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ANALES
DE HISTORIA NATURAL,
MES DE JUNIO DE 1800.
TOMO SEGUNDO.
DE ORDEN SUPERIOR.
MADRID EN LA IMPRENTA REAL.
POR D. PEDRO JULIAN PEREYRA , IMPRESOR DE CÁMARA DE S. M.
AÑO DE 1800.
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EROS
= gaviode ÓmOr
S MATERIALES +
PARA LA HISTORIA DE LA-BOTANICA/
POR D. ANTONIO JOSEPH CAVANILLES.
L, Botánica, cuyo objeto es el reyno. vegetal, ha
sido en todos tiempos la ocupacion: de varios Filó.
sofos. Halláron unos en las plantas remedio para mu»
chas dolencias; otros alimento sano y. substancioso;
otros. en fin dulce recreo , ya exáminando la consti»
tucion íntima de los vegetales, ya los órganos con
que:se reproducen, ya las bellezas y usos de cada una
de sus partes. Á pesar de ser inumerables los que cu:
bren la superficie de nuestro globo, ó-vegetan en las.
aguas ; de embelesar su estudio ; y de ser irresistible
el atractivo que produce, fuéron muy lentos los pro+
gresos de esta ciencia, cuya infancia duró: hasta el
- siglo: pasado. Vióse limitada por muchos siglos á un
corto nímero de plantas medicinales, descritas sin
método, sin principios sólidos, sin arte , y con nombres
muy diversos de los actuales; por cuya razon quedá-
ron:poco menos que inútiles las obras botánicas de Hi»
pócrates, Nicandro * y Teofrasto. Igual suerte tuvié-
1 Pedro Jayme Esteve , Médico Valenciano , dió en 1552
su elegante traduccion látina en verso de la obra de Nicandro ti-
tulada Theriaca. Añadió para su inteligencia eruditas motás, y
aquellos conocimientos botánicos que se podian 'tener entonces:
determinó la nomenclatura de muchas plantas en-latin,y valencia-
no; pero confesó que era imposible determinar otras en mayor
número de las citadas por Nicandro. El. título de la obra de Es-
teve es: » Nicandri Colophonii poete $ medici antiquissimi cla?
»rissimique Theriaca. Petro facobo Steve medico Valentino inter
» prete S enarratore.” Valentiz 1552. vol. 1. 12, 97
A 2
4 2 HT ANALES!.
ron las de los Romaños hasta Plinio, en cuyo tiempo
se llegáron 4 conocer mil plantas. Iba descuidándose
la Botánica 'al paso que se arruinaba el Imperio Ro-
mano , y casi llegó á olvidarse de todo punto hasta
que los Arabes intentáron sacarla de la obscuridad, ya
comentando los autores antiguos, ya dando algunas
producciones propias que tenian la misma confusion
y 'falta derexáctitud que las de los autores que'les
precediéron. A la época de los Arabes se siguió la
de la ignorancia universal. Un velo espeso cubrió
los monumentos científicos de la antigitedad : una in-
dolencia, grata á los hombres de aquel tiempo , se
apoderó del espíritu humano, ocupado enteramente
en destruir y degradarse , siguiendo así hasta bien en-
trado el siglo XV; época feliz en que renació y se
acrisoló el buen gusto; en que volviéron 4 parecer
“las ciencias, que desfiguradas ú olvidadas hasta en-
tonces, tomáron nuevo aspecto con la meditacion, ex-
—periencia y trabajos improbos de los sabios. - -
Desde entonces se dedicáron muchos á la Botá-
nica, creciendo sin cesar el gusto y el número de
los aficionados ; los quales no contentos con los vege-
tales que les ofrecia su patria, salian á buscar otros
en paises extraños , publicándolos despues en benefi-
cio público. Asílo hiciéron Clusio, Turner, Guilan-
dino , Camerario , Alpino , Columna y otros muchos,
distinguiéndose los dos hermanos Juan y Gaspar Bau-
hino, que se esforzáron en desterrar la confusion que
habia en la nomenclatura de las plantas. Mas no bas-
taba esto para que la Botánica se contase entre las
ciencias verdaderas: era aun indispensable “cimentarla
con fundamentos sólidos ; separar las plantas en gru-
pos que facilitasen su conocimiento; descubrir un mé-
todo apoyado en la naturaleza, esto es, en el fruto y
DE HISTORIA NATURAL. 5
flor de los vegetales. Conoció Gésnero *.cón anticipa:
cion esta necesidad 5. pero Cesalpino tuvo la gloria de
publicar en 1583 el primer sistema. Viéronse despues
en el siguiente siglo «los: de Ray. , Morison, Hermann
y Rivino que á porfía se esmeraban en perfeccionar
la ciencia. Procur3bao otros. aumentar el ya crecido
número de plantas viajando por la Europa é Indias,
distinguiéndose entre ellos Hernandez ?, Barrelier, Bo=
cone, Runfio, Magnol;,;Camelio ;¡Sloane y Plukenet,
que diéron un crecido;púmero de estampas ; bien que
todas imperfectas , pofque carecian- de las partes de
la fructificacion; defecto perdonable en aquel tiempo,
pero reprehensible en; nuestros dias por el diverso -es-
tado de la cienclavorónió 2ovsun 242 $ 2) dana
Así se acopiaban, materiales ¡para el. grande, edifi-
cio que debia levantar en Francia; Tournefort.. Se
2 ) FJ)
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“1 * Conrado Gesnero nació en Zurich:el dia 26 de Márzo de
1516: viajó por la Francia, Ttalia y Alemania , y murió en 13
de Diciembre de 1565. Quedáron “inéditas, susí obras botánicas
hasta que Casimiro Christóbal Schmiedel las publicó en 1751 en
un gran tomo en folio con muchas estampas preciosas. Su título es
Conradi Gesneri opera botanica. Norimbergé' 1781. ¿013
2 Habiendo pasado Francisco Hernandez ¿ Nueva: España por
órden de Felipe II para descubrir las.riquezas naturales. de aquel
reyno , desempeñó cumplidamente su comision, y compuso 17 to-
mos en folio, que contenian las descripciones 'y dibuxos de lo
perteneciente á los tres reynos de la naturaleza, como tambien 4
las antigiiedades y geografía. Pereció, este. tesoro en el incendio
del Escurial ; y quando se, creian perdidas enteramente las: obras
de este sabio, el difunto .D. Juan Bautista Muñoz encontró en la
biblioteca de S. Isidro de esta Corte cifico tomos manuscritos, con
emiendas de la propia mano de Hernandez. Don Casimiro Gomez
Ortega publicó en 1790 lo perteneciente al reyno vegetal en tres
tomos en 4.” Esta 'obra,, como las escritas en su siglo ,'ni tiene
descripciones científicas , ni los caracteres indispensables para reco-
nocer las plantas ; defectos que hubieran sido «menos notables sin
la pérdida irreparable de los dibuxos originales, +» LOY
acercaba el vtiempo:, y pareció bu fin-aquel hombré
privilegiado; reformador de la Botánica, que superior
- do sus predecesorés-en'los conocimientos de esta cien:
cia , publicó envr694 su claro y fácil sistema, com-
puesto de veinte y dos'clases, fundadas generalmente
en la' consideracion de las corolas'; y'subdivididas se-
gun la forma y naturaleza deilós frutos. Fue recibido -
este. sistema con entusiasmo, y“adoptóse generalmen-
teen Europa: El Padre Plumierrle dió nuevo realce
con la multitud “de “plantas que descubrió en Amé-
rica , describió 'y “dibuxó perfectamente en muchos
tomos, la mayor parte inéditos, que ví con sumo
gusto :en Paris. El' célebre "Michel Florentino dis;
puso tambien sus nuevos géneros segun el sistema
de Tournefort; y"el Padre: Feuillé las plantas que
observó én' el' Perú y Chile: “Otros botánicos 'ilus
tres, contemporáneos de estos sabios, siguiéron 1gual-
mente;sus máximas, mientras que algunos descubrian
nuevas sendas «y aumentaban las luces que brillaban
en Europa. Muchos “años despues de la muerte de
Laguna *, que vió con mas claridad, que los anti-
guos el modo. de fecundarse , y: los sexós de las plan»
tas ; manifestó. Vaillant con 'expériencias proplas es-
tós “mismos sexos, y el admirable "modo con que el
polvo fecundante se ddesprendia de las anteras ; ver-
dadesinconcusas que se. obstinó .en- negar Pontedera
en:1720 ?, quando'otros muchos las fortificaban y ex-
tendián con nuevas observaciones. Estas y la multi-
r
14.14
tud de plantas nuevas, cuyo número: se aumentaba
cada dia, hiciéron ver que el sistema, de Tournefort,
1914 Andres Laguna murió en 1560, y Sebastian Vaillant na-
ció-en: 1669. Este murió en Paris en 1722. 5
. avi Amthologia sive de floris natura libri tres. Patavil 1720.
1. vol. 4. 20LGIM k : :
DE HISTORIA NATURAL. 7
aunque claro y lleno de principios luminosos., tenia,
grandes defectos ya. en la. division de, vegetales en ára'
boles, arbustos y yerbas, opuesta a las afinidades. na»
cite ala identidad: de géneros, cuya fructifica-!
cion exígia quedasen: reunidos ; ya en- señalar, límites:
que no existen entre las corolas campaniformes é in-,
fundibuliformes ; ya en! creer regulares. y «de muchos:
pétalos todas las liliáceas, cuya clase: determinó Tour»:
nefort ¡contra sus principios recurriendo-al fruto. Así:
pues para mejorar los fundamentos de la «ciencia, ha=
cerlos ¡universales :4 Jas plantas: conocidas y:.4/ quantas.
puedan descubrirse, y darles la solidez.correspondiens
te , trabajaban en secreto muchos sabios,, exáminando:
sin cesar la naturaleza de las +plantas ,' los: órganos de
la generacion, y los frutos con que se reproducen.
Muy presto. se viéron admirables efectos de:estas ta-'
reas y meditacion en los sistemas que.publicáron Lin=
neo, Royen, Haller y Gleditsch ; en ¿las «disertacio=
nes con que los partidarios de:cada uno de estos ó pre-
tendia debilitar el de los contrarios, ó fortificar el que
sostenía ¿y «mientras se acaloraban los afectos para
acrisolarda verdad, perfeccionaba su sistema Bernar-
do de Jussieu. Este y el de Linneo han logrado cele-
bridad , y deellos han nacido:las dos grandes escue- '
las seguidas en Europa , mejoradas hoy dia con refor-
mas útiles y observaciones importantes, y por lo mis-
mo piden una atencion particular.
+ Parecería injusto hablar de Bernardo de e ussieu
sin acordarse: de sus dignos hermanos Antonio y Jo-
seph, y de su:sobrino Antonio Lorenzo , familia céle-
bre en los.fastos de la Botánica , infatigable en: sus es-
tudios , feliz en descubrimientos , y recomendable por
su trato afable, franco y lleno: de candor, Nació An-
tonio en 1686, y a los veinte y quatro años de-su
.
3: | SANUTAN ANALES:
edad fue q profesor de Botánica y sucesor de
Tournefort; honores que inflamáron de nuevo su pa=
sion 4 las plantas; bien pagados despues con los descu=.
brimientos que hizo en su viage por la España, y Por-:
tugal,, y con las máximas que supo inculcar á. sus dis-
cípulos. Joseph, el menor de sus hermanos, se-sacri-
ficó gustoso en: :beneficio: de. la ciencia, iatiado
toda especie de riesgos, y. sufriendo incomodidades
por espacio de treinta y seis años que duráron sus via-
ges por el Perú y otras provincias de nuestra: Améris
ca, de donde: traxo multitud de vegetales «nuevos,
preciosos dibuxos, y exáctas descripciones. Bernardo
llegó muy jóven 4- Paris ¡para concluir sus estudios. -
Discípulo: de Antonio:»y: compañero en sus viages
aprendió la ciencia tan grata como honrosa 4:su fami-
lia; y antes de cumplir veinte y seisañosabrió á los
Botánicos nuevas sendaspara descubrir los órganos de
las criptogamas ¡señalando él el sitio donde estaban
los. de la Pilularia : demostró luegola fructificacion
del Lemma ; poco despues el verdadero género de la
Littorella tenida hasta:entonces por Jlanten; y con-
tinuando icon teson y felicidad sus investigaciones , re-
gistró detenidamente todas las partes de: los vegeta-
les, perfeccionó. los conocimientos de sus predeceso-
res y contemporáneos , é imaginó el sistema: de fami-
lias ó de afinidades naturales. Es cierto que-Magnol,
Gerard y el gran Linneo 'diéron materiales para este
edificio; pero Bernardo fue sin disputa el primer ar-
quitecto que presentó el plan, y lo executó en el jar=
din de Trianon en 1759. Allí depositó el fruto de sus
meditaciones; pero mejoradas cón el tiempo, y aumen-
tadas con nuevos descubrimientos é «ideas, las. confió
todas:á su sobrino, como el labrador la semilla ás un
suelo fértil, para que á su tiempo dé frutos. sazonados:
Ml,
| DE HISTORIA NATURAL. | 9
"Tales fuéron á:la verdad los que publicó: su: so-.
brino en 1789 enla preciosa obra * , alabada con ra-
zón' por nacionales y extrangeros ?. Desplegó en ella,
él plan concebido, y en parte redlizado por el 2:
Bernardo, que aumentó con descubrimientos pre
y profunda: meditacion; y apoyando principal bleas
te en los caracteres primarios que: fixó en la insercion:
de los estambres, disposicion mútua de estos yodel
pistilo, situacion de la corola :stamnifera y número
de cotyledones seminales, lo creyó capaz de abrazar la
cadena inmensa de los vegerales'á a pesar de quedar aun
infinitos desconocidos. ¡Qué idea tan sublime si no ha-
Hase contradicciones *; si no: excediese las fuerzas. de
muestro espíritu quando se comparan con las incalcu-
lables de la naturaleza'!- Conforme 4 sus: principios
separó el reyno vegetal en tres grupos principales, di-
vision indicada por la diferencia natural «de las semi-
Jas, que son acotyledones , monocotyledones. y dicoty-
ledones + y mirando al primero como á una sola cla-
se, dividió los dos restantes en catorce. No se detuvo
en la forma , figura y número de las partes sexúales,
que varían con freqijencia; sino en la insercion de los
-
1 Genera plantarum secundum ordines naturales disposita.
Paris 1789.
2 Celeb. Ant. de Jussieu librum nuper edidit sub titulo Ge-
nera plantarum secundum ordines naturales disposita , quo doc-
tiorem vix umquam videbit orbis botanicus. Smith Plant. Icon.
fasc. 2. pag. 56.
3 Entium re verá nequit continuata stabiliri series, nisi prius
innotuerint omnia. Ant, Lau. de Juss. Introd. in hist. plant.
pag. XXXVI
4 Quando las semillas confiadas á la tierra empiezan á entalle-
cer , arrojan una ó dos hojuelas. En el primer caso se llaman »mo-
nocotyledones, y en el segundo dicotyledones : quando no arrojan
hojuela alguna acotyledones.
e
10 Zo ANALES
estambres respecto del pistilo; y como estos puedan
estar insertos ó debaxo del pistilo,'Ó.al rededor ó eh»:
cima , resultan por precision tres clasés de plantas mo-:
nocotyledones. Dividió las dicotyledones en mayor,
- número de clases, porque algunas. de ellas carecen
de corola ; otras la tienen de una pieza ,: y en ella.iny
sertos los estambres : otras en fin de muchas piezas sim.
sostenerlos:: Formó tres clases de las plantas sin corola;,
separandolas segun la varia insercion delos estam»-,
bres respecto del pistilo. Quatro: de aquellas , cuya,
corola es ide una pieza, atendiendo al modo con que
esta se halla inserta: en órden al pistilo; y subdivi-
diendo: en' dos las: que la tienen superiof «segun que
sus anteras se hallen reunidas .ó libres. Tres de las de
muchos pétalos ó piezas, que:separó mútuamente por
tener los :estambres insertos debaxo del pistilo, ó al
rededor: ócencima. Y una en fin destinada. 4 los vege-
tales, cuyos estambres se hallan en diferente flor de
los pistilos; como se ve en la tabla siguiente.
DE HISTORIA NATURAL. 11
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144 Subdividió despues las quince clases” en cien ór-
denes ó familias; y en estas ordenó los mil setecien-
tos- cincuenta y quatro géneros que conoció al publi-
- Car“ su obra. Llámase natural este. método Ó siste-
ma':'19 porque se funda en'la constante” conforma»
cion delas semillas'; modo de desplegar sus hojas se<
minales , y situacion “réspectiva de los órganos de la
generacion: 22 porque las clases son los resultados de
hechos' náturales y uniformes: 32 porque los órdenes
Ó' familias tienen caracteres determinados. Pero 4 pe-
sar del 'ímprobo y'landáble trabajo de Jussien, aun
queda incompleto este sistema buscado en vano por
1 Estambre hypogyno se llama quando está inserto debaxo del
pistilo : perigyno quando al rededor : epigyno quando encima. :.
12 AJILMJIANALES
el mismo Línneo *, e lorterional por alison 2, ilus-
trado por Lamarck 3, Ventenat *-y otros sabios. La
freqiente 1 interimpcion. de la cadena que debia enla-
zar todas las producciones vegetales; la multitud de
géneros que despues de tanta meditacion quedan fue-
ra de las clases y familias, y que el mismo de Jussicn
llamó incerte :sedis genera ; las varias opiniones de
los famosos partidarios de este sistema sobre la colo-
cacion de algunos géneros, prueban con evidencia que
dista aun mucho de la perfección: “Y quando se llega-
sed conseguir, lo que parece imposible, ¿deberá pre-
ferirse 4 otros: sistemas para la, instruccion pública,
para los que empiezan el estudio de la Botánica ? ¿No
debe hacerse esta” pregunta respecto 4 los profesores;
porque á estos presta; poderosos auxilios¡aun en el es-
tado en que hoy dia se halla, y es sin duda el mas fi-
pco de todos.
Volvamos al año 1738 en qué se publicáron las
primeras obras de aquel sabio, á quien las ciencias na-
turales, y con especialidad. la Botánica, deben;su au-
mento, precision y claridad; de aquel que: hizo. en
la: nomenclatura, de las plantas una reforma. tan, útil
como necesaria; que entrando en el santuario dela
ciencia, y sorprehendiendo por decirlo así, 4 la, natu-
raleza en sus obras mas ocultas , supo abrir un cami-
no nuevo ; revelar .secretos. antes desconocidos, y ad-
mirar al orbe literario con multitud de' escritos, «is
e. snin4
DL
Linn. class. plantarum. an. 17 93.
Familles des plantes. Paris 1763. 2. vol. 8.
Lamarck dict. encyclop. vol. 2. p.32+-' y
Tableau du regne vegetal. Paris:1799- 4» Sal 8.
LD 0 N um
DE HISTORIA NATURAL, 13
do en las plantas el modo de reproducirse por:lacon-
currencia de lós sexós , conforme 4 los demas vivien-
- tes. Los antiguos ignoráron de todo punto la verda-
dera fisiología “de los sexós de las plantas. Distinguió
Herodoto * las palmas machos' de"las hembras , é in-
sinuó el modo de fecundarse, pero con obscuridad,
y sin extender la consideracion á los demas vegetales,
Refirió Teofrasto esta opinion, y «aunque botáni-
co ño supo investigar en otras plantas los sexós que
le indicó Herodoto. Copió despues Plinio.4 Teofras-
to, y por tradicion sola y sin exámen afirmó que en las
yerbas existian ambos sexós. Quedó así oculto mu-
chos siglos este admirable misterio de la naturaleza
hasta que en 1548 empezó 4 correr el velo nuestro
1. Pontedera en su Anthologia puso en clara luz hasta donde
legáron los conocimientos de los antiguos en este ramo. En el li-
bro 2. cap. 18. despues de copiar el texto original de Herodoto,
lo traduce así: » dum mascula palma floret , spatha (¿mvolucro quo
».flores br embryonesin feminis continentur) abscissa qua flores emer-
» gunt, protinus ut lanuginem éx florem 6 pulverem continet, su-
» per feminz fructum decutiunt. Tlla sic ea aspersione afficitur, ut
» suos fructus nullo pacto amittat, sed cunctos conservet. Unde fit
» ut gemino adjumento mas esse feminz valeat. Fructiferam epim -
» feminam vocant. Sed alterum- veluti coitus: alterum alia ratione
» contingit.” Prueba despues en el cap. 32.p3g. 169. contra Bodeo
de Stapel que Horodoto tuvo mas mérito en este asunto que Teo-
frasto , porque aquel nos dexó escrito lo que él mismo vió, y
Teofrasto lo que le contáron, pues dixo: quippe apud Babylo-
nem , ubi palme nascuntur, sic esse affirmant. Y en fin hace pa-
sar 4 Plinio por: mero copiante, y lo.prueba con las palabras si-
guientes sacadas del libro 13: de su Historia natural cap. 4.» Ar-
» boribus, imo potius omnibus quz terra gignat, herbisque etiam,
»'utrumque sexum'esse diligentissimi mature tradunt.” Con estos
documentos tan débiles, apoyados ¡con.los descubrimientos de Vai-
llant, pretendió el Señor Sorreau (Magacin Encyclopedique n. 6.
premier Thermedor an.7.pag. 251.) quitar á Linneo la gloria de
ser autor del sistema sexúal,
14 JASUTIAANA RES 5 30
Laguna, afirmando que en las. plantas:se encuentran
ambos" sexós del mismo modo que.en los anima,
les *, Corriéronlo.mucho mas. los célebres Vaillant 2.y;
Grew 3, determinando «el -uso de las anteras, y ; del
polvo. fecundante 5 y. luego Patricio. Blair con' otros
que cita en su ensayo sobre la generacion de las plan»
tas +, aclaró esta doctrina sin reducirla 4 principios,
sin formar sistema. Linneo fue el primero, que con-
siderando los Órganos de la. generacion como. partes
esenciales y constantes dé los vegetales, buscó en, ellos
y halló caracteres ciertos para su sistema , que separó
en veinte y quatro “clases fundadas en el número,
proporcion y situacion de los estambres respecto al
érmen ; en ser ó no las flores visibles,y hermafrodi:
tas, y en la reunion de los estambres y de las ante-
ras. Conforme á estos principios colocó en la primera
clase las plantas, cuyas flores son hermafroditas, y
tienen un estambre : en la segunda las que tienen dos,
siguiendo así hasta la décima inclusive segun el mú-
mero de los estambres. Puso en la undécima aque-
llas, cuyas flores tienen de once á diez y nueve es-
1 Reperitur etiam, ut in animalium generibus, sic sexus uter-
que in stirpibus..... Si ex fragrantia masculi' portio aliqua ad femi-
nam ventorum beneficio pervenerit, ipsius féminz: fructus cito ad
maturitatem perveniunt. Andres de Laguna en la' pág. 494, que
hace parte de su dedicatoria al Cardenal Obispo de Jaen D. Pe-
dro Pacheco, la qual está en la obra intitulada «Epitome (Gzaleni
operum. Lugduni 1643. fol. 0 SÍ
Laguna dió tambien "la traduccion castellana de Dioscorides,
ilustrado con claras y 'substanciales anotaciones, como él dixo, en
un tomo en folio impreso én Salamanca en 1566. 0
2 Vaillant: sermo de flortum structura pag: 9. Véase la carta
primera de Connubiis forum del Doctor Mac-Encroe impresa en
Leydem en 1727 al frente del Botanicon Parisiense de V aillanto
Véase la pág. 268 dé Blair. AE mias
4 Botanick essays in two parts. London 1720. 1. vol. en 8.2
DE HISTORIA "NATURAL. 15
tambres : en la duodécima las que los tienen en ma-
yor número insertos en el cáliz; y en la décimater-
cia aquellas, cuyos estambres iguales en número 4
la precedente tienen diversa insercion. Para formar
las dos siguientes consideró la desigualdad y propor-
cion mútua de los estambres libres, y ordenó en la dé-
dos de ellos mas largos
«que los otros; y en la décimaquinta las que. tienen
seis, de los quales los dos opuestos son siempre mas
«cortos. Distribuidas así las plantas de flor hermafro-
dita y de estambres libres , repartió entre las cinco
siguientes las que los tienen reunidos de algun mo»
do. Quando los filamentos forman un solo cuerpo , que
Linneo llama Monadelphia , pertenecen á la clase dé-
cimasexta: quando dos á la décimaseptima : quando
mayor número de cuerpos á la décimaoctava : quan»
do los filamentos quedan libres y las anteras unidas
pertenecen á la décimanona : y si los estambres se
hallan sobre el pistilo y unidos á la vigésima. Dis-
puestos así los vegetales de flor hermafrodita, puso
en las tres clases siguientes los que la tienen de otro
modo, á saber, 'en la 'vigésimaprima los que en un
mismo pie ó individuo tienen flores de diferente se-
xó: en la vigésimasegunda los que las tienen mas-
culinas en un individuo , y femeninas en otro: y en
la vigésimatercera aquellos que tienen flores de un
sexó mezcladas con hermafroditas en un mismo in-
dividuo:ó en diversos, Destinó en fin la última cla-
se Ó vigésimaquarta que llamó Cryptogamía para la
multitud de las plantas, cuyas flores reputó invisibles,
que corresponden á las _Acotyledones de Jussien.
Tal es el sistema que dió 4'su autor celebridad,
partidarios, envidiosos: y enemigos. Distinguióse en-
16 LAVTANADES?275
' dl DE
tre estos últimos Siegesbeckio *, el qual desenten-
diéndose de las bellezas , y ofuscado por la nueva y
brillánte luz de las obras de Linneo, le persiguió sin
decoro como han hecho los Zoylos: mordaces ; que
afectando zelo por las ciencias, retardan sus progre-
sos , é intentan desalentar a los literatos honrados ?.
¡Como si los hombres pudiesen dar perfecciones acaba-
das! y mas quando se trata de medir.sus débiles fuer-
zas cón la multitud de seres naturales; quando se- in-
tenta encadenar las infinitas formas , los resortes sin
número , los secretos admirables de la naturaleza. Es
esta superior á nuestro espíritu , y para conocer par-
te de sus producciones , qual es el reyno vegetal, es
preciso fixar con freqiiencia puntos, donde descansan- -
do el que lo exámina, tome fuerzas para continuar
sus investigaciones; es indispensable adoptar un mé-
todo ó sistema. Tiene el de Linneo defectos, mas
puede mejorarse. Las «palmas por exemplo que dexó
fuera de las clases, se reducen á alguna de ellas se-
gun el número de estambres, de su insercion y demas
caracteres. Ya se han suprimido algunas clases como
inútiles y aun perjudiciales al sistema, habiendo prac-
ticado esta reforma el mismo hijo de Linneo; el qual
enseñado por la experiencia , como dixo en la. intro-
duccion á su Suplemento 3, suprimió como. perju-
dicial la Polygamia, que era la: vigésimatercia del sis.
tema sexúal. Por la: misma razon: Olao Swartz.su-
1 Juan Jorge Siegesbeck , Aleman y Prefecto del jardin de
Petersburgo , publicó en 1736 Hort. Petropol.: en 1737 Bota-
nosophix Siegesbeckiane, 8 Epicrisis in systhema plantarum se-
xuale Linnxi:en 1741. Vaniloquentia, >: |
. 2 - Véase el exámen que Juan Browallio hizo de la Epicrisis
en 1739-
3 -Supplementum plantarum. Brunsvige 1781. 1. vol. im:8,2
DE HISTORIA NATURAL. 17
_primió «la Monvecia ; Dioecia y Polygamia *, y
Thunberg ? y Willdenow $ la Gynandria , Monvecia
y Dioecia, que eran la vigésima, vigésimaprima y vi-
gésimasegunda , reduciendo las plantas de dichas qua-
tro clases á otras, segun el número , insercion y de-
mas requisitos de los estambres. Convendria tambien
hacer lo mismo con la Polyadelphia , que es la dé-
cimaoctava, y colocar sus pocos géneros en la Polyan-
dria,4la qual pertenecen por el número é insercion:
de los estambres , despreciando como inútil el que la
base de estos presente pelotones unidos. Hecha esta
reforma en las clases, y otra mas importante en los
caracteres de muchísimos géneros, que Linneo vió en
ramos secos, Ó que en. su tiempo constaban de una
sola especie , y hoy de muchas, podrán fixarse des-
pues con precision los límites que separan las clases
quarta y décimaquarta , ó tal vez reunirlas por con-
venir en el número de estambres, y ser á veces im-
posible notar la desigualdad de ellos. Tambien pu-
diera suprimirse la Tetradynamia , y formar de esta
familia natural de cruciformes una seccion de la cla-
se sexta , con la qual conviene en el número de es-
tambres. - ds e
Así pues sin desviarse de los principios fundamen-
tales del sistema, que son los órganos de la genera-
cion, puede este simplificarse y adquirir mejoras im-
portantes; bien que quedarán siempre algunos lunares
producidos por la aberracion 3 digamoslo mejor por ser
«1. Nova genera 6 species plantarum. Olof. Swartz Holmiz,
Upsaliz, £ Aboz 1788. Vol. 1. in 8.2
- 2 Caroli Pet. Thunberg Flora laponica. Lipsiz 1784. 1. vol.
m 8,2
3. Caroli Lud. Willdenow Flore Berolinensis prodromus. Be»
rolini 1787. 1. vol, 8.” :
TÓMO II. : B
18 CANALES
incalculables las fuerzas de la naturaleza ; por la in=
finita mqueza del reyno vegetal, en el qual las espe-
cies de un mismo género reputado natural, varían en
el número y disposicion de los estambres, como ve-
mos en el Cleome y otros. Casi es imposible muchas
veces descubrir la union ó libertad de los estambres en
algunas especies de la Monadelphia : en otros for-
man un solo cuerpo ó vayna contra el carácter clási-
co de la Diadelphia : en otras en fin de no pocos gé-
neros de las clases sexta y décima permanecen unidos
y se suponen libres. Á pesar de estos defectos y de
otros varios que han sabido abultar los émulos de
Linneo , el sistema sexúal es superior 4 todos los co
nocidos *. Ninguno ha determinado con tanta preci=
sion como Linneo los límites de sus grupos primarios
y secundarios, sirviéndose para aquellos del sexó mas-
culino, y para los secundarios del femenino : ningu-
no ha facilitado tanto el estudio de la Botánica res-
pecto á los principiantes; los que hallan en su siste
ma sendas fáciles por donde corran hácia lo mas se=
creto de la ciencia ; y un método seguro para cono-
cer la plantas. Un principiante que por precision 1g-
nora lo que son familias , y que no puede tener aun
los conocimientos que ellas suponen, quedaria sin el
gusto de determinar la primera planta que se le pre-
“sente; no solo por ser considerable el número de fa
milias , y mayor aun las interrupciones de la cadena
que las debia unir, sino tambien por la multitud de
géneros indeterminados, y por las mejoras diarias que
los caracteres de las familias reciben de la experien-
1 Il est cependant bien singulier de pouvoir dire, que le sys-
téme sexuel soit ancore , malgré ses defauts , trés superieur á tant
de methodes que Pon á imaginées jusqu'ici. Lamarck disc. prelimin.
Fl. Fran. pag. XLVI
DE HISTORIA NATURAL. 19
“cia y nuevos descubrimientos *. Al contrario sabien—
do la clave del sistema sexúal, limitada como esy re-
ducida 4 pocos términos, podrá por sí solo determi-
nar la planta, observar los Órganos de la generacion,
y conocer el fruto:y la semilla. Por esta razon se ve
adoptado este sistema , y preferido 4 los demas mé-
todos, y aun ilustrado por aquellos que le miráron
con desdeño ”.- | RA |
La multitud de: ideas nuevas, las mas de ellas
exactísimas , que comunicó Linneo; la abundancia de
luces con que él y otros de su tiempo aclaraban di-
ficultades , acilitaban el estudio, y encendian el in-
saciable deseo de saber, llamáron la atencion de la
Europa. En todas partes se levantaban monumentos
4 Flora, -ó enriqueciendo los jardines botánicos ya
existentes, Ó estableciendo otros: cada dia se publi-
caban escritos de Botánica, Óó se hacian excursiones
para aumentar el número de plantas. Acababa Gme-
lin «de recorrer la Siberia por espacio de diez años,
y de acopiar los materiales para la Flora 3 que nos'
dexó en quatro tomos, y gran número de estampas
bien grabadas , aunque-con el defecto.sobrado comun
entonces de no expresar el sistema de la fructifica-
cion. El célebre Alberto de Haller, digno competi-
dor de Linneo, despues de visitar la Suiza , nos dió
las plantas indigenas de esta República, muchas de
ellas muy raras +; y luego entre otras excelentes obras
1 - Véase el Discurso sobre el estudio de la Botánica del ciu-
dadano Ventenat pág. LXV-LXVII.
2 Lamarck , acérrimo defensor del sistema natural , adoptó el
de'Linneo en su importante obra Illustration des generes que aun
continúa despues de haber publicado en Paris desde 1791 nueve
tomos €n 4.” mayor , y 900 estámpas. |
3. Joan. Georg. Gmelin Flora Sibírica. Petrópoli 1747.
4 Stirpes Helvetiz 1742. G% denuo 1768. 2. vol. fol.
B 2
su Biblioteca Botánica *; monumento que manifiesta
los profundos conocimientos y la juiciosa crítica de su
autor, que debieran continuar los Botánicos del dia.
Se ocupaba Blackstone en las plantas de Inglaterra,
que publicó en 1746, Seguier en-las de Verona ?,
Gronovio en las de Virginia, Dalibard en las de Pa-
ris 3, Juan Burmann en las del Zeylan y Africa*, y
Boehmer, para omitir otros muchísimos, en las de Lip-
sia $. Vió este que los tratados particulares de una fa-
milia determinada de plantas contribuian sobremanera
á perfeccionar la ciencia; y siguiendo al sabio Dille-
nio, que estampó con sumo cuidado los musgos f, y:
á Scheuchzer , que con igual esmero trató de las gra-
mas 7, dió él el de las bulbiferas en 1749 , y se ocupó.
despues en las personadas. Poco antes habia hecho
Artedio lo mismo en las aparasoladas , y creyó ver em
el resultado de sus investigaciones caracteres ciertos
para conocer y determinar los géneros de esta familia
natural. Pero aunque Linneo adoptó en sus obras «el
método de Artedio, y aunque creyó haberlo perfec=
cionado ; con todo tiene defectos capitales, como lo
demostró Crantz en su tratado sobre esta familia -*.
Í,
ol
r Biblioteca Botánica 1771+ 2. vol. in 4.”
2 Plante Veronenses auct. Joan. Franc. Seguierio. Veronz
1748. 3. vol. 12." Dl
3 Dion. Dalibard Flora Parisiensis 1749- 1
4 Joan. Burm. Thesaurus Zeylanicus. Amsteled 1737. T.
vol. 4.2 Plantarum african. decades. Amsteled 1738. 1. vol. q."
gs Gerg. Rud. Boehmer Flora Lipsiensis 1750. Fi 5
6 Historia Muscorum 1741. Antes en 1732 habia impreso
en Lóndres en un tomo en folio su Hortus Elthamensis y. Otras,
Obras.
7. Agrostographia Joan. Scheuchezer. Tiguri 1719. 1+VOl. 4."
8 Henrici Joan. Nepom. Crantz classis umbellatarum. Lipsiz
1767. 1. vol, 8.2
le DE HISTORIA NATURAL. 21
Oxalá lo hubiera hecho sin hiel, sin aquel: humor
atraviliar que reyna en sus escritos. Oxalá hubiese
imitado a varios sabios, que si no se conformaban con
todas las opiniones ds Linneo , recibian con sumo
gusto otras, y apreciaban el verdadero mérito del au-
tor. El célebre Bernardo de Jussieu puede servir de
norma : porque su comercio epistolar con Linneo mani:
fiesta dos hombres hermanados para promover la cien-
cia ; dos «sabios que supiéron estimarse mútuamente
- 4. pesar de seguir diversos rumbos , y de ser. autores
de diferentes sistemas.
Aunque por:toda Eine: se promovia la Botá-
nica ;>sus rápidos progresos se hacian con especiali=
dad en Upsal , Paris, Amsterdam , Lóndres y varias
partes de Alemania. Empezóse á conocer la necesis
dad de tener estampas fieles de las plantas que. se
describian. Ya se conocian alguñas del siglo anterior,
distinguiéndose entre ellas las de Cornuti * y Alpi-
no ?. Habíanse visto despues las trescientas diez y nue-
ve. magníficas de Robert grabadas por órden de Luis
XIV , y descritas por Marchant 3: apareciéron des-
pues las ya citadas de Dilenio ,.y las preciosas de Mi=
cheli * con las de muchos otros autores: mas no en
todas tenia el Botánico lo necesario para conocerlas
con utilidad por faltarles el sistema de la fructifica-
cion. Remedió este. defecto Miller en su admirable
obra titulada Illustratio sistematis sexualis Linnat,
Jac. Cornuti Caliddcisium plantarum historia. Parisiis 163 5.
A e e Alpini de plantis Agypti liber. Patavi 1640»
: E No E e. tomos en forma de grande atlas. Paris en la imprenta
Bal Petri BA Michell Nova liada genera. Florentiz
1739..1. vol. 4.0
22 ál ANATLES-.
y aun mas el famoso Trew y su continuador Vogel.
Describiéron entre los dos ciento y veinte plantas *
con la mayor exáctitud y crítica, que hiciéron pintar
con colores naturales 4 los distinguidos artistas Ehret
y Haid. Siguióse á estos el difunto Bulliard, que nos
dexó seiscientas estampas de hongos y otras plan
tas ó medicinales Ó venenosas ?', estampadas con co-
lores naturales y descritas con inteligencia: y por el
mismo tiempo publicaba Plenck su grande obra de
plantas medicinales 3. Parecia que estos profesores ha=
bian legado 4 lo sumo de la perfeccion, y se creia que
las estampas de Trew y Vogel eran modelos acaba-
dos, quando el sabio Smith asombró 4 todos con sus
quadernos de Spicilegium * y Plantae picte 53 por-
que en ellos compite la hermosura con la exáctitud;
la magnificencia con la erudicion ; y el arte tipográ-
fico con las del grabado y pintura. No parece posi-
-ble pueda alguno exceder 4 Smith en obras de esta
naturaleza, y hará en verdad mucho el que le iguale,
Algunos compatriotas suyos le han querido disputar
la gloria en estos últimos años , y han dado preciosas
obras; tal es la de las plantas de Coromandel * que
1 Plante selecte. 1. vol. atlas. an. 1750-1773-. Plante ra-
riores decades II. Noriembergx 1763-1779»
2 Herbier de la France. en Paris en 1780. en 4.”
3 Josephi Jacobi Plenck Icónes plantarum medicinalium.
Vienne vol. Ó magna carta, De estos el último:se concluyó: en
este año 1800.
4 Spicilegium botanicum, auctore ¡Jacobo Eduardo Smith.
Londini 1791-1792.
5 | Icones picte, auctore Jac.Ed. Smith. Londiní 1790=1792-
carta magna. - , f í
6. Plants of the:Coast of Coromandel by.Willam Roxbourgh.
London 1795-1798. Vol. 1. magna carta 61 fasc. 1. secundi
vol, Esta obra magnífica debe constar de cinco tomos de á cien
estampas cada uno.
DE HISTORIA NATURAL, 23
publica Roxbourgh baxo la direccion del Sr, Bancks;
la coleccion de Estapelias de Masson * ; la monogra-
fia de Brezos de Andrews ?, y otras de gran precio;
pero es preciso confesar que Smith conserva la pri-
macía, aunque con alguna razon se la disputen los
citados autores, si se atiende al colorido, dibuxo y
magnificencia. No es mi ánimo rebaxar el mérito cien-
tífico de,estos ; pues basta saber que Bancks dirige
una de dichas obras, y que la ilustra con notas im-
portantes para que se tenga en sumo aprecio. Todas
ellas lo merecen ; y todas prueban con evidencia el
esmero con que se intentan perpetuar los descubri-
mientos de la ciencia. Mas séame permitido decir en
obsequio de la verdad, que no son estas obras el me-
dio mas fácil de propagarlos. El excesivo luxo con
que se publican, y el alto precio á que se venden, son.
incompatibles con la pobreza , fiel compañera de los
literatos ; y por lo mismo rara vez llegarán 4 las ma-
nos de los que sacrifican su talento y fuerzas para ex-
tender los límites de la Botánica. Baástales 4 estos una
medianía entre el luxo y la. mezquindad 3; unas lámi-
1 Stapeliz nove Franc. Masson. London 1796. Vol. 1. fol.
2 . De Ericis Lond. 1794-1798. 12. fascicul. fol.
Aunque es dificil pronunciar con órden y exáctitud sobre
el mérito de las estampas publicadas, y mucho mas el dar aquí un
catálogo completo de las obras, indicaré algunas de cada clase. De-
ben contarse entre las obras de luxo las iluminadas de Smith, An-
drews, Masson, Roxbourgh, Trew, Vogel, Schrader, J acquín,
Pallas, Bulliard, Catesby , Plenck , Pavon y Ruiz; las que no es-
tan aun grabadas y solamente dibuxadas, como las de Plumier,
Commerson, Richard, Mutis, que tiene prontos quatro mil dibu-
xos con sus correspondientes descripciones , y Neé que tiene mu-
chos nuevos : y últimamente las no iluminadas de Robert y L'he-
ritier: entre las mezquinas las de Dioscórides , Rovillio , Bauhino
publicadas en tres tomos por-Graffenried, Plukenet , Morisson,
Petiver , Clusio , Barrelier, Hill , las primeras centurias de Gesne-
224 ANALES.
nas que representen con fidelidad las plantas sin omi=
tir el sistema de la fructificacion. Por faltar este á las
de Rumphio * y Rheede? , hechas quando la ciencia
estaba en el principio de sus mejoras, prestan poco
auxilio a los Botánicos 3 los que hallan ademas de esto
difusas é incompletas las descripciones : defectos naci-
dos de ignorarse entonces los sólidos fundamentos que
descubriéron despues los reformadores ; aquellos Bo-
fánicos que supiéron apreciar lo útil y necesario; es-
tablecer principios fundados en la naturaleza de las
plantas; comunicar nuevas luces , é inflamar la Euro-
pa de tal modo, que en pocos años la llenáron de pre-
ciosas obras; prueba cierta de ser muy crecido el ní-
mero de los que las esperaban con ansia, de aque- -
llos que consagraban sus tareas al estudio del reyno
vegetal.
Fuese dicha de la Botánica, ó conviccion de la
utilidad que ella acarrea á los Estádos cada dia se
alistaban nuevos partidarios baxo sus banderas, de los
quales muchos, como conquistadores de riquezas ve-
getales, iban 4 reconocer “paises nuevos arrostrando
riesgos y fatigas. El célebre.Adanson tomó de su
cuenta él Senegal, Loefling la España y América,
Hasselquist la Palestina, y Forsskaehl la Arabia , don-
de murió de peste en 1763, dexando una rica co-
ro Gc. Las medianas y las verdaderamente tstiles son las no ilumi-
nadas de Smith, Jacquin, Desfontaines, Willdenow, Scopoli,
Pavon, Ruiz y Vahl , y quantas se han publicado conforme á es-
tos modelos : tambien deben entrar en esta clase las iluminadas de
la Flora Danica, y el Almacen botánico de Curtis, aunque les
faltan descripciones exáctas.
1 Georgii Everhardi Rumphii Herbarium amboinense. Áms-
teledami 1750. Vol. 7..fol.
2. Hortus- indicus Malabarins. Amsteledami ade did 703:
Vol 12. fol. EH sit
Ñ
Ñ
DE HISTORIA NATURAL. 28
leccion de plantas que ahora publica el Profesor de
Copenhague Martin Vahl *. Tambien murió Hassel-
quist en Smirna sin tener la satisfaccion de ordenar
sus descubrimientos : suerte fatal que cupo á Com-
merson y al mismo Loefling. Vió este en nuestro sue-
lo y alrededores de Madrid lo que tal vez pisáron
nuestros predecesores Minuart y Quer ; pero mas di=
choso ó mas instruido descubrió varios géneros Ma-
tritenses que comunicó á Linneo; á vista de los qua-
les declamó este contra los Españoles en términos po-
co dignos, que tal vez hubiera moderado sin la ig»
norancia que tenia de nuestra historia literaria ; si hu-
biera visto las obras de Laguna, de Esteve, de Co-
llado, de Exímeno , de Cobo y de otros sin número
que cultiváron la Botánica ?; si no se hubiera desen=
tendido de los nombres de Quer, Minuart, Ortega
y otros de aquel tiempo á quienes Loefling dedicó
sus nuevos géneros. Pero perdonémosle las expresio-
nes que le arrancó no el odio á nuestra nacion, sino
el ardiente zelo que tuvo á la Botánica ; y hagamos
ver al mundo con nuestras obras, que, dispiertos ya de
aquel letargo en que nos suponian , aspiramos á un
lugar distinguido entre los Botánicos de la actual ge-
¿Neracion. | pil
Alentado Loefling con los descubrimientos hechos
en España, pasó á la América á hacer otros; y en
efecto los hizo muy importantes, como lo comprue-
ban los dibuxos originales que se conservan en Madrid;
y la obra póstuma 3 que publicó Linneo, el qual en la
dedicatoria que hizo á Fernando VI decia, » arreba-
1 Symbolx botanicx partes tres. Hauniz 1790-17 94:
2 En mis obras he hecho conocer los escritos de estos hom-
bres al dedicarles nuevos géneros. ; e o
3 Iter hispanicum. Stockholm 1788. r. vol. in 8.*
26 ANALES.
>» tóme la muerte este discipulo en el tiempo en que
>» con mas ardor peregrinaba y militaba baxo las ban-
>» deras de Flora.” Ya habia registrado la porcion de -
la América contigua al Orinoco , y quando se promie-
tia nuevos descubrimientos, encontró el sepulcro y
término de su carrera. Mas feliz Adanson en aquel
«clima caluroso de la Africa , permaneció largo tiempo
con robustez , hizo una coleccion inmensa en los tres
reynos de la naturaleza, que observé con gusto en su
casa de Paris, y ha seguido trabajando á vista de los
originales que conserva. Publicó su tratado de familias,
y me aseguró en 1785 que preparaba una obra maes-
tra ; obra que aun no ha parecido despues de tantos '
años, y que es de temer quede sin publicar, la qual
segun sus calculos debia contener catorce le artícu-
los peculiares al autor.
Siguiéronse á estos Jacquin, Mutis, Abla , Kalm,
Gunero y Koenig. A este infatigable é instruido Bo-
tánico, que pasó a Tranquebar en 1765 , y murió en
26 de Junio de 1785 , se deben los progresos que la
ciencia ha? hecho en la India Oriental, y tal vez el
orígen de la magnífica obra de Roxbourgh ; porque él
dirigió á Russel y 4 Roxbourgh en sus investigaciones
botánicas facilitándoles el camino de la ciencia. Ocu-
póse Gunero en las plantas de la Noruega que pu-
blicó en 1766 ; Kalm en las de América, ilustradas en
su lter Americanum en 17535 y Aubletsendas de Ca-
yena *. Tuvo Aublet mas zelo que instruccion, y por
-€so se han suprimido algunos de sus géneros: siguió
el sistema sexúal, y dió descripciones poco exáctas.
Jacquin , que no se puede nombrar sin el mayor
1 Histoire des plantes de la Guiane Frangoise. A Londres
1775 4. vol. 4.”
*
DE HISTORIA NATURAL. 27
respeto 'y admiracion, pisó de nuevo por espacio de
quatro años el suelo que Plumier habia hecho céle-
bre con sus descubrimientos, y halló en él riquezas
admirables y materiales para las varias producciones
que restituido 4 Europa en 1759 ha ido publicando,
Aumentólos con la rica coleccion de vegetales que
los Emperadores han acopiado en sus jardines, traidos
de la India Oriental, Cabo de Buena Esperanza y
América. Parece imposible que un hombre solo, ocu-
pado, como lo ha estado: siempre , en la Química y
Mineralogía , haya podido trabajar tantas obras botá-
nicas, cuya coleccion vale mas de veinte mil reales:
obras recomendables por su forma magnífica , por la
verdad y colorido de las estampas, por las descrip-
ciones completas y observaciones originales. Su diser-
tacion sobre las asclepiades anuncia un observador
atento y juicioso , que pone en clara luz el intrincado
misterio de la generacion de estas plantas. Su obra so-
bre las plantas escogidas de América, la mas costosa
que conozco, forma un tomo de doscientas sesenta y
quatro estampas : la Flora Austriaca cinco de 4 cien
estampas cada uno : el huerto de Viena tres con tres-
cientas estampas : los dos primeros tomos del Schoen-
brunnense tienen doscientas y cincuenta: ochenta y
una su disertacion sobre el género Oxális : seiscien=
tas los tres tomos de Icones, cuyas descripciones pu=
blicó en los cinco tomos de su Collectanea : ciento en
sus Observaciones botánicas, y otras muchas en su
Collectanea: y Miscelanea. Es cierto que en no po-
cas estampas falta el sistema de la fructificacion ; pero
tambien lo es, que la crítica mas severa no descubrirá
otras faltas: en las obras de este hombre célebre, que
aun trabaja en beneficio de la ciencia.
Emulo de Jacquin para disputarse Jos primeros
28 ANALES
honores de la Botánica es D. Joseph Celestino Mu=
tis, que nació en Cádiz, y pasó a Santa Fe en 1760:
Dotado de un talento superior, y de una aplicacion
sin límites, ha ilustrado la Medicina, Matemáticas,
Física y la, Historia: natural en todbs.sus ramos. En-
señó las Matemáticas .en el Colegio del Rosario: ob-
servó con cuidado las mareas atmosféricas, de que tie»
ne un tratado nuevo y sumamente útil: otro de las
hormigas del nuevo Reyno de Granada, en el qual se
muestra físico profundo, ya exáminando la anatomía
de cada especie, ya el gobierno de las Mamadas arrie-
ras, ya en fin los movimientos, cacerías, tamaño, y ar-
madura de todas ellas: Ha: hecho obiervaciones opor-
tunas sobre los quadrúpedos, aves é insectos de aque-
lla region, de los que tiene los dibuxos; y sobre: las
enfermedades, especialmenté sobre la lepra, llamada
allí mal de S. Lázaro. Tiene memorias muy curiosas
sobre las minas de todos los metales y piedras: precio-
sas de aquel Reyno : sobre la agricultura del pais, y
exportacion de frutos; y sobre el cultivoode los. plá=
tanos y arroz. "Tantas ocupaciones que parece pedian
cada una un hombre solo, no han puesto obstáculo á
su estudio favorito que es la Botánica, y:ha logrado
en fin, despues de quarenta años de tareas, completar
la Flora de la Nueva- Granada, que consta hoy dia
de quatro mil dibuxos, y de otras tantas descripciones.
En ella verán algun dia los Botánicos fructificaciones
singulares, y aun partes desconocidas en las plantas, 4)
que ha sido preciso dar nuevos nombres: verán ob-
servaciones curiosas sobre el sueño de los vegetales,
sobre la polygamia y fecundaciones hibridas. ¿Pero
quando? La modestia y la. desconfianza que como 4
sabio tiene Mutis de sí mismo, le hace diferir la pu»
blicacion de sus obras, que lima! y perfecciona despues
-—DE HISTORIA "NATURAL. 29
de' concluidas. Sin la dichosa casualidad de haber tra-
tado 4-uno de sus discípulos y confidentes, nada sabria-
mos:de: quanto queda «expuesto ; y si ambos Linneos,
como igualmente Smith, no hubieran enriquecido sus
obras con: las plantas, dibuxos y descripciones que
Mutis les comunicaba, apenas conocería. el público su
zelo:é instruccion. Para excitar al parecer nuestros de-
“seos', ha enviado. a España los dibuxos' de su espele-
tia, de algunas quinas y del caryocar, cuya descrip-
- cion y estampas publiqué en mi quarto tomo de Ico-
nes , donde dixe que la hermosura , verdad y colorido
de los.dibuxos , compiten con las obras de Smith; que
sus descripciones son completas, y que sus observacio=
nes botánicas, médicas y económicas son de la mayor
importancia.
cripciones y «soberbias estampas de siete especies de
cinchona con unas quantas variedadegg reforma el
carácter genérico; excluye las EP. angustifolia
corymbifera: y caribea, y entre las que él ha descu.
bierto solo quatro tiene por oficinales, distinguiéndo--
las por sus corolas vellosas , de las otras que las tienen
lampiñas. La segunda parte es toda médica. En ella
manifiesta que la“aplicacion de la quina ha sido hasta
el día empirica y aventurada. Tiene cada especie sus
virtudes propias;.y la aplicacion de una por otra no
solo seria inútil, sino peligrosa y á veces un veneno,
Una exerce su: imperio sobre los nervios, otra sobre
los músculos, otra sobre los humores, y la última
desconocida en Europa, sobre las entrañas. Quisie-
ra extenderme.mas en un asunto tan importante; pe-
go CS OANALES-
ro me apartaria del objeto de este escrito, que pide
recorra con brevedad los hechos puramente botánicos;
Mientras que los sabios que 'acabo de citar: se esa
forzaban en perfeccionar la ciencia con nuevos: descu>
brimientos, y correcciones importantes hechas en Amé
rica; se distinguian otros en Europa donde publicaban
el fruto de sus tareas y meditacion..Scopoli,:partida=
rio juicioso del sistema sexúal; dió á luz la Flora Car:
niólica *, y en ella muchas plantas nuevas. Empezó
despues las Delicias de Flora ?, trabajadas consumo .
cuidado y conocida utilidad ; pero murió sin concluir
el plan que se habia propuesto. Sus, estampas son
hermosas, fieles y completas; pues tienen el sistema
de la fructificacion. Goúan, célebre profesor de Mont=
pellier, dió la descripcion de aquel jardin botánico: 3:;
la Flora de su rico pais + y otras obras.Oeder empezó
la Flora Dánica, continuada despues por Muller y
Vahl, que consta ya de mas de mil y doscientas es=
tampas iluminadas 5. Es cierto que en ellas se ven co=
piadas y como vivas las plantas; pero el defecto de
descripciones completas, y de las partes de la fructifi-
cacion disminuyen el mérito que tendrian, si sus auto=
res las hubieran publicado. Algunos. como Murray;
Schreber y Haenk multiplicaban los libros elementa-
les describiendo géneros nuevos y algunas especies;
1 Joannis Ant. Scopoli Flora Carniolica. Editio secunda Vin-
dobonz 1772. 2. vol. in 8.? Fundamenta Botanica ejusdem. Vien=
ne 1786. 1. vol. 8.” 0, MY d
2 Deliciz Florz % Faunz insubricz partes tres. Ticini 1786=
1788. fol. ] 0108
3 Hortus Monspeliensis. Lugduni 1762. 1.:vol. in 8.2 |
4 Flora Monspeliaca. Lugduni 1765. 1. yol. in;8.” Explicas
tion du systéme botanique du Chevalier von Linné. A Montpellier
1787. 1. vol. 8.” UA ES : y
s Flora Danica. Copenhagen 1766-1790». fol. fasciouli 174
DE HISTORIA NATURAL. 31
y otros estudiaban la Criptogamia, descubriendo ma-
ravillas en aquellas plantas que desprecia el vulgo,
porque no ve los mátices y la hermosura de las flores,
manifiestas en otros vegetales; y que el filósofo ilustra
en beneficio de las ciencias. El célebre Michelli se ha-
bia ya distinguido en estas investigaciones, que al pa-
recer se reservaban para el famoso Hedwigio, cu-
yas observaciones microscópicas, y trabajo ímprobo,
han puesto en clara luz los sexós de estas plantas,
que por analogía pronosticó Linneo.
- Inflamada la Europa, y hasta los mismos Sobera-
nos á favor de las ciencias, y especialmente de la
Botánica , se pensó en los viages al rededor del mun-
do, y se emprendiéron con el fin laúdable de pro-
curar la felicidad á los Indios, y de promover la Físi-.
ca, la Astronomía, la Navegacion y las Ciencias na-
turales. Diéron el exemplo 4 las demas naciones la
Francia y la Inglaterra, y nombráron xefes de las pri-
meras expediciones 4 Bouguenville y á Cook. Iba con
Bouguenville como naturalista el famoso Commerson.
Visitó las costas del Brasil, Buenos- Ayres y estrecho
de Magallanes, aprovechando todos los momentos pa-
ra recoger y exáminar las producciones nuevas que le
ofrecia el suelo. Su larga estacion en el estrecho le fa-
cilitó medios de colectar multitud de plantas muy ra-
ras, que con dificultad traerán otros á no ser que se de-
tengan como Commerson en aquel recinto salvage y
tempestuoso ; pero. grato á los ojos de un naturalista
por la novedad que ofrecen sus producciones. No le
fuéron menos agradables ni menos útiles á la ciencia
las que sin tantos riesgos exáminó en Otaiti y demas
islas del mar del Sur. Halló 4 la verdad algunas de la
India ; pero en general todas tenian el mérito de ser
nuevas. Mas peregrinas fuéron las que descubrió en
32 o ANALES
Java y Madagascar; y preciosas las de la isla de
Francia. Favorecido allí por el zelosa y sabio Go-
bernador Mr. de Proivre permaneció cinco años, é-
hizo freqiientes excursiones por lo interior de la is
la, como igualmente por la contigua de Bourbon, ago-
tando, por decirlo así, las riquezas de aquel fertil
suelo. Allí hizo la asombrosa coleccion de mas de tres
mil plantas casi todas nuevas, que observé con gusto
en Paris, de las quales publiqué algunas en mi Mona-
delphia : allí tuvo tiempo para describirlas detenida-
mente, y de hacerlas dibuxar con primor y exáctitud
á Mr. de Fossigny; mas quando se preparaba para re»
gresar á Europa, y coger el digno fruto de sus fati- *
gas, se vió atacado de una enfermedad que le quitó la
vida en 1773, sin tener tiempo para limar sus escri-.
tos, que tituló modestamente prima delineamenta. Es-
tos y el herbario perfectamente conservado, y deseca-
do con arte, suministráron al célebre de Jussien mas
de sesenta géneros nuevos que intercaló en su Genera
plantarum.
Acompañaban á Cook , Forster Solander y el
mecenas de los literatos el ilustre Banks, que abando-,
nando las comodidades de su casa, se expuso á mil
riesgos para satisfacer su insaciable deseo de saber y
de ser útil á las ciencias. Recorriéron multitud de paí-
ses desconocidos en ambos hemisferios, las islas del Sur,
la Nueva-Zeelandia, Nueva-Hollanda , y los demas
que vemos en sus viages, haciendo sin cesar preciosas
colecciones de quanto les ofrecia aquel suelo virgen..
Flora tan rica como prodiga en aquellos climas, dió
4 Forster setenta y cinco géneros nuevos que estam-
pó y describió en su importante obra *; y 4 Banks.
- 1 Characteres generum plantarum. Auct. Joanne X% Georgio-
Forster. Londini 1776. 1. vol. 4. do
DE HISTORIA NATURAL. 33
gran parte de su herbario, el mayor sin duda de
quantos se conocen en Europa. No lo conserva pa-
ra la ostentacion y luxo, sino para los progresos de
la Botánica, para que en él estudien los aplicados, y
puedan rectificar sus ideas. En él han trabajado mu-
Chos sabios con utilidad conocida; y bastara nombrar
á Smith , Swartz y Gartner, recomendables por su
vasta instruccion y por sus obras. La de Gertnet *,
original en su objeto, que es el fruto y semillas de
mil géneros; sabía por los descubrimientos y por las
bases sólidas que fixa en lo inalterable de los frutos;
feliz en la eleccion de términos; é indispensable á
quantos quieran trabajar en la Botánica , solo pudo ha-
.cerse con la perfeccion que admiramos, por la condes-
cendencia de Banks, á quien en reconocimiento la dedicó
el autor, cuya temprana muerte lloran los Botánicos.
Swartz confiesa en la prefacion de su Prodromo,
que debió mucho 4 Banks para perfeccionar sus obras.
No solamente le permitió. este Mecenas ver y regis-
- trar con libertad su rico herbario, sino que le ayudó
tambien con sus consejos ?, y le comunicó muchas
plantas que él no habia podido descubrir en sus ex-
cursiones por la Jamayca , Cuba, Santo Domingo y
otras islas. Así aumentó .Swartz su coleccion precio-
sa, que indicada en el Prodromo, describió despues
con exáctitud en su Flora $ de la India occidental.
Ya habia publicado antes sus observaciones, y en ellas
despues de haber exáminado las plantas en su sitio
1 “Josephus Gertner de fructibus $ seminibus plantarum,
Sturgardiz 1788. Tubinge 1791. 2. vol. 4. ¡
2 *Suis me consiliis ( Banksius ) sua inspectione juvare dignare-
tur. Swartz Prefat. in Prodr. pag. VIII.
3 Olavi Swartz Flora Indiw occidentalis. Tomus 1. Erlange
1797.in 8.2 . 3
TOMO II. : : ¡el
34 ANALES
propio, corrigió multitud de yerros, que se reputa-
ban verdades inconcusas, porque como á tales las
habia publicado Linneo ú otros en su nombre. Es
cierto que Linneo, y los editores de sus obras , sola-
mente viéron vivos un corto número de los vege-
tales que describiéron; y los demas ó en ramos secos,
no pocas veces deformados;:Ó en estampas hechas en
tiempos de ignorancia. Hizo pues Swartz á la ciencia
un servicio muy importante en sus Observaciones *.
Tambien contribuyó Rottboll con las suyas sobre la
familia de los Cyperos ? rectificando equivocaciones,
y haciendo conocer muchas especies nuevas con algu-
nos géneros que descubrió en las ¡plantas que Konigio
colectó en la India, como igualmente en las del her-
bario Surinamense de Rolandro $. |
Smith, acérrimo defensor de Linneo, pero sin -
preocupaciones, y poseedor de su rico herbario, des-
pues de viajar por su patria, por la Francia é Italia,
publicó los tres fascículos de sus Ícones +, cuya for=
ma y exáctitud en las descripciones y estampas he
procurado imitar en mis cinco tomos del mismo tí-
tulo 5: dió luego otros tres de sus plantas iluminadas,
cuya hermosura y perfeccion llegan á lo sumo: co-
menzó los otros ya citados con el título de Spícile-
glum; y últimamente ha enriquecido con géneros nue-
1 Observationes botanice auctore Olavo Swartz. Erlange
1791. Vol. 1.in 8.2
2 Descriptiones Sí Icones plantarum auctore Christiano Friis
Rottboll. Hauniz 1786. Edit. nova 1. vol. fol.
3 Christiani Friis Rottboll descriptiones plantarum quarundam
Surinamensium. Hafniz Lipsiz 1798. fasc. 1. fol,
4 Plantarum Icones auct. Jacobo Edu. Smith. fasc. 3. Londi-
ni 1789-1791.
g Ant. Jos. Cavanilles Icones $ descriptiones plantarum.
Matriti 1791-1799»
DE HISTORIA NATURAL. 3 5
vos (casi todos de la Nueva-Holanda ) y multitud de
excelentes memorias, los quatro tomos de la Sociedad
Linneana: testimonio auténtico del ardor é inteligen-
cia con que los Ingleses promueven la Historia natu.
yal, Sabia este gran Botánico los progresos hechos
en Europa sobre la Criptogamia. Ya tenian los hon-
gos lugar cierto en el reyno vegetal, arreglados sa-
biamente en clases, Órdenes y géneros por Paulet *,
y dispuestos metódicamente por Persoon ?, habiendo
contribuido no poco el difunto Bulliard con sus estam-
- pas y descripciones, y últimamente Schrader, cono-
cido por su Spicilegium Flora Germanica y Sertum
hannoveranum ; el qual en su obra de hongos 3, aun-
que confiesa con candor que á pesar de sus atentas y
finas observaciones jamas pudo descubrir sexó algu-
no en dichas plantas, asegura que ha reconocido en
ellas caracteres ciertos para separarlas en órdenes y
géneros. Ya habian salido de la antigua confusion los
musgos por las exquisitas observaciones de Necker,'
Hoftman, y sobre todos de Hedwigio +, que descu-
brió en ellos estambres, pistilos y semillas, que sembra-
das diéron plantas semejantes; observaciones que con-
firmáron despues Swarts, Desfontaines y otros. Ya se.
habian puesto las algas en mejor luz; y sentia Smith
que los helechos, vistosos por la variedad de sus hojas,
1 Tabula plant. fungosarum. auct. Joan. Jacobo Paulet, Pa-
risiis 1791.-1. vol. 4:” |
2 Tentamen fungorum. Lipsiz 1797. 1. vol. 8.2
3, Nova genera plantarum ,auctore Henr.. Adolph. Schrader.
Lipsiz 1797. fol.
4 Joan. Hedwigii descriptio € adumbratio muscorum fron-
dosorum. Lipsiz 1787-1795. 3. vol. fol. Ejusdem fundamen-
tum hist. nat. muscorum frondosorum. Lipsiz 1782 partes duz
in 4.2 Ejusdem theoria generationis $ fructificationis plantarum
eryptogamicarum. Petropoli 1784. in 4.
02
36 o ANALES
difíciles por su multitud , y notables por hallarse la
fructificacion en el envés de sus hojas, quedasen ó
confundidos por el corto número de géneros estableci-
dos por Linneo; ó dilaceradas sus tribus por el excesi-
vo en que los podian distribuir otros Botánicos: y
queriendo ocurrir á ambos inconvenientes, buscó nue-
vos caracteres para reducirlos á veinte y dos géneros
sin suprimir ninguno de los Linneanos. Hallólos en
efecto constantes: 1? en la presencia ó ausencia del
tegumento (involucrum) , esto es, de la membrana ó
saco que ordinariamente cubre la fructificacion de los
helechos antes de madurar: 29 en el sitio donde nace
el tegumento, que unas veces se halla en el borde de
la hoja, otras junto al nervio principal, y otras en las
venitas Ó ramificaciones: 3? en la posicion de la fruc-
tificacion, la qual es terminal ó lateral : 4? en la direc-
cion en que se abre el tegumento, que unas veces es
exterior (quarido mira hácia el borde de la hoja), y
otras interior (quando mira hácia el nervio princi-
pal): 52 en las caxitas ó folículos. Estas útiles obser-
vaciones debiéron ocultarsele 4 Linneo, porque jamas
vió la multitud de plantas descubiertas en estos últi-
mos años, conservadas las mas en los herbarios de
Smith y Banks. La multitud de plantas, que este ilus-
tre sabio acopió en sus viages, léjos de satisfacer sus
deseos, los encendiéron mas para hacer otras adquisi-
ciones; y sus riquezas le facilitáron medios de lograr
las de la India Oriental, Cabo de Buena-Esperanza y
América, adonde ha enviado hombres instruidos: -
exemplo admirable que debieran imitar los poderosos,
y grangearse así el reconocimiento público. No se
contentó Banks con la dulce satisfaccion de comunicar
á otros sus tesoros para que los aprovechasen en bene-
ficio de la ciencia: él mismo estudiaba sin cesar las
_DE HISTORIA NATURAL. 37
plantas desconocidas. En 1785 tenia ya infinitas deter-
minadas, y muchas de ellas grabadas para la obra que
pule y perfecciona : envióme algunas á Paris, sobre la
Monadelphia, y ví en ellas magnificencia, exáctitud
y delicado gusto. !
A las citadas expediciones se siguiéron las de
Thunberg, Pallas, Sonnerat y Loureiro. Los muchos
años que Loureiro permaneció en la India Oriental, y
el haber adquirido con el tiempo las obras de Linneo,
le facilitáron el conocimiento de muchas plantas nue-
vas que describió ensu Flora Cochinchinense *. Adop-
tó en ella el sistema sexúal, y conformándose con los
principios de Linneo, que miró como á macstro y
guia; dió los caracteres de un crecido número de gé-
neros nuevos, y la descripcion de las especies; pero
sin añadir estampa alguna que ayudase á reconocerlas,
y lo que es mas lastimoso sin conservar en su poder
las plantas secas. : 15507
- No lo hizo así Sonnerat en sus viages 4 la Nue-
- va-Guinea ? y a la India Oriental 3, ni lo hará proba-
blemente en el tercero que emprendió á la misma In-
día. Su destreza y facilidad en el dibuxo, y las lec-
ciones prácticas que le dió Commerson para secar y
conservar las plantas, le facilitáron medios de traer á
Europa dos ricas colecciones perfectamente conserva-
das, que ví en Paris con algunos dibuxos. Es cierto
que la Botánica hace una pequeña parte de las obras
de Sonnerat, cuya imaginacion viva, y no pocas ve-
1 Joannis de Loureiro Flora Conchinchinensis. Ulyssipon.
. 1790. 2. vol. 4."
22 Voyage a la Nouvelle Guinée par Sonnerat. Paris 1776.
1. vol, 4.0
3 Voyage aux Indes orientales par Sonnerat. Paris 1782.
2. vol. 4.2
38 ANALES
ces exáltada, se derramó por varios objetos, como son
las costumbres y religion de los Indios, y lo que la
naturaleza le ofrecia en los reynos animal y vegetal;
pero tambien lo es, que la ciencia logró aumentos
muy grandes con las colecciones de este infatigable
naturalista , confiadas al célebre la Marck, para publi-
carlas en la Enciclopedia. Mas notemos para cumplir
con la justicia, que la Marck no es mero editor, quan-
do publica dichas plantas, sino autor verdadero; por-
que él las determina y reduce 4 sus debidos géneros y
órdenes , como hizo de Jussieu con las de Commerson,
y otros con las que exáminan en herbarios.
Pallas, observador atento, que supo meditar y cal.
cular con exáctitud la relacion de las producciones na=
turales con la política , empleó seis años en recorrer los
estados Rusos, y nos dió la relacion de sus largos y
penosos viages que encierran , como dixo Saussure,
quanto puede interesar al naturalista y al hombre de
estado. Un crítico moderno pensó que Pallas quando
empezó á viajar tenia aun poca instruccion en la Bo-
tánica, fundándose en el silencio que guardó en los
primeros años sobre plantas nuevas; en que no descri-
bió los musgos y demas criptogamas, que debiéron
ser muchisimas en aquellos paises septentrionales; y
en que dió como géneros nuevos su Pterococcus ( Pa-
llasia Lin.) y Rindera, que pertenecen á otros cono-
cidos, á saber, al Calligonum y Cyñoglossum. ¿Pero
la tenia grande el crítico quando empezó á viajar?
¿Jamas erró quando publicó géneros nuevos, quando
describió las especies? Pallas, 4 pesar de la severa crí-
tica del hombre (estimable por sus profundos conoci- .
mientos en Botánica) los tiene tambien grandes en la
ciencia , como me consta por las muchas especies nue-
vas que me ha comunicado, y por los testimonios pú-
DE HISTORIA NATURAL. 39
blicos que vemos en sus obras * que contienen gran
número de especies descritas con cuidado, y estam-
padas con exáctitud y magnificencia. Echase de ver
esta en la Flora de Rusia, cuya forma, impresion y
colorido , corresponde a la grandeza de la difunta Em-
peratriz, que dió impulso á la expedicion.
Si por esta razon mereció S. M. Imperial el justo
reconocimiento de los Botánicos, ¿quál deberán estos
tributar á los nobles Holandeses que supiéron escoger
a Thunberg para la expedicion del Cabo de Buena-
Esperanza, de Batavia y del Japon; que se esmerá-
ron en facilitarle medios para penetrar en lo interior
de aquel Imperio? Son muy grandes los servicios que
Thunberg ha hecho á la Botánica, y dignos de elogios.
Despues de haber bebido en la fuente pura de su
maestro Linneo quanto este pudo comunicar á un dis-
cípulo estudioso, dócil é insaciable, pasó al Cabo de
Buena-Esperanza. Exáminó aquellos montes tan fe-
cundos en brezos, proteas y geranios , como inagota-
bles en sus producciones; penetró hacia los Cafres,
haciendo diariamente nuevos descubrimientos en los
tres reynos de la naturaleza ; y obsgrvó por espacio
de tres años, que permaneció en aquella extremidad
del continente, las plantas que Harttogio, Koenigio,
Sparmann, Sonnerat, Masson y otros zelosos viageros
habian visto ; pero añadiendo siempre nuevas especies
“y muchos géneros antes desconocidos, que ha publica-
do en su Prodromo ?. Tuvo 4 quien imitar Thunberg
hablando de las plantas del Cabo : porque Plukenet,
Boerhavio, Hermann, Breinio, Comelino, Burman,
Y Flora Rossica. Petropoli 1784.Vol. r. fol. Voyages du
Professeur Pallas. A Paris. 1 794. 8. vol. in 8. y uno en 4.” de
estampas.
2 Prodromus plantarum capensium. Upsaliz 1794» 1. vol. 8.9
O ANALES
Linneo, Bergio, , y Jacquin habian descrito muchas, ya
secas, ya vivasen los jardines botánicos : pudo tambien
tener predecesores en las de Batavia y Java. ¿Pero qué
modelos halló para describir las del Japon? Le prece-
dió Kaempfer 5 mas quando casi se ignoraban los sóli-
dos principios de la ciencia; quando ni esta presenta-
ba el aliciente é interes actual ; ni la multitud de plan-
tas, y la exáctitud que debia ponerse en-sus descrip-
ciones dificultaban el acierto, y recomendaban al que
sabia vencer obstáculos. Así es, que podemos mirar co»
mo á original la Flora Japónica de este profesor, dig-
no sucesor de ambos Linneos en la cátedra de Upsal.
