rafael, San Alfonso, San Antonio, San Víctor, Maybajay y Tagmoan. QUINTO DISTRITO Ó PROVINCIA DECOTABATO. LÍMITES Y SUPERFICIE. Confina este distrito al N. con las grandes cordilleras que lo separan de los distritos de Misamis y Surigao, al NO. con Zamboanga, en el interior al E. con el distrito de Dávao y al S. y O. con el mar de Célebes. 132 COROGRAFÍA. Desconocida como es toda la parte interior de este distrito no ha sido fácil fijar su verdadera superficie, así es que se calcula en unos 28,293 Kms. cuadrados.' NÚMERO DE HABITANTES. El Censo de 1887 le señala 4,148 y el Estado General del Obispado de Jaro^ publicado en 1895, le da un número de almas que asciende a 3,014. IDIOMAS. El castellano, el moro-maguindanao, el tiruray, dulangán, manobo, ata, bilán y tagabelí. PUEBLOS, VISITAS Y BARRIOS. Cotahato de 1,012 habitantes, que es la cabecera, está situado en la orilla izquierda del Pulangui ó río Grande, cuyas orillas están po- bladas de moros; posee una magnífica cota ó castillo, donde hay esta- blecido un semáforo para indicar los buques que entran y cruzan por la bocana; parte de la población queda inundada en las altas mareas; el comercio está en manos de gran numero de chinos que se han esta- blecido en este pueblo; Polloc de 472, está situado en la costa Sur al E. de la gran bahía lUana; su puerto es abrigado, limpio, de mucho braceaje y, aunque abierto al Oeste, le protege la isla Bongo, que se halla delante de su entrada. Era comandancia militar dependiente de Cota- bato y tenía estación naval establecida en dicho pueblo; posee un muy buen dique donde limpian sus fondos los cañoneros. Tiene por visitas Simuay ó Amadeo y el barrio de Panay. Tamontaca de 2,420, donde hay establecido un orfanotrofio de niños y niñas, procedentes de los moros, dirigido por los Padres de la Compañía de Jesús. Cuenta como visitas Sianán, Semba y varias reducciones de tiruray es. En la bahía Illana estaba establecido el campamento militar de Paran- paran, al otro lado de la bahía de Polloc; dependían del jefe de Paran -paran los fuertes de Malabang, Barás y Tucuran. En dicho campamento estaba establecido un hospital militar y una comisaría de guerra. Cuenta con un fuerte artillado, una bonita iglesia gótica, y muy fresca y cristalina agua, que abastece abundantemente la pobla- ción. En lo espiritual depende de Polloc. Es notable el fuerte de Reina R-egente, situado en el centro de la morisma. En la costa comprendida entre Cotabato y la punta Pola se hallaba le destacamento de Lebac, establecido para contener las piraterías é insolencia de los moros. SEXTO DISTRITO Ó PROVINCIA DE BASILAN. DÍMITES Y SUPERFICIE. La hermosa isla de Basilan se halla casi en la extremo Sur del Archi- piélago Filipino. Confina al N. con el estrecho de Basilan, al S. y SO. ^ Se incluye en este número parte del territorio de la comandancia 6 distrito de Lanao. X o Q y. o PQ H O ü #1 X o PQ < 8 o ISLA DE MINDANAO Y ADYACENTES. 133 con el mar do Joló y al E. con el do Célebes. Mide 8 leguas de N. á S. y 12 de E. á O. La extensión superficial del grupo Basilan es de 1,275 Knis. cuadrados. NÚMERO DE HABITANTES. El Censo Oficial le señala el número do 1,119 habitantes, siendo el número de almas, según el Estado General del Obispado de Jaro en 1895, do 1,:124. IDIOMAS. En la cabecera se habla el castellano, y los naturales hablan el moro sámal y el moro yacan. PUEBLOS, VISITAS Y BARRIOS. La cabecera lleva el nombro do \ii\lsabela. Hay dentro de la esta- ción naval un varadero para cañoneros, una máquina capaz de le- vantar veinte toneladas, talleros do carpintería, herrería, fundiciones de hierro y bronce, armería y maquinaria movida á vapor. Lo que constituyo el puerto es una hermosa silanga de 3i millas do largo, con un ancho medio de 600 metros, formada por las islas do Basilan y Malamaui ; os capaz para abrigar una escuadra considerable. En la isla de Malamaui, fronte al pan talán del pueblo, haj" un vastísimo depósito de carbón do donde so proveían todos los buques do la división naval del Sur. Poseo el pueblo frescas y sanísimas aguas, llamadas del Cho- rrillo, que conducidas a la estación por una cañería, son muy á propósito para las aguadas de los buques. En el punto más estratégico del pueblo hay el fuerte do Isabel II, que al par que defiendo al pueblo contra los moros que podrían descender de los montes ó acercarse por la parto del río Pasaján, domina muy bien la silanga; consta de cuatro baluartes que ocupan los cuatro ángulos salientes, con un foso en todo su perímetro. La marina tenía una enfermería, situada en el mar en la desemboca- dura do dicho río Pasaján fronte á la estación. Son visitas de la Isabela, San Pedro, Santa Bárbara, San Rafael de Sumagdán, Panigayan y Lampinigan. SÉPTIMO DISTKITO Ó PROVINCIA DE TANAO. LÍMITES. Comprende este distrito todo el territorio de Lanao, extendiéndose, además, por el Norte hasta Lumbayanegui, y por el Sur hasta la divisoria de las aguas entre la laguna de Lanao y la bahía lUana. NÚMERO DE HABITANTES. Siendo de muy reciente creación este distrito y no habiendo domi- nado completamente en él las armas españolas, no se pudieron formar 134 COROGRAFÍA. polilaciones ni censo del número de suh habitantes, reduciéndose la población a la flotante de los campamentos. Los infieles moros malanaos son en gran número; en solo Uato habrá unas 4,000 almas, y en las rancherías, que pueblan las costas d(* la laguna, viven más de 100,000. IDIOMA. La lengua que se habla en este distrito es el moro en s;u dialecto malanao. rUEBLOS, VISITAS Y BARRIOS. No hay pueblo civil alguno constituido y sólo sí había varios destaca- mentos y fuertes, siendo el principal el de Marahui. Lo más notable de este distrito es la laguna, de la que ha tomado aquél su nombre de Lanao. El extremo septentrional de esta laguna corres- ponde casi a los 8^ de latitud N. y su orilla occidental á los 124° 19' de longitud E. de Greenwich, es decir, casi al meridiano de Iligan. Está, pues, en la parte más oriental y más ancha del istmo, que separa las bahías de Iligan é lllana. Según Martel de Gayangos, el pueblo moro principal de los alrededores de la laguna es Ganasi; también es impor- tante Taraca situado al Este. La laguna es muy profunda y hay lugares de 3 á 5 brazas de agua; mide unas 8 leguas de largo y tiene seis islas, en la mayor de las cuales, llamada Nuza, hay más de 500 casas. Toda la laguna se halla rodeada de pueblos ó rancherías; siguiendo por la derecha de Ganasi se encuentra Uato y luego más de 60 rancherías. Desagua la laguna por una cascada en el río Iligan. ISLAS ADYACENTES Á MINDANAO Y BASILAN. ADYACENTES A MINDANAO. COSTA SUlí. En la costa Sur, es decir, la comprendida entre el seno de Sibuguey y el cabo de San Agustín, se encuentran las islas siguientes: Olutanga, — Forma esta isla con la de Mindanao un canal por donde se comunican los senos de Sibuguey y Dumanquilas. Grupo Quidahim. — Lo componen las islas Muda, Daculá y Baya. Ticala y Sagaraymu — Hállanse estas islas al S. de la punta Norte de la ensenada de Dinas. Bongo, — Situada esta isla delante del puerto de Polloc, cuya extremi- dad septentrional demora á -li millas hacia el OSO. de la punta Tuga- pangan, es muy emboscada y de poca altura. Está despoblada. Tbnaco. — Esta isla, formada por una colina muy emboscada de fron- dosos árboles que llegan hasta el mar, está situada entre las bocas del río Grande, rodeada de un pequeño estero. La colina de Tímaco y el pico Cogqnal más al Sur, sirven de excelentes marcas para dirigirse á la desembocadura del río. ^ X 1 ^^ :.,-:/:. V. 1 t. • r** ^ i 'Wsm IR 1 í ■■ k ; Mrri. ^^ 1 k ^ P^ ' t----^ *■ %"■ ' ^'i^^: ft :í-: *: ' .«MH Mi IH \ ■ ii ■1? '6 & ISLA DE MINDANAO Y ADYACENTES. 135 Sara 7} (jan i, — Llámanse así dos islas y un islote situados a 6 millas de la punta Sur de Mindanao. Los naturales llaman á la mayor de las dos Balut-niarilá y á la menor Balut parida. Balut-marilá es la más elevada y cubierta de vegetación, habitada por sánguiles y bilanes en número considerable. En el centro hay un volcán que arroja algunas veces humo. Ma-s dd Heno de Dávao — Ya\ el interior del seno de Dávao se halla la isla de los Tres Arboles, las de Pandasan y Copiat. cerca de la entrada del río Hijo, las de Cruz sobre la costa de Sámal, la de Sigáboy y la de Sámal, la más importante de todas, con 42 millas de perímetro. P^s en general tierra fértil y se cosecha excelente cacao, el cual cultivado en grandes proporciones podría ser su mayor riqueza. Los pueblos prin- cipales de la isla se hallan en la costa occidental y se han noml)rado ya en el párrafo relativo al distrito de Dávao. Malípano es una pinto- resca islita situada al E. de Sámal; y Talicud ó (tuísoc al SO., es un bosque bajo con terrenos pantanosos. Está deshabitada y carece de agua dulce, pero dicen los sámales (pie es excelente el tabaco (jue en ella se cultiva. COSTA KSTK. l\ijaga. — Pequeña isla situada en la entrada de la bahía de este nom- bre, frente al pueblo de Mati. Oanlociii, — Al SSO. de la punta Batiano hay un islote semiredondo y de poca extensión que lleva el nombre expresado. Hasta la punta Cáuit apenas hay isla de importancia. Sólo merecen ser nombradas las de Mauis enfrente de la ensenada de Bislig; Aran- gosa, pasada la ensenada de Lianga; y Macangoni con otros islotes al NE. de Tándag. Pasada la punta Cáuit, hacia el NE. de la península de Surigao, se encuentran las más importantes islas adyacentes á Mindanao, después de la de Basilan, de las cuales tratamos á continuación. COSTA NORTE. Sulúan ó Buena Señal, — Demora á 10 millas al S. 88° E. de la punta S. de Samar; es un islote de poco más de 1 milla de extensión, media- namente alto y acantilado. Dinágat. — Se halla sobre la cabeza Nordeste de la isla de Mindanao, separada por un angosto canal. És estrecha y larga 3^ se extiende 36i millas de N. á S. desde la punta Desolación hasta la punta Sur de Gabó, con 12i millas en su mayor ancho. Atraviésala en el sentido de su longitud una cordillera. Está bastante poblada en las costas. Sobre la punta Sur de Dinágat, y casi pegadas á su parte Oeste, hay dos islas de 5 y 6i millas de extensión, separadas entre sí y de la isla principal por dos angostos canales. Los naturales de Dinágat se dedican á la extracción del oro de una mina, y también al beneficio de sus pro- ductos naturales, cera, miel, etc. 136 COROGRAFÍA. Gipdó, — Demora 5 millas al SO. de la punta del pueblo de Dinágat; es estrecha y de 314 metros de altura. Similón, — Hállase á 3i millas al E. del extremo Norte de la isla Gipdó, y a 5i millas al N. de la punta Bilaá. Grujpo Unip, — Está formado por las islas Unip, Sibánag, y Tabu- caya con otros varios islotes, delante de la ensenada que so abre al SO. de la isla Dinágat. Gihuson, — La costa Norte de esta isla se halla á unas 9i millas al O. de la punta Desolación. Siargao. — Está esta isla al SE. de Dinágat, á la cual parece unida por un banco submarino de unos 58 metros de fondo conchuela; de- mora 16 millas al N. de la costa más próxima de Mindanao. Es irregular y tiene 18 millas de N. á S. Una pequeña cordillera la divide de N. á S. Tiene varios pueblitos y pequeños puertos. Rodean á Siargao varias islas de poca importancia, si se exceptúa el grupo Bucas, formado por tres islas muy próximas entre sí y situado al SSO. de Siargao. Al ONO. de este grupo se halla otro grupo de islas llamado de Ginatúan y la isla Cabusúan al S. de dicho grupo. Camiguín, — Demora esta isla á 5^ millas al N. de la punta Bagácay y tiene de N. á S. unas 12 millas con más de 8 de E. á O. ; es en extremo montuosa y acantilada, formada por un monte central de 1,627 metros de altura sobre el nivel del mar. Produce esta isla arroz, buen tabaco, cera y cacao en abundancia. Su población asciende a 24,122 habitantes dedicados principalmente á la agricultura y á la pesca. En lo restante de costa desde la punta Bagácay hasta punta Gorda, no se encuentran islas de importancia, sino sólo islotes y bajos. Mere- cen, sin embargo, mencionarse la punta Sipaca, isleta formada por un monte cónico, por el canal que forma con la costa y por su situación pintoresca. SUR DE ZAMBOANGA. Existen algunas islas próximas á la parte meridional de la península de Zamboanga. Ticta/Dun. — Esta isla^ situada casi al E. de la punta más meridional de la península, se extiende de ENE. á OSO. en una extensión de 2J millas; es baja y frondosa y se halla rodeada por el SO., S. y E. de arrecifes madrepóricos de poco fondo. SacGol, — Se encuentra esta isla á corta distancia del NE. de la de Tictavun ó Tictauan y tendida en una extensión de 7 millas de NE. á SO., teniendo su mayor anchura y elevación en su cabeza Norte. Tumahitan y Sinonog, — Se hallan estas islas á 3i y 2f millas de la parte Nordeste de Saccol; son pequeñas y la primera bastante elevada. Malanipa, — Está situada esta isla al S. de la de Saccol y N. de la entrada oriental del estrecho de Basilan. ISLA DE MINDANAO Y ADYACENTES. 137 ADYACENTES A BASILAN. El grupo llamado de Basilan comprende varias isletas, espairidas principalmente por la parte del Sur y del Oeste de la Isabela. Sólo mencionaremos las principales. La isla más septentrional del grupo es Teinga, que demora á 18 millas al NO. de Basilan; es pequeña, l)aja y cubierta d(^ ár])oles. TAPIANTAXA. Isla la mas meridional del grupo. Hállase al S. de la punta mtís meridional de Basilan. Es la isla mayor de las adyacentes á Basilan; tiene alguna población mora como casi todas las más importantes del grupo. Al O. de Pilas hay varias islitas, las cuales forman con ella varios fondeaderos. OREJAS DE I.IKBRE Ó SANCÍHOYS. Se hallan estas islas á 3 millas al SSO. de Teinga y se elevan 178 y 256 metros. Son muy notables, especialmente el monte de la isla más meridional, el cual se asemeja á una cúpula, desde donde se extienden tierras bajas. TAMUC. Se levanta esta isla enfrente de la costa Oeste de Basilan y al NO. de Tapiantana. I3UBUÁN. Isla situada al N. de la de Tapiantana y muy parecida á ella. MALAMAUI. Isla muy próxima á la costa Norte de Basilan, la cual juntamente con la de Lapinigan, forma un excelente fondeadero, accesible a los mayo- res buques. Cae enfrente del pueblo de la Isabela y forma con la costa de Basilan la famosa silanga de la Isabela. CAPÍTULO XI. ATlCiriPIÍ:iiAGO DE JOTjÓ K I8TjA8 DK LA PARACM A, BAIiÁBAC Y CAGAYÁX DE JOT.íí. [Mapas Nos. 24, 25, 26, 27 y 28 del Atlas de Filipinas.] ARCHIPIÉLA(íO DE JOLÓ. LÍMITES Y EXTENSIÓN. No han estado muy acordes los autores al señalar los límites y exten- sión del archipiélago de Jólo, ó Sulú, según los ingleses. El Derrotero del Archipiélago Filipino considera como perteneciente a él toda la larga cadena de islas que se extiende unas 180 millas, y lo divide en tres grupos principales : Basilan al E. , Jólo en el centro y Tawi-tawi al O. La Guía Oficial de Filipinas^ siguiendo á D. Antonio Garín, en su Mer)ioria sobre el Archipiélago de Joló lo limita al grupo de islas comprendido entre la de Belauan al E. 121^ 52' E. de Greenwich, y la de Tumindao, hacia el O. 119^ 15' E. de Greenwich; es decir, deja aparte la isla de Basilan y sus adyacentes, quedando así el archipié- lago entre los 4^ 30' y 6^ 25' de latitud N. Esta es la demarcación que creemos más aceptable, pues, aunque en realidad pertenezca Basilan al archipiélago joloano, forma con sus adyacentes provincia aparte. Los mares que bañan el archipiélago joloano son el de Mindoro ó Joló al Norte y el de Célebes al Sur. DIVISIÓN EN GRUPOS. Las islas que constituyen el archipiélago de Joló pueden dividirse en los cuatro grupos siguientes : ^ PRIMER (ÍRUPU. BalanguinguL — Está situado entre los 5^ 59' y 6^ 17' de latitud N. y los 121° 29' y 121° 51' de longitud E. de Greenwich. Constitúyenlo 18 islas, de las cuales 7 son de mediana extensión y las restantes mere- cen sólo el nombre de islotes. Las más septentrionales son: Belauan y Buartia, separadas por un canal muy estrecho. Al E. hay dos islotes llamados Dipulut é inmediatos el islote Mamud y la isla Toquil. Siguen al SO. las islas Mamanoc, Farol, Talaran, Bucutúan, Sipac y la principal, Balanguingui, famoso centro de piratas; entre ésta y la extremidad oriental de la isla de eToló están las islas Banyao y Simisa. * En la introducción á este tratado damos una división más minuciosa. La que aquí adoptamos es suficiente para el intento presente. 138 ARCHIPIÉLAGO ÜK JÓLO. 139 smíiNiH) <;Kri»o ./oA;.— Hállase entro los 5 4(>' y & 14' de latitud N. y los 120^^ 50' y l'2i 17' de longitud E. de (ireenwieh. La principal es JoIó; al N., so])re la extremidad Este de Joló, se hallan CapuaU de 20 Knis. cua- drados de extensión, y Bitinan; al NE. la isla Tuluyan, baja y msa, que forma el puerto de este nombre con la costa de Joló; más al O, se encuentra la isla Gujanján y varios islotes insignificantes; la isla Tulián y el grupo de las islas Palliagan, Marongas, Cabiniian, Bubuán, Higad, Minis, Tacud, Pantocuman y Teomabal, demoran hacia el N. de la mda de Joló; las islas Salude, Dong-dong, Patián, Lumbián y Pala, de 58 Kms. cuadrados de extensión, pertenecen á la región del Sur. TKKCKK (JKl'l'O. Tajml, — Se extiende entre los 5" 24' y 5 ' 40' de latitud N., y los 120° 16' y 121^^ 4' de longitud E. de Greenwich, formado por las siguientes islas: Tapul, de 84 Kms. cuadrados de superficie y 23 Kms. de circunfe- rencia; Lugus, de 51 Kms. cuadrados, baja y cubierta de arboleda; las de Cabingan; Siasi, que es la más importante del grupo, con 82 Kms. cuadrados, muy fragosa y llena de bosques; Lapac, muy semejante á la de Lugus en forma y tamaño; Taluc, Laminusa, Selim, Manubol, Tapaán, Bubuán y Bolipongpong. CUARTO (JUÜPO. Tawi-tawi.—Estsi entre los 4° 47' y 5° 29' de latitud N., y los 119° 43' y 120° 38' de longitud E. de Greenwich y comprende, además de la que le da el nombre, cerca de 40 islas, entre las que sólo 14 son de regular extensión. Tawi-tawi se halla á unos 50 Kms. hacia el ESE. de la península de Unsang de la isla de Borneo; se extiende de ENE. á OSO. próximamente 55 Kms. y su mayor anchura de unos 25, la tiene en su extremidad oriental. El aspecto de la isla es muy variado, viéndose entre masas de verde-claro, multitud de bosquecillos ó grupos de árboles definidos, esparcidos por todas partes; las islas que la rodean están muy poco pobladas; en sus rincones inaccesibles es donde se esconden los más incorregibles piratas. Entre las demás islas figuran Manicolat, Bubuán, Cinapusan, Cacataán, Sigboye, Tambagan, Bas- bás. Pan jumo jan, Tabulunga, Daluman, Tancán, Tandubato, Taruc, Simaluk, Lurán, Ubián, Tagao, Calupag Grande, Calupag Chico, Tándubás, Bañaran, Bilitan, Simónos, Manuc-Manca, Laa, Sanga- sanga, Bongao, Buan, Sibutu, Ticul, Usada, Gunilan, Pangutaran, Panducan, Culassun, Cap, Deoto-Bata, Laparán, Bilanguán, Bam- banán, Mamanuk y el pequeño grupo de islas e islotes de Tataán, que se extiende 8 millas de NE. á SO. casi paralelamente, á una distancia media de li millas de la costa Norte de Tawi-tawi. 140 COROGRAFÍA. PUERTOS PRINCIPA LP:S. Entre los principales puertos de este archipiélago podenjos citar: el de Joló, entre las puntas de Dinangapit y Belán al NO., do 18 á 20 brazas de fondo; el de Luban al SE.; el de Piniungan al SO., el seno de Cabuncut al S. , el de Lugbac, el de Tutu al N. del anterior, ol fondea- dero de Carondong y el seno de Pitogo entre Sang y punta Tandri- can al SE. de la isla. Sobre la costa Nordeste se halla la isla de Capual que forma una silanga entre ella y ésta. NÚMERO DE HABITANTES. La Guía Oficial de Filipinas de 1897 hace ascender la población del archipiélago á unos 22,630 habitantes, pero es de creer que sea sólo un número aproximado, atendido lo poco conocidas que son, no sólo muchas de sus islas, sino también la población de las innumerables rancherías establecidas en él. Según Ferreiro, el número de hombres útiles que para la guerra presenta cada uno de aquellos grupos de islas, divididas en tribus regidas por sus datos ó panlimanes, es como sigue: Balanguingui, 335 guerreros; eJoló, ltl:,415; Tapul, 1,300; Tawi- tawi y Pangutaran, 1,815; total 17,865 hombres. De modo que parece se puede señalar para todo el conjunto una población no muy inferior á la de 200,000 habitantes. Según el Estado General del Obisjyado de Jaro^ publicado en 1895, el número de cristianos ascendía á 1,424. Cuatro razas se distinguen en el archipiélago, de diferentes costum- bres y condiciones: I"", la de los quimbajanos ó habitantes del monte, que son los verdaderos indígenas; 2"". la de los esclavos bisayas y malayos, cuya descendencia se ha mezclado con los demás habitantes; 3'^. los sámales, de condición inferior, aunque no son esclavos; y 4"". la de los moros propiamente dichos que traen su origen de los invasores mahometanos y explotan el resto de la población. IDIOMAS. La lengua de los habitantes en aquel archipiélago es el moro joloano y el moro sámal que tiene mucho del bisaya. PUEBLOS, VISITAS Y PARROQUIAS. Los puntos ocupados por los españoles eran Joló y los destacamen- tos militares de Siasi, Bongao (Tawi-tawi) y Tataán. Joló, situado en la isla de este nombre, fué la antigua residencia de los sultanes; tiene calles anchas y rectas con arbolado, siendo sin duda la población en que están éstas más limpias; las casas están todas pin- tadas en su exterior ó blanqueadas, y ninguna con techo de ñipa, tan común en lo restante de Filipinas. Cuenta con buena iglesia, con un hospital bastante capaz y con un muy buen cuartel de infantería; tiene ARCHIPIÉLAGO DE JÓLO. 141 plazas, jardines y agua potable para abastecer las casas particulares y varias fuentes públicas. 8u mercado es de nueva construcción y de regular dimensión; se halla muy abastecido por el gran número de moros vecinos que concurren con frutos del país y otms mercaderías. Un muro de ladrillo lo rodea, constitu vendólo plaza fuerte; los baluartes Alfonso XII, Puerta España y los fuertes de Torre de la Reina y Prin- cesa de Asturias, levantados en una colina no muy lejos le sirven de atalaya, al par que de defensa. Gracias á ser puerto franco se halla en comunicación directa con Singapore por medio de dos vapores ingleses, cada uno de los cuales verifica un viaje redondo cada 28 días, y además comunica con Manila por medio de un correo bisemanal; favorece la carga y descarga un pantalán de piedra que entra bastante dentro del mar, y en él hay un faro de 6*. clase, sideral con luz roja fija. Dependían de él los tres destacamentos arriba mencionados, los cuales constituían otras tantas comandancias político-militares. En lo espiritual pertenece al obispado de Jaro y reside en él un P. Misionero que tiene á su cargo las visitas de Siasi, Tataán y Bongao. PK01)UíX:;iONES IMPORTANTES. La flora de este archipiélago es muy semejante á la de Mindanao. Abunda la teca, caumning, molave, narra, mangachapuy, ipil, cedro, palo-hierro y otras maderas igualmente estimables, así como el coco- tero, cabo-negro, burí, ñipa y otras palmas, gomas, almáciga, toda clase de resinas, raíces alimenticias y demás productos análogos. Se dan muy bien el maíz, arroz, abacá, azafrán, afíil, sésamo, algo- donero, mangostán, nangca, etc. Su terreno quebrado y pendiente es mu}^ bueno para el cultivo del café; el cacao se da muy bien en pen- dientes algo sombrías y el abacá crece sin cultivo alguno en terrenos de aluvión. Abunda el ganado caballar y vacuno, el cabrío y caraballar; son numerosas las diversas especies de aves. Entre las herramientas que fabrican los joloanos deben citarse el patú (escoplo), el lagut (cuchillo cortante, de punta muy aguda), el capá (hacha ordinaria), el licut (gubia), etc. Es muy importante en este archipiélago la pesca de perlas, pero aun lo es más, si no por su valor intrínseco, por.su mayor abundancia y notable rendimiento, la concha nácar que alimenta los mercados de Singapore y Manila. ISLA DE LA PARAGUA Y ADYACENTES. LÍMITES Y SUPERFICIE. La isla llamada antes Palawan y por los españoles Paragua, está situada entre los 8^ 22' y 11^ 25' de latitud N. (punta Cabuli) y entre los 117^ 8' y 119^ 41' de longitud E. del meridiano de Greenwich. 142 COROGRAFÍA. Hállase colocada entre la isla de Mindoro al N E. , las de Panay, Negros y Mindanao al íl, el archipiélago de Jólo al SE. y la isla de Borneo al S., separándola el mar de China por el O. de la Indochina Meridional. Es considerada por su extensión como la tercera entre todas las del Archipiélago Filipino; de forma muy prolongada y relativamente estrecha, se halla tendida de NE. á SO. , midiendo en su mayor longitud 445 Kms. y en su anchura media unos 22 Kms. con una superticie total de 14,584 Kms. cuadrados, si s(^. cuentan sus islas adyacentes. HABITANTES. Según el Censo Oficial de 1887^ la población de la Paragua, asciende á 5,985 almas en los pueblos de Dáulig, Dumarán, Puerto Princesa, Tatindan y Taytay. Según el Sr. Canga Arguelles, gobernador que fué de esta provincia, la población cristiana no excede de 10,000 almas, y ocupa la parte Norte de la isla, mientras la mahometana, establecida al Sur en ambas costas, no llega á 6,000. La población total de la isla asciende, según algunos autores, a 28,000 ó 30,000 almas. La población indígena puede clasificarse en cuatro grupos bastante bien definidos, á saber: 1*". Los tagbanuas, los más numerosos, que se distinguen por su sociabilidad y carácter pacífico; viven en rancherías á orillas de los ríos y se asemejan á los malayo-mahometanos de Min- danao, pero no profesan sus mismas creencias. Pueblan la parte de la isla comprendida entre Inagauan y Dáulig, en la costa oriental, y en la occidental desde la bahía de Ulugan hasta la de Apurauan; su número puede calcularse en 6,000. 2''. Los negritos, distintos de los anteriores por su tez más oscura, pelo rizado y mayor desarrollo físico. Habitan las montañas comprendidas entre Babuyan y Barbacán, en la costa oriental; puede calcularse su número en más de 1,500. S''. Los man- guianes, grupo poco conocido por habitar el territorio en que viven los moros, los cuales impiden que tengan tratos con los extraños; son en su físico algo parecidos á los tagbanuas ; en sus costumbres imitan algo á los moros; se calcula su número en 4,000. I"". Los tandulanos que habitan en las playas de la costa occidental, entre la boca de la bahía de Malampaya y Carúray. Se cree que su número pasa de 1,500. IDIOMAS. Cada uno de estos cuatro grupos tiene su dialecto especial, y así citanse el tagbanua, bátag y tandulano, pero puede decirse que el idioma más general en la Paragua es el moro joloano, pues el castellano se hallaba reducido al corto número de familias españolas que vivían en la isla. PUEBLOS, VISITAS Y BARRIOS. Tres son los pueblos que comprende esta isla á saber: Puerto Prin- cesa, Taytay y Dumarán. Puerto Princesa, de 3,121 almas, es la cabecera. Su puerto natural, ISLA DE LA PAR AGUA Y ADYACENTES. 143 llamado en las cartas náuticas inglesas Bay Royalist, es magnítíco, bien abrigado y de fácil entrada; su diámetro, con fondo útil, es de IJ- milla; en la costa oriental y muy cerca de la orillares su fondo de 10 á 12 metros; en su entrada hay un faro del orden sideral, con luz fija blanca. Posee una pequeña rampa en forma de parrillas, donde pueden limpiar fondos hasta cañoneros de 3". clase. Existía en Puerto Prin- cesa una colonia penitenciaria compuesta de disciplinarios de ambos sexos, que sufrían allí las penas merecidas por sils crímenes, y de deportados, es decir, de personas que la seguridad pública creyó con- veniente alejar de su país natal. Gracias á los tmbajos forzosos do esta colonia penitenciaria se ha podido, al par que embellecer la pobla- ción, sanearla cubriendo muchos manglares. La iglesia y hospital militar son edificios de ladrillo con techo de zinc. Carece de agua potable, utilizándose para los usos domésticos la de lluvia; en la época de secas, algunos utilizan el agua de los pozos, á pesar de sus malas condiciones, y otros la van á buscar al río Yuahit eme está al otro lado de la bahía. Las visitas correspondientes á cada una de estos tres pueblos son las siguientes: á Puerto Princesa pertenecen las visitas de Inagauan, Bahile, Marupinas y Carúray; al de Taytay, Bacuít, Maytiguid, Pancol, Li- miuancón, Guinlo, Pulariquín, Batacalan, Tiniguiban, Silanga, Casián y Bantulan; y á Dumarán las de Tinitían, Babuyan, Araceli, Tumarabón, Malcampo, Barbacán, Ilián, Dáulig y Bool. Merece especial mención la estación militar de Canipan. La administración espiritual depende de la diócesis de Jaro; se hallan establecidas las siguientes parroquias clasificadas todas como misiones vivas: Puerto Princesa con 3,121 almas, Tinitían con 1,197, Dumarán con 2,128, Taytay con 1,733, Inagauan con 279 y Bacuít con 1,257; este número de almas es el de cristianos que cuenta cada una de estas parroquias y está sacado del Estado General de Almas^ publicado por los Padres Recoletos en 1897. PUERTOS, MONTES Y RÍOS. Es la Paragua por su posición geográfica una de las más importantes islas del Archipiélago Filipino, y es no menos importante bajo el punto de vista comercial, puesto que forma, con la de Balábac, el estrecho del mismo nombre, paso obligado de los buques de vela en determinadas épocas del ano, y además en su costas se abren los siguientes excelentes puertos: el de Puerto Princesa y Binunsalián en la costa oriental, el de Ulugan en la bahía del mismo nombre y la bahía de Malampaya que, según algunos, no tiene rival en el mundo. Una gran cordillera orientada de NE. á SO. divide la isla de la Paragua en dos mitades, y sus puntos culminantes son: el monte Mantalingajan al S., que tiene 2,080 metros de alto, y el pico Victoria al NE. del anterior, de 1,726 metros. Entre los montes que la cortan en distintas direcciones, los principales son: la cordillera de Malanut, que 144 COROGRAFÍA. naciendo cerca de Tagbayug, extiéndese hacia el E. ; la de Pulute, casi perpendicular á ésta, arranca de la parte media de ella y corre unos 20 Kms. al S. inclinándose después al O. ; la de Bulanjao que nace en la bahía Coral y sigue al NE. un trayecto de más de 40 Kms. Dada la especial estructura de la isla, los ríos presentan muy corto curso, pero tienen gran importancia en cuanto facilitan los medios de comunicación entre ambas costas. Como principales pueden citarse: el Yuahit, que se supone nazca en las vertientes de la cordillera de la Aldea y que, pasando por la ranchería d(^. este mismo nombre, desagua en la bahía que lo denomina; el de Carilray, que nace en la vertiente occi- dental del monte central y muere en (4 mar de la China, cerca de la bahía de Magdanan; el Canipan, que desimiboca en la bahía de su nom- bre, y el Pirata en la de San Antonio. PROI>UCCIONES MAS IMPORTANTES. Todos los montes ostentan en sus A^ertientes abundantísima vege- tación que forma dilatados bosques con incalculables ejemplares de excelentes maderas de construcción. Merecen citarse entre ellas: la narra, el calan tas (especie de cedro), la fragosa peregrina, de la que los naturales extraen mucha almáciga, llamada por ellos uring, y que hasta hace poco se tenía por desconocida en Filipinas; el ipil, que adquiere gran desarrollo; el camagón, mola ve, bañaba, alopay, amuguís, arsonan, apiay (desconocida en Luzón), como también el usbi, el man- salanguin y muchísimas otras por ser inmensa su riqueza forestal, tanto por contener algunas especies desconocidas en el resto del Archi- piélago como por su abundancia. Cuenta la isla con muchísima abundancia de mangles, de los cuales se utilizan las tres principales clases de madera bacanán, tanga! y langhoray. La producción de bejucos es verdaderamente maravillosa y sostiene en Puerto Princesa un comercio no interrumpido con la capital del Archipiélago. La ñipa, tan útil j necesaria en las poblaciones indí- genas, cubre por completo las orillas de los ríos y esteros; los cocales forman espesos bosques; abunda mucho la almáciga, goma copal j otras resinas; en sus campos se cosecha buen tabaco, excelente arroz y todo género de frutas y legumbres, de suerte que es tal la riqueza en el reino vegetal, que hace que la Paragua nada tenga que envidiar á las otras islas oceánicas. Los riquísimos pastos que esta isla posee, hace que abunde en ella mucho el ganado vacuno y de cerda, las cabras y los carabaos. Las profundas cuevas inmediatas á las orillas del mar son muy abundantes en el famoso nido de la golondrina llamada salangana y en la Paragua lambam, que se cría particularmente en esta isla y en la de Culión. No habiendo .sido aún explotada suficientemente esta isla no se conoce bien su riquezd mineral. El plomo y el antimonio se presentan en ISLA DK LA PARAGUA Y ADYACENTES. 145 los grandes aluviones, ya en forma de plonibagina, A'a en la de piritas; hay indicios probal)les de hallarse en ella tan)bi^n el hierro y el cobre. La piedra pizarrosa, dura y consistente, ó sea yocr marina, presenta en sus estratificaciones gran cantidad de hierro y de sulfuro. La piedra gi-anítica se halla con profusión, pero es blanda y porosa. La roca ma- drepórica, que en general constituyt^ la base y cimiento de las costas, abunda y se utiliza mucho en la fabricación de la cal. ISLAS Al)YA(^KNTKS. En el capítulo y\ hemos hablado de las islas principales adyacentes á la cabeza Norte de la Paragua, las cuales pertenecen al grupo de las Calamianes; diremos aquí brevemente^ algo de las demás. COSTA OKSTK. Caj)iajo cuyo nombre se defendían contra sus enemigos. De ahí la nuiche- dumbre de provincias, en las que les hallaron distribuidos los españoles á su llegada, las más de las cuales, lo mismo que sus poblaciones, con- servan aún al presente nombres que están en perfecta consonancia con el lenguaje de los nuevos habitantes. GENERAL ORIGEN DE LOS INDIOS. ^Cuáles fueron éstos y de dónde traen su origen? Cierto conjunto de relaciones y afinidades en el lenguaje, usos y costum})res, y (mi la fisonomía misma, los hace originarios de la raza malaya, (|uc es la de los indios naturales de las islas que se hallan situadas entre Ceilán y nuestro Archipiélago. De este tronco, creemos, participan d(^ una manera principal casi todos los indígenas, que en una inmensa Aarit^dad de tipos lo habitan. Esta variedad es tanta, que, á primera ^'ista des- truye la unidad que hemos dicho, pero puede y debe ésta sostenerse principalmente por la analogía lingüística, que todaA ía puede descu- brirse, y que es, á no dudarlo, la norma más segura para (encontrar el origen de los pueblos. A la verdad, no causa pequeña admiración ver en estas tic^rras tantas gentes de diversos idiomas, que apenas se hallarán dos islas que con- vengan en una misma lengua. En Luzón cada provincia tiene su dis- tinto dialecto, que no entienden sino los naturales de ella. Los tagalos y pampangos hablan diferente lengua; los pangasinanes, ilocanos y cagayanes tienen en cada región su lengua especial; los de Camarines se distinguen de todos los demás. Los bisayas, aun(|ue casi todos ha- blan una lengua común, con todo, es tanta la separación de sus provin- cias, que en cada una parece aquélla diversa. El boholano no pronun- cia ciertas letras; el cebuano tiene su propio modo de hablar, distinto del de Samar y Leyte, cuyo idioma es más fecundo, de más artificio y copia de palabras, que pronuncian, además, con más* expedición que los pueblos antes referidos. Nada digamos de la isla de Mindanao, donde, aun prescindiendo del moro, es quizás mayor la diversidad (|ue en las otras islas. PARTK l'RIMKRA KTNOGKNIA. 157 Esto no o])stanto, ([uo imichus de osUis lenguas reconecten un solo origen lo d(H'lai'a la gv\u\ facilidad con que los natuniles de un pueblo Y provincia aprenden las lenguas de otras provincias y pueblos, cosa que no pueden hacer los europeos sin nmcho estudio y tmbajo, ni aquellos lo harían, si sus idiomas distamn entre sí, como distan de los nuestros; y se comprueba, además, así por las nuichas palabras conumes, aunque diversamente conjugadas, combinadas y á veces nui- dadas en su signiñcacion, como por td conuln modo de proiumciarlas, gangoso o gutural. Este común origen lo aprue})an varios escritores, y entre ellos singu- larmente lo deñend(^ el citado P. Delgado, (d cual, como nosotros, no conviene con ci(U'tos autores provinciales en asignar origen malayo á solos los tagalos, y diferente á los otros pueldos por sola la diversidad de lenguas. Pues pudieron, induda])lemente, los naturales do estas Islas tener un solo origen, y con todo eso, separándose unos dv otros, irse variando el lenguaje; ya ({ue salx'mos por la Historia que los primeros descuimdorívs trajeron interpretes malayos, los cuales se dividieron, en aquellos primeros tiempos y distribuyeron por Bisayas y Mindanao, y eran bastantemente entendidos en aquel lenguaje; de lo cual se infiere que no hay razón para buscarles á los bisayas y mindanaos otro origen diverso del de los tagalos, (pie todos confiesan ser el malayo. Además, es ci(n*to y evidente (pie las dos lenguas, tagala y l^isaya, discrepan muy poco ó nada en el arte y en las raíces de donde se forman los verbos, siendo casi iguales en todas partes; y aun las conjugaciones en uno y otro idioma son las mismas; y siendo en Bisayas más unívoca la len- gua, son tan diversas las pronunciaciones, que parece distinta á los que no han pasado en el país algunos años. Mayor dificultad habría, lo confesamos, en averiguar el origen de los pampangos, vecinos de los tagalos, los cuales tienen distinto lenguaje; pero sus facciones, inclinaciones y costumbres son las mismas de los tagalos; y, además, vale también en ellos la razón mencionada de la facilidad con que aprenden los unos la lengua de los otros, y todos la bisaya, hecho varias v^eces experimentado con niños tagalos y pam- pangos llevados á Bisayas, que en menos de un mes hablan la lengua bisaya, como si fuera la suya propia. De un modo semejante pudiéramos discurrir respecto de los caga- yanes, ilocanos, pangasinanes y otras naciones, cuya diversidad no des- truye el origen mismo asentado de los malayos. Por otra parte, Fr. M. Zúñiga defendió con varias razones^ y singu- larmente por la harmonía de las lenguas, que estos indios descienden de los de la América Meridional. Otros autores hallan el origen inmediato de todos, ó de algunos pueblos filipinos, en diversas islas ó tierras de la Oceanía. ^ Pueden ver^e en su Historia de las Islas Filipinas. Sampáloc, 1803. 158 ETNOGRAFÍA. INDÍGKNA8 DE MINDANAO. Digamos ahora tam})ién, on particular, algo sobre la procedencia de los moradores indígenas de Mindanao. Estos no parece que puedan tener otro origen, mediato al menos, que el de los demás indios, ora hayan ido allá desde Borneo, ora de Molucas, ó de algunas otras islas de la Indonesia. Acerca de los manobos, bagobos y sus derivados, opina el arriba citado D. Joaquín Rajal que, atendiendo á su nomenclatura, es obvio asimilar su origen al de los ovas de Madagascar, cuyos individuos debieron arribar á la africana isla, que hoy habitan, al propio tiempo que aquéllos á este Archipiélago; y es probable que, habiendo empren- dido juntos la emigración del Asia, se separasen en medio de los mares por causas ajenas á su voluntad. Pudiera también creerse que los ovas llegaron unos en pos de otros, pues así lo indica la pala])ra bisaya Ixicjo^ nuevo, calificativo que debió aplicárseles con relación á su estancia en el país. Y decimos que los manobos debieron ser algo anteriores, porque si hubiese mediado mucho tiempo hasta la venida de los bago- bos, no tendrían denominación tan semejante y apropiada al tiempo de su correlativa existencia en el país, como lo expresan nmy bien las voces "manobos," hombres de la clase de los ovas, y ''bagobos," nuevos ovas. Otros creen que la palabra manobos deriva de nuHiuha y ésta de onan- suhá^ que significa habitante del río. Los mandayas dan también, como los manobos, origen á varias denomi- naciones, y su antigüedad no hay para que discutirla, pues la palabra mandayas significa descendientes de los dayas, y dayas ó dayaques se llaman los naturales de Borneo, tanto los del Sur como los del- Oeste. De este modo podríamos ir discurriendo por los otros grupos diferen- tes que poblaron la isla de Mindanao, antes que la raza mahometana, y su procedencia más ó menos remota se hallaría ser ó indonesiana ó malaya. Este es el tipo general que entre las variadísimas castas de indios filipinos han visto y reconocido destacarse, en mayor ó menor grado, los hombres de más exquisito tacto etnogénico que han aplicado su talento al estudio de estas gentes. RAZÓN CONFIRMATIVA. Por lo demás, adviértase con detención que no son suficientes ciertas diferencias, por notables que ellas parezcan, para atribuir á una raza una procedencia distinta de la otra; por cuanto esto nos conduciría á tener que buscar su origen diverso á cada una de las casi infinitas razas de infieles que se encuentran en nuestro Archipiélago, y con especialidad en las grandes islas de Luzón y Mindanao. El género de vida que cada una observa, la región que ocupa y otras circunstancias, son más que PARTE PRIMERA ETNOGENIA. 159 suficientes paní iiiipriniir un cameter peculiar que 'las separa de las demás, si no en un todo, al menos en puntos nuiy notables, seg6n vemos que acontece en Europa en varias naciones, como España, Francia 6 Italia, á pesar de las estre(»has n^aciones ipie unen entre sí á sus mora- dores. OAPlTULO IIT. OTRAS IS^ACIOXKS QITi: 8K IIAX C ONlSrATITllAI^IZADl) KN KSTA8 ISTIAS. I.OS IMOKOS. Después de los negritos, \'(U'dadcros aborígenes, y extendidos ya por todas partes los segundos invasores, conforme se ha tratado, entre las otras naciones que más impusieron su carácUu' en las Islas, debe citarse esa raza funesta de los moros, (jue cual plaga mortífera, invadió en mala hora muchas regiones de la India y archipiélagos de la Oceanía. ÉPOCA 1)K sr VENIDA. ; En i¡\i6 época debió Aerificarse la venida de la raza malayo-mahome- tana á estas Islas í Parece (H)sa evidente que no pudo ser antes de las invasiones de los indios ya dichas. Porque, de ser así, quedaran éstas de algún modo indicadas en la tradición escrita que consigo lleva la raza de Mahoma, algo más civilizada en comparación de aquellos pueblos, los cuales, por otra parte, no sería fácil explicar, cómo hubie- sen podido imponerse á los moros. Sabemos, por el contrario, que estos últimos dotados de mayor valor innato, se impusieron, y donde quiera que pisaban prevalecía, al fin, el férreo yugo de su mando. D. Joaquín Rajal, al investigar este punto dice así:^ La invasión de la raza malayo-mahometana debe, en nuestro humilde juicio, re- montarse á las autorizadas por Mahomet y llevadas á termino por algunos sub-jefes. Bien sabido es que los secuaces de aquel hombre extraordinario llevaron las creencias islamitas por toda la India, y las extendieron por las islas de la Sonda y demás archi- piélagos de la Oceanía. Y lui poco más abajo añade: Otro indicio de la antigüedad del mahometismo en aquellas islas, nos lo suministra el nombre de Solimán que usaban algunos príncipes, lo cual prueba no sólo su abolengo, sino también un frecuente contacto con sus progenitores, así como las expediciones á la Meca, que aún hoy periódicamente verifican y en pasadas épocas de la antigüedad, según las tradiciones que conservan, eran de mucha importancia. su ESTABLECIMIENTO EN ESTA TIERRA. Cuando arribaron, pues, aquí los moros se encontraron con los ante- riores pobladores, dueños de las Islas, y con ellos les fué forzoso pelear para establecerse en las entradas de los ríos caudalosos, y poderse dila- tar por sus riberas, sitios que siempi'e han preferido para lugar de sus '^Exploración del Territorio de Dávao, p. 13. 160 ETNOGRAFÍA. moradas. Las hostilidades, sin embargo, no cesaron, antes bien, desde un principio, se han continuado hasta el presente, motivadas por las frecuentes excursiones de los moros á los países comarcanos con el fin de esclavizar, piratear y extender (d fanatismo de su secta. En estos encuentros repetidos, se unieron los indios varias veces á los negros, logrando atajar, en parte, los adelantos de aquellos, los cuales, no obs- tante, vieron bastantemente coronada su empresa por el éxito. Resul- tado de esto parece haber sido que los que al principio obedecían á un jefe de abolengo y respetaban ciertas jerarquías, anexionados después a la feracidad y deleites del país, se repartieron en porciones el territo- rio, constituyendo una especie de feudalismo, en que varias cabezas gobiernan más ó menos independientemente. Tal es el origen y progreso probable de la dominación mahometana en estas Islas. Otros, sin embargo, con no menor probabilidad lo creen mucho más reciente y poco anterior á la venida de los españoles. Así dice el jesuíta P. Combés:^ Como la morisma es reciente en la India, y de ella se ha ido propagando ji estos reinos, se deja entender, que esta nación ha poco que ocupó estas playas. Aún más; muchos son de parecer que la ocupación de estos países por los moros no se hizo con carácter de irrupción nacional. El P. Pastells, S. J., se expresa en estos términos.^ Testimonios etnológicos, filológicos y antropológicos demuestran claramente que los moros no vinieron en grandes masas á ocupar las regiones de Joló, ^lindanao y la Paragua, sino que se impusieron moralmente á los indígenas por medio del comercio y la propaganda sectaria, transformando en moros á los paganos de las costas por medio de sus predicaciones y prácticas supersticiosas. El núcleo, por consiguiente, de pobla- ción de las costas de Mindanao, Basilan, Joló y la Paragua son indígenas y solamente procedieron del extranjero los ascendientes de los datos y panditas, de los sultanes y sherifes, que son los que por derecho hereditario imperan y tiranizan la gran masa de la población moruna. La prueba de ello se trasluce en los tipos marcadamente malayos que ofrecen casi todos. Sin ir más lejos, aún hoy día se repite tristemente el espectáculo de que vengan á instalarse y sean recibidos con religioso respeto en las rancherías moras los sherifes malayos, que son precisamente los encargados de sos- tener y fomentar el fanatismo de la secta, según ha acontecido no ha nmcho en los distritos de Cotabato y Dávao, y suele acontecer más á menudo en la Isabela de Basi- lan y Joló. ' Lo cierto es que al implantar aquí España el estandarte real de su dominación por medio del inmortal Magallanes, se hallaban los moros pujantes en los mejores puntos de Luzón, Mindanao, Joló y otros archipiélagos del Sur, teniendo esclavizados á muchos naturales, y habiendo seducido á muchos más con la novedad de sus doctrinas y falsas creencias del Corán. ^Historia de Mindanao y Joló, por el P. Francisco Combés, de la Compañía de Jesús, lib. 1*'., cap. xi. ^Véase el tomo ix de las Cartas de Jos Padres de la Compañía de Jesiis de la Misión de Filipinas. Apéndice, p. 638. mmm PARTE PRIMERA ETNOGENIA. U>1 (UrZAMlENTO I)K LAS ItAZAS. Asimismo en esto tiempo la eomplieada mezcla de costumbres, usos y supersticiones entre los varios pol)ladores, no era menos digna de notarse, que la amalgama antropológica, la cual debió provenir, como resultado inmediato, del íntimo trato y rozamiento de nizas y gentes tan diversas. El cisma, en efecto, introducido en los infieles y la guerra de ])andidaje, que ejecutaron de un modo principal los islami- tas, y todos imitaron, dieron lugar a un tráfico de esclavitud múltiple y constante, produciéndose con el un cruzamiento tal de razas, quedos siglos después fuera empresa nmy difícil deslindar los caracteres de los elementos primitivos que dieron origen á tal confusión. LOS CHINOS Y .JAPONESES. Entri^ las causas que contribuyeron á variar los tipos primitivos de casi todas parüvs del Archipiélago, de])e citarice el antiguo y constante comercio de los vecinos reinos de la Cliina y del fíapón. Antes que Magallanes descubriera el Archipiélago Filipino, ya los chinos y japo- neses hacían excursiones á las costas de algunas islas, con el fin de acaparar el oro, que sacaban de sus montes los naturales, á cambio del cual, dejaban á los indios telas, armas y baratijas diversas. Cuánto contribuyeron el trato y comercio referidos á cambiar el tipo é índole do los naturales os objeto de parocen^s encontrados. Dice W. E. Eetana: Estas relaciones fueron, sin embargo, muy superficiales, y desde luego puede asegu- rarse, que los hijos del Celeste Imperio no modificaron en poco ni en mucho los signos antropológicos de los isleños; ni la historia, ni la lingüística, ni la etnografía acre- ditan la existencia de razas mestizas prehispanas.^ Otro autor contemporáneo,^ sin negar que no se ve la menor traza de escritura china en los alfabetos primitivos de los indios, ni raíces chinas en sus dialectos, se inclina todavía á lo contrario en lo que mira al cruzamiento de las razas, aduciendo que los salvajes de las tribus de Benguet usan con profusión en su lenguaje el cha^ che^ y los que habitan en las alturas de Candón, ó tinguianes, descubren á primera vista, por su color, fisonomía y traje, un indubitable origen chino, y deduce, final- mente, de caracteres tales, como cráneo ancho, ángulo facial agudo y cabello lacio, que ha notado en algunos por examen propio, cierta mez- cla muy antigua entre las castas papua y la mongola. Otro escritor de nuestros días^ se expresa así: Son tantos los datos que prueban la influencia de los chinos en la antigua población del Archipiélago, que no creemos pueda dejar de admitirse por cuantos hayan hecho un estudio algo detenido de las familias idólatras de Luzón. ^ Historia ya citada del P. Combés, tabla 5*. , col. 778. ^ El de la obra: Informe sobre el Estado de las Islas Filipinas en 1842. ■ ^ Véase Tierras y Bazas del Archipiélago Filipino por José de Lacalle, parte 2*, cap. ii. 22823 11 162 ETNOGRAFÍA. La proximidad del continente á las costas occidentales del Archipiélago, la ac;ción de las monzones y el espíritu aventurero de los hijos áiú gran Imperio, permiten suponer que de muy antiguo llegaron éstos á las tierras esi)añolaa de la Oceauía. Recuérdese á este propósito que ya en el siglo ix existían frecuentes relaciones entre los chinos y los malayos; y que antes de esa época los japoneses habían arribado ¡i liis islas de la Sonda. Aduce, además, este autor, entre otras pruebas, qu(* las industrias de los infieles de Lepanto, que han llamado la atención de los viajiíros, pueden reconocer un origen chino; pues en los anales del Imperio se asegura que el emperador Ton-hí enseñó á sus subditos el arte de fundir el bronce. Asimismo, que entre las prácticas religiosas de las tribus infieles se ve dominar el culto de los anitos, tan sagrado para los chinos. Sea de esto lo que fuere, es lo cierto que en el transcurso de los anos se regularizó notablemente el comercio chino en el Archipiélago, llevándose á cabo expediciones importantes, de las cuales muchos individuos quedaban en las Islas, sobre todo en Luzón y en puntos cer- canos á Manila. Últimamente la inmigración de chinos ha tomado tan notable incremento, que la raza mestiza, chino-malaya, está repre- sentada en todo el Archipiélago por medio millón, tal vez, de individuos. LOS NATURALES DE BORNEO. Consta también que los borneos tenían en la época de la conquista frecuentes relaciones con los mindanaos, joloanos, bisayas y tagalos, á quienes contagiaron con su mahometismo. Al presente son de escaso interés esas relaciones, y los naturales de aquella isla, que existen en las Filipinas, son poquísimos. CASOS VARIOS DE OTRAS (GENTES. Menciónanse asimismo desde el tiempo de los españoles varias arri- badas de embarcaciones de las Palaos, Carolinas y otras islas por causa de los vientos ú otros motivos. Dice el P. M. de Zúñiga:^ En 1699 dos canoas, que arribaron de las Palaos á Samar, que dista trescientas leguas, tardaron setenta días; eran treinta personas entre hombres y mujeres, y sólo murieron en la travesía cinco hombres. El año de 1725 llegó desgaritada á la contra- costa de Baler una embarcación con veintitantos hombres; en otras ocasiones han llegado por semejantes acontecimientos gentes de las Palaos y Carolinas á Marianas y á otras islas. Posteriormente, en 1749, se desgaritaron diez y siete embarcaciones, una sola de las cuales pudo llegar a tierra, en Guiuan; y otros casos como estos han ocurrido más recientemente. Por sucesos semejantes deben probablemente explicarse castas de hombres semi-europeos, que con admiración se encuentran, a las veces, en puntos retirados, según es de oir de misioneros antiguos y modernos. ^Estadismo de las Islas Filipinas 6 mis viajes por este país, por el Padre Fr. Joaquín Mar- tínez de Zúñiga, agustino calzado; obra extensamente anotada por AV. E. Retana, tomo i, Madrid, 1893, p. 429. PARTE l'RIMKRA ETNOGKNIA. 168 Oigamos iiiu) de estos easos ([ue trac el 1\ Delgado, según lo dejó escrito o\ piloto ina3^or de cierta armada española, Pedro Hernández de Quirós, siendo teniente general d(^ las Islas D. Antonio de Morga: Xavogando ])(>r la })aiula dol Sur, á la altura dediez gracios, dimos vista á una isla á la que llamamos de la ]\IagdakMia, de cuyo j)uerto salieron á recibirnos, con sesenta eud)arcaciones, más de cuatrocientos indios blancos, de muy gentil disposición, fornidos, grandi'S, membrudos y bien tallados, que nos hacían á nosotros muchas ventajas; de hermosos dientes, ojos, boca, manos y pies lindísimos, aibellos sueltos, y muchos de ellos muy rubios, y entre los cuales había bellísimos muchachos. Esta nación de gente blanca y bermeja se juzga que sean descendientes de euroiMíos que antiguamente se perdieron entre acpiellas islas y se han ido propagando, á los cuales llaman cesares ])or lo hermoso y bien dispuesto de sus personas. Vaja otro ejemplo, ([ue conñrma lo pasado. Miguel López de Legazpi, recien llegado á Cebú, tuvo noticia de varios españoles, que de las primeras armadas liabían ([ucHlado allí, donde se habían casado y avecindado; y habiendo enviado á un pueblo llamado Basey, en la isla de Samar, una (Mubarcación con varios rescates para redimirlos, un indio, llamado fFuanes, dio razón de que los demás habían muerto en cierta guerra, y no supo más de ellos. ORICtEN de otros l'UElil.OS. Tampoco se puede dudar de ([ue vinieron á Filipinas en diferentes tiempos gentes de otras regiones, islas ó continentes, y parece indicarlo el nombre barangay, que aquí se emplea para denotar una tribu ó ranchería; porque en su primera significación, bar^^ngay es una lancha ó barco, y según tradiciones, que es fácil recoger entre los indios, los que venían en un barangay formaban una tribu separada y se governaban por sí solos. De ahí la palabra barangay ó cabecería, con lo cual se significa un número determinado de familias, constituidas en determinado punto, formando población bastante para ocupar una embarcación de esta clase; con lo cual se manifiesta el modo cómo los naturales fueron, en parte, poblando las Islas por barangayes dirigidos por su principal, llamado, por este motivo, cabeza de barangay. OBSERVACIÓN. Quedan indicadas hasta aquí algunas de las gentes que más proba- blemente han venido á constituir la población de Filipinas, con la explicación de su origen cierto, verosímil ó comúnmente asignado. Otras muchas clases étnicas de menor importancia señalan los autores, que más ó menos de propósito han tratado este punto; en lo cual, y sobre todo al discutir el lugar de su procedencia y el de inmigración que cupo á cada una de ellas, se ven tan varias sentencias, y á las veces tan encontradas, que serían menester gruesos volúmenes para traerlo aquí todo. Aunque, á la verdad, ni con todo esto se declara á satisfacción 164 . ETNOGRAFÍA. de un lector prudente, cómo y de donde hayan podido reunirse en (\ste Archipiélago tan grande muchedumbre de pueblos y castas de hom]>res diferentes como la que al presente todos vemos. TEORÍA GEOGNOSIO-ETNOGRAFIC^A. En orden a explicar esta misma confusión y vari(KÍad, corre una singu- lar opinión, no bien probada ciertamente, pero tampoco imposible, y que para lo grandioso no carece de interés. Hela aquí: Si se o})S(n-va la carta geográfica se verá que el Archipiélago Filipino parecí^ unirse á las puntas Unsang y Bangü(\v de Borneo por medio de dos como sar- tas de islas; llamando aun más la atención la línea que forman d(\sde el caboNigres, en el golfo de Bengala, hasta la Papuasia ó Nueva (niinea, las islas de Andamán, Nicobar, Sumatra. Java, Bali, Sombok, Sum- bava, Flores, Timor, etc., las cuales son, indudablemente, una cadena de montanas que corre del uno al otro extremo, i No pudiera, pues, ha))er sucedido, que todas estas islas formasen lui continente, y que en un horroroso cataclismo las aguas hubiesen inundado las llanuras quedando al descubierto los puntos elevados ? En este supuesto, los habitantes que en él se habían extendido de todos los vecinos continentes, en variedad de razas, separadas más ó menos entre sí, según los límites que les hubiese puesto la naturaleza, se vieron obligados á refugiarse en los montes, donde con admiración los vemos ahora aislados en gran varie- dad de razas y costumbres. ¿Cómo explicar de otra suerte, se añade, que los moradores oceánicos se hayan comunicado entre sí 1 A menos de decir que en muy lejanas épocas habían ya alcanzado una civiliza- ción semejante á la nuestra, de la que en la actualidad no queda indicio siquiera, antes todo lo contrario. Conformándose con esta teoría el Sr. Retana explica el origen de los pobladores filipinos en la forma siguiente : ^ Ese continente de que nos hablan los hombres de ciencia, transformado desj^ués en grandes grupos de islas, pudo estar unido al continente asiático; si fué así, del Asia partieron en tiempos remotísimos los aetas, que poblaron determinadas regiones de tan vasto territorio; si tal unión no existió, el paso debió de verificarse sin grandes dificultades, dada la proximidad que media entre la isla de Sumatra y la península de Malaca, proximidad que ha debido de ser mucho mayor en las edades remotas. Cuando acaeció el cataclismo, esto es, cuando se verificó la gran transformación que los geólogos reconocen, eran únicos habitadores de las Filipinas los aetas ó negritos Entiéndase que para nosotros el período comprendido entre la dispersión de los aetas por el continente oceánico y el desgajamiento de éste, abarca algunas centurias. Transcurrió el tiempo y entonces los malayos pardos invadieron las Islas Filipinas, como invadieron otras muchas del Océano Pacífico. Juzgue á su arbitrio el que leyere, de semejante teoría geognosio- etnográfica. Quedan, por otra parte, ya indicados los caminos por donde pudieron arribar los varios pobladores á las Islas, descartada la anterior opinión. ^En la obra citada: Estadisnio del las Islas Filipinas, tomo ii, Ajx^ndice G, ]). 488. PARTE PRIMERA — ETNOGENIA. 165 MESTIZOS EUROPEOS. Por Último, á las clases de indios ya dichas, se debe añadir otm novísima, la de mestizos europeos, (jue, en numero y extensión por varios lugares, ha ido en aumento desde los principios del dominio español. Esta casta es generalmente la más noble y principal, por llevar, digámoslo así, en su misma sangre la índole y cultura de raza superior y distinguida. Individuos de esta especie los hay en todas las islas del Archipiélago donde se ha extendido el comenúo europeo, pero de un modo especial, como se deja entender, en la capital y sus contornos, y asimismo en las varias cabeceras y poblaciones principales de provincias. (OLONIA ])E EUROPEOS. Entre la colonia de europeos hay individuos de todas naciones, siendo gradualmente en mayor número españoles, ingleses, alemanes y franceses. Así pues, puede alirmarse que se hallan residentes en las Islas casi todas las naciones de asiáticos, indios y europeos, y por ser la ciudad de Manila centro y cabeza de todo el Archipiélago y su comer- cio, tiene tal diversidad de moradores, cual no es dado ver en otra alguna ciudad del globo. CAPITUL(^ IV. HAZAS A QITK PITEDKIS^ IlEDUCIRSE I.OS VA1ÍI08 PIÍKBLOS FILIPIIS^OS. CONSIDERACIONES PRELIMINARES. Con razón dijo un célebre naturalista que no hay ningún país como el filipino para hacer el estudio completo de las razas humanas. Es tal, en efecto, la variedad de los pueblos, refugiados unos en los mon- tes, y derramados otros por los playas y espesuras del Archipiélago, que con dificultad podrá hallarse tierra, donde el hombre se presente á los ojos del etnólogo con diferencias tan extrañas y dignas de cui- dadosa atención. Pero estos pueblos aparecen mezclados de tal forma, que es tenida comúnmente por empresa ardua el determinar sus caracteres y ana- logías con tal precisión que pueda fijarse con toda claridad el tipo pri- mitivo en cada uno de ellos dominante. Consulte el que leyere, y verá que así lo reconocen, no sin gran sorpresa, en escritos multifor- mes que han dejado, á su regreso, ilustrados viajeros que han visitado estas zonas tropicales. Ni sería menester su confesión para echar de ver la dificultad con que tropiezan, que como han ido á buscar y encon- trar el origen de estas gentes en casi todas las regiones del globo más distantes, así discurren variamente en el modo de agrupar las tribus 166 ETNOGRAFÍA. y clasificarlas entre sí. ¿Es que no se ha hecho todavía un estudio completo y concienzudo en la materia? Ofrecería, á no dudarlo, notable interés este trabajo, no ya sólo á la Historia, pero aun a otras importantes ciencias modernas; mas no falta quien opine que acaso nunca se llegue á realizar, por la carencia de datos relativos á los tiempos prehistóricos en que vivieron las razas oceánicas. Por lo demás, examinando con esmero los caracteres orgánicos y ras- gos fisiológicos que presentan las numerosas tribus, salvajes unas y reducidas otras, que habitan actualmente las Islas Filipinas, se desta- can condiciones particulares y distintivos tales, que sirven de base y fundamento á una buena clasificación. VARIAS DIVISIONES ETNOLÓGICAS. Antes de presentar la que ha parecido más conveniente adoptar, referiremos en resumen algunas otras que se ven en los autores. Tres son, según algunos, los troncos que han dado origen á la diversidad de moradores que pueblan las islas oceánicas: malayos, melanesios y polinesios. El ya citado autor, D. José de Lacalle, con intento, como él dice, de dejar intacto el problema de las i'azas filipinas, admite la distinción siguiente. Considera aparte y describe en primer término la raza negra y autóctona, separada de los otros pueblos por caracteres físicos bien determinados, é incluye luego las restantes en dos grandes grupos, conviene á saber, tribus mestizas infieles y pueblos cristianos, división fundada sólo en el desarrollo intelectual de los pueblos y en sus creen- cias religiosas. Otros autores hay que reducen los varios pobladores filipinos indí- genas á solas dos ramas, la negrita y la malaya; entre ellos merece ser citado F. Blumentritt, quien en su Vadeinecum^ distribuye todos los pueblos filipinos en tres grupos, á saber, tribus de raza negrita ó aeta y tribus mestizas de malayos y negritos. Finalmente, el inglés Wallace y los holandeses H. Kern, y Robidé van der Aa defienden que los papuas y los malayos pertenecen á la misma raza; fundando este aserto en el estudio de sus idiomas. A esta sentencia, que afilia á una misma raza-madre, la malaya, todas las razas indígenas de Filipinas, se inclina no poco el j^ citado Sr. Retana, según se echa de ver en varios puntos de sus escritos.^ CLASIFICACIÓN QUE ADOPTAMOS. Así por el estilo, podríamos seguir relatando los varios pareceres en orden á la clasificación de estos pueblos. Mas, por evitar prolijidad, * Vademécum etnográfico de Filipinas, Madrid. Establecimiento tipográfico de Fortanet. ^ Véase la obra citada: Estadismo de las Idas Filipinas, Apéndice G, ps. 488-492. PARTE PRIMERA ETNOGENIA. 167 vengamos ya al sistema (|uo mejor nos ha parecido, el cual, con ligems variantes, es el mismo que adopto el Dr. Montano, después del estudio que hizo en su celebre viaje a estas Islas. He aquí cómo él mismo lo expone : ^ La península de Malaca y toda la jmrte del gran arohipiélago asiático al O. de Flores, Ceraní, Gilolo, ó 8ea el límite de la raza i)apúa, ])areee estar poblada ¡wr tres nizas bien distintas, los negritos, los indonesianos y l(»s malayos. Esto es, al menos, loque parece deducirse de mis observaciones acerca de los seres hoy vivientes, y de mis coleccii^nes, las cuales se han tomado de todas las regiones que he recorrido. Se podrían representar sensiblemente estas razas, según el citado autor, por medio de tres zonas concéntricas; la interior, ocupada por los negros arrojados hacia adentro de las tierras por la invasión indone- siana; la media, ocupada por éstos, desalojados á su vez de las costas por los malayos, los cuales casi por completo y solos residen en la zona exterior y se hallan esparcidos por todas las playas. OBSERVACIONES. Véase en el mapa No. 3 del Atlds de Filipinas cómo representamos nosotros, distribuidos por las diferentes regiones de las Islas, los varios pueblos agrupados en cada una de las tres razas mencionadas. Respecto de las cuales, debemos advertir, que por la gran dificultad, arriba expuesta, de reconocer el tipo primitivo dominante en cada uno de los pueblos, no pertenecen éstos de tal suerte á la raza asignada, que no puedan participar y aun pertenecer á otra alguna diferente. Porque es fuerza persuadirse de que deben hallarse profundamente alteradas estas razas por tantos cruzamientos, como han debido efectuarse, du- rante muchos siglos de piratería, guerras continuas, esclavitud y más ó menos comercio entre las tribus más distantes entre sí y en su origen. Por lo tanto, en esta clasificación que adoptamos, y que mejor parece llenar el cometido de clasificar los diferentes pueblos filipinos, si bien se atiende al tipo en cada clase más saliente, pero más princi- palmente se atiende al organismo y distintivo peculiar que revelan al presente las gentes, que pueblan el suelo filipino, dejando para ulterio- res y más fundadas investigaciones el determinar sin género de duda, cuál sea finalmente la verdadera división etnológica que deba aplicarse á estos naturales. La descripción de cada una de las razas ó grupos mencionados será materia de la segunda parte, en la que se darán primero los caracteres generales de la raza, y luego los peculiares de cada pueblo ó tribu de la misma. Finalmente, puede verse en el mismo mapa No. 3 otra clasificación, que bajo otra forma comprende también á todos los indígenas del Archi- piélago, en los tres grupos siguientes: primero, cristianos viejos; segundo, infieles y muy recientes cristianos; tercero, moros. ^ En la obra: Rapport á M. le Ministre de Vinstruction publique mr une MÍ8mxm aux (les Philippines et en Malaisie {1879-1881) par le Docteur J. Montano, cap. iii. PARTK SKGUNDA. etnología. (CAPÍTULO 1. CAIiACTERKS FÍSICOS PliOPIOS I>E T.A RAZA XF.GRITA V DISTRIBl CIÓIS^ I>F J^A MISMA POR El. ARCIIIPIEIíAGO. C ARACTEUES (JENERALES. Entre los varios pobladores de Filipinas, puede asegurarse que sólo los negritos presentan caracteres de raza bien marcados, por lo que es fácil separarlos de todos los demás, si bien es fuerza reconocer en ellos algunas señales, debidas á la necesaria influencia de las razas invasoras, de muy distinto origen. He aquí cómo los describe el Dr. Montano: Los negritos llaman á primera vista la atención por el grandor relativo de su cabeza y por la falta de prognatismo y de elevación en los pómulos. Su aspecto general es de gente endeble; su tórax está poco desarrollado; sus piernas carecen de pantorrillas; su pie, que es bastante basto y grueso, está algo vuelto hacia adentro, dirección exagerada á causa del dedo gordo, notablemente desviado de los demás que son muy cortos; la pared abdominal, que es muy dura, tiene una forma semi-esférica. La abertura palpebral está con más frecuencia prolongada y rectilínea; con todo algunas veces describe una curva poco pronunciada; carecen del repliegue falciforme, empero la prolongación interna del párpado superior tiende á formar un pliegue que parece ser un rudimento suyo. Aprecian bien los colores, si bien carecen de palabras propias para expresar los diversos matices de los papeles de color; así es que no los confunden. Su frente es notablemente alta y vertical, y forma un ángulo muy determinado con el plano transversal de la cara; la curva án tero-posterior del cráneo es circular, en general, y está desarrollada en altura; lo mismo sucede con la ciirva transversa; la región posterior del cráneo es siempre más ó menos plana, y con más frecuencia aún vese deprimida en su mitad de la derecha, guardando relación con el decúbito. Su pelo es abundante, muy fino, crespo ó rizado á manera de granos de pimienta, é implantado por grupos de pelos por lo regular esparcidos sobre la piel cabelluda; les blanquea sin llegar más allá de los 50 años. La sección transversal del cabello con bastante frecuencia es elíptica, no reniforme, y algunas veces algo ovoidea. La barba, que presenta los mismos caracteres que el pelo, á veces está poblada, y en este caso cubre toda la extensión del maxilar inferior, lo mismo que el labio superior. Con más frecuencia está reducida y limitada á la región del labio superior, al mentum y á la parte superior de la rama ascendente de la mandíbula. El color de los ojos no corresponde exactamente á los colores de la escala cromática. 169 170 ETNOGRAFÍA. Son frecuentes las irregularidades en la implantación de los dientes, en especial de los incisivos, pero lo son mucho menos que la caries, casi siempre limitada á los molares, la cual en grados diversos se observa en casi todos sus individuos. Los incisivos superiores están con más frecuencia limados en punta; el desgaste oblicuo y lateral del diente llega cerca de los dos tercios de su parte libre. PARALELO CON LOS TAPÚAS. A la descripción precedente creemos oportuno añadir otra, que se lee en obra también reciente / por entrar en parangón los principales rasgos de estos negros con los que ofrecen los papuas de Nueva Guinea, y rebatirse el mal fundado estudio osteológico del Sr. Virchow y otros etnólogos, siendo de notar en ella que no se conforma su autor con los que representan a estos seres con formas desproporcionadas, raquíticos y defectuosamente organizados, pudiendo convenir dichas notas a varios individuos solamente, por efecto de las condiciones y género de su vivir. Dice así: El cuerpo de los negritos está regularmente conformado; su talla varía entre 1,300™°^ y 1,570™*", siendo menor en las mujeres. En general puede decirse que es ésta una raza pequeña, notándose que en los primeros años el crecimiento es mayor que durante la segunda edad de la vida. La constitución de los aetas está relacionada con sus costumbres nómadas y salvajes; el sistema muscular se halla bien desarro- llado, y las extremidades son delgadas y fuertes. La piel es más fina y suave al tacto que la de los papuas de Nueva Guinea, y tiene un color pardo-negruzco, que sin llegar al negro brillante de los pueblos de África, es más intenso que el que se ve en los otros habitantes de Filipinas. La cabeza se cubre de un pelo abundante, crespo y de color negro mate, que recuerda el que después de algún tiempo toma el hollín depositado en las paredes de un tubo. Como los negros de Nueva Guinea, tienen los de estas Islas el rostro casi redondo, los labios gruesos, y la nariz de regular tamaño, aplastada y ancha en su base. Es notable el escaso prognatismo que se observa en esta raza, que tiene, además, los dientes bien formados y la barba corta. La frente es ancha y las cejas muy pronunciadas; en los ojos, o^^curos y brillantes, se sorprende una mirada inquieta que revela gran desconfianza y que adquiere fulgores siniestros en los momentos de excitación. Deseando estudiar los cráneos de los negritos, intentamos en varias ocasiones su adquisición, no logrando inspeccionar más que cinco, pertenecientes á las tribus del Este de Luzón. No creemos que los datos recogidos en el estudio de tan corto número, sean bastantes á establecer reglas generales, pero de todos modos debemos consignarlos, dándoles el valor que en realidad tienen. El examen atento de esos cráneos nos ha hecho ver su identidad con los pertenecientes á los papuas, y desde luego los incluímos en las variedades dolicocefálicas, pues, aunque en verdad se notan ligeras diferencias, éstas no afectan al tipo general. En dos de aquéllos los parietales formaban una eminencia marcada en el punto de su unión; pero esto mismo se ha encontrado á veces en los cráneos hipsistenocefálicos de Davis, pro- cedentes de esqueletos de papuas. Los huesos frontales eran aplanados en su porción lateral, y el occipital presentaba una gran convexidad. El índice craneano hori- zontal variaba entre 71.45 y 73.56, y el vertical entre 72 y 73.6. El término medio de la capacidad de los cinco cráneos nos dio una cifra de 1.39 centímetros cúbicos, lo cual demuestra que el desarrollo de la masa encefálica no es tan escaso como se supone por los autores. El índice orbitario no excedía en ninguno de 86, por lo que ^En la mencionada: Tierras y Razas, por José de Lacalle. PARTE 8KCIUNDA ETNOLOGÍA. I7l hay que considerar á los negritos entre los niesosemae de Broca. I^ disposición de los arcos zigoniiíticos coloca estos cráneos entre los criptózigos, ó sea de pómulos poco pronunciados. I^s mandíbulas difieren algo de las de los {mpúas, j>U€»8 no es marcado el prognatismo. Por último, el índice nasal da una projwrcióu media de 57.10. Y luego refutando á los contrarios afíade: El estudio de esos restos humanos, nos i)ermite rebatir las apreciaciones de Da vis y otros etnólogos. El primero, que sólo reconoció dos cráneos, cuya autenticidad no está bien comprobada, sostiene que hay motivo bastante para separar esta raza de las otras de la Oceanía, y aceptando esta opinión, y fundándose en referen- cias de algunos viajeros, y en el examen de un solo cráneo, recogido por Sche- teling, se ai)resura el sabio R. Virchow á rectificar sus antiguas declaraciones sobre los caracteres de los negritos, y dice que no puede sostenerse una relación de afinidad entre los pueblos de Filipinas y otros de la Melanesia y de la Australia. En cambio, este autor no tiene inconveniente en dar hospitalidad á las erróneas especies de Davis, que admite como autóctonas ciertas tribus blancíis ya extinguidas. Cierto es que Virchow cree que se ha ido demasiado lejos en el camino de las suposiciones, pero aun así no concebimos cómo han j)odido hacerse paso ciertas teorías, que no tienen otra base que la suministrada por el estudio de tres ó cuatro cráneos, que seguramente no pertenecían á esqueletos de verdaderos negritos. Nótese en prueba de ello que Scheteling desenterró en el Sur de Luzón un cráneo, que, según confesión de este viajero, perteneció á una tribu mezclada con elementos bícoles. Respecto á los de Davis, el mismo Virchow dice que éste no da noticias concretas acerca de la pro- cedencia de sus cráneos de negritos. Véase, j)we9> qué autoridad puede concederse á deducciones sacadas de datos tan inciertos. Y todavía el doctor alemán incurre en lamentables equivocaciones, nacidas de falsos informes de algunos viajenjs. Así observamos que hablando de los cráneos de negritos traídos de Filipinas después del año 1872, no vacila en afirmar, que pertenecen á una raza braquicéfala, cayendo en palmaria contradicción, ya que en las primeras páginas de su estudio: Cráneos antiguos y modernos de Filipinas, dice, refiriéndose á los restos óseos encontrados por Jágor en las cuevas de Nipanipa, que éstos pertenecen á un pueblo braquicéfalo, que nada tiene de común con los negritos, porque éstos se distinguen en la corta latitud y en la extremada longitud del cráneo, esto es, en que son dolicocéfalos. Por lo demás, al leer lo que dice Virchow^ de esos cráneos braquicéfalos, se com- prende cuánto se equivocan aquellos que los creen pertencientes á la raza negra pura del Archipiélago, que como ha demostrado Semper, y hemos comprobado nosotros en los huesos que sirvieron para nuestras investigaciones, se distingue por la falta de prog- natismo, mientras los examinados por el profesor alemán son, según su expresión, muy prognáticos. Mucho pesa en el ánimo la autoridad de un sabio como Virchow, pero si considera- mos que sus notables descripciones no se refieren á' huesos de verdaderos negritos, habremos de reconocer que ellas no tienen gran valor etnológico. Claro es que si se estudian los cráneos de los balugas de Pangasinán, y los de otras tribus mestizas negras de Luzón y Mindanao, se encontrarán esas diferencias, que, en los recogidos por Davis y Scheteling, sirvieron á Virchow para separar á los aetas del Archipiélago de otros pueblos con quienes, á no dudar, tienen perfecta semejanza. Quizás á esta circunstancia se debe también el que el ilustre Quatrefages comprenda á los aetas en el grupo de los negritos sub-braquicéfalos, asemejándolos á los mincopíes de las islas de Andamán y á los semaúgues de Malaca, con los cuales no tienen, en nuestro concepto, relación alguna. 172 ETNOGKAFÍA. Los restos (jue hemos examinado, cuyo origen nos es bien conocido, difieren esen- cialmente de los que Méyer recogió en el golfo de Geelvink de Nueva Guinea. Kespectíj á las diferencias que los separan de los cráneos de Australia, debemos advertir que son ciertas en cuanto se comparen con los pertencientes á las tribus de pelo laso, pero desaparecen, si recordamos los caracteres de esos papuas de pelo crespo, que viven en la gran tierra australiana. Ni significan tampoco gran cosa las pequeñas variaciones que hemos señalado al describir los cráneos de Luzón; pues en los originarios del golfo del Astrolabio, recono- cidos por el mismo Yirchow, se señalan esas diferencias, que en el esqueleto, como en el color de la piel y en los rasgos del semblante, se encuentran frecuentemente en toda la raza papua. El error de Scheteling y de Davis, como el de muchos otros viajeros y naturalistas, está en aceptar por restos de aetas los de tribus negras originarias de las que en (^'pocas más ó menos remotas se cruzaron con otras del Archipiélago. Es preciso que los observadores tengan muy en cuenta esa circunstancia, sobre la cual el ilustre Semper llamó hace tiempo la atención. En general, el pueblo de los aetas, sin alcanzar las bellezas morfológicas de otras razas, ni su desarrollo físico, es superior al de los negros de Australia, y aun á muchos polinesios; si bien reducido á la vida del bosque y privado de las frecuentes y largas correrías que le ocupaban en otras épocas, el negrito presenta hoy señales que marcan el dominio de otros hombres. Hasta aquí el autor citado; y esto baste por lo que toca á los carac- teres generales. DIVISIÓN ])K EA KAZA. Vengamos ahora á la división de la raza. La consideramos dividida en dos sub-grupos, á saber, en negritos de pura raza y en negritos mestizos. En el primer sub-grupo incluímos a los negritos de la pro- vincia de Bataán, isla de Luzón, y á los mamanuas. M AMANTAS, Son éstos, como notan los Padres fíesuítas, que trabajan en su reduc- ción, los verdaderos indígenas autóctonos de Mindanao, y los únicos negritos que se hallan en la isla; viven errantes en la cordillera oriental de Mindanao, desde Surigao hasta Tago inclusive. Hoy, merced á las fatigas de los Padres, se han reunido muchos de ellos y han formado rancherías, en torno de la laguna de Mainit y río de Jabonga, en las cuales viven vida social, y se van acostumbrando al trabajo y á la civili- zación político-religiosa. Distínguense los mamanuas principalmente en la talla, en alguna desproporción de los miembros y en el pelo; son bajos; tienen algo de panza, que choca en medio de un cuerpo, en general, raquítico; de brazos largos y piernas un tanto cortas, y su melena es crespa y greñuda. De estos negros dice Montano que son semejantes en sus caracteres anatómicos á los que viven en Mariveles, con la sola diferencia, que éstos últimos no tienen en torno suyo razas infieles que los hostiguen, mientras que los de Mindanao se ven de continuo maltratados por los manobos independientes. PARTK S?:orNDA ETNOLOGÍA. 173 NK(Í HITOS MESTIZOS DK ALBA Y. Do los pertenecientes al segundo sii])-griipo los más conocidos son los (l(^ la provincia de Albay. Los describe así Montuno: Kii la extremidad SE, de Tjizón, i)roviiieia de Aloay, eerea de las agiiaa termales de Tivi y cercanías del ^Nlalínao, viven unos nepitos con mezcla de sangre malaya. Su talla media es de 1 .50.S() metros; se acerca mucho á la do los negritos de Alariveles, que es de 1.4858 metros. Estos negritos mestizos son mucho más robustos y de mejor musculatura «jue los negritos i)uros de Alariveles; su cabello es mucho menos crespo; en algunos ai)enas está rizado, y el color de la i)iel es menos oscuro. Sus dientes no están viciados, y es cosa rara entre ellos el tener una implantación irregular. La peiiueñez de su talla, la dis])osici6n de sus fosan nasales, dilatadas transversalmente y (pie miran hacia adelante, el lóbulo de la nariz, cuya extremidad está ligeramente encorvada hacia abajo, la l)e(iueria sinuosidad de la hendidura i)alpebral, la medianía ó falta absoluta de repliegue falciforme, dan á su aspecto una notable semejanza con los negritos de ])ura raza. OTRAS MICHAS CLASES. Delxni contarse también entre los neoritos mestizos otras muchas tribus, cuyos caracteres son todavía al presente menos conocidos 6 totalmente ignorados, las cuales son apc^llidadas con varios n()m})res. Negritos se llaman los negros de pura raza y mestizos que viven en la cordillera Este, hacia el Pacífico, del Norte de Lúzón, los de llocos Norte, llocos Sur, Nueva Écija, Taya])as, Ambos Camarines, Iloílo, etc. Manguianes llaman en Mindoro é islas vecinas de Tablas, Masbate y Ticao, á los infieles que parecen negros de pura raza. En Pangasinán y Zambales apellidan con el renombre de aetas á los negros de sus cordilleras y montanas. Los buquiles son los negritos mestizos de Zambales y de Mindoro, los cuales viven en dicha isla en las cercanías de Bacoó y Subaang. Son de pelo lanoso, ensortijado y espeso; de nariz ancha y aplastada; el color de su piel es algo más claro que el de los negritos de pura raza. En la Paragua llaman igorrotes a los negros de su localidad, que parecen acercarse a la pura raza. Son de piel negra, pelo crespo, estatura fornida y atlética y cuerpo bien formado; existen en número de unos 2,000. Finalmente, llámanse attas los negritos de la cordillera Este de la provincia de Cagayán de Luzón. De ellos dice el P. Pedro de Medio, dominico, lo siguiente: En la cordillera que recorre las costas del Es e, hacia el Pacífico, de la provincia de Cagayán abundan los negritos ó attas, los cuales son de ordinario de estatura algo más baja que la de los indios y calingas; sus pómulos son más salientes, y su color mucho más oscuro, aunque no tanto como el de los etíopes. Su cabello es ensortijado y lanoso tanto en hombres como en mujeres; éstas tienen por gala el dejarlo crecer en todas direcciones al rededor de la cabeza, sin recogerlo ni hacerlo tender hacia la espalda. Como es tan ensortijado, nunca aparece más largo de una cuarta; es muy 174 etnografía. espeno, reHultaiKlo formado á iiiaiu'ra de agreste aureola. Los negritos de aquí se subdividen en don clases: unos viven del todo errantes 6 nómadas y otros constituidos en población bastante estable. Acerca de los negritos de la isla d(^. Negros, dice el P. Navarro, recoleto: Al Norte y en su x)arte oriental van errantes por los montes los negritos. 8on de ])ie] negra, de cabello crespo, de cuerpo muy raquítico. En Oalatrava existen millares de estos negritos. Los había en tanta abundancia en dicha isla á la venida de los espa- ñoles, que éstos le cambiaron el nombre que tenía d(^. Buglás por el de isla de Negros. Ponemos a contimiación y por remate de este capítulo un cuadro sinóptico, en el cual puede verse resumido con claridad lo que llevamos expuesto acerca de la raza negrita y su distribución por diferentes puntos del Archipiélago. Cuadro etnológico No. 1. Raza negrita. Nombre seg\in la localidad. Negritos Regiones en que habitan. í Mamanuas En torno de la laguna de Mainit (NE. de Mindanao), península de Surigao y en la cordillera de la costa del Pacífico hasta Tago. En las cercanías de Tivi, provincia dé Albay. llocos Norte Pura y conocida \ Mestiza y conocida Negritos . . . Negritos Negritos llocos Sur. Negritos Tayabas. Negritos Ambos Camarines, en los montes do Capalonga, Mam- búlao, Paracale, Basod, etc. Nueva Eciia. Iloílo Negritos Negritos Negritos Isla de Negros. Ambos Camarines (Sur), en las cercanías del monte Iriga. Albay. Mindoro. Negritos Pura ó mestiza no co- Negritos Manguianes nocidas con preci- Manguianes Tablas. sión. Manguianes Masbate. Manguianes . Ticao Aetas Pangasinán. Actas Zambales. Buquiles Mindoro. Buquiles Zambales. Igorrotes Paragua, Provincia de Cagayán de Luzón, en la cordillera oriental hacia el Pacífico. Attas CAPÍTULO II. DESCRIPCIÓN DE liOS lí^DOKESIAÍíOS Y REGIOÍí^ES QUE OCÚPATE. CARACTERES COMUNES. Se notan como caracteres físicos comunes á todas las tribus indone- sianas la elevación de su talla, el desarrollo muscular, la prominencia PARTE SEGUNDA ETNOLOGÍA. 175 de la región oceipital, la mal forma un gmn oonti-aste eoii el aplana- miento propio de la raza malaya, en general, y sobre todo de los filipinos. Son, además, de frente alta y despejada, nariz aguilena ligeramente encorvada, pelo ondulado, barba abundante y color de la piel bastante claro. Sus individuos son listos y hábiles. A excepción de los bilanes de la isla de Mindanao, todos los indíge- nas que no son negritos ó malayos, tienen constitución robusta y dis- frutan en alto grado de ])uena salud. Los viejos en varios casos llegan sin enfermedades á una edad muy avanzada. Todas las tribus indonesianas practican el limarse los dientes, aun en los tipos más modificados; en general el desbaste del diente es profundo. La caries de los molares es frecuente; la práctica de mascar buyo y tabaco es connuí entre (»llos; y cuando no lo mascan, hombres y muje- res, lo retienen casi constantemente entre (^l labio y los incisivos superiores. Casi todas las tribus abren en el lóbulo de la oreja un orificio, al principio pequeño, pero que van agrandando progresivamente, intro- duciendo rodajas de huesos del dungón, cada vez más voluminosas hasta tener dos ó tres centímetros de diámetro. El tatuaje está en especial extendido en las tribus, que cercan el seno de Dávao; lo practican las madres en los hijos de 5 á 6 años de edad, con el fin de ponerles una marca indeleble y poderles reconocer al arrebatárselos con engaño ó violencia, casos que son muy frecuentes. El instrumento que para ello emplean no es una punta cónica, sino el extremo de la hoja de un cuchillo; las pequeñas incisiones practicadas con dicho medio se reconocen siempre. Le dan el color exponiendo la piel al humo de diversas resinas ó por medio de ciertos polvos y zumos. TRIBUS INDONESIANAS. Pasando ahora á las tribus en que consideramos dividida la raza indonesiana, debemos advertir que á las indicadas por Montano, las cuales pondremos casi con los mismos caracteres que él les atribuye, añadimos otras varias por tener mucha analogía con aquellas en lo relativo al organismo y constituir variedades dignas de tenerse en cuenta; tales son los atas, manguang-as, dulanganes, tagabelíes, súbanos, tirurayes y caláganes. SÁMALES. Los sámales radican en la isla de Sámal, situada en el seno de Dávao. Son de anchas espaldas y de una talla relativamente alta, piues pasa de 1.68 metros; su pantorrilla es dura y saliente; sus manos y pies robustos, sin ser por esto voluminosos. Su cráneo braquicéfalo dista mucho de estar tan aplastado como el de los bisayas; su prognatismo 176 H.XNOÍÍKAFÍA. 4ilvoolar es considerable; su nariz es corta y saliente con lóbulo aplas- tado: los pómulos muy salientes, sobre todo lateralmente, dan a su figura un aspecto característico casi felino, el cual pronuncia más la presencia de pelos rudos y bastante abundantes del labio superior y de la barba. Su largo pelo no es del todo espeso. Los individuos de esta tribu son generalmente mestizos de moro y mandaya y alcanzan el número de unos 2,000. BAÍiOBOS. Los bagobos, que ascienden á unos 1^.000, viven en las faldas del volcán Apo, principalmente en la parte meridional y oriental del mismo. Son de talla elevada, que llega á 1.715 metros, fuertes y robustos y abusan de dichas fuerzas con sus vecinos. Su rostro es afeminado, de modo que es fácil confundir á los niños con las niñas, las cuales parti- cipan del vigor varonil. Su nariz es recta, y mu}^ variable el progna- tismo. El repliegue falciforme lo tienen, en general, más pronunciado que los moros; el eje transversal del ojo es recto. (;riAN(;As, Los guiangas, que viven en las vertientes del Nordeste y Este del Apo, son en todo semejantes en sus caracteres á los bagobos. Los de esta tribu hállanse repartidos entre los ríos y rancherías de Dulián, Guimalan, Tamigan, Seril y Biao. Según el jesuíta P. Mateo Gisbert, su misionero, serán como unos 6,100 dichos infieles. Hablan un idioma diverso del de otras tribus. También se encuentran guiangas en el río Mala y sus contornos. ATAS. Los atas se hallan en las cercanías occidentales del Apo, y en una extensión mayor hacia el N. y NE. del mismo. Son de un tipo supe- rior, en especial sus jefes, los cuales tienen la nariz aguileña, barba poblada y talla elevada; son muy valientes y se las tienen fuertes con los bagobos y los moros. Su número probable es el de unos 8,000. TAGACAOLOS. Viven los tagacaolos en el seno de Dávao, desde la ensenada de Casilaran hasta un poco más abajo del río Lais, y á la derecha en la parte superior de la peninsulita que acaba en la punta de San Agustín. Son de buena talla y esbeltos. La parte án tero-posterior del cráneo es en ellos, por regla general, curva ó ligeramente aplanada en su por- ción posterior, y no presenta la parte saliente occipital que se observa en sus vecinos, los bilanes. El prognatismo es mediano; su cara larga con pómulos salientes, presenta un rombo alongado; sus ojos con fre- cuencia son oblicuos hacia abajo y hacia dentro, su nariz es recta, bastante saliente, y el lóbulo recurvado hacia abajo y hacia atrás da á su fisonomía una expresión agraciada. Su barba está notablemente poblada y en edad relativamente temprana. Su color es bastante claro. Ascienden á unos 14,000. LÁMINA V. TAGACAOLOS. Viven v\\ el seno de Dúvao. PARTK SKGUNDA ETNOLOGÍA. 177 TA(ÍABAUAS. Al N. del seno de Dávao, entro los ríos Sálug, Hijo y Agusaii, viven los tagabauas, raza mestiza de })agobos, manobos y tagacaolos, eon cuyos caracteres se ven adornados, ora yuxtapuestos, ora confundidos. Su color es con frecuencia oscuro. Son poco numerosos y desgi^a- ciados. Los manobos viven en luuncro d(» unos 20,000 en la vasta cuenca del río Agusan; y en número muy inferior ya al Norte de la bahía do Mahí- lag (seno de Dávao), ya también en el cabo de San Agustín y, final- mente, en una extensión de tierras del interior del distrito, y al Sudeste de Cotabato. Es la raza más numerosa, poderosa y feroz de los indonesianos. Pre- sentan dos tipos muy distintos; el primero está caracterizado por una talla elevada de 1.705 metros y por su conformación casi atletica; su frente es alta y despejada; su nariz aguileña, lígemmente encorvada; su pelo está algún tanto rizado; la barba es abundante y el color de su piel bastante claro; este es el tipo que más se parece al indonesiano de pura raza. Los manobos del segundo tipo tienen la piel muy oscura y son de una altura mucho menor; su nariz es recta y más corta; sus fosas nasales son á veces muy delgadas y están desarrolladas á lo ancho; la curva án tero-posterior del cráneo está muy desarrollada en su parte occipital. La mayor parte de los cráneos hallados en las cuevas del islote de Magbulácao, cerca de Dinágat, los de la gruta de Tinago, en un islote cercano á Taganaán, y los de otras dos cuevas de (^abatúan de la laguna de Mainit pertenecen á la tribu manoba, lo mismo que la mayoría de los cristianos convertidos de las actuales poblaciones de la península de Surigao. M AND AYAS. Residen los mandayas desde la cuenca del río Sálug y costa Nordeste del seno de Dávao, frente á Sámal, hasta el Pacífico, y en la costa oriental de la isla de Mindanao desde Tándag á Mati; es de las tribus más numerosas. Son considerados por los otros, infieles como los más antiguos é ilustres. Se distinguen de las diversas tribus indonesianas por los tres caracteres siguientes: 1^. Por la dirección rectilínea de la porción media de la curva craneana án tero-posterior. 2"". Por el desa- rrollo en anchura de la abertura palpebral en forma amigdalóidea; sus pestañas son muy oscuras y muy largas j dan á su fisonomía una expre- sión especial. Estos caracteres hacen que su rostro parezca más ancho que el de las otras tribus indonesianas, si bien en los demás caracteres generales convienen con ellas. 8". Por el color especial de su piel que se parece más al gris ceniciento que al gris amarillo, debido quizás á una 22823 12 178 ETNOGRAFÍA. porción de sangre negrita que corre por sus venas. Su nariz es recta y saliente, sus fosas nasales no están aplastadas, si bien parecen estarlo é primera vista por no ser horizontal, sino oblicuo de abajo para atrás, su borde inferior. Sus cejas están poco pobladas y medianamente su barba, la cual, como las cejas, llevan casi siempre rasurada. Su pelo es abundante y les blanquea en edad no muy avanzada. Á. veces se nota entre ellos el aplanamiento occipital propio de los malayos, y tam- bién la disposición del rostro característico de los bilanes. En general es poco marcado su prognatismo. En el adorno exterior de sus casas, que ^on de una construcción especial, se asemejan á los dayaques del centro de Borneo. En 1887, estimaba su número el P. Pablo Pastells en unos 30,000. BILANES. Residen en las cercanías de la laguna de Buluan al O., al S. y al E., extendiéndose hasta el final de la peninsulita que tiene por punta extrema la de Panguián. De estos infieles los que viven refugiados en la cumbre y cordillera occidental que media entre Lobo y Malálag son ordinaria- mente víctimas y esclavos de todas las tribus cercanas y parecen ser miserables, como los mamanuas, y aun inferiores á ellos en capacidad intelectual; pero los bilanes de las dos islas de Sarangani, llamadas Balut y Tumánao son muy considerados por su robustez y valor pro- verbial. No bajarán de 1,500 los residentes en las dos citadas islitas. MANGU ANGAS. Viven en la parte alta del río Sálug y se extienden al E. 3^ O. del mismo. Son de pequeña estatura y de forma rechoncha; es notable su cráneo por su alongamiento de delante hacia atrás y por el aplana- miento de la curva ántero-posterior, la cual al nivel de la parte superior del occipital está muy abultada. La frente, que es muy saliente, forma con su cara, muy ancha y muy aplanada, un ángulo diedro; la nariz está escondida y las fosas nasales son muy anchas. El prognatismo es considerable; el maxilar inferior, que es muy saliente, se prolonga hacia adelante en la misma dirección que el maxilar superior, lo cual aumenta la depresión de la región media facial. Su cabello es liso, basto y abundante. Su barba, que está poco poblada, se desarrolla desde los 35 á los 40 anos. Son belicosos y están en continuas reyertas con los manobos y mandayas del Agusan, con los moros del río Hijo y con los bagobos del Apo. Son de carácter simpático y parecidos á los mandayas. "DULANGANES. Residen los de esta tribu en los bosques y montes distantes unas 15 leguas de Tamontaca, hacia su costa Sudoeste. Son muy salvajes y feroces, en tanto grado que los mismos moros no se atreven tanto con ellos y los llaman gente mala. T.ÁMINA VI. NIÑOS T)UL\NGANES. Roooü:idí)s on los montos q\w so hallan corea do Lohao v oduosidos vn ol Orfanotrofio d(> Tamontaoa. (('otabato.) PARTE SEGUNDA ETNOLOGÍA. 179 TAl.ABEMES. Esta tribu vive on la región situada hai^ia el 8iir de la laguna de Bullían hasta el seno de Sarangani; es gente indómita, belieosa y ene- miga de sus vecinos los moros. bilan(\s y manolx)s, eon los cuales pelea frecuentemente. MONTESES ú mQriDNONRs. Se hallan en el distrito de Misamis y constituyen una de las más importantes tribus de Mindanao. Viven principalmente en lo que se llama cuenca ó valle de Tagoloan, al Norte de la isla, pero se encuen- tran también en los montes desde punta Di nata, y aun luf poco antes, en los montes cerca de Nasipit hacia el río Odiungan, por detnís del monte Balatocan y hacia el origen del Pulangui, hasta las tierras del dato Mapondo y siguiendo la laguna de Lanao y punta Sulauan. En muchos de ellos se echa de ver la influencia de la sangre malaya, mientras en otros se observan rasgos negroides. En ellos la frente suele ser espaciosa, vertical y á veces abombada; la nariz recta, estrecha por arriba y ensanchada por abajo; los ojos de abertura horizontal ó algo inclinada, con cejas un poco salientes; la cara oval, á menudo ancha con bastante prognatismo. Son de buena estatura y talle garboso, y aun agraciados; revelan generalmente carácter afable y buen entendimiento; algunos singularmente parecen tan listos y cultos, que, á juzgar por su franqueza y naturalidad en el trato, nadie diría que fuesen infieles. Cuanto al número de ellos parece probable el de 13,000. SÚBANOS. Ocupan casi toda la península de Sibuguey hasta cerca de Zamboan- ga, y colindan con los moros de la laguna de Lanao y bahía Illana; se revela en muchos de esta tribu alguna influencia de sangre malaya, y es de advertir que se nota un tipo algo diferente entre los del Norte y los del Sur. Hay entre ellos buenos mozos y generalmente presentan cara ensanchada y ojos un tanto inclinados. Desgraciadamente los de esta tribu, desde antiguo han sido muy explotados y oprimidos de los moros, por lo cual son gente degenerada. Son, además, sufridos y pacíficos como no acostumbrados al manejo de las armas. TIRURAYES. Son éstos, por el Sur, vecinos de los dulanganes y residen desde el brazo inferior del río Grande hasta poco más abajo del Trampadidu; por la costa, y más aún por el interior ó parte oriental, tienen á los moros maguindanaos, los cuales les dominan y tienen acobardados. Serán unos 10,000. CALÁGANES. Los de esta tribu viven en parte en el río Digos; son entre todos unos 300. Ni hablan el joloano, ni profesan el mahometismo. Son infieles parecidos á los demás del seno de Dávao. Su estatura media es de 1.665 metros. 180 etnografía. Véanse, resumidos los datos, que acabamos de exponen', en el sij^-uiente cuadro: Cuadro etnológico No. 2. RazaiiKionosiaiía. Pura ó casi })ura. Mestiza ♦,.. ' Nombre segiin la loca- lidad. , Ba^obos . . I Guiangas . ! Atas Tagacaolos . Manobos . . . Regiones en que habitan. En las faldas Este y Sur del volcAn Apo. En la vertiente Nordeste del Apo y cerca de Dávao. En las cercanías occidentales der monte Apo y en el Noroeste del mismo. En el seno de Dávao desde Malálag hasta el río Lais y en el Norte de la península del cabo de San Agustín. En gran número, en la cuenca del río Agusan, en número muy inferior en .el Norte de la bahía de Malálag (seno de Dávao), en el cabo de San Agustín y en el distrito de Cotabato. En la cuenca del río Sálug y en la costa oriental de la isla de Mindanao desde Tándag á Mati. Junto á la ensenada de Casilaran (seno de Dávao). Sámales En la isla deSámal (seno de Dávao). Tagabauas i En el Norte del seno de Dávao. Bilanes | En dos de las islas de Sarangani y en la parte oriental i de la laguna de Bulúah. Manguangas i Enlosafluentesdelrío Sálug al Nortedel seno de Dávao. Mandayas . Caláganes . Dulanganes. Tagabelíes. Monteses . . Súbanos . . Tirurayes. En los bosques y montes distantes unas 15 leguas de Tamontaca hacia su costa Sudoeste. En la parte occidental de la laguna de Bulüan, Se hallan al Norte de Mindanao, en la región com- prendida entre las puntas Diuata y Sulauan y los comienzos del rio Pulangui. En casi toda la península de Sibuguey. Desde el brazo inferior del río Grande hasta el río Trampadidu. CAPITULO III. CARACTERES DE LA RAZA MAI.AYA Y DISTRIBI CIOX I)E T^A MISMA POR El. ARCIIIPIEIjAGO. CARACTERES PRINCIPALES. La raza malaya es muy difícil de determinar, pues ya casi no se encuentra en ninguna parte en estado de pureza sino más 6 menos mez- clada con otras razas muy distantes entre sí. Con todo, sus caracteres principales parecen ser los siguientes: Son los malayos de una talla menos elevada que los indonesiands; su piel es de un color más oscuro; su nariz más corta y recta; sus fosas nasales son más largas y desarrolladas á lo ancho; la curva ántero- posterior del cráneo está más desarrollada en su parte occipital; sus ojos son negros, brillantes, con cejas espesas y arqueadas y largas pestañas en sus párpados; su boca es, en general, grande ó mediana v de gruesos labios; el pelo es negro, liso, espeso, áspero y abundante; son de muslos v Diernas delgadas y de pies pequeños. DIVISIÓN DE LA RAZA. Á pesar de las muchas variedades pertenecientes á la raza malaya, las reducimos con el Dr. Montano á tres sub-razas, en las cuales incluiremos sus múltiples y variadas tribus. Pertenecen á la primera sub-raza todos aquellos mala3^os por cuyas venas circula una porción de sangre negrita. A la segunda referimos también los malayos que revelan marcadas señales de sangre sinense. Í.ÁM1NA Vil. TIRURAYKS. Son de los que vívími en los montes vecinos ul río Graudo. PARTK SEGUNDA ETNOLOGÍA. 181 Finaliiiento, incluíinos ími la torrera siih-raza á los malayos i(uo of rocen indicios (le sangre ára)>i' e indonesiana. PRIMERA SUR-RAZA. malayi»-nk<;hitos. FA primer grupo, de los malayo-negritos, es el más numeroso de los tres. El Dr. Montiino, ipie ha podido estudiarlo en la tribu ipio forman los atas de Amhos Camarines (Sur), en la isla de Luzoii, dice asi: En los bosques de la escarpada eordillem del SE. de Luzón, (jue w prolonga hasta las provincias de Tarabas, AndH)s Camarines y Albay, viven una»s gentes muy mez- cladas, á las cuales los indígenas apellidan indistintamente con los nombres de at-its, remontados ó inñeles, sin fijar su atención en la raza á (pie j)erteneeen. Kn medio de dichos grupos de gente aún no sometida, que con fremiencia viven errantes, y cpie habitan en dicha región poco accesible, muchos delH'U su origen j1 indios (pie se han fugado de sus pueblos á causa de sus delitos. La atas tienen gran fama de fuertes y feroces en la,< provincias ant*.s dichas, y })arcce que con S()brada razón. Los dos atas que yo vi son con toda evidencia indios, con una porción nuich(j mayor de sangre negrita. Estos dos sujetos tenían una buena nmsculatura, y sus grandes ojos negros les daban una expresión de cautelosa ferocidad; su abertura i)al{)ebral es ligeramente oblicua y nuiy alongada; el repliegue falciforme nuiy caracterizado. En mi descrip- ción los coloco después de las tribus de Malaca, pues a(piéllos, lo mismo (pie (^>stos, parecen formar la transición entre los verdaderos mestizos de negritos y los malayos. Los atas de Camarines y provincias cercanas, bastante molestos á c^usa de sus robos, están llamados á desaparecer, aun con más rapidez (pie los mismos negritos. Tratemos ahora de localizar las otras tribus, (pie, según los caracU>res vagos é indeterminados, parecen pertenecer á este primer grupo de los mala^^o-negritos. Irayas. — Viven los de esta tribu en las márgenes del río liaron y en las vertientes occidentales de la Sierra Madre, del lado de las provin- cias de Nueva Vizcaya, la Isabela y Cagayán de Luzón. ItetapaneH. — Esta tribu conñna al Sur con los igorrotes de Benguet, al Norte con los guinaanes y al Oeste con los búsaos. Son de baja estatura y bien configurados; de nariz gruesa y muy ancha; de ojos negros y redondos. Gaddanes. — Los gaddanes residen al Norte de los if ugaos, desde el río Magat hasta cerca del río Chico de Cagayán de Luzón. El color de su piel es muy oscuro. Ilongotes. — Viven los de esta tribu en las ásperas montañas del Caraballo Sur, en el límite Norte de la provincia de Nueva Ecija. Tam- bién los hay en el Caraballo de Baler y Casiguran, distrito del Príncipe. Son gente robusta y esbelta; muy fuertes, y más bien altos que de baja estatura. Su color es moreno. Balugas. — Demoran los de esta tribu en la cordillera oriental de Nueva Ecija y en los montes colindantes con Tárlac y Pampanga. Se extienden asimismo por las alturas de Maubán, por algunos pueblos de Tayabas, por la cordillera de Zambales y por las montañas orien- tales de entrambos llocos. 182 ETNOGRAFÍA. J)uma7igas, — Se halla esta tribu localizada en la costa del Pacífico, desd(í Baler y Casiguran hacia arriba. Vense también en la pendiente oriental de la gran cordillera. JlnlaoH ¿ italonrji. — Los de estas dos tribus son vecinos de los ilon- gotes y difieren poco de ellos. Es fácil que tanto en unos como en otros haya una mezcla de sangre indonesiana ó de otra raza. Manguianea. — Con este nombre suelen denominarse varios infieles de la isla de Mindoro, sin definir á que raza pertenecen. En los autores vemos se llaman manguianes ora los negritos, ora los malayo-negritos, como también los malayo-sinenses y malaA^o-caucásicos, gentes todas residentes en dicha isla. Los manguianes, de que hablamos, viven entre Abra de Ilog y Pinamalayan. El color de su cuerpo es curtido; su pelo lacio; son de pómulos salientes y de frente aplanada, su nariz es algo prolongada. Consignaremos ahora varias tribus de la isla de Mindoro. En las orillas de los ríos Socol y Bulalácao hay una tribu llamada de los manguianes; en las llanuras de los mismos sitios, que acabamos de mencionar,- residen los llamados bangotes; en las faldas de los montes de Socol y Bulalácao viven los buquiles, y los beribíes en las cumbres. En Pinamalayan denominan bangotes á los que viven en las orillas; buquiles, á los de las llanuras; tadiananes, á los de las faldas de los montes; y durugmunes ó buctulanes, á los de las cumbres. Los de las partes más altas de Nauján se llaman tirones. Asimismo en Mangarín designan con el nombre de buquiles á los que pueblan las orillas; lactanes, á los de los llanos; manguianes, á los de las laderas; y barangaes á los de las montañas. En la isla de Tablas hay también manguianes parecidos á los de Mindoro. Sirva lo que acabamos ae decir para que alguna persona inteligente aclare la confusión que reina sobre el particular. Hay quien no admite tanta varidad de clases. Tsinayes, — Viven los de esta tribu en varios sitios de la isla de Panay. Guinaanes. — Los guinaanes ó guinanes son los malayo-negritos de la provincia de Abra. Viven en su parte occidental los tinguianes, al Este confinan con las crestas del Caraballo, al Sur con los itetapanes y al Norte con los apayaos. Allabanes. — Son los allabanes una tribu de la isla ae Panay, la cual nos es del todo desconocida. Apayaos, — Viven al Norte de los guinaanes, desde llocos Norte hasta lo más encumbrado de la gran cordillera; también los hay en la ver- tiente oriental de la misma, del lado de la provincia de Cagayán. CatatoMgis, — Son otra de las tribus desconocidas de la isla de Panay. AdoAigtas, — Los de esta tribu demoran en el extremo boreal de la cordillera de los Caraballos Occidentales, provincia de llocos Norte. Ahúnlones. — Son otra tribu malayo-negrita de los montes de Zambales : Calateas. — La tribu de los calauas ó calaguas vive en las alturas PARTE SEGUNDA ETNOLOGÍA. 183 oorciuias á Maláiiog y en bis cañadas dol río Chico, partido de Itíives, provineia de Cagayán de Luzon. Qu!a)ig(t7ief<. — Son los d(» (\stu tribu malayo-negritos de los montes de Nueva Vizcaya. Calhujih^, — Para la deseripeión de estn tribu tomamos los datos de un religioso dominico, que dici* así: En la cordillera que recorre la costa del Ente de la provincia de Cagayán hacia el Pacífico, hay pocoj^ calingas; eniin^ro ahundan en los montes de la cordillera central. Los calingas son mucho más en número que los negritos; las más numerosas y pobladas rancherías se hallan en el largo espacio de la cordillera central que existe entre el pueblo de ^laláneg y la costa, del mar de (^hina, hmáa Pamplona y Abiilug, que es donde terminan dichas rancherías, en una extensión de mils de 12 leguas de largo; viven en los valles aptos para el cultivo. Son feroces y asesinos. El tip<» del calinga es muy parecido al del indio, pero algo más blanco que Me. Hay entre los calingas gente de facciones muy regulares y finas, así como nervudos y robustos mozos, aunque no llegan á los europeos, etc. Viven al Norte de los calauas en la cordillera que corre de SO. al NE., entre el río Grande de Cagayán y el Abúlug ó Apayao. Bu(pdUj<. — Los buquiles son los malayo-negritos de la isla de Min- doro, que viven en las cercanías de Bacoó, que es una visita de Calapán, cabecera de la isla; y también los bay en el río Subaang que desagua en la costa septentrional. Aripas. — Es una tribu que reside en las inmediaciones de Tabang, pueblo situado en las escabrosidades del centro de la provincia de Cagayán de Luzón. Igorrotes. — Son malayo-negritos del monte Iriga, provincia de Ambos Camarines (Sur). Los hay también en las provincias de Abra, Panga- sinán, Nueva Vizcaya, Zambales y Pampanga. Taghanua-^. — ^Esta tribu es, sin duda alguna, mestiza de malayo y negrito. Anda errante por la multitud de islas que median entre la Paragua y las Calamianes. Los bay también en Bahile y Bintúan, pueblos de la bahía de Ulugan, Oeste de la Paragua, é igualmente en la isla de Maitiguid, y otros en las islas de Linapacan y Dicabaito, al Sur de Culión. Tandolanos. — Los de esta tribu, como su nombre lo indica, son gente que vive en las puntas de las playas occidentales de la Paragua, partiendo desde la punta del Diente hasta lar llamada Tularan. Es tribu oriunda de igorrotes y la más belicosa. Emponzoñan sus dardos con un veneno tan activo que presto causa la muerte. Tinifianos. — Viven los de esta tribu en Babuyan, pueblo situado al Norte de la bahía Honda, en la región oriental de la Paragua. No constan pormenores acerca de su procedencia y costumbres. Bulaloycaunos, — Los de esta tribu demoran en la región Norte de la Paragua y en el grupo de las Calamianes. Son de color oscuro cetrino; de nariz algo aguileña; de pelo algo crespo y con algún pelo en la barba. Son de constitución delicada. En Masbate y Ticao hay también bulala- caunos parecidos á los de la Paragua. 184 etnografía. Buriquen, — Los de esta tribu viven en la provincia de Abra, en la parte septentrional de la cordillera, que corre desdc^ el extremo meridional de la provincia de llocos Sur hasta el límite occidental de la de Nueva Vizcaya, atravesando el centro de Abra. Son los buriques más robustos y vigorosos que los igorrotes y tienen de costumbre pintarse el (nierpo en forma de cota de malla, y en los ])razos y piernas íiguran culebras enroscadas. Se muestran más apacúbles y humani- tarios que sus vecinos, y es notable su industria en fabricar ciertas armas que hallan salida fuera de su país. Los hay también en la vertiente occidental de los Caraballos del distrito de Lepanto. /i/i.sY^o'.s'.— Constituyen otra de las tribus de la provincia de Abra; residen en los montes ferruginosos de Siguey cerca del pueblo de Benang. Su tatuaje se limita á los brazos, en los cuales pintan diversas flores. Acostumbran llevar en las orejas grandes aros de cobre y más comúnmente pedazos de madera de bastante peso; la coronilla de la cabeza cubren con un casquete de madera ó de bejuco, adornado á veces con plumas. Son de carácter apacible é industriosos y, en general, cuidan bien sus sementeras. En el adjunto cuadro sinóptico, que comprende solo la primera sub- raza, malayo-negritos, puede verse el resumen de lo dicho en (^ste capítulo. , ( 'nadro etnológico No. 3. I'"" ~~~ Raza Malaya. Primera sub-raza: Ma- layo-negritos. Nombre sogi'ni la ; ,, . , , . localidad. i Regiones (mi que habitan. Atas . . . Irayas . Itetapanes.. Gaddanes.. . Ilongotes. . . Bahigas Dumangas. . Ibilaos Manguianes Tsinayes . . . Guinaanes. Allabanes . Apayaos . . . Catatangis. Adaugtas . . Abúnlones ., Galanas Quianganes . Calingas Bnquiles. . Aripas Igorrotes . Tagbanuas . Tandolanos... Tinitianos Bnlalacaunos.. Enriques Básaos En los bosques de Ambos Camarines (Sur). En las márgenes del rio Harón y yertientes occiden- tales de la Sierra Madre del lado de Nueya Vizcaya Isabela y Cagayán. " ' Viyen al Este de los búsaos, confinan al Sur con l(^s igorrotes de Benguet y al Norte con los guinaanes Desde el río Chico de Cagayán; yiyeii al Norte de los i fugaos. Caraballos Sur y de Baler, y Casiguraii. distrito del Principe. Cordillera Este de Nueya Écija, Ta yabas, Zambales y montes orientales de arabos llocos. Desde Baler y Casiguran hacia el Norte cu la costa del Pacifico. Son yecinos de los ilongotes. Isla de Mindoro; yiyen entre Abra de ílog y Pinama- layan. Isla de Panay. Proyincia de Abra. Isla de Pauay. Desde Uocos'Norte hasta lo más alto de la gran cordi- llera. Isla de Panay. En el extrem'o Norte de la cordillera de los Caral)allos Occidentales. Zambales. En las cañadas del río Chico, partido dt; Itayes. Nueva Vizcaya. En el Norte de los calauas, entre en el río Grande de Cagayán y el Abülug ó Apayao. Isla de Mindoro en las cercanías de Bacoó v Subaang En las inmediaciones de Tabaiig. En el monte Iriga, proyincia de Ambos (^amarines; en Abra, Pangasinán, Nueya Vizcaya, Zambales, Pampanga, etc. En las islas intermedias entre la Paragua y las f^ala- mianes. En la costa Oeste de la Paragua. En la parte oriental de la Paragua. En el Norte de la Paragua y grupo de las Calamianes. Vertiente Oeste de los Caraballos Occidentales, distrito de Lepanto. Cerca de Benang, al Norte de los buriques. PARTE SEGUNDA ETNOLOGÍA. 185 TAPÍTULO IV. PROSIGUE TjA J>K8( UIPCIÓN 1)¥] JjA RAZA MALAYA STíGl'x SE IIAT.IiA EX FILIPINAS. SECUNDA SITH-KAZA MALAYO-SINKN'.sK. Procede ahora que hablemos de hi segunda su])-raza, según la división arriba establecida, la cual apellidamos malayo-sinense, no por- que figuren en ella estos dos tipos únicamente, sino por ser dominantes y hallarse en casi todas las tribus, que referiremos luego, algunos individuos más ó menos influidos de este carácter. La inmigración sinense, estando siempre limiüida á los varones, fácilmente se comprende que ha debido ser frecuente el cruzamiento con indígenas, el cual por ser en alto grado engenesico, los mestizos provenientes de tal unión son en gran número. Además, en los cru- zamientos sino-índicos, la sangre china está dotada de tal fuerza atractiva, que basta una pequeña proporción para inq^rimir en estos naturales un alejamiento notable del tipo primitivo. Es, pues, la mezcla de sangre sinense de calidíid é importancia nuiy diversa de la indonesiana; debió verificarse mucho antes de la llegada de los españoles, y aumenta todavía sin cesar, hasta tal punto, que, de seguir así, pudiera predecirse que llegará á reemplazar la sangre malaya. Carácter en de los Meóles y tagalos. — Los mismos caracteres físicos con- vienen casi igualmente á estos pueblos. Su tipo malayo original está profundamente modificado bajo la influencia de varios cruzamientos, verificados probablemmcnte en épocas lejanas y que se han continuado con más ó menos frecuencia hasta nuestros días. El primero de dichos cruzamientos y más importante en la antigüedad debió de tener lugar con la sangre de los negritos, la cual se revela claramente en ciertos individuos, por la exigüidad ó pequenez de su talla, por lo más ó menos rizado y ondulado de sus cabellos y por el color más oscuro de su piel. El cruzamiento con las tribus indonesianas no ha dejado señales bien marcadas; sólo se manifiestan por el color más claro de la piel en algunos pocos individuos. La índole sino-índica se revela por la elevación de la talla y del cráneo, la oblicuidad de los ojos y el alongamiento de las extremidades. Finalmente, poseen también los pueblos, de que vamos tratando, algo de sangre española; tal cruzamiento, aunque debido á un corto número de individuos, no deja de tener importancia, pues se ha verificado cons- tantemente durante tres siglos. Se reconoce dicha influencia, sobre todo, por la conformación de la nariz, intermedia entre la de tipos tan distintos como son el europeo y el malayo. 186 ETNOGRAFÍA. Ue. lo quo aca})ainoH de exponer se puede juzgar en qué proporción, á las veces tan notable, debe variar el tipo de estos pueblos. En las provincias extremas de Luzón, por ejemplo, Albay y Sorsogón, el tipo malayo fundamental oscila constantemente, por decirlo así, entre los cuatro tipos precedentes, pero con mayor frecuencia en la dirección del tipo sinense. Todos los caracteres, menos la forma del cráneo, se modifican bajo estas diversas influencias. La región posterior del cráneo está frecuentemente aplanada en forma de corte de hacha, tan marcada, que es de ver aun en las mujeres, cuando llevan libre y suelta su larga y espesa cabellera. Este aplanamiento de la región occipital ¿ se reproduce, puede pre- guntarse, por generación, ó es efecto de algún procedimiento artificial ? No debe dudarse que es efecto natural. Puede cualquiera penetrar á todas horas en las moradas de los indios, y no reconocerá rastro siquiera de semejante artificio. Además, se observa también dicho aplanamiento en mestizos españoles, cuyos padres pusieron gran cuidado en preservarles de cualesquiera usos y prácticas que pudiesen contri- buir á hacer más notables los caracteres con que, en virtud del cruza- miento, nacieron. Cuanto á las regiones en que respectivamente se hallan los pueblos que acabamos de describir, pueden circunscribirse los bícoles á las provincias de Albay y Sorsogón, á la de Ambos Camarines y á parte de la de Tayabas. Los tagalos viven agrupados cerca de Manila, en las provincias más civilizadas de Filipinas, en número de más de 1,200,000; algunos de ellos imitan los usos y costumbres de los europeos. Zo8 hisayas. — Pertenecen también á este segundo grupo los bisayas, que esparcidos en número de 2,000,000 en las islas de este nombre, han ido desde antiguo estableciéndose en las costas de Mindanao, donde forman numerosas colonias. He aquí cómo describe su carácter el antes citado D. José de Lacalle: Desde luego llama la atención la uniformidad del tipo orgánico que no presenta esas modificaciones tan manifiestas en los habitantes de Luzón. Esta circunstancia, apreciada por Jágor en las provincias de Samar y Ley te, se comprueba en los demás pueblos de un modo facilísimo. Las medidas craneométricas, la estructura de los órganos y el aspecto exterior de estas gentes guardan una semejanza y relación por todo extremo notables. No se ve en Bisayas esa diversidad de tipos que en otras tierras es tan marcada. El color de la piel es amarillo-rojizo, más claro que el de los tagalos, y el pelo negro, pero no tan fuerte como en éstos. Los ojos, pequeños y de mirada viva, presentan una ligerísima oblicuidad; la barba es poco saliente, y los pómulos regularmente pronunciados. El índice cefálico ha variado, en catorce cráneos, entre 80° y 81.10; son, por lo tanto, sub-braquicéfalos. Los parietales se encuentran algo aplastados lateralmente y el frontal es casi plano. Los arcos zigomáticos se encorvan mucho; la espina nasal anterior é inferior se halla poco marcada, lo mismo que el mentón. El índice nasal nos dio una cifra media próxima á 52. La disposición de los arcos zigomáticos, da al rostro de los bisayas una anchura mayor que la (jue le corresponde por los demás diámetros laterales, que no llegan á la longitud de los ()bser^ ados en cabezas de Luzón. PARTE SEGUNDA ETNOLOGÍA. 187 El índice orbitario se aproxima al que hemos visto en los habitanteií de esta última isla y el diámetro ])i-malar es algo menor. El organismo, en general, se halla bien desarrollado y es indudable la mayor robustez y vigor de esta raza. En ella es aún más notable el predominio físico y moral de la mujer, cuyas formas correctas y bien trazadas guardan una |>erfecta harmonía. En general puede decirse de los bisayas que no son tan civilizados como los indios anteriormente descritos, pero son de constitución más robusta, y algunos de ellos, en particular los de Bohol, tenían fama de abatirá los piratas moros y de serles superiores en valor. Oíros earaeterex y otrax irihu^^. -Tomamos del mismo autor algunos otros datos, que pueden considerarse comunes á las tribus que luego citaremos, y ailn á las dos ya anU\s nombradas de Luzón. Convienen generalmente estos indios en los caracteres del tempera- mento linfático más graduado. Las influencias climatológicas de una parte, y las costumbres dominantes por otra, son elementos abonadí- simos, que favorecen el predominio de aquel sistema y la génesis de todas las afecínones con él relacionadas. El aparato hepático adquiere también gran desarrollo, y así se explica la frecuencia de inflamaciones y otras enfermedades gastro-hepáticas. No ocurre lo mismo con el sistema nervioso, que, contra lo que aseguran algunos, da muestras de su normalidad en el organismo del indígena. Las sensaciones fisioló- gicas son activas, y los sentidos d(» la vista y del olfato están dotados de exqui^sita sensibilidad. Convienen asimismo, si bien con mayor variedad, en los rasgos exteriores siguientes. La piel, poco áspera y gruesa, no presenta una coloración uniforme en los distintos individuos, pues si, en general, es moreno-cobriza, ofrece tonos y matices varios, desde el rojo-oscuro de algunos polinesios hasta el amarillo-claro de los pueblos asiáticos. El color es más pardo en los habitantes del Norte de la isla, que en los bícoles que viven en el Sur. El tono oscuro domina en las muje- res, y se advierte que es propio de los seres más robustos y mejor conformados. Cubre la cabeza un pelo negro, grueso, recto y extremadamente fuerte y largo. En el resto de la piel se nota la falta de vello, y por excepción se ven algunos hombres con señales de barba. La nariz se presenta con formas muy varias en los distintos indivi- duos. La frente es grande, ancha y plana, marcándose poco las eleva- ciones frontales; los arcos superciliares están más desarrollados que en la raza malaya. Los ojos son negros y grandes, presentando ^ veces una ligera oblicuidad. Pampangos^ pungasiiíanes é ilocanos. — Acerca de ellos así habla Montano : Estos individuos, á mi ver, deben lo elevado de su talla á la sangre indonesiana, la cual parece observarse en varias tribus independientes ó recientemente sometidas en el centro de Luzón. 188 ETNOGRAFÍA. (Jh)íarroiies. — Se conocen con este nombre los infieles que habitan en la provincia de Ambos Camarines en el Sur de Luzón. Á lo (jue parece, no todos son del mismo origen. Tmgulane'S. — Los tinguianes ó itanegues lindan al Norte y al Oeste con los búsaos, cerca de llocos Sur, en la cordillera del Tila, que está en el distrito de Lepanto; también los hay en gran parte en la provincia de Abra. Son de carácter pacífico y de un color bastante claro. ¡fugaos, — Los de esta tribu viven en la codillera de los Caraballos Occidentales, en las vertientes que miran del lado de Nueva Vizcaya, orilla izquierda del río Magat y misiones del Ituy. Son de carácter sanguinario, gustan de asaltar a los pasajeros para robarlos y darles muerte; suelen colocarse en la oreja un aro de bejuco por cada asesinato. Catalanganes. — Los catalanganes demoran en el brazo oriental del río llagan en la provincia de la Isabela de Luzón. Manguianes. — Residen los de esta tribu en la isla de Mindoro, al Sur del río Pinamalayan, que desagua en el mar por la costa oriental de la isla. Son de ojos oblicuos, de nariz roma y de pómulos salientes; su frente es achatada y el color de su piel acceitunado. Acostumbran dejarse, al estilo chino, una larga trenza de pelo en la parte posterior de la cabeza, quedando en lo demás muy corto ó afeitado. Son tra- bajadores y menos necesitados que los de otras tribus salvajes de la isla. TERCERA SUB-RAZA. MALAYO-MORA. Vengamos ya á la tercera y última sub-raza, la cual consideramos dividida en ocho clases, cuyos distintivos se verán luego. Pero antes expongamos algunos caracteres generales. Presentan los moros })uen desarrollo y alcanzan mediana talla; la piel tiene una coloración oscura, de tinte cobrizo, más graduado en los habitantes del interior; una cabellera negra, lacia y muy abimdante les cubre la cabeza y oculta parte de la frente. En sus ojos negros, pequeños y de mirada viva, se echa de ver la suspicacia y maldad de estos infieles. El índice cefálico, según datos de D. José de Lacalle, varía en ellos entre 81 y 81. ()0, distinguiéndose sus cabezas por la cons- tante prominencia de los frontales y por su prognatismo que llega á 69"^. Su nariz es ancha, pero no aplastada, el ángulo facial no pasa de 84^ y frecuentemente no alcanza esta medida. Detenidos los moros por los españoles en su movimiento conquistador hacia el Norte, los puntos extremos que ocuparon de asiento fueron la isla de la Paragua, el tercio meridional de la isla de Mindanao y singu- larmente la banda Oeste de la misma. Hasta IStK), en que llegaron á este Archipiélago diez y ocho cañoneros de vapor, no fué posible quebrantar su indomable orgullo y asegurar las comunicaciones con el mar de Mindoro. Más tarde, merced á varias disposiciones militares, se les redujo á los límites ya dichos. PARTE SEGUííDA ETNOLOGÍA. 189 Morffs (h Joló, — La isla de Joló colocada en uiedio del archipiélago do este nombre, ha sido en tmio tiempo el centro político, religioso y comercial de todos estos moros. El tipo de los malayos de Joló se halla modificado, en proporciones muy diversas, por dos elementos distintos, á saber, por el indio y por el árabe. Aunque- los moros vendieron muchos de los esclavos que adquirían en sus piaterías por diversas costas de Filipinas, con todo, la población de la isla de Joló se ve hoy formada en su mayor parte por una mezcla de indios, de los cuales aquellos se distinguen, no obsante, con toda claridad por varios rasgos y caracteres; pues son los moros más robustos, si bien de una estatura inferior á la de los bícoles. El primero de dichos caracteres está en relación con el género de vida que observan, el cual está más lleno de aventuras y de actividad que el de los apacibles bícoles. La inferioridad en la talla de los joloanos se debe á que circula por sus venas una porción mucho menor de sangre sinense, no porque dichos individuos no existen en *7oló, pues ellos han penetrado hasta en el palacio del sultán, sino porque son menos en número que en Luzón y hallan más dificultad para contraer sus nupcias. Los joloanos, además, se distinguen de los indios, como nota el Dr. Montano, por los caracteres siguientes. Su cara está menos deprimida, y su nariz es más saliente; el eje transverso de la abertura palpebral es menos oblicuo en los moros que en los indios; dicha abertura pre- senta una forma amigdaloide y es mucho más redonda que la de los indios y chinos. Su pelo es mucho más fino, y tiene una sección reni- forme y no triangular; sus cejas están poco pobladas; el color de su piel es frecuentemente más claro que el de los indios, acercándose menos que en ellos al amarillo y gris ceniciento. Liman transversal- mente los dientes incisivos y caninos, ya en su superficie anterior ya en su borde inferior. El elemento árabe ha modificado mucho menos el tipo joloano. Los sujetos de aquella raza, en número insignificante, no habrían dejado ningún vestigio de su presencia en aquel archipiélago, á no haber ocu- pado en su ma3^or parte los puestos y empleos más distinguidos, que singularmente dan opción á la poligamia. Los moros joloanos ocupan Joló en número de 27,000, Tawi-tawi en el de 13,500 y multitud de islitas inmediatas.^ Moros del rio Grande de Mindanao^ laguna de Lanao y hahía Illana, — Ocupan estos moros, además de la costa Oeste de Mindanao, desde la punta Flechas hasta el río Trampadidu, una grande extensión de tierras al rededor de las lagunas de Lanao, Liguasan y parte Noirte de la de Bulúan. Son en verdad muy notables los moros de esa región por su crecido número, que no bajará de 200,000, y por la audacia y ferocidad con que salen en frecuentes excursiones á piratear y cautivar entre las rancherías de infieles que les rodean, á saber, súbanos, tirurayes, bilanes, atas y monteses, por lo cual gozan de antiguo, al 190 ETNOLOGÍA. igual de los joloanos, fama de belicosos, osados y rapaces. Acerca de estos moros dice el P. Pastells, S. J.,^ lo que sigue: Sin embargo, el día que los misioneros hayan logrado implantar la cruz entre los infieles circunvecinos á los moros, faltos entonces éstos de esclavos que les cultiven la tierra y les vistan y edifiquen y les sirvan de objecto de lujo y de comercio, se verán en la precisión de trocar el campilán y el cris por la reja y el arado, la arrogancia fiera del guerrero 6 pirata por la pacífica mansedumbre del hombre que se ve obligado á ganar el pan con el sudor de su rostro. Cuanto á sus caracteres, puede decirse, en general, de todos estos moros que son de mediana ó pequeña estatura, y en su mayor parte, de miembros endebles, pero conservan formas bien proporcionadas hasta los 15 ó 20 años. Su nariz es pequeña y chata, la boca pequeña y los labios delgados; el color de la piel es oscuro y tiende á cierto tono amarillo; tienen más rebajado el ángulo cefálico que los joloanos, y su talla supera á la de éstos, caracteres ambos debidos, sin duda, al cru- zamiento tan frecuente y antiguo de estos moros con tribus indonesia- nas. Nótese bien que estos caracteres no son fijos en toda la región que ocupan dichos moros, sino sólo generales ó más comunes, pues su tipo varía mucho en los distintos puntos. Moros del seno de Dávdo, — Los moros de esta tribu residen, unos cerca del seno de Mayo, y otros en el de Dávao, donde ocupan parte de las costas y las embocaduras de los ríos. No son temibles por su escaso número y estar aislados. Estos moros difieren de los de Joló por la sangre indonesiana que po- seen, debida á la unión verificada después de la compra ó del robo de las mujeres pertenecientes á las tribus del interior. Esta mezcla es causa, según nota Montano, de que se rebaje su índice cefálico de 84.67 á 31.94, y que se eleve su talla á 1.573 metros, en vez de 1.526 metros, que es la media de los joloanos. Forman, al parecer, la transición entre los malayos del Sur de las Islas Filipinas y los indonesianos de Mindanao. Otras tribus, — Se llaman sánguiles los que ocupan una faja de la costa Sur de Mindanao desde Culut hasta el seno de Sarangani inclusive; lu tangas, los que viven en la islita de Olutanga, junto al extremo de la peninsulita que separa los senos de Sibuguey y Dumanquilas; calibu- ganes, los que se hallan formando pequeños grupos en el litoral del seno de Sibuguey ; sámales laút, los que residen en las costas de la isla de Basilan; y yacanes, finalmente, otra tribu del interior de la misma isla. Los que se hallan al Sur de la isla de la Paragua en ambas costas son joloanos. La suma total de los moros que se hallan en el Archipiélago Filipino asciende á unos 350,000. ^ Véase el apéndice al tomo vi de las Cartas de los Padres de la Compañía de Jesús de la Misión de Filipinas, p. 346. LÁMINA XTÍT. DATO MORO DE JÓLO CON SUS HIJOS. X ^•^|:|;=5Srl -.«N, ■í\ Di O Tmmina XV. MOZOS MOROS. Son de los que viven en el río Matiao, costa oriental del seno de Dávao. LÁMINA XVI. MOROS DEL INTERIOR (SENO DE DAVAO). (Familia priiKúpal del nuevo pueblo cristiano de Alberique.) PARTE SEGUNDA — ETNOLOGÍA. 191 Eii el cuadro, que ponenos á continuación, se hallarán resumidas las dos sub-mzas, malayo-sinense y malayo-mora, cuyos caracteres van expuestos en este capítulo. (\i(uir<> f'tnolóffico Xaspecto extraño. Es muy frecuente entre ellos usar, como adorno, peines de bambú, anillos de cerda con tiras de piel de murciélago para las piernas, collares de latón y á veces cuentas de vidrio y aros de alambre de hierro ó latón para pendientes y brazaletes. Acostumbran, además, pintarse el cuerpo en varias formas y algunos se hacen en la piel profundas incisiones que tiñen luego con una sustancia fuertemente azulada, ó de otra manera, y ^ Esta costumbre es también común á indios de otras razas. 193 22823 13 194 ETNOGRAFÍA. los rasguños y gruesos filetes que en el cuerpo resultan, constituyen su mejor adorno. Por lo común no construyen habitaciones de carácter estable; colocan á veces sobre las ramas de los árboles muchas hojas para guardarse de las lluvias, y con esto se contentan. Su ajuar se compone de algunas vasijas, que obtienen fácilmente del coco y de grandes conchas y toscas cajas de madera donde guardan el buyo y algunas cosillas. No usan por lo general lanzas ni rodelas, sino sólo el arco y la flecha, que manejan con sin igual destreza, 3^ les sirven á la vez como instru- mento de caza y de guerra. Pasan muchos ratos de su ocio tendidos sobre la yerba, cantando ó bailando en extenso círculo, al rededor del cual saltan con pasmosa agilidad. Su comercio se reduce al cambio de cera, miel y otras especies por arroz, tabaco, pequeños objetos y baratijas, que les ofrecen los habitantes del llano vecino. Son muy diestros en la caza, y persiguen á los vena- dos hasta darles muerte. Su alimentación es animal y vegetal, pero escasa. Las raíces y las frutas, la caza y la pesca son los elementos de su sustento, el cual encuentran, además, en los productos de algunas pequeñas sementeras que abren en los montes. Su inteligencia no es tan limitada como se cree generalmente, lo cual ha podido conocerse por algunos que sirvieron en quehaceres domés- ticos á los españoles. Llama mucho la atención en los negritos la costumbre que tienen, contra lo que se observa en las otras razas salvajes, de considerar y guardar el matrimonio como de todo punto indisoluble, sin que circuns- tancia alguna baste á romper este contrato. Hay entre ellos muy pocas señales de religión, y observan solamente algunas prácticas que indican la creencia en ciertos espíritus, la cual se revela también por el respeto que tienen á los muertos, cuyas sepulturas cercan y procuran que. las tribus inmediatas no profanen. Esto es lo que ha parecido indicar acerca de las costumbres que generalmente distinguen á los individuos de la raza negrita. Para descender ahora á algunos datos más particulares con que se complete el diseño moral de estos pueblos, será conveniente añadir la descripción particular de alguna tribu más señalada y digna de conocerse. COSTUMBRES DE LOS ATTAS. Son éstos, como se dijo,^ los negritos que habitan en los montes de la provincia de Cagayán, al Norte de Luzón. Acerca de ellos escribe, entre otras cosas, lo siguiente el P. Pedro de Medio: El vestido en las mujeres se reduce á un delantal que se arrollan á la cintura, más ó menos sucio de ordinario, y de color lo más chillón posible, los pocos días que se conserva nuevo. Los varones, en tiempo de calores, son poco exigentes en materia de vestir, pues creen regalar ya mucho su cuerpo adornándole con el simplicísimo bajaque. En ^ Véase el cuadro etnológico que va al fin del cap. i de la parte segunda. PARTE TERCERA ETOLOGIA. 195 tiempo (le fríos se envuelven eon un jhhIhzo de condinián, arrollándoselo á guisa de manta, que más bien parece un trapo más 6 menos sueio. En el comer son tan fáciles de contentar como en el vestir. Las espesurtus del bos(]ue les j)roveen de raíces, tuU'rculos y varias yerbas en cantidad suficiente para aplacar los más imperiosos ataques del hambre, y cuando quieren regalarse más, ae dedican á la caza de venados, cerdos de monte, y hasta pájaros que matan con flechas, en cuyo manejo son diestros, pues no abandonan el arco desde su niñez. El robo también es para ellos un nuiy socorrido medio de manutención, por lo que puede muy bien contárseles entre las plagas (pie deben temer los agricultores en estos pueblos. Pueden considerarse como el tipo viviente de la holgazanería. Hay algunas rancherías internadas en dilatados bosques, cuyos habitantes se toman la molestia de cultivar alguna sement^'rilla en las proximidades de algún estero, pero en cantidad tan mezquina (pie más bien parece cosa de juego. Maíz es quizá lo único que siembran, pero hay otros que no entienden de eso, y acAso sean los más. Una vez abierta cualquier sementerilla, es de rigor que al poco tiempo la abandonen. Aunque la inclinaci(m dominante en los negritos es la vagancia por la espesura de los bosques, todavía podemos distinguir dos clases de negritos cuanto á este particu- lar; unos del todo nómadas ó errantes, y otros constituidos en población, que siempre es un muy reducidíy grupo de casas. Tienen estos pequeños ranchos su gobernadorcillo y diminutos oficialillos de justicia, los que son elegidos, al menos en los puntos visitados por el que esto escribe, por el gobernadorcillo del pueblo á cuya juris(li(!ción pertenece, j)ero cuidando que la designación recaiga en el que de común acuerdo suelen traer ellos elegido de antemano. Alguna vez ha sucedido que un indio cualquiera, listo y atrevi(io, que con frecuencia se dedica á recorrer sus ranchos y hacer tratos con ellos, ha armado caballero á uno de sus devotos negritos, y ya con este nombre es luego reconocido y respetado de los demás. Aun esta clase de negritos, de que hablamos, suele con mucha frecuencia mudar el sitio de sus sementeras y habitaciones ó chozas. Otros negritos hay de todo punto errantes por las espesuras del bosque, en número de una ó dos, ó pocas más familias, y cobijándose por la noche bajo un techo impro- visado de cañas y yerbas, ó bien únicamente en la copa de algún árbol, ó aunque sea á campo raso en tiempo de secas. Hay negritos que se van á vivir en las proximidades de algún rancho de pueblos cristianos, con el objeto de ejecutar en sus casas ó sementeras algún pequeño traba- jillo, como el de pilar arroz, cuidar de los sembrados, ú otros por el estilo. Mas esto sólo es temporalmente y cuando tienen necesidad de maíz, que es en lo que suelen pagarles los cristianos su trabajo, ó también con alguna vara de condimán ú otro género de tela de colorín, mas de escaso valor. En sitios donde el terreno se presta, es frecuente que escojan los puntos más elevados para construir en ellos sus pequeñas viviendas, que al año sin falta quedan deshabitadas por la inveteradísima costumbre de estos infieles de no estar fijos en ningún paraje. No es fácil averiguar otras mayores intimidades acerca de sus costumbres por andar de continuo errantes, sin que nadie sea testigo de sus acciones más que ellos mismos. NEGRITOS DE CAMARINES. No carecen de interés los pormenores que acerca de ellos da el P. Eusebio Platero, franciscano, que los pudo conocer por experiencia propia, dice así: Son dóciles, haraganes, necios, despiden de sí un olor nauseabundo que re- cuerda al del macho cabrío, no edifican más casa que una choza con palos delgados y altos, como unas dos varas y media, que clavan á cuatro ángulos, los revisten á los lados y por el techo de ramaje de palma, y á la altura de unos dos pies colocan el piso de palitroques delgados y algo separados; no cultivan el campo, ni hacen más siem- 196 ETNOGRAFÍA. bras que algún camote; ne dedican á la caza de venado, puercf)s de monte y monos, con HU úni(!a arma, la ñecha, que manejan con destreza; no crían otro animal que el perro. El varón no lleva ordinariamente otra prenda de ropa que una cuerda atada fuerte- mente li la cintura, de la que pende por delante y detrás un trapo con que malamente encubren su desnudez. Las mujeres usan una especie de delantal circular. No usan en caso alguno ropas de abrigo, y en sus casas cuando duc^rmen, se acues- tan sobre el i)iso de palos 6 cañas, sin petate ni estera; y i)ara que los cínifes no los atormenten, ni el frío de la noche los dañe, mantienen fuego constantemente debajo de la casa, por lo que tienen toda la piel llena de escoriaciones escamosas muy repug- nantes y están llenos de animalejos parásitos. Cuando la falta de caza les produce hambre, se presentan á beneficiar abacá, ó ayudar á la cosecha del arroz, y trabajan por la comida en los abacales, por algunos manojos de arroz recién cortado en las sementeras; pasan dos y tres días casi sin comer, y vuelven otra vez á trabajar. Suele tener el negrito más de una compañera á un tiempo, pero una es la verdadera esposa, la otra ú otras son tenidas como esclavas. A los hijos les dan el nombre del sitio ó planta, á cuya proximidad nacieron, de alguna ave ó insecto. Lo más serio entre ellos es el entierro de sus cadáveres; cuando ocurre una defun- ción, se avisan unos á otros, acuden los de las cercanías, y llegados donde está el cadáver, lo colocan en una corteza gruesa de cierto árbol, lo envuelven en ella y cie- rran las extremidades con una mezcla de tierra y brea. Celebran luego sus comilonas y se emborrachan con tuba, hasta que terminados los recursos, proceden al enterra- miento que hacen en una fosa vertical, colocando al muerto de pie, cubren con tierra el agujero que hicieron debajo de la casita, queman ésta encima y se dispersa la tribu. NEGRITOS DE LA ISLA DE NEGROS. De éstos escribe el P. Cipriano Navarro lo siguiente: Estos desgraciados seres humanos no tienen lugar ni hogar doméstico; corren de día por los bosques, y donde les coge la noche duermen recostados, por lo regular, en los árboles. Carecen de todo trato con sus semejantes, y únicamente consiguen los cristianos alguna correspondencia con ellos en tiempo de la cosecha de la cera; y, según el informe de los cristianos, son muy mentirosos y desleales en sus contratos. Únicamente se puede sacar algún partido de esta raza, cuando tanto los hombres como las mujeres son de corta edad, según dos casos que se me han ofrecido en el minis- terio, y que por ellos tal vez se pueda sacar una consecuencia honrosa y favorable hacia esta raza tan degenerada; y que, como uno de ellos precisamente indica, en la juventud poseen sentimientos nobles, y muy generosos y honrosos en extremo. Es el primero la existencia de un negrito cristiano llamado Joaquín, quien, bau- tizado siendo párvulo, estuvo al servicio de un matrimonio español en la provincia de Cebú, bajo cuyo dominio paternal vivió más de 20 años, sirviendo á sus amos con fidelidad y cariño; mas luego que su amo murió, trasladó su domicilio á los bosques de Escalante, habitando siempre en las faldas del cerro solitario llamado Pinac, situado al interior del río Danao, y viste, según se dice, pantalón y camisa de manta, y lleva al cuello un rosario de cuentas de cristal. El segundo caso es de una negrita párvula, de unos cuatro ó cinco años de edad, á la que puse por nombre Clementina, y que, apadrinada por una familia española de algún rango, vivía en compañía de sus padrinos alegre y contenta. Esta noble y religiosa familia marchó después de algún tiempo á la Península, y habiendo pasado algunos años en Cádiz, murió en dicha ciudad la señora; tan inmensa fué la pena y dolor de la referida negrita, que á los seis días falleció de sentimiento. Por lo que llevamos dicho de estas tribus, podrá juzgarse de las demás, que por evitar prolijidad no describimos en particular. PARTE TERCERA ETOLOGÍA. 