Restituido á su patria despues de las fatigas y rigsgos
de largas y peligrosas navegaciones, sin contar los que
experimentó en lo interior de la Africa, no ha cesado
de publicar obras importantes. Su viage al Japon y
Cabo en dos tomos en quarto, es sumamente útil y.
curioso; y en él manifiesta el autor su vasta erudicion
en lenguas, Medicina, Fisica, Cirugía y en todos los
ramos de la Historia natural. Sus disertaciones sobre
géneros particulares de plantas, sobre insectos y ani-
males forman muchos tomos , mostrándose en sus escri-
tos digno sucesor de su maestro.
No bien habian concluido sus viages los Botáni-
cos que acabo de nombrar , quando otros con deseos
de celebridad , ó lo que es mas verosímil , con ánimo
de aumentar las riquezas de Flora, visitáron provin=
cias varias en ambos hemisferios. Richards instruido
en Paris con solidez, y exhortado con el exemplo de
su tio Jardinero de “Trianon, recorrió la Cayena , y
en pocos años acopió cosas preciosas, que tuve el
gusto de observar en Paris. Admiré allí lo acabado de
los dibuxos, que él mismo habia hecho, condicion re-
comendable en un profesor; la perfecta desecacion de
DE HISTORIA NATURAL. 41
Jas plantas; el profundo estudio que perfeccionó en el
sitio natal ; y la multitud de objetos de su coleccion.
No ha podido aun publicarla , porque le faltan fon-
dos para hacerlo con el primor que se propuso ; pero
mas amante de la instruccion pública que de su pro-
pia gloria, ha permitido que la Marck vaya descri-
biendo gran número de sus plantas, como se ve en la
Ilustracion de géneros. 0%
La Billardiere inflamado sin duda por las rique-
zas que Tournefort descubrió en el Oriente, visitó de
nuevo aquel clima , y se internó en parages descono-
cidos que le diéron vegetales nuevos. Lejos de ocul-
tarlos á los aficionados despues de su regreso (sistema
adoptado por egoistas é ignorantes), facilitaba á to-
dos la satisfaccion de exáminar sus plantas, que ví.
varias veces en Paris. Empezó á publicar en 1791 las
de Siria con descripciones exáctas y estampas muy bien
hechas; pero suspendió esta empresa para comenzar
otra mas importante á las ciencias y honrosa 4 la hu-
manidad ; para ir en compañía de otros sabios á des-
cubrir el paradero , ó á lo menos indicios del desgra-
ciado la Perouse. Oxalá se hubiese cumplido el de-
seo general de la Europa , y llenado el objeto princi-
pal de esta expedicion; ó á4 lo menos que hubiesen
vuelto á su patria los sabios que la emprendiéron por
motivos tan nobles como útiles á las ciencias. Pero fué-
ron tan desgraciados los naturalistas, que pereciéron
todos á excepcion de la Billardiere, conservado por la
Providencia para publicar la relacion de su viage, co-
mo acaba de hacer en dos tomos en 47, y otro en fo-
lio de estampas , algunas de ellas de vegetales.
Sibthorp, hijo del célebre profesor de Oxfort,
acompañado del mineralogista Juan Hawkens , hizo
LA
4 sus expensas un viage á Constantinopla , recorrien-
42 ANALES. h
do despues la Grecia y Asia menor; de donde traxo
en 1789 mas de seiscientas especies nuevas, que man.
dó dibuxar y grabar. Ocupado en esta obra, y trayen-
do sin cesar á su memoria las delicias que le ofrecié=
ron aquellos sitios, felices en otro tiempo, determi-
nó volver á ellos para agotar si fuese posible las ri-
quezas vegetales; sin pensar entonces que le esperaba
el sepulcro, al que baxó apestado. Perdió Flora un
buen caudillo, y las ciencias un promotor infatigable,
No quiera: Dios toque igual suerte al que lleno de
ardor y de profundos conocimientos ha emprendido
a sus expensas el viage por nuestras Américas : 4 Fe-
derico Alexandro Humboldt , que acompañado del
jóven Botánico Bompland , salió felizmente de la Co-
ruña el año pasado, arribó á las Canarias, y llegó
dichosamente 4 Cumaná. ¿Quántos descubrimientos
no se deben esperar haga en aquellas regiones ricas
quien supo hacerlos en un ángulo de la Europa?
¿quien debe pisarlas detenidamente con ojos acostum-
brados 4 penetrar los secretos de la naturaleza? ¿quien,
jóven aun, logró que sus obras. se comparasen con las
de los profesores mas célebres de Química; y que su
Flora subterránea de Saxonia diese 4 Hofmann la idea
de emprender -otra magnífica sobre el mismo objeto,
titulada Plante subterranea? ;
Michaux , infatigable en sus largas excursiones,
recorrió la América septentrional, y aunque sabia que
muchos Ingleses y Franceses le habian precedido; cor
todo persuadido de ser inagotable el reynp vegetal,
volvió á visitar aquellos paises. Las continuas remesas
de semillas enviadas 4 Francia, y los varios herba-
rios que comunicó á los profesores de su nacion, prue-
ban que calculó con acierto, y que siempre queda
que descubrir. No sé que Michaux haya publicado
: : %
DE HISTORIA NATURAL. 43
sus descubrimientos, que oigo decir saldrán muy pres-
to á luz; pero ha contribuido infinito á los progresos
de la ciencia en estos últimos años suministrando ma»
teriales 4 varios autores.
- Desfontaines , profesor de Botánica en el museo
de la historia natural, pasó á las costas de Africa, don-
de hizo la rica coleccion que acaba de publicar con
descripciones exáctas, sabias observaciones , y hermosas
estampas *. Su profunda meditacion y porfiado estudio
sobre la organizacion de los vegetales , le dió materia
para la memoria impresa sobre este asunto ?, la qual es
original y sumamente útil, porque enseña á conocer
con facilidad si la parte sólida de una planta pertene-
ció á la familia de los monocotyledones , esto es , de
los vegetales que tienen una sola hoja seminal, 64
otra. Un simple corte transversal resuelve la qiiestion.
Si en dicho corte se observan capas concéntricas y
distintas, cuya solidez disminuye desde el centro has-
ta la periferia; y si se observa una medula encerrada
en un tubo longitudinal con ramificaciones medula-
res en ramos divergentes; la parte sólida que se exa-
mina perteneció 4 alguna planta dicotyledone , ó de
dos hojas seminales: y al contrario, á una monocotyle-
done si carece de capas concéntricas y de ramificacio-
nes medulares en rayos divergentes; si la solidez dis-
minuye desde la circunferencia hasta el centro ; y sl
la medula se halla entre las fibras. Habló en esta
- memoria de las plantas, cuyos tallos duran mas de
un año, y prometió extender sus investigaciones á
las herbáceas.
1 Flora atlantica. Paris 1798. 2. vol. 4.”
2 Memoire sur organisation des monocotyledons. Memoires
del Institut national. Paris 1798. in 4." pag. 478.:5cq-
> ES:
44 ANALES '
Traxo tambien el Abate Poiret de las mismas cos-
tas muchas plantas que empezó á publicar en 1789.
Recorriéronlas despues Schousboe y Broussonet, au=
mentando cada uno con sus colecciones el número
de vegetales desconocidos. Habíales precedido Vahl
con feliz éxito; mas no contento con la rica colec-
cion de Africa , continuó sus herborizaciones en Es-
paña , campo fértil donde se coronáron de gloria Clu-
sio * , Barrelier 2, de Jussieu y otros extrangeros,
que lejos de agotar sus riquezas vegetales , dexáron
aun muchas para Velez, Minuart, Quer 3, Palau,
Barnades, Aso +, y para quantos quieran recorrer sus
montes , valles , llanuras y marina $. No fue larga la
mansion de Vahl en nuestra península; pero ahora sea
dichosa casualidad , ahora favor de los Botánicos Espa-
ñoles que.le comunicáron plantas secas, llevó 4 Co-
penhague un rico herbario, cuyas plantas publica en
su Symbole Botanica ?.
L” heritier, en cuya brillante carrera de Botánico
solamente noto el lunar que la necesidad me obligó á
descubrir en mi séptima disertacion de la Monadelña ”,
S , pa Clusii plantarum historia. Antuerpiz 1601. Vol.
2, fol. |
2 Plante per Galliam , Hispaniam « Italiam observate a Jac.
Barrelierio opus posthumum accurante Antonio de Jussicu. Pa-
risiis 1714. Vol. 1. fol.
3 Flora Española. Madrid 1762-1784. Vol. 6. en 4.2
4 Synopsis stirpium Aragoniz. Massilixz 1779. Vol. 1. in 8.2
Ejusdem Introductio in Oryctographiam $ Zoologiam Aragoniz
cum plantarum enumeratione 1784. Vol. in 8.2
5 Muchas de ellas, que descubrí en mis viages por el Reyno
de Valencia, se hallan descritas y figuradas en mi obra de lcones.
6 Tambien publica otra obra en folio , de la que he visto dos
fascículos , titulada Eclogx Americanz. Haunix 1796-1798.
7 Monadelphiz classis dissertationes decem. Parisiis Sí Matriti
1785-1790.
DE HISTORIA NATURAL, 45
porque así lo exigía la justicia y mi reputacion , es
uno de los modernos, que siguiendo á Linneo, ha tra-
bajado con esmero, desinteres y conocimiento. Ob-
servador perenne de quantas plantas nuevas florecian
en los jardines de Paris, Trianon, Versalles y otros
sitios , las describia con exáctitud , y las mandaba di-
buxar á los artistas mas diestros sin omitir el sistema
de la fructificacion , empleando quantiosas sumas en
el grabado; porque escogió una forma magestuosa
para sus obras. Cuéntanse todas ellas entre las mejo-
res y mas útiles de estos últimos años , y son seis fas-
cículos de Stirpes nove; la Geranología Ó tratado
de Geranios con quarenta estampas; las monogra-
fias de Cornu , Virgilia, Michauxia , Oxybapho Kc.
impresas en Paris desde 1784, como igualmente el
Sertum anglicum, que trabajó en Inglaterra á vista de
las plantas vivas, algunas originarias de la Nueva-
Holanda , que vegetan en Lóndres con la misma lo-
zanía que en Hannover , como vemos en la precio-
sa obra de Schrader *. Prometió dar el séptimo fas-
cículo de sus Stirpes ; pero los trastornos que su for-
tuna padeció en la revolucion ,no le han permitido
continuar los gastos, y han privado al público de los
conocimientos que justamente se prometia.
Mientras se hacian los viages citados, y se au-
mentaba diariamente el número de vegetales, traba-
jaba sin cesar aquel hombre infatigable, á quien la
ciencia debe monumentos sólidos , útiles y comple-
tos. Lamarck , tan pobre en bienes de fortuna , co-
mo rico en conocimientos , despues de haber viajado
por Francia y Alemania publicó su Flora Francesa ?,
1 Sertum hannoveranum. Goettinge % Hannoverez 1795-
1798. Vol. 1. fol.
2 Flore Frangoise. A Paris 1778. Vol. g. en 8.
46 CANALES
y adoptó en ella el método analítico , que creyó aco”
modado á las plantas de aquel pais. Empezó despues
aun continúa el Diccionario botánico de la Enci-
clopedia * , depósito fiel de los conocimientos adqui-
ridos hasta el dia actual, donde ha ido describiendo
los géneros y especies nuevas que Sonnerat , Com-
merson, Richard, de Jussieu y otros muchos anti-
uos y modernos traxéron de ambos hemisferios. Con-
cibió luego, y tiene ya cast executado el vasto pro-
yecto de la citada Ilustracion de géneros , representa-
dos todos con estampas, y determinados los caracteres
de cada uno, con una breve descripcion de las espe-
cies. Parece á la verdad imposible que en veinte y
tres años haya podido trabajar tantas obras botánicas,
sin contar las importantes notas con que ilustró los
viages de Pallas y de Thunberg ; pero aun seria ma-
yor el número de aquellas, ó 4 lo menos estarian ya
concluidas las de la Enciclopedia, si concentrado en
el reyno vegetal , teatro de sus glorias, no hubiese
intentado refutar la teoria pneumática , que sostienen
los sabios Químicos de Europa ? ; y si forzado , como
- está hoy, por el empleo de profesor de Zoologia en
el Museo nacional no emplease mucho tiempo en las
investigaciones propias del reyno animal.
La España no -menos interesada en el progreso
de las ciencias que las demas naciones, se ha esmera-
do en estos últimos años cultivándolas con ardor y
utilidad; y aunque todas han hallado proteccion en
la beneficencia de nuestros Soberanos , parece que la
1 Encyclopedie Botanique. A Paris 1783-1797. Vol. 4.
en, 4. ;
2. Véanse los dos totnos de Recherches sur les causes des prin-
cipiaux faits physiques. A Paris 1794. y la Refutation de la
theorie pneumatique. A Paris 1796. £. vol. 8.2
DE HISTORIA NATURAL.
47
Botánica les ha merecido particular cuidado. Echáse de
ver esto en la ereccion de los jardines de México, de
Lima y de Canarias; en lo magnífico del de la capi
tal , centro de los demas de la península , 4 los que
comunica semillas traidas de ambos continentes; en la
dotacion de nuevas cátedras para los jardines de Se-
villa, Cádiz, Cartagena , Valencia y otras capitales;
y en las costosas expediciones que se han hecho y se
hacen por Santa Fe, Nueva-España, Perú, Filipinas
y dentro de la península. Este impulso dado oportu-
-namente a la nacion ha producido efectos admirables;
porque muchos Españoles sin mas recompensa que la
gloria de haber trabajado en beneficio público se de-
termináron 4 registrar los recintos 4 que les llamaba
el patriotismo y deseo de saber. Estos: resortes pode-
rosos pusiéron á nuestro Molina en estado de publi-
car su historia de Chile *, y á D. Ignacio de Aso
las plantas indigenas de Aragon. Estos empeñáron al
difunto Palau á: recorrer la Cataluña; á D. Pedro
Abat el Reyno de Sevilla; á Barrera, Gil y Villa-
nueva el de Valencia, que registré yo por espacio de
tres años; á Sanchez y Arjona el recinto de Cádiz;
á Vacas el de Cartagena ; á Villalobos la Extrema-
dura ; al profesor Barnades la isla de Mallorca y mu-
chas provincias de España; y á D. Luis Née casi to-
da la península. x
Otros mas felices tuviéron encargos del Gobier-
no, que han desempeñado con honor y con tanta uti-
lidad, que disputarán la gloria 4 quantos les precedié-
ron. Vimos ya la coleccion de Mutis , y procuré dar
alguna idea del vasto plan que se propuso este sabio,
1 Saggio sulla storia naturale del Chili del Signor Abate Gio»
vanni Ignazio Molina. In Bologna 17832. Vol. 1. en 8.2
48 "> - INPP A LLES
Y
y del esmero con que supo executarlo. Recorramos
ahora con brevedad otros hechos. En 1777 saliéron
de Cádiz D. Hipólito Ruiz y D. Joseph Pavon acom-
pañados de dibuxantes y del difunto Dombey (Bo-
tánico instruido y literato recomendable por su buen
trato , franqueza y profundos conocimientos) á reco-
nocer detenidamente los Reynos del Perú y Chile,
donde permaneciéron once años. Habíanlos visitado
antes Feuille , de Jussieu y Molina, cuyas coleccio-
nes hacian desear otra, que abrazase sino todas las
riquezas de aquel pais fecundo, á lo menos una por-
cion capaz de satisfacer los deseos de los Botánicos.
Ya se veian en Paris y Lóndres desde el año 1780
preciosos frutos de la' expedicion ; porque Dombey
enviaba remesas de semillas y herbarios escogidos que
estudiaban con entusiasmo los profesores y aficio-
nados: ya se tenian en Madrid muestras de las des-
cripciones y no pocas plantas que avivaban los de-
seos de poseer la coleccion entera; y entre tanto
nuestros Botánicos iban aumentando sus riquezas sin
detenerse en gastos, sin desalentar jamas á vista de
riesgos y de contratiempos. Si un incendio consumió
parte de los dibuxos y vegetales de Chile ; si el na-
vío que transportaba otra preciosa coleccion nau-
fragó en Peniche; estas pérdidas en parte irrepa-
rables fuéron causa de prolongar el tiempo de la
expedicion , de emplearlo con mayor ardor, y de des-
cubrir nuevos géneros y multitud de especies que lo-
gráron traer á España con felicidad. El número de
plantas , las mas de ellas nuevas , pasa de tres mil, y
de dos mil el de dibuxos: recorridos estos y el her=
bario con un prolixo exámen , han perfeccionado los
manuscritos, y despues de cinco años de haber llega-
do á Madrid diéron una muestra de sus descubrimiens
DE HISTORIA NATURAL. 49
tos en el Prodromo de su Flora *. Si en este saliéron
algunos defectos , á pesar del cuidado puesto para
evitarlos todos; y si en él se ve que á sus autores les
faltáron muchos libros modernos , inconveniente casi
inevitable por las circunstancias de la guerra que inter-
rumpió el comercio; ya se "yan corrigiendo en la Flo-
ra, de la que llevan publicados dos tomos ?, y en ellos
quinientas treinta y seis descripciones.con los dibuxos
de quatrocientas veinte y dos plantas, grabadas en
doscientas veinte y dos laminas. Esta será sin duda la
obra que sirva de modelo á las demas de su naturale-
za. Commerson, Forster y Banks hiciéron colecciones
asombrosas ; mas no publicáron aun las descripciones
ni menos las estampas de todas sus plantas. Nuestros
Españoles son los primeros que disponiendo las suyas
sistemáticamente las publican con estampas y descrip-
ciones completas, comunicando así al mundo el fruto
de sus viages. Quisieran ya los Botánicos haber visto
la soberbia coleccion de gramas que admiré en Paris
en casa del difunto Dombey ; y piensan que si se omi-
tiéron en su debida clase , fue sin duda para darlas en
algun tomo separado en forma de familia,
Apenas se concluyó la expedicion del Perú y Chi-
le , se emprendió otra al rededor del mundo , cuyo di-
rector por lo perteneciente á las ciencias naturales fue
D. Antonio Pineda , que víctima de su zelo murió
en Filipinas despues de haber hecho servicios impor-
tantes al Estado y 4 las ciencias. Iba como Botánico
D. Luis Née, y habiendo salido de Cádiz en 30 de
Julio de 1789 , empezó sus herborizaciones en Mon=
1 Florez Peruvianz $ Chilensis prodromus. Matriti 1 794.
1. vol. fol. ;
2 Flora Peruviana $ Chilensis. Matriti 1798-1799, Vol.
2. fol.
TOMO II. - D
g0 ANALES
tevideo, pais visto muy de paso por Commerson, que
ofrece producciones nuevas. Se internó treinta y dos
leguas hasta Maldonado para registrar el Pan de azú-
car, montaña de'mucha altura, jamas pisada de Bo-=
tánicos ; y regresado á Montevideo , subió por el rio
de la Plata, y llegó á la colonia del Sacramento. Em-
barcóse de nuevo, y visitó con el cuidado y actividad
que le es como natural la costa Patagónica y las islas
Maluinas ó de Falkland , donde halló arístidas , estipas,
ancistros, calceolarias, oxálides, andrómedas y mirtos.
Doblo despues el Cabo , y entrado en el mar del Sur,
desembarcó en S. Cárlos de Chiloe, suelo nuevo y
abundante en embotrios, en árboles y arbustos hermo-
sos , que le diéron géneros nuevos. Aportó sucesiva-
mente á Talcahuano y Valparaiso en el Reyno de
Chile, donde encontró 4 D. Tadeo Haenke , conoci-
do ya por su Plantarum genera , y viajáron despues
estrechamente unidos por Filipinas , Bahía-Botánica y
Nueva-España. Llegado al Callao , despues de haber
recorrido las cercanías de Arica , se internó en el Pe-
rú , y exáminó de nuevo varios recintos vistos ante-
riormente por los Señores Ruiz y Pavon ; mas pro-
longó sus excursiones hasta Guayaquil, y desde allí
se encaminó hácia el Chimborazo y “Tunguragua, en
cuyos montes é inmediaciones, halló multitud de plan-
tas nuevas, cuyo número aumentó pasando por Bo-
degas, Mocha, Pelileo , Baños, y por otros distritos al
volver á Guayaquil. En estas excursiones colectó mi-
mosas , lobelias, melastomas , sidas, malvas y calceo-
larias en tanta copia que asombra: encontró muchos
géneros publicados en el Prodromo de la Flora del
Perú , y varias especies que no viéron sus autores. Á
vista de tantas riquezas se encendian sus deseos de
ser útil 4 la ciencia, y para satisfacerlos observó con
DE HISTORIA NATURAL. SI
cuidado el fértil suelo de Panamá, de la isla Tabo:
ga y de Acapulco, donde halló tantos vegetales nue-
vos , que apenas bastará la vida de un hombre solo
para publicarlos, con estampas y descripciones. |
Embarcóse otra vez con rumbo al norte en busca
de S. Blas; y apenas pisó aquella tierra desconocida
á los Botánicos , empezó á colectar plantas, siguien-
do así hasta el Corte de la madera. Penetró bosques
en cuyo suelo vegetan algunas que nunca ven al sol;
y árboles tan robustos, que cada uno puede mirarse
como una colonia de vegetales por la multitud de
los que ó trepan hasta la cima para florecer y esmal-
tar allí el verdor de la copa, ó crecen arraigados en
el tronco y ramas chupándole la substancia. ¡Que es.
pectáculo tan gracioso debió presentar 4 nuestro Bo=-
tánico aquella admirable confusion : aquella variedad
de tintes en las hojas: de formas y colores en las fo-
res y frutos! Logrólo él solo ; pero nos conservó dul=
ces recuerdos en su herbario. Volvió 4 Acapulco na-
vegando con felicidad, y desembarcado otra vez atras
vesó la Nueva-España hasta México, haciendo sin
cesar descubrimientos importantes en aquel suelo yír-
gen, feracisimo en vegetales. Allí encontró un náú-
mero prodigioso de salyias , justicias y cufeas : allí es-
pecialmente entre Chilpancingo y Tíxtla descubrió
una coleccion sumamente curiosa de Quercus. En
aquel Reyno vió casi todas las plantas, que nacidas
en el Jardin Botánico de esta corte, he publicado de
órden superior y á expensas de nuestro Soberano en
mi obra de comes: en aquel dilatado trecho, que
alargó con nuevas excursiones por Queretaro , Ixmi-
quilpan, Salamanca, Huanajuato y otros distritos co-
lectó mas de dos mil plantas, la mayor parte nuevas;
de las quales como de las descubiertas en los viages
D2
52 ANALES
precedentes mandó sacar muchos dibuxos. aj
Regresó á Acapulco, y se embarcó en busca de
las Filipinas y Marianas. Hizo herborizaciones útiles
en Humata y Palapa , donde vió á cada paso el árbol
del pan (artocarpus), y multitud de curiosos hele-
chos , algunos de fructificacion nueva. Llegó despues
al puerto -de Sorsogón, y desembarcó para empren-
der nuevos viages y recorrer en compañía de Haenke
las provincias de Albay , Camarines y Laguna en la
isla de Luzon. Se detuviéron muchos meses en ellas
y en las cercanías de Manila , y los empleáron útil-
mente en beneficio de la ciencia. El ardor que reynaba
en ambos, y los deseos de distinguirse les empeñaba
en continuas fatigas y en amistosas competencias de
excederse en el número de descubrimientos. Cada día,
cada momento hallaban multitud de vegetales desco-
nocidos , que estudiaban y se comunicaban mútuamen-
te sin reserva. Las lagunas , los bosques, la marina,
los barrancos sombríos les ofrecian helechos, gramas,
yerbas, árboles y arbustos , que 4 pesar de tenerlos
Née asegurados en su casa, ni él ni la actual genera-
cion podrá verlos publicados : tan crecido es su nú-
mero 3 tan nuevas sus formas, y no pocas veces su
fructificacion. |
Las fregiientes lluvias les inutilizáron parte de
las plantas, y les impidiéron colectar otras sin núme-
ro , que se lisonjeáron con razon reemplazar en cli-
mas mas benignos: por lo qual despues de observar
los canelos de Calávan; las infinitas variedades de
arroz en la Laguna; la inumerable tribu de criptoga-
mas que se disputan el terreno para tapizarlo, pa=—
sáron al presidio de Sambuanga , y de allí 4 la Nue-
va-Holanda, al recinto denominado Bahía-Botánica,
que les pareció un nuevo suelo por crecer en él ve-
DE HISTORIA NATURAL. 83
getales no solamente desconocidos, sino de fructifica-
cion á veces tan rara, que ni afinidad tiene con las
conocidas. Mas de mil plantas colectó allí nuestro in=
fatigable Née en veinte y siete dias. Allí encontró flo-
xidas las banksias descritas en el número antecedente:
allí vió las hakeas, proteas, embotrios , epacris , me-
trosideros y otras mencionadas en mis obras: allí au-
mentó su coleccion de helechos , haciendo ver que si
le precediéron Banks, Forster y otros , no agotáron
aun las riquezas de aquel fecundo suelo. Paso luego
á las nuevas islas de los Amigos descubiertas por mues-
tros Españoles, y se detuvo algun tiempo en la lla-
mada Babao, donde vió la casuarina , la ortiga neva-
da, la musenda frondosa, una especie de quina, y mu-
chas plantas sumamente curlosas.
Recorridas las islas regresó la expedicion al Ca-
llao: tomáron tierra los Botánicos y pasáron á Lima,
donde nuestro Née se separó de Haenke. Quedó-
se este en América para recorrer el Cuzco, Potosí y
Paraguay; y Don Luis Neé pasó á Talcahuano y á
la Concepcion de Chile para emprender por tierra el
largo y penoso viage hasta Buenos-Ayres, donde de-
bia incorporarse 4 las corbetas. Si sus peregrinaciones .
hasta la Concepcion fuéron importantes, no lo fuéron
menos las siguientes. Arrimado siempre á la cordillera
de los Andes, pisó sendas jamas holladas de Botánicos,
observando y colectando los vegetales de Chillán, Lon-
gaví y Curico, internándose quarenta y dos leguas en
la cordillera del Planchon, por donde transitan los In-
dios Peguenches , y volviendo despues por diversas
sendas al citado Curico y de allí 4 Santiago. Pasó des-
de aquí á Mendoza por las cordilleras del Valle y del
Portillo, donde halló una rica coleccion de mutisias,
de escalonias, de poligalas, de calceolarias, de mixtos,
54 e
de ancistros, de eupatorios, de bacarides Sc. , colectó
en fin las mas preciosas plantás, casi todas nuevas, por-
que ningun Botánico habia aun pisado aquel suelo que
Commerson deseó ver como al mas digno de las inves»
tigaciones de un Botánico. Se acercaba ya hácia el
término de sus fatigas, y antes atravesó las Pampas de
Buenos- Ayres; aquellas dilatadas llanuras, que si ame-
nazan con riesgos á los viageros, ofrecen al Botánico
abundante cosecha, y un campo inagotable. Allí satis-
fizo sus deseos, si es que pueden saciarse los de un
hombre activo , cuya pasion dominante fue siempre la
Botánica : porque allí encontró preciosos géneros an-
tes desconocidos, y multitud de especies nuevas, ya
al cruzar las Pampas en varias direcciones, ya al re-
conocer de nuevo la colonia del Sacramento y alre-
dedores de Buenos-Ayres , hasta que se embarcó para
Cádiz , adonde llegó con felicidad en 21 de Setiem-
bre de 1794, trayendo al pie de diez mil plantas, de
las: quales muy cerca de quatro mil nuevas. El públi-
co ha visto ya una pequeña muestra de esta colec-
cion en mis tomos 4? y 5? de Icones, y en breve
verá otra en mi 6% tomo. 4
- Sin exágerar ahora las tareas, ni los felices hallaz-
gos de este hombre infatigable, creo que su expedicion
será tan útil á la Botánica como qualquiera de las mas
provechosas. Y habiendo sido efecto de la proteccion
de nuestro Soberano , ¿qué expresiones serán bastan-
te dignas para manifestarle el justo reconocimiento;
y mas quando vemos los nuevos auxilios con que
promueve la ciencia? Por sus órdenes exámina el Se-
ñor Sesé y demas de la expedicion de Nueva-España
los vegetales de aquel Reyno, cuya coleccion hecha
detenidamente con esmero é inteligencia, será honro-
sa al autor y al Gobierno, y sumamente “útil á la Bo-
/
DE HISTORIA NATURAL 85
tánica por la multitud de vegetales antes desconoci-
dos que crecen en aquel clima fértil, donde la vege-
tacion nunca se interrumpe. El Señor Tafalla, pro-
fesor de Lima, y su agregado Mancilla, registran de
nuevo el Reyno del Perú, y extienden sus excursio-
nes hasta Guayaquil para descubrir las riquezas que
no pudiéron ver los que visitáron antes aquellas tier-
ras. Cuellar , establecido muchos años hace en Mani-
la, y enviado á enriquecer la ciencia con sus observa-
ciones , es regular tenga ya muchas importantes para
desempeñar su comision: y Boldo en fin, Botánico de
la última expedicion á la isla de Cuba, que murió el
año pasado, habrá dexado un herbario precioso y
abundante de las plantas de la isla. Ya se han visto
vivas en el Real Jardin Botánico de esta corte varias
comunicadas por dichos profesores, de las quales he
publicado muchas en mis tomos de Icones , y el Se-
ñor Ortega en sus décades *. Si las circunstancias de
los tiempos pasados hiciéron creer 4 algunos que los
Españoles dormian entre las riquezas de Flora, las
actuales les harán confesar que tan dispiertos y acti-
vos como los distinguidos de Europa, merecen algun
lugar y agradecimiento. - |
Concluí el bosquejo que me propuse hacer de los
principales sistemas, y del orígen, progresos y estado
actual de la Botánica, con especialidad en España. He
omitido las citas de un número considerable de digní-
simos autores, porque alargarian mi discurso, que de-
bia ser breve; y porque las creo solamente propias de
Ja historia completa de la ciencia, que con ansia espe-
ran los literatos. Nada he dicho de los que se esmeran
1 Casimiri Gomezii Ortege decades. Matriti 1797-1798.
Tres quadernitos en 4. que forman 108 páginas de impresion, y
llevan 13 estampas.
56 0 ANALES
en el día en aumentar la coleccion de vegetales como
Hofífmanseg , Link * y Brotero, que registran el Por=
tugal, Broussonet las Canarias ?, Usteri la Suiza, Will
denow la Prusia, Lapeyrouse los Pirineos, Schrank
la Baviera, Krocker la Silesia, Baumgarten la Saxo-
nia, Schrader y Hofmann el Hannóver, Timm y To-
de el Mecklenburgo tc. Con todo se ve con claridad
que ninguna ciencia ha tenido en este siglo tantos y
tan ilustres promotores como la Botánica 3; y que la
«oleccion de plantas hecha hasta este momento es asom=
'brosa; y dará ocupacion á la generacion actual y á la
venidera. Si el aumento de vegetales en tiempo de
"Tournefort comparados con los conocidosen tiempo de
Plinio, le forzó á buscar un método para enlazarlos y
conocerlos con facilidad: si duplicado su número en
x Este profesor de Rostoch ha publicado una filosofia botá-
nica, y en ella muchas ideas nuevas y muy útiles. Gottinge 1798.
Vol. 1. en 12.2
2 Acabode recibir (hoy g de Mayo) una rica coleccion de
plantas de Tenerife, fruto de las primeras excursiones del Ciuda-
dano Broussonet por la isla. :
3 La belleza de las flores ; la multitud y variedad de los ve-
getales , y el modo admirable de fecundarse debia inflamar á los
poetas para cantar los inocentes amores de las plantas. Vimos ya
el Poema de Mac-Encroe, y despues en 1797 el del Ciudadano
Castel en un tomito en 12.* Pero años antes (en 1791) el Se-
ñor Darwin publicó en Lóndres en dos tomos en 4.” the Botanic
garden , esto es, el Jardin botánico. En el primer tomo trata el .
poeta de la economía de la vegetacion y de la fisiologia de las
plantas, y explica menudamente el influxo que cada uno de los
elementos tiene en las creces de los vegetales: y en el segundo pin-
ta con entusiasmo y belleza los amores de las plantas ; añadiendo
notas importantes sobre todos los ramos de la historia natural.
El Señor Delenze acaba de dar una traduccion francesa en
prosa del segundo tomo de Darwin, y ha añadido un discurso
preliminar, en el qual analiza todos los poemas de las plantas
antiguos y modernos.
€
/
DE HISTORIA NATURAL. : 587
el espacio de quarenta años creyó Linneo indispensa»
ble abrir una nueva senda mas fácil y segura para en-
cadenarlos todos; ¿qué harian estos príncipes de la
ciencia si viviesen hoy dia; si pudiesen exáminar la
inmensa coleccion hecha despues de su muerte? No sé
si sus fecundos ingenios inventarian nuevos métodos;
mas no dudo que si conservasen los suyos, los mejora-
rian sobremanera. La parte mas digna de atencion,
la que pide una pronta reforma, es la perteneciente á
- los caracteres genéricos, formados por lo comun á vis-
ta de una sola planta, é ignorándose las afines que se
han ido descubriendo con el tiempo; ó bien compues-
tos de notas variables, incompletas , y no siempre.
esenciales. Para remediar este defecto, que cunde ca-
da dia, convendria que los profesores exáminasen se-
paradamente las clases Ó familias, observando con
el mayor cuidado todas las especies de cada género,
como yo procuré hacer en las malvaceas y monadel-
fas. Mientras no se hagan investigaciones de esta na»
turaleza, quedarán siempre dudas, errores y caprichos,
MONOGRAFIA
DEL GENERO TILO.
Por el Ciudadano E. P. Ventenat , miembro
del Instituto nacional.
uando Linneo publicó la última edicion de su
Species plantarum , al hablar del Tilo describió so-
lamente dos especies, y las llamó europra y ame-
ricana; nombres que deben suprimirse como impro-
pios , por conocerse hoy varias, naturales de la Euro-
pa y de la América; y porque conservados parecerian
e
¿8 CANALES
probar que en estas regiones solamente crecen dichas
dos especies. Miller describió dos Tilos de América
en su Diccionario, y conservó el nombre de ameri=
cana á la especie de Linneo, dando á la segunda el
de caroliniana , que Catesby traxo de la Carolina.
Pero tambien debe suprimirse este último nombre,
porque Michaux y otros Botánicos han descubierto
en la Carolina otra especie diversa de la de Catesby;
y por eso Aiton en su Hortus Kewensis llamó pu-
bescens á la caroliniana. Para conocer la utilidad , y
aun necesidad de mudar dichos nombres bastará citar
la frase con que Walther difinió la especie de Tilo
que encontró en la Carolina, á saber Tilia america-
na floribus nectario instructis, stipulis floriferis;
porque conviniendo exáctamente esta frase 4 todos los
Tilos que crecen en la América, seria sumamente difi-
cil determinar la especie que quiso indicar Walther, sí
los naturalistas que han recorrido despues la Carolina
no hubiesen traido ramos secos de la planta que el
Botánico Ingles quiso caracterizar. Esta breve noticia
bastará para que no se me culpe si mudo yo tambien
los nombres de las especies antiguamente conocidas,
mayormente dando la monografia del género , cuyo
carácter es como se sigue.
CARACTER GENERICO.
Cáliz libre *, caedizo, de una pieza , partido en
cinco lacinias.
Corola de cinco pétalos, alternos con las divi-
siones del cáliz, desnudos en las especies de Euro-
1 Libre es voz que he substituido 4 ¿nfero. Véase el r. tomo
de mi obra Tableau du regne vegetal pag. 64»
' ld
DE HISTORIA NATURAL. 59
pa*; cada uno con su escama en la base en las espe-
cies de América.
Estambres muchos en número , hypogynos: fila
mentos libres 2: anteras redondeadas.
Ovario libre, globuloso , velloso , de cinco celdas,
el qual encierra dos huevecitos en el ángulo interior
de cada celda : estilo cilíndrico : estigma en cabezuela
con cinco dientes.
Pericarpio : nuez 3 globulosa , coriácea ó leñosa,
sin ventallas , de una sola celda , con una ó dos semi-
llas quando está madura (abortando con freqilencia
las otras tres Ó quatro semillas, y desvaneciéndos
quatro celdas. ) ]
, El embrion está rodeado de un perisperma carno-
so 3 y los cotiledones son sinuados ó dentados. |
La corteza de los Tilos es flexible, y se dobla con
facilidad : su madera blanda y ligera : sus hojas semi
nales estan divididas en cinco lacinias desiguales *:
las hojas del tallo y de los ramos envueltas antes de
desplegarse , y son alternas , simples, acorazonadas ó
bien truncadas obliquamente en su base : sus estípu-
las caedizas: las flores son completas y dispuestas en
maceta ( corymbosi ) en la extremidad de un pedúncu-
1 Jamas he podido descubrir los nectaritos filiformes que cita
el Señor Rudolph L. C. pag. 23.
2 El Señor Schkuhz describió y figuró en su Manual de Bo-
tánica pag. 71 y 72. tab. 145 los estambres del Tilia femina fo-
lio majore C. B. como polyadelfos. Puedo asegurar que habiéndolos
examinado con la mayor atencion , siempre me han parecido dis-
tintos, y enteramente libres.
3 He creido'indispensable adoptar la-voz nuez con preferen-
cia á la de cara por carecer de ventallas el pericarpio del Tilo.
4 Juan Bauhin fue el primero que hizo esta observacion. Las
hojas seminales de los Tilos de América estan tambien divididas en
cinco lacinias.
60 | ANALES.
lo lateral, libre en la parte superior , é identificado
en casi toda la extension de la inferior con el ner-
vio longitudinal de una bractea membranosa y lan-
ceolada. | | |
La diferencia citada en el carácter genérico res=
pecto de los pétalos de los Tilos europeos y america-
nos parece separararlos naturalmente en dos secciones.
$. L
Tilos de Europa : pétalos desnudos.
1. TiLIA MICROPHYLLA foliis cordato-subrotun-
dis , acuminatis, argute serratis : nuce subglobosa, te-
nuissima, fragili.
Tilia europza. Lin. Spec. plant. vol. 2. pag.
584. varictas y. Flora Danica Tabula 555.
Tilleul a petites fevilles, ou Tilleul des bois, ou
Tillau. Duham. Arb. num. 1. plan. 95.
Var. a Tilia bohemica foliis minoribus glabris,
fructu oblongo , utrimque acuminato , minime costu-
lato. Tell. Hort. pis. Tab. 49. fig. 3. Vaillant
Herb. >
Habiendo dado Linneo una descripcion completa
del Tilo de Europa *, me limitaré á citar los caracteres
que distinguen mis especies. He dado á esta el nombre
de mycrophylla , porque sus hojas son las mas pequeñas
de quantas vemos en las especies conocidas. Su tronco
está cubierto de una gruesa corteza, cuya epidermis es
lisa en la parte superior, y con hendiduras en la in-
ferior : suele levantarse hasta quarenta y ocho pies de
1 Véase la Filosofia botánica de la edicion de Willden. pag.
261.
DE HISTORIA NATURAL. 61
altura, y algunas veces tiene nueve de circunferen-
cia. Sus hojas son de una substancia firme y bastante
sólida, lampiñas por arriba , y casi siempre vellosas
por el enves: tienen un copito de pelos ferrugíneos en
el punto donde empiezan los nervios laterales, y de
pulgada y media á tres pulgadas de largo, con igual
ancho. El pericarpio es una nuez redondeada , á ve-
ces puntiaguda en sus extremidades, delgada, frágil,
casi unida en su superficie, vellosa, y con una sola
semilla. :
2. TILIA PLATYPHYLLOS foliis cordato subrotun-
dis acuminatis , in=qualiter serratis; nuce turbinata,
costis prominentibus insignita , lignosa, crassa.
Tilia europza. Lin. Spec. plant. volum. 2. pag.
584. Quer Flora de España volum. 6. |
Tilleul a grandes fevilles, eu Tilleul de Hollande.
Duham. Arb. et Arbust. num. 2. |
Tilia vulgaris platyphyllos. J. B. vol. z. part. 2.
- PÁZ. 153. e
Var. a, Tilia carolina. 41f. Hort. Kew.
Var. f. Tilia variegata, folio maiore variegato.
Tilleul a grandes fevilles panachées. Duham. Arb.
n. 3.
Aunque esta especie tiene mucha semejanza con la
Tilia silvatica, con todo, no debe mirarse como me-
ra variedad segun lo demuestran sus varios caracteres:
porque no se eleva á tanta altura como esta, y ademas
tiene siempre sus hojas mucho mas grandes, mas blan=
das y vellosas; desplega tambien sus flores un mes an-
tes, y su pericarpio se diferencia del de aquella, no.
solamente por su forma y nervios protuberantes, sirio
tambien por su substancia, que es mas gruesa y dura.
Los antiguos Botánicos como los dos Bauhinos, Ray y
Plukenet; los modernos como Miller, Haller, Duha-
62 “CANALES
mel, Scopoli,'Schkuhz y Erhart * pensáron que estas
dos especies eran realmente diversas. Linneo al contra=
rio, las reunió en una con el nombre de europea, y
manifestó en la pág. 204 del Huerto cliforciano los
motivos que tuvo para ello diciendo, fructus globosus
si modo unico pragnans est semine , ut communiter fits
si vero omnia quinque semina ad maturitatem. per-
wentunt angulatus fit fructus. Para apreciar el mérito
de esta observacion de Linneo he abierto un gran nú-
mero de frutos de ambas especies, y he visto que nin-
no contenía mas de dos semillas, y que la mayor
parte de ellos una sola. EA
Observemos tambien que hay paises en Europa
donde crece solamente una de estas dos especies de Ti-
lo, con exclusion de la otra. En Bohemia, por exem- .
plo, Dinamarca 8tc., solamente se halla la Tilia mycro-
pla; mientras que en Suecia , en España y en otras
partes se encuentra la platyphyllos. Si estas fuesen
meras variedades, una de otra, parece que debieran
hallarse algunas veces juntas. |
sti MÍ
Tilos de América: pétalos con una escama
en su base,
3. Tira GLABRA foliis profunde cordatis , serra-
tis, glabris: petalis apice truncatis nuce ovata sub-
costata. y
1 El Señor Martin Vahl, célebre Botánico Dinamarques,
me ha hecho saber que Erhart habia separado como especies diver-
sas las dos variedades del Tilo de Europa de Linneo , en una obra
jatitulada Baytraege , la que no se halla en las Bibliotecas nacio-
nales de Paris. arta
DE HISTORIA NATURAL. 6 3
Tilia americana floribus nectario instructis. Lin.
¡ne plant. vol. 2. p. 585. ?
- Tilia foliis maioribus mucronatis. Clay£. e ¡1
Virg. pág. 58. Duham. Arb. et Arbust.
Tilia americana floribus nectario instructis, foliis
profunde cordatis, argute serratis glabris. 41£. Hort.
Kew. Eadem folíis. subtus pilosis, Miller Dic. ..
Esta especie, que crece en la Virginia y Canadá,
es la primera de las descubiertas en América, su tronco
se levanta magestuosamente hasta 25 varas de altura
segun Michaux : la corteza de sus ramos es. de. un
pardo «obscuro; las hojas, que salen de yemas lampi-
ñas y de un color de púrpura negruzco , son acorazo-
nadas con punta, aserradas, algo vellosas quando tiere
nas, y despues perfectamente lampiñas; y casi tan
grandes como las del Tilo que se cultiva en los jardi-
nes. Hallanse sus flores dispuestas en corymbo,. y sos-
tenidas por un pedúnculo comun, casi dos veces mas
largo que el peciolo de las hojas: tienen sus pétalos
truncados y con dientecitos en la extremidad. El peri-
carpio es una nuez aovada, cenicienta, vellosa, con
ocho surcos poco protuberantes.
4 TILIA PUBESCENS foliis basi truncatis et obli
quis, denticulato serratis , subtus pubescentiboes peta-
lis emarginatis: nuce globosa levi.
Tilia caroliniana foliis cordatis obliquis 7 glabris,
subserratis cum acumine, floribus nectario instructis,
Miller Dic.
+ Tilia americana floribus nectario instructis;' stipulis
floriferis. Walth. Flor. car. 153.
Tilia pubescens floribus nectario instructis , foliis
basi truncatis obliquis, denticulato-serratis , subtus pu:
bescentibus.. Ait. Hort. Kew.
Esta especie comun en la Carolina, y especial-
64 o ANALES
mente en las cercanías de Charlestown, se distingue
de la precedente por los caracteres siguientes : su tron=
co se eleva 4 menor altura , y se halla cubierto de una
corteza muy delgada con surcos; sus ramos son mas
horizontales: las yemas vellosas y cenicientas: las hojas,
truncadas obliquamente en su base, aparecen borrosas
quando tiernas; pero al paso que crecen pierden parte
de esta borra, quedando solamente algunos pelos en
forma de estrellas, casi del mismo modo que se obser-
van en la mayor parte de las especies del género
Alyssum: son tambien mas pequeñas , y los dientes
del borde algo mas distantes entre sí: Los pétalos son
mas estrechos, y casi se terminan en punta escotada:
las divisiones del estigma son mas profundas y paten=
tes: la nuez en fin globulosa, afelpada y sin surcos..
En la Luisiana crece un Tilo que podemos definir
Tilia leptophylla foliis basi utrimque truncatis, laxe
serratis, tenuissimis subpapyraceis , subtus pubes-
centibus, el qual cultivado en los jardines de Jansen y
de Lemmonier, ha sido mirado como especie distinta,
y llamado multiflora : mas segun yo pienso debe te-
nerse como varieded del Tilo de la Carolina, por pre-
sentar los mismos caracteres que la especie que acabo
de describir, de la qual solamente se diferencia por sus
hojas muy delgadas y por sus dientes mas distantes.
s. 'TILIA ROTUNDIFOLIA foliis cordato-subrotun-
dis, subsinuatis, dentatis, verticalibus, subtus tomen.
tosis, nuce ovata , obscure quinque-nervosa. e.
Tilia alba foliis profunde cordatis, subsinuatis,
dentatis, subtus tomentosis. Mort. Kew.
Tilia argentea. Jard. du Mus. d* Histotr. nat.
+ Esta especie es originaria del norte de la Améri-
ca. Mr. Gordon la traxo á Inglaterra en 1767, y Ai-
ton, Director del jardin de Kew, envió algunos pies
DE HISTORIA NATURAL. 65
habrá como doce años á los ciudadanos Thouin y Cels,
que los han: propagado felizmente, el primero en' el
jardin del Museo de Historia natural, y Cels en el de
Arcueil. Todos los árboles de esta especie, existentes
hoy dia en Francia, han sido inxertos en el Tilo lla.
mado vulgarmente de Holanda; y aunque al parecer
adoptados, crecen con tanta lozania y fuerza , como si
existiesen en su pais natal. Algunos floreciéron y fruc»
tificáron en 1798 y 99 (años 6? y 72 de la Repúbli-
ca), cuyas semillas, sembradas por el ciudadano Thonin;
germináron con tanta perfeccion, que nos podemos li-
—sonjear darán en breve multitud de árboles para ador-
nar los jardines de los curiosos.
CARACTER NATURAL.
Raiz cilíndrica perpendicular al principio, divi-
dida despues en otras rastreras:casi á la superficie de la
tierra, terminadas por gran número de fibras como ca-
bellos. ' | | o
Hojas seminales partidas en cinco lacinias des. -
iguales, de las quales la intermedia y laterales mas
largas. a
Tallo arboreo cilíndrico, muy ramoso, cuya cor-
teza es gruesa, y su epidermis cenicienta , y mas
lampiña que en las otras especies.
Ramos principales altérnos, cilíndricos , muy ra-
mosos , cubiertos de una borrita espesa , cenicienta,
que se quita fácilmente al pasar sobre ella el dedo:
los inferiores son casi horizontales , los. otros derechos
ó casi derechos y mas cortos ; las ramitas. casi. tablea-
das (dísticas ) del mismo color y forma que los ramos.
+ Femas aovadas, escamosas , afelpadas , de un ver-
de ceniciento. A
TOMO IL. E
66 ANALES.
Hojas redondeadas, acorazonadas en la base, aser-
radas con dientes desiguales, y á veces con senos, mas
ó menos puntiagudas en su extremidad , verticales,
pecioladas , planas, con nervios muy ramosos , canas
y afelpadas por ambas superficies quando tiernas; lam-
piñas despues, y de un verde obscuro en la superior;
de unas quatro pulgadas de largo y otras tantas de '
ancho.
Peciolos cilíndricos , algo hinchados en ambas ex-
tremidades, abiertos , esto es, divergentes, afelpados,
cuya longitud es con corta diferencia la tercera parte
de la de las hojas.
_Estípulas opuestas, lanceolado-lineares, obtusas,
membranosas-, derechas , rayadas , planas, caedizas,
doble cortas que el peciolo, y de tres líneas de
ancho.
Inflorescencia.
Flores en maceta apretada, de color de azufre
en el principio, y con el tiempo blanquecinas, las
quales exhalan un olor suave y agradable, semejan-
te al del junquillo , y tienen unas cinco líneas de lar-
go con igual diámetro. ]
El pedúnculo comun nace al lado del peciolo de la
hoja, y es cilíndrico y adherente en casi toda la exten-
sion de su mitad inferior al nervio principal de una
bractea ; libre despues y algo declinado á un lado en
su parte superior, y al fin dividido en muchos pie-
cecillos vellosos , casi tan largos como el peciolo de
las hojas.
Bractea membranosa, oblonga , obtusa , vellosa,
con venas, mayor que el pedúnculo , y de unas qua-
tro líneas.
Piececillos cilíndricos, unifloros, cada uno con dos
bracteas en la parte media de su longitud, casi de
DE HISTORIA NATURAL. 67
rechos , afelpados , y apenas la quarta parte de la lon-
gitud del pedúnculo. :
Bracteas casi opuestas, lineares, membranosas,
derechas , vellosas , caedizas y muy pequeñas.
Fructificacion. |
Cáliz con cinco divisiones caedizas, aovado-agu-
das, convexás y vellosas por afuera , cóncavas y afel-
padas por adentro , rayadas por un nervio longitu-
dinal , casi derechas , verdes en la base , y de un blan-
co amarillo en la parte superior.
Corola de pétalos oblongos casi obtusos, y lige-
ramente festonados en su extremidad , escamosos en
su base interior , casi derechos, lampiños , amarillen-
tos , y algo mas largos que las divisiones del cáliz.
Escamas espatuladas, hypogynas, opuestas á los
pétalos , del mismo color que estos, y algo mas
cortas.
-Estambres: filamentos filiformes, derechos antes
de la emision del polen, y despues algo revueltos,
blancos como la nieve, y tan largos como las esca-
mas: anteras redondeadas , derechas, de dos celdas,
con quatro surcos, las que se abren por los surcos
laterales , y son de color de oro, como igualmente
el polen. | :
'Gérmen con cinco nervios apenas protuberantes,
afelpado y blanquecino : estilo cilíndrico lampiño , de
un blanco amarillento , algo mas largo que la flor : es-
tigma ensanchado con cinco lacinias , y del color del
estilo. |
Pericarpio : nuez aovada coriácea , con cinco sur-
cos apenas protuberantes , cenicienta, vellosa , de una.
celda quando está madura 3 donde hay una ó dos se-
millas.
La especie que acabo de. describir tiene varias ven-
É2
68 ANALES
tajas, que deben darle la preferencia para adornar los.
jardines ¿ porque sus hojas, mas gruesas y carnosas que
en las otras especies , resisten: mas al calor del vera-
no; y por su situacion vertical forman un cuerpo que
nos defiende del ardor del sol. La blancura de la su-
perficie inferior , el verde obscuro de la superior, y
el color dorado de sus flores forman un contraste agra-
dable , 4 lo qual se debe añadir que da mayor núme-
ro de flores que- las otras especies , las que duran mas
tiempo , y exhalan un olor mas suave.
6. TiILIA HETEROPHYLLA foliis ovatis, argute
serratis, basi nunc cordatis , nunc oblique aut «qua-
liter truncatis , subtus tomentosis: nuce globosa, mul-
tinervosa.
Fraser y Michaux encontráron esta especie en la
baxa Carolina , y creo deba crecer en Marilandia,
porque he visto en el herbario del ciudadano La-
marck varios exemplares de ella cogidos en esta últi-
ma provincia: ella debe distinguirse de la preceden-
te por muchos caracteres. Porque sus ramos tiernos
y sus yemas son lampiñas, y de un púrpura tirante
al negro. Las hojas aovadas con punta, unas casi aco-
razonadas en la base, y otras truncadas allí obliqua-
mente ó con igualdad, asserradas con dientes muy
finos , lisas , y de un verde obscuro por arriba , bor-
rosas y canas por abaxo: tienen un copito de pelos
bermejos en el punto de donde salen los nervios la-
terales. Los pedúnculos , que son casi tan largos como
las hojas, son tres veces mayores que los del Tílía ro-
tundifolia. Los frutos son globulosos, del tamaño de
guisantes , con cinco nervios algo protuberantes, en-
tre los quales se ven otros , aunque menos sensibles.
El ciudadano Michaux me ha hecho saber , que
este árbol crecia con especialidad en las partes mariti-
DE HISTORIA NATURAL. 69
mas de la Virginia y de la Carolina ; pero que solo
se levantaba a la altura de nuestros árboles frutales.
Observ. El Tilo se deleyta en tierras de mucho
fondo algo húmedas , y mas pronto ligeras que fuer-
tes. La especie que he llamado platyphyllos, como
igualmente su variedad , se emplea muchos años ha-
ce en el adorno de los jardines; y como sufren la po-
da sin el menor perjuicio, son las mas aptas para
formar calles,
El Tilo se multiplica ordinariamente por acodos,
y las especies extrangeras se inxertan con feliz éxito
en las que nacen en nuestro clima. Pocos árboles pres-
tan tanta utilidad en todas sus partes. De su corte-
za se hacen cuerdas, y las partes interiores de este
órgano ofrecen á los pescadores de Suecia cierta es-
pecie de redes para coger los peces: y á los pastores
de la Carniola y de otros distritos cierta tela, basta
a la verdad, pero suficiente para precaverse de la in-
temperie del ayre *. Los escultores prefieren el Tilo
al álamo, porque su madera se corta con mas facili-
dad , y está menos expuesta 4 carcomerse. Como esta
madera es muy ligera , se aprovecha para hacer un
carbon excelente para la fábrica de pólvora. La sa-
via del Tilo es tan copiosa como la del abedul y del
arce; y muchos naturalistas célebres han creido que
cociéndola y clarificandola muchas veces podria sumi-
nistrar azírcar ?. y 101
Los habitantes de Suecia, Noruega , Carniola,
Suiza $c. recogen con cuidado las hojas del Tilo pa-
ra alimentar sus ganados : tambien las suelen dar á las
bestias; pero Linneo ha observado en su ls. Scandinab.
1 Linneo It. Oel. 44. 63. Scan. $0.
2 Adans. Famil. de plant. vol. 2. pag. 380.
7O ANALES
pag. 256, que semejantes hojas comunican á la coa
de vacas qualidades malas.
Las flores de todas las especies de Tilo esparcen
un olor agradable , y en su interior contienen aquel
licor precioso con que las abejas fabrican la miel. Esta
es muy abundante en Lituania, porque en aquella
parte de la Polonia hay multitud de Tilos en los
bosques.
Los frutos del Tilo se han mirado mucho tiempo
como enteramente inútiles, hasta que Missá , Médico
de la facultad de Paris, descubrió en ellos una propie-
dad que apenas se podia sospechar. Trituró este sabio
los frutos del Tilo mezclados con algunas de sus flores,
y consiguió hacer una manteca , que dixo ser del todo
semejante al chocolate, pues daba el mismo gusto y la
misma masa que el cacao. Los extrangeros adoptáron
este descubrimiento con mas interes que los Franceses
de aquel tiempo. El grande Federico instó 4 Margraff
para que verificase las observaciones del Médico Eran-
ces; y este Químico Prusiano hizo muchas experien-
cias , por las quales vió con evidencia que del fruto
del Tilo se podia hacer á la verdad una especie de
chocolate ; pero que el chocolate preparado segun el
inétodo:de Missá,no podia jamas endurecerse como el
de cacao; que se enranciaba mas pronto *, y que se
diferenciaba mucho del chocolate de cacao por el
gusto , olor y consistencia. Las experiencias de Mar-
graff prueban sin la menor duda, que el descubri-
miento del Médico Frances no fue tan importante co-
mo este lo creyó; con todo, he querido renovar la me-
moria de estos hechos, porque tal vez empleando los
1 Memorias de la Academia de Berlin 1772. pag. 3» Journal
de Physic. Abril 1779. tom. 13. pag. 245»
DE HISTORIA NATURAL. 71
frutos de algunas especies americanas, se podrán rea-
. a .1 2.7 . ,
lizar las esperanzas que concibió Missá,
SOBRE LA AGYNEIA.
Por el ciudadano E. P. Ventenat, del Instituto
nacional.
Aper habrá Botánico que reflexionando sobre:el
carácter genérico que Linneo dió de la Agyneia, no
haya extreñado la excepcion extraordinaria de tener su
ovario sin estilo ni estigma. Habiendo pues tenido yo
la ocasion de observar la Agyneia impubes de Linneo
en el jardin del ciudadano Cels, y habiendo visto con
claridad que los órganos de su fructificacion se pare-
cen á los del andrachne, y de otras muchas plantas
de la familia de las euforbias, en cuya tribu la colocó
el ciudadano de Jussieu, he creido que seria útil 4
los progresos de la ciencia dar aquí una descripcion
completa de la especie cultivada por el citado Cels,
y de reformar su antiguo carácter genérico,
- CARACTER ESENCIAL.
Planta monoica. Flores machos.
Cáliz abierto, de cinco hojuelas, con un disco
interior de seis divisiones , y menor que el cáliz.
Estambres: estaquilla central, obtusa, mas corta
que el cáliz : tres anteras redondeadas , didymas, pe-
gadas a la estaquilla antes de llegar al ápice.
Flores hembras. :
Cáliz abierto, permanente , de seis hojuelas, tres
de ellas internas.
Gérmen aovado , obtuso : tres estilos asurcados,
72 y ANALES.
escotados , reflexos: seis estigmas revueltos.
Caxa casi .oval, truncada , trilolucar, ó bien sea
tricocca : dos semillas en cada celda. alce
AGYNEIA IMPUBES Lina.
AGYNEIA foliis utrimque glabris.
Esta planta , natural de la China, arroja muchos
tallos bien abiertos y casi tendidos sobre la tierra, an
gulosos, ramosos , con nudos, perfectamente lampi-
ños, de un roxo obscuro por arriba , de un verde ama-
rillento por abaxo, de quatro á cinco pulgadas de
largo , y de dos á tres líneas de grueso. Los ramos son
alternos , horizontales , y conformes 4 los tallos.
Foltacion.
Sus hojas son alternas , dispuestas en dos órdenes,
redondeadas ó: elípticas, parecidas á las de la numu-
laria; enteras , con ribete membranoso , algo gruesas,
horizontales, de un verde blanquecino por arriba, y
amarillento por abaxo , con un nervio longitudinal
comprimido , casi insensible hácia la extremidad : tie-
nen algo mas de una pulgada de largo , casi diez lí-
neas de ancho , y estan sostenidas por peciolos de me-
dia línea ó algo mas de largo , insertos en la extremi-
dad de los ángulos que resaltan:eñ los ramos , con=
vexós por un lado, planos por 'el, otro: las estípulas
son cóncavas, aovadas con punta , derechas , de un
roxo cargado, y algo mas. largas que los peciolos.
Inflorescencia. | |
Flores machos y hembras:en la extremidad de los
ramos, acercadas unas á otras, alguna vez-axilares,
pedunculadas , guarnecidas de bracteas aovadas con
punta , de color herbaceo, cuya longitud y latitud es
de una línea. Los machos ocupan la parte inferior, y
DE HISTORIA NATURAL. 73
sus pedúnculos filiformes y horizontales son' doblado
largos que las flores : las hembras la superior, soste-
nidas por pedúnculos mas gruesos, y tan largos co-
mo ellas. |
Fructificacion.
Enel macho el cáliz se compone de seis hojuelas
muy delgadas, casi iguales, oblongas, obtusas, ondeadas,
bien abiertas, y está cubierto interiormente por un dis-
co de la misma substancia, dividido en seis lacinias mas
cortas que las hojuelas del cáliz, y opuestas á ellas.
La estaquilla que sirve de filamentos, ocupa el
centro de la flor : es del color del cáliz, cilíndrica , y
está truncada en su extremidad , sosteniendo tres an-
teras. Las anteras redondeadas, didymas , pegadas a la
superficie anterior de la estaquilla antes de su extre-
midad : cada celda de estas se abre longitudinalmente
en la parte anterior; y su polvo fecundante es amari-
llento.
En la hembra el cáliz es permanente , algo mas
grueso que en el macho, de seis hojuelas , tres de
ellas internas , aovadas-con punta aguda , con bordes
algo membranosos, y abiertas. E
El gérmen libre, esto és , superior, sentado , oval-
redondeado , muy rebaxado, con seis surcos en la
- parte superior, en cuyo centro se nota un hoyo, y de
él salen tres estilos permanentes, comprimidos, casi
tendidos sobre el gérmen, cuya latitud no exceden,
surcados longitudinalmente, algo mas anchos y escota-
dos en la extremidad, opuestos 4 la hojuelas exterio-
res del cáliz, y alternos con las interiores: los estigmas
iguales en número 4 las escotaduras de los estilos, re-
vueltos hácia afuera, y de un color roxizo.
La caxa, sostenida por el cáliz permanente, es
aovada , truncada y excavada en el ápice , en el qual
74 ANALES
hay un ribete con seis dientes Ó almenitas: tiene
cinco líneas de alto, dos y media de ancho, y en
su exterior tres nervios que resaltan poco, con los
quales alternan otras tantas estrias : se compone de
tres cascarillas, Ó cocas delgadas , cada una con dos
semillas, y se abren con elasticidad en dos ventallas
que se revuelven.
Diafragma membranoso , blanquecino , asido por
una extremidad al centro de las ventallas, y por la:
otra á la placenta , quedando unido con las ventallas
quando las cascarillas ó cocas se separan.
La placenta es central; su longitud como la mi-
tad de la caxa 5 y su figura en clava.
Las dos semillas de cada cascarilla son oblongas,
angulosas , convexás por afuera , excavadas por aden-
tro en forma de ombligo , por el qual estan asidas al
ápice de la placenta.
DESCRIPCION DEL XERGON
DEL REYNO DE SANTA FE.
POR DON CHRISTIANO HERRGEN.
Entre las arenas remitidas, tiempo hace,al Real Ga-
binete de Historia natural de esta corte, hallé una,
que presentaba granos muy menudos, muy lustrosos y
de color roxo de jacinto, mezclados con otros de co-
lor negro, y con pequeños fragmentos de pirita. El
color tan perfecto de jacinto me obligó á dar á esta
arena el nombre de jacintos de Santa Fe, en lo que
conviniéron varios naturalistas, á quienes hice ver-
la. Pero habiendo hecho de ella un exámen metódico
en una de mis primeras lecciones públicas de la Oric-
DE HISTORIA NATURAL. 75
tognosia, ví que los cristalitos de color de jacinto, que
forman la parte dominante de la mezcla de esta arena,
léjos de ser jacintos , eran todos xergones, y que el
xergon por consiguiente .nos presenta en este caso el
verdadero color roxo del jacinto; fenómeno á la ver-
dad importante, despues que Klaproth ha publicado
su nueva analisis del jacinto, por la qual hemos visto
que este fósil, léjos de pertenecer al género silíceo,
como lo habian creido hasta ahora los Mineralogistas
y Químicos, forma una especie nueva del género xer-
gónico; y como á tal lo he presentado y demostrado
en mis lecciones.
Antes de describir este interesante fósil, conven-
drá dar el resultado de la analisis química de Klaproth,
sobre el jacinto verdadero de Ceylan, que es como se
sigue.
70,00 tierra xergónica.
25,00 tierra silícea,
o,go cal de hierro.
4,50 pérdida.
100
El mismo xergon de Ceylan presentó 4 Klaproth:
68— tierra xergónica.
31,5 tierra silícea.
0,5 tierra ferruginosa con
un leve indicio de nickel,
100
Descripcion de este fósil.
Color : roxo de jacinto mas ó menos subido, que pasa
algunas veces por un lado al roxo-amarillento hasta
76 ANALES.
el amarillo vinoso , y por otro al roxo-sanguineo,
como lo presenta el granate noble de Bohemia,
Figura : prisma algo romboidal de quatro lados, ter-
minado en punta con quatro planos, sobrepuestos
a los planos laterales del prisma. La pirámide muy
chata, y acabada en punta.
Todos los granitos roxos de esta arena presentan
esta cristalizacion, bien que no siempre entera, sino
muchas veces en fragmentos. Entre todos ellos no des-
cubrí mas que un solo cristal que forma la pirámide
doble de quatro lados, con dos cortes laterales opues-
tos en cada pirámide truncados; este mismo cristal es
de color gris amarillento.
Todos los cristales son pequeños, , y los mas muy
pequeños.
Superficie : la superficie de los cristales es siempre lisa.
Lustre : en lo exterior presentan lustre mas considera-
ble que en lo interior; pero uno y otro adamantino,
aunque no del todo perfecto, de modo, que conside-
rando yo el lustre adamantino como una mezcla del
graso y del vidrioso en partes bastante iguales , me
parece que en el presente fósil domina algo el gra-
siento.
Textura: la textura chato-concheada de este fósil se
acerca bastante á la oculto-folicular.
Fragmentos; tienen figura indeterminada, y filos bas-
tante cortantes.
Trasparencia: pasa del trasluciente al medio traspa-
rente, y en muy pequeños cristales suele serlo en
un grado muy considerable.
Dureza : es muy duro, de modo que la lima apenas
le ataca.
Agrio,
Bastante frio, a
DE HISTORIA NATURAL, 77
Y pesado; segun los experimentos que hice con la
exáctitud que permite su figura en granos tan menu-
Pale io 19d ls AMAR TE | :
Comparando este fósil con el jacinto verdadero,
con el qual es fácil confundirle, se ve que el lustre de
este último es siempre mas considerable; y que pre-
senta constantemente los quatro planos de su termina.
cion en punta y Sobrepuestos a los cortes laterales del
prisma; pero en nuestro fósil se hallan sobrepuestos á
los. planos laterales; carácter que distingue al xergon
del jacinto. |
Los granos negros abundantes en esta arena pre-
sentan la mina: de: hierro octaedro, del todo parecida
á las del Tirol, de Filipinas, de San Lorenzo y otras;
solo se diferencia en el tamaño de los cristales, que en
nuestra arena pasan de pequeños 4 muy pequeños; al-
gunos presentan su «cristalizacion perfecta , y otros la
perdiéron enteramente. Su color es el negro de hier-
ro. Al:soplete se disuelve perfectamente con el borax,
y lo tiñe de color verde de botella.
La: tercera substancia que acompaña á estos Xer-
gones , bien que.en menor cantidad , es la pirita mar-
cial en pequeños fragmentos rotos; su color es el ama-
rillo de laton.
Aunque he hallado en esta arena un granito de
oro muy achatado, no me parece suficiente para anun-
ciar el oro como parte constante de su mezcla.
La única noticia individual que tenemos sobre el
parage del nacimiento de esta arena, se reduce 4 ha-
berse traido del Reyno de Santa Fe.
78 TASUTAN ALES?
Xorgon de la villa de Medellin, en la provincia. de
Antioquía, en el Reyno de Santa Fe. Lavadero de or
de D. Fernando Barrientos. ¡
POR DON CHERISTIANO HERRGEN:.
uando presenté en mis lecciones la referida arena
xergónica , me entregó generosamente D. Francisco
Silvestre, de la misma provincia de Antioquía, una
porcion de granos mas ó menos rodados, que desde
luego sospeché ser xergones, y me confirmé en esta
opinion por un atento exámen demostrado en la des-
cripcion siguiente.
Color : gris amarillento algo roxizo , de varios gra-
dos de intensidad. Estos colores se presentan con
freqiiencia en dibuxo anubarrado , y 4 veces casi
alistado. 310% i
Figura : en cantos rodados, bien que los mas presen-
tan aun bastante bien su figura primitiva de cristali-
-zacion. Entre ellos observé las variedades siguientes.
1. El prisma algo rhomboidal de quatro lados, ter-
minado en punta con quatro planos sobrepuestos á los
planos laterales del prisma. pS
2. El mismo prisma, de dos planos opuestos an-
chos y dos estrechos, la terminacion en punta muy
chata. JanoS
3. El cristal núm. 22 teniendo truncados los dos
cortes opuestos de la terminacion en punta.
4. El prisma rhomboidal de quatro lados, termi-
nado en punta con ocho planos, de los quales se hallan
dos sobrepuestos 4 cada plano del prisma, y esta alte-
racion terminada nuevamente en punta con quatro
planos. | '
DE HISTORIA NATURAL, 79
El cristal núm. 29 con los quatro cortes de la
terminacion en punta truncados. -
El tamaño de los cristales €s pequeño; los mayo-
res se acercan al de un garbanzo, y los menores, entre:
guisante y garbanzo. |
Superficie : la superficie es matez pero pasa ya al relu-
ciente.
Lustre : el exterior es variable y algo grasiento; el in-
terior lustroso ; lustre casi perfecto adamantino.
Textura: menudo-concheada, que pasa ya muy clara-
mente á la oculto-folicular.
Fragmentos : Figura astillosa , filos muy cortantes.
Partes distintas: á veces las presenta delgado-esca-
mosas , algo curvas. |
Trasparencia: pasa del medio trasparente al traslu-
ciente. : | | !
Dureza : es muy duro, y la lima le ataca muy poco.
Agrio,
Rompe con facilidad.
Gravedad comparada : es pesado.
Parage de nacimiento: la villa de Medellin, en la
provincia de Antioquía, Reyno de Santa Fe, de
la mina de oro corrido, Ó lavadero de D. Fernan-
do Barrientos. | |
Easta ahora no hemos visto en las obras mineraló-
gicas otro parage de nacimiento del xergon, que la is-
la de Ceylan en Asia. La referida arena de Santa Fe,
segun toda probabilidad, se habrá recogido no muy
léjos del xergon de Antioquía , en la misma provincia,
el qual presenta variedades curiosas por su cristalizacion
alterada, y al mismo tiempo un tamaño considerable
en comparacion de la arena ya citada, cuya figura so-
lo se puede exáminar por medio de la lente.
Don Francisco Silvestre me asegura que las cita-
So “ANALES
das piedrecitas de Antioquía, se llaman en aquel pais
jacintos.
Comparando las descripciones de ambos fósiles, se
ve con alguna admiracion que, si la naturaleza nos
presenta entre el xergon y el jacinto una afinidad oric-
tognóstica tan grande; los trabajos del sabio Klaproth
demuestran igual afinidad química entre ámbos indivi-
duos del reyno mineral. |
Si la dichosa casualidad nos ha procurado hasta
ahora descubrimientos de tanta importancia para per-
feccionar la ciencia , ¿quáles nos podrémos prometer én
adelante á vista de la aplicacion de varios individuos
que en el dia se entregan á la Orictognosia con un ze-
lo y una pasion que miro como recompensa y premio
distinguido de mis trabajos?
Extracto hecho de una memoria intitulada Investi-
gaciones sobre los volcanes , segun los principios
de la Química pneumática, leida en el Instituto
el 12 Ventoso, ano VIII. por el ciudadano Pa=
trin. T baliiida al castellano por D. Christiano
Herrgen. |
Ya es tiempo de acercar la Geologia á la Física y á la Química.
Humboldt Anales de Química tom. 27.
E, autor siente que Spallanzani y Sénébier, íntima-
mente persuadidos del poderoso influxo que la des-
composicion del agua tiene en los volcanes, no ha-
yan dado una teoria completa conforme á sus ideas lu-
minosas : y por lo mismo procura él aplicar los des-
cubrimientos de la nueva Quimica 4 estos fenome-
nos terribles.
Sorprehendido por la inmensidad dá las emocio-
ó -DE HISTORIA NATURAL. Sr
nes volcánicas , el ciudadano Patrin no ha podido
imaginarse que hayan existido antes en masa en el
seno de la tierra. Los volcanes solamente del centro de
la Francia vomitáron , segun el cálculo del ciudadano
Faujas , setenta y dos billiones de metros * cúbicos de
lavas: si á esta cantidad se añaden las materias com.
bustibles, el azufre , los betunes $cc., que, segun las
teorías antiguas , han sido necesarias para ponerlas en
fusion , la masa será diez veces mayor, y horribles las
cavernas subterráneas. pe | |
La Italia está sembrada de volcanes eh' toda su
extension , y se halla cubierta de lavas y tofos, cuyo
espesor es de centenares de metros. Si existiesen vacios
subterráneos proporcionados á semejantes erupciones,
toda la Italia se hallaria sostenida en el ayre y sobre
abismos , pronta á desaparecer en un momento. |
Ademas : ¿cómo podrian conciliarse estos preten-
didos abismos con los lagos que existen en los cra-
terés antiguos ? El ciudadano Patrin los vió en la
Asia boreal, sobre las montañas cónicas, de mil me-
tros de altura. Si estas montañas apoyasen sobre ca-
vernas , la incalculable presion de la columna del agua,
que descansa sobre ellas , se abriria infaliblemente al-
gun paso. sis
La interrupcion de las erupciones volcánicas es
otra circunstancia del todo inexplicable 'por las anti-
guas teorías. $10 p
Finalmente, viendo el autor que en qualquiera
parte donde existen volcanes, lejos de baxar el suelo,
como sucede siempre en los terrenos que contienen
capas de carbon mineral encendido , adquiere al con-
a El metro esigual á 3 pies, 7 pulgadas y 0/902 de línea
de la vara de Búrgos. | :
y TOMO Il. F
32 AA NÁAJRLES.
trario un aumento considerable en altura, ha pensa-.
do que estas materias incalculables serán el producto
de la circulacion de diversos fluidos , como los rios
son el producto de la circulacion de las aguas.