197 (WPÍTrLO II. usos Y COSTUMIUIKS 1)K LAS TUIIU S INJ)ONE8IAXA8. OBSERVACIÓN. Siendo muy varios los ritos y costumbres que distinguen las dife- rentes tril)us infieles de la raza indonesiana, no es fáeil trazar un conjunto de rasgos etológicos que convengan generalmente á todos. Por esto nos limitaremos á dar en el presente capítulo una descrip- ción moral de algunas tribus, que ofrecen particular interés ó por algún concepto son de mayor importancia, notando de tal suerte sus inclinaciones y caracteres que se pueda fácilmente, por la noticia de estas tribus, venir en conocimiento de las demás que, por abreviar, dejamos de nombrar.^ BREVE NOTICIA DE LOS MONTESES Ó BUQUIDNONES DE MINDANAO. Debe esta casta contarse en primer término, segím atestigua el jesuíta P. Gregorio Parache, entre las varias que pueblan la isla de Mindanao, por su importancia, nobleza de carácter, valor y disposi- ciones naturales. Tienen los monteses, como casi todos los demás infieles de la isla, noción más ó menos vaga de un ser superior y creador de todo cuanto les rodea, y además creen en un espíritu malo, al cual temen y procu- ran tener propicio. Pero en la práctica adoran tantos ídolos cuantos son sus deseos y los males de que quieren librarse. Paréceles ver y encontrar espíritus en los rfos, en los árboles corpulentos, en los montes y peñascos extraordinarios, y es frecuente hallar en semejantes parajes una mesita ó altarcico con algunas ofrendas que dejaron en señal de reconocimiento ó súplica. Al que llaman taquihanua^ 6 sea amo de la tierra, suelen ofrecer regalos al tiempo de sembrar sus capipos, y le hacen una fiesta de acción de gracias en el tiempo de la cosecha. Supers- ticiones y vanas observancias las tienen en gran número, lo propio que los demás infieles. Creen en la inmortalidad del alma, estando persuadidos de que sus antepasados les ven y visitan, por lo cual ellos á su vez los invocan y convidan, dándoles lugar y participación en sus festines, alegrías y tristezas. No tienen adoratorios permanentes; los improvisan cuando y donde lo creen necesario. Los monteses han mostrado en muchas ocasiones ser de suyo consi- derados y no sanguinarios, y revelan una marcada propensión á la vida social y ordenada. ^La relación minuciosa de los usos, costumbres y calidades que distinguen las varias tribus de Mindanao, podrá verse en un interesante trabajo profusamente ilus- trado, que por colaboración de varios Padres Jesuítas, que poseen cabal noticia de ellas por haberlas tenido á su cargo, se está preparando de dicha materia. 198 ETNOGRAFÍA. Así que, tienen alto concepto y aprecio del principio de autoridad, qu(^ han defendido varian veces con singular valor contra los manobos, á los que hicieron muchos esclavos; y contra los moros, ya sean los de la la- guna de Lanao, ya los que están al mando de Uto en el río Pulangui, siempre llevaron ventaja. Es también prueba de su lealtad y valor, qui* quisiese el jesuíta P. Ducós, en aquellas difíciles y trabajosas jornadas que emprendió (1752) y acabó felizmente para quebrantar el arrojo y osadía de los moros, llevar en su ayuda y compañía á los monteses, juntamente con el reducido tercio de españoles de que disponía en calidad de jefe; y todavía hay descendientes de un principal que mereció del Gobierno español un título de maestre de campo, que lleva la fecha de 1754. Y para decir algo de nuestros días, en 1891, estos mismos monteses diri- gidos por el P. Ensebio Barrado, S. J. , su misionero, armados de rode- las, lanzas y campilanes marcharon animosos al encuentro de los moros ya cercanos, que huyeron amedrentados. Y poco después, cuando partieron las tropas españolas de Iligan para Lanao, el general Wéyler quiso distinguirlos, encargando al mismo P. Barrado que hiciera con ellos un reconocimiento sobre las rancherías moras más próximas á Bugcaon y Sevilla; componían esta segunda expedición 3*30 monteses, 60 armados con fusiles y los demás lanceros; duró ocho días y no pasa- ron de las fuentes del Manurúngao, lugar ya vecino á la laguna. Viven los monteses en pueblos, mayormente desde 1849, en que el gobernador del distrito los puso de propósito en vida social, que han guardado generalmente sin interrupción, á pesar de no tener quien los vigilase de cerca, ni misioneros, que no los tuvieron hasta cuarenta años después; y entonces ellos de por sí, en buen número, iban á buscar al misionero á tres y más jornadas de camino, para comunicarle sus cosas y tratarle. Por todo este tiempo, sin fuerza armada que los violentase, espontá- neamente formaron todos los años sus empadronamientos y presentaron las listas al gobierno, recibiendo á su vez los títulos de munícipes. En lo tocante á casamientos y entierros observan, con poca diferencia, lo que generalmente usan las demás razas de la isla. Entra siempre en los contratos matrimoniales el que el hombre haya de comprar la mujer y pagarla con servicios personales, dinero, esclavos ú otras pren- das. Esto no obstante, casos pueden darse en que siendo los padres de la mujer menos ó nada exigentes, se convengan los parientes entre sí con más dignidad y nobleza. También sucede que, si se disgustan los casados y al marido le devuelven lo que entregó por su mujer, se separan, yendo cada cual por su camino, como si contrato no hubiese mediado. La poligamia es entre ellos poco común ó mucho menos fre- cuente que entre mandayas y manobos. En su agricultura, industria y comercio van también delante de todos los demás. Emplean el arado en su cultivo, que es vario, como de palay, maíz, mongos y varias raíces alimenticias. Saben conservar secos el camote y plátanos para tiempos de escasez y fabrican de la PARTE TERCKRA ETOLOOIA. 199 cññ'd duloo lina especio de ron o vino, de (|ue hacen mucho uso. Lo que más les produce es A abacá, cate y cacao, de (|U0 bajan miles de cajas á los comerciantes que s(^ lletran á sus playas. El tabaco es otro artículo (jue les vale mucho y lo obtieiuMi de umy buena calidad. Há- llanse en sus bosques castañas y b(»llotas; estas son de baja calidad, pero podrían mejorar con el cultivo: aquellas no se diferencian de las que vienen de China; tampoco les falta com y miel en abundancia. Hay, además d(^ lo dicho, en su terreno minas de oro, (]ue sacan fácilmente en 2)olvos y pepitas de muchos (juilates en el pueblo de Oroquieüi hacia el río Pulangui. Sa])en fabricar buenas armas ])lancas (pu* llevan fama de buen tem- ple, (MI particular las (pie proceden del pueblo de Calasúni^ay. Asi- mismo hacen del nito y del bejuco ])uenos y hermosos somi)reros. Son bastante comunes entre ellos, para defenderse de las lanzas enemij^as, las cotas d(^ malla, alyrunas muy bi(Mi hechas con piezas que sacan de las astas del carabao y alaml)res de latón, las cuahís es probable s(*an toma- das de los moros. Usan también para lances y casos no tan serios unas cotas, á manera de chaipietones, hechas de bejuco y forradas de algodón en rama. Por su trato y roce tan frecuente con los pueblos de antiguos cris- tianos, se han ido civilizando cada día más y más y han tomado afición á sus usos y costumbres. Así que, visten muchos en la clase de ropas, corte y figura, al estilo de aquéllos, á saber, sombreros, zapatos, buen pantalón, americana ó chaqueta, etc. Kn sus casas usan, los que pue- den, lámparas de porcelana, máquinas de coser y otros efectos indus- triales, que revelan el carácter civil y comunicativo de esta gente. Ya vimos en 1887, dice el P. Parache de quien son estos datos, capotes de agua, polainas y aun revólver en un principal de los últimos pueblos. Cuanto al número de ellos parece probable el de unos 13,000. COSTUMBRES DE LOS MANDAYAS. Son los mandayas en general dóciles, hospitalarios y amigos del trato social; así que se gobiernan por el estilo de los indios civilizados; tienen gobernadorcillo, principales, tenientes, jueces y alguaciles. El que más se ha distinguido en la ranchería por su influencia suele ser el reyezuelo, á quien obedecen todos y van á consultar, incluso el gober- nadorcillo y principales. Por lo común aspiran los parientes á vivir reunidos, y esta es la razón porque se conservan entre ellos arraigadas tradiciones, de que forma parte un código legal y penal que guardan con rigor. Tienen mucho apego á sus ritos idolátricos y creen en dos principios buenos, padre é hijo, y en dos malos, marido y mujer. Los más salvajes usan alguna vez sacrificios humanos que ejecutan con extraña crueldad; pero los de animales son comunes entre todos ellos, y en la manera de llevarlos á cabo emplean varios usos y cere- monias. 200 ETNOGRAFÍA. El primer nacrificio y más solemne para ellos es el llamado halílic. Para e(»lebrarlo se reúnen diez 6 doce bai lanas ó más, seoím el esplendor que se pretende dar á la fiesta, y habiéndose levantado de antemano el altarcillo del diwtta^ en frente de la casa del que pa^a kA gasto de la función, sale el dueño de ella con un gran cerdo, y se lo pr(\senta á las bailanas delante de un numeroso concurso de 100 á 200 invitados á la función. Colocado el cerdo en el altar, lo rodean al instante las bailanas ricamente v(»stidas; luego dos manday as tocan con el tamboril las piezas consagradas á los diuatas, cuyo compás van siguiíuido las bailanas con los pies y alrededor del altar, cantando juntamente íA miííunmd. Tiemblan extremeciéndose de pies á cabeza, é inclinándose d(^ un lado á otro van describiendo con sus evoluciones varios semicírculos; levantan su mano derecha al sol ó á la luna, según sea de día 6 de noche, rogando á la intención del que ha hecho celebrar aquel balílic; inmediatamente baila la principal separándose de las demás, hiere con su balarao, especie de puíialito, el cerdo colocado sobre el altar, y es la primera que par- ticipa del sacrificio; aplicando su boca á la herida, chupa y bebe la sangre del animal, vivo aún, y en pos de ella siguen las demás haciendo lo mismo. Luego vuelven á su lugar, repiten el baile, tiemblan y eructan, se sientan luego, hablan con Mansilatan^ que dicen les ha bajado del cie^.o para inspirarles lo que luego inmediatamente profetizan, y suele ser el anuncio de una buena cosecha, ó la curación de alguna enfermedad ó algún triunfo sobre los enemigos. El balílic conclu^^e así: se limpia el cerdo, se ofrece parte al ídolo, y se corona la función con una borrachera. Por este estilo hacen otros varios y frecuentes sacrificios. Tienen al igual de otros infieles muchas y muy raras supersticiones, que sería largo enumerar. Así por ejemplo, cuando hay eclipse creen que alguna culebra se come el sol ó la luna, y para espantarla, á fin de que no haya perpetuas tinieblas, se alborotan, levantando espantosa vocería y dando golpes a varios ol)jetos; lo propio hacen cuando hay temblor, para apaciguar al gran caimán cjue, al desperezarse en (^1 centro de la tierra, la sacude. Entierran sus muertos dentro del bosque en los agujeros de las peñas y junto á él sus armas y escudo con una olla de moriscpieta, paní que tenga con que defenderse y que comer durante su viaje. En las rancherías más supersticiosas se halla dentro de la casa un altar con su ídolo lleno de ofrendas, y generalmente todos, dentro de sus casas y á una altura proporcionada, colocan su idolillo bajo dosel colo- rado, ó de otra suerte, rodeado con fruta de la bonga y pendiente de su cuello una bolsita llena de arroz; y todos los días, al anochecer, mientras se prepara la cena, suelen tocar algunos instrumentos, y dando algunas vueltas alrededor de la sala cantan esta oración: ''Situado entre el bien y el mal rogamos al libertador que baje del cielo este día para nuestro bien." PARTK TKRCKRA ETOLOGÍA. 201 Duninto sus vellidas do la iuhIh» ruenbín los padres a los hijos varias cons(^jas curiosas, airona d(^ la lu^chioora, del tirigaiite, del enano, y dicen sus dichos las viejas. Los honil)res visten una especie de zarajifüelles y una como chaque- tilla corta, abierta por delant(^ del ])echo; las nmjeres usan el jábol por saya y corpino 6 camisa corta como los hombres; ambos se adornan con a])alori()s. manillas en los brazos, cascalndes, nuielas del cerdo ó caimán, hacecillos de yerbas olorosas y otros objetos, según la gfalacon que quieren lucir. Se les ve á veces con collar de oro y patenas de plata fraln'icadas y labradas por ellos mismos. Son muy aficionados al ])uyo y á mascar tabaco. KsU^ mezclan con el among d(* la enreda- dera denominada balanouina y aquel con el caningag, especie de canela basta, que abunda mucho en el país. Los niíindayas no admiten dinero, sino cambio de objetos, y si reci- ben la plata, es para fabricar los objetos de lujo que hemos indicado con (|ue se adornan á sí mismos y embellecen sus armas. Creen (pie es un deber vengar las injurias, aun con nmerte del inju- riador; de aipií que suelen durar las venganzas por espacio de varias generaciones. Los baganis se distinguen en su vestido según el número de sus ase- sinatos. Los que han cometido de cinco á diez muertes, llevan en la cabeza pañuelo encarnado; los que de diez á veinte, pañuelo y camisa colorada, los que de veinte en adelante, paííuelo, camisa y pantalón encarnado. Luego que han consumado su crimen, cortan un mechón de cabellos de la víctima para engalanar el borde de su escudo y cuen- tan el luimero de mechones. Usan coraza de tres dobles de bejuco partido, con que deñenden su pecho y espaldas. Cuando son perse- guidos, entorpecen el paso de sus enemigos clavando en el suelo puntas de caña de diversas longitudes, y preparan en forma de lazos algunas flechas dentro de arcos ocultamente disimulados. Colocan sus casas en puntos estrat(%icos y casi inaccesibles, en lo más alto de las colinas y en las copas de los árboles. Acometen, por lo general, á la madrugada, pero antes se cercioran del buen éxito de su empresa. Preparan celadas en lugares de espesos y altos mato- rrales junto al camino, y cuando no pueden saciar su venganza en el enemigo, blanco de sus iras, la sacian vertiendo la sangre de sus inme- diatos ó próximos parientes, ó la de sus amigos, ó individuos que encuentran de su ranchería, y aun de personas completamente ajenas. Entre los baganis se encuentran algunos antropófagos. Casi todos los asesinatos, entre los mandayas, traen su origen de las deudas ó de las mujeres. El marido debe antes comprar su mujer á los padres de ella, sirviédoles en primer lugar por espacio de cuatro ó seis años, de donde se origina la costumbre de trabajar y vivir los novios en casa de los padres de la novia. Si el esposo es hombre respetable, entrega por la mujer hasta seis esclavos. Además regala el pretendiente, de cuando en cuando, cerdos, tuba, arroz, platos, bolos y lanzas á los padres 202 ETNOGRAFÍA. de la pretendida. El varón que rompe los esponsales, pierde por el mero hecho todo lo entregado; la mujer que los rescinde debe devolver lo que han recibido sus padres, y entregar además un esclavo en sus- titución de su persona. El casamiento entre los mandayas se verifica entregando el esposo a la esposa, y viceversa, un puñado de moris- queta en señal de que han de sustentarse mutuamente. LOS MANOBOS. Constituyen los manobos una de las tribus más numerosas de la isla de Mindanao. Son en general fieros, veleidosos y recelosos. Cons- truyen de ordinario sus casas en las copas de los árboles próximos á los ríos. Aunque no viven errantes como las mamanuas, con todo cambian ordinariamente todos los años el lugar de su vivienda para formar nuevas sementeras, y no tienen el atractivo de la propiedad fija. Hay también entre ellos bagan is, y por consiguiente las luchas y rivalidades que poco ha se han referido. Cuando alguno muere dentro de la casa, la abandonan por el mero hecho de la defunción; y si es extraño el difunto, exigen á su familia el valor de la casa desalojada. Viven comúnmente en rancherías, cu3^o jefe guarda con ellos una manera de gobieno patriarcal ó de familia. En sus ritos y supersticiones son muy parecidos á los mandayas. Reconocen, entre otras, tres divinidades principales, á las cuales imagi- nan como poderosos animales que moran en los bosques, de que los creen dueños. Una es la que llaman Tainá^ á quien consideran como arbitro de los lazos y trampas que dejan preparados en los bosques para cazar ciervos y jabalíes. El sacrificio que le ofrecen para tenerla propicia consiste en poner sobre un palo ligeramente desvastado dos huevos y un poco de arroz, comida que arrebata una culebra ú otro animal cualquiera, \ creen ellos, en su rusticidad, haber tomado para sí el imaginado ser. A Tumangliob suponen dios de las siembras, y le ofrecen sobre una verja de palos, levantada como un metro sobre la tierra, un cerdo cocido en agua, poniéndole al lado el indispensable arroz y, además, algo de tuba. Llámanle luego á grandes gritos, y como nadie parece, inter- pretan que se da por satisfecho con sola la invitación, y así comen ellos las ofrendas, terminando la fiesta con embriagarse todos. Por último, al que llaman Búsao miran como principio de las enfer- medades del cuerpo y á él ofrecen también sacrificios. Se parecen también á los mandayas en sus vestidos, adornos y armas, á excepción de las sartas de abalorios, pues entre los manobos son pre- feridos los de color negro, que desprecian los mandayas, optando siempre por los de color, que no sea el verde y amarillo. LOS BAGOBOS. Habitan en las faldas del volcán Apo, repartidos en tantas ranche- rías como ríos bañan aquellos frondosos bosques, que son muchos. Son Lamina XIX. ',1 (t.l'lll AI/lAK QUE USAN LOS MONTESES, BAGOBOS Y OTROS INFIEL£:S. J'uréceles ver y encontrar espíritus en los ríos y árboles corpulentos. LÁMINA XX BA(;OB()S DE LAS FALDAS DEL APO. En trajo de liesta. Lámina XXÍ. ^Uv ; 'i .1 ,?A ^^^ "1 ^f .^ BAGOBO ASESINO. l.ÁMINA XXII, tí^t^^P^?^ ALTAR BAGOBO. Origen de río Ragubbrug, cordillera del Apo, Mindauao. PARTE TERCERA ETOLOGÍA. 203 de regular estatum, siendo muy raro encontrar un bagobo cojo, tuerto, manco ó mal formado, pues cuando nace un niño con algún defecto físico notable, no le dejan vivir. Los bagobos son trabajadores, y aunque amigos de tener esclavos, ordinariamente los quieren para sacrificarlos. En sus guerras usan la lanza, campilán, flecha y algunos ya tienen armas de fuego. Generalmente matan á traición. En su política y gobierno domina el principal ó dato de la i*anchería respecto de los suyos. Arreglan sus cuestiones conforme á las tradiciones, que conservan de sus antepasados, y ásus creencias supersticiosas, apoyándose muchas veces en el derecho de la fuerza. Los bagobos no fabrican ído- los. Creen que tienen dos almas, de las cuales la una dicen que va al cielo y la otra al infierno. Adoran y sacrifican al demonio, para que les deje vivir, pues la muerte, enfermedades y otros accidentes desa- gradables de la vida, dicen que vienen de él.. Entre otras supersti- ciones creen que no se puede subir al volcán Apo, si no se hace antes un sacrificio humuno á Mandar a/tigan^ que, según ellos, tiene allí su asiento y que necesita beber sangre humana. Mandarangan tiene también mujeres, y es el primer demonio á quien el volcán pertenece como boca ó camino del infierno. En los sacrificios pronuncian en su lengua estas palabras: '' Come, Mandarangan, y bebe la sangre de este hombre." El canto del limocon es para ellos la voz del dios que les advierte de los peligros que les aguardan; cuando canta á la derecha, es de buen agüero y siguen caminando sin miedo, pero si canta á la izquierda, no se atreven a seguir adelante. Esta misma superstición tienen otras varias tribus infieles. LOS SÁMALES. Los sámales, ó sea los naturales de la isla de Sámal, situada en el seno de Dávao hacia el Norte, y enfrente de la cabecera, se hallan repar- tidos en siete grupos ó rancherías. En cada una de ellas hay un capi- tán ó anciano á quien todos obedecen. Su ordinaria ocupación es la de hacer pequeñas barquillas muy bas- tas de los troncos de los árboles, abiertos á la largo y excavados. Extraen también la sal por evaporación del agua del mar, hecha legía y puesta en ollas. Recogen el balate y el camote en abundancia, del que se alimentan ordinariamente, pues el palay apenas se da en su te- rreno, generalmente muy seco y falto de lluvia. En cuanto á religión, pocos indicios dan de ella, practicando solamente algunas ceremonias supersticiosas que han visto entre los moros. En una islita madrepórica cerca de la costa tienen un cementerio dis- puesto en la cavidad de una pequeña gruta. Sobre unos soportes de palma brava consérvanse, hasta que el tiempo las corrompe, las cajas mortuorias, hechas de dos mitades de tronco de árbol excavado. Cada año, acabada la cosecha, van los sámales á visitar estos sepulcros, dejando en ellos las ofrendas de sus frutos. 204 ETNOGRAFÍA. CAPITULO III. GEXIO Y COSTUM1ÍRE8 ÜK T.OS MOROS. OBSERVA(UÓN. No hay duda que, á no exigir los moros atención especial por el carácter turbulento de su raza y el influjo que en la población de estas Islas ejercieron, sería todavía interesante el conocimiento de ese pue- blo, tenaz en sus creencias y aventurero, por el lugar que ocupan en la historia filipina las conquistas de sus armas, que tantas Aceces y desde época remota han turbado la tranquilidad entre los varios pobla- dores de este suelo. Por esto destinamos un capítulo á describir el natural que los distingue y la manera de vivir que tienen al presente, en los distintos puntos que habitan hacia el Sur del Archipiélago. No trataremos en particular de todas las clases que suelen señalarse;^ mencionaremos tan sólo los grupos más principales, sirviéndonos de la relación descriptiva que acerca de ellas hizo el jesuíta P. José Hurgadas. MOROS DE JOLÓ. íSr RÉGIMEN roLÍTK'O. Comenzando de su gobierno, el sultán es siempre el soberano y el arbitro absoluto de las personas y de las cosas en toda la región de su mando, es decir, de los grupos de islas que constituyen el archi- piélago de Joló. En realidad no disfruta de un poder tan absoluto si no es en los distritos que forman su dominio privado y en los de aquellos datos que son sus parientes ó aliados. Los otros distritos están gober- nados, de un modo casi independiente, por aquellos que los poseen, ó sea, por sus datos hereditarios, cuyo poder es sin trabas de niguna especie. Actualmente la autoridad efectiva del sultán está muy debi- litada; por otro lado, aun antes de la ocupación española de Joló, jamás tomaba el sultán decisión alguna sin consultar el consejo de datos, que es el verdadero poder legislativo y en parte ejecutivo de esta gente. Los datos, como señores feudales, soberanos efectivos en sus ranche- rías, tienen bajo su mando jefes inferiores de los que eligen los hombres libres; todos los demás son vasallos ó esclavos. su GENIO Y GÉNERO BE VIDA EN GENERAL. En cuanto á su espíritu guerrero y hostil, cada moro es un soldado, armado siempre con el cris, el campilán ó la lanza, y á veces con dos de estas armas, sin dejarlas nunca, ni aun en las horas de descanso, pues con ellas duermen. Es este soldado moro astuto y fanático por sus creencias, terco, y cobarde en campo abierto ó cuando descubre sereni- dad y decisión en su enemigo y ve fácil la escapada, pero valiente, ^ Véase el cuadro etnológico al fin del cap. iv de la parte segunda. partí: tercera — etología. 205 arrojado y temerario hasta la ferocidad cuando se considera encerrado y sin posibilidad de fugarse. Notablemente sobrio, se alimenta con un puñado de arroz, con las frutas (jut^ coge en t^l bosque, las yerbas del llano 6 los pescadillos del río; bebe el agua de manantiales más 6 UK^nos limpios y claros, y á falta de otra mejor, hallándose embarcado, satisface la sed con el agua del mar. Sumamente ágiles, trepan con celeridad por las montanas, suben á los arboles más elevados, cruzan los manglares más espesos y hondos, salvan los torrentes, saltan los barrancos y se dejan caer con el mayor aplomo de una altura de 15 á 20 pies. Acostumbrados, desde que nacen, á vivir en el agua, nadan como los peces, siendo para ellos el paso de un río, por ancho y cau- daloso que sea, la operación más sencilla y natural del mundo; y cuando por la rápida corriente de las aguas no quieren ó no pueden pasarlo á nado, una sola caíia tendida de una orilla á otra les ofrece un puente bastante cómodo, Debido en parte á ese espíritu belicoso que los anima, son y han sido en todo tiempo esos moros joloanos los más turbulentos y refractarios á la dominación pacífica. Sus costumbres se han manifestado siempre bajo los feroces instintos del pirateo y del robo. Situadas sus pobla- ciones, siempre pequeñas, en las llanuras bajas y cercanas al mar y en las inmediaciones de los ríos, esteros y pantanos, caen de improviso, así sobre descuidados é indefensos pueblos cristianos, como sobre las embarcaciones desarmadas, talando sementeras é incendiando casas y haciendas y cautivando las personas para aumentar el número de sus esclavos. Hoy son bastante raros los casos de pirateo. La frecuencia de la marina de guerra y mercante lo va extinguiendo. Al par de su barbarie anda su ignorancia. Si no son los datos ó los que constituyen entre ellos una especie de jerarquía eclesiástica, pocos saben leer, y casi nadie escribir; por esto no tienen libros, si no es algún Corán y el Manlut, manuscritos todos con viñetas y adornos no faltos de elegancia. De la gente común del pueblo, que es en general muy perezosa, dedí- canse no pocos al tráfico de su comercio; de varios puntos de su archi- piélago van y vienen en sus ligeras vintas, trayendo unos perlas y conchas, otros balate ó el preciado nido, también traen canela, mucho abacá, pieles de buey y carabao, aletas de tiburón y otros efectos. Cuanto á costumbres domésticas, la poligamia es común entre ellos, dependiendo sólo de los recursos de cada uno el mantener mayor ó menor número de mujeres, entre las cuales, con todo, una sola posee la calidad de esposa legítima, El casamiento, precedido de un rapto simulado de la desposada, se verifica delante del pandita; el divorcio se lleva á cabo por demanda de alguna de las partes. A los condenados á muerte ó el verdugo les corta la cabeza ó sirven á los datos como blanco para ensayar sus revólveres ó el filo de sus crises, ó también son entregados á la muchedumbre del populacho que los 206 etnografía. reduce á pedazos á golpes de cris y al compás de cierta danza, en que cada uno da su golpe á la víctima. Dichas ejecuciones son un entre- tenimiento de gran fiesta y algazara en la sanguinaria población de Maibún. TRAJE. Su traje es semejante al de los malayos; consiste en un pantalón por lo común ancho todo, menos en el remate inferior que se ajusta á la pierna, y una chaquetilla, casi siempre de colores vivos, toda ella ajustada y con mangas estrechas, la disposición de ambas piezas como sé ve, es adecuada para no entorpecer los movimientos; en la cabeza llevan un pañuelo arrollado a manera de turbante y algunos calzan sus pies en ciertas solemnidades. Los régulos ó personas principales, usan las prendas de vestir de seda galoneadas de oro ó plata, y suelen añadir una Cvspecie de gabán con mangas anchas y abiertas en los extremos. Algunos tienen el chaquetón ó gabán forrado con mucho algodón y les sirve como de una cota. FA traje de las mujeres se distingue por el patadión, simple lienzo colorado, que arrollan á la cintura y les llega hasta los pies y por un manto, en que envuelven todo el cuerpo. Con frecuencia llevan sólo éste ó aquél, además de la camisa corta hasta la cintura. CREENCIAS, PRÁCTICAS, JERARQUÍA RELIGIOSA Y SUPERSTICIONES. Son muy confusas sus creencias religiosas y grande el descuido que tienen de su falsa religión, y así no observan las prescripciones del Corán en materias religioso-civiles y criminales; raras veces se amputa la mano por pena de un robo, ni se corta la lengua por la blasfemia; por otra parte, se pronuncia habitualmente la pena capital por toda suerte de delitos, menos por el de la fornicación, que tienen, sin embargo, absolutamente prohibida. Sus supersticiones son por demás ridiculas: una nube que ciñe el monte tal, por ejemplo, les indica la muerte de un dato; el que puede ver una culebra cuando cambia la piel, se hace invisible á su voluntad; y como éstas tienen otras muchas. Se abstienen, ó más bien aparentan abstenerse, de la carne de cerdo, por necios respetos. Acostumfiran, además, llevar comida á sus sepulcros, que abundan en los alrededores de los pueblos. Son finalmente celebrados entre ellos los juramentos de odio á los cristianos y tienen arraigada la creencia de que han de ser premiados por esto con ir al paraíso montados en caballo blanco. 'Su jerarquía religiosa se reduce á varias suertes de sacerdotes, llamados por orden de preeminencia saripes, jatipes é imames. Para ser sarip, hay que saber leer y escribir, y por lo general haber ido á la Meca; á lo menos los que van allá y reúnen las otras condiciones lo son de hecho. Hay, además, otros grados ó empleos de menor impor- tancia. PARTE TERCERA ETOLOGÍA. 207 Las armas defensivas son: el escudo eiroular ó elíptieo para medio cuerpo, ó grande para cubrir toda la persona, unos y otros de corte mixtilíneo de madera ó á lo más forrados por el exterior de cuero de carabao. De este mismo cuero, que bien curtido es sumamente duro, hacen corazas y cascos; tienen también, aunque pocas, algunas cotas de malla. Las ofensivas son ó de fuego ó blancas. Entre las primems se cuentan los cañones, de que poseen una gran variedad, desde el calibre de 1 hasta el de 24. Los descuidan mucho, así como los fusiles y escopetas, excepto alguno que otro cañón, que en cada fortaleza ocupa el lugar preferente y al que miran como principal, confiándole supersticiosamente la defensa y la victoria. Se les han cogido algunas veces culebrinas muy largas de á 3 v de á 4 y otras piezas pequeñitas llamadas lan tacas, que sólo admiten balas de á 1 y de á 2, de las que hacen mucho uso. Fabrican asimismo pólvora y proyectiles. Manejan las piezas con bastíinte lentitud, y suelen cargarlas hasta la boca, haciendo uso, á falta de otros proyectiles mejores, de piedras, clavos ó puntas de hierro y aun de pedazos de la concha taclobo ó tacloe, que es durísima. Entre las cureñas tienen algunas muy buenas y conocidamente de construción inglesa; otras son pesadas y mal fabricadas por los moros mismos, y que son, por lo general, de la forma de las de plaza, con ruedas ó sin ellas; para moverlas se valen de una disposición muy seme- jante á la que se emplea en los buques de guerra por medio de motones y cuerdas. Su táctica artillera se reduce á ahorrar los fuegos hasta que el ene- migo esté muy próximo para que, siendo de este modo mas fácil la pun- tería, no se desperdicien disparos. En sus expedi'ciones por tierra no suelen llevar artillería; alguna vez, sin embargo, se les ha visto conducir f alconetes ó lantacas, de las cuales se sirven colocándolas sobre horcones, que se apoyan en un banquillo con tres pies. Se ha notado por algunos con extrañeza que estas gentes hayan tenido y tengan artillería en abundancia; pero, además de que la adquieren fácilmente, cuando la necesitan, en Borneo y otros puntos, y de que se apoderaban de toda la que solían hallar en las muchas embarcaciones que apresaban, cuando, más fuertes que hoy, ejercían el pirateo, consta que, á la llegada de los españoles á estas Islas, los indios fundían cañones en Manila y Tondo, y probablemente también en Mindanao. Las armas blancas son: la lanza, el cris, el campilán, las fisgas, los sumbilines y los cuchillos. Su temple generalmente es bueno y se ven algunas hojas de cris llenas de preciosos embutidos, formando aguas tan primorosamente trabajadas, que en nada desmerecen de las afamadas hojas de Damasco. Los puños son, por lo común, de madera dura 208 ETNOGRAFÍA. sacada de alguna raíz; muchos hay de marfil y algunos, para uso de los sultanes y magnates, de oro macizo. No tienen por costumbre envenenar las puntas de las lanzas y fisgas, como hacen los salvajes del Norte y algunos de los infieles que habi- tan en las montañas. No hacen hoy, tampoco, uso de las flechas de que antiguamente se servían en la guerra. Son muy diestros en el manejo de estas armas blancas, consistiendo principalmente el mérito de su táctica en la agilidad de que están dotados y que da á sus rápidos movimientos notable desembarazo y soltura. El moro dispuesto á combatir, cubierto con su rodela y man- teniendo extendido y levantado el brazo derecho con el campilán, cris ó cuchillo en la mano, se agacha, se endereza de repente, gira, salta de uno á otro lado con la velocidad del pensamiento, burlando así los gol- pes de su contrario, parece que huye cuando de improviso cierra furiosamente sobre el enemigo, y no bien ha descargado el golpe, cuando se le ve á diez pasos de aquél saltando y revolviéndose otra vez, todo esto acompañado de gritos agudos y horribles gestos que sirven, según ellos, para aturdir y amedrentar al adversario. Si el arma que manejan es el campilán, que tiene ordinariamente en el pomo un llorón de cerda ó pita encarnada y hasta cascabeles, mueven éste pasándolo con rapidez y en distintas direcciones ante la vista de aquél para des- vanecerlo. Cuando el arma de combate es la lanza, la arrojan con un tiro particular, así como las fisgas y sumbilines, de que hacen uso con especialidad, cuando desde lo alto de los parapetos defienden el pie de los muros para oponerse á un asalto. í^unca presentan caballería en las acciones; de manera que no debe contarse con esta arma, ni es de extrañar, conociendo la topografía del teatro de la guerra, poco á pro- pósito para su empleo. MARINA. Su marina, que juega un papel muy principal en las campañas, comprende varias clases de embarcaciones con que comúnmente hacen el corso, y son los pancos, los salisípanes, las vintas, los pilanes y los lancanes. Todas estas embarcaciones tanto por su figura, como por el crecido número de sus remos, hacen que sean buques de mucha marcha; y pudiendo armarse y desarmarse con facilidad, merced á su sencilla construcción, los pueden retirar y esconder, sin grandes esfuerzos, en las esteros, bosques ó manglares, subdividiéndolos en piezas, si son de los mayores. Por su poco calado navegan por todas partes, particu- larmente las vintas que tienen suficiente con sólo un pie y medio de agua; así es que se las ve internarse por el más pequeño riachuelo ó estero. Los moros son marineros hábiles, como al mismo tiempo también excelentes nadadores; cuando la fuerza del viento ó un golpe de mar hace zozobrar alguna de sus embarcaciones, la tripulación se echa al agua y la endereza fácilmente. r;,.;f'Sf!3íí^!P^^ty^,?pf5fKí^ fílílñ^ PARTE TERCERA — ETOLOQÍA. 209 LOS MOHOS DEL KÍO GRANDE Y DE LA LAGUNA DE LANAO. CARAtTER. Son estos moros altivos en extremo, suspicaces y desconfiados, fáciles en promesas vagas, y difíciles en tratos concretos que puedan compro- meterles íi la ejecución. LleVan en sus relaciones cierta malicia, que sólo el tiempo enseña a conocer; por su pereza evitan el trabajo todo lo posible, y cifran su mayor dicha en el reposo, á lo que contribuye no poco su debilidad física y las enervantes condiciones climatológicus del país. Podría, sin embargo, sacarse algún partido de ellos para cultivar las tierras, como lo prueban algunas haciendas próximas á Cotabato. Son por demás pesados en sus tratos, y constituye uno de sus goces predilectos la hlchara ó conversación, que prolongan horas y horas por el pretexto más fútil. El traje que visten los individuos de ambos sexos es casi (4 mismo que usan los joloanos; los hombres arrollan un pañuelo á su cabeza, dejando libre la coronilla y con la punta saliente á un lado; llevan una chaquetilla de tela blanca ó pintada de colores poco vivos, que les llega escasamente á la cintura; el pantalón es, por lo común, más estrecho y corto que el usado por otros moros; la faja es bastante general y los magnates calzan babuchas. Las mujeres usan patadión ó tal vez jábol y la camisa corta. ARMAS MÁS COMUNES. Sus principales armas, a las que muestran singular apego, son el campilán, sable largo de hoja ancha, muy afilada, y de puño parecido al del yatagán de los indios, con penacho de pelo; el cris, machete corto, de hoja muy estrecha, recta ó flameada, con puño de marfil, hueso ó madera, comúnmente hecho con gusto; el puñal, también recto ó flamea- do; el bolo, más corto que el cris, y de hoja ancha, recta siempre, y empuñadura larga y estrecha, que es el arma más usual, y que les sirve igualmente para las pacíficas tareas del campo; la lanza con asta de madera ó de bambú, con una larga y ancha punta flameada ó recta; y, finalmente, las flechas de cabo-negro que suelen envenenar. Las armas de fuego, aunque poco usadas entre estos moros, las tienen, no obstante, en grande estima, y sus lan tacas, especie de culebrinas, son para las datos y sultanes el mayor tesoro. Las tribus cercanas á la laguna de Lanao, más fuertes y guerreras que las del río Grande, usan corazas y capacetes, siendo las corazas de cuero de búfalo, de bronce ó de cobre, bastante pesadas; tienen broches en el centro y su forma recuerda algo las de los romanos. El arma defensiva más común es el escudo ó la rodela que les sirve también de sombrero. 22823 -14 210 ETNOGRAFÍA. MANERA DE GOBIERNO. El gobierno establecido entre aquellas gentes tiene el carácter patriarcal. La autoridad del jefe de la familia es suprema y el dato considera á sus sácopes ó vasallos como miembros de la suya. Los esclavos, que constituyen la tercera clase, no son, por lo común, maltra- tados, y con frecuencia pasan á ser sácopes. Ambos sexos pueden reinar, habiendo sido uno de los más poderosos magnates del Sur de Mindanao la princesa de Sibuguey, que gobernaba en el seno del mismo nombre, teniendo su corte en la costa oriental. Los modernos inventos causan extraneza y pavor á los moros; barcos de fuego llamaban a los cañoneros. Favorecidos, no obstante, por el terreno, sobre todo en pantanos, ha habido ocasión en que han dado que hacer no poco á los soldados españoles. En toda ranchería suele haber un sacerdote ó pandita, de turbante y traje blanco, que, por lo común, ha hecho su peregrinación á la Meca y está encargado de leer el Corán, cuyos ejemplares se guardan con sumo cuidado, habiéndolos muy correctos, verdaderas joyas bibliográficas, que datan del siglo xvi y xvii. El pandita es llamado á consejo en todo asunto grave, y empuña también el campilán en las campañas. Entre algunos príncipes moros se nota una inteligencia bastante cultivada, con cierto afán por aprender, y todos generalmente mues- tran curiosidad grande hacia los objetos é industrias extranjeras. Las rancherías moras del río Grande acostumbran vivir en continuas disensiones, que en verdad son poco sangrientas. SÁMALES LAÚT. Son una raza de moros que forman la parte más numerosa y más característica, por su tipo, de la población de Basilan. Ocupan general- mente todas sus costas, donde ejercen su oficio ordinario de piratas, cautivando á los mismos cristianos de la isla, si pueden, y á los moros del interior, llamados yacanes, con quienes tienen natural antipatía. Hállanse confundidos también, entre ellos, moros joloanos y malayos. TRAJE, COSTUMBRES Y OBSERVANCIAS RELIGIOSAS. Son de su natural sucios, ociosos, inconstantes, escasísimos en dar y amigos de conversaciones y pasatiempos. En las guerras, que hacen con frecuencia, contra los pueblos cristianos, son fieros y audaces, y aun manando sangre, pelean hasta morir en el campo impelidos por el odio. Construyen algunos fuertes, que defienden con fosos y revisten de gruesos muros de tierra. Usan, comúnmente, para vestir de pantalón estrecho por abajo y ancho por arriba, así hombres como mujeres, las cuales se cubren, además, desde la cabeza á los pies con un manto que sujetan debajo ^^'fm^i^ssmB.M ^mmmm^^i <^---..^^ *■»**» M^ñf^^ ::Á.i^i»¿^\... i. J!S^ PARTE TERCERA ETOLOGÍA. 211 del sobaco formando plio^uos. Los yacanes usan de pantalón «sti-eeho de arriba hueiu abajo. En cuanto á religión son muy poíH) observan t-ea de sus ceremonias; suprimen umchas prescripciones de su falso profeta Mahoma 3' añaden otras que no son prescritas, por jemplo, no oran una vez al día, casi nunca observan los viernes, y jamás se ve (jue vaya uno á la Meca. p]n sus casamientos, los padres ó dueños de las jóvenes, más bien las venden que las eníVegan por esposas, pues sólo se conceden á los pre- tendientes bajo ciertos derechos señalados que deben éstos pagar, mayores ó menores, según sea la familia más ó menos principal y ella más ó menos bien parecida; generalmente se exigen 30, 50 ó más pesos, además de los gastos del convite. Las ceremonias con (jue se celebra el casamiento son por extremo raras y originales. En sus entierros visten á los nuiertos de una tela blanca cjue les cubre de pies á cabeza. Los que asisten ó visitan al nuierto son invitados á una comida. La zanja que abren es más ó menos profunda, según la cualidad de la persona que se ha de sepultar; pero siempre es de una vara y media ó dos varas y en forma de media luna. En los extremos de la sepultura ponen algún tabo de agua y comida; viene el ¡mam, recita algunas oraciones, mujamrnadane^^ se acerca á la bandeja de comida para él preparada, y allí sobre la fosa come y se retira. Terminado esto, entran los guarda-muertos, pues velan al muerto por espacio de algunos días y noches varias familias por turno, según las facultades ó bienes de la familia del difunto, y son pagados con comidas y telas cada vez (|ue están de guardia. Cuando se reúnen para el culto público, que es cuando les place, convocan al pueblo con broncos golpes que produce un palo sobre una especie de tambor. Comienza el imam con voz triste una invocación á su impostor, lee un trozo del Corán y en el entretanto mascan buyo, hablan, se acuestan, ríen, chillan y, por fin, se retiran sin haber entendido ni el imam ni el pueblo lo que se ha leído. La fiesta prin- cipal y casi única que celebran es el Maulut ó nacimiento de Mahoma. Cada ranchería, y á veces hasta cada familia, lo celebra en el día que le place; deberían celebrarlo la décima noche del mes llamado Rabié aual^ que corresponde al mes de Septiembre; pero lo suelen celebrar después de la cosecha. Preguntados una vez porqué no lo celebran en el día fijo, respondieron que lo celebraban cuando tenían lo suficiente para una buena comida. Suelen reunirse para ello varios principales con el imam y cantan con voz lastimera, que parece sale de una caverna, mientras las mujeres preparan la comida. Son muy supersticiosos, y así cuando pasó por ellos la epidemia de 1882, los moros de Panigayan, en quienes se cebó bastante el cólera, pues murieron la mitad de ellos, echaban embarcaciones llenas de comida al mar, para que al encontrarlas el diablo, á quien temen en gran manera, se contentara con la comida. 212 ETNOGRAFÍA. Cuanto á su instrucción, puede afirmarse que no tienen ninguna; de su Mahoma ni saben el día en que nació, mucho menos algo de su his- toria; el que más conoce entre ellos es el sherif, cuya erudición, sin embargo, no pasa más allá de escribir cuatro palabras en caracteres arábigos. CAPITULO IV. BESCRIPCIÓÍÍ^ DEIi Í^ATURAI. Y COÍ^I>ICIO]^E8 MORAIíES DE L.08 INDIOS CIVILIZADOS. OBSERVACIÓN. Habiendo ya tratado de los indígenas filipinos que se hallan todavía en estado de barbarie, resta describir las costumbres que distinguen á los ya civilizados y cristianos. El conocimiento de éstos tiene, sin comparación, más interés é impor- tancia, no sólo por la mayor perfección individual, debida á la cultura y desarrollo de las facultades é inclinaciones naturales, sino también porque constituyen la mayor parte de ellos, ocupan las regiones más productivas y están en continuo trato con los extranjeros por razón del comercio y otras diversas relaciones sociales. Se denominan comúnmente indios filipinos, si bien distintos entre sí por algunas ligeras diferencias en sus trajes y usos, según las provincias que habitan y el dialecto en que hablan; tales son, en primer término, los tagalos, pampangos y pangasinanes, en el centro de Luzón, los bícoles al Sur de la misma isla, y al Norte los ilocanos j cagayanes. Á éstos se deben añadir la mayor parte de los denominados bisayas y los que habitan las regiones vecinas á las cabeceras de Mindanao. De todos éstos generalmente daremos ahora la fisonomía moral, unificando cuanto sea posible sus cualidades. Esta unidad facilitará, sin duda, el conocimiento de estas gentes, por otra parte necesario á quien tiene trato ó debe hacer vida con ellos. ^ CARÁCTER DE LOS INDIOS. Se afirma comúnmente que predomina en el indio filipino el tempe- ramento linfático ; mas la irritabilidad de su organismo y el mediano desarrollo del sistema muscular nos prueban que está bastante marcado en él el temperamento nervioso ; y, por otra parte, el clima tropical, la vegetación exuberante y las imponentes manifestaciones de los fenómenos de la naturaleza en estos países, son un conjunto de causas ^Tenemos principalmente á la vista para la materia de este capítulo el escrito pre- sentado á la Exposición General de las Islas Filipinas en Madrid. Se intitula Memoria complementaria de la sección 2^. del programa, pobladores aborígenes, razas existentes y sus variedades, religión, usos y costumbres de los habitantes de Filipinas. Edición oficial, Manila, 1887. LÁMINA XXVllI. EL DATO PEDRO ('UEVAS (^ON SU ESPOSA, HIJA Y UNA CRIADA. El es tagalo, pero viste traje ji ■ "'~'~~"^l y •íí i O - 2 ? p! be LÁMINA XXX. tr" -r**" '<^^Mm»$H ., , VINTA I)P: MOliOS. PARTE TERCERA ETOLOGÍA. 218 suticientos para producir una enervación relativa en la masa cerebral, (jue nos explica una porción de fenómenos fisiológicos, que se observan en el indio. De aquí la inconstancia y volubilidad de su camcter, y su níitural apático. Se afectan con facilidad, si bien pasajeramente ; pero son tan sobrios en las manifestaciones de dolor y de placer, del miedo ó de la ira, que da margen a los que no los conocen muy á fondo para pensar que carecen de sentimientos. Y si bien es verdad que son resignados y sufridos, no dejan por eso de sentir, con tanta ó maj^or viveza que el europeo, las im- presiones placenteras ó dolorosas que experimentan; mas como no se inmutan sensiblemente, cuando están bajo el influjo de una pasión, por violenta que sea, y apenas se trasluce al exterior, fácilmente se engaña el más observador. Luego se debe noüir, en primer término, el poderoso, aunque pasajero, influjo que ejercen en ellos las pasiones, particularmente la ira y el miedo, que en algunos casos, los privan del conocimiento, perturbando, hasta cierto punto, su razón. Así pueden darse, y de hecho se han dado algunos casos, en que indios de buena índole y de buenas costumbres, de la noche á la mañana, cometen alguna atrocidad, al parecer con toda la sangre fría del nuuido, pero en realidad sin prever las consecuencias ; y aunque por ventura se les ponga á su consideración, ni advierten lo que se les dice, ni paran mientes en ello. Mas luego, pasado el furor de la pasión que absorbe todas sus facultades, se reconocen sin dificultad, lamentan el disparate que inconsiderada- mente cometieron y aceptan cualquier castigo que se les imponga. En las faltas de menor cuantía que cometen, sienten que se les deje sin darles su merecido castigo, por parecerles quizá que se les desprecia ó no se hace caso de ellos; y así se muestran despreciativos con quien no les corrige, serviciales y aun amigos de quien paternalmente les castiga, evitando siempre' el rigor y la crueldad ; que esto, así como el despre- ciarlos, lejos de corregirles, los exaspera, irrita y hace vengativos, lo mismo que el castigarles injustamente. El miedo, otra de las pasiones dominantes del indígena, en tanto grado les afecta, que totalmente se desconciertan y aturden, mas sin inmutarse exteriormente y sin que se advierta casi en la mirada, tanto que el más observador apenas lo advierte, hasta que, llegado el período álgido, comienzan á sudar de congoja y á temblar. La sola presencia del europeo les impone, aunque ni se les amenace ni castigue. Basta con alterarse ó levantarles la voz, argüirles ó apurarles mucho con pregun- tas para que el miedo se convierta en verdadero terror, sobre todo en los indios poco acostumbrados al trato de los extranjeros. Este miedo ó terror del indígena parece explicar satisfactoriamente los despro- pósitos, contestaciones disparatadas y contradicciones, en que á veces incurren, de otro nlodo inexplicables. También son algo reservados con los europeos y poco expansivos en su trato, y así reprimen y moderan las manifestaciones de dolor ó de 214 ETNOGRAFÍA. placer delante de ellos por lo que su presencia les impone. Y si pasan fácilmente de las manifestaciones de dolor á las de alegría y vice versa, no arguye que sean insensibles al dolor, sino que sus impresiones son pasajeras por la inmensa influencia que ejerce sobre ellos la imaginación, según luego diremos. En prueba de que no carecen de sentimientos naturales, aunque no los manifiesten exteriormente, observaremos que con mucha dificultad consienten los padres en la separación desús hijos por largo tiempo, y los crían con mucho mimo á su manera. Es de advertir también cuánta sea la influencia que ejercen sobre los indios las impresiones de los sentidos y la imaginación, particularmente entre la gente poco civilizada, y más especialmente sobre las mujeres, que se mueven al compás de las impresiones exteriores que reciben. La imaginación, sobre todo cuando se hallan bajo su influjo, los arras- tra y trae ensimismados y completamente abstraídos con una fuerza tal, que hablando con otras personas están completamente ajenos á lo que se trata, ó se les dice, sin que apenas lo advierta el que no los ha tratado mucho, siendo necesario llamarles fuertemente la atención una ó más veces para que vuelvan en sí y se hagan cargo de lo que se les habla; lo cual también explica muchas de sus contestaciones disparatadas y fuera de razón. De aquí la costumbre en los que son antiguos en el país de repetir muchas veces las cosas, y, tratando con los indígenas, la de harceles repetir á ellos mismos lo que se les ha dicho, así como también la de no encargarles muchas cosas de una vez. Por lo común, el contestar ellos inmediatamente ó no contestar nada, aun preguntados, es señal de que no atienden, y cuando verdaderamente prestan atención, contestan cachazudamente. Efecto de la misma imaginación es que raras veces obran en virtud de un plan preconcebido, y lo ordinario en ellos es obrar sin previsión, atentos únicamente á satisfacer su pasión del momento, sea ésta la que fuere, sin calcular sus resultados. No sirve, generalmente, llamarles la atención sobre las ventajas de emplear otros medios más adecuados al fin que pretenden; es fuerza dejarlos en su manera de obrar, porque andan preocupados con otros pensamientos que más les impresionan. Y así obran de ordinario por rutina, por lo cual se dice del indio que para él no hay pasado ni futuro, pues ni se preocupa de lo porvenir, ni le sirven de escarmiento los sucesos pasados. Pero, finalmente, éstos y otros vicios y costumbres de los indios, todos son efecto de la mala educación que se transmite de padres á hijos, y no consecuencia de su natural, que es dócil, sencillo, y, dirigido por otros, excelente. Ejemplos no faltan con que comprobar este aserto; pues no son pocos los indígenas, que, merced á la educación esmerada que recibieron, son modelo de virtudes civiles y cristianas. Con espe- cialidad las niñas, que desde su más tierna edad se han educado en los colegios de la capital y en ellos se han formado, por lo general, no ceden en inteligencia, cultura y honestidad á las europeas, y en algunas prendas morales les hacen ventaja. LÁMINA XXXI. MODO DE LLEVAR LOS NIÑOS. Lamina XXXII. MUJER FIILPINA LLEVANDO SUS HIJOS. PARTE TERCERA ETOLOGÍA. 215 HABILADAl). Vj<> el indio filipino observador y dotado de gran talento de imitación. Si para las tareas serias y profundos trabajos intelectuales no tienen afición ni aptitudes sino medianas, se muestran diestros en el ejercicio de varias artes é industrias. En general, se muestran aptos para to- dos los trabajos manuales, y en los de imitación no tienen semejante. En todas las artes mecánicas son muy há})iles; todas imitan y á todas se acomodan, mas á ninguna se aplican, ni tienen interés en perfec- cionarse, careciendo, además, de instrumentos proporcionados. No obstante, hacen muy buenos trabajos de platería, y tallan la madera de un modo admirable con las pocas y gastadas herramientas de que se sirven. Los que logran la dirección de algún maestro europeo, tienen mejores herramientas y producen mejores labores. Son señaladamente muy aficionados á la música, y en pocos días aprenden á tocar cualquier instrumento, pero algunas de sus músicas (las hay indispensableniente en todos y cada uno de los pueblos de Filipinas) suelen ser de poco mérito por carecer de principios, pues muchos tocan de oído, y no entienden una sola nota. Las mujeres son agenciosas y trabajadoras. Es marcada su inclina- ción al comercio y pequeñas industrias, y rara su habilidad para hacer tejidos, bordar y hacer encajes que compiten y aun superan á las la>)()res de Europa. MANERA DE VIDA GENERA!. Y MAS J'ROriA. Lo que por ventura más llama la atención de un recién llegado á esta tierra son las casas de los indios. Las construyen con cuatro ó seis pilares de madera tosca, palma brava ó cana clavados en el suelo 3^ sobre ellos arman el techo de caña de antemano preparado. Con frecuencia están rodeadas de un cerco de cañas, ramas entrelazadas, arbustos, espinos y otras cosas análogas que les resguardan de los rateros y gente de mal vivir. Dentro de este cerco suelen tener una huer- tecilla que rodea la casa, con flores, legumbres, cacao, plátanos, algodoneros, mangas, cañaverales y otras plantas que defienden su habitación del fuego en los incendios y la hacen graciosa y fresca; tie- nen, además, un pozo estrecho abierto á dos, cuatro ó seis metros de profundidad, del cual extraen el agua con una vasija atada á un pedazo de caña ó en otra forma sencilla. Las casas se cubren por arriba y por los lados con hojas de ñipa, y á falta de ñipa con cogon, dejando cuatro ó más ventanas, cuyas cubiertas del mismo material, están suspendidas, por la parte de fuera, de una cana; el suelo es de cañitas, partidas y enlazadas sobre saleras de tallo más recio de la misma clase, ó de palma brava. No falta, a veces, una azoteíta donde colocan varios utensilios, guardando lo demás en la pai-te baja, en que tal vez hay un pequeño pórtico, que aprovechan para colocar sq tiendecita con un mostrador que da vista á la calle. 216 ETNOGRAFÍA. Tales son, con poca diferencia, en los barrios y calles retiradas de los pueblos las viviendas de los indios plebeyos. En ellas reina poco el aseo y limpieza, si no es entre los ilocanos que son tan limpios, que ningún europeo se desdeñaría de hospedarse en sus casas ni de usar sus cosas, ({ue, aunque pobres, son aseadas y curiosas. Al tenor áii las de los indios suelen ser las de los moros, los cuales, sin embargo, acostumbran colocar con preferencia sus cortijos en las orillas de los ríos ó del mar. Entre el ajuar, que no es abundante, nunca falta el altarcito con algunas imágenes, ya de bulto, ya de papel, para sus devociones cris- tianas; el fogón de barro que forma su cocina portátil, el petate ó estera de palma para dormir, alguna red para pescar, y, tínalmente, el gallo para su diversión. Además, tiene cada cual algunos malos enseres de su oficio, como carretones, aperos de labranza, telar, de que se sirven las mujeres para tejer, y otros. Los animales de labor andan sueltos y los cogen cuando tienen necesidad de ellos. Las ocupaciones más ordinarias de esta clase de gentes, después de cultivar su tierrecilla ó huerta, ó la de sus amos, se reducen á buscarse lo necesario para su alimento y sus cotidianas necesidades. Así los hom- bres van al río, laguna ó charco á coger pescadillos con caña ó red, y más frecuentemente metidos en el agua hasta la cintura de que contraen calenturas y otras muchas enfermedades. También van al bosque á cojer frutas y hortalizas silvestres, que mezclan con la morisqueta, y que, juntamente con algún pescadilló, constituye la base de su alimen- tación. También sacan leña, bejucos, palmas y ciertos filamentos para arreglar sus casitas y cercos y para fabricar sus útiles y aperos de labranza. Alquilan sus animales y carretones, si algo de esto poseen, así como sus personas y las de sus hijos, para transportar frutos á los mercados de la provincia, sacando de esto y de otros productos de sus huertas algo con que satisfacer las necesidades más imperiosas de la vida, como aceite, pescadilló salado, plátanos y otras comidillas, y también tabaco y buyo; algún bolo ó cuchillo de los que ellos usan, y otros utensilios y efectos de quincalla, á que se dedican con preferencia las mujeres, que también hacen tejidos de palmas y filamentos, lo mismo que á los cuidados domésticos, entre los cuales figura el secar la carne de carabao para hacer tapa. También se dedican las mujeres á la venta de los productos de sus cosechas ó industrias, á la compra, aun de los animales, porque para el trato y negociación tienen las mujeres más dotes de ingenio que los hombres. Limpian el algodón en rama, lo hilan, tiñen y tejen para sus usos domésticos, siendo en esta parte modelos de laboriosidad las ilocanas, cuyas mantas son tan estimadas en Manila. Donde cosechan añil, ellas son las que lo preparan por un procedi- miento sumamente pesado y malsano, poniéndolo en maceración. PARTE TERCERA — ETOLOOÍA. 217 batiéndolo y extrayendo su jugo que recogen en barreños destinados al efecto. Donde se cosecha el abacá, las mujeres son las quo lo tejen y preparan, machacando, por días enteros, gmndes cirros de esta fibra en los luzones que les sirven para descascarillar el palay. Se dedican también á otras pequeñas industrias, hacen petates, baj^o- nes, sombreros, etc., prepamn la ñipa, extraen el aceite de coco y de otras plantas; son dobladores de tabaco, cuidan cerdos, gallinas, riegan los sembrados, etc. Si tienen hijos, procuran que desde muy niños ayuden indistintamente á sus padres, destinando con preferencia los varones al cuidado y pastoreo de sus animales de labor y faenas propias de los hombres, y á sus hijas al cuidado de los animales domésticos, lavado y cuidado de la casa y de sus hermanitos pequeños. Indistinta- mente niños y ninas pilan el arroz y cuecen la comida. Si son de más edad, son un grande alivio á sus pobres padres, a quienes por lo regu- lar obedecen y respetan. I^as niñas desde la más tierna edad mues- tran gran juicio y despejo. Ellas van al mercado á comprar ó vender sus cosas, y las más chiquitas andan ambulantes vendiendo comidillas, que sus madres preparan, tabaco, buyo y otras frioleras. Los varones no son tan diligentes y cuidadosos, antes cuanto más crecen se vuelven, á las veces, más haraganes y viciosos. Esta gente practica regularmente la religión católica. Mas como gente ignorante y poco culta no dejan de tener algunos resabios de supersticiones que practican inconscientemente, engañados por los curanderos, que son los que mantienen vivas estas ridiculas tradiciones de sus abuelos, sin que sepan dar razón de porqué las hacen. Es muy lamentable el abandono que tienen de la educación de sus hijos, los cuales, sin embargo, no dejan de asistir más ó menos á la escuela, donde aprenden á leer y escribir medianamente. Esta es, en resumen, la manera de vida que llevan los indios plebeyos, los cuales constituyen la gran mayoría de la población filipina. Cuanto á su traje, el vestido del varón es pantalón largo hasta el pie y camisa de coquillo teñido, sin zapatos, y por sombrero un salacot de hoja de palma. Para el trabajo se desnudan de la camisa, que les estorba y da calor, y el pantalón lo repliegan hasta el muslo, ó bien usan calzón corto hasta las rodillas, y un pañuelo que envuelven en la cabeza. En la pesca y plantío del palay solamente usan bajaque. Llevan siempre un cinto de trapo, ó de bejuco entretejido, donde guardan algunas cosillas, y del cual pende el bolo metido en una vaina de dos pedazos de caña unidos y forrados de bejuco ú otro filamento; al cuello llevan un cañuto de bambú con la cédula personal, una caja de bejuco para buyo, tabaco, etc., y todos, comúnmente, un rosario ó escapulario de la Virgen Santísima. El traje de la mujer plebeya es una camisa corta de coquillo, blanca, negra ó de color; por saya una especie de saco sin fondo que repliegan 218 ETNOGEAFÍA. á la cintura, y les cae hasta los tobillos, sin más enaguas ni ropa interior, y sobre él el consabido refajo de rayadillo que usan general- mente, menos las bisayas, y llevan envuelto y sujeto a la cintura por dentro de la saya, y les cubre hasta por debajo de las rodillas. El pelo lo peinan hacia atrás, y lo recogen en la parte posterior de la cabeza, la cual cubren con su pañuelo doblado cuyas dos puntas amarran á la frente. Usan también una especie de toca negra para ir á la iglesia, que les llega á la cintura, y las ilocanas prolongan hasta los tobillos. OCUPACIONES MAS NOBLES. Por lo demás, los empleos, ocupación y usos de aquéllos que cons- tituyen la clase más distinguida y acomodada, ó viven en trato frecuente con extranjeros en las poblaciones principales, son tan varios como los que vemos en las ciudades de Europa y semejantemente ejecutados. Puede también compararse la instrucción de que gozan con la de muchos países civilizados, y absolutamente y sin compara- ción aventaja á la que poseen los pueblos todos indígenas que habitan las demás numerosísimas tierras é islas oceánicas. VARIAS DE sus COSTUMBRES. Aunque es tradicional la pereza de los indios, y algunos en efecto se dedican á la vagancia y á los vicios, en este concepto algo hay de exa- gerado. La falta de obras públicas y la escasez de jornales, contribuyen en gran parte á la holganza de los indios. Y si en el campo es poco productivo su trabajo, se debe á la poca afición que tienen á las faenas agrícolas, á que se dedican por pura necesidad. Obsérvese, no obstante, el indio dedicado á una profesión cualquiera, y convendremos en que no es tan flojo para el trabajo un hombre, que, sometido á una altísima temperatura, en una atmósfera enervante y mantenido con unos pu- ñados de arroz y algunos pescadillos, arrostra un trabajo de ocho ó diez horas diarias con calma, pero sin mostrar cansancio ni fatiga. Por lo general, son activos para emprender, y no les falta valor para no acobardarse en los peligros de la mar. Son excelentes marinos y ágiles en el manejo de cabos y velas, instinto muy propio de ellos, como que por todas partes se encuentran con playas, esteros y lagunas, que frecuentan, como es natural, continuamente. Son muy sobrios en sus comidas, que consisten en un poco de arroz cocido con agua, ó morisqueta, que comen con los dedos, á lo que añaden algunas yerbas y el pescado salado, de que hacen gran conáumo, y se tienen por felices si á esto pueden juntar un pedazo de carne. Son muy aficionados á las golosinas, y sobre todo al lechón asado, plato obligado en todas sus fiestas. En éstas se muestran espléndidos y derrochadores; mas en esto entra mucho la vanidad, su vicio dominante. Es extremada su afición á las fiestas y espectáculos, y durante sema- nas enteras se entregan á las diversiones de comedias, músicas, fuegos PARTE TERCERA ETOLOOÍA. 219 artificiales con mucho ruido, y á la gfallera, que es el mayor aliciente de sus diversiones. El gallo es su animal favorito, y lo explotan admirablemente en las peleas, que les sirven de pretexto para ganar ó perder cuanto tienen á la mano. También tienen para ellos singular atractivo los juegos de azar, las rifas y loterías, que nunca toman por pasatiempo, y miran como un modo de buscar la vida, como ellos dicen, siendo refractarios á los juegos honestos y recreativos en que no media interés. Aunque se bailan con mucha frecuencia, y algunos, todos los días, en lo demás son, por lo general, poco limpios y aseados, pero en las fiestas ostentan un lujo que desdice de su habitual trato y modo de vivir. Los casamientos se verifican según el rito católico, como que no conocen los indios más religión que la católica, apostólica y romana, pero todavía es harto frecuente el abuso de tener los padres de la hija en casa al novio por algún tiempo antes del casamiento, exigiendo de balde sus servicios, que suelen ser tanto más prolongados cuanto se considera inferior el pretendiente á la pretendida en prendas personales ó fortuna. En sus enfermedades prefieren los auxilios de curanderos, que emplean medios disparatadps y peligrosos unas veces, y plantas del país realmente eficaces otras. Pero siempre la asistencia con que atienden al enfermo es asidua y esmerado el cuidado que ponen de su parte. Cuando muere la persona, es raro el desconcierto que se produce de repente en la casa; prorumpen todos en llanto desaforado, como si estuvieran fuera de su juicio; además, enfurécese á veces el padre ó esposo en tales términos, que empuñando el bolo ó un palo la emprende, á diestro y siniestro, con todo lo que halla á mano, destrozando sus vestidos, muebles, utensilios y hasta el piso mismo de la casa. De ellos dice, además, el Sr. Lacalle lo siguiente : ^ Si se tiene en cuenta la influencia de un glima tropical, la sencillez de los usos de una vida en que el hoj^jar, la comida, todo es común, no puede sorprender anadie que se infrinjan con más frecuencia que en los países europeos las leyes del pudor. Pero por otra parte, debe advertisrse cierto recato instintivo que aparta al indígena de los escándalos de una vida relajada. La sobriedad en las comidas y el influjo de la religión, son los agentes que en primer término contribuyeron á desterrar de estos naturales las prácticas y usos licenciosos que hoy todavía imperan en casi toda la Oceanía. Merece señalarse también otro rasgo que hace á los ñlipinos superiores á muchos pueblos asiáticos y malayos. En ellos el amor paternal es uno de los sentimientos dominadores del espíritu, y el padre y la madre atienden con cariñosa solicitud al pequeño ser, á quien rodean de todo género de cuidados. Hospitalarios por instinto, encuentran muy natural que el que tiene casa y comida ponga ambas cosas á disposición de cualquiera por des- conocido que sea. Esta cualidad, buena en sí misma, raya en exageración, debido á su ^ Tierras // Ruzafa. Parte segunda, cap. i, art. S''. 220 ETNOGRAFÍA. innata timidez y debilidad de carácter que no «abe notarse á nada ni a nadie. Y no solamente ejercitan la hospitalidad con parientes y cono- cidos, sino aun con los mismos desconocidos, disimulando el disgusto 6 pesar que en ello tengan. Así los indios vagabundos en todas partes encuentran que comer y donde albergarse, vagueando y haci(*ndo largos viajes sin gastar un solo céntimo. Y aun a los mismos malhe- chores albergan en sus casas, y bien á su pesar los abastecen de todo lo que tienen y no les pueden ocultar, mostrando un agrado que no tienen, en su trato y compañía. De la misma manera reciben visitas importunas de sus paisanos u otros, sin que les ocurra indagar qué es lo que las motiva, ni so atre- van á despedirlas, aunque cometan ciertas inconveniencias mu}^ comu- nes en los indios. La ambición domina poco á la gente plebeya, que ajena á los cuidados que tanto preocupan á los demás hombres, viven satisfechos y con- tentos con lo que tienen y les suministra el país en que nacieron: de aquí es que en logrando satisfacer los apetitos que sienten, al punto cesan sus solicitudes, ni tienen cuidado del día de mañana. CONCLUSIÓN. Otros muchos usos y costumbres pudieran referirse del indio filipino, de no escaso interés, los cuales de intento omitimos por evitar pro- lijidad. Advertimos solamente, que siendo tan diferente del europeo el natural que distingue al indio, y tan diversas sus inclinaciones, como ha podido verse, han creído algunos ser indefinible y hasta del todo incomprensible su carácter, exponiéndolo así en sus escritos. No hay duda que cabe en esto no poca exageración. Por lo que á nosotros toca, hemos procurado señalar los rasgos más característicos, de los cuales, como también de las costumbres que dejamos apuntadas, no dudamos podrá sacar el juicioso lector aquel conocimiento de los indios que le pueda ser conveniente en el trato social que haya de tener con ellos. l.ÁMINX l-í. TAÍtALA VKNDKDOIJA DK >ÍAX(iAS. También se diMliom las iniijcrcs ;'i la vi'iita de los j)r()(lii('t()s. Lamín V Lll. pfpp ^W4 pp..- / : - ^^^^^ . '"' * '-*»*-- ' " " ''^^P ^^ *~^^ " ;>ü^^ ^^^^^ ^^^ ■^P^ . .^-^ ^«^'- ' % '«i». -;¿'t Tiro I)K Mr.lKR TA(ÍALA. Kl traje de la mujer. ^ ^^V^^^H t^ ^-'^^B^flflJHv. i.iJ'-M^^^^^I ^^^^H^. ^'\^^H fj^ ^mH^I ^r»-^! /^^ #^^ ^j'áUMBBf^^ Jr ^a^ * S' ^* ^.mrtP^ PARTE CUARTA. IDIOMOGKAFÍA. CAPÍTULO I. DK J.A AaSTIGI A ESCRITURA DE Ii08 PITEBL.08 FIL.IPINOH. OBSERVACIÓN. Así como el modo de hablar retrata al individuo humano con sus cualidades personales interiores, mejor que otra manifestación exterior alguna, así el carácter distintivo más notable de los pueblos y de las razas es el respectivo idioma. De aquí es que puede decirse con verdad, ''el estilo es el hombre" y ''el idioma es la raza." En conse- cuencia de esto, siempre que el etnólogo averigüe ciertamente cuáles hayan sido los elementos primitivos de una lengua, su progreso y su mixtura con otras cualesquiera, afines ó del todo diferentes, vendrá sin duda en conocimiento del origen y vicisitudes por que ha pasado el pueblo ó nación que la usa como propia. Por esta razón hemos querido dedicar una parte de este tratado á la Idiomografía. Y empezamos por tratar en este capítulo de la antigua escritura de los pueblos filipinos. I.A ESCRITURA PRIMITIVA. Parece cosa averiguada que los primei'os pobladores, ó sea los negritos, no tuvieron letras propias, á lo menos no han llegado á noso- tros trazos algunos de semejantes signos, ni hallamos mención de ellos en los escritos antiguos ó modernos. Los indios, es decir los segundos pobladores, qu^, según dijimos, vinieron á las Islas, usaron caracteres propios, con los cuales escribían y anotaban sus cosas en cañutos gruesos de cana verde, hojas de palma, plátanos y otros árboles, valiéndose para ello de una punta de hierro, cuchillo, ó cosa semejante. Esta manera de escribir no era uniforme en todas partes, antes bien pudiera decirse que se usaban varios alfabetos y modos de escritura. Cada dialecto tenía el suyo propio, ó cuando menos diferente, en algo, de los otros. Más aún ; á veces los autores que tratan de una misma lengua difieren en trazar la forma y tipos de varios caracteres, y unos ponen más y otros menos, lo cual, aun dejando aparte la mayor ó 221 222 etnografía. menor habilidad en trazarlos, no debe parecer extraño, sino muy natural, atendiendo á que escribieron en diversos tiempos y lugares, pues según ellos resultarían dichas diferencias, lo mismo que otras del lenguaje, efecto, sin duda, de haber vivido en grupos aislados y con escasas relaciones sociales entre sí los antiguos habitantes de estas Islas. Se echará de ver la diversidad, que acabamos de notar, por los seis alfabetos siguientes, los cuales ponemos reunidos para facilitar su comparación/ Cuadro paleográfico. TÁCALO BlSAYA Ilocano PaM PANGO Pangasjna'n Tacbanua Equivalente V ^ ^Y^ V l/^ . €;- .. X. J3y. ...^J¡L..X. . SK j/r.. v^ «3 £M 3. a 3 ?^ 3. /n» (TM/...... I. . ... .X Jir CSí- ^^^ + CCU a.s.... 3L -3-4.. n 21 C-v .....^a...... vr: >rr3 ....y^. ...ri^cu... ,..ho.y:. ... í— - - X*Í5. íl jJUu..... r.n. -T .^. T. 5^ .6 71CU... .0^. v^ ,_^^ :vr. l^..... Jí. p.cü... o VC. 0 VC o. w::'. Q I/.. u Q. .^2?k/.... .v^..... . . Á "íTtaJ . . -x/J. 1/:... yr...... m... rS.. yoj ... A.:..„ ,r. ...._i£> X-. . ...T t-- ij?... ,^... XaJ.... ...^ ...La. :vü... 3. ^-- nT... éjOj... — i* '"T' ir (T» v os cr ¿o- 9 9 9 f f 9 9 y * f 9 f bo co do go ho lo mo no po so to yo bu cu du gu hu lu mu nu pu su tu yu Por manera que para decir cama bastan dos letras sin punto. I V ca ma Si á la i se pone punto arriba, dirá X 1/ que ma Si á ambas abajo, dirá J^ Jj Las consonantes últimas se suplen en todas las dicciones, y así para decir cantar X Q^ -> idi'ha Ca) O ca ta ha ia ALFABETO ÚNICO. Con una sola mirada, cualquiera puede ver que no difieren estos alfa- betos en el valor ó naturaleza de los signos, sino sólo en la manera de ^ Relación de las Islas Filipinas y de lo que en ellas han trabajado los Padres de la Com- pañía de Jesús. Roma, 1604, cap. xvii. 224 ETNOGRAFÍA. trazarlos y en el número de ellos. De aquí (jue los reduzcan á uno solo varios escritores. Así dice D. ísabelo de los Reyes: ^ LoH (liferenteH alfabetcs lilij)inos ne asemejan niuchÍHinio entre hí, por lo cual opino quií en este Archipiélago se usaba uno solo común. pCuál es este^ El P. Marcilla, agustino, deñende qu(^ no puc^de ser otro (ju(^ el tagalo. "^ Pista opinión es muy probable, porque ya (O P. Chirino, en el lugar citado, llama sus caracteres '* letras propias d(^ la isla de Manila,-' y de los bisayas dice:'^ ''ni tenían letras, pues las tomaron de los tagalos bien pocos años ha." Respecto de los ilocanos escribe el P. Marcilla lo siguiente: Siendo los ilocanos procedentes de los tagalos, de éstos recil)ieron la escritura y el idioma; y aun cuando, con el transcurso del tiempo, éste se transformó y constituyó un dialecto distinto, como la contextura de los dos idiomas es la misma, no había necesidad alguna de que los ilocanos inventasen nuevos caracteres, puesto que con los tagalos podían expresar por escrito sus ideas. Además, es digno de notarse que los primeros libros impresos en idioma ilocano llevan escritura tagala, por ser esta, como notan sus autores, la comúnmente usada. Y si de los bisayas e ilocanos puede afirmarse que no tuvieron alfa beto propio, con más razón se dirá lo mismo de los demás pueblos, de quienes no hay tanta duda, como unánimemente confiesan todos. Por último, en lo antiguo no hallamos mención de otro alfabeto pro- pio más que del tagalo, lo cual, aunque no se hayan encontrado, hasta el presente, documentos, lápidas ó inscripciones, ni cosa relativa á estos naturales, parece ser razón muy bastante para poner fuera de toda duda su existencia primitiva y anterior á otro alguno. Y de ser esto así, también parece deducirse claramente, en orden al intento de dis- cernir el origen de las razas, que la tribu ó nación, de que provienen los tagalos, gozaba desde un principio ó al tiempo de establecerse en este Archipiélago, mayor grado de cultura que los otros pueblos filipinos, los cuales no tuvieron sistema de escritura, ó por lo menos lo tenían más rudimentario, pues aceptaron el tagalo, dejando el suyo, lo cual no pudo ser sino por otro mejor ó más útil. COMPARACIÓN CON OTKOS ALFABETOS. En asignar la semejanza que tiene el alfabeto filipino con otros de la India y de la Oceanía hay varios pareceres entre los autores, quienes se suelen decidir, según su opinión particular respectiva acerca de la lengua madre, como para corroborarla con aquella supuesta más íntima relación. Para evitar confusión, presentamos nosotros los seis alfabe- ^En su Historia de Filipinas, p. 19. ^En el escrito Estudio de los antiguos alfabetos filipinos, Malabón,1895. ^ En su Relación, cap. xvi. PARTE CUARTA IDIOMOGRAFIA. 225 tos siguientes^ íi que se atribuye comúnmente el origen del ñlipino, á ñu de que el lector pueda por sí mismo compai*arlos y sacar la con- clusión más acertada: Cuadro ¡mltográjico. BlSAVA Toba BUGUI ASOCA OORNEO Java EquIVALCNIC ,ir..Dc.... -- -c;.-:^ /V^-..._ k...... ^. A , .CD .....c^ ..„.^. ....D....... ....cr) ...B .z:s..i/. ...z:^ S¿ > _.2J).... -S; ....D _...i2i}v.._. __:^ -C ..-í>..- -4*- --^ .._E-l ....31 .....r:::?. ...... ^ ...^ ...m\ _..n..... .._G ....c-íO... x^=o s...... J...._. -¥ ....ÍTVf. ...Xl ......y/... _ ,c>^. ....._V....... .-^ ü .31.— _ ......T _ .-rr2?.... „. .Z\ L.. ...JISU... I^..... ....N. -..-Dy^-... < ......A....... .[;-..... ...SI ........... ...Aj ...a^ ....SJl 5 , ...tn. -5?--- -.._-/>V...-. 1..-. ...410... ....SX>.... ...T. .....li c::>.... /V\..-. ......L L .._Y_ ._....l^.... .-,-.C-<^-... .„.A^,.- ...J.. .-..iíir.„ ...Y - Nótese que el toba es acaso el que más se acerca al primitivo alfabeto malayo, pues procede del interior de Sumatra, donde se hallan el lago y meseta llamados Toba, cuyas riberas están pobladas de battaques, malayos puros. El asoca es el alfabeto indio más antiguo, usado en los edictos del rey Asoca, 500 anos antes de Jesucristo, según K. F. Hollé. Finalmente, el buguí es el usado en la isla de Célebes. ^ Son casi los mismos que trae D. Isabelo de los Reyes en su folleto Las Islas Bisayas, 22823 15 226 ETNOGRAFÍA. Teniendo á la vista los precedentes alfabetos, sin duda se hechará de ver que el bisaya ó filipino se acerca al toba más que á otro alguno. Y de su comparación parece deducirse con probabilidad que todos los alfabetos referidos proceden, como hermanos, de otro más antiguo que desapareció, en parte al menos, y al cual se asemeja más que todos el de los battaques. Semejante conclusión dedujo D. Isabelo de los Reyes, habiendo visto casi todos los abecedarios de la India, Malasia, y otros países del Asia y Oceanía, según se hallan en el curiosísimo Tahel van ouden nieuw indische alphahetten^ del holandés K. F. Hollé. ORTOGRAFÍA DEL ALFABETO FILIPINO. He aquí cómo la expone el autor antes citado en su folleto Las Islas Bisayas: Cada consonante hería á la vocal a siempre que no llevase consigo ningún signo ortográfico, de modo que, escribiendo sólo dos letras, por ejemplo I y 6, tenemos loba sin necesidad de poner dos aes en dichas consonantes. Los malayos suprimen la vocal anterior á la consonante última de las palabras, y generalmente sólo escriben la vocal acentuada, omitiendo las breves. Si una consonante llevaba encima una especie de acento llamado corlÍ8 equivalía á que llevaba detrás una de las dos vocales e ó i, que eran iguales entre los bisayas, de manera que ly h con corlis encima, decían lehe ó lihi. Corlis se llamaba este acento entre los filipinos en general, según los autores, pero entre los bisayas en particular creo que se llamaba corlis, cuyo término significa ^ ' raya hecha con cosa cortante, ' ' según el Diccionario del P. Encarnación, lo cual indica sus primeros instrumentos de escritura. Si las consonantes llevaban el corlis debajo era de suponer que herían la t¿ ó la o, que para los bisayas eran una sola letra. Y así ¿ y 6 con corlis debajo expresaban lobo ó luhuj según los gustos. También los malayos usan unas virgulillas ó puntos que colo- can encima ó debajo de las consonantes, para indicar la presencia de vocales y el sonido que debe dárselas, representando también la e 6 i, si se ponen encima, y si debajo la o ó it y si delante la a. Se llaman di-adap-an en malayo. De lo cual se deduce que los bisayas no usaban las vocales sino en principio de la palabra, como en ogod ó cuando se escribían solas, como en la interjección bisaya A, ó cuando formaban diptongo como en Liloan que se escribía I con corlis encima, otra / con corlis debajo y una a. En este último ejemplo los lectores echarán de menos la n final. En efecto, se suprimía, pues si se escribiera sin corlis se leería Liloana, es decir se aumentaría una a después de la n, en razón á que era convencional ó común creer que cualquiera consonante hería la a siempre que no lleva corlis, y de llevarlo, heriría las demás vocales según que el corlis estuviera encima ó debajo. KEFORMA DE LA ESCRITURA TAGALA. Esto de suplirse, en la escritura propia de estas Islas, las conso- nantes finales de sílaba no podía menos de hacer tanto más difícil la lectura cuanto facilitaba la escritura, y aún más, porque el lector debía suplir y adivinar por el sentido del escrito los sonidos de aque- llas consonantes que en cada caso convenían. El hábito adquirido, sin embargo, ó algún signo convencional, que no conocemos, debía PARTE OÜABTA — IDIOMOGRAFÍA. 227 facilitar mucho la lectura, por cuanto escribió de su tiempo el P. Chirino lo que sigue :^ Con todo, sin muchos rodeos se entienden y dan á entender maravillosamente; y el que lee suple con mucha destreza y facilidad las consonantes que faltan. Esto diría, sin duda, de los buenos lectores, porque desde entonces acá todos los que trataron este punto han reconocido gran dificultad. De aquí que buscara el P. López, agustino, cómo facilitar la lectura y escribiera lo que sigue: El haber puesto el texto de la Doctrina^ en letra tagala, que es la más universal en estas Islas, ha sido para dar principio á la corrección de la dicha escritura tagala que de suyo es tan manca y tan confusa, por no tener hasta ahora modo para escribir las consonantes suspensas, digo, las que no hieren vocal; que al más ladino le hace detenerse y le dan bien en que pensar muchas palabras, para venir á darles la pro- nunciación que pretendió el que escribió. Y éste es común sentimiento de todos. Y un poco más abajo explicó él mismo su reforma con estas palabras: Con sola la •$? , que tienen las consonantes, queda la escritura tan entera y cabal, como la castellana, considerando que la «ft les quita todas las vocales, con quien, según la escritura antigua, las casaban, de manera que solamente les deja su pronun- ciación muda y natural, y. gr., esta letra Jrr> con la cruz debajo viene á ser lo que imestra t. Pues ahora, para escribir derechamente esta palabra surat pondríase así: \5fín Con esta sencilla modificación quedó tan fácil la interpretación de los escritos tagalos, como es la lectura en nuestros caracteres, pues quedaban expresados todos los sonidos así de vocales como de conso- nantes. Cuanto al número de las consonantes, aunque les faltaban varias para expresar los sonidos de ciertas palabras, esto poca ó ninguna difi- cultad les ofrecía. Porque la/* suplían por la j9, y así á^cmn puego en vez Aq fuego. La II sustituían por la y diciendo yuvia^ por ejemplo, en lugar de lluvia. Y de un modo semejante procedían en la pronuncia- ción de otras palabras, supliendo los sonidos de que carecían por otros semejantes, vicio que les ha quedado hasta ahora, en que todavía es de oir de los indios semejante trueque de consonantes. DIRECCIÓN EN QUE SE TRAZABA LA ESCRITURA. En este punto no convienen todos. Dejando la variedad de opiniones, parece lo más probable que escribían de abajo para arriba en columnas ó líneas verticales, comenzando por la primera de la mano izquierda para terminar en la última de la derecha. Lo dice así claramente el P. Colín, S. J.^ Confirma lo mismo el P. Martínez Vigil, el cual tuvo ^ Obra citada, cap. xvii. 2 Era esta Doctrina un pequeño catecismo de doctrina cristiana. Escribióla en len- gua ilocana, pero con caracteres tagalos y según su reforma. Reproduce la primera página de este librito el P. Marcilla en su Estudio ya citado. ^ En su Labor Evangélica, Madrid, 1663, p. 54. 228 ETNOGRAFÍA. lá la vista un riquísimo códice de más de seiscientas hojas en papel de China, escrito en 1609 y lo asevera con estas palabras: ''Yo puedo dar fe de esto por habérseme cometido el examen de estos libros."^ El P. Ezguerra, S. J., escribe:^ Solían antes de ahora, y aun muchos hoy día, escribir de abajo hacia arriba, i)onien(lo el primer renglón hacia la mano izquierda. Por otra parte, también parece cierto que escribían algunos horizon- talmente de izquierda á derecha, como nosotros, y hay ejemplos de ello, pero esta dirección de ningún modo fué la primitiva, sino poste- rior y aprendida de los españoles. Por falta de documentos auténticos no podemos ahora asegurar si la dirección en que estos naturales hacían la escritura era ó no la misma de los malayos. Si atendemos á lo que dicen algunos autores, es pro- bable que de ellos la tomaron juntamente con la forma y caracteres de la escritura, pero del primitivo alfabeto propio de los malayos nada poseemos, pues ya de antiguo escriben al modo de los árabes. I.A ESCRITURA MODERNA. El antiguo alfabeto filipino, de que brevemente hemos hablado, pronto abandonaron algunos, por tomar el nuestro juntamente con la lengua. Y sucesivamente lo fueron dejando todos, al paso que iban adelante en su dominación los españoles y era mayor la comunicación de éstos con los naturales. Acerca de los antiguos caracteres escribía el P. Totanes, en 1745, que era ya raro el indio que los sabía leer, y rarísimo el que lo sabía escribir. Hoy excusado es decir que ni hay memoria de ellos siquiera. CAPITULO II. REi:.AClÓíí QUE GUARDAlSr EÍ^TRE SÍ Y COlSr EL MAIíAYO I.OS DIVERSOS IDIOMAS FIEIPIÍ^OS. OBSERVACIÓN. Puede afirmarse que las lenguas ó dialectos que se hablan en el Archipiélago Filipino se cuentan por las tribus que lo habitan. En ellos se advierte maravillosamente en la confusa mezcla de raíces y palabras extrañas, la confusión de razas que en su lugar dijimos haberse producido en Filipinas á causa del antiguo y constante cruza- miento efectuado entre gentes muy diversas. Se nota, además, no sin gran sorpresa de cuantos han alcanzado cabal noticia de muchas ó algunas de estas lenguas, parentesco íntimo é índole semejante con que se enlazan casi todas entre sí y con la lengua malaya. ^ En un artículo titulado La Escritura propia de los tagalos. ^ En la primera página de su Arfe ya citado. PARTE CUARTA LDIOMOGRAFÍA. 229 KL IDIOAIA DE LOS NEGRITOS. Decimos que se enlazan easi todas las lenguas, porque no parece que deba incluirse en esta común semejanza la que usan los negritos, verdaderos aborígenes de estas Islas, conforme probamos en su propio lugar. Es, en efecto, opinión de varios autores que ésta difiere nota- blemente de todas las demás. Entre los antiguos citaremos tan sólo al P. Chirino, quien dice así: ^ No 68 una sola la lengua de las Filipinas, i)ero todas son tan partícidas ([ue en breves días se entienden y hablan, por manera que sabida una casi se sa])en todas; sólo la de los negrillos es muy diversa como en España la vizcaína. Entre los modernos, he aquí como se expresa D. José d(í Lacalle:'^ Los negritos, aborígenes de las Islas, hablan un idioma no bien conocido, pero que por su estructura monosilábica y los elementos que lo informan difiere en todo del malayo y nos recuerda una lengua primitiva. No están en lo cierto los que suponen que los aetas hablan distintos idiomas en cada una de las provincias que occupan. Su lenguaje es único, y si ha perdido su prístina pureza, se debe al contacto con pueblos venidos de lugares diversos que le comunicaron caracteres lingüísticos propios de cada uno de ellos. Así se observa que los negritos del Norte de Luzón han adoptado palabras y cons- trucciones gramaticales que difieren algo de las usadas por los aborígenes que viven en los montes de la región occidental. Unos y otros han seguido de este modo la ley de atracción que tanto modifica la estructura de un idioma cualquiera. Hoy los autóctonos se sirven de un lenguaje adulterado que conserva, sin embargo, los caracteres de una lengua madre, cuya clave quizás podría encontrarse en los antiguos idiomas polinesios. Por lo que á nosotros toca, podemos asegurar que la lengua de los mamanuas, que son los negros de la isla de Mindanao, difiere muchísimo de todas las otras que se hablan en dicha isla. Pudiéramos traer aquí un estudio comparativo del mamanua con el manobo y bisaya, las dos lenguas más contiguas á aquélla, y en él se echaría de ver muy notable y radical desemejanza.^ LENGUAS PRIMARIAS. En orden á declarar, siquiera sea muy brevemente, cómo están rela- cionadas todas las demás lenguas ó dialectos filipinos, escogemos, de entre todos, algunos de los más principales á que se reducen indudablemente los demás. Estos pueden ser el ibánag é ilocano del Norte de Luzón; el pangasinán, pampango y tagalo del centro; el bícol del Sur de la misma isla; el bisaya, que abraza las islas del mismo nombre, y por último entre los muchos de Mindanao tomamos el moro, manobo y montes ó buquídnón. ^ En su Relación de las Islas Filipinas, cap. xv. ^ Véase Tierras y Bazas, p. 246. ^ Podrá verse dicho estudio particular en el trabajo que dijimos se está preparando sobre las razas de la isla de Mindanao. 230 ETNOGRAFÍA. CONEXIÓN ENTRE ESTAS LENGUAS Y LA MALAYA. La conexión ó semejanza entre dos ó más lenguas puede buscarse en dos maneras, 6 por medio de la comparación de voces ó parangonando entre sí las gramáticas y principalmente su respectiva construcción gramatical. Este segundo método, que siguen con preferencia los modernos filólogos, claro es que no excluye el anterior, antes lo realza y completa. Comenzando del primero ponemos en el cuadro siguiente una serie de voces -sacadas de dichas lenguas y ordenadas en columnas para fácil comparación. VARTK CUARTA IDIüMl>ORAFlA. 231 ~ " •'' -^ ¿ £ a; j í; -s 2 J á 5 2 11 X Q pq Lí 72 u =5 33 2P — 2 5 .^ 2 3 ^ - fl; ^ 2- 2 .3^ ^ c p :; -5 .. 2 . i js^a -c ^ 2 2 a - ¿ " ' .-: .^ -í -. S c tí S 5 3 '3 5 g § ^ M s -^ ^? -B ? ^ i ,? 3 §" -r 72^— ■35JciH<' H^ -i1 cíí a V'. g ^c-iJ^í^c o o ^"^ « a 3 0.5 S a tT Zi ¿i. tí p a tío t« § 33 cr tí tí $P tí • o ü ü o ■ 33 5 tí 03 tí .5 o So ce aS p Í3 í^oj^^SíasSc^íSíí^osSoS^csS.Ü^^-títí.'Stí'í^tía.Stí^aJÍ: i' a IUri«iPtt^l^iitiiii3|iiiti|i| gjátíj-iScáctíiStíricjcícjtícdiá.'Zí^jl-oosá.bOHtíai.títíScá O § § tí 's § a P "tí ., '^tífcíft^Wr^g'tí^bO 1 pq »-í d, o J o^'3S^.Ü=S'^ís-SS.S'3tíS..Stí§ til t>0 03 J-a3c3^^,tí«Sbf)«ía3a3-rj^OOo3tíSSí'c3°fOíeg.Í¿^^^OtíO S¿':373'2í2fítí^P3^tí'^2ftí>»^a'£S«'^-^«2S'-:i2^Stítí^¿ ,=ga3títí^a3tí'^o3tí^a3tío!3a3o3¿g.3!^o3;»§-|í^ag^típ ü^tír5^o3tí'-í^a3í2oásái5'^o3o3íér;3¿2''^í3(á.Sft<33P4.SfHSo3.'Í5 ^ühíh:;ftüM<1üpqí^>>PH^Í^H^üpqoc:) o S S o 03 tí Sjl I ^ O ^ tí tí O 5 .9 Hí (1, S ft ü o ^ S G S 232 ETNOGRAFÍA. Como se ve casi todas las voces contenidas en el precedente cuadro tienen raíz común 6 muy semejante entre sí y con el malayo. Si aten- demcxs ahora á que esta serie podría prolongarse hasta resultar dos y tres veces mayor, guardando siempre la misma analogía todas las pala- bras entn^ sí, y, por otra parte, á (jue todos los vocablos ([ue comparamos versan sobria cosas comunes y de uso cotidiano, cuahiuiera notará ({ue todas estas lenguas se enlazan con parentesco íntimo, en cuanto puede deducirse d(^ la comparación de raíces. REFUTACIÓN DE LOS ( ONTRARIOS. Después de lo dicho parecerá sin duda poco fundada la opinión apun- tada por alguno que otro autor, de que los filipinos áv las costas son procedentes de la América Meridional, fundándose én que se han en- contrado algunas voces filipinas entre los americanos , pues aun en Europa se hallan ciertas voces que son comunes á muchas naciones que tienen diverso origen, y no por eso se dice que sus idiomas proceden el uno del otro. Debe rechazarse también la opinión del holandés Riedel, el cual pre- tende que los bisayas tengan origen macasar, porque, dice, tienen mucho de los dialectos de Célebes. Pero no podemos tomar en serio el argumento de la fábula políglota que aduce, porque ni es tagalo el fragmento que en ella se pone como tagalo, ni bisaya el ([ue se dice ser bisaya. Cuanto a la dificultad que se puede aducir en contra de la opinión que defendemos, que todos los dialectos filipinos, excepto el de los negritos, son de origen malayo, á saber, que á ser esto así, parece que las diversas razas del Archipiélago habrían conservado el mismo lenguaje, se responde: I""., que en el uso de muchísimas raíces lo han conservado, y sobre todo han guardado y guardan hoy día todos esos dialectos la misma coinstrucción gramatical, como veremos luego; 2"".^ que si las diversas razas filipinas no han conservado en su puridad todas la voces malayas en un principio comunes, se debe esto á que los indígenas de Filipinas son naturalmente corruptores de la lengua é inventores de nuevos términos, corrompiendo no sólo los extranjeros que adoptan, de lo cual se podrían aducir muchos ejemplos, sino aun los propios. Y esto es lo que verdaderamente se ha verificado con respecto á voces comunes á muchos dialectos, como también que cada uno de éstos ha dado á algunos distinta significación. En confirmación de lo cual, no hay necesidad de poner ejemplos, dado que cualquiera que tenga alguna experiencia, lo ve en seguida, y el (pie no la tenga, podrá cotejar, entre muchas, las palabras langaní^ que en tagalo sig- nifica hormiga y en bisaya pájaro, y cayo^ que en tagalo es tela y en ilocano madera. Hay otros términos que son comunes á dos ó tres dialectos y no lo son á los demás. Otras causas que han de haber PARTE CUARTA IDIOMOGRAFÍA. 233 influido en la nioditicacion {[\w han sufrido los dialectos filipinos, son, sin duda, las guerras que han tíMiido los naturales entre sí y con otras razas, la mezcla de otras gentes, la sepamción e incomunica- ción en que unas razas han estado respecto di* otras, y hi afición á la novedad de términos. VICISITUDES DEL MALAYO. Aclarará el mismo punto ({ue tratamos la que podríamos llamar his- toria de la lengua malaya. Según el orientalista Marsden, los pri- meros malayos salieron del territorio de Menangkábao, qu(» se halla en el interior de Sumatra entre los ríos Djambi y Palem])ang; de allí salieron los que fundaron las ciudades de Malaca, Djohor y Singapore en el siglo xii, según las mismas crónicas de Malaca. Y, según el mismo autor, el idioma mala^^o de Menangkábao es el único que no se ha alterado, al menos, no tanto como el de los demás puntos de Sumatra, Java y otros territorios malayos. El malayo era tal vez al principio una mezcla del sánscrito y del idioma ó dialecto de los semaúgues, dayaques y otros negros de las montañas de Malaca, cuya mezcla se habrá efectuado después de la inmigración de los indios á Java y también á Sumatra, porque esta isla está junto á la primera y se halla antes de llegar á Java, viniendo de la India. Dicha inmigración, según los anales javaneses, tuvo lugar 78 años antes de Jesucristo. Es el caso que en el malayo se encuen- tran voces sánscritas, y es opinión general que uno de los elementos que lo constituyen sea el sánscrito. Se ve, pues, que los malayos pudie- ron haber introducido varios de los contadísimos vocablos sánscritos que se encuentran en los dialectos filipinos. También contribuyeron el persa, el tánul y otros primitivos dialectos de Java y cercanías á enriquecer el malayo. Después los comerciantes árabes, al propio tiempo apóstoles del Corán, introdujeron varias voces arábigas sobre teogonia, metafísica y leyes. Pero cabe preguntar. ¿Los dialectos malayos de Bisayas, aparte de las demás islas del Sur, abundan en términos árabes ? Y si no, como es dable suponer, ¿no podemos opinar que la venida de los malayos á Filipinas es anterior, ó que sucedió en el mismo año de la llegada de los árabes á los países malayos, cuando aún no se había experimentado su inñuencia filológica ? ^ Que los moros de Mindanao tengan términos arábigos no es extraño. Con todo, cualquiera que sepa el bisaya notará al momento que estudie la lengua mora de Joló, y prescinda de algunos términos tomados del Corán que emplean en sus oraciones, y de unas cuantas voces toma- das del malayo actual, hablado en Borneo, que el moro joloano no es otra lengua sino la bisaya corrompida. ^ Véase el folleto ya citado Las Islas Bisayas 234 ETNOGRAFÍA. CAPITULO IIL HARMOXÍA DT5 TjA8 MI8MA8 liElS^GUAS CUAXTO Á IjAS FORMAS GRA1MATICALE8. OBSERVACIÓN. Lo que se dijo al tratar de los antiguos alfabetos ñlipinos, á saber, que podían reducirse á uno solo á pesar de las varias diferencias que en los mismos se notaban, pudiera ahora aplicarse con igual razón á los dialectos filipinos que venimos comparando, puesto caso que á la rela- ción hallada en las raíces de donde se forman los nombres, puede aña- dirse la harmonía que se encuentra en el uso de partículas, formación y género de los nombres, construcción de oraciones y en todo el meca- nismo gramatical. PARTÍCULAS. Lo primero que se ofrece á la vista, al examinar la morfología de las lenguas filipinas, es el gran número de partículas en ellas comunes no sólo en su expresión material, ó sea consideradas como voces, sino tam- bién cuanto al valor con que se emplean en la formación de las oraciones activas y en la significación que comunican á la raíz con que se juntan. Citaremos solamente algunas que sirvan de ejemplo, tales son: Mag, um, man, maca, magpa, maqui, pa, ma, magca, magsi, etc., en tagalo; mag, maqui, ma, ca, ica, maca, paca, pa, maguin, man, etc., en pam- pango; um, pag, panag, macapag, maqui, maquipag, ma, pa, paca, mapa, etc., en ilocano; um, mag, pag, ma, pa, ca, pagca, naca, magpa, maqui, etc., en bícol; mag, manag, maca, magsi, mangui, man, mi, etc., en pangasinán; mag, ma, maga, magui, maqui, maca, pa, ca, etc., en ibánag, etc. ESTRUCTURA DEL NOMBRE. Si de las partículas pasamos á examinar la estructura del nombre, veremos que la mayor parte de las raíces malayas, genuinamente tales, son de dos sílabas, lo cual sucede en los dialectos filipinos. Las de tres sílabas son de origen sánscrito, árabe ó de otras lenguas extranjeras; tiene, con todo, algunas voces de tres sílabas, aunque raras, y esto sucede también en los dialectos filipinos. Forman, además, palabras de tres sílabas por medio de la interposición de la sílaba fo, y esto también sucede en Filipinas. Las contracciones de las palabras son también comunes. En el malayo, como en los dialectos del Archipiélago Filipino, una palabra radical expresa una idea genérica, la cual se limita y particu- lariza por el empleo de partículas prefijas ó sufijas, ó por el lugar que ocupe en la frase. Las palabras derivadas las forma el malayo, como el filipino: 1^., por la aplicación de partículas prefijas ó sufijas, ó por ambas á la vez; 2"". , por la reduplicación del radical; y S""., por la reunión de dos palabras. PAKTE CUARTA IDIOMOGRAFIA. 235 Con la partícula an sufija se forman en malayo y en el lenguaje fili- pino: I""., sustantivos verbales; 2"., nombres que indican la cualidad del objeto; S""., nombres colectivos 6 genéricos; y 4"., nombres de lugar. Con la partícula va prefija y an sufija se forman nombres que expresan la cualidad del adjectivo, así como también sustantivos que indican el objeto, sobre el cual el sujeto, representado por el primer nombre, ha podido obrar, ó venir á ser lo que está expresado por el adverbio. Asimismo se nota conformidad en el género de los nombres, en el modo de formar el plural de los mismos, en lo que toca á los casos, que, hablando propiamente, ninguno de ellos tiene, en la numeración, pro- nombres personales, relativos, posesivos, demostrativos, etc., en los adjetivos que de estos se forman, y, finalmente, en los comparativos. FORMA DEL VERBO. Acercí^. del verbo, la lengua malaya, como las de Filipinas, tiene la particularidad de que sus raíces, como verbos, no están sujetas á inflexión ni á desinencia alguna para determinar las formas que el verbo puede tomar, pues la activa, pasiva, neutra, causativa, frecuentativa y recí- proca se determinan por medio de partículas. Es también común que los verbos puedan f ornaarse de simples raíces, sustantivos, adjectivos y adverbios. Por último, los malayos se sirven, como los filipinos, mucho más de la forma pasiva que de la activa, tanto en el lenguaje hablado como en el escrito. En comprobación de todo lo dicho pudiéramos traer ahora numerosos ejemplos, pero no lo permite la brevedad que nos hemos impuesto. CONSTRUCCIÓN DE ORACIONES. Confirma notablemente la harmonía lingüística, que vamos declarando, ^ el que la forma gramatical en la construcción de las oraciones se haya conservado la misma en todos los dialectos, tanto de los que pueblan las playas como de los que habitan en el centro de los bosques. Cuál sea esta forma comúnmente usada puede verse en el siguiente cuadro compara- tivo de construcciones gramaticales en la forma pasiva. Cuadro comparativo de oraciones. Pasiva de An. Pinangangacoan acó nia nang iean^ mabuting gamot= Él me promete una buena medicina, ó sea, una buena medicina me es prometida por él. Pasiva de J. . . Jbinigay co yaon baril sa cania=Yo le di aquel fusil, ó sea, aquel fusil fué dado á él por mí. Pasiva de In . Tauagm mo siap=Llámale, ó él sea llamado por tí.^ Pasiva de An. Salbaganan mon palay itang labuad=Siembra palay en aquella tierra. Pasiva de J. . . Jbili me iyang calis=Deja esa espada. Pasiva de An. Danuman da iti inapuy=Que echen agua en la moris- queta. Pasiva de En. Lualu^n na ti rosario=Que rece el rosario. Pasiva de J. . - /ditoy mo dayta=Pon eso aquí. Tagalo Pam pango . . Ilocano 1 En los demás ejemplos traduciremos sólo por activa las oraciones pasivas. 236 etnografía. Cuadro comparativo de oracionea. (Pasiva de An. Pasiva de /. . . Pasiva de On . Tasiva de An. Pangasinán Ibánag , Bisaya Moro ma- guindanao. Manobo . Montes . Pasiva de Kn . Pasiva de /. - - Pasiva de An. Pasiva de An. Pasiva de/... Pasiva de /. . . Pasiva de /- . . Pasiva de An. Pasiva de J. . . Pasivo de On. Pasiva de An. Pasiva de 7. . . Pasiva de In . Pasiva de An. Pasiva de /. . . Pasiva de On. Pasiva de An. Pasiva de 7. . - Pasiva de On. Tumangrtri irio siya=ResÍ8tele. /binugtac nia ang bagas digdi=Él puso el arroz aquí. Sabihon nio sa iya na pumadigdi=Díle que venga. Pinuesacan moy cases ed i>ila=Lavaste la r()i)a en la pila. Dalasí'u coy Juan= Visitaré á Juan. Jpuesac; coy cases ed pila=Llevo la ropa á la pila i)ara lavar. Sinudduan na-c=Fuí enseñado. Babal layan nu yau=Repartíos esto. íballao nu pa sa si José=Dad una parte á Jone. /pagcunasi ma-c=Da memorias de mi parte. Jtubbu nu yao=Arroja eso. Si Juan ang acong guisultihím=Hablé á Juan. Jluan mo quiñi sa sacayan=Carga esto en la embarca- ción. Bubuhaton co quini=Haré esto. Iningayan acó isa a pilac=Me dieron un peso. Jcalimo co salku a tanto==Te quiero nmcho. Tinangak nilan su paca cu=Ellos arrebataron á mi amigo. Bugayar¿ co din ta ludio=Le daré el machete. 7indan canio ta candan sa nio a ocuman=Referi(lles vuestras costumbres. Puduton nio sa diloc ta amay nio=Lleva la lanza de tu padre. liaban mo sia ta sulat=Dale la carta. lugsac mo ito roon=Pon esto allí. Ouito/¿ nia iyan tagbis ta candin=Llévale ese pájaro. ComparacÁón con el malayo. V^. Pasiva radical en mala- Pasiva radical en tagalo Pasiva radical en bisaya 2^^. Pasiva con prefijo di enf malayo. \ Pasiva con infijo in en tagalo . / Pasiva con prefijo gui en f bisaya. V 3*. Pasiva de An en malayo . Pasiva de An en tagalo Pasiva de An en bisaya . . Kenal-i uleh mu kapala siapa itu. Quilala mo canino baga itong olo. Ha mo cunquinsa guining olo. Di pukul bamba Di angkat bamba Bmobono co 7>inala co Guihouo co , (raídala co Aku kudatangan suatu pekarja-an lyang amat meskil. Ada pun kanaikcm raj Su- ran gajah. Acó ang inaabutan nang masamang gagauin. Ang sinaquian nang hari, i cabayo. Acó ang guiabutan sa dau- tan nga bubuhaton. Ang quisaquian sa hari cabayo man. Sea por tí conocido de quién es esta cabeza. Sea por tí conocido de quién es esta cabeza. Sea por tí conocido de (piién es esta cabeza. Es golpeado por mí. Fué llevado por mí. Es golpeado por mí. Fué llevado por mí. Es golpeado por mí. Fué llevado por mí. Yo soy aquél á quien ha lle- gado un mal asunto que hacer. El animal montado por el Rey Suran era un elefante. Yo soy aquél á quien ha lle- gado un mal asunto que hacer. El montado por el rey era caballo. Yo soy aquél á quien ha lle- gado un mal asunto que hacer. El montado por el rey era caballo. Con esto queda probada la harmonía que guardan las lenguas 6 dia- lectos de Filipinas, que en su origen no debieron de ser sino uno, puesto caso que en lo esencial están todos conformes, aun como ahora se PARTE CUARTA IDIOMOGRAFÍA. 237 hablan, sogún queda demostrado en los anteriores ejemplos relativos á la construcción gramatical. Y no se diga que tal vez algunas otras razas, singularmente de Mindanao, no guardan semejante foniia en la construcción de sus oraciones, pues no hay duda ((ue todas hablan así y por si alguno desea saber cómo se expresan, por ejemplo, los tiruniyes y los joloanos, ahí van los ejemplos siguientes: Pasiva de An. Nirray(í/í u sebaau i>ilac=Me han dado un pi^so. Tiruray -J Pasiva de J'Jn. Uite'rn (iiitm mu) iui sulat=Lleva estn carta. Pasiva de On. Nohocoíí i fautad=Fué sembrada la tierra. Pasiva de An. Dihila?í (Diihilan) aeu nia bambuc pilac=Medaun peso. Moro joloano. J Pasiva de /. B/utang en ing sulat ha taas la mesa=Puse la carta en la mesa. Pasiva de Un. DaahNr¿ mu ing sulat ini=Lleva esta carta. Queda, pues, sentado que la lengua primaria de todo el Archipiélago Filipino no fué más que una, y ésta hija de la malaya. CONFIRMACIÓN. Pudiéramos traer ahora, para confirmar esta conclusión, la autoridad de muchos autores que han hallado en estas lenguas el mismo paren- tesco, que dejamos consignado. Después que el P. Hervás y Panduro, sabio jesuíta español, publicó en el siglo pasado algunas obras que todavía admiran los hombres científicos, estableciendo el nuevo método comparativo que hoy se usa con preferencia en las investigaciones filo- lógicas, y sentando que las lenguas de Filipinas son dialectos del malayo, los demás filólogos que le han seguido, excepción hecha de alguno que otro, han estado, y están todavía, acordes cuanto a la verdad de dicho aserto. Habiendo consultado Hervás sobre este particular al P. Francisco García de Torres, que conocía bien muchas lenguas de Filipinas, le contestó éste, en 1784, entre otras, con estas palabras:^ Convengo con Vd. en suponer que sean dialectos de la lengua malaya que se habla en la tierra firme de Malaca, casi todos los dialectos de las Islas Filipinas y de otras cercanas á éstas. CONCLUSIÓN. Muy breves son, en verdad, las consideraciones que en esta postrera parte acabamos de hacer tocante á la Idiomografía de estas Islas, si se atiende á lo mucho que pudiera decirse, siendo como son tantas las lenguas ó dialectos y tan poco conocidas muchas de ellas. Mas la índole de este tratado no pide más, y por otra parte creemos que lo dicho basta para nuestro intento de aclarar y confirmar los puntos, que expusimos al principio acerca del origen de las razas. La harmonía, en efecto, que existe entre casi todas las lenguas filipinas, hasta el punto de reducirse á una sola tan estrechamente enlazada con el malayo ^ Según consta en su obra Catálogo de las lenguas , tomo ii. 238 ETNOGEAFÍA. que ó de éste procede ó es el mismo malayo modificado, deducida, según se ha visto, de los antiguos alfabetos, raíces comunes y ana- logía en la construcción gramatical, está perfectamente en consonancia con la doctrina que en la Etnogenia queda consignada. Concluímos, pues, que así como se enlazan estas lenguas con la malaya, la cual se habla, desde Madagascar y Aden, en toda la Malasia hasta los confines del Océano índico; del propio modo los pueblos filipinos, si excep- tuamos los negritos, participan en su mayor parte, más ó menos remota- mente, del tronco de los malayos. TR_A.T^DO III ESTADO DE CULTURA. 239 PROLOGO. Entendemos por estado de cultura de un país el caudal de conoci- mientos alcanzados en él, no solamente en el terreno cientíñco y en el desarrollo material de su riqueza, sino también, y nuicho más, en el orden moral, ó sea en las íntimas relaciones que unen al hombre con Dios y con sus semejantes. Por esto, bosquejada en el tratado pre- cedente, bajo el punto de vista etnológico, la fisonomía moral de los pueblos filipinos, nos proponemos en el presente indicar cuál es su cultura actual, es decir, á qué grado de civilización, como ahora se dice, han llegado; lo cual, á nuestro modo de entender, obtendremos sufi- cientemente con sólo apuntar el desarrollo que han alcanzado en Filipinas los medios que nos llevan, como por la mano, á la consecución de tan levantado fin. Y como quiera que estos medios son: la religión, que tiende á perfec- cionar el hombre en sus relaciones para con Dios y para con sus seme- jantes; la agricultura, que busca el desenvolvimiento de las riquezas en el seno de la tierra contenidas; la industria, que transforma la riqueza natural en objetos no menos necesarios al bienestar de los pue- blos; el comercio, por el cual se cambian los productos naturales y artificiales con mutuas conveniencias, y, finalmente, la instrucción científica y artística, que perfecciona las condiciones de la vida y procura y aumenta los medios de comunicación en pro del publico bienestar; vamos á discurrir en este tercer tratado, aunque no sea más que de paso, sobre cada uno de los indicados elementos de cultura ó sobre el grado de desarrollo á que han llegado, en Filipinas, la religión, la agricultura, el comercio, la industria y las obras y servicios de utili- dad pública. Manila^ 8 de Diciemhre de 1899. 241 22823 16 PARTE PRIMERA. RELIGIÓN. CAPÍTULO I. IXTRODlTCCIÓlSr BEIi CRISTIANISMO EN FIUPINA8. DERECHO QUE ASISTÍA Á ESPAÑA PARA INTRODUCIR EL EVANGELIO EN FILIPINAS. El primer impulso para la empresa de la evangelización de Filipinas partió de Roma, como no podía menos de suceder para ser legítima. El Sumo Pontífice, Alejandro VI, en su Bula ínter cestera dirigida á los Reyes Católicos, D. Fernando y D*. Isabel, el año 1493, á raíz del descubrimiento de América, encargó á los soberanos de España la comisión de anunciar el Evangelio de Jesucristo por medio de sacer- dotes idóneos de la nación española, en las Indias Occidentales y en las Orientales, que por la vía del Poniente se fuesen descub^endo. El Papa, en quien se halla la plenitud de la potestad apostólica, y á quien, en la persona de Pedro, fué dado por Cristo el cargo de apacentar ¿ todas las ovejas del orbe, por aquellas palabras: Pasee oves meas^ es por lo mismo el único que tiene derecho divino á la conquista espiritual del mundo, hasta formar todas las naciones un solo redil bajo un solo pastor. Y porque el Romano Pontífice no puede por sí mismo desempeñar esta altísima función, á él le toca señalar los ministros, que deben realizarla, para bien de las mismas naciones y felicidad eterna de las almas. Y ocurre preguntar ¿por qué razón fueron preferidos los misioneroa españoles para la evangelización de América y Filipinas? Oigamos al P. Ricardo Cappa de la Compañía de Jesús, que dice así en su obra inmortal sobre la dominación de España en América: Apoyemos el derecho de conquista, tomándolo de otra parte, que es la piedra de escándalo para los modernos publicistas de la América. Descubrióse el Nuevo Mundo, y se le halló habitado por individuos de la gran familia humana; aaistíálé» ün perfecto derecho de ser instruidos en el conocimiento del verdadero Dios y de su Iglesia; eran ovejas apartadas de aquel rebaño místico, cuyo Pastor Supremo, Pedto, vive en sus sucesores. A éste, pues, tocaba, como cabeza de Ja Iglesia, designar quiéiíji» debían trabajar en llevar á feliz término, por medio de la predicación de la fe> la ^ San Juan, cap. xxi, 243 244 ESTADO DE CULTURA. incorporación de las recién descubiertaH regiones al gremio de la Iglesia. Kl Sumo Pontífice, Alejandro VI, dio tan honroso cargo á los españoles, pues su fe brillal)a {)ura y sin mancha bajo el reinado de aquellos reyes, que tan justamente merecieron el renombre de católicos. La indisputaV)le superioridad del clero español sobre el restante de Europa, lo adelantado y prepotente de la nación, y el haberse hecho el descubrimiento á sus expensas, títulos eran para la i)referen(;ia dicha. Ahora })ien; ¿la Bula de Alejandro VI dio á los españoles la posesión material y el dominio directo del Nuevo Mundo á condición de cristianizarlo, ó concretó tan solamente en ellos el indiscutible derecho de la Sede Ai)ostólica, de anunciar ei) aquellos países el Evangelio, dejando á los indígenas en plena libertad de gobernarsí^ l)or sí mismos? Yo no pretendo ahora dilucidar esta cuestión, pues una y otra parte de la disyuntiva me llevan á probar el derecho de conquista. Para los que admiten la primera y con ella el poder, la facultad de hacerlo, la referida Bula es un título tan legítimo de adquisición, como otro cualquiera del derecho público. Para los que sólo admiten el dominio indirecto, la cuestión también carece de dificultad, después '' capítulos xvi y x\ni d(í la Ifisforia^ escrita por el P. Delgado, de la Compañía de Jesús, ó cuente, si tiene tiempo y placer, las nuevecientas di^nnidades ó creencias supersticiosas, tan acertadamente descritas por íA filipinólogo alemán, Fernando Blumen- tritfe, en su reciente D'tcdonarlo Mitológico. Añádanse á estas tinieblas en religión, la corrupción de la moral filipina en los tiempos de su paganismo; la compra y venta de las mujeres, que se realizal)a siempre que contraían matrimonio; la usura ó premio de los prestamos hasta lo inconcebible; la esclavitud, tan generalizada en el país, que los mismos hijos no tenían inconveniente en hacer esclavos á sus padres; la guerra á muerte ó hasta el exter- minio de unas tribus contra otras, y se convencerá cualquiera de los inmensos trabajos y dificultades que se ofrecieron á los misioneros para propagar el Catolicismo, con tan feliz éxito, entre los habitantes de 1,400 islas, en que se halla dividido el Archipiélago de Magallanes, todos ellos por lo general imbuidos y penetrados, hasta los huesos, de esas supersticiones y costumbres tan contrarias al Evangelio y á la civilización cristiana, y tan difíciles de desarraigar. ¿Quién podía hacer que la nación filipina, abismada en las tinieblas de sus mentidas deidades, inmundos ritos y sangrientos sacrificios, se transformara en una nación católica, crej^ente acérrima de un solo Dios verdadero, devotísima de la Inmaculada Virgen María, espléndida en las manifes- taciones del culto católico, reconocedora de la santidad del matrimonio, respetuosa para con las mujeres, cuya dignidad se ha elevado á la altura de verdadera compañera del hombre, generosa para con sus esclavos, á los cuales dio libertad desde el momento que abrazó la fe cristiana ? Esta transformación tan radical de un pueblo sólo pudo provenir de la gracia divina, la misma que por medio de la Iglesia Católica, única Iglesia verdadera de Cristo, civilizó la Europa y la América y civilizará el resto de la Oceanía, África y Asia. Pero veamos cómo se obró este prodigio. 250 ESTADO DE CULTURA. EXTIÉNDENSK VOli EL ARCHiriÉLAOO LOS MLSIONEROS ACUTSTINOS, FRANCISí^ANOS, JESUÍTAS, DOMINICOS V RECOLETOS. Ya hemos dicho corno trabajaban en la conversión dt^. los indios los primeros misioneros de la Orden de San Agustín, que llegaron á Fili- pinas con el inmortal Legazpi. El P. Herrera funda la provincia del Santísimo Nombre de Jesús de agustinos calzados, y regresa á Europa, donde recluta cuarenta misioneros de su Orden, de los cuales treinta y cuatro quedaron enfermos en Méjico, y los otros seis, que unidos á otros tres residentes en Nueva España, emprendieron el viaje para estas Islas, fueron arrojados por una furiosa borrasca á la costa de Catanduanes y allí muertos por los bárbaros. ¡Cuántos misioni^ros, mártires como éstos, registrará la historia de Filipinas! Pero no importa. La Orden de San Agustín crece regada con la sangre de sus hijos y funda su primer convento en Cebú, y luego otro más grandioso, y como el principal de la Orden, en Manila. Al otro lado del Pásig los misioneros agustinos fundaron la parroquia de Tondo, la de Tam- bóbong y la que lleva el mismo nombre de Pásig, cerca de la laguna de Bay; y corriéndose por Bulacán, crearon los conventos y parroquias de Dapdap, Guiguinto, Bigaá, Angat, Balíuag, Quingua, Malolos, Paombong, Calumpit y Hagono^^ En la provincia de la Pampanga fundaron una multitud de cristiandades y ministerios, como los de Bacolor, Macabebe, Pórac, México, Aráyat, Tárlac, San Miguel de Mayumo, Candaba, Apálit y llegaron hasta las cordilleras de los montes, donde domesticaron los indios montaraces. En Patangas fundaron pueblos tan grandes como los de Taal, Balayan, Bauan, Batangas, Ta- nauan y Lipa, que cuentan con veinte, treinta y cuarenta mil almas, todas cristianas. En la isla de Panay fundaron las parroquias de Cápiz, Dumalag, Antique, Jaro y otras muchas. Hasta en las provincias de llocos establecieron misiones por la parte del Norte de Luzón, que después, andando el tiempo, se han convertido en poblaciones numerosas. Estando en Sevilla^ ano de 1576, una flota de misioneros franciscanos dispuestos a navegar hacia las islas de Salomón, Felipe IT, recabó del Papa Gregorio XHI, que fuesen destinados á evangelizar las Islas Filipi- nas, á donde llegaron el 24 de Junio de 15TT, siendo recibidos en Manila con entusiastas aclamaciones de júbilo. Luego fundaron una provincia religiosa, que denominaron de San Gregorio Magno. El mariscal D. Gabriel de Rivera, les fabricó el convento de San Francisco, el mismo año de 1577. El santo mártir del Japón, Fr. Pedro Bautista, franciscano, fué el fundador del convento de San Francisco del Monte, fuera de Manila. El convento de religiosas franciscanas de Santa Clara se inició en 1620, siendo la venerable Madre Sor Jerónima de la Asun- ción su primera Superiora. Un portero del convento de San Francisco de Manila fué el fundador del Hospital de San Lázaro, en 1598, que depués, en 1603, se sacó fuera de Manila. Los misioneros franciscanos PARTE PRIMERA RELIGIÓN. 251 fueron los primoros misioneros de Sjinipáloe, Pandacan, Saiibi Ana, Meveaiuiyaii, Rocaue, Morontif, Harás, Pagsanján, Santa Cruz de la Laofuna y Mainit, donde establecieron unos baños de aguas termo-sul- fíireas que brotan de aquellos lugares. En esta misma provincia de la Laguna fundai'on los ])ueblos de Nacarlang, Lilio y Majayjay, con algunas misiones por los montes de Daractan. Elios han sido los apóstoles que han evangelizado y convertido al cristianismo las provincias de Camarines. En la provincia de Tayabas establecieron los pueblos de Pagbilao, Sariaya, Lucbán y otros; las misiones de Lupe y Ragay, las de los montes de Mangairía y en la con- tracosta los ministerios de Binangonan, Baler y Casiguran. Hasta las islas del Japón extendieron su apostólico celo estos preclaros misione- ros del glorioso San Francisco, donde derramaron su sangre por Jesu- cristo veinte y tres mártires canonizados y cuarenta beatificados. ¡Tanta gloria á Dios pudo dar un lego, llamado Fr. Antonio de San Gregorio, que fué la piedra fundamental de esta santa y apostólica Provincia de San Gregorio Magno! A estas dos falanges de misioneros se agregó la tercera, de la Com- pañía de Jesús, que émula de las virtudes de los preclaros hijos de San Francisco y de San Agustín, siguió impertérrita las huellas del Apóstol del Oriente, San Francisco Javier. Dos solos fueron los Padres Jesuí- tas, que llegaron á estas Islas en 1581, en compañía del primer obispo de ellas D. Fr. Domingo de Salazar, de la Orden de Predicadores; pero difícilmente se hallarán dos hombres, que havan prestado mayores servicios á Filipinas. Antonio Sedeño 3^ Alonso Sánchez eran sus nom- bres. El P. Sedeño, natural de la villa de San Clemente, provincia de Cuenca, en España, siguió en su juventud la carrera de las armas á las órdenes del Duque de Frías, en cuya época cultivó el arte de la fortifi- cación. Profesó después en la Compañía de Jesús, fué misionero en la Florida, enseñó á los filipinos á cocer tejas, labrar piedras y hacer cal, construyó el palacio episcopal, procuró semillas sin cuento, enseñó á beneficiar la seda, plantó moreras, formó telares, hizo venir pintores de la China, abrió el primer centro de enseñanza en Filipinas, fundó los co- legios de Manila y Cebú y envió misioneros por todas las Bisayas. Murió en paz á los catorce años de su apostolado. El P. Alonso Sánchez fué enviado de embajador a Macao, y luego á las cortes de Madrid y Roma, para negociar con el Rey de España y con el Pontífice, el asiento de las bases fundamentales y el remedio de las necesidades más urgentes de la naciente colonia. El fué quien alcanzó de Felipe II el mantenimiento de la colonia, contra el parecer de los consejeros de la corona, que opina- ban se abandonase por los crecidos gastos que ocasionaba sin provecho. El Rey movido de las razones del P. Sánchez, mantuvo enérgicamente su propósito por el amor á la salvación de las almas de los pobres indios. Las principales medidas que recabó del Rey y del Papa fueron: lá conservación de la catedral, el envío de misioneros de las diferentes 252 ESTADO DE CULTURA. Órdenes religiosas á cuenta del Estado; la creación de dos hospitales, uno de españoles y otro de indios; la creación de) Colegio de Santa Poten - ciana para jóvenes españolas; la imposición del 3 por ciento á las mercan- cías de las aduanas, y, además, que de cada tributo se extrajese medio real para sustento de los ministros y Sanctoivün de la Iglesia; que fueran satisfechas las deudas de los primeros españoles que llegaron á las Islas á cuenta del Estado; que el Gobernador General de Filipinas no confiriese las encomiendas á sus parientes, sino apersonas, (jue hul)ie- sen trabajado en el país tres años; que se proí^ediese en los pleitos de los indios sumariamente; que se aboliese la esclavitud, dando libertad a los hijos de los esclavos; que el ejército estuviese ])ien proveído de la caja real de Méjico; que los militares en activo servicio no pudiesen ejercer el comercio; que se fortificara la ciudad de Manila; (jue se cons- truyesen cuatro plazas fuertes en el Archipiélago, defendidas por una poderosa escuadra; que atendidas las distancias el Gobernacíor Gene- ral tuviese facultades ilimitadas en los casos urgentes, bastándole el acuerdo del Obispo, de la Audiencia y de los jefes del ejército. Los jesuítas fundaron el lieal Colegio de San José en 1601, y luego el de San Ignacio, que fué elevado á la categoría de universidad pontificia en 1621, y real en 1658; el ministerio de Santa Cruz, el de San Miguel y el noviciado de San Pedro Macati. En los montes del país de los tagalos construyeron el santuario de Antipolo, donde colocaron la prodigiosa imagen de Nuestra Señora de la Paz y Buen Viaje, centro de peregrina- ción de los piadosos filipinos. En Cavite crearon his misiones de Ca- vite Viejo, Silang, Indang y Maragondón. Se dedicaron al estudio del tagalo y llenaron de libros tagalos sus copiosas bibliotecas. Pero como las provincias tagalas tenían ya misioneros de las otras órdenes religio- sas, los jesuítas volaron á la evangelización de las islas Bisayas; esta- blecieron un colegio central en Cebú, y desde allí emprendieron contra el error, la ignorancia, la superstición y el vicio una campaña espiritual, que duró dos siglos y se extendió por las islas de Bohol, Negros, Ley te, Samar, Mindanao, Marianas y Carolinas. En Bohol, desde 1597 hasta 1623, los Padres Gabriel Sánchez y Juan Torres fundaron las misiones de Loboc, Baclayón, Dauis, Maribojoc, San Miguel, Talibon é Inabanga. En Negros los pueblos de ílog y Cabancalan. P]n Leyte los Padres Chirino, Giménez, Carpió y otros fundaron los pueblos de Leyte, Palompón, Ormoc, Baybay, Hilongos, Maasim, Sógod, Cabalían, Cari- gara y otros muchos. Los Padres Otazo, Ponce, Miralles y Damián pasaron á la montuosa isla de Samar, muralla del Océano Pacífico, y la redujeron toda á la vida política. Estudiando el idioma y reducién- dolo á arte, compusieron diccionarios y libros elegantes, y reunieron veinte centros de población, no sin muchos trabajos, naufragios, cau- tiverios y martirios de algunos de sus misioneros. En Guiuan, pueblo de dicha isla, fué donde escribió el P. Delgado su copiosa Historia, De PARTE PKIMKKA RELIGIÓN. 253 Sáiiuir. I^evte y Bohol pasaron los jesuítas á la ovanfjfelizaoión de Butúan y Dapitaii en Mindanao, y por ol 80. llegaron á Zamboanga, Basilan y Jólo, aeonipanando las eseiiaclras españolas, que peleaban contra los moros. El P. San vítores, eon algunos poeos companeros, evangelizó las islas Marianas, donde fue martirizado por aquellos isleños, en lOTO, después de haber bautizado á trece mil de ellos, y dejado veinte mil catecúmenos. Y todavía no satisfecho el celo de la Compañía de Jesús, no cesó, durante el siglo pasado, de enviar varias expediciones á las islas Carolinas, (|ue no tuvieron resultado, por perecer en la demanda la mayor parte de los misioneros, víctimas de los furiosos tifones, (jue con tantíi frecuencia se sienten en aquellos marcas. • Después de los misioneros jesuítas llegaron á Filipinas los Padres Dominicos, año de 1587. Para comprender los inmensos beneficios, que estos sapientísimos varones han hecho á las islas, léase la magnítica Historia de ¡a Provincia (Jd Santlsuno RoHario^ escrita por el P. Fon- seca; porque reducir á una breve reseña todos sus trabajos y sus empresas en Luzón, Formosa y el vasto imperio de la China, sería tarea poco menos que imposible. YA primer obispo de Manila, D. Fr. Domingo de Salazar, era dominico; y del convento de Sanio Domingo de esta ciudad han salido multitud de sabios y santos prelados, que han ocupado las sillas de Oriente, y aun nuichas de las sedes de España, para gloria de su Orden y de la santa Iglesia Católica, la cual han extendido por el Oriente. Es célebre en todas las Islas la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que se venera en la iglesia de Santo Domingo de esta ciudad, y no hay tiesta más concurrida que la llamada^ Naval, que anualmente se celebra en la i"". Dominica de Octubre. Su universidad de Santo Tomás, inaugurada en 1619, confirmada como universidad pontificia en 1645, y como real en 1680, ha sido el centro de enseñanza más duradero de todos los que se han fundado en Filipinas, y ha contado con catedráticos tan sabios como el cardenal Cef crino (ionzález. Estos misioneros se extendieron por las provincias de Bataán y Pangasinán, y las redujeron todas al cristianismo. A ellos pertenecía la administración de los sangleyes ó chinos cristianos. No tardaron mucho tiempo, después de su llegada, en extender sus misio- nes por Cagayán y las islas Batanes. No satisfecho su celo con tan vasto campo, en 1626 Fr. Bartolomé Martínez, provincial de los domi- nicos, con otros cinco religiosos de su Orden, navegaron á la isla For- mosa, donde establecieron varias misiones. En 1633 el P. Juan de Morales fué enviado á organizar las misiones de Fokieu en la China, las cuales se han mantenido florecientes hasta nuestros días. En 1676 pasaron al Tonquín los Padres Juan de la Cruz, Arjona y Morales, que fueron los fundadores de la misión española en aquel reino, donde se ha propagado maravillosamente la religión cristiana, á pesar de las 254 ESTADO DE CULTURA. persecucioncH que han sufrido, y en las cuales han muerto martiriza- dos 12 dominicos españoles, G de ellos obispos, 20 dominicos indíge- nas y más de 5,000 cristianos. Pero hoy ha crecido tanto la cristiandad en el Tonquín, que Pío TX creó, para su régimen ecl(\siástico. dos vicariatos apostólicos, y León XIII anadió lui tercero, Hamándose ahora los tres, oriental, septentrional y central. Los grandes sacrificios, que se hacen por una causa santa, son (ejemplo y emulación para las almas nobles. Así vemos á los Padres Hecoletos de la Orden de San Agustín que, santamente envidiosos de las penas, trabajos y triunfos que obtenían las corporaciones religiosas en la reducción de Filipinas, se trasladaron á estas Islas el año de 1600. 8u primer misionero fue el venerable *P. Fr. Juan de San Jerónimo, quien renunció el obispado de Chapa en América, por consagrarse á la con- quista espiritual de estas tierras, comió el más humilde de los operarios del Evangelio. Sin permitirse un momento de reposo, comenzaron los Padres Recoletos sus excursiones apostólicas, evangelizando los mon- tes de Mariveles y la provincia de Zambales, donde hicieron resonar los ecos de su encendida palabra. Por el Sur del Archipiélago se extiende la feracísima isla de Mindanao, asiento de la piratería mora y de los inmundos errores del Corán, á los cuales declararon guerra sin tregua ni cuartel estos misioneros. Kl más célebre de todos ellos en los fastos filipinos es el P. Fr. Pedro de San Agustín, apelli- dado el Padre Capitán. Los gloriosos hechos de este esforzado cam- peón de la fe parecen increíbles; fué el primero que por los años de 1039, penetró en la laguna de Lanao y llevó el terror á los fanáticos sectarios de Mahoma, ya que no sólo no se querían convertir, sino que devastaban las cristiandades, que el misionero, con tantos sudores y trabajos, había formado en el Norte de Mindanao. La isla de liomblón era el blanco de las piraterías musulmanas, y allá se trasladó el Padre Capitán, y cumpliendo las disposiciones de sus superiores, humilló en aquellos mares la pujanza de los moros y construyó baluartes, como el de Bantón, que acusan conocimientos muy superioies, no sólo en arquitectura militar, sino también en balística. El estado ñore- ciente de la religión en esas islas prueban cuan grande es el Señor, que de un pacífico religioso pudo hacer un denodado capitán y apóstol de estas regiones. En las islas Calamianes, en la Paragua, en Min- doro, en la isla de Tablas, en Masbate, en la de Burlas, en la de Ticao, en la feracísima de Negros y en la provincia de Cavite, los Padres Recoletos han creado misiones y parroquias numerosas, que serán un monumento de su celo y de la fecundidad de la Iglesia Católica. Ellos han fomentado, además, las artes y la agricultura, edificando en Manila un templo gótico de hierro, llamado de San Sebastián, y culti- vando en la provincia de Cavite la famosa hacienda de Imus. A los trabajos de estas cinco falanges de misioneros, que acabamos de mencionar, á saber, de los agustinos, franciscanos, jesuítas, domini- LÁMINA V. rr'^ -'^''''-'fmmi!^^ IGLESIA DE JÓLO. PARTE PRIMERA RELIGIÓN. 255 oos }' recoletos, hay que iifuidir los sudores del clero secular, com- puesto en parte de clérigos españoles, y en parte de ck^rigos indígenas. A ellos se debe el sostenimiento del culto en las iglesias catedrales de Manila, Cebii, Jaro, Nueva Cáceres y Nueva Segovia. El clero indí- gena administraba ya en el siglo pasado 1(> curatos en el arzobispado de Manila, 15 en el obispado de Cebíi, 18 en el de Camarines y 4 en el de Cagayan ó Vigan, y sus individuos son los que hasta el presente han desempeñado el otício de coadjutores de los párrocos en las gnuides parroíiuias del resto del Archipiélago. Su conocimiento de las lenguas del país, en que se han criado, los hace muy aptos para el ministerio de la palabra y para la administración de los sacramentos á los indios. No han dejado de dar á la Iglesia de Filipinas sujetos eminentes. ESTABT.KC^IMIENTO DE I.A JERARQUÍA ECLESIÁSTICA. La Iglesia de Filipinas no podía carecer de jeraquía eclesiástica, y en efecto, Felipe II eligió desde luego á D. Fr. Domingo de Salazar, maes- tro en Teología del convento de San Esteban de Salamanca, de la Orden de Predicadores, como primer obispo de Filipinas, y el Papa Gregorio XIII aprobó su elección y fue consagrado en Madrid ano de 1579, lle- gando á Manila en 1581. La serie de ilustrísimos obispos y señores arzobispos de esta silla puede verse, juntamente con la relación de sus principales empresas, en la Ilistorla escrita por el P. Delgado de la Compañía de Jesús, libro, 2""., capítulo x. Merecen notarse entre sus preclaros pontífices, además de Salazar, Santibáñez, elevado á la dig- nidad de arzobispo en 1598; Benavides, fundador de la Universidad de Santo Tomás, muerto en 161G; Guerrero, defensor inflexible de la jurisdicción eclesiástica, fallecido en 1641; D. Miguel Poblete, sacer- dote mejicano, que murió lleno de méritos y virtudes en 1667; D. Diego Camacho, celosísimo del esplendor de la catedral y amantísimo de su seminario, que descansó en paz en 1712; Rodríguez, que falleció en 1742, y otros, que la brevedad no nos permite enumerar. Todos ellos se distinguieron por su amor á los indios, amparándoles con su autoridad episcopal, que es la más elevada entre las eclesiásticas en el Extremo Oriente. La archidiócesis de Manila es una de las más exten- sas y pobladas del mundo católico, y tiene hoy por sufragáneas las sillas episcopales de Cebú, Nueva Segovia, Nueva Cáceres y Jaro. FUNDACIÓN DE LAS DIVERSAS DIÓCESIS. La diócesis de Cebú fué creada en 1595, y fué elegido para ser su primer obispo, Fr. Pedro de Augusto, de la Orden de San Agustín, que la gobernó santamente hasta 1608. Le sucedió el limo. Arce, que murió en 1642. A éste sucedieron otros varios prelados edificantísimos, entre los cuales merece citarse Fr. Miguel Bayot, franciscano descalzo, á quien, cuando murió en 1700, sólo encontraron cinco reales, pues todos sus tesoros los depositaba en manos de los pobres. 256 ESTADO DE CULTURA. Esta diócesis era tan extensa, que comprendía, antes que se crease la de Jaro, todas las islas Bisayas, Mindanao, Joló, Marianas y Carolinas. La vida de un hom})re era corta para visitarla, y fue necesario divi- dirla, como efectivamente se hizo en 1865. La diócesis de Nueva Cáceres, 6 de Camarines, fué creada por Breve de Clemente VIII, ano de 1595, al mismo tiempo que la de Cel)u, 3^ su primer obispo fué Fr. Francisco de Ortega, religioso agustino, que nuirío en 1001. Sus sucesores fueron generalmente Acarones apos- tólicos, sacados de los conventos y de las misiones; aunque tam- bién se sentaron en esta silla, como en las restantes del Archipiélago, sacerdotes del clero secular, tan ilustrados, celosos y caritativos como el Sr. D. Felipe de Molina, clérigo, natural de la villa de Arévalo en Iloílo, que reparó las ruinas de su iglesia y gobernó la diócesis apostólicamente. El primer obispo de Nueva Segovia fué D. Fr. Miguel de Bena- vides, que rigió su iglesia desde 1599 hasta que en 1603 fué promovido á la metropolitana de Manila. Le sucedieron otros varones doctos, y de mucha autoridad, algunos de los cuales fueron asimismo trasladados á la silla arzobispal de Manila, como el limo. Serrano y D. José Millán de Poblete; y todavía es más digno de notarse lo que acaeció con D. Fr. Juan de Arrechedera, religioso dominico, que al mismo tiempo de ser obispo de Nueva Segovia, fué elegido por decreto de la Real Audiencia, para desempeñar el cargo de gobernador y capitán gene- ral de las Islas, por fallecimiento de D. Gaspar de la Torre, y empuñó el bastón del mando supremo de estas Islas desde el año 1745 hasta el 1750, siendo muy querido de los indios. Verdaderamente esta colonia filipina no necesitó de soldados por espacio de tres siglos para mante- ner el orden, ni aun para defenderse de los extraños, porque la influen- cia religiosa suplía con ventaja la fuerza militar, y sólo se perdió cuando el Gobierno español dejó que se minase esta influencia religiosa. La diócesis de Jaro fué creada por Bula de Pío IX en 1865, siendo su primer obispo el Sr. D. Fr. Mariano Cuartero, fallecido en 1881. Le sucedió el Sr. D. Fr. Leandro Arúe, religioso recoleto, quien murió en 1897, siendo elegido en su lugar el Sr. D. Fr. Andrés Ferréro de San José, religioso de la misma Orden. En todas las diócesis cuidaron los señores obispos de fundar semi- narios de clérigos indígenas, no sólo porque eran necesarios para ayudar en la administración de los sacramentos en las grandes parro- quias, creadas por los religiosos, sino también para que ocupasen algu- nas feligresías, que desde muy antiguo estaban X3ara ellos reservadas. o < o w ;;? P 5 O o PARTE PRIMERA RELIGIÓN. 257 LLKíiAN A I.A8 ISLAS LOS PADRES DE LA CONGREGACIÓN DE SAN VICENTE DE PAÚL, LOS CAPUCHINOS Y LOS BENEDICTINOS. Piíra dirigir algunos do estos seminarios vinieron de España los hijos de San Vicente de Paúl, en 1862, juntamente con las Hermanas do la Caridad, que se encargaron de la asistencia de los enfermos en los hos- pitales, y de la enseñanza de la juventud femenina. También llegaron á estas Islas, el ano de 188(), los Padres Capuchinos, con el fin de encargarse de las misiones de ambas Carolinas y Palaos, oficio que han desempeñado á maravilla, no sin hacer el sacrificio de todas las ambiciones humanas, yendo á sepultarse para siempre en aquellas soledades del Océano Pacífico por amor de los pobres ca- rolinos. Finalmente, en 1895, desembarcaron por primera vez en Manila los Padres Benedictinos del Monasterio de Monserrat de España, para hacerse cargo de algunas misiones en la costa oriental de Mindanao. ADMIRABLE TRANSFORMACIÓN DE FILIPINAS. ¡Que página tan hermosa para la Iglesia Católica presenta la histo- ria de la propagación del cristianismo en Filipinas! ¡Que fecundidad la de la Iglesia! ¡Que gloria para los misioneros! ¡Que honor para España! Llegaron los religiosos á estas Islas el aíío de 15G5; encon- traron en ellas cerca de dos millones de habitantes, algunos de ellos enteramente salvajes, antropófagos, otros semibárbaros, y todos ellos paganos, idólatras, sumergidos en las más densas tinieblas de la supers- tición, de la esclavitud y del vicio. Pero, ^cuál era el estado de Fi- lipinas un siglo después? Los bárbaros se habían ya reducido á la vida civil y política, la idolatría había desaparecido, había sido abolida la esclavitud, se había santificado el matrimonio, millares de niños fre- cuentaban las escuelas, se habían levantado magníficas iglesias, y habían recibido las aguas del bautismo un millón de habitantes que practica- ban la religión cristiana lo mismo que los nacidos en Europa, y que al siguiente siglo se habían de convertir en dos y luego en seis millones de católicos. Esta es obra de la Iglesia Católica y de la católica nación española, verdaderas madres, espiritual la una y temporal la otra, de esta dichosa colonia. El piadosísimo espíritu de entrambas, dictando no sólo las bienhechoras disposiciones y concesiones de los papas y del episcopado filipino, sino también las magnánimas y humanitarias leyes del nunca bastantemente celebrado Código de Indias^ tan protectoras de los derechos de los indios, ha sido el agente de esta obra de cultura, que no tiene igual en la historia de la civilización colonial. 