Confirmóse en esta opinion al ver la bella teoría
del ciudadano Laplace, segun la qual el globo ter-
restre y los demas. cuerpos planetarios deben.su for-
macion á la concrecion de 'un fluido aeriforme ema-
nado del sol; teoría tan perfectamente conforme con
los fenómenos geológicos, como con las leyes de la
astronomía. e! Ea |
Las lavas son muchas veces tan perfectamente
parecidas 4 las rocas primitivas, que engañan hasta
los observadores mas instruidos; y esta identidad de
composicion indica que es tambien idéntico el modo
de formárse. Así pues si las rocas primitivas se formá-
ron por medio de un fluido aeriforme podrá tam-
bien pensarse que las lavas tengan semejante orígen.
De ellas se puede decir lo que Lavoisier y Humboldt
sospecháron respecto de las tierras en general ; á sa-
ber , que son oxídos , cuyas basas aun se ignoran.
El ciudadano Patrin considera las capas pizarro-
sas primitivas como el laboratorio donde se prepa-
ran los alimentos de los volcanes , mas sin que ellas
mismas suministren: cosa alguna de su propia subs-
tancia, siendo solamente, respecto de los volcanes , lo
que las montañas en órden á los rios; unas y otras
atraen y condensan fluidos; que forman por un lado
corrientes de agua, y por otro corrientes de fuego, y:
de materias sólidas. ¡
Las capas primitivas se extienden desde las mon-
tañas de los continentes hasta el fondo de los mares,
donde forman montañas semejantes. Estas capas com-
puestas de hojas, que en su principio estuviéron para-
/
DE HISTORIA NATURAL. 83
lelas á la superficie de la tierra , han sido fractura-
das por una causa: general.. Por medio. de las hendi=
duras existentes en el corte de las hojas absorben
los fluidos que deben formar las materias volcánicas;
Todos los “volcanes, Ó á lo menos casi todos, han
sido submarinos , como lo observó muy bien G. A. De:
luc. Aquellos que en el dia estan ardiendo, ó en ac-
cion, tienen bañada su basa por el mar, y solamente
existen en los parages donde.las aguas we mar son
mas saladas.
Toda la zona tórrida , cuyas aguas marinas sor
cinco ó seis yeces mas saladas que en los mares del
norte , se halla sembrada de un número prodigioso
de volcanes.
Los situados en latitudes elevadas se hallan junto
al paso de las corrientes generales del Océano, que
llevan las aguas de los trópicos hácia los polos,
El ciudadano Patrin mira el ácido marino como
uno de los principales alimentos de los volcanes , y
hace en esta ocasion la siguiente reflexion sobre los
volcanes de las dos Sicilias. El Mediterráneo, dice,
tiene una extension siete veces mayor que la super-
ficie de la Francia, y pierde por la evaporacion sin
comparacion mayor cantidad de agua que la que re-
cibe de los rios; y: Por lo mismo, como dixo Bu-
fon (tom. 1. en 12? pag. 144.),, las aguas del Océa-
no corren hácia él continuamente con grande rapidez
por el estrecho de Gibraltar. Estas aguas llevan con-
sigo una cantidad enorme de sal marina, que hubié-
ra llenado mucho tiempo hace la capacidad del Me-
diterráneo , si los volcanes de las dos Sicilias no se
ca allí para descomponerla.
+ El crudadano Patrin explica esta domporición,
y el empleo del ácido muriático de este modo.
F 2
”
S4 ; ANALES
Las pizarras primitivas contienen sulfuretos, sul-
fates, oxíidos de metales , carbon, y ácido sulfúrico
libre, que continuamente se está formando , como ye-
remos luego.
A medida que el agua existente en el fondo del
mar, que está siempre muy cargada de sal, penetra
las hojas pizarrosas, basa de las montañas submari-
nas, se descompone la sal por medio del acido sul-
fúrico. El ácido muriático, puesto en libertad, se
apropia el oxigeno de los oxidos del hierro, de la
manganesa étc. que encuentra al paso, y se convierte
en ácido muriático oxigenado.
Este ácido :oprimido por la columna del agua su-
perior, y atraido por las hojas pizarrosas , que hacen
el oficio de tubos capilares, se va introduciendo mas
y mas , y muy en breve se extiende hasta muy le-
jos. Encuentra' sulfuretos metálicos , y los descompo-
ne con violencia ; se desprende abundantemente el ca-
lórico; el ácido sulfúrico. se forma , y el carbon fa-
cilita la del agua.
Una porcion del hidrógeno de esta agua , combi-
nada con el carbon y con algo de oxigeno, forma
aceyte, el qual modificado luego por el ácido sulfú-
rico , produce el petroleo. Otra porcion de hidrógeno
se inflama por medio'del gas muriático oxígenado ; el
petroleo reducido á gas se inflama igualmente , y co-
mienza el incendio.
Pero estos fuegos se apagarian muy pronto, si
otro agente mas poderoso , que es el fluido eléctrico,
no les comunicase nueva actividad. |
Atraido continuamente de la atmósfera y de las
trompas por medio de los metales de que abundan las
capas pizarrosas , este fluido encuentra allí á cada paso.
/ sulfuretos aislados , unas veces en los betunes, y otras
[
LE
DE MISTORIA NATURAL. 85
sobre los cristales de quarzo , y entonces se inflama
con estrépito, y renueva la inflamacion de los dife-
rentes gases ; se escapan estos fluidos por los poros de
las hojas pizarrosas., y se dirigen hácia la cima de la
montaña para hacerla explosion. |
Encuentran allí la agua del mar, que descompo=
nen los gases inflamados ; su hidrógeno se escapa, y
su oxigeno se fixa formando masas sólidas.
Para explicar:este último fenómeno de fixarse, ad-
mite el ciudadanoPatrin la existencia del fósforo en
el fluido eléctrico: 'su:presencia le parece demostrada
ya por el olor de fósforo que exhala este fluido, ya
especialmente por la inflamacion del gas hidrógeno
ocasionada por la chispa eléctrica; porque la inflama-
cion estrepitosa de este gas resulta. de haberse conver-
tido en gas hidrógeno fosforado porel contacto de la
chispa. DD ano 0j>
Así pues sabemos que entre/todos los cuerpos
combustibles el fósforo:es el mas propio para fixar el
oxigeno. : € | |
El ciudadano Patrin admite tambien la presencia
de un fluido metalífero, que concurre poderosamente
á la fixacion del oxigeno. >=:
Este fluido metalífero influye sobremanera en los
fenómenos de la naturaleza : el autor cita varios he-
chos que le parecen probar su existencia , y cree ((co-
mo lo habia sospechado ya un célebre Químico del
que habla Lavoisier, tomo 1. pág. 255.) que el ra-
dical del ácido muriático es de naturaleza metáli-
ca, y que el fluido metalífero: concurre del mismo
modo 4 la formacion de la sal marina que á la de los
metales: conforme á esto combina sus ideas de este
modo: los metales son á la verdad preciosos en la zona
tórrida ; pero su masa total poco considerable : y la 'sal
86 a ANALES.
marina al contrario abunda sobremanera en aquellos
parages. Segun Ingen-Housz y la cantidad de sal que
tienen las aguas del Océano va siempre .en aumento
desde los polos hácia el equador.,. donde es cinco ó
seis veces mayor que en- los mares:del norte : y como
la masa de los metales aumenta ¡én el sentido inverso,
parece que entre los trópicos. el fluido metalífero se
halla casi enteramente combinado «con el ácido muriá-
tico ; y que al paso que se aleja de ellos, se ocupa en
formar masas mucho mayores de' inetales. En las cér-
canias del círculo polar, donde el:mar contiene po-
quísima sal, la tierra está cubierta: de montañas ente-
ras de oxido de hierro. LL 109. :
El ciudadanoPatrin atribuye:á este fluido meta-
lífero la formacion del hierro, dd se halla tan abun-
dánte en las lavas. |
Mas piensa que el ed que alma dl con=
tienen, y conserva: y.alimenta su deflágracion por me-
ses enteros ,, es un producto del fluido eléctrico , Ó
mas bien este 'fluido mismo en estado de concre=
cion, así-como el diamante es la concrecion del gas
carbónico.
Nadie ignora que el rayo ¿0 un fuerte olor de
azúfre ; y como ninguna substancia conocida: dexa se-
mejante olor sin contener azufre , piensa el autor que
el azufre forma la basa del fluido eléctrico. El fósfos
Yo es una modificacion de este fluido; y tal vez una
combinacion con> Jamas hubiera creido, dixo D. Luis Neé, que fue-
»»se tan floreciente el estado de aquel recinto. El la=
s» brador mas instruido, y el mejor jardinero de la En-
>» ropa, no hallarán allí nada qne mejorar. Vense ani-
>» velados sus campos, y cubiertos unos de diferentes
>» mieses, que ví segar en Octubre ; y otros de cañas de
>» azúcar, que se benefician en los trapsiches ó ingenios,
»» destínanse trechos considerables para huertas, donde '
» vegetan con robustez limones, naranjos y toda espe-
>» cie de frutales; en cuyos claros se crian legumbres,
> verduras, plantas aromáticas y flores. La vista, el
»»olfato y el gusto se deleytan en aquellos vergeles,
»» mas propios de un Real sitio, que de un pueblo.”
A imitacion de este distrito había otros sin núme=
ro en el Reyno igualmente aprovechados, por ser en
casi todos el suelo muy fecundo, y pagar colmada-
mente los sudores del labrador; al qual le daba tam-
bien sin cultivo alguno producciones útiles, como qui-
na, algodon, frutas , y hasta cera, que sacaba de algu-
nos vegetales. Los pastos tan abundantes como sustan-
DE HISTORIA NATURAL. 93
ciosos, alimentaban los ganados, y era crecido el nú
- mero de carneros, mulas y caballos con que se faciliz
taban las labores, y se promovia la agricultura. Ade-
mas de las haciendas, que se podian mirar como otras
tantas poblaciones por la multitud de operarios .é ¡n-
quilinos, se veian como sembradas muchas casas, del
mismo modo que en Asturias y Galicia, y al rededor
de ellas los campos confiados al cuidado del colono;
Cada dia se aumentaba el cultivo y las plantaciones:
tomaban nuevo aumento las fábricas; y se proyecta=
ban planos para llevar el Reyno á la abundancia, ri-
- queza y felicidad. Ideas lisonjeras y laudables, dignas
á la verdad de mejor suerte de la que tuviéron luego.
Quando en 10 de Octubre de 1790 visitáron al
Tunguragua el citado Née y D. Antonio de Pineda,
cuya muerte lloran sus amigos, y los que saben apre-
ciar las ciencias, pisáron al subir por espacio de qua-
tro horas lava estéril sin vestigio de vegetales :respe-
tó esta al derramarse algunos cortos trechos, que que-
dáron como para muestra del antiguo suelo, cubiertos
de arbustos y verdor, vistoso por el contraste que ha-
cia con la aridez y color obscuro ceniciento de la cues-
ta. Viéron á cada paso angostos respiraderos del fuego
que el monte abriga en sus entrañas; y llegados á dos
terceras partes de su altura una esplanada de mas de
cien toesas de diámetro, que fué el crater de la última
erupcion, por donde salió el ancho rio que tapizó las
faldas y raices del monte, y destruyó los vivientes y
vegetales. Quedó la superficie de aquella casi hori-
zontal con algunas grietas de varios diámetros y direc-
ciones. En estas se hacia sentir con vehemencia el fue-
go: por ellas resonaba el horroroso estruendo del: des-
órden interno de la montaña, que al parecer queria
abrirse, y castigar á los curiosos observadores; y como
Ed
Nx
94 Co ANALES
sino fuesen suficientes sus amenazas para aterrar al hom=
bre mas intrépido , vino á fortalecerlas una tempestad
horrible que acaeció en aquel momento. Turbóse el
ayre , se obscureció la atmósfera, que rasgaban los en-
cendidos rayos; y se olan truenos formidables que re-
petian mil veces los montes vecinos. Todo anunciaba
destruccion, todo infundia espanto. ,, Ni me conmue-
»» ven, ni me asustan , decia el citado Née, los fenó-
»» menos ordinarios de la naturaleza: arrostró con tran-
»» quilidad los riesgos que á otros intimidan: mas debo
s» confesar que las espantosas circunstancias de aquel
»» dia me dexáron sin valor, y casi sin conocimiento,
»» hasta amortiguar mi ardiente pasion 4 la Botánica.
»» Veia curiosas plantas como licopodios y andrómedas
»» en la altura del monte; mas no me atreví á trepar
s» para cogerlas. Contentéme entonces contra mi ordi-
3» naria costumbre con la preciosa coleccion hecha al
s» subir, y en las cercanías de la esplanada , que pasa-
»» ban de doscientas. Busqué abrigo por un rato en el
»» hueco de unas peñas, y pasada en parte la tempes-
»» tad desamparé aquel sitio de horror, y baxe con pre-
s> cipitacion al valle , cruzado de varios rios que se re»
»» unen en el caudaloso de Patate.”
Tranquilo ya, y al parecer seguro el difunto Pi-
neda, reflexionó sobre lo que acababa de observar, y
pronosticó 4 los vecinos de aquellos pueblos alguna
conmocion y nuevos estragos: aserto que oyéron con
indiferencia aquellos hombres, acostumbrados a terre-
motos; pero que la experiencia confirmó muy 4 su
costa. El dia 4 de Febrero de 1797 4 las siete y tres
quartos de la mañana despues de golpes espantosos,
que resonaban en las entrañas de los:montes, tembló la
tierra con movimiento undalaforio, que apenas: duró
quatro minutos, y se-extendió por todo el Reyno. Es-
DE HISTORIA NATURAL, 95
te breve tiempo bastó para arrancar los cimientos de
muchas poblaciones , desmoronar montañas , rellenar
valles profundos, y trastornar la dilatada extension de
quarenta leguas que convirtió en sepulcro de quanto
vegetaba ó se movia. Paró un poco la tormenta ; mas
presto se oyéron los horribles truenos subterráneos: pre-
sagios de los terremotos que se renováron á las diez de
la mañana, y 4 las quatro de la tarde del mismo in-
fausto dia. Continuáron despues con interrupciones
menor fuerza hasta el 5 de Abril, en cuyo dia á las
dos y tres quartos de la mañana fue tan general
fuerte la conmocion, que si no hubiera hallado ya
destruida la comarca, ella sola. era capaz de reducir-
la 4 escombros. Comunicóse 4 varios montes desde el
primer temblor un violento impulso vertical , que le-
vantó enormes moles, las que cayendo fuera de su
antigua base se derrumbaron sobre poblaciones y ha-
ciendas. Abriéronse en otros bocas desconocidas para
vomitar caudalosos rios de hediondo lodo , que arro-
llando quanto encontraba al paso , rellenó las hondo-
nadas , y aniveló en poco tiempo los valles con los
cerros , formando un suelo firme que ocultaba cadá-
veres y riquezas. Deformóse la faz antigua del terre-
no, especialmente del contenido entre Cotopaxi , Ma-
cas y Tunguragua, volcanes terribles, y ruina en to-
dos tiempos de la provincia. La rica manufactura de
S. lidefonso con ochocientas personas , y las preciosas
haciendas de Yataqui y Pingue con todas sus familias
quedáron sepultadas entre escombros y lodo. Igual
suerte tuviéron las poblaciones de Pelileo , Quero,
Pillaro y Patate. En la villa de Riobamba no quedó
piedra sobre piedra; y desquiciada ya por los temblo-
res la cubriéron la ruinas del cerro Cullca. Latacunga
y Hambato, cabezas de Corregimiento, se viéron des-
96 eE. ANALES
truidas en un momento. Aunque se sintió el temblor
en las ciento y setenta leguas que hay de Popayan 4
Piura ; y en las ciento y quarenta que se cuentan des-
de el mar hasta las orillas del rio Napo ; sus lamen-
tables y funestos efectos se viéron en el quadrilongo
de quarenta leguas que media entre Guaranda y Ma-
chache de norte á sur; y de unas veinte de oriente 4
poniente. Este recinto antes privilegiado por su fe-
cundidad, poblacion y riquezas, quedó yermo, sin
hermosura ni vivientes. Los pocos que por milagro es-
capáron á la catástrofe , desolados ya con la pérdida
de sus bienes, hijos y consortes , quedáron expuestos 4
necesidades crueles. Sin habitacion , sin alímento , sin
aguas puras, esperaban el momento de perecer, sin mas
consuelo que el sepulcro para ver sus caras prendas
arrancadas de sus brazos.
La empinada cima del Tunguragua, que había vo-
mitado fuego , y lanzado masas sólidas en otras oca-
siones , se mantuvo tranquila y despejada en este ter-
remoto. Creyóse á los principios que Macas era el fo-
co principal de los temblores y erupciones , porque el
ruido subterráneo parecia venir entonces de : aquel
montez y porque en él se habian oido los cinco ó seis
años anteriores truenos subterráneos , llamados brami-
dos por el vulgo: pero exáminados con cuidado los
efectos , y cotejadas las distancias, parece que el Tun-
guragua con semblante apacible fraguó en su seno la
catástrofe , comunicando á los montes contiguos mate-
rias y movimiento. Así es que el mayor estrago se ma-
nifestó en quanto tuvo la desgracia de hallarse en su
inmediacion, como los pueblos de Quero, Pillaro,
Pelileo y Patate : las ricas fábricas y haciendas de San
Ildefonso, Yataqui y 'Pingue situadas en la honda lla-
nura contigua al rio Patate. Las erupciones cenagosas
DE HISTORIA NATURAL. 97
fuéron tambien mayores en las cercanías de dicho vol-
can. Hállase como colateral y en la misma cordillera
del Tunguragua el cerro denominado Igualata, que
reventó por varias partes, cuyo fenómeno vió uno
que baxo juramento declaró lo siguiente. ,, Iba monta-
>» do en mi caballo , quando de repente se desencajó la
»> tierra de su estado natural, y caí aturdido. Levanté-
»» me despues, y pensé en seguir mi viage dirigido á
»» Guano. Miré hácia la cumbre de Igualata, y conté
>» cinco bocas por donde salian llamaradas de fuego y
»» saltaderos de lodo, que por la falda formaban rios
»» de mucha extension , que arrancaban quanto encon-
> traban hasta dar en alguna quebrada de las antiguas
>> Ó de las nuevas. Observé tambien que á cada bor-
5» bollon de lodo que resaltaba por las bocas del mon-
»» te se seguia un espantoso ruido subterráneo y un
»» nuevo temblor, lo que me acobardó de modo, que
>» en vez de continuar hácia Guano , determiné vol-
»» verme á Hambato: mas llegado á este, solo encontré
»» escombros de la poblacion.” Las erupciones lodosas
de Igualata tomáron varios rumbos , unas hácia el ca-
mino de Riobamba, y otras hácia Quero, en tanta co-
pia que cubriéron campiñas enteras , llenáron quebra-
das de una anchura y profundidad inmensa , por donde
siguiéron su curso como caudalosos rios, y anegáron
haciendas , habitantes y ganados con su asquerosa ma-
teria; la que se aumentó con la que vomitó el cerro
Llimpi situado sobre la desgraciada poblacion de Quero.
Aunque es incalculable la materia fluida que por
mil bocas salia de los montes, con todo para formarse
alguna idea bastará saber que la erupcion sola de la
quebrada Cusatagua , despues de baxar hasta un pro-
fundo rio , y detener el curso de sus aguas, ocupó el
ancho cauce de quatrocientas varas, y de doscientas
TOMO 11. G
gS ANALES.
de profundidad, siguiendo así mas de tres leguas, é
interrumpiendo el curso de los rios Hambato , Lata-
cunga y Pachanlica. Cantidad asombrosa, que segun
la antigua teoría de los volcanes, que suponia hornos y
materias preexistentes, sólidas y líquidas , debia dexar
en aquellos abismos anchurosas cavernas, y las masas
colosales de nuestro globo como suspendidas en el ayre
y á punto de baxar á ellas. El ciudadano Patrin, co-
mo hemos visto en sus Investigaciones sobre este asun-
to , salva todo género de inconvenientes , suponiendo
que diversos gases con el concurso de los fluidos me-
talífero y eléctrico , llevados por diferentes caminos
á fuerza de operaciones químicas al foco, se conden-
san en un instante hasta adquirir unos la solidez de
piedras, otros salen fundidos en forma de lava, y otros
en la de lodo fétido.
De esta naturaleza fue tambien el caudaloso rio
que se abrió paso hácia la cumbre de la Moya , mon-
taña contigua á Pelileo, y de una altura inmensa sí se
compara con la cañada que la separa del Tunguragua.
Reventó la Moya de diverso modo que Igualata , Pu-
caguayco , Cusatagua , Quinuales ,Guambaló , Mul-
mul, Llotupí, y otros muchos montes y cerros, En estos
se abriéron bocas, y cayéron escombros sin guarismo;
pero en la Moya el mismo impulso vertical que levan-
tó á aquella altura las materias cenagosas , sublevó un
cortezon de dos á tres varas de espesor, que dividido
en grandes trozos flotaban como barcos sobre el nue-
vo rio sin mudar de direccion; sin haberse maltratado
los vegetales arraigados en aquella tierra , ligera como
corcho segun se vió despues. Por desgracia tomó el rio
su curso hácia la poblacion de Pelileo , ya casi des-
truida por el temblor, y dexó sobre sus ruinas aque-
llos enormes trozos cubiertos de plantas. Con estos
DE HISTORIA NATURAL. 99
transformó en verde monte lo que fue pueblo , y bor-
ró hasta el sitio donde estuviéron sus edificios y ca-
lles. Si alguno de sus infelices moradores pudo sobre-
vivir á las desgracias precedentes , arrebatado por la
corriente del nuevo rio cayó rodando por la larga
cuesta hasta Patate. Allí encontró la materia fétida
nuevas victimas que sepultó en el lodo. La familia y
dependientes de D. Baltasar de Carriedo en número
de ochenta desapareciéron en un momento ; y solo
se salváron'una muger y un muchacho, que asidos á
una choza de paja flotáron sobre el rio como los esqui-
fes en el agua. | |
Estos trastornos, que aterran ó destruyen á quan-
tos tienen la desgracia de ser testigos de sus furias,
depositan en nuestro globo monumentos que algun
dia querrán explicar las generaciones futuras. Serán ”
entonces útiles las investigaciones , si la historia fiel
guia al observador , y si las ciencias naturales adorná-
ron su espíritu. Sin estos socorros jamas podrá creer,
que los esqueletos hallados á tanta profundidad fuéron
pacíficos colonos de un suelo descubierto y llano. Sin
conocer la fuerza , los estragos y la teoría de los vol-
canes, jamas podrá pensar que un trastorno semejante
haya sido el efecto de solos tres minutos; -y para ex-
plicarlo fingirá épocas que se pierden en la mas re-
mota antigiedad : épocas que pensará fixar quando el
acaso Ó profundas excavaciones le presenten fósiles ó
substancias ya alteradas de los sepulcros de aquellos
infelices que tomaron nuevas formas:á fuerza de repe-
tidas operaciones químicas.
Este terremoto, el mayor de los sucedidos en
América y tal vez enel mundo: nuevo allí por la
incalculable cantidad de lodo que vomitáron sus mon-
tes, y por la brevedad en que se consolidó esta ma-
G2
100 ANALES
teria: funesto en fin, por la pérdida de tantos vivien-
tes, y del fruto de porfiados y bien dirigidos traba-
jos, merece perpetuarse en nuestra historia, como
igualmente los acaecimientos notables que le acompa=
ñáron. De esta naturaleza son los siguientes. |
Al primer movimiento de la tierra se inflamó la
laguna de Quirotoa situada en el anexo de la Cocha,
otro de los de la parroquia del pueblo Insilve. Fue
tan intenso el calor que despidió hácia todas partes,
que sufocó 4 los ganados y bestias que pastaban en
sus inmediaciones 3 y recibiendo sin duda nuevo pá-
bulo, conservó toda su fuerza mucho tiempo , como
informó D. Juan de Estrada , Cura de dicho pueblo,
en 17 de Febrero de aquel año. | |
En la jurisdiccion de S. Felipe, pueblo del Cor-
regimiento de Latacunga, estaba la hacienda de la Ca-
lera en una llanura de muy corto declive, la que ar-
rancada de cuajo por el terremoto fue llevada ente-
ra á mas de mil varas de distancia : continuó en pre-
cipitarse el edificio hasta dar en el rio de Saquisili ó
de Punacuchí, donde sumergido en parte pasáron á
la ribera opuesta varios fragmentos que se encontrá-
ron sin lesion. Pereciéron allí cincuenta y nueve per-
sonas , y se salváron un indio con su hija, que sin sa-
ber como se halláron en la ribera opuesta cubiertos de
lodo ; y otra india que por su dicha habia subido á un
árbol de capuli * para comer su fruto parecido á ce-
rezas. Este árbol se encontró en la ribera opuesta del
rio tan lozano y derecho como si alli hubiera nacido
y se hubiera criado. |
La traslacion de árboles y haciendas á bastante
distancia no suele ser freqiiente en los temblores , aun-
1 Prunus capuli, especie nueva de cerezo que describiré
luego.
DE HISTORIA NATURAL. JOI
que tenemos de ello algun exemplo, ya en a corte-
zor enorme de la Moya llevado á Pelileo, ya en la
hacienda que con su casa corrió largo trecho por una
cuesta en el terremoto de Calabria. Lo que parece
extraño y tal vez nuevo es el que hayan sobrevivido
á la catastrofe el indio con su hija cubiertos de lo-
do: porque esto prueba que no llegó á ellos calien-
te la materia, qual parece debia estar para ser le-
vantada por lo interior del monte, y arrojada en tan-
ta copia, como queda dicho. |
Tambien es digna de memoria la fidelidad de un
perro ,á quien debió otra muger la vida, Sepultada en-
tre escombros, y sin auxilio humano, encontró socorro
en aquel : ieraciobal; que conociendo estaba allí su ama
empezó 4 arañar y remover obstáculos hasta propor-
cionarle algun desahogo: ayudándose entonces ella
pudo al fin salir de aquel sepulcro, bien que á costa
de perder una mano.
Uno de los rios cenagosos que vomitó Igualata se
dirigió hacia el cauce del rio de Pachanlica , que tie-
ne mas de cien varas de profundidad , y lo cegó en-
teramente , continuando despues en rellenarle por es-
pacio de cinco leguas , hasta que encontró otro mas
considerable de la misma materia cenagosa que venia
por la quebrada Cusatagua. La reunion de estos nue-
vos torrentes y la inmensa copia de materias que ar-
rastraban paráron el curso de los rios de Hambato,
Tacunga , Guapante, Naxiqui y otros por espacio de
ochenta y siete dias, convirtiendo en crecidos lagos lo
que antes fue sitio firme y seco. En algunos parages se.
endureció el material de tal manera, que se pudo andar
a caballo como por el terreno mas sólido; y solamente
el que lo vió antes del terremoto podrá creer que ha-
ya sido en algun tiempo cauce profundo de los rios.
102 ANALES
El cerro Galán , en cuyas raices estaba la hacien-
da y valle de Caguagí , del Corregimiento de Rio-
bamba , se desgajó por el temblor, y sus escombros
formáron el sepulcro de sésenta personas , hiciéron
desconocer el antiguo sitio del valle y de la hacienda
que desapareció , y detuviéron ocho dias el curso del
grande rio Chambo. |
El cerro llamado Conchuina, de la jurisdiccion d
Quero, reventó como otros muchos, y arrojó en partes
materias secas , y en otras con mezcla de agua, causan:
do mucho daño en las haciendas , gentes y ganados.
No lejos del sitio donde existió la manufactura de
.S. Ildefonso se observa el terreno en partes levantado
en forma de pirámides ó de panes de azúcar donde
antiguamente fue el suelo igual. Esto y la altura de
dichas pirámides , que suele ser de ocho á diez varas,
cuya base aparece como soplada con fuelles , causa ad-
miracion y extrañeza,
Aunque las tierras de la jurisdiccion de Patate pa-
deciéron mucho por el terremoto y erupciones ; su-
friéron mayores daños aun por la inundacion que re-
sultó de la obstruccion de los rios.
En el puerto de Guayaquil fuéron grandes y fre-
quúentes los temblores, sin resultar desgracia alguna,
ni desquiciarse las casas hechas á prevencion de ma-
dera. “Tampoco la hubo de consideracion en Piura y
Cuenca, |
En Quito aunque el temblor fue tan fuerte que
con dificultad se podia uno mantener en pie, y aun-
que se desquiciáron varias torres y muchos edificios,
no han sido considerables las desgracias.
Fuéron de alguna consideracion en Guaranda don-
de pereciéron diez y nueve personas; y de mucho in-
teres por lo que mira 4 los edificios que quedáron
DE HISTORIA NATURAL. 103
arruinados , y casi en el mismo estado infeliz que los
de Latacunga , Hambato y Riobamba.
En estas poblaciones y en los Corregimientos de sus
nombres, como tambien en la Tenencia de Alausi
muriéron doce mil quinientas cincuenta y tres perso»
nas, sin contar las mil sepultadas en S. Ildefonso, Ya-
taqui y Pingue, y sin incluir otros innumerables indios
y mestizos que habrán perecido en la dilatada exten-
sion que fue el teatro de la tragedia.
Los siguientes estados indican el número de perso-
nas que pereciéron en los Corregimientos de Riobam-
ba, Hambato, Latacunga , Guaranda y Tenencia de
Alausi. |
CORREGIMIENTO DE RIOBAMBA.
Riobamba............ 4877 AchamboO.....ecmomom». . 1OO
pio AI 29 QuiMilB..icnmmi. id
Caxabambaciima 190 >; PeRiP6...ciocrñascnigass 9
Calumbe.......:........" 24 Guanando..... «om... 201
GUAMOSC.cconcccnnonn... YE, ¿CRIDISIOS rapciór dra: $
E A 1 E A
LACbO tónccos AA A DEL, ARA 60
Poni. dad 120 San Andres............ ¿de
Y asuquies............ io ¿Lacan cdi A
Aia. TIT ICA A e DY
6036
CORREGIMIENTO DE HAMBATO.
AMIA csccacaon oo JOR (TO oscoteciotacerióero o 8D
A o O E LS O 4007
E O MI A e A
ora KR osd...uditcosas. 448. . DAMA O ing icons o ÓT
A RN NO DO acid tiorin 3
Moo rmómosomooson oros LO
104 ANALES
CORREGIMIENTO DE LATACUNGA, ,
LatacUnga..oco.... 106 Cusúbamba........ soi 8 ;
Mulalo. ón cotcirtcinicas 1 San Miguel........... 30
PFanicuch.i..cció 5. San BeliPenrciiió iv A
SAquisill.....osioocse a us techos. it 2x8
Pagili..cs.c, vitáris: O A La sa
| 234
CORREGIMIENTO DE GUARANDA.
Guefandaca.ictioines 19 ChapacotO..mmmo.... I
Gruannja.L. 4.4002 1o San Miguel... 18
AASANEOL O cicoomicciónas a San Lorenzo de I
ChimbO.scaosionmaractóno 19 SANLIAYO.ccooo oririrnronss 4
67
TENENCIA DE ALAUSI.
MI ar A 2": Obinchi..io cli
PISA opaco lei 4: 78
DESCRIPCION
DE ALGUNAS PLANTAS NUEVAS
POR D. ANTONIO JOSEPH CAV ANILLES,
LOBELIA GIGANTEA.
Pia caule fruticoso : foliis lanceolatis , denta-
tis, rugosis; pedunculis axillaribus, solitariis, lon-
gissimis.
Esta especie forma un hermoso arbusto de catorce
y mas pies de altura : echa ramos por todos lados bien
DE HISTORIA NATURAL. 10$
poblados de hojas sostenidas por peciolos de tres lí-
neas , esparcidas sin órden, las quales son lanceoladas,
rugosas, con dientes muy finos, algo afelpadas por el
enves, y tienen mas de ocho pulgadas de largo, y una
de ancho por en medio. Las flores salen solitarias de los
sobacos , sostenidas por pedúnculos rollizos , gruesos,
ordinariamente mas largos que la hoja. La parte del
cáliz pegada al gérmen es hemisférica con estrias, y
luego se divide en cinco lacinias permanentes , lanceo-
ladas, muy agudas , de una pulgada de largo. La co-
rola es de un amarillo tirante al roxo, gruesa, afel-
pada por afuera , de pulgada y media de largo, in-
serta en la parte superior del cáliz, algo mas abaxo
que las divisiones de este: el tubo es entero y de una
pulgada : el borde de dos labios, de los quales el in-
ferior está partido en tres lacinias aovadas con punta,
y el superior en dos mas profundas, inclinadas hácia
el labio inferior. Los cinco filamentos planos, libres
en la base por donde estan insertos al cáliz algo mas
abaxo que la corola, unidos despues en forma cilín-
drica , mas largos que Ja corola , los quales se termi-
nan por un tubo de tres líneas algo mas ancho que
ellos, compuesto de cinco anteras cada una interior-
mente de dos celdas. El ápice de las anteras, y los cin-
co surcos exteriores se ven cubiertos de multitud de
pelos tiesos ferrugíneos. El gérmen es aovado adhe-
rente , esto es, ínfero respecto de las lacinias del cá-
liz : el estilo roxo : el estigma velloso y globoso quan-
do está encerrado en el tubo de las anteras; pero efec-
tuada la fecundacion , sale y aparece abroquelado con
dos divisiones. La caxa es mayor que un garbanzo,
aoyada con punta, y con un surco longitudinal en
cada cara , de dos ventallas que se abren por la pun-
ta, de dos celdas , separadas por un diafragma opues-
106 ANALES
to á ellas. El receptáculo es carnoso , blanquecino, có-
nico, convexó por donde sostiene las semillas , y co-
mo atravesado longitudinalmente por el diafragma.
En cada celda hay muchas semillas aovadas, muy me-
nudas , roxizas.
Se cria esta hermosa especie entre Guaranda y la
montaña de S. Antonio, en parte destruida por el ter-
remoto: florece y fructifica en Octubre. Su figura se
hallará en la estampa 513 de mi sexto tomo de Ícones.
LOBELIA ANDROPOGON.
LosELrA caule fruticoso: foliis ovato-acutis, gla-
bris, mollibus : floribus axillaribus, solitariis , coccineis.
El tallo se levanta hasta seis pies, y es rollizo ,con
surcos longitudinales y ramos alternos semejantes á él.
Tiene tambien alternas las hojas, sostenidas por pecio-
los de dos líneas, y son blandas, aovadas con punta
y dientes muy pequeños donde se terminan las veni-
tas que salen del nervio longitudinal: su longitud es
de tres pulgadas, con pulgada y media de ancho. Las
flores salen solitarias en los sobacos, sostenidas por pe-
dúnculos mas cortos que las hojas, vellosos hacia la ba-
se , con dos bracteas aleznadas. El cáliz es hemisférico,
estriado, y se termina en cinco lacinias agudas, mas
largas que el gérmen. Las corolas de color de grana,
tienen pulgada y media de largo : su tubo, algo corvo, -
se va ensanchando hácia arriba , y allí empiezan los
dos labios, de los quales el inferior está partido en tres
lacinias muy pequeñas, y el superior en dos que son
aovado-agudas.
En lo demas conviene enteramente con la que aca-
bamos de describir.
Se cria en la citada montaña de S. Antonio, y en
DE HISTORIA NATURAL. 107
sus inmediaciones la Lobelia columnez figurada en las
obras de Smith, y la Jarava ichu de la Flora de Chi-
le y del Perú.
La figura de esta especie se hallará en la estampa
$15 de mi sexto tomo de Icones.
LOBELIA CAMPANULATA.
LoseLra foliis ovatis, petiolatis, superne glabris,
rugosis; subtus tomentosis albis: corollis campanulatis
pulverulentis. |
Arbusto de ocho pies de altura , ramoso , cubierto
de borra blanca, y bien poblado de hojas, esparcidas
sin Órden. Estas son muy enteras, aovadas, rugosas,
lampiñas por arriba, afelpadas por el envés, y cubier-
tas de una borra blanca muy espesa: tienen los bordes
algo revueltos; los peciolos muy cortos, y una ó dos
pulgadas de largo. Los pedúnculos salen solitarios en
cada sobaco, suelen ser tres veces mas largos que las
hojas, y sostienen cada uno su flor; cuyo caliz es afel-
pado y partido hasta la mitad en cinco lacinias lanceo-
ladas; como sucede en las demas especies: distínguese
esta de todas en la forma de la corola, que es campa:
nuda, de una sola pieza, partida hacia el borde en
cinco lacinias iguales, aovadas con punta: es roxa por
adentro, y de un blanco obscuro por afuera, cuya su-
perficie esta cubierta de una borrita fina á manera de
polvo. El gérmen es aovado: el estilo tan largo como
los estambres; pero se extiende algo mas, efectuada la
fecundación, y sobresale, apareciendo entonces el es-
tigma como bilobo. |
La caxa es de dos celdas, y conforme á las des-
critas en las especies antecedentes.
Se cria junto al camino que va desde Guaranda al
108 ANALES
Chimborazo, y florece en Octubre. La estampa 517
de mi citado tomo representa esta especie curiosa.
LOBELIA HIRTA.
LogeELrA caule fruticoso : foliis lanceolatis, dentí-
culatis, hirtis: pedunculis axillaribus, solitariis, flore
longioribus.
Arbusto de unos seis pies de altura, ramoso , con
surcos longitudinales y pelierizado. Sus hojas son lan-
ceoladas: tienen algunos dientecitos en el borde, y
muchos pelos blancos tiesos en ámbas superficies: son
de varios tamaños, pasando algunas de seis pulgadas
de largo, y de pulgada y media de ancho, sostenidas
por peciolos de dos á tres líneas. Haállanse las flores há-
cia las extremidades de los ramos, sostenidas por pe-
dúnculos de unas dos pulgadas, derechos, pelierizados
y solitarios en cada sobaco. El cáliz es globoso, pelie-
rizado, y sus cinco lacinias mas largas que el germen:
la corola de color de grana, y vellosa por afuera; cu-
yo tubo, siempre entero, y de una pulgada de largo,
se va ensanchando hacia la boca, donde empiezan los
dos labios, de los quales el inferior es ancho, y. está
partido en tres lacinias agudas revueltas; el superior
es mas largo, y sus dos lacinias 'son lineares y estre-
chas. Los estambres son lampiños. En lo demas conyie-
ne con las antecedentes.
Se cria en la citada montaña de San Antonio, y
florece en Octubre.
Esta especie se hallará en la estampa 320 de mi
tomo sexto, donde describo quince especies, catorce
de ellas nuevas, que descubrió D. Luis Née.
De sus descripciones consta que el género Lobelia
se distingue de los otros
4 DE HISTORIA NATURAL. 109
12 Porque su cáliz, partido en la parte superior
en cinco lacinias permanentes, cubre y está pegado al
a . . ,
gérmen en la inferior que está entera ”.
22 Por su corola de una pieza, partida en cinco
lacinias, cuyo tubo es mas largo que el cáliz.
32 Porque sus cinco anteras estan unidas en forma
de tubo.
4? Porque su receptáculo cónico está como parti-
do perpendicularmente por el diafragma, al que está
íntimamente unido.
Ademas de estos caracteres que convienen á quan-
tas especies conozco, he observado los siguientes.
12 La parte inferior ó entera del cáliz tiene 7-10
surcos protuberantes.
22 El tubo formado por la reunion de las anteras
casi siempre tiene diez surcos externos; la antera su-
perior es algo mas larga y corva: todas son de dos
celdas; y todas tienen su punta mas ó menos peluda,
sin duda para que el polvo fecundante no se extravie
en perjuicio del fruto.
32 Los cinco filamentos están unidos en un tubo
desde las anteras hasta muy cerca del gérmen, donde
se separan y aparecen como cintas, que luego se unen
á la base del tubo de la corola.
47 La corola siempre es de una sola pieza: su tu»
1 La expresion con que Linneo y los demas Botánicos han
querido determinar la situacion del cáliz respecto del gérmen, lla=
mándole supero (superus ) no es exácta , como acaba de notar el
ciudadano Ventenat en la pág. 64 de su obra ya citada; porque
dicho cáliz cubriendo al gérmen , y siendo una especie de pelleji-
to adherente á él, no es propiamente supero. Por lo qual y para
rectificar las ideas ha substituido el citado Ventenat la expresion
de cáliz adherente á la de calix superus de Linneo; y la de cá-
liz libre á la de calix inferus del mismo autor. En lo sucesivo
adoptaré en mis obras las expresiones de Ventenat. |
110 ANALES
bo las mas veces entero, bien que algunas hendido
longitudinalmente por la parte superior : el borde casi
siempre de dos labios, y las lacinias del labio superior
mas angostas. | |
52 El estigma está encerrado en el tubo de las
anteras mientras dura la fecundacion; pasada la qual
sale y aparece mas Ó menos abroquelado, y casi bilobo.
6% La caxa es aovada con punta, notada en cada
una de sus superficies opuestas con un surco longitudi.
nal que corresponde al tope del diafragma: las venta-
llas suelen tener bifido el ápice, como las de la calceo- -
laria.
PRUNUS CAPULI.
Prunus floribus racemosis : foliis eglandulosis, gla-
bris, lanceolatis argute serratis.
Arbol parecido 4 nuestros cerezos, que suele tener
diez y ocho O veinte pies de altura, multitud de ra-
mos, y una hermosa copa: su tronco es derecho; la
corteza lisa y algo cenicienta; los ramitos asurcados,
y en ellos muchas hojas de dos á tres pulgadas de lar-
go, y de media ó algo mas de ancho, terminadas en
punta aguda, y sostenidas por peciolos delgados, sin
glándulas , largos de media pulgada : son lampiñas,
verdes por arriba, algo claras por el envés, aserradas
con dientes muy menudos, terminados por una espini-
ta. Echa sus flores en racimos solitarios, axíllares,
asurcados, de siete 4 ocho pulgadas de largo; donde
estan esparcidos los pedúnculos unifloros de línea y
media de largo. El cáliz es libre, de una pieza, parti-
do hasta la mitad en cinco lacinias puntiagudas: los
pétalos blancos , venenosos, obtusos; casi del tamaño
de los del espino albar (crategus oxyacantha ) : los fi-
lamentos aleznados algo roxizos, las anteras aovadas.
/
DE HISTORIA NATURAL. J1IIT
Se cria con abundancia en el distrito que tanto pa-
deció en el terremoto, y tambien en el Perú. Florece
en Octubre. No he visto el fruto.
Esta especie es parecida al prumus canadensis de
Linneo, el qual cita la figura 4? de la estampa 158 del
-Almagesto de Plukenet ; estampa miserable, reducida
á unas quantas hojas sin flor ni fruto. Llamó Plukenet
capolín á su planta, y Linneo afirma que la canaden-
sis tiene las hojas rugosas y vellosas por ambas super-
ficies, y su forma ancho-lanceolada. La nuestra, como
hemos visto , las tiene lampiñas, y tres veces mas lar-
gas que anchas. Llámase vulgarmente capulí.
Observ. El Sr. D. Francisco Zea , discípulo del Se.
«ñor Mutis, y natural de la provincia de Antioquía , en
el Reyno de Santa Fe, dice que quando á la palabra
capulí no se le añade otra, entonces se habla del cere-
zo, cuyo fruto es negro; y para denotar otra especie
que lo da pajizo, se dice capulí amarillo.
SALVIA GLANDULIFERA.
SaLvia foliis ovatis, serratis: verticillis subsexflo.
ris: calicibus, bracteis, ramisque glanduliferis.
El tallo de esta planta se levanta como unos tres
pies, con ramos alternos: es de quatro ángulos, algo
roxizo, y esta cubierto de pelitos tiesos, terminados
por una glándula globosa , los que son mas sensibles en
los ramos tiernos, bracteas florales y cálices. Sus hojas
son opuestas, y mayores que los peciolos que las sos-
tienen, aovadas y aserradas, tienen una pulgada de
largo , unas cinco líneas de ancho, y un vello corto en
ambas superficies. Hallanse las flores en rodajas , regu-
larmente tres á cada lado, sostenidas por pedúnculos
mas cortos que el cáliz, en cuya base hay dos bracteas
112 ANALES
que casi abrazan al tallo , cortas y puntiagudas. Los cá-
lizes son tubolosos, con estrias y de dos labios, de los
quales el superior entero, y el inferior partido en dos
lacinias algo mas cortas, y todas terminadas en punta
algo obtusa. La corola apenas es doblado larga que el
cáliz, de un roxo morado, con tal qual pelito muy fi-
no ; tiene el labio superior mas corto que el inferior:
aquel escotado, y este partido en tres lacinias, de las
quales la del medio mucho mayor y ancha. Los es-
tambres son roxos, y un tercio mas largos que la co-
rola : las anteras largas , y de un color obscuro : el es-
tilo del mismo color y longitud que los estambres,
lampiño y partido al fin en dos estigmas divergen-
tes, de los quales uno muy corto. En lo demas con-
viene con las otras especies americanas descritas en
mis obras. |
Crece con abundancia entre Guaranda y el Chim-
borazo, y florece en Octubre. La he yisto seca en ca-
sa del Sr. D. Luis Née.
SALVIA INCARNATA.
Savia foliis ovato-acutis serratis: bracteis flo=
ralibus brevibus caducis : calicibus parvis quinque-
dentatis.
Esta especie se distingue fácilmente de todas las
americanas que he exáminado , por tener el cáliz muy
pequeño respecto de la flor, y terminado en cinco
dientes. Es una de las que se cultivan para adornar
los jardines de Nueva-España por la hermosura de 'sus
flores. El tallo es de quatro ángulos, algo roxizo,
lampiño si exceptuamos los ramos tiernos; de quatro
pies de alto, bien guarnecido de ramos opuestos. En
estos y á corta distancia de las flores, se ven hojas
DE HISTORIA NATURAL. 113
opuestas mucho mas largas que sus peciolos , aovadas
con punta, aserradas, de una pulgada de largo, y ape-
nas media de ancho (es regular que las inferiores del
tallo sean mucho mayores), venosas, y de un verde
muy claro por el enves; algo vellosas, y de un ver-
de obscuro por arriba. Las flores forman espigas
terminales de medio pie, interrumpidas por la dis-
tancia de las rodajas , menor que el largo de las co-
rolas. Suele haber en cada rodaja quatro flores con
pedúnculos mas cortos que el cáliz, y. dos bracteas
aovado-lanceoladas que caen antes de abrirse las flo-
res. El cáliz es tubuloso, algo velloso y estriado, y"
apenas tiene línea y media de largo, partido en la:
parte superior en dos labios, terminados en cinco
dientes muy agudos, y á veces en seis, tres en cada
labio. La corola es de un encarnado hermoso, de mas
de una pulgada de largo , algo vellosa por afuera : el
tubo es casi cilíndrico ,el qual se ensancha hácia la
parte superior, y al fin se parte en dos labios de igual
longitud; el superior entero , y el inferior con dos la-
cinias laterales cortas. Los estambres y el estilo pare-
cen amarillos en el seco, y son algo mas largos que
la corola. Pa!
Crece en los campos inmediatos á Queretaro en
la Nueva-España, y Horece en Octubre. La he visto
seca en casa del citado Née.
SALVIA EXASPERATA. Ta). 17. *
- SaLvIa foliis rugosis, exasperatis; radicalibus bi-
pinnatis, petiolatis ; superioribus pinnatis, sessilibus,
connatis : caule paniculato ramosissimo. |
mo si los tomos forínasen uno solo.
TOMO Il. H
1 El número de las estampas irá siguiendo en estos Anales co-
114 ANALES
El tallo es grueso como el dedo meñique, de qua-
tro ángulos, roxo especialmente tierno, y entonces
está cubierto de una lana fina formando como telas
de araña, que se extienden á los peciolos y nervios
principales de las hojas 5 se levanta como un pie, y
allí empieza á ramificarse arrojando multitud de ra-
mos opuestos primarios y secundarios, donde van sa-
liendo las flores, todos algo pegajosos. Las hojas ra-
dicales , y las ¡nfriores del tallo tienen un pie de lar-
go, y son dos veces aladas, sostenidas por peciolos
roxos afelpados, cuyas bases se unen para abrazar al
tallo: las de los ramos son simplemente aladas, se
abrazan, y carecen de peciolo. La superficie superior
de las hojas es de un verde obscuro , y está sembra-
da no de arrugas como en otras especies, sino de
elevaciones piramidales huecas, que presentan otras
tantas cuevecitas por el enves, que es de un verde
claro. Las flores salen en rodajas, quatro ó seis en
cada una , sentadas entre el tallo y las dos bracteas
florales, que son opuestas, aquilladas, en puhta, y
por lo comun mas cortas que el cáliz. Este es verde,
velloso , de dos labios , de los quales el superior está
partido en tres puntas agudas, y el inferior en dos
mas profundas, entre las quales á veces hay otra de
igual longitud. La corola es de un amarillo casi blanco,
y de una pulgada escasa de largo: su tubo corto , en-,
grosado luego por una joroba inferior algo comprimida:
el labio superior corvo , acanalado , escotado , velloso,
y á veces en lo interior teñido de un color muy dé-
bil de rosa ; el inferior está partido en tres lacinias,
de las quales las laterales cortas, lineares ; la del me-
dio ancha, cóncava , escotada. Los estambres son casi
“blancos , y mas cortos que la corola : las anteras lar-
gas, pardas: el estilo en arco, lampiño, con dos estig-
DE HISTORIA NATURAL. 1 IS
mas divergentes y cortos. Las quatro semillas en el
fondo. del cáliz.
Floreció esta planta en el Real Jardin Botánico
de esta corte en Abril y Mayo, nacida de semillas
que me envió el ciudadano Thouin , y se cree sean
del Oriente ó Egipto. -
Explic. de la estampa. a Cáliz. b Corola. e La
misma extendida con sus estambres. d Cáliz abierto,
y en su fondo las semillas antes de madurar. e Gér-
men y estilo.
ERYNGIUM HUMILE.
EryNGIuM foliis siialita: ovatis s petiolo bos
vioribus : caulinis 'sessilibus oblongis , serratis : inyo-
lucris decaphyllis tricuspidatis.
De la raiz salen muchas hojas radicales , y entre
ellas tres ó mas tallos con estrias, de unas quatro pul-
gadas de alto , cada uno con dos hojas opuestas , ter-
minado por una cabezuela de flores. Las hojas radi-
cales son aovadas , algo correosas , lampiñas como
toda la planta, aserradas, cuyos dientes se terminan
por una espinita mas fina que un cabello : tienen un
nervio longitudinal del qual salen venitas ramificadas
- y entretexidas ; pulgada y media de largo con unas'
ocho líneas dé ancho ; y un peciolo ancho de una lí-
nea, y de mas de dos pulgadas de largo. Cada tallo
tiene un solo par de hojas opuestas , sentadas ,“que lo
abrazan, las quales tienen de una á dos líneas de an=
cho, y de tres á siete de largo. La gorguera se com-
pone ordinariamente de diez hojuelas aovado-oblon-
gas, terminadas por tres dientes espinosos , de los qua-
les el central mas largo : son tiesas, enteras , nervio-
sas, iguales , de un verde pajizo por afuera , y de un
H2
116 - ANALES
amarillo fuerte por adentro, y dos veces mas largas
que la cabezuela de flores , que suele ser del tamaño
de un guisante. Las pajitas que separan las flores son
aovadas terminadas en una sola punta muy aguda. >
Se cria en. las montañas del Chimborazo y de San
Antonio, y florece en Setiembre. Ví esta planta seca y
én fruto. - | |
ERYNGIUM SUBACAULE.
EryNcium fóliis radicalibus ovatis , subcrenatis,
inermibus , longe pedunculatis. Mi:
Esta planta es algo mas pequeña que-la preceden-
te,á la qual se parece en el tamaño de la cabezuela
de las flores, en las pajitas que las separan , y en el
color de la gorguera ; pero se distingue de ella en lo
siguiente. Las hojas son blandas sin dientes ni espi-
ñas : las que estan tendidas sobre la tierra son aova-
das y casi -enterísimas ; tienen dos líneas de ancho,
quatro de largo, un solo nervio longitudinal con mu-
chas venitas, y un peciolo de pulgada y media de
largo: las interiores y como pegadas á la base de los
bohordos son lanceoladas y sentadas: los bohordos tie-
nen de dos á quatro pulgadas de largo, y una sola ca-
bezuela de flores, cuya gorguera se compone de ho-
juelas lanceoladas terminadas en- punta aguda, y algo
mas abaxo tienen en cada lado un solo dientecito en
punta cerdosa. | ( | '
“Se cria en las cercanías del pueblo de Chalma en
la Nueva-España , y florece en Agosto. Vila seca.
ERYNGIUM MONOCEPHALUM.
ErywNcrum foliis amplexicaulibus, canaliculatis,
laxe pinnatis : involucro. patentissimo rigido.
- DE HISTORIA. NATURAL. 117
El tallo se levanta hasta quatro pies , con estrias
y ángulos salientes; no he visto sus hojas radicales,
ni sé si es ramoso ; pero el esqueleto que exámino
tiene mas de dos pies de largo, y el grueso de una
pluma de escribir con hojas alternas , y se termina por
úna sola cabeza de flores de un morado obscuro: de es-
te mismo color es desde un palmo antes de la gorguera;
en lo restante verdoso y lampiño como toda la planta.
Sus hojas tienen mas de un pie de largo , y apenas
tres líneas de ancho junto al tallo que abrazan, guar-
necidos allí sus bordes de lacinias aleznadas muy
agudas; siguen acanaladas disminuyendo siempre de
ancho hasta terminarse en punta muy aguda, y van
echando pínulas alternas de mas de una pulgada de
largo , y apenas media línea de ancho: cada pínula
tiene dos espinas desiguales en forma de estípulas,
y dista de la inmediata mas de una pulgada ; distan-
cia que se aumenta hácia la extremidad de la hoja,
disminuyendo en la misma proporcion la longitud
de las pínulas. A la forma extraordinaria de hojas, que
bastaria para distinguir esta especie de las del mis-
mo género, se añade la de la gorguera grande ¡yy
abierta en forma de estrella; compuesta de treinta
hojas tiesas, desiguales, lanceoladas , terminadas en
espina sutil; las exteriores tienen pulgada y media de
largo , y algunas espinas alternas en el borde especial-
mente hácia la base ; las interiores son sucesivamen-
te mas cortas y enterísimas. En el centro de ellas es-
tan las flores sentadas en un receptáculo aovado de
una pulgada de largo , saliendo entre el color mora
do obscuro de ellas el amarillento de las pajitas que
las separan terminadas en punta aguda.
Se cría en Huanajuato y Chilpancingo , pueblos
de la Nueva-España , y florece en Mayo.
y
118 ANALES >
ERYNGIUM ROSTRATUM.
EryNcrum foliis caulinis pinnatis : radicalibus
polymorphis: involucris inx=qualibus : capitulis apice
rostratis,
Toda la planta tiene un color pajizo tirante al
blanco , á lo menos seca qual la veo. Su tallo es lam-
piño , rollizo con estrias , de quatro pies de altura,
con algun ramo en la parte superior , trifurcado co-
mo el tallo principal, y terminado en otras tantas ca-
bezas de flores. Las hojas radicales son de dos mane-
ras: las exteriores són aserradas con dientes agudos,
mas profundos en la parte superior que se termina en
una lacinia larga : las interiores son profundamente
pinatífidas : tienen quando mas media pulgada de an-
cho , y tres ó quatro de largo , sín contar el peciolo
que suele ser tan largo como ellas, plano , angosto y
asurcado. Las del tallo alternas; y opuestas en las di-
visiones de los pedúnculos; todas pinadas con pínu-
las lineares espinosas , sentadas y abrazando al tallo
enteramente quando estan opuestas, ó bien en parte
quando solitarias. Los involucros ó gorgueras se com-
ponen de diez hojas aleznado-planas , cinco de ellas
de una pulgada de largo, y las otras con quienes al-
ternan mas cortas. Los receptáculos de las flores son
cónico-aovados, el mayor de una pulgada de largo,
compuestos de pajas verdoso-amarillentas lanceoladas
que separan las flores. Del receptáculo y entre las flo-
res superiores salen seis ú ocho espinas , de tres á cin-
co líneas, mas altas que las flores. Cada flor parcial se
compone de un cáliz de cinco hojuelas lanceoladas
con punta aguda: de cinco pétalos blancos lineares,
que parecen mas cortos que el cáliz, porque de me-
dio arriba se doblan hácia dentro , dexando en el dor-
DE HISTORIA NATURAL. IIQ
so un surco profundo , y en el remate de la parte de-
recha una escotadura : de cinco filamentos blancos,
aleznados, mas largos que el cáliz terminados por an-
teras ovales : de un gérmen adherente (ínfero ) eriza-
do, comprimido; y de dos estilos tan largos como los
estambres. El fruto se parte en dos , y sus dos semillas
son larguitas casi rollizas. |
Se cria en la orilla del mar de Talcahuano, en el
Reyno de Chile, á la raiz del monte que hace frente
á la isla Quiriquina. Florece en Noviembre.
Tambien se cria allí, y se levanta á seis pies de
altura el Eryngíum aquaticum de Linneo, que Jac-
quin describió perfectamente en la pág. 151 del pri-
mer tomo de su Collectanea, y pintó con primor y
propiedad en la estampa 347 del tomo segundo de su
Ícones plantarum rariorum.
LARREA !.
CARACTER GENERICO.
Caliz libre, caedizo, de cinco hojuelas cóncavas
aovadas, dos de ellas exteriores.
Corola de cinco pétalos aovados, angostos en la
base.
Diez estambres hypogynos, cuyos filamentos alez-
1 El patriotismo y desinteres con que el Sr. D. Juan Anto-
nio Hernandez de Larrea, Dean de Zaragoza , promueve la agri-
cultura y ciencias naturales, con especialidad la Botánica, le ha-
cen acreedor á que su nombre se conserve en los fastos de esta
ciencia. Así lo conoció el Señor Ortega, y por lo mismo nombró -
Larrea á una de las especies de mi HorrmaNsEGGIA, publicadas
en el 4.2 tomo de Icones. Las circunstancias expresadas allí me
obligáron á suprimirle entonces ; pero ahora quiero honrar este
nuevo género con el nombre de Larrea.
120 ANALES
nados estan pegados cada uno por la parte interior á
una escama partida en dos puntas , reclinada sobre el
gérmen : las anteras son aovado-agudas , escotadas
por la base donde estan prendidas al filamento. |
Gérmen globoso con cinco surcos profundos: es-
tilo aleznado pentágono: estigma sencillo.
. El fruto se compone de cinco nueces, convexás
por afuera , en ángulo agudo por la parte interior
donde se tocan. En cada nuez hay una sola semilla
aovado-oblonga ; su perispermo es carnoso , y los co-
tiledones largos, plano-convexós.
Observ. 1? He llamado nuez al pericarpio de este
género porque está duro y sin ventallas.
Observ, 2? En las nueces que he abierto, traidas
por D, Luis Née, he hallado una sola semilla : en las
tiernas que tiene actualmente el arbusto en el Real
Jardin veo quatro ó cinco, asidas al ángulo agudo de
la nuez, como se representa en la estampa, letra p.
Parece que todas abortan, á excepcion de una que al
fin llena la cavidad de la nuez: 4 no ser que varíe por
el cultivo.
Obserwv. 3? Este género parece mediar entre el Zy-
GOPHYLLUM y Quassia. Hasta hoy se conocen tres
especies, todas arbustos, con ramos alternos, y ho-
jas opuestas , con quatro estípulas en cada articulacion
ó bien nudo, donde nacen las hojas y los ramos,
LARREA NITIDA. Tab. 18.
LARREA caule fruticoso : foliis oppositis , ovatis,
pinnatis , nitidis: nucibus inberbibus.
Entre las muchas plantas que D. Luis Née colec-
tó al baxar de Mendoza hácia Buenos-Ayres halló un
arbusto en fruto , cuyas semillas sembradas en el Real
DE HISTORIA NATURAL. 121
Jardin Botánico en 1795 diéron la especie que voy á
describir. Creció con lozanía , y se levantó hasta qua-
tro pies en los años siguientes formando un tronquito
duro, rollizo , y como anudado con mucha freqiiencia
por los rebordes que iban quedando al caer las hojas
y los ramos: cada año aumentaba el número de los
antiguos sin perder las hojas; mas nunca floreció has-
ta el mes de Abril de este año, en que lo vimos cu-
bierto de multitud de flores amarillas, que hacian un
contraste vistoso con el color verde de las hojas y bri-
lJlantez de su superficie que parecia barnizada. En el
sitio natal se levanta hasta nueve pies : su corteza es
cenicienta obscura : sus ramos alternos casi dísticos,
abiertos , y 4 veces algo colgantes ; y las hojas opues-
- tas , sentadas, de media pulgada de largo , y tres lí-
neas de ancho. Son pinadas con divisiones lineares y
profundas, cuyo conjunto forma una figura oval : la
superficie superior brilla como si estuviese barnizada,
la inferior es algo pegajosa, y de un verde menos fuer-
te. A cada hoja corresponden dos estípulas algo roxi-
zas, muy pequeñas terminadas en punta. Nacen las
flores alternativamente en los sobacos de las hojas, y
se hallan solitarias , con pedúnculos mas cortos que
las mismas hojas. Las hojuelas del cáliz son de un
amarillo verdoso ; y tienen en el ápice una puntita
aleznada. Los pétalos son dos veces mas largos que
el cáliz , anchos hácia arriba, y se terminan en una
punta no aguda. Las escamas que acompañan á los
filamentos y cubren al gérmen son amarillas como las
corolas, y los filamentos del mismo color con mayor
intensidad como igualmente las anteras. El gérmen
velloso: el estilo aleznado pentágono. Las cince nue-
ces reunidas forman un globo algo mayor que un gra-
no de pimienta : estan sobre el receptáculo , y asidas
122 ANALES
á una columnita corta de cinco hilos, que quedan allí
al desprenderse las nueces. Cada una tiene dos cubier-
tas : la exterior rugosa y algo vellosa;la interior mem-
branosa y tal qual dura. El perispermo es blanco : el
embrion verdoso.
Explic. de la estampa. a Cáliz. b Flor entera. c
Pétalo aumentado. d Una hoja del cáliz. e Bici
con su escama. f Gérmen. £ El mismo con su estilo
partido naturalmente en cinco lacinias despues de la
fecundacion: todo aumentado. h Fruto.? Nuez. k Sec-
cion de la nuez. 1 Semilla. m Seccion de la semilla. x
Perispermo cortado longitudinalmente para que se vea
la forma y posicion del embrion. o Seccion del fruto
aumentado. p. Nuez tierna muy aumentada y abierta.
F Hoja aumentada.
LARREA DIVARICATA. Tab. 19 fig. 1.
Larrea foliis oppositis, sessilibus, bilobis, lobis
profundis lanceolatis, divaricatis.
Arbusto de unos seis pies de altura , muy ramoso,
cuya corteza es cenicienta obscura, la madera dura, y
el exterior como articulado, como en la especie prece-
dente. Los ramos son alternos! que aparecen quadran-
gulares quando estan tiernos, todos cubiertos de ho-
jas opuestas sentadas, vellosas, partidas profundamen-
te en dos lacinias divergentes , lanceoladas, cada una
con tres, quatro ó cinco nervios, las que tienen una
línea de ancho y dos de largo: las estípulas son pe-
queñas, tuberculosas, vellosas y algo roxizas. Echa
sus flores solitarias y alternas en los sobacos de las ho-
Jas, sostenidas por pedúnculos mas cortos que estas.
De las cinco hojas del cáliz las dos exteriores son mas
cortas , y todas cóncavas obtusas, vellosas y algo ama-
DE HISTORIA NATURAL. 123
rillas. Los pétalos son obtusos, mas largos que en la
especie precedente, venosos y amarillos. El gérmen
cubierto de pelos largos, que crecen mas quando ma-
dura el fruto. En lo demas conviene con la especie
precedente. |
D. Luis Née la encontró en flor y fruto por Ma-
yo en el mismo lugar que la precedente, y sospechó
fuese especie de Zygophyllum. Vila seca.
Explic. de la estampa. a Flor vista por el enves.
b Pétalo. c Estambres y gérmen aumentados. q Estam-
bre. e Gérmen. f Fruto. g Nuez. h Semilla. ¿ Corte
transversal de la nuez. k Semilla aumentada. / Semi-
lla cortada. m Perispermo cortado longitudinalmente
para que se vea la forma y posicion del embrion. z
H oja aumentada. |
Obserw. Ocho ó diez hojas cocidas en dos libras
de agua la tiñéron de color de azafran.
LARREA CUNEIFOLIA. Tab. 19 fig. 2.
Larrea foliis oppositis, subsessilibus, cuneatis,
apice bilobis, setula inter lobulos prominente.
Este arbusto-es muy parecido al precedente en el
hábito y magnitud; pero se distingue de él por la for-
ma de las hojas. Tiene los ramos alternos , algo vello-
sos, y de quatro ángulos: las hojas opuestas, casi sen-
tadas, algo gruesas, apenas vellosas, cuneiformes, par-
tidas en dos anchos dientes en la extremidad , entre los
quales sale una espinita en que se remata el nervio
longitudinal: tienen dos líneas de largo y una de an-
cho. Las estípulas son roxizas, cortas , puntiagudas:
los pétalos amarillos, y algo mas cortos que en la es-
perio precedente, con la qual conviene en todo lo
emas. y
124 ANALES
Ss . A
Se cria, florece y fructifica con las antecedentes.
Vila seca en casa del citado Née.
Explic. de la estampa. E Hoja aumentada.
Observaciones sobre algunos vegetales que producen
resina elástica.
Los árboles llamados Caucho * en los Reynos de
Santa Fe y de Quito, forman un género distinto del
Hevea de Aublet, aunque vulgarmente se conozcan
todos baxo un mismo nombre. Vió Aublet la Hevea
en fruto, que representó en la estampa 335 de su obra;
mas nada dixo de sus flores. Este silencio, y la seme-
janza que el fruto tiene con el del género latropha,
hizo sospechar al hijo de Linneo que el Hevea podia
ser una especie de latropha ?, en lo que se equivocó,
como despues lo demostró Richard. Tuvo este la for-
tuna de ver y exáminar las flores hasta entonces des-
conocidas; y publicó su descubrimiento , y el verda-
dero carácter genérico en el diario de Física 3. Allí
llamó en Frances Caoutchouc 4 dicho árbol, y des-
pues en una carta que conservo Cahuchum elasticum,
añadiendo que los Españoles Americanos lo conocen
con el nombre de Cahuchu. Es muy regular que así
llamen al Hevea en aquella parte de la América; pero
en otras llevan el mismo nombre árboles muy diversos.
Caucho se llama en los montes de Guaranda y mon-
1 Lao final se pronuncia de un modo que se acerca al de la .
2 Supplementum plantarum pag. 422. |
3 Tomo 27, pág. 138 ,mes de Agosto de 1785. Véase el
tomo tercero del Diccionario Enciclopédico de Lamarck pág.428,
donde se describe el árbol , su fructificacion , y los usos de su re-
sina. En la Ilustracion de géneros mudó el nombre de Hevea en el
de Siphonia , siguiendo 4 Schreber. Véase su estampa 790.
DE HISTORIA NATURAL. 125
taña de San Antonio , segun refiere el Señor Née, la
- robusta higuera, cuyo tronco se levanta á treinta pies
de altura, formando despues una hermosa copa impe-
netrable á los rayos del sol por la multitud de hojas
aovado-lanceoladas ; y Caucho se llama tambien en el
Reyno de Santa Fe otra cuyo tronco, como me ase-
guró el Sr. D. Francisco Zea, tiene tres pies de
diámetro, y unos doce de altura hasta el punto donde
empiezan sus ramos, cubierto de una corteza cenicien-
ta obscura casi unida, aunque con algunas grietas: sus
ramos inferiores, son horizontales , y tan largos que
caben cien personas 'baxo de ellos; los otros se des-
vian de la horizontal hasta quedar algunos derechos
con ramos secundarios bien poblados de hojas, que son
aovado-lanceoladas, de una pulgada de largo, y el fru-
to del tamaño de un guisante. Otra higuera hay en
el mismo Reyno, que tal vez será variedad de la pre-
cedente, de la que.se distingue por tener las hojas y
el fruto dos ó tres veces mayores. Es tan abundante
el humor lechoso de estos arboles, que apenas se les
hace alguna herida, sale formando arroyos, y conden-
sado al ayre, adquiere un color obscuro, y la elasti-
cidad , que se observa en la resina conocida en el co-
mercio con el nombre de goma elástica.
Ademas de las referidas higueras y del Hevea, que
es el Pao siringa del Brasil, ó á lo menos del mismo
género , como dice Lamarck en el lugar citado, hay
en nuestra América muchos vegetales que dan resina
elástica. El Sr. D. Vicente Cervantes , Catedrático
de Botánica en México , dió en su discurso * una lis-
1 Discurso pronunciado en el Real Jardin Botánico de Mé-
xico en 2 de Junio de 1794. Gazeta de literatura de México del
2 de Julio de 1794» | 1
126 ANALES
ta de los que se crian en la Nueva-España, y descri-
bió con exáctitud y conocimiento el 4rbol del Ule que
los antiguos Mexicanos llamáron Aolguahuitl , y él
CASTILLA ELASTICA en honor y memoria de Don
Juan del Castillo que murió en 1793. Como no to-
dos tienen el suplemento á la gazeta de México, don-
de se halla la estampa y descripcion de dicho árbol,
la E > aquí con el carácter genérico del ñis
TILLA *
PLANTA MONOICA.
Flores masculz.
Cal. Perianthium hemisphericum , monophyllum, im-
bricatum ; squamis ovatis acutis.
Corolla nulla.
Stam. Filamenta plurima filiformia , intus calicis pa-
rieti inserta: exteriora gradatim longiora: anthera
simplices subrotundz.
Flores feminet in ecodem ramo ,mascults alterni.
Cal. Ut in masculis, persistens , squamis paululum la-
tioribus 8 crassioribus : fructibus provectioribus
expansis.
Corolla nulla.
Pist. Germina plurima (15-20) ovata: styli duo,
raro tres , divergentes , persistentes : stigmata sim-
plicia revoluta,
Peric. Drupe 15-20, basi connatz, gor triangu-
lares , apice excavatz.
Sem. Nux ovata , unilocularis. Nucleus cool
Este árbol es uno de los mas elevados y frondosos
que crecen en las costas calientes de la Nueva-España.
A primera vista se parece mucho á la Annona murica-
1 Este género parece afine á la PeresgA de Aublet tab. 361.
DE HISTORIA NATURAL. 127
ta de Linneo, que vulgarmente llaman Cabeza de ne-
gro. El tronco es de tres á quatro varas de grueso, y
muy derecho, tiene la corteza lisa, blanda y gruesa
de tres á quatro líneas, de color ceniciento, y de sabor
amargo nauseabundo , como la leche que arroja por
donde quiera que se parte. Produce las ramas alternas,
horizontales, rollizas, flexíbles, y pobladas en su re
mate de pelos rígidos. Las hojas se hallan alternas, de
pie y medio de largo, y de siete pulgadas de ancho;
tienen una grande escotadura en la base, y las mas ve-
ces terminan en una punta muy aguda; son vellosas
en ambas caras, y enterísimas, aunque parecen á pri-
mera vista dentadas , especialmente las mas tiernas , en
cuyos márgenes se reune el vello en pequeños fluecos
ó hacecillos á iguales distancias: por la parte superior
estan rayadas obliquamente, siguiendo la direccion de
las venas mayores , y estas ramificadas en redecilla, y
sostenidas de pezones gruesos, rollizos, pelosos, y de
poco mas de media pulgada de largo. Las estípulas se
observan 4 uno y otro lado de los pezones mas tiernos,
y son oblongas, angostándose gradualmente desde la
mitad hasta la punta: su consistencia es membranosa,
y freqiientemente se marchitan, y caen antes que la
hoja haya llegado á su total incremento. Las flores na-
cen en las axilas ó encuentros de las hojas; las femeni-
nas solitarias y sentadas; y las masculinas con un pie-
cecillo muy corto , de dos en dos, rara vez tres juntas,
y alternando con las femeninas en la parte inferior de
los ramos; pero en la punta todas son masculinas ; y
entonces por lo comun se hallan solitarias. Los cálices
estan apiñados con escamitas de color de paja y mem-
branosas: su figura es hemisférica, aunque al tiempo de
la fegundacion suelen prolongarse y aun hendirse los
masculinos, echando fuera los estambres; y los feme-
128 ANALES
ninos dilatarse 4 proporcion que los frutos crecen. El
pequeño piececito que sostiene las flores masculinas,
y que apenas excede el largo de dos líneas, está apiña-
do con escamitas menudas , lo mismo que los cálices.
Los filamentos son blancos, y aunque los exteriores
son gradualmente mas largos, y parece que se alargan
al tiempo de la fecundacion, apenas superan las últi-
- mas escamas del cáliz: las anteras son redondas, y de.
color amarillo baxo. Los frutos son unas drupas aova-
das con tres ángulos poco manifiestos, poco mas grue-
sos que un garbanzo, prendidas por su base al cáliz
ensanchado, y por los lados pegadas unas á otras en
número de quince 4 veinte, de color naranjado quan-
do estan maduras, insípidas y mucilaginosas.