22823 17 258 ESTADO DE CULTURA. CAPITULO III. TESTADO ACTUAL. DB IíA REL.IGI()X ( ATíVlICA T]X ílIilPUSTAS. AUMENTO J*KOGKESIVO DE LOS CATÓLICOS EN FILIPINAS HASTA ISÍ^S. Para comprender el estado actual de la Religión Católica (mi Pili- pinas (nos referimos al afío 1896, ant(\s de la insui'rección tagala), S(u*á bueno poner ante los ojos del lector el d(hsarrollo de la pol)hición cris- tiana y el aumento de los fieles desde la venida dií los i^spañohvs hasta el presente. El número de habitantes que los españoles encontraron á su llegada en esüís Islas, no se sabe á punto fijo, pero se calcula por algunos historiadores interior a dos millones, y no sería imprudente afirmar que apenas llegaban á millón y medio, todos ellos, ó bien idólatras, que admitían la pluralidad de dioses, ó ])Í(mi moros, que, aunque profe- saban, como profesan todavía, la unidad de Dios, no creían, ni creen aún, en la divinidad de Jesucristo, antes han sido casi siempre, d(\sde pequeños, instruidos por sus padres y panditas en el odio al cristianismo. Llegaron, pues, los misioneros españoles y comenzaron la obra d(^. la evangelización al mismo tiempo que la humanitaria empresa de redu- cirlos á la vida política, pues la mayor parte de los indios y de los moros vivían diseminados por las playas, sementeras y bos(|ues for- mando pequeñas rancherías. I Cuál fue el resultado de sus trabajos apostólicos^ Veámoslo. El P. Fr. Juan Prancisco de San Agustín, cronista de los misioneros franciscanos nos proporciona los siguientes datos: Resumen general de almas, no teniendo en cxienta más que los naturales reducidos al rris- tianismo en, todo el Archipiélago de Filipinas, en el año IJSó. En 142 pueblos que tienen á su cargo en todo este Aníhipiélago los señores clérigos „ lol, 279 Agustinos calzados (en más de 150 i)ueblos) 241 , 806 Orden de Santo Domingo (en 51 pueblos) 89, 752 La Compañía de Jesús (en 80 pueblos) 1 70, 000 Agustinos recoletos (en 105 pueblos) 63, 149 Franciscanos descalzos (en 63 pueblos) 141, 196 . Suman 837, 182 El. P. Delgado, que escribía por los años de 1750, pone casi la misma estadística, pero añade estas palabras: No dudo que las almas, que se administran en todas las Islas de este Archipiélago por los sacerdotes seculares y regulares, pasarán de un millón y muchos millares más, por (íuanto eu los padrones de los ministros no se hallan aún escritos ni numerados los niños que no tienen todavía los siete años, y así me atendré á la cuenta que se hizo pocos años ha. Í.ÁMNIA VIT. TETUAN (ZAMBOANGA). Interior de la Iglesia; forma general de las Iglesias del misionero jesnita en Mindanao. PARTE PRIMERA RELIGIÓN. 25V> En la obra titulada Estado df /as /vAm' F'¡/¡/)i?uhs\ escrita por D. Tomás de Conivn en 1820, y traducida al incrléís por AVillianí Walton en 18:21, se pone por vía de apéndice lo que sigue: ]\('('i(pil(ilnción ih' la pohlación en Filipin(i,'<. Total del número de indios de iunl)os sexos (eatólieos) 2, 895, 687 Total de mestizos san^leves (eatólieos) 119, 719 Total de san^rleves ó chinos 7, (XH) Total de blancos 4, (KK) Total de la jtobiaeión 1>. 520, 40t) ()u}i/)(ir() el total de sus religiosos. Los misioneros benedictinos ocupan la casa-misión central de Manila, las misiones de Taganaán, Cantilan, Gigáquit, Cabúntog, Numancia y Dinágat en Mindanao, y un colegio de misioneros en Monserrat (España). Los residentes en estas Islas son 14. Por último, existen en Filipinas, además de los religiosos, varias casas de reliogiosas, dedicadas, unas á la contemplación, como las de Santa Clara, otras á la (nisenanza, como las de la Asunción, las domini- cas y las ])eatas de la Compañía, y otras, fínalmente, al ejercicio de la beneñcencia, como las Hermanas de la Caridad ó de San Vicente de Paúl, que tienen á su cargo los hospitales, aunque también se dedican, con mucho provecho, á la enseñanza de la juventud femenina en los colegios de la Concordia, Santa Isabel, Santa Rosa, Escuela Municipal, Loban, Hospicio de San eíosé de Jaro y Santa Isabel de Nueva Cáceres. ESPÍRITU RELKUOSO DEL PAÍS. Después de esta somera relación estadístico-religiosa, no podemos resistir al deseo de exponer, aunque brevísimamente, cuál sea al pre- sente y en definitiva, el carácter ó cualidades del espíritu religioso reinante en este país, que debe todo cuanto es, aparte de los elemen- tos meramente naturales, á la civilización católica de España. El punto es, por otra parte, muy pertinente á la materia. Ello es indudable, desde luego, que la masa indígena, que ha recibido la influencia directa de la civilización española, es totalmente católica. Los naturales infieles son todavía bárbaros ó semibárbaros, y los moros, sobre carecer de la civilización de los indios cristianos, tampoco re- tienen de la meramente exterior musulmana, más que su innato orgullo y felonía, y unos pocos formulismos, conocidos y practicados por cortísimo número de los de su raza. Los que en Filipinas profesan, ó dicen profesar, alguna otra religión positiva, y más en especial cristiana, distinta de la católica, no se hallarán absolutamente más que entre el elemento extranjero. Es, pues, el Catolicismo la religión, no de la mayoría, sino de la totalidad de los filipinos civilizados. También es cierto que los filipinos son católicos sinceros. Les cua- dra, les es simpática su religión, la practican espontáneamente, la pro- fesan sin reparo manifiesta y públicamente, lejos está de todos los 264 ESTADO DE CULTURA. espíritus la más remota sospecha de que el Catolicisimo no sea la reli- gión verdadera y la única capaz de producir su felicidad temporal y eterna. Son todos estos indios de suyo dóciles á las enseñanzas y amonestaciones de sus párrocos y padres espirituales; nmcha ^-ente buena se acerca fácil y frecuentemente a los santos sacramentos: y se ha de atribuir á dejadez, á distracción ó á verdaderas dificultades, jamás á aversión, el que muchos otros, ó no se acer(j[uen, ó no los frecuenten tanto. Las ceremonias y la solemnidad del culto les atraen sobremanera, y por demás las manifestaciones católicas popu- lares de grandes fiestas y procesiones. Ostentan sin reparo nin- guno, antes con mucho gusto, los objetos piadosos e insignias de alguna devoción ó asociación piadosa á que pertenecen, y en muchos puntos las mujeres usan el escapulario ó el rosario al cuello, como parte ó complemento de su traje. Se puede decir que no hay casa ni familia, por pobre que sea, que no tenga un altar ú oratorio doméstico. Habrá entre el pueblo filipino cristianos descuidados, viciosos, escandalosos por sus malas costumbres, hasta los habrá igno- rantes de lo más necesario de su religión, pero incrédulos ó impíos, no los hay, si no son algunos, en número relativamente insignificante, que han ido á viciarse y á contagiarse en el extranjero, y que después han vuelto al país, y aun éstos hasta ahora se habían guardado bien de mani- festarse, por cierto resto de pudor, á no ser entre compañeros de irre- ligión ó de secta. Por fin las terceras ordenes, cofradías, asociaciones piadosas y devociones antiguas y nuevas, siempre han tenido en Fili- pinas gran número de individuos inscritos, y aun afiliados constantes y fervorosos. La religión católica, siempre santa y santificante, obra en los suje- tos que la abrazan, según la natural ó adquirida disposición de los mismos. Así es que los defectos de carácter de los indios, si se atenúan frecuentemente, gracias á la religión que profesan, difícil- mente desaparecen del todo, y aun suelen influir en la vida privada y carácter religioso de los naturales. Por ser, pues, ellos más superfi- ciales y más impresionables por novedades que los de otras razas, serían tal vez menos constantes en sus prácticas, sentimientos y con- vicciones católicos, y sentirían más fácilmente que otros las malas influencias de las falsas doctrinas y cultos, si llegasen á experimen- tarlas. Son fácilmente propensos á supersticiones, ya sea por resabios antiguos, ya por la vecindad y trato con los todavía infieles, }■ a por su imaginación más pueril y natural afición á exterioridades. Éste, entendemos ser, a grandes rasgos, el carácter religioso de los indios de Filipinas. Ahora léase lo que ha dicho recientemente, sobre esto mismo tam- bién, otro testigo presencial, con quien nos conformamos casi del todo. Mr. Peyton, obispo protestante, en una reunión de obispos protes- tantes de la iglesia episcopal, que se celebró en San Luis (Estados PARTE PRIMERA RELIGIÓN. 265 I nidos). A mes do Octubre próximo pasado, dijo hablando del Catoli- cisiiiK) de Filipinas: EiK'oiitiv en todot* los pueblo? una magnífica iglesia. Asistí á la misa varias veces, y las iglesias estaban siempre llenas de indígenas, aun cuando las circunstancias no eran favorables, á causa de la ocupación militar. Casi no hay asientos en esttuí iglesias, durando los oíicios de hora á hora y media. Nunca en mi vida he observado señales más evidentes de i)rofunda devoción (|ue las (jue presencié allí. Los hombres arro- dillados ó postrados ante el altar y las mujeres de rodillas ó sentadas en el suelo. Nadie salía de la iglesia durante los oíicios, ni hablaba con otros. No hay allí espíritu de secta. Todos han sido instruidos en el credo, en el re/A), en los diez mandamientos y en el catecismo. Todos han sido bautizados en la infancia.^ No sé que exista en la tierra un j)ueblo tan limpio, tan moral y tan devoto, como el pueblo filipino. ESTO SUPUESTO, ; SERÍA CONVENIENTE EN FILIPINAS LA LIBERTAD DE CULTOS? Siendo, pues, tan unánime la religión, y, consiguientemente, la moral en Filipinas, ¿sería conveniente introducir la libertad de cultos en este país? Si por libertad de cultos se entiende solamente la tolerancia religiosa de hecho, en virtud de la cual a nadie se puede obligar á pro- fesar el Catolicismo, ni á nadie se puede perseguir por dejar de ser católico, ó porque privadamente cada individuo profese la religión que más le acomode, esta libertad siempre ha existido en Filipinas, y á nin- gíin fílipino ó extranjero se le obligó jamás á abrazar la religión cató- lica. Mas si por libertad de cultos se entiende el conceder á todos los cultos, por ejemplo, al de Confucio ó de Mahoma, y a todas las sec- tas protestantes iguales derechos para abrir escuelas, levantar templos, crear parroquias, celebrar procesiones y funciones públicas, que a la Iglesia Católica, creemos que no sólo no conviene, sino que sería una medida funesta para cualquier gobierno que rija los destinos de Fili- pinas. Si, en efecto, este gobierno concediese esta libertad de cultos, él se haría odioso á los seis millones y medio de católicos filipinos, porque, aunque el tal gobierno no profesase ningún culto, el pueblo filipino le consideraría como responsable de todas las consecuencias de esta medida, y así no podría ser visto con buenos ojos por estos seis mi- llones y medio de católicos. Ellos están plenamente convencidos de que su religión es la única verdadera, la única con la cual se pueden salvar, y si algún gobierno tratase de despojarles de esa religión, que es su joya más preciada y la más rica herencia que han recibido de sus mayores, aun que no sea más que permitiendo la propaganda protes- tante ó heterodoxa, pública y descaradamente, entonces no podrían menos de quejarse, y aun podría resultar de aquí la alteración del orden público, ó tal vez alguna guerra político-religiosa, con todo el encarni- zamiento y todos los desastres, que, como es sabido, suelen traer esta clase de guerras. ^Esto se ha de entender de lo que no son misiones vivas, es decir, de las cris- tiandades y poblaciones más ó menos antiguas. 266 ESTADO DE CULTUEA. Dos dificultades serias se pueden oponer en contra de los derechos del Catolicismo en Filipinas. La primera está en los americanos que aquí hoy gobiernan, la segunda en los mismos filipinos. Los ameri- canos gozan en América de la más completa libertad de cultos; ¿por- (jué, pues, no han gozar de esta misma libertad al trasladarse á Fili- pinas? Respondemos que cada ciudadano se ha de acomodar á las leyes del país en donde vive. Los chinos gozaban en China de la más completa libertad para levantar templos á Buda ó á Confucio, pero durante tres siglos no han gozado de semejante libertad en Manila; aunque tampoco se ha obligado á ningún chino á hacerse católico, y diremos más, ningún chino ha necesitado hacer alarde de su religión para negociar, hacerse rico y volverse á la China. Lo mismo se diga de los ingleses y americanos. Si en Filipinas para el buen orden y gobierno de seis millones y medio de católicos, fuera de los cuales no hay más que un millión y medio, entre idólatras y moros que están todavía por civilizar, es necesario no permitir ni fomentar la libertad de cultos, el gobierno que rija los destinos de estas Islas, deberá legislar en este sentido, pues las leyes se deben ajustar á las necesidades de la mayoría de los ciudadanos; y los mismos americanos, que trasladen aquí su residencia, deberán acomodarse é esa ley, sin que de aquí les resulte perjuicio alguno temporal ni espiritual, pues privadamente podrán profesar la religión que su conciencia les dicte ser la verdadera. Así proceden los ingleses en Malta, donde brilla la religión católica; y siendo la islita tan pequeña, existen allí dos mil sacerdotes católicos italianos, más contentos y satisfechos de vivir bajo el Gobierno inglés que bajo el Gobierno italiano. La otra dificultad contra el Catolicismo de Filipinas nace de los mismos revolucionarios filipinos, los cuales en su congreso de Malolos, votaron la libertad de cultos y separación de la Iglesia del Estado. ¿Porqué, pues, no se ha de conceder esa libertad de cultos á los filipinos, si ellos mismos la piden ? Respondemos que también piden la independencia. ¿Se la concederán por eso los americanos? La mayoría de los jefes revolucionarios eran adictos á la masonería, se habían comprometido de mucho tiempo atrás á trabajar por la expulsión de los frailes, y embria- gados con el vino de la libertad, pedían todas las libertades, inclusa la libertad religiosa. Esos revolucionarios que han abjurado del Catoli- cismo ¿cuántos son? No pasarán de dos docenas. Para ellos no es necesaria la ley de la libertad de cultos, pues no profesan ninguno. El pueblo filipino, es decir, los seis millones 3^ medio de católicos inscritos en los padrones parroquiales, éstos no piden ni desean la libertad religiosa ni la separación de la Iglesia del Estado, éstos están contentos con su Catolicismo, y no desean otra cosa más, ni sufrirían que su gobierno les arrebatase la unidad católica. Esto hemos oído á califica- dos y acreditados defensores de la independencia de Filipinas, que aún niegan que la votación de Malolos hubiese sido la verdadera expresión PARTE PRIMERA RELIGIÓN. l^^í" de hi \ oluntad de íuiiiel eonj^reso, que por otra parto distaba mucho de ser la total y propia representación del pueblo filipino. Éste tiene horror á las lierejías y a toda perturbación religiosa. Agravio le haría quien se las metiese en casa. Queda, pues, demonstrado que no es conveniente, sino adversa á la paz pública, la libertad de cultos en Filipinas. Si se dice, por tin, que en lo que toca al estado de la religión en Filipinas, hay puntos de interés público (pie reclaman alguna reforma, no seremos nosotros cjuien lo niegue; pero la Iglesia tiene voluntad y medios pura remediar estos supuestos ó reconocidos males. Si por ventura no los remedia, por ignorarlos, póngaselos de manifiesto cual- ([uiera, á cpiien interese, y el gobierno del país antes que nadie. Este asunto, por otra parte, no tiene que ver con el de la liberüid religiosa. PARTE SEGUNDA. AGRICULTURA. INTRODUCCIÓN. ASPECTO GENERAL. La agricultura, fuente primaria de riqueza y prosperidad, compañera inseparable del bienestar de las familias y del poder de los estados, ese ramo de producción el más íntimamente ligado con la suerte de los pueblos, no ha prosperado en Filipinas como era de esperar, atendidos los valiosos factores que la atmósfera, el suelo y la vegetación aportan para la resolución del transcendental problema de la explotación de una tierra virgen. En efecto, el clima tropical insular del Archipiélago Filipino, con las variadas modificaciones que le imprimen las circunstancias topográficas y la constante humedad atmosférica, por una parte; la diversidad de constituciones mineralógicas y corrientes fluviales que aumentan el valor del suelo, por otra; y, finalmente, esas grandes masas arbóreas, que depositan en el terreno, transcurriendo los siglos, una espesa capa de materia orgánica, último elemento apetecible para la feracidad de un suelo; todo esto constituye un conjunto de condiciones aptísimas para que el territorio filipino germine, despliegue y fecunde no sólo las producciones de los climas tropicales, sino también muchas otras de las zonas templadas, si á ello se prestan las condiciones locales. DIVISIÓN. ¿De qué depende, pues, que los hechos no correspondan á tan lison- jeras presunciones? Varias son las causas del atraso agrícola en Fili- pinas. Enumeraremos brevemente las principales en el primer capítulo de los tres siguientes en que dividimos esta parte; en el segundo indi- caremos el estado actual de la agricultura filipina; y, finalmente^ en el postrero apuntaremos algunos medios para mejorarla, según datos que hemos recogido del Boletín Oficial Agrícola de Filipinas y de la Revista Exposición del Sr. Martínez. 270 ESTADO DE CULTURA. CAPÍTULO I. (Al HAS BEI. RETRASO AGRÍCOT.A EX FIT^TPIXAS. POCA POBLACIÓN. Urui *(le his primeras condiciones para cultivar un terreno y sin la cual, aunque concurran todas las demás, no es posible explotar un suelo de un modo racional, es la mano del hombre, que debe estar en harmo- nía con los demás agentes de producción. No es posible un cultivo intensivo, mermado será el extensivo, si faltan obreros para atender a las nnlltiples labores del primero y á la extensión del segundo. P]sta condición ha faltado en Filipinas; no hay proporción entre su exigua población y la inmensa superficie de su territorio. En efecto, en 1810 contaba el Archipiélago con una población computada aproximada- mente en 2,526,000 habitantes. Entre ellos eran mestizos de chino, 119,000; chinos, unos 7,000; y no pasaban de 4,000 los de la raza blanca. Actualmente una novena parte del territorio, 3,207,000 hectáreas, está, cultivada, y teniendo en cuenta que la extensión de Filipinas es casi igual á la de Italia, que cuenta 28,000,000 de habitantes; poco menos que la de Inglaterra e Irlanda, que tiene 32,000,000; y seis veces mayor que la de Bélgica, que llega á 5,000,000; se concibe cuan anchos hori- zontes presenta este país, que á tan extenso territorio y á la escasa población de unos 8,000,000 de habitantes, reúne un suelo casi virgen. POCA ACTIVIDAD DE LA RAZA INDÍGENA. Si á la escasez de población se añade el carácter del indio, se com- prenderá que no ha sido pequeña remora, tanto para los adelantos agrícolas como para todos los demás, la poca actividad proverbial de la raza indígena. Contentos estos naturales con lo más preciso para su subsistencia, que, generalmente, sin ningún esfuerzo pueden obtener, no se aplican al trabajo, ni tienen aspiraciones más elevadas. No les preocupa el día de mañana ni el dejar á sus hijos ó herederos con que pasar un porvenir holgado. Hay honrosas y no escasas excep- ciones, en mayor número cada día; pero rehusan, en general, ''comer el pan con el sudor de su rostro," á pesar de que á la agricultura debe el fili- pino todo lo que es y lo que vale en el tráfico universal. Pues, sin hacer cuenta de lo mucho que representan el movimiento mercantil é interin- sular y el consumo de primeras materias agrícolas, 90 por ciento de su exportación, que pasa de 36,000,000 de pesos anuales, la constituyen primeras materias salidas del cultivo con una ligera preparación indus- trial, sin excepción siquiera del tabaco elaborado. No se conoce hasta el presente ningún ramo valioso de exportación que no proceda del reino vegetal, obtenido en primer término por el trabajo agrícola. PARTE SEGUNDA AGRICULTURA. 271 FALTA OK VÍAS DE COMUNICACIÓN. Nadio itrnoni las grandes ventajas (|iio á la agricultura ofrecen las vías de eonuuiieacion, las cuales son una de las primei*as condiciones para la explotación agrícola, si se ])retende sacar de ella pingües resultados. Por ({(^sgracia, (mi Filipinas, apenas se conocen otras vías que las llamadas calzadas generah^s, y estas en ciertas éj)ocas del año están poco menos que intransitables; ni hay caminos vecinales, ni cosa (pie merezca este nombre, en la mayoría de las comarcas. Los caminos vecinales son escencialmente las vías de conumicacion agrícola; y para el cultivador es una necesidad poder transportar, sin destiuir sus animales, los productos de sus tierras á los mercados donde encuentran mejor colocación. De no tener estas vías de conmnicación resulta (pie los pueblos s()lo pro- ducen lo preciso para su sul)sistencia, quedando así (\stacionaria la agri- cultura y perdidos los elementos de producciíHi (pie la pnWida natu- raleza ofece en un país naturalmente fértil como el lilipino. NO APROVECHA 11 EL AGUA DE E(^S RÍOS. Multitud de ríos y arroyos surcan las tierras del Archipií^lago Filipino, cuyas íiguas recorren su (wtíniso lecho sin salir de su cauce para f(u*ti- lizar. Con nuiy poco coste se podrían, á veces, divertir estas aguas de su lecho por medio de partidores, presas, pe(pieños canaU^s de deriva- ción, etc.. y por este medio se regarían extensas comarcas (pie á la orilla de estos ríos ó arroyos están como ai>-uardando este completo elemento de fertilización, para que transforme ásperos cogonales en hermosas y productivas v(^gas, en donde podrían cultivarse g-ran nú- mero d(^ plantas que aumentarían la riqueza del país. Muchos pueblos ven perdidas sus cosechas y experimentan el hambre á consecuencia de la sequía, por coníiar únicamente en el agua directa de las lluvias, teniendo en sus cercanías ríos, (pie fácilmente les proporcionarían con abundancia no solamente el agua para la vegetación, sino tambi(3n mate- rias fertilizantes, que siempre a(pi(^llos arrastran en mayor ó menor can- tidad. Mucho menos se ha aprov(X'hado la potencia dinámica del agua corriente, como fuerza motriz, para dar vida á mil sencillas máquinas de transformación de productos. En muchos ríos existen saltos de agua, que, además de servir de riego para la comarca, podrían, con gastos insigniñcantes, dar lugar á una remunerada explotación industrial. IMPERFECCIÓN DE LOS APARATOS AGRÍCOLAS. La inferioridad de la producción agrícola en que se halla el Archi- piélago Filipino con relación a otros países, depende, además de las causas consignadas, de la deplorable rutina de sus cultivadores. En efecto, en Filipinas apenas se conoce, y mucho menos se emplea, una sola de las mil máquinas económicas, cuyo uso en otras partes es tan 272 ESTADO DE CULTURA. general, hasta entre los labradores menos acomodados, y por falta de ellas se hacen todas las labores de una manera imperfecta, pues á otra cosa no alcanzan los anticuados instrumentos de labranza que en estas Islas se usan. FALTA DE CAPITALES. La escasez de capitales propios y el alto precio de los que se toman a préstamo en este país,*aun para los agricultores más instruidos y activos, constitu3^e otro obstáculo, que, entorpeciendo el ejercicio de su indus- tria, aumenta sus gastos de producción, y restringe, como por conse- cuencia, la suma de sus beneficios. Para labrar la tierra son necesarios capitales, á veces de mucha consideración, de los cuales sólo á vuelta de algunos anos suele resarcirse el que los desembolsa. EL EMPIRISMO. Viciosa por demás la práctica generalmente adoptada y seguida en este país, no satisface las necesidades de sus habitantes ni mucho menos alimenta, cual debiera, un extenso comercio y vastísimas indus- trias, ni saca ningún partido de las ventajas de su suelo y de su clima, combinadas con las resultantes de la buena distribución y aprovecha- miento de las aguas de que dispone. El empirismo, en fin, hace del cultivo de los campos una faena exclusivamente corporal, siendo así que para labrar la tierra con fruto, ha de trabajar más la cabeza que los brazos. En una palabra no hay en el Archipiélago Filipino sistema agrícola, y la mayor parte de los labradores ni saVje en qué consiste la agricul- tura. En una región como Filipinas, que por donde quiera que se dirija la vista se ven nacer expontáneamente plantas económicas é industriales de la mejor calidad, ¡cuan fácil sería someterlas al cultivo, con lo que mejorarían grandemente y proporcionarían las primeras materias necesarias a un sin número de industrias que darían ocupa- ción á muchísimos brazos, además de los directamente ocupados en él! Al lado de la población agrícola podría formarse una población indus- trial, á la cual facilitaría aquélla medios de trabajo, y medios, por con- siguiente, de adquirir y consumir sus productos. CONSECUENCIAS. Por los defectos enumerados en el cultivo agrícola de Filipinas, hasta la época del gobernador general Basco que, en 1782, decretó en cier- tas provincias el estanco y cultivo forzoso del tabaco, determinando por tan poco equitativo medio el progreso agrícola de este país, puede asegurarse que Filipinas se hallaba todavía en el primitivo período agrícola, llamado por los economistas doméstico, ó sea, el en que un país sólo produce lo extrictamente necesario para alimentarse pobremente. PARTK SEGUNDA AGRICULTURA. 273 INÚTILES ESFUERZíXS DE LA REAL COMPAÑÍA DE FILIPINAS. Con íKiuolla coincidió ol ostabUH'iniiiMito de la Roal Compañía de Filipinas con un gran capital social peninsular, cuyo objeto principal era fointMitar en alta escala las relaciones nicM-cantiles del país con his Indias Orii^ntales, China y nuestras grandes colonias americanas; pero que. como recurso supi'cmo para el necesario cambio de productos con estas últimas, consumió gi-andes capitales y mayor suma de actividades en el desenvolvimiento agrícola del Archipiélago. A ello se debieron los ensayos hechos para desarrollar en alta escala el cultivo del algodón, de la pimienta, del clavo y de la canela, del cafe y del c;icao, de las moreras para la cría del gusano de seda, del añil y de otros productos é industrias de carácter agrícola. Mas la apatía general, la falta de conocimientos técnicos en los agentes intermediarios, los privilegios de los cargadores de la nao de Acapulco en pugna con los de la compañía, y la extraña facultad de negocios, con tácito, si no expreso monopolio, concedido á los alcaldes mayores ó gobernadores de provincia, cuyo irritante privilegio duró hasta 1844, con otras concausas, tales como el general atraso é ignorancia, y el aislamiento mercantil de este país con las naciones vecinas, fueron motivo poderoso para que resultasen, en lo principal, poco menos que estériles tan levantados y patrióticos propósitos, muriendo al tin de consunción la potente compañía, pero no sin dejar la semilla de notables ensayos agrícolas que más tarde habían de dar muy valiosos frutos. D>TOS ESTADÍSTICOS. Nada mejor que algunos datos estadísticos para que se comprenda la escasísima importancia que alcanzaba la agricultura filipina en los primeros años del presente siglo. A principios de este siglo el comercio exterior de exportación en el Archipiélago fué de unos 4,795,000 pesos, de los cuales 2,800,000 fueron de plata acuñada para adquirir sedería, tejidos de algodón, lozas y especería en China é Indostán, que habían de expedirse después por la nao de Acapulco; 1,740,000 en efectos exóticos de esos países para América y sólo el resto de unos 500,000 lo constituían productos genuinamente filipinos, tales como arroz, sibucao, ébano, añil, azúcar, algodón, con bastante balate, concha nácar, nido, carey, cuernos, etc., con lo cual bien puede afirmarse que, á principios del siglo, la total ex- portación de productos agrícolas filipinos no llegaba siquiera á 400,000 pesos anuales. 22823 18 . 274 ESTADO DK CULTURA. CAPÍTULO II. K8TADO ACTl AI. DK LA AÍ^RlCUT/rURA. OBSERVACIÓN. A pesar de lo ({m^ acabamos de apuntar, deí)ido, sin duda á la Auloa- rizaeion de las teorías eientíñcas, á los estímulos que trenín'alnuMite se han prodigado á la industria agrícola y al admirable desarrollo ([ue toda clase de establecimientos de este genero ha adquirido en otros países, empieza a reflejarse esa beneflca influencia en el tei-ritorio filipino y el estímulo produce excelentes resultados. La ciencia [)r(^sta también su concurso, ocupándose en operaciones agrícolas en este Archipiélago é ilustrando la práctica del cultivador para hacerle salir de su rutina. GRANJA-MODELO Y ESTACIONES AGRONÓMICAS. Con este objeto, además del Observatorio Meteorológico de Manila, cuyos servicios para la navegación, comercio y agricultura son de todos conocidos, se han dado varias reales disposiciones relativas al fomento de la agricultura en Filipinas. Ponemos á continuación las más importantes. Por real decreto, de fecha 8 de Julio de 1884, se dispuso que el servicio agronómico fuese en lo sucesivo independiente de la Inspección General de Montes, quedando á cargo de una comisión agronómica cuya organi- zación, objeto, atribuciones y deberes se determinan en el reglamento, aprobado por la misma soberana disposición, en virtud del cual los trabajos que se encomendaron á dicha comisión fueron los siguientes: I"". Estudios de la producción agrícola y pecuaria y de los medios conducentes á su fomento. 2"". Enseñanza teórico-práctica del cultivo agrario, de la industria pecuaria v de sus derivados. 3"^. Redacción de memorias estadístico-descriptivas de las mismas producciones. 4"". Establecimientos de granjas agrícolas dedicadas á la enseñanza. o"". Redacción de monografías de los cultivos agrarios del Archi- piélago con las industrias que originan. 6''. Estudios zootécnicos. T"". Formación de colecciones agronómicas, debidamente clasificadas, con destino al Ministerio de Ultramar y á los museos locales que se creen. Por real decreto, de 26 de Noviembre de 1887, se dispuso la crea- ción en Manila de una escuela de agricultura cuyo objeto era: I''. La enseñanza teórico-práctica necesaria para formar peritos agrícolas. PARTE SEGUNDA AGRICULTURA. 2 i 1) :¿'\ La enseñanza precisa paní formar capataces. 3". Promover, por medio de la observación, experimentación y (en- sayo, el adelanto agrícola de Filipinas. En virtud de las reales disposiciones la Escindía de Airricidtura d(*, Manila se inauguro el día 2 de Julio de ISSÍK Había además dos cátedras de Agricultura, una en la Tnivcrsidad y otra en el Ateneo Municipal. Existían dos granjas-modelo en lasi)rovincias de la Pauipangay Bisa- vas y cinco estaciones agronómicas en estas Islas, (juc eran al mismo tiempo escuelas de capataces agrícolas. Los trabajos técnicos ení'omendados á las cstaciontvs agronómicas eran los siguientes: V\ Determinación y t\studio de las propiedades físii'as de las tierras labrantías de la región. 2"". Análisis mecánico de las mismas. 3"". Análisis físico-químico. 4*'. Análisis químico cualitativo y cuantitativo. 5"". Análisis y ensavos de los a])onos y su enq^leo on la práctica. 6". Estudios de los sistemas de riego, cantidad y calidad de las aguas empleadas, épocas y horas de riego más adecuadas al cidtivo. 7'\ Análisis y reconocimiento de semillas, sistemas de siembras, podas é ingertos más convenientes. S'\ lieconocimiento y análisis de los productos derivados de la indus- tria agrícola y de sus residuos. 9". Ensayos y determinación de las labores, máquinas é instrumentos más propios de cada cultivo, aislado y asociado con otros A'egetal(\s. IC". Aclimatación y ensa^^o de especies vegetales mie\'as y conoci- mientos de aprovechamientos de (pie son susceptibles los cultivos. 1V\ Determinación del clima y de su a<*ción sobre los A^egetales cultÍA^ados, de la fertilidad natural del suelo, de la asimilación de los elementos atmosféricos y térreos y manera de modificarla. 12*". Estudio de los gastos y productos de los cultivos actuales y de las reformas convenientes para la economía de la producción. 13". Estudios referentes al ganado, razas, aptitudes, alimentación, cuidados y aclimatación de nuevas especies y razas. W. Estudio de la industria agrícola, procedimientos industriales, maquinaria empleada y reformas convenientes á estas industrias. IS"". Estudio de las enfermedades de los vegetales y animales, medios de combatirlas y conservación de productos. IB"". Resolución de todos los demás problemas de carácter técnico ó económico que afectan ó pueden afectar á la agricultura de la región. El jefe de servicio, los profesores de la escuela, directores de las granjas 3^ de las estaciones habían de ser precisamente ingenieros agrónomos y los a3^udantes peritos agrícolas. En el año de 1887 se dio principio á los trabajos de ensayos y experi- mentación de la granja-modelo de Bisa3^as, establecida en el pueblo de 27(5 ESTADO DE CULTURA. La Carlota, situado (mi la isla de Negros, á una altura dr 125 metros sobre el nivel de mar, acerca de los principales cultivos del Archi- piélago, cuyos resultados eran o})jeto de una publicación especial. En la granja-modelo de Luzón, (establecida en A pueblo de San Pedro de Magálang, p?-ovincia de la Pampanga, á 83 metros so})re el nivel del mar, se hallaba organizada desde el ano d(^ IS.S.S una parada de caballos sementales de raza áral)e para cruzamiento con las y(íguas del país. Por díH'reto del (T()])ierno General de estas Islas, fecha 22 d(^ Julio de 18í>2, se dispuso la publicación de un periódico titulado Boleth) Oficial A(jru'()la de Filipinas^ en el que habían de ver la luz pública todos los trabajos qvu^ se realizaban en los establecimientos del servicio agro- nómico, y por otro decreto de dicho centro superior, fecha 8 de Noviem- bre de 1898, se dispuso que el citado periódico empezase á publicarse desde el 1". de Enero de 1894 y que se aprobasen las bases para su pu})li- cación propuesta por la jefatura del servicio agronómico. Fué cumplida esta disposición, y desde el I"", de Enero de 1894, venía publicándose el Boletín Oficial A(jricola.^ siendo director del mismo el jefe del servicio agronómico de Filipinas y redactores obligatorios los ingenieros y ayudantes de dicho servicio, con arreglo á lo que disponía el decreto anteriormente citado y las bases aprobadas por el mismo. AOKK in.TUKA Y GANADERÍA. Como algunos animales estin íntimamente enlazados con la pro- ducción agrícola de tal manera que sin ellos no pueden fácilmente explotarse las tierras, ya porque sirven de motores en las máquinas ó aparatos para las diversas labores de cultivo, ya por los abonos que proporcionan, ya por los productos que sin gastos ofrecen al labrador, y, finalmente, porque hay plantas que no tienen otro destino que el servir de alimento al ganado; después de haber indicado los princi- pales productos vegetales que constituyen los cultivos más impor- tantes del Archipiélago Filipino, haremos una pequeña relación de la ganadería y de otros animales domésticos, relacionados con el cultivo agrario que en mayor ó menor escala se crían en Filipinas. PRINCIPALES PRODUCTOS VEGETALES DEL ARCHIPIÉLAGO FILIPINO. Para conocer el estado actual absoluto de una región agrícola, respecto á las producciones, basta considerar las más importantes por ser las que constituyen el objecto predilecto del cultivador, é imprimen el carácter agronómico á la región. Aunque por lo que se dirá en el tratado de Fitografía, se podrá entender cuáles sean las plantas de mayor cultivo en este Archipiélago, sin embargo, brevemente las enumeraremos y haremos algunas consideraciones sobre las mismas. PARTE SEGUNDA AGRK UJ/irRA. 277 El arroz os ol pan y principal aliñuMito do los indios, y la tiorra cor- responde eon asombrosa ft^'aeidad á las esejisas labores que le da el indio, llegando á rendir en los buenos años el ÍHI y aun el 100 por luio. ííxisten más de eiento veinte variedadc^s de esta gramínea, que se distinguen por su color, tamaño, gusto y aplicaciones. El precio ordinario del arroz con cascara 6 pifimj es en los puntos de producción, y en tiempos normales, de seis á siete reales fuertes el cavan (75 litros); y el del arroz limpio, de (juince á diez y seis. La producción anual del palay es en Filipinas d(* unos 17,(K)0,()()0 de cavanes, (|ue, unidos al maíz, mongos, camote y otras plantas alimen- ticias, no bastan al consumo interior, importándose de Saigón anual- mente más de un millón de cavanes por valor de dos millones y medio de pesos, por termino medio. En algunas })rovincias de Filipinas el maíz sustituye al arroz como base de alimentación; tal sucede en Cagayán y la Isabela de Luzón, donde este cultivo alterna con (A. (Ud tabaco. Entre las plantas fibrosas y textiles ocupa el primer lugar el abacá. Su enorme producción se ha circunscrito á ciertas regiones del Archipiélago Filipino,^ puesto que han fracasado todos los ensayos hechos para introducir su cultivo y beneficio en Borneo, Sumatra, Sonda y otros puntos. Constituye cerca d(» una tercera parte de la exportación filipina, habiéndose observado, según datos estadísticos pu- blicados en 1894, que desde el año 1818 hasta el 1894, se ha aumentado la producción y exportación del abacá en rama, desde la insignificante cantidad de 18,888 kilogramos, exportados en el indicado año 1818, hasta la de 98,742,824 exportados en 1898, y valorados en 12,558,548 pesos, según la estadística aduanera oficial. El algodón alcanzó, hace algún tiempo, bastante importancia en Fili- pinas, por ser la primera materia de la industria doméstica de tejidos, reducida hoy á muy exiguas proporciones á causa de la competencia que le hacen los tejidos ingleses y españoles de algodón que se impor- tan por valor de 5,000,000 de pesos y de la contribución que pesa sobre los telares. Acerca del cultivo del algodón dice el médico Sr. Martín en su apre- ciable obrita sobre el cultivo de esta planta en Filipinas, lo que sigue: No tenemos la menor duda de que con una buena elección de terrenos, con la adop- ción de semillas las más adecuadas para la cantidad y calidad del algodón cosechado, y principalmente con el uso de máquinas beneficiadoras americanas, sean de mano ó Daremos más detalles acerca del abacá en el trata,do de Fitografía, cap. iii. 278 KSTAIK) DE Ol^.TimA. (le iin motor cualíniiera, y sin omitir nada da lo esencial, el éxito más lisonjero coronaría Ioh traV)ajos emí)renílidoH por los cosecheros da algodón, cuya v(Mita en favorables condiciones, sería segura an el mismo Manila, donde casi con la certeza de tener buenos algodoni'S, en abundancia, se establecterían acto seguido fábricas de hilaza y acaso tan d>ién de tejidos. Ahora (jue los azúcares tienen mísero presente y un i)or- venir harto precario y triste, bueno es (^ue los labradores y negociantes piensen en la alta conveniencia de estabk'cer haciendas algodoneras. . . . Una im])ortación anual de más de 800,000 pesos en hilazas de algodón y de sietí' á ocho millones de i)esos en tejidos de lo mismo, creemos (pie ofrece mucho campo j)ara irla cond)atiendo con una ])roducción agrí(;ola y fabril filipina de tan preciosa materia textil. Ha sido ol azúcar, durante un largo período, el primer artículo de exportación y uno de los principales productos filipinos. Después creció en importancia la demanda y producción del abacá, hasta ponerse á la cabeza de nuestra exportación al par que, con raras alternativas de alza, descendía la demanda de los azúcares filipinos. En el quinquenio de 1888 á 1893 el promedio de exportación azucarera fué de unos 11,500,000 pesos. Tres enemigos, tan crueles como tenaces, conspiran de consuno á matar la exportación de los azúcares filipinos, y son el azúcar de remo- lacha, los altos fletes y su mala preparación. Los azúcares filipinos, sumamente impuros, contienen grandes canti- dades de melaza y de ácidos vegetales ya en fermentación, lo cual ocasiona una gran pérdida de sustancias sacarinas cristalizables en las fábricas de refinos. TABA(X). El tabaco filipino representa hoy una sólida riqueza y ini porvenir lisonjero, porque el negocio tabacalero descansa sobre una sólida base, cual es la excelencia de su hoja, tan sólo superada en el numdo por el justamente célebre tabaco habano. Por ahora concretándonos á la hoja benficiada ó tabaco en rama, diremos que de 552,000 kilogramos exportados en 1884 ha ido subiendo la exportación anual en el último quinquenio de cerca de 2,000,000 de pesos, sin contar el valor del tabaco elaborado, que es considerable. Estas cifras y este aumento paulatino observado en la exportación de nuestros tabacos, en medio de la crisis general por que atraviesan casi todos los países productores de esta hoja, abarrotados de existencias, superiores á las demandas del consumo universal, son una legítima y muy grata esperanza para Filipinas, pues demuestran palpablemente que la sola razón de esta creciente demanda de los nuestros está en su marcada superioridad. AÑIL. Durante muchos años fué el añil filipino, especialmente el de la La- guna y el de llocos, digno rival del de Guatemala, reputado como el PARTE SEGUNDA AGRICULTURA. 279 mejor del mundo. Mas por una parte las sotistieaeiones empleadas ciega y eodieiosamente por los traficantes chinos, en cuyas manos había quedado este valioso negocio, consiguientemente desacreditado; y por otra la aplicación á la tintorería do las anilinas extraídas del alquitrán de hulla, sumamente baratas y de i-oloración magintíca, si bien no nuiy permanente, fueron causas nuiy poderosas para dismimiir en grande escala la demanda de los añiles filipinos. En 1893 se exportaron 107,000 kilogramos de añil sólido, valorados en 85,000 pesos: y del tintarrón, ó sea añil líipiido, 27(),0(X) kilogramos por valor d(^ 13,500 pivsos. El cacao es una planta nuiy delicada, y por más que se encuentra en cortas cantidades en varias provincias de Luzón y Bisayas, donde más prospera es en el Sur de Mindanao, sobre todo en el distrito de Dávao donde se produce en mayor abundancia y de mejor calidad. La pro- ducción es escasa, y se calcula en unos 2,000 picos que se consumen en el Archipiélago. Al P. Juan de Avila, de la Compañía de Jesús, se deben las primeras plantas de cacao del Archipiélago, pues él se empeñó con el gobernador I). Diego de Salcedo para conseguir de Nueva España algunos pies vivos de cacao, los cuales plantó y cultivó con sumo esmero en ilog, cabecera entonces de la isla de Negros, según refiere el P. Juan Delgado en su TRstoría Geni^rnl de FUip'maH. El café era hasta hace poco tiempo un producto nmy extendido, pues se encontraba en las provincias de la Laguna, Tayabas, Cavite y especial- mente en Batangas donde estaba el niicleo de su producción. El café de Filipinas puede compararse con el de Java y Martinica; pero hay algunas localidades que lo producen sólo comparable, según los inteli- gentes, al de Moka. La estadística formada en los años 1887 y 1888 arroja una producción de café, en todas las Islas, de 115,000 picos, ex- portándose unos 100,000 por valor de 2,000,000 de pesos próxima- mente; correspondiendo la mitad de esta exportación á España y el resto á China, India Inglesa y Japón. Para poder competir en los mercados el café de Filipinas con iguales productos de América sólo le falta la perfección en el descascarillado y en el abrillantado, cuya deficiencia fácilmente se puede subsanar con aparatos propios para corregir aquellos defectos. De un tiempo á esta parte la producción de café ha decaído en tales términos, que durante el año 1893 sólo se exportaron 374 picos de tan precioso artículo. La causa de esta decadencia es el destrozo causado en las plantaciones por un insecto del género Xylotreclius y por un hongo del género Peronospera. 280 ESTADO DK CULTURA. Eh un árbol muy apreciable, puesto que en él todo se aprovecha, eonio diremos en su lugar. Abunda en todo el Arehipiélago, y su fruto, el coco, se exporta á Francia, España, Inglaterra y China por valor de 675,432 pesos; y el aceite sólo á China por valor de 15,445 pesos. En forma de copra es como más se exporta. GANADERÍA. La pecuaria deja mucho que desear en (»l Archipiélago atendidos los campos inmensos que podrían destinarse á pastos (i AÑADO (A HA LLAR. JLos caballos de Filipinas proceden en su mayor parte de Méjico, España y China. Son de pequeña alzada y casco duro, como se dirá más largamente en el tradado de Zoografía. El indio no los cuida como se merecen tan nobles animales; los hacen trabajar antes de su completo desarrollo y los atropellan con sus corridas. Las provincias que poseen mejores caballos son las de Batangas y Pangasinán. Abundan también, pero son más flojos, aunque más aptos para la carrera, en Ambos Camarines, Alba.y y Sorsogón. Los de llocos son pequeños, pero fuertes. En Bisayas tienen fama los caballos de Mindoro; abun- dan en Negros, Cebú, Iloílo y Ley te. Los caballos de Mindanao y Jólo son muy buenos y de buena alzada, pero algo indómitos; son bas- tante abundantes en los distritos de Misamis y Cotabato. (ÍAXADO caraba LLAR. Este ganado se halla constituido por el carabao ó búfalo {Bvhdus huffalus Z.), familia Bóvidos, y es el cuadrúpedo más notable que los espa- ñoles hallaron en Filipinas. Pocos animales habrá tan feos, pero pocos también más útiles para las faenas agrícolas, especialmente en Fili- pinas, donde es irreemplazable. Tiene el color negro ó pardo oscuro, el pelambre muy raído, las astas grandes, arqueadas, complanadas y rugosas, y la cabeza pequeña con relación á su abultado cuerpo. Tiene nmcha fuerza para arrastrar cargas enormes, pero su marcha es lenta y torpes sus movimientos. Por su gran resistencia á los ardores del clima y suma facilidad para vadear caudalosos ríos, trabajar terrenos fangosos, en los cuales se convierten, durante la estación lluviosa, todas las comarcas del Archipiélago, se hace también indispensable el carabao, pues sin él sería hasta imposible el tránsito por muchas de sus regiones. Principia á trabajar á los cuatro ó cinco años y vive hasta treinta; sus astas y cuero reportan al comercio gran utilidad. La caraballa sólo pare un hijo, tiene un aspecto feo, el olfato fino y el oído excelente, come mucho y necesita beber con frecuencia. Se supone que habrá un millón y medio de cabezas de este ganado. PARTE SEGUNDA AGRICULTURA. 281 El carabao cimarrón 6 l)íifalo montaraz, en estado salvaje, es temible y su encuentro en los }>os(|ues constituye un verdadero peligro para el hombre. Este gíinado es el más abundante y más explotado en el país; casi es el único que se emplea en los trabajos agrícolas y para cargamentos. Las provincias en donde más se cría este ganado son las de Pangasinán, Pampanga, Albay, Laguna, Morong y Zambales, en Luzón; Cebú, Iloílo y Negros en Bisayas; y en Mindanao los distritos de Misamis y Cota])ato. (; AÑADO VACCNO. Este ganado no es propio del país en Filipinas; procedente de Méjico y China, no presenta las aptitudes que en otras partes; ordiariamente sólo se aprovecha para la carne, aunque en algunas provincias empiezan ya á usar los toros para el arrastre y labores del campo. El mejor ganado vacuno y más abundante se encuentra en la pro- vincia de Batangas, en donde sustituye en gran parte al carabao en los trabajos del campo. Abunda también en Mindoro, Masbate y Ticao, de las cuales islas se proveen los comerciantes de Manila. También hay buenas ganaderías en la región Norte de Luzón y en las islas Calamianes. En Bisayas abunda el vacun6, sobre todo en Negros, Cebú é Iloílo, así como en los distritos de Misamis y Cotabato (Mindanao). (lANADO LANAH. No prospera en este Archipiélago, y se cuentan muy pocas y raquí- ticas cabezas de tan importante ganado. (lANADO CABRÍO. Este se cría regularmente, sobre todo en los montes. Las provincias en que más abunda son: Batangas en Luzón, Cebú, Iloílo y Ley te en Bisayas y distrito de Misamis en Mindanao. V GANADO DE CERDA. El ganado moreno es más abundante y de más utilidad en Filipinas que los dos anteriores. Proceden los cerdos de Filipinas del tipo chino. Su principal aptitud es la del tipo, ó sea para la manteca. Las provincias en que más abunda este ganado son: Batangas y Pampanga, en Luzón; Cebú, Iloílo y Samar, en Bisayas; y Misamis, Cotabato y Zamboanga, en Mindanao. AVES DE CORRAL. GALLINAS Y PAVOS. Las gallinas abundan en todo el Archipiélago, pero sólo se crían en pequeña escala, y no hay razas especiales que merezcan particular meniúón. Se crían también los pavos, pero con las mismas condiciones que las gallinas. 282 ESTADO DE CULTURA. Morccíín especial nioiicion los patos ({ue so crían on el pueblo de Pateros, cerca d(^. Manila, (*n dond(» casi todos los habitantes se dedican á esta industria. Los criaderos se hallan situados en la orilla del i'ío Pásig en forma de cercados 6 corrales de caíia, de una vara de altura sobre el nivel del agua, donde pasan el día los patos adultos. Contiguo á este cercado hay otro con menos agua donde se tienen los patos medianos 6 que empiezan á sacar la pluma. Detrás de estos dos cercados hay otro tercero más pequeño, cuyo piso es de tela de caña 6 saitali y en él se tienen los patitos pequeños y los recién nacidos. El alimento de los pequeñitos consiste en arroz cocido ó morisqueta y cangrejos pequeños; á los mayores se les da palay ó arroz con cas- cara y un caracolillo llamado por los indígenas susó^ procedente de la laguna de Bay. Va\ los dormitorios, que no distan mucho de los corrales, existe la misma separación que en éstos. Al ponerse el sol todos los patos se retiran con orden á sus respectivos departamentos, para volver á salir el día siguiente con el mismo orden, apenas amanece, y el hantay ó guardián les abre las puertas.* En el dormitorio hay un piso de cascara de palay de diez centímetros de espesor \ luz encendida toda la noche. Salidos por la mañanita los patos después de su ración ordinaria, el guardián recoge los huevos, que las hembras han puesto, en monton- citos de cinco á diez. Recogidos éstos se llevan al depósito general hasta reunir el número necesario para efectuar una'incubación. Inmediato á la casa del propietario, no lejos de los dormitorios y co- rrales, hay un local ó camarín de caña }- ñipa, construido con esmero y con las menos aberturas posibles, á veces con la de la puerta de entrada solamente. Las paredes interiores son de caña ó sauali y el piso está formado por una espesa capa de cascara de palay ó ijxl. Alrededor de las paredes, á distancia de un metro, se levanta una especie de barrera formada con tela de caña y entre estay la pared se meten unos canastos, llamados foong^ que han de recibir los huevos para la incubación. El espacio que media entre la pared y la barrera se llena de ipá con el objeto de aislar la temperatura interior de los canastos de la exterior del camarín. En la entrada de la puerta del camarín ha}" una caldera de hierro en donde se calienta el palay contenido en unos paños de tela de abacá. Una vez calentado el pala}^, con los mismos paños lo colocan cerca de los canastos, donde tienen ya preparados mil huevos en otro igual número de paños que suelen ser ocho. En seguida ponen un paño con palay en el fondo del toong sin va- ciarlo, encima de este paño colocan otro de huevos, y así sucesivamente por lechos. La temperatura que han de conservar es de 36^ á 37° centí- PARTE SEGUNDA AGRICULTURA. 283 grados; para olio todos los días repiten la operación de calentar el palay, y volverlo á los canastos, teniendo cuidado de colocar en los lechos infe- riores los que el día antes estaban en los superiores. A los veintiún días se sacan los huevos y se colocan sobre unas mesas (|ue están en el centro del camarín, colocando en cada una unos mil huevos, dispuestos de manera que se toquen mutuamente y cubiertos por panos de tela de algodón azul para aislarlos de la luz y algo de la temperatura del camarín; los huevos tienen la temperatura de 82° próximamente y en esta forma quedan hasta que á los ocho días comienzan los patitos á salir por todas partes. Entonces el guardián, que durante la incubación duerme al lado de la misma mesa, va cogiendo los patitos uno por uno, metiéndolos en una cesta ancha de bejuco ó hilao con paja que coloca debajo de la mesa, donde unos con otros sudan, y se secan durante uno ó dos días. Desde allí los traslada al corralito pequeño antes mencionado. Cuando son grandes los llevan al mercado, guardando los hembras para criar. CAPÍTULO IIL MEDIOS PARA EI^ liUEX DESARROPO DE I^A AGRICUIíTURA. CONOCIMIENTOS NECESARIOS. La producción agrícola es un problema inmenso, susceptible de una variedad infinita de combinaciones y de soluciones, y en el cual entra un número considerable de elementos, no sólo diversos entre sí, sino variables, por efecto de una multitud de circunstancias accidentales imprevistas, y con frecuencia difíciles de apreciar y discernir. Así lo que para una localidad es verdad, suele no serlo para otra; lo que en esta comarca es bueno y ventajoso, en otra es perjudicial, lo que en una finca puede emplearse con beneficio, acaso sea desastroso en otra inmediata; lo que un año salió bien, puede salir mal en los si- guientes, y por último, lo que en un tiempo proporciona beneficios, puede, por efecto de esta ó de aquella circunstancia, dejar pronto de darlos. En este estado de cosas, bien se ve que no es posible tomar en cuenta las influencias infinitamente variables, que en mayor ó menor grado se rozan con el femómeno de la producción agrícola, tanto bajo el punto de vista de las leyes de la naturaleza, como bajo el dé los medios mecánicos v económicos que á la voluntad del hombre se hallan sometidos. Para explotar convenientemente una finca, para sacar de ella los frutos que puede producir, no basta tener conocimientos teóricos y 284 ESTADO DE CULTURA. prácticos de la agricultura, es menester unir á ellos nociones exactas de los puntos siguientes: 1*". Del mejor sistema de cultivo que conviene seguir, según la naturaleza de las tierras, su situación y todas las condiciones que pueden influir en la formación de los productos. 2"". De la preferencia que conviene dar á los cultivos que más utili- dad reportan, y que más adecuados son á la naturaleza de las tierras que se cultivan. 3''. De los métodos más económicos de obtener la mayor suma posible de productos. -i"". En fin, de los medios más convenientes para utilizar estos pro- ductos y sacar de ellos el mayor beneficio líquido. PROTECCIÓN DE PARTE DE LOS GOBERNANTES. Uno de los deberes más propios y de mayor responsabilidad de un gobierno es el estímulo y protección que debe dar á la agricultura; porque del perfeccionamiento de la misma y del desarrollo de las artes necesarias para la elaboración de sus productos, surge el bienestar de un pueblo, bienestar que al gobierno incumbe sobre todo promover. Filipinas, con los elementos que su suelo encierra, podrá, cuando llegue el caso, dedicarse con mucho fruto á toda clase de industrias, pero para que éstas puedan tener condiciones racionales de vida y de prosperidad, lo primero es dársela por medio de un buen sistema de cultivo á la industria agrícola. Entiéndese por sistema de cultivo los diversos procedimientos que se emplean para la explotación de una tierra labrantía, harmonizando las fuerzas de la naturaleza, que obran en todo tiempo y de por sí, y las que dependiendo del hombre puede éste á su gusto utilizar y dirigir. Se- gún esto, deben de existir muchos sistemas de cultivo, pues son muchas las diferentes maneras de obtener productos del suelo. Abandonada á sí misma y reducida, por consiguiente, á las fuerzas de la naturaleza, cúbrese la tierra de vegetales silvestres destinados, según la calidad y situación de los terrenos, á formar prados ó bosques, los cuales en cierta manera pueden hacerse alternar con producciones obtenidas á favor de los trabajos de cultivo. La elección de un sistema de cultivo es una de las cosas en que más debe fijar su atención el agricultor. Para determinar, con probabilidades de acierto, cuál sea el sistema de cultivo más apropiado á una finca, es necesario tener conocimiento exacto de la naturaleza del terreno, de la influencia que puede ejercer su situa- ción en los productos vegetales, y de la fuerza de que se dispone. VÍAS DE COMUNICACIÓN. Perfeccionados los métodos de cultivo y el desarrollo de la produc- ción agrícola el gobierno deberá utilizar los productos del impuesto, dando impulso á la construcción de buenas carreteras, estableciendo un PARTE SEGUNDA AGRICULTURA. 285 biuMi sistema do mniinos viviiuilos y iMiiprendieiulo obras de miializa- cion (|uo focundicHMi las tierras y den salida á sus productos, vida al trá- lieo interior y alimento al extranjero. De esta manera la abundancia, abaratando los ])roduetos del suelo, aumentaría, sin detrimento de la clasi^ labradora, la ri(|ueza d(d país. La facilidad de conuuiicaciones y proximidad de los puntos, donde pueda (d labrador dar salida á sus productos, son una ^'entHja real y positiva, ({iw no puede dejar de entrar en consideración y de influir nota1)lem(Mit(^ en la apreciación d(* un i)redio rústico. Ello es (pie nunca conviene perder de vista (^l capital (jue representan los trjmados y enseres destinados á transportar los productos al mercado, y cuyo precio debe deducirse del sacado de la venta de estos mismos productos. En esta parte no calculan bien los at^ricultores que suelen transportar lejos de su casa los productos de sus lincas, para sacar una ganancia algo mayor en apariencia, pero nuiy inferior en realidad a los o^astos ocasionados por (d viaje. (OMBATUl KL EMPIRISMO, Si se quiere que la agricultura en Filipinas alcance el estado do prosperidad di) que es susceptible, os menester que los gobernantes auxilien decididamente la difusión de los conocimientos agrícolas y desaparezca ese empirismo que esteriliza, con su tenaz oposición á toda clase de mejoras, la fertilidad natural del suelo filipino. De este empirismo, corolario inevitable de la indiferencia, se ven por doquiera que se tienda la vista en Filipinas, los fatales resultados. El cultivo miserable á causa de la falta de labores bien dirigidas, y la ganadería raquítica 3^ degenerada, he aquí los dos elementos industriales que aisladamente por lo común se disputan la explotación de este territorio. Fuera de un radio más ó menos circunscrito en torno de los grandes centros de población en que concurre la circunstancia de un consumo local mayor ó menor, pero siempre de alguna consideración, es una quimera esperar para el cultivador grandes beneficios y para el arte agrícola adelantos, sin máquinas que simplifiquen y abaraten las labores, sin ganado, que, al paso que económica y superabundan tómente sirva de motores á dichas máquinas, suministre los estiércoles tan necesarios en toda explotación agrícola. INTRODUCCIÓN Y PROPAGACIÓN DE NUEVOS CULTIVOS. Conviene la introducción de nuevos cultivos y su propagación por las provincias, tales como los do la morera, que tan buenos resultados daba en otro tiempo á la industria sedera. Convendría asimismo explotar el ramio y el sorgo, éste para la obtención del alcohol y azúcar, y aquél para la extracción de sus tan apreciadas fibras. Muchas plantas olea- ginosas y tintóreas y la misma cana de azúcar pueden dar más y mejo- res productos con buenos medios y esmerados procedimientos en las diversas operaciones de las respectivas industrias. Introdúzcase el 280 í:stado dk cultura. uso (le abonos, casi totalmente desconocidos por los naturales. Apro- véchense para (»l ganado caballar, y para el vacuno sobre todo, tantos terrenos como hay sin destino alguno. ATEN( IONES ESPECIALES. El aumentar el número de granjas-modelo y de estaciones agronómi- cas para que puedan estudiarse de un modo pei-fecto las necesidades agrícolas de todo el Archipiélago, es una de las primeras medidas (jue deben tomar.se, puesto que son tan distintas las condiciones climatoló- gicas y telúricas, como div^ersas son las islas que componen tan dila- tado Archipiélago. Requiere especial atención de parte de los gobernantes la isla de Mindanao, en donde se dan fácilmente todos los productos de más importancia en el Archipiélago que por falta de población no pueden aprovecharse. Para ello convendría se instalasen en dicha región, además de alguna granja-modelo y las correspondientes estaciones agronómicas, algunas compañías ó sociedades particulares para su colonización y explotación dirigidas por personas de honradez á toda prueba y ciencia competente para tales negocios, pues cuanto vale el hombre vale la tierra. PARTE TKRCERA. I N D U S T R I A . INTRODUC^CIÓN. IDEA (í EN ERAL. Como hemos. visto en la parte precedente, la tierra contiene en su seno y en su superñcie todos los elementos necesarios para la sul)sis- tencia humana. Poblada de animales de diversas especies, cubierta de géneros distintos de plantas, y atesorando en sus entrañas riquísimos y abundantes minerales, el hombre recoge estos productos naturales y los acomoda á los usos diferentes de la vida, después de hacerles sufrir una serie de transformaciones. He aquí el objeto de la industria. Este ramo, que constituye la segunda fuente de la riqueza pública, dependiente de la agricultura, de la cual recibe la mayor parte de sus .materias primeras, y sostenida por el comercio que da salida á sus pro- ductos,-estaba hasta hace poco como en embrión en todo el Archipiélago Filipino. Este ramo de producción, para tantas naciones poderoso recurso de vida por razón de las múltiples y variadas transformaciones por su medio obradas en los elementos materiales, que los tres reinos de la naturaleza le proporcionan, no llegaba en Filipinas á la altura que era de desear. En la parte precedente quedan expuestas las prin- cipales causas de este retraso por ser las mismas, en general, que las que han tenido estacionada la agricultura. Los elementos de la industria son el trabajo, el capital y los agentes naturales. Cuando se aumenta la masa del trabajo en un pueblo, se aumenta la riqueza; y si el trabajo disminuye, decae visiblemente la prosperidad. La industria ha sido considerada en Filipinas como ocupación servil, pero esta preocupación, que tantos danos ha ocasio- nado al país, va desapareciendo, y los naturales ya empiezan á dedi- carse a ella con ahinco. Hoy la industria en Filipinas ha recibido un impulso relativamente considerable, de manera que puede decirse que en Filipinas comienza ya la vida del trabajo. Se han iniciado ya algunas industrias propias 287 288 ESTADO DE CULTURA. dt'i país, {lunquc en pequeña escala y ejercidas por un corto numero de personas laboriosas. Sólo la fabricación del azúcar, tabaco y ahacá, como industrias propias del país, auníjue las dos primeras (le])ieran separarse del cultivo, no se encuentran á la altura que las ciencias modernas exigen. Algo de esto indicaremos en el tratado de Fito- grafía, al describir algunas de las plantas industriales. La mecánica, agente poderosísimo de las sociedades; la navegación, que tantas industrias cnni; el comercio, cuvas ventajas engendra nece- sidades incesantes; los ferrocarriles, vida de las coiirarcas (jue atra- viesan; la minería, aunque en su infancia; la arquitectura, (|ue exige tan diversos auxiliares; la instrucción, (|ue ocupa á tan diferentes artífices; y tantos otros agentes de la civilización y bienestar de un país, comien- zan á arraigar en Filipinas, y la industria, consiguientemente, va adquiriendo el desenvolvimiento que todas estas causas llevan con- sigo, y que son las que contribuyen á formar los centros verdadera y esencialmente industriales. DIVISIÓN. Para hacernos cargo del estado de la industria en el Archipiélago, dividiremos esta parte en tres capítulos; indicando brevemente en ellos las principales industrias iniciadas 3'a, y las que podrían fácilmente instalarse con gran ventaja del país. En el primer capítulo, trataremos de las industrias agrícolas; en el segundo, de las industrias manufactu- reras; y en el tercero, de las industrias mecánicas.^ CAPÍTULO I. USTDUSTRIAS AGRÍ COICAS. PRINCIPALES INDUSTRIAS. Bajo la denominación de industrias agrícolas comprendemos los tra- bajos ejecutados generalmente en las granjas ó casas de labor, que tienen por objeto transformar las primeras materias producidas, ya por los vegetales, ya por los animales, para hacerlas más apropiadas a las necesidades que han de satisfacer. Las principales industrias que existen en Filipinas, ó que fácilmente se podrían introducir, son las siguientes: la industria tabacalera, la del azúcar, la del abacá, la del añil, las alcohólicas, las de aceites, las de féculas, las pilanderías, la industria jabonera, la fabricación de papel, de quesos y de curtidos, la sericicultura y la industria de la cochinilla. ^ Para la composición de esta parte hemos tenido á la vista los escritos de los Sres. Centeno, Martínez, Jordana y el Boletín Oficial Agrícola de Filipinas. y. PARTE TKRCKRA — INDUSTRIA. 289 INDUSTRIA TABA( ALKRA. Esta industria es, sin disputa alt^^una, la primera entre las filipinas, que pueden rivalizar en la excelencia y en la baratura de sus productos con sus similares de otras naciones más adelantadas. En general, puede afirmarse que la industria üibacalera ha tomado, desde el desestanco, un incremento extraordinario en todas partes, no sólo en la cantidad, sino también en la calidad, la cual ha ganado mucho por la vulgarización de procedimientos técnicos para el beneficio de la hoja y para su preparación especial al estilo habanero. Le falta, no obstante, fermentación, ó ésta se verifica en malas condiciones, y á esto, quizá, se debe el que no tenga la hoja el aroma y la fortaleza del tabaco de la Habana. En muchísimas partes del Archipiélago se fabrica buen tabaco con maquinaria moderna. Más son en número las mujeres que los hombres entre los obreros de las fábricas de tabacos. Las muestras de tabaco elaborado presentadas en la Exposición Gene- ral de las Islas Filipinas, en 1887, manifiestan bastante adelanto en la elaboración de este producto tan propio del país. Las condiciones de presentación en envases de hermoso aspecto siguen los modelos que en Cuba se han adoptado. La Compañía General de Tabacos de Filipinas hace funcionar cerca de Manila una fábrica llamada Flor de la Isabela, cuyo edificio mide 12,000 metros cuadrados de taller, sostiene unos 4,000 obreros, y consume la mejor rama de la Isabela y Cagayán, en su mayor parte de elección esmeradísima. Hay en el edificio máquinas de cigarrillos movidas á vapor, y en el mismo establecimiento se fabrican los envases para el tabaco y se imprimen gran parte de sus etiquetas. La fábrica comunica con el río Pásig por medio de un canal, abierto exclusivamente á expensas de la compañía, atravesando terreno de la misma. La compañía posee, además, en la Isabela dos importantes haciendas, que producen tabaco muy superior, debido á la vigilancia en el cultivo y beneficio de la hoja. En todas las comarcas tabaca- leras de Filipinas tiene establecido en cada pueblo el acopio directo, dependiente de un centro en cada provincia. INDUSTRIA DEL AZÚCAR. En la fabricación del azúcar de caña, en general, no se emplean los mejores procedimientos. Los naturales estrujan la caña en molinos de piedra, madera ó hierro, llamados trapiches; y el jugo que se recoge lo cuecen en calderas ó cauas con un poco de cal para purificarlo. Al llegar á cierto punto, conocido por los prácticos, se pasa el jugo á una segunda caua, donde experimenta otra vez la ebullición y cuando tiene la densidad conv( niente y está clarificado, lo vierten en moldes cónicos de barro ó de coi ccza de árbol, horadados en el vértice para que destile y se escurra la melaza. Estos moldes se colocan encima 22823 19 290 ESTADO DE CULTURA. de pequeñas tinajas, hasta que el jugo se endurece, (quedando de este modo el azúcar purgado, y la melaza en las tinajas. Para perfeccionar esta industria, aun en pequeña escala, debería impedirse que el jugo de la caña ó guarapo, al pasar á las cauas, llevase cuerpos extraños, graduar bien el fuego, evitando que éste sea directo, y haciendo, en tín, con más inteligencia todas las operaciones. Existen ya en Filipinas, sobre todo en Negros y la Pampanga, muchos trapiches de hierro, movidos por fuerza animal, por agua ó por vapor. En Manila funcionan dos fábricas que en grande escahí refinan el azúcar, á saber, La Clementina, de la Companñía General de Tabacos, y otra inglesa, establecida en Malabón. INDUSTRIA DEL ABACÁ. Puestas las sajas del abacá en el camarín para la extracción 6 beneficio de su fibra, se usa un aparato, que consiste en una cuchilla acerada y ligeramente dentada, de mango más largo que la hoja, al cual se une, formando una palanca angular, muy abierta, que permite un movi- miento de rotación en el vértice, mediante un pequeño 3'ugo que la sujeta. El filo está sentado sobre un madero horizontal y liso. Para el ajuste de estas dos piezas hay una cuerda unida por un extremo al mango de la cuchilla (ó extremo opuesto de la palanca augular), y por el otro atada á una ballesta, colocada en la parte superior. La tensión de ésta hace ajustar el filo al madero. Para introducir la saja entre el filo de la cuchilla y el madero, hay otra cuerda atada por un cabo al mango de la cuchilla y por el otro á un pedal colocado en la parte inferior. Con esta disposición fácilmente se comprende el modo de sacar la fibra. El obrero tiene en la mano derecha la tira de abacá ó saja, y oprimiendo el pedal con el pie, levanta la cuchilla, por vencer la tensión de la ba- llesta, coloca la tira de abacá entre el filo de la cuchilla y el madero, y cesando de oprimir el pedal, cae otra vez la cuchilla, por volver la ballesta á ponerse tirante, comprimiendo la saja sobre el madero. Entonces, sujetando un extremo de la saja arrollada dos veces sobre un trozo de caña, tira hacia atrás, y quedan separadas todas las sustancias adheridas al filamento. Igual operación se repite en el otro extremo de la saja dando tantas pasadas como sean necesarias para que quede limpia. Por este procedimiento un obrero diestro puede extraer de 35 á 40 libras cada día. Extraída la fibra, se pone á secar en cuerdas para impedir que tome olor. por la putrefacción del tejido celular, que aun queda á ella adherido; se procura tenerle al sol siempre que sea posible, para ter- minar la operación cuanto antes; y una vez seca, se encuentra en condiciones de ser dada al comercio. Las fibras procedentes de una misma planta presentan diferentes condiciones de finura, solidez y brillo. Las de la parte exterior son gruesas, fuertes y de color rojizo, y constituyen lo que se llama iandala PARTE TERCERA — INDUSTRIA. 2V>1 ordinaria, que se emplea en caballería ba8ta; las del interior producen la bandala corriente, que se presenta al comercio, y las más inmediatas al corazón de la planta y las de los bordes de la saja corriente, muy blancas, dan el abacá superior, llaniado hq)k en Albay, y (juitot en Marinduque. Estas dos últimas fibras, notables por su finura, brillo y color encarnado, se reúnen en manojos, Humado» pilí/iaíi y se emplean para diversos tejidos. Á este fin los indios las clasifican y separan previamente en cuatro clases, que, de mayor á menor finuni, se denominan hmani^ tonga^ cadaradán y tinimgiu)^; sirviendo las del primero para tejidos tan delicados que compiten con los de la pina. Las hebras, atadas por sus extremos por medio de nudos impercepti- bles, se devanan en ovillos, que se golpean con un mazo sobn^ un madeif) hueco, á fin de que adquieran elasticidad. El abacá basto se emplea para jarcia, y el fino para tejidos, ya solo, ya mezclado con hilo ó cánamo. INDUSTRIA DEL AÑIL. En la parte anterior hemos hablado de la importancia (jue tuvo el añil en Filipinas. Aquí sólo expondremos la manera de beneficiarlo en este Archipiélago. La fabricación del añil comprende varias opera- ciones, á saber: la maceración en el agua, la adición de cal, el batido y decantación de las aguas madres, el secado de las pastas, la formación de pastillas y el embalaje. Una vez cortada la planta y tomados los manojos ó gavillas, se conducen á la fábrica, ó baldes, que constan: 1"., dedos ó más depósitos cilindricos ó cónicos de mampostería ó de madera, de unos dos metros y medio de altura por dos de diámetro, llamados machos; S""., de otro denominado hembra ó batería, consistente en un vaso de doble capaci- dad que la de los machos, de forma cilindrica y de un cuarto más de ancho que de alto, con un fondo ligeramente inclinado, y con dos grifos colocados á diferentes alturas, para dar salida á las aguas madres; S""., de un vaso de mampostería, de forma circular, de un metro y medio de altura por uno de diámetro, donde se depositan los añiles pastosos pro- cedentes de la hembra, á fin de separar el agua de que están impregna- dos; y 4""., el secadero, que es un camarín de oreo, donde se acaban de secar los añiles. Para la maceración, que es la primera operación, se llenan sucesiva- mente de agua los machos hasta las cuatro quintas partes de su altura, é inmediatamente se echan en ella los manojos de añil. Cuando el volu- men del añil echado llega á un sexto del de agua, se coloca entonces una rejilla de caña con pesos encima hasta que quede la rejilla medio palmo debajo de la superficie del agua. Se deja el añil en maceración unas veintidós horas, durante las cuales las hojas experimentan una pequeña fermentación, desprendiéndose el añil, que se disuelve en el agua. Durante esta operación, toma el agua primero un tinte amarillento, después amarillo- verdoso, y por último verde con visos amarillentos. 292 ESTADO dp: cultura. Hecha la maceración se procede al encalado; para ello se quita la rejilla, se saca la planta, dejándola escurrir en los bordes de los machos, y se sumergen en el agua hasta la mitad unos cestos de cal viva reciente, los cuales se agitan y trasladan por toda la supei'tície del macho. Con esta opera(^i6n el agua verdosa toma inmediatamente un color verde - azulado, y sin perder tiempo se abren los grifos, comenzando por el más elevado. El agua pasa á la hembra por medio de canales 6 piletas. En la hembra se remueve y agita el agua por medio de palas, con lo cual se consigue poner toda la masa en contacto con el aire á íin de que se torne el añil insoluble. Esta operación dura de media á una hora. Al terminar, queda el agua con un color azul-morado y se le deja en reposo hasta nueva adición de agua en los machos, y se l'epite la misma operación que antes. El añil queda depositado en las hembras, de quince á veinte días, después de los cuales se traslada al depósito. En el depósito se deja dos ó tres días separándose en este tiempo la mayor parte del agua que tiene, dándole salida por los grifos. En el depósito aparecen las distintas clases de añil; las capas superiores contienen el mejor, las inferiores el peor, y las del centro una cantidad media. Del depósito se traslada el añil al secadero; pero antes se le coloca en una caja de caña, cuyo fondo se forra con algodón, para que pueda es- currirse el agua. A los dos días se amasa á mano toda la pasta, y des- pués se coloca en angarillas ó lancapes sobre petates, donde acaba de secarse. En los lancapes permanece la capa de añil de cinco á seis días. Durante este tiempo se saca al aire y al sol para adelantar el oreo. Antes de que se agriete, se corta la pasta con cuchillas de caña, según la medida que han de tener las pastillas, que suelen ser de un palmo de longitud por medio de ancho y altura, matando las aristas y ángulos con la mano. Después de secar las pastillas se colocan en cajas de madera donde se guardan hasta la venta. INDUSTRIAS ALCOHÓLICAS. Las primeras materias que aquí se emplean para esta industria son baratísimas, y proceden de la savia de la ñipa, de la del cocotero y de la melaza del azúcar de caña. En Manila existen cuatro grandes y acreditadas- fábricas de alcoholes, y otras destilerías de menor impor- tada, así en la capital como en algunas provincias. En Dagupan, pro- vincia de Pangasinán; en Vigan, provincia de llocos Sur; y en Cápiz, provincia de Cápiz (Panay), hay fábricas de vino de ñipa. El número de alambiques de todo el Archipiélago para la destilación no bajará dé 500. Estos alcoholes se consumen casi exclusivamente en el país. PARTE TERCERA INDUSTRIA. 293 INDUSTRIAS DK ACEITES. Mucho es el aceite que se extrae de los millones de cocoteros exis- tentes en Filipinas, aunque, en general, por procedimientos niy rudi- mentarios; también se extrae del lumbán, y el medicinal del ricino y de otras planüís oleaginosas/ pero deja mucho que desear esta indus- tria, no sólo por los aparatos empleados para la extracción, que son mu}" primitivos, sino también por no explotarse algunas plantas, el maní, por ejemplo, que proporcionarían mucho aceite de buena calidad. ACEITES ESEXCIAJ.ES Ó J>^EN('IAS. Entre las nuichas plantas de (|ue podrían extraerse exquisitos per- fumes filipinos, casi únicamente es objeto de formales explotaciones la de ílang-ílang, un poco la de sampaguita y la de champaca. PILANDEKÍAS DE ARROZ. El aparato más primitivo para pilar ó descascarillar el arroz es el Jiisong^ que todavía se usa en Filipinas. Es de advertir que hay muy pocas pilanderías á vapor. INDUSTRIA JABONERA. La jabonería es antigua en el país, pero es todavía bastante rudi- mentaria, y sólo se fabrican jabones en pequeña escala, á pesar de las abundantes y buenas materias primeras que se encuentran en el Archipiélago. INDUSTRIA DE HARINAS Y FÉCULAS. La fabricación de harinas y féculas ó almidón podría dar trabajo á muchos obreros, si se explotasen los productos que con tanta abun- dancia ofrecen los vegetales del país, como se verá cuando tratemos, en la Fitografía, de las plantas que proporcionan féculas. FABRICACIÓN DE PAPEL. No existe en todo el Archipiélago Filipino ni una sola fábrica de este producto que podría aprovechar con suma facilidad muchos materiales útiles. Así es que en ésta como en otras materias, Filipinas ha de ser tributaria de la industria extranjera. FABRICACIÓN DE QUESOS. Se puede decir que en Filipinas es ésta la única, y aun en pequeña escala, industria zoógena. En Cebú se fabrican quesos de buena calidad. FABRICACIÓN DE CURTIDOS. Muy rudimentaria y tosca es la preparación de las pieles en este Archipiélago, y podría ser objeto de industria de algún valor, atendido el mucho ganado que hay en él. VY^ase el tratartai. (i08 87,t)Ü0 28, 855 2.r)()l,(>12 19, 770 t,(K)l,555 475, sm ,:i80,94ft , 233, 270 8,(>87.552 2, 5()0 78 1 , 237, 553 12(5,400 3. 07(> 1 . («5, (581 :U), 98(5, 918 /V>V).s*. J'({tOS. 7, (v55, 329 87. (WÜ 1 , 8;U , Oi'H) 2,430,102 83,000 i 97,830 2,1(W,0(5(» I (•..450 474, KKÍ c. tm, 7:« 4*5, 280 7(1. 7(>0 1 . (520, 99(5 115 11,2(52 l,(Hhl,714 480 12(5,400 750,775 ' 88(5,149 1 , 24(5, HHl (5,53(5 : 305,999 , 13,874,(58(5 11.139,986 Tahla IV. — Princi/)(ih's arf/ru/os de iniprome<1i<) de los ¡nijKn'í8i>8- -20 3()() ESTADO m: OULTURA. Tabla V. — Pr'mc'rpalen jtroduclos de Eapaña imjyjrladox m lS94i V ]fr i^^^- Aguardientes Litros Conservas Kilogramos. . . Fideos y pastas id Hortalizas id Jarcia de cáñamo id Libros impresos id Naipes id Papel id Teiidos de algodón id Teiidos de cáñamo y lino id Tejidos de lana y pelo id Tejidos de seda '■ id Vinos ; Litros Total . 82, 829 543, 6(i5 45,289 312,680 69,224 64,095 67,680 935, 779 :, 391, 114 54,643 31,954 3,912 ;, 101, 110 I'nmiedio. 82, 225 1 , 559, 732 57, 448 316, 118 55,548 56,228 62,801 639,683 1,388,948 46,353 17,285 4,195 2,429,026 ,693,974 I 6,715,590 Valor on {>e.sos. Año 1S91. : Promedio. 74, 420 548,665 1 9,058 31,268 14, 361 26, 758 74, 448 394, 527 3,898,543 79,852 90,720 83, 173 1,860,666 ,181,459 71,9:n 428, OhH 11,874 35, 748 10, 735 26, 456 63,304 246, 155 2,220,368 76, 731 54,293 88,057 1,201,052 4,534,742 Tabla VI. — Meraiderías importadas de los Estados Unidos durante el año 1894. Mercaderías Unidad de peso c medida. Alquitranes, breas, asfaltos. Detunes, esquistos y la creosota impura .. 100 kilogramos . Bencina, gasolina, petróleos y demás aceites minerales rectificados. . . ' id Vidrio hueco común y ordinario ; id Cristal y vidrio que le 'mita ' id Hierro en manufacturas ordinarias id Hierro en manufacturas finas ó pulimentadas con baño de porce- ; lana, etc id Hierro en barras, chapas, ejes, muelles para carruajes id Hierro en clavos y tornillos, aunque tengan la cabeza de latón ¡ i-d Hierro en manufacturas de todas clases ' id Hoja de lata ■ id Hoja de lata labraba i id Cuchillos, navajas, cortaplumas y trinchantes ¡ Kilogramo Tijeras de todas clases ' Id Cobre, bronce ó latón y aleaciones con objetos dorados, plateados ó ' niquelados i id . Kilogramo ...-id ....id Varios productos del reino A'egetal Barnices Tejidos diáfanos, como muselinas, batistas, linones y gasas de cual- quier clase, hasta 30 hilos inclusive Tejidos de media, en piezas, camisetas y pantalones Paños y demás tejidos de lana, pura ó con mezcla Tejidos de seda ó borra con toda la trama ó urdimbre de algodón ú otras fibras vegetales Estampas, mapas ó diseños . Papel de estraza, el ordinario para empaquetar y el de lija Otros papeles no tarifados expresamente \ Cartón y ca^as forradas de papel ordinario : Madera ordinaria labrada en todo género de objetos Madera labrada en muebles ú otros objetos torneados, pulimentados, etc Madera labrada en los mismos objetos dorados | id Aros, flejes y enrejados ó cercas ! id 100 kilogramos , id 100 kilógrams . . id. Pieles acharoladas y las del becerro curtidas ó adobadas Las demás pieles curtidas ó adobadas, inclusa la suela Correas de cuero para maquinaria Artículos del arte de guarnicionero ó talabartero Armoniums y órganos expresivos Relojes ordinarios de pesas y los despertadores Máquinas agrícolas Máquinas y piezas sueltas de varias materias para la industria . Carne en salmuera y el tasajo Trigo Harina de trigo Legumbres secas Hortalizas Frutas. Te de todas clases y procedencias Aguardientes comunes, anisados, compuestos y los licores conside- rados como industriales * Cerveza y cidra Conservas alimenticias, embutidos, mostaza y salsas Kilogramo id id id Uno id 100 kilogramos . ,....id Kilogramo 100 kilogramos . id Kilogramo -id .id. .id. .id. .id. .id. Dulces id . Cantida- des impor- tadas. 2, 045 2,841,041 10, 330 1,077 212 69 1,129 6, 325 1,295 1,500 74 11 565 741 10,500 13, 706 316 226 168 45 112 304 9 71 405 119 150 3,127 526 382 80 17 2 72 481 211 23, 943 9, 985 2, 309, 749 3,744 120 869 280 90 9, 566 1,655 65 PARTE CUARTA COMERCIO. 307 Tabla VI. — Mercaderías importadas de hs Estados Vnidos durante el año JS94. Mercaderías!. Aderezos y adornos de todas clases, excepto los de oro y plata Cartuchos con proyectil ó hala para armas de fuego permitidas Goma labrada en cualquier forma Hules de varias clases Juegos y juguetes, excepto los de carey, marfil, njU-ar, oro y plata Mechas para lámparas y bujias * Sacos y arpilleras en forma de saco que se introducen sirviendo de enva.se Tnidad de peso 6 media. Kilogramo . .id .id .id .id .id. Cantida- de« imjwr- tada£. 1 174 137 9,487 1, re- ís 98,529 Tabla VII. — Clasijivacián de /os principales arttcidos exporiadoSj según las adminas de embarque, en cantidadei^ y valores, durante al año 1894y y promedio del qiíinqiwnio de 1889 á 1894. Artículos. Abacá en rama: 1894 Promedio Azúcar: 1894 Promedio Cafó: 1894 Promedio Maderas tintóreas: 1894 Promedio Tabaco elaborado: 1894 Promedio Tabaco en rama: 1894 I'romedio Cantidades en kilogramos. Manila. 82,108,599 65, 823, 683 105,019,24r 79, 827, 273 603, 156 1,914,528 2, 405, 755 1,996,096 1 , 144, 365 1,331,495 7,019,117 9, 563, 518 92, 920, 375 109, 943, 156 Iloílo. 32, 892 Cebil. 14,389,200 12,717,450 12, 70(), 766 23, 834, 691 1,455,057 1,798,767 1,200 4,142 Total. 96, 497, 799 78,573,975 210, 646, 386 213, 605, 120 ()03, 156 1,915,021 3,862,012 3, 799, 005 1,144,365 1,331,639 7,019,117 9, 563, 599 Valores en pesos. Manila. 12,518,597 9, 863, 107 5, 789, 759 4,248,371 355,890 864,488 49, 115 37, 751 1,750,006 1,461,729 1,408,662 1,858,8()8 Iloílo. Cebü. 1, 998, 120 1,904,805 58;í, 533 328, 213 3, 260 4, 601, 893 6, 205, 532 190 20,700 45, 123 5 36 71 114 189 36 Total. 14,516,717 11,771,172 10,975,185 10,782,116 355, 890 864,683 69,851 82,945 1,750,006 1,462,032 1,408,662 1,858,904 Taim>a VIII. — Mercadertas exportadas á todos destinos, durante el año natural de 1894, con evpresión de sus cantidades, valores y derechos de arancel. Artículos. Paí.ses de destino. Unidad. Cantidades exporta- das. Valores de las mer- cancías. Derechos de aran- cel. Abacá en rama España Kilógs . . 340, 899 125, 2r>0 64, 748 3, 747, 988 3, 717, 771 520, 363 46, 389, 795 123, 775 39, 788, 172 147, 352 1,518 1,530,168 Pesos. 45, 790 18,000 9,050 571, 115 938, 061 66,951 6, 622, 148 95, 075 5,243,148 53,058 216 854, 105 Pesos. Antillas Españolas ... Alemania Australia -...id ... China - id .. t^gípto ..-.id ... Pastados Unidos id \ 493, 497 Francia .-.-id ... Inglaterra . id Japón .-..id ... Saigón .-..id .-. Singapore ....id .-. España id ... 96,497,799 14,516,717 Abacá elaborado 64, 742 5,218 4,246 106, 101 9,000 2,370 780 30, 869 I China . . id -.. Japón .-..id -.- \ 1, 301 Inglaterra .-..id ... ) España China -...id ... ---.id ... 180, 307 43, 019 Aceite de coco . . 70, 621 303, 619 19,860 750 61,980 9,275 39,212 2,200 2,000 8,100 Inglaterra id ..- Japón . id . Singapore . . id 456, 830 60, 787 308 ESTADO DE CULTIIKA. Tahla VIII. — Merradn'íds r.rjMrrtaddx á todoa ileniiuos, durante d año nüturnl de 1894, ron, i'jjrn'ifióii df xn>f canfldadex, ralorcH y dcredion de (trance! . Países id .id. .id id I id Inglaterra I id Singapore I id I I España ' id China id Japón i id Singapore ! id . Suiza I id China i id Inglaterra I id China i id id '....id Singapore ' id Cantidades exporta- das. :«1,062 Valores de las mer- cancías. i Pesos. ' 21,125 62 35 27,590 1 , 475 1,859 1,474 11,335 4,065 115,287 687 262 S,299 130,687 9,248 i 100 40 ' 11,576 10,146 3,350 16, 392 14,584 3,000 25,072 33,976 191,794 17,000 1 242, 046 1,271,049 140 242 64 117 16,009 1 96,600 i 8 k; 4 10 1 1,513,658 112,647 715 8, 027 25,084 120 H2() 6, 960 33, 826 7,90ti i 4,536,317 33, 975, 796 66,934,831 1,785,677 11,461,087 72,017,334 19,874,894 60, 450 ;^6,610 ' 1,898,525 4,017,003 ! 111,865 i 733,355 i 2,683,072 i 1,139,955 ! 4,800 210, 646, 386 10,975,185 1 93,092 32,570 4, 126 557 6,431 10, 769 37,187 825 1 , 340 4,385 54, 387 6,550 1 459, 310 86, 008 3,843 63, 032 963 287, 908 56, 787 2, 170 8, 785 240 613, 156 355,890 ! 99,396 25,300 355,550 300 124,696 355, 850 861 3,600 56, 610 977 3,258 3,070 Derechos de aran- cel. ¡'esos. PARTE CUARTA rOMKRCIO. 809 Tabla VUl. — Mn'nKhrías r.qyortadas á ^>í^o.v ihiditioit, durante el año ualura/ dt I¿y*94, roa ('j^)re«(ón de sus cantidadeHj miares y derechas de aranvef. Artículos. Cohrc vii'i»» 1 Países de destino. i ! China . . ■ rn¡da«l Kilógs.. ....id .. Cantidades ! e.\iK)rta- i (las. 7(í, 978 i 35,843 1 Vulon\s de his mer- cancías. 13,807 Derechas de aran- cel. Inglaterra 6, 98;"> España id ' 112,821 20, 792 ( 'ocos .... 1 6, 990, 200 1 954,241 1 1,123,()99 i 15,528,702 1 8,541,()5() 1,678,648 478 204 China ... id ... 40, 529 Egipto ....id ... 84,389 Francia ...id ... 1,061,978 558,104 12,5, 876 Inglaterra. ....id ... Singapore . .id ... España ....id ... 34,817,146 2, 349, 080 Concha nácar 957 70 20, 151 519 59 11,492 352 Alemania ....id ... 400 4,92*2 103 67 4,460 (^hina ....id ... Inglaterra ....id ... Japón ....id ... Singapore ....id ... China id 33, 248 10, 304 Corcho en tapones . 22(J 12 id id (Uleros ])ara cola . 192,704 79, 27() 20, (•>87 7,848 Inglaterra China Singapore España Alemania China Francia Inglaterra Singapore Sineranore ....w ... ....id ... ....id ... ....id ... ....id ... ....id .., ....Id ... ....id ... ....id ... id 271,980 28, 535 (Uleros (h" cjinihao y de VMca 72, 888 86, 37() 10,217 18,950 159,264 29, 167 Esencia 4 VCHOU. Pf'SOS. 2G,000 2, ()30 4,000 153 ■ 32,()30 I Kilógs ..' ...id ...i (•»50 164 450 3 Uno . . . ...id .. 2 112 453 ! 80 yoo Kilógs . ...id .. 240 : 200 ■ 440 : España China ! id Singapore ! id España ¡ Kilógs . . China I id ...; España j Uno . China ! id Estados Unidos ! id Saigón I id España i Kilógs . Australia i id . . Bélgica I id .. China i id .. Egipto I id .. Francia ! id .. 376 1,720 263, 667 229, 689 54, 197 547, 553 70 180 Posesiones Holandesas; id . . India Inglesa í id . . Singapore i id .. España id .. China ;....id .. 1 2,096 250 ; 400 1,000 i 1,606 4,443 : 7,088 22,800 1 3 9,095 28,246 i 3, 893, 106 810,523 il 185, 762 26,820 ! 125,297 18,240 i 15, 794 5,493 ; 750, 685 165,794 253 75 ' 18, 994 8,566 387 100 ^ , 144,381 46,756 j 5,134,659 1,082,367 ; 1,470,871 264,907 \ 4,430 J 13, 800 1,484,671 I 269,337 1 España Australia . China Egipto España Alemania Australia Bélgica China Egipto Estados Unidos Francia India Inglesa Inglaterra Italia Japón Posesiones Holandesas Siam. id ... 394,067 56, 110 id ... 423 160 id ... 145 15 id ... 5, 152 ()73 399, 787 56, 958 id ... 99,238 172, 165 id ... 9,177 14,245 id ... 41,747 65,004 id ... 663 1,530 id ... 440, 895 700, 167 id ... 22, 083 40,475 id ... 3,229 2,039 id ... 40,387 62, 839 id ... 1,374 2, 460 id ... 74, 432 105, 719 id ... 50 78 id ... 18, 733 30, 348 id ... 85, 324 117,834 id ... 2,982 2. 261 id ... 292 595 77,020 14,360 PARTE CUARTA COMERCIO. 811 Tabl.\ VIII. — Mercaderías exportadas á todos destim>s, daraytte el año natural de JS94, co)i eAj)resión de sus atutidades, valores ij derechos de arancel. .Artículos. Países de destino Cantidades Valores de l'nidad. | ex*K)rta- la» mer- aas. canelas. , Derecho» de aran- cel. Tabaco clabora y Marzo de 1898, fue como sigue: Tabi.a X. — (UuiwrcM) (jeneral de ini/)()rta('tón en 189ó. Aduanas. Valores de las mercan- cías. Derecho.'^ de arancel. Pesos. Aduana de Manila 23, 874, 053 Aduana de Iloílo 1, 992, 234 Aduana de Cebú i 31 , 061 Aduana de Zamboanga ' 1 , 450 Total 25, 398, 798 Tabla XI. — (hniercio general de eiportadón en 1895. Aduanas. ¡ Valores de ' las mercan- 2, 926, 806 302, 511 1,832 292 3,231,441 I Derechos de arancel. Pesos. Pesos. Aduana de Manila 28, 399, 036 614, 241 Aduana de Iloílo 5, 794, 888 55, 351 Aduana de Cebú i 2, 461, 803 j 59, 771 Total 36, 655, 727 ¡ 729, 363 Tabla XII. — Frinclpales artículos de importación e)i 1895. Artículos. ;^'"'t^ed^ar"'':''""«, m can- riiidiul do IH'so 6 mv(\Uh\. Agnardiontc's Litn»s Conservas Kilójíramos. Fideos y pastas id Hortalizas y legumbre^ id .Jarcia de eáñanio id Libros impresos id Naipes id Pa})el id Tejidos de algodón id Tejidos de lino y cáñamo id Tejidos de lana y pelo id Tejidos de seda id Vinos Litros Total . Cantidades. lVs<)s. 70, 818 72, 180 4 íü. r>8(> 440,580 (J-l,()57 14,467 119,112 41,911 84,ti8r) 7. 214 8(5, 310 18,076 rX), 106 61,716 772, 039 :«2,056 \,im,bG7 3, 219, 559 31,692 (53, 238 14,271 45,273 15,117 281,(528 2, 673, 344 1,(504,009 6,201,902 T.\»i>A XÍW — Im}u>rt((('¡óu por jxtUcti en valoran, (tiintntc de (tño 189Í). Peso». España 9, 294, 007 Antillas Españolas 1, 501 Alemania 1 , 968, 303 Anstralia 132, 922 Anstria-Hnngría 121, 406 Bélgica 145, 528 China 4, 251, 623 Dinamarca 3, 940 Egipto 2, 187 Estados Unidos 1 , 033, 860 Francia 542, 451 Holanda 73, 986 Inglaterra 5, 506, 598 Pcmü. India Inglesa 4, 45^5 Italia 17, 982 Japón 135, 813 Portugal 225 Posesiones Holandesas 8, 110 Rusia 547, 500 Saigón 268, 975 Singapore 340, 483 Suecia y Noruega 615 Suiza 9%, 249 Total 25, 398, 699 Tabla XV, — Priiiciptt/cx (irt'i<'nl(}i< r.rportados en 1896, aegnn los ])(úses dexfijKifdn.o.^. Abacá en rama . Maderas tintóreas . Tabaco elaborado . Países destinatarios. España Australia China Egipto Estados Unidos. Francia Inglaterra Japón Singapore España Australia China Egipto Estados Unidos. Inglaterra Japón España China Inglaterra . Japón Singapore . China Inglaterra . España . . . Australia . China i.;aniiaa(ieH en kilo- Valor en gramos. pesos. 318, 849 39, 348 49, 600 8,000 20, 175, 050 4,209,079 3, 542 3,542 30, 684, 304 4,169,744 541,300 61,950 54,366,048 4,015,785 1,059,116 165, 680 136, 142 17, 101 107, 333, 951 12, 690, 229 3,097,400 242, 456 10,807,160 468,816 60, 613, 242 3, 441, 068 6, 966, 301 253, 000 91,587,9(51 2, 073, 230 145, a59, 095 4,641,786 16, 538, 397 688,332 341,469,556 11,808,688 154, 725 10,452 16, 250 12,267 63 40 1,011 945 1,221 716 173, 270 24,420 1,237,408 19,406 383, 573 7,501 1,620,981 26,907 219,314 306,808 5,925 6,880 463,534 1,062,696 314 ESTADO DE CULTURA. TabIíA XV. — Principales urttndos^ exportados en 1895, segiui los paUes destinatarios. Artíciilíw. Tabaco tHaborado . . Países destinatarios. Egipto Estados Unidos Francia Inglaterra India Inglesti Japón Singapore Posesiones Holandesas . (.'antidade en kilo- gramos. 40,920 38 3,706 122,836 125 23,635 I 41^,037 4,429 Tabaco on rama . 1,322,499 España China Egipto Inglaterra . Singapore . 6,974,954 263,511 2,354,764 90,121 376, 072 Valor en pesos. 62, 556 20 6,817 161,916 170 2i\, 445 626,191 5. 2(K> 2, 265, 764 1,441,083 61 , 579 524,683 15, 496 120, 451 10,059,422 i 2,163,292 Tabla XVI. — Recaudación obtenida en las advanas de Filipinas, en 1894 y 1895, y pro- medio del quinquenio de 1890 á 1895. Varios títulos. Importación Exportación Navegación Comisos y multas Depósito mercantil Derechos de consumo. . . Carga Descarga 50 por ciento de recargo . Varios conceptos i Total . 3, 695, 446. 85 630, 439. 06 17,888.24 154.13 8,918.16 345, 450. 43 .27 1.50 4, 654. 00 4,702,952.64 Pcsoff. 3,231,441.90 729, 369. 44 19, 276. 10 62.81 1.13 398,421.38 45, 784. 00 4, 424, 356. 76 Promedio de 1890 (i 1895. Pcms. 3,305,281.39 340,056.98 1,356.15 16, 448. 42 320. 69 47, 589. 04 325, 925. 39 90,631.57 66,319.11 12,519.48 4,206.448.22 ADUANAS. Por las tablas del comercio de importación y exportación que prece- den se ve que en el Archipiélago Filipino existían cuatro aduanas, á saber, las de Manila, Iloílo, Cebú y Zamboanga. De ellas, la de Manila, si bien, como todas las demás, dependía de la Intendencia General de Hacienda, era la principal, y hasta 1855 fué la única. Entendía en los asuntos referentes á la renta de la misma pro- movidos por los particulares y el comercio, y tenía á su cargo el recono- cimiento, liquidación y recaudación que debe percibir el fisco por la importación ó exportación de los productos sujetos al arancel. La Administración de Aduanas de Manila, que formaba un cuerpo con la Aduana propiamente dicha, constaba de dos secciones, administrativa y facultativa, y del servicio de aranceles con el personal competente respectivo. Las otras tres aduanas fueron creadas en 1855, y corrían á su cargo el despacho de las mercancías de importación, exportación y cabotaje, el de los buques mercantes y la recaudación del impuesto arancelario. ^ Bajo el epígrafe varios conceptos se compreden los impuestos conocidos con los nombres de averia, 10 por ciento de administración, arroz y palay, recargo dé arroz, benficio de pagarés, transbordo y almacenaje. PARTE CUARTA COMERCIO. 315 (AK A BINE ROS. Para el rest^uardo del fiseo en estas aduanas existían las fuei-^as do earahineros, que en 1897 constaban de 440 individuos, divididos en ties compañías dependientes de una comandancia. COMEKí lO 1)K 18íH> Y 1897. Desde el 31 de Diciem])re de 1895, el comercio exterior siguió. }k)co más ó menos, como en los años anteriores. Por falta de una estadística oficial completa, aduciremos los datos que de una y otra parte hemos podido recoger. Según el Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid^ de Septiembre de 1898, Espaíia importo en Filipinas, durante el año 1890, por valor de 8,2í)l,911 pesos y exportó de las mismas por valor de 4,595,345 pesos. En el movimiento general de buques (pie transitaron por el canal de Suez, durante el mismo año, ñguran 178 but^ues de diferentes l)ande- ras, como dedicados exclusivamente al trafico mercantil entrt^ Europa y el Archipiélago Filipino, procedentes según la tabla (|U(^ á continua- ción ponemos: Del Norte al Sur: De diversos puntos de Europa con rumbo á Filipinas 41 De diversos puntos de Esi)aña con rumbo á Filipinas ,S3 Del Sur al Norte: Del Archipiélago Fili])ino en dirección :í Europa ()5 Del Archipiélago Filipino en dirección á P^spaña 84 Total de bucjues 1 78 En este número se hallan comprendidos 62 buques españoles con un tonelaje neto de 180,315.89 toneladas y 267,768 toneladas bruto. En 1897, importó España en Filipinas por valor de 15,883,415 pesos; pero adviértase: V\ , que en esta cantidad figura la plata en moneda; 2"". , que por haber estallado la insurrección filipina, a fines de. Agosto de 1896, desde aquel tiempo se mandaron tropas de España á Filipinas, lo cual aumentó el consumo en el Archipiélago y por consiguiente la im- portación. Según la última Guia Oficial de Filipiíias^ publicada en 1898, el valor total del comercio de importación en Filipinas durante el año 1897, alcanzó la suma de veinte y dos á veinte y cuatro millones de pesos; y el total del valor del comercio de exportación llegó a 28,000,000 de pesos. El comercio exterior se efectuó, con España principalmente, por medio de los vapores trasatlánticos; y con los demás países por medio de aquéllos y de los demás cuyo número se declara en el cuadro de la navegación exterior. 316 E8TAÜU DE CULTURA. CAPÍTULO ir. COMERCIO IXTERIOIl. (JENEKALIDADEíS. No podemos probar con datos tan precisos, como en el capítulo ante rior, la altura ({ue alcanzo este comercio en Filipinas; nos concretaremos á recorrer ])re\ emente su estado desde 1844 á 1895. Hasta 1844 pro- greso nuiy lentamente, mas desdí^ aquella fecha creció de día en día, por haber desaparecido ciertos obstáculos y haber aumentado los vapores de cabotaje. Ya en 18Tf) casi todas las semanas entraban y salían dos vapores de las islas Bisayas. DATOS ESTADÍSTICOS. La estadística del tranco acusa los siguientes datos, aunque algo deñcientes. Islas. Importa- ción. 8, 888, 080 1,908,Ü88 119,877 Exporta- ción. Luzón 5, 50(), 757 Bisa vas . ... ... 4 524 880 Mitidanao ()44 891 Total 5, 400, 140 10 780,528 Nota.— En este cuadro, según añrma 1). Agustín de la Cavada, del cual está copiado, no figuran las importaciones de las islas Batanes, Mindoro y Negros, ni las de los distritos de Misamis y Surigao (Min- danao), por no haberse recibido los datos pedidos oportunamente. La matrícula de Manila contaba, en 1873, con los siguientes buques de la marina mercante, entre ellos, 30 vapores. Tonelaje. Buques. '>7 89 99 992 450 Toneladas. 12, 900 11,800 12, 750 29, 700 8,050 Marineros. Do más de 400 toneladas 515 De 200 á 400 toneladas 020 De 80 á 200 toneladas 3,220 7 944 De 20 á 80 toneladas De menos de 20 toneladas 8 900 Total 1,007 74, 800 10, 199 Para terminar copiaremos aquí los datos suministrados por un estudio reciente sobre las Islas Filipinas.^ Dice, pues, el aludido estudio: Supuesto que las Islas Filipinas aparecen en un área de 52,000 millas y tienen un desarrollo de costas próximamente de 8,000 millas, casi tres veces la distancia longi- tudinal de España al Archipiélago Filipino y más de cinco veces el perímetro de la ^ Memoria wbre las Idas Filipinas por D. Víctor Balaguer, 1895. PARTE CUARTA COMERCIO. Hl7 Península Il)érioa, no etJ de extrañar (¡iie el eoniereio onen en comunicación frecuentísima la capital con casi todas las islas, espe- cialmente con las Bisa^^as. I^a Compañía Marítima de Manila es, sin duda, la que con sus muchos vapores más coopera actualmente al movi- miento mercantil interinsular. Existen también en Manila algunas instituciones de caráct(»r total ó parcialmente comercial, cuya breve reseña entresacada principalmente de la Ofn'a Ojicial de F¡l¡2>'rnnx, correspondiente á distintos años, damos en el capítulo siguiente. CAPÍTULO III. I1VSTITUCIOXE8 MÁS llKJjACIOT^ADAS COX KTj COMBRCIO. JUNTA GENERAL DE A(iRIClILTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO. Por lo que podían interesar á estos tres ramos de la riqueza pública en Filipinas, se hallaba establecida una junta central en Manila, creada por real decreto de 6 de Febrero de 1866, y reorganizada por real decreto de 18 de Septiembre de 1885, á la cual estaban subordinadas las juntas locales de las provincias. Estaba presidida por el Gobernador General, 3^ se componía de catorce vocales natos, doce de libre elección y un secretario. Las juntas locales tenían por presidentes á los jefes de provincia respectivos y constaban de dos vocales y un secretario. Una y otras se dividían en tres secciones correspondientes á los tres ramos que comprendían. Al mismo fin de proteger é impulsar la agricultura, industria, comer- cio y navegación, y á cuantas ciencias y artes á las mismas favorecen, existían en Manila algunas instituciones, tales como la Sociedad Eco- nómica de Amigos del País, la Cámara de Comercio y la Bolsa-Lonja Oficial de Comercio. Vamos á tratar brevemente del objeto y ele- mentos de cada una de ellas. REAL SOCIEDAD ECONÓMK^A DE AMIGOS DEL PAÍS. Por real cédula expedida en San Ildefonso, en 27 de Agosto de 1780, y á instancias del gobernador general D. José de Basco y Vargas, se ^ Fueron comunicados por la Cámara de Comercio de Manila al Ministro de Ultra- mar, en 2 de Marzo de 1891. 31 S ESTADO DE CULTURA. creo la Real Sociedad P>.onóriiica de Amigos (M País. En 7 de Febrero de 1781 se celebró una junta ^¿^eneral para su constitución, mas por causas que no es del caso explicar se disolvió la Real Sociedad en 7 de Agosto de 1799. En 17 de Diciembre de 1810, el Gobernador General, de conformidad (íon dos reales órdenes anteriores, ordenó su restablecimiento, y desde aquella fecha contribuyó efectivamente al incremento de las ciencias, comercio é industria en el país. Poseía la sociedad una biblioteca compuesta de 400 obras con más de 2,000 volúmenes, un nmseo de Historia Natural, una variada colección de armas y el archivo. Regíase por una junta directiva compuesta de un protector, que era el Gobernador General; un director, un vice-director, un censor, un vice-censor, cuatro consiliarios, presidentes de las secciones de cien- cias, agricultura, comercio y artes, en que se dividía la corporación; un tesorero, un vice-tesorero, un secretario y un vice-secretario, un archivero-bibliotecario, un apoderado, im consultor letrado y dos revisores de cuentas. Por real decreto de 19 de Mayo de 1898, el director de la Real Socie- dad Económica fué nombrado consejero nato de Administración; y por otro de 19 de Enero de 1894, se concedió á la misma sociedad el dere- cho de elegir un individuo de su seno para concejal del Ayuntamiento de Manila. CÁMARA DE COMERCIO. Sabido es que las cámaras de comercio fueron creadas por real decreto de 9 de Abril de 1886, sustituyendo á las juntas de comercio, las cuales á su vez reemplazaron á los antiguos consulados; y que este real decreto se hizo extensivo á Cuba, en 21 de Octubre, y á Filipinas, por real orden de 19 de Noviembre, ambos del mismo año 1886. El Gobierno General, con fecha 8 de Febrero de 1887, nombró para la constitución de la Cámara de Comercio en Manila, á los principales comerciantes, industriales, navieros y capitanes de la marina mercante de altura, quienes la dejaron constituida en 24 de Mayo siguiente, subdividiéndola en tres secciones, á saber: de comercio, industria y navegación,^ V dotándola de un reglamento, que fué aprobado con el carácter de interino por el Gobierno Superior de Manila, en 17 de Junio de 1887, y de un modo definitivo por S. M., en 9 de Febrero de 1888. En virtud de estas aprobaciones, y según las facultades en hi real aprobación concedidas, la Cámara de Comercio tenía por objeto solici- tar del poder legislativo cuanto considerase conveniente para la mejora del comercio, industria y navegación, proponer al Gobierno las refor- mas necesarias en las leyes y disposiciones mercantiles vigentes, pro- porcionar á la Administración los datos, noticias é informes que reclamase, y, finalmente, resolver, como jurado, con arreglo á* las condiciones voluntariamente establecidas entre las partes interesadas. PARTE CUARTA COMERCIO. 319 las cuestiones que los comerciantes, industriales y navieros sometían á su deliberación. En la actualidad se compone de 141 socios, distribuidos en dos sec- ciones, una de comercio, y otra de industria y navegución. Se rige por los acuerdos de las asambleas generales de socios y por los de una junta directiva delegada con determinadas facultades reglamentarias, cuyos cargos duran tres años, y consta de presidente, vice-presidente, contador, tesorero, secretario y seis vocales. BOLSA- LONJA OFK^IAL DE COMERCIO. Recientemente, por real decreto de 23 de Julio de 1897, fué creada en Manila una bolsa-lonja oficial de comercio, para la contratación de los efectos públicos y comerciales y demás valores que taxativamente determina el Código de Comercio^ así como para las de mercaderías y frutos nacionales y extranjeros, según las prescripciones de las leyes vigentes en la materia. El personal, mientras las exigencias de la contratación no requieran su aumento, consta de un secretario, un anunciador, un celador y un conserje-portero. BANCOS. Por los múltiples é importantes, servicios que al comercio prestan los bancos, no será superfluo apuntar siquiera los que existen en Fili- pinas. Son tres, a saber: Banco Español Filipino. Chartered Bank of India, Australia, and China. Hongkong and Shanghai Banking Corporation. BANCO ESPAÑOL FILIPINO. Fué creado por decreto del Gobierno Superior del Archipiélago, el 11 de Agosto de 1851, funciona desde 1852, y fué aprobado por S. M. en 17 de Octubre de 1854. Su organización es como sigue: Administración, — Una dirección compuesta dedos accionistas posee- dores de veinte acciones, que como directores turnan en el despacho semanal del establecimiento. Una junta de gobierno, bajo la presidencia del director de turno, compuesta de diez accionistas, á saber: los dos directores, dos síndicos poseedores de diez acciones, uno de oficio en nombre del Gobierno, y otro de elección, en nombre de los accionistas, y seis consiliarios poseedores de diez acciones. Una junta general, bajo la presidencia del director de turno, com- puesta de los accionistas poseedores de diez ó más acciones. Oficinas, — Una secretaría, compuesta del secretario consultor y de un oficial. Una teneduría de libros, compuesta del tenedor y un oficial. Una tesorería, compuesta del cajero y un oficial. 320 ESTADO DK CULTURA. Operactones. — Las operaciones que realiza el estableeiiuiento, con arreglo á sus estatutos y disposiciones complemenüirios, son las siguientes: Descuentos de letras, pagarés, y documentos de la Caja de Depósitos. Giros sobre España y el extranjero. Cobranzas. Cuentas corrientes. Depósitos voluntarios, necesarios y judiciales. Contratos con el Gobierno. Préstamos con garantía de efectos de comercio y de productos del país, facilitando tres cuartas partes de su valor. Préstamos con garantía de alhajas de oro, plata y piedras preciosas. Préstamos sobre depósitos de letras aceptadas. Préstamos con garantía de sus propias acciones. Hipotecas sobre fincas. Hipotecas sobre buques asegurados. Capital. — Su capital social es de 600,000 pesos, con un fondo de reserva de 60,000. Además, ,por razón de esta índole, emite billetes al portador, hallándose, al efecto, autorizado para elevar la emisión hasta la suma de 1,200,000 pesos. Sucursal, — El banco actualmente tiene una sucursal en Iloílo. CHARTERED RANK OF INDIA, AUSTRALIA AND (IIINA. Depósito del Departamento de Guerra y^ara las Islas Filipinas. Año 1899. Pesos. C'apital pagado 800, 000 Fondo de reserva 500, 000 Responsabilidad ulterior de los accionistas 800, 000 Incorporado por real orden en 1858. HONGKONG AND SHANGHAI RANK CORPORATION. Depósito del Departamento de Guerra para las Islas Filipinas. Año 1899. Pesos. Capital pagado 10, 000, 000 Fondo de reserva U, 000, 000 Responsabilidad ulterior de los accionistas 10, 000, 000 Otícina principal y corte de directores en Hongkong. Agencia en Manila. PARTK QUINTA. OBRAS V SERVICIOS DE TJTTLTDAD PÚBLICA. CAPÍTULO L VÍAS BE COMU^SriCAClÓlSr V SERVICIO BE TRAN^SPORTES Y CORREOS. VÍAS dp: comunicación terrestres. CARRETERAS. Tres grandes carreteras atraviesan la isla de Luzón, de las cuales dependen algunas secundarias y muchísimas otras vecinales y de herra- dura. Aquellas tres son: l'\ La del Noroeste, que partiendo de Manila, termina en Laoag (llocos Norte), después de un recorrido de 545 kilómetros. 2"". La del Nordeste, que sale de Manila y termina en Aparri (Caga- yán), con 565^ kilómetros. S"". La del Sur, que va de Manila á Albay, con 486 kilómetros de longi- tud. Ésta empalma con otras cuatro de menor importancia, á saber: La de Las Pinas á Cavite (40 kilómetros). La de Calamba a Batangas (OOi kilómetros). La de Bay á Santa Cruz de la Laguna (18 kilómetros). La de Lupi á Dáet, Ambos Camarines, (49 kilómetros). De estas vías de comunicación, todas ó casi todas aptas para carrua- jes, dependen muchos ramales que ponen en comunicación directa las cabeceras, ó capitales de provincia, con sus pueblos respectivos. Concretando más este punto, puede afirmarse que las provincias que mejor provistas se hallan de carreteras son las de Manila, Cavite, Al- ba}^, Laguna, Pampanga y Ambos Camarines (Luzón); la de Negros Occidental (Bisayas), y en parte también el distrito de Misamis (Min- danao), especialmente cerca de Cagayán, su cabecera. Pero todas estas carreteras y ramales son intransitables en la época de las lluvias, no sólo por el mucho barro y lodo que con éstas se produce, sino también por la falta de buenos puentes y la abundancia de ríos, torrentes y arroyos 321 22823 21 322 ESTADO DE CULTURA. que cruzan el terreno en todan direcciones, y que en aquella sazón, por ser muy caudalosos, bajan con grande ímpetu. Durante aquc^Ua tem- porada de aguas, centenares de pueblos resultan inconumicados con su cabecera y con otros vecinos, pudiendo tan sólo transitar por aquellos inverosímiles caminos los ginetes montados en el tardo, pero firme cara- bao. Y si esto se puede afirmar aun de la isla de Luzón, que es la mayor y más adelantada de todas, ¿que diremos de las carreteras de las islas Bisayas, de la de Mindanao, 3^, en general, de las restantes í FERROCARRIL DE MANILA A DAGUPAN. La gran deficiencia de las carreteras en Filipinas es en parte suplida por los ferrocarriles y tranvías. Dejando para tratar más abajo de éstos, diremos ahora algo de los ferrocarriles. A instancia de la Inspección General de Obras Públicas ordenó el Gobierno espaíiol, en 26 de Junio de 1875, el estudio de un plan de ferrocarriles para la isla de Luzón, la instrucción de un expediente para determinar las condi- ciones generales técnicas del trazado y la redacción de un formulario de anteproyecto. Nombrada la comisión correspondiente al efecto, el plan general fué ultimado, en 5 de Febrero de 1876, y aprobado por real decreto de 11 de Mayo de 1883. Por lo que toca al ferrocarril de Manila al importante puerto de Dagupan, en la provincia de Pangasinán, único explotado en la isla de Luzón y aun en todo el Archipiélago Filipino, su proyecto fué redactado por el ingeniero D. Antonio de la Cámara, y aprobado por el Gobierno de S. M., en 18 de Junio de 1884. La extensión de la línea es de 195 kilómetros, y su construcción fué adjudicada en pública subasta, por real orden de 21 de Febrero de 1887, á D. Eduardo Sikler-Ifatt, con la garantía del 8 por ciento anual sobre el capital de 4,914,473.65 pesos; concesión transferida por real orden de 24 de Marzo de 1884 á la compañía inglesa, titulada The Manila Railway Company, Limited. Según las bases de la concesión debía quedar terminada la línea á los cuatro años y medio desde la fecha de aquélla, que cumplieron en 31 de Julio de 1891; pero la compañía solicitó la prórroga de un año y la obtuvo del Gobierno español. Este, además, favoreció la línea con la cesión gratuita de los terrenos del dominio público, que ocuparon las obras, y con la franquicia de derechos de aduana ó importación para los materiales y efectos traídos del extranjero y aplicados á la construcción. Comenzaron las obras en 31 de Julio de 1887, y en 25 de Marzo de 1891, se abrieron á la explotación los primeros 43.8 kilómetros de la pri- mera sección, á contar desde Manila á la estación provisional de Bag- bag, establecida á orillas del río de este nombre, siendo el resultado de la explotación de este trozo, en los nueve meses restantes de 1891, suma- mente satisfactorio, debido principalmente á los viajeros y al arroz trasladados. En 19 de Febrero de 1892 se abrió al servicio público el VAKTK QIINTA OBRAS 1)K l'TILIDAD PrHLICA. 323 trozo coinpnMulido (ií\sdo Bíighug á Mabíilacat, 6 s(»a. un rtu'orrido total de 8().T kilómetros. En V\ de Junio se extendió la explotación hasta Tárlae, (jue representa las dos primeras secciones de la línea, con una lontjfitud de llt).3 kilómetros. Por tin, en '24: de Noviembre de 18í>:2, se abrió al servicio pul)lico la tercera y ultima sección, (|uedando desde entonces establecida la explotación en toda la long"itud de la línea (195.392 kilóm(^tros) desde Manila jí Da^^upan, (jue atraviesa provin- cias tan ricas como las de Manila, Bulacán, Pampang'a y Pantriisinan. Existen fondas en las estaciones de Manila, San Filmando, Tarlac y Dagupan, y cantinas en todas las estaciones del trayecto en favor de los viajeros; así como las oficinas de los servicios del material, tracción y almacenes de la línea se hallan establecidas en Caloocan, y la de la vía y obras en San Fernando de la Pampant^a. FEKROC\\KHILES KN IMIOYECTO. El plan general de ferrocarriles para la isla de Luzón aprobado por el GTobierno español por real decreto de 1883, en un recorrido total de 1,730 kilómetros, contenía, además del ferrocarril de Manila á Dagupan, los seis siguientes, todavía en proyecto: de Dagupan á Laoag, d(^. San Fernando de la Pampanga á I])a, de Quiligua á Tugue- garao, de Manila á Taal, (d del Sur de Luzón y el de Calamba á Santa Cruz de la Laguiia. LÍNH\ ])K ])A(a'PAN Á LA<)A(Í. Proyecto de los ingenieros 1). Alejandro Olano y D. José Gimeno. Ha de atra\esar las importantes provincias de Pangasinán, Unión, llocos Sur e llocos Norte, sirviendo á poblaciones tan importantes como Mangaldán, San Fabián, Santo Tomás, Agoó, Cabá, Baoang, San Fer- nando, Bagnotah, Namagpacíán, Tagudín, Santa Lucía, Candón, San- tiago, Narvacán, Vigan, Santo Domingo, Badoc, etc., hasta Laoag, en un recorrido de 314 kilómetros. El coste por kilómetro en la construcción se calculó en 22,61().56 pesos. Ventajas probables.- — La vida agrícola, industrial y comercial que se desarrollará en la zona del recorrido dará, según cálculos aproximados, un contingente de 121,500 viajeros por kilómetro, es decir, 33,534,000 viajes kilométricos, y 45,853 toneladas de mercancías por kilómetro, ó, lo que es igual, 5,409,747 toneladas kilométricas. Inconvenientes probables. — Por estar la vía férrea casi siempre al lado de la playa, tendrá que luchar con la competencia que le hará el acarreo de mercancías por la vía marítima. RAMAL DE SAN FERNANDO Á IBA, Tendrá un recorrido de 132 kilómetros. Carece todavía de proyecto. RAMAL DE QUINGUA Á TL'GUEdARAO. Tendrá 547 kilómetros. Como el anterior está todavía sin proyecto. 324 FSTADO DE CULTURA. J.INEA I)K MANILA A TAAL. Tendrá 100 kilóniotros. Proyecto del ingeniero D. Antonio de la Cámara, reformado por el ingeniero militar D. Rafael Rávena. P^ste ferrocarril fue subastado sin obtener postores. El coste por kilómetro en la construcción, según los cálculos del proyecto reformado, ascenderá á 26,249.41 pesos. Ventajas jrrohaUes. — La exuberante vida agrícola, comercial é indus- trial, ahora nula, que desarrollará en las feraces comarcas por donde se introducirá sin competencia alguna de acarreo por otras vías. La facilidad de comunicaciones diarias con Manila, de las impor- tantes poblaciones de Batangas, Bauan, Taal, Lemery, San Luis, Calacá, Balayan, Calatagan, Tuy y otras. Inconvenientes. — La doble tracción ó infinidad de trenes indispensa- bles para superar las grandes pendientes, especialmente en el segundo trayecto. El pliego de condiciones no garantiza las obras que los concesionarios tengan que hacer forzosamente y no se hallen indicadas en el proyecto. Las personas ó casas interesadas en la construcción han encontrado ex(;esivamente bajo el presupuesto de la obra. FERROCARRIL DEL SUR DE LUZON. Se quedó en estudio el proyecto de la primera sección, ó sea, desde Santa Cruz á López, provincia de Tayabas. RAMAL DE CALAMBA Á SANTA CRUZ DE LA LAGUNA. Tendrá 34 kilómetros. Proyecto del ingeniero D. José Gimeno. Fué proyectado considerándolo como el nacimiento del que debe ter- minar en la provincia de Albay. El coste por kilómetro en la construcción se ha calculado en 18,909.88 pesos. Ventajan, — Obtendrán fácil salida los productos de las industrias que cada día se implantan en la zona de su recorrido, y que hoy no la tienen por mar ni por tierra. No hay río navegable en la zona, que pueda dar ocasión a una com- petencia de acarreo por vía fluvial. La vía férrea dará fácil acceso á los baños de Aguas Santas y de Galas. Inconvenientes. — No se citan inconvenientes en la explotación de esta línea. Aunque no pertenecen al plan general arriba mencionado, se hallan proyectadas para el Archipiélago Filipino las cinco líneas siguientes: RAMAL DE GERONA Á ALIAGA. De 30 kilómetros de recorrido. Proyecto del ingeniero D. Antonio de la Cámara. El trazado de esta línea es suave y de fácil ejecución. PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 325 Vfmtaja-s ¡probables, — Como ramal de la línea de Manila á Dagupan, aumentará en gran manera la importación á Manila del nmeho arroz y otras materias que se cosechan en la rica provincia de Nueva Écija, y el comei-cio de las importantes poblaciones en que tocara, tales como Pura, Victoria, La Paz, Aliaga, San Juan de Guimba, Talavera, Zaragoza y Cabanatúan. Ninguna de las líneas proyectadas atravesará comarcas tan ricas como ésta. La línea de Manila á Dagupan, auiujuc nuiy necesitada de ramales secundarios transversales que aumenten su tranco, de ninguno (\spera mayores rendimientos que de éste. FERROCAKKIL J)K MANILA Á ANTIPOU). De 34 kilómetros de recorrido. Pro3^ecto de D. Alberto Coates. Fué declarada nula la concesión adjudicada á los Sres. Smith, Bell y Cía., en 5 de Enero de 1892. Ventajan j^robahles, — No se esperan de las mercancías, sino del gran número de viajeros, que, principalmente de Manila, suelen visitar á la Virgen de Antipolo, especialmente durante los meses de Mayo y Junio, en que se celebra la tradicional romería. FERROCAKRIL DE MANILA Á C'AVITE. De 32 kilómetros de recorrido. Desconocemos su presupuesto y al autor del proyecto. Ha sido solicitado este ferrocarril por los Sres. Simó y Cía. Inconveniente probable, — Tendrá que luchar con la grande competen- cia de las travesías por mar. FERROCARRIL DE MANILA Á SÚBIC. De 60 kilómetros de recorrido. En 1894 fué acordada su construcción por el Gobierno de Madrid, y su coste se había evaluado en 3,000,000 de pesos. Debía ser puramente militar y empalmar con el de Dagu- pan en San Fernando de la Pampanga. Ventajas probables.— Como mercantil, ninguna, porque debía atra- vesar terrenos despoblados y de escasa ó ninguna agricultura; como militar, muchas, porque hacía más rápida la acción del Gobierno sobre el importante y estratégico puerto de Súbic. FERROCARRIL DE ILOÍLO Á POTOTAN. Sólo consta que en 1891 comenzaron los estudios de esta línea. TRANVÍAS. La Compañía de Tranvías de Manila, en calidad de sociedad anónima, explota cinco líneas en esta capital; cuatro de tracción animal, á saber: Intramuros, Malate, Sampáloc y Tondo; y una de tracción á vapor que 326 ESTADO DE CULTURA. es la de Malabón, la cual, aunque reciente, es, sin embargo, la más antigua. Fue abierta á la explotación el 20 de Octubre de 1888 y reporta grandes vííntajas al comercio que Navotas y Malabón sostienen con Manila. Salida. Intramuros Manila (Calle Nueva) Manila (Plaza de San Gabriel) Manila (Plaza de San Gabriel) Tondo : Recorrido Intramuros Malate Sampáloc.. Tondo Malabón... No.desec- cíones. Metros. 1,000 3,000 2,800 2,500 7,000 Desde el año 1895 á 1896 D. Esteban de la Rama explota en la isla de Negros un pequeño tranvía de tracción animal que pone en comuni- cación el pueblo de Talísay con el de Dos Hermanas, mediante un reco- rrido de 3 á 4 kilómetros. Hay, además, proyectadas otras líneas, unas en la isla de Luzón y otras en la de Panay. Aquéllas son: 1^. La de Manila á Santa Ana, á cargo de la misma Sociedad de Tranvías de Manila. 2^. La de Batangas á Lipa á cargo de particulares. 3^. La de Pasacao a Pamplona, Ambos Camarines, á cargo también de particulares. Por lo que toca á la isla de Panay, en 5 de Septiembre de 1885, fueron autorizados para cruzar calles con vías de hierro destinadas á servicio particular los Sres. Lluch, Singer y Cía. ; en Julio de 1886 lo fueron para lo mismo, en la mencionada localidad, los Sres. Tunes y Kéiser; y, separadamente, en Marzo del propio año, lo fué D. Isidro de la Rama. SERVICIO TERRESTRE DE CORREOS. GENERALIDADES. Dadas las muchas islas que componen este Archipiélago, la poca extensión de la mayor parte de ellas y las escasas relaciones sociales que unen entre sí á los pobladores de determinado número de las mis- mas, fácilmente se comprende que al ramo de correos terrestres poca cosa le toca que hacer. . En efecto, la mayor parte de las comunicacio- nes postales son marítimas y quedan á cargo de los buques que hacen la trav^esía, nombrados y retribuidos por el Gobierno para esta clase de servicios, como se dirá en este mismo capítulo, al tratar del servicio marítimo de correos. Por la falta de ferrocarriles, y aun de buenas carreteras, la corres- pondencia es trasladada al interior de las islas, á costa de mucho tiempo, por los conductores señalados por las autoridades respectivas. Ordi- nariamente son escogidas para este servicio ks personas que con el PARTE QUINTA OBRAS DK T^TILIDAD PUBLICA. 327 nombre de cuadrilleros, somatenes ú otro parecido están semanalmento al servicio del jefe del pueblo y residen en la casa-gobierno. En la isla de Luzón, el servicio terrestre de correos se verifica por medio del ferrocarril de Manila á Dagupan, el cual lleva y ti'ae la correspondencia á las estaciones del trayecto; para las otras poblacio- nes que no están ligadas por ferrocarril, el Gobierno tiene señalado uno, dos ó más conductores á cuyo cargo está el recorrer las distan- cias y observar la distribución horaria que indican las cuatro tablas siguientes: SKKVKMO TKKKESTHK DK CORREOS. Tabla J. — Línea del Xontesfe de Lnzón — J)e Mmiihi á Laoaij y vire versa. Pueblo Kiló- metros.' Hora de salida. Hora de llegada. De Maniln, por Calooean, Polo, Meycauayan, Marilao, Bocaue, Bigaá, Guignintp. Malolos, Calumpit, ApAlit, Santo Tomás, San P\Tnando, Ángeles, Mabalaeat, Bambán, Capas, Tárlac, Gerona, Paniqui, Moneada, *Bayambang, Malasiqui, San Carlos y Calasino, á Dagupan ! De Dagu])an á Mangaldán y San Fabián De San Fabián á Santo Tomás (Unión) y Agoó De Agoó á Aringay, Cabá y Baoang De Baoang á San Fernando y Bagnotan De Bagnotan á Darigayos, Namagpacán y Bangar De Bangar á Tagudín (llocos Sur) y Sevilla De Sevilla á Santa Cruz, Santa Lucía, Salcedo y Candón De Candón á Santiago, San Esteban y Santa María De Santa María á Narvacán y Santa.* De Santa á Vigan De Vigan ú Bantay, San Ildefonso, Santo Domingo, Magsingal y I-ap< 'g - De Lapog á Cabugao, Sináit y Badoc ( llocos Norte) De Badoc á Bátac De Bátac á San Nicolás y Laoag {') I 17¿ 25 23 25 G 18 ; 23 ^ 24 ' 24 ; 14 23 ' 25 I 20 I 77 ■ O a. m. () a. m. Ga. m. G a. m. G a.m. Ga.m. G a.m. Ga.m. G a.m. G a.m. Ga.m. G a. m. G a.m. G a.m. 1 p. m. 2 ]). m. 2 p. m. 2 p. m. 1 p. m. 2 p. m. 2 p. m, 2 p. m. 2p.m. 2 p. m. 2 p. m. 2 p. m, 2 p. m. Con- duc- tores. Tabla 1 1. — TÁne<( del Xordesle de Lnzón — De Manila, á uiparri y v ice versa. [^ueblos. De Manila, por Calooean, Polo, Meycauayan, Marilao, Bocaue, Bigaá, Guiguinto, Malolos, Calumpit, Ápálit y Santo Tomás, á San Fernando de la Pampanga ; De San Fernando de la Pampanga á Aráyat De Aráyat á Cabiao .' De Cabiao á San Isidro De San Isidro á Cabanatúan De Cabanatúan á Bongabón De Bongabón á Pantabangán De I'antabangán á Carranglán De Carranglán á Cruz del Caraballo ~ De Cruz del Caraballo á Aritao (Nueva Vizcaya) De Aritao á Bambang y Bayombong De Bayombong á Solano y Bagabag , De Bagabag á Carig ( Isabela) De Carig á Echagüe y Angadanan De Angadanan á Cauayán y Calunisían , De Calunisían á Purao y Gamú De Gamú á llagan De llagan á Tumauini De Tumauini á Balasig y Cabagán De Cabagán á Tuguegarao (Cagayán) De Tuguegarao á Iguig y Amúlung De Amúlung á Alcalá y Nasiping De Nasiping á Gattaran De Gattaran á Lal-ló De Lal-ló á Camalaniugan y Aparri Kiló- metros. 0) 27 26i 30; 18 24 1 27 2i 39i m 26i m 15i 17¿ 19i 24 2U U 18 18¿ Hora de salida. a.m. 30 a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. Hora de llegada. 12. 30 a.m. 12 m. p. m. a.m. a.m. p.m. a.m. m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m. a.m, a.m, a.m. a.m. a.m. Con- duc- tores. 1 Por ferrocarril. 328 ESTADO DE CULTURA. Tabla III. — Línea del Sur de Luzón — De Manila á Alhaii y vire verna. I De Manila á Malate, Pineda, Parañuíiuc y Las Pinas Do Las IMñas á Muntinglupa De Muntinglupa j'i San Pedro de Tunasan ( Laguna), Biñang, Santa Rosa, Cabuvao y Calamba , De Calamba A Los Baños, Bay y Calauan DeCalauan á San I'ablo (Batangas) y Tiaong (Tayabas) De Tiaong íl Sariaya '. De Sariaya á Tayabas y Pagbilao De Pagbilao á Atimonan De Atimonan á Gumaeá De Gumaeíl á López De López á Guinayangan DeGuinayangan á la visita de Quilbáit (Ambos Camarines) De la visita de Quilbáit á Ragay De Ragay á Lupi De Lupi á Sipócot y Libmanan De Libmanan á Magaro y Nueva Cáceres De Nueva Cáceres á Pili , De Pili á Iriga De Iriga á Ligao De Ligao á Albay ¡ Kiló- metros, Hf)ra de salida. 10. 40 a. m. 23 24 2 30 21 19 30 30 28 24 22¿ 8 14é 22} 17 24 ¿ 2 G G G G G G G G G I G G G G G G ]). m. Hora de llegada. I 10. 3a.m. ¡ 12 m. I 8.20a. ni 11 a. m i 11 a. ni '■■■ 1 p. 111 ¡ 10. 30 a. 111 ; 11 ¡ 10. 30 a. 111 i 10 I 12 ! 12 ; 12 11 11 10 ! 9 a.m. a. ni. 9. 30 a.m, ; 10 a.m. 11 a.m. i duc- 111. m. 111, Tabla lY — I Anea del Ede de Luzón — 7)^' Manila á Móron,(/ y nee rer^'fa. Pueblos, ! Kiló- : metros. De Manila, por Santa Ana y San Pedro Macati, á Pásig ' 12 De Pásig, por Caínta y Taytay, á Antipolo ! 15 De Antipolo, por Teresa, á Mórong 17 Horade Horade salida. lleM'ada. 8 a. m. 12.03p.m. 3.30p.m. ! Con- i duc- I tores. 4 p. m. 5.30p.m. G.30p. m. VÍAS DE COMUNICACIÓN Y SERVICIO DE TRANSPORTES Y CORREOS MARÍTIMOS. VAPORES TRASATI.ÁNTICOS CON SERVICIO DE (X3RREOS. Dada la estructura geológica de Filipinas, las vías de comunicación marítimas son indudablemente las más importantes. Entre ellas ocupan el primer lugar los vapores correos directos entre Barcelona y Manila, que sostiene la Compañía Trasatlántica subvencionada hasta ahora por el Gobierno español y encargada de tres servicios regulares, uno directo de España con Filipinas, otro combinado y otro auxiliar de Singapore. SERVICIO DIRECTO. Cada veintiocho días, y casi al mismo tiempo, salían de Barcelona un buque para Manila y otro de Manila para Barcelona, de modo que se efectuaban trece expediciones anuales de ida á Filipinas y otras tantas de regreso. En sus viajes de ida los vapores, después de haber hecho las escalas- de Liverpool, Coruña, Vigo, Lisboa (facultativa), Cádiz, Cartagena y Valencia, zarpaban de Barcelona cada cuatro viernes, ha- ciendo las escalas de Port-Said, Suez, Aden, Colombo y Singapore. En su viaje de regreso salían los vapores de Manila cada cuatro jueves,, haciendo las mismas escalas de los viajes de ida, más la de Santander eventualmente. PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 329 La escala de Colombo tanto á la ida como al regreso se suprimía, y se suprime aún, durante la monzón del Sudoeste, ó sea de Abril á Octubre. En los viajes de ida se admite carga con conocimiento directo para Iloílo y Cebú con transbordo en Manila. SERVICIO (X)MHINAIK^. i^a Compañía Trasatlántica tiene estiiblecidos servicios en combi- nación con la Compagnic des Alí^ssageries Maritimes, de Marsella, y la British India Steam Navigation Company, de Glasgow, en virtud de los cuales ambas compañías pueden expedir billetes directos de pasaje y conocimientos directos de carga para los puertos del golfo de Ben- gala, costa oriental de África, India, China, Cochinchina, Japón y Australia, mediante transbordo en los puertos de conexión. De igual modo las dos mencionadas compañías pueden admitir en los puertos del Oriente pasajeros directos y mercancías á flete corrido para España, con transbordo á los vapores correos de la Compañía Trasatlántica en los puertos de escala de estos últimos. La Compañía Trasatlántica no responde de la falta de enlace en los puertos de escala con los vapores de las compañías combinadas, ni tampoco de la falta de cabida en estos últimos, siendo por cuenta y riesgo de los pasajeros ó de los cargadores las consecuencias de las dos contingencias antes citadas ó de cualquiera otra propia de servicios combinados. SERVICIO AUXILIAR DE SINGAPORE. La Compañía Trasatlántica, en virtud de su contrato con el Gobierno español, tenía, además, un servicio auxiliar entre Singapore y Manila, que se combinaba en el primero de dichos puertos con la línea francesa de las Messageries Maritimes. En virtud de esta combinación, que era doble, es decir, de ida y de regreso, quedaba asegurada una comunica- ción postal quincenal entre Filipinas y España. El correo de España para Filipinas, vía Marsella, llamado mala francesa, sale de Madrid y de Barcelona á los dos viernes de la salida de los vapores correos de la Compañía Trasatlántica; de suerte que cada catorce días hay un correo para el Archipiélago. De igual manera el correo de Filipinas, vía Singapore, en combinación con los vapores de las Messageries Maritimes, salía de Manila á los doce días de haber salido el vapor correo para España. VAPORES INTERINSULARES CON SERVICIO DE CORREOS. Para la comunicación postal interinsular hay establecidas cuatro líneas de vapores correos subvencionadas por el Estado, los cuales solían zarpar de Manila cada catorce días, esto es, el sábado siguiente á la llegada de los correos de Europa. Son las siguientes: 1^. Línea del Norte de Luzón. 330 ESTADO DE CULTURA. 2*. Línea del Sur de Luzón con dos expediciones, par é impar. 3^ Línea del Sudeste del Archipiélago con dos expediciones, paré impar. 4:^. Línea del Sur del Archipiélago con dos expediciones, par é impar. VAPORES CORREOS Á MARIANAS Y CAROLINAS. Para los archipiélagos de Marianas ,y Carolinas había establecido un servicio de seis expediciones al ano, retribuido también por el Gobierno, que hacía viajes á dichos puntos con escalas en Zamboanga, Yap, San Luis de Apra, Agaña y Ponapé. Todos los vapores de que se ha hablado, admitían carga y pasaje, pero tenían por objeto principal conducir la correspondencia, en el cual con- cepto eran subvencionados por el Estado. VAPORES SIN SERVICIO OFICIAL DE CORREOS. El comercio ha establecido también varias líneas de vapores, que ponen en comunicación frecuentísima la capital con las provincias limítrofes y con casi todas las islas, especialmente con las Bisayas. Para las provincias limítrofes se hallan establecidas las cuatro líneas siguientes: 1^. Línea de Manila a Cavite, 7i millas, viaje diario. Salida de Manila, 6i mañana, y 2i tarde; salida de Cavite, 7i mañana, y 3^ tarde. 2^. Línea de Manila á Bulacán, 14 millas, viaje diario. Con mucha irregularidad, por razón de las mareas bajas que impiden el paso del vapor por la barra en cierta época del año. Salida de Manila, Si mañana; salida de Bulacán, 11^ mañana. S"". Línea de Manila a la Pampanga (Bacolor), 32 millas, viaje alterno. Salida de Manila, los domingos, martes y jueves, á las Ti de la mañana; salida de la Pampanga, los lunes, miércoles y viernes, á las 7i de la mañana. ' 4^. Línea de Manila á Santa Cruz de la Laguna, 32 millas, viaje diario. Salida de Manila para Santa Cruz, con escalas en Biñang y Calamba, á las 7 de la mañana; salida de Santa Cruz para Manila, con las mismas escalas, a la misma hora. No es posible dar cuenta de los vapores que de Manila hacen viaje redondo á las islas Bisayas y Mindanao, por su número, variedad y eventualidad. Sus salidas y escalas suelen anunciarse en los periódicos de la capital. Existe, Analmente, un gran movimiento de vapores entre las Islas Filipinas y las vecinas colonias de Hongkong, Singapore y Saigón; los puertos de Emuy y Shanghai, en las costas de China; y los de Yokohama y Tokio, en el Japón; y aunque no hay vapores directos de Manila á Australia, con todo, suelen tocar en Manila los que de aquella grande isla viajan á Hongkong. PARTE QUINTA OBRAS BE UTILIDAD PÚBLICA. 831 0TRA8 VÍAS DE COMUNK^ACIÓN. RED TELEGRÁFICA. I^íi primera red telegráfica del Archipiélago se inauguró el 1'*. de Diciembre de 1872, y fué la que va de Manila á Cavite y Punta Restinga; pero actualmente se halla tendida en las islas de Luzón }' de Panay. Constituyen la red tt^legráfica de Luzón tres líneas generales y nueve ramales. Las primeras son las siguientes: I*". La del Noroeste, que va de Manila á Laoag. T. La del Nordeste, que sale de Manila y termina en Aparri. 3''. La del Sur, que partiendo de Manila termina en Sorsogón. Los nueve ramales van: V\ De Manila á Mórong. 2°. De Bacolor á Alaminos (Zambales) por Bálanga, Súbic é Iba. 3"*. De Balanga á Mariveles. 4"". De Vigan á Bangued. b"". De Bulacán á San Isidro por Sí bul. G''. De Manila á Punta Restinga por Cavite. 7"". De Manila á Punta Santiago por Calamba y Batangas. 8'\ De Libmanan á Dáet. 9'\ De Alba}^ á Tabaco. La red de Panay está formada por la línea de Cápiz á San José de Buenavista, pasando por Passi, Pototan, Iloílo, San Joaquín y Antique; y el ramal de Pototan á Concepción. Kilómetros, l-lxteiiHión de la red de Luzón 2, 358 Extensión de la red de Panay 800 Total 2, 658 cabi.es submarinos. CABT.E EXTERIOR. El cable primero y principal pone en comunicación á Manila con Asia, Europa y lo restante del mundo, fuera del Archipiélago Filipino. Parte de Bolinao, en la provincia de Zambales, y termina en Hongkong con una extensión de 500 millas. Es Bolinao el nombre de una pobla- ción, de un cabo, de una punta, y por lo que hace al caso, también de una estación telegráfica de la red del Noroeste de Luzón, por cuyo medio los telegramas de Manila á Hongkong, y vice versa, recorrían el trayecto, parte por el cable submarino, y parte por la red telegráfica aérea empalmada en Bolinao. Con este empalme se inauguró el cable el día I"", de Mayo de 1880, y perseveró así hasta poco antes de terminar la dominación española, en el cual tiempo el Gobierno español suprimió e) empalme y prolongó el cable submarino hasta Malate, arrabal de la ciudad de Manila, donde termina actualmente. 332 ESTADO DE CULTURA. CABLE DE BISAYAS. El cable de Bisayas, así llamado porque pone en comunicación á Manila con Iloílo y Cebú, .poblaciones las más importantes entre las del grupo de las islas Bisayas, fué inaugurado el 6 de Noviembre de 1897 por el Gobierno español, representado por D. Pelegrín Mestre, del cuerpo de telégrafos de Filipinas, siendo el buque Oshorn de la Compañía de los Cables el encargado de los trabajos preliminares de sondeo, del reconocimiento del fondo y del tendido. Tenía éste tres secciones: la primera comprendía desde la bahía de Manila hasta Libas, sitio de la costa Norte de Panay ; la segunda desde Iloílo a Bacólod, isla de Negros, pasando por el Norte de la isla de Guimarás; y la tercera desde el pueblo de Escalante, costa oriental de Negros, hasta Tuburan, pueblo de la costa occidental de la isla de Cebú. Este era el tendido del cable de Iloílo á Cebú, cuyas distancias no recorridas por el cable submarino salvaba por tierra el hilo telegráíico aéreo. Cuando recientemente los norteamericanos se apoderaron de Iloílo y Cebú, suprimieron la tercera sección, esto es, de Escalante á Tubu- ran, y tendieron en su lugar el cable submarino directo de Iloílo á Cebú. Los cables de costa tendidos por los españoles se componían de tres conductores de cobre reunidos en espiral formando uno solo, cubiertos con la capa aisladora y protegidc^s por una cubierta de alambre de acero de 6 milímetros de diámetro, teniendo el cable un diámetro total de 60 milímetros. Los cables de altura eran de menor diámetro. RED TELEFÓNICA. Se halla tendida principalmente en las ciudades de Manila y de Iloílo; y decimos principalmente, por no negar la existencia de alguna ó algunas redes de servicio particular, por ventura existentes, pero de menor importancia ó de que no tenemos conocimiento. La red telefónica de la ciudad de Manila se inauguró en 1890, y desde entonces han ido en aumento las instalaciones, que para el servi- cio público y particular han venido haciéndose; en 1898, la extensión total del hilo tendido era de 300 kilómetros, y el número de abonados pasaba de 210. La compañía explotadora se titula Sociedad de Telé- fonos de Manila, y cuenta con un capital pagado de 40,000 pesos fuertes con privilegio de veinte años para el radio de Manila. En Iloílo jse inauguró el servicio el día 1"". de Junio de 1894, y se extendía hasta las poblaciones de Jaro, Molo y Mandurriao. El sistema empleado era el mismo que el de Manila, y las líneas de doble con- ductor, formadas por alambres de acero de dos milímetros de diáme- tro. Contó con 100 abonados, que al principio satisfacían una cuota que luego se rebajó; pero, según noticias recibidas al escribir estas PARTK QUINTA OBRAS DK UTILIDAD PUBLICA. 333 líneas, desapareció todo el servicio telefónico, el 11 de Febrero de 18íM>, víctima de las llamas que ocasionó la toma de Iloílo por his tropas de los Pistados Unidos. CX)MUMCA( IONES POSTALES TKLEORAFICAS. El servicio de estas conmnicaciones corre á cargo de la Administra- ción General de Comunicaciones, á la cual compete la administración y explotación de las líneas telegráricas y de los servicios postales. Tiene distribuidos sus servicios en las siguientes oficinas: I na administración central encargada de la administración y direc- ción del cuerpo. Una intervención general. Un gabinete central. Una inspección de cables y teléfonos. Varias administraciones principales y subalternas, encargadas del servicio y administración en cada provincia, de las cuales dependen las estafetas y carterías establecidas en cada pueblo del Archipiélago. CAPITULO II. EDIFICIOS PÚBLICOS Y OTRAS COINSTRUCCIONES. VARIAS CLASES DE EDIFICIOS SEGÚN LOS MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN. Los materiales de construcción de que los filipinos disponen, las con- diciones climatológicas del país, la frecuencia en él de los temblores de tierra y el mayor ó menor grado de policía que haya cundido en las distintas comarcas y localidades, es lo que principalmente determina la estructura y el aspecto de los edificios, y aun de las construcciones, en general, del Archipiélago Filipino, tan distintas de las de otros puntos del globo, y que tanta novedad causan al europeo que llega por primera vez á estas tierras. Y empezando por las construcciones llamadas propiamente edificios, indudablemente la gran mayoría de ellos son de materiales ligeros, entendiendo por tales la cana, la ñipa, el cogon, etc., prescindiendo de la madera, que en forma de harigues ó vigas puede constituir su arma- zón, que ni aun pasa de ser todo él de caña en muchísimas viviendas. Otro buen número de edificios, sobre todo en poblaciones grandes y bien trazadas, además de tener el armazón formado con buenos harigues y maderas, están totalmente construidas con tabla, relegada la ñipa solamente á la techumbre ó cubierta. No faltan entre esta clase de edificios, muy buenas, firmes y hermosas casas, templos, establecimien- tos fabriles ó mercantiles, estaciones, cuarteles, y aun pequeños fuertes 334 ESTADO DE CULTURA. militares, de con.struccion ajustada al rigor y elegancia arquitectónicos, en los cuales, además, sustituj^í^ frecuentemente á la ñipa de la cu))ierta el hierro galvanizado. También, y ya de antiguo, han estado en uso en Filipinas, y s(». construyen d(í mievo, (KÜficios dv. mampostería, 6 al menos (ui sus nmros hasta mayor 6 menor altura; otros, d(» recios muros sentados sobre un buen basamento de sillares; y aun algunos, cuyas paredes exteriores están totalmente revestidas dc^ sillería cui una 6 varias fachadas. Los antiguos suelen tener verdadero ü^jado, es decir, cubierta de tejas de barro cocido, hoy, por lo general, pospuesta á la plancha de hierro. Finalmente, este mismo metal fundido (^n piezas 6 machacado en barras, ha sido utilizado en el Archipiélago como poderoso (4em(Mito de edificación, y no ha muchos anos hemos visto construir un templo que tiene de hierro toda su armazón, paredes, columnas y techumbre. INCONVENIENTES EN UNOS Y OTROS MATERIALES. Ija ñipa hace á menudo las veces de .yesca en que prende una chispa que produce los incendios ; la madera gruesa es su mejor pábulo para que tomen creces; las casas de mampostería se han tenido por his más peligrosas cuando sobreviene algún temblor de tierra, y aun las más recias, cuando el temblor lo es también; las tejas son en estos casos el peor techo; el hierro se calienta mucho, y las planchas de lo mismo, si no están muy sujetas, pueden ser levantadas y lanzadas por la fuerza de los baguios. No hay género de construcción sin inconvenientes, que el constructor ha de ver cómo evitar, y ventajas que estudiará cómo puedan proporcionarse, atendiendo á lo que consienta y aconseje el fin especial de la obra, y á los medios y recursos de que se dis- ponga. Por de pronto el Sr. Cerero en un concienzudo trabajo que vio la luz pública^ da muy acertadas instrucciones para construir los edificios de modo que opongan, así á los temblores como á los baguios, toda la resistencia que cabe. Y ya para prevenir los efectos de los primeros los edificios en Filipinas no suelen tener más que un piso, ó cuando más, dos sobre los bajos. EDIFICIOS PÚBLICOS. Prescindiendo de lo poco que en materia de edificios puede llamar la atención en despoblado, en rancherías, reducciones y aun la mayor parte de simples visitas, cúmplenos consignar que todos los pueblos civiles tienen los siguientes edificios públicos: la iglesia, el convento, el tri- bunal y las dos escuelas de niños y ninas, á menudo reunidos y de tal modo colocados que cierran una plaza. Hay que añadir á éstos el cementerio más ó menos bien cercado y decente. En las cabeceras de provincia ó distrito suele haber también la casa-gobierno ó casa-real, ^ Estudio sobre la resistencia y estabilidad de los edificios sometidos á huracanes y terre- motos. Madrid, 1890. Lámina XIX. ](tLKSIA de san .SEBASTIAN uM AÑILA). PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 885 como se decía. En ciertas cahecems, además, y tíil vez en otms po- blaciones que no lo son, están situados otros centros oficiales eclesiás- ticos, civiles, del ejercito 6 de la marina, 6 dependencia de los mismos, todos los cuales ocupan sus resp(H'tivos edificios, construidos 6 halíili- tados según su destino. Otro tanto hay ({ue decir de los estableci- mientos creados por empresas 6 sociedades mercantiles 6 industriales, ó por corporaciones religiosas, 6 por la caridad particular 6 colectiva, ó sostenidos por fundaciones piadosas en favor de la beneficiMieia 6 instrucción pública, esparcidos en diferentes puntos del Archipiélago. Bien (|ue no siempre los edificios que todas esas clases de cmitros y dependencias ocupan son de su propiedad, sino (|ue con frecuencia son tomados en alquiler á particulares. Las entidades eclesiásticas sí que suelen tener la propiedad de todos sus edificios, como también las sociedades y empresas fabriles y comerciales. Ridículo sería, por imposible, pretender dar aquí la descripción do todos los edificios del Archipiélago, á que hemos hecho referencia; y aun dar la de los principales, en los varios géneros que se ofrecen, resul- taría engorroso. Es más; una simple reseña ó enumeración, sobre que- dar probablemente incompleta, sería de ninguna utilidad. Un país vasto como éste, donde están establecidos todos los organismos del Estado y de la Iglesia, y muchas instituciones de carácter vario, que la civilización católica de España y las iniciativas colectivas y particula- res han ido acumulando por espacio casi de cuatro siglos, ya. se com- prende que ha de tener un regular contingente de casas para habitación de sus gobernantes, oficinas de administración centrales y subalter- nas, audiencias y juzgados; de catedrales, palacios episcopales, semi- narios y conventos de comunidades religiosas con sus iglesias; de gobiernos militares, comandancias de ejército y marina, cuarteles, hos- pitales y enfermerías militares, maestranzas y factorías; de hospitales para el pueblo, hospicios y casas de beneficiencia; de colegios, pensiona- ' dos, conservatorios y beateríos; de establecimientos científicos, casas de banca y otras instituciones económicas de tráfico y fabricación y aun de esparcimiento y diversión, con que se manifiesta la vida exterior de los pueblos. En el tratado de Corografía va ya hecha mención de la mayor parte de estos edificios al relacionarse las diferentes ciudades y pueblos del Archipiélago. INDICACIONES. Tanto la Iglesia como el Estado y varias empresas, principalmente de beneficencia, han construido en Filipinas, en el decurso de la dominación española, muy buenos, sólidos y grandiosos edificios. No pocos, á pesar de su solidez, han sido destruidos por los terremotos y en espe- cial por el de 1863. En Intramuros de Manila lo fueron, entre otros, el magnífico palacio del Capitán General, de elegante fachada de orden dórico ; la catedral, toda de cantería de orden jónico en parte, de coste 386 ESTADO DE CULTTTRA. de 500,000 posos, á la cual habían ya procedido, incluso en la ruina, otras tres; las casas consistoriales, do construcción moderna; la her- mosa iglesia de la Compañía de Jesús qu(» ocupaba, con la casa adjunta, un solar de 28,900 metros cuadrados; la aduana, el tribunal de cuentas, el Hospital de San Juan de Dios y otros edificios. La iglesia de San Agustín perdió una de sus torres y quedó rajada por todo lo largo de su bóveda. En el resto del Archipiélago han derribado también los temblores de tierra odificdos que parecían muy firmes. Aún son visibles los efectos del de Pangasinán de 1892. Otros edificios han sido sepultados para siempre por erupciones volcánicas ; y es muy reciente otro fenó- meno de carácter muy distinto, á saber, el llamado baguio de Samar y Ley te de 1897 que causó grandes ruinas y deterioros en los edificios más importantes de aquellos pueblos. En Manila la mayor parte de los edificios públicos, destruidos tiempos atrás, han sido de nuevo levantados ó reparados. La iglesia de Santo Domingo lo fué por quinta vez en 1868; la catedral por quinta vez también, y ho}^ existente, fué terminada en 1880; el palacio del Gobernador General está en los principios de su total reconstrucción. Hoy los mejores edificios de Manila son, si hemos de seguir el parecer de Taviel de Andrade,^ los conventos. El de los Padres Franciscanos, con su iglesia, ocupa una extensión de 25,000 metros cuadrados; el de los Padres Agustinos, 21,250; el de Santo Domingo, 12,750; el de los Padres Recoletos, 10,200. Todos ellos son grandiosos y con vistas á cuatro calles. Añade luego el citado autor al catálogo de edificios notables la Universidad de Santo Tomás, el Colegio de San Juan de Letrán, la Escuela Normal de Maestros, el Ateneo Municipal, el Beaterio de Santa Catalina, los colegios de Santa Isabel y Santa liosa, la esouela municipal de niñas, el Convento de Santa Clara, el colegio de niñas indígenas ó Beaterio, llamado de la Compañía, la aduana, el tribunal de cuentas, la maestranza de artillería, varios cuarteles y el Hospital de San Juan de Dios. A los cuales entendemos habría que añadir algunos otros tanto ó más importantes, como la intendencia, la dirección de administración civil, la audiencia, el palacio de Santa Potenciana, la comandancia general de ingenieros, el cuartel de Santa Lucía, el palacio arzobispal, el seminario antiguo, y otros de posterior construcción como las nuevas casas consistoriales, el nuevo seminario y el nuevo cuartel de España. Esto dentro del recinto de la ciudad murada, cuya máxima área ocupan, sin duda, tantos edificios de carácter público". Tampoco deja de haberlos muy notables en los arrabales, donde se levantan tan grandiosas iglesias como las de Tondo, Binondo, Santa ^ Historia de la Exposición de las Jslas Filipinas en Madrid, año 1887, tomo ii, cap. xi. PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 337 Cruz y Paco; donde se encuentran el Hospicio de San •Fosé, el hospital militar, el palacio de Malacanang, la capitanía del puerto, los cuarteles de Méisic, Arroceros y Malate, y los hennosos edificios del Monte de Piedad y de la Caja de Ahorros; donde están en construcción 6 en proyecto nuevos mercados; donde, por estar allí el centro de la activi- dad mercantil y fabril, no faltan establecimientos de varias clases muy capaces y bien dispuestos, tales como el Hotel de Oriente, y las fábri- cas de tabacos La Insular y Flor de la Isabela, y muchísimos y muy vistosos comercios; donde, finalmente, por las condiciones de mayor amplitud, oreo y salubridad, se han ido construyendo, de algunos años acá, muchas casas particulares de estilo moderno, linda apariencia 6 interiores comodidades. Prescindiremos ya de todas otras particularidades en punto á edifi- cios públicos, aunque podríamos citar no pocos más de f uem de Manila, si empezásemos á recorrer, entre otras, cabeceras tan importantes como las de Cebú é Iloílo, en Bisayas; y h\H de Vigan y Nueva Cáceres, en Luzóii. ALGUNAS APRECIACIONES. Nos las vamos á permitir, en efecto, aunque mu}^ breves, acerca de la forma propiamente artística de los edificios, de que acabamos de hablar. Y hemos de confesar desde luego paladinamente que, á nuestro juicio, apenas ha habido hasta ahora en Filipinas verdaderos monumentos arquitectónicos propiamente artísticos. Creemos que las causas prin- cipales de este fenómeno son dos. La primera, porque los siglos de la dominación española en Filipinas, casi única que ha impreso su sello en la arquitectura del país, no han sido tampoco en la metrópoli los siglos del esplendor del arte, sino más bien siglos de escaso buen gusto; aun en la Península, los monumentos de bella arquitectura son anteriores ai siglo XV ó de fecha muy moderna relativamente, es decir, 3^a de los tiempos del actual renacimiento artístico. La segunda atribuímos á las condiciones climatológicas y telúricas del país, á que hicimos refe- rencia arriba, las cuales no permiten á los arquitectos dar suelta á su ingenio para aplicar á las construcciones de Filipinas ciertos órdenes de arquitectura clásica ó más rigurosamente estética. Así es que los edificios notables de Filipinas, lo son generalmente por su grandiosi- dad y por la firmeza de su construcción, según antes hemos indicado. Tenemos en Filipinas grandes iglesias, de capacidad notable y de espe- sos muros, como muchas de Manila y otras de fuera, la de Taal entre las más notables, pero carecemos de templos propiamente bizantinos ó de buenos estilos, puros ó combinados. Lo mismo diríamos de edificios de otros géneros. Sin embargo, de algunos anos á esta parte, ya se ha empezado á hacer algo, es decir, que no ha dejado del todo de llegar á la colonia el renacimiento artístico de la metrópoli. Por lo cual no creemos que sea imposible conciliar en Filipinas las varias exigencias 22823 22 338 ESTADO DE CULTURA. locales on materia de edificación con algunas de las leyes del arte estético y ciertos impulsos del buen gusto, del cual son buena muestra, en Manila, además de los ya citados edificios, el local del Monte de Piedad, las casas consistoriales, el seminario nuevo. La Insular, el Hotel de Oriente y algún otro edificio moderno. En templos ningún modelo mejor tenemos, a nuestra juicio, de buenos estilos, que la catedral, de buen gusto romano-bizantino, muy serio y adecuado, y la iglesia de San Ignacio, de estilo greco-romano con detalles corintios, muy hermoso. FORTIFICACIONES. Tampoco diremos de este género de construcciones más que algunas generalidades y breves indicaciones particulares. Hay en muchos puntos del Archipiélago, principalmente situadas sobre alturas, unas como torres ó cotas de piedra, destinadas en otros tiempos á refugio y defensa de los pueblos que las habían construido, contra las sorpresas y acometidas de los moros. Ho}^ apenas son de alguna utilidad. En algunos puntos más importantes y estratégicos, y en fechas pos- teriores se levantaron ya fortificaciones trazadas conforme á las reglas de la ingeniería militar, entonces muy corriente, aunque ya insuficiente para la moderna artillería. Las murallas de Manila, con sus fosos, puentes levadizos, fuertes y contrafuertes y buenas baterías, hacían, tiempo atrás, de la capital una verdadera plaza fuerte. El arsenal de Cavite, no lo era tal vez tanto, aunque quedaba muy defendido por su propia fortificación y ayudado por las baterías de la punta Sangley y por el fortín de San Antonio. Joló es también plaza fuerte por los baluartes que la rodean, aunque es débil la muralla con que poco tiempo ha fueron unidos; con regulares baterías es todavía defendible contra la imperfecta artillería que usan aquellos moros. Forman como sus avanzadas dos fuertes próximos y otro á distancia, hacia el Sur, también de construcción moderna. Ya no parece que puedan llamarse plazas fuertes otras poblaciones de Filipinas, aunque las hay que no tienen murallas al rededor, sino junto á sí más ó menos buenas fortalezas. Tienen la suya respectiva Iloílo, Cebú é Iligan, llamadas allí cotas; Zamboanga tiene la fuerza del Pilar, muy buena, sobre todo la parte antigua dirigida por el P. Melchor de Vera, que los últimos fuertes temblores dejaron ilesa, y modernamente habilitada con hermosos pabellones; y otra la Isabela de Basilan, en una altura inmediata, cuyo plano fué premiado en la Exposición de Fila- delfia, ahora }■ a cuarteada por los arriba dichos temblores. El fuerte del Puerto de Santa María, aunque es en altura estratégico, el que defendía el destacamento de Sindangan, y otros que ocupaban sendos destacamentos en otros puntos de Mindanao ó del Archipiélago, ya no merecen tan honrosa mención como obras militares. PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 339 Modernamente también, y pam facilitar la completa dominación de los moros del Sur, se habían levantado en el río Grande de Mindanao, en la bahía lUana, en la Sabanilla y en el tmyecto de Iligan á Mará- huit, una porción de obnis d(^ fortiticación de manipostería y de resistencia suíiciente para el íin á (jue se destinaban, á saber, á la conservación de las posiciones que se iban tomando, por otros tantos destacamentos españoles, enfrente de los moros del río Grande, laguna de Lanao y rancherías de la bahía Illana. Además de las obras que constituyen el campamento militar de Panin-paran, el fuerte de Reina Regente, en el delta del Pulangui, es probablemente el mejor de todos. Finalmente, casi no merecen mencionarse la serie de blockhouses de madera, que se consti'uyeron en la línea exterior de defensa de Manila y que prestaron su servicio en la última guerra contra los insurrectos filipinos y durante el sitio, que concluyó con la ocupación de la capital por las tropas norteamericanas. PUENTES. Entre los varios puentes (¿ue unen la ciudad de Manila con sus populosos arrabales, es notable el llamado de España, de muy sólida y elegante construcción, todo de hierro y sillería; también es digno de mención el llamado de Ayala, casi todo él de construcción de hierro. CONSTRUCCIONES EN l»UERTOS DE MAR. Mencionaremos en particular las siguientes: Puerto de Manila, Varadero de Cañacao y construcciones de la marina de guerra. PUERTO DE MANILA, Por real decreto de 2 de Enero de 1880 se establecieron, con destino exclusivo á la ejecución y conservación de las obras del puerto de Ma- nila, y por el tiempo necesario, los impuestos siguientes; un 2 por ciento sobre el valor de las mercancías importadas; el 1 por ciento sobre el de las exportadas; 20 céntimos de peso por tonelada de arqueo para los buques de navegación de altura; y 10 más por tonelada de arqueo para los de cabataje. Se concedía, además, con igual destino, el im- puesto sobre corrales de pesca en la bahía; el producto de la venta ó arriendo de los terrenos ganados al mar y un auxilio de 12,000 pesos anuales consignados en los presupuestos generales. Se creaba, por fin, una junta de obras y se le señalaban atribuciones. Con estos recursos y bajo esta dirección se empezaron y continuaron las obras del nuevo puerto de Manila, ahora ya adelantadas, pero todavía incompletas, que no detallaremos. El resultado final ha de ser un puerto verdadera- mente magnífico. Hace tiempo que se paralizaron las obras, y se dice que gran parte de los fondos recaudados se han destinado á gastos de guerra. 340 ESTADO DE CULTURA. VARADERO DE CASACAO. Aunque parece que la Junta de Obras del Puerto de Manila proyectó la construcción de un varadero, no se llegó á realizar el proyecto. Concedióse después, en 1886, por el Gobierno de Madrid á la sociedad anómina llamada del Varadero de Manila para que lo construyese, como en efecto lo hizo, en Cañacao (Cavite). Es magnífico, y en él se carenan y limpian los vapores interinsulares de Filipinas. CONSTRUCCIONES DE LA MARINA DE (UJERRA. Además del apostadero y magnífico arsenal que la Comandancia General de Marina de Filipinas tiene en Cavite, la División Naval del Sur, establecida en Zamboanga, tiene su estación bien montada y provista en la Isabela de Basilan y en PoUoc su pequeño dique. PROYECTO DEL PUERTO Y ARSENAL DE SÚBIC. Está en los principios de su construcción junto al pueblo de Olongapó (Bataán) este hermoso, y, según se dice, útilísimo proyecto, que fué muy discutido, y en cuya ejecución el Gobierno español procedió muy despacio y con limitados recursos. OTRAS CONSTRUCCIONES MARÍTIMAS DE MENOR IMPORTANCIA. Las hay, en efecto, en muchos de los puertos del Archipiélago, que, aunque no pasen de la categoría de puertos naturales, tienen la playa reforzada con malecones, é instalados más ó menos costosos y firmes pantalanes, que se meten muchos metros, á veces, mar adentro, para facilitar el embarque y desembarque, la carga y la descarga. Acerca del servicio de faros ya se dirá lo suficiente en el tratado ce Hidrografía. OBRAS DE CANALIZACIÓN Y CONDUCCIÓN DE AGUAS. Se han realizado en Filipinas mu}^ pocas é insignificantes obras de esta clase, que, aun teniendo en cuenta las circunstancias climatoló- gicas del país, serían, sin duda, de grandísima utilidad, ejecutadas con acierto, en determinadas comarcas. Así es que, para el riego el pueblo filipino casi se limita á aprovecharse de los esteros y de los ríos, que por fortuna son muchos. Algunas presas y pequeños canales han cons- truido los religiosos en sus haciendas, y tal vez alguno que otro municipio ó provincia auxiliados por el Estado con algún pequeño crédito; pero todas ellas son obras relativamente de poca monta y de utilidad meramente local ó muy parcial. Otro tanto se debe decir de la conducción de aguas potables fuera de Manila. Las gozan algunas poblaciones traídas por simples acequias abiertas, ó por conductos cerrados, de no lejanos manantiales; y tenemos noticia de algunos otros proyectos ya de alguna mayor im- portancia, que por desgracia no se han realizado. PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 341 AGUAS POTABLES DE CARRIEDO. Antiguamente, y hastíi no ha mucho tiempo, hi ciudad de Manila no tenía aguas |X)tables. Gmn parte de his casas estaban provistas de aljibes para proveerse de la de lluvia. El ilustre patricio español, D. Francisco Carriedo y Peredo, que falleció el siglo pasado, dejó en su testamento una manda para introducir en la capital tan gran mejora. El capital acunuilado, según Taviel de Andrade, al comenzarse las obras ascendía á 250,000 pesos. A 2 kilómetros del pueblo de Mari- quina, no muy distante de Manila, se recoge (4 agua del río del mismo nombre, se conduce por gruesa tubería de hierro á los depósitos cons- truidos en Santolan, de donde es conducida y distribuida por tubos de distintos diámetros, todos de hierro fundido, á la ciudad. La obra comenzó en 1878, y terminada, se inauguró en 1882, dirigida por el ingeniero D. Genaro Palacios. Pasan de 3í)0 las fuentes que estiin a merced del público, y de 280 las bocas de incendio. Algunos esta- blecimientos tienen concesión de agua para su uso, por disposición del mismo fundador ó por gracia del Ayuntamiento. CAPÍTULO IIL IKSTRUCCIÓÍ^ PÚBLICA. ENSEÑANZA PRIMARIA. ESCUELAS PRIMARIAS ])E PRIMERA CALASE. Eran de primera clase las escuelas que, según la legislación española, existían en todos los pueblos, cualquiera que fuese el número de almas, una para niños y otra para niñas. En los que llegaban á 5,000 almas había dos escuelas de ambos sexos, en los de 10,000, tres, y así sucesi- vamente se aumentaba una escuela para los dos sexos por cada 5,000 habitantes más que hubiese, siempre que á todas las escuelas existentes hubiesen concurrido, por término medio, en los tres últimos meses, más de 150 niños. Las de varones eran de entrada, en los pueblos cuyo vecindario pasaba de 5,000 almas; de ascenso las situadas en pobla- ciones de 10,000; de término de segunda clase las pertenecientes á pueblos que contasen más de 20,000; y de término de primera clase las comprendidas en el radio municipal de Manila. Las de niñas se divi- dían solamente en de entrada, de ascenso y de término. Estaban todas sufragadas por el Gobierno y regentadas por los maestros y maestras con título obtenido en las escuelas normales respectivas, de que se hablará más abajo. Según la Guía Oficial de Filipinas ^ publicada en 1898, existía, á fines de 1897, en el Archipiélago Filipino, un total de 2,167 escuelas, en las cuales se educaban, por término medio, unos 200,000 niños de ambos sexos. 342 ESTADO DE CULTURA. ESCUELAS PRLMARIAS DE SEGUNDA CLASE. En las visitas muy distantes de los pueblos, cuyo vecindario no llegaba á 500 almas, de ordinario, a instancias de los inspectores locales de los pueblos á que estaban anejas, el Gobierno creaba escuelas para cada sexo, denominadas incompletas, retribuidas con fondos del Erario público. Si componían el número de 500 almas varias visitas, se colo- caba en la más céntrica. No nos consta el número de estas escuelas, pero es cierto que eran pocas las constituidas, aunque en número con- siderable las propuestas para su creación. ESCUELAS PRIMARIAS DE TERCERA CLASE. Finalmente, en las reducciones ó pueblos en formación, general- mente de poco número de vecinos, y á menudo muy aislados, consti- tuían los misioneros escuelas rudimentarias de ambos sexos, regentadas por el más hábil de los cristianos naturales y sostenidas siempre con parte del fondo de atracción de infieles ó con limosnas que procuraban los misioneros. JUNTA ADMINISTRATIVA. Había una junta administradora del material de escuelas, creada definitivamente en 1891, que residía en Manila. RESULTADOS OBTENIDOS. Por estos medios se consiguió que no hubiese agrupación que care- ciese de la conveniente instrucción rudimentaria, que en los últimos años se propagara rápidamente el idioma castellano y que, según opi- nión de muchos conocedores de Filipinas, el número proporcional de los que en este Archipiélago sabían el catecismo, leer y escribir supe- raba al de varios de los países más civilizados de Europa. Esta enseñanza general ha sido sólo elemental hasta ahora. SEGUNDA ENSEÑANZA DE ESTUDIOS GENERALES Y DE APLICACIÓN. REAL COLEGIO DE SANTO TOMAS. Se fundó y se halla establecido desde 1611 en Manila, en el mismo edificio que ocupa la Universidad, dirigido por los Padres Dominicos llegados á Filipinas en 1587, quienes educan en él gratuitamente de 36 á 40 jóvenes, hijos de familias pobres, á quienes costean genero- samente la carrera, además de algunos otros, que en calidad de capistas ó fámulos, se mantienen, sirven y estudian en el colegio. En 1785, merced al heroico patriotismo que mostró en defensa de estas Islas contra los ingleses, le fué concedido el título de Real, y en la actuali- dad se explican en él las asignaturas de quinto año de segunda ense- ñanza, y las de los estudios de aplicación, hallándose las otras cátedras establecidas en el Colegio de San Juan de Letrán. PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 343 COLEGIO DE SAN JUAN DE LETrXn. Fue fundado en 1640 con objeto de dar la instrucción primaria á los niños pobres y huérfanos de españoles, y á este fin recibió la encomienda de Bagnotan; más tarde se admitieron en él también gran número de naturales y mestizos, pagando un corto pupilaje. En la actualidad, además de la instrucción primaria, se dan en él las asignatunis propias de un colegio de segunda enseñanza, á cuyo rango fué elevado en 1867, y, además, lecciones de nnusica, dibujo y gimnasia. Entre sus alumnos unos son internos, otros medio-pensionistas y otros externos, y á todos confiere los grados que á su saber son debidos. Según los datos esta- dísticos publicados por la Universidad de Santo Tomás, en el curso de 1896 á 1897, el total de alumnos del Colegio de San Juan de Letrán y del de Santo Tomás, era de 1,447, pertenecientes á los estudios generales, y de 337 los que cursaban los de aplicación de la segunda enseñanza. ateneo MUNICIPAL. En 1859 llegaron de nuevo á estas Islas los Padres de la Compañía de Jesús para evangelizar las tribus salvajes de Mindanao. Entre tanto que se preparaban para esta empresa de tanta gloria de Dios, el A3^untamiento de Manila les invitó y apremió á que algunos se encar- gasen de la llamada Escuela Pía, desde entonces Escuela Municipal, la cual tomó tales creces que en 1865 el Gobierno de Madrid la declaró colegio de segunda enseñanza de primera clase, bajo el título de Ateneo Municipal. Enseña las asignaturas de primera enseñanza, las de se- gunda que á su categoría corresponden, los estudios de aplicación para el título de perito mercantil, agrónomo y mecánico y las matemáticas superiores, además de las clases de adorno, á saber, dibujo, música vocal, piano y gminasia; y confiere á sus alumnos los grados respec- tivos. Tiene alumnos internos, medio-pensionistas y externos. En el curso de 1896 á 1897 contaba 228 de los primeros, 64 de los segundos y 884 de los terceros, total 1,176, de los cuales 510 pertencían á la primera enseñanza, 514 á los estudios generales de la segunda y 152 á los de aplicación. SEMINARIOS CONCILIARES. Cinco son los seminarios de Filipinas correspondientes á la archidió- cesis de Manila y á las cuatro diócesis sufragáneas de Cebú, Jaro, Nueva Cáceres y Nueva Segovia, en los cuales los obispos, conforme al Concilio de Trento, han establecido la formación de los clérigos. Propiamente no comenzaron á funcionar hasta 1862, en que llegaron á estas Islas los Padres de la Congregación de San Vicente de Paúl, quienes tomaron á su cargo y dirigen actualmente dichos seminarios, á excepción del de Nueva Segovia, encargado á los Padres Agustinos 344 ESTADO DE CULTURA. calzados. Antes del año 1862 la mayor parte de los clérigos se educa- ban en los colegios de Manila, especialmente en el de San Juan de Letrán y en el de San José, del cual se hablará más abajo. pjn todos estos seminarios, excepto en el de Manila, que por su proxi- midad á los centros de enseñanza se concreta á los estudios eclesiásti- cos, se explican Gramática Castellana y Latina, Aritmética y Algebra, Geometría y Trigonometría, Física, Lógica, Psicología, Ética, Meta- física, Teología Dogmática y Moral. Poseen una regular biblioteca, algunos instrumentos de Física y Química y una colección de sólidos para la explicación de las Matemáticas. Mediante la matrícula y el examen oficial, los estudios de segunda enseñanza de los seminarios habilitan para obtener el grado de bachiller en artes y ser admitido á los estudios de la Universidad. El gasto del personal y material era sufragado con el producto de un impuesto del 3 por ciento que cobraban los diocesanos sobre las asig- naciones que cierta parte de su clero percibía del Gobierno. Sólo en el de Nueva Cáceres el personal era costeado por el Erario. Según los datos estadísticos de la Universidad, en el curso de 1896 á 1897 los alumnos de segunda enseñanza eran 504 en el seminario de Cebú, 211 en el de Jaro, 208 en el de Nueva Cáceres y 201 en el de Vigan (Nueva Segovia). COLEGIOS PRIVADOS. Finalmente, existían fuera de Manila tres colegios privados de primera clase, á saber, el de Dagupan (Pangasinán), á cargo de los Padres Dominicos, fundado por los años de 1890-1891; el de Guino- batan (Albay) dirigido por los Padres Franciscanos, abierto en 1894- 1895, y el de Bacólod (Negros Occidental), al cuidado de los Padres Eecoletos, inaugurado en 1895. Todos ellos, además de la pri- mera enseñanza, daban las asignaturas indispensables para el bachi- llerato en artes, y estaban agregados á la Universidad como los cuatro colegios de segunda enseñanza dependientes de los seminarios. Cons- taban de alumnos internos y externos, cuyo número total, respecto de la segunda enseñanza, ascendía en el curso de 1896 á 1897, en el de Dagupan á 270, en el de Guinobatan á 118 y en el de Bacólod á 8e3. ESCUELAS PRIVADAS DE SEGUNDA ENSEÑANZA. El reglamento de segunda enseñanza concedía que puedieran estu- diarse privadamente algunos años de las asignaturas oficiales bajo la direc- ción y enseñanza de licenciados en Filosofía ó en ciencias, ó de bachilleres en artes que hubiesen probado su aptitud para el objeto en un examen de las asignaturas á cuya enseñanza pretendieron dedicarse. Este examen, que duraba una hora, les daba derecho para abrir una escuela, previa visita y aprobación de los inspectores, uno de los cuales era nom- PARTE QUINTA OBRAS BE UTILIDAD PUBLICA. 345 brado por el Koctor de la Universidad, jefe nato de todas estiis eseuelas. Los alumnos se niatrieulaban y eran examinados en el Colegio de Santo Tomás, c^xeeptuando únieamente los matrieulados en primer año, que en las provincias remotas se examinaban ante una junta nomlmida al efecto, la cual participaba á la secretaría de la Tniversidad el resultado del examen. Estas escuelas presta])an un gran servicio á las Islas, puesto (pie suplían en lo posil)le la falta de colegios provinciales, evita])an la aglo- meración de estudiantes en ^Manila y fonuMitahan entre los naturales la afición al estudio. En ellas, cuando más, se iMiseñaba hasta el tercer ano inclusive de segunda enseñanza, y dependían todas de la Universidad de Manila. En 1897 existían (18 escuelas privadas de esta clase, de las cuales 10 se hallaban instaladas en los arrabales de Manila, 5 en la ciudad nuirada, y las demás en bis provincias de Luzón y Bisayas. El número total de sus alumnos ascendía á 1,808. ENSEÑANZA SUPERIOR. UNIVERSIDAD DE SANTO TOMÁS. Entre todos los establecimientos de enseñanza de Filipinas ocupa el primer puesto por su antigüedad, historia e importancia la Real y Pontificia I^niversidad de Santo Tomás de Manila, á cargo de los Padres de la Orden de Santo Domingo. Fundóse en 1019, con el nombre de Colegio de Santo Tomás, con los fondos de un pío legado del arzobispo de Manila, Fr. Miguel de Benavides, de la misma Orden, el cual es tenido como el verdadero fundador. Fué confirmado por Felipe IV en 1023. El Papa Inocencio X le concedió, en 1645, el título y todos los derechos de las universidades de España, en cuanto á los estudios de Filosofía y Teología, y, finalmente, Clemente XII la autorizó, en 1734, para conferir toda clase de grados académicos en las facultades recién instaladas de Derecho Civil y Canónico y en cuantas se establecieran en lo sucesivo. Es Pontificia, porque según las bulas de los mencionados Pontífices, los grados en ella conferidos tienen efecto canónico y habilitan para cargos eclesiásticos. Por real decreto, de 9 de Octubre de 1875, se explican en la Univer- sidad las ciencias necesarias para las carreras de Teología, Derecho Civil, Derecho Canónico, Notariado, Medicina y Farmacia; y desde 1896 está autorizada para establecer, y ha establecido, las facultades de Filosofía y Letras, y Ciencias Físico-Químicas. Las cátedras de Medicina y Farmacia se hallan instaladas en el Colegio de San José, y tienen un anfiteatro y una sala de dirección en el Hospital de San Juan de Dios. En 1879-1880 se crearon en la Universidad las carreras auxi- liares de matronas ó parteras y de cirujanos-ministrantes y practi- cantes de Farmacia. 346 ESTADO DE CULTURA. Según la Kstadística publicada por la Univ^er.sidad de Santo Tomás, el número de alumnos correspondiente a (^ada una de sus clases, en el curso de WMS á 1897, era como sigue: Teología 16 Derecho Canónico 5 Jurisprudencia 479 Notariado 93 Medicina .*>()1 Farmacia ÍK) Filosofía y Letras 51 Ciencias 14 Practicantes de Medicina 368 Practicantes de Farmacia 93 Matronas 13 Total de alumnos 1, 583 ANTIGUA UNIVERSIDAD DE SAN IGNAí^K). No queremos pasar adelante sin decir una palabra siquiera de lo que fueron el (volegio Máximo de San Ignacio y el Real de San José. En los siglos xvii y xviii existía en Manila también la Universidad que dirigían los Padres de la Compañía de Jesús llegados á Filipinas por primera vez el año 1581. Fué elevada á Pontificia por Bula de Gre- gorio XV en 1621 y al título de Real por reales cédulas de Felipe IV del mismo año y del de 1653. Confería grados á los alumnos de los colegios de San Ignacio y de San José y había en ella, además de la escuela de leer y escribir, dos cátedras de Teología, una de Filosofía, una de Retórica 3^ Lengua Latina, una de Cánones, otra de Derecho Civil, y desde 1740, una de Matemáticas. Subsistió hasta 21 de Mayo de 1768, en que fueron los jesuítas expulsados de estas Islas por real decreto de Carlos III, el cual puso el edificio y el mobiliario á dispo- sición del Estado. ANTIGUO COLEGIO DE SAN JOSÉ. El Colegio de San José, á que se ha hecho antes referencia, fué fun- dado \ dirigido por los Padres de la Compañía de Jesús, inaugurado en 1601 y sostenido con las limosnas y donaciones de los vecinos, y principalmente, con las rentas del legado del Sr. Rodríguez de Figue- roa, su verdadero fundador. Obtuvo también mercedes de S. M. el Rey. Tenía un número de becas para alumnos distinguidos. Se ensenaban en sus cátedras las Humanidades, la Filosofía y la Teología, y se conferían grados académicos. Felipe V honró este colegio con el título de Real, en 1722, y le concedió la facultad para enseñar Cánones y Derecho Romano. Siguió prósperamente hasta la expulsión de los jesuítas, y desde entonces empezó su decadencia, hasta que, en 1875, se destinaron sus rentas al sostenimiento de las facultades de Medicina y Farmacia de la Universidad de Santo Tomás, así como las becas del PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 347 mismo colegio y rentas paini su sostenimiento se trasladaron al C\)U*gio de San Juan de Letrán. Nada diremos aquí de la Universidad cjue se llamo de San Felipe por que solo vivió una vida raquítica desde 1717 á 172() en ipie se refundió en las dos anteriores. ESCUELAS PROFESIONALES Y PRÁCTICAS. ESCniELA NORMAL SUPERIOR DE MAESTROS. Corría á cargo de los Padres Jesuítas á los cuales la entregó el real decreto de 20 de Diciem])re de 1868, si ])ien no comenzó á existir hasta 1865, ni tuvo la categoría de superior hasta el decreto del Gobierno General de Filipinas, dado en 1898 y confirmado por el de Madrid, en 189-1. Cinco grados comprendía el magisterio de primera enseñanza en Filipinas: 1"". , maestros superiores; 2"". , maestros elcMuentales; 8''., ayu- dantes; 4""., maestros substitutos; y 5"., ayudantes substitutos. Los tres primeros eran procedentes de la Normal y en virtud del título, que en ella recibían, podían regentar las escuelas para las cuales les nom- braba la Dirección Civil; los otros dos eran aprobados por las juntas provinciales, y regentaban en defecto de los ayudantes. Para conferir este título el establecimiento celebraba exámenes cuatro veces al ano. En este establecimiento se formaban los maestros de instrucción pri- maria, elemental y superior, de que se proveían las poblaciones de todo el Archipiélago Filipino. La enseñanza abrazaba por consiguiente dos grados, elemental y superior. La primera, necesaria para la adquisición del título de maestro de instrucción primaria elemental, se distribuía en tres cursos; y á éstos se añadía otro para los que, habiendo obtenido la nota de sobresaliente en el examen de reválida para el título de maestro elemental, aspirasen al grado de maestro superior. Asignatura integrante de la carrera de maestro de instrucción pri- maria era la práctica de este magisterio, á que se sujetaba por turno á los alumnos de los últimos cursos, en la clase abierta en el mismo local de la Normal, como una de tantas escuelas públicas de niños, á la cual se llamaba por la razón dicha Escuela Práctica. El número de alumnos, en estos últimos años, era de unos 700, de los cuales 170 eran internos, los demás externos; y el total de maestros, á los cuales ha conferido el título, desde su fundación hasta 1898, es de, maestros superiores, 8; maestros elementales, 1,590; y ayudantes, 350. En el mismo establecimiento, y bajo la propia dirección de los pro- fesores de la Normal, se instituyó, en 1894, la Academia Pedagógica, formada por maestros, para estímulo de los mismos y su perfecciona- miento en los conocimientos pertenecientes a su profesión. El Go- bierno la subvencionó, en 1895, para la publicación del Boletín Oficial del Magisterio Filipino. El establecimiento estaba sostenido por fondos locales. 348 ESTADO DE CULTURA. ESÍUJKLAS PrXcTKUS Y l»ROFESIONALES DE ARTES Y OP^K^IOS. Existían (m el Archipiélago Filipino dos escuelas de esta clase: una en Manila y otra en Iloílo (Panay). La de Manila fué creada por real decreto de 5 de Abril de 3889, se completo su organización por otro de 9 de Mayo de 1890, é inauguro oficialmente sus clases im 15 de Octubre del mismo año 1890. Kegíase últimamente por el decreto del Gobierno (leneral de 24 de Noyiembre de 1893, aprobado por real orden de 27 de Panero de este último año. Las clases teóricas estaban divididas en las cinco sec- ciones siguientes: 1*". Sección de aprendices. 2*. Sección de maquinistas terrestres. t3*. Sección de obreros electricistas. 4". Sección de maestros de obras. 5^ Sección de peritos mercantiles. La práctica correspondiente se enseñaba en un edificio donde había establecidos talleres de grabado, litografía é imprenta, carpintería y ebanistería, tallado en madera, albañilería y cantería, forja, moldeo, fundición y ajuste, en cu3^o taller se daban lecciones de cerrajería, tor- nería y calderería, con aplicaciones para completar la del maquinista, y con las prácticas de obrero electricista y conseryación de museos. La matrícula era gratis, excepto la de las secciones de maestros de obras y peritos mercantiles, que costaba 20 céntimos de peso por asignatura. Los cursos empezaban en Julio y terminriban en Marzo siguiente. Contaba con alumnos pensionados por el Estado, y ocho de los ta- lleres eran sostenidos por el Ayuntamiento de Manila. Previa aprobación en todas las asignaturas de la sección correspon- diente y en los ejercicios de reválida, la Escuela expedía títulos para las carreras periciales, como de maestro de obras, perito mercantil, pe- rito mecánico, etc., y certificaciones de suficiencia, previos exámenes anuales. La Escuela Práctica y Profesional de Artes y Oficios de Iloílo era de igual categoría que la de Manila, y fué creada por real decreto de 9 de Mayo de 1890, reformado, como el de creación de aquélla, por el del Gobierno Superior, en 1893, y aprobado por otro del de Madrid, en 1894. Su organización era idéntica á la de la Escuela de Artes y Oficios de Manila, que acabamos de describir. Ambos establecimientos, que empezaron sus trabajos en modesta esfera, progresaron de un modo notable, y bien dirigidos podrían, en breve plazo, elevarse á la altura de los mejores de su clase en Europa. Las memorias escritas con motivo de la inauguración del curso de 1896 á 1897 afirman que en el de 1895 á 1896 tuvieron, la de Manila 899 alumnos, y la de Iloílo 1,007. PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 349 ESCUELA PROFESIONAL DE NÁUTICA. Esta escuela, que fué creada á instancias del consulado do comercio, por mandato de Su Majestad, en. 1*". de Enero de 1820, se regía por el reglamento de 1837, modificado por real orden de lí) de Octubre de 18G0. En ella se estudiaba la carrera de piloto de la marina mercante, dándose la enseñanza teórica en la Escuela, en cuatro aíios escolares; y la práctica, en los l)uques de navegación de altura, cuando los alumnos tenían, mediante examen, el título de meritorios. El número total de alumnos ordinariamente eni de 50 á 60, indios en su mayoría, que por no dominar el idioma castellano no sacaban todo el provecho que hubieran reportado en otms circunstancias, y de los cuales nmchos, después de los conocimientos adquiridos en los dos primeros cursos, optaban por luia carrera más lucrativa. Al principio era sostenida con sus propios fondos y bajo la direc- ción de la Junta y Tribunal de Comercio, más tarde, suprimidas la Junta y el Tribunal, pasaron la Escuela y sus fondos á disposición del Estado, el cual costeó sus gastos, y entregó la dirección facultativa al Comandante General del Apostadero y á su imuediato director. ESCUELA SUPERIOR DE PINTURA, ESCULTURA Y GRABADO. El dibujo y la pintura, para las cuales muestran notable disposición los naturales de Filipinas, empezaron á enseñarse en la Sociedad Eco- nómica de Amigos del País, y de un modo más amplio y oficial en la antigua Escuela de Dibujo y Pintura creada en 1849, y de la cual han salido notables artistas que con sus trabajos han honrado á su país en España y otras naciones, y obtenido premios en varios certámenes. Por reales decretos de Agosto y Diciembre de 1893 se reformó este establecimiento, se separó la sección de Bellas Artes de la Escuela pro- fesional de Artes ,y Oficios, y se creó la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado, ampliando la enseñanza y estableciendo las cáte- dras de colorido y composición, dibujo del antiguo por el 3^ eso y ropa- jes, principios do figura, dibujo del desnudo por el natural, paisaje superior, anatomía pictórica, perspectiva, acuarela, pastel y demás procedimientos pictóricos distintos del óleo, pintura escenográfica, escultura del antiguo y del natural, grabado en hueco, grabado en dulce, historia y teoría de las bellas artes, trajes, usos y costumbres de los pueblos de la antigüedad. COLEGIO DE NIÑOS TIPLES. Este colegio, cuyo fin principal fué proporcionar buenos tiples para el canto en la Santa Iglesia Catedral de Manila, fué fundado en 1742 por el Ilsmo. Sr. Rodríguez, Arzobispo de estas Islas, y desde entonces ha subsistido y subsiste con los bienes propios del pío legado de su fundación. 350 ESTADO DE CULTURA. Consta do un director y un profesor de primera enseñanza, ambos sacerdotes, un profesor de solfeo, canto y vocalización, otro de piano, órgano y composición, y otro de instrumento de cuerda. Los niños tipl(*s de número son 18, á veces han sido más, y á todos se ha susten- tado, vestido y con frecuencia sufragado también los estudios de la carrera qu(^ han querido abrazar. La instrucción musical que se da á estos niños, es, s;ígun los métodos que se siguen en el (conservatorio de Madrid, para solfeo y armo- nium, Eslava; para piano, Aranguren; para órgano, Gimeno; para violín, método y estudios, Alard; y para vocalización, Romero. Por la tierna edad de estos niños, pues ingresan á la edad de 6 a 8 años y permanecen hasta los 1-4, no se les permiten, salvas algunas excep- ciones, instrumentos de viento. El provecho reportado por este esta- blecimiento es público y notorio á cuantos, de casi tres siglos á esta parte, han oído los acordes de esos tiples en las iglesias de Manila, y la maestría demostrada por los mismos en la instrumentación. No pocos han sido justamente elogiados y premiados en los certámenes musicales, donde se presentaron, por ejemplo, en el Liceo Artístico, más tarde Sociedad Musical Filipina de Santa Cecilia. No habrá contribuido poco esta institución á la propagación del arte y del buen gusto musical. COLEGIOS PARA EDUCACIÓN DE NIÑAS. ESCUELA NORMAL DE MAESTRAS DE NUEVA CÁCERES. Desde que aportaron en Filipinas, en 1862, las Hermanas de la Caridad con el laudable propósito de cuidar de los enfermos en los hospitales, pensóse en conñarles la enseñanza de las niñas, que, tanto en Manila como fuera de ella, las familias reclamaban. Quince de estas beneméritas religiosas fueron las que echaron los cimientos de una multitud de obras benéficas y de establecimientos de enseñanza con notable aprovechamiento de todas las clases sociales. Para los pueblos de las provincias y distritos comprendidos en la diócesis de Nueva Cáceres, se aprobó en 9 de Junio de 1875, por el Gobierno Superior la Escuela Normal Elemental de Nueva Cáceres, á instancia del Sr. Obispo de aquella diócesis, que, en 1868, la había fundado con el carácter de escuela de niñas y confiado su dirección á las Hermanas de la Caridad. La legislación, á que se sujetó, era seme- jante á la que regía para la Escuela Normal Elemental de Maestros, aunque con algunas variantes. Dividióse la enseñanza así: 1*". Para las aspirantes al magisterio. 2"". Para las alumnas no aspirantes al magisterio. S"". Para las otras niñas en general. Las aspirantes al magisterio eran siempre internas, algunas de ellas sostenidas por fondos locales; las restantes eran internas ó externas. PARTE QUINTA OBRAS DK UTILIDAD PUBLICA. 351 Los estudios abrazaban tros cursos, y las alumnas, que al fin do ellos o])tenían el título con nota de sobresaliente, podían regentar escuelas de ascenso; las que lo obtenían con nota do buena ó regular (juedaban habilitadas para las de entrada; y las no aprobadas en los exámenes de fin de curso, si, repetido el ejercicio, merecían la aprobación, reci- bían el título de ayudantes do maestra. Además de la alta inspección, ([ue correspondía al Gobierno (Toneriil y á la Junta Superior de Instrucción Pública, el prelado diocesano ejercía la de la moral y religión, conformo á las leyes vigentes; y para la constante y activa vigilancia o inspección había luia juntíi provincial, de la cual formaba también parto i^l prelado diocesano. Lo dicho es conforme al reglamento do 1880. Hasta esta fecha han salido de esto colegio con el título de maestras más do 230 jóvenes. En 1897 tenía 130 ninas colegialas, 25 normalistas y 100 externas. ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE MAESTRAS DE MANILA. Por real orden do 11 de Marzo do 1892, croóse en Manila esta escuela y se encargó su dirección á la Congregación de las Religiosas Agustinas do la Asunción. La enseñanza que en olla se daba abrazaba los dos grados do elemental y superior. Para obtener el grado de maestra elemental habían establecidos tres cursos, y uno más com- pletaba la enseñanza requerida para el título do maestra superior. Las alumnas podían ser externas 6 internas. Unas y otras quedaban sujetas á la autoridad escolar del establecimiento, el cual podía admitir internas en idéntica ó semejante forma que la Escuela Normal do Maestros, pues, según el decreto do 1"". do Diciembre do 1893, las mis- mas atribuciones conferidas á la Dirección General do Administración Civil sobre la Escuela Normal Elemental do Maestros, en 1871, so hacían extensivas á la Escuela Normal Superior de Maestras de Manila. A esta escuela estaba también agregada la correspondiente escuela práctica de niñas, sostenida por el municipio, donde las aspirantes al título do maestra podían adquirir los conocimientos prácticos indispen- sables á su futura profesión. Para el título de maestra superior se requerían no sólo las mismas asignaturas que para el de maestra elemental, pero ampliadas, sino también algunas distintas señaladas en el reglamento. Los ejercicios del examen do reválida debían hacerse todos en un mismo estableci- miento, aunque no se hubiese cursado en él. En el curso de 1896 á 1897 constaba esta escuela de 123 alumnas. ESCUELA MUNICIPAL DE MANILA. Aunque este establecimiento no ha sido nunca en rigor Escuela Normal de Maestras, se consideró, sin embargo, como tal, desde 1868 352 ESTADO DE CULTUKA. hasta la creación de la Escuela Normal de Maestras en Manila. Era en esta capital el único colegio que había para señoritas; sosteníala el municipio, y de ella salían buen número de jóvenes, que, en virtud del examen reglamentario, obtenían el título de maestras. Fue fundada esta escuela en 1864 por el Ayuntamiento de Manila para atender á la instrucción primaria de las niñas españolas é indí- genas, que en crecido número acuden á recibir la esmerada educación que en ella dan las Hermanas de la Caridad. Siguió sostenida con fondos municipales hasta 1898, y contaba 332 externas. COLEGIO DE SANTA ISABEL. Es el más antiguo entre los de su categoría existentes en Manila. Fue fundado en 1632, para la educación de huérfanas españolas, con los bienes de una obra 'pía llamada de la Santa Misericordia. Se mantiene con parte de los réditos de esta obra pía y de los de la encomienda que en Tagudín (llocos Sur) adquirió por real cédula de 1680. En 1861 el Gobierno General del Archipiélago agregó á éste el lieal Colegio de Santa Potenciana, fundado también con un legado pío, a fines del siglo xvi, para la educación y amparo de las niñas huérfanas de militares. En 1863, las señoras particulares que hasta entonces habían dirigido ambos colegios, entregaron este cargo á las Hermanas de la Caridad; en 1879, el Gobierno abrió las puertas del colegio á niñas externas y medio-pensionistas, y el año siguiente se establecieron nue- vas clases que colocaron el colegio á la altura de los mejores. Las colegialas, bien de número, bien supernumerarias, que salían del colegio para abrazar el estado religioso ó el de matrimonio, recibían una dote, según lo permitían los fondos á este objeto destinados. Hasta principios de este siglo se habían educado en el estableci- miento cerca de 13,000 niñas, colocadas todas, después, en estado de matrimonio ó de religión y dotadas convenientemente. En 1897 contaba con 50 colegialas de Santa Potenciana, cuyos gastos costeaba el Estado, 50 de Santa Isabel, 48 pensionistas, 36 externas y 30 medio-internas. Tanto este colegio como la Real Casa de Misericordia, de que hablare- mos más tarde, estaban dirigidos por una junta administradora, que residía en Manila, y de la cual era presidente el Sr. Arzobispo. COLEGIO DE SANTA CATALINA. Fué fundado en 1698 por el entonces provincial de los Padres Dominicos y por una religiosa profesa de la Tercera Orden de Santo Domingo para que sirviera de asilo á las jóvenes que quisieran en el consagrar á Dios su virginidad. Aprobada la fundación, en 1816, y dotada de convenientes reglas y vocaciones, permaneció por algún tiempo con el único carácter de beaterío. Más tarde se dedicó algún PARTE QUINTA OBRAS BE UTILIDAD PUBLICA. 853 tanto á la enseñanza do las niñas, y en 18(>5 se elevó al rango de colegio de los mejor montados. Las colegialas internas suelen ser unas 170. UOT.E(;i() DK SANTA H08A. Fué fundado (mi 1750 por una religiosa de la Tercera Orden do Santo Domingo, que, deseosa de consagrarse al ))i(Mi de sus prójimos, fundó una casa de recogimiento, dondi^ con limosnas mantenía cierto número de doncellas indias, á las cuales educíiha cristianamente 6 instruía en los deberes propios de su sexo, y (jue podían permanecer allí ó salir y tomar estado. Hasta ISOf) la educación de las niñas corrió a cargo de señoras particiüares; mas desde aquella fecha la dirigen las Hermanas de la Caridad con satisfacción d(^ t-odos. Las educandas internas (^ran, en 18ií7, unas 250, y las (*xtt>rnas, 50. COLEGIO DE LA INMAín'LADA C()N(^EP(^IÓN 6 DE LA (^ONCOKDIA. Se inauguró en 1808, en el pueblo d(* Paco, arrabal de Manila, aprovechando un solar extenso y un edificio que una caritativa señora donó á las Hermanas de la Caridad, á (piienes pertenece la propiedad de toda la finca con sus aumentos. En 1897 tenía 280 colegialas internas, 70 externas y 00 niñas acogidas. OTROS COLEGIOS DE NINAS. Los colegios para la educación de niñas, que, sin tener la categoría de escuelas normales, existen fuera de la capital del Archipiélago son principalmente los cuatro siguientes, de los cuales los tres primeros están á cargo de las religiosas dominicas. El de Nuestra Señora del Rosario, fundado en Lingayén (Pangasinán), en 1890, con 60 educandas; el de Santa Imelda, fundado en Tuguegarao (Cagayán de Luzón), en 1892, con 81; el de Nuestra Señora del Rosario, en Vigan (llocos Sur), con 90; y, finalmente, el de San José de Jaro, bajo la dirección de las Hermanas de la Caridad, con 116 alumnas internas, 160 externas y 14 medio-pensionistas. Finalmente, son también centros dedicados á la instrucción de niñas la Real Casa de Misericordia en Cebú, el Beaterío de la Compañía de Jesús en Manila, y los de Santa Rita en Pásig y San Sebastián en Calum- pang; sin simbargo, no los reseñamos aquí porque son establecimientos principalmente religiosos. OTRAS INSTITUCIONES ANÁLOGAS. MUSEO- BIBLIOTECA DE FILIPINAS. Fundóse en virtud del real decreto de 6 de Octubre de 1887, el cual mandaba que se erigiese en edificio adecuado y propio, con el 22823 23 354 ESTADO DE CULTURA. coiicur.so del personal fac^ultativo y pericial del Ayuntaiiiiento de Manila. 8e inauguro con carácter provisional en el distrito de Quiapo, en 181)1. La entrada en el era pública y gratuita todos los días de 8 á 12 d(í la mañana, y de 2 á 5 de la tarde. El establecimiento estaba dividido en dos secciones, la Biblioteca y el Museo. Este comprendía cuatro subdivisiones: 1"., la Antro- pología y Etnografía; 2'\, la Historia Natural; 3^, las bellas artes é industrias filipinas; y 4""., las preparaciones. Regíase por una junta de gobierno, presidida por (*1 director-general de Administración Civil, qu(! tenía á sus ordenes un buen número de funcionarios encargados del cuidado y fomento del Museo-Biblioteca. SOCIEDAD MUSICATi FILIPINA DE SANTA CECILIA. El año 18Tr) se inauguro en Manila iú Liceo Artístico, compuesto de aficionados y peritos en el arte de Orfeo, (d cual creció cada día en importancia por los conciertos, siempre aplaudidos por el público, (pie con cierta regiüaridad estal)leció, y en los cuales se repartían premios a los que justamente los merecían. En 1889 tomó el nombre de Sociedad Musical Filipina de Santa Cecilia, y se propuso proteger los intereses morales y materiales de los músicos filipinos, residentes en Filipinas, y fomentar el progreso y educación musical de los indígenas. Daba, con alguna irregularidad, una velada mensual privada y tres públicas al ano. Comenzó á decaer, en 1891, y cesó con los trastornos políticos y bélicos que surgieron más tarde. OBSERVATORIO DE MANILA. Finalmente, por una razón de analogía incluiríamos asimismo ei^te establecimiento en la resena de los de instrucción pública, si no lo des- cribiésemos convenientemente en el tratado de Climatología, al cual nos remitimos por ahora. ALGUNAS APRECI ACCIONES GENERALES. PROFUSIÓN DE LA INSTRUCCIÓN EN FILIPINAS. A juzgar por los solos datos que hemos acumulado en este capítulo, y con más razón, si este punto se estudia con algún detenimiento en los escritores que en él se han ocupado, y todavía con mayor evidencia, si ese estudio se hace sobre el terreno, hay que reconcer que así el Gobierno español como la Iglesia Católica han derramado sobre el Archi- piélago con toda profusión la instrucción, no sólo religiosa, sino tam- bién literaria y científica, sin descuidar la agrícola, la industrial, la artística y la especial de ciertos ramos ó peritajes. PARTE QIINTA OBRAS DK UTILIDAD PUBLICA. ei.)^ KKSl LTA1H)S (>BTKMDí)S. Apuntamos nada más qiu' los sig-uiontos: V\, un estado ^enoral do cul- tura en la po])lac'ión lilipina, que no eede al de nint^una otiti eolonia de las naciones europeas, y aventaja al dv muehas, aunque en esto tengan parte otras causas distinttis d(^ la instrueeion propiamente dicha, y (pie recorremos (mi (\ste tratíido; :i"., una trnm masa de población (pío sa})e leer y escribir ó 1(hu* solanu'nt(*; aunipie n(> creemos nosotros (pie sea tanta, sobn^ todo si no descontamos la j)oblac¡(')n todavía iniiel, no falta ([uien calcula esta proporción en un tíf) por ciento; IV\^ otra buena porciíHi de habitantes con mayt>r cúnudo d(^ conocimitMitos elementales, ^eneral(\s ó especial(\^, adcpiiridos en (\stablecimi(Mit()s de enseñanza n particularmente por la lectura; 4''., un número todavía relativaiiH^nte subido de individuos, (pie, por medio del (vstudio en las escuelas del país, se han habilitado para ejercer dignamente alguna profesión, (*ntre los cuales no han faltado algunas verdaderas nota- bilidades; y 5""., la divulgaciíMi de la lengua castcdlana, induda]>lemente más útil, en general, (pie dialecto alguno de los indígenas, no tan isólo para (4 trato d(^ los iilipinos con los españoles y extranjeros, sino aun de los indígenas (Mitr(^ sí, por hal)erse hecho (d castellano el lenguaje común entre la gran variedad de idiomas, principalmente para Li gente algo ilustrada. Y prescindimos ya de otras ventajas más remotas 6 mediatas, ó debidas á influencias combinadas, (pie sería difícil deslindar. VARIAS (JPINI(^)NKS SOBKK lA INSTRUCCIÓN DEL PUEBLO FILIPINO. La cuestión de la influencia de la instrucción en la raza indígena y de la mayor ó menor profusión ó moderación con que convenga distribuirla ha sido de antiguo muy debatida, y más aún, y no sin apasionamientos, en los últimos años, es decir, después de haber estallado la insurrección de 189G. Prescindimos de la opinión extrema, que, por ser la de algunos pocos exaltados, ó emitida solamente (Mi momentos de exaltación ó por per- sonas incompetentes, es decir, por no ser racional, y sí contraria al común sentir, no merece el nombre de opinión ni los honores de una seria discusión. Según esta opinión, lo mejor habría sido negar á los in- dios filipinos toda instrucción literaria. Los que tal dicen son los que querrían (pie España hubiese establecido su dominación en el país tan so- lamente para explotarlo, tratando á los naturales como esclavos, bestias ó máquinas en su propio y exclusivo material provecho; política, ni cristiana, ni humana siquiera, mucho menos verdaderamente coloniza- dora, que á la corta ó á la larga resulta contraproducente para la metrópoli. Mas no son pocos, ni gente cualquiera, los que opinan que es demasiada la instrucción que España ha facilitado á los filipinos, ya porque no son capaces de tanta, resultando por lo mismo en parte inútil, ya porque 356 ESTADO DE CULTURA. moralmente viene á serles dañosa, convirtiéndose, por consig-uiente, en perjudicial. ¡Cuántas y cuántas veces hemos oído sostener con ñrnieza y convicción esta tesis á personas serias, de conocimientos no vulgares, de autoridad, de larga residencia en el país, conocedores del carácter de los indios y de indiscutible rectitud d(* intención! Y, sin embargo, no podemos convenir con ellos. CAPAí.^IDAD INTKLECTUAT. DE LOS FILIPINOS. Acerca de la primera razón, á salxu", d(* la supuesta incapacidad inte- lectual de los indios filipinos nuestra opinión es la siguiente: Es indudable y notoria la inferioridad de la raza respecto de las europeas, hablando en general. Mas esto, en primer lugar, no impide que los indígenas filipinos tengan y demuestren, también en general hablando, mayor aptitud que los europeos para ciertos trabajos, prin- cipalmente manuales en que toma poca parte la inteligencia. Así, ellos son frecuentemente muy buenos calígrafos, muy buenos tallistas, graba- dores, etc.; y en esto nos aventajarían, con igual instrucción, á los europeos. También hay que reconocer que son muy industriosos en reproducir, componer, imitar, modificar, acomodar, }- hasta inventar aparatos, instrumentos, máquinas y construcciones para sus fines; de modo que, debidamente instruidos, podrían salir de entre ellos, y ya han salido, muy hábiles mecánicos, y esta profesión 3^a dista uuicho de ser puramente manual. En bellas artes les falta ciertamente genio, estro y poder de concepción, y aun tal vez, sentimiento y buen gusto, pero ejecutan y copian con gran fidelidad y exactitud lo bello que ven; y aun en música y poesía no parece faltarles tanto la fuerza y variedad de expresión que en sus obras de pintura y escultura se echa de menos. Finalmente, aun en materias propiamente científicas y abstractas no deja de haber entre estos- naturales buenos y hasta sobresalientes talen- tos, y no hay por que ocultar que en todas las clases de nuestro Ateneo Municipal, á menudo se han distinguido algunos indios, aun entre no tan reducido número de condiscípulos españoles, hasta superarles no raras veces. Otro tanto es de creer que ocurra en los demás estableci- mientos de enseñanza. Y ya hemos indicado antes que en todas las profesiones, aun en las facultativas, ha habido, y sigue habiendo, siem- pre individuos nacidos en el Archipiélago, é indios de pura raza, que por sus conocimientos se han granjeado distinguida posición y mere- cido renombre. PERVERSIÓN MORAL ATRIBUÍDA A LA SUPUESTA EXCESIVA PROFUSIÓN DE LA ENSEÑANZA. Por buena que en sí sea la ciencia no hemos de dejar de reconocer desde luego que en el afán por pretenderla, y aun en el de comu- nicarla, puede haber exceso, ó en distribuirla alguna indiscreción. Es PARTE QUINTA OBKA8 DE UTILIDAD PUBLICA. í^f)? la ('torna verdad quien ha dielu): Sadit' quiera { <^ut' conri()h\ sit)i> s(fhr/' con .snhritdad:^ y también que La cieítcia JiÍ)icha,^ Y en el terreno de los heehos tanq^oeo negaremos nosotros que haya mayor 6 menor número de tilipinos, (jue eon ocasión de los eonoei- mientos adquiridos se han envaíieeido, infatuado, y aun extniviado: ni (jue la elase ñlipina, llamada vulgarmente de 1os^>/í//;¿/.v/'n, ([ue ellos por lo general no alcanzaron; y á bien poca cosa habría de ([ue- dar reducida la instrucción pública en Filipinas, si la de la clas(^ aludida ya se considera excesiva, pues la mayor parte de los (pie la conq^onen pocas aulas habrán frecuentado, ó ningunas, después de salidos de las escuelas de instrucción primaria, á no ser cpie se dé el nom})re de aulas á las oficinas donde ganan su sueldo, ó á los cafés y casinos donde juegan, disputan de todo ó leen periódicos ó novelas; y, finalmente, porque, aunque en realidad resulte que por la comodidad ó facilidad que se le ha dado al pueblo filipino para instruirse, se hayan dedicado á estudios ó carreras facultativas ó más nobles, muchos, que por su escasez de dotes no podían hacerse más que unas medianías inútiles ó perjudicia- les, esto no depende tanto de la copia de instrucción que se da, ni de su grado de elevación, sino de la menos acertada reglamentación de ella, y de que en el país, por una causa ó por otra, y con los medios indirectos que el Gobierno tiene siempre a mano, no se haya dispertado ó fomentado bastante en la juventud la afición á determinadas profe- siones, para las cuales no se necesitan talentos tan excelentes y raros como son menester para ser una notabilidad en profesiones científicas ó más científicas que otras. 'Rom. xii, .'). ^I Cor. viii, 1. 358 ESTADO DE CULTURA. NUESTRO MODO DE 1»ENSAR CONCRf^TO SOBKK ESTE I'AIITICULAR. Creemos que para resolver el problema de la instrueeión d(»l pueblo filipino hay ({ue dar por sentado lo siguiente: V\ Lu instrueeión pri- maria elemental se ha de difundir, más completa ó más rudimentaria, á todos los centros de población, lo más (|ue se pueda y hay que poner escuelas de la superior (mi los principales. 2". Conviene descentralizar la segunda enseñanza, abriendo en algunas cabeceras colegios en que se dé completa, estableciéndose en todos un saludable rigor. S''. Los maestros de instrucción primaria han de formarse en Filipinas, al menos para las plazas de enseñanza elemental y de modo que tengan opción también á las de enseñanza superior. 4*\ Los estudios de facultad y todos los superiores no se pueden cerrar a nadie, pero se han de hacer indirectamente difíciles á los más, levantando las enseñanzas segunda y universitaria, ya exigiendo en los programas conocimientos mayores, sin excesiva variedad, ya introduciendo mayor rigor en exá- menes j grados. 5"". Ningún ramo de enseñanza por noble, sublimé ó abstracto que sea, se ha de considerar como impropio para los filipinos, ni se les ha de negar, por consiguiente, por la sola razón de pertenecer á su raza, si por otra parte se creyese conveniente establecerlo en el país; pues la experiencia demuestra que no falt^ían aptitudes entre los naturales. 6"". Es de gran conveniencia excitar y fomentar la afición á la agricultura, á las artes y oficios, y á la adquisición de los conoci- mientos necesarios y útiles para el adelantamiento y perfección de los mismos, estableciendo en varios puntos bien elegidos del Archipiélago granjas-escuelas, escuelas de artes y oficios, talleres y granjas-modelo donde pueda adquirirse la mejor instrucción con pocos ó ningunos dispendios. CAPITULO IV. BEÍÍEFICEIS^CIA. HOSPITALES. HOSPITAL DE SAN JUAN DE DIOS. Es el primer establecimiento de su clase y una de las fundaciones más importantes en la capital del Archipiélago. Fué creado en 1596 por la Hermandad de la Santa Misericordia, para la curación y asistencia de pobres enfermos españoles, de la clase de particulares. En 1656 la Hermandad lo cedió á los religiosos de San Juan de Dios, á cuyo cargo estuvo hasta 1866, en que les sucedieron las Hermanas de la Caridad. En el mismo año 1866, el Gobierno creó una junta inspectora encargada de la dirección y administración. Ha pasado por muchas vicisitudes. El horrible terremoto de 1863 lo PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 359 arruino casi por completo, y lo que quedó vino al suelo por el terremoto de 1880. Más tarde se invirtieron buenas sumas para las repamciones de los desperfectos que el baguio de 1882 causó en todo el edificio, que por partes se estaba levantíuido con los recursos que la generosidad de los gobernadores generales, de las personas piadosas y muy parti(ni- larmente del Sr. Arzobispo había reunido. I^as muchas rentas procedentes de legados píos que tenía al principio el Hospital, andando el tiempo se perdieron en gran parte, por causa de las frecuentes guerras y trastornos políticos que tan dummente han afligido este país. Recientemente contaba sólo con las de cuatro ó cinco casas y tres fincas rústicas en Manila y sus arrabales, 2,000 pesos que percibía por la cura y manutención de los enfermos chinos, y los réditos de la hacienda de Buenavista en Bulacán, que es la que principalmente lo sostiene. Dependía en todo del Vice-Real Patronato. El lunnero de camas no se hallaba señalado por la fundación y era el siguiente: Camas. Dos salas ])ara españoles y extranjeros con 80 Una sala de Medicina, llamada de San Rafael, con 90 I"n departamento de Cirujía con 65 Un departamento de mujeres, dividido en dos salas de Medicina y Cirujía, con. . 80 I"n departamento de chinos, dividido en dos salas de Medicina y Cirujía, (*on 75 Dos salas de enfermería del presidio y cárcel de Bilibid con 80 Dos salas aisladas para enfermedades contagiosas con 25 Total - - 445 En tiempos normales el número mayor de enfermos era de 462 y el menor de 873. El personal destinado al servicio del establecimiento es como sigue: Personas. Administrador principal 1 Director facultativo 1 Médicos 6 Farmacéutico 1 Superiora y Hermanas de la Caridad 23 Capellanes 2 Arquitecto 1 Enfermero mayor 1 Alumnos internos de Medicina 8 Además, el personal de practicantes, topiqueros y meritorios que el servicio requería. A principios de 1897, los enfermos ascendían á 436, de ellos 241 indios. HOSPITAT. DE SAN LÁZARO. Comenzó en 1578, con ocasión de dedicarse el venerable Fr. Juan Clemente, lego de San Francisco, á recoger y curar enfermos en la portería de su convento de Manila. Como creciera el número de éstos, construyó para ellos dos salas de materiales lijeros, con las limosnas 360 ESTADO DE CULTURA. que recogía y el trabajo de los que podían soportarlo. Do.s veces fué pasto de las llamas, y otras tantas reedificado. La tercera vez se fabricó de piedra, fuera de Manila y fue demolido para no propor- cionar una fortaleza al pirata chino Koseng. Reconstruido en el mismo sitio fue mandado destruir otra vez por los danos que á Manila causó la batería en ella sentada por los ingleses en el siglo xviii. Final- mente, fué levantado en el sitio actual de Mayjaligue, el año 1788. Corría á cargo de los religiosos de San Francisco, y en él recibían albergue los enfermos leprosos, mantenidos con cierta cantidad consig- nada en los presupuestos provinciales, los legados píos y las limosnas de los bienhechores. A principios de 1897 había 152 enfermos indios. HOSPITAL PE SAN JOSÉ EN (^AVITE. Los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios lo fundaron, el año 1641, en las casas reales, que entonces existían, con limosnas de algunas personas piadosas. Con éstas y el mucho celo de aquellos religiosos se habilitaron pronto algunas camas. Recientemente el gobierno interior estaba á cargo de un médico- director, un síndico-contador, un capellán, tres Hermanas de la Caridad, un farmacéutico y dos practicantes. Dependía del Vice-Real Patro- nato. Últimamente había otras dos Hermanas de la Caridad para cuidar de un colegio de niñas, fundado en 1890, en la planta baja del mismo establecimiento. HOSPITAL DE LAZARINOS EN CEBÚ. El Sr. Obispo Jimeno lo edificó en 1850, y dependía de la inmediata acción del prelado de aquella diócesis. Era un edificio de manipos- tería, cubierto de teja, situado al Norte, extramuros de la ciudad y en un punto llano é higiénico. Tenía capacidad para 100 enfermos y enfermas con sus respectivos departamentos, y se sostenía con fondos locales y limosnas. El régimen interior corría á cargo de las Hermanas de la Caridad. HOSPITAL DE LAZARINOS DE PALESTINA EN AMBOS CAMARINES. Cerca de Nueva Cáceres, fué creado este hospital en 1872, por el Ilsmo. Sr. Gaínza, obispo de aquella diócesis, á expensas de la caridad y una cantidad regular procedente de los productos acumulados en algunos años de un legado pío á favor de este hospital. Se mantenía éste con los réditos anuales de dicho legado y una subvención del Gobierno con cargo á los fondos locales de las provin- cias de Tayabas, Albay y Ambos Camarines, para cuyos enfermos se había creado. Recientemente y en tiempos normales había unos 85 enfermos laza- rinos, de ambos sexos, asistidos corporal y espiritualmente por los Padres Franciscanos, que con este objeto lo administraban desde su fundación. PARTE QUINTA OBRAS DE X^TILIDAD PUBLICA. 361 IIOSPUIO Y ASILOS. REAL HOSPK lO DE SAN JDSK. Se (TOO (MI 1810 por roiil orden de 1S(H), eon el importe de altrunas man- das pías dejadas á su falleeimiento por varios individuos. Cerrado por causa de los trastornos y falta de fondos, ^'()lvi6 á establecerse en 18:^8, ayudado con fondos públicos, mayores 6 menori\^, según los tiempos y vicisitudes, eon el objeto de (jue pudiera mantenerse, albergar y asistir á los niños po))res y dementes que de las provincias del Archipiélago eran enviados por las autoridades competentes. En 1880 se le aumento la asignación por el Gobierno. Dependía del Vice-Real Patronato y para su régimen interior tenía un medico-director, un síndico-contador, un (^apellan, tres Hermanas de la Caridad, un farmacéutico y dos practicantes. A principios do ISÍ^T tenía 548 acogidos. ASILOS DE HUÉRFANOS DE TAMBÓBONO Y DE HUÉRFANAS DE MANDALOYAN. Las principídes señoras de Manila, compadecidas de los muchos huérfanos de aml)os sexos causados por el colera de 1882, fundaron con aprobación del Gobierno, y con las limosnas de personas piadosas, un asilo provisional en bien de dichos huérfanos, con el título de Nuestra Señora de la Consolación y Santo Tomás de Villanueva. Con el fin de dar permanencia al establecimiento ofrecieron primero su dirección, y más tarde por falta de recursos también su sostenimiento á los Padres Agustinos calzados, quienes se encargaron, en 1885, de todo lo referente al sustento, instrucción y educación de los niños de ambos sexos recogidos ó que se recogiesen en adelante. Los niños fueron trasladados provisionalmente al convento de Gua- dalupe, en 1885, y en 1890, de un modo definitivo, al pueblo de Tambó- bong, barrio de Longos, de la provincia de Manila, donde recibían instrucción primaria elemental y superior, educación cristiana y junta- mente se les enseñaba un oficio con que pudiesen después ganarse honestamente la vida. Para las niñas cedieron aquellos religiosos provisionalmente la casa- hacienda de Mandaloyan, tan pronto como hubieron traído de España las religiosas terciarias agustinas con el fin de encargarles la instruc- ción y educación de aquéllas. Esta determinación se convirtió luego en definitiva y fué aprobada por el Gobierno; las niñas aprendían en el establecimiento á leer, escribir, contar, coser, bardar, lavar y todas las demás labores propias de una mujer pobre, que tiene que buscarse la vida con su trabajo. Los huérfanos de ambos sexos eran admitidos en el asilo respectivo mediante ciertas condiciones, y recientemente ascendían á 100. 362 ESTADO DE CULTURA. ASILO DE SAN VICENTE DE PAUL. Está situado en San Fernando de Dilao, en el barrio de Loban. El edificio era propiedad de una Hermana de la Caridad, la cual hizo dona- ción de él y de algunos terrenos á su congregación, con el objeto de que fuesen acogidas y educadas en él unas 30 ninas pobres. S(^ admiten otras mediante una módica pensión. Recientemente el total de ninas ascendía a 180, a cargo de las mismas Hermanas de la Caridad. OTRAS INSTITUCIONES BENÉFICAS ANÁLOGAS. (ASA DE CARIDAD ÜE CEBÚ. Dependiente del Sr. Obispo de Cebú, y ])ajo la inmediata dii-ección de las Hermanas de la Caridad, existe en la ciudad de Cebú esta casa, de reciente creación, que es juntamente colegio, escuela, hospital y casa de socorro. REAL CASA DE LA MISERICORDIA. La Hermandad de la Misericordia se fundó en 1594 con el objeto de practicar las obras de misericordia mediante las limosnas de los aso- ciados. Entre las obras proyectadas prevaleció la de recoger ninas huérfanas y desvalidas, hijas de españoles, para criarlas y educarlas, y á este fin se erigió el Colegio de Santa Isabel. Las muchas niñas que pronto fueron admitidas se mantuvieron con sólo las limosnas de los asociados hasta 1640, en que se fundó la pri- mera Obra Pía, y luego muchas otras encaminadas al mismo primer fin. Más tarde, escasearon de tal modo los recursos, que si en el año de 1880 el arzobispo Sr. Payo no hubiera aplicado á este colegio, conmutándolos, algunos legados píos, hubiera desaparecida el estable- cimiento. Por la identidad de fines, el Gobierno, en 1861, agregó á este colegio el de Santa Potenciana con las rentas y fondos respectivos. Actualmente se sostiene con las cantidades que como uno de tantos partícipes recibe de las Obras Pías y con las pensiones de algunas cole- gialas internas, medio-pensionistas y externas de pago. De este colegio y del de Santa Potenciana, que «e le agregó, se habló más extensamente al reseñar los establecimientos de instrucción por ser aquél su lugar propio. CENTROS DE INSTRUCCIÓN Y BENEFICENCIA. Por la misma razón nada diremos aquí de otras instituciones que, aunque por el fin de los fundadores y por el modo de mantenerse, son verdaderamente obras de beneficencia, sin embargo, aparecen más bien como centros de instrucción y educación, á saber: la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás, y los colegios de Santo Tomás, San Juan de Letrán, San José, y Santa Catalina. Véanse descritos en el párrafo que versa sobre la instrucción. PARTE QUINTA OBRAí^ DK I^^LIDAD FÍBLICA. 363 AS(H1 AITONES 1TA1H>SAS. Fiíiíilnionto, no nos ontivttMulremos on explicar aquí algunas asocia- ciones, (jue, practicando ciertas obnis de caridad para con el prójimo, son, no obstante, por su carácter esencialmente religiosas, tales como la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo, las venembles órdenes terceras de San Francisco de Manila y de Sampaloc, la Archicofradía de Nuestro Padre Jesíis Nazareno en la iglesia de Padres Recoletos, los beateríos de la Compañía de Jesús, de Santa Rita de Pásig y de San Sebastián de Calunipang, el Monasterio de Santa Clara, las archico- fradías del Santísimo SacranuMito de la Catedral y de Binondo, las de Nuestra Señora de la Consolación y de la Correa, y la Venerable Con- gregación de Sacerdotes de San Pedro Apóstol, establecidas todas ya de antiguo, en virtud de algún legado pío, en la ciudad nuirada de Manila ó en sus arrabales. ESTABLECIMIENTO AGRÍ(^OEA DE NIÑOS RESCATADOS EN TAMONTACA. Los primeros misioneros de la Compañía de Jesús, (|ue en su segunda venida á Filipinas, salieron de Manila para Mindanao en 18()1, desearon vivamente y procuraron reunir algunos niños, principalmente de raza mora ó cautivos de los moros, y criarlos como convenía para formar una nueva generación cristiana en medio de la morisma. Sin embargo, no les fué posible realizarlo hasta 1872. Entonces, adquiridos en Ta- montaca los terrenos necesarios, y obtenida la resuelta protección del Sr. Golfín, gobernador político militar de Mindanao, con ocasión del hambre que afligió á los habitantes de la cuenca del río Grande, resca- taron dichos misioneros, con facilidad, de los moros muchos niños de ambos sexos con las limosnas que las primeras autoridades de Manila y una junta constituida al efecto les enviaban. Puesto este principio, la Misión de la Compañía de Jesús continuó por su cuenta la obra según sus posibilidades. Recibidos los libertos en el establecimiento quedaban sujetos á la disciplina y dirección de los Padres y Hermanos de la Compañía, y allí se les proveía de todo lo necesario. Si eran párvulos los bautiza- ban pronto; y si adultos los instruían y preparaban y exploraban antes sus deseos del bautismo. Oían cada día misa, confesaban y comulgaban de ordinario cada tres meses y observaban una distribución común del tiempo, y aprendían el catecismo, á leer, escribir y hablar el castellano, buenas costumbres y modales y trabajar en las sementeras ó en algún otro oficio según sus fuerzas, para ser hombres honrados y de provecho al salir del establecimiento. Las niñas vivían en edificio distinto, no lejos de la casa-misión, enco- mendadas á las Madres del Beaterío de la Compañía de Jesús, que al efecto pasaban allá de Manila y eran dirigidas todas por los Padres Misioneros. Guardaban un reglamento análogo al de los niños, y 364 ESTADO DE CULTURA. aprtíndían á leer, (\s(*ri})ir y las labores propias de su sexo, cuya prác- tica luícesitaban saber cuando se separasen del establecimiento. Al llegar á la edad de tomar estado el P. Misionero exploraba la voluntad (Uí los albergados y estando conform(\s los contrayentes, hacían sus casas, que ocupaban luego de casados, socorridos con un carabao y aperos de labranza, y la manutención durante un año á cuenta del establecimiento. Con estos matrimonios se formo casi todo el pueblo de Tamontaca. El numero de niños en el establecimiento solía sc^r de 70 á 80; y el de las niñas de ííO á 70, incluyendo en este numero algunas personas adidtas no redinúdas, sino espontáneamente acogidas. El promedio anual de redimidos era de unos 2S^ y el de nuevos acogidos 8, por no consentir más los muchos gastos ordinarios y los necesarios para la edificación y ampliación de las dos casas e iglesia, y los causados por dos incendios que ocasionaron grandes perdidas. Aparte de ((ue el establecimiento venía á ser en tiempos de hambre y para todas las necesidades del pueblo, y aun de las rancherías vecinas de toda la comarca, una verdadera casa de socorro. MONTE DE PIEDAD Y CAJA DE AHORROS. Aunque el Gobierno de Madrid ordenó, en 18()0, la creación del Monte de Piedad, no obstante surgieron tales dificultades que no pudo realizarse hasta el 21 de Julio de 1880, en que se estableció en la planta baja del Real Colegio de Santa Isabel, aprovechando la suma de algunos legados de Obras Pías, cuya administración corría á cargo de la Real Casa de la Misericordia. Más tarde se instaló en un nuevo edificio en el centro de la capital. Dependía del Vice-Real Patronato y estaba dirigido por un consejo de administración, del cual era presidente el Sr. Arzobispo. Para el régimen interior había un director-gerente, un contador, un tesorero, tres auxiliares y dos tasadores. Tenía sus estatutos. Facilitaba dinero al interés del 6 por ciento anual, ó sea medio por ciento al mes, sobre alhajas que podían rescatarse en cualquier época del año del vencimiento y renovarse cuando éste llegaba. También admitía imposiciones en la Caja de Ahorros, que devengaban un interés de 4 por ciento anual, á contar desde la semana siguiente á la en que se efectuaban los ingresos, los cuales, si eran á nombre de un mismo interesado, sólo devengaban interés en tanto que no pasaban de 1,000 pesos. Lo cual ha sido objeto de algunas variaciones. La venta de alhajas en pública almoneda se celebraba los días 10 y 11 de cada mes. CONFERENCIAS DE SAN VICENTE DE PAÚL. Los socios de las conferencias de San Vicente de Paul visitan de dos en dos semanalmente y á domicilio a las familias que las conferencias PARTK QUINTA OBRAS DK UTILIDAD PUBLICA. 365 íuloptíin, valu'ndoso de la limosna tomponil para mojor distri])uirles la espiritual (pu* los ronvtMiga. En 18()() so fundo por el P. Cuevas, do la Compañía de Jesús, .su di- riH'tor espiritual, la Conferencia de Tntranuiros, llamada de la Inmacu- lada. Sueesivamente se establiH'ieron ^'arias en los arrabales de la eapital: en 1885, las do Binondo y Santa Cruz: en 18S(>, las de Tondo y Ermita: en 1887, la de Quiapo: y en 18VM), la de San Miguel. En iNlindanao so fundo la do Zand)oanga, en 1892, y imi 1894, la de Cotiibato. Todas ellas están subordinadas al Consejo C/ontral (pie reside en Manila, siempre bajo la diroeeion espiritual do un Padre de la Com- pañía de Jesús. El Consejo ha instituido otras o])ras benétíeas distintas de las eonfe- i'encias, aunque bajo su patronato y dirección, entre las cuales merecen nombrarse: el Patronato de Viudas y Huérfanas (1886), desempeñado por señoras de la mejor sociedad, que socorren á aquéllas con muchas limosnas; y dependiente de él un asilo de niñas desamparadas; los talleres de carpintería y ebanistería^ para niños y jóvenes de la clase obrera (1886); y la Obra de Matrimonios (1887), (jue se emplea en regularizar canónicamente uniones ilícitas. También se dedicó un tiempo á propagar impresos catequísticos. CAPÍTULO y. SA]S^IDAr>, ITlCai^XK, l^OT^ICÍA X ORIJF.Tn" rÚBI.IC08. SANIDAD É HIGIENE. INSPECCIÓN GENERA!.. Existe en Manila una inspección general de ])eneficencia y sanidad, á la cual competen, bajo el punto de vista civil, todos los asuntos del Archipiélago, referentes a los dos ramos. Dependen, por consiguiente, de ella el cuerpo de médicos titulares, las direcciones de sanidad marí- tima, los establecimientos balnearios, los hospitales civiles y lazaretos, el cuerpo de beneficencia municipal, el de vacunadores y las subdele- gado nes de Medicina y Farmacia. MÉDI(30S TITULARES Y MEDIQUILLOS. Para la asistencia facultativa de los pobres enfermos y la inspección de higiene pública en las poblaciones de estas Islas ha creado, y va creando el Gobierno, plazas de médicos llamados titulares, suficiente- mente dotados, atendiendo al número de habitantes é importancia de las provincias y localidades. A principios de 1898 eran cuarenta y dos en la isla de Luzón, diez y ocho en las islas Bisayas y seis en la de ^ Dejaron de existir auoy atráti. 366 ESTADO DK CULTURA. MindaruK). Ejorcen también los módicos titiihir(\s las funciones de médicos forenses. Además, un las po]>laciones ruralcís d(í corto vecindario, distantes de las cabe(;eras y dcístituídas, por consiguient(% de médicos profesi()nal(\s, la asistencia facultativa de los enfermos corre á cargo de los medi(|ui- llos, esto es, de personas que sin títido académico en Medicina, pei'o Con algunos conocimientos de (día y nuicha práctica, suplen al medico con nombrami(ínto y dotación del Gobierno. SAMDAI) MAmiTMA. El cuidado de la sanidad marítima (^n (\ste Archipiélago está (Micomen- dado á las direcciones de sanidad marítima, establecidas en algunos pu(>rtos d(d mismo, que son los de Manila, Iloílo, Cebú y Zamboanga, las cuales constan d(^ un director, médico primero de Aásita de naves, un medico segundo de visita de naves, lui secretario, un suplente, un intérprete y el personal subalterno necesario. No siempre tienen todo este personal, y á veces lo tienen también para el servicio del bote de la dirección. BALNEAKIOS. Por ser más frecuentados y estar más acondicionados para el ser\'i- cio público merecen especial mención los cuatro siguientes pertene- cientes á la isla de Luzón: Síbul, en la provincia de Bulacán, el cual comprende las aguas de San Kafael, Santa Matilde y San José; Aguas Santas y Galas, en la provincia de la Laguna; y Tivi, en la de Albay, en que se hallan las aguas de Jicabó y Naglabong. De estos cuatro establecimientos, el de Aguas Santas, tenía un hermoso edificio^ pro- piedad del Estado, y al frente un director del cuerpo dc^ médicos de baños, á cuyo cargo corre también la dirección facultativa de Galas; el de Tivi cuenta con cómodos alojamientos y dirección facultativa, igual á la de Aguas Santas. Síbid tenía también su edifício ad Iíog para los bañistas;^ el de Galas no se ha levantado todavía. LAZARETO. Para la observación de las procedencias de puertos infestados, hay establecido un lazareto en Mariveles junto á la entrada de la bahía de Manila. Corre á cargo de un director médico primero, de un médico segundo y de un intérprete-secretario, con el personal subalterno (|ue el servicio requiere. MATRONAS. Cuéntanse veinte y dos tituladas, retribuidas por el Erario, y distri- buidas en la forma siguiente: doce de primera clase, de las cuales hay seis para la provincia de Manila y sus arrabales y otras seis para cada ^Destruido en la última <íuerra. PART?: QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 3t>7 uiui (lo las provincias do AU>ay, Bataneas, Biilaoáii, Ija^una, Panipaiiga y Paiigasinán: oinoo do st^o-uiuia olasi* para las do Ambos Caniariiu\s, C'avito, llooos Norto, llocos Sur y Zánibalos; y oinoo do U^vora olaso para las do Bataaii, C'a^ayán. Isabola do Liizón, Nuo\a Eoija y Nuova Vizcaya. Esto servicio fue croado (d i> do Mayo do 1887. VAUIN ADORES. Dospuos do haborso tra))ajado nmcho para persuadir a los indígenas do las ventajas d(^ la inoculación do la vacuna, como so vioso (pío ni las razónos, ni los hechos, ni la t^ran mortandad do criaturas conseguían la convicci(Mi apetecida, fu('^ pr(»cis() (pie el (xobiorno nombrase, como nom}>r(^ en 1841), Aacunadonrs con sueldo y proscril)iose la indispensa- ble prosontaciíHi de los niños, un día de la semana, ante el jefe do provincia, y en los pueblos ant(^ el cura, y s(^ diesen los estados y ndacionos (^xactas (l(d cumplimi(Mit() de estas disposiciones. El (^f(H'to producido fu('^ tan notal)lo (pie la pobiacií")!! aumontí^) dosd(^ (nitonc(\s visiblemente. A linos d(^ 18t)T ha])ía 127 vacunaclores Repartidos vn las distintas provincias del Archipicélago y dop(»ndientos de un instituto ó casa central do vacuna(*i(Hi establecido en Manila, (d cual consta ái^ un director nu^dico primero, do un medico S(^.gundo, de otro provisional y de tres practicantes. COLEGIO DE FARMACÉUTICOS. Desde 1892 existe en Manila este colegio, cuyo objeto es defender, amparar y fomentar los intereses profesionales. Iniciada la idea de su creación en una reunión preparatoria, celebrada por diversos profesores, en 29 de Noviembre de 1891, y aprobado el proyecto por decreto del Gobernador Civil de Manila, en 31 de Diciembre del mismo ano, se inauguró el colegio, el 3 de Enero de 1892. Su primer acto fué acudir en socorro de dos profesores de la facul- tad afligidos con motivo de las entonces recientes inundaciones de Consuegra (España), y posteriormente ha practicado muchas otras obras conformes al un de la institución. POLICÍA Y ORDEN PÚBLICOS. VARIOS INSTITUTOS. De mucho tiempo atrás estuvieron encargados en Manila, y aun á veces fuera de ella, los servicios de policía y orden públicos á dos cuer- pos titulados Seguridad Pública y Tercios Civiles, que por razones, que no es del caso explicar, fueron extinguidos. Exclusivamente para los servicios de policía y vigilancia dentro del radio de Manila y sus arrabales, se creó despu(ís, en 1868, una guardia municipal, y en 13 de Diciembre de 1869 el Gobernador General decretó su reorganización, como cuerpo de vigilancia, y la creación del tercio civil, que después pasó á ser cuerpo de bomberos, como se dirá luego. 368 ESTADO DK CULTURA. VETERANA. Este (íuorpo, que en esta clase de servicios se ha distinguido siempre por su integridad, valor y constancia, llamado también Guardia Civil Veterana, y cuya creación fué propuesta, en 1871, al Golnerno de Madrid por el gobernador general Izquierdo, apro))ado ya, comenzó á funcionar en I"", de Julio de 1872, y su])sistió hjista (d fin de la domina- ción española, conservando siempre el prestigio y las simpatías (jue supo captarse, desde el principio, de todo el vecindario de Manila y sus arrabales. En 1894, contaba con 418 individuos, de infantería unos, y de caballería otros, pero todos con la organización militar propia de la guardia civil, y bajo las órdenes de un comandante y seis tenientes, (Micargados respectivamente de seis subdivisiones. (JUARDIA MUNIC^IPAL. Por los años de 1894 y 1895, separados los cargos de gobernador civil y de alcalde de Manila, antes reunidos en la persona del Corregidor, y quedando la Veterana á los órdenes del primero, el Alcalde y Ayun- tamiento crearon para los servicios de vigilancia y policía á sus órdenes la Guardia Municipal, compuesta de un personal mucho más reducido que la Veterana, que subsistió también hasta 1898. SERVICIO PROVINCIAL DE POLICÍA. Fuera de la ciudad de Manila los servicios de policía y orden públi- cos en las cabeceras y demás poblaciones eran atendidos por los gober- nadores de provincia de acuerdo con el Gobierno Superior del Archi- piélago. POLICÍA SECRETA. Con motivo de la rebelión, que estalló en 1896, se creó por el Gober- nador General un cuerpo de policía secreta para ayudar á la Veterana utilizando las ventajas que sobre aquélla le ofrecía el traje común ó de incógnito, para penetrar, sin recelo ni sospecha de nadie, en las reuniones ó conspiraciones anti-españolas. GUARDIA CIVIL. Este cuerpo ó institución tenía por objeto principal la persecución de los malhechores que vagan fuera de los centros de población de las islas de Luzón y de Bisayas. En 1855 el gobernador general Crespo pro- puso al Gobierno de Madrid su creación; y, aprobado el proyecto en 1868, se inauguró el cuerpo en 1869, asimilado al de España. Distin- guióse desde el principio por su severa disciplina y el aspecto marcial de sus individuos, y tenía a su cargo las provincias y distritos de Manila, Mórong, Cavite, Laguna, Batangas, Tayabas, Pampanga, Nueva Écija, Bulacán y Pangasinán. En vista de los útiles servicios PARTE QUINTA OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA. 309 (|U(> prestaba, el gobernador general Izquierdo obtuvo autorizaeióii para cvvnv otro tercio de guardia civil, que con el reglamento del ante- rior comenzó á funcionar el 1". de Junio de 1872, en las resüintes pro- vincias d(^ la isla de Luzon. Más tarde se creo taud)ien la Guardia Civil para las islas Bisa vas. Constaba, pues, de tres tercios. VA 20". (lunnero de orden relativo á los de España) ejercía su cometido en el Norte de Luzon: el 21". en el Sur, y el 22". en las islas Bisayas; mandados cada uiu) por un coronel, primer jefe un teniente coronel, jefe did detall, un capitíin cajero y otro ayudante. Además, había tres distritos, mandados por comandantes, con las líneas, secciones y puestos necesarios. En 1897, el total de la Guardia Civil en Filipinas ascendía á 8,501 individuos, según la O nía Oficial de 1898. TERCIOS CIVILES ])E MINDANAO. En Mindanao no se había establecido todavía la Guardia C'ivil; su cometido estaba conñado á los tercios civiles, esto es, á una milicia en la cual ingresaban por sorteo los indígenas á las ordcMies de jefes espa- ñoles, con una organización militar acomodada á las clases y al país, y aprobada por el Gobierno Superior de Filipinas. Dependían del Gobernador Político Militar residente en la cabecera, el cual los retenía ó distribuía, según las exigencias del servicio público requerían. CUADRILLEROS. En los poblaciones del Archipiélago existían, además, los cuadrilleros, esto es, un número fijo de jóvenes que por turno semanal estaban en la casa-gobierno á disposición del gobernadorcillo y principalía, para los restantes servicios de policía y orden públicos de que no estaban encar- gados la Guardia Civil ó los tercios civiles. Su organización era pura- mente civil y dependían en todo del gobernadorcillo, capitán ó alcalde del pueblo, el cual solía emplearlos en llevar el correo donde no había establecido servicio especial de comunicaciones. CUERPO DE BOMBEROS. Estaba encargado del servicio contra incendios en Manila y sus arra- bales, dependía del municipio, á cuyas órdenes se ocupaba ordinaria- mente en los trabajos municipales junto con los peones municipales. El Tercio Civil de que se habló poco ha, creado en virtud del decreto del Gobernador General, en 13 de Diciembre de 1869, para atender á la policía y vigilancia municipal, fué el cuerpo primeramente encargado del servicio contra incendios en 14 de Enero de 1870 y desde aquella fecha había subsistido con algunas modificaciones. En 1871, quedó organizado para este servicio especial. A fines de 1896, su personal constaba de 96 individuos, distribuidos en cuatro zonas, los cuales, junto con los 180 peones municipales, formaban un total de 272 individuos. 22823 24 370 ESTADO DE CULTURA. ALUMBRADO PUHLK O. El usado en el Archipiélago hasta poco ha era v\ de aceite de coco ó petróleo en todas las cabeceras 6 capitales de provincia y otras pobla- ciones importantes. En la ciudad murada de Manila y sus arrabales fue sustituido, en 1895, por el eléctrico, cuya instalación, conservación y demás trabajos co- ri'ieron á (menta de la compañía española llamada La Electricista de Manila. Sin embargo, no desaparecieron por completo los faroles de petróleo en aquella fecha, como lo indica el cuadro publicado por el Boletín de Entadístlca de la Ciadrul dr MaiiUa^ en Diciembre de 18ÍM), que es como sigue: lieUicAi'yíi del número de lamparais eléctricas y faroles de petróleo en cada distrito y extensión lineal de las vías públicas. Distritos. Intramuros Binondo Santa Cruz Tondo.... Quiapo San Miguel Sampáloc San Fernando de Dilao. Ermita Malate San Nicolás Paseos y Jardines Total . Alumbrado elé^ trico. Arco voltaico. Faroles de Incandes-; petróleo, cente. : 174 114 165 79 113 9 ()0 45 () 67 2 154 150 77 177 220 186 177 92 127 72 53 160 230 84 181 Exten- sión de las vías públicas. Metros. 10, 708 3, 806 14, 781 11,944 10, 534 8, 600 4, 165 10, 895 5, 470 6, 915 8, 392 8,070 104, 280 Tiene actualmente La Electricista seis grandes máquinas de 300 caballos cada una. alimentadas por ocho calderas Galioway, que ponen en movimiento doce dinamos, capaces de desarrollar un potencial de 2,080 vol. y 30 amp. cada uno, suficiente por lo tanto para dar el fluido que consumirían 30,000 lámparas de 16 bujías. Ocho de esos dinamos alternadores, destinados á las lámparas de incandescencia, y cuatro continuos, sistema Brush, para las luces de arco, son los que propor- cionan el alumbrado público y particular de Manila y sus arrabales. Ocho circuitos parten del cuadro de distribución de la central que comprenderán una extensión de 50 kilómetros, poco más ó menos, puesto que sólo el circuito que va á los extremos de Malate medía unos 9 kiló- metros, y los demás salen á razón de 5 kilómetros, término medio. No obstante, las nuevas instalaciones de alumbrado eléctrico han sido tantas que aquellas máquinas agotan su fuerza para desarrollar el fluido eléctrico contratado, y la compañía se vio casi en la precisión de suplicar la demora de nuevas instalaciones hasta la llegada de dos nue- vas máquinas de 500 caballos con dinamos capaces de desarrollar fluido ('< PARTE QUINTA OBRAS DK UTILIDAD PÚHLIUA. 371 para otras 12,(HM) Imos ó lámparas con qiio satisfam no sólo á aquéllas, sino que podrá conceder la eleetridad á la resolución de problemas industriales y domésticos, hasta ahora no ensayados en Filipinas, tales omo el lavado, planchado, costura, imprenta, litoirrafía, fabricación de i'igarrillos y otros (jue no exijan motores de nuieha })otencia. También la Escuela de Artes y Oficios (h* Iloílo ensayó el alumbrado eléctrico en r\ d(^ Junio de 1895. El dinamo era de con'iente eontimia del tipo Brown. tenía 1:^,0(K) wat. y desarrollaba luia tensión de 1 1() vol.; pero por inq)oteneia del motor fué impos¡)>le alimentar las lámparas incandescentes montadas en el edificio, por cuya causa sf» suprimieron alj^unas, por oti'a ])arte, indisj)ensabl(\s. aim:ni)1CK. >:XP()S1( IONES FILIPINAS. EXPOSICIÓN (ÍKNEKAL I)K LAS ISLAS FILIPINAS KN MADRID. Filipinas había conquistado lauros en todas las (exposiciones inter- nacionales veriticadas en este siglo, y especialmente en las d(^ Filadelfia y Amsterdam. donde por la importancia de sus manifestacioni^s se había colocado en lugar preferente entre las colonias allí representadas. Para dar á conocer á todos los españoles lo (^ue daban de sí las Islas Filipinas en los distintos ramos de la agricultura, de la industria y del comercio, y en todas las varias manifestaciones del traljajo, decretó el Gobierno de Pjspana se abriese en Madrid una exposición general d(* las Islas Filipinas, comprendiendo bajo esta denominación, para (\ste caso, las procedencias de los pueblos y territorios que constituían el (Tobierno General de Filipinas, y por consiguiente también de las islas Marianas, Palaos, y Carolinas. Inauguróse la Exposición el 80 de Junio d(^ 18TT (mi el C'ampo Grande. Estaba dividida en ochenta y dos grupos conq:) rendidos en las ocho secciones siguientes : I"". Geografía, Meteorología y Magnetismo Terrestre, Orografía, Hidrografía, Antropología, Biología, Geología y Mineralogía (Grupos r.-13^). 2"". Indumentaria, trajes, costumbres y manera de ser del indio (Grupos 14^-22^). S"". Ejército é institutos armados auxiliares de la Administración (Grupos 23^-29^). 4^ Marina de guerra (Grupos 30^-35^). 5'\ Geografía Botánica del Archipiélago, su tiora forestal y su fauna (Grupos 36^-43^). 372 ESTADO DE CULTURA. 0'\ A7r). 'IVnipnina iniiorto de Salcedo. 1577. Lloo^íida do la primera oxpodieioii do religiosos fmnciscanos. 1578. Expedición afortuiuida de Saiide á Horneo. Da^e posesión del trono al legítimo rey de a([uella isla, (piien rinde vasallaje a España. Jólo y Mindanao tributarias. DON (ÍONZAIX) HONgriIJ.O. 15SO-l5S;5. 15S(). Se obliga á los chinos á vivir reunidos y bajo los cañones del fuerte de Baybay. 15S1. Llegada á Manila de su primer obispo, Fr. Domingo de ¡Salazar. Con el vino la primera expedición de jesuítas. Comienzo de la obra de la catedral. Segunda expedición á Horneo para reponer en el trono á su legítimo rey. 15S!>. Victoria alcanzada por D. Pablo Carrion, en Cagayán, contra el corsario japones Taifusa. Expedición á Ternate al mando de Lorenzo de Cartagena. La enfermedad diezma las tropas. El P. Alonso Sánchez es enviado á Macao para obtener que los portugueses de dicha colonia reconozcan por rey á D. Felipe II, que había unido á su corona la de Portugal. 158H. Muerte de Ronquillo. Durante sus exequias se incendia el tem- plo de San Agustín, y conmnicándose el fuego á la ciudad, se queman las dos terceras partes de Manila. DON ])IEGO RONQUILLO. 1583-1584. Reedificación de Manila. Caridad del Gobernador en socorrer á los necesitados. Pacificación de algunos pueblos levantados á causa de los excesos de los encomenderos. DON SANTIAGO DE VERA. 1584-1590. 1584. Institución de la Real Audiencia de Filipinas. El Gobernador, según amplias facultades que tenía del Rey, reprime los abusos de los encomenderos. Construcción de una fuerza de piedra, según los planos y bajo la dirección del P. Sedeño, de la Compañía de Jesús. 1585. Desgraciada expedición a Ternate. Se descubre una conspira- ción de los indios de la Pampanga y de Manila promovida por mercaderes moros. Alteraciones en Cagayán é llocos. Apre- samiento del navio Santa Ana por el corsario inglés Tomás Echadesch. 378 NOTAS HI8TÓRICO-CRONOLOÜICAS. 1586. El P. Alonso Sánchez, jesuíta, comisionado por los estados ecle- siástico y seglar, y por orden del Gobernador, es enviado á España, para obtener del Rey las disposiciones que reclama- ban el buen gobierno y la prosperidad de las Islas. 1587. Llegada de la primera expedición de religiosos dominicos. ^-.V Establecimiento de una fundición de artillería. Fundación de un hospital para españoles. DON GÓMEZ PÉREZ DASMARIÑAS. 1590-1593. 1590. Construcción de los muros de Manila y de la Fuerza de Santiago. Reorganización de la armada. Supresión de la Real Audiencia por real decreto. Fundación del Colegio de Santa Potenciana para huérfanas de militares. Contiendas con el Sr. Obispo Salazar. 1591. Viaje de éste á España. Llegada á Manila de Faranda, emba- jador de Taicosama, emperador del Japón. 159^. Dasmariñas envía por embajadores suyos ante el emperador del Japón, al dominico P. Cobo y al capitán Lope de Llanos. 1593. Nueva embajada al Japón. Venida del rey de Siao á Manila, para prestar obediencia al de España, D. Felipe II, á quien cedía la isla, y para solicitar el amparo de los españoles contra los infieles de Ternate. Poderosa expedición á Molucas, á las órdenes de Dasmariñas, en auxilio del rey de Siao. Muere Dasmariñas asesinado por los chinos bogadores de la galera, en la punta Santiago. DON PEDRO DE ROJAS (iNTEraNO). 1593. Sábese en Manila la desgraciada muerte de Dasmariñas, y asume el gobierno el que era asesor del mismo, D. Pedro de Rojas, quien á los treinta y nueve días hace entrega del mando á D. Luis Pérez Dasmariñas, designado por su padre D. Gómez, con autorización que tenía concedida por real cédula. DON LUIS PÉREZ DASMARIÑAS. 1593-1595. 1598. Sospechas que infunden un gran número de champanes chinos que vinieron á Manila. 1594. Embajada infructuosa enviada á China á fin de obtener la entrega de los asesinos de D. Gómez Pérez Dasmariñas. Fun- dación de la Obra Pía de la Misericordia por el presbítero D. Juan Fernández de León. ^Así indicamos sernos desconocida con precisión la fecha, aunque dentro del espacio de tiempo que alcanza el gobierno de que se trata. PRIMKR PERÍODO. 379 1595. Atrevida (^xpodicion dv\ Gobornador á Nueva Vizcaya, Isabela y C agayáii, ion la (jue se asei^uro la reducción de aquellos pueblos. l)ON ANTONIO 1)K MORGA. 1505. En virtud de una real cédula se señalan á cada orden religiosa las provincias en que debe ejercer la administración espiritual. 150G. Expedición á Mindanao á las órdenes del capitán Rodríguez de Figueroa. lienionta éste el río Grande. En Buhayén le mata traidoramente un moro. Arriba á Manila la capitana de una escuadra, que había salido del Callao para poblar la islas de Salomón, á las órdenes de Alvaro Mendaíía de Neira, que falleció durante la travesía. DON FKAN(^IS(() TKLl.O DE GUZMÁN. 1597-1002. 1597. 1). Juan Ronquillo va á Mindanao á sustituir a Figueroa. Destruye completamente una armada de moros de Ternate, que venía en auxilio de los de Mindanao, y á consecuencia de esta victoria rinden vasallaje á España los moros de Mindanao y Jólo. Abandona Ronquillo, con gran desacierto, las con- quistas obtenidas. Llega á Manila la noticia de haber arribado forzosamente al Japón la nao San Felipe^ de haberse apoderado el pérfido Taicosama del rico cargamento de la misma y de haber sufrido el martirio varios religiosos en Nagasaki. 15í^8. Recíbense los despachos creando el arzobispado de Manila y los obispados sufragáneos de Cebú, Nueva Cáceres y Nueva Segovia. Restablecimiento de la Real Audiencia. Contra el parecer de ésta ordena Tello la evacuación del fuerte de la Caldera (Mindanao). Costeada y dirigida por D. Luis Gómez Dasmariñas sale una expedición para auxiliar al rey de Cam- boja, y es deshecha por las tempestades. 1599. Una poderosa armada de piratas moros infestan las costas de Cebú, Negros y Panay, causando grandes perjuicios en vidas y haciendas. 1600. Gran victoria naval en Mariveles contra el corsario holandés Oliverio Van Noort. Una armada de piratas moros ataca la villa de Arévalo (Iloílo) y es rechazada. Terremoto en Manila. 1601. Fundación del Colegio de San José bajo la dirección de los jesuítas. 1602. Expedición á Joló al mando de Gallinato. Después de haber obtenido algunas ventajas regresa por falta de recursos. 380 NOTAS HlSTÓRICO-CRONOLÓdlCAS. 1X)N PKDRO miAVÍ) DE ACIINA. 1 «02-1000. IH02. Ustableconse relacion(\s comorcialos con Daifusannu oinp(M-ador del Japón. 1()()8. Un voraz incendio destruye la tercera partc^ de Manila. Lc^vanta- iniento de veinte mil chinos. Españoles, indios y japoneses se unen y vencen completamente á los chinos. 1606. Afortunada expedición a Molucas dirigida por Bravo de Acuña, contra los holandeses. Queda por gobernador d(^ Ternatc D. Juan Esquivel. DON CRISTÓBAF. TÉLLEZ EN LO MILITAR, Y LA REAL AUDIENí lA KV LO POLÍTICO (interino). 1606-1608. 1606. Llega la primera misión de religiosos recoletos. LevantamicMito de los japoneses. Son vencidos y se les prohibe ([U(^ en ude lante vivan juntos en un mismo barrio. ^ - - ^ El corsario holandés Blancardo es vencido y hecho prisionero por D. Pedro de Heredia. Conducido Blancardo á Ternate, obtiene con un fuerte rescate su libertad, pero vueh^e luego á caer prisionero y es conducido á Manila. DON RODRIOO VIVERO (iNTERINO). 1608-1609. Durante su breve gobierno de nueve meses introduce Vivero alguna modificación en el ramo administrativo. DON JUAN DE SILVA. 1609-1610.» 1609. Empieza con gran actividad este Gobernador á mejorar las for- tificaciones, fundir artillería y fabricar bajeles. El holandés F. Witter ordena un desembarco en Otón (Panay); mas D. Fernando de Ayala, que tenía emboscada su gente en las inmediaciones de la playa, cae de improviso sobre los holan- deses, que habían desembarcado, y los desbarata. 1610. F. Witter se sitúa en Mariveles, y apresa varios barcos chinos y japoneses. Completa derrota y muerte de Witter en Mari- veles por la escuadra española al mando de D. Juan de Silva. Rico botín cogido á los holandeses. 1611. Llegada á Manila de los religiosos de San Juan d(^ Dios y su vuelta á Méjico. SKGVNDO período'. 381 1614. Son ac'oofidos ron gran raridad, (mi Manila, los ja|M)nosos arro- jados dr su país \iov profosar la tV católica. ir»!:». Pasando ])or el cabo de l^uona Esperanza, llega á Manila Rui- ( lon/álcz de Scgiicira. trayendo refutM-zos. Los Padres (íouiez y Rivera, jesuít^is, son enviados por el (íobernador á (loa, para solicitar del virrey d(^ la India su cooperación al plan -1(M7. 1()1H. Kl almirante holandés Spielberg bombardea Iloílo, desembarca y es rechazado por Diego Quiñones. Una escuadrilla de veinte y cuatro piraguas tripuladas por moros aliados de los holandeses es derrotada por Flores en la punta Potol. 1617. Célebre combate naval en Playa Honda (Zambales) en la que Spielberg es completamente derrotado por D. Juan Ronquillo. CAPÍTULO II. SEGUNDO PERÍODO. DESDE EL COMBATE NAVAL DE PLAYA HONDA (1617) HASTA LA DESTITUCIÓN DEL GOBERNADOR ZABÁLBURU (1709). DON JERÓNIMO DE SILVA (iNTERINO). 1617-1618. 1617. Para atajar las piraterías de los moros se estaciona una arma- dilla de joangas en Iloílo. DON ALONSO FAJARDO. 1618-1624. lt)18. Disminuye los servicios personales de los indios. Con acertadas instrucciones dadas á las naos de Acapulco, procura evitar que éstas caigan en poder de los holandeses. 1619. Inauguración del Colegio de Santo Tomás. 382 NOTAS HISTORICO-CRONOLOGICAS. 1620. Combate en el estrecho de San Bernardino iMitre tres naos españolas y tres holandesas. Muere en un naufragio el P. Moraga, quien había obtenido de Felipe II I la promesa de no abandonar Filipinas, como algunos lo aconsc^jaban al Rey. 1621. Llegada de religiosas franciscanas, (juienes fundan el Monas- terio de Santa Clara. Levantamientos en Bohol y L(\vte sofocados por D. Juan de Alcarazo. 1623. Dos expediciones contra los igorrotes. 1624. Cerciorado Fajardo de que le era intiel su (vsposa la mata con su propia daga. DON JERÓNIMO DE SILVA EN LO MILITAR, Y LA REAL AI:DIENCIA y.N I. O POLÍTICO (interino). 1024-1025. 162-1. Victoria obtenida por D. Jerónimo de Silva en el Corregidor contra siete navios holandeses. En vez de perseguir á Ios- enemigos derrotados manda a su armada regresar á Cavile, por lo que se le forma proceso y se le encierra (ni la Fucu-za de Santiago. DON FERNANDO DE SILVA (iNTERlNO). 1025-1020. 1625. Acepta D. Fernando los descargos de su antecesor y le da la libertad. Los camucones, piratas de cerca de Borneo, infestan las costas de Samar y otras islas, causando grandes daños. La escuadrilla de Iloílo los persigue, y no hallándoles por mar, va a sus tierras y los castiga. 1626. Expedición a Formosa. Se ocupa el puerto de Tanchuy. Pro- gresa allí el Catolicismo. DON JUAN NIÑO DE TAVORA. 1020-1032. 1626. Trae este Gobernador la imagen de la Virgen que se venera en Antipolo. 1627. Sale a las órdenes del Gobernador una buena armada para For- mosa. Las tempestades la obligan á volver a Manila, pero la nave Rosarlo llega á Tanchuy. Acometen este puerto los holandeses y son rechazados. Para castigar a los moros por sus piraterías va á Joló y luego a Basilan, con buen éxito, el alcalde de Cebú D. Cristóbal de Lugo. 1628. Peste en Manila. Robo sacrilego en la catedral. Hundimiento de la iglesia de la Compañía de Jesús. Expedición al jnando de Olaso á Joló con escaso resultado. 1629. Gran incendio en Cavile. SEGUNDO PERÍODO. 883 1^)80. P^.xpodicion inas afortunada do D. Pedro Tonsiño, cabo de Dapi- tan, á Jólo. Llegan embajadores do Caniboja, ofreciendo el libre comercio y un astillero para fabricar navios. lf)81. Fundan los jesuítas la residencia de Dapitan, en Mindanao. } . . i Construcción de un puente de piedra sobre el río Pásig. DON LORENZO ])K OÍ.ASO EN LO MILHAK, V LA KEAL AUDIENCIA EN LO l»OLÍTI(H) (interino). 1()8:>. Fiuidacion d(^l ('olegio de Santa Isabel para huérfanas de espa- ñoles. DON Jl AN ( EKEZO DK SALAMANCA (iNTERINO). Durante este go}>iern() es afligido (d Archipiélago por varias calamidades, tales como malas (»osechas, hambre, epidemias, plaga de langostas, erupciones volcánicas y piraterías de los moros. lí)84. IjOS piratas moros, en número de 15,000, causan grandes estragos, principalmente en las islas Bisayas, y satpiean la cabecera de Tayabas (Luzon). 1(>35. Fundación de im fuerte en Zamboanga bajo la dirección del ingeniero jesuíta, V. Melchor de Vera, para contener la pira- tería de los moros. DON SEHA8TIAN HURTADO DE (X)RCUERA. 1($35-1044. 1H85. Graves disensiones entre el arzobispo Fr. Hernando Guerrero y el Gobernador. hViU). Quedan zanjadas dichas desavenencias. El pirata Tagal, á la vuelta de sus excursiones por las islas, cargado con gran botín, es alcanzado en la punta Flechas por la escuadrilla de Zam- boanga á las órdenes de D. Nicolás González, quien obtiene completa victoria. En la refriega mueren trescientos moros, entre ellos Tagal, y son rescatados muchos cautivos. 1687. Corcuera va á Mindanao, destruye Lamitan, corte del sultán Corralat, y asalta un formidable cerro, que era su último baluarte. Los moros de Buhayén y Basilan solicitan la paz y rinden vasallaje á España. 1638. Llega Corcuera á Joló. Resistencia obstinada de los joloanos; son vencidos por fin. Dejando en Joló una guarnición de soldados y una misión de jesuítas, regresa Corcuera á Manila, donde entra en triunfo con el botín cogido á los moros. Establecimiento de algunos destacamentos en Mindanao. 384 NOTAS HISTORICO-CRONOLOOTCAS. 10í^9. Alzamiento de los chinos en Calairibíi; sus correrías por San Pedro Maeati, Taytay y Antipolo; sus derrotas y sumisión. Fundación de la Capilla Real. Fundación del Colegio de San fí uan d(^ Letrán á cargo de los Padres Dominicos. D. Francisco de Atienza rinde á los moros de Lanao, y toma posesión de la celebre laguna de este nombre. En las luchas con los moros d(^. la laguna de Lanao se distingue por su valor Fr. Pedro de San Agustín, recoleto, llamado (4 Padre Capitán. Victorias de I). Pedro de Almonte contra los moros en Mindanao y en fJoló. 1640. Separación del reino de Portugal de la corona de Plspaíla, lo cual influye para que los holandeses tomen más osadía. Los Padres Dominicos se hacen cargo del Colegio de San Juan de Letrán. 1641. Revientan tres volcanes: uno en Joló, oti'o en Sanguir, al Sur de Mindanao, y otro en el Noroeste de Luzón. Institución del Real Colegio de San Felipe, que pronto se cerró. Llegan religiosos de San Juan de Dios. 164r'2. Los holandeses atacan el puerto de Tanchuy en la isla Formosa. La guarnición española, falta de socorro, se rinde honrosamente y viene a Manila. Para ]3reca verse de un ataque de los holan- deses, repara Corcuera las nmrallas de Manila, las eriza de cañones, reúne muchos pertrechos de guerra, despeja la zona militar, derribando edificios, y hace análogos preparativos en Cavite. 1644. Después de un gobierno de nueve años y de haber realizado empresas costosas, deja en el Erario medio millón de pesos. DON DIEGO FAJARDO. 1644-1053. 1644. D. Diego Fajardo se deja dominar por su valido Yenegas. Toma Fajardo severa residencia á su antecesor Corcuera, y lo encierra en la Fuerza de Santiago, donde permanció Corcuera cinco años, siendo al fin absuelto por el Consejo de Indias y re- munerado por el Rey con el cargo de gobernador de Canarias. 1645. Horroroso temblor de tierra en Manila, llamado de San Andrés, por haber acaecido en este día. Se despuebla Manila porque los temblores se van sucediendo por cinco días. Cuentanse seiscientas víctimas del temblor. Fírmase la paz con Corralat por mediación del jesuíta P. Alejandro López. Los holan- deses, llamados por los joloanos, atacan el fuerte de los espa- ñoles en Joló, y Ugalde bizarramente los rechaza. Bula de Inocencio X creando la Universidad de Santo Tomás. SEGT^NDO PKRÍODO. 385 1640. Sí» rotirun Ijis tropas ospailohis do Jólo, después do haber tírmado el sultán un tratado nuiy honroso para los españoles, por mediación del mismo P. Jjó\)0'/.. YeiuM^ en Bolinao D. Lorenzo de Vpirte á una poderosa eseua- dia liolandesa. Otras tri's vietorias obtenidas contra las naves holandesas. 1 1647. Trece oaleones holaiuU^ses atacan la plaza de Cavite, defendida por D. Andrés de Asáldeo^ui, hasta (pie herido inortiümentx^ el almirante holandés, se retii'a su escuadra, estando mal- parados sus (raleoiHv^. Desembarco de los holandeses en Abii- cay, á la sazón pueblo indefenso, y atropellos (jue en el come- ten, hasta qu(^ se reembarcan, perseguidos por D. Juan de Chaves. 1648. Victoria dv la armadilla de Zamboanga ol)tenida contra la escuadra joloana, quedando herido y prisionero el príncipe moro Paquián Cachile. 1649. Expedición afortunada á Borneo para castigar á los piratas de dicha isla. Levantamientos de pueblos bisayas con pretexto de la orden de Fajardo, obligándoles á ir á Caviti», á ayudar á los tagalos en la construcción de naves. 1651. Comprende Fajardo las intrigas y atropellos de su valido Vene- gas. Es este encerrado y le son confiscados sus bienes. 1658. Se declara por real provisión la precedencia del Colegio de San José respecto del de Santo Tomás. DON SABINIANO MANRIQUE 1)K LARA. 1653-1663. 1654. Pónese la primera piedra de la catedral, que lu>})ía sido arrui- nada por los temblores. 1655. Corralat, sultán de Mindanao, rompe los tratados de paz, y válese de su sobrino para asesinar á los jesuítas P. Alejandro López y Juan de Montiel, que habían ido á Buhayén como embajadores. Pérdida de varias naves. 1656. Hambre y miseria en las Islas por haber talado los campos una gran plaga de langostas. Balatamay, sobrino de Corralat, piratea por Bisayas. 1657. El Gobernador de Zamboanga persigue al pirata Balatamay, y no encontrándole por mar, va á las tierras del pirata y des- truye varios pueblos moros. 1658. Gran temblor de tierra. 1660. Alzamiento en las provincias de la Pampanga y Pangasinán. Sosiéganse sin derramamiento de sangre. 22823 25 386 NOTAS HISTÓRICO-CRONOLÓGICAS. lí)62. El pirata chino Koseng con grandes amenazas exige la sumisión del Archipiélago. Digna contestación de Manrique de Lara a las insolencias del pirata. Para prevenir el ataque de Koseng se crean cuerpos escogidos de infantería, organizase un cuerpo de caballería, y se derriban iglesias, conventos y casas de extranmros. El Gobernador, los religiosos y todo los vecinos contribuyen a sufragar los gastos. Levantamiento de los chinos en los arrabales de Manila, y su sumisión. 16H8. Muere Koseng, y su hijo, oyendo los consejos del F. liiccio, dominico, desiste de sus preparativos de ^u(»rra y envía al citado religioso, como embajador, para pactar tratados de comercio. 1668. Con el íin de reconcentrar las fuerzas españolas se restira el presidio de Zamboanga, y los moros reanudan sus piráticas excursiones. DON DIEGO DE SALCEDO. 1063-1068. 1664. Regulariza este Gobernador las salidas de las naos para Acapulco, y pone astilleros en las provincias donde los acarreos de madera son más fáciles. Envío de embajadas para el comercio á Cambo ja, Siam y Batavia. Por motivos fútiles se indispone el Gobernador, 3^a con el Ayuntamiento, ya con el Arzobispo, ya con el Cabildo cate- dral. 1667. Muerte del Sr. Arzobispo Poblete á consecuencia de los desaires del joven Gobernador. Expedición para dominar á los igorrotes. 1668. El P. Paternina, agustino, comisario del Santo Oficio, procede á la prisión del Gobernador. Evangelización de las islas Marianas. Se funda en Guaján un colegio para niños á cargo de los jesuítas. DON JUAN MANUEL DE LA PEÑA BONIFAZ (iNTERINO). 1668-1669. Procura Bonifaz ganarse amigos, y al efecto aumenta el sueldo de la tropa, con lo que deja casi exhausta la Caja Real. DON MANUEL DE LEÓN. 1669-1677. 1669. Embajada de D. Juan Enríquez de Losada y del jesuíta P. Fran- cisco de Mecina á Macao; obtienen éstos no sólo que se reanude el comercio con Macao, sino que se entable con Can- tón y con Ningpó. Se favorece el comercio con ('oromandel y Siam. Es embarcado el ex-gobernador Salcedo y uniere antes de llegar á Méjico. SEGUNDO PERÍODO. 387 U>71. Llooa (lo AcíipuliH) la imo Biítn Soromf con 15(),0(>() posos. Es muy frociuMitada hi bahía de Manila |^K)r numerosas embarcaeionos, y nuiy activo ol comercio. Se entromete León en asuntos eclesiásticos, anulando la elección de provincial de agustinos y precisando á los capitulares á per- manecer encerrados hasta que nombren imevo provincial. Persigue al P. Soüer. franciscano. U)T2. El P. Paternina es enviado preso á Ak^jico y nuiere en el camino en la misma latitud en (|ue nuirió Salcedo. Llega á Manila el Obispo de Herápolis y Vicario Apostólico, de paso para Siam. El (lol)crircidor le detiene y envía otra vez a Europa, lo cual es reprobado en Madrid j (mi Roma. En Marianas es marti- rizado el P. Sanvítores, jesuíta. 1()7'). Competencia entre el Gobernador y el Arzobispo, á quien wqmú priva de sus estip(Midios. Uui. Por nuierte del Arzobispo (piedan sin obispo alguno consagrado las Islas hasta 1680. Durante este tienqx) los ordenandos son enviados a Méjico ó á Siam. DON FRANCISCO (X)LOMA, Y LUKOO DON FliANClSCO SOTOMAYOll MAN- silla, en lo militar, y la real aldienclv en lo político (interino). l()T7-l(JT8. A los cinco meses de mando nuiere Coloma y le sucede Mansilla. Durante su gobierno se construye la iglesia de la Orden Ter- cera de San Francisco. Las comunidades religiosas procuran extender el Catolicismo en el Japón, China y SiauL Frecuen- tes terremotos, aunque no nuiy fuertes. don JUAN DE VARGAS HURTADO. 1(578-1684. 1678. Fomenta este Gobernador el (comercio. 1679. Llega desterrado á estas Islas D. Fernando de Valenzuela, primer ministro que había sido de Carlos II. 1688. Después de varias competencias entre el Arzobispo, Cabildo, Real Audiencia y otras corporaciones, Vargas destierra á Pangasinán el arzobispo D. Fr. Felipe Pardo, según lo había ya decretado la Real Audiencia algunos meses antes. DON GABRIEL CURUZELAEGUI. 1684-1689. 1684. Desea el Gobernador terminar las discordias acaecidas durante el mando de su antecesor. Levanta el destierro al arzobispo Pardo; pero lejos de sosegarse los ánimos se enconan más por medidas arbitrarias tomadas contra Vargas y sus partidarios» 388 NOTAS HISTORICO-CRONOLOGICAS. 1685. Una epidemia de viruelas causa ^^ran inortaíulad. 1686. Perdida de las cosechas por demasiada lluvia. 168T. Un incendio destruye^ ^^"^^^ parte de los arra])ales de Baybay y Ton do. 1688. Llega á Manila D. Francisco de Campos Valdivia. n()ni])rado juez pesquisidor en la causa del extrañamiento del arzobispo Pardo. Restituye Valdivia la Real Audiencia qne ha))ía sido destruida con la prisión de los oidores. DON ALFONSO FUERTES EN LO MILITAR, V LA REAL AUDIEN( lA EN LO I»OLÍTI(X) (interino). 1089-1090. Mantiene Fuertes el sosiego publico y refrena los espíritus inquietos. Embarca para España á Valdivia. DON FAUSTO CRUZAT. 109O-17O1. Procura este Gobernador con gran empeño, durante su mando, acrecentar las arcas reales, cobrando lo que varios particulares debían al Tesoro, y rebajando los sueldos de varios empleados. Construcción de varios edificios como la Real Audiencia, Con- taduría y Cárcel de Corte; comienzo de los almacenes reales. 1694. Piérdese el galeón Sa?i José pereciendo cuatrocientas personas. 1696. Publica el Gobernador las Ordenanzas de Buen Gohieriw. 1697. El Hermano Francisco Javier, entendido en náutica, emprende con el P. Prado (ambos jesuítas) un viaje á Marianas en busca de las islas Carolinas, pero la embarcación se sumerge, y el Hermano vuelve a Manila. DON DOMINGO ZABALBURU. 1T01-1709. Durante su mando concluye Zabálburu las obras de los almacenes reales, reedifica el polvorín real de Malate, repara las fortifi- caciones de Cavite y atiende á la construcción de galeones. Estado floreciente del comercio. 1701. Llega á Manila, de paso para China, el Patriarca de Antioquía, Sr. Tournón, con el título de Legado a latere del Papa. No corresponde este señor á los agasajos que se le dispensan, abusa de la excesiva condescendencia del Gobernador y del Arzobispo y produce serios disgustos. El galeón Rosario^ al mando de D. Fermín de Salaverría, sostiene un combate con dos navios de guerra ingleses, que tuvieron que retirarse. TERCER PERÍODO. 389 perdiéndose liieu^o después uno de ellos. El sultán de »Joló visitu al de Mindiinao. Por supuestíis ofensas vienen los dos a las manos, y de resultas nuieren eiítranihos. El sobriiíodel sultán difunto de Mindanat) pidt» auxilio á Zahálhuru, ipiien apaeío'ua á los^ niorí)s por medio dt^l 1\ Borja, jesuíta. 1705. Naufragio del i^aleón S((/) J((ri(/\ mandado ])or D. Santiai»'o Zabálhuru, hermano del (lohernador. ITOí). Muei'e el jesuíta P. Juan Dávila, introduetor en Filipinas del cultivo del cacao qu(^ hizo traer de Méjico. El Arzobispo de Manila, Sr. C'amacho, habi(Mido caído en desgracia del rey Felipe \\ por las condescendcMicias de este prelado con el Sr. Tournon, es trasladado al obispado de Guadalajara (Méjico). 1708. Expedición infructuosa en busca de las islas Carolinas. 17()1K Otra expedición en busca délas Carolinas, frustrada por la gran cerrazón del horizonte. Destitución del gobernador Zabál- buru, por haber desagnidado al rey Felipe V su conducta condescendionte con el Sr. Tournón. CAPITULO III. TKJICER PERÍODO. DESDK LA DESTITUCIÓN DEL (iOBERNADOR ZABÁLBURIJ (1709) HASTA LA TOMA DE MANILA POR LOS INGLESES (1762). DON MARTÍN URZUA. 1709-1T15. ITOIK Dispone este Gobernador que regresen a su país los chinos exce- dentes de cierto número. ITlo. En las costáis de California, la nave Niiestra Señora de Begoña^ al mando de D. Fernando Ángulo, se deíiende de tres navios ingleses, obligándoles á retroceder. Sale de Cavite una expe- dición para Carolinas; en Sonsorol desembarcan los Padres Duberón y Cortil, jesuítas, que no pueden luego reembarcar a causa de las corrientes. 1712. Naufraga otra expedición para Carolinas. Los dominicos devuel- ven á los recoletos la administración de la provincia de Zara- bales. DON JOSÉ TORRALBA EN LO MILITAR, Y LA REAL AUDIENCIA EN LO POLITÍCO (interino). 1715-1717. Manda Torralba fundir mucha artillería de grueso calibre, per- feccionar las obras de los almacenes reales, y construir un 390 NOTAS HIST()KIC()-(;R()N0L()GICAS. baluarte en comunicación con dichos alniacciuv^. Comete este (ToF)ernad()r algunas ar})itrai'¡edades (jue le enajenan el conuui aprecio. IK)\ FERNANDO DE lUSTAMANTE. 1717-171í>. 1717. Kste (irobernador toma con grande empí^ño la cobranza de dehi- tos á las cajas reales, y i'eíine de ellos en un ano más de tres- cientos mil pesos. 171S. Restablecimiento del presidio de Zamboanga. Construcción de un presidio en Labo (Sur de la Pa ragua). Bustamante envía a su sobrino de embajador al rey de Siam para ajustar tratos de comercio. El gobernador anterior interino Torralba, acusado de un gran desfalco, es encarcelado. Bustamante, por su carácter duro, se enemista con toda suerte de personas. 171 í). P]nterado el Gobernador de que se trama contra él una conjura- ción, en la que. tomó parte el Ayuntamiento, comete toda clase de atropellos. Estalla la rebelión y las turbas asesinan a Bustamante y á su hijo. El. ARZOBISPO I). FR. FRANCISCO DE LA CUESTA, Jí]RÓNIMO (iNTERINO). 1710-1721. 1711 >. Nadie quiere hacerse cargo del Gobierno. El deseo unánime de los vecinos de Manila es que tome el mando el Arzobispo, quien, después de resistirse á ello, por ñn accede para evitar funestas consecuencias. Dispone solemne entierro del difunto Gobernador, señala mil pesos mensuales para el manteni- miento de seis hijos del mismo hasta enviarlos á Méjico, resta- blece la Real Audiencia, é instruve sumaria contra los motores y perpetradores del asesinato de Bustamante. 17!^0. Cinco mil moros durante dos meses sitian á Zamboanga, cu3"o Gobernador, D. Sebastián Amorrea, hace prodigios de valor y salva dicha plaza. La Junta de Guerra decreta el abandono del presidio de Labo. DON TORIBIO JOSÉ DE COSÍO, MARQUÉS DE TORRE-CAMPO. 1721-1729. 1721. El general D. Antonio Rojas persigue á los piratas moros sin resultado. 1723. Sale otra armadilla á las órdenes de D. Andrés García Fernández, pero se envalentonan más los moros. D. Juan de Mesa dirige una nueva expedición contra ellos, recupera la Sabanilla y causa la muerte de muchos, entre ellos varios datos. TERCER PERÍODO. 391 1724. El arzobispo Cuesta, ex-gobernador interino de Filipinas, imioro en Mechoaeán (Mejieo) a cuya sede le había destinado el Rey. 1725. El sultán de Jólo envía á Manila al ehino Kikán paní solicitar paces. 1726. Se firma en Jólo el convenio entre el sultán y España; y al punto violan los niorcKs A convenio, volviendo á sus piratefúis. El recoleto, Fr. Benito de San José, defiende con gran valor el pueblo de Catel, y rechaza de allí á los moros, pero nmere de las heridas recibidas. Siete champanes de piratas chinos son alcanzados y complettunente derrotados por nuestra armada. Piérdese el galeón Santo (^risto de Hurgón^ salván- dose la tripulación. DON FERNANDO VALDÉS. 1 725)- 1 730. 1729. Repara Valdés las foitificaciones y provee de armas la plaza. 173U. Tna escuadra de veinte embarcaciones tripuladas por tres mil piratas joloanos causa grandes daños en las islas del Sur y ataca á Taytay, que defiende con éxito D. Pedro Lucena. El jesuíta P. Contova va á Carolinas, á donde llega el año si- guiente y es luego martirizado. 1731. Sale de Cavite una fuerte escuadra para Joló y castiga á la mo- risma, quemando pueblos, talando campos y matando muchos moros. El sultán de Tamontaca solicita el auxilio de los españoles contra el príncipe Malinog, aliado de los holandeses. Se le presta auxilio y se alcanza contra éste una gran victoria. 1733. Un incendio destruye los almacenes reales, cuando estaban muy abastecidos. 1734. Otra expedición sin éxito en auxilio del sultán de Tamontaca. Intentan los moros sorprender el presidio de Zamboanga, pero son rechazados. 1735. Dos mil moros atacan á Taytay. Brillante defensa de este pueblo por Cienfuegos, auxiliado por tres religiosos. Fondean en la bahía de Manila tres grandes navios holandeses reclamando un buque de su nación, apresado por D. Francisco Muñiz en aguas de Mindanao, y se conviene en un arreglo. Llega la real cédula que resuelve, á favor del comercio de Manila, el reñido pleito sobre la introducción en América de mercaderías de seda de China. 1737. D. Juan González del Pulgar es enviado á Joló para ratificar las paces con el nuevo rey de aquella isla. Llega á Manila su arzobispo, D, Fr. Juan Ángel Rodríguez, mercenario, quien formaliza la asistencia al coro, impone el canto grego- riano y se hace apreciar de las autoridades y del pueblo. 392 NOTAS HISTÓRICO-CRONOLÓGICAS. DON GASPAR DE LA TORRE. 1739-1745. 1740. Tres caraeoas de moros atacan una embarcación de indios, cauti- van á Fr. Hipólito de San Agustín, recoleto, (jue es llevado á Joló. El sultán pide 12,000 pesos por el rescate, pero el Kector de los jesuítas de Zamboanga lo concierta por tin on 1,000 pesos. 1741. Da el Gobernador disposiciones para la defensa de las costas y persecución de los piratas moros. 1742. El almirante inglés Ansón apresa el navio (^oradoiafd ((ue venía de Acapulco. 1748. Sale una escuadra a perseguir a Ansón. pero no le encuentra y regresa. 1745. Insurrección en Batangas. Es enviado á sujetarla D. Juan González del Pulgar. DON FR. JUAN DE ARRECHEDERA, DOMINICO, OBISPO ELECTO DE NUEVA SEGOVIA (iNTERINO). 1745-1750. 1745. El Obispo-Gobernador, con gran actividad v pericia, emprende obras de defensa de las plazas, manda fundir cañones de á 18, abastece de pertrechos los almacenes y autoriza á D. Jerónimo Itta Salazar para armar en corso su patache Santo Domingo. 1746. Contra la prohibición real, muy perjudicial para el comercio, se alistan para Acapulco los navios Rosarlo y Pilar. Se ordena al Gobernador de Zamboanga que cada año mand(^ una expedi- ción contra los piratas tirones. 1747. Dos navios holandeses pretenden inútilmente tomar posesión de Basilan. 1749. Llega á Manila Ali-Mudín, sultán de Joló, pidiendo ser repuesto en su trono, usurpado, segur- él, por Bantilan. 1750. Ali-Mudín recibe el bautismo, aunque algunos no creen en su conversión. DON FRANCISCO JOSÉ DE OBANDO. 1750-1754. 1750. Continúan las piraterías de los moros fomentadas por Bantilan. 1751. Sale una escuadra para reponer en el trono de Joló á Ali-Mudín, con el nombre de Fernando I. Quedándose éste en Basilan, va la escuadra á Joló y se retira luego á Zamboanga. Descú- brese la falsía de Ali-Mudín por una carta de éste al sultán de Tamontaca. Es enviado preso á Manila. TERCER PERÍomi. 393 175:^. Expodioión á Joló de osiaso resultado. Una expedición enviada li tomar posesión de la Pamijua ha de regresar á Manila por haber enfermado la gente. Dos mil moros sitian a Iligan, y (^l P. Diieós, jesuíta, detiende la plaza y rechaza á los moros. 1754. Todas las playas del Archipiélago son invadidas por los piratas moros, que llevan por docpiiera el terror y la miseria. Es la mayor irrupción pirática de moros hastrt la fecha. Sale para perseguirles una escuadra al mando de D. Miguel Gómez Valdés. DON l»EDRO MANUEL DE ARANDÍA. IT54-1T5Í>. 1754. El Gobernador reforma la milicia, aumenta el sueldo de los militares, modifica el vestuario, crea el regimiento titulado del Rey y cuatro brigadas de artillería, y establece escuelas para ejercicio de cañón. Reglamenta el arsenal y almacenes de Qivite y la nao de Acapulco. Terrible erupción del vol- ean de Taal y tristes consecuencias de ella. Peste producida por los muchos peces muertos por la erupción, que sobrena- daban en la laguna de Taal. Toma el P. Ducós el mando de la escuadra de Iligan, y con tal acierto la dirige, que destruye ciento cincuenta embarcaciones enemigas, con nmerte de tres mil moros. 1755. Expulsa Arandía á los chinos infieles y hace construir una alcaycería, en donde deben residir temporalmente los chinos que vienen á comerciar. Á los chinos cristianos se les per- mite quedarse en las Islas, pero sólo para cultivar la 'tierra, siéndoles prohibido comerciar. Se edifica un presidio en Misamis bajo la dirección del P. Ducós, quien repara, ade- más, el fuerte de Tándag. Expedición al mando de D. Pedro Zacarías Villareal á Joló, en donde se publican las paces entre Bantilan y los españoles, pero de nuevo los joloanos faltan a lo convenido. 175t). D. Pedro Gaztambide alcanza en las costas de Balangas una gran victoria contra treinta y ocho embarcaciones de piratas. DON MIGUEL LINO EZPELETA, OBISPO DE CEBÚ (iNTERINO). 1759-1761. 1759. Llega á Manila su arzobispo D. Manuel Rojo, quien pretende el gobierno de las Islas, pues le corresponde, pero se niega á entregárselo Ezpeleta. Este pone preso á Orendáin, privado del anterior gobernador, y de aquí se origina un pleito, á que pone fin el sucesor. 894 NOTAS HISTORICO-CBONOLOGICAS. IX)N MANUEL ROJO, ARZOBISPO DE MANILA (iNTKRINO). 1761-1702. 17^)1. Toma Rojo el mando en virtud de real cédula (|ue reeib(\ Se muestra afecto á Ali-Mudín, á quien desea reponer en su trono de Jólo. 17í)2. Una escuadra inglesa de trece navios y más de seis mil hombres, al mando del almirante Córnish y d(4 brigadier Dráper, llega a Manila, que se halla sin preparativos para rechazar la agre- sión. Traidora conducta del francés Fallet y del español- americano Orendáin. Debilidad del arzobispo Rojo. CAPÍTULO IV. CUARTO PKRÍODO. DESDE LA TOMA DE MANILA POR LOS INCfLESES (1762) HASTA LA SEDICIÓN DE TA YABAS (1841). DON SIMÓN DE ANDA SALAZAR. 1762-1764. lT6á. La Junta de Autoridades nombra gobernador á Anda, quien sale de Manila j va á Bulacán. Toma y saqueo de Manila por los ingleses. Anda se da á conocer en Bulacán como gobernador y organiza la defensa del país con el auxilio de los religiosos. * Alzamientos en provincias. 1763. Expedición de los ingleses a Bulacán. El asturiano Bustos hos- tiga á los ingleses, los cuales, después de quemar el convento é iglesia de Bulacán, se retiran á Manila. Bustos establece su cuartel general en Malinta, desde donde hace excursiones hasta los arrabales de Manila, en la que escasean los víveres. 1764. Muere el arzobispo Sr. Rojo. Recibe Anda despachos del Rey, comunicándole el tratado de paz con los ingleses. Llega el nuevo Gobernador español, á quien Anda entrega el mando en la Pampanga. Triunfal entrada de D. Simón de Anda en Manila, que evacúan los ingleses. DON FRANCISCO DE LA TORRE (iNTERINO). 1764-176,5. La Torre procura reparar en lo posible los danos que en el país ha causado la guerra. (lARTO PKRÍODO. 395 1Tí). Viene á Filipinas por el eabo de Buena esperanza la fnigata de guerra />^^r;í r<>;^svyV>, la (jiie inaugura la recta eomunicaeión entre España y Filipinas. Dos erupciones del volcán Mayón. 17^)7. Los moros piratean hasta dentro de la bahía de Manila. 17r)S. Los jesuítas son expulsados de Filipinas por orden de C/árlos III. Sentimiento que por este motivo muestmn los pueblos administrados por estos religiosos. 17í)íK Se dispone (pie los chinos sean echados de Filipinas, ])ero sólo en parte se cumple esta disposición. DON SIMÓN DE ANDA 8ALA/.AK. 1770-1770. 1770. Anda repara las murallas de Manila y en ])oc()s meses obtiene la construcción de varios barcos de guerra. 1771. Concilio provincial de Manila. 177H. Envío de la fragata De^^eitda á Hatavia para iH^anudar relaiáones de comercio. 1774. Indigno proceder del italiano Cencell3% á quien Anda había con- fiado el mando de una escuadra. 1775. Irritados los moros por vejaciones sufridas de los ingleses, asesinan á la guarnición que éstos habían puesto en la isla de Bagatnbangam. DON IVKDHO SARRIO (iNTERINO). • 177(>-1778. Hace Sarrio una escuadrilla de ligeras vintas, para perseguir á los piratas, y obtiene felices resultados. 1778. Ismael, sultán de Joló, es envenenado por los partidarios del hijo de Bantilan. DON JOSÉ DE BASCO Y VARGAS. 1778-1787. Basco muestra, durante su gobierno, decidido empeño en fomen- tar la agricultura, adquiere semillas de otros países, y hace plantar más de cuatro millones de moreras en Ambos Cama- rines, para el cultivo de los gusanos que producen la seda. 1778. En poco tiempo libra Basco al país de malhechores. Combate con éxito la piratería, distinguiéndose en perseguir á los ^ piratas D. elosé Gómez, quien luego los desaloja de Mambúrao (Mindoro), en donde se habían hecho fuertes. Se revócala orden de expulsión de los chinos. 396 NOTA^ HÍSTORIOO-CRONOLOGICAS. 1779. Hasco concede premiosa los ((ue soljresalieren en la agricultura. 1781. El sultán de Joló pide las paces y devuelve* una embarcación apresada. Fundación de la Sociedad Económica d(* Amigos del País. 1782. Queda establecido el estanco del tabaco, con lo (jue creciMi con- siderablemente las rentas públicas. Excursión afortunarni(ii<^ que, á su juicio, deben implantarse en Filipinas; y aprueba la IiiHÍrncdón. que deben observar los estanquilleros de la venta de vinos. 1792. Muere en llocos D. Antonio Pineda, comisionado por el Gobierno para estudiar la ñora de Filipinas. DON RAFAEL MARÍA DE AGUILAR. 1793-1800. Con motivo de la guerra con los ingleses, refuerza Aguilar las fortificaciones, aumenta la marina, forma un apostadero en el Corregidor, y pone diez mil hombres sobre las armas. 1794. Se establece en Binondo un astillero denominado La Barraca. 1796. Llegan los navios San Pedro ^ Montañés y Europa con las fra- gatas Fama y Pilar al mando de D. Ignacio María de Álava, quien queda jefe de la escuadra, que, además de los buques citados, se compone de tres fragatas llegadas el año anterior. Por real orden se dispone la traslación del astillero de San Blas de California al puerto de Cavite. Creación de las regi- mientos de granaderos de Luzón y Batangas y cinco batallo- nes de milicia. Gran terremoto. CrAKTO PERÍODO. 397 ITÍ^T. Al salir lu oscimdnu ul niaiulo do Álava, para pcrsocjfuir un con- voy inicios siifiv un bat»ui(), j)oro al año (piodan reparadas las averías de las naves. Perdida d(d navio S(n) .bí. IX)N JOSÉ I)K (ÍARDOQUI JARAYKITIA. 1818. Por decreto de las Coi'tes es suprimida la nao de Acapulco; sale la última en 1811 y regresa en 1815. Intentan los moros, aunque inútilmente, tomar Zamboanga. Favorece (lardocpii la agricultura. 1814. Disturbios originados por la publicación y revocación de la con- stitución de Cádiz. En Laoag funda su párroco, Fr. Vicente Febré, agustino, á sus expensas, un hospital para lazarinos, el primer establecimiento de esta clase en Filipinas. Pretenden los ingleses apoderarse astutamente de Joló y Mindanao. Prohíbese la introducción del opio, (xran erupción del volcán Mayón. 1815. Por real orden se suprime el Apostadero de Marina. DON MARIANO FERNÁNDEZ DE FOLOUERAS (INTERINO, 8ECJUNDA VEZ). 181G-1822. 1817. Expedición del P. Fr. Juan Prieto al país de los feroces mayo- yaos. Real orden disponiendo que en los conventos de religiosos y religiosas se establezcan respectivamente escuelas de niños y niñas. 1818. Victoria naval contra los piratas, en las costas de Albay, obtenida por D. Pedro P]steban. Restauración de las fortiñcaciones de . Zamboanga. 1819. Restablecimiento de la Real Sociedad Económica de Filipinas. 1820. Real cédula por la que se concede exención de derechos, durante 10 años, a los productos naturales é industriales de Filipinas importados en la Península por buques nacionales. Cólera morbo en Manila. Todas las autoridades y órdenes religiosas rivalizan en celo para combatir la enfermedad. Corre entre los indios la noticia de que los extranjeros han envenenado las aguas. Las turbas asesinan á los ingleses y franceses resi- dentes en Manila en número de veintiocho. Luego atacan á los chinos. 