Observ. Las plantas descritas en este número, 4
excepcion de la Salvia exasperata , de la Castilla'
elastica, y de las del ciudadano Ventenat , son de la
coleccion de D. Luis Née. EA
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1. LARREA DIVARICATA. 2LARREA CUNEIFOLIA. 19:
ANALES
DE. HISTORIA NATURAL.
MES DE SETIEMBRE DE 1800.
NUM? 5.
TOMO SEGUNDO.
DE ORDEN SUPERIOR.
MADRID EN LA IMPRENTA REAL.
POR D. PEDRO JULIAN PEREYRA , IMPRESOR DE CÁMARA DE $. M»
AÑO DE 1800.
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ALIADA
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DESCRIPCION
DEL GENERO BONPLANDIA,
Y DE OTRAS PLANTAS,
POR D. ANTONIO JOSEPH CAVANILLES.
BONPLANDIA.
CARACTER GENERICO.
Calz libre, permanente , tubuloso, con cinco dientes.
Corola de una pieza, casi bilabiada; su tubo es
mayor que el caliz, y angosto por abaxo; su borde
está partido en cinco lacinias, escotadas; las dos su-
periores algo mas largas y erguidas; las laterales abier-
tas, y la inferior colgante.
Cinco filamentos insertos algo mas abaxo de la bo-
ca de la corola, é iguales a esta, terminados por igual
número de anteras redondeadas , planas.
Germen aovado : estilo tan largo como los estam-
bres: estigma partido en tres lacintas.
Caxa aovada con tres surcos , tres celdas, tres yen-
tallas, y tres semillas elípticas. El receptáculo es cen-
tral y de tres esquinas, á las que van 4 parar los tres
diafragmas asidos al medio de cada ventalla.
Observ. Este género tiene e mismo fruto que el
Parox, del qual se distingue 1% por la insercion y
1 He dedicado este género al jóven ciudadano A. Goujou
Bonpland , que acompaña como Botánico al Baron de Humboldt
despues de haber oido con aplicacion y fruto 4 los profesores de
Jussieu y Desfontaines.
12
ME... PONEIS
tamaño de los estambres respecto a la corola: 20 por
ser esta casi de dos labios: 37 por el cáliz de cinco
dientes.
BONPLANDIA GEMINIFLORA. Tab. 20.
BoxpPLANDIA caule herbaceo; foliis alternis, lan-
ceolatis, serratis: floribus geminis, axillaribus.
El tallo es rollizo, herbaceo, de pie y medio de
alto, con ramos alternos, vellosos; las hojas alternas,
lampiñas , aserradas , lotes. muy agudas por
ambas extremidades, terminándose la inferior en pe-
ciolo. Nacen las flores de dos en dos con pedúnculos
propios en los sobacos de las hojas y en las extremi-
dades de los ramos: su cáliz es tubuloso con venas y
cinco dientes muy pequeños : su corola de un violeta
casi roxo, y tiene una pulgada de largo; y las cinco
lacinias son casi lineares, y angostas «¿hácid la base.
Los filamentos son roxizos; las anteras amarillas y -
wy pequeñas: la caxa apenas del tamaño de un gra-
no de pimienta y lampiña.
Habita junto a la venta de la Negra, siete leguas
de Pueblo-Nuevo en la Nueva-España, y florece en
Noviembre. La he visto seca en el herbario de Don
Luis Née.
Explic. de la estampa. 4 Corola con los estam-
bres. » Cáliz y gérmen. c Caxa. d Caxa cortada trans=
versalmente. e Semilla. f Estambre.
ERYNGIUM SERRATUM.
ErywGrum foliis oblongis, serratis: foralibus pin-
natis brevibus: capitulis globosis, involucro longior1-
bl
bus,
DE HISTORIA NATURAL. 133
El tallo es rollizo, con estrias superficiales, lampi-
ño, como toda la planta; de dos pies de alto, y del
grueso de un bramante. Las hojas radicales son oblon-
gas, aserradas con dientes mas ó menos profundos y
agudos, tienen mas de dos pulgadas de largo y quatro
líneas de ancho, y se terminan en peciolos planos, mas
cortos que ellas, los que se ensanchan y se recubren
en la base. Las del tallo son alternas, sentadas, distan-
tes, mas cortas que el intervalo que las separa, y su-
cesivamente mas pequeñas hacia la parte superior.
Tienen los dientes mas profundos y .mas agudos que
las radicales, y abrazan la mitad del tallo: las florales
son pequeñas, pinadas, de unas quatro líneas de largo
y opuestas: allí salen dos ramitos opuestos, cada uno
con sus dos hojuelas opuestas , y se terminan, como
igualmente el tallo, por otras tantas exbezuelas del
tamaño de un pequeño garbanzo. La gorguera se com-
pone de unas diez hojuelas puntiagudas, anchas hácia
la base, algunas de ellas con dos dientecitos finos
opuestos, y son algo mas cortas que la cabezuela. El
receptáculo es casi globoso: las pajitas que separan las
flores agudas y visibles: las hojuelas del cáliz parcial
puntiagudas de menos de media línea de largo. El gér-
men como escamoso: y las semillas pardas, larguitas,
muy pequeñas.
Se cria en las cercanías de Huanajuato en la Nue-
va-España ; y florece en Octubre. Ví esta planta seca
y en fruto.
ERYNGIUM LONGIFOLIUM.
Eryxcrum foliis gladiatis , ciliato- -spinosis: flora-
libus brevissimis, 3- g"fidis; canlis summitate dicho-
toma,
134 . ANALES
Esta especie es muy parecida á la que el ciuda-
dano Lamarck llamo Eryngium virginianum en el
tomo quarto del Diccionario Enciclopédico pág. 759.
Su tallo'se levanta hasta tres pies terminado por ra-
mificaciones dicotomas de un pie de largo: las hojas
radicales tienen hasta dos pies de largo , y de ocho 4
doce lineas de ancho , terminadas en punta: las del ta-
llo son mas cortas y ¿leórrlaa unas y otras carecen de
peciolo, tienen los bordes como pestañosos por las
espinitas finas , tlesas, apenas divergentes , de unas dos
líneas de largo ; y estan rayadas como en las grami-
neas. Las florales, esto es,las que estan al pie de cada
dicotomia son pequeñas , Cóncavas , se abrazan , y se
terminan en tres ó cinco lacinias aleznadas, de línea
y media de largo. En cada dicotomia se levanta un
pedúnculo desnudo, de dos pulgadas de largo, ter-
minado por una cabezuela menor que un garbanzo:
las hojuelas de la gorguera casi en número de diez
son agudas, enteras , algo anchas hácia la base, y mas
cortas que la cabeza de las flores. Entre cada una de es-
tas hay una pajita lanceolada entera. Las hojuelas del
cáliz parcial son muy pequeñas. En lo demas conviene
con la especie precedente,
Se cria junto á Pachuca y Real-del-monte en la
Nueva-España, y florece en Agosto. “Tambien ví esta
especie seca y en fruto.
Obserw. He visto en el herbario de D. Luis Née
el Erynagium faetidum de Linneo que figuró Sloane
en la estampa 156, y describió Lamarck en la pági-
na 758 de la Enciclopedia: pero debo notar que las
flores se hallan en las dicotomias de los ramos , soste-
nidas por pedúnculos de dos líneas de largo , y los re-
ceptáculos son cilíndricos , de una línea ó línea y me-
día de diámetro , y de tres-con corta diferencia de al-
DE HISTORIA NATURAL, 135
tura. Esta especie parece ser la mas comun en toda
la América. El citado Née la vió en Coquimbo, en
Guayaquil , en Guaranda y sh otras partes,
MINUARTIA MONTANA. Linn. Tab. 21. fig. 1.
MINUARTIA ramulis lateralibus alternis brevissi-
mis: floribus interfoliaceis solitariis.
Minuartía floribus lateralibus alternis, bractea bre-
vioribus. Linn. sp. pl. vol. 1. pag. 249. Loefl. iter
pag. 122.tab. 1. fig. 4. mala.
De una raiz blanquecina, obliqua, pequeña, ador-
nada de algunas fibras se levantan varios tallos, cuyo
número y altura varía segun la bondad del terreno.
Los mas altos que he visto apenas llegan á tres pul-
gadas, y otros tienen una sola. Todos tienen estrias y
como nudos 4 cada encuentro de sus hojas, son de un
verde pajizo, y las mas veces de un roxo amoratado
en la parte inferior. Sus ramitos son sumamente cor-
tos y alternos: las hojas opuestas y unidas en la base,
donde son mas anchas, continuando despues hasta ter-
minarse en punta como aleznas: tienen de dos á tres
líneas de largo, y son duras y erguidas. Entre cada
par de hojas nace una flor casi sentada, y detras de
ella un ramito, en el qual se ven como amontona-
dos varios pares de hojas cada uno con su flor. El cá-
liz es libre, piramidal, de cinco hojuelas lanceolado-
agudas , permanentes , aquilladas, dos de ellas algo
mas largas: alternan con dichas hojuelas cinco > pétalos
blancos , aovados , quatro veces mas pequeños que
ellas. Al rededor del germen hay una membranita
anular afestonada con seis ó siete dientes, y entre ellos
salen de tres á siete filamentos blancos mas largos que
la corola, terminados por anteras amarillas, globosas,
136 ANALES
de dos celdas. El gérmen es piramidal y de tres es-
quinas, de cuya punta salen tres estilos con estigmas
sencillos. La caxa tiene la figura del gérmen , una cel.
da y tres ventallas; y encierra ocho ó diez semillas
casi negras redondeado-reniformes, planas.
Se cria con abundancia en los cerros inmediatos á
Madrid y pueblos vecinos; pero jamas la he visto mas
lozana que en el trecho que hay entre el Manzana-
res y camino real de Aranjuez, pasada la puente de
Toledo. Florece en Mayo y Junio. |
Explic. de la estampa. a Flor. » Flor aumentada
y abierta. c Hojuela del cáliz. 4 Pétalo. e y f Estam-
bres que nacen de la membrana. y Gérmen. h Caxa.
2 Caxa aumentada. k Caxa que se abre. / Semillas,
sm Semilla muy aumentada.
Observ. Despues de cincuenta años que Loefling
descubrió esta especie y la dichotoma que describí en
el tercer tomo de Icones, nadie ha dado la estampa de
su fructificacion. Las que se grabáron en la citada obra
de Loefling de ambas especies son inexáctas, y mu-
cho peor la que dió Lamarck en la estampa 52 de su
Ilustracion de Géneros.
ACALYPHA PILOSA. Tab. 21. fig. 2.
AcALYPHA caule herbaceo : foliis ovato-acutis,
serratis, pilosis: spicis geminis, axillaribus, peduncu-
latís, quarum una femina, altera mascula.
El tallo de esta plantita es delgado, solitario, de
unas seis pulgadas de alto, y cubierto de pelos blan-
cos, largos, perpendiculares. Las hojas son alternas,
mas largas que sus peciolos, aovadas con punta, aser-
radas, pelosas, de unas seis ú ocho líneas de largo:
y sus estípulas pequeñas, aleznadas, caedizas. Del so-
DE HISTORIA NATURAL. 137
baco de cada hoja nacen dos espigas pedunculadas,
mas cortas que la hoja; de las quales la mas larga se
compone de multitud de flores masculinas, y la otra
de ocho ó diez hembras cada una con su invólucro, y
todas carecen de corola. La flor masculina es suma-
mente pequeña, y tiene un pedúnculo corto; un cáliz
de quatro hojuelas vellosas aovadas con punta, y un
manojito de doce filamentos con corta diferencia , mas
largos que el cáliz, y terminados por igual número de
anteras globosas. La femenina está sentada en el fon-
do de un invólucro de una pieza que tiene siete dien-
tes, y consta de un cáliz de tres ó quatro hojuelas;
de un gérmen globoso, velloso muy pequeño; de tres
estilos roxizos mucho mas largos que el invólucro,
los que en la mitad de su longitud se parten en tres
como cabellos muy finos blanquecinos. La caxa es ve-
llosa, sentada , casi redonda con tres surcos, y se com-
pone de tres cascarillas ó cocas aovadas, cada una con
dos ventallas y una semilla, negruzca, lisa, globosa,
algo puntiaguda, y tan pequeña que apenas se per-
cibe.
Se cria en las inmediaciones de Panamá, en las
cercanías de Dos-Caminos, pueblo de la Nueva-Es-
paña, y en la isla de Luzon entre los canelos de Ca-
lavan. La vi seca en el citado herbario.
Explic. de la estampa. 1 Flor masculina muy au-
mentada. o Flor hembra. p La misma aumentada con
su invólucro extendido. q Fruto. r Una cascarilla au-
mentada quando se abre. s Semilla.
Observ. La planta de Filipinas tiene las hojas mas
puntiagudas ; las de América algo mas redondeadas
con punta. |
138 - ANALES
ACALYPHA MONOSTACHYA. Tab. 21. fig. 3.
AcaALYpHa caule herbaceo: foliis subrotundis, cre-
natis: spica mascula terminali solitaria : floribus femi-
neis axillaribus sessilibus.
El tallo de esta especie es tambien de unas seis
pulgadas, rollizo, velloso , sin ramos, y se termina
por una espiga de flores masculinas, la qual tiene casi
dos pulgadas de largo, incluso el pedúnculo. Hallan-
se las hojas bastante inmediatas entre sí, y son al-
ternas, mas largas que sus peciolos, casi redondas,
afestonadas, vellosas, cuyo diámetro tiene de tres á
quatro líneas. Sus .estípulas son aleznadas, pequeñas
y caedizas. Las flores masculinas estan tan apretadas
entre sí que su espiga se parece á la del Lycopodium
clavatum de Linneo; y aunque sumamente peque-
ñas, tiene cada una su pedúnculo , y un cáliz de tres
hojuelas aovadas con punta, vellosas, de cuyo centro
nace un manojito de estambres como en la preceden-
te. Las femeninas estan sentadas en los sobacos, dos
Ó tres en cada uno , y separadas por sus invólucros
parciales, que son algo mayores que en la especie pre-
cedente. Constan de un cáliz de quatro hojuelas ao-
vadas con punta y pestañosas; de un gérmen globo-
so, velloso; y de tres estilos muy largos y ramosos,
cuyas lacinias inferiores son mas cortas.
Se cria entre los pueblos de Cimapán y Tecozot-
la de la Nueva-España, y florece por Setiembre. La
vi seca sin fruto en dicho herbario.
Explic. de la estampa. £ Flor masculina aumenta-
da. y Flor hembra. x Cáliz de esta. y Flor aumentada
con su invólucro extendido. z Involucro del tamaño
natural. £ Gérmen y estilos.
DE HISTORIA NATURAL. 139
ACALYPHA VAGANS.
AcALYPHa caule virgato : foliis ovato-lanceola-
tis, crenatis: spicis axillaribus, solitariis, interruptis.
El tallo es rollizo, delgado, derecho , de dos á
tres pies de largo. Las hojas alternas, mas largas que
los peciolos, aovado-lanceoladas, afestonadas , termi-
nándose cada diente por un pelo blanco; tienen pul-
gada y media de largo, y unas ocho líneas de ancho,
siendo mas estrechas las superiores. Las estipulas son
lanceoladas y muy pequeñas. Las espigas de las flores
son axilares y solitarias mucho mas largas que las ho-
jas; las mas se componen de flores hembras, y enton-
ces carecen de pedúnculo; pero lo tienen las andró-
gynas y las compuestas de machos, las quales son mas
cortas. En las hembras resaltan los invólucros sentados
y distantes: las masculinas estan cubiertas de menudas
flores pedunculadas y separadas por finas bracteas: en
las andrógynas ocupan los machos la parte superior,
y las hembras la inferior. Todas las flores carecen de
corola; y tienen un cáliz de tres hojuelas cóncavas,
pestañosas. Los estambres son como 'en las anteceden-
tes: el invólucro acorazonado, mas ancho que largo,
con dientes en el borde terminados por otros tantos
pelos blancos: forma una especie de quilla, y en el
sobaco encierra dos florecitas, de las quales una aborta
casi siempre. En todo lo demas conviene con la Aca-
lypha pilosa.
_ Se cria en Acapulco, y florece en Octubre. La he
visto seca en el citado herbario.
ACALYPHA PHLEOIDES.
AcALypHa foliis ovatis , serratis subsessilibus: spi-
140 | ANALES eh
cis androgynis terminalibus : invólucro cuneiformi,
cucullato, trifido. y
¿An urtica minor iners spicata , folio subrotundo
serrato , fructu tricocco? Sloan. lama. 1. pag. 1225.
tab. 82. fig. 3. >. |
El tallo apenas se extiende á un pie, con ramos
y hojas alternas , estas son aovadas , algo aserradas,
con pelitos blancos; suelen tener una pulgada de
largo, y estan casi sentadas. Sus estipulas son cor-
tas, aleznadas y caedizas. Haállanse las flores en es-
pigas solitarias de pulgada y media de largo en la
extremidad de los ramos; las masculinas en la parte
superior, separadas unas de otras por bracteas suma-
mente finas ; y las hembras en la inferior hasta el ar-
.Yanque de la espiga. El cáliz de las masculinas es de
quatro hujuelas aovado-agudas cóncavas, y entre ellas
estan los estambres con anteras globosas; y el de las
hembras por lo comun de tres. El invólucro de estas
es cuneiforme , y se dobla en forma de cucurucho, te-
niendo tres dientes solamente y una flor. Los tres es-
tilos son de un roxo obscuro y ramosos. En todo lo
demas conviene con las antecedentes.
Se cria en las cercanías de Tixtala, pueblo de la
Nueva-España, y florece por Setiembre. La he visto
seca en dicho herbario. |
Observ. Linneo reunió con el nombre de Acaly-
pha indica la planta de Malabar figurada en la es-
tampa 81 del tomo 1o de Rheede, y la de la Jamayca
que Sloane estampó en el lugar arriba citado. La sola
inspeccion de dichas estampas, y el cotejo de sus des-
cripciones, prueba que son especies diversas. Yo creo
que la de Sloane puede ser una variedad de la mia,
istinguiéndose al parecer por ser lampiña (smooth
como dice el autor), siendo la mia algo pelosa.
dps DE HISTORIA NATURAL. 14T
ACALYPHA HIRTA.'
AcALYPHa foliis subrotundo-acutis, serrulatis, hir.
tis: spicis androgynis , terminalibus: involucro subro-
tundo quinquedentato. | At
Esta planta tiene bastante semejanza con la ante-
cedente ; pero se distingue por la forma de los invó-
lucros y por ser pelierizada. Su raiz es rolliza, algo
ondeada y fibrosa, ó con barbillas que van disminu-
yendo de diámetro: de ella sale un tallo de un pie de
. largo con ramos alternos pelierizados. Sus hojas son al.
ternas y casi sentadas, especialmente las terminales:
tienen apenas una pulgada de largo, y son redondea-
das con punta, aserradas y pelierizadas: las estípulas
y espigas de las flóres como en la precedente. El in-
vólucro es casi redondo, tiene cinco dientes en el bor-
de, y está doblado para ocultar la flor femenina. La
caxa es tambien pelosa y muy pequeña. En lo demas
conviene con la antecedente.
Se cria en Nueva-España cerca de Huanajuato , y
florece en Setiembre. Vila seca.
ACALYPHA GLANDULOSA.
Acarypma foliis subcordatis, ovato-acutis, cre-
natis , subtus tomentosis : spicis petiolo subequalibus.
El tallo de esta planta tiene unos tres pies de al-
tura, y es rollizo y ligeramente afelpado con multi-
tud de pelitos cortos y muy finos terminados por una
glándula, los que se observan en todas las partes de la
planta, á excepcion de ambas superficies de las hojas.
Estas son alternas, ligeramente acorazonadas en la ba-
se, aovadas con punta, afestonadas, verdes por arri-
ba, blanquecinas y algo afelpadas por el envés; tienen
W
142 ANALES
dos pulgadas de largo, pulgada y media de ancho, y
un peciolo delgado de una pulgada. Las estípulas son
delgadas, aleznadas, caedizas y mucho mas largas que
en las demas especies. Hállanse las flores en espiguitas
axilares por lo comun de dos en dos, poco mas largas
que el peciolo, y casi todas son femeninas : las pocas
andrógynas son algo mas cortas, y en ellas se ven los
machos en la parte superior, separados por bracteas
muy finas. El cáliz de la hembra es de quatro hojue-
las: el gérmen velloso y casi esférico: los tres estilos
roxizos , ramosos y mucho mas largos que el invólu-
cro. Este casi circular con siete dientes en el borde.
Habita en la Nueva-España cerca de Salvatierra,
florece en Octubre. La he visto seca sin fruto.
Observ. Linneo, Schreber y otros autores al dar el
carácter genérico del AcALYPHA dixéron que sus se-
millas son muy grandes (maxima. ) Sin duda las vié-
ron así en las pocas especies que conociéron; pero en-
señándonos la experiencia que las semillas son muy
pequeñas en multitud de especies de este género, de.
be suprimirse en su carácter la palabra maxima.
DE HISTORIA NATURAL. 143
MEMORIA
SOBRE LA CONSTRUCCION DE LOS TERMÓMETROS
POR D. JUAN LOPEZ DE PEÑALVER.
O encciccudd termómetros para algunos experimen-
tos delicados, los busqué y no encontré ninguno se-
un mis deseos, despues de haber examinado una gran
porcion de ellos. En conseqúencia me determiné á
construirlos por mí mismo, y de mi primer ensayo sa-
qué dos docenas que hubieran podido pasar por bue-
nos. Sin embargo los rompí todos , mirándolos única-
mente como fruto del aprendizage; y ya con mas se-
guridad y experiencia, emprendi de nuevo la obra que
he continuado por bastante tiempo; y este trabajo lar-
go y penoso me ha proporcionado tener termómetros
á toda mi satisfaccion, y conocer los medios de dar á
este instrumento alguna mas perfeccion de la que has-
ta ahora tiene.
El termómetro es de uso muy comun en la Física
y en las ciencias naturales: su uso es de grande im-
portancia en muchos casos; y en general de la perfec-
cion de los instrumentos dependen los progresos de ya-
rios ramos de las ciencias naturales. Si en alguno de
ellos no se advierte todavía mas que una confusion
asombrosa, á pesar de las numerosas observaciones que
hay hechas, la causa es el poco cuidado que se pone
en tener buenos instrumentos, entre los quales debe
contarse principalmente el termómetro. En suma los
Fisicos y Chímicos conocen muy bien los muchos ca-
sos en que seria inútil su trabajo, si no fixasen con al»
guna exáctitud la temperatura en que operan, ó á que
144 | ANALES
están las substancias que manejan; y de esta exáctitud
puede resultar el conocimiento de varias leyes de la
naturaleza, cuyo descubrimiento seria de importancia
y de inmediata utilidad.* Por! estas! 12Z0nes he TRIAS
que la publicacion de este corto trabajo podria no ser
enteramente inútil.
Hay bastante escrito sobre esta materia; y entre
los que la han tratado , me ha parecido distingulio Mr.
de Luc, en su excelente obra de las Modificaciones
de la Atmósfera. Aunque en muchas cosas nada tengo
que añadir á lo que otros han dicho, el órden y la
claridad me precisarán a repetir algunas de ellas.
Es sabido que el termómetro es por lo comun un
tubo de vidrio que remata en una esferilla, cilindro ú
otro depósito de figura qualquiera, en que está conte=
nido algun fluido como el espiritu de vino ó el azo-
gue. La dilatacion de los fiuidos ha parecido lamas
conveniente para medir el calor Ó propiamente, la:
temperatura; y entre los fluidos, el azogue ha sido pre=
ferido por varias razones que expone Mr. de Luc en
su obra citada. Uno de los motivos de esta preteren=;
cia es que el azogue puede ser mas fácilmente purga-
do de ayre; y despues verémos que sin esta condicion:
no hay termometro bueno.
La bondad de un termómetro consiste, general
mente hablando, en que la indicacion de la tempera-:
tura sea la misma que la de otro qualquiera ¿hecho
con igual cuidado; y 4 este punto hemos de aspirar.
A los termómetros que se corresponden de esta mane-
ra, llaman comparables , pero es sumamente raro el
tenerlos: á no ser que se graduen expresamente uno
por otro, y así es como estan hechos los que yo he
visto.
Para conseguir ó acercarse á este objeto, al qual
DE HISTORIA NATURAL. 145
se reduce nuestro trabajo , es menester usar de las
precauciones y medios que vamos á exponer.
El azogue debe estar muy puro. Sus dilataciones
guardarán mas regularidad, ó se corresponderá mejor,
siempre que haya homogeneidad en sus partes. De
aquí se infiere inmediatamente la necesidad de que el
termómetro este bien purgado de ayre y de humedad !.
Los tubos para los termómetros, ademas de no te-
ner mucha pasta, deben ser de pequeño calibre, á fin
de que no se necesite una esferilla de gran diámetro.
Estas esferillas abultadas forman unos termómetros inú-
tiles, porque tardan mucho en. indicar la mudanza de
temperatura, ademas de que son difíciles de purgar de
ayre, en cuyo caso se hallan tambien los cilindros y
las espirales aunque estas lo son por otra causa. “Por
mi parte despues de haber gastado mucho tiempo por
querer sacar algun termómetro bueno que fuese de
cilindro, he abandonado. la empresa , y me he ceñido
á usar de la esferilla; la que no debe pasar de cierto
diámetro. | | vs
Los tubos han de ser de igual calibre en toda su
extension. Para exáminar esto se hace la operacion
que llaman calibrar. Yo he exáminado muchos tubos
de termómetros rotos, y he encontrado muy pocos
que sean de igual calibre en toda su extension. Bien
sé que los artistas se paran poco en esto, porque re-
gularmente graduan sus termómetros por comparacion
con otro que les sirve de patron. Sin embargo ha
una causa que puede inducir á error en el calibrar los
tubos. Hela aquí.
1 Ademas de estar destilado el azogue, conviene pasarlo por
un cucurucho de papel que remata en un agujerillo muy estrecho,
con el fin de limpiarle el polvo que continuamente adhiere 4 él;
euya operacion se debe hacer muy á menudo,
TOMO Il. K
146 ANALES
Es sabido que para calibrar un tubo, se introduce
en él un poco de azogue como una ó dos pulgadas de
largo; se mide este largo sobre un papel en que hay
varias señales, y se hace correr dicho azogue sucesi-
vamente por el tubo, observando si siempre ocupa el
mismo largo, en cuyo caso el calibre es igual, y bue-
no el tubo. Para introducir el azogue , se mete un
extremo del tubo en un vaso ó taza en que hay azo-
gue yy se chupa por el otro extremo. Por este medio
se introduce en el tubo mucha humedad, la que ade-
mas de ser perjudicial en lo sucesivo, ocasiona el in-
conveniente de hacer variar el largo de la columní-
lla de. azogue introducida para calibrar, de manera
que puede esto obligar á desechar tubos que son bue-
nos; y á tener por buenos los que son malos. Para
evitar esto, he usado del medio sencillo de cerrar los
tubos por un extremo; calentarlos despues , é introdu-
cir el extremo abierto en un vaso con azogue. Este
sube en el tubo al paso que el ayre que está en él se
enfria y condensa. |
Lo largo del termómetro es arbitrario, y depende
del uso 4 que se destina; pero tiene ciertos limites pa-
ra que la esferilla no pase de cierto diámetro, que á
lo mas puede ser de 9 líneas. El hacer la esferilla pro-
porcionada al largo y calibre del tubo, depende mas
del exercicio que de las reglas que pueden darse. Al
soplar la esferilla con la boca, se introduce en el tubo
mucha humedad; pero no conozco otro medio de ha-
cerla. Preparados los tubos con su esferilla, si en al-
gunos se ve mucha humedad, lo mejor es tirarlos pa-
ra no gastar en balde el tiempo y la paciencia.
El llenar los tubos dichos es cosa sencilla. No obs-
tante es de advertir que el método de calentar la esfe-
rilla y meter luego el extremo del tubo en el azogue
- DE HISTORIA NATURAL, 147
es muy malo, porque de esta suerte el azogue se em-
puerca mucho. Es menester pegar en el extremo del
tubo una bola ó embudo de vidrio , ó bien atarles un
cucurucho de papel. En este estado se calienta bien el
tubo sobre las brasas; despues se pone derecho, y la
esferilla sobre las brasas: se echa azogue en el cucuru-
cho ó embudo, y se aparta todo del fuego *. El ayre
contenido en la esferilla se enfria, se condensa, y el
azogue baxa y ocupa una parte de ella. Para acabar
de llenar el termómetro se vuelve á calentar y se
vuelve á apartar de las brasas, y esto se repite hasta
que queda lleno.
En este estado se pone la esferilla sobre las brasas
hasta que el azogue hierve. Despues se aparta del
fuego, y el azogue baxa á veces con grande estrépito,
á veces no; lo que me ha parecido depende mas del
calibre del tubo, que de haber ó no ayre 2. No creo
que puede darse regla acerca de las veces que se ha
de repetir esta operacion. Generalmente se observa
que quando el azogue hierve lentamente, formando
ciertas ondulaciones suaves, entónces está regularmen-=
te purgado de ayre ó humedad. |
Es de observar que al precipitarse el azogue sue-
le dividirse la pequeña porcion de ayre que hay en la
esferilla, y queda á este ó al otro lado de ella. Esto
sucede quando los tubos son de un calibre algo creci-
1 Es muy cómodo y muy limpio tener unas bolas sopladas de
cristal de algo mas de pulgada de diámetro, con cuello de un par
de pulgadas de largo, y algo estrecho en la punta. En estas bolas
se calienta el azogue quando es menester, y con ellas se echa con
comodidad y limpieza en los cucuruchos de los termómetros.
2 Aunque creo que la humedad ó el vapor del agua es lo que *
mas hay en el termómetro, llamaré ayre siempre al fluido aerifor-
me que allí se encuentra , sea el que fuere.
K 2
148. ANALES
do. En los tubos capilares hay otro efecto; y es que
baxando el azogue con mas lentitud , suele adherir el
que baxa al que esta en la esferilla á cierta distancia,
de suerte que se llena esta, quedando á un lado la por-
cioncilla de ayre. Esta es una de las causas de las
puntas de ayre que se advierten en los mejores termó-
metros; y es menester cierta atencion y cuidado pa=
ra hacer reunir este ayre en el cuello de la esferilla.
Para sacarlo, aunque á veces no se percibe que lo
haya, aconseja Mr. de Luc el que se hierva de nue-
vo el termómetro, y despues que se aparta de las bra-
sas, y que el azogue baxa y llena la esferilla, se qui-
te inmediatamente el azogue que queda en el cucuru-
cho ó bola de arriba. Entónces el que queda en el tu-
bo baxa y entra todo en la esferilla, con lo qual el ay-
re no queda interceptado entre el azogue. Para llenar-
lo despues enseña de Luc que se caliente el tubo po-
co á poco, y al mismo tiempo se vaya calentando la
esferilla para que suba el azogue, y vaya sucesiva-
mente pasando por el tubo calentado. Este método es
el que yo he seguido; pero es necesaria cierta precau-
cion que no es nada trivial. Debe ponerse la esterilla
sobre las brasas, teniendo el tubo vertical, hasta que
el azogue salga del cuello de la esferilla, pues sí ántes
de esto se inclina el tubo, queda el ayre dentro. A.
veces tambien el azogue al calentarse, sube mas de un
lado que del otro, y entra en el tubo dexando ayre
en la esferilla, lo que pide cierta atencion. Esta es otra
de las causas de las puntas de ayre que quedan en los
termómetros. |
Atendido, pues, este punto, no hay mas que ca-
lentar bien el tubo sucesivamente, y al mismo tiempo
calentar la esferilla para que el azogue vaya subiendo
por el tubo caliente. Quando ya está cerca del extre-
DE HISTORIA NATURAL. 149
mo del tubo, se endereza este, y luego que asoma una
gota de azogue, se echa de este lo necesario en el cu-
curucho. Se aparta todo de las brasas, y se pone á un
lado hasta que se enfric. Á veces es menester tambien
repetir esta operacion, sobre todo en los termómetros
muy capilares. Hecho esto , se quita el azogue sobran-
te del cucurucho, se quita tambien este, y se trata de
cerrar el termómetro.
- Para esto se sacan un par de gotas de azogue, 4
fin de que quede sin él un poco del tubo, y sacar una
punta delgada. Como es conveniente el que este ex-
tremo forme un pico en ángulo recto con el tubo, pa-
ra fixar despues el termómetro sobre la escála , hago
desde luego sacar la punta en angulo recto, lo que
presenta cierta comodidad para las operaciones suce-
sivas, y para cerrarlos despues enteramente. Meto el
termómetro en agua hirviendo, lo qual se ha de ha-
cer con cuidado, para que no se rompa , por razon de
ser muy estrecho el agugerillo por donde sale el azo-
gue. Así que este cesa de gotear, acerco una luz y cier-
ro la punta. Saco el termómetro del agua hirviendo,
y lo dexo enfriar. El azogue baxa, y lo comun es
que se separe en el tubo.
» Quando el termómetro se ha llenado de esta
>» manera, dice Mr. de Luc, el azogue está en el va-
»» cío, corre libremente por el tubo, y choca en su
»» extremo , como sucede en el barómetro, sin que
>» la columna de azogue esté expuesta 4 dividirse por
»» los mas fuertes sacudimientos.” Esta observacion de
Mr. de Luc induciría á error al que juzgase ser sufi-
ciente la práctica expuesta, para tener el termóme-
tro en buen estado. Igualmente seria erróneo el creer
que esto probase que el termómetro estaba bien pur-
gado de ayre. Yo tengo un termómetro, cuyo azogue
150 ANALES
corre libremente por el tubo, choca con gran ruido en
su extremo; y sin embargo si se calienta un poco el
cilindro, se eriza todo con ampollas de ayre. Si se le
mete en agua hirviendo, el azogue se separa.
Lo contrario de lo que dice Mr. de Luc, es para
mí una regla general. Todo termómetro, cuyo azo-
gue corre con libertad por el tubo, tiene seguramente
ayre, y no está en términos de ser reputado por bue-
no. En efecto esto prueba que en la esferilla hay al-
gun poco de ayre; como efectivamente lo tienen to-
dos los termómetros que he visto de los mas afamados
artistas, sin exceptuar los de Ramsden. El termóme-
tro que está perfectamente purgado de ayre, necesi-
ta un sacudimiento no pequeño para que el azogue
corra por el tubo, aunque este sea de grueso calibre.
Mientras mas purgada de ayre está la esferilla , mas
fácil es qúe se divida la columnilla de azogue. La co-
sa es clara, porque si en la esferilla hay ayre, este se
dilata y se equilibra con el que haya en el tubo; pero
si no lo hay en la esferilla, la menor partícula de ay-
re que quede en el tubo, se dilatará y romperá la co-
lumna. Así es que en el termómetro , cuya esferilla
ha sido bien purgada de ayre, rara vez dexa de divi-
dirse la columna de azogue, despues de cerrarlos se-
gun se ha dicho.
Si al tiempo de baxar el azogue, se divide pues
la columna, el remedio es calentar la esferilla, hasta
ver si vuelve á reunirse, y despues baxando dexa el
ayre en la parte de arriba. Esto se consigue las mas
veces con maña y paciencia. Si el ayre es mucho, de
manera que no se reune la columna, se hace subir el
azogue hasta cerca de la punta : se rompe esta, y
entonces se reune la columna, quedando el ayre á un
lado del tubo. Se dexa baxar el azogue , hasta que el
DE HISTORIA NATURAL. . 151
- ayre quede por arriba: y entonces se calienta un poco
esta parte del tubo, se hace luego subir el azogue, y
se vuelve á cerrar la punta. Todo esto es largo y pe-
noso , pero yo lo creo indispensable; y aun así estamos
todavía distantes de haber conseguido nuestro objeto.
Quando se vuelve el termómetro para que el
azogue corra por el tubo, se nota al ponerlo otra vez
derecho, que el vacío formado (en la' esferilla se, va
cerrando poco á poco. Á veces se ve allí un punto
que es alguna porcioncilla de ayre. Se trata ahora de
sacarlo. Mas: si invirtiendo el termómetro varias ve-
ces, se ve que empieza siempre á abrirse el vacio en
el mismo punto donde antes se cerró, señal cierta es
de que allí hay alguna porcioncilla de ayre, aunque
invisible; y yo no doy por concluido el termometro,
hasta que volviéndolo varias veces, no se abre el va-
cío en el mismo punto en que ántes se cerró. Para lle
gar á conseguirlo se requiere maña , tiempo y pacien-
cia; y no es facil explicar la manipulacion que para
ello se necesita.
Yo vuelvo el termómetro hácia abaxo, hago cor-
rer el azogue, y despues lo enderezo, droruracdo que
el vacío se cierre en el cuello de la esforilla lo que
no se logra á la primera vez; pero en esto como en.
otras cosas el exercicio da mucha facilidad. Quando ha
pasado el ayre al cuello de la esferilla, se separa el
azogue al inclinar el termómetro. Se le dexa correr
hasta que casi llegue á lo último del tubo; y teniendo
el termómetro horizontal, acerco la esferilla a las bra-
sas, y sube el azogue hasta llegar al que está separa-
do. Aparto la esferilla de las brasas, antes que el azo-
gue llegue á lo último del tubo, para que no se rom-
pa el termómetro. Lo regular es que el azogue que
subió se una con el que estaba separado, dexando el
152 CO CANALES
ayre á un lado, y que al enfriarse baxe el azogue,
permaneciendo fixa la porcioncilla de ayre, que unas
veces es visible y otras no, hasta que por fin se queda
en la parte superior del tubo. A: veces se separa el
azogue, despues de haber baxado un poco; pero ca-
lentando la esferilla y usando de maña y paciencia se
le vuelve á hacer unir. En unas ocasiones se necesita
que el azogue baxe lentamente , y esto es lo mas co-
mun; en otras conviene acelerar su descenso. Tam-
bien hay casos en que es menester dar algun sacudi-
miento, quando no se reune la columna ; pero de mo-
do que el azogue no salte hácia arriba. De esta mane-
ra se logra en algunos casos dividir el ayre en dos ó
tres partes, que se hacen pasar sucesivamente á la par-
te superior del tubo. Yo he sacado 4 un termómetro
frances, sin abrirlo, una cantidad de ayre que en el
tubo ocupaba una reed de largo. En suma por mas
que el azogue se separe, sea en el cuello de la esferi-
lla , sea en el tubo, siempre se puede lograr el hacer
pasar estas porcioncillas de ayre por pequeñas que sean,
a la parte superior del tubo. Es verdad que el azogue
se separa muchas veces seguidas en un mismo punto,
y es menester tener la paciencia de repetir y continuar
dicha operacion; pero esta paciencia y algun tiempo
se requieren para tener termómetros perfectamente
purgados de ayre y de humedad.
Quando el termómetro se halla en este estado, el
azogue no corre con facilidad por el tubo, sin darle un
regular sacudimiento. Al desprenderse el azogue, se
oye una especie de silbido, y al cerrarse el vacío se
ve cierta fluidez en el azogue, de suerte que si el tu-
bo no es muy capilar y se endereza con alguna pron-
titud, saltan á uno y otro lado las partículas del azo-
gus. El vacio no se abre siempre en el mismo punto
y
DE HISTORIA NATURAL. 153
donde antes se cerró. Ultimamente, si se calienta la
esferilla, la superficie del azogue permanece tersa y
sin puntos Ó ampollitas. Tales son las señales para co-
nocer si el azogue del termómetro tiene la pureza
y homogeneidad que se necesita para su perfeccion.
Por este medio los termómetros se acercarán mas
mas á ser comparables; y ademas de la exáctitud
que darán á las observaciones, se ve que hechos de es-:
ta manera, será fácil por el método dicho, reunir la
columna de azogue, si por alguna casualidad se sepa-
ra, sin recurrir nunca 4 la fuerza centrifuga que suele
mas ocultar el daño, que remediarlo.
Los termómetros que tienen este grado de perfec-
cion, resisten al agua hirviendo, sin dividirse la co-
lumna de azogue, aunque todo el tubo esté metido en
ella. El punto del agua hirviendo es fixo; lo que es
muy Importante.
Finalmente, luego que el termómetro está en es-
tos términos, se saca el azogue que se juzga necesario
á fin de que haga la escala que se cree conveniente; y
se cierra enteramente el termómetro, sin dexar ayre
en el tubo.
Para la graduacion del termómetro están conveni-
dos los Físicos en tomar dos puntos fixos, que son el
del deshielo, ó el hielo que se derrite, y el del agua
hirviendo; y este intervalo lo dividen en. cierto nú-
mero de partes iguales á que llaman grados.
En quanto al primer punto ó término fixo, es sa-
bido que el hielo al liquidarse tiene siempre la misma
temperatura. La operacion se reduce pues 4 meter el
termómetro entre hielo machacado, que en un aposen-
to siempre se derrite, y señalar con un hilo el punto
donde baxa el azogue. Conviene que toda la parte del
tubo en que hay azogue esté entre el hielo.
154 e, ANALES
Para tomar el otro punto ó término fixo se debe
tambien meter todo el termómetro en el agua hir-
viendo. Es verdad que si el termómetro no está per-
fectamente purgado de ayre, el azogue se divide, y
alargándose la columna, se tiene el punto fixo mas al-
to de lo que realmente le corresponde. Es pues necesa-
rio observar si hay esta separacion ; y solo lo advierto
porque se me ha puesto esta objecion. Por mi parte
puedo asegurar que no he observado tal separacion en
cerca de cien termómetros que he probado de esta
manera; pero que de otros termómetros, hechos por
buenos artistas, no ha dado la casualidad de que uno
solo resista al agua hirviendo sin dividirse el azogue.
Este punto del agua hirviendo, en estos termó-
metros es fixo, quando al contario varía mucho si los
termómetros no estan bien purgados de ayre; y princi-
palinente varía si hay ayre en la parte superior del tu-
bo; porque segun este está mas Ó menos comprimido,
así comprime mas ó menos el ayre que está en la es-
ferilla. Esta es una ventaja grande dimanada de pur-
gar bien de ayre el termómetro. El azogue, metido el
termómetro en el agua hirviendo, se fixa en un punto,
sin aquellas oscilaciones que suelen verse en otros ter-
mómetros , salvo el caso en que estas oscilaciones de-
penden de la corriente del ayre, que enfria el vaso
donde se hierve el agua.
Esta práctica parece indispensable para conseguir
que los termómetros se acerquen á ser comparables.
De esta suerte todo el azogue de la esferilla y del tu-
bo adquiere igual grado de calor, y ademas el tubo
se dilata igualmente por todas partes; lo que parece
necesario no solo para el objeto propuesto, sino para
la exáctitud de las observaciones que se hacen al ayre,
pues entónces todo el termómetro está expuesto á
DE HISTORIA NATURAL. 155
igual temperatura. Por lo demas es sabido que en
aquellas observaciones en que una parte del termó-
metro está á una temperatura muy diferente de la
temperatura á que está expuesta la otra parte, se ne-
cesita una correccion si se quiere ó conviene que sean
exáctas. |
Se dirá tal vez que en metiendo la esferilla en el
agua hirviendo no se necesita mas, porque el calor
se comunicará al demas azogue del tubo. Una re-
flexion sencilla basta para probar que no sucede así;
y es que estando la esferilla en el agua hirviendo, se
tiene con la mano el tubo, sin sentir ningun calor
particular. Ademas de esto, yo he hecho expresamen-
te un termómetro que no tenia mas que unas nueve
pulgadas de largo; y en el extremo del tubo habia
una especie de embudo abierto por arriba. Puesto es-
te termómetro sobre las brasas, el azogue fue subien-
do al embudo dicho, hasta que por último empezó
á hervir en la esferilla. En este estado metí un ter-
mómetro muy sensible en el azogue del embudo, y
no hubo variacion de temperatura en aquel; de suer-
te que el azogue estaba hirviendo en la esferilla, y
en la parte superior del termómetro estaba á la tem-
peratura del ayre circunvecino. Prueba pues esto la
necesidad de la práctica dicha; pues sin ella puede
resultar el punto del agua hirviendo mas baxo en unos
termómetros que en otros. ]
Para esta operacion el agua ha de hervir bien: la
esferilla no ha de tocar al fondo del vaso en que hier-
ve el agua; y este vaso no ha de estar expuesto á la
corriente del ayre , particularmente si es de metal, ó
de otra materia de las que son conductores del calor.
Mr. de Luc ha encontrado alguna diferencia en el ca-
lor que adquiere el agua hirviendo, segun que los
156 ANALES
vasos en que se hierve tienen la boca mas Ó menos es-
trecha. Yo no he exáminado este punto, y solo diré
que he hecho hervir el agua en vasos cilíndricos de
laton. Tambien aconseja de Luc que el agua sea pu-
ra, y esto no es de poca consideracion.
Sospechando que el calor del agua hirviendo en
un vaso fuese diferente á distintas profundidades, qui-
se tomar el punto ó término fixo del agua hirbiendo,
metiendo los termómetros en situacion horizontal en
un vaso de boca ancha; pero un experimento me dió
á conocer, que quando el agua está hirbiendo, toda
ella tiene igual temperatura. No sucede lo mismo lue-
go que se aparta el vaso del fuego; pues el calórico
se acumula en la parte superior del agua, notándose
gran diferencia en la temperatura á diferentes profun-
didades. Este hecho, que es conocido, se debe tener
muy presente en observaciones con líquidos cuya teme
peratura sea mucho mas alta que la del ayre en que
se opera.
El punto ó término del agua hirviendo de que
acabamos de hablar, no es fixo sino en determinadas
circunstancias, Es probado y sabido que el agua ad-
quiere mas Ó menos calor, segun es mayor ó menor
la presion, ó el peso del ayre. De consiguiente es in-
dispensable fixar una determinada presion de la atmós-
fera para tomar dicho punto, ó hacerle la correspon=
diente correccion, á fin de que las observaciones se
refieran todas á unos mismos puntos fixos.
La Sociedad Real de Lóndres determinó que di-
cho punto se tomase á la presion correspondiente 4
29,9 pulgadas del pie ingles, que corresponde 4 28
pulgadas francesas, Ó 323 pulgadas españolas. Mr. de
Luc ha adoptado y aconseja que se adopte para es-
te fin, la presion de 27 pulgadas francesas ó 31% pul-
DE HISTORIA NATURAL. 157.
gadas españolas, fundándose en que hay pocas ciuda-
des donde el barómetro no señale alguna vez esta al-
tura; y en que sus observaciones propias, y sus fór=
mulas, están arregladas á ella. Es cierto que este mo-
tivo es poderoso, y mas quando se necesita un estudio
particular para entender las observaciones de este sa-
bio Fisico, y reducirlas á otros. datos mas generales;
pero en los puntos de mero convenio es preciso se-
guir lo que mas comunmente está adoptado ; y en el
caso presente lo mas general es tomar dicho término
del agua hirviendo, á la presion de 323 pulgadas nues-
tras. Esta es la altura media del barómetro en la ori-
la y superficie del -mar; y á esta presion están arre-
glados un sinnúmero de resultados de observaciones
importantes. Por tanto hemos creido que debíamos *
tambien adoptar esta presion para nuestro objeto.
- Falta á esto añadir que las 323 pulgadas del ba-
rómetro deben entenderse 4 cierta temperatura; cir-
. Cunstancia á que no se ha atendido, y á que importa
atender; porque desde el punto de la congelacion has-
ta un tercio del intervalo entre este puntosy el del
agua hirviendo, puede variar el barómetro, por causa
- de la temperatura, como unas dos líneas. Sentarémos
pues que el término de agua hirviendo se debe seña-
lar , estando el barómetro en 323 pulgadas nuestras,
y el termómetro en — del intervalo dicho. No
parece necesario detenerse 4 manifestar que aquí no
hay circulo vicioso; y solo diremos que todas estas
precauciones son indispensables para que en el día
pueda hacerse uso de varias observaciones ; y tal vez
serán mas apreciables en lo sucesivo, quando en cier-
tas materias se sepa mas que en el dia. Al intervalo
entre estos dos puntos fixos le llamaremos con Mr. de
158 ANALES
Luc “intervalo fundamental del termómetro.
La altura del barómetro que hemos adoptado pa-
ya determinar el intervalo fundamental del termóme-
tro, no es nada cómoda para los que habitamos en
Madrid, donde la altura media del barómetro es de
303 pulgadas nuestras , y nunca llega 4 las 31 pulga=
das. Para evitar las correcciones que habria que hacer
á las observaciones termométricas, es menester pues
corregir el intervalo fundamental hallado a la presion
comun de la atmósfera en Madrid, y reducirlo á lo
que seria si el barómetro señalase 323 pulgadas nues-
tras. Para conseguir esto, veamos lo que enseña de Luc
en su excelente obra intitulada: Recherches sur les
modifications de l' Atmosphere tom. 4. cap. 6.
Ya se sabe que el intervalo fundamental dividido
en So partes ó grados es una de las escalas conoci-
das del termómetro:, y esta es á la que se refiere lo
que dice Mr. de Luc sobre este punto. De sus experi-
mentos sobre el calor del agua hirviendo hechos en los
montes, á diferentes presiones de la atmósfera, saca
Mr. de Luc la regla para hallar el intervalo fundamen-
tal del termómetro en qualquier caso. Sea h la altura
del barómetro en 16 avos de línea; y el intervalo fun-
damental que se busca, comparado con el del termome-
tro de Mr. de Luc es 0,00000495 L.h— 103,87 gra-
dos del termómetro de Mr. de Luc.
Pero Mr. de Luc señala So grados en el punto del
agua hirviendo á la presion de 27 pulgadas france-
sas *. Empleemos pues su misma regla para corregir
el intervalo fundamental de su termómetro y reducir-
lo 4 lo que seria á la presion de 28 pulgadas francesas
1 Aunque las pulgadas de que usa Mr. de Luc son de la toe-
sa de Mr. de Mairan, que es 1 de línea mas corta que la toesa de
la Academia, esta diferencia no influye en el caso presente.
DE HISTORIA NATURAL. - 159
del barómetro. Las 28 pulgadas hacen ¿0 de lí-
1
nea; y de consiguiente el intervalo fundamental que
se busca es 0,00000495 L. $376— 103,87 —80,7877
grados.
Ahora podemos comparar el termómetro de Mr.
de Luc, cuyo intervalo fundamental está dividido
en So grados, á la presion de 27 pulgadas france-
sas del barómetro, Ó 31% pulgadas españolas , con el
termómetro comun de 80 grados á la presion de 28
pulgadas francesas ó 323 pulgadas nuestras. Cada gra-
30
80,7877.
=0,99025 grados del termómetro comun ; y cada
80,78
grado de este valdrá == 1,00985 grados de
de Luc.
Esto nos servirá para hallar el intervalo fundamen-
tal de un termómetro en que el punto del agua hir-
viendo esté tomado á la presion de 303 pulgadas es-
pañolas ó 26 pulgadas francesas del barómetro; pues
en virtud de la regla de Mr. de Luc, se tendrá que
es 0,00000495 L. 4992 — 103,87:=79,2 grados de
Mr. de Luc, que equivalen á4 78,42 grados del ter-
mómetro comun de 80 grados. Y este es el número de
partes en que se debe dividir el intervalo entre los
dos puntos del deshielo y del agua hirviendo, quan-
do el barómetro señala en Madrid 303 pulgadas ó 26
pulgadas francesas; para que el grado So de esta esca-
la corresponda al calor del agua hirviendo á la pre-
sion de 323 pulgadas nuestras del barómetro.
Del mismo modo y por la misma regla, se halla
el número de partes en que se ha de dividir dicho in-
tervalo á qualquiera otra presion, á fin de que se lo-
gre el objeto propuesto.
- do del termómetro de Mr. de Luc será pues
160 ANALES.
A este objeto pertenece una de las aplicaciones:
que tienen los experimentos sobre la fuerza expansiva
del vapor del agua, hechos por D. Agustin de Betan-
court, y que se hallan descriptos en una Memoria en
frances *. De aquí hemos deducido la tabla siguiente:
Intervalo Intervalo J
Altura del barómetro. fundamental | fundamental
de 80 gra- |de 100 gra-
Medidas fran- Medidas espa- dos. dos.
Cesas. ñolas.
pul. - Li. pulg. lin. |
2r. 3 24- 9% 74,92 93,65.
24-09 | 28. 0 7,93 96,29
24.» 6 28. 7 77:41 96,76
Se 0 > IT 7779 97,24
25. 6 ni 78,18 97,72
25. 93 30 17 | 78,41 98,01
28. 1IIF5 30. 33 78,5 98,12
26. 1% e + A 78% 983
20." 3 30. 77 78,74 98,42
| DO." EMP 30.083 78,80 98,5
26. '6 30. 11 78,93 98,66
26. 7 3H 0% 7900 98,75
27. 0 a 79,29 99,11
e OS a 79,46 - 99333
27. > 6 > 79,64 99555
| 27. 9 32 42 79,81 9975
18... O 32) 18 | 80,00 100,00
o PA] añ PE 80,17 100,22
28. 6 33-03 80,34 100543
| 29. Z£ y e Le 80,62 100,77
Dirémos dos palabras sobre las escalas de los ter-
mómetros. Las de uso mas general son tres. La de
Reaumur consiste en dividir en So partes el intervalo
r Memoire sur la force expansive de la vapeur de P'Eau, lu
2 1' Academie Royale des Sciences. P. M. Betancourt.
/
DE HISTORIA NATURAL, 161
fundamental, y señalar cero en el término fixo infe-
rior. Esto es lo que en el día se entiende por termó-
metro comun de Reaumur, sin detenernos en lo que
fué en su orígen.
La escala de Farenheit consiste en el dia en seña-
lar 32 en el término fixo inferior y 212 en el supe-
rior, quedando dividido el intervalo fundamental en
180 grados.
La nueva escala de los franceses del termómetro
cantigrado , consiste en dividir el intervalo fundamen-
tal en 100 grados, señalando cero en el término fixo
inferior.
Aunque todas estas escalas son arbitrarias , unas
ofrecen mas motivos de preferencia que otras. La de
Farenheit lleva á la de Reaumur la ventaja de que los
grados son mas cortos y no se necesita gran subdivi-
sion, como sucede en la de Reaumur quando el inter-
valo fundamental es algo largo. Ademas en la escala
de Farenheit no hay que acudir á las expresiones
equívocas de menos Ó debaxo del hielo, quando la
temperatura baxa de este término, lo que por lo me-
nos es muy cómodo. La nueva escala de 100 grados
tiene sobre la de Reaumur la ventaja de que los gra-
dos son mas pequeños ; y tiene el inconveniente de
todas las escalas que señalan cero en el término fixo
inferior. Esta escala ofrece tambien la comodidad de ser
fácil y breve el reducir á ella los grados de otras escalas.
Los Ingleses, Holandeses, y otros varios , usan de
la escala de Farenheit. Los Franceses han usado hasta
ahora de la escala de Reaumur, y nosotros los hemos
seguido *. |
1 Para reducir los grados de una escala qualquiera A á los de
otra B; supongamos que en la escala A, es m el número de gra-
dos que se señala en el término fixo inferior; m/ el que se señala
TOMO 11, L
162 : ANÁLES
Hemos dicho las precauciones y medios que se de-
ben emplear para que los termómetros estén bien pur-
gados de ayre y humedad, y que el azogue tenga to»
da la homogeneidad que se necesita, á fin de que sus
dilataciones se correspondan en todos. Igualmente he-
mos expuesto las atenciones con que se debe determi-
nar el intervalo fundamental, á fin de que en todos
los termómetros sea fixo y comparable. Todo esto se
dirige á que los termómetros indiquen todos la misma
temperatura, y pueda haber cierta exáctitud en las
observaciones, segun se requiere para varios puntos.
Sin embargo de todas estas precauciones y cuidados,
los termómetros no suélen salir comparables. Entre los
mios han salido muchos que se corresponden ; hay por
exemplo quatro ó seis que indican igual temperatura;
otros tantos que se corresponden entre sí; pero no con
los primeros; y así de otros. Las diferencias son en
unos casi insensibles; en otros de ¿ de grado; en otros
de f de grado; y la mayor de ¿ grado. Sin embargo
e esto, comparados mis termómetros con otros de
Paris y de Lóndres, los mios señalan siempre menor
temperatura que los demas, en cierto espacio del in-
tervalo fundamental ; lo que me ha parecido una prue-
en el término fixo superior; + un número de grados qualquiera.
En la escala B sean »m, 21, z los números que corresponden á mm,
m!, x de la escala A. Se tendrá pues |
x—m z—n
Aa SN
Esta fórmula sirve para el objeto propuesto. Supongamos que
A es la escala de Farenheit y B la de Reaumur; y será m—= 32;
m—m=i180; 1=0; 21M —n=80; y la fórmula se reduce
xa —32 z y
2 NTE Si se pregunta ahora quantos grados de Reau-
190 (o)
mur hacen go de Farenheit; haremos «=505 y lá fórmula nos
o— 32 ¿
dará ¿= L % 80=8 grados.
180
DE HISTORIA NATURAL. 163
ba de que mis termómetros estan mejor purgados de
ayre Ó humedad que los otros. Esta comparacion la he
hecho con termómetros extrangeros que pasan por los
mejores; pues si se trata de los que solo pasan por
buenos, hay diferencias de dos grados de Reaumur 4
la temperatura de 10 ó 12 grados.
Estas diferencias gruesas proceden de no estar bien
purgados de ayre los termómetros; pero ¿qual podrá
ser la causa de la que se encuentra entre los mios, en
los quales no se puede atribuir á dicha causa, ni tam-
poco á la que pudiera ocasionar el modo de determi-
nar el intervalo fundamental? Creo haberla encontra -
do; y de su conocimiento se podrá inferir el medio de
eludir este inconveniente. Voy pues á exponer las re-
flexiones que he hecho sobre este punto.
Sea xr la razon de la circunferencia al diámetro
3
. | TY
del círculo. La esfera cuyo diámetro es r, será Ta
Sea e el calibre Ó diámetro interior del tubo del
termómetro; y a su longitud desde la esferilla hasta
el término fixo inferior ó del hielo que se derrite. El
pe: , Tae
volúmen de este cilindro será ELE y este volúmen
y el de la esferilla juntos, será
; T y? ae?
(ls »
2 3 2
. ' . Y s
El azogue que ocupa este espacio se dilata — de
m .
su volúmen desde el término fixo inferior hasta el del
agua hirviendo. Luego el incremento de volúmen
desde dicho punto al otro, es
7 y? ae”
— + :
2m 3 2
De paso dirémos que si no se atiende 4 la dilata-
L2
164 CANALES
cion del vidrio, y se llama / el intervalo fundamen-
2
rat Te
Pt = 1 —-. De don-
tal, se tendrá
2m 3 2 4
AA ; z
de se saca ¿= —| — ——+ 4). Si en esta fórmula se
mNX3 e
hace /= ía, y se toma e por unidad, se tendr..
m=zZ2a (1m—I).
2
Esta fórmula coincide con la que trae Mr. de Luc *
para hallar el diámetro que debe tener la esferilla, á
fin de que el intervalo fundamental sea de determina-
da extension. La diferencia está Únicamente en que
Mr. de Luc saca dicha fórmula siguiendo un racioci-
nio bien dificil de entender. En el caso que pone Mr.
de Luc, se tiene l +4 42855 l24a;51=4;
a—853. Mr. de Luc sienta que m—= 64; y de aquí
se saca r =V 32767,5 = 32 diámetros del tubo ?.
y Recherches sur les Modifications de 1 atmosphere; t. 2. p.
2 En las Memorias sobre la Meteorologia del P. Cotte tomo r
pág. 482, se lec lo siguiente: ,,Mr. Correr , Senador de Vene-
» cia, ha encontrado la esferilla de 34 diámetros del tubo. Sorpre-
» hendido de esta diferencia, consultó 4 Mr. Toaldo, quien exá-
> minó la fórmula de Mr. de Luc, y la halló exacta en todo me-
» nos en el coeficiente. En efecto, dice Mr. Toaldo, Mr. de Luc
» extrae la raiz cúbica de = de la esfera, que es el cilindro cir-
» cunscripto; siendo asi que se debe extraer la dicha raiz del tubo
» circunscripto que es <£- de la esfera misma. De este descuido dim
» mana que habiendo hallado por sus datos 327 67 =2 de la
» esfera, saca por diámetro de la esfera la raiz cúbica—= 52
» diámetros del tubo; pero este número en proporcion del cilindro
»al tubo de 11 Áá 14, € 41613, cuya raiz cúbica es 34,7
» diámetros del tubo. En efecto el diámetro de la esferilla debe va-
»riar, segun lo largo del tubo, y los números que se han tomados
» Corregido de esta manera el coeficiente, la fórmula es exácta.
Es dificil reunir mas errores en tan corto discurso; y me ha
parecido oportuno el advertirlo. La fórmula de Mr. de Luc es
exácta ; y el P. Toaldo y el P. Cotte yerran en lo que dicen.
nn
DE HISTORIA NATURAL. 165
. ¡Siguiendo nuestro raciocinio, hemos visto que la
capacidad de la esferilla y del tubo hasta el término
fixo inferior, que supondrémos á la temperatura del
hielo que se liquida, es
TT (2 ac?
a Pa? 2 me — )
2 3 2
' El azogue contenido en esta capacidad recibe en
el agua hirviendo el incremento
% 1 7 y? ac*
as sit pe djs )
m 2m 3 2
Sea nm la dilatacion del vidrio desde un término
fixo al otro; de suerte que nr sea el valor de r; ne el
valor de e, y na el valor de a en el agua hirviendo.
La capacidad dicha será en este caso
ar y3 ae
A Zoco. — y3 — mt >
Z 2 Z
- Llamemos / el intervalo fundamental á la tempe-
ratura del deshielo; y será n/ su valor en el agua hit.
viendo. Se tendrá pues
2
buin AA A
(0)...... 4241 == A 13141 ms
De esta equacion sacarémos
IZ |— —+a os ;
3 € 933
y l 1h -——pn)
y si hacemos para abreviar, ( e =B;
y?
3
tendrémos Y ad (= SH —+ a).
3 1
Si en otro termómetro es r' el diámetro de la es-
ferilla; el el diámetro del tubo; 4' la parte del tubo
166 ANALES
desde la esferilla hasta el término fixo inferior; 1' el
intervalo fundamental ; será tambien 155)
. TD
qe Je ; y? A E
Por consiguiente l: lx: =— +4: +4.
14
y
Y como m y n pueden ser dependientes de una tem-
peratura qualquiera, es evidente que esta proporcion
tiene lugar entre las alturas de las columnas de ázo-
gue, sea qual fuere la temperatura, con tal que sea la
misma en los termómetros. En efecto, supongamos
una temperatura qualquiera, en que m sea m, y » sea
n, de manera que B se transforme en B'. Llamando »,
h' las alturas que indican los dos termómetros, tendré-
mos:
poe (E +4).
De donde se infiere h: h':: 1: 1. Luego en una tem-,
peratura qualquiera, las alturas de las columnas de azo-
gue son proporcionales á los intervalos fundamenta-
les, sean quales fueren los diámetros de las esferillas
y de los tubos, y sea qual fuere la ley de dilatacion
del azogue y del vidrio, regular ó irregular, con tal
que sea la misma en todos los termómetros.
La falta de comparabilidad entre los termómetros
no puede pues dimanar sino de las dos cantidades m y
1 ; esto es, de la dilatacion del azogue y de la del .vi-.
ário. Diré aquí lo mas esencial sobre esta materia, di-
rigido únicamente al objeto que nos hemos propuesto.
Es cierto que la diferente dilatabilidad del azogue
en distintos termómetros debe influir en que no se
correspondan; pero por una parte mis termómetros,
hechos de azogue puro, y perfectamente purgados de
DE HISTORIA NATURAL. 167
ayre, no están en este caso; y por otra el exámen de
las variaciones de dilatación que podria ocasionar un
fluido elástico mezclado con el azogue, me ha dado á
conocer que el efecto que produciria no corresponde
al efecto que se observa.
Por estas razones me he inclinado á creer que el
efecto de que se trata procede de la diferente dilata-
bilidad del vidrio. Esta diferencia puede estar en la
naturaleza del vidrio segun esté formado de estos ó de
los otros materiales; pero. considerando que esta cir-
cunstancia puede influir muy poco, he sacado por úl-
timo esta conseqúencia: que las dilataciones de los
cuerpos esféricos ó cilíndricos de vidrio, siguen dis-
tinta ley que la que observan en sus dilataciones en
línea recta: y que en dichos cuerpos esféricos las di-
lataciones serán menores á proporcion que los diame-
tros de las esferillas sean menores. Esto concuerda
bastante bien con lo que se observa en mis termóme-
tros: miéntras mas diferencia hay entre los diámetros
de las esferillas , mas varía la indicacion de la tempe-=
ratura. La fórmula dada ántes manifiesta que, admi-
tiendo este supuesto , todo influye entónces en la falta
de correspondencia de los termómetros: influyen los
diámetros de las esferillas, la cantidad a Kc.
De esto se deduce que para tener termómetros
que se acerquen quanto es posible 4 ser comparables,
es menester ademas de lo que se ha dicho, que los diá-
metros de las esferillas sean tan iguales entre sí como
se pueda. Convendria pues fixar cierto diámetro á lo
menos para los termómetros destinados á servir de pa-
trones. El que yo he elegido es entre quatro y cinco
líneas del pie español.
Voy á concluir con una reflexion, nacida de lo
que acabo de decir ; y es que si es cierto, como lo creo,
168 ANALES
que el efecto dicho procede de que las esferillas se di-
latan de diferente modo que los cuerpos en su longi-
tud; tal vez no será este fenómeno privativo del yi-
drio, y se verificará en los metales y otros cuerpos;
circunstancia digna de exámen, y que pudiera influir
bastante en algunas operaciones delicadas é impor-
tantes.
DESCRIPCION ORICTOGNOSTICA
DEL APATITO TERREO DE LOGROSAN
EN e
POR DON CHRISTIANO HERRGEN-.
N adie, que yo sepa, descubrió antes que Bowles la
existencia del presente apatito térreo, que publicó
con el nombre de piedra fosfórica.
Don Luis Proust publicó en los Anales del Real
Laboratorio de Química de Segovia en 1791 las cu-
rosas investigaciones que hizo sobre esta piedra, á las
que añadió la analisis química, hecha en Paris por los
Sres. Pelletier y Donadri; analisis que copiaremos al
fin de este capítulo. | |
Faltábanos aun la exácta descripcion de los carac-
teres exteriores de este fósil, esto es, una descripcion
que manifestase su aspecto de modo que por ningun
título se pudiera confundir en lo sucesivo esta piedra
con las otras. |
_La orictognosía es la ciencia que demuestra con
evidencia, que la agregacion tan general á las piedras,
1
DE HISTORIA NATURAL. 169
léjos de ser desórden, está sujeta á leyes constantes
que se pueden reducir á un órden sistemático. He te-
nido ya la satisfaccion de haber hecho comprehender,
aun admirar en mis lecciones públicas la verdad y la
solidez de esta proposicion con la que se afirma y con-
solida el sistema de Werner, contradecido por aque-
llos que le ignoran. |
Werner dió al presente fósil el nombre de apatito
térreo, sin duda por las razones siguientes : primera,
su dureza, muy léjos de ser la del feldspato , como
se lee en algunas descripciones, es de tan poca consi-
deracion que muchas veces pasa á la verdadera delez-
nabilidad, carácter peculiar del estado térreo : segun-
da , era preciso distinguir este fósil del apatito de Sa-
xonia y de Bohemia, conocido en el reyno mineral
tiempo hace, el qual casi siempre se encuentra crista-
lizado , mientras que nuestro apatito de Extremadura
no se ha presentado aun en figura regular; mas no
por esto debe negarse la posibilidad de su cristalizacion
en los contornos de Logrosan ¿ y por eso he demostra-
do en-mis lecciones, que siempre que un fósil nos
presenta el carácter de partes distintas con mucha re-
gularidad y constancia, debemos mirar este carácter
como un principio verdadero, bien que débil, de la
misma cristalizacion.
Color : blanco amarillento, que tira á veces al blanco
roxizo y blanco gris. Manchas muy abundantes de
color amarillo de Isabela, y amarillo roxizo; ya mas
Ó menos grandes, ya punteadas.
Figura: en masa. No he visto aun este fósil en figura
regular ó cristalizacion, 4 pesar de haber exámi-
nado gran número de exemplares ademas del que
-se conserva en este Real estudio, Se halla cruzado
en todas direcciones de unas betas poco gruesas de
570 ANALES
de roca córnea que pocas veces se acerca al quarzo;
y casi siempre enteramente á la roca córnea con-
cheada , de grano muy fino.
Busrne en lo exterior ninguno : pero en lo interior,
Ó mas bien en la fractura reciente, es reluciente se=
doso; carácter que me parece muy notable para es-
te fósil; en la inteligencia que hablo de la fractu=
ra recien hecha en aquel parage donde el fósil no es-
té mezclado con la materia quarzosa.
Textura: compacta-desigual-angulosa: de modo que
el plano de la fractura presenta un aspecto radiado,
menudo-corto-y-estrecho , en manojo divergente:
Siempre que este fósil pasa á la deleznab:lidad mas
Ó menos perfecta, nos presenta textura terrea; pero
creo que este fenómeno podía muy bien omitirse en
las descripciones orictognósticas , por ser un resulta=
do infalible y constante del diverso estado de dure-
za; estado que de ningun modo altera la naturaleza:
de las partes constitutivas de los individuos del rey-
no mineral.
Fragmentos : esquinas indeterminadas: cortes algo ob-
tusos; afectando á veces figura de disco.
Partes distintas: radiado-astillosas, muy pequeñas;
á veces cuneiforme-acanaladas; y siempre muy en-
lazadas unas con otras.
Transparencia : ninguna. |
Dureza: muy mediana; por grados hasta deleznable,
Solidez : agrio.
Coherencia: salta con facilidad.
Tacto : áspero.
Gravedad comparada : Y no muy pesado.
Gravedad espec ífica : EE 1,8%.
Caracteres químicos: al soplete por sí solo es casi in=
- fusible, aun en los cortes mas delgados.
DE HISTORIA NATURAL. -I7Y
+" Segun la analisis ya indicada, se componen cien
partes de este fósil de'
g9—tierra caliza.
2=...... SIÑÍCeAa.
24— ácido fosfórico.
2 —ácido fluórico, un poco de ácido mu-
E: riático , carbónico y hierro.
Parage de nacimiento : los contornos de Logrosan, en
la provincia de Extremadura.
Caráster físico: expuesto este fósil 4 un cierto gra-
¿do de calor, sea en pedazos Ó bien sea en polvo,
presenta una luz fosfórica de un verde hermoso, el
qual es momentáneo, recorre toda la extension del
fósil ,-y desaparece luego, sin volvérse a presentar
aunque el fósil se caliente de nuevo.
Observación geonóstica : nada se sabe aun de impor-
tante y sólido sobre los fenómenos geonósticos que
esta substancia presenta en los contornos de Logro-
san, y es de desear que algun observador inteligen-
“te recorra aquel terreno, y nos comunique noticias
sobre este punto.
Noticias mineralógicas , preguntas , dudas bre.
| Por el mismo.
S; es cierto que en algunos paises (por exemplo en
la Hungria) está ya casi demostrado que la obsidiana
se ha formado por la via húmeda, y que presenta un
tránsito insensible, bien que perfecto, de la piedra
pez á la obsidiana; no lo es menos que en otros pal-
ses, su existencia debe atribuirse al fuego de los vol-
canes. Los hermosos é instructivos exemplares de los-
172 ÁNALES.
contornos de Mexico, que debo al zelo del infatigable
naturalista D. Luis Née, prueban la segunda propo-
sicion con la mayor evidencia, porque ellos presentan
en el mismo exemplar un pórfido comun, intacto por
un lado, y convertido por otro en perfecta obsidiana
por medio de la fusion. |
La coleccion que acaba de anunciarnos el célebre
Baron de Humbolt, hecha por sus propias manos en
el pico del Teyde, en Tenerife, demostrará igual-
mente , segun parece, la formacion de este fósil por la
vía seca.
Así pues, el que intente limitar las operaciones de
la naturaleza á un solo método, incurriria en la nota
de presumido. :
Tambien la zeolita es una de aquellas substancias:
del reyno mineral sobre cuyo orígen se ha disputado
mucho, quedando siempre infinitas dudas que no-se
pueden explicar. Las curiosas observaciones que han
publicado sobre este fósil los sabios naturalistas Dolo-
mieu, Faujas de St. Fond y otros muchos, prueban
que la zeolita se encuentra casi exclusivamente en los
distritos de volcanes verdaderos. Y
Una multitud de fósiles que ha recogido en los
contornos de México D. Luis Née, con los quales, es.
te amigo de las ciencias, ha enriquecido mi gabinete,
demuestran con evidencia, que en algun tiempo los
volcanes en aquel pais causáron revoluciones terribles..
Se hallan entre dichos fósiles diferentes variedades de la
zeolita , entre las quales deben apreciarse particular-
mente ; primera, el prisma romboidal de quatro lados,
muy prolongado y terminado chatamente en punta.
DE HISTORIA NATURAL. 173
con quatro planos sobrepuestos á los planos laterales
del prisma; y segunda, el cubo romboidal sin altera-
cion ninguna; su lustre, que es un perfecto anacarado,
y su color blanco, producen el mas bello efecto que
se puede imaginar , hallándose dichos cubos como
sembrados con abundancia sobre un grupo de amatista
de hermoso color azul de violeta palido.
q EXA MM>A A a O A A
Otra de las piedras que por algunos años llamó la
atencion de los naturalistas y aficionados, fue la ven-
turina. Pero este nombre, por desgracia general, aun
en el día no se atribuye con preferencia á un fósil de-
terminado segun las reglas científicas, como se puede
ver comparando los diferentes autores que hablan de
esta substancia. Solo intento por ahora indicar de pa-
so dos especies esencialmente diversas de este fósil Ñ las
que son muy abundantes en España.