1821. Es nuevamente jurada en Manila la constitución de 1812. ('rea- ción de la Academia de Náutica. (a\\KTO PKRÍODO. 899 1M)N .11 A N ANTONIO MAUTÍNKZ. 182!2. C'oii Martínez vinid-on do Kspiiña imuhos otíciales peninsulares, seo un hal)ía aconsejado Folgueras, ya que los existentes en Filipinas eran easi todos españoles anierieanos. IM^)). Martínez reniitt» á Espjula ))ajo partida de registro á varios que, seoím se deeía, eons})irahan. El eapitán Novales, promueve una suhlevaeión, en la (jue es t raido rainen te asesinado I). Mariano Fernández Folijfueras, jhmo es pronto sometido por las fuerzas leales. Fs cautivado })or los moros el P. Provin- cial d(^ recoletos con otro religioso, y cuesta su rescate 10, 000 pesos. IX'24:. Fuerte terríMnento en Manila. Se coloca en la plaza de Palacio la estatua de Carlos IV. Expediciones afortunadas á las 6rden(\s de I). Alonso Mors con inteivsantes noticias. 1835. Es creada una junta de comercio. DON OABKIEI. DE TORRES. 1885. Preside este Gobernador la junta para la elección de diputados á Cortes. Muere á los cincuenta días de mando. DON JOAQUÍN DE ORAMEK (iNTERlNO). 1835. Da Crámer un decreto referente á radicación de chinos en el Archipiélago. Provee en oficiales veteranos del (ejército los cargos de comandantes de las milicias provinciales. DON PEDRO ANTONIO SALAZAR (INTERINO.) 1835-1837. 1835. Se establece un impuesto gradual del sello sobre los docimientos para el giro de caudales. 1836. Salazar dispone que las pesetas sencillas tengan en las Islas el valor de cuatro reales, conforme al que tienen en la Península; y no el de cinco reales, según en el Archipiélago se les daba. Celebra un tratado de comercio con el sultán de Joló. 1837. Se crea la Inspección General de Minas de las Islas. DON ANDRÉS MARÍA CAMBA. 1837-1838. 1837. Camba manifiesta al Gobierno que el temperamento adoptado de hacer paz y alianza con el sultán de eToló no ha de pro- porcionar ninguna ventaja sólida á la navegación ni al comercio. El agustino Fr. Manuel Blanco publica su Flora de Filipinas, 1838. La Administración de Correos empieza á funcionar según la reforma dictada el año anterior. Créase en España una junta consultiva para los negocios de Ultramar. QUINTO PKKÍODO. 401 1K)N lA'lS LAUDIZÁHAL. 1838-1841. \s:]\). l.ardizáhal. (|iio era vizcaíno, da el nombro do Nuova Vizoaya á una nuova provinoia (luo forma dosmombrando lá do Cagayan; dispono tambion ol aumento do una soooión do granadoros, adíMuás do las dos existentes; y da algunas disposiciones Hobre el (empadronamiento y contri})uci6n do los chinos. Constando la excolíMito calidad del tabaco filipino y al mismo tiempo su defectuosa elaboración, so toman medidas para evitar falsiíi- caciones y acreditarlo. Publicaste en Manila un p(»ri(Klico semanal tituhido /*/vívV>.v ^V//vv*r///r.v dr M((nil(i. 1840. Inauguración de la Escuela do C'omorcio. So dan algunas dispo- siciones para la recta censura do los lil)ros. Croase la Direc- ción do Fábi'icas y la Administración (fonoral dc^ Tributos. Lardizábal someto al Gobierno Suprc^mo ol proyecto do un monumento a Magallanes en la isla do Mactán. CAPÍTULO ^^ QUINTO PK11Í0J>(>. DESDE LA SEDICIÓN DE TAYABAS (1841) HASTA EL OOBIERNO DE D. DIECH) DE LOS KÍOS, ÚLTIMO (lOBERNADOR GENERAL ESPAÑOL EN LAS ISLAS FILIPINAS (1899). DON MARÍ^KLINO DK ORAA. 1841-1843. 1S41. Sedición en Tajabas promovida por un tal Apolinario de la Cruz, llamado por sus fanáticos secuaces, rey de los tagalos, a quien atribuían poderes sobrenaturales. El comandante Huet des- barata completamente á dichos sediciosos. Se crea por real orden un gobierno-intendencia en Bisayas, con la capital en Cebú. 1842. Circular recomendando el descubrimiento de minas de carbón. Publícase la orden sobre libre construcción de buques. Díc- tase un reglamento para (4 rég-imen y policía de la bahía y puerto de Manila. 1843. Sublevación en Malate de un regimiento compuesto de soldados de la provincia de Tayabas, dominada y vencida con auxilio de tropas leales de pampangos y camarines. Establecimiento de una subdelegación de Medicina y Cirugía. 22823 -2t) 402 NOTAS HISTORICO-CRONOLOGICAS. IX)N FKAN(ISCO DE PAULA ALC^ALA. 1843-1844. 1843. Traslado del apostadero de Masbate á Ce})ú. Se dan algunas prescripciones á los consignatarios de los champanes chinos sobre el desembarco. Autorización, para los chinos, del uso del anfión, declarándolo, además, ramo estancado. 1844. Toma de posesión de la isla de Basilan para contener mejor á los moros. Prohibición de fumar opio á los indios y mestizos. Alcalá reglamenta las oficinas de Hacienda, organiza el ejér- cito, prescribe la necesidad de licencia para uso de armas y dicta disposiciones sobre incendios, pasaportes, carruajes y otros asuntos. DOX NARCISO CLAVERÍA. 1844-1849. 1844. Clavería, de acuerdo con la autoridad eclesiástica, uniforma la cuenta de los años en Filipinas con la de España y América, suprimiendo el día 31 de Diciembre de 1844, pues en el Archi- piélago se contaba un día más adelantado; manda edificar un fuerte en la isla de Basilan ocupada por su antecesor, dispone que los alcaldes mayores sean letrados, y prohibe comerciar á los jefes de provincia. Intentan los franceses apoderarse de la isla de Basilan. 1845. Sale Clavería á visitar las provincias de Luzón. 184^). Clavería da un reglamento para el desarrollo de la industria minera. 1847. Un incendio reduce a pavesas los arrabales de Santa Cruz y Quiapo. Expedición enviada, al mando de D. Mariano Oscáriz, á sujetar á los sanguinarios salvajes mayoyaos de Nueva Vizcaya. Importante conquista de Dávao (Sur de Mindanao) por D. José de Oyanguren. Se crea el cuerpo de carabineros de seguridad pública contra los malhechores. También se prohibe comerciar á los gobernadores político militares. 1848. Clavería dirige una expedición á las islas de Balanguingui, des- truye completamente sus pueblos, madrigueras de piratas, con muerte de muchos moros y rescate de doscientos cautivos, varios de ellos holandeses de eíava. Se adquieren en Londres los vapores Magallanes, Elcano, y Reina de Castilla, que son los primeros buques de esta clase que ha habido en Filipinas. Erección del monumento á Magallanes en Manila. 1849. Ordena Clavería á los indios el cambio de apellidos, pues había muy poca variedad. Prohibición al clero regular de enajenar sus bienes raíces sin previa real licencia. Organización de los tercios de policía en provincias. Creación de una academia de dibujo y pintura. QUINTO PERIODO. 403 IX>N ANTONIO BLANCO (INTERINO). 1849-1 850. Forma Blanco un cuerpo do vacunadores y obliga que se vacu- nen los niños. Crease» la provincia de la Unión y la coman- dancia de Agno. Se esbiblece en Manila una lotería mensual. IK)N ANTONIO DK URBIZTONIX). I8.50-1853. 1850. Piratean los moros joloanos en Samar y Camiguín. Urbiztondo concede fraiupiicias á los hacenderos que introduzcan chinos (|ue se dediquen exclusivamente á la agricultura. Se suprime el go])ierno-intendencia de Bisayas. 1851. Urbiztondo dirige por sí mismo una expedición á Joló, des- truye sus fuertes, apoderase de 112 cañones, y reduce á cenizas sus pantalanes y multitud de pancos. Valor y nnierte del recoleto P. Ibánez en la toma de Joló. El tabaco de Cagayán (Norte de Luzón) es premiado con medalla de oro en la Expo- sición Universal de Londres. 1852. Inauguración del puente colgante que une Arroceros con Quiapo. Comienza sus operaciones el Banco Español Filipino. Establé- cese un presidio en Polloc. Publicase el Boletín Oficial de FiU/pinaH, Siéntense varios temblores. 1853. Erupción del volcán Mayón. DON RAMÓN MONTERO (iNTERlNO). 1853-1854. 1851:. En Basilan, por imprudencia del Gobernador de la isla, es asesi nada por los moros una compañía de soldados. DON MIGUEL DE PAVÍA Y LA Y. 1854. Durante este breve gobierno de ocho meses, se establece el correo mensual entre Manila y Hongkong, se subleva un tal Cuesta, que cae luego en manos de la justicia, se siente un temblor en Manila y se abrasa el barrio de Tondo. DON RAMÓN MONTERO (INTERINO, SEGUNDA VEZ). 1854. Llegan multitud de reales órdenes relevando casi todo el personal administrativo del Archipiélago. 4U4 . NOTAS HISTORICO-CKONOLOGICAS. DON MANUKL CRESPO. 1854-1 S5(J. 1855. So restablece el Tribunal de Comercio. Apresa en aguas de Joló un panco pirata el oficial de marina González, y luego este y Villavicencio destruy(»n (mi Balanguingui una armadilla pirata que á la sazón estaban construyendo los moros. 185r). Se da el nombre de provincia de Manila á la que hasta la feclia había sido llamada de Tondo. Un baguio causa grandes destrozos. Erupción del yolcán Macaturín en Mindanao. DON RAMÓN MONTERO (INTERINO, PERCERA VEZ). 1850-1857. 1857. La clandestina introducción de libros subversivos y grai)ados deshonestos mueve á Montero á (^xpedir lui decreto para atajar este mal. DON FERNANDO DE NORZA(JARAY. 1 857-1 80O. 1857. Norzagaray dispone que la contabilidad oficial se lleve por sistema decimal. Autoriza el establecimiento de casas para el cambio de monedas. Publica un bando muy enérgico contra los malhechores. 1858. Sale de Manila para Cochinchina, en auxilio de los franceses, una expedición de 1,500 hombres bajo el mando del coronel D. Bernardo Ruiz. Establece Norzagaray un gobierno polí- tico-militar en la isla de Balábac, en la que fijaban su atención los ingleses. Da un bando para la defensa de los pueblos playeros. Envía al mando de Malcampo una expedición á la isla de Simisa, guarida de piratas moros, y otra al mando de González contra la isla de Pilas, causando en una y otra grandes perjuicios á los moros y rescatando varios cautivos. Además, embellece la población y alrededores de Manila y crea el Jar- dín Botánico. 1859. Vuelven a Filipinas los Padres Jesuítas con o])jeto de misionar en Mindanao, y á petición del Gobernador y del Ayimtamiento, con autorización del Gobierno, se encargan de la llamada Escuela Pía. Por real orden es autorizado el Comandante General del Apostadero de Filipinas para expedir nombra- mientos a los segundos y terceros pilotos. Cae un aerolito en el pueblo de México, provincia de la Pampanga. QUINTi) PERÍODO. 405 IX >N RAMÓN M. SOLANO (iNTKKINO). 18(JO. Creación d(^ un <»()l)¡orno civil jmra la provincia do Manila. Fundación d(» la Sociedad di' Sctruros Maritínios Mutuos. Colocación de unti estatua dt^ bronce de Doña Isabel II en Arroceros. Dicta Solano varias mejoras en el ramo de guerra, entre otras (d cani])io de v(^stuario para el ejercito por otro mas conforme con (d clima del país. Ordena el derribo del Parían, y se realiza, á pesar d(» mil diticultades. Se a))re al [)ublico (d mercado de la Quinta. ])()N .JIAN I)K HEKKKKA I).\\ ILA (iNTKKINO). ISíJO-lSíU. Díctase una disposición sobn^las atribuciones de los oo])ernador- cillos. Madrazo y Malcampo pei'si^uen con éxito á los piratas. Establecense las conferencias de San Vicente d(^ Paíd. Se autoriza la impresión de los Autos Acifrdados. DON JOSÉ J>KMKUV. 18(>1-18(>2. 18^)1. FA Bol(t¡n Ófcidl (Ir FinpiíHts toma el nombre de Gactia de Mcoiiht por real orden del año anterior. Se establece un gobierno político-militar en Bisayas y otro en Mindanao. Inaugíiranse los trabajos de acuñación en la casa de moneda de Manila. Crease la Escuela de Botánica y Agricultura. Los Padres Jesuítas emprenden de nuevo la evangelización de Mindanao, estableciéndose en PoUoc. Llegan los cañoneros de vapor, con casco de acero y de poco calado, y se emprende una vigorosa campana de óptimos resultados contra los piratas, distinguiéndose^ (ni ella Méndez Nilñez, Malcampo, Madrazo y Muñoz. DON SALVADOK YALDKS (iNTEKINO). 1862. Al embarcarse para la Península Lemery, el 7 de Julio, se hace cargo del gobierno el segundo cabo D. Salvador Valdés, hasta el día 9 del mismo mes, en que llega ya el Gobernador propietario. DON kafa?:l echagük. 1802-1865. Durante este gobierno el Archipiélago es afligido por el cólera morbo, incendios, inundaciones, baguios y langosta. 406 NOTAS HISTORICO-CRONOLOGICAS. 1862. Fiestas por la canonización de los mártires del Japón. Por real decreto se crea un comisario regio para el estudio de varios ramos de administración. Llegada de las Hermanas de la Caridad y de los Padres de la Congregación de San Vicente de Paúl. Los cañoneros continúan persiguiendo á los piratas. 18()3. Creación del Ministerio de Ultramar. Espantoso terremoto, que casi reduce Manila á un montón de ruinas con muerte de 400 personas y resultando heridas unas 2,000. 1864. El Ayuntamiento funda una escuela nmnicipal de niñas á cargo de las Hermanas de la Caridad. Un rayo incendia los alma- cenes generales de tabaco con pérdida de 2,000,000 de pesos. Traidora conducta del dato Uto en el río Grande de Mindanao. 1865. Solemne inauguración de la Escuela Normal de Maestros. DON JOAQUÍN DEL SOLAR (iNTERINO). 186.5. Durante su breve gobierno se da cumplimiento á varias dispo- ciones sobre una nueva organización de las dependencias de Hacienda. DON JUAN DE LARA. 186.5-1860. 18^)5. Un voraz incendio destruye gran parte de los barrios de Tondo, Santa Cruz y Quiapo. Lara toma el Colegio de Santa Poten- ciana para residencia del Capitán General, y traslada al Cole- gio de Santa Isabel las colegialas del de Santa Potenciana. Erección del obispado de Jaro. La Escuela Pía, á cargo de los Padres Jesuítas, toma el nombre de Ateneo Municipal y es reconocido como instituto de segunda enseñanza. Deslín- danse las atribuciones del Gobernador de Filipinas y del Intendente de Hacienda. 1866. Disposiciones sobre tributación de los chinos. Establecimiento de la Caja de Depósitos. Los moros de Supangán y Symuay, que se habían levantado en armas, son sometidos. DON JOSÉ LAUREANO DE SANZ (iNTERINO). 1866. Cumplimenta este Gobernador la real orden por la que se crea la Inspección General de Obras Públicas y el real decreto aprobando el reglamento orgánico de las carreras civiles de Administración Política en Ultramar. QUINTO PERÍODO. 407 l)OX ANTONIO OSORIO (iNTERINO). i8(jr>. Rolovado Siinz do su cargo de s(»guiido cabo, y próximo á llegar su sucesor cu dicho (Muplco, se embarca para la Península, dejando el mando al Comandante (xeneral de Marina, D. Antonio Osorio, cpiien solo gobierna seis días. DON JOAQUÍN J)ET. SOLAR (iNTKKlNO. SE(ílTNl)A VKZ). 180-is(>í). Durante este gobierno, s(» realizan varias mejoras urbanas en Manila y arral)ales. iS^ir). Llegan varias reales disposciones sol>re hacienda, justicia, mili- cia, obras públicas y otros ramos de administración. 18r)T. El Colegio de San Juan de Letrán, á cargo de los Padres Domi- nicos, es declarado colegio de segunda enseñanza. Grandes inundaciones en Manila y en llocos. Perdida del vapor Jíal((,sp¡j¡a al regresar de Hongkong. lsr)8. Se establece en Nueva Cáceres el Colegio de Santa Isabel á cargo de las Hermana de la Caridad. Expedición para castigar algunos atentados cometidos por los salvajes de las provincias del Norte de Luzón. 18^)9. Se crea el cuerpo de la Guardia Civil. DON MANUEL MALDONADO (iNTERINO). 1869. Desempeña el gobierno un mes sin que ocurra hecho algimo digno de especial mención. DON CARLOS DE LA TORRE. 1809-1871. 1869. Suprime este Gobernador General la guardia de alabarderos, que prestaba servicios en Palacio. Indulta á los criminales, formando con ellos la llamada Compañía de Guías de la Torre para perseguir a los malhechores, desacertada medida que multiplica los crímenes y atropellos. Una junta, hechura del 408 NOTAS HISTÓRICO-CRONOLOGICAS. (jobía-iiíidor, se incauta de los fondos del C'oh^gio de Santa Isabel. Manda el Gobernador dcM-rihar la estatua de Isabel II, que había en Arroeí^ros. Ordena proseripeiones(l(» espaíiobvs peninsulares. Inauguraeion del canal de Suez. isTo. I )(íportaci6n de algunos centenares de vagos á Balábac y Minda- nao. S(» (unpieza á reedificar la catedral arruinada por el terremoto de 1863. Traslación de los ri\st()s de Anda á la iglesia de la Orden Tercera de San Francisco. 1(ST1 . Trata de la Torre d(^ cumplimentar las disposiciones del Ministio de l'ltramar, Sr. Moret, secularizando la Tniversidad y la segunda enseñanza. Suspensión d(^ estas disposiciones. DON KAí^AEL IZQIÍIEKIX). 1871-187:}. 1871. Erupción d(^l \ olean de Camiguín y del Mayón. Circular sobrc^ la obligación de tomar los indios cédula personal. Los cañoneros destruyen algunos pancos de piratas y (jueman sus pueblos. 187i2. Una vasta conjuración separatista, que aborta en Manila y estalla en Cavite, es dominada á los dos días. Es disuelto el regi- miento indígena de arullería, y llega de la Penínsida otro también de artillería. p]l rey de Camboja, Norodam I, visita á Manila. Se crea el cuerpo de la (luardia Civil Veterana, para la vigilancia pública y servicio municipal de Manila y arrabales. Baguio en Manila. Se crea un gobierno político- militar en la Paragua. En Zamboanga, setenta presidiarios se su})levan, y son derrotados y perseguidos no sólo por la tropa de guarnición sino también por el pueblo. Se inaugura la línea electro-semafórica de Manila á la punta Restinga. 1873. Se construyen líneas telegráficas en varias provincias de Luzón. DON manup:i. mac-ckohón (interino). 1873. Durante los diez y seis días de su mando no ocurre hecho alguno digno de especial mención. don JUAN ALAMINOS. 1873-1874. Intenta Alaminos que el presbítero Alcalá Zamora, presentado por Ruiz Zorrilla para obispo de Cebú y rechazado por la Santa Sede, tome posesión de dicha diócesis, pero cede ante la enérgica conducta del metropolitano. Se indispone también, sin razón, con las Hermanas de la Caridad, á quienes amenaza QUINTO PERÍODO. 409 con onviarliis á la Penín.sula. F^ii los montes de San Mateo y Bosohoso hay varios encuentros entre la guardia civil y los malhechores. Se establece una línea de vapores españoles entre el Archipielao^o y la Península. Habilítaiise para el comercio h)s puertos de Le^ispi, Taeloban y Leyte. DON MAM:EL m.ANÍO VALDEUllAMA (iNTKKIXO). 1874. Quinientos joloanos jitacan A destacamento de Halábac y son i'echazados. DON .lOSK MAÍ.0AMPO. 1874-1877. 1875. Inauguración del puente de España. Proclamación del Rey de España, I). Alfonso XII. Í8T(). Concurre Eilipinas á la Exposición de Filadeltia. Conquista de Jólo. Construcción de fortiticaciones para la conservación de lo con(]uistad(). Queda en Joló d(> gobernador D. Pascual Ce r vera. 18TT. Se restablece la estatua de Isabel II en Arroceros. Una porción de artilleros se sublevan contra su Coronel, y el General Segundo Cabo los devuelve al cuartel. DON DOMINÍtO MOKIONES. 1877-1 880. 1877. Antes de instalarse, va Morlones al cuartel de los artilleros, restituye al ('oronel en su mando y conmina con el inmediato castigo á los culpables. Terminada la sumaria son fusilados los cabezas del motín. Reprime Morlones la usura. Ordena que se pague á los recaudadores de tabaco las cantidades adeudadas. Convoca juntas facultativas para mejorar las condiciones higiénicas de Joló. Útilísima expedición de Gamir á Joló y reconocimiento de parte de la isla. 1878. Inaugúranse las obras de la traída de aguas de Carriedo. Hácese extensiva á estas Islas la reducción de los días festivos dis- puesta por Su Santidad. Solemnes exequias por Pío IX. Excursión de Morlones al Sur del Archipiélago. El sultán y los datos de Joló firman capitulaciones, reconociendo los derechos' de España. 1879. Se verifica el segundo enlace del Rey con Doña María Cristina, y se celebran fiestas en Filipinas por este motivo. 410 NOTAS HISTORICÜ-CRONOLOGICAS. DON RAFAEL RODRÍGUEZ ARIAS (iNTERlNO). 1880. Constituyese la Junta de las Obras del Puerto de Manila. * 1K>N FERNANDO PRIMO DE RIVERA. 1880-1883. 1880. Fuerte temblor en Manila. Establécese el (*al)le submarino entre Luzón y Plspaña. 1881. Real decreto ordenando el desestanco del tabaco. Se dan varias medidas para la reducción de los Ínfleles del Norte de Luzón, como efecto de la visita que Primo de Rivera había hecho á aquellas provincias. 1882. Por real decreto se crea la Inspección (leneral de Conuuiica- clones. Exepedición de Paulín para castigar á los joloanos. Se establecen destacamentos en las islas de Siasi, Tataán y Bongao. Fuerte baguio, cuyo vórtice pasa por Manila. Cólera morbo en Zamboanga y en Manila. Se inaugura la Caja de Ahorros y las aguas potables, que inició Morlones. 1883. Es representado el Archipiélago Filipino en la Exposición de Amsterdam. DON EMILIO MOLÍNS (iNTERINO). 1883. Durante los pocos días que gobierna Molíns no ocurren hechos de importancia. DON JOAQUÍN JOVELLAR. 1883-188.5. 1883. Reducción del trabajo de prestación personal á quince días en lugar de cuarenta y creación del impuesto provincial de 1^ pesos anuales por polista. Se aprueba el plan general de ferrocarriles de Luzón. 1884. Jovellar gira una vista a las islas del Sur. Creación del impuesto de cédula personal. Reformas en la Dirección General de Administración Civil. Es declarado oficial el Observatorio que los Padres Jesuítas dirigen en Manila. A los infieles de Mindanao, nuevamente convertidos, se les exime de tributo durante su vida. DON EMILIO MOLÍNS (INTERINO, SEGUNDA VEz)o 1885. Durante los tres días que dura esta interinidad no ocurre hecho alguno digno de mención. QUINTO PERÍODO. 411 DON EMILIO TERRERO. 1885-1888. 1885. Surg^o el conflicto entre P^spana y Alemania respecto á la soberanía (le aquélla sobre las Carolinas. Llega la noticia de la muerte del Rey D. Alfonso XII. 188(). Termina el conflicto entre España y Alemania respecto a las Carolinas y Palaos por el arbitraje de S. S. León XIII. Nacimiento del Rey D. Alfonso XIII. Se confían a los Padres Capuchinos las misiones de Carolinas y Palaos. Kx- pedicion afortunada de 1). Julio Seriná contra el dato Cto. Va á Manila el dato Harún y se le proclama sultán de Jólo. 1887. Comienzo de las obras del ferrocarril de Manila á Dagupan. Emprende Terrero una expedición contra el dato Ctoestal>le- cido en el río Crande de Mindanao, ocupando Bacat y (jue- l)rantand() la poderosa influencia del dato moi'o. Gloriosa expedición á Maibún (Joló): destruyese la corte del sultán rebelde. Otras expediciones también afortunadas á Tapul, Pata, Boal y otras islas. 1888. Manifestación política, masónica y antipatriótica, preparada por algunos amigos de Terrero, (jut^ motiva el relevo de este (lobernador. DON ANTONIO MOLTÓ (iNTERINOj. 1888. El General Segundo Cabo, D. Antonio Moltó, nombrado Go])er- nador interino, renuncia por enfermedad este cargo en el Comandante General de Marina. DON FEDERICO I.OBATÓN (iNTERINO). 1888. Este Gobernador toma el mando precisamente la víspera de la llegada del nuevo Gobernador General. DON VALERIANO WÉYLER. 1888-1891. 1888. Restablece Wéyler el orden alterado en los últimos tiempos de Terrero. Inauguración del tranvía de Manila á Malabón. 1889. Establécese la Escuela de Agricultura de Manila. Se establece también el Registro de Propiedad. 1890. Comienza la organización de ayuntamientos en las cabeceras en que hay gobierno civil. Se crea la Escuela Práctica de Artes y Oficios. Se establecen redes telefónicas en Filipinas. Termínase la trocha de Tucuran en Mindanao. 412 NOTAS HISTORICO-CRONOLOOK^AS. 181U. Iníiuguración del ferromrril desde Manila á Caluinpit. Cam- pana contra los moros de la laguna de Lanao: el coronel Muerta, en una expedición, llega hasta dicha laguna, se apodera de la cota d(» Maráhuit y regn^sa al cuartel general d(* Iligan. Se establece en Dagupan (Pangasinán) un colegio de primera clase de st^gunda enseñanza, á cargo d(» los Padres Dominicos. Graves sucesos en Calamba. DON EULíXilO DESPl'JOL. 1801-1898. 18'>ii. Inauguración del ferrocarril desde Calumpit á Dagupan. Crea- ción de la Escuela Normal Superior d(^ Maestras á cargo de las religiosas agustinas de la Asunción, (lira Despujol una visita al Sur del Archipiélago. Hace una nueva clasificación de escuelas, y obtiene el aumento de su(ddos para nuu^stros y maestras, y d(> la asignación para material de escuc^las. In- dulta á varios deportados. Celébi-ase el cuarto centenario de Cristóbal Colón. DON FKDKKKY) OCHANIK^ (iNTKRINO). 181);}. Nada sucede de relativa importancia durante este breve gobierno. DON RAMÓN RI.ANCO. 1893-1 8Í)(>. 1898. Por real orden se modifica el r(%imen municipal en las provincias de Luzón y de Bisayas con las llamadas reformas de Maura. En fJoló renuncia el sultán Harún y es proclamado en su lugar (4 dato Amiriil Quiram. 1894. Campana contra los moros del Norte de Mindanao. 1895. Apertura de la primera Exposición Regional de Filipinas. Se establece el alumbrado eléctrico en Manila. Toma de Maráhuit y de la laguna de Lanao. Llega á las Islas la primera misión de Padres Benedictinos. 1896. Se denuncia a la autoridad, con pruebas fehacientes, por el P. Mariano Gil, agustino, la existencia de una conjuración pró- xima a estallar. Estalla la revolución; combates en los alrededores de Manila. Publicación de un indulto. Se ex- tiende la rebelión á las provincias vecinas á Manila. Insu- rrecciones descubiertas y sofocadas en Joló y en la Paragua. En Iligan, insurrección de dos compañías de disciplinarios, los que luego infestan los pueblos del Norte de Mindanao. Llegan refuerzos de la Península. Inacción después del con- tratiempo de Noveleta. Es relevado Blanco. QUINTO PKRÍODO. 413 1K)N CAMILO l»OLAVlK.7A. 1SÍH$-1807. ISIM). Toma Polavioja el inaiulo á 13 d(* Dicioinbiv. Knipiozan las oporarionos do Polavioja contra los ivholdos. So activan los tnü>ajos on los juz^j^ados militares, y varios filipinos, tenidos por autores do la conspií-ación, son pasados j)or las armas, entro olios Rizal. 181^7. Vu ataque combinado de seis cohmmas contra el sitio llamado Cacatoon de Silo (piohranta la insurr(H*ci6n en la provincia do Bulacán. Llopin nuevos refuerzos de España. Siguen los fusilamientos do filipinos y los combates (»n las [)rovincias do Manila, Bataán, Pampanga y Bataneas. Publicación do un indulto. Or^anízanso^ })atallon(vs d(» voluntarios indíuvnas. Se emprende la roconíjuista d(* la provincia de Cavite. Toma do Silang, Dasmariñas o Inuis. Concesión do otro indulto. Toma de Novoleta y di^ San P^-ancisco do Malabon. nON ,I()SK 1)K LA( HAMBRE (iXTERINO).' 18í)7. Suspendonso las oporacionivs durante la brevísima intcM'inidad de Ijachambre. OON FKKNAMX) PRIMO OK RIVKRA. 1807-1808. 189T. Primo do Rivera dirijo alocuciones al pueblo y al ejercito; emprende las operaciones. Toma de Indang y de Maragon- dón. Bandos de indulto. . Se establecen varios destacamentos. Negociaciones de paz. Pacto de Biacnabató. Son embar- cados Aguinaldo y varios jefes para Hongkong, en donde Aguinaldo cobra los 400,000 pesos del cheque (pie contra el Banco de dicho punto le fué entregado. Tei'remotos en Min- danao y Jólo. Horrible baguio en Samar y Leyte. 1898. Se canta el Te Deum en Filipinas y en España por la paz. Algunos levantamientos en Luzón. DON BASILIO AUGUSTIN. 1898. Tratos entre Aguinaldo y el cónsul general de los Estados Unidos en Singapore. La escuadra americana destruye la española en la bahía de Manila. Bloqueo de Manila. Los americanos traen á Cavite a Aguinaldo y otras cabecillas desde Kongkong. Creación de las milicias filipinas. Creación 414 NOTAS HISTORICO-CRONOLOGICA8. de la Asamblea Consultiva de Filipinas y publicación de un programa de régimen autonómico. Levantamiento de las provincias de Luzón y asesinatos de peninsulares indefensos. Caen varios destacamentos en poder de los tagalos. Una escuadra, a las órdenes de Cámara, sale de España, á donde regresa luego de haber pasado el canal de Suez. DON FERMÍN JÁUDENES (iNTí:RINO). 1898. Preliminares de paz. Capitulación de Manila. Los ameri- canos entran en Manila. DON FRANCISCO RIZZO (iNTERINo). 1898. Al marchar Jáudenes a España, queda en su lugar por sustitución reglamentaria, el general Rizzo, sin que durante su breve interinidad ocurra cosa alguna digna de especial mención. DON DIEGO DE LOS RÍOS. 1898-1899. 1898. Establecido Ríos en Iloílo, gobierna las islas en las cuales sigue ondeando la bandera española. Una armadilla tagala es des- truida por unos cañoneros españoles. Por el tratado de París el Archipiélago Filipino deja de pertenecer á la corona de España y pasa á poder de los Estados Unidos. Ordena Ríos abandonar las fortalezas y concentra las tropas en Zam- boanga, desde donde se traslada á Manila. 1899. El día I"", de Enero llega Ríos á Manila. Embarque de las tropas españolas para la Península. Regresa Ríos á España, y queda el general Jaramillo en calidad de presidente de la Comisión de Selección y de Transporte para el envío del material de guerra, y D. Manuel Sastrón al frente de la Comisión de Hacienda de España en Filipinas. TR^T^DO V. OROGRAFÍA 416 V n i) T. ( ) c^r () . Examinadas ya de alguna manera, en los tratados precedentes, la disposición civil y política del Archipiélago Filipino y la fisonomía moral de las razas que lo pueblan con el grado de cultura por ellas alcanzado, y hecha sucinta relación de los acontecimientos más memo- rables que su historia registra; descubriremos en los tratados siguien- tes de este primer tomo, nuevos horizontes de investigación, estudiando el Archipiélago en sus condiciones puramente naturales, independiente- mente de toda raza y de toda acción libre del hombre, es decir, en el aspecto y configuración superficial de sus islas con relación al nivel del mar; en la disposición de sus costas, curso de sus ríos, posición de sus lagos, puntas, cabos, promontorios, etc. ; en los minerales que en él se encuentran; en las plantas que en él vegetan; y en los seres vivientes que, aparte del hombre, en él habitan ó en sus aguas moran. Serán, pues, materia de este tratado y de los siguientes, por su orden, la Orografía, la Hidrografía, la Geognosia, la Fitografía y la Zoografía del Archipiélago Filipino. J[fK MOXTASaS. 8ISTKMA DK LOS CAHAl^AIJ.OS KX LA ISLA DK H'ZÓN. NÚCLEO DKL SISTKMA. La orografía de Luzóii, la más importante isla de todo el Archi- piélago Filipino, estriba prineipalmente en tres grandes eordilleras, cuyas vertientes constituyen las (Uiencas de cuatro caudalosos ríos, (¡ue surcando la isla en opuestas direc'ciones, de tal suerte la riegan y fer tilizan con sus abundantes aguas, que apenas hay provincia qu(^ no produzca en abundancia los frutos propios de esta región. El verda dero núcleo de este sistema orográfico, del cual, como de centro, arran can las mencionadas cordilleras, se llama Caraballo Sur, cuya cúspide más alta (1,400 metros) se halla situada hacia los 16^ 5' de latitud N. y 12V^ V de latitud E. de Greenwich. ( ARABALLOS OCí^IDENTALES. La primera de dichas cordilleras, que sigue la dirección N. próxima- mente, denominada Caraballos Occidentales, se divide en dos partes, a saber, la de los Caraballos Centrales, que ocupa tres cuartas partes de su longitud, hasta la divisoria entre las provincias de Abra, llocos Norte y Caga3^án, y la del Caraballo Norte, desde la citada divisoria, hasta el extremo más septentrional de esta parte de Luzón, llamado punta Cabicungan. Su longitud total es aproximadamente de 50 leguas. Divide las provincias de Pangasinán, Unión, Abra y distrito de Ben- guet, de las de Nueva Vizcaya, Isabela y Cagayán. Partiendo del Cabalisían, cerca del Caraballo Sur, hacia el N. , se deja al O. de la cordillera principal, el distrito de Benguet, en donde se levantan las sierras de Pinos y Bayabas. En una serie de cerros de escasa importancia nacen los ríos A})ra y Agno Grande, que, tomando opuestas direcciones, se encaminan el primero hacia el N., y hacia el S. el segundo. Los montes de Biu- maca. Tapan, Cabunían, Tonglón (2,261 metros), Lugsen y el pico de Bayabas (1,520 metros) son los eslabones más importantes de la cordi- llera en el distrito de Benguet. Al N. del Caraballo Sur y á ufia distancia igual á la que media entre dicho monte y la ensenada de Casiguran, se halla el monte Data (2,500 419 420 OROÍiRAFlA. metros), uno de los nuts notal)les de la cordillera ])rineipal, ([ue consti- tuye el centro orogrático de una extensa comarca esencialmentí* mon- tañosa. Sus ramiñcaciones corren generalmente de X. á S. Entre ellas sobresalí? la serie de montanas Sabagán, que se dirigen hacia el distrito de Bontoc;, y el grupo de montes, denominados Polis, (ju(^ forman la región más elevada de todo aquel territorio. De la cordillera de Polis, que da lugar al vall(^ de Sapán, se derivan á su vez otros ramales, que con rumbo NE. se dirigen a Bontoc y á Cagayán, formando la cuenca de algunos afluentes del río de este nom- bre, y uniéndose sus estribaciones con las de la segunda cordillera principal. Por el límite occidental del distrito de Lepanto, y for- mando la divisoria entre el mismo y la provincia de llocos Sur, s(^ extienden las cordilleras del Tila y del Malaya que corren al SE. pene- trando en el distrito de Benguet, en donde se unen con una rami- ficación del Data. La divisoria entre las provincias de Abra é llocos Sur consiste en una cordillera, que corre paralela á la principal de S. á N., quedando así la provincia de Abra situada entre dos grandes cordilleras, que por ser todas fragosísimas, encuentran en ellas seguro albergue numerosas tribus de igorrotes. Del Caraballo Norte, que forma la región septen- trional de la gran cordillera, parte hacia el O. un ramal denominado Caraballo Chico. Desde este último arrancan dos series de montanas, que, avanzando paralelamente hacia el mediodía, se internan en la pro- vincia de llocos Sur, a la que dan también un aspecto uiuy variado. SIERRA MADRE. La segunda cordillera principal, denominada Sierra Madre, arranca del Caraballo de Baler, situado al SE. del Caraballo Sur. Se dirige generalmente hacia el NE., y en conjunto forma una cadena continua de montañas, que se prolonga desde el citado Caraballo de Baler, hasta el cabo Engaño, extremo Nordeste de la isla, recorriendo el distrito del Príncipe y las provincias de la Isabela j Cagayán. Mide su extensión una longitud algo mayor que la de los Caraballos Ocíádentales. No se conoce la verdadera anchura de esta cordillera, la mayor del Archipiélago, como tampoco se ha podido determinar la altura de sus principales montes. Una pequeña ramificación de esta cordillera se prolonga hasta la ensenada de Palanan, continuando la principal para- lela á la costa oriental y muy cerca de ella. Del Caraballo Sur, y en el espacio comprendido entre los Cara- ballos Occidentales y la Sierra Madre, nace otra ramificación, denomi- nada Mamparan, que dirigiéndose hacia el N., avanza por la provin- cia de Nueva Vizcaya. Las ramificaciones de esta montaña se enlazan, á derecha é izquierda, con las estribaciones de las dos principales, mien- tras que por la parte del Sur, varias derivaciones del Caraballo de Baler se internan en la provincia de Nueva Ecija. IMilNClPALKS SISTEMAS DK MONTAÑAS. 421 COKDILLKHA DK!. KSTK Y DKL SIDKSTK. La tercora cordillera prim'i})al, {[\io dol C'arahallo Sur so dospriMido, se presenta menos eneiim))rada ipie las dos anteriores, siendo tanilTien su dirección más irreüfular. y su extensión doble de la de los C'aralmllos Occidentales. Se extiende desdt» (d Carahallo de Baler hasta el cstrcH'ho de San Bernardino. Su rumbo, desde el punto de partida liasta (*1 monte Banajao, en v\ límiti^ de las provincias de la La^funa y Tayabas, es de X. á S. Desde (d Banajao tuerce la cordillera hacia id SE., dirección (jue conserva invaria)>lemente liasta c(»rca de (luinayan^an, en la provincia (le Tayabas, donde s(» bifurca (mi dos ramales, (|U(* se encandnan nv^jXH*- tivamente el uno más hacia el S., por la citada provincia, hasta la punta Bond()t>-, en (jue termina, y el otro hacia (d NK., para inclinarM* luego otra vez al K., en el termino de Calaijfua, cruzar la provincia de And)()s Camarines por (d Norte, torcer de nuevo hacia (d SE., para internarse en la parte Sur de dicha provincia y en las de Albay y Sor- sogón hasta morir en las estri})aciones del volcán Bulusan, frente al estrecho de San Bernardino. Entre las ramificaciones de esta gran cordillera merecen especial nuMición, además del ramal de Tayabas, la que, partiendo del Cara])allo de Baler, toma la dirección NE., hasta terminar en la punta del Encanto, en el lado meridional de la ensenada de Baler, las (pie se extienden por la provincia de Bulacán y distrito de Mórong, y las de Colasi y Bacaray (^i (d Norte de Am})os Camarines. M()^'TES MAS NOTABLES. Los montes más importantes del sistema de los Caraballos, además del Caraballo Sur, son los siguientes: En la cordillera del Noroeste ó Caraballos Occiderítales, las cumbres de Lagsig, Cabalisían, Salaesa, Dalandem, Mingolit y Lalauan, entre las provincias de Nueva Vizcaya, Nueva Ecija, Pangasinán y distrito de Benguet; los del Data (2,500 metros). Tila (1,355 metros), Mitra (1,737 metros) y Tantaguan (1,914 metros), en el distrito de Lepanto; los de Posdey (1,430 metros), Mamagued, Mabulusa, Liputén, Abra, Golango, Bumuragan, Balatinan, Molingan y el pico Cálao, en la provincia de Abra; los de Bálago (1,606 metros), Cabatingan, del Diablo, Maguina- lem, Tibangrán y Burnay (1,913 metros), entre las provincias de Abra é llocos Norte; y en las sierras de llocos Norte, desde su extremo más meridional hasta la punta Cabicungan, en la costa septentrional, los de Aganmala (1,410 metros). Pan de Azúcar (762 metros), Bimungan (1,183 metros), de la Quebrada (927 metros), Caburtanga, Gabón ó Dacuer, Dilaso, Danao, Daros, Narapijan y el fragoso Andang. En la Sierra Madre figuran por su elevación los Dos Cuernos (1,204 metros), el Moisés (1,283 metros), el volcán Caua (1,195 metros), el 422 orografía. Cetáceo, ol Cresta y otros varios, cuya altura, sc^ún indicamos mas arriiía, no se ha podido determinar todavía. Siguiendo la cordilhíra del Este y del Sudeste, los dv\ Cara})allo dv Baler y Sabani en la provincia d(^ Nueva Ecija, Silao, Angat, Paha- lanoy Orion, (mi la de Bulacán; Tayabasan, Balacbac, Lamuti, Mapálit. Limulan, Canumay y Bayo, en el distrito de Moront^; Malati^ui, ('ai- vario, Maquíling (1,188 metros) y San Cristóbal, en la provincia de la Laguna, hasta llegar al Banajao; y desde el Banajao hasta el estrinho iU^ San Bernardino, los de Masalacay y Bondog, en la provincia d(^ Tayabas; los de Colasi, Calungan, Baya})as, La>)o (1,552 metros). Baao, Patianay, Paratucan, Caramoan, Isarog é Triga, (mi la de Ambos Camarines; y en las de Albay y Sorsogon los de Buhi 6 Malínao, Masaraga (1,854 metros), Mayón 6 volcán de Albay (5¿,5i^i^ metros), Pocdol, Calangalan y el volcán Bulusan. SISTEMA PE LA ISLA DE MINDORO. VÉRTK'K DEL SISTEMA. Tomando como punto de partida el monte Halcón (2,700 metros), situado en la parte Norte de la isla, y á igual distancia de las costas oriental y occidental, divísanse tres grandes cordilleras, que de el arrancan, la una en la dirección de NO. á SE., y las otras dos de N. á S. La septentrional es casi perpendicular á las otras dos, c^ue por ser paralelas no solamente á las costas sino también entre sí, dan lugar á una gran planicie central, que se extiende entre ambas de N. á S. Esta parte interior de la isla es muy poco conocida aún por la absoluta incomunicación en que están, entre ambas cordilleras, los pueblos playeros de una costa con los de la opuesta. CORDILLERA SEPTENTRIONAL. La cordillera septentrional, que, según hemos ya apuntado, corri^ de NO. á SPl, es quizás la más importante de todo el sistema. Desde el monte Halcón hasta el cerro Cala vite, situado á muy corta distancia de la punta llamada también Calavite, se presenta con varias inflexiones, de las que se desprenden numerosos ramales, no solamente en la direc- ción N. hacia la playa, sino también hacia el interior de la isla. Tiene muchos montes, entre los que descuellan el Calavite, el Abra de ílog y los de Bacoó. En las cercanías del pueblo de Nauján existe un gran ramal ó serie de montañas, que siguiendo primero casi la misma direc- ción que la cordillera principal, luego se desvía hacia el S. para unirse con la cordillera de la costa oriental. CORDILLERA ORIENTAL. Del ramal de Nauján, arriba mencionado, arranca otra cordillera, que pasando por el O. de una laguna, llamada también Nauján, prosigue PRINCIPALES SISTEMAS HE MONTAÑAS. 423 híU'ia ol SE. por la sorio de niontanas, (juo so oxtiondon ontro los pue- blos de Naiiján y Pola, cambia en seofuida de nimbo para eiieamiiiarse hacia el S.. y formando los cerros de Bamtat, Hahayiiatul)¡i>f y Matá- ])an^'. eiitrt^ los pueblos de Pola y Sócol; los de Taiiifot, Bonpibon y Batanean, (Mitre Socol y Tidiíio;; y los de Mabajo, A^uu y Taitican entiv Mamalay y Bulalácao, se une al ún en la })arte Sur de la isla con la cordillera occidental. CORDILLERA (HXTDENTAL. El monte Abra de ílo^* ^'t»rca del Halcón, es el ])unto de donde arranca la cadena de montañas ipie corre paralela á la costa occidentjil de N. á S. Con nunHU'osas e importantes ramiticacionivs, (pie se extienden hacia el O. hasta morir en la playa, encuentra en su curso el pueblo de Sablayán, en cuyas cercanías se interrumpe, para aparecer d(^ nuevo en las innu^diaciones de Iriron y proseguir en la misma dinvciíMi de N. a S. hasta terminar en la punta Rumban, al NO. de la de Busuanga, una d(^ las cpie foi'man la (MisíMiada de Mandarín. SISTEMAS J)E NE(;R()S V PANAY EN LAS ISLAS HISAYAS. CADENA ()R()(}RÁE1( A DE LA ISLA NEdROS. El esciueleto orogrático de la isla de Negros (\stá formado poi* una gran cordillera (^ue la cruza en el sentido de su longitud de N. á S., y por varios ramales, cpie desprendi(^Midose de ella, y siguiendo direcciones opii(\stas, van á t(n'minar (Mi ambas costas oriental y occidental. La disposici(Hi de esta cordillera dio, en parte, lugar á la divisicjn general (|ue d(^ la isla se hizo, en Negros Oriental y Negros Occidental, significán- dose por la primera de estas denominaciones, toda la región que d(niiora al E. de la gran cordillera por la parte de Cebú, menos una porcic^n del Nordeste, y por la segunda toda la restante comprímdida en la v(n-tiente del Oeste por el lado de Panay. P^ntre las ramificaciones de la cordi- llera central merecen especial menci(>n las dos de Negros Oriental, que, marchando hacia el Pl, unieren respectivamente en las puntas de San Jos(^. y Manjúvod, 3^ la que, dirigiéndose hacia el O., termina en la punta Sojotc^n. Los picos más importantes por su elevación son : el Solitario, no lejos de Plscalante, los de Silay, Dumagsaya, Macauili, Mandalagan, Macupao, Ilong, Otay y el volcán Can.laón ó Malaspina, cuya altura es de unos 1,200 metros, situado en el centro de la cordillera; y hacia el S. el Tipasi, el Balinsasáyao, el Malonay, los Cuernos de Negros y la sierra de Dumaguete, en la extremidad SE. de la isla. CORDILLERA PRINCIPAL DE PANAY. Puede decirse que en la isla de Panay no existe más que una cordi- llera, que la recorre de N. á S. , en su región occidental, separando, desde la pequeña península de Buruanga, en el extremo Noroeste de la isla, 424 orografía. hasta la punta Siarán en el Sudoeste, el distrito de Antique de los de (Jápiz e Iloílo. El punto más culminante de toda estíi cordillera es, sin duda, el Madia-ás, que alcanza la altura de 2,180 metidos, situado hacia el ESE. del pueblo de Colasi, en los 11^ 24' de latitud de N. y 122- 20' de longitud Vj. del meridiano de Greenwich. Desde el Madia-ás hasta la punta Pucio, en la península de Buruanga, sigue con ligeras infle- xiones, tanto laterales de E á O., como verticales en depresiones y ele- vaciones sucesivas, primero la dirección \., hasta los 11- 45' de latitud N., y luego la de E. áO., hasta terminar en la citada punta Tucio, sirviendo á la vez de límite entre las provincias de C'ápiz y Anti([ue. A medida que avanza esta cordillera hacia el N. va decrcH'itMido rápi- damente, y en la península de Buruanga, se enlaza con una nuiltitud de cerros calizos, no muy elevados y de formas desiguales, como todos los de naturaleza caliza, que terminan radialmente en las puntas Sa})ong- cogon, Naisog y Pucio. Desde el monte Madia-ás continúa la cordillera hacia el S. , tomando principalmente la dirección SSPl hasta el monte Llórente, en los 10- 59' de latitud N. y 122^ 19' de longitud E., desde donde recurva para tomarla dirección SSO., hasta el monte Nagsucúbang, situado vn el extremo Sudoeste de la isla, donde termina, repartiéndose radialmente en cuatro ramales, que se dirigen á las puntas Jagdán, Aniniy, Cadug- dulá y Naso. Esta parte de la cordillera también se va deprimiendo, aunque no tan franca y rápidamente como en la región septentrional. En toda esta cadena de montanas se observa que las laderas del Oeste son mucho más escarpadas que las del Este, mayormente en todo el trayecto, que corresponde á sus picos más elevados. Por último desde el Madia-ás hasta el monte Baloy, en los 11° 9' de latitud N., marca el límite entre las provincias de Cápiz y Antique, y desde el Baloy hasta la punta Naso, el que separa la de Antique de la de Iloílo. RAMIFICACIONES. Varias son las ramificaciones que de la cordillera de Panay se des- prenden, siendo las principales dos, una que, partiendo del monte Madia-ás, se extiende por Antique en la dirección SO. , hasta el pueblo de Tibiao en la costa occidental, y otra, que desde el Baloy atraviesa toda la isla en la dirección, primero de O. á E. y luego de SO. á NE., hasta los montes Jating y Alapasco, que constitu} en las últimas estri- baciones de esta ramificación en el extremo Nordeste de la isla, sir- viendo en todo su trayecto de límite á las provincias de Cápiz é Iloílo. Las restantes son en general de poca elevación, y sirven sólo para determinar el cauce de los afluentes que concurren á formar los tres principales ríos de la isla, Adán, Jalaúr y Panay. En la región Norte, entre Batan y Cápiz, existe también una agru- pación de varios montes en forma de herradura, abierta hacia el N., dentro de la cual se limita el seno de Sapián. En conjunto forman una PRINCIPALES SISTEMAS DE MONTASÍAS. 425 divisoria de aguas en la parte baja de las vertientes de K)s ríos Aeláu y Panay, careciendo de toda eomunieaeion, no solo con la cordillera general, sino también con las niniiticaciones que de ella se derivan. IMCOS MÁS NOTAHLRS. Ya hemos indicado arriba ({ue el pico más notai)le d(» la cordilleni general es el Madia-ás (:^,1S() metros). AdtMuás de este monte, son dignos de especial mención, entre los situados al N. del Madia-ás, el Usigan (Ui>ÍH) metros), el Balábac (1.800 metros), el Agotay (1,130 metros) y los montes Toctocon (1,400 metros). Entre l(\s situados al S. de dicho monte figuran el Nangtud (1^,050 metros), el Baloy (1,780 metros), el Tuno (1,110 metros), el Igbánig (1,808 metros), el Llórente (1,840 nu^tros), el Tiguran (1,470 metros), el C-ongcong (l,07o metros) y (4 Ticbáyat (1,010 metros). Kntre las ramilicaciones d(* la cordillera descuellan los montes siguen- tes: Lacaon, Nansang, Nacuran, Jating y Alapasco.* SISTEMA DE LA ISLA DE MINDANAO. IDEA CJENEKAL DEL SLSTEMA. El sistema orográfico de Mindanao, á consecuencia de los grandes trastornos y hundimientos (|ue ha experimentado en su relieve aquella isla por la fuerza eruptiva de los volcanes y la acción destructora de los terremotos, no se presenta completamente definido en su totalidad. Los montes Apo y Matútum constituyen, según algunos, el núcleo de donde arrancan dos de sus principales cordilleras. ííntre estas, aparte de la unidad del sistema, que no aparece ciertamente con toda claridad, distínguense desde luego cuatro, que bien pueden llamarse por la posición que ocupan con relación a la isla, Oriental, Centro- Oriental, Centro-Occidental y Occidental. En su conjunto dan todas ellas origen y curso á caudalosos ríos, que con el tributo de sus aguas riegan y fertilizan la isla en todas direcciones. CORDILLERA ORIENTAL. La primera de las indicadas cordilleras, y la más definida de todas, es la que se extiende desde Surigao, en la parte más septentrional de la isla, hasta el cabo San Agustín, en su extremo Sudeste. Marcha está cordillera, desde su origen, no muy lejos de la costa en la dirección SSE., hasta llegar al monte Agtunganon; tuerce luego su rumbo hacia el S. , siempre en dirección paralela á la costa, hasta los montes de Manorígao, en los cuales sufre otra desviación para tomar la direc- ción SSO., constituir por un lado los ramales del Mandadagsa, y por ^ Véase Descripción física, geológica y minera en bosquejo de la isla de Panay • por D. Enrique Abella y Casariego. 42() orografía el otro los del Tagdálit, C'ariipalili y Tai)ao, bajar por las fuentes del Guiíionoan y Bugúan, e ir a parar á los montes de Magsúbay, Tagopo y Capungunan, junto á los cuales nace el río Agusan, para tomar d(\^de allí un rumbo franco hacia el S., y constituyendo los montes de ]VIayo, Amiouitan y Sigáboy, venir á morir en el promontorio de San Agustín, deíspues de haber recorrido en toda su longitud unas SO leguas. Kl P. Pablo Pastells, S. J., d(* quien hemos tomado los priíci^dentes datos acerca de la cordillera Oriental, añade en su carta explicativa d(4 mapa etnográfico de Mindanao, f(H*ha 20 de Mayo de 1887, lo que sigue: Knta cordillera oriental rinde el tributo de las aguas de sus vertientes á los ríos de la costa oriental de la isla, á los afluentes de la derecha del Agusan, y á los pequeños ríos de Quinquin, Matiao y Súmlug, que depositan sus aguas en el lado oriental del seno de Dávao, cuyas fuentes se hallan en las contravertientes de los montes (pie dan origen al mismo Agusan. Tiene, además, esta cordillera estribaciones que, cual nnilti- plicados ramales, se prolongan hacia uno y otro lado, prodigando sus aguas á los afluentes, que van á desembocar en el Pacífico y á los. afluentes inmediatos á primera vista parezca aceptable, no lo es, sin embargo, por la gran diñ(*ultad de atravesarse de por medio el Pulangui ó río Grande, qiu' con su caudalosa corriente opone un gravísimo obstáculo á la continuación de la citada cordillera. Sea del origen lo que fuere, lo cierto es (pie, no lejos del Apo y al lado opuesto del mencionado Pulan- gui, se destaca una serie no despreciable de montañas, que dividiéndose y subdividiéndose en muchísimas ramificaciones, forman las cuencas de los numerosos afluentes que por la vertiente occidental contribuyen á engrosar con sus aguas la anchurosa corriente de aquel gran río. Tres cadenas de esta serie de montañas se dirigen al NO. , formando ángulos cada vez más abiertos con la cordillera Centro-Oriental. La más cercana á ésta es la que termina en la parte Norte de la bahía de jVIacajalar, en la punta Sipaca, y sus montes más notables son, de N. á S., el Balatocan, enfrente de Balingasag, Sóbrac, Dumánlog y Quimánquil. La segunda, cuya dirección se inclina más al O. que la anterior, y no es tan elevada, termina en Cagayán de Misamis, siendo sus principales montes el Quitánglag y el Musnan. La última, y más importante que la anterior, se dirige de SO. á NO., con ángulo todavía más abierto que las precedentes respecto de la cordillera Centro-Oriental, pasando por el N. de la laguna de Lanao, y muere al NO. de la bahía de Macajalar, en la punta Sulauan. Otra cuarta cadena de la misma serie arranca del Norte de la laguna Liguasan, no lejos de las tres hasta aquí explicadas, en Piquit, y con dirección ONO., pasa por el S. de la laguna de Lanao, y viene á morir en la bahía de Panguil, con ramificaciones á la bahía lUana. 428 OROGRAFÍA. CORDILLERA OCCIDENTAL. La cuarta cordillera de Mindanao, más determinada cjue las dos pro- cedentes, tiene su origen en las estribaciones del monte Malíndang, en la comanaancia político-militar de Dapitan, con dos cortos ramules hacia el NO. y NE. Del monte Malíndang se encamina la cordillera hacia el S. para desviarse en seguida hacia el O., y correr paralela á la costa del seno de Sindangan hasta el monte Si huyan, desde el cual, tomando su primera dirección de N. á S., marcha por la parte cc^'ntrica de la península cjue se extiende desde el seno de Sibuguey hasta el mar de Jólo, para morir en el lugar del antiguo fuerte de la Caldera, cerca de Ayala, en Zamboanga. MONTES MÁS ENCUMBRADOS. Los montes más culminantes de Mindanao están i'(^])arti(l()s ])()r sus cordilleras, según el orden siguiente: En la Oriental, descuellan los de Diuata, Agtunganon, Bagombong, Bungadon, Lucatán, Tagdálit, Campalili, Tapao, Tagopo, Capungunan y Maquíbay; en la Centro-Oriental, además del Apo (3,300 metros), los de Sinaláyao, Lagsadon, Panambuyan, Bululanan y Matútum; en la Centro-Occidental, según el orden de sus cuatro ramificaciones, los de Balatocan, Sóbrac, Dumánlog y Quimánquil; Quitánglag y el Musnan; los de Panisían, Cólcol, Calatungan y Duandán; y los de Tiniptiban, Palanabáhay, Pinangayonan, Súgut, Picos de Ganasi, Guran, Dagambal, Caromata y Masíbay; y en la Occidental, los de Silingan, Tres Reyes y Malíndang (^,609 metros). CAPITULO II. CORDILI.KKAS 1)K SEGUXIX) V 1)K TEIU KR OUDKN. * ISLA DE LUZC)N. CORDILLEIIA DE ZAMBALES. Al sistema do Uks Caraballos, descrito en el capítulo precedente, sigue en importancia orognífica la cordillera de Zambales, situada en la región occidental de la isla de Luzon. Partiendo del cabo Bolinao, en los 16^ 23' de latitud N. y 111)" 46' de longitud E. del meridiano de Greenwich, corre esta cordillera en la dirección de N. á S., casi para- lela á la costa occidental, y no nuiy lejos de ella, para servir de límite entre las provincias de Zambales y Pangasinán primero, luego entre las de Zambales y Tárlac, y por último entre las de Pampanga y Zam- balí^s hasta penetrar en la dc^ Bataán, recorrerla toda de N. á S., y morir frente á la isla del Corregidor, en la entrada de la bahía de ]Manila. Divídese en tres sierras principales, á saber, la de Zambales propiamente dicha, en su región septentrional, la de Cabusilan, en su parte media, y la de Mariveles, en la provincia de Bataán por el Sur. En la sierra de Zambales descuellan entre otros por su elevación los montes de Iba, Masinloc, Lañad, Sual y Calvario; en la de Cabu- silan, el Agudo (1,038 metros). Alto (1,127 metros), Linge (1,659 metros), Abu (1,662 metros) y Pinalobo (1,841 metros); y en la de Mariveles, los de Binlana y Butilao (1,324 metros). CORDILLEllAS DE TAGAYTAY Y MAQUÍLING. La cordillera que con el nombre de Tagayta}^ recorre la provincia de Cavite, primero de NO. a SE., y luego de E. á O. en el límite que separa dicha provincia de la de Batangas, obtiene la misma impor- tancia que la de Zambales, sobre todo si se la considera formando una sola con el sistema del Maquíling. Tomadas así en conjunto estas dos cordilleras siguen direcciones muy caprichosas. Comenzando en la punta Restinga, última estribación del Pico de Loro que se extiende hasta la entrada de la bahía de Manila, se dirige de NO. á SE., con varias ramificaciones por ambos lados, hasta el límite Sur de la provin- cia de Cavite, donde forma los montes de Masalaysay, desde los cuales recurva hacia el NE., hasta encontrar la sierra del Súngay, sirviendo en todo este trayecto de límite á las provincias de Cavite y Batangas, separa luego de esta última la de la Laguna en la dirección de N. á S., y corre á unirse con el sistema del Maquíling, que siguiendo la misma 429 430 OKOCIRAFIA. dirección do N. á S.. ontrc his [)rovincias do Batangas, Laguna, y Tayabas y uniéndose con ol Banajao forma con las sierras de Soson- cámbing y Malaráyat, varios uiontes en la parte Sur de la provincia de Batangas. Sus montes más encumbrados entre Cavito y Batangas son el Masalaysay (842 metros), y el Súngay (704 metros); entro Batan- gas y la Laguna, el Maquíling (1,435 metros), con los de Sosoncámbing y Malaráyat; y en la región Sur de Batangas, los de Tómbol, Loboó (1,052 metros) y otros, entro los cuales, aunque bastante separado do ellos, merece contarse el pico del Macólod (i)6() metros), situado fronte al volcán de Taal, en la costa oriental do la laguna do Bombón. ISLAS ADYACENTES Á LUZÓN. BATANES Y BABUYANES. Son las islas Batanes y Babuyanes dos grupos do pequeñas islas situa- das al N. de Luzón, y separadas entre sí por el canal de Balíntang. Entre las Batanes, que son las más septentrionales, descuellan bajo el punto de vista orográfico, las de Batán é Iba^^at. En la de Batán, que tiene próximamente 9 millas de longitud de NNE. á SSO., y en su extremidad Norte, se alza el monte Irada, que con 1,157 metros de ele- vación sobre el nivel del mar presenta el aspecto de un volcán apa- gado, y en la costa Oeste el Irraya, á cuyo pie está sentado el pueblo de Santo Domingo. La de Ibayat, situada á 14 millas al NNO. de la de Batán, es próximamente de 8 millas de longitud do NNE. á SSO. , y cuenta con dos montes de mediana altura, el Santa Rosa, situado on su extremidad Nordeste (206 metros), y el Riposet, on su extremidad Sudeste (243 metros). Los montes de las otras islas son todos de escasa importancia. En el grupo de las Babuyanes sólo os digno do notarse ol do la isla Camiguín, que tiene 888 metros de elevación sobre el nivel del mar ^ BURIAS. Esta isla, situada frente al seno de Ragay, entro la parto Sur do la provincia de Tayabas y Albay, presenta en su parte céntrica una cadena de montañas, que la recorre toda de NO. á SE., desdo la punta Cueva por el Norte hasta su extremidad meridional ó punta del Sur. En el medio próximamente de esta cadena de montañas se encuentra el encumbrado monte llamado Engañoso. MASBATE. El territorio de esta isla, situada al SE. de la de Burlas, os suuia- mente quebrado. El eje de su cordillera principal afecta la forma do un semicírculo, que comenzando por el extremo Sudoeste, pasa por el ^ Véase Derrotero del Archipiélago Filipino, cap. iii. CORDILLERAS DE SEGUNDO Y DE TERCER ORDEN. 431 Norte y ttn-mina en el del Sudeste. Las abundantes y tortuosas ninii- tieaciones (jue de dicha cordillem se desprenden van á terminar más ó menos cérea de las costas, únicos puntos de la isla donde se encuentmn t(M'i(MU)s llanos y aptos para el cultivo agrario. Los cerros mas elevados de la gnm divisoria indicada son: el Hagasimbahan, en t4»rmino de Balino; el Cabanan, en el de l^ilánotj ; y (*l Bat>fjdayag', en el de Palanas. TI( AO. Cruza esta isla en toda su lon^ritud de NO. á SE. una cadena de mon- tañas entrecortadas por diferent(\s barrancos. POLILLO. Situada esta isla al E. de Luzon, frente á la costa de la provincia de Nueva Ecija y distrito de la Infanta, presenta un mudeo central, del que parten radialmente en todas direcciones varias montanas (pie van á morir en las costas. Sus montes más notables se hallan en la parte céntrica y son los de Malálod y C'apote. CATAN DUANES. El sistema montañoso de Catanduanes, isla situada al E. de la pro- vincia de Ambos Camarines, parte del centro de la isla y está deter- minado por tres cordilleras que se dirigen, respectivamente, una hacia el N. hasta la punta Yot, otra hacia el SE. hasta la de Nagumbuayan, y la tercera hacia el SO., hasta las de Agojo y Sialat. ISLAS ADYACENTES Á MINDORO. MARINDUQUE. El sistema orográfico de esta isla, situada frente á la costa occidental de la provincia de Tayabas, presenta una cordillera principal que la recorre de N. á S. en su parte oriental desde la punta San Andrés, la más septentrional de todas, hasta la Dumali, en su extremo más meri- dional. Desde el monte San Antonio, situado casi en el centro de la cordillera, parten diversas ramificaciones en la dirección de E. áO., una de las cuales termina en la ensenada de Sayao. Sus montes más notables son los de Marlanga ó Tablazo, Cátala, Gasán y los picos de Tapian y Pagún. CALAMIANES, Están situadas estas islas entre la extremidad Nordeste de la Paragua y la isla de Mindoro. Son todas generalmente montuosas y bastante quebradas, siendo entre todas la más notable la de Busuanga, no sólo por su mayor extensión, sino también por sus dos picos Culión y Tunda- lara (657 metros). 432 orografía. ISLAS BISAYAS. SAMAR. Aunque el sistema orogrático de la isla de Samar sea tal vez en algo comparable con el de Panay, ó por lo menos con el de Negros, por lo cual debería su descripción formar parte del capítulo precedente; sin embargo, preferimos no tratarlo fuera de este lugar por no ser todavía del todo bien conocido. En general se sabe de esta isla que es muy fragosa, sobre todo en su parte céntrica. Una cordillera la recorre de NO. á SE., en el sentido de su longitud, aunque dividida por las ver- tientes del río Ulut, que la atraviesa desde la bahía de Maqueda por el O., hasta su desembocadura, cerca de Túbig, en la costa oriental. Aparte de esta cordillera, existe en la región Noroeste un grupo de montañas, que concurriendo en un centro común, cerca de los montes Pauros, separan la vertiente occidental del río Hibatan, de los que desembocan por el Norte, entre Lavezares y Mondragón. Las cumbres más notables de la cordillera central son: el Curao, Capotoan y Palapa, hacia el N. , en el término de Catúbig, y el Mataginao, en el de Bunga- jón, hacia el S. El monte Nabubúsog, cerca del pueblo de Paranas, se divisa desde muy lejos por la blancura de sus piedras, así como también los de Basey, situados más hacia el S. LEYTE. La orografía de Leyte es también muy quebrada. En el centro de la isla domina una cadena de montañas que la recorre toda de NO. á SE., y es á la vez la divisoria de las aguas, que por numerosos ríos se dirigen á las costas oriental y occidental. Vese, además, en su región Nordeste, entre el estrecho de San Juanico y la cuenca de los ríos Cabayungan y Palo, otra cadena de menor importancia, que se extiende desde la punta Baluarte, en el extremo Norte, hasta la des- embocadura del río Palo, frente á la bahía de San Pedro y San Pablo, en la costa oriental. Los montes más elevados de esta isla son: en la región septentrional, el Culasi, dentro de la jurisdicción de Leyte; el Magsanga por el O., cerca de Palompón; los de Amandiuing, Caprocan, Aslum y Sibugay, casi en el centro; el cerro volcánico Caolangojan, en el término de Burauen por el E,, y el Sacripante, en la región meridional. Muy poco separado de Leyte, demora en el Sudeste, la isla de Panaón, en cuya extremidad meridional, no lejos del pueblo de San Ricardo, se encuentra el monte Malangcauan con 706 metros de elevación sobre el nivel del mar. BILIRAN. La isla de Biliran situada en el extremo Noroeste de la de Leyte, ocupa una extensión de 20 millas próximamente de NO. á SE., y de COKDILLKKAS I)K SEUTNIX) Y I)K TKROKH ORDKN. 483 10 niilliis do ancho (mi su porpondicular. Kl sistonm do sus montanas arrania del Norte, donde se destacan dos |)ieos de bastante (»h»vaeion, (^1 Panániao y el Mal)ui, que eon otros varios, menos importantes, (esca- lonados en toda su lon^j^itud hasta encontrar hi punta Pauican, en su extremo Sudeste, determinan la divisoria de todas sus ajifuas, (pie por sus vertient(*s ori(Mital y occidental, respectivamente, s(* encaminan hacia el mar. ('Km'. La orografía de esta isla (\s nmy sencilla, pues se nnluce a una cor- dillera general, cpie corriendo longitudinaliUíMite por su parte central, y mas cerca de la costa ()ri(Mital (pie de la occidental, en la diivcciíHi (l(» NK. á SO., (pie es la do la isla, se alza ó se deprinn* proporcional- ment(e á su anchui'a. Son, sin embargo, de muy ))()ca altura sus cerros, de manera (pu* no impiden la común icaci(Hi (Mitre las costas opu(»stas. Los montes Acsii])incr, Mangilao, riint^, Balila, Nagtagug, Maant^'id, I ngás y Tanaoan {4:^}H metros) son los más ditjfnos do menci(Hi. HonoL. La isla do Bohol se halla situada entre las de Ley te y Cebú por el Sur, y es de figura casi ovalada, con 4v su mayor elevación el Copton, en la regic^n del Nordest(\. SIQUIJOH. A continuaci(m de la extremidad Sur de Cebú, hacia el SPl. y á no nmcha distancia de Negros ni de Bohol, de la (pie depende, se enciKmtra la isla de Siquijor, que mide 14^ millas de extensión de ONO. á ESE. por 11 de N. á S. Es mu}^ quebrada y cuenta con una montaña cen- tral, á cuyo NE. demora el monte Cudtingan, que termina en las puntas Sandugan y Daquit. GUIMARAS. Está situada esta isla en la entrada del estrecho que separa las de Negros y Panay, y nmy próxima á la costa de Iloílo. Es tambic'én montuosa, y mayor que la de Siquijor, pues mide '2Si millas de NE. á SO. y lOi en su parte más ancha. Los montes, que en ella sobresalen, todos en la costa oriental, son los de Jaljat, Pandan y Aedán. '2282^ 28 434 OROGRAFÍA. TABLAS. Dos cordilleras recorren esta isla de NE. á SO., uiui en la parte oriental, y otra en la occidental, casi paralelas a ambas costas. En la parte septentrional de la cordillera oriental se halla el monte Cabezo de Tablas (733 metros), y en el centro el cerro llamado Palaopao. ROMBT.ON. Jna sola cordillera central recorre la isla de Romblon de N. á S., desde la punta Tongo hasta la de Apunan. De ella se desprenden, á derecha é izquierda, varias ramificaciones, siendo la más importante la que termina en la punta Sablayán. Sus montes principales son: Kom- blón, Santiago y Tagaytay. SIBUYÁN. El terreno de esta isla, situada entre las de Tablas y Masbat(% y no muy lejos de la de Romblon, es bastante montuoso, descollando en su centro, entre otros picos, el de Sibuyán (1,958 metros), que domina toda la isla. Ésta tiene de extensión de NO. á SE. 17 millas próxi- mamente por 9i de NPl á SO. ISLAS ADYACENTES A MINDANAO Y DEMÁS (fKUPOS DEL SUR. DINÁGAT. Isla situada al N. de Mindanao con una extensión de 30i millas de N. á S. por 12i en su mayor anchura. Desde la punta Desolación, en su extremidad Norte, hasta la punta Sur de Gabó, recorre la isla en toda su longitud, cerca de la costa oriental, una cordillera con varias cum- bres de regular elevación. La más alta de todas es el monte Redondo (1,017 metros) en la parte Norte, como si quisiese formar la cabeza de la isla. Siguen luego en importancia los montes: Cumbre (730 metros). Picudo (526 metros), Caballete (546 metros) y Tristán (632 metros), cuyas vertientes orientales forman la punta Peñascales. SIARGAO. Una pequeña cordillera divide esta isla, situada al SE. de la de Dinágat, en el sentido de su longitud de N. á S., que es de 19 millas. Es irregular y de forma redondeada por el Sur, donde alcanza su mayor anchura, que es de 12 millas, para irse estrechando sucesiva- mente hasta terminar en una punta estrecha y larga por el Norte. CAMIGUÍN. Demora al N. de Mindanao, frente á la punta Sipaca y no lejos de la ensenada de Butúan. Es notablemente montuosa y acantilada, con un monte central de 1,627 metros de elevación sobre el nivel del mar. Mide en su totalidad 12 millas de NO. á SE. por 8 de E a O. CORDILLERAS DE SEGUNDO Y DE TERCER ORDEN. 435 HASILAN. En la ishi do Basihin oxistcii varios montos más 6 menos onlazadoí», (jiio constituytMi una oro^rnifía do osoasa importanoia. Merocon ospeoial moiioion ol (xiiihauan 6 Lamutun, ol más olovado que teniendo su origen ooroa do la Isabela, oalHH'om de la isla, se extiende de O. á E. y so jjrolon^a hasta mu}' oiMva del monte denominado Panocobon; y el Matan^-aK que so halla en el extremo do la isla por el E., y sirve de rum})o á los buques que haoon la travesía de Cotabato á Dávao. Hacia el O. so encuentran los llamados Tres Pieos, ijuo señalan el rumbo al salir do Zamboanga para la silanga do estíi isla. Entro las islas (]U(^ forman el grupo de Jólo, sólo merece nombrarse por su orografía la principal y más importante de todas (|ue dio su noml)ro á todo ol grupo. Tros cadenas de montanas, casi paralelas, la recorren en la dirección general do ENE. á OSO. La más elevada de todas os la que partiendo do la punta Tuctuc, en la costa Norte, se extiendo, formando entre otros, el monto Bahú (848 metros) y el Tuma- tanguis (882 metros), hasüi la punta Silangán, en la extremidad más occidental do la isla. La segiuida cordillera en importancia, que es la central, corro primero paralelamente á la costa Sudoeste, presentando el monto Tulipán (()32 metros), y se dirige luego hacia ol E., pasando por los picos de Mabintan (492 metros) y Mabuja (387 metros) para terminar en la parto Oeste del istmo de la isla, en un monte llamado Tumahú, de 478 metros de altura. Los montes de la tercera cordillera, que corre paralela á la costa Sudeste, son de escasa importancia. TAWI-TAWI. La isla de Tawi-tawi, que es la principal del grupo de su nombre, cuenta con una cadena de montanas que la recorre de ENE. á OSO. en el sentido de su longitud, elevándose hacia el SE. el monte Santiago (854 metros), y hacia su parte céntrica el Dromedario (568 metros), una de cuyas estribaciones termina en la punta Balimbín. PARAGUA. Es la Paragua la isla más occidental del Archipiélago Filipino, y está situada ontri^ la de Borneo y las Calamianes. Bajo el punto de vista orográíico presenta un conjunto de varias cordilleras de considerable elevación ([ue la cruzan en todas direcciones, principalmente en la de su longitud, que es de NE. á SO. Entre sus montes descuella en primer término el Mantalingajan, que se eleva hasta 2,080 metros sobre el nivel del mar, al que siguen en importancia los picos de Landargun (1,640 metros), Gantung (1,788 metros), Victoria (1,726 metros) y Calibugón (544 metros). 48() orografía. HALÁHA(\ Díínioi'H ('sUi isla fronte á la extremidad Sudoestí* de la Para^ua y tiene próxinianiente 20 millas de extensión de N. á S. por 9 de E. á O. Es í)astante montuosa sobre todo en su región meridional descollando entre todos sus cerros el pico de Baláhac (575 metros) y entn» sus montanas la sierra Empinada que forma una línea semicircular con- vexa hacia el mar. CA1^ÍTUI.() TIL ^ ()L< AXES. SISTKMAS I)K VOLCANES. INFLl EN( lA VOLCÁNICA EN LA KSTUmUHA DEL SUELO FILIPINO. A juzjj^ar por los otVctos del oi-doii ^oolo^ioo-orognítico (juo oii muchas conuircas del Archipiolago Filipino se observan, el volcanismo ha ejercido en el, con su gran potcMicia dinámica, una muy marcada influencia. Así por lo menos lo dan á ent(*nd(u% aparte de las muchísi- mas rocas de constitución á todas luces volcánica, la gran multitud de montes de formji puramente cónica, (]ue en casi todos los sistemas de sus cordilleras se encuentran, y las frecuentes perturbaciones séismicas, de más ó menos violenta intensidad, ([ue en el se experimentan. Pero /hasta donde llega esta influenciad (ieológicamente halnando ;,(iue teri'enos son los puranuMite volcánicos? p, Cuáles pertenecen á otras formaciones í pQue ext(uisi6n a})arcan en el suelo íilipino ? He aquí lo que respecto de Filipinas no ha resuelto todavía la ciencia geológica. Por ahora no se conocen más que algunos efectos aislados, á favor de los cuales, se han ideado dos sistemas de volcanes, á saber, el del Taal y el del Mayón. SISTEMA V()L( ANKO DEL TAAL. Kl sistema del Taal tiene, en sentir de algunos autores, su origen en la cordillera de los Caraballos Occidentales, pasa por las lagunas de Mangábol, Cañaren y Candaba, todas de origen probablemente volcá- nico, cruza por el Aráyat, situado en la Pampanga, recorre la sierra de Mariveles, la isla del Corregidor y el Pico de Loro, hasta llegar al núcleo del sistema, que es el volcán activo de Taal, y unirse con el monte Banajao y otras prominencias de origen volcánico. A partir del Taal y los picos adyacentes de Tómbol y Malaráyat, la formación volcánica desaparece bajo las aguas del mar de Mindoro, para aparecer de nuevo en la isla de Negros, en cuyo centro se eleva el Canlaón ó Malaspina, continuarse en la de Camiguín y terminar en Mindanao á lo largo de la cordillera Illana, en cuyas cimas occidentales se encuentra el volcán Macaturín. SISTEMA VOLCÁNICO DEL MAYÓN. El segundo sistema volcánico es el del Mayón, mucho más importante que el precedente, por serlo también sobre los demás volcanes, el 437 438 OROGRAFÍA. Mayón ó volcán de Albay, del cual recibo su denoniiiuicion. Kste sis- tema corre en dirección próximamente paralela á la del anterior. Com- prende, además del Mayón, todos los volcanes apagados existentes en las provincia de Ambos Camarines, Albay y Sorsogón, sepúltase (mi el mar entre las islas de Masbate y Samar, manifiéstase por grandes depósitos de azufre en las de Biliran y Leyte, y trasladándose á Mindanao, se comunica por medio del Apo y Matútum con el volcán de Sanguir, y por éste con los demás existentes en las islas d(4 vSur. SENTENCIA UNITARIA. La teoría que introduce duplicidad en el sistema volcánico d(^ Fili- pinas, no es, según opinión de algunos autores, bastante fundada, pues el sistema del Mayón no guarda, á su parecer de ellos, con el del 1 aal, el paralelismo que se pretende, antes por el contrario, aquél comienza donde éste acaba, y no hay entre ambos sistemas más diferencia (|ue la de comenzar el del T&al por el NO., y dirigirse luego al K. , hasta encontrar el del Mayón, para formar, unidos entre sí, un solo sistema, que con diversas inflexiones recorre los diferentes terrenos que forman el Archipiélago. NÚMERO Y DIVISIÓN DE LOS VOLCANES FILIPINOS. Hasta veinticinco asciende el número de los volcanes existentes en el Archipiélago Filipino, de los cuales once se muestran todavía con más ó menos actividad, y son los siguientes: en la isla de Luzón, el Mayón, el Taal, el Bacón y el Bulusan; en las islas Babuyanes, los de Babuyán, Camiguín y Didica; en la isla de Negros, el Canlaón ó Malaspina; en la de Camiguín, frente á la costa Norte de Mindanao, el de Camiguín: y en la de Mindanao, el Apo y el Macaturín. Los catorce restantes se con- sideran apagados, y son los deCaua, Aráyat, Maquíling, Banajao, Isarog, Iriga y Masaraga, en la isla de Luzón; el Amandiuing, en la de Ley te; el Magaso, en la de Negros; los de Diuata, Calayo, Matútum y Butulan, en la de Mindanao, y el que se levanta en la de Sarangani, al SO. de Dávao. VOLCANES ACTIVOS. MAYÓN. Hállase situado el volcán Mayón ó de Albay hacia al SE. de la isla de Luzón, en la región septentrional de la provincia de Albay, teniendo por coordenadas geográficas el paralelo 13° 15' 30" de latitud N., y el meridiano 123° 40' 18" de longitud E. de Greenwich. Es el más notable entre todos los del Archipiélago, y se levanta en el centro de una gran llanura, con una elevación de 2,734 metros sobre el nivel del mar; está casi siempre coronado por un gran penacho de vapores que con extraordinaria rapidez y abundancia emite de su cráter. VOLOANKS. 439 TAAL. El st»j)fundo en iniportaiiciii es el volean de TtiaU qiu^ situado en la laji^una de Honitón, provineia de Hatantfas. surge de una isla de 22 Knis. d(U'ireunfereneia, eoniprendida entre los paralelos 18^ 62' 4" y 14:^ T' 42" de latitud N. y entre los meridianos 12(^ 53' y 121 5' de longitud E. d(^ Greenwieh, y formada en su conjunto prineipalmente por lavas y roeas voleánieas. Ija abertura del cráter de este volcán es de forma oval, midiendo su diámetro mayor, de E. á ()., 2.300 metros, y el menor, de N á S., 1,Í)00 metros. La altura máxima de la línea que forma (4 borde superior es d(* 320 metros sobre el nivel de la laguna en la región Sudoeste, desde donde poi* ambos lados desciende hasta no medir más que 150 nu^tros por el NO. y ESE., y vuelve á subir de nuevo, aun(pu^ para alcanzar no más que una elevación de 234 metros por el Norte. Las paredes del cráter son l)astante (\scarpadas, y en su fondo extiéndese una planicie elíptica desprovista de toda vegetación.^ HACÓN. Es este un monte volcánico, llamado también Pocdol, de 1,400 metros" de elevación sobre el nivel del mar, situado en la región Sudeste de Albay, frente á la costa oriental, entre los volcanes Mayón y Bulusan. Nos han asegurado personas dignas de todo crédito (|ue este volcán arroja á \'eces humo en bastante cantidad. BULUSAN. El \'olcán Bulusan está situado en los 12^ 46' 40" de latitud y 124^ 2' de longitud E. de Greenwieh. Visto por el E. presenta un solo pico, que es el cráter del volcán, con una altura, al parecer, igual á la que tiene por el NO. el Mayón. Mirado por el SSO. aparece con dos picos, y tiene un aspecto muy semejante al del Vesubio. En la actualidad se halla casi apagado, pero en algunas ocasiones emite abundantes vapores acuosos y sulfurosos. Está situado en la provincia de Sorsogón. BABUYÁN. Hállase el Babuyán en la extremidad Oeste de la isla de este nombre, en las Babuyanes. A causa de su aparición, ignoramos en que fecha, y de sus grandes erupciones, quedó la isla completamente desierta. OAMIGUÍN DK BABUYANES. La isla de Camiguín es muy montuosa y elevada ; la parte Sur está formada por un monte de 736 metros, que toma el nombre de la isla, ^ La relación histórica de los períodos eruptivos, no sólo del Taal sino también del Mayón, puede verse en el tratado xi que es de los Focos Seísmicos del Archipiélago Filipino. 440 OROGRAB'ÍA. y constituvo el volcán de Camiguíii, el ciuil, set^ún testimonio de personas (jue han pasado por aquellas islas, está constantemente en ignición. DIDICA. Son las rocas Didicas unos arrecifes situados al K. de Camiguín. Formando grupo con ellas se destaca por el NO, una pequeña isla de (>(> metros de altura y una milla de circunferencia, que tiene en su costa Norte el cráter de un volcán de bastante actividad. Es fama que se formó en 185(), y que el año siguiente de 1857 iiulx) una muy violenta erupción acompañada de fuertes terremotos. ( ANLAÓN ó MALASPINA. El Canlaón ó Malaspina se levanta en la cordillera central de la isla de Negros, hacia los 10"^ 24' de latitud N. Su altura es de 1,400 metros; arroja sin cesar humo, y aun se dice que ha tenido en estos últimos tiempos alguna erupción notal)le. (^AMIOUÍN DEL SUR. Apareció este volcán el día 30 de Abril de 1871 en una isla situada al Norte de Mindanao, á unos 340 metros al SO. del pueblo de Catai-- man, sentado en la parte Oeste de la isla, con una violenta erupción.^ APO. Es el principal de los volcanes existentes en Mindanao. Se halla á unas 15 millas hacia el Oeste de la plaA^a del seno de Dávao, formando un alto monte que desciende suavemente hasta ella, desde su mitad ó algo más de su total elevación. Tres picos constituyen su cima, en el más alto de los cuales, que es del SO., se halla el cráter del volcán, á una altura de 3,300 metros sobre el nivel del mar. Mucho antes de llegar á la citada cumbre se oyen sordos é intermitentes ruidos subte- rráneos, que aumentan á medida que la distancia se acorta, y tan formidables son á veces, que parece que tiembla la tierra debajo de los pies y que va á sobrevenir alguna erupción. Dos expediciones han logrado subir á la cumbre de este famoso volcán, la del Sr. D. Joaquín Rajal, gobernador de Dávao, en 1880, y la de dos naturalistas alemanes, Mr. Alex Schandemberg y Mr. Otto Koch, en 1882.^ MACATURÍN. En el punto culminante de los elevados montes de Rangaya, en la sierra de Súgut, territorio de Buhayén, á unos 40 Kms. de Polloc, ^ Los particulares detalles sobre la erupción del Camiguín se consignan en el tratado de los Focos Seísmicos, cap. iv. ^ N'éase el tratado de los Focos Seísmicos, cap. iv, y el mapa 27 del Atlas de Filipinas. y. '^ ■< i¿ J o o ^ VOLCANES. 441 está A volcán Macaturín (¡ue lia dado en otros tiempos nuiestras de prodii^iosa actividad, arrojando enormes masjis de roe^us ígneas, como las (jue se ven en el puerto de Polloe. VOLCANES APACiADOS. (AUA. Kl Cana es un promontorio volcánico, situado en la parte septentrio- nal de la Sierra Madre, cerca del cabo Engaño, que se eleva hasta 1,195 metros. Comúnmente se le tiene por apagado, aunque el I)r. Semper asegura haber visto desde Aparri una nube de humo que sur- gía de su cuml)re. ARÁYAT. En medio de la gran llanura de la Pampanga, á los 15^ 18' 28" de latitud N. se levanta solitario y en forma cónica, el majestuoso Aráyat (l,0()í) metros), el cual por el lugar que ocupa, por la forma que ostenta y por la naturaleza de las rocas que lo constituyen, manifiesta clara- mente ser de origen esencialmente volcánico. MAQUÍLING. En hi cordillera de 1 agaytay, divisoria de las provincias de Batangas y la Laguna, hacia el NE. del volcán de Taal, se alza el monte Maquí- ling (1,135 metros), cuya cima es el cráter de un antiguo volcán, que en su parte interior presenta en todos sentidos, paredes muy abruptas, mayormente hacia el N., en que forma muros casi verticales que lle- gan á tener hasta 500 metros de elevación. BANAJAO. Situado al E., y no muy lejos del Maquíling, se halla el Banajao, que cuenta más de 2,230 metros de elevación sobre el nivel del mar. Su cráter, cuyo diámetro es de cerca 5 Kms. , está todo cubierto de vege- tación. La última erupción de este volcán, acaecida en 1750, redujo á cenizas el pueblo de Sariaya y parte de los territorios inmediatos. ISAROG. El Isarog, monte de la provincia de Ambos Camarines, situado al NO. del Mayón, es también un volcán apagado, que en forma de cono se eleva hasta 1,966 metros sobre el nivel del mar. IRIGA Y MASARAGA. Otros dos volcanes apagados existentes entre el Isarog y el volcán activo Mayón son los de Iriga y Masaraga. 442 orografía. amandiuing. Con ente nombre se significan algunos cerros volcánicos existentes en la sierra de Dagami y montes de Danán, cerca de Burauen, en la isla de Ley te. MAGA so. Es otro cerro volcánico de la sierra de Dumaguete, en la rc^gión meridional de Negros. DIUATA. El monte volcánico Diuata forma parte de la cordillera oriental de Mindanao, y se halla situado entre los pueblos de Lianga y Jinatúan. GALAYO. El Galayo, llamado también por algunos Súgut, demora al ESE. del Macaturín, y dista como 80 Kms. del mar. MATÚTUM. Está situado el pico Matútum al N. del seno de Sarangani, no nuiy distante del mar, y es indudablemente el cráter de un antiguo volcán. BUTULAN. El Butulan es otro monte volcánico, situado al N. de la punta Pun- guián, hacia el extremo Sur del distrito del Dávao. SARANGANI. En la isla Balut Grande, la mayor de las que constituyen el grupo de Sarangani, á 6 millas de la punta Sur de Mindanao, aparece el vol- cán llamado Sarangani (930 metros), que visto por el NO. aparenta tener dos picos. En el extremo Sudoeste de la isla hay otro monte, también volcánico, pero más pequeño que el anterior. TT^^TAl^O VI HI DROGRAFI A 443 rmVLooo. No ])rot(MHl(Mn()s prosontar en esto pequeño tratado de Ilidrog'i'afía un trabajo de precisión aeerea de la hidrografía marítima y terrestre d(d Arehipielago Filipino, sino solanuMite dar una idea general de las condiciones hidrográticas de estas Islas; como (juiera que un trabajo completo y adecuado acerca de esta materia, en el (»stad(^ actual de los trabajos hidrográticos llevados a cabo, por mar y tierra, (mi el Archi- piélago, sc^ría poco menos ipu^ imposible sin contar con mucho tiempo y con grandes y costosos medios. Nos hemos concretado á reunir y ordenar algimos datos, tomados en su mayor parte del Derrot&ro dd ArchipielíK/o FiJij>in(> por lo cpie concierne á la hidrografía marítima, y á entresacar lo i'(»f(^rente á la hidrografía terrestre de los mapas y obras geográñcas hasta ahora publicadas, añadiendo, como complemento de la hidrografía terrestre, un breve estudio sobre las aguas minero-medicinales, basado en las memorias publicadas por las comisiones cientíñcas nombradas para el i'econocimiento de dichas aguas. Viene á ser, pues, este tratado una ampliación más circunstanciada de lo (pie acerca de la hidrografía de estas Islas s(^ dici^ en la (runt Oficial (h^ FUip'ninx, Maulla, S di' Diciembre di: 1S09. 445 PARTE PRIMERA. HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. CAPÍTULO 1. ISLA 1>K JATZÓX V AI)YA(TEXTES. ISLA DE LUZÓN. (iOLFO. El inás importante golfo de Luzóii y único, propiamente tal, es el de Lingayén situado en su costa occidental. Tiene su entrada abierta al NNO. y comprendida entre la isla Santiago, al O., y la punta de San Fernando, al E. Su ancho en esta parte es de unas 20 millas, con sondas de 100 á 117 metros, arena y fango en su medianía. De aquí el golfo se interna 28 millas al SSE. Su costa Este se halla formada por las altas montañas de la Unión y dominada por el pico Santo Tomás. Su costa Oeste es de mediana altura y bastante igual hasta Mongosmongos, elevándose en seguida por escalones sucesivos hasta un enorme macizo montañoso que se corre hacia el Sur. BAHÍAS. BAHÍA DE MANILA. La bahía principal de Luzón, y tal vez de todo el Archipiélago, en cuanto á la extensión, es la de Manila, la cual ocupa una posición inmejorable para el comercio interior y exterior con las naciones y colonias del Extremo Oriente. Está situada próximamente en la parte media de la costa occidental de Luzón. Es hermosa, extensa, limpia y de buen tenedero, en cuyo fondo se halla situada la ciudad de Manila, capital del Archipiélago, y en su parte Sudeste, el pueblo y arsenal de Cavite. Desembocan en ella ríos tan importantes como el Grande de la Pampanga, el Pásig, el Orani y el Imus, todos navegables. Ija gran quebrada que forman entre sí la sierra de Mariveles y la de Tagaytay por el Pico de Loro marcan notablemente el alza exterior de las puntas Hornos, al N., y Limbones, al S. Tiene 32 millas de pro- fundidad al NE., 30 de anchura en su extremidad Este, y sólo 10 en su boca, la cual se halla dividida en dos canales ó pasos formados por las islas del Corregidor y Pulo Caballo. Llámase Boca Chica el paso de 2 millas de anchura comprendido entre la isla del Corregidor y la costa 447 448 HIDROGRAFÍA. Norte de la entrada de la bahía, 6 s(»a la costa de Mariveles: y Boca Grande el paso de 5 millas de ancho formado por el (corregidor y la costa Sur de la entrada de la bahía. Acerca de esta bahía (lic(» el Derrotero del ArcÁipiélago Filipino lo (jue sigue: \j2ca tierras (jiie rodean la bahía por el interior son generalmente bajas, aneg^adizan y entrecortadas por innnnierables pecjueños ríos, esteros y niarisnias, <|ue eonnmiean generalmente por el E. con la laguna de Hay y })or el O. con l«»s terrenos pantanosos, (•uyos desagües se dirigen hacia Lingayén. En la costa occidental de Luzon, al N. del golfo d(^ Lingayén, se halla la bahía de Lapog, incomparablemente más pequeña ({iie la de Manila. Está situada á 10 millas al NNE. de la punta Dile y comprendida entre la punta Darrena al N. y la isla de Santo Domingo al S.. y tiene unas 2 millas de ancho por 1 de profundidad. Su parte Sur se llama s(^no de Magsingal y la del Noi-te seno de Lapog, en medio de los cuales se encuentra el fondeadero de Lapog 6 Solotsolot. Las costas Norte y Sur de esta l)ahía destacan arrecifes á un cuarto de milla, pero en el medio y fondo de ella cesan completamente aquellos y forman lui fondeadero en el que se tienen de 10 á 18 metros de fondo arcana hasta cerca de la playa. P^stá en la provincia de llocos Sur. En la costa oriental de Luzón se encuentra la bahía de Dingala, situa- da á 34 millas al SO. del cabo San Ildefonso y 18 millas, xú mismo rumbo próximamente, de la ensenada de Baler. Su entrada compren- dida entre las puntas Síia, al N., y Deseada, al S.. tiene 6f millas de ancho; está abierta á los vientos del Nordeste al SPl por (d E., y profundiza 8 millas largas al O. Ambas puntas de la (mtrada son limpias y de proximidades muy hondables, aunque la del Sur tieni^ ])or esta parte varias piedras muy próximas á ella. Merece también especial mención la bahía de Lamón ó pequeño golfo comprendido entre la punta Inaguican, al NO. , y la tierras de Mambfilao, al SE.; tiene 45 millas de ancho en la boca y profundiza más de 35 al S., estrechando de tal modo la isla de Luzón por esta parte (provincia de Tayabas) que la deja reducida á un verdadero istmo de unas 5 millas de ancho, que une el gran cuerpo superior de la isla con el inferior, en que están las provincias de Ambos Camarines, Albay y Sorsogón. Delante de la entrada de la bahía se encuentra la isla de Polillo, y al SE. de ésta la de Jomálig con dos islotes en su parte Este que la defienden de los vientos del Norte; ya dentro d(^ la l)aliía s(^ en- cuentra la islita de Balesín y más al interior las de Cabálete y Alabat é islotes próximos, que extendiéndose de ONO. á P^SE., forman con la costa del fondo de la bahía un abrigado puerto de buen tenedero. PARTK PRIMERA — HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 449 SAN MIGUEL. C'íisi en medio do la costa Norte de la provincia de Ambos Camarines se forma la bahía de San Miguel, abierta al N. , y formada iK)r las puntas Sagcadoc y Sapenitan. Es de tii^ura circular, de unas 10 á l!2 millas de diámetro, limpia y rodeada de altas montiiíias, ofreciendo á toda clase de buques seguro abrigo, después de evitar los arrecifes que despiden las puntas de la entrada. SENOS Y ENSENADAS. Los hay en la isla de Luzón nuichos y nmy notables. Enumerare- mos los principales. BAHÍA DE MANILA. Sisiman. — En la entrada de la bahía de Manila, entre las puntas Gorda v Aguaguan, en el costa de Mariveles, se halla la ensenada de Sisiman, que se interna al NE. con playa de arena y en donde se encuentra muy buena agua; su braceaje es de 8 á 18 metros arena. Patungan, — También en la entrada de la bahía de Manila, en la costa Sur, se halla la ensenada de Patungan comprendida entre los islotes Limbones y Carabao, entre los cuales se sondan de 42 a 50 metros de agua. Se interna 2 millas al SSE., hacia el monte Pico de Loro y está abrigada de los vientos del segundo y tercer cuadrantes. Cañacao, — En el interior de la bahía, entre la punta de arena llamada Sangley, en que termina la península de Cavite, y la lengua de arena en que está enclavada la plaza de Cavite, se extiende la ensenada de Cañacao. Tiene 7 cables de ancho á la entrada y profundiza 8 cables al SO; sólo tiene de 5 á 6 metros de braceaje. Está abrigada de los vientos del O. y SO. y abierta á los del primer cuadrante. Baeoor, — Además de la ensenada de Cañacao, hay la de Bacoor, la cual se interna unas 2 millas al SO. en la provincia de Cavite, y con- tiene en su costa meridional los importantes pueblos de Cavite Viejo y Bacoor. Sería un magnífico abrigo, á no hallarse cegada por el fango suelto que la cubre hasta el punto de no poder navegar por ella otras embarcaciones que las muy ligeras del país. COSTA OESTE. Recorriendo la costa occidental de Luzón, desde la punta Hornos hacia el N., se encuentran sucesivamente por su orden las ensenadas ó senos siguientes: Gicay, — Entre la punta Guay, al N., y la de Hornos, al S., se halla esta ensenada, la cual es un buen fondeadero durante la monzón del Nordeste. Bagac, — Pasada la punta Luzón se encuentra la ensenada de Bagac, de 3 millas de anchura y 1 de profundidad, abierta al SO. 22823 29 450 HIDROGRAFÍA. Caguán. — Dentro del puerto de Súbic se halla la ensenada de Ca- guán, hacia el NO., coriiprendida entre la punta Cabangán, que está situada en el fondo de él, y la de Manisbasco. SiUmguin,, Nazma^ Talimiyí y Calag uagidii, — Son cuatro senos limpios y hondables que entrecortan la elevada y acantilada costa d(» Capones, abiertos al O. y SO., á la salida Norte del puerto de Sú))ic, cerca de hi extremidad Sur de la provincia de Zambales. Paláiúg. — Siguiendo la costa hacia el N. se halla la ensenada d(* Paláuig, comprendida entre las puntas Bulubutu y Nuglubílac. Se halla abierta al NO. y se adelanta 1 milla escasa al SE. Su fondo disminuye desde 25 metros, á la entrada, hasta 8 cerca de la playa del fondo. Masinloc, — Seno comprendido entre las puntas Palanguitín, al S., y Bani, al N. , distantes entre sí 5 millas. Danol, — Al N. del islote Ratón se extiende un gran seno llamado de Dasol, comprendido entre las puntas Caimán, al N., y Bayambán, al S. ; tiene por delante varias piedras ó islotes que hacen peligrosa la entrada, y contiene en el interior del seno dos ensenadas principales. Aguo Grande. — Pasado el seno de Dasol y doblada la punta del Agno Grande, se halla la ensenada de este nombre, de forma circular y abrigada de los vientos del primer cuadrante, con fondo de 10 á 13 metros arena. Ahagatá. — Cerca de Agno Grande se extiende la ensenada de Aba- gatá, de mal fondo. Namagpacán. — Pasado el golfo de Lingayén, al N. de San Fernando, entre la punta Darigayos y la punta situada al Sur de Bangar, se halla la ensenada de Namagpacán, que tomó el nombre del pueblo que se halla en su interior. Solhec. — Es el seno de Solbec muy pequeño y está situado á unas 6 millas al N. del pueblo de San Esteban. Currlmao. — La ensenada de Currimao se halla comprendida entre las puntas Sugot, al S., y Arboledan, al N., y está dividida en dos por la punta Gabot, una de las cuales es la ensenada de Gan, al N. de la punta Solod. Dirique. — Muy próxima al cabo Bojeador se halla la ensenada de Dirique, de regulares condiciones de fondo y abrigo. COSTA NORTE. Bangui. — Doblado el cabo Bojeador se encuentra el gran seno de Bangui, comprendido entre las puntas Negra y Dialao. Algunos otros pequeños senos se encuentran en la costa Norte de Luzón, los cuales carecen de importancia, si exceptuamos el gran recodo, que se extiende desde la punta Pata hasta el estrecho que forma la isla Palaui con Luzón, recodo que bien merecería el nombre de seno y aun de golfo de Aparri, aunque ni bajo uno ni otro nombre lo encontramos en los mapas, ni en autor alguno. PARTE PKIMEKA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 451 COSTA E8TK. Divllacan y l^danan, — Doblado ol cabo Enpvno, á unas 73 millas al S. 5^ E. de la oxtroiiiidad Nordeste de Liizon se halla el llamado frontón Moisés. Este frontón abre por su parte Norte el seno de Divilaean y por su pai'te Sur la ensenada de Palanan, de fitrui*a semieireular y nuiy hondable. Pertenecen ambas a la provincia de la Isabela. I)¡¡0 mi- llas del frontón Moisés, la ensenada de Dilásac ó puerto de Tumaní^o, entre las puntas Dinapiquí y Tari^tiíjf en la provincia de la Isabela. Cax¡guran. — Esta magníñca ensenada se halla á pocas millas al 8. de la punta Tarigtig, formada por una gran lengua de tierra que se extiende de NNE. á SSO. y remata en el cabo ó punta San Ildefonso, en el distrito del Príncipe. Bahn\ — En el mismo distrito del Principe, á corta distancia al S. del cabo San Ildefonso, se extiende la espaciosa ensenada de Haler, entre las puntas Delgada y del Encanto. DIhuf. — La ensenada de Dibut se a])re entre las puntas Diotoring y del Encanto. Apat y Sógod. — Son dos ensenadas abiertas en la costa Norte de Tayabas y Camarines respectivamente. Lüijoiwy. — Este anchuroso seno formado al S. de la península de Caramoan, profundiza unas 18 millas al ONO. y tiene de ancho unas 22 millas. Tahaeo. — Se extiende el seno de Tabaco al S. del de Lagonoy. Es de figura elíptica, de unas 6 millas de extensión en su eje mayor, que corre de NO. á SE. Está formado por la ensenada que abre la costa de Luzón entre Natunaguán y la lengua de tierra que avanza al E. hasta la punta Sula y las islas de San Miguel y Cacraray; tiene de 10 á 15 metros de agua muy cerca de las costas. Albay. — Se halla el seno de Albay en la parte Norte de la extremidad Sudeste de la península en que termina la isla de Luzón. Sugot. — Doblada la punta Cáuit en el seno de Albay, se encuentra en dirección al E. la ensenada de Sugot que se abre al E. del pueblo de Bacón. Es de poca importancia. Gubat. — Se halla esta ensenada á unas 12 millas al N. del pueblo de Bulusan. Matnog. — Se abre la ensenada de Matnog entre los arrecifes que rodean la costa desde Caranhán á la punta Pandan. Dunol y Babiílgaii, — Son dos pequeñas ensenadas situadas en el extremo Sudeste de Luzón. Milaghiga. — Antes de pasar la punta Tajiran, que es la más occiden- tal de la extremidad Sudeste de Luzón, en el estrecho de San Berna rdi- no, se halla la ensenada de Milagbiga, comprendida entre un frontón de arena pedregosa poblado de arboles, á que llaman Coroncoron, y la in- mediata punta Suac, al E., de pequeña extensión, pero muy hondable. 452 hidrografía. COSTA sru. Tajirmi, (hiwinálag^ (Jaharaiuin y Marinaj). Pasada la punta Taji- ran se hallan las ensenadas de Tajiran, Canomálag-, Ca})aranan y Marinap comprendidas entre las puntas Tajiran y Barugo. La de Marinap es buena para buques de cualquier porte. Bulag. — Al SK. de la punta Bulag, entre las puntas Angil y Baru^o se extiende la ensenada de Bulag, de buen fondo, y condiciones á propo- sito para las embarcaciones. Pdlatúan. — Pasado el puerto de Sorsogón, en dirección al O., se halla la ensenada de Palatúan, al H del puerto de Putiao, de bajo fondo y formada por las puntas Calcut y Bantique. Macota ó Canmahala. — Pasada la punta Cadburanan ó Panganiran, la costa se desvía hacia el N. para formar el gran seno de Ragay. Entre la punta dicha y la de Bondog, en el extremo Sur de la península de Tayabas, distantes entre sí 43 millas, se encuentran varias ensenadas menores. La primera es la de Macotó, entre las puntas Macotó y Badián, limpia y de buen fondo, que varía de 10 á 42 metros, aunque de pla3^a acantilada. Jmmtraon. — La ensenada de Jamuraon está comprendida entre las puntas Sibono y Siruma ó Caurusan, formada por un frontón de tie- rras altas con 33 metros de fondo en sus inmediaciones. Tiene 7 millas de ancho y li de profundidad. Caima, — Al SE. del islote Saboón se abre la ensenada de Caima, de 8 millas de largo y 3 de profundidad, terminando por el S. en la punta Galvaney. Es sucia con grandes arrecifes. Ragay. — El fondo del seno formado por la provincia de Tayabas y la de Ambos Camarines se llama propiamente seno de Raga}, aunque algunos dan este nombre á toda la extensión de mar comprendida entre las dos citadas provincias. Catahanga. — Ensenada al NO. de la de Ragay, comprendida entre la punta Quilbáit y la de Bagutáyoc, distantes 3^ millas entre sí. Talcaiiayan. — Ensenada formada por las puntas Ausán y Mambúlao. Catimag. — El seno de Ragay remata en una ensenada pequeña, lla- mada de Catimag, en donde desemboca el pequeño río Viñas. l^erís. — Siguiendo por la costa occidental del gran seno de Ragay se encuentra la ensenada de Peris, á unas 13i millas al NO. de la punta Gorda, comprendida entre las puntas Lian, al N., y Guihalinan, al S. Somhocogoíi. — Pasados la punta Gorda y el puerto de Pusgo, se en- cuentra la ensenada de Sombocogon, á 3i millas al NNO. de la punta Arena, muy frecuentada por las pequeñas embarcaciones del país. Plnamuntangan, — Doblada la punta de Bondog, en que termina el frontón llamado Cabeza de Bondog, se halla la ensenada de Pina- muntangan, comprendida entre el abra de Aguasa y la punta Pina- muntangan. Es pequeña y abierta al O. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 453 ^\(/u^fm. IjW (Misenada de A^iui.sa se halla al NNE. de la anterior. Af/oni. Cérea de la anterior se abre la enseniula de Ayoni. (\fian(((n((fn. — A 5 millas al ESE. de la punta Tuquian, se extiende la ensenada de Catanauan, de unas *1 millas de aneho y como 1 de fondo. Es l)uena y abrigada de los vientos del primero y euarto euadranti^s. /Vr//>/A^<^>. -Siguiendo desde la punta Tutiuián, costeando haeia el K()., se (Mieuentra la ensenada de Paghilao, entre las puntas Boeboc 6 Bantigui. al ()., y la punta Sur de la isla Capulaan ó Pagbilao (írande, al E. Tiene 2 millas de aneho. La entrada a ella (\s difícil y reducido el espacio del fondeo. (\ij»il((án,- La (diseñada de Capulaan se halla al SO. de la isla de este n()m]>re. D<)n\(>ndón, — Pequeña ensenada formada al NE. y á corta distancia del río y punta Tarabas. BuenJl, — Otra pequeña ensenada formada por la punta rasa de Tayabas en su parte Oeste. (rniii s^mo de Tr. — La isla de este nombre en su costa Oeste tiene fondeadero reguhir. el cual cae cerca del puerto anterior, S(nU(( Cruz. — El fondeadero de Santa Cruz es una pequeña ensenada formada por la punta de este nombre, al S., y la de Balibago, al N. Dasol. — Al E. de la punta Caimán se forma la ensenada de Dasol, que contiene dos fondeaderos de buen fondo. Bolínao. — La isla de Santiago, en el golfo de Lingayén, y la penín- sula del cabo Bolinao forman un canal angosto, abierto al NO., con un fondo que varía de 14 á 22 metros, llamado puerto de Bolinao. Cíen Islas. — El fondeadero de las Cien Islas se halla al S. del grupo de este nombre sobre la costa Oeste del golfo de Lingayén. Sital. — El puerto de Sual es la segunda ensenada, á 2 millas al S. de la isla Cabalitían. El interior de este puerto se halla dividido en dos fondeaderos, separados por un banco de coral, que saliendo de la costa Oeste se extiende á más de la mitad de su distancia, hacia la punta Portuguesa. Santo Tomás. — El puerto de Santo Tomás, en la provincia de la Unión, está formado por un banco, que corre desde la punta de Santo Tomás, 2 millas próximamente, para el S., sobre el cual hay de 3 á 10 metros de agua. San Fernando. — En la misma provincia de la Unión, una peninsulita al N. de Santo Tomás forma con la costa adyacente dos pequeños fon- deaderos; en el del S. hay 11 y 12 metros de fondo, y en el del N. se halla el puerto de San Fernando. Santiago. — El pequeño puerto de Santiago se halla á 4i millas al N. i NE. de la punta Candón, en la provincia de llocos Sur. Sa'n.. Esteban. — El puerto de San Esteban es también pequeño y acan- tilado. Hállase á 2^ millas del de Santiago. Cauayan. — El fondeadero de Cauayan está á 2i millas al SO. de Vigan. Salomague. — El puerto de Salomague es una pequeña abra rodeada de arrecifes. Es más seguro y abrigado que el de Lapog. 456 hidrografía. Lapog, — Es un fondeadero en el fondo de la ensenada de este nonil)re. Cahugao. — Entre las islas Salomague y Badocse encuentra el fondea- dero de Cabugao de unos 11 á 13 metros de fondo. Currirnao. — El puerto de Currimao, en la provincia de llocos Norte es una pequeña abra circular, formada al E. de la punta Ar]:)oledan. Dirique. — El fondeadero de Dirique se halla (mi la ensenada de este nombre, y tiene de 11 á 20 metros d(í fondo. COSTA NORTK. Bangui. — El fondeadero de Bangui, situado cerca de la (extremidad Noroeste de Luzón, se halla en el seno del mismo nombre. Era an- tiguamente })uen puerto, pero quedó cegado por un terremoto. Aparri. — El puerto de Aparri, si tal puede llamarse, es sucio y se halla frente á la punta Sudeste de la entrada del caudaloso río de Caga- yán. La barra del río tiene poco fondo y con dificultad pueden pasar las embarcaciones mayores en ciertas épocas del año. Sa7i Vicente, — El puerto de San Vicente se forma entre la extremi- dad Nordeste de Luzón, la pequeña isla de San Vicente y la parte Su- deste de la montuosa y escarpada isla de Palaui. Puede contener ^'arios buques perfectamente abrigados de todos vientos, y tiene de 5 á 10 metros de fondo fango. Delante de la boca del puerto hay algunos buenos fondeaderos, pero más desabrigados que el puerto. COSTA ESTE. Dimalansan y JBicohían, — Son pequeños puertos que se abren en las ensenadas de Divilacan y Palanan. Tuíuango, — El puerto de Tumango se halla en la ensenada de Dilásac. Lampón. — El puerto de Lampón está situado en la extremidad Nor- oeste de la bahía de Lamón. Es pequeño, pero bien abrigado. Es célebre en la historia por haber sido en el siglo xvi, durante algunos años, el depósito de los galeones y riqueza de Manila, llamado Puerto Real. Hállase en el distrito de la Infanta. Mamlnilao. — Se encuentra al NE. de la terminación del seno de Ragay, en la contracosta, comprendido entre las puntas Pinandungúan y Dajican. Sisiran, — Es notable el puerto de Sisiran por ser el que, á fines del siglo pasado, era considerado el único en la contracosta de Luzón para acogerse en él los buques que llegaban tarde de Acapulco ó para tener escondido y pronto un buque para conducir pliegos a Nueva España ó Méjico. Está formado por la Isla Quinalayag, al O., y la punta Pam- búan, al E., y es abrigado, limpio y de buen fondo. Tahaco. — El fondeadero de Tabaco está en el seno del mismo nombre. Sida, — El puerto de Sula se forma en el extremo Sur del estrecho canal que separa la isla Cacraray de la tierra firme. Es muy abrigado y de buen tenedero. VARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 457 (OSTA Sl'R. S(H\so(jón. — Doblada la punta Tajinm en diivceioii al O., so onruen- tra ol niagnílioo puerto de Sorsogóii, eoiisidenido como el mejor de todos los que s(» encuentran en el paso del estrecho de Isla Verde al de San Bernardino/ Pnthio. — Es el ])uerto de Putiao un seno de poco fondo, que los buques de cabotaje suelen tomaren pleamar. Está comprendido entre las puntas Dumaíjuit, al ().. y Cutcut, al E., rodeadas dc^ arrecifes. ¡\tni(n>. — El fondeadero di» Tantao demora al SE. de la punta Sinuira, c(*rca de la ensenada d(* Januimon. Pdsacao. — El fondeadero 6 i)arra de Pasacao esüi entre dos cerritos amogotados, cerca de la punta Sibono. Pt(,s(j<>.- -YA puerto de Pus^o se halla al NNO. de la punta Arena; es estrecho y largo. ^íuldíunj. — En la costa occidental de la península de Tayabas se encuentra el fondeadero de Mulanay, al S. de la ensenada de Catanauan. Piffxjn. VA fondeadero d(^ Pitogo estii á 2 millas al Í^NE. de la punta iVlabio. CaJaylayaa,- -YA fondeadero de Calay layan es un recodo que se forma al O. de la punta Silancapo. Lmjiúvuinoc. — El puerto de Laguimanoc está comprendido entn^ la costa Este de la isla Pagbilao Chico y la costa de Laguimanoc. Seno de Tayahii^. — En toda la costa comprendida entre el río de Tayabas y el río Nayún se puedí^ fondear en los metros de agua que convenga, pues á poco más de media milla de la playa se halla fondo de 18 metros. También se puede fondear desde la parte de costa comprendida entre el río Nayún y la pequeña ensenada situada al NO. de la punta Bantigui. Desde la punta Bantigui hasta la de Malabrigo se hallan bastantes recodos y sitios á propósito para fondear, especialmente pasada la punta Sigayan. Asimismo sobre la costa que corre desde la punta Malabrigo hasta la ensenada de Ilijan ó de Matocot, pueden fondear los buques de cualquier porte. Sur de Batangm. — Es buen fondeadero para toda suerte de barcos el estrecho y hondable canalizo que se forma entre las islas de Marica han y Gabán. También lo es el que se halla en la costa comprendida entre las puntas Bauan y Pinamucan, que termina en playas de arena. Taal, — El mejor fondeadero en el seno de Taal se halla al N. de la desembocadura del río Pansípit. Balayan. — El mejor fondeadero en la ensenada de este nombre se encuentra al E. del río Balayan. 1 Descríbese en el tratado de Corografía, cap. v., p. 79. 458 hidrografía. COSTA 8U1X)ESTE. Talín. — Doblado el cabo Santiago y siguiendo hacia el N., se halla la (nisenada de Talín y en ella un fondeadero de regulares condiciones. NasiKjhn. — Al NO. de Talín se halla el fondeadero de Nasugbú (mi la ensenada del mismo nombre. Javido. — Finalmente, á 2^ millas al S. de la punta Lhuboni^s se abre la ensenada de Jámelo, y al SE. de ella está situado (^1 llamado pu(^rto de Jámelo, limpio y de buen tenedero. CABOS Y PUNTAS. Los cabos de Luzón son: el Bojeador, en llocos Norte; Engaño, en la isla de Palaui, extremo Nordeste de Luzón; San Ildefonso, en la entrada de la ensenada de Casiguran, distrito del Príncipe; Santiago, en el SO. del seno de Balayan, provincia de Batangas; y Bolinao, en la entrada del golfo de Lingayén, provincia de Zambales; á los cuales hay que añadir, según algunos autores, el Baluagán, situado en la costa oriental de la bahía de San Miguel. En cuanto á las puntas, hemos enumerado ya casi todas las principales de Luzón al situar los diversos senos y ensenadas; con todo, para que con mayor facilidad se puedan reconocer en los mapas, las citaremos aquí por su orden, especialmente las más importantes, comenzando de la bahía de Manila y rodeando la isla de Luzón por el N. , E. , y S. hasta la entrada de la misma bahía por el Sur. BAHÍA DE MANILA. En el interior de la bahía de Manila se interna la punta Sangley de la provincia de Cavite, y en la costa Noroeste de esta misma provin- cia la punta Restinga. En la costa Este de la provincia de Bataán se encuentran sucesivamente las puntas Malabatón, Pandan, Linao, Lamao, Limay, Real, San José y Lasisi, y en la del Sur, las llamadas Gorda, Talayo y Hornos. COSTA OESTE. Bataán — Puntas: Guay, Luzón, Cañas, Caibaba Saisáin, Ñapó, Alinín y Nabasan. Zamihales — Puntas: Biniptican, Silanguin, Capones, Botolan, Casi- lagan, Paláuig, Oyón, Bani, Arenas, Santa Cruz, Bunop, Bayambán, Dauli, Caimán, Tambobo, Arena, Piedra, Balingasag, Encarnada, Verde y Pastora. Pangasinán — Puntas: Portuguesa y Manya. Unión — Puntas: Santo Tomás, Baoang, San Fernando y Darigayos. llocos Sur — Puntas: Candón, Dile y Santo Domingo. llocos Norte — Puntas: Solod, Culili, Blanca, Negra y Dialao. vartp: primera — hidrografía marítima. 459 (OSTA NORTE. Ilocoti JTorte — Piinüís: Mín'niim, Buagiíii y Ijjicaylaciiv. (agaiján — Puntas: Cal)it'miiriuu Pata, Batulinao Pont y Diur. fshi (h' J^tJffin —V\\\\X\\<\ Nordosto y (^ojjfon. ÍOSIA RSTK. (agdyánVwwXxxi^: Escarpada. Quijada. Padnanungan 6 Higan. /ay^/><7^/ -Puntas: Dinialansan, Auharode, Disumangit, Dihinisá, Dinatadnio, Dinapiquí y Tarigtig. I)¡sfr¡f(> (Jil Prlndjx .- Piuitas: Dolgada, d(d Encanto, Dicapilarín, Dihayabay, Diotoring y Dicapinisan. Xuira Ecija. — Puntas: Súa, Sapio y Deseada. Distrito (Je h( Infanta. — Puntas: Inaguiean y Tacligan. Tayahax, — Puntas: Piapi, Saley, Malazos, Pilisan, Majabibujaguin, Pangao. Maguigtig, Minanuean. Caniu, Roma, Panján, Pangao y Dapdap. Ainhas Caauirines. — Puntas: Mapinjor, Paiapinuhuajan, Jesús, Pi- nagdungan, Calibigaho, MaUígnón, Buhuigán, Manín, Sauan, Longos, Tanoban, Buncalón, Sagcadoe, Manuse, Panibúan,Tar6n, Sihán,Colasi, Sapenitan, Quinabueasan, Dagdagun, Tambang, Tinajuagan, Pana- honga, Pandánog, Batobató, Ilungus, Maulao, Asuang y Sibauan. Albay, — Puntas: Gorda, Entilan, Misibis, Mainonón, Bato, Cana- gaayan, Cogbalísay, Pinagbucan, Cáuit, Paran, Calaocalao, Bongo, Jesús y Gajo. Isla Cacrara/f/. — Puntas: Turnarás, Sauras, Cabadía, Cacraray y Damacan. Isla JBatán, — Puntas: Camisog, Calanagan, Naualangpalay, Buctón y Binalbagan. Isla Rapurrapu, — Puntas: Acal, Mamánao, Talísay, llngay y Baba- yon, en el extremo más occidental. Sorsogón, — Puntas: Paguiriran, Bingay, Montúfar, Dancalan, Banga 6 Cagan, Tang, Dongón, Binorongan, Talagio, Pacahán ó Habang, Pandan y Caranhán. COSTA 8ÜR. Sorsogón. — Puntas: Babulgan, Langao, Sual, Tajiran, Anambogón, Ca))aranan, Lipata, Barugo, Marinap, Angil, Sabán, Nungay, Quina- lapan, Inacanan, Ibalong, Mantag, Bagalao, Macugil, Caguayan, Tubiajón, Roja, Alimpayo, Bantique y Dumaquit. Alhay. — Puntas: Marigondón, Cadburanan ó Panganiran, Badián, Tobián, Naga, Cananhalan, Sinlían y Palo. Amljos Camarines, — Puntas : Caurusan ó Siruma, Tongón, Jamuraon, Sibono, Tanuán, Burí, Bagulayo, Galvane}^ y Octoc. Tayahis. — Puntas: Cabasbatan, Mambúlao, Cabunganan, Quilbáit, Ausán, Balogo, Calimu, Capulúan, Lian, Guihalinan, Gorda, Pusgo, 460 HIDROGRAFÍA. Bahay, Arena, Pasangahan, Bondog, Pinamuntangan, Subunguin, Cagumu, Lipata, Pásil, Mulanay, Cuyacub, Ajus, Nanpulo, Sandoval, Tuquian, Mabio, Salincapaoraan, Malatandán, Andayan, Tinabagsán, Pinacapulan, Palaspás, Angat, Bocboc y Tayabas. Batangas. — Puntan: Bantigui, Locoloco 6 Sigayan, Malagundi 6 Galbán, Punas ó Loboó, Malabrigo, Rosario, Talajib, Arenas, Mato- eot, Pinamucan, Pangot, Mapilio, Mainit, Cazador, Azufre, l^onete, Malatanguit, Magallanes, Ligpo y San Pedriño. COSTA Sl'DOESTK. Batangas. — Puntas: Talín, San Diego y de Fuego 6 Calayo. ARCHIPIÉLAGOS DE BATANES Y BABUYANES K ISLAS DE BOLILLO Y CATANDTTANES. BAHÍAS. ARCfllPIÉLAdO DE BATANES. Santo Domingo, — Está situada esta l)ahía en la costa Oeste de la isla de Batán, con buen tenedero de arena fina y coral. Sondan y Mananión. — En la costa Nordeste de la misma isla hay también dos bahías muy profundas y probablemente muy abrigadas, llamadas Sonsón y Mananión. ENSENADAS. POLILLO. Matacán, — La ensenada de Matacón se forma casi en hi mitad de la costa Norte de la isla de Polillo. Pinavisagan, — Es otra ensenada de la costa Norte de Polillo, situada algo más al E. que la anterior. CATANDL'ANES. Carao ó Carahao. — La mayor de las dos pequeñas ensenadas ([ue se forman al NO. de la isla de Catanduanes, entre las puntas Carabao y Caramúan, se llama Carao ó Carabao. Cabugao, — Es otra ensenada que se abx'e al S. de la misma isla. PUERTOS Y FONDEADEROS. BABUYANES. Fuga. — Está situado el puerto de Fuga entre la extremidad occi- dental de la isla de este nombre y dos islitas rasas adyacentes llamadas Bari y Mabac. CATANDUANES. Bara^, — El puertecillo de Baras se halla en la costa Sudeste de la isla de Catanduanes, á unas 9 millas al NE. de la punta Nagumbuayan. PARTE PRIMERA — HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 461 PUNTAS. ISLA DE IH>LILL(). Liis principales puntiis de la isla de Polillo son las de Panampalan, Banta y A^la. (\\T\M)rANKS. Kn la isla de Catandiianes son notablivs las puntíis Pandan y Canio, al N. : Anajao y Pandaran, al E. ; Naüfunihuayan, Ta^iintiun y A^ojo, al S. : y las de Sialat, Oo^^on e Ilaeaonti:, al O. ISLA 1)K MINDOKO Y ADYAC^ENTKS. SENOS Y ENSENADAS. COSTA NOKTK DK MINDOHO. Ahra de ílog. — La ensenada d(^ Abra de llo^ es de playa baja y de forma semicircular. Bahiteroi^ Grandr. — Se encuentra la ensenada de Balateros (xrandeá 1 milla al E. del puertecillo de Minólo. Balateros Chico. — Se halla esta ensenada irnnediatamente al E. de la anterior. Varadero. — La ensenada del Varadero demora á 2 millas escasas al SO. de la punta Escarceo. Sahaang. — La ensenada de Subaang cae al O. de la punta de este nombre. Calapán. — La ensenada de Calapán se extiende entre las puntas Baliti, al SO., y Calapán ó de Tibao, al NE., y tiene unas 8 millas de extensión. Pola. — La ensenada de Pola se forma al NO. del monte Dumali entre las puntas Anahaoan y Dayap. Dayap. — Es un recodo situado á unos 6 cables al SO. de la punta de este nombre. COSTA ESTE. Mansalay. — La pequeña ensenada de este nombre se halla a lOi millas al N. de la punta Buyallao. Pinamalayan. — Se halla la ensenada de Pinamalayan al S. de la extremidad Nordeste de la isla entre las puntas Balete y Dumali. COSTA SUR. PandaToclian. — La bahía de Pandarochan está comprendida entre la punta limpia y acantilada de Buruncan, extremidad Sur de la isla y la punta Sudeste de Ylín. Bulalácao. — La ensenada de Bulalácao se abre entre la punta Tam- bilambi, al O., y la península de Pandan, al SSE. Loguicay. — La ensenada de Loguicay corre entre la península de Pandan y la costa Sur de la punta Buyallao. 462 HIDROGRAFÍA. CX)STA OESTE. Paláan. — La ensenada de Palúan está situada al S. del monto Ca- lavite, entre las puntas Pantocomi y Marigil. Tiene buen fondo en la entrada y mejor en el interior hasta media milla de la costa. TiMle. — La pequeña ensenada de Tubile se halla al N. dc^ la punta de este nombre. Marnhúrao. — Hay un pequeño recodo en la izquierda d(^ la parte, interior de la boca del río de este nombre. Pandan. — La ensenada de Pandan se halla al N. de la punta de este nombre. Dangón. — A unas T millas al S. de Sablayán se halla la punta saliente de Dongón, y al ¥j. y NE. de ella forma la costa la pequeña ensenada del mismo nombre, la cual puede abrigar toda clase de buques. Iriron. — La ensenada de Iriron está comprendida entre las puntas Iriron y Lumintan. Lalangán ó Gómez, — La ensenada de este nombre está formada cerca de la medianía del canal de Ylín. MARINDÜQUE. En la costa de Marinduque se hallan varias ensenadas cerca de las puntas de San Andrés, Santa Cruz y Trapichihan, enfrente de los islotes llamados del Engaño. Loog. — El seno de Loog se halla dentro de la ensenada llamada Puerto de Banacalan ó de San Andrés. Marlanga, — La ensenada de Marlanga corre entre la punta de este nombre y la de Salomague. Calancán y Sayao, — La ensenada de Sayao se abre en la costa occi- dental y la de Calancán al E. de la punta Trapichihan. GRUPO DE LÚBANG. Balaquias. — La ensenada de Balaquias está situada al O. de la isla de Ambil y termina al E. con la punta Tagbanan. Ancaguayan. — La pequeña ensenada de Ancaguayan situada sobre la costa Este de Lúbang y formada por las puntas Napulá y Antipolo, está abrigada de todos los vientos, menos de los del ENE. al OSO. , y defen- dida del mar por varios arrecifes. Loog. — La de Loog se halla situada cerca de la extremidad Sudeste de la isla de Lúbang; comprendida entre las puntas Pauican, al S., y Tumbaga, al N., se presenta como una hermosa bahía, pero es muy peligrosa por los muchos escollos que en ella se esconden. Tabag. — Se halla la ensenada de Tabag á 1 milla al NE. de la punta Acagasan. GRUPO DE SEMERARA. La costa Oeste de la isla de Semerara forma algunos senos hasta la punta Taboan. Otra ensenada hay al SE. de dicha punta. Es notable la ensenada que se forma al Oeste de la isla Caluya. PARTE PRIMERA — HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 463 GRUPO DE LAS CALAMIANE Baquif, — Moroco mencionarso la bahía de Baquit que se abre en la costa Sur do Busuan^i, la isla mayor dol grupo. Luauján. — Junto á la bahía do Ba(|uit, al OE., se forma al ensenada do Lucayán. Voron, — So da ol nombro do bahía de Coron a la extensa bahía formada por Coron, al E. ; Busuangti, al N. ; Culión, al OE; y los islotes Dunáun, Tompol y Bulalácíio, al S. ; tiene unas 13 millas de ancho. GRUPO DE ( l'YOS. En ol grupo de las Cuyos apenas hay ensenada de importancia por ser pequeñas todas las islas del grupo. PUERTOS Y FONDEADEROS. COSTA NORTE DE MINDORO. Cala 11 1 te. — Al N. de la punta do este nombre se halla un buen fondea- dero. Ainhil. — Al S. do la punta Bimianga so forma un recodo ó seno, frente dol cual hay uno do los mejores fondeaderos do esta costa. Minólo. — Se abro el fondeadero de Minólo inmediatamente al E. de la punta de este nombre. Galera. — El llamado Puerto Galera se abre a 1| milla al O. de la punta Escarceo. Varadero. — La ensenada del Varadero está á unas 2 millas al SO. de la punta Escarceo, abierta al SE. ; es excelente fondeadero para todo tiempo, excepto en el caso de un baguio que pasase muy cerca por el S. Es preferible, con mucho, al de Puerto Galera. Nauján. — Al SE. de la desembocadura del río de este nombre hay fondeadero para to'da clase de embarcaciones. COSTA ESTE. Masi. — Frente al río Masi se halla un fondeadero, en el recodo que forma la punta Bongabón, al NO. ; es excelente en todo tiempo y para toda clase de buques. COSTA SUR. No tiene puertos ni fondeaderos de importancia que merezcan men- cionarse, si no es algunos para pequeñas embarcaciones. COSTA OESTE. Mamhúrao. — Regular fondeadero frente á la boca del río Mambúrao. Sahlayán, — El fondeadero de Sablayán se halla al E. de la punta Pandan. Mangar ín. — El puerto de Mangarín se encuentra al N. del estre- cho de Ylín y á unas 3 millas al SE. de la punta Busuanga. Es abrigadísimo y de bastante fondo. 464 hidrografía. MAKINDIQIK. ^(m An(lr¿i< ó Banacalan, — El puerto dtí ¡San Andrés, abii^rto al O., so extiende entre las puntas Antagtacan, al N., y Panmnitangan, ai S. ¡Santa Cruz, — El puerto de Santa Cruz está al SE. de la punta del mismo nombre. Marianga. — El fondeadero de Marlanga se encuentra en el seno del mismo nombre. Boac, — El fondeadero de Boac se halla próximo al río de este nom- bre, al SO. de la fortaleza de Boae. GRUPO J)E YLÍ\. YUli. — El fondeadero de Ylín está delante de un arrecife que rodea la costa de Ylín. (íkupo de semkkaka. Calíiya. — Puede fondearse al N. de la isla Caluva, en la o-ran ensenada de este nombre. Los demás puertos y fondeaderos del grupo carecen d(^ especial importancia. GRUPO J)K LAS CALAMIANES. Bórac. — El puerto de Bórac es extenso y abrigado en la isla Busuanga. CABOS Y PUNTAS. COSTA NORTE DE MINDORO. Calavite, — Es famoso páralos marinos el cabo Calavite, pues se halla en el punto más saliente de la isla, en el mar de China. Siguiendo desde la punta Calavite hacia el Este se encuentran sucesi- vamente las puntas Binuangán, del Monte ó Santo Tomás, Bagalayag, Bactó, Baguio, Minólo, Escarceo, Boaya, Calupan, Bisayan, Lúbang, Balete, Calapán, Anaganahao, Tagusan, Balingauan, Anahaoan, Dayap y Dumali. COSTA ESTE. Desde la punta Dumali, situada al NE. de la isla, bajando hacia el Sur, son de notar las puntas Pinamalayan, Balete, Mayllague, Bongabón, Dayagan, Ticlín ó Alaya, Mansiol, Colasi, Buyallao y Pandan. COSTA SUR. Las puntas Buruncan, Canimanet y Tambilambi. COSTA OESTE. Las puntas Pantocomi, Marigil, Tubile, Caranisan, Mambúrao, Tala- basi, Sablayán, Dongón, Lumintan y Busuanga. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 465 MARINDITQUE, Las puntas de Marinduqiie son his siguientes: San Andrés, Silangan, Panuniitangan, Datinuana, Cáuit, Catíilo, Suban, Marlanga, Panique, Cabuyoc, Cagpoc, Salouiag-ue, Ttu^a y Tnipichihan. CÍRUIH) DE LÚBANO. Las puntas Tilig, Naguionca, Pinagdagayan, Nanoo, Tumbaga y Antucao son las principales del grupo. (íUri'O DK Vl.ÍN. En e^ gi'upo de Ylín las de Ylín y Calanyanan. ISLA DK SEMKUAKA. Las puntas Tungao, Tabonan, Macapdos, Talísay, Pasal y Alinianda. ISLAS DE BURIAS, MASBATE Y TICAO. SENOS Y ENSENADAS. lU'RIAS. En el canal que se extiende entre Burias y Busín se encuentran algunos senos de buen tenedero. Merece ser mencionada la ensenada que se abre en la costa Este, al S. de la punta Tinamandagan, dis- tante 5 millas del puerto de Busaínga. En la costa Oeste se halla la pequeña ensenada de Alimango muy hondable. MASBATK. La costa Norte de Masbate tiene bastantes senos de buen tenedero. Asid. — El seno Asid, comprendido entre la punta Pulanauta, al O., y la de Bary Chico, al E., es el más importante de Masbate. laguán, — Se halla la ensenada de Taguán á Ti millas al SE. de la punta del Diablo. Ticao. — El seno de Ticao está á 5i millas al S. del puerto de San Jacinto. Bitón. — La ensenada de Bitón se abre á 3 millas al S. de la de Ticao. PUERTOS Y FONDEADEROS. BicsÍ7i. — El puerto de Busín se halla formado por la cabeza Norte de Burias y la isla de Busín; se reduce á un profundo canal. Busaínga. — El puerto de Busaínga se abre á 3i millas al SE. del de Busín formado también por un canal. 22823 30 466 HIDROGRAFÍA. MASBATE. Barrera. — El puerto Barrera es de grande extensión, con muy ])uenos senos para fondear al abrigo. Magdalena. — El puerto de la Magdalena se halla a 9 mil las al 8. del anterior. Palánog. — El puerto de Palánog se abre a O millas al SE. del de la Magdalena; es pequeño, pero hondable y abrigado de todos vientos. San Miguel. — El puerto de San Miguel se halla en (4 extremo Norte de la isla. Sa/n Jacinto. — El puerto de San Jacinto está situado á 3 millas al S. de la ensenada de Taguán, abierto al E. con buen tenedero. Era este puerto el punto de escala en la antigua navegación de las naos de Acapulco. PUNTAS. En la isla de Burias se encuentran, entre otras, las puntas Norte ó Colorada, Cueva, Guinduganan, Sur, Tinamandagan y Dapdap. MASBATE. La isla de Masbate presenta las puntas principales que siguen: Bugui, Unutat, Mariveles, Camasusu, Jintotolo, Pulanauta, Pangcanauay, Jangán, Bato, Balabao, Bary Chico, Naindáin, Nauco, Cadurúan, del Este, Malibago, Tiguijan, Tabunan, Marintoc, Sagausauan, Bagubaúd, Capandán y Colorada. TICAO. Ticao ofrece las puntas de San Miguel, Noroeste, Talísay, Nilad- laran, Lagundi, San Rafael, Lagán y Tasiran. CAPITULO 11. ISTIAS I3ISAYAS. ARCHIPIÉLAGO DE ROMBLÓN. ISLAS PRINCIPALES DEL GRUPO. Las islas principales del Archipiélago de Romblón son las de R-om- blón, Tablas, Bantón, Maestre de Campo y Sibuyán. SENOS Y ENSENADAS. ROMBLÓN. Desde el islote Bagud, al SO. del puerto de Romblón, corre la costa 2i millas hacia el S. , formando tres pequeñas ensenadas, de las cuales PARTK PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 467 las dos primenis careoon do importancia, y la más al S. es regularmente buena. Desde esta última la costa corre al SSE. formando oti*atí dos ensenadas. SIBIYÁN. Mu(i(il¡anii<. — La ensenada de Magallanes está comprendida entre las puntas Consúmala y Cang-(niac, y en su centro desagua el río Nailog. Luhmj. — El seno de Luhug se halla hacia el NE. de la isla. La isla de Bantón tiene tres buenas ensenadas, una en la costa Este, otra hacia el NE., y otra pequeña en la costa occidental. En la isla de Tablas, desde la punta Origón hasta el frontón de las faldas del monte Noroeste, se forman dos ensenadas, y otm al S. del mismo frontón. ('(liatón, — La ensenada de Calatón esta formada por la punta de este nombre, por los islotes que están á 2 millas al SSO. y por un puertecillo de arrecifes al N. Taholotan. — La ensenada de Tabolotan se halla inmediatamente al S. de la punta Nordeste de Tablas. PUERTOS Y FONDEADEROS. El puerto de Romblón, uno de los mejores de Bisayas, se halla al NO. de la isla de este nombre. La isla Lugbung, situada á corta distancia de este puerto, defiende sus dos abrigados y hondables fon- deaderos. TABLAS. Odnmgan, — El fondeadero de Odiungan se halla al SE. de la ensenada que forma la punta Bagulayan, en la costa occidental. Loog. — En la misma costa occidental se encuentra el puerto de Loog entre dos puntas muy próximas, que se hallan en un mismo meridiano. Sahang. — Sabang es un puertecillo que se encuentra inmediatamente al N. 3^ al O. de la punta Calatón en la costa oriental. MAESTRE DE CAMPO. Al SO. de la isla Maestre de Campo se halla un fondeadero abrigado de todos los vientos, menos de los del Sudoeste. PUNTAS. ROMBLÓN. En la isla de Komblón se encuentran las puntas siguientes : Tongo y Lantián, al N. ; Calabago, Cabog, Naya y Sablayán, al E. ; Apunan, al S. ; San Pedro y Bombón, al O. 468 HIDROGRAFÍA. En la isla de Tablas figuran las de Calatón, Cervera, del Este y Pineda, al E. ; la de Origón, al N. ; las de Sangilan, Bagulavan, Cabac- congan é Inanayan, al O. ; y la del Sur ó Cabalían, en la extremidad meridional de la isla. MAESTRE DE CAMPO. Es notable en esta isla la punta de la Concepción. SIBUYÁN. En la isla de Sibuyán se destacan principalmente las puntas ípil, Bayarín, Cang-ouac, Canglonbog, Consúmala y Padulog, en toda la longitud de la costa septentrional; en la oriental, las de Majiuat, Cam- bulayan, Cambijan y Canjalón; en el extremo Sur, la punta Cáuit; y en la costa occidental, las de Cansapal, Apiat, Bolaboc y Agutay. ISLA dp: panay y adyacentes. SENOS Y ENSENADAS. COSTA NORTE DE PANAY. JVaisot. — La ensenada de Naisot está comprendida entre las puntas Ibaja}" y Sigat ó Mabgarán. Poiitud, — La que llamamos ensenada de Pontud se halla enfrente del banco Pontud, comprendida entre las puntas Sigat y Apgá-Sapián. Sapián, — La ensenada de Sapián se abre entre la punta Baquiao y la lengua de tierra de Sapián. Cápiz. — La ensenada de Cápiz, llamada también rada de Cápiz, está comprendida entre la punta Nailon, al O., y la de Colasi, al E. Desde la punta Nagtig hasta la punta Bulacaue, se forma una gran ensenada de más de 18 millas de largo y 9 de ancho, hacia el monte Agudo. COSTA ESTE. Bancal, — La ensenada de Bancal corre desde el frontón de Cam- balotón al SSE. de la punta Bulacaue hasta la punta Gogo, que está 4^ millas más al S. Desde la punta Gogo hasta la silanga Tugil se encuentran varias ensenadas de poca importancia. Balad. — La de Balad sería la principal en esta parte de costa, á no estar obstruida por los arrecifes. Es importante el seno que se forma al O. de la isla Tagubanhán, en la costa de Panay. Cañas, — El seno de Canas es el más notable de los que se hallan en la costa oriental de Panay. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 469 COSTA OESTE. Al S. de la punta Dalipo so oiicuoiitm una ensenada de regulares condieiones, J\i7idái}. — La ensenada de Pandan es easi la úniea (¡ue puede llamarse tal en la costa Oeste de Panay. Se fonna al S. del promontorio de Naso, y esta comprendida entre las puntas Pueio y Lipata: es limpia, de costas acantiladas, de nuicho ))mceaje y desabrigada. ISLA DK (iClMAHAS. ¡(/(fn, — Kl seno de Joan, a)>¡erto inmediatamente al S. del puerto de Santa Ana, en la isla de (Tuimarás.se halla comprendido entre la punta Ganga, al N., y la de (ruinad, al S., y es el más importante de la isla. PUERTOS Y FONDEADEROS. COSTA NORTE DK PANAY. Battm. — El puerto de Batan se halla á 10 millas al SK. de la barra de Acdán; os profundo, poro de mala entrada. Cáp'iz, — El fondeadero do Cápiz puedo ser, 6 el que se halla frente á la iglesia del puo])lo d(^ esto nom})ro, 6 c^l que está delante de la barra del río. COSTA KSTK. Entaiicki. — YX fondeadero do la Estancia so encuentra al N. do las Bayas. Iloilo. — El fondeadero do Iloílo so halla entro los dos recodos cjue forma el río en su boca. COSTA OESTE. Burrtanga. — En la costa comprendida entre las puntas Naisog y Pucio hay otra punta, llamada Batuít, que separa dos pequeños fon- deaderos; el de Buruanga os el mejor. San José de Biumavista. — El fondeadero de San José de Buenavista so encuentra al S. de la punta Dalipo. ISLA DE GUIMAKÁS. Santa Ana.—YX puerto de Santa Ana es un pequeño puerto, limpio y hondable, abierto al O. PUNTAS. COSTA NORTE DE PANAY. Recorriendo la costa Nofte, de O. á E., se encuentran sucesivamente las puntas Naisog, Tabún, Saboncogon, Tabicu, Ibajay, Sigat ó Mab- ga'rán, Apgá, Aclán, Nailon, Colasi, Ñipa, Pirara, Pinalabúan y Bula- caue, extremidad Nordeste de la isla. COSTA ESTE. En la costa Esto son de notar las puntas Gogo y Tabunan. 470 HIDROGRAFÍA. COSTA HITR. En la costa Sur son notables las de Mulactín, Bugnayon, Caducdulá y Siarán. COSTA OESTE. Comenzando por la extremidad Sudoeste de la isla y siguiendo hacia el N. se encuentran por su orden las puntas: Naso, Aniniy, Jagdán, Mapatag, Tubigón, Dalipe, Lipata, Picol y Pucio. ISLA DE (UTIMAKAS. En la isla de Guimarás merecen ser nombradas las puntas siguien- tes: Cabugao, al N. ; Lusarán, al S. ; y Ginad, Ganga, Bondulan y Cabúlic, al O. ISLA DE NEGROS. SENOS Y ENSENADAS. COSTA NORTE. En la costa Norte de Negros apenas hay ensenada digna de mención. El llamado Saco de Negros se forma al N. de la isla, limitado al O. por el grupo de la isla de Pan de Azúcar y parte Sur del de los Gigantes, y al E. por la isla Banta3^án y la cadena de pequeñas islas que desde ella corre al SO. hasta la extremidad Nordeste de Negros. COSTA ESTE. Desde la punta Ocre á la punta Ticlín se extiende una ensenada de fondo regular. A li milla al N. de la punta Ticlín forma la costa otra pequeña ensenada con una isleta delante de ella. Jiais. — La ensenada de Bais, es decir, la que se halla enfrente de las islas Bais, está comprendida entre las puntas Teca, al N. , y Canamay , al S. Capcap y Tutvhan. — Las ensenadas de Capcap y Tutuban se hallan en el extremo meridional de la isla. Son pequeñas, pero de buenas condiciones. COSTA SUDOESTE. Tolón, — La espaciosa ensenada de Tolón corre entre las puntas de Cauitan y Cansilan. Cainpmnanes. — La ensenada de Campomanes se abre inmediata- mente al S. de la punta Matutindog. Nabulao, — La ensenada de Nabulao se halla al S. de la anterior en la desembocadura del río de este nombre. Catmón, — El seno de Catmón está situado entre las puntas Catmón y Bacuyangan. Sipaluy y Cartagena, — Las ensenadas de Sipaluy y Cartagena se ha- llan junto á la de Sabán. Linaón, — El seno de Linaón se abre entre las puntas Sojotón y Maguiliquían. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 471 COSTA OKSTK. Sólo niereoe esperitil meiicioii el gnm recodo que se forma en esta costa, al S. de la isla de (nüinarás, el cual termina en la punta Sojotón. PUERTOS Y FONDEADEROS. COSTAS NORTE Y E8TK. En las costas Norte y Este d(» Neo^ros se abren algunos fondeaderos de escasa importancia. COSTA SIK. S¡(/f. — El puerto de Siyt se halla en la extnMuidad meridional de la isla; es pequeño, pero limpio, de buen tenedero y abrigado. Bonil)0)wn. — El puerto de Bomi>on6n se abre á uhas 2 millas al SO. del de Siyt, en la extremidad meridional de la isla. Tolón. — En A río Tolón, ó ensenada de este nombre, pueden fon- dear algunos barcos de poco porte, en pUnunar. PUNTAS. COSTA NORTE. Las principales puntas de la costa Norte son las de Guimugahan, Talísay, Sagay ó Carey y Panagsagón, en la extremidad Nordeste. COSTA ESTE. En la costa Este, las de Bito, Mucabog, Ocre, Ticlín, Tabón, Jilaitín, Pana}^, San José, Tayasan, Manjúyod, Palompón, Canamay, Amblan, Tayba, Sibulan, Dumaguete, Bácong, Dauin, Magabo, Zamboanguita, Liza, Siyt y Bombonón. COSTA SUR. En la costa Sur las de Siaton, la más meridional de la isla, Cauitan, Cansilan, Matutindog, Sanque, Taliptipan, Balatong, Doog, Bolila, Catmón, Bacuyangan, Luinbia y Obón. COSTA OESTE. En la costa Oeste las de Manoban, Maguiliquían, Sojotón, Gabamba- lang, Bula, Bilad, Calasían, Bácong, Magsalín, Maquiliquili y Toman ton. ISLA DE CEBÚ. SENOS Y ENSENADAS. COSTA ESTE. Bagó. — La ensenada de Bagó se halla a 13 millas al SSO. de la punta Bulalaqui. Está formada por un recodo que hace la costa que sale para el E. con la punta Nailon. 472 hidrografía. También «e encuentran inflexiones de la costa en el N. de la punta Bantolinao, entre las puntas Sacaán y Catmón, al N. de la punta Danao, entre las puntas Cot-cot y Bagácay ó Liloan, al NO. de la isla de Mactán, al S. de Cebú, entre las puntas Carear y Sibonga, y al S. de la punta Dalaguete. COSTA OESTE. iJaijagón, — Se halla comprendido el seno de este nombre entre la punta Daijagón, al N., y la de Magtulinog, al S. Tuhuran. — La ensenada de Tuburan, de escasa importancia, dista 5i millas, al SSO., del abra de Batanan. Laíiguyón, — El recodo ó pequeño seno de Languyón está á 1 milla al S. de la punta Tuburan. Balamhán. — La ensenada de Balambán se abre al S. de la punta de este nombre. Calavera. — La de la Calavera es una pequeña a})ra al SSO. de la de Balambán. Pinamfungajan, — El pequeño seno de Pinamungajan se encuentra á media distancia entre las puntas Tajao y Gorda. Barili, — La ensenada de Barili se halla á 3i millas al SSO. de la punta Gorda. Badián, — La de Badián está comprendida entre la península de Copton y otra lengua de tierra que avanza unas 2 millas, también al NO., ó sea, la punta Badián. Matntinao. — La ensenada de Matu tinao está comprendida entre la punta Badián, al N., y la de Guiuanón, al S., distantes entre sí 6 millas PUERTOS y FONDEADEROS. COSTA ESTE. Bugut. — El puertecillo de Bugut está casi al N. , á 3 millas de la punta Caladmán. Cebú. — El fondeadero de Cebú se halla al SSO. de la fortaleza de este nombre. Cáuit. — El puerto de Cáuit se abre en la ensenada del mismo nombre, hacia el N. Tinaán, — El fondeadero de Tinaán se halla situado á 11 millas al SO. de Cebú. Carear. — En el recodo de Carear hay un puertecillo regular. Boljoón. — El puerto ó fondeadero de Boljoón se halla en el recodo del mismo nombre. Canoan. — El puerto de Canoan se forma en la ensenada de este nombre. Se halla abrigado de todos los vientos, excepto de los del Noroeste al Oeste. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 473 (DST.V OKISTK. Bafnuan, — El puorto de Batniíaii so halla á ptx'o má.s de á millas al S. dol río »í aligue. Buemihvtiji». — Por la parto Sur do la punta do osto nombro puode fondoarso oon ])ast^into aí)ri^o. CaJarern, — Puodo fondoarso üunhion tMi la onsonada do osto nombre. B((d¡án. — Hay fondeadero al S. do la isla y enseiíada del pueblo de Badián. PUNTAS. COSTA KSTH. lleeorritMido la eostíi oriental, desdo la extremidad Norte, se eneuen- tran las puntas: Bulalaqui, Campatoe, Malontod, Tindu^, Nailon, Mai- tum, Ulud, Pam(>])()an, Bantulu 6 Bantolinao, Manayaosayao, Jinulguit, Saeaán, Catmon, Panalipan, Binuncalan, Danao, Lusunsaeatao, Bandi- loaiu Cot-cot, Bagácay 6 Ijiloan, Oiuit, Lipata, Panguián (isla de Maetán), Tinaán. Minaba, Carear, Sibonga, Símala, Argao, Balatie, Dalaguete, Bugo, Ilijan, Samang, Cayangón, Landugan, Osloby Tañón, extn^midad Sudeste de la isla. COSTA OESTK. Las puntas principales de la costa occidental, comenzando por el Norte, son: Tapilón, Bantique, Cáuit, Isabel, Mancao, Aniningan, Tag- jaligue ó Jaligue, Batanan, Bagasaue, Languyón, Carmelo, Jinanpan- gón, Bagacaua, Buenabrigo ó Guinabasan, Uag, Balambán, Buanoy, Jinolauan, Tajao, Gorda, Japitan, Palalón, Jacbás, Mínalos, Bitoón, Tan- guil, Dumanjuc, Copton, Tongo, Badián (Bílam-bílam), Guiuanón, Bulalácao, Malboc, Looc, Colasi y Liloan, en la extremidad meridional de la isla. ISLxV DE BOHOL Y ADYACP:NTES. SENOS Y ENSENADAS. COSTA NORTE DE BOHOL. La costa Norte de esta isla es muy sucia, pues casi toda ella está obstruida por el banco madrepórico de Danajón. COSTA ESTE. Tintivian. — La ensenada de Tintiman se forma al O. de la isla de este nombre. Cohlón. — La ensenada de Coblón se abre inmediatamente al N. de la península de Pugatín. Guinduíman. — La pequeña península de este nombre forma en su parte Sur la ensenada de Guinduíman. 474 HIDROGRAFÍA. COSTA SUR. En la costa Sur 8e forman pequeñaH ensenadas en las desem})ocaduras de los ríos, las cuales carecen de importancia. GuinaguariÁin. — Está formada esta ensenada por la punta Oeste de la boca del río de Loay. COSTA OKSTE. Marihojoc, — La ensenada de Maribojoc la forma un recodo que híice la costa Este de la punta Cruz. Catdghacán, — La ensenada de este nombre está formada por las islas de Cabilao, Sandingan, Calapé y parte de la costa de Bohol. ISLA ])K PAN(ÍLA<). Panglax), — La ensenada de Panglao se halla al SO. de la isla de este nombre. ISLA DE SIQUI.TOR. Canoan, — La ensenada de Canoan en la isla de Siquijor, que conside- ramos del grupo de Bohol, se halla á 3 millas al S. de la punta Sandu- gan. Es la principal de dicha isla. PUERTOS Y FONDEADEROS. ISLA DE HOHOL. Calapé, — El puertecito de Calapé se halla en la parte más Sudeste de la ensenada de Catagbacán formada por la isla Calapé y la de Bohol. Laón, — Puede fondearse en el llamado muelle de Laón, en la ense- nada que forma dicho muelle con la isla de Sandingan. La costa Sur de Bohol forma varias sinuosidades, las cuales pueden servir de fondeaderos, aunque con alguna dificultad en las entradas. También puede fondearse en las ensenadas de Guindulman y Coblón. PUNTAS. ISLA DE BOIIOL. Las principales puntas de la isla de Bohol son las siguientes: Corte, Tabigui, Amol y Acha, al N. ; Libas, Namanuco, Agio, Quinali y Napácao, al E. ; Cabantían, Nauco, Campao, Cantagay, Gorda, Magay y Loay, al S. ; y las de Cruz v Lauis, al O. ISLA DE PANGLAO. En la isla de Panglao son notables las puntas Catadmán, Biquín, Bolud, Tahuruc y Duljo. ISLA DE SIQUIJOR. Las puntas más notables de la isla de Siquijor son: Canoan, Sandu- gan, Lumancapá y Lumango, al N.; Tubintín, Daquit y Minatulan, al E. ; Tonga y Basigajón, al O. ; y Cambalaguio, Bagácay y Cañaba, al S. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 475 ISLA DE SAMAR Y ADYACENTES. BAHÍAS, HENOS Y ENSENADAS. COSTAS Ní>KOESTE Y NORTK DE SAMAR. Tlnagutmán. — Se halla esta ensenada a :¿ millas del río Moho. Bal ¡cuatro. — La ensenada de Balicuatro se forma entre la punta del mismo nombre, al O., y la punüi rodeada de arrecifes que dista 7 millas al p:. Laguán. — La ensenada de Laguán está comprendida entre la punta Libas y la costa Oeste de la isla dt^ Laguán. COSTA KSTE. Cunnnj. -La ensenada (pie llamamos de Gumay está comprendida entri^ las puntas Lila, al N., y Alibangbang, al 8. Oras. — La ensenada de Oras se halla al O. de la punta Tiguias. ipil. — Cerca del sitio llamado Ipil se abre una pequeña bahía for- mada por las puntas Casangayan, al N., y Tambadon, al S. Súlat. — La ensenada de Súlat está á 6 millas al tí. de la anterior. San Julián. — Cerca del S. de Súlat se abre la ensenada ó bahía de San Julián. Borongan,. — La ensenada de Borongan cae al S. de la anterior. Bacayacán. — La ensenada de Bacayacán se halla á unas 3 millas al S. de Borongan. Pamhujan. — La magnífica bahía de Pambujan está comprendida entre las puntas Burá y Matarinao. COSTA SUR. En la extremidad de la isla hay varias sinuosidades, la más notable •de las cuales es la de Guiuan. En dirección al ONO. se encuentran otras de poca importancia hasta la bahía de San Pedro y San Pablo. COSTA OESTE. Pasado el estrecho de San Juanico, en dirección al N., se hallan los senos de Laguín, Villareal y Cambutatay, la bahía de Maqueda y la ensenada de Calbáyog. Laguín. — El seno de Laguín se abre al E. de la extremidad Sur de la isla de Daram. Villareal. — El seno de Villareal se extiende al NE. del anterior. Maqueda. — La bahía de Maqueda se prolonga é interna hacia el NE. de la isla Buad. Caníbutatay. — Al NO. de Catbalogan se halla el seno de Cambutatay. Calbáyog. — Al S. de esta población se extiende un recodo ó ensenada al NE. de la isla Limbancauayan. 476 hidrografía. ISLAS DE DARAM Y BUAD. Las islas de Daram y Buad ofrecen multitud de sinuosidades y reco- dos que forman buenos senos ó ensenadas. Los principales son los siguientes: Dumiri, Binauan, Tatabuban, Mual, Samulit, Pangi, Can- crugan, Nipanipa y Súa, en la de Daram; y Butaira en la de Buad. PUERTOS Y FONDEADEROS. COSTAS NOKOESTK Y NOKTK 1)K SAMAR. Canaguayón. — El puerto de Canaguayon s(» a})re al E. de la isla Dalupiri. Tínagutraán, — Se halla buen fondeadero en la ensenada de este nombre. Catarman, — El fondeadero de Catarman está al E. de la punta Bobón. Palápag, — Se encuentra el puerto de Palápag inmediatamente al E. de la ensenada de Laguán. COSTA ESTE. No está todavía estudiada esta costa. Borongan. — El puerto de Borongan está comprendido entre las puntas Alavigan, al S., y Anitaguipan, al N., distantes entre sí unas 4, millas. San Julián, — Ha de ser buen puerto el de San Julián, pero no está aún sondeado; hállase al S. de la punta Súlat. Pamhijan. — Es el puerto de Pambujan, al S. de Hernani, uno de los mejores de esta costa, de fácil entrada y de buen fondo. COSTA SUR. ManicanL — Doblada para dentro la isla de Manicani, ó la cabeza Noroeste de su arrecife, se presenta un espacioso fondeadero comprendi- do entre el cantil Norte de dicha i^la y el que despide la costa que forma la ensenada. COSTA OESTE. Pasado el estrecho de San Juanico, en dirección al N., se halla en la isla de Buad un buen puerto, en la parte Sur de la bahía de Maqueda. En esta bahía, poco conocida aún, hay probablemente buenos fondea- deros. Cathalogan, — El fondeadero de Catbalogan consiste en una ensenada pequeña abierta al SO. Delante de ella están los bajos Lutao y los llamados Quinitnay y Panenetuiyaie. BtiTi. — La isla de Burí presenta dos fondeaderos, uno frente á su ranchería del Este y el otro en su costa Norte. Calháyog. — El fondeadero de Calbáyog, situado en la ensenada del mismo nombre, tiene malas condiciones de fondo y abrigo. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 477 CABOS Y Í^UNTAS. Cl^STA NORTE I)K 8ÁMAR. De O. á E. se encuentran las puntas Saoalagayan, Simogá, Balicuatro, Maluharoc, Bugtú, Oot ó Lauigan, Carapdapat, Ooan 6 Binay, Maujud, Silá, Pagsanhan, Alibangbt\ng, Pangpang, Binugayan y el cabo del Espíritu Santo. C'DSTA KSTK. De N. á S. se hallan las punüís siguientes: Tiguias, Ugbún, Casanga- yan, Tambadón, Tugasan, Súlat, Cambista, Paninihían, Anito, Sorongón, Guinanuc, Capines, Anitagipan, Tabay, Haba, Panadlihan, Burá, Mata- rinao, Burac, Asgad, Pinanamitan, Hognaya, Bagton, Bauas y Sungi, en la extremidad Sur. COSTA SUR. De E. á O. se distinguen las puntas siguientes: Banago, Paman- pangón, Cabanían, Barás, Bobón, Cabarasan, Higoso, Sua ó Dapo, Paglalaongan, Capines, Amangbuale, Cabalagnan, Odoc, Panay, Guin- tulan y Tingib. COSTA OESTE. Desde la entrada Sur del estrecho de San Juanico, en dirección al N. , se hallan las puntas Binuntúan, Cabugauan, Dalugdug, Manalumo, Binatac, Cujao, írong-írong, Hibatan, Tactac, Maláyoc, Maglalabón y Poláuit, cerca de la extremidad Noroeste. ISLA DE DARAM. Las puntas más importantes de esta isla son: Guindauan, al N. ; Caua- yan, Madang, Tanagón, Catangdán, Amantarong, Asug y Campilipa, al E. ; Remintao, Bacjao, Halaba, Guinlatuyan, Cabadiancán y Cananyong- Dacó, al O. ISLA DE LEYTE Y ADYACENTES. BAHÍAS, SENOS Y ENSENADAS. COSTA ESTE. .Panalíiran, — La hermosa ensenada de Panaluran está formada por la costa Norte de la peninsulita de Tacloban. Cancaható. — La ensenada de Cancabató está al S. de Tacloban. San Pedro y San Pahlo, — La gran bahía de San Pedro y San Pablo es de las más capaces del Archipiélago. Fórmanla la costa Sudoeste de Samar y la costa Este de Ley te. Cainirís, — La ensenada de Camiris hállase al N. de Tanauan. Jadugan. — La bahía de Jaclugan está formada por la costa y una peninsulita que se extiende de SSO. á NNE. , al E. de Tanauan. Ilinunangan. — La ensenada de Hinurangan se abre al S. de las islas Cabugán Grande y Cabugán Chico. 478 HIDROGRAFÍA. COSTA SUR. Sógod. — Llamamos así la profunda y espaciosa ensenada que se abre al S. de Leyte entre las puntas Taancán ó Ninipo, al O. , y Mangayao, al E., en el estrecho de Panaón. COSTA OESTE. Tabín Chico y Tahín Grande. — Las pequeñas ensenadas de Tabín Chico y Tabín Grande están separadas por una pequeña lengua de tierra, que se halla a 9 millas al S. de la extremidad Noroeste de Leyte. Tdhango y Carnjyopo. — Los senos de Tabango y Campopo se hallan á unas 6 millas al S. de las anteriores. Dupón. — La bahía de Dupón está comprendida entre la punta Sacay- sacay, al NO., y la de Catiyoman, al SE. Siapón. — La ensenada de Siapón se abre á 1^ milla al E. de la bahía de Dupón. Desde Siapón corre la costa hacia el S. sin notables inflexiones, á excepción de los recodos de San Agustín, Baybay, Inopacan, Hilongos y Cajagnaán; y el de Maasim, al SO. ISLA DE BILIRAN. Los senos y ensenadas más importantes de la isla de Biliran, situada al N. de Leyte, son los de Biloan, Baganito, Inansugan y Capalis. PUERTOS Y FONDEADEROS. COSTA ESTE DE LEYTE. Liloan. — El puerto de Liloan lo forman la punta Norte de la isla Panaón y la SE. de Leyte. Son buenos fondeaderos y puertos los que se hallan en la ensenada de Panaluran ó sea el puerto de Tacloban, el de la ensenada de Cancabató, el de la ensenada de Hinunangan y sobre todo el de la gran ensenada de Sógod. COSTA OESTE. Palompón, — El puerto de Palompón se abre á 14 millas al S. de la punta Liglio. Dupón. — Hay buen fondeadero en la bahía de este nombre. Siapón. — Asimismo hay buen fondeadero en la ensenada de Siapón. Bello. — Puerto Bello se abre en la parte Oeste de la bahía de Ormoc. COSTA NORTE. La costa Norte de Leyte está muy imperfectamente reconocida. Es probable que existan buenos fondeaderos en los diversos recodos del gran seno de Carigara. ISLA DE BILIRAN. Biliran. — En la isla de este nombre puede fondearse á media milla delante del pueblo de Biliran Nuevo. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 479 PINTAS. COSTA NOKTK 1>K LKYTK. Rocorriondo do O. á E. la costu soptoiitrioiial se oiu'uoiitnin suee- sivanioiito las puiitiis siguientes: Rabín 6 Caruyucaii, Vi Halón 6 Sug- bongeogon, ITsón, Manoe, Bacjao, Bulaeahui, Talaíran, Pinagnuipúan, Aiitipolo, Canunibao, Halaba, Baluarte, Odbo, Can-apug, Calugupan, Calbayogos y Majiuasu. rOHTA RSTK. En la rosta Este son notables de N. á S. las que siguen: Canotoe, Uban, Cauayan, Panirugan, Cataísan, Camiris, Ambán, Marigatdán, Vigía, Liberanan, Tagbuc, Salacot, Taytay, Hinunucan, Odiong, Laguniá, Patyaean, Bandán, Malagusan, Súa, Hitunuiog y Marangay. COSTA srií. La costa meridional es la más abundante en puntas. Entre ellas merecen especial mención las de Mangáyao, Bantigui, Naglón, Mala- tag, Lubó, Mayuga, Cauayan, Jubas, Catalúan, Calapocan, Magalo, Hoangón, Sauahón, Tanmláyog, Taancán ó Ninipo, Cantutuy, Higan- lígam, Bato y Úba3\ COSTA OESTE. De la costa occidental merecen ser notadas, en la dirección de S. á N. , las de Panno, Taguús, Cantotó, Uman, Pontod, Caliuauan, Cauampit, Bitanjuán, Panalían, Biasong, Nabanoc, Pagtaíl, Baglit, Bar i, Sacay- sacay, Bislutan, Duljugan, Binagmaán, Canauayan, Linganay, Pamang- pangón, Quiohag, Can-apug, Blanca, Liglio, Bagajupi, Tugas, Sangu- bón, Matungo, Daja-Diótaj^ Daja-Dacó, Bagorayray y Dungún. ISLA DE BILIRAN. La isla de Biliran ofrece las puntas siguientes: Pontado, Himbucgán, Mapuyo, Anas, Mambajab ó Amangbahán, Mariquit y Tanjas, en la costa septentrional; Jabujab, Gamay y Pauican ó Masog, en la orien- tal; Nuluncan, Matuntún ó Macogtong y Magbugún, en la meridional; y Catmón, Sabang, Bagombong, Acta 3' Sulung, en la occidental. ISLA 1)K PANAÓN. También la isla de Panaón ofrece notables puntas, como las de Calapina, Caligangán, Bahag, Maoyo, Quinanad, Pinaghaua, Pinutan, Cainguín, Buhisan, Bilatan y Botobolo, en la costa del Este; Caybiran, Dinid é Inolinan, en la del Sur; y Cogon, Panaón, Mabaúha, Ilihan, Maclayauas, Báhay y Cado-ocan, en la del Oeste. 480 HIDROGRAFÍA CAPÍTULO III. ISILiA DE MINDAI^AO Y ABYACEíí^TES. MINDANAO. BAHÍAS. Butúan. — La bahía de Butúan es una espaciosa ensenada abierta al N., de 21 millas de ancho, entre las tierras de Madilao y la punta Diuata. Es de las mejores bahías de Mindanao. Macajalar. — La de Macajalar es un extenso seno abierto al NO., comprendida entre las puntas Gorda y Sulauan. lUgan. — La magnífica bahía de Iligan es un brazo de mar, de figura rectangular, abierto exactamente al N. PanguiL — La de Panguil se interna hacia el SO. del brazo de mar ó bahía de Iligan. Gran Bahía Illana. — La gran Bahía Illana se extiende desde la punta Flechas hasta la de Quidapil, al SO. de Cotabato. Es la mayor bahía de Mindanao. Encierra los senos de Matúbug, Pagadián, Siga- yan, Marga y Caromata, al N., y los de Barás, Matimus, Lusa^^en y Paranparan, al E. Sa7'angani. — El seno ó bahía de Sarangani se interna al S. de la península más meridional de Mindanao. Pujaga, — La bahía de Pujaga, una de las mejores de todo el Archi- piélago, se halla situada unas 35 millas al N. del cabo de San Agustín. Tiene unas 10 millas en su mayor longitud, de SE. al NO., y como 5 en su parte más ancha. SENOS Y ENSENADAS. COSTA NORTE. Jfurciélagos. — La ensenada de Murciélagos, de mucho braceaje, se abre ^ntre la punta Bombón, al E., y la de Silla, al O. Dapitan. — El seno de Dapitan se halla comprendido entre la punta Tagolo, al N., y la de Sicayab, al S. ; tiene 2 millas de ancho en su entrada y se interna unas 3 millas hacia el SO. Gran Ensenada. — Llámase así la comprendida entre las puntas Sicayab y Blanca. Dauigan, — La ensenada de este nombre está comprendida entre las puntas Dauigan y Tabonan. Sindangan. — El seno de Sindangan se halla limitado por las puntas Dauigan, al E., y Sindangan, al O. PARTE PRIMERA — HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 481 COSTA OKSTK. Ábrese un seno importante entre liis puntáis Dulunquín y Piaean, á unas 17 millas al S. del puerto de Santa Alaría. Sihuco. — El seno de Sibueo se extiende entre Simbaguan y Pangmán, á unas 25 millas al N. de Zamboanga. COSTA sru. J/((siíH//o(\ — Doblada la península de Zamboanga, hacia el K., y cos- teando dicha península, se halla, al S. de Manicahan 6 Manicaán, la ensenadita de Masingloc, al O. d(* las islas Malanipa y Saccol. En el interior de este recodo está situada la islita de Vilanvilan. Sibugueij, — Desde el senito de Masingloc la costa de Mindanao corre 53 millas al NNE., y recurvando después, avanza unas 30 millas hacia el S., formando el espacioso seno de Sibuguey el cual por la parte Sudeste termina en la isla Olutanga. Las costas de este seno se hallan bordeadas por islas y sus puntas contienen peipienos arrecifes. Tiene este seno varios recodos ó ensenadas parciales poco conocidas. Yitali ó Bungao. — Al N. de la punta Vitali se abre una ensenada, que llamamos de Vitali 6 de Bungao, hacia la mitad de la costa oriental de la península de Zamboanga. Duinanqiúlü^. — El seno de Dumanquilas se halla comprendido entre la extremidad Sur de la isla de Olutanga y la punta Flechas 6 Baganián, á unas 30 millas al E. delude Sibuguey. El seno más importante que encierra es el de Igat. Tantáuang, — El seno de Tantáuang se halla al S. de la península formada entre los senos de Sibuguey y Dumanquilas. Timialuiig. — El seno de Tumalung se abre al N. de la isla Olutanga, Es abrigado y de buen fondo. Malícay.^-YA seno de Malícay lo forman la punta Dumanquilas y la península que termina en la punta Flechas. Matúhug, — El seno de Matúbug está formado por las puntas Tambu- lían, al S., y Dapulisan, al N. Linao, — El seno de Linao se extiende desde la punta Quidapil á la de Lebac. Tuna. — La ensenada de Tuna se abre á unas (> millas al S. de la punta Lebac. Casilaran. — El magnífico seno de Casilaran se halla en la costa occidental del gran seno de Dávao, doblada la punta Calungan. Dávao. — El gran seno de Dávao está comprendido entre la punta Calián, en el costa oriental de la península de Sarangani y la punta ó cabo de San Agustín en la extremidad meridional de la península de este nombre. Contiene varias ensenadas ó recodos, entre los que merece especial mención el que se abre en la costa occidental de la isla de Sámal, situada en medio de dicho seno. 22823 31 482 hidrografía. COSTA ESTE. Doblado el cabo de San .Agustín, y costeando la tierra oriental de Mindanao, en dirección al íí., se encuentran varios senos, entre los cuales merecen especial mención los siguientes: Mayo. — El seno de Mayo se halla cerca de la bahía de P¿ijaga, al NE., entre las puntas Lamigan, al S., y Tugubum, al N. Yucatán. — En el interior del seno de Mayo y cerca de la punta Tugubum se abre la ensenada de Yucatán. Caraga. — Se encuentra la ensenada de Caraga, doblada la punta Pusan. Baganga. — La ensenada de Baganga se interna desde la punta Dáguet hasta la de Lam bajón. Bislig. — La ensenada de Bislig se halla comprendida entre la punta Tagtaba, al S., y la de Maslic, al N. YA islote Masaburon divide la entrada de la ensenada en dos canales. Lia7iga. — La ensenada de Lianga está comprendida entre la punta Baculín, al S., y la de Umanún, al N., distantes 8 millas entre sí. Otras ensenadas se abren al S. de la punta Lambillón, y entre Tándag y la punta Cáuit, las cuales carecen de importancia. PUERTOS Y FONDEADEROS. COSTA NORTE. Bilanhilan. — El fondeadero de Bilanbilan se halla á 1 milla al S. de la punta de Surigao. Es puerto muy pequeño. Puede también servir de fondeadero una ensenada abierta al N., comprendida entre la punta Bilanbilan y la punta más septentrional de Mindanao. Nasípit. — El pequeño puerto de Nasípit se halla hacia el S. de la bahía de Butúan, junto al río del mismo nombre. Balingasag. — El fondeadero de Balingasag se halla inuMídiatamente al N. de la punta Gorda. Cábulig. — El fondeadero de Cabúlig se abre al S. de la punta Gorda y al N. del pueblo de Jasaán, en la bahía de Macajalar. Cagayán. — El fondeadero de Cagayán se halla al NE. de la boca del río del mismo nombre a media milla de distancia. Ópol. — El fondeadero de Opol se encuentra á 5 millas al O. de la barra del río Cagayán. Aluhijit. — El fondeadero de Alubijit se halla á 7 millas al NO. del de Ópol. Misamis. — El puerto de Misamis se abre en la entrada de la bahía de Panguil, al SO. de la bahía de Iligan. Locitlan. — El fondeadero de Loculan está situado entre las dos bocas del río del mismo nombre, en la bahía de Panguil. Dapitan. — El puerto de Dapitan se halla delante del pueblo de este nombre, en el seno dicho también de Dapitan. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 483 T(thi(jHÍhm(j, — Entre el pueblo de Dapitan y la punta Tagolo se halla el puerto de Talaguílong. El ( 'aracoL — Es el Caracol un puerteeillo en figum de camcol que está inmediatamente al N. del río Dapitan. J)(iiu(jím. — El fondeadero de Dauigíin está en la ensenada del mismo nombre. Banlgan, — El de Banigan está situado al S. de la punta de este nombre. COSTA OESTK. bernia Marta, — El abrigadísimo puerto de Santa María se eneuentm inmediatamente al S. de la punta Bulangolan. Caldera, — El puerto de la Caldera se halla cerca del pueblo de Ayala, en la extremidad meridional de la península de Zamboanga; es pequeño y de poco fondo, pero mu}" abrigado. San Mateo, — El fondeadero de San Mateo está comprendido entre el puerto de la Caldera y Zamboanga. COSTA SUR. ZaadxxuHja, — El fondeadero de Zamboanga es de malas condiciones, poi' estar formado su fondo de grandes rocas. í^xtiéndese al N. de las islas de Santa Cruz. MamvgloG, — El excelente fondeadero ó puerto de Masingloc se interna á unas 3 millas al N. de la punta Mariqui. Es un excelente refugio cuando se teme mala mar, al pasar un baguio por el Norte. Ranga, — El puerto de Banga se abre en el fondo de la ensenada del mismo nombre. Bólong y Corúan, — Existen fondeaderos enfrente de los dos citados pueblos, especialmente del de Corúan, lugar muy abrigado por las islas del grupo de Panubigan. Sarnhulauan, — El puerto de Sambulauan se abre pasada la punta Tambatan, en el seno de Matúbug. Sagarayan, — La isla de este nombre, que se halla al S. de la punta Norte del seno de Matúbug, forma con unos arrecifes, que se encuen- tran á la entrada de dicho seno, un regular fondeadero. TuGitran, — El fondeadero de Tucuran se halla al O. del monte de este nombre. Barás, — El fondeadero de Barás, en el seno de igual nombre, se halla formado por la isla Ibus y la costa. Hay también fondeadero entre las puntas Matimus y Tagapangán. Polloc, — El magnífico puerto de Polloc, situado al E. de la bahía Illana, se halla comprendido entre la punta Mariga-bató, al S., y la de Tagapangán, al N. ; profundiza 5 millas al E., formando con la costa Norte los senos de Quidancac y Súgut, y con la del S. otro más espa- cioso, que encierra al E. el establecimiento naval de Polloc, y en su parte Oeste el de Paran-paran. La sonda en la entrada pasa de 70 metros, y en el interior se encuentran de 30 á 50 metros de fondo. 484 HIDROGKAB^IA. Cotdhato. — El fondeadero de Cotabato se halla en la parte del río Pulangui, frente a la población de este nombre. Tiene 5 metros de agua. Linao. — El fondeadero de Linao se halla en el seno del mismo nombre. Mati — El fondeadero de Mati está en el recodo, que forma el frontón de la punta Tabunao, 11 millas al N. del puerto de Lebac. Lehac, — El puerto de Lebac está formado por la punta de este nombre y la de Nara. Basíaming. — El fondeadero ó fondeaderos de Basiauang (|ue se hallan entre la ensenada de Lebac, al N., y la de Tuna, al S., son los mejores de esta parte de costa. Tmiuto, — El fondeadero de Timuto se halla inmediatamente al N. de la punta Balulúan, al O. de la entrada de la bahía ó seno de Sarangani. Macar, — El fondeadero de Macar se abre inmediatamente al NO. del seno de Sarangani. Mliic, — El fondeadero de Mluc se encuentra al N. de la punta I)im- pao, también en el seno de Sarangani. Mara'patang , — El fondeadero de Marapa tang se halla al E. del seno de Sarangani. Es de malas condiciones. Sapo, — El puertecillo de Sapo se abre al SSO. del fondeadero de Marapatang. Glan-Masüá, — El fondeadero do Glan-Masilá demora á unas 3 millas al N. de la punta Sumbán, extremidad oriental del seno de Sarangani. Balangunan. — El fondeadero de Balangunan se halla pasada la punta Tinaca, en dirección al ENE. Nuin, — El fondeadero de Nuin se abre á 1^ milla al N. de Butulan. Cahuran, — El fondeadero de Caburan se halla al N. de la punta de este nombre. Dung. — El fondeadero de Dung se encuentra en la isla de Sarangani Grande ó Balut-Marilá. Túhal, — Se halla también en la misma isla, doblada la punta Vay para el O., el fondeadero de Túbal. Minie, — Minie es un seno y fondeadero comprendido en la extremi- dad de la misma isla. Patuco. — El puerto de Patuco es el mejor de la isla de Sarangani Chica y se encuentra en su extremidad Norte, a 1 milla al S. de la punta Catoan. Tumánao, — El puerto de Tumánao se halla próximamente á 1 milla al S. de la punta Tian. Boay, — El puerto de Boay se abre al S. del de Tumánao. Malálag, — El puerto de Malálag está en la ensenada de Casilaran, al SO. del seno de Dávao. Dávao. — El fondeadero de Dávao se halla á más de 1 cable de la costa, pasado el frente de la barra del río hacia el N. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 485 Jfadáum. — El fondeadero de Madáum se halla cerca de la desembo- cadura del río de r.-ite nombre en el interior del seno de Dávao. J\tnd(isa)i y Copld, — Entre las islas Pandasan y Copia, situadas cerca del SSE. de la desembocadura del río Hijo, hay un buen fondeadero, abrigado y seguro de todos vientos. Matlao. — A 5 millas al S. \ SE. dt^ la punta Lahi se abn^ la ensenadita y fondeadero de Matiao. Mupan(ja, — El fondeadero de Mapanga se encuentni entre el de Matiao y Sigáboy. SUjdhoy. — El fondeadero d(* Sigáboy se halla frente al pueblo de este nombre. Lanhjan. — Dos millas antes de llegar al cabo de San Agustín se encuentra el pequeño puerto de Lanigan, bueno solo para embarcaciones pequeñas. Otros fondeaderos pueden encontrarse en las ensenadas y recodos del seno de Dávao. Mnlipano. — Y\ fondeadero de Malípano, estación naval del seno de Dávao, se halla entre la pequeña isla de Malípano y la isla de Sámal. Es de buenas condiciones y está protegido también por la isla Talicud. COSTA ESTE. Lithcm, — Llamamos fondeadero de Luban al que se halla antes de rebasar, viniendo del Sur, la punta Camamauan, formado por el islote y punta Luban. Pujiuja. — Constituye la bahía de Pujaga uno de los mejores puertos de Mindanao. Macamhol. — El fondeadero de Macambol se halla en el interior de la bahía de Pujaga. Caraga. — El fondeadero de Caraga está situado al E. del río de su nombre, en el cual pueden recogerse las embarcaciones pequeñas. Tuhu. — Dentro de la ensenada de Caraga, hacia la parte Sur, hay el fondeadero de Tubu, bueno para abrigo contra los vientos del SE. al SO. Baganga. — Al E. del pueblo de Baganga se encuentra el fondeadero de este nombre. Otros fondeaderos se hallan en las diversas ensenadas y recodos, que forma esta costa hasta el estrecho de Surigao; empero ni han sido reconocidos, ni parecen ser de importancia. CABOS Y PUNTAS. Dos cabos notables hay en Mindanao. El de Sarangani ó punta Tinaca, extremidad meridional de la isla, y el de San Agustín, en el extremo de la costa oriental del seno de Dávao. 486 hidrografía. COSTA NORTE. Desde la punta Cáuit, la más oriental de la península de Surigao, cos- teando en dirección al O., se hallan sucesivamente las puntas siguientes: Tugas, Bilanbilan, Nanoc, Bilaá, Bolobolo, Diuata, Sipaca, Gorda, Bagácay, Sulauan, Binuni, Biani, Labo, Tabú, Divalán, Layauán Polo, Bombaon, Silla, Balalo, Tagolo, Botong, Sicayab, Blanca, Dáuit, Tabo- nan, Sindangan, Dauigan, Banigan, Quipit, Madálog, Panganuran, Gorda y Coronada. COSTA OESTE. Las puntas principales de esta costa, comenzando por la más al N., son: Bulangonan, Dulunquín, Siocon, Siraguay, Cáuit, Piacan, Nanga, Batótindoc, Litangan, Alimpaya, Batalampón, Dumalún y Caldera. COSTA SUR. Las puntas más importantes de la costa de Mindanao, que se extiende, desde Zamboanga, por los senos de Sibuguey, bahía Illana y seno de Dávao, son las siguientes: Corúan, Lutangan, Taguisían y Arenas (isla de Olutanga), Lapat, Flechas, Tambulían, Tambatan, Dapulisan, Pora, Caliban, Semaruga, Selungan, Lapitan, Salauan, Matimus, Tagapangán, Marigabató, Tapian, Manangula, Lugus, Lúput, Linao, Tabunao, Quidapil, Lebac, Nara, Pitas, Basiauang, Tuna, Polo, Bacud, Bul, Balutúan, Panguián, Tinaca, extremo meridional de la isla; Vay y Tiaín en las islas de Sarangani; Sagal, Pampat, Cabusa, Baños, Calián, Lubalan, Tibungoy, Calungan, Pagquiputan^ Santana, Bayagua, Lasang, Parara, Lalu, Arenas, y otras del seno de Dávao hasta el cabo de San Agustín. COSTA ESTE. Rebasado el cabo de San Agustín, y costeando hacia el N., se hallan las puntas siguientes: Baluc, Camamauan, Luban, Salasada, Nagas, Másala, Macaorán, Alo, Tumadgo, Tataidaga, Camaínsi, Batiano, Taganilao, Lamigan, Uguis, Gorda, Flaca, Tugubum, Maglubún, Buan, Bunga, Pusan, Sancol, Baculín, Lamigón, Dáguet, Lamba jón, Quinablayán, Bagoso, Tonquil, Catel, Catarman, Sanco, Tagtada, Maslic, Lamón, Baculín, ümanún, Lambillón, Tándag y Cáuit, desde la cual comienza la costa oriental de la península de Surigao. ISLAS ADYACENTES. BAHÍA. Es notable la bahía de Maluso situada en la parte occidental de la Isabela de Basilan; es el más importante seno de todo el grupo de Basilan. ■iiiJliiliiíílilíi 1 I, k iliiliifl i^Wi 11^ A ^mm ■i 1^^ ■H^^^^ ^.'niil Illil , <;|ii||¡iE ! f li IIM^^ "'*'''' " IIIM^^^^ ililF^ ^^'' -a H 0^ F1I. illí-'^f PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 487 PUERTOS Y FONDEADEROS. CAMUaÍN Y BASILAN. Son buenos fondeaderos el de Catarman en la isla de Camiguín, y el de Malamaui en la de Basilan. PUNTAS. DINÁGAT. Las puntas prineipales de Dinágat son: Desolación y Berrugosa, al N. ; Península y Peñascales, al K. ; y Gabó, al S. camiguín. Las puntas Agojo, IMaquinog, Cubuang y Farol son las más conoci- das de la isla de Camiguín. basilan. Otro tanto se puede decir de las puntas Calabaza, Maümgal y Man- gal, respecto de la isla de Basilan, CAPITULO IV. ARCIIIPlÉIiAGO DE JOlA l5 ISL.AS DK IjA PARAGUA Y BAIjÁBAC. ARCHIPIÉLAGO DE JOLÓ. SENOS Y ENSENADAS. GRUPO DE BALANGUINGUI. No hay en este grupo ensenadas ó senos que merezcan especial men- ción, por estar compuesto de islitas pequeñas y varios islotes. La navegación por entre las islas de este grupo es bastante peligrosa á causa de las fuertes corrientes que se experimentan en sus canales poco conocidos. GRUPO DE JOLÓ. En este grupo los senos más importantes son Jólo, Maibún, Tutu y Pitogo. Joló. — La ensenada ó rada de Joló se halla comprendida entre las puntas Daingapit y Belán en el extremo Sur; su costa es limpia, y su fondo, ligeramente aplacerado, es generalmente de arena gruesa. Entre las puntas Belán y Candea se forman dos ensenaditas separa- das por la punta Bulangsi. Maibún. — La ensenada de Maibún está comprendida entre las pun- tas Cabalían, al O., y la de Putic, al E., distantes entre sí 8 millas; penetra unas 2 millas hacia el N. en la costa de la isla de Joló. 488 HIDROGRAFÍA. Tuhú, — El seno de Tubú se abre inmediatamente al E. del de Mai- bún, entre las puntas Putic y Carangdato, distantes 13 millas entre sí. Pitogo, — El limpio y muy acantilado seno de Pitogo se extiende 11 millas al NE. de la punta Carangdato y está comprendido entre esta punta y la de Landican. GRUPO J)F: tapul. Aunque en el grupo de Tapul no hay senos de importancia, varios recodos pueden servir de fondeadero, especialmente en las islas de Siasi, Tapul, Lapag y Lugus. (ÍRUPO DE TAWI-TAWI. Entre los senos del grupo de Tawi-tawi sólo merecen nombrarse los de Basbás, Tawi-tawi, Aguada y Chongos. Bashás, — El recodo ó senito de Basbás está en la isla de este nombre. Tawi-tawi. — En la isla de Tawi-tawi, la mayor del grupo, se hallan cuatro senos ó recodos resguardados, repartidos casi á distancias iguales al rededor de la costa. Aguada. — La ensenada de la Aguada se halla al S. de la isla de Bongao. Chongos, — La ensenada de los Chongos está situada al NE. de la misma isla de Bongao. PUERTOS Y FONDEADEROS. GRUPO DE BALANGUINGUI. Hay algunos fondeaderos de escasa importancia en este grupo, espe- cialmente en la isla de Balanguingui, foco de piratería. GRUPO DE .TOLO. Tiilayán. — El fondeadero de Tulayán es el mejor de todo el grupo, aun cuando su braceaje es irregular. Se halla en la parte Nordeste de Jólo. Al S. de Tulayán se abre una profunda ensenada. Joló. — El fondeadero de Jólo se halla en la rada ó seno del mismo nombre. Pata. — Ha}^ un regular fondeadero en la isla de este nombre. Existen también fondeaderos regulares en los senos de Maibún, Tubú y Pitogo. GRUPO DE TAWI-TAWI. Tapaam. — En el paso de Tapaam, entre la isla de este nombre y la de Lapag ha}^ buen fondeadero. Bochas. — En el N. del canal de Basbás hay fondeadero de mucho abrigo y buen tenedero para toda clase de buques y de fácil entrada. Dos Amigan, — El puerto de Dos Amigas se halla situado en la costa Norte de Tawi-tawi, á 9i millas al O, del fondeadero de Basbás. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 489 Uhiá)K — Se puede fondear en el canal que corre al E. de la isla Ubián. Hay buenos fondeaderos de 13 á 20 metros de agua sobro arena, enfrente del extremo septentrional de Ubián, y de 15 á 18 metros en el placer, que se extiende al E. de Pandanán. PUNTAS. Siendo las islas del archipiélago joloano pequeñas en su mayoría, carece de importancia, bajo el punto de vista hidrogrático, el conoci- miento de sus puntas. Citaremos, no obstante, algunas de las prin- cipales. Las más conocidas están en la isla de Jólo y son las siguentes: Tuc- tuc, Igasan, Daingapit, Belán, Candea, Silangan, Cabalían, Putic, Carangdato y Ludican. Es también conocida la punta Baliml)ín en la isla de Tawi-tawi. ISLA 1)K LA PARAGUA. BAHÍAS, SENOS Y ENSENADAS. Son varias las bahías, ensenadas y senos de esta importante isla. Nos concretaiHMnos á indicar algunos de los más importantes. COSTA OESTE. Recorriendo la costa occidental, comenzando por el S., se hallan res- pectivamente las bahías y ensenadas siguientes: Canipan. — La bahía de Canipan, formada por las puntas Alimudín, al S. , y el cabo Siacle, al N., toma el nombre de un río que desemboca en su seno. Limapug. — La bahía de Limapug se interna al N. del cabo Siacle y termina en la punta Coretí, al N. Sepangmc. — La bahía de Sepangow se abre á 5i millas al NE. del cabo Siacle. Mar asi. — La bahía de Marasi se extiende desde la punta Roca hasta el frente de la isla Litalita. Eran, — La bahía de Eran ó Cran se abre inmediatamente al N. ^e la punta de este nombre. Nacoda. — La ensenada de Nacoda está formada por la isla de este nombre y la costa de la Paragua. Taghayiig. — Hacia el E. del cabo Albión se extiende la bahía de Tagbayug. Traidora, — La bahía Traidora se abre á 12 millas del cabo Albión. Apurarían, — La rada ó bahía de Apuranan dista 5 millas del morro Moorsom, al S. de la punta Larga. TIlugan, — Llaman los indígenas bahía de Ulugan, la bahía de Banog. Intérnase 8 millas al S. y casi divide la Paragua en dos mitades. Tiene de ancho su entrada 2 millas entre la punta Comería y la de Cabeza Rota. 490 HIDEOGEAFÍA. Taguipa, — La ensenada de Taguipa se abre junto al cabo del Dí^an. Ostras, — La ensenada de las Ostras se halla entre las puntas Coral y Mareógrafo. San Pablo. — La bahía de San Pablo se extiende al E. de la punta Sangbonén. Botalón, — Se forma la bahía de Botalón en la costa Norte de la punta Promontorio. Cruz de Mayo, — La bahía de Cruz de Mayo está inmediatanuMite al E. de las islas Catalat y Cacbolo. Reinas, — La bahía de las Reinas se interna entre las puntas Bubón y de las Ostras. Pagdanán, — La bahía de Pagdanán está comprendida entre la punta Betbet y el cabo Pagdanán. límirúan. — Forman la bahía de Imurúan el cabo Pagdanán, hacia el S. 5 y la punta Emergencia, al N. Inlutiitoc. — La bahía de Inlututoc la forman el cabo Capoas y la punta del Diente. Bolalb, — La bahía de Bolalo, al N..de la punta del Diente, está com- prendida entre dicha punta y la de Parmidiarán. Malampaya, — La bahía de Malampaya, situada en la contracosta de Taytay, es la mejor tal vez de Filipinas. Pirata, — La bahía del Pirata es la mejor de las tres bahías que se forman entre la entrada del puerto de Malampaya y la angostura ({ue se halla á 4 millas al N. Caimán, — La bahía del Caimán es la que queda al N. de las dos ([ue ocupan el lado Sur del estrecho, contigua á la del Pirata. Malipu. — La bahía de Malipu está separada de la del Cahiiáu por la punta Balulu. Bacuít, — La bahía de Bacuít es una bahía profunda, formada por una serie de islas y por la costa de la Paragua, cerca de su extremidad Norte. COSTA ESTE. Recorriendo la costa oriental de S. á N. se encuentran las bahías y ensenadas siguientes : Piedras, — La bahía de las Piedras se interna irunediatamente debajo de la sierra de Mantalingajan. Islas, — La bahía de la Islas se halla en el mismo paralelo de la de Tagbayug de la costa occidental. Aldea, — La bahía de la Aldea se abre á 2 millas al N. de la isla Malanoa. Honda, — Llaman los marinos Bahía Honda la parte de costa que se extiende unas 25 millas hacia el SO. de la punta Acantilada. Corres- ponde á la bahía de Ulugan en la costa occidental. Islas Verdes, — La bahía de Islas Verdes se forma al NE. de las Islas Verdes. PARTE PRIMERA — HIDROGRABÍA MARÍTIMA, 491 Dn muran, — La bahía de la isla Dumanín se abre hacia el N. de la puntíi Bartón. Tdijiiuj. — La magníñca ])ahía de Tavtay, de 10 millas de anehum y 6 de profundidad, se extiende en la contraeosta correspondiente al inte- rior del puerto de Malanipaya. SU muja, — La bahía de Silangíi está formada por la isla Maitiaguit y la costa de la Paragua. Aleta>< de Tiburón. — La bahía de las Alet^is de Tiburón se interna inmediatamente al N. de Maitiaguit. S(int(t Moni en, — Llamamos bahía de Santa Mónica á la pequeña ensenada que se abre cerca de la extremidad Norte de la Paragua, en la que se halla el pueblo de dicho nombre. Darocotan, — El seno de Darocotan se a})re al N. do la punta de este nombre. PUERTOS Y FONDEADEROS. COSTA OESTE. Eran. — Hay un buen fondeadero al ¥j. de la punta Eran, en la bahía de este nombre. Xacoda. — Los fondeaderos de Nacoda se hallan en la ensenada de su mismo nombre. Taghayug, — El fondeadero de Tagbayug se encuentra en la bahía de este nombre. A2n(rana7i, — YA fondeadero de Apuranan está situado al O. del morro Apuranan. Ulugan, — El fondeadero de Ulugan se halla en la extremidad Sur de la isla de Santa Rita. Bartón, — El puerto de Bartón comprende el espacio de mar com- prendido entre las islas Albaguén y Cacnipa y el promontorio que se adelanta al E. de esta última isla. Cwpsalay, — Hay fondeadero al N. de la isla de este nombre. TmuTÚan. — Hay también fondeadero en la bahía de este nombre. ^lalamjjaya, — Se forma el magnífico puerto de Malampaya en la parte oriental de la península de Capoas. Es sin duda el mejor de la isla. Cadlao, — Llamamos fondeadero de Cadlao al que se halla al lado Norte de la isla de este nombre. COSTA ESTE. Puerto Princesa ó Puerto Yuahit, — Se abre este puerto a 4i millas al NE. de la punta Tabla y su entrada está comprendida entre esta punta y la de Saboruco. Caña, — Llamamos fondeadero de Cana al que se halla entre la res- tinga de la punta Caña y la punta Batería. Dumarán, — La isla de Dumarán tiene buen fondeadero hacia el SSO. de la bahía de este nombre. 492 hidrografía. CABOS Y PUNTAS. C'08TA OESTE. Los cabos y puntas principales de la costa occidental de la Paragua son: el cabo Buliluyan, en la extremidad meridional; las puntas Reposo, Panimusan, Alimudín, Prov^idencia, Pinos y Lean, cabo AVashington, puntas Jervois, Towsend, Pampandúgang, Eran ó Cran, cabos All)i6n y Tajado ó punta Steep, puntas Larga, Mesa, del Noroeste, Piedras, Promontorio, Pagdanán, Macaguit, Tabonan, del Diente, Parmidiarán, del Esfuerzo, de la Columna, cabo de la Cuna, puntas Baluluk, Cabuli y Darocotan, en la extremidad septentrional de la isla. COSTA ESTE. Las puntas principales de esta costa son; Rawnsley, Madrépora, Decepción, Marantow, Okyán, de la Iglesia, Segyam, San Juan, Sir James Brook, Filantropía, de la Nariz, del Pescado, Eustasia, Scolt, Separación, Casuarina, Tabla, Binunsalián, Briyoón, del Castillo, Acan- tilada, Flechas, Bay, Tinactactán y Negra. ISLA DE BALÁBAC. BAHÍAS Y SENOS. Son principales bahías y senos de la isla de Balábac los de Calandó- rang, Dalauán, Clarendon y Puerto Ciego. Calandórang. — La bahía de Calandórang se extiende hacia la parte Norte de la isla. Dalauán. — La bahía de Dalauán está en la costa oriental, cerca del extremo Sur de la isla. Clarendon. — La bahía de Clarendon se abre hacia el NE. de la de Dalauán. Puerto Ciego. — El seno conocido con el nombre de Puerto Ciego se abre hacia el NO. y está obstruido por los corales en el interior. FONDEADEROS. Aunque á lo largo del canal ó estrecho Norte de Balábac puede dejarse caer el ancla, con todo, hay un recodo al Oeste de una restinga bastante larga, que se forma delante de la boca de un ancho estero, el cual se halla á poco más de medio cable de la entrada oriental del canal, en la costa Sur, donde puede fondearse en 10 metros de fondo lama. Puerto del Príncijpe Alfonso. — En la bahía de Calandórang hay buen fondeadero, resguardado y seguro, especialmente contra los vientos y mar del tercer cuadrante, llamado Puerto del Príncipe Alfonso. CABOS. Merecen especial mención los cabos Desastre y Melville, extremidad septentrional de la isla el primero y meridional el segundo. < 5 PARTE PBIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 493 CAPÍTULO V. MARES, CANAIiES, K8TUECH08, PASOS Y SI LANGAS. OBSERVACIÓN. No habiendo sido fácil, por su mayor extensión, ineluir en la división que en este tratado hemos seguido, los mares, canales, estrechos, pasos y silangas del Archiepielago Filipino, y siendo, por otra parte, de mucha utilidad el saber dónde se encuentran, hemos creído muy del caso dedicar este capítulo á la enumeración y orientación de los mismos. Aunque no exista, al parecer, diferencia esencial entre canal, estrecho, paso y silanga, con todo tomaremos los nombres dados por los marinos conocedores de estas Islas, ó que se hallan consignados en los mapas hidrográíicos hasta ahora publicados. MARES. Ijos mares que bañan el Archipiélago Filipino son el Océano Pacífico por el Pl, el mar de la China por el N. y O., el de Célebes por el S. y el de Joló ó de Mindoro comprendido entre las islas de Borneo, Paragua, Calamianes, Mindoro, Panay, Negros, Mindanao y el archipiélago de Joló. La porción de mar que se extiende desde la parte Sur de Luzón hasta la costa Norte de Mindanao, entre las islas Bisayas, es conocida con los nombres de mar interior, mar interinsular y mar de Bisayas. CANALES. Los canales más importantes de Filipinas son los siguientes: Canal de Baschi, entre la isla Formosa y el grupo de las Batanes, al N. de Luzón. Canal de Balíngtang, entre las islas Babuyanes y las Batanes, al N. de Luzón. Canal de Isla Verde, entre Luzón y la isla de Mindoro. Canal de Lúbang, entre el grupo de las islas Lúbang y Mindoro. Canal de Mindoro, entre Mindoro y el grupo de las Calamianes. Canal de Ylín, entre las islas de Ylín y Mindoro. Canal de Ambolón, entre las islas de Ylín y Ambolón. Canal de Biliran, entre la punta Noroeste de Ley te y la costa Sud- oeste de Biliran. Canal de Buad, entre la bahía de Maqueda y las islas Parasan y Buad. Canal de Janabatas, en la extremidad ONO. del estrecho de San Juanico. Canal de Malapascua, entre las islas de Malapascua y Chocolate. Canal de Tictauan, en la entrada oriental del estrecho de Basilan. Canal de Binitosa, en el grupo de Basilan. 494 HIDROGRAFÍA. Canal de Salipín, en el grupo de Rasilan, hacia el Sur. Canal de Tapian tana, en el grupo de Basilan, hacia el Sur. Canal de Siasi, en el grupo de Tapul. Canal de Basbás, en el grupo de Tawi-tawi. Canal del Norte, al NE. de la isla de Balábac. Canal de Comiran, al E. de la isla de Balábac. Canal de Lumbacan, al E. de la isla de Balábac. Canal de Simanahán, al ESE. de la isla de Balábac. Canal de Enmedio, al SE. de la isla de Balábac. Canal de Mangsee, al SO. del anterior. Canal de Noche Buena, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de la Verbena, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de Maipat, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de Cambacamba, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de Sipungut, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de Tandubás, en el grupo de Tawi-tawi. Canal del Oeste de Bañarán, en el grupo de Tawi-tawi. Canal del Oeste de Basibuli, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de Balseiro, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de Bambulín, en el grupo de Tawi-tawi. Canal de Pasco, entre las islas Verdes. Canal de Dumarán, entre las islas de Dumarán y la Paragua. ESTRECHOS. Los estrechos principales son: Estrecho de San Bernardino, entre la extremidad meridional de Luzón y el extremo Noroeste de la isla de Samar. Estrecho de Isla Verde, entre Luzón y la isla de Mindoro (llámase también canal de Isla Verde). Estrecho de los Ticlines, entre Luzón y las islas Calintan, Juac y Ticlín, al SE. de la provincia de Sorsogón. Estrecho de Mindoro, entre Mindoro y las islas Calamianes (llámase también canal de Mindoro). Estrecho de San Juanico, entre las islas de Samar y Leyte. Estrecho de Coron, en el grupo de las Calamianes. Estrecho de Iloílo, entre las islas de Panay y Negros. Estrecho del Tañón, entre las islas de Negros y Cebú. Estrecho de Cebú, entre las islas de Cebú y Bohol. Estrecho de Surigao, entre las extremidades meridionales de Samar y Leyte y la costa Norte de Mindanao. Estrecho de Basilan, entre las islas de Mindanao y Basilan. Estrecho del Bloqueo, hacia el S. de Tuluran (Paragua). Estrecho del Esfuerzo, hacia el E. de Tuluran (Paragua). Estrecho de Balábac, entre las islas de Balábac y Bangüey. Estrecho del Norte de Balábac, entre las islas de la Paragua y Balábac. PARTE PRIMERA HIDROGRAFÍA MARÍTIMA. 495 PASOS. Los pasos entre las diversas islas son, como bien se deja entender, innumerables; solo eita remos alofunos de los espeeialmente eonsignados, por ser los más freeiientiidos por los bareos. Pasos de Boea Chica y Boea Grande, en la (Mitrada de la bahía do Manila. Paso de Ambil, en el grupo de las islas Liibang. Paso Norte de Isla Verde, entre la isla Verde y Bataneas. Paso Sur de Isla Verd(\ entre las islas Verde y Mindoro. Paso Norte de Marieabán, entre la isla de Marieabán y Ba tangas. Paso Sur de Mariealnín, entre las islas de Marieabán y ^lindoro. Paso de Mompog, entre la punta Tuginán (Luzón) y la isla de Mompog. I Paso de Sibuyán, entre las islas de Sibuyán y Masbate. Paso de Masbate, entre esta isla y la de Ticao. Paso de Tieao, entre esta isla y la de Luzón. Paso de Tablas, entre esta isla y la de Romblón. Paso de Boeaboc, en la entrada del estrecho del Taíión. Paso Piste de (xinatíian, entre la costa Nordeste de Mindanao y las islas de Dinágat y Bucas. Paso de Tapaam, en el grupo de Tawi-tawi. Paso de Pangutaran, en el grupo de Tawi-tawi. SILANGAS. Ijas silangas más frecuentadas son las siguientes: Silanga de Golo, en el grupo de Lúbang. Silanga de Cabra, en el grupo de Lúbang. Silanga de Rapurrapu, entre las islas de Rapurrapu y Batán. Silanga de Sula, entre Luzón y la isla de Cacraray. Silanga de Pitogo, entre Luzón y la isla de Pitogo. Silanga de Casolgan, entre las islas de Cacraray y San Miguel. Silanga de Cacraray, entre las islas de Cacraray y Batán. Silanga de Cebú, entre las islas de Cebú y Mactán. Silanga de Tagbilaran, entre las islas de Bohol y Panglao. Silanga de Gabó, entre Dinágat y las islas del grupo de Ginatúan. Silanga de Dapá, entre la costa Sudoeste de la isla de Siargao y la isla de Bucas. Silanga de la Isabela, entre las islas de Malamaui y Basilan. PARTE SEGUNDA. HIDROGRAFÍA TERRESTRE CAPÍTULO T. RÍOS V J^ACiUNAS. LIJZÓN. CUATRO RÍOS PRIN(^IPALES. Cuatro son los más importantes ríos do la isla do Liizón, quo, on opuestas direcciones, la recorren casi toda en el sentido de su longitud, á saber, el río Grande de Cagayán, el río Agno Grande, el río Abra y el río Grande de la Pampanga. Sus cuencas están determinadas por las tres grandes cordilleras, que, segíin dijimos en el tratado de Oro- grafía, pertenecen al sistema de los Caraballos. CUENCA DEL RÍO GRANDE DE CAGAYXn. Entre los ríos de Luzón tiene el primer lugar, no sólo por su mucha extensión, sino también por el gran caudal de sus aguas, el río Grande de Cagayán, llamado asimismo Tajo por los españoles. Comparado con todos los del Archipiélago, á ninguno cede la primacía, si no es al río Grande de Mindanao. Su cuenca hidrográfica abarca toda la región comprendida entre los Caraballos Occidentales, la Sierra Madre y el Caraballo Sur, con una área ó extensión total de 38.52 kilómetros cuadrados. P^l origen de este gran río debe fijarse en la vertiente septentrional del Caraballo Sur, al E. del punto de arranque de la cordillera Mamparan. Sigue una dirección NE. en su principio, y recibiendo en su seno las aguas que bajan por la vertiente oriental de la mencionada cordillera Mamparan, y las que descienden por la vertiente occidental de la Sierra Madre, conserva, aunque con numerosas inflexiones, por espacio de más de 20 leguas, la misma dirección hasta Tumauini, cerca de la mitad de su curso, habiéndosele incorporado por la orilla izquierda, en las cercanías de Gamú, el mayor de sus afluentes, el río Magat. Pa- sando por llagan y Tumauini, continúa su curso con rumbo N., y ha- biendo, con grandes sinuosidades, fecundado los pueblos de Cabagán 497 22823 32 498 HIDROGRAFÍA. Nuevo, Iguig, Amúlung, Alcalá, Gattaran y Lal-ló, con ancha y nave- gable corriente llega hasta Aparri, pueblo situado junto á su desembo- cadura, para ceder el tributo de sus aguas al mar de la China, que baila la costa septentrional de I^uzón. Numerosos son los afluentes que el río Grande de Cagayán recibe en su seno por ambas orillas, mereciendo entre todos especial mención el Magat, el Bangag ó río Chico y el Siífu ó Sibbú que se le incor- poran por la orilla izquierda. MAGAT. El Magat tiene un curso de 25 leguas, próximamente, y nace en el rincón Sudoeste de la provincia de Nueva Vizcaya, entre los montes Mingolit, Salacsa, Dalandem y Ugu ó Lugsen, en el punto de arranque de los Caraballos Occidentales y de la cordillera Mamparan. Encamí- nase primero hacia el N., pasando por Aritao; riega los términos de Bambang, Bayombong y Bagabag; tuerce después hacia el E., pasando por Reina Mercedes, y tributa sus aguas al río Grande de Cagayán cerca del pueblo de Gamú. Los afluentes del Magat, comprendidos en la provincia de Nueva Vizcaya, son : el Mingolit, Caraballo, Abual, Matumut, Ibulao, Alinit, Mayoyao y otros menos importantes, en su orilla izquierda; y el Abián, Angadanan y Salinan en la derecha. BANGAG. El Bangag ó río Chico tributario también del río Grande de Caga- yán por su orilla izquierda, en el pueblo de Alcalá y cerca de Nagsi- ping, recoge las aguas de sus numerosos afluentes, que descienden, en distintas direcciones, de las escabrosas montañas situadas al O. del partido de Itaves, y las de las vertientes orientales de los Caraballos Cen- trales, donde nace cerca del valle de Banano. La longitud de su curso es de unas 17 leguas, y aunque marcha al principio de O. á E. hasta cerca de Piat, tuerce después hacia el NE. , hasta su unión con el río Grande. Mientras recorre las provincias de Cagayán, Abra y Bontoc, recibe sus afluentes más importantes, cuales son, el Saltan, Nabbuangán y Sable. SIFFÚ. El Sifíú ó Sibbú recoge todas las aguas de la región Oeste del dis- trito de Bontoc y dirigiéndose hacia el E., recorre parte de la Isabela, hasta unirse con el río Grande entre llagan y Tumauini. OTROS AFLUENTES. De las vertientes occidentales de la Sierra Madre, cruzando comarcas habitadas únicamente por salvajes, descienden otros muchos afluentes del río Grande que se le juntan en su orilla derecha, siendo los princi- pales, el Disabungan, Ditulay, Catalangan, Tarretic, Masagán, Pinaca- nauán de llagan, Pinacanauán de Tumauini, Pinacanauán de Cabagán y Pinacanauán de Tuguegarao. Son todos de escaso curso, pues el mayor de ellos no pasa de 10 leguas. W" PARTE SEGUNDA HIDRíKmAFÍA TERRESTRE. 499 CUENCA DEI. AGNO iíRANDE. El río Aguo Gnmdo os, entro los ríos do Luzón, ol segundo en importíinoiíi. Naoe en lii v(Mtient(» meridional del monte Data, ot»roa del límite entre los distritos de Benguet y Lepanto y la provinoiade Nueva Vizoaya. Tiene un ourso de eerea de H2 leguas, recorre el distrito de Benguet de N. á S. y la provincia de Pangasinán en la dirección de NO. á SE. al principio, y entre» San Nicolás y Tayug empieza á formar un grande arco, que continúa con dirección de NE. á SO., pasando por Rosales, Alcalá y Bayambang, y después de haber recibido el río Tárlac un poco más al S., se inclina al NO. regando los términos d(» Frbiztondo y Aguilar, y dividiéndose en dos bnizos cerca de Salasa, el uno se dirige al NPl y nmere en Dagupan, mientras id otro corre hacia el O., y después de habérsele incorporado en San Isidro un ramal del pri- mero, que pasa por el pueblo de Lingayen, vierte sus aguasen la parte occidental del golfo de este nombre. AFLUENTES. Muchos son los afluentes del Agno Grande, á consecuencia del esca- broso territorio que recorre, pero los más caudalosos son los que recibe en la segunda mitad de su curso, y los principales entre ellos, el Tárlac y el Camiling, que se le unen por la izquierda en las vastas llanuras de Pangasinán. Otros tributarios de la izquierda son: (d Angbayabang, Matablán, Nibobón, Agrá, 01o, Juláguit, Soboc, Salainague y Dunmlo. De los de la orilla derecha, que no son tan numerosos, sólo merecen nombrarse el Agno Chico, el Catablas, (d Macálang y el Sinuncalan. C^UENCA DEL ABRA. El tercero de los ríos de Luzón es el Abra, que bajando de la ver- tiente septentrional del Data, en el distrito de Ijopanto, con dirección opuesta al Agno Grande, recoge en^ un principio las aguas de las ver- tientes septentrionales y occidentales del Data, y las de su tributario el Su^^uc, que teniendo su origen en la ladera meridional del mismo monte, forma una gran curva hacia el S., para encaminarse después al N. y verter en aquél sus aguas, entre los pueblos de Mancayán y Cervantes, siendo entonces muy caudaloso. Su dirección general desde Cervantes á Angaqui, cerca de la cordillera del Tila, y en la parte oriental, es de S. á N. hasta Tayum, en la provincia de Abra; describe allí un semi- círculo en dirección S., marcha muy pronto con rumbo SO., pasa por la cordillera, que separa el Abra de llocos Sur, y habiendo regado los términos de Bangued, Pidigan y San Quintín, divídese, ya dentro de llocos Sur, cerca de Santa, en dos brazos, que no lejos de Vigan vierten por diferentes puntos sus aguas en el mar de la China. Su curso es de unas 25 legfuas. 5ÜÜ HIDROGRAB^ÍA. AFLIKNTES. Además del Suyuc, recibo como tributario el Tinog, que formado en su origen por el Anayán y Calüan, que recogen las aguas de las vertientes nua'idionales del Pagsán, marcha en la dirección de NE. á SO. para engrosar, cerca del La Paz, su caudal con las aguas de varios ríos, que nacen de los montes Liputén, Mabulusan, Cusa, Balatinao y Maonayud, hasta que, entre Dolores y San Gregorio, se une al brazo principal del Abra. Otros afluentes menos importantes son : el Malanao, Baay, Abas, Mamebel, Bulloc, Damunil, Ulip, Balasían y Dicapén, todos de la orilla derecha, que recogen las aguas de la vertiente occi- dental de los Caraballos Centrales. (JUKNCA DEL RÍO (ÍRANDK DE LA PAMPAXGA. Tiene su origen el río Grande de la Pampanga en algunos ríos que recogen las aguas de las vertientes meridionales del Caraballo Sur, en los montes Lagsig y Mingolit, y por tanto, en la vertiente opuesta á la del río Magat, que, según acabamos de ver, pertenece á la cuenca del río Grande de Cagayán. Su dirección es generalmente de N. á S., y recorre las provincias de Nueva Ecija y Pampanga. En su primer trayecto y antes de unírsele, cerca de Aráyat, el río Chico de la Pam- panga, riega los términos de Bongabón, Santos, Cabanatúan, Jaén, San Isidro y Cabiao, todos en Nueva Ecija. Desde Aráyat se dirige al E., y pasando cerca de las orillas de la laguna de Candaba, sigue por San Luis, San Simón y Calumpit, siempre hacia el S., hasta que, dividido en un sin número de brazos, forma una complicada red de canales y esteros, que vierten sus aguas en la bahía de Manila. RÍO CniCO DE LA PAMPANGA. El río Chico de la Pampanga nace en la laguna de Cañaren, pro- vincia de Tárlac, y tomando un rumbo SE. , entre los límites de Nueva Ecija, Tárlac y Pampanga, después de haber fecundado los términos de La Paz y Zaragoza, cerca de Aráyat, provincia de la Pampanga, tributa sus aguas al caudaloso río, que desde dicha confluencia hasta su desembocadura recibe propiamente el nombre de río Grande de la Pampanga. OTROS AFLUENTES. IjOs principales afluentes de este caudaloso río son: el Barat, el Caluíigan, el Carranglán, el Tuntumín, el Santor, el Gapán, el San José y el Parudo. LOS RÍOS CÁUIT, rÁSIG, BÍCOL É IMUS. El río Cáuit recorre la provincia de llocos Norte, y pasando entre Laoag y San Nicolás, por la barra de su nombre, vierte sus aguas en w I Oh Z W C tí o tí PARTE SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 501 ol mar de la China. Sus afluoiUos, (|uo son, entro otros, el Gant, ol (luisi, el Baybay, el Pagsán y el Pagsanibarán, bajan de las vertientes (xtcidentales del Carahallo Norte. El Pásig, que por eineo brazos sale de la la^juna de Bay, y es eomo su desagüe, desemboca en la magnífica bahía de Manila. Tiene varios afluentes, siendo sólo importantes los que recibe por su orilla derecha, entre los cuales figuran por su mayor caudal, el Caínta, el río Grande de San Mateo y el San Francisco del Monte. Los que se k^ jiuitan por la izquierda no son más que pequeños arroyos y (vsteros de poco curso y caudal de aguas. Es el río Pásig la principal vía de comuni- cación entre Manila y el interior de Luzón, mucho más entre Manila y la laguna de Bay, de la que sólo dista 18 millas. Su mayor anchura es de 100 á 2,000 metros, y su profundidad es tam])ien variable, pues oscila entre 2.23 v 0.13 metros. El Bícol es el río más importante del mediodía de Luzón. Tiene su origen en las vertientes del monte Isarog, provincia de Ambos Cama- rines, y se dirige hacia el SO. dividiéndose en dos brazos, el más pequeño de los cuales toma el rumbo SE. hasta perderse en la laguna de Bato; mientras el principal sigue la dirección NO., y, pasando por Nueva Cáceres, San Nicolás y Panón, penetra, después de un curso de 178 kilómetros, por la bocana de Cabusan, en la bahía de San Miguel. Sus afluentes de la izquierda nacen en la sierra de Colasi y en el monte Amtig. Este río forma con el Quinali y el Lipócot la base de la hidrografía de la provincia y es de no poca importancia para la geología de Ambos Camarines. El Imus mt^rece también especial mención por desembocar en la bahía de Manila y ser navegable hasta el pie del pueblo á que dio su nombre. RÍOS MENOS IMPORTANTES. Los ríos de las costas son de poca importancia. En el Océano Pací- fico vierten sus aguas los que proceden de la falda oriental de la Sierra Madre y son: el Digollirín, en la Isabela; el Casignán, que desemboca en la ensenada de Baler, distrito del Príncipe; el de Baler, que cuenta con varios afluentes, siendo los principales, el Dicaniti, el Dimanalepe, el Malanis, el Dimanaglán y el Caliselan, y desagua en la ensenada de su nombre; el Ibonan, en la ensenada de Dingala; el Tabo- gón, en la ensenada de Sógod; el Cabibijan y el Calabanga, en el seno de Nagay; el Símol y el Timurágat, en la bahía de San Miguel: el >í)2 HIDROGRAB^lA. Malaquing y el ílog, que bajan del monte Malaráyat, en el seno de. Tayabas; el de Batangas, formado por el Tabla, y otros que desembocan en la ensenada de Batangas. LA(4UNAS DE BAY Y DE BOMBÓN. La laguna más importante de la isla de Luzón es indudablemente la de Bay, situada entre las provincias de Manila, Mórong, Cavite y la Laguna. Tiene unos 200 kilómetros de bojeo, con una isla en su cen- tro llamada Talim, que forma el estrecho de Quinabulusan, además de otras varias pequeñas, tales como las llamadas Pulo Insán, Pulo Olgipan, Pulo Calamba y Pulo Bay. Al N. forma tres golfos y dos penínsulas y en sus costas se encuentran las capitales Mórong y Santa Cruz de la Laguna. Comunica con la bahía de Manila por el Pásig, y recibe las aguas de quince ríos. Tiene todo el aspecto de un pequeño mar de agua dulce, y entre los peces que en él se cogen tienen fama los llamados corvinas. BOMBÓN 6 TAAL. La segunda en importancia, entre las lagunas de Luzón, es la de Taal ó de Bombón, situada en la parte Nordeste de la provincia de Batangas. Tiene un perímetro de 120 kilómetros próximamente, siendo sus diá- metros de N. á S. y de E. á O. de 28 y 20 kilómetros respectivamente. Comunica con el mar por el río Pansípit, de muy escasa pendiente, en lo cual se manifiesta claramente ser mu}^ pequeña la diferencia de nivel, que entre el mar y la laguna existe. A pesar de su pequeña extensión, es bastante considerable la profundidad de esta laguna que en algunos puntos y á muy corta distancia de la plava llega á medir hasta 106 brazas, según consta por varios sondeos en ella practicados. En medio de ella es donde se encuentra el volcán de Taal, de que hicimos mención en el tratado de Orografía, cap. iii, p. 189. OTRAS T.AGUNAS NOTABLES. Además de las de Bay y de Bombón, son también notables, en el terri- torio de Luzón, las de Candaba y Cañaren, en la provincia de la Pam- panga; la de Hagonoy, en Bulacán; la de Mangábol, entre los pueblos de Paniqui y Bayambang, en la provincia de Tárlac, con más de 25 kiló- metros de circunferencia; la de Cagayán, en la región Nordeste de la provincia de su nombre, con 16 kilómetros de largo por 11 de ancho; la de Talavera, en Nueva Ecija, con un perímetro de 22 kilómetros; la de Paoay ó Danum, de 10 metros de profundidad y más de 10 kilóme tros de extensión, en la provincia de llocos Norte; el lago Bato, entre cuyos afluentes se encuentran los ríos Bícol, Naga, Libón y otros, que riegan sus contornos, lago profundo y rico en pesca; el de Buhi, < Oí w ü Ü Oh O PARTE SEGUNDA HIDROGRABÍA TERRESTRE. 503 jriando y hermoso, de donde parten varios ríos, entre ellos el impor- tante de su nombre, y el de Baao, no menos extenso, pertenecientes todos ellos {í la provincia de AmlM)s Camarines. ISLAS ADYAC'KNTKS A LUZÓN. MINDOUO. Según la (húít (Jfc¡i'in<^'ipale« llamadas Jamulaon, Paua y Guibuangán-Dacó; mientras el otro sigue la dirección de S. á N. , hasta bifurcarse otra vez en el barrio de Sansásud, tomando una de las dos ramas el nombre de río Banicaá, para perderse en los este- ros de la bocana de Guibuangán-Dacó, y siguiendo la otra hasta Cápiz, capital del distrito provincial, desde donde toma el rumbo medio de ONO. y desemboca en el golfo que se forma al S. de la punta Ñipa El Jalaúr nace también en el monte Baloy, recibe innumerables, aun- que pequeños tributarios por ambas laderas, y toma el rumbo hacia el SE. En Alibunan se le une el río de este nombre, se inclina al SE. , riega los términos de Calino y Passi, en donde se le incorpopa el Lamunang, de bastante caudal que recoge de muchos afluentes, siendo el principal el Maliao, riega el término de San Enrique, hacia el S., y no lejos de Dueñas recibe las aguas del Ulián formado por muchos afluentes do la sierra principal, continúa su dirección SE. hasta Dingle, tomando en este pueblo el rumbo S. , y en Jalaúr aumenta su caudal con el Abangay y el Suague, de igual origen que el Ulián, riega los términos de Poto- tan y Barotac Nuevo, hacia el S., y habiéndosele incorporado el Jani- paán, penetra por Colongcólong en el estrecho de Iloílo. El Aclán tiene el mismo origen que el Panay, pero no la dirección, que esde S. á N. con pocas inflexiones; recibe sus afluentes principales de la izquierda de las vertientes occidentales de los montes de la cordi- llera principal, pasa por Libacao, Madalag y Malínao, riega el término de Calivo, y en Camansi, cerca de la costa septentrional, se divide en PARTE SEGUNDA HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 505 dos bmzos, formando la pequeña isla de Bacao. Sus tributarios más notables son: el Dala^nán, el Cabarsana, el Dumalaylay, el Tingbabán, o\ Bulábot y el Malínao, en su orilla izquierda; los de la dereeha son menos importantes, entre ellos el Manieaá y el Pangpangón, que tiene varios afluentes, v el Calaneán. El Sálug, procedente de una depresión de las vertientes orien tilles de los montes Llórente e 1 ñaman de la cordillera principal, sij^ifue la dirección de Nü. á SE., rie^a los términos de Maasin, Cal)atfian, Santa Bárbara y Pavía, dondi» se le une el Agauán, hasta cerca de Iloílo en donde desemboca. Recorre unos ()0 kilómetros, y nn^ibe las aguas del Tigong, (jue nace también en las quebradas orientales del monte Inamán y en las opuestas del Tiratid, y después de unos 22 kilómetros de recorrido, cerca de Maasin desemboca en el Sálugpor su orilla derecha. El Agauán baja del monte Tigurán arrumbado al E., cambia de dirección más abajo, dirigiéndose al S., y bañando el pueblo de San Miguel, tuerce al E., donde, recorridos unos 52 kilómetros cerca de Pavía, desemboca, también por la orilla derecha, en el río Sálug. El Ibaja}^ tiene su origen entre los montes Toctocón y Sanasico, á considerable altura, y baja arrumbado al NO. , con varias sinuosidades, hasta llegar á la confluencia del Garot. Tiene muchos afluentes, entre los cuales pueden citarse los ríos Dalanao y Garot. Este, que es el más notable, nace en la vertiente Norte del monte Panancabán, en el distrito de Antique. SIBALÓN. P^l Sibalón, que baja de la vertiente occidental del monte Llórente, opuesta á la del Sálug, sigue la dirección de NE. á SO. , pasa por San Remigio, y fecundando los términos de Sibalón y San Pedro, cerca de este pueblo vierte sus aguas en el mar por la costa occidental. Sus afluentes principales son el Tangday, el Maninila, que se forma del Dungarón y Matóao, el Banayán y el Tigpulúan. Este, que es el más caudaloso, se le une en el pueblo de Sibalón. RÍOS MENOS IMPORTANTES. Por último, aunque no tan importantes como los precedentes, son, sin embargo, dignos de mención varios ríos de la región central, acerca de los cuales dice D. Enrique Abella, en su .Descripcw?i Física de Panay^ lo que sigue: Pueden citarse todavía como muy notables los ríos Timagboc, Uyungán, Sinara- gán, Bacauán, Bayonán, Tiolas, Lanigané Hibog, que desembocan al S., y losTagalán, Jaló, Habalili é Ibisan, que desembocan al N. de la isla. En la región occidental, al N. de la cuenca del río Sibalón, se extienden otras tres que casi alcanzan el mismo 506 hidrografía. desarrollo, correspondientes á los llamados ríos C'angaranán, Paliuán y Dalanas, y ellas son las (¡ue por su importancia deben colocarse des})ucs de la del Sibalón. Luego al N. y al 8. de estas cuatro corrientes más notables de Antique, se presentan otros ríos tanto más chicos cuanto mayor es la distan(!Ía (¡ue de aquéllas los separa, y entre ellas merecen citarse, al N., los llamados Cairamán, colocado entre el Dalanas y el Paliuán, el Tibiao, el Bacón, el Bacalán y el Ipayog, y al 8., el Antique, el Aslumán y el I)ao. Kn la región oriental los ríos Balantían, Bangún y Pamián ó Estancia, que corren por la llanura de Balasan y Quiasán, y que desembocan en el mar por grandes esteros de gran profundidad hasta las barras; el Bunglás y sus numerosos afluentes de la her- mosa vega de Sara y Ajuy; el río de Barotac Viejo, en cuyas márgenes se han hecho explotaciones auríferas; y el Aglacaigán, que desemboca en Báñate, son los más notables. NEGROS. Los ríos más importantes de esta isla son los que vierten sus aguas en la costa occidental, sobresaliendo entre ellos el Ginigaran, el Hima- maylan y el ílog. En la costa septentrional desaguan el Danao, de 200 metros de ancho y 15 de fondo, que corre de O. á E., entre Calatrava y Escalante, y el Marinas, de 300 metros de anchura y 20 de profundi- dad, siendo notable su gran brazo llamado Tanao. Otros menos importantes son el Bunglás, Cádiz Nuevo, Manapla, Toreno, Talabe, Mandalagan, Siluban, Macaribao', Marianas, Pontevedra, Siaton, San Enrique y algún otro. CEBÚ. Poca importancia tienen los ríos de esta isla, por ser todos de corta extensión, á causa de la cordillera que divide la isla en dos partes muy estrechas. El de trayecto más considerable es el Baliguígam, que bajando de los montes centrales se dirige con todos los caracteres de un torrente hacia el NE. hasta que, después de cruzar un extensa zona de terrenos calizos, desemboca en el mar por un cauce de 300 metros de ancho. Casi tan considerable, y parecido también á un torrente, es el Cot-cot, perteneciente asimismo á la vertiente oriental. De mayor recorrido aún es el Manangá, río de la misma vertiente, situado al S. del anterior. Son por último dignos de especial mención el Danao, que baja del monte Mangilao y corre al N. del Cot-cot; el Alpacó, el Minaga, el Carear, el Catmón, el Bao y algunos más. SAMAR. Se ignoran la mayor parte de los afluentes de los principales ríos de esta isla, por ser tan escabrosa en su parte central, y por tanto poco conocida su hidrografía interior. Los ríos principales, que en varias direcciones la fecundan son: el Oras, que partiendo del extremo Norte de la cordillera central, se dirige en su principio hacia el SE., y luego al E., vertiendo sus aguas en la ensenada de Uguis, en el Pacífico, habiendo recorrido unos 57 kilómetros; el Suríbao, que naciendo de los mismos montes, se dirige luego hacia el E., desaguando en la PARTE SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 507 inisniíi costil (luo ol anterior; el VIut, que arnuiea de ía cordillera central, toma su rumbo hacia el NE., se desvía al K., y después de un curso de unos 25 kilómetros, uniere en el Pacífico; el I^aguán, que tiene su nacimiento en la misma divisoria centnd, sigue constantemente hacia el N., pasa por Catíibig, y desagua en la ensenada de su nom- bre: el Bato, que tiene su origen en las vertientes septentrionales de los montes Salta y Sangley, y marcha en sentido NNK., desembocando en la costa Norte, cerca de la ensenada de Laguán; el Timonini, i'on igual origen y marcha paralela al Bato. Otros menos importantt\s son: el Antiyao, el Basey, el Balangiga, el Opong, el Pagbabangunan, el Calbáyog y el Bagajón, (|ue con otros muchos riegan las fértiles pra- deras y es})esos bosques de la isla. Cuenta, además, la isla de Samar con cuatro lagunas importantes, á saber, las de Somotoc, Calbiga, Ganoy y Sampinit, entre las cuales es notable la de Calbiga por sus extensas márgenes, todas roqueñas, que la asemejan á una gran caldera. I.EYTE. Los ríos principales de esta isla vierten sus aguas por la costti orien- tal en el Pacífico. Entre ellos figuran: el Dao 6 Burauen, que viene de los montes centrales, se dirige al E. y desemboca en el mar un poco más abajo de Dúlag; el Binahaán, que sale d(íl lago Amandiuing, pasando por el N. del pueblo de Dagami; el Palo, que formado por el Dapdap y otros afluentes desemboca en la bahía de San Pedro y San Pablo; y el Bito, que nace en el lago de su nombre y termina un poco más arriba de Abúyog. En la costa Sur desagua el Maasim, procedente de los montes del S. de la isla, corre unos 40 kilómetros de NH á SO. y bañando el término de Maasim, termina en la punta Gigantigan. En la costa del Norte vierte sus aguas el Leyte, procedente de un lago situado al O. de Jaro, se dirige de S. á N., y concluye junto al pueblo de su propio nombre. Otros ríos de menos consideración son los de Bao, Tanauan, Malbúray, Cabayungan, Caloan, Cauliling, Masayac, Bayongbong, Cabalasan, Panilahan, Ba3^oc, Bulac, Mantitinao, Anilao y Mansanga. P^l lago Bito es de considerable extensión y profundidad, sobre todo cuando en la época de las lluvias llega á tener un circuito de más de 30 kilómetros. El de Jaro cuenta con un bojeo de 25 kilómetros y se comunica con el mar por el río Leyte, que desagua en el puerto de su nombre. Entre las lagunas son notables: la de Aslum, de 5.57 kilómetros de longitud y 1. 39 de anchura, con 15 brazas de profundidad; la de Cabalían, que mide 2.86 kilómetros; y la de Polo, de 3 kilómetros de longitud, de NO. á SE. y 500 metros de ancho, de N. á S. )i)8 HIDROGRAFÍA. HOUOL. A pesar de su poca extensión, contiene la isla de Bohol un crecido número de ríos, aunque todos son de breve curso y quedan secos al terminar la época de las lluvias. Merecen (\special mención los de Maasin, Muguid, Manaba, Ñapo, Gulayan, Ca})idían, Lagumay, Soca- Vilar, Fragata, Taginting é Tnabanga. SIBUYÁN. Los ríos principales de la isla de Si bu van son tres: el Ma})olog, (|ue nace en el pico más elevado, situado en el centro de la isla; el Cambula- yan que tiene su origen en la falda oriental del pico de Sibuyán, y desagua al E. de la isla, a muy corta distancia de la punta Cambulayan: y el Nailog que tiene su nacimiento en la medianía de la altui'a del pico de su nombre. MINDANAO. CUENCA DEL RÍO (iKA >': Ó IHJLANGUT. Merece el primer lugar en la hidrografía, no sólo de Mindanao, sino también de todo el Archipiélago, por su caudal y recorrido el río Grande ó Pulangui. Este caudaloso río nace en las vertientes orientales de los montes Sóbrac y Quimánquil de la cordillera Centro-Occidental y en las occidentales del monte Dumánlogde la Centro-Oriental, al NE. de la isla, en el distrito de Misamis, y a una altura sobre el nivel del mar de 1,500 metros próximamente. Despréndese por saltos sucesivos sobre las quebradas mesetas en que se van escalonando las mencionadas cor- dilleras, corre por entre enormes cantos amontonados en su lecho hacia el S., hasta que, después de 80 kilómetros de curso, encuentra el Tigua por su orilla izquierda. Se inclina luego hacia el O. , pasa por cerca de Linabo, riega los términos de Sevilla (Mailag), recibiendo á la vez por su orilla derecha las aguas del Sauaga y Malupali, tuerce con mansa y ancha corriente hacia el SE. en los términos de Valencia y Lepanto (Salagapon), recoge las aguas del Culaman y poco después las del Marama en la misma orilla derecha, toma otra vez su rumbo hacia el S., y con varias inflexiones se le une otro Culaman en la orilla izquierda, no lejos de la afluencia del Mulita, donde se encuentra el límite de los monteses, moros y manobos. Hasta esta divisoria, cerca de la mitad de su curso, se denomina Piüangui, y lo restante, hasta su desembocadura, río Grande, que es navegable en cañonero. Desde la citada divisoria forma un arco de Ni], a SO., donde se encuentra el que fué destacamento de Catitúan, y al terminar el arco, recibe en su seno por la orilla derecha las aguas del Marurúgao, el más caudaloso de todos sus tributarios. Desde su unión con el Marurúgao vuelve a dirigirse hacia el S. con marcadas sinuosidades, recibidos algunos afluentes de poca importancia, y pasando por el destacamento de PARTE SEGUNDA— -HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 509 Piíjuit, hasta Uocrar ooiva do la laguna Liguasan. Engrosado su caudal con las aguas de osta gmnde laguna, se inclina mpidamente» al NO., próximamente perpendicular a su dirección genenil, que es de S. á N., riega Tiimncup ó Reina Regente, recibe varios tributarios de t\^(íisa importancia, y al llegar a Tumbao, se divide en dos brazos, el mayor de los cuales pasa por Libungan, en donde se le agrega el río de los Caimanes ó Libungan, se dirige á Cotabato, capital del distrito de su nombre, y con pequeñas inflexiones tributa sus aguas al mar en la bahía Illana, por la bocana Norte, suave y anchurosa. El brazo de la izquierda, algo menor, se dirige de Tumbao á Tabiran, pasa por Tamontaca y nmere en la misma bahía por la bocana del Sur. Entre las dos bocanas está situado el monte Tímaco, célebre por sus monos, que se acercan á los pasajeros que visitan sus faldas. Durante su curso, que es de unos 470 kilómetros, y manso en sus dos últimos tercios, se encuentra la cascada de Logsocan, cerca de Valencia, y la de Salagapon, un poco más abajo, en el pueblo de Lepan to. Hay en él, y en la mayor parte de sus afluentes, muchos caimanes 6 mejor dicho cocodrilos. Los afluentes que por ambas orillas tributan sus aguas á este poderoso río, son nmy numerosos, siendo los más importantes por su ladera derecha el Sauaga, el Malupali, el Mulita, el Marurúgao, el Tigua, y por la izquierda el Culaman y el Cabacan. El Sauaga nace en las vertientes orientales de la cordillera Qui- tánglag, en el término de Calasúngay, en la divisoria de las aguas de las cuencas del Pulangui y del Tagoloan. Saltando por grandes peñascos en el fondo de un cauce profundo, desde Calasúngay va arrumbado hacia el SE. con varias y marcadas curvas hasta Oroquieta ó Balaybalay. Continuando en la misma dirección, riega el término de Linabo, y unido al Malupali, tributa sus aguas al Pulangui, cerca de Sevilla. MALUPALI. El Malupali se origina en las vertientes occidentales del Quitánglag y en las orientales del Calutangan, en la divisoria de las aguas del Pulangui y del Cagayán. En su principio sigue la dirección SE., y en Covadonga ó Alanip, en donde se le une el río de este nombre, tuerce su rumbo hacia el E. y cerca de Sevilla se junta con el Sauaga, como queda dicho, y vierte sus aguas al río Grande. MARURÚGAO. El Marurúgao es el más caudaloso de los afluentes del Pulangui, y se desprende de las laderas occidentales del Pinangayonan, sigue una dirección de NO. á SE. con escasas desviaciones en todo su curso, unas veces precipitado entre ^peñascos y otras embalsado, y pasando por 510 HIDROGRAFÍA. varias rancherías moras, vierte sus aguas en el río Grande en Dunia- lasag, en las faldas del monte Tiniptiban. Recibe en su curso, que es de unos 70 kilómetros, el Malitbog, el Piratan, el Lalayan y otros menos importantes. Mr LITA. El Mulita se forma de las aguas (jue se precipitan de la vertiente oriental del monte Dagumban, recorre una pequeña planicie, y con rumbo Este pasa por debajo del monte Cólcol, desde donde, recibiendo en su orilla izquierda el río Lumagus, recorre la ladera meridional del Panicsican, uniéndose poco después con el Pulangui. Su curso será de unos 40 kilómetros. En su confluencia está la divisoria entre mon- teses, manobos y moros; los monteses habitan el Nordeste, los manobos el Noroeste, y los moros se extienden por el Sur. El Tigua tiene su origen en la cordillera Centro-Oriental, sigue una dirección de SE. á NO. entre terrenos escabrosos habitados por ma- nobos, y después de un pequeño recorrido tributa sus aguas al Pulangui, un poco más abajo del Bubunanan, pequeño afluente de la derecha del mismo. CULAMAN. El Culaman se forma en las vertientes occidentales de la cordillera Centro-Oriental, sigue una dirección contraria al anterior de NE. á SO. , y con escaso curso vierte sus aguas en el Pulangui, un poco más arriba del Mulita, en la orilla opuesta, frente al monte Panicsican. El Cabacan se origina en las vertientes septentrionales del Apo, recibe tributarios del Norte y del Sur, tales como el Bacat, el Balanan, el Maleput y el Malebol, y con regular caudal desemboca en el Pulangui, cerca de Catitúan. CUENCA DEL ACUSAN. El río Agusan es el segundo de Mindanao y el tercero de todo el Archipiélago por su extensión y caudal. Su cuenca formada por las dos cordilleras principales de la isla y casi paralelas entre sí, es alimen- tada por numerosos afluentes, algunos bastante caudalosos. Nace este río al E. del seno de Dávao y en las vertientes occidentales de los montes Tapao, Tagdálit y Campalili de la cordillera oriental, arrumbado gene- ralmente de SSE. a NNO. , dirección sensiblemente paralela á las dos cordilleras entre los cuales tiene su curso, que termina en la bahía de Butúan, cerca del pueblo de este nombre. Desde su origen pasa por Compostela, Moncayo, Játiva y Patrocinio, reducciones de manobos cristianos, recibe en este primer trayecto varios afluentes de escasa importancia, siendo entre ellos el Mánat, que se le une en Moncayo, 'A w Q O H w o w <¡ U c w PARTE SEGUNDA HIDBOGRAB^ÍA TERRESTRE. 511 ol principal. En Putrocinio so inclina al O., pasa por Voruola, forma un arco hacia el K., y en el extremo del arco, cerca de Clavijo, le vierte sus a^uas, en la orilla iziiuierda, el Ihanan, forma las lagunas ( adagun, Dagun y Sinanat, uniéndosele el Humayan en su margen i/ijuierda. Un poco más ahajo de la ultima laguna le vierte sus ahun- (iantes aguas en su orilla derecha al (tihon. Engrosado el Agusan con el Gibon, se inclina un poco al NO., pasa por Talacogon, San Luis, (uiadalupe y San Esüuiislao, donde experimenta varias infle- xiones, y vse le agrega un poco más abajo, en su orilla iz(|uierda, el Líbang ijue se forma en las vertientes orientales del monte del mismo nombre, y á media jornada dtvspues, forma una curva, entni en 61 el Ujut por la misma orilla que el anterior, frente á la Esperanza. Desde la Esperanza hasta su termino en la Inihía de Butúan, sigue el Agusan la dirección de SSE. á NNC). í*on menos inflexiontvs que en su curso medio, pasa por las Nieves, y hal)iendo i'ccibido las aguas del Bugubas en su orilla izquierda, riega los pueblos de Amparo y Butúan, y después de é03 kilómetros de recorrido desemboca, no lejos de este último pueblo, en la })ahía del mismo nombre. En su trayecto forma varios ensanchamientos á mancn'a de lagunas (pie impiden el paso por sus orillas. Como los del Pulangui son muy numerosos los afluentes de este río, algunos de los cuales son de bastante caudal. Los principales en la orilla derecha son; el Simúlao y el Gibon; y en la izquierda el Ihanan, Humayan, Arganan y Újut. El Simúlao se origina en las vertientes occidentales de la cordillera oriental, al lado opuesto de Bislig. Muy escabroso en sus principios, y aumentado con varios afluentes, como el Miaga, el Bayayan, el Bunanan, después de regar las visitas de San Isidro, Tudela y Trento, llega á San José con dirección de SE. á NO. En esta visita se divide vn dos brazos, de los cuales el uno, ^torciendo al O., se subdivide en dos ramales, que se unen al poco trayecto al Agusan, mientras el otro continúa su rumbo hacia el NO., y un poco más abajo de las lagunas vierte también sus aguas en el Agusan. El Gibon es el afluente más caudaloso del Agusan, y baja de la misma cordillera que el anterior, recogiendo las aguas de las vertientes occidentales del monte Diuata, al lado opuesto de Jinatúan. Su direc- ción general es de NE. á SO., pasa por las Navas y Prosperidad, con- tinúa con el mismo rumbo hasta Borbón, en donde describe un arco muy marcado hacia al SE., y en el otro extremo del mismo se le incor- pora el Suríbao, de bastante caudal, que pasa por Novelé, y juntos, tomando la dirección O., desembocan, un poco más abajo del Simúlao, en el Agusan, después de un curso de más de 120 kilómetros. • 12 HIDROGRAFÍA. VA Ihanan baja con muchas sinuosidades de las vertientes orientales de la cordillera Centro-Oriental, recoge uuichos tributarios en terrenos muy esciibrosos, como el Anahanan, el Tigbaunan, Sampinit y otros. Su rumbo es de SO. á NE. hasta la conñuencia del Sampinit, donde tuerce al E., y pasando por Gracia, un poco más abajo, se incorpora al Agusan. HUMAYAN. El Humayan tiene su origen en la misma cordillera que el anterior, pero más hacia el N. Su dirección es de O. á E. , con muchas y grandes curvas, recibe las aguas de muchos anuentes por ambas laderas, pasa por Loreto, y arrumbándose un poco después hacia el NE. , desagua entre dos lagunas. ARGANAN. El Arganan, aunque es de menor recorrido y caudal que los ante- riores, recoge, sin embargo, las aguas de las vertientes orientales de la misma cordillera que los otros dos. Sigue una dirección de O. á E., riega las visitas de la Asunción, Sagunto y La Paz, en donde tuerce al NE. y desemboca en el Agusan, en el mismo lugar que el Gibon, por la orilla opuesta. ÚJUT. El Újut desciende de la misma cordillera que los anteriores con dirección al NE. , recibe el Agsabo, y en Remedios se le une el Pusílao, de igual caudal, después de haber regado el término de Milagros, y juntos desaguan en el Agusan frente á la Esperanza. LOS RÍOS TAGOLOAN Y CAGAYÁN. Después de los ríos que acabamos de describir, merecen especial mención el Tagoloan y el Cagayán, que desembocan en el mar por la costa septentrional. El Tagoloan tiene su origen en el término de Oroquieta (Balay- balay), en la vertiente opuesta del Pulangui, y sigue un curso entera- mente contrario al de éste en la dirección de SSE. á NNO. Sus afluentes más importantes son, en la orilla derecha: los de Quinapuntan, Dumalagui, Amúsic, Silo, Malíbog y Quimaya; y ea la izquierda, el Dila, el Ulugan, el Culaman y el Manguina, procedente del monte Quitánglag. Después de haber recorrido unos 1)0 kilómetros, penetra por el pueblo de su nombre en la bahía de Macajalar. El Cagayán nace entre las vertientes opuestas del Quitánglag y del Calutangan, ambos de la cordillera Centro-Occidental; sigue con direc- ción paralela al Tagoloan, y con un curso semejante al de éste vierte sus, aguas, que arrastran arenas auríferas, en la misma bahía que el Tagoloan. Sus afluentes principales son el Cocina y el Tigalan. PARTE SEGUNDA HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 513 RÍOS MENOS IMI»ORTANTES. Entre los restantes ríos de Mindanao pueden todavía citarse por su relativa importanoia los sijruiontes: Gapay, A^us, Sintogo, Dapitan, Dipolog, Lubungan, Dávao, Tágiun, Hijo y algunos otros de la costa del Paeítieo. El Gapay nace cerca de la laguna de Lanao, y sigue la misma direc- ción que el Cagayán; tiene varios tributarios, como el Mamanga, el Samangón y el Dulaina, y muere en la punta Sulauan, en la bahía de Macajalar. Recorre unos 70 kilómetros. ¥A Agus viene de la laguna de Lanao, sigue la dirección de SE. á NO. y desemboca en la bahía de Iligan. Su curso es mucho menor que el del precedente, y sus afluentes son de escasa importancia. El Sintogo nace en las vertientes meri- dionales y orientales del monte Malíndang, sigue la dirección de O. á E., y después de recibir en su seno el Sálag, su principal afluente, entra en la bahía de Panguil. El Dapitan, el Dipólog y el Lubungan tienen su origen en las vertientes septentrionales y occidentales del mencionado Malíndang, y con rumbo hacia el NO. entran en el mar por los pueblos de sus propios nombres. Va\ el seno de Dávao desem- boca el río de su noml)re, cuyos afluentes de poca importancia nacen en las vertientes orientales del Apo. Más importante es el Tágum, que tiene por tributarios el Libaganon y el Sálug, cuyos afluentes se enlazan con los del Agusan, que siguen una dirección opuesta. VA Hijo, de poco curso, muere, como los otros dos, en el mismo seno de Dávao. En la costa del Pacífico merecen especial mención por su recorrido el Casaumán, el Manay y el Caraga, que naciendo en los montes Tagdálit, Campalili y Tapao respectivamente, vierten sus aguas en el Pacífico por los pueblos de sus propios nombres. En la parte sep- tentrional desemboca cerca de Tago el río de este nombre con anchurosa bocana de no pequeño caudal. LAGUNAS. Las principales lagunas de Mindanao son las siguientes: Lanao ó Malanao, Bulúan, Liguasan, Mainit ó Sapongan, Linao y Panguil. La de Lanao ó Malanao, situada en el territorio de su nombre, está comprendida entre altos montes, los cuales, sin embargo, no impiden que entre ellos y la laguna se extiendan algunas llanuras. Divídese aquélla en tres regiones principales, á saber: la del Bagabao, que comprende la orilla Nordeste y parte de la del Oeste; la del Masco, que abarca toda la parte Sur; y la del Unoyón, que se extiende por el Sudoeste. No tiene otro desagüe que el río Agus, y en cambio recibe por el Sudeste las aguas del Digosan. Sus orillas están completamente pobladas df rancherías de moras. 22823 33 514 HIDROGRAFÍA. LIG LASAN Y HULUAN. Liguasan y Bulúan son dos lagunas situadas entre el volcán Apo y el termino de Cotabato, las cuales llegan á confundirse hasta formar una sola durante la estación de lasl luvias, y engrosan notablemente con sus aguas el cauce del río Grande. MAINIT. La de Mainit ó Sapongan, en el distrito de Surigao, mide 8 millas de N. a S. por. 6 de E. a O. y con descenso rápido desagua, por el río Túbay, en la ensenada de Butúan. Es muy profunda y se supone que es el cráter de algún antiguo volcán. LINAO. lia de Linao se halla enclavada en el río Agusan, y aumenta extraor- dinariamente en perímetro tan luego comienza la estación de las lluvias. PANGUIL. Por íiltimo, la de Panguil en el territorio de Misamis tiene de exten- sión, de N. á S., 7i millas por 6i de E. á O. y desagua en la ensenada de Misamis. CAPITULO 11. AGUAS MINERO-MEDICIN^ALES. IDEA GENERAL DE LOS MANANTIALES FILIPINOS. EXISTENCIA DE MANANT1AI.ES. Habiendo influido tanto el volcanismo, según advertimos al tratar de la Orografía, en la formación del suelo Filipino, fácilmente se com- prende que deben de existir en él multitud de manantiales minero- medicinales, como en realidad existen, aunque muchos de ellos permanecen todavía, científicamente hablando, desconocidos. ESTUDIOS PRACTICADOS. Antes del año 1885 no se había hecho aún ninguna clasificación cien- tífica de los manantiales filipinos. En 1890 se publicaron en Madrid los trabajos de la primera comisión, y en 1893 los de la segunda y última. De la atenta lectura de uno y otro volumen se deduce que el estudio físico-químico y terapéutico de unos cincuenta manantiales, efectuado por dichas comisiones, es de lo más completo y acabado que puede hacerse en un país, en que, como Filipinas, son tan difíciles y penosas las excursiones por la falta absoluta, á veces, de buenos medios de locomoción. Existen, sin embargo, muchísimos manantiales no analizados todavía. Pondremos aquí primero los de análisis conocido y después añadiremos los otros, tal como se suponen constituidos. Los primeros están sacados de la citada comisión, y van, por parecemos más conveniente, indicados según el orden alfabético de las provincias, donde se encuentran. PARTK SEGUNDA — HIDKOQKAFIA TERRESTRE. 515 i C T ¿ S 5 5 ? ? g §í s ^ í S> £ ' ? C u £ •- • •i p 5 ^ -r £ s £ á ^' c c 7. •- -^ "x ii ii i ':= -^ ¿ c - í: .s .*; '7 ^ ^ ^ .' ^ ^ 7 '7 7 ■5 J 'C -c x" 'C 2 ^ I E X c c § g í g e « s é « é c c 5 5^ S § S II i = £ C^ ílH -7 w w - s é s v xr -c X, "'l 3J es i á 3 ^ s . , _ . _ _ 'c S c -c -E 'C -C -E -C C ¡¿¿SSS'S.SS'S.S ? ^ «j ^ •c -c ■£ 'C T -C -o -o ££ccccccc££«a ;^ CQ PQ X X X X X X X X X c '6 .i I .§' ^ T3 -U .S a 3 ¿ 3 9 = ^ :2 = d S 3 s X X' X X " a : g g S S E S > '^. 3 .& ' íi, H ffi W H ffi a E a 3 Cj fl o g s I i gi ,^ ;¿ ,^ .^ K K K. K. a a a a a 1 1 1 a S s s s K K s S S K iS 5 H fe í*^ 1^ 6 2 ffl fl, k; 1-^, H O 33 31 'í? -5 PQ W O X. X: -^ > í^ H o O) X P Í3 5 £í '^ TSl rr-! C -5 fin m *M X P X 6 I X X £ ^ ^ a; ce g X X OQ ^ <^ P^ o o c asa 'S 'S '3 S S . |.s ^ -< 'S g ^ a oS OJ S oi 5? íí «r" ^' W L_J 'I-I W W i-i -¿W OPh^PWPHO I-H X X X! O) a) O) o tí C C C •E -E -fí -E ^ q3 ti oj a a a a a¿ ce ti oj O ü ü ü X! ^ X2 ^ ;2;^íz;c;w;^cgüSa ^ xi Í4 ti c C p B, R, P, ü ü o ü titititi^«?'í'titititi (uSiisSíSpiiía» pqpqpqpqpqWüüüüüüPiñ í ís £ ex .2 5Í T? 2 2 c o •^1 «. . ^i ^ 2 'he '^ 2B .i S g § .2 'd .Sí ^3 -c ^ -^ 2 ^S á í 2 ¿ d o o .s ^ í5 "^ -^ 'O ^a3 = "S í 'Oá «cé -S -3 rd 'O O OS 5 Sí 2 * ü ~ ^ ;5 5 2S C3 T) ¿ 2 res r^ - 03 -?« <^ ;3 03 J3 •c -c a a ^ 2 ^ £ a I j2 E M GJ "^ .3 be ce- asi I 's 1 S a¡ ü I ? - _ -^ 9 9 ui ai m m ^ VI m fl ^5 S 'O 2 2 8 2 •C r§ -C 'O Tí o3 'O W ? 3Í •Sí .í; 5 '^ 'S ^ 'S 'S 'S 2 2^ 2 2 I ^ ^ 3 "C 'C "C tS 'O "TS 2 S S o» o» o o I ? ^ ^ '3 -i Vi VI m Vi 3J O O O) (U QJ <1> p, O, p, p, fu, (n, ftC Ph.S ap^Afxa a a a a a fc^ fH ti i-l U( oj O a> a> O O) a> VARTE SEGUNDA HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 517 Adeiiiíís do k)s íincucnta iiiaimiitialos analizados, existen otros ciento diez y siete enteramente conocidos, aunque no analizados, (jue ponenio3 (i continuación. Provinoia ó isla. Sitio (\v\ nmimnliiil. Cagayán Cagayán Cagayán Cagayán llocos Norte . llocos Norte . llocos Norte . llocos Norte . Abra Abra . . . . Abra Bontoc Aptirri Aparri Anarri Al S. de la punta Kscarpada . Bangui NagpartiAn Yintar ( Bisa ya) A tres kilómetros de Bisaya . San (íuillernio (en el río) Kío Yenín Balatoíí ( río Pascil ) Sadanga Bontoc Bont(Hí Iwibela Benguet Benguet Benguet Benguet Benguet Quiangán Nueva Vizcaya . Nueva Vizcaya . Nueva Vizcaya . Nueva Vizcaya . Nueva Vizcaya . Nueva Vizcaya . Unión Binatangan . Príncipe Pan^asinán , Nueva í^ci^a. Nueva ^cija. Nueva Ecija. Nueva í^cija. Mainit Talubín Angadanan Buguias ( Padungay ) Buguias (Asín ) Buguias (al Oeste) Daclán (alONO.) Daclán (Asín) Buyanbuyán (en el nioiUe al Oeste Bayombong (en la loma ) Baiubang ( Amiguí No. 1 ) Bambang i Amiguí No. 2 ) Monte Blanco (Asín) . Ihín : Dagol Amsacón (río Bued) . Q.uelingán (río Dicasignán) Baler (ríos Baler y Calíselan) . . Aguilar Pantagambán (Cabuyao) PantagambAn (Cadaclán ) Cuyapó (cerro Bancay) Santor (Camaboy) Nueva Écija Santor (arroyo I)aguán ) Zambales Dasol ' Zanibales \ Paláuig Zambales i Iba Zambales Cabangán (Calumejan) Zambales I Súbic Tárlac : Moriones Bulacán San Rafael (camino de Daang-l^artida ) . Pampanga Pórac (hacienda de Pias) Bataán Mórong (origen del río Mórong) Mórong Tanay (río Lanatín ) Laguna Calamba (Bocal ) Cavite Indang ( Arzobispo) Tayabas Tiaong Tayabas Guinayangan Batangas ; Lipa (Tatón) Batangas i Ibaán (Pangao) Batangas | Taysán . Batangas Ambos Camarines Ambos Camarines Albay Albay Albay Albay Albay Mindoro Mlndoro , Mindoro Marinduque Marinduque Marinduque Samar San Juan de Bocboc Caramoan San Fernando (Mainit) Daraca (Budiao) Camálig i . . . Legaspi (Marisbiris) Manito (punta Cáuit) Bulan (Lalisaga) Subaang Nauján (entre el mar y la laguna Nauján) Bulalácao (Damagán) Boac (Sabang) Gasán (Buenavista) Malbug Calbáyog Clase supuesta. Sulfurosas. Sulfurosa*». Sulfurosas. Saladas y termnles. Saladas y termales. Silladas y termales. Bicarbonatadjuí, mi-xtas. Saladas y termales. Bicarbonatadas, mixtas. Bicarbonatadas, mixtas. Bicarbonatadas, mixtíis. Saladas, dei)ósittí ferrugino- so con olor sulfhídrico. Saladas con olor sulfhídrico. Saladas con olor sulfhídrico. Termales. (cloruradas, sódicas. Cloruradas, s<'>dicas. Cloruradas, sódicas. Sulfhídricas. Cloruradas, .sódicas. Saladas. Saladas. Hipertermales, bicarbona- tadas, cloruradas, sódicas. Hipertermales, bicarbara consumo. ****** * La j)rovincia de Batangas es también nuiy rica en aguas minerales; ])ues, ademils de las sulfúricas del volcán de Taal, de ijue luego hablaremos, se encuentran en ella varios manantiales importantes. En el i)ueblo de San Luis, y sitio llamado Mainit (caliente), brotan en la suptTticie algunos chorros de agua caliente, (pie dejan un abun- dante sedimento ferruginoso. Las aguas del arroyo I*anipil, cerca del pueblo de Lemery, son muy sulfurosas y se aj)lican con buen éxito ]K)r los indios en las enfer- medades cutáneas. En territorio del mismo pueblo, por el camino que conduce á Oalacá, en el sitio llamado Matasnabayan, hay también algunos manantiales muy poco conocidos y usados. Existen asimismo en los montes de Taypán, tt^rmas, cuya composición desconocemos, pero ipie aplican los naturales con buenos resultados en las enfermedades de la vejiga y cutáneas, usándolas, además, como purgante eficaz en muchos casos; y últimamente, al SE. de Bauan, cerca de la ])unta Cazador, hay otro peíiueño manantial, al que acuden algunos enfermos de reuma y j)arálisÍ8 en busca de alivio en sus dolencias (pie suelen hallar. Se encuentra en esta misma provincia el volcán de Taal, en cuyo cráter existt^ una pequeña laguna de aguas cargadas de ácido sulfúrico. * * * * * * * Muy cerca de este cráter interior y hacia la parte oriental, se ve una pequeña laguna, cuyas aguas, de color verde oscuro, despiden abundantes vapores sulfurosos, y cuyos bordes se hallan formados de lava y de sales, que deben ser de magnesia, cal y sosa, según veremos luego en el análisis que de dichas aguas presentaremos. Varía con frecuencia la extensión de esta laguna interi(jr, pero casi nunca baja de unos 60 metros de diámetro. ******* Tiene el cráter interior una circunferencia de 80 metros próximamente y en su fon(io se ve, cuando se desciende por las paredes del antiguo, un líquido amarillento en ebullición violenta, que con ruidos subterráneos aparece y desaparece con rapidez pasmosa, presentando puntos de vivísima combustión y dando lugar á la columna de vapores, que por el centro del gran cráter sale á la atmósfera. El agua de la laguna interior presenta la composición siguiente: Por ciento. Ácido sulfúrico 2. 98 Clorhídrico 3. 16 Oxido ferroso 1 Arcilla 1. 04 Magnesia 0. 20 Cal 0.08 Sosa 1. 02 Agua 90. 52 100.00 De las 2.98 partes de ácido sulfúrico se han encontrado libres, ó no combinadas, 2.47. En la provincia de Albay, cerca del pueblo de Tivi y en el sitio llamado Jigabó, aparecen varios manantiales termales con distintas temperaturas, y conteniendo unos gran cantidad de azufre que se deposita al descomponerse el hidrógeno sulfurado, y otros en sílice gelatinosa en disolución, que las aguas, al enfriarse, depositan sobre los objetos que en ellas se introducen, incrustándolos en poco tiempo con notable perfección. 520 HIDROGRAFÍA. Los flulfuroHOH aparecen en varios puntos del cauce de un pequeño arroyo, cuyas aguas de temperatura ordinaria, mezcladas convenientemente con las termales, pro- ducen baños de la temperatura que se desee. Debajo de los cantos rodados que forman el cauce del arroyo, se encuentran peíjueños deixjsitos de azufre su])liniado, y en algunos puntos en estado pastoso y coloreado j)or óxidos metálicos, (pie se emplean en la localidad para la pintura. Los segundos, ó sean los manantiales silíceos, ai)are- cen como á unos 200 metros de los primeros, y son mucho más notables (pie ellos, no sólo por la mayor extensión (pie ocupan, sino también, por su elevadísima femi>era- tura (108° centígrados), y las bellísimas concreciones silíceas (pie producen, ya cons- tituyendo (tonos achatados con terminaciones cilindricas, perfectamente eslabonadas y con fajas de distintos colores, ya formando pequeñas o(piedades cilíndrictas y semi- esféricas, llenas de agua caliente del todo, traníjuila y transparente, en las cuales pueden obtenerse, con algún cuidado, las más puras incrustaciones silíceas, con sólo introducir en ellas los moldes durante algunos días. Estas aguas termo-minerales, conocidas no hace mucho tiempo, empiezan sin em- bargo á usarse con éxito asombroso en algunas enfermedades, y hemos visto casos de reumas inveterados y de parálisis curarse completamente en corto plazo. PROPIEDADES TERAPÉUTICAS DE ALGUNOS MANANTIALES.' AGUAS ACÍDULAS, CARBÓNICAS, FERRUGINOSAS Y BICARBONATADAS. MANANTIAL DE LANOT. El manantial de Lanot, está en la visita Colasi del pueblo de Dáet, provincia de Ambos Camarines. Aplicaciones terapéuticas. — La gran cantidad de ácido carbónico disuelto, que estas aguas contienen, las priva por completo del gusto desagradable característico de todas las ferruginosas, y como tales, podrán tratarse por ellas, con gran probabilidad de éxito, especial- mente aquellos estados morbosos que estén caracterizados por la dis- minución de glóbulos rojos. Coadyuvando á la acción del ácido carbónico, los bicarbonatos calcico y magnésico modificarán favorablemente varias enfermedades del aparato digestivo, y en especial aquéllas que estén sostenidas por un defecto de su regular funcionalismo. Indi cae mies especiales, — Gastralgias, dispepsias, catarros gástricos é intestinales, anemia y clorosis. Uso. — En bebidas. AGUAS ALCALINO-BICARBONATADAS. MANANTIAL 1)K SAN RAIMUNDO. El manantial de San Raimundo (Calauan) está situado en el barrio de Simsían, pueblo de Lemery, provincia de Batangas. Al empezar los naturales de las inmediaciones á usar de estas aguas para el trata- miento de sus enfermedades, les dieron tal renombre que se bañaban ^Tomadas del Estudio descriptivo de algunos manantiales minerales de Filipinas, ejecu- tado por la comisión formada por D. Enrique Abella y Casariego, Inspector General de Minas; D. José de Vera y Gómez, médico; y D. Anaeleto del Rosario y Sales, famiacéutico. Manila. Tipo-Litografía de Chofré y Compañía. 1893. PARTE SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 521 eii ollas diariainente de trescientos á ouatrcK*¡entos individuos, (|ue en su ignorancia referían de ellius prodij^iosas cuimnones. El uso que preferentemente hacen de estas agutus es en baños, fro- tándose mucho la piel con el lodo del fondo del manantial, siendo tan distintas las enfermedades que en i^l se tnitan que es posible no exista una que no haya sido sometida á la prueba de su eticacia. El indicio de arsénico, que el análisis acusa, da gmn valor á esüís aguas, por ser las únicas de su clase (pie pudo estudiar la comisión. Ií)d¡caci(>/ies etínu)}e}<, — Neunilgias, tmstornos menstruales, efectos neuropáticos y catarros gastro-intestinales. Usos, — En baño y bebida. Temjyorada, — De Novic^mbn» á Jiuiio. MANANTIAL DK PANSOL. Hállase en el pueblo de Calamba, provincia de la Laguna. Los efectos curativos que de estas aguas pueden conseguirse han de ser debidos más bien á la influencia de su temperatura que á su escasa mineralización. Siendo ésta variable en las distintas bocas de salida y dando como término extremo la de 47^ centígrados, se prestan estas aguas á la multiplicación de sus medicaciones balnearias, una vez sean aislados y conducidos convenientemente los distintos manantiales con el fin de poder someter á los enfermos á su acción en condiciones de temperatura apropiadas á las exigencias de cada caso particular. Indicaciones especiales. — Las enfermedades que con mejor éxito podrán tratarse son: afecciones del sistema nervioso, gota, reumatismo, dispepsias, catarros crónicos del estómago y las convalecencias. 'Usos. — En baño y bebida. Temporada. — De Noviembre á Mayo. MANANTIAL DE SAN MARIANO. El manantial de San Mariano de Nagtanglán está en el pueblo de Pozorrubio, provincia de Pangasinán. Indicaciones especiales. — Escrof ulosis, tuberculosis, gota, diabetis, raquitismo y dermatosis. Indicaciones comunes. — Catarros gastro-intestinales, dispepsias y catarros de los aparatos respiratorio y gónito-urinario. Usos. — En baño y bebida. Temporada. — De Diciembre á Mayo. MANANTIAL DE GAPÁS. El manantial de Gapás se halla en el pueblo de Balayan, provincia de Batangas. Indicaciones especiales. — Reumatismos de escasa intensidad, gota é histerismo. 622 HIDROGRAFÍA. Inddcaciones comunes. — C-atarros del cstóinago y dispopsia.s con pirosis. Uhoh. — En baños y bebidas. Tem/porada. — De Noviembre á Mayo. AOU AS si; LFUKOSÍ )-SULFHÍDRICAS. MANANTIAL 7)K MAINIT. El manantial de Mainit se halla en el pueblo de Boso})oso, distrito d(^ Mórong. TndicacioneH eKpeciales, — Herpetismo, afecciones catarrales del apa- rato respiratorio y estreñimiento habitual. Indicaciones conmnen^. — Linfatismo, infartos viscerales, reumatismo, sífilis y escrófulas. Usos, — En baño y bebida. Temporada. — De Febrero á Mayo. AGUAS ]5ICARB0NATA1>0-CÁLCICAS. MANANTIAL DE ('ANI)Á(UJIT. El manantial de Candáguit se halla en el pueblo de Naga, distrito de Cebú. Indicaciones especiales. — Dermatosis, catarros crónicos del aparato génito-urinario, infartos de las visceras abdominales y trastornos mens- truales. Indicaciones comunes. — Catarros crónicos del aparato respiratorio, dispepsias y gastralgias. Usos. — En bebida y baños. Temporada. — De Noviembre á Mayo. MANANTIAL ])E CASIPITAN. El manantial de Casipitan de Inamblán está en el pueblo de Mala- búyoc, distrito de Cebú. Indicaciones especiales. — Reumatismo, gota, neuralgias, parálisis, tuberculosis pulmonar, catarro bronquial crónico, catarros crónicos del aparato génito-urinario, infartos de las visceras abdominales, dia tesis úrica, trastornos menstruales y leucorrea. MANANTIAL DE MÚLAG. Hállase en el pueblo de Carear, distrito de Cebú. Indicaciones especiales. — Dermatosis, catarros crónicos del aparato génito-urinario, infartos de las visceras abdominales, trastornos mens- truales y leucorrea. Indicaciones comunes, — Catarros crónicos del aparato respiratorio, dispepsias y gastralgias. PARTE SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 523 AGUAS BICARBONATADAS MIXTAS. MANANTIAL DE TAtíBAtí. El manantial do Tagbag ó Holooholoc estó on Barili, pueblo do Cebú. I))d¡c((c¡(mta especiales. — Dermatosis, catarros crónicos del aparato génito-urinario, infartos do las visceras abdominales, gota, diátesis íirica, trastornos menstruales y leucorrea. TmH cacumen c(»mines, — Catarros crónicos del aparato respiratorio, dispepsias, gastralgias é histerismo. Tempocada, — De Febrero á Mayo. MANANTIAL DEL TASÓN. El manantial del Tañon (Mainit) aparece en el pueblo de Santander, distrito de Cebú. Indicaciones especiales, — Dermatosis, reumatismo, gota, diátesis úrica, catarros crónicos del aparato genito-urinario e infartos de las visceras abdominales. Indicaciones comunes, — Dispepsias con pirosis, catarro gastro-intes- tinal crónico, úlceras catarral y crónica del estómago, neuralgias é histerismo. AGUAS SUI.FATADO-SÓDICAS. MANANTIAL DE QÜENSITOíi. El manantial de Quensitog se halla en la ranchería de Amamasan, comandancia de Tiagán. Indicaciones especiales, — Catarros crónicos del aparato respiratorio, hemoptisis, tuberculosis incipiente, reumatismo, parálisis, dermatosis herpéticas y escrofulosas y estreñimiento habitual. Indicaciones comimes, — Afecciones verminosas é infartos viscerales. Usos. — En baños, bebida é inhalación. Temporada, — De Noviembre á Abril. MANANTIAL DE CABAD. El manantial de Cabad está en Tiquén, distrito de Lepanto. Indicaciones especiales, — Catarros crónicos del aparato respiratorio, hemoptisis, tuberculosis incipiente, reumatismo parálisis, dermatosis herpéticas y escrofulosas y estreñimiento habitual. Indicaciones comunes, — Afecciones verminosas, infartos viscerales y polisaresa. Usos. — En bebida, baños é inhalaciones. MANANTIAL DE ASÍN. Hállase en Dilog, distrito de Lepanto. Indicaciones generales, — Catarros crónicos del aparato respiratorio, hemoptisis, tuberculosis incipiente, reumatismo, parálisis, dermatosis herpéticas y escrofulosas y estreñimiento habitual. 524 HIDROGRAFÍA. AíJUAS CLORURO-SÓDK^AS. MANANTIAL DE HALVADOKA. Encuéntrase en el distrito de Benguet. Indicaciones especiales, — Manifestaciones constitucioiial(\< de la piel y de las mucosas, dermatosis herpéticas y escrofulosas, catarros ]>ron- quio-pulmonares, reumatismo, parálisis é hidrargirismo. Indicaciones comunes. — Infartos viscerales, sífilis y catarros c-róiiicos de las vías digestivas y biliares. MANANTIAL DE MEABE. . El manantial de Meabe está en el pueblo de Itogon, distrito de Benguet. Indicaciones especiales, — Manifestaciones constitucionales de la piel y de las mucosas, dermatosis herpéticas y escrofulosas, catarros ])ron- quio-pulmonares, reumatismo, parálisis é hidrargirismo. Indicaciones comunes. — Infartos viscerales, sífilis y catarro crónico de la vías digestivas y biliares. MANANTIAL DE BOLABORAN. El manantial de Bolaboran aparece en el pueblo de Cardona, distrito de Mórong. Indicaciones especiales. — Dermatosis herpéticas y escrofulosas, afec- ciones catarrales del aparato respiratorio, artritismo, sífilis é infartos viscerales. Indicaciones comunes. — Hemorroides, catarros crónicos de las vías digestivas y biliares, afectos traumáticos, heridas y úlceras atónicas. AGUAS CLORURADAS SÓDICO-CÁLCICAS. MANANTIAL DE COTABATO. El manantial de Cotabato está en el pueblo de este nombre, cabecera del quinto distrito de Mindanao. Indicaciones especiales. — Herpetismo, escrofulismo y linfatismo en sus diferentes manifestaciones en la piel y mucosas, bocio é induraciones de los tejidos celular y glandular. Indicaciones comunas. — Sífilis secundaria y terciaria, reumatismo muscular y articular, infartos de las visceras abdominales, en especial del hígado y bazo, y plétora abdominal. Usos. — En baño, bebida é inhalación. AGUAS CLORURADAS, SÓDICAS, BICARBON ATADAS Y CALCICAS. MANANTIAL DE BINOBRESAN. El manantial de Binobresan se halla en Lian, pueblo de Batangas. Indicaciones especiales. — Catarro gastro-intestinal crónico, úlceras del estómago, dispepsia acida, infartos viscerales y anorexia. PARTE SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 525 Indi radones comunes, — Estados mtarnilos del apanito rospiraforio, h(Mnoptisis y período inicial de la tuboivulosis. AGUAS SULFATADAS, (ÁIX 1( AS, ( LORUHADAS Y SÓDICAS. MANANTIAL DK tATÁN. Esto manantial está (mi el pueblo de O'Donell, provincia do Tárlac. ín<1 i cacumen esprcia/es, — Keuniatisnio, goüi, diátesis úrica, catarros del aparato génito-urinario, afectos neuropáticos, hist-tM'ismo y neu- ralgias. Indicaciones comunes, — Linfatismo, escrofulisnio, catarros gastro- intestinales crónicos, infartos de las visceras abdominales, dispepsia acida, heridas y úlceras. APÉNDICE. OBSERVA(^lÓN. Sería incompleto el bosquejo de Hidrografía del Archipiélago Fili- pino que constituye la materia de este ti-atado, si no dijéramos algo, siquiera por vía de apéndice, acerca del alumbrado marítimo, ó servicio de faros y luces en las costas, y de los semáforos situados en varios puntos de estas Islas. Los datos referentes al servicio de faros están tomados de la última Guia Oficial de Filipinas, ALUMBRADO MARÍTIMO. El alumbrado de las costas del Archipiélago Filipino data desde el año 184:6, en que se construyó el faro del río Pásig, habiéndose en- cendido en 1858 los del Corregidor y de Pulo Caballo, situados en la entrada de la bahía de Manila, y estableciéndose con posterioridad otras luces de menor entidad en Cebú y Balábac. Este importante servicio no estaba, por consiguiente, más que inicia- do, no obedeciendo á plan alguno; por lo que en 1856 redactó uno la Dirección de Hidrografía, que fué aprobado por el Gobierno, en 1859. La Cámara de Comercio de Manila, al informar, en 1862, respecto de los medios de llevar á cabo dicho plan, propuso uno nuevo que difería en algunos puntos del primero, disponiéndose, en consecuencia, se estableciesen los faros comunes á ambos planes. Pasado este ser- vicio á la Inspección General de Obras Públicas, al crearse dicha depen- dencia, fué propuesto, en 1867, el nombramiento de una comisión com- puesta de un ingeniero de caminos, canales y puertos y de un oficial de la armada, para que previo reconocimiento general de las costas y puntos en que convenga situar faros, redactase un plan general de alumbrado marítimo, trabajo que fué ultimado en 1874, siendo aprobado en la parte que compone el primer grupo de faros, en 1885, y com- pletándose con el plan general de apariencias, foimulado en 1890 y aprobado el siguiente año. 526 HIDROGKAFÍA. Dispuesto por real decreto de 18 de Diciembre de 1884: que, desde 1". de Julio de 1885, el 50 por ciento de los imputvstos creados en 1880 para las obras del puí^rto de Manila se destinara a la construcción de faros y al valizamiento de las costas del Archipielaoo, y hecho extensivo este impuesto á los demás puertos habilitados d(^ estas Islas por real decreto de 7 de Enero de 18í)l, en virtud del cual se destina al señalado objeto el 50 por ciento de la recaudación total, se c()nta))a con los nece- sarios fondos para la realización del plan apro})ado, hal)iendose (em- prendido, desde 1885, los estudios necesarios para la rí^dacción de los proyectos de los faros, y comenzado la construcción de las obras; la creación, por real orden de 27 de Abril de 1898, de la comisión de los faros, con objeto de dar mayor actividad á la realización del citado plan de alumbrado marítimo, dotó de más personal facultativo á este ser- vicio, permitiendo se diera mayor impulso á los trabajos, á fin de lograrse,, en el más reducido plazo, el establecimiento de los 42 faros de costa que componen el primer grupo de inmediata ejecución, y los que durante este tiempo convenga incluir en el mismo por exigirlo las crecientes necesidades de la navegación, así como la instalación de nuevas luces locales, estando con este fin nombrada, desde 1891, una comisión mixta permanente compuesta del capitán del puerto de Manila, del ingeniero jefe del servicio de faros y del capitán de la marina mercante, á la que se encomendó proponer la inclusión de nuevos faros en el plan y las convenientes alteraciones en el mismo, reuniendo y examinando con este objeto cuantos datos ú observaciones pudiera allegar referentes al mencionado fin. Los siguientes cuadros manifiestan el estado, en 1"". de Enero de 1898, de los faros que componen el primer grupo aprobado del plan de alumbrado marítimo del Archipiélago, y las luces locales establecidas á cargo del servicio de faros; deduciéndose del mismo que existen diez y siete faros en servicio, de ellos cinco de recalada de primer orden, y diez y seis luces locales; habiéndose iluminado en 1889 uno de aqué- llos, dos en 1890, tres en 1892, tres en 1894, dos en 1895, cuatro en 1896 y ninguno en 1897 por hallarse suspendidas las obras. La impor- tante valiza del bajo de San Nicolás en la bahía de Manila, en cuyo peligroso sitio fué construido un faro de hierro en 1879, destruido por el mar durante el intenso baguio de 1881, se terminó en 1895, iluminán- dose en Diciembre de 1897. PARTK SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TEBEBSTRE. 527 .5^ 1"^ 1» i>'i it - í; X ¿¿ w -^ "P X -r ¿ Íb^I = 7= $ - C X = ^J í ¿ t - :§ sb-: ^ Stx í; ^-^ Q<-<, ;^-'5.S c^c g¿jB i> o C c^ C O - c ^ ^ ^-, — ^ F— 'C'c cí-r ■^ - C"l'H§ c c =: s o a^.-j; w ü w X W ££|'§£S £= c 1,= WKxW WW*;2 ''-W-íí AAU -U§|ii (h t' U (-. . '- o 0- H «- w s X X X y. ^u::u:t2jC£:uí;^ u^^ £5r S^ ^¿ •P 1^ .5 5 ií i{ 5l Si i| ]'^ 5 illii^ii ^-5 S rX I gi c c I -s ?í X ;_. lií-íf^^ir^ trnr = c i ¡i c i» 5 s . . o 2, • • o cl. ' •••r*z/ ! !"^ 2 blancos . uos blancos. os blancos . os neos y r( blancos blancos neos y r( blancos s os Í,>S neos y n c 2 .5 "a a < dos destellos laucos contin :res destellos hincos aislad dos destellos laucos aislad Iternados bla dos destellí)s tres destellos Iternados bla dos destellos r uno rojo, laucos ai.'ílacl hincos aislad Iternados bla é t 'O X 5 1? -5 t- ^.^ ,jX! i^X: 33 ^.jci., 5'^'^=' •v II gg rupos d estellos rupos d estellos rupos d estellos estellos rupos d rupos d estellos rupos d rados p estellos estellos estellos s OQOQOPQ O o Q o O P P o o i I 3 cSxíS - =3 X cn"^ ^300 to 'O "Sí «" toi 2 ^ ^^ tn '1 X ^^ y — C¿¿ C C c 3 O. <* a> a> ü V -^ n 173 X 22 0PC500 U TI 00 rt G W T! 1 O O' O S _J} P «I' ' «í o; O)"^ * O O» I lili II S22SSgS POOPPOO 2'c 2 c iK g P c s 222 o o »o ^ ^ I • «o OOCCOJOO * S5^C^01(N^Í4 m 528 HIDROÜRAFIA. á C ¿ á 1 S- ¿ ¿ 35 ^ ¿ . ? 00^ « oj o — i O o i lliliii 11 1 t Sí 11 t.^ 1 c ? 1 'i % •o o s i:! rl o C C-- c Sil c 2^11 §ía<"^aa oj r c O c o O ce c e 11 1 ce c-c h: c Oi i» o x 0^ o ü § ?^S ^S Saj 1 C o 1 C 0) ü 3 c •| ce ^g-SS c 2'o c o-o-d aü w WW w tW :2 ^ c 5 lí c fl c c i « C ü as "-' o ti 'Ell'E 1 III til 11 .^ ^ ^^ ^1 C^ ÍS c ce c « ^ c c^ c c^ e c c e w WCií M w üq Wüq WW wtí ^ 1 8 h ilg a o. : rfa ^ «; ^ o o M ¡=•1 O B y. •<:«* 0/ ^^ S c .^ ,- .^ ,^ c ^ 2 c^ ^x ^ X¡^ X!-^ c o o ^ ^ o o; 0) o» c S i> ^ c ü^ ^ O UO üPC NJ , y ^ J c ?n 'O .- re c P >í .^:/: 5^ 1 ¡1 •3 ai S~ c OS 5-" 1 ^ a c s: ° l6 1 1 Ul 'c s i -i^ ^-i ^ _^ H So ÜC- c«0 é 1 c • • c i be c ^ e '1 ^^ > O g y bo ü C cá 'O -2 1 II ^ "2 ■1 l-t ti di o C 1 e 03 c6 O Ce: 03 G £ 2 ss £;e co H- t-Hi-i ce H-ll— < a o S 00 g^s? ^ ^^ CO CO 00 co ■^ Tjiíjl «p'O'O ^ s 1 o o cy 2 'd -3 «^ g í 2 c c c e c c CL> H C^ CO •^ A CO o O) O) o O) iJ 'd'C'd 'O 'O'd CO (K yj X CO c» O O O O C O I'ARTK SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 529 !>. "^ íí a i' . is;:^?! ¿ c&es-2- 5 1 ! lililí •oiiojjoj !<> 1? g ^ .? ? ? ojqoszni u[ op iunji\- - ^ Vi - ^ íp, -^ .? p •JUUl pp pAUI 10 •* uqoszuiui optiJmn- t?:-5 o ¿ ?¿ 2^ ^ ^ o 0) S Si «^.i: =^-£»'PSk-' 5 ta :? •Ji?in [op lOAiii p 3jq -os sojpiu f y JopuA -josqo— «IP^^uí oouuaiv <:] "o ^ ^ ^ ■^ "x [x [x i¿ "5 '5 '5 2 ^ 5 3j o 3 S^ ^ w í¡r=; -:5 ^ '^ Si O y. S O * Q O « S íí fin :r; I !§. I o • -:sw^ 3 c '^'C W> 1 OOi ^. bcS ; C t \ o ?]?^ ?■•, jc ■ I— .—1 '"' ^ -^jy ? >^, ^ o-^ X ^ 0 Or^ ^ ;-! 3t X X s — TI X ¿^S c o ^ -'''de 'T^s '*•' oi 1-^ oj i; j:;-^ c) í^ p Q O G 'o el S ^ I H ,-1 ce -r •uopjo ctc ^ PARTK SEGUNDA — HIDROGRAFÍA TERRESTRE. 581 Ge lili ij & o w c . c o Z) Ü ^:? S i I Oj'l'tf .2 o o5 * ^, i^^^ g.2¿ §.2 .Si o» >'r'>*> C o.^ O c o a> ^ a> a> 'C'D'C'C'C a> O) oi a> O' 4> 1) 1* 1) 4> o o c o o 12 !S 2 S !2 'O T¡¡? 'O 'O 'O cecee Oí U !> Gí flí o a o ü u cecee o Oí i* i> i> .2.2.2.2.2 'o ]S *S *S '5 E'? '> > > i-i i-i ^ ii Cí 4) o 4) CJ CR n en ^' w r-< ^ 4> Oí— J, O) ¿"C fe ai 5 «S^ > 2 Jí iZ'X 01 C C 09 SQbu5?i£c Oí a> a> «•; •C .2i5 op o a> Oí a),2 1 mili i oooo^^ <. .'22.'22c " tD'O'O'O oj a> . ! c c c C3-SS1 222?:í-55Si C C C C 7i IR ^, ( V o; 4> Q) 4) Oí 4) ( .»...,...., ,,'0 , 5.2.2.2.2.2 "-".i >">'p >'^ > *■; ^ i-i L< ^ U WiS I a> o « a> ^ oi*^ < ce te * OJ * * g¡ ( c c e e c e ** £ ge: 03 P o . , . , C 33 03 oS c 03 ai 03 03 C C '^C o ^ H O''-' '^ ^ ^ '-• »H I-, M C ^ 5^ ;::; !C £*£* ce ce cccccc?c«c5c «Cíe* <5 H^K3Jh:3h-3 ^qH:5JJH5^:3 JJ S ^ S ~ :::: oj a, &, ffl P O) O) í^ o 'O g ^ g r— I 2 a> OJ Q 0 COOSOrHiMeO 532 hidrografía. SERVICIO SEMAFÓRICO. Tjúid (le Ion semáforos del Archi¡)irl(i(jo. Nvl- mero ('amiguín Ibayat Sabtán Babuyán Calayán Dalupiri Fuga Cabo Engaño Punta Cabicungan Corregidor Cabo Boleador Cabo Bolinao Cabo Santiago Punta Matocot Dáet Punta Montugan . Cabo Cala vite Punta Lumintan . . Punta Burunean . . Punta Suban Punta Origón Alonón Culión Linapacan Punta Cabul i Punta Taytay 1 Nú- Isla. í mero ! de orden. 1 27 Camiguín. Ibayat. i '^^ Sabtán. 29 Babuyán. 30 Calayán. ;}i Dalupiri. 32 Fuga. 33 Luzón. 34 í.uzón. 35 Corregidor. 36 Luzón. 37 Luz6n. 38 Luzón. 39 Luzón. 40 Luzón. 41 Luzón. 42 Mindoro. 43 Mindoro. 44 Mindoro. 45 Marinduque. 4() Tablas. 47 Busuanga. 48 Culión. 49 Linapacan. 50 Paragua. 51 Paragua. Situación. Punta Dumarán Puerto Princesa l'unta de la Nariz Cabo Buliluyan Estrecho de BalAbac Balábac Punta Sur I'unta Matabao Balicuatro Canal de Janabatas Punta Sungi Punta Naso San José de Buenavista . . , Iloílo Gigantagan Tomontóii Punta Sojotón Punta SiMton Puerto de Cebú Surigao Punta Tungas Tagolo Pedrus Gual Matangal Paragua. Paragua. Paragua. Paragua. Balál)ac. Balábac. Burlas. Ti cao. SAmar. Samar. Samar. Panay. Panay. Panav. Leyte. Negros. Negros. Negros. Cebú . xMindanao. Mindanao. Mindanao. Mindanao. Mindanao. Basilan. Esta lista representa un sistema de semáforos, prescindiendo de su categoría é importancia. Algunos ó no funcionan ó funcionan imper- fectamente. El sistema, atendida su distribución, sería bastante com- pleto sobre todo si, al menos en los puntos más importantes, se izasen señales de temporal. THATAI30 VII. G E O G N O S I A 538 r lió L o CtO. El estudio ovognostií'o dt^l Archipiélago Filipino se presenta erizado de diticultades poeo menos que insuperables. Lo vasto del territorio formado de tanüís y tan diferentes islas solo eonoeidas en sus eostas; la naturaleza vegetal, (jU(^ eon su exuberante vida eubre de tal maneni el suelo que en grandes extensiones solo se presentan a la investiga- ción geológica los guijarros de los ríos; la falüi de vías de comu- nicación y d(^ explotaciones de minas y canteras, cjue con sus exca- vaciones y desmontes ponen al d(Ncul)i(*rto las capas, siquiera superfi- ciales, del suelo; la escasez de fósiles, como tpiiera que los pocos (juese encuentran son iuiperfectamente definidos; la carencia de buenas cartas geográficas; y el volcanismo, qvu^ con sus movimientos s(^ismicos ha alt(n*ado con tanta frecuencia la estratificación de las rocas filipinas, son, aparte^ de otros muchos, los impedimentos con que tropieza el geólogo al ([uerer explorar la geognosia filipina. De aquí lo atrasado que se encuentra este estudio (mi el Archipiélago, á pesar de los esfuerzos de propios y extraños. Lo hasta ahora conocido se reduce á parciales descripciones geog- nósticas di^ algunas regiones de Luzón y de las islas de Cebú y Panay. El volcanismo es sin duda lo más estudiado, y deja, sin embargo, mucho ({ue desear. Los conocimientos adquiridos sobre las rocas fili- pinas, mayornu^nte de Luzón, estriban en las denudaciones causadas por las corrientes fluviales, que nos han revelado gran parte de las rocas, qu(^ constituyen el suelo de esta isla. Teniendo á la vista los estudios que sobre este asunto han hecho los Sres. Roth, Jágor, Drasche, Centeno, Abella y Jordana, describiremos, en la primera parte de este tratado, los uiinerales conocidos en Filipinas, y en la segunda haremos una ligera resena de las principales rocas y terrenos, que constituyen el suelo filipino, y apuntaremos lo que sobre ^u origen se conjetura. La primera parte, Mineralografía, constará de los cuatro capítulos siguientes: I"". Elementos de las rocas fundamentales; 2^ Elementos de yacimientos minerales; B"". Minerales metálicos; 4"". Minerales combus- tibles; y la segunda. Petrografía, de tres, á saber: I"". Composición de la corteza terrestre; 2"". Rocas de origen externo ó de yacimiento; fS"". Resumen de las formaciones geológicas de Filipinas. , j/(()(¡/((, S de JJlcieínhre de 1899. 535 PARTE PRIMERA. MINK CALOGRAFÍA. CAPITULO I. ELEMKXT08 I)K LAS ROCAS FITXDAMKNTAJjKS. ELEMENTOS SILICATADOS DE LAS KO(^\S ACIDAS. FAMILIA CUARZOSAS. Los iiiineralos de esto grupo, por su durezt;, aspeeto y lustre, que es con frecuencia vitreo, tienen grande analogía con las piedras preciosas. Esta familia propiamente no comprende más que la especie Cuarzo del cual se encuentran muchas variedades en Filipinas. Si es hidmüido se llama (Jpa^o, CU'ARZO. El Cuarzo, ó Anhídrido silícico, se llama también sílice, y es uno de los más abundantes y comunes. Bajo el punto de vista minei-alógico,' es de más importancia que la caliza y susceptible de muchas aplica- ciones. Cristaliza en el cuarto sistema, da chispas con el eslabón, es infusible al soplete é insoluble en los ácidos, menos en el fluorhídrico. Las principales variedades son el cuarzo cristalizado, el cuarzo com- pacto, el cuarzo ágata, el cuarzo sílex y el cuarzo jaspe. Localidades filipinas, — En los montes de Tagoloan, distrito de Misamis, y en Dávao (Mindanao) se encuentran hermosos ejemplares de cristal de roca y otras variedades, como la del cuafzo compacto (cuarcita), jaspes y crisoprasa; en Torrijos (Marinduque) y en la Pai-agua hay cuar- zos cristalizados y litoideos en todas sus variedades; el cuarzo ti'anspar- ente se halla en Cayán (Lepan to); el cuarzo litógeno existe en Bacolor (Pampanga) y en O'Donell (Tárlac); el cuarzo aurífero, en Initían y Capungan (Benguet); el cuarzo cristalino y compacto, en Jalajala (Laguna) y en Surigao y Placer (Mindanao); el cuarzo esponjoso, en Mambúlao (Ambos Camarines) y en Calumpit (Pampanga); el escoriá- ceo y compacto, en Paracale (Ambos Camarines), en Balacabay, Bay- salajuán y Candáguit (Cebú), y en Buguias y Cabayan (Benguet); el 537 588 GEOGNOSIA. cuarzo hialino, en esta última localidad, on Manibúlao (Ambos Canir- rines), en Loboó (Batangas) y en el monte Balampán (distrito de Misamis, Mindanao), en Villavieja de Abra y en la isla de Panaón; el cuarzo petrificado, on San Juan del Monte (Manila), en Angat (Bulacán) y en Liloan (Ley te); el cuarzo calcedónico, en Aniniy (Antique) y en Placer (Mindanao); el falso amatista, en esta última localidad; el cuarzo jaspe, en San Mateo (Manila), en San Joaquín y San Enrique (Iloílo), en Tagoloan y Linabo (Mindanao) y en Mari- veles (Bataán); el cuarzo lechoso con vetas de serpentina, en Sel)aste (Antique); la cuarcita, en Mancayán (Lepanto); el jaspe cuarzoso, en Antique, Dao, Aniniy y río Talisayan (Antique), en Loquilocum (Samar) y en Jalajalá (Laguna); el sílex compacto, en las últimas localidades; el cuarzo ferruginoso, en San Remigio (Antique) y en Catarman (Samar); el cuarzo resinóide.o, en el río Antique (Antique) y en Miagao (Iloílo); y el cuarzo ágata, de color blanco de leche/en Ijoquilocum (Samar). ÓPALO. El Óp..i.o es sílice hidratado y presenta tres variedades: ópalo noble, sem i-ópalo y xilópalo ú ópalo leñoso. I^ocalúkidesflipw ífM.^Kmíingomín (Mórong) y Oatbalogan (Samar). FAMrr.lA FELDKSPATICAS. Los minerales comprendidos en esta familia se distinguen por ser silicatos dobles de alúmina y de una ó más bases alcalinas ó akalino- térreas, por cristalizar en formas derivadas del quinto sistema, rayar el vidrio y fosforita, dejarse rayar por el cuarzo y ser más ó menos fusibles al soplete. Varias especies de esta familia se encuentran en el Archipiélago, tales como (4 Fddi^xpato Orfosa.Vd Olmdiana^ \?í Piedra P(h)¡er¿ j \íx Anilcslta- F E L I ) P:S l> A T( ) O RTOS A . El Feldespato Ortosa, llamado también feldespato fusible, es un silicato de alúmina y potasa. Comprende tres variedades: la incolora y de lustre vitreo (adularia), la cristalizada común con lustre lapídeo, la compacta y la laminar. Sirve para la fabricación de la porcelana, y puede emplearse como enmienda en algunos terrenos. Localidades filijnnaf^. — El feldespato se encuentra en Navas (Cápiz), en el distrito de Lepanto, en los montes Dalandem y Blanco, en Arin- gay (Unión), en Cabayan (Benguet), en Cayán (Lepanto), en Maubán (Tayabas), en Mainit (Bontoc), en Valderrama (Antique), en el río Pásig (Manila), en el río Grande de la Pampanga, en la llanura de la misma provincia y en la sierra deMariveles. El feldespato blanco con hierro y aujita, en Santa Cruz (Zambales). Se encuentra también el feldespato PARTE PRIMERA MINERALOGRAFÍA. 539 en los ríos Agno, Cabalisían (Pangasiiuín), Pinguián y l^uiibang (Xuova Vizcaya). En el río Bucao (Zanibales) aparecen gmndes y herniosos ejemplares de feldespato. OBSIDIANA. Se llama también la Ohsidiana vidrio de los volcanes. Se pn^senta en masas vitreas de fractura concoidea, ])rillo intenso de color negro, verde-oscuro y pardo-rojizo. Local ¡dades Jili¡)l)Hhs. — La obsidiana se encuentra en Binangonan (Mórong) y en la laguna de l^y donde hay trozos de ella muy notables. En el monte de San Cristóbal (Laguna) hay o])sid¡ana verde, y tambic^n en el volcán Apo (Mindanao). I'IKDKA KKMEZ. La Piedra Pómez 6 Pumita se presenta en masas esponjosas, ligiM'as, de color l)lanco agrisado, lustre sedoso y ásperas al tacto. Locdlidades Jil¡])i))ai<. — La piedra pómez en conglomerados se (mi- cuentra en Taal, en Angat (Bulacán), en Jalajala y Baños (Laguna), en Colasi y San Miguel (Ambos Camarines) y en el volcán Apo (Mindanao). ANDKSITA. La Andesita es un silicato de alumina, sosa y cal, y forma parte de nuichas traquitas. LiKnlldade^ jiUjnnaH. — La andesita anfibolífera abunda en toda la cordillera central de Luzón, se encuentra en el río Cabalisían y en Salacsa (Pangasinán), en Aringay (Unión), en el río Cayán (Lepanto), en el monte Isarog (Ambos Camarines), en San Remigio (Antique), en los ríos Sibalón y Passi (Iloílo) y en Buenavista (isla de Guimarás); la andesita actinotífera, en el monte Jating (Concepción); la andesita algo cuarcífera, en Barotac Viejo (Iloílo), donde también se halla la andesita amigdalóidea y porfirítica; la andesita aujítica, en Libacao (Cápiz); la andesita-aujita porfirítica, en Pandan, seno de Dumárao y Bulaua (Antique), en Jimeno, punta Ñipa y Pontevedra (Cápiz), y en San p]nrique (Iloílo). Abundan también las andesitas en Cebú y Min- danao, en Caibiran (Leyte), en Santor (Nueva Ecija), en San Luis (Batangas) y en la isla de Talim (Laguna) que se emplea en Manila. familia micas. Los minerales incluidos en este grupo se caracterizan por cristalizar en prismas exagonales ó romboidales rectos, ser de estructura hojosa ó laminar, algo untuosos al tacto, y de lustre nacarado ó metálico. Están constituidos por un silicato de alúmina combinado con otro alcalino-férrico ó de cal ó magnesia con alguna cantidad de agua. Cuando se presentan en grandes láminas, se emplan éstas en vez del cristal. La principal especie de esta familia es la Mica, 540 GEOGNOSIA. La Mica se llama también hiotita. Sus colores son muy variados: negro-))lanco, amarillo, verde-rojizo, etc. Sin embargo, los mas comunes son el negro, el blanco de plata y el agrisado. Es suave al tacto y se funde ai soplete. Localidades filipinas, — La mica se encuentra en el río Grande de la Pampanga, en la sierra de Mariveles, y en Pasacao y Colasi (Am>)os Camarines) en laminillas pardas. En los volcanes Iriga, Masaraga y Malínao se encuentra una mica negra, y en todos los volcanes filipinos pizarras micáceas; en arenas, en Gasán (Marinduque) ; mica blanca, parda y verde en Catarman y Catbalogan (Samar) y en PoUoc (Min- danao). ELEMENTOS SILICATADOS DE LAS KOCAS BÁSICAS. FAMILIA ANFIBÓLICAS. Los minerales de esta familia son silicatos de cal, magnesia ú óxido de hierro, que cristalizan en formas del quinto sistema, se presentan por lo general hojosas y son de estructura fibrosa ó fibroso-radiada. La mayoría de estos minerales pertenecen á los terrenos ígneos ó volcáni- cos. Los géneros principales que se encuentran en Filipinas, son el Anfihol^ el PiToxeno y el Emtatlta. Los Anfíboles son insolubles en los ácidos, se funden al soplete y forman parte de muchas rocas. Comprenden la tremolita ó anfíbol blanco, la hornblenda ó anfíbol negro y la actinota ó anfíbol verde. Localidades filijniiaH. — La tremolita en su variedad de amianto se halla en Nagpartián (llocos Norte) y Naauán (Mindanao). La acti- nota ó anfíbol verde se encuentra en el manantial de Cagbao, Minglanilla, CaA^ao y Candáguit (Cebú) y en Pandan (Antique). La horablenda pizarrosa, en O'Donell (Tárlac), en los afluentes del Abra (Lepanto), en la sierra de Zambales, en Mambúlao y Colasi (Ambos Camarines) y en Aringay (Unión); en la Caldera (Zamboanga), en cantos rodados; y en Calinaán (Leyte), en grandes cristales. El anfíbol feldespático kaolinizado existe en Aringay (Unión). PIROXENOS. En los PiROXENOS abunda más la cal que la magnesia. Sólo nos ocuparemos en la aujita y la dialaga. La aujita, ó piroxeno aujítico ó piroxeno de los volcanes, es de color negro, verde-oscuro ó verde-aceituna y opaca, aun en láminas delgadas. Forma parte de varias rocas volcánicas, como en las doleritas, pórfidos y basaltos. PARTE PRIMERA MINER ALOORAFÍA. 541 La dialiiuu so presenta en pequeñas masas laminares (i(» eolor pardo, verdoso, amarillo, agrisado y negruzco. Constituye^ la base d(* varias roeas volcánicas. Local fdiuJis pl¡j)in((s,- \a\ aujita existe en Aringay (Tnion): en cristales, en el río Sahang y (mi Sagada (Hontoc); la aujita verde, (»n Aniniy y Sihalon (Antiíjue), en Miagao (Iloílo), en Santa Cruz (Zamhales), en el río IVisig (Manila), en Jalajala (Laguna); y en Taal (Batangas) la aujita verdosa. La dialaga verde-yerba se halla en las cercanías de Santa C'ruz (Zambales) y en Mariquina (Manila): la dialaga antibolít'era. en (iasán (Marinduíjue). KISTATITA. De este genero se encuentran la hiperstena y la broncita, (]U(» se presenta (mi masas laminares negras o ])arduzcas y con ri^tlejos co])riz()s 6 broncinidos. La broncita s(* llama así por el reflejo bronceado cpie ))r(\sentan sus láminas. Localidades f{I i pi)iiix. — La hiperstena gramida se encuentra (mi el río Bucao (Zambales), en Sibalon (Antique) y en Miagao (Iloíh)). L i broncita su(4e encontrarse en los peridotos y en las serpentinas. Se halla en el río Bucao, cerca de Bombadon (Zambales) y en Paracale (Ambos Camai'ines). FAMILIA PERIDOTO. Esta familia comprende solo el genero IWidoto^ que es un silicato de cal, magnesia, hierro y manganeso. Cristaliza en rom])oedros. La especie que se encuentra (mi Filipinas (\s el Olivíno. El Olivino es un peridoto de los basaltos, de un color verde-aceituna. Lj)C(d¡dades fllplnax. — El olivino se halla en Aráyat y Pórac .(Pam- panga), eñ el río Bucao, cerca de Bombadon, y en Santa Cruz (Zam- bales), y en Sagada (Bontoc); el olivino rojo, en Paracale (Ambos Camarines), en Maubán (Tayabas), en Sibalón (Antique), en Miagao (Iloílo), y en Dagami y Danán (Leyte). Abundantes y grandes ejem- plares de olivino se presentan en Tambong (Ambos Camarines). SILICATOS DE METAMORFISMO. OBSERVACIÓN. Comprendemos en este párrafo los silicatos originados por el meta- morfismo. Se dividen en dos grupos, á saber, silicatos de sola alúmina anhidros ó hidratados y silicatos de alúmina y otras bases anhidras ó hidratadas. En ambos grupos sólo nos ocuparemos en los silicatos hidratados, por no encontrarse, que sepamos, en Filipinas los silicatos anhidros. 542 GEOGNOSIA. FAMILIA DK LOS SILICATOS DE ALUMINA HIDRATADA. Se coiiiprenden \m esta familia ios silicatos de alúiniíia hidratados, mezclados generalmente con carbonato de cal y oxido de hierro; son muy numerosos, y los principales entre ellos pertenecen á las especies del género Arcilla^ que tanto abundan en la naturaleza. Las Arcillas son de estructura más ó menos terrosa, tienen apega- miento a la lengua, y huelen atierra húmeda; cuando se las moja, se des- hacen en el agua, formando con frecuencia una pasta, y .son infusibles. Tienen aplicaciones en la industria y en la agricultura. Las princi- pales especies son el kaolín, que sirve para la fabricación de la porce- lana; la tierra plástica ó de alfareros, que es el fundamento de la indus- tria cerámica; y la tierra esmética. Se incluyen también en este grupo los ocres (arcillas con óxido de hierro); la greda, mezcla de arcilla y arena; y la tierra refractaria, mezcla de arcilla, cal y otras sustancias, que pueden resistir muy elevadas temperaturas sin disgregarse. Localidades filipinas, — El kaolín abunda en Manorígao (Surigao), en Ormoc (Ley te), en Bato (Ambos Camarines), en Loboó y San Luis (Batangas), en Tabaco y Tivi (Albay), en Aringay (Unión), en Los Baños y Bay (Laguna). La arcilla plástica roja y blanca, en San Luis (Batangas); la arcilla blanca, en Dolores (Abra); la blanca compacta, en Zambales, Arin- gay y Baoang (Unión), en Villavieja (Abra), en León (Iloílo), en Santa María (Bulacán), en Catarman y Catbalogan (Samar). La esmética se halla en Bato (Ambos Camarines), en Mayon (Cápiz), en patangas (Luzón) y en Colasi (Antique); la esmética azulada, en San Luis (Batangas); la arcilla almagra, en Tivi (Albay), en Balungao (Nueva Ecija), en Barili (Cebú), en Bato y Mambúlao (Ambos Camari- nes), en Caibiran (Leyte), en San Nicolás (Cebú), en Torrijos (Marin- duque), en Paracale (Ambos Camarines), en Bauan (Batangas) y en San Remigio (Antique); la almagra rosada, en Loboó (Batangas). La arcilla refractaria existe en San Miguel de Mayumo (Bulacán); los ocres, en Tivi (Albay) y en Bato (Ambos Camarines); la arcilla compacta pizarrosa, en Balete (Cápiz); la arcilla pizarrosa, en Dumárao (Cápiz); y la arcilla margosa compacto-amarillenta, en Miagao (Iloílo). Son mu}" á proposito para la cerámica las arcillas de Los Baños y Bay , así como las de Manorígao (Mindanao). Los kaolines filipinos de las mencionadas localidades pueden compararse, por la limpieza de su blancura, con los más apreciados del Japón y de la China. FAMILIA DE LOS SILICATOS HIDRATADOS DE ALUMINA Y OTRAS BASES. En este grupo se comprenden los silicatos no exclusivamente de alú- mina, que deben su origen al metamorfismo. Proceden de la trans- formación de los minerales de las rocas básicas. Los principales géneros son: el Epidoto y la Serpentina, PARTE PRIMERA — MINERALOORAFÍA. 543 El Epidoto os un silicato de alúmina, oal y oxido do hierro, de color verde-pistacho, nionido, gris y pardo-rojizo. Local idadex flij>in(ifi, — El epidoto se encuentm en Angat (Biilaoán) y Tanauan (Leyte), donde, según Jágor, hay venas de este mineral. En Loquilócum (Samar) se encuentra también con el yeso. SERPENTINA. Las Serpentinas son silicatos de magnesia hidmtaiios. Las princi- pales especies de este género son el talco, la esteatita, la magnesitíi y la otita. El talco es de un color blanco, verdoso 6 amarillento, de estructum laminar, lustre craso y üicto untuoso. Es flexible, pero no elástico. La esteatita, llamada también jabón de sastre, es muy análoga al anterior. Se caracteriza por ser gráfica y de varios colores. l^a ofita es compacta, fibrosa, de lustre algo resinoso, de color más ó menos verde, gris-amarillento 6 pardo y de üicto algo jabonoso. L(fcaíldades Jillpmax. — El talco se encuentm en Gusa (Mindanao), en Mambúlao (Ambos Camarines) y en Tayabas. En la Caldera (Zam- ))oanga), en San José (Antique) y en Cebú existen pizarms talcosas; y estas mismas se encuentran en la mayor parte de los terrenos volcánicos filipinos. Existe la esteatita en Alubijit (Mindanao). Hermosos ejemplares de serpentina se encuentran en Bombadón y Santa Cruz (Zambales) y en Pórac (Pampanga). En Valderrama y Aniniy (Antique) se halla un conglomerado serpentinoso. Se encuen- tra también la serpentina en Tangalan, punta Mabgarán (Concepción) y en la isla Pan de Azúcar; la serpentina porfiróidea y la basáltica en Aniniy (Antique), en Caraga (Mati) y Pigtao (Misamis). Finalmente, existe la serpentina en casi todos los volcanes de Filipinas. CAPÍTULO IL EIiEMP^]S^T(>8 DE YACIMIEISTTOS MIlSTERAIiES. DIVISIÓN. Los minerales comprendidos en este grupo se subdividen en dos órdenes: I""., óxidos y oxisales; y 2''., sales halóideas. En el primer orden se incluyen los Aluminatos, Nitratos, Boratos, Carbonatos, Sul- fates, Fosfatos, Arseniatos, Antimoniatos, Tungestatos, Titanatos, Tantalatos y Mobatos; y en el segundo los Cloruros y Fluoruros. Sólo referiremos de estos grupos los minerales que se encuentran en Filipinas. 544 GEOGNOSIA. NITRATOS. De los Nitratos se halla en el Archipiélago Filipiíu) el llamado XJfro ó Salitre. NITRO o SALITRE. lO Este mineral es un nitrato potásico (^ue cristaliza en prismas del tercer sistema; es blanco ó incoloro, de lustre vitreo, y de sabor salado, fresco y algo picante. Localidades jilipinaH. — El salitre, que explotan los naturales para la fabricación de la pólvora, abunda en varias cuevas de Filipinas. L hay en la islita de Masapilit y Placer (Surigao) y en Sadanga (Bontoc). CARBONATOS. De todos los Carbonatos el más importante, por su abundancia y utildad, es el carbonato de cal, que se presenta bajo varias formas. Si es romboédrico, se llama Calcita', yAragonito, si es rómbico ó prismático. Es la Calcita, llamada también caliza ó cal carbonatada romboé- drica, muy abundante en la naturaleza, y de nuichísimas aplicaciones en todas sus variedades. Tiene el color blanco cuando es pura, se disuelve en los ácidos con efervescencia rápida, y da por calcinación la cal viva li óxido de calcio, Comprende las variedades siguientes: l'\, caliza de estructura cristalizada; i^'\, caliza de estructura fibrosa: ?y\, caliza sacaroidea; 4^. , caliza de estructura compacta; y 5''. , caliza de estructura terrosa. Todas estas variedades se encuentran en Filipinas. Localidades filipinai<, — La caliza de estructura cristalizada, ó espato calizo, existe en el río Agno (Benguet), en (Tuinol)atan (Al])av), en Síbul (Bulacán), en Bato (Ambos Camarines), enTayabas (Taya])as), en Villavieja (Abra), en Tuguegarao (Cagayán de Luzón), en Mangataren (Pangasinán), en Bosoboso (Mórong), en Santander. Carear y Carmen (Cebú), en Talayoc y Dumaguete (Negros), en Talambán y Ronda (Cel)ú), en Mari boj oc (Bohol) y en Mainit (Surigao). La caliza de estructura sacaroidea se encuentra en Dingle (Iloílo), en el monte Palampán (Misamis) \ en las cuevas de San Mateo (Manila). La variedad de estructura compacta está dignamente r(^presentada por los mármoles de Romblón y de la isla de Guimarás (Iloílo). P^ncuén- trase, además, en las localidades siguientes: San Mateo y Montalbán (Manila), monte Bagalangit, punta Bonete y San Luis (Batangas), Binangonan (Mórong), Santa María (Bulacán), Mangataren (Pangasi- nán), Villavieja (Abra), Mariveles (Bataán), Libón (Albay), P>aoang (Unión), Santa María y San Esteban (llocos Norte), Navas y Bulaua (Cápiz), Dingle, Dueñas y Pototan (Iloílo), León (Iloílo), Talambán (Cebú), monte Palampán (Misamis), Tándag y I^ianga (Surigao), Baganga y Dávao (Mindanao), Pandan, Valderrama, Sebaste. Bugarón y Aniniy (Antique), Booc (Marinduque) y otras muchas. PARTE PRIMERA ^MINERALOGRAFÍA. 545 La caliza grosera iiotrní, en Maitóii y Bagó (Cebú); la azulada, en ]Magdagoog y C'ousolaeion (Cehíi); la grosera eoinpaeta, en Naat y Naga (Cebú); y la compacta, en Lumpao y Toledo (Cebú). La piedra litognítica se encuentra en San Mateo (Manila). La caliza estalactítica se halla, bajo varias formas, en Jamindán y Mayon (Cápiz), en Igbanís (Iloílo), en Danao y Carear (Cebú), en Bambán (Nueva Ecija), en Tayabas (Tayabas), en Baganga (Dávao), en Tándag é isla Tinago (Surigao), en Avala (Zamboanga), en Guinobatan (Albay), en Tuguegarao (Cagayán de Luzon), en las cuevas de San Mateo (Manila), en Paranas (Samar) y en otros nuichos puntos. La caliza de (\structura terrosa se encuentra constituyendo una pre- ciosa marga, en Sebaste (Antique) y en Cantauan, Naga, punta Norte, Boljoón, San Sebastián, Jinatilan, Patupat y Barili (Cebú); la caliza cretosa ])landa, en Arroyo, Sangang, Talísay, Cementerio, Naga (Cebú), en Igbarás y León (Iloílo), en Villavieja (Abra), en Mangataren (Panga- sinán) y en San Esteban (llocos Norte); las calizas margosas, en todos los terrenos postpliocénicos de Luzón, Panay, Cebú, Mindanao y otras islas. Las calizas más apreciadas son los mármoles de la isla de Romblón y los de Montalbán (Manila), pero todavía están poco explotadas dichas canteras. Hay otras muchas canteras poco conocidas, pero de muy buena calidad. ARAGONITO. El Aragonito ó cal carbonatada prismática cristaliza en prismas exagonales del tercer sistema, y se encuentra también en masas ñbrosas concrecionadas y ramosas. Localidades filipinas. — El aragonito fibroso se encuentra en la sierra de Mar i veles (Bataán), donde se presenta de color rojo y formando un banco apoyado sobre lavas. SULFATOS. Los Sulfatos, que se dividen en anhidros e hidratados, son también de bastante importancia, aunque no tanto como los carbonatos. Entre los sulfatos anhidros se encuentra en Filipinas la barita y la anhidrita; y de los hidratados existen el yeso y el alumbre. La Barita, ó espato pesado, -es un sulfato de bario, que cristaliza en el tercer sistema, tiene lustre vitreo y lapídeo, es insoluble en los ácidos clorhídrico y nítrico, y ofrece las variedades cristalizada, compacta y fibrosa. Localidades filipinas. — La barita se encuentra en Mancayán (Le- pan to), en los montes de Tagoloan (Misamis) y en Panoypoy (Cebú). 22823 35 546 GEOGNOSIA. El Alumbre es un sulfato de alúmina y potasa, que cristaliza en el primer sistema, mayormente en octaedros regulares; es de lustre vitreo y trasluciente, posee un sabor dulce astringente, y es soluble en el agua. Localidades jilipinaH, — El alumbre existe en el cráter de Taal, al Pl de la laguna Amarilla, en el volcán Bulusan, en las termas de la isla de Biliran y del Maquíling, en el monte Danán (Leyte), en Dauin (Negros) y en el volcán Apo (Mindanao). YESO. El Yeso, llamado también selenita, es un sulfato de cal hidratado, que cristaliza en prismas rombales oblicuos. Su color propio es el blanco, aunque como la caliza, presenta otros colores debidos á su mezcla con óxidos de hierro. Se calcina por la acción del fuego, reduciéndose á un polvo blanco, llamado yeso vivo, y presenta las variedades cristali- zada, tibrosa y compacta. Conocidas son de todos las aplicaciones del yeso en la construcción y en la agricultura como abono. L()cal¡dadeH filljyinaH. — Es bastante abundante el 3^eso en el Archi- piélago. La variedad cristalizada espejuelo existe en el volcán de Taal y en San Luis (Batangas), en Balungao (Nueva Ecija), en Barili (Cebú); el de estructura compacta ó alabastrita, en Libón (Albay), en Pasacao (Ambos Camarines), en Valderrama (Antique) y en San José y Bauan (Batangas); la variedad de estructura hojosa, en Bauan (Batangas), en Dávao, Surigao y Tagoloan (Mindanao), y en Loquiló- cum (Samar); el yeso fibroso, en Jalajala (Laguna); y el yeso estalac- títico y fibroso, en el monte Blanco (Nueva Vizcaya). Abunda, además, en la parte oriental de la cordillera central de Luzón. EPSOMITA. La Epsomita, ó sal amarga, es un sulfato de magnesia hidratado; cristaliza en el tercer sistema, es blanca, incolora ó rosácea, soluble en el agua, de sabor amargo y eñoresce fácilmente. Localidades filipinas, — La epsomita se encuentra en la isla de Negros. ANHIDRITA Ó KARSTENITA. La Anhidrita ó Karstenita es un sulfato de cal anhidro; que se presenta, aunque rara vez, cristalizado en un prisma rectangular recto. Lo más frecuente es encontrarla en masas laminares incoloras, ó bien de un color rosado, violado ó azulado y lustre vitreo. Localidades filipinas, — La anhidrita se encuentra en Batangas y Camarines. CLORUROS. Entre las oxisales se comprenden los Cloruros y los Fluoruros. Sólo trataremos del cloruro sódico ó sal común, por ser el que se encuentra en Filipinas. PARTE PRIMERA MINERALOGRAFÍA- 547 CLORUIU) SODICX). El Cloruro Sódico es muy abundante en la naturaleza, por formar parte de las aguas del mar. Se le llama también sal gema y sal marina; cristaliza en cubos, y su color propio es el blanco, aunque con frecuencia se presenta colorado, por la presencia de los óxidos de hierro en su masa. Los demás caracteres son de todos conocidos. Localidades Jiflj^inas. — La sal gema existe en el monte Blanco y en Bam])án (Nueva Kci ja), en Calamba (Laguna) y en Placer (Surigao). En muchas lo(»alidades playeras se explota la sal del mar, haciendo salinas artificiales. CAPÍTULO IIL MINERALES METÁLICOS. MINKKALIZADORES. AZUFRE. El Azufre es un mineral que cristaliza naturalmente en el tercer sis- tema; es de lustre resinoso, color amarillo, más 6 menos intenso, y en contacto con el aire puede arder con llama azulada; se emplea para la fabricación de la pólvora, y en agricultura y medicina tiene varias aplicaciones. Suele encontrarse en los volcanes. Localidades^ fillpiíuu, — El azufre se recoge en gran cantidad en el pueblo de Naval, mina de San Antonio, de la isla de Biliran. En Manca- yán(Lepanto) existe cristalizado; en Talísay, volcán de Taal, en estalac- titas. Se encuentra en el monte Apo (distrito de Dávao), en Dáet y Colasi (Ambos Camarines), en Daclán y Mayangán (Benguet); existe modelado en Caibiran, Dagami, Tanauan y en el monte Danán (Ley te); nativo, en Subaang (Mindoro), en el monte Dinaán, en Mambúlao, y en Pasacao (Ariibos Camarines); arcilloso, en Tivi (Albay), en el volcán Caua (Cagayán de Luzón), en la isla de Biliran, en el barranco Casiboy de Burauen (Ley te), en el monte Tanglad y en Tayasan (Negros), en Mabitag (Laguna), en la punta Cazador (Batangas) y en Bulusan (Albay). El Sr. Centeno, hablando sobre este mineral, afirma lo siguiente: Donde hay depósitos notables, que darían lugar á una verdadera explotación, es en la parte central de la isla de Leyte, de la cual después de una ligera purificación por medio de la fusión, se exporta, aunque en pequeñísima escala, para las demás islas del Archipiélago. Los yacimientos más importantes de azufre son los de Casiboy en Burauen (Leyte), conocidos desde tiempos antiguos, y los de la isla de Biliran, de la misma provincia. Sólo existen concesiones mineras de este mineral en la isla de Biliran. 