I Venturina de los contornos de Horcajuelo.
Un tránsito del quarzo comun al amatista, ó bien
vn amatista confusamente cristalizado , produce por
anedio de la alteracion quepadece de la accion atmos-
férica, esta especie de venturina, que se encuentra en
la superficie de los cerros y llanuras en fragmentos po-
cas veces rodados. Su figura exterior demuestra que
han sido arrancados por alguna fuerza violenta de ma-
sas considerables de la misma roca, ó á lo menos de
los filones manifiestos superficialmente á la vista. Su
color primitivo fue el blanco gris; pero la alternacion
continua de la accion atmosférica le transforma por
grados en amarillento , amarillo roxizo , hasta roxo
174 ANALES:
parduzco de bastante intensidad. En este último-caso
puede este amatista llamarse venturina; porque en-
tonces presenta en su interior una multitud de peque-
ños puntitos brillantes y de varios colores, á manera
algunas veces de un bello iris, fenómeno que provie-
ne de las hendiduras abundantes, cas! imperceptibles,
ue nacen de la separacion de las partes distintas que
debe contener necesariamente el amatista confusamen-
te cristalizado. Por consiguiente el juego interior de
esta piedra no proviene de un cuerpo heterogéneo in-
terpuesto en su masa, sino de un desvío de los radios
de la luz. Pocas veces se halla esta variedad de ven-
turina en estado de que su color y su juego penetre
hasta el centro, pues por lo regular no pasan de la
costra superior del trozo ó exemplar las circunstancias
y caracteres que merecen el nombre de venturina, ha-
Jlándose su interior sin color y sin el referido juego.
Pulimentada esta piedra produce un efecto sumamen-
te agradable 4 la vista.
Il. Venturina de los contornos
de 5. Fernando.
Un quarzo comun, mezclado con abundancia y
bastante igualdad de pequeñas partículas de mica, for-
ma esta segunda especie de venturina, que en las cer-
canías de San Fernando se encuentra con alguna abun-
dancia en figura de cantos mas ó menos rodados. El
juego de los puntitos de su interior no €s por consi-
guiente efecto del desvío de la haz, sino de un cuer-
po entrepuesto y de diversa naturaleza, de modo que
esta venturina es un verdadero granito doble com-
puesto de quarzo y mica, el qual adquiere por la ac-
cion atmosférica un color amarillo y roxo parduzco de
DE HISTORIA NATURAL. 175
mayor ó menor densidad respecto al quarzo de que se
compone , conservando la mica su color primitivo,
¿Qual es la provincia de España , y qual es el pá.
rage donde se halla el fosil tan conocido con el nom-
bre de xabon de sastre?
Piedra caliza folicular de las cercanías de
Madrid.
POR DON MARTIN DE PÁRRAGA.
dios blanco gris.
Figura : rombos perfectos, con planos algo conve-
xos en la mayor parte de los cristales; convexi-
dad que provendrá tal vez de hallarse los cristales
algo rotos en sus cortes y esquinas ; lo qual hace que
las hojas de su textura se rompan mes, á medida que
estan mas cerca de la superficie, y que sobrepuestas
desigualmente formen el plano convexó que debie-
ra ser recto, como efectivamente lo es en aquellos
cristales, cuyos cortes y esquinas no han padecido
alteracion alguna.
El tamaño de los cristales es muy pequeño.
Superficie : lisa; planos especulares.
Lustre: en lo exterior lustruso, lustre anacarado que
pasa un poco al grasiento.
En lo interior lustre comun.
Textura : folicular con tránsito triple de hojas.
Fragmentos : romboidales.
176 ANALES
Transparencia : medianamente transparente.
Dureza : blanda.
Coherencia : salta con facilidad.
Es seca y muy poco fria al tacto.
Por los caracteres indicados se ve que este fósil
tiene los del espato calizo en general, y que solo se
diferencia en la curvatura de sus planos, y en el lustre
anacarado que tal vez resultará de la misma causa que
produce la convexidad insinuada.
Matriz: la matriz de este fósil es un pedernal per-
forado que empieza á descomponerse y convertirse
en una substancia térrea. Su color es amarillo de isa.
bela obscuro. Parece que en sus cavidades se depo-
sitó la materia caliza, de modo que los cristales lle-
nan todos los huecos.
Este fósil ha sido descubierto poco tiempo hace en
el cerro negro , cerca del primer molino en el canal de
Manzanares; no sabemos si se hallará con abundancia
en aquel parage, ó si habrá sido llevado por alguna ca-
sualidad. Lo cierto es que en aquellas inmediaciones
es muy abundante el pedernal; y que la formacion de
éste en nuestro fósil ha de ser anterior necesariamen-
te á la del espato calizo.
Amatista de Mallorca.
POR DON RAMON ESPIÑEYRA.
as : negro obscuro , tierno como en el chorlo
comun.
Figura : prisma de seis lados terminado en las dos ex-
tremidades por una pirámide de seis planos sobre-
puestos á los laterales del prisma.
Los planos, así del prisma como de la pirámide,
DE HISTORIA NATURAL. 177
son por lo regular desiguales, 4 excepcion de dos»
opuestos en el' prisma que casi siempre son iguales,
sin que los demas guarden uniformidad alguna , de lo
qual resulta que las terminaciones unas veces se aca-
ben en punta, ótras en un corte algo obtuso, y ótras
perfectamente en corte.
Tamaño: pequeño.
Superficie : lisa en todos sus planos, sin donó es-
trias latitudinales en los planos del prisma, como su-
cede cási sin excepcion alguna en el amatista; solo
á veces presenta planos algo ásperos.
Lustre : grasiento.
Textura : Concheada.
No presenta partes distintas.
Rompe en fragmentos de esquinas indeterminadas
y filos cortantes.
Los cristales son enteramente opacos, y solo en las
puntas de algunas de las terminaciones hay un poco
de trasluciente.
Dureza : es duro.
Coherencia: muy quebradizo.
Y frio al tacto,
Parage de nacimiento : solamente se tienen noticias
de que en la isla de Mallorca se encuentran estos
cristales, sembrados en una arcilla comun poco en-
durecida, de color pardo amarillento algo claro.
TOMO II. M
178 | ANALES
E POLVOS CONTRA LA RABIA.
POR D. ANTONIO JOSEPH CAVANILLES.
E. rabia, acompañada siempre de dolores crueles,
que perturban la razon y convierten en furias á los
hombres, es sin duda alguna la enfermedad mas terri-
ble que podemos padecer. Es lamentable la suerte de
los rabiosos , porque ni los facultativos han podido
descubrir aun remedio alguno cierto. y eficaz; ni los
empiricos disminuir los dolores ni precaverlos. Unos y
otros han indicado multitud de preservativos; cuya va-
riedad prueba en cierto modo ser todos insuficientes,
Vimos en el diario de Física de Marzo de 1800
(Ventose año 8%), y en el núm. 20 de la Decada
del mismo año, una lista de remedios recomendados
como útiles ; tales son: 19 las fricciones mercuriales:
22 el alkali volátil aplicado en compresas sobre la he-
rida , y tomado interiormente en cantidad de doce go-
tas en tres onzas de agua: 3? el quemar la herida: 4?
el serrin de texo mezclado con bastante harina para
que se pueda hacer pan: $? la composicion de un la-
biador de Silesia, reducida á un vaso de miel, donde
se echaron vivos el meloe proscarabeus *, y el meloe
matalis 2 de Linneo: 6? la práctica de Stall, esto es,
el vexigatorio aplicado á la herida, renovado con
exáctitud y cuidado, y ademas dos gotas de la tintura
de cantaridas tomadas interiormente, aumentando la
dosis por espacio de quarenta dias.
1 Meloe apterus, corpore violaceo. Linm. syst. nature pago
679. . . . . . .
2 Meloe apterus, segmentis dorsalibus abdominis rubris. Linz.
1bidem,
DE HISTORIA NATURAL. ' 179
Aun quando estos remedios fuesen tan eficaces que
con ellos se libertase el hombre de la enfermedad ó de
los dolores, seria muy útil el indicar otro que produ-
xese el mismo buen efecto, con la ventaja de ser mas
- fácil, mas suave y de mayor virtud. Pecaria contra la
humanidad el que sabedor de un especifico tan pre-
cioso, lo tuviera oculto; ó por desidia difiriese su pu-
blicacion. Léjos de esta indiferencia culpable, y mas
léjos aun de pretender que se adopte sin exámen un re-
medio de la primer importancia, diré aquí lo que
aprendi en mis viages por el Reyno de Valencia, pa-
ra que los facultativos despues de repetir las experien-
cias en irracionales, hagan de él el uso que les parez-
ca conveniente. Feliz si por este medio llegase 4 sal-
var una sola víctima de las destinadas á muerte tan
cruel. Y | |
Críanse en los montes de Valencia víboras con so-
brada freqiiencia , cuyo veneno activo ha producido
efectos muy funestos; y para evitarlos salen los caza-
dores de la Hoya de Castalla provistos de ciertos pol-
vos vegetales, que toman interiormente quando se ven
mordidos. Obra, segun oí á algunos, con tanta efica-
cia y prontitud, que el mordido por la víbora sigue su
diversion sin incomodidad ni experimentar las malas
resultas que debian seguirse. Lo mismo se ha observa-
do varias veces en los perros de caza á quienes mordió
la víbora, si inmediatamente se les administró el re-
medio en mayor cantidad. Este feliz descubrimiento,
y los buenos efectos que resultaban en los mordidos por
la víbora , sugerió la idea de dar los polvos 4 los mor-
didos por algun perro rabioso. Pensamiento feliz, dig-
no de reconocimiento; y mucho mas, si, como me li-
sonjeo, se esparce por el mundo lo que se conocia sola-
mente en un corto recinto del Reyno de Valencia. Of
M2
180 ANALES
en la villa de Ibi con admiracion y sumo gozo la his-
toria y virtud de aquellos polvos: hice que me ense-
ñasen las preciosas plantas de que se componian; me
informé con cuidado del tiempo en que debian coger-
se, como debian secarse, y en que cantidad adminis-
trarse. Seguia contento mis viages, y a todos comuni-
caba mi remedio; á todos hacia conocer las plantas con
los nombres vulgares y con los correspondientes al sis-
tema de Linneo; y á todos animaba á practicar un re-
medio tan fácil, suave y eficaz. Distinguióse entre
muchos y apreció mi hallazgo D. Blas Sales, actual
Médico de la Sierra den Garcerán, el qual apenas
se estableció en el pueblo, buscó las plantas que le
hice conocer, hizo los polvos, y empezó á adminis-
trarlos con feliz éxito, como me dixo en la siguiente
carta. |
> Los polvos contra la rabia han hecho prodigios
» admirables en este lugar. Un perro rabioso mordió
» ¿4 un hombre de cincuenta años y á una muger
»» de quince, los quales echáron bastante sangre por
»» las heridas. No tomáron otra medicina sino los pol-
>» VOS que vd. me hizo conocer, y con ellos han lo-
»» grado seguir bien sin novedad alguna. En prueba
»» de que el perro estaba rabioso, debe vd. saber que
» en el mismo dia mordió a varios perros, y que to-
»» dos rabiáron, á excepcion de uno solamente á quien
» le dimos los polvos. Otras tres veces en diferentes
s» épocas se ha verificado que algun perro rabioso ha
»» mordido á otros perros, y todos han rabiado , excep-
>» to aquellos que han tomado los polvos. Estos hechos
»» esparcidos por los pueblos de la comarca, han dado
» tanta fama á nuestros polvos, que apenas sucede ser
»» mordida alguna persona Ó animal, al instante acu-
»» den por alguna porcion de ellos. De los otros pol-
1
DE HISTORIA NATURAL. 181
s» vos del coris monspeliensís * le podia contar mu-
»» chos prodigios para las heridas. — Dios guarde á
2» vd. muchos años. Sierra den Garcerán á 13 de Ene-
YO de 1799.” |
-- Celebré como debia esta noticia 3 pero echando de
menos algunas observaciones útiles, le escribi de nue-
vo para que se sirviese comunicarme por menor lo
acaecido en dichas ocasiones; y en 16 de Mayo de es-
te año me escribió lo siguiente.
» Para satisfacer la laudable curiosidad de vd. le
s» envio una relacion exácta del modo en que he pro-
>» pinado los polvos ; y las observaciones hechas sobre
»» sus efectos. Debo decir que aun no he tenido pro-
>» porcion de propinar los polvos en el estado perfecto
»»de la rabia, porque tres perros en quienes el vene-
»» no hidrofóbico se habia ya desenvuelto , escapáron,
»»sin poderlos haber; y otros quadrúpedos que tam-
»» bien se volviéron rabiosos, fuéron muertos antes que
- »» llegase su estado á mi noticia. Pero puedo asegurar
»» que quantos racionales y quadrúpedos mordidos por
>» perro rabioso han tomado los polvos , todos sin ex-
>, cepcion se han libertado sin resentir el menor sínto-
_ »» ma de hidrofobia: y al contrario los que tuviéron
»» aquella desgracia, y no tomáron los polvos, todos
>» se volviéron rabiosos, como vd. verá en las historias
>> y observaciones siguientes.
»» Habiendo sido llamado á visitar enfermos en la.
» Masía (cortijo) dels Puchols de abaxo, situada en
» el término de esta villa de la Sierra den Garcerán,
>» los encontré en suma afliccion porque un perro ra-
»» bioso habia mordido á Miguel Puig, de oficio pas-
»» tor, de edad de sesenta años y de un temperamento
x De estos hablaré en otro númeto,
182 ANALES
» meláncolico 3 y á Vito Súfella, , de edad de doce
>» años, y de un temperamento bilioso : hirió 4 Miguel
sen la mano; y al muchacho en el carrillo cerca de la
>) Nariz, saliendo sangre por las heridas. Deseando con-
»» solar y curar á los heridos, al tercer dia de la des-
>» gracia, que es quando los visité , empecé á darles
>» los polvos de las plantas siguientes. Las hojas y ta-
>» llos del Alyssum spinosum , Melissa fructicosa * y
> Echium vulgare, y la raiz del Eryngium campe-
>> stre , de cada una de ellas porciones iguales, y la dó-
>» sis total de un escrúpulo, tomado con un sorbo de
>> vino por mañana y tarde por espacio de nueve dias.
>, Al segundo dia despues de haber tomado las tomas
> correspondientes, observé en el muchacho unos le-
s» ves sudores, y en Miguel una ligera diarrea, mas no
>» puedo asegurar si fue esto efecto de los polvos, por-
>» que no guardáron dieta; pero sí el que no tomáron
5, otra medicina interna ni externa. El resultado fue que
>, sanáron perfectamente, sin haber experimentado el
>» menor síntoma de hidrofobia, ni menoscabo alguno
>> en su salud, en el espacio de tres años que han en
>> sado desde que fuéron mordidos.
»» El mismo perro en el mismo día y sitio en que
»» mordió a los susodichos Miguel y Vito, mordió á
»» dos ovejas y á una cabra, á las quales no se les dié-
>» ron polvos por no haberlos en abundarcia , y reser=
>> varlos para los racionales. A los quarenta dias de
>» mordidas muriéron rabiosas las ovejas y la cabra, que
»» tenian encendidos los ojos, inclinacion á morder, y
>, aversion al agua, espumando por sus bocas.
>» En el mes de Mayo de 1799 un perro rabioso
»» mordió á Francisco Basét, de edad de cincuenta y
1 “NEPETA MARIFOLIA debe decir. Véase la siguiente descrip-
cion y su estampa.
DE HISTORIA NATURAL. - 183
- s»cinco años, y á su hija Manuela, de edad de veinte
»» y tres, en la Puebla Tornesa , de donde eran natura-
»»les: ambos derramaban sangre por las heridas que
»» recibiéron en las manos ; y otro infeliz, llamado Joa-
»» quin Fauró, natural de las Cuevas de Vin Romá,
>» que pasaba á la sazon por la citada Puebla, fue he-
»» rido de sangre por el perro en el dedo anular. Fran-
»» cisco y Manuela Basét acudiéron al Cirujano Don
2» Tomas Sabatér para que los curase , y sabiendo este
>» que yo tenia los polvos arriba mencionados, me en-
»» vió al instante un propio á esta villa de la Sierra
> den Garcerán para que le franquease alguna porcion
>» con que curar á los mordidos: diselos con gusto, y
>» los propinó a los referidos Francisco y Manuela Ba-
>> sét en un sorbo de vino, y en la dósis de un escrú-
3» pulo por la mañana y tarde de nueve dias consecu-
>» tivos, sin otro remedio exterior ni interior. El re.
>» sultado fue tan feliz como se podia apetecer; porque
>»se mantuviéron y continuan en perfecta salud sin
> haber experimentado la menor señal de hidrofobia.
>» D. Tomas Sabatér me dixo despues que no observó
>» en los mordidos la menor evacuacion ni síntoma des-
»» pues de haber tomado los polvos. El infeliz Fauró
>» continuó su camino hácia su casa de las Cuevas, sin
»» hacer caso de la ligera herida que habia recibido. Ja-
>» mas llegó 4 curarse esta, y á los sesenta dias se ma-
»» nifestó la hidrofobia por una especie de furia que le
>» acometía por intervalos, espumaba entonces por la
>» boca; tenia horror-al agua, y una total inapetencia
>» á toda especie de comida; y manifestaba deseos de
>» morder , continuando así seis dias con ansias y dolo-
>» res, hasta que al fin murió con todos los caracteres
>» de rabioso, segun afirmáron el Dr. Navarro, Médi-
s» co de las Cuevas, y el Dr. D. Joaquin Ballestér, de
184 ANALES
»» Cervera. El infeliz Fauró no tomó remedio alguno
»» hasta que se manifestó la hidrofobia; y en los últi-
3» mos momentos acudiéron á buscar mis polvos, que
»» di sin perder tiempo; pero llegáron á las Cuevas
», quando ya habia espirado el infeliz. ]
»» En mi presencia un perro rabioso mordió á tres
s» marranas haciéndolas heridas de mucha considera-
» cion: averigúé quienes eran sus dueños, y les di
>» porcion de polvos, previniéndoles diesen á cada
>» una una dracma por la mañana y otra por la tarde,
3» mezclada con harina y agua, continuando así por
>» espacio de once dias. Lo hiciéron puntualmente con
»» dos de ellas, que sanáron; y habiendo perdido el
a» dueño de la tercera los polvos, la descuidó de todo
»» punto, y no habiéndolos tomado esta , murió rabio-
»» sa á los veinte y cinco dias. |
>» El mismo perro rabioso, que mordió á las mar-
>» ranas, mordió tambien á varios perros del lugar. Los
3» que no tomáron polvos muriéron rabiosos dentro de
»» pocos dias; y aquellos 4 quienes se les suministrá-
>> ron no han experimentado daño alguno en mas de
>» un año hace que fuéron mordidos. Mas debemos
>» notar que uno de los perros que solamente recibió
>> quatro tomas, apareció atontado al fin de un mes,
> y perdió casi enteramente el apetito, continuando
>> así enfermo otro mes, y murió al fin sin tener seña-
»»les de rabioso.” |
Estos hechos observados y comunicados por un
profesor zeloso é instruido dan nueva fuerza á los que
me refiriéron los vecinos de -Ibi; y esperanzas bien
fundadas de que será eficaz y general la virtud de los
polvos. Hasta la desgracia de Fauró parece acaecida
para confirmar el poderoso influxo de ellos contra el
veneno de la rabia; porque á pesar de haber sido su
DE HISTORIA NATURAL. 185
herida muy ligera, tuvo el fin trágico que evitáron
los otros, que como él habian sido heridos por el mis-
mo perro, con la diferencia solamente de haber estos
tomado el remedio que le llegó tarde al infeliz. Igual.
mente prueban á favor de los polvos las observaciones
- que Sales hizo en los quadrúpedos. Mordidos á un
mismo tiempo por el mismo perro , debiéron todos re-
cibir la mortal semilla que desenvuelta poco á poco
causase al fin los dolores y la muerte. Mas la evitáron
los que tomáron el remedio , y solamente pereciéron
aquellos que no pudiéron recibirlo.
Con estos documentos convido á los profesores á
repetir y multiplicar las experiencias; y para que las
hagan con acierto daré la descripcion de las plantas
despues de explicar lo perteneciente al modo de ha-
cer y conservar los polvos. - |
Llámanse en valenciano dichas plantas PanicÁr
(Eryngium campestre. Linn. ), SarDineTA ( Echium
vulgare. Linn.) BuFALAGA-VERA (Alyssum spinosum.
Linn.) y PoLióL BLANCH, que debe ser una especie de
NEPETA , aunque Lamarck en su Diccionario la haya
Jlamado Mexissa crerica. Deben cogerse quando
bien floridas empiezan á4 granar, lo que sucede en Ju-
lio respecto del Eryngio y Equio, y en Agosto res-
pecto de Jas demas. Del Eryngio se toman con prefe-
rencia las raices y tambien el resto de la planta; y de
las otras tres todo, á excepcion de las raices. Deben
secarse á la sombra *, y quando perdiéron enteramen-
1 Así mandó Nicandro se secase la masa medicinal que resul-
taba de varios vegetales:
Áprico perflanda loco siccabis in umbra.
Pag. 10 vuelta de la traduccion de Pedro Jayme Esteve, el
qual añade en sus notas: ,siccanda seorsum a sole in loco ventis
» exposito, ne solis facultas humorem maxime ad rem facientem
» sugendo bauriat.” |
186 ANALES
te la humedad, se muelen con separacion una de otra,
se pasan por un tamiz fino, y últimamente se hace la
mezcla de los quatro polvos en porciones iguales, la
qual se guarda en un frasco bien tapado para hacer el
uso conveniente. Los de Ibi ponen en cada toma la
cantidad que levantan con una peseta, sirviéndose de
ella como de una cuchara; pero el Dr. Sales deter-
minó á un escrúpulo la dósis para una persona, y á
una dracma la que dió á los irracionales. Noes nece-
sario mezclarla con vino para que produzca el debido
efecto; lo que importa es tragarla ahora sea sola, aho-
ra con el vehículo que se quiera. Debe tomarse á lo
menos por espacio de nueve dias consecutivos una dó-
sis por la mañana y otra por la tarde, sin que el mor-
dido tenga precision de sujetarse á dieta, ni mudar su
régimen ordinario.
En latín.......... ERYNGIUM CAMPESTRE de Linneo.
En castellano.. CARDO CORREDOR.
En valenciano. PANICÁL CAMPESTRE.
En frances... Le CHARDON ROLLAND , Ó LE
CHARDON A CENT TETES.
La raiz de esta planta comun y conocida es larga,
del grueso de un dedo , negruzca por afuera , blanca
en lo interior, tierna, y algo dulce. Su tallo suele te-
ner de uno á dos pies de alto, y es derecho, rollizo,
blanquecino y estriado, con bastantes ramos bien
abiertos, de los quales los últimos forman umbelas.
Sus hojas son alternas , pinadas, con pínulas hendidas
y espinosas en su borde, duras, verdes, con nervios
blanquecinos; las inferiores son pecioladas, y las otras
sesiles, abrazando ambas al tallo. Sus flores forman
ciertas cabeznelas pequeñas , de las que hay muchí-
DE HISTORIA NATURAL, 187
simas en cada planta : en la extremidad de cada pe-
-dúnculo comun hay un invólucro de cinco ó mas ho-
juelas lanceoladas con algunos dientes espinoso-setá-
ceos, quatro veces mas largas que la cabezuela que
se halla allí sentada : cada flor está separada de su ve-
cina por una paja aleznada , y se compone de un cáliz
propio adherente terminado en cinco hojuelas libres;
de cinco pétalos pálidos que forman una campana, y
tienen revueltas hácia adentro las puntas; de cinco es-
tambres tres veces mas largos que la corola , termina-
dos por anteras oblongas; y de un gérmen aovado pe-
lierizado con dos estilos capilares. El fruto es peque-
ño, pelierizado, oval, coronado por el cáliz, y se se-
para en dos partes, cada una con su semilla oblonga,
convexá por un lado, y plana por el otro.
Se cria en lo inculto y en los ribazos de Europa.
El Sr. Jacquin dió una hermosa figura y exácta
descripcion en el tomo 2 de su Flora austriaca, es-
tampa 158. |
Obs. 1? En el libro 3 de Dioscórides cap. 22
ilustrado por nuestro Laguna, se lee lo siguiente del
Eryngio : ,,Su raiz es ancha, luenga, de fuera negra,
»» de dentro blanca, gruesa como el dedo pulgar, aro-
>» mática y olorosa.... Bebida provoca el menstruo y la
»» orina , sana los torcijonés del vientre, y resuelve las
>> ventosidades. Si se bebe con vino sirve contra las
»» indisposiciones del hígado , contra las mordeduras
>» de las serpientes, y socorre á los que tomáron algun
»» veneno mortífero.”
Obs. 2% En la excelente traduccion que Pedro
Jayme Esteve hizo de Nicandro pag. 63 vuelta, edi-
cion de Valencia de 1552, se dice:
Nec secus Eryngúl, pariterque salubris acantht
Radix Wi ariicinon vera nota cono rosca UOOSn00 Ds ooeccnnno
188 : ANALES
Vipereum morsum vincunt , ac vulnera curant
Dira nepe, superamique phalangis virus iniquum.
En ia EcHIUM VULGARE de Linneo.
En castellano... LENGUA DEBUEY SALVAGE, EQUIO,
él VIBORERA COMUN.
En valenciano. SARDINETA.
En frances...... VIPERINE COMMUNE.
No es menos comun esta planta que la preceden-
te: y aunque en Europa, y principalmente en Espa-
ña, se crian muchas especies pelierizadas, es fácil dis-
tinguir esta de las otras por la multitud de los pelos
espinosos que la cubren. Su raiz es parda , mas delga-
da que el dedo, y de ella se levanta un tallo de pie y
medio á dos pies de altura, duro, cilíndrico, á veces
roxizO , lleno de tubérculos muy pequeños, y de mul-
titud de pelos espinosos blancos: se presenta al prin-
ciplo sin ramos, pero luego van saliendo de los soba-
cos de las hojas. Estas son lanceoladas alternas y sen-
tadas: las radicales pecioladas, mucho mayores, de
quatro y mas pulgadas de largo y apenas-una de an-
cho, y extendidas sobre la tierra: todas son sumamen-
te ásperas, cargadas de pelos blancos que nacen de
otros tantos tubérculos circulares, muy pequeños.
Las flores forman espigas mas ó menos largas, y se
hallan vueltas hácia un solo lado, cada una con su ho-
juela muy pequeña ó bractea floral. La flor se com-
pone de un cáliz permanente derecho, profundamen-
te partido en cinco lacinias aleznadas, y muy pelieri-
zadas; de una corola azul dos veces mayor que el cá-
liz, con pelitos blancos por afuera, cuyo tubo es cilín=
drico, del largo del cáliz, y su base blanca: se ensan-
cha luego casi en forma de campana, y tiene el bor-
DE HISTORIA NATURAL. 189
de obliquo con cinco divisiones desiguales , siendo
mayores las superiores : de cinco filamentos desigua-
les azules, mas largos que la corola , prendidos casi
á la base del tubo, y terminados por igual número de
anteras aovadas: de quatro gérmenes, entre los qua-
les se levanta un estilo tan largo como los estambres,
cuyo estigma está partido en dos puntitas. Su fruto
se compone de quatro semillas pequeñas pardas aova-
do-triangulares, esto es, obtusas y llenas de protu-
_berancias por afuera, angulares por adentro, y termi-
nadas en punta obliqua por arriba , parecidas en cier-
to modo á:la cabeza de la víbora.
Se cria con abundancia en los campos, caminos y
montes. La estampa 445 de la Flora Dánica repre-
senta una variedad de la Viborera comun, pero no se
han representado en ella las innumerables espinitas
que vemos en las de España. Merece distinguirse tal
vez como especie particular la Sardineta de la Hoya
de Castalla por la multitud de espigas derechas de
ocho 4 diez pulgadas de largo, llenas de flores pues-
tas todas hácia un lado, algo pediceladas, teniendo
cada una su bractea floral bien sensible. En lo demas
conviene con la descripcion antecedente.
Obs. Tambien dixo Dioscórides, lib. 4 cap. 29,
»» que la simiente es semejante á una cabeza de víbo-
»» ra. Su raiz es algo negra, y mas delgada que el de-
»» do. La qual no solamente sana las mordeduras de las
s» serpientes bebida con vino, empero tiene tambien
s» tal fuerza, que los que la hobieren bebido no pue-
»» den ser mordidos; y la mesma virtud poseen la si-
»» miente y las hojas.” Laguna añade: ,, Echis en grie-
>» go significa la víbora, de donde vino á llamarse esta
>» planta Echion, por parecerse su simiente á una ca-
»» beza de víbora, et porque socorre 4 los mordidos
190 ANALES
s» de ella.... Alcibio, habiendo sido mordido de una
»» venenosísima víbora, se libró bebiendo el zumo de
»» aquesta planta, y aplicando la mesma yerba majada
»» sobre la mordedura.” Laguna tomó esta historia de
la citada obra de Nicandro pag. $3 donde dice:
Utilis Alcibii * radix querenda deinde
Qua firmatur humi ¡uba spinis horrida semper.
Hec subit alta solum tenuis , ramosaque subter
Sed flores violis similes per germina SUrgunt.
QUe. ee... .0.000100000 60LCLIEILALALAAAAAos Iso 6000000... borrso
. Vipereo semen capiti similatur acuto. Pag. 62.
En latin.......... ALYSSUM SPINOSUM de Linneo.
En castellano.. ÁLISO ESPINOSO. |
BUuFALAGA VERA en la Hoya de
En valenciano. Castalla. |
BojA BLANCA en Morella.
En frances... ÁLYSSE EPINEUSE.
Las raices de este pequeño arbusto son rollizas,
gruesas, duras, ramosas, de uno á dos pies de largo,
cubiertas de una corteza parda, y llenas de una subs-
tancia sólida, fibrosa , amarillenta y dulce: de sus ra-
mificaciones superiores salen muchos tallos ramosos de
seis 4 diez pulgadas de largo, esparcidos hácia todos
lados, blanquecinos quando tiernos, pardos en su ve-
jez, y entonces llenos de puas á manera de espinas, y
casi sin hojas. Estas son abundantes en los tiernos, al-
ternas, de tres á cinco líneas de largo, una de ancho,
obtusas en la punta, angostas en la parte inferior, de
un amarillo casi blanco, y sembradas de puntitos co-
1 Alcibion ab inventore dicta est herba, que alio nomine ob
salutarem ejus usum Echis de Viper nomine apellata est. Esteve
en el lugar citado.
DE HISTORIA NATURAL. IQI
mo en la lija, pero suaves y muy finos. Las flores na=
cen en racimos terminales: cada una tiene su pedún-
culo, y un cáliz velloso de quatro hojuelas aovadas
caedizas; quatro pétalos de un blanco amarillento, ao-
vados , mas largos que el cáliz, enteros, y abiertos en
cruz : seis filamentos , dos de ellos mas cortos y opues-
tos, con anteras derechas; y un gérmen oval con su
estilo corto, permanente, y estigma sencillo, Su fruto
es una vaynilla de línea y media de diámetro, oval,
de dos celdas, formadas por un diafragma oval, tras-
parente , paralelo á las ventallas, y asido á un ribete
circular. Las semillas son orbiculares y pequeñas.
Se cria con abundancia en los montes ásperos de
la Hoya de Castalla, en el Carrascal de Alcóy , en
Mariola, Peñaglosa, Morella y otras partes. El Ciu-
dadano Lamarck asegura que se cria tambien en los
departamentos meridionales de la Francia. Barrelier
dió una estampa, que es la 808 de su coleccion, y
en ella se ve un ramito de la Bufalaga vera.
Obs. La variedad de nombres que una misma
planta tiene en diversos pueblos *, y al contrario el
conocerse otras de diferente género con el mismo nom-
bre 2, hacen precisos los conocimientos botánicos. Sin
ellos seria muy lenta, quando no imposible, la comu-
nicacion de cosas importantes á las artes y á la salud:
sin los viages que la ciencia exige, hubiesen quedado
escondidos en un corto recinto los preciosos descubri=
mientos debidos á la casualidad, á los irracionales, y
4 hombres sin instruccion. Los que han viajado con,
1 El Dictamus albus, por exemplo, se llama Timó Real en
Ibi y partes meridionales del Reyno de Valencia. Gitám en las
septentrionales. Tarraguillo en Enguera.
2 Bocha blanca se lama el citado Aliso, y con el mismo
nombre se conoce el Cistus albidus y el Lotus dorycnium.
192 | ANALES
el objeto de aumentar las riquezas vegetales nos han
traido vistosas flores, frutas deliciosas, remedios, go-
mas, resinas, maderas, fósiles y preciosos metales. Y
á vista de tantas cosas Siles! sin contar las que direc-
ta y exclusivamente pertenecen á esta ciencia encan-
tadora, hay quien pregunte ¿para qué sirve la Botá-
nica ? E
ERA sa MARIFOLIA. Zab. 22.
CEM UMELISSA CRETICA. Lamarck.-
En castellano... YERBA GATERA C0n hojas de maro.
En valenciano. PoLIÓL BLANCH.
En frances....... CHATAIRE Á FEVILLES DE L'HERBE
AUX CHATS.
La raiz de esta planta es leñosa, fusiforme y pe-
rene; entra perpendicularmente en la tierra, y se en-
gruesa mucho cerca de la superficie, saliendo de ell
muchos tallos con ramos opuestos á cada par de hojas;
son duros, de quatro esquinas , cubiertos de un polyi-
to blanco, y se levantan hasta pie y medio: sus ramos
y gran parte de los tallos perecen cada año; mas que-
da viva la parte inferior, de la qual brota de. nuevo al
año siguiente. Tiene hojas opuestas, parecidas á las
del maro oficinal , sostenidas por peciolos cortos; y son
aovadas algo oblongas,, las mas largas de unas cinco
líneas quando se cultiva la planta ; pero en los montes
y barrancos mas cortas: son de un verde amarillento
por arriba; blanquecinas por el enves, donde estan
sembradas de puntitos ó pequeñas excavaciones pardas:
por lo comun son enteras, bien que á veces tienen al-
gunos dientes obtusos muy pequeños. Nacen las flores
en pedúnculos ramosos, dicotomos y solitarios en cada
sobaco, hallándose en cada division dos bracteas cor-
tas lineares con punta : los pedúnculos parciales son
DE HISTORIA NATURAL. 193
muy cortos: el cáliz muy pequeño, cilíndrico con diez
estrias, terminado en cinco dientes iguales, hallándo-
se tapada la boca con multitud de vello quando con-
tiene el fruto. La corola es tres veces mayor que el
cáliz, y enteramente blanca, á excepcion de unos
puntitos de color de violeta sumamente finos que se
hallan al rededor de la boca donde hay algun vello:
el tubo es cilindrico algo corvo, se ensancha luego
para formar la boca bien abierta, y el borde forma
dos labios, el superior derecho, escotado, cóncavo: el
inferior colgante, partido en tres lacinias, de las qua=
les la del medio es mas ancha , casi redonda y festona-
da. Los quatro filamentos son blancos , aleznados , pren»
didos hácia la base del tubo; dos de ellos mas cortos,
colocados todos baxo el labio superior, é inmediatos
unos á otros. Las anteras algo arriñonadas: el gérmen
quadrífido, de cuyo centro se levanta el estilo tan lar-
go como los estambres, terminado por un estigma en
arco bifido. Las quatro semillas son aovadas, berme-
jas, lisas, muy menudas. |
Se cria con fregiiertcia en los montes, collados y
barrancos del Reyno de Valencia, y florece en Julio
y Agosto. |
Explic. de la estampa. a Flor. » La misma at-
mentada. « Corola y estambres. d Cáliz abierto con el
gérmen. e Estambre aumentado. f Cáliz cuya boca
está tapada con pelos. g Semillas. / Hoja aumentada
vista por el enves. |
Observaciones.
12 En 1783 vi esta planta en el Real Jardin Bo-
tánico de Paris con el nombre de Melissa nepeta , y
despues en 1791 la encontré en el Reyno de Valen-
TOMO 11, N
194 ANALES.
cia : pero observando que le faltaban los caracteres
que Linneo dió 4 su Melissa nepeta, esto es, el tallo
pelierizado y las hojas casí acorazonadas, creí que en
caso de ser Melissa , debia ser la fruticosa del mismo
autor, porque parecia tener los caracteres indicados
en su obra, y convenirle la definicion de Tournefort
traida como sinónimo por el mismo Linneo: á saber,
Calamintha hispanica frutescens marifolio. Así pues
sin mas exámen la hice conocer con el nombre de fru-
ticosa al citado D. Blas Sales, y á otros que estudia-
ban la Botánica en Valencia. Mis muchas ocupacio-
nes no me permitiéron hasta ahora hacer de ella un
exámen detenido para determinar con exáctitud el
género y la especie. Con este motivo reconocí mi her-
bario, y registré los autores. Vila viva y cargada de
flores en el Real Botánico de esta Corte, donde mas
ha de siete años se conserva con el nombre de Melis-
sa fruticosa : halléla en el diccionario Enciclopédico
descrita con el nombre de Melissa cretica; y última-
mente, en el citado Real Botánico la vi nacida este
año, de las semillas que con el mismo nombre de cre-
tica remitió el ciudadano Thouin. Á pesar de estas
autoridades, digo, que los que hemos hecho una Me-
lissa de esta planta, nos hemos equivocado, y que
debe ponerse en el género Nepeta; porque su cáliz
es cilindrico con cinco dientes iguales, y no bilabiado
con el labio superior plano y trifido; y porque la la-
cinia mayor del labio inferior de la corola es festo-
nada sin escotadura. Hasta el mismo ciudadano de La-
marck puso estos caracteres como distintivos, dicien-
do en la pag. 709 del primer tomo: ,, Le caractére
»» distinctif des Chataires ( Nepeta) se tire de la con-
>» sidération des crénelures du lobe moyen de la lévre
»» inférieure de la corolle, et des étamines rappro-
DE HISTORIA NATURAL. 195
s» chées.” Y en la pág. 76 del tomo 4% ,,Le carac-
» tere essentiel de ce genre ( Melissa”) est d'avoir le
» calice a deux léyres, la supérieure plane et partagée
»» en trols dents ascendantes : la lévre superieure de la
», corolle bifide; le lobe moyen de la levre inferiura
»» echancré en coeur a Pextrémité.”
2? En los citados montes y cerros del Reyno de
Valencia se cria otra planta llamada vulgarmente Po-
liól negre, la qual parece variedad de la que queda
ya descrita, y se distingue de ella en ser de menor al-
tura, tener sus tallos menos blanquecinos, y sus hojas
mas verdes por arriba, y menos blancas por el enves.
37 Si las experiencias que deseo repitan los facul-
tativos confirmasen las felices del Dr. Sales, entonces
convendría emprender nuevos ensayos , propinando 4
los irracionales mordidos por algun perro rabioso pol.
vos de cada una de las plantas, para descubrir la yir-
tud propia de cada una. Tal vez habrá entre ellas al-
guna superior en virtud, y eficaz contra el veneno.
D. Demetrio Lorés, Canónigo que fue de Valencia,
creyó que el Equio ó Viborera comun era el verdade-
ro remedio contra la rabia, y como á tal lo mandó dar
_4 unos de Lorja, pueblo del Reyno de Valencia, £
quienes mordió un lobo. Curáron á la verdad; pero
no se verificiron (ó 4 lo menos lo ignoro ) las expe-
riencias comparativas que acreditasen ser rabioso el
lobo, y sanar solamente los que tomáron el remedio.
4% Tambien podrán hacerse iguales ensayos sir-
viéndose de plantas vivas quando puedan haberse,
como Nicandro y otros insinuan. Pero ante todas cosas
conviene comprobar la eficacia de los polvos, y des-
pues podrán variarse las experiencias.
N 2
196 ANALES
Memoria sobre la quina segun los principios del
Sr. Mutis, por D. Francisco Antonio Zea, Botá-
nico de la expedicion de Santa Fe, y discípulo del
mismo Sr. Mutis, Director de ella.
F. bien sabido que la quina fue recibida en Europa
con aplausos extraordinarios: que tanta aceptacion se
convirtió bien presto en vilipendio; y que siendo
desde entonces objeto de disputas y contradicciones,
ha tenido alternativamente sus épocas de abatimiento
y de gloria. Semejantes vicisitudes en el específico de
mas uso y de mayor eficacia traen inquietos á los pro-
fesores, que ni hallan medios de conciliar los dictá-
menes de los grandes maestros, ni mas razones para
adherir á los que lo exáltan que á los que lo deprimen.
Unos y otros hablan de propio convencimieato : unos
y otros se arman de zelo, creyéndose los defensores
de la humanidad, y unos y otros alegan experiencias
decisivas, grandes bienes y grandes males , que no
pueden ser ni fingidos ni ponderados sin que unos úl
otros dexen de ser sabios. Triste fruto de tanta incer-
tidumbre es el conocimiento de que la quina no ha sa-
lido del estado de empirismo, y que si seguimos di-
rigiéndonos por ciegas experiencias, confundirémos
siempre los beneficios del remedio con los estragos de
la aplicacion.
Bien conociéron los primeros profesores que tan
activo específico daria con la misma facilidad la muer-
te que la vida, si no se le sujetaba á principios incon-
trastables, determinando con precision sus virtudes y
aplicaciones , el método y preparacion conveniente,
Arrostróse la empresa con ardor, y sucesivamente se
fuéron redoblando los esfuerzos con las dificultades.
Admira lo que se ha escrito, lo que se ha trabajado,
DE HISTORIA NATURAL. 107
lo que se ha variado de ideas y de planes, sin acertar
4 salir de los términos de la opinion. Toda su vida
pasáron muchos espiando los momentos en que el ca-
prichoso específico solia. explicar su actividad: otros
se fatigaban por descubrir su'modo de obrar para sen-
tar la base de sus aplicaciones: innumerables se dié-
ron á buscar una preparacion que hiciera el remedio
menos peligroso, y no fuéron pocos los que sospe-
chando engaño en el comercio, apuráron los recursos
de lá imaginacion para reconocer la mejor quina que
cada uno se figuraba.
Tantos trabajos no bastáron á rectificar la prácti-.
ca que aun en el dia no es menos empírica que 4 los
principios , ni menos aventurada. Lo único que se
adelantó fué el descubrimiento de otras varias aplica-
ciones, y la mayor comprobacion de su extraordina-
ria eficacia. Pero el punto principal, que era escudrI-
ñar el misterio de los efectos para corregir su incons-
tancia, se hacia cada dia mas obscuro por los mismos
medios que se empleaban para esclarecerlo. La expe-
riencia acreditaba y desacreditaba alternativamente las
mas oportunas doctrinas , las ideas mas raras, y hasta
las preocupaciones mas absurdas. Así es que todas las
preparaciones han sido felices y desgraciadas: que to-
dos los métodos han producido buenos y malos efec-
tos: que todas las reglas, á qual mas arbitraria, para
el reconocimiento y eleccion de la mejor quina, han
sido sancionadas y abolidas por el éxito, para volver
con el tiempo, á la par de opiniones y de ideas, Á
restablecerse y anularse. Todo en esta materia ha sido
confusion y sombras, vicisitudes y contradicciones. Hoy
es mejor la quina mas añeja, y mañana la reciente:
ya se prefiere la corteza del tronco, y ya la de las ra-
mas: sin mas fundamento para tantas alteraciones que
198 CO ANALES
el impotente anhelo de conciliar los efectos, cuya in-
constancia llegó á ser prodigiosa. Observábanse 4 tem-
poradas generalmente felices, en otras generalmente
desgraciados, y en otras alternaban formando una ca-
dena de estragos y beneficios. Hasta de virtudes mu-
daba este específico, sobresaliendo sucesivamente en
esta, en aquella ó en la otra: ni siempre tan febrífu-
go, ni siempre tan antiséptico, y ya obrando podero-
samente en unas enfermedades, y ya como olvidado
de ellas, empleando en otras toda su eficacia.
Tantas alternativas hiciéron que se declarasen con-
tra la quina insignes profesores, sin reparar en sus vir=
tudes que todos reconocian: ya desesperaban de fi»
xar su administracion, y horrorizados:con los tristes
exemplos de que eran testigos, y muchas veces auto-
res, le juráron el odio que aun respiran sus escritos.
Tiempo ha habido en que una especie de terror páni-
co tenia sobrecogidos á los Médicos: no se atrevian
los mejores prácticos á aplicarla sino con tiento, y pre-
cauciones: muchos se dedicaban con Manget 4 inven-
tar correctivos para templarla: innumerables con Mal-
pighi procuraban quebrantar su eficacia: Ramazzini *
se lamentaba de haberla aplicado sin cautela en su ju-
ventud , llamándola remedio sospechoso y empírico,
mas funesto que útil á la humanidad : Boerhave ? de-
cia que ella sola habia sacrificado mas hombres que
enemigos los exércitos de Luis XIV; y mas escarmen-
tado ó menos tímido Rivino 4 la cabeza de otros sa-
biós, promovió su proscripcion. |
Pasáron por fin aquellos días tristes, y estamos en
1 La frase de Ramazzini es mas difusa; pero el pensamiento
es el mismo.
2 Es de notar que este dicho de Boerhave nos lo haya con-
servado un apasionado de la quina, el profesor la Metterie.
DE HISTORIA NATURAL. 199.
una de las épocas felices de la quina, sin temores ni
_ perplexidades. Pero como la confianza sin principios
es temeridad, parece que el exemplo de otras épocas
afortunadas á que sucediéron las de horror y sangre,
debe hacernos mirar cada dia de mas cerca otras cala-
midades semejantes, y cada enfermo debe temer que
él sea la primera víctima.
Si fuese cierto que por inadvertencia de los pro-
fesores se fuéron sucesivamente introduciendo en la
Medicina hasta tres especies de Cinchona : si se com-
probase que conviniendo todas ellas en ciertas quali-
dades comunes difieren tanto en virtudes que substi-
tuidas unas por otras ó mezcladas debiéron producir
los fenómenos que en siglo y medio han confundido 4
los sabios: si se determinasen con precision las propie-
dades de cada una, su modo de obrar, y las partes su-
jetas á su imperio: si se añadiese otra especie no me-
nos eficaz en su línea, separando otras que no son ofi-
cinales, y las que se han incluido equivocadamente
en el género: si para evitar todo peligro se diesen
bastantes señales para distinguirlas en las bot:cas, y se
determinasen las suertes * mas activas, y la bondad
accidental que pueden adquirir; y si por último se
hallase una preparacion que sin debilitar el remedio
lo hiciese digerible y grato: no habria mas que de-
sear en este ramo, y con tales principios no solamente
podia aplicarse con seguridad, sino extenderlo á va-
rias enfermedades hasta ahora rebeldes á la Medicina.
Aunque no puedo dudar de la verdad y exácti-
tud de tan importantes descubrimientos hechos en el
suelo nativo de la quina en el espacio de treinta y sie-
ls
1 Segun la parte del árbol de que se saca la corteza, asi se
denominan las suertes: la del tronco y ramos gruesos cortezon, la
de los delgados canutillo Sc.
2009 ANALES
te años por un sabio tan célebre como el Sr. Mutis Y,
con todo eso quisiera que para gloria suya y satisfac=
cion de los profesores que dificultan el asenso se hicie-
ran de propósito experiencias auténticas para compro-
barlos. Yo procuraré que los famosos Químicos de.
Europa hagan nuevos experimentos, y con el mismo
objeto voy á dar un extracto de los principios del au-
tor, que siendo como el anuncio de su preciosa obra,
podrá tal vez contribuir á que se vaya extendiendo
su doctrina en beneficio del género humano. |
Desde su llegada á Santa Fe á principios de
61 comenzó el Sr. Mutis á tomar conocimientos bo-
tánicos de la quina por esqueletos de la especie cor-
yiente en el comercio, regalados por su ilustre amigo
el Sr. Santistéban, Superintendente de la Real casa
de Moneda, en cuyas conferencias y manuscritos se
impuso de todo lo concerniente al tráfico del ramo.
Nueve años antes habia sido comisionado aquel hom-
bre estimable para averiguar en Loja los desórdenes
de este comercio; pero como no profesaba las ciencias
naturales, solo han servido sus preciosas noticias para
Jlustrar con otras bien averiguadas la parte económica
del específico. Tiene esta no pocas relaciones con la
elentífica, á que, no sin sentimiento, debo por ahora
ceñirme,
1 El Señor Mutis comunicó sus manuscritos á varios profeso-
res para que comprobasen sus principios en la práctica, y resul-
tando acordés los efectos, publicó en 1792 un extracto de sus
descubrimientos en el único papel público de Santa Fe, intitulado
por esta razon Papel periódico de Santa Fe, desde el número 89
hasta el 129. Los efectos han sido tan felices, que van desapare=
ciendo varias enfermedades endémicas. Puede inferirse por el con-
sumo del género la felicidad de los sucesos; pues en año y medio,
como lo anota el autor, se ha gastado allí mas quina que desde la
época de su descubrimiento hasta el año de g1-
DE HISTORIA NATURAL. 201
++ Apenas tenian los Botánicos alguna idea de la qui-
na hasta el año 64, en que por las noticias del au-
tor y esqueletos de la especie * que reynaba ya en
la Medicina, corrigió Linneo el carácter genérico di-
señado por la estampa y descripcion de otra distinta ?,
publicada por la Condamine. Animado por las ex-
hortaciones de aquel sabio, y ansioso de fixar el co-
nocimiento de la verdadera quina oficinal, de que ha-
blaban tan diversamente los Médicos, dió princi-
pio á sus ensayos con varias porciones escogidas en
Loja por los llamados inteligentes, regaladas al Virey
de Santa Fe, de quien era íntimo amigo. Pero advir-
tiendo que sus mismas experiencias parecian confirmar
las opiniones opuestas de los profesores, como que las
hacia sin conocimiento de que ellos habian reunido á
la idea de una especie las virtudes repartidas en va-
rias por la naturaleza, tomó otro rumbo, dedicándose
á observar las especies y variedades del género, y los
efectos que producian, hasta encontrar los ciertos de
la primitiva.
Bien comprobados estos en las calenturas intermi-
tentes , en que obra como por encanto y á golpe segu-
ro, en expresion del autor, reconoció que no desmin-
tiéndose jamas en los casos determinados por los anti-
guos prácticos, era ineficaz ó dañosa en los otros 4
que sucesivamente fué extendiéndose su aplicacion.
Concluyó de aquí que los profesores en diversas épo-
cas han ido atribuyendo á la especie primitiva, ya 1g-
norada , las virtudes que habian de hallarse repartidas
en otra ú otras varias. ¿Pero por qué señales habian
de reconocerse? ¿Cómo habia de adivinarse la virtud
característica de cada una, ni cómo era posible sepa-
1 Cinchona cordifolía Mutis MS. Cinchona pubescens VahL
2 Cinchona officinalis. Linn. sys. veg» edit. 10 pág. 929-
202 ANALES
rar en plantas indeterminadas, propiedades tan confun-
didas? Casi es tan glorioso el haberlo emprendido co-
mo haberlo executado. Deduciendo por analogía las
virtudes de cada especie; comparando sus conjeturas
con las varias doctrinas de los autores, y estas con los
datos confusos del comercio; y recurriendo luego á la
experiencia, ha llegado 4 determinar las épocas suce=
sivas en que cada una ha prevalecido en la Medicina,
y aquellas en que mezcladas sembraban entre los pro-
fesores la discordia y la confusion. Profundizando mas
sus descubrimientos, reconoció en el género especies
ofícinales, y especies que no lo son; distinguió las vir=
tudes comunes de las propias; y demarcó el imperio
de cada quina, ó digámoslo así, el teatro de sus ope-
raciones. Para evitar en este punto la nota de sistemá-
tico, que mas bien se le pondria á la naturaleza que
al observador, no solo convida, sino que ruega á los
profesores imparciales exáminen sus descubrimientos
en la practica. Semejante apelacion á la experiencia
debe confundir á los críticos especulativos. Al fin, han
de convenir ellos mismos en que una de las quatro
quinas oficinales exerce su imperio sobre los nervios,
otra sobre los músculos, otra sobre los humores, y la
última sobre las entrañas. Doctrina averiguada por el
Sr. Mutis, y comprobada por una larga serie de ex=
periencias. De modo que la quina viene á ser aquella
panacéa ó remedio universal tan ansiosamente buscas
do en todos los siglos , y por lo mismo merece el nom-
bre de árbol de la vida que le diéron y le quitáron las
contradicciones pasadas.
Siete son las especies legítimas de Cinchona des=
cubiertas por el Sr. Mutis * con unas quantas varie=
1 Y son las únicas que hasta ahora se conocen en Santa Fe,
pues las que se dicen descubiertas por D, Sebastian Lopez son-las
DE HISTORIA NATURAL. 203.
dades, que siendo de las oficinales, poseen igualmen»
te sin modificacion ni diferencia alguna la virtud de
aquella á que pertenecen. Por la corola vellosa se dis-
tinguen constantemente, sea qual fuere su variedad,
Jas especies activas y virtuales, de las que no tenien-
do mas que las propiedades del género en grado muy
remiso, quedan excluidas de aquel número. Esta ob-
servacion podrá servir de regla para sospechar en las
que se vayan descubriendo si son ó no de las ofici-
nales. be j
Las quatro que hasta ahora se conocen son la 14»
ranjada, la roxa, la amarilla y la blanca: denomi-
naciones sencillas, tomadas del color interno de la cor-
teza, para evitar los errores que los nombres vulgares
dados comunmente, aun en la misma provincia, 4
plantas de diversos géneros, pueden ocasionar. Desea
el autor que los profesores no las pidan sino por estos
nombres al comercio, con la mira de desterrar los mu-
chos que se dan á una misma quina, señaladamente
los del lugar nativo, que se multiplican cada dia, y
solo sirven de propagar preocupaciones estúpidas de
preferencias puramente mercantiles, repugnantes á los
principios físicos, y desmentidas por la observacion. :
La primera quina que se conoció, y que por sus
prodigiosos efectos en las intermitentes mereció ex-
traordinario aprecio, fue la naranjada. Siendo esta
especie sumamente rara, por ciertas causas agenas del
asunto, no es extraño que casi extinguida , quando
habia tomado mas vuelo en el comercio, se substitu-
“yesen en su lugar las cortezas del árbol que se encon-
tró mas parecido. Este fue por desgracia de aquellos
tiempos de ignorancia la quina roxa, cuyas virtudes
oficinales del Sr. Mutis. El Sr. Lopez podrá colectar plantas nue-
vas, mas no determinarlas hasta que se dedique á la Botánica.
204 | ANALES
desconocidas entonces, y muy diversas de la naran-
jada , causáron los estragos que nos ha transmitido la
historia. No obstante, á fuerza de inculpables yerros.
se fuéron descubriendo sus verdaderas aplicaciones,
siendo propia de Rushwort la gloria de haber conoci-
do su virtud antiséptica, y hecho tentativas felices
que inmortalizarán su nombre en los fastos de la Me-
dicina. -
Como los primeros profesores no habian tenido la
advertencia de describir y caracterizar la corteza pri-
mitiva, ni la sucedanea, que tuviéron por la misma,
aunque la creían otra suerte del mismo árbol, pasá-
ron a la posteridad reunidas á la idea genérica de qui-
na las virtudes de la naranjada y roxa: a estas dos
especies se siguió la amarilla, que por fortuna partici-
pa de las eminentes qualidades de una y otra en grado
tan remiso que no habia que temer grandes estragos.
Así es que las épocas en que esta ha dominado son las
mas felices de la quina. Solamente le notaban los
profesores cierta debilidad; y de aquí la preocupacion
de pedirla cada dia mas fresca, y unas veces del tron-
co, y otras de las ramas. Desconocian su virtud propia,
y errando las aplicaciones, querian que obrase en la
gangrena como la roxa , y en las intermitentes como
la naranjada. Resultaba de aquí el inconveniente de
aumentar la dósis hasta cargar el estómago, dificultar
la digestion, y disminuir las fuerzas del enfermo, aun-
que no con las tristes conseqúencias de la roxa, en
cuya época se creyó con sobrado fundamento que la
quina substituia un mal grave 4 otro menor, atribu-
yendo al género los defectos de la especie mal aplica”
da. Como esto mismo sucedia con las otfas, ha resul-
tado un cuerpo de doctrina lleno de contradicciones y
de incertidumbres,
DE HISTORIA NATURAL. 205
No tuvo parte en tan grandes acontecimientos la
blanca, última especie oficinal que hubiera disputa-
do á sus compañeras la gloria de sus buenos efectos;
bien que por otra parte hubiera contribuido á aumen-
tar la confusion que ha resultado de aplicarlas sin dis-
-“cernimiento. Consta que en diversas épocas han inten-
tado los cosecheros introducirla en Europa; pero siem-
pre ha sido rechazada sin exámen. A los trabajos feli-
ces del Sr. Mutis debemos el descubrimiento de sus
eminentes virtudes, confirmadas por el Dr. Clarke en
su tratado de la fiebre amarilla, citado por el Sr. Lam-
bert: y aunque no he logrado leerlo; con todo, la cir-
cunstancia de tratar determinadamente de esta quina,
cuyas virtudes describe y recomienda, hace creer que
la aplicó con felicidad á aquel mal tan terrible.
_Adelantaba cada dia el Sr. Mutis sus descubri-
mientos, y para consolidarlos observaba la mayor ó
menor actividad de una misma quina, segun que pro-
venia del tronco, de las ramas tiernas, de renuevos ó
de árboles viejos, y 4 medida que era mas Ó menos
añeja, indagando los caractéres mas constantes para su
reconocimiento en Europa. De estas observaciones re-
sulta ,
12 Que quanto mas antiguo es el árbol, tanto mas
eficaz es su corteza.
22 Que la corteza del tronco es mas activa; me-
nos 4 proporcion la de los ramos; y débil la de las ra-
mas tiernas y renuevos.
32 Que la quina bien desecada, guardándola en
caxones cerrados de modo que no le lleguen el ayre ni
la humedad, adquiere cada dia nuevos grados de ge-
nerosidad : debiendo estimarse su bondad por el tiem-
po y por el cuidado de su mejor conservacion,
47 Que los cortezones estan expuestos á degene-
206 o: ANALES
rar, porque siempre les queda en su interior algun
resto de humedad; pero este inconveniente se evita
sacándolos en listas cortas, angostas y delgadas, como
se practica en Santa Fe *. |
¿2 Que son engañosas las señales adoptadas en
diversos tiempos para el reconocimiento de la mejor
quina, como son el color pardo del enves, manchado
á trechos por los lichenes; las grietas transversales; la
fractura vidriosa Ó con filamentos $tc.; porque son
relativas 4 los diversos estados del árbol, á su situa-
cion mas ó menos favorecida del sol, y á otras circuns-
tancias que nada influyen en el carácter oficinal de
la quina, puesto que se extienden á especies que no
son oficinales , y aun á plantas de otro género.
62 Que el color propio de cada especie observa= .
do en los cortezones y cañas gruesas, y comprobado
en las tinturas; la diversa espuma que cada especie
forma; y el amargo notablemente distinto, son las no-
tas constantes que con otras accesorías bastan para dis-
tinguir las especies. Conviene que el reconocimiento
y pruebas se hagan en los cortezones y cañas gruesas
hasta tener bastante práctica; porque los canutillos, es-
pecialmente de la naranjada y amarilla, inducen á error
con bastante freqiiencia. Los limites de este discurso
me fuerzan á omitir las nuevas aplicaciones de la qui-
na, y las experiencias en que se apoyan, y por tanto
me ceñiré á exponer las virtudes de cada especie, sus
caracteres farmacéuticos, y la preparacion del autor.
x La descripcion que el Sr. Carminati hace de una porcion de
quina celebrada por el Sr. Murray en las intermitentes, conviene
tan adequadamente á la que de este modo particular se saca en
Santa Fe, que no puedo dudar sea de aquel pais y de la especie
naranjada, Carm. Higiene Terap. c. vol. 2 pág. 2y8. Papiz
1792»
DE HISTORIA NATURAL. 207
Es inútil alegar pruebas para las aplicaciones conoci-
das; pues recetando los profesores indistintamente qui-
na , nada perjudicará el que se les suministre segun las
determinaciones que aquí se indican Por su virtud so»
bresaliente: puesto que el autor está seguro de que la
constancia de los efectos comprobará la necesidad de
semejante discernimiento.
Como los Botánicos conocen todas las quinas ofi-
cinales á que está ceñido este discurso, omitiré aquí
sus descripciones, para no repetir lo que: todos saben;
y bastará decir que el carácter grueso dado por el
Sr. Vahl parece ser el mas correcto *, y que sus. des-
cripciones son muy suficientes para la exácta determi-
nacion de las especies. Con todo, como dicho autor
las vió secas en esqueletos, y ademas omitió la des-
cripcion de una especie muy importante; el "que de-
sease completar los conocimientos en este ramo, podrá
consultar el tomo 27 de la Flora del Perú y de Chile.
Especie 1.4 QUINA NARANJADA.
CiNcHoNA LANCIFOLIA. Mutis, Per. de Santa Fe.
Quinquina. Condam. Act. Paris 17368.
Cinchona officinalis. Lin. Sys. Veg. ed. 10 pag.
929. $pec. plant. pag. 244. Gen. pal pre: 9gI
ed. 6.
Cinchona officinalis, foliis ovato- bill , gla-
bris capsulis oblongis. Y, hal Act. Soc. H. Nat. Haun.
JAso.p. IF ELL
Cinchona officinalis. Ruiz Quinol, art. 2. pag.
56. que est Cinchona nitida, foliis obovatis nitidis,
paniculá brachiatá, corollis albo- purpureis; limbo pa- .
1 Suprimiendo las voces vel linearibus (laciniis ) vel integrum
(stigma).
208 SO CANALES
xuam hirsuto. Ruíz e£ Pavon Flor. Peruv. et Chil,
tom. 2 pag. 50 tab. 191. 50
Cinchona glabra. Ruiz Quinol. art. 4 pag. 59,
que est Cinchona lanceolata, folijs, lanceolato oblongis
glabris, paniculá brachiatá magna, floribus subcorym-
bosis, corollis roseo-purpureis, limbo hirsuto. Flor.
Peruv. pag. 51 absque Icone. | trad
¿Cinchona fusca. Ruiz Quinol. art. $ pag.77 *?
quz est Cinchona rosea, foliis oblongis obtuse acumi=
natis, paniculá brachiatá, floribus corymbosis , corollis
roscis; limbo margine tomentoso. Flor. Peruv. pag.
54 tab. 199-
Carácter farmacéutico natural.
12 La corteza bien seca presenta su cara interior
de color amarilllo subido, que tira a flavo.
22 Mojada en agua, y comparada con la seca,
manifiesta el color mas encendido , y propiamente
flavo. )
39 Reducida á polvo no pierde su color, antes
rien lo aumenta: persevera uniforme, y en mejor es-
tado para la comparacion con las otras especies.
42 Una onza de polvo en infusion fria en doce
onzas de agua llovediza, á las veinte y quatro horas
da una tintura delgada, casi sin espuma , de color fia-
yo, semejante al de la corteza mojada; de amargo ac-
tivo y desu especie; y con sedimento de todo el pol-
vo mas encendido que el seco. ! :
52 La misma infusion añadidas dos onzas de agua,
r Aunque mas bien creería que no es del género esta planta
que dexar de tenerla por variedad , me abstengo de afirmarlo”,
porque no estoy en ella muy exercitado. Daré al fin las razones
por que he reducido á variedades las especies de la Flora Peruana.
DE HISTORIA NATURAL. 201)
puesta al fuego hasta romper el hervor, á las 24 ho-
ras da una tintura mas cargada, sin espuma, mas en-
cendida que la primera; de amargo mas activo y y se-
dimento semejante al primero. |
62 Una onza de polvo en infusion 0 en doce
onzas de espiritu de vino, á las 24 horas da una tin-
tura cargada, sin espuma, de color flavo, semejante
al de la tintura por cocimiento , de amargo activo, y
sedimento semejante á los primeros;
77 Mascada la corteza se casi poco rato el
amargo comun de quina ; pero algo aromático, propio
de esta especie.
8? La saliva sale teñida de color flavo, suelta, y
un poco espumosa.
9? No causa fruncimiento en la lengua, paladas
y labios.
10. Exáminada la fractura con la lente, se presen-
tan las fibrillas longitudinales paralelas en forma de
agujas.
11. Su color amarillo pálido.
12. En sus intersticios se mantiene aglomerado el
polvo cuajado y seco, de color flavo.
Carácter sobresaliente.
Color flavo, amargo aromático , espuma delgada.
Propiedades y virtudes.
Amargo aromático.
Balsámica. -
Antipyréctica. ?
_Antiídoto.
Febrifuga.
Nerviosa.
TOMO 1L O
ató ANALES
Sobresale esta especie entre las otras por el caráce
ter peculiar de ser eminentemente balsámica. Es la
única directamente febrífuga , y seria en vano buscar
auxilios equivalentes en las demas, quando urge la ne-
cesidad de cortar infaliblemente las accesiones. En el
siglo pasado conoció Ricardo Morton * su imperio so-
bre los nervios, y lo comprueba su modo de obrar á:
golpe seguro, quando está bien administrada. Una pe-
queña cantidad basta para detener al siguiente paro=
xismo todo el trastorno de nuestra máquina, sin haber
excitado alguna evacuacion sensible. Es por consi-
guiente un poderoso calmante de órden superior, y
propiamente un antídoto. Su eficacia se extiende á
todas las enfermedades periódicas de intermisiones ma-
nifiestas , y es en ellas tan directo su influxo , que
Morton no pudo contenerse hasta ampliar sus límites
á todas las calenturas remitentes, aunque fuesen acom-
pañadas de inflamacion, ó de qualquiera otro modo en-
mascaradas; con tal que primero se asegurase de la
realidad de algun periodo, en cuyo caso jamas tuvo
que arrepentirse de sus felices atrevimientos. Esta es-
pecie no admite la asociacion de algun purgante.
Se ha disputado mucho sobre el tiempo de tomar-
la dentro ó fuera de las accesiones. En la época de su
descubrimiento se daba 4 la entrada de la accesion , y
bastaba entonces la pequeña cantidad de dos dracmas;
posteriormente ha prevalecido el tiempo de la inter-
mision; pero se observa que en cada decenio ha ha-
bido algunos excelentes profesores que reclaman el
metodo de la costumbre primitiva, por la qual parece
ue está decidido el Sr. Mutis. :
El árbol que produce esta quina es tan raro, que
1 Morton Pyterolog. cap. 7.
DE HISTORIA NATURAL. ATI
apenas corresponde á uno por mil de las otras especies
juntas *. Por consiguiente debe aplicarse con economía
en los casos mas apropiados, valiéndose de las demas
especies en innumerables enfermedades en que esta
seria ineficaz, y aun nociva.
Especie 2. QUINA ROXA.
CINCHONA OBLONGIFOLIA. Mutis, Periódico de
Santa Fe. , | |
Cinchona lutescens. Ruiz Quinolog. Art. 6 pag.
71 que est Cinchona magnifolia foliis oblongis ova-
libusque glabris, paniculá brachiatá , floribus subco-
rymbosis, corollis albis: limbo villosiusculo. Flor. Pe-
ruv. et Ch. tom. 2 pag. 53 tab. 196.
Carácter farmacéutico natural.
12 La corteza bien seca y sin alteraciones dima-
nadas de mal procedimiento en su beneficio ó reposi-
cion, presenta su cara interior de color roxizo.
22 Mojada en agua, y comparada con la seca, ma-
nifiesta el color mas encendido.
37 El polvo conserva mas uniforme el color de la
corteza seca. | !
47 La infusion fria (con las mismas circunstancias
referidas en la especie antecedente) da una tintura
mas cargada que la naranjada , casi sin espuma, de
color roxo , semejante al de la corteza mojada , de
amargo activo y de su especie; y con sedimento de
todo el polvo roxizo mas encendido que el seco.
52 Despues del cocimiento da una tintura mas
1 Estos cálculos se han hecho registrando inmensas selvas pa-
Ta que la escasez no obligue 4 suplantaciones.
02
212 ANALES
cargada, sin espuma, mas encendida (de color de san-
gre), de amargo mas activo, y sedimento semejante.
6% La tintura en espíritu de vino cargada, sin es-
puma, tan encendida como la del cocimiento, de amar-
go activo, y sedimento semejante á los primeros.
0 Mascada se advierte el amargo comun de
quina mas débil; pero el de su especie activo y austero.
89 La saliva teñida de color roxizo, suelta , con
poca espuma. | |
92 Causa un fruncimiento con aspereza notable
en la lengua y paladar, y mas sensible en los labios
frotados con la lengua. |
10. Exáminada la fractura con la lente, presenta
las fibrillas longitudinales paralelas en forma de agu-
jas mucho mas aproximadas que en la naranjada.
11. Su color roxizo pálido.
12. El polvo aglomerado, roxizo encendido.
Carácter sobresaliente.
Color roxizo, amargo austero, espuma, gruesa.
Propiedades y virtudes.
Amargo austero.
Astringente.
Antiséptica.
Polycresta.
Febrífuga indirectamente ?.
Muscular.
1 La distincion entre la febrífuga directamente y las otras que
lo son indirectamente, consiste en que aquella obra contra la cau-
sa predisponente, y estas contra las ocasionales. El efecto de aque-
lla es seguro, porque destruye la causa productiva del mal que es
única; el de las otras especies no siempre es cierto, porque las cau-
sas son muchas, y no siempre se acierta á combatir!as.
DE HISTORIA NATURAL. 213
El carácter peculiar de esta especie es ser eminen-
temente astringente. Su modo de obrar á golpe segu-
ro en las gangrenas indica su imperio sobre el sistema
muscular , y por consiguiente se extiende su eficacia
á todas las enfermedades en que conviene reanimar la
accion de los músculos, y producir en la masa de los
humores el calor que resulta de la mayor elasticidad .
de los sólidos. Tal es la virtud que se requiere en los
remedios generales antisépticos; pero reside con mas
propiedad en este por la reunion de su eminente as-
tringencia con las qualidades comunes á todas las qui-
nas. De aquí resulta ser directamente antiséptica , y
“seria inutil buscar en las otras auxilios de igual efica-
cia, quando se intenta resistir 4 los progresos de la
putrefaccion de las carnes. Conviene en las supuracio-
nes, en las viruelas y epidemias de esta clase, y en
las -«calenturas malignas que disponen al esfacelismo
universal. |
Es un remedio abrasador, dotado de la extraordi-
naria eficacia que requieren los males desesperados 4
que está destinado. Conviene emplearla en ayudas
en todas las enfermedades, á excepcion de las inflama-
torias , con la mira de resistir, como el mas poderoso
antiséptico, á la podredumbre que sufre todo el canal
intestinal, con perjuicio de los nervios y entrañas in-
mediatas.
Su virtud corroborante , procedida de la mayor
fuerza muscular, la hace un remedio sospechoso en
muchas ocasiones , y conocidamente mortal en los en-
fermos de complexion ardiente, biliosa y de fibra rí-
gida; y al contrario, muy saludable en los de com-
plexiones frias, húmedas y de fibra laxa.
No alcanza á cortar las accesiones, y si lo hace
algunas veces es indirectamente , y disponiendo los
214 ANALES
enfermos 4 obstrucciones , ictericias, hidropesías, reu-
matismos, escorbutos y otras pésimas resultas. La épo-
ca en que prevaleció es la de las grandes calamidades,
y por eso Ramazzini se creia culpable de yerros que
probablemente no cometió en sus primeros años con
la naranjada.
El árbol que la produce es tan abundante que se
ha calculado en razon de igualdad con las restantes
juntas.
Especie 32 QUINA AMARILLA. —
CINCHONA CORDIFOLIA. Mutis, Periódico de San-
ta Fe.
Cinchona officinalis. Linn. Syst. Veg. ed. 12 pág.
164 *?
Cinchona officinalis foliis ellipticis subtus pubes-
centibus, corollx limbo lanato. Linn. Suppl. pág. 144
$. Y. edit. Persoon pág. 222.
| Cinchona pubescens foliis ovatis basi elongatis,
subtus pubescentibus, capsulis cylindricis. Pahl Act.
Haun. 1 fasc. pág. 19 tab. 2.
Cinchona purpurea. Ruiz Quínol. art. 5 pág. 67.
Chinchona purpurea foliis oblongo-ovalibus ova-
tisque purpurascentibus, paniculá brachiatá magná,
floribus subcorymbosis, corollis albo-purpureis, limbo
hirsuto albo. Ruiz et Pavon Flor. P. et Ch. tom. 2
pág. 52 tab. 193.
Cinchona micrantha foliis ovalibus obtusis, pa-
1 ElSr. Vahl cree que este sinónomo corresponde ¿su Cin-
chona macrocarpa; pero aunque las razones que da son muy plau-
- sibles, y de hecho los caracteres convienen mejor á aquella espe-
cie, á mi me consta que la que el Sr. Mutis remitió 4 Linneo fué
- esta especie amarilla,
DE HISTORIA NATURAL. 215
niculá maximá, floribus numerosis parvis, corollis al-
bis, limbo lanato. Flor. Peruv. pag. 52 tab. 194.
Cinchona tenuis. Ruíz Quinol. art. 3 pág.:60
que est Cinchona hirsuta foliis ovalibus crassis mar-
gine reflexis; terminalibus subcordatis, floribus corym-
bosis , corollis purpurascentibus tomentosis, limbo hir-
suto. Flor. Peruv. pág. 51 tab. 192.