548 GEOGNOSIA. ESTIBINA. La EsTiBiNA, llamada químicamente antimonio sulfurado, es un sul- furo de antimonio, que cristaliza en el tercer sistema; es de lustre metálico, color gris de plomo algo azulado muy fusible, y se disu(»l\'(^ en el ácido clorhídrico. LocaUdades filijrmas. — La estibina se encuentra en Paracale (Ambos Camarines) y en Zambales. METALES PROPIAMENTE DICHOS. OBSERVACIÓN. En este grupo comprendemos todos los metales propiamente llamados así, que se encuentran en mayor ó menor cantidad en el Archipiélago Filipino, 3^ son: el hierro, en muchas de sus especies y variedades; la blenda, la calamina, el plomo, la galena, el cobre, la azurita, la mala- quita, el mercurio, la plata y el oro. MINERALES DE HIERRO. El Sr. Centeno, en su Memorhf G ('ol ógico-M'nura de las Islas Filipi- nas^ dice, al hablar de este metal: Mucho más antigua (^ue la del carbón y c(d¡(l(i(hs fl¡p¡)i((s, — Las variedades cristalizada y tiu'rosa se encuentran en Angat ven San Miguel de Mayumo. La concrecionada 6 hematites roja, en Asturias (Cebú), en Tabaco (Albay), en Cápiz y Loctugan (Cápiz) y en San Remigio (Antique); el oligisto micáceo, en Angat y San Miguel de Mayumo (Bulacán); y el magnético y feldespático, en estas últimas localidades. LIMONITA. La Limonita es un sesquióxido de hierro hidratado de color pardo- amarillento y amarillo de ocre en polvo, que se disuelve en el ácido clorhídrico. Presenta muchas variedades, tales como la compacta, la concrecionada fibrosa ó hematites parda, la nodular, la oolítica, la pisolítica y la terrosa ú ocre amarillo. Localidades filipinas. — La limonita abunda en San Luis, Loboó y Bauan (Batangas), en Bato (Ambos Camarines), en Ti vi (Albay), en San Bemigio (Antique), en Iponan (Misamis) y en Placer (Surigao); la variedad hematites parda se encuentra en Paracale (Ambos Cama- rines), en Cápiz y Loctugan (Cápiz), en Bosoboso (Mórong), en Tagoloan (Misamis) y en Mati (Dávao); y el hierro ocroso, en Tivi (Albay), en Balungao (Nueva Ecija), en Barili (Cebú), en Bato y Mam- búlao (Ambos Camarines), en San Remigio (Antique) y en Bauan (Batangas). SIDEROSA. La SiDEEOSA, llamada también hierro espático, es un carbonato de nierro que cristaliza en romboedros y que generalmente tiene lustre lapídeo ó vitreo, color blanco-amarillento gris ó parduzco y es soluble en el ácido nítrico. f,f)0 GEOÜNOSIA. LocdlidadesfiliphKtM, — La siderosa se halla en Ang-at (Bulacáii) y en Placer (Surigao); el hierro feldespátieo, en Angat (Hulacán); y el talcoso, en Paraeale (Ambos Camarines). Solo existen concesiones de los minerales de hierro sobre los criade- ros de San Miguel de Mayumo y Angat (Bulacán), donde se benefician en pequeña escala hierros de fundición, para obtener exclusivamente rejas y puntas de arado, que son muy apreciadas en el país. Hablando el Sr. Centeno, en la Memoria antes citada, del criadero de hierro de Angat, dice: Los criaderos se presentan en forma de masas enormes de hierro oxidulado magné- tico casi puro, que forman el lecho y las márgenes del Bulaon, o])servíindose mayor abundancia en la margen izquierda, en la (jue, en algunos puntos, aparece descubierto un espesor de cuatro metros sobre el nivel del río, sin que se pueda determinar el espesor total que alcanzan debajo de dicho nivel. Sobre esta gran masa ferruginosa descansa el monte Camachín y el llamado Cabeza Balaon, (pie comprenden entre ambos una extensión de SE. á NO. de más de una legua. Kn los citados montes se encuentran en abundancia excelentes calizas para fundentes, arenas refractarias nuiy finas, á propósito para el moldeo, piedras areniscas ó asperones nuiy consistentes para construcción de altos hornos, y todo esto se halla cubierto de un espesísimo bosque, que, dividido convenientemente en cuarteles de explotación, aseguraría de un modo permanente el combustible para un gran establecimiento. ZINC. Del género Zinc se hallan en Filipinas la Blenda ó zinc sulfurado y la Calamina ó zinc silicatado. La Blenda es un sulfuro de zinc; cristaliza en el sistema cúbico, con frecuencia en tetraedros, presenta lustre resinoso, color muy variado en su polvo blanco-amarillento, es frágil y soluble en el ácido nítrico. Se emplea para la extracción del zinc. Localidades filipinas. — La blenda se encuentra mezclada con cuarzo y galena en Paraeale y Mambúlao (Ambos Camarines). La Calamina es un silicato de zinc; cristaliza en el sistema rómbico, tiene lustre vitreo, es de un color gris amarillo, verde y azul celeste, fosforesce por frotamiento, es infusible y soluble en los ácidos. Localides filipinas. — La calamina se halla, como la anterior, en Para- cale (Ambos Camarines). PLOMO. Del género Plomo se encuentra en Filipinas la Galena 6 plomo sulfu- rado y la Crocoísa 6 plomo cromatado. GALENA. La Galena es un sulfuro de plomo; cristaliza en el sistema cúbico, frecuentemente en cubos, presenta lustre metálico y color gris de plomo, es muy frágil y soluble en el ácido nítrico. La galena propor- PARTE PRIMERA — MINERA LOGRAFÍ A. 551 ciona la mayor parte del plomo del comerciot No suele presentarse pura 011 la naturaleza; casi siempre se asoeia á la plata, formando la galena-argentífera. LocifUdrsfl ¡pillas. — La gíilena auro-argentífera se halla en Paimeale (Ambos Camarines), Talambán, Panoypoy, Acsubing y Consolación (Cebíi); la argentífera en Hilaobilao, Mambólao, Capalonga, Labo y Caramoan (Ambos Camarines), en San Miguel do Tago y Jinatfian (Surigao) y en Torrijos (Marinduque). CHCK'OÍSA. La Crocoísa, llamada también plomo rojo, es un cromato de plomo; cristaliza en prismas romboidales oblicuos del quinto sistema, es de color amai-illo-anaranjado 6 rojo-jacinto, de lustre diamantino, se funde al soplete y se disuelve en el ácido nítrico. Se emplea, como la anterior, en la extracción del plomo. Local ¡(Iddi^x fH p¡ na^. — Seencuenti'a la crocoísa en Paracale, y sobre el kaolín, en el monte Dinaán, Mambúlao (Ambos Camarines) y en la isla de Lúbang. Respecto de los minerales de plomo existían concesiones sobre los criaderos de Pai^acale y Mambúlao, pero sólo se explotan por el oro que contienen. El Sr. Centeno, en la Memoria ya citada, dice, referente al plomo: Hace cerca de cuatro años se descubrieron en la isla de Cebú, en la jurisdicción del pueblo de Consolación, dos criaderos de galena; el uno en el sitio llamado Panoypoy, y el otro en Acsubing. De ambos se sacaron algunas muestras, que ensayamos en la casa de moneda de Manila, y dieron un resultado sorprendente, no tanto por su riqueza en plomo (47 por ciento) como por el oro y plata que contenían (una onza por quintal del primero y dos onzas del segundo) . Con tan notables resultados, no tardó en formarse en Cebú una sociedad que registró inmediatamente la^ minas, y tan pronto como los expedientes se hallaron en citado de demarcación, fuimos á reconocerlas y demarcarlas; y pudimos observar que la importancia de los criaderos no correspondía á las esperanzas que se habían creado. Sólo la profundidad de la labor legal había hecho disminuir el espesor de uno de los filones desde 70 centímetros, que en la superficie tenía, hasta 15 centímetros, y aun éstos no metali- zados por completo. En cuanto al otro, ya desde la superficie se presentaba muy po])re, y desapareció á los pocos metros de excavación. Recomendé, sin embargo, se continuase la labor sobre 15 centímetros, y al poco tiempo supe que habiendo esterilizado casi por completo el filón, la sociedad se había disuelto y las minas se hallaV)an abandonadas. De desear sería cjue en aquella localidad se hiciesen nuevas investigaciones, pues consideramos indudable la existencia de otros varios criaderos plomizos en la gran masa diorítica, en que se han encontrado los ya citados, la cual hemos visto en varios puntos atravesada por pequeños filones de pirita de hierro con cristales, más ó menos perceptibles de galena y con gangas de barita y feldespato. En la provincia de Camarines Norte, cerca de Paracale, en el monte llamado Tinga, se encuentran también algunos filoncitos desde 3 á 10 centímetros de espesor, en los que abunda la galena auro-argentífera, cuya riqueza en oro y plata llega en algunos ejemplares hasta 5 onzas de aleación rica por quintal de plomo. Á pesar de esta pro- digiosa riqueza, nadie se ha ocupado hasta ahora en explotar estos criaderos, que sólo conocemos por los estudios hechos por el personal de esta Inspección en aquella provincia. 552 GEOGNOSIA. DINERALES DE COBBE. Los minerales del género Cobre están muy bien representados en el Archipiélago. Se encuentran en varias formas las especies siguientes: Cohre nativo^ CalcosÍ7ia^ Filipsita^ Calcopirita^ Fanabasa^ Fenantita^ Cuprita^ Malaquita^ Azurita y Cianosa. COBRE NATIVO. El Cobre nativo cristaliza en el sistema cúbico, es de lustre metálico, color rojo, muy tenaz, dúctil, maleable y se disuelve en el ácido nítrico. Localidades filipinas, — El cobre nativo es abundante en los criaderos de Mancayán (Lepanto) y Asid (Masbate); se encuentra también en Torrijos (Marinduque), en Taganaán, Placer y Lianga (Surigao); en cuarzo y en hierro, en Pinangilanan y Calumpit (Pampanga); en escoria, en Sibalón y Barbaza (Antique), en Antamoc y Casalugan (Benguet). CALCOSINA. La Calcosina, llamada también cobre vitreo, es un sulfuro de cobre, que cristaliza en prismas exagonales del cuarto sistema; es de color gris de hierro más ó menos oscuro, ó gris de plomo negruzco, lustre metálico y muy blando, se funde á la llama de una bujía y se disuelve en el ácido nítrico. Es una de las especies más apreciadas para la extracción del cobre, del que tiene un 78 por ciento. Localidades filipinas. — La calcosina se encuentra en el criadero de Mancayán, Su\^uc y Bumucún (Lepanto). En Agbao (Lepanto) hay también depósitos irregulares de calcosina de una riqueza considerable, llegando algunos hasta 65 por ciento de cobre puro. La FiLiPSiTA, por otro nombre cobre abigarrado ó cobre piritoso hepático, es, como la calcopirita, un doble sulfuro de cobre y de hierro; cristaliza en cubos ú octaedros, es de color pardo-rojizo, lustre metalóideo, frágil y blando. Localidades filijnnas. — Existe esta especie, junto con las anteriores, en los criaderos cúpricos de Mancayán, Suyuc y Bumucún (Lepanto). CALCOPIRITA. La Calcopirita, denominada también pirita de cobre, es un cobre con hierro sulfurado; cristaliza en el sistema de base cuadrada rec- tangular, ofrece lustre metálico, color amarillo de latón, ligeramente verdoso, se funde al soplete y es soluble en el ácido nítrico. Se emplea para extraer el cobre. Localidades filipinas. — Existe la calcopirita en los criaderos de Man- cayán (Lepanto) y es muy abundante en Suyuc y Bumucún (Lepanto). En esta última localidad el mineral consiste en una pirita compacta, PARTE PRIMERA MINERALOGRAFÍA. 553 cobro fajeado con cuarzo y espato-flúor }' algunas pequeñas vetas de cobre abi^irmdo y vitreo. La riqueza del mineral piritoso es de 25 á 27 por ciento y la del sulfumdo llega á veces hasta el 40. Existid también en la isla de Capul, en Mainit (Surigao) y en la isla de Lúbang (SO. de Manila). PANA BASA. La Panabasa 6 cobre gris antimonial y tetmedrita es un sulfo-anti- moniuro de cobre, que cristaliza genenilmente en teti*aedros; es de color gi'is de plomo ó de acero claro, se funde al soplete y se disuelve en el ácido nítrico. Localidades fUpuKts, — Como las especies anteriores se halla la pana- basa en Mancayán (Lepanto). En Agbao (Lepanto) existen ümibiín tres ñlones de color gris. FENANTITA. La Fenantita, ó cobre gris arsenífero, es un sulfo-arseniuro de cobre; cristaliza en cubos 6 dodecaedros romboidales, es de color gris oscuro, lustre menos intenso que la anterior, decrepita en el soplete, se funde en una escoria negra magnética y se disuelve en el ácido nítrico. Localidades filipinas, — En el criadero de Mancayán y Suy uc (Lepanto) la fenantita es abundante; existe en Bontoc en las rancherías de igorro- tes, en Antanoc (Benguet), en Torrijos (Marinduque), en Caramisan, San Remigio y Barbaza (Antique), en Milagros (Masbate), y en Placer, Lianga y Taganaán (Surigao). La Cuprita, llamada también ziguelina ó cobre rojo, es un cobre oxi- dado, que cristaliza en cubos ú octaedros; es de color rojo de cochinilla, y se disuelve en el ácido nítrico. Localidades filipinas. — La cuprita, junto con las otras especies, se encuentra en el criadero de Mancayán (Lepanto) y en el monte Cara- misan, término de Sibalón (Antique). MALAQUITA. La Malaquita es un cobre carbonatado verde, que cristaliza en el sistema rombal oblicuo; presenta lustre vitreo, color verde esmeralda ó verde grisáceo, y se disuelve en el ácido nítrico con efervescencia. Localidades filipinas, — Se encuentra la malaquita en Mancayán (Le- panto) y en Placer (Surigao). La Azurita es un cobre carbonatado azul, que cristaliza en el mismo sistema que la anterior; es de lustre y color azul intenso y se disuelve en el ácido nítrico con efervescencia. 554 GEOGNOSrA. Ijxxdidades filipinas, — La azurita existe en el criadero de Manca- yán (Lepante), en Pinangilanan y en el monte Taray og (Ambos Cama- rines) y en Placer (Surigao). La CiANOSA, caparrosa ó vitriolo azul, es un cobre sulfatado-hidra- tado, que cristaliza en el sistema prismático romboidal ol)licuo; se pre- senta en costras cristalinas ó masas fibrosas de color azul celeste con lustre vitreo y se disuelve en el agua. Localidades filipinas, — Se encuentra en el tantas veces nombrado criadero de Mancayán (Lepanto) y en Taganaán (Surigao). Sólo existen concesiones de los metales de cobre sobre los criaderos de Mancayán (Lepanto), que se explotan hoy en pequeña escala para obtener cobre rojo, que se emplea en el país y se exporta á Inglaterra. Ya de muy antiguo, según el Sr. Centeno, los igorrotes de Lepanto explotaban el cobre y lo vendían á los cristianos. En 1850, D. Antonio Hernández hizo un estudio sobre los criaderos de Lepanto, y posteriormente, en 1861, D. José María Santos, comisio- nado por la empresa que á la sazón se formaba para explotar aquellas minas, hizo de ellas un estudio importantísimo. Desde 1861 hasta 1870 se explotaron dichas minas con muy buenos resultados. MERCUmO NATIVO. Este metal, llamado también azogue, es líquido á la temperatura ordinaria, tiene lustre metálico intenso y color blanco de plata. Localidades filipinas, — El mercurio nativo, con certeza no se sabe exista en Filipinas. Se ha anunciado su existencia en varias partes, pero hasta el presente sin resultado. PLATA. Este precioso metal no se encuentra más que en las galenas argentí- feras, ó sea formando parte con el plomo, \ en pequeñísimas propor- ciones, como queda dicho al tratar del plomo. ORO. Este preciosísimo metal es de los mejor representados en Filipinas, pues se le encuentra en casi todas las islas, ya en arenas ó placeres, 3^a en vetas, ó ya en filones. Son notables los de Cagayán de Misamis \ Surigao (Mindanao), Paracale y Mambúlao (Ambos Camarines) y Benguet; en Gapán (Nueva Écija) se le encuentra en pepitas, en polvo y cristalizado. L^ocalidades filipinas. — El oro nativo en cuarzo existe en Paracale (Ambos Camarines), Gapán y Peíiarada (Nueva Écija), Jabón y Suyuc (Lepanto) y San Ciríaco (Pampanga); en hierro, en Ricardia y Angat PARTE PRIMKRA — MINERALOGRAFÍA. 555 fBiilacan), Calumpit y Pinan^iliunin (Pamptmga); on cuarzo ferru- ^''inoso, (MI Pamcale (Ambos Camarinos); on pirita do hierro, en Man- oaturiMi (Pangasinán), (iuiiianí y Maubáii (Tayahas), Cai)aIo!igti y Manihúlao (Ambos Camarines); on aluviones, en Pamplona (C'a^iyán de Luzon), Mambúlao, Virgen del Rosario y en el monte Calopeeon (Aml)()s Camarines) y San Andrés (Abm); en galena', en Bilanbilan (Ambos Camarines); en azurita, en el monte Taráyog (Ambos Cama- rines): el oro esponjoso, en Calumpit y Pinangilanan (Pampanga); el oro tundido en conchas, en Virgen del Rosario (Ambos Camarines); el oro en polvo, en San Fabián (Pangasinán); el oi'o en gmnoy planchitas, en Laoag (llocos Norte), en el río Abra (llocos Sur), en Suyuc (Lepanto), en Capungan y Lutíd) (Benguet), en Santor, (íapán y Cabanatuan (Nueva Kcija), en las cordilleras del distrito del Príncipe y en el río Polillo. Existe también (*1 oro en Caramoan (Ambos Camarines), en el distrito de Hontoc y en Mindanao, donde abundan las localidades en que* se piesenta este metal. VA oi'o en cuarzo piritoso se (Micuentm en Placer (Surigao); en cuarzo calcedonico, en Placer (Surigao); en pepitas, en la isla Campiña, Placer y Verdu (Surigao); en piritas, en Placer (Surigao); en aluvión, en los ríos Misli, Mang, Suríbao y (Jibon (Surigao); en piri- tas de hierro, en Tagsulip y Pigholugan (Misamis), en Cantilan, Dinágat y Lianga (Surigao), en Caraga (Mati) y en Pigtao e Iponan (Misamis.) En Bisayas no es tan abundante el oro como en Luzon y Mindanao. . El oro en grano y planchitas se encuentra en Dumárao (Cápiz) y en la isla de Panaón (Ley te); en galenas, en Panoypoy y Acsubing (Cebú), en San Enrique y Barotac Viejo (Iloílo) y en Dumárao y Astorga (Cápiz); en pirita de hierro, en Pao (Cebú). El oro se encuentra también en Getafe (Bohol) y Pambujan (Samar). Las concesiones auríferas, que existían, estaban situadas en Mambú- lao, Paracale y Peñaranda, donde ya se montaron talleres de preparación mecá.nica para la trituración y amalgamación de los minerales, en la isla de Panaón (Leyte) y en los pueblos de Surigao y Placer (Surigao). CRIADEROS DE ORO. Los criaderos auríferos de Ambos Camarines ^ se encuentran en los pueblos de Paracale, Mambúlao y Labo, cuyo suelo, en lo que permiten reconocer los espesos bosques que lo cubren, se halla constituido por rocas graníticas y porfídicas que atraviesan en unos puntos, como en Dinaán, el esquisto micáceo, y en otros, como en Longos y Mala- quit, el esquisto talcoso. Cerca de Mambúlao, en Pinaglatinan y en Imbongimbong, aparecen grandes crestones de eurita (weistein) y en Lugas, cerca de Labo, el pórñdo arcilloso y la dolerita. El terreno comprendido entre los iñontes de Palantuna, de Colasi y la costa, es todo de aluvión. ^ Véase la Memoria Geológico-Minera de las Islas Filipinas por el Sr. Centeno. 556 GE0GN08IA. El oro se encuentra en Paracale y Mambulao en bobadas más ó menos grandes y diseminado en filones de cuarzo cristalizado ó en masa, acompañándole generalmente la pirita de hierro y alguna vez la de cobre, la blenda, el cobre abigarrado, la galena y hasta el cromato de plomo en hermosos cristales rojo-anaranjados. En Labo los filones son de arcilla gris, en la que se ven mezclados el oro, la galena, la blenda, la pirita de hierro y alguna vez, aunque rara, el cobre nativo. La dirección general de estos filones es de N. á S., excepto en los de Gamihan y los del monte Lugas, que se dirigen hacia el NO.; su inclinación se aproxima á la vertical y su potencia varía de una á cinco pulgadas, si bien en algunos puntos la adquieren mucho mayor, llegando hasta tres ó cuatro palmos, pero disminuye entonces su riqueza. En el distrito de Misamis se presenta el oro ordinariamente en alu- viones, que se encuentran en su mayor parte en el terreno comprendido entre los ríos Cagayán e Iligan; hállanse los principales lavaderos en las cercanías de los pueblos de Initao, Iponan y Figtao. El ingeniero D. P]nrique Abella y Casariego imprimió en el Boletín del mapa geológico de España una Memoria, acerca de los criaderos auríferos del segundo distrito de Míndanao^ Misamis, año 1877. En ella se encontrarán verídicas noticias sobre la importancia de los criaderos auríferos de este distrito, de la cual tomamos las siguientes conclusiones: De todo lo dicho puede deducirse: I''. Que en el distrito de Misamis existen criaderos auríferos de dos clases: placeres en las cuencas hidrogeológicas de los ríos Bucalalán, Iponan, Cagayán, Bigaán y Bugsug, y vetas en el cerro de Pigholugan. 2". Que de estos yacimientos, los placeres son hoy los únicos, y han sido siempre los principales productores de oro en el distrito. 3*^. Que los placeres más importantes por su extensión y riqueza media son los de la cuenca del río Iponan, y por la riqueza y calidad del oro los de la cuenca del río Cagayán. 4°. Que las vetas de Pigholugan tienen una riqueza todavía desconocida, á pesar de haber sido trabajadas en cierta zona superficial. 5". Que los placeres del Iponan y los del Cagayán son explotables con utilidad, siempre que los trabajos se conduzcan con la inteligencia necesaria. 6°. Que para ello debe modificarse parcialmente el procedimiento usado en el país y sustituir en absoluto el hilingan con una amalgamación bien entendida, y 7^. Que las vetas de Pigholugan son dignas por su situación y circunstancias de una investigación inteligente que pueda hacerse sin grandes gastos. Las explotaciones más notables que se han llevado á cabo en el distrito de Surigao son las de los montes de Canimon, Binutón y Comahat, á una jornada de Surigao. El terreno de estos montes lo constituyen las pizarras talcosas muy alteradas y la serpentina. En las primeras se encuentran filones calizos y cuarzosos desde media á tres pulgadas, en los cuales, especialmente en los calizos, se ve el oro mezclado con piritas de hierro y cobre, galenas y blenda, observándose en ellos la notable circuns- tancia de que los más metalizados siguen la dirección de E. á O., al paso que los más pobres y los completamente estériles siguen otras diferentes. Las labores, que hasta ahora se han ejecutado en ellos, son todas muy superficiales por la abundancia de aguas que á ellas afluyen, y se ignora por lo tanto la luz que en profundidad siguen. PARTE PRIMERA MINERALOGRAFÍA. 557 Sólo ha ptxlido observarse (jue en al^uno^ puntos suelen presentarse, jmrtes comple- tamente estériles se^ruidas de otras di' ^ran riijueza, eonio si en su forinaeión se hubie- sen establecido varios centros de eristalizaeión. Kn uno de l(»s filones de Caninion se han en('ontraroxiniada de su hnportancia. CAPÍTULO IV. mixeiiai.p:s comuustujles. DIVISIÓN. Los minerales inás notal)l(\s que de este iiltinu) tirapo se encuentran en el Archipiélago Filipino se comprenden en dos géneros, el Carlxm y el Cni'huro. (AKBÓN. Entre los minerales del genero Cavhón se cuentan el diamante, el grañto ó plombagina y los car])ones fósiles, como la antracita, la hulla y el lignito. En Filipinas abunda la especie IJxpúto. LKJNITO, El Lignito, ó madero fósil, es una hidla imperfecbi, con una propor- ción de carbón variable entre 50 y 75 por ciento. Presenta fractura concoidea ó terrosa y est^-uctura, ya compacta, ya fíbrosa y leñosa; su color es negro ó pardo-amarillento, y arde con llama larga despren- diendo un olor bituminoso desagradable. Localidades Jilqnnas. — El lignito se descubrió por primera vez, el aíio 1827, en la isla de Cebú, pero posteriormente se han ido descu- briendo nmnerosos yacimientos de este combustible en la mayor parte de las islas del Archipiélago. En Luzón se conocen los de Montalbán (Manila), Norzagara}^ y Angat (Bulucán), Bacolor (Pampanga), Aringay y San Fernando (Unión), Caramoan y Libón (Ambos Camarines), Dolores y río Maliras (Abra), Polillo (Infanta), Tobalina y Armilung (Cagayán), Catanirang y valle Limutan (Mórong), Pagbilao, Unisan, Atimonan y Maubán (Tayabas), Bacón, Batán é islas Catanduanes y Rapurrapu (Albay) y San Esteban (Sorsogón). También los hay en Bulalácao (Mindoro), en Catalingan y Palánog (Masbate) y en la isla de Semerara. En Bisayas se encuentran yacimientos de lignito en varios pueblos y visitas: en Argao, Danao, Compostela, Balambán, Toledo, Alegría, Asturias, Boljoón, Dalaguete, Naga y Pardo (Cebíi); en Buruanga, ^Tael para metales preciosos = 37.68 gramos. 558 GEOGNOSIA. Balete, Valderrama y Dingle (Panay); en Talayera, Calatrava y monte Talabe (Negros); en Gándara, Cabigao, Loquilócum y Paranas (Samar); en Sierra-Bullones (Bohol) y en algunos punto de L(\vt(\ En Mindanao existen yacimientos en Surigao, Tándag, Tago, Oteiza, isla de Dinágat, Bislig, Verdú y Babe (Surigao) y en Naanam (distrito de Misamis). El Sr. Abella, en su Dexcr ¡pelón de la Ida de (-ehá^ dice: Los coriibusti})les mineralen de la isla de Cebú han sido objeto de diversas califi- caciones. En primer lugar el distinguido ingeniero 1). Antonio Hernández visito sus yacimientos, en 1853, y aunque no ti*ató de hacer en ellos un estudio propiamente geológico, califico los combustibles de lignitos, quedando consignada esta opinión en sus informes no publicados, pero conservados en la Inspección de Minas, donde tantas veces los hemos consultado con excelente fruto. Algunos años después el Sr. Centeno vio en la caliza costera de los antiguos arrecifes la caliza de montaña del terreno carbonífero, y negando al mismo tiempo los indicios vegetales, q.ie en todos las carbones de Cebii pueden observarse, calificó á estos de verdaderas hullas con- tenidas en una cuenca carbonífera tan extensa que, pasando por l)ajo del estrecho del Tañón, ixxlía reflorecer en unos afloramientos descubiertos en la isla de Negros por los mineros de Alpacó. Sin embargo, la naturaleza lignitosa de estos combustibles, indi- cada por el Sr Hernández, es la que ha prevalecido, como no podía menos de suceder porque no sólo sus caracteres físicos, (químicos y mineralógicos bastan ])ara estable- cerla sin género alguno de indecisión, sino que el examen geológico de las capas car- bonosas y la determinación de su edad reciente, deducida de la clasificación de los fósiles, también confirman plenamente la misma deducción. Los carbones de la isla de Cebú x)ueden clasificarse mineralógicamente, sin género de duda, como lignitos I)iciformes, entre los que se encuentran también variedades de los que Dupenoy llama comunes y deslustrados. En efecto, excepto algunos ejemplares sucios y semides- compuestos, cuyo estado depende más bien de los agentes exteriores que sobre ellos han obrado en los afloramientos ó escombreras donde los hemos recogido, puede decirse que, en general, son negros y más ó menos brillantes, á veces asemejándose mucho á verdaderos azabaches, de fractura desigual y concoidea y bastante dura, en ejemplares frescos, algunos, como los de Guilaguila y Alpacó, ligeramente ])iritosos, y otros, como los de Compostela, con vetillas yesosas que deben provenir de la des- composición de las piritas por aguas cargadas de carbonates de cal, de textura com- pacta y estructura casi siempre leñosa, indicada por zonas concéntricas, debidas á las capas sucesivas del crecimiento de la madera, con rayas y sobre todo polvo, m;ís ó menos parduzco, y con densidades comprendidas entre 1.25 y 1.40. ^ -x- ^ ^ * * ^ De los ensayos hechos deducimos:* I''. Que en general todos los linguitos de Cebú son de excelente calidad, muy ricos en carbono, escasos de cenizas y con potencias caloríficas muy elevadas para proceder de terrenos relativamente tan modernos. 2°. Que á pesar de estas propiedades ventajosas, su modernísimo origen se traduce y en cierto modo se halla comprobado por la condición esencialmente higrométrica que presentan, y por la gran cantidad de gases que contienen, lo cual les da cierta seme- janza á los combustibles vegetables, separándolos de las hullas y antracitas. 3". Que todos ellos son de muy buena aplicación para la combustión en los hogares de las máquinas de vapor, tanto por la facilidad con que arden con llama, como por las circunstancias muy importantes de no aglomerarse y de no dar humos muy espesos ni producir gran cantidad de cenizas. PARTE PRIMERA — MINERALOGRAFÍA. 559 4". Que en este coneepto los lignitos son oii8Í superiores á lo8 carbones tle Australia, tanto más cuanto ijue sus j>o(leres caloríficos no difieren mucho. rv. Que las hullas inglesas son muy sujHTiores á estos carbones, i)ero no con aquella diferencia (jue jxxlría sui)onerse teniendc^ en cuenta sus respectivos yacimientos. CAUíu ':(>s. Los minórales del genero CurhKnj son eoinpuestos de hidrógeno y carbono, y algunos también de oxígeno, que arden eon más ó menos diiieultad, presentándose en estado líquido ó sólido. En Filipinas se encuentran de este genero, el Petróleo^ el Aí piedi*a pómez, lava y dolerita verde-azuhida. En Angat, en los guijarros del río. se encuentni pepirino. En el volcán Maquíling existen pepirinos ó tobas muy abundantes. En Calamba se encuentra andesita aujítlca. En el volcán de San Cristóbal y en Lucbán hay obsidiana verde, andesita aujítica, andesita anfibolífei*a y dolerita. En Guinayangan (Tayabas) se ven poderosas brechas de andesita anfibolífera, cuya masa do color verde está impregnada de una substancia amorfa que la colorea. En llagay se encuenti^a una ande- sita anfibolífera gris, porosa y nuiy abundante en feldespato. p]n las extremidades de la sierra de Colasi existen unas colinas planas en donde por todas partes se ven hermosas andesiüís anfibolífei'as y poderosas brechas de traquita sanidínica anfibolífera nmy esponjosas y semejantes á las de la Pampanga, que continúan hasta que, siguiendo la orilla de la costa de Ambos Camarines, se vuelven á hallar las andesitas anfibolí- feras. La sierra de Colasi (Ambos Camarines), separada del monte Labo por un valle profundo, se compone de andesita anfibolífera de color gris y grano fino, que en la parte más baja toma textura porfídica. En los volcanes Isarog, Iriga, Malínao, Masaraga y Mayón existen también las mismas andesitas anfibolíf eras, doleritas y piedra pómez. Estas mismas rocas existen en la isla de San Miguel. En Panay las rocas modernas de origen interno se hallan represen- tadas por andesitas anfibolíferas, andesitas aujíticas y andesitas por- firíticas, que existen en diversos puntos de las provincias de Antique, Iloílo y Cápiz. Se hallan también diversas variedades de basalto, tales como el basalto tipo que existe en Colasi, monte Madia-ás (Antique); el basalto anamesítico, que se halla en San Joaquín (Iloílo) ; y el basalto lemítico, como el de Aniniy (Antique). Se encuentran también abun- dantes y variadas tobas. En Cebú existen varias andesitas en diferentes pueblos y visitas, como en Consolación, Balambán, Compostela y muchas tobas en varios puntos de la isla. La mayor parte de estas rocas de origen interno modernas se prestan muy bien para la construcción por ser poco atacables por los agentes atmosféricos. ¡ Lástima que queden sin explotar tantas canteras, que tan preciosos materiales ofrecen para la construcción 1 564 * GEOONOSIA. ROCAS DEL TERRENO PROriTIVO. IDEA GKNEKAL DEI. TERRENO PRIMITIVO. Se llama terreno primitivo el conjunto de rocas que se formaron á consecuencia del enfriamiento de la masa líquida del globo y constitu- yeron la primera capa sólida terrestre. Entre ellas se encuentran los gneis y las pizarras cristalinas, cuarzosas, micáceas, talcosas, horn- bléndicas y cloríticas. GNEIS V 1»IZARRAS. Los Gneis, que son un agregado de estructura hojosa, formado, como el granito, de cuarzo, feldespato y mica, y del cual sólo se distingue por su estructura, se encuentran en Santa Cruz (Zambales); también se halla en la misma localidad una pizarra cristalina. En Vigan se ven gneis y pizarras cloríticas. Estas mismas rocas forman gran parte del terreno del Norte de Luzón. En el monte Dinaán, al Norte de Mambúlao (Ambos Camarines), se hallan gneis y pizarras talcosas, donde los indígenas buscan el oro, entre Dáet y Paracale. En la misma provincia, cerca de Pasacao, aparecen gneis y pizarras hornbléndicas, y la roca de la colina Dalas, cerca de Labo, es consti- tuida probablemente, dice Roth, por un gneis y una pizarra hornblén- dica, rica en cuarzo y feldespato, alterada por la descomposición de las piritas. En la parte central y meridional de Luzón se encuentran, formando la primera capa, pizarras cloríticas y gneis. Lo cual con- firma Drasche diciendo: No puede haber duda alguna de que la base de la estratigrafía de Luzón Sur son las pizarras cristalinas, que probablemente determinan la forma de conjunto y direc- ción de esta parte de la isla. A lo cual añade Roth lo que sigue: Con su descomposición, las pizarras cristalinas suministraron el material para los depósitos sedimentarios, en los cuales se reconocen distintos minerales de la roca primitiva, tales como cuarzo, feldespato, mica y hierro magnético. Según Minard, los mismos gneis y pizarras cloríticas del Norte de Luzón, se encuentran en Mindanao, formando sin duda, como en Luzón, la base de todas las formaciones geológicas de aquella isla. Según Dana, existen junto á la Caldera (Zamboanga) pizarras talcosas. Estas minas y las pizari'as cloríticas se encuentran en la isla de Lúbang (SO. de Manila), y siguen hasta la isla de Mindoro. En San José (Antique) existen pizarras talcosas y de cuarzo; las primeras, según Meyen, abundan, especialmente en Cebú. Según Roth, en la isla de Bigat existen hermosos cristales de rutilo, lo cual prueba que existen allí pizarras cristalinas. En Calbáyog (Samar) se encuentran gneis y pizarras micáceas, ricas en feldespato. Cerca de Tanauan (Ley te), junto al mar, existen pizarras clorítico-cuarzosas, de color verde- agrisado, que contienen venas de epidoto. PARTE SEGUNDA — PETROGRAFÍA. 565 El Sr. Abolla, rosuniiendo las formaciones de las rm^a.s hipojri'^ nicas de Ce})íu dice: Piunle, sin embargo, sujx)iiersiN iniontras otros clatOH iiuííí procii?üH no vengan á n)0- ditícar lo que de ellas eonoeenios, (jiie sobre una biu^e, tal vez compuesta de pizarras anfilnMicas, semejantes al ejemplar que encontramos en Ikgbad, se manifestaron algunas erupciones, probablemente submarinas, de canícter diorítico, sobro la« cuales, y con sus mismos materiales, más ó menos descompuestos, se formaron las rocas detríticas ó tobáceas. CAPÍTULO II. ROCAS BE OKKíEX KXTEUNO Ó 1)K YACIMIENTO. K(H\\S TER(1AKIAS. LUZÓN. Llanianse rocas terciarias las (jue se formaron durante el período geológico terciario. Las que s(^ encuentmn en Filipinas son: calizas compactas 6 cristalizadas y arcillas. p]n el camino de Manila á San Mateo se (Mieuentra una faja caliza, que se extiende de Este á Oeste, siendo la roca blanca, amarillenta, espatizada, y en algunos sitios, llena de oquedades, sin que á pesar de miimciosas investigaciones se hayan encontrado fósiles. A los lados de la montaña caliza se encuentran fuertes brechas, compuestas de elementos calizos y diabásicos. Desde Balete á San Mateo, existe una colina caliza; y hacia el Sur, desde la cueva de San Mateo, una masa de roca caliza, aislada, igual á la anterior y completamente rodeada de traquitas. Más adelante ha}^ unas pequeñas masas calizas, en forma casi piramidal, que asoman entre la traquita. La roca se explota para fabricar la cal. La misma caliza se encuentra también en Jalajala y Majayjay, en la orilla Nordeste y Sur de la laguna de Bay. Con frecuencia se han buscado fósiles en esta roca, pero no se ha encontrado ninguno, y se ha consi- derado como perteneciente a la formación jurásica. Sobre esta misma clase de rocas escribió Drasche las siguientes líneas: No obstante, en Binangonan, donde se descubre la caliza en canteras, mejor que en otros sitios, existen cierto número de numulites de varias clases y de diferentes tamaños, no pareciendo que existían más fósiles, fuera de algunas ostreas insignifi- cantes. Kichthofen juzga idénticas todas estas masas calizas, á las que nosotros, agregamos las de Balete, y deduce que son más antiguas que las traquitas del alrededor, pues en algunos sitios, sobre todo en Binangonan, hay gruesas brechas en cuya composición entran fragmentos de traquita y caliza. De todo lo cual sacó la siguiente conclusión: Debemos por tanto distinguir en Luzón dos diversas formaciones calizas: l^, la eocena, apenas indicada en pequeños bancos aislados; y 2^., las calizas coralíferas muy modernas y con gran extensión, tanto en el Norte como en el Sur de la isla. En las últimas ramificaciones occidentales de la sierra de Zambales se encuentra una toba margosa, ligeramente estratificada, compuesta c^n su 566 GEOGNOSIA. mayor parte do arenas finas volcánicas y entre ellas restos ele foraminí- feros que acreditan ser el terreno mioceno. Esüís margas terciarias contienen impresiones de hojas vegetales dicotiledóneas. P]n algunas partes estas margas de foraminí teros tienen más de 12 metros de espesor. CEBÚ. I^as rocas terciarias de Cebú están representadas por calizas compac- tas 6 cristalinas, por calizas compactas groseras y por calizas marmó- reas, groseras y ferruginosas, que existen en las localidades de Danao, Compostela, Talambán, Balambán y Naga. Asimismo son rocas tercia- rias los maciíios compacto-fosilíferos duros y compactos arcillosos, ferruginosos, etc. ; las gonfolitas, marmolitas y arcillas de diversas clases que en abundancia se encuentran en las jurisdicciones de Pardo, Naga, Dalaguete, Talambán, Danao y Compostela. El Sr. Abella, en su Deseripclón Geológica de Cehá, dice: En las rocas de este corte (Compostela) sólo encontrarnos, entre los lignitos y areniscas de las minas, algunos fósiles vegetales de imposible clasificación, y entre las calizas, ciertas formas confusamente orgánicas y semi-espatizadas que nada podían indicarnos determinadamente sobre su edad. Sin embargo, partiendo algunos trozos de calizas procedentes de Ginagdanan, hallamos incrustadas en su compacta masa algunas formas que, aunque específicamente no podían determinarse, debían consi- derarse como foraminíferos numulites en concepto de varias personas competentes. Debemos, pues, considerar este grupo de rocas como pertenecientes al terreno eoceno en sus faces meridional ó numulítica, por lo menos hasta que otras investigaciones más detalladas ó afortunadas que las nuestras no vengan á modificar estas deduc- ciones. En contacto casi siempre con alguno de los manchones del complejo de rocas hipogénicas se presenta un grupo de otras claramente sedimentarias, pero tan trastor- nadas, que sus relaciones con las demás formaciones son muy oscuras y difíciles de establecer, por lo raro y dudoso de la superposición de las capas. Este grupo está formado de arcillas y margas compactas ó pizarrosas; de areniscas, maciños y con- glomerados; de calizas compactas ó cristalinas, y de algunas capas de lignito que han sido objeto de explotaciones abortadas. PAN A Y. En Panay las rocas terciarias tienen también mucha importancia por la grande extensión que abarcan. Las principales son las calizas en muchas de sus variedades, como las compactas cristalinas, las marmó- reas, las compactas, las brechiformes, el espato calizo, la caliza mar- gosa, etc., que forman varios manchones en las provincias de Antique, Iloílo y Cápiz. Al mismo terreno terciario pertenecen las marguitas compactas, ferruginosas, finas, groseras, arcillosas y otras variedades que se encuentran en distintos pueblos y visitas de las mismas provin- cias. Hay asimismo muchas variedades de maciños, epsomitas, gon- folitas, conglomerados y una arkosa fina que marcan el terreno terciario en distintos puntos de Panay. El afloramiento m$s extenso é importante de esas rocas se verifica en la parte central de la isla, y vendrá á ser de unos 50 kilómetros, y el manchón de Valderrama (Antique) que le sigue en importancia llegará á unos 12 ó 14 kilómetros. PARTE SEGUNDA — PETROGRAFÍA. 667 ROCAS SEDIMENTARIAS MODERNAS. LUZÓN. Las rocas que en Luzón mejor representan los terrenos modernos 6 postpliocenos son las calizas y margas coralíferas que existen en muchas localidades, formando varios manchones más ó menos extensos, tanto en el Norte como en el centro y Sur de Luzón. En el distrito de Henguet, cerca de Trinidad, se encuentran rocas calizas comlíferas y arcillas rojizas; en el camino de Aerial á Adaday (Benguet) se atraviesa una cresta de traquita, y en seguida se encuentra la caliza comlífera de la misma clas(^ (|ue la de Trinidad. En Cervantes (Lepanto) existe la misma caliza coralífera y en la sierra del Tila forma una grande extensión. En Tiagán se vt^n margas muy trastornadas que alternan con gruesos l)anc()s de caliza coralífera que se extienden por Nueva Cobeta hasta el mar. La roca caliza es un producto reciente en el Norte de Luzón y forma siíMupre la parte fundamental de todas las formaciones de tierra roja de la isla. Lo dicho se contírma por los restos de coral, si bien están mal conservados, y también, aunque escasean más, por los Lameli- branquios, Gasterópodos y Equinodermos. En el centro v Sur de Luzón existen también en diferentes localidades de las provincias de Tayabas, Ambos Camarines y Albay bancos de caliza coralífera de formación moderna. Queda indicado en el párrafo anterior que, según Drasche, las calizas coralíferas ocupan una grande extensión en Luzón y son de formación moderna. Lo que sigue es del Sr. Jordana: Las calizas coralíferas son indudablemente las rocas más modernas del Norte de Luzón, como lo demuestra el encontrarse siempre en la parte superior d3 todas las formaciones, sin que se hallen cubiertas en sitio alguno por otra roca, exceptuando en Benguet, en donde existen sobre ellas finas capas de tierra roja. Dichas calizas contienen abundantes restos de corales, por desgracia mal conservados, así como también, aunque en menor cantidad, restos de Lamelibranquios, Gasterópodos, Equino- dermos, etc., cuyos fósiles están siempre muy alterados por la cristalización de la roca. Del estudio de estos restos orgánicos se deduce que pertenecen á géneros {Galaxacüf Favia, Meandrina, Porites^ Astracocopora, etc. ) , que' todavía se encuentran entre los vivientes en el Océano índico, y cuyas formas específicas pueden referirse á las de la fauna actual de dicho mar. Por lo expuesto, no puede menos de admitirse que los arrecifes de coral pertenecen evidentemente á una época geológica muy moderna. Cuáles hayan sido las causas que han producido la estratificación, no es posible, por ahora, determinarlo satisfactoriamente. CEBÚ. En Cebú las rocas sedimentarias postpliocenas ó modernas existen en varios manchones y están representadas por las calizas groseras de las jurisdicciones de Bogi, Danao, Consolación, Naga, Balambán, Barili y Tuburan; por las calizas margosas de Boljoón y Barili; por la 568 GEOONOSIA. cretosa de Talísay y Naga; por los espatos calizos de Ronda y Talam- bán; y por las arcillas gris fosilífera y ferruginosa de Argao, Naga, Minglanilla y Pinamungajan. Al tratar el Sr. Abella de las rocas postpliocenas ó cuaternarias dice: Rodeando por todan partes á las rocas qiu^ hasta aquí hemos descrito, se presenta un terreno esencáahnente caHzo que, en términos generales, })uede decirse >/tó/>v7, que sirven para retener el agua, y forman después semilleros en tierra húmeda, donde siembran á \'()ieo el palay escogido durante la primavera. Mientras crecen las plantas vn ol semi- llero, aran las tierras encharcadas, valiéndose^ para ello did carabao, que sirve admirablemente para este objeto. Bien removida la ti(*ri*a hasta formar un barro muy claro, cuando las matas tienen irnos 20 centíme- tros se arrancan del semillero, formando manojos, y conducidos éstos al lugar en donde se han de trasplantar, hacen hoyos con los dedos en la tierra reblandecida é introducen en cada uno un manojito de seis 6 siete tallitos, procurando que la plantación qued(^ en filas regulares. No suelen abonar los arrozales ni practican otros cuidadados culturales. RECOLECCIÓN. Llegada la época de la recolección, que suele principar en Agosto ó más tarde, según las variedades y terrenos, siegan las plantas cortando uno á uno los tallos con una hoz pequeña, ó con el yata^^, que consiste en una lámina de acero ú hoja de lata, de corte semicircular, la cual sujetan en la palma de la mano con una correa. El palay segado se apila en montones, llamados maiidalas^' sepárase el grano de la paja por medio de la trilla, cuya parva pisotean los carabaos; otras veces esta operación de la trilla se hace machacando la espiga en un mortero grande de madera ó lusong^ ó simplemente golpeando los manojos con- tra una piedra. Cuando sopla el viento se avienta para dejar el grano limpio de las pajuelas, polvos y otras sustancias. Finalmente, lo pilan ó descascarillan, golpeándolo una ó dos veces en el lusong ó valién- dose de una especie de molino de mano, llamado gidUngan. En los terrenos de secano es preciso arar la tierra dos ó tres veces y deshacer los terrones. La siembra se hace á voleo después de las primeras lluvias, y sin otros cuidados se recolecta con el yatap. Los infieles, y aun algunos pueblos cristianos, suelen sembrar el palay en terrenos vírgenes, para lo cual tienen que hacer un verdadero desmonte, cortando los árboles y quemándolos ó haciendo setos de parte de ellos. ENExMIGOS. El palay tiene muchos enemigos, siendo los principales: la langosta, que cuando aparece destruye totalmente las cosechas; algunos hemíp- teros, que se apoderan de los granos tiernos, y chupando sus jugos, los PLANTAS GRAMÍNEAS. 579 do jan completamente vacíos; las mayas (Mimia orycivora^ L.), de plu- maje 1)laneo-ceniciento y pico encarnado; y en las tiendas bajas los patos, y los chongos en algunas partes. La producción del arroz ha disminuido en Filipinas por el desarrollo que (4 cultiyo de este cereal ha obtenido en otros países inmediatos. ¥A HKn'cado deja China, para el cual se exporüiba antiguamente mucho arroz lilipino, se surte hoy, con mas economía y abundancia, del arroz cochinchino, llegando hasta las mismas Filipinas el arroz de Saigón, cuando aquí son escasas las cosechas. En cambio los terrenos que ant(*s producían el arroz destinado á la exportación, se han dedicado al cultivo de la caña dulce, con gran ventaja para la riqueza general del país. MAÍZ. El Maíz {Zea ?nay.^, L.) es un cereal que alcanza muchas veces un gran desarrollo. Es planta monoica, de gran importancia por sus granos, cuya harina es muy alimenticia para el hombre; se da también al ganado, lo mismo que las hojas y tallos tiernos, que constituyen un buen forraje; finalmente, se hace con él una bebida alcohólica que los bisayas llaman pafigasi. Es originario de América, de donde lo tmje- ron los españoles. Al principio los indígenas lo recibieron con indi- ferencia, hasta que las frecuentes pérdidas de las cosechas del arroz les acostumbró á su uso. El cultivo del maíz se ha generalizado mucho en el Archipiélago, sobre todo en los parajes donde el terreno no se presta para el cultivo del arroz, como en Cagayán é Isabela. En muchos pueblos suple á la morisqueta, después de reducirlo para ello á una harina de grano grueso con el guilingan y cociéndolo con agua sin sal. ZACATE. Bajo el nombre de Zacate se comprenden varias especies forrajeras gramíneas que constituyen el pienso verde usual del ganado caballar, dominando entre ellas las del género Zeersia. Los zacatales son objeto de muchos cuidados por parte del agricultor indígena, en los alrede- dores de los grandes centros de población, por sus pingües rendi- mientos. Se le dan varios cortes al año. COGON. El CoGON {Sacchari¿m Kmningii^ Retz.) llega a alcanzar la altura de 2 metros, formando espesos cogonales que dificultan el paso en toda su extensión, á no ser que se abra previamente un camino, ya por medio del fuego ó ya cortándolo. Los indígenas, con el objeto de que sirva de forraje, suelen prender fuego á los cogonales en la estación de las secas, obteniendo así brotes tiernos que el ganado apetece, cuando no pasan de medio metro de altura. Donde no hay ñipa se emplea el cogon para techar las casas. 580 FITOGRAFÍA. SORGO. Tan buenos resultados como da el Sorgo ó Batad {Ilolchtis Hcwchara- tics, Bl.) para la extracción del azúcar y del alcohol en los Estados Unidos y otras partes, en Filipinas sólo se cultiva para forraje, como otra multitud de plantas de los géneros Paspalimi^ Miliuvi^ Panicum^ Sporolóbxis^ ChloTÍH^ Avena^ Poa^ Bronius^ Agrostis^ etc., que sirven de pasto para los animales en los montes y praderas. BAMBÚ. Con este nombre se comprenden varias especies de cañas del género Bamhusa^ de gran importancia en Filipinas. Las principales son la Cauáyang-Qiiling {Bamhusa monogyna^ Bl.), la Cauáyang Totoó {B, pungens^ BL), la Taivauac {B, mitis^ Bl.), la Anos {B, sima. BL), la Galbang {B, textoria^ Bl.) y la Bamhusa diffusa^ Bl. Todas estas canas reciben muchas y muy diferentes aplicaciones, pero la más útil de todas es la cauáyang-totoó, que á veces alcanza un diá- metro de más de 20 centímetros y más de 12 metros de altura. Se emplea principalmente en la construcción de las casas de los indígenas, formadas muchas veces, excepto el bejuco para atar y el cogon para techar, de cañas en su totalidad. Los harigues, el piso, los dindines, las puertas, etc., todo es de caña, que trabaja muy bien el indígena. Entera ó partida en tiras sirve también para las construcciones de em- barcaciones, balsas, puentes, acueductos, andamios, vasijas de todas clases, cestas, muebles, aparatos de pesca, armae, cuerdas, etc. Esta planta, como el cocotero, la ñipa y el bejuco, son verdaderamente pro- videnciales en estos países. Lamina \. CANxVVERAL. I ■/. CAPÍTULO II. LK(a MBKKS, J I liÉRCULDH, llAÍCKS Y PLANTAS DK HUERTA. LK(tUMBRE8. KSPF.CIES DEL GÉNERO PHASEOLUS. Poca importancia tienen en este Archipiélago las plantas de la familia Leguminosas. Sin embargo, una de las más cultivadas es el Mongo (7V¿a.sW//.s' inaago, Bl.), más pequeño que una lenteja, cuyo sabor tiene, y se cultiva en escala bastante considerable por ser el alimento princi- pal de nuichos pueblos. El Butingui {Ph(h^eolm ruhjarlH^ L.) es la verdadera judía, que presenta algunas variedades de secano y de huerta, de enrame y bajas. Él Zabache {Ph. lunahvs^ L.) es también bastante apreciado por los naturales de estas Islas. El Sitao {Ph. caracalla^ L.) produce una legumbre que tiene un pie de largo. El Frijol de Abra {Ph. timkinemU., Lour.) y el Pataui {PJi. humionus.^ L.) son también muy apreciados entre los naturales de Filipinas. OTRAS ESPECIES. Finalmente, varias especies de los géneros PoUchos., Vigíia, Pcwhy- rhlzm y Prophocarpus producen asimismo legumbres verdes ó semillas comestibles, aunque no son tan apreciadas como las del género Phaseolus. TUBÉRCULOS. DEFINICIÓN. Los tubérculos son una porción del eje de la planta, más hinchada y menos consistente que el resto, que constituye un reservatorio de principios alimenticios sólidos y especialmente fécula. Se deben á la aparición de materias parenquinatosas, á expensas de las vasculares y fibrosas. Pueden proceder del tallo ó de la raíz, llamándose en el primer caso caulógenos y rizógenos en el segundo. CAMOTE. Una de las principales plantas tuberculosas es el Camote {Ipomcea hatata,^^ Lamk.). Aunque ha sido muy discutido su origen, se cree, sin embargo, que procede de América, como lo dice el P. Antonio Mora. Su tubérculo, que es lo que vulgarmente se llama camote, reúne buenas condiciones alimenticias y constituye un cultivo favorito de las razas monteses, lo que parece indicio de la antigüedad de su 581 582 FITOGRAFÍA. introducción. La planta se desarrolla en cuatro ó cinco meses, exten- diéndose por el suelo sus tallos rastreros hasta cubrirlo completamente con sus abundantes hojas, que son también comestibles. Cuando la tierra está únicamente dedicada al cultivo del camote, se deja que laj9 plantas retoñen, y como las raíces se extienden y dan brotes y tubérculos continuamente en todas épocas, se pueden desenterrar éstos para comerlos. Si su cultivo alterna con el del arroz 6 maíz, tiene que hacerse cada ano una nueva plantación, cuyo producto sueh^ ser más remunerado que en el caso anterior. PATATA. La Patata {Solanimi tubenmmn^ L.) es planta originaria de los Andes, introducida en España después de la conquista del Perú y extendida posteriormente al resto de Europa, sobre todo, después de los ensayos de Permantier, quien demostró, en el siglo pasado, que la patata no era venenosa, como se creía, y que por el contrario reunía condiciones para servir de alimento. Sus tubérculos poseen un 20 por ciento de fécula, y más de 80 por ciento desecados á la temperatura de 120^ centígrados. Constituye en Europa la base de la alimentación de las clases pobres, y suministra, además, primeras materias para varias industrias, sobre todo para las alcohólicas. En el Archipiélago no ha prosperado tan apreciado tubérculo; solo se cultiva con buen éxito en algunas localidades algo elevadas sobre el nivel del mar, por ejemplo, en el distrito de Benguet. RAÍCES. GABE Y liADIANG. El Gabe (Colocasia aiitiquoriim^ Schot.), planta de la familia de las Aráceas, de origen asiático é introducida de muy antiguo en el Archi- piélago, se cultiva hoy en casi todas las Islas, sobre todo entre los monteses, por sus raíces muy voluminosas y por sus tallos tiernos, que, como aquéllas, constituyen un alimento para los indígenas. El mismo uso tiene el Badiang, que se cultiva principalmente en Bisayas. Presenta tres variedades, de las cuales la más extendida es, según el P. Naves, la C. variegata. otras especies. Varias especies del género Dioscorea^ de la familia Dioscóreas, se presentan espontáneas ó se cultivan en este Archipiélago por sus raíces tuberculosas que son comestibles. Las más apreciadas para dicho objeto son: el \]hQ{Dio8corea alata ^1j,)\ elTuqui {D. mtiva^Li,); el Paquit (D. divaricata^ L.); el Nami-conot {D. pentaphylla^ L.); el Tongo {D, papillaris^ L.); y otras. Todas tienen raíces tuberculosas, que adquieren á veces colosales dimensiones, y que pueden comerse ya cocidas, sin preparación alguna, ya después de tenerlas en agua por algunos días. El tuqui y ube por ser más apreciados son objeto de X o LEGUMBRES, TUBÉRCULOS, RAÍCES Y PLANTAS DE HUERTA. 583 cultivo: el rizonia do esto último constituyo un alimento bastante sano, de sabor dulce, al^o acre, cuando está crudo, pero que se vuelve suave y nutritivo por la cocción. 8u cultivo es nuiy sencillo y semejante al de la patata. Es necesario preparar bien estos tubérculos para comer- los, pues de no hacerlo así pueden fácilmente constituir un verdadero veneno, como sucede alüfuna vez, por estar mal preparados. PLANTAS I)K HUERTA. PRINCIPALES ESPECIES (^ULTIVADAS EN FILIPINAS. Aunque los indígenas no son muy añcionados al cultivo de estas plantas, sin embargo, en los centros de población de alguna impor- tancia, no faltan algunas huertas cultivadas, generalmente por los chi- nos, para uso de los europeos. En ellas se cultivan, entre las Liliáceas: la Cebolla {Allí uní cej^d. L.), el Ajo (.1. satlvuvi^ L.) y el Espárrago {Asparagm officuialU^ L.). De las Cruciferas: el Rábano {Raphanitst satvmis^ L.) y la Col {Bras- sica eam2>estr¡s, L.). - De las Compuestas: la Lechuga {Lactuca nativa^ L.) y la Escarola ( Cicor'ium, endív la , L. ) . De las Solanáceas: la Berengena {Solanuní (mculenturn^ L.), el Pi- miento {Ca2:>sicimi annumn^ L.) y el Tomate {Lícopersicuiii imculen- tum^ L.). De las Umbelíferas: la Zanahoria {Daucus carota^ L.), el Apio {Apiuní (iraveolens^ L.), el Peregil {A. petroseliniim^ L.) y el Ancethum famicidinn^ BL, planta indígena, cuyos frutos tienen unas semillas de sal)or dulce, semejante al del anís. De las Cucurbitáceas hay un gran número de plantas cuyos frutos se comen generalmente cocidos; figuran entre ellas la Calabaza común {Cucmrhita pepo^ L.), que presenta nmchas variedades; el Condol (61 pipo asjjera^ Bl.), que es ovalada y nmy á propósito para hacer dulce; el Calabasangbilog de los tagalos {C. sulcata^ Bl.), que tiene la corteza de color verde oscuro, y se cultiva con bastante abundancia; el Tabayag {C. lagenarui)^ que es vellosa, de carne blanda y suave al tacto, 3^ tiene ima garganta. Del género Cucuinis existen en Fili- pinas, por lo menos, cuatro especies; el Talacog {Cucumis melo^ L.), que es el verdadero melón, y cuyos frutos, aunque tienen mucho aroma, jamás adquieren el exquisito sabor de los de Europa; el Pepino {O, satimis^ L.), cuyos frutos alargados, de carne blanca ó verdosa, acuosos y de un gusto poco pronunciado, se comen cocidos ó en vinagre; la Patola {C. aciitangulus^ L.), que da un fruto bastante grande en forma de maza, que se come verde y cocido; el Milan-daga {C. Itizoni- cus^ BL), que da un fruto pequeñísimo, ovalado, de sabor semejante al del pepino; y la Sandía ó Pacuán {Citrulhis vulgaris^ L.). Finalmente, sólo en algunas localidades de Albay se encuentra la F. {Fregarla vesca^ L.), de la familia de las Rosáceas. CAPITULO TIL Pl^ANTAS TEXT1LK8. IDEA (i ENE RAL. Se llaman plantas textiles las que proporcionan á la industria sus fibras para la fabricación de tejidos, cuerdas, etc. Son las que por an- tonomasia se llaman industriales por el gran número de obreros, que se ocupan en la elaboración de estos productos, en los grandes centros fabriles. Las principales que se encuentran en Filipinas son: el abacá, el algodonero, la pina, el ramio, la pita, el cabo-negro, el bejuco, el pandan, la palma biri y el nito. ABACÁ. El Abacá {Musa textüis^ L.) es planta indígena, muy apreciada por la bondad de su fibra, que constituye uno de los artículos de mayor exportación. Se cultiva preferentemente en las provincias de Ambos Camarines, Albay, Sorsogón y Catanduanes, en las islas de Samar y Leyte, y en menor escala, en Cebú, Mindoro, Marinduque y Norte de Mindanao. En Negros sólo se da bien en la parte meridional, y en Panay se cosecha poco y es de calidad inferior. El filamento se saca de la parte, envainadora de los pecíolos, que en esta planta, como en los plátanos, parecen formar parte del tallo, y se cortan en tiras llama- das sajas. VARIEDADES. Son numerosas las variedades del abacá. En algunas localidades se cuentan hasta catorce, cuyas principales diferencias consisten en el color, que presenta el bulbo y parte inferior del tronco, su mayor ó menor ahij amiento, desarrollo y fortaleza de la fibra. En Albay los prácticos distinguen variedades, según la talla de la planta, forma y magnitud de las hojas, y sobre todo, según el grado de adherencia de la fibra en la saja. Aun cuando los prácticos reconocen por estos caracteres cada variedad, no es tan fácil hacerlo á primera vista, y esto, unido á los distintos nombres, que, según la localidad, reciben, introduce, por el presente, confusión para determinarlas. Necesita esta planta climas húmedos, á no ser que se supla este de- fecto plantando árboles, que, proporcionándoles sombra, eviten er parte la pérdida de agua, que por evaporación sale continuamente por la 584 PLANTAS TEXTILES. 5tí5 aiu-hii supertií'ie do sus hojas, 6 (|uo por medio do sus mices mm pro- fuiulus íitniigan la hinnedad á las í*apas mas su})ertieiales. Ix)3 árboles de ramas elevadas, hojas estrechas y mices profundas, son los que reímen mejores condiciones para este ol)jeto. Los terrenos deben ser frescos, y aun húmedos, aunque sin charcos. Son muy á propósito los arcillosos y algo inclinados 6 de monte. En cuanto á los abonos, los mejonvs son los restos del beneficio d(* la íibra, (jue le devuelven los alimentos sustraídos, y taml)ien las cenizas y todos aquellos que pue- den proporcionar la potasa y sosa, (pie se (Micuentran en bastante cantidad en la planta. Se nudtiplica, generalmente, por retoños 6 hiju(^l()s que nacen al pie de la planta, á los cuales llaman los naturales saj(f. Puede también nuiltiplicarse, y quizá con alguna venüija econó- mica, por tubérculos y semillas; pero se usan raras veces estos dos pro- cedimientos. Para la plantación se utilizan terrenos de monte, de- jando algunos árboles para som))ra al hacer el descuaje, y (quemando los troncos y ramas de los demás. Verificada la incineración, cuando está ya frío el terreno, se siembran ó planüm en hoyos, distantes entre sí \u\ metro y medio ó dos, los hijuelos, y como éstos tardan en crecer, suelen sembrarse algunas plantas en el mismo campo para ahogar las malas yerbas que destruirían el abacá antes de nacer. Para ello la mejor es el camote. Á los tres anos llega la planta á su com- pleto desarrollo, y cuando empieza á aparecer el fruto, es el tiempo más oportuno para el corte, por reunir entonces la fibra las mejores condiciones para el comercio. APROVECHAMIENTO. 'rum])ada la planta se cortan las hojas y parte inferior del tronco, y se separan las pencas ó pecíolos. De cada uno de estos se extrae, con un cuchillo ó hueso afilado, la capa exterior, que es donde se encuen- tra la fibra, y se traslada al camarín para la obtención del filamento. ENEMIGOS. Atacan á esta planta dos insectos, que experimentan su metamor- fosis en el tronco de la planta, y á cuyas larvas llaman los naturales tamiloc y amarog, de unos cuatro centímetros la primera, y de uno y medio la segunda. En la planta atacada se observa un agujero Imstante grande en su parte inferior, la que, tomando un color amarillento, se seca antes de llegar á la mitad de su desarrollo. Por fortuna hasta hoy son pocas las plantas atacadas. PRODUCCIÓN Y PRECIOS. Aumenta de un modo constante la extensión de este cultivo. La fibra producida anualmente en el Archipiélago se calcula en más de un millón de picos. El abacá se clasifica en el comercio: en corriente, de segunda y colorado. El precio del primero, durante los años de 1885 586 FITOGRAFÍA. á 1894, osciló entre 17.12 pesos el kilogramo, que fue el máximo, y 6 pesos el mínimo. Las otras dos clases sufren una dismiiuición, en su valol*, de 25 y 40 por ciento respectivamente, con relación á la primera. Todos los precios se refieren al mercado de Manila, pues en las localidades propias son algo menores. El cultivo del abacá comenzó á adquirir gi-andes proporciones en Filipinas, en 1855, habiendo llegado á constituir el segundo artículo de exportación de las Islas. Dicha exportación se hace principalmente para los Estados Unidos é Inglaterra, y en menor proporción para España, Australia, Singapore y China. ALGODOIÍERO. El Algodonero {Gossypium, herhaceum L.) se cultiva con profu- sión en los Estados Unidos, Argelia, Cuba y Puerto Rico. En Fili- pinas se cultiva en las provincias de llocos Sur é llocos Norte, Unión, Pangasinán y Abra. Las especies cultivadas son el GossyjnuDí lierlxi- ceum y el G. peremie^ de la familia de las Malváceas, y el BoirJjax pentandrimi^ de las Bombáceas. A los dos primeros se les conoce con los nombres de capas y bobuy, y al último con el de capasanglay. Son respectivamente de porte herbáceo, arbustivo y arbóreo. El capas es el único que constituye un verdadero cultivo, y que se destina á la con- fección de tejidos; los demás sólo se encuentran en las orillas de los campos, y su algodón se emplea sólo para rellenar colchonetas y almo- (TLTIVO Y PREPARACIÓN. El algodonero es propio de los climas cálidos, y necesita para su completo desarrollo de 4,500° á 5,000° de calor; la temperatura me- dia debe oscilar entre 14° y 16° centígrados. El terreno debe ser fresco, sustancioso y fácil de trabajar. Preparado el terreno con labores profundas y esmeradas, se siembra cuando no sean de temer los grandes aguaceros, efectuando la operación á golpes, trazando surcos separados 1 metro, y abriendo los hoyos á igual distancia. Termi- nada la madurez de los frutos, son éstos recogidos, y sometido el algodón, en ellos contenido en forma de borra, á una serie de manipu- laciones, para que el industrial pueda aplicarlo á la confección de eji- dos. La primera operación es el asoleo con el objeto de que piérdala humedad, se esponje, y pueda separarse fácilmente el pericarpio ó cascara. Después se separan las semillas de la borra, á la cual están fuertemente adheridas. Esta operación se ejecuta con una pequeña máquina de mano, llamada laddit^ cuyas piezas principales son dos cilindros de madera paralelos que giran en dirección contraria por medio de un manubrio. Colocado el algodón entre los cilindros, pasa la fibra por los mismos, quedando separada la semilla. Con este apa- rato rudimentario un obrero en un jornal de 10 horas sólo obtiene PLANTAS TEXTILES. 587 (lo 8 íí 4 kilogramos de algodón limpio, al paso que con los apamtos usados en las comarcas algodoneras un solo hombre limpia de 150 á 200 kilogramos cada día. Obtenido el algodón, se coloca en mesas de cana ó de bejuco, para que se esponje, procediéndose después al hilado. Los enemigos del algodonero, que merman la producción del algodón son: el curiat ó grillo de los campos, la oruga gris de una mariposa {Noctua siihtet'raned) y la larva del Melolmitha wlgaris,, llamado abaleng en el país. PINA. La Pina {Bromelia ananas^ L.) pertenece á la familia de las Brome- liáceas, cultivada por sus sabrosos frutos y por su fibra textil, que se saca de sus hojas, semejantes a las de la pita. Es originaria de la America tropical, desde donde se extendió al África, á la Oceanía y hasta á Europa. La pina acompaña al café en toda su área geográfica, y aun se remonta en algunas cordilleras á ciertas alturas, á que no le es dado al café llegar. Necesita una temperatura media que no baje de 18^ centígrados. No es exigente en cuanto al terreno, pues prospera en todos, aunque con mejores rendimientos en los sueltos y sustan- ciosos. Se multiplica por semilla, que se siembra en líneas paralelas de 1.25 metros de distancia y 0.25 metros de planta á planta. En las Antillas se cultiva casi exclusivamente por su exquisito fruto, de sabor azucarado, aromático y con alguna acidez debida al ácido málico que contiene y que hace sea algún tanto indigesto. En Filipinas tiene más importancia como planta textil. (OBTENCIÓN DE LAS FIBRAS. Para obtener las fibras se suele cortar el brote terminal, haciendo de este modo que las hojas adquieran mayor longitud y anchura. Cuando éstas están ya bien formadas, antes de la fructificación, se arrancan, y raspadas con un fragmento de plato ó con un instrumento adecuado, se separa la parte carnosa quedando así las fibras aisladas. Después se lavan, se las seca al sol, y se peinan con un batidor común. Clasifí- canse en cuatro clases, según su finura, y se anudan y emplean en tejidos como el abacá. Con los filamentos más finos se confecciona, en toscos telares, un tejido muy delicado y de elevado precio, que sirve para pañuelos, camisas y vestidos. La calidad se aprecia muy bien en Filipinas, donde han llegado á pagarse 20,000 reales por un vestido de pina bordado. RAMIO. El Ramio {Bochemeria nivea ó ittilis)^ llamada en tagalo amiray, es una planta de la familia de las Urticáceas, probablemente originaria de 588 FITOGRAFÍA. Java, Sumatra, ó parte meridional de China. Es una ortiga, como las de Europa, pero sin espinas. Se cultiva por su fibra, qiw forma la trama ó tejido de la parte exterior del tallo, llamada corteza. Alcanza alturas variables, según los climas y terrenos, oscilando entre un 1 me- tro y 2.50 metros. Con su precioso filamento, que rivaliza con el lino, se fabrica, sin duda, el afamado lienzo de Cantón. Á pesar de la buena calidad de sus fibras, no se ha extendido esta planta por lo difícil que es la extracción de aquéllas, que sólo pueden beneficiarse con máqui- nas especiales. En Filipinas sólo se encuentra en las islas Batanes y Norte deLuzón. Existe también la ürtica arhoreHce^h^^ BL. cuya fibra se emplea para el mismo objeto. PITA. La Pita {Agave americana^ L.) es de la familia de las Amarilídeas, originaria de América, y bastante rústica, que se cultiva por sus hojas carnosas, aguzadas y armadas en sus bordes de una fila de ganchos, que proporcionan una fibra textil, con la cual se fabrican delicados tejidos, llamados nipis. En Filipinas se cultiva en pequeña escala y sólo en algunas localidades. Los tagalos le dan el nombre de maguí ó maguey. Se exporta á Inglaterra, China, Japón y Egipto principalmente. CABO-NEGRO. El Cabo-negro {Caryota amista, BL), llamado en el país cauong, pertenece a la familia de las Palmas. La trama de los pecíolos de sus hojas está formada por fibras largas, negras y fuertes, que sirven para hacer cuerdas de excelentes calidades contra la humedad, y de mucha duración, aun en agua salada. Se emplea también en la cons- trucción de tabiques ó dindines. Otras aplicaciones de esta planta las veremos en otro capítulo. BEJUCO. Con este nombre se comprenden varias especies del género Calanms^ que los del país llaman dil-an yantoc, talóla, curag y palasan. Estas plantas trepadoras ó volubles y espinosas, que llegan á adquirir 200 metros y más de longitud, proporcionan al indio uno de los materiales más útiles y de más universal aplicación. Toda la armazón de las casas de caña y ñipa, y gran parte de las de madera, se sujetan únicamente con tiras de bejuco fuertemente entrelazadas, y esta ligadura suple el efecto de los clavos. Los bejucos son las únicas cuerdas que se emplean en los cargamentos, bancas, balsas, etc. Con tiras de bejuco muy finas se fabrican, en algunas provincias, sombreros y petacas, y en muchas localidades, sillas y otros muebles. PLANTAS TEXTILES. 589 PANDAN, BIKI Y NITO. El Pandan {Pandin)Ui< ,sj)¡raJif<^ Bl.) pertenece á la familia de las Pandánea«. Se aprovechan sus hojas para la fabricación de sombre- 1-08 y petjicas, industria que está muy desarrollada en Ijucbán, pro- vincia de Tayabas. Con el mismo objeto se aprovechan las hojas digita- das y sumamente grandes de otra palma llamada Biri {Chrt/phatfmhn- eulifern^ L.). En la misma industria se aprovechan, cortados en tiras longitudinales, los tallos del Nito {Lygodiiun semiha^taMcs^ Del.), que es un helécho de poco porte. CAPÍTULO IV. PIjAÍ^TAS OLt]A(;i?sOSAS. IDEA gí:neral. En este grupo se incluyen las plantas cuyas seniillas contienen can- tidad variable de aceites fijos de Alarias aplicaciones. Nos ocuparemos en el cocotero, sésamo 6 ajonjolí, ricino y maní 6 cacahuete, por ser las que más se encuentran en Filipinas. (OCOTERO. El Cocotero {Cocos nucifera^ L.) es una de las plantas más impor- tantes del Archipiélago, por satisfacer, con sus variados productos, muchas necesidades industriales, económicas y medicinales. En este lugar sólo nos ocuparemos en él como planta oleaginosa, guardando para otros capítulos otras aplicaciones de tan benéfica planta. Per- tenece á la familia de las Palmas y es originario de la India. Existen en Filipinas diferentes variedades del cocotero, sobre todo en Bisayas. Son las principales las llamadas cayumanus, limbaon, dahilí, maca- punó, etc., y se distinguen entre sí principalmente por el fruto. CULTIVO. A pesar de no ser muy exigente el cocotero en cuanto al terreno, pudiendo vegetar en cualquiera, sin embargo, cuando se trata de establecer una plantación, deben escogerse terrenos colorados, mezcla- dos con arena, y mejor si están cerca del mar, por serle benéficas el agua salada y las brisas regulares. No conviene hacer las plantaciones en terrenos elevados, donde los vientos derriban fácilmente muchos árboles. Se multiplica por semilla, que debe ser de fruto perfecta- mente maduro. En Cuba, donde se cultiva con mucho esmero, se hacen las almácigas ó semilleros en terrenos á propósito, prodigando á las semillas muchos cuidados. Aquí los semilleros se forman colocando los frutos sin preparación alguna, de manera que se toquen mu- tuamente, y en tierra allanada donde reciben la influencia del aire. Con ^ste procedimiento la planta tarda un año en adquirir 1 metro de altura. Otro procedimiento más breve consiste en colgar los frutos en los árboles, de modo que queden algo protegidos de la acción del sol, pero expuestos á las influencias atmosféricas; de esta manera sólo tardan cinco meses en adquirir la altura de 1 metro. Al llegar á este tiempo se hace el trasplante en terreno previamente 590 PLANTAS OLEAGINOSAS. 591 limpio y íihiortos los hoyos, cuyo tíimaño varía según las localidades; pero lo iiiojor os (pío tengan 1^ metros eiibieos, en los ti^rrenos sueltos y íuoidontados; de 2 á 3, en las ladems do montañas; y de (K) eentí- nií^tros oú])ioos, en los terrenos bi^jos; guardando las distancias de 8 á 1:^ metros do uno á otro, según sean los terrenos. La plantación dol)o hacerse poco antes do comenzar la época de las lluvias. Hecha la plantación, no so rocpiioren otros cuidados (pie limpiarla de las malas yerbas, destruir los insectos íi otros animales dañinos, cortar las hojas secas, y en algunos casos, dar á la planta algíin riego duranle los primeros anos, caso do prolongarse la sequía. Es nuiy conveniente cultivar durante los primeros años alguna otra plantel, como el mongo, maíz íi otras de secano, entro las filas de los cocoteros. A los siete años, en buenos terrenos, comienza la producción del cocotero; tardando diez ó doce en los malos ENFERMEDADKS. Las enfermedades del cocotero proceden, ó de fenómenos atmosfé- ricos, ó do animales, ó do plantas parásitas. Entre los primeros cuén- tanso la humedad excesiva, sobre todo cuando el agua queda enchar.- cada. la sequía prolongada, los vientos fuertes, los temblores de tierra, que* producen tal desequilibrio en las funciones vegetativas del árbol, que ordinariamente, á poco de verificarse dicho fenómeno, se desprenden muchos frutos por falta de vegetación. Entre los animales, además de los cuervos, ratas y murciélagos, que causan no poco daño, destruyen el cocotero las langostas que devastan, á veces, no sólo el limbo coriáceo de las hojas, sino hasta los nervios leñosos; los bábuyes ó cerdos, cuando el árbol es joven; los coleópteros Ehyncoplwra ochrea- tus y B. Pascha^ llamados en Bisayas bagangán, los cuales pene- trando en la yema terminal, única que posee la planta, concluyen con ella en pocos días. Se combaten estos últimos enemigos echando en el agujero, donde se hallan, ceniza, arena ó una infusión de hojas de tabaco. Entre las plantas parásitas merece especial mención un hongo, denomi- nado Uredo cocivora. Este hongo microscópico se presenta en la yema terminal de la planta, destruye las sustancias que constituyen la parte más importante del tejido propio de su órgano más delicado, apropián- dose sus elementos nutritivos, operación que lleva á cabo en poco tiempo, atendiendo á la procreación por millares de esporos. El mejor tratamiento consiste en derribar los árboles enfermos ó sospechosos, cortar y quemar el trozo infecto para evitar que se propague el mal. COMPOSICIÓN QUÍMICA. La almendra del coco contiene, según el análisis de Buchwer: agua, 30.70 por ciento; estearina y oleína, 46 por ciento; albúmina con sulfato de cal y azufre, 4.30 por ciento; sales de potasa y otras, 11 por ciento; y fibra leñosa insoluble, 8 por ciento. 592 FITOGRAFÍA. RECOLECCIÓN. La recolección del fruto se verifica cada cuatro meses. \ai coiulucción del fruto al mercado, depósito ó fábrica de aceite, se hace en A'chícu- los propios del país, y si es posible por agua, formando una como balsa de los mismos cocos, y sin más que una cuerda alrededor, para (jue no se separen. El conductor va encima de (»sta balsa d(^ cocos. APROVECHAMIENTO. Destinado el coco á la fabricación del aceite se le quita á cada fruto por ambos extremos un disco de la primera corteza llamada ho?)of^ y para separarle se clava el fruto en una punta cónica de hierro, fija en una pieza de madera, y haciendo fuerza de palanca se desprende fácil- mente. La segunda cubierta, que es de consistencia córnea, se parte en dos mitades ; y por último se rolla la carnosidad adherida interior- mente á las mismas por medio de una cuchilla semicircular, fija en un soporte de madera ó valiéndose de una esfera erizada de puntas de hierro, colocada al extremo de un eje, que dispuesto horizontalmente sobre sus soportes, gira por medio de pedales. Extraída de este modo la carnosidad del fruto, se deposita en una grande artesa de madera, que lleva un agujero en el fondo, para que destile el aceite, el cual fluye por sí solo por la simple exposición al sol. Pero este procedimiento es muy largo, pues se necesita un mes ó más para extraer todo el aceite, que es, por otra parte, muy imperfecto, porque pudriéndose las sustancias extrañas, que el líquido arrastra, le comunica un color oscuro y lui olor insoportable. Mejor y más general es el procedimiento de extraer el aceite por medio del fuego. Para ello se coloca la carne del coco en recipientes á propósito, como cauas ú otros, se hace hervir en hornos especiales ó simplemente poniendo debajo de las cauas un combustible lento, y con un cazo se van quitando las espumas y cuerpos extraños. También se suele prensar la carne, con lo cual se obtiene mayor cantidad de aceite. Si los cocos son buenos y la operación se hace con esmero, con treinta de ellos se pueden obtener 5 litros de aceite. Este aceite lo emplea el indio para sus condimentos, y como purgante cuando está fresco. En todos casos sirve para el alumbrado y para la fabricación de jabones. Tanto en Filipinas como en Europa se emplea en perfumería. SÉSAMO. El Sésamo ó Ajonjolí {Sesa7mmi orie?itale, L., ó S, ¿ndtctim, DC.) es una planta de la familia de las Sesámeas, conocida en Oriente desde la más remota antigüedad, y cultivada actualmente en todos los países meridionales. Las semillas de esta planta contienen hasta un 53 por ciento de aceite fijo, de sabor dulce, que tarda mucho en enranciarse, y muy parecido al de olivas, aunque más insípido que éste, al que suele PLANTAS OLEAGINOSAS. 598 mezclarse pam adulterarlo. En Egipto, Japón y algunos países orien- tales se usa en los guisados al igual que la mantiH*a de puerco y aceite de oliva. Es excelente paní la saponiticación, y bajo este concepto es objeto de un comercio importante entre Europa, Egipto y los países orien- tales. También se usa como cosmético y pam la preparación de enuil- siones medicinales. Las tortíis que resultan después de la extracción del aceite se emplean como al)ono de las tierras y como alimento nmy eficaz para engordar los ganados. Del cultivado en el Archipiélago sólo se exporta una pequeña cantidad. Estji plantíi necesita para su completa madurez cerca de 3,00(^^ de temperatura, por lo cual requiere climas templados y sitios resguardados de los vientos fuertes; prefiere los suelos de aluvión ó sílico-arcillosos, siempre que sean medianamente fértiles y susceptibles de riego. Se siembra de semilla y á voleo, y una vez sembrado sólo requiere la aclaración de las plantas, cuando éstas tienen de 12 á 1(5 centímetros de altura. La recolección, que debe hacerse con nuicho cuidado para evitar (|ue se desgrane, se verifica cuando los tallos comienzan á desecarse y á tomar un color amarillento. LUMBÁN. El Llmbán {Aleicrites triloba^ Bl.) es una planta de la familia de las Euforbiáceas, cultivada por el aceite que se extrae de sus semillas. Es éste de buena calidad, excelente para la pintura, y se emplea en el alumbrado y para calafatear embarcaciones. Las tortas que quedan después de prensado el fruto se emplean, generalmente, como abono en las plantaciones del buyo ó betel. El aceite de lumbán se exporta á China. RICINO. El Ricino {Bicinus comnmnis^ L.) es planta originaria de la India, correspondiente á la familia de las Euforbiáceas, conocida también con el nombre de higuera infernal, y con el de tangantangan por los tagalos. Se cultiva por sus semillas, que producen un 40 por ciento de aceite purgante, de uso muy general en medicina, y que pudiera servir asimismo para el alumbrado. También se extrae el aceite de las semillas del árbol, llamado entre los tagalos tuba, en Iloílo casia y en llocos tavatava {latropha curcas^ BL), de la familia de las Euforbiá- ceas. Este aceite es algo encarnado, y de suma utilidad para el alumbrado. MANÍ. 4 El Maní ó Cacahuete {Arachis hypogcea^ L.) es planta herbácea de la familia de las Leguminosas, originaria de la baja Guinea, de donde fué transportada al Brasil, y hoy día se cultiva en toda la América, en la parte meridional de Europa, en Asia y en la Oceanía. El cultivado en este Archipiélago procede del Brasil. Á. fines del siglo 22823 38 594 FITOGRAFÍA. . pasado la llevó de Filipinas á Valencia, donde está dando muy l)uenos resultados en la fabricación del aceite, el canónigo D. Francisco Tabares de UUoa. En este Archipiélago se cultiva en escasas proporciones y solamente para comer sus semillas y como forraje para los ganados. Esta planta ofrece una particularidad notable. Fecundado el ovario, su estípite, que es corto en un principio, se prolonga poco á poco, y encorvándose el tierno fruto hacia el suelo, se introduce en él, y allí termina su maduración á varios centímetros de la superficie terrestre. De esta singular manera de verificarse la maduración le vino el nombre específico de hypoyoea^ que en griego significa debajo de tierra. APLICACIONES. La más importante aplicación del maní es la extracción del aceite fijo de sus semillas, que como tienen la buena calidad de no alterarse en mucho tiempo, se conservan fácilmente sin temor de que se enrancien. Si los climas son á propósito y el cultivo esmerado, como en Valencia y Málaga, y sobre todo en las Antillas, llega á conseguirse de sus semi- llas la mitad de su peso en aceite; pero en el cultivo ordinario no da más del tercio de su peso. Es lástima que en este Archipiélago, de clima tan á propósito para esta planta, no sea más esmerado y extenso su cultivo. El aceite que suministra el cacahuete es ñúido, amari- llento, sin olor, y de sabor algún tanto dulce, en lo cual consiste su inferioridad respecto del aceite de olivas. En el extranjero se emplea para la preparación de aceites de tocador, para la elaboración de jabones blancos y para engrasar máquinas. El residuo de la obtención del aceite, con la mitad de su peso de harina de trigo, se emplea para fabricar pan, y con cacao para chocolate de buenas condiciones alimenticias. CAPÍTULO V. PliAXTAS TINTÓREAS Y FÉCI IíAS. PLANTAS TINTÓREAS. IDEA GENERAL. Bajo esta denominación se comprenden aquellas plantas que sumi- nistran á la industria todos ó parte de sus órganos para la preparación de tintes. El cultivo de estas plantas ha disminuido nmcho á conse- cuencia del descubrimiento de las anilinas, que hoy día tanto se emplean en la industria. Las principales especies utilizables en Filipinas son: el añil, sibucao^ alazor, bacanan, aguisip, bancuro, salicsican y otras. AÑIL. . El Añil {Indigofera tinctoria,, L.), planta perteneciente a la familia de las Leguminosas, es originaria de la India, la cual, aunque se encuen- tra silvestre en muchas partes, se cultiva, no obstante, por el jugo que se extrae de sus hojas y tallos tiernos, los cuales proporcionan una materia tintórea de color azul, debido a la indigotina, de mucha aplicación y que corre en el comercio con el nombre de añil. El índigo ó añil se da en buenas condiciones en América, en las repúblicas del Salvador, Guate- mala, Méjico, Honduras y en las Antillas; en algunos países del África que están bajo el protectorado de Inglaterra, Portugal y Alema- nia; en Asia, en el Indostán \ en la Indochina; en la Oceanía, en el Archipiélago de la Sonda, en Australia y en las Islas Filipinas. Las principales provincias filipinas productoras del añil son: Bataán Batangas, Bulacán, Laguna, Pangasinán, Pampanga, Zambales, llocos Norte é llocos Sur (esta última en tanto grado que iguala cuando menos á todas las demás juntas). Además de la especie citada, se encuentran en Filipinas la Indigofera trifoliata^ la L trita^ la I, hirsuta y otras. El añil, llamado tayum por los tagalos, es una planta cubital, de unas hojitas muy menudas y redondillas, cuyos extremos tiran á colorado; da muchas vainillas pequeñas y delgadas, llenas de semillas, con las cuales se propaga por los campos. Aunque esta planta vive en países templados, los cálidos y húmedoSp pero no pantanosos, le van mejor y pueden obtenerse en ellos dos ó tres cortes al año, mientras que en los templados únicamente, puede darse uno. El primer corte se da, cuando ha recibido 2,400° de temperatura. Los terrenos más á proposito son 595 596 FITOGRAFÍA. los sueltos y profundos, porque los órganos subterráneos de esta planta se ramifican poco, y la raíz central se alarga y penetra pro- fundamente en el terreno. Por este motivo las tierras de aluvión, que se encuentran junto á los ríos y riachuelos, y las cercanas á los montes son las más favorables, sobre todo si abunda en ellas el man- tillo. No conviene que baya árboles que estorben la acción de los rayos solares. Con estas condiciones, el jugo de las hojas y tallos tiernos, blanco-verdoso, es más abundante, y más fácilmente pasa á verde, y después á azul por ligera fermentación en contacto con el aire. Debe ararse la tierra con alguna profundidad y adicionarle abonos, tales como los residuos de la fabricación del añil y otros, que contengan materias orgánicas nitrogenadas, sales alcalinas, fosfatos y cal, cuales son las basuras, estiércoles y cenizas. La siembra se hace á voleo ó en líneas, y es preferible este segando procedimiento por ahorrar semilla y facilitar las escardas y riegos. Cuando el añil tiene un mes, se limpia el terreno de malas 3"erbas, que, además de robarle sus alimentos, le privan de la luz y ventilación, que tanto necesita. Como la materia colorante se extrae principalmente de las hojas, la recolección se verifica cuando éstas han llegado á su com- pleto desarrollo y antes de la formación de los frutos. El añil en las hojas es incoloro y está disuelto y formando parte de los jugos de las mismas. Extraído de la planta toma un color blanco-amarillento, se va transformando sucesivamente en amarillo-verdoso, verde y verde- azulado, á medida que se expone á la acción del aire, y por fin se vuelve insoluble y adquiere el color azul que le caracteriza, precipitándose en el fondo de las vasijas, á las treinta hoias de extraído el jugo de las hojas. ^ APLICACIONES. El añil se usa para teñir los hilos y tejidos de algodón, seda y lana, y para dar color á las maderas, papel, etc. En el comercio hay índigos de varias calidades que son diversamente apreciados. El de Filipinas figuraba en el mismo lugar que los de Coromandel y Madras, que eran los más estimados, después de los de Bengala. Pero á causa de las mistificaciones de los especuladores, mayormente chinos, que mez- clándolo con otras materias lo han desacreditado, ha sufrido deprecia- ción en los mercados. Sostiene con todo un regular comercio de exportación con China, Japón y Singapore. SIBUCAO. El SiBUCAO {Ccesalpinia sappana^ L.) es árbol de la familia de las Cesalpíneas, cuyo tronco leñoso produce una materia roja, semejante al campeche; que se emplea para teñir la lana y el algodón. Es muy abundante en los bosques de Filipinas donde hay sibucaos muy preciosos, ^ Para la fabricación del añil véase el tratado iii, parte 3*, cap. i, p. 291. PLANTAS TINTÓREAS Y FÉCULAS. 597 que dan un color más esmemdo que el palo del Brasil. Se i'eproducen natumlmente por las semillas que de sus vainas caen en tierra. Se explota en el Archipiélago en cantidad bastíante considerable, y es un importante artículo de exportación, que se envía sobre todo á China í Inglaterra. Los chinos lo emplean para teñir las sedas, damascos, y otros géneros que se fabrican en China: y aun remedan con el el tinte de la grana, aunque no es de color tan estable ni de tíintii duración. ALAZOR. El Alazor {Cartamus f¡7}et(yru(s, L.) es planta de la familia de las Compuestas, llamada también azafrán bastardo, y en el país birí. Se estima y cultiva por sus esümibres que tienen tres princi- pios colorantes: dos amarillos solubles en el agua y de escaso valor, y otro tercero rojo, soluble en los álcalis, y de mayor importancia. Sirve también para talsiíicar el azafrán. AGUISIP Y BANCURO. El Agüisip {MelaMoma j^olyanthnm^ Bl.) y el Bancuro {Mor inda tlnctoria) son dos árboles de la familia de las Melastomáceas y Rubiá- ceas respectivamente, que aprovechan los naturales para extraer de la corteza del primero y de la raíz del segundo una materia tintó- rea de color encarnado muy subido, con que tiñen las mantas blancas de abacá, llamadas jpinayusa^. Para obtener el tinte del bancuro «e arranca la corteza de la parte superior de las raíces gruesas, y ponién- dola á secar se reduce después á polvo ñno. En este estado recibe el nombre de niño ó culit. Así describe el P. Delgado, S. J., la opera- ción de las pinayusas: Es una obra muy prolija y delicada la de los cuadritos blancos que tienen; puestos unos sobre otros forman unas pinas de mucha curiosidad y primor; pues cada uno de los cuadritos, antes de teñirse, se va amarrando con una hebra de abacá, que por ser tantos y todos con orden, se requieren en cada manta innumerables amarrados, á los cuales llaman puyus en su idioma. Una vez amarrados todos los cuadritos, ponen el tinte en las mantas, añadiéndoles un poco de cal, y después que han tomado el tinte, desatan todos los puyus, y por no haber penetrado el tinte en los cuadros, que no amarraron, todos quedan blancos formando las labores sobre el colorado, y así quedan con el nombre de pinayusas. Estas sirven á los mismos naturales para pabellones, cortinas y otros usos y adornos de sus casas. BACAÜAN. El Bacauan (BMBophora tinctoria^ L.), planta de porte arbóreo, de la familia de las Rizof oreas, constituye la masa principal de los man- glares, que revisten comunmente las costas del mar y las desemboca- duras de los ríos, formando bosques muy espesos é impenetrables, refugio de mosquitos, aves acuáticas y animales marinos. Además de usarse mucho para leña, de su corteza se extrae una sustancia tintórea de color encarnado. 598 FITOGRAFÍA. BALANTÍ Y CüMALÓN. El Balantí {Homolasthus jpopuUfolius^ Grah.) y Cumalón {Dios- pyros cumulon^ DC.) son dos árboles de la familia de las Ebenáceas, cuyas cortezas secas y reducidas á polvo dan un color negro, con el que suelen teñir sus cosas los indígenas. SALICSICAN y OTRAS. El Salicsican {Morinda muhellata^ L.) es una especie de niño ó bancuro silvestre, de cuyas raíces extraen los naturales una materia de tinte colorado que emplean de varias maneras. Son muchas las plantas, de las cuales el indio saca alguna materia tintórea. Del árbol llamado Bagolibas, aprovechan la corteza para teñir cual- quier género de mantas, de muy fino color leonado. Con la corteza preparada del llamado Dayagao retiñen los colores de las mantas, sean negros, amarillos ó colorados, dándoles más lustre y estabilidad. Los llamados Belolo, Dugna y Hagur son muy usados por los pescadores para teñir y fortificar sus redes, las cuales toman un color algo morado, que las preserva de que se pudran con facilidad. El Ananaplas {Alhiz- zia jjTocera^ Benth.), de la familia de las Leguminosas, les sirve para teñir los cueros que se destinan á la fabricación de baquetas, suelas y sillas de caballo. FÉCULAS. IDEA GENERAL. Se llaman féculas unos hidratos de carbón que existen en muchas plantas, cDnstituyendo uno de sus principios inmediatos más abun- dantes. Se encuentran sobre todo en las semillas de los cereales y legumbres, en los tubérculos, en el tallo de varias palmeras, en las raíces de algunas euforbiáceas y en otras muchas plantas, en diferentes partes de su organismo. Según su procedencia toman diferentes nom- bres: el del trigo y demás cereales, se llama almidón; el de la patata y otros tubérculos, fécula, la cual suele tomarse como sinónimo de almidón: el de la yuca, tapioca; el de la palmera, sagú, etc. Aquí nos ocuparemos en aquellos vegetales, que los indígenas aprovechan para la extracción del mencionado principio, que constituye un alimento muy nutritivo y de fácil digestión. yuca. La Yuca ó Camoteng-cahoy {latropha manihot^ L.) es una planta herbácea de la familia de los Euforbiáceas, propia de climas intertro- picales y notable por sus raíces alimenticias, abundantes en fécula amilácea, conocida con el nombre de tapioca, cuyas buenas cuali- dades alimenticias son bien conocidas. En las Antillas, donde la llaman yuca, se cultiva con esmero. La yuca ó camoteng-cáhoy. PLANTAS TINTÓREAS Y FÉCULAS. 599 como la llaman los tilipinos, se da bien en los climas templados y cáli- dos, en terreno sustancioso no bajo, arenoso y suelto, á tín de que el desarrollo de la raíz se verifique con libertad, y \iov esta razón las labores han de ser de cuatro ó cinco rejas, dejando al final surcos rectos y paralelos, á 1 ó 2 metros de distancia, para la desahogada vege- tación de cada planta. Se multiplica por trozos del tíillo semileñoso, que lleva nudos con yemas, los cuales se colocan horizontalmente en los surcos con la separación antedicha y se cubren con 9 ó 10 centí- metros de tierra. Las raíces del camoteng-cáhoy adquieren un volumen considemble, y cuando están todavía frescas contienen un jugo lechoso, que es vene- noso, pero la sustancia que le conumica las propiedades deletéreas, es muy volátil, y desaparece por la cocción ó por la simple exposición al aire durante veinticuatro horas, dejando el residuo del jugo lechoso completamente inofensivo. El principio venenoso, según varios quími- cos, es el ácido prúsico ó cianhídrico en pequeñísimas proporciones y en un estado de difusión tal que no puede desarrollar los instantáneos efectos de cuando está concentrado. Para servirse de la raíz del camo- teng-cáhoy, como alimento, es preciso lavarla, rasparla y someterla á una presión bastante fuerte para hacer salir el jugo. La materia que queda después de estas operaciones es la harina de tapioca. Sacada de la prensa, se la somete al calor de torrefacción sobre una plancha caliente, removién- dola continuamente. La fécula de tapioca es muy nutriva; hay quien asegura que medio kilogramo diario basta para la alimentación de un hombre. Es de color blanco, algo amarillento, sabor dulce y empala- goso, y consistencia un poco granuda. En medicina es apreciada por su fácil digestión y se da en forma de papillas á los niños. SAGÚ ó ARROW- ROOT. Llámase también maranta, y en Filipinas tagbactagbac. Pertenece á la familia de las Marantáceas, de la cual se conocen dos especies: la Ma- rantlta indica y la M, arundinacea; ésta, originaria de América, y aquélla, déla India. Ambas son importantes por sus raíces, de las cuales se extraen las féculas amiláceas conocidas con los nombres de arrow-root y sagú. La segunda es objeto de un cultivo importante en las Antillas y en la parte meridional de los Estados Unidos. Es planta herbácea, de 1 metro de altura, y de hojas lanceoladas de más de 15 centímetros de longitud, parecidas á las del plátano, hasta en el modo de arrollarse. La parte subterránea del tallo se va adelgazando gra- dualmente hasta el punto de inserción de un tubérculo prolongado hori- zontal, carnoso, blanco, cuyo tejido contiene mucha fécula y es, al parecer, un rizoma. De este rizoma parten brotes largos inflados hacia la extremidad, la cual sale del suelo, después de recorrer aquéllos^ por debajo del mismo, un trayecto de 2 á 3 centímetros. La fécula se extrae del rizoma indicado. 600 FITOGRAFÍA. Se cultiva con éxito en todos los terrenos, siempre que éstos sean sueltos, ligeros y medianamente húmedos. Los abonos más conve- nientes son los estiércoles, sirle y cenizas. Se multiplica por brotes que se colocan en hoyos separados unos 60 centímetros, porque cada mote da muchos tallos. A los 6 ó 7 meses puede recogerse, sin más cuidados que las escardas que se juzguen necesarias. BURÍ. La palma Burí {Corypha umbraculifera^ L.) es tan célebre en todo el Archipiélago, que da nombre á la isla de Burlas, donde se produce en abundancia. Hállase también en todas las demás islas, aunque en unas con más abundancia que en otras, según la calidad de los terre- nos. Pertenece á la familia de las Palmas, se cría muy alta y her- mosa, y adorna su cabeza con un penacho muy copudo de hojas, de un color muy verde, siendo las nuevas de extraordinaria blancura. Se da en todas partes espontáneamente, sin que ninguno de los naturales la siembre ni cultive; sus hojas son muy grandes y diferentes de las del coco, pues éstas son al modo de un abanico, y penden de un solo pie. Es la palma burí una de las más provechosas á los naturales. Tarda muchos años en dar fruto y cuando lo produce, está 3 a cercana á morir. El fruto que lleva son unos racimos, que nacen en el mismo cogollo ó cabeza de la palma, llenos de una frutilla redonda, como una avellana, pero no es comestible. APROVECHAMIENTO DE LA FÉCULA. Para beneficiar la fécula se corta la palma por el pie, se saca todo el corazón de ella, que es muy blando, y se pone en cascos de barato ó artesas, en remojo, con la cual infusión se le quita alguna amargura y aspereza natural que tiene. Batida y sacudida con unas paletas, queda aislada la fécula en forma de granitos muy finos; después se cuela, se seca, y se hace una harina muy sustancial, sabrosa y buena, denominada en la industria y comercio fécula de sagú. Entre los naturales suple la falta de arroz y de otros mantenimientos, principalmente en las islas de Burlas, Masbate y Bohol, donde hay abundancia de estas palmas en las cuales tienen cifrado todo su sustento. BAGSANG. La palmera Bagsang {Metroxylon Rumphii^ Mart.) es muy común en Bisayas, y muy útil para los indígenas, los cuatíes ni la cultivan, ni la siembran, sino que ella por sí misma se multiplica con las frutillas que produce, y también por los retoños que nacen en su pie. Vive generalmente en las orillas de los ríos y esteros, ó en partes húmedas y sitios próximos á las fuentes. Muchas son las utilidades PLANTAS TINTÓREAS Y FÉCULAS. 601 do esta planta en todoy tiempos, principalmente cuando ha}' hambre y falta de arroz ó de otros manjares. APROVECHAMIENTO DE LA FÉCCLA. Para beneficiarla se corta por el pie, y se lo quita la corteza, llamada haj(\ (|ue sirve nuicho paini usos domésticos. Del corazón de dicha palmera se hacen rajas, las cuales se secan al fuego, y luego se guardan para sustento en las necesidades. Después se pilan en pilones reducién- dolas á una harina feculenta nuiy nutritiva. También se hacen tortillas ó gachas, que con leche de coco son muy sabrosas y saludables. LUMBIA. La LuMBiA ó LuMBAY {Mctroxi/hm f11 La pi-í^panuioii del t(U'rono, quo debo ser uiiiy profunda y esniemda, se hac(> eon tr(\s labores de arado, mediando algunos días entre ellas, para la buena nieteorizaeión del suelo, y se complete la preparación con una labor de grada y arranque de malas y(^r])as, de manera quo que- de limpio y perfecüimente mullido. La siembra del tnbaco se hace en almacigáis 6 semilleros, (estable- cidas en un terreno llano, limpio y abonado con esmero. Las semi- llas, escogidas por su procedencia acreditada, se esparcen á voleo, mezcladas con arena fina, en los canteros, quo se hacen de un metro de ancho, dejando entre ellas espacio suficiente pai'a las escardas y otros cuidados culturales. Cul)iertiis las semillas con una ligera capa de tierra, se comprime esta un poco y se riega, repitiendo esta opemción con alguna frecuencia hasta qu(^ las matas estén crecidas. Los canteros d(^lxMi estar debajo de una empalizada cubierta con ramajes ó yaguas, quo (viten el sol directo, pero sin estorbar la ventilación. Cuando las matas presentan cuatro hojas, se (^uita la cubierta para que se desarro- llen con vigor, y seguidamente se procede al trasplante, que se hace á camellones, sc^parados como 60 centímetros unos de otros. Cuando comienza la florescencia, desarrolladas diez ó doce hojas, se cortan los ])rotes ó extremidades de los tallos, á lo que se llama desbotonar, para que la savia afluya á las hojas y las nutra con vigor. kp:c()leccióx. L:i recolección se hace cuando la planta está en sazón, y este estado, que es de suma importancia para la buena calidad del tabaco, se conoce por las hojas que se vuelven amarillentas, se arrugan, se inclinan y presentan una melaza pegajosa más ó menos notable, según la abundancia ó escasez de las lluvias durante el período de la maduración. Reconocido el buen estado de las hojas, se procede al corte, que puede practicarse ó cor- tando los tallos por su base, lo que no es buen sistema, ó recolectando las hojas una por una á medida que se marchitan, ó formando man- cuernos de dos ó tres unidas por una porción de tallos comenzando por las do abajo. Después se clasifican por su tamaño y calidad, dejándolas en el suelo el tiempo necesario para secarse. Verificado el oreo se engan- chan en varas ó cujes, que se colocarán pendientes de cuerdas en la casa de tabaco, sin que le dé el sol, pero sí expuestas á una buena ven- tilación, por medio de ventanas ó puertas á los cuatro vientos, que se abran ó cierren, según convenga. ENFERMEDADES. El taoaco sufre algunos perjuicios por diversos insectos que'le atacan. Entre ellos los más terribles son el llamado cogollero, que se origina de una mariposa blanca, y se llama así porque crece y se desarrolla en el cogollo, y se alimenta del mismo, royendo y agujereando las hojas; el gordo, que es un gusano grueso y negro que roe el pecíolo de las 612 FITOGRAFÍA. hojas, cortándolaH y haciéndolas caer; el cachasado, que vive y se oculta durante el día en las raíces; el primavera, muy voraz, que tam- bién ataca al tomate; las babosas y otros pequeños animales, que no son menos terribles. ('OMPOHTCrÓX (il'ÍMICA. La composición química del tabaco es muy compleja y variable, según la clase y procedencia de los tabacos que se examinen. Vauquelín y otros químicos, que le han analizado, han encontrado en él sustancias mine- rales (sílice, potasa, cal, magnesia, amoníaco y ácidos, como el nítrico, clorhídrico, fosfórico y sulfúrico), cuerpos neutros orgánicos (celulosa, cera ó grasa, resinas amarilla y verde y materias azoadas) y un alca- loide volátil llamado nicotina, que es una sustancia oleaginosa, incolora, de olor y sabor picante y soluble en el agua, alcohol y éter. Este al- caloide se encuentra en el tabaco desde 1.5 á 9 por ciento, según las clases y procedencias; y es digno de notarse que los tabacos mejores y de mejor nombradía son los que tienen menor cantidad de nicotina. El Dr. Lebón ha señalado la presencia de un nuevo alcaloide en el tabaco, la colidina, tan venenosa como la nicotina. Esta última es muy enérgica; en poco tiempo determina el envenenamiento de los animales, pero su actividad es nmy debilitada en la planta misma, por su mezcla con otras sustancias menos activas ó enteramente inactivas y por el agua de vegetación. Se obtiene por destilación de la esencia del tabaco, ó sea, de la nicotiana con la potasa. CAFÉ. El Café {Coffea arahlca^ L.) es una planta, como la anterior, nmy importante en el Archipiélago Filipino. Pertenece á la familia de las Rubiáceas y es un arbusto de dos á tres metros de altura, de hoja per- manente, flores blancas, fragantes, que parecen jazmines, con cinco estambres, y agrupadas en las axilas de las hojas. El fruto en baya, oblongo, carnoso, parecido á las cerezas, de verde claro, se convierte en rojo intenso, cuando llega á la madurez. niSTOKIA. Esta preciosa planta es originaria de la antigua Etiopía, ho}^ Abi- sinia, y toma su nombre de un lugar llamado Kaffa, en donde se da muy bien y en abundancia. De esta región se extendió por el interior del África, hasta las fuentes del Nilo Blanco. En el siglo xv se pro- pagó por el reino de Yemen, en la Arabia Feliz, y fué durante mucho tiempo patrimonio exclusivo de los árabes, quienes conociendo su im- portancia, llegaron hasta imponer pena de muerte al que intentase trans- portar al extranjero alguna planta de este útilísimo árbol. La ciudad de Moka, aunque ni en dicha ciudad, ni en sus inmedaciones existen cafetales, era el emporio de este producto. En el siglo xviii, á PLANTAS AROMÁTICAS. 613 pesar de las prohibicioues de los árabes, y de enconti'arse los cafetales á más de 25 leguas de Moka, á donde aportaban las naves europeas, el holandés Van Korn, presidente de las Indias Orientíiles, á riesgo de su vida, logró con dádivas algunos pies de café, qu(^ transportó á Bata- via; y Mr. Ressons, oficial de artillería francesa, llevó de Holanda á Francia un pie de estíi planüi, que Luis XIV mandó poner en el Jardín Botánico de París; pero, aun cuando llegó á florecer, se p(»rd¡ó, y entonces Mr. Brancas, en 1714, importó otra planta, que el Rey prote- gió y ésta dio origen á todos los cafetíü(\s americanos. De las plantas cultivadas (mi el Jardín Botánico de París, el capitiin, Mr. de Clieux, tomó tres para llevarlas á la Martinica, con la esperanza de propagarlas y de enriquecer con un mievo cultivo las <*olonias fran- cesas. La travesía fué peligrosa, hasta el punto de escasear el agua y de tener que poner el pasaje á media ración. Mr. de Clieux, com- prendiendo los inmensos ])eneficios que podían resultar de la comisión que s(^ 1;^ I::ibía conferido, tuvo la abnegación de privarse del agua para que no faltase á sus plantas, á pesar de lo cual, perdiéronse dos de las tres que llevaba, y una sola llegó viva á la Martinica. De ésta es de donde han salido las vastísimas plantaciones que hoy existen en las Antillas y en todas las regiones del continente americano. En 174:8 se introdujo el café en Cuba por D. José Antonio Gilabert, empleado de Hacienda, (^ue trajo la semilla de Santo Domingo. A lines del siglo pasado los misioneros espaííoles trajeron el café al Archipiélago Filipino, donde se cultivó, primero en la Laguna, y des- pués se propagó natural, fácil y rápidamente por medio de un pequeño mamífero {ParadoxuruH niumugd^ L.) que, aliméntadose de las bayas maduras, expele los granos no digeridos, pero aptos para la germinación. Quedó con todo paralizada la producción á pesar de los premios que se otorgaban á los cultivadores. Actualmente, gracias al precio del café y á la mayor facilidad para (v:: )ortarlo, empieza á tomar vuelos su producción. ESPECIES Y VAKIEDADES CULTIVADAS. Aun cuando existen diferentes especies del género Coffea^ sólo cuatro merecen conocerse, por ser sus granos los que constituyen los diversos cafés del comercio, tales son : Coffea arahíca ó café común ; Coffea racemosa ó café del Perú, muy análogo al anterior; Coffea Imirinea^ procedente del África; Coffea Uheriana ó café de Liberia, más robusto y de hojas más largas que las del café común. Las variedades cultivadas casi todas proceden de la primera especie (Moka), que es la que más calor necesita, y son: el café mixto, muy generalizado en Cuba, cuyo grano es de excelente calidad; el café bastardo, que se produce en grande escala en el Sur del Brasil, 3^ es el que requiere menos calor; el café Edem, variedad que se cultiva en la isla de la Reunión; y el café cimarrón ó silvestre, que se (*ría en los montes, y es de grano amargo. 614 fitografía. En Filipinas las provincias más productoras de cafe son: Patangas, Laguna, Tayabas y Cavite, en Luzon; y los distritos de Cotabato y Misamis, en Mindanao. CULTIVO. El cafe requiere climas cuya temperatura media sea de 16'^ á 24'" cen- tígrados, de modo que el cafe es uno de los vegetales que más calor necesita, por lo cual no prospera a cierta altura de las cordilleras de Asia, África y América, donde pueden sobrevenir las heladas. En las localidades, donde obran simultáneamente el calor y la humedad, la vegetación es más fértil y lozana, y se manifiesta bajo más variados aspectos. - En los climas cálidos vegetan bien los cafetos, pero necesitan ser favorecidos por la sombra de otros árboles apropiados; en los templados viven mejor y sin abrigo. Él terreno más á propósito es el ligero y húmedo sin ser pantanoso, exento de sales y mezclado con piedras y restos volcánicos. En las tierras bermejas algo arenosas y en las negras, sin mucha arcilla ni excesiva alúmina, prospera bien. La preparación del terreno consiste en dejarlo bien limpio, si el te- rreno fuese virgen, y en darle dos ó tres rejas profundas y pasar la grada, si fuese de antiguo desmonte, abonándolo con mantillo, ó estiércol, ó con habas verdes. La siembra puede hacerse de varias maneras, pero las mejores son las de semilla en almáciga y las de postura. Las almácigas ó semilleros se hacen en terreno de sombra, bien labrado, limpio y abonado, em- pleando semillas bien maduras y recientes sin quitarles la corteza inte- rior. La siembra se hace arrancando las matas cuando tengan ya tres ó cuatro raíces, con el cuidado necesario para que no pierdan el cepellón, llamado mota ; y aun cortarle en parte la raíz central en el momento del trasplante. También se puede verificar esta operación con matas ya cre- cidas de 40 á 50 centímetros, cortando la parte superior del tallo y tam- bién la raíz vertical, apretando la tierra al pie y dando seguidamente un riego. El terreno á que se trasladan las plantas de la almáciga, debe estar preparado y con ho^^os abiertos de N. á S., en líneas paralelas dis- tantes entre sí unos 2.50 metros. Los cuidados culturales se reducen á tener limpio el terreno é intercalar árboles para la sombra. En Fili- pinas se emplea para este objecto el árbol denominado madre-cacao, pero hay quien aconseja el uso del balibago {Ilihiscus tillaceus^ Bl.), por abrigar mejor las plantaciones y ser más productivo. La expe- riencia demuestra que la poda de los cafetos perjudica la producción; estos arbustos, creciendo naturalmente con lluvias oportunas, rinden, á los seis ó siete años, 5 kilogramos de grano por pie, término medio, mientras que los podados no llegan á la cuarta parte. RECOLECCIÓN. La recolección se verifica sacudiendo las ramas, si éstas son altas, y á mano, cuando son bajas. Una vez recolectado el fruto se le quita PLANTAS AROMÁTICAS. 615 el pericarpio, opemeión que se hace fáeilinente con los dedos, y las semillas se ponen al sol, teniendo cuidado de sepamr las que se han recogido en días diferentes. Cuando están secas, se pasa al descerezo, operación que consiste en quitar la cascara del i'afí mediante un molino 6 otro aparato semejante. Las últimas operaciones que ponen el café en buenas condiciones para su almacenado ó venüi son: el aventarlo, para quitarle las cascarillas y polvos; y el escogido, ó separación del grano entero ó de primera, del de triache ó de segunda. Los cafetos comienzan á producir á los tres ó cinco años, según el clima, terreno y cultivo; á los seis ó siete están en toda su plenitud, y así continúan hastíi los treinta, si algún accidente no les hace enfermar 6 morir. FA café de Filipinas puede compararse con el de Java y Martinica; pero hay algunas localidades que lo producen sólo comparable, según los inteligentes, al de Moka. De un tiempo á esta parte la producción del café en Filipinas ha decaído, siendo la causa de esta decadencia el destrozo que han causado en las plantaciones algunos insectos, sobre todo del género XyIofre('h}(.'<. COMPOSICIÓN QUÍMICA. Según Mr. Payen, en el café caracolillo se encuentran las materias siguientes: celulosa, 34; agua higroscópica, 12; sustancias grasas, 13; glucosa, 15; leguminosa y cafeína, 10; clorhidrato de potasa, 5; materia azoada, 8; cafeína libre, 0.8; aceite esencial concreto é insoluble, 0.001; esencia aromática fluida, 0.002; y sustancias minerales, 0.697. CACAO. El Cacao {Theohroma cacao ^ L.), que pertenece á la familia de las Bitneriáceas, es originario de Méjico y otros territorios de la América del Sur. Es un árbol que se distingue por su bella forma, y más aún por el fruto que produce, oleaginoso y mu}" apreciado, como lo expresa su nombre hotkmiio ^Theobroiiia^ manjar de los dioses; y, en efecto, tostada convenientemente su semilla, despide un grato aroma, y, bien triturada y mezclada con azúcar y un poco de canela, constituye el chocolate, alimento nutritivo, sano y gratísimo. Fué introducido en el Archipiélago Filipino, según el P. Fr. Gaspar de San Agustín, por los años de 1660 á 1670, procedente de América.^ Por más que se cultiva en cortas cantidades en varias provincias de Luzón y Bisa^^as, le es^ más próspero el Sur de Mindanao, y en el distrito de Dávao es donde se produce en mayor abundancia y de me- jor calidad. El cacao alcanza una altura de 8 á 11 metros, y tiene las ramas derechas, las hojas pecioladas, oblongas ú ovalado-oblongas, acumina- das, muy enteras, lampiñas y del mismo color por ambos lados; las ^ Véase el tratado iii, parte 2*, cap. ii, p. 279. 616 FITOGRAFÍA. floree son rojizas, pequeñas y numerosas; los frutos rojizos ó amarillen- tos, con diez lomos ovalado-oblongos, afectando, hasta cierto punto, la forma de un pequeño cohombro, y las semillas algo más grandes que una almendra. CULTIVO. Exige esta planta un clima cálido de temperatura media de 23^ á 29^ centígrados, y suficiente humedad en la atmósfera. El terreno debe ser profundo y ligero; el negro y bermejo, algo arenoso y con abundante mantillo, es excelente. La siembra puede hacerse de semillero, pero, para ahorrar tiempo y pérdida de posturas, suele practicarse de asiento en líneas paralelas colocando las semillas distantes de 2^ á 3 metros. En Filipinas lo siembran en cañutos de caña llamados bombones, ó arrancan los retoños de los bosques y los trasplantan bajo bananos. Como árbol para la sombra, que necesita el cacao, suele colocarse el llamado madre-cacao. Requiere muchos más cuidados culturales que el café. Debe prin- cipalmente el que lo cultiva quitar las flores prematuras, cortar las ramas secas y tener bien limpio el terreno. La duración del cacao se calcula en treinta años, en buenas condiciones de producción; puede, sin embargo, vivir cincuenta años y más, pero dando escaso fruto. COMPOSICIÓN QUÍMICA. En términos generales el cacao, según análisis de varios químicos, contiene: I""., cerca de un 50 por ciento de su peso de manteca; 2"". , de 15 á 20 por ciento de sustancias albuminóideas; 3""., de 3 á 5 por ciento de una materia colorante; 4""., un alcaloide llamado teobromina, principio activo y amargo, análogo á la cafeína, cuya cantidad no pasa de un 2 por ciento en las semillas más amargas; y 5*"., una materia amilácea comprobada por Mr. Payen. NUEZ MOSCADA. La Nuez moscada {Myristica fragrans^ Hoult.) se da naturalmente en Cebú y en la Laguna, y se daría en todas partes si se cultivase. Es un árbol perteneciente á la familia de las Miristicáceas. En las posesiones holandesas alcanza de 10 á 13 metros de altura, y presenta el tronco recubierto de una corteza poco gruesa, negruzca y ligeramente punteada por el exterior, de la cual fluye por incisión un jugo rojizo que ee coagula á su contacto con el aire, tomando un color de sangre negruzco. El fruto es péndulo, de la magnitud de un pequeño al- bérchigo, de cascara exterior gruesa, y de hueso bastante duro y grande como el de una almendra, dentro de la cual se halla y cría la nuez moscada; está defendida y rodeada por una redecilla llamada macis, y es aromática. La íior de este árbol es bastante hermosa y aromática, y de ella se hacen conservas especiales por su olor y fragancia. El fruto, aunque cálido, es estomacal. El árbol comienza PLANTAS AROMÁTICAS. 617 á darlo a los cinco ó seis años, pero sus productos son escasos al principio. CANELA. El árbol de la Canela {Lauras dnnamomum^ L.)se da en estas Islas, sobre todo en Mindanao. En Zamboanga, en Camga y en los montes del distrito de Misamis se encuentran clases de canela más olorosa y de gusto más fuerte que la de Ceilán. Acusanla de no estar bastante beneficiada y de tener algún género de babaza, la cual se percibe cuando se masca. Este árbol es tanto más digno de aprecio en estas Islas, cuanto que prende donde quiera que se planta. La canela procede de la corteza de las ramas despojadas de su epidermis, y es una sus- tancia aromática de muchos y variados usos. Se emplea como con- dimento en la preparación de una infinidad de guisos, en la confección de varios licores, en perfumería y en medicina. Se la aplica no sólo al natural, sino también transformándola en tintura alcohólica y en líquido destilado. El producto de la destilación seca de la corteza radical de este árbol es el alcanfor. PIMIENTA. La Pimienta {Piper nigrum^ L.) pertenece á la familia de las Pipe- ráceas; disminuye cada día en el Archipiélago Filipino, á pesar de cultivarse, principalmente en las huertas. Es un arbusto trepador, que se fija por medio de ganchos ó los árboles próximos. Sus frutos consisten en unas bayas, que, una vez secas, constituyen la pimienta negra y la blanca, ó sea el mismo fruto macerado y descortezado, tan usadas como condimento. En el Norte de las Islas es aclimatable la pimienta larga de la India Inglesa. betel ó itmó. El Betel ó Itmó {Piper betel^ L.) es, como la anterior, una planta trepadora y de la misma familia que ella. Es objeto de un cultivo muy vasto en la India, en el archipiélago de la Sonda y en todos los demás archipiélagos inmediatos al Asia, como el filipino. En dichos países las hojas de la citada planta sirven para la preparación del masticato- rio, llamado en Filipinas huyo^ el cual se compone de una de dichas hojas, de la forma y tamaño de una hoja de judía, frotada con un pedacito de cal de ostras apagada, del tamaño de un guisante, arrollada de los bordes á la línea central y doblada después en forma de anillo, en cuyo hueco se pone un pedazo de bonga, fruto de la Areca catechu^ L. Esta mezcla tiene por objeto suavizar y hacer soportable el sabor del betel, que sin esto sería acre y desagradable. BUYO DE ANÍS. El Buyo de anís {Piper anisorum^ L.) da una hoja que tiene un olor suave y agradable, parecido al del anís, por lo cual algunos indios la mezclan á la de la especie anterior para la preparación del buyo. CAPITULO VIIL PliAKTAH MKDK 1TSALE8. OBSERVACIÓN. No pretendemos escribir un tratado de medicina vegetal de Filipinas, sino solamente dar unos ligeros apuntes acerca de las plantas medicinales más conocidas que existen en este Archipiélago, agrupándolas del modo siguiente: plantas para enfermedades de la cabeza, plantas para enfermedades del aparato digestivo, plantas para enfermedades del aparato circulatorio, plantas para enfermedades del aparato sensorial, plantas para enfermedades cutáneas y de parto, plantas contra venenos, plantas febrífugas, plantas diuréticas, applicaciones generales y varios usos. Para todo esto, y aun más, da pródigamente la flora ñlipina. PLANTAS PARA ENFERMEDADES DE LA CABEZA. El Ricino {Hicimos communis, L.), de la familia de las Euforbiáceas, que aquí llaman tangantangan, abunda mucho en estas Islas. Su principal virtud consiste en aliviar mucho los dolores de cabeza, aplica- das las hojas á la frente. También bañadas con el aceite de ajonjolí se aplican al estómago con buen efecto, y, si se ponen en las piernas hinchadas, hacen salir el aguazón, que acude á ellas. BALOCANAI). El Balocanad {Aleurites trisjM'riim., BL), de la familia de las Eufor- biáceas, echa un fruto mayor que la granada, con seis ó siete pepitas venenosas en el interior; el aceite que de ellas se saca es de utilidad en la medicina, porque ungiéndose con él la cabeza mata todos los anímale jos. La planta llamada Dacdac es mu}^ medicinal; su vastago suele ser grueso, como el dedo índice, algo chato y de color negruzco. Machacado y puesto en infusión en agua, y lavándose con ella la cabeza, le quita los dolores, y también el letargo ó modorra, á los que la padecen, y asimismo cualquier otro mal cefálico. plantas para ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO. SAJJBUTBUT. El Salibutbut ó Pandacaqui {Tabernce montcma^ L.) es de las Apo- cíneas. Cocida la raíz de este árbol y dado á beber su zumo, aprovecha 618 PLANTAS MEDICINALES. 619 al estómago y vientre contra los flatos, frialdades, (^rudezas, indigestio- nes, vahidos y otras eiit'erniedades análogas; es también eorrotonitivo 3' correctivo de la sangre, y así se da con umcho provei'ho á las mujeres después del parto. TA(U'IPASÍK. El arbusto Taguipasín ó Ai/)N tiene hojas muy medicinales contra cualquier achaque del estomago procedente de flemas, empachos 6 frialdades, si se aplican calientes y ungidas con el aceite de ajonjolí. Tienen admirable virtud para deshacer hinchazones de piernas, usadas de la misma suerte, haciéndolas sudar, como estén envueltas en una manta. MAISU»AÍSI. El árbol llamado Maisipaísi {Clatm-na, ttj).)^ de la familia de las Rutáccas, tiene en sus hojas el mismo olor y sabor (jue el anís. Con ellas se pued(^ componer el aceite de anís, muy útil para los desarreglos del estomago, y puestas en infusión de vino de coco, sirven para hacer una ])uena mistela del país. YA árbol conocido en Filipinas con el nombre de Bacao, que es de gran corpulencia, da una corteza que, seca y hecha polvo, en peso de medio real, bebida con atole ó con agua, mata las lombrices y gusanos del vientre. p]l árbol llamado Bahay {Adevianthe7'a jmvoniana^ L.) es copudo y ramoso y da por fruto unos frijoles del tamaño de los ordinarios, pero de subido color encarnado. Estos aplicados á la caries que se suele hacer en las muelas, alivian mucho su dolor, lo cual se obtiene también con su raíz. MARAGAAT. La corteza del Maragaat {Ficus radiata^ Dec), de la familia de las Urticáceas, raspada y aplicada á las encías las deshincha, y fortifica la dentadura. El Paetán {Lunasia parvifoUa^ F. Vill.), de la familia de las Ruta- ceas, es un contraveneno de pescados. Tomado en polvos cura cual- quier mal de estómago; y es admirable su eficacia contra llagas pútridas, las cuales limpia, sana y cierra. SAMBONG. El Sambong {Blumea halsamifera^ I^C.), de la familia de las Com- puestas, es muy aromático y medicinal; aprovecha mucho al estómago 620 FITOGEAFÍA. el cocimiento de sus hojas, calienta y seca las humedades del cuerpo y sus hojas aplicadas á la cabeza evitan las insolaciones. TANGUIX)N. El Tangulón {Quinqualis indica,, L.), familia de las Combretáceas, es otra especie de enredadera, que nace espontáneamente en las playas del mar, la cual da una frutilla, llamada piñoncillo, que constituye un reme- dio admirable y eficacísimo para matar las lombrices que se crían en el cuerpo humano, solamente comiéndola cruda; no es dañosa ni produce mal efecto. PLANTAS PARA ENFERMEDADES DEL APARATO CIRCULATORIO. El SiBUCAO {Ccesalpinia sappana,, L.), de la familia de las Legumino- sas, bebido en cocimiento deshace la sangre cuajada y se da á los que se han caído ó han sido golpeados, para que arrojen la sangre extravenada. CUMALIBQUIB. El arbusto Cumalibquib ó Himangcorán con su raíz raspada y puesta en infusión por algún tiempo, limpia y cierra las llagas y heridas. De ella y de la del dalanotan y hagonoy, bien cocidas con aceite y después exprimidas, dándoles punto con un poco de cera virgen, se hace un ungüento admirable para curar las heridas. BAL ANGÓN. Una enredadera se cría en Bisayas al pie de los cocoteros, llamada Balangón, que es muy á propósito para curar cualquiera herida, amasa- das las hojas y aplicadas encima de ella. PLANTAS PARA ENFERMEDADES DEL APARATO SENSORIAL. El árbol llamado Tuyucay es un remedio contra la sordera; tómase una ramita de uno ó dos palmos de longitud, se pone sobre fuego manso hasta que se caliente bien, después se aplica al oído sordo y se sopla por el extremo del agujero, que tiene en medio de él, cuidando de que el otro se introduzca en el interior. Tendrá el vastago caliente alguna virtud ó humedad especial en su interior, la cual penetrando en el oído, lo vuelve, según afirman, á su estado primitivo. El árbol llamado Haulig es á propósito par? íurar y conservar la vista, y aclararla al que lava sus ojos con el agua en que estuvieron en infusión su corteza ó sus hojas. PLANTAS MEDICINALES. 621 PLANTAS PARA ENFERMEDADES CUTÁNEAS. ( l'LASI, CANUMAV Y I.A(íNOTl>. La resina del Culasi, de la familia de las CombretAeeas, ein*a la tina y la sarna. Los árboles llamados Canumay y Lagnoto {Dios^yyros vndti- foru>i, BL), de la familia de las Ebenáceas, despiden una resina que sirvo para cáusticos. PANJANT()U)N. El árbol llamado Paxjantolón {Sarrolíf Ka^nlngU^ Valh.), de la familia de las Goodenovíeas, nuiy copudo y de grandor extraordinario, tiene esta utilidad en la medicina, que bañando con el cocimiento de sus hojas y corteza á los que padecen de bubas 6 mal gálico, las seca, sana y quita los dolores de huesos (|ue trae consigo esta horrible enfermedad. BArA(}. Es muy común en las cercanías de los ríos y playas la enredadera llamada por los naturales Bauag, del género Sm iJax^ familia Esmiláceas, ó sea, la zarzaparilla, la cual se extiende sobre la tierra y tiene algunas espinas en sus vastagos. La raíz es la que se usa en medicina, y es muy sabido el uso de ella para los (jue padecen llagas de humor gálico. Dase en cocimiento para sudar y expeler los malos humores. BAGOBAGO. La enredadera llamada Bagobago, del género Garcinia^ familia Gu- tífcras, se parece mucho en sus hojas y desarrollo á la del zapote; si, bien machacadas y puestas al rescoldo, se aplican calientes á los que padecen hinchazones, molifican los nervios y quitan el dolor de las coyunturas. BÜSALAS. La planta llamada Busalas es también medicinal; sus hojas quemadas y hechas cenizas y mezcladas con un poco de aceite, resuelven cualquier género de postemas, y si 3^a están con materia, las hacen reventar, curándose después sin ningún trabajo. OTRAS PLANTAS. El árbol Pila cura cualquier herida; el mismo efecto produce la raíz de la enredadera Mangadlao. Con el cocimiento de las raíces del árbol Salac, se quitan las manchas del cutis, en lavándolo. Bañándose con agua en que hirvió el palo del Mampol, del género Loranthus^ familia I^orantáceas, hace salir las viruelas, aun las más pertinaces. Las hojas del arbolillo Alocaloc, machacadas y aplicadas sobre las apostemas ú otros tumores empedernidos, los hacen madurar en breve, sacando toda la ponzoña para fuera. 622 FITOGRAFÍA. Otro arbolillo llamado Labao ó Pan(;oloi), tiene hojas, que, aplicadas á las llagas agusanadas, sa(;an y matan los gusanos. plantas para enfermedades de parto. Kl agua en que se han cocido las hojas del Taraje ( Casuar ¡/i a ^^qms<4¡- folia^ For.), de la familia de las Casuaríneas, cura de la opilación. ALAGTAYO. Las hojas del Alagtayo ó Ticala, aplicadas sobre el vientre de la mu- jer preñada, hacen expeler la criatura viva ó muerta, como la hallan. plantas contra venenos. MANr\(^AL. Según el parecer de inteligentes, el MANUNí^rAL {Samadera indica, Gaernt.), de la familia de las Simaríibeas, es uno de los mayores y mejores antídotos que se hallan en estas Islas. Se da en cocimiento al que ha comido algo venenoso, como yerbas ó pescados, que suele haber en estos mares. El aceite de manungal es admirable para curar las descomposiciones del estómago. También el cocimiento de marbar ó cayutana es bueno para las enfermedades del estómago. PALAGNIGAN, CALA8USI Y BAdOSABAC. El Palagnigan es no sólo antídoto contra venenos, sino también febrífugo, bebiendo el cocimiento de su cascara. El cocimiento de la corteza del Calasusi {Plumeria aci{ti folla, Poir.), de la familia de las Apocíneas, purga suavemente el vientre, y hace expeler por vómito cualquier veneno. La corteza de la raíz del árbol Bagosabac, aplicada convenientemente, sana de la picadura de cualquier especie de culebra ú otro animal ponzoñoso. PLANTAS FEBRÍFUGAS. TAMBALAGUISA. El árbol llamado Tambalaguisa ó Mantala {Sophont tomentosa, L.), de la familia de las Leguminosas, echa á su tiempo unas florecillas amarillas, y después de ellas, unas vainas largas, llenas de unas frutillas como garbanzos. Esta fruta es febrífuga, de sabor muy amargo y se dan á beber una ó dos frutillas con agua, á los que padecen tercianas, y más á los que padecen cuartanas. Es muy estomacal. Puédese hacer aceite de sus granos para confortaciones de huesos, pues es á propó- sito para ungir el vientre, para atacar las opilaciones y para extraer flemas y crudezas. PLANTAS MKDICINALES. 623 MACAinUAY. Otni (Mirodadoni adniini)>lo (\s la que llaman los tajjfalos Macabuhay y lo.s l)isaya.s Paxgianan {^ttuUpenmiw rlmoí^uní^ L.). do la familia de las Menispormáceas, que es la misma que la del árbol de la vida. Es de suyo amarga y una de las medicinas (¡ue llaman febrífugas, muy provechosa para el estómago y para todo el cuerpo. El tratamiento por el agua acidulada de la corteza del árbol llamado Dita {Al'itonla acholar i>i^ 1K\), de las Apocíneas, produce un alcaloide llamado ditaína que se emplea, con igual eficacia que la quinina, para toda clase de fiebres. PLANTAS DIURÉTICAS. l'OLOTAN. FA árbol llamado Polotan ó Ulingón tiene unas hojas que puestas en infusión dan buen olor al agua, y hacen el efecto de expeler por la orina la sangre y mat(U"ias extraviadas por alguna apostema ó llaga interior. El zumo de la cascara ó la infusión de ella es muy provechosa para los que padecen del haon^ que así se llama cierta apostema. 1' ALO-SANTO. ¥A Palo-santo, llamado por los indios Guicosguicos, del género AhruH^ familia Leguminosas, tiene admirables propiedades. Es reme- dio muy eficaz contra pasmos y resfriados, de lo cual se padece mucho en esta tierra, porque estando los poros continuamente abiertos por causa del calor, fácilmente se enfría el cuerpo, de lo que resultan graves enfermedades. El cocimiento de esta enredadera precipita y expele los malos humores del cuerpo, deshace las opilaciones del bazo y crudeza del estómago, y es á propósito para los que padecen de humores gálicos, no menos que la zarzaparilla. Es también sudorífica. NAGUINI Y LANGUINGI. El Naguini y el Languingi son enredaderas que curan la contracción de miembros y de nervios, aplicadas las hojas en forma de emplastos, ó asadas antes á fuego lento debajo de las brasas. plantas para varios usos. El PiLiPOG es amarguísimo, medicinal y amigo del estómago, pues solamente traído en la boca, masticándolo y tragando la saliva quita todo su dolor, y destruye las flemas, crudezas y frialdades. Es también antídoto contra venenos. En cocimiento es febrífugo contra las tercianas v cuartanas. 624 FITOGRAFÍA. PEPITA DE MAX KiNACIO. Entre todas las especies de enredaderas que se hallan en estas Islas, lleva la primacía en la estimación y aprecio, la llamada por los naturales igasud {Stychnoa Ignatii^ Berg.), de la familia de las Loga- niáceas. Los españoles siguiendo el nombre que le han dado los misio- neros de Bisayas, por razón de sus virtudes admirables, la llaman pepita de San Ignacio, porque únicamente se cría en el territorio que administraban entonces espiritualmente los jesuítas. LLimanla asimismo los portugueses y holandeses faba de San Ignacio, porque en todas partes goza de tan grande fama la fruta de esta enredadera. Acerca de ella dice el P. Delgado lo siguiente: Es tan útil y provechosa en la medicina, que tengo para mí (pie en todo el mundo no se hallará semejante, ni siquiera un equivalente. Abundan de ella todos los mon- tes de Bisayas, y no la hay en los de Luzón. Es tan gruesa, cuando es antigua, como el muslo de un hombre. Su frutilla es á veces como una granada y un poquito larga; tiene el casco duro como el de un tej ocote de Méjico, y dentro está llena de una carne amarilla, que tira á colorada y entre esta carne se crían las pepitas que llamamos de San Ignacio, tan estimadas en todo el numdo, pues hasta en Inglaterra y Holanda se venden á grande precio. Las pepitas de San Ignacio, que principalmente se dan en Catbalo- gan (Samar), sirven para los que han comido algo venenoso, los cuales en comiendo un pedacito y bebiendo un poco de agua fría encima, expelen todo el veneno. Comiéndola en pequeña cantidad y bebiendo agua fría, cura los retortijones de estómago. Tomándola del modo dicho ataja el sotan y el miserere. Sirve para los pasmados y para las mujeres que están de parto. A los pasmados se les da á comer y se ponen los polvos de ella en la parte pasmada. Aprovecha para estancar la sangre de las heridas, raspada v puestos los polvos en ellas. Raspada y dada á beber en agua, cuando comienza el frío, sirve para quitar las calenturas y tercianas. Sirve para las picaduras del gusano peludo, que llaman Jxmut^ pues- tos los polvos sobre la parte dañada. Sirve para hacer vomitar cualquier veneno. Traída en la boca y chupada auyenta los reumas y corrimientos. Asimismo compone las indigestiones. Hecha rajas y fritas éstas en aceite, es contra el tullimiento de miembros y dolores del cuerpo, sobándolo con este aceite. OBSERVACIÓN. Muchísimas más son las plantas medicinales de Filipinas, como puede verse en la Historia general sacro-profana^ política y natural de las Islas del Poniente^ llamadas Filipinas por el P. Juan J. Delgado, S. J. , y en los escritos del P. Pablo Clain, S. J. ; del P. Mercado, agustino descalzo; v del dominico P. Santamaría. 'CAi^íTn.o IX. ÁRBOLES FRl TAIMES. FAMILIA ANACAKDIÁCEAS. MANílAS. Do (\sta familia so oncuentran on Filipinas las Mangas {Miou/iferd in(li<'((^ L.), qiio se tionon por extran joras y traídas do Maoao, y so han dado bien on Manila y on Cavito, y no tanto en Bisayas. Son fruta do inuoha suavidad y olor aromátieo, (j[ue ooniionzan por Abril; las mayores son do un palmo do largo y no redondas, sino aehatadas; la oásoara (\s amarilla y delgada, y el hueso que tienen en medio tan grande como el fruto, pero estrecho, y por el se propagan. Las hojas son largas y anchas do un color verde oscuro; su cocimiento se parece al del te. P^xiston, además, las siguientes: Manga de anís [Manglfera fraijranx^ Maing.) y Maní (J/. voxla^ Jack.), en Mindanao, procedentes del Asia; Casuy {Anacardiuín oceUhnitale^ L.), procedente de Amé- rica; Siruelas {Sponlüim purpurea^ L.), del Asia Meridional; y Alu))uhod {S. manglfera^ Willd.), en Panay, de la misma procedencia. El Mampón ó Pajomanga {Mangiferd altissíma^ Blanco) os fruta muy somojanto á la manga, y, cuando madura, muy sabrosa. El uso más frecuento os ponerla on salmuera como acharas, con lo que es muy estomacal. También so hacen con ella dulces y conservas. Otros pajos hay más pequeños y del tamaño de una aceituna sevi- llana, que se usan on acharas y conservas. FAMILIA ANONÁCEAS. Se oncuentran entre las Anonaceas el Anonas {Anmia retículata^ L.), planta exótica de Méjico. El fruto os como una pina pequeña, de carne blanca y huesecillos negros. Es cálido, dulce y oloroso. Los Ates {Anona squamosa^ L.) son fruta muy aromática y rega- lada, muy dulce y suave, tanto que parece que se deshace en la boca. Las dos especies proceden de América. FAMILIA EBENÁCEAS. Do la familia de las Ebenáceas existen en el Archipiélago, y son indígenas, el Mabolo {Diospyros cUscolor^ Willd.), cuyo fruto colorado 625 22823 40 626 FITOGRAFÍA. y del grandor de un membrillo mediano, tiene huesos grandes, carne blanca y dulce, es indigesto y de olor fuerte; el Sapote {Díospyros ebenastei^ Retz.); y el Pagapat {Diospyros Jcahi^ L.), originarios de China. FAMILIA GERANlACEAS. De la familia de las GeraniXceas, procedentes de América, se cuen- tan el Balimbing {Averrhoa carambola^ L.), que sabe a membrillo, y el Camias {Averrhoa bilimhi, L.), cuyo fruto, cuando verde, tiene un agrio suave y gustoso, pero es dulce y oloroso cuando maduro. familia gutíferas. De la familia de las Guítferas, existe en Filipinas el Mangostán ó Mangis {Garcinia Qaangostana^ L.); es exótico, y se da sólo en Jólo y en algunos puntos de los distritos de Zamboanga y Cotabato. Se llama "fruta del rey," por ser muy apreciado de los sultanes moros. Es morado y del tamaño de una manzana. Lo comestible y regalado son unos pequeños gajos blancos, suaves, que tiene en su interior, cubiertos con un pellejo doble de color rosado, el cual se quita para comer la carne que es dulce y suavísima. Procede del archipiélago índico. FAMILIA MELTACEAS. De la familia de las Meliáceas se encuentra el Lanzón ó Boboa {Lansium domesticum^ Rumph.) es árbol de hermosa vista y fresca sombra, con hojas de un verde-claro precioso. La cascara del fruto es fina, amarillo-clara y delgada. Dentro de ella se contienen cinco gajos, como los del limón, pero de sustancia blanco-cristalina y trans- parente, agri-dulce, muy suave, cordial y fresca. Cada gajo tiene una pepita, que es su semilla propia, de la cual nace el árbol, tan suma- mente amarga que excede á la hiél, pero no es dañosa, antes estomacal. Puede cualquiera comerse ciento de estas frutas, sin que sienta pesa- dez en el estómago y sin temor de que le dañen, por ser muy sanas y buenas, principalmente para los que padecen de calor y ardores de la sangre, que refrescan muy bien. Procede del archipiélago malayo. El Sat»ítol {Sandoricum indicum^ Cav.) es árbol grande, y sus hojas de un palmo. Su fruto, que es agri-dulce, sirve para conservas y compotas.- Procede del Asia Meridional. familia mirtáceas. Entre las Mirtáceas filipinas figuran la Macupa {Eugenia malaccen- Is^ L.), que tiene los frutos del grandor de un pimiento mediano, y ARBOLES FRUTALES. 627 de la misma hechum, algo largas y tan coloradas como él, pero más lustrosas y aun resplandecientes. Es agri-dulce y cordial, pero no tiene carne sólida que se pueda comer. El Tampoy {Eugenia Jambos^ L.) tiene fruto como una manzana pequeñita, de carne fofa, dulce y de olor de rosa. El DuiíAT ó LuMBOY {Eugenia tarribolona^ L.) produce un fruto silvestre, morado con tendencia á negro, del tamaño de una aceituna. Lo mismo que los dos anteriores, procede del archipiélago malayo. El Guayabo {Psidium guayaba^ L.) es exótico, procedente de Mé- jico, pero se ha dado aquí admirablemente, de modo que hay bosques enteros de esta planta. Cuéntanse tres variedades principales. El fruto es amarillo y muy aromático, como también lo son las hojas. La parte interior está llena de unos huesecillos pequeños y duros entre- verados con la carne. Es estomacal y restringente, y se hace de ella excelente conserva en almíbar, admirable para los que padecen flojedad de vientre. FAMILIA MUSACEAS. De la familia de las Musáceas, como frutales, sólo existen los pláta- nos, de los cuales hay en Filipinas un gran numero de especies muy variadas en su forma y gusto. El tronco del plátano no es sólido, sino fofo y lleno de pequeñísimos tubitos ó acueductos, por donde, como á través de flnísimas y delicadas venas, circula la savia con que se sus- tenta, y fructifica en el corto espacio de un año. Poco después de dado el fruto, queda marchito, secándosele las hojas. El fruto son racimos de diversas hechuras, conforme á la casta particular. Los más usuales son el sabá {Musa sapientum^ L.), sabroso y sano, estando bien maduro, y además el hanipá, que se da principalmente en Leyte y Samar, más dulce que el sabá; el tambonan, fresquísimo y saluda- ble; el camada, muy grande; el binalatong, más largo que el anterior y de carne suave y olorosa; el tarip y el bungarán, indigesto; el putián, y el torlangdato, llamado dedo de dama en castellano, muy sabroso; el bitbitín, pequeño, dulce y rico; el dariao, muy bueno; el mungco, el talood, el tinumbaga, el diriyao, etc., pues el P. Delgado enumera y describe hasta cincuenta y siete, como en su Historia puede verse. FAMILIA PASIFLÓREAS. De las Pasiflóreas de Filipinas, sólo es digna de mención la Papaya {Carica papaya^ L,), planta dioica muy estimada. El macho no da 628 FITOGRAFÍA. fruto, sino unos vastagos llenos de florecillas blancas y aromáticas. Es árbol indígena, fofo y hueco, a modo de palma, con hojas grandes y frutos como pequeñas calabazas, cuya cascara se cambia, al tiempo de madurar, de verde en rojiza, lo mismo que la carne, y contiene dentro unas tripulas semejantes á las de la calabaza. Es fruta dulce, fresca, suave al gusto y cordial. FAMILIA KUTÁCP^AS. De la familia de las Rutáckas existen en Filipinas varios naranjos y limoneros. NARANJOS. Varias son las especies indígenas del Naranjo. La principal es el Cajel {Citrus aura/ntium, L.); también son de notar las naranjitas {Aurantium verum^ Hokf.), y algunas otras silvestres, una de las cuales es la llamada Amumimtay {Citrus lujHtrix^ DC), todas muy grandes, de unos dos palmos de bojeo, que contienen mucho zumo agrio y piel muy estoposa. Son bastante desagradables. LIMONERO. Hay asimismo más de siete variedades del Limonero, y abluida nmcho la Cidra, que es de gran tamaño. familia sapotáceas. La familia de las Sapotáceas cuenta el Chico-sapote {Achras sapota^ L.), y el Chico-mame {Lucmna niavimosa^ Gaertn.), cuyos frutos, del tamaño de una manzana mediana, verde por la cascara y negra en el interior, son dulces y sabrosos y muy á propósito para hacer de ellos buenas conservas. Los dos son originarios de Méjico. familia urticáceas. Pertenece á la familia de las Urticáceas la Nangca ó Langca {Arto- carjpu^ integrifolia^ Willd.), cuyo fruto es, según algunos, el de ma} or tamaño en el mundo, pues hay algunos que llegan á una tinajuela pero- lera. El árbol es bastante grande, ramoso, y de hoja algo larga y estre- cha. Prodúcense los frutos, así en las ramas como en el tronco hasta cerca de la tierra, y aun en las raíces, donde se manifiesta por el levan- tamiento de aquélla. Conócese que están maduros por el olor aromá- tico y penetrante que despiden en torno de sí, y entonces es cuando se cortan. Abrense por medio, y entre su carne amarilla ó blanquizca, que no es comestible, se encuentran unos cascos, amarillos como el oro, con una pepita dentro, á manera de una haba gruesa. Parécense en la dulzura al dátil, pero en olor le exceden, pues su fragancia es como la del más fino almizcle. La madera es amai'illa, sólida, durable, y sobre todo, excelente para labrar instrumentos. Es originaria del archi- piélago malayo. ÁRBOLES FRUTALES. 629 Tainhion se encuentra la Higuera (Fi'cu,^ carlea, L.), procedente del Asia Occidental; la Rima {Artocarpm incisa, L.), originaria del archi- piélago malayo; el Dalanguián-Camansi (.1. camam!, BL), indígena; y el Marang (.1. pohjplieina, Pers.), de Mindanao. VARIAS ESPECIES SILVESTRES. Play en Filipina^ una infinidad de frutas silvestres, por lo geneml agri-dulces y estomacales, como el doctoyán, pananquián, durión, abuh, amahit, angiap, amaga, agononan, abubunanu, alanganisan, dao,^ amamampang, bonano, barobo 6 marobo, cabaán, carong, cagos, gayan, dalinson, etc.. las cuales pueden verse descritas en la Uktoria del P. Delgado. CAPITULO X. VARIOS PRODUCTOS VEGETALES. ESENCIAS. IDEA GENERAL. Llámanse esencias ó aceites esenciales unos productos vegetales que constan de carbono, gran cantidad de hidrógeno y una pequeña porción, á veces, de oxígeno. Se encuentran muy repartidas en el reino vegetal y en diferentes órganos, como en el tallo, en las raíces, en las hojas, en las flores, en los frutos y en las semillas. Se llaman también aceites volátiles. Son varios los árboles de Filipinas de los cuales podrían extraerse esencias ó aceites esenciales, pero sólo se benefician el ílang-ílang, la Sampaguita y la Champaca. ÍLANG-ÍLANG. El Ílang-ílang ( Uñona odoratissima^ Bl.), árbol de la familia de las Anonáceas, da flores de un color verdoso que, aunque poco vistosas, son de mucha fragancia. Además de usarse como árbol de adorno, de los pétalos de sus flores, sobre todo de los árboles del monte, se extrae por destilación la tan apreciada esencia de su nombre, que han popularizado los perfumistas parisienses. Esta esencia es objeto de un pequeño comercio de exportación á Francia, Inglaterra, Singapore y China. SAMPAGUITA. La Sampaguita {Jasminum samhac^ L.) es una planta perteneciente á la familia de las Oleáceas, de flores blancas y sumamente olorosas, de cuyos pétalos se obtiene por destilación una esencia muy apreciada en perfumería CHAMPACA. La Champaca {Michelia champaca^ L.), pertenece á la familia de las Magnoliáceas; es árbol de unos 4 metros de altura, de figura cónica, y de flores olorosas de 1 pulgada de largo, que se cultiva mucho en los jardines, y no se encuentra en los montes. De sus olorosas flores se extrae por destilación una esencia de uso muy frecuente. 630 VARIOS PEODUCTOS VEGETALES. 031 RESINAS. IDEA GENERAL. Dase el nombre de resinas á ciertos productos que se encuentmn en gran número de vegetales, con bastante abundancia á veces, paní ser explotados en los usos de la medicina y de la industria. Son sólidos ó de consistencia blanda á la temperatura ordinaria, y proceden de los aceites esenciales, que, absorbiendo el oxígeno, se transforman en resi- nas; de aquí la gran analogía entre ambos productos. ÁRBOLES RESINÍFEROS. En Filipinas son muchos los árboles que proporcionan resinas, em- pleadas, unas en medicina, otras en el alumbrado, otras para barnices, otras para la pintura, y, finalmente, otras para calafatear los barcos y para otros diferentes usos, como vamos a ver brevemente en las siguientes líneas. Aralíáceas. — El Limolimo {IleptapleuTinn caudatiim^ Vid.) pro- porciona una resina para barniz. Bíirseráceas, — El Abilo {Garuga floribunda^ Deue.) destila una resina para usos medicinales; la del Antong ó brea negra {Canarium pimela^ Kreu.) sirve para incienso y para el alumbrado; la del Pili ó brea blanca (Ca7iarium albinn^ L.) para el alumbrado y para calafatear barcos; y la del Pagsainguín (¿7. Cumingii^ Ench.) para los mismos usos que la anterior. Coniferas. — El Galagala ó Piayo {Agathis lorantifolia^ Salisb.) pro- porciona una resina que se emplea como incienso, para el alumbrado y para barnices. Dijpterocárpeas, — La resina del Apitong {Dipterocarpus grandi- florus^ Bl.) es buena para el alumbrado; la del Balao ó Malapaho {Dipterocarpus velutÍ7ius^ Bl.) se usa para calafatear; la del May apis {Dipterocarpus turünatus^ Gaertn.) es semejante á la anterior y de la misma aplicación; la del Duagling {Dipterocarpus., sp.)^ la del Guijo {Shorea guiso^ Bl.) y la del Yacal {Hopea plagata, Y id.) son propias para el alumbrado; la del Lauaan {Anisoptera thurifera.¡ Bl.) sirve para incienso, barnices y embreaduras; la del Malaanonang {Dipterocarpus.) sp.) para calafatear barcos; y la del Paua {Dipterocarpus vernicifluus., Bl.) para el alumbrado. Euforbiíiceas. — La resina del Alipata {Exccecaria agallocha^ L.) es contra las hinchazones producidas por picaduras de animales venenosos, y en uso interior produce disentería; la del Birunga {Macaranga taíia- rius., Müll. Arg.) es medicinal; y la del Togocan {Caloxylon wallichia- nwn.^ Müll.) se usa en el alumbrado y en medicina. Gutíferas, — El Binucao {Garcinia., sp.) da una resina empleada en medicina. 632 FITOGRAFÍA. Legumirujma — La resina del Adyangao {Alhizzia 2>'¡^ocera^ Benth.) se usa como incienso; la del Caturay {Seshaniagrarídiflm'a^ Pers.) para curar úlceras, fuego de San Antonio, etc. ; la del Cupang {ParMa Box- hurghiiyG, Don.) para el alumbrado; y la del Cogontoco {Alhizzia saponaria^ Bl.) para el alumbrado. Melastomáceas — El Botabota {Melastoma ohvolutum^ Jack.) da una resina para el alumbrado y para calafatear. Hutáceas, — La resina del Cajel (Citrim aurantium^ L.) es buena para el alumbrado. Sapindáceas, — El Balinghasay {Bitchanania florida^ Sch.) produce resina para alumbrar y calafatear; y el Ligas {SemecarpvH Perrottetii^ Mant.) la da buena para el alumbrado. Urticáceas, — La resina del Antipolo {Artocarpus incisa^ L.) es usada en medicina y como liga para coger pájaros; la del Ambling {Arto- carpus ovata^ Bl.) para barniz; la del Camansi {Artocarpus camansi^ Bl.) para uso medicinal como madurativa; y la de la Nangca {Artocarpus integrifolia, Willd.) para el alumbrado. ALMÁCIGAS. En Filipinas se da el nombre de Almácigas á la mayor parte de las resinas amarillentas y algo aromáticas. Estas resinas ó almácigas abun- dan en llocos, Calamianes y Mindanao, sobre todo en Dávao. gomo-resinas. Las Gomo-resinas son también productos vegetales que fluyen espon- táneamente, algunas veces, del tronco y ramas de los árboles, pero que con frecuencia se extraen por medio de incisiones practicadas artificial- mente. Constan de resina y goma, aunque, en casi todas ellas, domina más la resina, y entonces se llaman gomo-resinas. Los principales árboles de Filipinas que producen gomo-resinas, empleadas en medicina, pintura 3^ otros usos, son: El Casuy ó Balubad {Anacardium occientale^ L.), de las Anacardiáceas; el Dita {Alstonia scholaris^ DC.) y el Laniti ( Wrightia^ sp.)^ de las Apocíneas; el Bigabing {Macaranga rnappa, Müll. Arg.) y el Butá {MeccBcaria^ sp.), de las* Euforbiáceas; el Palo-maría ó Bitao {Calophy- llum^sp,)^ el Bitanhol {Calophyllum wallichianum.^ Planch.), el Guta- gaby ó Tanglananac {Garcinia mor ella ^ Dem.) y el Gatasanpula {Gar- cinia venulosa^ Chirg.), de las Gutíferas; el Aromo {Acaciafarnesiana^ .Willd.) y la Narra encarnada {Pterocarpus indicus^ Willd.), de las Le- guminosas; el Dugoán {Myristica^ sp.)^ de las Miristicáceas; la Bonga {Areca catechu^ L.), de las Palmas; el Lucbán ó Naranjo {Citrus decu- maria^ L.), de las Rutáceas; el Balete {Fictos indica^ Bl.) y el Tangisan {Ficus^ sp.)^ de las Urticáceas; y el Natoc {Palaquium^ sp,)^ de las Sapotáceas. VARIOS PRODUCTOS VEGETALES. (>33 GUTAPERCHA. La (tUtapercha .se encuentra en bastanU> cantidad en Mindíinao, y se da del tronco y ramas de varios árboles, principalmente^ de los géne- ros Fic^x 11 PidaqHhinu Para beneñciar la gutapercha, llamada en Bisayas xoltnwi^ se requieren las condiciones siguientes: V\ No se debe arrancar el árbol, como practican algunos monteses, sino desmochar ó cortar los troncos algo gruesos y (jue tengan ya irnos cuatro metros de diámetro, ^r. Se coloca debajo de la rama 6 sitio cortado vui bombón ó tubo grueso de bambú para recoger en su interior el jugo que irá manando. 3". El producto destilado se coloca en una batea 6 artesa en maceración con agua salada. 4"". Se renmeve la batea por los bordes de la misma, con lo cual la gutapercha se va uniendo por sí misma tomando consistencia sólida. 5"". Se decanta el agua y se forma con la gutapercha un pan redondo y aplastado, en uno de cuyos bordes se practica lui agujero para suspenderlo en el aire libre con el objeto de que se seque perfectamente, con lo cual la gutapercha no resulta que- bradiza, y por consiguiente es de más valor, siendo correosa. Hace algunos años se exportaba alguna cantidad de gutapercha á Inglaterra, pero por las muchas sofisticaciones de los (chinos (comer- ciantes, no se han hecho más pedidos, y ahora apenas se beneñcia. CERA VEGETAL. Son Agrias las plantas que producen con cierta abundancia materias grasas bastante parecidas á la cera de las abejas. Proust ha demos- trado que la cera vegetal forma parte de la fécula verde de un gran número de plantas. Se encuentra alguna vez en forma de barniz en la superficie délas hojas, de los frutos ó de las cortezas; pero esta materia no es igual en todos los vegetales, aunque no están bien estudiados, si bien es evidente que son verdaderas sustancias grasas, es decir, cuer- pos saponificables y materias análogas á las resinas, y como ellas com- puestas de carbono, oxígeno é hidrógeno. Se extrae de la palmera Ceroxylon andicida^ y de la Myrica cerífera^ de las Miricáceas. En el Japón, se recoge la cera vegetal en grandes cantidades, hasta , el punto de que hoy se denominan las ceras vegetales cera del Japón. En el Archipiélago Filipino se encuentra en Calamianes, en la Paragua y en alguna otra parte. Se extrae de los árboles raspando su corteza de ellos. CAPITULO XI. ÁRBOIiES MADERABLES. RELACIÓN DE LAS PRINCIPALES ESPECIES Y SUS PROPIEDADES. Abilo (Garuga floribunda^ Deue.)' Se cría principalmente en Tayabas, y su madera sirve para construir (embarcaciones menores. Acle {PhitecoloMum acle, Vid.) Árbol de primer orden, cu3'a madera roja, oscura, apagada, de tex- tura sólida, fibra ondeada y sin olor sensible, rompe en astilla larga y da virutas ásperas y poco enroscadas. Sus hojas son dos veces aladas y tienen hojuelas de 8 por 20 centímetros. Se da en Nueva Écija, Zambales, Bataán, Pampanga, Tárlac,Bulacán, Manila, Laguna, Infanta, Cavite, Ambos Camarines, Mindoro y Romblón, y se emplea en cons- trucciones navales y civiles. Distingüese muy poco del cedro, aunque es de color algo más oscuro. El polvo de esta madera hace estornudar. Acleng-párang' {Albizzia, sp.) Sirve para construcciones urbanas, y se da principalmente en la Pampanga. Agojo (Casuorina equiseti/olia, Forst.) Se da en Nueva Ecija. D. Sinibaldo de Mas, en su Informe sohre el estado de las Islas Filipinas en 18^^^ dice acerca del agojo: La madera de este árbol es muy estimada para construcciones de buques y techos de casas. Su corteza comida en poca cantidad mueve el menstruo y es remedio seguro; su decocción tomada en pequeñas dosis corrige el esputo de sangre, y tomada en mucha cantidad facilita el parto, si se toma á tiempo, y fuera de él causa alborto; también quita las hinchazones del cuerpo; la decocción de su raíz tomada en bebida y en lociones en la parte afectada hace desaparecer el tullimiento. Alacao (Palaguium latifolium, Blanco.) Sirve para construcciones urbanas, y se da especialmente en la Pam- panga. Alagut-ut. Árbol playero de Bisayas, noble como el ébano y útil para muchos usos humanos, bastante corpulento, pero no grueso en demasía ni alto, de color oscuro, matizado con algunas vetas blancas y de nota})le ^ Para este catálogo, nos hemos servido principalmente del de la Exposición General de las Islas Filipinas en Madrid, año 1887, y de la Historia del P. Delgado, S. J. 634 ÁRBOLES MADERABLES. 635 hermosura. Es muy sólido y no tiene hebi'a como otros palos; si se labra y pule saca un lustre muy realzado. Hacense de él sillas y ta- buretes, y aun se pueden obtener tablas de bastante anchura pam papelenis y escribanías, que son muy apreciadas; fabrícanse con él muy buenos instrumentos músicos, como violines, rabeles y guitari'as de voz algo oscura, pero sonora y alta. Alaban {I)io.y)yros, sp.) Se usa en ebanistería, y procede de Tayabas. Alanod. Es árbol propio de las montañas donde lo buscan los naturales para la fábrica de cascos, sacayanes ó barotos, por ser muy á propósito para trajinar por los mares. Hácense asimismo de esta madera muy buenas y largas tablas, de suyo muy fuertes y durables para la trabazón de dichas embarcaciones. Alintatao. Existen algunas variedades de este árbol, entre ellas, el luzón ó ébano, el zapote negro y el camagón. Su madera es, en general, rojiza, con manchas oscuras, susceptible de precioso pulimento, la cual se emplea en armaduras y muebles finos, aunque hoy día se usa poco por ser muy vidriosa y escasa. Se da en Tayabas y Ambos Camarines. Alpay {Nephelium glahrum, Noronh.) Xrbol de fruto comestible, conocido generalmente con el nombre de lechia. Su madera, amarillo-rojiza, de textura sólida, poros poco notables y con fibras, rompe en astilla larga. Crece en Cavite. Amuguís (Odina specio.m, Bl.) Procede de Ta3^abas, Nueva Ecija, Laguna, Cavite, Batangas, Bataán, Zambales, Ambos Camarines, Masbate, Mindoro y Romblón. Es árbol de segundo orden, de tronco grueso, madera de color rojo-apagado, de fibra alargada, compacta, textura sólida y poros de diferentes tamaños. Aunque abunda bastante, sufre por el anay. Si procede de los montes de Mariveles es de mayor densidad, de color rosado fuerte y menos atacada por el anay, por lo cual sirve para tablas. Anahao {Livii^tona rotundifolia, Mart. ) Palma que se usa para construcciones ligeras. Anang {Diospyros, sp.) Árbol procedente de Tayabas, usado en construcción y ebanistería. Anapla { Alb i zzia procera, BeuUs. ) Árbol de Bulacán usado en edificios. Aniatán {Ochnafascicularis, Blanco.) Árbol de Nueva Ecija, que produce una madera de color blanco- amarillento, textura estoposa, poros muy marcados y sin olor, rompiendo en astilla larga. Sirve para construcciones de edificios. 636 FITOGRAFÍA. Anislag. Árbol muy conocido en Bisayas, principalmente en las ilaya.s, es decir, en la tierra adentro 6 en el sitio medio de las islas, en cuyos montes se vrm en abundancia. Es el que comúnmente se usa para harigues, columnas y pavimento de las casas é iglesias; es grande, ramoso y de excelente madera, pero de aplicación limitada, por ser muy difícil su extracción de los sitios donde crece. Anobing' ó Anubing {Artocarpus ovata, Bl. ) Se da en Nueva Ecija y Bataán. Su madera es de un color amarillo- oscui'o, textura floja, poros muy marcados, sin olor y rompe en astilla corta. Sirve para pies derechos ó pilares de las casas llamados hari- gues, que enterrados por más de doce años sólo se pudre de ellos la capa exterior que está á flor de tierra. Antipolo {Artocarpus incisa, L. ) Se da en las provincias de Nueva Ecija, Bataán, Laguna, Infanta, Batangas, Ambos Camarines, Masbate y Romblón. Es árbol de primer orden, que se eleva á más de 20 metros; su madera es de un color amarillo, ligera, algo esponjosa, con poros muy marcados y de olor agradable. Sirve para embarcaciones y en particular pai'a canoas, y se usa también en pisos y máquinas. La corteza de este árbol destila un zumo pegajoso, que sirve de liga para coger pájaros, y en agua de lejía es de un encarnado que amarillea. Rompe en astilla corta, 3^ su viruta es algo tina, enroscada y compacta. La madera no resiste á la intem- perie donde hay cal. Antong ó Almáciga (Dipterocarpiis, sp. ) Árbol que sirve para harigues en la construcción de toda clase de edificios. Anubiong {Talaiima, sp.) Árbol de la provincia de Bataán, que sirve para construcción de edificios. Anubling (Talauma angatensis, J. VilL) Se usa en construcciones urbanas y navales. Apitong {Dipterocarpus grandiflorus, Blanco. ) Árbol de la provincia de Leyte, que sirve para construir fondos y costados de embarcaciones, tablas y grandes canoas. Aranga {Homalium Baraudse, Vid.) Árbol de la provincia de Tayabas, que sirve para construcciones civiles; su madera es de color rojo-amoratado, textura sólida, poros menudos, fibrosa, sin olor y rompe en astilla larga. También se da en la isla de Mindoro donde se usa, además, para quillas en la construc- ción de embarcaciones. ÁRBOLES MADERABLES. (>37 Ata-ala. Críaso esto árlx)! cu las playas y montos vecinos al mar de hvs islas Bisaras, y puede eompanirse eon el ébano, por ser bastante oseuro, aunque no tanti) eomo él, eon la difereneia de tener hermosas vetas y aj^uas (^ue desi^ibre estando sus tablas l)runidas. Tiene su madera los mismos usos (|ue el ébano, auiujue es mas curiosa; se hacen de ella hermosos taceos, ])alaustres, columnas y ])arandillas pam catres y otros artefactos. No se hallan trozos nuiy i^randes de esta madera; las mayores tablas suelen ser de dos 6 tres palmos de ancho y un poco más de largo, pero bastan para formar con ellas escritorios, sillas, taburetes, y marcos de mesas y d(^ cuadros. Son, además, susceptibles de gran pulimento y lustre estando bruñidas. Bacán. Ar})ol d(^ la isbi de Negros ((U(^ sii*v(» ])ara bancas; tamlnén so da en Loyto. Bacao (Rhizopliora conjiujafa, T>. ) Árbol (lo Loyto, (^uo sirv(^ para hariguos y bastones, y ([uo puesto en el fuego produce sal; su corteza, encarnada y astringente, puesta en infusión on agua produce un líquido do color de sangre con el que tiñon los filipinos sus redes, por (juodar el hilo nuiy resbaladizo é impenetrable al agua. Esta misma infusión sirve como preparatorio para teñir do azul, pasando la tela primero por ella para que tome con más facilidad aquel tinto; y, á la inversa, pasándola primero por el azul, y después por la infusión do esta corteza, se obtiene un Imen tinte morado. Bagarilao {Xandea, sp.) Sirve para construcción do odiñcios, con tal (pie esté preservado de la intomperio. Bahay {Lepldopelatum Perrottetü, Bl.) Sirvo para construcción do odiñcios. Balacat. Árbol do la provincia de Bulacán, que sirve para tablas y odiñcios; su corteza en infusión produce una sustancia de color rojo. Balacbalac [Mallotus, sp.) Sirve para construcciones ligeras. Balao {Dipterocarpus vernicifuus, Bl.) Árbol alto y elevado, de grande corpulencia, y muy noble madera, por contenor en sí un género de aceite que lo hace incorruptible sin que pueda penetrar en él el tauraso de mar que taladra las demás maderas. Este aceite límpido y grueso os excelente para pintar al óleo, y arde muy bien en las lámparas. Balaybayan {Pterostermum, sp.) Sirve para tablas de piso en los ediñcios. 638 FITOGRAFÍA. 3e,lete {Ficus urostigmaf sp.) Árbol muy grande, grueso y montaraz, pues para sacar su brea es necesario penetrar en lo interior de los montes, único lugar donde se cría. Su madera, muy buena, durable y sólida, aunque algo pesada, sirve para tablazón. Tiene el balete un género de brea algo verde, fluida y olorosa, cuya fragancia se nota, ora sea que se queme, ora que se amase con otras breas, ó con ámbar que suelen arrojar á las playas los mares. Se aprovecha también este árbol para preservar las armas y cosas de hierro, del orín, tan abundante en estos países por razón de la excesiva humedad. 3alinglia8ay {Buchanania florida, 8ch.) - Se usa para tablas de cajones. Balobo {Diplodiscus saniculatus, Tur. ) Sirve para objetos de ebanistería. Balofbalot {Pongamia glabra, Yent. ) Se usa para edificios. Bañaba (Lagerstrsemia flor reginiic, Retz. ) Árbol de 10 á 12 metros de altura dentro de los bosques, aunque fuera de ellos más pequeño, y de hermosas flores encarnadas; su madera, muy apreciada por su tenacidad y resistencia para toda clase de obras, de un color rojo-apagado, con fibras longitudinales y compri- midas, poros alargados y cortos que presentan pequeñas grietas, rompe en astilla corta y da virutas ásperas, poco enroscadas y porosas. Se produce en diversas provincias, á saber: Cagayán, llocos Norte, llocos Sur, Abra, Bontoc, Lepanto, Unión, Benguet, Nueva Vizcaya, Nueva Écija, Príncipe, Pangasinán, Bataán, Pampanga, Bulacán, Manila, In- fanta, Cavite, Mindoro, Antique y Balábac. El de Cavite sirve para soleras y tablas de piso; es de color rojo, con alguna mancha blanca, tex- tura sólida, poros ligeramente marcados, y de madera fibrosa que rompe en astilla corta. El de Bataán da buenas tablas para buques y edificios; es de color rojizo, textura fina, vidriosa, sin olor y de madera que rompe en astilla larga. El de Pangasinán se usa para cubas y tablazones que hayan de estar debajo del agua; es de color rojo-claro, textura fina, fibrosa, con olor ácido, poros marcados 3^ de madera que rompe en astilla larga. El de la isla de Negros sirve para harigues y otras piezas de casa. El de Nueva Écija se emplea en la fabricación de quilos y baratijas; es de color rojo de ladrillo muy claro, textura sólida, poros marcados, sin olor y de madera que rompe en astilla larga. El de Bulacán sirve para toda clase de construcciones; es de color rojo-claro, textura suave, fibrosa, con olor ácido, poros marcados y de madera que rompe en astilla larga. El de Mindoro es á propósito para marcos de casas; es de color blanquecino de cedro, con vetas más fuertes, textura estoposa, sólida, sin olor, fibrosa y de madera que rompe á V| ARBOLES MADERABLES. 639 hilos. Una de las señales características de esta excelente madera es la de tener sus fibi*as ondeadas y nudos bastante pequeños, á cortas dis- tancias, sin cuyas circunstancias, es fácil confundirla con las muchísi- mas clases que hay de su especie, las cuales se venden como si fuesen bañaba, pues aun la mayor parte de los carpinteros no saben distinguirla. Báñalo ( Cor dia subcor data, Lam.) Árbol de madera olorosa, de un color negro-oscuro, y fácil de trabajar que se emplea en objetos de ebanistería. Se da, entre otras partes, en Tayabas. Banato. Sirve para construcciones urbanas. Banaybanay {Stereospermurriy Blanco.) Sólo se usa en construcciones ligeras. Bancal {Sarcocephalus cordatus, Miq.) Se da en la Isabela, Saltan, Nueva Écija, Príncipe, Zarabales, Pam- panga, Cavite,^ Tayabas, Ambos Camarines, Mindoro, llomblón y Mindanao. Es árbol de hermosa apariencia por sus hojas ovaladas, y por sus flores en cabezuela, que sube hasta 8 y 10 metros. Su madera, de un color amarillo de oro y amarillo-verdoso, de fibra longitudinal y textura algo estoposa, se emplea en la construcción de barcos, toneles y aun de edificios, y da virutas algo ásperas, enroscadas y fuertes. Esta madera, cuando procede de Mindanao ó de alguna otra provincia especial, es de más densidad sin ser destruida por el gorgojo, pero cuando procede de las provincias cercanas á Manila es destruida, en seguida, por dicho insecto. Bancalanan. Tiene grande aplicación en construcciones ligeras. Bansalaguín {Mimusops Elengi, L. ) Sirve sólo para tablazones y lena. Bantolinao (Diospyros ebenaster, Retz. ) De este árbol dice el P. Delgado lo que sigue: Llaman bantolinao los naturales al ébano, madera preciosa que se cría con abun- dancia en las isletas y playas de Bisayas, la cual sirve más para adorno que para utili- dad. Es muy estimada en las regiones extrañas, pero donde se cría en gran cantidad es de poco precio y valor, pues no se emplea en las construcciones por los naturales. Críase espontáneamente sin que nadie la cultive y la plante, y por ser de color negro, transportada á las regiones de Europa se vende muy cara. Es madera durísima y que apenas admite instrumentos que la pulan y labren, si no son bien afilados y cortantes. Lábrase en Europa con grande primor, y su principal uso es para marcos de espejos, cuadros, balaustres de catres y embutidos de escritorio. Raro es el árbol que llega á tener de cuatro á seis palmos de grueso, y así no se pueden sacar tablones para mesas. Tiene, fuera de la corteza común á todos los árboles, el aramay; es necesario quitárselo, porque sólo el cuerpo es el estimado. 640 FITOÜKAFÍA. Baticulín (Litsicd obtusata, Fr. Will. ) Es una de las maderas más usadas y buscadas (ni estas Islas para mu- chos usos por ser suave, muy fácil de aserrar y labrar y de nuicha duración; por ser algo fofa, estoposa y amarga, está segura del anay, que busca las duras, en que se ceba de mejor gana. Es á propósito esta madera y sus especies para tablazones, cajonerías, escritorios, escri- banías, tabernáculos y otras cosas semejantes por ser muy liviana y durable, por lo cual es árbol muy apreciado; su olor es como el de palo de rosa muy subido, principalmente cuando se labra. Batinamamó (( \dophyllum ivallicJiianum, Planch.) Se usa en construcciones civiles. Batino (DipterocarpuSy sp.) Se da en Cavite y la Laguna; el de Cavite, de color blanco-amari- llento y de textura sólida, sirve para soleras y tablas de piso; el color del segundo es ceniciento-rojizo. Batiti. Sirve para construcciones. Batitinan (Lagerstrxmia batíiinan, Vid. ) Crece en Bulacán, Ambos Camarines, Albay y Mindoro. Su madera es de un color amarillo- verdoso, de fibra ondeada, compacta, formando aguas en las caras acepilladas. Se emplea mucho en construcciones navales y civiles con grande aceptación. Betis. Existe en la Isabela, Saltan, Nueva Ecija, Bataán, Tayabas, Mindoro y Romblón. Su madera es de color rojo, con vetas más claras, textura sólida, poros poco perceptibles, fibrosa y rompe en astilla corta. Viene poco al mercado, aunque se emplea en quillas de barcos. Bitoc {Calophyllum, sp.) Existe en Nueva Ecija. Su madera, rosada, limpia, de textura sólida, de fibra compacta, longitudinal y de poros poco sensibles, rompe á tronco, se resquebraja en la rotura y da virutas finas, fuertes y poco enroscadas. Es atacada por el gorgojo y por el anay. Bolangita {Diospyros püosanthera, Blanco.) Existe en Zambales, Mórong, Infanta, Batangas, Mindoro y Balá- bac. Su madera, cuyas variedades son, unas de un color rosado- claro, y otras rosado-oscuro, regularmente manchadas de negro, es de textura sólida, de muy buen uso para carenaje y construcciones, muy parecida al camagón y de viruta fina, correosa y ondeada. Resiste á los insectos. Bonglás. Sirve para construcciones navales y urbanas. Bucboc {Streblus, sp.) Se usa en construcciones de edificios. ARBOLES MADERABLES. ()41 Calamansanay {Stephegy7)f, rj).) Xrbol de 20 á 30 metros de altura; su madera, que, por ser algo vidriosa, no debe usarse en piezas que tengan (¡ue resistir á la flexión, es rojiza, de textura fuerte y fibras comprimidas, da virutas algo finas y un tanto enroscadas, rompo en astilla larga, y sirve para tablazones de piso y construcciones. Críase en Nueva Écija, Pam- panga. Laguna y Mindoro. Calantás ( Cedrchi odorata, Bl. ) Naco en ambos llocos. Abra, Bontoc, Lepanto, Unión, Benguet, Nueva Vizcaya, Nueva Ecija, Zambales, Bataan, Bulacán, Mórong, Infanta, Ambos Camarines, Masbate, Mindoro, Romblón y Balábac. Es árbol nuiv conocido por su nmltiplicación en todas las Islas y por el uso que de el se hace para barcos y canoas; se emplea üuii bien páralos envases de tabaco do marcas superiores. Llega á tener de 30 á 40 metros do altura. Su madera, roja, limpia, con poros y grietas trans- versales, de textura floja y de olor de enebro, rompe á tronco y en astilla corta, y da virutas finas, unidas y algo enroscadas. No la ataca ningún insecto, y preserva de la corrupción las maderas almacenadas bajo su aromática influencia. Es a propósito para retablos y tam- bién para colunmas, frisos, arquitrabes y otros adornos, pero cuando se fabrican retablos es muy conveniente que el primer pedestal que descansa sobre el pilar en que se ha de erigir el retablo sea de mola ve, porque resiste más á la humedad, lo que no tiene el cedro, que chupa nmcho y se corrompe fácilmente. Calocatingan {Pierospermum, sp.) Se usa en construcciones urbanas. Calumpang" (StercuUa fcetida, L. ) Árbol de la provincia de Bataán que sirve para tablas de edificios. De las semillas de este árbol se hace logia para el tinte encarnado. Calumpit ( Terminalia edulis, L. ) Se encuentra en Nueva Ecija, Bataán, Pampanga, Bulacán y Cavite. Es árbol de segundo orden, y de madera de un color amarillo-oscuro, manchada de poi-cionos cenicientas, de textura floja y de fibra longitu- dinal, algo vidriosa, que rompe en astilla larga, y da virutas algo áspe- ras, enroscadas y unidas. El de Cavite sirve para edificios; el de Bataán, para harigues; el de Nueva Ecija, para quilos de edificios; el de Bulacán, para materiales de puentes; y el de Mindoro, para tablas de embarcaciones. La corteza de este árbol da un tinte pajizo, y su fruto es comestible. Camagón (Diospyros discolor, ^\\\á.) Existe en Cagayán, llocos Sur, Abra, Lepanto, Bontoc, Unión, Ben- guet, Nueva Vizcaya, Nueva Ecija, Príncipe, Laguna, Infanta, Batan- gas, Ambos Camarines, Masbate, Romblón, Negros y Mindanao. Es 22823 41 642 FITOGRAFÍA. árbol de preciosa madera, de color rojo-amarillento, con grandes vetas ó manchas negras, que se emplea frecuentemente en muebles finos, aunque hoy se hacen pocos por resultar muy pesados; de textura sólida, fibras longitudinales y comprimidas, poros alargados y estre- chos, que se pulimenta con facilidad, rompe casi a tronco y da virutas algo ásperas, compactas j llanas. Catmón (Dillenia philippinenffis, Rolf.) Ax'bol de la isla de Negros, que sirve para tablazones. Cubí {Artocarpus, sp.) Árbol de Leyte, Negros, Masbate y Mindanao, que sirve para dur- mientes y tablazones de edificios. Es madera muy suave y fácil de labrar, aunque algo vidriosa, de un color blanco-amarillento que con el tiempo se convierte en oscuro mu}^ hermoso. Gulilisiao. Es árbol bueno para construcciones. Cupang* {Parida Hoxburghiij G. Don.) Con la madera de este árbol se construyen bancas. Dahá. Sirve para fabricar buenos cascos ó barotos, por ser muy ligera y bastante durable; también se hacen de él tablas para edificios, y de su corteza se sirven los naturales para teñir de negro sus tejidos, por ser de mejor calidad que otros tintes, pues ni quema la ropa ni la maltrata. Dalindingan (Shorea, .sp.) Se usa para construcciones. Dalinsi {Terminalia, sp.) Sirve para todo género de construcciones civiles y militares. Dita {Alsíonia scholaris, DC.) Es árbol de Nueva Ecija y Leyte que sirve para tablas. Dolitang-putí {Garcinia, sp.) Árbol muy útil para edificios. Dongón ó Dungón {Heritiera sylvatica, Vid.) Crece en la mayor parte de las provincias y distritos de Luzón, Leyte, Eomblón y Mindanao, donde llega á ser de primer orden; su madera, de color rojo-morado, textura sólida, fibras comprimidas y atravesadas, olor á cuero curtido, y poros poco notables, rompe á tronco y á hilos. La viruta es unida, áspera y poco enroscada. Se usa mucho en construcciones. ]Ébano. Es una variedad del zapote negro. Su madera, de textura sólida y completamente negra y algo manchada de amarillo ó blanco, con faci- lidad adquiere hermoso pulimento 3^ rompe á tronco y á hilos. Su árb()Lí:s madera hlks. 643 viruta es tina, onroscada y unida. So produce en Cagiiyán, Príncipe, Infanta, Bataneas, Tarabas, Alhay, Mashate, Mindoro y Roinblón. Se usa casi exclusivamente en nuiebles ñnos. Gatasán-pulá {(far<'ini(i runi¡inji(.ni47 metros de altum. Esta excelente madera sirve para toda elase de eons- truceiones tanto civiles como navales; en lo civil se usa en ctulenas y zapatas que van empotradas en los nmros, pero no debe esüir en con- tacto con la cal, porque llega á destruirse por completo; en lo naval so usa para toda clase de ligazones. Se crían ambas especies en Cagayan, Isabela, Unión, llocos Norte, llocos Sur, Abra, Bontoc, Lepanto, l^en- guet, Nueva Vizcaya, Príncipe, Pangasinán, Zambales, Baüuín, Pam- panga, Bulacán, Cavite, Tayabas, Ambos Camarines, Albay, Sorsogon, ]VIas])ate, Mindoro, Romblón, Cápiz, Antique, Iloílo, Negros, Cebú, Bohol, Ley te, Samar v Mindanao. Molavinaso {Premna, sp.) Árbol de Mindoro, bueno para edificios. Molaya, Moloyambo, Mospos y Mulato. Arboles á propósito para construcción de ediñcios. Nabot ó Nato (Ternünalia, sp.) Sirve para construcciones ligeras. Narra colorada ó Narra macho {Pterocarpus mnlallnus, L.) Es árbol de primer orden, muy común en varias partes de estas Islas, como en Cagayán, llocos Norte, llocos Sur, Abra, Bontoc, Lepanto, Isabela, Unión, Benguet, Nueva V izca} a, Nueva Écija, Príncipe, Pan- gasinán, Zambales, Pampanga, Mórong, Laguna, Batangas, Tayabas, Ambos Camarines, Masbate, Mindoro, Romblón, Cápiz, Antique, Balá- bac y Mindanao. Su madera es encarnada, de textura sólida, fibras unidas, poros muy sensibles y fácil de adquirir un hermoso pulimento; algunas variedades se confunden con la caoba, pues tiene como ella vetas más ó menos vistosas, rompe en astilla larga y da virutas ásperas, quebradizas y apenas enroscadas. Se puede emplear en las cons- trucciones, pero su principal uso es en muebles finos, puertas y ventanas. Esta excelente madera, de color encarnado, apenas viene 3^a al mercado, sin duda, porque, debido al gran consumo que se ha hecho de ella, ya no se encuentra más que en el interior de los bosques, y por tanto es dificultoso su arrastre á los puntos de embarque, y por precisión se hace uso de la de color más claro y de inferior calidad. Narra blanca ó Narra hembra. Es enteramente igual á la anterior, con la sola diferencia de ser de menor densidad y menos apreciada que aquélla. De ella y de la anterior dice el P. Delgado lo que sigue: Podemos decir que la madera llamada asauá, ó narra ó naga, es hermana inenor del tíndalo, tan noble y tan hermosa como él, excediéndole en el olor, porque es aromá- tica y esparce olor suavísimo al labrarla. Hállanse dos especies de ella que vienen á ser como hembra y macho; éste es de un color rosado y suave, como se nota cuando está bien bruñida y labrada; el de la hembra tira á blanco. De una y otra narra se hallan grandes árboles en el país; sácanse tablones muy largos y anchos para mesas y puertas, que ordinariamente son cada una de un tablón entero, por cuanto los 648 FITOGBAFÍA. monten de estas islas son A^írgenes y no se sacan de ellos las maderas muy grandes. Iguala la narra al tíndalo en todos los usos; es madera incorruptible y durable con tal que se desnuden del aramay; aguanta mucho en las lluvias y humedades, por lo cual se suelen hacer de ella harigues, cruces para los cementerios, nmy grandes!, her- mosas y durables; llaves, quilos y tablazón para las casas. Es juntamente muy medicinal, porque poniéndola en el agua usual, ó poniendo el agua en el vaso hecho de la misma madera, se para luego de un color azul celeste, tómase olorosa, y se da it los enfermos que padecen hidropesía ó i)iedra ó cálculos de la vejiga. Pagat-pat. Es árbol de manglar, muy alto y muy recto, de madera fuerte y recia, de la cual salen preciosos y elevados harigues. De ella se hacen ligazones y pies de roas para las embarcaciones, porque dura nmcho en el mar, y se sacan tablas hermosas, pero deslucen por destruirse mutuamente los clavos y la madera. Sus raíces blandas sirven para tapones y curan ciertas enfermedades del país. Faholiotan {Mangifera longipes, Griff . ) Sirve para harigues y embarcaciones. Faina. Se usa en ebanistería. Palacpalac {DicJiopsii^ latifolia, Bl. ) Sirve para construcciones civiles. Palma-brava ó Anahao {Coryphajninor, L.) Los carroceros hacen mucho uso de esta palma para varas de calesas y carromatas por su gran flexibilidad. Es palma que tiene la corteza sumamente dura é incorruptible debajo del agua, si se le quita el cora- zón, que es blando. Palo-maría (Calophyllum inophyllum, DC.) Este árbol, llamado también bitanhol, dancalán y dincalín, crece en Cagayán, llocos Norte, Nueva Ecija, Príncipe, Pangasinán, Zambales, Ambos Camarines, Albay, Sorsogón, Masbate y Balábac. Aunque de segundo orden, da por incisión una resina de agradable olor, llamada bálsamo de María, proporciona una madera rojiza, algo clara, de tex- tura fibrosa, con poros grandes y alargados, la cual se aprecia mucho para pisos de embarcaciones y especialmente para toda clase de arbo- laduras. Con su aceite se conserva en perfecto estado todo hierro empotrado en maderas ó mampostería. Pasac {Pygmseum arhoreum, Endl.) Árbol de la provincia de Nueva Ecija, que sirve para costados de buques; su madera, que es de color blanco-rojizo, textura estoposa y poros notables, rompe á tronco. Pamitang'ón {Calophyllum spectabile, Willd.) Se usa para cascos de embarcaciones y edificios; su madera es fuerte y durable en tierrac, por lo cual es muy buscada de los inteligentes. ÁRBOLES MADERABLES. 649 Pamaranagrón. Usté árbol puede reducii'se á una de las numerosas especies de lauaan, porque en los usos es muy semejante á él, aunque se diferencian bas- tante en las hojas y en la cascara. Fórmanse con él muy buenos cascos de embarcaciones y tablazón paní las mismas y para editicios. Piao. Es árbol playero, útil para la construcción de edificios por ser su madera fuerte, sólida y durable, de la cual so forman llaves ó timntes y quilos ó tijeras, lo mismo que buenas tablas. Puyugao. Árbol que se cría en los manglares y tierms salobres. La madera preciosa, llamada puyugao, es muy semejante en la duración y color á la llamada camote en Méjico, de la cual se hacen escribanías, tabu- retes, barandillas y otros preciosos artefactos de escultura, todos los cuales se pueden alcanzar sin disputa del puyugao de Bisayas. Es árbol grande y noble por su duración y hermosui^a y de un color momdo- claro; hállase en abundancia en las islas Bisayas y se pueden hacer de él muy buenos harigues para edificios, toda vez que enterrado, aunque sea en lugares cenagosos, dura tanto como el molave, por no atacarle la humedad; sirve también para tablazones y para todo género de escultura, porque puliéndola toma un lustre como el ébano, de donde nace su estimación. Sambulúan. Es árbol frondoso y elevado, que crece en las márgenes de los ríos, de hojas pequeñas, á manera de laurel, aunque las nuevas tiran á encar- nado. Su madera es colorada y oscura, parecida al carmín, y su corazón muy estrecho y duro. Supa {Sindora.) Es árbol de Mindoro, de madera tan parecida al ipil que muchos la confunden con él, aunque ésta tiene mucha albura y por lo mismo no es tan buena. Se emplea en construcciones. Tangili {Shorea talura, Roxb.) Árbol de primer orden, de cuyo tronco se hacen canoas; su madera, de color amarillo-rojizo, no sirve para construcciones, porque, además de su poca densidad, es atacada por el anay. Tíndalo {Afzelia rhomhoidea^ Vid,) Entre las nobilísimas maderas que producen los montes de estas Islas, una de las más útiles y preciosas es la llamada por los tagalos tíndalo y por los bisayas barnión. Es á propósito y útil para todos los usos humanos, en muchos de los cuales excede al molave; es colo- rada y con el tiempo ó industria viene á asemejarse á la grana. Há- llanse en todas las Islas, y con particularidad en las Bisayas, árboles de 650 FITOGRAFÍA. muy notable grandor, muy derechos y muy largos. Se emplea en la construcción de edificios, además de hacerse de esta madera mesas y bufetes muy hermosos, sillas, taburetes, barandillas, balaustres deli- cadamente torneados, y tablazones muy preciosos por su color y duración. Consérvase bastante en las aguas, soles y humedades. Tungug ó Mangle. Los lugares bajos que invade el mar con sus crecientes se llaman comúnmente manglares, por nacer en ellos el árbol que les da su nombre, llamado mangle, de madera incorruptible, solidísima, colorada, y de tan larga duración que jamás le entra la polilla, ni gusano; por lo cual bien se pu«de decir que es una especie de ébano colorado, puesto que en lo sólido, en lo liso y en lo duro no se halla entre los dos ni diferencia ni ventaja. Hay mangles de mucha elevación y bastante gruesos. Sirve para construcciones navales y urbanas, pero tiene el inconve- niente de no admitir los clavos de hierro. Yacal {Hopea plágala, Vid.) Se da en Cagayán, Pangasinán, Zambales, Mórong, Mindoro, Bulacán y Tayabas. Es de 12 á 20 metros \le alto, con madera de un amarillo-terroso, y de textura sólida y fina, que rompe en astilla larga y da virutas finas, compactas y enroscadas. Se usa mucho en construc- ciones de edificios y barcos, y puede en muchos casos sustituir al molave, con tal que se procure no ponerla en contacto con la cal. CAPÍTULO XII. PliAííTAS Y ÁRBOJ^ES I)K ADORNO. Muchas son las plantas y árboles de adorno del Arehipi^la(]fo Fili- pino. Van en este capítulo, por vía de resumen, los más usados en jardines, paseos, etc., agrupados en familias botánicas.^ Magnoliáceas. Talauma pumila, Andr. Michelia champaca, \j. Anonáceas. Artabotrys odoratissimus, R. Br. Nombre vulgar, ílang-ílang de China. Uñona odoratissima, Bl. Nombre vulgar, ílang-ílang ó Alang-ílang. Caparídeas. Gynandropsis speciosa, DC. Nombre vulgar. Arañas. Cariofileas. Dianthus chinensw, L. Nombre vulgar, Clavel. Terstremiáceas. Camelia japónica, L. Requiere muchos cuidados en Manila. Malváceas. Althoea rosea, Cav. Nombre vulgar, Varitas de David. Hibiscus ahelmoschus, L. Nombre vulgar, Castulí. Hibiscus rosa-sinensis, L. Nombre vulgar, Gumamela. Hibiscus mutabilis, L. Nombre vulgar, Mapola. Hibiscus syriacus, L. Nombre vulgar, Gumamela blanca. Geraniáceas. Pelargonium odoralissimum, Ait. Nombre vulgar. Malva-rosa. Impaiiens balsamina, L. Nombre vulgar, Camantigui. Rutáceas. Murraya exótica, L. Nombre vulgar, Camuning. Clausena excávala, Burm. Nombre vulgar, Calomata. Clausena Wampi, Blanco. Nombre vulgar, Uampit. Glycosmis pentaphylla, Corr. Nombre vulgar, Guingén. Triphasia trifoliata, DC. Nombre vulgar, Limoncitos. Meliáceas. Melia azedarach, L. Nombre vulgar, Paraíso. Aglaia odorata, Lour. Nombre vulgar. Cinamomo de China. lieguminosas-Papilionáceas. Cajanus indicus, Spreng. Nombre vulgar, Caguios. ^ Este resumen está tomado de la Reseña de la Flora del Archipiélago Filipino por D. Sebastián Vidal. 651 652 FITOGRAFÍA. Leguminosas-Cesalpíneas. Cnsalpinia pulcherrima, Swartz. Nombre vulgar, Caballero, Rosa-Caballero. Poinciana regia, Boj. Nombre vulgar, Árbol del fuego. Tamarindus indica, I.. Nombre vulgar, Sami)álo('. Bauhinia suhrotundifolia, Cav. Nombre vulgar, San Antonio de Rosa. BauJiinia tomentosa, L. Noml)re vulgar, San Antonio. Bauhinia acuminata, L. Nombre vulgar, San Antonio. B^osáceas. Jiosa indica, L. Nombre vulgar, Rosa de Alejandría. Rofia centifolia, L. Nombre vulgar, Rosa. Rosa damascena, L. Nombre vulgar, Rosa. Crasuláceas. Kalanchoe laciniata, DC. Nombre vulgar. Siempreviva. Combretáceas. Terminalia caiappa, L. Nombre vulgar, Talisai, Almendro. Mirtáceas. Melaleuca leucodendron, L. Barringtonia speciosa, Forst. Nombre vulgar, Botong. Pasiflóreas. Pasáflora, varias especies. Nombre vulgar. Pasión. Cácteas. Cereus, varias especies. Nombre vulgar. Rabo del diablo. Opuntia Dillenii, Haw. Nombre vulgar, Dilang-vaca. Caprifoliáceas. Lonicera, varias especies. Nombre vulgar. Madreselva. Rubiáceas. Mussíenda frondosa, L. Nombre vulgar, Cáhoy-dalaga. Gardenia florida, L. Nombre vulgar, Rosa de China. Ixora coccinea, L. Nombre vulgar. Santón. Ixora síricía, Roxb. Nombre vulgar. Santón. Compuestas. Zinnia elegans, Jacq. Nombre vulgar, Constancia. Helianthus annuus, \j. Nombre vulgar. Mirasol. Coreopsis elegans, L. Dahlia variabilis, Desf. Nombre vulgar, Dalia. Cosmos caudatus, H. B. et Kunth. Tagetes patula, L. Nombre vulgar, Rosas de Egipto. Tagetes erecta, L. Nombre vulgar, Cía velón. Chrysanthemum indicum, L. Nombre vulgar, Rosas del Japón. Crossostephium aríemisioides, Less. Nombre vulgar, Ajenjos. Artemisia vulgaris, L. Nombre vulgar, Yerba de Santa María. Plumbagineas. , Plumbago coccinea, Boiss. Nombre vulgar, Coralillo. Plumbago capensis, Thumb. Nombre vulgar. Jazmín azul Oleáceas. Jasminum sambac, L. Nombre vulgar, Sampaguita. Jamninum grandiflorum, L. Nombre vulgar. Jazmín. PLANTAS Y ARBOLES DE ADORNO. 653 Apocináceas. AUamanda cathartica, L. Nombre vulgar, Campanero. AUamanda Auhletily Pohl. Nombre vulüíar, Camjmnero. Thevetia neriifoUa, L. Nombre vulgar, Campanero. Vinca roseoy L. Nombre vulgar, Rosa sa babay. Plumería acidifoUa^ Poir. Nombre vulgar, Calachucbe. Tabernwtnontana coronaria, Br. Nombre vulgar, Pandacaqui. Nerium odorum, Sol. Nombre vulgar, Adelfa. Asclepiádeas. Pergularia odoraiissima, L. Nombre vulgar, Mil leguas. Fergularia minor, Andr. Nombre vulgar, Mil leguas. Hoya carnosa, R. Br. Nombre vulgar, Flores de cera. Hoya mulUflora, Bl. Nombre vulgar, Flores de cera. Convolvuláceas. Tponiíta Quamoclit. L. Nombre vulgar. Cabello de ángel. Iponuca hederacea, Jacq. Nombre vulgar, Bulacán. Ipomxa reptans, Poir. Nombre vulgar, Cangcong. Ipomiea muricata, Jacq. Nombre vulgar. Haba de Tonquín, Tonquina. Ipomsca pálmala, Forst. Nombre vulgar, Aurora. Solanáceas. Solanum ícthiopicum, L. Datura, varias especies. Cestrum noctumum, Murr. Nombre vulgar, Dama de noche. Escrofularíneas. Russelia júncea, Luc. Nombre vulgar. Coralitos. Acantáceas. Barleria ciliata, Roxb. Nombre vulgar, Flor de campana, Violeta. Labiadas. Odmum, varias especies. Nombre vulgar, Albahaca. Coleus, varias especies. Nombre vulgar, Malamaya, Lágrimas de San Pedro. Rosmarinus officinalis, L. Nombre vulgar, Romero. Nictag-íneas. Mirabilis Jalapa, L. Nombre vulgar, Maravillas. Amarantáceas. Celosía cristaia, Moq. Nombre vulgar. Cresta de gallo, Palongpalongan. Amaranthus, varias especies. Nombre vulgar, Moco de pavo, Quilitis. Gomphrena globosa, L. Nombre vulgar, Botoncillos. Chenopodiáceas. Basella, varias especies. Nombre vulgar, Libato. Casuaríneas. Casuarina equisetifolia, Forst. Nombre vulgar, Agojo. Coniferas. Cupressus, Araucaria y Podocarpus. Se cultivan algunas especies de estos géneros en algunos jardines de Manila, así como el Cycas revoluta y C. circinalis. 6t54 FITOGRAFÍA. Orquídeas. La hermosa familia de las Orquídeas es objeto de una exportación bastante considerable, hallándose casi siempre viajeros encargados de su recolección para establecimientos de horticultura. Entre los géneros, cuyas especdes son más buscadas, son las siguientes: Dendrochüum (glumaceumjunceum, filiforme) ^ Dendrobium {veitchianum, Maccarthei, macranthum, taurinum, modestum^ daya- num, álbum, aduncum, etc.), Bolhophyllum {auratum, Medusse, etc.), Aerides {quinquevulnerum, suavissimum, etc.), Tanda (huo.vís, lamellata, lissochiloides, Vidala, etc.), Renanthera {coccínea, magnifica, amabilis, etc.), Saccolabium {gutiatum, violaceum, etc.), Phalsenopm (amabilis, schiUeriana, intermedia, leuchorroda, Lowii, casta, grandiflora, Lndeniaunu, etc.), Grammatophyllum {scriptum, speciosum, etc.), Cymbidium (aloifolíum, Hutlonii, etc.) Ansecto- . chillus {argyoneurum, Dayii, etc.) y Cypripedium {Argus, Ixvígatum, etc.). En Manila las que más frecuentemente se ven son : Phalsenopsis amabilis, L. Nombre vulgar, Mariposa. Phalsenopsis schiUeriana, Reich. Nombre vulgar, Tigre. Dendrobium iaurinum, L. Nombre vulgar, Dapo. Aerides quinquevulnerum, L., y algunas de los géneros Vanda y Bolbophyllum. Irídeas. Pardanthus chinensis, Kerr. Nombre vulgar, Abanico. , Amarilídeas. Polyanthes tuberosa, L. Nombre vulgar, Azucenas. Habranthus versicolor, Herb. Nombre vulgar, Brujitas, Lirio. Pancratium ceylanicum, L. Xiiliáceas. Cordyline terminalis, Kunth. Nombre vulgar, Tucud-pare, Tucud-obispo. Aloe barbadensis, Mili. Comelináceas. Tradescantia discolor, Smith. Nombre vulgar, Puquing, bábuy. Palmas. Cocos nucífera, L. Nombre vulgar, Coco. Areca catechu, L. Nombre vulgar, Bonga. Actinorhytis calapparia, Wend. et Dr. Nombre vulgar, Bonga. Livistona rotundifolia, Mart. Nombre vulgar, Anahao. Aráceas. Caladium bicolor, Vent. Nombre vulgar, Corazón de María. Alocasia y Colocasia, varias especies. Nombre vulgar, Bigá. Gramíneas. Andropogon ciiratum, Dec. Nombre vulgar, Tanglac. Además del tanglac, se ven varias otras plantas de la misma familia. TR^T^DO IX. ZOOGRAFÍ A 655 P M ó L O G O . Aunque algo más estudiado el reino animal en el Archipi(^lago Filipino que el vegetal y mineral, presenta eon todo nmehas y tras- cendentales deficiencias, por las cuales se ve claramente que no ha sido explorado tan inmenso y variado territorio como se requiero pam un estudio completo. Prescindiendo de las causas que á ello ha3'^an contribuido y limitándonos á lo que dicen los hechos, al leer las obms que sobre esta materia se han escrito, se observa, á primera vista, una gran desproporción entre los grupos zoológicos superiores de estas Islas y los de Sumatra, Java, Borneo, Célebes y demás países del Sur. En tanto que los animales filipinos presentan una multitud de tipos y formas especiales, faltan (^ntre ellos un gran munero de especies pro- pias de las demás islas del archipiélago malayo. Esta diferencia es tanto más marcada, cuanto más superior es el gi'upo (jue se observa. Comparando, por ejemplo, los mamíferos de Filipinas con los de Java, se ve que los que faltan en estas Islas de los que Java tiene, son en número bastante crecido; mientras que dicha falta va disminuyendo a medida que se entra en el estudio comparativo de las aves, reptiles, peces, insectos y demás grupos zoológicos inferiores. Respecto á la especialidad de formas, el número de animales propios exclusivamente de Filipinas es tan considerable que puede muy bien decirse que la fauna filipina presenta una fisonomía peculiar y caracte- rística, á pesar de sus muchos puntos de contacto con los demás países malayos. Divídense los animales en dos grandes grupos, cuyos individuos se distinguen por tener los primeros sistema óseo y carecer de él los se- gundos. Los primeros se llaman vertebrados é invertebrados los segun- dos. Los vertebrados que constituyen el tipo más importante del reino animal, se dividen en cinco clases, á saber: Mamíferos, Aves, Reptiles, Batracios y Peces. Nos ocuparemos en las especies más importantes, apuntando lo que de cada una de ellas se encuentra en Filipinas, en los capítulos siguientes: I"". Mamíferos; 2"". Aves; S''. Reptiles y Batracios; 4"". Peces; 5"". Articulados; 6"". Moluscos; T"". Radiados y Protozoos. Finalmente, debemos advertir que en la composición de este tratado nos hemos servido de la Historia del P. Delgado, S. J.. y de las publi- caciones del Sr. Jordana. Manila^ 8 de Diciembre de 1899. 657 22823 i2 CAPÍTULO I. MAMÍFEROS. DIVISIÓN. Como dejamos antes indicado, pobremente representada se encuentra en Filipinas la clase Mamíferos si se comparan estos con los de Java; di- ferencia tanto más singular, cuanto que el Archipiélago Filipino mide una superficie mucho más extensa y reíme condiciones muy distintas de vida por el número tan vario de islas que comprende. Se dividen los Mamíferos, según los trabajos de eminentes naturalistas, en dos sub-clases: Placentarios é Implacentarios. Dejando los últimos por no encontrarse en estas Islas, nos ocuparemos en los primeros que se sub- dividen en los órdenes siguientes: Desdentados, Cetáceos, Perisodácti- los, Artiodáctilos, Proboscídeos, Roedores, Insectívoros, Pinnipedos, Fieras, Quirópteros, Prosímidos y Primates. DESDENTADOS. Del orden de los Desdentados, familia Nermilingües, existe el Pangolín ó Balingtón {Manís indicus^ Cray) en las islas de la Paragua y Culión. CETÁCEOS. Entre los Cetíceos carnívoros, familia de los Delfínidos, aparece el Delfín {Delphimts malayanus^ljQS^.)\ entre los Catodóntidos, el Cacha- lote ó Catodón ( Catodon macrocephalics^ Lac), célebre por el ámbar gris y por el marfil de sus numerosos dientes. También en estos mares se ven ballenatos, como la Baloena australis^ Cray; y en el orden de los SiRENOS ó Cetíceos herbívoros el Halícore, Dugón ó Peje-mulier {Ilalicore cetácea^ UligO? propio de Filipinas. He aquí cómo lo describe el P. Delgado, que lo vio muchas veces en las islas Bisayas. El cuerpo del peje-mulier es grande y rollizo y se distingue poco de un grande atún. No tiene escamas, sino que tiene liso y limpio el pellejo; el color es casi negro por la parte superior, y algo más blanco por el pecho; debajo del pellejo tiene como dos dedos de gordura á manera del puerco, y su carne es como de ternera. No tiene es- pinas, sino costillas y huesos; no tiene olor ni sabor de pescado marisco, sino que se parece en uno y otro al que echa un animal terrestre. La gordura que tiene da bo- cado sabroso, y no empalaga como la del puerco. La cabeza es chata y carnuda, boca grande y los ojos pequeños; por uno y otro lado le salen dos grandes colmillos no retorcidos y casi derechos. En el lugar de los hombros le nacen dos aletas no espinosas como las de los peces, sino carnudas y de 659 660 ' ZOOORAB^ÍA. uno ó (loH (ledos de grueso; la cola guarda la misma configuración, porque en su na- cimiento aparece angosta y de allí va poco á poco ensanchándose. Tanto las aletas como la cola son bocado sabroso, y estando saladas no se distinguen del jamón más delicado. Los labios le cuelgan por uno y otro lado hacia donde salen los colmillos, y por la mitad. Los pechos son como de una mujer, pero mayores respectivamente. Susténtase de yerbas marítimas, como el alga. Nada velocísimamente con la cola y las aletas, dejando en el mar asaz larga estela, de suerte (}ue por ella conocen los pescadores la presencia del famoso pez. Nada de este pez se desperdicia, y todas sus costillas son medicinales, principalmente para atajar corrimientos, reumas y sangre. Hácense de los colmillos de este animal excelentes rosarios, que en nada se distinguen del marñl. El Sr. Jordana, en su Fauna Filipina^ dice que de día en día se va extinguiendo esta especie. PERISODÁCTILOS. Del orden de los Perisodáctilos es notable el ágil Caballo {Equus caballus^lj.)^ de poquísima alzada pero fuerte, importado de Méjico, China ó Borneo. Su casco es tan duro que con frecuencia no necesita herradura. ARTIODÁCTILOS. PAQUIDERMOS. Suidos. — El orden Artiodáctilos, sub-orden Paquidermos, está bien representado por la familia Suidos en el Jabalí ó puerco montos {Sus scropha., L.), que abunda en todos los bosques y destruye muchas plantaciones. Es objeto favorito de una activa caza por parte de los indígenas, por ser su carne muy esquisita. Es probable la existencia de otras dos especies, el S. papuensis y el xS'. verrucosus. Se asegura también encontrarse en Mindanao el Porcus hahirussa^ Klein, llamado por los malayos babi-roese ó babi-rusa, es decir puerco-ciervo, mu}^ semejante al jabalí, del cual se distingue sobre todo por presentar sus colmillos superiores considerablemente desarrollados y encorvados hacia atrás. El P. Heude, S. J., recientemente ha clasificado unas diez especies. Forman la carne de estos animales con el pescadillo y el arroz la base de alimentación de los indígenas. RUMIANTES. Cérvidos. — La familia Cérvidos es la mejor representada entre todos los Mamíferos de Filipinas. El citado P. Heude recientemente ha clasificado treinta y siete especies, de las cuales treinta pertenecen al género Ussa^ seis al género Melanosis y uno al género ííyelaphus.^ y se encuentran en Patangas, Mindoro, Cebú, Tamontaca y Mati (Min- danao), Isabela de Basilan, Laguna, Nueva Ecija, Mariveles, Masbate, Negros y Jólo. Lo que sigue es del célebre P. Delgado, S. J., en su Historia de Filipinas: Innumerables son los venados y ciervos que hay en estas islas, no obstante que continuamente los persiguen y matan los cazadores con sus lanzas y perros, dando y-vyFi ■ iij^l i^ c c y. < oí < MAMÍFEROS. (U>1 al)asto sobrado con sus pieles j>ara los zapatos y chinelas que se írastaii en esUw islas (pie todos se hacen de este cuero, que bien curtido es tan bueno como el conlobíín de Europa. El deslindar cómo ó por dónde se j>oblaron los montes y prados de estas islas de animales perfectos, es de mayor dificultad de lo que parece, })or cuanto los animales mansos y caseros los pudieron tnier los naturales, cuando vinieron á poblar ev4as islas, pero los venados y otros animales montaraces tle tpie abundan los montes, es difícil afirmar (]ue los tmjesen del continente, separados de estas islas por centenares de leguas. Y así sólo puedo asegurar que los hay, pero i'l cómo vinieron es uno de los secretos reservados lí la Divina Sabiduría, cuya Provi- dencia los condujo á estas islas. Y sólo se puede discurrir que ellos como excelentes nadadores, pasaron de unas ;i otras islas, hasta llegar á esttis, ya sea i>or Borneo, ya por las Molucas, que no están lejos, y hay entremedio infinitas islas, donde i)udieron descansar para proseguir el rumbo hasta donde los llevaba con su impulso natural la Providencia de Dios para multiplicar su especie y llenar la tierra: Crescifc et mnltipli- romnii, H replete terram. Son bastante corpulentos, aunque no llegan á igualar á los que he visto en Nueva Ksi)aria, y todos son del mismo color en el pelo, no obstante (jue se han visto algunos blancos y enviado á Manila desde Bisayas, i)ero son muy raros como los cuervos de quienes canta un poeta: Rara avis m terris alhoque mn'dlíma corvo. Las astas son largas y ramosas; ínúdanlas amialmente, y por i'ada año crecía un nuevo ramo ó espigón. La vida de los venados es larguísima de suyo; su carne nuiy sana y de mucho sustento; es contra venenos y humores perezosos del cuerpo humano; será la causa el sustentarse con yerbas y hojas de árboles. El asta del venado es uno de los más eficaces cordiales que puede haber, raspada y hecha polvos y dada á beber con agua fresca; prepárase también quemándola hasta que queda blanca como cal, y entonces, aunque pierde la virtud cordial, toma la su- dorífera dada á beber con te ú otra bebida caliente. í^s eficaz remedio para atajar la sangre así del pecho como de otra cualquiera parte que venga, principalmente cuando se desangran demasiado, después del parto, las mujeres. Es contra fiebres malignas, y así se da á beber á los atabardillados, con buen efecto. También untando por encima del cutis restaña los sudores que provienen de ^aqueza y debilitan á los enfermos en demasía. W Carvicórnidos, — Los Carvicórnidos ovinos de Filipinas parecen haber sido importados de China y de Méjico; hay varias clases de ovejas y también de cabras, las cuales aquí degeneran. Entre los Carvicórnidos bovinos figuran los bueyes, que son exóticos importados de China y Méjico, y se han multiplicado mucho. Tiene el primer lugar entre los Mamíferos filipinos el Carabao ó Búfalo {Bvbalus hitffalus^ L.), del cual dice el P. Delgado lo siguente: No dudo que estos animales sean traídos á estas islas de otras regiones, pues no se pudieron producir sino por generación y hay en estas islas bastante copia; muchos silvestres y montaraces, aunque en estas islas Bisayas son raros. Son grandes nada- dores y muy amigos del agua y siendo antiquísimos en estas islas se puede presumir que de unas á otras pasaron ó ya impelidos de la violencia de las corrientes, ó de pro- pósito buscando tierras de buenos pastos. Los carabaos son unos animales muy útiles para los indios, mayores que un gran toro, muy fornidos de miembros y de mucho aguante; la cornamenta es gruesa, larga y cuadrada hasta cerca de la punta y forma una media luna perfectamente desarrollada, mirándose una á otra las puntas de las astas; son tan diestros en jugarlas que levan- tan de la tierra cualquiera cosa con facilidad. Gustan de que los gobiernen y pasto- reen los niños pequeños, quienes montan en ellos con gran facilidad, sirviendo de escalera la misma pierna y ancas del animal. 662 ZOOGRAFÍA. ('asi todos son de color pardo, tienen el pelo duro y áspero como cerdas, la voz es muy delgada y parecida á un quejido, con ser tan grande el animal. Son muy fecun- dos y muy cálidos y cuidan mucho de sus crías y las defienden hasta de los cocodrilos, tanto, que si acaso les llevan alguna, se echan al agua, para librar con ellos un feroz combate, y como puedan hacer pie y fuerza en el agua lo vencen y lo sacan á tierra con sus mismas astas. Las sementeras de los arroces, que ordinariamente se hacen en tierras anegadizas y lodosas, se labran con carabaos, porque no se usan bueyes para este efecto, ni pudieran aguantar y arrastrar el arado penetrando tan profundamente dentro de la tierra, la cual resistencia, lejos de ofenderle, parece que aun le gusta y le atiza en aquella labor. Uno solo tira del arado y no dos, como acontece con las yuntas de bueyes. En calentando mucho el sol no pueden proseguir su obra, y entonces los sueltan y ellos se entierran gustosos en los lodazales ó se meten en los ríos, donde apenas descubren la cabeza; el baño, sea en agua limpia, sea en sucia ó lodosa, es la vida de estos animales. Su carne es comestible y buena, pero muy cálida é indigesta; la de los montaraces es más gorda, sabrosa y aun regalada. Es animal muy bravo y furioso, y con ser tan grueso anda muy ligero en el monte, los mansos son muy tratados, y usan los indios de ellos en sus caminos y tienen un paso muy bueno, pero todo lo echan á perder con lo pesado de su cuerpo, haciendo grandes hoyos y labrando los caminos á manera de escaleras. Gobiérnanlos por un anillo de bejuco que les ponen en la nariz en lugar de freno. Las astas de los carabaos son nmy útiles, así para varios artefactos como para medi- cina; háchense de ellas anillos y manillas; hácense asimismo de ellas, una vez quema- das, las piedras que llaman de culebras, las cuales aplicadas á la picadura chupan y sacan el veneno, librando al paciente, como lo he experimentado muchas veces. El cuero es grueso y muy fuerte, pero no he visto que usen el curtirlo para suelas, como lo hacen con el de los toros. En Mindoro vive en estado salvaje la única que podemos llamar fiera del país, el Tllmárao {Bubalus mindorensis^ Heude). El Si*. Jordana, que lo clasifica entre los antílopes {Antilope depressicornis^ Smith), lo describe así: Sus formas son rechonchas, sus piernas cortas y su aspecto parecido al del búfalo, del cual se distingue por su gruesa cabeza, espaciosa frente y hocico desnudo, ancho y poco saliente. Sus cuernos no miden más que 28 centímetros de longitud, y, sin embargo, tienen 11 centímetros de grueso en la base; son completamente rectos, apenas divergentes, inclinados hacia atrás, comprimidos en la base de la parte anterior á la parte posterior y anillados, adelgazados rápidamente hacia la punta, lisos, muy aguzados y negros. Las orejas son de tamaño regular y estrechas; el cuello corto y recio. Las piernas anteriores se encorvan un poco, como las de los toros y las pezu- ñas son muy altas y anchas. La cola es corta, gruesa en su nacimiento y terminada por un hacecillo de pelos largos, cuyas extremidades apenas llegan á los tobillos. El color del animal varía según los individuos. El macho suele ser pardo-claro, más oscuro por la parte superior que por la inferior, con las piernas de un color pardo-acho- colatado, el pelo fino, escaso y corto. La hembra tiene la cola más delgada y las piernas más cortas, y es, aveces completamente negra, cuando joven, parda; y cuando más joven todavía, del color de la vaca, tirando á amarillo-pálido. El tamárao es animal muy agreste y vigoroso que á veces lucha victoriosamente con el búfalo sil- vestre €ín el seno de los bosques. o w y, u. C ce Cí o MAMÍFEROS. 663 ROEDORES. Cmndos, — Del orden de los Roedores, familia Cávidos, existe on Filipinas, aunque exótico, el Cuin ó Conejillo de Indias (Cavia cohat/a^ Schreb.), que se cree procedente de la América Meridional y se ha do- mesticado en estas Islas. //!fhilippinens¡s^ Temm. ). Los patos reales son abundantes en la provincia de Manila, tanto que á corta distancia de la capital existe un pueblo llamado Pateros, por la gran cantidad de patos reales que hay en el río de su término. Los naturales sacan gran provecho de sus huevos que venden en Manila. Estos patos pasan el día en el río sin alejarse mucho de la orilla. Al oscurecer se retiran á las pequeñas chozas que ha}" á lo largo del río, y en ellas depositan gran cantidad de huevos. Para este ñn los ali- mentan bien con el caracolillo llamado suso, que es eficacísimo para este objeto.^ Hay también ánseres de cuello largo, pico ancho á modo de paletilla, y pies no niuy largos ni altos, muy á propósito para nadar en el agua, por ser cartilaginosos como los de los patos. ZANCUDAS. Las Zancudas están representadas en Filipinas por el Pluvial ( Cha- Tadrius philippinensis^ Lath.), de las Charádridas; el Caballero, el Charlito, la Espátula {Platalea luzonensis^ Lath.), la Garza encar- nada, {Nycticorax manillensis^ Vig.), el Ave-toro, la Garza blanca y la Cigüeña, todas de las Ardeidas; el Rascón de collar, el Cirujano, la Polla de agua y otras de las Rálidas. El P. Delgado asegura que las garzas de estas Islas son muchas y todas de color blanco. El Doón {Nycticorax grisensis^ L.) es ave que vive en las cercanías del mar y en los manglares, donde busca su sustento que es el pescado: de noche está continuamente de centinela, dando graznidos que se oyen de muy lejos, por lo cual duerme poco, como todo animal que pone huevóos. Aunque es del grandor de un pavo, tiene, sin embargo, la cola corta y las piernas \ el cuello largos. ^ Para la descripción de esta industria véase el tratado iii, parte 2"., p. 281. 666 AVES. 667 GALLINAS. Del orden de las (tallin a8 son de notar, entre otros, el Tabón {Mt^ja- j)o(J¡Hs ruhriprs, Tenini.). el Gallo \\\o\\té^{Iíeinlp(Kjlm puíjnnx^ Tenim.), el Pavito de la Paragua {Polyphefroa i uplan uin ,T^n\\\\,) y la Codorniz. Respecto del Tabón dice el P. Delgado lo que sigue: Talx')!! es palabra que significa en el idioma de los naturales de estas islas de Pinta- dos, "esconder cubriendo ó cubrir tapando alguna cosa con tierra"; tal es el nombre que dan á esta ave, y le conviene nuiy bien, porque ella tiene habilidad y fuerzas para enterrar y tapar muy bien sus huevos, sin cuidarse de ellos. P]s ésta ave marítima y su habitación frecuente se halla en las playas é isletas. Es de color pardo con al- gunas manchas blancas nuiy menudas de que están sus plumas matizadas. Es menor que una gallina, pero sin cresta y el pico más corvo y corto. No son largos sus pies sino más cortos que los de las gallinas ó como unas que llaman enanas. La cola es muy corta. Los huevos con que se nmltiplica los pone en los arenales, donde no aU^anzan las crecientes del mar; no los pone en todo tiempo, sino en el de los oestes en que están comúnmente los mares de Bisayas pacíficos y serenos. Lo admirable es que siendo ave de tan moderado tamaño, es mayor su huevo que el de los ánseres y gansos, que la exceden sin comparación en el cuerpo, en lo cual atendió la naturaleza á la nutrición del pollito que había de durar más tiempo; y por esto es casi yema todo él, con muy poca clara alrededor, de la cual se forma el cuerpo del polluelo quedando su pico tan bien dispuesto por la sabia naturaleza, que está clavado en la misma yema, de suerte que sin trabajo, ni movimiento, tan luego como se anima se va sus- tentando y nutriendo de ella hasta que tiene fuerzas para romper el cascarón, en que está encerrado, y librarse de la prisión en que se hallaba. Para poner este huevo, escarba primero la arena en parte segura y competente más de una vara de hondo, y puesto ya allí, vuelve á terraplenar y tapar el hoyo con la misma destreza con que lo abrió, allanando la arena como de antes, y allí lo deja sin cuidar más de él, ni venir á desenterrarlo, ni descubrirlo, pues la misma naturaleza le enseña que no es necesario empollarlo por sí misma, ni tener el trabajo, ni fatiga que en sus nidos y crianza de sus polluelos tienen las otras aves. Empollado ya el huevo con solo el calor de la arena, rompe el cascarón que le sir- vió de cuna y albergue en aquel sepulcro, y acostado boca arriba comienza con sus piececillos á escarbar la arena y á desenterrarse .poco á poco. Tiene entretanto el ani- malillo sus horas de trabajo y sus tiempos de descanso hasta llegar á la superficie y gozar del cielo abierto y de las auras potentes; sale cubierto con sus plumitas blancas y pardas, aunque entonces no tiene fuerzas para volar con sus alas propias, pero sí las goza en grado suficiente para caminar y correr muy ligero. Los naturales, cuando llega el tiempo de los oestes en que pone el tabón sus huevos, van por las isletas y playas para robarlos, tanteando con unas varas la arena. Y en donde la hallan fofa, allí cavan hasta dar con ellos. Son de mucho sustento y regalo y más sabrosos que los de gallina, y uno basta para un hombre que tenga buen estó- mago, porque si lo tiene delicado, es comida tan recia, por lo muy mantecoso y sus- tancial que es, que habrá menester templarse en comerlo para no quedar embarazado y repleto. Es de tal calidad que, aunque esté empollado, no se corrompe ni toma mal olor, antes bien el pollito con la yema es comida regalada y sabrosa y más sus- tancial que un pichón. Si no está empollado se cuece, fríe ó se asa, como le gustare al que lo ha de comer; y su sola yema tendrá unas diez de las de un huevo ordinario de gallina, pero de mayor y más fuerte sustento. El ave es de buena y sabrosa carne, más necesita que esté manida ó bien guisada para que quede tierna. 668 ZOOGRAFÍA. PALOMAS. Las Columbinas de éste Archipiélago son muy bellas y variadas, entre las que se encuentran la Cohcmbina pacifica y el Camaso; entre las tórtolas, el Montí, el Limacón, la Paloma-faisán, la de la puñalada {Colurnha, crxtentata^ L.), así llamada por una mancha colorada que tiene en el cuello; la Nicobara de muceta, de verde metálico; la CaJfenas jpulchella^ de Talísay (Mindanao); la hermosa Lialán y el Balud. El P. Delgado así describe el Balud: Las palomas torcaces, que los naturales llaman balud, son comunes y propias de estas islas, y hay en todas ellas no pequeña cantidad por los bosques y arboledas, donde esconden sus nidos en los más eminentes y elevados árboles para librarlos de sus enemigos, que no son pocos. Son todas de un color ceniciento y del grandor de las palomas caseras. Susténtanse de las frutas de los árboles, principalmente del llamado anauam, tragándolas enteras con ser del grueso de una bala de escopeta y pegajosas é indigestas, y ellas engordan en el tiempo de esta frutilla y apenas se apartan de estos árboles hasta que las acaban. Tienen su canto particular que es un modo especial de arrullarse y llamarse. Es cosa de admiración el que los escritores antiguos y modernos, que han escrito las cosas de estas islas, no hayan hecho mención de tantas especies de palomas que se crían en estos mares é islas, las cuales son tan propias de ellos, que ciertamente no las hay en el mar del Norte .... Estas palomas corren de isla en isla por todos estos mares, con el arte del pilotaje que les enseñó la naturaleza, y así son innumera- bles, y he visto en el estrecho de SanJuanico los árboles de una y otra banda tan cua- jados de palomas blancas que apenas se veían las hojas por espacio de más de una legua. Estas son de varias especies. Las primeras, llamadas canaoay, son blanquizcas, de muy buena y sabrosa carne; de éstas hay siempre en estas islas. Otra especie de palomas suelen llegar en grandes bandadas, que llaman camaso, son también blan- quizcas y del tamaño de una paloma casera ó algo mayores, y éstas son los que se suelen juntar en tan grande número y pasar de isla en isla hasta llegar á Bisayas. Los árboles donde se sientan de noche á descansar se tornan completamente blancos. La carne del camaso es excelente, y no le hace ventaja la de la paloma torcaz en lo sabroso y sustancial. Otro es el manugil, propio de estas islas; es casi como un gallo, y tiene sus piernas y cuello de mayor longitud; vive siempre en las playas é isletas; su color es pardo, el pico largo, pero torcido hacia abajo; su canto no es desapacible. El torintín vuela por las playas y barras de los ríos, donde se juntan innumerables, y duer- men en los arenales é isletas á donde los indios los suelen coger con sus atarrayas arrojándoselas cuando están durmiendo, principalmente siendo la noche oscura y llu- viosa, que es el tiempo de mayor descuido. Su cuerpo es como el de un pichón, y su carne sustancial y sobrosa. PÁJAROS. TENUIROSTROS. El orden Pájaros es muy abundante en especies filipinas, de las que se citan entre los Tenuirrostros, familia Colíbridos, el Colibrí de puñalada; de los Troquílidos, el Colibrí de pectoral; y de los Melifá- gidos, el Pipit ó Tansí de siete colores, y el rojo. AVKs. 669 FISIROSTKOS. Los FisiRosTuos cuentan con la Golondrina de barba, con el Vencejo, y, entre otros, con la Salanjjfana {CoJIocalla nldijica^ Lath). Acerca de la Salangana así se expresa el P. Delgado, S. J. : En la.s islas Calamianes, Joló, y tambic^Mi en alguna» de estas Bisayas se cría iin pajarillo marítimo llamado salangán, el cual es como una esjHície de golondrina de mar, muy parecida así en el i uerpo como en el modo de anidar en la tierra; jwr cuanto la golondrina forma su nido de barro y pajitas, pega77 y hundida en el cieno ú oculta en algún agujero, despertándose al comenzar la primavera y apareciendo primero las miíií jóvenes. Los bati-acios hilef ormes, excepto la época de la cópula y de la puesta de los huevos, viven el resto del año en los árboles; su color ordinaria- mente es muy hermoso, cambiándolo con tanta frecuencia como los camaleones. Entre las especies filipinas se encuentnm las denominadas PoJypcdatif< rugosm^ Dum., e Ilyla quadrlllneatíí^ Wieg. La última especie que debemos citar es el Phdrojjus pictm^ Dum., camcterística de Filipinas. Pls un verdadero sapo. CAPÍTULO IV. PECES. DIVISIÓN. Esta última clase del tipo Vertebrados es, sin duda, la que presenta mayor número de especies, pero es también al mismo tiempo la menos conocida. Consideraremos las principales especies de los Selacios y Teleósteos en sus cinco sub-órdenes de Plectognatos, Lofobranquios, Fisóstomos, Anacántidos y Acantópteros. SELACIOS. En el orden de los Selacios encontramos el Tiburón ó Pating ( Char- diarias verus^ Cuv.) que abunda en los mares del Archipiélago. Los indios se dedican á la peligrosa pesca de tan voraz animal por el bene- ficio que obtienen de la venta de sus aletas y cola, que constituyen un alimento gelatinoso, muy estimado de los chinos, que lo pagan á gran precio. El género Pristis está representado en estos mares por el pez sierra {Pristis antiquomm^ Lath.); son del mismo orden el pez arado ó Sutsut {Rhinóbatus ancyclostomus)^ la Lija, la Raya, el Tuco y el pez \x:í'diX\^S\.o{8p1iyrría sigond), TELEÓSTEOS. PLECTOGNATOS. Del orden Teleósteos, sub-orden Plectognatos, nay un gran nú- mero de especies notables de los géneros Triacanthus y Ballistes^ que tienen ei cuerpo comprimido y las mandíbulas, provistas de ocho dientes dispuestos en una sola fila, cada una de ellas cubiertas de verdaderos labios. Su carne, poco estimada, se considera dañosa en ciertas épocas del año. Se reúnen en bandadas numerosas y producen efectos admi- rables, haciendo brillar como piedras preciosas los reflejos de su azulado cuerpo. Los del género Ostracion^ peces cofres, no tienen el cuerpo escamoso, sino cubierto de compartimientos óseos y regulares. Las especies más notables son : Ostr ación gihbosus^ L. , O, cvhicus^ Gunth., y (9. cornutus^ L. Los hay de cuerpo triangular, sin espinas 6 con ellas; otros tienen el cuerpo cuadrangular, igualmente provisto de espinas. Abundan en estos mares las especies del género Tetrodon^ llamadas peces-erizos ó botetes. 678 PECES. 679 IX)P<^BRANQUI08. Del .sub-orden Lofobranquios encontramos las agujas de mar, avsí denominadas por tener el cuerpo muy delgado y alargado, de un diámetro casi igual en toda su longitud, y los caballos marinos {H!p- pocampus guttidatm^ Cuv.). KIHOSTOMOS. El sub-orden Fisóstomos está representado en los mares de Filipinas por varias especies de los Murenidos, Clupeidos y Silúridos. Murénidos, — Son dignos de mención, entre los primeros, los géneros Munena^ Ophichtys y Anguila, Los indígenas se dedican (x la pesca de las anguilas, notables por su gran tamaño. Clupeidos, — Entre los Clupeidos se encuentran las sardinas, tales como el Bangos {Charios salmoneus^ Forsk.), el Buanbuán {Megalops ciprimoides^ Br.), y las Alosas {Chxxíios alosas^ L.). Silúridos, — Finalmente, los Silúridos ó Bagros cuentan con los géneros Ciarías^ Plotosits y Rita^ que en su mayoría son peces de río ó de agua dulce. Tienen la piel desnuda ó cubierta de grandes placas óseas, pero jamás de escamas. Del genero Rita hay en Filipinas una especie característica, la Rita manillensis^ C. V. El género Danguila pertence al mismo grupo natural en que figuran las tencas y los barbos. A NACA NT I DOS. Del sub-orden Anacántidos se encuentran los Gádidos y Pleuronéc- tidos. Entre los primeros, una de las especies más notables pertenece al género Bregmaceros^ Thoms. , característica de los mares de Filipinas, muy semejante al Bacalao, á la Merluza y otros Gádidos, de carne ligera y de buen gusto. Al género Pleuronectes pertenecen los rodaballos y lenguados. Estos últimos, tan estimados por la delicadeza de su carne, se pescan mucho en estos mares. Las especies principales son: la Solea ovata,, Richard. , y el P.seudorliomlnts Russelii^ Bleeck. ACAtíTOPTEROS. Pertenecientes al sub-orden Acantópteros se encuentran en Filipi- nas los Lábridos, Pércidos, Mullidos, Espáridos, Tríglidos, Escómbri- dos, Traquínidos, Mugílidos, Esciénidos, Quetodóntidos y Góbidos. Láhridos. — Como Lábridos figuran el Pseudoscarus oruginosus^ C. V., el Jidis lunaris^ L., el Pseudojulis Giraudii^ Bleeck., la Novacula fentadactyla,, L. , y otros. Existen varios peces del género Ophicepha- lus^ llamados Dalag por los naturales, de carne algo insípida, pero ligera y de fácil digestión, la cual constituye para los indios una base esencialísima en su alimentación; abundan en los ríos, lagos y pan- tanos, y en la estación de las lluvias se encuentran hasta en las semen- teras de arroz. La especie más conocida es el Ophicepkalus striatits^ Bl. 680 ZOOGBAFÍA. El denominado Martinico {Anahas scandenn^ C. V.) figura tani})ien en este grupo. Pércidos, — Los Pércidos son bastante numerosos, y están repre- sentados por el Langaray del río Ykúg^AníhdSHiH iti'oteiiia^ Bleeck.), el Serrano {Mesoprimí annularis^ C. V.), el Serrato {Serranws altivelis^ C. V.), el Lapolapo de Cebú {Serramis oceanicm,^ Forsk.), y el Bango- oñgoc {Mesoprion hohaj\ Forsk.). Mullidos, — Principales son entre los Mullidos el Saramollete {Mu- lloides jlavoUneatits^ Lac), y otros, todos de exquisito sabor y hermosos colores. Espáridos, — Los géneros Lethrinm^^ Pimelepterm }^ Chrysoj^horis son los representantes, en Filipinas, de la familia de los Espáridos ó Dorados, tan estimados por su esquisita carne. Tríglidos. — Entre los Tríglidos figuran el pez-yolador {Pterois voli- tans^ L.), y el Puerco de mar {ScorpiBíia polypríon^ Bleeck.). Esamibridos. — Los Escómbridos más importantes en estos mares son la Caballa del país {Scomber rriic^'olepitodics)^ el Plataco {Platax telra^ Forsk.), el Vadigo ó Talang-talang {Lichía glauca^ L.), y el Carango {Caranw Potleri^ Bh). Traqyuínidos, — Cuéntanse entre los Traquí nidos el Percis cyUndrlca^ Bl. , y el Sillago sihamu^ Forsk. , que es por su buen gusto y ligera carne uno de los mejores pescados de estos mares. Mugüidos, — Entre los Mugílidos figura el Talilong ó Mujol {Miigil sundunensis^ Bleeck. ) . Esciénidos. — De los Esciénidos merecen mención la Corvina {Cor- vina 7)iiles^ C. V.), y el Alacaac {üinhrina Russelii,^ C. V.). Qtcetodóntidos, — De los Quetodóntidos son notables el Samaral ( 6%^^- todon occellatits,^ Bleeck.), y el Quitang {Setophagus ornatus^ C. V.). Góhidos. — Finalmente, representan los Góbidos el Góbido de Manila y el Angat {Gohius gmrís^ Ham. Buch.). CAPÍTULO V. AKTICIIT^AJJOS. ARTRÓPODOS. IDEA (GENERAL. Los Artrópodos son los Articulados do mayor complicación orgá- nica; forman un grupo muy natural, que se caracteriza por las articu- laciones de sus extremidades y por su sistema nervioso, en el que se encuentran vestigios de encéfalo y médula de los grupos superiores. Comprende cuatro clases, á saber, los Crustáceos, los Arágnidos, los Miriápodos y los Exápodos. Enumeraremos las más importantes especies de cada una de estas clases. CRUSTÁCEOS. Poco 6 nada se ha escrito sobre los Crustáceos filipinos, á pesar de ser mu}^ numerosas las especies de esta clase. De los estudios hechos por Mr. Milne-Edwards resulta que este grupo se encuentra distribuido sobre el globo en varias regiones, que se distinguen entre sí por los géneros y especies en ellas dominantes. Una de estas regiones es la que en la India se extiende desde el Mar Rojo hasta la Nueva Guinea, comprendiendo las Islas Filipinas. Es, pues, de presumir que en éstas existirán muchas especies idénticas ó afines á las que en las obras generales se citan como propias del Océano Indico, Molucas, Célebes, archipiélago de la Sonda y demás países que tan íntimas relaciones de afinidad ofrecen con el Archipiélago Filipino en los restantes grupos del reino animal. Abundan mucho los cangrejos de mar, de los géneros Pagurus^ L., y Cáncer^ L. ; los cangrejos de río, del género Astaeus, Gronov. ; las langos- tas de mar, Palimtrus^ Fabr. , y otra multitud de especies que viven en el mar, en los ríos, en las lagunas y en los campos inundados por las mareas, constituyendo un alimento abundantísimo y más estimado que la carne por los indígenas. Entre ellos el Alimango-bató ( Ozius^ sj?.)^ el Alimasag {Zuj)ea gladiator^ Fabr.), el Alimasag San Francisco {Tha- lamita crucifera^ Fabr.), el Alimango {Neptunus philvppinensis)^ de gran tamaño y de dibujos muy hermosos, el Talancá [ThelpJiusa indica^ Lath. ), el Cocomó ( Cardisoma carnifera^ Herbst.), el Caliguá ( Gelasimits anuUpes^ Latr.), y el Uman {Pctgicriis striatus^ Latr.). 681 682 ZOOGEAFÍA. Entre los camarones y langostinos se encuentran el Uluhán {PalcBínon orndtus^ Oliv.), el Hipón {Pendus canaliculatus,^ Oliv.), y el Alupilián- dagat {Squüla maculata^ Lam.). Abundan los perceves del género Lepas^ entre ellos el Lepas polyceps. Oigamos al P. Delgado cómo habla de algunos crustáceos: Los cangrejos de estas islas son de varias especies. Unos hay que suelen ser de extraordinaria grandeza que llaman alimango ó guinis. He visto de esta especie de tres ó cuatro palmos de bojeo. Las bocas y garras son grandes á proporción y llenas de carne muy sabrosa y de mucha sustancia. Otra especie de cangrejos, que llaman lambay, es medicinal para los que enferman de asma. El modo de pre- pararlos es el siguiente: se muelen enteros en un pilón, y después se les mezcla con una taza de vino y colado todo se pone á serenar y dase á beber al enfermo, por la mañana. Si la enfermedad es nueva y no está arraigada, á la primera vez la sana; y 8Í es antigua, es necesario dos ó tres veces reiterar la misma operación. Langostas de mar. — Suele ser este marisco largo de dos ó tres palmos y tiene su concha cartilagínea, bastante dura y gruesa con algunas divisiones, debajo de las cuales tiene su carne muy grata y sabrosa y puedo asegurar que es uno de los más regalados que se crían en el mar. Otro crustáceo especialísimo es el llamado bauagan {Astacus, sp. ) ; es también largo como una tercia ó más, y tiene su concha petrosa, dividida en partes para el movimien- to del animal; esta concha es blanca por el interior y por la superficie anaranjada. La parte de la cabeza tiene dos cuernecillos iguales é inclinados para adelante en medio de la frente, y en el rostro otros más pequeñitos, que nacen de la misma concha, en la cual encierra su carne á modo de langosta marina. Otra especie de camarones grandes que tienen su concha cartilagínea se llaman oran; éstos se cogen en los ríos y también en la mar; algunos suelen tener un palmo ó más de longitud, y su color es morado. Poseen buenas garras y i)ies para caminar y nadar, y menean sus miembros mediante unas coyunturas que parecen componerse de una materia petrosa á modo de cañutillos de una pluma de escribir. ARÁGNIDOS. Los Aragnidos son menos abundantes que los crustáceos en Filipinas, pero algo mejor estudiados. Se dividen en Pulmonares y Traqueales. Entre los primeros se comprenden las Arañas y los Pedipalpos; entre los segundos los Aradores y las Garrapatas. Arañas, — Las Arañas más comunes en Filipinas son las denominadas Horarius Paykulli^ And. ; líeteropoda regía,^ Fabr. ; Plexijpjpus gulosus^ Sim. ; Evenus tener ^ Sim., de abdomen rojo; Argiope hizonica^^yf^lok.,^ cuyo cuerpo está cruzado alternativamente por fajas de blanco-plateado y negras; y Epeira porcula,, Sim., que está cubierta de una pubescencia blanca, espesa y larga. Hay otras muchas especies de los géneros Evenus^ BaA)ia y Megmra. Pedipalpos, — Del orden Pedipalpos, semejantes á los escorpiones, se encuentran las especies Thelyphcmus manillanus,^ C. Koch. y Phrynus Grayi^ P. Gerv., que carece de prolongación caudal y es comunísima en el país. Los individuos del orden Escorpiones son todos venenosos; los ha}^ bastante grandes y se conocen tres especies de los géneros Isckimriis^ Isometrus y Pandinus, Aradores. — Los Aradores de la sarna, abundantes en Filipinas, viven ARTICULADOS. 683 parásitos sobre la piel de gran número de animales, y también en la del hombre, produciendo el llamado Sara)petes scahiei^ es deííir, la molesta sarna. Gai^'apatds, — Las (xarmpatas, que forman el género Ixodi's^ viven en los vegetales parte de su vida y después se fijan en la piel de muchos mamíferos y aves. Los más comunes son el rxodt\^ amerwarm^^ exclu- sivo del hombre; /. ricinm^ comíin á los perros y carneros, y el /. reduvhts^ que abunda en los ganados. MIRIXpC)IX)S. Los individuos de esta clase, llamados vulgarmente cienpiés 6 mil- piés, se dividen en dos sub-órdenes denominados Quilognatos y Qui- lópodos. Quilogrtatos, — Los primeros tienen el cuerpo cilindrico; el cuerpo de los segundos es deprimido y blando, son carnívoros y corren con rapidez, mientras que los primeros se alimentan de substancias orgánicas en descomposición; son torpes en sus movimientos y forman como una bola cuando se contraen. Quilópodos. — Los Quilópodos, entre los cuales figuran las escolopen- dras y demás especies afines, son muy abundantes en Filipinas y de gran tamaño algunas. Se ven con frecuencia en el interior de las casas. Las picaduras de algunas especies son venenosas y producen graves accidentes. Una de las especies filipinas ha sido clasificada por New- port con el nombre de Gorabregmathus Cuviingii, HEXAPODOS. Los Hexápodos, denominados también Insectos, constituyen la clase más abundante en especies, no sólo entre los Artrópodos, sino también entre las de todos los tipos. Pululan por todas las regiones del globo y de un modo particular en los países cálidos y húmedos en donde encuentran condiciones muy á propósito para su desarrollo y procrea- ción. Por esta razón la fauna entomológica de Filipinas es riquísima en especies que se distinguen al propio tiempo por la variedad y ele- gancia de las formas, así como por el tamaño y viveza de sus colores. Se dividen los insectos de esta clase en los órdenes siguientes: Dípte- ros, Hemípteros, Lepidópteros, Himenópteros, Neurópteros, Ortópte- ros y Coleópteros. Describiremos las especies principales del Archi- piélago. DÍPTEROS. Estos Insectos, como lo dice el mismo nombre, tienen dos alas mem- branosas y la boca á propósito para la succión. Su régimen alimenticio es variado: unos chupan la sangre, otros absorben el sudor y otras se- creciones animales, pero la base principal de su alimentación son los jugos florales. Se encuentran en las casas, en los campos, en las prade- ras, en los bosques y en las márgenes de los ríos. Desempeñan un gran 684 ZOOGRAFÍA. papel en la economía de la naturaleza, pues por una parte propor- cionan á lo8 pájaros insectívoros un alimento inagotable y por otra contribuyen a hacer desaparecerlas sustancias animales en putrefac- ción. Por su extraordinaria fecundidad, por la rapidez con que una generación sigue á otra y por su actividad, Lineo ha dicho que tres moscas, con las generaciones de ellas resultantes, pueden devorar el cadáver de un caballo tan pronto como lo haría un león. Tijpúlidos, — La especialidad de los Dípteros fílipinos se observa en varios Tipúlidos, especialmente en diferentes especies de los géneros Libnotes^ Eriocera^ Antineura, Philocom/pits^ Xenanpu^ Naupoda^ Slcam- honeura^ Euryhata^ Notopsila y Asyntona^ que el Barón de Osten-Sacken ha tenido que formar. Los Tipúlidos, llamados vulgarmente típulas, se asemejan á los mosquitos, pero carecen de trompa ó á lo menos la tienen muy corta, terminada por dos grandes labios y con el chupador com- puesto únicamente de dos cerdas. Las especies de gran tamaño viven en las praderas, en donde con frecuencia se las ve elevarse por el aire. Las larvas de los Tipúlidos son acuáticas ó terrestres. Las hembras de estas últimas depositan sus huevos en las cavidades de los troncos po- dridos, en donde encuentra la nueva prole el mantillo de que se nutre. Las principales especies filipinas son: Dicrommiia saltans^ Dol. ; Lih- notes Serajperi^ O. S. ; Eriocera perennis^ O. S. ; Tipióla pedata; Acmo- phora suspirans^ O. S. ; y Scamboneiira dotata^ O. S. Culícidos, — Estos insectos, llamados vulgarmente mosquitos, están dotados de una trompa con la cual taladran la piel del hombre y chu- pan su sangre, formando pequeños tumores debidos á un líquido irri- tante que penetra en la sangre cuando pican. Se encuentran entre ellos el Culex^ sp,^ \2i Megarrhina immisericors^ Walk., y la Corethra ríianillensis^ Schin. Tabánidos. — Las hembras de los tábanos, así llamados vulgarmente los Tabánidos, son muy temibles para los ganados, por chupar con avidez y atrevimiento su sangre. Los machos viven del jugo de las flores. Las especies del género Chrysops^ que significa ojos de oro, atormentan mucho á los caballos y ganados, picándoles alrededor de los ojos. Los más comunes son : el Chrysop}s manillensis^Sohm,'^ e\ Taha- mes Vande?' Wtdpi^ O. S., y la T)iabasis flavijpeniiis^ Macq. Asílidos y Émpidos. — Los individuos de estas dos familias son entre los Dípteros lo que los gavilanes y milanos entre las aves. Echanse con mucha fuerza sobre las mariposas y otros insectos, los agarran fuertemente, clávanles su aguijón y les chupan su sangre y humores. Figuran entre los primeros el Promachus inanillensis., Macq., y entre los segundos el Elajphropesa exul^ O. S. Bonibílidos. — Los Bombílidos, á diferencia de los anteriores, se ali- mentan de los jugos de las flores, sobre las cuales revolotean, zumbando en las horas en que el sol es más fuerte. Son de esta familia el An- thrax iimbrifer ^ Walk. , y el Erax integer^ Macq. , de formas elegantes. ARTICULADOS. 685 Máscidos, — Constituyo II esta familia un gran niiunero de espe- cies. Dos del género Sat'cophaga se encuenti-an frecuentemente sobre las flores, cuyos jugos chupan. Por una muy nii'a singularidad entre los insectos, las hembras no ponen huevos sino pequeñuelos vivos. Una especie del género Lu'Cllüi puede llegar á producir la muerte del hombre depositando en su boca y nariceas, mientras se halla durmiendo, sus huevos, de los cuales salen luego las larvas que pro- ducen gravísimas perturbaciones orgánicas. Entre otras se encuentro la Lucilia jphiUppinetwts^ Macq. Otra especie es la llamada Mosca tsetse {Glossina mors¿ta9is) que tanto dificulta las exploraciones en África, por atacar y matar á veces con sus picaduras los bueyes, came- llos, caballos, carneros y perros. El género Musca está reducido á la Mosca doméstica ó común {Musca domestica^ L.), al Moscón (M* vomi- toriiis)^ al Moscón de color verde dorado (J/i coBsar)^ y á la Moscarda {M. carnaria) que depositan sus larvas en la carne fresca, no produciendo la putrefacción, como suele creerse, sino tan sólo acelerándola. Propia del país es la Antomya manillensls^ Fruf . HEMÍPTEROS. Comprende este orden de insectos los que tienen las alas superiores mitad coriáceas y mitad membranosas, y de aquí su nombre de Hemíp- teros, pero este carácter sólo conviene al sub-orden Heterópteros, y no á los Homópteros. Su principal carácter se toma de su trompa que es rígida y recta, en la cual están cerrados cuatro filamentos muy delgados y agudos con los cuales perforan la corteza de las plantas ó la piel de los animales. Como queda indicado se dividen en los dos sub-órdenes de Homópteros y Heterópteros. Además de diferenciarse encías alas superiores, que en los primeros son todas homogéneas y en los segundos mitad membranosas y mitad coriáceas, se diferencian también por tener los primeros la base del chupador en la parte inferior de la cabeza, mientras que en los segundos les nace de la frente. Los Hemípteros, j principalmente los Homópteros, son muy perjudiciales á la agricultura por destruir ó aminorar los frutos. Homópteros, — Entre los Homópteros se encuentra la familia Cicádi- dos, que comprende las llamadas vulgarmente cigarras conocidas por el ruido especial que producen los machos en tiempo de calor. Los órga- nos do estridulación, que sólo son rudimentarios en las hembras, están situados en la base y parte inferior del abdomen. Están recubiertos por una placa quitinosa mayor ó menor, según las especies. La parte inferior está dividida en dos compartimientos por medio de un contabique triangular. Cada cavidad presenta en la parte anterior una membrana plegada y por debajo otra membrana delgada y transparente conocida con el nombre de espejo. Lo que se llama timbal es una membrana plegada que se observa á cada lado, y que se pone en moviniiento por el juego de los músculos; al contraerse éstos con fuerza y velocidad hacen vibrar los timbales y producen los sonidos que tanto molestan. 686 ZOOGRAFÍA. Pertenecen también á los Homópteros los Coíeidos, entre ellos los cochinillos del nopal {Coceas cacti) y los Afídidos, que comprenden entre otros los pulgones del género Aphis y la devastadora filoxera {Phylloxera vastatrix) que tantos daños causa en los viñedos de Europa. Dignos de mención entre los Hemípteros filipinos son los Fulgóridos, insectos que se reconocen fácilmente por su cabeza nuiy grande y vesi- culosa. Hay especies de esta familia adornadas d(í vivos colores, que llevan sobre sus alas manchas en forma de ojos como las que se ven en la cola del pavo real. Se ha creído que algunas especies americanas despedían una luz fosforescente, de donde les viene el nombre de Fulgó- ridos, pero esto no ha sido comprobado de un modo satisfactorio. Se encuentran entre otras muchas la Fulgora philipjpina^ Stal. ; Lenseha philijpjpina^ ^tdlr^ Tylana philippina, Stal.; T.tagalica^^tdX,] Arma- da tagalica^ Stal.; y el Flatoides philippinus^ Stal. Ileter ápteros, — Los Heterópteros son generalmente aplanados y despi- den un olor repugnante que procede de un órgano especial y jqo suele per- cibirse sino cuando el animal está irritado ó amenazado de algún peligro. Cogiendo con unas pinzas un insecto de alguna especie del género Penta- toma^ vulgarmente llamados chinches de campo, y sumergiéndolo en el agua, se ven, mediante una lente, desprenderse de su cuerpo pequeñas ampollas que reventando despiden ese olor tan repugnante. Ese vapor eminentemente acre ejerce sobre los ojos una acción irritante muy marcada. Si las descargas se dirigen á nuestra piel producen sobre ella una mancha parduzca ó rojiza, que cuesta mucho de hacer desaparecer. El órgano secretor es una glándula piriforme que viene á terminar entre las patas. Pertenecen también á este sub-orden los Népidos, que vulgarmente se denominan chinches de agua; tienen las antenas más cortas que la cabeza ó iguales, insertas y ocultas debajo de los ojos, que son de tamaño no considerable. Son insectos acuáticos y carnívoros. Los principales son los de los géneros Wepa y Wotonecta. Los primeros abundan en las aguas estancadas; tienen cuerpo ova- lado y muy deprimido, élitros horizontales y coriáceos, y las patas anteriores muy largas y terminadas en fuertes pinzas, por lo cual se les llama también escorpiones de agua. Figura entre ellos la Ifepa cinérea. Las Notonectas,^ de cuerpo estrecho, convexo por encima y plano por debajo, con patas posteriores, casi de doble longitud que los otros dos pares y provistas de grandes pestañas, nadan de una manera singular, pues se echan de espaldas. La especie principal es el Notoiiecta glauca^ L. LEPIDÓPTEROS. Se incluyen en este orden aquellos insectos que vulgarmente se llaman mariposas, y que, además de las alas escamosas, de donde les viene el nom- bre de Lepidópteros, tienen la boca en forma de tubo arrollado en espiral ARTICULADOS. 687 y propio paní la succión. Hay ^ran profusión de estos hermosos insectos y de matices muy vistosos en este Archipic^lago. Se divide este orden de insectos en dos secciont\s, denominadas Rojmlóceros y Heteróc;eros. BojMil aceros. — Los primeros son las mariposas que revolotean durante el día; tienen las antenas generalmente en forma de maza, las alas com- pletamente li])res entre sí y levantadas perpendicularmente en el estado de reposo. Figura en Filipinas la Danaift luzoneímls^ Feld., de la fami- lia de los Danaidos, que son propios de los países cálidos. Los Satíridos viven en luganvs áridos y secos, y vuelan con bastante rapidez y por sacudidas, aunque nunca se elevan á la altura de los árboles. Entro otras muchas especies de esta familia se (Micuentran en Filipinas la Ragadía luzoniea^ Feld., la MyvoJesis tagala y la 21. himiya^ Feld. Los Ninfálidos son las mariposas de ma} or belleza, de alas fuertes y gruesas que les permiten elevarse á grande altura. Son propios del Archi- piélago la Cethosia mindanaenms^ Feld., la C. luzonica^ Feld., lü^rgoUs luzonica^ Feld., la Neptis Pampanga, Feld., y otras muchas. Están asimismo bien representados en Filipinas los Licénidos, de hermosos colores, como la Lycmna pagaya^ Feld., la Aiiops tagalica^ Feld., y otras muchas. La familia Papiliónidos comprende especies de matices brillantes y graciosas formas, muy abundantes en los países tropicales. Entre el género Oríiíthoptera^ propio del archipiélago ma- layo y de Filipinas, abunda mucho la especie Ornithoptera rhadaniaíi- thus^ Boisd. , de gran tamaño, alas negras y amarillas y manchas de color de carmín á cada lado del cuerpo. Del género Papilio son muy mime- rosas las especies que en el Archipiélago se encuentran, entre ellas, el Papilio antipJius^ Fabr. , y Papilio alpheno7\ Cram. Abundan también los Piéridos, cuyas larvas tantos daños ocasionan á las plantas de huerta. Los Hespéridos, que constituyen el tránsito entre los diurnos v ('re- pusculares y nocturnos, están representados, entre otros muchos, por la Parnara philippina^ H. Schaff. Heteróceros, — La sección de los Heteróceros comprende las mariposas de vuelo generalmente nocturno ó crepuscular. Sus antenas son más ó menos abultadas en la parte media ó cerca de la extremidad, j^ cilindri- cas, ya pectinadas. Una de las familias más notables por el tamaño y belleza de muchas de sus especies es la de los Esfíngidos. Aparecen después de puesto el sol y van de flor en flor. La Sphinx convolvuli^ L. , es una de las principales especies. Entre los Lipáridos figura un gran número de pequeñas mariposas de color sombrío, cuyas larvas causan graves perjuicios á la agricultura. Es elegante la Melanotrix pidchricolor, Feld. Los Pirálidos son mariposas de pequeño tamaño que revoletean por las noches alrededor de las luces. Finalmente, las denominadas vulgarmente polillas son de la familia de los Tineidos, que causan graves perjuicios por los estragos que sus larvas hacen en las ropas de lana, en las pieles y en los cereales. 688 ZOOGRAFÍA. HIMENOPTEROH. Presentan estos insectos cuatro alas membranosas y la boca dispuesta para lamer y mascar. Viven sus larvas parásitas sobre otros animales, ó sobre varias plantas, ó contenidas en células especiales, donde son asiduamente cuidadas por las hembras adultas. Cuatro son sus fami- lias principales: Igneumónidos, Formícidos, Apidos y Véspidos. Ignefumónidos. — Los Igneumónidos tienen el abdomen unido al tórax por un delgado pedículo y terminado en las hembras por un taladro que les sirve para depositar los huevos. Comprende los ignéumones y los cínifes. Las larvas de los ignéumones viven parásitas dentro del cuerpo de otras especies, sobre todo de muchas orugas, prestando de este modo un beneficio á la agricultura. La especie más común es el Ichneumon lineator. Se encuentran también el Pimpla punctum^ Brul. , el Mesostemos litteralis^ Brul. , y el M, tnarginatus^ Brul. Las larvas de los cínifes viven sobre varios vegetales, y producen las agallas, que son unas excrecencias, de empleo medicinal. Formícidos, — ^Todos los Formícidos ú hormigas viven en sociedades muy numerosas, compuestas de machos y hembras fecundas, y de las obreras que tienen casi siempre un aguijón ponzoñoso, cuyo veneno muy corrosivo es el ácido fórmico. Las hormigas se alimentan de toda clase de comestibles, de las carnes frescas, ó en descomposición, de los frutos y particularmente de todo lo azucarado. Se las ve detrás de los pulgones, porque son muy ávidas de un líquido particular que aquellos pequeños hemípteros segregan por su abdomen. La picadura y la comezón ocasionada en la piel por el líquido ácido que emiten las espe- cies desprovistas de aguijón, las hace tanto más imsoportables cuanto que estos insectos se introducen con frecuencia en los vestidos. Apidos. — A esta familia pertenecen principalmente las abejas del género Apis que producen la miel j la cera. La principal especie es la Apis mellijlua. Los indígenas, sobre todo los salvajes, van al interior de los bosques y encontrando en las copas de los árbolos los enjambres ahuyentan, con el humo de plantas venenosas, las abejas y cortan con el bolo los panales, se comen la miel y recogen la cera, en panes prensa- dos y poco limpios, para venderlos ó cambiarlos por otros artículos con los comerciantes cristianos. Todo enjambre se compone de una sola hembra fecunda, que el vulgo llama reina; de 200 á 1,200 ó 1,600 machos ó zánganos; y de 15,000 á 25,000 ó 30,000 obreras; los machos carecen de aguijón. Véspidos, — Entre los Véspidos, llamados vulgarmente avispas, los hay solitarios y sociales. Entre los últimos figuran las especies filipinas de los géneros learia^ Polistes y Vespa, La avispa madre no pasa toda su vida ociosa, como la reina de las abejas, pues se ocupa en la formación del nido y en el cuidado de las crías. Los machos tienen también su ocupación, pues velan por la limpieza de la habitación y la ARTICULADOS. (>89 desembarazan de cadáveres. Las avispas solitarias constituyen varias familias entre las cuales figuran las denominadas Euménidos y Esfíngi- dos. No presentan más cpie dos clases de individuos mtu»hos y hem- bras. Construyen sus nidos en el suelo, en las maderas ó en las pare- des y depositan en ellos los huevos que rodean de aranas y otros insectos muertos para alimento de las larvas, cuando salgan. NKCRÓITEROS* Son Hexápodos de cuatro alas membranosas, tmnsparentes y i'eticu- ladas; tienen, además, la boca dispuesta para masticar. La principal familia de este orden es la de los Libelúlidos, entre los cuales se eni-uen- tran los caballitos del diablo 6 señoritas, l^na de sus especies se llama LlhelJa hizojiica^ Brauer. Las efímeras son tiunl)ién Neurópteros, como los anteriores, y son notables por la breve duración de su vida. Nacidos los insectos per- fectos por la tarde, y verificada poco después la unión de los dos sexos, perecen macho y hembra, en cuanto acaban de depositar sus huevos. De suerte que los individuos dejan ordinariamente de existir sin ver el sol del día siguiente. El género Termes tiene tres representantes en Filipinas, el Terme-^ dives^ Hag., el T, carhonarius^ Hag., y el T, /no7 loceros, Koen., quc^ reciben vulgarmente el nombre de Anay. Se les suele llamar también hormigas blancas. Cinco formas específicas presentan estos insectos, á saber: los machos y las hembras provistos de alas; los individuos llamados ordinariamente soldados, notables por su tamaño, prolon- gación de su cabeza, robustez de sus mandíbulas y su carencia de alas y de ojos; las obreras, consideradas por la mayor parte de los entomólogos como simples larvas, bastante semejantes por la forma de su cuerpo á los machos y hembras, las cuales carecen de alas y tienen el cuerpo blando y más pequeño que los soldados; y por último, otros individuos, considerados por Letreille como ninfas, que se parecen mucho á las obreras, pero poseen alas rudimentarias. Los machos y las hembras no tienen otra misión que la de reproducir la especie. El número de huevos que pone la hembra no baja de 80,000, ó sea, una colonia entera, en veinticuatro horas. Los neutros ó soldados son con- siderados como los guardianes y defensores de la colonia. Las larvas y las ninfas están encargadas, al parecer, de todas las funciones corres- pondientes á las obreras de las sociedades de abejas, hormigas, etc. Con tierra y otros materiales construyen en poco tiempo nidos inmen- sos, divididos en celdas de diversas dimensiones para las diferentes clases de individuos. Son, además^ las encargadas de traer el alimento para los habitantes de la colonia. Estos animales jamás trabajan al descubierto. Unos establecen sus habitaciones en el suelo, en los troncos de árboles viejos, ó en el maderamen de los edificios; otros 22823 U 690 ZOOGRAFÍA. tienen nidos exteriores, pero siempre cerrados por todas partes y sin abertura aparente; y todos forman montículos piramidales. Siempre que las obreras tienen necesidad de trasladarse á otra parte, construyen una galería para establecer una vía de comunicación, y por este medio jamás aparecen al descubierto. Para esto se valen de una especie de mortero amasado con saliva entre sus mandíbulas. Avanzan por las maderas minándolas sordamente, y para ello la primera traspasa á la segunda los restos de la madera roída, la segunda á la tercera, y así sucesivamente. De este modo dejan pronto hueco un tronco de árbol ó cualquier otra materia vegetal y animal, penetrando por todas á cubierto y sin que se eche de ver. Son incalculables los daños que estos insectos causan en los países cálidos, de suerte que constituyen una verdadera plaga difícil, por des- gracia, de combatir. Edificios enteros son destruidos por estos terri- bles Neurópteros hasta en sus cimientos; pisos y vigas se hunden con frecuencia á causa de sus estragos, y lo peor de todo es que nada se nota hasta el momento de la catástrofe, pues, como respetan constante- mente la película exterior de los objetos atacados, no se ve señal alguna de tan funestos huéspedes. El papel,, las telas y la caña son también objetos de la devastación de este animal. No se conoce medio eficaz para combatirlos. Según experimentos hechos en Hongkong, parece que el ácido carbólico puede satisfacer completamente dicho objeto; sin embargo, su precio es todavía demasiado elevado para que pueda emplearse económicamente. ORTÓPTEROS. Los insectos de este orden se caracterizan por tener la boca dispuesta para la masticación, cuatro alas, las dos inferiores plegadas longi- tudinalmente durante el reposo debajo de las superiores, que son semi- membranosas, cuerpo alargado y patas casi siempre terminadas en dos ganchos ó uñas. Aunque menos abundantes en Filipinas que los otros órdenes de insectos, son, sin embargo, los individuos de algunas especies, por ser filófagos en su mayor parte, un verdadero azote para la agricultura, destruyendo con rapidez asombrosa las más hermosas cosechas. Se dividen en las tres secciones de Tisámeros, Saltadores y Corredores. Tisámeros. — Los Tisámeros carecen de alas, tienen mandíbulas rudi- mentarias y abdomen provisto de varios apéndices terminales; según algunos autores forman un orden aparte, pero hoy parece demos- trado que los Hexápodos, que los constituyen, son verdaderos Ortóp^ teros de incompleto desarrollo. Entre ellos sólo son dignos de citarse los lepismos, pequeños insectillos que se encuentran en los libros viejos y en el azúcar, y las poduras, animalillos diminutos también, que pululan en las hendiduras de la madera vieja, en las paredes y en las aguas estancadas. ARTICULADOS. 691 Saltado?v,s, — Los Saltadores, así llamados por tenor sus patas pos- teriores más largas y gruesas que las demás, lo cual los hace muy aptos para el salto, comprenden las familias Acrídidos, Ix)ciistidos y Grí- 11 idos. Los machos producen una especie de estridulación causada \xn' el frotamiento de los élitros. Los Acrídidos, se distinguen de los Locústidos y üríllidos por tener las antenas cortas, ya abultadas en forma de maza, ya comprimidas, ó ya filiformes, mientras que los individuos de las otnis dos familias las tienen siempre largas y filiformes. Las hembms de los Acrídidos care- cen también del taladro que en la extremidad del abdomen llevan las de las otras dos familias. Se les llama también saltíi-montes, y son, entre todos los Ortópteros, los que tienen los órganos mejor conformados para el salto. En esta familia se encuentran los Ortópteros más perju- diciales á la agricultura. Entre ellos se halla el Ac7^i/diuiH (ri'ej>fi<^ Sauss., y el Euscirtiis fagaUcvs, Stal. ( Wr redor f'H, — V^ntvQ los de la tercera sección, llamados Corredores, por tener las patas dispuestas para la carrera, se encuentran los For- ficúlidos, Blátidos, Mántidos y Fásmidos. Los Forficúlidos, llamados vulgarmente tijeretas, por las pinzas en que termina su abdomen, son los Ortópteros más semejantes á los Coleópteros, especialmente á los denominados Estafilínidos. Son ino- fensivos para el hombre, pero causan graves danos en las huertas y jardi- nes, donde buscan la oscuridad y yiven en las cavidades naturales del terreno. En Filipinas hay varias especies de esta familia, que son exclusivas ó características, como la Tagallna Semperl^ Dohom., la Forficula ancylura^ Dohom. , etc. Entre los Blátidos, que son insectos en general aplanados, anchos, nocturnos y muy ágiles, se encuentran las llamadas vulgarmente cuca- rachas, conocidas por el olor fétido que exhalan y los daños que cau- san 'en las despensas, bodegas, cueros, ropas y hasta en las maderas, que reblandecen mediante un líquido particular que segregan con abundancia. Las casas 3" los buques están á veces completamente infes- tados de tan sucio j voraz ortóptero. En todos los países cálidos cons- tituyen una verdadera plaga. Multiplícanse prodigiosamente cuando encuentran alimento, y destruyen á veces en poco tiempo barriles enteros de comestibles, que aparecen después llenos de estos noc- turnos insectos. Figuran entre otras irmchas especies, en Filipinas, la Ejpilampra tagalica^ Stal. ; la E. ritstica^ Stal. ; la E. j>leheja^ Stal. ; y la Panchlora madera^ Fabr. Los Mántidos, son Ortópteros fáciles de reconocer por tener su cuerpo estrecho y alargado, las alas superiores atravesadas por nume- rosas venas que abrazan los costados del cuerpo, patas anteriores á propósito para atrapar la presa, y desarrollo considerable. Son los únicos insectos verdaderamente carnívoros del orden de los Ortópteros. Su voracidad es tal que, si se encierran varios individuos en una misma caja, se destruyen mutuamente. Hay varios géneros en Filipinas, y entre sus especies figuran las siguientes: Ilierodula rcvptoria^ Stal., Pseudomantis nemoralis^ Sauss., Creoboter iirhanus^ Fabr., y Encho- mena manilleñsis^ Sauss. Los Fásmidos son insectos muy notables por su forma y por el consi- derable tamaño que suelen alcanzar. Su cuerpo, por lo común largo y delgado, ofrece á veces mucha semejanza, por su figura y coloración, á un pedazo de rama seca, por cuyo motivo algunas especies son designa- das con el nombre vulgar de pico-palo. Los de los géneros Cyjjho- crana^ Flatycrana y otros llegan á medir de 30 á 40 centímetros de longitud, y tienen en Filipinas representantes. Los de los géneros Pharnacia y Thrasyllus^ miden de 11 á 12 centímetros cuando menos. Algunas especies del género PliylUmn tienen un cuerpo muy aplanado, ARTICULADOS. 698 membranoso, aiuho y mediaiiU^ unos élitros imitan con tal propiedad una hoja de árbol, ya verde ya seea, que ron ditieultad pueden distinguirse de una verdadera hoja. La especie PhylHuin sicclfolium^ IHig., se encuentra en este Archipiélago. ( OLEÓITEROS. El orden Coleópteros es el que comprende mayor número de especies. Todos los de su clase tienen dos pares de alas, el primero coriáceas llamadas élitros y el segundo membranosas, plegadas al tnivés y gene- ralmente ocultas debajo d(4 primero. Es un orden nmy natui*aK pero en cambio abraza un gran número de especies (más de 100,000. s(»gún Gervais) lo que dificulta su división. En Filipinas se encuentran \ arios géneros propios, y algunos de ellos contienen un crecido núm(M'o de especies. Divídense en muchas familias que abrazan todas esas (\^pe- cies que vulgarmente llamamos escarabajos. CichidéUdoH y ( hráh¡ dm.—ljos Cicindélidos {Cicindela cltira^ Schaum.), y Carábidos (Mario luzonicicH^ Chand., Amhligruitm phH t p- j[)inenni<^ Che v rol.), son esencialmente carnívoros; son impetuosos y audaces, atacando especies mucho más grandes que ellos. DltíscldoH. —\joh Ditíscidos (IhjdatiGim h(Z(mÍcus^ Aub.), igual- mente carnívoros, son negros, se sumergen en las aguas estancadas y vuelan ó corren por la tierra para coger su presa. GirtnldoH. — Los Oirínidos {()reetoclíe¡lw'< dÍHcim^ Aub.) son amantes de las aguas claras y agitadas, nadan con rapidez describiendo curvas muy caprichosas, por lo ({ue se les llama vulgarmente torniquetes. llidrofiUdoH. — Atines á los (xirínidos son los Hidrofílidos {Jlydro- phU}iicie propia del país es la denominada Rynchltlü philippinen^U^ Chevrol. hscolltidos. — Notables tambit^n por los danos que causan en los arto- Íes son los Escolítidos, representados en Filipinas por los géneros Oro- sofa?'falm!pes^ Sow., que, como otras muchas, sirven de alimento á los indígenas. Las conchas de peregrino forman el género Pectén^ siendo la especie Pectén pleicronectes^ L. , la más curiosa, por tener una valva blanca y otra de un color castaño oscuro. Semejantes á los dos géneros precedentes son las especies del género Spondylus^ que como el Spondylus foUaceits^ Chemn., presentan sus conchas con espinas y vivos colores. La Pla- ctma placenta^ L. , es muy interesante porque sus valvas reducidas á láminas se emplean en vez de cristales. Los Malleus alhus^ L., y M. vidgarís^ se distinguen por presentar una forma de martillo. Entre las tridacnas son dignas de mención la Tridacna gigas^ L., la T, sqtta- mosa, Lam., y la T. elongata^ Lam., todas de gran tamaño, especial- mente la primera, llamada vulgarmente taclobo, pues sus valvas llegan á tener 1 metro de longitud y más de 100 kilogramos de peso, siendo el 698 ZOOGBAFÍA. mayor molusco conocido. Los mejillones, representados por el MytiluH eckiliH^ son comestibles y la concha de forma triangular y abombada; pero los principales son las madre-perlas, cuya especie principal es la Avicula margaritifera^ L. , por formarse en ella las perlas tan aprecia- das en joyería. Las perlas son concreciones nacaradas extravasadas de la materia con que el animal construye su concha, y constituyen una especie de enfermedad ó plétora de esa sustancia pétrea. Por esto se encuentran perlas de todas dimensiones y de todas formas en las más viejas madre-perlas, ó sea, en las que cuentan de seis á siete anos, raras veces en las jóvenes. La verdadera madre-perla habita sólo en los mares de las regiones cálidas. En Filipinas sólo se las encuentra junto á las islas del archi- piélago de Joló, Paragua y Mindanao. DIMIARIOS. Los DiMiARios son menos importantes. Se encuentran entre ellos las almejas de mar, las de río, los mangos de cuchillo, las foladas, las tarazas y otros. Las del género Vemis pertenecen á los primeros, siendo notables la Venus magnifica^ Sow., la Cyterea meretrix, L., la Circe castrensis^ L., y otras de otros géneros. Son notables entre las almejas de río la especie Anodonta purpurea^ Val., que vive en los surcos de los arrozales y sirve para cortar con su borde el tallo del palay ó arroz. Figuran entre los mangos de cuchillo la especie Solen grandiH^ Dunk. , y entre las foladas la Pholas Manillce^ Sow. Existen varias especies del género Tdlina como la Tellina foliácea^ L., como también de los géneros Cardhmi y Tapen^ notables como los anteriores por su coloración. Por fin, entre las tarazas abunda el género Teredo ^ CU}' as especies como las del género Pholas^ causan graves perjuicios agujereando los barcos, diques y otras obras marítimas. GASTERÓPODOS. Los Gasterópodos, así llamados por tener en la parte inferior del cuerpo un pie aplanado que les sirve de órgano para la reptación, como puede observarse en los caracoles y babosas, forman una clase suma- mente numerosa, y sus individuos tienen una sola valva, generalinente en forma de espiral. Claus los divide en tres sub-clases, á saber: Pte- rópodos, Platípodos y Heterópodos. PTERÓPODOS. Los Pterópodos son pequeños moluscos de poca importancia para el hombre, los cuales están provistos de una cabeza bien distinta y conformados para flotar en el agua ó para nadar mediante dos aletas situadas á ambos lados del cuello. Unos son desnudos y otros están provistos de concha. Los géneros más importantes son los llamados Clio^ Pneunioderma^ liyala y Lhnacina. Las especies del primero sirven de pasto á las ballenas, especialmente el Olio iorealw^ L. MOLUSCOS. 699 PLATÍPODOS. Esta su])-i'la.se de los Gasterópodos tiene gmn niimoro de especies que representa dignamente la nialaeología de Filipinas. Comprende todas aquellas especies (|U(* vulgarmente llamamos carneóles, así de mar, como de tierra. Entre los caracoles de mar se encuentnin especies muy apreciadas por su l)elleza, siendo las principales las del g<5nero Mure,i\ como el 3f(n'f.i'hffuMell(ün, L., y el M. te7}(fé\y)¡NfulMm,, con espinas parecidíis á las púas de un peine; y algunas del género J^urpura^ como la Purpura />/(v/, Blainv., y la P. Rvdolph!^ Lam., las cuales segregan un líquido amarillo-verdoso, que al contacto con el aire toma un color de púrpura intenso, que ya los romanos y griegos empleaban para dar este color a las telas, reservadas por su gran coste á los monarcas y sacerdotes. Son también nmy abundantes las especies del género Nassa^ todas de tan pequeño tamaño, que no exceden de 4:0 milímetros, sólo agra- dables por las modificaciones de su superficie y por su coloración. Pueden citarse la N((sm pajnlom^ L., y la N, (jenicidata^ Lam. Entre las especies del género Voluta merecen citarse la Voluta imperiaUs^ L., y la V, vespertilio^ L., con sus infinitas variedades de coloración; estas especies son las que más comúnmente se encuentran en las colec- ciones formadas en este Archipiélago. Profusamente representado en Filipinas está el género Mitra^ nuiy notable por sus caracteres, como la Mitra, p>apalii<^ Lam. , la M, epu- copalix^ Lam. , y otras. Del género Oliva pueden citarse la Oliva inaura^ Lam., la O. guttata^ Lam., la O. magnifica^ Duer., y otras; muchas de ellas son notables, no sólo por su brillo, sino también por la gran varie- dad de colores ó dibujos que se observan, por lo común, en una misma especie. El género líarpa^ de conchas muy elegantes por su forma, costillas longitudinales y dibujos de coloración, tiene sus principales representantes en la Harpa conoidalis^ Lam., //. nóbilis^ Lam., \ IL ndnor^ Lam. Notables son también por su tamaño y coloración algunas especies del género Ca^Kts^ como la Camin corrmta^ Brug., v por sus colores, pues son en general especies de pequeño volumen; también lo son la Natica f/uctuata^ Sow., y la N. Manillm^ L. Caprichosas son las especies del género Scalaria como la Scalaria hullata^ Sow. , y la S, varicosa., Lam. Abundan en Filipinas las especies del género Terehra^ siendo las más conocidas la Terebra raaculatai^ Lam., la T. dimidiata^ Lam., y la T. muscaria^ Lam. Uno de los géneros más importantes, cuyas especies son más buscadas por los coleccionistas, es ^Conus que abunda en Filipinas; algunas de dichas especies han llegado á pagarse á precios considerables. Célebre es la concha Conus gloria inaris^ Chemn., muy rara en las colecciones y de gran valor. Un magnífico ejemplar procedente de Filipinas y per- teneciente al Sr. Elizalde, de Cádiz, fué vendido á un comerciante de 700 ZOOGBAFÍA. objetos de Historia Natural, de París, en 900 francos. Son asimismo apreciadas por su belleza las Conits nohilu^ L., C, imperialis^ L., C* episcopios^ Lam., y otras. Profusamente esparcidas se hallan tam- bién en los mares filipinos las especies de los géneros Strombus y CyprcBa^ sumamente bellas. Si fueran tan raras como vistosas por sus colores y su brillo llegarían á alcanzar un precio elevado. Entre las primeras figuran los Strombus laciniatus^ Chemn,^ y Stroinhu^ hahella^ Lam. Entre las especies del género Cy2m£a merece especial mención la Cyprcea Aurora^ Sol., de color anaranjado y blanco por debajo. Es poco frecuente encontrar alguna en el Archipiélago. En Caraga (Mindanao) y también en Jólo se encuentran alguna vez; se pagan á precios subidos. Abundan la Cyproia tigrls^ L., y C. niappa^ L. Finalmente, se encuentran en abundancia las especies de los géneros Ovula^ Nerita^ Turbo ^ Troclius y otros. Los caracoles terrestres son abundantes y casi todos propios de estas Islas; figuran entre otros muchos los de los géneros Cochlostyla^ como el Cochlostyla reginw^ Bord., C. pulcherrima^ Sow., Bulirnus, Scara- bus^ Pupina^ Helicina^ Carsidula, Aurícula y otros. HETO ROPO DOS. Los Moluscos incluidos en este orden son todos marinos, de pequeño tamaño y de poca importancia para el hombre. Uno de los géneros principales es el Carinar Ui^ de frágil y pequeña concha. CEFALÓPODOS. Los Cefalópodos, así denominados por tener los órganos de la loco- moción insertos en la cabeza, son de cuerpo oval. Algunos carecen de concha ó la tienen rudimentaria. Se dividen en dos órdenes: Di- branquios y Tetrabranquios ; los primeros tienen dos branquias para la respiración y sus extremidades están provistas de ventosas, los segun- dos poseen cuatro branquias y carecen de ventosas en sus tentáculos. DIBRANQIIOS. En los mares filipinos abundan las especies Argonauta góndola^ Dilw., A. argo^ L., ^1. Owenii^ Ad., así como el Pulpo ( Octopus vulgaris^ Lam.), el Calamar, del género Loligo^ y la Jibia ó Sepia {Sepia offici- nalis^ L.). Todos estos animales se valen de sus tentáculos para coger su presa, consistente en crustáceos, moluscos y peces. Retirando por medio de un músculo interior la parte central de cada ventosa hacen el vacío, quedando los tentáculos de tal modo adheridos á las rocas ó á sus víctimas, que sería más fácil arrancarlos que desprenderlos. Los argonautas tienen dos de sus tentáculos ensanchados por una membrana y el cuerpo protegido por una hermosa y delicada concha. Entre los fósiles se encuentran los Belemnites^ de concha recta, muy abundantes en ciertos terrenos. MOLUSCOS. 701 TKTRABAXQl'IOS. Los Tetrabanquios, adomfe de los oaracttM-os inoiicioimdos, tienen el cuerpo envuelto en una concha, dividida |X)r tabitjues transversales con muchas cavidades que conuuiican entre sí por un agujero. El animal se halla en las primeras divisiones. Las (especies más comunes son laa del género Jiaiftaux^ de concha nacarada interiormente. Es el único género viviente hoy día, y abunda en los mares filipinos. Entre los géneros fósiles merecen citarse los Orthoceras^ de concha recta, y los Amino)iítcs^ de concha en espiral plana y de vueltas visibles. CAPÍTULO VIL RADIAi:)OS Y PROTOZOOS. RADIADOS. CARACTERES GENERALES. Los Radiados, de más complicado organismo que los Protozoos, forman un extenso grupo, cuyos individuos se caracterizan por tener el sistema nervioso muy poco desarrollado y radiante; su cuerpo es también radiado ó simétrico con relación a un eje central, y, en general, poseen una cavidad digestiva en constante comunicación con el exterior por una ó dos aberturas. Se dividen en dos sub-tipos: Celentéreos y Equinodermos. celentéreos. Los Celentéreos son Radiados de órganos celulares bien manifies- tos, provistos de un sistema de canales periféricos y con cavidad digestiva casi siempre. Se subdividen en las siguientes clases: Espon- giarios, Pólipos, Hidromedusas y Ectenóforos. ESPONGIARIOS. Son estos animales de cuerpo sarcodario, desprovisto de cubiertas, protegidos por un sistema de filamentos tubiformes, anastomosados entre sí en todas direcciones y sostenidos por un armazón de numerosas trabé- culas ó espinillas córneas, calizas ó silíceas. Se reproducen por medio de óvulos, dotados de pestañitas que flotan en las aguas marinas ó dulces, en que habitan, y se fijan en algún objeto sumergido, dando origen primero a un individuo del que, en muchas especies, nace una colonia por reproducción gemmípara ó escisípara. Los géneros más importantes son los llamados vulgarmente esponjas, que forman el género Spongia con un crecido número de especies. En Filipinas las tempestades arrojan con frecuencia á las costas multitud de esponjas, entre las cuales hay una muy semejante á la Spongia offici- nalis^ L., tan conocida en el comercio; son muy blandas al tacto, de un color pardo oscuro, mayores que el puño y semiesf ericas, y absorben el agua con gran facilidad, por lo cual pudieran ser objeto de tráfico. Pero la que más llama la atención es la Euplectella aspergilhtin^ Ow., denominada vulgarmente regadera. Es una especie de cilindro hueco, algo encorvado, cuya parte inferior en lugar de estar abierta 702 RADIADOS Y PEOTüZOOS. 703 está formada, como casi la totalidad de la superficie restante, por un tejido de fibras anastomosadas. Las fibi-as de dicha porción terminal están dispuestas con menos regularidad que h\< de la parte tubular, y las aberturas que dichas fibras dejan entre sí han servido á Mr, Owen de fundamento para darle á esta especie el nombre de aupir- gilhdn. Las demás fibras son de dos dimensiones, unas más grandes y verticales, y otias más pequeñas y entrelazadas oblicuamente con las primeras. Las fibras son en sii mayor parte silíceas. Los Pólipos son Radiados provistos de una cavidad digestiva con una sola abertura que sirve á la vez de boca y de ano, y está casi siempre rodeada de apéndices tentaculiformes; por lo general se presentan reunidos en colonias, formando poliperos, que son producciones calizas, córneas ó silíceas, constituidas por numerosas y diminutas cavidades, que conumican entre sí, fal)ricadas por una secreción cutánea de cada individuo. Su reproducción es sexual, gemmípara y escisípara; en la mayoría de sus colonias las cavidades digestivas de todos los indi- viduos comunican entre sí por medio de tubos que pasan de unos á otros. Todos los pólipos son marinos, y creciendo sus poliperos en razón directa de la rapidez con que se reproducen tan diminutos ani- males, forman las niadréporas, corales, gorgonias y otros imichos poliperos, que pueblan los mares de las zonas tórrida y templadas. Los Pólipos se dividen en dos grupos, unos en que el polipero consta de una materia dura como el mármol, compuesta realmente^ de carbonato de cal, por lo cual se denominan litófitos, y otros en (j^ue el polipero está formado de una materia semejante al cuerno, deno- minados por esta razón ceratófitos. Entre los litófitos figuran las especies del género Madrepora^ L., cuyas masas calcáreas presentan agujeros, celdillas, tubos, poros, surcos y otras mil particularidades, revistiendo formas muy caprichosas, ya de hongos, ya de estrellas, ya de un haz de tubos; y otras veces se asemejan, ora á un árbol cubierto de poros por todas partes, ora á un panal de abejas, ora á una pieza de finísimos encajes, etc. Los pequeños animales alojados en estas cavi- dades pétreas producen el crecimiento incesante del polipero. Si uno de estos radiados gelatinosos llega á encontrarse sobre una roca en el fondo del mar, se fija en ella, alarga sus tentáculos y busca su presa en las aguas que le rodean. A medida que se nutre, que es sin cesar, la parte inferior de su cuerpo se endurece y se solidifica por las partí- culas calizas que en ella se acumulan, ya sea que éstas sean elabora- das por el mismo animal ó recogidas por éste en el mar. La parte superior del cuerpo se prolonga y produce yemas, dando origen á otros poliperos. El primero se transforma en una materia sólida y dura sobre la cual nuevas generaciones trabajan y se multiplican, apo- yándose unas sobre otras y desapareciendo las primeras para dar lugar 704 ZOOGRAF^ÍA. á nuevas colonias. Así se concibe como en poco tiempo, con una labor continua de millones de individuos, se acunmlan tantos materiales para construir un inmenso edificio, siempre bajo el mismo plan trazado por el primer pólipo; plan que consiste en la misma figura del animal, pues, si éste reviste la forma estrellada, d(*jará en la madrépora agu- jeros en estrella, y si cilindrica ó laminar, producirá tubos, poros ó láminas. Los edificios levantados por tan diminutos animales en medio de los mares forman, á despec^ho de las tormentas, islas y numerosos archipiélagos con sus arrecifes é islotes, que tanto peligro ofrecen para los navegantes. Al quedar á flor de agua las crestas de estas rocas calizas en contacto con los agentes atmosféricos, se descom- ponen y pudren juntamente con millares de algas marinas, como los f ucus, produciendo un fértil mantillo, que se forma en su superficie, donde el aire y las aves aportan semillas, que germinando transforman los áridos islotes en fértil morada apta para la vida de los animales y del hombre. En el fondo de los mares se encuentran pólipos arborescentes, que constituyen verdaderos bosques de arbustos de piedra ó de materia córnea, la cual se desarrolla debajo de las aguas y al abrigo de las tem- pestades que atormentan la superficie. Entre estos pólipos figuran las especies del género Cbralinm^ L., llamados vulgarmente corales. El rojo, que es el más apreciado por los objetos de adorno que con él se fabri- can, afecta la forma de un pequeño árbol ramoso de 1 ó 2 pies de altura, adherido por una especie de patas ó garfios á alguna roca del fondo del mar. Los pequeños pólipos gelatinosos que los forman, tienen ocho tentáculos. Estos poliperos no están formados por dentro, como los demás, sino por capas sucesivas y externas ó sobrepuestas, como las capas leñosas de los árboles. El color rojo que presentan se creía antes que era debido á un óxido de hierro, pero parece más pro- bable que procede de una materia colorante que los mismos pólipos segregan. Los hay también de color blanco y de carne, que tienen la misma forma que los rojos. El coral negro no es pétreo, sino ceratófito, á manera de arbusto, de una materia coriácea, como cuero cocido ó cuero duro, aunque algo flexible, y rodeado de una corteza pelosa y áspera, como barro endure- cido, donde se alojan los pólipos que forman esos arbustos llamados gorgonias. Entre ellos ha}^ especies muy curiosas de la forma de abanico, y otras presentan sus ramas alternativamente pétreas y cór- neas con mucha regularidad. Existe por último un gran número de especies del género Sertidaria^ L., que presentan el aspecto de delica- das yerbas, de piedra ó de materia córnea, con formas sumamente ele- gantes. Todos los pólipos abundan mucho en los mares filipinos. RADIADOS V PROTOZOOS. 705 HIDROMKDl'SAS. Estos Radiados, hasta hace poco, han sido confundidos con los pólipos y parte de ellos constituyen la clase Acálefos, pero hoy forman un grupo caracterizado por tener todos *sus individuos una cavidad gastro- vascular, simple 6 en couumicación con un sistema de canales periféri- cos, por carecer casi todos de polipero calizo, y ofrecer muchas espe- cies la reproducción alternante, sexual y genunípara. Entre ellos figuran las Hidras, Medusas y Fisalias. Ilidnts. — Las Hidras, llamadas üimbién pólipos de agua dulce, son notables por su manera de reproducirse; si se divide uno de estos animales en varios segmentos cada uno de ellos se convierte, al poco tiempo, en un individuo perfecto. Otro medio de propagarse es por yemas que a parecen so})re un punto cualquiera del cuerpo del animal, y desarrollándose poco á poco, aparecen los tentáculos del nuevo indi- viduo (|ue puede separarse del que le ha engendrado, ó permanecer unido á él, y éste es el caso más ordinario, presentándose varias hidras unidas entre sí. Se reproducen también mediante huevecillos que se desprenden del ovario de la madre, la cual perece al expeler el último; forman el género Ifydra^ L. Medusas, — La forma principal de estos Radiados es la de un disco más ó menos abombado, semejante á un quitasol, algunas veces hemis- férico ó acampanado {Campa) nd (iría), provisto por debajo de va- rios apéndices, pendientes ó flotantes, que les sirven para la respiración y nutrición. Segregan un líquido sumamente cáustico, que al con- tacto con la piel del hombre produce una comezón semejante á la que ocasionan las ortigas, por cuyo motivo se les da el nombre de ortigas de mar. Fisalias. — Las Fisalias constan de un vejiga diáfana, abultada en el centro y adelgazada en las extremidades, sobre la cual existe una cresta membranosa, levantada á manera de vela de navio, por cuya razón se suele dai- á estos animales el nombre de fragatas. Todos los géneros citados abundan en los mares de Filipinas. ECTENOFOROS. Entre los Ectenóforos, cuarta clase de los Celentéreos, no se en- cuentran en Filipinas animales que merezcan especial mención. EQUINODERMOS. Son los Equinodermos radiados en divisiones 'generalmente equi- narias, protegidos por un dérmato-esqueleto calizo, y dotados de tubo digestivo y de un aparato vascular bien manifiesto; tienen sistema ner- vioso formado por un collar de ganglios que rodea el esófago. Com- prenden las siguientes clases: Crinóideos, Asteróideos, Equinóideos y Holotúridos. 2282B 45 706 ZOOGRAFÍA. CRINOIDE08. Son los Crinóideos de cuerpo esférico, generalmente sostenido por un tallo calizo, articulado y fijo á algún cuerpo sumergido, como todos los Equinodermos; están los Crinóideos provistos de unos tubos acuí- feros en comunicación con el exterior por aberturas especiales y por otros ambulacros, especie de apéndices espinosos huecos, dotados de una ventosa en una extremidad, colocados regularmente en series, y dispues- tos en general para la locomoción. La mayor parte de los Crinóideos son f ósiles correspondientes á especies que han vivido en épocas anterio- res á la actual, y los pocos que hoy viven sólo se encuentran en las prof undidas de los mares. ASTERÓIDEOS. Los AsTERÓiDEOS, Uamados estrellas de mar, son Equinodermos de cuerpo deprimido y forma estrellada. Se encuentran especies fósiles y vivas entre las Asterias tenuisptnus, A, paposa y A. auranciaca. Los Asteróideos prestan notable utilidad por alimentarse de sustancias orgánicas en descomposición en el seno de las aguas, contribuyendo á impedir que se vicien éstas con los productos de dicha descomposición. EQUINÓIDEOS. Los Equinóideos, llamados erizos de mar, presentan el cuerpo globoso, oval ó discoideo, cubierto de largas y numerosas espinas movibles que les sirven para la locomoción. Los géneros más impor- tantes son los Echimcs^ Spatangus y Echinodisciis. Muchas especies son fósiles como la Cidaris pentágona^ la C, glandifera y Ja I) ¡seo ¡dea cylindrica. Entre las especies vivas las hay comestibles como el Echi- mis esculenttiSj otras presentan colores ó un aspecto agradable por la forma y disposición de las líneas y surcos de su superficie. El número de las especies filipinas es seguramente muy considerable. nOLOTÚRIDOS. Los HoLOTÚRiDOS, llamados vulgarmente cohombros de mar, son Equinodermos de cuerpo vermiforme, cilindróideo, con la boca rodeada de tentáculos. Abundan mucho en los mares filipinos y comprenden varias familias, siendo las principales la Synapta Beselii^ que llega á alcanzar 2 metros de longitud, por lo cual la llaman los naturales culebra de mar; la Synapta digitata tiene la facultad de dividirse espon- táneamente en numerosos fragmentos. Cuando se excita con un alfiler el Stich/jpus naso^ el animal empieza á moverse á la manera de los gusanos, se retuerce y se despoja de su gruesa piel, tomando á los pocos minutos la forma de un saco completamente desprovisto de ella. Los chinos creen que la piel de los Holotúridos es un afrodisíaco excelente. Con el* nombre de balate se llevan de Filipinas á China RADIADOS Y PROTOZOOS. 707 ílolotúridos cuidadoíjiainento prepanidos que so expt^ndeii allí d eleva- dos precios. Son por lo tanto objeto de eoiiiereio. I^as especies hoIothuriatenuiMsIma, Senip., llamada Tagtagán por los bisayas, y la //. shnills^ Semp., son considenidas como de primera culidad, siendo también apreciadas la If. marmorata^ ♦^%*? .V la //• scahra^ Jftg. La preparación para introducirhis en el comercio, aunque algo diferente, segiin las localidades, consiste en hacerlas experimentar un principio de cocción y exponerlas al sol en tiras después de haberlas ahumado; estas operaciones se repiten varias veces, según las especies. Para comer el balate se limpia primero la superficie, se raspa después la capa exterior de caliza y se pone á remojo en agua dulce uno ó dos días. De este modo se esponja y toma un color gris oscuro. Después de repetidos lavados y de separar cuidadosamente las entrañas y todas las partículas arenosas, se divide la piel esponjosa en pedacitos y se come en sopa cargada de especias ó con otros varios manjares. PROTOZOOS. DIVISIÓN. Se incluyen por los naturalistas en este tipo multitud de organismos de constitución tan poco definida, que, formados por una sustancia homogénea, llamada sarcoda ó protoplasma, no se distinguen fácilmente de las plantas. Comprende tres clases: Protistos, Rizópodos ó Infusorios. . PROTISTOS. Entre los Protistos, que son numerosísimos y microscópicos, se encuentran las noctilucas, que en inmenso número comunican fosfo- rescencia á las aguas de los mares en que habitan; y los volvoces acuáticos que algunos tienen aún por plantas. RIZÓPODOS. Los Rizópodos son animales compuestos por la sarcoda ó proto- plasma, sin cubierta; la mayoría poseen una pequeña concha; son casi todos microscópicos, y, lo mismo que los Protistos, carecen de aplica- ciones prácticas para el hombre. Se dividen en dos órdenes: Foraminí- feros y Radiolarios. Las conchas de los primeros se encuentran fósiles en nmchos terrenos y acumulados en inmenso número en el fondo de los mares en que hoy se hallan vivos. Entre los fósiles se encuentran los Nimimulites^ de concha comprimida como una moneda, de donde les viene el nombre de NummuUtes. Entre los vivos aparecen las milíolas, los amibos y las diflugias que se hallan en diversas infusiones y en las aguas dulces ; los amibos emiten constantemente prolongaciones en su masa, que, sustituidas sin cesar, cambian continuamente la forma de su cuerpo. Entre los Radiolarios existen también numerosas especies fósiles y vivas, pero de ninguna aplicación práctica. 708 ZOOGRAFÍA. INFUSORIOS. Lo8 Infusorios, do cuerpo tan pequeño que en una gota de agua existen muchos millones de ellos, habitan en las aguas estancadas y en las infusiones de varios líquidos, entre ellos el vinagre. Están pro- vistos de ima cubierta que a modo de piel los envuelve, y en la mayor parte de ellos se distinguen numerosos apéndices (pestañas, ten tacú Hilos, etc.), que les sirven para la prensión y locomoción, y dos aberturas, una que les sirve de boca, y otra que da salida á los residuos de la digestión; no poseen tubo digestivo, pero cuando toman algún alimento penetra éste por su boca y se detiene en una cavidad, que accidentalmente entonces se produce en la masa del animal, 3^ que desaparece cuando ha terminado la digestión. Su reproducción es gemmípara, escisípara ó por esporas, y no espontánea, como han creído algunos autores. Los géneros más importantes son los ParmncBciuvi y Trachelius^ que flotan libres, y las Vorticellas que, en forma de copa, viven adheridas a los cuerpos suiner- gidos por un largo pedículo, formando á veces colonias de nmchos individuos. Todos estos animales sólo tienen importancia científica. fin dei. tomo primero. u-m-sr^ c. -K'J'^J'L T90"'02236'7117 ^ "I 'W