Cinchona pallescens. Ruiz Quinol. art.7 pág.74
que est Cinchona ovata foliis ovatis subtus tomen-
tosis, paniculá brachiatá, floribus subcorymbosis; co-
rollis purpureis, limbo hirsuto, Flor. Peruv. pag. 52
tab. 195.
Carácter farmacéutico natural.
12 La corteza bien seca demuestra su cara inte-
rior de un color amarillo pajizo.
22 Mojada en agua, y comparada con la seca,
manifiesta el color mas encendido, y algo semejante
al flavo baxo. |
37 Su polvo decide mejor que la corteza; se man-
tiene uniforme en todo el volúmen de su harina, de
amarillo mas pálido que la corteza *.
42 La infusion fria da una tintura delgada, casi
sin espuma ; de color amarillo pajizo , mas pálido que
el de la corteza seca, de amargo activo y de su espe-
cie; y con sedimento del polvo mas encendido, y se-
mejante á la corteza mojada.
5 Despues del cocimiento da una tintura mas
cargada sin espuma , mas encendido y de color ya
1 Porque la accion del ayre hace un poco mas vivo el color
de la corteza; lo que tambien se manifiesta en el polvo añejo, cu-
ya superficie es de un amarillo tostado, conservando su amarillo
pajizo todo el polvo interior.
216 ANALES
mas próximo 4 la tintura fria de la naranjada, y se-
di 'mento semejante al anterior. |
62 La tíntura en espiritu de vino delgada, sin es-
puma, tan encendida como la del cocimiento, de amar-
go ACEvOs y sedimento semejante 4 los princi
E Mascada se advierte el amargo comun de qui-
na; pero activo y puro, propio de esta especie,
8% - La saliva de color amarillo pajizo, suelta, con
poca espuma.
9% No dexa fruncimiento ni aspereza notable en
las partes del paladar.
10. Exáminada la fractura con la lente, presets
las fibrillas longitudinales, paralelas en forma de agu-
jas, casi á iguales intervalos que en la naranjada.
11. Su color amarillo pajizo mas pálido.
12. El polvo aglomerado amarillo pajizo.
Carácter sobresaliente.
Color pajizo, amargo puro , espuma entre delga-
da y gruesa,
EPR y virtudes.
Amargo puro.
Acibarada,
Cathártica.
Ecphráctica.
Febrífuga AECE CIAN
Humoral.
Esta es la especie que restituyó 4 la quina su cré-
dito perdido , y que desde su introduccion en la me-
dicina el año 40 de este siglo ha logrado singular
aprecio. Sus benignas qualidades y color semejante 4
DE HiSTORIA NATURAL. 217
la naranjada hiciéron creer á los profesores que era la
primitiva, echando solamente de menos la actividad.
Aunque en estos últimos tiempos se han introducido
,gruesas porciones de la roxa y algunas pocas de la na-
ranjada , ella es la que prevalece, sin que se hagan
todavia sensibles los malos efectos de esta mezcla por
la desproporcion de cantidades, y porque las innume-
rables aplicaciones 4 que se ha extendido la quina ha-
cen pasar los adversos 4 la sombra de los favorables.
Esta especie substituida se distingue por el carác:
ter peculiar de ser eminentemente acibarada. Su im-
perio sobre los humores está indicado por el modo
con que obra directamente sobre ellos en las calentu-
ras pútridas, resistiendo con su virtud propia á la cor-
rupcion espontánea en que degeneran, y juntamente
relaxando, y luego excitando una elasticidad mode-
rada en los sólidos, como si dixéramos abriendo y
cerrando los vasos mínimos, por cuya razon la llama
el autor ecphractica. Se extiende su eficacia á todas
las calenturas continuas y remitentes, y 4 muchas en-
fermedades crónicas, quando convenga resistir á la
corrupcion espontánea de los humores.
Se descubre tambien en esta especie la propiedad
sobresaliente de mover el vientre hasta el grado de
ser siempre purgante para algunos enfermos , por cir-
cunstancias propias de su constitucion. Esta virtud se
atribuye sin conocimiento á toda quina reciente. Es
un efecto inmediato de la momentánea relaxacion in-
ducida en todo el canal intestinal ; y para denotarlo
la llama cathartica.
Aunque es tambien indirectamente febrífuga, no
dexa las pésimas resultas de la roxa, y hay casos en
que convendrá, por complexion del enfermo, ó Cir-
cunstancias de las epidemias , preferirla 4 la naranjada.
218 ANALES
Muy imperiosa ha de ser la necesidad que obligue 4
seguir un camino largo, quando hay otro cortísimo y
seguro. |
La abundancia de esta especie comparada con la
roxa está calculada en razon de dos á cinco.
Especie 4.4 QUINA BLANCA.
CrixcHoNa ovalifolia. Mutis, Periódico de San-
ta Fe.
Cinchona macrocarpa foliis oblongis subtus pu-
bescentibus costatis. Vahl Act. Haun. 1 pág. 20t. 3.
Carácter farmacéutico natural.
12 La corteza bien seca y sin alteracion acciden-
tal presenta su cara interior de un color blanquecino
que tira á bazo.
27 Mojada en el agua pierde mas el blanco, apro-
ximándose al bazo.
37 El polvo conserva mas uniforme el color en-
tre blanquecino y bazo.
47 La infusion fria de la tintura es mas cargada
que las de las anteriores especies, cubierta de mucha
espuma toda la superficie *; de color de vino pardo
turbio, de amargo activo y de su especie, y con se-
dimento de todo el polvo de color semejante á la cor-
teza mojada.
1 Pasando las tinturas de un vaso á otro se forma la espuma,
cuya cantidad y cuerpo, en ¿igualdad de circunstancias, es pro-
porcionada á la especie: mayor y mas tenaz que todas en la blan-
ca: despues en la rora: luego en la amarilla; y menor y mas
prontamente disipable en la naranjada. Las tinturas aquosas dan
mas espuma que las espirituosase :
4 DE HISTORIA NATURAL. 219
¿2 Despues del eocimiento da una tintura mas
cargada con la misma espuma tenaz, de amargo mas
activo y sedimento semejante.
62 La tintura en espíritu de vino mas delgada
que la de agua fria , con menos espuma que las ante-
riores de esta especie, de color de vino pardo clari-
ficado, y sedimento semejante 4 los primeros.
72 Mascada se advierte el amargo comun de qui-
na muy activo, pero acerbo y mas desagradable que
el de todas las especies, propio de esta. |
82 La saliva teñida de color bazo, algo gruesa -
y cargada de mucha espuma. |
9? No dexa fruncimiento ni aspereza; antes por
el contrario una soltura y lubricidad manifiesta en to-
do el paladar, lengua y labios,
10. Exáminada la fractura con la lente presenta
las fibrillas menos leñosas , delgadas y mas frágiles,
longitudinales, paralelas y poco menos aproximadas
que en la roxa.
11. Su color blanquecino que tira á bazo.
12. El xugo muy cuajado, denso y mas abun-
dante que en las otras especies, de un blanco pálido.
Carácter sobresaliente.
Color blanquecino , amargo acerbo, espuma muy
gruesa y tenaz,
Propiedades y virtudes.
Amargo acerbo,
Xabonosa,
Rhyptica.
Prophiláctica.
Febrífuga indirectamente.
- Visceral.
220 «de ANALES
Asi como para denotar el órden con que las qui-
nas se han ido conociendo en medicina, las apellida
el Sr, Mutis primitiva , succedanea y substituida,
así llama á esta nueva especie forastera. Su carác-
ter peculiar es ser eminentemente xabonosa ; y su mo-
do de obrar en las periódicas rebeldes y en las enfer-
medades crónicas , adelgazando los humores gruesos, y
causando en los vasos una moderada elasticidad, indica
su imperio sobre las entrañas grandes y pequeños ór-
ganos del cuerpo, llamados glándulas. Tenemos pues
en esta especie un remedio con las virtudes comunes
de las quinas ; pero mas apropiado y de singular efi-
cacia en muchas enfermedades de raices profundas, en
que de orígen ó de resultas padecen las entrañas gran-
des y pequeñas. En semejantes casos hay siempre con-
gestiones de humores que ella adelgaza, y arrastra en
fuerza de su virtud directamente detersiva , que el
autor denota llamándola rhyptica.
Siendo esta quina la mas apropiada para restable-
cer las digestiones con el uso continuado, merece bien
el nombre de prophiláctica. Ocurren mil casos de
convalecencias lentísimas por falta de vigor en la na-
turaleza para desvanecer las reliquias de las enferme-
dades anteriores, en los quales ninguna especie mejor
que esta llenaria la indicacion de restablecer á su pri-
mitivo estado las funciones del cuerpo humano. Mil
achaques, mil ligeras indisposiciones, mil estados con-
fusos ni bien de enfermedad declarada, ni bien de sa-
lud completa, deberian entrar en los casos de régimen
prophiláctico, en que convendria introducir el uso de
esta benignísima quina.
Su eminente virtud xabonosa, y su débil astrin-
gencia con las qualidades comunes en su grado á las
quinas , persuaden su preferencia en los casos de ca-
DE HISTORIA NATURAL. 221
lenturas inflamatorias, quando convenga hacer uso del
remedio. Conduce practicarlo con exclusion absoluta
de la naranjada , y mucho mas de la roxa; pero pue-
de suplir la amarilla , mientras se consigue su intro-
- duccion en el comercio *,
Siendo tan indirectamete febrifuga como la roxa
y la amarilla, no debe administrarse para cortar las
accesiones en los casos regulares, quando urge la ne-
cesidad de conseguirlo, y debe hacerse con la naran-
jada. | |
Las aplicaciones que el Dr. Clarke ha hecho de
esta quina contribuirán á darle el crédito que merece
y perdió por la desaprobacion de nuestros profesores,
que años antes, como lo adyierte el Sr. Vahl ?, la ha-
1 Faltando tiempo al autor para sus gloriosos trabajos, mucho
menos ha de tenerle para especulaciones mercantiles, agenas de su
estado, de su profesion y de sus principios. El amor de la huma»
nidad, que distingue al verdadero sabio del profesor mercenario,
es el que le obligó 4 promover la real administracion de quinas,
que servia sin sueldo ni gratificacion alguna, ni esperanza de re-
compensa: porque la renunció de antemano; pero aquel estableci-
miento filantrópico fue trastornado en su principio por haber los
profesores comisionados para el reconocimiento reprobado la pri-
mera remesa que hizo el Sr. Mutis de la quina roxa. Acaso reco-
nociéron algunos caxones averiados; pero como esto no es dificil
de conocer, parece no debia extenderse á toda la especie que po-
blaba los montes el daño que las cortezas padeciéron en el mar
Ó en los almacenes. Con mucha menos razon debia comprehender
la proscripcion á las otras especies que no se reconociéron. Lo cier-
to es que no todos los caxones se averiáron, pues comprados en
Cádiz á vil precio se vendiéron despues con estimacion en Italia,
Inglaterra y Holanda. El Sr. Mutis solamente tenia por objeto en
la administracion de las quinas el evitar todo fraude Ó equivoca-
cion en tan precioso específico: que viniesen 4 Europa separadas
sus especies, bien repuestas y conservadas: y que se vendiese en la
quarta parte del precio que ahora tiene.
2 ' Disertacion sobre la quina, traducida por el Sr. Lambert.
Lóndres 1797.
222 : ANALES.
bian hallado igual á la del Perú sin distinguir qual es-
pocie..'.. es
Su abundancia está calculada con la roxa en razon
de tres á cinco. |
El Sr. Mutis no cree suficiente para el exercicio
práctico de la Medicina distinguir las especies de re-
medio; reconocer sus qualidades mas sobresalientes, y
tener la idea general que se ha dado de las enfermeda-
des en que deben administrarse por el diferente impe-
rio que exercen sobre los quatro sistemas del cuerpo
humano. Falta todavía conocer á4 fondo la naturale-
za general de esta misteriosa substancia, y la com-
binacion particular de sus primeros elementos , de
que necesariamente procederán aquellas virtudes emi-
nentes.
Creyendo que la Química es quien nos puede su-
ministrar las luces necesarias en tan importante mate-
ria, he solicitado que se hagan las analisis de todas
quatro especies por algunos de los Quimicos mas céle-
bres de Europa. Publicaré sus resultados en un escrito
latino, en que daré alguna mayor extension 4 estas
ideas, con el objeto de propagar unos conocimientos
que me parece han de influir mucho en la salud pú-
blica, y crédito de la Medicina.
Seguramente debemos esperar de los trabajos quí-
micos la mas ventajosa preparacion del remedio. Pero
no juzgo inoportuno dar á conocer la del autor, acre-
ditada por una larga serie de experiencias; la qual
puede contribuir tambien á la perfeccion de la que se
desea para reformar de todo punto la práctica de la
quina.
La preparacion del Sr. Mutis se funda en las si-
guientes observaciones. |
Puesta una onza de quina en infusion de doce on-
DE HISTORIA NATURAL. 223
zas de agua pura al temple natural por el espacio de
veinte y quatro horas se observa,
19 Una tintura bien cargada del xugo virtual de
la corteza.
22 Un calor intenso y propio de la especie.
32 El amargo y espuma propios de la especie.
Repitiendo las infusiones con los sedimentos hasta
la décima en las especies naranjada y amarilla, has-
ta la décima quinta en la roxa, y hasta la vigésima
en la blanca , se van gradualmente observando mas
pálidas las tinturas, menos amargas, y con la espuma
mas delgada y disipable. !
Despues de tan repetidas tinturas todavía quedan
los sedimentos coloridos, y dan otras muchas tinturas
gradualmente mas débiles hasta llegar al estado que
propiamente corresponde á la voz sedimento, ó parte
puramente leñosa. En la especie roxa aun en la centé-
sima infusion se observa alguna tintura.
Las infusiones espirituosas dan igualmente repeti-
das tinturas que manifiestan la prodigiosa extension
que puede tomar el xugo quajado de la quina. Pero el
Sr. Mutis se ciñe á las aquosas, y las limita hasta la
vigésima en la naranjada y amarilla , hasta la trigé-
sima en la roxa, y hasta la quadragésima en la blan-
- ea, para deducir las consequencias siguientes:
12 Que la goma-resina que á juicio de los profe-
sores forma la mayor parte del xugo cuajado en la
corteza, necesita para disolverse en agua mas de dos-
cientas y quarenta partes de su peso en las especies na-
ranjada y amarilla: mas de trescientas y sesenta en
la roxa; y mas de quatrocientas y ochenta en la
blanca.
22 Que constando por muchas experiencias que
los residuos de las primeras infusiones pueden produ-
224 : ANALES
cir los efectos de la quina pura, con la diferencia de
administrar mayor cantidad, reside todavía en ellos al-
guna virtud medicinal. |
32 Que habiendo estos residuos perdido ya todo"
el amargo que la quina tenia antes de las infusiones,
y conservando aun la virtud de la especie, no consiste
esta virtud en el amargo.
42 Que tomados interiormente estos residuos no
causan en el estómago todo aquel peso que produce la
quina pura, por consiguiente no consiste en la parte le»
ñosa la indomabilidad de este palo, como se ha creido,
Persuadido el Sr. Mutis de que la quina es una
substancia densa, viscosa y tenaz, que tiene mucho
de xabonosa , como lo indica la calidad de su espuma,
ha creido que por densa no puede extenderse en poco
líquido: por viscosa necesita de un agente que la des-
ate, y por tenaz se resiste á desenvolverse en poco
tiempo. La fermentacion era pues el medio de extraer
de la quina toda la substancia activa y medicinal. Así
lo ha practicado, y el éxito ha correspondido á sus
esperanzas. La quina fermentada no es ingrata 4 los
enfermos, se digiere con facilidad, y retiene toda su
virtud.
Por medio de esta preparacion se consiguen. tres
bebidas principales: cerveza, vinagre y tisana ; las
que separadamente ó combinadas bastan a llenar todas
las indicaciones del remedio.
Por cada libra de quina en polvo, ni demasiado
—grueso, ni tan sútil como se encuentra en las boticas,
se pondrán de noventa y quatro á cien libras de agua,
y ocho de miel, ó de azúcar prieta. No se puede fI-
xar término á la fermentacion , que será mas Ó menos
acelerada en razon de la estacion y del lugar. El gus-
to es el mejor juez en estos casos.
DE HISTORIA NATURAL. 225
Hecha la fermentacion se embotella la cerveza pa«
ra los usos médicos, cuidando que vaya bien cargada
del xugo virtual, que nada encima de los sedimentos;
ó removiendo el tonel, ó si se quiere separando por
decantacion el líquido superior.
Este líquido menos activo tiene sus usos en el ré-
gimen prophiláctico, y en casos en que no se necesita
de todo el vigor del remedio. Los sedimentos sirven
para acelerar la fermentacion siguiente; y pasadas tres
ó quatro se separa una porcion, que con alguna canti-
dad de agua y miel se dexa pasar á la fermentacion
vinagrosa para los usos convenientes. El último desti-
no de los sedimentos es'el de lavativas.
El vinagre no se logra en toda su perfeccion hasta
los tres Ó quatro meses. Entonces se sacará por decan-
tacion el que se destine a los usos económicos, en lu-
gar del comun, si se quiere ó hay necesidad de prefe=
rirlo; y el que se busca para la medicina es preciso sea
el mas cargado, esto es, la masa inferior del líquido:
De este último vinagre se saca un xarabe por el mé-
todo acostumbrado en las boticas.
La quina para las tisanas se prepara poniendo la
cantidad que se quiera con la correspondiente de azú-
car en la proporcion insinuada, y la agua bastante
para mantener la masa suelta y cubierta de poco líqui-
do. Esta masa fermentada se desata en agua, vino, ó
en el vehículo que pareciese mejor para formar la ti-
sana á fuego lento, ó en baño de arena, por el espa-
cio de tres horas ó mas. La prudencia del profesor re-
gula las proporciones del vehículo con la masa.
Las preparaciones son las mismas empleando qual-
quier especie de quina, ó combinándolas segun se juz-
gare conveniente. De hecho el Sr. Mutis ha practi-
cado algunas combinaciones, siendo las principales
TOMO 1. | P
226 ANALES
la cerveza prophiláctica y la polycresta.
Ocho onzas de quina amarilla, quatro de la yo-
xa y quatro de la blanca, con una nuez moscada y
media onza de canela, forman la composicion de la cer-
veza prophiláctica. "Tomando la parte menos cargada
del xugo, que es casi todo el líquido en reposo, se:lo-
gra una bebida de que usan las personas sanas por gus-
to y preservacion, y las achacosas por curacion sen-
cilla y nada gravosa.
La cerveza polycresta se compone de quatro on-
zas de quina roxa, y doble cantidad de zarza-parrilla,
reducida igualmente 4 polvo y mezclada. Las fórmu-
las anteriores de xarabe y tisana tienen lugar en esta
composicion, cuyo principal objeto fué curar una es-
pecie de gálico endémico en el Reyno de Santa Fe. El
nombre indica sus muchas aplicaciones á que no puede
extenderse este escrito.
Sin variar la proporcion de mezcla de la cerveza
prophiláctica, se obtiene un elixir de quina, que con
relacion á sus nuevos descubrimientos llama el Sr. Mu-
tis precioso. Seria inútil dar su preparacion sin indi-
car sus usos, lo que pide mas extension de la que per-
mite este discurso. .
Solo me resta manifestar que en la sinonimia bo-
tánica que he dado no he procedido con ligereza. Me
he exercitado mucho al lado del Sr. Mutis , mi maes-.
tro, en distinguir las especies y variedades del género
Cinchona, y sus cortezas en diversos estados: he ma-
nejado sus manuscritos, y pasado un año entero recor-
riendo las inmensas selvas del Magdalena para recono-
cer la mayor ó menor abundancia de las quinas ofici-
nales. Familiarizado con ellas, y distinguiendo sus
mas ligeras variedades, mas por las advertencias del
Sr. Mutis que por mis propios conocimientos; no €s
Ñ
DE HISTORIA NATURAL, 227
extraño que al registrar prolixamente el herbario de
la Flora del Perú haya reconocido la identidad de sus
esqueletos Ó ramos secos con las plantas de Santa Fe;
y ds equivocaciones que estos profesores han padeci-
do en hacer especies de las variedades botánicas, y
aun de las puramente accidentales, como vamos á ver.
La quina naranjada ó Cinchona lancifolia del Señor
Mutis es la misma que describió y dibuxó la Conda-
mine, y que llamó Linneo Cinchona officinalis. Nues-
tros Botánicos, Ó sea el redactor de los trabajos comu-
nes, dan en la Quinologia el nombre de Linneo 4 su
cascarilla fina, porque reconocen la identidad de la es-
pecie; pero creyendo diversa la de la Condamine, di-
cen que esta es su cascarilla boba, ó cascarilla lampiña,
ó Cinchona glabra de la Quinologia, que en la Elo-
ra es Cinchona lanceolata. El mero hecho de separar
en dos aquella especie, y reconocer la identidad de la
de la Condamine con su Cinchona glabra, y de la pre-
tendida distinta de Linneo con su cascarillo fino ó Cín-
chona officinalis, prueba que dividiéron la especie en
dos, como dividiéron los sinónomos que son insepara-
bles. En la Flora suprimen el nombre de Linneo ; :
dudan si es la misma especie; y en la Cinchona gla-
bra, que nombran Cinchoza lanceolata , ya no apare-
ce el sinónomo de la Condamine. Todo esto manifiesta
« la incertidumbre que tienen sobre las dos plantas y
su grande afinidad, pues á cada una conviene los si-
nónomos de una sola especie. En efecto, las Cincho-
nas nitida y lanceolata de la Flora no solamente no
pueden formar dos especies, pero ni dos variedades.
La diferencia que se advierte en los esqueletos que di-
chos autores me han permitido observar detenidamen-
te es tan accidental, que pudieran ser del mismo árbol.
Estos mismos autores de la Flora no pueden menos de
P2
228 JAR TON ATL ES
/
haber observado en América las gradaciones insensi-
bles con que se van alterando las figuras de las hojas
y Otras partes de las plantas á proporcion que van sien-
do mas elevados los terrenos, sin que por eso se mude
la especie. Conozco las dos plantas de que se trata y
su ligera variedad, que pasa todavía 4 ser mas nota-
ble en suelos.mas elevados, sin que por eso me haya
parecido digna de atencion.
No meatreveré á decir lo mismo de la Asriiole
ó cascarillo pardo, ó Cinchona fusca de la Quinolo-
gia, que en la Flora es Cinchonea rosea. He visto po-
cas veces esta planta, y solamente en flor. Si pudiera
asegurar que es del género , lo que no puede ser sin ver
el fruto, entonces afirmaria que era variedad botánica
de esta misma especie, porque es dificil equivocar en
este género las especies con las variedades, conociendo
las alteraciones que regularmente padecen. En los mis-
mos esqueletos de la Cinchona nitida se nota el trán-
sito á la Cinchona rosea ; y si aquella ó la lanceolata
tuvieran flor ó fruto,:Óó lo tuviere esta, seria mas sen-
sible la conformidad. La quina que nombran tunita
en el prólogo del tomo citado de la Flora, y cuyo
descubrimiento atribuyen al Sr. Lopez, es la misma
naranjada del Sr. Mutis. La que en el comercio se
nombra calisaya , y la que corre en Cádiz con el
nombre de quina de Huanuco , son de esta especie
mezclada con la amarilla, como lo he reconocido por
las cortezas , y me lo escribe el Sr. Mutis.
La quina roxa ó Cinchona oblongifolía del Señor
Mutis es la Cinchona magnifolia de la Flora, sin que
pueda caber la menor duda , porque estoy muy fami-
liarizado con ella. No es distinta de la que llama Don
Sebastian Lopez Flor de Azahar, como lo indican
en el. prólogo citado ,.ni de la colorada del comercio
DE HISTORIA NATURAL. 229
que dan por desconocida en la Botánica. Me he certi-
ficado de la identidad por repetidos exámenes de las
cortezas, en que los autores de la Flora se han equi-
vocado, acaso por no atender á la parte del árbol de
que se hayan sacado las que les sirviéron para la com-
paracion. Su identidad es indisputable. |
La amarilla ó Cinchona cordifolia del Sr. Mntis
es una especie de quina abundante en variedades. Los
autores de la Flora han hecho quatro especies de so-
las dos variedades. Las Cinchonas hirsuta y ovata
de la Flora componen la una, y las Cinchonas purpu-
rea y micrantha la otra. La diferencia entre estas, y
mas todavía entre las otras dos, es tan corta y tan ac=
cidental, que no la creo digna de la atencion del Bo-
tánico , conforme á los prineipios de Linneo. La Cía.
chona pubescens del Sr. Vahl compone con la purpu-
rea y micrantha una sola variedad botánica de esta
especie, sea qual fuere el nombre que prevalezca.
La quina blanca 'ó Cinchona ovalifolia del Señor
Mutis no tiene sinónomo en la Flora.
Se hace necesario hablar de las otras dos especies
grandiflora' y dichotoma de la Flora, aunque distin=
tas de las oficinales. Aquella no la conocian el año de-
92, en que se imprimió la Quinologia, y en la Flora
aseguran haberla descrito y dibuxado en el de 84.':
Seria sensible que se hubiera descrito y dibuxado por:
meros esqueletos á la sombra y comodidad de un ga-
binete , porque semejantes descripciones se diferencian
tanto de las que se hacen al pie de los arboles, como
las plantas secas de las vivas. Así se echa de menos
una observacion importante que no pudo suministrar
1 Enla pág. 12 de la Quinologia aseguran que la corola bar-
bada es nota constante en las Cinchonas de la América meridio-
nal; esta dicen que es del Perú, la describen lampiña.
230 ANALES
les el que les dió las noticias equivocadas de los nom:
bres vulgares con que dicen se conoce en 'Santa Fe.
Por lo que hace á la Cinchona dichotoma, su inflores-
cencia, gemmacion, foliacion y toda su traza natu-
ral, pero señaladamente la flor que no vió el Sr. Ta-
falla, ni aparece en los esqueletos ni en la estampa,
conspiran á excluirla del género en que se ha incluido
mas por la semejanza que por la conformidad del fru-
to. Hubiera sido conveniente advertir que no se ha-
bia observado la flor; porque el silencio de un Botá-
nico en quanto 4 flor y fruto supone que le convienen
adequadamente los caracteres del género; y si no su-.
cede así , como en este caso , queda el lector engañado.
Sin embargo de ser esta especie dudosa, la prefie-
ren los autores de la Flora 4 las mismas oficinales de
Mutis. Esta circunstancia, y la oposicion que advier-
to entre las observaciones de mi maestro y las asercio-
nes de aquellos profesores, me obligan á dar alguna mas
extension á esta memoria. Me es-indispensable indicar
sus equivocaciones, porque llevan la recomendacion
de observaciones hechas en el suelo nativo de la quina
por Botánicos distinguidos con un carácter público *
que las autoriza.
Debo esperar de su amor á la ciencia y á la hu-
r Llevaban especial encargo del Gobierno para todo lo con-
cerniente á la quina, y en desempeño de su comision publicáron
en Madrid el año de 92 un escrito intitulado: Quinología , Ó tra-
tado del árbol de la Quina. Aunque este opúsculo solo lleva el
nombre del Sr. D. Hipólito Ruiz, xefe de la expedicion , pare-
ce debe considerarse como el resultado de los trabajos comunes.
De qualquier modo que sea, los dos profesores estan de acuerdo
en estos puntos, como lo manifiesta la remision que, sin restric=
cion alguna, hacen en el prólogo del tomo 2 de la Flora á este
tratado para todo lo concerniente al importante objeto de que am-
bos estaban encargados. Esto basta para que yo, que solo impugno
la doctrina, no haga distincion de personas»
$ DE HISTORIA NATURAL. 231
manidad , que lejos de empeñarse en una contestacion
inútil, concurriran ellos mismos á ilustrar la materia,
exponiendo con método las observaciones que hayan
hecho, y separando las experiencias de las conjeturas.
Si no se toman este trabajo en beneficio público,
serán perdidos sus desvelos sobre tan importantes ob-
jetos; porque no es dado 4 todo profesor conciliar las
contradicciones aparentes que á cada paso se encuen-
tran en el tomo citado de la Flora y en la Quinolo-
gia, ó tratado del árbol de la Quina. Este mismo tí-
tulo que indica la preferencia de una especie, permu-
tado en la Flora por el de tratado de los árboles,
causa al lector sorpresa y confusion. Precisamente lo
que mas importaba en.el asunto era saber si hay una
sola especie oficinal, si hay varias, ó sí lo son todas,
y en que grado ó con que distincion. Aquel primer
concepto del título se halla expreso, y luego al pare-
- cer contradicho de varios modos en el texto de la Qui-
nología. Desde el prólogo reconocen una especie lla-
mada quina por excelencia , que en la página 6 califi-
can de primera y superior especie , y lo sancionan dán-
dole el nombre de oficinal á cada paso, y en la descrip-
cion. Pero tambien en la misma página del prólogo
dicen que las quinas son de virtudes análogas , dife-
renciándose en el grado y modificaciones de su efica-
cia; como si las ideas de modificacion y analogía fue-
ran compatibles. Afirman despues en la pág. 18 que
son mas activas en la virtud las unas que las otras:
de donde se colige que las virtudes ya no son análo-
gas, sino las mismas esencialmente, aunque con diver-
sa intensidad : y de hecho lo manifiestan, añadiendo
que todas son febrífugas y antipútridas. En las pá-
- ginas 20 y 21 dividen las quinas en superiores, infe-
riores y medianas; y luego en el cap. Ó ofrecen dar las
232 3 ANALES
señales mas seguras de la cascarilla buena de qual
gutera especie, por donde parece que la bondad ya
no es relativa á las especies, pues todas ellas produ-
cen la cascarilla buena. Dicen en las citadas páginas
20 y 21 que las quinas superiores habitan en los cerros
elevados, las medianas en los baxos, y las ínfimas en
las profundidades, sin determinar las especies, conten-
tándose con poner exemplos de las ínfimas y medianas
mas bien que de las superiores. Colocan entre las infi-
mas á- la llamada pata de gallareta, y en la Flora
la igualan y aun la prefieren á la primera y superior
especie, La quina flor de azahar es tambien exemplo
de las ínfimas en la página 21, y dicen en la 74 que
su extracto produce admirables efectos, y por último
celebran en la Quinologia y en la Flora 4 la quina ca-
dysaya al mismo tiempo que sospechan proviene del
.
DE HISTORIA NATURAL. 237.
OBSERVACIONES
DEL BARÓMETRO Y TERMÓMETRO
HECHAS EN EL PALACIO DEL BUEN-RETIRO
DE MADRID *
POR D. JUAN LOPEZ DE PEÑALVER.
Ez. observaciones que aquí se presentan estan he-
chas con el cuidado que las circunstancias han permi-
tido. En otra ocasion dirémos algo acerca de este gé- .
nero de observaciones. Por ahora solo advertirémos -
que las observaciones barométricas estan expresadas en -
pulgadas y líneas del pie español; que la graduacion
de los termómetros, es la de 100 grados desde el tér-
mino del hielo que se liquida hasta el del agua hir-
viendo; y finalmente, que en otra parte darémos las
fórmulas y datos que hemos empleado para la-correc-
cion de las observaciones barométricas. :
1 Latitud 40” 28” 201. Longitud oh 2 4/ 8/ al O. del Ob-
servatorio de Paris. |
NOTA. La m significa mañana, la t tarde, y la n noche.
ANALES
ENERO. AÑO DE 1800.
pro
> op _ Fases de la Lu-
E E Baróme= 53 hartas na, Edulnextos, Estado del
al tro. 3 : Apogeos , Peri- cielo.
" dianu. a: gido geos BC.
a
2 o
——
Pulg.Lín. Pulg. Lín.
1 /t. |30. 7,9| 9,0|30: 8,27 Sereno.
al s5h46't. 30. 7,7110,8|30. 7,9710. C. Eg. asc. | Idem.
g| 6% 26'n. [30. 4,1| 9,8|30. 4,39 Nub.
4| 7% 6'n. |30. 1,3|11,0130. 1,49 Lluvioso.
s| 7 48'm. |30. 0,8) 11,030. 0,99 | Apogeo, Idem.
6| 8% 33/n. |30. 2,4 10,8 30. 2,61 Idem.
7 ga 20/ n. ¡30. 2,8|10,6|30+ 3,03 Cubierto.
8| ro 11/n. |30. 3,1|11,0|30. 3,31 Nub. y lluv.
9|rik gn. |[30. 3,4|11,3|30+ 3,60] May. dec. B. [Idem. '
xo Ser. y nubec.
11 L. ll. 24m. [Cub. y luv.
16 Eq. desc. 52 t. | Varios
17 a
18 Lluvioso.
19 | Q.M Perig. Nub
20| 7% 25/m.!29.10,0|12,0|29.10,1o|L=S= 20".| Lluvioso.
21 gh 23/m.|30. 0,3|11,0|30. 0,48 Lluv. y nub.
22 ca m.|30. 2,4|11,9130. 2,56! May. dec. A. | Sereno.
23| 104 27/m.|30. 5,4| 9,0|30. 5,74 Idem.
24 un 28/m.|30. 3,7| 9,1 |30. 4,02 |L.N. 3"m. ¡Lluv.yvient.
25 ES t. |30. 8,41 9,4130: 8,75 Sereno.
26 18/ t. |30. 6,3| 9,8/30. 6,61 Idem.
27 sn 6/t. |30. : 9,5130. 8,32 Nub.
28 zh y 39 t. [30. 5,7| 9,5|30+ 6,02 Idem.
291 3231 t. |30. 1,3| 9,5130. 1,56|Eq.asc. gt. [Nub. y Mluv.
20 4. 12/t. |[30. 0,1|' 9,4|30. 0,37 Nubecill.
31 s/t 2,0| 8,8|30. 2,32 Entrecub.
DE HISTORIA NATURAL. 239
-ENERO. AÑO DE 1800.
pad ais on O 7 23 . |
o E ó E3 | Baró 53
E 3 aer $3 peace ja Estado del cielo.
| E | E
A
Pulg. Lin. Pulg. Lín.
1. 2t |30. .7,4|.8,9|30... 7,77
24 8m.|30. 8,7| 9,4|30. - 9,06
A 2t. [30. 8,j0|10,6¡30. 8,28
P 8m.[30. 6,5 as a
2t. |30. 4,8| 9,5|30+ 5,11
8m.|30. 2,4| 9/0/30. 2,71 |.w.... | Llovido.
, A 30. 1,3|10,6¡30% 1,51j 5,2 ¡Lluvia por t. y n»
da. 30. 0,0| 9,5|30. 0,26| 6,0|Lluv.
sir 30. 0,0 A a 8,5 | Nub. llovizn,
ron. |30. 1,4|11,0|30. 1,59| 4,4|Sereno.
8m.|30. 2,6| 8,730. 2,93] 2,6|Cubierto.
Ap m.|30. 3,3|1o0,0[30. 3,57| 5,41 Cub. lluv,
st. |3o. 2,8|10,0|30. 3,06| 3,7|Idem.
l on. g0. 2,6|10,7|30. 2,82| 2,7|Idem.
| 8m.[30. 1,3| 8,7|30. 1,62| £,6|Cub. niebla espesa,
12m.|30. 1,9|10,5130. 2,12| 8,8! Cub.
7 4t. [30. 2,0|10,0|30. 2,25| 9,0 | Idem.
9n.|30. 2,8|10,6|30. 3,03| 7,0|Nubecill.
8m.f30. 0,6| g,o|30. 0,89| 8,0|Cub. lluv,
af1om 30. 0,2|11,0 130. 3 9,2 1Nub.
71m. |30. 2,14|10,2 130. 2,65| 5,7 | Nubecill.
8m.|30. 1,6| 9,0|30. 1,90] s,o|Cub.
12m.|30. 0,0|t1,0|30. 0,18| 5,6|Cub. lluv.
2t. |29. 11,5|11,2¡29. 11,66| 6,6¡Nub.
9 4t. |30. 0,6|11,5|30. 0,78 |....... | Nubecill.
8n. (30. 2,1|11,2|30. 2,291 5,6|Nubeciil. v, £
rin. |3o0. 3,4|11,2|30. 3,60| 6,2 | Idem.
8m.|30. 4,8| 9,2130. 5,13| 4,0|Sereno.
10) :2M-[30. 5,4|11,2|30- 5,62 | 9,8 | Nubecill.
2t. 130. $,1/11,2|30. 5,32! 9,5 | Ídem.
8n. |30. 5,2|10,9|30. 5,44] .s..... | Idem.
[ 8m.[230s 4,04, 11,2 1305: 4,25 lbs: Cub.
E 30. 3,4 0 3,54] 8,0| Idem,
24. 130..:1:2,7.11219130..0 2,87 lio. Idem.
¡um 309. 240 12,3 190u'> 2,19 | 0u0ins Cub. luvia,
240 ANALES.
ENERO. AÑO DE 1800».
y 7 | 7 |
o ES Baróme 23 Barómetro 53
a róme- | 20 13 Í
2.3 eS S5 corregida. |< 5 Estado del cielo,
5 | o | ES
O O S
o o o
Pulg. Lín. Pulg. Lín.
10 m.|30» y 30. 1 Nubecill.
12 m.[30+ 2,"p11,5|30+ 2,27 |.ua.... Idem.
29 2t. 130» pe ep 30 2,131 8,5! Ídem v. £
l 8n. |30. 1,2|12,0[30. 1,33| 5,0|Nubecill.
(Sm 29. 8,5| 9,5129 8,72| 2,3|Cub. luv. nieve.
.J12m.|29- 8,9|12,3|29. 8,97| 6,0 |Cubierto.
"" 2t. |29. 9,211,829 930] 6,5¡Nub. v. £
ron. |29. 11,3|11,0|29- 11,47] 35,3 Nub.
( 8m.|29- ces 29. ed 4,0 | Cub. lluv.
12m.|29. 9,8|12,0|29.. 9,90| 5,0| Idem.
£4 gt. 129. 10,0|11,3|29- 10,14| 5,0 Idem.
11 n. |29. 10,7|12,0|29- LO) E li Idem
gm.|29. 11,8|12,5|29- 11.89| 6,5 |Cub. lluv,
Urza m.| 29. 11,4|12,5|29- 11,49| 9;2|-ub. llovido.
159 2t. |29. 11,6/12,5|29- 11,69| 1155 NuB:
4t. [go. oso|13,0130. 0,07|10,0 Nubecill.
Lon. 30. 0,7|12,5|30- o,80| 7,8|Nub.
8m.|30. 1,3|10,7|30. 1,51 | 9,o Cub.
12m.|30. 1,3|13,3|30 1,37|[10,0 Cub. luv. .
16) 2 t.
gt. [30 1,2|12,5|30 1,30| 8,4 Nub.
7,3 [Sereno v. £
30. 2,8|12,5|30. 2,92
6,3 | Nub.
J | 10,2 30. 5,37
0)
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A A — __ —_—_—_— —— il _ __ _— _ __—_ > ._—__—__—
: : ACA ATEO TR A
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gr
30. 0,9|13,0¡30» dE Idem.
AA 30. BI¡12,5|30 525| 9,1 Idem.
SATA: 30. 48|12,5130. 4,95| 9»1 | Idem.
1on. 130. 4,4|13,0/30. * 4:51] 75,3 Cub. lluy.
8m.|30. 3,4|12,5|30 3»53| 10,0| Ídem.
E m.|30+ 2,3|13,7/130- 2,35|13s2] Idem.
x8 2t.. |30. 1,9|14,0|30:. 1,93 |12,7 Cub.
l gn. |30. 1,4|13,7|30. 1,47| 9,1 Cub. luv.
8 m.| 30... 2,3|12,5130. 2,42] 7,9/Cub. llovido.
lr2m.[30. 2,0/13,0/30. 2,09| 9,7|Nub.
194 2t. |30. 1,13|13,1|30. 1,33|10,4|Nub. vs £
1 4t. [30. 0,8|13,2|30» 0,86 | ocsnos. Idem.
( gn. |30. 0,4|14,1|30. 041] 7,6 Nub.
0
DE HISTORIA NATURAL. 241
ENERO. AÑO DE 1800.
Ss oz ».
cn el IS = u
ana 0 Baróme- | 543. | Barómetro | p :
2 E tro. 5S corregido. | < 3 Estado del cielo.
5d Sm
5 | 2. 5
Pulg. Lín. Pulg. Lín.
8m.|29. 10,0|12,0|29. 10,10| 7,0|Cub. luv.
12m.|29. Eme 9,821 8,71 Idem.
209 6t. |29. 11,0113,5129. 11,03% 7,0| Llovido nub.
9n. |29. 11,3|13,7|29+ 11,32| 7,0|Cub. Jluv.
7m.|go. o,1|12,0|30. 0,22| 5,9|Cub. luv. v. £
12m.|30. 0,8|13,0|30. 0,87| 4,8jIden.'
) 2t. [30. 0,8/13,1¡30. 0,87| 3,8 |Idem.
bs gt. |go. 1,1|12,7|30. 1,19]|....... Entrecub,
( 7t. |30. 1,6|12,5|30. 1,71] 2,0|Nub.
gn. |30. 1,9|13,2|30. 1,98| 0,7 |5ereno,
8m.¡30. 2,0| 9,0130. 2,31|-1,3 | Idem.
Frzm.[30. 2,0| 9,5|30. 2,28| 5,3] Idem.
229 2t. |30. 1,9|10,2|30. 2,14| 5,3|Idem.
Ó6t. |30. 2,5|io0,2|30 2,75| 3,0|Idem.
l 9n. (30. 3,2|10,7|30. 3,43 | 0,0[ Idem.
[9m. 30. 5144| 9,0|30: 5,74| 2,8|Idem.
12m.|30. 5,0| 9,3|30+ 5,32| 7,0|Ídem.
MES 30 53] 93/30. 5:63| 6,4; Idem.
9n. |30. 5,8| 9,830. 6,11| 4,3 |1dem.
( El 2 8, E 5,05| 5,9|Cub. luv.
12m.[30. 4,0| 9,1|30. 4,32] 7,8¡Cub. v. £e
24% 2t. |30. 3,4| 9,2/30. 3,71|10,0|Cub.
E st. [30. 4,3| 9,8[30. 4,59 | eoouoo. Entrecub. huracan.
gn. |g0. 6,31 9,5|30. 6,63! 5,0lSereno,
[ g8m.|30. 8,33| 8,430. 8,71| 2,5 |Idem
¡I1m.|30. 8,9] 9,2130. 9,27 | ...ao Idem
25% 12m.|30. 8,5| 9,2|30. 8,871 6,9 |Idem.
l 2 t. E e 30. £,62| 8,8 |Idem.
gn. |30. 8,3| 9,4|30. 8,65| 2,5|Idem.
gm.|30. 7,61 8,8130. 7,981 7,0|Idem,
sem 30. 6,9| 9,5130. 7,23| 9,0|Ídem.
gt. [30. 5,8|10,0l30. 6,09| 9,1 |Idem.
l 9n. j30. 5,6| 9,830. 5,90| 4,0|ldem,
TOMO II. Q
242 ANALES
ENERO. AÑO DE 1800.
5 | AN 3 |
E Baróme- | £ 3. | Barómetro |» 3 | > d ¿ ,
Los E $3 | corregido. EE Estado del cielo,
PA A 16 lE
A A (A E
Pulg. Lín. | Pulg. pe ¿|
( 8m.l3o0. 5,5| 8,8/30. 3,8 | Entrecub.
12m.|230. 5,3| 9,4|30- po 9,0 | Idem,
q 2t. |3o. 5o| 9,6|30. 5,31| 8,8 | Idem.
9n. |30. 5,61 9,430. 5,93 6,0 | Sereno.
8m.|30. 6,1| 8,8|30. 6,46| 6,0|Entrecub,
28 lo 547 9,5 |30- Ó, 12 | 11, 2 | Idem.
y 30. 837 ri e es ,5 a
n. l30. 5,51 9,8130. 5,80| 8,0|Sereno.
( on. E 3,6 8,8 |30. -3,94| 5,5 | Niebla espesz,
12m.[30. 2,5| 94|30- 2,79|10,0 Entrecub.
E gt. |30. 1,3| 95/30. 1,57| 9,0 Cub. lluv.
ron. |30. 0,8] 9,1130. 1,09| 6,0|Llovido cuba
8m.|29. 11,8| 7,9|30. 0,14] 2,5|Nub. v.
39 tam 30. O,I| 8,8|30. bea 6,8 | Nubecill.
9n. [30. 2,71 8,8130. 3,03! 1,0|Sereno.
[¿m E 2,1 8,3 130. 2,45 | 2,0|Entrecubs
12m.|320. 2,2 o 2259] 6,0 | Idem.
e 2 É. [3S: 2,11 8,830. 2,42| 6,8|Idem.
10nN. |30. MA 8,5|30- 6x1 5,3 | Cub.
DE HISTORIA NATURAL.
FEBRERO. AÑO DE 1800.
243
19P S*IO
WD 0N Am."
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diano.
5 34/ t.
6h 18/ t.
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S3 | Baróme- | =3 6
Paige 55 [uo ccome—| 35 |Fnoiis, Argen Ss
A $ E INES: o EVO
Pulg.Lín. Pulg. Lín.
250100 10,0|30. 6,60| 7,0|0Q. C.
30. 8,4|10,4|30. 8,70 Zo Apogeo.
go. 8,9|10,6/30. Q,19| 7,0
30. 9,2|11,3|30. 9,406| 7,0
30. 8,3|11,3|30. 8,55 bbs
3o. 6,1|11,7|30. 6,30| 9,0|May.dec. B. 27% 54.
30. 5,0|11,7¡30. 5929 90
30. 4,7|12,0/30+ 4,07
7 | lo LR
Eg. desc, 10%
Perig. L=3= 190.
| pa
30. 8,4|10,0|30+ 5,69| 8,8
30. 4,3|10,0]30. 4,58] 5,4| Mayor declin. A.
30. 1,2|10,0|30. 1,44] 6,3
29. 9,9 | 10,0|29.10,11 des
29.11,8|10,0|30+ 0,03
29. 94| 9,8|29. 9.61 E L. N. 2
39.31 :95 139-1574 DyT A
30. 3,6|10,1|30. 3,86|13,4|Eg. asc. 12* n.
30. 2,61 10,6 30. 2,83 | 13,1
30. 0,9|10,6|30. 1,11 [11,5
30. 0,7|10,2|30. 0,93| 9,0
Estado del
cielo,
Sereno.
Idem.
Nubecill,
Sereno.
Nub.
Idem.
Nub. llovid.
Idem.
Nub. y vient.
Lluv. y nub.
Idem.
Nubes.
Lluv. y nub»
Nubes.
Nubecill.
Idem.
Lluv.y vient.
Nubecill.
Nub. y lluv.
Eluv. gran.
Lluvioso.
Lluv.y vient.
Nub. y vient,
Idem.
Ser. y nub.
Nub. y vient.
Idem.
Nub. y luv.
1
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FEBRERO. ¡AÑO DE 1800.
| > a]
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ES S5 En? => Estado del cielo.
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A A A A A A A A A]
. Lí Pulg. Lín.
38m 8,1|30. 4,68 Nubecill.
,2| 8,9|30. 5,55 Sereno
2t 10,0130. 5,89 Idem
9,5130» Es Idem
8,8|30. 8,38 Idem
9,830. 8,63| Idem
11,1130. 8,56 Idem.
9,4130. 9,46 Nubecill.
10,130. 9,42 Idem.
11,2 |30. 8,96 Idem.
10,030. 9,50 Sereno.
10,0 30. 9,93 Idem.
10,8|30. 09,69 Idem.
11,0|230+ 9,27 Idem.
11,230. 9,56 Idem.
10,0|30. 9,53 Nubes.
11,1|30. 0,27 Idem.
11,2|30. 8,66 Idem.
11,230. 8,45 Neblina.
10,6|30. 7,58 Celage.
11,6|30. 7,12 Idem.
11,8|30. 6,40 Nub.
11,8|30. 6,30 Cub.
11,2 |30. 5,82 Llovido cub.
11,5|30. 5,61 |..... .|Nub.
11,6|30. 5,30 Idem.
12,330. 4,86 Idem.
11,8|30. 5,19 Llovido
11,5|30. 5,10 Llovido nub.
12,030. 5,07 Nub.
12,3|30+ 4,05 Idem
12,030. “4,87 Idem.
11,5|30. 5,10 Llovido nub.
12,030. 5,28|13,0¡Nub. v. £
12,530. 4,84|13,4| Idem.
A e NA Nub.
DE HISTORIA NATURAL.
FEBRERO. AÑO DE 1800.
3 2 22
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Z 35 pista 28 | Estado del cielo.
3 e la
DAA a [$e
Pulg. Lín. Pulg. Lín.
[ 8m.|30. 4,33|11,6|30. 4,49| 8,5 |Cub. lluv.
Era 30. 4,0|12,3|30. 4,15|12,3|Cub.
2t. |30.. 3,7112,5!130. 3,83/13,0!Nub.
Lron. 30 5,2|12,5|30. -5,35| 7,6|Nubecill.
[ 8m.|30. 4,4|11,5|30. 460| 6,6|Llovid. nub.
yy¿ 12 M[30. 3,7|12,3|30- 3,84|13,0|Nub. llovizna,
2t. [30 3,1/12,5¡30. 3,23|11,5¡I1dem. v.
ron. |3o. 3,4|11,6|30. 3,58| 5,7 | Nubecill.
8m.|30. 3,1|10,6|30. 3,33| 6,0|Cub.
o 30. 3,3|11,1|30. 3,51| 9,0o|Nub.
3t. [30. 3,3|11,9|30. 3,46|11,0 Idem.
Lion. 30. 3,1|11,2|30. 3,30] 4,8| Nubecill.
8m.|29. 10,5|10,4|29. 10,69| 5,3|Cub. lluvia.
15) 3t. |29.. 8,4|11,6/29. 8,51] 6,5 |Idem.
1on. |29. 97[11,2|29. 9,84] 6,0|Nub.
8m.!30. 0,8|10,0|30. 1,04| 9,5|VJereno.
12m.|30. 2,0|11,2|30. 2,19| 9,7|Nub.
149 5t, 30. 2,14|11,8|30. 2,56/11,6|1dem.
ron. |30. 4,0|11,2[30. 4,21| 5,6|Sereno.
7m.30. 5,6|10,6|30. 5,86| 1,2|1dem.
sc ¿12m.[30. 6,4[11,2 130. 6,53| 10,1 Nubecill.
5% 2t. 30. 6,2111,8|30. 6,40] 10,7 | Idem.
[ on. 30. 6,6|11,2|30. 6,84 Idem.
8m.¡30. 7,2|10,7|30. 7,47| 6,8 |5ereno.
16)2m.|30. 6,5|11,2[30. 6,74|12,5 Nubecill,
2t. |30. 5,8|12,5130. 5,96113,0|Idem.
rin. [30. 4,2|11,5|30. 4,39| 5,5|9ereno»
( 8m.j30. 2,4|11,0|30. 2,60| 5,5 |Cub. lMuviz.
y» 312 m.[30. 2,0/10,7|30. 2,21| 9,0 Idem v. f.
79 2t. |30. 2,0|10,7|30. 2,21|10,61Nub. yv. £
Lon. |30. 4,0|10,6|30. 4,24] 4,5 | Sereno.
[ 8m.|30. 5,2|10,0|30. 5,49| 9,0 | Idem.
¡9412 m.[30. 5,6|10,7|30. 5,85|10,0 | Nubecill,
2t. |30. 5,1]11,1/30. 5,33 | «ooooo Nub.
6 n. |30. 5,4]10,4|30. 5,67| 2,0|Sereno.
246 ANALES
FEBRERO. AÑO DE 1800.
9 > | | >
E S Baróme- 53 Barómetro | HE soi
= E e. 53 corregido. 5] Estado del cieio,
E MES dA
Pulg. Lín. Pulg. Lín.
[ 8m. 30. 4,3|10,0|30. sa 1
12m.|30. 3,7|10,2|30. 3,96| 7,0|Cub. :
39% 2t. |30. 3,0!1o,55!130. 3,24] 9,0|Cub. despues luv.
l gn. |30. 2,8|10,6|30. 3,03| 6,8|Cub. lluv.
8m.|30. 1,3|10,0|30. 1,54| 5,8|Nicbla. cub. lluv.
so um 30. 0,8|10,6|30. 1,01|11,0[Cub. lluv.
2t. |29. 11,6/10,7|29. 11,79,10,0¡Nubec. lluv. gran.
lron. 29. 11,4|10,6|29. 11,59| 7,0|Llovido. lluvia,
gm.|29. 9,8|10,0|29. 10,01] 7,0|Cub. lluvs
21 ¿12M 29. 10,3 |10,5 29. 10,49| 8,0!Idem.
2t. [29, 10,3|10,5|29. 10,49| 8,0|Idem.
ton. |29. 11,6|10,4|29. 11,81] 5,5 | Idem.
8 m.|30. MENE sn E
12m.|29. 11,9|10,1¡30. 0,12| 9,5¡Cub. v. £.
224 2t. [29. 11,2|10,2|29. 11,41| 10,3 | Cub.
' 6t. |29. 98|1o,0|29. 10,01| 5,0|Cub. lluv.
Lion. 29. 8,7|10,0|29. 8,901 455 | Idem.
8m.|29. 9,2| 9,8|29- 9,41 | 7,0¡Cub. v. f.
12m.|29. 26 9,8|29. "9,82|11,0|Nub. v. fe
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y 5Ét. |29. 10,3110,4|29. 10,49 | eo..... Nub.
Es n. |29. 11,6|10,0|29. 11,83| 3,8¡Sereno.
f 9m. 30. 0,7| 9,5|30. 0,97|12,5|Nub. v. £. -
21d 12M [30 1,2| 95|30 1:47] 94 Idem.
43 -2t. |30. 1,3| 9,830. 1,50] o...o.. Idem.
Lern 30. 2,8| 9,5|30. 3,09| 5,0|Sereno.
-gm.|30. 3,7| 9,5|30. 4,00|11,5| Ídem.
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2t. |30. 3,5|10,6|30. 3,74|11,7 | Nubes.
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DE HISTORIA NATURAL. 247
FEBRERO AÑO DE 1800.
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2t. 130. 0,8|10,6|30. 1,01|11,5 Idem.
1on. |30. 1,7|10,0|30. 1,95| 5,4|/Nubecill.
8m.|3o. 1,3| 9.4|30. 1,58| 7,0|Cub. lluv.
¿12 m.[30. 1,0|10,0|30. 1,24|I1I,O Cub.
5 2t. |30. 0,8|10,4|30. 1,02|10,0|Ídem.
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ANALES
_DE HISTORIA NATURAL,
|
MES DE OCTUBRE DE 1800.
NUM. 6.*
TOMO SEGUNDO.
DE ORDEN SUPERIOR.
MADRID EN LA IMPRENTA REAL.
POR D. FEDRO JULIAN PEREYRA , PRESO DE CÁMARA DE S. M.
AÑO DE 1800.
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EXTRACTO
De la carta del Baron de Hvmaozor al Sr. Baron
de FokeLL, Ministro plenipotenciario de Saxonia
en la corte de Madrid, fecha en Caracas á 3
de Febrero de 1800.
"POR DON CHRISTIANO HERRGEN.
-LAohque he escrito 4 Vm. varias veces desde mi lle-
gada, quiero aún molestarle de nuevo con algunas lí-
neas, si es que llegan á sus manos: porque hallándose
los: mares cubiertos de embarcaciones enemigas, ha y
poca seguridad en la correspondencia; con todo sería
culpable mi omision sabiendo quanto se interesa: Vim.
en el feliz éxito de mi empresa, y con quanta benig-
nidad recibe lo que le llega de mi parte. Vm. sabe
muy bien á quién debo mi actual situacion, y á quien
deberá el público agr adecer la poca Atilidad: que pue-
da resultar de mi viage 4 las Indias. Mientras atra-
vesaba el vasto Océano, que separa el mundo agitado
del pacífico: quando pisaba las costas salvages del Gua»
rapiche; y quando me internaba en. los: antiguos bos>
ques que cubren los yalles del Tumiriquiri, siempre
tenia á la vista la imágen de mi buen amigo. El hom-
bre nació para ser reconocido; y el fisico, al paso que
estudia las leyes de la naturaleza, es el mas exácto en
el cumplimiento de ellas.
Apenas han pasado tres semanas as que escribí
mi última carta; mas temo tanto su extravío y el de
otras, que quiero recapitular en esta lo que en las an-
tecedentes llevo escrito. Sin secretario, como yo es-
toy, seria: sensible perder el tiempo en copiar tres Ó
quatro veces la misma carta, como aquí se acostum-
bra; por lo qual perdonará Vm. si: el fondo de mi core
R 2
253 CO ANALES
respondencia parece ser el mismo, bien que enunciado
con freqiienciad en términos diversos. 2031 1
Quanto mas nos internamos en las misiorres Chay=
mas, tanto mas celebramos. el no:haber ido:á.la Hava-
na. ¡Cómo era posible estar tan cerca de la costa de:
Paria; de las maravillas del Orinoco; de la inmensa
cordillera que desde Quito. corre al Este hácia Caru=..
pana; de la magestuosa vegetacion que Jacquin bos=
quexó en sus obras, y abandonar estos objetos: aprecia-
bles en el espacio:de tres dias que:el correo se detiene
en Cumaná! Así pues viéndome bien provisto de. :to=
do lo necesario ; y sin obstáculos para la empresa, que
supo vencerlos la: amistad del respetable Gobernador,
el Capitan de Navio D. Vicente Emparan; temiendo
al mismo tiempo el contagio de unas calenturas malig-
nas que se manifegtáron en muestra embarcacion' ape-
nas llegamos á los!trópicos;.resolví detenerme en una
costa; cuyo saludable clima, libre: en, la actualidad de
_Muvias, nos permitia” empezar nuestras operaciones,
que hubiéramos debido suspender en la isla de Cuba -
por el largo espacio de tres meses ¡Quanto he sentido,
digno amigo mio, que Vm., penetrado como, está de
la pasion sublime á las obras de la naturaleza, no. ha-
ya podido percibir en mi compañía las dulces sensa-
ciones de admiracion y gozo que experimentamos'aquí
al pisar por la primera vez este suelo animado de
la América meridional!....... Llegados á la Havana ó á
Carácas , hubiéramos encontrado por todas partes se-
ñales del cultivo Européo: pero en el golfo de Caria-
ca, cuyos Indios salvages de los lagunos (Guaraunos
del arco ) se acercan unas quince leguas, todo anuncia,
aun el imperio de la naturaleza. Ni los tigres ni los ”
cocodrillos, ni aun los monos-mismos se espantan á la
vista del hombre; los árboles mas preciosos , los gua-
-
DE HISTORIA NATURAL. 253
/
pacos, 'cáobas, palos del brasil y campeche, y otros
4
much llegan hasta la costa misma, y con sus ramos
enlazados impiden con freqiencia. la entrada. Los ay-
res estan poblados de: páxaros raros y vistosos; desde
el Boa, que devora 'un caballo , hasta el Colibry, que
se mece'en el cáliz de: las STO todo anuncia aquí la
een: el poder y Ya dulzurá dela maruraléza!
* + Desde que salimos de la Coruña, hace ya seis me-
ses, hemos disfrutado mi compañero y yo la salud mas
perfecta; nos hallamos en el dia bastante acostumbra-
dos al clima, y persuadidos 4 que un Européo, con
ciertas precauciones, puede trabajar en estos paises
casi del mismo modo que en Europa. Hemos tenido la
felicidad de que ningun instrumento se nos haya roto
ni descompuesto desde nuestra salida de Madrid,-4
pesar de que los mas delicados, como barómetros, hi-
grómetros , cronómetros, la brúxula: de inclinacion, el
Aparato químico para descomponer el ayre atmosfár-
co, estuviéron continuamente en exercicio, no sola-
mente en la navegacion (durante la qual el respeta-
ble D. Rafael Clavijo nos habia procurado todas las
comodidades imaginables ), sino tambien en los viages
con mulas por la empinada cordillera. Mr. Bonpland
ha manifestado un zelo y una actividad sin exemplo.....
Mas de seis mil plantas desecadas (comprehendidas
las dobles ); seiscientas descripciones exáctas de espe-
cies muy curiosas ó ruevas; insectos; muchas conchas;
medidas barométricas y trigonométricas de la alta ca-
dena de las montañas; descripciones geológicas; ope-
raciones astronómicas de bastante extension sobre la
longitud ; y latitud de los parages; de las inmersiones ó
emersiones de los satélites; del eclipse del sol visible
en 28 de Octubre (cuyo fin se verificó en Cumaná,
en tiempo medio, alas 2% 14 22”); experimentos
254 ANALES
sobre la declinacion é inclinacion magnética; sobre la
longitud del péndulo; sobre la temperatura, elastici-
dad, transparencia, humedad, carga eléctrica, y canti-
dad de oxigeno de la atmósfera; y en fin, unos cin»
cuenta dibuxos sobre la anatomía de vegetales y con»
chas......: tal es el fruto de nuestros trabajos en la pro-
vincia de Cumaná. |
Así se lo he escrito al Exc. Sr. D. Mariano Luis
de Urquijo; y ruego a Vm. le repita, que no pue-
do alabar bastante la bondad con quet los Oficiales del
Rey han favorecido nuestras excursiones literarias. Ha,
blamos ya el castellano con bastante facilidad para se-
guir una conversacion, y admiro en los habitantes de
estos remotos paises aquella lealtad y hombria de bien
que en todos tiempos han sido peculiares á la nacion
Española. Es cierto que las luces no han hecho aun
grandes progresos; pero en cambio las costumbres se
conservan mas puras. A quarenta leguas de la costa, en.
las montañas de Guanaguana, hemos llegado á. habi>
taciones cuyos dueños ignoraban hasta la existencia
de mi patria. Pero ¡cómo podré yo pintar con exácti-
tud la hospitalidad cordial con que nos trataron! Des-
pues de haber estado en su compañía solo quatro dias,
se separaban de nosotros como si hubiéramos pasado
toda la vida juntos. Cada día me agradan mas las co-
lonias Españolas; y si tengo la dicha de regresar a Eu-
ropa, recordaré con interes y gusto los dias que paso
en ellas. A pesar de las lluvias hemos hecho algunos
viages deliciosos en la costa de Paria y misiones de los
Capuchinos, entre,los Indios Chaymas y Guaraunos.
Ningun naturalista ha llegado todavía á este recintos
donde. hemos descubierto muchas plantas nuevas y
nuevos géneros de palmas.....Hemos trepado porla cts
ma del Tumiriquiri., y: hemos baxado á. la cueva del
DE HISTORIA NATURAL. 255
Guacharo,, que es una caverna inmensa, y. habitacion
de millares de páxaros nocturnos (especie nueva de.
caprimulgus, Lin.), cuya grasa da el aceyte del Gua-
charo. Su entrada es verdaderamente magestuosa, ador-
nada y coronada de la. mas lozana vegetacion. Sale
de ella un rio considerable, y en su interior, resuena el
llanto lúgubre de los páxaros. Es el Acheron de los In-
dios Chaymas, pues segun la mitología de estos pue-
blos y de los Indios del Orinoco, el alma de los di-
funtos entra en esta cueya, Baxar al Guacharo quie-
re decir morir en su lenguage. |
Hemos pasado unos quince dias en el sale de Ca-
ripe, situado en una altura de novecientas cincuenta y
dos varas castellanas sobre el nivel del mar, y habita-
do por Indios desnudos: allí ¡vimos monos negros con
barbas roxas: tuvimos la satisfaccion de que los Padres
Capuchinos del convento.,:y los Misioneros.que viven
con los Indios algun tanto civilizados, nos tratasen con
bondad y agrado. Pensamos detonemet dos. meses en
estos contornos , é: internarnos. despues en -las tierras
hácia Varinas y Sierra nevada de Mérida, para baxar
luego al rio Apure y Orinoco hasta la angostura de la
Guayana, y volver por la ciudad del.Pao 4 Cumana,
donde esperarémos el correo: del mes de Mayo, que
nos conducirá a la Havana, 4:mo ser.que:antes nos de-
voren los tigres y cocarillos del Caziquiare. Uno de
Nuestros amigos, el Padre Andújar Capuchino, quie-
re acompañarnos , porque desde Apure noencontraré-
mos sino. Indios y Misioneros. Los Españoles no se
atreven á entrar en las misiones. El Obispo.,: el Padre
Guardian, los Observantes y.:el Prefecto de los Ca-
puchinos nos distinguen con una proteccion parti-
cular, .-
Ai es ya lar ga esta carta no puedo menos de
256 : ANALES.
extenderme 'auin para decirle á Vm. alguna cosa de
“geonosia. He colectado' preciosos materiales para mi
obra sobre la disposicion y coordinacion interior de
las montañas. ¡Qué regularidad de construccion; qué
analogía de formacion en todas las zonas! A 10? de la-
titud, las capas primitivas se hallan inclinadas al Nor-
douest, del mismo modo que en el monte de S. God-
thardt en la Suiza, en Silesia y en los Pirineos. La Amé-
rica meridional es una península de una elevacion in-
mensa sobre el nivel del mar. Las llanuras que se extien-
den desde Varinas hasta Buenos-Ayres, sobre las quales
el cielo forma su horizonte, tiene de ochocientas á nove-
cientas varas castellanas de altura: y soy de parecerque -
á los 15? de latitud meridional se levantan á mil qua-
trocientas varas, y que alli forman explanadas en gra-
derías , como la del Thibet, y lo que en Africa se cono-
ce con el nombre de desiertos. La alta cordillera (que
es un ramal de la de Popayan y Quito) se acerca mas
a la costa de lo que se extiende al Oeste. Se compo-
ne de granito folicular mezclado (como en la Suiza),
de esteatita verde, de pizarra micacea con una infini-
dad de granates, de hierro magnético (en Carácas ) ”,
y de la pizarra arcillosa primitiva. He visto indi-
cios de sieníto, y de la formacion primitiva de la ro-
ca verde (Grunstein) una mezcla íntima de feldspa-
| )
DE HISTORIA NATURAL. 261
en pocos dias. ¿Segundo,,. el yeso, ya en masa, ya
Jenticular; y tercero, la sal nativa.
-0,3 de petróleo. y; es el orígen de.las fuentes de: brea
en la Trinidad;.en el Buen-Pastor sobre la costa de
Paria ,.y en el mismo, golfo de Cariaca, golfo fórma=
do, segun la tradicion geológica de los. Indios Guai=
guerys, por un temblor de tierra , y. que parece hallarse
todavia en comunicacion con: los volcanes de Cumu-
cata, que vomitan azufre, gas hidrógeno, y aguas ca-
“dientes hidro-sulfurosas. Los temblores de tierra mas
Ínertes se sienten en las cercanías del golfo; sufrimos
algunós muy crueles por el mes de Noviembre en Cu.
maná, é hicieron variar la inclinacion de la aguja mag-
nética, la qual antes del temblor en 4 de Noviembre
indicaba 447,20, ( nueva division ), y despues 43380
Debe observarse que los temblores solo se verifican al
fin de. las lluvias, y que entonces las cueyas del Cu-
chivano despiden por la noche gas inflamable , que se
ve relucir 4 cien toesas de altura. Es muy probable
que la descomposicion del agua en la marga pizarrosa, .
la. qual está llena de piritas, y contiene: carburos de
hidrógeno,-sea una de las causas principales de estos
fenómenos. La ciudad de Cumaná conserva aun rui-
nas despues dedos años. 3 |
En el viage penible y peligroso que hicimos á la
Silla de Carácas, y en otras excursiones, hemos reco»
gido- muchas semillas y minerales, que enviaré para
el jardin y gabinete de S, M. Católica $,
se
-.
262 AALAVLAMON NE ES
Extracto de otra carta del Baron de Humboldt es
cal
9
E tiempo que me detuve en las cercanías de Caráz
cas, antes de continuar mi viage hácia los rios Meta y
“Orinoco, me proporcionó en las diferentes excursiones
que hice para medir la cordillera alta de la costa, exá-
aminar la vegetacion, y determinar su posicion astro»
o
erita al Sr. D. Joseph Clavijo, Director del
Gabinete de Historia natural. :
pe
nómica, el colectar varios minerales, tanto mas pre-
ciosos, quanto en el dia se ignora de todo punto la
construccion del globo en aquella parte del mundo. He
destinado esta coleccion y la de las semillas que hemos
recogido para el gabinete y jardines de S. M., la que
enviaré desde el puerto de la Guayra, porque el trans
porte hasta Cumana (donde conservo otras product
ciones para el mismo destino ) me seria demasiado in:
cómodo y costoso. Estos minerales aclararán las noti:
cias que comunico al Sr. Baron de Forell sobre la dis-
posicion y direccion de las capas en la América meri
diónal, y sobre'su identidad con las del antiguo con=
tinente: próblema «interesante, del que pienso tratat
algun dia con mayor claridad, quando haya exámina-
do mayor número de tierras. Y siendo mi objeto prin-
cipal mas bien observar que colectár, he puesto la
mayor exáctitud posible en la indicación de los para-
ges donde he hallado cada produccion , para que sé
puedan pedir mayores muestras á “aquellas personas
que de Real órden visiten en lo sucesivo este pais, Ó
á otras condescendientes é instruidas que lo habitan. *
En una cadena de montañas poblada de tigres y
serpientes es muy dificil transportar minerales, por
ser preciso hacer á pie todas las excursiones; y así creo
DE HISTORIA” NATURAL. 263
que lo mas importante se reduce 4 observar por más
yor, estudiar: la estructura del globo., é indicar. las: re.
laciones generales, de modo que los mineralogistas de
la capital, recibiendo minerales de América, puedan
adivinar su naturaleza geonóstica. Asi sabemos que em
Europa (por exemplo ) el jaspe porcelana se hallá al
lado de la pizarra porfirina : que los basaltos ó fuentes
de hidrógeno 'sulfurado estan en la inmediacion del
carbon de piedra: que la sal nativa acompaña al yeso
folicular 8c. Quando vuelva del Orinoco, y haya. ob=
servado una gran parte de estas inmensas llanuras , de
las.que hasta ahora-solo he visto las pertenecientes á
las misiones de los Indios Chaymas, enviaré una me=
moria de mayor extension sobre esta parte de la Amé-
rical meridional. Lab bobisia el as)
WN
, 2 Rocas de la América meridional.
-[ Núm. 1-2: * Granito folicular de la cima de la
Silla de Carácas 4'mil trescientas diez y seis toesas de
altura, algo mas baxa que el Canigon. ;
-[3.] Granito folicular del famoso cabo Codera-4
ciento quarenta y una toesas de altura. “Toda la costa
y el fondo del mar del golfo de México desde el cabo
Unare hiasta Santa Marta se compone .de este granito,
pocas veces granugiento; su direccion (igual á la ley
general que he observado en Alemania; Polonia, Ita-
lía ; Suiza, Pirineos, Galicia 80.) es, como en todas
las rocas primitivas, en la hora tres 4 quatro con in-
clinacion al Nordueste, esto es ; lá direccion delas
capas hace un ángulo de 45 á 60 consel meridiano.
Este paralelismo extraordinario en paises tan remotos
indica la existencia de una poderosa causa, que obrá
al tiempo de endurecerse el globo, quedando la direc-
264 AAUUTAN LES:
cion hedopendieiecia dela forma de las montañas, (Viéas
se en el diario de an de ¡le mu carta al
C. Dolomien. oi5pl
E4-] Granito de focal de: Gapaja! tránsito
dá talco pizarroso., parecido al qe folicular _
MO st en Ereyberg. 03
Es. ] Formaciones cbordalós en: la US
primitiva, que desde Popayan y la alta explanada de
Quito se extienden al Este hasta la montaña de Para
y volcan de Cumacatar. ¡goñle
Lg-14.] 1% Rocas graníticas en: AS a de
Chacaito, e y casi. toda la»sierra de Avila, ¿que
tienen desde ochocientas hasta mil y. ochenta toesas de
altura. Otra serie muy curiosa de. las fuentes del. ria
Catuche cerca de la ciudad de Carácas '4.quatrocientás
veinte y seis toesas de altura; y es un verdadero gra-
nito con granates y feldspato vidrioso: Se, han esco-
gido los exemplares de modo que prueben el tránsito
del granito puro 4:lá:roca granática. Es muy extraordi-
nario que la blenda córnea pizarrosa: y la pizarra mis
cacea ( matrices. ordinarias de los; granates en Epropa)
no los contengan en la stérra de Avila: :, ;
[15-17-18-19.] + 2? Chlorito pizarroso cerca. el,
Cabo blanco: forma rocas en el mar de modo que-es
dificil su acceso. Presenta tránsitos á la blenda cornga
pizarrosa,
37 Roca verde primitiva (véanse: las: memorias s. de
Werner y Buch); mezcla íntima«de roca córnea y
feldspato, la qual forma capas en el granito, de.modol
que la antiguedad de su formacion queda fuera. de to-,
da duda. Es-una roca parecida al. Parterlestein, del
Fichtelgebirge, que funde muy fácilmente, y. se em
plea para hacerlos botones y perlas , que los Ingleses
compran para su comercio de los esclavos, [ 20-21-22./]
DE HISTORIA NATURAL. 265
[23-24.] Parece que cerca de la Guayra hay tam-
bien roca verde en el mar.
4? Roca caliza grueso-granujienta, primitiva, con
mica. Á pesar de mis porfiadas investigaciones no he
podido descubrir en esta roca señales de la tremolita.
Contiene hierro espático y piritas ferruginosas en ma-
sa, y se debe observar que esta misma pirita se halla
esparcida por todas partes en el granito folicular, en
la roca verde, en la piedra caliza secundaria, en la are-
NÍSCA......«... La América meridional encierra una masa
enorme de azufre, cuyo hecho suministrará mucha luz
para descubrir la cansa de tantas aguas hidro-sulfuro-
sas, de tantas hendiduras que exhalan gas hidrógeno,
y de tantos temblores que agitan esta parte del globo. -
Por todas partes hay descomposicion de agua, forma-
cion de fluidos elásticos; y ¡quán enorme es la masa
del agua que cae en cinco meses!
La roca caliza primitiva del cerro de Avila no pa-
sa de la altura de setecientas y veinte toesas.
[ 31-32. ]- Cristales de roca de las montañas gra=
níticas de los Moriches (en la provincia de Carácas )
con tierra verde. )
[33.] Parece una galena muy argentífera de la
villa del Cura. Dicen que se encuentra esta arena en
los rios. |
[ 34. ] Capas de quarzo, con textura oculto-foli-
cular, formando rocas en el fondo del mar, cerca de
la embocadura del rio Mamon.
[ 35. ] Entre el cabo Codera y cabo Blanco en el
golfo de Higerote cerca de la Guayra echa el mar una
cantidad de arena magnética. En las costas (¿habrá
tal vez sídero-titanio? ) se ignoraba de donde venian
estas arenas. [ 36-37. | He encontrado en las monta-
ñas de Avila capas de quarzo , que contienen hierro
TOMO 11. Ss .
266 IRATLEN ADE
magnético. Véase en el diario de minas la memoria
sobre el hierro magnético de Santo Domingo.
Roca verde primitiva ( grunstein ),de Werner,
llena de granates, y formando bolas, que se descom=
ponen por capas concéntricas, cmpastadas en el gra-.
nito folicular; fenómeno geológico muy curioso (cerca
de Alcabala de Carácas en el camino de Antimano). Es
un filon de cinco á seis toesas de ancho lleno de estas
bolas, que algunas veces tienen ocho pies de diáme-
tro. La roca (Queer gesteln) es la pizarra micacea; pe-
_ la materia que separa las bolas, un granito folicu-
lar. [38-42.] Solo conozco otro fenómeno parecido,
cerca de Naila en el Fichtelberg.
Bolas verdaderas de granito, con partes distintas
escamosas , se encuentran en Galicia cerca de la Coru-
ña, y en Geissen en la Franconia; he publicado su des-
cripcion en el bergm. Journ de Freyberg.
Los fósiles empastados con los granates merecen
un atento exámen.
F43.] Dos piedras con cruces de las montañas de
Neige de Truchillo.
[44] Cianito que descubrí cerca de Maniquarez
en la provincia de la Nueva-Andalucía.
['45.] Conglomerate, formacion de arenisca muy
moderna, que descansa inmediatamente sobre el gra.
nito de la'costa'de la provincia de Venezuela, y se
pierde en el mar. Capas de arenisca fino-granugienta,
y casi sin petrificaciones, alternan con capas llenas de
madreporas. y conchas tan recientes, que parece mu-
riéron pocos dias hace. Esta misma formacion se ob-
serva en las llanuras á cien leguas de la costa (quaren-
ta y cinco cerca de Cal abozo ), donde parece presen-
tan vestigios de azogue. [45-50.
[ s1- g2. ] Oxido roxo de titanio cristalizado" que
DE HISTORIA NATURAL. 267
descubrí cerca de la Cruz de la Guayra á quinien-
tas noventa y quatro toesas de altura, sobre filones
de quarzo. No hemos podido recoger mayor porcion
por mas que nos empeñamos en ello; pero en las ins-
trucciones que me convidáron dar á los jóvenes del
colegio sobre los instrumentos que llevo conmigo, les
hice ver el titanio, y no dudo que hallarán cristales
grandes, que el Sr. Abate Montenegro enviará al ga-
binete de S. M. [ $3-54:55-56. ] Supongo tambien
que las dendritas serán el óxido de titanio, lo qual de-
cidirá facilmente D. Luis Proust con su gran talento
para la analisis. Mas vale recoger una cosa inútil, que
abandonar objetos curiosos por miedo de comprome-
terse. | |
¿Quarzo con grafito Ó carburo de hierro? Que-
brada de Tocumé, Chacaito, parecido al de Chamo-
nir. ¿El color roxo de escarlata indica tal vez el óxido
del hierro? á lo menos hay hierro espático en las cer-
canías. Su altura es de mil y cien toesas. |
[ 60. ] Piritas esparcidas en el granito, sin venas
sin filones. Pretenden ser auriferas.
[ 61. ] Substancias que se hallan en guijarros en
grandes alturas de las montañas graníticas. Mil hasta
mil y doscientas toesas. ¿Oxido de cobre ?
. [62.] ¿Oxido de Cobalto? en capas dentro del
granito. ¿Será tal vez cobre?_En Bayreuth cerca de
Wunsiedel he beneficiado una mina parecida , que era
una mezcla de cobalto y manganesa. Cruz de la Guayra.
[63..] Tierra de porcelana formada por capas de
feldspato descompuesto, de la Silla de Carácas antes de
entrar en Pexual, 4 novecientas y treinta toesas de al-
tura. Esta tierra absorve el oxigeno de la atmósfera de
un modo extraordinario. Hasta ahora estaba desconoci-
da por acá; pero ya empiezan 4 emplearla para ladrillos.
| s2
268 ANALES
F64.] Rocas interesantes de la montaña de Ayi-
la. Las llaman rocas pulimentadas ; es un granito foli-
cular cubierto de espató calizo. Segun parece las aguas
cargadas de cal (por la descomposicion de la roca ca-
liza primitiva ) formáron este depósito siglos hace;
porque en el dia de hoy ya no existen tales aguas en
estos parages.
[ 65. ] Naturaleza del filon (formacion del filon),
- toesas de ancho de la mina de plata de Toxo (cer-
ca de Catia), beneficiada en tiempo del Intendente
D. Joseph de Avalo, y analizada por D. Luis Proust.
Habiendo caido la galería solo he podido entrar con
bastante riesgo algunas varas. Los restos desdichados
de la mina de oro de Baruta tienen un filon de la mis-
ma naturaleza. | Sd
F.66..] Roca (Queergesteín) de la mina de Topo:
pizarra micácea. $0 |
-[67..] Sal en eflorescencia, del filon de plata de
Opo.
[68.] Roca de morros de S. Juan entre Calabo-
zO y Tiónas ; famosas rocas que se levantan como obe-
liscos en las llanuras inmensas. Son islas antiguas del
Océano primitivo. La naturaleza de las rocas es dig-
na de atencion. Presenta un tránsito de la roca córnea
negra á la pizarra silícea. He visto la misma pizarra si-
lícea en Barcelona y en Neveri (provincia de la Nue-
va Barcelona ), formando capas en la piedra caliza se-
cundaria. Carácas 3 de Febrero de 1800.
Humboldt.
DE HISTORIA NATURAL. 269
NOTAS.
Al número 45.
Estas piedras no deben confundirse con lo que lla-
mamos en la orictognosia piedra cruciforme ( género
silíceo, familia treinta de Widenmann ). Es idéntica-
mente el mismo fósil descubierto en España, mas no
determinado aun por ningun mineralogista. Su color
es blanco verdoso algo amarillento; en su seccion lati-
tudinal presenta una cruz perfecta de S. Andres, de
color verde negruzco. Solo le he visto hasta ahora cris-
-talizado en prismas de quatro lados, con los cortes la-
terales redondeados, y 4 veces con los planos latera-
les cilindrico-convexos. Es blando, y su raya presen-
ta color gris. Su matriz forma un tránsito del grani-
to folicular á la pizarra micácea, y despide un fuer-
te olor de arcilla quando se respira contra él. Una por-
cion de estos cristales han sido remitidos últimamente
de la villa de Illano en Asturias á D. Luis Poggeti,
Director del taller de piedras finas en la Real fabrica
de porcelana del Buen-Retiro, el qual tuvo la bon-
dad de enviar á este Real estudio de Mineralogía par-
te de ellos.
Las dos piedras de que habla el Sr. Baron de Hum-
boldt son dos segmentos, cortados no solamente por
su ancho, sino tambien en los quatro planos laterales
del prisma. Son idénticamente de la misma naturaleza
que los de Asturias, sin que se note la menor diferen-
cia en sus caracteres exteriores.
Ál número 51 hasta 509.
Estos cristales de titanio y quarzo, que les sirve
de matriz, presentan sin la mas leve diferencia los mis-
mos caracteres orictognósticos y geonósticos en la Amé-
rica meridional que en los contornos de Horcajuelo en
270 ANALES
España *, en Aschaffenburgo, territorio de Maguncia,
en Cormnaille en Inglaterra, y en Chlapian en Tran-
silvania. En todos estos parages se observa el mismo
quarzo , con inclinacion decidida á cristalizarse. Las
manchas roxo-sanguíneas que cita el Baron de Hum-
boldt abundan en las vetas del quarzo de Horcajue-
lo, del mismo modo que las veo en los exemplares de
América, y deberán ciertamente su orígen al titanio,
ó por lo menos al sídero-titanio.
Al número 68.
La pizarra silicea de que habla el Baron de nd
boldt en este número es el fósil sencillo de la orictog-
nosia , género siliceo, familia treinta y quatro de Wi-
denmann; un fósil cuya naturaleza no está todavía de-
terminada con la mayor exáctitud , y que se acerca ya
á la roca córnea, ya 4 la arcilla endurecida éXc....... El
Baron de Humboldt pretende haber hallado por la ana-
lisis una porcion de carbono como parte constitutiva
de este fósil. El lapiz negro de España se halla en el
mismo caso, y presenta 4 excepcion de la dureza cier-
ta analogía con la pizarra silicea, cuya formacion en
general parece parasítica.
" NOTA.
Esta coleccion geológica , remitida por el Señor
Baron de Humboldt, se conserva en el Real estudio
1 El Sr. D. Francisco Ángulo me enseñó en una ocasion cris-
tales de titanio del Reyno de Galicia. No cito este parage por ca-
recer de noticias circunstanciadas, y por no usurpar descubri-
mientos agenos, cuya. publicacion 4 poa con ansia los mineralo-
gistáSe pe
DE HISTORIA NATURAL. 271
“de. Mineralogía. Publicaré en lo sucesivo la descrip-
ción sistemática de diferentes números; y solo observo
de paso'que la roca. verde primitiva, que nos remite
el Baron.de Humboldt, es. un fósil. compuesto, que: so-
lamente conocen los de la escuela de. Werner. Pre-
senta mucha semejanza con el sieníto; pero se diferen-
cia esencialmente de él por su naturaleza geonóstica.
uc El sienito es de formacion mas moderna que. el
granito ,. granito folicular , granitino ,; pórfido , y-tal
vezaun que algunas otras rocas; reposa siempre sobre
las. rocas referidas. Su grano es mas menudo que el
del granito, y presenta con freqiiencia enlace porfiri-
no. En su mezcla no se han observado todavía chorlos,
2. La roca verde (Groensten de. los Suecos ) pasa
con frequencia al basalto y á la amigdolaides; perte-
nece 4 la formacion del T. rapp en general; formacion
que comprehende la wacca, la roca verde, el basal-
to, la.amigdolaides , el pórfido pizarroso Irc.
esas] DEL. SIMFITO PÉTREO.
POR D. pp ri JOSEPH CAVANILLES.
% epa vegetal ofrece al hombre alimentos y re-
medios. La necesidad de subsistir, que se renueva á ca-
da momento, le forzó 4.buscar y 4 conservar las plan-
tas nutritivas, y á investigar el mérito de cada una sin
despreciar las menos substanciosas. Por fortuna la ne-
cesidad de remedios ni es tan general ni tan urgente
como la de alimentos; y de aquí sin.duda el descuido
en descubrir la virtud de las plantas, y la desidia de
recoger y comunicar los descubrimientos debidos á la
casualidad. Tenemos efectivamente algunos muy pre-
ciosos; pero en tan corto: número, comparados con la
12 20 ANALES
enorme multitud de plantas conocidas, que parecen
demostrar, ó que son muy pocas las medicinales, ó
muy grande el descuido de los que profesan el arte de
curar. Es imposible apreciar lo desconocido; y lo es
tambien el conocer sin aplicacion, sin exámen metó-
dico, sin arte. Los Médicos y Cirujanos por lo regu-
lar sin principios de Botánica, sin tiempo para sujetar
los vegetales á nuevas experiencias, descansan sobre el
conocimiento y práctica que suponen en los Farma-
céuticos; se esmeran estos en la confeccion de reme-
dios; pero ignorando por lo comun la ciencia de los ve-
getales*, y fiados en el empirismo de los herbolarios, re-
ciben de estos los simples, y del comercio las raices, cor-
tezas y otras drogas. Así pues léjos de aumentar el nú-
mero de los específicos conocidos para una dolencia, se
exponen á substituciones alguna vez funestas. Muchas
se evitarian si los que algun dia deben practicar la Far-
macia y la Medicina en toda su extension, estudiasen
de antemano con solidez la Botánica; y si aficionados al
delicioso estudio de las plantas, recorriesen para obser-
varlas diversos climas y provincias, y tratasen en ellas
á los pacíficos colonos de los montes , y á los inocentes
pastores, que por tradicion suelen conocer la virtud de
muchos vegetales. No quiero decir con esto, que se
recibiesen sus prácticas sin exámen, sino que se adop-
tasen las confirmadas por la experiencia. Nada es des-
preciable á los ojos de un filósofo: todo contribuye ú
1 Los Boticarios Españoles del siglo XVI conocian tan mal
las plantas, que Pedro Jayme Esteve, en la página go vuelta de
su traduccion ilustrada de Nicandro , hablando de la Aristolochia,
dixo: ,, Eam nostri pharmacopolx rotundam esse autumnant; sed
» horum iudicium in hac re nullius est momentt; qui nec adultas
» lactucas cognoscunt.” Los de nuestro siglo, si exceptuamos algu-
nos que han hecho progresos admirables en la Botánica, carecen
de sólidos principios para conocer y apreciar los vegetales,
DE HISTORIA NATURAL. 273
extender la esfera de sus conocimientos, y no pocas
veces al bien de la humanidad. Penetrado de estas
verdades observaba en mis viages las prácticas de ca-
da recinto, y adquirí noticias al parecer útiles á la so-
ciedad. Publiqué en mi obra del Reyno de Valencia
lo perteneciente á la historia natural, poblacion, fru-
tos y agricultura; hice conocer en el número $7 de
estos Anales los polvos vegetales contra el veneno de
la víbora y de perros rabiosos; y ahora hablaré de los
que resultan de una planta llamada por Linneo Corís
monspeliensis; por Laguna Simfito pétreos por los Va-
Jencianos Herba-soldadora, Pincell, Suelda-consuel=
da y Simfito pétreo.
Esta planta, comun en los cerros áridos y en las
montañas de nuestra peninsula, parece á primera vis-
ta un pequeño brezo de seis 4 ocho pulgadas de altu-
ra. Su raiz es larga, dura , y la corteza roxiza: nacen
de ella multitud de tallos del grueso de un bramante,
algo roxizos en la parte inferior, y apenas vellosos,
cubiertos de hojas esparcidas sin órden, lineares, muy
angostas, de unas tres líneas de largo, las mas de ellas
enteras , y algunas especialmente las superiores con
«dientecitos espinosos. Cada ramo se termina por un
Yacimo muy apretado de flores de una á dos pulgadas
de largo: hállanse en él sentadas las vistosas flores de:
un roxo que tira á violeta: el cáliz es lampiño de
una pieza, algo hinchado antes de la punta, que está
partida en cinco dientes convergentes, cada uno con
su mancha parda, cercados por afuera de espinitas di-
vergentes : la corola es de una pieza, irregular, cuyo
tubo iguala en longitud al cáliz, y el borde se ve par-
tido en cinco lacinias lineares, escotadas , de las quales
dos. son inferiores y mas cortas. Hay en cada flor cinco
filamentos con otras tantas anteras redondas: un gér-
274 ANALES
men libre, globoso: un estilo filiforme, y un estigma
algo grueso. Su fruto es una caxa unilocular de cinco
-ventallas y de muchas semillas menudas casi aovadas.;
Andres de Laguna nos conservó en su traduccion
de Dioscorides una figura de esta planta en la pagina
381; pero poco semejante al natural. Mucho mejor esla
que estampó Clusio en el libro V y página CLXXIV
con el nombre de Coris quorumdan, añadiendo en: su
descripcion que el doctisimo Juan Plaza, Médico «y
profesor de Botánica en Valencia en aquel tiempo, la
crela Álypum, y la llamaba Pincéll. Lamarck en. la es-
tampa 102 de su llustracion de géneros acaba de dar
una figura inferior en mérito á la de Clusio. |
No debe confundirse esta planta llamada Corís por
Clusio, Linneo y por todos los Botánicos, con el Corió
Corís de Dioscorides y Laguna, figurada en la página
373 de la traduccion castellana ya citada; porqué esta
es un Aypericum, y tal vez el perforatum de Linneo.
Los antiguos conocieron la virtud del Goris,'y
Dioscorides en el lugar citado dice que aplicada. en
forma de emplasto suelda las frescas heridas. y las
quebraduras. Pero ahora, fuese indiferencia Ó- aban»
dono, crecia y moria esta preciosa planta sin que-los
hombres se aprovechasen de ella, hasta que Fr. Án-
dres Martí, diestro y hábil Cirujano del monasterio de
Ntra. Sra. dé la Murta en el Reyno de Valencia, hi-
zo ver su eficacia y virtud admirable. Contó pro-
digios quando estuve en: aquel monasterio *, y desean-
do yo contribuir por mi parte al bien de la huma-
nidad hice conocer por todo el Reyno la planta, sH
virtud , preparacion y usos, en la forma sighiente
1.5
1 Véase la página 209 de mi primer tomo sobre el Reyno de
Valencia. Jal
DE HISTORIA NATURAL. 275
ue me enseñó el citado Monge.
Quando florece, que es por Mayo y Junio, se ar= -
ranca para secarla a la sombra, mo.erla despues hasta
reducirla 4 polvo muy fino, que pasado por tamiz se
guarda para usarlo con feliz éxito contra toda especie
de heridas recientes de este modo. Se dexa salir sangre
para que se desahoguen los vasos; se lava luego la he-
rida con vino Ó aguardiente tibio despues de repuestos
los huesos dislocados ó fracturados; se unen los labios
segun arte , esto es, aproximándolos simplemente quan-
do no hay obstáculos, ó venciendo estos con parches
aglutinantes ó puntos, segun lo exijan las circunstan-
cias, y últimamente se cubre la herida con polvos que
se sujeran con algun vendage. Al segundo dia se re-
nuevan los polvos: al tercero se descubre la herida, y
no habiendo humedad se reiteran los polvos hasta la
perfecta curacion.
Y debiendo: contribuiir:4:acredicana! virtud ¡delos
polvos los felices resultados que: vió: dicho profesor,
insertaré aquí el extracto de sus cartas de 14 de Mar-
o y 9 de Abril de este año de 1800.
»» El Padre Pedro Baldoví, Monge de la os:
» tuvo la desgracia de atravesarse la mano con un cu-
>» chillo de dos cortes que le entró por lapalma, y sa-
»» lió como tres dedos por la parte opuesta: despues
s» de haber dexado desahogar los vasos, lavé las heri-
> das, puse sobre ellas los correspondientes polvos, y
a» se curáron sin haber llegado á hacer materias.
> Hallándome en las cercanías de una obra suce-
a, dió lo siguiente. Acababan de subir 4 la torre una
»> piedra, y dexada en su sitio, le quitáron los ganchos
»» asidos á la cuerda sin fin, los quales: por su peso ba-
>> Xaron con tal fuerza, que llegados cerca de la tier»
> ta, volvian á subir:con ímpetu en direccion opuesta:
276 | ANALES
s» tropezáron por desgracia al paso con un hombre po-
co cauto, rasgándole los calzones y el muslo, al qual
s» en seguida, y con la velocidad de un rayo le abrié-
»» ron el escroto, y partiéron en dos un testículo, co-
>> mo si la herida hubiese sido hecha con un cuchillo.
>> Acudí á socorrer al paciente, lavé la herida con es-
» píritu de vino tibio; uní el escroto con tres puntos
>» de sutura; apliqué encima los polvos en planchuelas
»» de hilas secas, y el vendage. Pasadas tres horas le
>» sangré. Reconocí el escroto al dia siguiente; y aun-
>» que no vi la menor señal de inflamacion, con todo,
»»le volví 4 sangrar. Al tercer dia quité el apósito, y
>» reconocí la herida, que hallé unida y sin humedad:
»» rociéla con mas polvos, y la ligué de nuevo. Al dia
»»sexto volvi 4 reconocerla, y habiéndola encontrado
>» perfectamente unida, tiré del hilo de los puntos, y
s» solráron por sí mismos; 4 los doce dias se halló el
»» herido perfectamente curado y convalecido.
>» Me traxéron al monasterio un muchacho de do-
»»ce años que tenia enteramente magullado el dedo
»» índice de la mano derecha, sobre el qual habia pues-
»> to el pie un caballo. Apenas vi el estado de la heri-
»» da, molidos los huesos , y destruidas las carnes, de-
»» terminé la amputacion del dedo, que separé de la
s» mano y á raiz de la palma por la articulacion de la
»» última falange. Dexé dar sangre 4 la vena y arteria
»» que riegan el dedo; puse luego la plancha de hilas
»» con bastantes polvos, y su ligadura. Reconocí la he-
»» rida al otro dia; quité las hilas y los polvos, que sol-
>» táron por sí mismos; y encontré las carnes ya creci-
»» das sin que saliese sangre. Rocié con nuevos polvos
s» la herida, y vuelto el enfermo al monasterio al quarto
» día, vi que la herida tenia ya materlas; pero se Cio
»»catrizó con un parche de bálsamo de arceo cada dia.
DE HISTORIA NATURAL. 277
s» Joseph Miralles, de oficio labrador, se partió
r» un dedo cortando panizo. Repuse el hueso en su si=
“p»tio natural; di tres puntos, uno en la parte superior
s» «el dedo, y los otros en las laterales; cubrí la heri-
3» da con polvos con su planchuela de hilas, y puse
y» tros lenguetas de fractura con su ligadura correspon-
s»dicute. Le sangré dos veces para precaver la infla-
»» macion ; y en el espacio de veinte dias curó perfec=
»» tamente sin llegar á supurar.
»» Uno de los mozos del monasterio se cortó con un
»» podon los quatro dedos de la mano por las primeras
»» falanges: traté estas heridas como la antecedente, y
s»logró el enfermo el mismo alivio y feliz éxito que
»» Miralles.
» Omito otros infinitos casos, como tambien el
s> gran número de niños que tengo curados de quebra-
»» duras, hernias completas inguinales y umbilicales con
s» dichos polvos , mezclados en estos casos con el em-
»» plasto contra quebraduras.”
Hasta aquí el citado Monge. Y aunque los men-
cionados exemplos parecen suficientes para demostrar
la virtud de los polvos, confirmada con feliz éxito por
el Dr. Sales, como vimos en el número precedente;
con todo, añadiré otro que se verificó en mi presencia.
Uno de los mozos que me acompañaba en los via-
ges, y cuidaba de las mulas, recibió de una de ellas tal
coz en el carrillo, que resultó una herida de tres pul-
gadas de largo, y tan profunda, que faltó muy poco
para penetrar en lo interior de la boca. El Cirujano
del pueblo le dió tres puntos, y le aplicó ciertos reme-
dios, 4 pesar de los quales se hinchó mucho la cara,
Llegué yo algunas horas despues de sucedida la des»
gracia, mandé quitarle los trapos y remedios , hice que
saliese de nuevo sangre, y reunidos los labios de la
- 278 3 ANALES
herida , la cubrí con bastantes polvos, que sujeté. con
un vendage. Sin renovarlos ni practicar otra diligencia
tuve el gusto de ver cicatrizada la herida al dia quin-
to, y al mozo en estado de continuar el viage.
El remedio, como hemos visto ,'es fácil y nada dis-
pendioso : lo usan con feliz éxito los facultativos y la-
bradores del Reyno de Valencia; y por lo mismo con-
vendrá se extienda su conocimiento y práctica.
El mismo Fr. Andres Martí añade en su carta de:
14 de Marzo: ,, He dado los polvos contra la rabia á
>» un hombre y á un perro, en quienes causáron los
>» mejores efectos; pero quiero multiplicar aun las ob-
»» servaciones para asegurarme.” Oxalá que á su exem-
plo se esmeren los facultativos para pronunciar defini-
tivamente sobre un remedio tan útil como necesario.
Descripcion del género Buena *, por D. Antonio
Joseph Cavanilles.
: CARACTER GENERICO.
Can adherente, con quatro dientes permanentes.
Corola de una pieza, en forma de embudo: su tu-
bo cilíndrico, ensanchado hácia la boca: su borde
abierto, partido en quatro lacinias.
1 Los autores de la Flora del Perú y Chile publicáron en su
Prodromo los caracteres de un género que llamáron CosmIBUENA,
en honor del Dr. D. Cosme Bueno, Cosmógrafo mayor del Perú, *
autor de la Historia topográfica y natural de aquel Reyno. Supri-
miéronlo despues en el primer tomo de la Flora, porque la planta
denominada así tenia ya su nombre peculiar. Para reponer en
el catálogo botánico el de un hombre tan benemérito, le dedicó
este género nuevo. Véase la página 4 de la prefacion de mi ter-
ser tomo de Icones, y las 105 y 190 de mi Coleccion de papeles.
DE HISTORIA NATURAL. 279
Quatro filamentos sumamente cortos, insertos en
la parte mas ancha del tubo: quatro anteras largas,
ocultas en el tubo , é insertas por su centro á los fila-=
mentos.
Gérmen globoso con quatro surcos : estilo algo
mas corto que la corola: estigma partido en quatro
h:litos capilares.
Drupa globosa algo comprimida, con quatro sur-
cos y con quatro nueces. La nuez es convexá por
afuera, aguda en ángulo casi recto por adentro, de
una beldá de muchas semillas. Las semillas aovadas;
ásperas, muy pequeñas, asidas al ángulo de la nuez.
Observ. Este género debe ponerse al lado del Gon-
zalagunia de ía citada Flora, al qual se parece tanto,
que no lo hubiera separado, si los autores de dicha
Flora no hubiesen asegurado que el suyo tiene por fru-
to una baya con quatro cocas. Si por un nuevo exá-
men constase que el fruto del Gonzalagunia fuese dru-
pa, con quatro nueces (lo que me parece muy posi-
ble ), entonces seria preciso suprimir uno de los dos
nombres. Es de notar que los citados autores dixéron
en la página 12 del Prodromo que las cocas son hue-
sosas y de muchas semillas, lo que no conviene á la
definicion que Linneo'dió:de:la baya, á saber: Bacca
est. pericarpium Jfarctum evalve , semina ceteroquin
nuda continens ; definicion que es regular admitan,
puesto que en la página XXI de la prefaccion del Pro-
domo dixéron: ln his omnibus Linnet systema sexua-
le mordicus retinuimus.
BUENA PANAMENSIS. Tab. 23.
Buena foliis lanceolatis 1 integerrimis: racemis ter-
minalibus elongatis.
280 ANALES
El tallo de este arbusto se levanta hasta siete pies
de altura con ramos opuestos, algo quadrangulares,
- cubiertos de borra muy fina, y un poco entumecidos
en los encuentros de las hojas. Son estas aovado-lanceo-
ladas con punta prolongada, muy enteras, verdes por
arriba , mas claras por el enves, y con vello tan fino,
que apenas se percibe sin el auxilio de la lente: tie-
nen un solo nervio ramoso, tres pulgadas de largo, pul-
gada y media de ancho, y un peciolo de media pul-
gada. Entre los dos peciolos media, 4 cada lado, una
estípula larga, aleznada, ancha por su base. Las flores
forman racimos terminales que suelen tener un pie de
largo, sembrados de hacecillos de 2-5 florés cada uno,
con su bractea muy corta. El cáliz es pequeño, y sus
uatro dientes erguidos: la corola vellosa, de un ama-
yillo roxo (en el seco); cuyo tubo es muy delgado, y
de unas quatro líneas de largo: las lacinias aovadas,
mas cargadas de vello. Las anteras amarillas; y la dru-
pa de una línea de diámetro.
Se cria en el cerro Lancon, que está juntó a Pa-
namá , enfrente del mar, donde la vió en fior y fruto
D. Luis Née en Noviembre.
Eaplic. de la estampa a Flor. b Corola muy au»
mentada, abierta, y extendida para que se vea la si-
tuacion de los estambres. Gérmen. d Drupa. e Dru-
pa aumentada. f La misma, y en ella cortada trans=
versalmente el tegumento para que se vean las nueces.
g Seccion transversal. h Nuez. 7 Nuez cortada trans-
versalmente. A Semillas. [a
Observ. Me dió en Paris el Sr. Dupuy un ramo
seco con su etiqueta Planta rubiacea: an Ixora? el
qual se distingue accidentalmente de los de Pana-
má en ser mas velloso.
/
DE HISTORIA NATURAL. 281
Observaciones geonósticas* que D: Guillelmo Thaz
lacker , Colector del" Real Gabinete de Historia
natural de- Madrid, hizo en su viage desde esta
Corte d Teruel, ada por D.Christiano 3
ART Eonon Els : Herrgen
L. Pd y. multitud, de producciones naturales;
las leyes con que se reproducen las orgánicas fy. con
que se alteran para combinarse de nuevo las que ja=
mas viviéron, fuéron las. mismas en todós tiempos , Y,
dignas siempre de la atencion de los hombres. Pero 4
- pesar de tener cada reyno, de la naturaleza, y 4un ca-
da distrito, por decirlo así ; su aliciente, poderoso, ve-
mos' sin descubrir la causa que no todos lleváron en.
pos de sí 4 los hombres. Sabemos que desde la mas re-
mota antigiiedad hubo algunos que estudiáron las
plantas; otros los quadrúpedos, ayes , reptiles y peces,
y, algunos los,metales; y si no fue con, aquella HN
cion 4 que han Hegado, las ciencias en nuestro siglo,
es porque en este se desterráron errores envejecidos, y
se descubriéron multitud. de verdades. preciosas, teo-
rías seguras , y nuevos medios de saber. Pero en me-
dio delos progresos rápidos, que hacian las ciencias
quedaban: como olvidadas la Geología, que trata de
la constitucion de nuestros continentes Y. de la situa-
cion. respectiva de los. cuerpos inorgánicos. que los
componen; y la Geonosía, que sin miras tan genera-
les, bien que, dirigidas. al mismo fin, exámina las ro-
cas, y. las: grandes masas; del globo. “Debió. sin, duda
nacer este descuido, ó de que el estudio, de, estas cien,
cias exigia trabajos Ímprobos, Yiages y. comparaciones
que solamente podian sér útiles con el auxilio de otras
ciencias antes desconocidas; Ó ó de que los objetos de
TOMO 11. dra e ei Y
AN
282 ) PAS ¡
aquellas, ni presentaban la hermosura, organizacion y
modo con que se. reproducen las. plantas; ni el admi=
rable arte que. se.nota en la anatomia, formas. y..cos-
tumbres de los animales. ' As
No podian permanecer olyidadas unas ciencias tan
curiosas y tan importantes quando las otras hacian
rápidos progresos: y así vimos en estos últimios tiem-
pos que muchos se dedicáron 4 ellas con teson y éntu-
siasmo ; pero por desgracia formáron sistemas muy
opuestos, creyendo hallar los unos en todas partes ves-
tigios de volcanes, y los otros de inundaciones; seña-
lando por consiguiente los primeros al fuego como
causa general, y los segundos á las aguas; porque nin-
guno de ellos tenia aun suficientes datos para pronun-
ciar con exáctitud. Los nombres de Sausure, de Luc,
Dolomiéu y Faujas, se conservarán en los fastos de
estas ciencias, como los de Werner y de sus discípulos.
Se habian hecho en Francia y Alemania observa-
ciones curiosas para cimentar la ciencia y promoverla;
se emprendian nuevos viages por hombres instrui-
dos para allanar dificultades, y para descubrir funda-
mentos sólidos, y entre tanto apenas teniamos noso-
tros mas que el Aparato para la historia: natural. del
Padre Torrubia *, la Introduccion á la misma historia
de Bowles, y las Observaciones sobre el Reyno de
Valencia de D. Antonio Joseph Cavanilles. Era pre-
ciso esfórzarnos, é imitar por lo menos á los extrange-
ros recorriendo nuestras posesiones, y examinando con
“atencion los fenómenos concernientes á estas ciencias.
Don Guillelmo Thalacker habia ya recogido en sus
viages cosas preciosas que iré publicando quando mis.
ocupaciones me lo permitan; y debiendo ir 4 Teruel
x Un tomo en folio impreso en Madrid en 1754.
DE HISTORIA NATURAL. - 283
¿on D. Dis Proust á evacuar cierta comision, se: pro-
puso continuar sus investigaciones, y comunicarme
sucesivamente “sus observaciones. Hizolo en efecto
durante su viage, y regresado á esta Corte me entre»
gó para el Real estudio de Mineralogía los documen=
tos originales que acreditáron su exáctitud. La impor:
tancia de sus observaciones confirmada por losexem-
plares que traxo, y la novedad de muchos fenóme-
nos, me determináron a exáminar detenidamente su
coleccion, y á presentar al público: sus resultados, .
como importantes á> la ciencia. Creo que la presente
descripcion es la primera de esta naturaleza que se: pn=
blica en España, y por lo mismo me es indispensable
prevenir que si en mi traduccion :de Widenmamn, la
que sirve de norma en mis lecciones: públicas, criene
ya el idioma castellano un lenguage técnico, y deter»
minado por loque mira á la parte: orictognóstica de
la Mineralogía ; mo sucede lo mismo en quanto:4 la
gconóstica de la misma ciencia. ¿Estácaun por hacerse
este lenguage; se han de imaginar nuevos términos,
y tal vez los empleados en esta memoria podrán cor=
regirse Ó mejorarse en lo sucesivo, mayormente pon
aquellos cuyo destino y ocupacion esla direccion: y
exámen de las minas de España.:Recibiré con agra-
decimiento y gusto toda ilustracion; y deseo que esta
especie de trabajo, aunque no merezca otro nombre
que el de primer ensayo, halle buena acogida entre
los sabios , y entre los que por su empleo pueden dar
nuevo impulso 4 á las ciencias. :
Oliaraaiiónes gemdotlcas:
-Desde Madrid hasta Teruel se cuentan 47 leguas,
y se pasa por Alcalá de Henares, Guadalaxara, Tori»
AE
Y
284 ANALES
ja, Algora, Alcolea, Luzon, Asella y Molina de
Aragon. !
Desde Guadalaxara, cuya altura sobre el nivel
de Madrid es de 46% varas castellanas, se extiende
una roca caliza grueso-gramujienta, de color amarillo
roxizo , con mezcla de cristales pequeños y confusos
de espato calizo; los bancos son horizontales, y alter-
nan con otros de arcilla pardo roxiza , mezclada de
bastante arena.
Esta alternacion es constante, y 4 veces muy re-
petida; pero se debe notar que el banco superior y
externo es siempre de roca caliza; y que quando al.
guna revolucion ú-otros accidentes, cuyas épocas se
ignoran , rompiéron la continuacion de dichos :bancos,
y excaváron allí valles, se observa en los altos ribazos
de estos la misma direccion y órden.
Cerca de Torija (3893 varas sobre Madrid) em-
pieza:la roca caliza compacta con algunas impresiones
de conchas; y en Algora ($853 varas sobre Madrid)
alterna esta misma roca con bancos considerables de ar»
cilla y arena, sobre la qual se encuentran cantos roda-
dos de quarzo , y á veces algunos bancos de una bre-
cha que se compone de quarzo y roca caliza,
Alcolea es el parage mas alto de estas cercanías,
pues su altura sobre el nivel de Madrid llega á 6814
varas castellanas. Todos los contornos constan de roca
caliza compacta. o
- Ala distancia de un quarto de hora de Ciruelas
se encuentra un depósito de pizarra arcillosa, de color
azul negruzco, y textura muy sutil pizarrosa; y es la
verdadera especie que se emplea con tanta utilidad
para cubrir tejados. Esta misma pizarra está cubierta
de cantos rodados de quarzo , del mismo modo que en
Molina de Aragon lo está la cal y el yeso.
DE HISTORIA NATURAL. 285
A la distancia de unas Ó6oo varas vuelve á pre-
sentarse la roca caliza anterior, y sigue hasta Molina
de Aragon (4593 varas sobre Madrid) formando cer-
ros de poca A E! donde hay varios depósitos
de yeso.
La referida roca abliña compacta presenta textu-
ra concheada , y se acerca á veces algo á la pizarrosa.
La direccion de la mayor parte de sus bancos es del
Sueste al Norueste, con inclinacion al Sudueste has-
ta 6o grados, antes de llegar á Alcolea; pero como
desde ahí se va baxando insensiblemente hasta Moli=
na, presentan necesariamente estos bancos en aquellos
contornos casi la misma inclinacion en sentido opuesto.
Desde Molina hasta cerca de Rodenas se presenta
la misma roca caliza en bancos muy delgados y con
varias direcciones, lo qual prueba en cierto modo una
formacion posterior.
Entre Setiles (6673 varas sobre Madrid) y Rode-
nas se encuentra mucho quarzo rodado encima de la
roca caliza, la qual encierra dos depósitos de mina de
hierro, y forma dao Sierra menera , que se extiende
desde Povo hasta Pozohondon (8863 varas sobre Ma-
drid), y separa la diodos Molina del Reyno de
ragon.
Cerca de hadita los cerros se componen de ban:
cos de arenisca grande granujienta, y siguen por el es-
pacio de mas de media legua, con direccion de Sues-
te al Norueste, é inclinacion de 20 4 25 grados há=
cia Sueste.
Fodos los contornos de Cella (441 varas sobre
Madrid ) se componen de roca caliza en una extension
de varias leguas, y no presentan en su superficie indi-
cio alguno de fuentes; todas las aguas se reunen,en
lo interior de las cavidades calizas , y salen sin estré-
286- SA AATANA LES
pito ni hervor cerca de Cella, del centro de uria 'cue-
va formada por la naturaleza en una roca, siendo co» -
piosísima la fuente aun en el nacimiento.
Desde Cella hasta Teruel se encuentra mucho
quarzo y roca caliza rodada sobre una tierra de labor,
de naturaleza arenisca, mezclada de cal y arcilla.
Posicion de la ciudad de Teruel.
La ciudad de Teruel está situada en una altura de
296% varas castellanas sobre el nivel de Madrid, y es
la capital del obispado y corregimiento de Teruel.
Dista 24 leguas de Zaragoza , 24 de Valencia y 16
de Molina de Aragon.
Las cercanías de Teruel, especialmente hacia el
Oriente, se componen de una arcilla ferruginosa * de
color pardo roxizo , mezclada de tierra caliza , de mo-
do que forma una especie de marga, la qual encierra
depósitos de yeso folicular, de color blanco roxizo,
confusamente cristalizado y agrupado. Sobre la refe=.
bar arcilla descansan bancos de roca caliza compac-
2, de color gris ahumado claro, la qual contiene
una multitud incalculable de amonitas desde el ta-
maño de cerca de una pulgada del pie español, hasta
una línea escasa de diámetro. Las conchas presentan
igual color y naturaleza al de la roca caliza, á excep»
cion de una costra sutilísima de color blanco de nieve
en las mismas conchas, las quales se ven por lo regu=
lar enteras. La textura de la roca es concheada, y
pasa a la desigual. La disposicion de los bancos es
muy regular, y horizontal por el. espacio de muchas
“y Véase Fig. IL núm. 2. : : 915 010
AURRI E CA Sá ió
po
os
dis
s
a
sé
ob e Y
de
á
$ A . > a — £ 2 -
A ES A a O NÓ
DE HISTORIA NATURAL. 287
leguas si exceptuamos ciertas irregularidades locales !,
La mayor parte de la ciudad está situada sobre
una colina de figura oyada.?. en 20 toesas, ó 140 pies
castellanos de altura sobre el rio Guadalaviar. Esta
colina.se compone de una roca caliza, cuyos fragmen-
tos parecen haber fsido conglutinados posteriormente,
y no descansan ni alternan con bancos arcillosos como
los antecedentes. py
Naturaleza del terreno de T eruel. hasta las minas
del Collado y de la Esperanza. ;
Saliendo de Teruel para ir 4 la mina del collado
de la Plata, se encuentran desde el rio Guadalaviar
unos Cerros de poca altura, que presentan en grande
una especie de superficie ondeada. Todos ellos se
componen 3 de una cal arcillosa de color blanco-gris,
ligeramente amarillo: su textura compacta desigual,
pasa en gran parte a la térrea; y toda la masa contig-
ne una multitud de amonitas, bien que la mayor par-
te de ellas en fragmentos. ERA
A esta formacion caliza sigue otra mas antigua,
en la qual no he podido descubrir petrificacion de
concha alguna +. La direccion general de sus 'bancos
es de Sud-sudueste hácia Nord-nord-este con incli-
nacion de Lo hasta 20 grados al Este-sueste.
Unos 200 pasos antes de llegar al filon del Co-
llado se presenta un depósito de arenisca pizarrosa de
color pardo roxizo.5. Su textura demuestra con la
Fig. Ml. núm. 1. 23 1. 2.
Fig. TL. A.
Fig. H, núm. 42. 0) oro! es"
Fig. IL. núm. 5. PODAIS
Fig, U. 7. a. po:
hm
S
288 - ANÁLES o
mayor claridad la naturaleza de su formación ; ; que es
la deposicion de una materia, , que mecánicaimordo die
suelta en un fluido, obedece á la ley general de lá
gravedad , y se deposita con paralelismo. Entre los
bancos de esta arenisca se halla una brecha de igual
naturaleza formada de pequeños cantos de quarzo mas
O menos rodados, unidos por la materia silicea: ferru-
ginosa.. L
A corta distancia desaparece la arenisca, y em-
pieza * la roca quarzosa ?, que forma una montaña de
segunda formacion 3, con 6 leguas de extension del
Mediodia al Norte, yy una legua de ancho. La basa
inferior de la montaña presenta unas 4 leguas e “me-
dia de diámetro.
Todas las montañas de estos cóntornos son de mes
diana altura, y de bastante coherencia, á eacap ga
de algunos val de poca conside rIcion”
Se compone por Neo Eds O el terreno de las
cercanías de Teruel:
1? De cerros baxos , calizo-arcillosos, ¡depñita.
dos modernamente por el agua, y llenos de petrifica-
ciones de conchas.
22 Delaroca caliza de segunda formacion, sin con-
chas, la qual forma cerros de mayor altura, y reposan
en cierto modo sobre la roca quarzosa de segunda Íor-
macion. ¿14
37 Dela roca quarzosa que presenta una monta-
ña mas alta que las anteriores.
4> Detras de la referida roca quarzosa, al Oeste,
se levanta una montaña caliza de mucha mayor altura,
1 Fig. IL 6.
2 Véase núm 3. en el catálogo de las Ll po mineta-
lógicas de Teruel y sus contornos.
3 Fig. IT. 6. 6. 6.
DE HISTORIA NATURAL. 289
y segun tódá ¿probabilidad , de formacion mas anti-
“gua 1 El mal tiempo y las muchas nieves: no me
permitiéron llegar á ella para exáminarla. y
- “Los bosques destinados 4: las minas, comprehen-
den 24 leguas de'circunferencia; y todos los contor-
nos de las minas sé hallan poblados de pinos. -
> A unos tooo pasos, al Oeste-sudueste del collado
de la Plata; está situada la casa de fundicion del azo-
gue, con 14 retottas de hierro colado, en que pueden
destilarse á la vez To quintales de mineral; en 24 ho-
ras se pueden hacér dos fundiciones, y todo el mé-
todo está copiado del de Dospuentes.
Descubrimiento, posicion y naturaleza de la monta-
ña donde estan los filones del Collado y de la Es-
peranza. Es
| hs! : |
Bernardo Bordas, vecino de' Teruel , descubrió
éstas minas en el año de 1786; solicitó y obtuvo de
la Real Junta de Comercio, Moneda y Minas, en
1787, permiso para beneficiar el cobre de ellas. -
Algun tiempo despues advirtió Bordas que los fi-
lones le ofrecian diferentes metales que él no cono-
cia; presentó muestras á la Corte, las que se exámi-
náron y se reconociéron por miñas de azogue. En con-
seqiiencia de este exámen tomó laCorona posesion de
estas minas en 1789, y mandó beneficiarlas de cuenta
del Real Erario... > 2:90 5 j
Estas minas se hallan 4 4 leguas de distancia de
Teruel, hácia el Oeste , Ó:mas bien 4 21,600 varas
castellanas en línea recta, en el término de los Patios
del Rey Don Jayme, donde los territorios se separan
IDA
nonoa 0) 14 0 FjgTl.ro,
290 cr NAL, ES
del obispado y corregimiento de Albaseda y Ternel.
El camino desde Teruel á la mina es apt para
todo carruage.
La direccion de la montaña-en gl sitio donde los
- filones se presentan á la superficie misma del suelo es
del Este al Oeste, con inclinacion de 15 grados,.y
superficie ondeada , formando la espalda al Oeste. Los
bancos se dirigen en la superficie del Sueste 21 Norues;
te, con inclinacion hácia el Sudueste.en 15 hasta 20
grados. La mayor altura del terreno en que corren
los filones no pasa de 260 varas castellanas.
Toda la masa de esta montaña se compone de una
roca quarzosa de color gris, y textura astillosa, De
este. modo se presenta en la parte superior de la mon-
taña, donde su textura se acerca pocas veces á la. pi-
ZALCOS A en CH yo Laso puede llamarse quarzo pizar-
roso * dl dureza es considerable , y el hierro acéra-
do saca chispas con. abundancia. En lo interior de la
montaña padece esta roca alteraciones muy considera-
bles; en la mayor profundidad de su excavacion: ac-
tual , que se reduce 4.10$ varas, su dureza disminu-
ye, de modo que el eslabon la ataca considerable-
mente ? y dexa en ella una raya gris; y al mismo
tiempo aumenta. la tenacidad de sus partes, y fuerza
al minero á usar de la pólvora.
Los mineros de Teruel han dadó á la roca de la
parte superior de la montaña el nombre de roca córr
nea 3; y á la de la interior, el de granito folicular,
1 - Véase en el catálogo núm. 3.
2. Catal. núm.-44» 45: 40» 47.
> qe adoptado para este fósil , que los Alemanes llaman, La-
gerquarz , Ó quarzo en depósitos, el nombreideróc4 quarzosa. ñ
la Orictognosia se considera el quarzo como un fósil sencillo , pero
sin tratar del modo de su formacion. En la Geonosia, al contrario,
DE HISTORIA 'NATURAL. 291
, N
La masa total de esta montaña presenta una mez-
- cla: íntima de arcilla, quarzo y mica; bien que esta
- Última desaparece casi enteramente en la superficie, y*
se presenta mas bien en lo interior, especialmente en
los planos de separacion: Parece que la accion atmos-
férica y de las aguas ha disuelto buena parte de la
tierra silícea que estaba en la superficie de la monta-
ña, y que el xugo siliceo que resultó de dicha disolu-
cion ha penetrado la mezcla de estos filones desde la
superficie hácia el interior; pues en la vecindad de
los filones tiene la:roca mayor porcion de arcilla y
textura pizarrosa con mucha menor dureza. |
Lo cierto es que el verse empotrada esta monta-
ña entre: rocas calizas es un fenómeno geológico muy
interesante ¿ convendria mucho analizar químicamen-.
te esta roca quarzosa (que podemos mirar como quar-
zo primitivo ) para saber entonces que porcion con-
tiene de tierra caliza. | 7
Todo lo interior de esta montaña presenta una
- regularidad perfecta en la disposicion de sus bancos;
y aunque en el dia no están horizontales; con todo, su
naturaleza prueba con evidencia que fuéron depues-
tos y formados en medio de un fluido.
--: A unas 1000 varas de distancia del Collado hacia
Oeste, contadas por el ayre, se encuentra un depó>
deben distinguirse dos especies de este fósil que se diferencian mu-
cho respecto á4:la época de su formacion. La roca quarzosa es an-
tígua en nuestro globo aunque no de formacion primitiva; forma
depósitos considerables, y presenta color blanco y gris con textu-
ra astillosa que con freqiiencia pasa á la pizarrosa por mayor. El
quarzo comun de la Orictognosia es casi siempre un resultado de la
descomposicion de la roca quarzosa por medio de unas operacio-
nes mucho mas modernas de la naturaleza, y se halla en los filo-
ínes, Y 'ésus cavidades ,' donde con mucha freqiiencia pasa al ,
amatista y cristal de roca. 0 00 bl 119
292 ¿OTAN ALES 07,
sito des pizarra arcillosa, que se prolonga muy cerca
de una legua, y se halla encaxado en la masa domi-
nante quarzosa ; su direccion es del Sud-sud-ueste-al
Nord-nord-este con inclinacion de ¿0 grados hácia Oes-
te-norueste; tiene 466 varas de ancho, sin indicio
alguno de filones.
Los filones que corren en la roca quarzosa quedan
enteramente cortados al llegar a la referida pizarra
arcillosa , y esta se halla á veces acompañada de una
arenisca di: -granujienta , de color blanco y roxizo;
en forma de riñones, y muy á propósito para ablar
instrumentos de hierro. ]
Siguiendo la misma direccion al Oeste se encuen-
tran bancos de brecha de arena y quarzo, cuyo glú-
ten es una materia siliceo-ferruginosa , mezclada de
cal *. Esta brecha tiene So varas mas de altura que la
roca quarzosa , sobre la qual descansa ; sus bancos cor-
ren del Sur á Norte, con inclinacion de 10 grados al
Oeste, y forman la cima de la montaña quarzosa.
Naturaleza de los filones en la superficie de la Oz
taña referida.
En la circunferencia de 4 leguas se han descu-
bierto 13 filones visibles en la «misma superficie; to-
dos ellos atraviesan y cortan los bancos de la roca
quarzosa.
Los pimapales filones merálicos:son el Jelscalias
do de la Plata”, el de la Esperanza * y el de San-
¿lago 4. Este último se presenta mas xico que los otros
1 Fig.IL 7. b.
2 Fig. IL 8. 8.
3 Fig. IL 9. 9.
4 Este filon no seha señalado en la cis POr! se tl
en la falda opuesta de la montaña.
—
DE HISTORIA NATURAL. 203
dos en la superficie, y contiene un quarzo mezclado
de cinabrio: ciertas dificultades imprevistas han impe-
dido hasta ahora un exámen mas atento de este filon,
-- Todos los filones corren en la hora 3 hasta 9 con
inclinacion de 6o hasta 80 grados; el ancho de ellos
no pasa de 20 ples. ;
Direccion é inclinacion del _filon. del collado de.la
Plata en lo interior de la montaña.
+ La boca del primer pozo S. Juan se halla en una
altura de 497 varas «castellanas sobre Teruel , y. de
7934 sobre Madrid ; y :su pozo. enla falda ondeada:
de ahí se baxa al Oeste-sudueste , donde edificáron la
casa de fundicion: 25. : . ¿Eh
Este filon correen-la hora 72, casi. del Este al
Oeste, é inclina 60 hasta So grados al Sur. La roca
de su suelo * se dirige: de «Sudueste-hácia Nord-este,
con inclinacion de: 35.4. 40 grados al Nordueste.. La
roca de su techo se dirige del Sudueste al Norueste, y
en las excavaciones profundas alguna vez al Nord-no-
rueste. Su inclinacion es de:8o grados hácia Sudueste.
Este filon corre; bien:que pocas veces, en el suelo,
y corta los bancos de este: lo mismo sucede tal qual
vez respecto del techo: : h yadoní lo |
El suelo y el techo estrechan algunas. veces á este
filon ? , otras lo destrozaln:3, como ha sucedido por
1 En la Fig. 1. presentan los números 1. 1. 1. lo que se lla-
ma suelo en los quatro filones (supuestos) A.B. C/ y D.; y los nú
meros 2. 2. 2. lo quese llama techo: una explicacion mas exten-
sa de ámbos términos es:contra el fin y los límites de la pre-
sente memoria , y pertenece á los primeros conocimientos de la
minera practica.
2 Fig. IL B. se llama en 3. filon estrechado. > 91909
3 Fig. 1. C. se llama en 4-.filon destrozado... h
294 | TATIANA MESTITH A
tres veces «desde que se beneficia. «21h 190
Tiene de 4 4 16 pies de ancho, se destroza: muz
cho en la espalda de la montaña Cal Oeste ), y pasa
casi enteramente á la mina de hierro espático y negro.
(Véase en el ta núm. 39 hasta el qa )
Naturaleza del filon del Collado, 7 de sus s obras
3 actuales de mineria. 3 í
Este filon se compone de un ; qUArzo de color blan-
comas ó menos puró y de cierta dureza háciarla su-
perficie exterior de la montaña; pero en las .entrañás
de esta es casi deleznable y de un aspecto sumaniente
seco. No se-han encontrado aguas en toda la-profun>
didad excavada hasta el dia; y los minerales:se-hallan
en un estado de descomposicionsmas ó menos adelan-
tada. 1290
Se encuentran en el filon Ecole grupos de amas
tista, minas de hierro espático y. negro, minas de cos
bre pardo, amarillo y de color de teja (que dan; 12
hasta 35 por too de cobre ), una corta cantidad de
mina de cobre gris, malaquita, y azul de cobre , muy
poca bárita folicular, y aun menor: cantidad de felds-
pato. ¡ 5
Hacia el techo del filon:sé presenta el pde:
sembrado en algunos parages ; pero én cortísima' can-
tidad. (Catálogo desde el núm. 12 hasta 36.)
Hacia el Este en el colladero de S. Luis se pre-
sentan las minas de:cobre sembradas en altura de 12
varas; en algunos otros parages se halla la mina de
cobre en masa de medio hasta dos pies de diámetro:
de modo que se puede asegurar que las minas darán
cobre á la casa de fundicion por el espacio de. 2 años.
Este filon por consiguiente, aunque hasta ahora
DE HISTORIA NATURAL. 298
mu AS
por. + su mineral rico en cobre y muy pobre en azo-
gne, 1 spnes de repetidos ensayos hechos segun arte,
da 27715 por oO de cobre, y apenas una onza de
azogue: quintal: y el mineral mas rico en azógue
desnnes de ¿tcado y separado rinde solamente tna on:
Za Y ¿: y como en el espacio de 11 años se han saca-
do solamente 4099 quintales de la primera especie £
y 3116 de lasegunda, es fácil demostrar segun éstos
datos que el filon del Collado jamas debió ni pudo
ser considerado'como mina de azogue; y por: consi-
guiente que sí sé mandó su beneficio , fue sin“duda
porque las muestras enviadas 4 Madrid en varias épo-
cas fuéron escogidas con estudio, 2 BRA opt,
Las varias galerías de comunicacion, hechas hasta
el día en lo interior de la montaña en busca: del filon,
y para renovar el ayre, solamente tienen 32g varas
de largo: la mayor profundidad de los pozos no pasa
de 124 varas: la boca del primer pozo, llamado pozo
de S. Juan, está a 497 varas sobre el nivel del Gua-
dalaviar. Por consiguiente si el filon llegase. 4 esta
profundidad, podria hacerse una galería á mucha ma-
yor de la actual del pozo; porque entre el fondo! de
este y el nivel del rio quedan aun 373 varas.
Son 12 los pozos que se han abierto sobre este fi=
lon, y la mayor parte de ellos con comunicacion recí-
proca por falta de ventilacion, lo que ha causado gas-
tos muy crecidos. Tres de ellos empiezan desde la 'su-
1 La mayor parte de estos 4099 quintales de.mineral sé ha-
lla picada y escogida para la fundicion. La calidad de este mineral
y la abundante mezcla que contiene de mina de hierro exigen ne-
- cesariamente un maestro fundidor inteligente para la separacion
exacta del cobre.
296 AN AL ES
perficie. En la parte del Oeste se han construido 2 so-
cavones , y. toda la obra interior presenta 3 pisos, casi
siempre con el fin solo.de renovar el ayre. de
Las galerías tienen. por lo regular: s pies de an-
cho, y 4 veces mas. de 7.4 8 de alto,, contra todas las
reglas de. la minería económica , que prescriben para |
semejantes obras 6 de alto y 37 de ancho.
Aun no se ha exáminado este filon para calcular
por quanto tiempo suministrará minerales de cobre;,
operacion que debiera estar ya hecha. Desde la su-
perficie del pozo de S. Juan hasta el suelo; del pozo de;
S: Luis hay actualmente. 1 2.4 varas de profundidad ;.si
se continuase en baxar unas 30 Ó.g0 varas mas abaxo
de la actual profundidad del pozo de S. Luis para subir
luego hácia el Este, se: acercaria al centro. Esta obra
es indispensable,:y por. otro lado fácil, por, hallarse el
filon absolutamente sin-aguas, y presentarse los mine-
rales como calcinados. Si hecha esta operacion falta-
sen los minerales de cobre, seria preciso renunciar én=
teramente al beneficio de este filon.. >...
Naturaleza del filon de la Esperanza.
Este filon dista media hora hácia el Oeste de la mi-
na referida del Collado , y corre. enlahora 7. (casi
del Este al Oeste ) con inclinacion de,7or4.8o grados
hácia el Norte. JA á
Su caida es por consiguiente enteramente opuesta
á la del filon del Collado, de modo que parece deben
encontrarse ambos filones en la profundidad de 800 4
goo varas *. | :
1. Fig. IL 8. 8. filon del Collado, y 9. 9 filon de la Espe-
Tanza.
DE HISTORIA NATURAL. 207
Este filon tiene en la superficie exterior de 2 4
varas de diámetro, el qual se va estrechando hácia el
fondo, de modo que en la profundidad de too varas
que actualmente tiene-queda reducido á g ó á 6 pies.
Su techo y suelo corren de Sur á Norte, con
inclinacion de 6o grados al Oeste, y el filon corta sus
bancos. Estos se componen en la superficie de una
brecha de roca quarzosa; pero en lo interior se pre-
sentan conformes á los del filon del Collado, con sola
la diferencia, que en el suelo del de la Esperanza pre-
sentan mayor grado de dureza, y se reducen por la
mayor parte á una brecha de roca quarzosa de grano
menudito *!.
Este filon contiene grupos de amatista y cristal de
roca ?; pero en mucha mas abundancia la mina de
hierro especular-espática 3; tanto que el mineral de
hierro se presenta á veces en masas de $ á 6 pies de
diámetro. En esta mina de hierro + se halla sembrado
el cinabrio, y el quintal da á lo menos diez y seis ve-
ces mayor cantidad de azogue que el cinabrio que
hasta ahora se ha sacado de la mina del Collado, ha-
biéndose observado ademas de eso que en la profun-
didad aumenta el mineral de riqueza. No presenta in-
dicio alguno de cobre, y el cinabrio se halla casi siem-
pre en el suelo del filon, cuyo interior ofrece ¡gual-
mente una descomposicion muy notable. 1
En los 8 años que se beneficia esta mina solo se
han hallado dos veces ligeras señales de cobre 5, de mo-
do que la naturaleza de este filon es muy diversa de
- 1 Véanse en el catálogo los.núm. 48, 49,50,69,70 y 71.
2 Catálogo, núm. $3, 584 y 55-
3 Véanse en el catálogo los núm. g1, 52,62 y 63»
- 4 Catálogo, núm. 56,57,58 y 59»
5 Catálogo, núm. 67 y 68.
TOMO 11. €
298 AN A LES
la del Collado. Su direccion es mas constante y mu-=
cho mas regular, aunque alguna vez es mas estrecho.
Obras de minería actualmente executadas en el_falon
-de la Esperanza.
Sobre este filon se han excavado 3 pozos desde la
superficie de la montaña, y 2 en lo interior de ella, cu-
ya profundidad total no pasa de 10g varas. Las obras
horizontales tienen 220 varas de largo, y se reducen á
3 pisos con comunicacion por medio de estos $ pozos,
No se ha exáminado todavía la profundidad de es-
te filon hácia el centro de la montaña. En lugar de ha-
ber dispuesto un socavon en la parte del Este del fi-
lon , que es el punto mas baxo de la falda de la mon-
taña , se abriéron al revés pozos en la parte mas alta
y hácia su espalda, de modo que se ha errado preci-
samente la posicion geonóstica de esta montaña en
todos sus puntos.
Hacia la espalda de la montaña al,Oeste entra
este filon sin que se altere su direccion eh una roca
arenisca; muda allí de repente de naturaleza, y pre-
senta la bárita folicular * sin materias metálicas, y su
diámetro disminuye al mismo tiempo.
- El filon Santiago dista media hora hácia el Me-
diodia de la Esperanza, tiene su misma direccion é
inclinacion, y se compone de los mismos ingredientes.
Se ha propuesto la construccion de una galería
para ver como se presenta este filon en la profundi-
dad de 25 toesas.
3 Catál. núm. 43-
DE HISTORIA NATURAL. 209
Explicación de la fig. L. de la tab. 24.
A. 1. GS oh. ita lr rd. T. dd
de los filones A.B.C.D.
A o. 2 2 2 DA . Lechos
de los mismos 4 filones,
3. Filon estrechado.
4 de destrozado.
Figura 11. de la tab. 24.
Corte pqadibias de las montañas de ds contornos
de Teruel.
1, 1. 1. Bancos calizos.
2. 2. 2. Bancos de arcilla roxiza con cal.
3. Bancos de la montaña caliza, en cuya cima está
situada la ciudad de Teruel en A. j
4. Bancos calizos con conchas hácia el collado de la
Plata.
$. Bancos calizos sin conchas.
6. Roca quarzosa.
7. Brecha quarzosa.
8. Filon de cobre del collado de la Plata,
9. Filon de hierro con cinabrio de la Esperanza.
10. Montaña mas alta que las anteriores , de bancos
calizos.
Catálogo científico de las producciones mineralógicas
recogidas en el viage antecedente.
[ Núm. 1.*] Roca caliza compacta con textura
1 La coleccion sistemática, que corresponde á. este catálogo,
se conserva con los mismos números en este Real estudio de Mi-
aeralogía para su demostración.
v 2
300 ANALES
ligeramente áspera , casi astillosa en su fractura re-
ciente ; color gris amarillento, que pasa por varios
grados de intensidad al parduzco. Corresponde al gé-
nero calizo familia 2. de Widenmann $. 131. Los
marmolistas honrarian tal vez esta roca con el nom-
bre de mármol Cipolino muy pálido. Contiene pe-
trificaciones de conchas, y es por consiguiente de for-
macion moderna. | |
[2.] Estaláctica caliza compacta tuberculosa,
transparente en lo interior de cada tubérculo. Su su-
perficie descompuesta por la accion de las aguas y de
la atmósfera presenta con mucha claridad las capas ó
partes distintas concéntricas de que se compone esta
estaláctica. La superficie se halla mas Ó menos man-
chada por el óxido de hierro. Fam. 4. esp. 2. $. 134.
de Widenmann. |
[3.] Roca quarzosa de que se compone toda la
parte superior de la montaña del Collado. Color gris,
y textura astillosa en su fractura reciente; por ma=
yor presenta textura pizarrosa con bastante perfec-
cion. Estos caracteres son peculiares á la materia quar-
zosa siempre que forma masas muy considerables, co-
mo montañas enteras, Ó gran parte de ellas. A se-
mejante quarzo , pero de formacion parasítica, y
por consiguiente moderna, daríamos en la Orictogno-
sia el nombre de quarzo comun, que pasa á la roca
córnea. |
[4] Roca quarzosa de igual naturaleza que la
del núm. 3., mas Ó menos teñida con bastante des-
igualdad de color pardo-roxizo por el óxido de hier-
ro, de textura perfectamente pizarrosa. La fractura
transversal prueba con evidencia la deposicion de una
materia fluida. Las venas pequeñas de quarzo blan-
co, que cruzan este fósil en varias direcciones, prue-
/
DE HISTORIA NATURAL. 3o1
ban una formacion posterior, y diversa de la masa
principal. |
[ 5. ] La referida roca quarzosa de color gris, y
de formacion estalactítica. La materia quarzosa, quan-
do se hallaba en estado líquido, ó al tiempo de su
primera formacion, ó bien por medio de una disolu-
cion posterior, fue depositada en figuras cilíndricas no
adherentes entre sí : los intervalos de estos cilindros se
llenáron posteriormente de una masa homogénea ó
compuesta , como veremos mas adelante, y formáron
una roca compacta, cuyo corte transversal presenta
secciones verticales de los cilindros á lo largo. Seme-
jante formacion se ha observado ya muchas veces en
la calcedonia *; pero nunca, ó rarísimas veces en el
quarzo: por consiguiente no podemos señalar al pre-
sente fósil lugar determinado en el sistema de Wi-
denmann.
[6.] Brecha siliceoferruginosa unida por la sí-
lice y el hierro. Consta de fragmentos angulosos mas
ó menos redondeados de. las rocas descritas. El hierro
se halla depositado sobre y entre los fragmentos de
la brecha, y presenta yá la mina de hierro micáceo
(Fam. 5. esp. 2.), ya un tránsito al hierro especu-
lar. (Fam. 5. esp. 1.) Esta brecha no solo se halla en-
tre las rocas referidas, sino tambien en ambos lados del
filón, y es por consiguiente de tercera formacion.
[7.1] Quarzo comun pizarroso diversamente te=
ñido en su masa de pardo-roxizo, por el hierro en di-
ferentes estados. Se tíalla mas Ó menos íntimamente
mezclado del óxido de hierro, del hierro roxo esca-
moso (Fam. 6. esp. 1. $. 297.) y de mica, pasando 4
x Del cerro de Almodóvar, junto 4 Ballecas, se conservan
en. este Real estudio de Mineralogía varios exemplares de calcedo-
nía, cuya formacion es de esta naturaleza. |
302 CO CANALES
la mina de hierro micáceo (Fam. g. esp. 2. $: 269.)
Esta roca forma pequeños nidos y bancos irregulares
entre los bancos de la roca quarzosa, y en lo interior -
de esta misma roca núm. 3. Su formacion seria tal vez .
contemporánea á la del filon metálico de que habla-
rémos luego. | LS, ¡ P
[ S-9-10. | Mezcla de quarzo gramujiento de co--
lor gris ligeramente verdoso, de mica plateada, y de
hierro escamoso. Esta roca se halla particularmente en -
el techo del filon, y es de la misma formacion. En un:
sistema orictognóstico pudiera clasificarse entre las are=-
niscas silíceas ($. 429. núm. 4. y $. Widenm.); pero
en la Geonosia sé considera como una formacion de
aquellas casuales que presentan muchas veces los filo-
nes en sus lados y en su interior. ¿0
[ 11.] Mezcla de quarzo, mica y mucha arci=
lla, en partículas muy menudas. Esta roca forma el
techo del filon, y una de sus cintas laterales; no pue-
de llamarse granito porque la arcilla domina en ella
demasiado, y porque su dureza es muy poco conside-
rable. Aunque presenta la verdadera textura folicu-
lar ondeada del granito folicular, dexa de serlo por
faltarle á su mezcla el feldspato. 37 a
| 12. ] Amatista de color blanco gris, en pris-
mas muy baxos de seis lados, terminados en punta en
ambas extremidades por la pirámide de seis lados. 'Es-
tos cristales presentan grupos de formacion parasítica,
pues se hallan en el cuerpo del mismo filon, y estan
cubiertos de pequeños cristales del hierro espático len-
ticular (hierro fam. 8. letra c.) y de algunas manchas'
de malaquita. ht
[ 13.] Amatista igual á la antecedente; pero
presenta en la superficie unos cristales, cuya descrip-.
cion se dará al fin del presente catálogo.
DE HISTORIA NATURAL. 303.
[rad Amatista con ocre de hierro, hierro es-'
pático lenticular, y malaquita fibrosa divergente, de
bello color de esmeralda,
[rg-16-17. e. Amatista como la del núm, 12. de
formacion parasítica en el filon. Es precisó que su ma-
sa fluida se haya depositado y cristalizado en diversas
épocas; porque de otro modo: sus pirámides no esta-
rian cubiertas de una capa de calcedonia en cada se--
paracion; ademas de eso debe haber tenido la calce-
donia el tiempo suficiente para descomponerse, ó bien'
para perder parte del agua de su cristalizacion, en cu-
yo caso algunos suelen llamarla cachalong *, que vie-
ne á ser la misma alteracion en órden á la calecdomia
que la del hidrófano en órden al opalo. Este fenóme-
no es-la verdadera causa: por la qual la masa de la ac-
tual amatista se separa facilmente por las faxas de la:
calcedonia, la qual queda á veces adherente á las pi-
rámides del amatista, y otras á las impresiones que:
dexan én el lado opuesto. La calcedonia presenta en
sus planos de separacion bellas dendritas negras, y man-
chas de malaquita de color verde muy claro.
18.] Quarzo comun gramujiento, casi delezna-
> ble. Es el resultado de una disolucion de la roca quarzo-
sa, y por consiguiente su formacion es muy posterior;
no presenta su mezcla arcilla ni mica, sino un quarzo
quasi poroso de color blanco. La naturaleza se ocupa
sin cesar en semejantes alteraciones y recomposiciones
de la materia qUarzosa ; lo que vemos en los contor='
nos de Madrid á cada paso, y con abundancia admira-
r Nombre de significación muy vaga en la Mineralogía, y por
lo mismo creo con el Abate Esthner, que debe proscribirse para.
evitar equivocaciones. El fósil de Carintia, por exemplo, que cor-
re en el comercio con el nombre de .cachalong , €s Una verdade-
ra especie del opalo ke,
304 3 ANALES
ble ; pero aun no conocemos los agentes que emplea en
estas operaciones; y esperamos que algun dia la Quí-.
mica correrá el velo que las cubre.
[19.] Calcedonia en estalagmitas ondeadas, te-
ñidas de azul celeste por el cobre. Este fósil se ha
formado y depositado sobre el quarzo parasítico del
filon, y en medio de su masa.. Ofrece algunos indicios
muy ligeros de feldspato. |
[ 20..] Feldspato compacto de bles blanco tier-
no de leche. Su textura es muy oculto folicular, y en
su fractura presenta partes distintas tambien folicula-.
res. Los caracteres exteriores de este fósil no son con
toda exáctitud los del feldspato compacto, ni los del
comun : de modo que merece un particular exámen.
Sus partes distintas se hallan manchadas por el cobre
verde y azul. Sus venas, cuyo grueso es de una pul-
gada ó de pulgada y medía, corren por medio del
quarzo parasítico del filon, que solo presenta cierto
grado de pureza quando se halla en contacto con aquel,
quarzo cuya descomposición no está aun muy adelan-.
tada. Todo lo qual hace sospechar , que la descompo-
sicion de este fósil por un lado, y por otro la del quar-
zO, preparan y suministran los materiales para la for-
macion de la calcedonia. La dureza de este fósil es
muy considerable. (Género silíceo, fam. 23. esp. 3.
Widenm.)
[21.] Azul de cobre radiado, de color y trans-
parencia del zafiro. La figura de sus cristales, que son
muy pequeños, es prismática (cobre, fam. 10. esp. 2.
núm. 3. 4. 5.): dichos cristales se hallan agrupados en
lo interior y sobre las cavidades del quarzo,el qual
da al mismo tiempo indicios de malaquita fibrosa.
[22.] Mina de cobre hepático, combinado en
su masa mas Óó menos íntimamente con la mina de co-
DE HISTORIA NATURAL. 308
bre gris antimonial, y con indicios de pirita de cobre,
color de oro. Si se exámina con cuidado la presente
mina , parece que la descomposicion de la pirita co-
briza forma el cobre negro, que mezclado con el co-
bre gris y con porcion de óxido de hierro, forma el
cobre hepático ; esta formacion es parasitica en las mi-
nas de cobre. Widenmann $. 280. letra b.
-¿[23.] Mina de cobre igual á la del número an-
terior, pero con la diferencia de que tanto el cobre
amarillo como el gris apenas son perceptibles. Parece
contener mayor porcion de hierro y cobre negro. Esta
mina es muy compacta y pesada, á pesar de tener mu-
chas cavidades, tapizadas de malaquita fibrosa muy
brillante.
[24] Mina de cobre hepático pardo y negro en
lo interior, y sobre un quarzo celular perforado.
-[25.] Mina de cobre hepático pardo, íntima-
mente mezclado con el cobre gris y amarillo; el cobre
amarillo es abundante en esta mina, pero no domina.
¿[26..] Ocre roxo de hierro deleznable, mezclado
en toda la masa de fragmentos pequeños de quarzo de
la naturaleza del núm. 18. El color de este ocre es el
roxo de teja subido, y creo que el presente fósil será
de la misma naturaleza que los mencionados cristales
en el núm. 13. aja Le
[27.] Mina de cobre, gris antimonial en masa
compacta, mezclada de mina de cobre hepático y pl--
rita. El cobre hepático pasa al cobre negro compacto,
y el quarzo que se halla en contacto inmediato con es-
ta mina, está penetrado y teñido por el cobre negro.
Se observa en toda la masa de esta combinacion cierta
- tinta de color roxizo, que provendrá tal vez del cina-
brio ó del cobre roxo. Segun los ensayos que hizo
D. Luis Proust en el parage mismo de su nacimiento,
306 | ANALES
esta mina carece enteramente de plata; no obstante
que pudiera sospecharse contenerla por la grande:
analogía que presenta con el cobre gris de Hungría;
del Harz y de Saxonia. Esta misma diferencia la haw
ce acreedora á una exácta analisis química. -
[28.] Mineral rico compuesto de una mezcla
¿ná de todas las variedades de los: mencionados:
minerales. El cobre hepático pardo y el gris se perci-
ben bastante con la simple vista.
[29.] Mina de cobre gris casí puro, mezclada;
de quarzo teñido de azul y verde por el cobre. |
[30.] Malaquita fibrosa muy bella, en ma
cavidades de un quarzo teñido por el cobre.
31. |] Mina de cobre hepático pardo , con cavii
dades llenas de malaquita cristalizada. Este cobre he-
- pático forma en el presente exemplar un pequeño fiz!
lon de una pulgada de grueso, que corre entre dos
cintas de mina de hierro espático pardo, con peque-:
ñas cavidades llenas de cinabrio térreo y de pequeñas:
partículas apenas perceptibles de cinabrio cristalizado,
¿En qué consiste que estos indicios de cinabrio solo ses
presentan en el hierro espático, ó bien en el resulta='
do de su descomposicion? ¿y por qué se encuentra:
constantemente cerca del íscho del filon, y no cerca:
del suelo ? 3
[32.] Cinabrio térreo en un óxido de hisiro
endurecido térreo (descomposicion , al parecer, eS
hierro espático ) sobre quarzo amarillento.
[ 33: ] Cinabrio menudo y confusamente cli
zado , de color roxo claro, mezclado de la mina de co-1
bre hepático, del cobre gris, y de manchas superfi-
ciales de cobre negro térreo. El presente mineral es el;
mas rico en azogue que hasta ahora se ha sacado de'
la mina del Collado. Ar aio nel
DE HISTORIA NATURAL. 307
2341 Cinabrio térreo, en lás cavidades de. un
quárzo Hale! perforado y celular: |
[35.]- Cinabrió: térreo endurecido en una masa
mas contínua que en las variedades referidas, sobre
-quarzo celular, fuertemente penetrado y manchado de
gano: metálicos; entré los quales domina el de hierro.
¿1 36.] Cinabrio térreo y menudamente cristali-
ds mezclado-dé óxidos, que sirven de masa para
unir una brecha de formacion casual en algunos hue-
cos del filon. Esta brecha, aunque poco, endurecida, es
Puy pesada.
L 37-38. ] Mina de hierro espático en descompo-
sición, pasando al 'ócre de hierro amarillo-parduzco,
bastañte compacto aun para poder observar la textura
primitiva folicular de esta mina de rá y los restos
de sw'eristalizacion. -
L 39: La misma Deicompontiios bien que mu-
cho más adelantada; presenta mayor deleznabilidad,
«color más amarillento.
2 [40] “Ocre'de hierro amarillo térreo endureci-
Po meztlado' íntimamente con mucha tierra silicea.
Lar. ] Oxído pardo y negro de hierro, endure-
cido , que resulta, al parecer, dela destofpósicion
del hiérro espático. Presenta indicios de malaquita fi-
brosá ¡y contiene tal vez cobre hepático en su mezcla.
“Estas tres variedades de ocres endurecidos mere-
cen y exigen una exacta analisis química. ]
[.42.] Quarzo' celular , esponjoso, perforado, y
teñido dé color pardo óbiénto por el cobre hepático
térreo y por el óxido de hierro, con indicios ligeros
de malaquita. Ciertos vapores ó infiltraciones ácidas
pueden ; haber atacado este quarzo, y haberle dado el .
aspecto que á veces designan con-el nombre trivial
en bizcocho.
308 o ANALES E
[43] Espato pesado ( sulfate de barita folicu=
lar ), de color de carne. Se ha encontrado en. figura
de bolas tuberculosas entre los óxidos endurecidos de
hierro, en el filon de la mina del Collado, con bellas
dendritas en la superficie delas bolas. En la textura
de este fósil se distinguen hojas de.3 4.4 líneas de grueso,
+ L44-45:-46-47.] Variedades de una roca quarzo=
sa, con textura granujienta, de que se compone el suelo
del filon del Collado. El núm. 44. presenta un quatzo
roxizo granujiento, bastante compacto, muy mezclado
de hojitas de mica plateada y de manchas de malaquita.
El núm. 45. encierra menor porcion de mica, y ma-
yor copia de malaquita. El núm. 46. ofrece ciertos ca-
racteres de la pizarra arcillosa, tanto por su textura
pizarrosa,como por una unctuosidad notable. El núm.
47. es una verdadera pizarra silícea, bastante folicu-
lar en su fractura, pero granujienta en su textura Y.
[ 48.] Roca quarzosa, de color gris y textura
astillosa , que forma la parte superior de la, montaña
de la mina de la Esperanza. Es idénticamente pare-
cida á la del Collado, cuya descripcion hemos dada
en el núm. 3. 10 q
-La49-50. ] Brecha silícea, que forma el techo del
filon de la mina de la Esperanza, compuesta de frag-
mentos angulosos del quarzo gris ya referido , unidos
por un óxido de hierro mezclado con la silice. Esta
brecha es susceptible de un bello pulimento,.y. por
causa de su color y formacion viene á ser precisamén-
te la variedad á que en Alemania dan el nombre tri-
vial de piedra de salchichon , wurststeín; si hay al-
1 La idea de pizarra silícea es mucho mas extensa y general
en la Geonosia que en la Orictognosia ; porque en esta última solo
se lama así el fósil sencillo del género silíceo , familia 34 de Wi-
denmann. 350 y
DE HISTORIA NATURAL. 309
£una ligera diferencia consiste en que en la presente
brecha de la Esperanza se observan mas bien conservados
los ángulos del quarzo gris. LY Escultura podrá sacar
buen partido de esta brecha, empleándola para varios
objetos del luxo , como urnas, vasos, mesas Éc.
[g$t-52.] Mina de hierro especular en masa y
cristalizada, que ha pasado ya enteramente á la mina
de hierro pardo deleznable por medio de la descom-
posicion. La grande analogía de algunos caracteres
exteriores de esta mina con los del hierro especular,
su cristalizacion, la posicion que afectan sus cristales
en el modo de agruparse, ciertos vestigios del lustre
metálico del hierro especular en la superficie de algu-
nos cristales, é indicios aun del juego superficial de
color pavonado, me hacen considerar esta mina como
un hierro especular descompuesto. No creo que pue-
de clasificarse con el hierro espático, pues no hace
la menor efervescencia con el agua fuerte. Respiran-
do con fuerza sobre ella se percibe el olor de arcilla
magnesiana. La figura de sus cristales me parecen ser
la tabla romboidal y la lenteja. No conozco los aná-
logos de esta mina importante, la que en verdad me-
rece una analisis química muy exácta, de la qual de-
ben salír luces tan útiles al Mineralogista como al Quí-
mico. Ls
-Ls3-84.] Mina de hierro especular-espático,
cristalizado en lentejas agrupadas con cristales de roca
en prismas baxos, terminados en punta por dos pirámi-
des. Los pequeños cristales de roca son tan perfectos
como brillantes, y muy parecidos á los que llaman tri-
vialmente cristales de Alenzon. La mina de hierro
participa tanto de los caracteres del hierro especular
como del espático. Una pequeña porcion de cobre pare-
ce estar combinada con el óxido de hierro en esta mina.
310 nov AN A LES
. [ss] Amatista en pirámides confusamente cris-
talizadas. | 105 “A
- [56.] Cinabrio de color roxo-claro, menudo, y
confusamente cristalizado, que pasa al estado térreo,
en un quarzo celular perforado, muy penetrado del
óxido amarillo de hierro. En las cavidades libres pasa
el quarzo al amatista. | o O
[ s7.] Cinabrio (como el anterior) sembrado en
la mina de hierro espático en descomposicion, con
cristales de amatista. | | |
[58.] Cinabrio (de igual especie) en su masa
abundantemente mezclado de hierro pardo endureci-
do, de tierra silícea y arcillosa. Esta mina parece con.
tener cobre y antimonio, y su analisis química estable»
cerá la diferencia entre ella y la de la Creu *.. Los
números ¿8. $9. 60. y 61. presentan las quatro varie-
dades mas ricas que hasta ahora se han sacado del filon
de la Esperanza. a
[ 60-61. ] Cinabrio térreo de color roxo claro,
confusamente depositado y mezclado con óxido de
hierro en una roca quarzosa perforada.
[62.] Hierro espático algo descompuesto, de
color amarillo de isabela , y roxo parduzco-claro , con
dendritas negras muy menudas.
[63.] Hierro espático pardo-negruzco muy Ca«
racterístico, en el quarzo gris astilloso. Todo el cina-
brio de la mina de la Esperanza se presenta en esta
mina , cuya descomposicion ofrece estados muy diver»
sos, y produce los óxidos amarillos y pardos del hier-
ro, que acompañan y penetran el cinabrio, la materia
quarzosa, y las demas rocas de este filon.
[ 64.] Mina de hierro pardo y negruzco en masa
1 Monte así llamado entre Artana y Eslida, pueblos del rey+
no de Valencia. Véase el tom. 1.2 de Val. del Sr. Cavanilles. +5
DE HISTORIA NATURAL. 311
compacta, con textura leñosa en su fractura,
[65.] Quarzo celular y perforado, penetrado
por el óxido amarillo de hierro, con algunos indicios
de cinabrio.
[66..] Ocre endurecido amarillo de hierro, mez-
clado con mucha tierra silícea, y algunos indicios de
cinabrio. Pretenden que este ocre está penetrado de
azogue, lo que debe decidirse por la analisis química,
67. ] Mina de cobre gris antimonial, sembrada
en granos irregulares en un quarzo teñido de color
verde por el óxido de cobre , entre dos cintas del
mismo quarzo , cuyas cavidades parecen formadas por
la descomposicion de la mina gris, y llenadas luego
por el óxido térreo. Pudiera llamarse esta mina , aun-
que trivialmente, mina de cobre gris atigrada.
-[68.] Mina de cobre gris antimonial, óxido vet-
de, y azul de cobre, pirita amarilla, hierro espático,
óxidos del hierro, mezclados con desigualdad. Núm.
67. y 68. forman riñones, y pequeñas venas en el fi-
lon de la Esperanza. |
[69-7071.] Rocas quarzosas roxizas, pizarrosas
en su formacion, mas Ó menos micáceas, sobre todo
en los planos de separacion; forman el suelo del _filon
de la Esperanza.
Descripcion de los cristales indicados en el nume-
ro 15%.
Color : en lo exterior presenta este fósil un color ne-
: gro parduzco, y en lo interior un roxo de teja bas-
_ tante vivo, á excepcion de muy pocos cristales,
- de amarillo de ocre, y de gris algo negruzco.
-3 Por D. Martin de Párraga.
312 ANALES
El color exterior forma solamente una cascarilla,
aplicada como un barniz á toda la superficie de los
cristales ; es tan delgada esta cascarilla, que la vista
natural no puede determinar su espesor, y en algunos
cristales se halla aun manchada de la malaquita verde.
He observado un solo cristal en que la cascarilla ne-
ro parduzca se haya cubierto enteramente de una
bella malaquita sedosa. |
Figura : en pirámides de tres lados iguales (tetrae-
dros ) con esquinas truncadas, |
Esta figura primitiva se halla” casi siempre al-
terada:
12 Por ser muy débil la truncadura en tal qual
esquina, de manera que se conoce muy poco, ó des-
aparece del todo.
22 Por ser la truncadura muy fuerte, de lo qual
resulta que sus planos se tocan en los cortes, y pasa
por consiguiente la pirámide al octaedro, bien que no
siempre se verifica este tránsito, pues para que resul-
tase el octaedro perfecto , Seria necesario que las qua-
tro se tocasen; y en algunos cristales se nota que son
dos ó tres no mas las que se alcanzan. .
O Advierto tambien en algunos cristales que dos
de las esquinas de la truncadura se hallan truncadas
de nuevo.
Tamaño : los cristales son pequeños con corta diferen=
cia: presentan algunos planos ligeramente conve-
xós , y forman con freqiiencia acumulaciones de
dos , tres y quatro cristales. yo
Lustre: en lo exterior, desde mate hasta grasiento:
en lo interior , mate.
Algunas de las superficies lustrosas se hallan raya-
das irregularmente. |
Textura : térrea: los cristales muy deleznables.
DE HISTORIA NATURAL. 313
Matriz : este fósil se halla sembrado sobre grupos de
amatista (núm. 12.), y acompañado de cristales del
hierro espático, y otros capilares de la malaquita
fibrosa. |
Observaciones sobre la naturaleza de estos cristales.
No deben ser muy abundantes estos cristales en la
mina del collado de la Plata; mas no por eso pueden
considerarse como un mero efecto de la casualidad,
- Que rara vez se presenta. Don Guillelmo Thalacker
solamente traxo dos pedazos de la referida amatista,
en cuya superficie habia notado algunos de estos crista-
les; pero habiendo exáminado yo otros grupos seme-
jantes de la misma mina, traidos anteriormente en otras
ocasiones, y conservados hoy en este Real estudio, des-
cubrí algunos otros cristales de esta misma especie. -.
En quanto 4 determinar su naturaleza, aunque
creí por algun tiempo que era de la mina de cobre de
color de teja en figura regular ó de cristalizacion;
con todo, abandoné despues esta opinion lisonjera
que ofrecia un descubrimiento nuevo en la Mineralo-
gía: porque estos cristales no contienen cobre en su
combinacion. Calcinados al soplete quedan desde lue-
go fuertemente atralbles por el iman; fundidos con el
borax producen un vidrio verde amarillento bastante
manchado. El prusiate de potaza forma en su disolu-
cion muriática un precipitado abundantísimo de hierro;
y el amoniaco no indica la menor señal de cobre. El
ácido nítrico, en frio, apenas ataca este mineral; y
por medio de la digestion no presenta este mismo áci-
do descomposicion alguna, de modo que parece ha-
llarse el hierro en estos cristales oxidado al maximum.
Visto todo esto, y considerando pox otro lado
TOMO 11. Xx
314 “ANALES
ys
que la mina de cobre de color de teja es una familia
parasítica entre las del cobre, la qual; segun la opi-
nion general de los Mineralogistas modernos, se com-
pone de una mezcla mecánica de cobre roxo y ocre de
hierro, con variedad arbitraria en las proporciones, no
me atrevo 4 dar al presente fósil el nombre de mí-
na de cobre , de color de teja cristalizada.
Entre la multitud de exemplares que conozco de
la mina del Collado no he observado la mas leve se-
ñal del cobre roxo, ni del cobre nativo. La expe-.
riencia confirma la opinion de que el cobre roxo es '
casi siempre el resultado de la descomposicion inme-
diata del cobre nativo; del mismo modo que en las.
minas de plata de América he observado con freqiien=.
cia que el muriate de plata es casi siempre el resulta-
do de la descomposicion de la plata nativa. Lo cierto
es.que en ambas ocasiones se presenta el fenómeno im-
portante de que una masa de cobre roxo conserva por
lo regular en su centro una porcion de cobre nativo:
y que lo mismo sucede con las masas del muriate de
plata respecto de la plata nativa. Poseo en mi colec-
cion exemplares de una y otra naturaleza. ;
La cristalizacion de esta substancia se encuentra sin
duda alguna con iguales variedades en el cobre ama-
rillo: pero aun quando quisiéramos considerar estos
cristales como una descomposicion de sulfureto de co-
bre, deberia presentarse en su combinacion cierta por=
cion de cobre, lo que no he podido descubrir por los
medios regulares. |
Estas ideas solo se dirigen á excitar la atencion
de los Químicos, que algun día nos sacarán probable-
mente de estas dudas.
-DE HISTORIA NATURAL, 315
- Calcedonia de Panamá, por D. Ramon Espiñeira.
Codi blanco-gris, gris-azulado, y gris-negruzgo.
Cada uno de estos colores domina en su respectivo
exemplar, y en su interior forma listas de mayor y
menor intensidad , que á veces se presentan. parale-
las curvas, y á veces en dibuxo de fortificacion.
Figura: bulbosa, y á veces tan irregular ,. que «es
muy chatamente redondeada. |
Casi siempre presenta pequeñas cavidades algo
bolares, en los dos lados opuestos mas anchos, que
indican ser impresiones de otros fósiles, en medio de
“los quales se hallaba al tiempo de su formacion.
Lustre : en lo interior pasa algo al reluciente, el qual
es mas intenso en las variedades de color gris-ne-
gruzco, o. 10 ME :
Textura : igual, que ya pasa 4 la astillosa, ya á la
chato-concheada. |
Fragmentos : esquinas indeterminadas, filos muy cor-
tantes. | o:
Transparencia: en pedazos gruesos es muy translu-
ciente en los cortes, que pasa al medio transparen-
te; pero en pedazos delgados es enteramente me-
dio-transparente. |
Dureza : dura.
Coherencia: rompe con facilidad. -
Y es fria al tacto.
Gravedad comparada : no muy pesada.
Gravedad específica: = 2,600. |
Esta calcedonia se ve toda cubierta de una cos-
tra de color. blanco, que pasa por varios grados al
blanco-gris, blanco-amarillento, amarillo 'de naranja,
y amarillo de cera; es de diferente grueso, y presen-
x 2
IÓ ANALES
ta en su exterior escamas ya grueso, ya delgado-con»
céntricas, que forman dibuxos 4 manera de fortifica-
cion; en su interior es mate, y tiene textura com-
pacta desigual, que se acerca á la astillosa; dicha cos-
tra es un resultado de la descomposicion de la calce-
donia, que ha formado el verdadero cachalong; fe-
nómeno igual al que se observa en la calcedonia de-
positada sobre una formacion de amatista de las minas
de Teruel, la qual por la descomposicion en su su-
perficie presenta tambien el cachalong. (Véanse los
núm. 15. 16. 17. del Catal, cientif. de las produccio-
nes de Teruel. )
Los caracteres de esta calcedonia demuestran que
forma tránsitos ya á la roca córnea, ya al pedernal.
Las variedades de color gris-azulado, en que es mas
característica la textura astillosa, y de menor intensi-
dad el lustre, presentan el tránsito á la roca córnea,
aunque muy lígero 5 pero las variedades de color ne-
ruzco se acercan mucho mas al pedernal, porque en
ellas se descubre bien la textura concheada, y el relu-
ciente de cera tan peculiar al pedernal. En algunos
exemplares alterna la calcedonia con listas de amatis-
ta de color gris-amarillento, y presenta en este caso
una ágata. |
Las listas que tiene esta calcedonía en su interior
se manifiestan tambien á lo exterior en algunos peda-
zos, principalmente en aquellos que por haber sido
rodados se desprendiéron del cachalong, lo que pa-
rece indicar una formacion por capas depositadas unas
sobre otras en diversos estados de fluidez; de modo
no obstante que quando llegó á efectuarse la total
consolidacion , quedáron íntimamente unidas todas
sus partículas, porque de qualquier suerte que se
rompan, hunca se descubre plano alguno de separacion.
o
DE HISTORIA NATURAL. 317
Esta formacion se manifiesta mejor enel cachas
long que cubre á esta calcedonia ,'el qual habiendo
sido una materia homogénea, y en la actualidad sin
el agua de su cristalizacion, pasó á distinto:estado, y
resultó de él que las capas agitadas por la rotacion ó
por otra causa violenta tuviesen mas facilidad de des-
prenderse por algunos lados, y formasen así las partes
distintas escamosas. A |
D. Luis Née en sus viages por la' América halló
esta calcedonia á las orillas del mar en el camino que
hay de Panamá la nueva á Panamá la vieja en el Rey-
no del Perú. Me ha asegurado que todos los exempla.
res de este fósil se encuentran como empotrados en
cantos informes de varios tamaños, de textura pizar-
rosa, y que al romperlos salen los referidos exempla-=
res de la calcedonia. bo.
Descripcion de un gravímetro, ó instrumento á pro=
pósito para medir la gravedad específica de los só-
lidos y fluidos, por el ciud. Guiton; traducida
del frances por D. Martin de Párraga.
Dos. que la Química hermanada con las ciencias
exáctas ha hecho ver que los fenómenos de. las com-
binaciones producidas Ó descompuestas no eran el re=
sultado de qualidades ocultas, sino la destruccion del
equilibrio, causada por fuerzas motrizes, que algun
dia se sujetarán al cálculo; se conoció la necesidad
de proceder en los experimentos con tal exáctitud,
que abrace todas las circunstancias que pueden impe-
dir ó favorecer el movimiento. La gravedad especí-
fica de los cuerpos debió entrar necesariamente en
- estas consideraciones, pues al mismo tiempo que sit-
ve para indicar la naturaleza de los cuerpos, sirve
ta
SI . ? ANALES
tambien para juzgar de su pureza, de su estado de
agregacion, de condensacion y de rarefaccion: todo
lo qual se convierte en otras tantas causas inmediatas
de movimiento Ó de reposo. Por lo mismo importa
mucho perfeccionar los instrumentos destinados 4 me-
dir la gravedad, y tambien hacerlos de un uso bastan-
te cómodo en beneficio de aquellas personas que tie-
nen que manejarlos con frequencia.
De todos.los pesalicores inventados hasta. ahora
el de Farenheit pasa por el mas exácto, el qual, co-
mo sabemos, tiene por principio la comparacion de los
pesos en volúmenes constantes. Los que se han cons-
truido para medir la densidad por el grado de sumer-
sion pueden servir en los obradores para dar una apro-
ximacion suficiente al intento; pero, sin hablar aho-
ra de la desigualdad de los tubos ni de la impertinen-
te dificultad de hacer las escalas por observacion, ni
tampoco del vacio que dexan los intervalos de las di-
visiones por mas inmediatas que esten, no son sus-
ceptibles semejantes instrumentos de correccion en
órden á las diversas temperaturas, ni se han hecho
para estar en las manos del Físico.
La forma que Nicolson ha dado hace algunos años
al pesalicor de Farenheit le ha hecho propio para
medir la densidad de los sólidos: su uso se halla ac-
, tualmente recibido: da con bastante exáctitud hasta
la quinta decimal de la relacion con el agua tomada
por unidad ; y es susceptible de correccion por las al-
teraciones en el temperamento, y por la impureza
del agua que por necesidad hay que emplear algunas
veces (Véase el artículo areómetro en el dicotonario
de Quim. de la Enciclop. metod. ); de modo que pa-
“rece no hay mas que desear sobre este asunto.
Pero como hasta ahora este pesalicor solamente se
DE HISTORIA NATURAL. 319
ha construido de metal, no puede servir para las sa-
les ni para los ácidos. Ademas sabemos que los areó-
metros construidos segun los principios de Farenheit
para los licores espirituosos, salinos y ácidos deben
variarse en magnitud, figura y lastre. En unos la car-
ga inferior debe estar á una gran distancia de la parte
inferior de la botellita, para conservar la situacion
vertical; en otros hay que ponerla mas inmediata pa-
ra operar en menores volúmenes de líquidos; aquellos
deben ser bastante pesados para sumergirse en los áci-
dos concentrados; estotros muy ligeros para quedar
suspensos en el alkool; y todos proporcionados en sus
masas y dimensiones para reunir en el punto del las-
tre la porcion del peso adicional, que no podria poner-
se en el platillo superior sin sacarle de la línea; de
suerte que en realidad se necesita una coleccion de
pesalicores para satisfacer á los diferentes casos que
pueden presentarse. |
Para remediar en parte estos inconvenientes se
pensó últimamente terminar el areómetro por un gan-
chito para colgar arbitrariamente unas bolitas de cris-
tal huecas por dentro y llenas de mercurio, que for-
masen lastres de diferentes pesos ; lo qual aun no era
suficiente para todos los casos. Ademas he visto en
todos los instrumentos de este género, que he podido
observar, que no han cuidado ó no han podido hacer
el punto de nivel de la espiga comun para todos los
lastres , de modo que mudando estos era preciso mu-
dar tambien el alambre que lleva la señal dentro de la
espiga superior.
Yo he pensado que sin apartarse de los principios
de Farenheit, haciendo solamente de vidrio el instru-
mento de Nicolson, y con alguna ligera adicion, se
le podia hacer mas general y cómodo sin disminuir en
320 ANALES
nada su exáctitud. No se me ha ocultado la descon-
fianza que naturalmente tenemos todos en los instru-
mentos llamados polichrestes , los quales por lo regu-
lar vienen á ser inútiles, por haberlos querido hacer
propios para todos-los casos; pero al mismo tiempo
he conocido que seria muy ventajoso para todos los
que se ocupan en observaciones y experimentos el
no necesitar mas que de una sola medida para deter-
minar la densidad de todos los cuerpos sólidos ó lí-
quidos. Este es el objeto que me he propuesto, y el
que facilmente se podrá ver si he conseguido.
Con este motivo observo que el nombre de pesa-
.
—
licor y el de areómetro , su sinónimo por etimología,
convienen muy mal á un instrumento que llene todas
las condiciones indicadas; pues ambos á dos suponen
que es líquido el cuerpo que se pesa, siendo así que
para los sólidos es el mismo instrumento el término
de comparacion señalado, al qual nos proponemos re-
ferir el peso desconocido. Por lo qual propongo se le
dé el nombre de gravímetro , facil de comprehender-
se y de aplicarse en todos los casos. | :
Este instrumento, que debe ser de vidrio, es de
figura cilíndrica, porque esta extge el menor volú-
men de los líquidos, y que por lo mismo debe prefe-
rirse quando no hay precision de apartarse de ella pa-
ra lograr que el instrumento se mantenga en la línea
perpendicular.
Lleva como el de Nicolson dos platillos, el uno
superior á la extremidad de una espiguita muy delga-
da, en cuyo medio está señalado el punto fixo de in-
mersion ; el otro inferior terminado en punta que con-
tiene el lastre, y está asido al cilindro por dos asas.
La suspension móvil, ó la que se logra por medio
del gancho, tiene el inconveniente de acortar la pa-
DE HISTORIA NATURAL. 321
lanca que debe asegurar la posicion.
. ./, .
' El cilindro tiene de diámetro 22 milímetros (11
líneas de Castilla), y de largo 21 centímetros (cer-
ca de y pulgadas ); lleva en el platillo superior un
peso adicional constante de g gramas (235 adarmes ó
go granos ). Pueden aumentarse sus dimensiones, y
hacerle capaz de recibir un peso mucho mas conside-
rable; pero se verá muy pronto que no hay necesidad
de esto. |
Añado una pieza, 4 la qual doy el nombre de
sumergidor; porque en efecto solo sirve quando está
colocada en el platillo inferior, y por consiguiente su-
mergida enteramente en el licor. Viene á ser una bo-
la de vidrio lastrada con una suficiente cantidad de
mercurio, para que su peso total sea igual al peso
adicional constante, y ademas al peso del volímen
del agua, que desaloja. esta pieza.
Bien se comprehende que habiendo determinado
el peso á la misma temperatura que á la que se arre-
_gló el instrumento, este debe mantenerse en el mis-
mo punto de sumersion, ya esté cargado con el peso
adicional constante, ó ya este peso se halle reempla-
zado por el sumergidor en la parte de abaxo.
Ahora es muy fácil imaginarse cómo se adapta
este instrumento 4 todos los casos.
Servirá 12 para los sólidos; en cuyo caso es el
pesalicor de Nicolson sin diferencia alguna. La única
condicion que se requiere es que el peso absoluto del
cuerpo que se pesa, sea algo menor que el peso adi-
cional constante , que aquí es de g gramas (go granos).
22 Para los líquidos de menor gravedad específi-
ca que el agua. El instrumento sin el peso adicional
constante, pesa cerca de 2 decagramas (10 adarmes)'
con las dimensiones anteriormente explicadas; luego
Pe
322 CATUPAÁRNAÁ LES
tendrémos la latitud de un g" de ligereza, y por con-
siguiente el medio de recorrer las intermedias, y lle-
gar hasta el alkool mas rectificado, el qual se sabe
está con el agua en la razon de 8 á 10.
37 Para los líquidos de mayor gravedad espacio
ca que el agua. Haállandose el peso adicional traslada-
do. 4 la parte de abaxo por medio del sumergidor, que
pesa cerca de 6 gramas (cerca de 3 adarmes ), puede
recibir el instrumento en el platillo superior, mas de
quatro veces el peso adicional comun, sin perder el
equilibrio de su posicion, é indicar de este modo la
relacion de densidad de los ácidos de la mas alta con=
centracion. ñ.
4? Tiene otra propiedad comun al de Nicolson;
y es que puede servir en caso necesario de balanza
para pesar los cuerpos cuya masa no exceda al peso
adicional.
57 Finalmente, siendo conocida la pureza del
agua , indicará tambien sus grados de rarefaccion y
de condensacion por la rglacion de su masa á su vo-
lúmen.
Sobre la construccion de este instrumento tengo
muy poco que decir; qualquier artista que trabaje en
vidrio, y le haya visto una sola vez , podrá executarle
con facilidad. El sumergidor solo es el que pide algun
cuidado para arreglar perfectamente la sumersion del
instrumento, ya lleve el peso adicional, ó ya este se
halle reemplazado por el sumergidor; pero hay un
método de tantear seguro y exácto para conseguir el
intento.
Hecha la bola y rematada en punta muy fina, se
introduce bastante azogue para que se mantenga de-
baxo del agua, y se tapa con cera el agujero. Po-
niendo despues la bola en el platillo inferior del ins-
DE HISTORIA NATURAL. 323
trumento, se carga el platillo superior hasta que el
punto que sirve de señal esté exáctamente al nivel
del agua: la suma: de los pesos añadidos da precisa-
mente la cantidad de mercurio que se debe introducir
en el sumergidor ; despues solo resta el cerrarle, cui-
dando de no alterar su volúmen.
Aunque este instrumentortiene algunas partes bas-
tante delicadas, solo tiene el riesgo de romperse por
lo frágil de la materia de que por precision debe com-
ponerse, 4 causa de los licores salinos y ácidos. Y
puedo asegurar que durante seis meses que lo he usa-
do con frequencia en la escuela Pohitécnica, solo una
vez me ha sucedido el romper una de las asas.
- Resta indicar el modo en que el naturalista que
viaja pueda transportarlo con facilidad; y se reduce
á un estuche ó caxa en donde las partes delicadas no
padezcan ningun roce, y las pesadas esten sujetas de
manera que resistan al movimiento que pueden recibir
en razon de su masa; y esto es lo que por lo regular
ignoran los estuchistas de rutina, cuyo descuido acar-
yea necesariamente fracturas quando las materias des-
iguales en densidad estan expuestas 4 recibir una im-
pulsion comun.
Una simple vista de la estampa adjunta dará á
conocer mejor el objeto, que la descripcion mas cir-
cunstanciada.
Adicion á la memoria precedente. '
E, uso que continuamente he hecho del gravíme-
tro desde que presenté su descripcion al Instituto na-
cional, me ha proporcionado la ocasion de hacer en
324 COANALES,
él algunas ligeras variaciones, que tienen la ventaja
de hacer mas fácil su construccion, y de remediar la
frágil de una de sus partes principales. >
Tambien me ha parecido útil poner 4 continua-
cion de esta memoria la fórmula que sirve, estando
el gravímetro bien arreglado, para encontrar la gra-
vedad específica de qualquier cuerpo, por la relacion
de su volúmen con el del agua destilada á la tempe-
ratura de 12,5 grados del termómetro decimal
(20 grados del de Reamur), y 157,7 milímetros
(378,85 líneas) de presion, suponiendo que no ha-
ya ni agua destilada, mi termómetro, ni barómetro,
La admiracion que algunas veces he notado al enun-
ciar así este problema, me ha hecho creer que se re-
cibiria con gusto la solucion que indiqué solamente
refiriéndome al artículo areómetro del diccionario de
Química de la Enciclopedia metódica.
== Despues pondré una explicacion de las figuras
que Fepresentan el instrumento, y su estuche para
guardarlo en los víages.
Finalmente, concluiré esta adicion con exemplos
de la aplicacion del gravímetro á las tablas de gra-
vedad específica. |
Descripcion de un sumergidor sólido.
Como la condicion de cerrar herméticamente la
pieza llamada sumergidor sin alterar su volúmen,
obliga á hacerla muy delgada, se ha solido romper al-
gunas veces sin recibir el menor golpe exterior, y so-
lo por el efecto de la cantidad de movimiento que re-
cibe el mercurio contenido en lo interior. El reempla-
4
DE HISTORIA NATURAL. 325
zarla por otra bola semejante de vidrio, no tenia difi-
cultad alguna; pero era preciso arreglar de nuevo el
instrumento para que conservase la propiedad de me-
dir la gravedad específica de los líquidos; y se ha
visto que esta operacion no está exénta de dificultades
qne impiden conseguir la exáctitud deseada.
He vencido este obstáculo substituyendo á la bo-
la de vidrio lastrada con mercurio una pequeña masa
de vidrio sólido á manera de un tapon de cristal, que
se desbasta de antemano en la piedra para darle la.
“forma conveniente, y que despues se disminuye has-
ta que puesta en el platillo inferior del gravímetro,
su imersion en el agua destilada 4 los grados de tem-
peratura y de presion determinadas, corresponde exác-
tamente al punto señalado en la espiga por la sumer-
sion del instrumento en el mismo líquido, quando es-
tá cargado con su peso adicional.
Así hay mas seguridad de lograr á la primera
prueba el último grado de exáctitud; pues todo se
reduce 4 la maniobra tan usada y comun de verificar
un peso.
Del uso del gravímetro para encontrar la prave-
dad específica de qualquier cuerpo, suponiendo que
no haya agua destilada, ni termómetro, ni barós
metro, y sin necesidad de correccion.
Suponiendo el gravímetro bien arreglado,
sea x la gravedad específica que se busca ;
b el peso adicional necesario para sumergir el gra-
vímetro en el licor. desconocido hasta el “punto
señalado ;
- ¿e el peso que puesto con el cuerpo en el platillo
superior, da la inmersion al mismo punto;
326 ANALES
d el peso adicional estando el cuerpo en el platillo
inferior; | o LEA
P la gravedad específica del agua (á la temperatura
de 12,5 grados del termómetro decimal, y á la
presion de 757,7 milímetros ) = 1;
P' la gravedad específica del agua en que se pesa.
La siguiente fórmula da la solucion del proble-
: du eme) P!. 7
ma: : Ll — TA > | |
Primero se busca el valor de P”, el qual será ma=
yor que la unidad quando el agua que se emplea sea
mas pesada que la destilada P, y menor, esto es, un
quebrado, en el caso contrario.
Expresando M el peso del gravímetro, sin peso adi-
cional ; |
Vel volúmen constante de su parte su-
mergida; .
- ¿el peso adicional constante, ó el que da
la inmersion al punto señalado en el
agua destilada P,
Se tiene Ma =VP, y V= E
Por otra parte , hb expresa el peso mayor Ú menor
que x, que se debe substituir para tener la misma in-
mersion en otro licor diferente que el agua destila-
da P; luego será tambien M-+»b=YV P', de don»
de Des Lt dead
V Mw a |
Hallado el valor de P”, todo está conocido, y n
resta mas que ponerle en la fórmula, la qual por
esta substitucion se transforma en
(ba) (M+b)
roda MAR '
Me persuado que los Físicos reconocerán todas
DE HISTORIA NATURAL. 327
las ventajas de este método; pues en efecto por él se
evita el tener que preparar agua destilada para cada
operacion; y aun quando la hubiese de sobra, siem-
pre era menester estar con sumo cuidado para no de-
xar escapar los momentos bastante raros en que tu-
viese las condiciones determinadas de temperatura y
de presion; y muchas veces habria que disponerla ar-
tificialmente para lograr esta última circunstancia; lo'
qual tiene un gravísimo inconveniente; y es que la
temperatura producida de este modo está muy ex=
puesta á variar durante el curso de la operacion. To-
das estas dificultades desaparecen; y en una palabra,
aun quando tuviese 4 la mano agua destilada, prefiero,
especialmente en verano, una agua algo cargada de sal
neutra. Dos motivos justifican esta preferencia: 12
me es mas cómodo añadir algunos miligramas al peso
adicional constante, que componer de él uno inferior
por una serie de submáúltiplos: 2? tomando un líqui-
do á la temperatura del ambiente, es mas uniforme,
y está menos expuesto 4 variaciones rápidas; cuyas
circunstancias son las mas favorables para asegurar el
resultado de la operacion. |
Explicacion de las figuras.
Fig. 1.* Gravímetro.
a. Platillo inferior.
b. Platillo superior.
c. Punto de inmersion señalado en un alambre en
lo interior de la espiga. |
Fig. 2.* Pieza llamada sumergidor, que se pone en e
platillo inferior en 4, quando se opera en líquidos
mas pesados que el agua.
Fig. 5.4 Gravímetro visto en el yaso cilíndrico lleno
328 COEN AL ES
de agua, y sumergiéndose al punto señalado c por
medio del peso adicional constante d. ,
Nota. Importa mucho escoger un vaso cuya al-
tura sea tal que el instrumento pueda mantenerse sus=
penso al nivel del punto señalado en la espiga, y aun
algo mas arriba, sin que la superficie del platillo pue-
da jamas llegar á tocar al agua. |
Fig. 4." El gravímetro visto en su estuche.
A. Parte cilíndrica del instrumento, colocada et
una muesca del estuche, y asegurada en la parte su=
perior con los dos parapetos ee, que dexan un libre
paso á la espiga; está fixa en su medio por la aldabi-
lla de laton f, y sujeta en la parte de abaxo con una
tablita que se apoya en'un taruguito h.
d. Piececita de madera que corre por una muesca
con un tornillo de presion, que sirve para dar apoyo á
la pieza del lastre, en caso de que el movimiento ad-
quirido por la masa del mercurio que contiene pro-
pendiese á romper las asas.
- K. El sumergidor puesto en un lugar separado.
1. El peso adicional constante, encerrado en una
cavidad hecha en lo macizo del estuche, y bastante
larga para poder sacarle con comodidad.
m. Superficie interior de la tapa del estuche , so-
cavada en n para recibir, sin que roce, el platillo su-
perior. En un papel pegado á esta tapa va escrito el
peso del gravímetro con el sumergidor, y sin él; y los
volínmenes de agua que desaloja en uno y otro caso;
lo qual muchas yeces es necesario conocer. exácta-
mente.
DE HISTORIA "NATURAL. 329
De la utilidad que se puede sacar de las tablas
de gravedades específicas por medio del
gravímetro.
Siéndo muy coman así en las investigaciones físicas
como en el comercio tener que determinar las propor-
ciones de la mezcla de dos líquidos, ó las de la liga
de dos metales; se conoció de algun tiempo á esta
parte, que para hacer esta operacion facil, y segura
al mismo tiempo, era necesario reunir el socorro de
las tablas dispuestas por observacion, al uso de un ins-
trumento que pudiese dar inmediatamente, y con tres
decimales á lo menos, la relacion de densidad.
El gravímetro desempeña completamente este ob.
jeto: y para que se pueda juzgar mejor sobre ésto
mismo, haré la aplicacion á la mezcla de alkool y
agua, y á la aligacion de estaño y plomo: que son
precisamente las dos composiciones que con mas fre-
qúencia ocurre tener que exáminar baxo este punto
de vista; y me persuado,que no desagradará el en-
contrar aquí lo que se ha hecho hasta ahora dignó de
confianza, en una clase de observaciones que piden
un trabajo muy largo, y un cuidado muy escrupuloso.
Tabla de las correspondencias de las eravedades
específicas de las mezclas de alkool y agua , con
las proporciones de estos líquidos d la temperatu-
ra de 60 grados de la escala de Farenheit, 12,44
de Reaumur, y 15,55 del termómetro decimal.
Nota. En esta tabla pondré las proporciones que
TOMO IL. Y
330 ANALES
por las memorias del C. Gouvenain publicó el a.
Chaussier en el artículo alkool (Farmacia ) de la En- -
ciclopedia metódica, y tambien las que se hallan en
las tablas de Mr. Gilpin, cuyo uso recomiendan los
sabios de Alemania. Diario fisico de Mr.Gren, 1796
20M. 5, paz. 126.
097605 0:9774
0.9815 0.9522
0.9866 0.9873
0:99335 0,9930
0.99835 1.0000
Partes centesimales de las Gravedades específicas.
mezclas.
A A ————_—_——— De E
Segun el Ciud. | Segun Mr. Gi
Chaussier. pino
De o 100 0.7980 0.825
95 0.8165 0.8405
go 0.8340 0.8543
85 0.8485 0.8673
So 0.8620 0.8795
7 0.07526 0.8912
70 0.8880 0.9023
65 | 0.9005 0.9128
60 o:gI20 | 0.9229
55 0.9230 “| 0.9323
ge 0.9334 0-94E3
45 0.94265 0.9492
40 0.9514 0.9564
35 0.95865 0.9625
39 0.96535 0.9679
28 0.97035 0-97 27
DE HISTORIA NATURAL. 331
No. es extraño que haya diferencias entre estas re-
laciones, porque el alkool que sirvió á las observa-
ciones indicadas en las tablas del C, Chausier estaba
mucho mas rectificado, pues su gravedad especifi-
ca solo era de 0.798 4 la misma temperatura en la
que dió 0,825 el deMr. Gilpin. Pero no es fácil per-
suadirse que esta diferencia haya producido otra tan
considerable en la penetracion: ó diminucion de volú-
men en las mezclas: la indicada por Mr. Gilpin en
partes iguales de alkool y agua es de 0.023, al paso
que la misma, segun las tablas del C. Chausier, es
de 0.0484. | |
' Ñ — a.
Í '
Tabla. de las correspondencias de las gravedades de
las aligaciones de estaño y plomo,.con las propor-
ciones respectivas de estos metales.
Para esta tabla me he.valido de las observaciones
publicadas por Mr. Bergenstierna en las Memorias de
la Academia de Stockolmo de 1780, reimpresas en
el Manual sistemático de Mr. Gren ($. 3195); pero
habiendo establecido todas sus relaciones sobre las va-
riaciones de la gravedad absoluta en volúmenes igua=
les, y empleado pesos extrangeros, he tenido que
mudar su expresion para reducirla á la comparacion
mucho mas simple y usual de la agua destilada,
He puesto de cinco en cinco la gravedad matemá-
tica, Ó determinada por el cálculo, para dar á. cono-
- cer las variaciones de volúmen que resultan de la
combinacion, y que en el caso particular disminuyen
la densidad en vez de aumentarla. |
El plomo puro es al agua: : 11,1603: £,
Y el estaño puro: :7,2914: 1.
AAA
332
ANALES
Partes centesimales.
CA A
De estaño.
A AA SI A A A e .
ene
De plomo.
C0N Ann. y,» mn
No
A A ARAS EA + Da e
Gravedad espe-
J
cifica mate-
mática,
7.3300
7.4848
S.0632
8.2586
8.4520
ve
Gravedad espe
cífica real.
PIS5Sa"
7.3871
7:4189 >
7.4508
7.4828 y
7.5146
7-55 LI
7-5835
7.6149
7.6468
7-6787
7.7106:
77425
77744
7.8063
7.8382
708701
-7:9020
-7:9339
7.9058
79977
S:d296- :
-8.961É
8.0934
8.1263
8.1572
- 8.1891 -
8.2210
8.2529
DE HISTORIA NATURAL. 833
'. Partes centesimales. | Gravedad espe- | Gravedad espe=
lora . | cífica mate- cífica real,
De estaño. | De plomo.” Ms er
69 | 31 8.2848
68 32" 8.3167
67 33 8.3486
66... 34 8.3828
65 1395 3.6455 S.4170
64 |. :36 8.4511
63 37 8.4853
62 38 8.5195
pa 39 | 8.5537
ep 40: | 8.8397 8.5879
SAA 41 | :S.6228
58 > 42 8.6562
En SR, 43 | 8.6904
56 44 - 18 8.7246
> 6 UNA, 45 :9.0333 8.7588
5 46 + 8.7929
SS +47 | 8.8271
52 48 S.8613
Su 49 2 8.8955
go go 9.2258 $S.9319
49 SI | 8.9729
48 52 9-0139
47 53 9-0550
46 $4 9.0960
45 554 9.4205 9-1373
“84 50 | 91552
43 587 9.2199
42 58 9.2600
41 59 19-3033
ASAS: 160 9-6139 :9-3466
. /
334 -SALVBON ANDE
Gravedad espe- Gravedad espe-
Partes centesimales
| cífica mate- cífica reala
De estaño. | De plomo. a
39 61 ¿ :9-4727
38 ¡62 | 94355
37 63 -9-4788
36 64 | 9,5221
35 65 9.8074. .9-5676
34 66 9.6132
33 67 9:6565
32 68 9.7021
31 69 9-7454
30 70 10/0010 9.7887
29 71 9.8297
28 (72 9.8730
27 73 9-9163
26 74: 1] 9-9573
25 75 10.1945 9:9983
24 76 | 10,0416
23 77 10.0871
22 78 10.1350
21 79 10.1806
20 So 10.3881 10,2261
19 SI A Y FO.2707 >:
IS 82 10.3173
17 83 10.3629
16 S4 10.4084
15 | O E 10.5799 10.4586
14 86 10.5062
13 87 10.5543
12 88 10.6021
J1 | So 10/6500
UR: Ya 10.7734 JO.7004
- DE HISTORIA NATURAL. 335
Partes centesimales Gravedad espe- | Gravedad espe
cífica mate- cífica real,
A ES
dE SARA AO nj A mática.
De estaño. | De plomo.
9 91 É 10.7479
S 92 10.7958
7 - Dal, VA 10.84.14
6 94 10.8869
5 95 10.9668 | 10.9354
4 96 10.9781
3 97 | 11.0236
2 98 | 11.0672
1 99 Jj] 111216 11.1142
F
Discurso sobre los volcanes , leido en el Real Semi-
nario de Minería de México en 31 de Octubre de
1799, por D. Andres Manuel del Rio, é impreso
en el Suplemento á la Gazeta de México de 11 de
Noviembre de dicho año.
L, Geognosia, ciencia experimental poco mas an-
tigua que su nombre, ha merecido su elevacion á este
grado por la gran masa de conocimientos que ha re-
cogido, y por los principios con que los ha coordi-
nado. En el laberinto de las montañas formadas por
el agua y de las que deben su orígen al fuego, ha
conducido al observador como con el hilo de Ariad-
na, dandole por guia los pocos hechos de los anti-
guos rectificados con un sinnúmero de otros nuevos,
enseñándole 4 verlos como son en sí y á no confun-
dirlos por su semejanza aparente, y ordenándole que
los siga estrictamente sin adelantarse un paso mas que
ellos para no extraviarse, como ha sucedido 4 mu-
chos. En la clasificacion de las rocas de montañas pri-
336 ANALES ;
mitivas, secundarias y de acarreo, y su reducción á
un número determinado, quando antes se creía que
habian de ser tantas como los sitios que ocupaban; en
la distincion exácta de los criaderos entre sí; en la
teórica de los fenómenos de las vetas, casi tan satis-
factoria como la de Copérnico para los fenómenos ce-
lestes; en la resolucion de _aquellas dos grandes qies-
tiones: por que estan casl siempre juntos el rosicler -
claro, el arsénico nativo y el rejalgar ; el obscuro y
la plata sulfúrea agria; la plata gris y la galena ; el
cobalto sulfúreo , el nikel y el bismuto nativo; y nun-
ca el oro ni el cobalto, ni tampoco el mercurio, el
cobalto, la alabandina ó galena; y por que no se ha
nconteda estaño, vólfran, molibdena ni urano en
montañas de capas, ni calamina 6. carhón. de piedra
en las de granito, sienita Ó micapizarra, sin recurrir á
la extravagancia de la transmutacion de unos fósiles
en otros, que tanto tiempo lisonjeó miserablemente
a los Alquimistas : en todo esto ha consultado los inte-
reses del Minero, que con solo seguir el rumbo in-
dicado puede hacer infinitos descubrimientos, Con el
exámen de las circunstancias locales de los volcanes,
de las substancias que arrojan á mas Ó menos distan-
cia, y de los agentes que acompañan sus erupciones,
ha satisfecho la curiosidad del Filósofo, indicándole.
las verdaderas causas capaces de producir los movi-
mientos convulsivos de estas montañas, el qual me pa-
rece objeto digno de merecer la atencion de V. $. y
del respetable concurso por un breve rato, en sus dos
partes, que son los volcanes propios é impropios Ó
pseudo-volcanes.
I. Alos temblores en los contornos de un volcan
y al estruendo subterraneo se sigue el rompimiento
de la montaña, y las erupciones de humo, de vapor
DE HISTORIA NATURAL. 0.
inflamable, de agua, de cenizas, de piedras peque-
ñas y arena arrojadas á muchas leguas, y de masas
enormes, que cayendo junto al cráter sirven á aumen-
tar.la altura de la montaña, y todo esto precede á la
salida de un rio de materia vitrificada, que exten-
diéndose muy lejos, lleva todavia mas lejos el terror
y la desolacion.
Las montañas volcánicas tienen su asiento sobre
las de capas, que cubren del todo ó en parte 4 las
primitivas. Las rocas que las constituyen en capas na-
turales, que son todas las de la formacion del trap,
las distinguió bien el Padre de la Torre, á quien im-
pugna al parecer con poco fundamento Dolomieu en
su Catálogo de los productos del Etna, á continua-
cion de la memoria sobre las Islas Ponces pág. 174-
En efecto, dice que habria tomado él mismo muchas
lavas compactas ( pág. 197 ) por basaltos, en virtud
de su semejanza exterior, y de la identidad de los
productos de su analisis, si no fuera por las particula-
ridades del lugar: que habria tenido muchas lavas
porfiríticas (pág. 215, 234) por porfidos, si no fuera
por las circunstancias locales; y que habria confundi-
do muchas lavas porosas y celulares (pág. 425) con
la almendrilla,-si no se la hubieran impedido las mis-
mas circunstancias del lugar. Y ¿quáles son estas de-
cantadas circunstancias? ¿Se creerá que todas se re-
ducen á la simple inmediacion al cráter? En Nápoles
emplean estas rocas para edificios y empedrados, lla-
mándolas piedras naturales, para distinguirlas de las
que deben su orígen al fuego volcánico ;“y yo los creo
mejores Naturalistas en esta parte.
Las montañas volcánicas forman por lo comun
una masa coherente con las primitivas, como el Ve-
subio, el Monte nuovo y la Solfatara, que estan en
338 o ANALES
la falda de los Apeninos. El Etna sin embargo está
aislado, y al pie de él se encuentran muchas piedras
rodadas de basalto, de cuya roca está formado veri-
similmente , pues hay una capa entera al rededor, que
se extiende muchas leguas á lo lejos. Es muy singu-
lar que haya en su falda tanto succino, el qual se ha-
lla siempre en capas de betun-madera , como en Pru=
sia y Pomerania; y en la parte que mira al Poniente
hay cantidad de petróleo, que nunca existe en mon-
tañas primitivas, pero sí en las de carbon, como en
Inglaterra. Muchos pedazos de carbon de piedra se
han encontrado tambien en los flancos del Etna, el
qual se cree formar capas entre otras de arena y de
arcilla. Al rededor de estas montañas hay aguas ter-
males, y agujeros por donde sale hidrógeno puro ó
mezclado de ácido carbónico, que solo necesita del
contacto de una llama para arder segun Fougeroux
de Bondaroy. La llama azul ó roxa indica su pureza.
Los volcanes arrojan lavas grises, pardas Ó negras
mas ó menos ampollosas con las ampollas vacias, que
tienen las mismas partes constitutivas que la vácia:
piedras pómez grises Ó negras, cuyo aspecto confina
mas ó menos con el de las lavas (las negras tienen la
mayor semejanza con las escorias del carbon quema-
do); y cenizas de un aspecto terroso con menudos
fragmentos de lava y de pómez; pero la pómez es la
mas característica de todos los productos volcánicos.
Algunas substancias salen del cráter de los volca-
nes sin lesion arrastradas por el torbellino de las de-
mas. No sostendré yo que hayan arrojado carbon de
piedra , como el que enseñan en el Museo de Gottin-
gen; pero Hamilton vió pilares de basalto despedidos
por el Vesubio, y tambien se les ha visto lanzar ca-
liza compacta , vácia, pórfido, y un medio entre este
Ñ
DE HISTORIA NATURAL.
339
el basalto. Unos de estos vienen del techo y otros
del suelo de los volcanes, como la caliza; mas entre
el basalto y la caliza se sabe que hay muchas veces |
carbon, que se saca ademas en la cercanía de algunos.
Los cristales de hornblenda y de feldspato que
encierran los productos verdaderamente liquados por
los volcanes, esos si participan siempre'de la altera-
cion que les comunicó el fuego, como lo prueba la
mudanza de color, su aspecto menos fresco y vidrio-
so, y sus muchas rajas Ó hendeduras. Las leicitas, Ó -
granates blancos que abundan en las vacias y lavas de
Italia, estan por lo menos sueltos en los huecos de la
vácia, que es una piedra arcillosa, mostrando clara-
mente que se encogió con el calor. Segun esto, quan-
do encontremos, aunque sea en el circuito de los vol-
canes , cristales frescos, hojosos , transparentes, en-
vueltos por substancias que no indiquen haber sido
liquidadas, ¿conjeturarémos con Dolomieu que el
fuego de los volcanes no funde ni vitrifica como el
de nuestros hornos, ni muda siquiera el color de las
substancias (pág. 84, 252, y pág. 8 del Prólogo ),
sino que obra como el agua en las sales (es compara-
cion suya pág. 437 del Catálogo al fin de la obra de
Faujas ), dilatando solo los cuerpos , y dexándolos
quando se disipa poco mas Ó menos como estaban an-
tes? Y ¿de:que sirve que no niegue tambien al fue-
go volcánico la virtud expansiva , quizá por respeto
de Boerhaave, si le niega sus efectos, como son las
resquebraduras? Sin embargo, los cristales de los pro-
ductos que describe de la erupcion del Etna del mes
de Julio de 1787 (pág. $02 ) todos estaban altera-
dos en su color, resquebrados, y aun fundidos y vi-
trificados.
El no hallarse nunca cristales ni almendras de ess
340 EAT A LES sé
pato calizo ni de zeolita en las lavas modernas, y s0=
lamente en las que llama antiguas (pág. 425 y 432)»
y el estar á veces estas debaxo de arcilla con petrifi-
caciones, y aun debaxo de/ capas calizas (pág. 424),
eran motivos de presumir que no fuesen lavas, y mas
quando en caso de serlo habian de contar una antl-=
giedad muy remota por estar las capas calizas que.
las cubren a algunos centenares de toesas sobre el ni=
vel del mar; pero de los dos inconvenientes todavía
le pareció este el menor. Y así no dudó ponerse 4
explicar la formacion de los cristales en los huecos de
estas lavas frias, suponiendo (pág. 414.) que se filtró
el agua al traves de la textura mas compacta , y de
los macizos mas duros , suponiéndola una fuerza di=
solvente muy superior á la que se le conoce, supo=
niéndola cargada de substancias que si no las habia de.
hallar en las mismas lavas, las llevaba ya á preven-
cion de otras partes, y suponiendo en fin, como de-
bia , muchas aguas, unas con quarzo en disolucion,
otras con zeolita, otras con cal, para depositarlos 4
un tiempo separadamente, uno, en unas ampollas, y
otro en otras. Esta última suposición le faltó al autor;
pero sí habia hecho tantas, ¿qué le costaba una mas,
siendo tan indispensable 12 A la verdad yo renuncia=
Y Para aclarar esta teórica cita Dolomieu por nota (pág. 415)
una roca muy comun en los Alpes y Pirineos que consta de fel-
despato, quarzo, y algunas partes arcillosas, ( será un pórfido :)
que dice poder llamarse cristalífera por conténer en las hebras
cristal de roca, que siempre estan algunos de ellos cristalizados, en
virtud de que el agua despues de disolver algunas moléculas de la
Interior de la roca, las deposita en las hendeduras en forma re- >
gular. Yo no concibo como extraiga el 'agua las moléculas cons-
Ututivas de la tumia, del asbesto, del amianto y del espato calizo
que les suele acompañar y de una roca que no: las tiene; por otra
chorlo blanco (feldespato) y violado (tumia), asbesto, amianto y.
o
A
DE HISTORIA NATURAL. 2341.
ria 4 pasar por un Edipo, si habia de ser á costa de
buscar eniemas que desatar en los fenómenos mas cla-
ros, y de violar las leyes constantes de la naturaleza
con suposiciones las mas arbitrarias.
Quando yo veo 4 Faujas de Saint Fond (en su
Minera!logia de los volcanes pág. 160 y siguientes )
tan embarazado para explicar como estan íntimamen-
te unidas, y alternando en el Vivarais capas delgadas
de lava con otras de caliza con pequeños fragmentos
de esta, y de espato calizo én-lo interior de la lava;
y al contrario, sin que hayan sufrido la menor cosa,
es decir, unas substancias muy sensibles 4 la menor im-
presion del calor, rodeadas por todas partes de fuego
sin haberse quemado: me admiro de que no haya su-
cedido una de dos cosas, Ó que no recurriese á la Om-
nipotencia, como era forzoso en un caso tan contra el
natural, ó queno reconociese que el basalto no podia
ser lava. Este fenómeno era muy obvio por la via
húmeda , y entonces se quitaba el enigma; pero ade-
mas, si las layas son cuerpos líquidos que siguen las
leyes de gravedad, ¿no han de buscar las gargantas
y los valles, y siempre que hallen al paso una emi-
nencia, no se han de dividir y fluir por los lados sin
pasar por encima? ¿Como pues llama Faujas torrente
basáltico (pág. 165 ) al que despues de haber corri-
do mas de (6%) varas al traves de la caliza, estando ya
para desembocar en el rio Ibia, no quiso sino trepar
sobre la cumbre de la Chamarelle? A tantos errores
conduce un principio falso, que se asienta como ver-
dadero antes de tener datos suficientes. Lo peor es
parte estas substancias estan todas juntas en unas mismas cavida-
des, lo que no sucede en el otro caso; y así este exemplo es po»
Co a propósito, sin hablar de los muchos hechos que se oponen
directamente á esta teórica de las vetas.
e
342 ANALES.
que el mismo Fanjas se hace estas objeciones, y aun.
que incapaz de resolverlas, no por eso quiere siquie=
ra dudar de su principio favorito. Á pesar de esto es
todavía digna de elogio su buena fe , que nos cuenta
Jos hechos tales quales los observó, aunque tan con»
trarios 4 su sistema, pues lo comun es aumentarlos ó
disminuirlos 4 imitacion del tirano Procusto, que á
los huéspedes á quienes les venia corto su lecho les
cortaba las piernas, á los que les faltaba ¿para llegar
se las estiraba, y solo dexaba libres á-los,que tenian
la medida justa. qee qe
Si la hipotesis pues del basalto-lava ha conducido
2 hombres de mucho mérito por otra parte á tantas
extravagancias; si una de las formaciones del carbon
es la que está acompañada del basalto ; si en Islandia,
en las Islas de Feroe, en Irlanda, en el Pais de Hesse
y de Hanau, en Misnia , en Kalter Nordheim, en
Woesfalia y en Velai en el Languedoc por confesion
del mismo Faujas (pág. 276 ) hay capas de carbon
intacto cubiertas de basalto ; sí el carbon de esta for=
macion es muy aluminoso, y en muchas partes de
Italia se beneficia el alumbre ; si el carbon aluminóoso
reducido 4 pequeños fragmentos se enciende por:sí
solo con la alternativa de la humedad y sequedad; si
se extiende esta formacion á lo léjos sobre montañas
altas, formando conos truncados ó como panes de azú-
car, y si el basalto sobrepuesto es muy fusible y tie-
ne las mismas partes constitutivas que las lavas segun
Bergman : ¿no será muy natural atribuir á este fomen=
to ó pábulo los terribles efectos de los volcanes? ¿Y
qué dificultad tendrá su duracion para los que sepan
ue hay montañas de carbon que estan ardiendo múu-
chos siglos hace, sin que se haya consumido un gran
distrito, como en Planitz en Saxonia, que lleva mas
/
DE HISTORIA NATURAL. | 343
de 260 años de“arder , por donde se conciben las di-
wersas bocas que se abren sucesivamente en los costa-
dos y aun en la falda de las montañas volcánicas? Y
si el carbon de piedra destilado en nuestros hornos da
azufre, hidrógeno y 'amoniaco, ¿no será producido
por él el vapor de hidrógeno que sale por los cráteres,
el azufre que se sublima al rededor y la sal amoniaca,
ese nudo gorgiano tan difícil de deshacer, formada
por el amoniaco del carbon y el ácido muriático des-
prendido por el calor ó por el hierro del agua salada
del mar, en cuyas cercanías estan casi siempre los yol-
canes, y que tanto influye en ellos?
En efecto, los grandes torrentes que arrojan mu-
chas veces de agua secándose los rios y lagos enteros
circunyecinos, el estar por lo comun junto al mar, y
el excitarse su furor sobre todo en las estaciones hú-=
- medas, eran circunstancias que podian mirarse en otro
tiempo como indiferentes; hoy dia sabemos que pue-
de obrar el agua como agente principal de los volca-
nes, ya combinándose con el carbon uno de sus prin»
cipios, el eminente combustible, ya disipándose el otro
junto con el hidrógeno del mismo carbon, y produ-
ciendo explosiones con el ayre atmosférico que en-
cuentre remontándose por su ligereza 4. las cámaras
superiores del volcan, y aun sin descomponerse con-
virtiéndose solo en vapor, cuya fuerza sabemos ser
inmensa, y capaz de romper los obstáculos que se
opongan. INS )
El pequeño volcan de Lémeri fué un auxilio opor-
tuno para sacar á algunos de embarazo por el momen-
to: una mezcla de azufre y limaduras de hierro hu-
medecida y enterrada, se enciende y produce un es-
tallido, y este hecho solo bastó para atribuir á la pi-
rita los efectos de los volcanes. Pero ¿quándo se ha
344 ANALES:
visto en la naturaleza encenderse un manto de bronce
ó pirita sulfúrea, ni quando se ha sentido calor si=
viera en las minas en que abunda, como esten bien
ventiladas? Y aunque comenzase por sí solo el incen=
dio, ¿quién ignora que el mismo vapor del azufre lo
sufocaria en unos subterráneos, donde tiene poco ó
ningun acceso el ayre libre? ¿Quándo se ha hallado
un manto tan grueso, como se necesitaria por el mu-
cho hierro y poco azufre que contiene la pirita? ¿ní
quándo se ha visto semejante criadero en montañas
de capas, sobre las que siempre tienen su asiento los
volcanes? Ademas, si el producto que da en nuestros
hornos la pirita es un crudio, ¿por qué ro se ha ha-
llado vestigio alguno al rededor de ellos? ¿Por qué
el humo y los vapores que despide no es todo gas
ácido sulfuroso, lo.que no sucede segun Hamilton y.
otros? Y por último, ¿cómo se forma de la pirita tan-
ta sal amoniaca que se sublima en el cráter de los yol-
canes? |
y son las mas, se anuncian con estrépito, temblores,
erupciones de lava y abertura de varias bocas, como
el Etna, el Vesubio y la Solfatara , o porque no hay
bastante material ni tan infamable, Óó no son tan fa-
vorables las circunstancias de lugar , por no haber
tanta cantidad de agua en las cercanías , ó porque el
techo del volcan no es tan grueso que oponga bas-
tante resistencia y concentre el calor lo necesario, La
formacion de estas montañas es muy diversa de la pri-
mera. En lugar del basalto y la vácia que acompañan
allí al carbon, le acompañan aqui la arcilla apizarra-
da con impresiones de cañas y helechos, la piedra
arenisca y el conglomerado: allí es el dominante el
carbon de pez, el pardo, el lustroso, que dan cenizas
II. No todas las montañas que arden de carbon,
DE HISTORIA NATURAL. 345
por la combustion; aquí el hojoso', el pizarreño , y
aun el grueso, que dan escorias, y en los que indica
la textura una disolucion mas completa : aquella for-
macion está en picos; esta está mas bien en hondona-
das como calderas, donde hay al rededor carbon en
otras hondonadas semejantes: aquella tiene pocas ca-
pas de carbon, pero súumamente gruesas; esta muchas
y muy delgadas. Por lo mismo es natural que los pro-
ductos de esta especie de volcanes silenciosos sean
muy diversos de los otros. Aquí se encuentra arcilla
quemada roxa ú amarilla, que quando está muy coci-
da pasa á jaspe: jaspe aporcelanado muy resquebrado
por el encogimiento que ha sufrido, y con vestigios
de vegetales como la arcilla apizarrada : escorias ter-
rosas Ó tesontle por lo comun negras y roxas, que aun»
que tengan semejanza por sus grandes ampollas -con
las lavas, carecen del aspecto vidrioso y de los cris-
tales de aquellas, y provienen de piedras margosas y
ferruginosas, y sus ampollas del ácido carbónico de
la cal: y finalmente, mineral de hierro, arcilloso en
barras , que parece haber tomado esta figura por el
_desecamiento. Estos incendios, en que se sublima tam.
bien azufre y sal amoniaca, abundan en Saxonia, Bo-
hemia y otras partes, y seguramente en esta Amé-
rica.
Y así queda muy reducido el catálogo de los pro-
ductos volcánicos, que es el objeto principal de esta
discusion , para distinguirlos de los que no lo sean
en los casos que se puedan ofrecer al" minero. Por de
contado se excluye el basalto , que debió su elevacion
á esta clase únicamente por su proximidad á los yolca-
nes que ardian; de suerte que al hallarlo en otros si-
tios, como en Westrogothia, donde al juicio de un
Bergman no habia el menor resquicio de fuego, se
TOMO 1. z
346 "o TARUIMANA LES
decia que eran volcanes apagados: el basalto, queá
un fuego moderado se convierte en vidrio bueno pa-
ra botellas por su poco peso: el basalto que está casi
siempre mezclado de olivino, augita , feldspato y
hornblenda cristalizados, zeolita y espato calizo, y
aunque rara vez de pirita sulfúrea, todos y cada uno
“de por sí sin la menor lesion del fuego, siendo por
su naturaleza, permitáseme decirlo, tan pirófobos : el
basalto que tiene muchas veces agua en su interior,
sobre todo el que está en bolas compuestas de muchos
cascos concéntricos : el basalto en fin que por lo co-
mun se halla en capas horizontales, á veces muy del-
gadas como chapas, cuya posicion y figura nunca pue»
de tener la lava. Se excluye la almendrilla, que en-
cierra en su interior cocos de ágata y calcedonia, con
todas las señales de su formacion por la vía húmeda,
y almendras ó cristales de zeolita, caliza, litomarga,
esteatita y tierra verde, que quando se destruyen de-
xan las ampollas vacías: la almendrilla que se ha en-
contrado en el Real del Monte junto á la Hacienda
del Salto con una de sus mayores ampollas llena de
agua y de una especie de gelatina muy semejante á
la que halló Dolomieu en una de sus lavas (pág.
388). Se excluye finalmente la obsidiana (chinapo ),
el vidrio volcánico por excelencia, que puesto sobre
unas ascuas en pocos minutos se hincha y esponja
muchísimo , perdiendo su color, y volviéndose mas
ó menos trasluciente , sin que entonces se le vea nin-
gun filamento como de pómez, sino un cúmulo de
yexiguillas en contacto unas de otras: la obsidiana,
que se descompone á nuestros ojos por grados, pri-
mero mostrando visos de colores metálicos, luego mu-
dando su color negro ó verde obscuro en verde claro,
y mostrando una textura fibrosa paralela, y por últi-
DE HISTORIA NATURAL. 347
mo desmoronándose en una tierra gris verdosa y con:
alguna untuosidad, propiedad que es comun al basal-
to y á todas las rocas de esta formacion: la obsidiana
íiltimamente , que acaba de encontrar en Zinapequa-
ro D. Luis Martin :en'las cavidades de otra, en cris-
talitos de un verde aceytuna, trasparentes, rayados
á lo largo , pequeños y muy pequeños, que son ta-
blas octágonas prolongadas, biseladas fuertemente en
las dos caras opuestas" terminales mayores, y poco
truncadas las demas aristas laterales, y: por cierto que
la formacion de cristales:en los huecoscde¡das escorias
nada tiene que ver con esto.
Ya era preciso contener el ímpetu de los que co-
mo un amigo de Bergman estaban tan preocupados de.
ideas volcánicas , que: hasta en- las manchas de la lu-
na se imaginaban cráteres abiertos, torrentes de lava
y otros fenómenos semejantes ; y, esto se debe á la
Geognosia tratada por buenos críticos , tratada por un.
Werner, á quien ahora que me parece quedar bien.
asentada su doctrina, nombraré sin-rezelo de que se
me diga que juro en las palabras de mi maestro, La
utilidad en general de esta ciencia y de las demas re-
lativas á la Minería, ha movido eiertamente 4 V. S.
iy dédidardes en Tastactuales circunstancias esco edifica
grande, suntuoso, magnífico, que admiramos los mis:
mos que hemos visto los colegios de minas de otros
paises ; ese edificio que sorprehenderá 4 la muche-
dumbre que no se persuadiria con razones, y su mag-
nificencia obligará aun á los mas Iori: ha a callar,
ya que no los incline al estudio de las ciencias que en
él se enseñen. En Francia la época feliz de la Mine-
ralogía tiene la misma fecha que el establecimiento
del suntuoso Laboratorio de Mr. Sage.
Nota. Si D. Andres Manuel del Rio, discípulo
248 CILA ANALES
del célebre Werner, ataca con algun calor la opi-
nion casi «universal de los naturalistas Franceses, que
4 cada paso encuentran producciones volcánicas , y
para sostenerla recurren muchas veces á métodos ex-
traordinarios con el fin de explicar su formacion; de.
ben perdonársele las expresiones nacidas de su zelo,
porque es muy probable que ignoraba entonces que
la escuela Politécnica habia adoptadó el sistema de
Werner por basa de la enseñanza de la Mineralogía;
y lo que el Ciudadano H. Struve dice en el aviso de
su. apreciable obra: ,, Método analítico de los fósiles,
fundado en sus caracteres exteriores.” |
! Lo cierto esque quando: se difunda y aprecie co»
mo es justo el estudio de la Orictognosia, no se anun-
ciará la crisólita por fosfate calizo, el granate de Hor-
cajuelo por esmeril cristalizado, ni el feldspato com-
pacto del Cardoso y de Toledo por andalusito, como
lo hiciéron algunos últimamente. |
A A E a
En nuestros Anales de historia autural, tom. 12
núm. 32 pág. 257 he publicado la descripcion de un
fósil que se halla en los contornos de Molina de Ara-
gon, al qual Werner dió el nombre de aragonito.
Por falta de instrumentos exáctos estimé entonces su
gravedad específica —= 2,770, y ahora por el graví-
metro (explicado en el presente número ) la hallo
pelo
Este fósil se habia hallado únicamente en el para-
ge referido de Aragon: pero los Sres. D. Francisco de
la Garza y D. Diego de Larrañaga acaban de dar-
me diferentes exemplares- del mismo fósil, que reco-
giéron en las inmediaciones de Búrgos , cerca de la
A
DE HISTORIA NATURAL. 349
eapilla de Santa Casilda. ¡Los vecinos de aquel para-
ge llaman á este fósil piedras de Santa Casilda; y
es el verdadero aragonito de Molina de Aragon con
una muy corta diferencia en la gravedad especificas
pues las piedras llamadas de Santa Casilda la tienen
2931: A |
¿Así se ve que el nombre de aragonito, dado por
Werner á este fósil que en la Orictognosia presenta
el tránsito del espato calizo al apatito , es impropio,
puesto que se halla fuera de Aragon. . | lO
7 ar )
_Christiano Herrgen.
4
INDICE,
REYNO VEGETAL
Materiales para la historia de la'Botánica. Pág.
Monografía del género Tilo...
.qe bar... 100040 dado
Sobre la Agyneya.... ¿0% RARA
Descripcion de algunas plantas DUEVAS..... AN 00]
Larrea, género nuevo.. O ANA 1 ORTA
Observaciones sobre: algunos vegeralos a pro:
ducen resina elástica... SERIAS
Castilla elástica ; género UCV cacas dona e
Del género nuevo be opio y de otras plan-
A E E lA
Polvos vegetales contra la rabia, y descripcion
de las plantas que los sumiNIStIAM...araoarneararreros
Memoria sobre la quina.......... ITA
Del Simfito pétreo (Coris O y de
su virtud........ id cabal A 2
Buena panamensis, género MUEVO... aierarcndorenennass
REYNO MINERAL.
Descripcion del Xergon de Santa Penco no
Xergon de la villa de MedelliM......uiccononno mmm».
Descripcion orictognóstica del Apatito térreo de
e o A e AN
Noticias mineralógiCaS.....ucoaommonerms»rs. Cant
Piedra caliza cotcllas de las cercanías de Ma-
MA RA O
Amatista de Mallorca... Ey 0
Extracto de una carta del PER de Hambalde >,
Extracto de otra carta del mismo con el catálo-
go de las rocas de la América meridional.........
Observaciones geónosticas sobre el terreno que
hay desde Madrid á Teruel, y sobre las mi-
E E IE 0 A
Catálogo científico de las producciones minera-
- lógicas que traxo D. Guillelmo Thalacker....
Califdonia IEA AAA s.oicnono con cetoninaeri cinc al ans
Discurso sobre los volcanes, leido en el Real Se-
minario de Minería de MÉXICO cosrnoronomo.
FÍSICA.
Investigaciones sobre los volcanes segun los prin-
cipios de la Química pneumática por el Ciud,
a A A
Del terremoto que se observó en el Reyno de
Quito en 1797+.- sobrsporosrcrsiriosc.doso
Memoria sobre la construccion de lo
s termóme-
A A A CIA
Terremoto. de NESXICO avióro lisis ncontisiaciaca
Observaciones del barómetro y termómetro.........
Descripcion de un gravímetro por el Ciud. Gui-
e A A 1UdDICUACEPIDIDICODIIIDICADIDAA s0D00DOGOO
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281
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